San Martín de Porres (Lima). Historia del distrito

ÍNDICE Presentación (05) Introducción (07) Aspecto geográfico (09) Los primeros habitantes (10,000–6,000 a.C.) (16) Los

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ÍNDICE
Presentación
(05)
Introducción
(07)
Aspecto geográfico
(09)
Los primeros habitantes (10,000–6,000 a.C.)
(16)
Los inicios de la alta cultura: Paraíso
(22)
El formativo Inicial: Garagay (1400 - 600 a.C)
(28)
La cultura Lima y las redes hidráulicas (200 a.C.– 600 d.C.)
(32)
Los señoríos de Ychsma y Colli (900 - 1470 d.C.)
(38)
La invasión Inca (1470 - 1532 d.C.)
(44)
La invasión española (Siglo XVI)
(50)
Las encomiendas (siglo XVI-XVII)
(58)
Las haciendas coloniales
(64)
Las haciendas eclesiásticas de la colonia (Siglos XVI-XVII)
(70)
La ganadería en las haciendas de la colonia
(78)
La caña de azúcar en las haciendas de la colonia (Siglos XVIII-XIX)
(86)
Palenques, cimarrones y control policial (Siglos XVIII-XIX)
(92)
Golpe de Estado en Aznapuquio (1821)
(98)
Las haciendas en la república (siglo XIX)
(102)
La batalla de Piñonate o Guía (1838)
(110)
El ferrocarril Lima - Ancón
(118)
El impacto de la guerra con Chile
(124)
Una antigua tradición vitivinícola
(130)
José María Eguren y una vieja tradición literaria
(138)
El Lazareto de Guía
(144)
Las haciendas en la república (siglo XX)
(150)
La formación de las zonas urbanas
(162)
La creación del distrito
(172)
Anexos
(180)
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San Martín de Porres (Lima). Historia del distrito

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RAPIMAGEN

CARATULA MEMORIA SAN MARTIN 5 COL.

Jhonny Chipana Rivas

Año 2013

©MUNICIPALIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES Reservado todos los derechos Impreso en Perú ©AUTOR DE LA OBRA Lic. Jhonny Chipana Rivas SAN MARTÍN DE PORRES - HISTORIA DEL DISTRITO 1ra. Edición - 2013 CORRECCIÓN Y COMENTARIOS Jorge R. Honores Huarcaya DISEÑO, PORTADA Y DIAGRAMACIÓN Eduardo Díaz Correa DIBUJOS: “Fulgore” IMPRESO EN: Rapimagen S.A. Jr. Callao 465 - Of. 201, Lima 01 APOYO Universidad Peruana Cayetano Heredia MUNICIPALIDAD DE SAN MARTIN DE PORRES Av. Zarumilla 169 – 179, S.M.P. Teléfono 2002500 E-mail: www.mdsmp.gob.pe Primera edición, Lima, Peru. Tiraje 1,000 ejemplares Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional Nº 2012-07384. Prohibida la reproducción de este libro por cualquier medio total o parcial, sin permiso expreso del autor y/o titular de los derechos.

PRESENTACIÓN Cuando diariamente recorremos los caminos de nuestro distrito, tal vez en algún momento deberíamos meditar cuántos seres humanos, desde hace miles de años, también los han transitado. Nos sorprendería saber que efectivamente nuestros antecesores hubieron no sólo de transitar por estos lugares, sino asentarse y crear centros poblados que hoy son la admiración del Perú y el mundo. No por algo la arquitectura monumental del Paraíso (en nuestra jurisdicción) es considerada la más antigua de Lima (aproximadamente 4,000 años) y una de las más antiguas de la Costa peruana. Nos sorprendería también saber de los episodios históricos acontecidos en lo que hoy es nuestro distrito, en las épocas de la conquista, virreinato, república, hasta nuestros días. Así de interesante, bella y sencilla es la historia. Más aún si se trata del Distrito de San Martín de Porres, del que trata este libro. Por eso, al asumir las responsabilidades como Gobierno Local, no sólo nos propusimos cumplir los objetivos fijados en el Plan de Desarrollo Distrital que hubimos de encontrar en el año 2007, sino que a través de un proceso de evaluación, actualización y enriquecimiento, con el valioso concurso de miles de actores sanmartinianos (de todos los estratos sociales, económicos, culturales, educativos, etc.), se logró plasmar el Plan de Desarrollo Concertado del Distrito de San Martín de Porres al año 2021. Dentro de este Plan se contempla la visión distrital, los lineamientos estratégicos, etc., que buscan mejorar las condiciones materiales del medio circundante donde vivimos, a través de obras de infraestructura, servicios a la ciudad, entre otros. Pero también contempla un aspecto que para nosotros resulta necesario: afianzar nuestra identidad local. Y para ello necesitamos de un instrumento de carácter permanente que llegue a todas las esferas sociales del distrito, principalmente, para que sepamos quiénes somos, cómo hemos habitado y recorrido estas tierras que hoy cuenta con una población aproximada de 655,000 seres humanos, para sentirnos orgullosos de un pasado que es más grande del que imaginamos, y que nos ayudará a corregir los errores o desaciertos que se pudieron cometer; y con nuestra identidad local fortalecida podamos alcanzar los objetivos propuestos que en algún momento necesariamente tendrán que cristalizarse, siempre que brindemos nuestros mejores esfuerzos con y en favor de nuestra comunidad, actuando con dedicación, disciplina, transparencia, creatividad y honradez. Este trabajo de investigación que hoy entregamos constituye asimismo un homenaje al cincuentenario de la canonización de nuestro santo patrón Martín de Porres (06 de mayo del 2012) y al 62 Aniversario de creación de nuestro distrito (22 de mayo del 2012) que orgullosamente lleva su nombre.

FREDDY TERNERO CORRALES Alcalde DistritaL

ÍNDICE Presentación (05) Introducción (07) Aspecto geográfico (09) Los primeros habitantes (10,000–6,000 a.C.) (16) Los inicios de la alta cultura: Paraíso (22) El formativo Inicial: Garagay (1400 - 600 a.C) (28) La cultura Lima y las redes hidráulicas (200 a.C.– 600 d.C.) (32) Los señoríos de Ychsma y Colli (900 - 1470 d.C.) (38) La invasión Inca (1470 - 1532 d.C.) (44) La invasión española (Siglo XVI) (50) Las encomiendas (siglo XVI-XVII) (58) Las haciendas coloniales (64) Las haciendas eclesiásticas de la colonia (Siglos XVI-XVII) (70) La ganadería en las haciendas de la colonia

(78) La caña de azúcar en las haciendas de la colonia (Siglos XVIII-XIX) (86) Palenques, cimarrones y control policial (Siglos XVIII-XIX) (92) Golpe de Estado en Aznapuquio (1821) (98) Las haciendas en la república (siglo XIX) (102) La batalla de Piñonate o Guía (1838) (110) El ferrocarril Lima - Ancón (118) El impacto de la guerra con Chile (124) Una antigua tradición vitivinícola (130) José María Eguren y una vieja tradición literaria (138) El Lazareto de Guía (144) Las haciendas en la república (siglo XX) (150) La formación de las zonas urbanas (162) La creación del distrito (172) Anexos (180)

INTRODUCCIÓN Las identidades de un pueblo se forman y desarrollan en el tiempo. Adquieren niveles y formas que se plasman en la vida cotidiana y en la forma de ver y sentir su espacio social y terrestre. San Martín de Porres es uno de ellos. Tiene una identidad y una escena propia. Un pasado particular y un camino de posibilidades. Este texto intenta narrar sus etapas y niveles de desarrollo. A su vez que es una contribución al fortalecimiento de la identidad sanmartiniana. El distrito de San Martín de Porres se encuentra ubicado al norte de Lima Metropolitana, aunque tiene poco tiempo de creada como tal (1950), posee una antigua tradición histórica, con un pasado milenario, de hechos vinculados con la vida nacional, del cual se conservan numerosas evidencias en sus zonas arqueológicas, canales de irrigación, casonas coloniales y edificaciones republicanas. Donde, aunque otras se han perdido o cambiado en el tiempo, todavía quedan evidencias de su pasado en sus nombres ancestrales y coloniales, que son de nuestro uso cotidiano (Chuquitanta, Condevilla, Santa Rosa, Pro, Infantas, entre otros). Evidencia de nuestra cercana convivencia con el pasado. En este distrito se puede encontrar el devenir de la historia peruana. Desde los primeros hombres cazadores y recolectores, pasando por las culturas locales originarias, la conquista española, las haciendas, la independencia, hasta la creación del actual distrito. En ese sentido, este texto pretende contribuir con la comprensión de nuestra historia nacional, desde la historia local. Pero la particularidad de este pasado está también en la vinculación con las características de nuestro medio ambiente. Es por eso importante entender las condiciones geográficas de antes como las de ahora, ya que han cambiado en el tiempo, gracias a la mano sabia, algunas veces, y negligente en otras, del hombre que pobló estas tierras. El distrito tiene la particularidad de estar asentado en el valle más próximo de la capital del virreinato y de la república peruana. Su ubicación entre los ríos Rímac y Chillón, sobre una zona llana y poco accidentada, la hizo proclive antiguamente a ser utilizada para la producción agrícola y ganadera, destinada mayoritariamente al consumo capitalino. Aunque en la actualidad quedan pocas evidencias de esta antigua actividad, todavía se pueden distinguir algunos signos de su glorioso pasado, no sólo en lo referente a la actividad económica, sino también en lo relativo a las áreas silvestres de sus antiguas zonas boscosas, pantanosas, con una flora y fauna propia y singular. Aunque, en otros casos, sólo queda el nombre (Aznapuquio) como símbolo de lo que alguna vez hubo. Sin embargo, a pesar de que en otros casos resulta difícil encontrar en el lugar continuidades entre el pasado y el presente, quedan testimonios de las características de su antigüedad en los registros gráficos,

fotográficos y escritos. Como la que dejó el poeta José Maria Eguren para el caso de Chuquitanta, que tanto influyó en sus escritos. En ese sentido, desde un distrito limeño se puede descubrir la historia peruana, con sus personajes, costumbres, industria e historias de placer. Y en el caso de San Martín de Porres es un buen ejemplo de las potencialidades que existen para ese fin. Es por ello que el objetivo de este libro no sólo es contribuir con la comprensión de nuestro pasado, la comunicación cotidiana entre pasado y presente, y la puesta en valor de los espacios, lugares y artefactos que todavía quedan y que forman parte de nuestro patrimonio cultural, sino - y sobre todo - en su entendimiento, sentirse orgulloso del distrito y su identidad local. Agradezco a todos los amigos con quienes compartí mis preocupaciones profesionales en la elaboración de este trabajo, como el Sr. Freddy Ternero Corrales y el Dr. Jorge Honores Huarcaya, quienes desde siempre reconocieron el valor de este aporte escrito. Jhonny Chipana Rivas Lima, 2012.

ASPECTO GEOGRÁFICO Cuando el 26 de Marzo de 1859 Antonio Raimondi cruzó a lomo de bestia el área distrital actual, se encontró que una de las haciendas de este lugar tenía terrenos agrícolas difíciles y agrestes por la abundante humedad de sus suelos. Dijo el sabio: “El terreno está pantanoso, saliendo el agua casi a la superficie”1. En esa época había grandes ciénagas que formaban extensas áreas boscosas, con peces, aves y mamíferos pequeños que presentaban un panorama muy propio. Muchos viajeros como Raimondi se formaron esta idea de los terrenos ubicados entre los valles del Rímac y Chillón.

flora y fauna con particularidades propias. El área distrital, como hemos referido, se halla entre los valles de los ríos Rímac y Chillón. Su antigua zona agrícola hacía uso de los afluentes de estos dos ríos, a través de las acequias llamadas Bocanegra y Piedra Liza (del río Rímac) y Comas (del río Chillón). Ambos ríos nacen en las alturas de Huarochirí. El primero, gracias a los deshielos de las Cordilleras de la Asunción y Uco que forman las llamadas Lagunas de Huarochirí (Huachua, Pirhua, Manca, Morococha, entre otras). Y el segundo, a los deshielos de las Cordilleras La Corte y La Viuda que forman las lagunas La Chonta, Chuchun, León, Azul, Toro Cocha, entre otras. Los dos descienden unos 140 kilómetros aproximadamente, irrigando extensas áreas de cultivo, hasta llegar al área distrital, muy próximo a su desembocadura en el Océano Pacífico.

Aunque esta imagen no se parece a la actual, sin embargo sirve para darnos cuenta de los cambios que ha sufrido en el tiempo, el panorama y el aspecto ambiental del área distrital. Sin esta información, poco podríamos entender a los grupos humanos que se asentaron en esta parte de Lima, el usufructo que le dieron a sus suelos y el uso racional que manejaron.

Estos dos ríos - y sus acequias que recorrían el área distrital - poseían una flora y fauna propias. En los bosques ribereños se podía encontrar: caña brava (Gynerium sagittatum), caña o carrizo (Arundo donax), molle (Schinus molle), caña hueca (Phragmitis communis), la sacuara, el pájaro bobo (Tessaria integrifolia), el sauce (Salix chilensis), chilco (Baccharia sp.) palo verde (Cindium praecox), entre otras especies. Además de aves, como: cernícalos, gallinetas, cuculíes, tortolitas, chotacabras, turtupilín y otras; incluso, en los ríos y cauces se podían encontrar lisas, bagres y camarones.

El distrito se encuentra en una zona denominada Desierto Subtropical, de suave pendiente y pampas eriazas, que gracias al uso racional de las aguas del río y puquiales fue convertida en productiva, formando parte del valle agrícola de la costa central. Aunque en la actualidad abarca una mínima parte de su jurisdicción, en el pasado comprendía un espacio considerable de su área, conservando en su seno una zona agrícola productiva importante, además de una zona de puquiales, ciénagas y monte, donde se podía encontrar una 1 

Los ríos Rímac y Chillón no se secan ni en tiempos de escasa lluvia. Aunque el Rímac es más abundante

RAIMONDI, Antonio. Itinerario de los viajes de Raimondi en el Perú. De Lima a Trujillo por tierra (1859). Págs. 131-132.

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y caudaloso. Entre 1912 y 1965 el río Rímac recibió un promedio anual de agua de 893 m M3., mientras el promedio anual del río Chillón era de 284 m M3.2 Esto permitió que en torno a ellos se desarrollaran actividades económicas importantes. En la desembocadura de los ríos se pescaban lisas y otros peces. A fines del siglo XIX se constituyó un gremio de camaroneros para usufructuar estos recursos en el valle bajo y medio del río Chillón.3

quierda, dentro de la hacienda Chillón, denominado Pampa del Rey, Pampa Libre o Gallinazos. Éste tenía un caudal de 900 litros por segundo. Tan importante que permitió conformar un valle propio denominado Comas, con dos acequias madre que permitía beneficiar a las haciendas Naranjal, Infantas, Chuquitanta, Pro, La Granja.4 Aunque el río Comas no era totalmente de puquial, se beneficiaba también con los remanentes provenientes de las otras acequias que alimentaban el río Chillón. Pero éstas no eran muy importantes. Sin embargo, una situación distinta ocurría con los ríos Bocanegra y Piedra Liza, cuyos mayores afluentes de agua provenían del Rímac.

Aunque la actividad más importante fue la agrícola. Del río Rímac se formaron dos cauces de agua, llamados también ríos (Bocanegra y Piedra Liza) que permitían irrigar las tierras de cultivo de la zona sur del área distrital. De la misma manera sucedía con el río Chillón, que alimentaba el cauce o río Comas para la zona norte. A estos tres sectores se les denominaba también valles.

Pero el río Piedra Liza era también beneficiado con un pequeño puquial, cuyas aguas bajaban de las Pampas de Amancaes, aunque era conSin embargo, el uso hí- Plano de ubicación del distrito en la jurisdicción de siderado de poca importancia, a pesar que en el año 1919 un drico más importante de este Lima Metropolitana. estudio oficial señalaba que sistema de cauces, que abasesta vertiente proveía un caudal de más de 800 litros tecían al área distrital, provenía de los puquiales. Éstos por segundo en el mes de Agosto, bajando a 500 litros formaban o alimentaban los cauces. En el valle de por segundo en el mes de Octubre.5 Carabayllo, aunque existían varios puquiales en todo su recorrido, el más importante, por su considerable Asimismo existían también otros puquiales volumen de agua, era uno ubicado en la margen izmenores. Las haciendas Naranjal, Chuquitanta y 2  3 



Boletín de la Dirección de Aguas y Distritos de Riego de la Dirección General de Agua e Irrigación. Lima, Marzo de 1971. Pág. s/n. CONCEJO PROVINCIAL DE LIMA. Ordenanzas de la ciudad de Lima, Colección de reglamentos, decretos, resoluciones y ordenanzas. Lima 1888. Pág. 275.

4 

Memoria que el Director de Aguas Ing. Alberto Jochamowitz presenta al Ministro de Fomento. Vol. II. 1918-1919. Págs. 437, 472. 5  JOCHAMOWITZ, Alberto. Mejoramiento del sistema de regadío del valle del Rímac. Lima, 1919. Pág. 21.

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MAPA DEL DISTRITO DE SAN MARTÍN DE PORRES Y SUS LÍMITES

Aznapuquio tenían puquiales que les eran útiles en periodos de escasez; aunque esto en realidad se daba en muchas partes de la comarca de Lima. El padre Bernabé Cobo señalaba que “goza esta comarca de muchas fuentes y manantiales de agua dulce y delgada, algunas son tan copiosas que con ella se riegan huertas y sembrados; en cualquier parte que caven pozos se halla agua dulce, más o menos honda según está la tierra más alto o bajo, cuya agua y la de las fuentes se tiene por más sana y regalada que la de los ríos”.6 Algunos de estos puquiales tenían nombre propio, como el denominado Santillán de la hacienda Santa Rosa.

la zona estaba “rodeada de atolladeros por el lado de Aznapuquio, que corren hasta la playa”.9 El plano de Luis Mariani del año 1857, denominado Plano Topográfico de los Alrededores de Lima, señala también unas líneas de afluencia o desfogue al mar provenientes de los “terrenos pantanosos”. De la misma manera, el plano trazado y dibujado por Camilo Vallejos en el año 1907, denominado “Plano Topográfico de Lima y Callao y sus Alrededores”, además que ilustra muchas de las características de esta región, presenta unas grandes extensiones de “puquiales”, encontrándose una de ellas en la parte central, entre las haciendas La Granja, Aznapuquio y Santa Rosa, que tiene una acequia denominada “Encantada” que vierte sus aguas al mar. Más hacia el sur se encuentra otra extensa mancha de puquiales, entre las haciendas Conde Villa Señor, Garagay y Santa Rosa, que presenta también canales que desfogan en el océano.

Otros recursos importantes en el área distrital eran las ciénagas o lagunas que albergaban también una flora y fauna muy propias. En ellas se podía encontrar juncos, granadales, totorales. Entre Marzo y Abril de 1976, antes de que desaparezca por completo este ecosistema, se hizo un registro de los relictos que todavía quedaban, encontrándose totora (Typha angustifolia), pata de perdiz (Cynodon dactylon), verbena (Verbena littoralis), llantén (Plantago major) y otras especies de las familias Gramineae, Cyperaceae, Commelinaceae, Poligonzaceae, Umbelliferae.7 Por otro lado, estaban los peces y aves. También podía pescar lisas, pejerreyes y camarones. Se dice incluso que en tiempos del virreinato la aristocracia capitalina visitaba las lagunas de Aznapuquio para cazar patos.8

Estos espacios húmedos, y su radio de influencia, durante gran parte de la colonia y república, estuvieron considerados como zonas improductivas o de gramolotes, destinadas al uso de pastizales para el ganado. Es así como una gran mayoría de haciendas tenían más de la mitad de sus terrenos en estas condiciones. Pero las lagunas que se formaban en el área distrital no sólo eran de forma natural, sino también se formaban por la negligencia de los hacendados, ante la falta de limpieza y conservación de las acequias que pasaban por sus predios. Uno de estos hechos ocurrió en 1890. Ante la falta de cuidado de los hacendados de Infantas, Comas, Aznapuquio y Pro, con sus acequias de desagüe, se provocó que sus aguas se desbordaran, formándose una laguna entre los kilómetros 13 y 14 de la vía del ferrocarril a Ancón. Esta falta fue resuelta el 2 de Julio de 1890, con la

La más grande de ellas se encontraba entre las haciendas Santa Rosa, La Granja y Aznapuquio. Llevaba por nombre Aznapuquio, que significa “ciénaga apestosa”. Éstas tenían un sistema de drenaje a través de canales que terminaban en el mar. A fines de la colonia estas lagunas se encontraban tan descuidadas que un oficial militar señalaba que 6 

AGURTO, Santiago. Lima Prehispánica. Págs. 32-33. PALOMINO, Victoria; RAVINES, Rogger. Restos vegetales. Págs. 205 y 208. 8  EL COMERCIO. Lima, Sábado 5 de Agosto de 1995. Pág. D 14. 7 

9 

12

C.DI.P. Asuntos Militares. Defensa del Virreynato. Tomo VI, Volumen 1. Edición y Prólogo Félix Denegri Luna. Lima, 1971. Págs. 155-156.

El parque del Trabajo y el Barrio Obrero, capital del distrito.

emisión de una resolución que señaló directivas para el concejo municipal y hacendados involucrados.10

Este aspecto natural, con una fauna y flora propias, de lagunas, ciénagas, pantanos, puquiales, bosques ribereños, ríos y cauces, crearon las condiciones para, en distintos momentos del pasado, se establecieran comunidades y grupos humanos, usufructuando de ellas; aunque este ecosistema con el tiempo ha ido debilitándose y erosionándose, teniendo la apariencia en la actualidad de haber sido siempre una zona urbana.

Por otro lado, existían otras visiones o presentaciones del área distrital. En un plano anónimo de 1794 denominado “Plano topográfico del terreno que media entre Lima y el Callao”, lo muestra con algunas elevaciones o cerros sobresalientes. Una ubicada a la altura de la hacienda Naranjal y Pro tenía la denominación de “La Foronda”. Mientras otra, más a la dirección del mar, llevaba por nombre: “Cerro montón de trigo”.11 Estas dos formaciones se encuentran presentes también en otros planos. 10  11 

En la actualidad, la fauna silvestre está representada por la presencia de aves, como la paloma doméstica (Columba livia), el cuculí (Zenaida asiática), golondrinas santa rosita (Notiochelidon cyanoleuca) y golondrinas migratorias (Hirundo rústica). Todas adaptadas al espacio urbano y habitan en los parques y azoteas de la ciudad.

Legislación Municipal. Leyes, resoluciones y ordenanzas relativas al H. Concejo Provincial de Lima. Colección anual 1890. Págs. 57-59. QUIROZ, Francisco. Las imágenes del Callao antiguo. Descripciones escritas y gráficas. Pág. 117.

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UBICACIÓN Y EXTENSIÓN El distrito de San Martín de Porres se encuentra ubicado en la zona norte de Lima Metropolitana, dentro de la costa central del país. Se extiende desde la margen derecha del río Rímac hasta la margen izquierda del río Chillón. Tiene una extensión aproximadamente de 42 km2. Aunque esa extensión no siempre ha sido así, ya que, cuando el distrito fue creado mediante Decreto Ley Nº 11369 del 22 de Mayo de 1950 abarcaba una extensión más amplia a la actual, aproximadamente 94 Km2. y comprendía dentro de su jurisdicción el actual distrito de Los Olivos y parte de la provincia del Callao. Era uno de los más grandes distritos del norte de Lima que inclusive limitaba por el Oeste con el Océano Pacífico. Pero en los años siguientes lo fueron desmembrando por razones más políticas que técnicas. El 2 de Enero 1956 se promulga la Ley Nº 12538 que le recorta 34 km2 de territorio para anexarlo al Callao, donde se encontraban las haciendas Oquendo, Taboada, Bocanegra y San Agustín, quedando a partir de entonces sin límite con el Mar de Grau. Asimismo el 4 de Abril de 1989, mediante Ley Nº 25017 se crea el distrito de Los Olivos y nuevamente es reducido territorialmente San Martín de Porres, esta vez en 18.5 Km2. (*) En la actualidad su ubicación geográfica se encuentra entre las coordenadas 12º 01’ 40’’ de latitud respecto del Ecuador y 77º 02’ 36’’ de longitud Oeste del meridiano de Greenwich. La capital del distrito, de acuerdo al artículo Segundo del Decreto Ley Nº 11369, es “…la población del Barrio Obrero del Puente del Ejército y demás localidades anexas”. La única zona urbana que tiene formalmente la categoría de Pueblo es Infantas. El 25 de Enero de 1957, mediante Ley N° 12708, el entonces Presidente

de la República don Manuel Ignacio Prado Ugarteche elevó a la categoría de Pueblo al Caserío Infantas. En ese momento era un enclave urbano en la parte norte del área distrital, rodeado por zonas agrícolas de las haciendas. (*)Comentario Al crearse el distrito de Los Olivos se genera otro problema en materia de límites para San Martín de Porres, toda vez que la Ley Nº 25017, debido a sus imprecisiones técnicas, alimentó el apetito territorial de sus vecinos distritos de Independencia y Comas, cuyas autoridades alegaron y alegan que por el Este el distrito sanmartiniano sólo llega hasta lo que inicialmente se denominó Autopista Lima – Ancón (hoy avenida Alfredo Mendiola), a pesar que el Decreto Ley Nº 11369, en su artículo Tercero, señala que San Martín de Porres, al Este limita”…partiendo del eje del Puente del Ejército sigue por el centro de la Avenida Caquetá hasta su cruce con la Carretera Panamericana y continuando por sus eje hasta el Puente sobre el río Chillón…” Nada más claro: la Carretera Panamericana que refiere la norma legal es la actual avenida Túpac Amaru, no la actual avenida Alfredo Mendiola (a la que también se llama Panamericana Norte). Por otro lado, la Ley Nº 25017 es de creación de un distrito, no de modificación de límites con relación a otros distritos, como Independencia y Comas. Por lo que cada distrito mantiene en vigencia sus propias leyes de creación. De ahí que el Instituto Geográfico Nacional (IGN), ente rector del Estado encargado de la elaboración de los mapas cartográficos del Perú, ha elaborado el “Mapa Especial con Trazos de Límites Cartointerpretables según las Leyes de Creación de San Martín de Porres – Independencia - Comas – Los Olivos”, determinando técnica y legalmente que en la jurisdicción de San Martín de Porres se encuentran los sectores comprendidos entre la Av. Tomás Valle, Av. Panamericana Norte, Av. Naranjal y la Antigua Panamericana Norte (actualmente Av. Túpac Amaru, Av. Gerardo Unger y Av. Santa Rosa); así como también los sectores comprendidos entre la Av. San Bernardo, Av. Panamericana Norte, la intersección de la Av. Panamericana Norte con el río Chillón y la Antigua Panamericana Norte (actualmente Av. Túpac Amaru, Av. Gerardo Unger y Av. Santa Rosa); sectores que histórica y legalmente se encuentran en la jurisdicción del distrito “santo” y que pretenden ser anexados a su favor por las respectivas autoridades de los distritos de Independencia y Comas. Precisamente, debido a los actos de intromisión territorial, que también se han venido originando y aún subsisten en diversos distritos de Lima Metropolitana, los alcaldes de 21 distritos de la metrópoli, con fecha 7 de Mayo de 1996, suscribieron un Acta de Compromiso que contiene tres Cláusulas. La Primera que “… acuerda someter a la decisión arbitral de la Presidencia del Consejo de Ministros y el Congreso, sobre las divergencias existentes entre los distritos firmantes, los mismos que serán reconocidos y aceptados como solución final y absoluta”. La Segunda refiere que “…En tanto se llegue a esta solución, se respetará para los fines tributarios y administrativos de las áreas en conflicto el principio de los usos y costumbres”. Y la Tercera hace un llamando a sus respectivas poblaciones “…a mantener el STATU QUO distrital que se deriva de este acto, hasta el pronunciamiento definitivo de los órganos arbitrales arriba mencionados” (se refiere lógicamente a la Presidencia del Consejo de Ministros y al Congreso de la República en última y definitiva instancia). Pero el Acta de Compromiso en la práctica no fue ni viene siendo respetada, lo que ha generado, en el caso específico de los distritos de San Martín de Porres, Independencia y Comas, diversas acciones judiciales, llegando finalmente a pronunciarse el Tribunal Constitucional que, a través de la Sentencia de fecha 8 de Enero del 2003, en el Expediente Nº 1367-2002-AC/TC (que inició la Municipalidad de Comas para que San Martín de Porres aceptara la interpretación que aquélla le dio a la Ley Nº 25017 – de creación del distrito de Los Olivos), en su Segundo Fundamento sostiene que “…a partir de la dación de la Ley Nº 25017, se ha generado un conflicto sobre delimitación territorial entre distritos, el cual no corresponde ser dirimido en esta instancia, sino por los órganos competentes en materia de demarcación territorial, tal como lo señala el Acta de Compromiso que obra en autos a fojas 35, en la que diversos distritos, incluidas las partes, acordaron someterse a la decisión arbitral de la Presidencia del Consejo de Ministros y el Congreso de la República, para dar solución a dicho conflicto”. Esta posición del Tribunal Constitucional ha sido reiterada en posteriores sentencias, por lo que corresponde a la Presidencia del Consejo de Ministros y al Congreso de la República poner punto final al problema subsistente – no creado por San Martín de Porres – y que obstaculiza su desarrollo integral y sostenido.

14

RECORTES TERRITORIALES QUE HA SUFRIDO EL DISTRITO DE SAN MARTÍN DE PORRES

Decreto Ley Nº 11369 - creación de nuestro distrito

Ley Nº 12538 – primer recorte territorial.

Ley Nº.14965 – creación del distrito de Independencia.

Ley Nº 13757 - creación del distrito de Comas.

Ley Nº 25017 - creación del distrito de Los Olivos (segundo recorte distrital).

15

ACTA DE COMPROMISO DE ALCALDES (07 DE MAYO DE 1996)

16

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

17

TEMPERATURA, CLIMA Y LÍMITES

de Población y VI de Vivienda del año 2007, es de 579 mil 561 habitantes, siendo el segundo más poblado no sólo de la provincia de Lima sino del Perú (después de San Juan de Lurigancho). Las cifras que se señalan a continuación han sido obtenidas de los últimos Censos Nacionales de los años 1961, 1972, 1981, 1993 y 2007. Y las que corresponden al año 2012 tiene como fuente de información al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI): Estimaciones y proyecciones de población por sexo, según Departamento, Provincia y Distrito, 2005 – 2015. Boletín Especial Nº 18. Lima, Diciembre 2008.

La temperatura de San Martín de Porres es propia de la costa central peruana, teniendo un promedio de 20º C. El clima es cálido y seco en el verano (Diciembre a Marzo), siendo frío y húmedo en invierno (Junio a Setiembre). Entre los meses de Julio a Agosto los vientos alisos del Suroeste se presentan más fuertes. En invierno, de Junio a Agosto, cae una tenue garúa, pudiendo fluctuar su precipitación pluvial entre 0 mm. y 300 mm. Aunque el relieve geográfico del territorio es poco accidentado, existen cerros y promontorios rocosos que presentan características particulares. Entre los más elevados tenemos: La Milla (238.7 msnm), Candela (92 msnm), La Regla (107.4 msnm), El Choclo (99.29 msnm), Panteón (86 msnm).12

CRECIMIENTO POBLACIONAL 1950-2012 DISTRITO DE SAN MARTÍN DE PORRES

Sin embargo, los niveles de altitud en el distrito se encuentran entre los 35 y 238.7 msnm. La capital, El Barrio Obrero del Puente del Ejercito, se encuentra a 105 msnm; la zona arqueología de Garagay entre los 50 y 97 msnm; el actual Centro Comercial Mega Plaza de Lima Norte a 62 msnm. Como se ha referido anteriormente el distrito de San Martín de Porres tiene una extensión aproximada de 42 Km2, siendo sus límites: Por el Norte, con los distritos de Ventanilla, Puente Piedra y Los Olivos. Por el Sur, con el Cercado de Lima y distrito de Carmen de La Legua. Por el Este, con los distritos del Rímac, Independencia y Comas. Por el Oeste, con la Provincia Constitucional del Callao.

AÑO

HOMBRES

MUJERES

TOTAL

1961

49,844

47,196

97,040

1972

118,124

112,689

230,813

1981

202,374

202,482

404,856

1993

185,013

195,371

380,384

2007

282,909

296,652

579,561

2012

313,775

332,416

646,191

Sin embargo, en el largo devenir de la historia local, su población ha sufrido muchos cambios, debido a factores como la depresión poblacional del componente nativo original ocurrida en el siglo XVI con la conquista española, así como también de etapas de crecimiento acelerado como las que ha tenido en los últimos años. Además, la composición y origen poblacional ha variado en el tiempo, desde una población exclusivamente autóctona hasta el siglo XVI, pasando por una presencia notable de negros esclavos (siglos XVI - XIX) y chinos coolíes (siglo XIX); y en menor proporción la presencia de grupos y comunidades de italianos, suizos y franceses (siglos XIX - XX).

POBLACIÓN La población del distrito, según el último XI Censo 12 

Planos Repartición e Infantas. Levantados por el Instituto Geográfico Militar. Escala: 1:20,000. Lima, 1949 -1955.

18

NOMBRE DEL DISTRITO

Pero existen otros nombres más antiguos dentro del área distrital que nos dan una idea de la característica, origen, historia y particularidad de esta región. Dichos nombres están relacionados a los señoríos prehispánicos y haciendas coloniales del lugar. Y a pesar de los cambios, sus nombres han perdurado, como Chuquitanta, Aznapuquio, Conde Villa Señor, Santa Rosa, Infantas, Pro, Naranjal.

El nombre de San Martín de Porres proviene del santo peruano y fue establecido por el ex Presidente de la República don Manuel Ignacio Prado Ugarteche, el 11 de Mayo de 1962, a través del Decreto Supremo N°382.A-M, que determinó denominarlo en adelante con ese nombre, debido a un momento de coyuntura: cinco días antes, el 6 de Mayo, el beato limeño Martín de Porres era canonizado santo peruano por el Papa Juan XXIII. Sin embargo, dicho decreto supremo tuvo que ser ratificado por la Ley No.14753 del 11 de Diciembre de 1963, promulgada por el entonces Presidente de la República arquitecto Fernando Belaúnde Terry, toda vez que el Poder Ejecutivo no se encontraba facultado a efectuar dicha designación de nombre.

Al parecer, los nombres más antiguos serían Chuquitanta y Aznapuquio. Ambos de origen prehispánico y de vocablo quechua. El primero provendría, como lo sugiere el sacerdote Pedro Villar Córdova, de dos vocablos quechuas: chuqui (lanza) y tanta (reunión), es decir “región de lanzas”; lo que coincide con la versión de que antes había en ese lugar una fortaleza defendida por un batallón de lanceros.14 Mientras que Aznapuquio significaría “manantial pestilente”.

Cabe señalar que el nombre original fue “Distrito Obrero Industrial 27 de Octubre”, establecido por el General EP Manuel Arturo Odría Amoretti, cuando, siendo Presidente de la República, el 22 de Mayo de 1950 promulgó el Decreto Ley  N° 11369, dando nacimiento al actual distrito. Aunque este nombre fue modificado poco tiempo después, el 25 de Octubre de 1956, mediante Ley No.12662, por el de “Fray Martín de Porres”.13 Pero, como el beato fue canonizado en 1962, el nombre del distrito también tuvo que adoptar esta modificación.

Por otro lado, entre los nombres de origen colonial tenemos: Conde Villa Señor, que proviene del título nobiliario de uno de los propietarios de esta hacienda, llamado Luis Bejarano Fernández de Córdova, Conde de Villaseñor, quien la adquirió en 1712. Después de esta fecha la hacienda fue bautizada con esta denominación. Después tenemos Santa Rosa, que proviene de la hacienda del mismo nombre, que la obtuvo por ser propiedad del Monasterio de Santa Rosa. La hacienda llegó a manos de esta institución religiosa gracias a un acto de donación realizada por una de las feligreses y propietarias de este predio, Elena Rodríguez de Corte Real, el 1 de Diciembre de 1693.

Algunos han sugerido y aún sugieren que en este proceso de redefinición y cambio del nombre del distrito debería modificarse también el apellido del santo, de “Porres” por “Porras”, al descubrirse que éste era su verdadero apellido. Sin embargo, en el dicho popular, el cambio fue de “distrito obrero industrial” por el de “distrito santo”.

Mientras que el nombre Infantas deviene de la mala pronunciación del apellido de uno de los arrendatarios de la hacienda que por muchos años

13 

Como un hecho anecdótico, inicialmente la Cámara de Diputados, a iniciativa del diputado por Lima José Barreda Moller, aprobó el 21 de Agosto de 1956, que el nombre del distrito sea modificado por “Nicolás de Piérola”; aunque, posteriormente, en la Cámara de Senadores fue modificado por Fray Martín de Porres.

14 

VILLAR CÓRDOVA, Pedro. Arqueología del Departamento de Lima. Pág. 169; y ESPINOZA GALARZA, Max. Toponimia Quechua del Perú. Pág. 231.

19

la manejó. Éste, que llevaba por nombre Jerónimo Infante del Real, la administró entre los años 1667 y 1719, fecha esta última en que falleció.

de alta tensión en la cima de su pirámide principal por parte de ELECTROLIMA en 1992, perdiéndose así muchos elementos importantes de este recinto.

De la misma manera, el nombre de Pro proviene del apellido de uno de los propietarios de esta hacienda, que la manejó durante gran parte del siglo XVIII. El primero en poseerla fue el general Matheo de Pro León, Marqués de Zelada de la Fuente, quien la compró en Diciembre de 1699. Sus descendientes, que llevaban el mismo apellido, la manejaron hasta 1789, fecha en que la vendieron.

A pesar de ello, aunque algunos recintos arqueológicos han sido inscritos en el “catastro arqueológico” desde muchos años antes, en estos últimos algunos de ellos han sido declarados patrimonio cultural y se encuentran protegidos por el Estado. El 14 de Marzo del 2001 fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación el monumento arqueológico prehispánico Huaca Lechuza, que comprende un área de 0.6578 hectáreas (Resolución Viceministerial Nº 319-2011-VMPCIC-MC).15 El 30 de Enero del 2001 fueron declarados Patrimonio Cultural de la Nación las zonas arqueológicas Garagay y Cerro La Milla (Resolución Directoral Nº 082/INC).16 Y el 12 de Mayo del 2005 se declaró Patrimonio Cultural de la Nación al sitio arqueológico Fundo Naranjal (Resolución Directoral Nacional Nº 606/INC).17

PATRIMONIO CULTURAL El fecundo pasado de este distrito ha dejado muchas piezas inmobiliarias que forman en la actualidad parte de nuestro patrimonio cultural, legado histórico e identidad local. En ellas se sintetiza lo que somos y lo que el futuro espera de nosotros. Su defensa y protección ha sido iniciativa de muchos investigadores, como Pedro Villar Córdova, Frederic Engel y Rogger Ravines, entre otros. Los templos prehispánicos de Paraíso y Garagay han contribuido al orgullo local y a la comprensión de la historia nacional. Sin embargo, este mismo patrimonio ha sufrido muchas penurias. Garagay, a pesar de haber sido declarado “Monumento Arqueológico Nacional” en 1974, ha tenido que sufrir una “invasión” en 1985, dos explosiones y la recolocación de una torre

Sin embargo, el único patrimonio inmueble colonial protegido es la capilla del Antiguo Fundo El Naranjal, declarado Patrimonio Cultural Inmueble el 27 de Noviembre de 1985, a través de la Resolución Ministerial Nº 1251-85-ED.18 15 

EL PERUANO. Lima, jueves 17 de Marzo del 2011. Pág. 439075. EL PERUANO. Lima, miércoles 7 de Febrero del 2001. Pág. 198297. 17  EL PERUANO. Lima, sábado 21 de Mayo del 2005. Pág. 292959. 18  MUNICIPALIDAD DE LIMA METROPOLITANA. Inventario de Monumentos Histórico Artísticos de Lima. Pág. 114. 16 

21

22

LOS PRIMEROS HABITANTES

C

(10,000 – 6,000 a.C.)

uando los primeros hombres pisaron esta parte de la comarca de Lima, en la condición de recolectores cazadores nómades, el paisaje y clima de este lugar se encontraba en un proceso de cambio. Era el inicio del Holoceno y comenzaba a presentar características cercanas a las actuales condiciones. Tenía un clima templado, grandes praderas, ojos de aguas y una variada flora y fauna. Para este momento ya había desaparecido la fauna megalítica del periodo glacial anterior (Pleistoceno).

estaba compuesta sobre todo de recursos vegetales (semillas, frutos, raíces, tubérculos) y en menos proporción de animales. Entre estos últimos estaban los caracoles terrestres, lechuzas, zorros, vizcachas, peces y mariscos. Aunque también es posible que se hayan alimentado de auquénidos y cérvidos de las lomas, pero no hay evidencia de ello. Existía un orden jerárquico en estos grupos sociales. La supremacía y fortaleza establecían esta regla. Cada uno de ellos cumplía una función específica (especialización), según el espacio de trabajo, en los talleres líticos y en las áreas de caza (en el mar y la costa). Incluso había una división por sexo; los hombres se dedicaban a la caza, pesca y fabricación de instrumentos líticos, mientras las mujeres y niños se ocupaban de la recolección de productos vegetales.

Estos primeros hombres viajaban en grupos de un lugar a otro en busca de alimentos, estableciendo campamentos provisionales donde podían convivir personas que formaban parte de una misma familia nuclear, o a lo sumo familia extendida, no pudiendo superar los 20 miembros. Provenían de la costa norte y de la sierra central, formándose una comunidad que tenía de estas dos tradiciones que, con el tiempo, desembocó en una tradición local.19

La tecnología que disponían para el manejo del medio ambiente estaba compuesta de instrumentos líticos. Para ello tenían una técnica y un sistema de trabajo. Esto lo emparentaba con el estilo paijanense de la costa norte. Primero establecían la cantera de donde extraer la materia prima, en la que seleccionaban unos bloques de piedras para obtener, a través de unos golpes, unas piezas intermedias llamadas “Preformas”. Con éstas se trasladaban a unos talleres ocasionales, ubicados entre la cantera y el campamento, para obtener a través de otros procedimientos

Ejercían la caza y la recolección como sostén de vida. Recorrían con este fin el páramo costeño, las orillas del mar y las lomas. Pero también debieron haber realizado viajes más prolongados. Para esta labor andaban en grupos, llevando instrumentos con punta de proyectil y otros artefactos líticos. Su dieta 19 

BONAVIA, Duccio. Perú: hombre e historia. Lima, 1991. Pág. 108.

23

confección de otros instrumentos, áreas de corte de carne y preparación de alimentos, entre otros. Cerca de este lugar botaban sus desperdicios, formándose los actuales basureros prehispánicos; aunque también debieron haber hecho uso de algunas viviendas provisionales en las cuevas de los cerros cercanos. Pero, a pesar de eso, no llegaron a tener una ocupación permanente y menos sedentaria. De estos establecimientos salían a su intensa ocupación de recolectores y cazadores Los primeros habitantes llegaron como cazadores recolectores nómades (10,000 a.C.) estaciónales y cíclicos. La actividad marisquera la realizaban los instrumentos finales. Estas piezas eran las que en las playas del Callao, Ventanilla y Ancón. Evillegaban a los campamentos temporales. dencia de ello s on los extensos conchales compuestos mayoritariamente de Mesodesma donacium y en En el valle de Chillón la cantera estaba ubicada en menos proporción de Scutalus sp. Aunque muchos el cerro Chivatero o Cucaracha, cerca a la desembode estos basureros prehispánicos han desaparecido cadura del río, donde había cuarcita de grano fino, por la ocupación humana posterior. muy útil para la fabricación de este tipo de artefactos. En los talleres se han encontrado raspadores, piedras Esta parte de la historia es conocida gracias al de moler, cuchillos, perforadores, machacadores, descubrimiento del taller lítico de Chivateros en 1963 puntas de proyectil, azuelas. También miles de piezas por el norteamericano Edward Lanning, así como las bifaciles enteras y fragmentadas.20 investigaciones posteriores de Thomas Petterson, Rosa Fung, entre otros. Aunque no se han podido Los campamentos estaban ubicados en Ancón encontrar restos óseos de humanos. Sin embargo, el y otros lugares que se desconocen. Comprendían material cultural hallado nos permite conocer muchos un área donde se desarrollaban varias actividades. aspectos de la vida de estos primeros hombres que Alrededor de un fogón central había talleres para la pisaron el territorio de la actual área distrital. 20 

FUNG PINEDA, Rosa. El taller lítico de Chivateros, valle de Chillón. En Revista del Museo Nacional. T. XXXVIII, 1972. Págs. 61-72.

24

LOS INICIOS DE LA ALTA CULTURA: PARAÍSO RECOLECTORES HORTICULTORES SEDENTARIOS (6000 – 4000 a.C.)

revolución en la vida del hombre. Pasó de la vida errante a la vida sedentaria. La riqueza marina posibilitó esta transformación.

Hace aproximadamente 6000 años confluyeron varios fenómenos que se venían dando en esta parte de la costa peruana y que determinaron la sedentarización de los grupos humanos que la usufructuaban y, posteriormente, los inicios de una organización estatal.

La vida sedentaria y la abundancia de los recursos marinos permanentes permitió a estos antecesores tener más tiempo disponible (ocio) que le permitió inventar instrumentos de caza (redes, anzuelos) y estrategias de pesca. Este manejo de los recursos del mar posibilitó el incremento productivo. Y como consecuencia, el incremento poblacional.

Por esos años se presenta un cambio de clima en la faz de la tierra; en la costa peruana se forma la Corriente del Humboldt, se inician los ciclos de Fenómenos del Niño y se aridizan las lomas. Y con ello la biomasa marina se vuelve más abundante.

Aunque este proceso fue lento y progresivo. Las primeras agrupaciones humanas no debieron ser numerosas. Sus viviendas estaban hechas de materiales ligeros, con cobertizo que pudieron encontrar en su entorno.

Estas alteraciones ambientales generaron una crisis alimenticia y la ingente depredación de los recursos. Sin embargo, ante este nuevo panorama, los antiguos cazadores recolectores encuentran como solución a sus necesidades el uso de los recursos ictiológicos que se encontraban repartidos uniformemente en toda la Costa y en forma permanente.21

Pero esta aparente monoproducción se vio complementada con otras actividades económicas que se venían dando desde mucho tiempo atrás. Con los años, habían adquirido conocimientos de los ciclos vitales de recursos vegetales. La práctica recolectora les enseñó a conocer más de la naturaleza y desarrollo de los frutos, raíces y tubérculos. En la costa central ya se conocía, entre los años 6000 - 4000 a.C., del cultivo del mate y la calabaza y posteriormente del ají y otras variedades de calabaza (4000 -2500 a.C.) Esta práctica, sin embargo, fue un complemento a los a veces vulnerables recursos del mar.

Muchos grupos humano se concentraron en las orillas de la playa, formando pequeñas congregaciones que posibilitaron en el tiempo la constitución de pequeñas aldeas. Este hecho constituye una 21 

AGURTO CALVO, Santiago. Lima prehispánica. Lima, 1984. Pág. 46.

25

De este periodo, de uso intensivo de los recursos marítimos, ha habido evidencias arqueológicas con la presencia de muchos conchales que demuestran la actividad marisquera en las zonas cercanas a la playa. Aunque muchas de ellas fueron removidas para servir, por ejemplo, como relleno para el templo de Garagay. Otras, como las ubicadas en la desembocadura del Rímac fueron conocidas por Uhle y Humboldt.22 Además, el padre Pedro Villar Córdova llegó a observar en la playa del Márquez, que perteneciera al distrito de San Martín de Porres, estos basurales prehispánicos; aunque en muchas zonas de la comarca de Lima, desde Ancón hasta San Bartolo, se encuentran kilómetros de restos de estos desperdicios prehispánicos que evidencian esta actividad. Con los años, las pequeñas aldeas marinas se fueron reordenando en las márgenes de la desembocadura de los ríos, practicando, junto a la pesca, la agricultura y explotación de las lomas. Esta solución, ante la necesidad alimenticia, se fue sofisticando con la agrupación de más comunidades, nucleándose en grandes aldeas, dando nacimiento a la formación de la civilización en la costa peruana. Las aldeas asentadas en la convergencia del mar y los valles, en los alrededores de la desembocadura de los ríos, presentaban mayores ventajas productivas. En la costa central se formaron muchas de ellas (Punta Márquez, Media Luna, Pampa de los Perros, Paraíso). Sin embargo, fue El Paraíso el más representativo y el que mayores resultados tuvo.

22 

RAVINES, ENGELSTAND, Otros. Materiales arqueológicos de Garagay. Págs. 220-221.

El templo de Paraiso.

LOS INICIOS DE LA ALTA CULTURA: PARAÍSO (4,000 años de antigüedad)

canismos de la naturaleza, planificaban los ciclos agrícolas que ordenaban a los demás, para al final distribuir los resultados de la campaña.

Cuando corrían los años 2,000 a.C. se estableció en torno del actual Complejo Monumental del Paraíso, una aldea que llevó a su máxima expresión este sistema urbano sedentario, que conducía a la formación de la “antigua civilización”.

Estos sabios idearon un sistema de riego artificial. Mandaron construir unos canales de irrigación que eran alimentados por un puquial cercano que - a decir de Agurto Calvo - era muy caudaloso. Estos canales conducían a unas sementeras ubicadas al frente del templo Paraíso. Se dice que estos cauces fueron utilizados posteriormente por los curacazgos y etnias del lugar.

Aunque en un inicio fue una aldea profana, con el tiempo se introdujeron ideas religiosas, constituyéndose un nuevo sistema de relaciones. Se pasa de una sociedad igualitaria a una primaria sociedad de estratificación social. Se establece una élite con conocimiento de los ciclos de la naturaleza que le permitirán acumular “poderes sobrenaturales” sobre los demás, convirtiéndose en status intermediario entre el hombre y los poderes de la naturaleza o dioses.

También realizaron la nivelación de las tierras para facilitar el manejo de las aguas y el trabajo de cultivo. Conocieron la incipiente técnica del cultivo del pallar y otras prácticas agrícolas. Esta explotación intensiva de los suelos agrícolas generó una bonanza y un excedente productivo, la que conllevó a un aumento poblacional y crecimiento de las aldeas.

La élite estaba representada por un jefe tribal o sacerdote, quien estableció un sistema de trabajo y redistribución de los productos, donde los primeros, al tener el conocimiento de los me-

A pesar de estos adelantos técnicos, los pobladores del Paraíso no conocieron o hicieron uso de la cerámica, por más que algunas comunidades con-

27

más amplio de yacimientos de por lo menos 50 hectáreas. Sin embargo, la parte central del Complejo Monumental está compuesta de nueve estructuras principales. Dos mayores (de 400 x 100 y 50 m. aproximadamente), dos menores y otras secundarias, dispuestas alrededor de una gran plaza, de por lo menos 200 x 400 m., conformando un centro ceremonial en forma de “U” atípica. Para construirlo se utilizó una serie de plataformas, empleando pircas de piedra. Las paredes fueron enlucidas con barro y posiblemente pintadas.23 Éstas han sido construidas progresivamente en varios periodos. Tiene espacios profanos y sagrados. Encima de la última plataforma se construyeron viviendas de planta rectangular hechos de piedra y barro. Una de las habitaciones tiene cuatro pozos, posiblemente para prácticas mágico-religiosas. Además, se han encontrado “graffitis” ilustrando imágenes del sol y aves, en las paredes de unos cuartos.

Planta del Templo Paraíso.

temporáneas ya hacían uso de ella. Sin embargo, supieron la técnica del tejido pretelar “entrelazados y anillados”, distinto al ondulado que es un producto de más alta cultura, confeccionando así sencillos trajes de algodón. También conocieron la técnica de la cocción en la tierra (pachamanca); además hicieron uso del batán y recipientes de calabazas de diversas formas, muy propias del área doméstica.

Existe un debate entre los arqueólogos, si esta arquitectura es o no un antecedente de los templos en “U” que se establecieron posteriormente en la costa central. Algunos consideran que no fue un antecedente y tuvo un comportamiento social diferente a los templos en “U”, como Garagay.

Pero su conocimiento más meritorio fue la arquitectura. Construyeron el Complejo Arquitectónico del Paraíso, que ha sido considerado como el “Primer Gran Centro Ceremonial de la Costa”. Se encuentra asentada en Chuquitanta, a dos kilómetros del mar, al Noroeste del distrito, formando parte de un conjunto

A pesar de estos adelantados conocimientos 23 

28

KAUFFMANN, Federico. El periodo formativo. Págs. 272-273.

la Universidad Agraria, al mando del arqueólogo francés, restaurara una de las ocho unidades que la componían entre los años 1965-1966, poniendo en valor, de esta manera, uno de los patrimonios arquitectónicos más importantes del país y del distrito de San Martín de Porres.(26*) 26 (*) Comentario

La zona arqueológica El Paraíso todavía en nuestros tiempos sigue siendo el escenario de ceremonias que desde hace miles de años ahí se efectuaron, gracias al valioso concurso de la Municipalidad Distrital de San Martín de Porres, el Ministerio de Cultura, la Asociación Cultural Kapaq Sumaq Ayllu y alumnos de los centros educativos que funcionan cerca a esta milenaria arquitectura, como el Colegio Matemático Cadillo, República Federal de Alemania y Virgen de Guadalupe (San Diego), así como también en este año 2012 los colegios Libertador José de San Martín, José Granda, Mariscal Andrés Avelino Cáceres, Isabel Chimpu Ocllo, José Carlos Mariátegui La Chira, José Sabogal, Gran Amauta, José María Arguedas, El Pacífico, Augusto Salazar Bondy, entre otros.

