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Spanish; Castilian Pages 232 [239] Year 2014
Juan David Arbeláez www.magiamental.com
Juan David Arbeláez
Mentalista, Conferencista
Escritor
Información de contacto para conferencias y presentaciones: E–mail:[email protected] Twitter: http://twitter.com/magiamental Web: http://www.magiamental.com Facebook: http://facebook.com/magiamental Instagram: http://instagram.com/magiamental Videos: http://youtube.com/consultamelo
y
¡Gracias!
Quiero agradecerle por adquirir este libro. Doy fe del tiempo que mi papá ha invertido en escribirlo mientras yo he esperado sentada entre sus piernas para poder jugar. Espero que ese tiempo que él ha dejado de dedicarme no haya sido en vano, y creo que la mejor manera de saber que así fue, es dejando su reseña online en Amazon.com visitando la siguiente dirección: http://bit.ly/superlengcorporal Atentamente: Coco - Mascota del autor.
Otros Libros Piense Poderosamente
En Piense Poderosamente, Juan David Arbeláez, el Mejor Mentalista de Latinoamérica le revela sin reservas y de una manera totalmente práctica, racional y alejada de cualquier concepto esotérico el cómo desarrollar 8 mentalidades para empoderarse y llevar su potencial personal al máximo. El Arte de Inspirar Audiencias
Juan David Arbeláez le explica los detalles paso a paso para hacer de sus presentaciones verdaderos espectáculos a los que el público si quiere prestar atención, a la vez que le explica como presentarlos y hablar en público proyectando absoluta confianza y seguridad en cualquier tema. Importaculismo Práctico
¿La razón de la vida? ¡Facil! Amarse a sí mismo. Descubra una verdadera filosofía para vivir bien de una buena vez. Juan David
Arbeláez le explica 25 principios para dejar de prestar atención al "qué dirán", y enfocarse en la persona más importante que existe sobre este mundo: ¡Usted mismo! Super Lenguaje Corporal
Juan David Arbeláez considera este como tres libros en uno. Y en él, le explica de manera concisa y super práctica cómo decir sin hablar, escuchar sin oír y otros secretos de comunicación no verbal para liderar en el trabajo, atraer al sexo opuesto, detectar el engaño y otras cosas más...
Audio libros
PNL ¡YA! Aprenda programación neurolingüística de manera fácil, rápida y práctica
Desbloquéate Redescubra sus posibilidades, enfréntese a la adversidad, y siga adelante
Inteligencia Emocional Para Pensar Poderosamente Disponibles en la tienda iTunes y en www.MagiaMental.com
A las mujeres: Que cuentan con esa curiosa y fascinante habilidad de decir "sí" cuando a veces quieren decir "no", y de decir "no" a veces queriendo decir "sí". Ahí las voy entendiendo...
CONTENIDO El Póquer de la vida Un Apretón de manos inicial
Parte 1: La teoría ¿Lenguaje corporal o lenguaje no-verbal? Inteligencia Intuitiva El contexto es todo Personas difíciles de leer Tics y Tells ¿Qué es un tic nervioso? ¿Qué es un tell? Tipos de tells Manejo del espacio Nivel de vulnerabilidad Sumisión y dominación Antes de empezar Las apariencias engañan
Parte 2: En el trabajo
Actitud de liderazgo Creer en lo que dice Actitud dominante Quién está a cargo ¿Sobresalir ante los poderosos? Agresividad, sarcasmo e ironía Usted tiene diez segundos Gestos de poder Su postura Brazos y pecho La cabeza Relaje sus movimientos Aproveche el espacio Contacto Visual Sonría El apretón de manos La entrevista de trabajo Qué hacer y qué no Qué comunica el entrevistador Haga preguntas Vestido para triunfar Para los hombres
Para las mujeres Interactuando en la oficina El analista El líder social El chismoso El payaso El tímido Trucos adicionales Parte 3: El sexo opuesto Aclaremos algo El botón de la atracción El lenguaje de la seducción Atracción a primera vista Lo primero que ven los hombres Lo primera que ven ellas Ellos proponen, ellas disponen Armas de seducción femeninas Armas de seducción masculina Por favor no El efecto lentes de sol Saber si le atraes (para ellas) El opener ideal (para ellos)
La sicología del sexo opuesto Errores comunes al discutir Pruebe esto ¿Qué quiere el sexo opuesto?
Parte 4: Detectar el engaño El detector humano de mentiras Mentiras comunes de todos los días Los beneficios de detectar mentiras Analizando al mentiroso ¿Qué dicen las palmas de sus manos? ¿Hacia dónde apuntan sus pies? Se toca el cuello o los hombros Sudar, tragar y sonrojarse Hábitos orales ¡Mírame a los ojos! Expresiones faciales La nariz Preparando el terreno para saber la verdad Empatía: Generar rapport No ponerlo a la defensiva Cómo responde
Respuestas largas y correr sin ser perseguido Deslices Freudianos ¡Siquiera terminó esto! Técnicas de interrogación Preguntas abiertas Recontar su historia Misma pregunta, pero diferente... Y ahora desde el final ¿Quién crees que lo hizo? Minimice la importancia del asunto Lo sé Reconteo Falso Un par de copas Rabia Guardar silencio Identificar la infidelidad ¿Por qué lo hizo? Señales de infidelidad en ellos Señales de Infidelidad en ellas Señales de infidelidad en ambos ¿Se puede hacer algo?
Parte 5: ¿Qué significa? El lenguaje del cuerpo Boca y Labios Labios separados Labios cerrados hacia adentro La lengua Sonreír Los brazos Cruzarse de brazos Levantar los brazos El pelo Pelo corto o largo Agitar y tocarse el pelo La cabeza Levantar la cabeza Agachar la cabeza Tocarse la cabeza y la cara Cabeza estática Las manos Apretón de manos Dar la mano y agarrar el brazo Manos entrelazadas
Manos sosteniendo peso invisible Manos en los bolsillos Pecho y hombros Sacar el pecho Hombros Los pies Pies inquietos Dejar colgar el zapato Dar pasos cortos o arrastrados Apuntando en cierta dirección Las piernas Cruzar las piernas Cruzar las piernas estando de pie Cruzar las rodillas Espinilla sobre la rodilla Cruzar los tobillos Aferrar la pierna Palmada en los muslos Tocarse los muslos Reacomodar el cuerpo
Anexos
Lenguaje no-verbal Online Inclinaciones políticas y sexuales Referencia rápida de gestos en el trabajo Resumen de gestos no-verbales
Acerca Del Autor Otros Libros Audio libros
El Póquer de la vida Cuando Juan David Arbeláez hizo su llamado a través de Facebook para seleccionar una introducción a este libro sobre lenguaje corporal, no pensé dos veces en participar. No tanto por el mérito de hacer parte de su proyecto y recibir una copia por adelantado, sino porque realmente lo admiro y sus publicaciones me han sido supremamente útiles. Es por eso que quiero compartir la que fuera mi primera impresión de él, tras conocerlo en persona en una presentación que hizo para la empresa en que trabajo, en la ciudad de Bogotá.
Calculo cerca de quinientas personas en el lugar. Termina el video de introducción y Juan David hace su entrada al escenario. Su lenguaje corporal es imponente y comanda control desde la tarima. Se presenta como mentalista, y siendo una convención de ventas, noto que algunas personas a mi alrededor –incluyéndome– ponemos cara de escépticos. Pero Juan David parece darse cuenta de nuestra reacción y nos desarma ahí mismo con un comentario cómico sobre sí mismo. Propone una demostración y escoge de entre nosotros a una mujer supremamente atractiva para que le acompañe arriba en el escenario. Todos podemos notar la tensión en ella, pero Juan se le acerca, la tranquiliza y la conduce a la tarima como todo un caballero mientras evoca un aplauso de toda la audiencia. Una vez arriba, pide a su voluntaria que tome una carta de una baraja y que piense en su valor. Le pide además, que ponga su mejor cara de jugadora de póquer y evite darle cualquier pista sobre
el valor de dicha carta mientras él le mira a los ojos y le recita valores en voz alta. Juan comienza a mirarla detenidamente: "As, dos, tres, cuatro..." dice pausadamente y ella toma aire como si estuviera preparándose para algo. "Cinco, seis, siete, ocho..." continúa, al tiempo que ella aprieta los labios. "Nueve, diez, jota, reina, rey...", ahora ella respira y se relaja. Todos vimos lo mismo en ella: Una tensión de preparación inicial, seguida por un apretón de labios tenso como si estuviera guardándose algo, y luego una distención como si ya hubiese pasado el momento más importante. "Creo que se trata de un seis, un siete o un ocho. ¿Estoy en lo cierto?" le pregunta, mientras ella asiente con la cabeza en señal de afirmación. "Sé que esto es un poco intimidante. No lo digo por ti, sino por mí. Por cierto... ¿Sabías que uno puede enamorarse de una persona solo mirándola a los ojos?" Le dice mientras le guiña un ojo y le suelta una sonrisa. Ella baja la mirada por un segundo y responde igualmente sonriendo con un rubor tímido, el público también sonríe ante el coqueteo en escena. "Cinco..., seis..., siete..., ocho.... Cinco, seis, siete, ocho" le repite una y otra vez, e inconscientemente ella mueve los ojos hacia un lado cuando escucha el número siete. "Estás pensando en un siete, ¿No es así?" Así es. Continúa con el procedimiento y de manera similar logra determinar el color y pinta del naipe. El aplauso suena. El resto de su presentación es un éxito. Una combinación de información y asombro como nunca había visto. Me le acerco para felicitarlo y le digo que no me imagino lo que debe ser jugar a las cartas contra él, y bromeando le digo si no iría conmigo a un casino a hacer una fortuna. "La verdad, no juego. Y la razón es simple" me responde, y sigue: "Si ganara dirían que soy un tramposo, y si perdiera me dirían
que soy un tonto". Tiene razón. Le pregunto por el efecto con la mujer bonita, ¿Cómo lo hizo? "¿El secreto? Saber a dónde mirar, reconocer el contexto en el que me desenvuelvo, y sobre todo prestar atención... Cada variable de dicha demostración ha sido cuidadosamente estudiada, con el fin de obtener el resultado que quiero y darle al público ese momento de asombro por el que me han llamado y por el que ahora me estás preguntando. Escojo adrede a una mujer sumamente atractiva y bien vestida, porque sé que es alguien consciente de su presentación personal y por ende, le importa cómo la perciben los demás. Luego, ella no quisiera quedar mal ante nadie y menos ante 500 personas. Además, los hombres tendrán algo que mirar durante una demostración que de otro modo considerarían aburrida o un reto a su inteligencia. Las mujeres en cambio, se sienten intrigadas. He sacado a la mujer más bonita del grupo, la he tratado supremamente bien y por lo tanto a partir de ese instante, ellas estarán más dispuestas a participar. Las miradas inquisidoras del público sobre mi voluntaria involuntaria, sumadas a la tensión propia de ser la primera persona en subir al escenario, actúan como catalizador para que ella, sin quererlo, me indique por medio de su lenguaje corporal, cual es la carta en que está pensando. Además, sé que por su tensión, ella desea volver cuanto antes a su puesto. Mi comentario sobre enamorarse mirando a alguien intensamente a los ojos la relaja un poco y le comunica entre líneas que estoy reconociendo cuan atractiva es en frente del resto del público y que espero su colaboración para que esto termine pronto, que puede relajarse, y que todo va a salir bien. A partir de este instante, puedo hundir el acelerador y dada la respuesta del público, se que van a disfrutar lo que tengo para decirles."
Sin duda sabe lo que hace. "Peter Drucker, considerado el mayor filósofo de la administración en el siglo XX, dijo alguna vez que: Lo más importante de la comunicación, es escuchar lo que no se dice. Ese es el truco. Y como en una partida de póquer, donde no se necesita tener las mejores cartas para ganar, esa combinación de prestar atención y llevar una actitud adecuada, son los secretos para hacerse a una ventaja en este, el póquer de la vida" Termina diciéndome. Otras personas se acercan como yo a hacerle preguntas. Entre ellas la mujer bonita del experimento inicial con la carta. Juan se levanta y gira hacia ella entregándole toda su atención mientras le agradece con un apretón de manos cálido y un ligero toque en el hombro el que le haya permitido subirla al escenario y dejarse llevar, y le explica que ella parece ser "algo tensa por naturaleza". Ella, con los ojos bien abiertos, pone sus brazos a lado y lado, sonríe, y se esfuerza por darle a entender que ella no es tan acartonada como se comportó en escena, y a la vez le pregunta si quisiera acompañarla a tomarse un café. Sin duda, ambos estaban comunicándose en un nivel no-verbal más profundo de lo que el resto del público logramos percibir. Prestar atención y una actitud adecuada. Eso es llevar la ventaja en el póquer de la vida.
Juan David Arroyave Vendedor, seguidor, admirador y amigo del autor
ADVERTENCIA El autor no se hace responsable por el uso de la información contenida en este libro, ni por los resultados obtenidos tras la aplicación de los conceptos aquí expuestos. Use esta información con responsabilidad.
Un Apretón de manos inicial Quisiera comenzar haciendo una revelación que aunque suene simplísima en concepto, es poderosísima en su aplicación: Enseñamos a los demás como tratarnos a nosotros mismos. Eso puede sonar algo esotérico, pero es cierto y además explicable de manera racional. Es un truco de actitud, y la actitud la perciben los demás por medio de nuestro lenguaje no-verbal. Cuando la gente habla de energías en los demás, cuando dice "no me da buena espina" o "esa persona tiene una muy buena vibra", en realidad están haciendo referencia al juicio que en segundos su cerebro ha hecho a partir del lenguaje corporal que esa persona le transmite. Lo mismo sucede con usted: ¿Qué le está diciendo al mundo y qué "energía" es la que usted transmite? Se dice que el mundo no puede cambiarse, pero uno si puede cambiar su actitud. Y al hacerlo, el mundo mágicamente cambia para uno. Es así como vuelvo sobre mi afirmación inicial: Nos hacemos responsables por la manera como los demás nos tratan, y dicha responsabilidad, implica que podemos hacer algo al respecto. Si usted empieza a actuar como una estrella de rock, usted comenzará a ser tratado como una estrella de rock. Si usted comienza a actuar como un líder, la gente comenzará a seguirlo. Si usted comienza a actuar como alguien atractivo y divertido con quien el sexo opuesto la pasaría bien, el sexo opuesto reaccionará positivamente a sus interacciones. "Si quiere ser tratado como una estrella, entonces compórtese como tal"
Estos cambios son casi instantáneos. Levántese de su silla y ponga cara de enojado hasta que se vea con alguien y esa persona guardará distancia suya o le preguntará si algo no está bien. Levántese de su silla con los brazos relajados a lado y lado de su cuerpo, sacando pecho, la mirada en alto y el mentón ligeramente elevado, mientras esboza una ligera sonrisa y los demás notarán su actitud poderosa y triunfadora. Cada segundo estamos comunicando a los demás como nos sentimos, y los demás están escuchando sin saberlo. Y cada segundo los demás nos dejan entrever sus verdaderas intenciones y nosotros, también sin saberlo, estamos escuchándolos... Este es el juego de hablar sin decir y escuchar sin oír. Y en este libro quiero mostrarle sacar ventaja del mismo, centrándome en tres áreas claves de aplicación del lenguaje corporal: El trabajo, el sexo opuesto, y detectar el engaño. Pero primero, le hablaré un poco sobre la teoría básica del manejo del lenguaje no-verbal. Le recomiendo que lea dicha sección ya que sienta las bases sobre el resto de nuestro trabajo Luego, le mostraré cómo proyectar una actitud de liderazgo frente a sus amigos y colegas, y comunicar poder y competencia. Un activo que sin duda le ayudará en su carrera profesional. Después le explicaré como leer al sexo opuesto y como comunicar atracción. Puede que lo que le diga al respecto le parezca primario o irracional, pero es que el juego de seducción es de todo menos lógico. No se trata de manipular al otro a caer en nuestras garras, como sí en proyectar las señales correctas para llamar su atención. Debo advertir que en este capítulo tomaré un pequeño desvío hacia la sicología del sexo opuesto y de pareja. Lo hago porque creo que complementa la información dispuesta aún tratándose de un libro sobre lenguaje corporal. Como tercer pilar abordaremos la detección del engaño. Aprender a leer a los demás para identificar esas inconsistencias entre sus palabras y lo que verdaderamente nos quieren decir. Le
mostraré las técnicas más útiles que conozco para convertirse en un detector humano de mentiras. Una habilidad que sin duda le servirá en cualquier frente de vida. Y finalmente, he incluido una sencilla compilación de significados gestuales que puede servirle como referencia para identificar qué suele significar cada uno de los gestos corporales más empleados. Así como un anexo donde he incluido contenido que consideré adecuado para este libro, incluyendo información sobre uso del lenguaje no-verbal en entornos online. Algo de lo que en el momento es muy poco lo que se puede encontrar. Me gusta pensar en este, como tres libros en uno. Por mucho tiempo había considerado la idea la idea de escribir un libro para cada uno de los tres temas principales aquí abordados, pero dada mi naturaleza práctica, la destilación y agrupación de esos tres temas en este solo texto se complementa muy bien. De allí que decida emplear la palabra “súper” para referirme al contenido aquí expuesto: Es superútil, superfácil, y superconciso. Pero antes de comenzar, quisiera dejar algo en claro. En cierta ocasión fui invitado a un programa de televisión para hablar sobre lenguaje corporal y la presentadora me introdujo a los televidentes como "un experto" en el tema. No soy ningún experto. Soy un apasionado que no ha dejado de aprender. El lenguaje corporal hace parte fundamental de mis presentaciones e ilusiones sicológicas. Saber leer y comunicar de manera no-verbal es un talento con el que contamos todos los seres humanos, y que es muy fácil de desarrollar y practicar. Es una manera de aproximarse a saber qué es lo que hay dentro de la mente de los demás sin que ellos se enteren. Estoy seguro de que el conocimiento agrupado en estas páginas, le será de utilidad. Que este sea nuestro primer apretón de manos mi querido lector, y espero que le haya causado una excelente impresión. Esto es Super Lenguaje Corporal. Una habilidad que sin duda, cambiará su forma de ver el mundo además de la forma en que el mundo lo verá y tratará a usted.
¡Comencemos!
Juan David Arbeláez www.MagiaMental.com
PARTE 1: La Teoría
¿Lenguaje corporal o lenguaje noverbal? Aunque el término "lenguaje corporal" hace referencia directa al cuerpo, esto no implica que solo se quede en las señales que transmitimos de manera corporal. En la práctica –y para efectos de este libro– ambos términos significan lo mismo: Señales y gestos que empleamos para comunicarnos por medio de nuestro cuerpo, y nuestra manera de ser y actuar .En general la forma en que decimos lo que decimos. Y es que por lo general resultan más dicientes aquellas cosas que no decimos que aquellas que expresamos directamente. Es por eso la importancia de la llamada primera impresión, esa que resulta tan difícil de cambiar una vez las personas se han hecho a ella. Cuando uno habla de interpretar el lenguaje corporal de alguien lo que se busca es entender sus emociones más que sus pensamientos. Y es que el lenguaje corporal lo que comunica es una intención emocional. Cantidad de investigaciones han demostrado que todo aquello que sentimos es proyectado primero por nuestro cuerpo y solo unos milisegundos después, nos hacemos conscientes de ello. Esto quiere decir que si nos sentimos hambrientos, impacientes, con rabia o felices, nuestro cuerpo será el primero en saberlo y proyectarlo, y un instante después, estaremos pensando o expresándolo verbalmente. Es así cómo El lenguaje corporal se convierte en ingrediente fundamental cuando se trata de hablar de inteligencia emocional –La habilidad de identificar y administrar las emociones tanto propias como ajenas–. Los seres humanos contamos con unas neuronas denominadas neuronas espejo que se activan toda vez que nuestro inconsciente registra alguna emoción en los demás. Estas poderosas neuronas hacen que experimentemos e imitemos –a manera de espejo– las
emociones de los demás para poder comprenderlas en nosotros mismos. Eso explica el por qué las emociones son contagiosas. Somos mejores en leer lenguaje corporal de lo que creemos. Uno sabe cuando su pareja está enojada, cuando el jefe está impaciente por un reporte que tenemos pendiente, o cuando un niño nos oculta algo. Todo lo anterior, lo hacemos a partir de juicios rápidos realizados sobre una percepción de los demás, aún sin necesidad de escucharlos hablar. Juzgamos y somos juzgados de manera no-verbal. Esto lo hemos hecho a lo largo nuestra existencia y la humanidad continuará haciéndolo hasta que logre desarrollar un mecanismo para adentrarse realmente en la mente de los demás, –aunque el día que eso llegue a pasar, y averigüemos de manera certera todo aquello que piensan los demás de nosotros, muy seguramente ese día dejaremos de tener muchos amigos...– ¿Quiere comenzar a leer este lenguaje rápidamente? Solo pregúntese que siente al ver a una persona, y espere la respuesta. ¡Uno en verdad lo sabe! Y no es ni magia, ni ninguna canalización de energías del universo. Esto es una habilidad con la que siempre hemos contado pero solemos pasar por alto. Solo preste atención y con práctica, esta habilidad se desarrollará y afinará cada vez más.
Inteligencia Intuitiva Son muchas las mujeres que estarán de acuerdo conmigo en que los hombres no sabemos cómo mentir. En el fondo, aunque ellas no sepan explicar exactamente por qué, ellas saben que algo no está bien y que tal vez estamos siendo deshonestos. ¿Es acaso eso un ‘sexto sentido’ o la ‘intuición femenina’ que llaman? Tal vez. Pero... a diferencia de lo que muchos piensan, lo que definimos como intuición no tiene ningún arraigo sobrenatural, como tampoco es exclusivo del sexo femenino –aunque ellas sean mejores al momento de ponerlo en práctica–. Lo que denominamos intuición obedece a fenómenos neurológicamente explicables y es la primera herramienta de lo que todos echamos mano al momento de interpretar el lenguaje corporal de los demás. Malcolm Gladwell, autor norteamericano, tiene una excelente aproximación a lo que puede definirse como intuición cuando presenta su concepto de thin-slicing en su libro BLINK – EL PODER DE RAZONAR SIN PENSAR. El thin-slicing, que podría traducirse como "rebanar fino", es una forma de cognición rápida. Una forma de pensamiento que sucede en un cortísimo tiempo –lo que dura un parpadeo (blink) – y a partir de un primer vistazo en donde el inconsciente, gracias a patrones que le han sido familiares en el pasado, elabora un juicio. Este juicio ultra-rápido le permite al ser humano una economía de pensamiento, ya que no tiene que volver a analizar todas las opciones posibles ante un problema que le parezca conocido, ni desperdiciar tiempo en situaciones que requieran soluciones rápidas cuando cuenta con muy poca información. Gladwell pone como ejemplo inicial a un experto curador de obras de arte, que mirándola en un segundo, determina si una obra
es falsa o no basándose en su experiencia y sin poder explicar por qué. Solo que algo le dice que es falsa. Para hablar de lenguaje corporal, nuestra capacidad intuitiva jugará un papel fundamental, y para ello ajustaré el concepto de thin-slicing de Gladwell y diré que la intuición, o inteligencia intuitiva, corresponde al juicio que nos formamos a partir de una observación del contexto y los elementos que lo conforman: Nuestros interlocutores, las emociones percibidas, y sobre todo nuestra experiencia acumulada hasta el momento. Un ejemplo: Usted toma un bus en la calle y en milisegundos decide que no quiere hacerse al lado de una persona porque "no tiene una buena apariencia", y más bien escoge una ventanilla que está cerca de la puerta de salida y del chofer. ¿Por qué considera al individuo de mala apariencia como para no sentirse seguro de hacerse a su lado? Una respuesta es, porque aún sin usted haber sido víctima de un atraco, ha aprendido que personas con apariencias similares no son de fiar. ¿Por qué prefiere hacerse cerca de la puerta? Porque ha aprendido que hacerlo le ahorra tiempo cuando lo requiere, y su situación así lo amerita o usted considera que es una buena vía de escape ante la desconfianza que le comunica el individuo anterior. ¿Por qué prefiere la ventanilla? Porque su mente encuentra agradable el viento y las imágenes en movimiento le relajan, o quizás el chofer del vehículo, que está cerca, puede proporcionarle un nivel adicional de seguridad. Esos juicios han sido realizados por usted de manera inconsciente y en un cortísimo tiempo. Realizar dichos juicios de manera consciente le tomaría un poco más de lo que tardó en leer los tres párrafos anteriores. Luego, usted se ha hecho a una idea basándose en una rápida observación del contexto y las emociones percibidas en usted mismo y los demás, comparándolos contra sus experiencias pasadas.
Cuando se trata de leer a otras personas, es necesario permitirle a la intuición hacer su juicio, dejarle a nuestro lado inconsciente que se haga a una muestra de la situación y rápidamente la evalúe contra nuestras pasadas experiencias. Luego, de manera consciente podemos reconsiderar dicho juicio para tomar una decisión más acorde a nuestra situación. Es así como sacamos provecho de nuestra interpretación inconsciente y la sopesamos de manera consciente.
El contexto es todo A diferencia de las matemáticas en donde siempre 1+1=2, el lenguaje corporal es un arte y no una ciencia. Y con ello, debo aclarar que sus interpretaciones no están 100% garantizadas. Existen numerosas señales que pueden ser malinterpretadas como falsos positivos. Incluso los mejores expertos en lenguaje corporal aceptarán que sus conclusiones pueden ser subjetivas. Es esta la razón por la que en las cortes, el lenguaje corporal del acusado jamás es empleado como prueba en su contra o a su favor, aunque sin que nadie lo acepte, este sí podría influir en la mente y decisiones de los miembros del jurado... Es necesario comprender que estas señales siempre estarán enmarcadas en un contexto. Ese contexto, es lo que le dará más o menos viabilidad a lo que creemos estar percibiendo. Dicho a manera de ejemplo, el que su pareja le explique el por qué llegó tarde la noche anterior mientras mantiene los brazos cruzados, no implica necesariamente que se esté guardando algo. ¿Cuál es el contexto? ¿Acaso está haciendo frío, o es una posición que le resulta cómoda y que esa persona suele asumir con frecuencia? ¡El contexto lo es todo! El significado de un gesto puede cambiar radicalmente dependiendo de donde y cómo sea observado. ¿Cuál es el escenario socio-cultural en que se da? Si usted va a pedir dos cervezas en Londres usando un gesto con los dedos, muy seguramente el mesero lo expulsará del lugar porque dicho gesto es un insulto grave en el Reino Unido. Y tal vez, si lo usa en Roma, le traigan cinco cervezas en vez de dos...
Figura 1: Manera de insultar un mesero en Londres o de pedir dos cervezas en cualquier otro lugar del mundo excepto la antigua Roma, donde creerán que usted está pidiendo cinco (V).
Siempre hay que analizar la situación completa, incluyendo el contexto en el que ocurre la señal. El lenguaje corporal es una herramienta útil para la toma de decisiones, más no debe ser empleado cómo único medio para efectuarlas y sacar conclusiones. ¡Contexto ante todo!
Personas difíciles de leer Hay que aceptar que existen individuos complejos de leer de manera no-verbal. En mis presentaciones debo ser sumamente cuidadoso al escoger a mis participantes de manera que estén verdaderamente dispuestos a dejarse llevar por las acciones que les pienso proponer en el escenario, y que no terminen asumiendo una actitud que no permita llevar a feliz término mis demostraciones. Obviamente como Mentalista y actor en escena, busco que el contexto juegue a mi favor. Conozco el escenario y sé que el estrés del espectador al acompañarme frente al público servirá para amplificar aquellos gestos de los que debo aferrarme para realizar mis ilusiones sicológicas. Pero en el mundo real las cosas son más complejas. El contexto es mucho más amplio en comparación con lo que un escenario ofrece. Y no solo es posible equivocarse en un juicio, sino encontrarse con personas que no ceden un ápice de información de manera no-verbal. Es por eso necesario establecer un punto de partida sobre el cual se buscará observar las diferentes señales. Por ejemplo, si el individuo es alguien nervioso, entonces sus tics no serán señales muy útiles para considerar en caso de buscar inconsistencias en su mensaje. La clave radica en buscar cambios de comportamiento e inconsistencias en la forma de ser del individuo, y observar cambios abruptos que se salgan de la forma de comportarse de la persona que acabamos de conocer. Cuando nos presentan a alguien, lo mejor será prestar atención a sus primeras palabras y gestos, y ver cómo evolucionan y cambian durante el resto de nuestra interacción, teniendo en cuenta el contexto en que nos encontremos.
Tics y Tells Aunque ambos términos suelen ser usados como sinónimos, el primero suele implicar una predisposición neurológica, y en lo que al estudio de lenguaje corporal se trata, es necesario comprender la definición de cada uno con el fin de saber si los gestos que observamos, tienen mayor o menor validez para nuestra interpretación de la intención en los demás.
¿Qué es un tic nervioso? Los tics pueden definirse como contracciones involuntarias de músculos voluntarios. Por ejemplo, un parpadeo rápido y continuo, movimientos de cabeza o labios, movimientos de los dedos, el aleteo nasal, etc. Movimientos de músculos de los que se posee control voluntario, pero que terminan actuando de manera involuntaria. Los tics también pueden ser vocales. Algunos ejemplos son el tarareo, los gruñidos y sonidos como toser, resoplar y aclararse la garganta. Las muletillas también caben dentro de esta categoría. Podemos decir que un tic es la manera en que un individuo somatiza el conflicto, la manera involuntaria como la mente procesa una emoción, y cómo la expresa de manera involuntaria. Y aunque la mayoría de tics suelen ser sutiles y controlables, existen algunos casos en que estos no desaparecen. Cuando un tic dura más de un año, se le denomina tic crónico, y puede estar relacionado con el denominado Desorden de Tourette: una combinación de tics vocales y motores que suele venir asociado a un comportamiento obsesivo compulsivo o déficit de atención. Uno de los primeros casos reportados de este síndrome fue el
denominado "Malleus Maleficarum" en 1489, que cuenta la historia de un predicador con tics vocales y motores, que le fueron atribuidos a una posesión demoníaca –No resulta difícil imaginar cual fue la suerte del pobre predicador para dicha época–.
¿Qué es un tell? El tell es simplemente una señal que comunica algo. Es el término en inglés con que suele definirse las señales no-verbales que comunican los jugadores en la mesa de póquer de manera consciente e inconsciente. Los tells pueden venir dados por elementos externos y voluntarios al individuo como su manera de vestir, su forma de sentarse, o su forma de responder a los demás. Podemos decir que mientras un tic resulta ser una reacción nerviosa involuntaria que puede obedecer a alguna forma de predisposición genética o alteración neurológica, el tell abarca las señales voluntarias e involuntarias dentro del contexto en que nuestro interlocutor es observado. Un tic puede producir falsos positivos en nuestras interpretaciones. Sin embargo, es un excelente indicador de que la persona con que interactuamos tal vez no se encuentra cómoda con la situación, por alguna razón. A diferencia del tic, un tell, puede estar allí de manera voluntaria y ser muy diciente. Un individuo que se viste de manera impecable para una entrevista de trabajo, muy seguramente escogió su ropa a voluntad buscando comunicar elegancia y buen gusto.
Tipos de tells Existen tres formas de categorizar los tells que nos serán de interés en nuestro estudio del lenguaje corporal: Los tells kinésicos, los paralingüísticos y los próxemicos.
1. Tells kinésicos Hablamos de lenguaje kinésico cuando hacemos referencia al estudio de los gestos y las posturas. Las expresiones realizadas con los movimientos del cuerpo. Dentro de los principales tells kinésicos se encuentran:
La postura corporal ¿Cuál es la predisposición a la interacción entre los interlocutores? Se puede hablar de posturas abiertas y posturas cerradas. En la primera, hay una disposición sin barreras a la interacción, mientras que en una postura corporal cerrada, uno de los interlocutores busca impedir el acercamiento del otro demostrando desinterés o desconfianza. Algunos ejemplos son el ángulo en que dos individuos están sentados a una mesa. Personas con intención de competencia buscarán sentarse en dicha mesa posicionados frente a frente. Pero si lo que buscan es cooperar o trabajar juntos, muy seguramente se sentarán uno al lado del otro.
