Teoría del conocimiento. Materialismo dialéctico
 9684270674

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MAURICE

CORNFORTH

TEORIA

DEL

CONOCIMIENTO Volumen Tres

MATERIAUSMO DIAU:CTICO Una Introducción

Traducción de: Juait Parent J. y Augusto Isla Estrada



E DITORIAL

NUESTRO TIEMPO, S. A,

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Colección: CUESTIONES FILOSOFlCAS

Primera edición en e1pdol:

1980

© Editorial Nueatro Tiempo. S. A

•.

300 Locales 6 y 7 México 20, D. F.

Ave. Copilco

JSBN-968-427-067-4 Tercera edición en inglés: 1976 © Lawrence Wisbart, Lid. Londres, Inglaterra Título original: Theory of Knowkdge Derechos reaervadoa conformo

Impreso y hecho en M&lco Prine1d and maü in M1xi&o.

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la

ley

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IN DICÉ.



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PRIMERA PARTE LA NATURALEZA Y EL ORIGEN DE LA MENTE LA. NATURALEZA

Y

EL ORIGEN DE

LA

MENTE

Prefacio

7

l. Mente y Cuerpo

2. La mente eomo producto y reflejo de la materia 3. Trabajo social y penaamiento social

4. El penaamiento el lenguaje

y

la lógica

8

23 37

48

SEGUNDA PARTE EL DESARROLLO DE LAS IDEAS Er. DESARROLLO DE

5. Las ideas abstractas

6. La ideología 7. Las

ilusiones ideológicas 8. La. ciencia -

--

US

IDEAS

59 69 84 99

TERCEBA pARTE VERDAD Y LlBERTAD VERDAD 10. 11. 12. 13. 14.

y

LlBERTAD

La verdad

143 158 175 194 210

Las raíces del conocimiento El desarrollo del conocimitmto Necesidad y LibOTtad La realización de Ja Libertad

l. ,..

' .



·'

. �

PREFACIO

Este libro trata de cuestiones r.eferentes a la mente y al

cuerpo, acerea de las ideas y su papel en la vida social y de la libertad y del conocimiento. Cuando fue publicado por primera vez en 1954, se lo dio el titulo de "Teorla del Co­ nocimiento", que, aunque tal vez no enteramente apropiado. ·• se ha con&ervado hasta hoy. Ningún cambio.

ha hech.o al texto, tal como l1a. sido Creo qtie parece trazar al menos, las.líneas geD.erales de las respuestas marxistas a · las preguiitas plaf.teadaa. . se

!in.pres«> "en bis edi.cÍones ante:ri�res. .

.

Ea menester aclarar, sin embargo, que este libro, como loS dos ·anteriores,-es· sólo "una introducción". Al J,µ. re8pues� a cie11as cuesti�nes Prales, tal como

� h�ce-Bqui, no �-llega de ninguna manera a una respuesta

acabada. -

Conviene anotar. particularmente, que ciertas considera­ ciones críticas tierán necesarias a partir -de la teoria mecani­ cista· de Jos ''reflejos'' del fisiólogo ruso Pavlov, que se intr-0duce en la primera parte de este volum� así como .acerca . e as mm "plifºie&clones en cuanto .a la"correspondenma.. en· di tre ideas y ree.lidatl, y acerca de la ob�ncióii del conoclmien· to, que aparecen en ]a última parte.

Londres

Febrero, 1976.

M.C. 7

PAl\TE PRIMERA LA NATURALEZA Y EL ORIGEN DE LA MENTE l. MENTE Y CUERPO ' ' Materia y mente

' ;",

. . Se' cree coniúnmente que por muy próxima·. · riales produce sensación'', continuó. "La sensación .depende del cerebro, los nervios, la retina, etc., es decir, de la materia organizada de un modo definido ( ...) La ·sensación, el pensamiento, la conciencia son el producto st1premo de la Jl)ateria organizada de un modo particular".

La conciencia

es

el

reflejo del mundo material

Muchps idi::alistas creen que la mente e�tá separada del c_nerpo y que las petcepclO.nes y los pensá.mientos �- son "idlijos de las cosas matetjales. Pero los procesos ele coil· ciencia· son resultado de aquello que refleja la realidad ma­ terial extema, y nada puede sttrgir en la conciencia que no sea un reflejo del mundo material. Marx e:cribió, en el pre· facio· de la 2a. edición de El capital, que "lo ideal no es sino lo material "reflejado por la me11te l1umana y traducido en· formas de 'peD.samiento''. · . ti OOD:Sideró que en los procesos del pensar y en la con· ciencia en general, se 'produce un reflejo de partes o aspec­ tos· diferenteS del mundo material en u11 proceso también material particular, es decir, 'el proceso vital del cerebro. En ni:iestra conciencia, diferentes partes o aspectos del mundo material son traducidas en formas de conciencia -percep· ciones y pensamientos. Se reproducen en la actividad \'ital del· cerebro, en formas apropiadas a esta actividad. Entonces, por ejemplo, las propiedades de varios cuerpos que absorben o reflejan la luz, en la actividad sensorial del cerebro, son reproducidas en la forma de sensaciones de color. De nuevo, las relaciones y las formas comunes de las oosas son reproducidas por la actividad pensante del cere­ bro, a modo de conceptos. · ¿Qué .queremos expresar con ''reflejo", cuando decimos que· Ja conciencia es un reflejo de la relidad material? Ex i�.

28

TEOR!A DEL CONOCIMIENTO

ten cuatro formas del proceso de reflexión a las que debemos

prestar particular atención. La. realidad material ea primaria r sui reflejos mentales son. secuntla:rios o derivado& :

a) El proce!O de reflexión entraña una relación entre do& proce&OI materiales separad� de tal modo que estas formu del primer proceso, son reproducidas en aspectos que corres­ ponden al segundo. El primer proceso es primario y su re­ flejo en el $egundo es secundario o derivado. Puesto que el primer proceso se desarrolla en completa independencia del segundo, la reproducción de fonnas del primer proceso por reflejo en el segundo, no puede darse a menos que estas caracteristi.su estén presentes para ser re­ producidas o reflejadas.

Este rasgo fundamental de todos los procesos de reflexión es ilustrada por el fenómeno del espejo, a pesar de que. como lo veremos, el reflejo activo de la realidad externa en la conciencia difiera mucho del reflejo pasivo que se da en el espejo.

Así, cuando los objetos son devueltos

1por un espejo, la

existencia o las características de estos objetos no depen­ den de su reflejo; pero, por otra parte, el reflejo en el espejo depende de lo que se le pone delante, y nada refieja el espejo que no reproduzca de alguna manera las características de lo que está puesto frente a él. Por consiguiente, el objetX> es primario y su reflejo es secundario o derivado.

Del mismo modo, la existencia de los objetos materlldea no depende de que seamos conscientes de ellos; además, por otra parte, no hay nada en nuestra conciencia que no repro­ duzca de algún modo algo que exista en el mundo- materi�. Existen muchas características de las cosas que no 80!ll reproducidas por nuestras sensaciones., y sin embargo, no tenemos sensaciones que no correspondan, de un modo u otro, a alguna característica definida de las cosas. Hay mu· chas relaciones y aspectos comunes de las cosas que no son reproducidas en nuestros conceptos; pero no podem0s formar ningún concepto en nuestra mente que no reproduzca de algún modo, basta de manera fantástica (como en un espejo

MENTE Y

.

:MATERIA

que distorsiona la imagen), algunas caracteñsticu o ttla­ ciones de Ju cosas. Por supuesto, muchos conceptos dan la apariencia de ca­ recer de hase en el reflejo de la realidad material porque, una ... formados, los conceptoo pueden combinarse libre­ mente, de mil maneras en la fantasía. Por ejemplo, todos sa­ bemos que no existe animal real reflejado en el concepto de una sirena; pero que este concepto se forma por la com­ binación de ideas de animales reales: mujeres y peces. Del mismo modo., los materialistas pueden argumentar en forma consistente que no corresponde a ningún objeto real el con­ cepto de Dios como trinidad de personaa con poder y cono- . . cimiento infinitos; ·pero que los conceptos de persona, poder, conocimiento e infinitud han sido elaborados a partir del reBejo de la realidad material. Cuando decimos, por tanto, que la realidad material se refleja en la conciencia, expresamos que las catacteristicas de la realidad material son reproducidas en la conciencia, y que la reali�ad material es primaria y su reproducción en la conciencia, secundaria o derivada. "Nuestra conciencia es sólo una imagen del mundo ex­ terno", escribió Lenin, en Materialümo y Empiricocritici.Jmo (capítulo I ) , "y es obvio que una imagen no puede existir sin la cosa imaginada y que esta última existe inde­ pendientemente del que la imagina". l[,a realúlad material ·"" refleja en la OlHlende enteramente de la riqu·eza de sus relaciones reales" escribie­ ron Maa y Engela en La Ideología Alemana (parte !, sec. ción 2).

''La

El alcance de la percepción humana es más amplio que

en cualquiera de

los otros animales. Y eso se debe a la

am­ plitud de sus actividades e intereses, ya que el desarrollo de estas actividades e intereses, produce el desarrollo corres­ pondiente de sus sentidos. Dado qt1e el hombre ha desarro­ llado sus actividades y sus percepciones, es capaz de pensar y formular ideas, y esto ha revertido en el desarrollo subse­ cuente de sus actividades y de sus percepciones.

''El águila ve mucho más lejos que el hombre, pero el ojo humano ve considerablemente más cosas que el ojo del águi· la'', escribió Engels. "El perro tiene un sentido del olfato mucho más sensible que el del hombre, pero no puede dis­ tinguir la centésima parte de un olor que para pl t�o1nbrc tiene significación en relación a cosas distintas. Y el senti­ do dei tacto que el mono apenas posee en una form'l. inicial imperfecta, se ha desarrollado paralelamenti.: con la evalu­ c.ión de la misma mano del hombre, gracias al trallajo''. (El

papel que juega el trabajo en la tran,ición del mr-nc• al h';ni· bre).

40

TEORIA DEL CONOCIMIENTO

Las bases para esta amplia percepción y -5119 altos ranSCJ3 en el hombre fue establecida por nuestros antepasados, CUM· do empezaron a mantener la posición erecta para mirar en torno a ellos y a usar las manos, no para CJal.tar entre les ramas de los árboles y agarrar el alimento, sino para con· feccionar herramientas y utensilios. A medida que la actividad del 11ombre avanzaba, la rique­ za de sus relaciones con el mundo que lo rodeaba, crecía. El hombre alcanzó una elevada percepción y metas muy amplias de aplicación y, luego, el habla que marca la tran­ sición entre las percepciones sensibles concretas y has ide1l" generales y abstractas. La interacción, en el tranSCUIBO de :su actividad, entre sus ideas y sus sensaciones lo condujo a un mayor desarrollo de sus percepciones y, a la vez, por reac­ ción, también al posterior desarrollo de sus ideas. La capacidad del cerebro humano para percibir y luego pensar, se realiza y se desarrolla en la actividad humana.

El Trabajo El hombre vive en sociedad y actúa conjuntamente con otros hombres: todo su modo de vida es social. Por consi·

guiente, así como en la actividad social abre sus percepcio­ nes, así en su actividad social, partiendo de estas percep· clones, comienza a pensar y a desarrollar sus pensamientos. La base de la actividad social del hombre es el trabajo. Es en el trabajo, y a través de él, como el hombre amplía sus percepciones; es el trabajo lo que ocupa 'en principio. &11 cerebro pensante. En el trabajo se encuentra, por consiguien­ te, la fuente y el origen del pensar y del hablar. UEl trabajo [o , , ] 'eS )a CODdiciÓD básica Y primaria para toda la existencia humana'', escribió Engels en su ensayo El papel que juega el trob,.¡o en la tnmsioi6n del mono al Jwm,. bre, "y hasta un grado tal que podemos decir, de alguna manera., que el trabajo ha creado al mismo hombre'". En la evolución del hombre, apuntó Engels, el primer paso decisivo se dio cuando adoptó la postura erecta: esto

TRABAJO Y PENSAMIENTO

SOCIAL

41 .

cuando el hombre comenzó a confeccio. nar �rramientas con sus manos para transformar la" natu· raleza y producir loa medios de vida, BUrgió propiamente el hombre y la sociedad humana. "La premisa fundamental de toda historia h11rnana es, pues, la existencia de los individua& vivientes humanos", es­ cribieron Maa y Engels. "Por couslguicnte, el primer hecho que debe de establecerse, es la orgllllización física do estóe individuos y sus consecuentes relaciones con el resto de la naturaleza". Pero después de haber establecido ese hecli.�, . es necesario esclarecer qué hicieron. su actividad y su modo de vivir. "Loo hombres [ ] empiezan a distinguiroe de loo animales en cuantó empiezan a producir sus medios de sub· sistenci&y un paso que está condicionado por su organizaci6n física. Produciendo sus medios de subsistencia los hombres producen indirectamente &u vida material actual". ('La. ldeo­ lo¡¡fa Alomana, parte I, capitulo 1) . Al producir aus medios de subsist.encia y en forma. indi· recta su vida material actual, los hombres· condicioiiadO& por su organización física, comienzan 41. actuar como hombres, a desarrollar una organización social y "a hacer su pi:opia historia" y, al hacerla, a pen�r y a hablar. liberó sus manos. Y

• • •

Los rasgo& dia1iniivos del

1rabajo humano

¿Cuáles son loo rasgos distintivos del trabajo humano com· parado con los modos practicados por- los animales, ·para comeguir sus medios de vida? . 1 ) Primeramente, los hombres hacen herramientas y uten� silios, transformando los productos de la naturaleza de tal f� que utilizan �s propiedades para alcanzar fines. cJe.. seadoe.

''Un instrumento de trabajo --escribió Marx en El ca­ pital ('volumen 11 capítulo 71 sección l)-1 es una co� � un conjunto de cosas que el trabajador interpone entre Bl y el objeto de su trabajo, y que le sine para guiar su actividad. Hace uso de la& propiedades mecánicas. físicas y químicas

TEORIA

DEL

CONOCIMIENTO

de algunas sustancias para hacer otras BU.!ltancias que servi­ rán a 8118 fines''. El animal, por lo contrario, recolecta y reorgauil'a los pro­

ductos para manejarlos, pero no los transforma ni usa sus propiedades, ni las fuerzas naturales que contienen para producir sus medios de vida, como tampoco afecta aignifica­ tivammte la tran&formación de su medio ambiente de acuer­ do a BUS propias necesidades. "La herramienta implica una actividad humana específica: la reacción de transformación del hombre sobre la natura· leza, la producción'', escribió Engels. "Loa animales en el sentido más �cto de la palabra también poseen instrumen· tos; los animales también producen; pero su esfuetzo pro­ ductiVQo sobre la .naturaleza circundante es, con respecto a ésta, nula. Sólo el hombre ha logrado imprimir su huella en la naturaleza, no sólo transplantando las plantas o loe anima· les, sino también altenmdo d aspecto y el clima de su medio, y más aún, haciendo cambiar las plantas y los animales, a tal grado que las consecuencias de su actividad solamente pueden desaparecer con la extinción del globo terráqueo''. (DialicBca de la Naturaleza, introducción) . 1'Los animales cambian la naturaleza exterior mediante sus actividades como el hombre lo hace, aunque no en la misma- extensión'', escribió Engels más adelante, "pero si los animales ejercen un influjo duradero sobre su en.tomo, eso ocurre inintencionadamente, es decir, su influencia es accidental. Loe hombres sa alejan dd animal en la medida en que d efecto de su actividad sobre la naturaleza., asume el carácter de una acción premeditada y planeada, dirigida hacia determinadOB1 fines concebidos de antemano . . . '' "En una palabra, el animal no hace más que valersa de la naturaleza, y si produce efectos en ella .. e6lo por su presancia; el hombre por medio de los cambios hace que ella sirva a sus fines y la domestica". (El papel que juega el trabajo .., la ""1Pició1& del mDno al hombre). Por su trabajo, entonces, el hombre domina la naturaleza, crea herramient'Bs y las usa de tal forma que la naturaleza sirva a sus fines. ''En el proceso del trabajo -escribió

TRABAJO

Y

43

PENSAMIENTO SOCIAL

Marx-, la actividad del hombre, con la ayuda de los ins­ trumentos de trabajo, consigue transformar el objeto aobre el que actúa el trabajo''. (El capital, valumen 1, capitulo 7, sección 1). Y en esta acción de dominar y transformar la naturaleza, el hombre se tranaforma a si mismo, y desarrolla 8WI propios atributos. 2) El segundo raago del trabajo humano es conoeeuencia del primero y reposa en su carácter consciente y coopera­ tivo. Al hacer herramienta& y usarlas para dominar los pro­ ductos de la naturaleza y someter sus esfuerzos a sus fines, el hombre es consciente de ello¡ él tiene una idea del resul­ tado que trata de alcanzar. Por otra parte, los hombres Ira· bajan cooperativamente, de acuerdo a un plan consciente, para lograr loo fines que persiguen. Cuando animales sociales. como las abejas por ejemplo, construyen estructuras complejas, lo hacen de una manera automática, .instintivamente; los constructores humanos, por lo contrario, trabajan de acuerdo a un plan ccmsciene. ''PresupoJlelllQ¡S un trabajo en una :forma tal que aea exclu­ sivamente humano'', escribió Marx. ''Una araña lleva a cabo IWI operaciones en forma semejante a la labor de un tejedor, y una abeja avergonzaría a un arquitecto en la constmcción de auo celdas. Pero lo que distingue la peor obra de un arquitecto de la mejor obra de una abeja, es que el primero la proyecta en su cerebro antes de levantarla en la realidad. Al final del proceso de trabajo alcanzamos un resultado que fliistía ya en la mente del trabajador desde el principio". (El capital, volumeo 1, capítulo 7, sección 1). •

Trabajo, habla r pen.ramiento Estas características del trabajo -que el trabajo significa

el uso de herramienta& y utensilios para transformar los ob­ jetos exteriores, que produce el hombre en cooperación para alcanzar reaultados que se plantean consciente y anticipa­ damente-, explica por qué el trabajo necesariamente crea el

44

TEORiA

DEL

CONOCIMIENTO

habla y el pen'8r, y no puede de'8rrollar!e sin la ayuda de ellos.