Reconstrucción hipotética de una aldea temprana tipo Paraíso.

Dos veces al año estas instituciones unen esfuerzos para, en el mes de Junio, escenificar el ritual denominado Hatun Kuraq Raymi del Valle Chillón, que es la ceremonia religiosa del solsticio de invierno y que orientaba a nuestros antepasados a tomar las previsiones del caso en materia de siembra para obtener mejores cosechas y atender las necesidades de la población. Asimismo, en el mes de Setiembre se escenifica el ritual Sitwa Raymi Killa o Qoya Raymi Killa, que constituía el homenaje al rol protagónico de la mujer en la sociedad. Ello ocurría en el equinoccio de primavera con la participación de todas las mujeres de la comunidad. Su punto ceremonial más alto se daba con la aparición de la killa (luna). Miles de personas se congregan en esas fechas en la zona El Paraíso, siendo gratificante observar (y participar también) en estos actos milenarios que se conservan fielmente como muestra de nuestro reconocimiento a los primeros hombres y mujeres que habitaron en las tierras que hoy constituye nuestro Distrito de San Martín de Porres. En otro aspecto, la arquitectura monumental de la zona El Paraíso ha sido reconocida científicamente como la primera que se levantó en Lima hace unos 4,000 años aproximadamente, más antigua que otras zonas arqueológicas como La Florida, Huacoy, Pachacamac, entre las más conocidas. De ahí que la iniciativa denominada “Lima, Ciudad Milenaria”, (que busca el reconocimiento internacional de nuestra ciudad capital como una de las ciudades milenarias del mundo), promovida por el diario El Comercio, mereció la felicitación de la Comisión de Comercio Exterior y Turismo del Congreso de la República, a través de la respectiva Moción de fecha 21 de Noviembre del 2011. He aquí la transcripción de los dos primeros Considerandos de dicha Moción: “…Que, en los últimos 30 años un grupo de arqueólogos y arquitectos hizo de Lima su objeto de estudio, cuyos resultados empezaron a sacar a la luz información antes desconocida sobre el pasado de la ciudad prehispánica; Que, la primera arquitectura monumental se levantó en Lima, ‘El Paraíso’, en el distrito de San Martín de Porres, hace unos 4,000 años aproximadamente…” Últimos estudios efectuados señalan que su antigüedad sería de 5,000 años que convertiría a Lima como la ciudad más antigua de América. Estos hechos deben motivarnos a seguir fortaleciendo nuestra identidad local, como también promoverla, difundirla en nuestra niñez y juventud principalmente, toda vez que nos sentimos orgullosos de nuestro pasado. Eso afianza nuestra actitud presente y nos prepara para superar con éxito los retos del futuro.

técnicos, los pobladores del Paraíso tuvieron un final dramático hacia los años 1500 a.C. Al parecer fracasó el sistema de redistribución al no tener un eficaz manejo de los excedentes. Aunque en realidad se desconoce mucho de las causas concretas de su ocaso. Sólo se sabe que confeccionaron cientos de sacos de fibra llenos de arena y cubrieron su templo hasta enterrarlo. Pronto fue tan sólo un túmulo más de los páramos de esta parte.24 Esta historia pudo ser conocida gracias al descubrimiento realizado por el arqueólogo francés Frederich Engel en el año 1965, quien en ese momento consideraba que era “Es el más antiguo conjunto arquitectónico de las Américas”·25 La importancia de este lugar permitió que el Instituto de Antropología y Agricultura Precolombina de 24 

EL COMERCIO. Lima, martes 26 de Enero de 1965. Pág. 2.

25

ENGEL, Frederich. El Complejo El Paraíso en el valle del Chillón. En: Anales Científicos. Nos. 3 y 4, Volumen V, 1967.

29

30

EL FORMATIVO INICIAL: GARAGAY

C

(1,400 – 600 a.C)

uando corría aproximadamente el año 1,400 a.C se inició la construcción de uno de los templos más importante del valle del Rímac, que formaba parte de una confederación de centros ceremoniales multivalles en la costa central, lo que permitió consolidar las relaciones humanas de dominio de una élite que ejercía poder en esta parte de la costa peruana.

Medio).28 Se incorporaron nuevas deidades ilustradas en los muros y frisos (figuras modeladas y pintadas contra una pared) que contenían características que formarían parte de la iconografía de Chavín de Huántar. Aunque este influjo llegó tardíamente, se ha dicho que fue la fuente de difusión del estilo Chavín durante el horizonte temprano en la costa central. Durante los 800 años que estuvo en vigencia el templo, el prestigio e influencia se dio no sólo en los habitantes del valle y pescadores comarcanos, sino también llegó a muchas regiones del antiguo Perú, de donde venían en peregrinación trayendo ofrendas. Una de éstas fue depositada durante la última remodelación (Templo Tardío) y comprendía una laja de piedra recubierta de yeso sobre la que se pintó la imagen de un dios, con similitudes al Lanzón Monolítico de Chavín, ubicado en una galería interna del Templo Viejo de Chavín de Huántar.

Este templo, que ha venido en llamarse Garagay, estuvo gobernado por una élite de sacerdotes que ejercía poder a través del miedo, expresado en su práctica religiosa e iconografía que se encuentran ilustradas en su construcción. Pero este prestigio no sólo era religioso, sino también se encontraba en su práctica redistributiva de los bienes de producción. En un inicio, el prestigio y tradición era netamente local (Templo Temprano), donde podía haber deidades costeñas, como la araña, que está relacionada con las predicciones y rituales de fertilidad de la tierra. 27 Sin embargo, tiempo después, la presencia e influencia Chavín provocó una reforma ideológica en el lugar, que se manifestó en la primera remodelación del templo (Templo

Sin embargo, el templo no tuvo una población urbana cercana al recinto. No se ha encontrado evidencia de alguna ocupación en un radio de 10 Km. a la redonda. Se presume que esta población se encontraba dispersa entre los campos de cultivo. 28 

27 

El templo de Garagay ha tenido tres grandes remodelaciones que los arqueólogos han denominado tres momentos o fases: Templo Temprano (a la primera construcción), Templo Medio ( a la primera gran remodelación ) y Templo Tardío (al aspecto que mostró luego de la segunda y última gran remodelación).

BONAVIA, Duccio. Perú: hombre e historia. Lima, 1991. Pág. 212.

31

hypogaea), frejol (Phaseolus vulgaris), lúcuma (Lucuma obovata), calabaza (Cucúrbita pepo) y Zapallo (Cucúrbita máxima). Aunque también su actividad económica estaba sustentada en la pesca marina.29





Por otro lado, esta población conoció la técnica del tejido ondulado, utilizando el algodón y la lana (de llama y alpaca). En el caso del algodón utilizaron el color natural de su fibra (amarillo brillante, rojo cochinilla y el azul). Mientras en la lana se empleó la técnica del teñido haciendo uso de los colores rojo, amarillo, verde y azul, obteniendo tapices muy sofisticados.

Los frisos de Garagay.

La alfarería, que era desconocida hasta la época del Paraíso, fue introducida a este lugar durante el primer periodo de ocupación (Templo Temprano). Pero también se ha encontrado, aunque en un número muy reducido, instrumentos musicales, como una quena hecho de hueso largo de mamífero, que posee 4 perforaciones frontales y una posterior.

El Medallón

Sin embargo, el elemento más característico es el arquitectónico que se encuentra representado a través de unos templos ceremoniales muy propios de la costa central. Esta tradición costera tenía la característica

Se dice que estos habitantes desarrollaron una agricultura intensiva en esta parte de la comarca de Lima. Los arqueólogos han encontrado restos de maíz (Zea mays), pacay (Inga feuillei), maní (Arachis

29 

32

RAVINES, ENGELSTAND, otros. Materiales arqueológicos de Garagay. En: Revista del Museo Nacional. T. XLVI, 1982. Pág. 210.

de construir complejos pirámides en forma de “U”, que comprendía un conjunto de pirámides truncas asimétricas agrupadas en torno a una plaza central que vista desde arriba tenía la figura de una herradura. La distribución del complejo comprendía una pirámide central o principal (núcleo), flanqueada por dos de menos altura en forma de brazos (secundarios). El complejo arqueológico de Garagay 30 tenía estas características. Comprendía un conjunto de pirámides construidas con un diseño volumétrico, en el que están presentes, en forma sistemática, terrazas, escaleras y recintos abiertos. Utilizaron grandes muros de retención como técnica de construcción, donde su gran plaza, que se encontraba encerrada por los recintos en “U”, se encontraba abierta hacia el Noreste. Además poseía un pozo circular hundido (Templo Medio).

La Araña

Para su construcción debió de haberse utilizado muchos operarios, con una dirección técnica de gente muy experimentada y debió de haber demandado muchos años. Los arqueólogos han calculado que tan sólo la construcción del edificio principal de Garagay, que posee un 30 

Personaje con escudo

volumen de 1,370,000 m3., demandó 5.5 millones día/hombre. Lo que equivale, si se encontraban trabajando 200 personas, a que lo hayan culminado en aproximadamente 76 años.

Se encuentra ubicada en la margen derecha del río Rímac, entre las coordenadas geográficas 12 00´ 26´´ latitud sur y 77 05´30´´ longitud oeste. La parte más elevada se encuentra a 97 msnm.

33

cio, silicio y sodio), usando como aglutinante el sumo de unas cactáceas. Se empleó motas de algodón para la labor de pintado de los relieves. Los colores usados fueron el negro (5Y2/1), blanco (7.5YR8/0), amarillo (2.5Y8/4), azul grisáceo (2.5Y7/8), rojo (10R6/6) y rosado (10R6/4) como color de fondo. 31 Se ha dicho que posiblemente los restos del alucinógeno San Pedro (Trichocereus pachanoi) encontrado en forma de cigarro en el templo, hayan servido para que los sacerdotes y artistas, que elaboraron y pintaron estas deidades, consiguieran la inspiración necesaria, como es muy propio en la práctica andina.

Reconstrucción hipotética del templo de Garagay.

En este templo se han encontrado ilustrados, a través de frisos polícromos, imágenes zoomorfas y antropomorfas, que producían temor en los feligreses. La deidad central debió ser el intermediario entre el hombre y los fenómenos naturales. Esta imagen no ha podido ser rescatada. Sin embargo se ha podido conocer un conjunto de imágenes, siendo las más destacadas, por su estado de conservación, la “araña” y el “medallón”, ubicados en el atrio de la pirámide mayor.

Por otro lado, algunos consideran que desde este lugar se originó parte del legado que, sumado al de otras regiones del mundo andino, formó la tradición Chavín, que influyó en gran parte del antiguo Perú durante el Horizonte Temprano (1000 - 200 a.C). Pues la iconografía encontrada en este lugar corresponde al periodo pre Chavín. Los frisos, que se han vuelto muy famosos, descubiertos en la pirámide principal,

Los artistas que trabajaron estos frisos hicieron uso de pigmentos de origen mineral (aluminio, cal-

31 

RAVINES, ENGELSTAD y otros. Materiales arqueológicos de Garagay. En: Revista del Museo Nacional. T. XLI, 1975. Págs. 253-272.

34

corresponden cronológicamente a un momento previo a la construcción del templo de Chavín de Huántar (Ancash). Incluso, también tomó los complejos arquitectónicos en forma de “U” de tradición costeña, que fue empleada para la construcción del templo nuevo de Chavín.

1974 el Instituto Nacional de Cultura encarga a los arqueólogos Rogger Ravines y William H. Isbell a realizar los trabajos de investigación, delimitación y conservación de la Huaca Garagay. En esta temporada se reveló la real dimensión de este monumento, descubriéndose los famosos frisos polícromos en dos de sus pirámides, entre otros.33

El recinto religioso, durante su largo periodo de vigencia, ha tenido que soportar varios desastres naturales, como los aluviones destructivos ocurridos entre los años 1000 – 1200 a.C. en el valle del Rímac, que dejó varias capas de sus desastres sucesivos, llegando incluso a la plaza central hundida del complejo ceremonial de Garagay. Los recintos del lugar fueron cubiertos de lodo y piedra, hasta un espesor de 1.20 m.32

Pero este recinto, a pesar de ser considerado como “el mayor y el más notable de los complejos arquitectónicos del valle del Rímac”,34 ha pasado por muchas penurias, en las que no han faltado destrucciones e “invasiones”. Aun así, últimamente, el 30 de Enero de 2001, fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación,35 esperando que con ello se respete nuestro patrimonio y legado histórico. (36*)

Pero el poder del templo de Garagay recién entró en decadencia hacia el año 600 a.C. Se dice que el ocaso de la influencia Chavín se dio por un terrible terremoto que destruyó muchos de los recintos ceremoniales del valle, cayendo con ellos una ideología y el dominio de una élite que conocía de las fuerzas de la naturaleza y daba solución a la vida de su población.

33 

RAVINES, Regger; ISBELL, William. Garagay: sitio ceremonial temprano en el valle de Lima. En: Revista del Museo Nacional. T. XLI, 1975. Págs. 253-254. 34  RAVINES, ENGELSTAND, Otros. Materiales arqueológicos de Garagay. Pág. 225. 35  EL PERUANO. Lima, miércoles 7 de Febrero de 2001. Pág. 198297. (Resolución Directoral No. 082/INC) 36(*)

La historia de este templo fue conocida por primera vez, aunque de manera muy limitada, en 1959, gracias a la información presentada por José Casafranca, inspector del Patronato Nacional de Arqueología, lo que posibilitó que el patronato comisione a Manuel Ontaneda y Aquiles Ralli a realizar excavaciones en lo que era en ese momento la hacienda Garagay Alto. Se descubrieron relieves pintados de colores que fueron identificados como parte de la cultura Chavín. Éstos fueron vueltos a enterrar ante la imposibilidad de conservarlos, pero manos inescrupulosas los destruyeron tiempo después. Sin embargo, en 32 

BOLETIN DE LIMA. Lima, No. 81, Mayo 1992. Pág. 4

35

Comentario



Como una forma de reconocer nuestro valioso pasado, el 26 de Abril del 2011, el Concejo Municipal de San Martín de Porres, a iniciativa del burgomaestre Freddy Ternero, aprobó unánimemente la Ordenanza N° 309-MDSMP que establece las condecoraciones y reconocimientos que otorgará la municipalidad a las personas naturales y/o jurídicas públicas y/o privadas, nacionales y/o extranjeras, que hayan realizado acciones meritorias y extraordinarias en bien de la Comunidad Sanmartiniana, coadyuvando al desarrollo en todos los aspectos del quehacer humano, tal como señala su artículo Primero.



Y el artículo Quinto establece lo siguiente:



Cabe también referir que hasta la fecha no se ha otorgado esta distinción, existiendo al respecto la Comisión de Condecoraciones, que es de carácter permanente, encargada de evaluar, calificar y otorgar, previo acuerdo del concejo municipal, esta máxima condecoración local.



La misma ordenanza municipal contempla también otro tipo de condecoraciones y reconocimientos, como La Llave de la Ciudad, Orden Municipal al Mérito, Diploma de Honor, Medalla Municipal y Placa Municipal.

“La condecoración ‘Medallón de Garagay – Ciudad San Martín de Porres’ es la más alta distinción que, a nombre de la Comunidad Sanmartiniana, otorgará la Municipalidad Distrital de San Martín de Porres. Tiene carácter de excepcional”.

36

LA CULTURA LIMA Y LAS REDES HIDRÁULICAS

C

(200 a.C – 600 d.C)

uando corría aproximadamente el año 200 a.C. los curacazgos de la comarca de Lima, que hasta ese momento se encontraban bajo el dominio de una influencia foránea, adquirieron autonomía, gracias al ocaso de la hegemonía pan andino de los chavinenses. Esto permitió a los poderes locales asumir nuevos retos en esta parte de la costa central. Los grupos de élite local tuvieron que afrontar los problemas de incremento poblacional, necesidades alimenticias y la demanda de nuevos patrones religiosos. Asumieron que la solución se encontraba en el manejo de la naturaleza y en la administración de los recursos acuíferos, indispensables para una intensiva vida agrícola. Es así como establecieron un poder central estatal que permitiera realizar las obras de ingeniería indispensable para extender las tierras productivas, lo que demandaba un control político muy organizado, como también ingente mano de obra. Uno de los mayores méritos de estos curacazgos locales fue realizar un manejo y control de las aguas del río, estableciendo una red de canales de irrigación,37 dominando la agreste naturaleza. Para lo cual tenían el conocimiento y la experiencia en el manejo de las aguas de los puquiales que sus antepasados Formativos habían podido dominar (Paraíso). Consiguieron la construcción de un sistema de redes hidráulicas en los valles del Rímac y Chillón, a cargo de los curacas del Rímac. Éste debió estar compuesto de bocatomas, compuertas, tajamares, acequias, entre otros, donde habrían diseñado y 37 

construido los canales de irrigación de Bocanegra, Piedra Liza y Comas, lo que habría generado un nuevo panorama agrícola en esta parte de la comarca de Lima, ubicado entre los ríos Rímac y Chillón. Se dice que estos trabajos monumentales estuvieron favorecidos por una fase de clima benigno, donde se presentaron grandes lluvias en la sierra que permitieron que los caudales de los ríos costeños crecieran. Los resultados agrícolas y económicos fueron enormes. Se sostiene que en este periodo se llegaron a domesticar casi todas las plantas cultivables del mundo andino. Con ello los grupos de élite local lograron afianzar su poder y consiguieron establecer un poder estatal que tenía bajo su control la producción agrícola y, en consecuencia, la vida económica y social de la población. Son limitados los trabajos arqueológicos de este periodo, mientras otros se han perdido.38 En el área

AGURTO, Santiago. Lima prehispánica. Lima, 1984. Pág. 85.

37

38

Entre los años 1875-1877 el francés Charles Wiener realizó excavaciones en la hacienda Infantas de propiedad de los señores Jules Tenaud y Althaus, encontrando muchos objetos arqueológicos: “tejido”, “terracota negra”, “badeleta frontal en paja trenzada”, “brazalete de oro repujado”, “fragmento de sudario”, “fragmento de camiseta”, “saquito que contenía saquitos de coca”, “torteras”, “borde inferior de un poncho de franja”, “elemento de franja de algodón”, “fragmento de pechera de camisa”, “concha de molde en bronce martillado”, “saquito que contenía comestibles”, “honda”. Éstos fueron llevados a Europa y un conjunto de ellos ilustraron su libro “Perú y Bolivia” impreso en París (Francia) el año 1880. WIENER, Charles. Perú y Bolivia. Págs. 53-55.



Por otro lado se dice que frente a Palao, el doctor Carlos A. Romero observó la existencia de un puente colgante que era parte de un antiguo camino costeño que serviría para comunicarse con los pobladores del valle de Carabayllo. VILLAR CORDOVA, Pedro. Arqueología del Departamento de Lima. Págs. 166-167.

distrital existe un conjunto de recintos arqueológicos o edificios públicos ubicados en la misma dirección que viajan las aguas del canal de irrigación del río Bocanegra: Huaca Palao, Huaca Cerro La Milla, Huaca Conde Villa Señor 2, Huaca Conde Villa Señor 1; lo que permite plantear una posible edificación vinculada al control del agua o el sistema hidráulico.

Este manejo y uso racional de las aguas para la expansión agrícola, debió de ir de la mano con la planificación urbana. Es así como se determinó que los villorrios urbanos, donde vivían los hombres del común, se ubicaran en los lugares de poco acceso, en los bordes de los valles, para no desperdiciar áreas de cultivo.

Esta hipótesis tendría mayor argumentación, teniendo en consideración el comentario que hizo el padre Pedro Villar Córdova, cuando al visitar hace muchos años atrás la Huaca Palao, observó un canal de agua que comunicaba este lugar con la hacienda Bocanegra. Aunque el padre interpretaba que éste era un canal de agua que venía en sentido contrario, de Bocanegra a Palao.39

Por otro lado, en esta época, se vivía también en la costa central un crisol de tradiciones procedentes de todas las regiones de su entorno (costa norte, costa sur y sierra). Era una época muy compleja, con muchos cambios, que se encuentra reflejada en su arquitectura. Siendo lo más prestigioso su carácter religioso. A esta época se le ha venido a llamar Cultura Lima. Era la unión de un conjunto de curacazgos locales, vinculados a través de alianzas, donde cada uno de ellos gobernaba un valle o canal de agua, manteniendo sus propias tradiciones. Su radio de influencia comprendía la parte central de la costa, desde Chancay a Pachacámac. Tuvo como vecinos contemporáneos a la cultura Mochica en el norte y Nazca en el sur.42 Corresponde al periodo, llamado por los arqueólogos, Intermedio Temprano (200 – 600 d.C.).

También señala la existencia de unas defensas para las torrenciales aguas del río Rímac, expresado en un contrafuerte que recorría hasta la desembocadura del río en la cabecera del Callao,40 lo que debió ser parte de las obras de ingeniería de este sistema hidráulico. En todo caso, todo señala que los canales de Piedra Liza, Bocanegra y Comas fueron construidos en esta época, en que se reordenan las aguas del Rímac y se construyen los otros canales del izquierdo valle (Magdalena, Huatica y Surco). Pues, a la llegada de los españoles éstas se encontraban en funcionamiento. Llegando, estos últimos, a realizar tan sólo algunas pequeñas obras para que pudieran dotar de más agua.41 Además, no fue preocupación, en los periodos siguientes al I ntermedio Temprano, la construcción de canales de irrigación, en esta parte de Lima.

En la comarca de Lima existen muchos recintos arquitectónicos de importancia. Los mayores templos ceremoniales estuvieron asentados en la parte baja de los valles. Aunque los más importantes quedaban en el lado izquierdo del Rímac. Cajamarquilla era un centro urbano, político y administrativo de la región. Mientras, Maranga era un gran centro administrativo religioso, con pirámides escalonadas. Aunque faltan realizar muchos trabajos arqueológicos en el área distrital, sabemos que los recintos religiosos de este periodo eran grandes estructuras piramidales escalonadas, decoradas con pinturas murales polícromas, teniendo la particularidad de que

39 

VILLAR CORDOVA, Pedro. Arqueología del Departamento de Lima. Pág. 167. Obra citada, Pág. 167. 41  JOCHAMOWITZ, Alberto. Mejoramiento del sistema de regadío del valle del Rímac. Lima, 1919. Pág. 22. 40 

42 

38

BONAVIA, Duccio. Perú: hombre e historia. Lima, 1991. Pág. 281.

el control del sistema hidráulico del valle, aunque esta vez, de la parte media y alta de la cuenca. Se dice que durante el horizonte medio, grupos yungas locales decidieron ocupar la parte media y alta del valle, para dominar y administrar mejor los recursos acuíferos. Esto sería con el objetivo de un mejor control de toda la cuenca por parte de los señores de la parte baja. Ello posteriormente traería rivalidad y guerra entre estos sectores del valle, en la que estaba involucrado no sólo el volumen de agua, sino también los productos que se obtenían en los distintos pisos ecológicos, como el caso de la coca, de significativo valor en el mundo andino.43

sus grandes edificios eran construidos con pequeños adobes colocados en forma lineal a manera de libros. Muchos años atrás, el padre Villar Córdova señalaba la existencia en Chuquitanta de una aldea prehispánica con adobes de estas características, que poseía una arquitectura del tipo de Maranga (Intermedio Temprano), “o sea, paramento de adobes pequeños”. Pero, al parecer, éstos fueron reutilizados posteriormente, al tener sobre ella otra infraestructura que pertenece a periodos ulteriores. Sin embargo, este periodo culminó alrededor del año 600 d.C, con la invasión Wari a la costa central, de la que se dice fue en forma súbita, cambiando muchas de las costumbres locales. No obstante los nuevos señores Wari continuaron preocupados con

43 

ROSTWOROWSKI, María.

Establecieron una red de canales de irrigaci[on dominando la agreste naturaleza

39

40

LOS SEÑORÍOS DE YCHSMA Y COLLI

C

(900 -1,470 d.C) Éstos al parecer tenían una relación cordial, aunque se sabe que en el pasado los Colli pretendieron ocupar las tierras vecinas del valle de Rímac.44

uando corría el año 900 a.C. entró en decadencia la influencia de los señores Wari sobre las etnias locales de la comarca de Lima, a la que estuvieron sometidas durante varios siglos, debido a problemas económicos que habían traído las sequías y falta de recursos básicos, debilitándose su poder en muchas regiones de su dominio. Aunque también se debía al robustecimiento del dios local (Pachacámac) en detrimento del foráneo (la ideología TiahuanacoWari). Todo esto permitió la libertad y el manejo autónomo de los curacazgos de la costa central.

Estos dos señoríos se distinguían, en que el primero (Ychsma) tenía un prestigio e influencia religiosa con su dios local (Pachacámac) en toda la costa del antiguo Perú; mientras el segundo (Colli) conservaba una imagen belicosa por su larga tradición guerrera con sus vecinos. Esto se puede observar en el significado etimológico de sus nombres. Chuquitanta, ligado al significado de “Batallón de lanceros”, mientras Ychsma era la coloración rojiza, propia del achiote o azogue que tenía en el mundo andino una utilidad de carácter ceremonial o ritual. Aunque otros, como Colliruna significa en castellano “hombre oscuro o moreno”, como también ágil, vivo, trabajador y solícito.45

En la comarca de Lima se establecieron, a través de alianzas de los señores locales, dos macroetnias: el Señorío de Ichsma y el Señorío de Colli. El primero tenía una jurisdicción que abarcaba los valles de Rímac y Lurín. Y el segundo el valle de Carabayllo. Cada uno de ellos estaba compuesto por un conjunto de pequeños curacazgos asentados en torno a un canal de agua, que es el elemento vital en la vida agrícola. Y como la actual área distrital se encuentra emplazada entre los valles de Rímac y Chillón, en él se establecieron comunidades o etnias que correspondían a estos dos señoríos regionales.

Se sabe poco del curacazgo y etnia de Amancaes. Pero por la dualidad con el Señorío de Lima debió tener las mismas características que tenía el cacicazgo que se encontraba en el lado izquierdo del río Rímac, 46 donde cada uno de ellos poseía un canal de irrigación para su uso, abarcando su jurisdicción al área de influencia de este canal o acequia que más adelante será denominado también valle.

Entre los ríos Rímac y Chillón se estableció la parcialidad o etnia de Amancaes (integrante del Señorío de Ichsma), ubicada en la zona sur; y la etnia de Chuquitanta (integrante del Señorío de Colli) en la zona norte.

44 

ROSTWOROWSKI, María. Obras completas. T. III, Págs. 31-32. GONZALES HOLGUIN, Diego. Arte y diccionario quechua – español. Lima 1901. Págs. 56 y 177. 46  ROSTWOROWSKI, María. Obras completas. T. II, Pág. 240. 45 

41

con las aguas de un antiguo puquio que se encontraba en el lugar. Mientras el segundo se iniciaba más abajo, por el Puente del Ejército, e irrigaba las áreas más importantes y extensas de cultivo del lugar. Se sabe que existía este canal en tiempos prehispánicos, pero se desconoce de sus ocupantes y el nombre original de la acequia, pues al parecer éste corresponde a la colonia. Asimismo se habla, en el lado derecho del Rímac, de la parcialidad de Pacán, aunque relacionada con el “Valle de Amancaes”. Se presume que se encontraba cerca al cerro San Cristóbal, donde había unas tierras con ese nombre. Aunque también podría corresponder a unas tierras de lomas que le pertenecían a su parcialidad. Se desconoce todavía mucho de este lado del Rímac. Pero otros aseguran que el curacazgo de la ribera norte del Rímac era Aznapuquio. Por el otro lado, la etnia de Chuquitanta era parte integrante del curacazgo de Colli, que a su vez formaba parte del Señorío de Colli., que poseía un estilo de gobierno militar y teocrático, donde su deidad central era Huallayo Carhuincho. Se había constituido en una unidad a través de alianzas y conquistas de los señores locales del valle bajo y medio de Carabayllo. Conformaban la unidad yunga las comunidades de Colli, Chuquitanta, Carabayllo (Valle bajo), Quivi, Huancayo Alto, Huanchipuquio, Sapan, Macas y Guarani (valle medio). Entre ellos había una unidad económica, pero no política. De todos ellos, el que lideraba la macroetnia era el Señor de Colli, por el manejo económico y la me-

Plano de ubicación de las Murallas de Chuquitanta o Chillón.

Sin embargo, en este lado derecho del río existen dos canales de irrigación: Piedra Liza y Bocanegra. El primero, que debió corresponder a la etnia Amancaes, se inicia en Caja de Agua y que al pasar por las faldas de las famosas lomas de Amancaes era alimentado

42

Las murallas de Chuquitanta o Chillón sirvieron como defensa militar a los guerreros Colli.

jor administración de los recursos, quien coordinaba con los demás curacas los intereses de las distintas parcialidades.

eran los puquiales Amancaes y Gallinazos o Pampa del Rey que permitían irrigar la zona centro y norte, respectivamente, de la actual área local.

Tenía como límites, por el Este la zona de Chuquicoto (más arriba de Quivi); por el Oeste el mar; por el Norte con Chancay y el Sur los Amancaces. Mientras los Chuquitantas comprendían como jurisdicción las tierras del lado izquierdo del río Chillón hasta las que correspondían a su vecina Amancaes. Poseían como límite un cerro llamado Chuqui.

Pero esta astucia yunga es rechazada por las comunidades serranas siendo expulsados los miembros de las comunidades de los valles bajos del Rímac y Chillón, lo que coincidía con el robustecimiento de los señores de las serranías de Lima (Huarochirí) bajo el amparo de su dios Pariacaca, después del debilitamiento del poder Wari en esta región. Los yungas fueron acusados de la poca veneración al dios Pariacaca, al que habían dejado de ofrendar tributos. Aunque también se dice que este desplazamiento de los yungas de la sierra limeña se debió a desastres naturales.

Empero, una coincidencia entre estos dos señoríos (Ychsma y Colli) era la necesidad de un manejo integral de las aguas de las cuencas de su jurisdicción. Para ello, desde el periodo de dominio de los Wari, comenzaron una política de expansión y dominio en los valles medio y alto, a través de trabajos de colonización con etnias yungas procedentes de estos dos señoríos, donde posiblemente estaría la necesidad de extender las áreas productivas y doblegar las campañas agrícolas anuales, sobre no sólo muchas zonas de los valles comarcanos de Lima, sino también de su propia área, cuya mayor fuente de provisión

Ante este hecho, al parecer los señores Ichsma no tuvieron ninguna reacción, pero los señores Colli, que poseían una organización militar, sí. Ellos vivieron largos periodos de rivalidad con los serranos del valle alto: Canta, Chaclla y Yauyos, siempre por el dominio de los pisos ecológicos donde se producía coca (Quivi), que era un producto muy valorado en el

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mundo andino, ya que servía como ofrenda a los dioses e instrumento de intercambio como moneda andina del Antiguo Perú.

tensas construcciones ciclópeas, en el área del actual distrito sanmartiniano, que vienen desde el Puente Inga en dirección al cerro La Regla, pasando por la hacienda Márquez y Chuquitanta, encerrando unas 625 hectáreas de defensa militar. Aunque también se señala que sirvieron como caminos epimurales. 48

Este vínculo violento y sangriento con los serranos tenía periodos de calma y cordialidad por las necesidades comerciales que ambos realizaban. En tiempos de paz había intercambio de productos alimenticios y manufacturados y en tiempos de guerra se ponía en juego los límites territoriales.47 La zona de Quivi, que pertenecía a los dominios de los Colli, fue arrebatada en una de estas guerras por los Cantas.

Por otro lado, el padre Villar Córdova llegó a observar en los años treinta (s. XX) en la hacienda Chuquitanta “un montículo con fortificación y cuarteles que servirían para defender este valle de las invasiones por la quebrada del Chillón”. Ésta se encontraba frente al sector militar de Collique Los grupos étnicos ubicados entre los ríos Rímac y Chillón. Otra causa de la o la Fortaleza de Collique. guerra entre estas dos Este argumento es recomunidades se encuentra en los cambios climáticos forzado por el mismo padre, con el significado etique se producen entre los años 1000-1300 y 1400 d.C. mológico de Chuquitanta, que, como hemos referido, y que hicieron que los yungas ampliaran su zona de alcanza la sinonimia de “Batallón de lanceros”.49 producción y posteriormente los Cantas buscaran Este periodo de autonomía local culminó alrededor nuevas tierras agrícolas, producto de la crisis. del año 1470 d.C, cuando los señores Ichsma y Colli De esta época corresponden algunas construcson sometidos al poderoso Imperio Inca. ciones militares, como la Fortaleza de Collique y 48  las Murallas de Chillón. Esta última comprende exAGURTO CALVO. Santiago. Los grandes murallones del Chillón. En: El 47 

ingeniero civil, No.24, Mayo de 1983. Págs. 42-46. VILLAR CÓRDOVA, Pedro. Arqueología del Departamento de Lima. Pág. 169.

49 

ROSTWOROWSKI, María. Obras completas. T. II, pág. 216.

44

LA INVASIÓN INCA

C

(1,479 – 1,532 d.C)

uando las huestes del inca Tupac Yupanqui llegaron a la comarca de Lima en 1470, con el objetivo de buscar que los señoríos y curacazgos de esta parte se incorporaran al poderoso imperio del Tahuantinsuyo, al parecer no advirtieron que dentro de los pequeños reinos de la costa central iba a haber alguien con tradición bélica y que se atrevería a retarlo, sin considerar las victorias que venían teniendo en su larga campaña en todo el sur del antiguo Perú.

aceptaron la anexión pacíficamente, sin mayores negaciones. Con ello los jefes locales consiguieron que los incas respetaran a sus dioses y los privilegios de tenían como curacas. Sin embargo, los incas no tuvieron esa misma suerte con los Colli. Cuando los cuzqueños se encontraban en el valle de Lurín enviaron emisarios a los señores Colli, llevándoles ofrendas, intentando someterlos por las vías pacificas, utilizando la estrategia del agasajo y la reciprocidad.

En esa época la comarca de Lima estaba gobernada por dos señoríos regionales: Ychsma (comprendía los valles Rímac y Lurín) y Colli (valle de Carabayllo), encontrándose la actual área distrital en la parte limítrofe de estos dos reinos. La parte sur, que usaba los canales de agua del río Rímac,50 pertenecía a Ychsma; y el lado norte, que usufructuaba las vertientes del Chillón, formaba parte de Colli. El primero tenía un privilegio religioso, mientras el segundo almacenaba una larga tradición guerrera.

Pero como los Colli tenían una larga tradición bélica, La soberbia de los señores Colli pensaron que los in- una brutal represión de los Incas. cas eran un pequeño señorío, de quienes podían defenderse, respondiendo negativamente a su solicitud, lo que trajo como consecuencia un sometimiento cruel.

Primero los incas llegaron a los recintos del santuario de Pachacámac, donde ofrecieron ofrendas y tributos al dios yunga, para después proponerles formar parte de su imperio. Los señores Ychsma 50

El señorío de Ychsma gobernaba dos canales de agua. La primera era Bocanegra (donde se asentaría posteriormente las haciendas Coronel, La Milla, Santa Rosa, Valdivieso, Chavarría, Conde Villa Señor, Garagay); y la segunda era Piedra Liza (donde se asentaría las haciendas Aznapuquio, Mulería, Palao, Viñedos de Repartición y Piñonate). Y el Señorío de Colli administraba el canal de Comas (donde se asentaría las haciendas Infantas, Naranjal, Pro, La Granja y Chuquitanta)

Aun así la dominación no fue fácil. Los incas tuvieron que buscar la alianza de los grupos serranos

45

trajo

El curaca Chaume Caxa, que estaba detrás de esto, fue perseguido y apresado. Junto con otros culpables fue enviado al Cuzco, en donde recibieron cruel muerte. Mientras tanto, otro grupo de varones adultos de este señorío también fue eliminado y otros desterrados a zonas muy apartadas del Ta h u a n t i n s u y o . Sólo se quedaron las mujeres y los niños.

para someterlos. En su conquista participaron sus antiguos y eternos enemigos de las alturas del valle Chillón: los Cantas, Yauyos, Chaclla, entre otros. Los Colli se defendieron, teniendo como último bastión la Fortaleza de Collique, en donde se dieron las últimas batallas y el curaca Colli ofrendó su vida.

Pero esta soberbia de los señores Colli por no aceptar Como parte de la vía pacifica, trajo esta sangrienta una brutal reprerepresión, las tierras sión. Los señores de los Colli fueron locales fueron entregadas a mitvejados; los incas maq (mitimaes) de impusieron en reotras regiones,51 emplazo del señor de Colli un curaca quedándose los yanacona, de baja cuzqueños con categoría y status, tan sólo las tierras en son de ofensa. chaupiyungas Este acto significó para destinarlas al Los miembros del señorío de Ychsma se unieron pacíficamente al gran imperio un cambio en el or- de los incas. cultivo de la coca. den jerárquico del Se dice que desde antiguo señorío. El jefe local que hasta ese momento esta época comenzó a disminuir la población de la tenía la denominación de Capac Colli, pasó a tener comarca de Lima. el título de Acja, que poseía las mismas funciones de Para 1530, antes de que llegaran los españoles, un jefe étnico; mientras el curaca “principal” era el la población de estos dos señoríos (los valles de responsable de una parcialidad y del cobro del tributo. Rímac, Carabayllo y Lurín) era de aproximadamente Todos estos actos tuvieron una respuesta de los sobrevivientes Colli. Los hechiceros, muy valientes y orgullosos, intentaron tomar venganza. Con el auxilio de sus dioses locales realizaron ceremonias de maleficio, buscando matar al inca, pero tremenda osadía tuvo una cruel respuesta. Tupac Yupanqui, enterado de la traición, envió a su general Apo Yupanqui para investigar y castigar a los responsables.

30,000 habitantes,52 siendo los Colli el sector poblacional más reducido.

51 

ROSTWOROWSKI, María. Obras completas. T.II Pág.304. CARDENAS APOLAYA, Mario. La población aborigen del valle de Lima en el siglo XVI. Pág.17.

52 

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47

48

LA INVASIÓN ESPAÑOLA

E

(siglo XVI)

n Enero de 1533 los curacas de los señoríos de Ychsma y Colli se presentaron ante Hernando de Pizarro que había llegado por primera vez a una parte de la comarca de Lima (Pachacámac), como parte de una expedición española a los interiores del imperio incaico, todavía no conquistado, con el objeto de hacerles ofrendas con productos de la tierra y metales preciosos que ya sabían que buscaban. Es posible que estos señores no se hayan imaginado la magnitud de los cambios que se verían en los años siguientes.53

El cacique de Amancaes era Diego Pocon Calsapaxsi o Caxapaxa, pariente del cacique de Lima, Taurichusco, quien era el otro curacazgo que, con Amancaes, conformaban la dualidad o la otra mitad de Lima, 54 según la estructura social y espacial andina. Aunque pareciera que en ese momento el cacique de Amancaes se encontraba ausente, al haber sido enviado al Cuzco por orden del inca.55 Mientras en el caso de Chuquitanta, al parecer en esos días no tenía sembríos, pues se dice que esta repartición recién se constituyó a inicios de la conquista. Antes había sido un ayllu que formaba parte del curacazgo de Colli. Pero debió tener un “principal” o jefe étnico. En 1551 el cacique de Chuquitanta era Don Fernando.56

En ese momento, la planicie costeña entre los ríos Rímac y Chillón estaba ocupada por dos comunidades distintas. La primera, representada por el curacazgo de Amancaes, se encontraba asentada en la zona sur, usufructuando los canales de agua del río Rímac; mientras en la zona norte se encontraba el ayllu o curacazgo de Chuquitanta, usando igualmente las aguas del río Chillón. Ambos formaban parte de distintas confederaciones o señoríos regionales más amplios: Ychsma y Colli, respectivamente, que se habían integrado recientemente al Imperio Incaico.

Por otro lado se encontraba también el pueblo de Sevillay, junto o dependiendo de la etnia de Chuquitanta, incluido también dentro de los fueros del antiguo curacazgo de Colli, que debió tener un “principal”, aunque más adelante compartió una misma autoridad con Chuquitanta. 57 54

ROSTWOROWSKI, María. Obras completas. T.II Pág. 252. ROSTWOROWSKI, María. Estructuras andinas de poder. Pág.127. 56 ROSTWOROWSKI, María. Doña Francisca Pizarro. Lima 2003. Pág. 43. 57 El Curacazgo de Colli era una parcialidad de un señorío regional mayor, que llevaba el mismo nombre (Colli), al encontrarse liderada por ella. Ésta comprendía el valle bajo y medio del río Chillón. Y estaba integrada por los repartimientos de: Carabayllo, Chuquitanta, Sevillay, Collique y Huancayo. Mientras el curacazgo de Amancaes formaba parte del señorío de Ychsma, el cual abarcaba la jurisdicción de los valles de Rímac y Lurín. Estaba formada, en el Rímac, por los repartimientos de: Maranga, Guatca, Lima, Guala y Amanaces. Cada uno de ellos tenía un curaca local.

Ambas comunidades (Amancaes y Chuquitanta) tenían una campiña agrícola con sembríos de maíz y camote, donde los tapiales que los dividían estaban llenos de guayabos, lúcumos, paltos y pacaes. 53

55

FRANCISCO DE JEREZ. Verdadera relación de la conquista del Perú y provincia del Cuzco. México, s/f. Pág.98.

49

como aliados a los caciques y jefes étnicos, quienes no se podían oponer al nuevo orden. Es por ello que se respetaron, en parte, algunos de sus privilegios, como la autoridades que ejercían, que era de mucha utilidad para los hispanos, como también la tenencia de tierras. Estas transformaciones se vieron reflejadas en la drástica reducción de la población indígena. El número de miembros de comunidad de la comunidad de A pesar de la escasa resistencia local a la invasión extranjera, en el siglo XVI se presentaron Chuquitanta disminuyó durante rebeliones indígenas contra los españoles. los siglos XVI-XVII: de 100 indios tributarios (en 1549) pasó a 60 En este contexto se producen los cambios con tributarios y 234 de población (en 1575); y 21 tribula invasión española. La conquista significó para los tarios y 90 de población, en 1591. En 1602 eran sólo valles del Rímac y Carabayllo un traumático cambio 10 tributarios y 36 de población.58 Lo mismo sucedió estructural. El dios tutelar, en torno al cual vivía la con la población de Magdalena, adonde fueron a población, fue destruido; las tierras del inca, el sol, concentrarse los integrantes de la etnia de Amancaes: los caciques y del común, fueron despojados; su de 246 indios tributarios (en 1575) a 167 (en 1591) y población fue diezmada; se reestructuraron los es89 (en 1602), lo que tenía que ver con la guerra del pacios de ocupación territorial y se impusieron otros momento, las nuevas enfermedades, la fuga de los patrones de poder. La fundación en 1535 de la capital indígenas al interior, entre otros. Hasta ese momento del nuevo virreinato, en el valle de Lima, constituyó no se conocía de enfermedades como la viruela, gripe, el inicio de la desaparición de los miembros de las tos convulsiva, sarampión, peste bubónica, que fueron etnias Amancaes y Chuquitanta. traídas por los invasores de Europa y rápidamente El panorama cambió rápidamente. Se talaron propagada por todo el territorio. La epidemia de la los árboles para construir la nueva ciudad. Los inviruela de fines del siglo XVI diezmó a la población dios fueron movilizados para los trabajos urbanos nativa; empero, también se dice que esta reducción de y las necesidades bélicas. Las sementeras fueron la población formaba parte de un proceso que venía arrasadas por la caballería extranjera al ser utilizadas de muchos años atrás, antes de la invasión extranjera. como campos de forraje. Muchas tierras quedaron 58  CÁRDENAS APOLAYA, Mario. La población aborigen del valle de Lima abandonadas y baldías. Tuvieron (los españoles) en el siglo XVI. Pág. 95

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Se crearon las condiciones para que algunas etnias locales de poca población se juntaran, toda vez que la coyuntura de la muerte de uno de los jefes étnicos posibilitó el hecho. En 1592 el pueblo de Sevillay se encontró acéfalo ante la muerte de su curaca, quien además no dejó descendientes. Esto fue superado con el matrimonio del curaca de Chuquitanta, Luis Cuya, con la hija del curaca fallecido. A partir de esa fecha el curaca del primero gobernó las dos comunidades constituyendo en la práctica una unidad étnica. Otra causa de la ausencia de mano de obra en las labores agrícolas - y que posibilitó el abandono de las tierras de la comunidad - eran las prolongadas prestaciones serviles que muchos de los indios tributarios realizaban en la ciudad. Se dice, por ejemplo, que en 1571 muchos de los naturales de Amancaes se encontraban en el pueblo del Cercado con ese fin. Esta crisis y ausencia poblacional facilitó en el tiempo el despojo de las tierras de los naturales y jefes étnicos, por parte de los conquistadores. Como no había mano de obra para trabajar las tierras agrícolas, éstas comenzaron a ser arrendadas y posteriormente vendidas a los nuevos invasores. Pero también se daban los casos que ante el abandono de las tierras y ausencia poblacional, éstas comenzaron a ser ocupadas ilícitamente por los españoles, para después regularizarlas a través de las visitas, revisitas, composición de tierras y venta de tierras, constituyéndose de esta manera las futuras haciendas coloniales.

El Virrey Francisco de Toledo estableció las reducciones indígenas en el virreinato, consiguiendo con ello que la población de Chuquitanta sea trasladado al pueblo de Carabayllo, en 1571.

de la comunidad de Sevillay en el año 1560 aproximadamente. Pero como fue reclamada por el curaca de dicha comunidad, el imputado, utilizando mucho de su influencia, solicitó en 1580 que se la vendieran, argumentando que los indios ya no la ocupaban. El

Estas argucias de los hispanos para apropiarse de las tierras de los naturales comenzaron desde mediados del siglo XVI. Uno de ellos fue Francisco Manrique de Lara, quien se posesionó de las tierras

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adelante el contratante se quedara con las tierras. En 1569 el cacique de Chuquitanta, Pedro Quispichumbi, arrendó con un compromiso de venta, 30 fanegadas de su propiedad a un español, por el monto de 55 pesos anuales.60 Posteriormente, otro curaca de Chuquitanta, Julián de Lircochumbi, realizó un acto semejante, vendiendo a un español 25 fanegadas de sementeras pertenecientes a su comunidad, que servían para obtener las tasas tributarias para su encomendero Gerónimo de Guevara. Pero lo que más profundizó el despojo de tierras de los naturales fue la implantación de la política de reducciones indígenas, que consistía en el desarraigo de los nativos de su tierra de origen para ser trasladados a los recién creados pueblos de indios. Esto se inició en tiempos del virrey Marqués de Cañete (1556-1561), quien mandó realizar la primera política de formación de pueblos indígenas en la comarca de Lima. Para esto, en 1557 nombró a Alonso Manuel de Anaya, quien después de juramentar el 17 de Setiembre de 1557, como era costumbre, partió con el oficio de averiguar sobre la doctrina, tasas tributarias, agravios a los naturales, además de enumerar todos “los pueblos y aldeas” de agricultores, pastores, pescadores, artesanos, mercaderes, etc. de esta jurisdicción.

Valles agrícolas ubicados entre los ríos Rímac y Chillón.

terreno que tenía 32 fanegadas fue evaluado por el Cabildo de Lima, que aceptó la venta en 900 pesos.59 Otra modalidad para apoderarse de las tierras eran las condiciones del arriendo, que posibilitó que más 59 

60 

QUISPE, Edgar; TACUNAN, Santiago. Pasado, presente y futuro de Carabaillo. Págs. 84-85

QUISPE, Edgar; TACUNAN, Santiago. Pasado, presente y futuro de Carabaillo. Pág. 85

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Como parte de esto, en 1557 fundó la primera reducción indígena: el pueblo de Santa María de Magdalena de Chacalea (actual pueblo de Magdalena Vieja o Pueblo Libre), adonde fueron reducidos o trasladados los naturales del curacazgo de Amancaes. Los acompañaron en esta nueva travesía los miembros de los cacicazgos de Maranga, Guatca, Lima y Guala,61 quienes se constituyeron en sus nuevos vecinos.

Los naturales de Chuquitanta pasaron por este proceso de reducción indígena muchos años después, cuando el virrey Toledo implementó esta política en todo el virreinato. Para esto fue nombrado visitador del valle de Carabayllo y Chancay a Juan Martínez Rengifo, quien recorrió el valle de Chillón, entre Marzo y Junio de 1571, acompañado del curaca de Colli Hernando Nacara.64 Después de hacer un registro estadístico de los recursos humanos, físicos y materiales, el 28 de Junio de 1571 es fundado el pueblo de Carabayllo, adonde fueron enviados los naturales de Chuquitanta y Sevillay. Se encontraba en ese momento como curaca de Chuquitanta Cristóbal Quispechumbi (1571) y encomendero del mismo Jerónimo de Guevara. Lo acompañaron en este proceso de reubicación las etnias de Carabayllo, Huancayo y Collique.

A cada uno de ellos le dieron un barrio propio, separado de los otros, con un principal encargado de ejecutar sus obligaciones tributarias y serviles. Aunque se dice que en este nuevo lugar los Amancaes, en pocas décadas perdieron su identidad, diluyéndose entre los otros,62 pero quedando algunas señales de su presencia en el registro de algunos apellidos que son identificados como parte de esta etnia: Caxapaxa e Ychima, los cuales estaban presentes en los caciques descendientes de los Amancaes en este nuevo pueblo: Juan Ychima Pocon, Pedro Ychima Pocon, Sebastián Ychima. Ellos dejaron muchos descendientes visibles hasta el siglo XVIII. En 1716 el cacique de la parcialidad de Pacán era Sebastián Ychima Pocon. Y para 1759 Agustín Teodoro Ychima, procedente del señorío de Amancaes, era escribano del pueblo de Magdalena.63

Esta misma política sirvió para avalar el proceso de cambio de propietarios de la tierra: de indios por españoles. Durante su estancia en el valle de Carabayllo, el visitador Juan Martínez Rengifo (1571) participó como garante en la venta de tierras que realizaron los curacas a los hispanos. Aunque, al parecer, los miembros de la parcialidad de Chuquitanta en un inicio no perdieron su identidad étnica, al estar agrupados en un mismo barrio que era conducido por su jefe étnico llamada comúnmente “principal”, quien realizaba la labor de cobrar el tributo indígena, a pesar de que ellos no eran las nuevas autoridades, pues en este nuevo ordenamiento se estableció el alcalde de indios, además de la presencia del curaca principal. Sin

Pero también este traslado, lejos de sus tierras originales, posibilitó que sus predios fueran apropiados por otros. Sobre ellos se formaron desde el siglo XVI las haciendas Aznapuquio, Mulería, La Milla, entre otros. 61 

ROSTWOROWSKI, María. Obras completas. T. II, Pág. 239. ROSTWOROWSKI, María. Obras completas. T. II, Pág. 245. 63  COLOMA PORCARI, César. Documentos Inéditos para la historia de la Magdalena y el valle de Lima (1557-1889). Pág. 44. 62 

64 

QUISPE, Edgar; TACUNAN, Santiago. Pasado, presente y futuro de Carabaillo. Pág. 120.

53

cosechar 1500 fanegadas de trigo y en 1659 tan sólo 1000 fanegadas.65

embargo, la disminución de la población los debilitó. Los curacas de Chuquitanta en este nuevo lugar eran: Luis Cuya (1592), Juan Caxa o Cassa (1592-1613), Diego Anuyayco (1613). El barrio de Chuquitanta estaba formado por casas de caña, madera y tapiales de barro, utilizando los recursos de la zona. El cacique de Chuquitanta Juan Caxa tenía su casa, a comienzos del siglo XVI, junto a la iglesia de San Pedro de Carabayllo.

A pesar de que en los nuevos lugares les dieron tierras agrícolas donde pudieran obtener sus productos de subsistencia, éstos no estaban librados de problemas. Las tierras donde fueron reducidos los Chuquitanta pertenecían al curaca de Collique Hernando Nacara, quien ante los atropellos por la pérdida de sus tierras, realizó reclamos e incluso entabló juicios a terceros, pues dentro de la tradición andina existía el respeto a la propiedad ancestral que tenían los jefes étnicos.

Sin embargo, este cambio de ubicación fue penoso. Los pobladores de Amancaes y Chuquitanta fueron a parar a los márgenes de los dos ríos (Rímac y Chillón) donde siempre estuvieron. Aunque pudo haber existido la intención de alejarlos de las antiguas huacas o centros ceremoniales; en la práctica, la lejanía significó que sus antiguas tierras quedaran abandonadas y al acecho de cualquiera. Para 1651 ya se encontraba establecida sobre sus tierras la hacienda Chuquitanta. Su propietario José Delgadillo de Sotomayor había cambiado los ancestrales cultivos de maíz por el trigo extranjero. En 1651 pudo

Pero, en el siglo XVII se hizo más evidente la desaparición de las etnias de Amancaes y Chuquitanta. A pesar de eso, se mantuvieron en el tiempo algunos nombres ancestrales como Chuquitanta, el mismo que ha quedado como señal de la presencia de una comunidad original en este lugar. 65 

LOHMAN VILLENA, Guillermo. Los regidores perpetuos del Cabildo de Lima (1535-1821). T. II. Págs. 112,229.

