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Spanish; Castilian Pages 238 [240] Year 2005
Linguistische Arbeiten
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Herausgegeben von Peter Blumenthal, Klaus von Heusinger, Ingo Plag, Beatrice Primus und Richard Wiese
Variation sintäctica en espanol Un reto para las teorias de la sintaxis Editado por Gabriele Knauer y Valeriano Bellosta von Cölbe
Max Niemeyer Verlag Tübingen 2005
Bibliografische Information der Deutschen Bibliothek Die Deutsche Bibliothek verzeichnet diese Publikation in der Deutschen Nationalbibliografie; detaillierte bibliografische Daten sind im Internet über http://dnb.ddb.de abrufbar. ISBN 3-484-30494-4
ISSN 0344-6727
© Max Niemeyer Verlag GmbH, Tübingen 2005 http://www. niemeyer. de Das Werk einschließlich aller seiner Teile ist urheberrechtlich geschützt. Jede Verwertung außerhalb der engen Grenzen des Urheberrechtsgesetzes ist ohne Zustimmung des Verlages unzulässig und strafbar. Das gilt insbesondere für Vervielfältigungen, Übersetzungen, Mikroverfilmungen und die Einspeicherung und Verarbeitung in elektronischen Systemen. Printed in Germany. Gedruckt auf alterungsbeständigem Papier. Druck: Laupp & Göbel GmbH, Nehren Einband: Nädele Verlags- und Industriebuchbinderei, Nehren
Indice
Gabriele Knauer/Valeriano Bellosta von Cölbe La variaciön sintäctica como reto teörico: Una introduccion
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Guido Mensching Variaciön sintäctica, lingüistica de corpus y gramätica generativa: Teorias, metodos y problemas
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Josse De Kock Corpus, frecuencia y gramaticalidad: Treinta construcciones contrincantes en tres corpus
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Nicole Delbecque El anälisis de corpus al servicio de la gramätica cognoscitiva: Hacia una interpretation de la alternancia lineal SV/VS
51
Alicia Gonzalez de Sarralde Sobre la posicion del sujeto en relation con las estructuras de la narration
75
Valeriano Bellosta von Cölbe Variaciön sintäctica en »Role and Reference Grammar«: La posicion de los complementos en las oraciones ditransitivas
97
Pedro Martin Butragueno La construcciön prosödica de la estructura focal en espanol
117
Amparo Morales La adquisiciön del lenguaje en ninos puertorriquenos: Α propösito de la hipötesis del sujeto nulo
145
Ulrich Detges La gramaticalizaciön de los acusativos preposicionales en las lenguas iberorromänicas: Una hipötesis pragmätica 155 Eugeen Roegiest Variaciön pronominal en espanol: El pronombre dativo entre sintaxis y semäntica
175
Rena Torres Cacoullos La perspectiva diacrönica en variaciön sincrönica: El dativo de intensificaciön
191
VI Irania Malaver Anälisis comparativo de las expresiones adjetivales de edad en las hablas de Sevilla y de Caracas
211
Dexy Galue Me acuerdo que...: los verbos pronominales y el queismo
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Gabriele Knauer (Humboldt-Universität zu Berlin) Valeriano Bellosta von Cölbe (Universität zu Köln) La variation sintäctica como reto teorico: Una introduction
1. Introduction
Sin duda, una de las controversias mäs antiguas en la historia de la lingüistica es la que tuvo y sigue teniendo lugar entre »anomalistas« y »analogistas«. Mientras que los primeros ven en la lengua una realidad esencialmente irregular, a pesar de algunas aparentes regularidades, los segundos la conciben como esencialmente regular, aunque plagada de irregularidades. Tal controversia sigue viva hoy entre quienes conciben la lengua ante todo como el sistema abstracto que »emerge« del conjunto de proferencias que se da en la comunicacion humana dentro de una comunidad (»actuation« ο »lenguaje E«) y quienes la ven sobre todo como el conocimiento autönomo, en parte innato, de un determinado cödigo que un ser humano ideal posee en su cognition (»competencia« ο »lenguaje I«; cf. Chomsky 1965; 1986). Los primeros, los »funcionalistas«, son mäs propensos a admitir la existencia de Variation sintäctica en una lengua y realizan sus observaciones a partir de grandes corpus de datos empiricos procedentes de la comunicacion; mientras que los segundos, los »generativistas«, prefieren pasarla por alto y se apoyan en la evidencia psicolingüistica procedente de la introspection de uno ο varios hablantes en su propia cogniciön (cf. Mensching en este volumen). Es interesante observar que incluso aquellas teorias que se dicen funcionalistas y parten, en principio, de la lengua como realidad que refleja igualmente la cogniciön y la comunicacion humanas, son reacias a aceptar la existencia de variacion sintäctica en una lengua y, a veces, a trabajar sistemäticamente con datos empiricos (cf. Martin Butragueno 1999). El resultado de esta tendencia es que el constante descubrimiento de fenömenos de variacion en las lenguas a partir de datos empiricos apenas se refleja en las descripciones de esas lenguas y menos todavia en las teorias lingüisticas, que, a fin de cuentas, deberian explicar tales fenömenos. Las gramäticas »descriptivas« han evitado emitir juicios de valor y se han limitado a su tarea de descripciön, relacionando los fenömenos de variacion sintäctica con factores extralingüisticos diatöpicos y diasträticos (cf. Serrano 1999). Pero tanto las cläsicas gramäticas »normativas« como las actuales gramäticas »explicativas« han entendido la variacion sintäctica en una lengua bien como »opciön« (»libertad estilistica« del hablante), bien como »irregularidad« (»excepciön« en el sistema), bien como »incorrecciön« (»violaciön« del sistema por parte del hablante). El primero de los casos llega a confundirse a veces con »arbitrariedad« porque toca fenömenos generalizados que se consideran fuera de la gramätica y de sus reglas y que estän sometidos a las necesidades comunicativas del momento (p. ej. el »orden de palabras«; cf. Delbecque y Gonzalez de Sarralde en este volumen). Los otros dos casos (cf. De Kock en este volumen) se encuentran dentro de la gramätica y de sus reglas. Si la variacion toca un fenömeno generalizado pero circunscrito a un determinado entorno sintäctico fäcilmente descriptible, se habla de »irregularidad« (p. ej. el acusativo
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Gabriele Knauer & Valeriarto Bellosta von Cölbe
preposicional; cf. Detges en este volumen). Si la variation toca un fenomeno particular, propio de un grupo determinado de hablantes, que no estä circunscrito a un entorno sintäctico fäcilmente descriptible, se habla de »incorreccion« (p. ej. el dequeismo; cf. Galue en este volumen). Mientras que las gramäticas »normativas« concebian tales »incorrecciones« como el producto de una deficiente alfabetizacion y escolarizacion, debida a factores socioeconomicos y politicos, y pretendian contribuir a remediarlas; las gramaticas »explicativas« los conciben como el resultado bien de lapsus linguae casuales y asistemäticos en los adultos, bien de una deficiente adquisicion de la lengua en los ninos, debida a la »pobreza del estimulo« ofrecido por los adultos. Muy distinto es, sin embargo, el caso de los fenomenos de variation externos a la sintaxis: su estudio conlleva el uso de etiquetas mucho menos estigmatizadas; se habla de »alöfonos« en fonologia, de »alomorfos« en morfologia, de »sinonimos« en semantica ο de »norma« en teoria lingüistica (cf. Coseriu 1952).
2. Variacion
Si nos acogemos al mäs sencillo de los modelos semioticos, el de Saussure (1916), comprobaremos que incluye de forma implicita un principio de economia, que solo anos mäs tarde se desarrollarä explicitamente y se aplicarä universalmente (cf. Jespersen 1924): a cada significante le corresponde un solo significado; a cada significado, un solo significante. Bien es sabido que la lengua quiebra esa biunivocidad pretendidamente ideal en la relation entre significante y significado en las dos direcciones posibles. La polisemia permite combinar un significante con varios significados al precio de complicar el descifrado del mensaje con la resolution de ambigüedades. La sinonimia en sentido fuerte permitiria combinar un significado con varios significantes al precio de complicar el cifrado del mensaje con la resolution de redundancias. Mientras que la polisemia se entiende como un fenomeno ventajoso para la economia de la lengua en todos sus niveles, la sinonimia recibe una valoracion desigual, dependiente del nivel estudiado, cosa que se concreta en denominaciones distintas. Una vision onomasiologica de la sinonimia nos permite descubrir paralelismos interesantes entre la primera y la segunda articulaciones del lenguaje (cf. Martinet 1960). Mientras que, en la primera articulation del lenguaje, el significado lingüistico se ve como »contenido« delimitado por su »valor« en el sistema; en la segunda, el significante lingüistico se puede reinterpretar como »forma«, position estructural ο mero »valor« en el sistema (»forma« del significado y del significante respectivamente para Hjelmslev 1943). Asi, tanto el »contenido« como la »forma« se pueden concebir como significado con respecto a realidades distintas: el »contenido« es el significado para el significante; la »forma« es el significado para la sustancia fönica. Tal significado, cuando se asigna a varios significantes, abre un espacio de variacion en la lengua que se concreta en el habla por medio de la selection de una de las posibles variantes. La lingüistica no solo se pregunta, pues, cuäntas y cuales son las variantes legitimas para una variable definida a traves del significado, sino como y por que se originan y, sobre todo, que utilidad tienen dentro del sistema de la lengua.
La variation sintäctica como reto teörico: Una introduction
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La lingüistica estructural ha aceptado y explicado la variation en la segunda articulation como empleo de alofonos en el habla, los cuales ocupan la misma position en el sistema (»no oposicion«), lo que ha mantenido abierta la comunicacion con otras disciplinas lingüisticas que estudian la variation del habla en diacronia y en sincronia. Sin embargo, aunque ha explicado la variation en la primera articulation de manera anäloga, la ha valorado como un fenomeno desventajoso para la economia de la lengua, cuya presencia ha de restringirse al mäximo. Sobre todo cuando los significantes son fonolögicamente similares ο estän etimologicamente emparentados, la morfologia estructuralista habla, de modo anälogo a la fonologia, de empleo de alomorfos en el habla, los cuales ocupan la misma position en el sistema. Sin embargo, cuando no se dan estas condiciones, la semäntica estructuralista sustituye el concepto de alomorfismo por el de sinonimia en sentido debil. Mientras que la sinonimia en sentido fuerte seria la combination de un mismo haz de rasgos semänticos, es decir, de una misma position dentro del sistema, con varios significantes, que, por lo tanto, no se oponen entre si; la sinonimia en sentido debil seria la combination de varios haces de semas identicos y, por tanto, varias posiciones identicas dentro del sistema, con sus correspondientes significantes. Es en este momento cuando aparece la dicotomia entre sinonimia total y parcial, es decir, la distincion entre haces identicos en todos sus semas y haces identicos en la mayoria de sus semas (bajo la influencia de los conocimientos lexico y enciclopedico y de la situation comunicativa); perspectiva que invita a una interpretation de la sinonimia en sentido debil como notion prototipica. De esta manera, el pretendido estudio de la sinonimia en sentido fuerte, es decir, de la variation, se convierte en la demostracion de su imposibilidad y en el restablecimiento de la pretendida biunivocidad de significante y significado, que se apoya en el principio de economia mencionado al inicio. He aqui, pues, la »paradoja teorica de la variation«: el sentido fuerte del concepto de sinonimia invita al estudio de la variation en diacronia y sincronia; el sentido debil, lo bloquea. No podemos, pues, llamar »variation« a ambos sentidos; la variation referida a una misma »forma« prefiere el sentido fuerte de la sinonimia (en fonologia y morfologia) y se opone a la variation referida al »contenido«, que prefiere el sentido debil de la sinonimia (en semäntica y sintaxis). Por eso, solo en este ultimo caso, se estudian implicitamente la diferenciacion y especializacion semänticas de los significantes y la perdida progresiva de sinonimia que resulta de estos procesos.
3. Variation sintäctica
La lingüistica estructural europea se ocupö poco de una sintaxis que, hasta aquel punto, habia vivido de una tradition semäntica, centrada en el »monema«. La lingüistica estructural norteamericana se dedico menos todavia a una variation sintäctica, que, inserta en el eje paradigmätico, servia para la definition de clases sin distincion de significados. Esto propicio la asunciön inconsciente de la »paradoja teorica de la variation« y su perpetuation tras el »giro cognitivo y comunicativo« manifestado en los paradigmas teoricos generativista y funcional. Dos alternativas se presentaban. Por un lado, el paradigma generativista declara que el objeto propio de la lingüistica es el estudio de la lengua I ο competencia, tal como se
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da en un hablante ideal, y que, por lo tanto, el habla ο la actuation, tal como aparece en las manifestaciones lingüisticas de una comunidad real, al estar posiblemente sujeta a toda clase de perturbaciones, debe dejarse de lado. De este modo, la variation, si pertenece a la actuation, queda subsumida en las perturbaciones que le son propias; si pertenece a la competencia, produce tantas gramaticas (variation interlingüistica) ο tantas reglas transformacionales de aplicacion optativa en una gramätica (variation intralingüistica) como variantes identificadas (cf. Chomsky 1965; Mensching, en este volumen). Por otro lado, el paradigma funcionalista rechaza la position anterior y declara que el habla ο la actuation es el objeto propio de la lingüistica en la medida en que esta es el unico vehiculo para que un emisor comunique un mensaje a un receptor en una situation determinada. El habla se constituiria, por tanto, en la expresiön de las »soluciones a las tareas presentes permanentemente en la actividad comunicativa« (Seiler 1973: 11; traducido en Moreno Cabrera 1987: 115). De este modo, la variation reflejaria la multiplicidad de soluciones a que puede llegar la cognition humana ante un problema comunicativo dado (sinonimia en sentido fuerte; variation interlingüistica); problema que, en cada lengua, se plantearia de modos diversos segün las situaciones comunicativas (sinonimia en sentido debil; variation intralingüistica). En ambos casos se observa la influencia de la »paradoja teörica de la variation«. En un primer paso, se plantea la variation sintäctica como si se tratara de sinonimia en su sentido fuerte: existen varias estructuras superficiales que corresponden a una unica estructura profunda ο varias construcciones que suponen la solution que la cognition ofrece a un unico problema comunicativo. En un segundo paso, se investiga la variation sintäctica para demostrar la inviabilidad de este anälisis y postular la existencia de sinonimia en sentido debil: las construcciones ο estructuras superficiales se encuentran en distribution (libre ο complementaria) dependiendo de factores internos ο externos a la lengua que interactuan de modo bien probabilistico, bien regular. El uso de una Variante concreta responderia, pues, a una ο varias motivaciones formales ο funcionales de configuration distinta a la correspondiente a la Variante alternativa. En cualquier caso, quedaria restablecida la relation biunivoca entre significante (construction ο estructura superficial) y significado (position estructural ο funcion comunicativa). La »paradoja teörica de la variation« ha conducido al paradigma generativista a desentenderse, en buena parte, del tratamiento teorico del tema hasta la introduction del acercamiento desarrollado por la Teoria de la Optimalidad (cf. p. ej. Prince/Smolensky 1993), una teoria que surgio a comienzos de los anos noventa en el seno de la fonologia y se extendio räpidamente a la sintaxis en diversas versiones del paradigma como la Gramätica LexicoFuncional (cf. p. ej. Bresnan 2001) ο el Programa Minimalista (cf. p. ej. Müller 2000). Esta misma paradoja ha producido una profunda division en el paradigma funcional. Desde un punto de vista teorico, el tema tambien se ha resistido a una interpretation global hasta la aparicion del acercamiento neurocognitivo de las motivaciones en competencia (ingl. competing motivations·, cf. p. ej. DuBois 1985). Desde un punto de vista präctico, el tema paso a ser dominio casi exclusivo de unapujante sociolingüistica (cf. p. ej. 1966) que parte de la existencia de la variation como hecho indiscutible en el habla, sin preocuparse de su estatus dentro de una teoria de la lengua ο de la sintaxis. Ve en ella la manifestation lingüistica de multiples factores extralingüisticos, entre los que destacan las condiciones e identidades sociales y culturales de determinados grapos de hablantes. La sociolingüistica recurrio, por lo tanto, desde el primer momento, a la recogida, la organization, el anälisis y la interpreta-
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cion de gran cantidad de material empirico segün la metodologia propuesta por la naciente lingüistica de corpus (cf. p. ej. Muller 1968). La simbiosis entre sociolingüistica y lingüistica de corpus desencadenö una avalancha de estudios variacionistas que, dependiendo del fenomeno estudiado, se basaban bien en los factores extralingüisticos defendidos por la primera, bien en los factores intralingüisticos descubiertos por la segunda a traves de la aplicacion informatizada de metodos estadisticos (cf. p. ej. Sankoff (ed.) 1978). En la actualidad, la »paradoja teorica de la variacion« se manifiesta en una creciente divergencia entre los estudios de caräcter teörico procedentes de los dos paradigmas mencionados y los de caräcter präctico surgidos de la simbiosis entre sociolingüistica y lingüistica de corpus. Los estudios teoricos siguen centrändose, al menos implicitamente, en la introspeccion de un hablante idealizado, sin que los avances teoricos y empiricos hayan encontrado un reflejo adecuado mäs que en excepciones (cf. p. ej. Bybee/Hopper (eds.) 2001). Los estudios präcticos continüan desbrozando parcelas de la lengua afectadas por la variacion sin que tal actividad haya fructificado en modelos coherentes de variacion compatibles con los paradigmas mencionados.
4. Retos y respuestas
Este volumen se propone, por un lado, dar una muestra de los trabajos de hombres y mujeres de varias generaciones, procedentes de distintos paises, trabajos que representan los distintos enfoques teoricos y metodologicos con los que se estän investigando algunos de los problemas de variacion sintäctica mäs candentes, y, por otro, contribuir a una reflexion plural sobre la relation dialectica entre explication teorica como hermeneutica de los datos y description empirica como banco de pruebas de la teoria. En la primera parte del volumen, se presentan tres reflexiones metodologicas sobre el valor del uso de corpus en lingüistica. El trabajo de Guido Mensching (Freie Universität Berlin) se sitüa en la perspectiva teorica del generativismo (Programa Minimalista) y constituye una apologia de la lengua-I como objeto propio de la lingüistica y de la introspection como metodo adecuado para su investigation. El corpus, como muestra representativa de la lengua-E, carece de peso metodologico en el generativismo. En el estudio de la situation actual de una lengua, su tinica funcion seria la de testimoniar la presencia de determinados conocimientos en las gramäticas de algunos de los hablantes de una comunidad. En el estudio de la evolution historica de una lengua, esa funcion testimonial adquiriria obviamente mayor relieve debido a la falta de hablantes capaces de introspeccion. Finalmente, el estudio de la frecuencia de determinados fenomenos no aportaria datos ni sobre la importancia de un fenomeno dentro de la gramätica ni sobre los cambios diacronicos a los que se ve sometida la gramätica, puesto que la frecuencia de uso de un fenomeno en el entorno de un nino no seria una indication de un mejor ο peor aprendizaje del mismo. La existencia de distintas variantes en la lengua-I seria un problema del lexicon; el motivo de la selection de una u otra en la lengua-E, un problema de la pragmätica (intention comunicativa), influida por factores extralingüisticos. El generativismo se ocupa unicamente de justificar teoricamente el funcionamiento de cada una de las variantes dentro de una gramätica idiolectal.
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Muy otra es la position de uno de los pioneros de la lingüistica de corpus, Josse De Kock (Katholieke Universiteit Leuven). El autor escoge quince variables sintäcticas y compara la frecuencia de uso de sus dos posibles variantes en el corpus de »Gramätica Espanola: Ensenanza e Investigation« de literatura hispanica. De este modo, elabora una escala ordinal de la frecuencia de determinadas variantes y la compara con las que obtiene del corpus del »Proyecto de Estudio Coordinado de la Norma Lingüistica Culta de las principales ciudades de Iberoamerica y de la Peninsula Iberica« (o, sencillamente corpus »Norma Culta«), El autor obtiene para una misma Variante lingüistica frecuencias y posiciones en la escala que difieren dependiendo de las variables extralingüisticas medio y lugar. El autor propone el uso de este metodo como criterio objetivo para discemir el grado de presencia de una Variante en el sistema lingüistico, es decir, su »grado de gramaticalidad«. En otras palabras, el juicio de gramaticalidad de un hablante dependerä siempre en mayor ο menor medida del entorno lingüistico en el que haya aprendido la lengua de nino y la este utilizando de adulto. En una lücida autocritica, Nicole Delbecque (Katholieke Universiteit Leuven) recorre su propia trayectoria intelectual en el estudio de la position del sujeto desde la lingüistica cuantitativa probabilista hasta la lingüistica cognoscitiva, dentro de la perspectiva teorica del fimcionalismo. En la primera fase, se esboza una regia probabilista basada en la combination de varias variables intralingüisticas (p. ej. longitud del constituyente, papel temätico del argumento, funciön topico del referente); la autora critica el metodo porque tiende a convertir el establecimiento de correlaciones en un fin en si mismo. En la segunda fase, se elabora una explication funcionalista apoyada en las nociones comunicativas que ofrece la lingüistica del texto, entonces en boga (progresion tematica, perspectiva funcional de la oration) que se completa con una teoria basada en la semäntica del verbo (proceso, action) y de su relation con el sujeto (agentividad). Ante la insuficiencia del planteamiento, se da un paso mäs y se intenta explotar el modelo de la lingüistica cognoscitiva: mientras que en la anteposiciön se conceptualiza el sujeto como punto de partida de un »flujo de energia«, en la posposiciön queda construido como su punto de llegada. El resto del volumen presenta algunos avances en temas controvertidos dentro del campo de la variation sintäctica en espanol, desde una multitud de perspectivas teoricas y metodolögicas. La segunda parte continüa la tematica del estudio de Nicole Delbecque y se concentra sobre el »orden de palabras« y la estructura informativa. Alicia Gonzdlez de Sarralde (Institute »Cervantes«, Madrid) se concentra tambien en la variable position del sujeto. Tras mostrar las dificultades de las explicaciones centradas en el nivel de la oration ο del enunciado, toma partido por un modelo funcional cognitivista enraizado en la lingüistica de texto: la teoria de la »quaestio«. El metodo seguido tambien es peculiar: La autora selecciona veintinueve probandos madrilenos, les muestra una misma pelicula de video de diez minutos de duration y les propone la tarea de relatar con sus propias palabras el argumento de la pelicula. Con ello, la autora logra un corpus de relatos referidos al mismo estado de cosas, que puede analizar onomasiologica y semasiologicamente. El analisis onomasiologico revela las distintas estrategias de expresiön de un estado de cosas cuando permanecen constantes el referente del sujeto y el grado de agentividad expresado por el verbo. El analisis semasiologico revela los distintos usos y funciones que se da a los ordenamientos »sujeto-verbo« y »verbo-sujeto«. De este modo, la autora define cuatro funciones centrales de la posposicion del sujeto: flash back, reanudacion de una cadena de sucesos interrumpi-
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da, especificacion de referentes introducidos previamente por medio de sucesos conocidos y jerarquizacion de sucesos. Valeriano Bellosta von Cölbe (Universität zu Köln) explora las posibilidades de la »Gramätica del Papel y de la Referenda« (ingl. Role and Reference Grammar) a la hora de explicar la position de los complementos directos e indirectos en las oraciones ditransitivas, tomando como corpus el Archivo de Textos Hispänicos de la Universidade de Santiago de Compostela analizado por medio de la Base de Datos Sintäcticos del Espanol Actual. El autor pasa revista a distintos factores semänticos (control, afectaciön), sintäcticos (»peso sintäctico«) y pragmäticos (focalizacion) y esboza un tratamiento inspirado en la Teoria de la Optimalidad en el que el orden depende del resultado de una competition de factores que se hacen presentes en el momento mismo de la comunicacion. En un sugerente trabajo, Pedro Martin Butragueno (El Colegio de Mexico), tomando como base teorica la Fonologia Entonacional Generativa, explora la relation entre estructura prosodica, informativa y sintäctica en espanol a partir de grabaciones realizadas a cuatro probandos mexicanos y consigue llegar a una revision de los postulados expuestos por Zubizarreta (1999) en la Gramätica descriptiva de la lengua espanola. Por un lado, la variable prosodica foco (definida como una »prominencia tonal« especial) dispone de al menos tres variantes, a saber, »o marcar como H* [sc. alto] un acento nuclear del que se esperaba que fuera L* [sc. bajo], ο hacer otro tanto con un acento no nuclear, ο bien subdividir el grupo melodico introduciendo nuevos tonos de juntura«. Por otro lado, la variable informativa foco (definida como »la parte no presupuesta de la oraciön, es decir, la parte de information no compartida por hablante y oyente«) es un fenömeno que precisa de una clasificaciön previa. En principio, se distingue entre foco neutro y contrastivo. El foco neutro puede ser simple ο multiple y, en el primero de los casos, tiene distintos ämbitos sintäctico-informativos de aplicaciön (oraciön-enunciado, sintagma verbal-comentario, sintagma nominal). En teoria, »el foco neutro se identifica por medio del acento nuclear neutro, que es el tono que recae sobre la ultima silaba tönica del grupo melodico, mientras que el foco contrastivo puede identificarse por medio de un tono enfätico, susceptible de colocarse sobre cualquier silaba acentuable.« Ni en uno ni en otro caso pueden hacerse atribuciones seguras. La variable informativa foco en sus distintas variantes no solo se expresa por medio de la variante-variable prosodica foco sino tambien a traves de la variante-variable sintäctica del orden de constituyentes. El autor examina la realization prosodica de las variantes posicionales del grupo formado por sujeto, verbo y complemento, sin olvidar los casos de dislocation a la izquierda y a la derecha, prestando especial atenciön a las posibles diferencias entonatorias entre tema y foco antepuestos. En la tercera parte del volumen, se tocan los distintos problemas que ofrece la codification variable de las »funciones sintäcticas« de la oraciön (sujeto, complementos directo, indirecto y oblicuo, atributo). Con respecto al sujeto, Amparo Morales (Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras) nos presenta el parämetro del sujeto nulo, que segün el paradigma generativista, es uno de los que manifiestan mäs claramente la variation interlingüistica que da lugar a diversas gramäticas. Mientras que la mayoria de los dialectos del espanol se consideran de sujeto nulo, el espanol del Caribe muestra, en ocasiones, caracteristicas tipicas de una lengua de sujeto obligatorio (p. ej. uso de sujetos expletivos, anteposiciön del sujeto en oraciones interrogativas). El estudio de la adquisicion del pretendido parämetro en ninos puertorriquenos revela la importancia de los factores pragmäticos en la distinciön de las personas. Por un lado, la adquisicion de recursos sintäcticos de referencia intratextual
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(anäfora) es m ä s lenta que la de los de referencia extralingiixstica (deixis), por lo que el nino, en sus narraciones, debe ayudarse de la repetition de sujetos de tercera persona. Por otro lado, el estado cognitivo del nino es de un fuerte egocentrismo, el cual se manifiesta en la repetition de sujetos de primera y segunda persona como estrategia de autotematizacion contrastiva en el resto de las interacciones (cf. infra, Detges en este volumen). Ulrich Detges (Ludwig-Maximilians-Universität München) considera los motivos historicos a los que se debe la gramaticalizaciön del acusativo preposicional, es decir, de la variation en el marcado del complemento directo (01a). Para ello, el autor parte del uso focalizador de las preposiciones lexicas, tipico del latin, y de la generalization del uso de ad a esquemas bivalentes y/o trivalentes (cf. infra, Roegiest en este volumen). Gracias a esta premisa, puede constatar que la preposition a, sucesora de las latinas, continüa tal uso en iberorromance medieval tanto en contextos rematicos (en p o s i t i o n final ο inicial) como en contextos tematicos (contrastivos ο no) y postular un cambio semäntico-pragmätico por el que la preposition pierde primero su »peso focalizador« y, despues, su funcion temätica. El autor ve el motivo para el uso focalizador en la funcion pragmätica discursiva de autotematizacion contrastiva que los hablantes utilizan sobre todo para conquistar ο defender su turno en la conversation. Las construcciones que realizan tal funcion se caracterizan por la anteposiciön de gran cantidad de material autoreferente (pronombres personales tonicos de primera persona con focalizador acompanados de verbos de opinion ο sentimiento). Prolongando su anälisis, el autor consigue mostrar el motivo comün subyacente a tres fenomenos que aparecen asi interrelacionados: la anteposiciön de complementos, la referencia anäforica a estos por medio de un clitico pretendidamente redundante y el acusativo preposicional propiamente dicho. Los dos estudios siguientes cstan consagrados a las formas pronominales asociadas tradicionalmente a la »funcion« de complemento indirecto (lelles). En efecto, la polisemia de estas formas (lelles = complemento directo, marco contextual) genera, a primera vista, sinonimia (variation) en las »funciones« (p. ej. complemento directo = {lollallosllas}, {lelles}). Eugeen Roegiest (Universiteit Gent) dedica su estudio al ya cläsico tema del leismo, la variation entre los pronombres personales acusativo y dativo con referentes humanos en la »funcion« de complemento directo. El autor realiza un anälisis cuantitativo y cualitativo basändose en un corpus literario de narradores espanoles contemporaneos. Desde un punto de vista cuantitativo, los idiolectos estudiados se pueden ordenar formando un continuo en cuyos extremos hallamos el leismo marcado y el leismo atenuado en las formas del masculino. Desde un punto de vista cualitativo, el autor examina algunos entornos sintäctico-semänticos que podrian favorecer el leismo atenuado y el leismo en las formas del femenino. El primer entorno examinado, los predicados y las construcciones que alternan entre un esquemas sintactico bivalente (con complemento directo) y uno trivalente, podria favorecer el leismo en la realization de los esquemas bivalentes b a j o el influjo del otro esquema posible (predicados de comunicaciön y manipulation, construcciones factitivas y de perception directa con infinitivo). Esto le conduce a subrayar la caracteristica comun a todos los predicados y construcciones de este entorno: el alto grado de agentividad y subjetividad del referente del elemento pronominalizado que seria responsable de su interpretation como beneficiario, papel temätico situado entre el de agente y el de paciente en las jerarquias implicativas temäticas. Esta explication tambien es valida para el segundo entorn o estudiado, los predicados que alternan entre dos esquemas sintäcticos bivalentes uno con complemento directo y otro con complemento indirecto (verbos de sentimiento y expresion
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de sucesos espontaneos). Segün el autor, »marcamos el experimentante como acusativo cuando en una estructura biactancial estä dominado por un sujeto interpretado como intentional y controlador, lo marcamos como dativo cuando domina por sus rasgos inherentes y su funciön temätica reactiva al estlmulo inactivo objeto del suceso emotivo y no interpretado como intentional«. El trabajo de Rena Torres Cacoullos (University of New Mexico, Albuquerque) se puede considerar un estudio de la variation en la expresion de »funciones« no argumentales. La autora muestra como le/les ha ido adquiriendo paulatinamente nuevas funciones en el espanol de Mexico y de Nuevo Mexico. En el marco de la Gramätica Cognoscitiva y desde la perspectiva de la Teoria de la Gramaticalizaciön, la autora postula que las construcciones en las que aparecen las formas estudiadas han sufrido un doble proceso de perdida de transitividad (destransitivizaciön) y de demotion a marco contextual (con perdida de referencialidad) que contrasta con los procesos opuestos de incremento de transitividad (en »construcciones de explotacion total«) y de elevation a participante (en construcciones de dativo etico y de dativo de afectacion). La autora analiza e interpreta dos fenomenos en apoyo de su hipotesis. Para ella, el primer proceso se ve reflejado por la desaparicion del leismo entre los siglos XVI y XIX. El segundo proceso se puede diagnosticar a partir de la proliferation de la copresencia de le y objeto indirecto nominal unida a la paradojica perdida de la concordancia entre ambos y al aumento de la coreferencia con sintagmas preposicionales sin marca de objeto indirecto que supondrian la perdida de los valores referential y argumental de le respectivamente. Con el trabajo de Irania Malaver (Universidad Central de Venezuela, Caracas) se concentra la atencion en las oraciones copulativas y en la »funcion sintäctica« de atributo. Como es bien sabido, en este caso se da variation entre las copulas ser y es tar que puede afectar al significado del atributo. En el caso estudiado, los atributos adjetivales referentes al concepto de edad, tal alternancia parece obedecer a una oposicion gramaticalizada en espanol entre clasificacion y caracterizacion (cf. ingl. stage level vs. individual level predicates). La autora, inspirändose en estudios recientes, subraya el papel del discurso en la selection de la copula en el habla de Caracas: mientras que las oraciones copulativas colocadas en primer piano discursivo hacen uso de tal oposicion, las colocadas en el trasfondo la neutralizan. La comparacion con el habla de Sevilla correspondiente al proyecto »Norma Culta« revela que el habla de Sevilla utiliza ünicamente ser en los contextos de trasfondo, mientras que el de Caracas emplea indistintamente ser y es tar. La autora concluye que, »[d]ada la presencia de la distincion entre primer piano y trasfondo en los dos dialectos, parece claro que el dialecto sevillano la mantiene opaca al usar en ambos casos ser, mientras que el dialecto caraqueno la hace emerger al oponer en el primer piano E[xpresiones de] E[dad] tipologicas [scil. clasificacion] y cronolögicas [scil. caracterizacion] y neutralizar esta misma oposicion en el trasfondo«. El volumen concluye con un estudio variacionista clasico concerniente a la hipotaxis. Dexy Galue (Universidad Central de Venezuela, Caracas) estudia la variation entre presencia y ausencia de la preposition de ante proposiciones subordinadas sustantivas cuando el verbo de la proposition principal la selecciona y rige de acuerdo con la norma (queismo). Para ello se vale de una muestra procedente del corpus Estudio sociolingiiistico del habla de Caracas 1987 que incluia hablantes de ambos sexos distribuidos en tres niveles socioeconomicos y cuatro grupos etarios. La autora somete las variables de tipo de referente del sujeto de la proposition principal, de interferencia de elementos lingüisticos entre verbo de
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Gabriele Knauer & Valeriano Bellosta von Cölbe
la proposition principal y frontera de la subordinada, de presencia de segmentos fönicos similares a la preposition y de contexto estructural a un anälisis probabilistico con el programa GoldVarb2.0. Puesto que ünicamente las dos ultimas variables citadas junto con el nivel socioeconomic resultan ser estadisticamente significativas, la autora concentra su atencion en la explication del contexto estructural mäs influyente: los verbos pronominales. Al mismo tiempo que subraya la presion analogica ejercida por verbos de significado similar (acordarse (de/0) que vs. recordarse (de/0) que vs. recordar que), propone la interesante hipotesis de que la perdida de la preposition conduciria al reanalisis de la funcion sintäctica de la conjuncion subordinante que: »la preposition precede la clausula y delimita la frontera oracional, [...] la omision de de hace que el subordinante que se separe de la clausula y se adjunte al verbo pronominal ocupando el lugar de la preposition; con ello se redefine la organization sintagmätica de los constituyentes«. No cabe duda de que las implicaciones de este anälisis pueden ser de gran envergadura y precisan de un estudio mäs detallado. La aportacion original mäs interesante de los estudios aqui reunidos estriba en el redescubrimiento y en la nueva valoracion del papel del discurso y de la frecuencia de uso en el origen, extension, gramaticalizacion y desambiguacion de construcciones alternativas ο variantes mäs ο menos marcadas. La mayor parte de las contribuciones aqui reunidas constituyen versiones corregidas y actualizadas de algunas de las conferencias que fueron presentadas y discutidas en el marco de la section 8 del XIII Congreso de la Asociacion Alemana de Hispanistas (Universität Leipzig, 08.-11.03.2001). Agradecemos al profesor Alfonso de Toro y al Centro de Investigaciones sobre Iberoamerica de la Universidad de Leipzig su apoyo en todo lo referente a la organization, a la Asociacion Alemana de Hispanistas, a la Sociedad Alemana para el Fomento de la Investigation (Deutsche Forschungsgemeinschaft) y a la Embajada de Espana en Alemania el apoyo economico prestado a algunos de los conferenciantes. Tenemos una deuda de gratitud con los profesores Alberto Gil (Saarbrücken), Daniel Jacob (Colonia), Franz-Josef Klein (Siegen), Ingrid Neumann-Holzschuh (Ratisbona) y Beatrice Primus (Colonia) por haber revisado los manuscritos presentados. Una deuda pareja hemos contraido con el profesor Peter Blumenthal (Colonia), que, tras revisar el volumen entero, ha apoyado su inclusion en la colecciön Linguistische Arbeiten, de cuya section de lingüistica romänica es responsable.