Los gestos
Existen dos tipos de gestos: Los Emblemas, que tienen un significado intrínseco, y los Ilustradores, que no tienen un significado como tal, pero que acompañan a las palabras para enfatizar un mensaje. Un gesto emblema común es el del movimiento con la cabeza de un lado a otro que todos identificamos como "No" para dar una negativa, o cuando agitamos la mano en señal de despedida. En cambio, un ejemplo de gesto ilustrativo es cuando señalamos con el dedo para indicar una ubicación. Decimos "Mira allí" y apuntamos con el dedo.
La expresión facial Se han identificado más de 3000 microgestos a nivel del rostro y deben existir muchos más, pero son seis las expresiones faciales principales que pueden ser reconocidas como universales: La alegría, tristeza, asco, enfado, temor y asombro. Obviamente estamos haciendo referencia a seis formas de emoción. El rostro de una persona es un excelente vehículo para identificar la intensidad de las emociones y su estado anímico. El lenguaje corporal es clave en lo que a la Inteligencia Emocional se refiere, y el enfocarnos en estas seis emociones en vez de 3000 microgestos, no solo es mucho más práctico al momento de aprender sobre lenguaje corporal, sino que es el fundamento de este libro.
La mirada Aunque debería hacer parte del grupo anterior, la mirada suele tener su propio apartado en cuanto a la comunicación no-verbal por
lo compleja y abundante que es su información. Cuando hablamos de la mirada, no solo nos referimos al movimiento de los ojos, sino a aquello en que se enfocan estos, la intensidad con que lo hacen, los movimientos de las cejas y hasta la forma de parpadear.
2. Tells Paralingüísticos Dentro de esta categoría, se agrupan las señales que tienen que ver con la forma en que expresamos lo que decimos. Son elementos paralingüísticos de interés para el estudio del lenguaje no-verbal:
El tono de voz Excelente indicador de emoción en la comunicación. Alguien con una emotividad excesiva suele usar un tono de voz agudo, mientras que alguien que busque contundencia apelará al tono de voz grave.
El volumen Un volumen alto es apreciable en quien busca dominio en la conversación. Es la voz de quien quiere hacerse oír, contrario a aquel individuo introvertido que prefiere pasar desapercibido empleando un volumen bajo.
El ritmo
El ritmo hace referencia a la fluidez de las palabras. ¿Es la vocalización de la persona entrecortada o animada? En el primer caso suele ser una señal de rechazo mientras que en el segundo, donde se aprecia una comunicación fluida, es señal de deseo de interacción y contacto.
Igualmente dentro de los diferentes tells paralingüísticos podemos encontrar los denominados elementos cuaxi-léxicos y el silencio. Los elementos cuaxi-léxicos corresponden a aquellas vocalizaciones que carecen de valor funcional pero ayudan a la expresividad del interlocutor, siendo estas expresiones como "¡ay!" y "¡ah!"; Y sonidos como "Hmm", "Pss" y "Uff". Por otro lado, el silencio y la pausa al hablar, resultan ser importantes signos paralingüísticos. El uso de pausas y silencios durante un discurso pueden darle un total cambio de significado.
3. Tells proxémicos Como proxemia, se define el término acuñado por el antropólogo Edward T. Hall en 1963 para describir el espacio entre las personas durante sus interacciones. Dicha distancia variará dependiendo de la confianza que tengan las personas que interactúan entre sí. No guardamos la misma distancia cuando nos dirigimos a un superior que a un amigo o un familiar. Mientras mayor sea el grado de confianza que tengamos con una persona, menor será la distancia física que mantendremos con ella. Todos contamos con un espacio que consideramos personal e íntimo. Nuestros amigos y familiares cuentan con un permiso implícito de acercarse a nosotros dentro de dicho espacio. Alguien sin ese permiso, que ingrese dentro de este espacio, nos hará sentir incómodos.
Manejo del espacio La mayoría de libros y expertos sobre lenguaje corporal tienden a centrarse principalmente en el estudio y significado de los tells mientras pasan por alto ese poderoso elemento de comunicación no-verbal que es la proxemia: El manejo del espacio personal. Entender cómo se posiciona un individuo con respecto a los demás, y que indica dicha distancia. Existen cuatro zonas o distancias de interacción 1. Zona pública Se da por encima de los 3.5 metros de distancia. A esta distancia no es posible ninguna forma de contacto físico entre las partes. Personas dentro de este rango de distancia no buscan ningún tipo de interacción personal con nosotros. Es la distancia a la que nos mantenemos de la mayoría de personas que no tienen ningún tipo de relación con nosotros.
2. Zona social Entre 1 y 3.5 metros de distancia. En esta zona, puede darse alguna forma de contacto físico solo si las partes así lo permiten – por ejemplo al buscar saludarse con un apretón de manos–. Esta es la zona dentro de la cual la mayoría de interacciones sociales y de negocios suelen darse. No se considera una zona íntima ni de amistad.
3. Zona Personal Entre 50 centímetros y un metro de distancia. Este espacio está reservado para personas con las que mantenemos relaciones amigables y de confianza como Familiares y amigos. Cualquier individuo que no califique como persona de confianza y cruce esta zona con nosotros, nos producirá una sensación de incomodidad o hasta de amenaza –Esta es la razón por la que cuando un desconocido se sienta al lado nuestro en la misma banca en el parque, sentimos el deseo de levantarnos de allí...–
4. Zona Íntima A menos de 50 centímetros de distancia. Este rango de distancia está reservado solo para personas consideradas muy cercanas y amantes. Quienes se encuentran dentro de esta distancia al interactuar cuentan con el mayor nivel de confianza permitido por sus interlocutores.
El contexto juega nuevamente un factor clave en la observación de estos espacios. En un deporte de contacto sería ridículo hablar de intimidad porque los jugadores terminan cruzando la zona íntima como resultado del juego. Igualmente no puede pretenderse que un hombre y una mujer se atraen físicamente, solo porque terminaron en un ascensor o en una fila de un banco y su nivel de proximidad se ve por ello reducida. También cabe anotar que estos espacios son vulnerados tanto al cruzarlos sin autorización, como al evitarlos cuando se espera lo contrario: Si un extraño en la calle se nos acerca demasiado nos sentiremos amenazados, y si nuestra pareja se aleja de nosotros cuando queremos abrazarla o tomarle de la mano nos sentiremos igualmente incómodos.
Nivel de vulnerabilidad Todo ser viviente está diseñado para sobrevivir. La respuesta fisiológica conocida como luchar-o-correr o fight-or-flight response en inglés –Término acuñado por el fisiólogo Walter Canno de la Universidad de Harvard en 1915–, es precisamente un mecanismo biológico que nos permite decidir rápidamente si ante una situación crítica en que nos encontramos, lo mejor es enfrentarla –luchar–, o si por el contrario nuestros chances son reducidos y debemos escapar de allí cuanto antes –correr–. Como humanos, cuando estamos ante una situación de peligro, el hipotálamo en nuestro cerebro procede a segregar una serie de químicos y respuestas neuronales con el fin de prepararnos ante el escenario en que nos encontramos. Se segrega adrenalina al torrente sanguíneo, el pulso cardíaco aumenta y la sangre llega más rápido a extremidades y músculos. Los sentidos se agudizan y nuestros impulsos se aceleran e intensifican. Piense en el hombre de las cavernas sometido al estrés de buscar sobrevivir cada día, allí es donde se origina este instinto que tiene supremacía sobre cualquier decisión y reacción que tomemos. ¿Por qué le hablo de esto? Porque observar qué tan vulnerable o no, se muestra una persona ante una situación, nos facilitará las cosas enormemente en lo que a nuestro estudio de lenguaje corporal se refiere: La gran mayoría de gestos corporales están orientados a defender al individuo; ya sea protegiéndolo, o preparándolo para atacar. ¿Se cubre con las manos? ¿Qué cubre con las piernas cruzadas? ¿Se retrae y reduce? ¿Aprovecha el espacio? ¿Abre los ojos y mira directamente con ellos? ¿Se percibe como un individuo abierto o cerrado? ¿Habla calmadamente o de manera acelerada? ¿Qué tan tenso se ve? El notar que tan vulnerable o no, parece ser una persona nos dará las primeras pistas sobre su intención.
Sumisión y dominación Cuando hablamos de sumisión y dominación, nos referimos al nivel de influencia que ejercemos sobre los demás, y que nivel de vulnerabilidad dejamos entrever. Dada nuestra naturaleza de seres sociales, los humanos necesitamos jerarquías para mantener el orden. Definir quien toma las decisiones y quien las sigue. Esto lo hacemos de manera automática toda vez que nos incorporamos a un grupo o contexto social. Para los temas que abordados en este libro –liderazgo, seducción y detección de mentiras–, es precisamente la detección y proyección de gestos de sumisión y dominación, lo que nos proporcionará una ventaja en el arte del super lenguaje corporal. Ya vimos que el contexto es clave. Luego, viene cuestionarnos ¿Qué tan fuertes o débiles nos sentimos y percibimos a los demás en dicho contexto? ¿Qué tan cómodos nos sentimos llevando las riendas o tomando decisiones frente a la situación? ¿Somos los ALFA que lideran –hombre o mujer, el concepto aplica para los dos– o somos los seguidores? Toda esa información puede ser percibida en cuestión de segundos gracias al lenguaje corporal.
Antes de empezar Aunque he tratado de recopilar las claves más útiles de este fascinante tema, es necesario tener presente que solo a través de la continua práctica, es posible afinar en esta habilidad. Esto es lo mismo que aprender cualquier otra cosa. Cuando una persona desea aprender a tocar la guitarra, esos primeros momentos de interacción con el instrumento pueden parecerle complejos y hasta desastrosos. El acostumbrar la mano a asumir la posición adecuada sobre el diapasón del instrumento ubicando los dedos para hacer sonar un acorde pueden resultarle incómodos; pero conforme pasa el tiempo, hacerlo se torna más y más sencillo. La práctica siempre ha hecho al maestro. Los siguientes consejos le ayudarán a sacar el máximo provecho de su estudio del arte de la comunicación no-verbal. Hágase consciente de estas claves y ello facilitará enormemente su aprendizaje.
1. Preste atención a los detalles La mayoría de seres humanos vemos sin observar y tragamos sin degustar. Con esto, me refiero a que nos pasamos la vida de largo y no vemos muchas veces la magnificencia del bosque porque los árboles no nos dejan verlo. Lo mismo sucede cuando interactuamos con los demás. Recibimos cantidad de información en múltiples niveles que preferimos pasar por alto porque nos parece demasiado subjetiva para considerarla. Pero el secreto está en los detalles. Y más que en los grandes, en los pequeños...
El contexto juega un papel importantísimo como lo dijimos anteriormente. Del mismo modo, los objetos y accesorios que acompañen a nuestro interlocutor y cómo se comporta con ellos, pueden darnos pistas adicionales para comprender mejor el mensaje de quien nos está hablando. ¡Practique el arte de observar! No solo por aprender sobre lenguaje corporal, sino por disfrutar de la vida misma. Son esas pequeñas cosas que pasamos por alto las que suelen terminar haciendo la diferencia.
2. Sea discreto Un error común cuando uno comienza a estudiar estas cosas, es el de convertirse en un inquisidor no-verbal. Es así como nos quedamos mirando fijamente a los demás buscando desesperadamente observar esas señales que puedan darnos pistas de las cuales aprovecharnos, al punto de volvernos incómodos para ellos. Las personas no son tontas, y fácilmente notarán que están siendo observadas y hasta analizadas. Sentarse en un café a observar fijamente el comportamiento de la gente alrededor puede fácilmente resultar en que llamen a seguridad con el fin de ver si usted no es algún sicópata tramando algo. Discreción ante todo.
3. Una señal no basta Otro error común al estudiar lenguaje corporal resulta de obsesionarse con la idea de buscar apreciar una señal en particular. Por ejemplo, queremos saber si una persona nos está mintiendo y por esperar observar esa señal que así nos lo confirme, nos
perdemos el resto de tells que nos quitan la razón, y que muestran que dicha persona en realidad dice la verdad. Esto es como si usted asegurara que al lanzar una moneda, esta va a caer cara arriba. Al lanzar la moneda esta cae repetidas veces en sello hasta que finalmente cae cara y usted dice "¿Vieron? ¡Tal cual lo afirmé!". En vez de buscar una señal en particular para comprender la verdadera intención detrás de lo que dice nuestro interlocutor, es más aconsejable buscar múltiples señales de confirmación e inconsistencia. Esto es, señales que ocurren una y otra vez durante la conversación y que parecen ser consistentes o no con lo que la persona nos está diciendo. Una seña por sí sola no es suficiente para confirmar la intención detrás del mensaje de nuestro interlocutor. Pero por otro lado, varias de ellas nos permitirán aumentar nuestras sospechas sobre la situación y el individuo. ¡No parta de una conclusión! Busque múltiples señales y observe tanto aquellos tells que confirman como aquellos que desvirtúan lo que usted cree. Baraje sus hipótesis y emplee la información obtenida como complemento para sus decisiones.
4. Usted es un diccionario de lenguaje corporal Basándonos en nuestras experiencias pasadas, nuestro cerebro puede inferir en que situaciones podríamos comportarnos de manera similar a nuestro interlocutor. Luego, una forma rápida de evaluar una señal, consiste en preguntarse a uno mismo, por qué motivos uno asumiría la actitud de la persona que observamos. ¿Esa persona con que estamos hablando mueve la pierna de un lado para otro sin parar? Pregúntese en ese mismo contexto por qué
usted asumiría el mismo comportamiento: ¿Por estar nervioso, querer ir al baño, tener algún afán? Sea consciente de su propio cuerpo y sus propias señales y busque ponerse en los zapatos de los demás. Este es el mejor consejo que puedo compartirle sobre interpretación de lenguaje noverbal.
5. ¡Relájese! No puedo ser más claro en este punto: ¡Que aburrido vivir pendiente del lenguaje corporal propio y de los demás! Sí. Esto no es solo incómodo para uno, sino para quienes nos rodean. Conozco muchas personas que se vuelven casi paranoicas cuando comienzan a hacerse conscientes de su lenguaje corporal y el de los demás, cayendo nuevamente en el error descrito anteriormente de no ver el bosque por culpa de los árboles: Terminan dejando de prestar atención al lenguaje verbal por estar pendientes del no-verbal. Todo extremo es malo. Use la información que aquí le comparto como una ayuda para condimentar sus interacciones con los demás y aprender a conocerlos un poco mejor, pero no le dé al lenguaje corporal y su interpretación la última palabra. ¡Viva su vida tranquilamente! La gente no está tan pendiente de usted y sus señales como usted puede llegar a estarlo de los demás. Sepa en qué momento aplicar estas herramientas pero no caiga en la trampa de vivir en función de ellas. Recuerde que este es un arte. Y como arte, resulta siendo subjetivo. Y finalmente le comparto un consejo más:
6. Grabarse en video El grabarse a uno mismo en video, es una excelente manera de evaluar la forma en que nos comunicamos verbal y corporalmente. Ante un video de sí mismos, la mayoría de personas suele quejarse y decir que no se ven bien o que en el fondo no son así. La verdad es otra: Esa es precisamente la forma en que usted se comporta frente a otras personas. Pero no sea duro consigo mismo. Si usted ve más allá, logrará darse cuenta de que analizarse en video es una excelente forma de mejorar su lenguaje corporal. Los comediantes por ejemplo, pasan horas analizando y ensayando sus guiones y su lenguaje corporal, y lo hacen gracias a la magia de la cámara de video. Los magos hacen exactamente lo mismo: pasan horas frente a la cámara buscando hacer de sus gestos, movimientos perfectamente naturales que les permitan ocultar sus trucos. Hoy día prácticamente todo dispositivo móvil cuenta con una cámara de video. Úsela para algo más que grabar a su mascota haciendo algo divertido. Ensayar frente a ella le será más útil que hacerlo frente a un espejo. ¿Tiene que efectuar una presentación próximamente? Practique frente a la cámara. ¿Quiere proyectar una imagen de auto-confianza y actitud de líder? Practique frente a la cámara. ¿Quiere estar seguro de que sus palabras están alineadas con su imagen? ¡Pues practique frente a la cámara! Conviértase en su propio director de cine. Este mundo es su escenario, los demás sus espectadores. Así que no desperdicie la oportunidad de quedarse con el rol principal del personaje que usted quiere ser en esta, la película de su vida.
Las apariencias engañan Por importantes que puedan ser las primeras impresiones, estas no deberían convertirse en la única forma de juicio sobre ningún individuo. Como lo hemos mencionado, existen muchas variables contextuales que pueden darle un significado totalmente diferente a la realidad. Hitler por ejemplo, no fue tomado en serio por el primer ministro británico Nevill Chamberlain ni Winston Churchill debido a su mostacho, pelo delgado y apariencia débil. Bill Gates fue igualmente subestimado por sus primeros competidores debido a su look intelectual. Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, siendo uno de los empresarios más poderosos del mundo se vestía hasta hace poco con un buzo a lo adolescente. Y a los fundadores de Google, es común verlos de jeans comiendo como cualquier par de mortales en un restaurante de hamburguesas en San Francisco. Ningún libro debería juzgarse por su portada. Del mismo modo, no se desanime si alguien no reacciona de manera favorable a sus esfuerzos por causarle una buena impresión. No siempre vemos el panorama completo y tal vez el contexto de esa persona, sea muy diferente a lo que creemos: a lo mejor está teniendo un mal día, o simplemente se ha cerrado a cualquier interacción por una mala experiencia pasada. Si usted no obtiene la reacción que esperaba, no se lo tome personalmente y simplemente siga adelante.
Parte 2: En El trabajo
Actitud de liderazgo Todo buen líder es capaz de comunicar su visión de manera que inspire y motive a sus seguidores. Comprender esto, es precisamente entender por qué tantas personas en cargos altos o posiciones de poder, no logran hacerse a sus seguidores: Comunican su visión de manera incongruente con sus palabras y actuar en completo desfase. Piénselo así, ¿Cómo es posible que un gerente a quien le tiemble la voz, le suden las manos y no mire a los ojos, pueda rendir un informe de desempeño a sus accionistas e insistir en que las cosas van bien? Si usted necesita comunicarse desde una posición de poder, tiene que asegurarse de que sus palabras y gestos estén alineados. Controlar su lenguaje corporal puede ser una herramienta valiosísima de comunicación.
Creer en lo que dice Cuando de lenguaje corporal en el trabajo se trata, la primer clave consiste en que debemos creer en aquello que decimos. Ese ejemplo gerente sudando en la asamblea de accionistas diciendo que el negocio va por buen camino, tiene tanta credibilidad como el empleado que con su presentación de PowerPoint en la sala de juntas, tararea diciéndole al jefe que tiene una gran idea de proyecto. ¡No! Proyectar una emoción de carácter negativo con un mensaje positivo, produce un resultado negativo. Usted puede ser el experto que sea en lenguaje corporal, pero si mentalmente usted no
cree en aquello que piensa comunicar, créame que la gente notará.
lo
Un líder es un comunicador consistente. Sus conversaciones son congruentes en todo nivel, y eso implica por supuesto, su lenguaje no-verbal. Siempre que usted vaya a hacer algún gran anuncio ante quien sea, más le vale que comience por creérselo usted mismo, de otra forma... ¡Empezamos mal!
Actitud dominante Que un individuo adopte una postura dominante suele ser consecuencia del hábito y la auto-percepción. Una persona acostumbrada a la toma de decisiones y a mantenerse a cargo, habrá generado el hábito de asumir dicho tipo de posturas. Considere a un general retirado del ejército quien aún fuera de filas seguramente mantendrá su vocación de mando. Pero si nuestra percepción contextual nos hace sentir que estamos a la cabeza de un equipo, automáticamente asumiremos esta posición de dominación. Y si por el contrario nos creemos en una posición inferior, terminaremos sometiéndonos voluntariamente a aquellos que percibimos como más poderosos y con mayor conocimiento que nosotros ante la situación. Esto es algo que muchas personas no saben, pero nuestro lenguaje corporal tiene la capacidad de afectar nuestra forma de sentirnos. El solo hecho de asumir de manera consciente una actitud de poder por medio de nuestro cuerpo, nos permite generar auto-confianza casi de la nada. Los norteamericanos tienen un dicho que aplica bastante bien aquí: "Fake it ‘till you make it" que traducido quiere decir "Imítalo hasta que lo logres". El primer paso para asumir una actitud corporal
poderosa, consiste en asumirse poderoso. Esto no es ningún engaño. Este tip es bien conocido en coaching deportivo, y es uno de mis consejos favoritos cuando se trata de ayudarle a alguien a ganar confianza en sí mismo: Actúe como sí. ¡Créase el cuento y siéntase de igual manera!
Quién está a cargo Basta prestar atención a la dinámica de cualquier grupo para reconocer a quien lo lidera. ¿Quién se inclina hacia quien? ¿Quién está relajado y quién tenso? ¿Quién mira a los ojos y quién baja la mirada? ¿Qué tono de voz y volumen emplean los participantes? Identificar al líder tampoco implica enfocarse en un individuo en particular, con la observación de los varios miembros del grupo, ellos darán señas claras sobre quién es quién. El líder tampoco tiene que ser la figura agresiva que habla a los gritos o que se hace a sí mismo el centro de atención. Como veremos más adelante, en el caso de el lenguaje corporal, una personalidad de liderazgo resulta de quien se siente cómodo y relajado en el escenario en que se encuentra, y que puede tomar decisiones seguro de ese mismo contexto.
¿Sobresalir ante los poderosos? En especial cuando se trata de contextos jerárquicos, como una reunión de trabajo o una entrevista para conseguir un nuevo puesto, las personas me preguntan si no resulta problemático el que busquen asumir un lenguaje corporal dominante aún cuando han de estar interactuando con individuos que obviamente tienen una posición superior o de poder. La respuesta es NO, y de hecho, será
sumamente positivo el que usted mantenga y busque practicar un lenguaje corporal que pueda reconocerse como dominante, aún en dichos contextos y ante otras personalidades del mismo tipo: Sus superiores le prestarán atención y sus colegas y subordinados le brindarán respeto. Usted será percibido y tratado en igualdad de circunstancias por quienes tengan un rango superior. La próxima vez que se encuentre con alguien famoso en la calle, trátelo como a cualquier otro mortal, y se dará cuenta de lo que le digo. Así que no tema asumir una posición de poder aún frente a sus superiores. No tema mostrar autonomía, no crea que hacerlo le pondrá en conflicto con el alfa del grupo. Eso sí, no confunda la proyección de poder con la agresividad, ni mucho menos con el buscar avergonzar y reducir a los demás.
Agresividad, sarcasmo e ironía Continuando con el concepto anterior, otro error común en quien busca hacerse consciente de su propio lenguaje corporal para proyectarse como líder es precisamente el creer que quien se muestra agresivo, se muestra como dominante. La agresividad es una señal de todo lo contrario. Piénselo así: Una persona asume una posición agresiva, solo cuando se ve amenazado. Su primitivo programa de luchar-o-correr se ha activado ya que ha percibido una amenaza en el ambiente y su reacción se inclina a optar por el ataque –aún cuando este no sea físico–. Una persona que se comporta de manera agresiva, está mostrando señales de vulnerabilidad. Los abogados y los políticos saben bastante bien que en un debate, quien insulta pierde. Con ello quieren decir que cuando una persona carece de argumentos y comienza a perder el control, no le queda más remedio que asumir una posición de ataque por medio del insulto.
¿Quién se ve más dominante, aquel que insulta y comunica agresión, o aquel que ante los insultos sigue relajado como si nada le importara? Una forma común de agresividad es el apelar al sarcasmo y la ironía. Sin embargo, debo volver sobre el concepto del contexto: El sarcasmo y la ironía pueden ser una señal de inteligencia más que de agresividad. Una buena respuesta de carácter sarcástico o cómico ante un ataque, actúa precisamente como una señal de auto-control y superioridad donde el atacante termina siendo víctima de su propio invento. Cosa muy distinta cuando se trata de una persona que sin ton ni son, vive haciendo comentarios sarcásticos a quienes le rodean, de la nada, sin gracia y por el solo hecho de incomodar o creerse el gracioso a costa de otro. Es este comportamiento pasivo-agresivo el que es una señal de vulnerabilidad, no de dominancia.
Usted tiene diez segundos Empecemos por lo más importante: La primera impresión. Toda vez que nos presentan a alguien o ingresamos a algún lugar, somos juzgados por las personas allí presentes dentro de los diez primeros segundos. ¿Qué es injusto? Seguro... ¡Pero es verdad! Aún sin decir una sola palabra, todos los presentes se harán a una opinión de nuestra personalidad, si tenemos cualidades de liderazgo o no, y cuál es nuestro estatus o rango en comparación con ellos. Claro que dichas opiniones pueden cambiar y reajustarse con el tiempo. Pero para hacerlo, será necesario hacer una inversión de tiempo y esfuerzo con el que no muchos cuentan, y menos en el contexto de los negocios.
La mejor apuesta consiste entonces en demostrar un lenguaje corporal poderoso. Una actitud amigable e interesante que comunique auto-confianza: Que uno sabe de lo que está hablando. El transmitir ese mensaje durante esos primeros diez segundos permite echar abajo cualquier barrera y prejuicio con el que podamos ser abordados por nuestros interlocutores. El mostrarse como alfa –sea usted hombre o mujer– le permitirá comunicar liderazgo y ser visto con respeto. Y además, ¿Quién no quiere ser percibido así?
Gestos de poder Comunicar auto-confianza de manera no-verbal, es una habilidad que nadie debería pasar por alto. ¿Quién no quisiera la compañía de una persona confiada de sí misma y de lo que hace? Quienes logran hacerse a esta habilidad –consciente o inconscientemente– pueden convertir cualquier interacción social en algo interesante. Incluso, a nivel del sexo opuesto, los beneficios son notables. Asumir una actitud de liderazgo consiste precisamente en comunicar una confianza de acero. Comencemos por hacernos a herramientas de lenguaje corporal que nos ayuden a comunicar dicha confianza, y proyectar ese líder que queremos que los demás vean en nosotros:
Su postura La manera en que usted se está de pie o sentado, es la primera clave para proyectar un lenguaje corporal poderoso. Al estar de pie, usted debe procurar que sus pies se encuentren separados a la distancia de los hombros y bien apoyados en el piso. Una manera de probar si la manera en que uno está bien parado consiste en pedirle a alguien que nos empuje ligeramente desde el pecho o la espalda. Si uno siente que debe reposicionarse, entonces esa postura no es lo suficientemente firme. Si por el contrario uno puede mantenerse sin perder el balance, esa es una postura de poder a la que puede apelar en sus interacciones.
Brazos y pecho
Para asumir una posición de poder, los brazos deben descansar a los lados siempre mostrando una posición abierta. Volvamos sobre el concepto de vulnerabilidad: Un líder no necesita cubrirse su pecho ni sus órganos vitales y por ello, les permite estar expuestos en todo momento. Esto es válido tanto para hombres como para mujeres. Eche sus hombros ligeramente hacia atrás. Mantenga su manos a los lados o atrás. Sostener las manos por la espalda naturalmente expone el pecho produciendo el resultado que queremos.
La cabeza Su cabeza debe estar ligeramente tirada hacia atrás de manera que la barbilla se levante sutilmente. Si la persona con que interactúa es de menor tamaño que usted, puede cambiar el ángulo de manera que usted mire hacia abajo pero con la barbilla aún levantada. Mantener la cabeza arriba en esta posición es una técnica simple y practica de comunicar auto-confianza y calidez en especial al caminar.
Figura 2: Actitud de liderazgo en el trabajo
Relaje sus movimientos ¿Qué comunica una persona que se mueve rápidamente, se toca constantemente aquí y allá, y no parece quedarse quieto? Ese no es justamente el lenguaje de una persona en una actitud de poder. Un líder en el fondo no está ni nervioso, ni indeciso. Y es por ello que usted deberá buscar maximizar la eficacia de cada movimiento que lleve a cabo. Un líder de verdad no está apurado. Practique la economía de movimiento: Muévase relajado y seguro de lo que va a hacer. Si usted va a tomar un vaso de la mesa, mírelo primero y luego extienda la mano para agarrarlo y llevarlo hacia usted. Si usted se inclina hacia el vaso, usted está comunicando sumisión.
Figura 3: Llevarse el vaso a la boca o ir hacia el vaso. Gesto de dominación o sumisión
Aproveche el espacio
Una diferencia clave entre un lenguaje corporal fuerte y uno débil radica en la cantidad de espacio que usted aprovecha. Si quiere mejorar su lenguaje corporal de inmediato, empiece por hacerse a más espacio del que necesita. Una persona asustada y nerviosa al sentirse en una posición vulnerable, se recogerá sobre si mismo protegiendo sus órganos vitales. Un líder en cambio, es dominante, se extiende tranquilo al sentarse y extiende los brazos sobre el espaldar. De nuevo: está tranquilo con su cuerpo y no teme nada. Échese hacia atrás y extienda sus brazos para abarcar más. Siempre recuérdese aprovechar tanto espacio como sea posible. Pero ojo, no se trata de desparpajarse. Si en cualquier momento usted se siente débil o nervioso, este pequeño ajuste corporal incidirá en su estado mental también. Si usted quiere un solo consejo para proyectar una actitud poderosa y confianza de acero, que sea este: Aproveche y hágase a tanto espacio como le sea posible.
Figura 4: Haciéndose a más espacio
Contacto Visual
¿Mantiene usted contacto visual? Tom Peters, el escritor y gurú de la administración, dijo alguna vez que de dar un solo consejo sobre cómo ser un líder en el siglo XXI, este sería: ¡Haga más contacto visual! El contacto visual parece perderse conforme avanzamos tecnológicamente. El ser humano al estar centrado en la pantalla de su móvil, tiende a mantener la mirada hacia abajo. ¡No! Levante la mirada y mire a los ojos de su interlocutor. Los seres humanos estamos programados para ver a los ojos – La carátula de este libro, ha apelado a dicho concepto por esta razón: llamar su atención. Y lo logró...– En mis conferencias y en mi primer libro PIENSE PODEROSAMENTE, invitaba a practicar un sencillo ejercicio para hacerse a este hábito: Cada día busque notar el color de ojos de al menos cinco personas desconocidas. El solo hacer esto, le obligará a ver a las personas a los ojos sin parecer un sicópata. Y ahora que hablo de sicópatas, tampoco procure quedarse mirando fijamente a los demás. Mire a los ojos comunicando interés por ellos y descanse la mirada moviéndola de vez en cuando hacia otro lado.
Sonría La mejor forma que existe de proyectar una actitud amigable comienza por sonreír. Sonríe quien se divierte y disfruta de su situación. La mayoría de personas pecamos por no sonreír lo suficiente en nuestras interacciones sociales, lo cual termina haciéndonos parecer demasiado serios o que estamos enojados. Una buena sonrisa hace maravillas por uno. Pero hay que tener cuidado: Una sonrisa falsa y forzada es fácil de detectar. Aquí vale aplicar lo que yo denomino la sonrisa merecida: cuando nos presentan con alguien, no buscar sonreír de inmediato sino más bien tomarnos un par de segundos y luego comenzar a dejar
entrever la sonrisa lentamente. Esto es casi como que la otra persona se ha ganado nuestro aprecio al saludarnos, no que lo tiene ganado desde antes de darnos la mano.  
El apretón de manos Este, es el primer mensaje no-verbal que intercambiamos cuando conocemos a alguien. Piénselo así: usted le da la mano a una persona y en cuestión de milisegundos puede hacerse a una idea de cómo más o menos, puede ser su carácter; y del mismo modo, esa persona se hará a una idea de cómo es usted. Todos hemos tenido una experiencia del tipo "Ewww, que asco" cuando sentimos la mano del otro sudorosa, todos hemos tenido la experiencia de la persona que da la mano carente de firmeza con lo que parecemos apretando una masa entre las manos, todos hemos tenido la experiencia de que nos dejen con la mano extendida y hagamos otro gesto para cubrir nuestro desliz y hacer creer que no pasa nada, y todos hemos tenido la sensación de que la otra persona no parece querer soltarnos. Pregúntese si su apretón de manos da una impresión de nerviosismo o timidez, si muestra confianza o falta de esta, y si es agresivo, amistoso o cálido. De las muchas formas de apretón de manos negativos, procure que el suyo no sea calificado como: – El pescado: la mano que se resbala y desliza entre la mano del otro. Casi como un pez muerto – El rompe huesos: Tan fuerte que la mano del otro quedará adolorida por horas. – La garra: Usando solo los dedos. Se siente vacío y carente de autenticidad.