54

LAS ENCOMIENDAS

C

(siglos XVI – XVII)

uando en 1540 la niña Francisca Pizarro recibió la encomienda de los señoríos de Chuquitanta y Lima de manos de su propio padre, el conquistador del Tahuantinsuyo, se convirtió no sólo en la encomendera más joven del nuevo virreinato, sino también en una de las más poderosas, al tener no sólo las que se encontraban en los alrededores de la flamante capital, sino también las de Huaylas, Chimu y Conchucos. Sus apenas seis años de edad y su condición de primera mestiza no fue impedimento para que su padre se congraciara con la única hija que llegó a tener con Inés Huaylas en 1534.66 La encomienda fue la primera institución española en América para imponer el dominio y control de los naturales, tanto en la parte económica, social, como de mentalidades. Ésta consistía en ceder una merced a los españoles que lucharon en la conquista, como botín de guerra, a un grupo de naturales para obtener de ellos el servicio indígena y la prestación tributaria, encontrándose en la obligación de adoctrinar a los nativos en la fe cristiana y en las costumbres civilizadas. Francisco Pizarro se encontraba capacitado para distribuir encomiendas en el territorio peruano por la Real Cédula del 8 de Mayo de 1533 y concedió en un primer momento, antes de otorgarlo a su propia hija, la misma encomienda de Chuquitanta a un personaje de su entera confianza: Domingo de la Presa. Pero, al parecer éste no lo llegó a disfrutar. Desde Mayo de 1537 estuvo en el campo de batalla acompañando a Pizarro, como contador, en su lucha por pacificar el Cuzco, dejando de cumplir otras funciones que le habían encomendado como escribano del Cabildo de Lima (1535), incluso alcalde de la capital (1539),

aunque de corto periodo este último.67 Murió prematuramente en 1540, sin poder gozar del premio que le habían otorgado por su participación en la guerra de conquista del Tahuantinsuyo, dando así inicio a un nueva etapa de relación y poder con los naturales. Pero, como las encomiendas no podían ser otorgadas en herencia a sus descendientes, tuvieron que pasar a nuevas manos. Es así como el dominio de Chuquitanta se otorgó ese mismo año (1540) al medio hermano de Francisco Pizarro: Francisco Martín de Alcántara, aunque por corto tiempo; al parecer, hasta antes de la mala fortuna que tuvo El conquistador Francisco Pizarro concedió al ser asesinado, junto la encomienda de Chuquitanta a su propia con su hermano, el 26 hija en 1540. de Junio de 1541, por los almagristas que asaltaron la casa de gobierno, en busca de venganza. Pues antes, Chuquitanta y Lima, donde estaba incluida la repartición de Amancaes, habrían pasado a los dominios de la hija del gobernador del Perú. En la práctica, en los primeros años estas encomiendas fueron utilizadas por los españoles para obtener recursos para los todavía convulsionados años de conquista. Los caciques de Chuquitanta (don Fernando) y Lima (Gonzalo Taurichusco) proporcionaban no 67 

66 

SAN CRISTÓBAL, Evaristo. Apéndice al diccionario histórico biográfico del Perú. Lima, 1938. T. IV. Págs. 142-143.

ROSTWOROWSKI, María. Tasa y tributo del Curacazgo de Lima 1549. Pág. 110.

55

INDIOS TRIBUTARIOS – 1629 SAN MARTÍN DE PORRES

REPARTIMIENTO

TRIBUTARIOS

VIEJOS

MUCHACHOS

MUJERES

Chuquitanta Comas y Caruaillo Magdalena

20 20 89

10 3 26

23 8 50

36 24 156

FUENTE: VÁZQUEZ DE ESPINOSA, Antonio. Compendio y descripción de las indias occidentales. Pág. 644

sólo las contribuciones y las prestaciones serviles, sino también recursos para la guerra y defensa de Lima. Esto se dio durante el asedio que realizó a la capital Manco Inca (1538), donde los naturales tuvieron que quebrar el cerco para conseguir alimentos, leña y pastos para la ciudad; como también en la guerra civil de los conquistadores, encargándose del transporte de armas y víveres a muchos confines del territorio. Estos primeros traumáticos años hicieron que la población nativa se redujera drásticamente, siendo las causas no sólo la guerra, sino también las nuevas enfermedades, epidemias, la fuga y migración al interior de los andes, entre otros. Chuquitanta se redujo de 400 habitantes (en 1549) a 234 (en 1575); mientras, el señorío de Lima, donde se encontraba incluida la etnia de Amancaes, se redujo de 4000 hombres (en 1535) a 250 (en 1555). Se dice que uno de los más afectados fue Amancaes, que llegó a desaparecer tempranamente.68 El panorama de la comarca de Lima había cambiado drásticamente desde que se eligiera este lugar como capital del nuevo virreinato (1535). Los señoríos y reparticiones de los alrededores fueron dados en encomienda a los nuevos vecinos de la ciudad que habían participado en la guerra. Los tres valles de este asiento se encontraban en esta situación. A Antonio del Solar le dieron el señorío del valle de Surco, a Rodrigo Ordóñez el valle de Pachacámac, a Nicolás de Rivera “El Mozo” el de Malanca (Maranga) y a Domingo de la Presa el valle de Carabayllo. Los naturales habían pasado a manos de los nuevos invasores.

En un inicio la encomienda era una merced de carácter absoluto, en la cual el encomendero solicitaba a los naturales como contribución indígena lo que se le antojaba. Esto era excesivo e impagable. Hasta que en 1549 el licenciado Pedro de la Gasca mandó realizar una visita general en el valle para establecer tasas y tributos de contribución indígena acorde con la nueva realidad. En esa oportunidad se estableció que los indios de Lima tenían que dar a su encomendero 30 pesos de 50 maravedíes, cada año; además de maíz, trigo, frejoles, entre otros. Como también 40 arrobas de pescado seco cada año y seis arreldes de pescado fresco para los viernes y día de cuaresma, puestos en casa del encomendero. Pero la cuota seguía siendo muy elevada y debido a su difícil cumplimiento por la escasa población para proporcionarla, en 1552 se realizó una nueva visita y se establecieron nuevas tarifas. Sin embargo, estas contribuciones seguían siendo inmanejables, no sólo por el tipo y monto, sino por la reducción del número de indios tributarios, que eran los obligados a realizar esta prestación. De 1549 a 1601 se había reducido de 100 a 20 indios tributarios en el señorío de Chuquitanta. A pesar de eso, para esta última fecha los indios de la repartición de Chuquitanta y Sevillay ya tenían una nueva contribución más, aunque de un monto menor, destinado a la construcción de la catedral de Lima, con la participación del encomendero Francisco de Guevara.69 Para 1608 la contribución que tenían que pagar los indios de Chuquitanta y Sevillay era de 144 reales;

68 

69 

CÁRDENAS AYAIPOMA, Mario. La población aborigen del valle de Lima en el s. XVI. Lima, 1989. Pág. 40.

BERNALES BALLESTEROS, Jorge. Edificación de la iglesia catedral de Lima. Sevilla, 1960. Pág. 112.

56

mientras que a los indios de Comas y Carabayllo les correspondía 77 pesos, 3 tomines, 6 gramos ensayados y 252 reales, lo que había sido establecido gracias a una nueva lista y relación, mandado a realizar por el virrey Conde de Villar (1585-1590), donde se determinaron los impuestos establecidos a los repartimientos y pueblos de indios del distrito del cercado. Así, los indios del corregimiento del cercado de Lima tenían que pagar anualmente en total 2793 pesos ensayados, 3 tomines y 5 gramos, que servirían para pagar al corregidor doctrinero y al encomendero; además un tributo de 5 pesos ensayados y un tomín para el hospital. Pero esta sobreexplotación tuvo como respuesta diversas reacciones; sobre todo, a través de la negativa de participar en las prestaciones serviles y mitas domésticas en la casa de los encomenderos, que era otra de las obligaciones de los indios tributarios de entre los 18 y 50 años, debido a los maltratos y peligros que podían resultar. Durante el gobierno de Toledo (1569-1581) este lugar aportó tan sólo 24 indios para la mita anual, lo cual significaba que esta prestación no fue importante por la poca participación o presencia de indígenas para esta labor. Por otro lado, los encomenderos no cumplían con sus obligaciones, como el adoctrinamiento en la fe católica de los indígenas, entre otros, A pesar de eso Francisca Pizarro continuó como encomendera por muchos años, como el licenciado Pedro de la Gasca (1548-1550) confirmó sus encomiendas de Lima y durante ese periodo le sirvió, entre otros, para obtener criados para su servicio, labores de la casa, cuidados de la niña y alimentos, los que se los proporcionaban los caciques don Fernando y don Gonzalo. Es posible que gracias a este vínculo Francisca haya decidido establecer en su primer testamento del 12 de Marzo de 1551, días antes de partir a España, vestir a su cuenta 50 niños de Chuquitanta, 50 de Lima y 600 de Huaylas.70 Sin embargo, Francisca Pizarro dejó de ser encomendera de Chuquitanta y Lima poco tiempo después, cuando esta institución perdió importancia

La hija del conquistador Francisco Pizarro, siendo todavía niña, fue poseedora de la encomienda Chuquitanta.

y comenzó a ser reemplazada con la formación de las nuevas haciendas. A pesar de ello, siguieron en funcionamiento las encomiendas en esta parte de Lima. En 1569 se encontraba como encomendero de Chuquitanta Vasco de Guevara, a quien el curaca de la parcialidad, Pedro Quispichumbi, realizaba las prestaciones tributarias y serviles.71 Hasta este momento los pocos naturales de Chuquitanta y Amancaes todavía se encontraban asentados en sus reparticiones. Empero, cuando se produjo la reducción indígena (1571), que significó el traslado de los naturales de Chuquitanta y Sevillay a un pueblo distante y ajeno, en medio del valle de Carabayllo, se encontraba como encomendero Jerónimo de Guevara, mientras el cacique de Chuquitanta era Cristóbal Quispechumbi. Este último encomendero fue reemplazado en 1592 por Francisco de Cueva, quien pudo ver durante sus largos años en el cargo (1592-1613), el pasar y el pesar de los últimos caciques, aunque ahora con una sola autoridad para las dos parcialidades (Chuquitanta y Sevillay): Luis Cuya (1592), Juan Caxa o Cassa (15921613), Diego Anuyayco (1613). 71 

70 

ROSTWOROWSKI, María. Doña Francisca Pizarro. Lima 2003. Pág. 42-46.

57

QUISPE, Edgar; TACUNAN, Santiago. Pasado, presente y futuro de Carabaillo. Pág. 85

Casa Hacienda Infantas (1870)

Casa Hacienda Infantas (2012)

58

LAS HACIENDAS COLONIALES

C

(Valles de Bocanegra, Piedra Liza y Comas)

uando en 1543 el Cabildo de Lima otorgó tierras a Nicolás de Rivera para establecer la primera hacienda en el valle de río Chillón, ya existía un plan para establecer un nuevo sistema en reemplazo de las encomiendas.

La primera composición de tierras en la comarca de Lima la mandó realizar el virrey García Hurtado de Mendoza, que buscaba regularizar las ocupaciones precarias e ilícitas. Para ello nombró a Francisco Coello como Alcalde del Crimen de la Real Audiencia, quien otorgó títulos de propiedad a los ocupantes arbitrarios que lo solicitaban, a cambio del pago de un derecho a la corona española. Este sistema se institucionalizó en la colonia, ejecutándose en distintos momentos, siempre en detrimento de las tierras de los indígenas.

El primer propietario de Chuquitanta fue el conquistador Francisco Ampuero, quien la obtuvo en recompensa a su participación en la guerra de conquista, vendiéndolo en 1552 a Pedro Martín Labrador. Éstos, aunque lo poseyeron pocos años, sin embargo fueron los iniciadores de un largo proceso que duró siglos. Las haciendas en la comarca de Lima se comienzan a formar a mediados del siglo XVI, después del fracaso del sistema de encomiendas. Esto se inicia cuando el gobierno real decide repartir tierras baldías de los alrededores de la ciudad a los españoles, con la diferencia que en esta oportunidad se daban en forma de propiedad para dedicarlas a la actividad económica. Las otorgaciones las realizaba el virrey y el Cabildo de Lima.

De esta manera, muchas haciendas se expandieron, convirtiéndose en el tiempo en las unidades de desarrollo de los valles José Zavala, Marqués de San Lode la comarca de Lima, Pedro renzo de Valleumbrosio, propietario de en donde el agua, que la hacienda Chuquitanta a inicios del es lo más importante en siglo XIX. la vida agrícola, ya que sin él no hay producción y las tierras obtienen poco valor, se convirtió en el objetivo de la discordia y en el elemento organizador de estas unidades. Para esto se

Estos primeros propietarios, a través de muchas argucias, consiguieron en el tiempo, expandir sus dominios, prefiriendo los que tenían mejores ventajas en calidad de las tierras y dotación de agua. Esto lo realizaban apropiándose ilegalmente de tierras ajenas para después regularizarlas a través de las composiciones de tierras; como también la compra de tierras abandonadas de indígenas, a precios irrisorios, ya que éstos no las podían trabajar por falta de mano de obra.

59

mantuvo el antiguo sistema hidráulico prehispánico de los ríos Rímac y Chillón, de donde procedían los canales de agua que irrigaban las haciendas ubicadas entre estos ríos.

su entorno valles, llevaban por nombre: Bocanegra, Piedra Liza y Comas. Los dos primeros procedían del valle del Rímac y el tercero del Chillón. Éstos eran los elementos organizadores de las haciendas en el área distrital; y en torno a cada uno de ellos había un conjunto de haciendas que la usufructuaban.

Estas acequias, que eran llamadas también ríos y

LAS HACIENTAS SEGÚN SUS VALLES SAN MARTÍN DE PORRES

VALLE DE BOCANEGRA

VALLE DE PIEDRA LIZA

VALLE DE COMAS

Coronel

Aznapuquio

Infantas

La Milla

Mulería

Naranjal

Santa Rosa

Palao

Pro

Valdivieso

Viñedos de Repartición

Chuquitanta

Chavarría

Piñonate

La Granja

Conde Villa Señor Bajo

Aliaga

Conde Villa Señor Alto Garagay

El río Bocanegra se iniciaba a la altura del actual Puente del Ejército, corría paralelo al Rímac y era el que más haciendas beneficiaba. Mientras Piedra Liza, que tenía su origen en la bocatoma Pie de Cerro (y se beneficiaba también de un puquial que bajaba del cerro San Cristóbal) iba por la parte intermedia del área distrital, finalizando en la hacienda Aznapuquio. Sin embargo, Comas que tenía su origen en un caudaloso puquial llamado Pampa del Rey, Pampa Libre o Gallinazos, era el más importante de los tres, por irrigar las haciendas más rentables del área distrital.

que en realidad era un brazo de Piedra Liza y que alimentaba, entre otros, a la hacienda Aznapuquio, cuyo nombre proviene de uno de los propietarios de esta última hacienda en el siglo XVI llamado Diego de Barrionuevo. Pero el uso de este sistema hidráulico, que viene de tiempos prehispánicos, ha tenido dos reordenamientos en tiempos de la colonia. El primero se produjo en 1617 con el establecimiento del reglamento de repartición de aguas elaborado por Juan Canseco. Y el segundo con la aprobación en 1783 del Tratado Sobre las Aguas de los valles de Lima, elaborado por el Juez de Aguas Ambrosio Cerdán y Pontero. En este último se determinó distribuir las aguas del Rímac a través de dos criterios: para algunos canales había una cantidad fija (Ate, Lurigancho y Bocanegra) y para otros un volumen proporcional (Surco, Huatita,

Estos ríos y valles en el tiempo han adquirido otro carácter y presentado otras condiciones. Por ejemplo, en el siglo XVII se decía que el río Rímac formaba tres valles en su lado derecho. El tercero era Barrionuevo72 72  

HAMPE MARTÍNEZ, Teodoro. Sobre tierras y riego en el valle de la Magdalena a fines del siglo XVII. Pág. 114.

60

ARRENDATARIOS DE LAS HACIENDAS (1773-1775) SAN MARTÍN DE PORRES

HACIENDA

POSEEDOR

ARRENDATARIO

ARRIENDO pesos / anual

Coronel

Marqués de Santa María

Antonio Serrano

700

Alcócer

Convento de San Agustín

Aliaga

-

Leonora Paniagua

800

Chavarría

Convento de San Agustín

Bernardo Valdivieso

526

Pablo Alvarado

816

Villa Señor La Baja Santa Rosa

Esteban de Elcorrobarrutia

La Regla

Esteban de Elcorrobarrutia

Villa Señor Alta

Josefa Vásquez de Acuña

El Naranjal

Juan José de la Puente Ibáñez

Chuquitanta

Juan Esteban de la Puente

Mulería

Diego Ramírez

848

Aznapuquio La Granja

Tomás Muñoz y Oyague

Infantas

Pedro Bravo de Rivero

Francisco Laynes

1,800

Pablo Alvarado y Félix Aramburu

800

Pedro Flores M.

1,100

Margarita Quiroz

1,200

Pro

FUENTE: VEGA DE CÁCERES, Imelda. Economía rural y estructura social en las haciendas de Lima durante el siglo XVIII. Lima, 1996. Págs. 243-244.

Piedra Liza). A Bocanegra le correspondía 36 riegos y a Piedra Liza ¼.

que hacían uso. Para ello se habían establecido fechas de trabajo. Los hacendados del valle de Bocanegra tenían que hacerlo el 15 de Abril, los usuarios del valle de Carabayllo el 8 de Junio y los propietarios del valle de Piedra Liza el 01 de Julio.73

Estos reglamentos establecían también la dotación de agua de cada hacienda, aunque en realidad muchas veces sólo eran una referencia, pues algunos hacendados habían logrado obtener de manera pública o privada otros derechos de aguas a través de la compra de tierras o compra de riegos de otros hacendados, lo que no se encontraba registrado en el reglamento de aguas.

También habían puquiales importantes que dotaban de aguas a las haciendas y podían ser tan generosos que formaban cauces de agua para extensas sementeras. Las haciendas Naranjal, Chuquitanta y Aznapuquio tenían puquiales dentro de su predio, que

A pesar de eso, éstos se encontraban obligados a mantener y conservar periódicamente los canales

73  

CÓRDOVA Y URRUTIA. José María. Estadística histórica, geografía industrial y comercial de los pueblos que componen las provincias del departamento de Lima. Pág. 86.

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complemento árboles frutales de chirimoya, naranja, melocotón, pacae, ciruela, granadilla. Y el largo devenir de estas tierras ha quedado reflejado también en sus nombres. Sus cambios y permanencias marcan este proceso. Existen haciendas que han conservado los nombres originales, prehispánicos, como Chuquitanta y Aznapuquio, ambos de origen quechua, a pesar de haber sufrido, en algún momento, el peligro de ser cambiados, como sucedió en el siglo XVI con la hacienda Chuquitanta, cuando era propiedad de Francisco Manrique de Lara, Caballero de la Orden de Santiago, y se encontraba dedicada al trigo y crianza de animales, comenzó a denominarse “La Antigua”.74 El mismo riesgo corrió en 1595, cuando pasó a manos del monasterio de las Descalzas de San José, pudiendo haber adquirido este nombre eclesiástico; pero mantuvo su nombre original. De la misma manera, Aznapuquio no estuvo lejano a estos intentos. En los siglos XVII - XVIII comenzó a denominarse Céspedes, por el apellido de uno de sus propietarios, pero igual que en el caso anterior, este cambio no cundió en el tiempo. Aunque igual suerte no han tenido otros nombres antiguos. Sevillay o Senillay era el nombre quechua de una zona entre los ríos Rímac y Chillón, que desapareció en el siglo XVII. De una manera distinta, el nombre del río que forma el valle de Carabayllo también ha sufrido alteraciones en el tiempo. Entre los siglos XVI-XVIII se denominaba Carabayllo, pero en los últimos siguientes (S. XIX-XX) comenzó a imponerse el nombre de Chillón.75 Pero será durante los siglos XVI-XVII, cuando un conjunto de haciendas comienza a adquirir nombres eclesiásticos, debido a que algunas órdenes religiosas se convierten en propietarias de ellas: hacienda Nuestra Señora de la Concepción, hacienda Nuestra Señora de la Gracia, hacienda Santa Rosa. Aunque

les eran útiles en periodos de escasez del río, lo que además podían ser utilizados por hacendados vecinos (La Granja). Era tan importante el líquido elemento que incluso podían darse litigios por el uso de estos puquiales. Uno de ellos sucedió con el puquial denominado Santillán, que pertenecía a la hacienda Santa Rosa, el cual fue tomado en forma violenta por el arrendatario de la hacienda La Granja, El Dr. Javier Koo era arrendatario de la Juan José de los Ríos, hacienda Santa Rosa en 1924. con la ayuda de un grupo de esclavos en Diciembre de 1784. El litigio fue llevado al Juzgado de Aguas que confirmó, según los títulos originales, que esta vertiente le competía a Santa Rosa. Pero fue gracias al manejo de este recurso, como también a los conocimientos básicos de la actividad agropecuaria (medio ambiente, calidad del cielo, fenómenos climatológicos, dotación de agua, manejo de las herramientas de trabajo), que estas tierras se convirtieron en el eje de desarrollo de esta parte de la comarca de Lima. Sin embargo la producción ha variado en el tiempo. Ha habido siglos de producción de trigo (S. XVI-XVII), caña de azúcar (S. XVIII, XX), vid (S. XIX-XX), algodón (S. XX), aunque no todas las haciendas formaban parte de esta producción. Y no eran necesariamente exclusivas. Muchas de ellas tenían una producción variada, ya que podían tener cultivos de panllevar, como verduras (zapallo, col, lechuga), tubérculos (papa, camote, yuca), leguminosas (frejol, garbanzo), así como tener como

74  

VERGARA ORMEÑO, Teresa. Hombres, tierras y productos. Los valles comarcanos de Lima (1532-1650). Pág. 21. 75   ANTONIO DE ALCEDO. Diccionario geográfico histórico de las Indias Occidentales o América. Madrid, 1786. Pág. 355.

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otras propiedades pertenecientes a instituciones religiosas no sufrieron estos cambios de nombre. En el siglo XVII unas tierras que limitaban con la hacienda Aznapuquio pertenecían al convento de Nuestra Señora de la Merced; y durante los siglos XVII-XVIII se decía que el colegio de la Compañía de Jesús era dueña de la hacienda Santa Rosa.

ubicada en una parte superior, sobre un promontorio rocoso construido con grandes piedras traídas del río.77 De la misma manera, en una foto del año 1924, aparece ilustrada la casa hacienda Santa Rosa sobre un montículo elevado, teniendo en su parte inferior un empozamiento de agua. Como parte de esta infraestructura se encontraban las capillas que muchas veces eran una construcción contigua a la casa del hacendado. La hacienda Chuquitanta en 1788 tenía una capilla muy cuidada. Poseía campanas, un piso de ladrillo asentado en cal, lienzos religiosos. Además de todo el ajuar para la celebración de la misa: cáliz, vinajeras de losa, mesas, candeleros, entre otros. Mientras Aznapuquio en 1657 tenía tan sólo un ambiente acondicionado como adoratorio. En este caso, a diferencia de la anterior, no estaba junto a la casa hacienda. Pero al parecer la capilla más importante de esta parte de Lima era la de Naranjal. En 1744 tenía una campana grande, una campana pequeña, un oratorio corriente y una mesa. Dicha capilla servía para la vida religiosa de los negros esclavos, lo cual permitía control y disciplina, necesarios para mantener la armonía y control social. Pero el fuerte sismo de 1822, junto a los estragos de la guerra de la independencia, la dañó severamente. Sin embargo, para el año 1886 se encontraba recuperada. Tenía un altar mayor con la Virgen del Rosario, esculturas de madera de San José y La Virgen, dos cuadros al óleo de planchas de bronce, un cuadro al óleo con marco negro de San Felipe Neri, dos pilas de agua bendita con tazas de bronce, dos bancas de madera. Esta antigua capilla del Fundo El Naranjal fue declarado el 27 de Noviembre de 1985 Patrimonio Cultural Inmueble (Resolución Ministerial No. 1251-85-ED), siendo en la actualidad el único patrimonio inmueble colonial protegido.78

Posteriormente, desde el siglo XVIII algunas de ellas adquirieron una denominación laica. Aparecen las haciendas Infantas (antes Nuestra Señora de la Concepción), Conde Villa Señor Bajo (antes Nuestra Señora de la Gracia). No obstante, otras como la hacienda Santa Rosa, de propiedad del monasterio del mismo nombre, mantuvo su denominación, aunque con otras características, hasta el día de hoy. A pesar de este proceso, muchas veces las haciendas eran arrendadas. El arrendamiento fue muy difundido. Servía para sustentar la vida religiosa si era un predio eclesiástico o la vida social si era un predio laico. En los años 1773-1775 la hacienda Infantas era arrendada en 1100 pesos anuales, Pro en 1200 pesos y Aznapuquio en 800 pesos.76 También, a través de las haciendas se incorporaron a este lugar, como mano de obra, otras comunidades y razas. Desde el siglo XVI se establecieron muchos esclavos africanos de distinta procedencia (guineos, congos, minas, terranovas. mandingas, caravelíes). En el siglo XIX fueron reemplazados por los chinos coolíes. Por otro lado, las haciendas estaban representadas por las “Casa hacienda”, que era el recinto donde vivía el hacendado o arrendatario. Algunas de éstas tenían la característica de estar ubicada en una parte alta, posiblemente como protección ante la humedad de su entorno. Así sucedía con la casa hacienda Chuquitanta: un inventario de 1788 señala que se encontraba

77  

TACUNAN, Santiago. Los Olivos. Antigua tradición de un joven distrito. Lima, 2004. Pág. 143. 78   MUNICIPALIDAD DE LIMA METROPOLITANA. Inventario de monumentos Histórico Artísticos de Lima. Pág. 114.

76  

VEGA DE CÁCERES, Imelda. Economía rural y estructura social en las haciendas de Lima durante el siglo XVIII. Lima, 1996. Pág. 261.

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Plano de las haciendas ubicadas entre los ríos Rímac y Chillón.

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LAS HACIENDAS ECLESIÁSTICAS DE LA COLONIA

C

(siglos XVI – XVII)

uando el 27 de Mayo de 1595 la viuda Ana de la Paz donó la hacienda Chuquitanta al monasterio de Las Descalzas de San José, para que los ingresos de ésta sirvieran para cubrir los gastos de sus actividades religiosas, y además que con este acto de caridad y desprendimiento, sea perdonada de los pecados cometidos en vida y sea redimida en brazos de Dios, como se pensaba en esa época, no pensó que esta generosidad era parte de un proceso que se venía dando a favor de las órdenes religiosas de la capital, en esta parte de la comarca de Lima, donde posteriormente se establecería el actual distrito de San Martín de Porres.79 Aunque Chuquitanta perteneció en un inicio a uno de los conquistadores españoles del imperio incaico (Francisco Ampuero) y posteriormente pasó rápidamente de mano en mano a otros dueños, no será hasta que cayó en manos del monasterio de Las Descalzas de San José, que se estabilizó en un solo propietario por muchos años. Antes fue propiedad de españoles civiles. Perteneció a Pedro Martín Labrador (1552), quien tiempo después lo vendió al Oidor de la Real Audiencia Melchor Bravo; posteriormente pasó a poder de Pedro Calderón, quien lo vuelve a traspasar a Juan Martín Labrador. Al

fallecer, es heredada por su esposa, Ana de la Paz. Pero las propiedades religiosas no eran administradas por estas órdenes religiosas. Las daban en arriendo o lo ponían a censo para obtener periódicamente recursos económicos para sostener su vida religiosa. La hacienda Chuquitanta fue arrendada a comienzos del siglo XVII por los curas, bajo la modalidad de censo perpetuo, a Gonzalo Pérez de Arauz al precio de 12,000 pesos de plata ensayada. Posteriormente pasó a manos de Alonso de Alba (arrendatario). Y tiempo después al maestro de campo José Bejarano Fernández de Córdova, por tres vidas naturales. Sin embargo, otras haciendas del área distrital no sólo fueron propiedad de órdenes religiosas, sino también adquirieron las denominaciones de estas instituciones eclesiásticas. Eran nombres por adopción. Todavía no adquirían su propia identidad. Durante los siglos XVI-XVII un grupo de ellas tenían nombres largos y clericales. Esto sucedió con una propiedad de Elena Rodríguez de Corte Real, quien el 1 de Diciembre de 1693 decide donarla para la formación del monasterio de Santa Rosa.80 Era una hacienda que poseía extensas 80 

Elena Rodríguez de Corte Real era viuda del general Benito Galdames. Después de la canonización de Santa Rosa decide donar dos haciendas y varias propiedades urbanas, por un monto de 130,000 pesos. Esto serviría para la construcción del monasterio y fondo de alimentación de las monjas. Elena fue reconocida como fundadora y patrona del monasterio que fue inaugurado el 2 de Setiembre de 1708. PORTAL, Ismael. Lima religiosa (1535-1924). Lima, 1924. Pág. 75. COLOMA PORCARI, César. La ciudad de los reyes y la guía del viajero de Lima de Manuel Atanasio Fuentes. Lima, s/f. Pág. 34. CORDOVA Y URRUTIA. José María. Estadística histórica, geografía industrial y comercial de los pueblos que componen las provincias del departamento de Lima. T. I. Pág. 71.

79 

Ana Paz era viuda del licenciado Francisco Callo. Donó sus propiedades (rústicas y urbanas) y participó en la formación de un fondo económico (treinta mil pesos) para la instalación de un monasterio de monjas descalzas recoletas de la Concepción. En 1598 se comenzó la construcción del monasterio Descalzas de San José, en Lima. PORTAL, Ismael. Lima religiosa (1535-1924). Lima, 1924. Pág. 311. CÓRDOVA Y URRUTIA. José María. Estadística histórica, geografía industrial y comercial de los pueblos que componen las provincias del departamento de Lima. T.I. Pág. 69. LAOS, Cipriano. Lima, la ciudad de los virreyes. Pág. 353.

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tierras cubiertas de montes y puquiales que en un inicio pertenecía a María Santillán, y que después de fallecer fue puesta a remate público por sus herederos, cayendo en manos de la generosa donante. A partir de esa fecha la hacienda sería bautizada con el nombre de Santa Rosa, denominación que se mantiene hasta la actualidad. Ésta, como en otros casos semejantes, era utilizada con fines rentistas a través del arriendo o a censo. Para este fin tenía un recurso importante dentro de la economía agraria, un puquial llamado Santillán. En el siglo XVIII, las 80 fanegadas que poseía se encontraba arrendada a la Compañía de Jesús, otra institución religiosa que tenía fama de manejo empresarial. Para 1784 estaba en manos de Juan Elcorrobarrutia.

manos civiles, siendo su propietario Álvaro Alarcón y Ayala, y posteriormente María Marcela de Híjar, quien era su esposa en segundas nupcias, heredera del predio al fallecer su esposo en 1706. Aunque no será hasta que en 1712, con la compra de Luis Bejarano Fernández de Córdova, Conde de Villaseñor, cuando se produce el cambio de denominación, pasando de religioso a laico. A partir de ese año será registrada con la misma denominación de su título nobiliario: Conde Villa Señor. Esta misma situación sucedió con la hacienda Infantas que en el siglo XVI era parte de la encomendería de Chuquitanta. Y en los inicios (siglo XVII) llevaba por nombre de Convento de Nuestra Señora de la Concepción, debido a que su propietaria, Inés Muñoz, decide donar en 1582 estas tierras, junto con otras tierras rústicas y urbanas, para la fundación del Monasterio de la Concepción.82 Sus extensas tierras que comprendían 190 fanegadas, según la mensura y composición de tierras del 24 de Octubre de 1642 efectuado por el juez visitador Fernando Saavedra, eran dadas en arriendo a particulares. Hasta que en 1667 fue arrendada por tres vidas naturales a Jerónimo Infante del Real, quien impondrá un nuevo orden en este predio. Durante este periodo la hacienda comienza a denominarse Infantas por la mala pronunciación que se le daba al primer apellido de este personaje, quien además dio sus últimos días de vida al servicio de este predio, falleciendo como su arrendatario en 1719. Los siguientes arrendatarios continuaron conservando la última denominación de la hacienda de origen laico. En 1719 se encontraba Pedro Bravo de Rivero,

Casa hacienda ubicada en los alrededores de la comarca de Lima.

Otra hacienda que estuvo en manos eclesiásticas en los primeros años del virreinato fue Conde Villa Señor, aunque en un inicio, desde el siglo XVI, tenía otro nombre. Fue bautizada como hacienda Nuestra Señora de la Gracia, en mérito a que pertenecía a la orden religiosa del mismo nombre. 81 Sin embargo, poco más de un siglo después, pasaría a manos laicas, perdiendo su antigua denominación religiosa. Fue la primera en tomar este giro. Aunque desde comienzos del siglo XVIII se encontraba ya en 81 

82 

Inés Muñoz de Rivera estuvo casada con Antonio Rivera. El 6 de Diciembre de 1582 firmó su testamento dejando como heredero universal de todos sus bienes y haciendas al monasterio de La Concepción. Es considerada fundadora del monasterio, ingresando ella misma como monja de clausura. Por muchos años, al costado izquierdo de la iglesia de La Concepción se encontraba el retrato de Inés Muñoz y al costado opuesto se hallaba su esposo, el encomendador Antonio de Rivera. PORTAL, Ismael. Lima religiosa (1535-1924). Lima, 1924. Pág. 254. COLOMA PORCARI, César. La ciudad de los reyes y la guía del viajero de Lima de Manuel Atanasio Fuentes. Lima, s/f. Pág. 32. PRINCE, Carlos. Lima antigua. Pág. 39.

TACUNAN, Santiago. Ob. Cit. Págs. 64-65

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en 1721 Pedro Bravo (hijo), en 1724 Enrique Lobatón y Aranda, en 1786 Diego Miguel Bravo de Rivero y Zavala, Marqués de Castel Bravo; en 1821 Francisco Suero, en 1826 José Fernández. Todos con dominio enfitéutico. Sin embargo la crisis agraria que produjo el terremoto de 1687 fue tan perjudicial para el arrendatario de Infantas que tuvo que negociar con la propietaria de la hacienda para reducir el monto del canon por la condiciones de esterilidad en que habían quedado las tierras. Después de las conversaciones la merced conductiva anual que era en un inicio de 3500 pesos, según el pacto en 1667, fue reducida a tan sólo 600 pesos anuales. No obstante, Jerónimo Infante del Real pudo recuperarse de la crisis, lo que se reflejó en el incremento del monto del arriendo que para 1719 se había elevado a 2300 pesos. Además del número de mano laboral que había alcanzado. Ese año, que salió de la administración de la hacienda, dejó 24 negros esclavos de distintas edades y sexo. Aunque durante todo este periodo, hasta 1795, la hacienda se mantenía en su extensión original de 190 fanegadas.83 Esta estabilidad de su extensión, cuando otros se incrementaban, puede ser entendida como un estancamiento de su actividad productiva. Otra propiedad, no obstante que no conocemos su nombre original (siglo XVI-XVII), que también pasó por el proceso de cambio de denominación fue la hacienda Pro. Aunque en el siglo XVII perteneció a Juan Delgadillo, José Delgadillo y José Félix de Urdanegui, Marqués de Villafuerte, será con la compra de esta propiedad por el general Matheo de Pro León, Marqués de Zelada de la Fuente, en Diciembre de 1699, que este predio adquiere otra categoría. La hacienda estuvo durante casi todo el siglo XVIII en manos de la familia Pro, que la bautizaron con esta nueva denominación. El general Matheo que se había casado en segundas nupcias en 1693 con Rosa de Col83 

menares y Vega, Marquesa de Zelada de la Fuente, falleció en 1728. La hacienda fue heredada por 9 de sus hijos del segundo matrimonio. Sin embargo, en 1767 la propiedad pasó a manos de dos de sus herederos: María Magdalena y María Rufina de Pro. Al fallecer en 1787 María Magdalena, el predio pasó en forma absoluta a María Rufina de Pro. En 1789 fallece María Rufina, siendo heredada la hacienda por Gregorio de Pro. Los últimos años en manos de la familia Pro, la hacienda estuvo arrendada a Francisco Arias de Saavedra (1786-1789). En 1789 la hacienda deja de ser de la familia Pro, al ser vendida a Vicente Larriva y Pascual Roig,84 al precio de 84,000 pesos. Desde este periodo, a pesar de que la propiedad estuvo en manos de la familia Larriva durante muchos años, hasta el siglo XIX, la hacienda mantuvo la anterior denominación (Pro). Fue una propiedad e inversión familiar. Los nuevos dueños eran suegros. Pascual se había casado ese mismo año 1789 con la hija del primero. Vicente Larriva era el inversionista y Pascual Roig el administrador de la hacienda. En 1811 al fallecer Pascual, su parte fue heredada por su esposa Josefa Larriva, quien no tuvo hijos. La viuda mantuvo la propiedad hasta mediados del siglo XIX. La hacienda Chavarría también estuvo en manos religiosas hacia fines del siglo XVIII. Pertenecía al convento de San Agustín. Aunque era un predio poco rentable, los curas obtenían por arriendo la suma de 526 pesos anuales. Era una hacienda dedicada a la producción de alfalfa y sementeras de panllevar, que le permitía las condiciones difíciles de sus tierras, compuesta de montes y ciénegas. El arrendatario Bernardo Valdivieso apenas utilizaba 30 de las 112 fanegadas que poseía. Otra hacienda eclesiástica en el lugar, era una que pertenecía al convento de Nuestra Señora de la Merced. Aunque no sabemos con precisión su ubi84 

Vicente Larriva era un naviero limeño. Propietario de la fragata El Milagro, que en tiempo de la independencia nacional pasó a llamarse Monteagudo, la que servía para el transporte de tropas militares. ORTIZ SOTELO, Jorge. CASTAÑEDA MARTOS, Alicia. Diccionario biográfico marítimo peruano. Lima, 2007. Pág. 150.

TACUNAN, Santiago. Ob. Cit. Pág. 67

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HACIENDAS RELIGIOSAS EN LA COLONIA SAN MARTÍN DE PORRES

HACIENDA Chavarría Conde Villa Señor Santa Rosa Chuquitanta Infantas

PROPIETARIO Convento de San Agustín Nuestra Señora de la Gracia Monasterio de Santa Rosa Monasterio de Las Descalzas de San José Nuestra Señora de la Concepción Convento de Nuestra Señora de La Merced

PERIODO S. XVIII S. XVI S. XVII S. XVI S. XVII S. XVII -

cación exacta, sin embargo se encontraba asentada a comienzos del siglo XVII al costado de la hacienda Aznapuquio, cerca a unas áreas húmedas y pantanosas. Ninguna de estas haciendas era administrada directamente por estos monasterios u órdenes religiosas y sus fines rentistas resultaban lesivos. Los ingresos económicos que pretendían los curas de sus predios resultaban ser cuantiosos. Tanto que podía ser muy perjudicial para el manejo de estas unidades productivas. Los censos podrían significar más del 50% de los gastos anuales que tenían que pagar los arrendatarios o administradores. En los años 1773-75 la hacienda Mulería pagaba 600 pesos de censo, La Granja hacía lo mismo con 1425 pesos por censo, mientras Santa Rosa pagaba 646 pesos de censo. Durante los siglos XVI-XVII no sólo se dio un cambio de régimen de las haciendas, pasando un grupo de ellas de manos civiles a religiosas, sino también se dio un proceso de cambio del tipo de producción agrícola. Uno de los primeros que advirtió este cambio en las tierras agrícolas de esta parte de la comarca de Lima, fue el cronista Reginaldo de Lizárraga, quien hacia 1607 decía que en las haciendas del valle de Carabayllo “hay muy buenas estancias o chácaras de maíz, de trigo, con un río de buena agua, con que las tierras se riegan”.85 El maíz era el producto nativo que se cosechaba en forma masiva hasta la invasión española. Mientras el trigo era el producto nuevo traído de Europa que pretendía

reemplazarlo. Durante los siglo XVI-XVII muchas de las haciendas de la comarca de Lima fueron cubiertas con el cultivo de trigo. A comienzos del s. XVII la comarca de Lima producía entre 80,000 a 100,000 fanegadas de trigo, mientras el maíz tan sólo de 10,000 a 15,00086. Se convirtió en una posibilidad para los empresarios agrícolas, quienes lo podían destinar al mercado interno y externo. Esto último, ante la demanda de mercados de Guayaquil, Panamá y Chile. Pero este próspero desarrollo de la actividad triguera en las haciendas del distrito, tuvo un grave revés con el terremoto de 1687 que inutilizó las tierras de estos valles. La comarca de Lima dejó de producir este cereal, prefiriendo sustituirlo, importando el trigo venido de Chile. En el siglo XVIII, las haciendas Santa Rosa, Pro, Conde Villa Señor y Chuquitanta, aunque disfrutaban de una producción variada, tenían la coincidencia de mantener cultivos de trigo y maíz que habían pasado por momentos de crisis. Aunque durante el siglo XVIII algunas órdenes religiosas dejaron de ser propietarias de algunas haciendas de esta parte de Lima, sin embargo continuaron como propietarias de censos en estos mismos predios. Este vínculo se terminará recién en el siglo XIX con la política anticlerical del nuevo régimen republicano.

85 

86 

LIZÁRRAGA, Reginaldo de. Descripción del Perú, Tucumán, Río de la Plata y Chile. Pág. 86.

VERGARA ORMEÑO, Teresa. Hombres, tierras y productos. Los valles comarcanos de Lima (1532-1650). Pág. 10.

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LA GANADERÍA EN LAS HACIENDAS DE LA COLONIA

C

uando en 1701 se realizó la celebración por la proclamación del reinado de Su Majestad Felipe V en la Ciudad de los Reyes, con una corrida de toros en la Plaza de Armas, donde se imprimió el primer listín de toros del Perú virreinal, que consistía en una especie de programa de tarde taurina, se pudo mostrar en aquella ocasión la calidad de los ganados de lidia que se formaban en las haciendas del área distrital.

renzo de Valle Umbroso (1779-1850),89 quien fue un gran propulsor de unos de los inventos peruanos en estas artes: “la suerte nacional” o el toreo a caballo. Llegando a publicar un tratado sobre el particular.90 La afición de este personaje fue tan grande que cuando se enfiló en tiempo de la independencia nacional a favor de los realistas, conduciendo un cuerpo militar, se atrevió en Diciembre de 1820 a dar licencia, con anuencia del virrey Pezuela, a un grupo de toreros enrolados que se encontraban a su mando, para participar en una tarde taurina, olvidando que sus contrincantes patriotas se encontraban a portas de tomar la ciudad de Lima, como ciertamente sucedió tiempo después.

En esa oportunidad, cada uno de los hacendados de Naranjal y Chuquitanta obsequió un ejemplar de su mejor espécimen. El primero, un alazán tostado, que llevaba por nombre “El Deseado”, fue programado para la primera tarde. Y el segundo, un prieto “desparramado”, que llevaba por nombre “El Longaniza”, fue programado para la segunda tarde.87

Fruto de esta afición por parte del hacendado de Chuquitanta, fue la redacción del libro “Escuela de caballería conforme a la práctica observada en Lima”, que llegó a escribir en su exilio en Madrid (España) en 1831, a pedido de Bernardo de La Torre, aunque publicado póstumamente muchos años después.91

Sin embargo, este gesto de lealtad de los hacendados a la corona española, mostraba otro aspecto de la realidad de esta parte de la comarca de Lima: la actividad ganadera. Se ha dicho que las haciendas coloniales dedicadas a la cría de toros de lidia eran, entre otras, Chuquitanta, Mulería y Pro.88

Sin embargo, el uso de los recursos ganaderos era más diverso. No sólo estaban los toros de lidia,

Uno de los personajes vinculados a este oficio, en tiempos de fines de la colonia, era el hacendado de Chuquitanta Pedro Zavala, Marqués de San Lo-

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89 

Su familia continuó con esta vieja tradición. Su hijo, el coronel Toribio Zavala, participó como Intendente de Policía de la última corrida celebrada en Acho, de tiempos del virreinato. Por otra parte, su otro hijo, el general Juan de Zavala, quien después de vivir por muchos años en España, al retornar a Lima, tras la muerte de su padre, intentó llevarse a España a uno de los mejores toreros de la ciudad: Esteban Arredondo. PORTAL, Ismael. Cuernos históricos. Lima, 1897. Pág. 121. 90  GARLAND, Antonio. Lima y el toreo. Lima, 1948. Pág. 27. 91  ZAVALA, Pedro. Escuela de caballería conforme a la práctica observada en Lima. Lima, 1873.

PALMA, Ricardo. Tradiciones Peruanas. T. 12. Pág. 90. PORTAL, Ismael. Cuernos históricos. Lima, 1897. Pág. 141-142.

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de ellas poseían sementeras de alfalfa para la ganadería de sus haciendas que no sólo era para el autoabastecimiento o complemento de otra actividad principal, sino también la misma actividad central, destinándola a su comercialización. En el siglo XVIII casi todas las haciendas hacían mención de que eran productoras de alfalfa, pastos, paja, leche y ganado. Durante la colonia, algunos fundos se convirtieron en prósperos criaderos de ganado de lidia. Después de Naranjal, todas las haciendas más rentables sino también los ganados vacuno y caballar destina(Aznapuquio, La Granja, Chavarría, Mulería) estaban dos como complemento de la actividad agrícola, así dedicadas a actividades ganaderas u otras afines. como los que hacían uso de sus recursos alimentiAdemás esta actividad demandaba escasa mano cios. Desde el siglo XVI los españoles introdujeron de obra y poca especializada, teniendo algunas en las haciendas crías de cerdos, vacas, carneros haciendas no sólo un número reducido de esclavos de Castilla, entre otros, para aprovechar su carne, sino también una proporción mayor de mujeres y leche, lana, cuero, etc. adultos mayores. Aznapuquio, por ejemplo, para 1708 Para esto, las tierras ubicadas entre los ríos Rímac contaba con 22 esclavos, siendo la mayoría de avany Chillón poseían condiciones para ser destinadas a zada edad; mientras Chuquitanta, para 1788, poseía esta actividad. Existían extensos montes con ciéna44 esclavos adultos, siendo 25 mujeres y 19 hombres. gas y pantanos, poco propensos para dedicarlos a la De todas ellas, la hacienda que reunía mayores agricultura, en donde abundaba un forraje natural condiciones, por la presencia de montes y gramo(gramolote, pastos, etc.). Éstos eran tan grandes que lotes en su área, gracias a un inmenso pantano, para fines del siglo XVIII, con excepción de las haera la hacienda Aznapuquio. Aunque durante los ciendas Naranjal y Pro, todos tenían más del 50% de siglos XVI-XVII en realidad fue una unidad producsus tierras sin utilizar, con características de montes tora diversificada, siempre tuvo un volumen regular naturales. de animales. Para 1657 poseía 48 cabezas de ganado, Por otro lado, era una actividad en que poco se actividad a la que se encontraba dedicado un grupo invertía, dando lugar a que todas las haciendas desde indios mitayos y 11 negros esclavos procedentes tinaran una área a esta actividad. Incluso muchas de las costas de Angola y Matambas.

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FANEGADAS ÚTILES DE LAS HACIENDAS (1773-1775) SAN MARTÍN DE PORRES

HACIENDA Chacarita de Coronel Chacra Chavarría Aliaga Villa Señor La Baja Santa Rosa La Regla Villa Señor Alta Trapiche El Naranjal Chuquitanta Chacra de Mulería Aznapuquio La Granja Infante Pro

PRODUCTOS Adobes y alfalfa Alfalfa y sementeras Alfalfa Trigo, maíz, yuca Trigo, leña, maíz, frijol

FANEGAS ÚTILES 7 30 40 35 30 14 65 100

Alfalfa Caña Leña, fríjol, maíz, trigo, papa, leche, alfalfa Leña, pastos Frutas

6 25 50 50 80

Tiene ganado que consume Maíz, trigo, fríjol, leña, leche y paja

FANEGADAS TOTALES 7 112 40 70 80 65 180

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FUENTE: VEGA DE CÁCERES, Imelda. Economía rural y estructura social en las haciendas de Lima durante el siglo XVIII. Lima, 1996. Pág. 261

Esta producción diversificada se debió quizá a las condiciones geográficas, los constantes cambios de propietario92 y lo poco económicamente atractiva, por lo difícil de asumir sus deudas y censos, lo que hizo además que hubiera una actividad precaria, manteniéndose el cultivo ancestral (maíz).

tizarla con su propio nombre (Hacienda Céspedes),93 aunque después regresó a su nombre original. Pero la crisis agrícola de 1687 perjudicó a la hacienda. Las sementeras de trigo disminuyeron en beneficio de las actividades de ganadería y cultivo de panllevar. Después de este desequilibrio las inversiones estuvieron en ese sentido. No bastaba los pastos que poseía sino también el hacendado logró adquirir, a través de un remate público realizado el 26 de Octubre de 1688 por el Cabildo de Lima, a un precio de 1800 pesos, el derecho de pastar, en partes iguales, la mitad de unos montes que limitaba con la propiedad

Sin embargo, será con la llegada de Juan Antonio de Céspedes y Toledo, un acaudalado magnate, como nuevo propietario del predio, que éste adquiere otra dimensión. El 28 de Agosto de 1657 es traspasada al precio de 58,000 pesos, convirtiéndose en el hacendado que más tiempo la tuvo en sus manos, llegando a bau92 

93 

En el siglo XVI fue propiedad de Pedro de Gutiérrez, Juan Robles, Francisco Ortiz, Domingo Pérez, Diego Barrionuevo de Rivera. A comienzos del siglo XVII la compra Julián Izquierdo. En 1621 pasa a manos de Marcos de la Peña. En 1648 es vendida a Sebastián Cubas. En 1649 la compra Francisco Ayllón. En 1654 es traspasada a Alonso García. Y ese mismo año (1654) es vendida al capitán Ventura Gaitán.

Juan Antonio de Céspedes era natural de Sevilla. Llegó al Perú poco después de 1650. Fue prior del Tribunal del Consulado en 1656, 1661 y 1662, preceptor del Arzobispado de Lima y miembro de la Santa Inquisición. Se casó en 1663 con la limeña María de Arcas y Aguilar. Tuvo una muy buena fortuna, llegando tener una vida holgada. LOHMANN VILLENA, Guillermo. Inquisidores, virreyes y disidentes. El santo oficio y la sátira política. Lima, 1999. Pág. 177.

71

del convento de las monjas de la Santísima Trinidad, para dedicarlos a la actividad ganadera.94

Pero no todas las haciendas cubiertas de tierras pantanosas pudieron diversificar su producción como lo llegó a tener Aznapuquio. La hacienda Mulería, dedicada también a la ganadería, no sólo abastecía al mercado con sus productos típicos, sino también con otros artículos para la industria local: la leña.

Durante este periodo se incrementó el volumen de ganado, convirtiéndose la hacienda Aznapuquio en abastecedora de carne a la ciudad, así como de leche, queso y lana. Para 1708 poseía 273 cabezas de ganado, que estaban a cargo de un número mayor de mano laboral: 22 negros esclavos.

En 1749 el monasterio de las Trinitarias Descalzas, propietaria de Mulería, pretendió vender la hacienda. En esa oportunidad uno de los compradores interesados, Francisco Javier Cano, la pretendía para conseguir de ella leña para su panadería que quedaba en el centro de Lima. Sin embargo, hubo otras ofertas y la administración pasó a manos de Diego Ramírez en 1749.95

Además, el hacendado Céspedes logró también incrementar la extensión de su hacienda. Si bien en un inicio tenía 52 fanegadas (siglos XVl-XVII), cuando la adquiere en 1657 ya se había incrementado a 60 fanegadas, lo cual fue verificado Juan Bautista Lavalle (1779-1851) estuvo casado con Mulería tenía en su extensa por el Oidor de la Real Audien- Narcisa Arias de Saavedra, una de las herederas de propiedad un monte muy fronla hacienda Conde Villa Señor en el siglo XIX. cia y Juez de Tierras de Caradoso; tanto así que, cuando en bayllo Fernando de Saavedra. 1749 fue mandado al perito Pero, será durante su manejo que llega a elevarse a Francisco de Higuera para hacer un avalúo del valor 70 fanegadas, como fue registrada en el inventario de la hacienda tuvo que recorrerla durante varios del año 1708. días, sorteando los innumerables pantanos que poseía. En esa oportunidad fue valorada al precio A pesar de todo, Céspedes vende la hacienda de 20,000 pesos. el 23 de Abril de 1708 a Pedro Zárate al precio de 70,000 pesos, dejando un predio no sólo dedicado a la ganadería, sino también poseedora de sementeras de alfalfa para los animales, cultivos de panllevar, árboles frutales, olivos, entre otros.

Para fines del siglo XVIII, tan sólo 6 de las 60 fanegadas de extensión que poseía Mulería era utilizada con fines productivos, siendo la actividad principal la obtención de leña y pasto, recursos para la

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95 

TACUNAN, Santiago. Ob. Cit. Pág. 125

72

TACUNAN, Santiago. Ob. Cit. Pág. 123.

ganadería y comercialización en los mercados e industrias de la ciudad.96

Otras haciendas ganaderas eran Chuquitanta, Chavarría, Conde Villa Señor Alta y La Granja, las que tenían cientos de ejemplares a fines de la colonia. La primera poseía 200 ejemplares de ganado porcino, 200 de ganado vacuno y 40 bueyes para arar, lo que era manejado en sus 37 fanegadas de extensión, donde además producía alfalfa y leche. La segunda tenía 100 ejemplares de ganado vacuno y 30 bueyes para arar, dentro de sus 30 fanegadas útiles, cultivando además alfalfa y sementeras. La tercera conservaba 120 ejemplares de ganado lanar, 120 de ganado porcino, 5 de ganado vacuno y 12 bueyes para arar, criados dentro de 65 fanegadas, aparte de producir alfalfa. Mientras la cuarta ostentaba 400 ejemplares de ganado porcino, 100 de ganado vacuno y 16 bueyes para arar.