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La variation sintäctica como reto teörico: Una
introduction
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Guido Mensching (Freie Universität Berlin) Variacion sintactica, lingüistica de corpus y gramätica generativa: Teorias, metodos y problemas
1. Introduction
En los preparativos del presente libro', se planteaba la siguiente cuestion: A pesar de que exista un nümero cada vez mayor de corpus y de estudios basados en ellos, los resultados de tales estudios no han atraido la atencion esperable en aquellos investigadores dedicados al desarrollo de teorias sintäcticas. Aqui me voy a centrar en este problema desde el punto de vista del programa minimalista, el modelo mäs reciente de la gramätica generativa (Chomsky 1992 ss.)· Para la discusion anterior sobre la variacion sintactica y su relation con la gramätica generativa, vease, entre otros, el articulo de Godard (1992), aün basado en el modelo chomskyano anterior (»regimen y ligamiento«). Algunos aspectos a que Godard alude se tratan mäs detenidamente aqui y otros aparecen bajo una luz diferente en el programa minimalista. Ademäs, Godard no tiene en cuenta explicitamente la cuestion de los corpus. Este articulo2 se divide en los apartados siguientes: En el apartado 2 se van a introducir algunas nociones bäsicas del programa minimalista. El tema del apartado 3 son los problemas de corpus en cuanto al concepto de lengua interna (lengua-I como opuesto al de la lengua externa, lengua-E), mientras que el apartado 4 trata de los efectos del problema de la actuation frente a la competencia. En el apartado 5 se examinarän, desde el punto de vista minimalista, algunos aspectos sobre el problema de la »regia variable«, que juega un papel importante en los estudios de corpus de indole sociolingüistica. Por, ultimo, bajo 6, se resumen los resultados y se intentarä contestar a la pregunta siguiente: iQue es lo que los corpus ο la lingüistica de corpus pueden aportar a la gramätica generativa?
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Me refiero sobre todo a la section correspondiente en el XIII Congreso de la Asociaciön Alemana de Hispanistas en Leipzig; vease la introducciön de este libro. Les agradezco a Natascha Pomino y a Eva Remberger la lectura previa de este articulo y sus consejos, y a Maria Jesüs Beiträn la correction.
Guido Mensching
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Production de una fräse (esbozo) JilSTEMA CONCEPTt'AI.-INTENCIONAL CONCEPTO(S) POR COMUNICAR
El hablante quiere declarar que la persona que conoce como su progenitora adquirio cierto tipo de alimento cocido al homo, hecho de harina de algün cereal, en un momento concreto del pasado sin especificar y tambien en un lugar sin especificar.
OTROS ASPECTOS
relacionados con los conocimientos sobre el mundo en general, sobre el /los interlocutor(es), sobre la situation en que se hace el enunciado, etc.
SISTEMA I.INGt lSriCO LEXICON
SELECCION LEXICA
FL0g NUMERACI0N
comprö [V, 3-sing., indef. / agente, paciente /...] madrc [N, 3-sing., f., +humano,...] pan [N, 3-sing, m. / -animado, +comestible,...] mi [D, poses., 1-sing ] el [D, deter., 3-sing., m.,...] Τ [finita,...] C [declarative,...]
N=
DERIVACION
SC (=oracion) C(ompl.)
0
[declarativo]
[)
mi madre
FF SIS J KM/V AR I ICULA I ORIO [mi 'maOrEkfln'p rq EJ pan]
ONDAS SONORAS
Variation sintäctica, lingiiistica de corpus y gramdtica generativa
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2. El programa minimalista
Para plantear el problema de la variation lingiiistica y de la lingiiistica de corpus en la gramätica generativa, vamos a partir de algunos conceptos bäsicos del programa minimalista, que se pueden ilustrar partiendo del esquema siguiente: (2)
Sistema cognitivo
mundo "extracognitivo"
c =I>
Subsistema articulatorioperceptual
"
FF >
Subsistema lingüistico
j ! Otros componcntes no-lingüisticos
FLög ι Subsistema conceptualintencional
El sistema lingüistico interactüa con los dos componentes articulatorio-perceptual y conceptual-intencional, que no son lingüisticos. Las flechas son los »interfaces«, es decir, aquellos componentes que entregan la informacion lingiiistica a los modulos no lingüisticos, y viceversa, la reciben de estos modulos, dependiendo de si hablamos del anälisis ο de la production de enunciados. Se llaman Forma Logica (FLög)5 y Forma Fonica (FF) respectivamente." En una manera muy simplificada, la production de una fräse se efectüa en los pasos ejemplificados en el esquema (1) a la izquierda. Segün la hipötesis nativista, el sistema lingüistico contiene muy poca informacion cuando el nino nace.5 Esta informacion, llamada gramatica universal (GU), consiste en propiedades bäsicas que caracterizan las lenguas naturales, como lo son por ejemplo: -
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4
3
mecanismos y reglas bäsicas sobre la construction de un lexico mental mecanismos que dingen el flujo de la informacion entre los diferentes componentes tanto lingüisticos y no lingüisticos
Sigo la Convention introducida en Chomsky (1999c) de usar la abreviatura Flog, ya que FL se usa para la facultad del lenguaje. Los procesos que llevan a la Forma Fonica son, segün Chomsky (1995), muy diferentes de aquellos que llevan a la estructura sintäctica »visible« (derivation) e »invisible« (Flog). Este hecho es relevante aqui. Segün Serrano (1994) seria »absurdo creer que tras la acertada aportacion laboviana al estudio de lenguaje en correlation con la sociedad, el metodo solo tuviese utilidad en el terreno de la fonologia. Aün mäs absurdo seria creer que a otros niveles distintos de ese los cambios no estuviesen implicados con fenömenos sociales, puesto que esto contradiria la unidad del lenguaje«. Segün Chomsky, como acabamos de ver, no hay tal unidad. Sobre algunos resultados recientes de la ge^tica en cuanto al hallazgo de un posible »gen lingüistico« (el gen FOXP2) veanse Pinker (2001) y Lai e.a. (2001).
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Guido Mensching -
un mecanismo para construir estructuras sintäcticas binarias
Segün la hipotesis minimalista, gran parte de los aspectos restantes que tocan el funcionamiento de la sintaxis, incluyendo, por ej., el desplazamiento (movement) de constituyentes, siguen de propiedades que son, quizäs, mäs generates aiin, como las condiciones de economia. Cuando el nino aprende el idioma materno, la gramatica universal se va enriqueciendo con informaciones especificas, de forma que el nino reconstruye mentalmente un lexicon y una gramatica basados en el idioma en cuestion.6 Esta lengua mental es la lengua interna (lengua-I) de esta persona. La lengua-I de cada hablante es diferente y ademäs cambia constantemente.7 Hablando de la variation lingüistica esto explica naturalmente la existencia de los ideolectos. Al contrario, la lengua de un grupo de hablantes ο de una comunidad lingüistica son lenguas externas (lenguas-E). El campo de estudio de la gramatica generativa son exclusivamente las lenguas-I. El concepto de lengua-I frente a la lengua-E fue introducido por Chomsky (1986), aunque pertenecia ya a la gramatica generativa desde sus principios de forma implicita. Naturalmente, sigue existiendo tambien la distincion entre competencia y actuacion. Estas dicotomias (lengua-I - lengua-E / competencia - actuacion) se tratan en los apartados siguientes.
3. Los corpus y el problema de la lengua-E
Si tenemos varios hablantes de un idioma, llamemoslos h,, h 2 , h 3 , h4, h5, etc., podriamos decir algo asi: sus lenguas tienen algo (por lo general mucho) en comün. El conjunto de las reglas y palabras de ellos forman la variedad X, por ejemplo, la lengua de la familia F (LF), la lengua de la zona geogräfica G (LG), de un grupo social S (L s ) o, incluso, si se trata de un pais Ρ, Lp. Se podria llegar a la description de estas lenguas ο variedades formando la adiciön de las caracteristicas lingüisticas de los hablantes (3a) ο bien la intersection entre ellas (3b) (ver pägina siguiente): El problema es que ninguna de estas lenguas existe en la realidad: no estän almacenadas en ninguna parte; son construcciones hechas por algunos lingüistas, gramäticos ο lexicografos; y de ninguna forma tienen justification cognitiva: no se encuentran dentro de ningün hablante, son exteriores y por lo tanto Chomsky las llama lenguas-E. Las lenguas-E no forman el objeto de estudio del lingüista generativo, que se concentra exclusivamente en las lenguas-I.
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7
La facultad del lenguaje (FL) es el producto de tres componentes (vease Chomsky 2001): (i) caracteristicas especificas de la »lengua« con que el nino nace (= lengua en su estado inicial, E 0 ), (ii) caracteristicas determinadas por la necesidad de comunicaciön con los interfaces, (iii) caracteristicas determinadas por el funcionamento de sistemas orgänicos en general. »FL tiene un estado inicial E 0 , expresiön de los genes. [...] FL experimenta cambios de estado mediante disparadores e influencias de formation por parte del entorno. Si la FL de Jones esta en el estado L, decimos que Jones posee (habla, sabe,...) la lengua(-I) L. [...] Entendemos la gramatica universal (GU) como la teoria del estado inicial y las gramäticas particulares como teorias de los estados obtenidos.« (Chomsky 1998; trad, en Chomsky 1999c).
Variation sintäctica, lingüistica de corpus y gramätica (3)
a.
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generativa b.
L
Es interesante observar que el concepto de lengua-E tiene semejanzas con la langue de Saussure, que es una entidad colectiva y no individual; vease Serrano (1994). Godard (1992) deja abierta la relation entre la lengua de una comunidad lingüistica y la de un individuo. En una breve nota (1992: nota 6) se limita a citar a Bickerton (1973), para quien la competencia de un locutor es un subconjunto del sistema de reglas de la comunidad, y la vision contraria defendida por Trudgill (1983), quien muestra que un locutor individual no tiene conocimiento ni activo ni pasivo del conjunto de estas reglas. Este punto de vista concuerda aiin con el modelo generativista mäs reciente y se acerca bastante a los conceptos de lengua-1 y lengua-E respectivamente. La lengua-I es, por lo tanto, diferente en cada hablante. El porque de este hecho es muy fäcil: una persona tiene una lengua-I particular porque la aprendiö asi, en gran parte en los primeros aflos de su vida, es decir porque el input lingüistico proporcionado por los otros individuos tiene una forma determinada. Cada nino se enfrenta con personas diferentes, y por tanto tambien con lenguas ligeramente diferentes. Todo ello explica, naturalmente, que exista la variaciön lingüistica, y tambien explica el que ciertos grupos, por ejemplo sociales, tengan rasgos comunes. Pero la investigacion de estos rasgos, y de cömo se determinan por razones sociales, politicas etc. es, en todo caso, la tarea de la sociolingüistica, pero no es la tarea de la gramätica generativa, pues en realidad son cuestiones que tocan la lengua externa. Los investigadores en el campo de la variaciön sintäctica critican de vez en cuando la gramätica generativa por no prestar demasiada atencion a estos aspectos. Esta critica no es licita, porque estä exigiendo a una rama de la investigacion algo que declaradamente no pertenece a su campo. De una forma algo exagerada, se podria decir que seria como si se reprochara a un oculista el hecho de no poder explicar por que la gente interpreta el color verde como esperanza en algunas culturas y en otras como otra cosa. Un corpus, tal y como se entiende por regia general en la lingüistica de corpus y en los estudios sobre la variaciön sintäctica, contiene enunciados de varios hablantes, hecho debido a razones estadisticas y al objetivo de tales estudios, que consiste precisamente en detectar y examinar la variaciön lingüistica en varios hablantes y no en uno solo. Estä claro que las regularidades sintäcticas que se pueden extraer a partir de un tal corpus reflejan una lengua-E. Tambien las evaluaciones estadisticas, siempre y cuando se basen sobre mäs de un solo hablante llevan a enunciados sobre la lengua-E. Vamos a ver un ejemplo ficticio: (4)
Un corpus determinado muestra la construccion 1 en un 15% de los casos, y la construccion 2 en un 85%.
Guido Mensching
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Este enunciado, en sentido estricto, no es välido para la gramätica generativa. Hay que tener en cuenta en primer lugar la pregunta siguiente: ^Todas las personas que aparecen en el corpus usan ambas construcciones ο no? Si es el caso, el primer resultado para la gramätica generativa es el hecho de que ambas construcciones existen en las lenguas-I de estos hablantes, conclusion que a primera vista parece trivial porque es evidente. La gramätica generativa tiene que explicar, entonces, los mecanismos puramente sintäcticos que permiten a estos hablantes generar ambas construcciones. El porcentaje bajo de la construction 1 se atribuirä a factores ajenos al sistema lingüistico, radicados sobre todo en el sistema conceptual-intencional, y por lo tanto se deben investigar en estudios de pragmätica, dialectologia, sociolingüistica u otros. Volveremos a este problema mäs adelante. Pongamos entonces, que el corpus muestra que todos los hablantes entrevistados usan ambas construcciones. El problema siguiente que se le plantea al investigador generativista es que la investigation no se puede parar alli, entre otras cosas porque, aunque las dos construcciones sean aparentemente las mismas en todos los hablantes, las razones sintäcticas y sus estructuras no son necesariamente las mismas. Sigamos con nuestro ejemplo ficticio, siempre de forma muy simplificada, y pongamos que las dos construcciones en cuestion son las siguientes: (5)
a. construccion 1: oraciön con verbo finita y sujeto expresado b. construccion 2: oraciön con verbo finita y sujeto no expresado
En la gramätica generativa, el sujeto no-expresado es un pronombre fonologicamente vacio pero, sin embargo, existente en la estructura sintäctica (el elemento pro). Los principios universales del lenguaje predicen que si una lengua dispone de pro para expresar el sujeto, entonces esta lengua permitirä tambien la inversion de sujeto y predicado:8 (5)
c. construccion 3: inversion (lipo Llego Juan)
Al detectar que la construccion 2 estä presente en la lengua de todos los hablantes examinados, habrla que comprobar, entonces, si la construccion 3 estä presente tambien, cosa que seria de esperar. Pero en este momento puede haber varias soluciones de las cuales dependerä la estrategia por seguir: -
Caso 1: todos los hablantes usan tambien la construccion 3. Esto confirmaria que el sujeto inexpresado es el elemento pro. Caso 2: hay una parte de los hablantes que no usan en absoluta la construccion 3.' Esto podria significar varias cosas: - hay otras propiedades lingüisticas en las lenguas-I de los hablantes de este grupo que impiden la inversion de verbo y sujeto, independientes de la existencia ο no-existencia de pro. - el sujeto inexpresado de este grupo de personas no corresponde a pro.
Esta es la consecuencia del asi llamado parämetro del sujeto nulo ο »pra-drop«; vease, por ej. Haegeman (1994:454—457), Müller y Riemer (1998:158-164); para un punto de vista critico cf. Bondre-Beil (1994). En el minimalismo, este principio tiene probablemente una explication mucho mas fäcil, quizäs sin tener que recurrir a un parämetro. Tengase siempre en cuenta que estamos hablando de una lengua ficticia y no de una variedad del espafiol. Como observö uno de los colegas presentes en mi ponencia en Leipzig, esta situaciön no seria posible en ninguna variedad del espafiol, hecho muy probablemente cierto.
Variation sintäctico, lingüistica de corpus y gramätica
-
generativa
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las teorias generativistas sobre la relation entre la existencia de pro y la inversion no son ciertas y necesitan una revision. hay fenomenos de actuation, por ejemplo de indole textual ο socio-lingüistico, los cuales evitan el uso de la inversion, aunque los hablantes la puedan formar en principio.
Estä claro que la ültima opcion es una posibilidad, y por lo tanto el investigador estä obligado a tener en cuenta los sistemas de actuacion. En este momento, el corpus y los datos sobre la tipologia discursiva y la information sobre la estratificacion social son necesarios; y por lo tanto el hecho de haber usado un corpus es un resultado positivo. En todo caso, se pasarä a entrevistas de los hablantes para llevar a la superficie su competencia lingüistica. i,Que hay que decir sobre el resultado estadistico inicial de (4)? Estos valores no son significativos para la gramätica generativa, puesto que todas las personas usan ambas construcciones y por lo tanto hay que explicar por que ambas son gramaticales para ellos. Como se ha dicho anteriormente, los factores de uso se dejan a la pragmätica. Otra situation surge en relation con (4) si no todas las personas usan ambas construcciones, pero el procedimiento es mäs ο menos como el expuesto arriba, es decir, que la evidencia lingüistica guiarä el procedimiento siguiente. Debe haber quedado claro que, a la hora de analizar un corpus, no se puede partir de un catälogo fijo de construcciones y propiedades sintacticas, sino que muchas se conocerän durante el estudio mismo. Debido al concepto de lengua-I, habria que examinar cada hablante por separado. Tambien debe quedar claro que la estadistica en principio no es relevante. Ante un rechazo tal de los recuentos numericos surgen normalmente objeciones, por parte de investigadores en tipologia lingüistica y otros marcos teoricos. Se trata sobre todo de la suposicion de que una construccion de baja frecuencia puede conducir a que esta construccion desaparezca de las gramäticas de generaciones posteriores de hablantes, ya que a la hora de aprender la lengua no tienen evidencia sufkiente para la construccion en cuestion. Este tipo de objeciones no es välida de entrada, porque se refiere a la diacronia y no a la reconstruction sincronica de la lengua-I de uno ο varios hablantes. Pero, naturalmente, el cambio sintäctico es tambien un tema de alto interes para la gramätica generativa. Sin embargo, la cuestion de si la frecuencia juega un papel en el cambio sintäctico es muy controvertida. En parte, disponemos de estudios sobre el aprendizaje lingüistico infantil (por ej. Meisel 1995), que parecen indicar mäs bien lo contrario. Ademäs, la teoria de los parämetros predice mäs bien que puede ser suficiente para el nino un solo disparador (trigger) en el input para ajustar el parämetro de forma correcta, donde no es importante con que frecuencia ocurre este disparador.10
4. Los corpus y el problema de la actuacion
La competencia de un hablante se basa en las reglas y el lexicon del sistema lingüistico propiamente dicho, esto es, su lengua interna. La actuacion es el uso de esta lengua, en gran parte determinado en los sistemas cognitivos fuera del lenguaje en sentido estricto, siguien10
Vease Goldbach (2001) y las indicaciones bibliogräficas citadas alii.
Guido Mensching
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do el esquema (1) expuesto arriba. Los fenomenos de actuacion se observan al menos en dos niveles: primero, fuera del sistema cognitivo, y segundo, dentro del sistema cognitivo: (6)
Clasificacion (informal y abierta) de los fenomenos de actuacion a. Fuera del sistema cognitivo: - problemas fisicos del aparato articulatorio-perceptivo (oye, pronuncia mal) - perturbaciones aciisticas - interrupciones por parte de otros hablantes b. Dentro del sistema cognitivo: - limitaciones e imperfecciones de la memoria inmediata (memoria de fijacion) - estado fisico y psiquico del hablante (por ej. efectos del cansancio, etc.) c. Tambien dentro del sistema cognitivo: - el concepto que el hablante quiere comunicar - la situation en que se hace el enunciado (incluyendo los interlocutores) el punto dentro del texto en el que hay que insertar el enunciado
Vamos a prescindir ahora del caso (6a), y nos dirigimos primero hacia los casos enumerados bajo (6b). Veamos algunos ejemplos tornado del Corpus Oral de Referencia del Espanol: (7)
a. Bueno, usted cuentenos de que vamos, y yo... yo voy sacando bolsas. (C.O., aconOOla.asc, h i ) b. Si, yo... yo...yo voy a buscarme trabajo. (C.O., acon006c.asc, h i ) c. Pero es que yo... yo te puedo conseguir a alguien ya. Porque en ERASMUS... (C.O., acon006c.asc, h2) d. [...] De pensar que a mi nina le pudieran hacer algo parecido se me ponen los peso ... pelos de punta. Pero es que esta pobre criaturita, £eh?, tambien Pilar puede colaborar... puede... puede ratificar lo que yo... yo estoy diciendo, esa nina ha estao pidiendo, suplicando; porque el espanto con que esa pobre criatura... [...] (C.O., acon009a.asc, h i ) e. , oye... >O... yo creo que los... estos paises... los imperios, ο el del imperio ahora mismo es que tienen... es tridimensional, eh... y... por tanto, me parece eso de explicar, »Bueno, es que... eh... esto que parece que es una... una discusion respecto a la concepcion monolitica y perversa de , entonces se explica en funciön de la... de esa... de la concepcion ma . Y yo creo que las cosas son mucho mäs... sencillas, y es que... (C.O., aconOl la.asc, h2) f. No, no, pero yo es que_yo... yo... yo es que... yo es que no entiendo una cosa. Al... al principio estabais diciendo que si hay que que si hay que conocer a la otra... (C.O., ccon002a.asc, h3)
En una teoria que intenta sacar en conclusion la competencia, el concepto de hablanteoyente ideal se deriva de forma natural de estos problemas: la competencia no se refleja casi nunca de forma fiel en los resultados reales de la actuacion. En cambio, si se le pregunta a un hablante de cualquier variedad del espanol si la frase (8) le suena bien, la contestation sera siempre negativa. (8)
yo es que>>o... yo... yo es que... yo es que no entiendo una cosa (cf. 7f arriba)
En este momento, el hablante estä interrogando su propia competencia. He aqui la razon por la cual el metodo de la introspection es el metodo preferido en gramätica generativa.
Variaciön sintäctica, lingüislica de corpus y gramätica
generativa
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Sin embargo, estos problemas no contradicen la posibilidad de usar los corpus en gramätica generativa. Es un problema que tienen tambien los estudios de la variation sintäctica, a no ser que se träte de estudios centrados precisamente en estos fenomenos. El problema consiste mäs bien en reconocer cuäles son fenomenos de actuacion y cuäles no. Este problema no es trivial. Si decimos, que la repetition del pronombre yo en los enunciados (7a-f) arriba es un fenomeno de actuacion, lo hacemos normalmente de forma intuitiva, es decir, que de alguna forma nos lo dice nuestra competencia, cosa que es problemätica si estamos ante un corpus que no corresponde a nuestra lengua nativa. El concepto de la gramätica universal nos permite, en principio, otro metodo para excluir este fenomeno de la competencia, por ejemplo a base de (9): (9)
GU:
*Repite el mismo constituyente η veces y haz una pausa despues de cada iteration.
Aqui el asterisco indica que esta regia no estä conforme a la gramätica universal. Esta regia seria, en todo caso, una regia de actuacion, dentro del sistema conceptual-intencional. Aunque al investigador generativista no le interesarä esta regia en si, su formulation es litil, ya que le permitiria distinguir los casos del tipo ejemplificado en (7a-f) de casos como el siguiente (sin pausa y con solo una repeticiön): (10) Tu la dices y buah como si hubieses hecho un pecao, hija mia. Y claro, jolin, no bueno, pucs yo, yo te estoy diciendo lo que pienso. Pero bah, ya... (C.O., ccon018b.asc, Hl)
Aqui, la primera ocurrencia del pronombre yo es muy probablemente un yo enfätico, que se explica en gramätica generativa, por regia general, por medio de una adjuncion al nivel del sintagma de flexion ο de complementante, ο a traves de una estructura articulada del ultimo (Rizzi 1997)." En este caso, los corpus buenos, donde fenomenos como pausas estän marcados, nos permiten distinguir entre actuacion y competencia. Pero esto no es siempre asi de fäcil. Voy a dar un ultimo ejemplo, tomado de una de mis investigaciones en curso (Mensching 1999b). Se trata del fenomeno de la falta de concordancia como en los casos siguientes, observables en los textos del espanol antiguo y cläsico (citados en parte en Keniston 1937): (11) a. b. c. d. e. f. g. h. i.
les sirviö de peine unas manos (Quij. 1,28 / 1,568) Se le vino a la imagination las encrucejadas (Quij. 1,4 / 2,109) se me acordava los rregalos que el sefior me a?ia (Sta. Ter. 6,4 / 151) primitia dios me quedase despues grandes temores (Santa Teresa, passim, apud Keniston 1937:488). no causo poca admiration a Sireno las palabras del pastor (Diana 17r) jPara mi era de menester tantos negocios\ (L. de R. 233) Llego grandes poderes, muy mäs que los primeros; / aläraves e turcos, e otros que dizen seros. (Alex. 1189a). muchas vezes ha acaecido grandes cosas de notar (Amad. 370) fasta que pasase siete anos (Yu£uf 153a)
" Estä claro, sin embargo que la decision depende de la lengua de que se trata. En el frances, al contrario, en un encunciado analogo a (10) el pronombe yo se expresaria una vez con moi y otra con je. En cambio, la secuencia je, je ο moi, moi seria mäs bien un problema de actuacion, por lo menos en el frances eständar.
Guido Mensching
22
Este fenomeno fue interpretado anteriormente como fenomeno de actuacion. Asi, ya Meyer-Lübke (1899) opinaba que en tales casos, el hablante inicialmente no tiene ninguna idea sobre el nümero de los agentes y solo despues de enunciar el verbo le da una forma al sujeto, la cual, entonces, no concuerda siempre con el verbo. Sin embargo, llama la atencion la regularidad sintäctica, es decir, que el sujeto se encuentra regularmente en una position posverbal. Hay otras lenguas, como por ejemplo el ärabe cläsico, donde esta regularidad es obligatoria. Esto estä conforme con una observation de Greenberg (1963), que figura como propiedad universal nümero 33: »When number agreement between the noun and verb is suspended and the rule is based on order, the case is always one in which the verb precedes and the verb is in the singular.« En gramätica generativa, esto sigue de GU, para lo cual existen varias propuestas (Roberts 1993, Van Gelderen 1998, Mensching 1999b, entre otros). Sin querer entrar ahora en los detalles de la explicacion, es importante senalar que la gramätica universal predice el orden de palabras observable en los ejemplos, pero no el orden in verso.12 Todo ello indica que la construccion observada en (11) fue gramatical en etapas anteriores del espanol, es decir que pertenecia a la competencia de los hablantes (hipotesis corroborada por el hecho de que los ejemplos se encuentran en la lengua escrita, supuestamente cuidada). Para comprobar la existencia de este fenomeno en el espanol actual, hemos consultado el estudio de Quilis (1983), basado en un corpus del espanol actual hablado, donde aparecen ejemplos como los siguientes (Quilis 1983:49): (12)
a. b. c. d. e. f.
las circunstancias exleriores puede variar los zapatos le destrozaba los pies estas otras no tiene decoracion Las plantas me gusta alii manda once sehores Cuando sali del colegio ... llegaba las faldas.
Aqui es precisamente el orden inverso el que aparece con mäs frecuencia. Ademäs, los hablantes del espanol suelen rechazar el tipo de enunciados bajo (12) tanto si el sujeto es preverbal ο si es posverbal, lo que confirma el hecho de que los datos ofrecidos por Quilis son efectos de actuacion. Habria sido fäcil (y tentador) comparar estos ejemplos con los del espanol antiguo y cläsico, pero, como acabo de mostrar, no son comparables. Normalmente los estudios de corpus, como los trabajos sobre la »lengua hablada« en general, no distiguen entre los dos pianos distinguidos aqui, mezclando fenomenos de actuacion y de competencia.
12
Una forma de explicacion sencilla seria postular el siguiente elemento lexico para las lenguas que conocen esta construccion: 0 : [D], [3a pers.] [sing.] [expl.]. Este elemento seria un pronombre expletivo sin realization fonolögica, anälogo al expletivo frances il, el cual muestra un comportamiento parecido aiin hoy en dia: II arrive deux personnes (van Gelderen 1998, Mensching 1999b). La teoria de las »sondas« (Chomsky 1998, 1999, 2001) ofrece, a mi parecer, una explicacion mas natural de este fenomeno, ya que predice el universal greenbergiano en un nivel mucho mäs general, que incluye tambien los fenomenos de concordancia con el complemento directo y otros mäs.
Variation sintäctica, lingüistica de corpus y gramdtica
generativa
23
5. El problema de la actuation y la »regia variable«13
En esta section, vamos a tratar los casos enumerados bajo el numero (6c) arriba, repetidos aqui como (13): (13)
Efectos de actuation en cuanto a el concepto que el hablante quiere comunicar - la situation en que se hace el enunciado (incluyendo los interlocutores) - el punto dentro del texto en el que hay que insertar el enunciado
Se habia dicho antes que la variation lingüistica en si es una consecuencia lögica de las suposiciones bäsicas de la gramätica generativa: la lengua-I de cada hablante es diferente. Esto explica casos como el siguiente: (14) construction 1: construction 2:
hablante A + -
hablante Β +
Mas complicado es el caso si ambos hablantes conocen (y usan) ambas construcciones. Para entender el problema hay que recordar que el componente sintdctico postulado por el minimalismo se basa en condiciones de economia. Si partimos de una numeration lexica concreta, podemos obtener en principio varias estructuras sintacticas. Sin embargo, segun el planteamiento minimalista, es solo la derivation mäs economica la que sera gramatical. Asi nos explica Zwart (1998:219) que el concepto de la economia de la derivation es un concepto »global«: se comparan varias derivaciones, y la mäs economica es la que se escoge y es la ünica permitida. En algunos casos, donde dos derivaciones sean igualmente economicas, tenemos un orden de palabras opcional (como en el frances souvent paraitre triste y paraitre souvent triste, vease Chomsky 1995: 144). Chomsky (1995:139) nota, sin embargo, que la economia no se puede reducir a contar los pasos de una derivation y propone que las operaciones especificas de una lengua (como la insertion del auxiliar do en ingles) son menos economicas que las universales. Chomsky (1995:146) hace tambien algunas especulaciones sobre la idea de que otros casos de opcionalidad puedan tener su explication en un componente estilistico situado en la parte que entrega el resultado de la derivation a FF, aunque observa que un planteamiento tal no carece de problemas (vease Zwart 1998: ibid.). El problema de la opcionalidad en el programa minimalista ha dado lugar a bastante discusion, cuya trama se puede seguir en gran parte en el articulo reciente de Adli (en prensa), al cual remito al lector, de forma que no entrare en detalles aqui (vease tambien Mensching, en prensa). En cambio, en lo que sigue se esbozara una solution propia, basada fundamentalmente en el lexicon, quizäs demasiado simplificada pero util para nuestro objetivo de ilustracion. Volvamos a la tabla de (14): si las dos construcciones tienen una diferencia semäntica, la cuestion de la opcionalidad en realidad no se plantea, porque los rasgos semänticos que entran en la numeration son diferentes en ambas construcciones.'4 ^Quc pasa,
15
14
Vease la discusion sobre la aplicacion del metodo de Labov a la sintaxis en Godard (1992), Serrano (1994) y los trabajos anteriores citados por estos autores. Cf. los trabajos de Boskovic (1998) y Cheng y Rooryck (2000), citados en Adli (en prensa).
Guido Mensching
24
en cambio, cuando el sentido literal es el mismo, pero no el sentido pragmätico ο textual? Veamos el ejemplo siguiente: (15)
a. ^Quien edificö esta casa? - La hizo mi padre en I960. b. ^Cuäl es la historia de esta casa? - Mi padre la hizo en I960. Despues ... c. X Lay hizo, [ s v mi padre /, /, en I960],
Aqui se trata de cuestiones de la estructura de information, en este caso de tema y rema. En el nivel puramente sintactico, la estructura en (15b) es derivada de (15a) por el desplazamiento del sujeto, ilustrado en (15c). De forma simplificada, siguiendo los trabjos de Vallduvi (1992a, 1992b), el desplazamiento del sujeto se suele dar solo cuando el sujeto constituye el rema, ο dicho al reves, si el sujeto esta marcado como tema, el desplazamiento estä bloqueado. En un marco minimalista, se podria suponer, por ejemplo, que la propiedad del sujeto de constituir el tema del enunciado entra en la numeration como parte de los rasgos del sujeto. Este rasgo pertenece a los rasgos optionales,' 5 y no viene del lexicon sino del sistema conceptual, es decir, de un componente no-lingüxstico: (16) SISTKMA ( Ο Ν Π ΡΙΙ Μ I M I \< ΙΟΝ \ l
t
LEXIC0N
-
\r
{padre, Ν
JJ
\
sg., tema,
1
NUMERACI0N
SISTEMA LINGUISTIC*»
La gramatica generativa no tiene aqui la tarea de explicar por que el hablante quiso marcar el sujeto como tema, sino solo la forma en que reacciona el sistema lingüistico ante esta information, en este caso el por que el rasgo ftema] bloquea el movimiento. Vease tambien la siguiente cita de Chomsky (1995): Dentro del marco esbozado, tampoco se pueden formular preguntas significativas acerca de por que se forma una numeration y no otra —ο ninguna de forma que hubiera silencio. Eso seria como pedirle a la teoria de una operation formal sobre enteros —digamos, suma— que explicara por que algunos enteros se estän sumando juntos y no otros, ο ninguno. Ο a una teoria de los mecanismos de vision ο de coordination motriz que explicara por que alguien decide mirar una puesta del sol ο coger un plätano. La election de action es un problema real y muy misterioso, pero no se suscita dentro del estrecho estudio de los mecanismos. (Chomsky 1995; trad, en Chomsky 1999b: 166)
15
Chomsky (1995) distingue entre rasgos obligatorios (por ejemplo el genera femenino de casa), los cuales pertenecen a la entrada lexica, y rasgos opcionales (por ejemplo el rasgo [plural] en casas). Estos Ultimos se afiaden en algun momenta entre la selection lexica y la insertion de los lexemas en la estructura.
Variation sintäctica, lingüistica de corpus y gramätica generativa
25
Como se ha dicho anteriormente, la cuestiön es controvertida dentro de la misma gramätica generativa, pero lo que es importante para la gramätica generativa es poder explicar por que las oraciones (17a,b,c) son gramaticales en espanol y no los ejemplos en (17d,e,f): (17) a. b. c. d. e. f.
Mi padre no comprarä esta casa. Esta casa mi padre no la comprarä. Esta casa no la comprarä mi padre. *Esta casa no comprarä mi padre. *Padre mi casa esta comprarä no. *Casa, mi, comprarä no-padre, este,
Tambien tenemos que explicar por que (17d) fue gramatical en el espanol antiguo y ya no lo es hoy en dia a diferencia de otras lenguas, que tienen en comiin las estructuras espanolas con frases anälogas a (17e), posibles quizäs en lenguas llamadas a nücleo derecho (p. ej. vasco ο japones), ο por que (17f) quizäs no es gramatical en ninguna lengua humana, aunque podria serlo en algiina lengua extraterrestre. Sin embargo, admito que la cuestiön se complica cuando los hablantes tienen varias opciones sintäcticas, pero pueden preferir una u otra debido a factores sociolingüisticos. En principio, esta cuestiön tampoco es relevante para la gramätica generativa en sentido estricto, segün lo que hemos dicho anteriormente. Veamos este aspecto con un ejemplo simplificado del periodo hipotetico en espanol segün los resultados de Serrano (1994). En el corpus, los hablantes de la segunda generaciön en el estrato social nümero 3 usan dos de las tres variantes sintäcticas posibles para expresar las oraciones hipoteticas reales. Partimos de la idea idealizada (aunque quizäs equivocada) que la tercera Variante es agramatical para estos hablantes: (18) a. Si alguien me lo pide, se lo doy. b. Si alguien lo pide, därselo. c * Si alguien lo pide, se lo daria.
Un anälisis minimalista de (18a,b,c) podria ser de la forma siguiente:'6
16
Se trata aqui de ilustrar, de una forma muy fäcil, el funcionamento del mecanismo minimalista basado en el cotejo de rasgos. El anälisis presentado aqui tiene quizäs el problema de que el sintagma complementante (SC) de la oraciön adverbial es 'opaca', de forma que no deja penetrar ningün rasgo de la oraciön principal, idea expresada anteriormente con el concepto de las 'barreras' y recientemente (Chomsky 1999a, 2001) por medio de las 'fases'. Te todas formas, como me recordö Eva Remberger (comunicaciön personal), estä claro que SC tiene que ser transparente para algunas Cosas, por ejemplo en estructuras de control, donde parece haber algün cotejo de rasgos entre PRO y el elemento controlador (vease Mensching 2000:193-194).