– La bomba de agua: Movimiento de subir y bajar la mano exageradamente. Extremo y falto de sinceridad. – El anti-bacterial: Rápido en soltar y apenas tocando al individuo, casi como si sufriera alguna forma de fobia ante cualquier germen en la mano del otro.
Todas esas formas de dar la mano, son experiencias desagradables que en nuestra mente le quitarán puntos a nuestro interlocutor. No caiga en lo mismo. Cuando alguien le de la mano, póngase de pie. Gírese hacia la persona que le extiende el saludo. Procure tener sus manos secas. Ni que decir de procurar mantener unas manos y uñas limpias. Aplique firmeza suficiente al apretar tanto con hombres y mujeres. Sonría. Mire a los ojos a la persona con la que intercambia su saludo para enfocar su atención y que ni él ni usted se "pierdan". No se distraiga como para exagerar el tiempo apretando, o dejar al otro esperando. Suba y baje la mano no más de tres a cuatro veces, y jamás subestime su apretón de manos inicial ni final pues ambos cuentan.
Figura 5: Presidente de Francia Francois Hollande fallando miserablemente en sus saludos de manos a otros mandatarios.
Foto de la revista Esquire
La entrevista de trabajo Es cierto que nos jugamos muchas cosas en una entrevista de trabajo. Nos encontramos frente a un extraño que tiene poco tiempo para conocernos y existe un desbalance de poder. Pero en el fondo, una entrevista es solo una conversación, y uno ha sostenido cientos de conversaciones a lo largo de la vida. Si usted piensa en su entrevista de trabajo como una puesta en escena donde está siendo evaluado por su desempeño y donde tiene que mostrar la mejor de sus caras, usted correrá el riesgo de desconectarse del entrevistador y afectar su propio lenguaje corporal. Lo mejor es mantenerse tranquilo y aplicar una estrategia simple de lenguaje corporal: Mantenerse positivo, pensar antes de hablar, prestar atención, mirar a los ojos del entrevistador –Sin quedase mirándolo fíjamele– y enderezarse en la silla. De hecho, enfóquese en su silla más que en sus pensamientos y en el "¿Qué estará pensando de mí?" Relájese y su cuerpo comunicará que usted es una persona tranquila y en quien se puede confiar.
Qué hacer y qué no No jugar con el pelo Jugar y tocarse el pelo es un hábito común en escenarios de alta presión especialmente entre las mujeres. Obedece a un deseo de mostrarse bien y buscar agradar al otro. En un contexto de seducción, dicho tell puede funcionar bien, pero en el ámbito de una entrevista de trabajo puede ser desastroso. Muchas mujeres tienen el hábito de pasarse la mano por un lado de la cabeza con el fin de pasarse el pelo detrás de la oreja. Otras,
suelen jugar con las puntas del pelo o acariciarlas inconscientemente. Una forma de evitar esto es llegar a la entrevista con el pelo recogido usando una cola de caballo. Sea consistente en este comportamiento incluso en la sala de espera antes de ingresar a la entrevista. Usted no sabe quien pueda verlo antes de pasar.
No se recueste Su mejor apuesta viene de mantener una postura corporal neutral. Echarse para atrás en la silla ante el entrevistador puede comunicar aburrimiento o falta de interés. Siéntese de manera recta, imaginando que un hilo invisible desde el techo, lo sostiene desde la cabeza. El pararse y sentarse recto comunica auto-confianza, incluso haciéndonos ver más altos e inteligentes.
No haga esto con las manos ¿Conoce el gesto del karateka con la mano cuando va a asestar un golpe? Evite usar sus manos de la misma manera. Tanto ese gesto, empleado para enfatizar una división, y el señalar con los dedos, son señales agresivas que en algunas culturas llegan a considerarse sumamente rudas. En una entrevista de trabajo los gestos agresivos deben reducirse al mínimo. Tampoco lleve sus manos a los bolsillos ni a la espalda. Mantenga sus brazos a los lados o sobre las piernas. Del mismo modo en que una mujer podría emplear el cabello recogido para evitar jugar con él, evite las joyas y accesorios con los que podría terminar jugando con las manos. Si esos accesorios no están allí, usted no jugará con ellos.
El aferrarse a algo, como una cartera o agenda, también comunica tensión. No invada el espacio del entrevistador echándose hacia adelante o poniendo las manos sobre su escritorio. Pero si usted está en una mesa de trabajo circular o cuadrada y sentado con varias personas, es recomendable que las manos se pongan a la vista. Tampoco se lleve las manos a la cara, ni recueste la cabeza de ninguna manera sobre ellas. Cualquier gesto de las manos hacia su cabeza, como ponerse la mano en el mentón, taparse la boca o llevar los dedos a la sien puede comunicar algo que usted no quisiera.
Figura 6: Gestos a evitar de cabeza y manos
Ojo con los ojos Blanquear los ojos, saltar con la mirada de un lado al otro y quedarse mirando fijamente al entrevistador son pésimas estrategias. Una cosa es mirar a los ojos y otra mantener el contacto visual. Sicológicamente, cada vez que conectamos con alguien, rompemos el contacto visual por unos instantes. La próxima vez que usted le presenten a una persona y le de la mano, salúdela mirándola a los ojos por unos instantes –suficiente para decir mentalmente "hola,
este soy yo"–, salude y luego mire por un segundo hacia otro lado rompiendo momentáneamente la mirada y vuelva sobre la persona. Evitar toda forma de contacto visual tampoco es una buena idea como no lo es mover la mirada de un lado hacia otro. Esto comunica desconfianza. Responder a una pregunta mientras la mirada se pierde mirando a una ventana o a otro lado, es una oportunidad perdida. Demuestre curiosidad hacia su entrevistador asintiendo de vez en cuando con la cabeza, mirándole a los ojos o acercándose muy ligeramente hacia él cuando habla o le dice algo. Si son varias las personas con que se está entrevistando, reparta su mirada entre todos con especial énfasis a la persona que le hizo la pregunta. Y no caiga en el error de buscar confirmación verbal con muletillas del tipo "¿Si me entiende?".
Seguridad con los dedos El tocarse las puntas de los dedos entre sí de ambas manos es un excelente gesto que comunica seguridad en lo que se está diciendo. Sus manos deben ayudarle a enfatizar sus mensajes sin ser el foco de atención. Mantenga las palmas hacia arriba para comunicar honestidad y evite el señalar con un dedo, o enfatizar con el puño cerrado. Otro excelente gesto al momento de hablar consiste en emplear ambas manos a manera de espejo, cada una siendo un reflejo de la otra. Esta sincronización entre la mano izquierda y derecha denota coherencia en el mensaje.
Qué comunica el entrevistador Sabemos entonces a que partes de nuestro cuerpo prestarles atención con el fin de ser coherentes y comunicar que somos la persona adecuada para el trabajo. ¿Y qué hay del entrevistador? Su lenguaje corporal también está diciendo cosas que nosotros podemos aprovechar para evaluar la situación y hacer ajustes de ser necesario.
¿Será que le agrado? Si el entrevistador al estar sentado coloca un tobillo sobre el otro y tiene las piernas hacia adelante, este se está sintiendo de manera positiva hacia nosotros. Igualmente si nos tiramos ligeramente hacia atrás y él lo hace hacia adelante, como si lo haláramos por medio de un hilo invisible, esto será una señal de que se ha generado empatía y esa persona tiene interés por saber más acerca de lo que le estamos diciendo.
"Hummm..." Si al hacer una pregunta, el entrevistador responde con sonidos como "Hummm... Ahhh...", muy posiblemente lo que nos diga a continuación no será del todo cierto. Por ejemplo, si preguntamos cuando volveremos a saber de la compañía tras la entrevista y el responde "Hummm... deben llamarte en los próximos días", tal vez eso no vaya ocurrir. Esta forma de respuestas es una manera de hacer tiempo para ver con que salimos. Igualmente si el entrevistador antepone frases como "Voy a ser sincero contigo..." o "la verdad es...". Tenga la certeza de que hay
algo más que no le han querido contar. ¿Acaso no han estado hablando con la verdad durante toda la entrevista? ¿Por qué hay que creer lo que va a decir a partir de este instante?
Cabeza inclinada Si el entrevistador inclina ligeramente hacia un lado su cabeza mientras nos escucha, nos hemos ganado su atención y él desea saber más. Usted ha picado exitosamente su curiosidad. El inclinar la cabeza de esta manera cuando alguien habla, es el símbolo universal de prestar atención, y obedece a una mejor acomodación de nuestras orejas para poder escuchar mejor.
Movimientos rápidos El entrevistador que mueve los pies sin parar, o que parece estar vibrando sobre su silla como si estuviera nervioso, en realidad está apurado. Está viendo la entrevista como algo que tiene que hacer y uno es un individuo más del proceso. Si usted al conversar con él logra que estos movimientos aminoren y que él incline la cabeza y asienta al hablar, usted se habrá ganado un punto adicional puesto que seguramente lo ha sacado de una tarea que él sentía estar haciendo de manera rutinaria.
Mira su hoja de vida Si el entrevistador se mantiene mirando su hoja de vida durante la entrevista, es muy probable que esté interesado definitivamente
en darle el puesto. Cuando algo nos gusta, tendemos a mirarlo más y centrar nuestra atención en ello. Hacemos lo contrario cuando nuestra mirada se pierde en otras cosas. Eso comunica desinterés o poca importancia. Sus hombros Cuando el entrevistador habla sobre lo maravilloso que es la empresa y el puesto, y encoje uno de sus hombros, la verdad suele ser otra. Ni el puesto, ni la compañía son tan buenos como parecen. El encoger un hombro parcialmente es señal de falta de convicción y protección por miedo al ser descubierto en una mentira.
Haga preguntas Es común pensar que por tratarse de una entrevista, usted no debería hacer preguntas. Pero como decíamos anteriormente una entrevista es una conversación, y el que usted haga preguntas durante dicha entrevista demostrará rasgos de liderazgo, negociación, planeación, seguridad en sí mismo y valoración personal entre otras virtudes y capacidades. Las siguientes son algunas preguntas que usted podría considerar hacer a su entrevistador, que denotan todos los rasgos anteriores, además de acarrear una poderosa connotación sicológica que le ayudará a demostrar que usted, aparte de ser el indicado, ¡Es único! Pregunte: ¿Por qué está este puesto disponible? ¿Qué cambios ha tenido este puesto, tras la última persona que lo ocupó?
Esta pregunta le dará información clave sobre el puesto, la compañía y cualquier cambio realizado durante la ausencia del empleado anterior. Esta pregunta le permite saber exactamente que rol es el que usted posiblemente terminará asumiendo
¿Qué sucedió con el empleado anterior? (espere una respuesta) y luego diga ¿Es esta una tendencia de los últimos años? Esto mueve las fichas a su favor. Muestra que usted cuenta con suficiente confianza en sí mismo, y además le deja saber qué pasó con el empleado anterior (renunció, lo ascendieron) y qué posibilidades hay de crecer.
¿Si usted decide contratarme, cómo le gustaría que fuera mi desempeño en comparación con las personas anteriores que asumieron ese puesto? Simplemente no existe una mejor forma de comunicar entre líneas, que usted es el indicado y que está preparado para asumir el reto. No tema hacer esta pregunta, muestra que usted es ambicioso, seguro de sí, y que tiene lo que se requiere.
¿Cuáles son los objetivos principales de este puesto? (espere una respuesta) ¿De esos objetivos, cual es el principal? ¿Qué le gustaría que lográramos en los próximos 3 meses? Igual que la pregunta anterior, usted está demostrando una excelente autoestima, liderazgo, emprendimiento, capacidad de planeación y además de trabajo en equipo.
¿De las personas que han trabajado en este puesto, puede nombrarme algunas razones de por qué fallaron? ¿Qué les faltó? Esto pone el balón en su cancha. Usted podrá escuchar y analizar al entrevistador y conocer en detalle las claves para que usted enfrente el puesto. Le dirán exactamente los puntos en los que usted podrá sobresalir. Así que présteles atención.
Por supuesto, usted podría y debería modificar el lenguaje de estas preguntas al suyo de una manera que usted se sienta cómodo. No se excuse para hacerlas, ni las lance una tras otra. Tampoco es necesario hacerlas todas. Tenga presente el contexto y considere el momento adecuado para efectuarlas. Por lo general durante la reunión el entrevistador le dará un espacio para que usted le comunique las dudas o preguntas que pueda tener. Aquí su entrevistador, estará esperando que usted le pregunte por el salario. No lo haga. Todo el mundo lo hace. En caso de que sea el entrevistador quien le pregunte por su aspiración salarial, usted puede considerar responder haciendo referencia a un rango: "Sé que esta posición se está moviendo en un rango salarial entre tanto y tanto dinero" (procure hacer su investigación), o contestar "Creo que aún puede ser prematuro el definir un rango salarial y me gustaría conocer más sobre la compañía" y luego más bien proceda con cualquier otra de las preguntas anteriores.
Vestido para triunfar En el mundo de los negocios más que en ningún otro lado, todos estamos en venta. Y si queremos ofrecer el mejor producto posible, es bueno asegurarnos de que nuestro empaque sea el adecuado. Por duro que suene, en ninguna compañía nos prestarán atención si nuestra apariencia física no va de la mano con el puesto que tenemos. ¡Claro que el interior es lo que importa! Pero el mundo empresarial se mueve tan rápido que esa primera impresión dada por la forma en que nos vestimos es crucial. Nuestra forma de vestir es uno de los principales indicadores de nuestra manera de ser y por ello, actuará como tarjeta de presentación ante los demás comunicándoles implícitamente la buena calidad del producto: Nosotros mismos. ¿Cómo dar la impresión correcta en el ámbito profesional? Aún cuando hombres y mujeres vestimos de forma diferente las reglas suelen ser las mismas para ambos géneros: Trajes de corte clásico pero ajustados a la época que nos ayuden a ser notados de una manera seria y profesional.
Para los hombres Invierta en dos o tres buenos trajes con su saco y pantalón respectivo. El. Color negro y gris oscuro son excelentes apuestas. Los trajes nunca pasarán de moda, Aunque fíjese en el corte y tipo de botones ya que suelen ser estos los que cambian con la moda. Apueste por lo simple en cuanto al corte. Las camisas con cuello son obligatorias. Usted nunca tendrá suficientes camisas blancas. Puede comunicar un estilo más
relajado usando camisas claras con tonalidades de color. Las camisas de tono brillante como el rosa y rojo tal vez sean demasiado para llamar la atención en el contexto laboral. Los zapatos oscuros en cuero y medias oscuras son piezas fundamentales que se notan instantáneamente. Lo mismo ocurre con las corbatas, apueste por las de color sólido que puedan combinarse con sus diferentes trajes para darse a más opciones. ¡Aféitese! La barba puede ser atractiva en el mundo de la seducción, pero en el campo laboral transmiten descuido. Mantenga un buen corte de pelo, corte clásico y deshágase del gel. Si está atravesando por una etapa de calvicie, considere afeitarse la cabeza totalmente. Antes que oler bien, asegúrese de no oler. Es un error bañarse en colonia. Preste atención a su aliento y bellos faciales, Especialmente en nariz y orejas. Sus cejas también necesitan atención, no depilándolas, sino evitando pelos en el entrecejo y aquellos que puedan parecer desordenados.
Para las mujeres Las mujeres pueden darse más concesiones en lo que al uso del color respecta. Sin embargo el negro, el kaki, y el gris en un traje, siempre irán bien. Es fundamental contar con una combinación de blazers y pantalones largos. Asegúrese de que estén cortados a la medida. Si su saco le queda algo apretado, esto se notará, no insista en ponérselo. Como mujer es necesario mantener el buen gusto. El ambiente corporativo es muy diferente al campo de la conquista y la seducción. El dejar ver más piel, no es una buena idea. Procure que sus faldas por lo menos pasen la rodilla.
Lo mismo frente a los tacones y plataformas. Vestir los tacones de nueve pulgadas para esa reunión no se verá bien. Zapatos sin tacón, y baletas podrían hacerla ver como desaliñada. Lo mejor es un tacón bajo que proporcione buena postura y apariencia confiada. En cuanto a joyas y accesorios, menos es más. No se recargue, eso no se ve bien. Un par de buenos pendientes y un collar simple pueden lograr maravillas. Use maquillaje natural con el fin de evitar una apariencia cansada o enfermo. Tampoco se bañe en perfume, usted no quiere que la olfateen desde 50 metros a la redonda. Si tiene pelo largo la mejor manera de llevarlo es recogido. Si tiene algún tatuaje considere vestir de manera que este no sea tan visible y que no se robe la atención.
Saber que uno mismo es el mejor para el puesto, debe ser complementado con la imagen que damos con nuestra manera de vestir. Somos un producto, una experiencia, y debemos vendernos con el empaque adecuado. El vestir un buen traje tiene implicaciones directas sobre nuestra manera de actuar, ejerciendo una influencia positiva sobre la auto- estima. Comunique confort, poder, seguridad, ambición y liderazgo por medio de su vestimenta y complemente así su actitud corporal para el trabajo.
Interactuando en la oficina Es necesario en entornos jerárquicos el comprender cuál es el lugar que nos corresponde frente al resto del equipo. Identificar quienes son los empleados y colegas con capacidad de influencia, independiente de su puesto, y acercarnos a ellos, nos ofrecerá una ventaja para ascender a nivel profesional. ¿Quiénes son adecuados para qué tipos de situaciones? ¿Con quienes se puede contar y con quienes tal vez no? ¿Quién sigue a quién y quién genera confianza? ¿Quién es el líder sin serlo dentro de los diferentes grupos que se gestan dentro de la organización? Piénselo así: Usted logró hacerse a esa entrevista de trabajo y consiguió el puesto. El entorno ahora le es completamente nuevo. Digamos que en este ambiente, gracias a sus conocimientos de lenguaje corporal, usted identifica a la secretaria de la oficina como la persona alrededor de la cual suele girar la mayor cantidad de interacciones: Ella llega y hace reír a todos con sus ocurrencias, a ella le dejan los recados principales, y es de la mayor confianza con el jefe. Usted ha comprendido cual es la dinámica social que se maneja internamente en la oficina y ha reconocido a la secretaria como el "pegamento social" entre colegas, subordinados y superiores. ¿No cree usted que sería una excelente idea echársela al bolsillo? Estos son algunos de los principales tipos de personalidades que uno puede encontrar en el trabajo y algunas sugerencias para tratar con ellos:
El analista
Es el individuo que suele llegar a sentarse y trabajar frente a su computador por largos periodos de tiempo. Suelen ser de corte racional y orientados hacia los números. Contadores y financieros suelen caer dentro de este grupo. Este tipo de individuos son excelentes para seguir instrucciones. Cuentan con buenas habilidades sociales, pero tienen problemas al momento de dirigir a otros. Para tratar con un analista, tenga presente que ellos requieren de alguien que los dirija. Asegúrese de emplear un lenguaje corporal confiado, por medio de una buena postura. Dado que piensan en términos de números, usted debe ser muy claro al momento de darles instrucciones, pues las seguirán al pie de la letra. No les deje espacios en blanco.
El líder social Es el alma de la fiesta. La persona más popular en la oficina. Es amigo de todos y le encanta socializar. Tal vez no sea la persona más eficiente o efectiva pero es quien primero suele ser tenido en cuenta cuando de un ascenso se trata. Algunas personas pueden considerarlos aduladores sin escrúpulos del jefe, lo cual suele crear algo de resentimiento y hostilidad con otros en la oficina. No es una buena idea discutir con el líder social, en especial si existe el riesgo de terminar en bandos que tomen partido. Dado que los líderes sociales gustan de socializar, ellos querrán ganarse nuestra aprobación. Su lenguaje corporal abierto y divertido les ha permitido la gracia de hacerse populares. Con ellos es necesario reírse, relajarse y copiar sus movimientos y palabras para generar empatía. No insista en mostrar un lenguaje corporal dominante, actúe fresco y relajado con ellos.
El chismoso Como al líder social, al chismoso también le encanta socializar pero con una diferencia: carece del respeto con que cuenta el primero. El chismoso regará rumores y hablará a las espaldas de los demás. Mientras que el líder social es amigo de todos, el chismoso suele cerrarse en un pequeño grupo sin sentir la necesidad de ir más allá. Pueden resultar siendo difíciles de motivar y quizás de tratar con ellos. Es por eso que para interactuar con ellos se requiere combinar un lenguaje corporal amigable, manteniendo la posición de poder. Ante un chismoso uno debe presentarse como líder con una posición dominante, porque ante un problema con el chismoso, solo uno podrá mediar por sí mismo. Hay que hacerse al lado bueno del chismoso, pero no al punto en que la amistad le permita creer que puede estar por encima de nosotros. Para tratar con uno de estos individuos hay que caminar la delgada línea entre el líder alfa y el amigo.
El payaso El dolor de cabeza de todo líder. Tiene problemas para tratar con personas de autoridad. Hace bromas constantes y distrae a otros con lo que puede resultar anti-productivo. Los payasos suelen ser muy sociales con otros, en especial si les demuestran que se divierten con sus bromas. Las reacciones de los demás son su combustible. Son de cuidado al momento de trabajar en equipo puesto que pueden terminar desperdiciando el tiempo de todos. Hay dos maneras de lidiar con los payasos y es decisión de cada quien escoger el contexto para cada opción. Algunos payasos
responderán mejor ante la autoridad y la actitud de liderazgo, mientras que otros se atreverán a retar cualquier posición de poder que se les imponga. Bienvenidas las bromas, pero sin exagerar ni generar desorden.
El tímido De vez en cuando uno suele toparse con la persona tímida y algo retraída. El individuo que carece de habilidades sociales y que no logra conectar bien con otros. Son personas que suelen trabajar mejor solas, y que una vez llega la hora de salida salen directo a casa. Hay que aclarar que no hay nada de malo con este tipo de empleados. Muchas veces estos suelen ser los más productivos en el trabajo. Con ellos es poco probable tener algún tipo de problema pero tratarlos requiere tacto: Ellos no quieren que su espacio personal sea invadido. Tampoco gustan de las bromas hacia sí mismos. Su forma de pensar es del tipo "Yo no molesto a nadie y por ello espero que nadie me moleste". No quieren ser forzados a socializar. Es común en las actividades de socialización, que otros le llamen la atención al tímido por no esforzarse por acercarse más a los demás en el grupo. Esto es normal y debe ser respetado. Sin embargo, ellos no quieren sentirse por fuera socialmente, y apreciaran que se les tenga en cuenta para estas actividades así no participen de ellas. Una buena sonrisa y un buen lenguaje abierto que los haga sentir cómodos y que les demuestra que uno respeta sus gustos y espacios es la mejor apuesta con ellos.
El comprender que dinámicas se manejan en un entorno social nos evitará dolores de cabeza y nos hará las cosas más fáciles en el futuro. No solo eso, sino que con el fin de motivar e inspirar en caso de encontrarnos en una posición de liderazgo, deberemos hablar un lenguaje que se ajuste a la manera de pensar de cada persona a
nuestro cargo. Esto no es ningún tipo de manipulación ni estrategia maquiavélica. Es simplemente buscar encajar dentro de un entorno de una manera confortable para todos.
Trucos adicionales Como especies sociales que somos, desde mucho antes de aprender a hablar, aprendemos a identificar y a acercarnos a aquellos que nos parecen amigables y evitar a aquellos que no. Nuestros antepasados tomaron decisiones fundamentales para su supervivencia basadas exclusivamente en pequeños fragmentos de información no-verbal que observaban en los demás, y lo hacían de manera casi instantánea. Eso no ha cambiado nada: Nosotros también lo hacemos... Una investigación de la Universidad de Nueva York demostraba que tomamos decisiones acerca de los demás como su nivel de credibilidad, amabilidad, confianza, poder, estatus social y competencia en menos de diez segundos de interacción. Cuando se trata de el mundo corporativo, esta impresión es crucial: Una vez que una persona nos etiqueta mentalmente como amigables o no, o como poderosos o no, todo lo que hagamos a partir de ese momento será visto a través de ese filtro. Esto es, si le caemos bien a alguien esa persona se enfocará en lo mejor de nosotros, y si no le caemos bien esa persona buscará confirmación de que su juicio es correcto enfocándose en todo aquello que le parezca negativo de nuestra parte, y hasta sospechará de que nuestras acciones vienen dadas por negras intenciones. Eso es lo complejo del lenguaje corporal. Que no depende de la manera como uno se siente, sino como los demás perciben que nos estamos sintiendo. Dichas interpretaciones son llevadas a cabo en el cerebro límbico o reptil generando reacciones emocionales que no han cambiado mucho desde que los humanos comenzamos a interactuar entre nosotros. A continuación le presento once tácticas no-verbales que le serán de utilidad en multitud de escenarios corporativos.
1. Antes de una reunión, respire por la boca Justo antes de ingresar a la sala de juntas, respire hondo usando la boca y exhale del mismo modo. Si no hay nadie alrededor, exhale diciendo "ahhh". Esto relaja la tensión en la nunca, hombros y mentón lo que le ayudará a no ser percibido como rígido o agresivo.
2. ¿Tenso? Piense en un jugoso y ácido limón verde Este neuro-truco es uno de mis favoritos. El estrés produce sequedad en la boca. Con el fin de restaurarla, sugestiónese pensando en un jugoso y verde limón. Imagínelo cortándolo y probando su jugo, y se estimul0na sus papilas gustativas. Imagine exprimir ese limón jugoso en un pequeño vaso y beberlo. Tal vez le guste imaginar agregar un poco de sal al jugo o mezclarlo mentalmente con un mango u otra fruta ácida. ¿Se le hace agua la boca literalmente? Esta sugestión le ayudará a generar saliva, y por lo tanto combatir esa sensación de resequedad e intranquilidad propia de un momento de estrés.
3. Al hacer una presentación, muévase y pause. Los seres humanos nos sentimos atraídos por el movimiento. Cuando uno se mueve al hablar uno se hace a la atención de los demás. Al realizar una presentación en público, es una buena idea el moverse hacia la audiencia antes de comunicar cualquier punto
clave y luego alejarse de ella o retroceder cuando se quiera cambiar de tema. El uso del espacio ayuda a reforzar conceptos. Por ejemplo, si en su charla usted debe abordar tres puntos, busque hablar de cada uno desde un lugar diferente en el auditorio. Lo mismo aplica si usted tiene que comunicar una noticia buena y otra mala a los asistentes: Usted podría contar cada una desde un lado diferente del escenario, pero asegúrese de dar sus conclusiones siempre en el lado que haya escogido para dar sus buenas noticias.
4. Comunique decisión colocando sus palmas hacia abajo Todo gesto con las palmas expuestas comunica apertura, confianza y disposición a negociar; mientras que el hablar con las palmas hacia abajo indica que ya estamos cerrados a la negociación. Es un gesto automático el girar y apoyar las palmas hacia abajo cuando nos sentimos seguros sobre algún punto en particular. Este, es un gesto de autoridad y poder.
Figura 7: "Vamos a hacerlo así"
5. Para que le tomen en serio, intervenga desde el inicio de la reunión Si usted es de los que prefiere guardar su opinión hasta el final de la reunión sus ideas correrán el riesgo de no ser tenidas en cuenta. Pero al intervenir temprano en la reunión, así sea con algún comentario trivial, usted se establece a sí mismo como alguien que está de verdad en la mesa y listo para participar. Luego, sus ideas y sugerencias serán mejor recibidas.
6. Si quiere saber cuando alguien desea irse, preste atención a su postura sentado. Las personas comunicamos que estamos listos para terminar una conversación moviéndonos hacia el borde de la silla o inclinándonos hacia adelante con las manos sobre los brazos de esta o sobre las rodillas. Si usted nota que alguien asume esa posición durante una intervención, es recomendable respetar dicho gesto terminando rápidamente lo que está diciendo.
Figura 8: "Bueno, ya está todo dicho."
7. Para mejorar sus habilidades de negociación, note que tan rápido genera empatía Al estar sentado en la mesa de reuniones al frente de su contraparte, échese ligeramente hacia atrás y fíjese si la persona hace lo mismo. Luego, de manera sutil, acérquese nuevamente a la mesa dejando ver sus manos, mirando a la persona a los ojos y sonriendo. Fíjese si la persona actúa de manera similar, casi como si le imitara a usted. Cuando se genera empatía, tendemos de manera inconsciente a copiar los movimientos de los demás a manera de espejo.
8. Suene dinámico
El sonido y fuerza de la voz no viene solo de la boca sino de todo el cuerpo que actúa como caja de resonancia. Para sacarle su máxima capacidad sonora, procure estar de pie con los ambos pies a lado y lado de las caderas y el peso distribuido equilibradamente sobre cada pierna. Brazos a los lados. Esta postura calma el sistema nervioso y permite respirar con facilidad y amplificar la voz.
9. Hable desde el estómago Una voz aguda y nasal suele ser asociada con un carácter débil y tiene poca proyección al momento de hablar frente a un grupo de personas. Los cantantes para proyectar su voz emplean una técnica que denominan "cantar desde el estómago". Cuando hable frente a un público, hágalo no solo desde la boca, sino desde el estómago. Sienta la vibración de las palabras llevada a lo profundo de la garganta, esto le ayudará a darle fuerza a su mensaje.
10. Para mantener la calma, retroceda. El movimiento de echarse hacia atrás resulta ser un poderoso mecanismo para hacerse a algo de auto-control cuando así lo necesitemos. Una investigación en la universidad de Radbound en Holanda, demostró que ante una situación difícil, las personas que se recuestan en la silla o toman distancia dando un paso hacia atrás, tienen una mejor capacidad cognitiva al momento de racionalizar sobre lo que enfrentan. Retroceda para pensar.
11. Las emociones son contagiosas
Un líder debe mantenerse atento a que emociones está comunicando, y cuales está percibiendo en el equipo de trabajo. Si usted mantiene una postura relajada y abierta, su equipo y las personas que le siguen, también lo harán. Eso es ser un líder de verdad, comunicar y contagiar emociones. No lo pase por alto. Cómo líder, responsabilícese por el estado emocional de los suyos.
Parte 3: El Sexo opuesto
Aclaremos algo Este es el capítulo más polémico de todo el libro. ¿La razón? Menciono cosas que tanto hombres como mujeres dirán en su buen juicio "¡No señor, yo no soy así!". Aclaremos algunos puntos antes de herir susceptibilidades: Lo aquí expresado es una generalización, y del mismo modo que el lenguaje corporal no es una ciencia garantizada, el tratar con el sexo opuesto para obtener un resultado particular, tampoco lo es. En este capítulo es donde más me distancio de los tells y 4 hago inmersiones en el mundo de la sicología de las relaciones. Lo hago por una razón: Creo fielmente que el secreto para atraer al sexo opuesto depende más de la actitud que de cualquier otra cosa. Es nuestra forma de ver al mundo y como nos interpretamos y llevamos a nosotros mismos, la que resulta fundamental para abordar al sexo opuesto de una manera atractiva y diferente. La información acerca de cómo interactuar con el sexo opuesto es abundante. Incluso merecería su propio libro –Y lo he considerado- He buscado ser justo con la cantidad y calidad de información ofrecida tanto a hombres como mujeres. Y aún cuando mis experiencias llevan la perspectiva masculina, he procurado refrendar toda información respecto al género femenino con tantas mujeres como ha sido posible y así destilar y compilar lo más útil. Las mujeres quieren hombres de verdad, y esto no implica machismo. Quieren hombres que les muevan el piso y les muestren que son diferentes. El asunto es que todos somos diferentes, pero al momento de interactuar con el sexo opuesto hacemos lo mismo que todo el mundo, y como repetiré en varias ocasiones: el juego de la atracción es de todo menos racional. Abordar la atracción desde la lógica es un error. Si uno hace lo que todo el mundo, uno termina como todo el mundo.