Otra hacienda dedicada a la ganadería era Infantas, aunque también en forma diversificada con otros productos. En 1773 su propietario declaró que su producción era tan sólo ganadería, para la cual utilizaba 50 de las 190 fanegadas que poseía su predio. Esta hacienda, propiedad a fines de la colonia de un alto mando militar de la armada española (Francisco Suero),97 tuvo la desdicha de pasar de la bonanza económica en los años previos a la guerra de la independencia nacional, donde podía pagar 500 pesos de diezmo al año, muy superior a las otras haciendas, a la quiebra absoluta en los meses de ocupación de la capital por las tropas del Libertador San Martín; siendo intervenida por los bandoleros y tropas de ocupación, llevándose frutos y animales, perdiendo sus 1500 ejemplares de ganado lanar, 150 de ganado porcino, 70 de ganado vacuno y 60 bueyes para arar.

Pero no eran las únicas que tenían ganado, pues las otras haciendas también lo poseían, pero con otros fines. Las haciendas cañeras manejaban animales para los trabajos de aperos, yuntas y transporte, haciendo uso de burros, mulas, bueyes y caballos. Como la práctica de estas unidades productivas era el autoabastecimiento, disponían de estos recursos para la actividad interna de sus haciendas.

96 

VEGA DE CÁCERES, Imelda. Economía rural y estructura social en las haciendas de Lima durante el siglo XVIII. Lima, 1996. Pág. 267. Francisco Suero fue teniente coronel, Conjuez del Tribunal de Alzados de la Administración de Tabaco, Diputado de la Sociedad Mineralógica en la Provincia de Arequipa (1795). UNANUE, Hipólito. Los ideólogos. Lima, 1974. Págs. 704 y 707.

97 

73

La casa hacienda Santa Rosa en el año 1924.

Bases de la antigua casa hacienda Santa Rosa, ubicadas actualmente en la Av. Daniel Alcides Carrión, Urb. Santa Rosa

74

LA CAÑA DE AZÚCAR EN LAS HACIENDAS DE LA COLONIA

C

(siglos XVIII – XIX)

uando el 5 de Diciembre de 1732 el licenciado Miguel del Molino, en representación de su hermano, el cura y vicario de la doctrina de San Luis de Huari, Juan Melchor del Molino, compró la hacienda Naranjal, se inició una nueva etapa agrícola en esta parte de Lima, al convertirse en pocos años en un predio cañero que tiempo después fue considerado uno de los más rentables de los valles de la capital.98

quien la había comprado en 1701, a través de su representante el licenciado Juan Angulo. Pero como Chuquitanta era un predio pequeño (37 fanegadas), para las ambiciones que tenían, deciden comprar Naranjal, constituyéndose ambos predios (Naranjal y Chuquitanta) en una sola unidad productiva complementaria, conducida desde Naranjal. Las haciendas cañeras demandaban un trabajo especializado. Existían hombres diestros en el manejo de los trapiches, fogones, etc. Un instrumento importante era el molino que servía para triturar la caña y conseguir el jugo o zumo. Éste era un mecánico jalado por unos bueyes a cada extremo de un eje, poniendo en movimiento un sistema de presión. El zumo era hervido en grandes peroles y después de otros procedimientos se obtenía azúcar, chancaca, guarapo, miel, etc. Era un trabajo para expertos maestros azucareros. Un error podía acarrear pérdidas económicas. La labor más importante se desarrollaba al interior del trapiche y la casa de pailas.

En esa ocasión, la adquisición se realizó mediante un remate público, realizado por la Caja y Juzgado General de Censos de Lima, al precio de 35,000 pesos. En pocos años Naranjal llegó a ser conocida como el “trapiche Naranjal”, por ser la única hacienda que tenía este instrumento de labranza en esta parte del valle, el mismo que servía para exprimir el zumo de la caña que se producía en la hacienda y de otras vecinas del lugar. Aunque esta empresa familiar tuvo el financiamiento inicial del cura Juan Melchor del Molino, fue su hermano quien la condujo en los primeros años de actividad. Pero esta compra era parte de un proyecto mayor. Ese mismo año (1732) Juan Melchor del Molino, en representación de sus hermanos, heredó la hacienda Chuquitanta, que pertenecía a su padre, el Dr. Juan Manuel Pérez del Molino,

Por otro lado, para este tipo de cultivo se necesitaban tierras fértiles, abundante agua y mucha mano de obra. La siembra se realizaba en la estación de invierno serrano para aprovechar el volumen de agua que bajaba de las alturas. En las tierras óptimas, de las 137 fanegadas de extensión, los negros esclavos trabajaban con yuntas de bueyes aparejadas, yuntas

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OPHELAN GODOY, Scarlett. El Perú en el siglo XVIII. La era borbónica. Lima, 1999. Pág. 111.

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hacienda estaba valorada en 49,404 pesos, a pesar de que todas las tierras no eran óptimas. El inventario y tasación del predio también señaló que, dentro de sus 137 fanegadas de extensión, había 20 fanegadas buenas, 31 regulares y 60 inferiores; asimismo que las tierras de cultivos estaban avaluadas en 31,800 pesos, además de más de 13 fanegadas de un potrero en su dominio. Durante esos años la hacienda Chuquitanta fue un predio dependiente, anexo a Naranjal, proporcionándole sus dotaciones de agua, el derecho del puquial y la mano de obra de la hacienda, además de sus pastizales para el ganado. Esta relación desventajosa daba la apariencia de ser Chuquitanta una hacienda abandonada, cuando en realidad esta situación precaria tenía más tiempo y debió tener como origen la crisis agraria que produjo el terremoto de 1687. Es por eso que Josefa de Santa Teresa, la madre abadesa del monasterio de las Descalzas de San José, censualista del predio, señalaba que esto se debía a que se cultivaba productos que no correspondían a ese terreno y al temblor que arruinó las casas y cercas. El vínculo entre estas dos haciendas era una necesidad mutua que se mantuvo por muchos años, más allá de sus propios dueños. Cuando los herederos deciden vender a mediados del siglo XVIII, después de la muerte de su propietario Juan Melchor del Molino, acaecido en el año 1742, los nuevos propietarios deciden comprar casi simultáneamente ambas haciendas.

Ambientes de la hacienda Chuquitanta en el año 1968.

de bueyes sin aparejos, lampas, rejas, azadones y azuelas, así como un conjunto de animales de labranza y transporte. Los malos trabajos podían ser castigados severa y ejemplarmente. En 1744 había un cepo con cadena, candado y telera.99 El régimen de plantaciones cañaverales demandaba un gran número de esclavos. Se hacían labores de siembra, cosecha, traslado, elaboración de azúcar, miel, chancaca y guarapo. Para 1744 Naranjal tenía 29 esclavos (19 varones, 7 mujeres y 3 infantes); por su poca cantidad debió ser la población permanente, requiriendo en ciertas temporadas contratar o conseguir mayor mano de obra de las otras haciendas, aunque en los años siguientes se incrementó. En 1757 había 31 esclavos, valorado en 11,116 pesos y 6 reales. Y para 1780 ya eran 120 esclavos. En pocos años la hacienda adquirió otro valor. Una evaluación realizada en 1744 por los peritos José Guinea y Eugenio del Castillo determinó que la 99 

TACUNAN, Santiago. Ob. Cit. Pág. 110.

76

INGRESOS Y EGRESOS DE LAS HACIENDAS (1773-1775) SAN MARTÍN DE PORRES

HACIENDA Coronel Chavarría Aliaga Villa Señor La baja Santa Rosa La Regla Villa Señor Alta Naranjal Chuquitanta Mulería Aznapuquio La Granja Infantas Pro

Censo 848 240 600 1425 -

Arriendo 700 526 800 816 Inhabilitado 1800 800 1100 1200

EGRESOS Diezmo Primicia 7 3 150 16 60 12 225 Espec 150 14 400 48.6 Espec. 75 50 12 100 10 300 12

Jorn/Gast 1935 5767 2778 7761 6021.2 400 1000 2748

Total 710 692 872 2976 6615 240 4742 8161 6070 600 1275 1487 2210 4260

Ventas 1,200 1,236.3 398 1650 3,022 3,000 12,000 4,429 722 550 2000 4265

INGRESOS Adicional 832

-

825 300 -

Total 1200 1,236.3 1230 1650 3,022 3,000 12,000 4,429 722 1375 2000 300 4265

FUENTE: VEGA DE CÁCERES, Imelda. Economía rural y estructura social en las haciendas de Lima durante el siglo XVIII. Lima, 1996. Págs. 250-251.

En 1757 la hacienda Naranjal es adquirida por Juan José de la Puente Ibáñez, Marqués de Corpa (17241796)100 al precio de 49,880 pesos y 6 reales, monto que fue determinado por el tasador José Perochena, quien realizó un peritaje para establecer el valor del predio. Y poco tiempo después, este mismo hacendado adquiere a censo redimible, el 4 de Enero de 1758, la hacienda Chuquitanta, llegando a cancelar en Junio de 1758 el censo que tenía el monasterio de las Descalzas de San José en la hacienda. Convirtiéndose así en dueño absoluto de estas dos haciendas que funcionaban en forma conjunta y complementaria. Sin embargo, esta unión culmina a fines del siglo XVIII cuando fallece el propietario y los herederos in-

mediatos. En 1796 muere Juan José de la Puente Ibáñez. Y poco antes su hija (Constanza de la Puente Ibáñez), quien había recibido en vida la hacienda Chuquitanta, pasando la propiedad a su esposo, que era un pariente cercano suyo: Juan Esteban de la Puente y Castro, Marqués de la Puente y Sotomayor. Personaje este último que también fallece (1788), aunque antes había contraído segunda nupcias con Petronila Bravo de Lagunas y Zavala, dejando como única hija a María Grimanesa, quien se convierte en heredera. Y con la ayuda de su madre, que además era su albacea y tenedora de bienes, así como su padrastro (Francisco Arias Saavedra), decide reclamar sus derechos, llegando a publicar este último el libro “Discurso legal que en defensa de la menor doña Grimaneza de la Puente”

100 

Juan José de la Puente Ibáñez. Nació en Lima en 1724. Caballero de la Orden de Calatrava. Fue Oidor y Alcalde del Crimen de la Real Audiencia, Consejero honorario del Consejo de Indias. Murió en 1796. CLEMENT, Jean-Pierre. Índices del Mercurio Peruano. 1790-1795. En: Fénix. No.26-27, 1976-77. Pág.104.

En medio de este litigio por los bienes, la viuda y heredera de Juan José de la Puente Ibáñez, la señora

77

mansos (44), becerros (210), terneros (45), carneros de Castilla (158), burros (87), caballos (11), yeguas (4), mulas (29), entre otros. Además de cultivos de maíz, aceitunas, alfalfa, panllevar y árboles frutales; inclusive fabricaba ladrillos de adobe. Mientras en otra parte se implantó el sistema de yanaconaje, para lo cual se destinó un grupo de esclavos propios para este oficio. En 1788 Chuquitanta tenía 44 esclavos adultos (19 hombres y 25 mujeres) que eran mayoritariamente adultos mayores y mujeres, El trabajo de los esclavos en las haciendas podía ser muy penoso y sacrificado. que eran ideales para trabajos de orden menor y ganadería, aunque, posiblemente con la ayuda Constanza de la Puente, marquesa de Corpa, decide, de Naranjal, en las campañas agropecuarias que en el mismo año de fallecimiento de su esposo (1796), al algunos momentos del año demandaba. no tener hijos ni nietos, dejar en herencia la hacienda Pero no fue la única hacienda del área distrital que Naranjal a su hermano político y primo consanguíneo pasó por este fenómeno de haciendas compleFelipe Sancho Dávila, quien era alguacil mayor de la mentarias. Durante el proceso de expansión de las Real Audiencia y regidor perpetuo del Cabildo de haciendas cañaveleras que se dio en los valles de Lima Lima. Cuando se hizo cargo cargo de la hacienda en el siglo XVIII, se presentó otro caso en la hacienda en 1796 se decía que en ésta no había esclavos y las 101 Conde Villa Señor, que fue a formar parte de otra sementeras estaban descuidadas. unidad productiva, cediendo sus recursos humanos Aunque estos dos predios fueron a pasar a may acuíferos, para ser destinado a fines ganaderos y nos distintas: Felipe Sancho Dávila (Naranjal), María productor de recursos para el autoabastecimiento Grimanesa de la Puente, quien se había casado en su de la hacienda principal. mayoría de edad con Pedro José Zavala, Marqués En 1712, el propietario de la hacienda Bocanegra, Luis de San Lorenzo de Valleumbrosio102 (Chuquitanta), Bejarano Fernández de Córdova, Conde de Villaseñor,103 en el siglo XIX continuaron vinculados al encontrarse compra una hacienda que quedaba contigua a la suya, arrendadas ambos haciendas a un mismo personaje: al precio de 21,960 pesos, a los cinco hijos de María MarPedro Castañeda. cela Híjar, que habían heredado de esta última el predio. Durante este periodo, Chuquitanta adquirió otra Esta propiedad, que llevaba por nombre hacienda prestancia y fue utilizada racionalmente según sus Nuestra Señora de la Gracia, es rebautizada con el ventajas geográficas. Aunque sus mejores esclavos y nombre de hacienda Conde Villa Señor, que era el dotaciones de agua fueron usufructuadas por Naranjal, título nobiliario de su nuevo dueño, siendo destinada consiguió un manejo ganadero y agrícola que le permitía como complementaria de la hacienda Bocanegra, el terreno. En 1788 tenía vacas lecheras (53), bueyes que era otra de las más importantes productoras de caña de azúcar. 101  PUENTE Y CASTRO, Constanza, marquesa de Corpa. “Poder para testar de la señora marquesa de Corpa a don Felipe Sancho Dávila”. Lima, s/f. MENDIBURU, Manuel de. Diccionario histórico biográfico del Perú. Lima, 1934. T. IX. Pág. 246.

102 

103 

Luis Bejarano Fernández de Córdova fue el primer Conde de Villa Señor. El segundo conde fue Luis de Bejarano y Bravo de Lagunas.

78

LAS HACIENDAS DE LA NOBLEZA REAL EN LA COLONIA SAN MARTÍN DE PORRES

HACIENDA Coronel Conde Villa Señor

El Naranjal

Chuquitanta Pro

TÍTULO NOBILIARIO

PERIODO

Marqués de Santa María

S.XVIII

Luis Bejarano Fernández de Córdova, Conde de Villa Señor

S.XVIII

Francisco Arias de Saavedra, Conde de Casa Saavedra.

S. XVIII - XIX.

Juan José de la Puente Ibáñez, Caballero de la Orden de Calatrava

S.XVIII

Constanza de la Puente, Marquesa de Corpa

S.XVIII

Felipe Sancho Dávila, Marqués de Casa Dávila

S.XVIII-XIX

Juan Esteban de la Puente y Castro, Marqués de la Puente.

S.XVIII

Pedro José Zavala, Marqués de San Lorenzo de Valleumbrosio

S.XVIII - XIX

José Félix de Urdanegui, Marqués de Villafuerte

S.XVIII

General Matheo de Pro León, Marqués de Zelada de la Fuente

S.XVIII

De igual manera que el caso de Chuquitanta, que dependía de Naranjal, a comienzos del siglo XVIII se decía que la hacienda Conde Villa Señor se encontraba descuidada, con sementeras y acequias en mal estado. Sin embargo, la explicación se encontraría en que esta última hacienda había cedido sus derechos de agua, esclavos y otros recursos en beneficio de Bocanegra.

al parecer tenía poco interés en la vida agrícola, pues ese mismo año la arrienda (1785), a través de su tutor de bienes Luis Bejarano, al diputado de aguas del valle de Bocanegra, el señor José de Garayar. Otro caso semejante fue la hacienda Santa Rosa, que durante la segunda mitad del siglo XVIII estuvo arrendada por los propietarios de la hacienda cañera de Bocanegra, para utilizarla como zona de pastoreo de su ganadería de labranza. Se decía que era una zona anexa.105

Pero tampoco se trataba de una hacienda abandonada. Dentro de las 80 fanegadas de extensión que tenía Conde Villa Señor, además de la actividad ganadera, entre otros, había 579 pies de olivos, que era la producción de mayor valor.

Uno de los fenómenos sociales que se presentó en esta época fue la presencia de hacendados con títulos nobiliarios. Sobre todo en el caso de predios cañeros, permitiendo el cambio de denominación, en alguna de ellas, de religiosas por laicas o de nobleza. Aunque estas propiedades eran útiles para estas familias, sobre todo para los gastos sociales de la vida de alcurnia que llevaban.

Tiempo después la propiedad pasa a otras manos. En 1785 la hacienda Conde Villa Señor pertenecía a Petronila Bravo de Lagunas, quien había contraído segundas nupcias (1780) con el Conde de Casa Saavedra, Francisco Arias de Saavedra (1744-1823),104 quien 104 

Francisco Arias de Saavedra y Santa Cruz nació en Lima en 1744. Primer conde de Casa Saavedra. Abogado de la Real Audiencia, rector de la Universidad de San Marcos (1823), asesor de la Casa de La Moneda y alcalde la ciudad de Lima (1789, 1790 y 1803). LOHMANN VILLENA, Guillermo. Los regidores perpetuos del Cabildo de Lima (1535-1821). T. II. Págs. 45-46.

105 

79

MACERA, Pablo. Trabajos de Historia. T. III. Pág. 76.

Plano trazado y dibujado por Camilo Vallejos en 1907, en el cual se observa todavía muchas áreas de puquiales en el área distrital, donde se escondían los negros cimarrones en la colonia.

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PALENQUES, CIMARRONES Y CONTROL POLICIAL

C

(siglos XVIII – XIX) la agricultura, caza y recolección. Aunque esto no impedía también practicas ilícitas, como robo y bandolerismo.

uando el 4 de Octubre de 1764 el coronel de los Reales Ejércitos de su Majestad y Gobernador del Presidio del Callao, Pablo Saens Bustamante, condujo un gran operativo con tropas de infantería y caballería para atrapar a los negros cimarrones que se encontraban escondidos en unos montes asentados en el Valle de Carabayllo, no pensó descubrir que en este lado del norte de Lima había cerca de sesenta palenques.106

Eran organizaciones sociales que tenían códigos de conducta, normas y roles sociales internas. Había una relación jerárquica y el líder era muy respetado, el mismo que podía actuar en relación con otras organizaciones semejantes. Tenían redes de espionaje con la colaboración de otros negros que llevaban vida lícita en las haciendas, tambos o ciudad.

En esa oportunidad, el operativo estaba compuesto por una milicia de 60 soldados a caballo de la guardia del virrey, una tropa miliciana y la tropa del presidio del Callao. Además de la participación de una embarcación a cargo de Francisco Centeno, con piezas de artillería, soldados y municiones, para impedir la fuga de los negros cimarrones por el lado del mar. Algunos lograron fugar apoyados por la oscuridad de la noche, pero los cabecillas llegaron a ser capturados. Aunque esto causó un grave revés a los palenques del valle, sin embargo poco tiempo después este sistema de vida alternativa continuó reproduciéndose.

La historiadora Victoria Espinoza señala En los espacios sin cultivar de las se refugiaban los negros que eran célebres los haciendas cimarrones fugados de sus amos. palenques de negros cimarrones asentados en los montes de Garagay, Santa Rosa y Chuquitanta.107 En la colonia, grandes espacios del área distrital, estaban cubiertos de monte, ciénagas y puquiales. Una de las lagunas más grandes era la que se encontraba entre Aznapuquio y

Los palenques eran refugios de negros esclavos fugados de las haciendas, donde podían recrear una vida alternativa, con algunos elementos de sus lugares de origen, lejos del sistema opresivo al que estaban sometidos. Se dice que algunos de ellos tenían un régimen de “autarquía económica”, dedicándose a

107  106 

ESPINOZA, Victoria. Cimarronaje y palenques en la costa central del Perú. 1700-1815. Pág. 31.

Gaceta de Lima. 1762 a 1765. Apogeo de Amat. Págs. 186-187.

81

POBLACIÓN ESCLAVA EN LAS HACIENDAS (1773-1818) SAN MARTÍN DE PORRES

HACIENDA, FUNDO

1773 - 1775

1818

Coronel

6

8

Palao

12

Aliaga

4

10

Villa Señor Alta

28

2

Villa Señor Baja

16

Chavarría

20

10

Santa Rosa

64

50

Mulería

5

4

Aznapuquio

12

La Granja

16

6

Naranjal

120

50

Chuquitanta

52

50

Infantas

3

10

Pro

20

FUENTE: VEGA DE CÁCERES, Imelda. Economía rural y estructura social en las haciendas de Lima durante el siglo XVIII. Lima, 1996. Pág. 261.

Naranjal. El “Plano topográfico de los alrededores de Lima” de 1857, realizado por el ingeniero del Estado Luis Mariano, presenta una zona de “terrenos pantanosos” entre Aznapuquio, La Granja y Santa Rosa.108

con quienes podrían tener una vida de convivencia y reproductiva, situación que no estaba permitida en las haciendas, pues esto significaba perder fuerza de trabajo durante el tiempo de gestación y cría.

Este panorama geográfico era propicio para ser utilizado como refugio y escondite. Tenía las condiciones para desarrollar una vida paralela a la oficial. Los miembros de esta comunidad podían dedicarse a la pesca de lisas y bagres en la laguna del lugar, como también en la recolección de huevos y caza de aves. Incluso la pequeña agricultura de secano. Cualquier actividad era propicia lejos de la vida en haciendas, donde eran mal alimentados, explotados y con castigos muy crueles.

Las haciendas más propensas a la fuga de esclavos eran Naranjal, Santa Rosa y Chuquitanta, que eran las que más mano de obra tenían. Esto acarreaba grandes pérdidas económicas a los hacendados, quienes, para impedir dichas fugas, amenazaban o castigaba cruelmente a quienes lo osaran, con un instrumento muy temido: el cepo. El inventario de la hacienda Aznapuquio del año 1657 señala que había en el lugar un cepo. De la misma manera en la hacienda Naranjal se menciona un cepo con cadena, candado y telera en 1744.

En estos lugares participaban también mujeres, 108 

Aunque el castigo más cruel era enviarlos a trabajar

BASADRE, Jorge. Historia de la Republica del Perú. T. III, Pág. 1250.

82

en las panaderías de la ciudad, donde el calor era inhumano. Esto ocurrió con el esclavo José Guimbillo, de la hacienda Naranjal, quien logró sublevarse y fugar con otros compañeros de este centro de crueldad, para después dedicarse al robo en las haciendas. Aunque fue capturado y castigado por el mayordomo y caporales de la misma hacienda en Julio de 1796, logro nuevamente liberarse para ser atrapado definitivamente a fines de 1897.109 Pero la actividad más conocida de los negros esclavos fugados fue la delictiva. Se ha dicho que esta práctica era “una forma más primitiva de protesta social organizada” parte de la colonia, muchos caminos eran peligrosos ante la presencia 110 . Para ello elegían como víctimas a los viaje- Durante de bandoleros y negros cimarrones. ros, comerciantes, aristocracia, etc. que iban a la capital por el “Camino real” (aproximadaJoseph Carrio (de la hacienda Naranjal), Mariano mente la actual Av. Tupac Amaru) u otros caminos Puente (de la hacienda Naranjal), Matías Aparicio secundarios. y José Adrián. Ellos fueron parte de un fenómeno social que hizo que durante esos años rebrotara con Es por ello que era común entre los viajeros que intensidad el bandolerismo. salían hacia el norte, por la Portada de Guía, santiguarse en la cruz que quedaba en el lugar y en el Aunque la mayor población esclava del área disconvento del mismo nombre, ante los comentarios trital estaba en las haciendas Naranjal, Chuquitanta de peligro que se decían del “Camino real”. Se encoy Santa Rosa, todas vinculadas a la actividad cañera, mendaban a Dios y los santos, como también cuando que demandaba mucha mano de obra, sin embargo se estaban de retorno, agradeciendo ante un viaje sin señala que los negros de los palenques más famosos sobresaltos. Es posible que en algunos cruces de asentados del área distrital provenían de negros fugacaminos y canales de agua hayan existido lugares dos de las haciendas vecinas: Bocanegra y Taboada. donde podían pedir protección ante las epidemias Otra actividad que ocupaba a los cimarrones era sociales, como también la bendición ante otros la de jornaleros de las haciendas cercanas, cuyos posibles problemas (accidentes, enfermedades, conductores no se preocupaban de su procedencia fenómenos naturales, etc.) y condición legal. Uno de estos casos fue Ignacio Una de estas bandas que causaba zozobra en las Mina, quien iba algunas temporadas a la hacienda afueras de Lima en 1797 estaba integrada por los esChuquitanta para cosechar yucas, recibiendo como clavos Juan de la Cruz (de la hacienda Chuquitanta) medio de pago estos mismos productos.111 109 

LAZO, Carlos; TORD, Javier. Hacienda, Comercio, Finalidad y Luchas Sociales (Perú Colonial). Pág. 273. 110  HOBCBAWM, Eric. Bandidos. Pág. 27.

111 

LAZO, Carlos; TORD, Javier. Hacienda, Comercio, Finalidad y Luchas Sociales (Perú Colonial). Pág. 270.

83

COMISARÍAS RURALES DENTRO DEL ÁREA DISTRITAL (1877 – 1890) SAN MARTÍN DE PORRES

COMISARÍAS RURALES Comisaría Rural del Distrito de Carabaillo Bajo Comisaría Rural del Distrito de Bocanegra Comisaría Rural del Distrito de Piedra

JURISDICCIÓN Aznapuquio, La Granja, Oquendo, Márquez, Chuquitanta, Pro, Chillón, Infantas, Naranjal y Comas San Agustín, Bocanegra, Villa Señor, Valdivieso, Coronel, La Milla, Garagay, Chavarría y Santa Rosa. Desde el Molino de Otero hasta Repartición, en la que estaban comprendidos, entre otros, los fundos Mulería, Aliaga y Guía.

FUENTE: La Constitución del Perú y leyes orgánicas.1860-1893. Págs. 532-537.

Este fenómeno social se transforma en actividad política en tiempos de la guerra de la independencia. Muchos se incorporan a los bandos en disputa, ante la promesa de libertad que les manifestaban los patriotas; o la leva que realizaban los realistas. En Setiembre de 1818, el oficial real Simón Rávago realizó un inventario de los recursos disponibles en las haciendas del área distrital para destinarlos en la lucha contra los patriotas, realizando parapetos, causando aniego o distrayendo al enemigo; por ejemplo, los 50 esclavos de la Santa Rosa participarían con sus caballos a pelo y herramientas propias de chacra; lo mismo los 10 esclavos de la hacienda Chavarría que se encontraban a pie con sus machetes; o los 50 esclavos de la hacienda Chuquitanta que se encontraban 20 montados y 30 a pie, armados de machete y palos.112

el uso de cepo, grillos y bregas) continuaron los movimientos sociales con la participación de los negros esclavos en los enfrentamientos entre caudillos militares en disputa. Con la república había una tendencia a la disminución de la población esclava en las haciendas. Conseguían su libertad siguiendo detrás de un caudillo o comprando su manumisión. La hacienda Infantas redujo en pocos años su población esclava de 168 (en 1832) a 100 (en 1837), llegando a 43 (en 1846). Aunque otras podían ir a la inversa. Chuquitanta pasó por ejemplo de 15 (en 1837) a 39 (en 1851)113 Este proceso culminó el 3 de Diciembre de 1854 cuando el entonces Presidente don Ramón Castilla y Marquesado decretó la abolición de la esclavitud. Aunque desde tiempos de la independencia nacional se estableció el Comisariato Conservador del Orden del Valle Bocanegra, Piedra Liza y Carabayllo, sin embargo al parecer no tuvo mayores resultados; teniendo entre sus inconvenientes lo vasto de su jurisdicción, la falta de un pago fijo, pero sobre todo lo fragilidad del Estado en tiempos de guerras civiles. En los primeros años se encontraban en Bocanegra: Juan José Quiñones (1823), Manuel Menéndez (1824), Tomás Meléndez (1826), Manuel Garagay (1827); en Piedra Liza: Pedro Manuel Escobar (1823-1824), José

A pesar de que el 12 de Agosto de 1821 el general José de San Martín decretó de que los hijos de los esclavos nacidos en la república era libres y que se habían mejorado algunos tratos con los esclavos, como la ley del 14 de Octubre de 1825 (que establecía que las jornadas de trabajo en las haciendas no podían ser mayores a 10 horas laborales, no podían ser castigados con más de 12 azotes y prohibido 112 

C.DI.P..Asuntos Militares. Defensa del Virreinato. Tomo VI, Volumen 1. Edición y Prólogo Félix Denegri Luna. Lima, 1971. Pág.

113 

84

AGUIRRE, Carlos. Agentes de su propia libertad. Pág. 51.

de la Cruz Palma (1826-1827); En Carabayllo: Rafael Reyna (1823), Francisco Naranjo (1824), Antonio Perales (1826-1827).

Lurigancho, ahora está separada. Mientras en Carabayllo, cuya jurisdicción era muy amplia, fue dividido en Carabayllo Alto y Bajo, respectivamente. Éste último estaba en el área distrital.115

Pero será en la segunda mitad del siglo XIX, con la relativa tranquilidad política, que se institucionalizan las comisarías rurales de la provincia de Lima. El 3 de Marzo de 1865 se crean las Comisarías de Policía Rural del Valle de Bocanegra, Piedra Liza (Unido a Lurigancho) y Carabayllo. Para ello se aprueba un reglamento provisional de policía rural y se establece un comisario proveniente del ejército para cada una de ellas, quien estaría a cargo de un regimiento de gendarmes de caballería.

Esta composición de las comisarías rurales, en el área distrital, fue confirmada el 27 de Agosto de 1890, con la resolución suprema que determinó dividir los valles de la provincia de Lima en 15 comisarías rurales. Dentro del área distrital se encontraban: “Distrito de Carabaillo Bajo”, “Distrito de Bocanegra” y “Distrito de Piedra”.116 Éstos se encontraban al mando de un comisario de policía con un regimiento de gendarmes integrado por 8 individuos de tropa, cada uno con su caballo y el equipamiento indispensable para estar cotidianamente resguardando su jurisdicción. Y estaban obligados a establecer su residencia en el lugar más céntrico de su territorio. Por otro lado los servicios de los comisarios rurales serían ad honorem.

Una semana después, el 9 de Marzo de 1865, se nombra los primeros comisarios rurales: Manuel Hernández para Bocanegra, el sargento mayor Antonio Tardío para Piedra Liza y Lurigancho, así como el teniente coronel Jacinto Días para Carabayllo.114 Todos tendrían a su servicio 2 oficiales y 2 sargentos, pero con distinto número de soldados. La Comisaría de Bocanegra poseería 18, Piedra Liza 24 y Carabayllo 30 soldados.

El 29 de Enero de 1897 se dispone por decreto supremo, por los exiguos recursos económicos destinados a las comisarías rurales, que algunas de ellas se fusionen. Así, la Comisaría de Carabayllo Alto y Bajo pasan a formar una sola, como también Piedra Liza y Bocanegra. Además se dispone que el comisario reciba un haber mensual de 100 soles y establecer su residencia en la parte central de su jurisdicción.117

Poco tiempo después la composición policial varía al aprobarse el 11 de Diciembre de 1877 el nuevo reglamento de la policía rural, estableciéndose un número más reducido de tropa. Las tres comisarías tendrían un oficial y un sargento, así como 9 soldados para Bocanegra, 7 para Piedra Liza y 7 para Carabayllo Bajo. Éstos a su vez tendrían un sueldo y estaban obligados a vivir en la jurisdicción de su servicio. Además se establecía un fondo especial de policía con el aporte de los hacendados del lugar, lo cual serviría para los materiales y gratificaciones de los guardias.

El 23 de Febrero de 1897 se nombran a Arístides Mejías y Andrés Darg como comisarios rurales de los valles de Carabayllo y Piedra Liza - Bocanegra, respectivamente.118 115 

CONCEJO PROVINCIAL DE LIMA. Ordenanzas de la ciudad de Lima, colección de reglamentos, decretos, resoluciones y órdenes. Lima 1888. Págs. 548-564. 116  La Constitución del Perú y leyes orgánicas.1860-1893. Págs. 532-537. 117  Leyes, decretos y resoluciones del Ministerio de Gobierno y Policía. T.V, 1 semestre 1897. Págs. 311-312. 118  Leyes, decretos y resoluciones del Ministerio de Gobierno y Policía. T.V, 1 semestre 1897. Pág. 327.

Pero también se había modificado el espacio jurisdiccional de las comisarías. La comisaría de Piedra Liza, que antes estaba unido a la de 114 

EL PERUANO. Lima, sábado 11 Marzo de 1865. Págs. 67-68.

85

Procesión Religiosa en la hacienda Conde Villa Señor (Año 1923)

Fiesta en la hacienda Conde Villa Señor, al celebrarse el día de la Purísima, patrona del fundo (año 1923)

86

GOLPE DE ESTADO EN AZNAPUQUIO

C

(29 de Enero de 1821)

uando el 29 de Enero de 1821 el virrey Joaquín de la Pezuela recibió el manifiesto de los jefes militares del campamento de Aznapuquio, dándole un plazo de cuatro horas para que firmase su abdicación al más alto cargo del virreinato peruano, así como veinticuatro horas para que se embarque en retirada hacia Panamá, no pensó que iba a ser traicionado por sus propios subalternos y amigos que lo habían acompañado en la defensa y administración de este dominio.

Se ha dicho que éste ha s i d o “El primer cuartelazo de la historia peruana.”120 Aunque Pezuela podía r e accionar, defendiendo su honor y honra con las fuerzas de la capital y el Callao, prefirió marcharse ese mismo día, yéndose inicialmente al pueblo de Magdalena con Joaquín de la Pezuela, virrey del Perú (1816-1821). del primer golpe de Estado en el Perú su familia para Victima dado en una de las haciendas del distrito. después zarpar desde el Callao a Panamá y finalmente a España. Creyó que era peor para los intereses de la corona enfrentarse a los insurgentes, provocar un cisma y una lucha indeseada, que favorecería en última instancia a los patriotas.

La hacienda Aznapuquio, escenario de este hecho, se había convertido desde el año anterior en el cuartel general de las milicias reales con el objeto de proteger la capital del virreinato. Allí se encontraba la caballería, artillería y los mejores batallones de la ciudad. En ellos había confiado el virrey Pezuela (1816-1821) la defensa de los fueros de la corona. Sin embargo, los últimos acontecimientos bélicos, políticos y sociales, hicieron que los 18 más altos jefes militares119 acantonados en este lugar, decidieran dar un golpe de Estado al virrey, acusándolo de incompetencia, incapacidad, malas decisiones, errores militares, entre otros; colocando en su lugar al general José de la Serna.

La participación de la hacienda Aznapuquio en estos hechos luctuosos no era una casualidad. Se

119 

José Canterac, Gerónimo Valdés, el Marqués de Valle Umbroso, Ignacio Landázuri, Ramón García, Ramón Gómez de Bedoya, Mateo Ramírez, Andrés García Camba, Francisco Narváez, Francisco Ortiz, Antonio Mur, Agustín Otermín, Fulgencio de Toro, José Ramón Rodil, Pedro Martín, Antonio Seoane, Manuel Bayona, José García y Valentín Ferraz.

120 

87

TAURO DEL PINO, Alberto. Enciclopedia Ilustrada del Perú. T.1, Pág. 194.

mucho antes. Las derrotas de la campaña del Alto Perú y el sur, hicieron temer de una posible ocupación de la capital. En Setiembre de 1818 el oficial Simón Ravago contabilizó los recursos humanos, herramientas y animales de las haciendas de los valles de Bocanegra y Carabayllo que pudieran servir ante una posible invasión enemiga. Ellos se encargarían de hacer “alguna faena, como hacer cortaduras, parapetos o zanjas, y causar aniegos y aun con la gente montada causar alguna distracción a los enemigos”. Las haciendas que más podían contribuir eran Santa Rosa, Naranjal y Chuquitanta, con 50 esEl golpe de Estado producido en la hacienda Aznapuquio (1821) contra el virrey Joaquín clavos cada una. Mientras la hacienda de Pezuela ha sido considerado como el primer “cuartelazo” de la historia peruana. Aznapuquio, en posesión de Ignacio Bargas, tenía tan sólo 12 esclavos que encontraba ubicada en un lugar estratégico. Era el se encontraban “montados con herramienta propia cruce del camino real costeño con el que iba a la de chacra”. sierra central. Más conocida como Repartición, se Será con el desembarco de las tropas de San convirtió en el control de vigilancia de la ciudad. Desde Martín en el puerto de Huacho, los días 10 a 12 de ella se detectaba el ingreso de hombres y productos. Noviembre de 1820, que el Virrey Pezuela decide estaReforzó la función de la Portada de Guía. Además, blecer el Campamento de Aznapuquio para proteger esta hacienda tenía grandes extensiones de pasto la capital. En un primer momento se mandó establecer y gramolote para la caballeriza militar. un batallón de vanguardia, pero ante los movimientos enemigos, el 11 de Diciembre de dispuso asentar un Pero no era tan sólo esto, sino que unos meses campamento. Días después, el 18 de Diciembre se antes, en 1819, la hacienda Aznapuquio fue commandó levantar un reducto y derribar los tapiales que prada por un oficial adicto a la causa de la corona no permitían la comunicación del ejército. A este lugar española, el capitán del Regimiento de Dragones de se desplazaron 7,000 hombres121 que componían el Carabayllo Juan Esteban de Gárate. Es posible que ejército de Lima, al que se sumaron posteriormente todas estas coincidencias y convergencias hayan las fuerzas dispersas venidas del Alto Perú y la Reserva hecho que desde Aznapuquio se sacara y colocara de Arequipa. El Estado Mayor destacó una vanguaral último virrey del Perú. Pero los síntomas de guerra se sentían desde

121 

88

DELLEPIANE, Carlos. Historia Militar del Perú. T.I, Págs. 66.

La casa hacienda Chuquitanta en el siglo XX. Fue propiedad de Pedro Zavala, Marqués de San Lorenzo de Valle Umbroso, participante en los hechos luctuosos contra el virrey Pezuela.

dia a órdenes del coronel Valdez en el río Chancay, además de Escuadrones de Caballería que salían a realizar vigilancia y avanzada, para conocer las posiciones de los enemigos. Durante varios meses la defensa de Lima dependía de Aznapuquio y con ella el destino del virreinato.

ducían miasmas, un “aire mortífero” que generaba enfermedades en la tropa que estaba acantonada en tiendas y chozas inadecuadas. Se dice que diariamente ingresaban a los hospitales soldados procedentes de Aznapuquio.122 Incluso se asegura que el 15% de la tropa asentada en Aznapuquio estuvo

Pero Aznapuquio tenía un grave inconveniente, era un lugar insalubre, los pantanos del lugar pro-

122 

STEVESON, William Bennet. Memorias sobre las campañas de San Martín y Cochrane en el Perú. CSIP. Pág. 281.

89

INVENTARIO DE RECURSOS DISPONIBLES ANTE UNA POSIBLE DEFENSA DE LIMA - 1818 SAN MARTÍN DE PORRES

FUNDO

PROPIETARIO / POSEEDOR

MANO DE OBRA, MATERIALES

Coronel

Cipriano Sanabria

8 esclavos a pie con machetes.

Palao

Antonio García

12 esclavos a pie con machetes.

Aliaga

Juan Suárez

2 hombres libres, 10 esclavos. De ellos 4 montados con sus respectivas herramientas.

Villa Señor Alta

Francisco Saavedra

3 hombres libres, 2 esclavos. Los últimos montados con sus respectivas herramientas.

Chavarría

José Fernández

10 esclavos a pie con machetes.

Santa Rosa

Francisca Borda

50 esclavos con caballos en pelo y herramientas propias de chacra.

Mulería

Atanasio Basombrío

2 hombres libres, 4 esclavos. Todos montados, con machetes y herramientas de chacra.

Aznapuquio

Ignacio Bargas

12 esclavos montados con herramienta propia de chacra.

La Granja

Atanasio de los Ríos

1 hombre libre, 6 esclavos a pie con sus respectivas herramientas.

Naranjal

Marqués de Casa Dávila

2 hombres libres, 50 esclavos a pie con sus respectivas herramientas.

Chuquitanta

Marqués de Valle Umbroso

5 hombres libres, 50 esclavos (20 montados y 30 a pie armados de machete y palos).

Infantas

Francisco Suero

10 hombres libres, 10 esclavos a pie con lampas.

Pro

Pascual Roig

“No han pasado razón alguna, por deberse entender con V.E. su dueño”

FUENTE: DENEGRI LUNA, Félix (Edición y Prólogo) Asuntos Militares. Defensa del Virreynato. Tomo VI, Volumen 1. Lima, 1971. Págs. 155-156.

hospitalizada.123 Esto, junto a las deserciones, tuvo muy preocupado al virrey.

comprendía, entre oficiales y soldados, 996 hombres. Estos hechos, que eran considerados de responsabilidad del virrey, posibilitaron que se planificara entre los oficiales una conjura, aunque otros aseguran que ésta estuvo preparada por el Jefe del Estado Mayor acantonado en Aznapuquio, José Canterac, desde antes. Que el viaje que realizó de Arequipa a Lima fue con la decisión de conspirar contra el virrey, acusándolo de falta de carácter y firmeza.

Sin embargo esto no era lo más grave. Las derrotas militares del sur, los gritos de libertad de algunas provincias peruanas, las malas decisiones militares, socavaban el ánimo y la moral de la tropa de Aznapuquio. El hecho más grave se produce el 3 de Diciembre de 1820, cuando el Batallón Numancia, el mejor del rey, que era parte de la avanzada peruana en Chancay, se pasó a las filas patriotas. Se dice que

Pero, a pesar de que el general José La Serna fue reconocido inmediatamente después del golpe de Estado como capitán general, virrey y gobernador,

123 

MARIÁTEGUI, Francisco Javier. Anotaciones a la historia del Perú independiente de don Mariano Felipe Paz Soldán (1819-1822). CSIP Pág. 72

90

el mismo 30 de Enero de 1821, por el cabildo y los tribunales, esto no tuvo resultados inmediatos para contrarrestar la avanzada enemiga. Más aún, fueron posteriormente derrotados, militar y diplomáticamente. Se encontraban rodeados y no pudieron conseguir acuerdos ventajosos.

por los coroneles Ricafort y Valdés, que tenían a su mando el Batallón Imperial Alejandro.124 Esta convulsión social era muy perjudicial para la capital del virreinato. Las guerrillas imposibilitaban que los productos alimenticios llegaran a la ciudad procedente del valle de Carabayllo, que era considerado la despensa de Lima. Este hecho se agravó después de la entrevista de Punchauca, cuando los representantes de Pezuela no llegaron a un acuerdo con San Martín que mandó desarrollar una insurrección en todo el país, imposibilitando el ingreso de alimentos a la capital y la propagación de las guerrillas en los alrededores. En el valle de Carabayllo se formaron guerrillas que creaban temor y zozobra en los hacendados y comerciante de la zona. Los hacendados solicitaban al virrey la persecución de los malhechores que con su actitud propiciaban la fuga y sublevación de los esclavos de las haciendas. Durante este periodo muchos negros esclavos125 abandonaron las haciendas, disminuyendo la fuerza laboral. En esa época, Juan José Quiñones arrendó la hacienda Garagay, estableciendo en el contrato que no se responsabilizaba si el gobierno se llevaba los esclavos. Había el peligro de pérdida de la economía agraria. Sin embargo, Aznapuquio no cumplió su objetivo de defender la capital. Entre el 26 de Junio y el 6 de Julio de 1821 las tropas realistas acantonadas en Aznapuquio y Lima abandonaron la capital, internándose a los andes peruanos. La desmoralización de la tropa, la falta de medios de vida en la capital, obligaron al virrey La Serna evacuarla. Esta retirada provocó una gran conmoción en la

Aparte de algunas escaramuzas y roces, no hubo un enfrentamiento bélico salido de Aznapuquio. Su función fue sobre todo diplomática. De ahí salieron comisiones para entrevistarse con sus contrincantes. La Serna buscó una reunión con San Martín para solucionar las disputas a través de una negociación diplomática. Sin embargo, los militares golpistas eran los más reacios a los cambios políticos que proponían los patriotas. El 19 de Febrero de 1821, delegados de ambos bandos se reunieron en la hacienda Torre Blanca (Chancay) pero no llegaron a acuerdo alguno ante el poco interés de ceder en sus posiciones. Lo mismo sucedió el 2 de Junio de 1821, en Punchauca, aunque esta vez con la presencia de San Martín y La Serna, sin llegar a un acuerdo, a pesar de que San Martín le propuso declarar la independencia del Perú y establecer una monarquía constitucional; propuesta que fue llevada al alto mando militar acantonado en Aznapuquio, cuyos integrantes la rechazaron. Todos estos hechos se dieron en un contexto de mucha violencia. En el valle Carabayllo se estableció un grupo de montoneros que recorría todas sus extensiones defendiendo la causa patriótica, los que estaban comandados por Isidoro Villar, Andrés Riqueros, Ayulo Cayetano Quiroz, Quispe Ninavilca, Huavique, Francisco Vidal, quienes llegaron a provocar la persecución de las tropas realistas dirigidas

124

QUISPE, Edgar; TACUNAN, Santiago. Pasado, presente y futuro de Carabaillo. Pág. 227.

125 

91

TACUNAN, Santiago. Ob. Cit. Pág. 151.

de número del Tribunal de Justicia, para que vea sus asuntos legales y de justicia.

ciudad. Un poema anónimo de la misma época se burlaba de los generales Canterac y Valdés, quienes al abandonar Aznapuquio habrían dicho: “Dejo en Aznapuquio/ una muy famosa zanja / que si me descuido, en ella / sin mas recurso me zampan”.126

Los que se quedaron, como el caso de Felipe Sancho, propietario de una de las hacienda más importante: Naranjal, sólo pudieron ver su ruina y destrucción, pues poco tiempo después falleció (1824). La casa hacienda, capilla, galpón, oficina y otros ambientes fueron devastados por las constantes ocupaciones y saqueos de las tropas militares.

Aunque San Martín ingresó triunfante a la capital del virreinato el 12 de Julio, proclamando la independencia dos semanas después (28 de Julio de 1821), esto no frenó la violencia que se vivía en las haciendas de los valles de Bocanegra y Carabayllo. Más aún, agravó los saqueos y latrocinios en estas unidades productivas.

Sin embargo, al parecer, fue Aznapuquio la más devastada. Fueron tan grandes los daños que no pudo recuperarse por más de dos décadas, quedando abandonada durante todo este tiempo (1819-1841). No había casa, corrales, sementeras, etc. Después de la guerra, los descendientes del último propietario, Juan Esteban de Gárate (capitán del regimiento de Dragones de Carabayllo), quien la había adquirido en 1819, reclamaron al Estado una indemnización.

Pero ya desde antes la guerra había traído muchos temores e inseguridades en los hacendados. Un grupo de ellos decide irse al país. Antonio Veyán y Aparicio, quiteño, capitán de la milicias del virreinato del Perú, propietario de las haciendas Aznapuquio y Mulería, entre 1818 - 1819, resuelve abandonar su hacienda e irse a España. Para ello otorga amplios poderes a su suegro Pedro Antonio Alfaro, Defensor General de Menores de la Real Audiencia, para que lo represente y asuma la administración de ciertos derechos y obligaciones en su ausencia.

La viuda María Benavente, madre y albacea, que administraba la herencia de sus hijos María Toribia y Juan Bautista de Gárate, consiguió, después de un largo litigio, una reparación económica del Supremo Gobierno por los daños causados a su propiedad. Ésta se produjo en 1846.

Lo mismo sucedió con el propietario de la hacienda Chuquitanta, Pedro José Zavala (1779-1850), Marqués de San Lorenzo de Valleumbrosio, quien viaja a Río de Janeiro (Brasil), dejando a su esposa María Grimanesa de la Puente. Aunque esto se debía sobre todo a que el propietario era mariscal de campo de los ejércitos católicos y activo participante en la guerra de la independencia a favor de la corona española. Como lo fue también el propietario de la hacienda Infantas, Francisco Suero, quien ante la pérdida de la guerra de la independencia y la ocupación de la capital por las tropas patrióticas, decide emigrar a España, dejando amplio poder a José Cornejo, procurador 126 

Empero, estos hechos luctuosos para el honor del teniente general Joaquín Pezuela, Marqués de Viluma y ex Virrey del Perú, intentaron ser honrados ese mismo año (1821) con la publicación de tres folletos anónimos escritos por personajes allegados a él. Uno de ellos, escrito bajo el seudónimo de “El Ingenuo”, llevaba el título: “Rebelión en Aznapuquio por varios jefes del Ejército Español para deponer el mando del dignísimo Virrey del Perú el Teniente General Don Joaquín de la Pezuela”. Aunque todos ellos editados desde muy lejos: Río de Janeiro.127

MIRÓ QUESADA SOSA, Aurelio. La poesía en la emancipación. CSIP. Pág. 236.

127  

DENEGRI LUNA, Félix. Memorias, diarios y crónicas. CSIP. Vol. 3. Págs. 520-538

92

LAS HACIENDAS EN LA REPÚBLICA

C

(siglo XIX)

uando el 21 de Marzo de 1821 el propietario de la hacienda Chuquitanta, Pedro José Zavala, Marqués de San Lorenzo de Valleumbrosio, partió del puerto del Callao en el bergantín “Maipú” rumbo a España, cargando consigo una fortuna personal de 30,000 pesos, en momentos en que se hundía el virreinato, no pensó que estando cerca de Janeiro (Brasil) iba a ser apresado y víctima de un atraco por los tripulantes de la corbeta de guerra “La Heroína de Buenos Aires”. A pesar de esta pérdida importante, pudo meses después llegar a España, monarquía que lo cobijaría por largos años en recompensa de haber luchado a favor de la corona en la guerra por la independencia nacional.128

de la Puente, que se quedó, tuvo que pasar por muchas penurias. Abandonada en Lima, con una numerosa familia que mantener, tuvo que soportar el saqueo de su hacienda en dos oportunidades por las filas patrióticas, quedándose con los esclavos fugados, las sementeras destruidas y el ganado desaparecido.129 Incluso, el Juzgado de Secuestro, creado por el general José de San Martín en Octubre de 1821 para juzgar a los enemigos de la nueva república, Manuel Camino Barrios fue propietario de hacienda Garagay a fines del siglo XIX y decidió confiscar la la comienzos del XX. hacienda Chuquitanta a sus propietarios, acusándolos de cooperar activamente en la guerra de la independencia a favor de la corona española. Aunque tiempo después pudieron recuperar su propiedad.

Éstas fueron las actitudes de algunos hacendados o acaudalados españoles que se encontraban comprometidos con la causa realista, como fue el caso también del hacendado de Chuquitanta, que fue bien acogido por la madre patria, recuperándose económicamente, obteniendo distinciones y recompensas, e incluso integrándose al Ejercito Real de España. No pudo regresar al Perú, sino después de muchos años, en 1849, con una licencia especial. Pero tan sólo para morirse al año siguiente (1850). Sin embargo, en los inicios de la república, su caso en el Perú fue muy crítico. Su esposa, María Grimanesa 127 

Estos primeros años de vida independiente fueron de muchos temores y angustias para los antiguos hacendados. Había personajes sospecho-

MENDIBURU, Manuel de. Diccionario histórico biográfico del Perú. Lima, 1934. T. XI. Págs. 375-377.

128

93

FLORES GALINDO, Alberto. Aristocracia y plebe. Págs. 174-175.

PRODUCCIÓN DE TRIGO EN LAS HACIENDAS - 1837 SAN MARTÍN DE PORRES

HACIENDA

FANEGADAS DE TRIGO

FANEGADAS TOTALES

Palao

4

Aliaga

2

40

Chavarría

4

112

Villa Señor

4

70

Garagay

4

El Naranjal

8

Chuquitanta

8

La Granja

6

Infantas y Comas

20

Pro

6

180

110

FUENTE: EL ECO DEL PROTECTORADO. Lima, miércoles 19 de Julio de 1837. Pág. 1.

Esto se debía no sólo a la inestabilidad y convulsión social que trajo la guerra de independencia, sino también las guerras civiles que continuaron. Eran comunes los movimientos de caballería de los bandos en disputa, perturbando el trabajo agrario, llevándose los esclavos de las haciendas, asaltando los almacenes de alimentos e imponiendo cupos y contribuciones de guerra. Aparecen periodos de bandolerismo, con salteadores y abigeos infestando todo el valle, como lo ocurrido en 1835.

sos de haber cooperado con los realistas. Algunos se fueron a España dejando sendas cartas de representación. Sin embargo, muchas de las haciendas continuaron en mano de las familias coloniales hasta mediados de siglo XIX: Naranjal (Sancho Dávila – Marqués de Casa Dávila), Chuquitanta (Zavala - Marqués de San Lorenzo de Valleumbrosio), Pro (Larriva), Conde Villa Señor (Arias de Saavedra – Conde Casa Saavedra), Aznapuquio (Gárate). Pero estas familias no manejaban directamente sus haciendas sino la daban en arriendo a particulares, lo que les servía para mantener una vida acomodada y sin sobresalto. Chuquitanta estaba arrendada a Pedro Castañeda, Pro a Pedro Lostaunau, Naranjal a Pedro Castañeda, Conde Villa Señor a Juan José Quiñones.