"El dominio sobre la naturaleza; que empieza con el desa­ rrollo de la mano, con el trabajo, amplía el horizonte del hombre en cada nuevo avance. El hombre oontiiluamente descubría nuevas propiedades de los productos naturales, anteriormente desconocidos''. (Federico Enge� El papel qµ,e juega el trabajo ) . Con estas palabras, Engels apuntó que el trabajo,_ �� el más primitivo como es la producción de instrumentoS .�e caza O pesca, hace que el hobre perciba las C0588 con _un nuevo interés, __despierta sus percepciones, "ensaricha su ho­ rizonte'', revela por su actividad práctica y a ·partir de 51:18 percepciones, más propiedades de los produc�os naturales. En electo, desde tiempos remotos, mediante el dominio· pro­ gresivo de la naturaleza por las sucesivas generaciones· de hombres, se han venido. descubriendo cada día más propie­ dad.es de los productos naturales; cada etapa del avance ha significado percepciones más profundas, n1;1evos descubri­ mientos, horizontes más amplios. "Por otro lado -continúa Engelo-, el desarrollo del trabajo ayudó- necesariamente al acercamiento de los miem· bros• de la sociedad para multiplicar los casos scilidaridad mutua y de actividad conjunta; ee vio claramente las ven­ tajas del trabajo en común sobre el trabajo individual. � suma, los hombree en su quehacer llegan a un puilto tal que algo deben decirse el uno al Otro". Este algo que "deben decirse el uno al otro" se refirió, en primer lugar, a las propiedades de esos productos que podían ser utilizados por el hombre, a los fines por alcanzar y a los resultados par lograr por medio de la cooperaci�n humana. Y ese algo que ''deben decirse", sólo puede ser ·expresado con palabras articuladas y no mediante llamaargo, que se dio uu salto tremeudo en el desarrolo l de la conciencia cuando las ideas empezaron a formarse. F.ste salto hacia la conciencia humana fue sim· pleinente el aspecto ideal del salto del modo de vida animal al humano, qne tuvo lugar cuando el homhre planeó y uti­ lizó herramientas. Preciaamente cuando el hombre dejó de recolectar, reor­ ganizar y usar los objetos naturales, como lo hacen los ani· males, y dominó la naturaleza, no sólo registró en su mente laa apariencias de las cosas mediante la percepción, sino que descubri6 sus interconexiones y sus causas.

4. EL PENSAMIENTO, EL LENGUAJE Y LA LOGICA

El lenguaje r el pensamiento El poder propio de las ideas de representar las cosas no sólo en eu existencia· inmediata como se ofrece a · 1os senti· dos, sino de reprellentar las propiedades o las relaciones en· abstracto a partir de las cosas particulares, es consecuencia del habla, La capacidad de pensar y su desarrollo son inse­ parables y dependientes del poder y desarrollo del habla.

El habla surge, como lo dijimos, de la actividad social del hombre, como un producto e instrumento, en primer lugar, del trabajo social. Desde el principio sirve como 1Dl medio de commtlcación social entre los hombres. El habla, por consiguiente, obviamente no podía desarrollarse como uv.a posesión privada o personal de los individuos, es decir, ca.da quien utilizándolo para sus propios fines sin relación con los otros individuos. Por lo contrario, nace porque, desde el principio de la actividad social, los hombres necesitaron comunicar ideas generales y conclusiones entre sí ; de modo que se vieron obligados a elaborar los medios para esto.

El habla, por consiguiente, evoluciona hacia la formación de un lenguaje común al grupo social, cuyos miembros co­ nocen y entienden un lenguaje que pueden usar para comu· nicarse entre sí. Un territorio común, una actividad econó­ mica común y una tradición coexisten con mi lenguaje co­ mún: por eso un lenguaje común es parte de la auténtica definición de los pueblos y de las naciones. Un lenguaje se caracteriza por un vocabulario y una &Ín· taxis, e& decir, por una cantidad de palabras cuya referencia

48

PENSAMIENTO

Y LENGUAJE

constante se ha fijado en el uso general del grupo social, y por las leyes que gobiernan el modo de combinar las pala­ bras en conjunto, con el fin de que sean éstas capaces de llOIDWlicar algo_ Cuando el hombre empieza a utilizar instrumento& para la producci6n social, también comienza a hablar y desarrollar su lenguaje; de ahí la formación de ideas acerca del"mun.do circundante. Es ''por y gracias al proceso del trabajo'' que se originó el lenguaje. Este origen explica las formas ele­ mentales y esenciales del lenguaje como instrumento& de comunicación e intercambio de pensamientos. Pero el lenguaje, que se originó en la actividad prodac­ tiva del hombre, sirve para todos loa intercambio& s.ociales humanos y a la actividad que desarrolla al mismo tiempo y eohre la hase de la producción. En toda acción social del hombre, se hace uso del lenguaje; y todos sus pensamientos, planes y aapiraciolles, todaa sua ideas sobre el mundo y sobre loa demás, son posibles porque tienen un lenguaje en el que se eXpresan y se comwiican. ·

El estudio de la netur&1leza -la base material, las fun­ ciones y las leyes del desarrollo- del pensamiento y del

lenguaje, conduce a la conclusión de que la formación de las ideaa y au intercambio son imposibles sin el lenguaje y que las ideas solamente toman forma y se desarrollan a través de un medio que es el lenguaje. .Las ides ae forman M>lamente gracias a las palabras y la combinación de ellas. Es por medio de las palabras y de su combinación en oraciones como la realidad se reproduce en penBamientos. Los pensamientos Se definen en tanto que, como Stalin lo expresaba en su Marxi.smo y lingüiltica, "se registran y fijan eo pelabraa y en palabraa combinadas en Irases'' ¡ las ideas sin el lenguaje son ine:x:iet.entea. como Jos espíritus sin cuerpos. ¿Fato significa que pen!!ar e& lo mismo que proferir palabras, y que el proceso de pensar es un

50

TF.ORlA DEL CONOCIMIENTO

proceso de 4'hahlarse a sí mismo"? No. Porque, en primer lugar, es posible pronunciar palabras sin que posean signifi. cado alguno. Y en segundo lugar, porqu·e una vez que uno ha aprendido a usar el lenguaje, muchos procesos de pensa­ miento pueden darse sin emitir en un momento dado, sea en alta voz o "consigo mismo", todas las palabras y las ora· clones que se necesitaría para la plena enunciación de los pensamientos referidos. Es bien conocido, por ejemplo, que en personas que han discutido muy a menudo un tema conjuntamente, pocas pala­ bras son suficientes para que se entiendan entre sí, aún en conceptos muy complejos que ocuparían muchas palabras para quien quisiera explicarse frente una persona de fuera. Eso se debe a que han estado juntos en una explicación preria y estas pocas pslahras recuerdan todas estas expli­ caciones. Es el mismo proceso el que se da en el pensamien1D que se dOBBrrolla en el cerebro individual, Se puede llegar a con­ clusiones sin la intervención de.toda una verbalización int.e­ rior. Pero al mismo tiempo, un hombre se engaña a sí mismo si supone que tiene idea de las cosas sin las correspondientes palabras o que tiene ideas que es incapaz- de apresar en lenguaje. Evidentemente, eso no significa que no haya distinci6n ep­ tre llll& idea. y alguna palabra o alguna oración en particu­ lar; significa que las ideas sólo existen bajo la envoltura de palabras o frises particulares. Por ejemplo, Ja palabra inglesa "red" y la palabra fran· cesa ''rouge'' expresan ambas la misma noción de un color. Así, la idea no puede ser identificada COll cualquiera de las dos. Pero la noción de color no existe fuera de los objetos particulares rojos. Lo que hace que las dos pslahras expre­ san la misma idea es que tienen la misma significación en sus lenguas respectivas, o sea, las doo pslsbras juegan un papel similar para elaborar mediante el lenguaje las relacio­ nes entre el hombre y el mundo externo. La actividad de pensar del cerebro consiste simplei:neirte en elaborar las re­ laciones con el mundo exterior; eso no ha tenido lugar antes .

·

PENSAMIENTO Y LENGUAJE

51

de .}a existencia del lenguaje, ni al n1argen de éste, sino pre­ cisa y exclusiva.mente por medio del lenguaje.

ÚJ8 canvencion& del lenfl;uaje y lo que a;pre111m Una caracteríatica del lenguaje

es su aparente arbitrarie­ dad o convencionalidad; un sonido particular se emplea para un fin determinado en un lenguaje, pero algunos otros soni· dos hubieran producido el mismo efecto y tal vez sean em· pleados para este fin en otras lenguas. El descubrimiento de que laa palahraa son de alguna ma· nera signos arbitrarios o convencionales fue muy importante para la ciencia. Se suele creer -y alguno& pueblos aún lo creen así hoy en día-, que una palabra dada es, de alguna manera misteriosa, "la palabra correcta.'' para designar una cosa determinada, y que esta palabra se relaciona con la cosa JDE!diante un Tínculo interno y no s6Jo por las convenciones del lenguaje. La concepción antigua de unl!, unión secreta entre las pa· lahraa y laa cosas fue obra de la magia y la religión. Por eso se consideraba que cada hombre tenía un nombre propio y que ningún otro le convendría. Su "nombre :feBl" ei-a entonces guardado en secreto, porque se creía que si sus enemigos lo conocieran podrían maldecir su nombre y cau­ sarle un perjuicio. Del mismo modo, se creía que los nom· bree de los dioses era propiedad esencial de éstos. Y también se evitaba el nombre propio con otras palabras. Se conoce así un viejo proverbio (anotado pcr C. K. Ogden y l. A. Ricbarda en au Significación de la 1ignifioación) que reza: HLo divino es correctamente llamado", que expresa la idea de que hay algo peculiarmente divino en la palabra ''divino". Pero no es convencional solamente el vocabulario de una lengua; también su gramática y su sintaxis lo son. Por eso lenguaa diferentes ti!"'en reglas diferentes. Por ejemplo, laa reglas de la lengua China aoc totalmecte diferectea de cual· quiera de laa lengua• europeas; laa reglas del inglés BOD diferentea de las del latín o ..Javo ; y las reglas de las len·

52

TEORIA DEL CONOCIMIENTO

guas que' llamamos ''primitivas"

son

diferentes de todas· es­ tas. Sin embargo, una misma proposición puede ser expre. sada en todas estas lenguas, y puede ser traducida de una a otra. Eso demuestra que no sólo el vocabulario sino la gra­ mática son características convencionales de las lengoas. Los sonidoa particulares que comtituyen la• palabras de una lengua dada, y 1.. reglas particularco de &11 gramática, son, pot consiguiente, convencionales. Lo son en el aentido de que estos sonidos y regl.. particulareo son utilizadas por un pueblo en particular por razones históricas, a pesar de que los mismos pensamientos puedan ser expresado& con igual corrección por .sonidos y reglas diferentes, como lo prueba la existencia de lenguas históricamente desarrolladas por otros pueblos. No son convencionales, eviden.temenre, en . .el sentido .de que hubieran sido decididas y fijada• por alguna decisión de tipo lingüí.Uco por el pueblo de que se trate. En general, las convenciones lingüísticas se :forman por un pro­ ceso -inconsciente en la vida de los pueblos. S6lo en una etapa tardía se compilan en diccionarios y gramáticas, y los pue­ blos empiezan a reconstruir y precisar consciente y delibera� damente las convenciones de su lengua.

Pero mientras tanto, el vocabulario y la gramática. son, en el sentido antes mencionado, convencionales; sin embargo ciertas palabras que posee una lengua, en el sentido de loa objetos que indíca s.u vocabulario no son convencionales, sino que son determinadas por las condiciones objetivas y los requerimientDs vitales del pueblo que uoa tal lengua. Por ejemplo, aunque cualquier sonido pueda ser utilizado para un ñn, una lengua tiene palabras para todaa las cosas, propiedades, relaciones, etc., que son de importancia práctica en la vida del pueblo. En general, una elevación del nivel de desarrollo de la producción incttementa necesariamente la cantidad bisica de palabras del lenguaje. Del mismo modo, las relaciones entre las cosas. y los hom­ bres. que se expresan por la combinación de las palabras en oraciones de acuerdo a � de gramática y &intuis, no son convencionales, sino que son determinadas por aquello que debe reflejane en la frase.

PENSAMIENTO Y LENGUAJE

53

Por ejemplo, ain tomar en consideración· lo qt:lel -es ta� gra­ mática de una lengna� se reqUienm convenciones ·pai:a .es:· presar la acción de -una cosa· sobre otra, -la relación entre una cosa y sus propiedades diferentes· o cambiantes, y así Sucesivamente. Lenguas- diferentes emplean· diferentes.. con­ venciones para expresar ·proposiciones, pero eetaa con"ven­ ciones deben satisfacer· loi mismos requerimientos q� �eri­ van de aquello que debe ...- expresado, que ea común a todas

las

lenguas.

Por consiguiente, cuando un puehlo-ñja."las convenciones

de su ·Jengua, tanto en Jo relativo a su voCabulario b6.Jico

a su gramática, estas convenciones· expresan ias reglas objl:tivaa coniunes a todas las lenguas, y las deben también satlsfacer. como

Cualquier pensamiento que elaboremos, y cualquiera que sea· el lenguaje ·que Usemos para expreoarlo, deben oatialacer loo requerimientos básicos del reflejo de la ·realidad en el pensamiento. EEtos ·requerimientos dan nacimiento a la& le­ yes del pensar, a loo principios lógicos. Ya .. que los miento> son rellejoo del mundo real y en el proceso d� rlofle· j�, como dijo Marx, el mundo material se tradµoe en formas de pensamiento; F.ste proceso de :ieflexicíri. y tradúClción-­ . oua propias leyes; l�s leye� del ji.osar, 10. principios de la lógica.

�­

� leyes del pensamiento comprenden,

en

primer lugar, los principios lógicos para la construcción de proposiciones significativas.