Por otro lado, aunque los hombres somos quienes debemos tomar la iniciativa, las mujeres se equivocan cuando creen que no deben dar ninguna señal de aprobación, ni pista hacia los hombres que les gustan. Es cierto que los hombres proponen y las mujeres disponen, pero ellas, tienen la facultad de hacernos saber que está bien acercarse. El juego de hacerse la difícil no está mal, el problema es que muchas veces no lo saben jugar y terminan comunicando rechazo más que reto o misterio. En alguna ocasión decía en mi cuenta de Twitter (http://twitter.com/magiamental) que "Ningún hombre, ni ninguna mujer está fuera del alcance de nadie: Nadie es imposible". Un seguidor me respondió inmediatamente diciéndome "No creo. ¿Y si fuera Angelina Jolie?". Que sea difícil, no implica imposibilidad. ¿Difícil llegar a hablar con ella una vez? Tal vez... Pero la pregunta debería ser mejor ¿Qué tan dispuesto está uno por conseguir que se de esa conversación? Puedo garantizar que con cinco minutos de interacción con ella, puedo robarle una sonrisa o darle un momento de asombro. De ahí en adelante ya veremos, pero por allí comienza todo. Lea y practique lo que aquí le comparto. Deseche lo que no le sirve y mejore aquello que sí.
El botón de la atracción No conozco a nadie que no fantasee con ser el centro de atención y hasta adoración del sexo opuesto. ¿Quién no ha soñado con entrar a un lugar y hacerse el centro de todas las miradas? ¿Quién no ha soñado con despertar pasiones y deseos? ¿Quién no quisiera encontrar el botón mágico para hacerse irresistible para el sexo opuesto? Hombres y mujeres estamos codificados genéticamente de maneras diferentes. Ambos sexos tenemos la misión genética de reproducirnos y sobrevivir. Dado que los hombres no tenemos una ventaja reproductiva como si lo tienen las mujeres, nuestra atención se verá enfocada hacia aquellos elementos que comuniquen fertilidad y salud en ellas –Elementos que actúen como garantía de que podremos reproducirnos-. Esto puede hacernos parecer superficiales, pero es la razón por la que los hombres apelamos a lo que nos entra por los ojos primero, y somos especialmente sensibles a aquellas señales y pistas en las mujeres que comuniquen que están en capacidad de producir hijos saludables. Las mujeres en cambio si cuentan con dicha ventaja reproductiva, pero al ser más vulnerables durante el proceso de gestación, buscarán enfocarse en elementos masculinos que les comuniquen supervivencia para ellas y sus hijos. Obviamente el observar en él, una genética saludable –elementos físicamente atractivos– entra en juego, pero las señales que comuniquen poder, abundancia y liderazgo suelen ser más importante para ellas. Esto puede sonar algo primario o animal. Pero es precisamente esta estrategia la que les garantizó a nuestros antepasados su supervivencia. Usted y yo estamos aquí, porque nuestros ancestros lograron reproducirse y sobrevivir hasta que nosotros llegamos al mundo. Nuestra ascendencia genética femenina escogió a sus parejas masculinas asegurándose de que estos pudieran proveer por ellas y sus hijos, y nuestros padres y ascendencia masculina,
escogieron a sus parejas asegurándose de ser lo suficientemente fértiles como para continuar su legado genético. Cuando de atracción del sexo opuesto se trata, la razón puede quedar relegada a un segundo lugar. El cerebro reptil del sexo opuesto se apoyará en tells de todo tipo para ver si somos candidatos dignos de sus genes. Richard Dawkins en su libro THE RED QUEEN no lo pudo haber dicho mejor: Somos robots a merced de nuestros genes. No hay un botón que podamos pulsar para generar atracción instantánea. Lo lamento. Pero si podemos presionar varios botones que suelen actuar como disparadores positivos de esta evaluación inconsciente por parte del sexo opuesto. Y en ese sentido, nuestro lenguaje corporal nos ofrecerá una gran ventaja.
El lenguaje de la seducción El termino seducción, suele llevar una connotación negativa y equivocada, al punto de siempre sexualizarse o entenderse como una forma de manipulación para someter a otro a nuestros deseos. No es el caso. El término seducción viene del latín seductĭo, y agrupa el conjunto de expresiones, manifestaciones, aspectos psicofísicos y de comportamiento que emanan de las personas con el fin de conseguir una interacción con los otros. Para efectos de este libro, me refiero al término seducción como la combinación de tres elementos: El coqueteo o flirteo, la generación de atracción, y el escalamiento hacia algo más íntimo. La atracción es un posible efecto del coqueteo; y el escalar hacia algo más íntimo, un posible efecto de la atracción. El lenguaje corporal es un elemento fundamental en lo que a la seducción se refiere. Ya sea que hablemos de romance, salir, conocer gente o enamorarse y mantener una relación, nuestro lenguaje corporal actuará como tarjeta de presentación. De hecho, nuestro lenguaje corporal será el subtexto en el que se soportarán nuestras interacciones con el sexo opuesto. Nuestro lenguaje corporal en términos de generar atracción, no ha cambiado para nada desde la época de nuestros ancestros. Comunicar atracción se fundamente en mostrar de manera noverbal que somos abiertos, inofensivos, estamos interesados, somos accesibles, tenemos buena genética, somos fértiles, estamos en capacidad de defendernos y tenemos control sobre nuestros dominios –O asuntos-. Una persona puede determinar en cuestión de segundos si un individuo le resulta físicamente atractivo o no. Para ello, nuestro cerebro de manera inconsciente se apoyará en su percepción de accesibilidad y fertilidad en los otros. Cuando el lenguaje corporal de la otra persona se muestra abierto, esto nos comunicará confianza.
Y desde el punto de vista evolutivo, buscaremos identificar señales que comuniquen juventud, fuerza, vitalidad y fertilidad. Una vez tengamos la mirada del otro será momento de echar mano a nuestras herramientas y desplegar un lenguaje corporal que corrobore esa primera evaluación de quien nos ha observado. Del mismo modo en que en el mundo de los negocios nuestras palabras deben ser consistentes con nuestro lenguaje corporal en el arte de la seducción la atracción se genera cuando los otros corroboran, que aquello que perciben en nosotros de manera positiva, es cierto. Pero no se equivoque. No confundir a alguien que pueda verse atractivo, con alguien que ES atractivo. Aunque ser físicamente atractivo ayuda, puedo atreverme a decir que no es necesario para generar atracción. Aunque las cosas entran por los ojos y la belleza está en quien la ve, la actitud y el lenguaje corporal pueden tener incluso más impacto que la belleza física. Esto es, si no tenemos la mirada de quien nos interesa por cuenta de nuestro físico, siempre podremos acercarnos de la nada a esa persona para así tener su atención, y empleando el lenguaje corporal correcto, comunicarle que somos atractivos.
Atracción a primera vista. Le garantizo que una vez usted ha cruzado la puerta para ingresar a un lugar, ya muchos del sexo opuesto han determinado si usted es un buen candidato para aparearse. ¿Suena algo primitivo? Tal vez. Pero eso no implica que sea falso. La atracción no es una elección, nadie escoge de manera racional por quien sentirse atraído. Biológicamente hablando, la primera impresión es el primer elemento del que los humanos echaremos mano –de manera inconsciente– para determinar si esa persona puede ayudarnos a reproducirnos y producir hijos sanos, o a sobrevivir garantizando poder, estatus y alimentación para nosotros y los nuestros. Todo esto, obedeciendo a ese legado genético del que somos esclavos. ¿Qué es lo primero que vemos en el sexo opuesto? Preste atención y procure sacar lo máximo de lo que tengo para decirle:
Lo primero que ven los hombres Su pelo Por lo general lo primero que mira un hombre en una mujer será el rostro. Con ello, se hace a una idea automática de si la mujer es bonita o no, pero si esa mujer está de espaldas, lo primero que verá será su pelo. El pelo de una mujer comunica qué tanto se cuida y cuanto le importa su apariencia. El pelo, es la primera señal de feminidad. Mujeres: asegúrense de que su pelo esté brillante. Si no tiene tiempo para cepillarlo todos los días, al menos asegúrese de
mantenerlo limpio, que huela bien y que se vea sedoso.
Su postura Una mujer que se para de manera recta y su cabeza en alto, envía un mensaje claro: "Estoy segura de mi misma, me siento cómoda y sexy. Y por eso, soy la mujer que ustedes quieren conocer". Los hombres notamos esta actitud con facilidad, y nos atrae. No solo comunica sexualidad, sino además fuerza, lo que a nivel de supervivencia genética tendrá valor agregado
¿Con quién está? Las mujeres no suelen saberlo, pero las personas que están a su alrededor son evaluadas también, impactando la percepción que ella dará. "Dime con quién andas y te diré quién eres" es un dicho que los hombres aplicamos inconscientemente en este sentido. Puede que ella sea extremadamente atractiva físicamente, pero si sus amigos parecen ser de mala calaña, faltos de modales, rudos, o desagradables, ella terminará haciéndose a una percepción similar por reflejo.
Su boca Los labios son uno de los primeros focos de atención que los hombres notamos. ¿Qué color tienen? ¿Qué tan sanos se ven? ¿Parecen suaves o no? Estas preguntas no las hacemos conscientemente. Los labios comunican cuan saludable es ella y
son indicativo de sexualidad instantáneos. Las mujeres lo saben, por eso los resaltan con labiales...
Pecho, nalgas y piernas Dado que el macho está orientado hacia la reproducción, los pechos le servirán de indicativo de que la hembra podrá proveer por sus crías. Las nalgas son indicador de fertilidad, y las piernas de buena genética. Las mujeres se enfurecen porque nos es inevitable al hablarles de frente, el bajar la mirada sobre sus pechos y volver a los ojos. ¡Pero esto es algo que tenemos los hombres en nuestro código genético! Mujeres: Cuando pasen con su pareja frente a una vitrina con un maniquí, presten atención a como él mira de la misma manera el muñeco. Esto es simplemente un instinto primario.
Sus accesorios ¿Qué tantas cosas carga ella consigo? Los hombres notamos que una mujer que cargue muchas cosas en su bolso, puede parecer complicada y de alto mantenimiento. Lo mismo con la cantidad de accesorios que lleva encima, ¿Se esfuerza demasiado cargando cantidad de elementos brillantes, collares y anillos? Nada bueno.
Sus pies y tacones Los tacones ayudan a la postura, la cual tiene impacto inmediato en la percepción masculina. No solo le hace ver más alta a ella, sino que además promueve una curva sobre la espalda y cadera, que
también comunica fertilidad. Unos tacones altos comunican atrevimiento y pueden ser considerados agresivos, hay que elegir el contexto adecuado. Los pies, sus dedos y tobillos terminan también siendo observados como señal de que tan saludable sea ella.
Lo primera que ven ellas Sus ojos Los humanos estamos programados para identificar rostros. Esto explica el fenómeno conocido como pareidolia, donde vemos rostros y caras en objetos no animados como vetas de madera. Los ojos son los puntos de referencia sobre los cuales se construye en nuestro cerebro la totalidad del rostro de los demás. Las mujeres miran a los ojos como indicador de sinceridad y actitud dependiendo de cuan fuerte o sumisa perciban la mirada de él. Las cejas y su grosor también son un indicador de masculinidad.
Figura 9: Pareidolia. Estamos programados para identificar rostros. Este viejo lavamanos se ve bastante triste.
Sus zapatos
Si los ojos son la ventana del alma, los zapatos lo son del estilo. Los zapatos son símbolo de estatus y demuestran qué tanto un hombre se cuida a sí mismo. Sus zapatos son literalmente la forma en que él "se lleva". Lo mismo sucede con las medias: úselas de un color incorrecto y generará una percepción incorrecta. Señores, los zapatos deben ser vistos como una inversión. Tienen un alto impacto al ser calificados por el sexo opuesto. No perdamos este punto.
Su postura La manera de pararse y caminar denotará cuan confiado es el hombre de sí mismo. Alguien que anda agachado y con la mirada hacia abajo solo comunica que tiene miedo de enfrentarse al mundo. Las mujeres necesitan todo lo contrario: alguien que demuestre ser un caballero, capaz de enfrentarse a la vida, y que sepa lo que tiene y quiere.
Sus brazos y manos Símbolo de fuerza y seguridad. Unos brazos fuertes comunican a nivel primario que el hombre es capaz de defenderse y proteger a los suyos, y así garantizar su supervivencia. Las manos, su saludo y cómo las mueve al hablar, son indicador de su capacidad de liderazgo o qué tan alfa puede ser. Las mujeres prestan atención a las uñas, si están organizadas o se las come, lo cual es indicador de nerviosismo y desaseo.
Sus dientes
Otro indicador biológico de buena genética y salud. Cuando una mujer dice que lo primero que mira en un hombre es su sonrisa, no quiere decir que vea qué tan divertido es, como sí qué tan saludable parece su dentadura. Los dientes comunican que tipo de alimentación lleva, si fuma o no, higiene y auto-cuidado en general. En cuanto a tratar con ellas, los hombres no nos lavamos los dientes lo suficiente, y debería ser un hábito a los que más tiempo deberíamos invertir antes de salir de casa.
Su piel y look Una piel sana sin resequedad es muy atractiva para ellas. Denota cuidado y comunica estatus del mismo modo que las prendas que el lleva puestas. Las arrugas en la ropa, manchas y otras imperfecciones son fácilmente vistas por la mirada super analítica de ellas en su primera impresión.
Su forma de hablar La inteligencia es un rasgo determinante para generar atracción en las mujeres. ¿Cómo hace una mujer para evaluar que tan inteligente sea él a partir de su primera impresión? Por la forma como se comunica. ¿Qué palabras usa, y qué tono tiene? ¿Habla rápido y tartamudea, o es claro y habla con suficiente volumen? Un tono de voz grave es signo de masculinidad y puede resultar hipnótico en ellas... Señores: ¿Queremos un tip para mejorar nuestro vocabulario? ¡Leamos más! Así de fácil. Ojo con las expresiones y modismos. Referirse a una mujer como "nena", "princesa" "lindura" o "mami" son suicidas en una primera impresión.
Su pelo Barba, pelo y vellos en general son observados en segundos. Las mujeres suelen asociarlo inconscientemente con el nivel de testosterona, y llevarlas a interpretar al hombre como un semental. Pero un pelo grasoso, una barba dejada, vellos en nariz y orejas. Resultan comunicar todo lo contrario. Algunas mujeres encuentran muy atractivo el pelo en el pecho. ¿En la espalda? No conozco a la primera... Con respecto al largo, las opiniones están divididas. Un pelo largo es símbolo de rebeldía y aventura, mientras que uno corto comunica control y liderazgo.
Su círculo social ¿Con quién anda y por qué? Un hombre rodeado de mujeres atraerá a más mujeres. No me refiero a que tenga un harem, como sí que departa con varias de ellas. ¿La razón? En la mente femenina se dispara un mecanismo de preselección que inconscientemente le comunica que ese hombre es un buen partido. Esto es el mismo fenómeno de por qué los hombres suelen resultar más atractivos cuando están en una relación: Ya una mujer ha hecho la tarea de escoger a ese hombre y así otras mujeres inconscientemente captarán esto como una ventaja de preselección. Lo mismo sucede si está rodeado de otros hombres y se muestra como líder de ellos. Un hombre con capacidad de liderazgo comunica poder y capacidad de supervivencia. La popularidad es muy atractiva.
Su reloj
Las mujeres prestan especial atención a los accesorios, y el reloj dice cantidades sobre él. ¿Colores vivos? ¿Muñecos o comiquitas? Ni se le ocurra. Usted va a la fija con un reloj metálico con brazalete o correas en cuero de corte clásico. Tampoco necesita llevar un Rolex. Por impuntuales o demoradas que sean muchas mujeres, irónicamente el símbolo que lo refleja en los hombres, también otorga puntos de atracción –Y puede ser un excelente elemento de conversación–.
Ellos proponen, ellas disponen En lo que respecta a la reproducción humana, y biológicamente hablando, podemos ver a los hombres como semillas y a las mujeres como huevos: Un hombre deposita su semilla y listo. La mujer debe entonces "empollar el huevo" permitiéndole a dicha semilla desarrollarse en su útero, y debe garantizarle su supervivencia por una cantidad de tiempo superior. Mientras un hombre en teoría podría poblar al mundo con sus semillas en un día, una mujer deberá invertir nueve meses de su tiempo en concebir por lo menos a un hijo. Eso explica la naturaleza de hombres y mujeres en cuanto a que ellas necesitan estar seguras de que el individuo que eligen para reproducirse pueda cumplir con su rol de ayudarles a sobrevivir durante ese tiempo. Esta es la razón por la que la palabra compromiso está tan fuertemente arraigada en el cerebro femenino. Repito, esta es una visión biológica del asunto. Son muchas más las variables que entran en juego. Sin embargo, en términos de lenguaje corporal y de seducción, podemos hablar de los hombres como cazadores, que se enfocan en comunicar interés y persuadir a las mujeres para que les acepten como posibles parejas; y a las mujeres como pescadoras , esperando tener la atención de los hombres y mostrándoles señuelos para permitir dicho acercamiento.
Armas de seducción femeninas Las mujeres desean ser abordadas por los hombres. Esto, por sexista que parezca, es inevitable. Está socialmente bien visto que las mujeres asuman un rol pasivo frente a cualquier actividad de emparejamiento aún cuando los tiempos han cambiado –las mujeres
pueden perfectamente asumir un rol activo y ser las que tomen la iniciativa. En dicho caso, la versión masculina de este acercamiento descrito más adelante será de utilidad– Las mujeres tienen la ventaja de poder esperar ver con qué propuestas les salen, y escoger. Sin embargo, eso no es excusa para que una mujer no muestre un lenguaje corporal que le dé a entender a los hombres, que quiere ser abordada. Muchas mujeres se quejan de que nadie se les acerca y no se dan cuenta que pueden estar comunicando de manera no-verbal una mensaje de "nadie me interesa / no se me acerquen". Esto suele ser común en mujeres físicamente atractivas, en donde aparte del hombre sentirse intimidado por su deslumbrante belleza, dan a entender que son inaccesibles, y es así como los hombres terminan pensando que se trata de alguien fuera de su alcance. ¿Cómo decirle a ese hombre de manera no-verbal que usted está interesado en él? ¿Comunicarle que usted quiere que se le acerque, y quiere "escuchar su propuesta"? Las siguientes herramientas le serán de utilidad:
Hacer contacto visual Todo comienza con la mirada. Es una de las primeras señales que una mujer debe transmitir para seducir al sexo opuesto. Como mujer usted no debe temer en dar este primer paso, no caiga en el error de pensar, que porque un hombre le atrae usted no debe mirarlo ni darle a entender que usted ha puesto sus ojos sobre él. Pero tampoco se quede mirándole de manera acosadora e insistente. El truco radica en mirarlo hasta el punto en que él note que usted le está mirando y luego NO APARTE LA MIRADA INMEDIATAMETE. Permítale a ese vínculo visual que dure por un par de segundos. En este momento es perfecto dejar salir una sonrisa sutil y apartar la mirada por un segundo y luego volverle a
mirar. A partir de ese instante las cartas están echadas. Él, no parará de pensar que estaba siendo observado por usted y parte de su instinto masculino se activará seguramente llevándolo a volverle a mirar varias veces antes de decidirse a acercarse. Mujeres: Déjense atrapar mirándonos.
Jugar con el pelo Si bien este gesto es un gran error en los ambientes laborales, en el ámbito de la atracción es una poderosísima herramienta. Si tras jugar con la mirada usted tiene su atención, ahora puede echarle mano a esta estrategia. El pelo es para los hombres señal de feminidad que encuentran sumamente sexy. Como mujer, transmitir esta sensualidad puede hacerse en cualquier momento: Tocándose el pelo, jugando con un mechón o dándole un delicioso giro. Pásese la mano por un lado para llevarse el pelo tras la oreja mientras sonríe y habla con sus amigas pero posicionada de manera que él pueda ver el gesto. Este gesto tiene otra ventaja: Es muy popular. Los hombres lo conocen bien, y es una forma de decir, sin expresarlo abiertamente, "Aquí estoy / Me gustaría que te acercaras y así tal vez podrías jugar con mi pelo...". Es además un gesto que puede usarse no solo para atraer al sexo opuesto, sino para hacerse notar por cualquiera, o revivir el fuego en una vieja relación.
Demostrar auto-confianza Muchas mujeres pecan por falta de confianza en sí mismas al preferir enfocarse en sus carencias más que en sus atributos. No es posible para un hombre ver los labios de una mujer si esta los mantiene presionados a toda hora. No es posible para un hombre
ver que tan inteligente es ella, si esta no se atreve a hablar. Y finalmente, no es posible para un hombre ver a una mujer si esta, no se deja ver. Un consejo válido para hombres y mujeres es dejar de pensar en el "¿Qué tal si no le gusto?" y simplemente fluir con la experiencia. Esta perspectiva mental combate cualquier ansiedad. Nadie es físicamente perfecto, pero al enfocarse una mujer en aquellos aspectos de sí misma que no le agradan tanto, podrá terminar comunicando precisamente lo que no quiere demostrar.
Actividad Los hombres encontramos extremadamente atractivas a las mujeres que son activas y que toman la iniciativa. Una mujer que le gusta socializar, bailar, moverse, ir ella misma por las bebidas en el bar, reír, contar chistes y bromear, y ser proactiva en general, raras veces tiene que preocuparse por encontrar quien la seduzca. Si el moverse de un lado a otro no es su estilo, usted como mujer puede comunicarlo de una manera más sutil: No se quede sentada en el mismo lugar todo el tiempo, cambie de puesto cada 20 a 30 minutos. Por otro lado, no cometa el error de irse al otro extremo, donde por estar socializando con los demás usted deja de hacerse accesible para esa persona que le agrada.
Notar algo en el Esta técnica funciona para ambos sexos. ¿Quiere entablar una conversación sencilla, inocente y relajada con esa persona? Hágale una pregunta sobre cualquier accesorio que le note. Su reloj, su celular, su camisa, sus zapatos. Cualquier cosa funciona. La idea no es burlarse, sino todo lo contrario: dar a entender que es llamativo y que esa persona tiene buen gusto.
Sonreír El gesto más obvio, pero tenía que mencionarlo. La sonrisa es el gesto universal del agrado. Una combinación de sonrisa y mirada puede producir todo un rango de emociones y sugerir cosas sin mencionar palabras. En las mujeres, el sonreír funciona bastante bien, en un hombre el sonreír por todo puede ser contraproducente.
Tocarlo Esta es sin duda una de las mejores tácticas. Cuando una persona toca físicamente a otra, se comunica que se ha avanzado en cuanto al espacio personal. Tocar de vez en cuando al otro durante la conversación o para dar ejemplos, comunica lo correcto. Hable de algo excitante y tóquelo en el hombro, brazo, manos o sobre la pierna mientras describe las mejores partes de su historia. Otra forma de hacer uso de esta estrategia, consiste en tomarlo del brazo para ver su reloj y saber la hora. Un truco perfecto para hacerle saber que usted se siente bien con el tacto entre los dos, especialmente si él se siente inseguro.
Aproveche su cuello y hombros Se equivocan las mujeres que creen que para seducir a un hombre hay que dejarle ver mucha piel o llegar al punto de vestirse cual bailarina exótica. Esto es contraproducente: Si usted se viste de manera sumamente sexy seguro se robará miradas, pero créame que dichas miradas obedecerán más a una provocación sexual que a un verdadero deseo de entablar una relación.
Acariciarse los hombros y el cuello con la punta de los dedos comunica sensualidad en el punto perfecto. Es más, usted puede hacer estos gestos como si fueran incidentales: haciendo de cuenta que tiene una ligera molestia en el cuello u hombros, ¿y quién sabe? Decirlo podría terminar en un masaje... Una cosa más con respecto a los hombros: cuando nos interesa una persona, tendemos a alinearnos hacia ella de manera que los cuerpos de ambos individuos queden de frente. Es un comportamiento instintivo del que usted puede aprovecharse de manera consciente. Al ponerse de frente, no se cierre en su lenguaje corporal cruzándose de brazos o cruzando los pies.
Oler y vestirse bien Retomando el concepto anterior, a los hombres nos gusta que nos dejen algo para la imaginación. Vestirse bien es un excelente señuelo además de darnos una oportunidad como hombres para tener algo de que conversarles. Del mismo modo, oler bien y preguntar por nuestra opinión sobre el perfume que llevan es otra estrategia explícita excelente para generar un acercamiento. No exagere en su perfume y créame, los hombres lo notamos.
Camine en su proximidad Usted puede acercarse a él dándole una ventaja para que él se decida a hablarle. Él solo necesita una pista de que a usted le interesa y que todo va a salir bien para decidirse a aprovechar la situación y que parezca incidental. En el juego de la seducción, nadie quiere parecer esforzándose. Cuando una mujer camina en la proximidad de un hombre, se hace notar. Otras variantes de esta estrategia están en el acercamiento por medio de una pregunta o un
favor. Preguntar por la hora, un encendedor, o cualquier otra cosa funciona de las mujeres hacia los hombres –No funciona tan bien de los hombres hacia las mujeres...– así que no tema pedir un favor por simple que sea. A los hombres nos gusta sentirnos útiles frente a ellas, y esta es la excusa perfecta para un acercamiento.
Hablar al oído Una vez se ha generado una primera interacción, y ya hay una conversación de por medio, una mujer puede aprovecharse del contexto para decirle algo directamente al oído. Tal vez contar un secreto o justificar que no quiere que nadie más la escuche haciéndole una pregunta que tal vez no haría en voz alta como "¿Me recuerdas el nombre de tu amiga?" o "¿Este lugar si es tan bueno?" o refiriéndose a alguien más que no tenga nada que ver con ambos como "¿Viste la vestimenta de la persona que acaba de entrar?" No es necesario susurrar, solo generar el acercamiento tiene efecto seductor en los hombres. Si puede aprovecharlo, hágalo.
La imitación También conocida como la técnica del rapport o espejo para generar empatía. Copie sus movimientos: Si él se inclina hacia adelante, hágalo usted también. Si él se gira hacia un lado, usted también. Es más: usted puede hacer esto como si fuera un juego, imitándolo abiertamente. Eso les robará una sonrisa y hará clic en el cerebro de él. Toda barrera se habrá tirado abajo.
Llámelo por su nombre Diga el nombre de él, pero no lo malgaste. Más que coqueteo esto muestra verdadero interés en un hombre. A los hombres nos gusta la atención. Nuestro ego juega un papel importante en la danza de la seducción. Muéstrele que aprendió su nombre y usted le hará no solo saber que usted sabe quién es, sino que en verdad está interesado en él.
No pregunte por sus relaciones pasadas Esto es otra cosa que la mayoría de mujeres hacen de manera inconsciente cuando un hombre les atrae. Hace parte de lo que suele denominarse como "tests": pruebas que las mujeres hacen a los hombres para ver cómo reaccionan y así validar su percepción acerca de él. Estas pruebas pueden ser inofensivas como preguntar "¿Tienes novia?" o fuertes y hasta agresivas como "¿Eres gay?". La mayoría de hombres no saben sortear esta situación –a continuación explicaré cómo hacerlo–, pero si como mujer usted quiere generar cercanía, busque evitar este tipo de pruebas. Por sus pasadas relaciones e historia sentimental, puede preguntar más adelante.
No hay que hacer nada extraordinario Finalmente, tenga en cuenta que una mujer tiene más posibilidades de conquistar a un hombre si envía varias de estas señales en vez de depender de una sola. Sin embargo, no caiga en el error de hacerse tan conscientes sobre sus técnicas de seducción y de sí misma, que termine olvidando que en este juego lo más importante es divertirse. Llamar la atención masculina es muy fácil:
Pasen por nuestro lado, sostengan la mirada unos tres a cuatro segundos, bájenla por un momento y luego vuelvan a mirar sonriendo y sigan su camino. Si no respondemos, es porque nos produjeron un cortocircuito mental o estamos pensando qué decir para sonar diferentes –Estupidez masculina, como explicaré adelante–. Si respondemos a ese llamado, lo cual deberíamos hacer no sea que nos falle la neurona, procuren sonreír de vez en cuando frente a nuestros comentarios para disipar nuestra tensión y dejarnos mostrar cómo somos. Y si quieren seguir avanzando en el juego, un par de señales táctiles son suficientes. ¡No es nada complicado! Estoy seguro que leer estas técnicas le causa algo de escalofrío. De ese mismo modo le aseguro que son totalmente inocentes y funcionales. Pruébelas y en el camino me cuenta que tal le va. Casi lo olvido ¿Y qué pasa si no respondemos al llamado? No importa: ¡Siguiente!
Armas de seducción masculinas Señores, tengo dos noticias que darles, una buena y otra no tanto. La no tan buena es que en este juego de seducción, somos nosotros quienes tenemos que dar el primer paso. Esa ansiedad y estrés ante una mujer que nos atrae no va a desaparecer por sí sola. Esta es la dinámica impuesta tras miles de años de evolución. ¿Y la buena noticia? Es que ellas esperan y quieren que demos ese primer paso. De hecho hacerlo es la mejor forma de comunicar el rasgo más atractivo que puede identificar una mujer en un hombre: que tenga confianza en sí mismo. En mi primer libro PIENSE PODEROSAMENTE decía que si uno no hace nada, nada pasa. En el juego de la seducción, si quieres atraerla debes empezar por ir por ella.
El lenguaje corporal masculino es crucial al momento de presentarnos ante cualquier mujer. Los hombres solemos devanarnos los sesos y perder valiosísimo tiempo pensando en qué decir con el fin de generar una conversación. ¡Error! no es tanto lo que uno diga, como sí la actitud con que se diga. A diferencia de lo que creemos la mayoría de hombres, esas primeras palabras tienen poco impacto, mientras que la actitud corporal que despleguemos está siendo analizada de manera meticulosa y subconsciente por ella incluso desde antes de decir palabra alguna. Demostrar tranquilidad y confianza en uno mismo es la mejor estrategia que un hombre puede desplegar ante el sexo opuesto.
Haga más lentos sus movimientos Camine más despacio. Si va a beber de el vaso, demore un segundo más el tiempo que lleva tomarlo de la mesa y llevarlo a la boca. No desperdicie sus movimientos. Haga gestos lentos y controlados. Imagine que usted está bajo el agua. Esto demuestra confianza. Las mujeres perciben esto como una señal de que usted es una persona a la que la gente espera, alguien en una posición de poder, en vez de alguien que parece estar apurado por falta de tiempo o para atender a otros.
Contacto visual Si en las mujeres la sonrisa era un arma de seducción obvia, en los hombres lo es el mirar a los ojos. Procure mantener contacto visual el 90% del tiempo. El mirar a los ojos implica autenticidad, confianza y un carácter dominante.
Una forma excelente de mantener este contacto visual con ella, sin parecer un sicópata, consiste en mirar a los ojos por dos a tres segundos, y luego bajar la mirada hacia la nariz y luego a la boca dos segundos más, para regresar nuevamente a mirarla a los ojos.
Contacto físico Mientras más pronto un hombre toque físicamente a una mujer, más pronto se establecerá como un individuo de confianza. Tocar con las yemas de los dedos en su ante brazo una o dos veces durante la conversación es una forma inocente de comenzar un dialogo físico donde ella podrá dar señales similares de acercamiento. Luego, note si ella responde más tarde haciendo contacto físico también. De ser así, dese un punto adicional.
Lenguaje corporal abierto Hágase a más espacio. Muestre un lenguaje corporal abierto. El lenguaje defensivo en los hombres al momento de coquetear y generar atracción es contraproducente. En caso de él estar sentado en una mesa con ella al frente, una buena idea es mover las bebidas o aquellas cosas que se interpongan entre los dos. ¿Otra idea? Cámbiese de puesto para que no quede de frente sino en la silla contigua. Cruzarse de brazos, o dejar elementos entre los dos resulta ser señal defensiva.