Guido Mensching
26 (19) ST
ST
SC C si [hipot.] [cond.]
Τ [hipot.]
ST Τ [hipot.] D alguier
SV D yo
SV V me lo
V1 se lo
doy [hipot.: real]
pide [hipot.: real] [cond.]
Se trata de una representation simplificada, donde los sujetos y los verbos se encuentran en sus posiciones de base antes del movimiento. Se muestran solo aquellos rasgos que son relevantes en nuestro contexto; estos rasgos ademäs son simplificados y pueden representar otros rasgos ο haces enteros de rasgos.17 La idea principal es que los rasgos mencionados tienen que ser compatibles entre si. Por ejemplo, la introduction de un rasgo [irreal] llevaria al fracaso de la derivation. Esto puede ser una consecuencia de la teoria minimalista del cotejo ο de una condition mäs general sobre la compatibilidad de los rasgos. El punto importante es la cuestion de como entran los rasgos en la derivation. En el modelo minimalista mäs sencillo, entran desde el lexicon como parte del modulo lingiiistico del hablante. Vamos a suponer que se trata de una propiedad morfologica, teniendo en cuenta que los afijos de flexion tambien forman parte de lexicon." Entonces el hablante »normal« del espanol dispone de entradas lexicas del tipo siguiente: (20) —ο -s
17
[sing.] [la pers.] {[pres.] /[hipot.] [real] / [± cond.]} [sing.] [2a pers.] {[pres.] / [hipot.] [real] / [± cond.]}
Las ideas bäsicas son estas: 1) La conjuncion si tiene un rasgo [hipot.] y un rasgo [cond.]. 2) Los nücleos T(iempo) tanto de la oration subordinada como de la principal tienen el rasgo [hipot.]. 3) Los verbos de ambas oraciones tienen que tener tambien los rasgos [hipot.] y [real] para que los rasgos de los nudos Τ correspondientes se puedan cotejar. 4) Como se trata de una misma derivation, los rasgos mencionados de los cinco elementos (C, T l , T2, VI, V2) tienen que ser compatibles entre si. '* Este punto de vista se basa en la idea de Chomsky (1992) de que las formas flexivas entran en la enumeration »plenamente especificadas« (fully specified). Sin embargo, en los trabajos posteriores de Chomsky queda claro que la cuestion de donde esta situada la morfologia en el sistema lingiiistico es mucho mäs complicada y no estä del todo decidida. En algunas notas, Chomsky (1995) baraja la posibilidad de adoptar el modelo de la »morfologia distribuida« (distributed morphology), el cual supone al menos dos sitios en los cuales se origina y se procesa la information morfologica, una cerca del lexicon y otra cerca de FF. Para estas cuestiones con referencia a las lenguas romänicas, vease Pomino (en preparation). Sin embargo, por razones de ilustracion y simplification, me atengo aqui a la solution mäs sencilla.
Variation sintäctica, lingüistica de corpus y gramätica
generativa
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-0 [sing.] [3a pers.] {[pres.] / [hipot.] [real] / [± cond.]} -mos [plur.] [la pers.] {[pres.] / [hipot.] [real] / [± cond.]}
Nuestro hablante »ideal« de este grupo geogräfico-social tendria, ademas, la entrada siguiente para el infinitivo: (21) -r
[inf.] {[hipot.] [real])}
Bajo esta perspectiva, la regia variable no es una regia, sino que consiste solamente en que el hablante tiene dos opciones lexicas, donde la segunda corresponde al infinitivo, que es solamente posible en la apodosis por faltarle el rasgo [cond.]. En este punto, se podria decir de nuevo que la gramätica generativa pudiera querer ignorar todo lo demäs, es decir, la pregunta de por que el hablante escoge una vez una Variante lexica y otra vez otra. Pero el hecho es que el minimalismo se basa en una parte fundamental en el lexicon, de forma que necesita una teoria elaborada sobre el lexico mental. Para integrar el componente sociolingüistico, nos vamos a servir de algunas ideas de la psicolingiiistica, que suponen que una entrada lexica puede tener una etiqueta indicando la lengua de que se trata." Asi, una persona bilingue en alemän y espanol tiene dos entradas lexicas para el concepto de 'casa': (22) /kas- -/ N, fem., decl-a , ... /haus/N, masc., decl-x ,...
Si esto es asi para varios idiomas, tambien sera asi para variedades de un mismo idioma, de modo que podriamos postular, por ejemplo, una etiqueta que indica el hecho de que una entrada corresponde a la norma:20 (23) - o -s (24) -r
[sing.] [la pers.] {[pres.] / [hipot.] [real] / [± cond.]} [sing.] [2a pers.] {[pres.] / [hipot.] [real] / [± cond.]} [inf] {[hipot.] [real])}
Naturalmente, la eleccion no es siempre libre. Como observa Serrano, la construction de infinitivo tiene como caracteristica el hecho que »los sujetos de protasis y apodosis [son] impersonales porque el infinitivo, como forma no personal, se formula sin sujeto, lo cual provoca que el sujeto de la protasis sea el mismo que el de la apodosis«. En primer lugar, hay que decir que esta description esta equivocada, como demuestra el ejemplo citado por Serrano »Si me lo piden, darselo«, equivalente a »Si alguien me lo pide, yo se lo dare«). De todas formas, estos hechos no necesitan ser codificados explicitamente porque siguen de la eleccion de una forma de infinitivo, hecho a su vez relacionado con la teoria del ligamiento y la teoria de los casos. Supuestamente, el sujeto de una oration de infinitivo es normal-
19
20
Comp. Müller-Lance (2000) y los trabajos citados alii. Dejo abierta la cuestion si hay un lexicon ο varios en estos casos. Este plantemiento se parece al de Adli (en prensa), quien desarrollo sus teorias independientemente de las mias. Adli usa etiquetas estilisticas como [familiar], [corriente], [cultivado], etc. para marcar estructuras. Estas etiquetas se interpretan en el interfaz entre la sintaxis y la pragmatica. La diferencia es que en la propuesta mia, las etiquetas proceden del lexicon.
28
Guido Mensching
mente el elemento PRO21, el cual existe en dos variedades: PRO arbitrario ο -como es el caso en el ejemplo en cuestion- coindexado con un elemento fiiera de la oracion de infmitivo.22 Son detalles que pertenecen a la gramätica de cualquier hablante y no son sensibles a variables sociolingüisticas. Creo que con estas consideraciones hemos llegado al extremo de la interpretation generativista. El resto simplemente no es su tarea, porque concierne al sistema conceptual. El sistema conceptual se dedica a elegir una u otra Variante del lexicon, dependiendo, entre otras cosas, de: -
-
el contexto social del enunciado. El hablante puede decidir (consciente ο inconcientemente) si quiere usar la Variante Α ο Β dependiendo, por ejemplo, del colocutor. Aqui tambien entra la cuestion de la estigmatizacion. el estado de änimo y de salud del hablante. Psicolingüisticamente, podria ser que el acceso mental a la Variante A cueste mäs trabajo ο menos trabajo que el acceso a la Variante B.
6. Perspectivas: Aplicaciones de los corpus en gramatica generativa
Α lo largo de este articulo, he querido mostrar las metas del programa minimalista y el punto de vista que tiene este modelo mäs reciente de la gramätica generativa sobre la organization del lenguaje humano y su interaction con los modulos de actuaciön. He hecho cierto hincapie en los limites autoimpuestos de la rama chomskyana, limites que se reflejan tambien en la actitud frente a la lingüistica de corpus. Habrä quedado claro que un corpus se puede usar en los estudios minimalistas, pero con mucha cautela ante los fenömenos de actuaciön y con una metodologia diferente, donde la estadistica juega un papel minimo. Para un anälisis sintäctico, la frecuencia con que ocurre una construction en los corpus, es, por lo general, irrelevante - volveremos en seguida sobre esta cuestion. Tambien he intentado demostrar en este articulo que muchos casos explicados anteriormente por el concepto de regia variable se pueden reducir a la variacion lexica dentro del diccionario mental de los hablantes. La actuaciön y la competencia estän enlazados en los niveles de interfaz, por medio de unos rasgos pragmäticos y semänticos. No voy a entrar en la cuestion de que significa esto para los estudios de la variacion sintäctica ο para su medi-
21 22
A diferencia de pro (en minüsculas) mencionado anteriormente. En este caso, parece estar excluido un sujeto explicito (a contrario de otras oraciones de infinitivo, por ej. Al llegar mi padre, yo estaba trabajando). En la teoria de Mensching (2000), la falta de sujetos explicitos se puede explicar por el hecho de que la categoria Τ en estas oraciones solo contiene los rasgos [hipot.] y [real], y no una referenda a un tiempo concreto. Es de esperar que este tipo de Τ debil asigne el caso »nulo« (Chomsky 1995: 119-124) pero no el caso nominativo (cf. las estructuras parecidas del llamado »infinitivo descriptive« en Mensching 2000: 97-99). La cuestion se complica, sin embargo, si se toman en cuenta las estructuras hipoteticas francesas (coloquiales) del tipo »La France battre le Bresil, ce serait inconcevable«, donde el infinitivo aparece exclusivamente en la protasis y aparece con un sujeto explicito (Reuland 1983, Vinet 1985, Mensching 2000: 80-82, 171-173). De alguna forma parece que la categoria Τ [-finito] es mäs »fuerte« en la protasis que en la apodosis.
Variaciön sintäctica, lingüistica de corpus y gramätica
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generativa
bilidad en un corpus concreto. Dejare esta pregunta abierta para los estudiosos de la rama laboviana. En cambio, para terminar, quiero relativizar algunos de los puntos expuestos. Voy a partir de un ejemplo präctico, tomado de mis trabajos sobre las oraciones de infinitivo con sujeto explicito (Mensching 1998, 1999a, 2000). Me centrare en la position preverbal del sujeto del infinitivo. En el Corpus oral de referenda de la lengua espanola contemporänea se encontro un solo ejemplo de esta construccion: (25)
i Y no me puedes? por ejemplo, yo vengo £no? y me decis lo que hay y me dais el pre presupuesto que va a ser, para yo saber cuänto dinero me va a costar antes de arreglarlo. (ccon013b.asc, )
El hecho de que haya una sola ocurrencia, indica que la construccion aparece con una frecuencia minima. Se podria tratar, entonces, de un simple error reducible a un efecto de actuation. Sin embargo, el metodo de las encuestas de hablantes demuestra la gramaticalidad de esta construccion. Se entrevistaron varias personas de diferentes paises, con el resultado siguiente:23 (26)
Para yo presentarme a las elecciones necesitaria mucho dinero ESI
ES2
ES3
ES4
ES5
ES6
VE1
PE1
AR1
AR2
ME1
ME2 ME3
+
?
?
+
+
?
+
9
+
+
?
+
+
i,Que ha aportado el corpus en este ejemplo? En primer lugar, nos ha servido para comprobar la competencia de los hablantes, es decir, aunque la construccion aparece con una frecuencia minima en el corpus, se ha demostrado que se trata de una construccion que existe en la realidad; esto es que no se trata de una construccion ficticia - este un reproche que se hace de vez en cuando a la gramätica generativa. En segundo lugar, la baja frecuencia de la construccion indica, a mi parecer, que se trata de una construccion muy marcada. De hecho, el caso no marcado, la construccion finita con para que, es mucho mäs frecuente en el corpus. La frecuencia en el corpus es bajisima tambien en comparacion con aquellas construcciones donde los sujetos de infinitivo son posverbales.24 Como he dicho, estos datos cuantitativos no indican nada sobre la gramaticalidad de las construcciones en cuestion, sino solo pueden indicar su marcadez.25 Acabo de mostrar que, para la decision sobre la gramaticali-
23
24
25
ES = Espafla, VE= Venezuela, PE = Peru, AR = Argentina, ME = Mejico. Los entrevistados pertenecen al nivel social alto (son intelectuales) menos ESI y ES3 (funcionarios administratives) y ME3 (fotografo). Se pidio a los entrevistados que marcaran con el simbolo + las frases que les sonaran perfectamente bien, con un asterisco aquellas que no les suenan en absoluta (es decir que son agramaticales), y que usaran el signo de interrogaeiön para aquellas frases que no suenan perfectamente bien pero que se podrian usar, quizäs, en algün contexto. Esto se pudo confirmar en una coleccion de alrededor de 100 ejemplos de infinitivos preposicionales con sujeto, donde solo 5 ejemplos muestran el sujeto en posicion preverbal. Sin incluir las preposiciones de y a +articulo (al) porque en estos casos la anteposicion parece ser agramatical para la mayor parte de los hablantes. Quedan excluidas algunas variedades caribenas, donde el sujeto preverbal estä generalizado en las construcciones de infinitivo. Sin entrar en detalles, la marcadez juega un cierto papel en la gramätica generativa (cf. p. ej. Rizzi 1982: 92), y por lo tanto los datos cuantitativos pueden ser significativos en este sentido.
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Guido Mensching
dad, el corpus tiene la utilidad de comprobar la existencia real de una construction. Tambien nos puede ayudar a entender mejor los juicios de los hablantes: en nuestro caso, hemos tornado la frecuencia baja de la construction como indicio de su marcadez. Esto nos puede ayudar, quizäs, a interpretar el signo de interrogation que algunos hablantes han puesto en la entrevista inicial. La situation es muy diferente a la hora de hablar de las etapas antiguas de una lengua, de las cuales ya no tenemos hablantes para entrevistar. Asi, en el marco de mis estudios sobre el infinitivo con sujeto explicito en las lenguas romänicas, presente un anälisis numerico de la frecuencia con que aparecen los sujetos en position preverbal en comparacion con las posiciones posverbales a lo largo de la historia de la lengua espanola (Mensching 1999a). Se muestra que en ciertos tipos de construction, los sujetos preverbales se hacen gradualmente menos frecuentes desde la Edad Media hasta el siglo XVI, y a partir de entonces desaparecen casi totalmente de los textos. La variation diacronica, es decir, la disminucion de frecuencia en las construcciones examinadas tienen que ver con varios factores, de los cuales el mäs importante es el cambio de un parämetro que se efectuo en el Siglo de Oro (cf. Mensching 2000). Pero tambien influyen factores extralingüisticos, como la cuestion del cultismo y la de la norma. Estas ultimas se refieren a problemas de actuation, y por lo tanto un estudio de corpus con una metodologia moderna seria util para la interpretation generativista, porque nos ayudaria, por ejemplo, a separar las cuestiones lingüisticas de las extralingüisticas. El anälisis muestra, ademäs, que en ciertos casos una evaluation cuantificativa si puede ser de interes en un marco generativista. Habria mas puntos que se podrian desarrollar en el contexto que me ha ocupado en este articulo. Por ejemplo, el concepto de la lengua-I significa, en sentido estricto, que cada hablante tiene que examinarse por separado. Esto puede ser insatisfactorio para la lingüistica de una filologia particular, por ej. la espanola, por su falta de generalization. Observese que las lenguas-I de los hablantes de un grupo geogräfico-social, como se entiende en los estudios sobre la variation lingüistica, son muy semejantes, de forma que se podria entender la lengua-E de un grupo tal como lengua-I de un hablante-oyente ideal. Este metodo podria ser, quizäs, preferible al metodo tradicional, en el cual el hablante-oyente ideal es el investigador mismo. Voy a dejar la elaboration de este concepto para otra ocasiön. Terminare con una ültima cita de Chomsky: El lenguaje estä encapsulado entre sistemas de actuation que le permiten que sus expresiones se utilicen para articular, interpretar, referir, preguntar y otras acciones. Podemos pensar en una DE [description estructural] como un complejo de instrucciones para esos sistemas de actuation, a los que proporciona information relevante para sus funciones. Aunque no tiene un sentido claro la idea de que el lenguaje este »disenado para el uso« ο »bien adaptado a sus funciones«, esperamos encontrar conexiones entre las propiedades del lenguaje y la manera de usarlo. (Chomsky 1992, 1995; trad, en Chomsky 1999b: 82)
Algunas de estas conexiones las acabo de esbozar en este articulo. Son conexiones tambien entre las teorias sobre la variation lingüistica y la gramätica generativa, y no cabe duda de que ambas direcciones se pueden complementar mutuamente.
Variation sintäctica, lingüistica de corpus y gramätica generativa
31
Bibliografia
Fuentes Alex. Amad. C.O. Diana L. de R. Quij. Sta. Ter. Yu•
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Ο 0.00000
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II
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j u a ηI ο Urne (sec)
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ρr ό
Ο Ο 1.80000
Figura 5 Estamos viendo en las figuras 4 y 5 los dos casos mäs extremos. No, mujer (figura 4), salta de 202.43 Hz en el nücleo de la silaba li hasta 367.65 Hz en la cima melodica de bro. Ma, hombre (figura 5), pasa de 133.69 Hz a 161.81 Hz, salto con todo claramente perceptible. Mas importante diferencia es el prolongado ascenso a la derecha de la curva melodica de No, en el segundo grupo melodico, solo mitigado por un ligero descenso final, que otorga una estructura H*L%. ^Cuäl es, exactamente, la relation entre la estructura prosödica y la discursiva? ^Puede derivarse la una de la otra de alguna manera clara y directa?
Pedro Martin Butragueno
126
En principio, cada oration admite un solo foco (cf. Hemanz/Brucart 1987: 96), lo que provoca que a veces la interpretation deba hacerse por pares, como en (17). (17) [ F Juan] comprö [ F el libro], [F Maria] [ F el disco]
La lectura prosodica preferida para (17) incluyo dos grupos melodicos, aunque uno de los informantes tematizo Juan y dividio el material en tres grupos (18b). De todos modos, la linea tonal desato gran variation entre los informantes: a. Al: Juan comprö el libro,
Maria el disco
Η* H*H% b. Ma: Juan comprö el libro,
L+H* L*L% Maria el disco
II
I
II
1
II
II
1
1
H*H% H*L% c. No: Juan comprö el libro, |
H* H*L% Maria| el disco |
L+H* H*H% d. Pa: Juan comprö el libro,
L* H*L% Maria el disco
1 L+H*
I 1
H*+HL%
1 1
L*
1 1
H*L%
Como fuere, Juan y libro reciben un tono alto siempre, pero las soluciones son mucho mäs variadas en la segunda parte melödica: en dos ocasiones Maria recibe tonos altos, y en dos ocasiones tonos bajos; en cuanto a disco, la situation predominante es asignarle un tono alto (tal como se hace en paralelo con libro), pero en una ocasion recibe un tono bajo. ^Cömo es posible, dada tal diversidad, que podamos reconocer algün tipo de patron prosodico?7 ^Como se establece el contraste entre el material focal y el no focal? Comencemos por poner un poco de orden.
3.2
El foco contrastivo
Los casos que hemos visto hasta ahora presentan focos neutros, que se identifican por medio de una pregunta. Pero existen tambien los llamados focos contrastivos, que niegan el valor atribuido a una variable por una presuposicion surgida en un contexto asertivo, al tiempo que asignan un valor alternativo a esa variable. El foco neutro se identifica por medio del acento nuclear neutro, que es el tono que recae sobre la ultima silaba tonica del grupo melodico, mientras que el foco contrastivo puede identificarse por medio de un tono enfätico, susceptible de colocarse sobre cualquier silaba acentuable (Zubizarreta 1999: 4228-4229).* Asi, por ejemplo, dadas las oraciones de (19) podriamos interpretar las curvas melodicas de las figuras 6 y 7 como las lecturas prosodicas de estas estructuras focales.
7
En la discusiön final, se menciona un Principio de Transparencia (Steedman 2000a) que garantiza que se otorgue la misma interpretation. * Zubizarreta habla de »cualquier morfema acentuable« (p. 4230), lo cual en principio no es claro, pues los tonos de la curva melödica se asignan sobre las silabas, no sobre los morfemas. Define el
La construction prosodica de la estructura focal
127
(19) a. [ F El gato] se comiö un raton, no el perro. b. El gato se comio [ F un raton], no un canario. Ο ο οc ω rj ry 4J
w Τ?: V
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Figura 10 Ahora bien, dado que esta interpretation prosödica introduce dos grupos melodicos, no deberia haber problema en introducir mayor nivel de enfasis sobre libro, asignandole por ejemplo un tonema H*L%, como en efecto ocurre en algunos casos (ejemplo de No): Ο Ο T
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2.80000
Figura 11 Dado que el foco antepuesto ocupa una position tonemätica en estos ejemplos, estaria dentro de lo verosimil que pudiera admitir lecturas estrechas, y no solo contrastivas, pero no
La construction prosödica de la estructura focal
137
puedo pronunciarme sobre ello hasta no disponer de ejemplos insertos en contextos discursivos mas amplios. La necesidad de subdivir melodicamente el material sintactico (frente a lo que parece plantear Zubizarreta 1999: 4240) fue todavia mäs obvia en ejemplos con mäs constituyentes, como (53) y (54): (53) (54)
[Manzanas] [me aseguraron] [que dijo Maria] [que compro Pedro] (todos los informantes) a. [Me aseguraron que Maria dijo] [que manzanas] [compro Pedro] (Pa) b. [Me aseguraron] [que Maria dijo] [que manzanas] [compro Pedro] (Al, Ma, No)
Todos los informantes incluyeron un tono de juntura despues de manzanas, que era el foco antepuesto esperado. Considerando que estas oraciones tienen 20 silabas, lo sorprendente en realidad es que se hubieran interpretado por medio de un solo grupo melodico. Se ha propuesto que hay diferencias prosodicas, interpretativas y sintacticas entre el foco antepuesto y la dislocacion a la izquierda.13 Entre las diferencias sintacticas, el objeto directo dislocado requiere forzosamente un clitico, y el foco no; puede haber mäs de un constituyente dislocado, pero solo un foco antepuesto; las posibilidades de correferencia son distintas en ambos casos; el foco antepuesto debe ir adyacente al verbo; por fin, el tema dislocado puede relacionarse con una posicion contenida en una pregunta indirecta, y el foco antepuesto no (Zubizarreta 1999: 4240-4241). La diferencia prosödica esencial entre las dos construcciones seria que hay un solo grupo melodico con los focos antepuestos, y dos en las construcciones dislocadas. Interpretativamente, la dislocacion tematiza al constituyente dislocado, mientras que el foco antepuesto necesariamente se interpreta como foco contrastivo (Hernanz/Brucart 1987: 94). Veamos que ocurrio al aplicar el cuestionario a los informantes, a la hora de diferenciar estas dos estructuras. Sea (55): (55) a. El diario compro Pedro. b. El diario lo compro Pedro.
En principio, (55a) es una construccion de foco antepuesto y (55b) una estructura dislocada que presenta un constituyente correferente del clitico objeto directo de la oracion que sigue. La distribution melodica resulto ser la que se presenta en (56) y en (57): (56) (57)
[El diario] [compro Pedro] (Al, Ma, No, Pa) a. [El diario lo compro Pedro] (Al) b. [El diario] [lo compro Pedro] (Ma, No, Pa)
Como puede apreciarse, contra lo esperado, todos los informantes introdujeron un tono de juntura tras el foco antepuesto. De hecho, el iinico caso de ejecucion monomelodica se produjo donde no deberia haber surgido, con la estructura tematizada, pese a la marca explicita de la construccion mediante el clitico. Las diferencias prosodicas entre las dos estructuras parecen mäs bien de indole fonetica que fonologica. Veamos el caso en uno de los informantes (Pa): 13
Son muy interesantes las observaciones de Cinque sobre el italiano. Vease al respecto el anälisis para el espanol de Hernanz/Brucart 1987: 81-103. Cinque tambien ha propuesto que el patron del llamado acento de frase puede determinarse enteramente a partir de la estructura de constituyentes sintäcticos de superficie (1993). Recuerdese, por otra parte, que en este trabajo acepte la idea de que en espaflol no hay acentos de frase en la representation de los tonemas.
Pedro Martin Butragueno
138
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CD; > σ foco contrastivo temätico > foco temätico > enlace textual temätico
III. Antes de esbozar una explication de los fenömenos empiricos que acabamos de describir, conviene pasar revista a otros intentos de explicar como y por que se formo la marca preposicional del CD. La posicion mäs corriente considera que, despues de la perdida de la flexion casual del latin, se habia de gramaticalizar un elemento apto para distinguir el sujeto gramatical del complemento directo, mäs precisamente de tales complementos directos, que - por su agentividad potencial - se parecen sumamente al sujeto tipico. Esta hipotesis ha sido desarrollada, entre otros, por Bossong (1998: 228-229, veanse tambien Company 1998: 551, Müller 1971: 503): Si l'objet n'a rien d'agentif, c'est-ä-dire s'il est non-humain et non-anime, il n'est pas un sujet potentiel; par consequent, il n'est pas fonctionellement necessaire de le marquer comme objet. Si d'autre part l'objet constitue, de par sa semantique inherente, un sujet potentiel, il s'avere necessaire de lui conferer une marque specifique permettant de le distinguer du sujet sans ambigui'te. (Bossong 1998: 228-229)
Lo problemätico de esa posicion es el hecho de que el cambio lingüistico nunca ocurre porque los locutores quieran mejorar su lenguaje. Como se han puesto de relieve Coseriu (1973 [1958]: 205), y mäs recientemente Keller ( 2 1994 [1990]: 87), los hablantes nunca aspiran a crear nuevas estructuras gramaticales; su ünico interes consiste en expresarse de manera comunicativamente eficaz. Ademäs, la opinion antes esbozada es problemätica desde un punto de vista empirico: de la jerarquia de tematicidad en (2) se desprende que la
La gramaticalizacion
de los acusativos
159
preposicionales
evolution del acusativo prepositional empieza con los pronombres personales, y especialmente con los pronombres de la primera y de la segunda personas. Pues bien, como lo nota Pensado (1995 [1985]: 191), son precisamente los pronombres personales de la primera y de la segunda personas donde hasta hoy se ha mantenido la distincion sujeto - no-sujeto en todas las lenguas en cuestion. Otra position, mäs coherente, es la explication propuesta por Erica Garcia (1993). Segün Garcia, la preposition delante de los CDs se debe a un cambio analogico en el que la marca del dativo se transmitio al acusativo.7 Dicho cambio estä motivado por el hecho de que ambas categorias - el CI y el CD con referentes humanos ο animados - aparecen en los mismos entornos lingüisticos, sobre todo dentro de construcciones de tematizacion: »If focus-worthiness, rather than case becomes relevant, some (human!) Accusatives might be perceived als salient against a background of run-of-the-mill (Acc.) inanimates« (Garcia 1993: 44). Segun la propia Garcia, la marca del dativo se propago a partir de construcciones como (1 la, b) con CIs a construcciones con CDs (vease (12a, b)). (11)
Del CI temätico... a. A mi plaze me dende. (Cronica Popular del Cid 167) b. A mi parece que muy bien lo trata [...] fray Bartholome. (Peregr. 133) (12) ... al CD temätico a. A mi non rrebtedes, fija, que vos lo merespedes. (Libro de Buen Amor, 878-3) b. A mi e mi huesped puso nos en coydado. (Libro de Buen Amor, 1077-4)
La explication propuesta por Garcia (1993) resulta convincente, puesto que el CI, como el CD preposicional, tipicamente sirve para representar a referentes con position alta en la jerarquia de tematicidad. El referente tipico del CI es un ser humano discreto, individuado con rasgos de »agente potential«. Entonces no es nada sorprendente que la distribution de la marca preposicional delante de los CI y la de delante de los CDs se parezcan en cierto grado. Pero, como se ve en (13), tambien tornado de Garcia (1993), la analogia entre ambos casos no es perfecta: delante de nombres comunes, la marca preposicional se utiliza raramente en espanol antiguo. (13) CIs y CDs marcados por a en el espanol antiguo (Garcia 1993: 45) CI
CD
pronombres
a
a
nombres personales
a
a
nombres comunes definidos singulares otros
a
0
(rarisimos) a
(frecuentisimos) 0
Ademäs, la hipotesis que acabamos de exponer presenta una incoherencia empirica. Como se sabe, el rumano posee un CD preposicional, pero su CI carece de preposition. Asi pues, el escenario esbozado por Garcia no puede ser el ünico mecanismo concebible. Ademäs, esquiva un problema esencial: si la marca de ciertos CDs se explica por su analogia funcional con los CIs, ^como se explica, a su vez, la formation de la marca preposicional de los CIs? 7
Esta idea ya se encuentra en Dietrich (1987: 75-76), en Stimm (1987) y en Selig (1991: 202-206).
Ulrich Detges
160
IV. En la mayoria de las lenguas que conocen una marca preposicional del CD, esta se remonta al mismo origen diacrönico que la marca del CI. Asi, en las lenguas iberorrominicas, tanto la a del CI como la del CD son los sucesores de la preposicion lexica ad del latin. Al efecto, considerese el ej. (14). El verbo aspicere 'mirar' va asociado con dos construcciones alternativas para regir su segundo complemento: primero se construye con acusativo, como en (14a) me aspice 'mirame'. Ademas existe la posibilidad de que rija su segundo actante por medio de una preposicion, como en (14b) aspice ad me 'mirame a mi, mira hacia mi'. En el latin clasico, el primer regimen con caso gramatical es la construccion normal del verbo aspicere, el segundo - con preposicion - una construccion marcada. (14) It. aspicere 'mirar' a. acusativo: b. ad:
Sosia, age me hue aspice. (PI. Amph. 778) Agedum aspice ad me. (PI. Capt. 570)
'Sosia, jmirame!' ' jMirame (a mi)!'
Ambos regimenes no son equivalentes, sino que, ceteris paribus, el actante preposicional de la construccion marcada se focaliza un poco mäs. Dicho de otro modo, el regimen preposicional es una construccion mas »pesada«. Tal diferencia entre regimen gramatical y regimen preposicional se observa regularmente en muchas lenguas. En espanol moderno, por ejemplo, el verbo mirar se construye sea con CD (que a su vez puede ser preposicional ο no), sea con complemento direccional, introducido por la preposicion hacia. La option preposicional se prefiere cuando el acto de mirar se concibe como un hecho dinamico, discrete y puntual. En (15a), se mira el muro completo en un solo gesto. En (15b), en cambio, donde se representa el segundo actante como CD, no se dan tales especificaciones. En este caso, la oration sugiere una lectura incremental: representa un proceso gradual que se va realizando en etapas sucesivas, afectando al objeto en porciones no especificadas.8 Es evidente que en ambos regimenes, el papel especifico que se atribuye al segundo actante es muy diferente. Mientras que en la construccion preposicional (15a), el muro se destaca por el dinamismo de la action misma, al objeto del proceso incremental en (15b), en cambio, se le asigna un grado de participation mucho menos prominente. Esa diferencia resulta aun mäs clara en ejemplos como (16a) y (16b), donde el actante en cuestion se interpreta como agente (abstracto) potencial en el caso de la construccion preposicional (16a), mientras que en la construccion con CD en (16b) se concibe como entidad no discreta y carente de agentividad potencial.' (15)
a. b. (16) a. b.
Maria mira hacia el muro. Maria mira el muro. Siempre estamos mirando hacia los EEUU. Siempre estamos mirando los EEUU.
Al igual que hacia en el espanol moderno, ad en latin aün no es una marca de caso gramatical, sino una preposicion lexica, asociada a determinados verbos. A pesar de ser ad una preposicion relativamente frecuente en el latin postcläsico, no son raros los verbos que ri' 9
Dicho de otro modo, la construccion preposicional va dotada de un grado superior de transitividad en el sentido de Hopper & Thompson (1980: 252). Dietrich (1987: 74-75) pone de relieve el hecho de que en el castellano actual, una gran parte de los entornos verbales en los que normalmente se realiza el acusativo preposicional todavia se puede interpreter, al igual que (15a) y (16a), como acciones dirigidas hacia agentes potenciales.
La gramaticalizaciön
de los acusativos
preposicionales
161
gen su segundo actante con otra preposicion (Vincent 1999: 1118-1122, Müller 1971: 497). Asi encontramos, por ejemplo, como Variante marcada de fugere aliquem 'huir (de) alguien', la construction fugere ante aliquo, donde se utiliza la preposicion direccional ante 'delante de'. En principio, cada verbo individual tiene, como regimen marcado, su propia preposicion para regir a su segundo actante (veanse, por ejemplo (17a, b, c)). Para el CI de verbos trivalentes se da, en principio, la misma situation (17d, e): en tal caso la construction no marcada normalmente es la de dativo, como en (17d) dicere (aliquid) alicui, y la alternativa marcada se construye con ad (dicere (aliquid) ad aliquem) u otras preposiciones. Existe una pequena clase de verbos trivalentes como rogare 'rogar' ο petere 'pedir' ((17f)) cuyo actante humano no toma el dativo sino el acusativo, y en cuyo regimen prepositional dicho actante se marca por a(b) 'de(sde)'.10 El ultimo caso que se ha de tener en cuenta son verbos impersonales de perception como *mihi similat 'a mi me parece que' (17g) cuyo actante humano se construye con dativo o, alternativamente, con la preposicion lexica a(d). (17)
Acusativos y dativos en alternancia con ad y otras preposiciones lexicas regimen 1 caso gramatical: dativo
a. aspicere 'mirar' b. fugere 'huir' c. sequi 'seguir' d. dicere 'decir' e. dare 'dar' f. rogare 'rogar' g. *similare 'parecer'
alicui 2 alicui 2 alicui 2
regimen 2
caso gramatical: acusativo
preposicion alternativa
aliquem 2 aliquem 2 aliquem 2 [aliquid 3 ] [aliquid 3 ] aliquem 2 [aliquid 3 ]
a(d) ante post a(d) a(d) a(b) a(d)
lexica
aliquem 2 aliquo 2 aliquem 2 aliquem 2 aliquem 2 aliquo 2 aliquem 2
Ahora bien, se puede definir lo que ha de entenderse por »gramaticalizaciön« de un marcador de caso. De todo lo dicho hasta ahora se desprende que tal proceso tiene dos aspectos paralelos. Por un lado, el regimen preposicional, originalmente marcado, sustituye al regimen gramatical y se convierte en construction no marcada, perdiendo asi su efecto focalizador; por otro lado (y al mismo tiempo), una de las varias preposiciones lexicas (ad, post, ante etc.), originalmente vinculadas a determinados verbos, se generaliza a clases de verbos mas amplias. Si se propaga a grupos de verbos con dos actantes del tipo mirare, fugere ο sequi, se convierte en nueva marca del CD, como en rumano. Si, en cambio, se propaga a clases de verbos con tres actantes, tipicamente dicere y dare, y a constructions impersonales de perception como *mihi similat 'a mi me parece', se vuelve marca del CI, como en 10
A(b) se reinterpret!), en latin vulgar, como ocurrencia de a(d), asi que en todas las lenguas romänicas (aparte del rumano), no solo el actante humano de los verbos que expresan el concepto DAR ALGO Α ALGUIEN se construye con forma dativa sino tambien el de expresiones verbales del concepto PEDIR ALGO Α ALGUIEN (veanse Cano Aguilar 1988: 126, Müller 1979: 488, Reichenkron 1951: 389-390). Fuera de las lenguas romänicas - por ejemplo en alemän, en las lenguas eslavas ο en el griego antiguo - el segundo actante de los verbos de 'pedir' no se construye con dativo sino con acusativo.