Durante la primera mitad del siglo XIX las haciendas de los valles de Bocanegra, Piedra Liza y Carabayllo pasaron por una crisis agraria y depresión económica. La producción agrícola disminuyó drásticamente. Esto se encuentra reflejado en la caída dramática del diezmo. El valle de Carabayllo que contribuía con un monto estable (8,100 pesos), en forma sostenida durante varias décadas, sufrió un grave declive en los años 1824-1825, al reducirse a una cifra mínima (1,750 pesos). Aunque esto fue mejorando en los años siguientes, no pudo

Otras, como la hacienda Aznapuquio, permanecieron durante casi toda la primera mitad del siglo XIX abandonadas, sin producción, casa, corrales, ni sementeras, aunque seguía perteneciendo a la misma familia colonial (Gárate).

94

recuperarse por muchos años. Durante el periodo 1832 -1859 el diezmo representó un monto menor a la mitad de lo que recaudaba en 1821.130

de los puquiales, sobre todo para el caso del valle de Comas, que era su principal afluente, pues los hacendados que tenían los puquiales dentro de sus predios no querían distribuirlos a los otros propietarios.

Al parecer, para 1839 la economía cañera del valle de Carabayllo se encontraba quebrada. Se dice que no había hacienda que la produjera. Sin embargo, en el valle de Bocanegra había producción de caña, aunque esta hacienda se encontraba ubicada en una zona distante del área distrital. Lo que sí estaba generalizado en estos dos valles eran los artículos de panllevar.

Esta carencia era causa de constantes litigios y querellas. En 1837 los hacendados del valle de Chillón, encabezados por el arrendatario de Naranjal, Pedro Castañeda, exigieron al Juzgado de Agua construir las acequias que condujeran las aguas de los puquiales Pampa Libre, Gallinazos y Tambo Inga, hacia las haciendas de la parte baja del valle, como lo establecían el reglamento de aguas. Sin embargo, el arrendatario de la hacienda Chillón, Santiago Rivera, donde quedaban algunos de los puquiales, se negaba, a pesar de las notificaciones del Juzgado, de aperturar una acequia para destinar aguas a los hacendados solicitantes. Y a pesar de que en Julio de 1840 fue autorizado Castañeda a construir una acequia por el juez Berrio Luna, dicha autorización no pudo ser ejecutada por la actitud violenta del arrendatario de Chillón. Este litigio continuó por muchos años.

Existía, sin embargo, una intención, desde el Estado, de incrementar y establecer un monto de producción de trigo en los valles de Lima. En 1837 el gobierno de Santa Cruz mandó a los funcionarios Gaspar Osma, José del Valle y Francisco Naranjo realizar una Estadística Agrícola Limeña, con el objetivo de establecer la producción de ese año, que sería destinada al mercado interno. De toda la producción triguera de Lima, las haciendas más significativas se encontraban ubicadas en los valle de Piedra Liza y Bocanegra (con el 14%) y Carabayllo (con el 37%).

Esta misma necesidad también habría generado que en 1844 el arrendatario de la hacienda Pro, Pedro Lostaunau, construyera un canal ilegal desde la acequia que conducía agua a las haciendas de Naranjal y Chuquitanta, hasta la hacienda que administraba. Esto provocó que uno de los perjudicados, el hacendado de Naranjal, lo denunciara.132

Esto representaba un volumen pequeño. La hacienda La Granja produciría dentro de sus 75 fanegadas de extensión, tan sólo 6 fanegadas de trigo. Lo mismo sucedía con Naranjal que produciría 8 de sus 180 fanegadas; Chuquitanta con 8 de sus 37 fanegadas, Pro con 6 de sus 110 fanegadas; mientras que las integradas haciendas Infantas-Comas sólo 20 fanegadas.131

Otro factor de esta crisis fue la disminución de la mano de obra esclava, que era muy importante en la actividad agrícola. La fuga y manumisión fueron las causantes. La hacienda Infantas redujo su población esclava de 168 (en 1832) a 100 (en 1837), llegando a 43 (en 1846). Chuquitanta pasó de 44 (en 1788) a 15 (en 1837) y 39 (en 1851).133 Lo que tuvo su punto

Pero estos problemas tenían que ver también con el uso y racionalidad del agua. Siempre había falta de este recurso en las haciendas, lo que conllevaba, a pesar de que en 1841 el Reglamento de Cerdán fue declarado vigente en toda la república, a que los hacendados solicitaran la reglamentación del uso 129 130

131

BURGA, Manuel. El Perú Central 1770-1860. Págs. 64-66. EL ECO DEL PROTECTORADO. Lima, miércoles 19 de Julio de 1837. Pág. 1.

132 

95

TACUNAN, Santiago. Ob. Cit. Pág. 208. AGUIRRE, Carlos. Agentes de su propia libertad. Pág. 51.

culminante en Diciembre de 1854, cuando el Presidente don Ramón Castilla y Marquesado emitió la ley de abolición de la esclavitud. Sin embargo, poco tiempo antes (17 de Noviembre de 1849) el mismo Presidente promulgó la ley de promoción de contrato de chinos coolíes para las haciendas, sobre todo cañeras y algodoneras, cambiando de esta manera la composición de la mano de obra de las haciendas.

Uno de los mecanismos de transferencia de la propiedad era el arrendamiento previo, como sucedió con la hacienda Naranjal; la misma que había pasado por varias manos de la familia Sancho Dávila, desde la muerte de Felipe Sancho Dávila (en 1812) y José María Sancho Dávila (en 1834), que eran sus últimos propietarios, hasta un conjunto de herederos (José f. Hernández, Fortunata Nieto, los hermanos Pedro, Emilio y Mercedes Tenorio Sancho); hacienda que primero es cedida en arriendo y finalmente vendida a unos extranjeros.

Desde mediados del siglo XIX las haciendas más importantes del área distrital adquieren otro carácter. Las antiguas familias de origen colonial comienzan a desprenderse de sus viejas propiedades. Éstas pasan a manos de personajes extranjeros que inyectan nuevos capitales, siendo orientados a constituirse en haciendas capitalistas.

En 1886 los señores Guillermo Raineri (italiano) y Eduardo Costa arriendan una parte de la hacienda (100 fanegadas) por 10,000 soles de plata anual, teniendo derecho al uso de la casa de paila, las oficinas, una huerta nueva, un corral para el ganado En este periodo se modernizan y la mitad del callejón que ocualgunas haciendas. Se tecnifican paban los trabajadores chinos; sus instrumentos de producción incluido el uso de los rieles para (trapiches, molinos), se cambia la ser instalados en una comunimano de obra (de negra por china), El italiano Tomás Caivano fue propietario de la cación férrea con la hacienda hacienda Aznapuquio entre los años 1873-1875. se amplían las tierras agrícolas, Aznapuquio y la vía del ferrocarril se incrementa la producción Lima - Ancón. Además de estar e industrialización de la caña de la azúcar. Siendo la obligados a reparar unas maquinarias destiladoras llegada del ferrocarril (1870) la expresión más clara de de aguardiente y el molino de caña. este cambio, ya que además se construye, con la inEsta hacienda estaba dedicada a la producción versión de los hacendados del valle, un puente sobre de azúcar, aguardiente de caña y chancaca. Tenía un el río, arquitectura que no tenía hasta esa fecha, como fue observada en 1859 por Antonio Raimondi cuando trapiche que daba servicio a las haciendas La Granja y 134 pasó por este lugar. Aznapuquio, a cambio del 30% del volumen procesado. Mientras la otra parte de la hacienda, no arrendada, era trabajada por los propietarios Tenorio, quienes 133  RAIMONDI, Antonio. Itinerario de los viajes de Raimondi en el Perú. De también cultivaban caña (50 fanegadas). Lima a Trujillo por tierra (1859). Pág. 132.

96

Hasta que en 1891 venden la propiedad a los socios Guillermo Raineri (italiano) y Francisco Talleri (suizo), al precio de 150,000 soles. En esta transacción no se encontraba incluido el nuevo trapiche de cinco cilindros, los tres calderos grandes, las tuberías que unían los trapiches con los calderos, las oficinas, una enfriadora, dos tanques grandes, tres estanques medianos, el alambique, el tonel mezclador, ni los diez pipones de mosto. Todo quedaba en poder de los hermanos Tenorio.

propietarios de las haciendas Infantas y Tambo Inga, por un periodo de diez años, con una pensión de 2,400 soles anuales, para ser destinada como ampliación y complemento de sus haciendas primigenias. Esta sociedad pretendía producir caña de azúcar, para lo cual habían pensado invertir 150,000 soles en implementar la hacienda y destinarla a la misma industria que las otras. Pero este proceso de expansión agrícola de la caña de azúcar tendrá su punto culminante cuando a fines del siglo XIX Aznapuquio es comprada por el suizo Francisco Talleri, que era el propietario y conductor de otras haciendas que producían igualmente caña de azúcar: Naranjal (210 fanegadas) y La Granja (75 fanegadas).

Otra propiedad que llegó a manos de grandes inversionistas fue la hacienda Aznapuquio, la que pasó a ser utilizada, como arrendamiento, por los socios Julio Tenaud (francés) y Emilio Althaus, que eran propietarios de la hacienda Infantas. Finalmente fue comprada por el suizo Francisco Talleri a fines del siglo XIX.

Mientras, la hacienda Chuquitanta pasa también por el proceso de desvinculación con las antiguas familias coloniales. Después de fallecer sus últimos propietarios, María Grimanesa de la Puente (en Abril de 1847) y Pedro Zavala (en 1850) y ser heredada por los hermanos Zavala (Pedro, Juan, Toribio, José, Francisco, Andrés, Manuel, Grimanesa y Ana), en 1851 cae en manos de Juan Zavala, uno de los herederos, al comprar las acciones de sus hermanos, convirtiéndose en propietario de la hacienda. Posteriormente la vende, utilizando como representante a José de Jane, cónsul de los reyes católicos en Lima, al encontrarse en el extranjero, a los nuevos propietarios.

Pero antes de que llegara a manos de estos personajes fue adquirida, por corto tiempo, por un conjunto de propietarios. En Diciembre de 1862 la hacienda fue comprada por el francés Pablo Ernesto Courrejolles al precio de 43,600 pesos. En el contrato se estableció que la venta también incluía la mitad de los riegos de la hacienda Mulería, pero hasta que este último predio sea vendido a un nuevo propietario. Poco después, el francés vende la hacienda Aznapuquio a Manuel Olivera al precio de 30,000 pesos, que incluía ganado, siembra, raíces, herramientas, entre otros. En 1873 es vendida al doctor Tomás Caivano. En 1875 sucede lo mismo, al ser traspasada la propiedad al ecuatoriano Carlos Freund.135 Y en Julio de 1882 es nuevamente vendida a Julio F. de Yriarte al precio de 10,000 soles.

En 1859 la hacienda es comprada por Pablo Elguera al precio de 60,000 pesos, que incluía tierras de cultivo, almacén, galpón, tambo, casa del mayordomo y 12 chinos coolíes. Al fallecer su propietario en 1867 es heredada por su hermana Toribia, quien en Agosto de ese mismo año, la vende a su otro hermano Buenaventura Elguera al precio de 64,000 pesos. En ese momento la hacienda tenía 13 yuntas de buey, 4 mulas, 2 fanegadas de camote sembrado, cultivos de alfalfares y 22 chinos coolíes

Sin embargo, en Junio de 1873, cuando Aznapuquio se encontraba en propiedad de Manuel Olivera, es arrendada a los socios Julio Tenaud y Emilio Althaus, 135 

TACUNAN, Santiago. Obra. Cit. Pág.168-169.

97

Poco tiempo después es vendida a nuevos propietarios que la llevaron por el camino de la industria de la caña de azúcar. En Febrero de 1872 los socios Aurelio Rodrigo y Nicolás H. Rodríguez, pagaron al contado por la hacienda el precio de 100,000 soles. Sin embargo, después de la guerra con Chile, se disuelve la sociedad Rodrigo-Rodríguez, pasando la hacienda a manos de la nueva sociedad constituida por Nicolás Rodríguez e Isaac Manuel Eguren: Nicolás H. Rodríguez Cía.136

35,000 pesos, en la forma siguiente: 6,000 al contado y 29,000 pesos en dos armadas. La administración de la hacienda estuvo a cargo, en los primeros meses, de Darío, a iniciativa de los otros hermanos. Pero debido a una penosa enfermedad que tuvo, sus obligaciones y deudas pasaron, en Junio de 1879, a cargo de su padre José María Barrios. Tiempo después es transferido al médico Manuel Camino Barrios,137 quien el 26 de Setiembre de 1902 la vende a la sociedad Cicala y Borrione, al precio de Lp.4,000.138

Pero, ante la muerte del socio principal (Rodríguez), la hacienda es heredada por su esposa e hija: Virginia Viera y Josefina Viera Yzarnotegin (adoptada), respectivamente. Esta última, que se encontraba casada con Isaac Manuel Elguera, adquiere en Octubre de 1902 los derechos de su madre, con la intención de manejar en forma absoluta la hacienda.

Lo mismo sucede con la hacienda Pro que pertenecía a la familia Larriva desde la colonia, que después de estar en manos de Josefa Larriva y heredada por sus hermanas Manuela y Rosa Larriva, es transferida a nuevos personajes. El 13 de Octubre de 1859 es comprada por Antonio S. Almodóvar, quien era profesor de medicina y cirugía. Aunque al año siguiente (1860) es traspasada a Nicolás Rodrigo, quien además era propietario de la hacienda Comas, para destinarla también al cultivo de caña de azúcar.

Por otro lado, corre la misma suerte la hacienda Conde Villa Señor (Alta), que para el siglo XIX era denominada Garagay. Después de la muerte de sus últimos propietarios coloniales: Francisco Arias de Saavedra (en 1823) y Petronila Bravo de Lagunas y Zavala, y siendo heredada por varios personajes (Narcisa Arias de Saavedra y los hermanos Zavala), en Diciembre de 1852, uno de ellos, el coronel de caballería José Zavala, adquiere las acciones de sus parientes y se convierte en único propietario de la hacienda. Al año siguiente la vende.

El siglo XIX terminó con un incremento de la producción de caña de azúcar, sobre todo en las haciendas de Infantas, Chuquitanta, Naranjal, Pro, la instalación de un tejido férreo en un conjunto de haciendas y la concentración de muchas tierras en pocas manos (el suizo Francisco Talleri).

En Abril de 1853 es adquirida por Adelinda de Santiago Concha y Concha, hija del chileno Juan José Concha, al precio de 23,000 pesos. Hasta que más adelante, en el año 1879, es vendida a los hermanos Darío, Rosa y Edelmira Barrios, al precio de 136 

137 

RABI CHARA, Miguel. Diccionario histórico biográfico médico del Perú. Siglo XVI-XX. Lima, 2007. Págs. 89-90. 138  AML. Junta Departamental de Lima. Predios rústicos. 1903.

AML. Correspondencia. 1870-1900.

98

LA BATALLA DE PIÑONATE O GUÍA

C

(21 de Agosto de 1838)

uando el 8 de Agosto de 1838 un contingente militar chileno liderado por el general Manuel Bulnes y el mariscal Agustín Gamarra, desembarcaron en Ancón,139 con la intención de derrotar a la Confederación Perú - Boliviana y ocupar la capital que se encontraba en ese momento en manos del Presidente don Luis José de Orbegoso y Moncada Galindo (29 Julio - 21 de Agosto de 1838), se encontraron con un espacio territorial donde días después se libraría la cruel batalla y que actualmente forma parte del área distrital, en condiciones todavía maltrechas por las continuas luchas intestinas de los caudillos militares que no saciaban su apetito de poder, desde tiempos de la independencia nacional. En esos años, los valles de Bocanegra, Piedra Liza y Comas todavía no se recuperaban de la crisis agraria y la recesión económica de la post guerra, encontrándose las haciendas sobre todo arrendadas y abandonadas (Aznapuquio), a pesar de los planes agrícolas promovidos por el Estado, como la campaña del trigo de 1837, donde se estableció que las haciendas Infantas, Naranjal y Chuquitanta tendrían mayor producción de trigo que las otras. Además, de la inseguridad, convulsión social y bandolerismo que habían infestado los campos de Lima, debido a la lucha entre caudillos y el debilitamiento del Estado, a pesar de la continuidad del establecimiento de los Comisariatos Conservadores del Orden del Valle Bocanegra, Piedra Liza y Carabayllo, que estaban a cargo, en la década del treinta (S. XIX), de los comisarios Andrés Álvarez (1832), Manuel

Menéndez (1833-34), José de la Cruz Palma (1840) en Bocanegra; Manuel García (1831-1832), Francisco Menacho (1833-1834), Juan de Dios Ortiz (1840), en Piedra Liza; Antonio Perales (1831-1832), Joaquín Gómez (1833-1834), Felipe Llanos (1840) en Carabayllo.140 Los mismos que no pudieron establecer un clima de estabilidad y paz social. Por otro lado, la composición social de este espacio territorial era todavía eminentemente esclava. Para 1839, del total de la población (441 pobladores) de las haciendas del valle de Bocanegra, 358 eran esclavos, 34 indígenas y 49 de otras castas. De la misma manera, del total de la población (838 pobladores) del valle y distrito de Carabayllo, 519 eran esclavos, 274 indígenas y 45 de otras castas.141 En estas condiciones se presenta la batalla de Piñonate o Guía, entre las fuerzas de la Segunda Expedición Restauradora, procedente de Chile, con la presencia de algunos peruanos (Gamarra, Castilla, Gutiérrez de la Fuente) y un contingente de militares improvisados liderados por Luis José de Orbegoso. A pesar de que días antes (31 de Julio de 1838), éste había abdicado, desde el Estado Nor–Peruano, a la Confederación Perú - Boliviana, conducida por su “Supremo Protector” el mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana, lo que no fue suficiente, pues resultó sospechoso y dudoso, a decir de las fuerzas invasoras. 140 

PAREDES, José Gregorio. Calendario y guía de forasteros de Lima para el año 1832, 1833 y 1834. 141  CÓRDOVA Y URRUTIA. José María. Estadística histórica, geografía industrial y comercial de los pueblos que componen las provincias del departamento de Lima. Pág. 19

139 

BASADRE, Jorge. Historia de la República del Perú. Lima, 1964. T I., Págs. 407-408.

99

los generales La Fuente y Castilla; la segunda era la primera división a órdenes del General Cruz y estaba compuesta por los batallones Portales, Valparaíso, Colchagua, Carampangue; y la tercera era la segunda división o reserva, a cargo del coronel Pedro Godoy y estaba compuesta por los batallones Valdivia, Santiago, Aconcagua y el Escuadrón de Carabineros de la Frontera. Además contaban con regimientos de caballería (cazadores de caballo y lanceros). Mientras la tropa de Orbegoso estaba compuesta apenas por 2,700 hombres y 3 piezas de artillería. Eran soldados sin preparación, reclutados a último momento y con la participación de serenos de la ciudad. Este contingente estaba integrado por los batallones 1 y 2 de Ayacucho, batallón Legión, batallón No. 4, batallón Serenos. Además de 500 hombres de caballería, donde se encontraba integrado una parte del regimiento Húsares de Junín. Las tropas de la Expedición Restauradora estaban a cargo del mariscal Agustín Gamarra Mesía, quien se encontraba ubicado en la segunda división. Mientras las filas orbegosistas estaban al mando del jefe del ejército general Domingo Nieto y Márquez, quien venía acompañando a Orbegoso desde el Estado Nor - Peruano. En estas condiciones, los restauradores hicieron un desplazamiento de sus filas como parte de su estrategia. Cruzaron el río y se dirigieron hacia el Oeste, asentándose entre las haciendas Naranjal, Chuquitanta y Oquendo. Ante esto, las tropas orbegosistas retrocedieron y se asentaron en los terrenos de la hacienda Aznapuquio. Sin embargo, un segundo desplazamiento hizo nuevamente mover las piezas en disputa. El ejército expedicionario al mando de Gamarra continuó en la dirección anterior y se apoderó de Bocanegra, lo que hizo nuevamente retroceder al general Nieto sobre los campos de Piñonate y Guía.142 En esta situación estuvieron la mañana del 21 de Agosto de 1838, permaneciendo frente a frente,

La batalla de Piñonate o Guía en 1838 incrementó el fracaso de la Confederación Perú Boliviana.

Orbegoso no quería contienda, buscó un acercamiento entre ambas fuerzas. Aunque por momentos también mostraba posiciones de ofensiva. Incluso el mismo día (21 de Agosto) escogió un grupo de jefes para que se entrevisten con los restauradores y encuentren un arreglo. Al parecer los chilenos también querían dialogar. A pesar de estas negociaciones, la desconfianza y la falta de acuerdos frustraron la búsqueda de un entendimiento. Es entonces que las fuerzas de ambos bandos desplazaron sus milicias a los valles de Bocanegra, Piedra Liza y Carabayllo. En un primer momento, las tropas de Orbegoso se acantonaron en la hacienda Chacra Cerro, mientras las filas de los restauradores se ubicaron en la hacienda Copacabana y Tambo Inga; encontrándose divididos ambos bandos por tan sólo el rió Chillón. Las filas más preparadas y numerosas eran las invasoras. Las tropas de la Expedición Restauradora o chilena estaban compuestas por 5,000 hombres y poseían cuatro piezas de artillería (divididos por iguales para la primera y segunda división). Sus hombres estaban agrupados en tres divisiones: la primera era el contingente de vanguardia a órdenes de

142 

100

DELLEPIANE, Carlos. Historia Militar del Perú. T. I, Págs. 376-383.

FUNDOS Y HACIENDAS - 1839 SAN MARTÍN DE PORRES

FUNDO Coronel Valdivieso La Milla Villa Señor Bajo Villa Señor Alto Chavarría Santa Rosa Mulería Infantas Naranjal Chuquitanta La Granja

PROPIETARIO / POSEEDOR Antonia Alvarado Convento de San Agustín Antonio Villacampa Narcisa Saavedra Grimanesa de la Puente María Laos Francisca Borda Magdalena Benavente Testamentaría de Fernández Andrea Mendoza Grimanesa de la Puente José María Guerrero

NÚMERO DE RIEGOS 2 tomas de 5 riegos 3 riegos ½ riego 8 riegos 6 ½ riego 8 riegos ½ riego y un puquio 3 y agua de puquio 8 riegos 8 riegos con una toma al río. 4 riegos remanentes de la toma de Naranjal y puquios de Chillón. Los puquiales de Aznapuquio.

FUENTE: CÓRDOVA Y URRUTIA, José María. Estadística histórica, geográfica, industrial y comercial de los pueblos que componen las provincias de Lima. Págs. 98-99, 124-125.

con las tropas de vanguardia adelante. Los restauradores tenían como avanzada a la compañía de cazadores, mientras los orbegosistas conducían a un grupo de montoneros. Bastó tan sólo que los montoneros orbegosistas dispararan contra la columna de cazadores chilenos, que se habían acercado demasiado a ellos, para que se iniciara la batalla. En un primer momento los orbegosistas se defendieron bien, pero la superioridad numérica y bélica de los chilenos fue irresistible. La batalla que se había iniciado a las 10 de la mañana dio visos de desbalance cuando los chilenos atacaron y rompieron el lado izquierdo de la defensa peruana. A las 5 de la tarde la caballería peruana no pudo resistir más y emprendió la retirada a Lima. Se dice que había una actitud vacilante en la tropa que defendía Lima. Incluso el mismo general Domingo Nieto, que había sido elegido Jefe del Estado Mayor esa misma mañana (21 de Agosto) no participó en el campo de batalla con el batallón que estaba a su cargo (batallón 1 de Ayacucho), a pesar de separarlo del enemigo tan sólo un lecho pedregoso del Rímac,

ingresando a la contienda cuando los enemigos pisaron la capital de la república. La última defensa se centró en el arco del Puente de Piedra y en los techos y azoteas de la ciudad. Pero ésta no pudo resistir mucho tiempo. Después de un ataque por varios frentes, los chilenos pudieron ingresar a las 8 p.m., tomando y ocupando la Plaza de Armas de Lima. A pesar de que la Confederación Peruano - Boliviana feneció con la batalla de Yungay (20 de Enero de 1839) y la pérdida de respaldo del sur del país a su propulsor, el mariscal Santa Cruz, se ha dicho que el enfrentamiento de Piñonate fue una “absurda batalla”. Sin embargo, para el poeta José Gálvez Barrenechea, en esta última se definió el destino de la Confederación: “La Confederación se derrumba definitivamente en Guía en 1838”.143 Si esto fuera cierto, en las tierras del actual distrito, se definió una etapa de la historia peruana que pudo ser de las esperanzadoras. 143 

GALVEZ BERNECHEA, José. Evocaciones y remembranzas. Lima, 1971. Pág. 36.

101

La Estación Infantas del ferrocarril Lima Ancón (Año 1908).

El ferrocarril Lima Ancón (Año 1908).

102

C

EL FERROCARRIL LIMA – ANCÓN

uando el 19 de Abril de 1870 se ordenó la apertura del tráfico del ferrocarril entre Lima y Ancón, y posteriormente se inauguró oficialmente el tramo que faltaba, entre Ancón y Chancay, el 7 de Diciembre de 1870, con la presencia de las autoridades y las personalidades más beneficiarias, se sintió un nuevo porvenir a esta parte del norte de Lima. 144

Los más agradecidos con la obra fueron los hacendados productores de azúcar, ubicados en el valle de Comas y Carabayllo, que deseaban sacar sus artículos al mercado local y externo, quienes no solamente la promovieron sino también participaron directamente en su construcción. Esto quedó manifestado el 21 de Julio de 1868, cuando el gobierno aceptó el traspaso de los privilegios de la construcción del ferrocarril, que antes había sido dado (19 de Agosto de 1867) a Modesto Basadre, a una sociedad que tenía intereses en el valle del río Chillón, que estaba integrada por algunas personas que poseían propiedades e inversiones en esta parte del valle: Nicolás Rodrigo (en la hacienda Pro y Comas), Emilio Althaus (socio de Tenaud en Infantas), José F. Canevaro, Miceno Espantoso, y Waldo Graña (delegado del concejo de Carabayllo en 1879).145 Éstos tuvieron el apoyo del Presidente José Balta y Montero (1868-1872), quien no sólo ayudó a transferir

el privilegio a los inversionistas del valle, sino también el mismo Estado invirtió con un porcentaje económico importante en su construcción. Se pensaba que con solamente la construcción del ferrocarril se garantizaría una dinámica comercial y económica en todo su recorrido. Esto no sucedió así. Los más beneficiados fueron los inversionistas del valle dedicados a la caña de azúcar, no ocurriendo lo mismo cuando se incrementó la producción del algodón en las haciendas cercanas al ferrocarril. escritor Javier Prado fue arrendatario La intención era El de las haciendas Conde Villa Señor y construir un ferrocarril Valdivieso entre los años 1900-1910. hasta el valle y puerto de Huacho, con algunas ramificaciones a los interiores de su radio de influencia. Pero sólo llegó hasta el Km. 66, en el valle Chancay,146 con algunas deficiencias en su trazo y recorrido, como la zona de Pasamayo, que resultó siendo muy desagradable por el peligro y temor que generaba.

Sin embargo esta nueva vía permitió que algunos

144 

BASADRE, Jorge. Historia de la República del Perú. Lima, 1964. T. IV, Pág.1780. y T.VIII y Págs. 3637-3638. 145  COSTA Y LAURENTE, Federico. Reseña histórica de los ferrocarriles del Perú. Págs. 63-66.

146 

Después de muchos años, en 1912 se construyó y se puso en funcionamiento el tráfico entre Ancón y Huacho - Sayán. Aunque para ello habría tenido que pasar muchos pedidos, debates, proyectos, modificaciones de recorrido, expropiaciones, entre otros.

103

predios que se encontraban cerca a su recorrido adquirieran otro valor. Esto sucedió, por ejemplo, con la hacienda Pro, propiedad de Nicolás Rodrigo, que hacia 1860 había sido cotizada en 142,946 pesos y 3 ½ reales, sin considerar la mano de obra que había sido liberada unos años antes; y que para el año 1871, un año después de la inauguración de la línea férrea, se encontraba valorada en 172,748.55 soles. 147

ganadora con la propuesta de 80,000 soles anuales, lo que quedó refrendado con el decreto del 21 de Febrero de 1877. Pero, debido a un recurso de apelación fue nuevamente sacado a remate resultando ganador esta vez, el 25 de Mayo de 1877, los señores Adriano Bielich y Mariano Cesti Ca, con una propuesta de 100,000 soles anuales y la construcción de algunas obras de ingeniería para utilidad de este medio de transporte.149

El ferrocarril, desde un inicio, era administrado por la empresa La primera sección del ferroconstructora, pero debido a deficarril funcionaba hasta Ancón, con ciencias en su conducción y manejo cinco estaciones ubicadas según el económico, el Estado, que desde el uso y necesidad de los usuarios. Las comienzo había tenido particidos primeras, después de pación económica en esta obra, Lima, estaban ubicadas en el Eulogio Fernandini fue propietario de las haciena través del préstamo de unos área distrital: Repartición (Km. das Pro y Mulería en la primera mitad del siglo XX. bonos a la compañía férrea, 8) e Infantas (Km. 13). Estas dos obteniendo de esta manera eran utilizadas por los comeracciones en la empresa, decidió tomar el control ciantes y hacendados cañaveleros del valle de Code la misma. Por Decreto Supremo del 29 de Marzo mas. La primera por Naranjal y Aznapuquio, mientras de 1872 el gobierno adquirió el dominio exclusivo y 148 que la segunda por Infantas, Pro y Chuquitanta. absoluto del ferrocarril. Aunque al parecer la primera era más activa que la A pesar de este cambio, la administración del ferrosegunda. Según el censo de población de 1876, la carril continuó en pérdida. Durante el bienio de 1874 -75 Estación Repartición tenía 12 habitantes (9 hombres hubo un déficit de 21,500 soles. El gobierno decidió y 3 mujeres), mientras la Estación Infantas tan sólo darlo en arriendo, para lo cual sacó a licitación su 2 habitantes (ambos hombres).150 Ese mismo año manejo. Pero ante las propuestas poco atractivas (1876) se encontraba como administrador general decidió continuar con la administración hasta más del ferrocarril Lima Chancay: Rolando H. East. adelante, en que volvió a sacarlo en oferta. El 16 de Enero de 1877 la sociedad Althaus y Tenaud resultó Mientras los jefes de las Estaciones Repartición e Infantas eran: Segundo Briceño y Federico Vizquera, 147  QUISPE, Edgar; TACUNAN, Santiago. Pasado, presente y futuro de Carabaillo. Pág. 133. 148  Memoria que presentó al Congreso Ordinario de 1876 el Ministro de Gobierno, Policía y Obras Públicas sobre diversos ramos de su despacho. Lima, 1876. Pág. LXIX

149 

Memoria que presentó al Congreso Ordinario de 1878 el Ministro de Gobierno, Policía y Obras Públicas. Lima, 1878. Págs. XXXII y 379. 150  Censo General de la República del Perú formado en 1876. Tomo VI, Pág. 284.

104

TARIFAS DEL FERROCARRIL LIMA - ANCÓN - 1908 SAN MARTÍN DE PORRES

PARADERO

DISTANCIA Km.

Lima Repartición Infantas Puente Piedra Ancón

0 8 13 22 38

BOLETOS DE PASAJES 1 clase 2 clase 0.20 0.40 0.50 0.50

0.10 0.20 0.30 0.30

TARIFAS DE MERCANCÍAS POR 1000 KILOGRAMOS 1 cat. 2 cat. 3 cat. 1.28 2.13 3.55 7.67

1.14 1.70 2.98 6.67

0.85 1.42 2.41 5.68

FUENTE: CISNEROS, Carlos. Frutos de la Paz. Pág. 183.

respectivamente.151 Por otro lado, la Estación de Puente Piedra era utilizada, entre otros, por los miembros del pueblo de San Pedro de Carabayllo. Uno de los que realizó el viaje hasta Infantas, a fines del XIX, fue el alemán Ernest Midendorf, quien de esta aventura decía: “El autor, acompañado por algunos amigos, visitó esta región una clara mañana del mes de agosto, que es generalmente nublado. Primero viajamos en el tren de Ancón hasta la hacienda Infantas, una gran plantación de caña de azúcar a media legua de Lima, con elegante residencia y que posee instalaciones modernas y excelentes máquinas para la elaboración de azúcar y alcohol. Allí recorrimos a caballo, que pusieron a nuestra disposición, los cañaverales entre tapias”.152 En otra oportunidad, este mismo viajero decía del área distrital, después de otro recorrido: “El viaje es el paseo más agradable que puede hacerse desde Lima. La línea desciende al principio por un suave declive de varias millas a través de una amena zona, rica en vegetación, pasa por cañaverales y campos

de pasto rodeados de árboles y llega entonces al río del valle de Chillón”.153 Desde el inicio funcionaba con 9 locomotoras que llevaban nombres de los lugares de su recorrido. Una de ellos tenía la mención de Infantas. Pero estas maquinarias rápidamente se malograron. Para 1884, durante la ocupación chilena, se decía que sólo dos estaban en servicio; las otras inutilizables. La que llevaba el nombre de Infantas se encontraba “irrecuperable”.154 Éstas partían desde una modesta estación inicial, llamada Tajamar, ubicada a la altura del Puente Palma, el cual después de cruzarlo, hacia el lado derecho del río, enrumbaba en dirección hacia Ancón. Al pasar por las estaciones del área distrital eran embarcados volúmenes considerables de azúcar y otros derivados de la misma, para ser transportados al puerto de Ancón, de donde eran enviados al mercado externo. En 1903 los ingenios de las haciendas Chuquitanta, Infantas y Naranjal sacaban 153 

MIDDENDORF, Ernest. Perú, observaciones y estudios del país y sus habitantes durante una permanencia de 25 años. T. I, Pág. 341. 154  Segunda memoria que el vicealmirante Patricio Lynch, general en jefe de operaciones en el norte del Perú, presenta al Supremo Gobierno de Chile. Lima, 1884. T. II, Págs. 199-200.

151 

Almanaque de El Comercio de Lima. Lima 1876. Pág. 133-134. MIDDENDORF, Ernest. Perú, observaciones y estudios del país y sus habitantes durante una permanencia de 25 años. T. II, Pág. 35.

152 

105

Sin embargo, con la firma del contrato Grace, los ingleses sólo aceptaron el tramo del ferrocarril de Lima a Ancón, que era parte del ferrocarril de La Oroya, dejando en manos del Estado el tramo de Ancón a Chancay que se encontraba destruido; desmembrándose de esta manera uno de los ferrocarriles del Estado.

El ferrocarril Lima – Ancón fue muy importante para el transporte de la producción agrícola de las haciendas del distrito.

sus embarques por este puerto, haciendo uso del ferrocarril.155

A partir de esa fecha se hablaría sólo del ferrocarril Lima - Ancón. Y como formaba parte del Ferrocarril Central, todas las normas dictadas para el segundo tenían ingerencia en el primero.

Pero el uso industrial fue el más importante, ya que algunas haciendas habían extendido líneas férreas internas, dentro de su predio e interconectadas con la vía principal del ferrocarril. En 1886, la hacienda Naranjal, aunque todavía no había hecho las instalaciones férreas internas, tenía en su almacén las piezas indispensables para instalarla hasta la hacienda Aznapuquio y la vía principal. Con ese sentido, entre otros, su propietario arrendó parte de la hacienda (100 fanegadas) a Guillermo Raineri y Eduardo Costa, para que ellos la instalen hasta esos puntos, para de esta manera sacar sus productos al mercado externo, cuyos gastos tendrían que estar cubiertos por los socios, pero reembolsable hasta por un 50% por el propietario.

Durante la guerra con Chile (1879-1883), parte del tramo del ferrocarril fue destruido. En plena convulsión bélica su administración fue transferida, en Mayo de 1880, a la Compañía del Ferrocarril de la Oroya. Se dice que los chilenos pusieron explosivos en el tramo entre Ancón – Chancay, lo que, junto con el abandono y la falta de mantenimiento, generó que la línea sea cubierta por la arena de Pasamayo. Después de la guerra, el ferrocarril se encontraba muy dañado. Cuando el Estado decidió entregar los ferrocarriles a través del contrato Grace (1890), a la empresa inglesa Peruvian Corporation, en representación de los tenedores de la deuda externa, esta última puso reparos con la línea a Chancay porque resultaba muy costosa repararla, además de que era una vía poca rentable. Muy pocos pasajeros recogía y el transporte de productos era escaso, aunque con algunos repuntes en el verano.

Por otro lado, la hacienda Aznapuquio estableció una red moderna de vía férrea al interior de la propiedad, con locomotoras y carros, para hacer más rápidas las diversas etapas del procesamiento. Ésta se encontraba intercomunicada con la Estación Repartición que quedaba junto a la hacienda. En Junio de 1896, cuando

155 

BASADRE, Jorge. Historia de la República del Perú. Lima, 1964. T. VII, Págs. 3470-3471

106

sus propietarios Guillermo Ranieri y Francisco Talleri, arrendaron parte de la hacienda al italiano Emilio Caltani, con una merced conductiva de 100 soles mensuales, se estableció que podía utilizar la pequeña línea férrea hasta la Estación Repartición.156 Para 1898 las vías internas de las haciendas se habían extendido considerablemente. La hacienda Infantas tenía 5,000 metros de línea férrea, 2,000 metros de línea férrea de Caudivilla, una locomotora, una maquinaria, dos pescantes a vapor y un gasómetro; la hacienda Pro y Comas tenían 5,000 metros de línea férrea de Caudivilla y una maquinaria; mientras Chuquitanta poseía 7000 metros de línea férrea de Caudivilla, dos locomotoras y una maquinaria.157 En 1912, la Sociedad Industrial Infantas Limitada, propietaria de la hacienda Infantas, que había comprado cuatro años antes la hacienda Caudivilla y anexos, construyó una línea férrea entre estas dos propiedades, comunicándose internamente, la misma que estaba a su vez intercomunicada con la vía principal del ferrocarril. Para construir esta vía férrea, entre estas dos haciendas, los rieles tuvieron que cruzar una hacienda que quedaba entre ellas (Chacra Cerro). Para ello la Sociedad tuvo que establecer un convenio con la propietaria de esta última hacienda (Adela Vargas) para poder utilizar sus tierras, Obteniendo a su favor el uso de los desagües que venían de las sementeras de Caudivilla, además de otras aguas de riego de su uso.

Este tejido vial entre las haciendas y el ferrocarril se encuentra ilustrado en el plano “Lima y Alrededores” del año 1935 realizado por el Servicio Geográfico del Ejército, donde se observa la función de las estaciones Repartición e Infantas. Desde la primera estación se prolonga una línea, en forma de “L”, con ramificaciones, para llegar a las casas haciendas de Aznapuquio y Naranjal. Mientras, desde cerca de la segunda estación, sucede lo mismo hasta los interiores de la misma hacienda.158 Pero también este plano presenta los cambios que se venían dando en esos años, el uso de la carretera para automóviles en reemplazo del ferrocarril. La hacienda Pro va a ser la primera en esta transformación al tener una carretera propia desde la vía principal (Lima-Ancón) hasta la casa hacienda. Durante la década del treinta (siglo XX) el ferrocarril sufre un debilitamiento debido a la modernización de los medios de transporte. Esto se produjo sobre todo gracias a la construcción de la carretera a Ancón entre 1931-1934, por la Junta Departamental de Lima Prodesocupados, a cargo del ingeniero Heli Mantilla López;159 la construcción del Puente del Ejército en 1936, que apertura otras vías de acceso hacia el norte de la ciudad; y la caída de la economía cañavelera de las haciendas de los valles de Comas y Carabayllo que tuvo su punto culminante en 1938 con el cierre del ingenio de Naranjal. Estos hechos posibilitaron su poco uso.

156 

158 

157 

159 

TACUNAN, Santiago. Obra. Cit. Pág. 170. Memoria de la Subprefectura e Intendencia de Policía de Lima. 1 de Julio de 1898 y 30 de Junio de 1899. Lima, 1899. Pág. 109.

GUNTHER DOERING, Juan. Planos de Lima 1613-1983. Lima, 1983. Plano 26. Memoria de la Junta Departamental de Lima Prodesocupados del 1 de Enero de 1937 al 31 de Diciembre de 1938. Pág. 86-95.

107

108

C

IMPACTO DE LA GUERRA CON CHILE

uando el 7 de Marzo de 1881 los chilenos le impusieron al hacendado de Infantas Julio Tenaud un cupo de guerra, llamado por los invasores “contribución”, de veinte mil pesos fuertes, que tenía que ser abonado en un plazo de 8 días, con la amenaza de ser cobrado a la fuerza por el jefe del Estado Mayor, el coronel Pedro Lagos, además de la destrucción de la propiedad del hacendado, por un valor de más de tres veces del monto impuesto,160 no pensó que iba ser víctima de un conflicto del cual se consideraba ajeno, por su condición de extranjero.

políticas de ocupación que se extendieron por cerca de tres largos años (1881-1883). Como parte de esta nueva administración extranjera, a cargo del vicealmirante Patricio Lynch, el 24 de Agosto de 1882, nuevamente los chilenos impusieron al hacendado de Infantas, Julio Tenaud, otro cupo de guerra, por única vez, compuesto por 2,000 soles de plata o su equivalente en billetes fiscales chilenos, con el recargo fijado para el presente mes en el cobro de los derechos de aduana, el que tendría que ser pagado en ocho días, con la amenaza de ser cobrado a la fuerza con embargo de sus bienes, por el mismo valor, sin perjuicio por el apremio personal que se imponga.161

Apenas había pasado poco más de un mes desde que los chilenos ingresaron y ocuparon la ciudad de Lima (17 de Enero de 1881), como parte del conflicto Esta fijación al hacendado armado que se había iniciado en de Infantas se debió tal vez a su 1879, cuando se estableció esta poder económico que se enconcontribución periódica, dirigido a El vice almirante chileno Patricio Lynch impuso los traba expresado en su propiedad, cupos de guerra a las haciendas Naranjal e Infantas los más poderosos de la capital, en los años 1881-1882. aunque no era la más grande del quienes tenían que depositar tolugar; sin embargo era la más dos los meses este mismo monto, próspera de las unidades productivas que existían contabilizado desde Febrero de ese año (1881), a las a fines del siglo XIX, en los valles de Comas, Bocanegra arcas enemigas; lo que correspondía a las nuevas 160 

161 

Memoria que el contraalmirante Patricio Lynch, general en jefe de operaciones en el norte del Perú, presenta al Supremo Gobierno de Chile. Lima, 1882. Pág. CXXXI-CXXXII.

Segunda memoria que el vicealmirante Patricio Lynch, general en jefe de operaciones en el norte del Perú, presenta al Supremo Gobierno de Chile. Lima, 1884.

109

y Piedra Liza. Tenía el mejor ingenio y campo de cultivo dedicado a la caña de azúcar. Las otras eran Chuquitanta y Naranjal. Las siguientes se dedicaban a la producción de panllevar (Mulería, Santa Rosa, Chavarría, Conde Villa Señor, Garagay, Valdivieso, Coronel).

De todos ellos, Julio Tenaud era el hacendado más progresista, no sólo poseía Infantas sino también Tambo Inga, al otro lado del río Chillón. En sus instalaciones tenía un ingenio, con el cual producía azúcar, ron y chancaca, que podía sacarlos al mercado con el ferroPero no era la única carril que pasaba por que estuvo en la vista de su propiedad. Para ello los chilenos. El 16 de Eneresidía en su predio la ro de 1882, por decreto supremo se determinó que Algunos hacendados tuvieron que pagar cupos de guerra a los chilenos. población más grande de toda la zona: 316 hael propietario del fundo bitantes, según el censo Naranjal, la sucesión Sancho Dávila, entregara mende 1876. Además, ostentaba una moderna casa sualmente a la intendencia del ejército de ocupación hacienda, de estilo europeo, que manifestaba estilo, 12 quintales de azúcar. Lo mismo fue también para el elegancia y fortuna. propietario de la hacienda Infantas con 40 quintales de azúcar, que serviría para el consumo de la tropa. Se tenía que entregar periódicamente, dentro de los primeros 15 días de cada mes, encargando a la intendencia del ejército chileno de hacerlo cumplir.162

Su participación económica en esta parte del valle se había iniciado hace varios años atrás. No sólo a través de la compra de algunas haciendas, o su incursión financiera en la construcción del ferrocarril a Ancón, sino también en el arriendo de algunos fundos. En Junio de 1873, Julio Tenaud junto con Emilio Althaus arrendaron la hacienda Aznapuquio a su propietario Manuel Olivera, por un periodo de diez años, con una pensión de 2,400 soles anuales. Este contrato se mantuvo vigente, a pesar de que el propietario vendiera la hacienda al doctor Tomás Caivano en 1873. Incluso, pasando posteriormente, en 1875, la hacienda al ecuatoriano Carlos Freund.164 De esta manera, estableció un poder económico en esta parte de Lima.

Lo mismo sucedió el 11 de Setiembre de 1882, cuando el propietario del fundo Coronel, Lucas León, recibió la conminación de pagar un cupo de guerra, al encontrarse en el segundo lugar de la lista establecida por los chilenos.163 Se dice que estos cupos se pagaban sin miramientos en los inicios. Sin embargo, más adelante se comenzó a complicar, pero igual todos llegaban a pagar. 162 

Memoria que el contraalmirante Patricio Lynch, general en jefe de operaciones en el norte del Perú, presenta al Supremo Gobierno de Chile. Lima, 1882. Págs. CLI-CLII 163  BASADRE, Jorge. Historia de la República del Perú. Lima, 1964. T. VI., Pág. 2650.

164 

110

TACUNAN, Santiago. Obra. Cit. Págs. 168-169.

Éstas eran las razones por las que Julio Tenaud estuvo en la primera lista que tenía que pagar cupos de guerra a los ocupantes de la capital, a lo que no podía negarse, ante el peligro de ser incendiada y destruida su propiedad, como había sucedido con otras. A pesar de no sólo ser un extranjero, en lo que pudo haberse amparado para no ser alcanzado por los efectos de la guerra, sino también tenía como compatriota a Abel Du Petit Thouars, almirante francés que conducía una flota armada en el Callao y que tenía amenazado a los chilenos para que no incendiaran Lima, como ya lo habían hecho con Chorrillos y Miraflores. Sin embargo, éste era un periodo distinto a los días previos de tranquilidad de la hacienda Infantas, que había sido conocida por un compatriota suyo, Charles Wiener, unos años antes (1875-1877), quien después de realizar unos trabajos arqueológicos en unas huacas cercanas, pasó tardes de tertulia y hospitalidad en los ambientes de la casa hacienda. Tiempo después diría: “El señor Tenaud me alentó mucho en mis trabajos, en los que puso un vivo interés. Un espíritu ilustrado, una instrucción sólida, un entusiasmo natural, son en él palancas de una actividad múltiple y ávida a las que fecunda una gran fortuna. Es uno de los raros franceses que no se han desacreditado en el Perú”. 165 En esos años, previos a la guerra, la densidad poblacional estaba concentrada en las haciendas ubicadas en el valle de Comas. Según el censo de 1876, Infantas era la hacienda más poblada de toda la zona de Carabayllo Bajo, con 316 habitantes (309 hombres y 7 mujeres). Después estaban: Pro con 256 (229 hombres y 27 mujeres), Naranjal con 205 (183 hombres y 22 mujeres), Chuquitanta con 76 (55 hombres y 21 mujeres), La Granja con 48 (44 hombres y 4 mujeres), Aznapuquio con 2 (1 hombre y 1 mujer).166 165  166 

Pero, conocida la declaración de guerra (5 de Abril de 1879) y los primeros enfrentamientos, los hacendados del valle, que venían manejando el poder local desde fines del siglo XIX, tomaron protagonismo patrio. En 1879 el Concejo Municipal de Carabayllo estaba integrado por Pedro Antonio Pomar (alcalde) y los concejales Federico Lembeke y Aurelio Alzola; el mismo que se había instalado en Abril de 1879, llevaba como primer concejal a un integrante de la hacienda Mulería.167 Este concejo formó el 1 de Junio de 1879 un Escuadrón de Carabayanos, en apoyo a la guerra, con la participación de los pobladores del valle y hacendados, el cual estaba constituido por 200 plazas. El batallón estaba integrado por el 1er jefe Pedro Antonio Pomar y 2do jefe Francisco Canevaro; y los capitanes Luis Solari, Marcos Alzola, Guillermo Larrabure e Hilario Bramón.168 Estos movimientos bélicos de orden nacional reavivaron el patriotismo, pero también la incertidumbre y el pánico en ciertos hacendados y arrendatarios. Algunos abandonaron las haciendas, otros las vendieron; y no faltaron arrendatarios que dejaron suspendidos sus contratos. Uno de ellos fue la propietaria de la hacienda Garagay, Adelinda de Santiago Concha y Concha, de padre chileno (Juan José Concha) que venía manejándola desde Abril de 1853, quien decide vender su propiedad en 1879 a los hermanos Darío, Rosa y Edelmira Barrios, al precio de 35,000 pesos, en la forma siguiente: 6,000 al contado y 29,000 pesos en dos armadas. La administración de la hacienda estuvo a cargo, en los primeros meses, de Darío, a iniciativa de los otros hermanos. Pero debido a una penosa enfermedad de este último, sus obligaciones 167 

AML. Correspondencia. Siglo XIX. El propietario de hacienda Mulería era Guillermo Lembeke. 168  CASTRO POZO, Hildebrando. Historia antigua del distrito de Carabayllo. Lima, 1983. Págs. 38-42

WIENER, Charles. Perú y Bolivia. Pág. 56. Censo General de la República del Perú formado en 1876. Tomo VI, Pág. 284.

111

y deudas pasaron, en Junio de 1879, a cargo de su padre José María Barrios.169

pación, algunas haciendas trataron de mantenerse en pie y actividad. La hacienda Infantas, como una forma de salir de las dificultades, celebró un convenio con la hacienda Aznapuquio para que utilizara sus instalaciones en el procesamiento de su producción cañera, molienda en los trapiches y obtención del aguardiente de caña. El propietario de Aznapuquio se comprometía a pagar el servicio con especies: 40% de la producción de caña molida y el mismo porcentaje de ron obtenido.172

De la misma manera, el 7 de Mayo de 1880 los propietarios de los fundos Conde Villa señor y Valdivieso, Federico Belmont y Federico Soria, respectivamente, vendieron una parte de sus predios a Antonio Obregón, al precio de cien soles, los que serían destinados, años después, para huertas de frutales.170 Mientras el arrendatario de la hacienda Aznapuquio, Felipe Arancibia, quien pretendía sembrar caña de azúcar, ante los problemas de la guerra, decide dar por concluido el contrato de arrendamiento y pagar su deuda. Lo que conllevó a que el propietario establezca una demanda judicial contra Arancibia, al pretender este último pagar el contrato con moneda nacional que se encontraba en ese momento devaluada, producto de la guerra.171

Sin embargo, al parecer, Aznapuquio no pudo sostenerse en estos años difíciles, pues su propietario decidió venderla en Julio de 1882 a Julio F. de Yriarte, al precio de 10,000 soles de plata. Cuando el 23 de Octubre de 1883 los chilenos dejaron la capital, después de haber firmado el Tratado de Ancón (20 de Octubre de 1883), con muchas ventajas a su favor, el país se encontraba en la ruina, sin infraestructura productiva y con una economía en quiebra. Sin embargo, algunas haciendas del valle rápidamente se recuperaron. La propiedad de Tenaud se convirtió en los años siguientes en una empresa agrícola denominada Sociedad Agrícola Infantas, que no sólo seguía produciendo azúcar de exportación, sino también daba servicios a través de su ingenio a las haciendas vecinas: Caudivilla, Punchauca y Collique.

Se dice que en un inicio las haciendas estuvieron protegidas por tropas peruanas, pero después de la pérdida de Lima, quedaron desamparadas y en manos de los enemigos. Durante la ocupación de la ciudad (1881-1883), los chilenos destruyeron no sólo las haciendas sino también los ramales y la vía principal del ferrocarril a Chancay. Incluso, al transitar los chilenos por estas tierras, rumbo al norte del territorio (Chiclayo, Trujillo, Lambayeque), donde se encontraban las centros de producción de azúcar más importantes del país, destruían y saqueaban las instalaciones de la unidades productivas de los valles de Bocanegra y Comas, asesinando trabajadores e imponiendo cupos de guerra; utilizando otras veces estas tierras, de despensa de alimentos y forraje para las tropas enemigas.

Mientras, para la recuperación de la hacienda Naranjal, sus propietarios tuvieron que recurrir al arriendo y a la inversión que ellos podían colocar. En 1886 la propietaria decide arrendar a los hermanos Pedro, Emilio y Mercedes Tenorio Sancho, por un periodo de diez años, con un canon anual de 5,000 soles de plata. Pero como ellos eran terceros beneficiarios de la herencia, solicitaron acceder a la propiedad de Naranjal ese mismo año. A su vez

Pero, a pesar de ello, durante los años de ocu169 

TACUNAN, Santiago. Obra. Cit. Pág. 188. Archivo del Congreso de la República. 171  TACUNAN, Santiago. Obra. Cit. Pág. 169. 170 

172 

QUISPE, Edgar; TACUNAN, Santiago. Pasado, presente y futuro de Carabaillo. Págs. 247-248

112

arriendan una parte del predio (100 fanegadas) ese mismo año (1886) a los señores Guillermo Raineri y Eduardo Costa, con una merced conductiva de 10,000 soles de plata anual, quienes tenían el derecho al uso de la casa de paila, las oficinas, una huerta nueva, un corral para el ganado y la mitad del callejón que ocupaban los trabajadores chinos. Además del derecho al uso de los rieles que se encontraban para ser instalados a través de una línea férrea con la hacienda Aznapuquio y el ferrocarril Lima - Ancón, para de esta manera sacar sus productos al mercado externo. Los gastos tendrían que estar cubiertos por los socios, pero reembolsable hasta por un 50% por los hermanos Tenorio; encontrándose, por otro lado, obligados a reparar las maquinarias destiladoras de aguardiente y el molino de caña. Por otro lado, los hermanos Tenorio continuaban sembrando caña en las 50 fanegadas restantes, que no eran parte del contrato, utilizando las instalaciones para la fabricación de azúcar, asumiendo los costos del mismo. Recurriendo, además, al alquiler de su ingenio a las haciendas La Granja y Aznapuquio,

para el procesamiento de su caña, debiendo pagar por el mismo, el 30% del volumen procesado. A fines del siglo XX, la composición social de los valles de Bocanegra, Piedra Liza y Comas era muy variada. Con una presencia de chinos coolíes muy evidente. Según el censo de 1891, realizado por el Concejo de Lima, en el valles de Bocanegra había asiáticos (137), blancos (39), indios (91), negros (89), mestizos (31); de los cuales 238 eran peruanos y 149 extranjeros. En el mismo sentido iba el valle de Carabayllo Bajo con asiáticos (314), blancos (84), indios (237), negros (187), mestizos (119); de los cuales 620 eran peruanos y 321 extranjeros. Mientras el valle de Piedra Liza tenía asiáticos (27), blancos (48), indios (64), negros (14), mestizos (29); de los cuales 147 eran peruanos y 35 extranjeros.173

173 

Leyes, resoluciones y ordenanzas relativas al H. Concejo Provincial de Lima 1891. Págs. 142-143.

113

114

C

UNA ANTIGUA TRADICIÓN VITIVINÍCOLA

uando el 31 de Mayo de 1893 el propietario de los fundos Valdivieso y Conde Villa Señor firmó un contrato de arrendamiento de una parte de sus predios con el italiano Pascual Onetto, con el objeto de volverlos productivos, no pensó que esto era el inicio de un periodo, aunque efímero, de una tradición vitivinícola en este lugar, donde posteriormente se establecería el actual distrito de San Martín de Porres.

de 10 años forzosos; debiendo pagar el monto de 30 soles mensuales los cinco primeros años y 40 soles los cinco últimos; comprometiéndose el propietario a pagar la contribución industrial a la Junta Departamental de Lima. Mientras el italiano no sólo se comprometía a sembrar “más parras” y árboles frutales en los predios señalados, sino también cultivar un potrero de dos fanegadas, que poseía una denominación que aludía a su antiguo uso o al tipo de cultivo a que eran propensas estas tierras: “Olivar de Santo Tomás”. Esto, con su propio costo, para después distribuir la cosecha en iguales con el propietario.

Al parecer, la intención inicial de Carlos F. Pflucker, propietario de estos dos fundos, era tan sólo volver fértil y productivo un área poco atractiva de su predio y que además sirviera para su consumo personal. Pues, en el contrato inicial se establecía que el arrendatario tenía que proporcionar al propietario verduras y frutas todas las semanas y una pipa de vino cada año.

Pero, los buenos resultados del anterior permitieron arrendar nuevamente otras tierras de la hacienda al italiano Onetto. Esta vez Este primer arrendamiento con un mayor interés por Isaías de Pierola fue arrendatario de la hacienda Santa Rosa a comienzos del siglo XX. comprendía una pequeña el vino. El 16 de Agosto de parte de todo el predio y al pa1898 arrienda el potrero recer la zona menos favorecida: dos huertas del fundo “Rincón de Alberto” (del fundo Conde Villa Señor), Conde Villa Señor, una huerta de Valdivieso y todas de 2 fanegadas de extensión, por 10 años forzosos, las “Huacas” de ambos fundos. Esto, por el tiempo sin pagar arriendo los primeros tres años, 100 soles

115

La casa hacienda Valdivieso en el año 1924. Fue una de las productoras de vino a comienzos del siglo XX.

anuales los dos siguientes y 120 soles los cinco restantes. Pero, con la obligación de sembrar durante los tres primeros años por lo menos 6,500 pies de parra de la mejor calidad, cuyo valor tenía que estar calculado en 1,897 soles.

frutales (1 fanegada), plátanos (1/2 fanegada), yuca (1 fanegada), verduras (1/2 fanegada), dando una utilidad líquida deducida por peritos de 3,400 soles anuales (1903). Pero esto no fue un cultivo aislado. La hacienda Aznapuquio siguió por este camino de la viña y el vino. Con esta intención los propietarios de la hacienda, los señores Guillermo Ranieri y Francisco Talleri arrendaron el predio, el 20 de Junio de 1896, al italiano Emilio Caltani, con una merced conductiva de 100 soles mensuales, con el objetivo de incrementar los cultivos de viñales, sobre todo en la zona denominada Repartición. Para ello tenía que construir una bodega de vino, adquirir materiales para el procesamiento y cultivar más viñedos. Además, el contrato le daba la ventaja de utilizar la línea del ferrocarril y la Estación Repartición.174 Pero, tiempo después, el arrendamiento

La buena mano del italiano Onetto permitieron que a escasos años se vieran los resultados. Pues para 1903, el potrero “Rincón de Alberto” tenía todo sembrado de parra (2 fanegadas) con 15 mil plantas aproximadamente, cuya utilidad líquida deducida por peritos era de 600 soles anuales. Aunque la Comisión de Reglamento de la Junta Departamental de Lima le rebajó, en la sesión del 21 de Enero de1903, la cuota de impuestos de 30 a 10 soles anuales. Lo mismo sucedió con los huertos denominados “Huacas” de los fundos Valdivieso y Conde Villa Señor que llegaron a ser cultivados con viña; mientras los otros potreros, también arrendados, tenían árboles

174 

116

TACUNAN, Santiago. Obra. Cit. Pág.170.

VIÑEDOS EN LOS VALLE DE BOCANEGRA Y PIEDRA LIZA - 1903 SAN MARTÍN DE PORRES

FUNDO

ARRENDATARIO

VIÑA

Valdivieso y Conde Villa Señor

Pascual Onetto (Italiano, 52 años)

Dos fanegadas de parra y otras de viña

El Cerro de Garagay

Paulo Raveggico (italiano, 32 años)

Tres fanegadas de viña

La Viña de Garagay

Juan Brascesco, (italiano, 60 años)

Tres fanegadas de viña

Chavarría

José Brascesco (italiano, 60 años)

Tres y media fanegadas de viña

Chavarría

José Benito Blanco (español, 60 años)

Dos fanegadas de viña

Chavarría

Manuel Jesús Robles (peruano, 39 años).

Media fanegada de viña

La Milla

Gabriel Vargas (peruano, 32 años)

Una fanegadas de viña

Mulería

Sociedad Cicala y Borrione

Tres fanegadas de viña

Viñedos de Repartición (Aznapuquio)

Esteban Rocca (italiano, 49 años)

Tres fanegadas de parra

Palao

Juan B. Nicolini (propietario y conductor; italiano, 43 años).

Una fanegada de viña

FUENTE: Junta Departamental de Lima. Predios rústicos I. 1903 a 1907. Sección Contribuciones.

quedó rescindido (20 de Diciembre de 1898) para dárselo nuevamente en arriendo, ese mismo año, a otro italiano: Esteban Rocca, quien, para 1903, tenía estas tierras bautizadas con el nombre de “Viñedos de Repartición”, poseyendo tres fanegadas de parra. Al poco tiempo esta aventura inicial con la parra de uva se extendió a los otros predios del valle de Bocanegra y Piedra Liza. A comienzos del siglo XX eran varios los italianos arrendatarios productores de vino o insumos para el mismo: Paulo Raveggico (en el cerro de Garagay), Juan Brascesco (en la Viña de Garagay), José Brascesco (en Chavarría), Sociedad Cicala y Borrione (en Mulería) y Esteban Rocca (en Viñedos de Repartición - Aznapuquio). Además del español José Benito Blanco (en Chavarría) y los peruanos Manuel Jesús Robles (en Chavarría) y Gabriel Vargas (en La Milla).

de arrendamientos: José Brascesco (16 de Abril de 1893), Pascual Onetto (31 de Mayo de 1893), Esteban Rocca (3 de Octubre de 1898), José Benito Blanco (6 de Setiembre de 1900), Sociedad Cicala y Borrione (17 de Setiembre de 1900), Manuel Jesús Robles (22 de Abril de 1901). Esta coyuntura del vino se dio cuando los valles de Bocanegra y Piedra Liza, a fines del siglo XIX, eran sobre todo productoras de panllevar y muchas de sus tierras se encontraban sin cultivar. Un estudio de ese periodo (1898) señalaba que el valle de Piedra Liza (de 14 fundos) tenía 217 fanegadas de tierra de panllevar y 64 sin cultivar; mientras Bocanegra (de 9 fundos) poseía 710 fanegadas de tierras con caña y panllevar, así como 605 sin cultivar. Y Carabayllo Bajo y Alto (de 20 fundos) gozaba de 1,765 fanegadas de caña y pastos, así como 1,287 sin cultivar.175

Todos estos productores se establecieron a fines del siglo XIX y comienzos del XX, a través de contratos

175 

CISNEROS, Carlos; GARCÍA, Rómulo. Guía ilustrada de Lima, el Callao y sus alrededores. Lima, 1898. Pág. 198.

117

Además, al parecer estas tierras eran adecuadas para este tipo de cultivo, pues en época de la colonia ya habían sido utilizadas para la producción de olivos. Esta antigua tradición se encontraba en las haciendas Chuquitanta, Aznapuquio, Pro, Conde Villa Señor y Garagay, que tenían una producción de aceitunas y aceite de olivo, con plantones de distintas variedades. Aunque era parte de una producción agrícola mixta, como complemento de otras, no llegando a dominar la producción total de la hacienda. Estos productos servían como combustible para lamparines que iluminaban calles, iglesias, monasterios o casas particulares.176

sucedió con el caso de Garagay, en donde el dueño, el médico Manuel Camilo Barrios, giró un número de contratos de arrendamiento que señalaban expresamente la obligación de sembrar viñas para quedar posteriormente en manos del propietario. Esto sucedió con los potreros el Cerro de Garagay y la Viña de Garagay, que fueron dados a los italianos Paulo Raveggico y Juan Brascesco, respectivamente. El arriendo suscrito en documento simple fue con una merced conductiva de 5 soles mensuales. Para 1903, estos potreros tenían, el primero (de 4 ¾ fanegadas de extensión): viña (3 fanegadas), verdura (1 ¾); y el segundo (de 4 ¾ fanegadas de extensión): árboles frutales (¾ fanegadas), viña (3), verdura (1).

Pero, a fines del siglo XIX, la producción del vino, que fue prohibida en la colonia, fue posibilitada por

Estos italianos al parecer formaban parte de una antigua tradición de horticultores que a mediados del siglo XIX cultivaban en las huertas ubicadas dentro de las murallas de la ciudad de Lima, y que para fines del XIX y comienzos del XX fueron desplazados más allá de los límites de la ciudad, donde algunos, más progresistas, llegaron a convertirse en propietarios de las haciendas.177

A fines del siglo XIX algunos fundos del actual distrito ingresan a la producción vitivinícola.

la presencia de un grupo de italianos, bajo la motivación de los propietarios de las haciendas, como 176 

En 1712 la hacienda Conde Villa Señor, propiedad de Luis Bejarano Fernández de Córdova, poseía dentro de sus 80 fanegadas de extensión 579 pies de plantas de olivo. En 1788 la hacienda Chuquitanta tenía dentro de sus 37 fanegadas de extensión 847 pies de olivo. En 1708 la hacienda Aznapuquio tenía un molino y 11 tinajas de distintos tamaños para el procesamiento del aceite de olivo, además de una cama de almácigos para la reproducción e incremento de las plantaciones de olivo.

Sin embargo, durante la primera guerra mundial (1914-1918) la producción de la vid tuvo un grave revés, producto de la expansión del cultivo de algodón, que había llegado a tener gran demanda y altos precios en el mercado mundial, llegando a desplazar el cultivo de la vid, talándose las parras de uva del lugar. Para 1917, predios que antes tenían parras de uva ahora poseían cultivos de algodón: Conde Villa Señor y Valdivieso (50 fanegadas de algodón), Chavarría (30 fanegadas), Santo Tomás de Garagay (30 fanegadas).178 177 

BONFIGLIO, Giovanni. Los italianos en Lima. En: Mundos interiores: Lima 1850-1950. Panfichi y Portocarrero (editores) Lima, 1995. Págs. 58 y 64. 178  Memoria que el Director de Aguas, ingeniero Alberto Jochamowitz, presenta al Ministerio de Fomento. Volumen II. 1918-1919. Pág. 363.

118

Bebida de agua mineral producida en los interiores de la hacienda Chuquitanta. Aviso aparecido en El Comercio el 27 de octubre de 1953.

Pero este incremento del algodón tuvo una mayor resistencia en los predios de italianos. Para ese año (1917), dos haciendas estaban en propiedad de italianos: Palao (Juan B. Nicolini) y La Milla (Test. J. Bracesco), las que tenían huertas y hortalizas, sin cultivo de algodón. Mientras las “Viñas de Garagay”, que seguía perteneciendo a su antiguo dueño (Dr. Barrios) y arrendado a italianos (F. Bracesco Hno.) tenía también huertas, sin cultivo de algodón. A pesar de este retroceso, uno de los fundos donde continuó la tradición vitivinícola fue Valdivieso, del que se decía, en 1924, al estar arrendado al italiano Marcos Miglia, que: “el famoso vino tinto especial que Miglia elabora, sólo para un círculo determinado de consumidores, pues su bondad hace que la demanda sea siempre enormemente superior a la producción, a tal grado, que la cosecha vinícola del día está siempre

comprometida a la venta con un año de anticipación, parte en vino, y aun parte también en vid, porque hay industriales que acotándola a buen precio la prefieren para trasegarla con la de su vendimia en pro del aumento de su producción escogida, como por ejemplo, la acreditada con el nombre de Dos Rayas”. Se dice que Marcos Miglia no sólo era miembro de la Sociedad de Beneficencia Italiana, y gustaba del buen arte, habiendo participado en la donación del Palacio de Arte Moderno al Estado peruano en su centenario de independencia, sino también tenía predilección por el buen vino, llegando a resistir la avalancha lucrativa del algodón, permaneciendo con sus cultivos de frutales y producción de vinos en los peores momentos. Se decía que “lo ha preparado tras constante y estudiosa labor hasta conseguir el alto desarrollo en que hoy se encuentra”

119

Otro de los méritos agrícolas de Miglia se encontraba en “la paciencia, constancia e inteligencia empleados por Miglia para resolver, como ha resuelto victoriosamente, los problemas que le suscitaron su empresa de industria intensiva para obtener, por medio de la hibridación, y remoción científica de tierras en tierras nuevas, el partido de distintas especies de frutos de simiente importada y de distintos injertos, como también otros problemas, no menos oscuros de enología, resueltos en lucha abierta con las enfermedades de las plantas e inclemencias meteorológicas”.179

para la fermentación con sus respectivos canales y 15 barriles de barro para el depósito del ron.

Sin embargo, se dice que para 1928-1929 ya había dejado Miglia el fundo Valdivieso, encontrándose como propietario – arrendatarios los señores Rospigliosi, Viale y Costa.

Otra bebida de importancia del lugar fue el agua mineral del fundo Chuquitanta, que era procesada y manejada por la Negociación Agua Mineral Chuquitanta, que tenía como representante a Richard Barthel. Esta empresa en 1936 instaló una nueva planta para elaborar jarabes y agua gasificada, teniendo todas las condiciones exigidas y necesarias que garantizaban la salubridad e higiene en su elaboración. El 28 de Febrero de 1936 el Ministerio de Fomento autorizó su funcionamiento.181

Llegando, la hacienda Infantas a ser en 1919, la mayor productora de ron en Lima. Le seguía Puente Piedra y Naranjal. En Agosto de 1920 el Estanco del Alcohol estableció el volumen que debían vender anualmente a esta dependencia: Infantas (222.307,078 litros), Naranjal (169.800,330), Chuquitanta (73.161,025), Pro (34.708,117).180 Sin embargo, esta bebida llegó también a su fin en 1935, cuando se cerró el ingenio de la hacienda Naranjal, el último que resistió el decaimiento de la producción de caña de azúcar en el lugar.

Pero éste no fue el único licor de tradición en el lugar. También se encontraba el aguardiente de caña, que era producido desde la colonia en las haciendas Infantas, Chuquitanta y Naranjal. Esta última tenía para su elaboración alambiques, pipones para fermentarlos, leña para hervirlos y barriles para almacenarlos. En 1886, cuando se encontraba como dueña Fortunata Nieto, Naranjal tenía un alambique de dos columnas usadas, de 80 galones, 16 pipones

180 

Ministerio de Hacienda. Legislación y reglamentación sobre subsistencias 1914-1921. Pág. 531. Memoria del Ministro de Fomento y Obra Públicas, Ing. M.E. Rodríguez. Periodos, Noviembre de 1930…Abril de 1936. Lima 1936. Págs. 528-529.

181  179 

HERRERA, Centurión. El Perú actual y las colonias extranjeras. Pág. s/n.

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JOSÉ MARÍA EGUREN Y UNA VIEJA TRADICIÓN LITERARIA

C

uando en 1788 falleció el hacendado de Chuquitanta Juan Esteban de la Puente y Castro (17431788),182 Marqués de la Puente, dejó en herencia a sus descendientes, entre otras cosas, una amplia y exquisita biblioteca avaluada en 1,800 pesos, compuesto de libros de literatura, política, historia, leyes, filosofía, teología, moral, opera, etc. No sólo se trataba de un hacendado culto, con licenciatura y doctorado en leyes y cánones por la Universidad de San Marcos, llegando incluso a ser Alcalde Ordinario de la ciudad de Lima (1776), sino también provenía de una familia de juristas, de quienes también había heredado la cuantiosa biblioteca. Aunque, al parecer no tuvo producción literaria, muestra la vena literaria que tenían algunos propietarios del lugar.183 Pero no fue el único hacendado cercano a la vida intelectual de Lima. Francisco Arias Saavedra (17441823), Conde de Casa Saavedra, propietario de la hacienda Conde Villa Señor, llegó a ser Rector de la Universidad de San Marcos (1822-1823).184 Fue también miembro de la Orden El Sol del Perú, que publicó una importante revista en 1822. En 1792, siendo fiscal interino de la Audiencia, con 48 años de edad, publicó el libro “Discurso Legal que en defensa de la menor doña Grimaneza de la Puente”. Aunque se trata de un trabajo jurídico, al parecer es la primera publicación relacionada al espacio distrital, donde intervienen personajes, haciendas (Chuquitanta, Naranjal) y momentos históricos del lugar. 182 

TAURO DEL PINO, Alberto. Enciclopedia Ilustrada del Perú. T. 5, Págs. 1698-1699. 183  TACUNAN, Santiago. Obra. Cit. Pág. 140 184  LOHMAN VILLENA, Guillermo. Los regidores perpetuos del Cabildo de Lima (1535-1821). T. II. Págs. 45-46.

Otra publicación relacionada al área distrital, correspondiente al periodo colonial, fue de la propietaria de la hacienda de Naranjal, Constanza Puente y Castro, Marquesa de Corpa, quien escribió el libro “Poder para testar de la señora marquesa de Corpa a don Felipe Sancho Dávila”. Aunque no se sabe la fecha de la publicación, debió haber sido a fines del XVIII o comienzos del siglo XIX, posterior a poeta José María Eguren vivió su niñez y cuando Felipe El adolescencia en la hacienda Chuquitanta y Pro. es declarado (autorretrato) albacea y heredero universal de la hacienda Naranjal (1796), momento en que mantiene un juicio de asignación con algunas instituciones religiosas por unas supuestas obras pías impuestas a la hacienda. Estas primeras publicaciones, de lo que podría denominarse la primera etapa de la literatura local, están relacionadas a las haciendas y personajes vin-

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culados a ellas. Presentan un discurso jurídico, donde se manifiesta la intención de un alegato, defensa de una propiedad o argumento de un derecho. No fue una creación o producción intelectual propiamente dicho, sino parte de un juicio. Todos vinculados a la nobleza citadina. Sin embargo, una obra vinculada con el área distrital y relacionada con un hecho histórico fue el Opúsculo “Rebelión en Aznapuquio por varios jefes del ejército español para deponer el mando del dignísimo Virrey del Perú el teniente general Don Joaquín de la Pezuela”185 del año 1821. Aunque también es una obra de manifiesto jurídico, lo es sobre todo una defensa de la honra y el honor del último virrey oficial del Perú depuesto por una junta militar acantonada en la hacienda Aznapuquio, o lo que es más propiamente dicho un “golpe de Estado”. Desconocemos el nombre del autor, pero sabemos que se trata de un anónimo que llevaba por seudónimo “El Ingenuo”. Fue escrito por un personaje allegado al ex virrey Pezuela y editado en Río de Janeiro (Brasil), donde habían conseguido refugio algunas familias vinculadas con la monarquía perseguida en ese momento, de fines del virreinato. Otro personaje vinculado a la literatura y al área distrital fue el italiano Tomás Caivano, quien se convirtió en propietario de la hacienda Aznapuquio en 1873 al comprarla de su anterior dueño Manuel Olivera. Caivano es recordado por su clásica obra “Historia de la guerra de América entre Chile, Perú y Bolivia”, publicada originalmente en Torino (Italia) el año 1882 y varias veces reeditada. En dicha obra presenta un discurso de la visión peruana de la guerra. Estuvo vinculado con el Perú al desposar a una limeña y ejercer su profesión de abogado y periodista. Fue propietario del diario “La Patria”, llegando a publicar un conjunto de folletos jurídicos entre 1869-1872. Sin embargo, al parecer, no llegó a realizar publicación alguna durante su etapa de hacendado. Hasta que en 1875 vende la propiedad de Aznapuquio al ecuatoriano Carlos Freund.

Otra hacienda que cobijó a un reconocido intelectual citadino fue Valdivieso y Conde Villa Señor. El 11 de Agosto de 1900 el escritor Javier Prado y Ugarteche arrendó por 10 años (6 forzoso y 4 voluntarios) estos dos fundos, a su propietario Carlos F. Pflucker, que acostumbraba vivir en Europa, por el monto de 4,000 soles anuales. Al parecer fue un periodo de vida retirada, alejado del ritmo y las preocupaciones de la ciudad. Se dice que el Presidente don Eduardo López de la Romaña y Alvizuri (1899-1903) lo invitó a participar en su gestión para desempeñar cargos políticos, pero no lo aceptó por su “permanencia sistemáticamente apartada de la vida pública”.186 En ese momento ya era un escritor y catedrático reconocido, de 29 años de edad, con varias publicaciones en su haber. Se mantuvo en esa condición hasta el año 1904, en que comienza a participar nuevamente en las actividades públicas, en el Partido Civil y en el primer gobierno de José Simón Pardo y Barreda (1904-1908), llegando a ser ministro, senador, vocal de la Corte Suprema, decano, diplomático, etc. Esta vida de agricultor, alejado de la ciudad, al parecer fue muy importante en su vida posterior. Fue un periodo de reflexión, donde no publicó obra alguna hasta 1909. Javier Prado la pasó rodeado de una agreste campiña rural. En 1903 tenía dentro de sus 85 fanegadas de extensión: alfalfa (40 fanegadas), gramolote (10), algodón (10), maíz (3). El resto de las tierras se encontraba en descanso. Además poseía 9 yuntas de buey. Uno de sus vecinos agricultores, dentro del mismo fundo, fue el italiano Pascual Onetto, quien tenía cultivos de frutales y parras de uva, también en la condición de arrendatario.187 Por otro lado, una experiencia académica con el área distrital a comienzos del siglo XX la tuvo el profesor de la Escuela de Ingenieros Carlos I. Lisson. Esto se inició gracias a unas observaciones geológicas realizadas 186 

PAZ SOLDAN, Juan Pedro. Diccionario biográfico de peruanos contemporáneos. Págs. 320-322. 187  Junta Departamental de Lima. Predios rústicos I. 1903 a 1907. Sección Contribuciones.

185 

DENEGRI LUNA, Félix. Memorias, diarios y crónicas. CSIP. Vol. 3. Págs. 520-538

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en la hacienda Naranjal por el ingeniero Lisson. Después de este primer acercamiento decidió realizar un estudio sistemático de la geología de los valles de Lima, que culminó en un trabajo que logró ser premiado con la Medalla de Oro por el Concejo Provincial de Lima en 1907 y publicado con el título de “Contribución a la geología de Lima y sus alrededores”, en el que se establece la forPaseo del poeta José María Eguren por los campos de la hacienda Chuquitanta en el año 1924 mación geológica de Puente Inga – Palao, perteneciente al Cretácico Inferior. Estudió los respiratorios que le producía la alta humedad de la cerros La Milla, Palao, Chavarría y la zona de Puente capital hicieron que su familia decidiera trasladarlo a la Inga, donde recolectó fósiles de la fauna antigua. Para hacienda Chuquitanta que administraba su padre. Es esta obra, que empleó largos trabajos de campo, tuvo así como el poeta se acerca a la campiña rural de este el apoyo de los hacendados del área distrital: Isaac predio y los campos agrestes de las haciendas cercaEguren (Chuquitanta), Guillermo Tallerí (Naranjal, nas. Estos años fueron importantes en su formación Aznapuquio) y Javier Prado y Ugarteche (Conde Villa sensitiva. Se nutrió de imágenes y figuras naturales Señor y Valdivieso), a quienes agradeció expresaque después fueron reflejas en sus poemas. mente en su libro. La presencia de los Eguren en Chuquitanta se Sin embargo, es con el poeta José María Eguren había iniciado en 1872, cuando el padre del poeta, (1874-1942) que el paisaje rural y bucólico del área José María Eguren y Cáceda, es nombrado admidistrital de fines del siglo XIX queda perennizado, a nistrador de la hacienda, gracias a que su cuñado través de imágenes oníricas, fantásticas y mágicas en Nicolás H. Rodríguez, junto a su socio Aurelio Rodrigo, el fondo de muchos de sus poemas. Su amigo Enrique deciden comprar el predio en Febrero de ese año, Bustamante y Ballivián, que lo conocía íntimamente por el precio de 100,000 soles al contado. Nicolás decía: “Dos han sido los más importantes factores Rodríguez era hermano de la madre del poeta, doña en la formación del poeta dotado de riquísimo temEulalia Rodríguez. Los abuelos por la rama materna peramento: las impresiones campestres recibidas en eran Incola Rodríguez y Juana Hercelles. su infancia en Chuquitanta, hacienda de su familia Chuquitanta en esos años tenía las condiciones en las inmediaciones de Lima y las lecturas de los de buen porvenir económico. Dos años antes habían 188 clásicos españoles”. inaugurado el ferrocarril Lima - Ancón, que permitiría José María Eguren nació el 7 de Julio de 1874 en la transportar los productos agrícolas y manufacturados ciudad de Lima, pero su condición enfermiza y males a la capital. Para 1876 tenía 76 trabajadores (55 hombres y 21 mujeres), dedicados a la producción de caña de 188  MARIÁTEGUI. José Carlos. 7 ensayos de interpretación de la realidad azúcar. En los años siguientes el ritmo de crecimiento peruana. Lima, 1978. Pág. 294.

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se mantuvo, tanto que para 1899, el número de trabajadores había llegado a 140 operarios (120 hombres y 20 mujeres). Sembraba anualmente 100 fanegadas de caña. Además poseía 10 fanegadas de pastos, 30 de montes, 10 sin cultivo, dando en suma 150 fanegadas. Esto le permitía producir 18,000 quintales de azúcar al año, incluido 130 cabezas de ganado. La tecnificación agrícola había llegado a tal nivel que habían instalado un tren de Caudivilla, compuesto de una maquinaria, dos locomotoras y un dinamo, que hacía integral los campos de cultivo a través de una red de circuitos de 7,000 metros de recorrido.189 Sin embargo, este contacto con la vida natural y agropecuaria en sus primeros años infantiles,190 se vio interrumpido cuando el niño José María es matriculado en el Colegio La Inmaculada (jesuita) de la capital, al cual tuvo que mudarse. A pesar de ello era tan estrecho el vínculo con el lugar, que durante las vacaciones de verano y medio año (Julio) regresaba a la añorada hacienda, aunque esta vinculación pastoril y onírica del poeta con los campos agrícolas del área distrital no duró mucho tiempo. Sus padres José María Eguren y Eulalia Rodríguez fallecen tiempo después y el año 1897 decide instalarse definitivamente en Barranco, llevándose consigo los recuerdos e imágenes de los años infantiles. Empero, otros integrantes de la familia Eguren continuaron vinculados por muchos años más con Chuquitanta. Su hermano mayor, Isaac Eguren, fue nombrado administrador de la hacienda y ejerció funciones políticas y administrativas en la vida agrícola del valle, llegando incluso a ser alcalde del distrito de Carabayllo. Entre 1895-1896 se desempeñó como alcalde por un corto periodo, al cual renunció en Setiembre de 1896.191 El hermano del poeta estableció una nueva relación con el propietario de la hacienda. Pasó de ser administrador a socio de la nueva empresa propietaria del predio:

Nicolás H. Rodríguez Cía., disolviéndose la anterior: la sociedad Rodrigo-Rodríguez. Incluso Nicolás H. Rodríguez dispuso en su testamento que la sociedad con su sobrino, Isaac Manuel Eguren, continuara vigente hasta su muerte. Pero a la muerte de Rodríguez la hacienda fue heredada por su esposa e hija: Virginia Viera y Josefina Viera Yzarnotegin, respectivamente. Esta última, casada con Isaac Manuel Elguerra, adquirió los derechos de su madre en Octubre de 1902, buscando los esposos manejar en forma absoluta la propiedad. Iniciándose de esta manera la desvinculación de los Eguren con la hacienda. A pesar de eso, los primeros años del poeta en Chuquitanta fueron suficientes para el nacimiento de una nueva poesía de simbolismos en la literatura peruana. La crítica ha señalado que “su simbolismo viene ante todo de sus impresiones de niño. No depende de influencia ni sugestiones literarias”. Fruto de ello fueron los libros: Simbólicas (1911), La canción de las figuras (1916) y Poesía (1929). Por otro lado, un caso tangencial, aunque significativo, fue la participación del diputado por Cajamarca y novelista Ciro Alegría, en la redacción de la Ley No.14753 del 11 de Diciembre de 1963, que ratificó el Decreto Supremo N°382.A-M del 11 de Mayo de 1962, que determinó la última y definitiva denominación del distrito: San Martín de Porres. En esa oportunidad presentó el 11 de Noviembre de 1963 la última y definitiva versión de la Ley a la Cámara de Diputados, para que pasara a la Orden del Día, la que fue aprobada y rubricada por el Presidente arquitecto Fernando Belaúnde Terry con la misma propuesta presentada por el novelista cajamarquino.192 Gracias al poeta José María Eguren los campos agrícolas del distrito han sido perennizados a través de imágenes oníricas, fantásticas y mágicas en el fondo de muchos de sus poemas.

189 

Memoria de la Subprefectura e Intendencia de Policía de Lima. 1 de Julio de 1898 y 30 de Junio de 1899. Lima, 1899. Pág. 109. 190  BASADRE, Jorge. Historia de la República del Perú. Lima, 1964. T. IX, Pág. 4430. 191  AML. Correspondencia. Siglo XIX.

192 

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Archivo Central del Congreso de la República.

EL

Pintura al óleo del poeta José María Eguren sobre un paisaje del distrito. Titulado: La acequia de Pro (La acequia de Chuquitanta, paisaje).

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Desde muy temprana edad, viviendo en la hacienda Chuquitanta, el poeta José María Eguren se dedicó a la pintura y acuarela, teniendo a los paisajes rurales de su entorno como fuente de inspiración.

Campo con árboles.

Árboles.

Paisaje con sauces.

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E

LAZARETO DE GUÍA

l primer día de Mayo de 1903 falleció la primera víctima de la peste bubónica en el país. Pedro Figueroa era un trabajador del Molino de Milde del puerto del Callao. Los últimos días de Abril comenzó a tener síntomas de fiebre, sequedad en la lengua e hinchazón en los ojos, sin saber qué enfermedad corría por sus venas. Con este desconocimiento, el día de su entierro su madre lo vistió reparando que tenía un bulto extraño en el cuello, aunque en ese momento desconocía el motivo, tiempo después lo recordaría.193 Este primer muerto fue el inicio de una epidemia dantesca, que produjo pánico y destrucción, agarrando desprevenida a la ciudad de Lima. Pero también fue el motivo para que se desarrollara una moderna política sanitaria en la capital, donde se encontraba planificada la construcción de un lazareto u hospital de cuarentena, en las afueras de la ciudad, en lo que hoy constituye uno de los sectores del distrito de San Martín de Porres. Sin embargo, para llegar a esto, la ciudad tuvo que atravesar por muchas horas de dolor y muerte. La epidemia se inició en el puerto del Callao, que era la vía por la que ingresaba cualquier epidemia del mundo. El transporte marítimo lo ponía en contacto con todos los puertos, como Bangkok, que fue el foco de la pandemia de la peste en 1894, expandiéndose a todos los confines del planeta. 193 

Uno de los síntomas característicos - y del cual proviene el nombre - era la presencia de bubones del tamaño del huevo de una paloma en el cuello, ingle y axilas del paciente.

Cuando se supo la causa de muerte de la primera víctima, ya había muchos contagiados en el puerto. Esto produjo pánico en la ciudad y se declaró en cuarentena al Callao. A pesar de que la peste bubónica era una El médico Hugo Biffi fue uno de los planificadores de la construcción del Lazareto de Guía en los enfermeaños 1902-1904. dad nueva y desconocida en el país, se sabía de los estragos que este tipo de hechos traía consigo. Todavía estaba en el recuerdo las víctimas que dejó la fiebre amarilla en 1852-54 (810 víctimas) y 1868 (6,000 muertos). Se trató de evitar que llegara a la capital. Se establecieron controles en los caminos y las vías del ferrocarril que venían del Callao, además de otras medidas de precaución. En Agosto de 1903 el Congreso de la República autorizó al Poder Ejecutivo realizar los gastos necesarios para combatir la peste bubónica,

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en auxilio de los pueblos que se encontraban atacados o amenazados por la epidemia.194 En un inicio hubo la sensación de control. Sin embargo, poco después se propagó a todos los segmentos de la sociedad.

Municipal de Higiene y la Dirección de Salubridad Pública. Estas instituciones establecieron una política de emergencia. Como la peste bubónica era una enfermedad contagiosa que se trasmitía por la picadura de las pulgas de las ratas, se determinó aislar a los enfermos, detectar lugares infectados, perseguir y matar a ratas, abastecerse de desinfectantes, vacunas y sueros, y la construcción de un edificio en las afueras de la ciudad (un lazareto) para internar a los enfermos y evitar la propagación del virus.

Para esto, Lima reunía todas las condiciones para que se propagase cualquier enfermedad. A comienzos del siglo XX había muchos factores de insalubridad que eran caldo de cultivo para la epidemia: acequias de agua sucia cruzando las calles, basura hacinada en las afuera de la ciudad, hacinamiento poblacional, tugurización de las viviendas, casas envejecidas, precariedad de las construcciones, etc.

LA CONSTRUCCIÓN DEL LAZARETO

Además, el país no se encontraba preparado para contrarrestarla. Los acuerdos del Congreso Médico de Lima de 1888, que buscaba establecer normas y criterios de sanidad en los países americanos, como consecuencia de las epidemias del cólera asiático en Chile y Argentina, no fueron tomados en cuenta.195

Desde antes de la incursión de la epidemia se tenía planificado establecer un nuevo lazareto en las afueras de la ciudad. Se buscaba reemplazar el antiguo Lazareto de Maravillas, que se encontraba envejecido y defectuoso. Lo que era parte de una política de modernización que intentaba establecer nuevas prácticas sanitarias en la ciudad. Para ello, en Setiembre de 1891 se definió su construcción con los fondos económicos del gobierno, la Junta Departamental de Lima y la Beneficencia Pública de Lima, el que llevaría por nombre de “Hospital de Contagiosos”. Pero, a pesar de que se formaron comisiones y se presentaron proyectos en varias oportunidades para su edificación (1896, 1898 y 1900), éstos no llegaron a buen puerto.

Con estas condiciones, la peste bubónica creció rápidamente y el pánico se apoderó en la ciudad. La epidemia rebasó la capacidad de los hospitales y sanatorios públicos. Las instituciones que veían estos temas, como la Municipalidad de Lima y la Beneficencia Pública no pudieron controlar el problema. Como salida se estableció una Junta Directiva de la Campaña contra la Peste Bubónica de la Provincia de Lima, que tuvo como protagonista al señor Juan B. Agnoli, ejerciendo la presidencia y tesorería de este organismo de emergencia.196 Además se establecieron nuevos entes de salud: el Instituto

Hasta que, antes que la peste bubónica pasara del Callao a la ciudad de Lima, las autoridades decidieron construirla en forma inmediata. Para ello se viabilizó el último proyecto que venía trabajando la comisión encabezada por el médico sanitario Hugo Biffi G. y el ingeniero E. Carty, desde fines del año 1902, quienes se encontraban elaborando el diseño del nuevo proyecto del “Hospital de Contagiosos”.

194 

Leyes y resoluciones sancionadas por los Congresos Ordinario de 1903 y Extraordinario de 1903 – 1904, compiladas y anotadas por Ricardo Ríos. Pág. 32. 195  BASADRE, Jorge. Historia de la República del Perú. T. VII, Pág. 3408. 196  Juan B. Agnoli era un médico italiano, que era Inspector de Higiene de la Municipalidad de Lima cuando se produce la epidemia. Su labor fue reconocida posteriormente por el Estado, el 31 de Octubre de 1906 (Ley No. 289), concediéndole una medalla y un premio pecuniario como reconocimiento por sus servicios prestados.

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El Dr. Hugo Biffi, autor del proyecto, consideraba que para este tipo de enfermedades de tipo contagioso, la profilaxis moderna aconsejaba (1903) que el tratamiento principal consistía en el aislamiento y la desinfección, debiendo establecerse lazaretos modernos como parte de una política de modernización en el tratamiento sanitario en el país, lo que debía ir a ritmo con el tratamiento de otros temas semejantes, como el cambio de las antiguas cárceles por las modernas penitenciarías o las antiguas casas de locos por los modernos manicomios. Según estos principios, se eligió el lugar del nuevo establecimiento en las afueras de la ciudad, en los ambientes de la antigua factoría del ferrocarril Lima - Ancón, ubicado cerca a la Portada de Guía, en los terrenos del fundo Coronel o San José, el que, por la distancia, evitaba algún tipo de peligro a la población. Después de ser aprobados (17 de Abril de 1903) los estudios definitivos de la obra, se consiguió que la Peruvian Corporation Limited entregue los terrenos que eran utilizados como factoría para construir el nosocomio; lo que se realizó el 9 de Mayo de 1903, encontrándose como receptor del terreno Victoriano Denegri, miembro del Cuerpo de Ingenieros del Estado.197 La obra se inició en Mayo de 1903, con un presupuesto inicial, aprobado en Enero del mismo año, de 70,390.50 soles. Sin embargo, ante lo apremiante de su construcción, el gobierno destinó 20,000 soles más. Lo propio hizo la Junta Departamental de Lima y la Beneficencia Pública de Lima, que aprobaron, en Mayo de 1903, cada una de ellas, un fondo de 10,000 soles.198

Debido a la epidemia de peste bubónica en la ciudad de Lima se inicia la construcción del Lazareto de Guía en 1903.

La dirección técnica de la obra fue encargada al agrimensor Pedro J. Geraldino, quien estuvo al mando de los trabajos apresurados de los pabellones internos del lazareto, ante la premura de la llegada de la epidemia a la ciudad de Lima. Para la construcción del pabellón de administración y los trabajos de instalación de los servicios de agua y desagüe, el Estado contrató a los señores J. Francisco Del Solar y Enrique Crocker. Sin embargo, el 10 de Octubre de 1903 se paralizó la obra ante la necesidad de su uso, al haberse presentado en los días anteriores las primeras víctimas de la peste bubónica en la ciudad de Lima (4 de Octubre de 1903).199 No hubo inauguración del hospital y en los días siguientes comenzaron a llegar las primeras víctimas. Este inmueble se convirtió en el lugar de la muerte. El 52% de los pacientes que llegaron al lazareto entre 1903 y 1905 murió. Era tanto el pavor a la enfermedad y a este establecimiento, que se diseñó la construcción de una alameda frente al nuevo hospital, en dirección a la ciudad de Lima y la línea del ferrocarril, para evitar que los vientos esparcieran el virus a otros confines.

197 

Anales de las Obras Públicas del Perú. Año 1903. Lima 1910. Págs. 405-406 Saneamiento de Lima. Proyectos de Dr. Ugo Biffi, médico higienista de la municipalidad y el ingeniero C.L. Carty. Julio de 1903. Pág. 16.

198 

199 

Boletín del Ministerio de Fomento. Dirección de Salubridad Pública. No.1, Julio 1905. Págs. 25-27.

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Lazareto de Guía (1903)

cocina y despensa para los enfermos, un pabellón de cocina y despensa para los empleados, un pabellón de lavandería, un pabellón de caballeriza y cochera, un pabellón de mortuorio, sala de autopsias y laboratorio, un pabellón de botica, un pabellón de desinfección, un pabellón para enfermos de paga con 12 departamentos, dos pabellones grandes para enfermos gratuitos, convalecientes, con 20 lechos cada uno; ocho pabellones grandes para enfermos gratuitos con 18 lechos cada uno, así como un pabellón para baños.

Esto, a pesar de que se había descartado que la transmisión de la enfermedad pudiera ser por medio del movimiento del aire, como se había experimentado en algunas ciudades de Europa. El lazareto producía temor y angustia. Tenía un olor a ácido fénico. Había un ambiente de asepsia y autoridad. Los médicos se vestían con camisas oscuras de cuello alto, botas y gorro de hule. El sanatorio (en 1905) estaba distribuido de la siguiente manera: un pabellón central de administración, un pabellón para las Hermanas de la Caridad, un pabellón de

130

En los inicios estuvo administrado por la Beneficencia Pública de Lima, y desde el 14 de Agosto de 1904 pasó a cargo de la Dirección de Salubridad del Ministerio de Fomento. Durante la epidemia de 1904, que doblegó a la ciudad de Lima, el lazareto estaba atendido por los médicos Eleodoro de La Lama y Juan Boto Bernales, además de tres Hermanas de la Caridad,200 cuatro barchilones, cuatro barchilonas y un sinnúmero de lavanderos, cocineros, cocheros, policías y peones, entre otros. Dentro de la política de emergencia de 1903-1904 se encontraba no sólo efectuar fumigaciones, aseos, desinfecciones, clausura y ventilación permanente de los domicilios donde habían vivido los afectados, sino también el envío obligatorio de las víctimas al lazareto. Pero, ante la mala imagen que tenía, muchos se ocultaban o se negaban a ser enviados, llegando la Municipalidad de Lima a pagar una suma monetaria a las personas que denunciaran un enfermo de peste. Incluso el Dr. Agnoli contrató cien personas para realizar labores de salubridad y traslado de los enfermos al lazareto. Pero como muchos se resistían al traslado, éste se realizaba con violencia y rudeza, conociéndose casos de fuera de este centro. Se dice que había muchos prejuicios con el lazareto, las personas pudientes se negaban y preferían ser atendidos en sus domicilios, a pesar de que se había construido departamentos exclusivos para personas de estas condiciones. Los enfermos eran conducidos al lazareto en carros cubiertos de zinc. La camilla donde habían sido transportados era incinerada, como también sus objetos personales, pudiendo pasar lo mismo

con sus casas. Los pacientes eran atendidos con un purgante y una dieta estricta de leche y agua de grama (una planta medicinal). Era una dieta tan estricta que los pacientes sobrevivientes podían terminar tan debilitados, con la posibilidad de ser atacados por otra enfermedad como la tuberculosis. Pero la epidemia no sólo fue urbana, sino también se presentó en las zonas rurales de las afueras de la ciudad. En 1904 se registraron casos en el área distrital: la hacienda Naranjal tuvo varios enfermos atendidos con suero y un solo muerto; Conde Villa Señor, tres enfermos atendidos y tres curados; Valdivieso, un enfermo y un muerto. 201 Al año siguiente, el lazareto amplió su radio de atención. El 29 de Agosto de 1905 la Dirección de Salubridad Pública y la Sociedad de Beneficencia Pública del Callao celebraron un convenio para que esta última se encargara del traslado de los enfermos registrados de pestosa del puerto al Lazareto de Guía. Ésta fue ratificada el 12 de Julio de 1907, quedando la sociedad exenta de los tratamientos médicos de los pacientes venidos del puerto y del transporte vial con el servicio del ferrocarril.202 La epidemia fue superada en el año 1905, pero Lima no fue librada de este mal. En 1908 se volvió a presentar un nuevo rebrote que hizo que los pasillos del lazareto sean nuevamente atiborrados de enfermos. Se decía en esa oportunidad que los problemas de insalubridad y hacinamiento no habían sido solucionados y eran los causantes de este mal.203 201 

Boletín del Ministerio de Fomento. Dirección de Salubridad Pública Lima, No. 1, 1905. Págs. 177-178. 202  Ministerio de Fomento. Compilación de leyes, reglamentos y resoluciones de carácter general vigente, hecho por Juan Angulo Puente Arnao. Págs. 326-327. 203  EL COMERCIO. Lima, jueves 19 de Marzo de 1908.

200 

Era una congregación francesa que realizaba labores de asistencia en hospitales de diversas partes del mundo.

131

LAZARETO DE VARIOLOSOS.

forma compartida, en iguales proporciones, entre esta última y la Municipalidad de Lima.

Como parte del proceso de reubicación de los sanatorios de enfermedades contagiosas que se encontraban en el centro de la ciudad a la afueras de ella, se dispuso el 13 de Setiembre de 1907, a través de una resolución suprema, construir un Lazareto de Variolosos a sotavento de la anterior (Lazareto de Pestosas), debido a que ya había sido identificado esta parte del área distrital como zona destinada a enfermedades de este tipo. En esta nueva se atenderían enfermedades de varicela que hasta ese momento se venían curando en el Lazareto de Maravillas, que por su antigüedad se encontraba inadecuado y pernicioso.

Sin embargo, a pesar de haber sido construido y utilizado por el Estado, estos dos terrenos (Lazareto de Pestosas y Variolosos, respectivamente), no se encontraban saneados. Pasada la emergencia de la última epidemia de pestosa, el propietario de ambos terrenos reclamó sus derechos. Estos terrenos cedidos por la empresa de ferrocarril pertenecían al fundo Coronel o San José, propiedad del presbítero Manuel Cruz Pérez de la Palma, quien mandó en Junio de 1908 realizar una mensura y tasación al ingeniero Francisco J. Alva para el reconocimiento del Estado, que, sin embargo, realizó posteriormente entre los años 1910 y 1911 procesos de compra y expropiación para que pasaran a sus manos, aunque con resultados infructuosos. Hasta que el 20 de Agosto de 1911 se celebró un entendimiento entre ambas partes, acordándose la compra del total de ambos terrenos que sumaban 133,950 m2., por el valor de Lp. 535.08, además del precio de alquiler desde el momento de su ocupación. Esta acta fue aprobada por Resolución Suprema del 15 de Noviembre de 1911.205

Su ubicación, junta o compartida con la otra, era una antigua recomendación formulada en Julio de 1903 por el medico Biffi, que diseñó el Lazareto de Pestosas, quien señalaba que el nuevo nosocomio debería servir también para casos de viruela que mataban en Lima entre 80 a 100 personas cada año. El 18 de Octubre de 1907 se aprobaron los estudios del proyecto de la obra, disponiéndose que la nueva edificación contara con cuatro barracas para enfermos y un pabellón para la administración y personal de asistencia. Además de cocina, lavandería y otras que establecían las bases de la Dirección de Salubridad Pública.204

Los dos sanatorios mantenían su independencia. El primero administrado por Dirección de Salubridad Publica; y el segundo a cargo de la Beneficencia Pública de Lima. Cada uno manejaba su propio equipo de médicos y enfermeros.

Los últimos días de Noviembre de 1907 se tomó posesión de los terrenos del futuro Lazareto de Variolosos y en los meses siguientes se inició la construcción. Se dispuso que con fondos del gobierno central se haría la obra y la administración pasaría a cargo de la Beneficencia Pública de Lima. Y en caso de epidemia, los gastos se asumirían en

Hasta que en el año 1922 se dispone que el Lazareto de Variolosos pase a ser administrado por la Dirección de Salubridad Pública, dándose un proceso de fusión de estos dos lazaretos, al ser conducidos por la misma institución que dependían del Ministerio de 205 

204 

República Peruana. Margesí de Bienes Nacionales, por el Dr. Enrique Patrón. Págs. 151-153.

Obra citada. Págs. 377-378.

132

Fomento; llegando a compartir en la práctica el mismo personal, bajo la denominación de Lazareto de Guía. En 1936 los ambientes de esta institución sufren una modificación, cercenándose parte de su predio que impedía el crecimiento y modernización de la ciudad por este lado de Lima. El 28 y 29 de Octubre de 1936 se autoriza, mediante resoluciones supremas, el corte de los terrenos del lazareto para prolongar, en línea recta, la vía que viene del nuevo puente (Puente del Ejército) hasta empalmar con la carretera a Ancón y Canta. Para esta obra no sólo se destruyeron algunos pabellones del lazareto que impedía la nueva vía, sino también la Junta Departamental de Lima – Pro Desocupados construyó un nuevo pabellón como reposición, que fue entregado al Ministerio de Salud Pública el 22 de Mayo de 1937. 206

23 de Diciembre de 1938, cuando se dispuso que el Lazareto de Pestosos fuese entregado al Servicio de Anti-pestoso, volviendo a separarse nuevamente ambas instituciones. Para 1945 el Lazareto de Pestosos tenía la función de atender a enfermos atacados de viruela, peste y lepra, aunque muchas veces eran enviados pacientes que padecían de otras enfermedades como la varicela o casos de dermatosis. El personal estaba compuesto por un médico director, un médico interno y un enfermero por cada sala. Además tenían el auxilio de cinco Hermanas de la Congregación Maria Auxiliadora y un capellán para el servicio religioso.207 Con el tiempo se convirtió en un centro destinado tan sólo para leprosos.

La fusión de ambos sanatorios sufrió un revés el 206 

207 

Memoria de la Junta Departamental de Lima Pro Desocupados del 1 de Enero de 1937 al 31 de Diciembre de 1938. Pág. 7.

Memoria del Ministro de Salud Pública y Asistencia Social, doctor Constantino J. Carvallo, Julio 1941 – Julio 1945. Págs. 201.202.

133

Lazareto de Guía o leprosodio (Año 1905)

Vista panorámica de los interiores del Lazareto de Guía.

Construcción de una barraca en el Lazareto de Guía (1903)

134

LAS HACIENDAS EN LA REPÚBLICA

E

(siglo XX)

l siglo XX se inició con la expansión empresarial del hacendado de Naranjal, el suizo Francisco Talleri Soldini (1849-1907), quien en poco tiempo se convirtió en el primer propietario en aglutinar más de mil hectáreas de tierras agrícolas en una sola mano, en esta parte de Lima. Éste había comenzado en 1891, con la compra compartida, junto con el italiano Guillermo Raineri, de la hacienda Naranjal, y en poco tiempo (1903) no sólo era el dueño total de Naranjal (210 fanegadas), sino también de la hacienda La Granja (75 fanegadas) y Aznapuquio (80 fanegadas). La particularidad de este caso, se debe también a que fue el único predio que se mantuvo unido (tres haciendas) con los mismos propietarios (Familia Talleri) hasta cerca a la reforma agraria del general Juan Velasco Alvarado que eliminó el sistema de haciendas en el país. A comienzos del siglo, las haciendas más rentables del área distrital se dedicaban a la producion de caña de azúcar; y las otras, que no eran pocas, a productos de panllevar. Las primeras se encontraban sobre todo en el valle de Comas, mientras los segundas en Piedra Liza y Bocanegra. De todas ellas, la más valiosa era Naranjal. Se dedicaba a la producción de azúcar, ron de caña y también chancaca, contando con un trapiche propio, donde trabajaban 280 peones y 10 empleados. Casi el total de fanegadas de tierras que poseía se destinaba al cultivo de caña. Las otras haciendas cañaveleras eran Infantas (de Julio Tenaud), Pro (de Aurelio Rodrigo) y Chuquitanta (de Isaac Eguren). La primera producía 17,000 quin-

tales de azúcar al año, con el auxilio de 131 trabajadores (91 hombres y 40 mujeres). La segunda, que se encontraba unida a la hacienda Comas, producía 18,500 quintales de azúcar, con la participación de 155 trabajadores (120 hombres y 35 mujeres). Y la tercera 18,000 quintales de azúcar, con la intervención de 140 trabajadores (120 hombres y 20 mujeres). 208 Todas formaban parte del Francisco Talleri propietario de las haciendas Naranjal, valle de Comas, Aznapuquio y La Granja. que era una de las que más dotaciones de agua poseía. Además, sólo Infantas y Chuquitanta tenían ingenio propio. Asimismo había una tendencia al incremento y expansión del cultivo de la caña en los otros predios. La hacienda Santa Rosa tenía una producion mixta de panllevar y caña. Y La Granja, en 1903, de sus 75 fanegadas totales de extensión que poseía, 40 estaban destinadas a la caña. 208 

Memoria de la Subprefectura e Intendencia de Policía de Lima. 1 de julio de 1898 y 30 de junio de 1899. Lima, 1899. Págs. 106 y 109.

135

(Mulería), Esteban Rocca (Viñedos de Repartición). La única maquinaria, en este conjunto de haciendas, la poseía Mulería. Era un pequeño equipo para desgranar maíz, destinado a la escasa producción de Mulería, que apenas tenía 20 fanegadas de cultivo y 10 trabajadores. Un caso distinto se dio en Coronel, en donde se instaló una modesta fábrica de producción de papel de estraza.209 Sin embargo, este panorama cambia en la década del diez, como consecuencia de la primera guerra mundial (1914-1918) que generó el incremento del precio del algodón y la demanda comercial de Europa, dándose un “boom” del algodón en la costa peruana. Muchas de las haciendas de los valles de Bocanegra y Piedra Liza dejan su producion tradicional y el incipiente crecimiento de la producción de la uva y el vino, para destinarlo masivamente a la producción del algodón. Hasta ese momento la producion del valle era sobre todo para el mercado interno; llegando, con este hecho a ser parte de las fluctuaciones y ritmos del mercado mundial. Pero el cambio se dio principalmente en las haciendas productoras de panllevar. Los predios cañaveleros continuaron con su tradicional producción de azúcar, pues este insumo también era demandado en el mercado europeo. Además, esta apertura al comercio exterior se daba no sólo gracias al precio del algodón y la demanda de las industrias textiles de Europa, sino también a otras ventajas económicas, como la construcción del Canal de Panamá que permitió reducir los fletes de transporte y posibilitó ampliar el mercado de destino.

Casa hacienda Palao (1990). Fotografía de Oscar Maguiña.

Mientras el cultivo de las otras haciendas estaba dirigido sobre todo a la producción de panllevar (Coronel, Mulería, Palao, La Milla, Garagay, Chavarría, Aznapuquio). Teniendo la particularidad, a diferencia de las otras, que estos predios se encontraban en su mayoría arrendados. En 1903 los arrendatarios eran Edelmira Vda. De Esteros (Coronel), Javier Prado y Ugarteche (Valdivieso y Conde Villa Señor), Gabriel Vargas (La Milla), Isaías Piérola (Santa Rosa), Zoila Devotto Vda. de Pendola (Garagay), Paulo Raveggico (El Cerro de Garagay) Juan Brascesco (Viña de Garagay), Manuel Ingunza y otros (Chavarría), Cicala Cochilla

Para 1917, a pesar de la rentabilidad agrícola de las haciendas, muchas de ellas se encontraban todavía arrendadas. La hacienda Santo Tomás de Garagay, arrendada a E. Odriozola, tenía 30 fanegadas de algodón; San José y Bajo Garagay, arrendada a Hop Lee y Co., 30 fanegadas de algodón; Santa 209 

BASADRE, Jorge. Historia de la Republica del Perú. Lima, 1964. T.VII, Pág. 3429.

136

Rosa, arrendada a Kong Fook y Co., 100 fanegadas de algodón; Chavarría, propiedad de P. Carrión, 30

fanegadas de algodón; Conde Villa Señor, propiedad de C. Pfluker, 50 fanegadas de algodón.

FUNDOS Y HACIENDAS - 1917 SAN MARTÍN DE PORRES

FUNDO

PROPIETARIO

ARRENDATARIO

Coronel Conde Villa Señor Santo Tomás de Garagay San José y Bajo Garagay Viñas de Garagay Palao Aliaga y Conde de Las Lagunas La Milla

Lucas León C. Pfluker

L. León Nan On

Fngs. 20 80

EXTENSIÓN Cultivo principal Fngs. 12 de plátanos, 3 de gramolote, 50 algodón, 20 de pastos, 10 huerta

V.O. Ramos C.

Enrique Odriozola

42

30 de algodón, 6 de pastos, 3 de sementeras

Hop Lee y Co.

30

30 de algodón, 6 de pastos, 3 de sementeras

Dr. Barrios Juan B. Nicolini

F. Bracesco Hno.

8 60

M. Nicolini

-

72

Huerta 45 de sementeras Sementeras

T. Melofiro

4

Huerta y hortalizas

Kong Fook y Co.

200

100 de algodón, 60 de pastos, 40 de sementeras

Chavaría Palao Mulería Aznapuquio Piñonate Naranjal y anexos Pro

Test. J. Bracesco Beneficencia de Lima P. Carrión J.B. Nicolini J.E. Pareja F. Talleri F. Gonzales Z. Test. Talleri E. Fernandini

80 45 60 5 480 140

Chuquitanta

Test. Eguren

230

30 de algodón, 30 de pastos, 20 huerta Sementeras Pastos 30 fanegadas Algodón 270 caña, 30 de pastos 120 caña, 6 de pastos, 14 por sembrar 20 algodón, 150 caña, 15 de pastos, 13 por sembrar

Infantas

Cía. Agrícola Carabayllo (Punchauca, Caudivilla, Infantas)

194

La compañía: 135 algodón, 370 caña, 60 de pastos.

Santa Rosa

S. Cárdenas

L.R. García C.

FUENTE: Memoria que el Director de Aguas, Ing. Alberto Jochamowitz, presenta al Ministro de Fomento. Vol. II. 1918-1919. Págs. 343-344, 362-363, 451.

Incluso algunas haciendas dedicadas tradicionalmente a la caña de azúcar, ubicadas en el valle de Comas, aunque sin dejar su antiguo cultivo, invirtieron también en algodón. En 1917 Chuquitanta, arrendada a L.R. García C., tenía 20 fanegadas de algodón e In-

fantas de la Cía. Agrícola Carabayllo, poseía 135 de algodón. Aunque la caña seguía siendo, de todas ellas, su mayor producción. La guerra europea (1914-1918) no sólo benefició a

137

el incremento de trabajadores en cada una de las haciendas. Chuquitanta pasó de 140 trabajadores (en 1899) a 320 (en 1920), Naranjal de 290 (en 1899) a 525 (en 1920), Santa Rosa de 43 (en 1899) a 314 (en 1920), Garagay de 22 (en 1899) a 110 (en 1920), Coronel de 2 (en 1899) a 80 (en 1920), Palao de 25 (en 1899) a 70 (en 1920).

la producción algodonera, sino también cañavelera, aunque de una manera fugaz. Esto se debió al decaimiento de producción de azúcar de betarraga europea, beneficiando a la producción americana y peruana. Los más favorecidos fueron Naranjal, Pro, Chuquitanta e Infantas. Sin embargo, en los dos casos, la producción demandaba mucha mano de obra. En el cultivo del algodón se realizaba cosecha, apañado o recojo, deshilado, desyerbado, entre otras tareas afines. Incluso, en determinados periodos demandaba la participación de todos los miembros de la familia, desde niños y mujeres, para actividades específicas dentro de todo el proceso de producción. Esto generó

Todo esto, junto a las ideas de la época, posibilitó la formación del obrero agroindustrial y la creación de sindicatos de trabajadores. El 23 de Marzo de 1920 se funda La Federación Obrera de la Hacienda Naranjal, que tenía como fin defender sus derechos y la sana aspiración de sus miembros, como el de “procurar a los miembros que se encuentren en malas condi-

CENSO DE POBLACIÓN – 1920 SAN MARTÍN DE PORRES

ZONA

CATEGORÍA

VARONES

Coronel

Hacienda

46

34

80

Palao

Hacienda

45

25

70

Aliaga

Hacienda

21

11

32

Chavarría

Hacienda

Conde Villa Señor

Hacienda

64

20

84

Garagay

Hacienda

70

40

110

La Milla

Hacienda

15

3

18

Santa Rosa

Hacienda

198

116

314

11

1

12

14

7

21

Garitas, F.C.C.P. Mulería

Hacienda

Repartición

MUJERES

TOTAL

18

7

25

Aznapuquio

Hacienda

32

11

43

Chuquitanta

Hacienda

206

114

320

Infantas y Huarangal

Hacienda

561

220

781

Naranjal

Hacienda

373

152

525

Pro

Hacienda

154

57

211

FUENTE: MINISTERIO DE FOMENTO. Resúmenes del censo de las provincias de Lima y Callao levantado el 17 de Diciembre de 1920. Págs. 91-92.

138

INGENIOS EN EL VALLE DE CARABAYLLO – 1930 SAN MARTÍN DE PORRES

INGENIO

PROPIETARIO

HACIENDAS A LAS QUE PRESTAN SERVICIOS

Infantas

Sociedad Agrícola Infantas

Infantas, Caudivilla, Punchauca y Collique

Pro

Eulogio Fernandini

Pro

Chuquitanta

Testamentario Isaac Eguren

Chuquitanta

Naranjal

Sociedad Agrícola Naranjal

Naranjal, La Granja, Aznapuquio

FUENTE: Eugenio Garro. Apuntes geográficos sobre el Departamento de Lima. EN: Lima en el IV centenario de su fundación. Lima, 1935. Pág. 405

ciones, recursos pecuniarios así como asistencia médica y sepultura en caso de fallecimiento”210 De la misma manera, el 22 de Enero de 1922 se funda la Sociedad Obrera de Campesinos de la Hacienda Caudivilla, en la que debieron participar también los trabajadores de la hacienda Infantas, al encontrarse unidas estas dos en una sola unidad productiva. Tenía entre otras preocupaciones defender a los trabajadores que se encontraban despedidos. Al parecer, manejaba una visión más amplia de la condición del obrero. Defendía no sólo al “proletariado” local, sino también a los de fuera de su jurisdicción. Era integrante asimismo de la Federación Regional Campesina. En este periodo se modernizan las diversiones públicas y se incorporan otros tipos de esparcimientos: fútbol, ciclismo, cinema, etc. En 1922 funcionaba en la hacienda Infantas un cinema de propiedad de los señores Winder Hermanos. A él iban los trabajadores de los fundos vecinos, los días de funcionamiento: sábados y domingos. El Concejo de Carabayllo cobraba 10 % de las entradas, hasta que a partir de Abril de 1922 los empresarios Winder se negaron a pagar, impidiendo el ingreso de los miembros del concejo. En vista de que el Comisario de Carabayllo Bajo se sentía impotente de fiscalizar el negocio, a pedido del 210 

concejo, el alcalde Juan Puppo (1919-1925) solicitó en Mayo de 1922 al Concejo de Lima, sus buenos oficios para que intervenga la Prefectura de Lima y cierre el negocio.211 Sin embargo, el equilibrio de la producción cañavelera y algodonera, en los valles del área distrital, se quiebra a partir de 1925, debido a la reducción del precio de exportación de la azúcar, disminuyendo con esto drásticamente su producción. Muchos ingenios de la Costa llegan a cerrar sus instalaciones. Esto sucedió con la hacienda Chuquitanta. La única que continuó en actividad fue el ingenio de Naranjal, pero tan sólo hasta 1938, fecha en que cesó sus operaciones.212 Muchas haciendas se pasaron a la producion algodonera. Algunas haciendas tradicionalmente cañaveleras, como Infantas, abandonaron definitivamente la producción de azúcar. Para 1935 el 70 % de la producion del valle de Carabayllo era algodón. El resto todavía era caña de azúcar y panllevar. Las haciendas algodoneras hacían uso de las desmotadoras de Lima, adonde trasportaban en camionadas su producción.213 No sólo sacaban provecho de las fibras de algodón 211 

AML. Correspondencia. Siglo XX. QUISPE, Edgar; TACUNAN, Santiago. Pasado, presente y futuro de Carabayllo. Pág. 251 213  SOCIEDAD NACIONAL AGRARIA. Cómo se produce el algodón en el Perú. Lima, 1935. Págs. 231-232. 212 

LAOS, Cipriano. Lima, la ciudad de los virreyes. Pág. 273.

139

llegando a incorporarse a los gremios agroindustriales del país. La hacienda Infantas – Caudivilla era miembro de la Sociedad Nacional Agraria;215 mientras el acaudalado propietario de las haciendas Pro, Mulería y Comas, Eulogio Fernandini,216 formaba parte de la junta directiva de la misma sociedad agraria. También se incrementa la unión o absorción de una por otras haciendas. En 1908 la Sociedad Industrial Infantas Limitada, propietaria de la hacienda Infantas, compró la hacienda Caudivilla y Anexos al precio de 15,000 libras peruanas. Tiempo después, por motivos financieros, vende las tierras de Caudivilla a la Compañía Agrícola Carabayllo (1917). Sin embargo, tres años después, vuelve nuevamente a pasar a manos de la Sociedad Agrícola Infantas y Caudivilla Limitada, recién constituida, pagando el precio de 1,750.000 dólares americanos.217 Pero el sistema agrícola de las haciendas comienza a tener algunos cambios desde mediados de la década del cuarenta con el crecimiento urbano de la ciudad hacia el norte de Lima. En 1945 se invade parte del predio de la hacienda Conde Villa Señor para formarse la Urbanización Perú. En 1957, el Congreso de la República, mediante Ley N° 12708, eleva a la categoría de Pueblo al Caserío Infantas. Ante esta expectativa urbana, algunas haciendas son orientadas al negocio inmobiliario. En 1945 la Sociedad Agrícola Infantas y Caudivilla Limitada cambia de razón social (Sindicato de Inversiones Rústicas y Urbanas Sociedad Anónima - SIRUSA), teniendo como objetivo dedicarse al negocio inmobiliario, transfiriendo para ello parte de sus predios a empresas urbanizadoras, que los lotizan y forman las nuevas urbanizaciones. De esta manera, en forma progresiva, muchas haciendas pasan por el proceso urbano. En 1959 la hacienda Garagay Alto era propiedad de Rosa

Detalle de las proyecciones agro industriales de la hacienda Infantas en el año 1924.

para la industria textil sino también de las pepitas o semillas, para la producción del aceite. Se dice que estos cambios produjeron una parcial crisis de desempleo. Algunas haciendas prefirieron explotar parte de sus tierras a través del sistema de yanaconaje. Esto se dio en Infantas y Oquendo, donde había pequeñas parcelas dedicadas también al cultivo de algodón. Entonces, la mayoría de las haciendas eran manejadas a través de compañías agrícolas. Esto se inició a comienzos de siglo, con las haciendas Pro (Compañía Azucarera Pro Limitada), Infantas (Sociedad Industrial Infantas), Garagay (Cicala y Borrione); y en las décadas siguientes se generaliza con Naranjal (Sociedad Agrícola Naranjal), Infantas (Sociedad Agrícola Infantas y Caudivilla Limitada), Santa Rosa (Kong Fook & Cía.), Valdivieso (Negociación Cavenago y Miglia);214 214 

215 

LAOS, Cipriano. Lima, la ciudad de los virreyes. Pág. 245. BARRETO, G.A; DE LA FUENTE CHAVEZ, G. Diccionario biográfico de figuras contemporáneas. Lima, 1926. Pág. 128. 217  QUISPE, Edgar; TACUNAN, Santiago. Pasado, presente y futuro de Carabayllo. Pág. 242 216 

HERRERA, Centurión. El Perú actual y las colonias extranjeras. Pág. s/n.

140

Valle de Forzoni Accolti, y Garagay Bajo de la familia Suito Lavaggi. Esta última, en Diciembre de 1959, decide constituir la empresa Ganadería Carabayllo S.A., aportando a la nueva compañía su fundo. Sin embargo, ante el crecimiento urbano y la necesidad de vivienda en esta parte de Lima, el 9 de Setiembre de 1966 decide constituir la Urbanizadora Garagay Bajo S.A., en reemplazo de la anterior empresa ganadera. Posiblemente ante la inminente reforma agraria, el 8 de Enero de 1969 la empresa urbanizadora decide reducir su capital social en un 50%, haciendo efectivo este hecho en los terrenos del fundo. Es así como el ex fundo es dividido en 8 potreros para dárselos a sus socios. El potrero Santa María pasa a Intercontinental Brokerage; el potrero Santa Rosa a Corporation S.A. Sucursal; el potrero Santa Ana a Perú IBC; el potrero San Pedro a Nella Suito de Romagnoti; el potrero Santa Aurora a Eda Suito de Awapara; el potrero María Gracia a Leticia Suito de Jerí; y el potrero Santa Lucía a Lotizadora y Construcciones S.A. Sucursal Perú. De la misma manera sucede con los otros fundos. La Sociedad Agrícola Naranjal, propietaria de las haciendas Naranjal (210 fanegadas), La Granja (75 fanegadas) y Aznapuquio (80 fanegadas), que había establecido el patriarca Francisco Talleri a comienzos de siglo, pasa también por el mismo proceso El 11 de Noviembre de 1963 la Sociedad Agrícola El Naranjal Limitada, propietaria de estas tres haciendas, decide distribuir sus tierras como parte de una reducción de su capital entre los propietarios de la empresa. Es así como las 1,124 hectáreas son divididas entre los hermanos Graciela y Guillermo Talleri Barúa. Esto se ejecuta el 17 de Abril de 1964, cuando los hermanos deciden el número de hectáreas de tierra que le corresponde a cada uno de ellos: 533 Has. y

El Estanco de la Sal en la Av. Caquetá. Año 1945.

9,732 m2 a Gabriela Talleri Barúa; y 593 Has. y 4,855 m2 a Guillermo Talleri Barúa. Esta desmembración del viejo predio agrícola continuó dándose en los años siguientes como parte del proceso de transformación en espacio urbano. En Junio de 1968 Guillermo Talleri decide dividir su predio en 4 lotes para venderlos. La primera la oferta a la Caja de Pensiones del Seguro Social del Empleado (409 hectáreas); la segunda a la misma Caja de Pensiones del Seguro Social del Empleado (45 hectáreas); la tercera a José García Bustamante, Otto Gold R. y Las Retamas S.A. (45 hectáreas), mientras que la cuarta la mantiene en posesión (93 hectáreas).218 En este proceso de cambio, se decreta la Reforma Agraria, a través del Decreto Ley No.17716, aunque algunos sostienen que fue limitado por un dispositivo legal emitido en 1972, que establecía que las tierras ubicadas hasta los 50 kilómetros de Lima estaban destinadas para la expansión urbana, no pudiendo establecerse la reforma. Una de ellas en donde se dio este proceso fue Naranjal, en donde se constituyó la Cooperativa El Naranjal dedicada a la ganadería lechera. 218 

ALTERNATIVA. Informe sobre las últimas invasiones (1985-1986) y los proyectos integrales de vivienda en el distrito de San Martín de Porras.

141

Inauguración del Puente del Ejercito (31 de Diciembre de 1936).

Antiguo Puente del Ejercito

Aspecto del Puente del Ejército antes de ser desmontado por la Municipalidad de Lima para construir un nuevo puente en la década del sesenta (siglo XX).

142

C

LA FORMACIÓN DE LAS ZONAS URBANAS

uando los días 28 y 29 de Octubre de 1936 se autorizaron, mediante resoluciones supremas, prolongar en línea recta la vía que viene del nuevo puente (Puente del Ejército) hasta empalmar con la carretera a Canta (Antigua Panamericana Norte, hoy Av. Tupac Amaru), cortando terrenos y destruyendo algunos pabellones del viejo Lazareto de Guía que impedía el nuevo trazo, por la Junta Departamental de Lima – Pro Desocupados,219 se configuró un nuevo espacio territorial, entre estos dos puntos y su entorno, con características de expansión urbana, que darían pronto nacimiento a un nuevo distrito. En esta nueva vía (Av. Caquetá) inicialmente se instalaron instituciones públicas, como el Estanco de la Sal, el correo postal, nuevos pabellones para el Lazareto y Barrios Obreros construidos y manejados por el Estado. Sin embargo también se visualizaron espacios de ribera de río y territorios del interior óptimos para el crecimiento de la ciudad que en ese momento se encontraba en expectante expansión, ante el cada vez mayor incremento de la migración.

cargo del Ing. Heli Mantilla López. En 1935 se asfaltó e inauguró la carretera Lima a Ancón (35 mil 700 metros de largo y un ancho mínimo de 6 metros). Y en 1936 se construyó el Puente del Ejército (inaugurado el 31 de Diciembre de 1936). Este nuevo panorama permitió que se planificara en esta dirección el crecimiento de la ciudad. Es por ello que en Enero de 1937 se conformó una Comisión de Urbanismo para establecer los parámetros técnicos de un plan regular de expansión urbana de Lima. Y el 16 de Febrero de 1937 se estableció un plazo de seis meses para que esta comisión culminara su trabajo, señalando además la prioridad de ubicar “en preferencia y a la brevedad posible” un área urbana en el Callao y otra en la zona del Puente del Ejército.220 En ese momento había una necesidad urgente de construcción de viviendas por parte del Estado, dentro de la política que se venía dando sobre edificación de barrios obreros.

Pero esta apertura no era aislada, formaba parte de una nueva configuración vial que se venía dando hacia el norte de la ciudad. Entre 1931 - 1934 la Junta Departamental de Lima Pro Desocupados construyó el camino carretero a Ancón, entre el cruce de Repartición (Km.6 de la carretera a Canta) y el balneario, a

Mas esta expansión no fue fácil. Uno de los impedimentos del crecimiento de la ciudad hacia el norte se encontraba en los prejuicios que se habían formado los citadinos sobre esta zona. En 1904 se había instalado en este lugar un sanatorio de enfermedades contagiosas y mortíferas que irradiaba temor en los limeños (el Lazareto de Guía); existía un botadero de desperdicios de la ciudad (“El Montón”)

219 

220 

Memoria de la Junta Departamental de Lima Pro Desocupados del 1 de Enero de 1937 al 31 de Diciembre de 1938. Pág. 7.

Prontuario de la legislación sanitaria del Perú. Tomo IV (1935-1947) 1era. Parte. Págs. 129-130.

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en la ribera del río y su entorno;221 y había el peligro de aniego de agua causado por el desborde del río y los puquiales que habían en la zona. Además, se rumoreaba que en este lugar se refugiaban ladrones buscados de la ciudad.

compuestas de haciendas agrícolas (Coronel, Conde Villa Señor, Palao, Garagay, Chavarría, Mulería, Santa Rosa, Pro, Naranjal, Infantas, Chuquitanta) productoras de algodón, artículos de panllevar y ganadería. Entre estas áreas agrícolas y la ciudad, que eran las previstas para el crecimiento de Lima, había una zona baldía y agreste, pero no por ello desocupada. Desde un tiempo atrás, la margen derecha del río Rímac estaba ocupada por pequeños parceleros precarios que tenían cultivos de frutales y productos de panllevar, destinados para el consumo de la ciudad de Lima. Ellos se encontraban agrupados en la Sociedad Fraternal Colonos Bella Leticia, Asociación de Propietarios Pequeños Agricultores del Pedregal Caquetá, Asociación de Pobladores de la Pampa de Piñonate, quienes aseguraban estar ocupando el lugar desde la década del diez y veinte (S. XX). Fueron ellos, ante la ilegalidad de su posesión, los primeros que sufrieron las consecuencias de las ocupaciones e invasiones urbanas que se dieron en la década del cuarenta y cincuenta (siglo XX).

Pe r o estos p r o b l e m a s en verdad se enconAviso de la Asociación de Padres de Fatraban sobre todo en milia 27 de octubre sobre sorteo de lotes de terrero. Aparecido en La Prensa el 27 las zonas inmediatas de Octubre de 1953. a la ciudad, pues las zonas que hoy integran nuestra área distrital estaban 221 

El trébol de Puente del Ejército sirvió para arrojar desmonte de las edificaciones demolidas del centro de Lima, producto del terremoto de 1940.

CAMBIO POBLACIONAL – 1961-1981 SAN MARTÍN DE PORRES

AÑO

URBANA

%

RURAL

%

TOTAL

1961

90,645

93.41

6,395

6.59

97,040

1972

227,542

98.58

3,271

1.42

230,813

1981

402,960

99.53

1,896

0.47

404,856

FUENTE: Censos Nacionales de 1961, 1972 y 1981.

Pero antes que se dé ese proceso, el área distrital era eminentemente agrario y su población mayoritariamente rural. En 1940 la población de las haciendas del área distrital era de unos 4,312 habitan-

tes, mientras la población urbana, de los dos barrios obreros del Puente del Ejercito, sumaban alrededor de 2,500 pobladores. Esta composición social cambió radicalmente en los años siguientes.

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CENSO – 1940 SAN MARTÍN DE PORRES

ZONA Chavarría Repartición Aznapuquio Conde Villa Señor Coronel Chavarría Chuquitanta Garagay Alto Garagay Bajo Infantas La Milla Naranjal Pro Santa Rosa Valdivieso

CATEGORÍA Chacra Estancia Hacienda Hacienda Hacienda Hacienda Hacienda Hacienda Hacienda Hacienda Hacienda Hacienda Hacienda Hacienda Hacienda

FAMILIAS 1 23 88 35 18 103 119 26 46 227 5 191 95 144 18

HABITANTES 5 69 303 121 63 297 349 122 130 1153 11 687 284 642 76

FUENTE: MINISTERIO DE HACIENDA Y COMERCIO. Censo Nacional de Población de 1940. Vol. IV, Págs. 196-197

Sin embargo, a pesar de lo previsto, el crecimiento urbano se comenzó a gestar desde el norte hacia el sur, desde las zonas agrícolas hacia la ciudad; aunque dentro de un proceso lento que terminó siendo rebasado con el crecimiento que venía de la ciudad de Lima. Esto se originó en el caserío Infantas, que tenía como origen la ranchería de la hacienda del mismo nombre. Era la más poblada de todas las haciendas. Según el censo de 1940 tenía 1153 habitantes. Para la década siguiente había crecido tanto, que ya tenía un puesto de la Guardia Civil, dos centros de salud, dos escuelas fiscales y una particular, una viceparroquia, un correo, una plaza de abastos, un cinema, un matadero, dos campos deportivos, e incluso la base aérea Capitán Quiñones. Los pobladores, que no eran dueños del terreno, el 8 de Marzo de 1955 constituyeron la Asociación Pro

Vivienda Propia de Infantas, con el objetivo de establecerse como propietarios. Y el 25 de Enero de 1957 (Ley N° 12708) el Congreso de la República lo elevó a la categoría de Pueblo. Fue un enclave urbano en la parte norte del área distrital, rodeado por las áreas agrícolas de las haciendas; pero sin llegar a cuajar en el tiempo.222 Estos orígenes han permitido que en el área distrital actual se dé y sintetice el largo proceso histórico de la expansión urbana del norte de Lima y de la ciudad en el siglo XX. El primer espacio urbano que se estableció como parte del crecimiento de la ciudad, por el lado del Puente del Ejército, fue un conjunto de barrios obreros edifica-

222 

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Archivo Central del Congreso de la República.

dos por el Estado.223 Entre 1938 y 1939 el gobierno del general Oscar Raymundo Benavides Larrea construyó el Tercer y Cuarto Barrio Obrero. Y en 1953 durante el gobierno del general Manuel Arturo Odría Amoretti se construyó (junto a los dos últimos) el Quinto Barrio Obrero.224 Todos ellos ubicados en torno al Parque del Trabajo, en la Av. Caquetá, cerca al Puente del Ejército.

una arquitectura modernista, en donde las nuevas viviendas obreras, a diferencia de las antiguas, contaban con un diseño que integraba el área residencial con la recreacional, contando cada casa con libre acceso a la calle. Estos modelos estaban inspirados en diseños europeos, donde habían estudiados los arquitectos del Ministerio de Fomento, quienes además buscaban controlar los problemas de salud y político sociales.225

Esta política de construcción de viviendas obreras intentaba solucionar el problema de insalubridad y precariedad de las casas de obreros que eran mayoritariamente de alquiler. Es por ello que en un inicio estas casas eran entregadas en alquiler, a precios módicos, después de un proceso de selección y sorteo, entre los obreros más calificados.

El Tercer Barrio Obrero fue construido e inaugurado en 1938. El proyecto comprendía 42,691 m2, dividido en dos secciones: el primero de dos manzanas con casas unifamiliares (para 56 viviendas) y el segundo con dos manzanas, con casas tipo block (para 198 viviendas). La primera sección fue construida por la empresa constructora de Enrique Flores León y la segunda por la Oficina Técnica Michel Fort S. A.

Los Barrios Obreros Nos. 3, 4 y 5 fueron diseñados por Alfredo Dammert, quien dirigía la Sección de Técnicas y Arquitectura del Ministerio de Fomento; y tenían la característica de ser casas unifamiliares combinadas con casas en block (Barrio 3) y tan sólo casas en block (Barrios 4 y 5). En estas edificaciones se empleó

El Cuarto Barrio Obrero fue construido e inaugurado por el Presidente Benavides el sábado 2 de Diciembre de re tub Oc 1939, como parte de los últide de Padres 27 Aviso de la AsociaciónA. Odría. Aparecido en El mos actos oficiales antes de al Presidente Manuel de 1953. re tub oc de 27 el o retirarse del poder. Era un Comerci proyecto sobre 48.820.8 m2, que comprendía tres manzanas con 374 viviendas, 223  La vivienda obrera era considerada, según la Ley Nº 8487 (del 29 de Diciemde cuatro, tres y dos habitaciones. Fue construido bre de 1936), como el espacio de vivienda alquilada de hasta 50 soles al por la Oficina Técnica Michel Fort S. A. mes, en el cual estaban incluidos callejones, casas de vecindad y quintas de departamento. Durante el gobierno del Presidente Oscar Benavides se edificó un conjunto de Barrios Obreros en la ciudad. El Primer Barrio Obrero se construyó en La Victoria (1937); el Segundo Barrio Obrero se erigió en el Rímac (1937); y el Tercer Barrio Obrero se levantó en el Puente del Ejército (1938).

224 

225 

MALDONADO FÉLIX, Héctor; TORRE TORO, Juan José. Los barrios obreros de la Junta Pro Desocupados: nuevas formas de plantear lo urbano en Lima en la década del 30. En: Investigaciones Sociales. UNMSM. Lima, Vol. 14, No. 24, 2010. Pág. 190.

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Con estas primeras intervenciones urbanas el espacio del Puente del Ejército fue considerado como zona de vivienda de los menos favorecidos de la ciudad. Es por ello que en varios momentos fueron destinados a este lugar grupos de familias humildes que quedaron afectados por accidentes y fenómenos naturales. A consecuencia del terremoto del 24 de Mayo de 1940, los damnificados de Lima y Callao fueron trasladados a la altura del Cuarto Barrio Obrero, en donde se quedaron por mucho tiempo en viviendas improvisadas (barracas), ante la promesa del Estado de construirles nuevas viviendas.

era cuando se producía el fallecimiento del obrero ocupante, haciéndose la entrega inmediata a sus deudos.

Otro caso se produjo el 4 de Febrero de 1942 cuando, ante la crecida del río la zona de Canta Callao, fue inundada, trasladándose a los damnificados en forma provisional (unas 300 personas) al Cuarto Barrio Obrero Puente del Ejército. Aunque tiempo después regresaron a su lugar de origen.

Para estos humildes trabajadores se dispuso, el 26 de Enero de 1942, establecer una cuna maternal en el Barrio Obrero del Puente del Ejército.226 Y en Octubre de 1953 se inauguró la Escuela Primaria 27 de Octubre (Escuela de 2do. Grado No.395), ubicada cerca al barrio.227

Sin embargo, con los damnificados del terremoto de 1940 el Estado pudo cumplir su promesa, aunque muchos años después. En 1953 el Presidente Odría mandó construir el Quinto Barrio Obrero para los damnificados de la catástrofe, a través del Fondo Nacional de Salud y Bienestar Social. Ello era parte del plan gubernamental y constituía un ensayo para realizar de igual manera casas de bajo costo en otras partes del país, pues estas edificaciones (112 casas) fueron realizadas en escasos 2 meses, llegando a inaugurarlas el 28 de Octubre de 1953. En la década del cincuenta (siglo XX) los propietarios solicitaron al Estado sus títulos de propiedad, para lo cual hicieron uso de la Ley No. 11854 del 17 de Julio de 1952, que autorizaba al Ministerio de Salud entregar la propiedad de los lotes a los ocupantes de las viviendas del Barrio Obrero mediante la modalidad de los contratos de alquiler – venta. Otra modalidad de hacerse dueño de la casa

Aviso sobre créditos de en Fray Martín. Aparecid rehabilitación de viviendas o en La Prensa el 26 de abr de 1962. il

Pero a partir de la década del cuarenta se hizo más vertiginosa la migración del campo a la ciudad y el crecimiento demográfico. Y con ello la necesidad de viviendas se convirtió en un tema apremiante; pero ante la falta de soluciones por parte del Estado, las “invasiones” y ocupaciones de espacios públicos y privados en las afueras de la ciudad se convirtieron en la salida. LAS “INVASIONES” - PIÑONATE La primera “invasión” se produjo en la zona de Piñonate en 1945, por un grupo de pobladores que tuvo que enfrentarse a las fuerzas del orden, ante la acción de desalojo. No fue una constitución fácil, fue una formación prolongada, que tuvo su punto de quiebre en 1947 cuando se constituye la Asociación de Padres de Familia de Piñonate y se distribuyen los 226 

Prontuario de la legislación sanitaria del Perú. Tomo IV (1935-1947) 1era. Parte. Pág. 614. 227  La Prensa. jueves 29 de Octubre de 1953. Pág. 2

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primeros lotes. Otro momento importante fue cuando la organización se institucionaliza y se forma el 30 de Agosto de 1949 la Asociación Cultura y Progreso de los Pobladores de Piñonate. En este periodo se levantan los planos de ea catastrales Lín ón de la Av iso sob re am pli aci do rca Me el sta ha .35 y distribuyen Tr an spo rte No en ab ril de 195 9. Ma yor ist a. Ap are cid o nuevamente los lotes, con una superficie de de 250 m2 y la entrega de cédulas de control de propiedad.

en forma progresiva, mediante continuas ocupaciones ocurridas entre los años 1945-1948. Inicialmente se asentaron en la parte Noreste, en las áreas más alejadas de la ciudad. El primer diseño urbanístico fue formulado por la Oficina Nacional de Planeamiento y Urbanismo (ONPU), que comprendía un proyecto que abarcaba desde el Puente del Ejército hasta la desembocadura del río Rímac, en una longitud de 11 kilómetros, con una extensión de 5 millones y medio de m2, y que era para 36 mil lotes.229 Pero las modificaciones posteriores hicieron que se proyectara tan sólo sobre 300 hectáreas, para unas 8,595 viviendas, convirtiéndose en ese momento en el barrio más grande de la capital. La organización social de la “invasión” estaba liderada por la Asociación de Padres de Familia, cuyos integrantes en forma pragmática decidieron adquirir el nombre de “27 de Octubre”, que era la fecha del golpe de Estado del gobierno del general Odría, con el propósito de adquirir ventajas y apoyo por parte del Estado. Esta institución se encargaba de enrolar a más personas que deseaban lotes de viviendas, obteniendo la autorización de parte del gobierno de inscribir como socio de esta organización a todos los que deseaban obtener un lote y habitar en esta barriada. La necesidad de la casa propia era tan grande que para 1956 más de 9,000 miembros ya habían recibido sus lotes y 3,100 esperaban su terreno.

Pero, como el espacio ocupado era propiedad privada (Familias Batiesky, Napán y Napán, Vda. de Piedra, Nicolini, Fort, Lavalle y otros), el Estado lo declaró de necesidad y utilidad para la expropiación, para después entregarlos a los propietarios, disponiéndose entregar títulos propiedad en Octubre de 1952.228 Otras “invasiones” de esta primera etapa fueron: Zarumilla (en Marzo de 1947), Prolongación Zarumilla (en Octubre de 1947), Zarumilla Alta (en Enero de 1949), Pedregal Alto (en Junio de 1950), Pedregal Bajo (en Febrero de 1951), 28 de Julio (en Febrero de 1956), Bella Leticia (1956).

Sin embargo, esta área invadida era propiedad privada, con escasa producción agrícola. Pertenecía a la hacienda Conde Villa Señor, que era propiedad de Adriana Porta de Aparicio (casada con Víctor Aparicio Gómez Sánchez). Después de fallecer, los derechos fueron reclamados por sus descendientes: la testamentaría Aparicio, que estaba representada por Rosaura Aparicio y Consuelo Aparicio de Delgado.

La más significativa de las “invasiones” de este periodo fue la Urbanización Perú, que se estableció 228 

229 

BERROCAL FALCONÍ, Néstor. La realidad histórica del distrito de San Martín de Porres. Pág. 9.

MURILLO LAGUNA, Jorge. Análisis critico de los resultados de la reforma educativa en el distrito de San Martín de Porres. Lima 1983. Pág. 35.

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El Estado resolvió este problema comprando el terreno a sus propietarios, a través del Fondo Nacional de Salud y Bienestar Social, para después dárselo a los nuevos ocupantes. Es por ello que el 14 de Febrero de 1951 el gobierno emite el Decreto Ley No.11588, autorizando adjudicar al Concejo Distrital 27 de Octubre los terrenos ubicados en la margen derecha del río Rímac que habían sido ganados a la naturaleza con las obras de encauzamiento que había ejecutado el Estado, los que debían ser urbanizados y entregados a los miembros de la “Asociación Padres de Familia 27 de Octubre” para que construyeran el “Hogar de familia”.

“invasiones”, las barriadas ubicadas en los acantilados de la margen derecha del río Rímac: Nicolás de Piérola (Mayo 1952), Santa Rosa Alta (Agosto 1957), Cruz de Mayo (Mayo 1958), Villa Angélica (Octubre 1958), San Pedro (Junio 1959), Santa Rosa Baja, entre otros.

Hasta ese momento la formación de las urbanizaciones populares era promovida por los mismos pobladores, con una escasa o posterior participación del Estado. Hasta que en 1961 se emite la Ley No.13517, con el objetivo de que estas urbanizaciones sean promovidas por el Estado a través de la recién creada Corporación Nacio Aviso sobre empadronamiento de pobladores con títulos de propiedad provisional otorgado por la JNV. Pero todo este gesto tenía nal de Vivienda. Como parte un sentido político. El gobierde esta política iniciada por no del momento necesitaba una el Presidente don Manuel Prado (1956-1962) se desarrollaron unos programas base social para sostenerse en el poder. Es por ello mínimos de vivienda en Conde Villa Señor y Valdivieso, que los lotes se entregaban sin títulos de propiedad, sobre terrenos privados adquiridos por el Estado. para mantener la necesidad y paternalismo con el Estado. La asociación, de orientación odriísta, cumplía no Este proyecto comprendía la habilitación de lotes sólo esta función política en la barriada, sino también y construcción de casas modestas en las llamadas desde el organismo oficial que se creó. Cuando el 22 UPIS Conde Villa Señor (con 4,400 núcleos básicos) de Mayo de 1950 se crea del “Distrito Obrero Industrial y UPIS Valdivieso (con 600 núcleos básicos); para 27 de Octubre” (Decreto Ley N° 11369), fue dado este lo cual el 30 de Diciembre de 1961 la Corporación sentido. El decreto ley se emitió unas semanas antes Nacional de Vivienda inició las obras de las nuevas de las elecciones presidenciales del año 1950, con urbanizaciones (Condevilla y Valdivieso), donde serían la participación de Odría. De ahí que la designación beneficiadas inicialmente tres mil personas, con la de la primera gestión municipal, entre los miembros presencia de la entonces primera dama Clorinda de la Asociación de Padres de Familia, fue efectuada Málaga de Prado, quien además entregó títulos en para realizar campaña electoral a su favor. la Urbanización Perú.230 Por otro lado, en la década del cincuenta comienzan a formarse en forma sucesiva, a través de 230  La Prensa. domingo 31 de Diciembre de 1961. Pág. 3.

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tuvieron a cargo de la Constructora Dos de Mayo, que utilizó las canteras de la huaca de Garagay para extraer materiales de construcción.

Sin embargo, el golpe de Estado de Julio de 1962 perjudicó el desarrollo de los trabajos. Aunque esto no fue óbice para que los primeros pobladores, provenientes de la zona de Piñonate y otros, continuaran en los años siguientes progresivamente el desarrollo de estas dos urbanizaciones de origen estatal.

Fue también importante, en este periodo, la construcción del Puente Dueñas y la reconstrucción del Puente del Ejército para una mayor capacidad. La primera fue realizada por la Municipalidad de Lima entre los años 1965-66, con el objetivo de comunicar la Urbanización Perú con la zona industrial de la Av. Argentina y Av. Colonial, para lo cual se tuvo que expropiar terrenos, según las condiciones del puente y los accesos viales a estas dos zonas de la ciudad. El día de la inauguración, el 7 de Noviembre de 1966, el Presidente Belaúnde calificó la obra como un “milagro” del santo moreno.231

Con los años, estas dos urbanizaciones (Condevilla y Valdivieso), promovidas por el Estado, se convirtieron en la frontera entre las urbanizaciones populares (Urbanización Perú) y las nuevas urbanizaciones privadas, que comenzaron a formarse desde la década del sesenta (siglo XX) sobre las antiguas haciendas. Por otro lado, dentro de la configuración de este proceso urbano, fueron importantes las vías de acceso y la apertura de las grandes troncales que permitieron establecer una trama y estructura urbana en el norte de Lima, lo cual logró poner en valor las tierras, ingresar al mercado inmobiliario y crecer la ciudad en esa dirección.

El segundo puente fue también ejecutado por la Municipalidad de Lima, entre los años 1965-66, por la Aviso de invitación a la inauguración del firma constructora Antersa. Tenía alumbrado público, con la presencia del la característica de ser de concreto Presidente de la República. Aparecido en pretrenzado, sistema frassinett, dos La Prensa el 2 de junio de 1962. vías y veredas laterales, para lo cual se tuvo que desmontar la vieja estructura metálica del antiguo Puente del Ejército construido en el año En la década del sesenta (siglo XX) se construyen 1936. Forma también parte de las edificaciones de la muchas vías de acceso al norte de la ciudad. En este época el Puente Trompeta. periodo se construyó una vía horizontal en el área distrital (la Av. Angélica Gamarra y Tomás Valle) que Otra obra no menos importante fue la pavimenpermitió poner en valor muchas áreas agrícolas para tación en concreto y con doble sentido de la Av. vida urbana e industrial de esta parte de Lima. Esta Perú (Urbanización Perú), ejecutada entre los años nueva vía se construyó en dirección al Aeropuerto 1964-65, por la Junta de Obras Públicas de Lima, con Internacional Jorge Chávez en el Callao, y fue inaugurada el 30 de Diciembre de 1965, por el Presidente 231  Belaúnde Ferry. Los trabajos de construcción esLa Prensa. martes 8 Noviembre de 1966. Págs. 1 y 6.

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la participación de la Municipalidad de Lima.232 Esta no sólo fue en toda la extensión de la avenida, sino también en las vías accesorias que la comunicaban con la Av. Zarumilla y la carretera Panamericana Norte, sumando aproximadamente 5 kilómetros de vías. Con esta obra se consiguió facilitar el acceso al lugar que se encontraba lleno de cantos rodados. También fue significativo el asfaltado de la avenida Túpac Amaru (antes Antigua Carretera Panamericana Norte y que hacia el Este llega hasta Canta) y la avenida Zarumilla, en los años 1969-1970, por el Estado a través del Ministerio de Transporte y Comunicaciones.233 Sin embargo, estas vías favorecieron sobre todo a las empresas inmobiliarias que a partir de la década del sesenta comenzaron a urbanizar muchas áreas, en detrimento de las zonas agrícolas del distrito. En tiempo del gobierno de Belaúnde (1964-1968) se formaron urbanizaciones destinadas a los sectores medios: Ingeniería, Fiori, Mesa Redonda, Pro. Una de las primeras fue la Urbanización Ingeniería, que a través de la Resolución Ministerial No. 400 del 5 de Julio de 1960, pudo urbanizar y ofertar terrenos para vivienda al mercado local. Éstos eran lotes de 160 m2 y eran promocionados para levantar casas tipo chalets. La promotora (1967), la Inmobiliaria Victoria Lima S.A. facilitaba la construcción a través de préstamos con una mutual. La Urbanización Mesa Redonda fue promovida por la Asociación Pro Vivienda 12 de Julio, que desarrolló trabajos de habilitación urbana con financiamiento de la Mutual Metropolitana. En Mayo de 1976 se encontraba próxima a inaugurar su Segunda Etapa.234 232 

Concejo Provincial de Lima. Memoria. 1964-1966, 1967-1969. Lima, 1969. Págs. 72-73. 233  La Prensa. Lima, 14 de Diciembre de 1969. Pág. 14. 234  Expreso. sábado 22 de Mayo de 1976. Pág. 13

Mientras la Urbanización Pro, en el Km.23 de la Autopista Lima - Ancón, a cargo de la Inmobiliaria Lima S.A., ofertaba lotes de 120 m2 (en 1982). En los años setenta también se formaron algunos asentamientos humanos: Húsares de Junín (Enero 1970), Virgen del Carmen (Setiembre 1973), 10 de Febrero (Febrero 1976), 3 de Mayo – Ribera río Chillón (Junio 1976). Sin embargo, el más significativo, por la relevancia que tuvo en su momento, fue la “invasión” ocurrida el 10 de Febrero de 1976 por cientos de pobladores que ocuparon unos terrenos ubicados al costado del establo de Condevilla, que correspondía a una área ocupada por la Cooperativa Ama Kella. Esto tuvo su punto crítico cuando a pocos días de cumplirse el año la policía intentó desalojarlos, muriendo en el enfrentamiento el poblador Juan Domingo Trujillo. A pesar de ello, la población se mantuvo en el lugar formando el Asentamiento Humano 10 de Febrero. Otro momento importante en la constitución de asentamientos humanos, fue el periodo entre Julio y Octubre de 1985, cuando se presentó una “ola de invasiones” en muchos espacios públicos y privados del distrito, teniendo como coyuntura el cambio de gobierno y las promesas de cambio y justicia social. En esta etapa se formaron alrededor de 10 pueblos jóvenes, que fueron agrupados posteriormente en el Asentamiento Humano Daniel Alcides Carrión, Pan con Libertad, 12 de Agosto y Luis Alberto Sánchez. alumbrado eléctrico. Aviso de inauguración de el 2 de junio de 1962. Aparecido en El Comercio

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Un hecho relevante en este periodo fue la desLibre, Cercado de Lima, San Martín de Porres, Los Olivos, membración de una parte considerable del territorio Comas y Carabayllo. Junto al Intercambio Vial Norte distrital, con la creación del distrito de Los Olivos, del (Av. Universitaria y Panamericana Norte), construido 4 de Abril de 1989 (Ley Nº 25017), perdiendo el distrito en ese mismo periodo, permitieron la apertura de otros sanmartiniano un área ocupada (18.5 Km2), en su espacios urbanos. mayoría, por urbanizaciones de sectores medios, Como parte de estas últimas construcciones se que lo perjudicó social y económicamente, ya que encuentra el puente vehicular y peatonal Santa María, la nueva comuna (Los Olivos) no se llevó carga alconstruido por la Municipalidad de Lima y puesto en guna de San Martín de Porres (como personal y funcionamiento en Enero del 2008, para unir el distrito pensionistas municipales, cargas económicas y de San Martín de Porres con el Cercado de Lima. tributarias, etc.), toda vez que su creación tuvo un Cuenta con dos carriles vehiculares de 3,50 metros interés político más que técnico; de ahí que a partir cada uno y veredas de dos metros cada una. Es una de ese momento se le crea un nuevo problema a San moderna estructura metálica y losa de concreto de Martín de Porres, porque las imprecisiones técnicas 90 metros de largo y 28 de dicha ley generaron metros de ancho. el apetito de expansión Por otro lado, dentro territorial de distritos de la configuración de vecinos, como Indelos espacios territoriales pendencia y Comas. del distrito, se estableció En los últimos una zona de Uso Indusaños (década del 90), trial en la década del el poblamiento se ha sesenta, entre las avevenido dando a través nidas Panamericana de las asociaciones Norte (Originariamente y cooperativas de Autopista a Ancón, hoy vivienda, sobre las avenida Alfredo Menúltimas área agrícolas Los mismos pobladores con su propio esfuerzo construyeron una ciudad. diola) y Tupac Amaru, del distrito, debido esto último a la crisis del agro y el para industrias livianas, lo que fue reafirmado en el fracaso de las cooperativas agrarias; de ahí que los Plan General de Zonificación de Lima Metropolitana pequeños propietarios (parceleros) deciden venderlas 1977-1990, aprobado en el año 1977 y reajustado en a las urbanizadoras, como Santa Rosa (678 hectáreas), 1979. Esta zona buscaba establecer centros labopor ejemplo. rales para la población de las zonas urbanas de Ha sido importante para las últimas configuraciones los alrededores que estaba constituida por una alta y el crecimiento urbano, la apertura de las nuevas vías, composición de obreros.236 que redefinen la trama urbana del distrito. Una de ellas En 1967 funcionaban en el distrito las empresas: ha sido la Av. Universitaria, inaugurada el 3 de Mayo de fábrica de pinturas Estecoll, fábrica de fierro Colimar, 1992 y que es la arteria vial más joven y una de las más fábrica de pintura Fast, fábrica de velas Luzsol, fábrica extensas de Lima.235 Tiene casi 28 kilómetros de longitud Anderson Clayton, fábrica de aceite Olsa, Hieralsa, y recorre siete distritos de la capital: San Miguel, Pueblo 236  235 

SÁNCHEZ LEÓN, Abelardo; CALDERÓN COCKBURN, Julio. El laberinto de la ciudad. Lima, 1980. Págs. 66-68.

El Comercio. Lima, 4 de Mayo de 1992. Pág. 01.

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Gratry, entre otras. Diez años después, sobre la zona industrial y los alrededores, se encontraban instaladas las empresas: Chrysler, Anderson Clayton, Olsa, La Preferida, Mayólicas El Trébol, Volkswagen, Purina, Lolas, Listos, Lulpu, Datsun, FTA, Volvo, Ladrillera Rex, Cemaco, Nacional y otras menores En los últimos años, sobre estos espacios industriales del distrito sanmartiniano se han levantado grandes centros comerciales. En Noviembre del 2002 fue inaugurado el Centro Comercial “Mega Plaza Norte”, sobre un espacio de cerca de diez hectáreas; y en el 2009 fue inaugurado el Centro Comercial “Plaza Norte” en una área de 200 mil metros cuadrados. Este último es el centro comercial más grande del Perú y uno de los más grandes de América Latina. Todos estos espacios consolidan al distrito como el principal eje económico de toda Lima Norte. (237*) (237*) Comentario Si bien estos modernos centros comerciales le dan una característica propia al distrito en materia de desarrollo económico, también lo es el decano y emblemático Conglomerado de Caquetá, de formación popular, con más de medio siglo de existencia, aunque por muchos años se desenvolvió dentro de la informalidad, desorden, inseguridad, carencia de infraestructura urbana, etc., que lo identificaba como un centro comercial importante pero desorganizado e inseguro. Eso, hasta el año 2007, en que la gestión municipal presidida por el alcalde Ternero, cumpliendo uno de los compromisos de su campaña electoral, dispuso, en primer término, previo proceso de sensibilización, la reubicación de miles de comerciantes ubicados dentro del cuadrante de Caquetá, quedando libre las principales vías públicas (ilegalmente ocupadas por décadas, que inclusive contaban con construcciones de material noble y conexiones de agua y luz en forma clandestina). Simultáneamente desarrolló una campaña de coordinación y compromiso entre todos los vecinos con el solo propósito de mejorar la imagen de tan importante centro económico. Esta labor fue sostenida durante los años siguientes, a pesar de cierta resistencia por grupos minoritarios que finalmente entendieron el objetivo de las medidas; pudiendo notarse los frutos a la actualidad, aunque falta aún camino por recorrer. Pero se ha logrado la formalización de casi la mayoría de comerciantes, se ha dotado de pistas, veredas, bermas centrales, áreas verdes, iluminación pública, mejorándose asimismo el servicio de limpieza pública, tan importante en un centro comercial; se ha fortalecido a las instituciones existentes en el perímetro (asociaciones de comerciantes, vecinales, estibadores), como también las acciones de seguridad ciudadana; ofreciendo así un clima y espacio propicios para quienes desean invertir en determinados rubros de negocios. Inclusive el aparato municipal (gerencia, subgerencias y personal administrativo, en su mayor parte) en materia de Desarrollo Económico, se ha trasladado a este sector, manteniendo un permanente contacto con los actores principales de su desarrollo, que son los vecinos, instituciones y trabajadores comerciantes. Tarea nada fácil pero que se tenía que asumir a fin de recuperar – con decisión y creatividad - el Conglomerado de Caquetá, que diariamente recibe la visita de miles de compradores y que por su tradición está llamado a ser el corazón económico de Lima Norte.

MOVIMIENTO SOCIAL URBANO El movimiento social ha sido muy importante en la construcción de un espacio distrital, con sus equipamientos físicos y sus derechos sociales. Su intervención en distintos momentos del pasado ha sido fruto de las necesidades humanas. Sin embargo ha pasado por periodos de reflujos y efervescencias coyunturales. En los inicios, la lucha de las organizaciones sociales estuvo centrada en la obtención de un espacio territorial propio (barriada, urbanización) y el acceso a un lote de vivienda. Inmediatamente asumieron la nte Duetarea de acondicionar su Aviso de inauguración delmePue o el 7 de rci Co El en o cid are Ap ñas. accidentada geografía. Y 6. 196 de re Noviemb posteriormente a la obtención de los servicios básicos a domicilio: agua y luz. Después de estos logros generalmente han venido reflujos. Pero ha habido largas jornadas posteriores de lucha, por ejemplo por la titulación en los años 1966-1967 y 1982-1983. Estas primeras luchas estaban conducidas por las iniciales organizaciones sociales: Asociación Cultura y Progreso de Piñonate, Asociación de Padres de Familia 27 de Octubre, Asociación de Padres de Familia 28 de julio, Asociación de Padres de Familia Bella Leticia, Asociación Mutualista de Vecinos del

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Barrio de Zarumilla, Asociación Mutual de Padres de Familia Pedregal, entre otras; que asumieron la tarea de construir una ciudad prácticamente en medio de la nada, mostrando así gran tenacidad y especial espíritu creativo.

en forma domiciliaria y el tema del agua y desagüe en la Urbanización Perú y los alrededores, lo que comenzó a ejecutarse a fines de 1961. Primero comenzaron los trabajos de instalación de energía eléctrica en Noviembre de 1961, con la participación del primer ministro Pedro Beltrán. Esto formaba parte de un proyecto mayor en el norte de Lima. Hasta que el sábado 2 de Junio de 1962 se inauguró en un acto oficial realizado en la plaza Mártir Olaya (Urbanización Perú) con la participación del Presidente de la República y Ministros de Estado; siendo bendecido por el cardenal Juan Landázuri Ricketts.238 Este servicio se extendía alrededor de 400 Manzanas y beneficiaba a 40,000 pobladores de aproximadamente 8,000 lotes de vivienda.

Una de las primeras obras comunales fue el encauzamiento de las aguas del río, que muchas veces se desbordaba en los meses de crecida del Rímac (Diciembre-Marzo). Tarea que no fue fácil, pues muchas veces las defensas fueron sobrepasadas y las viviendas barridas por las aguas, teniendo lamentables costos materiales y de vidas humanas inclusive. La participación del Estado permitió resolver algunos problemas, como litigios con terceros por la supuesta o real propiedad de los terrenos, por ejemplo. Sin embargo esta intervención traía consigo un nuevo tipo de relación: clientelismo y paternalismo, debilitando consigo la organización social.

Paralelamente a las obras de Luz eléctrica comenzaron, también en Noviembre de 1961, los trabajos de instalación de agua y desagüe en varias barriadas de Lima, iniciándose en el distrito de “Fray Martín”.239 Este proyecto, ejecutado igualmente por el Instituto Nacional de Vivienda, comprendía obras de saneamiento y conexión domiciliaria de agua y desagüe en la Urbanización Perú y Cooperativa Policial: redes de agua y desagüe, tres pozos tubulares con 110 metros de profundidad para extraer agua del subsuelo, un reservorio y equipos de bombeo respectivos. Se tenía proyectado culminar en Diciembre de 1962. Pero, a esa fecha faltaba instalar un gran colector de desagües y las conexiones domiciliarias. El golpe de Estado y los cambios de prioridades modificaron el cronograma. No obstante, en los años siguientes estos trabajos se pudieron culminar.

Por otro lado, inicialmente la luz eléctrica era obtenida a través de motores generadores de energía, que pertenecían a personas o empresas privadas de la misma población; se vendía según el número de focos que se necesitaba. Mientras el agua se conseguía por medio de camiones cisternas que vendían a domicilio. La insatisfacción de este tipo de servicios y la necesidad de que se prestaran a domicilio, hizo que se formaran, desde las organizaciones sociales, Comités Pro Luz y/o Pro Agua y Desagüe, los que realizaron muchas gestiones para conseguir sus objetivos. Como parte de esta labor, el Instituto Nacional de Vivienda estableció en su Programa de Vivienda 1961-1962 un proyecto para instalar energía eléctrica

238  239 

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El Comercio, domingo 3 de Junio de 1962. Pág. 7. La Prensa, jueves 23 de Noviembre de 1961. Pág. 1.

Pero esta obra beneficiaba tan sólo a un grupo de viviendas. En los años siguientes, de la misma década del sesenta, los barrios de Zarumilla, Pedregal y calle Riobamba, a través de la ayuda mutua y el sistema cooperativo, con la dirección técnica del concejo municipal local, hicieron posible la instalación de agua y desagüe en sus domicilios. Después de estas conquistas importantes, algunas organizaciones sociales se avocaron a las gestiones para la creación de un colegio secundario o Unidad Escolar que el distrito carecía.240 Hasta ese momento sólo habían escuelas primarias: la Escuela de Mujeres No. 356, Escuela de Varones No. 394, Escuela de Mujeres No. 395 (Av. del Trabajo), Escuela de Varones No. 507 (Urbanización Perú), Escuela de Mujeres Nº. 508 (Urbanización Perú), Escuela de Varones No. 520 (Piñonate), Escuela de Varones No. 539 (Zarumilla), Escuela de Mujeres No. 569 (Zarumilla), Escuela de Mujeres No. 570 (Piñonate), entre otras. El 29 de Octubre de 1962 fue creado el colegio “José Granda” mediante Resolución Ministerial N° 18705, con el nombre de Colegio Nacional de Varones “José Granda”. Después de haber funcionado inicialmente en otro lugar, en 1963 es trasladado a Condevilla Señor; y en Julio de ese año fue inaugurado oficialmente como Gran Unidad Escolar. De igual manera, en 1964 fue creado el primer centro secundario para mujeres: el Colegio Nacional de Mujeres “Chimpu Ocllo”. Siendo el primer centro superior en instalarse en el distrito la Universidad Peruana Cayetano Heredia, que fue autorizada el 22 de Setiembre de 1961 con el nombre inicial de “Universidad Particular de Ciencias Médicas y Biológicas”, 240 

cambiando de denominación por la actual el 24 de Febrero de 1965. 241* Por otro lado se establecieron servicios de salud. Entre los más antiguos se encuentra el Centro de Salud de San Martín de Porres, construido por el Club de Leones de Lima, en la zona de Pedregal Alto (hoy C.S.B. San Martín de Porres y sede de la Micro Red de Salud San Martín).Asimismo se construyeron las Postas Médicas de Infantas y la Urbanización Perú.242 Además, en 1968 fue creado el Hospital Nacional Cayetano Heredia. El espacio recreativo más antiguo, vinculado con el proceso inicial de la formación urbana, se ubica en el Puente del Ejercito, inaugurado el 26 de Junio de 1937 por el Presidente don Oscar Benavides, con la presencia del Ministro de Fomento, el coronel Federico Recavarren.243 Éste es el antecedente inmediato del Estadio Fray Martín de Porres, construido por el Comité Nacional de Deporte, con la colaboración (241*) Comentario El presente año 2012, con ocasión de la celebración del 62º aniversario de la creación del distrito, con fecha 22 de Mayo se realizó la Sesión Solemne del Concejo Municipal, en donde se otorgó a la Institución Educativa Emblemática José Granda, en sus Bodas de Oro, la “Orden Municipal al Mérito por Acción Distinguida” por haber “…entregado a la Comunidad Sanmartiniana valiosas promociones de estudiantes que destacan en los diversos campos de la vida humana”, según expresa el tercer considerando de la Resolución de Alcaldía Nº 174-2012/MDSMP, publicada en el diario oficial “El Peruano” con fecha 26 de Mayo del 2012. Del mismo modo, en dicha Sesión Solemne se otorgó a la cincuentenaria Universidad Peruana Cayetano Heredia la “Orden Municipal al Mérito por Acción Distinguida”, por ser “…una de las instituciones de mayor prestigio en el campo de la enseñanza y de la investigación científica y tecnológica en Medicina en nuestro país y en el extranjero, comprometida con el desarrollo del Distrito de San Martín de Porres a través de diversas acciones que realiza con nuestra corporación municipal, especialmente en los sectores de menores recursos económicos”, señalado en el tercer considerando de la Resolución de Alcaldía Nº 175-2012/MDSMP, publicada también en el diario oficial “El Peruano” con fecha 26 de Mayo del 2012. 242 

BERROCAL FALCONÍ, Néstor. La realidad histórica del distrito de San Martín de Porres. Págs. 14-15. 243  El Comercio, domingo, 27 de Junio de 1937. Edición mañana. Pág. 18.

La Prensa, 11 de Enero de 1962. Pág. 17.

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de la Federación Nacional de Fútbol, e inaugurado el 9 de Junio de 1961, con la presencia del Ministro de Educación Pública. El estadio tenía una capacidad para 20,000 personas.244 En 1995, después de un convenio con el IPD, el Club Sporting Cristal hizo algunos cambios y refacciones, siendo reinaugurado el domingo 24 de Setiembre de 1995.

el aspecto físico del distrito, existía un problema sin resolver: la titulación de los lotes ocupados; problema que tuvo un largo proceso con la intervención de la ciudadanía, a pesar de que a través de la Ley No. 11588 (14 de Febrero de 1951) se había autorizado adjudicar la propiedad de los lotes a sus ocupantes, y haberse entregado en 1961 títulos provisionales por parte de la Junta Nacional de Viviendas. Pero este asunto no había sido resuelto en forma definitiva.

Otro espacio deportivo era el velódromo, para aficionados al ciclismo, ubicado cerca al Estadio San Martín; así como el Estadio John Kennedy, donde la Liga de Futbol de SMP realizaba sus campeonatos de 1, 2 y 3 División.

Es por ello que en 1967 el alcalde Enrique León Velarde (1967-1969) 245 promovió un movimiento social para obtener este derecho. Después de varias movilizaciones se consigue que se promulgue la Ley Nº16584, del 12 de Junio de 1967, que adjudicaba al Concejo Municipal de San Martín de Porres los terrenos del Estado dentro de su jurisdicción y que se encontraban ocupados por los últimos barrios marginales (Urbanización Perú, La Esperanza, Pedregal Bajo, San Pedro, Nicolás de Piérola, Villa Angélica, Cruz de Mayo, Santa Rosa Alta, Santa Rosa de Lima, Jorge Chávez, Pedregal, Caquetá, Bella Leticia, Pedregal Bajo, Cooperativa Policial, Zarumilla, Zarumilla Alta, El Trébol, 28 de Julio y San José, Ministerio de Defensa y Pasaje Defensa). El Concejo quedaba autorizado a emitir los títulos de propiedad de los terrenos, además de desarrollar programas de habilitación y saneamiento urbano en estos últimos barrios marginales, como también en Condevilla Señor y Valdivieso que venía ejecutando la Junta Nacional de Vivienda.

Sin embargo, éstos no eran los únicos lugares de esparcimiento. Se encontraban también los cines. Entre los más antiguos estaban: Castilla, Lamberto, Marte, Infantas, Junín, entre otros. Una de las bibliotecas más antiguas fue “Inca Garcilaso de la Vega”, ubicada en el Parque del Trabajo. Por otro lado, el sentimiento religioso estuvo representado desde los primeros años por la Iglesia Católica a través de la Parroquia del Beato Martín de Porres, fundada en 1952, siendo inaugurada el 18 de Abril de 1965 la moderna construcción dedicada al santo patrón de la parroquia, lo que demoró 4 años de arduo trabajo sobre un área de 1,040 m2. Esta obra fue ejecutada gracias a la Congregación de los Padres de San Columbano (cuyo superior y representante oficial en el Perú era el mismo padre de la parroquia) y el Comité Pro Templo. No obstante, ante el incremento poblacional, el año 1958 fueron creadas dos parroquias más: Virgen Dolorosa (para la 1ª. y 2ª Zona) y Santa Cruz (para las zonas restantes).

Pero, a pesar de que la ley daba un plazo de 180 245 

Enrique León Velarde fue alcalde de SMP (1957-1959 y 1967-1969). Fue acusado de tener intereses privados, al ser propietario, junto con sus hermanos, de la ladrillera “Industrial Acho”, por lo que eran llamados “Los reyes del ladrillo”. Se dice que esta ladrillera manejaba el 30% de la producción de ladrillos corrientes en todo el país. Había un manejo monopólico.- CIDAP. La vivienda: Un derecho violado en el Perú. Lima, 1980. Pág. 45.

A pesar de estos avances en la vida social y en 244 

La Prensa, sábado 10 de Junio de 1961. Pág. 24.

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días para que el concejo local inscribiera los terrenos y extendiera las escrituras públicas, la comuna se demoró más de lo debido. Para 1968 apenas había verificado la información proporcionada por la Junta Nacional de Vivienda, que había venido cumpliendo esta labor y que tenía registrado tan sólo 12,587 lotes y había hecho entrega de 9,535 títulos provisorios: Urbanización Perú (8,884), Cooperativa Policial (370), Zarumilla (197), Villa Angélica (56) y Jorge Chávez (28); faltando la titulación de 15 barrios más y los de nueva formación.

Pero, desde antes de este proceso de movilización local, el distrito sanmartiniano, como muchas otras regiones del país, había confluido en otros movimientos de nivel nacional. Muchos sanmartinianos participaron el 1 de Julio de 1976 en la movilización social contra el aumento de la gasolina y los productos de primera necesidad, como también en el paro nacional de los días 22 y 23 Mayo de 1978. Asimismo, en el paro nacional del 27 de Setiembre de 1983, donde es victimado en la zona de Condevilla el señor Gregorio Sánchez Camargo.247

En medio de este proceso la Ley Nº 16584 es derogada en 1968 por el Decreto Ley N°17119, exigiendo el Estado la devolución de los terrenos, lo que conllevó a que el Concejo de SMP le iniciara en 1972 un proceso judicial, sobre nulidad de inscripción.

En la década del setenta se politizaron muchos espacios de reivindicación social. Como parte de este proceso se desarrollaron muchas actividades culturales. Una de ellas fue el Festival de Teatro del año 1974, que volvió a repetirse en 1975, con el Primer Festival de Teatro a nivel metropolitano, con la participación de artistas extranjeros (Colombia y Brasil). Esta inquietud estuvo acompañada por otras intervenciones culturales y el despliegue de una prensa local. 248

En 1982, cuando el proceso judicial se encontraba a punto de culminar, se forma un movimiento social a favor de la titulación, constituyéndose los Comités Pro Título en las siete zonas de la Urbanización Perú. En Noviembre de 1982 el Poder Judicial sentenció a favor del Concejo de SMP, sobre mejor derecho para entregar títulos de propiedad. Para esto hubo marchas al ente judicial. Una de esas marchas tuvo la participación de vecinos de otros de otros distritos (Comas, Independencia y Carabayllo), calculándose la asistencia de más de 20 mil personas. Este largo proceso culminó en los años siguientes, cuando en Abril de 1983 el Concejo de SMP logra reinscribir los terrenos en los registros públicos, y entre Setiembre de 1985 y 1986 hace entrega de aproximadamente 3,000 títulos de propiedad de las Urbanizaciones Perú, Zarumilla y otras menores.246

Toda esta efervescencia social tuvo su punto culminante cuando en Octubre de 1982 se constituyó al parecer la primera organización social centralizada del distrito: la Coordinadora Central de Instituciones Populares (CCIP), que se estableció como un acuerdo de la I Asamblea de Organizaciones Populares del Distrito. Y más delante, en Setiembre de 1985, la Federación de Asentamientos Humanos y Centros Rurales de SMP, aunque de corta duración. Fueron los cimientos de las organizaciones que dieron a luz en los siguientes años. 247 

Diario de Marka. Lima, 10 Octubre de 1983. Pág. 1. Se gestaron muchos revistas locales: “Labor Sanmartiniana”, “Solidaridad”, “Vecino de yunta”, “Cabildo Popular”, entre otros.

246 

248 

CALDERÓN, Julio; VALDEAVELLANO, Rocío. Izquierda & Democracia. Entre la utopía y la realidad. Lima 1991. Págs. 42-51.

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Vista panorámica del Barrio Obrero del Puente del Ejercito y la Av. Caquetá (año 1953).

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El Presidente Manuel A. Odría en la inauguracion del Quinto Barrio Obrero.

El 28 de octubre de 1953 se inauguró el Quinto Barrio Obrero del Puente del Ejército con la presencia del Ministro de Salud y el Presidente de la República Manuel A. Odría.

Vista panorámica del Barrio Obrero del Puente del Ejercito.

Ambientes del Quinto Barrio Obrero.

El Ministro de Salud en el día de la inauguración.

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Participación de los miembros de la Asociación de Padres de Familia 27 de Octubre en un acto público en Palacio de Gobierno solicitando la adjudicación de la margen derecha del rio Rimac (año 1951).

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El local de la Asociación de Padres de Familia 27 de Octubre, ubicado en la Av. Caqueta, el día del sorteo de lotes (año 1953).

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Concentración pública exigiendo el derecho a la vivienda propia en la Urbanización 27 de octubre (año 50´).

Inscripción para el sorteo de lotes de vivienda en la Urbanización 27 de Octubre (año 1953).

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Inscripcion para el sorteo de lotes en la urbanización 27 de octubre (año 1953).

Sorteo de lotes de vivienda en la Urbanizacion 27 de octubre (año 1953)

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Fundadores de la Asociación de Padres de Familia 27 de Octubre (fotografía año 1961).

Donación de máquinas de costura de la Embajada de Venezuela a la Asociación de Padres de Familia 27 de Octubre (año 1952).

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Ceremonia de bendición de un camión en la Urbanización 27 de Octubre (año 50´)

Ceremonia en un centro educativo de la Urbanización 27 de Octubre (año 50´).

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Entre los años 1964- 1965 se pavimentó de concreto en doble sentido la Avenida Perú por la Junta de Obras Públicas de Lima, con la participación de la Municipalidad de Lima.

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v

Vista panorámica de la Urbanizacion Perú (año 1965).

Vista panorámica de la Av. Perú, después de la pavimentación en doble sentido (año 1965)

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En Noviembre de 1961 comenzaron los trabajos de instalación de agua y desagüe en la Av. Perú.

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El 2 de Junio de 1962 se inauguró la luz eléctrica con la presencia de la Primera Dama Clorinda Málaga de Prado. La ceremonia se realizó en la Plaza Mártir Olaya.

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El 7 de Noviembre de 1966 se inauguró el Puente Dueñas con la presencia del Presidente de la República Fernando Belaunde Terry y el Alcalde de Lima Luis Bedoya Reyes.

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El 9 de Junio de 1961 se inauguró el Estadio Fray Martín de Porres, con la presencia del Ministro de Educación Pública. Obra construída por el Comité Nacional de Deporte.

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Inauguración del primer pabellón de la Universidad Cayetano Heredia en SMP en abril de 1968.

Equipo de futbol de la GUE José Granda que campeonó en la Inter Escolar de Futbol del año 1972.

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Entrega del primer titulo de propiedad provisional realizado por el alcalde Enrique León Velarde. (año 1968).

La Av. Zarumilla en el Paro Nacional del 19 de julio de 1977.

La Av. Caquetá en el Paro Nacional del 19 de julio de 1979.

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C

LA CREACIÓN DEL DISTRITO

uando el 22 de Mayo de 1950 el entonces Presidente don Manuel Arturo Odría Amoretti promulgó el Decreto Ley N° 11369, que crea el “Distrito Obrero Industrial 27 de Octubre”, nombre original del actual distrito de San Martín de Porres, esta parte de Lima, que conformaba la flamante jurisdicción,249 era una de las más populosas y numerosas de la ciudad, con nada menos 25 centros poblados recién constituidos. En pocos años esta parte que pertenecía al entonces distrito de Carabayllo, había tomado otra fisonomía, con una dinámica y naturaleza propias, que el viejo distrito del valle del Chillón, con sus tres agencias municipales, que había instalado en la zona,250 no podía manejar; lo que motivó que el 25 de Noviembre de 1949, en ceremonia cívica y en presencia del burgomaestre de Lima, la población se pronunciara a favor de su independencia como gobierno local. Sin embargo, este hecho se daba también dentro de los prolegómenos de unos comicios electorales muy discutidos, que es una de las razones por la que se creó el nuevo distrito. El Presidente Odría, que había llegado al poder mediante un golpe de Estado (27 de Octubre de 1948), decidió legitimar su mando 249 

Aunque el distrito fue creado en 1950, existen algunos antecedentes de autoridades salidas del área distrital, desde el siglo XIX. Entre 1895-1896 el hacendado de Chuquitanta Isaac Eguren, hermano mayor del poeta José María Eguren, fue alcalde de Carabayllo por un corto periodo, al cual renunció en Setiembre de 1896. 250  Diario Expreso, martes 19 de Febrero de 1974. Págs. 16-17.

llamando a elecciones presidenciales para Junio de 1950. El presidente candidato, en su afán de ganar las elecciones, buscó su base social de respaldo en los nuevos barrios limeños en formación. En ese contexto, decide crear (el 22 de Mayo de 1950) un nuevo distrito limeño con la denominación de su mejor carta: el golpe de Estado del “27 de Octubre”. Dentro de este objetivo, el 29 de Mayo de 1950 se elige a los integrantes del flamante concejo municipal, entre los socios de la Asociación de Padres de Familia presidente Manuel A. Odría creó el distrito 27 de Octubre, El en 1950. que eran de clara afiliación odriísta, quienes días después de haber sido elegidos como concejales se embarcaron en la campaña electoral. El 31 de Mayo de 1950 la Asociación de Padres de Familia Pro Vivienda Propia del Distrito Obrero Industrial 27 de Octubre inauguró su local político social en adhesión a la candidatura a la presidencia de Manuel A. Odría; acto en el que par-

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El primer alcalde distrital fue Eduardo Carreño Bramosio, quien juramentó en Julio de 1950. Era de oficio floricultor y de afiliación odriísta. Fue designado mediante Resolución Prefectural del 29 de Mayo de 1950, emitido por el Prefecto de Lima, coronel Enrique Díaz. La primera gestión municipal estuvo integrada mayoritariamente por obreros: Eduardo Carreño Bramosio (floricultor), Felipe S. Carrión Ortiz (fotógrafo), Celestino Romero Ayala (albañil), Simón Ulloa Rodríguez (contador), César García Calderón (mecánico), Humberto Bocanegra serrano (ebanista), Leonardo Guzmán Sánchez (chofer), Pablo Hernández Flores (industrial), Domingo Rojas Real (peluquero), Abrahán Vicente Lugo (agricultor).252

Construcción del Palacio Municipal en el año 1966.

ticiparon los concejales y socios Celestino Romero Ayala (presidente), Felipe Carrión Ortiz (asesor organizador), Domingo Rojas Real (vocal de propaganda).251 Las elecciones fueron ganadas por Odría como candidato de la “restauración” que se había iniciado el “27 de Octubre”, nombre que ahora llevaba con orgullo un distrito limeño. Sin embargo, el nombre del distrito no sólo se debía a este hecho, sino también con la mención de “obrero industrial”, ya que había la intención del Presidente Odría de establecer un distrito con una multitud de pequeños talleres para dar trabajo y bienestar a su población. 251 

Este alcalde, como los ocho siguientes, fue designado directamente por el gobierno nacional. Hasta que, a través de las elecciones municipales de 1963 y 1966, se eligieron a los primeros alcaldes mediante el voto popular: Víctor Reyes Ramos (1964-1966) y Enrique León Velarde Gamarra (1967-1969). 252 

El Comercio. Lima, miércoles 31 de Mayo de 1950. Pág. 9. Ed. mañana.

La Prensa. Martes 30 de Mayo de 1950. Pág. 4

nización Aviso sobre embanderamiento por cano sa el 5 Pren La en do reci Apa eno. mor o del sant . de mayo de 1962

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ALCALDES DEL DISTRITO – 1950-2012 SAN MARTÍN DE PORRES

ALCALDE Eduardo Carreño Bramosio Antonio Maquilón Badaracco Eduardo Carreño Bramosio Leoncio Vernaza Collazos Enrique León Velarde Gamarra Ananías Robles Rivera José Max Arnillas Arana Alfredo Mathey Morillas Gorki Blas Miranda Víctor Reyes Ramos Enrique León Velarde Gamarra Teófilo Vidal Tryson Jorge Escribens Bazo Jose Grández Oblitas Francisco Revilla Arellano Manuel Hugo Rodríguez Torres Oscar Nagamine Nakayama Willy Fernández Melo José Isaac Miranda Valladares José Isaac Miranda Valladares Marcelino Morales Escandón José Arcenio Rubio Valqui Jorge Luis Castillo Aguilar Javier Kanashiro Ywamoto Gladys Ugaz Vera Lucio Campos Huayta Jesús Álvaro Véliz Duarte Freddy Santos Ternero Corrales Freddy Santos Ternero Corrales

(*) Comentario:

PERIODO 1950 -1952 1952 -1955 1955 -1956 1956 -1957 1957 -1959 1960 -1962 1962 -1963 1963 -1964 1963 -1964 1964 -1966 1967 -1969 1970 -1971 1971 -1975 1975 -1976 1976 -1978 1978 -1980 1980 -1980 1981–1983 1984–1986 1987–1989 1990 -1992 1993–1994 1994 -1995 1996 -1998 1999–2002 2003–2005 2005–2006 2007–2010 2011–2014 (*) Cabe señalar que el número de regidores (15) está fijado en proporción a la población del distrito de San Martín de Porres. El artículo 24 de la Ley Nº 26864 – de Elecciones Municipales – establece que el número de regidores en cada concejo municipal no podrá ser menor a cinco (5) ni mayor de quince (15), a excepción de Lima Metropolitana que tiene 39.

El actual Concejo Municipal (2011-2014) presidido por el alcalde Freddy Santos Ternero Corrales está integrado por los señores regidores: Carmen Rosa Beas Aranda, Hernán Tomás Sifuentes Barca, Luis Paul Cárdenas Sánchez, Luis Alberto Caballero Sabino, Hugo Daniel Garay Matos, Yéssicca Yoko Sueyoshi Salcedo, Jaime Humberto Gonzales Cabeza, Raúl Palomares Velásquez, Jorge Alexander Llanos Villegas, Walter Esteban Salinas Acosta, José Luis Castillo Soto, Susana Dora De La Cruz Zegarra, Jorge Gómez Huete, Dulio Castillo Márquez y Julio Arturo Tejeda Suárez. Ellos integran indistintamente las siguientes Comisiones de Trabajo: a) Planificación y Finanzas, b) Asuntos Jurídicos y Desarrollo Económico, c) Desarrollo Urbano, d) Ecología y Medio Ambiente, e) Participación y Seguridad Ciudadanas, f) Desarrollo Humano y Programas Sociales, g) Límites Territoriales.

La población de San Martín de Porres proyectada al 2012 es de 655,000 habitantes, según el INEI (Estimaciones y proyecciones de población por sexo, según Departamento, Provincia y Distrito, 2005-2015. Boletín Especial Nº 18. Lima, Diciembre 2008). El número de electores en SMP es de 412,132 y en las últimas Elecciones Municipales realizada el 03 de Octubre del 2010 sufragaron 358,014 ciudadanos en 2,321 mesas instaladas.

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COMPOSICIÓN URBANA SAN MARTÍN DE PORRES 253*

URBANIZACIONES ANTARES CAYETANO HEREDIA CONDEVILLA SEÑOR I y II ETAPAS COVISEN COVITI EL ESTABLO EL PACÍFICO EL ROSARIO EX FUNDO GARAGAY BAJO FIORI GARAGAY INDUSTRIAL INGENIERÍA KAMAY LA MILLA LA PAZ LA VICTORIA LAS COLINAS LAS FLORES DE SANTA ROSA LOS CIPRESES LOS CUARENTA LOS JARDINES LOS JARDINES DE NARANJAL I ETAPA

LOS JAZMINES LOS LIBERTADORES MESA REDONDA MIGUEL GRAU (EX PIÑONATE) MULERÍA OJIHUA PALAO PRO INDUSTRIAL IX y X SECTORES ROSARIO DEL NORTE SAN AMADEO DE GARAGAY SAN DIEGO SAN FRANCISCO DE ASÍS SAN GERMÁN SAN JUAN DE DIOS SAN PEDRO DE GARAGAY SANTA ISABEL SANTA LUISA I ETAPA SOL DE LIMA SOL DE NARANJAL TOMÁS VALLE VALDIVIESO VILLA EL AMAUTA VIRGEN DEL NUEVO PERÚ

ASENTAMIENTOS HUMANOS 10 DE FEBRERO 12 DE AGOSTO 12 DE DICIEMBRE 13 DE OCTUBRE 24 DE SETIEMBRE 28 DE JULIO 3 DE MAYO (CERRO EL CHOCLO) 3 DE MAYO (RIBERA DEL RÍO CHILLÓN)

MUNICIPAL Nº 02 NICOLÁS DE PIÉROLA NUEVA JERUSALÉN DEL PARAÍSO NUEVO AMANECER NUEVO PERÚ PAN CON LIBERTAD PAN DE AZÚCAR PARAÍSO

253*

Fuente de información: Gerencia de Participación Ciudadana y Subgerencia de Catastro y Habilitaciones Urbanas de la MDSMP. Actualizada al año 2012. Se ha considerado a todas las agrupaciones humanas existentes en nuestro distrito bajo las denominaciones que se consignan (reconocidas o no por la municipalidad como organizaciones sociales), lo que no significa reconocimiento alguno con relación al área territorial que vienen ocupando.

178

30 DE AGOSTO ALTO NUEVO AMANECER SECTOR B AMPLIACIÓN JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI AMPLIACIÓN LOS JAZMINES DE PALAO ASOCIACIÓN DE VIVIENDA JARDINES DE LA MILLA BUENA VISTA (SAN GERMÁN) CERRO CANDELA CERRO PACÍFICO LOS LADRILLEROS COMITÉS 11 y 12 NUEVO AMANECER COOPERATIVA 4 DE ENERO LAS MILLAS LTDA COOPERATIVA POLICIAL CRUZ DE MAYO DANIEL ALCIDES CARRIÓN 12 DE DICIMBRE EL ROSARIO EL TRÉBOL EX TRABAJADORES DE LA HACIENDA SANTA LUZMILA FRANCISCO BOLOGNESI HUERTOS LOS OLIVOS HÚSARES DE JUNÍN JAZMINES DE PALAO II ETAPA JORGE CHÁVEZ JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI KENNEDY ALTO LA ESPERANZA LA MILLA LAMPA DE ORO I, II Y III ETAPAS LAS AMÉRICAS LAS BRISAS DE CHILLÓN LAS MERCEDES LOS CLAVELES DE PRO LOS JAZMINES DE PALAO LOS PORTALES DE FIORI LOS REVOLUCIONARIOS LUIS ALBERTO SÁNCHEZ MANUEL SCORZA MICAELA BASTIDAS MINISTERIO DE FOMENTO

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PASAJE DE LA CRUZ PASAJE DEFENSA PASAJE SANTA ROSA PEDREGAL ALTO PEDREGAL BAJO PILAR NORES DE GARCÍA PIÑONATE POCITOS PROLONGACIÓN ZARUMILLA SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS SAN JORGE SAN JOSÉ SAN MIGUELITO SAN PEDRO SAN VALENTÍN SANTA CRUZ (CHUQUITANTA) SANTA CRUZ DEL NORTE SANTA ROSA SANTA ROSA 2 SANTA ROSA ALTA SANTA ROSA DE LIMA SANTA ROSA DE LIMA CERRO LA REGLA SANTA ROSA DE PIÉROLA URBANIZACIÓN PERÚ VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE VILLA ANGÉLICA VILLA FERNANDO O NUEVA INFANTAS VILLA ISOLINA VIRGEN DE LAS MERCEDES VIRGEN DEL CARMEN VIRGEN DEL ROSARIO VIRGEN DEL ROSARIO ANEXOS 1 y 2 VISTA ALEGRE VISTA ALEGRE A VISTA ALEGRE B ZARUMILLA ZARUMILLA ALTA

ASOCIACIONES DE VIVIENDA ALBORADA DE SANTA ROSA I, II y III ETAPAS

LOS CLAVELES DE OQUENDO

ALEJANDRINA

LOS DOMINICOS I y II ETAPAS

AMPLIACIÓN EL HORIZONTE

LOS GIRASOLES DE NARANJAL

AMPLIACIÓN LAS FLORES MANZANA A

LOS GIRASOLES DE SANTA ROSA

AMPLIACIÓN LAS PALMAS I ETAPA

LOS HUERTOS DE NARANJAL

AMPLIACIÓN LOS PORTALES DE CHAVÍN I, II, III y IV ETAPAS

LOS HUERTOS DE SAN DIEGO

AMPLIACIÓN SANTA PATRICIA

LOS JARDINES DE NARANJAL II ETAPA

AMPLIACIÓN SEÑOR DE LA SOLEDAD II

LOS JARDINES DE SANTA ROSA I, II y III ETAPAS

ANGARAES

LOS LIRIOS

APROVISAR

LOS LIRIOS DE SANTA ROSA

ARBOLEDA

LOS NÍSPEROS PROGRAMAS A y B

ARIZONA ALASKA

LOS NOGALES I y II ETAPAS

ARIZONA II

LOS NOGALES DE SAN DIEGO I y II ETAPAS

ASOCIACIÓN JUAN CARLOS NORIEGA

LOS OLIVOS DE OQUENDO

ASOCIACIÓN JUAN VELASCO ALVARADO

LOS OLIVOS DE SAN VICENTE

ASOCIACIÓN DE PROPIETARIOS MI TERRUÑO

LOS OLIVOS DE SANTA ROSA (EDUCACIÓN)

ASOCIACIÓN DE PROPIETARIOS SAN REMO I, II y III ETAPAS

LOS OLIVOS II ETAPA

ASOCIACIÓN DE VIVIENDA VIPOL

LOS PÉTALOS DE NARANJAL

ASOCIACIÓN POLICIAL HOGAR PROPIO

LOS PINOS DE NARANJAL

ATLANTA

LOS PINOS DE SANTA ROSA

BATA CALLAO

LOS PINOS DEL NORTE

BELLAVISTA

LOS PINOS I y II ETAPAS

BRISAS DE SANTA ROSA (BRISAS SAN MARTÍN)

LOS PORTALES DE CHAVÍN I, II, III y IV ETAPAS

BRISAS DE SANTA ROSA I, II y III ETAPAS

LOS PORTALES DE MONTERREY I, II y III ETAPAS

BUENA VISTA II ETAPA

LOS PORTALES DE NARANJAL II ETAPA

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CABO AZUL

LOS PORTALES DE SANTA RITA

CABO GRP JUAN LINARES ROJAS

LOS REYES

CASA BLANCA

LOS ROBLES

CATALINA WANKA

LOS ROBLES DE NARANJAL

C.P. RURAL HUERTOS DEL PARAÍSO

LOS ROBLES DE SANTA ROSA

CENTRO RURAL CHUQUITANTA

LOS ROSALES

CHICMABAMBA I y II ETAPAS

LOS ROSALES DE LIMA

COMERCIAL VIRGEN DEL CARMEN

LOS SAUCES DE NARANJAL

CONSUELO GONZALES DE VELASCO

LUCERITO DE NARANJAL

COOPERATIVA AMA KELLA

LUIS PARDO

COOPERATIVA CENTROMIN PERÚ

PROGRESIVA MAVIL

COOPERATIVA CÉSAR VALLEJO

MANANTIAL DE NARANJAL

COOPERATIVA FAMILIAS UNIDAS

MANIZALES

COOPERATIVA MALASPINA BRYSON

MANZANARES

COOPERATIVA NARANJAL

MANZANILLO I y II ETAPAS

COOPERATIVA TRABAJADORES EX HACIENDA NARANJAL

MARYLAND

COOPERATIVA SANTA APOLONIA

MAYORAZGO I y II ETAPAS

COOPERATIVA SIMA

MIGUEL GRAU ZONA NORTE

COOPERATIVA DE VIVIENDA HOGAR PROPIO

MIGUEL GRAU ZONA SUR

COOPIP

MIRAFLORES DE NARANJAL

COOPERATIVA UNIÓN

MONTE AZUL DE NARANJAL I, II y III ETAPAS

COOPERATIVA URB. VALDIVIESO LTDA.

MONTECARLO I y II ETAPAS

CORAZÓN DE JESÚS

MONTE DE LOS OLIVOS I, II, III, IV y V ETAPAS

CRUZ AZUL

MONTEROSA I y II ETAPAS

DALIAS DEL NORTE

MONTERRICO

DANIEL ALCIDES CARRIÓN II ETAPA

NAZARETH DE NARANJAL

EL ÁLAMO DE NARANJAL I y II ETAPAS

NOGALES III ETAPA

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EL BOSQUE II ETAPA

OLIVAR I y II ETAPAS

EL BOULEVAR DE NARANJAL

PARAÍSO DE OQUENDO II ETAPA

EL BUEN JESÚS

PARAÍSO DEL NORTE II ETAPA

EL CARIBE DE NARANJAL

PARAÍSO DORADO I y II (CHUQUITANTA)

EL HORIZONTE DE NARANJAL I ETAPA

PARAÍSO FLORIDO

EL MANANTIAL DE NARANJAL

PARAÍSO I, II y III ETAPAS

EL MIRADOR DE CHUQUITANTA

PARAMONGA

EL MIRADOR I, II y III ETAPAS

PAULINA DE NARANJAL

EL NARANJAL II ETAPA

PLANICIE

EL OLIMPO DE NARANJAL

PORTALES DE BETHEL

EL OLIVAR I, II y III ETAPAS

PRADERAS DE NARANJAL

EL PEDREGAL DE CHUQUITANTA

PRADERAS DEL PARAÍSO

EL PORTAL DE NARANJAL

PRIMAVERA

EL ROSAL DE NARANJAL

PRIMAVERA DE CHUQUITANTA

EL REMANSO DE NARANJAL

PRIMAVERA DEL NORTE

EL ROSAL DE SAN DIEGO

PROGRAMA DE VIVIENDA LA CAPULLANA

EL ROSAL DE SANTA ROSA

PROGRAMA DE VIVIENDA EL OLIVAR

EL ROSARIO II ETAPA

PROGRAMA DE VIVIENDA EL PEDREGAL

EL ROSEDAL DE SANTA ROSA

PUEBLO DE INFANTAS

EL SOL DE NARANJAL

REAL MADRID DE NARANJAL I, II y III ETAPAS

EL TRÉBOL

REAL MADRID DE SANTA ROSA

FILADELFIA I, II, III y IV ETAPAS

RESIDENCIAL CHUQUITANTA

GIRASOLES DE OQUENDO I

RESIDENCIAL CALIFORNIA

HIJOS DE SANTA CRUZ

RESIDENCIAL CIELO AZUL

HORIZONTE AZUL I, II y III ETAPAS

RESIDENCIAL DINASTÍA

HORIZONTE I y II ETAPAS

RESIDENCIAL DUEÑAS

HUAYTAPALLANA

RESIDENCIAL EL BOSQUE

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HUERTO AZUL

RESIDENCIAL EL NARANJAL

HUERTOS DEL FUTURO

RESIDENCIAL NUEVA ESPERANZA

HUERTOS DEL NARANJAL

RESIDENCIAL MONTECARLO

INGEMMET

RESIDENCIAL SANTA ROSITA

INMACULADA CONCEPCIÓN

RIVERA AZUL

JAZMÍN DE OQUENDO

RIVERA AZUL DE SAN DIEGO I ETAPA

JIREH

ROBLES DE OQUENDO

JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI

RODOLFO, PABLO Y PIEDRA PALOMINO BARRIENTOS

JUAN PABLO I, II y III ETAPAS

ROSARIO DEL NORTE

JUSTO SERRANO ARBIETO

SAN CARLOS

LA ALAMEDA DE SANTA ROSA

SAN CRISTÓBAL

LA ALBORADA DE OQUENDO

SAN DIEGO DE VIPOL

LA ARBOLEDA

SAN FRANCISCO DE ASÍS

LA ARUBA DE NARANJAL

SAN FRANCISCO DE CAYRÁN I, II y III ETAPAS

LA ENCANTADA DE SANTA ROSA

SAN ISIDRO

LA ENSENADA DE OQUENDO

SAN JOSÉ

LAS FLORES DE NARANJAL II ETAPA

SAN JUAN BAUTISTA

LA FLORESTA DE CHUQUITANTA

SAN JUAN DE DIOS I y II ETAPAS

LA FLORESTA DE NARANJAL I ETAPA

SAN JUAN DE SALINAS I y II ETAPAS

LA FLORIDA I y II ETAPAS

SAN MARTÍN

LA LUZ DE JESÚS

SAN MIGUEL

LAS MARGARITAS I y II ETAPAS

SAN MIGUEL ARCÁNGEL I y II ETAPAS

LA PERLA I y II ETAPAS

SAN NICOLÁS

LA PLANICIE

SAN PEDRO

LA PRADERA DE NARANJAL I, II y III ETAPAS

SAN VALENTÍN I y II ETAPAS

LA PRADERA DEL NORTE

SANTA APOLONIA

LA RIVIERA

SANTA BÁRBARA

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LA VIRREYNA

SANTA BEATRIZ DEL VALLE

LAS ACACIAS DE NARANJAL

SANTA FE DE NARANJAL

LAS BEGONIAS I y II ETAPAS

SANTA FELÍCITA

LAS BEGONIAS DE SANTA ROSA

SANTA ISABEL

LAS BRISAS

SANTA ISABEL SEÑOR DE LOS MILAGROS

LAS BRISAS DE NARANJAL I y II ETAPAS

SANTA LEONORA

LAS CASUARINAS

SANTA LUISA I y II ETAPAS

LAS CASUARINAS DE SANTA ROSA

SANTA MARÍA I y II ETAPAS

LAS CASUARINAS DEL NORTE

SANTA MARÍA DE NARANJAL

LAS DALIAS DEL NORTE

SANTA MARÍA DEL VALLE I, II y III ETAPAS

LAS FLORES DE CHUQUITANTA

SANTA PATRICIA I y II ETAPAS

LAS FLORES DE NARANJAL

SANTA ROSA DE INFANTAS

LAS FLORES DE SAN DIEGO

SANTA ROSITA

LAS FLORES DE SANTA ROSA

SANTA TERESA

LAS FRESAS

SARITA COLONIA

LAS GARDENIAS I, II y III ETAPAS

SEÑOR DE LA SOLEDAD I y II ETAPAS

LAS GARDENIAS DE LA PRADERA

SEÑOR DE LOS MILAGROS DE PACHACAMILLA (CHUQUITANTA)

LAS GARDENIAS DE OQUENDO

SEÑOR DE LOS MILAGROS I ETAPA

LAS GOLONDRINAS

SEÑOR DEL SANTUARIO

LAS LOMAS DE CHILLÓN

SOL DE NARANJAL

LAS LOMAS DE LIMATAMBO

SEÑOR DE LOS MILAGROS DE CHUQUITANTA

LAS LOMAS DE NARANJAL

SOL DE NARANJAL

LAS MAGNOLIAS I ETAPA

SUTAESSALUD

LAS MARGARITAS I, II y III ETAPAS

TRES HORIZONTES

LAS MERCEDES DE OQUENDO

UNIÓN

LAS MERCEDES I, II, III y IV ETAPAS

URANIO I, II y III ETAPAS

LAS NAZARENAS

VALLE AZUL DE SAN DIEGO I y II ETAPAS

184

LAS ORQUÍDEAS DE NARANJAL

VALLE HERMOSO DE NARANJAL

LAS ORQUÍDEAS DE OQUENDO

VENECIA

LAS PALMAS DE CHUQUITANTA

VILLA CLAUDIA

LAS PALMAS I y II ETAPAS

VILLA ESPERANZA

LAS PALMERAS

VILLA GÉNOVA

LAS PONCIANAS

VILLA HORIZONTE DE SAN DIEGO

LAS PRADERAS DEL SOL

VILLA JUANITA

LAS TERRAZAS

VILLA MARGARITA

LAS TORRES DEL NORTE

VILLA MERLÍN

LAS VEGAS (MONTE DE LOS OLIVOS IV)

VILLA REAL

LAS VIÑAS DE NARANJAL

VILLA RICA

LOBATO

VILLA SAN REMO

LOS CUATRO SUYOS

VILLA TERESA

LOS ÁLAMOS I, II, III y IV ETAPAS

VILLA VICTORIA

LOS ÁLAMOS DEL NORTE

VIÑA DEL MAR

LOS ALCANFORES DE NARANJAL

VIRGEN DE COCHARCAS I, II y III ETAPAS

LOS ALGARROBOS

VIRGEN DE GUADALUPE

LOS ALGARROBOS DE OQUENDO

VIRGEN DE LA PUERTA

LOS ALISOS

VIRGEN DE LAS MERCEDES I, II, III y IV ETAPAS

LOS ANDES

VIRGEN DE LAS NIEVES

LOS ÁNGELES DE SAN DIEGO

VIRGEN DEL CARMEN

LOS CEDROS

VIRGEN DEL ROSARIO

LOS CEDROS DE NARANJAL

VIRGEN DEL ROSARIO CHUQUITANTA I, II y III ETAPAS

LOS CASTAÑOS

VIRGEN DEL SOL

LOS CHASQUIS I, II, III y IV ETAPAS

VISTA ALEGRE

LOS CIPRESES DE NARANJAL

VISTA HERMOSA I y II ETAPAS

LOS CLAVELES

185

186

187

CENTROS DE SALUD – MICRO RED DE SALUD SAN MARTÍN DE PORRES

No.

CENTROS y PUESTOS DE SALUD

DIRECCIÓN

1

C.S.B. San Martin de Porres

Pasaje Leones 155 / Calle Pedregal s/n - Pedregal

2

C.S. Valdivieso

Calle Las Dalias 171 - Urbanización Valdivieso

3

P.S. Mesa Redonda

Jr. Sánchez Cerro s/n - Urbanización Mesa Redonda

4

C.S. México

Av. Diez Canseco 3613 - Urbanización Condevilla

5

C.S. Los Libertadores

Av. Libertador Don José de San Martín 1055

6

P.S. Cerro La Regla

Av. Esperanza Manzana “S” s/n - Cerro La Regla

7

C.S. Perú III Zona

Av. Universitaria Nº 181 - Urbanización Condevilla

8

P.S. Ama Kella

Calle Fermín Nacario 112 - Cooperativa Ama Kella

9

P.S. Condevilla

Jr. José María Córdova 3397 - Urbanización Condevilla

10

P.S. Gustavo Lanatta Luján

Calle Félix del Valle Nº 502 - Condevilla - 2da Etapa

11

C.S. Perú IV Zona

Av. Perú 3595 - Urbanización Perú

12

P.S. San Juan de Salinas

A.H. Cerro Candela (costado del Colegio N° 2028)

13

P.S. Ex Fundo Naranjal

Manzana I, Lote 24 - Cooperativa ex Hacienda Naranjal

14

P.S. Virgen del Pilar

Av. Los Alisos 397 - Urbanización Naranjal

15

C.S. Infantas

Av. 25 de Enero - Infantas

COMISARÍAS PNP SAN MARTÍN DE PORRES

No.

COMISARÍAS

DIRECCIÓN Y TELÉFONOS

1

Comisaría PNP San Martín de Porres

Jr. Manuel Villar, Cuadra 04 - Urbanización Ingeniería Teléfonos: 482-2650 / 328-3820 / Nx. 819*7907

2

Comisaría PNP Barboncitos

Jr. Salvador Nº 432 Teléfonos: 568-2705 / Nx. 819*9221

3

Comisaría PNP Condevilla

Av. José Granda, Cuadra 36 Teléfonos: 568-7005 / Nx. 819*8252

4

Centro Preventivo del Niño y Adolescente PNP 4

Av. Zarumilla Nº 900 Teléfono: 481-5688

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ANEXOS ANEXO 01 Decreto Ley N° 11369 de creación del distrito. (22 de Mayo de 1950) ANEXO 02 Ley N° 12662 de cambio de denominación por “Fray Martín de Porres”. (25 de Octubre de 1956) ANEXO 03 Decreto Supremo de cambio de denominación por “San Martín de Porres”. (11 de Mayo de 1962) ANEXO 04 Ley N° 14753 de cambio de denominación por “San Martín de Porres”. (11 de Diciembre de 1963)

DECRETO LEY N° 11369 EL PRESIDENTE DE LA JUNTA MILITAR DE GOBIERNO Por cuanto: La Junta Militar de Gobierno ha dado el siguiente Decreto – Ley: LA JUNTA MILITAR DE GOBIERNO Considerando: Que, la extensión que comprende el Distrito de Carabayllo, de la provincia de Lima, ha obligado al Concejo Distrital a crear tres Agencias Municipales para atender su vasta jurisdiccón;

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Que, la situación anotada justifica la creación de un Distrito Obrero Industrial que comprenda los veinticinco centros poblados situados entre Puente del Ejército, la Carretera Panamericana, el Río Chillón y el Océano Pacífico; Que, en ceremonia cívica del 25 de noviembre del año próximo pasado, reunidos los pobladores de esas zonas, expusieron, ante los señores Alcaldes del Concejo Provincial de Lima y Distrital de Carabayllo y otros funcionarios presentes, su voluntad de perpetuar, como homenaje a la labor constructiva de la Junta Militar de Gobierno, la fecha de la Revolución Restauradora de Arequipa; Que, la Municipalidad de Carabayllo se halla en la imposibilidad material de atender las crecientes necesidades de las indicadas poblaciones; En uso de sus facultades de que está investida; Decreta: ARTÍCULO 1º.- Créase en la Provincia de Lima, el Distrito Obrero Industrial “27 de Octubre”, que estará formado por los veinticinco centros poblados comprendidos entre el Puente del Ejercito, la Carretera Panamericana, el Río Chillón y el Océano Pacifico. ARTÍCULO 2º.- La capital del nuevo distrito estará constituida por la población del Barrio Obrero del Puente del Ejército y demás localidades anexas. ARTÍCULO 3º.- Los límites del citado Distrito serán los siguientes: al Este, partiendo del eje del Puente del Ejército sigue por el centro de la Avenida Caquetá hasta su cruce con la Carretera Panamericana y continuando por su eje hasta el Puente sobre el Río Chillón; al Norte, desde el referido Puente, sigue el Talweg del Río Chillón hasta su desembocadura en el Océano Pacífico, a los 11º 56’, latitud Sur; al Oeste, desde el Talweg de la desembocadura del Río Chillón siguiendo la Costa hasta el límite con la Provincia del Callao hasta encontrar el límite de esta Provincia con la de Lima, para seguir por el Talweg del Río Rímac hasta encontrar el eje del Puente del Ejército. Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los veintidós días del mes de mayo de mil novecientos cincuenta. General de Brigada Manuel A. Odría, Presidente de la Junta Militar de Gobierno.- General de Brigada Zenón Noriega, Ministro de Guerra.- Contralmirante Roque A. Saldías, Ministro de Marina.- General de Brigada Armando Artola, Ministro de Trabajo y Asuntos Indígenas.- General C.A.P José C. Villanueva, Ministro de Aeronáutica.- Contralmirante Ernesto Rodríguez, Ministro de Relaciones Exteriores.- General de Brigada Emilio Pereyra Marquina, Ministro de Hacienda y Comercio.- Coronel Juan Mendoza, Ministro de Educación Pública.- Coronel Alberto López, Ministro de Salud Pública y Asistencia Social.- Coronel Alberto León Díaz, Ministro de Agricultura.- Teniente Coronel Alberto Romero Lovo, Ministro de Justicia y Culto.- Teniente Coronel Augusto Villacorta, Ministro de Gobierno y Policía.- Teniente Coronel José del C. Cabrejo, Ministro de Fomento y Obras Públicas. Por tanto: Mando se imprima, publique y circule y se le dé el debido cumplimiento. Lima, veintidós de mayo de mil novecientos cincuenta. MANUEL A. ODRÍA. A. Villacorta.

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LEY N° 12662 EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA POR CUANTO: El Congreso ha dado la ley siguiente: EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA PERUANA Ha dado la ley siguiente: ARTÍCULO 1º.- Deróguese la Ley No.11508, promulgada el 31 de Octubre de 1950. ARTÍCULO 2º.- El Distrito denominado “27 de Octubre”, de la Provincia de Lima, se denominará en adelante “Fray Martín de Porres”. ARTÍCULO 3º.- Los Concejos Municipales deberán, en el término de 60 días, cambiar los nombres de las avenidas, calles, plazuelas, urbanizaciones y demás lugares que llevan la denominación de “27 de Octubre”, teniendo en cuenta lo dispuesto en el Decreto Supremo del 11 de Setiembre de 1930. Comuníquese al Poder Ejecutivo para su promulgación. Casa del Congreso, en Lima, a los veinticinco días del mes de Octubre de mil novecientos cincuenta y seis. JOSÉ GÁLVEZ, Presidente del Senado.- CARLOS A. LEDGARD, Presidente de la Cámara de Diputados.- E. MARTINELLI TIZÓN, Senador Secretario.- HERNÁN MONSANTE RUBIO, Diputado Secretario. Al señor Presidente Constitucional de la República. POR TANTO: Mando se publique y cumpla. Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los veinticinco días del mes de Octubre de mil novecientos cincuenta y seis. MANUEL PRADO Jorge Fernández Stoll.

191

DECRETO SUPREMO CONSIDERANDO: Que, el día 6 del mes en curso, el Beato Fray Martín de Porres, ha sido canonizado y declarado Santo por la Iglesia Católica; Que, con tal motivo es necesario cambiar la denominación del Distrito Fray Martín de Porres por la de San Martín de Porres; y Con cargo de dar cuenta oportunamente al Congreso Nacional; DECRETA: El Distrito de Fray Martín de Porres se denominará en adelante Distrito de San Martín de Porres. Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los once días del mes de Mayo de mil novecientos sesenta y dos. MANUEL PRADO Ricardo Elías Aparicio.

LEY Nº 14753 EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA POR CUANTO: El Congreso ha dado la ley siguiente: EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA PERUANA Ha dado la ley siguiente: ARTÍCULO ÚNICO.- El Distrito Fray Martín de Porres, de la Provincia de Lima, en el Departamento del mismo nombre, se denominará, en adelante, Distrito de San Martín de Porres. Comuníquese al Poder Ejecutivo para su promulgación. Casa del Congreso, en Lima, a los veinte días del mes de Noviembre de mil novecientos sesenta y tres. JULIO DE LA PIEDRA, Presidente del Senado.- FERNANDO LEÓN DE VIVERO, Presidente de la Cámara de Diputados.- CARLOS MALPICA, Senador Secretario.- LUIS F. RODRÍGUEZ, Diputado Secretario. Al señor Presidente Constitucional de la República. POR TANTO: Mando se publique y cumpla. Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los once días del mes de Diciembre de mil novecientos sesenta y cuatro. FERNANDO BELAÚNDE TERRY Oscar Trelles Montes.

192

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