Pulgares visibles y manos fuera de los bolsillos
Las manos en los bolsillos es otra clara señal de que un hombre está en una posición defensiva y se siente vulnerable. No solo no se ve atractivo, sino que incluso deja entrever una personalidad extraña y dejada. Si es un hábito que tiene, procure dejar afuera del bolsillo de manera visible los pulgares. Estos, señalando hacia la zona genital, parecen ser un indicador de masculinidad. Al menos eso confirma el cerebro reptil femenino.
Sonreír sí, pero solo lo suficiente Si bien sonreír en las mujeres es supremamente efectivo, en el arte de la seducción el hombre que sonríe por todo y a toda hora corre el riesgo de ser calificado como material de amistad y así terminar cayendo en la temible "friend-zone". Biológicamente estamos programados para sonreír cuando estamos de acuerdo, y a no hacerlo cuando algo no nos agrada. Una sonrisa ligera al conocerla es mejor que una instantánea mostrando toda la dentadura. Además este tipo de sonrisa comunica misterio, un elemento que a continuación veremos también como muy útil en este juego.
No inclinarse Mantenga una posición recta. Y sin importar si usted es más alto que ella o si no alcanza a escuchar lo que ella dice, no se incline para oírla mejor –Esto aplica cuando recién la conoce, no una vez están en una relación–. Si no la escucha, pídale que repita lo que dijo. Si el ruido del lugar donde están no le permite escucharla, esta es la oportunidad perfecta para pedirle que vayan a un sitio más tranquilo. Esta actitud de no inclinarse demuestra que él no es una persona sumisa. Rasgo de liderazgo al que el cerebro femenino le prestará atención.
Comunicar misterio Esto puede ser de lo más complicado de hacer, puesto que es fácil hacerlo mal. Las mujeres son como los gatos –curiosas por naturaleza– y su cerebro, está programado para descifrar cosas cuanto antes. Es subconsciente e instintiva la necesidad femenina de buscar descifrar al otro. Pero cuando esto no se les hace tan fácil, ello termina picando más aún su curiosidad. El moverse lentamente y la sonrisa sutil son dos perfectos componentes de esta forma de comunicación, pero otra muy útil consiste en no responder a todo lo que ella pregunte o desviar de manera explícita la conversación. Por ejemplo, si ella le pregunta en qué trabaja, él podría responder "¿Qué me das si te digo?" o hacer un comentario que pueda parecer cómico, por ejemplo responder a "¿Cuáles son tus hobbies?" con "Lo normal: robar bancos, traficar diamantes... tu sabes". Las mujeres en vez de sentirse repelidas por comentarios como esos, tienden inconscientemente a llenar los espacios en blanco. Ahora, digo que esta forma de comunicación puede ser difícil porque existe una fina línea entre el ser algo misterioso y pasar a ser percibido como un raro que se trae algo entre manos. El misterio debe ser como la sal que solo necesita un pequeño toque para darle sabor al plato, más allá, se corre el riesgo de dañarle su sabor. Otra forma de generar misterio consiste en no hablar de más, ni correr a contar todos los detalles de su vida. Muchas personas sienten pánico al enfrentarse a silencios en la conversación. No lo haga. Lo mejor que puede hacer un hombre es dejar que ella poco a poco vaya descubriendo quien es él, en vez de él correr a mostrarle que tiene todo lo necesario para ser su pareja ideal. Ante el silencio no tema solo mirarla y sonreír, y procure que ella hable más que usted.
El test de conformidad Pídale que le pase algo aún cuando usted pueda tomarlo por sí solo. Ejemplo: "¿Podrías pasarme el bolígrafo?" y este se encuentra a una distancia en que usted podría tomarlo. Este test es útil en muchos aspectos, yo suelo aplicarlo cuando alguien se entera de que soy un ilusionista sicológico y me pide que le muestre algo. En vez de correr a demostrar lo que puedo hacer, le pido algo para poder hacerlo: "Si me consigues un papel y un lápiz, tal vez pueda mostrarte algo", luego la persona deberá hacer un esfuerzo de su parte para recibir lo que quiere. Esto es comunicar que el privilegio debe ganarse. Igualmente déjele actuar cuando ella lo pueda hacer. Muchos hombres caemos en el error de correr a hacer todo por ella como si se tratara de un hijo indefenso, incluso sin que ella lo manifieste. Es el caso cuando ella se ofrece a ayudar en algo y corremos a decirle que no se preocupe o que todo está bajo control. Esto no debe confundirse con dejar de ser caballero, el abrirle la puerta y cederle el paso se ve muy bien, este test es más una aplicación hacia cosas más simples y también comunica poder y control.
Cambiar de lugar Las personas suelen desarrollar vínculos más rápidamente cuando comparten diferente espacios juntos. En una primera cita, no es una buena idea apostarle a una salida a comer para quedarse sentado por horas en el mismo restaurante. Es mejor buscar pasar tiempos más cortos en diferentes lugares. Si esto no es posible, muévase de lugar en el sitio donde se encuentre.
Aprovecho para hablar de lo que puede ser una primera cita. Una buena primera cita implica un sitio donde haya entretenimiento externo y no solo conversación como en una comida, y que además el contacto físico sea posible. Sentarse frente a frente en un restaurante o lado a lado y en silencio en el cine viendo una película, son opciones que, además de clichés, no cumplen este requisito. Pruebe algo diferente, como un parque de diversiones, un bar de karaoke, un club de comedia.
Sortear sus pruebas Como explicaba en las técnicas para mujeres, ellas suelen hacer preguntas que pueden parecer salidas de tono. Esos tests hacen parte de su naturaleza selectiva para asegurarse de que nuestro historial es coherente con lo que les proyectamos. La mejor forma de enfrentar con estas pruebas es jugando y no dejándose alterar. Si ella pregunta si usted tiene novia conteste: "¡Claro, miles!". Si es agresiva y pregunta algo como si usted es gay, conteste con otra pregunta del mismo corte "Jaja. ¿Apuesto a que siempre que conoces alguien que te atrae le preguntas lo mismo?", o burlándose de sí mismo: "No me digas que ser gay va a ser un requisito para salir contigo" y tras responder sonría . Manténgase en control de sí mismo. Mire esos tests como un juego y no se deje afectar. Una mentalidad perfecta para manejar estas pruebas, que en algunos casos pueden parecer sumamente hostiles, consiste en verla a ella como la hermanita fastidiosa que todo lo que dice es infantil y tierno. ¿Hace un comentario fuerte o una pregunta salida de tono? Mientras que la mayoría de hombres se descompensarían, usted simplemente sonría –sin verse sarcástico–, deje salir una leve carcajada y dígale "¡Que linda!" a manera de "Que tierna eres hermanita mía...".
Tome la iniciativa Los nervios, la frustración y la indecisión son rasgos nada atractivos en un hombre, y menos en una primera cita. Esta es su oportunidad para demostrarle que está en condición de manejar las situaciones que la vida le ponga sin problemas. Planee la salida, considere planes B, confíe en sus elecciones. Asegúrese de tener bajo control lo que pueda controlar y siempre muéstrese tranquilo. Deje de tomarse el asunto como algo de vida o muerte. Atrévase. La primera vez siempre ha sido la más estresante, de allí en adelante siempre será más fácil.
Comunicar preselección Dada la naturaleza femenina donde busca asegurarse a nivel subconsciente de que usted sería una pareja competente, cualquier elemento que le permita a una mujer economizar en este proceso de análisis, será de utilidad. Si usted puede rodearse de otras mujeres así sean solo amigas o conocidas, usted estará comunicando que ya ha recibido la aprobación de ellas. Si usted puede interactuar con tranquilidad con la mujer más hermosa del lugar así sea para un saludo, otras mujeres notarán esto y en sus mentes se planteará la pregunta "¿Qué tiene este tipo que esas mujeres lo notan a él?". Esto está sicológicamente comprobado, y es la razón por la cual los videos de lanzamiento de las llamadas bandas juveniles, suelen salir rodeados de actrices hermosas que hacen las veces de fans desesperadas. Apelan a la preselección femenina.
No tengo duda en que muchas mujeres considerarán algo machistas estos consejos. Están en su derecho. De lo que si estoy seguro es que las mujeres quieren hombres que se porten como tal, no niños para cuidar; y es allí donde estas estrategias lo comunican perfectamente, además que en ningún punto resultan denigrantes hacia el género femenino. Por otro lado, no faltarán los hombres que consideren estás tácticas como ilógicas. Bueno, no se equivocan: le repito que el juego de la seducción es de todo menos lógico. Si usted quiere apelar a la lógica para atraer al sexo opuesto, buena suerte –le aseguro que el camino es largo–. No es lo que uno diga, sino lo que uno haga sentir.
Por favor no Hoy día que las redes sociales y los dispositivos móviles se han hecho a nuestras vidas, el vivir pegado de la pantalla de dicho aparato resulta ser la perdición en cuanto a la comunicación persona a persona. He visto cantidad de parejas en citas, cada uno pendiente de su teléfono celular. He visto cantidad de personas intentando conversar e interrumpiendo su contacto visual constantemente porque vibró su teléfono, o alguien publicó algo nuevo en Facebook. Hasta he visto jóvenes en una fiesta reunidos, donde estando todos juntos alrededor de una mesa, en vez de conversar, todo chatean entre sí. Sostener un móvil y revisarlo cada dos segundos comunica inseguridad y dependencia a nivel de lenguaje corporal. Todos los gestos que resultan como efecto secundario de sostener un móvil son contraproducentes: El brazo atravesado, la mirada hacia abajo, lenguaje cerrado, dispositivo en el medio de los dos, etc. ¿Quiere comunicar interés y auto-control? Cuando suene el móvil, mírelo y diga "Disculpa apago esto" y guárdelo. Eso es un gesto poderoso,
apreciable no solo en el mundo de los negocios, sino también cuando de hablar con el sexo opuesto se trata. De igual modo, mascar cosas como un chicle, puede ser usado en su contra. Masque sutilmente o deshágase del chicle. En este punto, lo mejor que puedo recomendarle es revisar algunas reglas de protocolo sencillas. Internet puede darle un excelente punto de partida, es aquí donde el lenguaje corporal y el saber comportarse se entrecruzan. Todo lo que uno aprende es útil. Échele un vistazo a algunas normas de comportamiento, que seguro complementarán espectacularmente su estrategia para con el sexo opuesto.
El efecto lentes de sol Los lentes de sol suelen generar un efecto atractivo en la mayoría de las personas. El hecho de ocultar los ojos, produce cierto misterio que queremos resolver. Dado que los humanos estamos programados para identificar rostros y mirar automáticamente a los ojos, si usted quiere comunicar algo de intriga, unos buenos lentes de sol pueden ser suficientemente sexis. Pero... tienen un par de peros: El tipo de lentes que use habla sobre quién es usted y Al estar entre sus ojos y los del otro actúan como barrera que puede resultar desconcertante. Esta es la razón por la que algunos jugadores de póquer suelen usarlos en sus partidas, y finalmente en lo que respecta al contexto, si piensa usar lentes de sol, aún cuando el día está completamente gris, usted terminará comunicando que no sabe en donde está parado. Escoja unos buenos lentes. Asesórese con alguien del sexo opuesto escuchando su verdadera opinión. Las mujeres entre sí suelen darse consejos erróneos solo para asegurarse que sus amigas no se vean más atractivas que ellas, y entre hombres solemos burlarnos o no prestarle atención a estas decisiones. Y si
ve a alguien que le atrae y lleva puesto unos lentes de sol, espere a que se los quite y dele una segunda mirada, no sea que usted caiga víctima del efecto psicológico que estas ejercen.
Saber si le atraes (para ellas) Ya echamos un vistazo a los gestos que una mujer puede emplear con el fin de mejorar sus chances de generar atracción, Pero ¿Cómo saber si están dando resultado? Los siguientes son tells que la mayoría de hombres mostrarán antes de decidirse a acercarse y entablar una conversación o caer al cliché de invitarla a un trago –Señores créanme: no sirve–.
Su mirada Que él voltee a mirar una vez no implica que ella le haya gustado, como sí, si mira varias veces y acompaña estas miradas con una sonrisa. Si sus párpados se entrecierran un poco como tratando de enfocar un poco mejor, él está observando y analizando con el fin de asegurarse antes de levantarse.
Su postura ¿Cambia su postura de manera que se muestra más abierto? ¿Se lleva las manos detrás del cuello para recostar la cabeza? ¿Saca el pecho? Si lo hace, orientándose hacia ella, ha picado el anzuelo y está mostrándole que no tiene nada que temer. Esta es una forma inconsciente de los hombres de mostrarse y decir "Mírame bien", así como lo de maximizar la percepción de altura, fuerza y confianza. Lo mismo sucede al estar de pie, encogiendo el estómago y parándose más recto.
Se hace un poco más ruidoso En este caso, el hombre apela al volumen de su voz para hacerse notar. Le ha gustado saberse centro de la atención de ella y ahora busca repetir la experiencia.
Camina por su lado Él encuentra alguna excusa para pasar y caminar cerca de ella. Puede estarse exhibiendo y midiendo el terreno. Este comportamiento es normal en individuos que son un poco tímidos y piensan que al acercarse sutilmente, tal vez ella tome la iniciativa y le comunique directamente sus intenciones. –Cosa improbable señores-.
Las mujeres lo tienen fácil en cuanto a la dinámica de la seducción. Básicamente escogen a quien quieren, le miran a los ojos haciéndose notar con una ligera inclinación hacia abajo del rostro y por un par de segundos más de lo normal, y luego esperan a que el hombre tome la iniciativa de levantarse y acercarse. ¡Y uno como hombre, debería hacerlo!
El opener ideal (para ellos) Como opener ("apertura" en español), se define la introducción o primera forma de interacción con la otra persona. Dado que los hombres debemos efectuar esta tarea, lo que usemos como opener es crucial. Es este el punto donde la mayoría de hombres se paralizan y pierden la oportunidad. Creen que van a meter la pata o no van a ser lo suficientemente interesantes para robarse la atención de ella. Esta sensación sele acrecentarse mientras más hermosa les parezca la mujer. Se equivocan los hombres que creen que el enviarle un trago de cortesía a la mujer que quieren conocer y que está al otro lado del bar funciona. Como también se equivocan los que cometen la torpeza de apelar a un piropo, o de la nada hacerle llegar un presente como flores o chocolates de "su nuevo admirador secreto". La idea de dar regalos, o invitar a tragos como excusa para realizar ese acercamiento es una forma de decir "me pareces tan valiosa que creo que mi valor está por debajo del tuyo y debo compensarlo con este presente". ¡No señor! El trago y los obsequios para después. Si quiere una estrategia simple para aumentar su posibilidad de éxito con ellas, que sea esta: Maneje su lenguaje corporal, sea amable con todos, si ve a una mujer que le atrae acérquese y dígale "hola" asegurándose de que le escuche. Espere a que le salude–lo hará– y considere usar un cumplido sobre lo que lleve puesto o algo que note alrededor: "Me gusta tu camisa". Seguro ella agradecerá y en ese momento usted puede continuar diciendo "Mi nombre es Juan David" ¡Use su propio nombre!, "Ya tengo que irme, pero ¿Tienes Facebook?". Esta es una manera perfecta de obtener información y no mostrarse amenazante, al comunicar que ella no tiene de qué preocuparse porque usted "va de paso". Además, eEs
menos intrusivo que pedir un número telefónico o un correo electrónico, aunque igualmente puede pedirlos sin problema. ¿Parece demasiado sencillo? Esa es la idea. Pregúntele a cualquier mujer y le dirá que el simple hecho de decir "hola" es más que suficiente. Le muestro tres variantes de este diálogo en escenarios que salen bien y no tan bien para que vea cuán efectivo puede ser:
Escenario uno: De la nada y sin pretensiones. Él: "Hola" Ella: "Hola" Él: "Me gustan tus zapatos." Ella: "Gracias" Él: "Mi nombre es Juan David" (extiende la mano) Ella: "Catalina" Él: "Catalina, tengo que seguir pero quería preguntarte si tienes Facebook, ¿Cómo te encuentro?" Ella: "Búscame como XXXXX" Él: "Gracias. Un gusto. Chao". Un guiño, una sonrisa y listo. Fase uno completada.
Escenario dos: Ella está en una relación o no le interesa. Él: "Hola"
Ella: "Hola" Él: "Me gusta tu reloj. ¿Qué marca es?" Ella: "Gracias. Es un XXXXX" Él: "Mi nombre es Juan David, mucho gusto" (extiende la mano) Ella: "Carolina" Él: "Carolina, tengo que volver donde mis amigos, pero quería preguntarte si tienes Facebook" Ella: Tengo novio" / "No, no puedo" Él: "¿Y él revisa siempre tu cuenta de Facebook?" / " Bueno, si no tienes Facebook, igual puedes darme tu teléfono" (sonríe y guiña el ojo como bromeando en ambos casos) En este punto ella sonríe con el comentario, o procede a dar la información, o simplemente no la da. De no darla, no se altere ni presione el asunto, simplemente diga "Ok, no importa. Eres muy linda. Luego nos vemos. Chao" y despídase con una sonrisa y mirada agradable, nada ha sucedido. Listo, siguiente. Esta despedida, también comunica todo lo correcto. Tiene una aceptación a la negativa sin parecer necesitado, ayuda a reconocerla como físicamente atractiva; y el decir "luego nos vemos" así nunca ocurra, la deja pensando, con lo que él quedará grabado en su mente en caso de que llegue a ocurrir que por azares del destino lleguen a volver a verse, además de ser una despedida sin resentimientos. Cero pretensiones, ¡Perfecta!
Escenario tres: Ella no está de humor y todo sale mal. Él: "Hola"
Ella: "¿Sí?" Él: "Tu trago se ve interesante, ¿Qué es?" Ella: "No te importa" Él: (sonríe como si le gustara el comentario). "Jaja, mucho gusto Juan" Ella: "¿Necesitas algo?" (no dice su nombre ni da la mano) EL: (En este instante ya debería saber que ella no tiene ninguna intención, o está jugando a hacerse la difícil de manera extrema. Igual seguir con el guión nos permite una salida) "Me gustan las mujeres de carácter fuerte, se ven tiernas ¿Cómo te encuentro en Facebook?" Ella: "Lárgate" Él: "Ok, voy a ver si encuentro ese perfil. Nos vemos luego." (Sonrisa al despedirse) Ese es un escenario sumamente hostil. Ella no quiere nada o tal vez quiere mostrarse como lo máximo ante sus amigas (pasa). Pero en el fondo, créame que él la dejará pensando por un rato. Igual, ella no conviene. Pero él se mantuvo en sus cabales y proyectó que era inamovible emocionalmente. Eso es muy atractivo. Si usted quiere tener algo de qué hablar con alguien que apenas conoces, la respuesta SIEMPRE está en el ambiente. Puede referenciar lo que sea: Su ropa, el sitio donde se encuentran, las personas alrededor, cualquier cosa que esté a la vista, solo basta prestar atención. Del mismo modo, procure llevar consigo un accesorio interesante, por lo menos un buen reloj. Algo que ella pueda notar y quizás hasta convertirse en una disculpa para que ella tome la iniciativa de hablar primero. Cuando hable, hágalo con suficiente volumen. Si ella tiene que preguntarle "¿Cómo dices?" o usted siente que tiene que inclinarse
hacia ella a repetirle lo que dijo, usted está perdiendo puntos. Y finalmente, siempre que piense en acercarse a una mujer para presentársele, camine hacia ella de manera que usted pueda abordarla por un lado, no de frente. Caminar hacia alguien de frente, es una actitud agresiva en cualquier contexto. Para las mujeres hacia los hombres puede ser aceptada y hasta atractiva, pero como desconocidos que somos para esa mujer que queremos conocer, el acercarnos e irnos hacia ella de frente, es terminar etiquetado inmediatamente como alguien a punto de atacarla. No es recomendable.
Las mujeres son seres sociales por naturaleza, no están obsesionadas con la idea de aniquilarlo cuando usted se les acerque. Atrévase. ¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿Qué ella le diga que no le interesa o que alguien se burle? ¡Bah! Toda mujer aprecia, aún estando en una relación, el sentirse atractiva. Y si alguien se burla, por lo menos usted trabaja por obtener lo que quiere. Es mejor pasar por lanzado, que perder la oportunidad para toda la vida.
La sicología del sexo opuesto Los problemas de comunicación, no se deben a que no sepamos decir las cosas, sino a que mientras más hablamos más tenemos que explicar. Y vaya que si uno le pregunta a cualquier pareja las razones de sus discusiones, con seguridad dirán que es por este tipo de malentendidos. Damas y caballeros, estos problemas son y serán inevitables. Pero... Si uno mejorara su capacidad de comunicación para con el sexo opuesto, pues vaya que estas discusiones tendrían un matiz diferente. ¿Eso cómo se hace? La mejor forma, parte de comprender cómo y por qué el sexo opuesto habla como habla, y se expresa como suele hacerlo. Y lo primero que hay que entender es que tenemos formas muy diferentes de pensar: Los hombres estamos orientados a resolver problemas, nuestro pensamiento es lineal y secuencial: "Si esto, entonces aquello". Mientras las mujeres están orientadas al diálogo y las emociones, y su pensamiento es en red: "Si esto y esto y esto, entonces aquello y aquello, pero esto y esto y esto...". Con este par de conceptos podemos decir que:
Hombres y mujeres pensamos de manera diferente Los hombres suelen estar más orientados hacia el pensamiento lógico y las mujeres hacia el racional. Un hombre puede tomar decisiones dejando a un lado los factores emocionales con más facilidad que una mujer.
Hombres y mujeres hablamos por motivos diferentes. Las mujeres suelen hablar para expresarse a sí mismas, ayudar a otros y fomentar el diálogo. Los hombres en cambio hablan para arreglar problemas, competir con otros hombres y mostrar dominación. El centro de comunicación en el cerebro femenino es mucho más grande que el centro de comunicación del cerebro masculino, es por ello que las mujeres son mejores para leer entre líneas y prestar atención a la palabra, y la forma como se dice.
Hombres y mujeres hablamos sobre cosas diferentes. Préstele atención a un grupo de hombres conversando y temas como deportes, negocios y dinero serán traídos a colación. Mientras que un grupo de mujeres estará hablando sobre las personas que rodean sus vidas, sus sentimientos y emociones.
Hombres y mujeres hablamos en lugares diferentes Dados los dos conceptos anteriores, los hombres prefieren hablar sobre ellos en público, generalmente en el lugar de trabajo justamente para competir con otros hombres y mostrar dominación. Si usted escucha una conversación de hombres, uno de ellos traerá un tema y tras terminar su exposición otro traerá una historia similar pero que busca ser más impactante que la recién contada. Las mujeres en cambio prefieren hablar en lugares más privados como en sus casa o reunidas en un café, y lo hacen para promover la conversación. En este caso, una de ellas traerá un tema y las
mujeres en vez de buscar historias que sobrepasen en impacto la inicial, se interesarán por conocer más y más.
Hombres y mujeres nos expresamos diferente Los hombres no suelen "decorar" sus diálogos como suelen hacerlo las mujeres. Las mujeres suelen usar términos como "muy", "demasiado", "siempre", "todo", y "nunca" para referirse a sus cosas. Además, con frecuencia una mujer terminará sus frases con un "¿Cierto?", o "¿te parece?". Esto lo hacen justamente porque buscan promover un diálogo, pero dado que el hombre es orientado a resolver problemas, el tenderá a interpretar esas preguntas como inseguridad por parte de la mujer. Por otro lado, no es nada frecuente escuchar que un hombre diga que un bebé le parece adorable y precioso. Los hombres usan las palabras que tienen que decir y listo. Las mujeres en cambio buscan compartir la experiencia de la conversación incluyendo sus sentidos y emociones en la interlocución.
Hombres y mujeres preguntamos diferente. Es bien sabido aquel chiste de que los hombres no nos atrevemos a pedir indicaciones cuando conducimos. La razón es que las preguntas desde el punto de vista masculino, se consideran una señal de sumisión. Cuando un hombre hace una pregunta es porque en el fondo considera que puede ganar algo con la respuesta y así asumir una posición de poder. Para una mujer en cambio, hacer una pregunta cumple dos propósitos: obtener información y desarrollar cercanía en una relación, promoviendo el diálogo.
Con frecuencia una mujer hará preguntas sobre las cuales ya conoce la respuesta, solo por promover una conversación. Los hombres suelen encontrar esto desconcertante y contestar "¡Eso ya te lo te había dicho!"
Hombres y mujeres respondemos diferente Como los hombres solemos ser directos e ir al grano, en muchas ocasiones sonaremos groseros o faltos de tacto. Si una mujer le pregunta a un hombre su opinión respecto a algo, él podría terminar contestando algo como "No me gusta", y punto. Y lo directo de su respuesta podría terminar hiriendo los sentimientos de la mujer. Hay que entender algo, los hombres solemos responder a la pregunta, no a la persona. Esto es, que los hombres responderemos igual, ya sea que leamos la pregunta en un papel, o si nos la hiciera nuestra propia madre. Si las mujeres entendieran esto, se darán cuenta que las respuestas de sus hombres no deben tomarse como ataques personales. Una excepción a esta norma, parece darse en contextos jerárquicos. En una posición de sumisión, bajo un superior por ejemplo, un hombre buscará contestar con tacto o de acuerdo a las circunstancias. Las mujeres en cambio, suelen responder a cualquier pregunta con más tacto justamente porque saben incorporar sus sentimientos y emociones. Y eso es algo que el hombre debería comprender al momento de obtener una respuesta por parte de ellas.
Hombres y mujeres buscamos soluciones de manera diferente
Los hombres por lo general son más independientes que las mujeres y es por ello que prefieren arreglar sus problemas en solitario y sin hablar mucho al respecto. Las mujeres en cambio, al estar orientadas a la comunicación e interacción, necesitan compartir sus inquietudes, aún sin esperar solución a los problemas. Esto, suele ser un punto de conflicto, puesto que los hombres al estar enfocados a la resolución de problemas, buscarán por todos los medios resolver los de ellas, cuando en el fondo muchas veces lo único que ellas necesitan es compartir lo que están sintiendo.
Aún dadas estas diferencias, hombres y mujeres somos dependientes uno del otro. Si uno de nosotros desaparece, el otro lo hará instantáneamente. Comprender esta manera de ser del sexo opuesto, nos ayuda a entender qué es lo que hay detrás de las palabras del otro en medio de una discusión y por qué responde como responde.
Errores comunes al discutir Siempre que uno decide hacerse a una relación con una persona, uno abre la puerta a la forma de pensar del otro y viceversa. Esto, por supuesto implica que hemos de interactuar con alguien que tiene su propio punto de vista, y por ende su forma de ver el mundo será muy diferente a la nuestra. La mayoría de parejas han experimentado lo que se denomina el círculo vicioso de la discusión: Tratan de resolver un problema, a veces insignificante, y terminan encerrados en un infierno sin salida. Esto suele darse, porque dan cabida a cuatro errores comunes:
1. Quieren convencer al otro Todos creemos tener la razón y que nuestras acciones están justificadas. Esto es un principio sicológico según el cual nuestro cerebro busca no entrar en conflicto con nosotros mismos: Si vemos a una persona que se cola en la fila, es un imbécil. Si lo hacemos nosotros es porque estamos de afán y la gente debería comprender. En una discusión de pareja, cuando ambas partes se aferran a que están en lo correcto y el otro no, cambian la dinámica del buscar la solución, a la justificación de sí mismos y convencimiento del otro aumentando la agresividad y manteniéndose a la defensiva
2. Anclarse al pasado Con el fin de justificarse en el punto anterior, las partes buscarán traer problemas del pasado nuevamente y reviviendo las emociones de dicha situación a presente, con lo que el problema actual será más difícil de resolver. Del pasado se debe aprender y dejar allí. El estar trayéndolo a colación constantemente no es más que echar sal en las heridas y cargarle más negatividad al presente.
3. Tomarse las cosas personalmente Una pregunta o diálogo puede transformarse en una tormenta cuando nosotros mismos decidimos darle un significado emocional por encima del que realmente tiene. Ante un momento de dolor o rabia la persona que nos increpa tal vez no sepa cómo expresar lo que siente, y el no ser conscientes de esto pues hará que malinterpretemos lo que nos quiere decir.
Hay que respirar y bajarle un poco al ego. Entender que en momentos de efervescencia y calor se dicen cosas que de otro modo no se dirían. Si cada parte se lo toma todo personalmente, volveremos al error uno, enganchándonos en mantener nuestra posición e insistir en cuán equivocado o injusto es el otro.
4. El insulto El error anterior puede llevar al insulto, que es sencillamente el punto más álgido al que se puede llegar en una discusión y donde la razón ya ha desaparecido por completo. Cuando se apela al insulto, el daño que se hace entre ambas partes puede llegar a ser irreparable. Sin importar cuanta rabia se tenga, el caer en la palabra soez es la peor de las alternativas. Si vemos que vamos a caer por dicho precipicio es mejor que pidamos un tiempo fuera aceptando que estamos alterados. Si vemos que es el otro quien va apelar al insulto, deberíamos sugerir lo mismo como si fuera de nuestra parte o para ambos: "Estamos muy alterados, propongo que nos demos un par de minutos antes de continuar". Si esto no es posible, porque los ánimos están muy caldeados, deje que el otro hable y diga todo lo que tiene que decir. Si usted procura mantenerse en su posición y solo escuchar, la otra persona seguramente le dirá "¿Que acaso no tienes nada que decir?" y la respuesta habrá de ser "Claro que sí. Pero como dije, estamos muy alterados y preferiría un par de minuto para poner nuestros pensamientos en orden". Sin duda esto es una prueba de fuego, los insultos pueden hacernos mella, pero la otra persona se habrá desahogado y seguramente notará que se le fue la mano. Si el insulto es recurrente, tal vez no valga la pena estar en esta relación.
Pruebe esto ¿Recuerda la última vez que discutió con su pareja? ¿Recuerda cual fue su actitud entonces? Apuesto a que seguramente usted se puso a la defensiva, se cruzó de brazos, hizo gestos y aspavientos. Le dijo que estaba equivocado en todo y que se había exagerado, Y luego le recordó las últimas peleas anteriores, donde también le reclamó lo equivocado que estaba para finalmente cerrar diciendo algo fuerte que no tenía nada que ver, y lo hizo con el solo hecho de lastimar. Así somos. Cuando nos sentimos atacados queremos devolver el golpe, y lo hacemos por triplicado. Y lo peor es que, mientras más confianza o más aprecio sintamos hacia el otro, más profundo y lejos suele llegar nuestro ataque. Le doy un consejo: La próxima vez, pruebe esto: ¡ESCUCHE! Hágalo de verdad, sin gestos ni actitudes agresivas. Ponga a un lado el móvil, apague la televisión y escuche. Demuestre con su lenguaje corporal que le importa lo que dice el otro. Mire a los ojos, inclínese un poco hacia adelante, y resista la tentación de meter la cucharada y refutar todo lo que el otro está diciendo, solo escuche. Cuando la otra persona termine de quejarse, de decirlo todo –y quizás hasta lanzar un insulto o dos, uno no sabe–, pare un segundo, diga "Siento mucho como te sientes" y luego repita lo que le acaban de decir. Ejemplo: "Siento mucho que te sientas así. Entonces, si entendí correctamente, ¿Estás enojada porque llegué tarde a recoger a los niños cierto?" Escuchar, decir "lo siento" y validar la queja repitiendo palabra por palabra la queja, atenúa la necesidad de pelear. Es un secreto psicológico que la mayoría de personas solo quieren ser escuchadas y validadas.
Esto no quiere decir que el otro siempre tiene la razón y que uno es el que siempre está equivocado. A muchas personas les encanta hacer una montaña a partir de un cascajo. Pero la técnica sirve y lo hace sumamente bien. Funciona con amigos, esposos, hijos, pacientes, clientes y empleados. Escuchar y validar. Una excelente técnica para mantener en el bolsillo.