Ulrich Detges
162
frances ο en los dialectos del norte de Italia. Si, finalmente, la generalization de la preposition ocurre con verbos de todas las clases mencionadas, se da una distribution como la que encontramos en las lenguas iberorromänicas y en los dialectos suritalianos. Al comparar los diferentes casos mencionados, se tiene la impresiön de que la gramaticalizaciön de marcas preposicionales es mucho mäs comün para CIs que para CDs. A exception del rumano, todas las lenguas romänicas que marcan el CD con preposition, tambien poseen un CI prepositional", pero lo contrario no es välido. En resumen, lo dicho hasta ahora supone que la gramaticalizaciön de una de las varias preposiciones lexicas consiste bäsicamente en un aumento considerable de su frecuencia. La gramaticalizaciön acaba cuando la preposition sustituye a la vieja marca de caso gramatical de grandes grupos de verbos y pierde su valor focalizador original. Para que se produzca tal aumento en frecuencia, hace falta un mecanismo pragmätico muy poderoso. V. Como hemos visto, la gramaticalizaciön de las marcas de caso empieza en los pronombres de la primera persona y va asociada con las funciones tematica y remätica. Ahora bien, cabe preguntarse por que los hablantes se focalizan a si mismos. Ese enfoque lleva consigo un cambio de perspectiva: en el pärrafo presente, vamos a adoptar un punto de vista onomasiolögico, esto es, hablaremos en primer lugar de funciones discursivas, y no de construcciones gramaticales particulares. Mas adelante veremos que dichas funciones son desempenadas por varios tipos de construcciones lingUisticas que, desde un punto de vista estrictamente gramatical, tienen poco que ver las unas con las otras. Tales construcciones, sin embargo, son las fuentes de las que proceden, diacrönicamente, las marcas gramaticales de caso y de congruencia verbal. Para describir la fiinciön de la autotematizaciön dentro del discurso, nos basaremos en un corpus moderno de lengua hablada. Esa option nos parece justificada en la medida en que las funciones discursivas de las que se tratarä son universales, välidas en todas las lenguas de todas las epocas. En la lengua hablada, la autotematizaciön contrastiva es una funciön comunicativa muy importante: el hablante marca que su contribution estä en contradiction con un enunciado previo ο con alguna supuesta creencia por parte de su interlocutor. Eso ocure en el ej. (18). Se trata de un programa de television donde se discute el conflicto generacional. El hablante H2 realiza varios actos de autotematizaciön contrastiva para indicar que su evaluation del conflicto generacional difiere de la opinion corriente. (18)
HI: [...] £Es imposible el entenderse entre dos generaciones diferentes, Adolfo Marsillach? H2: Yo es que creo que no hace falta. Eh... Mas bien creo que hace falta que no se entiendan. Yo creo que estä bien eso, porque la... hay un proceso... eh... competitivo, por el cual las generaciones nuevas necesitan afirmarse, y esa afirmacion yo creo que se produce a traves de un inmediato enfrentamiento con el enemigo mas proximo, que evidentemente es el familiar que tienen delante. Pero a mi eso, insisto que no me parece mal. {Corp. Oral 92)
Normalmente, un enunciado cuyo contenido estä en contraste con otro punto de vista se considera particularmente relevante, porque se espera que contenga information nueva. Enunciados de este tipo presentan un grado mäximo de conformidad con la Mäxima Griceana de Relation, »be relevant« (Grice 1975: 46). Cada hablante que logra convencer a " La misma correlation se da en las lenguas iranies (vease Bossong 1985).
La gramaticalizaciön de los acusativos preposicionales
163
sus interlocutores de que transmite informacion nueva y relevante valorizarä su propio papel comunicativo. Esta situation presenta una fiierte motivation para utilizar tecnicas de contraste donde, en realidad, no existe ningün verdadero contraste entre opiniones opuestas. Tal empleo retorico ο »abusivo« se observa en (19). Se trata de una entrevista a un joven jugador de tenis. (19) Si estoy bien a [..] ... a nivel espanol, mejor que mejor, pero a mi lo que me interesa es... estar bien en... en el circuito ATP. (Corp. Oral 92)
Aqui es obvio que en realidad no existe ninguna opinion contrapuesta; el foco contrastivo es un simple procedimiento retorico para dar la impresion de que lo dicho es especialmente interesante y merece la atencion del oyente. A largo plazo, el empleo »abusivo« de las tecnicas de autotematizacion contrastiva conllevarä para aquellas una perdida de su valor contrastivo original: una construction gramatical que sirve para indicar un alto grado de relevancia comunicativa irä perdiendo este rasgo a medida que se utilice para marcar enunciados que carezcan de toda relevancia particular. Cuanto mas utilicen los hablantes la tecnica retorica en cuestion para sacar provecho de su efecto, tanto mäs contribuyen paradojicamente a la perdida de este, y, por consiguiente, al cambio funcional de la construccion en cuestion. Tal perdida se observa en (20), donde el foco contrastivo no recae sobre (a) mi, sino sobre los verbos interesar y gustar. Por consiguiente, a mi, a pesar de ser la forma tonica del pronombre personal, no puede ser, en (20), un elemento focal: (20) HI: Ustedes que se dedican a esto no... H2: Yo no me DEDICO a esto, esto a mi me GUSTA... me gusta. Hago fotos... y se las enseno a la gente. (Corp. Oral 92)
De lo expuesto hasta ahora se desprende que los contextos de autotematizacion favorecen el uso de construcciones focales, y, al mismo tiempo, contribuyen sistemiticamente al desgaste de su fuerza focalizadora. Como se ve en (18), (19), (20), una de las tecnicas mäs simples de la autotematizacion en espanol es la dislocation del pronombre objeto personal tonico en la position inicial de la frase.12 En el trabajo pionero de Duranti & Ochs (1979) se ha observado que en el italiano hablado, la dislocacion de frases nominales hacia la izquierda - y sobre todo la de pronombres personales - desempena un papel esencial dentro de las tecnicas de toma de turnos (Duranti & Ochs 1979: 403-407). La toma del derecho a hablar es un problema comunicativo fundamental, regulado por unas reglas complejas (Sacks et al. 1978). El hablante que aspira al derecho a hablar puede aumentar sus posibilidades de exito si logra convencer a sus interlocutores de que su contribucion sera relevante en grado sumo para la conversacion. Ahora bien, como hemos visto, siempre se consideran relevantes las informaciones que se encuentran en contraste con lo que ya se ha dicho ο con la creencia comiin. Un procedimiento discursivo tipico que se utiliza para indicar, en tales ocasiones, un contraste prometedor de relevancia es la autotematizacion contrastiva. Como en los casos ya discutidos en (18)-(20), el contraste marcado por la tematizacion focal puede ser real, como en
12
Otro procedimiento simple, del que vamos a hablar mäs adelante, es el empleo de pronombres sujetos tonicos.
Ulrich Delges
164
(22), pero tambien puede ser fingido como en (23), donde la contribution del hablante H6 no estä en contradiction real con ninguna otra contribution precedente, y donde solo sirve para asegurar a H6 el derecho a hablar. (22) Torna de turnos y auto-tematizacion contrastiva: empleo »legitimo« (Corp. Oral 92) H3: Pero el ligeruelo ese es un vino muy fuerte. H7: Es dulce. Muy dulce. H3: Es dulce, muy dulce. Moscatel. H5: Y te coges H7: Que la hacen con vino de de pasa. H3: A mi ese vino no me gusta. H6: Pero tan dulce tan dulce. H7: Lo hacen con vino... H9: A mi me gustan los dulces. (23) Torna de turnos y autotematizacion contrastiva: empleo »abusivo« (Corp. Oral 92) H5: [...] Hable con un fulano, con un director de un periodico que habia estado en la guerra y me dijo que cuando se tomaba cofiac que creias que eras inmortal. Que luego no te dabas cuenta del peligro... präcticamente te lo daban y cargabas. Y el frente del Ebro y tal
ino? H4: Claro. H5: Me contaba todas las... toda la historia. H6: A mi me contaba uno que estuvo en la division azul que... podian pasar sin comer varios dias con tal de que... H5: Pero sin beber no. H6: que les den una botella de cofiac. Porque en Espafla no tenian vodka, los espafloles...
Aunque en contextos de toma de turnos como (23) a mi ya no exprese ningiin contraste real, el pronombre sigue portando un acento focal que depende de la presion con la que el hablante pide el derecho a hablar. Cuanto mäs relajada se presente la situation en la que se hace la toma de turno, tanto menos fuerte sera el acento focal que lleva la construction autotemätica. Como los demäs contextos de autotematizacion, los contextos de toma de turnos favorecen el empleo de construcciones focalizadoras y al mismo tiempo contribuyen sistemäticamente al desgaste de la fiierza focalizadora de estas. La toma de turnos se hace bajo una presion de tiempo enorme, puesto que vale la regia »first starter goes« (Sacks et al. 1978: 31). Por eso, los hablantes disponen de procedimientos convencionales muy densos, casi especializados en la toma de turnos. La construction mäs corriente para desempenar dicha funcion es la ya discutida dislocation hacia la izquierda del pronombre tönico de la primera persona. Otra construction que sirve para la misma funcion es el sintagma a mi me parece, Variante tönica de me parece. Como se desprende de (24), la expresion a mi me parece se utiliza sobre todo en contextos de toma de turnos problemäticos en los que mäs de un solo hablante intenta tomarse el turno de hablar a la vez.
La gramaticalizacion de los acusativos (24)
preposicionales
165
Distribution cuantitativa de me parece y de a mi me parece en contextos de toma de turnos {Corp. Oral 1992: 1-1029)
me parece a mi me parece
total
de estos, en toma de turno
de estos, en toma de turno problemätica
116 28
17 13
0 8
Comparada con la simple dislocation del pronombre tonico hacia la izquierda, la construction a mi me parece representa un procedimiento de toma de turnos mäs »pesado«: tiene un mayor efecto focalizador, pero, en cambio, su enunciation requiere mayor esfuerzo articulatorio por parte del hablante. En el espanol actual existe al menos una construction de toma de turnos autotemätica aün mäs »pesada«, a saber (yo) para mi, documentado en (25). Empleos como (25), donde yo para mi se construye como anacoluto sintacticamente anomalo son tipicos de la lengua hablada. (25) Bueno, mira, yo como para mi hay dos tipos de valores... (Corp. Oral 92)
Al compararse las tres constructions de toma de turnos mencionadas, resulta la jerarquia de »peso« relativo (26): (26)
Jerarquia de »peso« en el espafiol actual a. Construction »ligera« b. Construction »pesada« c. Construction »hiperpesada«
a mi me... a mi me parece (yo) para mi
En resumen, las tecnicas de autotematizacion retorica, sobre todo cuando se utilizan para tomar la palabra, favorecen el empleo de expresiones »pesadas« y al mismo tiempo les hacen perder su peso focalizador. De ahi que convenga preguntarse que relation tienen dichos procedimientos de toma de turnos y de autotematizacion con las funciones gramaticales mencionadas. VI. Al examinar las tomas de turnos se constata que en esa funciön los pronombres de la primera persona son particularmente frecuentes. Eso no es nada sorprendente, puesto que dentro de la situation de comunicacion normal, el hablante tiene el papel comunicativo mäs importante: la referencia contrastiva a su persona es un procedimiento retorico que sugiere que el enunciado en cuestion tendrä un alto grado de relevancia. Por la misma razon, los hablantes utilizan, en el interior de sus enunciados, tecnicas de autotematizacion contrastiva. El medio lingüistico convencional para llevar a cabo tales procedimientos son los pronombres personales de la primera persona, en particular, los pronombres personales tonicos. A pesar de ser el hablante el referente mäs relevante dentro de la situation de comunicacion normal, puede ser, segiin el tema del que se träte, que haya otros referentes que se consideren igualmente importantes. Al igual que las tecnicas de autotematizacion por parte de los hablantes, la referencia contrastiva a tales entidades favorece el empleo de construcciones focalizadoras, sobre todo dentro de contextos de toma de turnos. Considerese el ej. (27), donde se utiliza un acusativo prepositional para marcar un nombre comun indefinido
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plural con referente no humano, α las serpientes. Este ejemplo es un caso atipico del uso del acusativo preposicional, puesto que normalmente las entidades no humanas indefinidas plurales ocupan una posicion baja en la jerarquia de tematicidad (2). El ejemplo (27) demuestra claramente por que los contextos remäticos y temäticos focales favorecen el uso del acusativo preposicional incluso delante de tales expresiones atipicas. Aqui se trata de un contexto de toma de turnos: focalizar la expresion α las serpientes por medio de la preposition para presentar a su referente como una entidad sumamente relevante es un procedimiento que garantiza al locutor el derecho a hablar. (27) Nombres comunes con referentes no humanos indefinidos plurales (Corp. Oral 92): H6: Un päjaro... un pajaro que... que... una päjara que estaba... que estaba... que estaba... criando, la iba a matar un sefior a... a... bolazos pero no... no... no pudo. Hl: No pudo, porque los animales tambien defienden a sus crias mucho. [...] H6: α las serpientes las tenemos que matar porque si no...
Como ya hemos dicho, la persona del hablante se considera el referente mäs importante dentro de cada situaciön de comunicacion. Por el contrario, la relevancia de referentes de nombres comunes como las serpientes depende en gran medida de la situaciön de comunicacion especifica. Asi, pues, la probabilidad estadistica de encontrarse construido con un elemento focalizador es mäs elevada para pronombres de la primera persona que para nombres comunes ordinarios. A este respecto, terminos de parentesco (mama, ραρά, etc.) y nombres propios ocupan una posicion intermedia. Por un lado, la relevancia potencial de sus referentes depende igualmente de la situaciön de comunicacion respectiva, y por eso tales expresiones se focalizan de manera estadisticamente menos frecuente que los pronombres de la primera persona; por otro lado, las situaciones de comunicacion en las que se consideran relevantes tales referentes humanos -que a menudo estän en interaction estrecha con el hablante- se dan con mayor frecuencia que las situaciones que implican, por ejemplo, a referentes no humanos indefinidos. Ademäs, los referentes humanos en interaccion directa con el hablante pueden participar en la tematicidad de este; por ello, las expresiones al respecto pueden aparecer en contextos de autotematizaciön, como en el ej. (28). (28)
Hl: Eleni me tiene como loca esta semana porque saliendo a comprarle a la nifia, esto y lo otro, y »quedate con los ninos« y »ahora les voy a comprar una cosa« y »ahora no se que« y estoy agotada, estoy deseando que se vaya. [....] Eleni no tiene costumbre que yo le diga »no«. H3: Claro. Hl: Pobretica y a m i m e parecio muy lögico, si no me tiene nada mäs que a mi. Pero a Μαrip! y a mi, que somos las ünicas que le podemos echar una mano, es que nos tiene agotados total. (Corp. Oral 92)
Asi, la probabilidad estadistica de que nombres propios y terminos de parentesco vayan acompanados por elementos focalizadores es mäs elevada que la posibilidad de que se focalicen nombres comunes. De lo dicho se desprende una jerarquia de frecuencia relativa (29) con la que diferentes clases de expresiones nominales aparecen dentro de contextos de autotematizaciön y de toma de turnos. Como se ve, tales contextos son los mecanismos que transforman la jerarquia abstracta (2) en frecuencia real y, por ende, en estructuras gramaticales concretas.
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(29) Frecuencia relativa de expresiones nominales dentro de contextos de auto-tematizaciön y de toma de turnos: Pronombres 1.- persona > terminos de parentesco, nombres propios personales > nombres comunes
Los pronombres personales son procedimientos convencionales para referirse al hablante, al oyente y a otros referentes presentes en la situation de comunicaciön. Para focalizarlos, hacen falta procedimientos suplementarios, cuya naturaleza exacta depende en gran medida del sistema gramatical de la lengua respectiva. En lenguas sin pronombre sujeto obligatorio, como el espanol actual, el portugues peninsular ο el frances antiguo, la simple realization del pronombre sujeto ya puede ser un recurso de autotematizacion contrastiva (Martin Rojo & Meeuwis 1993: 109, vease tambien el ej. (18))." Si, en una comunidad lingtiistica, las tecnicas de la autotematizacion »abusiva« se realizan predominantemente con pronombres sujetos tonicos, estos pueden, a largo plazo, convertirse en elementos cliticos obligatorios -como sucedio en el frances antiguo y como estä sucediendo en el portugues brasileno-, debido al aumento en frecuencia y a la perdida del peso focalizador que llevan consigo dichas tecnicas retöricas (vease Detges 2000: 322-361). En el iberorromance medieval, en cambio, el orden de palabras dominante era V(erbo)-S(ujeto),14 lo que significa que las tecnicas de tematizacion (incluidas las tecnicas de autotematizacion) se realizaron, en su mayoria, por medio de pronombres objetos, dislocados al inicio de la oraciön.' Los pronombres objetos, sin embargo, siempre son obligatorios, con tal que su realization este prevista por el regimen verbal respectivo. Pues, para destacarlos, hacen falta procedimientos de focalizacion mäs costosos. Como hemos visto en la section IV, un tipo de recurso linguistico posible para focalizar actantes no sujetos es el uso de preposiciones lexicas. Como predice la jerarquia de frecuencia (29) para este caso, la preposition acompanarä a pronombres personales con mayor frecuencia que, por ej., a nombres comunes, y a expresiones para referentes humanos mäs frecuentemente que a expresiones para referentes no humanos. En las distribuciones donde ocurre con mayor frecuencia, la perdida de su fuerza focalizadora y el proceso de su obligatorizacion se producirän particularmente pronto. En lenguas en las que se distingue entre CI y CD, el CI es una categoria sintäctica especializada en la realization de protagonistas humanos, mientras que el CD sirve para realizar actantes de cualquier tipo, sean humanos ο no. Dentro de las tecnicas de autotematizacion y de toma de turnos mencionadas en la section V, normalmente se utilizan probablemente mäs CIs que CDs (vease (30)); por consiguiente, la probabilidad de que se utilice la preposition focalizadora serä mayor con CIs que con CDs. Eso significa que normalmente la perdida del peso focalizador de la preposition y su obligatorizacion se producirän con mayor probabilidad, mäs temprano y de manera mäs completa delante de CIs que delante de CDs. Lo mäs probable es que ocurra, si mi hipotesis es correcta, delante de construcciones 13
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Para el valor de los pronombres sujeto en el frances antiguo, veanse, por ejemplo, Jensen (1990: 134), y, desde una perspectiva tipologica, Thun (1989). Bossong (1984: 96) calcula que en la Primera Cronica General la relation de construcciones VS frente a oraciones SV era de 60% a 40%. Vease tambien Neumann-Holzschuh (1998). Cabe mencionar, sin embargo, el hecho de que en el espafiol medieval los pronombres sujetos de la primera y de la segunda personas del plural, nos y vos, se sutituyeron por nosotros, nosotras y vosotros, vosotras, esto es, por formas que originalmente expresaban un fiierte contraste.
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bivalentes con experimentante no sujeto del tipo *ad me /ad mihi similat 'a mi me parece', especializadas en actos de autotematizacion. La hipotesis esbozada hasta aqui no excluye que una marca preposicional ya gramaticalizada del CI se transmita al CD por analogia (vease arriba, seccion III). Por el contrario, nuestra hipotesis contribuye a resolver un problema inherente al escenario del cambio analogico. Normalmente, en los cambios analogicos, se suelen generalizar formas (o clases de formas) frecuentes a expensas de formas (o clases de formas) menos frecuentes (Bybee 1985: 57). Asi, en casi todas las lenguas romänicas, el acusativo del latin - que normalmente era la realization mäs frecuente de los nombres comunes - sustituyo a las demäs formas gramaticales del singular por analogia. Ahora bien, ^por que se habria difundido, en espanol y en las otras lenguas iberorromänicas, la forma del CI (es decir, una forma »dativa«) a expensas de la forma del CD, mucho mäs frecuente que el CI bajo condiciones normales, y no al reves? La solution a este problema estä en los contextos de autotematizacion y de toma de turnos. Solo en tales entornos funcionales, los CIs suelen ocurrir con una frecuencia absoluta comparable a la de los CDs (vease (30)). Si, por consiguiente, los locutores identifican la marca preposicional con las funciones discursivas mencionadas, es concebible, pues, que esta se reanalice como marca de focalizacion temätica en el sentido propuesto por Garcia (1993)." (30) CIs y CDs en posicion preverbal en el espanol hablado de Santiago, Chile (Silva Corvalän 1984: 1) CIs total en posicion preverbal
475 (== 100%) 205 (== 43%)
CDs 3161 (= 100%) 214 ( = 7 % )
Al mismo tiempo, nuestra hipotesis no excluye en principio que se gramaticalice una marca preposicional del CD sin que exista, en la lengua respectiva, un procedimiento comparable para el CI. Tal caso que se presenta en rumano es probable si, por razones histöricas, al inicio del proceso diacronico, la preposiciön en cuestiön se halla solo en el regimen de verbos bivalentes (compärese seccion IV). Asi, en rumano, la evolution diacrönica de la marca preposicional del CD p(r)e parece empezar con verbos bivalentes que expresan ΓΝTERACCIONES HOSTILES, como por ejemplo VENCER Α ALGUIEN, HABLAR EN CONTRA DE ALGUIEN, MALDECIR Α ALGUIEN etc. (Puscariu 1937: 450, 455; Spitzer 1928: 424-425). En tales casos -sobre todo si los CIs se focalizan por medio de otros procedimientos lingüisticos- es concebible que la preposiciön solo se propague a CDs y no a CIs. VII. Como se ha constatado en (26), lo normal es que se utilice, en una lengua determinada, mäs de un solo procedimiento de focalizacion a la vez para realizar las tecnicas de autotematizacion. Tal caso es aün mäs probable en la medida en que los procedimientos de focalizacion tienden a perder, en los entornos de autotematizacion, su fuerza focalizadora. Por eso, los hablantes sienten una necesidad constante de nuevas construcciones »frescas«. Desde un punto de vista estrictamente gramatical, tales construcciones a veces no tienen
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En tales casos, pues, la forma dativa que normalmente es, comparada al acusativo, una forma marcada, se convierte en forma localmente no marcada (compärese Bybee 1985: 74-77).
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nada que ver con los focalizadores discutidos en la section VI. Su ünica similitud con estos consiste en su poder de destacar expresiones nominales en la position inicial de la fräse. Tal construction es la duplication pronominal (vease section II). Por su origen diacronico, se trata de un procedimiento de segmentation tipico de la lengua hablada. Su funciön originaria era el topic shift (Givon 1976), es decir la sustitucion del tema textual actual (en (31) Albar Fanez y el obispo Don Jeronimo) por un nuevo referente temätico ya introducido en el discurso previo (en (31) por el referente del CI mio Qcf). Se trata, pues, de una construction marcada, dotada de »peso« focalizador. (31) Duplication pronominal y topic shift en el castellano antiguo (Cid): El obispo dhon Jheronimo - buen christiano sin falla las noches e los dias las duefias aguardava, e buen cavallo en diestro que va ante sus armas, entre el e Albar Fanez hivan a una compafia.
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[...] A mio Qd el que en buen ora nasco dentro a Valencia lievan le el mandado
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Aunque en el castellano antiguo, la construction parece haber perdido una parte de su peso focalizador," sigue siendo un procedimiento de segmentation al menos hasta el siglo XVI (Keniston 1937: 83-84). Hoy se ha vuelto obligatoria con pronombres personales tonicos, sean CIs ο CDs preposicionles. Con nombres comunes en funciön de CI, donde solo se puede omitir en algunos casos marcados (Givon 1976: 161), la duplication pronominal es extremadamente frecuente (Koch 1993: 179)," confirmando asi lo que se ha dicho en la section VI. Ademäs, el ejemplo (21) (repetido aqui por razones de conveniencia) muestra que, en el espanol actual, dentro de construcciones de autotematizaciön del tipo a mi me parece, a mi me gusta etc., la duplication pronominal ya se puede utilizar sin el mäs minimo efecto focal. (21) HI: Ustedes que se dedican a esto no... H2: Yo no me DEDICO a esto, esto a mi me GUSTA... me gusta. (Corp. Oral 1992)
En el castellano antiguo, en cambio, la duplication pronominal fue un procedimiento de focalizaciön »pesado«, y aunque a menudo ya se combinase con CDs preposicionales (vease (9a)), todavia estaba lejos de ser obligatoria en cualquier distribution (vease ej. (9b)). (9)
La duplicacion pronominal en el castellano antiguo: a. A lasftjas bien las abrafava. (Cid 1599) b. iOid a mi, Albar Fafiez e todos los cavalleros! (Cid616)
Asi pues, en castellano antiguo, al hablante se le ofrecian al menos tres posibilidades linguisticas para referirse a si mismo, diferenciadas por su »peso« focalizador relativo: prime-
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Asi, Ramsden (1961: 45) constata que en la poesia castellana medieval a veces se utilizaba por razones de metrica. En este caso particular, Koch (1993: 179) nota una »fuerte tendencia hacia la conjugation objetiva«: en espafiol actual, la duplicacion pronominal parece convertirse en una marca de concordancia gramatical entre el verbo y el CI.
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ro, una construction »ligera« \oid mel (vease (32a), ademäs una construccion »pesada« ioid a mil (vease (32b) y, por fin, una construccion »hiperpesada« \oid me a mil (32c). (32) Castellano medieval a. Construccion »ligera« b. Construccion »pesada« c. Construccion »hiperpesada«
joid me\ joid a mi\ oid me a mil
En el portugues medieval, la situation estaba mucho menos avanzada. Aqui eran raros los CDs pronominales acompanados de la preposition, y casi nunca ocurrieron en combination con la duplication pronominal (vease section II). Para la referencia focal, se utilizo normalmente el pronombre tonico solo (vease (33)), una construccion que hoy es agramatical. (33) Portugues medieval, uso del prombre tonico sin preposition en contextos focales: Mais e verdade que elas [= as cousas terreaaes] possuem ti que tu has elas. (Bosco Deleitoso cf. Delille 1970: 13)
En el portugues medieval, pues, se da la situation (34): (34) Portugues medieval a. Construccion »ligera« b. Construccion »pesada« c. Construccion »hiperpesada«
ajuda me ajuda mi(m) ajuda a mi(m)
Entre la Media Edad y el siglo XVI, la forma tonica »pesada« mi(m) fue perdiendo una parte de su poder focalizador a causa, problemente, de los procedimientos retoricos que hemos esbozado en section V. El desgaste progresivo del valor focal de mi(m) favorecia a su vez un uso mäs frecuente de la forma prepositional. El resultado previsible de ese proceso fue que, en el siglo XII, la forma preposicional se convirtio en obligatoria como forma »pesada« (vease (35)). (35) Portugues, siglo XVI a. Construccion »ligera« b. Construccion »pesada«
ajuda me ajuda a mi(m)
Al mismo tiempo se habia descubierto la duplication pronominal como procedimiento de focalizacion »hiperpesado« y empezo a convertirse en una estructura convencional. Las cifras proporcionadas por Delille (1970) estän basadas en textos exclusivamente escritos. No obstante, muestran claramente que, en conformidad con la hipotesis esbozada en section V, dicha evolution empezo en la primera y la segunda persona. (36) A + pronombre personal con y sin duplication pronominal en portugues (Delille 1970: 48, 81) a. Siglo XVI a + pron. personal 1 r y 2.- pers. 3.- pers.
sin 61 =52,1% 29 =78%
con 56 = 47,9% 11 = 22%
duplication pronominal = 100%
= 100%
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b. Siglo XVII a + pron. personal 1.- y 2r pers. 3.-pers.
sin 11 =35,5% 13 =44,2%
con 20 = 64,5% 11 = 4 5 , 8 %
duplicacion pronominal = 100% = 100%
VIII. Si nuestra hipotesis no es falsa, la gramaticalizaciön de la marca preposicional del C D no se explica por la desaparicion del sistema flexivo del latin, ni tampoco la gramaticalizaciön parcial de la duplicacion pronominal en algunas lenguas romänicas se debe a las exigencias funcionales del sistema lingüistico respectivo. Ambas evoluciones se tienen que considerar mäs bien como consecuencias no intencionadas de estrategias discursivas identicas, destinadas a poner de relieve el papel del locutor en el discurso. El caräcter universal de tales estrategias explica por que las evoluciones respectivas suceden de manera poligenetica, esto es, independiente y repetidamente en un sentido identico en muchas lenguas. El mecanismo comiin mediante el cual las estrategias discursivas en cuestion se convierten en estructuras gramaticales, lo constituye la rutinizaciön progresiva de las tecnicas linguisticas destinadas a llevarlas a cabo.
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Gent)
Variation pronominal en espanol: El pronombre dativo entre sintaxis y semäntica
1. »Tal vez la variation dialectal mäs conspicua y conocida, en lo que se refiere a la gramätica espanola, la encontramos en el uso de cliticos le/s, la/s y IO/SM Asi justifica KleinAndreu (2000: 7) su investigation sobre el leismo. El uso de los cliticos, especialmente en el espanol peninsular, vacila entre un sistema casual y un sistema referencial, es decir, un sistema ora distinguidor ora confundidor de caso. El uso del pronombre dativo le en vez de la forma acusativa lo constituye efectivamente uno de los capitulos mas debatidos de la variation gramatical en espanol. Si aceptamos que el pronombre dativo representa, en principio, un sintagma nominal objeto no pasivizable y marcado por la preposition a, habrä leismo en cuanto le/s pronominalice un sintagma nominal pasivizable y/o en cuanto entre en competencia con el pronombre acusativo que sea lo/s ο la/s. Desde este punto de vista, »leismo« no significa necesariamente selection casual arbitraria ο libre, contrariamente a lo propuesto por Fernandez Ordonez (1999:1, 1339). Nuestro anälisis se basa en un corpus contemporäneo de la lengua literaria peninsular' y focaliza factores exclusivamente sincronicos. La election de la lengua culta, influida por la norma academica, supone menos variabilidad que los registros mäs coloquiales ο populares(cf. Klein-Andreu 2000; Fernandez Ordonez 1999). En efecto, todas las variantes peninsulares de la lengua culta presentan algiin sistema influido por el principio de la distincion casual; por consiguiente, el pronombre acusativo sigue siendo posible aunque con intensidad variable segiin el idiolecto considerado. Un anälisis preteorico revela que los diversos idiolectos examinados constituyen esencialmente un continuo, cuyos polos opuestos (leismo marcado y leismo atenuado) arrojan diferencias estadisticas y cualitativas considerables, por lo menos en cuanto al pronombre masculino con referente humano. En los autores examinados, la tasa de frecuencia del pronombre dativo masculino singular vacila entre mäs de 86 % (p.ej. Rosa Montero, Carmen Martin Gaite, Carmen Laforet) y menos de 24 % (p.ej. Antonio Munoz Molina) y algo menos en masculino plural (entre mäs de 80 % y menos de 23 %). En cambio, en femenino, la tasa de frecuencia del pronombre dativo se mantiene casi constante entre 11 y 8 %.2 La escasa divergencia cuantitativa entre leismo atenuado y leismo femenino se ve corroborada cualitativamente por la similitud estructural de los contextos sintäcticos en que ocurren ambas formas de leismo. Ambos fenomenos parecen obedecer a principios estructurales similares. De ahi que examinaremos las estructuras argumentales y temäticas que determiE1 corpus se compone de novelas contemporäneas peninsulares, tanto de la region central (con leismo marcado) como de las regiones perifericas, particularmente Andalucia, (con leismo atenuado). Contrariamente al pronombre masculino, la forma (acusativa) del femenino asume una fiincion marcada en la estructura morfologica del espariol. Por eso, la variation (condicionada por factores contextuales) se extiende potencialmente sobre todo al campo del masculino.
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nan la selection del pronombre dativo ο acusativo a fin de fijar que principios casuales podrian tenerse por responsables de la variation. 2. Partimos del postulado cognitivista de que existe una correlation de iconicidad entre la position jerarquica del morfema relacional y la position jerarquica de la funcion relational. En otros terminos, una forma (casual) estä tanto mas marcada cuanto mas representa una funcion (relacion gramatical) marcada. En el caso de los objetos transitivos, el objeto indirecto aparece como un objeto menos prototipico que el objeto directo: sus rasgos inherentes (humano, frecuentemente individuado) lo corroboran. En una jerarquia morfosintäctica casual tal como la define Primus (1999: 2-7), el morfema dativo se caracteriza por una complejidad mayor que el acusativo. En efecto, fuera de estar marcado sintagmaticamente -como el objeto directo- por la posposicion al V, el dativo lleva obligatoriamente la preposition a como marca complementaria, contrariamente al acusativo. El pronombre dativo se caracteriza ademäs por un morfema mäs consistente (le+s vs. l+o/a+s) y un alomorfismo paradigmatico mäs complejo (/e = se en la secuencia le + lo/los/la/las) que el pronombre acusativo. Finalmente, el dativo es seleccionado por un nümero menor de verbos que el acusativo. Estos parämetros morfosintacticos confirman que la relacion gramatical de objeto indirecto, marcada por el morfema casual del dativo, se define sintäcticamente como un objeto segundo, como muestran los hechos siguientes: (a)
La selection del objeto indirecto implica en la inmensa mayoria de los casos que el predicado selecciona ya un objeto directo (cf. Primus 1999: 26). En otras palabras, el objeto indirecto prototipico presupone la presencia de otro objeto y entra preferentemente en una estructura trivalente.
(b)
Contrariamente al objeto directo, no todos los objetos indirectos estan seleccionados por el lexema verbal: existen objetos indirectos no lexicos, como los que expresan una relacion de posesiön inalienable.
(c)
El objeto indirecto sufre, ademäs, mäs restricciones semänticas que el objeto directo.
No es de extranar, pues, que las jerarquias tipologicas que formulan el grado de accesibilidad de las relaciones sintäcticas a las reglas gramaticales concedan al objeto directo una position jerarquica superior a la del objeto indirecto (cf. las investigaciones tipologicas que llevaron p.ej. a Keenan/Comrie 1977 a formular la jerarquia Sujeto < Objeto Directo < Objeto Indirecto < Objeto Oblicuo). 3. Segiin una primera hipotesis, el leismo atenuado propio al femenino y a ciertos idiolectos como el de Munoz Molina podria explicarse por el parämetro sintactico de la trivalencia. Existen, efectivamente, construcciones cuyo predicado puede vacilar entre una estructura trivalente ο bivalente. En estos casos, el objeto segundo puede interpretarse tanto como objeto directo cuanto como objeto indirecto. Notamos que los idiolectos con leismo atenuado optan sistemäticamente por la solution dativa en vez de la acusativa, por la solution trivalente en vez de la bivalente. Verbos como pagar, robar, perdonar, dispensar, ensenar, consultar, renir se construyen casi invariablemente con el pronombre dativo (incluso en femenino), si bien el SN pronominalizado por le puede pasivizarse:
Variacion pronominal en espanol (1) (2) (3) (4) (5)
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Lorencito no es periodista de verdad [...] aunque se queja de que nunca le pagan (MUMO jp 299) Le pague al taxista con un puftado de esos billetes que tenian entonces (MUMO cf 40) temiendo que les roben, que les enganen los empleados ο que la Caja se declare en quiebra (MUMO pi 215) lo castigaba el teniente a quedarse de pie en un rincon, rinendole con una blanda energia de catequista viejo (MUMO ag 82) aiios antes ella les hubiera enseflado a leer y limpiado los mocos (MUMO pi 89)
En (5) ademäs el Paciente no estä representado por un objeto directo sintäctico, sino por un sintagma preposicional. Lo mismo acontece con verbos de comunicacion como informar, avisar. La mera presencia de un Paciente provoca el uso general del pronombre dativo para marcar el objeto humano pasivizable que se interpreta semänticamente -si bien no lo es sintäcticamentecomo un objeto segundo: (6) (7)
No podia dejarlo descolgado por si llamaba yo, por si le [fem.] avisaban de que me habia ocurrido algo (MUMO pi 67) deberia informarle [fem.] de la pröxima llegada de su mujer. (MUMO pi 105)
El dativo generalizado en la construccion de llamar con complemento predicativo tiene la misma justification estructural. Llamar puede construirse con un SN referencial en vez de predicativo como lo muestran (8) y (9): (8) (9)
El pajarillo quedaba indefenso [...] le llamamos los nombres mäs hermosos que podiamos inventar (MAT 179) Pero todos me llaman Cristoforo porque es lo que se suele llamar aqui a los Cristobales (GAPAus 155)
Correlativamente el complemento predicativo se pronominaliza a veces por el acusativo, lo que confirma su aproximacion a un objeto directo y corrobora la interpretation de llamar como triactancial en vez de biactancial:' (10)
a mi tambien me llamaron traidor [...]. Todavia queda gente en la ciudad que me lo sigue llamando (MUMO pi 128)
El leismo atenuado afecta tambien a la construccion factitiva, particularmente hacer + Infinitivo, a primera vista condicionado por factores semejantes. Sabemos que hacer constituye con el complemento infinitivo que refiere a un evento cuya realization depende de la action del V causativo, una unidad semäntica y conceptual (cf. Guasti 1993: 115-116), lo que se traduce por una cohesion fiierte entre ambos predicados que fusionan sintäcticamente en una sola estructura bipredicativa. Esta reestructuracion lleva a una estructura biactancial con el infinitivo intransitivo convirtiendo el sujeto subordinado en objeto directo, y a una estructura triactancial con el infinitivo transitivo convirtiendo su sujeto -ya acompanado de un objeto directo- en objeto indirecto.