Existen, por ejemplo, proposiciones siµapleS ·y �mplejas.

construcción de proposiciones simples implica oper� nes·J6gicu _como son··Ja .afirmación, la negación,-"dc.; y Ju propooicionea complejas oe consiruyen mediante la combiD&-

La

1

54

TEORIA DEL CONOCIMIENTO

ción de proposiciones simples con las reglas 16gicaa expre_ ,__ alabras como ''y", "o,,• 11m• • • entonce&,,, otc. l!lllWll!i en p • Por consiguiente, ''esto ea rojo'', "esto no es rojo", ''�to se está poniendo rojo'', ''esto es más rojo que aquello", son proposiciones simples. Y "esto es rojo y aquello es verde", ''esto es rojo o estoy ciego a loe oolo:rea'', y "ai. esto es rojo pronto será verde''t son proposiciones compuestas. La cons­ trucción de tales proposiciones se hace gracias a determina· dos principios lógicos que gobiernan la construcción de pro­ posiciones significativas. F.n aegunclo lugar, las !oyes del pensamiento cuentan con loa principios lógicos paar determinar qufi proposiciones siguen lógicamente otras proposiciones y cuáles son lógica­ mente inconsistentes. El!too son loe principios que .. emplean en la argummtación y en el raciocinio. Por ejemplo, "si todo A es B, y tocio B es C, entonces todo A es C". F.ate es un principio lógico general, que nos dice que la tercera proposición es consecuencia lógica de las doa primeras. F.ate principio particular fne formulado por Ar\stóteles que lo llamó "la primera figura del silogmno". Tal principio, evidentemente, no proporcicma garantia de la verdad de la proposici6n: funda las relaciones lógicas que existen entre ellas, pero no su � Por consignienlJo, nos dice que si hemos descubierto que las dos primeras propo­ siciones son verdaderas, entonces no necesitamos más in­ vestigación para aseguramos la: verdad de la tercera, porque so desprende de las dos anteriores. Pero si laa doa primer.. proposicionea son falsaa de hecho, entonces, aunque la tercora proposición ae deriva de ellas, puede aer -dadera o falsa: · la verdad aóla puede aer deacubierta y verificada por la investigación emplrica. Otro ejemplo de principio lógico es el principio de no contradicción1 o .mejor1 '�rincipio de consistencia11• Este 'establece que nna proposici6n no puede aer combinada con su z:-.egación. La negaci6n de "A 'el B" es "A no es B"; de modo que si decimos "A· es B y A no ea B", ambaa .. exclu·

PENSAMIENTO

yen. En esta torio.

caso

el enunciado

Y

LENGUAJE

es

SS

inconsistente o contradic­

Fa necesario apwitar que aunque el principio de contra­ dicción haya sido formulado en primer lugar por Aristóte­ les, ha conducido a innumerables discusiones lógicas. Por eso los filósofos esca.lástioos formularon como una ley que gobierna el modo como los "atributos'' pertenecen a los "sujetas''. En este sentido, dicha ley sostiene que el mismo atributo no puede pertenecer y no pertenecer al mismo su­ jeto; y fue acoplado con una segunda ley, llamada "ley del tercer excluido" qoe dice que un atributo debe pertenecer o no a un sujeto. F.sto fue tomado para indicar que se puede decidir siempre la verdad: uA es B" o ''A no es B''. Uno debo ser verdadero y el otro debe ser falso. •

Pero es fácil apreciar qtie tal opción no puede siempre

hacerse; por eso no es ésta una correcta formulación de la ley lógica. Y& que las cosas existen sólo en interrelación y

movimiento, una cosa puede manifestar muy bien algunas características solamente en ciertos aspectos y relaciones y no en otros --de tal forma que no se puede decidir si tiene o no e• atrihllto. Y es igualmente evidente que si una cosa está en proceso de cambio, puede ser imposible o- verdadero afirmar o negar que tiene alguna característica inmutable. Muchas formulaciones toscas e inadecuadas de los princi· pios lógicos han sido escritas par lo..i:; filósofos con una mente más metafísica que dialéctica. La dialéctica nos muestra cómo cone�r estos errores. Pero la dialéctica no va en contra ni cambia los principios de la lógica: el fin del método dia· léctico es el de poder establec.er la_ consíSteiiCía 16gica 'de las iielacióniS ··reales ·y los niovimientos de las cosas. Por ejemplo, ¿es este hombre calvo o no? De acuerdo a loe filósofos escolásticos o metañsicos, y utilizando su for­ mulación inadecuada de los principios lógicos, ·pued" darse siempre una opci6n determinada. Si es cierto que en ciertos casos ea fácil decidir, en muchos otros no es posible. ¿Es­ tamos obligados ·en estos casos a aceptar una inconsistencia?

56

TEORIA DEL CONOCIMIENTO

"Es calvo y no es calvo''. Nada de eso. Tales casos pueden ser resueltos por medio de la cualificación: 11F.s parcialmente calvo" o "Se está volviendo calvo". Los que tienen un punto de vista metafísico tratan de ex­ presar la ...Udad cambiante en categorías fijas, y tratan de expresar las relaciones de las cosas en categorías aplicables a las cosas aisladas. Como resultado, a menudo caen en la inconsistencia: por ejemplo, si un coche tiene desperfectos sabemos que algo anda ma� o si una persona se contradice a sí misma sabemos que algo no. anda bien en sus ideas. La dialéctica no da la posibilidad d� ordenar nuestras ideas de tal forma que aclaremos las contradicciones lógicas y ser absolutan1ente consistentes. Por eso la dialéctica respeta siempre los principios lógicos de no contradicción o consis­ tencia, a pesar de que la metañsica a menudo les vuelve la espalda. Los principios lógicos son leyes del pensamiento, no leyes de realidad; no son las leyes de los procesos materiales sino leyes del reflejo de los procesos materiales. Y porque son condiciones del reflejo de la realidad en el pen..ciamiento, qlie se d'erlva11 de la naturaleza misma de la forma del reflejo que se ha desarrollado en el transcm:so de la práctica huma· na, las leyes de la lógica exigen su cumplimiento en la pro­ ducción y expresión de conceptos, so pena de su inoohe1'm.cia. Alguna vm se ha llamado a esto el carácter ''normativo'' de las leyes de la lógica, oponiendo as! la necesidad ,,ógica� a la necesidad natural. NuEBtros pensamientos pueden no ser lógicos, pero mientras no lo sean no reunirán las condi· clones del reflejo de la ...Udad: por eso es que las leyes de la lógica nacen de la naturaleza del pensamiento, que ea dis­ tinta de la del objeto particular del pensamiento: por eso también lae leyes de la lógica tienen un carácter evidente por sí mismo y axiomático, que las distingue de las l"fl'S de la naturaleza que deben ser descubiertas a través de la investigación empírica. Así es como todos los conceptos que son elaborados en la sociedad tienen que subordinarse a las miomas leyes del pensamiento y a los mismos pdnciplos 16glooo.

PENSAMIENTO Y LENGUAJE

57

Nuevos conceptos no darán nacimiento,- por OOD�Ii�t,e a una nueva lógica, sino, en todo caso, a nuevo lenguaje. As!. loo cambios conceptuales no afectan a los principios lógicos que son inherentes al prodeoo mismo de pensar y a so expresión lingüistica. .Algunos, sin embargo, ignoran la lógica en ·la exposición de sus puntos de vista: tanto peor para sus coilceptoe. Esto 'ho significa que hayan elaborado una nueva lógica sino.que no han lognM!o ser lógicos. No hay discusión, ni controversia, ni �gumentación, �i desarrollo de pensamiento posibles si se modifiean las leyes del pensar y se hacen düerentes de un pueblo a otro. Quien· quiera que crea que las leyes del pensamiento cambian, o que las dülorentes épocas tienen diferentes lógica, estará ne­ gando incluso la posibilidad del pensamiento como reflejo de la realidad objetiva. La lógica surge de la necesidad uni­ veraal del reflejo de la realidad en el JJ"Mmiento y no ele intereses particulares en que ciertos procesos de pensamiento pudieran ser, eventualmente, útiles. De ahí que, por ejemplo, si un socialista debate con ue defensor del capitalismo, ambos apelan a los mismos prin· cipios lógicos, de la misma manera que ambos hablan el mismo lenguaje. Así como ''dos y dos SQD. cuatro" para el contador de una empresa -capitalista o socialista, también "si todo A es B, entonees algunos A son B'' para un defensor del socialismo o del capitalismo. De igual modo, alguien que Jia. ya leído relatos de trabajos de los misioneros cristianO! en los pueblos primitivos, advertirá que ambas partes apelan a las mismas leyes de la lógica, aunque deba afirmarse que los pueblos primitivos, a menudo discernían más lógicamente que los misioneros. Lo que aqui se dice de la lógica, sin embargo, no puede aplicarse a loe conceptos filosóficos expuestos por aquellos que han escrito libros de lógica. Estos conceptos filooólicos. frecuentemente calificados de ''Lógica", son, de hecho, el penaamiento d� d8'""' oociales determinadas en épocas par­ tloulares, ·

·

58

.

TEOR1A DEL CONOCIMIENTO

Por eso, concluimos que el lenguaje se desarrolla como el medio de expresar y com1Dlicar pensamientos entre los miem­ bros de un grnpo oocial, que tienen su origen y "" deoarrollo m el trllJl8Cllreo de su actividad productiva y de todas BDI otraa actividades sociales. Los penaamieotos de loo hombreo, expresados en lenguaje, se subordinan a la lógica,· a laa leyes del peoaamieoto como reflejo de la realidad material. Al n1ismn tiempo, loa conceptos sociales que se ezpresan eo. el lenguaje se construyeo ccm la ayoda del desarrollo 16gico aobre la base de las relacicmes económicas entre loo hombres, . de las actividades e intereses de las clases socisles.

PARTE SEGUNDA EL DESARROLLO DE LAS IDEAS

S.

La

LAS IDEAS ABSTRACTAS

formación Je la• ideas ob&troctas

Mientras el pensamiento y las ideas, como el lenguaje, se originan en ,el trabajo, los hombres desarrollan su pensa­ miento y BUS ideas en el transcurso de toda su actividad BOOial.

Al escribir sobre el desarrollo de !.. ideas o de la eon­ ciencia -rque la particularidad de la conciencio humana de !.. eoeas l!S que no se da sólo a Ira.& de 1.. pen:ep­ ciones sino también a Ira.& de !.. ideos-, Marx y Engels mostraron. cómo &te nace y se desarrolla "s6lo a partir de la necesidad del ioterc.mhio con otros hombres [ - - . J La conciencia, por consiguiente, desde su origen, es un produc­ to oooial y j>ermaoece tal mientru erlstsn los hombres". (La ttlealor,fa Alemana, parte I, capítulo 1) . . � i�s no son los productoe de un simple proceso inte· lectual, como tampoco eon respuestas automáticas a los estí· mulo• que nos aleaozan deode los objetos exteriores: son producidas por el cerebro humano en el transcurso de la actmdad social del hombre. Reflejan !.. relaciones de los !ndi-.iduos entre si y con el mundo exterior, las condiciones realea de la existencia de los hombres. 59

60

TEORIA DEL CONOCIMIENTO

Marx y Engels llegaron a indicar que "la conciencia con­ cierne primeramente sólo al entorno sensorial inmediato y de las conexiones limitadas oon otras personas u objetos" ] "Este principio", añadieron, "es tanto vida animal [ como social a este nivel. Es mera conciencia de grupo''. Las ideas primeras y más elementales se derivan directa· mente de la relación práctica e inmediata de unos hombres con otros, y con los objetos circundantes; se forman al dar nombres a las características comunes le las- cosas reconoci­ bles en la percepción. Desde el principio, como Marx lo recalcó, "la producción de ideas'' nace de "la actividad so­ cial, de las relaciones materiales de los hombres". Y a par· tir de estas actividades y relaciones materiales en sus más elementales niveles se forma un complejo de ideas prima· rias de los objetos exteriores, de uno mismo o de otras per­ sonas -de las especias y las propiedades de los objetos y •.us diversas relaciones con el hombre. .

.



En consecuencia, las caracteñsticas sobresalientes de loa objetos y las actividades humanas son, más ·o menos, direc­ tamente reflejadas en la forma como las conocemos por la percepción. Tales ideas constituyen la base, el bagaje' ele­ mental dél pensamiento y de su comunicación. iodos procesamos gran cantidad de estas ideas. El po­ seerlas representa un considerable desarrollo social; las io­ mamos como seguras, las usamos todo el tiempo, y todos los niños las aprenden generación tras gCneraCión. Así son nuestras ideas acerca de las cosas que nos rodean y que nos refieren cómo son los hombres y las mujeres, las mesas, las sillas, los coche8, los árboles, las flores, los perros, los gatos, etc., etc. ; las propiedades sensibles de lns cosas como el rojo, el azul, lo duro, lo suave, lo grande, lo pequeño, y así suce­ sivamente; y las acciones y relaciones como correr, caminar, caer, arriba, abajo, etc., etc. Nuestro cuerpo de ideas ele­ mentales eS obviamente mucho más grande que el del hombre primitivo; precisamente porque nuestra actividad es más rica y nuestras relacio11es con el mundo exterior �ás amplias. Sin embargo, la conciencia representada por talea ideas ele­ mentales sigue siendo, como Marx y Engels lo apuntaron,

LAS

IDEAS ABSTRACTAS·

"la conciencia que concierne al entorno sensible inmediato y la conciencia de las relaciones limitadas oon otras petéonas y. objetos". La característica de tales ideas elementales es que tienen Uh contenido· sensible y concreto, porque a ellas · correspon· den objetos directamente perceptibles a los sentidos. E1 des­ arrollo de relaciones sociales, sin embargo, conduce a : la formación de ideas a las cuales :no corresponde -directamente · ningún objeto perceptible. Acaso ¿pOdemos formar ideas a las cuales no conespc)nde ningún objeto perceptible? Sí, por supuesto, y lo · haceuios de heebo. Por ejemplo, los hombres son ohjetXJo directmnen; re perceptibleS, y sus propiedades de ser graiides; pequeño&, delgados; corpulentos, etc., son directamente perceptibles. Pero también pensamos en el hombre en otros términos que éstos; si.O que haya una evidente referencia direéta a los sen­ tidos en lo que pensamos· a cerca de ellos. Si w:mos a un hombre muy corpulento y decimos: "F.s un capitalista hin� chado", su corpulencia perceptible corresponde a la palabra ''hinchado'', pero no hay propiedad correspond.ie.nto a la palabra �capitalista''.- Sin embargo, las ideas de "capitalista'' y de "capitalismo" ·son ideas bien determinadas y estahleci� das. Usamos; de heeho, continuamente en el lenguaje .órdi• nario; y más aún en obras teóricas, una gran cantidad de !alea ideas. Por ejemplo, toda clase de ideas sociales y polí­ ticas, morales o legales, científicas, estéticas. y filosóficas son de este tipo. Para entender cómo surgen tales ideas y cuáles son Sus funciones en el proceso de pensar en el que el mundO se refleja en términos de ideas, debemos tecordar que las.ideu siempre están encarnadas en palabras. La posesión de una idea. implica el uso de ciertas palabras; a la diferencia d8 aquéllas corresponde la diferencia de éstas. Si alguien dice que 4'un hombre corpulento corre", se está usando las pala­ bras de tal forma qu·e se refieren al movimiento percepti­ ble (correr) de un objeto perceptible (nn hombre corpulen­ to),. F.s bastante fácil explicar el significado: huta indicar a) el hombre corpulento, h) alguien que corre, y exclamar .

TEORIA DEL CO!IOCIM!EN'rO

62

''Yo quiero decir que un hombre con10 éste está haciendo aquello''. Si, por otra parte, alguien dice: "El capitalista explota a loa trabajadores" r se refiere a ciertos objetos selll• aibles que noe 80ll familiares (hombres), pero está haciendo al mismo tiempo una generalización acerca de dloe que se refiere a mJ.a relación que no esti abierta inmediatamente a la observación, sino que requiere una deñnición muy ela­ borada m lénninas de otras relacione.. No se puede expli­ car lo que significa "capitalista'' y "explotación'' del mismo modo como se explica lo que se entiende por "corpulento" o "correr''. Se requiere una compleja explicación de otro tipo: a la que Man, eonsagra muchas páginas de El capi­ kil. La idea de ''explotación capitalista'' se deriva, no de una comparación directa de un número de objetos perceptibles sino ele una reflexión sobre procesos muy complicados y re­ laciones en las que dichos objetos están comprometidos.

Nuestras ideas, entonces, no están limitadas al reflejo de las ce:racl:eristicaa comunes de los objetos exteriores accesi· bles a loa sentidos. Las ideaa se forman siempre de acuerdo a las necesidades de una relación eocial. Y con el desarrollo de la producci6n y el consecuente desarrollo de sus relaciones, de las relaciones sociales y de la actividad social general, las ideas oe desarrollan más allá del nivel de conciencia de las caracleristicaa comunes de los objetos percibidos por los sentidos. Los hombres forman conceptos generales acerca del mnndo y de so propia vida social. Tales ideos se forman y se encarnan en palabras, como producto de las relaciones activas entre los hombres y entre éstos con la nsturaleza ex· terior y en función del dessrrollo de las relaciones socialeS, aunque no existan loa objetos perceptibles correspoodien"'8.

Para estas ideas

tracto''.

se

utiliza comúnmente el término �abe­

Todaa las id8as ahetractas, sin excepción, tienen su origen en la experiencia en el mundo material objetivo: natural o

LAS

IDEAS ABSTRACTAS

63

social. Porque las experiencias de los hombres, derivadas de

interrelaciones y do su contacto con la naturaleza, los conducen a formar ideas abstractas. Estas ideas mantienen la continuidad y desarrollan esta relación. Y reflejan las relaciones objetivamentie determinadas que existen entre las cosas, entre los hombres y entre hombre y cosas, que se traducen en las mentes de los hombres en términos de ideas. 8Ul!I

\

Una importante :fuente de desarrollo de ideas abstractas el desarrollo de las relaciones sociales. Por ejemplo la ar· ganización primitiva de la sociedad -Q)n sus complicadas reglas acerca del matrimonio, de l a pertenencia grupal, y finalmente, de las reglas del comportamiento social- dio origen a un conjunto de ideas a cerca de las relaciones so­ ciales, que fueron inmediatamente productos de estas ieJa. clones y su regulación. Posteriormente, aparecieron las ideas de rango social, de jerarquía. Más tarde aún, con el desarro­ llo de la propiedad privada, surgieron las ideas relacionadas con los vínculos derivados de la misma.

'es

Por ejemplo, CU.ando una persona tomó posesión de una tierra, se formó la idea de terrateniente y de sus correspon­ dientes deberes, derechos y privilegios. Tales ideas de pro­ pidad son abstractas, a las que no corresponde ningún objeto inmediatamente perceptible por los sentidos. Por eso, la idea de un campo roturado corresponde a una realidad sensible; pero la idea de propiedad de tal campo ea abstracta. Del mismo modo, el producto de este campo es una realidad boncreta, perle -podemos comerlo, por ejemplo- ; pero el derecho del terrateniente do tomar pooesión de este producto no es perceptible. Pues bien, est.as ideas abstractas son el reflejo ideal de algo real y objetivo : las relaciones de producción establecidas en cierto nivel de la �ución de dicha producción social, Otras ideas abstractas se forman como con_czecuencia del deaarrollo de las actividades productivas del hombre y de otras que afectan la naturaleza exterior. Por ejemplo, ésta es la luente de las ideas de causa y efecto, y además, de todas lu ideas concernientes al contar y medir, tales como núme· roa, espacio y tiempo.

64

TEORIA DEL CONOCIMIENTO

Una influencia muy importante en el desarrollo de las ideas del hombre es su relativa ignorancia y el desamparo en me"dio de su actividad socid: éstos desencadenan el desa­ rrollo de todo tipo de ideas ahstraotas místicas e ilusorias.

Muy tempranamente los hombres empezaron a pensar en causas subyacentes qu·e actuarían sobre los diferentes prooe-. sos con los que estaban familiarizados y de los cuales depen· dían para su supervivencia. Por ejemplo, man crecer las cosechas o multiplicarse los animales y eran eonscientes de lo que debía hacer pa:ra promover estos procesos. Pero no veían ni eran conscientes de. las causas profundas que actúan en estos procesos, ni tampoco tenían medios, o los teiúan muy inadecuados, para controlarlos. M es como se formó el concepto de poderes invisibles. Muchos pueblos primitivos tienen el concepto de un poder secreto presente en los hom­ bres, animales y C06llS, que conoideron como algo impercep­ tfüle a loo sentidos, impenetrobles, que controla todos loo objetos sensibles. Así, ciertas tribus de pieles rojas llaman este poder wakanda, el cual uno de suo oncianoo trstoba de explicar a un antropólogo visitante diciendo: ºNingún hom­ bre ha, vLctto jamás a wakanda,'' A partir de este tipo de iclea abstracta -los poderes invisibles- se desarrollaron .las ideas abstractas de religión y teología.

Dim.ión del trabajo: intelectool

y

manual

ideas abstracta& se forman, como lo. vimos en estos pocos ejemplos; como consecüeñcia del proceso. de desarrollO social, más. concretamente, como }(t señalaron Marx y Engels, del proceso social fundamentol de división del trobajo.

Las

La formación de todas las ideas abstractas de cualquier naturaleza y a partir de cualquier fuente, presupone cierto desarrollo en la capacidod productiva del bombre y de las relaciones sociales. Por consiguiente presupone cierta divi­ sión del trabajo, que empieza por separar el grupo produc­ tivo simple o "manada'' en individuos diatin� no sólo co­ mo miembro distinto de la especie sino como persona cuya

LAS IDEAS

ABSTRACTAS

función social y posición es distinta, como una indiYidueli· dad. &o produce las actividades, las relaciones y las eEP'" riencias que son la hase del surgimiento de las ideas ahatraoo tas, asimismo, pone fin a la etapa de conciencia "giegaria" y permite el desarrollo del pensamiento individual . Con la formación de las ideas . abstractas, a� una división. entre trabajo lntOiectual y manuaL y CClll ello, piesan a aparecer hombres sabios, ancianoe, líderes de toda tipo que son los intelectuales y que las exponen y desarro­ llan. Esta especielización intelectual CIOCió como una carac­ terística indispensable de la Yida social; porque sin las ideu,· .,,.... de .pro­ la división del trabajo y los p- coo..tes ducción y las Mlaciones sociales no podían· mantenene ni ampliarse. Por eso Mace y Engels observan en La Itkologfo Alemana: "La división del trabajo sólo se hizo realidad en el momento en que aparecl6 la división entre tr&haJO··manua1 y trabajo intelectual". En general, la formación de ideu abstractas corresponde · al ·surgimiento de nuevas necesidades sociales. Al mismo tiempo, el desarrollo de las ideas llega a ser una forma eope­ cial de actividad social, un campo de la división del trabajo, que conducirá a nuevas consecuen.ciaa. Una vez que una idea abstracta está formada y encamada en palabras, nace la posibilidad de que estas palabras se refieran a cierto tipo de objetos que existen fuera del mundo material que se refleja en las percepcioneo sensoriales. Y esta posibilidad se realiza tanto más, cuanto el manejo de ideas abstractaa se bace actividad social especial separada del trabajo manuaL Ea obvio que ea> ocumJ oon los oonceptos de poderes in­ visibles, seres iobrenaturalea, etc. Lu gentes que emplean estas ideas consideran que ciertos seres y poderes miaterio808, ouya existencia está separada y es independiente de la eiciatencia de cosas materiales perceptibles, corresponden a .,.. tas ideu. As!, loe brujos, los sacerdotes o t.oólogoo que so .,.. pecialízan en tales ideas, formulan las doctrinas más elabora­ das con respecto a estos términos. Pero una ilusión similar puede crecer en torno a lu ideu

TEORIA DEL CONOCIMIENTO o.ijstractas, en tanto que ningún objeto percep_tihle les corres­ pm.de directamente. Y sin embargo, deben tener . relación ccm· los. objetos perceptibles. Para explicar tales ideas, para decir qué significa el mundo en el que están encamadas, es necesario referin:e a determinados objetos percepti� y p�s y _ relacione& que se reflejan en ellas. Por otro .Ja.do, es posible hacer abstracción de Is realidad concreta que se refleja en las ideas y manipulsr ideas que expresan algún universo de abstracciones conocido por el intelecto, pero in· dependiente del mundo perceptible, de la experiencia y la · práciica. ''La aproiimación de la mente a una cosa parti_cular, el alejaree de ella'', escribió Lenin 'en sus Cuatlenws /ilos6Jicos, ''no es un acto directo y simple, un reflejo sin vida en un espej� sino un acto complejo, zigzagueante que crea 14.posibilidad de que. Is fantasía pueda volsr totalmente ale· jada de Is realidad. Más auo, se da el caso de que las ideas abstractas puedan transformarse imperceptible e involunta­ riamente en fantasía y a Is lsrga en Dios, ya que las simples gener�izaciooes y las ideas generales más elementales son un fre.gmento de la fantasía''. F.ste "volar lejos" de Is realidad, por parte de la idea ahstra�, es lo más normal cuando el trabajo intelectual está divorciado del trabajo material, cuando la actividad teó­ rica está- divorciada de la práetica. Con el desarrollo de las ideas abstractas, el pensar ya no está ligado a las características de las cosas y de sus rela· clones con las personas y objetos con los que tenemos con-­ tacto sensible inmediato. Y precisamente porque el ·pensar se transforma en una zona particular, lo intelectual, que se diotingue do lo material, en Is mayoña de los casos se aisla n.ipecto de la práctica y de. la experiencia vital de trabajo. ordinario. St; libera para elaborar toda clase de conceptos gle como dependien· � del pensamiento y producto suyo, es decir, el. ideali.amo. En otras palabras, considerar el ser anterior al pensar, . o el pensar •P.!�;rior al ser VJSto así el problema, la lucha de la tendencia materialista contra la idealista !ignifica una pugna, traída a través de las edades de la historia humana, desde loe tiempos primilivrio hasta nuestros días y el futuro, para aprender a pensar veraz y correctam·ente, es decir, reflejar verdaderamente las con· diciones reales de la existencia humana y ayu�r al progreso ltumano: es la lucha por el conocimiento y la ilustración contra la ignorancia y la superstición. i;on

.

,

j

6.

l¡J /or�ón de

loa

LA IDEOLOGIA

ideologfa&

En el tranacurao del deaarlo rol de la aociedad, 1aa icleae · abotracms ee .utilizan .para la elaboración . de � � trinas y oonceptos más o. menos. siatemáticoo IUl!ml& de la �dad, Los cooceptos generales y lu maneras .de pmsar, loa si.temas do ideas abstractas, se establecen como. caracte­ ri.ticaa de ia manera de ver laa COB86 de wia sociedad :o de una parre de olla.

EDsten considerables diferenciaa entre los. ooru:eptoe .ma. nejadoo por laa difereJlleo BOOiedades y los niveles-de des­ arrollo social. Cada uno posee sus ideu sociales .tlpicae eu polltioa, moral; ley, propiedad, religl6n, filoeofía ; éatae pe­ netran el peneamieuto social en todoo sus upeotos o inflo· ym en el desarrollo de laa ideu de todoa los individuos. Con el deserrollo de Ja pn>J!i�� prmula y del Eotad_o, por ejemplo, a:i generan lu ideas a.cerea. dé lóa ·"�" individuales y pol!tiooa. Pero en loo diferentos niveles 'del d...rrono de la propiedad, loe conceptos que se tienm aoer· ca do los dereohoo -las toorlas que se forman acerca de eDos, las doctrinas sistemáticas aoei'ca · de los �1 ....r1an considerablemente. En la socleclad eoolavista, ·loo os­ cllmlli eran considerados sin derecho ·alguno. En la· eociodad feudal, todos eran aujeto · do derechos, pero el oaráeter de éstos dependía de su posición en el orden feudal, de manera �. los derechos de un siervo no eran los mismos ·que loa de un solior. Con el surgimiento del capitalismo, la toorla de los ''derecho. hun1.ano1" empezó a formular la concepción 69

70

TEOIUA DEL

CONOCIMIElm>

de que cada hombre, simplemente por ser tal, posee cierto "derechoa humanos inalienables'' que son loa mismos para todoo, y abundaron los argumentos para llegar a la correcta delinlci6n de estos derechos y determinar su procedencia.

También, desde el principio de la producción oocial el 'hombre forjó ideas a propósito de loo· procesos causales en la naturaleza. Pero en los diversos niv'eles de la aociedad es­ tos concepto& han variado considerablemente. La teoña más primitiva es el animismo que considera que todas · las- COS88 son vivas y conscientes. Más tarde, derrotado el animismo, oe · conoidera que todo es dirigido por· un principio especi· ·fico, que determina au naturaleza, su lug&r en-la jerarquía de los seres y sus modos peculiares de aetuar sobre otros ·seres y reaccionar frente a ellos. ·F.sta noción ·de cauaalidad file elaborada con muchos detalles dursnt.e la Edad Media. · Luego 8'o al coneepto mecanicista de'la eauoaüdail que fue característica de loa principios de la ciencia natural . moderna, y según el eual los movimientos de.los euerpos. son gobernados por un conjunto sencillo . de leyes naturales y .todo lo que ocurre está determinado por. las interacciones externas de los euerpos de acuerdo a dichaa leyes.

Tales · conceptos más o menos sistemáticos, que vieron la luz históricamente en grupos sociales determinados, en eta­ �s Mtmhi:én determinadas del desarrollo social, y que varían de acuerdo a su origen social, se llaman ideologúu . Y . el desarrollo de tales ideas so llama d•rarrollo ideológico. .

Lm OO... materiale1 del de..rroUo

ideológico

La ideología es esencialmente un producto oocial má,s que individual. Al tratar del desarrollo de la ideologia, tratamos el desarroD.o. social de las ideas. No nos interesa tanto c�o 1J.s ideas se forman y se elaboran en la mente de una indi· vi,du� cuanto có.mo se forman las grandes corri�ntes de ideas y defüum las distintas fases del dessrrollo social. . Evidentemente los individuos contribuyen como indi,•i. duoa, de acuerdo a sus capacidades y circunmtncias, a la

"LA IDEOLOGIA

- 71

formación de las ideologías. Por otra parte, las ideolo·gías · qua dominan o nacen en la sociedad constituyen siempre el trasfondo y la condición del desarrollo de laa opiniones · e ideas de cada individuo en esta sociedad: los individuos en sus propias opiniones y conceptos., están influidos siempre por laa ideologías., lu expresan, son sus portavoces. En el transcurso del desarrollo social se dan cambios y avances de la ideología. Una desplaza a o_tra. Y en la misni.a oociedad, ideologias diferentes y rivales interactúan y ·se o¡ionen entre sí, Pero la ideologla no tiene desarrollo· inde­ pendiente. No exi!le una ''historia del pensamiento", inde­ pendiente del desarrollo de las condiciones' materiales de la vida social. Una ideología siempre ea la· ideología de un pue)>lo de­ finido, viviendo en condiciones determinadas, dependiendo para su vida de un detenninado modo de producción, con determinadas relaciones y prácticas sociales, con determina­ dos deseos y" metas. Y su ideología no se forma independien­ temente del proceso de su vida material. ''Nos basamos en el hombre real y activo", f'Scrihieron Man y Engeb, "y sobre la base del proceso vital real_ de­ mostramos el desarrollo de los reflejos ideológicos y de los ecos en el proceso de su vida. Los fantasmas formados en el cerebro humano son, también necesariamente, sublima­ ciones del proceso de su vida material, que es empírica.meit­ te verificable y ligado a premisas materiales. La mor&� la ·religión, la metañsica, todos los otros elemei1tos de la ideo­ logía y sus formas de conciencia correspondientes no tirnM.1 ni Ja· apariencia de independencia. No tienen historia ni des­ arrollo; por el contrario, los l1ombres al progresar su pro­ ducción material y sus relaciones, alteran al mismo tirmpo que su existencia real, su pensamiento y los productos de su pensamiento''. (La Ideología Alemana, parte 1, capítulo l ) . Es el desarrollo de la producción y consecuentemente de las relaciones sociales basadas en ella, el que da nacimiertto a las condiciones de la formación de la!!- ideas abstractas y a la necesidad social de su desarrollo. Las ideologías 110 sOt1 consecuencia de un trabajo interior de la mente del humhre,

72

TEORIA DEL CONOCIMIENTO

independientemente de la vida material de la sociedad sino que OI �·ÓIR'laecuencia del progreso de esta 'Vida, que con­ dici'*'a JM p!Oductoo intelectualeo.

'i:.'iliit «1cledad dividida en clases, las ideologias tienen ill'itiiiít ·¡¡¡; diiáe. Diferentes conceptos se desarrollan IO· ·1md• Diire de fos diferentes lugares ocupados por las diver· .,.

aas

clases en la producción social, sus diversas relaciones frente a los medios de producción, sus diversos papeles en la organización del trabajo de la sociedad, sus diversos mo­ dos de obtener parte de la riqueza .social, sus diversos intere­ ses materiales. Las diferentes ideologías, por consiguiente, oreoen ·al ·servicio de los intereses de las diversas clases.

El refkjo ideológico de la r.alülad El deearroHo ideológico es gobernado, pueo, por el d..a. rrollo material de la eocledad: por el progreso de la pro­ ducción, de las relaciones de producción, y de de la lucha- de el.....

Por consiguiente, las

I8s clase& o

call!aS que impulsan el progreso de un sentido u otro pueden ser encontradaa aiempre. eon último análisis, no en la misma esfera de la ideología, sino en la eslera de las condiciones de Yida ma­ terial. Par& explicar, por ejemplo, por qué la idea burguesa ·¡¡. los detechoa humanos suplantó a la idea feudal . del de­ recho, es necesario considerar los cambios ocurridos en el modo de produ�ón de la vida material, es decir, aquellos que produjeron una contradicción entre la idea feudal del derecho y los derechos actuales cuyo reconooimiento fue necesario para que el modo de producción burgués se, abrie­ se paso: entonces se impuso un cambio en la idea de 101 derechos para que correspondiesen a la nueva realidad. Del mismo modo, en la esfera de las ideas acerca de la natura· leza, estos mismos cambios en el modo de producción impu· lieron una nueva dirección en el desirrollo de las ·ideas. Y en general, la ide"ología feudal fue euplant�da por la ideo­ loFia burguesa porque, en la vida materill'l de. la !!ociedad

la idQOlogia en

LA IDEOLOGIA

73

lu zdacionea sociales feudales fueron suplantadas por lu relacionra sociales burguesas. Pero al mismo tiempo, el desarrollo ideológico en cuanto desarrollo del pensar abstracto, tiene suo propias · caracte­ rísticu. eus propia& leyes internas. Su dirección está � minada por el desarrollo de la vida material de la sociedad, y cada ideología se desarrolla .,,bre la base . de relaciones oociales materiales determinadas y )as a.ctividades. al serví· e1o de determinados intereses materiales.: Pero sigue �do cierto que la ideología debe satisfacer ciertos requisitos �­ telectuales y que éstos se encuentran e imponen COlltinua· mente en el transcurso del desarlollo ideológico.

Lu ideologías se deearrollau en funci6n de detenni,nadoa intereses de clase: son instrumentos intelectuales, armas in· telei:tua.Jes, forjadoa por una determinada clase, en corres­ pondencia a la posición material y a las n�Qa� de esta clase. Pero pl'ecisamente p:t-rque son instnllnentos y armas intelectuales eficaces deben satisfacer requisitos intelectua· les: deben obedecer a las reglas del trabajo intelectual, como por ejemplo Jos. instrumentos y las armas materiales deben obedecer las reglas del trabajo con los metales.

¿De d6nde nacen estos requisitos internos o intelectua­ les del desarrollo ideológico? Surgen del hecho de que la

ideología es un reflejo del mundo real y material en forma de ideas abstractas. Cada ideología es un intento 'de los hom­ bres para comprender y calificar el mundo .real. en· el qt,lC VÍYeD, o de al�os de sus aspectos, y de sus "propias_ vidas, de tal forma que esté a su servicio en las condiciones dadas en las que viven. Por consiguiente, siempre deben proc1:1n:r .desarrollar su ideología como un sistema coherente de ideas que - compartible con . loo hIecen al producir los m.edios de vida, so producen las ideas y las teorias. sociales. Por -consiguiente, por ejemplo, son las relaciones reales entre terratenientes y siervos establecidas en el modo de producción feudal las que se reflejan en las ideas feudales de la propiedad de la tierra y en la ideología f.eudal en general. Del mismo modo, 80'1 las relaciones. capitali•as las que se reflejan en la ideología capitalista. Y fueroe las más shqples relaciones tribales, la solidaridad del individuo con la tribu, las que se reflejaron en la ideología del comunismo primitivo. Por ende, a medida que la sociedad progreaa, laa ideas que reflejan las relaciones de propiedad .., elahoran en la forma de sistemas y teor!as pollticaa, derechos sociales y obligaciones, leyes, etc. Toilas eSlas ideologías tienen su origen en las relaciones sociales de producción y constitu­ yen, en último término, sólo un reflejo ideológico. de mtas relaciones. También eso es cierto para las ideas morales. Si p-OfJ)DDlOB concepcionoo valorativas absolutas del bien y del mal, do lo correcto y lo erróneo, de la virtud y el vicio, éstas l!IOn el reflejo, no de alguna propiedad objetiva de personas o ac­ ciones sino de Iu :relaciones sociales dentro de las qu� � lucionamos y en las que tiene lugar la .actividad penonal. No debe extrañarnos, por consiguiente, que los juicios mo� rales se modiñquen de acuerdo a los cambios :fundamentales en las relaciones sociales; y si existe solamente un patrón objetivo para opinar _que una moral es más elevada que otra, es aquel que refleja y llÍrve el sistema sooial de máa alta . . Jerarquía, '

.

,

86

TEOR!A DEL CONOCIMIENTO

Y lo mismo es cierto, incluso, pe.ra lo sobrenatural _y la ideología religiosa. El mundo sobrenatural que los hombres conjuran con sus ideas, en último análisis, nunca es otra cosa que un reflejo del mundo real de la sociedad, de las relaciones sociales en las que viven en la tierra.' El mundo de lo sobrenatural .siempre sirve- como guardián de la elabo­ ración básica de la sociedad. La religi6n tribal guardaba la · tribu y proti>gia las relaciones tribales, así como las ideas cristianas .se han venido adaptando hoy en día, de tal forma que el cielo parece proteger el ordeD. social burgués. El mundo sobrenatural que guarda y jurtifica el · orden social es creado a imagen de este orden social.

� son ejemplos del modo en que diversas 'formas de iluSiones ideológicas se desarrollan en términos de ideas abs­ tractas cuya fuente se encuentra en el desarrollo de las rOladones sociales, má& precisamente, de las relaciones de producción. · La realidad objetiva que se refleja en tales ideas, nunca es diferente del conjunto existente de las rela­ ciones sociales que nace de la producción de los medios mBterialea de vida. El caráCkr e1p0ntáiieo de la ilusi6n ideol6¡¡ica

·

.

.

2. ·La segUiida caracll"rística de las ihisiones ideol6gicas es que, aunque su fuente descanse en el complejo de las relacione& socia.J.es, nunca: son conscientemente derivadas de esta fuente ni se plantean como Un análisis de las relaciones ·

sociales existentes.

Las ideas que los hombres manejan pueden reflejar las relaciones · sociales, pero Sus ilusi.Ones ideológica.S no son .creadas par un refl8jo conscierite en sus propias relaciones IOciales · n.'i elBhoradas pOr ellos mismos, de un modo cien­ tÍfico, como un 'o"rden exacto · y sistemático de la estructura · ,�¡ qut! en��tran. .

··· · � ideas de· economía política, por ejemplo, tales como aparecen en un libro como El cDfÑal de Marx, se derivan de una investigaci6n consciente y met6dica de las ielaciones

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LAS

ILUSIONES IDEOLOGICAS

87

de producción actualmente existentes. Por este motivo,_ ño son ilusorias sino de carácter cientüico. La ilusión ideolO· gica, por ·otra parte, surge como un reflejo inconsciente. inintencionado de la estructura social existente, expresada en ideas generales acerca del mundo: tiene un carácter espontáneo. Por este motivo, si tratamos de descubrir las características más esenciales de alguna i�eología ilusoria, no las descubriremos en las formas razonadas en que lós hombres han presentado sus ideas, sino más bien en las liipótesis no razonadas y los prejuicios que toman por buenos, y que sostienen su raciocinio. Por ejemplo, en la ideología de la ·iglesia católica medicval, todo el mundo, cielo y tierra, fueron considerados como una jerarquía en la _que los miembros de los estraros inferiores estaban necesariamente subordinados a los superiores. En la producción de esta ideología no había intención de justificar el orden feudal ; la intención consciente era legi· timar el orden necesario del mundo entero: esto fue elahorado conscientemente como un sistema lógico. Pero la ideo­ logía era ya de hecho un reflejo de las rC"laciones sociales feudales existentes, que reproducían en las ideas de los hom­ bres mediante un proceso e�pontán�, involuntario, i11cons­ ciente. Estas ideas se fijaron coma prejuicios y fueron utiii­ zadas para interpretar y elaborar la teoría de todo cuaJ'!.tO interesara al conjunto social, tanto respecto a �a naturaleza y la sociedad como al reino imaginario del cielo. El carácter espontáneo, inconsciente del reflejo ideológico de las relaciones de producción, se debe al carácter es· pontánea inconsciente de estas mismas relaciones de- producción. Las relaciones de producción entre los hombres, escribió ·Man, son ''necesarias e independientes de su voluntad". Esta es la clave para entender la naturaleza del reflejo ideológico ilusorio de estas relaciones en ideaS abstractas acerca del. mundo Y. de la so�.i'edad. Las ·l"C1laciones de producción no se constituyen deliberadament�; sin embargo son al mlsmo tiempo, en cierto nivel de desarrollo social, necesariail. Y puesto· que los· l1omhres nunca deciden el constituirlas, ·

TEOR!A

88

DEL

CONO�

aunque al mismo tiempo no pueden avanzar sin· ellas, no son conscientes de ellas como relaciones aocialeB transitorias que han sido instituidas en un tiempo y circunstancias determi· nadas, para responder ª las necesidades social.ea histórica­ mente determinadas, pero· sólo temporales: más bien apare­ cen como necesidad objetiva de las �sas. Las formas ca· racterísticas de las relaciones sociales de loe hombrea y &ua relaciones con la naturaleza, que son de hecho el resultado determinado históricamente de un modo definido de produc­ ción, se reflejan en ideas abstractas bajo la forma de pre· juicios e ilusiones acerca de la naturaleza del hombre y de la sociedad, como también ideu acerca de Dioa y de la Di­ vina Pl'OYidencia, acerea del derecho y la justicia, acerca de laa propiedades eternas y neceeariaa de todoa loa seres, la naturaleza última de la realidad. y así sucesivamente. T..a

ibuión del pe1U16mÍmlo puro

3. La tercera caract.eristica de las ihisiones ideológicas

es que, precisamente por su carácter espontáneo, imposihiliia .conocer su ve'rdadero origen ; parece como si hubieran si� producidaa por loa mismoa hombres a tra'"8 de un libre proceso do pensamiento, como una operación pura y libre ·: de la mento. "La ideología.1 es un proceso que se realiza. en el asi lla­ mado pensador conscientemente, en efecto, .poro. con una

1 Marx

y Engel11 utilizan a menudo el

� · ""ideología"

para

referir5'I m:clUllivament.e el proceso dt1 la iloei6n ideolágica., · o· sea,

lo 1llllD. ea nn sentido ratrlnirido. Cuando el término .e asa en ··este 11mddo, la niodalidad cientlfica del penaamiento es -.Juido por definict6n del proceso ideol.Sgico. Pero el t&mino "ideo1op;[a" ae 11U ffecuentem.entc tambim en un sentido mú amplio, de tal forma que se puede hab1ar, por ejemplo, de una uideologia científica aocialista", y caracteclzar el manlsmo como siendo tal ideolo¡{a.. En eate libro he empleado el t&mino en el eentldo mú ampllo, de tal forma qne 1a palabra "ideolosfa" ae asa para callfic&r la ai:;tltud típica o la teoría dtl un periodo o dti una clase. en la que pñ"®I 1Qe1C1'Qe tanto los elementot ilusori01 corno l• Vftl'daderoit o . cien· .

LAS 11.USIONl;S

IDEOLOG!CAS

89

coociencla falsa", escribió Engiels en µna carta a Mehring el catorce _de_ julio de 1893. "Los motivos ,...Jco que lo im­ pu1san le son desconocidos, pues ai n� no sería. un proceso ideológico. De ahí que imagine motivos fabos o •P8"'!1...._ Ya que es un proceso de pensamiento, hace derinr tanto au · forma como su contenido del pensamiento puro9 sea. el suyo propio o. el de sus predeceoores. Trabaja con malerial meramente intelectual que aoepta sin examen como producto del peneamiento, y no investiga buscando un proceso � remoto independiente de pensamiento". Y má>I adelante, Engels escribió que la ideologia -la ela­ boración de las ilusiooes ideológica&- "se ocupa do loe pensamientos como entidades libres desarrollodas indepen­ dientemente y solamente oujetaa a 8118 propias leyos. Que las condicionea de vida material de estaa pemonas dentro de cuyas cabezas e8toa procea:>s tienen lugar, y que en ·último toclll'BO determinan el progreso de 'este proceao, ·� ignoradoa por estaa peraonaa, porque de olTO modo, oato oeria el fin de todas las ideologías". (Lwlwig F�, capítu­ -

lo 4).

f.,.,,.,jó,.

ideológica

4. La cuarta característica de las illl8Íonea ideológi""9 ueblo en pre.!ervar su organisaci6n ¡K>cial y sentirse fuerte y seguro en ella. Cuando la sociedad ae dividió en ciares antagónicas. y cuando, consecuentemente. la histori8. Se hizo hi!ltorio. de la lucha de clase, entonces el interés de clase se transforma en la· motivación principal ·de la ideología. Toda ideología se hizo ideología de clase, expresando, en una :forma oculta, las condiciones de existencia de una determinada clase y sirviendo a ésta en su lucha contra las otras. La ideología dominante en algún período es aquella la de la clase diri· gente; de modo que cuando esta ideología es desafiada, eso es la expresión de un desafío de clase al estado prevalecien· te en las relaciones de clase. El disfraz -y ocultamienl- de la ideología de clase, generados por el interés de clase, no debe �er interpretado sin embargo, en principio como un ocultamiento �ente y_ deliberado. Suponer que los pensadores representantes de una clase deliberadamente inventan engañosas ideas con el propósito coneciente de ocultar al pueblo cuál es el carácter real do las relaciones social.., es suponer que estos pensa­ dore!i conocen de hecho e1 verdadero carácter real de las relaciones sociales. Más bien, la verdadera esencia de la ilu-

TEORIA DEL CONOCIMIENTO

sión ideológica es que ésta es una falsa conciencia de las nlaciones eoclale.. El concepto ideológico mistilieado de ... tas relaciones, ocupa el lugar ·de una concepción · cotreCta y científica. :Esta falsa conciencia surge, como lo hemos visto, no por un proceso deliberado sino espontáneo e incon&­ ciente. No es una falsedad deliberada sino una ilusión: si es oculta.miento, es también autoengaño.

Los que quisieran intetpretar las ilusiones ideológicas co­ mo meros ocuhamientos deliberados, equivocarían la ver­ dadera naturaleza de lo que Marx y Engels llamaron "falss conciencia''. Porque suponen que la clase a cuyos intereses sine la ideología posee realmente una verdadera concien cia de la b1111e de su exisbmcia -que es precisamente lo que la claae explotadora no posee ni puede poseer. La expli· cación de las ideologías como producto de un plan bien calculado para ocultar al pueblo los inteteses de una clase es una vulgarización absurda del marxismo: no es asf como surgen las ideologias.

Evidentemente, loo repreamtantes e ideólogos de las clases dirigentes se comprometen constantemente en un . oculta­ miento coneciente y deliberado frente al pueblo. Pero detrás .del &istema de diafru deliberado descanaa siempre un sis­ tema de autoengaiío.

Por ejemplo, tomaremos el caso de Plat6n, que era repre­ sentante de una extrema teacción ideológica en la Grecia antigua. En su República -.nía c¡Ue, para maotener al pueblo sumiso, los jefes debíao propagar lo que él llamó ''una noble mentira''; a pesar de que supieran muy bien que no era la ..,rdad, debían proclamar que jefes y súbditos son hombres de dos clases diferentes: los jefes son hombres de "arm!cao y de claso de la oociedad condi· clonan el desarrollo de la ciencia: los prejuÍclos ideológicos de deferminadaa claaeo penetran en la ciencia e influyen ou deoarrollo. Influyen su desarrolol en form� positiva o ne�· tiva; ayudando al descubrimiento_ científico o impidiéndolo, como, en general, la base económica de la propiedad y las relaciones de claae pueden oer favorables o desfavorables al desarrollo futuro de Ja· ·ciencia. Pero los descubrimientos de la ciencia y el progreso de la teoría cientffica no reflejan los prejuicios ni loe intereses de- al!?;UJla clase: reflejan di­ rectamente los Procesos del mundo objetivo, ·lo cual podeinos confirmar pOl" la anlicación progresiva de los métodos cien­ tíficoe que son métodos de investigación de hechos y· no métodos de "elucubración. teórica que conviene a· los intereses de alg6n pueblo en particular. Adem� es evidente que la ciencia juega un papel · im­ portante en el. desarrollo ideol6gico de la sociedad. Loa cortcep.tos científicaM.ente 'formados., ·1os· descubrimien­ tos ·C!Ontífi�o•Hmtran a ·formar parte do las ideologia8, ejer· . oen �a pod8rosa y creciente influencia en su formación a

LA CIENCIA tal grado que, en algunas de

sus

121

caract.erísti- se haren científicas más que ilusorias. Cuanto' más avanzado es el desarrollo de la ciencia más importante es O! papel que puecle jugar en el desarrollo ideológico gOlleral. Por ejeinplo, la concepción de la evolución de las esp.. cies mediante la selección natural de la célula como la uni· dad a través de la cual se desarrolla la vida, la del átomo, la de la tierra como parte del sistema solar dentro del uni­ verso de la vía láctea: Son todas ellas concepciODeS lu ideas burguesas sobre la naturaleza y, por eso, do la actual ideo­ logía de esa sociedad. En general, la ideología burguesa no sólo penetra las ciencias a través de prejuicios sino también es penetrada por ellas, tratando de "h\terpretar" y explicar los de!cuhrimientos científicos. Pero sobre todo, la ciencia ocupa un lugar como arma de critica en el desarroHo de la ideología. Nuevos conceptos y descubrimientos de la ciencia entran en conflicto con la ideología existente y estremece prejuicios y conclusiones de­ rivados de ellos. Así ocurre cuando nuevas clases surgen desafiando las Viejas clases dominantes. Entonce8 nuevaa ideas so oponen a las viejas, la investigación científica y las conclusiones derivadas de ella se hacen �a revolucioo­ naria de critica. Por consiguiente, la ciencia juega sobre todo un papel progresista y liberador en el desarrollo social. Sua closcubri­ mientos amplían la capacidad colectiva de los hombres para sstisfacer sus necesidades y eirven como medio do ilustra­ ción, apartando las nubea del error y la superstioión y ali­ mento a loe hombres con un conocimiento de la naturaleza y de elles mismos. Las, el...., y las naciones particulares ocmducidas por elases particulares, han hecho su contribución al desarrollo de las ciencias, estampando temporalmente ellas sus cara.e· terísticas peculiares y sus limitaciones. Frecuentemente., esas mismas da.ses han avanzado en el conocimiento científico arrastrando y confundiendo la teoría. de la ciencia con sus propia::i ilusi1>nes y pervirtiendo sus usos. Pero a pesar de

122

TEORIA DEL

CONOCIMIENTO

las limitaciones y los rel«>Cesos, lo que una clase o una nación· ha alcanzado es tomado y. llevado adelant� por otra. . Por eso . en la historia de la ciencia se ha desarrollaclo como una herencia del conocimiento 'f poder humanoo: la hereiicia común de la humanidad, destinada a Ser un instruuum.t.o pa ra la em8llcipación de tocios loo puebloo. �

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9. CIF.NCIA Y SOCIALlSMO

Antes de la era burguesa, las ciencias ee desarrollaban principalmente a niveles más elementales: descriptivos Y de clasificación. Los -descubrimientos de la ciencia, considera· bles como lt;> fueron en ciertos campos, fueron fragmentarios, ya que se orientaban al estudio de las propiedades de objetos particulares y a concepciones y leyes particulares, fuera del contexto de las leyes más generales y fundamentales o, sin una imagen general confiable de las relaciones entre los fenómenos naiurales. Ya que el trabajo científico se limitaba principalmente a la descripción y la clasiñcaci� las· ahs­ trapcl�es y generalizaciones de la ciencia, que constituyen loo doo aspectos importantes del trabajo cieotífieo, fueron por necesidad principalmente especulaciones Y conjeturas. Y la teoría gener81 de la naturaleza se de&lll'l'-olló como · una parte de la filosofía y de la teologia, y encamó todas las ilusiones filoeóficao y teológica• de la época. Fue una característica de la ciencia, en esta etapa, el va­ lerse de algunas conCepciones extremadamente primitivaa acerca de la naturaleza. Los alquimistas, por ejemplo, acu· mularon grandes conocimientos acerca de las. sustancias quí­ micas .y de sus oombinaciones, pero su teoría química era extremadamente primitiva, en el sentido literal de que ha· cían ueo de ideas provenientes de los tiempos primitivos. Por ejemplo concebían- laa sustancia& químicas como seres vi­ :vientea compuestos de materia y eSpíritu, y poseedores in­ cluso do atributoo sexuales. También oe dio un considerable -

123

124

TEOR!A DEL CONOCIMIENTO

desarrollo en la observación

esclaruta y feudal, pero

asln>nómica

eti las sociedades

las teoría& coomológicas acerca del

universo permanecieron bajo la influencia de primitivas concepciones. Engels, en wia carta a C. Schmidt, el 27 de octubre de 1890, apuntaba que bahía existido "un almacenamiento pre· histórico que boy podríamos llamar banalidad. que ba sido utilizado (y a6n hoy alguna& veces, dicho sea de paso) en las concepciones generales del hombre sobre la naturaleza�'. '�F.aatas falsas concepciones de la naturaleza", escribió, '' tienen por lo general solamente una base eocmóm�ca negativa; el bajo nivel de desarrollo económico del periodo prehistórico· se complementa, está condicionado, .hasta cier· to punto, y parcialmente condicionado, e incluso determina· do, por las falsa& concepciones sobre la naturaleza. Y aun· que la necesidad económica fne el estimulo más poderoso y creciente para el conocimiento progresivo de la naturalesa, BerÍa ciertamente pedante tratar de encontrar causa.a econó­ miea& para todos los ahsurdos primitivos. La historia de la ciencia es la historia del esclarecimiento gradnal de eSloo absurdos o su reemplazo por nuevos pero siempre menos desatinados". · La situación consi.i!a, por consiguienle, en ·que la ideo­ logía de las clases dominantes imponía cierto carácter filo­ sófico y teológico a la teoría general de las ciencias. Y, al mismo tiempo, el relativamente bajo nivel de desarrollo eco­ nómico provocó que muchas concepciones primitivaa y u­ BUrdas encontraran lugar. en las teorías acerca de las cosas � todo imponiendo límites a au ¡iomñle desarrolo l y aplieación. · Por cOmJguiente, se ha llo de la cimcia eatá sujeto a pla­ zieacióii en el nígimon socialista. Eao no quiere decir, evi·

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dentemente, que los descubrimientos aon planeadoa anticipa:� clamente, ya que nadie puede oaber lo que "' va a descubrir sino cuando _el deacobrimielito está hecho; aignifim. sólo que la aplicación de recursos y la dirección de inW8tigaci.ón en todos loo campos son planeados. F.sta planeación · toma ·en coosideración tanto, el corto como el largo plaao. Es decir, al mismo tienipo que la ciencia ae concentra en ·Ja oo!Ución de problemas prácticoa inmediatoo, emprende in· -iigacionea fundamentaleo dictadaa por laa neceaidaclea del. """""' teórico ·esperando alcanzar resoltadoa más allá de · · ·una práctica rutinaria. Aparece entoncea nn nuevo tipo de cientifioos, reclutados de enlrtt el pueblo trabajador. Y la ci_micia, arrebatada a nn particular grupo social asociado a loo ex¡ilotado..., em· pieza a trailsformarae dofinitivamente en posesión común y atributo de todos; Sólo ..O desata inmenaaa potencialidades nU.... y libreo para el tr&bajo cimtilico y para la utiliza. ción de sus resultados, y conlleva iina prodigiosa acelera­ ción y expansión de la ciencia. Al mismo tiempo, los prejuicio& ideológicoa &on finalmen­ te eliminados. La teoría de la cim.� se desarrolal al mismo tiempo que sus descubrimiento&, sobre la b&1e de. la práctica socialista, como una guía para descubrimientos posboriores y su aplicación práctica, en un clima de libre diacusión y · crítica. &r una edad primitiva, previa al desarrollo de laa cieo­ cias particulareo, la ciencia rlUa vez &e distinguia- de la filo­ .:aofía : una característica de la historia de ambas es su pro­ gresiva ·separación. Al separarse 18.a cieD.ciaa de la· fibofia, ,. forinnlaron laa ideas generales acerca de la naturalesa aobre la base de la in...ilgación científica. Sin embargo, co­ mo lo bemO. visto, las idees filosóficas contin6an_ penetran­ do las ciencias e influyendo particularmente en 'los niveles má,s abstractos de la teo.ría' 'científica. La 'emancipación de la ciencia de los prejuicios fil�ñco6 se alcanza· solamente co� ·eJ desa"rrollo de Ja ciencia bajo el socialismo." Por ello,

TEQ�: DEL pl_NOCIW!INTO

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enloIIC leza, "inaugura. una nueva época � la historia, en la que la misma humanidad, y con ésta todas las ramas de su aetividad, y especialmente la ciencia antural, logrará no avance tal que todo lo que ha precedido, será puesto en la sombra mis espeaa''.

La ciencia burguesa pudo penetrar profnudamenre en las leyes de los procesos naturales porque la burguesla requería estos conocimientos por razones de lucro. Los capitalistas no desean ·historias fantásticas acerca de la elechicidad, por .ejemplo, aino un conocinüento de sus leyes reales (a pesar de que au ideologia loa conduce a creer en no pocas histo­ rias fantásticas) . Pero en relación a las leyes del desarrollo eocial, los capitallatas, a peear de uear una gran cantidad· de d�!os superficial"!' so!?re � socipdad, no son capaces el!! J'Ol'O·

CIENCIA Y soClALISMO

nocerlo. . Porque si asi lo hicieran, �- a'l.a conclusión que .se destruyen ellDO mismoo y todoo sua sistemas. A pesar d� los éxitos de las ciencia& natUrales en la so- ·

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ciedad capitalista, esta ha puesto una gran limitación al des.­ arrolol de las ciencias, consistente en el divorcio entre la ciencia natural y la social: no � una ciencia unifióada. Fn consecuencia, se carece d� conocimiento· cientüico de. o6mo .., des&rrollan y. aplican las cienciaa al . senicio de la . 'dad , · human�. Al CODStruir la ciencia social sobre cimieD.too sólidos, el descubrimiento de laa leyes fundanieiitalea del deserrollo de la sociedad, cOmienza con el principio de la lucha por. el &Ocíalismo, y continúa solamente. en asocia.Ción con �ta y, por consiguiente, con la construcción actual de la sociedad aoclaliata. La. ciencia de la aociedad se desarrolla como mia boorla, cimitífica que conduee la ·lucha de la clase trabajadora hacia el Bi)Cialism_o. Se Crige y� � ·t:lesUrolla comO la base teórica de las concepciones sociales de la clase trabajadora. La ciencia social burguese ·a1canza au ma1'>r desarrollo en el trabajo de loa inv.atigadorea británicoo Adam Smitb y DaTid Ricardo, cuya búsqueda de las leyleo, la -dad de toda propolici6n es aolameote. relativa, aprnñmada y provisiooal, siempre seri �le de oor correg\da y . modificada a la luz de .nueva e-Dü/i:.

ring, "la Wrdad y el error, como todos loa colroeptoa que

llOn' �dos en �ci6n antsgónica, tienen libáilut.a va­ ·Jidis li6io' deilt.ro''de iiinitea muy 'rest.rlngidO. [ ] M;m. ·fra. apliq'uemr 118 eucum:itra en la verdad y la_ verdad en el error. Por1tanto, aol11e un objeto particnlar, poaoemoa una parte de la verdad peró _no la ....d..ia absoluta; La medida do la . """dad que, sob"' -un objeto, hayamos alcamado ·en un tiempo particular -y cómo -en qué términos y qué ian adecuadamente--- -la .,,¡pr..,.. mus, depende de loa medios accesibles para el .momento -del deacubrimieoto y expresión de la · verdad. · La verdad siempre es relativa a los meditl externos, así como experimentamos el poder de opresltin de estos ob­ jell>tl oobre nosotros: por eso hemos llegado iL la idea · de cauaalidad; eota idea oe elaboró y deoarrolól en relación el progmio de la vida &0cial. Pero la realidad que correo­ ponde a esta· idea, reprodudida oon mayor o menor grado de adecuación eo nuestnio ideas de cooexiones causales, es una realidad objetiva, indepoadiente de noootroe y de cualquier relación entre aujeto y objeto. El idealismo apuota oolameote el aspecto 91lhjelivo de la idea de cau..Hdad. Lo8 filósofo& idealistas han .-ido que la causalidad -iionde aimplOmeote a la · necesidad de aportar wi ordeo racional a nuestra experiencia y que por consiguiente, ae atribuye erróneamente al mundo eXterior indepoadiente de la experiencia. Pero en oposición al idea­ IUnno, "el reoonoclmieto o de la ley objetiva eo la naturaleza y que esta ley es reflejada con fidelidad aproximada .., la · meote de loa hombres e8 el materialiamo". (Lenin, : M­ rialümo r E� capítulo 3). ·-� Lo8 mismo ocurre . con nuestros concepto& de .espacio y

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tiempo.

Partiendo de nuestra percepción del paBO del tiempo, de las · candloristicaa espaciales y las relsciones de loo objetos, y con el descubrimiento de loo método& de expresión do Ju propiedades espacialea y temporales y las relaciones entre objetuo. graciaa a las medidas, nuestros conceptoa generales de eipllcio y tiempo se han de.arrololad y elaborado gra­ dualmente. Lo8 concepto& de espacio y iiempo oiempre ;on relatitos a la experiencia ·humana, pero el espacio y el tiem­ po nó;dependen de la experiencia hip:/i1111a. Por lo coDtra· rio, "lás formas básicas de todo lo eñateate son el espacio y el ll>impo" (F.ngeh, Anli-Dühring, parte 1, capítulo 5r, y los t:Onceptos b11m•nos de espacio y tiempo siempre 'son y temporales reflejoi aprorimadoo de relscioiles espaciales . . . reaieo. "Al .-nooer la existencia de la realidad•:oJ;jetift, e. decir,. la> materia· en moVimiento; indepeiidi�e- · de 11� conciencia, el materialismo debe recim.océi 1iílrilbimi,

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LA VERDAD

153

inevitahleinente, la realidad objetiva del eopacio y del tiem­ po", escrihi6 ·Lenin. ·'e la mUtahilidad ·- de loa conQePtós humanos de espacio y tiempo no refutan Ja· realidad objetiw del espacio ·y del tiempo, as! como la mutabilidad del Cono­ cimiento cientifico acerca de Ja' estructun,.. de la forma, y la materia "" movimiento no· refuta la iealida.d objetiva· del mundo externo. [ ] Son una:•sola oooa el modo como el ·hombre percibe el -espacio, ccn la ayuda de 100 di!ltintoe 6rganoe de Ioo · 11e11tidciS, y el modo cómo. en el trlinscUrao de un largo desarrollo hist6rico, laa ideaa ahatractaa ele ... paci,o. le han derivado de "8ta8 percepclanea ; eo ali!" -i. menm diferenm el que, por una parte, exista• una realidad objetiva independiente de la humanidad que corresponde a eotaa percepciones y por otra parte; laa · CDDcepcionea ele la humanidad [ ] nuestra experiencia y nueatraa peroep­ ciones ae aproximan .cada vez más al eopacio y tiempo ob­ jeti-. y- loo re.llejan · cada vez . más correcta y profunda. menm".· (Maierialismo r E�, capítulo 3). • • •

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El progt'OIO de la

..nlad

¿Haata ·dónde ea capaz la · ·mente humana de alcanzar y establecer la verdad? La. 'verdad completa, total, ahaoluta es algo que nunea podremoa aloanzar. Pero ea algo hacia lo cual siempre DlJ8 .

apmxima�oe.,

Avanzamoo hacia la verdad

total y

comprehensiva, ql͕

. alJarca no aólo loo hechos particulami .sino laa ley, qtm tiende inC011dicionalmente hacia la_ v.eMad, ee alcanza en una serie de errores relativos; :pi aquélla ni éste, pueden darse plr:namente sino a través de una eternidad infinita de mistencla humaca [ ] �'Aquí tazuhién encontramos la misma contradicción ya anotada, a saber, entre el carácter del penMmiento humanO, neceoariamente concebido como absoluto, y au realidad eu lo& seres humanos individuales cqn su pensamiento muy Ji. mitado. .Esta contradicción sólo puede ser resuelta en una progresión infinita, o ló qne es para nosotros desde un pun· to de vista prácti� la sucesión infinita de generaciones de hombres. En este sentido el pensamiento humano es sobera­ no y no lo es q] mismo tiempo, y su capacidad de conoci­ miento .,. tanto limitada como ilimitada. F.o soberano e iJi. mitado en su disposición, BU vocación, sus posibilidades y su meta histórica; no es soberano y es limitado en Sil expresión individual y en su realización en un momento dado''. (En· geis, An#-Düloring, parte I, capitulo 9 ) . La teoofa materialista de la verdad nos lOIUIOiia cómo evi· •

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TEOR!A DEL CONOCIMIENTO

bir el dogmatiamo, que descansa bajo principias generale., ain embargo prelellde llegar, a la wrdad final e· inalto­ rable; negindose a examinar 8US fundamentos y alterarlos o corregirlos, o si es necesario rechazarlo todo, a la' luz · de nuevas expen"encias y circunstancias. Y al mismo tiempo, nos muestra ·c0mo 'evitar el empirii­ mo estrecho que se limita a recolectar y coo rdinar loe he­ chos, ain intereaane en descubrir las leye8 mbyacentes del movimiento y la inten:onexi6n , manifiesta en "8IOs � y es escéptioo acerca , de tocias laa generalizaciones y teoriaa audaceo. Como el dogmatiamo, el empirismo no puede ·ver más allá de la experiencia limitado del momento in-nte· F.stas actitudes, muy comunes en la filooolia y eo las ciencias, se eocuentran también eo el movimleoto de la claae trabajadora. El dogmatismo coosiste en aprender mecánica· mente ciertas fórmulas y pensar que todo problema nuevo puede ser resulto por la simple repetición de esl8s fárinnlaa. Como resultado de esto, las gilntes no aprenden las lecdomia de Ja �riencia y se muestran in.capacea de. trazar nUeváa opciones políticas para resolver � situaciones. El .,.,;. piriamo, por otra parte, consiste en- M¡mergirse m prohle­ , maa "prácticoo" cotidianoil , y trivialeo, 'ocupándose sólo de éotos y conaiderando tocias las 'demás cuestiones oomo algo sin Importancia, como algo que concierne a !Os ''intelectua­ les'' Y no a los trabajadores prácticos. R.esolta. de ello qUe, tampoco aquí, &e logia Ssjmilar las lecciones de Ja e:JCJ>6riencia y ni se es capaz de avanzar hacia nueva& opciones politicas. Por eso, tanto el dogmatiamo comi> el empiri&mo conducen al mismo resultado, y pueden hacer gran daiio al IJ!Orimiento de la clase trabajadora, impidiéndolO eiicoatrar ·el c.amjno correcto: que lo � al aocialismo. El maniamo es a la ves crltioo y """"ucii>nario. Eó cri­ tico porque. se rebela contra los dogmaa, insiste eo probar continuamente y volver a probar todaa las ideas y todaa las politicaa eo el crisol de la práctica revolucionaria, -reoono­ ciendo que la verdad, cambia, que lo que ·es wrdadero· hoy puede ser falso mañana, a meno& que se corrija , , y · se ,acCeda hacia una nociva verded;

y

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LA VERDAD

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Pero el ser simplemente cñtico no es suficiente. Una acti­ tud meramente critica es negativa y puede conducir a la parálisia de la acción. El marxismo también es revolucionario. Porque no s6lo critica aino que camina hacia el xeemplazo de lo viejo por lo nuevo.:� firme. en 210 posición, está �guro de la verdad y la justicia de so causa, confía en la rectitud de sus prin· cipios oomo base para futuros progi'eool!, y verifica sus ideas revolucionarias en . la propia práctica revt?Iuci�a.

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11. LAS RAICES DEL CONOCIMIENTO

Ls¡j ideas verdaderas acerca de las C0888 devienen en conocimiento y en la expunsión de éste. ¿Qué es, pues, el CODocimiento? A menos que hagamos corresponder nuestiu ideas con la. realidad1 no poseemos el conocimiento. Para alcanzarlo debemoo reemplazar la igncmmcia o las idea• faoo pcn ..,rdadera& Por cooaiguiente, el deoarrollo del conocimiento oe encuentra en el desarrollo de las ..,ro.dona ideas dentro de eoa totalidad, en la cual algunas oon auténticos y otrao no. ' . Pero la .simpli'equiva!encia del conoclniiento con la ..,rdad no es delinir el conocimiento. Pues ourge la pregunta ¿cómo oabemoe si itUestras ideas aon ..,tdaderao? Estable­ cer o creer que algo es verdadero no es conocerlo. Por ejemplo, algunos astrónomos afirman que hay vida en Marte, F.n coao de haberla, su afu:mación ... verdadera. Pero aún no aben si hay vida en Marte, penque no han munido IDl número suficiente de evidencias. La euestión oerá reouelta cuando alguna nave _.,;el haya hecho la Investigación en Marte. Por otra parte, cuando los astró,­ nomoo afirman que Marte es un planda, e loa hom­ bres se ban aplicado a desarrollar BUS fuerzas prod1,1ctivas y a recocstruir sus relacloneo oorrespondientes al desarrollo de aquélloo, .. han visto obligados a crear nuevo conoci­ miento y a superar tanto la ignOrancia como les ideas falsas que impedían su progreso material. La suma. total deJ_conoclmiento,.y su carácter, a cualquier nivel de desarrollo social, sieÍripre depende y es relativo al nivel de dessnol1o de le prodncción. ·Por eso. lo que .Jos . hombres han sido capacee de investigar acerca de la u.tu. nileza y de la sociedad siempre depende de sn relación pr�ca con la naturaleza y entre sí, se l-elaciona con proble-­ maa prácticos plsnteadoa por estos intercambios y ea probado en le solución práctioa de dichos problemas. Sobre esta b¡ise 'se pueden elabo1:11< les categÓas da peiisamiento, loa modoa de inferencia y loa m.étodoa de investigación por me­ dio da loa cuaiea el edilicio si: construye. Pero mientras el desarrollo del conocimieuto depeade .., último· análisis del desarrollo de la producción, .no está llll'.-· bordiuado solsmente a ella; sino que su)esañ'Do. ae logra a través de les di-S.. formas de acmidad ' y .relación sociaiea que brotan de ia producción. La edificaciólt . del conocimlento, dependiente de le actividad productiva material también se suhordina1, en. una �ci'eda4 de �ases, a éstas y a le lucha entre el.... La tarea de preservar y ampliar el cuerpo del saber ha deséanaado principalmente en loa representantes de determinadas clases.. y ha sido, en general, fruto ele le actividad · y lucha -'-económica, políti• cas, científica y artística-- de les düetentes clases "" loa diferentes periodos en los que el nnevo conocimiento, tanto de le naturaleza · como de le sOciedad, ha sido alcanzado. en

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LAS RAICES DEL CONOCIMIENTO

Teori!J r pnieiea conocimiento

del

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la. �n

En general, Ja adquisición del conocimiento en la socie­ dad es algo-que surge de la suma total de las actividades prácticas de los miembros de la sociedad, su relación con la naturaleza externa y entre sí. . Al margen de estas activi­ dades prácticas y relaciones activas, no podríamos adquirir ningún conocimiento, porque no habría puntos de referen­ cia de los cuales pudieran derivar las ideas que correspon­ den a la realidad objetiva o que probaría esta correspon­ dencia. Por eso Lenin escribió: ''el p�nto de vista de la vi.da y la práctica se encontrará primero y fundamentalmente ·ei1 la teoña del conocimiento". (Malerialismo r Emplriocri1i· cUiño, capítulo 2). ¿Qué entendemos exactamente poi: "práctica'' o ''aet_ivi· dad práctica''? l. Ante todo, la práctica consiste en el movimiento de los órganos del cuerpo humano que produce cambios en el mundo circundante. 2. Pero no· son todos estos movimientos o cualesquiera de estos actos los que se consideran práctica o actividad práctica. Por ejemplo., no podríanioa considerar algunas acciones reflejas simples como ejemplos de práctica. Tam­ pocc podríamos dar el titulo de actividad práctica a las acciones de un B011ámhulo. La actividad práctica es esen­ cialmente actividad humana consciente; es decir, se realiza deliberadamente, con (a) una idea del resultado final o meta por alcanzar y, (h) cierta conciencia de las condicic>­ nes de la acción, d� las propiedades del objeto de la acción y de los medios por los cuales la meta podrá ser alcanzada. ·3. En tercer lugJlr, la práctica es social. Existe, eviden­ temente, la .p:ráctica individual -esto. 'es, las actividades prácticas llevadas a cabo por un individuo por su propia cuenta- y .también la práctica social, es decir, actividadee que se ;realizan .sólo por un número de Individuos que ac·

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TEORfA DEL CONOCIMIENTO

túan en forma asociada; pero ninguna actividad práctica consciente podría desarrollarse fuera de la vida social de los hombres y del condicionamiento de los individuos por ou

sociedad. En la sociedad, los hombres desarrollao muchos medioe en su actividad práctica.. La palabra, mediante la cual nos comunicamos unos con otros, es uno de ellos. Por eso la palabra ocupa un lugar importante en nuestra actividad

práctica. Los tres puntos anteriores definen lo que entendemoe por

"práctica''.

El conoci�ento, entonces, surge de la práctica pOrque surge del desarrollo de ideas que cor""'l'onden a las diver­ sas condiciones, objetos y medios do nuestras actividades prácticas. La práctica exigC estas ideea y éstas se desarro­ llan de acuerdo con el progreso de la práctica. El conoci­ miento ee adquiere a medida en que la práctica suscita la noceaidad de ideos verdaderas acerea de las coeae, y pro­ porciona los medioe y las oportunidades para producirlas y probarlas.

En todo tiempo ha sido la práctica soeial la q;J,;-,¡a'im­ pulsado a los pueblos a desarrollar y perfeccionar eu eono­ cimiemo: las neceeidadee de desarrollo de la actividad· pro-. ductiva material, y no meooe las necesidades de las dife=­ tee clases que bao forjado la experiencia de la necesidad de adquirir un conocimieoto cada vez máa profundo acer­ ca de los diatintoe aspectos .de la naturaleza y de la sociedad para impulsar sus propios intereses prácticos. Por tanto, así como los hombrea han mejorado sus i.n&­ de producción, su técnica de producción, sus babilldadea prácticas Jl8ra dominar la naturaleza, del mi>­ mo modo ha progresado su conocimiento de la naturaleza. Porque loe cambios en la producción planteao problema• de conocimiento y al mismo tiempo, suministran los medios para reaolverlos. Los nuevos campos de conocimientos se abren; y ae inñeren nuevas conclusiones de mayor alean�. F.stae, a eu -..., oon!ribuyeo para ·el progreso técnico sitrumento&

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LAS RAICES DEL CONOCIMIENTO

165

guiente, llOJl proloadaa y también, desarrollaclas más adelante en IU

aplicacióµ práctica.

. La claae capllalista al em¡irender el

desarrollo de la in­ duatria m.,¡¡ema, dio un profund impulso al ahondar el C011ocimiento de la naturaleza, particularmente en los pro­ cesos físicoe y químicos. La clase trabajadora por ou lado, al emprender y Conducir la edificación del sopüdismo, requiere y crea lu .condiciones para un oonocimMmto na­ tural más compnmsho. . Del mismo modo, como loe hmnbres hao logrado des· arrollar au bienestar y hao tenido érlto en estableeer rela­ ciones sociales nuovas y más avanzadaa en lugar de lu aotiguao ya caducas, del mismo modo, progreoado el �iento de sí mismos y de la sociedad. El conocimiento de las leyes ·del cambio social encarnó en el aocialismo científico y podrá llegar a su fin sólo cuando, con el desarrollo de la clfse trabajadora, se trans, forme en una cuestión práctica. En general, en cada época histórica la exteusión del conocimiento de la sociedad y de ans leyes, siempre correspondido a laa tareaa sociales prácticas de la época. Por consiguiente. el capitalismo, me­ diacte el desarrollo del mercado mundial y luego la divi­ sión del mundo entre lo s poderes imperialista., ha · estimu­ lado los estudios aobre la historia del mundo y laa socieda· des en los diferentes niveles de su desarrollo, lo que da por resultado un enorme progreso de la in...iigac:ión social e histórica. Detrás de eato, la lucha por el socialismo coloca laa bases para el conocimiento verdaderamente científico de la aociedad, penetrando en laa relaciones aociales básicas y laa leyes del dessrrollo ·aocial. Por otra part8, _los hombres no adquieren ni pueden ad­ quirir·conocimiento de cosas acerca de práctica no les creado aún la necesidad o la ocasión de inves­ tigar algo. Por ejemplo, mientras los pueblos vivían en pequeñas ooriiunidades y utilizaban instrumentos muy pri­ mitivos de producción, no podían desarrola l r ningún cono­ cimiento de geografía, o de matemáticas, o de astronomía, o de mecánica. Conocían muy poco a pesar de haberse for-

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las ·cuales Bu

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TEOÍ\L\. DEL CONOCl'MIENTO

-. mado toda clase de ideas de co8as que ignoraban en· buena medida. Antes del capitalismo y la emergencia de la clase

trabajadora, 196- homhres ·no ·estahan eI1 posibilidad de acce­ der a un conocimiento profundo acerca · de las leyes del desarrollo de la sociedad. Tenían toda clase de ideas 'acerca de estas cosas, incluyendo ideas de socialismo, -pero muy pobre conocimiento.

El conocimiento que naCe de la práctica

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probado en la práctica. Porquo la correspondelicia de nuestras idees 'aceréa de las condicionea objetos y medios de la ·actividad práctica·con la realidad objetiva ·mdep"endiente de nuestras · ideas es-probada y en última instancia sólo puede eer pro· bada por los resultados de la actividad guiada por esas ideas.

Cada 11:cción se realiza con cierta ·espectativa, basada en las ideas 'que guían la acción. La única prueba final de la oonespoo.dencia � las ideas con la realidad se encuentra en· el cumplimiento o no cumplimientO de dichas especta­ tivas. Si, par lo contrario, tenemos ideas que no incluyen aJ. gUna espect.ativa de resultados prácticos, y por corisiguien­ te, no pueden ser probadP mediante la referencia a su cum· plimiento, ' no habrá manera entonces, de decidir nunca la correapondencia de estas ideas. oón la realidad; en otras' pa­ labras, no pueden formar parte del conoclmiento, y Son meramente ilusorias o especulativ�s. . Por eso Marx: escribió : "La cuestíán de sahe:c si la: ver· dad ol>j�va puede ser atribuida d pensamiento. hlJID8.D.O no es teórica sino práctica. En la práctica el hombre . puede probar la verdad, es decir la realidad "y .el ·_poder, .U,. le:­ rrenalidad de su penaamiento. La diaputa acerca de la rea· lid.ad o no realidad (es decir: la,. correspondencia o . no co· rreapondencia con la realidad. M. C.) del pensamiento, como algo aislado de la práctica, es una cue�ón puramente e.c:co­ lástica." (T•ris ,obre Feuerbach, II). Ganamos en conocimiento cuando elaboramos ideas. a partir · de los problemas prácticos, y · 1o probamos paso a pa!O, en 'otras palabras, lo convalidamos como. conocimien.

LAS RAICES DEL CONOclMIENTo

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to: � refe��cia al CUmplimiento de nuesiras experiencias en la práctica. · Por eso el cOnocimiento eil su desarrollo pasa continua­ mente_ a través de un cicl� de tres fases: l. La práctica social, el desarrollo de la producción y las relaciones sociales, plantean problemas que exigen soluciones teóricas. · 2. r. elaboración de las teorías que n"acen de estos pn;t­ hlemae, basada sobre las experiencias aprovechables, y la elaboración lógica de estas teorías. 3. La aplicación de estas teorías en la práctica social, con su oorresPondiente prueba; verificación y corrección en el proceso de su puosta en práctica. Este ea un proceso . inacabable. Porque cualquiera que haya aido nuestro conocimiento, l,as nuevas demandas de la prá�ca lo conducen a nueva expansión. Más aun, el cono­ cimiento siemJ;lre está .obligado a ajustarse a las lecciones y demandas de . la práctica. Por eso cuando se alcanz.a un nueVo conocimiento, las viejas teoñas aon modificadas y el conocimiento p�eciente es corregido y profundizado.

En todo el Proceso de adquirir y construir el conocimiento ¿a ·qué debemos ·recuriir_-�ra obtener la información acer­ ca de las cosas., cómo llevar 8 cabo la prueba del cumpli­ miento · de · 1as· especiativas? Pues tenemos que recurrir a nu� ·sentidos. A) separar el ·conocimiento de la práctica, muchos filó­ sof9s también han .sostep.ido · que el saber se con!l:ruye me· diante un ·proceso de "pensamiento puro''. Los sentidos, di­ cen ellos, no sOn confi�les y no pueden ser fuente · de co­ nocimieutO; para obtenerlo, deberíamos ignorar los datos de 1os sentidos y valernos sólo del intelecto. El CQ]iOcimiento humano, · susceptibie cOmo tsy de una expansión indefinida, implica siempre el trabajo del cerebro humano. El cerebro es el órgano de las re1aciones más com-

168

TEOR!A DEL CONOCIMIENTO

plejas del hombre con el mundo externo. Pues bien, al es­ tablecer estas relaciones dependemos, en primer lugllr, de la información recibida a través de los sentidos como J'eBDl.. ' tado de nuestra interacción con los objetos que están fuera de n050tros. El punto de partida de todo nuestro conocimien­ to, no es más que las percepciones de los sentidos que ad­ quirimos en el curso de la actividad vital. El conoCiJDi:ento no puede ser construido sobre otras bases que no sea'n la información obtenida en el ejercicio de nuestrOs sentidos, ya que las percepciones sensoriales tienen su :fuente en el mun­ do material objetivo. Este punto de vista materialista de la teoría del conoci· miento se concretó en la célebre definición de materia for­ mulada pcr Lenin: "es la realidad objetiva. que ea dada al hombre por sus sensaciones y reflejada por nuestras aen-­ saciones, aunque existente independientel:nente de ellas''. (Material4mo r Empiriocriticúrrw, capítulo 2). Eato mues­ tra con todo vigor que el mundo material es el mundo acce� •ihle a loa sentidos. Lo que conocemoe acerca del mundo material se deriva del ejercicio de nuestros �tidos. Cual­ quier cooncimiento que los ignore no es con�miento sino fantasía, y ciJ.alquier realidad objetiva· supuesta que sea inaccesible a los sentidos no es real sino imaginaria.

Podría objetarse que se trata de una afirmación dogmá· tica. Pero aquí no hay dogma. Por lo cOntrario, una vez que noe alejamos de esta pcsiclán materialista funda.meo· tal, nos alejamos de todo conocimiento verificable y entra· mos en el reino ·de la pura especulación. Una vez que co· menzamos a inventar urealidades" que no pueden ser de­ tecta.das de ningún modo pcr loo Be11tidos, perdemoe todo asidero real¡ nos encontraríamos en el C&J?PO de cu� tales como aquella que se planteaban los últimos escolá.. ticos "¿Cuántos ángeles caben sobre la pmtta de un alfiler?'' No hay medio posible para detectarlo y así poder verificar la respuesta a la pregunta. Por eso estamos seguros de que tales cuestiones y especulaciones no tienen nada que Vf!lt con --��- conocimiento: son simplemente maneras de engañar a la. gen¡e.

LAS RAlCES

DEL· CONOCIMIENTO

Ul9

En efecto, decir que ganamos en conocimiento gracias al ejercicio de los sentidoa en el transcurso de· l� actividad práctica. no es un dogma como tampoco lo ea el afinnar que no podemos vivir sin �mer. Prometer a los hombres .un. conocimiento "supersensible'' o ''trascendental'' es cm:oo pro­ meterles. los medios de la vida eterna y a la vez no darles de comer ..:...:.y_las promesas a menudo las hacen las �as piadosas y cultas. La teoría mat�alista del conocimiento es una defensa y una arma contra estas decepciOn.es. Por- eeo rechazamos firmemente todos los '1>rincipios" y dogmas que declaran que pueden ser ·conocidoe indepen­ dientemente de la experiencia, del ejercicio de los sentidos, sea por una luz interior o por la virtud de alguna autori­ dad. No podemos creer a aquellos que buecan imponer: 8Ul! puntos de nsta porque .. dicen poseedores de algún don inteI.ectual especial, por haber sido iniciados en cierto. mis­ terio o haber sido iDveotidoa de alguna autoridad espe.-. cial. Somos escépticos y Dos negam'os a aceptar todo aquello que DO pueda ser explicado y justificado en términos de práctica y de OJi.tal Marx indicó. qiie a pesar �e que ''lóa econ� vulgares", ae ocupan sola­ mente de laa aparieocias superficiales de la economía capita­ liata, la Ooonomía politiea cient!fica h"""' cleocubrir laa ie­ laciones reales de producci6n � m'byaceii. a laa apar!.eii·

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TEORIA

DEL

CO!IOCIMIENTO. ; .

cias, y &Obre dicha base explicar estas últimas. Sj loo procesoa subyacentes han sido evidentes pera Ja ob'!""'ación superfi­ cial, no sería necesaria una investigación posterior más pio. funda. Pero Ja realidad nunca es evidente. en Ja aupe¡ficie, y podrá se< deacubierta solamente por el difícil análisia ciea­ tífiQO. "La manem de pensar de los. economistaa vulgares'', · ee­ c:ribió Man, �deriva del hecho que es siempre aolamente Ja f0rma iDmediata en la que las. relaciones aparecen la que se refteja en el cerebro, y .no sus. conexiones interna&. Si lo último fuera. el caso ¿qué necesidad tendriamoo de una

Ciencia?''

Explicando su propio método de análisis científico de la

�OJIÚ¡t

capiJ:aliata, apuntó que al final, "llegaremoa a Jaa formaa de apariencia que sirvieron como punto de partida pera . el economiata vulgar: renta proveniente de Ja tierra, provecho (interbi) del capital, y aalario del trabajo. Pero a partir de nueatro punto de viata Ja coaa aparece hoy diferen­ te. El movimiento aparente ea explicado", {CG11a& a Enge14, 27 de de 1867 y 30 de abril de 1858). A partir de eato reaulta claro, dicho aea de paao, que Ja filoaofía positiviata, que encierra cl conocimienll> en el trata­ miento de Jaa. aparienclaa auperficialea, eatal>a completamen­ te de acuerdo con loa procedimientoa de loo "economiataa wlgarea" que � criticaba. F.sta filosofía, en efecto, ea Ja filosofía más id6nea para los apologietas del capimlismo, cuya visión total depende de una mirada que nunca va .máa allá eje Ja auperficie or hora.· En eata caao, no Jll!rclhimoa ningmu1 �cia l:DJ:re loa .aaJarioo de Ja oociedad capitaliata o. aa, �ta ; par·.,t¡D� d�a!1" en nn8 m!IUl!ll:ja ·�·� o aoeiali"'4, im ·ho,mh� rembe la relll,1\-

junio

can\!dad.de �ajo

A'MPLIA.CION DEL CONOCIMIENTO

187

neración correspondiente. ¿Cuál . es la diferencia entonces? La diferencia está en que la forma externa de los salarlos ""P:reo& diferentes relaciones sociales. En la sociedad capi· taJ;ata, los salarios son el preciO de la fuerza de trabajo . del obren), que ha. vendido al cs.pitalista. En la sociedad socia· liota, los aalariO. ya no son el precio de la fuorza de trabajo. ya que laa fábricas pertenecen al pueblo trabajador, que no pueden venderse a si mismos. au fuerza de trabajo. Loe aa. !arios ""Presan ahora, Ja distribución que 'ee da al trabajador do nna determinada parte del valor que ha producido de acuerdo .al trabajo en el que ha contribuido. Así, mientrllll en la sociedad capitalista. los trabajadores sólo pueden man· � o aumentar eius salarios luchando contra la clase capi· tlista ·y. estallando en huelgas; en la sociedad socialista su nivel de vida aumenta continuamente al inc;rementahe la proilucclón. En otras palabras, laa leyes que determinan .loii salarios son totaimeiite diferentes en . la sociedad socialista que en la BOciedad capitalista. Pero, la razón de las diferen· ciaa sólo puede entendene si no noe conformamos con -el nivel de laa apariencias de laa coaaa y buscamos descubrir las relacionea internas y las conexiones que determinan las · apariencias.

Pasar del juicio auperficlal al profundo acerca de las coaaa y de su apariencia a su realidad es, como lo dijimos, pasar de una etapa de conocimiento a otra. &te cambio cualitativo en el conocimiento es también un principio de camh� revo­ luciQDBr:io. Es revolucionario porque provoca un cambio re­ volucionario en lo que podemos hacer. · · Cuando la práctica es guiada. solamente por lo que hemos aprendido a través de la apariencia externa de las cosas, carecemos de la capacidad para alcanzar con pleoo conoci· miento cambios profundos en estas cosas, o de utilizarlas extensivamente para fines de largo· aleance: cuando conooe­ DIOI laa ' coaaa sólo por aua aparieociao, generalmeote· 'por

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TEORlA DEL CONOCIMIENTO

medio de la práctica, debemos esperar lo que ocurra, adop­ taiuos a W cosas -a menudo de mala manera y a esperar aorpresas, retrooeooe y deagracia&-- más que domlnarlaa y · adaptarlaa a nuestros prop6aitos. Pero cuando comenzamoo a aprehender la realidad que determina las apariencias, entonces podemos tni.tar con las coaas más eficientemente, producir cambios profundos en ellas y utillzarlao paar nuestros propioo propóaitoo. Pqr ejemplo, haota loo tiempos modernos loo hombreo sólo tmúan un conocimiento superficial de loo procesoo químicos; en esa medida sólo podían planear su uso en forma poco eficaz para sus procesos de producclt_Sn. Pero hoy, la química moderna nos permite descomponer les sustancias y luego, rei11tegra:rlas a partir de sus constituyentes de tal forma que, pueden elahorarse muchos objetos por métodos aintéticos cuyas propiedadeo oe adaptan a nuestroo requerimientos. Podemos dividir los átomoa, oeparar un elemento de otro y utilizar la energía producida en el prooeso, y aun más, crear nuevos elementos hechos por el hombre, como es el plutonio. Los aocialiotas utópicoa y loa viejos movimientos de la claae trabajadora no pudieron cambiar eficazmente la socie­ dad. Pero la teoría marxista, que penetra en la realidad ·de loo prooeoos aocialea, ha dado la poaihilidad al movimiento de la claoe trabajadora de transformar la sociedad en algunos países y empezar a construir el socialismo. . Si consideramos el conocimiento de la naturaleza o de IR aociedad, cnalquiera que oea el camino que conduce al co­ nocimiento de la realidad y no s6lo la apariencia, ha habido un desarrollo revolucionario, una revolución que el pueblo puede emprender. F.atos profundos avances en el conocimiento -que hayan aido ligados conacient.emente con la práctica o no por aque­ lloa que juegan el mayor papel te6rloo en ello-, aiempre aon el últimO análisis loo productos de las luchaa &Ociales en la práctica aocial. Cuando el pueblo lucha para lograr algo nuevo como es incrementar su fuerza y me"jorar . sus condi­ cionea, experimenta la necesidad de profundizar au conoci­ miento � -�O puede haber "práctica revolu�on� sin co_



·

AMPUACION DEt CONOCIMIENTO

189

noeiniiento, porque sin él falta la direcció� no se alcanza· la meta. . un salto adelante en el conocimiento fl8 "una condición para la .acción revolU:cionaria en práctica.

Es imposible •lcanzar el nivel de conocimiento al mugen o antes de la práctica oorreapondiente; del miamo .modo la prácti� sin -el necesario conocimiento, camina a Ciegas. Sin la práctica·apropiada no existe genuino conOcimiento posible, sino sól.O especulacioneS. Todo conocimiento ·genuino nace de la práctica y también ·es probado en la práctica � no quiere decir que las de�ucclones teóricas no puedan avan­ zar a partir de "" descubrimiento, independientemente de que se.� a cabo todas sus. cousecuencl.$8 potenciales prác­ ticas. No hay otro camino para deecubrirlaa l"Y"" del m1111do real que no oea e1· de situ•r los objetos y procesos "'81es en •uz relaciones prácticas, tratando de dominarlas y oamhiarlaa, fonr¡aDdo cp es contin­ gente ; es una consecuencia necesaria de la natnraleZa de este sistema, de su conexión interna y de las leyes de su de­ sar"rollo. Para tomar u:i:t jemplo de la vida social, es un hecho que en: Gran Bretaña la policía siempre interviene ·en las dispu­ tas industriales del lsdo de los patrones. Bajo el punto de vista de · una observación mperñcia� esto es solamente uiJ. hecho. Pero ya no es una contingencia. Una_ vez que hemos conocido la naturaleza del Estado británico contemporáneo como F.stado capitalista, entonces podemos entender que si la policía protege a -loa patrones no es por azar, sino que es una. consecuencia necesaria del régimen capitalista. Sin embargo, si logramos comprender la necesidad de ciertos aspectos � las cosas y de ciertos tipos de aconteci­ mientos, no quiere decir que todo debe ser entendido como necesario y que no quede lugar en el mundo para el azar o contingencia. Por-lo contrario, los acontecimiento& particula­ res siempre tienen un carácter azaroso, contingente. El re­ conocimiento de la necesidad de lss cosaa es inseparable del simulW.,eo conocimiento. de la contingencia. Por ejemplo, la policía de un Estado capitalista sirve ne­ cesariamente. a la· clase capitalista. Pero no lleva necesaria­ mente el uniforme azul. Por lo contrario, sirve a los capi­ talistas· de igual forma, cualquiera sea el color del unüorme; así, el hecho de que la policía británica lleva uniforme azul es una contingencia debida a ciTCUnstancias que se dan por azar. Del mismo modo, a pesar de que sea caracteríatica nece­ saria del sistema solar el que la tierra se mueva en tomo al ·sol en una órbita elíptica, no es una característica nece­ saria que la tierra tenga el volumen exacto que tiene: éste se debe a ciertas contingencias, es decir, circunstanciu ac­ cidentales. Desde el punto de vista de la observación superficial, todo

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TEOR!A DEL CONOCIMIENTO

aparece como fruto del azar, como una contingenoia.. Sim· plemente nos enfrentanios a los hechos .m.er.ados y a laa co· neor:iones externas establecidas entre ellos. Mientraa no haya­ mos comprendido laa leyes del cambio y la interconexión que lo gobiernan y que se expresan en las coeas que mi-. vmiws, cada hecho es aprehendido simplemente como un he­ cho que habría podido ser diferente. "Cada hecho pue!le ser el caso o no, y todo permanece igual" (L. Wing.nslein, r,.,.. taJo lógieo filosófico, 1-21) : esto es la conclusión de la ma· nera superficial de ver las cosas. Pero una investigación más profunda revela que ''ahí en la superficie, donde se presenta el azar, algo realmente esti gobernado por leyes internas ocultas y debemoa descubrir estas leyes''. (F.ugels, Ludwig Fewerbach, capítulo oi). Sin embargo, el descubrimiento no elimina la concepcl6n de la oontingencia. Más bien revela que laa características necesarias de las cosas se manifiestan a través de una serie de contingencias por una parte, y que lo contingente por otra parte, siempre es gobernado por lo necesario. · Por ..O es una necesidad histórica que, por el desarrollo mismo de la sociedad, el capitali&mo sea deaplazado por el spcialismo. Cuándo y cómo exactamente ocurrirá esta revo­ lución, implica Una serie de contingencias, pero el desarrollo de estas circunstancias está gobernado, por su parte, por la necesidad hist6rica. Del miamo modo en la naturaleza: el deaamilo l de la ma· teria sigue necesariamente cierta orientación; pero el cuándo · y cómo Se han cumplido exactamente, en un sistema material particular, las diferentes etapas del desarrollo, o en que en casos particulares no están realizadas, depende de contingen· cías, es decir, circunstancias accidentales. F.o este sentido, tratando la interrelación entre contingen· cia y riecesidad en la naturaleza, F.ugels escribió que el sis­ tema solar ''fue producido de un modo natural por las tnms­ formaoiones de la dinámica que es inherente por naturaleza a la mateiia en movimiento, Y a las condiciones que también dehen ser reproducidas por la materia, aunque s6lo ocurra desi>ués -de millones y millones de años o más o menos por -

NECESIDAD Y LIBERTAD

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aZal pero finalmente, por la neeeaidad que también ea inhe· rente a él". &tendió, ele la mi11111a manera, la emergencia ele la con·

ciencia, como la forma más elevada del movimiento .de . la materia. "Es propio de la naturaleza de la 111ateria el avanzar hacia la evolución de seres pensantes; pero eso.también ocu­ rre -siempre necesariamente, se den o 110 las condicj.ones para ello (no necesariamente idénticas "'1 IOdoo loo i1'P y los tiempos)". (Dialéctica de la ...-alue) .

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Engels por consiguiente concluyó que "Lo que "" man· tiene como necesario está compuesto de peqoeñoa accident:e&, y lo así llamado contingento es la f� detrás de. la "1181 ·· ae oculta la necesidad''. Si lo necesario es que de acuerdo a la natura1 :inaterial realiza esa libertad mayor. Vivir más plenamente es una meta do toda vida libro y activa. Sólo esto piovee de ·un criterio objetivo para jt1zgar si la moralidad es mis elevada. Actualmente, no hay mayor moralidad que la que es la expresión de la lucha de clases de fa clase trabaíadora. Aquellos que deploran la decadencia de la moral en la ao­ ciedad capitalista y desean encontrar ejemplos de princi¡iios morales, deben mirar en esta dirección, No lo hacen porque a la vez están avergonza,dos y aterrada&. c'Nuestra moralidad está subordinada a los intereses de la lucha do claaes del proletariado. Nuestra moralidad se deriva de nuestros intereses de la lueha de clases del proletariado", escribió Lemn. 1' La moralidad es lo que sine paTa dee­ truir la vieja sociedad explotadora y wtlr a todos los tra­ "bajadores en tomo al proletariado que está construyendo Una . nueva sociedad coniunista. La moralidad comunista. es la monwdad de aquellos que .sirven esta lucha, que .. unen a los trabajadores " (Las weas de las liga. de . ;u.ven. • • •

lluf¡.

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Cuando los antagonismos de clase son abolidos en la so­ ciedad capitalista y comunista, entonces la· moralidad se vnel· ve humana y deja de ser moralidad de clase.

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TEORIA DEL CONOCIMIENTO

"Mientras la sociedad se ha movido en antagonismos de · clase, la moralidad fue siempre 'IID.& moralidad de · clase". esctibió Engels. "Por una parte justificaba la dominación y los inrereses de la clase dominante, y por otra, en cuanlO la clase oprimida se fortalecía, ha representado la rebeldía i;cm· tra esta dominación y los interese& futuros del oprimido. No hay duda de que en este proceso haya habido en términos gen"1"alea un progres(, en la moralidad. Pero no hemos re· basado aún la moralidad de clase. Una moralidad realmente h�ana que trasclencle lo� antago�os de clase y sus be­ rencias en el pensamiento se vuelve posible solamente en UJ).B etapa, de la sociedad .que D:º sólo ha supra.do las contra­ diecionea de clase sino . que las ha olvidado en la vida prác­ tiea". (AJlli,.Dülorin.g, porte I, capítolo 9). F.ata. moralidad �resa los principios y las máximas ·de la acción libre en "una asociación en la que el desarrollo libre de eada uno es la condición del deaerrcllo libre .de todos". (Marx y Engels, Mani/ie&lo del pa1'IÜlo comani&la, ca)>l'tu)o 2). Se necesite el conocünieato de las necesidades humanas y de cómo satisfacerlas. En las condiciones en las que el pueblo ha deliberado el control conscienre sobre los m,edios de satisfacer sus necesidades, expresa su libertad y el principio que orienta sus actividades libres. La, ética de la lucha por la libertad de la clase trabajadora, que no rechaza sino que incorpora todo lo que es positivo y durable en fa evolución moral de la humanidad, prepara el . c�ino j asiente las bazea. Aunque la moralidad humana aún no existe podemos vi&­ lumbrar algunas de 81IS caracterlsticaa. No es dogmática �Q �entífica y autocrítica. No alienta la aútorrigidez ni la fai� fulla moral, sino. que l'S tranquila y razonable. Por ello el ccmportamiento inmoral es simplemente antisocial debido .ii la . debilidad o a la falta de educaci� ¡ su meta no es casti� gar sino reformar y educar. Bajo todo punto de vista ei amable y humana y valora acbre iodo el desarrollo libre y la felicidad del individuo humano.

Podemos concluir que si opusiéramos la filosoña que diq�

que la moral es decreteda por los cielos, podríamos .tambi�

LA REAUZACJON

DE LA LIBERTAD

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oponer la fil�ofía, no menos común hoy en los círculos burgueses, que afirma que los juicios de bueno y malo 80JI simples expresiones de actitudes emocionales y no tienen bases en la ralidad. Si se pregunta a un socialista, por qué considera esto bueno y aquello malo, no necesita predicar un sermón o alzar los hombros. La moralidad socialista se fundamenta en.la apreciación ele laa condiciones y necesida­ des reales de la aciual lucha.. por la libertad· de la humani­ dad.

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Se terminó de imprimir este libro · el dla 18 de ,..... de 1980. en iol tallemi de la Edlmrlal Libtoa de MéÉcO. S. A., Av. Coyo.W. 1035. Méxioo 12, D. F. La edldón ,.to,. al cuidado de Antonio Mcndoza. Su tiro consta de 3 000

ejemplaree.