¿Qué quiere el sexo opuesto? Sigmund Freud el padre del psicoanálisis, dijo alguna vez, que tras años de investigaciones, no lograba encontrar la respuesta a qué era exactamente lo que las mujeres querían. Por otro lado las mujeres no dudarán en decir que no entienden a los hombres. Y ambos géneros... ¡Estarán en lo correcto! ¿Qué es lo que quieren los hombres de las mujeres? ¿Qué es lo que quieren las mujeres de los hombres? De saber esta respuesta, vaya que nos facilitaríamos las cosas. Yo quiero atreverme a compartirle lo que yo he descubierto. Y lo haré basándome en ningún tipo de análisis ni investigación soportada científicamente. ¿Quiere saber que quieren las mujeres? Las mujeres desean emoción y seguridad. ¿Quiere saber que quieren los hombres? Los hombres quieren sentido de competencia y tranquilidad. Agregue a los dos una mezcla de pasión, y usted tiene el coctel perfecto para una fantástica relación. Las mujeres son seres emocionales. Necesitan emoción con frecuencia. Esta es la razón por la que pueden ir a ver una película triste a cine y llorar y llorar con cada escena y salir felices del teatro, son estimuladas emocionalmente. Cuando una mujer dice "Quiero un hombre con un buen sentido del humor, que me escuche y apoye" no está buscando un cuenta chistes ni un psicólogo de tiempo completo, como sí una persona
que le proporcione este tipo de estimulación emocional y la comprenda en ese mismo nivel, haciéndole sentir que estará allí para cuidarle y protegerla dándole ese sentido de seguridad. Es eso precisamente lo que confunde a los hombres: No comprender esta dualidad emoción-seguridad. Creemos que brindar seguridad implica deshacerse de las emociones y viceversa. Estamos bien equivocados... Si un hombre procura brindarle emociones con frecuencia a su pareja, haciendo que esta se mantenga en un estado positivo de "¿Con qué me saldrá hoy?" y comunica que a su lado todo saldrá bien, transmitiendo sentido se seguridad y autoconfianza, será muy difícil para dicha mujer querer irse de su lado. Cuando una mujer dice que quiere un hombre "Que sea diferente. Que la sorprenda" Está precisamente pidiendo que le muevan el piso. Que quiere a alguien que no sea predecible. La rutina es el enemigo número uno de las mujeres. Una mujer puede soportar muchas cosas, excepto que la aburran... Pero como hombre, no tome este concepto en el sentido equivocado. No caiga en la trampa de ir ahora mismo a comprar flores para llevarle o gastarse una fortuna en un restaurante. No solo son clichés, sino que usted la sorprenderá en el sentido equivocado: Pensará que usted enloqueció. Simplemente, rompa la rutina de manera gradual. Atrévase a hacer algo un poco diferente. Diga sí cuando ella sabía de la probabilidad de recibir un no, hágale una llamada cuando no se la espera, un cambio de planes por algo mejor. Hágalo gradualmente y ella lo notará, aprobará y disfrutará. ¿Bueno y que hay de los hombres? Si las mujeres supieran que nosotros tenemos una necesidad de sentirnos competentes y que necesitamos tranquilidad en el sentido de no ser confrontados constantemente con dramas y emociones –para las que desgraciadamente nuestro cerebro no está tan desarrollado como el de ellas– vaya que podrían hacernos las cosas fáciles.
La química comienza a perderse para nosotros los hombres en una relación cuando ella comienza a menospreciarnos así sea a manera de burla. Cuando ella no cree que él sea capaz de hacer algo. Cuando se burla de él delante de sus amigos, cuando le dice "Yo sabía que no podía contar contigo". Y cuando el sexo comienza a perderse, haciéndonos creer que ya no somos buenos. Los hombres necesitamos sentirnos amos de nuestros dominios, no en sentido machista ni posesivo, pero dada nuestra naturaleza egocéntrica, necesitamos que nos repitan una y otra vez que somos competentes. Mujeres, cuando los hombres tengamos una crisis, no nos digan "Le dije que eso iba a pasar" como sí "Yo sé, que tu puedes salir de esto. Siempre lo has hecho". Si ustedes nos mantienen esa "ilusión" de que somos mejores que nuestros amigos y otros "machos", y asuntos emocionales en un punto donde no nos lleven a un corto circuito, créanme que no querremos dejarles nunca. No es que no nos importen sus problemas, es que muchas veces no sabemos exactamente qué decir. Los hombres como proveedores somos excelentes, pero como sicólogos y administradores emocionales en una relación, podemos ser un desastre. Permítannos nuestros espacios. No es que no las queramos ver, sino que necesitamos nuestra cueva para hacer nuestras cosas. Somos seres muy primarios y casi todos nuestros problemas se resuelven del mismo modo que en la época de las cavernas: con comida, espacio, sueño y sexo.
No espero nada menos que causar ampolla con este ensayo. Cada quien debe tomar lo que le sirve. Seguramente en unos años diré que he encontrado algo nuevo o que he cambiado mi perspectiva frente a la pregunta de ¿Qué quiere el otro en una
relación? Pero por ahora, esto que le comparto, no solo ha sido de utilidad para mí, sino para las personas con que suelo interactuar en mis charlas. Dale Carnegie explicaba en su maravilloso libro CÓMO GANAR AMIGOS E INFLUIR SOBRE LAS PERSONAS la que podría ser la clave para conquistar al mundo: Encuentre que necesitan los demás y busque cómo dárselo. No lo olvide: Emoción y seguridad para ellas. Sentido de competencia y tranquilidad para ellos. Si su lenguaje corporal proyecta estos rasgos para el sexo opuesto, la balanza del juego de la atracción se inclinará a su favor. Después de todo, si uno sabe lo que el otro quiere, ¿Por qué no dárselo?
Parte 4: Detectar El Engaño
El detector humano de mentiras ¿Por qué mentimos? Podemos asegurar que el mentir obedece a un mecanismo de defensa sicológico: ¡Todos somos mentirosos! Una mentira es una forma de engaño o declaración falsa, casi siempre hecha con la intención de mantener un secreto para mantener una reputación y obtener aprobación con una imagen distorsionada de la realidad que evite el rechazo, evadir algún castigo, o evitar lastimar a alguien. Y siendo honestos: ¡Muchas veces nos resulta más fácil mentir que decir la verdad! Todos en la vida hemos mentido alguna vez. Le mentimos al jefe explicando que llegamos tarde porque hubo un accidente en la autopista y el nos miente a nosotros diciendo que la compañía tiene problemas financieros y por ello no habrá aumento de sueldo ese año. Les mentimos a nuestros padres diciéndoles que no fuimos nosotros quienes cometimos la falta y ellos nos mienten a nosotros diciéndonos que nos creen. Le mentimos a nuestra pareja diciéndole que nuestros ojos no ven la belleza de nadie más y ella nos miente diciéndonos ella tampoco tiene ojos para nadie más... Los seres humanos mentimos alrededor de 42 veces a la semana para un promedio de seis mentiras al día –Lo cual equivale a 2.184 mentiras por año, para un total de 126.672 mentiras en promedio durante toda una vida–. Los hombres mentimos casi el doble de lo que mienten las mujeres, pero estas, tienen una mejor capacidad de ocultar la mentira, y además una mayor habilidad para identificar cuando se les está engañando... Todos vemos a la mentira como una conducta reprochable y aún así, seguimos mintiendo. Somos mentirosos por naturaleza, pero también, somos detectores humanos de mentiras. Y para detectar el engaño, el lenguaje corporal será nuestro primer bastión.
Mentiras comunes de todos los días La forma en que mentimos hombres y las mujeres es bastante diferente. Mientras las mujeres se enfocan en que sus mentiras hagan sentir bien a los demás, las mentiras de los hombres se centran en sí mismos y en aparentar lo que no son. Con el fin de lanzar el DVD de la serie ‘LIE TO ME’ (Miénteme), La 20th Century Fox realizó una encuesta para identificar las mentiras más comunes entre hombres y mujeres. El top diez resultante y presentado a continuación, es bastante revelador:
1. "No pasa nada, estoy bien." El mensaje detrás de esta mentira es en realidad todo lo contrario: "Algo sí pasa y en el fondo, quiero castigarte haciendo que te des cuenta por tus propios medios."
2. "Te queda muy bien." Los hombres dirán esta mentira por salir del paso, las mujeres en muchos casos por asegurarse de que el nivel de belleza de las demás no supere el propio.
3. "No fui yo / Yo no lo hice."
Mentimos así cuando consideramos que no vale la pena tomar crédito por algo que hicimos, o cuando consideramos correr un riesgo alto al aceptarlo.
4. "En cinco minutos." Porque obviamente suena mejor decir esto que aceptar que tardaremos quince minutos o más...
5. "Me encanta." Porque aceptar lo contrario puede lastimar al otro haciéndonos parecer insensibles. Así que salimos del paso diciéndole que su elección es perfecta.
6. "No recibí tu llamada / correo / mensaje." El mensaje subyacente es que en realidad no quería contestar o hablar contigo. Le daba pereza, no tenía tiempo o simplemente no quería, pero aceptarlo podría lastimar la relación.
7. "No fue tan caro" (mentir con el precio) Decimos esta mentira al no querer debatir cuestiones económicas o demostrar que obtenemos los mejores precios, y así comunicar que "somos mejores".
8. "Ya voy para allá." Esta mentirilla nos da tiempo suficiente para demorarnos un poco más y tranquilizar al otro evitando cualquier reprimenda.
9. "No me voy a enojar por eso." Pero la verdad es que sí lo vamos a hacer. Esta mentira la decimos con el fin de que tengamos la garantía de que se nos dirá la verdad.
10. "Tienes toda la razón / Estoy de acuerdo." Un hombre dirá que está de acuerdo sin estarlo, porque de otro modo deberá reinvertir tiempo y energía emocional en debatir el argumento, mientras que una mujer en el fondo mantendrá el argumento y esperará para sacarlo a flote nuevamente más tarde (incluso meses después).
Para muchos puede ser incómodo el hacer esta introspección y aceptar lo inevitable: Somos profesionales en este tipo de mentiras, las decimos a diario y lo irónico es que los demás saben que estamos mintiendo. Pero esto no es una apología a la mentira, simplemente es mostrar que mentir es algo inherente a todos nosotros y que en el fondo, tiene una razón de ser.
Los beneficios de detectar mentiras Día a día escuchamos numerosas mentiras mientras interactuamos con amigos, familiares y colegas del trabajo. Muchas de esas mentiras no pasan de ser mentiras blancas o pequeñas exageraciones con el fin de exaltar un ego, evitar un castigo, o hacer de una historia algo más interesante. Pero cuando las mentiras pasan de ser inofensivas a tener impacto en nuestra vida, es necesario contar con la habilidad de identificarlas rápidamente y así evitar que los demás saquen provecho de nuestras emociones, nuestra billetera, nuestros conocimientos y en general de nosotros. Aprender a detectar mentiras es una habilidad que no es tan complicada como la hacen ver algunas personas. De hecho, es una capacidad que parte del análisis del lenguaje corporal propio para extrapolarlo a los comportamientos que observamos en los demás en su contexto. Son innegables los beneficios de convertirse en un detector de mentiras humano: En el campo profesional, el ascender en la escalera corporativa se hace más sencillo al evitar con facilidad el tomar decisiones engañosas y por ende costosas, y saber distinguir entre colegas, quién miente y quién no. Igualmente en el campo de las negociaciones, contar con la habilidad de separar los hechos de la ficción nos ofrecerá una ventaja considerable con el fin de ver tras la niebla y obtener un trato más benéfico a nuestros intereses en un menor tiempo. El detectar mentiras en nuestra vida personal, nos ayudará a empoderarnos frente a nuestras decisiones y así evitar comprar un producto defectuoso, o ponernos en una situación peligrosa, y dejar de perder el tiempo con una relación que en realidad no valga la pena.
Muchas personas creen que el arte de detectar mentiras consiste simplemente en notar si el acusado es capaz de mantener o no contacto visual al hacer su afirmación. Se equivocan: Cuando una persona miente, hará todo lo posible por hacer de su mentira algo creíble, incluyendo por supuesto el mantener contacto visual y ser consciente de su lenguaje corporal. Pero es esa consciencia de quién aparentemente nos engaña, lo que nos permitirá adentrarnos en el verdadero mensaje que yace bajo sus palabras.
Analizando al mentiroso Con el fin de encontrar inconsistencias entre lo que la persona nos dice y lo que realmente pasa en su mente, es necesario realizar preguntas para confrontar al individuo y así, identificar tells que nos permitan reconocer su nivel de estrés o ansiedad, así como señales que indiquen que la persona está buscando poner una barrera entre él y nosotros, y así evitar un posible conflicto. Analice cuanta confianza le transmite el individuo a nivel noverbal y pregúntese:
¿Qué dicen las palmas de sus manos? Cuando busquemos señales de un comportamiento engañoso, la posición y movimientos de las manos nos ofrecerán información valiosa. Un puño o palmas cerradas son indicadores de rabia y resentimiento, mientras que las manos abiertas son señal de que la persona busca ser comprendida, y que se está esforzando por decir la verdad. Si el individuo se lleva la mano hacia el pecho, como tocándose el corazón, esa persona espera que uno se ponga en su lugar y la comprenda. Esta, es una señal común cuando el sujeto desea que creamos su historia, pero también podría ser una decisión consciente con el fin de engañarnos... Así que el gesto de la mano al corazón o al pecho debe ir acompañado de otros tells. Si las palmas se ocultan bajo un escritorio, cruzándose de brazos o mandándolas hacia atrás, esto también podría considerarse como que algo está siendo ocultado.
Si el individuo está sentado, préstele atención a si agarra la silla de alguna manera. ¿Tiene las manos fuertemente agarradas al apoyabrazos? ¿Por qué lo hace? ¿Está incómodo con la situación? Las manos temblorosas son una obvia señal de incomodidad. Una persona temblorosa ha activado dentro de sí la secreción de catecolaminas y su sistema nervioso se encuentra preparado para luchar-o-correr ante una situación que considera peligrosa. Otra señal típica viene dada cuando las manos juegan con objetos alrededor. El reloj o las muñecas de las manos. Todo objeto al que el individuo pueda echarle mano ayuda a amplificar sus señales de nerviosismo.
¿Hacia dónde apuntan sus pies? Los pies suelen apuntar en la dirección hacia la cual la mente desea ir. Así que durante una situación incómoda el individuo muy seguramente terminará con sus pies apuntando hacia la salida del lugar u otra parte que no sea la fuente del conflicto. Una persona confiada que escucha lo que tienen para decirle seguramente mantendrá la punta de los pies dirigidos hacia quien le habla. Si al momento de cuestionarla se nota un cambio en la posición de su cuerpo hacia un lado, pues ha habido algo que ha incomodado al individuo. Cruzar las piernas, no estando sentado sino de pie, también es una señal de incomodidad y del individuo buscando protección. Una persona con los brazos cruzados, y sus piernas cruzadas simultáneamente, emite una poderosa señal de nerviosismo frente a la situación –A menos que se trate de un lugar frío y lo que esté haciendo la persona sea precisamente protegerse de este–
Algo similar sucede con la inclinación del cuerpo del individuo: Cuando usted comience una conversación, tome nota de hacia dónde está dirigido el cuerpo de su interlocutor. Un sutil giro a medida que va contestando a la pregunta –No antes de comenzar a responderla– es otro gesto que puede tomarse como señal de incomodidad.
¿Se toca el cuello o los hombros? Tocarse excesivamente los hombros y el cuello es señal de ocultar algo y buscar protección. El tocarse los hombros es precisamente un gesto de autoafirmación: buscamos la caricia o el abrazo cercano que nos proteja y procedemos a emularlo nosotros mismos. Este gesto es similar al cruzarse de brazos, que en el fondo es precisamente un auto-abrazo, una forma de recogimiento. El mandarse las manos hacia los hombros es también una forma de proteger el corazón y otros órganos vitales en el pecho. Lo mismo sucede con la mano enviada al cuello, es una forma de protección y patrón de nerviosismo.
Sudar, tragar y sonrojarse Ante una situación difícil, el cuerpo comenzará a generar adrenalina. Las señales más comunes que actúan como indicadoras de una liberación de esta en el organismo son el sudar, tragar sonrojarse. Es precisamente la necesidad de oxigenar el cuerpo ante una situación de estrés lo que lleva al corazón a bombear sangre más rápidamente dejando entrever esas manchas rojas en la piel propias de quien se sonroja.
La adrenalina también produce un aumento en la temperatura corporal, con lo que el sudor puede hacer su aparición o cualquier otra señal que de a entender que el individuo necesita refrescarse como ajustarse el cuello, o pasarse el dorso de la mano por la frente. Sin embargo, tenga presente que muchas personas sudan excesivamente por naturaleza. La adrenalina suele generar otro efecto fisiológico: Secar la boca, con lo que la persona podría comenzar a tragar de una manera más frecuente y notable con el fin de compensar la falta de saliva, con lo que su forma de hablar puede cambiar y aparecer ciertos gestos como apretarse de labios o pasarse la lengua por estos, como veremos a continuación.
Hábitos orales Desde pequeños nos condicionamos a tranquilizarnos cuando éramos amamantados por nuestra madre. Ya adultos, esto resulta en ciertos hábitos y gestos fáciles de identificar: Gestos con los labios y la boca, buscan apelar a ese instante cuando el bebé se sentía seguro. Uno de estos hábitos bastante común consiste en masticar el lápiz o bolígrafo mientras se habla. Esto es observable fácilmente en reuniones de trabajo bajo situaciones de estrés. Lo mismo sucede cuando el individuo busca llevarse cosas a la boca como su pelo, joyas y accesorios o incluso las uñas y los dedos. Lo mismo pasa con el chasquear de dientes y otros sonidos. Cuando el ser humano se enoja, una forma de demostrar agresividad es apretando los dientes o haciéndolos chasquear. Un individuo que se enfrente a una emoción de culpa o rabia muy seguramente mostrará este comportamiento.
Tocarse la boca y buscar tapársela al conversar es la versión adulta del bebé que se chupa el dedo. Una persona puede taparse la boca porque no quiere decir las palabras que va a decir. Es una señal de culpa. Pero hay que estar atento, en muchas ocasiones esto puede obedecer a inseguridad por parte de la persona de dejar ver sus dientes o dejar sentir su aliento correspondiendo más a una inseguridad personal.
¡Mírame a los ojos! La cantidad de músculos en los ojos es tan compleja, que es difícil controlarlos totalmente a voluntad. Por ello, estos terminan siendo una excelente fuente de tells que puedan indicarnos engaño. Los ojos están conectados directamente con ambos hemisferios cerebrales. Luego, una persona puede notar fácilmente en su interlocutor si este habla desde un punto de vista emocional o racional. El hemisferio izquierdo del cerebro está vinculado con los pequeños detalles, la memoria y habilidades matemáticas: toda la parte racional; mientras que el hemisferio derecho es responsable por la creatividad, visualización e historias. Así que notar que un individuo accede con frecuencia a su hemisferio derecho puede dar a entender que este, se encuentra armando una historia para nosotros. Para reconocer el hemisferio cerebral al que corresponde la respuesta de la persona, basta notar el movimiento de sus ojos. Una mirada de los ojos hacia su propia izquierda, implica que la persona está recordando hechos, accediendo a memorias y experiencias pasadas y recordando detalles de esa situación. Usted puede experimentarlo preguntándole a una persona qué es lo que más le gustó de sus pasadas vacaciones. El movimiento
será casi inmediato mientras la persona busca en su archivo mental para proceder a responder. Si el individuo en cambio mira hacia su propia derecha, entonces esta persona está aduciendo al lado creativo de su cerebro. Estas no son precisamente memorias las que esté recordando, como sí creando imágenes en su mente. Si se da cuenta que una persona mueve con frecuencia sus ojos a la derecha, tal vez sea necesario hacerle más preguntas y solicitar más detalles.
Figura 10: "¿En qué rincón de mi memoria puse ese recuerdo?"
Una mirada hacia a la izquierda y hacia abajo suele ser señal de introspección y revisión de pensamientos: Se busca qué decir exactamente. La mente de la persona se encuentra en un proceso de reorganización con el fin de articular lo que quiere decir. Con frecuencia se dice que un mentiroso no es capaz de sostener la mirada o que sus pupilas se dilatan. La verdad es que un mentiroso de lo que primero que suele hacerse consciente es de su mirada, y es a lo que más le prestará atención. Personalmente, no suelo darle tanto valor al tell de una persona que no responde mirando a los ojos. La dilatación de pupilas también es un efecto secundario de la adrenalina en su torrente sanguíneo y hace parte de esa respuesta fisiológica de de luchar-o-correr: Los ojos buscan
hacerse a más luz, luego esta puede ser una señal válida pero en la práctica es difícil de notar. Un parpadeo rápido también suele ser clasificado como otra señal de que el individuo miente. La adrenalina al acelerar el corazón acelera todas las funciones corporales. Un parpadeo acelerado puede ser una buena señal de que el individuo debe ser interrogado un poco más.
Expresiones faciales Al igual que los ojos, la cantidad de músculos que controlan nuestra cara proporciona una excelente fuente de tells para considerar cuando buscamos señales de deshonestidad. Una de las razones por las que las personas manifiestan tener un mal presentimiento frente a alguien a quien recién conocen, es porque dicho individuo les está manifestando un comportamiento una discrepancia entre su comunicación verbal y corporal. Por ejemplo, este tipo de inconsistencia se da cuando un colega felicita a otro por un ascenso en el trabajo, pero en el fondo quería obtenerlo para sí mismo. Dicha persona puede decir que está feliz todo lo que quiera, pero su rostro dejará entrever rabia o resentimiento. Lo mismo sucede con un vendedor que no cree en su producto: Le resultará complejo venderlo por esa razón. ¡Es difícil controlar estas señales! Y nuestro cerebro ya viene preparado para identificarlas. Un gesto diciente y fácil de observar viene dado por la sonrisa. Toda sonrisa que se note forzada obedece precisamente a alguien que busca parecer en acuerdo con nosotros, pero que se le está haciendo difícil por dentro. Complemente la observación de la sonrisa con la de la mirada del individuo: En una sonrisa verdadera los ojos se abrirán del mismo modo en que una persona reacciona a una buena sorpresa.
Otra expresión diciente, es la de rabia o shock. Esta puede ser difícil de identificar porque suele durar solo unos segundos y darse tras una respuesta verbal. Por lo general una expresión de rabia vendrá dada por una tensión en los músculos faciales junto con una mirada hacia el abajo. Los hombres somos expertos en dejar apreciar esta emoción, y también somos buenos en reconocerla en las mujeres, aunque ellas sigan insistiendo que ‘no les pasa nada’ y nosotros insistamos en creerles.
La nariz Mi tell favorito. ¿Recuerda el cuento de Pinocho quien al mentir se le crecía la nariz? No es mi intención arruinar su niñez o sus recuerdos del cuento infantil, pero la nariz cuenta con el mismo tipo de tejido eréctil con que cuenta el pene del hombre y reacciona con la sangre produciendo una sensación de comezón o cosquilleo que resulta en el individuo rascándosela ligeramente. Ante la situación de estrés y adrenalina, los vasos sanguíneos se dilatarán permitiéndole a la sangre llegar a la nariz y generar este cosquilleo, y en algunas personas una nariz roja o hinchada.
Figura 11: Una ligera comezón en la nariz: Algo no es del todo cierto...
Rascarse o tocarse la nariz durante o después de una afirmación, suele implicar que lo dicho no es realmente así. –Esto siempre y cuando el contexto no implique algún tipo de resfriado o situación alérgica, con lo que esta señal podría ser un falso positivo–. – Qué lindos zapatos, ¿cuánto te costaron? – ¡Gracias! Estaban en descuento, fueron una ganga–. Dice ella a su amiga mientras se rasca su nariz con lo que muy seguramente, los zapatos no fueron tan económicos como quisiera hacerlos parecer. Similarmente el que una persona se rasque la nariz cuando le decimos algo, implicará que no está creyendo del todo..
Preparando el terreno para saber la verdad En lo que a la detección del engaño se trata, los tells también han de ser observados en grupo y complementados con las respuestas verbales que nos proporcione la persona. Solo así obtendremos una confirmación mayor o menor de nuestras sospechas. Es por esto que es necesario conocer algunas técnicas para preparar el terreno del diálogo o interrogación donde queramos buscar la verdad. Estas técnicas están diseñadas para que el sujeto se sienta cómodo y relajado con el fin de establecer un punto de partida, a partir del cual notar más fácilmente cuando se de un cambio en su comportamiento.
Empatía: Generar rapport La escena es un común en series y películas de acción, es el drama del policía bueno versus el malo interrogando al sospechoso, y ante la posible agresión por parte del policía malo, el bueno quiere hacerle entender al individuo que está de su lado y quiere ayudarlo pero solo podrá hacerlo si el sospechoso coopera. Generar empatía requiere acercarse a la otra persona y mostrar un verdadero interés por ella. Preguntarle cosas simples como qué tal estuvo su día, o si tiene hijos; Aplicar lo que comúnmente suele llamarse small-talk o charla sin pretensiones. Esto denota tacto y le comunica a la persona que la situación no es tan compleja o estresante como parece. Los médicos lo usan siempre antes de iniciar cualquier consulta como también los vendedores. Preguntarle
si quiere algo o hacer un chiste pueden ser igualmente eficientes en este ámbito.
No ponerlo a la defensiva Es un error común el saltar a la conclusión de que el individuo miente y ponerse a la defensiva una vez se observa el primer tell que confirme alguna sospecha. Hay que resistir la tentación. Aplicarle inteligencia emocional al asunto y seguir escuchando antes que correr a exigir que admita su culpa. Ir despacio pero seguro. No existe mejor consejo que este en lo que a la detección del engaño consiste: No ponerse a la defensiva. El individuo puede terminar abriéndose más de la cuenta y reconociendo por sí solo su error. Y usted, al guardar silencio y ser prudente tendrá la ventaja ¡No tenga la menor duda!
Cómo responde La primer señal verbal que debe observarse es la manera en que la persona responde a la preguntas. Una persona culpable o incómoda con la situación buscará evitar el conflicto propio de la pregunta evitando responderla. Cuando alguien cuenta con la verdad, el decirla no requiere ningún rodeo. Por ejemplo, si usted le pregunta a un colega en el trabajo si tiene un informe que anda perdido en la oficina y el responde diciendo algo como "Bueno, la última persona con el reporte fue Fulano", en vez de responder Sí o No inmediatamente, esto es una bola curva con el fin de hacerse a más tiempo o reenfocar la atención. Y por lo tanto una señal de que hay que presionar un poco más para desenterrar la verdad.
Como el mentiroso necesita crear una historia para defenderse y hacerlo en tiempo record, cualquier oportunidad que tenga para sacar algo de tiempo será aprovechada. Cuando nos enfrentamos a una pregunta de la que no tenemos respuesta inmediata, los humanos buscaremos hacer algo de tiempo repitiendo la pregunta planteada. Por ejemplo: – ¿Cómo te pareció el reporte de ventas? – ¿Qué cómo me pareció el reporte de ventas?– dice la persona mientras busca como responder. Si lo hubiera leído y tuviera una posición positiva al respecto, muy seguramente contestaría inmediatamente o habría respondido algo como "¿Cuál reporte?", o simplemente habría dicho "No lo leí" si no temiera las consecuencias a haberlo pasado por alto. Esta forma de responder es una excelente señal de que el individuo está bajo presión. Asegúrese de hablar claro y fuerte de manera que el individuo entienda su pregunta a la perfección. Otra forma de comprar tiempo es con muletillas antes de proceder a responder. Sonidos como "Mmmm..." o "Esteeee..." permiten al cerebro hacerse a algunos segundos evitando la incomodidad del silencio al no tener una respuesta inmediata.
Respuestas largas y correr sin ser perseguido Popularmente suele decirse que explicación no pedida, culpabilidad manifiesta. Cuando una parte de la persona siente que está a punto de ser atrapado en una mentira, su mente correrá a generar frases y pensamientos con el fin de hacer control de daños, aún cuando no ha sido inculpado directamente. Dicho de otro modo, la persona dará explicaciones que nadie ha exigido porque siente que tiene que darlas.
Igual atención debe prestarse al énfasis en las respuestas, en especial cuando no parezcan necesarias: – ¿Tú tienes algo con María? – ¡No, no, no! Te juro que no tengo nada con ella, nunca. ¿Cómo se te ocurre pensar eso? Tal vez no tenga en realidad ningún tipo de relación con ella, pero ¿Por qué la insistencia en dejar en claro que no hay ningún tipo de relación con María al punto de decirlo tres veces en una misma frases y hasta jurarlo? ¿Acaso es algo que ha considerado mentalmente? Tal vez...
Deslices Freudianos El desliz freudiano o acto fallido consiste en manifestar de manera inconsciente algo diferente o contrario a la intención consciente de un individuo. El término fue acuñado por Sigmund Freud en su libro PSICOPATOLOGÍA DE LA VIDA COTIDIANA Dado que estos tipos de deslices están vinculados directamente con la palabra hablada y escrita, muchas personas no las tendrán en consideración cuando de lenguaje no-verbal se trata. Yo difiero: El acto fallido es en sí una especie de traición del inconsciente que puede hacer que el sujeto diga lo que conscientemente no quería decir, revelando un deseo o intención inconscientes. Toda persona puede disculparse tras un acto fallido diciendo que no era eso lo que quería decir, pero algo de verdad ha quedado en el aire... Un clarísimo ejemplo de estos deslices es el de llamar a una persona por el nombre de otra, como cuando un hombre llama a su pareja por el nombre de su ex. Otro ejemplo es el del hombre que invita a su jefe a comer a su casa. Él hombre sale con su esposa a comprar las cosas sin reparar en gastos. Cuando llega el jefe a
cenar en la noche y el hombre se lo presenta a su mujer, esta le extiende su mano y le dice "Hola, mucho gasto" en vez de mucho gusto. Hay que tener presente que la teoría de Freud no ha sido probada ni verificada. Un desliz freudiano puede darse por muchas otras razones que no tengan que ver con deseos reprimidos o inconscientes, por ejemplo desconocimiento del idioma o cansancio. Incluso la persona que cree haber escuchado algo totalmente diferente a lo que se le dijo, incurre en estos deslices escuchando lo que en realidad quería escuchar, aún cuando nadie lo dijo.
¡Por fin terminó esto! ¿Cómo se comporta la persona una vez termina la entrevista? Notar que el individuo cambia su forma de ser o actuar, o se vuelve relajado, es un indicativo que la situación lo tuvo en el borde de sus nervios. Esta es una señal fácilmente reconocida incluso en los mejores mentirosos. La persona suelta una bocanada de aire relajando los pulmones o se escucha un "Fiuuu". Mentalmente se sienten fuera de peligro y abandonan la coraza con la que se han enfrentado a nuestras preguntas. Por otro lado, al terminar la entrevista, pueden responder con un comportamiento pasivo agresivo. Se les puede notar un ligero tembleque o un gesto facial de desagrado, o su forma de tratar con los demás se torna agresiva. En este caso, igualmente se ha sentido entre la espada y la pared, y ante la impotencia a enfrentar el conflicto, alguien más le termina pagando los platos rotos. En su cabeza, estuvo cerca de ser sorprendido.
Técnicas de interrogación Como suero de la verdad, se conoce al pentotal-sódico que usted ha visto aplicado vía intravenosa en películas, y que se dice emplean las agencias de inteligencia y otros organismos de seguridad para interrogar a prisioneros de guerra y terroristas. Apelar a este mecanismo además de ilegal es totalmente falto de ética. Sin embargo, hay cosas que podemos aprender sobre cómo funciona este suero una vez ingresa al torrente sanguíneo, donde básicamente el sujeto es llevado a un estado de relajamiento y desinhibición al punto en que aún sin estar dormido, desconecta ese filtro racional que evita que diga lo que no quiere decir, sintiéndose bajo un manto de seguridad por parte de quienes le interrogan. Discutamos a continuación varios métodos que ayudarán a producir señales verbales complementarias a los tells no-verbales, similares a las de la aplicación de un suero de la verdad, pero que sí son perfectamente éticos y legales, y solo requieren de nuestra habilidad para su aplicación. Estas técnicas, son y han sido, empleadas por autoridades durante sus interrogatorios ante criminales y he compilado lo mejor de lo mejor en dicho tema.