3
Para mäs detalles, vease Roegiest (1990: 246) y, para un anälisis mäs matizado, Garcia (1975; cf. Klein 2000).
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Un recuento limitado a las novelas de Munoz Molina confirma el impacto del parämetro sintäctico de la trivalencia: con hacer y el infinitivo transitivo, le/s se generaliza en masculino (le/lo: 17/1) y es mayoritario en femenino {leila: 9/5): (11) para hacerle perder a uno el sentido de la realidad (MUMO cf 87) (12) una de esas ideas que le hacian detestar tanto las peliculas (MUMO pi 425) (13) la antipatica empleada de uniforme le [fem] hizo firmar un recibo despues del entierro (MUMO jp 474)
Sin embargo, el dativo sigue siendo frecuente con el infinitivo intransitivo (le/lo: 25/21; le/la: 6/11) y tampoco desaparece cuando la construction factitiva no presenta reestructuracion en el sentido sintactico: (14)
Α Guipüzcoa-22 el teniente decidio preguntarle cada dia el nombre del coronel, y le hizo copiarlo con letras grandes en una hoja de papel (MUMO ag 83)
Un anälisis detenido de esas derogaciones revela que la election del pronombre es tributario del grado de transitividad semäntica del infinitivo y, consecuentemente, del grado de participation del sujeto subordinado en la action. Por un lado, el dativo se extiende a los siguientes casos: (a)
infinitivos sintacticamente intransitivos que se acompaflan de un objeto preposicional paciente (pensar en, acordarse de, parecerse a): (15) El tono de la voz en el auricular le hizo acordarse del director del sanatorio (MUMO pi 453) (16) con un estilo [...] que le hizo pensar en un hotel para recien casados junto a las cataratas del Niagara (MUMO cf 93) (17) con una furia que le [fem.] hacia acordarse de las tormentas que provocaban naufragios en el cine (MUMO jp 166)
(b)
infinitivos reflexivos (sentirse, perderse): (18) que hubiera adivinado su pensamiento le hacia sentirse un poco mäs ridiculo. (MUMO pi 197)
(c)
intransitivos inergativos (hablar, vivir): (19) Un cierto instinto escenico, el mismo que le hace hablarle a ella siempre en un tono bajo de voz (MUMO j p 308) (20) el remordimiento sin motivo [...] que le hacia vivir pendiente de un posible castigo (MUMO jp 17)
Tales casos constituyen ademäs el unico contexto de aplicacion del dativo femenino, mientras que el pronombre acusativo se limita practicamente a la combination con infinitivos (inacusativos) que expresan movimiento ο con verbos copulativos (20 casos en un total de 21 de lo/s\ 7 casos en un total de 11 de la/s): (21) De un empujon certero y como casual lo hicieron entrar en uno de ellos (MUMO pi 421) (22) Lo hicieron subir casi en volandas y no notaba el peso de su cuerpo (MUMO jp 41) (23) unos tacones que la hacian parecer mas alta (MUMO cf 60)
Paralelamente los infinitivos transitivos que ocurren con el pronombre acusativo en vez de dativo se caracterizan por un grado muy bajo de transitividad semäntica. El objeto directo
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aparece como poco individuado, integrändose en la action referida y formando asi un conjunto con el verbo. Lo ilustra el ünico ejemplo de hacer + infinitivo transitivo, con lo que ademäs tiene un sujeto matriz inanimado, incapaz de transferir al sujeto subordinado cierto grado de responsabilidad autonoma: (24) El brillo dorado de unas estrellas de oficial [...] lo hacian tragar saliva (MUMO ag 270) Tambien lo ilustran los verbos de movimiento con objeto directo pauta del movimiento: (25) De mala gana el policia mäs corpulento la tomo por la mufieca y la hizo cruzar un pasillo [...] y subir una escalera. (MUMO jp 372) 4. De ahi se deduce que la asignacion de la forma del dativo estä correlacionada no solo con la trivalencia, sino tambien con el grado de agentividad ο de subjetividad potencial del participante pronominalizado. Eso recuerda a la tesis de Garcia (1975), segiin la cual le representaria un participante de actividad intermedia y lo referiria a una actividad minima. Ya sabemos que el objeto indirecto es estadisticamente casi siempre humano y definido y que segün una conception cognitiva escalar y multifactorial de la transitividad prototipica combina un conjunto de propiedades que pertenecen tanto al polo proto-agentivo como al polo proto-paciente. En efecto, el objeto indirecto como objeto segundo expresa prototipicamente una relation semäntica de recipiente ο benefactivo (Primus 1999: 54), una protorelacion (proto-role en la terminologia de Dowty 1991) intermedia entre el proto-agente y el proto-paciente en la jerarquia tematica. Aunque controlado por un agente, el recipiente es dinämico, esta dotado de cierto grado de iniciativa en el suceso, pues es susceptible de controlar a su vez otro argumento (cf. tambien Langacker 1991: II, 324-329). Asi, el recipiente ο benefactivo aparece como el primer participante de un predicado subordinado a un predicado de CONTROL ο de CAUSA (Primus 1999: 55). El recipiente y el paciente dependen de un agente; el paciente depende del recipiente. Esta position del recipiente, funcionalmente mäs marcada respecto al agente y al paciente (las relaciones polares bäsicas de la estructura transitiva), justifica la asignacion de una marcaciön mäs compleja, una position mis baja en la jerarquia de los morfemas casuales. Inferimos de lo que precede que el uso de le podria extenderse a objetos pasivizables que por su grado de agentividad se acercan a las propiedades seminticas del objeto indirecto prototipico. Esta tesis implicaria que el leismo atenuado se aplicaria no solo a la construction factitiva, sino tambien a cualquier construction donde el objeto directo asume a la vez funcion subjetiva, como es el caso con los verbos de manipulation ayudar, ensenar, obligor, animar, autorizar, empujar, inducir, invitar, urgir, etc. ο los verbos de perception, como ver, mirar, oir, escuchar. Sin embargo, en el leismo atenuado de las novelas de Munoz Molina se nota que la frecuencia de ocurrencia del pronombre dativo se restringe a la jerarquia siguiente:4 ayudar ensenar
A
5
> obligar > (autorizar, urgir)5
> animar (inducir) invitar > empujar, llevar
> ver > oir
Esta jerarquia difiere ligeramente de la escala que establecemos en Roegiest (1998: 45), donde tuvimos en cuenta tambien a autores mas leistas. Ponemos entre parentesis los verbos cuyo numero no es lo suficientemente representative.
Eugeen Roegiest
180 Esta representa los datos cuantitativos siguientes:
ayudar ensenar obligar autorizar urgir animar inducir invitar 6 empujar llevar
lo 1
la 6
le femenino 7
-
-
-
-
3 2
-
-
le 19 11 6 1 1 3 1
11 15 18
2 2 2
8 13 22
-
-
10 -
1 8
8
1
-
-
-
1 -
Tabla 1 Con los primeros verbos le es general (o absolutamente mayoritario) tanto en masculino como en femenino: (26) para ayudarle a mi padre a cargar la hortaliza en la yegua (MUMO jp 228) (27) cuando en un parque le ha ayudado a una nina a subir a un tobogan (MUMOpl 270) En el tipo obligar el leismo es ligeramente minoritario, pero se extiende tambien al femenino: (28) obligändole [fem.] a ver la cara redonda y transfigurada del hombre (MUMO pi 408) (29) la mano que le tiraba del pelo la obligaba a mover la cabeza todavia mäs rapido (MUMO pi 409) El tercer tipo solo lleva le en masculino y cuando el V se acompana de un infinitivo: (30) la euforia del lunch -modesto, pero sustancioso- le animaba a continuar mäs energicamente su relato. (MUMO cf 65) (31) escuchaba palmas animandolo (MUMO jp 114) (32) una torpe premura, muy semejante a la que en otro tiempo le empujaba a apurar la primera copa de la noche (MUMO pi 323) (33) un dia y una noche caminando com si lo empujara la corriente de un rio, sin comer apenas (MUMO jp 113) La jerarquia arriba mencionada estä determinada por la intersection de los factores siguientes: (a) (b) (c)
6
la selecciön posible de un objeto directo inanimado por los verbos ensenar y autorizar, la trivalencia por la selecciön de dos objetos, uno humano, el otro una action subordinada; la presencia de un infinitivo ο una subordinada sobre la que el objeto directo asume responsabilidad y control (cf. tipo animar/empujar);
La baja frecuencia del dativo con empujar y llevar se explica por la polisemia de estos verbos (cf. infra): el dativo solo aparece cuando expresan coercion. Por motivos similares no registramos los verbos de perception en la tabla.
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(e)
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el grado de control ο de manipulaciön por parte del sujeto matriz que se infiere del significado del verbo principal, por lo que el sujeto subordinado consigue ejercer mayor ο menor control en la accion subordinada; la polisemia del verbo principal.
Confirmamos efectivamente la coincidencia, ya observada en Roegiest (1998: 46-47), entre la efectividad de la manipulaciön ο influencia por el sujeto matriz y el empleo del dativo: en la parte superior de la escala, el sujeto matriz contribuye efectivamente a la realization de la accion subordinada; al contrario, en la parte inferior de la escala, esta realizacion queda incierta. En otros terminos, tanto ensenar y ayudar que expresan una accion concomitante a la del sujeto subordinado, como obligar, que expresa una fuerza coercitiva y presupone por consiguiente resistencia por parte del sujeto subordinado, atribuyen al sujeto subordinado una dinamicidad efectiva, que lo hace potencialmente mäs agentivo y mas subjetivo que un sujeto subordinado del tipo 3 como invitar. Por otro lado, la polisemia del significado de llevar y empujar (directivo y coercitivo) explica la alta frecuencia del pronombre acusativo: el empleo directivo provoca siempre la aparicion de lo, que formaliza el argumento paciente del movimiento, el argumento terminal de la transferencia de actividad (cf. ej. 32 vs. 33 arriba): (34) Dios tuvo misericordia de el y se lo llevo muy poco despues de la muerte de Franco. (MUMO pi 128) (35) su amante infatigable [...] llevandole a alcanzar estertores supremos de dulzura y debilitamiento (MUMO cf 103)
Por el contrario, el sujeto del infinitivo regido por los verbos de perception ver y oir rechaza totalmente el pronombre dativo, salvo con el infinitivo transitivo, como se ve en el cuadro:'
ver + Vtr ver + Vintr oir + Vtr oir + Vintr
lo 11 44
le 1
la 5
le fem. 1
0 7 0
31 2
0
4 15
10
0
0
Tabla 2
La aparicion de le se debe a la trivalencia de la construccion que resulta de la reduction proposicional que la construccion perceptiva admite facultativamente: (36)
conocia ese gesto porque se [fem.] lo habia visto hacer en clase muchas veces (MUMO jp 233) (37) le vio atornillar el cerrojo (MUMO jp 233) (38) La mili, segun se la oimos contar a los adultos, (MUMO ag 23) (39) Todos, en el campamento, le habian oido decir a su instructor que las balas de cafiön no caian al suelo (MUMO ag 44)
7
8
Claro es que la coercion de autorizar es menos fiierte que la de obligar, pero su position en la escala se explica probablemente por el factor (a), lo mismo que para ensenar. Prescindimos de ocurrencias con se pasivo.
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182 (40)
Tantas veces le oi repetir con devotion y amistad el nombre de aquel sargento que aim lo recuerdo (MUMO ag 28)
El comportamiento de los verbos de perception confirma nuestra tesis. Por un lado, en la construction infinitiva, la perception tiene por objeto el evento entero como un solo constituyente y no una entidad, como lo demuestran los siguientes hechos: (a)
la posibilidad del infinitivo sin sujeto subordinado: (41) ayer tarde vi Hover (MUMO jp 434) (42) Yo he visto matar a un hombre de la manera mas cruel (MON tt 61)
(b)
la pronominalizacion: (42a) Yo he visto matar a un hombre de la manera mäs cruel y mis compafleros lo vieron tambien
(c)
la coordination (cf. Felser 1999: 18-36): (42b) Yo he visto matar a un hombre de la manera mäs cruel y prender fuego a su casa
(d)
el hecho de que la construction infinitiva no impone restricciones de selection al objeto nominal (Di Tullio 1998: 206).
Al mismo tiempo, la condition de la simultaneidad temporal entre verbos de perception e infinitivo corrobora que el verbo de perception controla un evento. Los verbos de coercion difieren de los verbos de perception en el sentido de que implican a la vez el control de un evento y el control del agente ο sujeto subordinado del suceso controlado. El significado de verbos como obligar, ayudar, ensenar supone una fuerte interaction entre el sujeto matriz manipulador y el sujeto subordinado fuente volitiva y consciente de una actividad controlada.' Cuanto mäs se reconoce el sujeto subordinado como fuente de energia y realizador efectivo de una action subordinada, tanto mas la estructura temätica se acerca a una bitransitividad semäntica constituida por un participante controlado generador de actividad y un argumenta oracional controlado por ambos participantes. Tal configuration es mäs propicia a una marca dativa que la construction perceptiva que es biactancial. Una de las diferencias fundamentales senalada por Felser (1999: 53 sq.) entre las constructions factitivas con hacer y las constructions perceptivas que seleccionan ambas un suceso como objeto de la transitividad, es que el suceso percibido expresado por el infinitivo existe independientemente de su perception, mientras que la realization del evento controlado por hacer estä inducida por la action del verbo principal y el sujeto de hacer asume ademäs -contrariamente al sujeto de los verbos coercitivos- la responsabilidad de la ocurrencia de la action subordinada (Achard 1998: 100-101). Este anälisis se ve corroborado por la imposibilidad de pronominalizar ( *Bill made John jump, and Mary made it too) y de nominalizar (We made Mary depart vs. *we made Mary's departure) el complemento infinitivo de la construction causativa.'0 La fuerte dependencia conceptual de ambas acciones, la conceptualization de un solo evento, se refleja en la union sintäctica -casi generali'
10
Cf. la reflexion de Achard (1998: 103) a propösito de forcer en frances: »An important aspect of the meaning o f f o r c e r is that its subject makes it necessary for the causee to act in a certain way. In other words, forcer obligatorily involves a strong interaction between the main subject and the causee.« Cf. Guasti (1993: 115-116) para mäs pormenores.
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183
zada en espanol- de hacer y su infinitivo en un solo predicado complejo que rige los argumentos del predicado subordinado como objetos transitivos. De ahi que la selection de un dativo ο de un acusativo depende principalmente del grado de (bi)transitividad semäntica del infinitivo." La baja frecuencia de le en la construction perceptiva se debe a su estructura monotransitiva: el control de la principal afecta al evento, no al sujeto subordinado. El uso excepcional del dativo tiene que ver con el fenomeno de la reduction proposicional que, si bien no frecuente con los verbos de percepcion, da lugar a una estructura triactancial. Como vimos (cf. cuadro 2), el pronombre dativo aparece exclusivamente con un infinitivo transitivo, principalmente con oir, raras veces con ver. Ademäs le solo aparece cuando oir se acompana de un verbo de comunicacion (cf. los ejemplos 38-40), nunca con otros verbos transitivos: (43) Yo nunca lo habia oido recordar nada en voz alta (MUMO jp 381)
Wierzbicka ya habia apuntado diferencias fundamentales entre la percepcion visual y la percepcion auditiva: »intuitively, we do not hear objects but sounds (noises), while, on the other hand, we do »see« objects« (Wierzbicka 1980: 114). Como la percepcion auditiva es naturalmente compatible con sonidos,12 la percepcion del acto de comunicacion resulta mäs saliente que la percepcion del locutor. La union sintactica entre oir y el verbo dicendi refleja el lazo estrecho entre ambas acciones. Por otra parte el experimentador se compromete en la percepcion visual, no en la auditiva (Wierzbicka 1980: 120/· veo que Juan ha llegado vs. oigo que Juan ha llegado. De ahi se infiere que la percepcion auditiva del objeto humano aparece como menos directa que con ver por lo que el objeto directo humano puede interpretarse no como el objeto de la percepcion, sino mäs bien como la fuente de lo oido. De este modo, la estructura argumental de oir difiere potencialmente de la de ver. Aparte del acto de percepcion oir puede expresar un acto de comunicacion," en el que el objeto humano se interpreta como fuente del mensaje comunicado, como se observa en la estructura triactancial de (44) y (45) donde podria restablecerse un decir/contar eliptico: (44) al oirle esa palabra, »adelante«, Paula se estremecio (MUMO pi 441) (45) cuando se me acaban las historias que le he oido a mi abuelo (MUMO jp 188)
La ambivalencia de oir explica la seleccion del dativo ο del acusativo. Por eso, lo se emplea con infinitivos transitivos cuando focalizan el acto de percepcion (cf. supra ej. 43): (46) Ni siquiera hacia falta oirlos pronunciar las eses finales de las palabras (MUMO jp 197) Por eso tambien, le se generaliza si oir decir/contar refiere directamente a un discurso:
" Todo eso no impide la ocurrencia del pronombre dativo en cuanto hacer se comporta como los verbos coercitivos e implica resistencia por parte del sujeto subordinado: (i) pero entonces una de las manos [...] ahora estaba tirandole del pelo, haciendole que levantara la cabeza, obligandole a ver la cara redonda y transfigurada del hombre (MUMO pi 408) 12 Kirsner/Thompson (1976: 223) lo ponen asi: »For a sensory verb sentence to be coherent, the event or state of affairs indicated by that complement must admit of being perceived in that particular way claimed by the sensory verb.« 13 Croft (1991: 251) analiza hear como el verbo inverso del verbo de comunicacion tell.
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184 (47) (48)
le oyo decir, no te preocupes (MUMO jp 168) »El viejo ha venido«, le oyo decir, »quiere que se la lleves ahora mismo« (MUMO jp 372)
De lo que precede se deduce que el leismo atenuado se rige en primer lugar por la presencia de una estructura triactancial bitransitiva semäntica. El pronombre dativo se emplea efectivamente para marcar un argumenta -susceptible de ser sujeto de la pasiva- que no controla la accion pero que estä dotado de un grado de agentividad efectiva tal que le facilita una capacidad de control sobre otro argumenta. En los idiolectos de leismo atenuado, la extension de le se limita a un controlador subalterno, una fuente de actividad que pierde su autonomia pero que, como agente efectivo de un proceso controlado, se distancia del actante final de la transferencia de actividad que define la construction transitiva. Asi la accion asumida por el primer agente constituye un trayecto preteritivo que pasa por un actante intermedio cuyas propiedades semanticas recuerdan a las del proto-recipiente: trivalencia, alta efectividad agentiva, pero privado del control global de la accion. 5. Sin embargo el leismo atenuado se aplica tambien a un tipo sintäctico que no obedece al principio de la trivalencia. Las construcciones con verbos psicologicos marcan al experimentante humano ora por le ora por lo/la. En nuestro corpus, notamos que: (a) (b) (c)
algunos verbos se emplean siempre con le masculino y femenino (desagradar, extranar, chocar, repugnar, encantar, interesar,...); otros verbos hacen alternar dativo y acusativo, tambien en femenino (sorprender, excitar); otros verbos carecen de le femenino (tipo asustar, aburrir, aturdir, impresionar, inquietar, tranquilizar, molestar...).
Por lo general los parämetros registrados por Fernandez Ordonez (1999: 1324-1325) se aplican tambien al idiolecto considerado: (a) la clase lexica del verbo, (b) la referencia del sujeto estimulo, (c) el aspecto de la accion, (d) la tematicidad ο position sintäctica del sujeto. Los verbos de la primera clase (tipo desagradar/extranar) que seleccionan siempre le se combinan frecuentemente con un sujeto oracional ο no-referencial, casi nunca con un sujeto humano: (49) aiin le [fem.] extranaba, al frotarse las manos, encontrar la alianza en su dedo anular, decir »mi marido« cuando hablaba con alguien (MUMO pi 84) (50) al inspector le extraflaba un poco ese comentario (MUMO pi 54)
Con los demäs verbos, el uso de le es directamente proporcional con el grado de referencialidad del sujeto estimulo segiin la jerarquia siguiente: oracion/no-SN > SN inanimado > SN humano (51) le sorprendio que su hija estuviera alii (MUMO jp 218) (52) una capacidad de amargura y sarcasmo que al inspector le sorprendio y le hirio (MUMO pi 447) (53) con un presentimiento de familiaridad y ternura que lo sorprendia. (MUMO pi 319) (54) cuando lo sorprendio reclinado e inhäbil en el ultimo banco de una iglesia de Madrid (MUMO jp 217)
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El principio subyacente es conocido. Son factores cuya intersection aumenta ο debilita el caräcter agentivo de la construction a tal punto que un estimulo humano pero no volitivo puede desencadenar el dativo (55-56)) y, al reves, una causa inanimada, el acusativo (57): (55) No mentia por interes ni por calculo [...], sino por agradar a quienes le asustaban (MUMO ag 268) (56) Carlota Fainberg le habia amedrentado, como las mujeres ya adultas que le gustaban tanto cuando aün era un muchacho (MUMO cf 85) (57) que los asfixie una noche el gas de la bombona, atontändolos poco a poco mientras ven una pelicula (MUMO pl 185) Lo que distingue las dos construcciones, segün Bouchard (1992), es que el estimulo se interpreta ο bien como un individuo ο bien como propiedades de un individuo. Asi las construcciones con estimulo individuado caracterizado por los rasgos de »control volitivo« y/o de »causa« se conceptualizan como una estructura transitiva, un esquema biactancial prototipico agente-paciente. Al contrario, la ausencia de agente volitivo ο causa controladora lleva a una detransitivizaciön del proceso psicologico. Cuando no hay proto-agente, tampoco hay proto-paciente, ya que las propiedades semanticas del proto-paciente implican las del proto-agente (cf. Dowty 1991; Primus 1999: 36 sq.; Blume 2000: 170). Ni el estimulo no-referencial, ni el experimentante son capaces de controlar la action, de modo que el proceso expresado no se conceptualiza transitivamente, es decir a partir de un agente dirigido hacia un paciente, sino segün una organization absoluta14 con una perspectiva retrospectiva a partir de la base autonoma, como un evento que acontece a los actantes. Sin embargo -segiin el anälisis de Ruwet (1993; 1994; 1995)- lo que caracteriza ademäs la estructura argumental de los verbos psicologicos es que comportan al lado del estimulo un experimentante que asume el papel tematico de sujeto intencional. La causa estimulo puede provocar una reaction emotiva pero esta reaction puede variar de un individuo a otro y de una situation a otra. »Bref, telle ou telle cause peut bien provoquer telle ou teile emotion, mais toute emotion suppose une intentionnalite de la part d'un etre humain, dirigee vers cette »cause«. En d'autres termes le sujet syntaxique serait a la fois cause et objet de l'emotion« (Ruwet 1993: 104-105). En efecto, la reaction emocional dirigida hacia un objeto que es el estimulo desencadenada en el experimentante por el verbo psicologico queda ausente en el objeto directo de un verbo no psicologico como provocar." (58a) Carmen provoco a Juan, pero lo ha dejado frio. (58b) *Carmen excitö a Juan, pero lo ha dejado fh'o. Como el estimulo no individuado no ejerce control sobre el proceso -Ruwet (1995:34) diria que tal estimulo no estä interpretado como sujeto intencional- y el experimentante, por su postura reactiva y por el rasgo humano," aparece como el actante mäs activo en la estructura biactancial, se le asigna al ultimo naturalmente la marca del dativo, mientras que el estimulo no referencial tiende a interpretarse como objeto en vez de causa y prefiere conse14
15 16
Tomamos prestado el termino a Langacker (1991: 382) que establece una relaciön tipologica con la organizaciön sintäctica propia a estructuras ergativas. Ejemplos inspirados de Ruwet (1995: 36). »L'intentionnalite est peut-etre le trait fondamental qui distingue les etres humains des autres etres« (Ruwet 1995: 32).
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cuentemente ocupar la position posverbal. Desde este punto de vista no es imposible que con una proposition en position preverbal el experimentante aparezca excepcionalmente en acusativo: (59)
Que no fuera mucho mäs joven en el fondo lo tranquilizaba. (MUMO pi 138)
En resumen, marcamos el experimentante como acusativo cuando en una estructura biactancial estä dominado por un sujeto interpretado como intencional y controlador, lo marcamos como dativo cuando domina por sus rasgos inherentes y su funcion temätica reactiva al estimulo inactivo objeto del suceso emotivo y no interpretado como intencional. El fenomeno no es peculiar de los verbos emotivos. Compärense los pronombres en (60): (60)
la cama en la que ya le parecia que estaba esperändole el insomnio igual que volveria a esperarlo su mujer cuando le dieron el alta en el hospital. (MUMO pi 20)"
En (60), el primer proceso estä organizado, no como una actividad transitiva realizada por un actante activo, sino como un acontecimiento estativo que afecta al experimentante. Un enfoque conceptual parecido caracteriza a las construcciones llamadas »unplanned occurrences« (sucesos espontäneos) como (61) donde la pronominalizacion del verbo marca una detransitivizacion similar: (61)
Se le olvido todo su enfado. (LAF ins 82)
Finalmente, podria dar cuenta del uso a la vez muy frecuente y muy discutido de le en la construction pronominal impersonal:" (62) no era dificil que se les confundiera de lejos (MUMO ag 205)
Todas estas construcciones, cuya organization formal es de tipo ergativo," se caracterizan por la presencia de un argumenta objeto que aunque desprovisto del control global de la action, se caracteriza por rasgos de dinamicidad que lo alejan de la position inferior de la jerarquia de agentividad.20 6. Concluimos que, en todas las construcciones registradas, el leismo atenuado funciona esencialmente como un sistema casual: el uso de le se rige por propiedades relationales semänticas (ausencia de control global, alineamiento en una jerarquia de papeles temäticos, agentividad secundaria efectiva ο inherente) que corresponden a las propiedades atribuibles a la relation temätica prototipica del benefactivo/recipiente, apenas por propiedades referenciales. El principio casual subyacente estä corroborado por la generalization de le a ambos generös en todas las construcciones sintäcticas consideradas. Ademäs, las posiciones argumentales en que aparece le ο bien no admiten referentes inanimados ο bien extienden el
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Se nota tambien la falta de concordancia en una frase similar: (ii) pensando [...] que le aguardaba la misma vida y la misma corruption (MUMO jp 326) " Vease Roegiest/Spanoghe (1993: 303). 19 Cf. Langacker (1991). 20 La operation de detransitivizacion propia a la construction psicologica la encontramos tambien en la action controlada por el causante de la construction factitiva donde el dativo y el acusativo sirven asimismo para distinguir el grado de actividad relativo de ambos argumentos objetales.
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uso del pronombre dativo al referente inanimado, como es el caso con llamar acompanado de complemento predicativo ο con la construction factitiva: (63) En el norte, a las matanzas de los pistoleros personas dignas de todo respeto les Uamaban lucha armada (MUMO pi 242) (64) Las pupilas de don Mercurio se volvieron mäs dilatadas y brillantes [...] adquiriendo aquella intensidad fanätica que les hacia parecerse tanto a las de un gallo de corral (MUMO jp 129)
Esquemäticamente obtenemos el sistema siguiente:
01 Benefactivo/Recipiente OD Benefactivo/Recip. OD S intencional OD
masculino le le/lo le/lo lo
femenino le le/la le/la la
inanimado le 0/le 0 lo/la
Tabla 3
En los idiolectos con leismo marcado, le masculino se extiende a todos los verbos transitivos cuyo objeto directo tiene un referente humano, pero sigue oponiendose al femenino la que solo abandona al dativo le las posiciones del leismo atenuado. La tasa muy baja de lo corresponde a los pacientes totalmente inactivos cuya existencia es la consecuencia de la action del verbo (objeto directo creado ο efectuado) ο cuyo movimiento depende completamente de la responsabilidad del sujeto (65-67) ο que se combinan con un pronombre dativo (68-69): (65) Eran todo eso y mucho mäs, solo que aün no habian cumplido los actos que los construirian püblicamente como personas. (MON he 154) (66) - Mil pesetas si te lo llevas de aqui. [...] El chico agarro al otro por los sobacos y lo levanto como un pelele. (MON tt 27) (67) el animal que lo habia clavado contra el carro habia sido devuelto a los corrales (MON he 177) (68) El inspector Garcia se los habia encontrado antes en el barrio chino (MON tt 89) (69) Haced el favor de presentärmelo. (LAF ins 105)
Mientras que en el leismo atenuado el principio de la oposicion casual ο relacional es prominente, en el leismo marcado el sistema relacional solo se mantiene en femenino. Por lo demäs, la distincion casual se borra en favor de un sistema referencial basado esencialmente en las caracteristicas inherentes del referente: le distingue en masculino el referente humano del referente inanimado. Lo se limita efectivamente al referente inanimado y a los actantes interpretables como tales. Sin generalizarse absolutamente, los rasgos referenciales son dominantes en el leismo marcado:
OI humano OD humano Ο inanimado/inactivo
masculino le le lo Tabla 4
femenino le la la
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Un hecho particular parece confirmar la distincion sistemica que proponemos. Ya hemos constatado en el anälisis precedente una correlation entre la intensidad de la union entre verbo principal e infinitivo y el leismo: le es mas frecuente en la construccion factitiva con hacer que en la construccion infmitiva con los verbos de percepcion. Lo que se observa al nivel de las construcciones sintacticas se observa tambien al nivel de los idiolectos. Todos los autores examinados propensos al leismo marcado evitan intercalar el S2 entre el verbo de percepcion y el infinitivo. Por el contrario, los autores que recurren a un leismo atenuado, se muestran menos reacios a la anteposicion del sujeto subordinado al infinitivo: a
+a
MAGA ev/b/rl LAF pm/ins MON hc/tt GAPA g/vp/cm/us SEN w/cr/rr MUMO jp TOR
Inf + S sub. ver oir 10 12 17 5 8 9 3 5 13 9 7 2 6
S sub + Inf ver oir -
1
1
-
-
-
11 10 8 1
Inf+Ssub. ver oir 4 15 11 3
1 3 2 1
-
14 13 15 2
-
2 4 12 1
S sub. + Inf ver oir -
-
-
-
-
-
4 1 2 -
-
-
Tabla 5
Sabemos que, en el caso de los verbos de percepcion con infinitivo, la transitividad abarca el evento entero y que, consecuentemente, Sujeto subordinado + infinitivo forman un solo constituyente. La mayor frecuencia de la anteposicion del infinitivo es consistente con su caräcter perceptivamente mäs saliente, particularmente (a) cuando el suceso percibido es compatible con la modalidad sensorial del verbo de percepcion (oir decir/hablar; ver aparecer!entrar!partir)2' y (b) cuando el sujeto subordinado no asume funcion agentiva (de ahi que el sujeto de un infinitivo intransitivo se posponga a menudo y que el sujeto subordinado inanimado casi nunca preceda al infinitivo22). Al contrario, como cada suceso implica un instigador como fuente de actividad, un sujeto subordinado activo, volitivo, que asume la responsabilidad del suceso, puede ser tan saliente como el infinitivo en el proceso de percepcion y, consecuentemente, anteponerse. De ahi que un infinitivo transitivo aparezca mäs fäcilmente con un sujeto subordinado antepuesto. Precisamente en contextos de condiciones iguales parecen divergir el leismo marcado y el leismo atenuado, como se nota en los ejemplos siguientes: (70) Vicenta veia bailar a su hija con unos y con otros (LAF pm 80) (71) Mientras veia al nifio jugar en el suelo. (MUMO pi 237) (72) Veia gesticular a los hombres en el fondo del cafe (LAF ins 72) (73) Mr. Witt veia al marino de la cofa gesticular desesperadamente. (SEN w 265) (74) Se quedo solo el aviador, mirando alejarse al otro entre las mesas. (MAGA ev 48) (75) Desde la misma cabina veria la sombra alejarse de los cristales del balcon (MUMO pi 212) 21 22
Veanse Hatcher (1944) y Achard (1998: 93-97) y tambien supra. Excepciones son generalmente los medios de locomocion: (iii) cuando veia otro auto venir de frente (GAPA us 55)
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(76) vio bajar uno deträs de otro a los tres chicos (LAF ins 237) (77) quien veia al ciego Domingo Gonzalez bajar por la calle del pozo (MUMO jp 87) En el sistema del leismo marcado referencial, el sujeto subordinado de la construction perceptiva, por su position postinfinitiva, no estä marcado funcionalmente como sujeto, sino exclusivamente a base de la preposition a como marca referencial, paralelamente a la generalization del dativo como morfema referencial. Al reves, en el sistema casual del leismo atenuado, la anteposicion del sujeto subordinado al infinitivo significa conservation de la marca casual subjetiva y sugiere mayor respeto de las oposiciones de caso. A fin de corroborar ο invalidar la tesis avanzada en las ultimas paginas, se impone una investigation comparativa detenida con idiomas romances como el frances que mantienen la oposicion casual.
Corpus
GAPA cm GAPA g GAPA us GAPA vp LAF i LAF pm MAGA b MAGA ev MAGA pd MAGA rl MAT MON he MON tt MUMO ag MUMO cf MUMO jp MUMO pi SEN Ad SEN er SEN rr SEN w TOR
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Rena Torres Cacoullos (University of New Mexico, Albuquerque) La perspectiva diacronica en variation sincronica: El dativo de intensification
1. Introduction
La variacion morfosintäctica como reflejo sincronico de procesos diacrönicos de gramaticalizacion ha resultado ser una linea de estudio muy productiva en los ültimos anos. Asi se ha abordado la alternancia, por ejemplo, entre diferentes expresiones del futuro en ingles (Poplack/Tagliamonte 1999) ο entre el preterito (/we) y el presente perfecta (ha ido) como expresiones del pasado en el espanol castellano (Schwenter 1994: 85-90). La variacion sincronica tiene dos caras: variacion entre distintas formas con la misma funcion (diversidad formal) y variacion entre distintos valores dentro de una sola forma (polisemia ο diversidad semäntica) (Torres Cacoullos 2001: 462-463). En la variacion entendida como diversidad semäntica, conviven valores conservadores e innovadores bajo el mismo exponente formal (Company 2001b: 52). En este estudio nos ocupa la variacion en los valores del pronombre dativo le en variedades contemporaneas del espanol mexicano, en que, junto con usos etimologicos, se dan usos innovadores: (1)
Garibay, Ingredientes de arte (1990: 114) - ... ^.Ya anoto? - Que sefior. - Como que. ^No estaba anotando? AnoteLE, maestro, anoteLE, que no se nos olvide.
En anotele la forma le no es argumental, es mäs, carece de referencia nominal. Aqui no es un pronombre sino un intensificador de la accion verbal: anote, hägaloya.' La diferenciacion dialectal ha sido explicada como manifestation de etapas diferentes de evolution ο de canales de gramaticalizacion diferentes (Silva-Corvalän 2001: 16). Los datos dialectales nos permiten examinar los procesos de cambio lingüistico, en este caso, la gramaticalizacion del pronombre dativo como intensificador verbal. La evolucion del pronombre dativo es, ademäs, uno de los puntos de mayor divergencia dialectal. Mientras que en unas variedades del espanol (el castellano) el leismo (le como objeto directo) se ha ido reforzando, lo que conlleva un reforzamiento del valor argumental de la forma le, en otras (el mexicano) se ha ido debilitando, lo que desemboca en la desprononominalizacion y la perdida de cualquier valor argumental. Entendemos por gramaticalizacion la emergencia de nuevos recursos gramaticales de patrones de uso frecuentes (Hopper 1998; Thompson/Hopper 2001). Los cambios cuantitativos en las pautas de distribucion de la forma le, en particular, cambios en la frecuencia relativa de uso de los diversos contextos en los que aparece, constituyen un mecanismo para la creacion de nuevos valores gramaticales (Torres Cacoullos 2002: 309-312). El examen 1
Para la fuente de los ejemplos y los corpus usados, vease la lista de textos antes de la bibliografia.
192
Rena Torres Cacoullos
de los cambios en la frecuencia relativa de contextos de uso aclara la relaciön entre las dos caras de la variation sincrönica, la diversidad formal y la diversidad semäntica. El leismo entrana variation formal entre formas dativas y acusativas en los contextos de dos participantes y la incursion del pronombre dativo en el terreno del acusativo. La casi desaparicion del leismo y el aumento correspondiente en la frecuencia relativa de contextos de tres participantes en la variedad mexicana abre el camino para que el pronombre dativo vaya alejändose de su valor de participante argumental y adquiera valores innovadores, expandiendo la diversidad semäntica. El proceso mediante el cual se realiza el cambio es el desgaste (bleaching) semäntico. El desgaste semäntico es la perdida de los rasgos semänticos asociados a una forma (Bybee/ Perkins/Pagliuca 1994: 19). El aumento en la frecuencia relativa de los usos en los que le no es participante argumental, por ejemplo, en los llamados dativos eticos y de afectacion, conduce al debilitamiento de la asociacion de la forma con participantes argumentales. El trabajo estä estructurado en tres apartados. En el apartado 2 se delimita el dativo de intensification, como morfema verbal que ya no remite a un participante sino que se ha convertido en el marco contextual para la realization de la situation verbal. En el apartado 3 y el apartado 4 se examinan cuantitativamente dos cambios en la distribution de le en documentos coloniales. El primer cambio apunta a una disminucion en los usos de le como objeto linico en situaciones de dos participantes (p.ej., le mato), que termina en la casi desaparicion del leismo en el espanol mexicano. El segundo cambio es un incremento en la copresencia de frases preposicionales aparentemente correferenciales con le. En estas observamos la ocurrencia de referentes no humanos y sin concordancia (p.ej. iQue LE pone a LOS TACOS?), la polisemia de la preposition a (p.ej. Yo le huyo Α [de] los trancazos) y la introduction de otras preposiciones (p.ej. Le corremos PARA acä). Este par de cambios implica un proceso diacrönico de desgaste semäntico, que resulta en una forma le desprovista tanto de valor pronominal como de valor argumental en su uso como intensificador verbal.
2. El dativo: de participante a marco contextual
El espanol mexicano es conocido por expresiones como ändale, echale, entrale. Cabe notar, sin embargo, que el uso del dativo intensificador estä sociolingüisticamente estratificado. En un estudio sobre las funciones pragmäticas de ändale, por ejemplo, Hernändez (2000) encontro tres ocurrencias en el corpus del habla culta de la Ciudad de Mexico (Lope Blanch 1971) pero mäs de 30 en el corpus correspondiente del habla popular (UNAM 1976), aunque los dos textos son casi de la misma extension. La frecuencia textual del le intensificador es dificil de calcular por la falta de corpus que registren el habla vernäcula interactiva entre por lo menos dos hablantes. Aaron (2001) calculö algo menos de 5% (del total de los casos de le) en Lope Blanch (1995), un corpus de entrevistas en que predomina el estilo cuidadoso. La estratificacion socio-estilistica del dativo de intensification se manifiesta no solo en las frecuencias de uso sino tambien en el grado de productividad. Mientras que en el habla culta puede limitarse a expresiones fijas como ändale, en variedades popu-
La perspectiva diacrönica en variation sincrönica
193
lares aparece como enclitico y proclitico y con diferentes tiempos verbales y clases de verbos. i,Que valor tiene esta nueva flexion verbal? En este apartado delimitamos la construccion del le intensificador desde el punto de la transitividad y de la referencialidad. La construccion representa, por una parte, una destransitivizacion y, por otra, una demotion sintäctica, de manera que la entidad que seria el participante en otra construccion se convierte en mero »locus« ο marco contextual para la realizacion de la situacion verbal.
2.1
Destransitivizacion
Empecemos con dos ejemplos del dativo de intensification, el primero con un verbo usualmente transitivo, saber, el segundo con un verbo intransitivo, correr. (2) (3)
... ir a otro negocio que tambien LEsabe (Lope Blanch 1995: 96) Trae unos »Raleigh«. \CorreLE\ (UNAM 1976: 452)
La forma le no se refiere a un argumenta sino a la situacion verbal misma. En otros dialectos del espanol, el primer ejemplo podria expresarse con sabe hacerlo y el segundo, con corre, hazlo ya. Es decir, el morfema intensificador senala la realizacion, »el llevar a cabo« (hacer), de la situacion verbal. Este significado se logra al omitir un paciente u objeto directo que sufra los efectos de la action verbal en construcciones alternativas como saber + Sintagma Nominal ο saber + Clausula (finita ο no finita), por ejemplo, sabe la respuesta, sabe donde vivo, sabe leer. Al omitir a todo participante menos al sujeto, se enfoca la accion verbal en si. Se trata en ambos casos, correr + le y saber + le, de eventos intransitivos. En cambio, ejemplos paralelos con se medio entranan un incremento de transitividad (Maldonado 2000). (4)
(5)
Enc. - Y las canciones, /je gustan tambien, ο no mucho? a. Inf. - Si. Me si muchas. b. Enc. - jAh, se sabe canciones! [Y cuäles se sabe? c. Inf. - jFelicitaciones! Me se como diez; pero distintas. d. Enc. - jAh! jSe sabe cantidad! (UNAM 1976: 152) Ana Iris se corrio la maraton (cf. Maldonado 1999: 223)
Se sabe (4) ejemplifica lo que Maldonado (1999: 217) ha llamado »construcciones de explotacion total«, las cuales ocurren usualmente con verbos de consumo como comerse, tomarse, fumarse, pero tambien con procesos mentales como saber y conocer. Aunque el objeto directo, en este caso canciones, no sufre cambios fisicos, »la actividad mental presupone un rastreo exhaustivo del objeto en cuestion [...] de mayor intensidad y control que la que habria en la construccion sin se« (Maldonado 1999: 222). En (4) se entiende que la persona tiene un conocimiento completo, impresionante, de las canciones. Congruente con este analisis es el uso de cuantificadores absolutos como muchas (4a), cantidad (4d) ο todo en, por ejemplo, se lo conoce todo. Por otra parte, en (5) la construccion con se transitiviza el verbo monovalente correr. Es mäs, es una situacion aspectualmente telica: se entiende que la persona corrio toda la maraton. La affectation del objeto directo y la telicidad son componentes de la transitividad (Hopper/Thompson 1980).
Rena Torres Cacoullos
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Mientras que el se medio puede transitivizar, el le intensificador destransitiviza. Al contrario de la construccion de explotaciön total, le sabe (2) no es transitivo. Se trata no de saber »algo« por completo sino de saber »cömo« hacer algo. Correr + LE (3) tampoco es transitivo. En contraste con correr + SE, no hay objeto directo alguno, mucho menos uno altamente afectado. En ambos casos, saber-correr + LE, se resalta la situacion verbal misma, no la afectacion de un participante.
2.2
Demociön
Ligada a la intransitividad de la construccion con el le intensificador estä la no referencialidad de la forma. El le de correle (3) no se remite a un participante argumenta del verbo, ni siquiera tiene referencia alguna a una entidad nominal. Por lo tanto, su funcionamiento sintactico es distinto al del le en el siguiente ejemplo, con el mismo verbo: (6)
Dativo etico: Yo LEcorro 3 millas todos los dias (cf. Silva-Corvalän 1994: 123)
Aqui la forma le (= a usted) es un dativo etico ο de interes. El dativo etico se refiere a un participante externo a la acciön que, no obstante, queda afectado »como evaluador intelectual/emocional de la accion« (Maldonado 1999: 242). Tambien es distinto el dativo de intensification de los casos del dativo de afectacion (Maldonado 1999: 251-255), como en el siguiente ejemplo, en que le refiere a »un participante no activo ubicado dentro de la accion como una locacion concreta ο abstracta en la que se desarrolla el evento y que resulta afectado por ella« (Maldonado 1999: 252). (7)
Dativo de afectacion: Se LE murio en los brazos (Maldonado 1999: 255)
La afectacion de este participante resulta porque funciona como »marco contextual« para el desarrollo de la accion (Maldonado 1999: 252). El le en (7), aunque marginal sintäcticamente, es un marco contextual elevado a la calidad de participante (cf. Langacker 1991: 230). En cambio, en la construccion con el le intensificador, no se trata de promotion sino de demociön ο degradation. El le opera como marco contextual, el setting de Langacker (1991: 230-234), pero uno que resulta sintäcticamente de la demociön de un participante. Volviendo al ejemplo (2), LE sabe: lo que en una construccion alternativa seria el participante objeto directo, por ejemplo sabe ESO, se degrada en el marco contextual, la locacion en la que se desarrolla la situacion verbal. Si el le en le sabe tiene referencia a alguna entidad, se trata de un oblicuo, le sabe (A eso, AL negocio). La calidad de marco contextual puede expresarse como un oblicuo. En (8), el aguardientito y el gobierno son marcos contextuales que aparecen tras las preposiciones a y con, respectivamente. Entrarle en (8a) significa realizar ο participar en la actividad de tomar. En (8b) se trata de meterse dentro de los lineamientos que establece el gobierno, participar en los procesos oficiales. El marco contextual puede expresarse tambien mediante un locativo deictico. Los ejemplos en (9) se dieron en el contexto del acto de la grabaciön. En estos ejemplos no se refiere a la grabadora (9a) ο al botön (9b) con un pronombre de objeto directo la ο lo, es decir, el aparato aqui no es un participante argumental. No se hace algo directamente a la grabadora ο al botön. Al contrario, se usa le para referirse a una accion
La perspectiva diacronica en variation
sincronica
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que se relaciona con el aparato, el cual se ha convertido en el marco contextual para la realization de la action. La referencia al aparato se hace mediante un deictico: ahi, aqui. (8)
(9)
a. le entraron mucho AL... al aguardientito... (UNAM 1976: 425) b. Entonces pos, /.que hacen los partidos politicos ahora en la actualidad? »Bucno, si no le entro CON el gobierno, pos no soy nada, no puedo tener ni candidates«, ^verdad? (Chih'97#15) a. [Al terminarse la entrevista, la persona que me ayudaba con la grabaciön me dijo:] Bueno vamos a apagarle AHI ya, Grecia. (Chih'97#23) b. Enc.- Subele mäs AQUI, para que agarre la voz de los dos. jEso es! (UNAM 1976: 213)
En la construction del dativo de intensification, entonces, la entidad que seria el objecto directo en una construction transitiva sufre una demotion a marco contextual. Este es expresado como oblicuo (8), como deictico locativo (9) o, mäs frecuentemente, no se expresa. Aunque faltan estudios empiricos que lo comprueben, nuestra impresion es que el marco contextual, el que pudiera haber sido participante, queda sin expresion lingüistica explicita en la mayoria de los casos. A manera de resumen de la variation sincronica (diversidad semäntica), es ütil ver la datividad en espanol como un continuo categorial con cuatro focos estructurales, tal como lo describe Company (2004). (10)
Continuo categorial de la datividad (adoptado de Company 2004, ejemplo 7) a. Participante argumental > el dicho sombrerero le dio un jarro de agua (DLNE 1629, 93.273) b. > Participante central en la estructura oracional > le limpiava los pechos (DLNE 1576, 55.199) c. > Participante importante pragmäticamente > se le muriö el borrico (DLNE 1805, 290.686) d. > Morfema verbal intensificador: carece de referencia a entidad alguna anötele, que no se nos olvide (Garibay, Ingredientes de arte)
Los dativos eticos (6) y de afectacion (7) entran en (10c) como participantes importantes pragmäticamente. En el uso intensificador, le se encuentra en el ultimo punto (lOd) del continuo de valores +/- argumentales. Al senalar la realization de la situation, deja de ser pronombre y se convierte en morfema verbal flexivo sin referencia a un participante.
3. Cambios en la distribution de le: la perdida del leismo
En este apartado documentamos la disminucion diacronica en la frecuencia relativa de los usos de le como objeto ünico en situaciones de dos participantes (leismo) en el espanol mexicano. La perdida del leismo representa un paso importante para la extension de le a funciones menos argumentales, porque conlleva la destransitivizacion de las construcciones con le. Por otra parte, el aumento paralelo en la frecuencia relativa de usos en contextos de tres participantes promueve el desgaste semäntico, hasta que le pierde por completo su calidad de argumental en la construction intensificadora.
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El leismo es el uso de le(s) procedente del dativo latino illi(s) como pronombre de objeto directo. Este uso estä documentado en los primeros textos castellanos. La aparicion de le frente al acusativo lo con referentes humanos masculinos singulares en funcion de objeto directo alcanza el 42% en el Cantar de mio Cid (siglo XII), el 90% en la General estoria de Alfonso X (siglo XIII) y el 94% en la Celestina (fines del siglo XV) (Flores 1997: 36). Estos datos indican que el uso de le en funcion de objeto directo, por lo menos con humanos masculinos singulares, es ya la norma en textos del espanol antiguo y que, aunque etimologicamente sea una innovation, no representa realmente un cambio para el castellano. El leismo castellano, tema de numerosos estudios, es condicionado tanto por las propiedades lexicas del referente, sobre todo el genero, la animation y la individualization, como por factores pragmätico-discursivos, especialmente la transitividad de la situation verbal y los grados relativos de actividad, prominencia y afectacion del referente (vease Garcia 1975, 1986; Klein-Andreu 1981, 1992, 1996, 1999; Flores 1997).
3.1
El leismo en la epoca colonial
Los siguientes ejemplos del periodo colonial en Mexico muestran la variation en el mismo texto y contexto entre le y lo con referente masculino humano en funcion de objeto directo (los nümeros entre parentesis para cada ejemplo indican la fecha del documento, el niimero del documento y la pägina en la edition de 1994). (11) Y dando muchas vozes mando a un offisial del dicho su marido, vestido de mescla asul escuro, y a sus negros que no dejasen pasar al dicho negro, y que si quisiere pasar LO matasen a palos. Y asi mesmo Hämo a su yerno, Benavente, que bive muy serca en otra tienda, al qual le dijo que el y sus negros tanvien ynpidiesen el pasaje al dicho esclavo; que LE matasen α palos. (DLNE 1629, 95.277) (12) a. Y refiriendo el casso dise que habrä tiempo de seis anos, poco mäs ο menos, que viendose en pobresa llamö al demonio para que le favoresiese y socorriesse. Y con efecto se le aparecio, y LE vido en forma de un mono. (DLNE 1697, 176.463) b. Item declara que en el tiempo referido de los ocho meses referidos, solisitö al dicho demonio para tener actos camales con el, y con effecto se le aparesio, y LO vido en forma de un hombre soltero a quien esta declarante tenia afision. (DLNE 1697, 176.464)
Los ejemplos provienen del corpus Documentos Lingüisticos de la Nueva Espana (Company 1994), DLNE de aqui en adelante. El corpus abarca diversos textos (cartas, informes, inventarios, notas, peticiones, testimonios y denuncias) y cubre los siglos XVI-XVIII y las primeras dos decadas del siglo XIX (1525-1816), con una extension de aproximadamente 260.000 palabras. En primer lugar, hay que establecer si ejemplos como los anteriores reflejan la norma de una comunidad de habla ο si corresponden solamente a algunos idiolectos. Medimos la extension del leismo por la distribucion social de los documentos leistas (contamos como leistas los documentos con por lo menos una ocurrencia de le en contexto acusativo). En concreto, comparamos la distribucion de un subcorpus del DLNE (vease 3.3 mas adelante) segün el origen, casta ο etnia del autor declarante con la distribucion de los documentos leistas segun el mismo criterio. Los resultados aparecen en el cuadro 1. En la primera columna mostramos los porcentajes globales de los grupos de hablantes, por ejemplo, 20% de
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197
los autores declarantes son criollos. En la segunda columna proporcionamos los porcentajes de autores leistas, por ejemplo, 24% de los autores declarantes de documentos leistas son criollos. Vemos que los porcentajes de las dos columnas coinciden casi por completo (la prueba del chi cuadrado confirmo que en ningün grupo la diferencia entre los porcentajes es estadisticamente significativa). Es decir, el leismo no parece estar restringido a un grupo de hablantes en particular. Cuadro 1: Leismo en el DLNE (s. XVI-XIX) segün origen-casta-etnia del autor declarante Origen Total documentos (N =123)' 20% Criollos 3% Espafioles 22% Indios 6% Mestizos 4% Mulatos 2% 5% Naturales de Mexico sin especificar 2% Negros 41% Sin indicaciön alguna 1
2
Documentos leistas (N =54)2 24% 4% 26% 4% 4% 2% 33%
Documentos 53-63, 66, 67, 81-83, 86, 93-95, 102-105, 110-112, 115, 116, 121, 131, 136, 151, 152, 156, 157, 161, 169-173, 180-184, 187-192, 199-201, 204-207, 215, 217, 221-227, 229, 234, 239, 240, 245, 267, 270, 272, 275-320. Documentos 54, 56-61,63,66, 81-83, 86,93-95, 103-105, 110-112, 115-116, 131, 136, 156, 169-173, 187, 188, 190-192, 205, 215, 221, 222, 225-227, 229, 270, 275, 281, 282, 285, 290,315,318,319.
Cuadro 2: Leismo en el DLNE (s. XVI-XIX): Porcentaje de documentos por periodo Periodo Siglo XVI, segunda mitad Siglo XVII, primera mitad Siglo XVII, segunda mitad Siglo XVIII, primera mitad Siglo XVIII, segunda mitad Siglo XIX (1800-1816)
Total documentos 13 17 12 28 10 43
Documentos leistas 9 15 8 13 2 7
Porcentaje 69% 88% 66% 46% 20% 16%
La medida de la distribution social de los documentos, entonces, indica una difiision nada desdenable para el leismo. De hecho, el porcentaje global de los documentos leistas alcanza el 44% (54/123). Ahora bien, si examinamos por separado cada periodo de 50 anos, empezando con la segunda mitad del siglo XVI, observamos un descenso progresivo de la proportion de documentos con casos de leismo. Segün las cifras en el cuadro 2, hasta fines del siglo XVII los documentos leistas alcanzan por lo menos dos tercios del total (66%-88%). El porcentaje baja a menos de un quinto para las primeras dos decadas del XIX (16%). Es mäs, el 50% de los casos leistas en los documentos del siglo XIX aparecen en solamente dos documentos, ambos cartas de denuncia escritas por sacerdotes. En el espanol americano contemporäneo, el leismo de tipo castellano no existe, una vez excluidas ciertas construcciones (se le) y casos de alternancia de acuerdo con interpretaciones semänticas diferentes, segun los resultados de un estudio de corpora del habla culta (De Mello 2002). Para resumir: tenemos indicios, en primer lugar, de que probablemente haya existido leismo en el espanol mexicano de la colonia y, en segundo lugar, de que este uso ha ido
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disminuyendo. A continuation cuantificamos la disminucion del leismo en el DLNE de dos maneras diferentes. La primera trata la variation entre le y lo en contextos de dos participantes: simplemente contamos los casos de le frente a lo con referente masculino humano en funcion de objeto directo con algunos verbos relativamente frecuentes del corpus. La segunda medida, la frecuencia relativa de los distintos contextos de uso de le, entrana algo mäs de trabajo interpretativo, porque la election de las categorias de clasificacion asi como la codification de cada aparicion depende del criterio del investigador. Como veremos, ambas medidas confluyen en el mismo resultado: la perdida paulatina del leismo.
3.2
Le frente a lo en situaciones de dos participantes
Contamos los casos de le y lo referidos a humanos masculinos singulares con doce verbos: acompanar, aguardar, conocer, dejar, encontrar, esperar, hallar, llevar, maltratar, matar, seguir y ver. Se limito el conteo de le a los casos claros de situaciones de dos participantes, como, por ejemplo, en (11) y (12). Por lo tanto, no fueron incluidos casos como el de (13a), en que se trata de tres participantes, el que ve, la ropa y la persona que lleva la ropa. Aqui la forma le no solo significa posesion sino que senala la »actividad sensorial, mental y emotional« del experimentante: el uso de le es apropiado porque el hombre llevaba puesta la ropa cuando lo vieron en la prision (Maldonado 1999: 131-132). Por otra parte, no fueron incluidos en el conteo de lo los casos de pronombre neutro (13b). (13)
a. tenia la cara muy blanca y puesta la mesma ropa que LE vio al tiempo de su prission, toda ensangrentada. (DLNE 1694, 173.458) b. Al septimo capitulo dixo saber, por averLO visto, que dicho alcalde mayor, contraviniendo a lo dispuesto por las reales ordenasas (sic), hallandosse en dicho pueblo [...], dicho alcalde mayor llebo y persibio de cada natural un pesso, que hizo le diessen yendo a ellos de cassa en cassa. (DLNE 1694, 170.449)
Los porcentajes de le para cada verbo aparecen en el cuadro 3 (entre parentesis esta el ηύmero total de ocurrencias con le y/o lo). Las primeras cuatro columnas reflejan un rastreo exhaustivo del DLNE en cuatro cortes cronologicos por siglo. La ultima columna del cuadro corresponde a datos del Habla popular de la Ciudad de Mixico (UNAM 1976), de aqui en adelante H[abla] popular, un corpus oral contemporaneo de aproximadamente 173.000 palabras. En la ultima fila aparece el promedio de los doce verbos para cada siglo. Este promedio baja entre el siglo XVII y el XVIII de 66% a 24% (p < .01), y otra vez entre las primeras dos decadas del XIX y el Habla popular, de 18% a 2% (p < .01). Si observamos algunos verbos individuales, vemos que el transitivo prototipico matar aparece con le como paciente masculino singular en 50-62% de los casos en los siglos XVI y XVII, pero que todos los casos en el corpus contemporaneo son de lo. Con ver, el porcentaje de le como objeto directo llega a 40% y a 59% en el s. XVI y el s. XVII, respectivamente. De manera paralela, conocer, dejar y hallar muestran altos porcentajes de le en los siglos XVI y XVII. En cambio, los ünicos dos casos leistas en el Habla popular son le he conocido (UNAM 1976: 86) y le deje un tiempo...un tiempo lo deje (UNAM 1976: 432), ambos dudosos: el primero puede ser una elision de la primera vocal (lo he) y en el segundo el hablante parece autocorregirse inmediatamente. Un dato confirmatorio de estos resultados proviene del es-
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199
tudio de la pareja culta de este corpus realizado por De Mello (2002: 271), quien informa que no encontro casos ni de matarle ni de conocerle. Cuadro 3: Le vs. lo con referentes masculinos humanos singulares en situaciones de dos participantes Verbos acompanar aguardar conocer dejar encontrar esperar hallar llevar maltratar matar seguir ver Promedio
3.3
s. XVI % le 0(1) —
44(9) 57 (7) — —
67 (3) 0(4) 100 (5) 50(4) 100 (2) 40(10) 51% (23/45)
s. XVII % le 100 (3) 100 (2) 50(10) 75 (12) 50 (2) —
91(11) 57 (14) 67(3) 62(13) 86(7) 59 (46) 66% (81/123)
s. XVIII % le 50(4) 0(1) 75 (4) 0(1) 50 (2) 20(5) 0(4) 0(7) 0(1) 33 (3) 0(3) 30(10) 24% (11/45)
s. XIX % le 0(2) 100(1) 50(2) 0(3) 0(1) 100(1) 0(2) 0(4) —
... —
0(1) 18% (3/17)
H. popular % le 0(4) —
4(27) 4(28) 0(11) 0(3) ...
0(13) 0(1) 0(6) 0(1) 0(30) 2% (2/125)
Clasificacion y frecuencia relativa de los usos de le
Pasemos ahora a la segunda medida de la disminucion del leismo, la clasificacion de los usos de le y la comparacion de sus frecuencias relativas por periodo. Para este anälisis nos limitamos a un tipo de discurso, los testimonios, para lograr, primero, una mayor comparabilidad entre periodos, porque se ha comprobado que los patrones gramaticales varian entre diferentes generös discursivos (Biber/Conrad/Reppen 1998), y, segundo, una aproximaciön al habla vernäcula, el habla espontanea de las situaciones intimas ο informales, porque refleja la forma mäs sistemätica de la lengua adquirida por el hablante (Labov 1984: 29). Se codificaron un total de 1284 casos de le en el subcorpus de los testimonios, divididos en cortes de 50 anos, empezando con la segunda mitad del siglo XVI hasta las dos primeras decadas del siglo XIX. (Incluimos unas demincias de la segunda mitad del siglo XVI, porque hay pocos testimonios entre los documentos de este periodo; y ademäs todos los documentos de las dos primeras decadas del siglo XIX, para alcanzar un nümero equiparable de casos a los demäs periodos.) Hay tres contextos de uso que parecen ser bastante estables diacronicamente: 1) Verbos de comunicacion. El verbo decir es el mäs frecuente en construccion con le, con 15% (464/3040) de todos los datos del DLNE. Otros verbos relativamente frecuentes en el corpus son preguntar y responder. De menor frecuencia son aconsejar, asegurar, advertir, avisar, comunicar, contar, declarar, expresar, hablar, instar, intimar, mandar, manifestar, ordenar, pedir, proponer, reconvenir, referir, replicar, rogar, suplicar, entre otros. Con esta clase de verbos, el objeto indirecto le es el receptor/experimentante y el tema forma parte constitutiva del significado del verbo (Maldonado 1999: 194). El esquema oracional en que participan estos verbos, VERBO TRANSITIVO + Ol + OD
200
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ORACIONAL, es el mäs frecuente del objeto indirecto en la historia del espanol (Company 2004). 2) Dar. En construction con dar, el objeto indirecto le es un benefactivo (Givon 1984: 114). Este verbo, contando unos pocos casos de frases verbonominales ο frases de infinitivo basadas en dar, como dar alcatize ο dar a entender, forma 10% de las ocurrencias de le en el corpus entero (319/3040). 3) Sujeto no humano. Esta categoria pertenece al esquema oracional VERBO INTRANSITIVO + Ol + SUJ (LEXICO U ORACIONAL), el cual es el segundo en frecuencia en el corpus historico estudiado por Company (2004). Nosotros incluimos en la categoria de sujeto no humano verbos con los cuales el objeto le es el experimentante y el sujeto es un pronombre neutro (expresado ο no), una clausula ο una entidad inanimada. Entre los mäs frecuentes en el DLNE son acaecer, acontecer, constar, convertir, faltar, gustar, importar, importunar, parecer, pasar, pesar, suceder, tocar. Coinciden en parte con los verbos de afeccion estativos descritos por Fernandez Ordonez (1999: 1325). En este apartado colocamos tambien verbos intransitivos de movimiento, por ejemplo, le salio mucha sangre (DLNE 170). Estos incluyen unos escasos casos con sujeto humano, por ejemplo,por aver le huido y retiradosse luego del (DLNE 86). La frecuencia relativa (el porcentaje del total de ocurrencias de le) de estos usos se mantiene mäs ο menos constante en el subcorpus de los testimonios, a traves de los periodos cubiertos. Los verbos de comunicacion, incluyendo decir, tienen un promedio de 33% (418/1284), sin diferencias estadisticamente significativas entre los porcentajes de los diversos periodos. El verbo dar tiene un promedio cerca de 10% (142/1284) y los casos de sujeto no humano un 11% (146/1284). Cabe mencionar que el porcentaje de sujetos no humanos probablemente sea elevado en estos documentos por la frecuente aparicion de la frase fija »no le tocan generales« y la expresion »le Consta«. Una vez extraidos los casos de le que cabian en uno de los tres apartados descritos arriba, clasificamos los casos restantes de la siguiente manera: 4) Situation de dos participantes (leismo), si aparece le como objeto unico. 5) Situation de tres participantes, si coaparece le con otro objeto expreso. Como criterio de codification objetivo y reproducible usamos la copresencia explicita de otra entidad en la cläusula, mediante una frase nominal ο un pronombre relativo. Y esto porque, por una parte, es dificil establecer la distincion entre contextos acusativos y contextos dativos con independencia del uso mismo de formas etimolögicamente acusativas ο dativas, como senala Klein-Andreu (1999: 198). Por otra parte, establecer la calidad de intransitivo, transitivo ο bitransitivo de un verbo tambien resulta dificil en el discurso real. La notion de Valencia inherente es problemätica, como explican Thompson y Hopper (2001), quienes proponen una description probabilistica de la estructura argumental basada en frecuencias de usos. Dadas estas dificultades en la delimitation de contextos dativos frente a acusativos, usamos la copresencia explicita de otro participante: objeto ünico = acusativo (14a); otro participante copresente = dativo (14b). No fiieron incluidos bajo situation de dos participantes los casos de dos participantes en construcciones de infinitivo, por ejemplo, viendole sacar el dinero (DLNE 56), ni los casos con una cläusula complemento, por ejemplo, viendole questd herido en el pulgar de la ma-
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no derecha (DLNE 59), los cuales aumentarian la frecuencia relativa del leismo. Fueron tambien contados aparte los casos de la construction causativa, p.ej., le hize poner la senal (DLNE 234). Abandonamos el criterio de la copresencia de otro objeto solamente en los casos en los que el pronombre acusativo entrana un cambio de significado, por ejemplo, le/lo sirve (Garcia 1975: 307, 318) ο en los que hay otro participate sobreentendido. La presuncion de un participante sobreentendido se apoya en la aparicion en el texto del mismo verbo en situaciones de tres participantes explicitos, por ejemplo le abriese (la puerta) en (14b) y (14c). Afortunadamente, estos casos componen menos de 3% de los datos. Aparecen a continuation ejemplos de la codification: (14)
a. Situation de dos participantes: jactandose que LE avian de matar no obstante que fuese esclavo del dicho sewor fiscal. Con lo qual LE dexaron tan molido y atormentado, que el dicho sonbrerero le dio un jarro de agua y LE sento en una caja un gran rato, hasta que con ayuda de alguna jente LE metieron en la dicha canoa. (DLNE 1629, 93.273) b. Situation de tres participantes: LE cojieron los papeles que LE havia confiado la que declara a la moza Maria Gertrudis (DLNE 1798, 267.647) oyo al d/'cho Gregorio Basques dar bozes que LE abriese la puerta del aposento donde estava. (DLNE 1618, 81.244) c. Tres participantes sobreentendidos: se arrojo a mi casa dando vozes y golpeandome las puertas, al fin de que LE abriese. (DLNE 1806, 298.696) Pues sus ansias son para servirLE, aunque supiera que ciertamente havia de ir a el ynfierno, aun despues de haver servidoLE mucho.(DLNE 1747, 227.551)
En el cuadro 4, presentamos en la primera columna la frecuencia relativa de las situaciones de dos participantes del total de ocurrencias de le en cada periodo (columna N). Se observa el decrecimiento del contexto leista, con un descenso estadisticamente significativo entre la primera y la segunda mitad del siglo XVII, de 26% a 8% (p < .01). Para el siglo XIX, se reduce a 4%. De manera inversa, se dobla el porcentaje de las situaciones de tres participantes (tercera columna), de 15% en los primeros periodos a 30% en los ültimos. Proporcionamos tambien en la segunda columna las frecuencias relativas de las situaciones de dos participantes con respecto a las de tres participantes (cuarta columna). De una mayor proportion al comienzo (58%-64%), el leismo baja a 12% para el siglo XIX. Cuadro 4: Frecuencias relativas de uso de le en contextos de dos participantes (leismo) y de tres participantes en los testimonios del DLNE (N = 1284) Periodo XVI, mitad b XVII, mitad a XVII, mitad b XVIII, mitad a XVIII, mitad b XIX, hasta 1816
Dos participantes % del total % relativo 20% 58% 26% 64% 8% 22% 6% 14% 4% 13% 4% 12%
Tres participantes % del total % relativo 15% 42% 15% 36% 29% 78% 37% 86% 30% 87% 30% 88%
Ν 104 268 230 337 142 203
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Para resumir: Dos contextos principales de uso de le muestran cambios de frecuencia relativa: las situaciones de dos participantes (leismo), las cuales disminuyen; y las situaciones de tres participantes, las cuales muestran un aumento casi complementario. Si la gramätica emerge de patrones de uso frecuentes (cf. Hopper 1998), el cambio de distribucion resulta en la convencionalizacion de un esquema general segün el cual se usa le cuando estä presente otro objeto y lo/la cuando este es objeto ünico. Esta cristalizacion de uso, dos participantes = lo/la, tres participantes = le, se refleja en el siguiente par de ejemplos. (15) a. Algunas LO estiman a uno; otras LE demuestran estimation (UNAM 1976: 322) b. LO beso y... Ayer que LE di el beso -mire- me mordiö. (UNAM 1976: 338)
En la primera clausula de cada ejemplo hay un objeto solo, lo. En la segunda clausula el mismo referente sigue referencialmente en la misma situation, objeto de estimacion en (a), objeto de besos en (b). Lo que cambia es la construction, que se ha convertido en una de tres participantes. Estimacion y besos ahora son objetos copresentes. La convencionalizacion de este esquema general no niega esquemas particulares para ciertos lexemas en situaciones de dos participantes, como, por ejemplo, servir en la fräse rutinaria para servirle. En el anälisis sincronico de Garcia (1975: 302-368), la variacion entre le/lo en situaciones de dos participantes (le/lo sirve) estä condicionada por el factor pragmätico del relativo nivel de actividad atribuido al referente. Faltan estudios empiricos que comprueben la extension verdadera de tal variacion. El descenso de la frecuencia relativa de uso de le como objeto ünico en las situaciones de dos participantes implica una menor frecuencia de usos mäximamente argumentales. Como objeto indirecto en las situaciones de tres participantes, le contrae una relation menos directa con el verbo que como objeto directo en el uso leista. Se refuerza su asociacion con los oblicuos al encuentrarse su referente dentro de un sintagma preposicional encabezado por a. En el siguiente apartado examinamos la copresencia de sintagmas preposicionales con le.
4. Cambios en la distribucion de le: la copresencia de sintagmas preposicionales
Un cambio bien documentado en el espanol es la duplicacion del objeto indirecto, es decir, la aparicion del pronombre dativo con una fräse nominal correferente (Rini 1991). La ausencia de la duplicacion se observa en el par de ejemplos en (16), del s. XVI. En (17) proporcionamos ejemplos paralelos pero con duplicacion, del Habla popular. La copresencia del clitico dativo es casi obligatoria en el espanol mexicano contemporäneo: en el 90% de los casos los participantes dativos aparecen duplicados con le/s (Bogard 1992). (16) a. b. (17) a. b.
es quel sabado pasado 0 dixo esta dicha denun?iante a su marido (DLNE 1577, 66.215) no 0 temo ni a Dios ni al rey (DLNE 1576, 54.197) LE queria decirLE a mi cuate que si ...(UNAM 1976: 447) yo LE tengo miedo... a los trancazos (UNAM 1976: 45)
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En (17a), inclusive, ambos verbos de la perifrasis van acompanados de le, en una especie de »doble redundancia«. En (17b) se observa otro cambio, que es la duplicacion de una forma plural, los trancazos, con la forma singular le. De hecho, el termino »duplicacion« ya no parece muy acertado para estos casos de falta de concordancia, porque no queda claro si le y el nominal son realmente correferenciales. La duplicacion y la falta de concordancia han sido considerados claves en un proceso de despronominalizacion de le (Company 2004, apartados 6.1-6.2). En trabajos anteriores la duplicacion ha sido cuantiflcada y comentada desde el punto del objeto indirecto lexico, es decir, se calcula el porcentaje de objetos indirectos que coocurren con le/s (cf. Bogard 1992; Garcia-Miguel/Vazquez 1994). En esta secciön ofrecemos el ängulo complementario, viendo el fenomeno desde el punto del pronombre le. Es decir, calculamos los porcentajes de le que coaparecen con una fräse nominal (aparentemente) correferente. Nuestras hipotesis son las siguientes: 1) Si se ha ido dando un proceso de despronominalizacion, se esperaria un aumento en la aparicion de nominales correferentes. Y esto porque, en la medida en que le ha ido perdiendo su valor pronominal, se recurre a un nominal para reforzar al pronombre que ya no funciona tan consistentemente como tal. 2) Si se ha ido dando un proceso de debilitamiento de la calidad argumental de le - que termina en la perdida completa de su valor argumental como dativo de intensification se esperaria la aparicion de nominales correferenciales que no son objetos indirectos prototipicos. Concretamente: (a) (b)
(c)
4.1
Los objetos indirectos prototipicos son humanos (Keniston 1937: 56-60, Silva-Corvalän 1984: 555, entre otros). -> Se esperaria la aparicion de le con referentes no humanos. Los papeles semänticos de los objetos indirectos son diversos y no siempre distinguibles (por ejemplo, le compran flores, ^bcneficiano ο fuente? (19b)). El anclaje referencial tambien puede ser doble (por ejemplo, le llegaba α su rostro, ^poseedor ο meta? (22)). Se esperaria la ocurrencia de casos polisemicos y ambiguos imposibles de resolver en contexto, inclusive con relaciones que no son posesivas. Tradicionalmente le es correferencial con frases introducidas por a y no »debe« (en el sentido prescriptivo) coaparecer con frases correferenciales introducidas por para u otras preposiciones (Gutierrez Ordonez 1999: 1868). Se esperaria la coaparicion de le con otras preposiciones.