Preguntas abiertas Regla número uno para interrogar a una persona: Hacerlo hablar TANTO como sea posible. "Por la boca muere el pez" reza un dicho popular y mientras más hable el individuo más cómodo se sentirá con el proceso y más información divulgará. A parte de generar empatía, nuestras preguntas deben ser de tipo abierto: Preguntas que no se respondan simplemente con un Sí
o No. Preguntas que requieren un esfuerzo del sujeto por recordar y contar una historia. Cuando de interrogar se trata, una pregunta del tipo "¿Estuviste anoche en el bar?" puede responderse con un simple Sí o No, mientras que preguntar "¿Qué estuviste haciendo anoche?" ofrecerá mucha más información. Cualquier pregunta que comience por Cómo, Qué, Por qué, Cuándo o Dónde, nos será de utilidad al estimular al individuo a dar información.
Recontar la historia El pedirle al sujeto que recuente su historia es una excelente técnica para desenmascarar inconsistencias. ¿Es la historia idéntica en cada instancia? Tome nota sin poner al sujeto a la defensiva, no puedo ser más enfático en ello. Pero aquí viene lo interesante: La mayoría de personas creen que una persona es sincera cuando cuenta la misma historia, perfectamente igual una y otra vez, cuando en realidad ¡Suele ser lo contrario! Una historia inventada, es memorizada y puede ser contada perfectamente una y otra vez, mientras que un suceso orgánico y vívido puede traer múltiples momentos y diferencias que a lo mejor no eran recordados en primera instancia. Considere estas repuestas a la pregunta "¿Qué hiciste ayer que llegaste tarde?": "Ya te dije, fui al bar y me encontré con Carlos. Salimos en su auto, nos varamos, mi celular estaba descargado y por eso llegué tarde y no llamé" En comparación con: "Te dije que estuve en el bar y me encontré con Carlos. Que no lo veía hacía rato. ¿Sabías que se va a casar? Te iba a llamar pero mi celular estaba descargado y llegué tarde. ¡Ah pero antes de eso,
nos varamos! ¿Te había dicho eso? Carlos me invitó a su casa", Esta última respuesta no obedece a la memoria sino a la emociones como tal.
Misma pregunta, pero diferente... Si usted puede preguntar lo mismo de diferentes maneras, entonces usted cuenta con una poderosa arma de interrogación. Por ejemplo: "¿Cuándo fue la última vez que viste a Jorge?" y luego preguntar "Cuando viste a Jorge, ¿Qué andabas haciendo?". Ambas son variaciones de la misma tipo de pregunta, lo cual nos ofrecerá múltiples perspectivas del interrogado que le requerirán recordar más o, en caso de estar mintiendo, inventar más.
Y ahora desde el final Ante la sospecha de que el individuo está contando una historia inventada, una excelente técnica es el pedirle que cuente la historia pero desde el final. Por ejemplo, comience a preguntar por el final del día y vaya pidiendo información de los eventos según parecen ir antecediendo. Por ejemplo: – ¿A qué horas llegaste exactamente a casa? – A las 2am. –Bien, ¿Y estuviste con quién antes de regresar? – Con Pablo y Jorge, estábamos en la casa de Jorge. Comiendo algo
– ¿Y fueron juntos a comprar las cosas para comer? Cuando se cuenta la historia de esta manera, uno puede notar fácilmente si la persona se esfuerza por hacer tiempo con pausas y silencios, como indicación de que se trata de una historia fabricada. Hay que tener presente que al realizar una interrogación así de atrás para adelante, la mente del individuo se verá forzada a pensar mucho más –Intente usted mismo decir el alfabeto de atrás para adelante, para que vea de lo que le hablo–. Esto puede producir ciertos baches en la historia, pero si el individuo cae en cuenta de ello y procede a complementarlos de manera que no queden espacios en blanco, la historia es probablemente verdadera.
¿Quién crees que lo hizo? Por naturaleza humana, el sujeto que rápidamente busca inculpar a alguien o señalarlo como autor, estará involucrado de alguna manera. Cuando nos sentimos culpables y nos encontramos ante un conflicto o situación de estrés, es un instinto natural el presentar hechos falsos o reconstruir a nuestro favor la situación con el fin de desviar la investigación. La manera más rápida de hacerlo es inculpando a alguien más, pues creemos que así nos liberaremos más rápidamente del foco de atención. ¿Qué tan rápido y por qué, culpa el individuo a alguien más? ¿Cómo puede estar tan seguro de ello? Señales para tener en cuenta de que la persona puede estarse sintiendo culpable y desea escapar de dicha situación emocional cuanto antes.
Minimice la importancia del asunto
¡Haga que parezca insignificante! Maravillosa táctica: El hacer parecer el evento como algo sin importancia, puede provocar una confesión por parte de individuo. Aún cuando se trate de algo serio y severo, el apelar a esta técnica puede hacer que la persona se sienta más cómoda y tranquila al creer que su culpa no es para tanto y con ello, procederá a ver su confesión como algo insignificante con lo que podría terminar contando más y mejores detalles. Esta técnica funciona bastante bien cuando el sujeto teme confesar ante las posibles consecuencias. Solo recuerde no poner el sujeto a la defensiva, hay que mantener la ilusión de lo irrelevante de la situación tanto como sea posible.
Lo sé Esta técnica consiste en convencer al individuo de que uno sabe aquello que él no quiere confesar. Para ello, es necesario darle a entender que usted sabe más de lo que parece. Una forma de hacerlo es dando a entender que la información ya fue suministrada por alguien más. Así la persona se sentirá traicionada y pasará a defender sus principios y buscar inculpar a quién supuestamente le traicionó. Por ejemplo: "Hijo, yo sé que no fuiste al colegio hoy. No tiene sentido que lo ocultes más. Te vieron, y uno de tus amigos se lo dijo a sus padres que su la vez me lo contaron a mi" Otra forma de aplicar esta técnica es revirtiendo las cosas y acusando al individuo de algo que se sabe que no cometió. De esta manera puede calibrarse su reacción frente a la mentira: "Hijo, llamó tu profesora sobre el daño que hiciste en el colegio hoy" Sabiendo que no fue al colegio, y que en efecto no ocurrió nada.
Reconteo Falso Una vez escuche la historia del individuo, recuéntela usted incorrectamente y observe la reacción de la persona. Introduzca pequeños cambios ficticios y fíjese cómo reacciona el sospechoso ante cada variación. Por ejemplo: - "Tomé el auto y fui con Carlos donde mis amigos" - "Entonces tomaste el auto y manejaste donde los amigo de Carlos. ¿O manejó alguien más?" Cuando se trata de algo cierto, la persona se sentirá frustrada porque usted no parece comprender lo que le dice. Cuando se trata de una historia fabricada, la persona no le dará importancia con tal de salir del atolladero cuanto antes.
Un par de copas Esto no es diferente al efecto del suero de la verdad en donde el interrogado es llevado a un punto donde se sienta confiado de nuestra compañía y que el asunto le parezca irrelevante. En este campo las bebidas alcohólicas dentro de un contexto cómodo como un restaurante o la misma casa, producen un resultado similar. Es bien sabido que los borrachos y los niños dicen la verdad. No se trata de emborrachar a la persona que queremos interrogar, como sí que él mismo decida abrirse voluntariamente a contestar. El alcohol consumido de manera voluntaria y sin presiones, puede resultar en confesiones que de otro modo, esa persona no se habría atrevido a compartir.
Esto que acabo de compartirle es sin duda información sensible. Y como advierto al comienzo de este libro, no me hago responsable del uso que usted le de a esta información.
Rabia Aparte de apelar a la comodidad y desinhibición del interrogado para responder a nuestras preguntas, la rabia también puede actuar como mecanismo para que el individuo simplemente se deje llevar sin pensar en las consecuencias. Cuando experimentamos rabia e ira, es nuestro cerebro reptil quien pasa a tomar el control por encima del racional y el cerebro emocional. Es así cuando las personas "se salen de la camisa". Una persona entrada en ira, con el fin de causar daño y defenderse, es una persona irracional, que seguramente terminará diciendo cosas que no se atrevería en otras circunstancias. Al igual que con la técnica anterior, le ruego ser precavido con el uso que usted haga de esta información.
Guardar silencio. Tal cual: solo sentarse y observar al interrogado en silencio como si se esperara que dijera algo más. La mayoría de los seres humanos no estamos acostumbrados a los silencios en una conversación, lo que suele llevarnos a un punto de tensión donde sentimos que debemos decir algo. Muchas personas suelen llenar
esos espacios diciendo cualquier cosa o apelando a una risa nerviosa. Tras comentar las implicaciones de que el sujeto no nos diga la verdad, simplemente nos sentamos a observar en silencio al interrogado y elevando un poco las cejas toda vez que sienta que el sujeto está a punto de hablar. Esta técnica puede hacerse un poco más agresiva mirando a los ojos de la otra persona sin bajar la mirada. Un truco fácil para hacer esto y mantenerse calmado es no mirar a los ojos directamente, sino justo al puente sobre la nariz entre los dos ojos.
Son muchas las formas y técnicas de interrogación existentes, pero es necesario tener claridad sobre lo que se quiere lograr. Un detector humano de mentiras se prepara y está atento a la forma en que el individuo responde a sus preguntas sabiendo que puede negarse a hacerlo. Es por esto que resulta útil el buscar parecer amigable y cooperativo con el individuo, básicamente facilitarle las cosas a la persona que usted interroga. Sun Tzu, el antiquísimo estratega chino, escribió en EL ARTE DE LA GUERRA que al enemigo hay que construirle un puente de oro para que pueda cruzar el río. Esto quiere decir, que si uno quiere que alguien tome un camino en particular, uno debe mostrarlo cómo el más fácil de tomar. Mientras más cercana y fácil la salida para el individuo, menos probable será que este se resista.
Identificar la infidelidad Con facilidad se dice que los hombres somos más infieles que las mujeres. Pero estudios recientes como el realizado en España por la franquicia SexPlace entre un grupo de 500 personas, reveló que 52% de las mujeres habían cometido una infidelidad contra 48% de los hombres. Y que incluso el 80% de ellas fantaseaba sexualmente con personas de su entorno laboral. Hombres y mujeres pueden ser infieles en igual medida. Eso sí, ellas suelen ser mejores que ellos para ocultarlo, pero con un riesgo: Las mujeres suelen involucrar sus sentimientos en sus aventuras, mientras que ellos suelen buscar satisfacer un deseo sexual con alguien diferente. ¿Qué razones llevan a la infidelidad? Tanto hombres como mujeres suelen responder lo mismo: Querer sentirse "más hombre" o "más mujer"; se sienten poco valorados por la pareja, piensan que sus relaciones sexuales son escasas o monótonas, o que la comunicación y la dinámica entre ambos se ha perdido. La infidelidad es una consecuencia no el problema en sí. Por ahí dicen que las mujeres se casan creyendo que pueden cambiar a sus hombres, mientras que los hombres se casan creyendo que sus mujeres nunca cambiarán. Ambos suelen equivocarse... Y esto no se da solamente en el matrimonio, siempre que un hombre y una mujer deciden comprometerse en cualquier tipo de relación sentimental, suele darse este comportamiento. Las señales de infidelidad son diferentes dependiendo del género. Y aunque no hay crimen perfecto, antes de culpar al otro de que está siendo infiel, es mejor tomar nota y confrontar estas señales como indicios de que algo, no está marchando bien.
¿Por qué lo hizo? ¿Que lleva a que una persona en una relación seria decida ser infiel frente a su pareja? Cada género tiene diferentes motivos que los lleva a cometer la falta. Entre las razones para la infidelidad en los hombres están: – Buscar más sexo y variedad: Buscar llevar una vida sexual más activa. Probar cosas diferentes, satisfacer fantasías que no sean del gusto de su pareja.
– Ego, presión y reafirmación: Buscar sentirse "más hombres", sentirse especiales o importantes. En algunas situaciones los amigos y colegas pueden influir indirectamente llevándole a pensar que se está haciendo viejo, o que no competente sexualmente como sus allegados. Otra forma de presión, resulta de la incapacidad de decir "no".
– Para terminar una relación: En ocasiones un hombre preferirá acudir a la infidelidad como alternativa a decirle a su pareja que desea terminar la relación. Siente que si es atrapado, ella se encargará de dar el adiós.
– La emoción de lo prohibido: Para algunos hombres el mantener una múltiple personalidad, ocultar el cuerpo del delito y mantener el engaño resulta parecerle un riesgoso deporte.
En el caso de las mujeres, se pueden encontrar motivos de infidelidad como: – La soledad: Es una de las principales razones que lleva a una mujer a darse a la infidelidad. Y no es soledad en el sentido de estar
sola, sino de sentirse sola. Una mujer involucrada en una relación que no la satisface emocionalmente desarrollará esta sensación en mayor grado que quien se encuentra sin pareja.
– Venganza: Una de las razones que más vienen dándose. Las mujeres solían ser pasivas con sus parejas ante sus faltas. Esto cambió. Cuando una mujer se siente lastimada emocionalmente, podría sentirse con permiso a producir la misma falta.
– Sentimiento de subvaloración: Cuando una mujer no se siente lo suficientemente admirada o deseada por su pareja, buscará aprobación en otros con el fin de reafirmar su feminidad, auto-confianza y capacidad de seducción. Las mujeres tienen la necesidad de sentirse únicas y especiales para su pareja. Faltar a esta necesidad es producir una inseguridad que ella buscará compensar exteriormente.
Si se comparan ambos listados, podrá notarse que en los hombres el sexo y el ego suelen ser el factor determinante, mientras que en las mujeres es una necesidad de reafirmación emocional. Obviamente estas no son todas las razones pero sí las principales de acuerdo a estudios efectuados acerca del tema, que podrían dar para otro libro entero.
Señales de infidelidad en ellos Paradójicamente, una de las señales de que él puede estar llevando una aventura suele darse cuando sin ningún motivo o razón, él comienza a prestarle a ella más atención de lo normal, comprándole cosas y haciéndole obsequios mas allá de lo común y
sin razón aparente. ¿Qué tal vez es un "ataque repentino" de amor? Puede ser... Pero cuando un hombre es infiel, y se siente culpable por ello, es el remordimiento de estar haciendo algo incorrecto lo que lo lleva a compensar a su pareja de manera material, con el fin de sentirse un poco mejor y aplacar su culpa. Otra señal suele venir dada por cambios bruscos en sus preferencias musicales, libros y películas. Cambios repentinos sin ninguna explicación aparente. Claro que esto puede suceder por razones perfectamente normales, pero cuando una persona comienza a interesarse profundamente por cualquier forma de arte o entretenimiento a la que antes no le prestaba atención, y lo hace sin justificación aparente, suele ser porque alguien más le está llevando a ello. Otra señal no tanto de infidelidad como sí de un deseo de llevarla a cabo, viene de un celo extremo e irracional donde él, se mantiene en un estado de sospecha constante sobre ella. El básicamente cree que todos los amigos hombres de su pareja son una amenaza, y por todo cree que ella va a portarse mal o que se está aprovechando para hacerlo aún cuando no exista razón para ello. En este caso, él estará proyectando sus propias tendencias de comportamiento y cree que ella se comportaría de esa manera porque sabe que él mismo lo haría. Pero atención, que esto no aplica cuando ella le ha sido infiel en el pasado y él la ha descubierto. En ese caso, la relación ya viene con una fuerte herida que es difícil de sanar y por ello, podría darse este nivel de desconfianza por su parte. Cuando aparece una caída brusca en la actividad sexual, esto es definitivamente una señal de que algo no anda bien en la relación. Si bien es normal que el sexo tienda a decaer lentamente conforme pasan los años, el que él comience a manifestar que no quiere tener sexo, o encuentre disculpas con más frecuencia, es una alarma que requiere atención. En general, podemos decir que las señales de los hombres de que algo no está bien en la relación suelen ser de dos tipos. Las
primeras, suelen ser señales de hostilidad como Un lenguaje corporal cerrado, ceño fruncido, tono grosero y cualquier otra forma que indique rabia, agresividad o infelicidad. El segundo tipo tiene que ver con la distancia física: Dejando de hacer contacto visual y físico, evitando hablar, tener sexo, y generando barreras entre los dos. Cuando cualquiera de estos dos grupos de señales aparece abruptamente, algo no está funcionando bien. Esto es mucho más serio cuando se trata de señales del segundo grupo. Mientras que cuando se trata de señales del primero como notar que él tiene rabia o parece infeliz, será mucho más fácil hablar al respecto, identificar y solucionar el problema.
Señales de Infidelidad en ellas Por lo general el comportamiento de una mujer que se encuentra en una relación seria, es diferente del que mantiene durante la etapa de conquista. Y cuando una mujer está teniendo algún tipo de aventura, ella estará precisamente ¡En modo conquista! Esto es, tomándose mucho más tiempo para vestirse y arreglarse, prestando más atención de lo normal a su apariencia y esforzándose más de la cuenta en verse sexy. Buscará sentirse más provocativa e incluso realizar cambios como intentar nuevos perfumes, estilos de peinado, esmaltes de uñas y toda una serie de cambios que no han sido sugeridas a su pareja. A diferencia de los hombres, la infidelidad en las mujeres no se da de un día para otro. Las mujeres son sumamente susceptibles a ser emocionalmente infieles antes de que cualquier forma de infidelidad física se dé. Chats y conversaciones electrónicas de corte erótico o subidas de tono, suelen ser antesala común antes de siquiera tener una aventura sexual. Una forma efectiva de descubrir si algún tipo de infidelidad está teniendo efecto, consiste en echarle un vistazo al guardarropa de ella: ¿Hay prendas nuevas que no se ha dejado ver en su
compañía, ropa sexy nueva aún cuando ha decaído la frecuencia de relaciones sexuales, o nuevas joyas y accesorios que aún usted no le ha visto? Las mujeres son supremamente dadas a estrenar y mostrar estas cosas con sus parejas, cosa poco probable cuando se trata de regalos que ha recibido de algún otro hombre, o que ha preferido dejar para el disfrute de otro. Otra señal de alerta consiste en su insistencia en que él tenga más vida social y salga tranquilo, como si de alguna manera quisiera hacer que él "saliera de la casa". Del mismo modo, la última persona en enterarse de que ella está siendo infiel, siempre será él. Ellas tienen la tendencia a compartir estas aventuras con sus amigas y estas a su vez pueden servir como amplificadores de señal de que algo está pasando: ¿Nota usted un comportamiento diferente por parte de las amigas de ella hacia usted? Tal vez ellas sienten algo de culpa o lástima por lo que está sucediendo.
Señales de infidelidad en ambos En estos temas cuando el rio suena, por lo general piedras lleva. Si usted siente que algo no anda bien, muy seguramente es porque así es. Su inteligencia intuitiva está allí por algo. No tenga miedo en preguntar o confrontar esas señales, el que nada debe nada teme. Algunas otras señales que suelen dar tanto hombres como mujeres cuando algo no está bien en la relación o están teniendo alguna aventura son: Si de la nada comienza a hacer preguntas del tipo "¿Crees que es posible amar a más de una persona a la vez?". Si se queda pegado al computador en internet hasta altas horas de la noche después de que el otro se ha ido a dormir.
Si sus mensajes de chat en su móvil son borrados con frecuencia –no hay ninguno, y se sabe con certeza que maneja esa herramienta para el trabajo y otras cosas– Con respecto a su dispositivo móvil ¿Lo pone en silencio la mayoría de las veces que se encuentra en compañía de su pareja? ¿Por qué? Aparecen rayones y morados en su cuerpo en partes como la espalda, cuello, pecho sin explicación aparente. Insiste en que no le llame al trabajo o cada vez es más difícil localizarle.
¿Se puede hacer algo? Según los estereotipos culturales, los hombres solemos ser criaturas menos complicadas que las mujeres. Ambos géneros somos complicados a nuestro modo. Mientras los hombres preferimos ser parcos con nuestras emociones, ellas necesitan sacarlas a luz. Esto no es ni bueno, ni malo. ¡Simplemente es! Es posible perdonar pero no olvidar. Tras las explicaciones dadas por quién nos ha traicionado, es necesario intentar comprender lo sucedido. Si uno decide terminar la relación, pues que así sea de una vez por todas. Si uno decide continuarla, hay que llegar al punto en dejar de castigar al otro por lo que pasó. No es nada sano vivir en una relación soportada por la culpa y rabia. Hay que parar de preguntar los detalles de lo sucedido para no seguir envenenando la relación. El dolor de descubrir una infidelidad es muy grande, pero la persona afectada no puede echarse la totalidad de la culpa sobre sí misma, flagelándose con preguntas del tipo "¿Por qué a mí?" o "¿En qué fallé?". Todo conversando se puede arreglar, y ante una señal de que algo no anda bien, es mejor prevenir que lamentar. En esto no hay
una fórmula segura: No se puede saltar a conclusiones diciendo que porque él se compró súbitamente un libro sobre historia de arte medieval y prefiere leerlo esa noche a tener sexo con ella, él esté siendo infiel o quiera serlo. Igualmente el que ella quiera vestirse de manera sexy de un día a otro para ir al trabajo, no implica que desee ser infiel. ¿Cuál es el contexto? ¿Con que frecuencia viene esto pasando y desde hace cuanto? ¿Cuáles son las emociones que él o ella está sintiendo o dejando de sentir y necesita experimentar? Esas son preguntas que hay que plantearse cuando reconozcamos en nuestra pareja alguna señal que nos haga pensar que algo no anda bien. Hay relaciones que pueden arreglarse y otras, que por más esfuerzo que las partes hagan, han llegado a un punto donde hay que tener coraje y decidirse a dar el adiós. Suena duro, pero el ser humano cuenta con una capacidad de adaptación impresionante, y aunque todo cambio pueda ser difícil, todo al final suele resultar de la mejor manera que podría haber sido. Nadie es dueño de nadie, y todos merecemos ser felices. Ningún tiempo se desperdicia en ninguna relación, si las cosas al final no funcionaron, es bueno recordar lo bueno y saber que se tuvo el valor para darse cuenta que las cosas era mejor dejarlas así por malos o buenos momentos que hayan tenido juntos. No hay relación perfecta. Mirar al otro como una posesión u obligación es el peor error que podemos cometer. El comprender y atender las necesidades del otro, y entender sus defectos es la clave para una relación sana.
Parte 5: ¿Qué significa?
El lenguaje del cuerpo A continuación le presento lo que significan algunos de los gestos corporales más útiles en lo que a la interpretación de emociones y lenguaje corporal concierne.
Boca y Labios Varios estudios han demostrado que los humanos podemos identificar emociones en los demás, no solo a través de sus ojos, sino a través de la observación de sus labios y boca. La boca, juega un papel fundamental en la expresión emocional dada su habilidad de crear formas y contar con el respaldo de los dientes y los labios.
Labios separados Lo primero a observar en la boca son los labios. Unos labios ligeramente separados pueden ser considerados como una señal de coqueteo y mucho más si es alguien del sexo opuesto quien los deja separar levemente mientras nos mira de frente. Los labios que están ligeramente abiertos indican que la persona desea hablar.
Figura 12 : Los labios entreabiertos relajan el resto del rostro y son considerados un estereotipo en el mundo del modelaje.
Labios cerrados hacia adentro Cuando los labios se cierran hacia adentro de la boca de manera que su parte roja no se pueda apreciar indica que la persona siente algo de incertidumbre, probablemente al enfrentarse a algo nuevo o desconocido que puede causarle algo de tensión. Esta misma señal suele ser considerada en ciertos contextos como que la persona no quiere decir algo. "Se está mordiendo la lengua"
La lengua Lamerse los labios puede indicar deseo, y en otras situaciones estrés, ya que una situación de tipo tenso suele reducir el flujo de saliva a la boca y secarla. Por lo general es posible percibir qué es lo que está haciendo la lengua dentro de la boca sin que la persona que lo hace, lo note. Por ejemplo, la lengua presionada contra la mejilla desde adentro indica que la persona está pensando la situación en detalle.
Figura 13: Labios cerrados hacia adentro "No quiero decir esto, ¡no quiero decir esto!"
Sonreír No existe gesto más universal que la sonrisa, y esta indica placer. Una sonrisa sincera involucra a toda la cara. Mientras que una sonrisa solo empleando los labios puede considerarse falsa. Una sonrisa larga y tensa suele ser señal de personas ansiosas que buscan comunicar un mensaje de "No me lastimes, ¡soy bueno!" Por lo general una sonrisa con la boca cerrada es indicativo de personas que son supremamente conscientes de sí mismas o temen dejar entrever sus dientes por algún tipo de disparidad. Mientras que una sonrisa a medias hacia un lado de la cara, indica cinismo y sarcasmo: "Lo siento, pero no me lo creo".
Los brazos Cruzarse de brazos Es una posición cómoda por naturaleza y que no es concluyente por sí sola. Puede denotar observación, algo de ansiedad o incluso frío. Alguien que va a escuchar lo que tiene para decirle y teme al respecto, puede asumir esta posición. Muchas personas creen que una persona que les habla de brazos cruzados se guarda algo. ¿Cuál es el contexto? ¿Se aprieta los labios mientras lo hace? ¿Señala con los pies hacia un lado? ¿Es corto en sus respuestas? Si es así, tal vez en efecto la persona tiene algo de información que no desea soltar o simplemente no se siente cómodo allí. Cruzarse de brazos con los puños cerrados es señal de hostilidad y agresión. Cruzar los brazos con los pulgares por fuera también es signo de actitud dominante. Cuando solo uno de los brazos se cruza mientras el otro cuelga, la persona trata de recrear la seguridad que sentía de niño cuando sus padres solían llevarlo de la mano. Es un gesto bien observable cuando se habla en público frente a una audiencia.
Figura 14: Buscando algo de auto-confort
Cruzarse de brazos por detrás de la espalda denota un alto grado de seguridad y posición dominante, pero si estamos es sujetándonos de las muñecas por la espalda, comunicaremos intranquilidad e inseguridad. En ocasiones el cruce de brazos suele ocultarse tras otro gesto más sutil: El sostener un vaso o copa con ambas manos o el sostener un libro, pueden en su contexto tener el mismo significado del cruce de brazos descrito.
Figura 15: Brazos atrás denotan total confianza ante un ataque frontal. Sinónimo de liderazgo
Levantar los brazos Con las palmas hacia el interlocutor es señal defensiva. Busca decir algo como "No me acuses, no tengo nada que ocultar. Las cosas no son así" El individuo necesita interrumpir el rumbo que está llevando la conversación con el fin de hacer una aclaración. Esta señal debe complementarse con el tell de los ojos, si estos se abren con fuerza y la persona deja entreabrir sus labios, es una confirmación del significado descrito. Por el contrario con los ojos sin
abrir del todo y la boca cerrada o relajada, es una señal de "Cálmate" que puede interpretarse como pasivo-agresiva. Cuando es uno solo de los brazos el que se levanta con la palma hacia el interlocutor, la señal puede tomarse como belicosa. El individuo está a punto de defenderse de ser el caso y exige respeto.
Figura 16: "Un momento, no me acuses" vs. "Cálmate, todo está bien"
Si las palmas están hacia la persona misma que está hablando. Está se encuentra en una posición de explicación, y espera ser comprendida. Es señal de honestidad y de compartir su conocimiento. Hablar hacia un grupo con las manos extendidas es un gesto incluyente, se espera que el mensaje llegue claro a cada uno de los asistentes.
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Figura 17: Una presentación incluyente. Dirigida a todas las partes
El pelo Pelo corto o largo En el hombre, un pelo muy corto al punto de dejar ver el cuero cabelludo, comunica agresividad. Mientras que el pelo largo comunica rebeldía. Las mujeres en cambio tienen mucha más libertad en cuanto al estilo de pelo que quieren llevar. Es un hecho que las mujeres no solo se visten para otras mujeres, sino que además el estilo de corte que adoptan tiene la misma razón: Esto es, la competencia con otras mujeres prima por encima de buscar la atracción por parte de los hombres. Un pelo largo es señal de feminidad. Cuando una mujer lleva el cabello de manera que le oculta la frente y parte de los ojos, puede comunicar introspección, una barrera tras la cual la mujer se quiere ocultar.
Jugar y tocarse el pelo Cuando una mujer mueve el pelo hacia un lado –tirando la cabeza hacia atrás– puede ser interpretado como un llamado de atención: "Mira mi rostro, préstame atención". Por otro lado es bien difundido aquello de que cuando una mujer se toca el pelo mientras conversa con un hombre, quiere decirle que le atrae. La verdad el tocarse el pelo es un gesto de que ella quiere asegurarse de que está bien, así que como hombre, no vaya creyendo que conquistó a cuanta mujer ve tocándose el pelo mientras está con usted, es mejor complementar con otras señales.
Figura 18: Un sutil ajuste de pelo para asegurarse de estar bien
La cabeza Levantar la cabeza Cuando la cabeza ha estado agachada, el levantarla demuestra interés en aquello hacia donde se mueve. Una excelente confirmación viene dada por unas cejas levantadas. Caminar con la cabeza levantada y la mirada ligeramente el frente y hacia abajo, suele comunicar altivez –aunque es una poderosa señal de auto-confianza. Inclinar la cabeza hacia un lado también comunica interés,. Este gesto es considerado por algunos expertos como signo de sumisión: Se expone la vena carótida, lo cual es un signo de vulnerabilidad.
Agachar la cabeza El agachar la cabeza cubre el cuello y la barbilla indica una posición defensiva o de sumisión. Cuando viene acompañada de una mirada también hacia abajo, quiere decir "no me atrevo siquiera a mirarte". El agachar la cabeza mientras se mantiene contacto visual es una señal de coqueteo típica de las mujeres que comunica "Eres atractivo y no puedo quitarte los ojos de encima" pero en otros contextos puede ser señal de reto y respeto por el enemigo: "Eres fuerte y no confío en ti".
Tocarse la cabeza y la cara Tocarse la cara suele ser un signo de ansiedad. El cubrirse los ojos, los oídos o la boca implica que no queremos ver, oír o decir algo en particular. Tocarse la barbilla o un lado de la nariz, suele ser señal de pensar y tomar decisiones, así como juzgar la situación. Tocarse la frente es una forma de auto-castigo y de decir "me siento tonto", pero en otro contexto puede significar que las personas con que está tratando el individuo son las que él está percibiendo como tontas....
Cabeza estática Una cabeza que se mueve poco es señal de seriedad y posición de autoridad. Vladimir Putin, el presidente de Rusia es un clarísimo ejemplo de la severidad que puede obtenerse con esta forma de lenguaje corporal. Mantener la cabeza estable permite mantener una mirada dominante y comunicar mayor estatus. Una persona que mantiene tanto la cabeza quieta como la mirada en un punto fijo, muy probablemente estará perdida en sus propios pensamientos o soñando despierto.
Figura 20 : Vladimir Putin y un lenguaje corporal que cualquier jugador de póquer envidiaría.
Las manos ¡Hablamos con las manos! Unas palmas hacia arriba y abiertas son indicativo de honestidad "mira, no tengo nada que ocultar". Las palmas hacia abajo son señal de dominancia, la cual es mucho más agresiva si el puño está cerrado y se levanta un dedo.
Apretón de manos Cuando las manos de las dos personas que se saludan con un apretón están de manera vertical, esto significa igualdad. Si al dar el apretón, giramos la mano levemente encima de la de la otra persona, estamos comunicando dominación. Y si la otra persona la gira dejando nuestra mano por debajo de la suya, estamos dejando ver sumisión o recato. Un apretón de manos indica seguridad. No hay un gesto más frustrante para una mujer que un hombre que al saludarla con un apretón de manos no se sienta seguro ni firme por temer lastimarla. –No lo digo yo, lo dicen ellas–
Dar la mano y agarrar el brazo Solo debe hacerse en casos de relaciones muy personales o gran amistad. Hacerlo implica invadir la zona íntima de una persona. Al hacerse con personas cercanas comunican sinceridad y honestidad, Pero tiene todo el efecto contrario en personas desconocidas o recién presentadas.
Manos entrelazadas ¿A qué nivel se encuentran entrelazadas las manos? Al parecer existe una relación entre las manos entrelazadas y la altura a las que la persona las tenga. A mayor altura, mayor negatividad. ¿Están a nivel del rostro –con los codos apoyados sobre la mesa–, o sobre la mesa, o la persona se encuentra de pie, y las manos están cruzadas por debajo de la cintura? Este gesto no debe confundirse con el de frotarse las manos que suele tener un significado positivo: Se espera algo bueno, una expectativa positiva. Juntar las yemas de los dedos de las manos implica confianza en sí mismo. La persona que habla, se siente bajo control de la situación. Unas manos entrecruzadas hacia arriba se emplean cuando se opina sobre algo, y hacia abajo cuando se está prestando atención.
Figura 21: Juntar las yemas de los dedos
Manos sosteniendo peso invisible
Es una señal típica de quien quiere darle validez a su discurso. Cuando se emplea una sola mano como sosteniendo una roca mediana –invisible–, se quiere hacer una propuesta. Cuando se emplean ambas manos sostenido cada una un peso, puede indicarse evaluación entre dos puntos de vista, al punto que como observador uno puede darse cuenta cual de las dos propuesta acarrear más peso para el individuo, que es lo equivalente a cual le llama más la atención.
Figura 22: "lo que quiero decir es..."
Manos en los bolsillos El meterse las manos en los bolsillos dejando los pulgares por fuera es un signo de poderío, dominación y seguridad. Es además una señal que suele ser rápidamente percibida por mujeres cuando evalúan de manera inconsciente al sexo opuesto. Si son los pulgares los únicos que se meten en los bolsillos con el resto de la mano por fuera, suele comunicarse lo contrario: desconcierto e inseguridad.
Figura 23 : Pulgares fuera y dentro de los bolsillos. ¿Cuál parece más confiado?
Pecho y hombros Sacar el pecho De todas las señas corporales que transmitan más confianza y puedan alterar la actitud de una persona, el sacar el pecho me resulta ser la más poderosa. Inclinar los hombros ligeramente hacia atrás con el mentón ligeramente levantado y los párpados algo relajados, esgrimiendo una leve sonrisa y la espalda erguida es una poderosa señal de confianza en sí mismo que llama la atención. Además, el sacar el pecho tiene una fuerte incidencia sexual sobre los hombres por parte de ellas. Las mujeres saben que los hombres estamos programados para ser excitados al ver sus pechos. Cuando una mujer saca su pecho, puede estar coqueteando buscando comunicar que es fértil.
Figura 24: ¿Esta mujer está experimentando una emoción, o está sufriendo un infarto? Los hombres al sacar el pecho comunican fuerza y liderazgo. A diferencia de las mujeres, los hombres sacarán el pecho tanto a hombres como a mujeres. Cuando lo hacen frente a una mujer eso
comunica "Mírame, soy fuerte y puedo cuidar a nuestros hijos", mientras que cuando lo hacen frente a otro hombre quieren comunicar "Soy fuerte, así que mejor no te metas conmigo".
Hombros Cuando uno piensa en señales corporales, los hombros no suelen ser muy tomados en cuenta, sin embargo, estos son la herramienta corporal perfecta para cualquier tipo de señal que queramos transmitir. Me gusta pensar en ellos como el marco del cuerpo, un ligero ajuste a la posición de los hombros y transmitir un mensaje confiado a los demás o totalmente desinteresado. Del mismo modo en que las aves expanden sus alas para mostrarse grandes ante las hembras y al momento de atacar, los humanos usamos los hombros para transmitir fuerza al dejar salir el pecho como se explicaba anteriormente. Los hombros son una poderosa herramienta de seducción en las mujeres. Cuando un hombre toca los hombros de una mujer, una sensación excitante le recorrerá el cuerpo. Acariciar los hombros con la punta de los dedos transmite seguridad –y es bastante sexy...–.
Los pies Pies inquietos Unos pies saltarines o que se mueven rápidamente son señal de impaciencia. También puede indicar que se trata de una persona bastante inquieta o deficiente de atención. Esto puede constatarse con el lenguaje verbal de la persona, viendo que tan rápido es su tren de pensamiento pasando de una idea a otra, o siguiendo el hilo de la conversación.
Figura 25 : Moviendo un pie hacia arriba y abajo
Dejar colgar el zapato Es una señal femenina muchas veces por costumbre. En cierto contexto puede implicar nerviosismo o impaciencia. Puede considerarse la versión femenina de los pies inquietos.
Figura 26: ¿Inquietud o costumbre?
Dar pasos cortos o arrastrados Suele ser señal de depresión o de estar pensando mucho las cosas. Una persona que además mira hacia abajo y camina despacio o arrastrando sus pasos se encuentra seguramente enfrentado a un problema y trata de resolver un conflicto mentalmente.
Apuntando en cierta dirección Por lo general los pies indicaran hacia donde quiere dirigirse la persona, donde quiere centrar su atención. Estando de pie, la punta del pie más alejado del cuerpo, señalando hacia la puerta, quiere decir que la persona quiere salir de allí. Señalando hacia una persona, quiere decir que dicho individuo se roba su atención.
Figura 27: ¿Hacia dónde señalan sus pies?
Las piernas Cruzar las piernas El cruzarse las piernas o los tobillos suele implicar que la persona se encuentra a la defensiva y se busca inconscientemente defender el área genital. Sin embargo, el solo cruzar las piernas sugiere un menor estado a la defensiva que el de cruzar los brazos
Cruzar las piernas estando de pie Este tell es fácil de reconocer en reuniones donde las personas no se conozcan bien o en interacciones entre personas de rangos jerárquicos diferentes como un empleado que se encuentra con el gerente general de la compañía. Es un indicador de timidez.
Figura 28: Piernas cruzadas de pie con otros tells de incomodidad.
Cruzar las rodillas Tenga en cuenta que es normal sentarse así para escuchar o hablar o mientras se observa algo, así que es un gesto común y no hay que confundirla con una señal de bloqueo o disgusto.
Figura 29: Rodillas cruzadas al sentarse. En este caso en posición de escucha antes que de defensa
Espinilla sobre la rodilla Esta es una postura típica masculina aunque algunas mujeres la emplean. Suele ser una postura más agresiva que defensiva. Una persona que está sentada escuchando a otra puede asumir esta postura si comienza a sentirse agredido o quisiera debatir lo que le están diciendo. Es un gesto popular en la cultura americana. Otras culturas lo encuentran insultante. Por otro lado, una persona que además de apoyar la espinilla sobre la rodilla la sostiene con sus manos, es alguien dispuesto a
defender a capa y espada su posición y no estará dispuesto a cambiarla fácilmente.
Figura 30: ¿Qué más tienes para decirme antes de yo intervenir?
Cruzar los tobillos Hombres y mujeres tienden a cruzar los tobillos cuando se sienten nerviosos y buscan suprimir dicha sensación
Figura 31: Pies cruzados bajo la mesa
Aferrar la pierna
Aferrar la pierna a una de las patas de la silla o a la otra pierna estando sentado o de pie –lo cual es más común en mujeres que hombres–, comunica resistencia. En una reunión de ventas o entrevista de trabajo, la persona que realiza este gesto trata de aferrarse para no dejarse llevar.
Figura 32: Pie aferrado a la silla. "Me tengo fuerte"
Palmada en los muslos Una persona que esté de pie puede darse varias palmadas a sí mismo en los muslos como señal de impaciencia. Es además un gesto que comunica "¡Listo, eso es todo!"
Tocarse los muslos Es un gesto de auto-confort. Una persona antes de comenzar a dar una explicación o de ser el centro de atención puede acariciarse levemente los muslos como señal de preparación, de decir "Aquí vamos, todo saldrá bien". Por otro lado, el descansar las manos
sobre los muslos al conversar sentado, puede ser tomado como una señal de apertura, el individuo está abierto a lo que tenemos para decirle.
Figura 33: "Y llegó mi turno. Deséenme suerte"
Reacomodar el cuerpo Inclinar el cuerpo hacia adelante es un gesto de aceptación y obediencia. Normal entre personas de rangos jerárquicos menores frente a sus superiores. Es una forma de decir "comprendo / así será". El mismo gesto al estar sentado en una mesa indica deseo de comunicación y comprensión. En este caso el entrecruzamiento de manos, más que indicar que algo se guarda, es simplemente una ayuda a estar más cómodo en dicha posición, aunque puede indicar que lo que va a hablarse es algo de confianza. En cambio el inclinarse hacia atrás puede indicar sorpresa o shock. Una persona tomará distancia de otra inclinándose levemente hacia atrás al escuchar algo que le sorprenda o incomode. Acompañar este tell de un leve cierre de los ojos o cierre de la boca es una señal de disgusto. Cuando una persona reacomoda su cuerpo hacia atrás al estar sentado, puede indicar que la persona desea retirarse de la situación. Es un tell útil durante un interrogatorio ¿Cómo se reacomoda la persona dependiendo de la pregunta que escucha? El estar desparramado sobre la silla indica pereza y desinterés. Una persona que oculte estar aburrida en cierta situación, terminará revelándolo inconscientemente al irse soltando de manera desparpajada sobre la silla. Por el contrario, una espalda recta con el cuerpo en una posición erguida al estar sentado, denota seriedad y atención y es además un símbolo de estatus. Expandirse y ocupar espacio con el cuerpo –al estar sentado por ejemplo– es señal de relajación y confianza. Es un rasgo positivamente apreciado por las mujeres con respecto a los hombres que denota apertura.
Figura 34: "Sí. Fui yo solo quién lo hizo y por eso, soy bueno"
Elevar el cuerpo apoyándose momentáneamente en la punta de los pies con la rápida caída del talón, quiere decir "Me siento orgulloso". La persona quiere demostrar sus credenciales y dar a entender de lo que es capaz. Este sutil gesto busca recompensa y reconocimiento por parte de su interlocutor. Girar el cuerpo en contra del interlocutor es una fuerte señal de rechazo. Esa persona no quiere nada con quien le está hablando. Hacer lo contrario y girarse hacia el interlocutor denota atención e interés. El gesto puede potenciarse además soltando los brazos o llevándose las manos a los bolsillos de atrás y dejando fuera los pulgares. Esta es una señal de apertura y confianza perfecta.
Anexos
Lenguaje no-verbal Online Una comunicación efectiva, no solo consiste en el intercambio de mensajes por medio de palabras escritas o habladas, sino que además lleva consigo un componente emocional que puede darle un significado totalmente diferente a lo que en palabras se expresa. Pero nuestras formas de comunicación han evolucionado y hoy han aparecido nuevos elementos que pueden considerarse carentes de canales para expresar dichas emociones. Y es con el fin de suplir dicha carencia y complementar estos mensajes, generalmente realizados a través de textos, que nos hemos hecho a una serie de herramientas que nos ayuden un poco a transmitir estas emociones y hasta emular tonalidad en los nuevos medios de comunicación como redes sociales, chats y correos electrónicos. Estos, son algunos de los mecanismos que como usuarios de medios electrónicos empleamos para complementar nuestra comunicación online: – El uso de fuentes: EN LETRAS MAYÚSCULAS para indicar tono fuerte. Los estilos de negrita, subrayado y texto itálico para comunicar énfasis, e incluso el color del texto para comunicar emoción. – Los emoticones: Suelen ser considerados como la solución más práctica para transmitir la emoción que busca comunicarse. Es así como un comentario que en la vida real pueda decirse con una sonrisa y una mirada pícara comunica que lo que decimos no debe tomarse en serio o que estamos siendo sarcásticos sin buscar lastimar a nadie. En el mundo online apelamos a estos gráficos para tratar de expresar el mismo subtexto. – Las siglas y contracciones: Similar al uso de los emoticones, el uso de siglas busca expresar emociones que describir en palabras o con un emoticón puede resultar complejo, y
que dado el interés de comunicarlas lo antes posible, facilitan las cosas. Es el caso del LOL o "Laughing out loud" que quiere decir "Riéndome a carcajadas". En una interacción cara a cara, un chiste puede producir esta reacción inmediata. En una conversación online, dada la premura a comunicar a través del teclado dicha reacción pues se apela a las 3 letras. – La repetición: Es normal con la idea de reforzar una emoción en las comunicaciones online el apelar al uso repetido de emoticones, signos de interrogación, letras y siglas. Una persona que quiera mostrar asombro podría usar múltiples signos de admiración como complemento a su mensaje: "Me propuso matrimonio!!!!!!!" o repetir una letra: "Queeeeeeeee?" – Los memes: un meme es un gráfico o imagen que suele venir acompañada de un corto texto que busca causar impacto. Dicho impacto es de carácter emocional, produciendo risa, duda, indignación, sorpresa, etc. Los memes han sido validados como elementos comunicacionales online, que por inducir a diferentes tipos de emociones, han comenzado a aparecer como complementos en los chats. Aún cuando el gráfico y el texto propio del meme no tenga nada que ver con la conversación que se está teniendo a cabo, es la emoción que el meme produce, lo que debe tomarse como elemento complementario al mensaje leído. – Los hashtags: Estas son palabras a las que se les antepone el símbolo de numeral (#) y que permiten dar contexto y saber en qué tipo de conversación debe percibirse lo que se está diciendo. En plataformas de comunicación corta como Twitter, estas palabras clave permiten seguir el hilo de la conversación y a veces se emplean para sub-comunicar. Ejemplo : "Otra vez está retrasado mi vuelo #Fail" Como puede observarse, todos estos mecanismos son explícitos. El emisor tiene que usarlos directamente en sus textos para que la otra persona pueda tener un acercamiento a lo que realmente le quieren comunicar. Pero ¿Existen señales implícitas
que permitan obtener más información a parte de lo que estamos leyendo? Joseph Walter, profesor de la Universidad de Michigan, planteó en 1992 la teoría de procesamiento social de información explicando cómo las personas se dan a conocer entre sí en entornos online sin gestos no-verbales, y carentes de contextos sociales apreciables. Su teoría dice entre otras cosas, que el entorno online o el estar tras una pantalla ofrece al usuario un sentido de intimidad que le permite sentirse en libertad de usar una forma de lenguaje que de otra forma no utilizaría. Así mismo, dada la naturaleza asíncrona de la comunicación –donde uno puede mandar un mensaje y recibir una respuesta un día después– el concepto de la cronemia – interpretación del comportamiento humano con relación al tiempo– termina jugando un papel fundamental. Es así como aparecen elementos implícitos que suelen ser usados por las partes a lado y lado de la pantalla, para obtener esta retroalimentación emocional y contextual: – Cronemia: ¿Cuánto tiempo demora en responder? ¿Por qué lo está haciendo? ¿Está respondiendo inmediatamente o no? El distanciamiento temporal da pie a muchas interpretaciones, que a veces la gente se toma muy en serio. – Avatar: ¿Qué imagen de perfil emplea la persona y por qué? ¿Qué tal es la imagen y qué quiere comunicar? En las mismas imágenes podrá seguramente verse qué es aquello que la persona más aprecia. ¿Con qué frecuencia lo cambia? – Perfil online: ¿Qué frases tiene? ¿Qué tuits ha hecho públicos? ¿Qué fotografías ha publicado en Facebook e Instagram? – Privacidad: ¿Cuánta información tiene a disposición del público y por qué? – Mensajes crípticos o indescifrables: Un factor mueve toda publicación en una red social, y es querer recibir atención. Los mensajes indescifrables son precisamente un llamado por obtener
dicha atención. La gente preguntará sobre qué sucede y el individuo no contestará o simplemente se hará el que no pasa nada. Este tipo de comportamientos obedece por lo general a un ego frágil. – Me Gusta / Favorito / Retuits / Compartir: En el afán de las redes sociales por aumentar la interacción online, apareció el concepto del "Me gusta" que es básicamente una evolución sencilla de la calificación de un comentario o contenido. Es una forma rápida de decir que estamos de acuerdo con algo que vemos en línea. Darle "Like", "Me gusta" o "marcar como favorito" comienza a ser percibido como señal de empatía a manera no-verbal en el mundo virtual. El compartir el contenido o republicarlo, le da un peso mayor a esta percepción de empatía –O de no empatía, cuando alguien comparte un contenido a manera de crítica contra quien lo publicó originalmente–. Estos "Me gusta" permiten echar un vistazo bastante acertado a la forma de ser del individuo al otro lado de la pantalla o por lo menos de lo que quiere proyectar. Se han convertido en una forma de decirle al mundo "Este soy yo, y comparto esta forma de pensar".
Hoy día muchas compañías han decidido complementar sus entrevistas de trabajo con investigaciones online que les permita hacerse a una idea mejor del individuo que consideran contratar. Y dentro de poco, veremos este tipo de información como complemento al sexo opuesto para evaluar a cualquier individuo –Si no me cree, busque la aplicación LULU para dispositivos móviles-. Así que, ¿Qué quiere usted comunicar con su perfil online? ¿Cuánto demora usted en responder a sus mensajes? ¿Qué firma tiene en ellos? Los medios electrónicos hoy se han convertido en brochures que cualquiera puede consultar acerca de nosotros. Nuestros perfiles online se han convertido en factor clave de comunicación no-verbal por estos entornos. Lo otro es cómo nos expresamos en ellos con el fin de garantizar no darnos a malentendidos. Si bien, el uso de emoticones e imágenes puede ser útil, hacerlo en contextos como el laboral puede ser
contraproducente. Así mismo, el uso de memes y de múltiples signos de puntuación puede dar pie a que se nos vea como infantiles o faltos de seriedad. Estas son algunas claves para chatear y enviar correos electrónicos que nos ayudarán a complementar la falta de pistas noverbales en nuestros mensajes y no dar pie a equívocos: 1. Pregunte por reacciones y sentimientos Preguntas del tipo "¿Cómo te sientes al respecto?" o "¿Por favor hazme saber qué crees de mi idea?" buscan que nuestra contraparte se esfuerce por expresar en palabras lo que está sintiendo
2. No pretenda comprender cuando no lo ha hecho. De la misma manera que en las interacciones cara a cara usted siente que algo no está bien, cuando lo perciba en medios electrónicos, pregunte. Si usted no sabe si lo que se dijo es bromeando o no, ¡pregunte y no asuma!
3. Escriba lo que desea que ocurra. Exprese el curso de acción a tomar. Despídase cuando la conversación ha terminado. Explique que llamará luego. Si quedó en algo, asegúrese de pedirlo: "Por favor haz lo siguiente..."
4. Use el ¿Qué? Pregunte siempre ¿Qué quiere decir con esto? ¿Qué pasó? ¿Qué sigue?, ¿Qué? Es la palabra clave para obtener claridad y no asumir. El asumir suele ser fatal en medios electrónicos.
5. Siempre relea antes de pulsar el botón de enviar. Verifique sus palabras. A veces el impulso y la emoción hacen que terminamos escribiendo cosas que tras una segunda leída nos dejan ver que íbamos a comunicar algo totalmente diferente. El sarcasmo siempre dará pie a malas interpretaciones en línea. Lo mismo con las bromas y referencias a otras personas.
6. Practique la regla de las 24 horas para evitar sobre reaccionar. Si algún mensaje no le gusta, dese tiempo. Dada la naturaleza asíncrona de la comunicación online, usted puede pensar mejor las cosas y responder de la manera más adecuada. Si es del caso, considere más bien una conversación telefónica o cara a cara
7. No responda de noche. Somos personas totalmente diferentes en la noche a como somos en el día. Siempre que usted tenga un mensaje que quiera mandar de noche como un correo o algo más extenso que un mensaje de texto, guárdelo y revíselo al otro día. El hecho de
descansar y verlo con ojos frescos le mostrará que algunas cosas pueden evitarse.
8. Extensión de lo que escribe Las comunicaciones online buscan ser rápidas y eficientes. Cada vez es más común que se reduzca el número de caracteres en correos y chats. El uso de siglas es un claro ejemplo así como los tuits. En correos es común malinterpretar la falta de texto con desinterés. Procure que sus correos lleven al menos 3 líneas de texto, además de su firma y despedida. Esto no aplica para chats y tuits, donde quien se descarga en palabras suele ser percibido como intenso y puede terminar siendo bloqueado.
9. Sentido de intimidad. Los medios electrónicos pueden resultar siendo una excelente plataforma para dialogar con alguien que sea difícil. Debe tenerse presente la naturaleza asíncrona de la comunicación –Tal vez el otro está ocupado y por ello no responde rápidamente– En este mismo sentido como se veía en el capítulo de detección de mentiras, puede ser una herramienta a considerar para detectar engaños. El individuo se siente seguro tras su pantalla y por eso puede dejarse llevar y decir más de la cuenta. Tenga usted presente que toda comunicación electrónica queda registrada en algún lugar. Si existen tres cosas que no vuelven como la flecha lanzada, la palabra dada y la oportunidad perdida, los medios electrónicos terminan siendo garantía de que se dijo lo que se dijo.
10. Usted no tiene que republicar ni darle "Me gusta" a todo. Las personas quieren que lo que publiquen sea percibido de manera positiva por los demás. Pero esto puede producir un efecto negativo cuando alguien suele darle "Me gusta" a todo lo que hacemos. Puede que ellos no sean conscientes al respecto. Séalo usted mismo. Sea selectivo con lo que señala como de su agrado. Recuerde que esto es dar información que otros están percibiendo en usted.
11. Abundan los trols La hostilidad que se proyecta online es mucho mayor que la que las personas demostrarían comúnmente. Como trol se identifican los individuos que viven publicando mensajes provocadores e irrelevantes, casi siempre buscando hacer enfadar a quien le están respondiendo. A los trols los mueve la emoción y el deseo de atención. Su combustible son las respuestas de sus interlocutores. Es por eso que la mejor forma de tratar con ellos es ignorarlos o bloquearlos. Una discusión con un trol, así uno lleve las de ganar, siempre producirá una percepción negativa en todas aquellas personas que observan la discusión desde afuera. Los trols siempre quieren tener la última palabra. Permítale al trol tenerla, dejándolo solo.
12. Última palabra en el e-mail Un fenómeno común en lo que a comunicaciones por correo electrónico tiene que ver, parecer ser la falta de claridad al momento en que la conversación terminó. Es el caso de mensajes que no requieren respuesta o aquellos que con el solo asunto del mensaje
pueden comunicar lo requerido. Es fundamental agradecer y dar a entender que ya todo está dicho. En este sentido el terminar un correo con la línea "no es necesario responder" puede ser de ayuda.
Este campo aún se encuentra en estudio. Los medios electrónicos son la nueva frontera de la comunicación y para bien o mal, el ser humano se ha venido haciendo a ellos con una velocidad desenfrenada. Dada la naturaleza impersonal de estos medios, es fácil caer en errores de comunicación dando pie a malinterpretaciones. Sin embargo, al igual que con el lenguaje corporal, el secreto radica en prestar atención a nosotros mismos y lo que queremos decir. Y cuando se trata de los demás, dada la carencia de contexto y tells no-verbales, siempre será bueno pedir explicación de qué es lo que se está queriendo decir exactamente.
Inclinaciones políticas y sexuales ¿Es posible detectar las inclinaciones políticas y sexuales de un individuo con solo observarlo y sin hablar del tema? Algunos estudios sugieren que así es. Y que esto es posible con un alto grado de efectividad. Según el libro LIBERALS, CONSERVATIVES, AND THE BIOLOGY OF POLITICAL DIFFERENCES publicado por John R. Hibbing y John R. Alford, biológicamente venimos predispuestos a ciertas preferencias incluyendo la política. Dicha predisposición parece hacerse evidente para los demás por la manera en que manejamos nuestra mirada al interactuar con ellos como lo publica un estudio de la Universidad de Nebraska-Lincoln denominado THE POLITICS OF ATTENTION: GAZE-CUING EFFECTS ARE MODERATED BY POLITICAL TEMPERAMENT según el cual cuando una persona suele copiar la mirada de su interlocutor este suele ser de corte izquierdista, mientras que una persona de corte derechista no tenderá a imitar dichas acciones con sus ojos. En otras palabras, una persona de corte liberal tenderá a seguir nuestra mirada y aquello en lo que la enfoquemos –Si hablamos con ellos, nos miran a los ojos y si miramos hacia algún lado ellos también lo harán, aún cuando lo que miremos no sea relevante para la conversación– Pero un individuo de corte conservador puede mantenerse mirándonos como un robot sin cambiar su foco de atención, o incluso desatender por completo nuestra mirada. Así que, termina siendo cierto aquello de que liberales y conservadores ven el mundo de una manera diferente... Con respecto a la orientación sexual de un individuo, los sicólogos Joshua Tabak y Vivian Zayas de la Universidad de Washington y Cornell realizaron un estudio en el que los participantes lograban identificar las inclinaciones sexuales de personas con un 60% de efectividad con solo ver imágenes de sus rostros por no más de un segundo. Y aunque ese nivel de
efectividad no parezca impresionante, sí tiene efectos estadísticamente significantes, puesto que se encuentra muy por encima del margen de error. Hoy día casi nadie teme ocultar sus inclinaciones sexuales y menos las políticas, pero por alguna razón eso que la comunidad gay define como ‘el radar’ para identificar a otros con sus mismas preferencias parece ser comprobable científicamente, aunque no se sepa exactamente cómo. Algunas teorías hablan de la diferencia de tamaños entre los dedos anular e índice aduciendo a que según el nivel de testosterona al que como fetos nos vemos sometidos en el útero materno, esta diferencia en tamaños puede ser indicativo en esta ámbito, mientras que otras teorías hablan de una forma de mirada "dulce" en el caso de los hombres y una fuerte en el caso de mujeres que suele actuar como indicativo similar. Sin embargo nada está cien por ciento comprobado, y por lo tanto le sugiero ser muy cuidadoso al momento de buscar estas señales. Si algo le sobra a este mundo, son más prejuicios inútiles, y nada más retrógrado que señalar o los demás por sus preferencias políticas y sexuales.
Referencia rápida de gestos en el trabajo – Abrir los ojos: Saludo. Bienvenida. Maravilla. Gusto. – Brazos cruzados: A la defensiva. – Brazos tras la espalda: Pensativo, relajado. – Cubrirse la boca: Ocultando algo. – Tocarse el lóbulo de la oreja: Deseo de responder rápidamente a lo que le dicen, pero no le dan oportunidad. – Golpeteo con las manos/pies u objetos: impaciencia. Querer terminar lo que están haciendo cuanto antes. – Toca con la manos sus muslos: Ansioso de irse. – Inclinarse hacia adelante: Quiere saber más. – Inclinar la cabeza hacia el otro: Interesado. Hay empatía. – Levantar una ceja: Escéptico. – Manos entrelazadas tras el cuello: Superioridad. – Mano sujetando una muñeca: Algo se guarda. – Mirada sin parpadear: Amenazante. – Una mano agarrada de la parte trasera del cuello: Rabia. – Una mano sujetando el antebrazo: Inseguridad – Ojos cerrados al hablar: No desea objeciones. – Piernas cruzadas/ espinilla sobre la rodilla / Manos sujetando piernas: terquedad, inamovible.
– Rascarse la cabeza: Extrañeza, asombrado. – Rascarse el cuello / la oreja: inseguro. – Recostar la cabeza sobre la mano: Aburrición o cansancio. – Sonrisa hacia un lado: Sarcástico. No le causa gracia. – Sobarse un ojo: No lo ve de esa manera. – Tocarse el mentón: Pensándolo, indeciso. – Tocarse la parte de atrás del cuello: Inseguro, no cree lo que le dicen. – Tocarse la frente: Problema. Situación difícil. Impaciencia. – Tocarse la mejilla: Confundido. No comprende. – Tocarse la oreja: Objeta lo que le están diciendo. – Tocarse la nariz: Oculta algo. Dice una mentira. Cree que le están mintiendo. – Taparse la boca: Le parece difícil decir lo que está diciendo en caso de que sea cierto.
Resumen de gestos no-verbales El siguiente es un sumario de gestos corporales claves, que han sido discutidos a lo largo de este libro. Estos gestos pueden ayudarle a comprender mejor a cualquier individuo, pero jamás deben ser usados de manera aislada.
Lenguaje corporal abierto –Sonrisa –Brazos colgando a lado y lado del cuerpo –Piernas sin cruzar –Cuerpo orientado al frente –Contacto visual frecuente –Palmas de las manos visibles –Desabotonado o se retira el saco –Hace un lado objetos en la mesa entre él y sus interlocutores
Agresividad –Ceño fruncido –Sostenimiento directo de la mirada –Señalar con un objeto
–Puños cerrados –Brazos a lado y lado de la mesa con las palmas agarrándola o hacia abajo –Entrecerrar los ojos –Dedo índice hacia arriba –Apretón de mano más fuerte de lo normal –Apretón de mano, posicionando la palma por encima de la de la otra persona –Manos en las caderas al pararse de pie –Ingresar al espacio personal del otro –Mentón hacia arriba
Dominación – Palmas hacia abajo o no visibles – Elevación física sobre las otras personas – Voz dura o estridente – Usar un escritorio o mesa, u objetos sobre esta como barrera física – Mentón ligeramente hacia arriba
Defensivo
– Contacto visual mínimo – Esquinas de los labios hacia abajo – Cuerpo rígido – Manos cerradas – Palma de una mano tras el cuello – Brazos cruzados – Labios apretados – Cabeza hacia abajo, mirada hacia arriba – Piernas o tobillos cruzados fuertemente – Rascándose lóbulos de las orejas – Rascándose a un lado del cuello
Aburrido – Mirada perdida – No parpadea – Cabeza apoyada en la mano – Golpeteo con los dedos o los pies – Contacto visual mínimo – Ojos caídos – Piernas cruzadas – Garabatear o jugar con objetos alrededor
Confianza – Juntar las yemas de los dedos de ambas manos – Recostado en la silla con manos tras el cuello soportando la cabeza – Erguido con manos a los lados o hacia atrás – Pecho hacia afuera – Elevación física con los pies momentánea – Contacto visual cómodo y continuo – Mentón al frente
Interesado – Buen contacto visual – Se inclina hacia adelante – Mueve la cabeza hacia un lado asomando una oreja – Apertura de ojos – Mover la cabeza en señal de aprobación – Sonreír con cada afirmación – Pies señalando hacia el punto de interés
Frustración
– Mirada perdida – Pasarse las manos por el pelo – Patear objetos imaginarios – Respirar de manera corta y sonora – Labios apretados – Acariciarse detrás del cuello – Hablar pausado – Mirada saltarina al hablar
Nervios – Apretón de manos leves – Limpiarse constantemente la ropa – Manos cubriéndose la boca al hablar – Poco contacto visual – Jugar con los dedos sobre la mesa – Hombros encogidos – Llevarse cosas a la boca – Manos y piernas cruzadas simultáneamente – Explicación exagerada y no pedida
Acerca Del Autor Además de empresario, escritor y conferencista, Juan David Arbeláez es un Mentalista. Un adepto al poder de la mente, donde por medio de técnicas de sugestión, lenguaje corporal, programación neurolingüística, inteligencia emocional, magia escénica y hasta probabilidad logra por medio de sus cinco sentidos crear la ilusión de un sexto. Sus charlas-espectáculos han sido presentadas para miles de espectadores y grandes compañías Colombianas como Bancolombia, EPM, UNE, Grupo Corona, Grupo Argos, Éxito, Grupo SURA, yGrupo Familia, entre otras. Juan David es además campeón latinoamericano de mentalismo y con frecuencia es invitado a demostrar sus habilidades y compartir sus experiencias en diferentes programas de televisión incluyendo shows de la talla de DON FRANCISCO PRESENTA en donde se ha presentado en múltiples oportunidades ante toda la teleaudiencia latinoamericana. Es además el autor del libro PIENSE PODEROSAMENTE donde comparte ocho mentalidades enfocadas al desarrollo del verdadero poder personal. También es el autor del libro EL ARTE DE INSPIRAR AUDIENCIAS en donde explica técnicas para hablar en público y realizar presentaciones asombrosas; Y es autor del libro IMPORTACULISMO PRÁCTICO, la última filosofía de vida para vivir bien de una buena vez; así como de varios audio libros sobre temas variados de empoderamiento personal. Su página en Facebook, cuenta con miles de seguidores que periódicamente comparten y discuten con él sus artículos y videos. Usted puede obtener más información acerca de Juan David Arbeláez para conferencias y presentaciones visitando su sitio web en:
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¿Listo? ¿Será que ya entienden lo que estoy tratando de decir?