El aumento de sintagmas preposicionales correferenciales
Cuantificamos la duplicacion en el corpus DLNE con un calculo del porcentaje de los casos de le en que coaparece un sintagma preposicional. Contamos solamente los casos de copresencia del sintagma preposicional dentro de la misma clausula. No contamos casos de la a acusativa ο personal, por ejemplo, le truxeran a dicho cazique (DLNE 173), ya que la fräse introducida por a no es correferencial con le. Tampoco incluimos los casos de partes del cuerpo introducidos por preposiciones que no fueran α, por ejemplo, poniendole un pano en la cabesa (DLNE 173). Excluidos los casos de partes del cuerpo poseidas por el referente de le, la ünica preposition que coaparece es a.
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204
En el cuadro 5 presentamos los porcentajes de los sintagmas preposicionales correferenciales en el subcorpus de los testimonios por periodo (vease apartado 2.3). Hay que senalar, en primer lugar, que no hubo caso alguno de referente no humano. En segundo lugar, observamos un aumento en la coaparicion de sintagmas preposicionales, con porcentajes mayores en periodos posteriores a la segunda mitad del siglo XVI (p < .05). Este resultado concuerda con el »quiebre cualitativo« en la difusion de la duplicacion despues de siglo XVI (Company 2004). Cuadro 5: Sintagmas preposicionales correferenciales en el DLNE
Epoca s. XVI, mitad b s. XVII, mitad a s. XVII, mitad b s. XVIII, mitad a s. XVIII, mitad b s. XIX, hasta 1816
Sin FP 95% 90% 86% 91% 87% 88%
a + humano 3% 9% 14% 8% 13% 11%
Ν 104 268 230 337 142 203
Nota: Los porcentajes no siempre suman a 100 por la ocurrencia de casos ambiguos.
La copresencia de un sintagma preposicional correferente no parece obedecer a necesidades funcionales de desambiguacion. El referente de le en la mayoria de los casos es fäcilmente recuperable, como, por ejemplo, el topico del discurso (al que se le denuncia en el juicio), el sujeto de la clausula principal (18a) ο el objeto en una frase encabezada por a u otra preposition en la clausula precedente (18b). (18) a. estava UN SOLDADO de la China, que se llama Juan Maldonado, hablando con un viejo ValWo/id sobre unos dineros que el dicho viejo LE pedia. (DLNE 1576, 62.210) b. a poner paz y defender ΛΖ, DICHO VIEJO; que no LE maltratasen (DLNE 1575, 59.205) c. teniendo el d/'cho Juaw Maldonado la espada sacada, y con ella Τ RAS EL DICHO VIEJO alcanfandoIZT algunos golpes (DLNE 1576, 63.211)
Asi pues, la duplicacion parece ser redundante en la mayoria de los casos. Si jugara un papel fiincional de desambiguacion, tendriamos que concluir que en el siglo XVI ο en variedades del espanol contemporäneas con menos duplicacion que otras los hablantes toleran mäs la ambigüedad del referente, cosa que no parece tener fundamento. Consideramos que el aumento en la frecuencia de la duplicacion redundante es un indicio de la gramaticalizacion ο convencionalizacion de esta estructura (cf. Bybee/ Perkins/Pagliuca 1994: 80). La convencionalizacion de la duplicacion, de acuerdo con nuestra primera hipötesis, conlleva y es a la vez manifestation del debilitamiento del valor pronominal de le: el objeto indirecto lexico refuerza al pronombre que ya no funciona tan consistentemente como tal. Finalmente, pudimos observar que la copresencia de un sintagma preposicional parece ser menos frecuente en los casos de leismo. Por ejemplo, de 70 casos leistas en los testimonios de la primera mitad del siglo XVII, hubo uno solamente con duplicacion (LE hallo A ESTE DECLARANTE ewsima de la cama, DLNE 103). Este dato es importante, ya que se han comprobado diferencias dialectales en la frecuencia de la duplicacion. La duplicacion se da con menor frecuencia en variedades peninsulares, alcanzando 63% en un estudio
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(Garcia-Miguel/V äzquez 1994: 52), que en el espanol de Mexico, donde sobrepasa el 90%. La mayor incidencia del leismo en variedades peninsulares podria ser un factor contribuyente a la diferencia dialectal en la frecuencia de la duplication.
4.2
Objetos indirectos no humanos, polisemicos y ambiguos
En este apartado consideramos nuestra segunda hipotesis, del debilitamiento de la calidad argumental de le, que predice un aumento de referentes no prototipicos como objeto indirecto. Se espera primeramente un aumento de referentes no humanos. El aumento diacronico de referentes no humanos ha sido interpretado como una medida de la »flexibilizacion semäntica« del dativo (Company 2002). El cuadro 6, de datos del Habla popular, muestra no solamente que el porcentaje de sintagmas preposicionales correferenciales (19%) es mayor que en el DLNE, sino tambien que la proportion con un objeto no humano alcanza el 9% del total de los sintagmas preposicionales correferenciales. Frente a este porcentaje no desdenable, tenemos la total ausencia de tales casos en el corpus historico. El segundo componente de la hipotesis del debilitamiento de la calidad argumental de le es el aumento de casos de polisemia y de ambigüedad. Esto es mäs diflcil de comprobar empiricamente. Nos limitaremos aqui a unos ejemplos del corpus contemporäneo, los cuales nos parecen importantes por la escasez ο tal vez total ausencia de ejemplos del mismo tipo en el corpus historico. Cuadro 6: Sintagmas preposicionales correferenciales en el Habla popular
Casos Sin frase preposicional Con frase preposicional
Ν 1832 418
% del total 81% 19%
% de casos con FP
Con a + humano + pronombre (el, ella) + usted especifico no-especifico + uno + inanimado Con otra preposicion Casos ambiguos
222 29
53% 7%
61 25 35 38 4 4
15% 6% 8% 9%
1% 1%
Nota: Bajo »humano« incluimos tres casos de animales. La mayoria son frases nominales, con unos pocos casos de cläusulas de relativo.
Los objetos indirectos prototipicos tienen el papel semäntico de receptor, sobre todo con verbos de comunicacion (p.ej., decir) y de donacion/privacion (p.ej., dar, quitar) (Company 2004). Company (2004, apartado 4.3.3) comprueba que hay ademas cuatro papeles semänticos fundamentales, los cuales mantienen sus porcentajes relativos en la historia del espanol: experimentante (le gusta), beneficiario (diversos tipos de verbos), meta-fuente (le lieget) y poseedor (le duele + parte del cuerpo). Se ha observado que los limites entre los diversos papeles semänticos del dativo no quedan siempre claros y que la misma estructura
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puede usarse con un papel semäntico diferente para le segün el contexto. Por ejemplo, comprar + le puede ser beneficiario (19a) ο fiiente (19b). La generalization semäntica de la preposition a misma podria ser un cambio que contribuye a la perdida (demotion) del valor argumental de le. Por ejemplo, (20) podria considerarse como ejemplo de la expansion de a al terreno de la preposition de (huir de). (19) a. Otra voz. - Orita venimos; vamos a comprar la comida de las ninas. Inf. - Me LE compran seis... seis huevos por ai a mis hijos. (UNAM 1976: 74) b. Enc. - ι,Υ los que van al panteön LE compran a usted flores? Inf. - Pos algunos si; pero ora ya tarn... ya arreglaron alli. Y este... a un lado de... a la entrada del panteön, ya tiene un mercado de flores. (UNAM 1976: 145) (20) Enc. - Pos tienes miedo a los palos. Inf. - LE huigo. Y muchos LE huyen. (UNAM 1976: 44)
A la polisemia del tipo ilustrado en (19) hay que anadir la ambigüedad referencial ejemplificada en (21). (21) a. Enc. - iQue te parecio la pelea con Pinder, de Herrera? Inf. - Eh... jOra si, estuvo magnifica! Fue... como la tenia que... entrar, ^no?, con lo que era. Porque la otra vez, ps LE corria mucho. ^Se acuerda? Enc. - Si. Inf. - Y ora si lo agarrö, pero si jsabroso! [Risas]. (UNAM 1976: 25) b. Senora, i,c0mo LE pongo al recibo para pagarle α usted! (UNAM 1976: 341)
(21a) entrana una triple ambigüedad: Aqui la forma le puede ser un pronombre que funciona como dativo de interes, es decir, un participante que forma parte del evento conceptual (Maldonado 1999: 242), en este caso, el interlocutor (al que el hablante involucra al decir iSe acuerda?): le = α usted. Tambien podria ser dativo de afectaciön, en que Pinder seria el »marco contextual« para la action - el correr - del campeön Herrera, elevado a la calidad de participante: le = a Pinder. Podria interpretarse por liltimo como un le despronominalizado intensificador: le = corrio mucho. Por otra parte, en (21b), en que coaparecen dos frases introducidas por a, le podria interpretarse de dos (ο tres) maneras: le = al recibo, que constituiria un caso de referente no humano; le = a usted (senora), como dativo etico ο como dativo de afectaciön (vease 1.2); le = los dos referentes anteriores simultäneamente. Este tipo de ejemplos es muy interesante porque los casos de ambigüedad referencial podrian constituir contextos propicios para la despronominalizaciön, es decir, para el debilitamiento del valor referencial de le. Ligada a la ambigüedad estä la polisemia en cuanto al valor argumental: ißs le un participante central en la estructura oracional (al referirse al recibo) ο es marginal sintäcticamente, refiriendose a un participante (usted) que es importante pragmäticamente? ^Donde ubicar a este le en el »continuo categorial de la datividad« (10)? A la vez que favorecen el debilitamiento de su valor referencial, estos contextos ambiguos/polisemicos pueden motivar el debilitamiento del valor argumental de le. Este par de procesos, debilitamiento del valor referencial y debilitamiento del valor argumental, se manifiestan en el uso intensificador. En el corpus histörico encontramos casos de doble referencia simultänea, pero estos parecen limitarse a las relaciones posesivas, principalmente con poseedor humano y poseido una parte de su cuerpo (vease Company 2004).
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(22) sintiendo LE llcgaba a su rostro y boca rostro de varon (DLNE 1747, 227.551) Los ejemplos tipo (21) representan, a mi modo de ver, un incremento cualitativo de ambigüedad y de polisemia. Por una parte, la relacion entre el humano y las partes del cuerpo en (22) es una relacion de posesion inalienable. Este no es el caso con el recibo en (21b). Por otra parte, si la doble referenda implica dos papeles semänticos en (22), el de meta (el rostro) y el de poseedor (el humano), ambos son argumentales. El le en (21b), en cambio, podria ser mäs (el recibo) ο menos (usted) argumental. Podria inclusive interpretarse como morfema intensificador, sin referencia a participante alguno, con un significado de realization de la action: £cömo le pongo? = /,c0mo hago? (^como llevo a cabo el poner algo en el recibo?). El recibo ya no seria participante sino marco contextual, location. Resumiendo: (21 b1) Seflora, ^como LE pongo al recibo para pagarle a usted? le = 'al recibo' (mas argumental); le = 'a usted' (menos argumental); le = los dos referentes simultäneamente (mäs ο menos argumental); le = ningün referente (nada argumental). Por ültimo, un tercer componente de la hipotesis de debilitamiento de la calidad argumental es la copresencia de otras preposiciones que no sean la tradicional a. De hecho, encontramos algunos casos en el Habla popular de aparente correferencia con sintagmas preposicionales introducidos por otra preposition. Aunque escasos, menos de 1% del total (cuadro 6), son importantes porque estos sintagmas preposicionales copresentes claramente no son argumentales. La coapariciön con otras preposiciones es una manifestation mäs de la expansion de le a nuevos usos no argumentales. En el siguiente ejemplo, le coaparece con un sintagma preposicional encabezado por de. Sacarle significa 'dejar de hablar' ο 'salir del tema'. (23) Bueno, mira: vamos a sacarLE del futbol. Platicame de otra cosa. (UNAM 1976: 217) La importancia del contexto en los procesos de gramaticalizacion ha sido defendida por varios investigadores. Heine (2002) delimita cuatro etapas en la evolucion de las categorias gramaticales, empezando con la etapa inicial del significado originario y terminando con la etapa de la conventionalization, en la que el nuevo significado no requiere de apoyo contextual. Entre los dos extremos se encuentran el contexto puente y el contexto de cambio. Los contextos puente desencadenan el cambio. Actüan como disparador de un mecanismo inferencial segün el cual un nuevo significado cuadra mejor con dicho contexto que el significado originario. Los contextos de cambio, por otra parte, estän en conflicto ο son incompatibles con alguna propiedad prominente del significado originario y la ünica interpretacion posible es el nuevo significado. El esquema de Heine (2002) podria aplicarse a la evolucion de le: los contextos ambiguos/polisemicos como en los ejemplos (21) son contextos puente para el debilitamiento del valor pronominal y argumental de le; el ejemplo (23) seria un contexto de cambio.
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5. Conclusion
En este trabajo hemos descrito un uso innovador del pronombre dativo singular en el espanol mexicano. Como dativo de intensification, le no se refiere a un participante sino que se ha convertido en el marco contextual para la realization de la situation verbal. Hemos analizado dos cambios en la distribution de le en documentos coloniales, la disminucion del leismo y el aumento en la copresencia de sintagmas preposicionales aparentemente correferenciales con le. Estos cambios apuntan a un proceso diacronico de desgaste semäntico que conlleva el debilitamiento del valor pronominal y argumental de le. Los cambios en la frecuencia relativa de los contextos en los que aparecen las formas constituyen un mecanismo importante del cambio lingiiistico. En particular, la aparicion de le en contextos ambiguos en cuanto al referente y polisemicos en cuanto al valor argumental podria promover el alejamiento de su calidad de argumento. Las dos caras de la variation, diversidad formal (variation entre formas distintas) y diversidad semäntica (la convivencia de valores conservadores e innovadores en una forma), mantienen una relation estrecha. En el caso del pronombre dativo, la forma le dejo de aparecer como objeto directo en las situaciones de dos participantes, papel que le quedo a lo/la, y desarrollo un nuevo valor gramatical en algunos viejos contextos acusativos. Asi por ejemplo, siguele en el espanol mexicano no significa ir deträs de una persona (que se expresaria con siguelo/la) sino continuar con algo ('seguir haciendo'). Es evidente que los dialectos de una misma lengua pueden seguir caminos ο canales de gramaticalizacion distintos. Mientras que, en la variedad castellana, el pronombre dativo parece ir haciendose mäs argumental ο desarrollando caracteristicas de argumento primario (cf. Company 2001a), en la mexicana va expandiendose a usos despronominalizados y no argumentales. Esta podria ser una de las areas de mayor divergencia dialectal. Como conclusion mas general, tal como se ha comprobado en otros estudios, la variation es un reflejo sincronico de procesos diacronicos.
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sincrönica
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Irania Malaver (Universidad
Central de Venezuela,
Caracas)
Anälisis comparativo de las expresiones adjetivales de edad en las hablas de Sevilla y Caracas
1. Introduction En este articulo presento un anälisis de las expresiones de edad en el habla de Caracas (Venezuela) y de Sevilla (Espana). El analisis se basa en una description tipologica de las expresiones de edad que aparecen con las copulas ser y estar y en una comparacion semantico-pragmätica de dichas expresiones entre el habla de Caracas, dialecto en el que se emplea tanto ser como estar, y el habla de Sevilla, Variante dialectal en la que aparentemente solo se usa ser. Las expresiones de edad (en adelante EE) son clausulas atributivas en las que pueden aparecer tanto ser como estar acompanados por un atributo de edad, sustantivo ο adjetivo, como se ilustra en (1): (1)
a. Yo me acuerdo de unas tias mias, que son viejas, esa gente todavia de antes, de ... tinajero y de muebles ... (CD1FA.87)1 b. Por supuesto, para aquel entonces estaba mas joven, el no era un viejo y ... tampoco era un tipo de esos rigidos (CA3MA.87)
Cuando el atributo de edad es acompanado por ser, se interpreta como la expresion de una cualidad permanente, clasificatoria {ser viejo es pertenecer a la clase de personas que poseen la caracteristica »mayor edad«). Por el contrario, atributos como joven ο viejo construidos con estar expresan la naturaleza subjetiva del juicio sobre la edad ο la apariencia flsico-mental de quien se habla (estar viejo no supone pertenecer al grupo de »mayor edad« sino comportarse, verse ο sentirse como una persona que pertenece al mencionado grupo). Desde otra perspectiva, la copula ser mäs atributo de edad debe emplearse cuando, por razones de indole comunicativa, es necesario establecer referencias generates para la descripcion categorial de una persona segün su edad, es decir, establecer un marco de clase. Por el contrario, si se desea ofrecer una descripcion individualizada de una persona segiin su edad, su apariencia fisica, su actitud mental y otras conductas asociadas culturalmente con el tiempo de vida, se debe emplear estar para establecer asi un marco individual (cf. Falk 1979).
Los ejemplos que pertenecen al habla de Caracas aparecen con un codigo al final (entre parentesis) que debe leerse de izquierda a derecha de la siguiente manera: i) C significa que el hablante es caraqueiio; ii) A, B, C, D remiten al grupo generacional del hablante (14-30, 30-45, 45-60, 60 ο mäs, respectivamente); iii) los nümeros 1 al 5 indican el nivel socioeconomico (alto, medio alto, medio, medio bajo, bajo, respectivamente); iv) las letras Μ y F indican sexo masculino y femenino, respectivamente; v) la cuarta letra identifica al hablante dentro de la casilla; y vi) 77 u 87 corresponden a los afios de recoleccion de cada corpus.
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Irania Malaver
Finalmente, desde la perspectiva de la semäntica cognitiva, Delbecque (1998) escribe: Del panorama actual se desprende que la alternancia ser/estar es omnipresente pero que, al mismo tiempo, existen usos preferentes de una y otra copula. Con adjetivos que suponen una clasificacion subyacente, por ejemplo, se suele emplear ser. Es el caso de adjetivos que expresan pertenencia a una entidad geogräfica (...), un grupo etnico (...), una agrupacion social, politica ο cultural, una disciplina profesional ο cientifica (...). Desde el punto de vista cognitivo, cabe pensar, en efecto, que la orientation conceptual de la relation atributiva cambia segun la copula elegida. Con es tar, esos adjetivos de clasificacion se ven afectados de un deslizamiento semäntico: al adaptarse a la atribucion deictica, entrafiada por el uso de estar, reciben una interpretation connotativa de indole 'cualitativa'. (Delbecque 1998: 154)
Segun este punto de vista, »ser + atributo de edad« expresa una comparacion abstracta, externa; indica una categorization: la persona de la que se habla es igual, en lo que se refiere a su edad, a otras personas; pertenece a una close. »Estar + atributo de edad« expresa un enfoque limitado; el hablante establece una comparacion particular, interna, absolutamente »deictica«, referida solo a la persona de la que se habla en el enunciado. No pretendo reducir a estos enfoques toda la reflexion lingiiistica existente sobre las diferencias filosoflcas, semänticas y gramäticas que produce la predication del atributo con las dos copulas en espaiiol; presentar un panorama exhaustivo de toda esta reflexion sobrepasa los objetivos de este articulo. Para mi anälisis han sido suficientes los puntos de vista arriba explicados pues permiten una description de las expresiones de edad construidas con ser y con estar. Ahora bien, que el atributo de edad puede aparecer tanto con ser como con estar coincide con la naturaleza de cada uno de estos verbos y no contradice las definiciones arriba expuestas sobre el funcionamiento del sistema copulativo espanol. No obstante, el empleo de atributos de edad con estar en expresiones de edad es un fenomeno documentado en algunas variedades del espanol americano y no en el espanol peninsular, en el que aparentemente no se da.
2. Antecedentes
El estudio del funcionamiento de ser y de estar en el sistema predicativo del espanol ha sido tema de multiples reflexiones teoricas. En el caso particular de las construcciones atributivas de edad, destacan las investigaciones de De Jonge (1987, 1991, 1993a, 1993b), quien ha sido pionero al proponer una clasificacion de estas construcciones segiin la presencia de ser y estar, por una parte; y llevar a cabo un anälisis comparativo de las mismas en corpus de habla pertenecientes al espanol americano y peninsular, por la otra. En sus trabajos, De Jonge comprueba que en el habla de Ciudad de Mexico y de Caracas se emplean tanto ser como estar en las expresiones de edad, alternancia que no se da en el habla de Madrid y Sevilla, dialectos en los que solo se emplea ser. Para este autor, el uso »americano« de »estar + atributo de edad« puede considerarse como parte del proceso de expansion semäntica de esta copula.
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En Malaver (2001) analizo dos corpus del habla de Caracas recogidos en 1977 y 1987 con el fin de estudiar la alternancia de ser y estar en expresiones de edad. En esa investigation compruebo que dicha alternancia se da en el espanol caraqueno y que es, ademäs, un fenomeno que data -al menos- del siglo XIX. Puedo senalar el uso de estar en EE en otras variedades dialectales americanas (Bogota, San Juan de Puerto Rico). Con respecto al habla bogotana, analizando el corpus de Montes Giraldo et alii (1997), he hallado numerosos ejemplos de estar en EE en hablantes de distintos niveles sociales. Por su parte, SilvaCorvalän (1986) senala la extension semäntica de estar en el habla de comunidades bilingües ingles-espanol en Los Angeles y Gutierrez (1994) estudia diversos predicados adjetivales, ademäs de las EE, en el espanol de Mexico con interesantes resultados. Por otro lado, segün Fontanella (1992:151-152), en el espanol de Buenos Aires, no se usa estar en EE.2
3. Clasiflcaciön tipologica de las expresiones de edad construidas con ser y con estar
De Jonge (1993a, 1993b) propone una tipologia para clasificar la funcion discursiva de la expresion de edad segün la presencia de ser ο de estar. Esta clasificacion distingue dos tipos de EE: las prototipicas y las neutrales. En las primeras, las prototipicas, cada uno de los dos verbos copulativos expresa su »significado bäsico«: i) ser. lo inherente ο esencial, imperfectivo, permanente, definido, abstracto e independiente de la experiencia concreta inmediata, no susceptible al cambio, clasificador, expresion de un marco de clase; ii) estar: lo accidental ο circunstancial, perfectivo, temporal, dependiente de la experiencia concreta ο inmediata, susceptible al cambio, deictico, particularizador. En las expresiones de edad neutrales, el significado de las copulas se debilita y las diferencias semänticas arriba mencionadas se neutralizan: la EE cumple una funcion distinta a la de las prototipicas. Segün estos parametros, las EE se clasifican en: a) Expresiones de edad construidas con ser en las que la edad se presenta como un atributo clasificatorio: el hablante establece un marco general de description para indicar la pertenencia de la persona de la que se habla a una clase, la clase de las personas jövenes ο mayores, por ejemplo. De Jonge (1993a) denomina estas EE »expresiones de edad tipologicas« y el ejemplo en (2) las ilustra: (2)
No, yo era pequenito, yo tendria co ... ocho afios mäs ο menos (CB1MB.87)
b) Expresiones de edad construidas con estar, en las que la edad se presenta como un atributo descriptivo/particularizador: el hablante expresa una apreciacion subjetiva, establece un marco exclusivamente individual para destacar procesos de envejecimiento y/o acti-
No obstante, he documentado un caso de estar en EE en la novela Rayuela del escritor Julio Cortäzar, en la que un personaje dice: »Estäs viejo, Horacio. Quinto Horacio Olivera, estas viejo, flaco. Estäs flaco y viejo, Olivera« (Cap. 21). No queda claro, en mi opinion, si Fontanella se refiere a la presencia de estar en EE ο solo a las construcciones andlogas a las que menciona en su texto.
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tudes de quien se habla; la EE no clasifica, describe. De Jonge las denomina »expresiones de edad cronologicas« y, como se puede apreciar en (3), tienen la funcion de establecer un eje de coordenadas descriptivas relacionadas solo con aquel ο aquella de quien se habla en el enunciado: (3)
a. Yo estoy demasiado joven para casarme, ο sea la [edad] formal, pero no es para casarme ahorita y n e entiendes? (CA3MA.77) b. Mi primer esposo me ... lo conoci en la puerta de mi casa. Que fue ... buscando trabajo en la oficina y entonces ahi fue que lo conoci. Por cierto, lo conoci ... estaba yo bien fea en ese momento, porque tenia un absceso y tenia dolor de muela, tenia la cara hinchada. Claro, estaba jovencita, tü sabes, estaba en una edad pues ... que cualquiera es apetecible. (CD3FD.87)
Las expresiones ilustradas en (2) y (3) corresponden al significado prototipico de ambas copulas y cada una responde a una intention comunicativa basada en la distincion cognitiva que opone ser a estar. Como ya se senalo, la alternancia ser/estar en expresiones de edad es un fenomeno propio del sistema predicativo espanol; los adjetivos de edad son susceptibles de aparecer con una u otra copula; se trata de adjetivos que, al aparecer tanto con ser como con estar, expresan distintas categorizaciones y/o conceptualizaciones sobre la edad. c) Expresiones de edad construidas con ser y con estar, en las que la edad no es el foco temätico: el hablante emplea la EE con el fin de expresar una referencia temporal necesaria para la comprension de su discurso. De Jonge las denomino »expresiones de edad neutrales« y yo las he denominado »de trasfondo« (Malaver 1998, 2001; cf. Malaver 1994), tomando como marco de referencia los trabajos acerca de la estructura discursiva de la narration y del fluir de la information (cf. Chafe 1976, 1987, 1994; Thompson 1987, entre otros). En Malaver (2001) propongo que estas expresiones de edad: »(...) parecen funcionar como una referencia temporal -con la forma de una clausula subordinada- dentro del tiempo discursivo de la narracion. El atributo de edad no constituye el eje del discurso y la descripciön de la edad ο de la apariencia fisica no es el foco temätico de los segmentos discursivos en los que dicha EE se inserta. El hablante no estä describiendo ο clasificando a una persona, tampoco estä elaborando marcos de referencias de clase ο individuales para la persona descrita, por ello le es posible emplear una u otra copula.« (Malaver 2001: 49)
En (4) se pueden apreciar distintos ejemplos de este tipo de EE: (4)
a. ... antes era muy agradable quedarse aqui, tanto en los Carnavales como en las Navidades, en las Semanas Santas tambien fue mucha la procesion que yo fui en Semana Santa, cuando estaba chiquita, si, a la procesion de San Francisco (CC2FA.87) b. Y entonces el se iba a conversar con D. sobre matemäticas, ese era G. de las C. Ahora, J. de las C. era el negociante de la familia, siempre lo fue, tan es asi que, cuando era chiquito, nosotros teniamos tres patios, era una casa de tres patios, una casa en la que habia el primer comedor (CD 1 FC.87)
Este tercer tipo de expresion de edad es precisamente aquel en que la presencia de una copula ο de otra no corresponde a los dos tipos de significado y funciones comunicativas descritas. Las EE de trasfondo pueden parafrasearse por expresiones como hace mucho tiempo ο hace veinte afios y en ellas ser y estar pueden alternar sin que cambie la interpretation de los enunciados. La hablante dice cuando yo estaba chiquita en (4a), pero podria
Anälisis comparativo de expresiones adjetivales de edad
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haber dicho cuando yo era chiquita, ambas oraciones parecen ser sinönimas porque el significado de (4a) no se relaciona con apreciaciones subjetivas acerca de la apariencia fisica ο de las actitudes de quien se habla en el enunciado. Ademäs de esto, estas expresiones aparecen en cläusulas temporales introducidas por cuando, se hallan comprendidas entre dos pausas, forman parte de una unidad entonativa mayor (cf. Chafe 1994) y el tiempo verbal empleado es el copreterito de indicative (era/estaba). Existen, pues, tres tipos y/o tres fiinciones de la expresion de edad y la altemancia ser/estar en las mismas es el soporte que permite la diferenciacion discusiva de la EE. Intentare mostrar en la seccion siguiente que esta tipologia discursiva permite analizar un corpus de EE extraido del habla de Sevilla, dialecto en el que los hablantes emplean solo ser para »cubrir« todo el campo predicativo de la edad.
4. Caracterizacion semantico-pragmätica de las expresiones de edad en el habla de Sevilla
El anälisis corresponde a dos corpus del habla de Sevilla: uno de nivel socioeconomico medio (Pineda Perez 1992) y otro de nivel popular (Ropero (1987); cada uno consta de veinticuatro entrevistas grabadas a hablantes sevillanos durante 1984, 1985 y 1986; los hablantes fueron estratificados de acuerdo con la edad y el sexo. La distribution de los hablantes estä en el cuadro 1: Cuadro 1. Corpus sociolingüistico de Sevilla Nivel
Popular Medio Total
Grupo generacional 30-45 aflos < 30 aflos Η V Η V 4 4 4 4 4 4 4 4 8 8 8 8
Total > 45 aflos Η V 4 4 4 4 8 8
24 24 48
De este corpus extraje, en primer lugar, un total de noventa y cinco (95) expresiones de edad construidas con ser y solo dos (2) con estar. En vista de estos resultados y los de De Jonge en sus investigaciones, es posible afirmar que la EE + estar es una caracteristica de algunas variedades del espanol americano y que no se da en el espanol peninsular. En segundo lugar, clasifique estas construcciones adjetivales segiin los criterios arriba comentados ya que dichas EE, al igual que en el habla de Caracas, parecen cumplir distintas fiinciones. Veamos, en primer lugar, los dos casos de estar en EE encontrados en la muestra sevillana, reproducidos en (5): (5)
Al eine voy en el verano, si voy; en el invierno no porque en el invierno con el Miguel Angel ... ί,ΐο vas a sacar de aqui nada mäs que para meterlo en el eine? Entonces el padre arrienda una pelicula. Pero en el verano si porque el padre trabaja de noche, como tü sabes, y entonces me voy todas las noches con el; me voy a la ultima, el fresquito. Me lleva el pa-
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Irania Malaver dre antes de irse a trabajar y me voy con el y me veo todas las peliculas que a el le gustan: todas las de Kung-fu, las de los indios y todas las que echan en los eines de verano. En el verano, desde luego, es para mi ver el cine desde que empieza hasta que acaba el cine ... el cine. Este verano, ya como este estarä tnäs grandecito ... El aöo pasado fiii muy poco a cuenta de que estuvo el verano, como tu viste, que hacia fresquillo, y fui poco porque estaba yo ya cumplida y estaba molesta, pero este afio espero, ya que mi nifio estä grande, de ir ... que vaya a ir al cine, porque desde luego me gusta mucho; en verano es que me encanta sentarte alii a tomarte una cervecita y estar viendo la pelicula ... (P2H2)3
En ambos ejemplos, producidos por una mujer perteneciente al nivel popular, estar es empleado con su significado prototipico: se trata de una EE en la se resalta un cambio, el crecimiento. Hay que senalar que en el caso de las EE + estar prototipicas (las cronologicas) es frecuente la aparicion de la forma adverbial ya y de cuantificadores como muy, mäs, bastante. Todas estas particulas refuerzan el juicio individualizador que el hablante expresa. En (6) reproduzco algunos ejemplos de EE prototipicas construidas con estar pertenecientes al corpus de Caracas (1987) para ilustrar su semejanza con las EE sevillanas: (6)
a. Dan clases hasta cierta etapa .... entonces como la maestraya estaba mayor ... y nos cambiaron la escuela (CA5MB.87). b. Yo estuve viviendo nueve afios en Europa y cuando ... bueno, guardando todo aquel amor por aquellas cosas viejas de mi infancia y me encontre a S, casi ..., ya estaba vieja, con hijosy todo (CC1FB.87).
En (6) se aprecian casos de estar acompanado por ya que apuntan a una dimension individual/particular de la propiedad que posee aquel de quien se habla segün su edad. El niimero tan reducido de estar en las EE sevillanas y el hecho de que ambos ejemplos pertenezcan a una misma hablante no permiten afirmar ο negar de modo definitivo el empleo de esta copula en el habla sevillana; sirven, no obstante, para apoyar la idea de que la presencia de estar en EE puede considerarse un rasgo del espanol americano. Cabe senalar que De Jonge (1993a) afirma no haber encontrado ejemplos del uso de estar en expresiones de edad en su analisis del espanol culto andaluz. Sin embargo, en una conversation personal con un senor granadino (de 60 anos aproximadamente y profesor de matematicas en un colegio), este investigador recogio el siguiente testimonio, del cual escribe que se trata del »ünico uso peninsular conocido por mi hasta ahora«: (7)
Durante un cierto periodo, cuando mis hijos estaban pequenos, no pude ir de vacaciones (De Jonge 1993a: 100)
Para De Jonge, este caso resulto un hecho aislado que no permitia proponer conclusion alguna acerca de la presencia de estar en estas construcciones en el espanol andaluz, mucho menos en el peninsular. Puedo citar tambien un testimonio escrito del uso de estar en EE, tornado de una carta escrita por un maestro rural, de 70 anos, nativo de Penaflor, pueblo cercano a Sevilla capital:
3
Estos codigos deben leerse del siguiente modo: Ρ (nivel popular), Μ (nivel medio); 1: primera generation (menores de 30 afios), 2: segunda generacion (entre 30 y 45 afios), 3: tercera generacion (de mas de 45 afios); el sexo se indica con V (varones) y Η (mujeres).
Analisis comparative de expresiones adjetivales de edad (8)
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Mi Mary vive con nosotros, el marido trabaja en la construction, tambien tiene su coche. La gasolina estä cara, pero todos tienen coche. Mi mujer y yo ya estamos viejos, pero como cobramos el retiro, no nos tienen que dar nada los hijos ...
De acuerdo con la clasificaciön semäntico-pragmätica empleada, el ejemplo (7) corresponde a una EE de trasfondo y el (8) a una EE prototipica con es tar. Claro estä que estos testimonios no son concluyentes pero sirven para apoyar la idea de que es tar + EE no se emplea frecuentemente en el espanol sevillano. De Jonge (1991 y 1993a) senala, y comparto su opinion, que el uso de estar en EE responde a un fenömeno de recategorizaciön del concepto de edad y a un proceso de cambio lingüistico. En una primera etapa, las EE se construyen solo con ser, luego con ser y con estar, copula esta que se ha introducido en estos contextos como »soporte« verbal para expresar la distinciön cognitiva que le es propia. En una etapa progresiva, esta copula ha penetrado en los contextos de trasfondo, en los que, junto con ser, posee una funciön principalmente discursiva. Al sumar las EE de trasfondo con aquellas en las que estar cumple su funciön prototipica, se concluye que es esta la copula mäs empleada en estas construcciones. La ausencia de EE + estar en el espanol peninsular y su empleo en algunas variedades del espanol americano constituiria »el Camino« del cambio lingüistico en lo que se refiere a ser y a estar en esos contextos. Ahora bien, tal como lo mostraron los resultados obtenidos, en las EE sevillanas no hay alternancia ser/estar, sin embargo, es posible encontrar expresiones de edad que cumplan tanto la funciön prototipica como la funciön de trasfondo, aspecto este que discuto a continuaciön. Los ejemplos que siguen ilustran las EE prototipicas: (9)
a. No, no, no hay limite de edad. El a ... aflo pasado vino un ... un hombre con nosotros, que es mayor (P1H4) b Me cogiö una epoca, cuando hacia estos trabajos eventuales, que la nifla era chica, la podia dejar con mi madre ... en fin. Pero ya luego cogio ella una edad y eso, que ya no podia dejarla, ya me era mucho mäs dificultuoso (M1H3)
(10)
a. Este aflo la nina es mayor, por ejemplo, y nos hemos ido ... (P2H3) b. Y cuando se te acaba el cupo, pues, se acabo, ya no tenias que comer y eso es lo que pasaba, vamos, y yo tambien eraya pequeno en eso, ^no? (P3V4) c. Entonces, pues, tenia una hermana mayor que yo, otra menor, la otra era muy pequena todavia (M3V2)
Los ejemplos en (9) son similares a las expresiones de edad caraquenas construidas con ser en las que el atributo clasifica y expresa la pertenencia de la persona descrita a una clase. En (10a) llama la atenciön como el hablante emplea una referencia temporal, este ano, unida a la EE, para destacar la evolution y cambio experimentados por la nina en relaciön con su edad. En (10b) se nota la presencia de ya para senalar una relaciön temporal: en ese momento del que se habla, nuestro informante »era pequeno«. En (10c), si bien el atributo de edad sigue expresando una categorizaciön de la persona descrita como miembro de una clase (clase pequena), el modificador muy y el adverbio todavia contribuyen a otorgar a esta expresiön de edad un juicio valorativo particularizado aplicable solo a aquel de quien se habla en el enunciado. Estos casos cumplen la misma funciön discursiva de las EE prototipicas de estar empleadas por los hablantes caraquenos.
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Irania Malaver
En el caso de las EE de trasfondo sevillanas, presento a continuation los casos estudiados: (11)
Aquello es maravilloso, tranquilo; ya no ya estä aquello un poco mäs ... pero cuando yo era chico, desde luego, aquello ... podias andar en bicicleta, correr en medio de las Calles (P2V3) (12) En los pueblos anda, que no disfrutan nada toda la juventud con sus bailes y sus cosas. Aqui no. En nuestro tiempo todo era malo, todo era malo. Cuando nosotras fuimos jovenes y quitaron las cruces de mayo que era muy bonito (P3H3) (13) Mira, te voy a contar una anecdota que ... mi marido es marino y, vamos, yo, cuando los nifios han sido pequenos, me he ido con el mucho por ahi porque yo vivo con mis padres
(M2H1) (14)
(15)
Lo que pasa es que el colegio tambien, lo que es el concepto de colegio, tambien ha cambiado mucho desde el colegio que yo vivi. Cuando yo era chica no habia colegios püblicos, habia muy pocos colegios privados (M2H4) Pero es que la verdad es que los espacios se van reduciendo cada vez mäs a los niflos. Antes claro, cuando yo era chica, se podia jugar en la calle, podiamos saltar (M2H4)
Todas estas EE poseen las caracteristicas discursivas de trasfondo. Pueden parafrasearse por expresiones como hace mucho tiempo ο hace χ anos. Ademäs de esto, estas expresiones se hallan comprendidas entre dos pausas formando parte de una unidad entonativa mayor (cf. Chafe 1994), emplean con frecuencia el copreterito de indicativo (era/estaba), aparecen en cläusulas temporales introducidas por cuando funcionando como una referencia temporal dentro del tiempo discursivo de la narration, de modo que, en este tipo de construcciones, podemos afirmar que el atributo de edad no constituye el eje temätico del discurso del hablante. Dada la presencia de la distincion entre primer piano y trasfondo en los dos dialectos, parece claro que el dialecto sevillano la mantiene opaca al usar en ambos casos ser, mientras que el dialecto caraqueno la hace emerger al oponer en el primer piano EE tipologicas y cronologicas y neutralizar esta misma oposicion en el trasfondo.
5. Consideraciones finales
En este articulo he discutido sobre la tipologia propuesta De Jonge (1991 y 1993a) y ampliada en Malaver (2001) para el estudio de las expresiones de edad que se construyen con los verbos ser y estar y he analizado, a partir de los criterios tipolögicos expuestos, las semejanzas existentes entre las expresiones de edad construidas con ser y con estar, pertenecientes al habla de Caracas, y las pertenecientes al habla de Sevilla que, aunque se construyen solo con ser, expresan las diferencias semäntico-pragmäticas que se encuentran en las EE caraquenas. La alternancia ser/estar en este tipo de expresiones adjetivales puede ser considerada como un rasgo dialectal del espanol americano y como un contexto en el que estar se expande y »gana« terreno a ser.
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Dexy Galue (Universidad
Central de Venezuela,
Caracas)
Me acuerdo que...: los verbos pronominales y el queismo
1. Introduccion
En este articulo analizo la incidencia de los verbos pronominales acordarse, darse cuenta y enterarse en la aparicion del queismo en el espanol hablado en Caracas, cuando estos verbos rigen las cläusulas subordinadas sustantivas en funciön de suplemento. El queismo, fenomeno de variation sintäctica que se registra en amplias zonas dialectales del espanol de America y de Espana, se caracteriza por la ausencia de la preposicion de (y de otras preposiciones como a, con, en, etc.) ante que subordinante cuando este conector encabeza una clausula subordinada nominal completiva, como se ilustra en los enunciados (la-b): (1)
a. yo no me acuerdo de que se llevara ese tipo de ropa (CA1FC)' b. Aparte que me acordaba que habia visto cosas en la tele (CB3FA)
En ellos se observa que el verbo pronominal acordarse se construye con una clausula subordinada sustantiva encabezada por que·, lo que los diferencia es la presencia de la preposicion de en (la) y su ausencia en (lb). El uso canonico es el ilustrado en (la), mientras que (lb) es un ejemplo de queismo, termino que remite en este trabajo solo a la ausencia de la preposicion de en los contextos donde esta debiera estar presente. La ausencia de la preposicion ante que subordinante tambien puede ocurrir cuando la clausula depende de un verbo no pronominal (Los fanäticos dudan 0 que pierda su equipo), de un verbo y una frase nominal (No tenia idea 0 que hiciera tanto frio), de los verbos copulativos ser/estar seguidos de adjetivo (Estoy seguro 0 que ganaremos el partido), de un adverbio ο una locution (No hizo caso a pesar 0 que se lo advirtierori). Este fenomeno se puso en evidencia a partir del trabajo de Rabanales (1974) sobre el queismo y el dequeismo en el espanol de Santiago de Chile y, desde entonces, se han desarrollado investigaciones no solo en el espanol de America, en ciudades como Caracas (Bentivoglio 1976, 1980-1981; Galue 1998, Bentivoglio/Galue 1998-1999), Lima, San Juan de Puerto Rico (Dietrick 1995), Rosario (Boretti 1989, 1991) y Ciudad de Mexico, sino tambien en el espanol peninsular como revelan los trabajos de Gomez Torrego (1991), Millän Chivite (1991), Carbonero (1992) y Gomez/Gomez (1995). Entre los lingüistas que han estudiado el queismo y el dequeismo desde un punto de vista general se encuentran De Mello (1995), Garcia (1986), Gomez (1996), Gomez Torrego (1999) y Schwenter (1999). El queismo no es de reciente aparicion, segün lo han demostrado Company/Bogard (1986), quienes documentan su existencia en el espanol antes del siglo XVI. Estos autores
La leyenda al final de cada ejemplo identifica a los hablantes del corpus sociolingiiistico del habla de Caracas y debe leerse como sigue: C = Caracas; D = cuarto grupo generacional; 1 = nivel socioeconomico alto; Μ = sexo masculino; C = letra asignada al hablante.
222
Dexy Galue
explican que uno de los cambios sintäcticos importantes registrados en el espanol de esa epoca fue la introduction de la preposition de en las subordinadas sustantivas de complemento, pues hasta el siglo XVI era sistemätica su ausencia. Este esquema cambio despues del ultimo tercio del siglo XVI cuando, por analogia con estructuras del tipo »nombre + de + infmitivo« (el motivo de sospechar, la ocasion de tener), se introduce la preposition de entre el niicleo que rige la clausula principal y la clausula dependiente. A partir de entonces alternan el uso de la preposition con su ausencia en las cläusulas nominales de complemento.
2. Algunas hipotesis sobre el queismo en el espanol actual
Las causas que permiten explicar la aparicion del fenomeno queista se pueden clasificar en tres grupos: a) las de caräcter morfosintäctico, b) las de caräcter semäntico y c) las de caräcter sociolingüistico. a) Causa de caräcter morfosintäctico: La hipotesis del cruzamiento sintäctico, sostenida por Rabanales (1974) y apoyada por investigadores como Boretti (1990) y Mollica (1989), contempla que la insercion/omisiön de la preposition de se produce cuando se entrecruzan estructuras sintäcticamente semejantes, a saber, espero que venga > tengo la esperanza que venga. El cruce de tales estructuras, segiin Rabanales, es el resultado de un »razonamiento analogico inconsciente« (1974: 441) de los hablantes que los lleva a relacionar dos estructuras que son tambien semänticamente equivalentes. b) Causa de caräcter semäntico: La aparicion del queismo se debe a la inconsistencia semäntica de la preposition de, inconsistencia generada por los mültiples usos que ella tiene como elemento de relation. Ya que su presencia en determinados contextos es meramente formal, su ausencia, alli donde debe estar presente, se torna irrelevante desde el punto de vista semäntico. Consecuencia de ello es que su uso genera cierta vacilaciön entre los hablantes quienes la omiten en algunos contextos y la intercalan en otros. Rabanales (1974) ha senalado que la omision ο adicion de la preposition de ante un que tiene »su fundamento en el caräcter altamente polisemico de la preposition de (...) hasta el punto de resultar anodina su presencia ο ausencia en una expresion« (1974: 442). En oposicion, Garcia (1986) afirma que, si la preposition de estä presente, los constituyentes oracionales se distancian y si estä ausente, se yuxtaponen. Para la autora, la presencia de de senala distanciamiento entre el hablante y el contenido de la clausula y su ausencia implica acercamiento del hablante a lo que dice. c) Causa de caräcter sociolingüistico: Estä relacionada con las aspiraciones de ascenso y prestigio social de los hablantes, que por inseguridad lingüistica tienden a imitar el lenguaje de las personas cultas. En tal sentido, los estudios sociolingüisticos sobre el ingles realizados por Labov (1972) han sustentado las investigaciones efectuadas por Arjona (1978, 1979), Bentivoglio (1980-81) y Boretti (1991). Por ejemplo, Arjona (1978) explica que la supresion de la preposition de se debe a un fenomeno de ultracorreccion, segün el cual »el hablante sabe que la construction que dicta la norma es: es posible que no llegue, por lo
»Me acuerdo que...«: Los verbos pronominalesy
el queismo
223
que suprime la de en me asusta la posibilidad que no llegue« (1978: 75). Y concluye que la omisiön de la preposition de es mas frecuente en el habla popular que en el habla culta. En virtud de que el queismo no representa una innovation en el sistema, pues existia desde antes del siglo XVI, en mi opinion, habria que buscar las razones que lo explican en el interior del sistema de la lengua. Por ello quise realizar un estudio sobre el fenomeno que contribuyera con sus resultados a ampliar la vision que se tiene del mismo.
3. Estudio del queismo en el espanol hablado en Caracas
Los ünicos trabajos que abordan este fenomeno en el espanol hablado en Caracas son los de Bentivoglio (1976), en el que se estudia tanto el queismo como el dequeismo, y Galue (1998) en el que solo estudio el queismo. En Bentivoglio (1976), la autora estudia los casos de queismo con verbos pronominales y no pronominales y, segun sus resultados, la ausencia de la preposition se presenta solo con los verbos pronominales, en cambio no ocurre ningiin caso con verbos no pronominales. En sus conclusiones, la autora destaca que el queismo era un fenomeno poco usual en la decada del setenta, pese al empleo frecuente del verbo pronominal acordarse en el corpus.
3.1
Presentation del corpus y de las variables estudiadas
En Galue (1998) analizo una muestra constituida por 96 grabaciones de media hora cada una (48 horas en total) procedentes del corpus Estudio sociolingiiistico del habla de Caracas 1987 (cf. Bentivoglio/Sedano 1993). Las grabaciones de la muestra se realizaron en estilo semiinformal, con hablantes de ambos sexos, estratificados en tres niveles socioeconomicos, alto, medio y bajo, y en cuatro grupos etarios, A (de 14 a 29 anos), Β (de 30 a 45 anos), C (de 46 a 60 anos) y D (de mäs de 60 anos). Para el analisis de esta muestra, considere variables lingiiisticas y extralingüisticas. La variable lingiiistica dependiente esta constituida por la alternancia que ~ de que en los contextos donde se presenta. Las variables lingiiisticas independientes se clasifican en gramaticales, foneticas y semänticas: a) la variable contexto estructural, b) la interferencia, c) la similitud fonogramatical y d) la variable sujeto. Las variables extralingüisticas estän conformadas por edad, sexo y nivel socioeconomico. a) La primera variable esta constituida por los contextos donde se presenta la Variante 0 que ~ de que seguida por la clausula subordinada nominal (CS en adelante) segiin se ilustra en los ejemplos de (2) a (6). En dichos ejemplos, el identificado con (a) es la construction canonica con la preposition de y (b) representa un caso de queismo. (2)
(3)
Verbo pronominal + (de) que + CS a. No me acuerdo de que fueramos tan buenos en el deporte ... (CC1FC) b. me acuerdo que... en esa epoca mi mama tenia un Dogde Dart... (CA1FD) Verbo no pronominal + (de) que + CS a. tambien se hablaba de que Hitler se murio... (CC1 MB)
224
(4)
(5)
(6)
Dexy Galue b. uno siempre habla que si... cuando estaba en la barriga de mi mamä (CA1FD) Verbos con FN + (de) que + CS a. de repente ellos llegaron a la conclusion de que no habia madurado... (CA3MD) b. Ahora, no hay duda que la inmigraciön ha sido indiscriminada... (CD3MD) Ser/estar + adjetivo + (de) que + CS a. ensefiamos al nino a ser consciente de que esto no debe ser asi... (CA3MB) b. uno estä pendiente que van a robar al nifio... (CC5FB) Locuciones y adverbios + (de) que + CS a. el liceo se estaba cayendo apesarde que estaba en el Cafetal... (CA1FA) b. y ese debe ser nuestro ejemplo... a pesar que nuestros hijos tienen cierta rebeldia (CB5MB)
b) En segundo lugar, la variable interferencia caracterizada por la presencia ο no de elementos lingüisticos entre el nücleo que rige a la CS y la frontera de la subordinada precedida por que ο de que. En (7) hay presencia de elementos entre el verbo acordarse y la frontera de la subordinada precedida por de que, mientras que en (8) no hay elementos lingüisticos intercalados entre la frontera de la principal y la CS: (7)
(8)
Con interferencia a. yo me acuerdo clarito de que cuando tenia como ocho anos... (CB1FC) b. jah! me acuerdo muchisimo que yo en primaria era acusetisima (CA1FD) Sin interferencia a. entonces era la cuestiön de que iba el caraqueno. (CB1FA) b. Es decir, que me di cuenta que... Computation es una carrera que hay que estudiar (CA3MD)
c) La tercera variable, la similitud fonogramatical, aplicada por Mollica (1989), contempla la presencia de segmentos fonicos identicos ο similares a de (do, de, da) en las silabas que preceden a la CS. Dicho segmento puede ser un segmento fonetico dental ο ser otra preposicion de. Estos segmentos pueden estar yuxtapuestos a la CS, a una distancia de una ο dos silabas, de tres silabas, ο de mäs de tres silabas. Esta variable permite saber hasta que punto el contacto entre elementos foneticamente similares puede influir en la aparicion de la Variante de que.2 En (9), no hay ningun segmento foneticamente similar a de\ en (10), estä presente el segmento d en el verbo (di) antes de la subordinada encabezada por de que y que y, en (11), la preposicion de aparece en pendiente de en (a) y en despues de anos en (b) donde aparece la Variante 0 que. (9)
Ausencia de segmento fonetico similar a de a. me enteraba de que alguien cantaba en alguna parte y volaba... (CA1MA) b. estamos en clases y no nos...ni nos enteramos que hay pelea (CA1FA) (10) Presencia de segmento fonetico similar a de a. tuve que pasar meses con pantalones pa' que mi papa no se diera cuenta de que yo me habia afeitado... (CB1FA)
2
Los resultados de Mollica (1989) al aplicar esta variable en el portugues de Brasil, mostraron que la presencia de elementos foneticamente similares a de (do, de, da) en cualquiera de los constituyentes anteriores a la CS favorece la presencia de la preposicion, por lo tanto, inhiben la aparicion del queismo. Sin embargo, en Galue (1998), los resultados reflejaron una tendencia contraria a la sefialada por Mollica, como se vera en el cuadro 2.
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»Me acuerdo que...«: Los verbos pronominales y el queismo
b. es posible que lo repitan hasta que la gente se de cuenta que el mal educador es la otra persona. (CB3MB) (11) Presencia de la preposiciön de a. estabapendiente de los hijos .... de que no faltara nada (CC5FA) b. me he encontrado con gente asi, despues de afios y me entere que estuvieron en aquella fiesta (CB1FD)
d) La ültima variable, de caräcter semäntico-pragmätico, es el referente del sujeto y se deriva de la hipotesis de distanciamiento de Bentivoglio/D'Introno (1977), ampliada luego por Garcia (1986) y Mollica (1989). De acuerdo con la hipotesis propuesta, la presencia de la preposiciön de tiene caräcter icönico y senala la distancia del referente del sujeto del enunciado (hablante, oyente ο tercera persona) del contenido de la clausula. Asi, la identificabilidad del hablante con aquello que enuncia podria correlacionarse con la Variante 0 que. Se proponen tres variantes: i) El referente del sujeto es el hablante (la forma verbal es la primera persona singular). Esta Variante se ilustra en el ejemplo (12). ii) El referente del sujeto es el oyente ο una tercera persona; vease el ejemplo (13) en el que los sujetos remiten a terceras personas. Segun la hipotesis, el hablante no tendria el mismo grado de compromiso con el contenido de las dos CS que en los ejemplos anteriores, iii) No hay referente especifico, es decir, el sujeto no es referencial. Segun la hipotesis, en (14) la falta de compromiso es todavia mayor, pues la impersonalidad de las dos construcciones eliminaria cualquier responsabilidad del hablante. (12) Sujeto = hablante a. me alegre bastante de que cayera... que cayera Perez Jimenez (CC3MB) b. No se si es bueno ο malo, no lo juzgo, pues. Simplemente me doy cuenta que son muchachos que afortunadamente supieron salirse a tiempo. (CB1FA) (13) Sujeto * hablante a. esa imagen que tiene la gente de la Santa Maria de que ... de que es mediocre ... (CA1FC) b. el murio justo despues que me trajo a mi al mundo (CAIFA) (14) Sujeto no referencial a. entonces en Merida se creö una cuestiön como de que ... era ... la California de Venezuela (CB IF A) b. ahora no hay duda que la inmigraciön ha sido indiscriminada (CD3MD)
3.2
Analisis estadistico de los datos
Del corpus del ano 1987 extraje un total de 728 cläusulas, de las cuales 422, el 58%, carecia de preposiciön y 306, el 42%, aparecieron con la preposiciön. Los resultados se muestran en el cuadro 1. Cuadro 1: Distribucion total de las variantes 0 que ~ de que en el corpus sociolingüistico del habla de Caracas, ano 1987
Ν %
0 que 422 58
de que
Total
306 42
728 100
226
Dexy Galue
Los 728 casos de la muestra fueron analizados con el programa GoldVarb 2.0 (Rand/Sankoff 1990). Este programa permitio determinar las variables que favorecen la aparicion del fenomeno queista. Los resultados se muestran en el Cuadro 2, donde las tres variables seleccionadas por el GoldVarb aparecen ordenadas segiin su importancia: Cuadro 2: Grupo de factores lingüisticos seleccionados por Goldvarb 2.0 en relation con la Variante 0 que en el corpus sociolingtiistico del habla de Caracas, afio 1987. (N = 728, input = 0.607, significatividad = .0000) Variable Contexto gramatical Verbo pronominal Ser/Estar + adjetivo Adverbios/locuciones Verbos no pronominales Sustantivos Similitudfonogramatical Presencia de elemento Ausencia de elemento De es una preposicion Nivel socioeconomico Bajo
N° de casos 225/254 14/25 146/230 5/23 32/196 366/470 53/244 3/14
% 0 que 89 56 63 22 16 78 22 21
Peso probabilistico 0.795 0.595 0.543 0.265 0.132 0.667 0.226 0.131
121/173 146/284
70
0.697
Medio
55
0.492
Alto
155/291
53
0.385
El anälisis estadistico indica que el contexto gramatical que antecede a la clausula, la similitud fonogramatical y el nivel socioeconomico son determinantes en la aparicion del queismo. Las otras variables propuestas -dos lingüisticas (interferencia y referente del sujeto), y dos extralingüisticas (edad y sexo) no fueron seleccionadas por el programa, lo que implica que su contribution a la existencia del queismo no es estadisticamente significativa. El factor lingüistico con mayor peso probabilistico fue el contexto estructural que antecede a la clausula subordinada precedida por 0 que~ de que. Los verbos pronominales son los que demostraron tener mayor incidencia en la ausencia de la preposition de. Otros contextos que contribuyen a la aparicion del queismo son los de los verbos ser y estar + adjetivo y de los adverbios y locuciones conjuntivas, que, si bien no tienen el mismo peso probabilistico de los verbos pronominales, destacaron por su alta frecuencia de aparicion. Destacan, sobre todo, las locuciones despues de, antes de, ademäs dey a pesar de. Entre las variables lingüisticas independientes destaco tambien la similitud fonogramatical. La presencia de elementos foneticos semejantes a de inhiben la aparicion de la preposicion, sobre todo cuando el segmento estä yuxtapuesto ο a una distancia no mayor de dos silabas. Por el contrario, la ausencia de un segmento de esta naturaleza propicia la aparicion de la Variante de que. Suponemos que la presencia de elementos tautosilabicos en un mismo contexto fönico lleva a la desaparicion de alguno de los segmentos similares y contiguos. Entre los factores de caräcter extralingüistico, el nivel socioeconomico bajo mostro una alta incidencia en la aparicion del queismo, como se puede apreciar en el cuadro 3. Es de
»Me acuerdo que...«: Los verbospronominalesy
el queismo
227
suponer que los hablantes de niveles mäs altos tienen un mayor grado de educacion formal y, por ende, mayor conciencia lingiiistica que los del nivel bajo. No obstante, en terminos porcentuales, los niveles socioeconomicos medio y alto mostraron tendencias muy similares. En vista de los resultados obtenidos, analizo a continuation la influencia de los verbos pronominales en la aparicion del fenomeno queista.
4. Los verbos pronominales y el queismo
Como ya mencione, en los resultados llama la atencion que sean los verbos pronominales los que destacan por su alta frecuencia en los casos de queismo, pues de las 422 cläusulas sin preposicion, 254, es decir el 89% de los casos queistas, ocurre con estos verbos, segiin se ilustra en el cuadro 3: Cuadro 3: Distribution de las variantes 0 que ~ de que segün el contexto gramatical Variantes Verbo pronominal Verbo no pronominal Sustantivos y verbos + FN Ser/estar + adjetivo Adverbios y locuciones Totales
0 que
de que
Total
%
Ν % Ν % Ν %
225 89
29 11
254
35
5 22 32 16
18 78 164 84
23
3
196
27
Ν % Ν % Ν %
14 56 146 63 422 58
11 44 84 37
25
3
230
32
728
100
306 42
Los verbos pronominales registrados en el corpus fueron: acordarse, alegrarse, asombrarse, darse cuenla, enterarse, preocuparse, percatarse, recordarse, sorprenderse. De estos, acordarse, darse cuenta, enterarse y recordarse aparecen construidos sin preposicion, los cinco verbos restantes: alegrarse, asombrarse, percatarse, preocuparse y sorprenderse, aparecen construidos con preposicion ο sin ella. Las cläusulas regidas por los verbos pronominales acordarse, darse cuenta y enterarse muestran mayor frecuencia de elision de la preposicion que otras estructuras, como las regidas por un sustantivo ο un verbo + FN, casos en los que la preposicion se mantiene. Cabria preguntarse entonces si existen razones semänticas inherentes a estos verbos, ademäs de razones pragmaticas, que originan tal situation y si el fenomeno queista con los verbos pronominales es una tendencia de la lengua a consolidar estructuras a partir de otras que estän presentes en el sistema. Los verbos pronominales mencionados se construyen con pronombres ätonos, en los que el clitico es -segün Alarcos (1995: 212)- un incremento reflexivo que repercute en el signi-
Dexy Galue
228
ficado del verbo. El pronombre clitico concuerda en niimero y persona con el sujeto expresado desinencialmente y constituye con el verbo una unidad indisociable. El valor semäntico y funcional del pronombre es marcar la relacion entre el sujeto y el proceso designado por el verbo. Estos verbos, ademäs, expresan procesos psiquicos de caräcter abstracto, experimentados por una entidad de rasgo [+ humano], en los que el incremento reflexivo se refiere al destinatario del proceso. En este sentido, Cano Aguilar (1985: 87) senala: Los verbos pronominales, incrementados obligatoriamente con reflexivo, presentan por lo general regimen preposicional en espaflol actual: parece que la presencia del reflexivo, en principio Obj. Dir., impide la presencia de otro Obj. Dir. en la fräse; como sefiala Alarcos, es requerido el Suplemento (...). Esto, que no se cumple de forma total en la lengua de hoy, sobre todo en la coloquial, era mucho menos frecuente en la clasica, especialmente ante oration; y no solo con la preposition de, sino con preposiciones que ni siquiera el habla vulgar de hoy elimina. Es decir, es algo mäs que el desgaste fönico de la preposicion ο el deseo de economia expresiva: es un problema de recciön sintäctica.
Dadas estas caracteristicas, pareciera haber una estrecha correspondencia entre el proceso mental asignado por el verbo y la subjetividad3 con que se percibe dicho proceso; en otras palabras, la semäntica propia del verbo vinculada con el incremento reflexivo que lo caracteriza permitiria expresar un mayor acercamiento entre el hablante y el proceso verbal enunciado, sobre todo cuando sujeto y hablante coincident Asx, en la medida en que el hablante subjetiviza el contenido del enunciado verbal, esto se proyecta tambien en la forma de expresarlo, a traves de la union entre los elementos de la clausula, concretamente con la eliminacion del nexo preposicional de, que -sin valor semäntico alguno- pierde relevancia como demarcador de la frontera entre el nucleo oracional y la clausula subordinada, pasando a ocupar esta funcion el subordinante que. Esto trae como consecuencia que los limites entre el niicleo oracional y la clausula subordinada se borren, de tal manera que una estructura como la ilustrada en (15 a) se realiza como (15 b): (15)
a. Me acuerdo de [que jugäbamos en el patio], b. Me acuerdo que [jugäbamos en el patio],
Mientras que en (15a) la preposicion precede la clausula y delimita la frontera oracional, en (15b) la omision de de hace que el subordinante que se separe de la clausula y se adjunte al verbo pronominal ocupando el lugar de la preposicion; con ello se redefine la organization sintagmätica de los constituyentes. Este proceso ha terminado por generalizarse en verbos
3
4
La subjetivizacion, considerada como un proceso de caräcter semäntico-pragmätico, se relaciona con las actitudes y valoraciones del hablante en la forma lingüistica de su enunciado. En otras palabras: »La subjetivizacion en la gramaticalizaciön es, en sentido amplio, el desarrollo de una expresion a partir de la creencia ο actitud del hablante respecto a lo que dice, identificable gramaticalmente.« (Traugott 1995: 32 traducido en Cuenca/Hilferty 1999: 163). Aunque en el corpus de 1987 el programa estadistico GoldVarb 2.0 no seleccionö la variable referente del sujeto como significativa, los resultados mostraron que las clausulas con sujeto en primera persona favorecen la aparicion del queismo (72% de casos); en contrapartida, las cläusulas cuyo referente es no personal ο indeflnido la aparicion de la preposicion de es mayor (64% de casos canonicos).
»Me acuerdo que...«: Los verbospronominalesy
el queismo
229
como acordarse y pudiera extenderse tambien a otros verbos pronominales con las mismas caracteristicas semänticas de este.5 En cuanto a la preposicion de en las cläusulas subordinadas de suplemento regidas por los verbos pronominales acordarse, darse cuenta y enterarse, es necesario discutir su funcion cuando precede al subordinante que. Segun Galue (1998) (cf. tambien Bentivoglio (1976), Garcia (1986), Gomez/Gomez (1995), y Bentivoglio/Galue (1998-1999)), la desaparicion de la preposicion de es categorica cuando la clausula va regida por estos verbos. En mi opinion, esto se explica porque, en estas estructuras, el subordinante que es el que determina ο marca el tipo de transposition entre la oracion y la categoria sustantiva de la clausula, a diferencia de la preposicion, que solo establece relaciones de dependencia con el nücleo oracional y cuya funcion se limita a la de nexo funcional al igual que los afijos. Tal dependencia respecto de un elemento nuclear de la oracion, aunado a su inconsistencia semäntica, la convierte en una particula ο apendice de la cual se puede prescindir sin mayores consecuencias, pues su funcion de transpositor se anula frente al subordinante que. En conclusion, la ausencia de peso semäntico de la preposicion, la perdida de su funcion sintäctica como demarcador, debidas a su alta frecuencia de uso, la llevan a su total desaparicion. Asi es como aumenta la tendencia al queismo. Otra causa explicativa del queismo con los verbos pronominales, que tambien ha servido para justificar la aparicion del dequeismo, es la analogia, entendida »como la tendencia a modificar algunas formas de un paradigma a fin de regularizarlo, basada en la capacidad humana de percibir semejanzas y generalizarlas« (Cuenca/Hilferty 1999: 155). A partir de este supuesto, es posible pensar que la ausencia de la preposicion en las cläusulas subordinadas completivas con verbos de regimen preposicional se debe a una tendencia a asimilar estas construcciones a las estructuras con verbos transitivos que no la requieren. Por tanto, no es extrano que, si un hablante oye una construction como recuerdo que cuando estaba pequena... diga, por analogia con aquella, me acuerdo que cuando estaba pequena... Un caso semejante ocurre con el verbo transitivo recordar que en el corpus analizado aparece siempre en forma pronominal {me recuerdo que) por analogia con acordarse. Esto explicaria por que las cläusulas subordinadas regidas por verbos de regimen preposicional son mäs susceptibles de perder la preposicion por analogia con los verbos transitivos, mientras que las cläusulas subordinadas de complemento nominal, por analogia con las estructuras similares, tienden a retener la preposicion. Ello no quiere decir que no se presente queismo en estos casos, pero ocurre con menos frecuencia. En este sentido, la hipotesis de Rabanales sobre el cruce de estructuras semejantes cobra vigencia y sirve de fundamento en este trabajo para explicar la aparicion del queismo con los verbos pronominales. No hay que olvidar que la estructura con de que es el producta de un proceso de analogia, como bien lo ha documentado Company (1992), quien senala que las lenguas romänicas heredaron del latin la misma estructura de las oraciones completivas regidas por un sustantivo mäs el nexo completivo que sin preposicion. El origen de la estructura innovados
Conviene senalar que algunos verbos pronominales han sufrido cambios en su evolution historica. Ha ocurrido, por ejemplo, con darse cuenta, en que el sustantivo se lexicalizo dando lugar a una forma perifrästica con el verbo; con enterar, que, en el pasado, admitia tanto implemento como suplemento y que termino por pronominalizarse, de modo que la forma transitiva ha caido en desuso. Esta tendencia permite suponer que, con el tiempo, el verbo acordarse termine alineändose en el paradigma de los verbos sin regimen preposicional.
230
Dexy Galue
ra, con una preposition entre el sustantivo y su clausula subordinada, se puede explicar a partir de la existencia de un esquema que se constituye en modelo analogico para el cambio aludido: nombre + de + infinitivo, (temor de venir) ampliamente documentado en el espanol de todas las epocas (Company 1992: 107). Asimismo, Cano Aguilar (1985) senala la marcada tendencia que existia en el espanol cläsico a introducir las cläusulas completivas solo con el complementizador que. Esta tendencia no era unica, pues el regimen prepositional subsistia (produciendo numerosos casos de alternancia), pero parece que era mayoritaria, lo cual contrasta con el regimen preposicional preferido ante infinitivo; con sustantivos ο pronombres la alternancia entre regimen directo y preposicional mostraba una orientation menos clara. (Cano Aguilar 1985: 91) En virtud de lo expresado por los autores, cabria preguntarse, en primer lugar, si el uso generalizado del queismo con verbos pronominales no es mäs que el reflejo de una tendencia del sistema hacia la regularizacion ο nivelacion de los procesos de complementation de las cläusulas subordinadas que, en principio, solo estaban introducidas por que sin preposition; y, en segundo lugar, si no estamos frente a un proceso de reanälisis que, desencadenado por el de analogia, podria conducir a que este fenomeno de variation sintactica, que existe en el sistema desde antes del siglo XVI, termine por generar un cambio definitivo tanto en la estructura de las cläusulas de complemento como en el paradigma de los verbos involucrados. Reanälisis y analogia son procesos concomitantes que operan en el eje sintagmätico y paradigmätico de la lengua respectivamente y de las causas mäs productivas de los cambios lingüisticos. Hopper/Traugott (2000: 61) senalan en relation con estos procesos lo siguiente: In conclusion, reanalysis and analogy (generalization) have different effects. Reanalysis essentially involves linear, syntagmatic, often local, reorganization and rule change. [...]. On the other hand, analogy essentially involves paradigmatic organization, change in surface collocations, and in patterns of use. Analogy makes the unobservable changes of reanalysis observable.
5. Conclusiones
En este trabajo analizo la incidencia de los verbos pronominales en la aparicion del queismo en un corpus de habla caraquena. Las razones que explican esta frecuencia se deben, en primer lugar, a las caracteristicas semänticas de estos verbos que, junto al incremento reflexivo que los caracteriza, llevan a los hablantes a subjetivar el contenido verbal, lo cual se manifiesta en la cläusula mediante la elimination del nexo preposicional de. Este proceso afecta la organization sintagmätica de los constituyentes, produciendo un cambio en la estructura oracional en el que los limites de la cläusula se redefinen de manera anäloga a las estructuras transitivas. En segundo lugar, la perdida de peso semäntico y funcional de la preposition de hace posible que los hablantes la omitan sin que haya consecuencias de orden semäntico. Por liltimo, otro factor que contribuye a la presencia del queismo con verbos de regimen es la analogia con las estructuras transitivas que no requieren la preposition.
»Me acuerdo que...«: Los verbospronominalesy
el queismo
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Si admitimos que el queismo ha estado presente en el espanol y que la forma innovadora con de que aparece en el siglo XVI por analogia con otras estructuras, es dable pensar que la forma sin de se impondrä por analogia con las formas ya existentes. El hecho de que la variacion se mantenga aun solo se explica como parte de una dinämica de la lengua donde coexisten dos tendencias opuestas: la forma de que frente a la estructura sin de. Finalmente, es posible afirmar que el queismo constituye un caso de variacion ampliamente difiindido en el espanol hablado en Caracas, muestra de un proceso instalado en el sistema, donde lo que comunmente se considera no canönico es la tendencia predominante, La incidencia de ciertos contextos donde predomina el queismo se manifiesta en la irradiation cada vez mas fuerte hacia otros contextos tradicionalmente menos queistas. En virtud de esto, es posible predecir que, en las clausulas con verbos pronominales y otras estructuras, donde la desaparicion de la preposition de es categorica, el porcentaje de aparicion que aün se manifiesta, con el tiempo serä präcticamente nulo.
Bibliografia
Alarcos Llorach, Emilio (1995): Gramätica de la lengua espahola. - Madrid: Espasa Calpe. Aijona, Marina (1978): Anomalias en el uso de la preposiciön de en el espaflol de Mexico. - En: Anuario de Letras 16, 67-90. - (1979): Usos anomalos de la preposiciön de en el habla popular mexicana. - En: Anuario de Letras 17, 167-184. Bentivoglio, Paola (1976): Queismo y dequeismo en el habla culta de Caracas. - En: F. M. Aid, M. Resnick y B. Saciuk (eds.): 1975 Colloquium on Hispanic Linguistics, 1-18. Washington, D.C.: Georgetown University Press. - (1980-1981): El dequeismo en Venezuela: