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Spanish Pages [326] Year 2013
Raúl Felipe Trujillo Mejía
Administrador de empresas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, con posgrado en Alta Gerencia Petrolera de la Universidad Eafit y en la Universidad de Texas A&M, donde fortaleció sus conocimiento en ingeniería de control del fuego. Ejerció el cargo de director de Seguridad Ocupacional en los sistemas de transporte en la Empresa Colombiana de Petróleos, Ecopetrol, durante 12 años, donde trabajó por 25 años. Gestor de Inteseg, entidad de estudios de posgrado de Seguridad y Salud Ocupacional en las universidades Javeriana y Militar. También ha sido docente en la Universidad de América, Universidad del Bosque, Universidad Militar Nueva Granada, Universidad Javeriana y la Autónoma de Manizales. Fue cogestor de la creación de la Organización Latinoamericana de Protección Contraincendios OLAPCI, como representante del Consejo Colombiano de Seguridad y en asocio con la NFPA de los Estados Unidos, y secretario general del congreso de seguridad ocupacional organizado por la Alaseht y con sede en Colombia. Se ha desempeñado como presidente del consejo técnico del Consejo Colombiano de Seguridad y del Comité Nacional de Seguridad de la Industria Petrolera. En 1986 fue asesor de la Presidencia de la República para seguridad ocupacional en el Proyecto Malpelo. El Consejo Colombiano de Seguridad lo condecoró con la medalla A los forjadores de la seguridad, en el año de 1988. Ha escrito, Manejo Seguro de Hidrocarburos, Temas de seguridad industrial para especialistas, Manejo seguro de líquidos y gases, Transportes seguro de hidrocarburos por carretera, Manejo seguro de los crudos de Castilla, Seguridad Ocupacional y El fuego de la mitología a la ingeniería.
Segunda edición
Planes de contingencias Raúl Felipe Trujillo Mejía
Catalogación en la publicación – Biblioteca Nacional de Colombia
Trujillo Mejía, Raúl Felipe, 1945Planes de contingencias / Raúl Felipe Trujillo Mejía. – 2ª. ed. – Bogotá : Ecoe Ediciones, 2013 324 p. – (Ingeniería y arquitectura. Salud ocupacional) Incluye glosario y bibliografía ISBN 978-958-648-995-9 1. Prevención de desastres 2. Administración de riesgos I. Título II. Serie CDD: 363.34 ed. 20
Colección: Salud ocupacional Área: Ingeniería y arquitectura
CO-BoBN– a842093
Primera edición: Bogotá, 2011 Segunda edición: Bogotá, junio de 2013 Reimpresión: Bogotá, marzo de 2014 ISBN 978-958-648-995-9 e-ISBN 978-958-648-996-6 © Raúl Felipe Trujillo Mejía e-mail: trujillomejí[email protected] © Ecoe Ediciones E-mail. [email protected] www.ecoeediciones.com Carrera 19 No. 63C - 32, Pbx. 2481449
Coordinación editorial: Andrea del Pilar Sierra Diagramación: Yolanda Madero T. Carátula: Wilson Marulanda Impresión: Multi-impresos SAS Calle 75 A No 24-20
Impreso y hecho en Colombia - Todos los derechos reservados
Agradecimientos Doy gracias a Dios por darme la capacidad para poder aportar mis conocimientos en este mi séptimo libro sobre la especialidad de seguridad ocupacional, espero que sea una semilla y tenga frutos dentro de estudiosos y especialistas sobre el tema.
Recuerdo a mis padres hoy en el cielo Quiero a mi esposa Eugenia, a mis hijos Santiago, Ana María y Felipe y como abuelo a Mariana, Pablo y Valeria.
Contenido PRESENTACIÓN ..................................................................................................................... XIII CAPÍTULO 1. CONTINGENCIA O EMERGENCIA ................................................... Definiciones de contingencia y emergencia................................................................
1 2
CAPÍTULO 2. HECHOS DE LA HUMANIDAD: EMERGENCIA O CONTINGENCIA ............................................................................................................... El Arca de Noé......................................................................................................................... El caballo de Troya ................................................................................................................. El Titanic, 1912 ........................................................................................................................ La tragedia de Bhopal, 1983 .............................................................................................. El desastre de Armero, el 13 de noviembre de 1985 ............................................... El accidente de Chernobyl, 1986...................................................................................... La plataforma petrolera Alpha, 1988.............................................................................. El Exxon Valdez, en Alaska, 1989...................................................................................... Terremoto en la zona cafetera colombiana, 1999 ..................................................... El barco tanquero Prestigie, 2002 .................................................................................... El terremoto de Haití, 2010 ................................................................................................ El terremoto de Chile, 2010 ............................................................................................... EL derrame de petróleo en el Golfo de México, 2010 ............................................. Estados Unidos: BP no tenía un plan de contingencia, 2010................................ En Perú cerraron las puertas durante simulacro, 2010 ............................................ Muertes por explosión en mina rusa, 2010 ................................................................. Desastre en Fukushima-Japón, 2011 .............................................................................. Derrumbe edificio Bangladesh, 2013 ............................................................................. Datos económicos sobre desastres en Colombia y el mundo .............................
5 5 6 7 8 8 9 9 9 10 10 10 11 12 13 15 16 17 17 18
CAPÍTULO 3. CRITERIOS SOBRE LOS PLANES DE CONTINGENCIAS ........ 19 CAPÍTULO 4. SISTEMA NACIONAL DE GESTIÓN DEL RIESGO Y DESASTRES . 23 Ley 1523 de 2012 (abril 24) por la cual se adopta la política nacional de gestión del riesgo de desastres y se establece el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres y se dictan otras disposiciones ....................... 27 CAPÍTULO 5. ENTIDADES PARA EL CONTROL Y PREVENCIÓN DE DESASTRES ....................................................................................................................... 61 Entidades nacionales para consultar .............................................................................. 62 Entidades internacionales para consultar ..................................................................... 64
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RAÚL FELIPE TRUJILLO MEJÍA
CAPÍTULO 6. LEGISLACIÓN Y NORMALIZACIÓN SOBRE PLANES DE CONTINGENCIAS................................................................................................................ Legislación nacional .............................................................................................................. Normas Técnicas Colombianas, NTC .............................................................................. Normalización Técnica Internacional..............................................................................
67 67 72 73
CAPÍTULO 7. PUNTOS PARA VALORAR UN PLAN DE CONTINGENCIAS ...
75
CAPÍTULO 8. PLANES DE CONTINGENCIAS PARA MUNICIPIOS .................... 83 Organización de los comités o grupos de trabajo.................................................... 87 Capacitación y entrenamiento .......................................................................................... 89 CAPÍTULO 9. PLANES DE CONTINGENCIAS PARA AEROPUERTOS ............... El accidente de Tenerife ....................................................................................................... El simulacro en el aeropuerto de La Nubia.................................................................. Guías básicas .........................................................................................................................
91 91 91 92
CAPÍTULO 10. PLANES DE CONTINGENCIAS PARA MUNICIPIOS................. 101 Evaluación de los riesgos .................................................................................................... 102 Establecimiento del plan de contingencias ................................................................. 107 CAPÍTULO 11. PLANES DE CONTINGENCIAS PARA ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS ................................................................................................................................ Grupos escolares de prevención y atención de situaciones de emergencias....... Formulación de planes de acción en accidentes o emergencias dentro de las instituciones .......................................................................................................... Inventario de los suministros, servicios y recursos existentes.............................. ¿Cómo desarrollar planes de capacitación y entrenamiento?.............................. Planes de contingencias en universidades .................................................................. CAPÍTULO 12. PLANES DE CONTINGENCIAS PARA MINAS ............................. Plan de contingencias ante respuesta en caso de emergencia ........................... Localizaciones en dónde aplicar los planes de contingencias ............................. Aspectos administrativos de los planes de contingencias y preparación para emergencias............................................................................................................. Equipo, medios y recursos que debemos tener......................................................... Procedimientos para actuar ante una emergencia ................................................... Acciones posteriores para retornar a la actividad normal ..................................... Capacitación y entrenamiento .......................................................................................... Criterios para tener en cuenta .......................................................................................... Revisión y actualización de los planes de contingencias ....................................... Comunicación y participación del plan de contingencias a la comunidad ..... Reglamentaciones internacionales..................................................................................
109 112 113 115 115 116 119 121 122 122 123 124 124 124 125 125 126 126
CAPÍTULO 13. PLANES DE CONTINGENCIAS PARA ORGANIZACIONES AGROINDUSTRIALES ............................................................................................................... 129 Soportes en casos críticos según los planes de contingencias ........................... 132
VIII
Tabla de contenido
Características y funciones del líder del plan de contingencias .......................... Brigadas de control y acción ante una emergencia ................................................. Entrenamientos y simulacros............................................................................................. Control e información sobre productos y materias primas...................................
132 133 133 134
CAPÍTULO 14. PLANES DE CONTINGENCIAS PARA EMERGENCIAS CON HIDROCARBUROS.......................................................................................................... Criterios básicos...................................................................................................................... El caso de la Unión Carbide, en Bhopal ........................................................................ La explosión de un tanque en Tacoa, Venezuela .................................................. La tragedia en San Juanico, México................................................................................ El derrame del Exxon Valdez, en Alaska ........................................................................ La explosion subterránea en Guadalajara .................................................................... El derrame de petróleo en el Golfo de México .......................................................... Explota una planta en Texas...............................................................................................
135 135 144 144 144 144 145 145 146
CAPÍTULO 15. PLANES DE CONTINGENCIAS ANTE FENÓMENOS NATURALES................................................................................................................................... Inundaciones ........................................................................................................................... Terremotos y sismos ............................................................................................................. Tormentas eléctricas ............................................................................................................. Algunos hechos tristemente sobresalientes en los últimos años .......................
147 147 149 152 154
CAPÍTULO 16. PLANES DE CONTINGENCIAS PARA LUGARES DE CONCENTRACIÓN HUMANA ...................................................................................... 155 Algunas medidas básicas para tener en cuenta......................................................... 157 En situaciones en caso de emergencia .......................................................................... 157 CAPÍTULO 17. PLANES DE CONTINGENCIAS EN HOSPITALES Y SIMILARES ................................................................................................................................. Identificación de las condiciones de trabajo .......................................................... Brigadas de apoyo ................................................................................................................. Brigadas de ayudas internas y soporte de acción..................................................... Brigadas de capacitación investigación y análisis ..................................................... Brigadas de control, rescate y extinción ....................................................................... Brigadas de evacuación ....................................................................................................... Brigadas de primeros auxilios ........................................................................................... Sistema de prevención y alarma ...................................................................................... Procedimientos generales de atención de emergencias ........................................ Algunas cifras sobre accidentes en centros hospitalarios en el mundo...........
161 162 165 165 166 166 167 168 168 168 169
CAPÍTULO 18. PLANES DE CONTINGENCIAS PARA ETAPAS DE CONSTRUCCIÓN Y OBRAS ............................................................................................ 171 Objetivos específicos de un plan de contingencias ................................................. 171 CAPÍTULO 19. GUÍA PARA ELABORAR PLANES DE CONTINGENCIAS........ 179 Las brigadas ............................................................................................................................. 185
IX
RAÚL FELIPE TRUJILLO MEJÍA
Inventarios y recursos........................................................................................................... Los simulacros ......................................................................................................................... Informe e investigación de los hechos no deseados ............................................... Los líderes del plan de contingencias ............................................................................ Los grupos de ayuda mutua externa.............................................................................. La atención médica y primeros auxilios ........................................................................ Soporte técnico para casos contra incendios ............................................................. Las evacuaciones .................................................................................................................... Las relaciones e información a externos ....................................................................... Los suministros, servicios y recursos .............................................................................. Los análisis de las amenazas ............................................................................................. Los materiales, equipos e instalaciones ........................................................................ Las personas con discapacidad física .............................................................................
187 188 189 189 190 191 191 192 192 193 194 195 196
CAPÍTULO 20. ¿QUÉ HACER ANTES, DURANTE Y DESPUÉS DE UN TERREMOTO?................................................................................................................ 197 Guías básicas............................................................................................................................ 197 CAPÍTULO 21. BRIGADAS, BRIGADISTAS Y SIMULACROS................................. Procedimiento de evacuación en caso de siniestro ................................................. Perfil básico de los brigadistas ......................................................................................... Tipos de brigadas .................................................................................................................. Funciones y actividades básicas de las brigadas ....................................................... De los simulacros ...................................................................................................................
205 205 206 208 208 210
CAPÍTULO 22. MÉTODOS PARA VALORAR SITUACIONES DE RIESGO ........ Escala de Richter .................................................................................................................... Escala de Saffir-Simpson ............................................................................................... Escala de Beaufort ................................................................................................................. Escala De Mercalli modificada .....................................................................................
217 217 219 220 222
CAPÍTULO 23. FENÓMENOS FÍSICOS NATURALES Y DESASTROSOS........... Vulcanología ............................................................................................................................ Deslizamientos, derrumbes y similares ......................................................................... Hundimientos y agrietamiento de suelos .................................................................... Tsunamis o maremotos........................................................................................................ Lluvias fuertes intensas e inundaciones ........................................................................ Vientos fuertes y tornados ................................................................................................. Tormentas eléctricas ............................................................................................................. Incendios y explosiones ...................................................................................................... Las explosiones ....................................................................................................................... Derrame de sustancias químicas .................................................................................... Fugas de gases........................................................................................................................ Intoxicaciones y envenenamientos ................................................................................. Accidentes en sistemas de transporte ...........................................................................
225 225 228 228 229 230 230 232 232 234 235 235 236 236
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Tabla de contenido
CAPÍTULO 24. CLASIFICACIÓN DE PRODUCTOS QUÍMICOS Y ÁREAS ELÉCTRICAS............................................................................................................... Clasificación de sustancias químicas según LA ONU .................................................. Simbología de la NFPA (National Fire Protection Association). .................... Clasificación de áreas eléctricas de la NFPA ................................................................ Código NEMA para un trabajo seguro ..........................................................................
239 241 246 249 251
CAPÍTULO 25. PRIMEROS AUXILIOS A PERSONAS ................................................ Valoración del lesionado ..................................................................................................... Vendajes .................................................................................................................................... Triage o triaje ........................................................................................................................... Botiquín para atención de lesiones.................................................................................
253 254 255 265 267
CAPÍTULO 26. EL FUEGO, BASES DE CONTROL Y EXTINCIÓN......................... Naturaleza y constitución del fuego .............................................................................. Teoría de la pirámide o el tetraedro del fuego........................................................... Factores que influyen en la producción del fuego.................................................. Clasificación del fuego ......................................................................................................... Productos de la combustión.............................................................................................. Transmisión del fuego .......................................................................................................... Identificación de tipos de fuegos .................................................................................... Control y extinción del fuego............................................................................................ Métodos de control y extinción ....................................................................................... Formas básicas de extinción .............................................................................................. Agentes y elementos extintores ....................................................................................... Extintores portátiles .............................................................................................................. Distribución y señalización ................................................................................................. Inspección de los equipos y sistemas contra incendios ......................................... Uso correcto de los extintores ..........................................................................................
271 271 271 273 277 280 281 281 283 284 285 286 290 291 293 294
GLOSARIO................................................................................................................................ 295 BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................... 307
XI
Presentación El Colegio Palermo de San José fue su primer vínculo con la educación; luego continuó en el San José de Medellín y culminó su educación básica, en el Colegio Santo Tomás de Aquino de Bogotá. En la Universidad Jorge Tadeo Lozano se graduó como administrador de empresas, estudios que complementó con los posgrados de, Alta Gerencia Petrolera en la EAFIT, de su natal Medellín; y de Ingeniería de Control del Fuego, en la Universidad de Texas (EE.UU). Siempre pegado a un libro o investigando sobre su pasión profesional, la seguridad ocupacional o el fuego, o como hoy lo hace, escribiendo para dejar un legado a los profesionales en formación y aquellos que están por venir. Este es, creo, su séptimo libro. En su paso por la educación está el haber sido, en los años setenta, uno de los pioneros de la educación a distancia en Colombia, con el fin de capacitar a los trabajadores de Ecopetrol durante su labor por las dependencias de Capacitación de dicha empresa. Muchas veces lo vi partir, a cualquier hora del día o de la noche, a cumplir con su responsabilidad de dirigir actividades de control de accidentes, incendios y calamidades ocurridas en la empresa o en muchos casos del país e incluso en el exterior; y haciendo su trabajo con entrega, pensando en el sentido de ayuda a los demás. En eventualidades como el incendio del edificio de Avianca; las tragedias de Quebrada Blanca y de Armero; el incendio de los tanques de Puente Aranda y Santa Marta; los derrames de combustibles en los océanos Pacífico y Atlántico, y en muchos de los ríos y veredas de Colombia; estuvo a cargo. Las bombas puestas por los terroristas a los poliductos en más de una ocasión colocaron en peligro su vida durante el control a estas situaciones, siempre prestando un servicio a su Colombia del alma. Creó centros de capacitación como aquel que llamó Nemqueteba, para la industria del petróleo; también desarrolló la Escuela de Control de Incendios, Calutigún, por donde han pasado casi todos los directores, profesionales y brigadistas de la seguridad ocupacional de petroleras y empresas afines. Como administrador educativo fue co-gestor y partícipe de la creación del Instituto Tecnológico de la Seguridad, del posgrado de Salud Ocupacional de la Universidad Javeriana y de la Facultad de Administración de la Seguridad Integral en la Universidad Militar Nueva Granada. XIII
RAÚL FELIPE TRUJILLO MEJÍA
Fue docente en las universidades de América, El Bosque, Nacional de Bogotá, Nueva Granada, Javeriana y en la Escuela Colombiana de Ingeniería, entre otras. Hoy, desde su retiro y dentro de sus actividades de agricultor y campesino, lo veo escribiendo este nuevo libro sobre Planes de contingencias, que espera sea otro aporte a las nuevas generaciones. Para continuar su labor como educador mantiene un programa radial sobre seguridad ocupacional en la emisora Subachoque Estéreo. Ha recibido muchos reconocimientos y le tengo guardados muchos premios y condecoraciones, pero él guarda con aprecio especial aquel otorgado por el Consejo Colombiano de Seguridad titulado “A los Forjadores de la Seguridad”. En aquellos sitios donde se ha hablado de seguridad ocupacional, desde los años setenta, ha tenido alguna participación; estructuró la Organización Latinoamericana de Protección Contra Incendios, Olapci, en nombre de Colombia y con la NFPA de los Estados Unidos. Fue secretario técnico de las Jornadas Latinoamericanas de Seguridad organizadas por la Asociación Latinoamericana de Seguridad e Higiene en el Trabajo, Alaseht. Actuó en representación de las universidades colombianas como miembro del Comité de Certificación de Productos del Icontec durante más de diez años. El Icfes lo nombró varias veces como par académico, para el análisis de facultades y centros de educación relacionados con la seguridad ocupacional. Esta persona amable, tranquila y enamorada de su familia y su trabajo, es mi esposo desde hace más de cuarenta años.
Eugenia Hormaza de Trujillo Subachoque, mayo 2013.
XIV
Contingencia o emergencia
El título mismo de este libro está definiendo mi criterio sobre lo que es una emergencia y bien claro lo que es una contingencia, por allá en los años setenta, época cuando llegué a la sección de Seguridad Industrial del Distrito de Oleoductos de Ecopetrol, dependencia encargada de todo lo relacionado con lo que hoy defino como seguridad ocupacional, me impactó la definición de planes de emergencia, allí se me invitaba con prioridad absoluta a participar en las acciones permanentes de evacuación y preparación para casos de emergencia. Para mí, no era claro por qué se identificaba una acción totalmente positiva para evitar accidentes, daños y lesiones como plan de emergencia. Tampoco entendía por qué debía estar activo y actualizando, lo que bien claro se me decía era un plan de emergencias. Yo creía que se trataba de un equívoco lingüístico al querer decir preparación para emergencias, pero no era un plan de emergencias sino un plan de contingencias. Siempre y desde esa época, anterior al incendio de Avianca, al deshielo del nevado del Ruiz que afectó a Armero, a la quema del Palacio de Justicia, al incendio de los tanques de Puente Aranda y Santa Marta; y de todas las emergencias que ha vivido nuestro país en los últimos treinta años, consideré que la palabra adecuada para definir los sistemas, programas de capacitación, entrenamiento y todas las actividades para prepararnos ante algo no deseado era contingencias.
Capítulo
1
RAÚL FELIPE TRUJILLO MEJÍA
En la cátedra universitaria o en los programas de formación y desarrollo de personal de las empresas que me han invitado a participar en sus programas y actividades educativas, cuando he tenido que tratar ese tema, pongo, entre otros, el siguiente ejemplo que bien me ha servido para definir lo que es una emergencia y lo que para mí es una contingencia. Considero que planear una emergencia es, por ejemplo, cerrar una puerta, colocar un ladrillo en la parte superior del marco de la misma puerta y llamar a alguien que se encuentra en el exterior o parte de afuera del recinto, para que, al momento de abrir la puerta, el ladrillo le caiga en la cabeza y se produzca un accidente. Para mí, también un plan de emergencia puede ser la situación que se generó el 19 de julio de 1973, cuando, por el afán de salir hacia el puente festivo de la fecha de celebración de nuestra independencia, una o varias personas dejaron una duplicadora – así se llamaba en esa época la máquina utilizada para obtener duplicado de documentos – encendida y sin tapa el recipiente en donde se almacenaban los líquidos químicos duplicadores. Además las ventanas y puertas estaban cerradas. Esto, que fue el antecedente del incendio del edificio de Avianca, que aunque –estoy seguro– no fue planeado, sí fue la preparación perfecta para una emergencia, pero no fue nunca una preparación de un plan de contingencias. Un plan de contingencias, tal como título este libro, es tomar todas las acciones, medidas y situaciones para actuar en caso de una emergencia, y así lo tomaré a todo lo largo de este documento que ECOE Ediciones y la Universidad del Quindío me han invitado a escribir.
Definiciones de contingencia y emergencia Veamos algunas definiciones de estos términos: Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: Contingencia. (Del lat. contingentĭa). f. Posibilidad de que algo suceda o no suceda. || 2. f. Cosa que puede suceder o no suceder. || 3. f. Riesgo. Emergencia. (Del lat. emergens, -entis, emergente). f. Acción y efecto de emerger. || 2. f. Suceso, accidente que sobreviene. || 3. f. Situación de peligro o desastre que requiere una acción inmediata. Diccionario básico Larousse: Contingencia. Posibilidad de que una cosa suceda o no. Cosa que puede o no suceder.
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1. Contingencia o emergencia
Emergencia. Acción y efecto de emerger. Circunstancia imprevista. Estado de excepción o urgencia. Salida de emergencia. La que se utiliza en caso de emergencia. Plan. Programa, detalle de las cosas que hay que hacer para la ejecución de un proyecto.
Diccionario Aristos de la Lengua Española: Contingencia. Posibilidad de que una cosa suceda o no suceda. Cosa que puede suceder o no suceder. Riesgo. Emergencia. Acción de emerger. Ocurrencia, accidente que sobreviene. Plan. Intento, proyecto.
Diccionario Encarta: Contingencia. Posibilidad de que algo suceda o no suceda. || 2. Cosa que puede suceder o no suceder. || 3. Riesgo. Emergencia. (Del lat. emergens, -entis, emergente). f. Acción y efecto de emerger. || 2. Suceso, accidente que sobreviene. || 3. Situación de peligro o desastre que requiere una acción inmediata. Bien podría seguir citando diccionarios y libros sobre la lengua española y los resultados sería iguales o, por lo menos, muy similares. Definitivamente me mantengo en que es de un plan de contingencias –y no de un plan de emergencia– de lo que estudiaremos en este libro. El plan nacional de contingencias contra derrames de hidrocarburos, derivados y sustancias nocivas, en aguas marinas, fluviales y lacustres, para la República de Colombia, define así: Plan de contingencias. Programa de tipo predictivo, preventivo y reactivo para el control de un derrame, con una estructura estratégica, operativa e informática desarrollado por la empresa, industria o actividad que puede generar un derrame. Plan de emergencia. Organización de los medios humanos y materiales disponibles para garantizar la intervención inmediata ante la existencia de una emergencia y garantizar una atención adecuada.
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RAÚL FELIPE TRUJILLO MEJÍA
En una definición muy de la empresa petrolera que desde siempre, creo yo, ha sido la abanderada en todo lo relacionado con las seguridad ocupacional desde cuando en nuestro país y por allá en los años de la primera década del siglo pasado, se conocía como “safety”, se dice claramente que un plan de contingencias es una preparación para una emergencia. El máximo ejemplo de un plan de contingencias, y tal vez el primero que he encontrado en la historia de la humanidad, fue el narrado en el pasaje bíblico y que tiene que ver con el Arca de Noé. Este hecho fue perfectamente planeado detalle por detalle, y se hizo como preparación para evitar los efectos de la máxima tragedia de la humanidad, como ha sido catalogado por siempre el diluvio universal. Más adelante volveremos al detalle de este caso. Otra forma incorrecta es decir planes de emergencia; en tal caso, sería más castizo y claro utilizar, si así se quisiere, las palabras planes para casos de emergencia, pero en la terminología clara y moderna, como ya lo expuse, debemos utilizar las palabras planes de contingencias para todas aquellas actividades encaminadas al logro del menor, mínimo o ningún efecto negativo ante una situación de emergencia presentada en cualquier instalación, lugar o proceso y que pudiera tener efectos en relación directa con la calidad de los planes de contingencias que tengamos preparados y debidamente practicados y entrenados. En mi empresa de siempre, la Empresa Colombiana de Petróleos, implanté varias frases que en un momento podrían llamarse planes de contingencias, y de ellas recuerdo: Todos los equipos para el control del fuego deben estar en perfectas condiciones 24 horas antes de cualquier incendio. Tu familia te necesita, conduce con seguridad es otra frase que recuerdo. Frases como éstas bien podrían considerarse como bases de un plan de contingencias y estar preparados para evitar una emergencia.
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Hechos de la humanidad: emergencia o contingencia
No es fácil establecer cuáles fueron los grandes hechos de la humanidad, en cuanto a contingencias o emergencia se refiere, pero analizando logré llegar a algunos de ellos, y considero que la historia bíblica de El Arca de Noé es un excelente documento para establecer aquello que considero una contingencia, por esto me acojo a la Biblia, el libro tal vez más importante de la humanidad, y que describe:
El Arca de Noé La historia del Arca de Noé, según los capítulos 6 al 9 del libro del Génesis, comienza así: “Yahvéh Elohim observó que los hombres se estaban multiplicando sobre la faz de la Tierra y la maldad crecía y el propósito de su creación no se cumplía, por lo que decidió destruir al hombre. Sin embargo, encontró a un buen hombre que halló gracia ante sus ojos, Noé. «Un hombre justo y cabal entre la gente de su tiempo», y decidió que a él le correspondería mantener el linaje de los hombres. Yahvéh dijo a Noé que construyera un arca, y que llevara con él a su esposa, a sus hijos Sem, Cam y Jafet, y a las esposas de éstos. Adicionalmente, tenía que llevar de todos los animales: de los puros debía tomar siete parejas y de los impuros una sola pareja (un macho y una hembra) y, para suministrarles alimentos, le dijo que tomara y almacenara la comida necesaria.
Capítulo
2
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Obviamente, Noé no tenía los conocimientos ni las herramientas para construir tamaño proyecto de barco, Yahvéh le proporcionó los conocimientos y las herramientas. La construcción debió durar al menos unos tres años. Mientras construía el barco o Arca, Noé y su familia fueron objeto de burlas por parte de sus vecinos quienes venían a hostigar y mofarse de cómo Noé construía un barco en pleno desierto. Cuando Noé completó el arca, entraron en él, su familia y todos los animales. «Aquel día fueron rotas todas las fuentes, y las cataratas del cielo se abrieron, y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches». El diluvio cubrió hasta las montañas más altas, y todas las criaturas de la Tierra murieron; sólo Noé y los que estaban con él en el arca sobrevivieron. Finalmente, después de muchos días, el arca se asentó en el monte Ararat, y las aguas retrocedieron por algunos días hasta que emergieron las cimas de las montañas. Entonces Noé envió a un cuervo que «salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra». Luego Noé envió una paloma, que regresó porque no tuvo donde posarse. Noé envió de nuevo a la paloma y regresó con una hoja de olivo en su pico, y entonces supo que las aguas se habían retirado. Noé esperó siete días más y envió a la paloma una vez más, y esta vez el ave no regresó. Pero tuvo que esperar unos días más, entonces él y su familia y los animales salieron del Arca, y Noé ofreció un sacrificio a Yahvéh, y éste decidió que nunca volvería a maldecir a la Tierra debido al hombre, y que no volvería a destruir toda la vida en ella”. Este caso de Noé y su arca es ideal para explicar lo que es un plan de contingencias, toda vez que fue preparado para atender una emergencia, estableciendo todos los medios para actuar cuando ésta ocurriera, y consiguiendo todos los elementos necesarios para actuar cuando los hechos que iban a suceder se presentaran. Claro está que en este caso Noé no sabía exactamente lo que iba a suceder, pero recordemos la lectura anterior que nos narra cómo los vecinos del patriarca se burlaban de él porque no esperaban lo que sucedería; para ellos, sí fue una emergencia para la que no tenían plan de contingencias y por eso todos murieron.
El caballo de Troya Entre los libros más clásicos de nuestra historia literaria también encontramos una situación guerrera vivida, y que su autor denominó como del Caballo de Troya. Para mí, este es un ejemplo de lo que es un plan de emergencia, porque los guerreros que armaban el caballo sabían y actuaban con claridad sobre lo que preparaban, y esperaban lograr su objetivo ante sus enemigos, pero estos no esperaban los sucesos posteriores. 6
2. Hechos de la humanidad: emergencia o contingencia
A continuación veamos apartes de la leyenda y su desarrollo: “La guerra de Troya ya tenía más de diez años cuando el campeón de los griegos, Aquiles, cae mortalmente herido en combate. El desaliento de los griegos es profundo, desmoralizados, sólo esperan una señal para regresar a casa. En una caminata, Odiseo observa una paloma perseguida por un halcón; la paloma se refugia en una grieta y el halcón vuela en círculos. La paloma vigila desde su precario refugio; el halcón finge retirarse y se esconde fuera de la mirada de la paloma, quien poco a poco asoma la cabeza para cerciorarse de que el cazador desistió. Después de largo rato, confiada, emprende el regreso al nido. El halcón sale del escondite y culmina la cacería. Odiseo entiende y nace la estratagema del caballo de Troya. Bajo las instrucciones de Odiseo, el caballo fue construido por Epeo el feocio, el mejor carpintero del campamento. Tenía una escotilla escondida en el flanco derecho y en el izquierdo grabada la frase: «Con la agradecida esperanza de un retorno seguro a sus casas después de una ausencia de nueve años, los griegos dedican esta ofrenda a Atenea». Los troyanos, grandes creyentes en los dioses, cayeron en el engaño y lo aceptaron para ofrendarlo a los dioses, ignorando que era un ardid de los griegos para traspasar sus murallas. Dentro del caballo se escondía un selecto grupo de soldados. El caballo era de tal tamaño que los troyanos tuvieron que derribar parte de los muros de su ciudad para que entrara. Una vez introducido el caballo en Troya, los soldados ocultos en él abrieron las puertas de la ciudad, tras lo cual la fuerza invasora entró y los destruyó”.
El Titanic, 1912 Ya en el mundo moderno presento como ejemplo de lo que es una contingencia o una emergencia, el accidente del trasatlántico inglés: El Titanic, el mayor barco del mundo en su época, que salió del puerto inglés de Southampton el 10 de abril de 1912 con destino a Nueva York. Llevaba 2.250 personas a bordo y a las 22:15 horas del 14 del mismo mes chocó con un enorme Iceberg; 40 minutos después transmitió su último mensaje: “Naufragamos”. Sólo se salvaron 713 personas y se cree que 800 de los pasajeros muertos fueron devorados por los tiburones. Este que es un caso de gran soberbia, toda vez que su armador, poco antes de iniciar su único viaje, dijo que: ni Dios hundiría su nave, es un caso típico para catalogar como emergencia y que nunca nadie esperó que, a dos días de su lanzamiento, se hundiría y ocasionaría una de las primeras tragedias del mundo moderno.
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La tragedia de Bhopal, 1983 El 3 de diciembre de 1983 en esta ciudad de la India se presenta un derrame de productos químicos que generó la considerada como una de las mayores tragedias industriales del siglo veinte. Algunos presentan una cifra de más de 2.500 muertos y la empresa Unión Carbide propietaria de la planta se quebró como consecuencia de las demandas y costos generados por el accidente. Esta planta no tenía un plan de contingencias que cubriera las necesidades de la misma y nunca había tenido presente las lesiones, daños y riesgos que podría ocasionar a las vecindades.
El desastre de Armero, el 13 de noviembre de 1985 El municipio de Armero, en Colombia departamento del Tolima, fue víctima por tercera vez en la historia conocida, de una avalancha causada por deshielos del nevado del Ruiz. Este hecho, que marcó la historia del mundo por sus 22.000 víctimas y la destrucción total de un fértil municipio, es un ejemplo clarísimo de lo que son las contingencias y las emergencias. Por el fenómeno del Niño, entre otros efectos climáticos, se esperaba una avalancha generada por un deshielo en el nevado, todas las fuerzas vivas de la región y del país se prepararon para una situación grave. Se hicieron programas de capacitación y entrenamiento, se instalaron alarmas audibles a largas distancias, se organizó una amplia cadena de informantes para situaciones críticas. En general, se preparó todo lo necesario de acuerdo con las capacidades y conocimientos que Colombia y el mundo contaban en ese momento. Pero sucedió que las gentes de la región se habituaron a los riesgos y situaciones y se familiarizaron con los simulacros. Y el día en mención, en las horas de la noche, hubo accionar de alarmas y una información en el sentido de que por los poblados vecinos habían avistado el inicio de la avalancha tan esperada. Algunas personas sobrevivientes afirman que varias autoridades de la región dieron alarmas, y otras no dieron credibilidad a las informaciones, y que quienes estaban preparados para las contingencia y tenían conciencia se desplazaron a los sitios altos a los que de conformidad con los planes de contingencias debían dirigirse, y quienes no creían en los planes de contingencia o se habían habituado a la situación se quedaron dentro del pueblo. El párrafo anterior define bien claro lo que es un plan de contingencias, y lo que pasa con un plan de emergencias, como algunos lo llaman. Como ya comentaremos en este libro, esta tragedia, una de las más grandes sucedidas en Colombia, produjo tal alarma y caos mundial que la ONU creó el programa APELL. 8
2. Hechos de la humanidad: emergencia o contingencia
El accidente de Chernobyl, 1986 El 26 de abril de 1986 ocurre en Chernobyl ciudad de la antigua Rusia hoy Ucrania y por una fuga radioactiva, la mayor catástrofe nuclear y posiblemente de todo tipo que haya ocurrido al mundo hoy conocido. La tragedia tan solo se informó 48 horas después de sucedida y esto incrementó las consecuencias. Nunca se sabrán las cifras de muertos, heridos y pérdidas de todo tipo y dicen los científicos, que solo dentro de doscientos años se podrá calcular lo que esta tragedia le costó al mundo. Se cree que para reducir los efectos y consecuencias, hubiera sido necesario invertir cuarenta mil millones de dólares inmediatamente, sin que esto garantizara el control total. Al cumplirse 12 años de este hecho se creía que 125 mil personas habían fallecido como consecuencia de él, y hasta la fecha; los estudios cifran en 150 mil kilómetros cuadrados el área afectada directamente. Estos son datos aproximados que presentaron los organismos internacionales al celebrarse el día mundial de la tierra, el 22 de abril de 1999. Según la Unesco, 72 mil personas sufren enfermedades tales como cáncer, tuberculosis, cirrosis y leucemia; y más de 200 mil niños de los llamados de la generación de Chernobyl, sufren malformaciones. Los Ucranianos aseguran que han gastado más de once mil millones de dólares en tratamientos médicos. En cuanto a las tierras, aseguran los estudiosos que el 25% de las localizadas en un radio de 500 kilómetros, quedaron inservibles por los próximos 100 años.
La plataforma petrolera Alpha, 1988 Esta se destruyó completamente el 6 de julio de 1988, momento en que era la más grande del mundo, y al explotar mató a 167 trabajadores. Se consumió totalmente en 2 horas, dejando uno de los desastres petroleros más lamentables en el Mar del Norte y el mundo entero. En este caso, los sistemas para control del fuego fueron deficientes y, además, no hubo quien los operara adecuadamente.
El Exxon Valdez, en Alaska, 1989 Este navío petrolero chocó contra un arrecife a las 04:00 horas del 24 de marzo de 1989, llevaba una carga de 11 millones de galones de petróleo crudo que se expandieron por más de 2000 kilómetros cuadrados, pero lo caro no fue la pérdida del barco ni del combustible, sino el costo de la limpieza del mismo y las pérdidas ambientales para la humanidad. Allí también fallaron los inventarios y los cálculos para los que estaban preparados.
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Dentro de las posibilidades que la tecnología ofrecía para esa época, se utilizaron varios sistemas de limpieza y recolección de crudos tales como: Dispersión de productos químicos llamados ´Corexit´ en el mar abierto, utilizando helicópteros y con sistemas manuales para las orillas. Limpieza mecánica con bombas extractoras y desnatadores que en esa experiencia fueron útiles solo parcialmente porque las algas y el mismo crudo los taponaban. También se generaron varias quemas del crudo para tratar de reducir las consecuencias futuras. Fue en este derrame en el que se iniciaron las experiencias con microorganismos para eliminar los derrames de petróleo crudo tanto en agua como posteriormente en tierra.
Terremoto en la zona cafetera colombiana, 1999 El 25 de enero el llamado eje cafetero colombiano fue estremecido por un fuerte sismo calificado como grado 6.2, quedaron afectadas todas las poblaciones de esa zona cafetera. Según estadísticas del estado fallecieron más de 1.230 personas en su mayoría campesinos y pobladores de los municipios afectados, y se atendieron en los centros de salud por lo menos 5.300 lesionados. Más de 200.000 personas quedaron afectadas en algún sentido y por lo menos 50.000 edificaciones sufrieron daños de algún tipo, Armenia la capital del departamento quedó afectada en casi todas sus edificaciones.
El barco tanquero Prestigie, 2002 El 13 de noviembre de 2002 y cargado con 77.000 toneladas de oro negro sufrió al encallar un daño en uno de sus tanques. Al final de cuentas, esto resultó en el hundimiento del barco y en un desastre para la naturaleza del sistema europeo. Tampoco se habían calculado dentro de los planes de contingencias situaciones como la sufrida.
El terremoto de Haití, 2010 El terremoto de Haití de 2010 fue registrado el 12 de enero a las 16:53:09 hora local (21:53:09 UTC) con epicentro a 15 km de Puerto Príncipe, la capital de Haití. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el sismo tuvo una magnitud de 7,0 grados y se habría generado a una profundidad de 10 km. También se registró una serie de réplicas; las más fuertes fueron las de 5,9, 5,5 y 5,1 grados. Este terremoto ha sido el más fuerte registrado en la zona desde el 10
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acontecido en 1770. El sismo fue perceptible en países cercanos como Cuba, Jamaica y República Dominicana, en donde provocó temor y evacuaciones preventivas. Los efectos causados sobre este país, el más pobre de América Latina, han sido devastadores. Los cuerpos recuperados a 25 de enero superan los 150.000, y se calcula que el número de muertos podría llegar a los 200.000. También habría producido más de 250.000 heridos y dejado sin hogar a un millón de personas. Se considera una de las catástrofes humanitarias más graves de la historia moderna. Indudablemente el terremoto y las consecuencias que sufrió Haití están catalogados como una de las grandes tragedias de la humanidad. Sin embargo, algo tiene que ver el ser el país más pobre de América, con un bajísimo nivel de desarrollo humano, según las últimas cifras oficiales y por el hecho de no haber tenido planes de contingencias para estos casos. Los desastres naturales, incluyendo terremotos, huracanes, tornados, tsunamis, incendios forestales, inundaciones, heladas, lluvias, entre otros, no son nuevos, ni dejarán de existir, pero sí son cada vez más una llamada de atención, sobre todo a las áreas consideradas de alguna forma como de alto riesgo. Si bien es cierto que, ante una tragedia como ésta, poco puede hacerse a posteriori, en lo que se refiere a la pérdida de vidas humanas, mucho se lograría elevando el nivel de conciencia de la población, en cuanto a la preparación para los mismos. Planes y rutas de evacuación, programas de alerta temprana, integración de áreas administrativas y de protección civil, simulacros para desalojo, mapas de rutas alternas, entre otros, son posibles, pero lamentablemente poco o nada tenían preparado en esa nación del Caribe para actuar como planes de contingencias, y por eso habrá que esperar muchos años y muchas ayudas internacionales para lograr un lugar vivible y en condiciones seguras. Por infortunio, se actuó como resultado de una emergencia.
El terremoto de Chile, 2010 El terremoto en Chile, ocurrido el 27 de febrero de 2010 a las 03:34:17 hora local (UTC-3), que alcanzó una magnitud de 8,8 M w, tuvo como epicentro el mar chileno, frente a las localidades de Curanipe y Cobquecura, a 105 km al noroeste de Concepción, 63 km al suroeste de Cauquenes, y a 47,4 km de profundidad bajo la corteza terrestre. El sismo tuvo una duración de cerca de 2 minutos 45 segundos, al menos en Santiago. Fue percibido en gran parte del Cono Sur con diversas intensidades, desde Ica en Perú, por el norte, y hasta Buenos Aires y São Paulo, por el oriente.
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Las zonas más afectadas por el terremoto fueron las regiones chilenas de Valpalraíso, Metropolitana de Santiago, O’Higgins, Maule, Biobío y La Araucanía, que acumulan más de 13 millones de habitantes, cerca del 80 por ciento de la población del país. En las regiones del Maule y el Biobío, el terremoto alcanzó una intensidad de IX en la escala de Mercalli, arrasando con gran parte de las ciudades como Constitución, Concepción, Cobquecura y el puerto de Talcahuano. En las regiones de La Araucanía, O’Higgins y Metropolitana, el sismo alcanzó una intensidad de VIII, provocando importante destrucción en la capital, Santiago de Chile, en Rancagua y en las localidades rurales. Las víctimas fatales llegaron a un total de 486. Cerca de 500 mil viviendas quedaron con daños severos, y se estimó un total de 2 millones de damnificados, en la peor tragedia natural vivida en Chile desde 1960. Un fuerte tsunami impactó las costas chilenas como producto del terremoto, destruyendo varias localidades ya devastadas por el impacto telúrico. El archipiélago de Juan Fernández, pese a no sentir el sismo, fue impactado por las marejadas que arrasaron con su único poblado, San Juan Bautista. La alerta de tsunami generada para el océano Pacífico se extendió posteriormente a más de 50 países ubicados a lo largo de gran parte de su cuenca, llegando a Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, la Antártida, Nueva Zelanda, la Polinesia Francesa y las costas de Hawái. Este sismo es considerado como el segundo más fuerte en la historia del país, y uno de los cinco más fuertes registrados por la humanidad. Los casos de Haití y Chile pueden ser ejemplo para definir otra vez la diferencia entre emergencia y contingencia, y los efectos de tener o no un plan de contingencias. Al parecer, el terremoto vivido en Chile fue de características superiores en cuanto a su gravedad al ocurrido en Haití, pero las consecuencias por pérdidas humanas y económicas fueron mayores en el país caribeño que en el austral; esto porque en Chile sí existían planes de contingencias y actividades para actuar en casos como el aquí tratado; y si no hubiera sido porque un oficial de la Marina hace caso omiso de las instrucciones dadas en los planes de contingencias, dicen los afectados, las consecuencias habrían sido aun menores de las aquí presentadas.
EL derrame de petróleo en el Golfo de México, 2010 El 20 de abril del año 2010 se detectó un grave derrame de petróleo en el golfo de México. Coincidencialmente ese desastre ocurrió el día en que el mundo celebraba el día del agua, y el mismo en que la empresa operadora celebraba los siete años de esa plataforma sin accidentes.
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Este derrame ocasionó 11 muertes en la plataforma, alcanzó más de 4.000 km de playas continuas, afectando más en los estados de Luisiana, Alabama, Misisipí, La Florida y Texas. Los especialistas de la British Petroleum, empresa operadora de la plataforma, utilizaron la tecnología más avanzada, incluyendo robots y campanas a más de 1.500 metros de profundidad. Según informes de Guardacostas de los Estados Unidos, el pozo producía más de un millón de litros de petróleo por día, y algunos afirmaron que la contaminación creció a más de 800.000 litros por día. El desastre de la plataforma bautizada como Deepwater Horizont quedó sin control, y a la fecha 1 de junio de 2010 no existía seguridad en el control, ni en los daños que seguiía causando, ni en las pérdidas para la humanidad. La empresa operadora utilizó 32 naves para controlar el crudo, más de un millón de metros de barreras, químicos y todo lo que al momento se conocía dentro de un plan de contingencias, pero hoy es una emergencia mundial. Lo anterior nos demuestra que, aun existiendo planes de contingencias, esos pueden ser cortos e insuficientes en ciertos casos como el anterior. Este accidente ya considerado como la mayor tragedia ambiental marina, como consecuencia de un derrame de petróleo, requiere análisis especial. Aunque tenían planes de contingencias, equipos, entrenamiento y los demás requerimientos de la tecnología, nunca esperaron se presentara una tragedia como la que se vivió en el golfo de México, sus anexidades y el mundo. Podemos recordar otras tragedias petroleras ambientales, pero no como la que ocurrió en el golfo; ellas son:
Estados Unidos: BP no tenía un plan de contingencia, 2010 07/05/2010 en Contaminación Internacional “Mientras el derrame de petróleo en el Golfo de México sigue expandiéndose hacia las costas del sur estadounidense, una investigación periodística reveló que el Departamento del Interior autorizó la explotación de British Petroleum (BP), aun cuando no tenía un plan de contingencias en caso de una explosión en la plataforma marítima. La noticia se conoció al mismo tiempo que las autoridades norteamericanas informaban que la gigantesca mancha negra había alcanzado por primera vez tierra, llegó a la playa de una pequeña isla desierta, que está a apenas 45 km de la costa de Luisiana.
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La empresa BP intentó contrarrestar la alarma causada por la imagen de esa playa, anunciando la llegada de una cúpula de acero gigante al lugar donde se hundió la plataforma Deepwater Horizont hace casi dos semanas. La construcción de 12 metros de altura y 113 toneladas debe taponar, a 1.500 metros de profundidad, el principal orificio del yacimiento, de donde brota entre el 80 y el 85 por ciento del crudo derramado. La presión para encontrar una forma de frenar un potencial desastre ecológico es cada vez más fuerte en Estados Unidos. Por eso, la denuncia del Post y AP no hizo más que avivar el clima de tensión. Según sendos informes, el Servicio de Control de Minerales (Minerals Management Service), organismo dependiente del Departamento del Interior, le concedió a la petrolera británica una “exclusión categórica” a los requisitos legales, dictados por la Iniciativa Nacional de Medio Ambiente. Esa ley obliga a las empresas a presentar planes de contingencia en caso de accidentes o derrames. En el momento del hundimiento de su plataforma, BP no tenía ningún plan de “emergencia”. Para los Estados Unidos, las empresas cometieron “grandes errores”. Así lo confirmó el secretario de Interior de los Estados Unidos, Ken Salazar, mientras informó que no autorizará explotación de yacimientos hasta el momento. British Petroleum dijo que asumirá la factura de la limpieza. El próximo 28 de mayo se realizará una reunión con expertos en el tema y será ahí cuando las empresas culpables del derrame conocerán que no se volverá a autorizar explorar crudo en la zona, “aunque los ya autorizados podrán seguir con su explotación de forma normal”, dijo Salazar. Las imágenes satelitales muestran cómo la mancha ya alcanzó una superficie similar al estado de Puerto Rico, al tiempo que BP anunció que asumirá la multimillonaria factura de la limpieza del residuo tóxico”. ‘‘Reacción, costos y reputación Este es el resumen de una entrevista a los responsables de la situación: – ¿Acepta que reaccionaron tarde? –Creo que eso no es preciso. Tan rápido como ocurrió el incidente, antes de que se hundiera la plataforma, iniciamos esta actividad de respuesta. (…) Nos movilizamos inmediatamente para contener a lo que nos estamos enfrentando. – ¿Acepta que esto es potencialmente el derrame más dañino de la historia? –Es claramente una situación muy seria. Y por eso estamos utilizando todos los recursos de BP, de la Guardia Costera y otras agencias federales, de la industria. Esto es un problema de la industria a la que la industria está respondiendo.
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– ¿Qué efecto tendrá en su compañía? ¿Podrán hacerle frente al costo de la limpieza y a posibles demandas legales? –Claramente tenemos un gran desafío en nuestras manos, pero somos una compañía grande y estamos respondiendo, yo creo, absolutamente de la manera correcta. – ¿Tiene alguna idea de cuánto puede costar? –Claramente depende de cuánto dure y de qué tan grande sea la limpieza, y las demandas por interrupciones de negocios. Y, obviamente, eso es imposible de decir en este momento. – ¿Qué pasa con el daño a largo plazo para la reputación de BP? –La compañía no va a ser juzgada por un accidente que, francamente, no es nuestro, (…) claramente hubo un fallo en la plataforma, el asunto real es el fallo en el equipo de seguridad, que es propiedad, operado y mantenido por Transocean. Son absolutamente responsables por su seguridad y confiabilidad. Lo que estamos haciendo es responder ante un trágico accidente y, como dije, seremos juzgados por nuestra respuesta. – ¿Y su empresa puede recuperarse? –Tengo la absoluta confianza de que BP se recuperará. Saldremos fortalecidos como consecuencia de esto, no más débiles.” Todo lo anterior nos explica las diferencias entre emergencia y contingencia y el grado de importancia que dentro de cualquier organización a nivel mundial y de cualquier tipo y riesgos tienen los planes.
En Perú cerraron las puertas durante simulacro, 2010 La siguiente noticia aporta mucho al tema de nuestro libro; la leí durante una visita que efectuaba a la hermosa República del Perú, y publicada el 31 de marzo de 2010 en el periódico El Comercio: “Un simulacro de sismo fue realizado sólo dentro de las instalaciones del Ministerio del Interior, en San Isidro, un poblado sector de Lima. El error grave fue que las puertas de esta sede estuvieron cerradas, nadie podía abandonar el lugar y los trabajadores solamente se refugiaban en el patio. Voceros del sector dieron una insólita justificación, los porteros estaban ejerciendo labor de brigadistas”. Lo anterior, que fue una crítica nacional a lo que ellos llamaron fracaso del simulacro, lo considero como un ejemplo eficaz para hacer simulacros que, junto con el plan de contingencias, son para eso; para conocer las fallas y los errores y poderlos rectificar. Qué tal que hubiera ocurrido lo narrado pero en una situación real de riesgo.
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Casi no hay día en que la prensa no presente un accidente con consecuencias para la humanidad en algún lugar del mundo, y nos preguntamos si hay planes adecuados de contingencias para cada caso en particular. A lo anterior respondo que no; siempre la cifra de víctimas es de mayor proporción cada vez y los medios de salvamento no mejoran.
Muertes por explosión en mina rusa, 2010 11 de mayo de 2010, 08:18 AM “Mezhdurechensk, Rusia (Reuters) –La cifra de muertos por el desastre ocurrido el fin de semana en una mina de carbón en Siberia subió el martes a 607, dijeron funcionarios de servicios de emergencia. Cuarenta y tres personas aún siguen desaparecidas en Raspadskaya, la mayor mina de carbón de Rusia, tras el desastre minero con mayor número de víctimas fatales ocurrido en Rusia, en tres años. “Ordeno la investigación más detallada sobre las causas del accidente, la situación en la mina y las acciones de autoridades específicas”, dijo con tono severo Putin, (primer ministro ruso) vestido de negro, a funcionarios en comentarios transmitidos por la televisión local. “Necesitamos saber qué llevó a un número tan elevado de víctimas (...), a una tragedia de semejante escala”, declaró el primer ministro. Putin dijo que deben aprenderse lecciones para crear “soluciones sistémicas orientadas a evitar que se repitan tragedias semejantes” en la industria minera rusa. Más de 350 mineros estaban bajo tierra cuando dos explosiones sacudieron a Raspadskaya, unos 3.000 km al este de Moscú, durante el fin de semana. La mayoría de ellos logró escapar. Valery Korchagin, portavoz del Ministerio de Emergencias en la región, dijo que 19 de los muertos eran rescatistas que ingresaron a la mina tras la explosión inicial. Agencias de noticias rusas citaron al ministro de “Emergencias”, Sergei Shoigu, diciendo que un súbito estallido de metano y polvo de carbón podría haber causado el desastre. Las explosiones de minas y otros accidentes industriales han provocado repetidos pedidos de líderes rusos a realizar mejoras en la infraestructura de craqueo y una observación más estricta de las reglas de seguridad. La mina Raspadskaya tiene reservas de 450 millones de toneladas de carbón y produjo 8,9 millones de toneladas en el 2007, según funcionarios de la compañía”.
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Desastre en Fukushima-Japón, 2011 Tras el devastador terremoto de magnitud 8,9, y el gran Tsunami que penetró hasta diez kilómetros en algunas franjas de la costa, Japón quedó prácticamente destruido a las 14:46 del 11 de marzo de 2011 en muchos de sus territorios. El Gobierno no dio datos oficiales de muertos pero se cifran en más de 20.000 los muertos, y en casi 100.000 los heridos y una cantidad no definida de desaparecidos. Sendai, tal vez fue la ciudad más afectada por los desastres naturales llamados terremotos y Tsunamis, y Fukushima la que más sufrió los efectos de la casi destrucción de la planta nuclear. Entre cinco y seis millones de hogares se cree quedaron sin electricidad y otro tanto sin agua corriente. La central nuclear de Fukushima al quedar afectados varios de sus reactores generó contaminaciones en tierra, aire y aguas marinas que solo con los años se podrán cuantificar no solo en sus pérdidas, sino por el efecto al ambiente del mundo en que vivimos. Dos días antes, este terremoto había sido precedido por otro temblor importante, pero de menor magnitud, ocurrido el miércoles 9 de marzo de 2011, a las 02:45:18 UTC en la misma zona de la costa oriental, de Japón y que tuvo una intensidad de 7,2 M w a una profundidad de 14,1 kilómetros. También ese día la Agencia Meteorológica de Japón dio una alerta de maremoto, pero sólo local, para la costa este de ese país. La magnitud de 9,0 M w lo convirtió en el terremoto más potente sufrido en Japón hasta la fecha así como el cuarto más potente del mundo de todos los terremotos medidos hasta la fecha. El Japón estaba preparado con todo tipo de planes de contingencias para actuar ante temblores y terremotos, toda vez que es una de las áreas que más sufre estos efectos naturales, pero su mayor desastre lo constituyeron el Tsunami para lo cual no estaba preparado adecuadamente, y la destrucción de la planta nuclear de Fukushima. Para los primeros efectos se aplicaron los planes de contingencias, para los segundos no existía planes de contingencias y por lo tanto todo fue una emergencia, de ahí los resultados de los efectos de unos y otros.
Derrumbe del edificio para textileras en Sabar, Daca, Bangladesh Un edificio conocido como Rana plaza alojaba cuatro fábricas de ropa para exportación que empleaban a unas cinco mil personas, en su mayoría mujeres. Mientras trabajaban, muchas de ellas tenían sus niños en una guardería dentro del edificio. Pese a las advertencias de desalojo por la aparición de grietas en las
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paredes del edificio se hizo caso omiso a la situación y el edificio se derrumbó alrededor de las 09:00 del día martes 24 de abril de 2013. Se cree que por lo menos había dos mil personas cuando se produjo el colapso. El saldo final de víctimas mortales se cifró por los especialistas en 1.127 hasta el momento en que se dio la orden de finalización de las actividades de salvamento. Milagrosamente, una mujer fue encontrada viva después de 16 días del derrumbe. La falta de planes de contingencias en esta catástrofe fue contundente. Entre los más evidentes se encuentra que: no había control de riesgos, existía una sola entrada y salida del edificio, la mayoría de las ventanas estaban cubiertas con mallas para evitar robos y no cumplía con las normas mínimas de evacuación ni de capacitación entre los ocupantes. Lo más preocupante es que existen altas posibilidades de que este accidente se repita no solo en Bangladesh sino en mercados similares en ciudades latinoamericanas. En la historia reciente de este país asiático y desde 2005, se cree que han fallecido más de mil ochocientas personas por hechos similares.
Datos económicos sobre desastres en Colombia y el mundo Según informes del Banco Mundial, Colombia ha gastado más de 177 millones de dólares anuales en los últimos cuatro años, (2008 2012) solo para reconstruir viviendas y edificaciones averiadas en los diferentes hechos de desastres. Se establece en dichos informes que el 51 por ciento de las pérdidas habitacionales se debe a la mala ubicación de las instalaciones, a pesar de los requisitos establecidos en los diferentes planes de ordenamiento territorial. Según estudios de las compañías de seguros, el 2011 se cerrará como el año más costoso de la historia hasta hoy en términos de pérdidas económicas causadas por desastres naturales y por la mano del hombre, cuyo valor se eleva a 350.000 millones de dólares, según las estimaciones de la aseguradora Swiss Re. Al menos 30.000 personas perdieron la vida, entre enero y noviembre, la mayoría en Japón. La catástrofe más costosa, con un estimado de 210.000 millones de dólares, fue el terremoto y posterior tsunami ocurrido en Japón en el mes de marzo. Doce mil millones de dólares les costó a las aseguradoras, el terremoto del 22 de febrero en Nueva Zelanda, cuyos daños totales tuvieron un valor de 15.000 millones de dólares. El año 2011 es el segundo más caro en la historia del sector de seguros, que ha tenido que desembolsar (o está en proceso de hacerlo) un total de 108.000 millones de dólares, frente a 48.000 millones de dólares en 2010. El año 2005 ha sido uno de los más costosos para el sector de los seguros y reaseguros, pues en el ocurrieron los huracanes Katrina, Vilma y Rita, que dieron lugar a reclamaciones de reembolsos hasta por 100.000 millones de dólares. 18
Criterios sobre los planes de contingencias
Por planes de contingencias se entienden todos los procedimientos dentro del orden normal de una organización, cuyo fin es permitir el buen funcionamiento de ella, aun cuando algunas de sus funciones se vieran afectadas por un accidente interno o externo, y luego de presentarse una emergencia que pudo ser atendida gracias a los planes de contingencias. Que una organización prepare sus planes de contingencias no significa que reconozca la ineficacia de su empresa, sino que supone un avance a la hora de superar cualquier eventualidad que pueda acarrear lesiones, pérdidas o importantes y costosos daños. Los planes de contingencias se deben hacer de cara a futuros acontecimientos para los cuales debemos estar preparados. Una de las funciones fundamentales de un plan de contingencias es la continuidad de las operaciones de la organización, y algunos han dividido su elaboración en varios pasos, a saber: • • • •
Evaluación general de hechos actividades y organización. Evaluación y análisis de los riesgos dentro y fuera de la organización. Planificación de los posibles métodos de puesta en marcha de los planes. Pruebas de viabilidad y eficiencia en los resultados.
Capítulo
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• • • •
Capacitación, entrenamiento y ejecución de los planes Activación y desarrollo de planes. Evaluación de los resultados. La planificación que aumenta la capacidad de organización en caso de un accidente, sirviendo como punto de partida para las respuestas en caso de emergencia.
Los responsables de la planificación deben evaluar constantemente los planes creados, y del mismo modo deberán pensar en otras situaciones que se pudiesen producir. Un plan de contingencias estático se queda rápidamente obsoleto y genera una falsa sensación de seguridad, y sólo mediante la revisión y actualización periódicas de lo dispuesto en el plan y las medidas preparatorias adoptadas seguirán siendo apropiados y eficientes. Los planes de contingencias deben establecer objetivos estratégicos, así como un plan de acción para alcanzar estos objetivos. La planificación de una contingencia implica trabajar con hipótesis, y desarrollar los escenarios sobre los que se va a adelantar la planificación. Un plan de contingencias debe ser claro, fácil de leer y cómodo de actualizar. Debemos tener en cuenta que eminentemente, debe ser operativo y expresar con claridad lo que hay que hacer, por quién, dónde, cómo y cuándo. La planificación debe tener en cuenta al personal que participa directamente en ella, desde el personal que lo planifica hasta aquellos que operativamente participarán en los hechos. Debemos tener en cuenta los procedimientos para la revisión del plan, quién lo actualizará y cómo, y esa información debe llegar a los afectados. Un plan de contingencias debe tener, entre otros, los elementos siguientes: • • • • • • • • • •
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Identificación del medio. Objetivos del plan. Acciones que se deben adoptar. Investigación de hechos y situaciones. Naturaleza de la contingencia. Las repercusiones operativas de la contingencia. Las respuestas viables a diversas situaciones. Las implicaciones de las respuestas. Cualquier efecto en otros procesos, sistemas y vecindades. Conclusiones y recomendaciones.
3. Criterios sobre los planes de contingencias
Existen muchos planes de contingencias. Los hay para: la economía, el ambiente, la política, el deporte, las actividades comerciales, las actividades hospitalarias, los planes de vuelo y aeropuertos, la industria, derrames, escapes, terremotos, deshielos, maremotos, tsunamis, falta de alimentación, falta de agua o de energía eléctrica, ante el fuego, para controlar intentos golpistas, ante una invasión de refugiados, sociales económicos o políticos, las minas de todo tipo porque cada una es diferente. Mejor dicho, para todo existe o debe existir un plan de contingencias que, en otros términos, las juventudes de hoy definen como el plan B. Los planes de contingencias son a todo nivel: personales, individuales, de grupo, del colegio, de la universidad, del hogar, del lugar de residencia, del trabajo; para los lugares en donde hacemos deporte cualquiera que él sea; para la vereda, el municipio, la región, el departamento, el país, el continente, el mundo; mejor dicho, para todas las personas y todos los lugares. Un plan de contingencias debe ser revisado periódicamente. Generalmente la revisión será consecuencia de nuevos análisis de riesgos, o de resultados de los simulacros. En cualquier caso, un plan de contingencias siempre es cuestionado cuando se materializa una amenaza, actuando de la manera siguiente: • •
Si la amenaza estaba prevista y las medidas fueron eficaces, se corrigen solamente aspectos menores del plan para mejorar la eficiencia. Si la amenaza estaba prevista pero las medidas fueron ineficaces, debe analizarse la causa de la falla y proponer nuevos procedimientos.
Finalmente, el plan de contingencias se modifica de acuerdo con los resultados y las revisiones aprobadas, y se inicia de nuevo el ciclo de vida del plan. Un plan de contingencias debe comprender por lo menos tres sub planes, y cada plan determinar las medidas necesarias en cada momento del tiempo respecto a la materialización de cualquier amenaza: •
•
•
Un plan de respaldo que contemple las medidas preventivas antes de que se materialice una amenaza, y su finalidad es evitar dicha materialización. Un plan en la presentación de la emergencia y que contemple las medidas necesarias durante la materialización de una amenaza, o inmediatamente después. Su finalidad es atender los efectos de la amenaza. Un plan de recuperación que contemple las medidas necesarias después de materializada y controlada la amenaza, y su finalidad es restaurar el estado de las cosas, tal y como se encontraban antes de la materialización de la amenaza. 21
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Un plan de contingencias no debe limitarse a estas medidas organizativas. También debe expresar claramente: • • • •
¿Qué recursos materiales son necesarios? ¿Qué personas están implicadas en el cumplimiento del plan? ¿Cuáles son las responsabilidades concretas de esas personas y su actividad dentro del plan? ¿Qué protocolos de actuación deben seguir y cómo son?
La vida y progreso de una organización, cualquiera que ella sea, depende definitivamente en gran parte, de la eficiencia y acción positiva de un adecuado plan de contingencias, y tengamos claro que muchas entidades de todo tipo y en todos los lugares han desaparecido, por no haber tenido un plan de contingencia o no tener el adecuado a sus riesgos y características.
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Sistema nacional de gestión del riesgo y desastres
De acuerdo con la información conocida a la fecha sobre la ocurrencia y el impacto de los fenómenos naturales, a través de la historia de nuestro país, se considera que Colombia es una región que está expuesta a casi todos esos fenómenos, toda vez que tiene dos mares, tres cordilleras, todos los climas, el 60 por ciento de los páramos del mundo, cientos de quebradas y ríos y toda clase de formaciones geológicas y territoriales. Sólo hasta el 13 de noviembre de 1985, con el desastre de Armero, se detectó la necesidad prioritaria en el país de contar con un sistema que coordinara todas las acciones encaminadas a la prevención y atención de desastres en el territorio nacional. Ese día, en horas de la noche, la avalancha provocada por la activación del volcán del Ruiz afectó a los departamentos de Tolima y Caldas en forma directa, provocando más de 22.000 víctimas y pérdidas económicas calculadas en 250 millones de dólares, según cifras suministradas por el PNUD. Después de estos hechos se creó el Sistema Nacional de Prevención y Atención de Desastres, SNPAD, como red institucional para cumplir esta función. Y a nivel mundial se produjo la creación de la organización APELL. Este accidente creó no sólo para Colombia, sino para el mundo liderado por las Naciones Unidas, los planes de atención y prevención de desastres para localidades y a nivel mundial.
Capítulo
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A partir de este momento se dio inicio a toda la gestión y organización a nivel interinstitucional para la determinación de guías y bases claras con respecto a la prevención y la atención de desastres, y contenidas, entre otras, en la Ley 46 de 1988 y el Decreto Ley 919 de 1989 que enmarcan las funciones y responsabilidades de cada uno de los incluidos dentro del Sistema Nacional de Prevención y Atención de Desastres. Posteriormente, para establecer y regular las acciones del Sistema, se adoptó el Plan Nacional para la Prevención y Atención de Desastres, PNPAD, mediante el Decreto 93 de 1998. Un esquema esencial para el desarrollo a nivel nacional, se determinó mediante el documento Conpes 3146 de 2001: la estrategia para consolidar la ejecución del Plan Nacional para la Prevención y Atención de Desastres, como un conjunto de acciones prioritarias para mejorar el desarrollo del plan con respecto a elementos tales como el conocimiento, la incorporación del tema en la planificación, el fortalecimiento institucional y el mejoramiento de los programas de educación y divulgación entre todos los colombianos. Como estrategia se determinó el manejo de la gestión del riesgo como componente importante de los Planes de Ordenamiento Territorial (POT), de todos los municipios y ciudades de Colombia y de los Planes de Desarrollo Sectorial (PDS), configurados como instrumentos de planificación a corto y mediano plazo, y a su vez herramienta para tomar decisiones sobre el futuro económico y social de los municipios, departamentos y nación. Para dar continuidad al manejo de la prevención y atención de desastres a niveles nacional, regional y local, mediante la Ley 812 de 2003 se adoptó el Plan Nacional de Desarrollo: “Hacia un Estado Comunitario” con criterios claros con respecto a la ejecución del PNPAD, en temas específicos, como:
• Inventario, conocimiento e identificación de los riesgos naturales y su divulgación. • Inclusión de la prevención y mitigación de riesgos en la planificación de la inversión territorial y sectorial. • Fortalecimiento financiero del Gobierno ante situaciones de desastres. Así se viene consolidando el Sistema Nacional de Prevención y Atención de Desastres como un mecanismo para tomar decisiones, en respuesta al impacto y la repercusión de las amenazas naturales, los grandes accidentes y los desastres en el territorio colombiano, toda una política estatal y local para atender situaciones de riesgo en todo nuestro suelo. Teniendo en cuenta lo anterior, vemos con certeza que existen las herramientas para mantener activos los planes de contingencias a niveles nacional, regional
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y municipal, y la obligatoriedad a todos los líderes formales y naturales de las comunidades, empezando por los alcaldes, de mantener activos esos planes para la protección integral de todos y cada uno de los miembros de las comunidades. Como un aporte fundamental a la claridad y aplicabilidad de las políticas sobre gestión del riesgo de desastres como ahora se llama lo referente a desastres y calamidades, el estado colombiano aprobó el siguiente documento. “Con DECRETO NÚMERO 4147 DE 2011 DEL 3 DE NOVIEMBRE DE 2011 emitido por El DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA, se creó la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres , y se estableció su objeto y estructura.
Dice en apartes este Decreto: Teniendo en cuenta que al interior del Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres, organizado por el decreto 919 de 1989 se ha evidenciado la necesidad de mejorar y actualizar el desempeño del direccionamiento y coordinación del mismo, adoptando una visión integral de gestión del riesgo de desastres, que incluya el conocimiento y la reducción del riesgo y el manejo efectivo de desastres asociados con fenómenos naturales y humanos no intencionales. Que en virtud de la Ley 1444 de 2011 se escindieron del Ministerio del Interior y de Justicia los objetivos y funciones asignados por las normas vigentes al Despacho del Viceministro de Justicia y del Derecho y a las dependencias a su cargo. Que el Decreto 2893 de 2011 modificó los objetivos, la estructura orgánica y las funciones del Ministerio del Interior, separando del mismo las relativas a la gestión del riesgo de desastres y las relacionadas con la dirección y coordinación del Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres de que trata el decreto 4530 de 2008, para que sean asumidas por una nueva entidad de la Administración Pública, Que la implementación de las políticas de gestión del riesgo de desastres a cargo del Sistema para la Prevención y Atención de Desastres, requiere de una entidad especializada del orden nacional que asegure la coordinación en la aplicación de las políticas sobre la materia, en las entidades públicas, privadas y en la comunidad, para optimizar la gestión del riesgo de desastres en el país. Que la Ley 1444 de 2011, en los literales (e) y (f) del artículo 18, confirió al Presidente de la República facultades extraordinarias para crear entidades u organismos de la Rama Ejecutiva del orden nacional y para fijar sus objetivos y estructura orgánica, facultades que se ejercerán parcialmente para la creación de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. DECRETA: CAPÍTULO 1 CREACIÓN DE LA UNIDAD NACIONAL PARA LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES
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Artículo 1 Creación y Naturaleza Jurídica de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. Crease la Unidad Administrativa Especial denominada UNIDAD NACIONAL PARA LA GESTION DEL RIESGO DE DESASTRES, con personería jurídica, autonomía administrativa y financiera patrimonio propio del nivel descentralizado de la Rama Ejecutiva del orden nacional adscrito al Departamento Administrativo de la Presidencia de la República. Artículo 2 Sede, La sede de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres será la ciudad de Bogotá D C y por disposición del Consejo Directivo podrá establecer dependencias operativas y administrativas en cualquier lugar del territorio nacional. Artículo 3 Objetivo. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres tiene como objetivo dirigir la implementación de la gestión del riesgo de desastres, atendiendo las políticas de desarrollo sostenible, y coordinar el funcionamiento y el desarrollo continuo del Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres — SNPAD. Artículo 4 Funciones. Son funciones de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres las siguientes: 1. Dirigir y coordinar el Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres,- SNPAD, hacer seguimiento a su funcionamiento y efectuar para su mejora en los niveles nacional y territorial. 2. Coordinar, impulsar y fortalecer capacidades para el conocimiento del riesgo, reducción del mismo y manejo de desastres y su articulación con los procesos de desarrollo en los ámbitos nacional, territorial del Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres-SNPAD. 3. Proponer y articular las políticas, estrategias, planes, programas, proyectos y procedimientos nacionales de gestión del riesgo de desastres, en el marco del Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres y actualizar el marco normativo y los instrumentos de gestión del SNPAD. 4. Promover la articulación con otros sistemas administrativos, tales como el Sistema Nacional de Planeación, el Sistema Nacional Ambiental, el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y el Sistema Nacional de Bomberos, entre otros en los temas de su competencia. 5. Formular y coordinar la ejecución de un plan nacional para la gestión del riesgo de desastres, realizar el seguimiento y evaluación del mismo. 6. Orientar y apoyar a las entidades nacionales y territoriales en su fortalecimiento institucional para la gestión del Riesgo de desastres y asesorarlos para la inclusión de la política de gestión del riesgo de desastres en los planes territoriales. 7. Promover y realizar los análisis, estudios e investigaciones en materia de su competencia. 8. Prestar el apoyo técnico, informativo y educativo que requieran los miembros del Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres -SNPAD-.’” Por considerarlo fundamental para el contenido de este libro transcribimos textualmente la Ley referida a la política en el estado colombiano sobre el Sistema Nacional de Riesgo de Desastres
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4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres “LEY 1523 DE 2012 (Abril 24) Por la cual se adopta la política nacional de gestión del riesgo de desastres y se establece el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres y se dictan otras disposiciones EL CONGRESO DE COLOMBIA DECRETA: CAPÍTULO I Gestión del riesgo, responsabilidad, principios, definiciones y Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres Artículo 1°. De la gestión del riesgo de desastres. La gestión del riesgo de desastres, en adelante la gestión del riesgo, es un proceso social orientado a la formulación, ejecución, seguimiento y evaluación de políticas, estrategias, planes, programas, regulaciones, instrumentos, medidas y acciones permanentes para el conocimiento y la reducción del riesgo y para el manejo de desastres, con el propósito explícito de contribuir a la seguridad, el bienestar, la calidad de vida de las personas y al desarrollo sostenible. Parágrafo 1°. La gestión del riesgo se constituye en una política de desarrollo indispensable para asegurar la sostenibilidad, la seguridad territorial, los derechos e intereses colectivos, mejorar la calidad de vida de las poblaciones y las comunidades en riesgo y, por lo tanto, está intrínsecamente asociada con la planificación del desarrollo seguro, con la gestión ambiental territorial sostenible, en todos los niveles de gobierno y la efectiva participación de la población. Parágrafo 2°. Para todos los efectos legales, la gestión del riesgo incorpora lo que hasta ahora se ha denominado en normas anteriores prevención, atención y recuperación de desastres, manejo de emergencias y reducción de riesgos. Artículo 2°. De la responsabilidad. La gestión del riesgo es responsabilidad de todas las autoridades y de los habitantes del territorio colombiano. En cumplimiento de esta responsabilidad, las entidades públicas, privadas y comunitarias desarrollarán y ejecutarán los procesos de gestión del riesgo, entiéndase: conocimiento del riesgo, reducción del riesgo y manejo de desastres, en el marco de sus competencias, su ámbito de actuación y su jurisdicción, como componentes del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres. Por su parte, los habitantes del territorio nacional, corresponsables de la gestión del riesgo, actuarán con precaución, solidaridad, autoprotección, tanto en lo personal como en lo de sus bienes, y acatarán lo dispuesto por las autoridades. Artículo 3°. Principios generales. Los principios generales que orientan la gestión del riesgo son: 1. Principio de igualdad: Todas las personas naturales tendrán la misma ayuda y el mismo trato al momento de atendérseles con ayuda humanitaria, en las situaciones de desastre y peligro que desarrolla esta ley. 2. Principio de protección: Los residentes en Colombia deben ser protegidos por las autoridades en su vida e integridad física y mental, en sus bienes y en sus derechos colectivos a la seguridad, la tranquilidad y la salubridad públicas y a gozar de un ambiente sano, frente a posibles desastres o fenómenos peligrosos que amenacen o infieran daño a los valores enunciados. 3. Principio de solidaridad social: Todas las personas naturales y jurídicas, sean estas últimas de derecho público o privado, apoyarán con acciones humanitarias a las situaciones de desastre y peligro para la vida o la salud de las personas.
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4. Principio de auto conservación: Toda persona natural o jurídica, bien sea de derecho público o privado, tiene el deber de adoptar las medidas necesarias para una adecuada gestión del riesgo en su ámbito personal y funcional, con miras a salvaguardarse, que es condición necesaria para el ejercicio de la solidaridad social. 5. Principio participativo: Es deber de las autoridades y entidades del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, reconocer, facilitar y promover la organización y participación de comunidades étnicas, asociaciones cívicas, comunitarias, vecinales, benéficas, de voluntariado y de utilidad común. Es deber de todas las personas hacer parte del proceso de gestión del riesgo en su comunidad. 6. Principio de diversidad cultural: En reconocimiento de los derechos económicos, sociales y culturales de las personas, los procesos de la gestión del riesgo deben ser respetuosos de las particularidades culturales de cada comunidad y aprovechar al máximo los recursos culturales de la misma. 7. Principio del interés público o social: En toda situación de riesgo o de desastre, el interés público o social prevalecerá sobre el interés particular. Los intereses locales, regionales, sectoriales y colectivos cederán frente al interés nacional, sin detrimento de los derechos fundamentales del individuo y, sin demérito, de la autonomía de las entidades territoriales. 8. Principio de precaución: Cuando exista la posibilidad de daños graves o irreversibles a las vidas, a los bienes y derechos de las personas, a las instituciones y a los ecosistemas como resultado de la materialización del riesgo en desastre, las autoridades y los particulares aplicarán el principio de precaución en virtud del cual la falta de certeza científica absoluta no será óbice para adoptar medidas encaminadas a prevenir, mitigar la situación de riesgo. 9. Principio de sostenibilidad ambiental: El desarrollo es sostenible cuando satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de los sistemas ambientales de satisfacer las necesidades futuras e implica tener en cuenta la dimensión económica, social y ambiental del desarrollo. El riesgo de desastre se deriva de procesos de uso y ocupación insostenible del territorio, por tanto, la explotación racional de los recursos naturales y la protección del medio ambiente constituyen características irreductibles de sostenibilidad ambiental y contribuyen a la gestión del riesgo de desastres. 10. Principio de gradualidad: La gestión del riesgo se despliega de manera continua, mediante procesos secuenciales en tiempos y alcances que se renuevan permanentemente. Dicha gestión continuada estará regida por los principios de gestión pública consagrados en el artículo 209 de la Constitución y debe entenderse a la luz del desarrollo político, histórico y socioeconómico de la sociedad que se beneficia. 11. Principio sistémico: La política de gestión del riesgo se hará efectiva mediante un sistema administrativo de coordinación de actividades estatales y particulares. El sistema operará en modos de integración sectorial y territorial; garantizará la continuidad de los procesos, la interacción y enlazamiento de las actividades mediante bases de acción comunes y coordinación de competencias. Como sistema abierto, estructurado y organizado, exhibirá las calidades de interconexión, diferenciación, recursividad, control, sinergia y reiteración. 12. Principio de coordinación: La coordinación de competencias es la actuación integrada de servicios tanto estatales como privados y comunitarios especializados y diferenciados, cuyas funciones tienen objetivos comunes para garantizar la armonía en el ejercicio de las funciones y el logro de los fines o cometidos del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres. 13. Principio de concurrencia: La concurrencia de competencias entre entidades nacionales y territoriales de los ámbitos público, privado y comunitario que constituyen el sistema nacional de gestión del riesgo de desastres, tiene lugar cuando la eficacia en los
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4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres procesos, acciones y tareas se logre mediante la unión de esfuerzos y la colaboración no jerárquica entre las autoridades y entidades involucradas. La acción concurrente puede darse en beneficio de todas o de algunas de las entidades. El ejercicio concurrente de competencias exige el respeto de las atribuciones propias de las autoridades involucradas, el acuerdo expreso sobre las metas comunes y sobre los procesos y procedimientos para alcanzarlas. 14. Principio de subsidiariedad: Se refiere al reconocimiento de la autonomía de las entidades territoriales para ejercer sus competencias. La subsidiariedad puede ser de dos tipos: la subsidiariedad negativa, cuando la autoridad territorial de rango superior se abstiene de intervenir el riesgo y su materialización en el ámbito de las autoridades de rango inferior, si estas tienen los medios para hacerlo. La subsidiariedad positiva, impone a las autoridades de rango superior, el deber de acudir en ayuda de las autoridades de rango inferior, cuando estas últimas, no tengan los medios para enfrentar el riesgo y su materialización en desastre o cuando esté en riesgo un valor, un interés o un bien jurídico protegido relevante para la autoridad superior que acude en ayuda de la entidad afectada. 15. Principio de oportuna información: Para todos los efectos de esta ley, es obligación de las autoridades del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, mantener debidamente informadas a todas las personas naturales y jurídicas sobre: Posibilidades de riesgo, gestión de desastres, acciones de rehabilitación y construcción así como también sobre las donaciones recibidas, las donaciones administradas y las donaciones entregadas. Artículo 4°. Definiciones. Para efectos de la presente ley se entenderá por: 1. Adaptación: Comprende el ajuste de los sistemas naturales o humanos a los estímulos climáticos actuales o esperados o a sus efectos, con el fin de moderar perjuicios o explotar oportunidades beneficiosas, En el caso de los eventos hidrometeoro lógicos la Adaptación al Cambio Climático corresponde a la gestión del riesgo de desastres en la medida en que está encaminada a la reducción de la vulnerabilidad o al mejoramiento de la resiliencia en respuesta a los cambios observados o esperados del clima y su variabilidad. 2. Alerta: Estado que se declara con anterioridad a la manifestación de un evento peligroso, con base en el monitoreo del comportamiento del respectivo fenómeno, con el fin de que las entidades y la población involucrada activen procedimientos de acción previamente establecidos. 3. Amenaza: Peligro latente de que un evento físico de origen natural, o causado, o inducido por la acción humana de manera accidental, se presente con una severidad suficiente para causar pérdida de vidas, lesiones u otros impactos en la salud, así como también daños y pérdidas en los bienes, la infraestructura, los medios de sustento, la prestación de servicios y los recursos ambientales. 4. Análisis y evaluación del riesgo: Implica la consideración de las causas y fuentes del riesgo, sus consecuencias y la probabilidad de que dichas consecuencias puedan ocurrir. Es el modelo mediante el cual se relaciona la amenaza y la vulnerabilidad de los elementos expuestos, con el fin de determinar los posibles efectos sociales, económicos y ambientales y sus probabilidades. Se estima el valor de los daños y las pérdidas potenciales, y se compara con criterios de seguridad establecidos, con el propósito de definir tipos de intervención y alcance de la reducción del riesgo y preparación para la respuesta y recuperación. 5. Calamidad pública: Es el resultado que se desencadena de la manifestación de uno o varios eventos naturales o antropogénicos no intencionales que al encontrar
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condiciones propicias de vulnerabilidad en las personas, los bienes, la infraestructura, los medios de subsistencia, la prestación de servicios o los recursos ambientales, causa daños o pérdidas humanas, materiales, económicas o ambientales, generando una alteración intensa, grave y extendida en las condiciones normales de funcionamiento de la población, en el respectivo territorio, que exige al municipio, distrito o departamento ejecutar acciones de respuesta a la emergencia, rehabilitación y reconstrucción. 6. Cambio climático: Importante variación estadística en el estado medio del clima o en su variabilidad, que persiste durante un período prolongado (normalmente decenios o incluso más). El cambio climático se puede deber a procesos naturales internos o a cambios del forzamiento externo, o bien a cambios persistentes antropogénicos en la composición de la atmósfera o en el uso de las tierras. 7. Conocimiento del riesgo: Es el proceso de la gestión del riesgo compuesto por la identificación de escenarios de riesgo, el análisis y evaluación del riesgo, el monitoreo y seguimiento del riesgo y sus componentes y la comunicación para promover una mayor conciencia del mismo que alimenta los procesos de reducción del riesgo y de manejo de desastre. 8. Desastre: Es el resultado que se desencadena de la manifestación de uno o varios eventos naturales o antropogénicos no intencionales que al encontrar condiciones propicias de vulnerabilidad en las personas, los bienes, la infraestructura, los medios de subsistencia, la prestación de servicios o los recursos ambientales, causa daños o pérdidas humanas, materiales, económicas o ambientales, generando una alteración intensa, grave y extendida en las condiciones normales de funcionamiento de la sociedad, que exige del Estado y del sistema nacional ejecutar acciones de respuesta a la emergencia, rehabilitación y reconstrucción. 9. Emergencia: Situación caracterizada por la alteración o interrupción intensa y grave de las condiciones normales de funcionamiento u operación de una comunidad, causada por un evento adverso o por la inminencia del mismo, que obliga a una reacción inmediata y que requiere la respuesta de las instituciones del Estado, los medios de comunicación y de la comunidad en general. 10. Exposición (elementos expuestos): Se refiere a la presencia de personas, medios de subsistencia, servicios ambientales y recursos económicos y sociales, bienes culturales e infraestructura que por su localización pueden ser afectados por la manifestación de una amenaza. 11. Gestión del riesgo: Es el proceso social de planeación, ejecución, seguimiento y evaluación de políticas y acciones permanentes para el conocimiento del riesgo y promoción de una mayor conciencia del mismo, impedir o evitar que se genere, reducirlo o controlarlo cuando ya existe y para prepararse y manejar las situaciones de desastre, así como para la posterior recuperación, entiéndase: rehabilitación y reconstrucción. Estas acciones tienen el propósito explícito de contribuir a la seguridad, el bienestar y calidad de vida de las personas y al desarrollo sostenible. 12. Intervención: Corresponde al tratamiento del riesgo mediante la modificación intencional de las características de un fenómeno con el fin de reducir la amenaza que representa o de modificar las características intrínsecas de un elemento expuesto con el fin de reducir su vulnerabilidad. 13. Intervención correctiva: Proceso cuyo objetivo es reducir el nivel de riesgo existente en la sociedad a través de acciones de mitigación, en el sentido de disminuir o reducir las condiciones de amenaza, cuando sea posible, y la vulnerabilidad de los elementos expuestos. 14. Intervención prospectiva: Proceso cuyo objetivo es garantizar que no surjan nuevas situaciones de riesgo a través de acciones de prevención, impidiendo que los elementos expuestos sean vulnerables o que lleguen a estar expuestos ante posibles eventos
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4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres peligrosos. Su objetivo último es evitar nuevo riesgo y la necesidad de intervenciones correctivas en el futuro. La intervención prospectiva se realiza primordialmente a través de la planificación ambiental sostenible, el ordenamiento territorial, la planificación sectorial, la regulación y las especificaciones técnicas, los estudios de prefactibilidad y diseño adecuados, el control y seguimiento y en general todos aquellos mecanismos que contribuyan de manera anticipada a la localización, construcción y funcionamiento seguro de la infraestructura, los bienes y la población. 15. Manejo de desastres: Es el proceso de la gestión del riesgo compuesto por la preparación para la respuesta a emergencias, la preparación para la recuperación pos desastre, la ejecución de dicha respuesta y la ejecución de la respectiva recuperación, entiéndase: rehabilitación y recuperación. 16. Mitigación del riesgo: Medidas de intervención prescriptiva o correctiva dirigidas a reducir o disminuir los daños y pérdidas que se puedan presentar a través de reglamentos de seguridad y proyectos de inversión pública o privada cuyo objetivo es reducir las condiciones de amenaza, cuando sea posible, y la vulnerabilidad existente. 17. Preparación: Es el conjunto de acciones principalmente de coordinación, sistemas de alerta, capacitación, equipamiento, centros de reserva y albergues y entrenamiento, con el propósito de optimizar la ejecución de los diferentes servicios básicos de respuesta, como accesibilidad y transporte, telecomunicaciones, evaluación de daños y análisis de necesidades, salud y saneamiento básico, búsqueda y rescate, extinción de incendios y manejo de materiales peligrosos, albergues y alimentación, servicios públicos, seguridad y convivencia, aspectos financieros y legales, información pública y el manejo general de la respuesta, entre otros. 18. Prevención de riesgo: Medidas y acciones de intervención restrictiva o prospectiva dispuestas con anticipación con el fin de evitar que se genere riesgo. Puede enfocarse a evitar o neutralizar la amenaza o la exposición y la vulnerabilidad ante la misma en forma definitiva para impedir que se genere nuevo riesgo. Los instrumentos esenciales de la prevención son aquellos previstos en la planificación, la inversión pública y el ordenamiento ambiental territorial, que tienen como objetivo reglamentar el uso y la ocupación del suelo de forma segura y sostenible. 19. Protección financiera: Mecanismos o instrumentos financieros de retención intencional o transferencia del riesgo que se establecen en forma ex ante con el fin de acceder de manera ex post a recursos económicos oportunos para la atención de emergencias y la recuperación. 20. Recuperación: Son las acciones para el restablecimiento de las condiciones normales de vida mediante la rehabilitación, reparación o reconstrucción del área afectada, los bienes y servicios interrumpidos o deteriorados y el restablecimiento e impulso del desarrollo económico y social de la comunidad. La recuperación tiene como propósito central evitar la reproducción de las condiciones de riesgo preexistentes en el área o sector afectado. 21. Reducción del riesgo: Es el proceso de la gestión del riesgo, está compuesto por la intervención dirigida a modificar o disminuir las condiciones de riesgo existentes, entiéndase: mitigación del riesgo y a evitar nuevo riesgo en el territorio, entiéndase: prevención del riesgo. Son medidas de mitigación y prevención que se adoptan con antelación para reducir la amenaza, la exposición y disminuir la vulnerabilidad de las personas, los medios de subsistencia, los bienes, la infraestructura y los recursos ambientales, para evitar o minimizar los daños y pérdidas en caso de producirse los eventos físicos peligrosos. La reducción del riesgo la componen la intervención correctiva del riesgo existente, la intervención prospectiva de nuevo riesgo y la protección financiera. 22. Reglamentación prescriptiva: Disposiciones cuyo objetivo es determinar en forma explícita exigencias mínimas de seguridad en elementos que están o van a estar expuestos
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en áreas propensas a eventos peligrosos con el fin de preestablecer el nivel de riesgo aceptable en dichas áreas. 23. Reglamentación restrictiva: Disposiciones cuyo objetivo es evitar la configuración de nuevo riesgo mediante la prohibición taxativa de la ocupación permanente de áreas expuestas y propensas a eventos peligrosos. Es fundamental para la planificación ambiental y territorial sostenible. 24. Respuesta: Ejecución de las actividades necesarias para la atención de la emergencia como accesibilidad y transporte, telecomunicaciones, evaluación de daños y análisis de necesidades, salud y saneamiento básico, búsqueda y rescate, extinción de incendios y manejo de materiales peligrosos, albergues y alimentación, servicios públicos, seguridad y convivencia, aspectos financieros y legales, información pública y el manejo general de la respuesta, entre otros. La efectividad de la respuesta depende de la calidad de preparación. 25. Riesgo de desastres: Corresponde a los daños o pérdidas potenciales que pueden presentarse debido a los eventos físicos peligrosos de origen natural, socionatural tecnológico, biosanitario o humano no intencional, en un período de tiempo específico y que son determinados por la vulnerabilidad de los elementos expuestos; por consiguiente el riesgo de desastres se deriva de la combinación de la amenaza y la vulnerabilidad. 26. Seguridad territorial: La seguridad territorial se refiere a la sostenibilidad de las relaciones entre la dinámica de la naturaleza y la dinámica de las comunidades en un territorio en particular. Este concepto incluye las nociones de seguridad alimentaria, seguridad jurídica o institucional, seguridad económica, seguridad ecológica y seguridad social. 27. Vulnerabilidad: Susceptibilidad o fragilidad física, económica, social, ambiental o institucional que tiene una comunidad de ser afectada o de sufrir efectos adversos en caso de que un evento físico peligroso se presente. Corresponde a la predisposición a sufrir pérdidas o daños de los seres humanos y sus medios de subsistencia, así como de sus sistemas físicos, sociales, económicos y de apoyo que pueden ser afectados por eventos físicos peligrosos. Artículo 5°. Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres. El Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, en adelante, y para efectos de la presente ley, sistema nacional, es el conjunto de entidades públicas, privadas y comunitarias, de políticas, normas, procesos, recursos, planes, estrategias, instrumentos, mecanismos, así como la información atinente a la temática, que se aplica de manera organizada para garantizar la gestión del riesgo en el país. Artículo 6°. Objetivos del Sistema Nacional. Son objetivos del Sistema Nacional los siguientes: 1. Objetivo General. Llevar a cabo el proceso social de la gestión del riesgo con el propósito de ofrecer protección a la población en el territorio colombiano, mejorar la seguridad, el bienestar y la calidad de vida y contribuir al desarrollo sostenible. 2. Objetivos específicos: 2.1. Desarrollar, mantener y garantizar el proceso de conocimiento del riesgo mediante acciones como: a). Identificación de escenarios de riesgo y su priorización para estudio con mayor detalle y generación de los recursos necesarios para su intervención. b). Identificación de los factores del riesgo, entiéndase: amenaza, exposición y vulnerabilidad, así como los factores subyacentes, sus orígenes, causas y transformación en el tiempo.
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4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres c). Análisis y evaluación del riesgo incluyendo la estimación y dimensionamiento de sus posibles consecuencias. d). Monitoreo y seguimiento del riesgo y sus componentes. e). Comunicación del riesgo a las entidades públicas y privadas y a la población, con fines de información pública, percepción y toma de conciencia. 2.2. Desarrollar y mantener el proceso de reducción del riesgo mediante acciones como: a). Intervención prospectiva mediante acciones de prevención que eviten la generación de nuevas condiciones de riesgo. b). Intervención correctiva mediante acciones de mitigación de las condiciones de riesgo existente. c). Protección financiera mediante instrumentos de retención y transferencia del riesgo. 2.3. Desarrollar, mantener y garantizar el proceso de manejo de desastres mediante acciones como: a). Preparación para la respuesta frente a desastres mediante organización, sistemas de alerta, capacitación, equipamiento y entrenamiento, entre otros. b). Preparación para la recuperación, llámese: rehabilitación y reconstrucción. c). Respuesta frente a desastres con acciones dirigidas a atender la población afectada y restituir los servicios esenciales afectados. d). Recuperación, llámese: rehabilitación y reconstrucción de las condiciones socioeconómicas, ambientales y físicas, bajo criterios de seguridad y desarrollo sostenible, evitando reproducir situaciones de riesgo y generando mejores condiciones de vida. Artículo 7°. Principales Componentes del Sistema Nacional. Los principales componentes del Sistema Nacional, que se describen en los siguientes capítulos, son: 1. La estructura organizacional. 2. Los Instrumentos de planificación. 3. Los sistemas de información. 4. Los mecanismos de financiación. CAPÍTULO II Estructura: Organización, Dirección y Coordinación del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres Artículo 8°. Integrantes del Sistema Nacional. Son integrantes del sistema nacional: 1. Las entidades públicas. Por su misión y responsabilidad en la gestión del desarrollo social, económico y ambiental sostenible, en los ámbitos sectoriales, territoriales, institucionales y proyectos de inversión. 2. Entidades privadas con ánimo y sin ánimo de lucro. Por su intervención en el desarrollo a través de sus actividades económicas, sociales y ambientales. 3. La Comunidad. Por su intervención en el desarrollo a través de sus actividades económicas, sociales, ambientales, culturales y participativas. Artículo 9°. Instancias de Dirección del Sistema Nacional. Son instancias de dirección del sistema nacional: 1. El Presidente de la República. 2. El Director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastre. 3. El Gobernador en su respectiva jurisdicción. 4. El Alcalde distrital o municipal en su respectiva jurisdicción.
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Artículo 10. El Presidente de la República Conductor del Sistema Nacional. Como jefe de gobierno y suprema autoridad administrativa, está investido de las competencias constitucionales y legales para conservar la seguridad, la tranquilidad y la salubridad en todo el territorio nacional. Artículo 11. El Director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. Será el agente del Presidente de la República en todos los asuntos relacionados con la materia. Artículo 12. Los Gobernadores y Alcaldes. Son conductores del sistema nacional en su nivel territorial y están investidos con las competencias necesarias para conservar la seguridad, la tranquilidad y la salubridad en el ámbito de su jurisdicción. Artículo 13. Los Gobernadores en el Sistema Nacional. Los gobernadores son agentes del Presidente de la República en materia de orden público y desarrollo, lo cual incluye la gestión del riesgo de desastres. En consecuencia, proyectan hacia las regiones la política del Gobierno Nacional y deben responder por la implementación de los procesos de conocimiento y reducción del riesgo y de manejo de desastres en el ámbito de su competencia territorial. Parágrafo 1°. Los Gobernadores como jefes de la administración seccional respectiva tienen el deber de poner en marcha y mantener la continuidad de los procesos de gestión del riesgo de desastres en su territorio, así como integrar en la planificación del desarrollo departamental, acciones estratégicas y prioritarias en materia de gestión del riesgo, especialmente a través del plan de desarrollo departamental y demás instrumentos de planificación bajo su responsabilidad. Parágrafo 2°. Los gobernadores y la administración departamental son la instancia de coordinación de los municipios que existen en su territorio. En consecuencia, están a cargo de las competencias de coordinación, concurrencia y subsidiariedad positiva respecto de los municipios de su departamento. Artículo 14. Los Alcaldes en el Sistema Nacional. Los alcaldes como jefes de la administración local representan al Sistema Nacional en el Distrito y el municipio. El alcalde, como conductor del desarrollo local, es el responsable directo de la implementación de los procesos de gestión del riesgo en el distrito o municipio, incluyendo el conocimiento y la reducción del riesgo y el manejo de desastres en el área de su jurisdicción. Parágrafo. Los alcaldes y la administración municipal o distrital, deberán integrar en la planificación del desarrollo local, acciones estratégicas y prioritarias en materia de gestión del riesgo de desastres, especialmente, a través de los planes de ordenamiento territorial, de desarrollo municipal o distrital y demás instrumentos de gestión pública. Artículo 15. Instancias de Orientación y Coordinación. El sistema nacional cuenta con las siguientes instancias de orientación y coordinación, cuyo propósito es optimizar el desempeño de las diferentes entidades públicas, privadas y comunitarias en la ejecución de acciones de gestión del riesgo. 1. Consejo Nacional para la Gestión del Riesgo. 2. Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. 3. Comité Nacional para el Conocimiento del Riesgo. 4. Comité Nacional para la Reducción del Riesgo. 5. Comité Nacional para el Manejo de Desastres. 6. Consejos departamentales, distritales y municipales para la gestión del riesgo. Artículo 16. Consejo Nacional para la Gestión del Riesgo. Créase el Consejo Nacional para la Gestión del Riesgo, en adelante el Consejo Nacional, el cual será la instancia 34
4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres superior encargada de orientar el sistema nacional. Este consejo se reunirá por lo menos dos veces al año en condiciones de normalidad y, tantas veces como sea necesario, durante las situaciones de desastre. El Consejo Nacional estará integrado por: 1. El Presidente de la República o su delegado, quien lo presidirá. 2. Los Ministros o sus delegados. 3. El Director General del Departamento Nacional de Planeación o su delegado. 4. El Director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, que ejerce la Secretaría del Comité. Parágrafo 1°. Los ministros únicamente podrán delegar su participación en los viceministros y, los directores de los departamentos administrativos, en sus subdirectores. Parágrafo 2°. Cuando el Consejo Nacional para la Gestión del Riesgo sea convocado para tratar temas relacionados con la preparación, respuesta y rehabilitación frente a situaciones de desastre, harán parte del Consejo el Director de la Defensa Civil colombiana, el Director Ejecutivo de la Cruz Roja colombiana y un representante de la junta nacional de bomberos. Parágrafo 3°. El Consejo Nacional invitará, cuando lo considere pertinente a representantes de las universidades públicas y privadas, que tengan en sus programas posgrados en cualquiera de sus modalidades en manejo, administración y gestión del riesgo, debidamente aprobado por el Ministerio de Educación Nacional, empresas de los sectores productivos, agremiaciones, asociaciones profesionales, organismos de asistencia humanitaria y organizaciones no gubernamentales. Artículo 17. Funciones Generales del Consejo Nacional. Son funciones del consejo nacional las siguientes: 1. Orientar y aprobar las políticas de gestión del riesgo y su articulación con los procesos de desarrollo. 2. Aprobar el plan nacional de gestión del riesgo. 3. Aprobar la estrategia nacional de respuesta a emergencias. 4. Emitir concepto previo para la declaratoria de situación de desastre nacional y retorno a la normalidad. 5. Asesorar al presidente de la República en los temas y elementos necesarios para motivar la declaratoria de estado de emergencia por grave calamidad pública de que trata el artículo 215 de la Constitución Nacional. 6. Aprobar los planes de acción específicos para la recuperación posterior a situaciones de desastre. 7. Establecer las directrices de planeación, actuación y seguimiento de la gestión del riesgo. 8. Ejercer el seguimiento, evaluación y control del sistema nacional y los resultados de las políticas de gestión del riesgo. Artículo 18. Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, además de las funciones establecidas en el Decreto-ley 4147 de 2011, que se incorporan al presente artículo, las siguientes: 1. Articular los niveles nacional y territorial del sistema nacional. 2. Articular los intervinientes privados, las organizaciones sociales y las organizaciones no gubernamentales en el sistema nacional. 3. Elaborar y hacer cumplir la normatividad interna del sistema nacional, entiéndase: decretos, resoluciones, circulares, conceptos y otras normas. Artículo 19. Comités Nacionales para la Gestión del Riesgo. Los Comités Nacionales para la gestión del riesgo, de que trata el artículo 15 de la presente ley son instancias de
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asesoría, planeación y seguimiento destinadas a garantizar la efectividad y articulación de los procesos de conocimiento, de reducción del riesgo y de manejo de desastres, bajo la dirección de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. Artículo 20. Comité Nacional para el Conocimiento del Riesgo. Crease el Comité Nacional para el conocimiento del riesgo como una instancia interinstitucional del sistema nacional que asesora y planifica la implementación permanente del proceso de conocimiento del riesgo. Está integrado por: 1. El Director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, o su delegado, quien lo presidirá. 2. El Director del Departamento Nacional de Planeación, DNP o su delegado. 3. El Director del Departamento Nacional de Estadística, DANE o su delegado. 4. El Director del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, IGAC o su delegado. 5. El Director del Instituto Colombiano de Geología y Minería, Ingeominas, o su delegado. 6. El Director del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam o su delegado. 7. El Director de la Dirección General Marítima, Dimar, o su delegado. 8. El Director Ejecutivo de la Asociación de Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible, Asocars. 9. Un Gobernador delegado por la Federación Nacional de Departamentos. 10. Un Alcalde delegado por la Federación Colombiana de Municipios. Parágrafo 1°. Para los funcionarios, los titulares podrán delegar su comparecencia en funcionarios del siguiente rango jerárquico, mediante acto administrativo de delegación, para el sector privado, mediante comunicación escrita dirigida a la Secretaría del Comité. Parágrafo 2°. El comité podrá invitar a representantes de otras entidades públicas, privadas, universidades públicas y privadas, que tengan en sus programas de maestrías o de doctorados en manejo, administración y gestión del riesgo, debidamente aprobado por el Ministerio de Educación Nacional o de organismos no gubernamentales, que serán convocados a través de la Secretaría. Parágrafo 3°. La Secretaría del Comité la ejercerá la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. Artículo 21. Funciones. Son funciones del Comité Nacional para el conocimiento del riesgo las siguientes: 1. Orientar la formulación de políticas que fortalezcan el proceso de conocimiento del riesgo en el país. 2. Orientar la identificación de escenarios de riesgo en sus diferentes factores, entiéndase: amenazas, vulnerabilidades, exposición de personas y bienes. 3. Orientar la realización de análisis y la evaluación del riesgo. 4. Orientar las acciones de monitoreo y seguimiento del riesgo y sus factores. 5. Orientar la identificación de los factores de riesgo de desastre, entiéndase: amenazas, vulnerabilidades, exposición de personas y bienes. 6. Asesorar el diseño del proceso de conocimiento del riesgo como componente del sistema nacional. 7. Propender por la articulación entre el proceso de conocimiento del riesgo con el proceso de reducción del riesgo y el de manejo de desastres. 8. Propender por la armonización y la articulación de las acciones de gestión ambiental, adaptación al cambio climático y gestión del riesgo. 9. Orientar las acciones de comunicación de la existencia, alcance y dimensión del riesgo al sistema nacional y la sociedad en general. 10. Orientar la articulación del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y el Sistema Nacional Ambiental. 36
4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres 11. Orientar la formulación, implementación, seguimiento y evaluación del plan nacional para la gestión del riesgo, con énfasis en los aspectos del conocimiento del riesgo. 12. Orientar la formulación, implementación, seguimiento y evaluación de la estrategia de respuesta a emergencias. 13. Orientar la formulación de los planes de acción específicos para la recuperación posterior a situación de desastre. 14. Fomentar la apertura de líneas de investigación y formación sobre estas temáticas en las instituciones de educación superior. 15. Formular lineamientos para el manejo y transferencia de información y para el diseño y operación del Sistema Nacional de Información para la Gestión del Riesgo. Artículo 22. Comité Nacional para la Reducción del Riesgo. Créase el Comité Nacional para la reducción del riesgo como una instancia interinstitucional del sistema nacional que asesora y planifica la implementación permanente del proceso de reducción del riesgo de desastres. Esta está integrado por: 1. El Director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres o su delegado, quien lo preside. 2. El Director del Departamento Nacional de Planeación o su delegado. 3. El Director Ejecutivo del Consejo Colombiano de Seguridad. 4. El Director Ejecutivo de la Asociación de Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible, Asocars. 5. El Presidente de la Federación Colombiana de Municipios o su delegado. 6. Un representante de la Federación de Aseguradores Colombianos, Fasecolda. 7. Un representante de las universidades públicas que tengan en sus programas de especialización, maestría y doctorados en manejo, administración y gestión del riesgo, debidamente aprobado por el Ministerio de Educación Nacional. 8. Un representante de las universidades privadas que tengan en sus programas de especialización, maestría y doctorados en manejo, administración y gestión del riesgo, debidamente aprobado por el Ministerio de Educación Nacional. Parágrafo 1°. Para los funcionarios, los titulares podrán delegar su comparecencia en funcionarios del siguiente rango jerárquico, mediante acto administrativo de delegación, para el sector privado, mediante comunicación escrita dirigida a la Secretaría del Comité. Parágrafo 2°. En el comité podrá invitar a representantes de otras entidades públicas, privadas o de organismos no gubernamentales, que serán convocados a través de la Secretaría. Parágrafo 3°. La Secretaría del comité la ejercerá la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. Artículo 23. Funciones. Son funciones del Comité Nacional para la reducción del riesgo las siguientes: 1. Orientar la formulación de políticas que fortalezcan el proceso de reducción del riesgo en el país. 2. Orientar y articular las políticas y acciones de gestión ambiental, ordenamiento territorial, planificación del desarrollo y adaptación al cambio climático que contribuyan a la reducción del riesgo de desastres. 3. Orientar las acciones de intervención correctiva en las condiciones existentes de vulnerabilidad y amenaza. 4. Orientar la intervención prospectiva para evitar nuevas condiciones de riesgo. 5. Orientar y asesorar el desarrollo de políticas de regulación técnica dirigidas a la reducción del riesgo.
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6. Orientar la aplicación de mecanismos de protección financiera, entiéndase: seguros, créditos, fondos de reserva, bonos CAT, entre otros. 7. Asesorar el diseño del proceso de reducción del riesgo como componente del sistema nacional. 8. Propender por la articulación entre el proceso de reducción del riesgo con el proceso de conocimiento del riesgo y el de manejo de desastres. 9. Orientar la formulación, implementación, seguimiento y evaluación del plan nacional para la gestión del riesgo, en los aspectos de reducción del riesgo y preparación para la recuperación. 10. Orientar la formulación de los planes de acción específicos para la recuperación posterior a situación de desastre. Artículo 24. Comité Nacional para el Manejo de Desastres. Créase el Comité Nacional para el Manejo de Desastres como una instancia interinstitucional del sistema nacional que asesora y planifica la implementación permanente del proceso de manejo de desastres con las entidades del sistema nacional. 1. El Director General de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres o su delegado, quien presidirá. 2. El Director del Departamento Nacional de Planeación o su delegado. 3. El Comandante del Ejército Nacional o su delegado. 4. El Comandante de la Armada Nacional. 5. El Comandante de la Fuerza Aérea Colombiana o su delegado. 6. El Director General de la Policía Nacional o su delegado. 7. El Director General de la Defensa Civil o su delegado. 8. El Director de la Cruz Roja Nacional o su delegado. 9. Un representante de la Junta Nacional de Bomberos de Colombia. Parágrafo 1°. Para los funcionarios, los titulares podrán delegar su comparecencia en funcionarios del siguiente rango jerárquico, mediante acto administrativo de delegación, para el sector privado, mediante comunicación escrita dirigida a la Secretaría del Comité. Parágrafo 2°. El Comité podrá invitar a representantes de otras entidades públicas, privadas o de organismos no gubernamentales, que serán convocados a través de la Secretaría. Parágrafo 3°. La Secretaría del Comité la ejercerá la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. Artículo 25. Funciones. Son funciones del Comité Nacional para el manejo de desastres las siguientes: 1. Orientar la formulación de políticas que fortalezcan el proceso de manejo de desastre. 2. Asesorar la formulación de la estrategia nacional de respuesta a emergencias. 3. Asesorar la ejecución de la respuesta a situaciones de desastre con el propósito de optimizar la atención a la población, los bienes, ecosistemas e infraestructura y la restitución de los servicios esenciales. 4. Orientar la preparación para la recuperación, entiéndase: rehabilitación y reconstrucción. 5. Asesorar la puesta en marcha de la rehabilitación y reconstrucción de las condiciones socioeconómicas, ambientales y físicas, bajo criterios de seguridad y desarrollo sostenible. 6. Coordinar con el comité de reducción del riesgo de manera que la reconstrucción no reproduzca las condiciones de vulnerabilidad. 7. Asesorar el diseño del proceso de manejo de desastres como componente del sistema nacional. 8. Propender por la articulación entre el proceso de manejo de desastre con el proceso de conocimiento del riesgo y el de reducción del riesgo.
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4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres 9. Orientar la formulación, implementación, seguimiento y evaluación del Plan Nacional para la Gestión del Riesgo con éntasis en los aspectos de preparación para la respuesta y recuperación. Artículo 26. Comisiones Técnicas Asesoras de los Comités. Los comités nacionales podrán establecer comisiones técnicas asesoras permanentes o transitorias. Artículo 27. Instancias de Coordinación Territorial. Créanse los Consejos departamentales, distritales y municipales de Gestión del Riesgo de Desastres, como instancias de coordinación, asesoría, planeación y seguimiento, destinados a garantizar la efectividad y articulación de los procesos de conocimiento del riesgo, de reducción del riesgo y de manejo de desastres en la entidad territorial correspondiente. Artículo 28. Dirección y Composición. Los consejos territoriales están dirigidos por el gobernador o alcalde de la respectiva jurisdicción e incorporarán a los funcionarios de la gobernación o alcaldía y de las entidades descentralizadas del orden departamental, distrital o municipal y representantes del sector privado y comunitario. Los consejos territoriales están conformados por: 1. El Gobernador o Alcalde o su delegado, quien lo preside. 2. El Director de la dependencia o entidad de gestión del riesgo. 3. Los directores de las entidades de servicios públicos o sus delegados. 4. Un representante de cada una de las corporaciones autónomas regionales y de desarrollo sostenible dentro de la respectiva jurisdicción territorial. 5. El director o quien haga sus veces de la defensa civil colombiana dentro de la respectiva jurisdicción. 6. El director o quien haga sus veces de la Cruz Roja Colombiana dentro de la respectiva jurisdicción. 7. El delegado departamental de bomberos o el comandante del respectivo cuerpo de bomberos del municipio. 8. Un secretario de despacho departamental o municipal, designado para ello por el Gobernador del Departamento o el Alcalde. 9. El Comandante de Policía o su delegado de la respectiva jurisdicción. Parágrafo 1°. Los Consejos Territoriales podrán invitar a sus sesiones a técnicos, expertos, profesionales, representantes de gremios o universidades para tratar temas relevantes a la gestión del riesgo. Así mismo, podrán convocar a representantes o delegados de otras organizaciones o a personalidades de reconocido prestigio y de relevancia social en su respectiva comunidad para lograr una mayor integración y respaldo comunitario en el conocimiento y las decisiones de los asuntos de su competencia. Artículo 29. Funcionamiento de los Consejos Territoriales. Los consejos territoriales tendrán un coordinador designado por el gobernador o alcalde, cuyo nivel jerárquico deberá ser igual o superior a jefe de oficina asesora. En todo caso, el coordinador deberá vigilar, promover y garantizar el flujo efectivo de los procesos de la gestión del riesgo. Parágrafo 1°. En los departamentos, distritos y municipios con población superior a 250.000 habitantes, existirá una dependencia o entidad de gestión del riesgo, siempre que su sostenimiento esté enmarcado dentro de las disposiciones de los artículos 3°, 6° y 75 de la Ley 617 de 2000. Si dicha dependencia o entidad existiere o fuere creada, quien la dirija, tendrá en todo caso, rango igual o superior a jefe de oficina asesora y su objetivo será el de facilitar la labor del alcalde como responsable y principal ejecutor de los procesos de la gestión del riesgo en el municipio, coordinar el desempeño del consejo territorial respectivo, y coordinar la continuidad de los procesos de la gestión
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del riesgo, en cumplimiento de la política nacional de gestión del riesgo y de forma articulada con la planificación del desarrollo y el ordenamiento territorial municipal. Parágrafo 2°. Comités y Comisiones Técnicas. Los consejos territoriales podrán establecer comités para la coordinación de los procesos de conocimiento del riesgo, reducción del riesgo y de manejo de desastres, siguiendo la misma orientación del nivel nacional. Igualmente, podrán crear comisiones técnicas asesoras permanentes o transitorias para el desarrollo, estudio, investigación, asesoría, seguimiento y evaluación de temas específicos en materia de conocimiento y reducción del riesgo y manejo de desastres, así como de escenarios de riesgo específicos. Artículo 30. Asociación de Consejos. Los consejos territoriales deben aunar esfuerzos de manera permanente o transitoria para coordinar y mantener los procesos de gestión del riesgo en áreas que rebasan los límites territoriales de sus respectivas circunscripciones o para afrontar desastres en territorios que cubren parte de las jurisdicciones asociadas o que se definen a partir de un elemento físico determinable como las cuencas hidrográficas. Sus actuaciones estarán orientadas por el principio de concurrencia y definidas en el marco de un plan de acción. Parágrafo 1°. Las áreas metropolitanas y las asociaciones de municipios deberán adoptar los procesos de la gestión del riesgo en el marco de su desempeño en la planificación del desarrollo, gestión ambiental y ordenamiento territorial, de conformidad con sus competencias. Parágrafo 2°. Los consejos departamentales deben promover, asesorar y hacer seguimiento al desempeño de las asociaciones de consejos territoriales del orden municipal en su respectiva jurisdicción. Artículo 31. Las Corporaciones Autónomas Regionales en el Sistema Nacional. Las corporaciones autónomas regionales o de desarrollo sostenible, que para efecto de la presente ley se denominarán las corporaciones autónomas regionales, como integrantes del sistema nacional de gestión del riesgo, además de las funciones establecidas por la Ley 99 de 1993 y la Ley 388 de 1997 o las leyes que las modifiquen. Apoyarán a las entidades territoriales de su jurisdicción ambiental en todos los estudios necesarios para el conocimiento y la reducción del riesgo y los integrarán a los planes de ordenamiento de cuencas, de gestión ambiental, de ordenamiento territorial y de desarrollo. Parágrafo 1°. El papel de las corporaciones autónomas regionales es complementario y subsidiario respecto a la labor de alcaldías y gobernaciones, y estará enfocado al apoyo de las labores de gestión del riesgo que corresponden a la sostenibilidad ambiental del territorio y, por tanto, no eximen a los alcaldes y gobernadores de su responsabilidad primaria en la implementación de los procesos de gestión del riesgo de desastres. Parágrafo 2º. Las corporaciones autónomas regionales deberán propender por la articulación de las acciones de adaptación al cambio climático y la de gestión del riesgo de desastres en su territorio, en virtud que ambos procesos contribuyen explícitamente a mejorar la gestión ambiental territorial sostenible. Parágrafo 3°. Las corporaciones autónomas regionales como integrantes de los consejos territoriales de gestión del riesgo, en desarrollo de los principios de solidaridad, coordinación, concurrencia y subsidiariedad positiva, deben apoyar a las entidades territoriales que existan en sus respectivas jurisdicciones en la implementación de los procesos de gestión del riesgo de acuerdo con el ámbito de su competencia y serán corresponsables en la implementación. Parágrafo 4°. Cuando se trate de Grandes Centros Urbanos al tenor de lo establecido en la Ley 99 de 1993, en lo relativo a los comités territoriales, harán parte de estos las autoridades ambientales locales.
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4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres CAPÍTULO III Instrumentos de Planificación Artículo 32. Planes de Gestión del Riesgo. Los tres niveles de gobierno formularán e implementarán planes de gestión del riesgo para priorizar, programar y ejecutar acciones por parte de las entidades del sistema nacional, en el marco de los procesos de conocimiento del riesgo, reducción del riesgo y de manejo del desastre, como parte del ordenamiento territorial y del desarrollo, así como para realizar su seguimiento y evaluación. Artículo 33. Plan Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres. Es el instrumento que define los objetivos, programas, acciones, responsables y presupuestos, mediante las cuales se ejecutan los procesos de conocimiento del riesgo, reducción del riesgo y de manejo de desastres, en el marco de la planificación del desarrollo nacional. Parágrafo. El Plan Nacional de Gestión del Riesgo abordará las acciones necesarias para la identificación y análisis del riesgo, el monitoreo de los factores de riesgo, la comunicación del riesgo, la reducción de los factores de riesgo mediante la intervención correctiva y prospectiva, la protección financiera, la preparación para la respuesta a emergencias, la preparación para la recuperación, entiéndase: rehabilitación y reconstrucción; sistemas de información, consolidación de la política nacional de información geográfica y la Infraestructura Colombiana de Datos Espaciales – ICDE y el fortaleciendo institucional, entre otras. Artículo 34. Elaboración y evaluación del plan. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, es la instancia encargada de elaborar el plan nacional de gestión del riesgo con los insumos provenientes de los tres comités nacionales de gestión del riesgo y de los consejos territoriales. La Unidad presentará el plan al Consejo Nacional para su aprobación, así como las actualizaciones del mismo. La decisión aprobatoria deberá contar con la mayoría absoluta de los asistentes al consejo nacional, incluido el voto del Presidente de la República o su delegado. El plan nacional y sus actualizaciones serán adoptados mediante decreto expedido por el Presidente de la República. El Gobierno Nacional reglamentará en un plazo no mayor a noventa (90) días, posteriores a la fecha en que se sancione la presente ley, el procedimiento de expedición y actualización del plan nacional de gestión del riesgo que será de obligatorio cumplimiento por parte de las entidades responsables. Parágrafo. El seguimiento y evaluación del Plan está a cargo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres con los insumos provenientes de los tres comités nacionales de gestión del riesgo y de los consejos territoriales. La Contraloría General de la República, estará a cargo del seguimiento y evaluación en lo Fiscal y la Procuraduría General de la Nación en lo Disciplinario. Artículo 35. Estrategia Nacional para la Respuesta a Emergencias. La estrategia nacional para la respuesta a emergencias, es el marco de actuación de las entidades del sistema nacional de gestión del riesgo para la reacción y atención de emergencias. Se refiere a todos los aspectos que deben activarse por las entidades en forma individual y colectiva con el propósito de ejecutar la respuesta a emergencias de manera oportuna y efectiva. Parágrafo. La estrategia nacional para la respuesta a emergencias, como una acción de preparación para la respuesta que busca la efectividad de la actuación interinstitucional, en los tres niveles de gobierno, se centrará principalmente en la optimización de la prestación de servicios básicos durante la respuesta como accesibilidad y transporte,
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comunicaciones, evaluación de daños y análisis de necesidades, salud y saneamiento básico, búsqueda y rescate, extinción de incendios y manejo de materiales peligrosos, albergues y alimentación, servicios públicos, seguridad y convivencia, aspectos financieros y legales, información pública, información geográfica, el manejo general de la respuesta y definición de estados de alerta, entre otros. Artículo 36. Elaboración de la Estrategia Nacional para la Respuesta a Emergencias. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, es la instancia encargada de elaborar la estrategia nacional para la Respuesta a emergencias con los insumos provenientes de los tres comités nacionales de gestión del riesgo y de los consejos territoriales. La Unidad presentará el plan al Consejo Nacional de gestión del riesgo para su aprobación, así como las actualizaciones del mismo anualmente. La decisión aprobatoria deberá contar con la mitad más uno de los asistentes al consejo nacional, incluido el voto afirmativo del Presidente de la República o su delegado. La estrategia nacional y sus actualizaciones serán adoptadas mediante decreto expedido por el Presidente de la República, en un plazo no mayor a noventa (90) días, posteriores a la fecha en que se sancione la presente ley. Artículo 37. Planes departamentales, distritales y municipales de gestión del riesgo y estrategias de respuesta. Las autoridades departamentales, distritales y municipales formularán y concertarán con sus respectivos consejos de gestión del riesgo, un plan de gestión del riesgo de desastres y una estrategia para la respuesta a emergencias de su respectiva jurisdicción, en armonía con el plan de gestión del riesgo y la estrategia de respuesta nacionales. El plan y la estrategia, y sus actualizaciones, serán adoptados mediante decreto expedido por el gobernador o alcalde, según el caso en un plazo no mayor a noventa (90) días, posteriores a la fecha en que se sancione la presente ley. Parágrafo 1°. Los planes de gestión del riesgo y estrategias de respuesta departamentales, distritales y municipales, deberán considerar las acciones específicas para garantizar el logro de los objetivos de la gestión del riesgo de desastres. En los casos en que la unidad territorial cuente con planes similares, estos deberán ser revisados y actualizados en cumplimiento de la presente ley. Parágrafo 2°. Los programas y proyectos de estos planes se integrarán en los planes de ordenamiento territorial, de manejo de cuencas y de desarrollo departamental, distrital o municipal y demás herramientas de planificación del desarrollo, según sea el caso. Artículo 38. Incorporación de la gestión del riesgo en la inversión pública. Todos los proyectos de inversión pública que tengan incidencia en el territorio, bien sea a nivel nacional, departamental, distrital o municipal, deben incorporar apropiadamente un análisis de riesgo de desastres cuyo nivel de detalle estará definido en función de la complejidad y naturaleza del proyecto en cuestión. Este análisis deberá ser considerado desde las etapas primeras de formulación, a efectos de prevenir la generación de futuras condiciones de riesgo asociadas con la instalación y operación de proyectos de inversión pública en el territorio nacional. Parágrafo. Todas las entidades públicas y privadas que financien estudios para la formulación y elaboración de planes, programas y proyectos de desarrollo regional y urbano, incluirán en los contratos respectivos la obligación de incorporar el componente de reducción del riesgo y deberá consultar los lineamientos del Plan aprobado de Gestión del Riesgo del municipio o el departamento en el cual se va ejecutar la inversión. Artículo 39. Integración de la gestión del riesgo en la planificación territorial y del desarrollo. Los planes de ordenamiento territorial, de manejo de cuencas hidrográficas y
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4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres de planificación del desarrollo en los diferentes niveles de gobierno, deberán integrar el análisis del riesgo en el diagnóstico biofísico, económico y socio ambiental y, considerar, el riesgo de desastres, como un condicionante para el uso y la ocupación del territorio, procurando de esta forma evitar la configuración de nuevas condiciones de riesgo. Parágrafo. Las entidades territoriales en un plazo no mayor a un (1) año, posterior a la fecha en que se sancione la presente ley, deberán revisar y ajustar los planes de ordenamiento territorial y de desarrollo municipal y departamental que, estando vigentes, no haya incluido en su proceso de formulación de la gestión del riesgo. Artículo 40. Incorporación de la gestión del riesgo en la planificación. Los distritos, áreas metropolitanas y municipios en un plazo no mayor a un (1) año, posterior a la fecha en que se sancione la presente ley, deberán incorporar en sus respectivos planes de desarrollo y de ordenamiento territorial las consideraciones sobre desarrollo seguro y sostenible derivadas de la gestión del riesgo, y por consiguiente, los programas y proyectos prioritarios para estos fines, de conformidad con los principios de la presente ley. En particular, incluirán las previsiones de la Ley 9ª de 1989 y de la Ley 388 de 1997, o normas que la sustituyan, tales como los mecanismos para el inventario de asentamientos en riesgo, señalamiento, delimitación y tratamiento de las zonas expuestas a amenaza derivada de fenómenos naturales, socio naturales o antropogénicas no intencionales, incluidos los mecanismos de reubicación de asentamientos; la transformación del uso asignado a tales zonas para evitar reasentamientos en alto riesgo; la constitución de reservas de tierras para hacer posible tales reasentamientos y la utilización de los instrumentos jurídicos de adquisición y expropiación de inmuebles que sean necesarios para reubicación de poblaciones en alto riesgo, entre otros. Artículo 41. Ordenamiento territorial y planificación del desarrollo. Los organismos de planificación nacionales, regionales, departamentales, distritales y municipales, seguirán las orientaciones y directrices señalados en el plan nacional de gestión del riesgo y contemplarán las disposiciones y recomendaciones específicas sobre la materia, en especial, en lo relativo a la incorporación efectiva del riesgo de desastre como un determinante ambiental que debe ser considerado en los planes de desarrollo y de ordenamiento territorial, de tal forma que se aseguren las asignaciones y apropiaciones de fondos que sean indispensables para la ejecución de los programas y proyectos prioritarios de gestión del riesgo de desastres en cada unidad territorial. Artículo 42. Análisis específicos de riesgo y planes de contingencia. Todas las entidades públicas o privadas encargadas de la prestación de servicios públicos, que ejecuten obras civiles mayores o que desarrollen actividades industriales o de otro tipo que puedan significar riesgo de desastre para la sociedad, así como las que específicamente determine la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, deberán realizar un análisis específico de riesgo que considere los posibles efectos de eventos naturales sobre la infraestructura expuesta y aquellos que se deriven de los daños de la misma en su área de influencia, así como los que se deriven de su operación. Con base en este análisis diseñará e implementarán las medidas de reducción del riesgo y planes de emergencia y contingencia que serán de su obligatorio cumplimiento. Artículo 43. La Cooperación Internacional en la Gestión del Riesgo. La Cooperación Internacional en materia de gestión del Riesgo de Desastres, incluyendo el apoyo en situaciones de desastre que sean explícitamente requeridas por el Gobierno Nacional deberán ejercerse teniendo como objetivo central el fortalecimiento del sistema nacional
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y de las entidades públicas, privadas y comunitarias que lo integran. La ayuda humanitaria deberá proveerse teniendo en cuenta los principios de calidad, oportunidad, pertinencia y eficacia que rigen a nivel internacional a las instituciones que se encargan de prestarla. Parágrafo. El Gobierno Nacional a través del Departamento Administrativo para la Prosperidad Social en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Unidad para la Gestión del Riesgo, en un plazo no mayor de ciento ochenta (180) días posteriores a la fecha en que se sancione la presente ley, establecerá un plan estratégico para fomentar y gestionar recursos jurídicos, financieros, físicos, humanos y técnicos de Cooperación Internacional y diplomacia humanitaria. Artículo 44. El Control en la Gestión del Riesgo de Desastres. El Estado a través de sus órganos de control ejercerán procesos de monitoreo, evaluación y control en la gestión de riesgo de desastre, empleando para tales fines los medios establecidos por la ley, y la sociedad a través de los mecanismos de veeduría ciudadana. Parágrafo. Todas las entidades públicas, privadas o comunitarias velarán por la correcta implementación de la gestión del riesgo de desastres en el ámbito de sus competencias sectoriales y territoriales en cumplimiento de sus propios mandatos y normas que los rigen. CAPÍTULO IV Sistemas de Información Artículo 45. Sistema Nacional de Información para la Gestión del Riesgo de Desastres. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, en el marco de las políticas, estándares y tecnologías que definen la infraestructura colombiana de datos espaciales, deberá poner en marcha, un sistema nacional de información para la gestión del riesgo de desastres, el cual debe mantenerse actualizado y funcional mediante la integración de contenidos de todas las entidades nacionales y territoriales, con el propósito de fomentar la generación y el uso de la información sobre el riesgo de desastres y su reducción y la respuesta a emergencias en el territorio nacional y ofrecer el apoyo de información que demandan los gestores del riesgo en todos los niveles de gobierno. El Sistema Nacional de Información para la Gestión del Riesgo de Desastres, en general, permitirá: 1. Acceder a la información relacionada con la gestión del riesgo de desastres de todo el país. 2. Adaptar, adoptar y promover estándares, protocolos, soluciones tecnológicas y procesos para el manejo de la información para la gestión del riesgo de desastres a nivel nacional, departamental, distrital y municipal. 3. Contribuir a la construcción, distribución y apropiación del conocimiento sobre el riesgo de desastres en el país. 4. Contribuir a la generación de los elementos de información e interacción para el seguimiento de las amenazas, vulnerabilidades y riesgos del país. 5. Contribuir a la divulgación de información relacionada con el conocimiento del riesgo, la prevención, la preparación, la respuesta y la recuperación en los ámbitos, nacional, departamental, distrital y municipal. 6. Responder a las necesidades de información sobre las estadísticas de afectación y de apoyos brindados por el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres en las situaciones de emergencia. 7. Articular los sistemas de información de las entidades nacionales, departamentales, distritales y municipales. 8. Privilegiar el trabajo conjunto para producir, compartir y usar información geográfica necesaria para soportar el desarrollo del país.
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4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres Parágrafo. La información relacionada con la gestión del riesgo que las entidades públicas desarrollan, procesan, almacenan y comunican, deberá estar disponibles para su uso por parte del sistema nacional de información para la gestión del riesgo en las condiciones propicias para tal fin. Las entidades productoras y usuarias de la información deben garantizar la observancia de las limitaciones de acceso y uso referidas al derecho de habeas data, privacidad, reserva estadística, los asuntos de defensa y seguridad nacional, y en general, todos aquellos temas a los que la ley les haya otorgado el carácter de reserva. Artículo 46. Sistemas de Información en los Niveles Regionales, Departamentales, Distritales y Municipales. Las autoridades departamentales, distritales y municipales crearán sistemas de información para la gestión del riesgo de desastres en el ámbito de su jurisdicción en armonía con el sistema nacional, garantizando la interoperabilidad con el sistema nacional y la observación de estándares establecidos por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.
CAPÍTULO V Mecanismos de Financiación para la Gestión del Riesgo de Desastres Artículo 47. Fondo Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres. El Fondo Nacional de Calamidades creado por el Decreto 1547 de 1984 y modificado por el Decreto-ley 919 de 1989, se denominará en adelante Fondo Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres y continuará funcionando como una cuenta especial de la Nación, con independencia patrimonial, administrativa, contable y estadística conforme a lo dispuesto por dicho Decreto. La Junta Directiva incorporará directamente al presupuesto del Fondo Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres los recursos que reciba y que no correspondan a aportes del Presupuesto General de la Nación. Los aportes presupuestales y las donaciones que reciba se mantendrán en dicha cuenta como una reserva especial hasta tanto cumplan los fines establecidos por la ley. Sus objetivos generales son la negociación, obtención, recaudo, administración, inversión, gestión de instrumentos de protección financiera y distribución de los recursos financieros necesarios para la implementación y continuidad de la política de gestión del riesgo de desastres que incluya los procesos de conocimiento y reducción del riesgo de desastres y de manejo de desastres. Estos objetivos se consideran de interés público. Parágrafo 1°. El Fondo Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres podrá recibir, administrar e invertir recursos de origen estatal y/o contribuciones y aportes efectuados a cualquier título por personas naturales o jurídicas, instituciones públicas y/o privadas del orden nacional e internacional. Tales recursos deberán invertirse en la adopción de medidas de conocimiento y reducción del riesgo de desastres, preparación, respuesta, rehabilitación y reconstrucción, a través de mecanismos de financiación dirigidos a las entidades involucradas en los procesos y a la población afectada por la ocurrencia de desastres. El Fondo podrá crear subcuentas para los diferentes procesos de la gestión del riesgo. Parágrafo 2°. El Fondo Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres desarrollará sus funciones y operaciones de manera directa subsidiaria o complementaria, bajo esquemas interinstitucionales de cofinanciación, concurrencia y subsidiariedad. Artículo 48. Administración y representación. El Fondo Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres será administrado y representado, en los términos previstos en el artículo
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3° del Decreto 1547 de 1984, modificado por el artículo 70 de Decreto-ley 919 de 1989. Además se tendrá en cuenta en el manejo del Fondo las directrices, lineamientos e instrucciones de la Junta Directiva del Fondo Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres. Parágrafo 1°. La ordenación del gasto del Fondo Nacional de gestión del riesgo y sus subcuentas, estará a cargo del Director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, sin perjuicio de la ordenación del gasto que se encuentra dispuesta para la ejecución de los recursos destinados para la atención de la emergencia ocasionada por el Fenómeno de la Niña 2010-2011, de que trata el Decreto 4702 de 2010. La expedición de los actos administrativos que se genere por virtud y/o consecuencia de la contratación que adelante la Fiduciaria, entre ellos la aplicación de los artículos 14 a 18 de la Ley 80 de 1993 serán expedidos por el Director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, o por el Gerente Fondo Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, Subcuenta Colombia Humanitaria, según corresponda. Los criterios de distribución contendrán como mínimo indicadores de vulnerabilidad y amenaza ante desastres, condiciones de pobreza y desigualdad de la zona, serán establecidos por el Consejo Nacional de manera pública en un plazo no mayor a ciento ochenta (180) días posteriores a la fecha en que se sancione la presente ley. Parágrafo 2°. Por la gestión fiduciaria que cumpla la sociedad, percibirá con cargo al Fondo Nacional, a título de comisión, la retribución que corresponde en los términos que señale la Superintendencia Financiera de Colombia. Artículo 49. Patrimonio autónomo. Los bienes y derechos de la Nación que hacen parte del Fondo Nacional constituyen un patrimonio autónomo con destinación específica al cumplimiento de los objetivos generales señalados en el artículo 47 de la presente ley. La Sociedad Fiduciaria administrará los bienes y derechos del fondo de manera independiente de los bienes de la Sociedad Fiduciaria y de los bienes y derechos que hagan parte de otros fideicomisos que administre. Artículo 50. Recursos. Los recursos del Fondo Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres estarán sujetos a las apropiaciones que para el efecto se asignen en el Presupuesto General de la Nación y estén contenidos en el Marco de Gastos de Mediano Plazo – MGMP. La Junta Directiva establecerá la distribución de estos recursos en las diferentes subcuentas de acuerdo con las prioridades que se determinen en cada uno de los procesos de la gestión del riesgo. Parágrafo 1°. El Gobierno Nacional a través del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, garantizará que en todo momento el Fondo Nacional cuente con recursos suficientes que permitan asegurar el apoyo a las entidades nacionales y territoriales en sus esfuerzos de conocimiento del riesgo, prevención, mitigación, respuesta y recuperación, entiéndase: rehabilitación y reconstrucción y con reservas suficientes de disponibilidad inmediata para hacer frente a situaciones de desastre. Parágrafo 2°. Los recursos del Fondo Nacional se orientarán, asignarán y ejecutarán con base en las directrices que establezca el Plan Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, y con las previsiones especiales que contemplen los planes de acción específicos para la rehabilitación, reconstrucción y recuperación. Parágrafo 3°. Los contratos que celebre la sociedad fiduciaria para la administración de los bienes, derechos e intereses del fondo se someterán al régimen aplicable a las empresas industriales y comerciales del Estado, sin perjuicio del régimen de contratación previsto para las situaciones de desastres o de similar naturaleza y a evitar la extensión de los efectos. Artículo 51. Subcuentas para apoyar el financiamiento de la gestión del riesgo. Créanse las siguientes subcuentas del Fondo Nacional:
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4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres 1. Subcuenta de Conocimiento del Riesgo. Los recursos de esta subcuenta serán destinados a apoyar el financiamiento de proyectos de conocimiento del riesgo de desastres en áreas o sectores estratégicos y prioritarios para el país. 2. Subcuenta de Reducción del Riesgo. Los recursos de esta subcuenta serán destinados a apoyar el financiamiento de proyectos de prevención y mitigación del riesgo a nivel nacional y territorial, prioritarios para el país. 3. Subcuenta de Manejo de Desastres. Los recursos de esta subcuenta serán destinados a apoyar el financiamiento de la preparación para la respuesta a emergencias y de preparación para la recuperación a nivel nacional y territorial, así como para brindar apoyo económico en la ejecución de la respuesta a emergencias cubriendo las siguientes fases: a) El período de inminencia de desastre y b) el período de la emergencia que incluye la atención de los afectados y la ejecución de los diferentes servicios básicos de respuesta. 4. Subcuenta de Recuperación. Los recursos de esta subcuenta serán destinados a apoyar el financiamiento de la rehabilitación y reconstrucción post desastre de las condiciones socioeconómicas, ambientales y físicas bajo criterios de seguridad y desarrollo sostenible. 5. Subcuenta para la Protección Financiera. Los recursos de esta subcuenta serán destinados a apoyar el financiamiento de la protección financiera. A través de esta subcuenta, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público gestionará, adquirirá o celebrará los instrumentos o contratos con entidades nacionales o extranjeras que permitan la protección financiera frente al riesgo de desastres. Parágrafo. La Junta Directiva del Fondo Nacional podrá realizar los traslados de recursos entre subcuentas de acuerdo con la reglamentación que expida el gobierno nacional para esos efectos, con excepción de la subcuenta para la protección financiera. Artículo 52. Junta Directiva del Fondo Nacional. La Junta Directiva del Fondo Nacional de Calamidades, en adelante Junta Directiva del Fondo Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, estará integrada de conformidad con lo dispuesto en el Decreto-ley 4147 de 2011 y tendrá las siguientes funciones: 1. Señalar las políticas generales de manejo e inversión de los recursos del Fondo y velar por su seguridad, adecuado manejo y óptimo rendimiento. 2. Velar por el cumplimiento e implementación de los objetivos del Fondo. 3. Indicar la destinación de los recursos y el orden de prioridades conforme al cual serán atendidos los objetivos del Fondo frente a las disponibilidades presupuestales del mismo, existentes en cada caso. 4. Recomendar los sistemas idóneos para atender situaciones de naturaleza similar, calificadas por la propia junta. 5. Absolver las consultas sobre las materias relacionadas con el objeto y objetivos del Fondo que le formule el Gobierno Nacional o la Sociedad Fiduciaria administradora del Fondo. 6. Determinar, cuando las circunstancias lo requieran y teniendo en cuenta el objeto y objetivos del Fondo, los casos en los cuales los recursos pueden transferirse a título gratuito y no recuperable. 7. Podrá determinar las necesidades de personal para el cumplimiento de las funciones de la Gerencia. Artículo 53. Apropiaciones presupuestales para la gestión del riesgo de desastres. Las entidades del orden nacional, regional, departamental, distrital y municipal que hacen parte del sistema nacional, incluirán a partir del siguiente presupuesto anual y en adelante, las partidas presupuestales que sean necesarias para la realización de las tareas que le competen en materia de conocimiento y reducción de riesgos y de manejo de desastres.
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Artículo 54. Fondos Territoriales. Las administraciones departamentales, distritales y municipales, en un plazo no mayor a noventa (90) días posteriores a la fecha en que se sancione la presente ley, constituirán sus propios fondos de gestión del riesgo bajo el esquema del Fondo Nacional, como cuentas especiales con autonomía técnica y financiera, con el propósito de invertir, destinar y ejecutar sus recursos en la adopción de medidas de conocimiento y reducción del riesgo de desastre, preparación, respuesta, rehabilitación y reconstrucción. Podrá establecer mecanismos de financiación dirigidos a las entidades involucradas en los procesos y a la población afectada por la ocurrencia de desastres o calamidad. El Fondo podrá crear subcuentas para los diferentes procesos de la gestión del riesgo. Parágrafo. Los recursos destinados a los fondos de los que habla este artículo, serán de carácter acumulativo y no podrán en ningún caso ser retirados del mismo, por motivos diferentes a la gestión del riesgo. En todo caso el monto de los recursos deberá guardar coherencia con los niveles de riesgo de desastre que enfrenta el departamento, distrito o municipio. CAPÍTULO VI Declaratoria de Desastre, Calamidad Pública y Normalidad Artículo 55. Desastre. Para los efectos de la presente ley, se entiende por desastre el resultado que se desencadena de la manifestación de uno o varios eventos naturales o antropogénicos no intencionales que al encontrar condiciones propicias de vulnerabilidad en las personas, los bienes, la infraestructura, los medios de subsistencia, la prestación de servicios o los recursos ambientales, causa daños o pérdidas humanas, materiales, económicas o ambientales, generando una alteración intensa, grave y extendida en las condiciones normales de funcionamiento de la sociedad, que exige al Estado y al sistema nacional ejecutar acciones de respuesta, rehabilitación y reconstrucción. Artículo 56. Declaratoria de situación de desastre. Previa recomendación del Consejo Nacional, el Presidente de la República declarará mediante decreto la existencia de una situación de desastre y, en el mismo acto, la clasificará según su magnitud y efectos como de carácter nacional, regional, departamental, distrital o municipal, y pondrá en vigor las normas pertinentes propias del régimen especial para situaciones de desastre. 1. Nacional. Existirá una situación de desastre nacional: a). Cuando la materialización del riesgo afecte de manera desfavorable y grave los bienes jurídicos protegidos de las personas, de la colectividad nacional y de las instituciones de la Administración Pública Nacional, en todo el territorio nacional o en parte considerable del mismo. b). Cuando se hayan producido efectos adversos en uno (1) o más departamentos y su impacto rebase la capacidad técnica y los recursos de las administraciones departamentales y municipales involucradas. c). Cuando la emergencia tenga la capacidad de impactar de manera desfavorable y grave la economía nacional, las redes de servicios nacionales en su totalidad o en parte significativa de las mismas, el distrito capital y otros centros urbanos de importancia regional en la red de ciudades. 2. Departamental. Existirá una situación de desastre departamental cuando la materialización del riesgo afecte de manera desfavorable y grave los bienes jurídicos protegidos de los habitantes de un (1) departamento y de la administración pública departamental. El desastre de orden departamental puede presentarse en todo el departamento o en parte sustancial de su territorio rebasando la capacidad técnica y de recursos de los municipios afectados.
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4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres 3. Distrital o Municipal. Existirá una situación de desastre municipal o distrital cuando la materialización del riesgo afecte de manera desfavorable y grave los bienes jurídicos protegidos de los habitantes del municipio o distrito impactado y de la administración pública distrital. El desastre de orden distrital o municipal puede presentarse en todo el distrito o municipio o en parte sustancial del territorio de su jurisdicción, rebasando su capacidad técnica y de recursos. Parágrafo 1°. La declaratoria de una situación de desastre podrá producirse hasta dos (2) meses después de haber ocurrido los hechos que la justifican. De igual manera, mientras no se haya declarado que la situación ha vuelto a la normalidad, el Presidente de la República, podrá modificar la calificación que le haya dado a la situación de desastre y las disposiciones del régimen especial que deberán ser aplicadas. Parágrafo 2°. Producida la declaratoria de situación de desastre, será de cumplimiento obligatorio las normas que el decreto ordene y específicamente determine. Al efecto, las autoridades administrativas, ejercerán las competencias que legalmente les corresponda y, en particular, las previstas en las normas del régimen especial que se determinen, hasta tanto se disponga que ha retornado la normalidad. Artículo 57. Declaratoria de situación de calamidad pública. Los gobernadores y alcaldes, previo concepto favorable del Consejo Departamental, Distrital o Municipal de Gestión del Riesgo, podrán declararla situación de calamidad pública en su respectiva jurisdicción. Las declaratorias de h situación de calamidad pública se producirán y aplicarán, en lo. pertinente, de conformidad con las reglas de la declaratoria de la situación de desastre. Artículo 58. Calamidad pública. Para los efectos de la presente ley, se entiende por calamidad pública, el resultado que se desencadena de la manifestación de uno o varios eventos naturales o antropogénicos no intencionales que al encontrar condiciones propicias de vulnerabilidad en las personas, los bienes, la infraestructura, los medios de subsistencia, la prestación de servicios o los recursos ambientales, causa daños o pérdidas humanas, materiales, económicas o ambientales, generando una alteración intensa, grave y extendida en las condiciones normales de funcionamiento de la población, en el respectivo territorio, que exige al distrito, municipio, o departamento ejecutar acciones de respuesta, rehabilitación y reconstrucción. Artículo 59. Criterios para la declaratoria de desastre y calamidad pública. La autoridad política que declare la situación de desastre o calamidad, según sea el caso, tendrá en consideración los siguientes criterios: 1. Los bienes jurídicos de las personas en peligro o que han sufrido daños. Entre los bienes jurídicos protegidos se cuentan la vida, la integridad personal, la subsistencia digna, la salud, la vivienda, la familia, los bienes patrimoniales esenciales y los derechos fundamentales económicos y sociales de las personas. 2. Los bienes jurídicos de la colectividad y las instituciones en peligro o que han sufrido daños. Entre los bienes jurídicos así protegidos se cuentan el orden público material, social, económico y ambiental, la vigencia de las instituciones, políticas y administrativas, la prestación de los servicios públicos esenciales, la integridad de las redes vitales y la infraestructura básica. 3. El dinamismo de la emergencia para desestabilizar el equilibrio existente y para generar nuevos riesgos y desastres. 4. La tendencia de la emergencia a modificarse, agravarse, reproducirse en otros territorios y poblaciones o a perpetuarse. 5. La capacidad o incapacidad de las autoridades de cada orden para afrontar las condiciones de la emergencia.
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6. El elemento temporal que agregue premura y urgencia a la necesidad de respuesta. 7. La inminencia de desastre o calamidad pública con el debido sustento fáctico. Artículo 60. Solidaridad. Los departamentos, corporaciones autónomas, distritos y municipios podrán colaborar con otras entidades territoriales de su mismo rango o de rango inferior o superior cuando tales entidades se encuentren en situaciones declaradas de desastre o de calamidad pública. La colaboración puede extenderse al envío de equipos humanos y materiales, recursos físicos a través de redes esenciales, elaboración conjunta de obras, manejo complementario del orden público, intercambio de información sobre el desastre o su inminente aparición y, en general, todo aquello que haga efectivos los principios de concurrencia y subsidiariedad positiva en situaciones de interés público acentuado. Parágrafo. Los primeros auxilios en situaciones de desastre o calamidad pública deberán ser prestados por cualquier persona o entidad, bajo la coordinación y control de las entidades del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo. Artículo 61. Plan de acción específico para la recuperación. Declarada una situación de desastre o calamidad pública y activadas las estrategias para la respuesta, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, en lo nacional, las gobernaciones, y alcaldías en lo territorial, elaborarán planes de acción específicos para la rehabilitación y reconstrucción de las áreas afectadas, que será de obligatorio cumplimiento por todas las entidades públicas o privadas que deban contribuir a su ejecución, en los términos señalados en la declaratoria y sus modificaciones. Cuando se trate de situación de calamidad pública departamental, distrital o municipal, el plan de acción específico será elaborado y coordinado en su ejecución por el consejo departamental, distrital, municipal respectivo, de acuerdo con las orientaciones establecidas en la declaratoria o en los actos que la modifiquen. Parágrafo 1°. El plan de acción específico, en relación con la rehabilitación y la reconstrucción, deberá integrar las acciones requeridas para asegurar que no se reactive el riesgo de desastre preexistente en armonía con el concepto de seguridad territorial. Parágrafo 2°. El seguimiento y evaluación del plan estará a cargo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres cuando se derive de una declaratoria de desastre. Por las oficinas de planeación o entidad o dependencia que haga sus veces, dentro del respectivo ente territorial, cuando se trate de declaratoria de calamidad pública; los resultados de este seguimiento y evaluación serán remitidos a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. Artículo 62. Participación de entidades. En el acto administrativo que declare la situación de desastre o calamidad pública, se señalarán, según su naturaleza y competencia las entidades y organismos que participarán en la ejecución del plan de acción específico, las labores que deberán desarrollar y la forma como se someterán a la dirección, coordinación y control por parte de la entidad o funcionario competente. Igualmente, se determinará la forma y modalidades en que podrán participar las entidades y personas jurídicas privadas y la comunidad organizada en la ejecución del plan. Artículo 63. Modificación de la declaratoria. El Presidente de la República podrá modificar los términos de la declaratoria de desastre y las normas especiales habilitadas para la situación, durante la respuesta, rehabilitación y reconstrucción. Para ello expedirá el decreto respectivo. El gobernador o el alcalde podrán modificar los términos de la declaratoria de calamidad pública, previo concepto del respectivo consejo para la gestión del riesgo.
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4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres Artículo 64. Retorno a la normalidad. El Presidente de la República, previa recomendación del Consejo Nacional, decretará que la situación de desastre ha terminado y que ha retornado la normalidad. Sin embargo, podrá disponer en el mismo decreto que continuarán aplicándose, total o parcialmente, las normas especiales habilitadas para la situación de desastre, durante la ejecución de las tareas de rehabilitación y reconstrucción. Cuando se trate de declaratoria de situación de calamidad pública, previa recomendación del consejo territorial correspondiente, el gobernador o alcalde, mediante decreto, declarará el retorno a la normalidad y dispondrá en el mismo cómo continuarán aplicándose las normas especiales habilitadas para la situación de calamidad pública, durante la ejecución de las tareas de rehabilitación y reconstrucción y la participación de las entidades públicas, privadas y comunitarias en las mismas. Parágrafo. El término para la declaratoria de retorno a la normalidad no podrá exceder de seis (6) meses para la declaratoria de calamidad pública y de doce (12) meses para la declaratoria de situación de desastre, en estos casos, podrá prorrogarse por una vez y hasta por el mismo término, previo concepto favorable del Consejo Nacional o territorial, para la gestión del riesgo, según el caso. Los términos comenzarán a contarse a partir del día siguiente de la expedición del decreto presidencial o del acto administrativo que declaró la situación de desastre o calamidad pública. CAPÍTULO VII Régimen Especial para Situaciones de Desastre y Calamidad Pública Artículo 65. Régimen normativo. Declaradas situaciones de desastre o calamidad pública, conforme a lo dispuesto en el Capítulo VI de esta ley, en la misma norma se determinará el régimen especial aplicable de acuerdo con los antecedentes, la naturaleza, la magnitud y los efectos del desastre o calamidad pública. Las normas versarán entre otras materias sobre contratación del Estado, empréstitos, control fiscal de recursos; ocupación, adquisición, expropiación, demolición de inmuebles e imposición de servidumbres; reubicación de asentamientos, solución de conflictos, moratoria o refinanciación de deudas, suspensión de juicios ejecutivos, créditos para afectados, incentivos para la rehabilitación, reconstrucción y el desarrollo sostenible; administración y destinación de donaciones y otras medidas tendientes a garantizar el regreso a la normalidad. Artículo 66. Medidas especiales de contratación. Salvo lo dispuesto para los contratos de empréstito interno y externo, los contratos que celebre la sociedad fiduciaria para la ejecución de los bienes, derechos e intereses del Fondo Nacional de Gestión del Riesgo o los celebrados por las entidades ejecutoras que reciban recursos provenientes de este fondo o los celebrados por las entidades territoriales y sus fondos de gestión del riesgo, relacionados directamente con las actividades de respuesta, de rehabilitación y reconstrucción de las zonas declaradas en situación de desastre o calamidad pública, se someterán a los requisitos y formalidades que exige la ley para la contratación entre particulares, con sujeción al régimen especial dispuesto en el artículo 13 de la Ley 1150 de 2007, y podrán contemplar cláusulas excepcionales de conformidad con lo dispuesto en los artículos 14 a 18 de la Ley 80 de 1993. Parágrafo. Los contratos celebrados por las entidades territoriales en virtud del artículo anterior se someterán al control fiscal dispuesto para los celebrados en el marco de la declaratoria de urgencia manifiesta contemplada en los artículos 42 y 43 de la Ley 80 de 1993 y demás normas que la modifiquen. Artículo 67. Contratación de empréstitos. Los contratos de empréstito externo o interno que requieran celebrar el Gobierno Nacional, las entidades descentralizadas del orden
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nacional, los departamentos, distritos y municipios o las entidades descentralizadas del orden departamental, distrital o municipal con el fin de atender situaciones de desastre o calamidad pública declaradas, solo necesitarán para su celebración y validez, además de los requisitos establecidos por la Constitución Política, el concepto previo de la Dirección General de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, las firmas del representante de la entidad prestamista y del Presidente de la República o del respectivo mandatario Departamental, Distrital o Municipal, quienes podrán delegar la suscripción en el Ministro, o en los Secretarios de Hacienda, para el caso de las entidades territoriales. En todo caso no se podrá exceder la capacidad de pago de la entidad prestataria. Artículo 68. Imposición de servidumbres. Los bienes fiscales y los bienes de propiedad particular en las áreas geográficas determinadas en la declaratoria de situación de desastre o calamidad pública, deberán soportar las servidumbres legales que fueren necesarias para adelantar las acciones, obras y procesos necesarios para atender la emergencia y adelantar las acciones de rehabilitación y reconstrucción. Parágrafo. La imposición de servidumbres se hará mediante acto administrativo motivado, en el cual se fijará el valor de la indemnización que corresponde y se notificará al propietario, poseedor o tenedor del inmueble, quien podrá interponer únicamente el recurso de reposición. Contra dicho acto procederán las acciones contenciosoadministrativas del caso. Artículo 69. Ocupación temporal de inmuebles. En desarrollo de la función social de la propiedad, los propietarios, poseedores y tenedores de inmuebles y mejoras en áreas geográficas determinadas en la declaratoria de situación de desastre o calamidad pública, están obligados a de desastres, incluyendo la respuesta, rehabilitación y reconstrucción. Parágrafo 1°. La ocupación temporal debe ser ordenada por la autoridad pública competente y se deben otorgar garantías de notificación y posibilidad de elevar recursos. Las entidades públicas o privadas encargadas de las labores de manejo de desastres acatarán las disposiciones ordenadas para la ocupación temporal. En el caso de las entidades privadas, su actuación será realizada como particulares en ejercicio de funciones públicas, para esto serán investidos temporalmente de esas funciones públicas de ocupación por la autoridad pública competente. Parágrafo 2°. La ocupación temporal deberá limitarse al espacio y tiempo estrictamente indispensables y causar el menor daño posible, el cual deberá ser reparado de manera expedita y completa. De igual manera se cancelarán las expensas en las que haya incurrido el propietario, poseedor o tenedor por causa de la ocupación temporal. Artículo 70. Procedimiento y condiciones de la ocupación. La entidad pública a cargo de la emergencia comunicará por escrito al propietario, poseedor o tenedor del inmueble la necesidad de la ocupación temporal, la extensión requerida del terreno, las habitaciones o edificaciones que se ocuparán y el tiempo probable que dure la ocupación, que en ningún caso podrá ser superior a un (1) año. En la misma comunicación hará una estimación del valor de los perjuicios que pueden causarse y que ofrece pagar. La comunicación deberá indicar el plazo para manifestar el consentimiento del propietario, poseedor o tenedor y su valoración de los perjuicios probables. Si no se obtuviere el consentimiento para la ocupación temporal o no se llegare a un acuerdo sobre el valor estimado de los perjuicios en el plazo señalado en la comunicación, se procederá a la ocupación con el concurso de las autoridades de policía. Parágrafo 1°. El plazo para que el propietario, poseedor o tenedor manifieste su aceptación o disenso respecto de la medida y del valor estimado de los perjuicios no podrá ser inferior a cinco (5) días hábiles.
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4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres Parágrafo 2°. La decisión de ocupar temporalmente un inmueble o unas mejoras se comunicará personalmente y mediante escrito dirigido y entregado en la dirección conocida del propietario, poseedor o tenedor. Simultáneamente se fijará edicto en lugar público de la sede de la alcaldía por el término de cinco (5) días hábiles. Al vencimiento de la notificación por edicto empezará a correr el término prescrito en el parágrafo 1°. Parágrafo 3°. En caso de necesidad perentoria, se procederá a la ocupación en forma inmediata y se procurará notificar a los interesados a la mayor brevedad posible. Esta modalidad de ocupación no precluye la aceptación posterior por parte del propietario, poseedor o tenedor ni el pago de los perjuicios y gastos. Artículo 71. Acciones contencioso-administrativas. En todo caso, los propietarios, poseedores o tenedores afectados por la medida de ocupación temporal, que no consientan expresamente con ella o que habiéndola aceptado consideren que el valor del daño efectivamente causado fue superior a la indemnización por perjuicios pactada, podrán ejercer las acciones contencioso-administrativas a que haya lugar dentro de los términos previstos en el Código Contencioso Administrativo, contados a partir de la fecha en la que concluya la ocupación temporal. Las mismas acciones serán procedentes cuando se trate de ocupación inmediata de inmuebles. Artículo 72. Restitución oficiosa. Transcurrido un (1) año sin que la ocupación haya terminado, procede la restitución de oficio del inmueble. La demora en cumplir este mandato será causal de mala conducta para el funcionario o funcionarios que dilaten la entrega. Los propietarios, poseedores o tenedores podrán iniciar inmediatamente las acciones judiciales encaminadas a la restitución del bien y la reparación del daño inferido. Artículo 73. Adquisición de predios. Declarada una situación de desastre o calamidad pública y hasta tanto se declare el retorno a la normalidad, el Gobierno Nacional a través de cualquiera de sus Ministerios o Departamentos Administrativos, Entidades del Orden Nacional, las Entidades Territoriales o las Entidades Descentralizadas de cualquier nivel administrativo, podrán adquirir total o parcialmente los bienes inmuebles o derechos reales que sean indispensables para adelantar el plan de acción específico, por negociación directa con los propietarios o mediante expropiación por vía administrativa, previa indemnización. Artículo 74. Negociación directa. Previa a la declaratoria de expropiación, se surtirá la etapa de negociación directa, en la cual se aplicará el procedimiento siguiente: 1. El representante legal de la entidad pública adquirente, previas las autorizaciones estatutarias o legales respectivas, expedirá el oficio por medio del cual se dispone la adquisición de un bien inmueble o de derechos reales mediante negociación directa. El oficio contendrá la identificación precisa del inmueble o de los derechos reales, y ordenará el avalúo de los bienes o derechos. 2. El representante legal de la entidad pública hará la oferta de compra del bien o bienes inmuebles o derechos reales de conformidad con avalúo administrativo previo que efectúe el Instituto “Geográfico Agustín Codazzi”, las oficinas de catastro o el realizado por peritos privados inscritos en las lonjas de propiedad raíz o asociaciones equivalentes. El avalúo será revisado a solicitud de la entidad pública interesada. Este avalúo, que es requisito necesario de la oferta y negociación, determinará el precio máximo de adquisición. 3. Con fundamento en el avalúo, el representante legal formulará oferta de compra a los titulares de los bienes o derechos reales que se pretende adquirir. La oferta de compra,
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junto con el edicto se enviará por correo certificado a la dirección del titular cuando figure en el directorio telefónico, o en defecto de una dirección comercial, al lugar del predio donde se le entregará a cualquier persona que allí se encuentre o se fijará en la puerta de acceso, según las circunstancias de la propiedad. 4. Si dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes a la expedición de la oferta no fuere posible comunicar personalmente la oferta, se dejará constancia escrita a cualquier persona que se encontrare en el predio y se oficiará a la alcaldía del lugar de ubicación del inmueble, mediante telegrama que contenga los elementos sustanciales del oficio y la propuesta, para que se fije al día siguiente de su recepción y por un término de cinco (5) días hábiles en lugar visible al público, término durante el cual la entidad adquirente publicará el texto completo del oficio y la oferta en un periódico de amplia circulación nacional o local. Vencido dicho término, la oferta surtirá efectos respecto del propietario y de los demás titulares de derechos constituidos sobre el inmueble. 5. El oficio y la oferta de compra serán inscritos en el folio de matrícula inmobiliaria del inmueble, en la oficina de registro de instrumentos públicos correspondiente por parte de la entidad adquirente dentro de los tres (3) días hábiles siguientes a su comunicación. Los inmuebles y derechos reales afectados quedarán fuera del comercio a partir de la fecha de la inscripción, y mientras subsista dicha inscripción, no podrán concederse licencias de urbanismo, construcción ni permisos de funcionamiento industrial o comercial sobre el inmueble objeto de la oferta de compra. 6. El término para aceptar o rechazar la oferta será de cinco (5) días hábiles contados a partir de su comunicación personal o de la desfijación del aviso en la alcaldía. Si la oferta es aceptada, deberá suscribirse el contrato de compraventa dentro de los diez (10) días hábiles siguientes e inscribirse la escritura en la oficina de registro de instrumentos públicos del lugar. Dicho lapso podrá ser prorrogado por un término igual por justa causa que obre a favor de cualquiera de las partes. 7. En el contrato de compraventa se fijarán las fechas para la entrega real y material del inmueble y para el pago del precio. Los plazos respectivos no podrán superar 30 días calendario. 8. Se entenderá que el propietario renuncia a la negociación y rechaza la oferta de compra cuando no hubiere acuerdo sobre el precio y la forma de pago, o cuando el titular de los derechos guarde silencio en los términos para decidir sobre la oferta o suscribir la escritura de compraventa. 9. En los eventos en que el propietario del bien o el titular del derecho real sea un incapaz o dicho bien forme parte de una sucesión, se aplicará el artículo 16 de la Ley 9 de 1989. Parágrafo 1°. El avalúo a que se refiere este artículo se practicará teniendo exclusivamente en cuenta los factores y variables correspondientes a la época anterior a la declaratoria de desastre o calamidad pública. Parágrafo 2°. Los actos administrativos a que se refiere este artículo solo serán susceptibles del recurso de reposición. Artículo 75. Expropiación por vía administrativa. Agotada la etapa de negociación directa, el representante de la entidad, mediante resolución motivada, podrá decretar la expropiación del inmueble y demás derechos reales constituidos sobre el mismo. Para esos efectos se aplicará el procedimiento siguiente: 1. El representante legal de la entidad pública expropiante deberá expedir resolución motivada de expropiación por vía administrativa dentro del mes siguiente a la fecha en la cual se agotó la opción de negociación directa. Si no fuere expedida tal resolución, las inscripciones que se hubieren efectuado en las oficinas de registro de instrumentos públicos quedarán sin efecto alguno y se cancelarán de pleno derecho, sin necesidad de pronunciamiento judicial o administrativo algún.
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4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres 2. La resolución de expropiación se notificará personalmente al propietario, a su representante legal o apoderado dentro de los tres (3) días hábiles siguientes a la fecha de su expedición de la resolución o, de no ser posible la notificación personal se hará por edicto fijado durante cinco (5) días hábiles en lugar visible al público en la alcaldía del lugar, en la sede de la entidad expropiante y en el lugar de ubicación del inmueble. Durante el término de notificación por edicto la entidad expropiante publicará el edicto en un periódico de amplia circulación nacional o local. 3. Adicionalmente, se enviará copia del edicto por correo certificado a la dirección del propietario que figure en el directorio telefónico y a la puerta de acceso a la propiedad según las circunstancias. También se enviará a la dirección del propietario registrada en la oficina de catastro respectiva. 4. La resolución que decreta la expropiación deberá determinar el valor de la indemnización de acuerdo con el avalúo administrativo que efectúen el Instituto Geográfico “Agustín Codazzi” o las oficinas distritales y municipales de catastro, o en su defecto, el avalúo por los peritos privados de conformidad con lo dispuesto en los numerales 1 y 2 del artículo 75 de la presente ley. La resolución deberá incluir la forma de pago en los términos del artículo 29 de la Ley 9ª de 1989. 5. Contra la resolución que ordene la expropiación administrativa, procederá únicamente el recurso de reposición, el cual deberá interponerse dentro de los diez (10) días hábiles siguientes a la fecha de su notificación. 6. Transcurridos veinte (20) días hábiles sin que la autoridad administrativa expropiante hubiere expedido la resolución que resuelve el recurso de reposición, este se entenderá negado y el acto recurrido quedará en firme. 7. Notificada la resolución que decrete la expropiación, y sin que haya lugar a la oposición, se procederá a la entrega del bien, la cual se llevará a cabo con el concurso de las autoridades de policía, quienes están en la obligación de apoyar a la entidad expropiante. En el acta de la diligencia de entrega se insertará la parte resolutiva de la resolución. Dicha acta se inscribirá en la oficina de registro correspondiente, junto con la resolución en copia expedida y autenticada por la entidad. 8. Contra la resolución que ordene una expropiación administrativa en desarrollo de la presente ley, procederán la acción de nulidad y restablecimiento del derecho ante el Tribunal Administrativo con jurisdicción en el lugar de ubicación del inmueble. Artículo 76. Declaratoria de utilidad pública e interés social. Para todos los efectos relativos al procedimiento de expropiación por vía administrativa, entiéndase que existen motivos de utilidad pública e interés social para la adquisición mediante expropiación de los bienes indispensables para la ejecución de los planes de acción específicos para el manejo de desastres y calamidades públicas declaradas. Artículo 77. Orden de demolición. Los alcaldes de los distritos y municipios comprendidos dentro de las áreas geográficas determinadas en la declaratoria de una situación de desastre o calamidad pública, previo informe técnico de los respectivos Consejos, podrán ordenar, conforme a las normas de policía aplicables, la demolición de toda construcción que amenace ruina o que por su estado de deterioro ponga en peligro la seguridad o la salubridad de los habitantes de la misma o de otras personas. La orden será impartida mediante resolución motivada que será notificada al dueño o al poseedor o al tenedor del respectivo inmueble, dentro de los tres (3) días hábiles siguientes a la fecha de su expedición. Copia de la resolución a que hace referencia el inciso anterior será fijado por el mismo término en el inmueble cuya demolición se ordene, fijación que suplirá la notificación personal si ella no puede realizarse.
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Parágrafo 1°. Contra la resolución que ordene la demolición de un inmueble por causa de desastre o calamidad pública, sólo procede el recurso de reposición, el cual deberá interponerse dentro de los cinco (5) días siguientes a la fecha de notificación personal o de conclusión del término de fijación de la resolución en el inmueble, ante el alcalde respectivo quien resolverá de plano, salvo que deban practicarse pruebas de oficio o a solicitud de parte. En este caso, el término para practicarlas pruebas no excederá de diez (10) días hábiles y será improrrogable. Parágrafo 2°. En caso de existir una orden de demolición, las personas que sean afectadas por la misma orden deberán ser incluidas en el plan de acción al que hace referencia esta ley. Artículo 78. Ejecución de la demolición. Una vez ejecutoriada la resolución que ordene la demolición, luego de haberse agotado el recurso de reposición, se procederá a la inmediata demolición del inmueble. Cuando por circunstancias de especial urgencia se haya prescindido del régimen de notificación y recursos en la vía gubernativa, la autoridad podrá proceder a la demolición en forma inmediata. Artículo 79. Disposición de bienes. El Gobierno Nacional podrá disponer en forma directa o a través de convenios interinstitucionales con terceras entidades, el uso de los bienes, respecto de los cuales pese una medida de decomiso preventivo o en proceso de extinción de dominio o se encuentren extinguidos, con el exclusivo fin de atender las necesidades relacionadas con los motivos de la declaratoria de la situación de desastre o calamidad pública. Cuando se trate de bienes sobre los cuales no exista una medida de extinción de dominio de carácter definitiva, la disposición de los bienes solo podrá realizarse de manera provisional. Artículo 80. Transferencia de recursos. El Fondo Nacional podrá transferir recursos de sus cuentas o subcuentas a entidades públicas, del orden nacional o territorial y entidades privadas cuyo objeto social tenga relación directa con las actividades que se requieran para atender la calamidad o desastre, para ser administrados por estas, sin que para ello se requiera operación presupuestal alguna por parte de la entidad receptora. En el documento que ordene la transferencia se indicará de manera expresa la destinación de los recursos, los cuales se girarán a cuentas abiertas especialmente para la atención del desastre o calamidad pública declarada, y estarán exentas de cualquier gravamen. La administración de dichos recursos será responsabilidad del jefe de la respectiva entidad a la cual se le efectuó la transferencia y estarán sujetos al control fiscal ejercido por las respectivas Contralorías. Corresponde a la Junta Directiva del Fondo Nacional de Gestión del Riesgo, diseñar los procedimientos administrativos y operativos que para la ejecución de las transferencias de recursos, el control administrativo de su utilización y legalización de los mismos deban darse, de conformidad con el reglamento que para tal fin expida el Ejecutivo. Artículo 81. Proyectos de Desarrollo Urbano. El Gobierno Nacional podrá promover, ejecutar y financiar proyectos de desarrollo urbano en los que se definan, de común acuerdo con las autoridades de planeación de los municipios y distritos en el ámbito de sus respectivas competencias, el conjunto de decisiones administrativas y de actuaciones urbanísticas necesarias para la ejecución de operaciones urbanas que garanticen la habilitación de suelo para la ejecución de los proyectos de construcción de vivienda y reubicación de asentamientos humanos para atender la declaratoria de situación de desastre.
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4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres En los proyectos de desarrollo urbano se definirán las condiciones para la construcción y reubicación de viviendas, el desarrollo de otros usos, la extensión o ampliación de la infraestructura para el sistema vial, y de servicios públicos domiciliarios, y la ejecución de espacios públicos y equipamientos colectivos, ya sea que se trate de predios urbanos, rurales o de expansión urbana. Parágrafo. El Gobierno Nacional reglamentará el procedimiento para el anuncio, la formulación y concertación, la aprobación y la adopción de proyectos de desarrollo urbano de que trata el presente artículo. Artículo 82. Redes y servicios de telecomunicaciones. Todos los proveedores de redes y servicios de telecomunicaciones están obligados a permitir el acceso y uso de sus redes e infraestructuras al operador que lo solicite en forma inmediata con el fin de atender las necesidades relacionadas con los motivos de declaratoria de situación de desastre para garantizar la continuidad en la provisión de los servicios y redes de telecomunicaciones. De igual manera, todo operador o proveedor de servicios públicos que tenga infraestructura estará obligada a permitir el acceso y uso de la misma en forma inmediata. La Comisión de Regulación de Comunicaciones a solicitud de parte o de manera oficiosa, podrá imponer una servidumbre provisional en forma inmediata para garantizar el uso de las redes e infraestructura ante la negativa del proveedor respectivo. La negación a la solicitud de acceso y uso a que se hace referencia en este artículo por parte del proveedor generará las sanciones que sobre el particular reglamente el Gobierno Nacional en un plazo no mayor a noventa (90) días posteriores a la fecha en que se sancione la presente ley. Artículo 83. Levantamiento de restricciones. El Gobierno Nacional podrá suspender transitoriamente, y mientras se restablecen las condiciones de tránsito vial en el país, las restricciones de horario de tipo ambiental establecidas para la operación de las pistas de los aeropuertos nacionales y/o internacionales en el territorio nacional. La suspensión de las restricciones que disponga el Gobierno Nacional no podrá durar más de seis (6) meses, contados a partir de la expedición del decreto de suspensión. Artículo 84. Emergencias viales. El Gobierno Nacional podrá requerir de los contratistas y concesionarios del Estado la maquinaria, el equipo y personal que se encuentre a su disposición para atender de manera inmediata las emergencias viales o de cualquier otra naturaleza que se presenten en su zona de actividad o de influencia, cuando este método constituya la forma más eficiente de mitigar el impacto generado por la necesaria atención de emergencias que amenacen la vida y demás derechos de la población. Parágrafo. El Gobierno Nacional en un plazo no mayor a noventa (90) días posteriores a la fecha en que se sancione la presente ley, reglamentará lo pertinente a las zonas de actuación, costos, precios, tiempos y demás materias relacionadas con el presente artículo. Artículo 85. Invías. El Instituto Nacional de Vías, lnvías, o la entidad que haga sus veces podrá intervenir las vías que no están en su inventario y donde sea preciso para atender las situaciones de emergencia que requieran de su atención. Artículo 86. Refinanciación. Las entidades públicas de financiamiento adoptarán los programas de refinanciación de las obligaciones que tengan contraídas con ellas las personas afectadas por la situación de desastre que haya sido declarada, de conformidad con las normas que para tal efecto se dicten, siguiendo entre otros las siguientes reglas:
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1. La refinanciación se aplicará únicamente para las obligaciones contraídas antes de la fecha de ocurrencia de la situación de desastre y para los pagos con vencimientos a partir de esa fecha. 2. El nuevo plazo no podrá ser superior al doble del plazo pendiente, ni exceder de veinte años. 3. Las condiciones de las obligaciones refinanciadas no podrán ser más gravosas que las originales. 4. La solicitud deberá ser presentada por el deudor antes dentro del plazo que determine el Gobierno Nacional. 5. No habrá lugar a intereses ni mora durante el lapso comprendido entre la fecha de declaratoria de la situación de desastre y aquella en que se perfeccione la renegociación, la cual no deberá ser mayor de noventa (90) días. 6. La refinanciación no implica renovación de las correspondientes obligaciones y por consiguiente, no se requiere formalidad alguna para que se opere la renovación de garantías hipotecarias o prendarias existentes, ni para que subsista la responsabilidad de los deudores o codeudores, subsidiarios o solidarios y de los fiadores, según los casos. 7. Si se trata de créditos de amortización gradual y el nuevo plazo implica variaciones en las cuotas periódicas, se suscribirán las respectivas adiciones en los mismos documentos en que consten las obligaciones, sin perjuicio de que se opte por otorgar nuevos documentos. Artículo 87. Usuarios de crédito afectados. Para los efectos previstos, entiéndase por afectados los usuarios de crédito contraído antes de la declaratoria de la situación de desastre, para adelantar cualquier tipo de actividades en la zona o área de influencia de la situación de desastre. Todas las condiciones y modalidades de la renegociación se establecerán en las normas que para el efecto se dicten, y se aplicarán previo estudio de cada caso, teniendo en cuenta la naturaleza y cuantía de las respectivas obligaciones, conforme al reglamento que para ese fin debe dictar la entidad acreedora. La condición de afectado será reconocida por la misma entidad pública acreedora. Artículo 88. Suspensión en procesos ejecutivos. Durante los primeros seis (6) meses contados desde la declaratoria de la situación de desastre, los procesos de ejecución singular, mixtos o con título hipotecario o prendario, entablados por las entidades públicas de que trata el artículo anterior contra personas afectadas por el desastre, por obligaciones contraídas antes de la fecha en que se declaró la situación de desastre, se suspenderán hasta por seis (6) meses si así lo solicita el deudor, desde el momento en que adquiera firmeza el auto que disponga el remate de bienes debidamente embargados y evaluados, o antes de efectuar la nueva subasta, en el evento en que aquella providencia ya se hubiere dictado. Artículo 89. Destinación y administración de donaciones. Los bienes de cualquier naturaleza donados a entidades públicas, privadas o comunitarias para atender una situación de desastre o calamidad pública declarada se destinarán conforme a lo dispuesto en el plan de acción específico. Los bienes donados al Fondo Nacional se destinarán de conformidad con las directrices que imparta la Junta Directiva del Fondo y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. Parágrafo. Para el ingreso de las mercancías al país destinadas a los damnificados en situaciones de desastre o calamidad pública se aplicará lo dispuesto en los artículos 204 y 391 del Decreto 2685 de 1999 y demás normas concordantes.
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4. Sistema nacional de gestión del riesgo de desastres CAPÍTULO VIII Disposiciones finales Artículo 90. Reglamentación de la ley. El Presidente de la República, en ejercicio de las facultades constitucionales a él conferidas por el ordinal 11 del artículo 189 de la Constitución Política reglamentará la presente ley. Artículo 91. Reglamentación Territorial. Las asambleas departamentales, los concejos distritales y municipales, en ejercicio de sus atribuciones, reglamentarán las medidas especiales que podrán tomar los gobernadores y alcaldes en situaciones de calamidad pública. Para ello deberán ajustarse a los principios y definiciones de esta ley, y a las disposiciones que trae sobre régimen especial, para tales situaciones. Las normas de régimen especial en las entidades territoriales consultarán también lo dispuesto en la reglamentación que expida el Presidente de la República para conservar así la armonía en la gestión del riesgo de desastres en todos los órdenes de la Administración Pública. Artículo 92. Artículo transitorio: declaratorias anteriores. Todas las zonas del territorio nacional declaradas en situación de desastre o calamidad pública, cualquiera fuere su carácter, antes del 30 de noviembre de 2010, quedan en condiciones de retorno a la normalidad. Artículo 93. Faltas. Adiciónese el siguiente numeral al artículo 48 de la Ley 734 de 2002, que quedará así: “65. No dar cumplimiento a las funciones relacionadas con la gestión del riesgo de desastre en los términos establecidos en la ley”. Artículo 94. Libertad de prensa. En el marco de lo que en materia de libertad de prensa y situaciones de desastre consagran la constitución política y las leyes, los medios de comunicación cumplirán su función de manera responsable. Artículo 95. Control para Recursos de Desastres. Facúltese a la Contraloría General de la República, para ejercer control posterior excepcional sobre el manejo de los recursos propios del municipio o departamento, cuando estos provengan del Fondo Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, los cuales estuviesen destinados para la atención de desastres. Artículo 96. Vigencia. La presente ley rige a partir de la fecha de su publicación y deroga las disposiciones que le sean contrarias, en especial la Ley 46 de 1988 y el Decretoley 919 de 1989, con excepción de lo dispuesto en el inciso primero del artículo 70 del Decreto-ley, así como también los artículos 1° inciso primero, 2° y 3° del Decreto 1547 de 1984, modificado por el Decreto-ley 919 de 1989. De igual manera, deróguense los artículos 1° y 5° a excepción del parágrafo 2°; los artículos 6°, 7° y 8° del Decreto 4702 de 2010; el artículo 2° del Decreto 4830 de 2010 y mantendrán plena vigencia los artículos 2°, 3°, 4°, 9° y 10 del Decreto-ley 4702 de 2010 y los artículos 1° y 3° del Decreto-ley 4830 de 2010.
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Entidades para el control y prevención de desastres
Como consecuencia de las tragedias vividas en los últimos años, especialmente en Colombia, hemos sufrido toda clase de situaciones críticas y desastrosas, y como resultado de estos hechos en nuestro país se han establecido muchas instituciones y elaborado miles de leyes, decretos, resoluciones, entre otros, encaminados todos a prepararnos para actuar en caso de una situación de desastre o de cualquier emergencia. Algunas de esas situaciones de emergencia han sido: • Los incendios consecutivos de Manizales en los años veinte, y los presentados en casi todas las ciudades y poblados, y que han destruido definitivamente muchos pequeños núcleos urbanos, son incontables en nuestra historia. Todos los días oímos y vemos en los noticieros que muchas comunidades quedan destruidas y sin viviendas. • Los hechos del nueve de abril de 1948 y el gran incendio de los almacenes Vida de Bogotá en 1960, ocurridos en pleno centro de la capital que dejaron cientos de víctimas. • La explosión de los camiones que transportaban dinamita en Cali y que destruyeron más del 20 por ciento de esa cálida ciudad. • Las inundaciones de Quebrada Blanca y la avalancha que arrastró los automotores que en ese momento pasaban, uno de ellos con un equipo de fútbol del departamento del Meta, y las de todos los días en ríos y quebradas, como son todos los años los casos de Río de Oro en Santander, cerca de Bucaramanga.
Capítulo
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• El deshielo del nevado del Ruiz y la destrucción de Armero, y las inundaciones anuales por el crecimiento de los ríos, debido a los inviernos como el caso del río Páez. • La quema y destrucción parcial del edificio de Avianca en 1973, y tantos otros edificios y que han llenado las primeras páginas de los periódicos nacionales. • La contaminación de las playas, mares y ríos, tal como sucedió en Santa Marta con petróleo crudo, y cuando apenas estábamos ligeramente entrenados en la seguridad y protección de áreas marinas y fluviales de nuestro país. • Los incendios forestales que año a año se generan en los veranos, tales como los ocurridos en Villa de Leiva, y en muchos cerros y montañas de nuestra geografía. • Los incendios petroquímicos, como los presentados en los tanques de Puente Aranda y de Santa Marta, las continuas explosiones en cilindros, y los accidentes en los equipos y sistemas de transporte. • Los permanentes sismos, terremotos y temblores que ocurren por nuestra ubicación en varias fallas tectónicas, entre los cuales sobresalen los que causaron la destrucción casi total de la zona cafetera y los hechos de Popayán. Como decíamos al inicio de este capítulo, se ha creado una serie de organismos, instituciones y agremiaciones públicas y privadas, a saber:
Entidades nacionales para consultar Centro Nacional de Respuesta al Plan Nacional de Contingencias. El lugar en donde se concentran todos los insumos estratégicos e informáticos para dar apoyo adecuado al control de derrames en Colombia. Cisproquím. Oficina de ayuda para el conocimiento control y manejo de productos químicos, apoyado por la industria química colombiana y adscrito al Consejo Colombiano de Seguridad. CLE. Comité local para la prevención y la atención de desastres, que está definido en el artículo 60 del Decreto 919 de mayo 1 de 1989. CLOPAD. Comités Locales para la Prevención y Atención de Desastres. COLPNC. Comité Operativo Local del Plan Nacional de Contingencias. CONPES. Consejo Nacional para la Política Económica y Social. CONPCN. Comité Operativo Nacional del Plan Nacional de Contingencias. Corporaciones Autónomas Regionales, CAR. Todas, tanto departamentales como regionales.
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5. Entidades para el control y prevención de desastres
CORPNC Comité Operativo Regional del Plan Nacional de Contingencias. CRE. Comité regional para atención de emergencias o comité regional para la prevención y atención de desastres definida en el artículo 60 del Decreto 919, de 1989. Cruz Roja Colombiana. Ente mundial que siempre está activo para participar y prestar apoyo en todo tipo de tragedias y desastres. CTNPNC. Comité Técnico Nacional del Plan Nacional de Contingencias. Cuerpos nacionales, municipales y privados de bomberos. Entes conformados por personas que exponen su vida todos los días por ayudar a las comunidades, muchas veces con equipos obsoletos y mantenimiento deficiente, pero con elementos humanos de gran corazón y capacidad de servicio a las comunidades. Defensa Civil Colombiana. Cuerpo de líderes y personas que siempre piensan en ayudar a los demás, aun a costa de su propia vida y tranquilidad. DIMAR. Dirección General Marítima Colombiana, que supervisa y controla las actividades de la marina mercante de Colombia. DNPAD. Dirección Nacional para la Prevención y Atención de Desastres. DPAE. Dirección de Prevención y Atención de Emergencias. ECHO. Oficina de Ayuda Humanitaria de la Comunidad Europea. Fuerzas Armadas y de Policía. Integradas por servidores de la comunidad, en todos los rincones de la patria, por alejados que ellos sean, y atentos a entregar su vida por la de los demás. Ministerio de la Protección Social. Fundamental en el desarrollo y cumplimiento de todas las acciones ante la presencia de desastres y emergencia, a niveles público y privado, toda vez que dentro de sus funciones están el control y la supervisión sobre todos los programas de salud y seguridad ocupacional de las empresas estatales y privadas. Ministerio de Relaciones Exteriores. Creo que alguno de los lectores en algún momento se preguntará: ¿Por qué citamos aquí este ministerio? Y la respuesta es: porque este es necesario en los casos e n que personal, equipos y materiales deban entrar al país en forma inmediata, para colaborar y dar asesoría y estén listos a obviar normas y reglamentos. Este fue el caso ocurrido, por ejemplo, cuando se incendió un pozo petrolero en el campo Lisama en Santander 63
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y propiedad de Ecopetrol en 1962, y en el mundo sólo había un equipo humano capaz de controlar y extinguir este incendio, y ellos exigían que sus elementos debían entrar sin ningún control de aduana y sus técnicos no requerir ningún permiso ni visa de Colombia. También para actuar en la repatriación de colombianos afectados por situaciones catastróficas ocurridas en otros países. OPES. Oficina para la Prevención y Atención de Emergencias de la Alcaldía Mayor de Bogotá, creada en 1990. SDPAE. Sistema Distrital de Prevención y Atención de Emergencias. SNPAD. Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres. SCA. Sociedad Colombiana de Arquitectos. SCI. Sociedad Colombiana de Ingenieros. SUME. Sistema Unificado para Manejo de Emergencias, que es una metodología producto de un gran consenso institucional que pretende unificar las pautas y protocolos empleados en la atención de una emergencia por intermedio de varias entidades, en especial para la ciudad de Bogotá.
Entidades internacionales para consultar En el mundo de hoy existe una serie de entidades públicas y privadas, con o sin ánimo de lucro, pero todas encaminadas a preparar planes de contingencias y a atender situaciones de emergencia. E s difícil citarlas a todas, pero se hace un listado de las que tienen mayor incidencia en las comunidades internacionales: AIVCEI. Asociación internacional de vulcanología y química del interior de la tierra. EPC. Programas de preparación para emergencias del Canadá. FEMA. Agencia Federal para el Manejo de Emergencias USA. INCEDE. Centro internacional de ingeniería para mitigación de desastres. MARPOL. Convenio internacional para prevenir las contaminaciones por los buques tanqueros y su respectivo Protocolo de 1978 con sus enmiendas y modificaciones. PNUMA. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
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5. Entidades para el control y prevención de desastres
UNDRO. Oficina del Coordinador de las Naciones Unidas para el Socorro en Casos de Desastre. APELL. “Concientización y preparación para emergencias a nivel local” (Awareness and Preparedness for Emergencies at Local Level), creado por las Naciones Unidas, como resultado de los estudios y recomendaciones emanadas luego de la tragedia de Armero en Colombia, en 1985. Fue una iniciativa del Programa de Tecnología, Industria y Economía del PNUMA en cooperación con la Asociación de la Industria Química de los Estados Unidos (Chemical Manufacturers Association, USA-CMA) y del Consejo Europeo de las Federaciones de la industria Química (Conseil Européen des Fédérations de l´Industrie Chimique, CEFIC). Quiero resaltar que esta organización mundial, dependiente de las Naciones Unidas, es un aparte de las anteriores dada la importancia que tiene dentro de los programas de prevención y atención de desastres del mundo de hoy, y por su influencia en el desarrollo de los planes de contingencias a niveles local y regional. Es un programa diseñado, como ellos mismos lo predican, para: • • •
Suscitar o aumentar la toma de conciencia con respecto a los riesgos existentes dentro de la comunidad; Promover la elaboración de planes integrados para responder a cualquier emergencia. Mejorar la prevención de accidentes.
Los líderes de la industria, las autoridades locales y los líderes de la comunidad cumplen una función vital en el proceso APELL, y todos los gobiernos nacionales contribuyen promoviendo la participación de los grupos de coordinación locales. Según los planes de APELL, un grupo de coordinación debe estar constituido por representantes de: • • • • • • • • •
La industria Los gobiernos locales La policía, ejército y otros entes de orden y servicio Los bomberos Los servicios y entidades para los planes de rescate Los hospitales y otros entes de servicios de salud Todas las instituciones locales Escuelas, iglesias y clubes Público interesado.
A niveles local e internacional, los anteriores son los principales entes que adelantan acciones en caso de situaciones de crisis, y que siempre están activas para prestar su servicio a las comunidades.
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Legislación y normalización sobre planes de contingencias
“La prevención y atención de desastres es materia de interés colectivo, y las medidas tomadas para evitar o mitigar los efectos de su ocurrencia deben ser de obligatorio cumplimiento”. A continuación enumeramos una serie de leyes, decretos y normas generales relacionadas con las personas, nuestro territorio, los bienes de todo tipo y la preservación del ambiente, y que, en una u otra forma, se relacionan con el tema de este documento. También incluimos una documentación internacional que puede ser guía para la toma de decisiones y el desarrollo de actividades de protección y atención, en casos de emergencias y desastres.
Legislación nacional 1979. LEY 9. CÓDIGO SANITARIO NACIONAL Esta Ley que se define como Código Sanitario Nacional se ha constituido desde sus inicios en el marco de la seguridad y la salud ocupacional, y en gran parte de su contenido tiene referencias a las acciones de contingencias y atención y acción ante emergencias.
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Artículo 501. Cada comité para atender emergencias, deberá elaborar un plan de contingencias para su respectiva jurisdicción con los resultados obtenidos en los análisis de vulnerabilidad. Además, deberán considerarse los diferentes tipos de desastres que puedan presentarse en la comunidad respectiva. El Comité Nacional de Emergencias elaborará, para aprobación del Ministerio de Salud, un modelo con instrucciones que aparecerán en los planes de contingencias. Artículo 502. El Ministerio de Salud coordinará los programas de entrenamiento y capacitación para planes de contingencias en los aspectos sanitarios vinculados a urgencias o desastres. Parágrafo. El Comité Nacional de Emergencias, deberá vigilar y controlar las labores de capacitación y de entrenamiento que se realicen para el correcto funcionamiento de los planes de contingencias. 1981. LEY 12 DEL 19 DE ENERO Por medio de la cual se adopta la “Convención Internacional para la prevención de contaminación por Buques” firmado en Londres el 2 de noviembre de 1973 y el Protocolo de 1978 relativo al “Convenio Internacional”. 1993. LEY 99. SOBRE EL AMBIENTE El 22 de diciembre de 1993 se aprueba la Ley 99, mediante la cual se crea el Ministerio del Ambiente, se reordena el sector público encargado de la conservación y protección del ambiente y los recursos naturales y se organiza el Sistema Nacional Ambiental, SINA. En el artículo 1 numeral 9 dice textualmente: La prevención y atención de desastres es materia de interés colectivo, y las medidas tomadas para evitar o mitigar los efectos de su ocurrencia serán de obligatorio cumplimiento. LEY 1575 del 21 de agosto de 2012 Ley General de Bomberos “Por medio de la cual se establece la Ley General de Bomberos de Colombia”. Esta Ley regula la actividad bomberil en Colombia, actualizando el marco normativo que se establecía en la Ley 322 de 1996, y los desafíos propios de la actividad y del momento, con el fin de garantizar el cumplimiento de un mejor servicio en todo el territorio nacional y la seguridad ocupacional y laboral de cada uno de los miembros de estos eminentes y excelentes miembros de la comunidad. El contenido básico de esta importante Ley se puede resumir así: • • •
Establece responsabilidad compartida de todos los entes del Estado. Determina las organizaciones nacionales y locales de bomberos. Da las funciones, responsabilidades y reglamentaciones para todos los miembros de estos cuerpos.
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6. Legislación y normalización sobre planes de contingencias
• • • • • • •
Aplica sobre cuerpos de bomberos nacionales, regionales, aeronáuticos, voluntarios y brigadas bomberiles. Determina todo lo referido a la seguridad social y seguros de vida de los bomberos en Colombia. Contiene aspectos sobre sistemas de financiación de los diferentes cuerpos organizados. Tiene en cuenta el régimen disciplinario. Establece la creación de las escuelas nacionales y regionales de y para los bomberos. Da competencia para la inspección de riesgos en las instalaciones dentro del territorio nacional. Aclara y define decretos, reglamentaciones, acuerdos y otros.
1974. DECRETO 2811 Se establece el código nacional de los recursos naturales renovables y la protección del ambiente. 1978. DECRETO 1457 Se establece la fuerza de tarea de descontaminación de costas para prevenir contaminaciones de aguas y costas marítimas. 1989. DECRETO 919 Ordenó que las fases de prevención y atención inmediata en relación con los diferentes tipos de desastres fueran incluidas en el Plan Nacional para la Prevención y Atención de desastres. 1989. RESOLUCIÓN 1016 “Por la cual se reglamenta la organización, funcionamiento y forma de los programas de Salud Ocupacional que deben desarrollar los patronos o empleadores en el país”. Artículo 11. Numeral 18. Organizar y desarrollar un plan de emergencias teniendo en cuenta las siguientes ramas: Rama Activa o control de las emergencias: Conformación y organización de Brigadas (selección, capacitación, planes de emergencias y evacuación), sistemas de detección, alarma, comunicación, inspección, señalización y mantenimiento de los sistemas de control. Artículo 14. El programa de Salud Ocupacional, deberá mantener actualizados los siguientes registros mínimos: Planes específicos de emergencias y actos de simulacro en las empresas cuyos procesos, condiciones locativas o almacenamiento de materiales riesgosos, puedan convertirse en fuente de peligro para los trabajadores, la comunidad o el ambiente. 1991. RESOLUCIÓN 1705 Emanada del Ministerio del Transporte y referida al registro del transporte de productos inflamables y combustibles por carretera. Su control y principales acciones en su manipulación y situaciones de emergencias. 69
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1994. RESOLUCIÓN 7550 Que establece “Por la cual se regulan las actuaciones del Sistema Educativo Nacional en la prevención de emergencias y desastres”. Artículo 3. Solicitar a los establecimientos educativos, la creación y desarrollo de un proyecto de prevención y atención de emergencias y desastres, de acuerdo con los lineamientos emanados por el Ministerio de Educación Nacional, el cual hará parte integral del proyecto educativo institucional. Este contemplará como mínimo los siguientes aspectos: • • • •
Creación del comité escolar de prevención y atención de emergencias y desastres como también brigadas escolares. Análisis escolar de riesgos. Plan de acción. Simulacro escolar ante una posible amenaza.
1994. DECRETO 175 En el cual se establecen normas relacionadas con las licencias ambientales y los estudios de impacto ambiental. 1994. RESOLUCIÓN 1189 Que establece prohibiciones para la introducción al territorio nacional de materiales y residuos llamados peligrosos. 1995. DECRETO 969 “Por el cual se organiza y reglamenta la Red Nacional de Centros de Reserva para la atención de emergencias”. 1995. DECRETO 1973 Por el cual se promulga el “Convenio 170 sobre la Seguridad en la Utilización de los Productos Químicos en el Trabajo”. 1995. DECRETO 2190 Por el cual se ordena la elaboración y desarrollo del Plan Nacional de Contingencia contra derrames de hidrocarburos, derivados y sustancias nocivas en aguas marinas, fluviales y lacustres. 1999. DECRETO 321 “Por el cual se adopta el Plan Nacional de Contingencia contra Derrames de Hidrocarburos, derivados y Sustancias Nocivas en aguas marinas, fluviales y lacustres”. 2001. CONPES 3146 Este CONPES aprueba la estrategia para consolidar la ejecución del Plan Nacional para la Prevención y Atención de Desastres, PNPAD, en corto y mediano plazo.
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6. Legislación y normalización sobre planes de contingencias
2003. ACUERDO 79. CÓDIGO NACIONAL DE POLICíA DECRETO 350 “Por el cual se regulan las rifas, juegos, concursos, espectáculos públicos y eventos masivos en el Distrito Capital”. Artículo 17. Parágrafo Segundo. Los eventos masivos deberán contar con las medidas de prevención y seguridad contempladas en el modelo de Plan de Emergencias General y Planes Tipo, que para tal efecto sea aprobado por la Dirección de Prevención y Atención de Emergencias de la Secretaría de Gobierno. 2006. DECRETO 423 “Por el cual se adopta el Plan Distrital para la prevención y Atención de Emergencias para Bogotá D.C.” y en su articulado dice: Artículo 18 – Planes de Emergencias. En armonía con el artículo 7º, del Decreto general y actuación frente a situaciones de calamidad, desastre o emergencia. Definen las funciones y actividades, responsables, procedimientos, organización y recursos aplicables para la atención de las emergencias independientemente de su origen o naturaleza. Artículo 19 – Planes de Contingencia. En armonía con el artículo 8º, del Decreto 332 de 2004, los Planes de Contingencia son instrumentos complementarios a los planes de emergencias, que proveen información específica para la atención de desastres o emergencias derivadas de un riesgo o territorio en particular. Un plan de contingencia desarrolla en detalle aspectos pertinentes para la respuesta que sólo son propios del riesgo y el territorio al que este referido. Los planes de contingencia se organizan por tipo de riesgo, tales como deslizamientos, inundaciones, incendios forestales, materiales peligrosos y aglomeraciones de público, entre otros. 2007. RESOLUCIÓN 137 Define sobre el contenido del Plan de Emergencias de Bogotá - PEB, DPAE - Dirección de la Alcaldía Mayor de Bogotá D.C., a través de la Dirección de Prevención y Atención de Emergencias de la Secretaría de Gobierno –DPAE y la Secretaría de Salud. 2007. DECRETO 332 “Por el cual se organiza el régimen y el Sistema para la Prevención y Atención de Emergencias en Bogotá Distrito Capital y se dictan otras disposiciones”. Artículo 8 – Planes de contingencia. Son aquellos que deben adoptarse para el Distrito Capital en su conjunto, sus entidades y sectores, por las mismas autoridades señaladas en el parágrafo del artículo 7 precedente, para responder específicamente a un tipo determinado de situación de calamidad, desastre o emergencia
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2007 DECRETO 633 “Por el cual se dictan disposiciones en materia de prevención de riesgos en los lugares donde se presenten aglomeraciones de público y se deroga el Decreto 043 de 2006 el cual regulaba antes la materia”. 2008. ACUERDO DISTRITAL 341 Por el cual se adiciona el Acuerdo No. 30 de 2001 y se establece la relación de un simulacro de actuación en caso de un evento de calamidad pública de gran magnitud con la participación de todos los habitantes de la ciudad”. 2009. MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL ASUNTO: Continuidad de la prestación del servicio educativo en situaciones de emergencia, fecha Julio de 2009 El Ministerio de Educación Nacional, en ejercicio de las competencias establecidas en la Ley 715 de 2001, imparte lineamientos a las secretarías de educación de las entidades territoriales certificadas con el fin de garantizar el derecho a la educación en situaciones de emergencia. Las secretarías de educación de las entidades territoriales certificadas deben participar en los comités regionales y locales para la prevención y atención de desastres (Crepad y Clopad) para desarrollar planes locales de emergencia y contingencias. Así mismo, deben participar en los comités regionales y locales para la atención integral a la población desplazada, y en la formulación, implementación y seguimiento de los planes integrales únicos (PIU) para atender a la población en situación de desplazamiento. Todo lo anterior, para definir planes de acción y coordinar su implementación en las diferentes etapas de la emergencia (prevención y gestión de riesgo, crisis y pos emergencia). Algunas normas y guías sobre planes de contingencias y acciones de prevención y acción ante emergencias pueden ser al día: GTC 45. Guía para el diagnóstico de condiciones de trabajo o panorama de factores de riesgo, su identidad y valoración. NTC 1355. Construcción comportamiento al fuego. NTC 1669. Código para suministro de agua para contra incendios. NTC 1691. Ingeniería civil y arquitectura materiales de construcción. NTC 1700. Higiene y seguridad. Medidas de seguridad en edificaciones. Medios de evacuación. NTC 1867 Sistemas de señales contra incendio, instalaciones, mantenimiento y usos.
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6. Legislación y normalización sobre planes de contingencias
NTC 1931. Seguridad contra incendios. NTC 2032. Ensayos de comportamiento al fuego. NTC 2388 Símbolos para la información del público. NTC 2694. Inspección de cilindros de acero para gases de alta presión. NTC 3458. Identificación de tuberías y servicios. NTC 4144. Edificios. Señalización. NTC 4695. Señalización para tránsito peatonal en el espacio público urbano. NTC 5254. Gestión de riesgo.
Normalización Técnica Internacional Existen muchas entidades a nivel mundial que son excelentes fuentes de información, entre ellas podemos citar: EPA. Contiene las normas, compromisos y legislación establecida en los Estados Unidos para todo lo referente a la protección del ambiente y sobre los planes de contingencias para casos de emergencias ISO 1021. Para incendios en aeropuertos, extintores y puertas de acceso. ISO 4404. Para fuegos en petróleo y sus derivados. ISO 6304. Sobre señales y símbolos de seguridad contra incendios. ISO 6790. Símbolos gráficos señales y planos. ISO 14001. Sobre sistemas de gestión ambiental. NFPA. Como en todos los aspectos de la seguridad ocupacional y de la ingeniería de control y extinción del fuego, también en el tema de planes de contingencias, la Asociación de Protección contra incendios de los Estado Unidos, NFPA, es una abanderada a nivel mundial, y algunos de los códigos que ella ha creado para el tema de este libro son: NFPA 1. Código de protección contra incendios. NFPA 27. Brigadas privadas para contra incendios.
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NFPA 101. Código de Seguridad de Vida. Establece cuáles son los requerimientos que deben cumplir las edificaciones en cuanto a salidas de evacuación, escaleras para emergencia, iluminación de evacuación, sistema de protección especiales, número de personas máximo por unidad de área, entre otros requerimientos; parámetros que son analizados con base en el uso de los edificios; es decir: comercial, instituciones educativas, hospitales e industrias, entre otros. NFPA 403. Referida al rescate en aviones y combate del fuego en aeropuertos. NFPA 600. Contiene recomendaciones para la organización, entrenamiento y la utilización y características básicas de los equipos para la atención de emergencias debidas al mal uso del fuego. NFPA 704. Que tiene que ver con la identificación de Materiales. NFPA 1401. Que trata sobre el entrenamiento, informe y control de emergencias. NFPA 1600/07. Sobre normalización referida a manejo de desastres, emergencias y programas para la continuidad del negocio. OHSAS (Occupational Health and Safety Assessment Series). Esta es una entidad líder en los aspectos de higiene y seguridad ocupacional, y fortalece la actividad de los planes de contingencias con su norma fundamental OHSAS 18001. OHSAS 18001. Sobre higiene y seguridad ocupacional y que contiene aspecto sobre planes de contingencias.
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Puntos para valorar un plan de contingencias
Como cada situación, cada momento y cada sistema de vida y organización deben tener su propio plan de contingencias y estar preparados para actuar ante una emergencia, en este capítulo facilitamos a nuestros lectores varios métodos de evaluación que han sido utilizados con éxito en situaciones críticas. Algunos de los puntos que se aplican para valorar un plan de contingencias son los que en seguida presentamos, y cada entidad, director de planes de contingencias o especialista en seguridad ocupacional puede determinar cuáles puntos son de su interés, y pueden también darle los puntajes o valoración que bien tengan, y ellos pueden ser: • ¿Existe un director general del plan y su confirmación ha sido formal y por escrito ante la organización? • ¿Existe una organización del plan en la cual haya, de acuerdo con la extensión y riesgos, directores sectoriales por área o proceso por ejemplo, si se requieren? • ¿Existe un plan de contingencia para poner en marcha en cualquier emergencia que se pueda presentar, está por escrito y es conocido por la organización? • ¿Dentro del plan existe un método de evacuación de las personas a lugares seguros, conocidos y claramente definidos? • ¿La instrucción sobre cómo actuar en caso de las diferentes situaciones críticas como, por ejemplo, explosión, incendio, terremoto, inundación y otros, según el riesgo a que se está expuesto, es clara y conocida?
Capítulo
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• ¿Son conocidos los riesgos generados en una emergencia por productos mal manipulados o almacenados inadecuadamente y sujetos a alteraciones dentro de los proceso? • ¿Hay un plan claro para utilizar los equipos y elementos de protección? • ¿Es clara la atención y dirección del sistema de acción ante situaciones de riesgo? • ¿Es clara la ubicación del área central de dirección y acción en caso de una emergencia? • ¿Hay un plan de búsqueda y rescate? • ¿El procedimiento de desalojo y regreso al área de actividad normal es claro y se practica? • ¿El personal está preparado para atender las instrucciones que se le den en un caso de emergencia? • ¿Existe una acción clara y precisa sobre informe e investigación de accidentes? • ¿Se hace seguimiento a los resultados de las investigaciones y de las fallas en los planes de contingencias, luego de un simulacro o un accidente? • ¿Se conocen claramente y hay un documento que contenga los números telefónicos y otros datos de entidades, como: • Bomberos, • Policía, Ejército y otras entidades de protección y vigilancia, • Defensa Civil, • Clínicas, hospitales, ambulancias y centros de salud, • Central de información de productos propios e involucrados en la • emergencia, tales como productos químicos, explosivos, venenosos, • inflamables, entre otros, • Compañías de Seguros, • De los proveedores y consumidores, • De las organizaciones incluidas en el plan de ayuda mutua? • ¿Hay un control y registro de la actualización de los programas de entrenamiento para acción ante situaciones de riesgo y no normales del medio vivir? • ¿El nivel de capacitación y entrenamiento de los supervisores es adecuado a los riesgos, y ellos se mantienen en permanente actividad y actualizados ante los cambios operacionales, administrativos o de la locación? • ¿Existe entrenamiento y capacitación para los supervisores y personal de dirección en actividades, tales como: • Protección contra incendios, • Primeros auxilios, • Control de riesgos de materiales, • Acción de ayudas mutuas y recibo y entrega de colaboración ante • otros, • Informe e investigación de accidentes? • ¿La iluminación para emergencias y el sistema de alimentación de energía es probada en forma permanente, de acuerdo con las recomendaciones de los fabricantes?
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7. Puntos para valorar un plan de contingencias
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¿Los medios de bloqueo de sistemas y generadores ante un riesgo están claramente identificados, y su operación y control es conocido por miembros de la organización? ¿El sistema de mantenimiento de elementos de control para accionar en casos de emergencias es adecuado y cumple con los programas de mantenimiento predictivo? ¿Se revisan periódicamente las vías de evacuación y de acceso de ayudas internas y externas que deben actuar ante una emergencia? ¿Se revisan según las recomendaciones todos los equipos de control y extinción de incendios, y se les lleva una hoja de vida? ¿Los sistemas de detección y alarma tanto de incendios como de intrusos son inspeccionados y tienen, como todos los demás equipos y elementos de este tipo, adecuadamente rotulados y con fechas la historia de revisión y mantenimiento? ¿Los equipos para rescate y salvamento se encuentran en los lugares adecuados lejos de los riesgos en los que se deben utilizar y de fácil acceso, y su mantenimiento está de acuerdo con las recomendaciones de los fabricantes? ¿Los botiquines y elementos para los primeros auxilios están dotados de los elementos que se requieren, de acuerdo con los riesgos existentes y los daños y lesiones que se puedan presentar? ¿Los encargados de proporcionar los primeros auxilios y los miembros de las brigadas para primeros auxilios reciben adecuado entrenamiento y éste tiene una periodicidad, de acuerdo con el nivel de los riesgos? Los elementos adsorbentes, para control de derrames, para control de emanaciones de elementos tóxicos o venenosos, y cualquier tipo de contaminación ambiental, se mantienen en un lugar adecuado, lejos del riesgo, y el personal encargado de su uso está permanentemente entrenado y actualizado en nuevos procedimientos y procesos? ¿Todos los elementos de control y atención de riesgos o emergencias existen en cantidades adecuadas con los mismos riesgos, y su cantidad y calidad son suficientes y adecuadas para que el plan de contingencias ante una emergencia sea efectivo y eficaz? ¿Existe un plan de ayudas mutuas que involucre los entes de la comunidad, de acuerdo con los riesgos de nuestra organización? ¿Los planes de ayuda mutuas tienen un compromiso formal entre las organizaciones y en ellos están involucrados personas, equipos, sistemas y medios de ayuda, las responsabilidades, los costos y los medios de cobro si a ello hubiere lugar? ¿Los planes de ayuda mutua que vinculen a entidades estatales y de colaboración ante emergencias y de las ayudas de otros entes, empresa del sector o de la misma o similar actividad productiva se mantienen activos, y son probados con frecuencia? ¿Se hacen las revisiones y valoraciones de los simulacros y acciones de ayuda mutua y sus resultados? ¿Hay una clara relación entre la organización y las compañías de seguros,
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y éstas son conocedoras de los riesgos y los costos que se van a cubrir tanto humanos como de bienes y equipos? ¿El plan de inventarios de daños y pérdidas está definido, y se tienen unas guías claras sobre el sistema para actuar luego de atendida la emergencia, teniendo en cuenta la participación de las compañías de seguros afectadas? ¿Para atender las actividades siguientes a los hechos, tales como relaciones con los compradores, proveedores y medios de la comunidad, existe una política y guía clara y esta está escrita? ¿Hay una guía para la relación con los medios de comunicación y entes del estado y de la comunidad que por diferentes motivos se relacionan con la situación de emergencia? ¿Sobre todo lo anterior existe claridad en la organización, y todos los posibles involucrados en la situación crítica están adecuadamente entrenados y capacitados? ¿Hay programas de motivación y capacitación que mantengan vivo el interés para estar siempre preparados ante una situación de crisis? ¿Existe finalmente un sistema de revisión, evaluación, valoración y actualización de todos los planes de contingencias establecidos para actuar ante cualquier emergencia?
A los puntos anteriores, usted puede darles una valoración según su criterio, al nivel de riesgo en el que nos mantenemos, o a la calidad y cantidad de las posibles pérdidas. Un punto o diez son relativos, y sólo creo que quien o quienes tienen la responsabilidad de medir y valorar el plan de contingencia deben dar estas cifras. De las preguntas anteriores conviene adoptar las referentes a nuestros riesgos, nuestra organización y las políticas estatales, comunitarias o de una determinada organización empresarial, educativa, hospitalaria, entre otras. Para todos los casos en los que se requiere, es prácticamente imposible establecer una guía exacta; por ejemplo, es totalmente diferente cuando quien la necesite esté preparando un programa para una refinería o para un almacén de servicios de computadores. Algunas entidades presentan y recomiendan guías para ayuda como las referidas en un documento sobre Sistemas de Clasificación Internacional de Seguridad, y sobre el tema de este documento dan algunas guías que adapto para beneficio de los lectores, así: Para evaluar los planes de contingencias, se pueden calificar con una tabla o simplemente dar a cada pregunta un sí o un no.
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7. Puntos para valorar un plan de contingencias
Al preguntar sobre liderazgo se enuncia: • ¿Se ha nombrado por escrito a un director de los planes de contingencias, y este nombramiento es conocido y ha tenido divulgación? • ¿El líder es aceptado por la comunidad y tiene el total apoyo de la dirección? • ¿El líder tiene el conocimiento y el entrenamiento requeridos? En cuanto al plan como tal: • ¿Existe un plan escrito divulgado y que cubra todos los riesgos y situaciones? • ¿Dentro del plan existen acciones sobre evacuación y lugares de reunión posteriores? • ¿Las instrucciones existentes son claras y precisas del cómo actuar cada quien en cada caso? • ¿Hay acciones para seguir según las áreas de trabajo, sistemas y procesos? • ¿Para casos de incendios, explosiones, derrames y otras acciones no deseables hay claridad de acción y se tienen los equipos y elementos requeridos para enfrentar una emergencia? • ¿Existen las áreas definidas para cada acción o reacción ante la emergencia? • ¿Se tiene un plan claro de búsqueda y rescate de afectados por la emergencia? • ¿Hay dentro del plan total claridad sobre los sitios de reunión y de retorno para el control? • ¿Se conocen números telefónicos y otras especificaciones de las ayudas a requerir en un caso de emergencia? • ¿Hay un registro claro de los programas de entrenamiento y simulacros que se han realizado y análisis de los resultados? • ¿Se han desarrollado acciones para casos como incendios, explosiones, inundaciones y otros, y hay claridad sobre la forma de actuar? Sobre el entrenamiento en atención de primeros auxilios, se tiene claro: • ¿Los supervisores y directores tienen capacitación? • ¿Las brigadas actúan en forma coordinada y eficiente en casos simulados? • ¿Está la dotación necesaria para los casos que se pueden presentar tanto en calidad como en cantidad? • ¿Se hacen prácticas permanentes y coordinadas con los entes de ayudas externas y el plan de ayudas mutuas? • ¿Estos equipos están ubicados en un lugar sin riesgos y de fácil acceso? Sobre los sistemas de iluminación y suministro de energía para emergencias, se tiene: • ¿La iluminación y la energía son las indicadas para las diferentes situaciones en cuanto a necesidades, tensión y cantidad? • ¿Se hacen pruebas de respuesta inmediata en casos de emergencia?
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¿Existe el almacenamiento necesario de combustibles para los equipos y en los casos críticos y las baterías de los equipos alternos están en buenas condiciones? ¿Conoce el personal la ubicación, características y accionar de los equipos auxiliares de iluminación y energía? ¿Los equipos de este grupo están localizados lejos de acciones de riesgo y libres de exposición a situaciones críticas?
Acerca de los equipos de protección personal y rescate: • ¿Se hacen inspecciones permanentes sobre su estado, cantidad requerida y familiaridad de los usuarios con ellos? • ¿Es adecuada la cantidad de elementos de protección personal, para labores de rescate y para control de incendios, entre otros? • ¿Los equipos son los requeridos para atender las emergencias y para los riesgos que se pueden presentar? • ¿El acceso a ellos es fácil y están almacenados lejos de una acción nociva en caso crítico? • ¿El personal está entrenado para el uso de estos equipos y su mantenimiento y cuidados? Acerca de las ayudas mutuas: • ¿Existe un plan definido claro y comprometido por los participantes? • ¿Este plan está escrito y los compromisos de cada miembro están claros y definidos? • ¿Se tienen dentro de este plan las características de los equipos, materiales, materias primas y otros que poseen cada uno de los miembros firmantes del plan? • ¿Participan en las actividades de capacitación y entrenamiento todos los cuerpos vivos de la región, tales como bomberos, ejército, policía, autoridades de tránsito, Defensa Civil, hospitales y centros de salud, entre otros? • ¿Se practican simulacros entre los miembros del plan y en los diferentes roles de los asociados? Sobre los sistemas y equipos para control del fuego: • Existe un inventario de ellos y son todos los requeridos. • Son estos equipos y sistemas adecuados a los riesgos en cantidad, calidad y requerimientos. • Están entrenadas las brigadas para control de fuego. • Hay programas permanentes de entrenamiento y capacitación. • Existen y se cumplen los programas de inspección y mantenimiento. • Están siempre los equipos en el lugar adecuado. Sobre las relaciones públicas y comunicaciones: • ¿Existe un plan para actuar ante proveedores, clientes y comunidad en general? 80
7. Puntos para valorar un plan de contingencias
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¿Hay dentro de los planes encargados de dar información sobre los hechos y las situaciones y atención a la prensa? ¿Se sabe cómo actuar ante las autoridades del lugar? ¿Están escritos todos los procedimientos para comunicaciones y relaciones comunales, en caso de emergencia? ¿Hay establecidos tácticas y modelos para proteger la organización ante el hecho, la pérdida de imagen y la reacción de las comunidades afectadas?
La tecnología facilita hoy muchas tablas y modelos matemáticos para establecer mediciones y formas de control y eficiencia de estos planes, que los lectores pueden aplicar en cada caso en una industria, proceso y actividad. Existen también muchas fórmulas matriciales que pueden utilizarse de conformidad con el nivel de riesgos, organización, tamaño de cada organización y la facilidad de recibir ayudas externas privadas o comunitarias en casos de emergencia y situaciones críticas.
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Planes de contingencias para municipios
Los planes de contingencias y de preparación para emergencias y desastres son fundamentales dentro de cualquier municipio o localidad en el mundo, y en nuestro país, aunque hay suficiente normalización y legislación, los entes y sus funcionarios no han sido lo suficientemente interesados en la situación, excepto en aquellos lugares donde han tenido emergencias y desastres Los planes de contingencias significan la ordenación de personas, recursos, y esfuerzos tanto públicos como privados y de toda la comunidad para estar preparados ante hechos que pueden o no llegar a presentarse. Ya hemos comentado que Colombia es, por sus características geológicas, geográficas y por sus mismos recursos de mares, aguas, ríos y montañas, un país expuesto a muchos riesgos, y si además sumamos a esto la falta de conciencia ecológica y de coordinación ante situaciones de riesgos, la situación se complica. Los planes de contingencias deben existir para poder atender y superar en forma rápida y eficiente una situación de desastre, con el impacto mínimo posible para la las personas y los bienes En todos los poblados, independientemente de su extensión o capacidad económica, deben existir los planes de contingencias, porque, de no tenerlos, las pérdidas y los daños por una emergencia pueden generar caos, y seguramente su desarrollo se verá afectado.
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En un plan como éstos deben participar todas las fuerzas vivas de la comunidad y todas aquellas que exija la Ley 1523 de 2012 y los demás decretos, acuerdos etc. No pueden faltar quienes administren los servicios públicos, los líderes comunitarios, las entidades educativas, los entes económicos y sociales y, como es lógico, el jefe seccional y sus colaboradores. Los planes de contingencias municipales deben integrar todas las áreas del municipio tanto centrales como rurales y todos aquellos lugares en donde el más mínimo efecto de riesgo este presente. Estos planes se deben generar, conocer y actualizar mediante la investigación, la capacitación y el entrenamiento antes de que los hechos inesperados y en muchos casos fatales se presenten. A la pregunta de “¿Cómo se debe iniciar el desarrollo de un plan de contingencias para estar preparados ente una emergencia o desastre de cualquier tipo?”, creo que los puntos que se deben seguir pueden ser: • • • • • •
Primero que todo, haciendo un inventario de las amenazas potenciales. Luego, estableciendo todos los procedimientos de contingencia y a efectuar por cada evento. Teniendo claro y bien definido las autoridades responsables institucionales y comunitarias. Implantando y estableciendo la organización y coordinación interinstitucional requeridas, y según cada uno de los riesgos inventariados. Haciendo las gestiones y obteniendo todo el soporte logístico necesario, tanto en personas como en equipos y aspectos económicos requeridos. Activando oportunamente los vínculos con las demás entidades regionales y nacionales para emergencias, según el caso y las situaciones que se presenten.
Es muy importante que en cada líder del municipio o localidad se tenga muy claro y se transmita la conciencia de que un plan de contingencias para atender casos de emergencia no es solamente un documento escrito guardado en un estante de alguna oficina, ni una recolección de información sobre emergencias ocurridas y situaciones históricas, sino que su alcance va más allá de la descripción de la responsabilidad institucional básica, ya que tiene como principal objetivo establecer la forma como la administración, las instituciones, sectores y comunidad se organizarán para enfrentar situaciones que pueden llegar a ser muy críticas. Para cumplir con sus compromisos, las leyes y decretos, todos los municipios en Colombia deben tener un inventario claro y preciso, e identificar las amenazas a que pueden estar expuestos, realizar un análisis de la vulnerabilidad y medición de las consecuencias de un posible hecho, así como definir escenarios de riesgo y
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8. Planes de contingencias para municipios
probable afectación, elaborando e implementando el plan local de contingencias y para actuar ante una emergencia. Es vital que las administraciones tengan muy claro que si no tienen en su municipio el plan debidamente organizado y activado, a más de las responsabilidades legales y las posibles sanciones (véase sobre el Clopad), el municipio no dispondrá de los recursos y la organización requerida para efectuar acciones de prevención y atención de probables emergencias y desastres. Si los planes de contingencias no establecen escenarios de riesgo y probable afectación en relación con las principales amenazas en el municipio, no será viable proyectar y gestionar las necesidades logísticas, técnicas, operativas, de ayuda humanitaria y de apoyo externo que puedan llegar a requerirse en una situación crítica. Si las instituciones en el municipio no se organizan y coordinan antes de que ocurran emergencias o desastres, será muy difícil que logren trabajar coordinadamente y en equipo, y menos que logren controlar en forma eficiente y oportuna una emergencia o desastre ocurrido. Finalmente y en lo que hace relación a los municipios, si uno de ellos no tiene activado y actualizado los planes de contingencias, no podrá visualizar, proyectar, programar ni realizar planes, programas y proyectos encaminados a la intervención para la gestión local de los riesgos, y su incorporación en la planificación a corto, mediano y largo plazo, tal como lo expresa la Ley en el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastre. Ante lo anterior damos algunas guías para crear, elaborar y poner en marcha los planes municipales, regionales y locales de contingencias y atención de desastres y emergencias que creemos básicas y fundamentales en una forma general, pero que según los casos pueden requerir un mayor detalle o una secuencia diferente. La elaboración y desarrollo de los planes de contingencias deben seguir algunos parámetros básicos y ordenados, y los siguientes creemos son un buen aporte a las comunidades. Debemos hacer un análisis histórico de las situaciones de emergencia y desastre que se hayan presentado en el medio siempre. Para esto es muy importante leer documentos de la comunidad y de la administración, oír a la comunidad especialmente a los mayores. Consultar las páginas de órganos nacionales e internacionales que tienen esos datos y soportarse en lo que hoy nos ofrecen los sistemas de internet. Una vez conocidos los antecedentes, por los cuales sabemos de cuándo, cómo y por qué suceden o han sucedido en el medio emergencias y desastres, debemos establecer los objetivos de los proyectos y la forma cómo vamos a actuar, cómo vamos a enfrentar los posibles hechos y qué nos hace falta. 85
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Conocidos los hechos, los riesgos y hecha la valoración exhaustiva de las diferentes situaciones, es muy importante hacer un detallado análisis de cómo es nuestro poblado, cuáles son sus fortalezas y sus debilidades, qué nos amenaza y qué tenemos para defendernos. Es fundamental un inventario de nuestros ríos, quebradas, lagunas, montañas, vías de acceso, edificaciones urbanas y rurales, vecinos, bosques, minas, fábricas, centros educacionales y comunitarios, entre otros. Una vez lo anterior esté claro, debemos iniciar un inventario real y sin espectacularidades sobre los riesgos a que estamos expuestos y su nivel de gravedad. Las amenazas a que estamos expuestos deben ser analizadas, medidas y dadas a conocer a toda la comunidad. Hoy los Concejos municipales y las realizaciones de las personerías municipales deben tener este tema como del diario convivir y ser. Al tener conocimiento de los riesgos y las amenazas, debemos iniciar una valoración, y es muy importante que esta valoración se inicie dando la prioridad en que debemos actuar, de acuerdo con la exposición a los riesgos y su gravedad ante la comunidad y los bienes que nos rodean. Un análisis de vulnerabilidad, utilizando métodos modernos que nos den las entidades del Estado y todas aquellas formadas para el fin de la preparación ante situaciones de riesgo es importante y vital. Una de las herramientas que puedo recomendar es la Norma GTC 45 desarrollada por el Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación, Icontec, y que yo recomiendo a mis alumnos de posgrado como una valiosa herramienta de análisis. Una vez establecidos los parámetros de los riesgos, debemos elaborar un pre organigrama que nos permita conocer qué y quiénes pueden y deben participar dentro de la organización de los planes de contingencias, y establecer líneas de mando y de coordinación tanto dentro como por fuera de la organización municipal. Ya con lo anterior podemos proceder a elaborar y crear el Clopad en nuestro lugar. Con el Clopad organizado ya es viable iniciar el programa de los planes de contingencias y de preparación para atender emergencias y desastres que puedan o no suceder. En resumen, ya con el proceso prácticamente cumplido, debemos estudiar y analizar los inventarios de recursos, los organigramas de mando y de acción, determinar y definir las responsabilidades individuales, organizacionales y de los grupos veredales y locales, la descripción de las funciones y su capacidad de acción. 86
8. Planes de contingencias para municipios
Organización de los comités o grupos de trabajo Los Clopad se deben conformar y organizar siguiendo los parámetros de las legislaciones vigentes, y mediante un proceso administrativo emanado de la Alcaldía Municipal con el apoyo del Concejo Municipal. Inicialmente y ya dentro del proceso administrativo, se requiere establecer una comisión técnica que promueva la incorporación de los planes dentro del proceso general del municipio. De esta comisión deben formar parte activa y permanente y de acuerdo con la organización administrativa del municipio, por lo menos, las siguientes entidades: • • • • • • • • • • • • •
La oficina de planeación municipal y los secretarios del despacho. Todas las entidades y empresas de servicios públicos. Las UMATA. La Policía Nacional y los cuerpos del Ejército. La Cruz Roja. La Defensa Civil. El o los cuerpos de bomberos. Los rectores de los colegios y organizaciones educativas, tales como el SENA, por ejemplo. El párroco o líder religioso. Los directores y promotores del centro de salud. Uno o varios representantes de las juntas de acción comunal Uno o varios representantes de los organismos llamados hoy organismos no gubernamentales, ONG. Y todos aquellos entes que de acuerdo con el sistema organizacional del municipio así lo requieran.
Lamentablemente ha sido tradicional hacer caso omiso de algunas de las fuerzas vivas del municipio que día a día adquieren mayor fuerza y valor comunal, y ellos son los colegios, escuelas, centros de educación de todos los niveles, porque es allí en donde tenemos la mejor participación, y los jóvenes y los niños son quienes por pertenecer al hoy y al mañana deben estar capacitados, conocer todos los planes del municipio y la comunidad, y quienes deben ser fuerza viva en la participación de simulacros y actos reales ante casos de emergencia y desastre de cualquier tipo. Creada la comisión técnica, es función prioritaria de la misma iniciar el proceso de identificación y priorización de los riesgos, con el objetivo de facilitar la identificación de las amenazas reales o posibles; dentro de esos riesgos podemos citar: • • •
Accidentes de tránsito, aéreos, fluviales, marítimos, terrestres. Cercos o ataques armados a la región. Posibles atentados y actos no deseados externos. 87
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• • • • • • • • • • • • •
Avalanchas, deslizamientos, erosiones y flujos torrenciales de aguas. Congregaciones masivas de personas independientemente de su objetivo. Desplazamiento de personas por diversos motivos. Incendios estructurales, forestales, de industria, y de cualquier otro tipo. Fuegos de diversos tipos y explosiones. Erupciones volcánicas. Contaminaciones ambientales de todo tipo y origen. Interrupción de los servicios fundamentales, agua, energía, comunicaciones. Situaciones de quemaduras, infecciones, electrocutamiento y otros en las personas. Epidemias. Disturbios y saqueos. Temblores, terremotos y movimientos telúricos Acciones marítimas y acuíferas en general.
Si dentro de nuestro territorio hay minas, industrias, sistemas de conversión de materias primas, producción o almacenamiento de materias primas con medio o alto nivel de riesgos por contaminación, explosión, incendio, contaminación de aire y de aguas entre otros, debemos hacer un inventario del tipo de proceso, las características de las personas vinculadas, la clase de materiales y los riesgos que cada uno tiene o pueden tener y, por lo tanto, de los medios para atender una emergencia en esos centros. Para efectos de organización formal de los Clopad en el municipio, el alcalde municipal, como primera autoridad del mismo, debe generar los decretos y mandatos y los proyectos de acuerdos necesarios para que sea aprobado por el Concejo Municipal y que integren como mínimo las partes fundamentales contenidas y soportadas en la legislación nacional. Es parte vital la conformación del Comité Clopad, dentro del cual el alcalde, como primera autoridad, debe ser el presidente, y el jefe o secretario de planeación municipal quien debe actuar como secretario. Desde el primer día es recomendable establecer la continuidad de las reuniones, y ojalá el día, la hora y el lugar de las mismas. Es primordial iniciar el proceso de un cronograma de actividades, de definición de responsabilidad y de medios de control y seguimiento. Recordemos que las emisoras, periódicos y los otros medios de comunicación del municipio y las regiones forman parte integral de todos los programas comunitarios, y con mayor razón los referidos a planes de contingencias y atención de emergencias.
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8. Planes de contingencias para municipios
Capacitación y entrenamiento En definitiva, todo lo anterior no funcionará y será un tema más de papeles y archivo, si no se mantiene una permanente actividad, un plan diario de educación y capacitación de todos los integrantes de la comunidad, estén o no dentro de los planes y acciones para la atención y acción ante emergencias y desastres. Enfatizo nuevamente que cada momento, cada nueva actividad, un cambio climático, un cambio de hábitos o costumbres, la construcción de una obra de infraestructura, entre otros, pueden requerir un cambio y actualización de los planes de contingencias. Algunas estadísticas recientes de desastres y calamidades en Colombia y que han afectado grave y en algunos casos definitivamente a municipios pueden citarse. 2.010. Un 16 de diciembre Gramalote una prospera población del departamento de Santander del Norte, sufre una catástrofe natural debida a fallas geológicas y su cabecera municipal queda totalmente destruida incluyendo la iglesia y 850 viviendas 2009. El 12 de abril el rio Mira inundó la población costera de Tumaco y destruyó a su paso más de 1200 viviendas, 6000 personas quedaron sin hogar y por lo menos 45000 fueron los damnificados. 2008. El 24 de noviembre, el rio que cruzaba por el poblado de Paez en el departamento del Cauca destruyó con una creciente de la ola invernal, más de 120 residencias quedaron lo menos 1500 damnificados. 2005. El 12 de diciembre se desbordó el rio de Oro sobre Girón una hermosa población de Santander y 9 barrios sufrieron los efectos, quedando más de 30000 damnificados y unas pérdidas calculadas de 250 mil millones de pesos. 1999. El 25 de enero de este año un movimiento sísmico de 5.8 grados en la escala de Richter destruyó parcialmente la ciudad de Armenia capital del departamento del Quindío, igual suerte vivieron Pereira, Dos Quebradas, Sevilla, Santa Rosa de Cabal, Marsella, Alcalá y otros poblados de la región cafetera más importante de Colombia. Se calculan más de 1200 muertos, por lo menos 4200 damnificados. Como hecho a mencionar, el cuerpo de bomberos de Armenia poco pudo colaborar porque sus equipos quedaron destruidos por la caída de paredes y techos de las instalaciones.
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1987. El 27 de septiembre un deslizamiento de tierra destruye el barrio Villa Tina de la ciudad de Medellín, dejando por lo menos 580 víctimas mortales, 1500 heridos y 80 casas destruidas. 1985. Recordemos que en ese año el 13 de noviembre el deshielo del nevado del Ruiz destruye la población de Armero en departamento del Tolima, generando más de 22000 muertes y pérdidas calculadas en 211 millones de dólares por las entidades internacionales. 1983. A las 08:15 un movimiento medido en 5.5 grados en la escala de Richter y que duró 18 segundos, destruyó la hermosa y colonial ciudad de Popayán. Murieron más de 380 personas, quedaron 2000 heridos y el área central sufrió daños en el 40% de sus locaciones. Se dice que gracias a la hora los resultados fueron menos desastrosos, teniendo en cuenta que era jueves santo y esta capital con la más bella semana santa se mantenía con sus iglesias llenas en horas del mediodía y la tarde. 1979. El 12 de diciembre un terremoto con una medida de intensidad de 7.9 grados semistruyó el puerto de Tumaco, las olas alcanzaron seis metros de altura y quedaron destruidas más de 1000 viviendas, 450 personas se cree perdieron la vida. 1956. El 7 de agosto 11 camiones con 1053 cajas conteniendo explosivos estallaron en Cali dejando por lo menos 1300 muertos, 4000 heridos, pérdidas superiores a los 150 millones de dólares y ocho manzanas destruidas. Estos vehículos trasportaban materiales explosivos desde Buenaventura hacia Bogotá, y se encontraban estacionados en las afueras de la capital valluna.
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Planes de contingencias para aeropuertos
Todos los planes de contingencias son importantes, pero en el sistema de transporte aéreo tienen una especial importancia dados las personas involucradas en una situación de riesgo, los efectos que un accidente aéreo pueden tener en la comunidad y los costos involucrados, entre otros aspectos. Al respecto, es bueno recordar:
El accidente de Tenerife Allí ocurrió el primer gran accidente de la industria aérea privada y de servicio comercial, en él fallecieron más de 556 personas y se destruyeron dos aeronaves, generando incontables costos directos e indirectos.
El simulacro en el aeropuerto de La Nubia El 14 de mayo de 2010, en el aeropuerto de La Nubia sede Manizales, Colombia, se desarrolló un simulacro generado por el accidente de un avión en la pista principal. Según dijeron los organizadores y los periodistas de esa región, el simulacro fue un desastre porque comprobaron que las vías de acceso eran muy incipientes, congestionadas y angostas, que el cuerpo de bomberos de la ciudad se demoró demasiado para llegar al lugar de los hechos simulados, que la capacidad hospitalaria no era suficiente para atender el acceso integrado de heridos, y esto fue noticia nacional.
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Creo que este simulacro no fue ningún fracaso ni desastre como lo consideraron las autoridades; por el contrario, el haberlo adelantado fue un hecho vital e importantísimo para la ciudad de las puertas abiertas, toda vez que para eso son los simulacros. Seguramente, como resultado de las vivencias, se establezca un plan de contingencias que sea real, actualizado, eficaz y que modifique las situaciones que se detectaron como fallas; repito, para eso se hacen los simulacros.
Guías básicas El objetivo de un plan de contingencia para un sistema de transporte aéreo es facilitar y mantener el movimiento ordenado y seguro de la aviación civil internacional y nacional, en el espacio aéreo y terrestre del área de influencia, y que las normas y reglamentos estatales o de instituciones de regulación aérea locales e internacionales determinen, y éstas sean eficientes para que en caso crítico tanto las personas como los bienes y equipos puedan ser protegidos. Un plan de contingencia para estas actividades debe ser elaborado con base en las directivas aprobadas por el Consejo de la Organización Internacional de Aeronavegación Civil, OACI, las normalizaciones locales y nacionales y las contenidas en los manuales de planificación de los servicios de tránsito aéreo. La efectiva aplicación de un plan de estas características presupone una estrecha cooperación, colaboración y aceptación de las autoridades aeronáuticas de todos los entes organizaciones y países involucrados, así como de los usuarios del espacio aéreo y terrestre de referencia. Para la confección de planes de contingencias aeroportuarios deben estar establecidos acuerdos operacionales con los países y entes limítrofes, en los que se establecen las medidas, procedimientos y rutas de contingencia que se vayan a utilizar en caso de una emergencia y en los servicios de tránsito aéreo, y que puedan en un momento afectar a varias regiones. Es importante tener en cuenta que un plan para estas actividades puede ser activado en cualquier momento y no sólo en la región y el país, sino con los países vecinos y limítrofes y que tendrán una determinada acción y una responsabilidad dentro del proceso de la situación de emergencia. Cada país, como es lógico, tiene sus propios planes de contingencias, pero siempre teniendo las directrices de la OACI, las reglamentaciones estatales del lugar y también los referidos de los países vecinos. Dentro de los procedimientos se deberán incluir y observar todos los referentes para los servicios de tránsito aéreo y terrestre, las cartas de aeronavegación, los acuerdos vigentes entre las dependencias, los manuales operativos de cada institución y todos los demás documentos pertinentes. 92
9. Planes de contingencias para aeropuertos
Un plan de contingencias para un sistema aéreo debe incluir el estudio y análisis detallado de por lo menos los aspectos siguientes: • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
Historia de la accidentalidad, las emergencias y los planes de contingencias. Glosario, terminología, y definiciones en el idioma local y el internacional en inglés. Análisis de casos sobre emergencias vividas. Legislación sobre planes de contingencias y situaciones de emergencias. Sistema nacional para la prevención y atención de desastres locales. Sistema de clasificación internacional de seguridad para planes de contingencias aéreas. Niveles de cobertura geográfica de los planes de contingencia regionales, nacionales e internacionales. Normalización técnica sobre planes de contingencias y situaciones de emergencias. Valoración de los riesgos y factores de vulnerabilidad. Análisis y preparación para atender emergencias en situaciones críticas. Sistemas de evaluación de planes de contingencias. Entidades de ayudas mutuas externas, grupos de apoyo y colaboración ciudadana. Guías y bases para la elaboración y actualización de un plan de contingencias. Miembros de la organización y de brigadas su preparación, capacitación, entrenamiento y periodicidad de acción. Simulacros y evaluaciones de comportamiento general del plan de contingencias. Funciones típicas dentro de un plan de contingencias. Liderazgo y comunicaciones. Inventario de necesidades antes, en y después de una emergencia y su control y mantenimiento. Flujos de evacuación y puntos de encuentro e inventario humano. Medios de comunicación regionales, nacionales e internacionales.
Dentro del plan de contingencias es indispensable establecer, desde el inicio y con toda claridad, las áreas involucradas dentro del mismo; para los aeropuertos generalmente éstas se definen como: •
Áreas públicas. Aquellas del aeropuerto y los edificios e instalaciones que tienen acceso general al público y usuarios y a los vehículos, y automotores que no requieren para el acceso un permiso especial.
•
Áreas restringidas. Aquellas en las cuales el acceso por parte de cualquier persona o equipo móvil está estrictamente controlado mediante el plan de seguridad del aeropuerto.
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Como áreas restringidas pueden considerarse: •
• • • • • •
Las dependencias de comunicaciones y ayudas a la navegación aérea, tales como torre de control, salas de control de tránsito aéreo, salas de radar, centrales de comunicaciones aeronáuticas, cabinas de sonido. Estaciones de energía, casas de plantas eléctricas, centrales de seguridad, dependencias de información aeronáutica y meteorológica. Estaciones para el sistema de bomberos y las demás que cumplan funciones similares. Hangares y talleres de aviación. Áreas destinadas a depósito y almacenamiento de combustibles. Áreas de inspección de mercancías, carga y correo. Y las demás que se determinen por necesidades especiales de seguridad.
El propósito de un plan de seguridad aeroportuario debe ser el desarrollo de los procesos y procedimientos requeridos, así como el seguimiento al desarrollo del conjunto de las medidas ordinarias y extraordinarias aplicables en cada aeropuerto, para hacer efectivos los principios y las normas establecidas en los programas de seguridad aeroportuaria y demás normas de seguridad aplicables. Por medidas ordinarias se entiende aquellos procedimientos que se llevan a cabo permanentemente para el control de personas, equipajes, correo y carga en el aeropuerto. Dentro del plan de contingencias aeroportuario debe existir una definición de funciones que involucren a: • • • • • • • •
Dirección de seguridad integral del aeropuerto. Dirección administrativa del aeropuerto. Director de la seguridad aeroportuaria regional o local. Compañías aéreas usuarias tanto de transporte de personas como de cargas. Cuerpos de bomberos. Entes de seguridad del Estado, militares y de policía. Grupos de apoyo y ayuda tales como la Defensa Civil y la Cruz Roja. Empresas de vigilancia y protección del aeropuerto.
Los puntos vulnerables de un aeropuerto o campo de aviación, son, entre otros: • • • • • • • •
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Sistemas de control de acceso. Seguridad perimetral. Seguridad del área y vías públicas y privadas. Seguridad en edificios e instalaciones. Equipos, automotores y vehículos. La seguridad en las aeronaves. Las protecciones en tierra. Las comunicaciones aéreas y del medio.
9. Planes de contingencias para aeropuertos
La dirección de los planes de contingencias del aeropuerto o punto de servicio aeroportuario, dentro de esos planes, debe: • • • •
•
• • •
Tomar las acciones necesarias para atender y responder a las llamadas de seguridad, de forma inmediata. Coordinar acciones de respuesta con las autoridades competentes y con los servicios de emergencia en forma inmediata. Mantener actualizados los planes de evacuación en emergencia del aeropuerto, de acuerdo con regulaciones y normas vigentes. Asegurar que los procedimientos para emergencias sean difundidos y conocidos por todo el personal que presta servicios en el aeropuerto, para proporcionar respuesta oportuna en cualquier situación de emergencia. Designar un líder para respuestas ante emergencias que sea el encargado de la coordinación de todas las actividades, en caso de presentarse una situación no deseada. Apoyar a los entes de respuesta ante casos de emergencia, según lo estipulado en el plan de contingencias. Colaborar con el cuerpo de bomberos y demás entes para atender una emergencia. Programar y coordinar simulacros que involucren a las diferentes autoridades de seguridad del aeropuerto.
Los simulacros deberán realizarse periódicamente y de acuerdo con los riesgos existentes y las normas locales, y en ellos deberán tomar parte activa: • • • • •
La dirección y el grupo gerencial del aeropuerto y las empresas usuarias. Los encargados de la información y los medios de comunicación y relaciones públicas. Todos los funcionarios de la seguridad aeroportuaria. Todos los funcionarios del área de operaciones para control de emergencias. Todos los entes de ayudas mutuas y de apoyo interno. Cuando digo todos, es todos.
En alguna ocasión la Aeronáutica Civil Colombiana, por intermedio de su dependencia de salud ocupacional, me invitó como veedor de un simulacro en el aeropuerto El Dorado de la ciudad de Bogotá, y cuál fue mi sorpresa cuando al efectuarse el mencionado simulacro, el director del aeropuerto salió caminando y fumando un cigarrillo. No tuve otra opción que acercármele y solicitarle que, aunque fuera la primera autoridad dentro de la organización aeroportuaria del lugar, en ese momento era uno más dentro del simulacro y que, además, debía apagar en forma inmediata el cigarrillo.
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Un plan de contingencias deberá incluir, por lo menos, procedimientos detallados para atender las siguientes situaciones: • • • • • •
Accidentes o casi accidentes dentro del aeropuerto. Accidentes fuera del aeropuerto. Emergencia de aeronaves estacionadas. Emergencias de aeronaves al despegar o aterrizar. Situación de comportamientos humanos anormales dentro de las instalaciones. Desastres naturales o emergencias meteorológicas.
Y para atenderlos en forma eficiente y segura debemos tener en cuenta: • • •
Detalle de las pruebas y ensayos que deben ser realizados a instalaciones y equipos que serían utilizados en las emergencias. Frecuencia con que se deben practicar esas pruebas, según los parámetros establecidos por los fabricantes. Detalle de los ejercicios realizados para ensayar los planes de contingencias, incluyendo la frecuencia con que se realizan esos ejercicios.
Una lista de organizaciones, agencias y personas con autoridad, dentro y fuera del aeropuerto, y su respectiva información de contacto, tales como •
• • • • •
Aerocivil, las Fuerzas Militares y de Policía Nacional, Departamento Administrativo de Seguridad, o como se llame, cuando usted lea este libro, para el caso de Colombia. La Fuerza Aérea Nacional y otros entes de aeronavegación locales. Todas las instituciones de salvamento y extinción de incendios, Los hospitales, clínicas y centros de asistencia médica circunvecinos del aeropuerto. Procedimientos detallados para la evacuación del aeropuerto. Programa de entrenamiento de respuesta ante emergencias. Metodología para las comunicaciones y coordinación con los entes reguladores y las agencias de respuesta de emergencia. Responsabilidades del personal que presta servicios en el aeropuerto, entes reguladores y otras agencias, en caso de emergencia. Procedimientos detallados para la evacuación del aeropuerto.
Los entrenamientos y la capacitación de todo el personal son vitales para una respuesta eficiente ante contingencias, tales como: • • • •
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Secuestro de aeronaves. Amenazas terroristas. Presencia y manipulación de equipos y mercancías consideradas como peligrosas. Fallas en los protocolos de comunicación y coordinación con los entes reguladores.
9. Planes de contingencias para aeropuertos
• •
Deficiencias en la coordinación con otras agencias de respuesta de emergencia. Fallas en el entrenamiento en Seguridad Aeroportuaria.
Como en toda actividad de la vida y más en el caso de los planes de contingencia para atender emergencias y desastres, la capacitación, el entrenamiento y la formación de personas que participan en el plan es indispensable. Es necesario tener presente que de nada sirve el mejor plan de contingencias si no se conoce y no se practica en forma permanente, sobre todo en un aeropuerto donde el flujo de personas y usuarios es permanente, de todo tipo, edad, idioma y cultura. Deben existir programas permanentes de integración de los entes involucrados dentro del plan, participación de los comités de ayuda mutua y de seguridad ocupacional del aeropuerto. No sobra comentar la importancia que tiene el que los líderes y varios de los miembros del grupo de coordinación y dirección de los planes de contingencia hablen y comprendan en forma fluida el idioma inglés, toda vez que es el internacional y propio en las actividades aeroportuarias. Cada día, cada usuario, cada aeroplano, cada maniobra, el cambio climático y otros factores hacen que un plan de contingencias para un aeropuerto tenga que ser activo, real, revisado y modificado permanentemente y, ante todo, conocido por todos los involucrados dentro de la organización de un punto de servicio aéreo. En los últimos años han sucedido una serie de tragedias en o cerca a algún aeropuerto del mundo que bien vale presentar como un aparte de este tema, son ellas, las principales: 2012. El 20 de abril un Boeing 737 se incendia y cae un una zona residencial de Isalamabad en Pakistán y deja 138 muertos. El 3 de junio fallecen 152 ocupantes de un avión propiedad de la aerolínea Dana Air, cuando aterrizaba en Lagos Nigeria. 2011. El 14 de febrero al sur de Tegucigalpa en Honduras, un bimotor se estrella en las mesitas y fallecen sus 20 ocupantes. El 19 de mayo fallecen los 22 ocupantes de un avión SAAB 340 en la provincia Argentina de Río Negro, al precipitarse a tierra. El 3 de septiembre y cerca de la isla Robinson Crusoe un avión de la fuerza aérea Chilena desaparece con sus 21 ocupantes.
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2010. 4 de noviembre. Mueren 68 personas, al estrellarse un avión en el centro de Cuba. El aparato siniestrado pertenecía a la compañía cubana Aerocaribean, vuelo 883, y cubría la ruta de Santiago de Cuba a La Habana. 24 de agosto. 42 personas murieron y 53 resultaron heridas al estrellarse un avión E-100 de la brasileña Embraer fletado por la aerolínea china Heann Airlines cerca de la pista de aterrizaje del aeropuerto Lindu en Yichun (China). El 28 de julio. 153 personas perdieron la vida al estrellarse un Airbus A321 de la compañía Air Blue procedente de Karachi (Pakistán) contra unas colinas de Islamabad. 22 de mayo. Más de 160 personas mueren en India tras estrellarse un avión en el aeropuerto de Mangalore, al suroeste del país. El aparato se salió de la pista de despegue y estalló en llamas. 12 de mayo. Un centenar de personas mueren tras estrellarse un avión, procedente de Sudáfrica, en el aeropuerto libio de Trípoli. 10 de abril. 95 personas, entre ellas el presidente polaco y varios altos cargos del Gobierno mueren tras estrellarse el Tupolev Tu-154 en el que viajaban cerca de la ciudad rusa de Smolensk. 2009. 15 de julio: Un Tupolev de la compañía iraní Caspian se estrella con 168 personas a bordo. 20 de mayo: Un Hércules C-130 del Ejército de Indonesia se estrella contra un pueblo de la isla de Java. 97 personas fallecen en el accidente. 25 de febrero: Un avión de la compañía Turkish Airlines se estrella al aterrizar en el aeropuerto internacional de Schiphol, en Ámsterdam. El accidente causa nueve muertos y 84 heridos. 2008. 20 de agosto: El vuelo 5022 de Spanair, un McDonnell Douglas MD-82 se estrella en el proceso de despegar en el aeropuerto de Barajas, Madrid. Mueren 154 de los 172 ocupantes. 2007. 17 de julio: Un Airbus A320 de TAM Airlines se estrella en el aeropuerto Congonhas de Sao Paulo, Brasil. Mueren todos los ocupantes (186) y 13 personas más.
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9. Planes de contingencias para aeropuertos
2006. 29 de septiembre: El vuelo 1907 de Gol Transportes Aéreos choca con un avión privado de Embraer Legacy y se estrella en Mato Grosso, Brasil. El Embraer Legacy, con siete personas a bordo, aterriza sin heridos mientras que fallecen los 154 pasajeros del Boeing. 22 de agosto: el vuelo 612 de Pulkovo se estrella en Ucrania. En el accidente mueren las 170 personas que iban a bordo. 9 de julio: Un Airbus 310 de la compañía S7 Airlines se estrella en una barricada de cemento y se incendia durante el aterrizaje en Rusia. Mueren 128 de los 203 pasajeros. 2005. 22 de octubre: El vuelo 210 de Bellview Airlines, un Boeing 737, se estrella en Nigeria. Mueren las 117 personas que iban a bordo. 5 de septiembre: El vuelo 091 de Mandala Airlines, un Boeing 737, se estrella en Medan, Indonesia. Mueren 103 pasajeros y los cinco miembros de la tripulación, además de 47 personas que estaban en el lugar del accidente. 2003. 6 de marzo: Un Boeing 737 de Air Algerie se sale fuera de la pista durante el despegue. Fallecen 102 personas. 8 de enero: El vuelo 634 de Turkish Airlines se estrella en la maniobra de acercamiento al aeropuerto de Diyarnakir, Turquía. Mueren 75 personas. 2002. 15 de abril: El vuelo 129 de Air China se estrella al intentar aterrizar en el aeropuerto de Busan, en Corea del Sur. Mueren 128 personas. 2001. 12 de noviembre: Un Airbus A300 de American Airlines se estrella en Nueva York. Mueren los 251 pasajeros, los nueve miembros de la tripulación y cinco personas que se encontraban en el lugar. 2000. 25 de julio: Un Concorde de Air France se estrella poco después del despegue en París. Mueren 113 personas y la flota Concorde es retirada.
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Planes de contingencias para actuar ante incendios
No existe peor flagelo físico para la humanidad y tampoco hay estadísticas con mayor número de pérdidas humanas y de bienes que los producidos por los incendios, cualesquiera sean sus características: bosques, viviendas, ciudades, lugares de concentración humana, edificaciones, industrias de todo tipo, sistemas de transporte, y cada uno de ellos requiere un plan de contingencias determinado. Toda instalación, todo momento, lugar, altura o temperatura requieren un plan determinado, y en cada caso las situaciones que genera y transmite un fuego son diferentes. También lo son, por lo tanto, las formas de controlarlo o extinguirlo. En este capítulo tratamos de dar unas guías generales para la preparación de planes de contingencias para estar preparados para la prevención, el control y la extinción del fuego. En mi experiencia profesional en la industria del petróleo tuve que enfrentar muchos tipos de incendios, no sólo los ocurridos en mi empresa de siempre Ecopetrol, sino también en otras empresas, actividades y situaciones diferentes, como en el caso del incendio de Avianca, el desastre de Armero, y en muchas
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oportunidades en que presté mi colaboración en incendios que se produjeron en los lugares y municipios aledaños a nuestras instalaciones petroleras. En la industria del petróleo participé, desde el año 1965, en incendios de tanques de almacenamiento, de pozos petroleros, de tuberías de estaciones de bombeo, en atentados terroristas, y en otros en los que cada caso era diferente y en donde todas las situaciones y momentos eran diferentes. Veamos entonces algo general sobre planes de contingencias para uno de los mayores flagelos físicos de la humanidad.
Evaluación de los riesgos En cualquier plan de contingencias es fundamental hacer la evaluación de los riesgos; ésta describe y valora las situaciones de incendio en las edificaciones o instalaciones. En cuanto a las actividades desarrolladas y los medios de protección disponibles, para realizar una evaluación de riesgo debemos considerar: •
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Efectuar un estudio detallado de los todos los factores, a saber: cuál es nuestro entorno, cuáles son las edificaciones, las cargas combustibles, nuestra situación, las facilidades y los accesos. Cuáles son las facilidades de los medios exteriores de protección y abastecimiento de agua y los equipos humanos con que podemos contar tanto internamente como en la vecindad. Qué características constructivas tienen nuestras instalaciones y servicios. Cuáles son la ubicación y las características de nuestras instalaciones y servicios. Qué actividades son desarrolladas en cada planta o sector. Qué clase y características tienen los ocupantes de las instalaciones. Con qué medios de comunicación contamos. Cuáles son las facilidades de acceso y evacuación. Qué características y capacidades tienen las brigadas de apoyo. Cuál es el estado general de señalización y coordinación general. Cómo se pueden integrar los planes de ayuda mutua.
En el proceso de valoración de los riesgos es indispensable darles una clasificación que puede ser personal de nuestra organización, o basada en estándares de medición locales o internacionales. Para saber cómo actuar en un caso determinado, esta clasificación debe ser similar a la de actividades y situaciones de riesgo alto, medio o bajo, o a un puntaje entre cero y cinco, por ejemplo. Es fundamental hacer una detallada evaluación de las condiciones de las salidas y accesos de la edificación, tomando consideraciones para determinar si son o no
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10. Planes de contingencias para actuar ante incendios
adecuadas y seguras, y si coinciden con los riesgos, las necesidades, la cantidad de personas a desplazar, entre otros. Todo plan de contingencias debe estar soportado con base en planos que deben estar actualizados y contener toda la información necesaria. Estos planos deben ser conocidos y actualizados y también ser entendidos por las entidades de ayuda mutua y los cuerpos de apoyo, como los bomberos, por ejemplo. Por lo menos, los datos e informes que se deben tener en cuenta en los planos deben ser: • • • • • • • • • • • •
Rutas de acceso y evacuación. Número y ubicación de salidas y entradas. Zonas de seguridad y parqueo para emergencias. Identificación de las zonas de alto riesgo. Ubicación de luces y alumbrados para casos de emergencia. Ubicación de tomas de agua internas para bomberos, su capacidad presión y tipo de rosca. Número de ocupantes por cada área de proceso, servicio, residencia o trabajo. Identificación de procesos de llama abierta o generación de calor como quemadores, calentadores, calderas, hornos y otros. Localización, capacidad y características de los equipos contra incendios. Áreas de acceso de público o clientes y atención a externos. Localización de transformadores, tableros, sistemas de control y corte eléctrico. Cualquier otra facilidad, ayuda o riesgo fundamental que sea de interés conocer en caso de una emergencia.
Dentro de los datos anteriores existe uno que para muchos será extraño, y éste es el referente al tipo de roscas. Esto es muy importante; la experiencia me enseñó su importancia, toda vez que en la Empresa Colombiana de Petróleos y, en general, en todas las que en Colombia tienen una dependencia directa de ella; el tipo de rosca es de la característica desarrollada por el cuerpo de bomberos de Nueva York, identificada como NYFD. Esta rosca no permite, por el tamaño y número de hilos, que se acople a otros sistemas conocidos como Standards NST que son los más universales. Por el motivo antes descrito, muchas veces quisimos ayudar con equipos, especialmente mangueras, y no pudimos colaborar. Fue necesario mantener acoples de roscas y tamaños variados y según los utilizados en los pueblos, empresas y organizaciones cercanas a nosotros, para poder colaborarles.
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Esta rosca fue la seleccionada desde los años veinte en las instalaciones de la anterior a Ecopetrol, la Troco, y a medida que fue creciendo la petrolera colombiana se fue haciendo más dispendioso y costoso cambiar todos los sistemas al sistema NST. Cuando se efectúen cambios de diseño o distribución éstos deben ser reportados inmediatamente al Cuerpo de Bomberos, y a los demás entes involucrados en los planes de nuestra organización e indicados en los planos para tal efecto. Considero de una importancia fundamental la valoración relacionada con los riesgos para la vida de las personas, puesto que éstas son afectadas en un incendio por humos, vapores, altas temperaturas y riesgos de explosión, entre otros. Cuando elaboramos un plan de contingencias debemos considerar los riesgos que podrían afectar la vida humana dado un incendio, a saber: • • • • • • •
Distribución de todas las instalaciones y planta física. Qué tipo de materiales de construcción son utilizados. Cuál es la resistencia al fuego de los materiales y sistemas y qué tipo de gases puede generar su combustión. Cuál es la orientación de los extremos de tanques a presión. Si tenemos muebles y accesorios, cielos rasos y techos, tipos de pisos y alfombras, qué tipo de riesgos generan en presencia de un incendio. Cuáles son las jornadas de trabajo, qué días, cuántas personas por período, cuáles las horas de acceso de visitantes y su número aproximado. Cuáles son las labores de mayor riesgo en la organización.
Es de vital importancia conocer la distancia y el tiempo que pueden demorar las ayudas externas para definir estrategias y procedimientos durante una emergencia, además de tener claro con qué equipos podemos contar. En algunos casos es importante definir las áreas o secciones de mayor valor de la empresa, ya sea por su proceso, maquinaria, equipo u otros, para evitar pérdidas muy cuantiosas a la organización. Una vez se haya hecho la anterior evaluación, que también puede servir como guía para cualquier plan de contingencias de los analizados en este libro u otros, se debe tomar toda la información generada, evaluarse y estudiarse para elaborar el plan de contingencia que sea más eficaz para la organización y sus necesidades. Cuando haya sido analizada la evaluación y medidos sus resultados podemos iniciar la elaboración del plan de contingencias para atender incendios y todo tipo de fuegos, bajo los siguientes parámetros básicos:
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• • • • • •
Definición y objetivos del plan. Identificación de riesgos de fuego e incendio. Análisis y valoración de los resultados y conclusiones de la evaluación del riesgo. Localización de la organización dentro del medio físico. Organización y dirección jerárquica y responsabilidades dentro del plan. Este plan debe estar de acuerdo con las necesidades y principios de la organización.
Por lo menos, los directores y coordinadores generales dentro del plan de contingencias deben tener: • • • • • • •
Respaldo total de la administración superior, según su responsabilidad. Liderazgo positivo. Excelente don de mando y de coordinación. Entrenamiento y capacitación para desarrollar procedimientos antes de emergencias. Conocimiento de la organización en su aspecto físico y humano. Conocimiento claro y amplio de los planes de contingencias. Otras que se consideren necesarias.
En toda organización debe estar establecido un grupo o comité de trabajo especialmente entrenado para que ejerza las labores de dirección y control en una emergencia. Conviene que esté constituido por un grupo de individuos que represente cada sección, área o actividad de la empresa, y su objetivo es darle recomendaciones y hacer observaciones al coordinador general durante la emergencia, con el fin de que tome las mejores decisiones. Para cada tipo de organización, operación, proceso y riesgo debe crearse una o varias brigadas para control y extinción del fuego. El tamaño, los materiales, las materias primas, los procesos y la distancia de centros urbanos, entre otros, requerirán una especial característica de sus brigadas, y por eso creemos hacer un aporte a nuestros lectores comentando que existen varias clases de brigada, pero podemos proponer las siguientes. • Brigadas múltiples. Aquellas en las que los miembros tienen conocimientos y capacitación general, y están preparadas para actuar en casos generales en la pequeña y mediana empresa. • Brigadas especiales. Aquellas que se organizan por grupos para cada disciplina o atención de un tipo de emergencia, y para una función específica y que son requeridas en la gran empresa y en los poblados; entre éstas se pueden tener las siguientes: • Brigadas para incendio. Aquellas que deben controlar las posibles situaciones de incendios, eliminarlas o minimizarlas hasta que llegue ayuda exterior. Además deben revisar el estado del equipo contra incendios de
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la institución, programar prácticas para el uso e inspección de cada equipo según las normas, y adelantar capacitación y entrenamiento del personal que puede estar afectado en cualquier momento. Brigadas para evacuación. Las que deben controlar que el plan de evacuación se lleve a cabo según lo establecido, y participan en el desalojo del personal y particulares ambulatorios. Brigadas para rescate. Su misión principal es buscar y extraer a todas aquellas posibles víctimas sin causarles más lesiones que las ya presentan. Dentro de una brigada para rescate se debe contar con personal capacitado para desconectar todos los dispositivos eléctricos y otros que puedan en ese momento generar riesgos mayores. Brigadas para primeros auxilios. Aquellas que dan los cuidados básicos, de acuerdo con su nivel de capacitación. Deben ser capacitadas, y entrenadas por personas u organizaciones autorizadas y conocedoras de los riesgos y toxicidad de los elementos y materiales, entre otros. Una función importante es la capacitación y el entrenamiento de todo el personal. Brigadas para vigilancia. Aquellas que deben llevar a cabo evaluaciones periódicas de las medidas preventivas tomadas en la empresa. En el momento de la emergencia, su misión es controlar que no ingresen personas no autorizadas o ajenas a la organización, velar por el acceso y salidas de bienes y materiales y facilitar el acceso de las ayudas externas y de los miembros del plan de contingencias. Brigada para transporte. Su función básica es trasladar o coordinar el traslado de personas, además de materiales necesarios para la extinción o el salvamento de materiales, entre otros. Brigada para información. Se encarga de hacer el conteo de los evacuados, dirigir a los bomberos y otras ayudas al lugar de la situación crítica, y dar toda la información necesaria según las características de la empresa, además de encargarse del manejo de la prensa, ubicándolos en lugares estratégicos y sin riesgos, presentándoles la información autorizada por el puesto de mando.
Una vez se haya logrado regresar a la normalidad y para evitar pérdidas mayores, se requieren un esquema de trabajo y equipos para rehabilitar la empresa y así continuar su proceso productivo; para tal efecto considero necesario tener en cuenta: • • • •
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Definir los grupos de trabajo con todos los participantes para este proceso y sus acciones. Establecer las herramientas que están disponibles en la empresa y que se van a utilizar para el proceso de rehabilitación. Establecer que funciones o trabajos de rehabilitación no se pueden realizar por la misma empresa, y prever el costo de la colaboración externa. Evaluar cada uno de los riesgos detectados, y de los posibles daños críticos, teniendo en cuenta personas, bienes, materiales, estado de los procesos productivos operacionales, comerciales, entre otros.
10. Planes de contingencias para actuar ante incendios
• • •
Evaluar las consecuencias sobre las vecindades y el ambiente involucrado en los daños y lesiones. Analizar e investigar los hechos y resultados de la emergencia y generar las recomendaciones Hacer seguimiento al cumplimiento de las recomendaciones dadas.
Establecimiento del plan de contingencias Es fundamental considerar la divulgación general del plan, la formación del personal, la realización de simulacros, y su actualización. El responsable de la implantación del plan es el titular de la actividad, y están obligados a colaborar el personal directivo y técnico, los mandos medios y todos los trabajadores. Las instalaciones del sistema de protección deben ser sometidas a revisiones periódicas, de acuerdo con lo dispuesto en la legislación vigente y a las indicaciones particulares indicadas por el fabricante o instalador. Es necesario establecer un programa de mantenimiento preventivo, periódicamente, y es imprescindible efectuar reuniones periódicas informativas para todo el personal, en las que se explique el plan de contingencias. Las brigadas del plan deben ser adiestradas en el manejo de los medios de protección. Se deben efectuar periódicamente simulacros para acción en caso de emergencia, de los que se deducirán las conclusiones precisas encaminadas a lograr una mayor efectividad, mejoras del plan y cambio de conducta de los participantes. Es necesario un análisis como retroalimentación del evento y, en caso de emergencia, se deben investigar las posibles causas y origen de la propagación y sus consecuencias, analizando el comportamiento de las personas y las brigadas y las medidas correctivas necesarias. En los casos en que existan razones de aseguramiento y sospecha de intencionalidad de mano criminal, se debe preservar la escena para efectos de la investigación, según lo recomendado por técnicos calificados y es necesario también tomar todas las medidas recomendadas por las autoridades. Para cada uno de los riesgos detectados y en función de la gravedad, preferentemente para las personas, se debe efectuar un listado exhaustivo de todas las actuaciones que pueda ser necesario analizar para cada tipo de incidente; algunas de las actuaciones a desarrollar en un incendio son:
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Avisar al Departamento de Seguridad y miembros de las brigadas. Informar al Cuerpo de Bomberos y activar el sistema de alarma. Avisar a las fuerzas del orden público. Activar el plan de evacuación con sus diferentes niveles y ordenar la evacuación por edificios, plantas o procesos. Guiar la entrada de los bomberos a la empresa y el lugar del siniestro. Desconectar si se requiere y por zonas los sistemas de energía eléctrica. Para los sistemas de cómputo se debe contar con un plan elaborado por los técnicos, con el fin de proteger al máximo la información generada en el proceso. Todo el personal que labore con el sistema debe conocer los procedimientos para casos de emergencia. Controlar el funcionamiento correcto de los equipos de protección contra incendio con que cuenta la empresa. Retirar productos almacenados y que ofrezcan riesgos especiales de las áreas próximas al incendio. Controlar la situación del personal en lugares de reunión. Cerrar puertas y ventanas para evitar la propagación del fuego, según el caso. Las actuaciones en cada accidente han de estar coordinadas entre sí y ordenadas cronológicamente, según las necesidades y posibilidades de la empresa. Incluir cualquier aspecto especial que influya en el desarrollo de las actuaciones.
Finalmente solicitamos hacer especial análisis del capítulo de este libro que presentamos más adelante, referido al control y extinción del fuego, y soportarse en él aplicando y entendiendo adecuadamente el contenido y características. En el libro “EL FUEGO Y SUS IMPLICACIONES EN LA INDUSTRIA” de esta editorial y escrito por este autor, usted apreciado lector puede encontrar estadísticas muy completas sobre el tema del fuego y los incendios a través de la historia.
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Planes de contingencias para establecimientos educativos
Las consecuencias sobre la vida, los bienes y el ambiente en el área donde están los establecimientos educacionales, ocasionadas por explosiones con incendio, cortes en el servicio de agua potable, energía y electrocutamiento, escapes de gas natural, fallas en las comunicaciones, escapes de gases tóxicos, derrames de agroquímicos, la rotura de oleoductos y gasoductos con liberación de productos, incendios o explosión en su cercanía, la explosión o incendio en estaciones de servicio de combustibles líquidos y GNC, los accidentes de tránsito en la vía pública, las acciones naturales como sismos, y meteorológicas como aluviones, granizo y otros, son ejemplos de potenciales riesgos tecnológicos con los que convivimos diariamente y en los cuales pueden estar vinculados los centros de educación de todo nivel y características. En virtud de lo expuesto es necesario que los directivos de los establecimientos educacionales, los docentes, los padres de los alumnos y los alumnos mismos se formulen las siguientes preguntas: • •
¿Sabemos en dónde está ubicada nuestra escuela, qué actividades de riesgo tenemos en el entorno? ¿Conocemos los planes de contingencias, si existen?
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¿Sabemos cómo actuar ante el escape de gases, intoxicaciones masivas por vía aérea y por contaminación del agua de consumo? ¿Conocemos qué se debe hacer en caso de incendios, aluviones, sismos, atentados, accidentes de tránsito con impacto en nuestro establecimiento? ¿Sabemos a quién llamar según la emergencia, qué hospitales, centros de salud y demás organismos que actúan ante cada emergencia tenemos cerca? ¿Sabemos cómo está nuestra infraestructura preparada para las situaciones de emergencias, sus accesos externos, señalizaciones, accesos internos, escaleras, estructuras? ¿Sabemos de los riesgos y del estado de los laboratorios, materiales y equipos? ¿Sabemos de los accesorios y botiquines de primeros auxilios, cómo usarlos, y si hay capacitación para el efecto? ¿Existen los planes de contingencias y se realizan simulacros para actuar ante casos de emergencia?
Los componentes del riesgo son la amenaza y la vulnerabilidad La amenaza representa aquellos factores externos que dan origen a la situación de riesgo y que, como factor externo, no se puede modificar, y la vulnerabilidad es el factor interno sujeto de riesgo y está directamente relacionada con la consecuencia o el daño que se puede llegar a producir. Para adelantar un plan de contingencias en una entidad educativa debemos inicialmente: • • •
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Identificar y evaluar amenazas, vulnerabilidades y posibles daños. Conocer las actividades con riesgos dentro del entorno inmediato, Conocer los planes de contingencias de los entes que nos rodean en el entorno locativo, y establecer una comunicación fluida con los responsables de dichas actividades. Organizar y establecer un árbol de decisiones en donde cada participante tenga una función ante una situación crítica. Conformar brigadas y grupos de respuesta ante emergencias y que deben estar constituidos por directivos, docentes, padres y alumnos, Contar con el correspondiente control de comunicaciones, con los números de teléfonos directos actualizados de la Defensa Civil, Bomberos, servicios para atención de emergencia, hospitales y centros de salud más cercanos, y empresas tanto públicas como privadas que puedan prestar apoyo frente a una emergencia. Conocer cuáles son las zonas críticas del establecimiento y cuáles las de mayor seguridad estructural frente a sismos y episodios meteorológicos.
11. Planes de contingencias para establecimientos educativos
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Conocer cuáles son los procedimientos de evacuación en el establecimiento, y las distintas opciones de evacuación. Conocer cuáles son los accesos y las vías rápidas a hospitales y centros de salud y tenerlas identificadas y la señalización adecuada a situaciones de emergencia. Dar y recibir capacitación para actuar en casos de riesgos y emergencias tanto naturales como producidas por el hombre. Identificar los accidentes más frecuentes bien sean propios o de experiencias en otras instalaciones educativas con entornos similares, y aquellos de consecuencias más graves, analizando sus causas tales como fallas por componentes, condiciones anormales de operación, errores de operación, fuerzas naturales, daños intencionales, agentes externos entre otros, y programar cursos y planes de capacitación para evitar al máximo la repetición. Actualizar y realizar entrenamiento permanente sobre los planes de contingencias, y realizar simulacros, involucrando a toda la comunidad con acciones coordinadas entre las instituciones y la comunidad.
El objetivo principal de un plan de contingencias es proteger a la comunidad educativa, el entorno y las instalaciones frente a situaciones no deseadas con consecuencias a la vida, los bienes y al ambiente. Debe tenerse en cuenta que más que en cualquier otra instalación sometida a un plan de contingencias, en los centros educativos sus ocupantes tienen especial prioridad por su acción y actividad, y que cada uno de sus movimientos tiene una reacción única y especial debido a su edad y características individuales. La tarea global es constituir un grupo de respuestas idóneo, capacitado y adiestrado para enfrentar las emergencias utilizando los recursos humanos y materiales con la máxima eficiencia, porque la extensión de los daños depende, en gran medida, de las primeras acciones que se emprendan dentro de los establecimientos y en la comunidad del entorno. No hay duda de que una respuesta adecuada ante estas situaciones requiere acciones bien coordinadas, por parte de los individuos y las instituciones de la comunidad local. Esto solo es posible si la comunidad está bien informada y ha sido capacitada para reconocer cuáles son los riesgos posibles y la necesidad de una preparación para afrontar las consecuencias. El plan escolar de contingencias y acciones ante emergencias debe tener como propósito el generar en la comunidad educativa un mayor conocimiento de los riesgos a los que se encuentra expuesta, con el fin de orientar los procesos que permitan reducir, eliminar o atender una situación de emergencia.
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La elaboración del plan de contingencias es una responsabilidad de todo el conjunto de la comunidad educativa, y en el deben participar todos los órganos que la integran y las ayudas del entorno, y para esto creo importante tener en cuenta: • • •
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Reunir, organizar y registrar toda la información de la institución. Describir la actividad, la población y las instalaciones de la institución educativa. Tener en cuenta el número de estudiantes, el rango de edad, las personas en condición de discapacidad, el tipo de institución educativa, básica, secundaria, entre otros. Elaborar los mapas físicos internos y externos de la instalación para hacer el diagnóstico de amenazas, vulnerabilidades y riesgos. Estos mapas deben contener las diferentes áreas, las entradas principales y alternas, las vías aledañas, las entidades y las organizaciones cercanas. Levantar análisis de riesgos que consiste en estimar la probabilidad de que ocurra un evento no deseado con una determinada severidad y unas consecuencias. La información en este punto es indispensable para definir las medidas de control, prevención y protección necesarias para minimizar los impactos que se puedan generar.
El análisis de vulnerabilidad y los análisis de las situaciones de riesgo debe incluir aspectos fundamentales, como: • • • •
Identificar y analizar los factores de riesgo (amenazas y vulnerabilidades) que podrían afectar a la institución educativa. Determinar el nivel de riesgo en función de las amenazas y las vulnerabilidades. Determinar los escenarios en los que se debe priorizar la intervención para controlar o reducir los riesgos. Establecer las acciones por prioridad y según los riesgos.
Grupos escolares de prevención y atención de situaciones de emergencias Los planes de contingencias deben contemplar qué hacer antes, durante y después de algún evento, con el apoyo y operación del grupo escolar y sus brigadas. El esquema organizacional para cada caso debe ser el propio para cada institución educativa, y depende del análisis de riesgos, la información específica del lugar, el número de personas disponibles y sus características individuales y de grupo.
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11. Planes de contingencias para establecimientos educativos
En los hogares comunitarios, jardines infantiles o en colegios pequeños, el grupo escolar para casos de emergencias debe ser el adecuado y con un soporte de los mayores. En colegios grandes deben organizarse los grupos necesarios para responder adecuadamente a la emergencia, según cada esquema en particular. Dependiendo de la organización que tenga cada institución, deben establecerse, con base en su planta de personal, algunos aspectos importantes, como por ejemplo: • •
• •
Definir las funciones de cada uno de los integrantes del grupo. Elaborar la base de datos de la institución educativa que incluya los datos de los estudiantes y sus familiares, del personal administrativo, de las entidades que forman parte de las ayudas externas. Crear y mantener actualizado un directorio telefónico y de datos específicos de cada ayuda externa de apoyo. Clasificar y organizar los niveles de emergencia de la institución educativa para el desarrollo de los procedimientos internos de respuesta que se definen en los “Planes de acción”.
Formulación de planes de acción en accidentes o emergencias dentro de las instituciones Los planes de acción corresponden a los procesos y procedimientos que se deben desarrollar para responder ante un evento o accidente, teniendo en cuenta los recursos y los responsables. Una institución educativa debe formular por lo menos las siguientes bases para un plan de acción: • •
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Plan general. Se refiere a la coordinación general del mismo y de los demás planes de acción. Plan de vigilancia. Se refiere a la coordinación de la seguridad física de la institución en lo concerniente a entradas y salidas, y al cuidado de personas, bienes y servicios. Plan de atención médica y primeros auxilios. Corresponde a la atención inicial de las víctimas por parte de la brigada de primeros auxilios, mientras se hace la remisión al centro de salud o se recibe la ayuda de la entidad competente. Plan contra incendios. Para la gestión de prevención, control y extinción del fuego y emergencias asociadas; este punto mientras se recibe apoyo del Cuerpo Oficial o voluntario de la localidad.
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Plan de comunicaciones y relaciones públicas. Es el plan permanente de comunicación con las entidades para emergencia cercanas a la institución, y el manejo coordinado y preciso de la información que se entrega a familiares y medios de comunicación, en caso de una emergencia. Plan de atención a alumnos. Este plan implica el cuidado temporal de los estudiantes en un lugar previamente establecido, y mientras son recogidos por los familiares. Plan de evacuación. Este plan corresponde a las acciones necesarias para evacuar y la forma de comunicarlas oportunamente, facilitando el traslado por y hacia un lugar seguro y previamente identificado y encargado de mantener una adecuada capacitación.
Para el plan de evacuación se recomienda tener en cuenta: • • •
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Verificar los riesgos existentes antes de iniciar la evacuación o esperar la orden de organismo competente. Identificar, validar y señalizar las rutas de evacuación más seguras, amplias, cortas y adecuadas para la evacuación del personal. Desarrollar el plan con el apoyo del equipo de evacuación, y registrar la organización y el orden para seguir, así como la atención a personas en condición de discapacidad. Cuidar que los docentes encargados para este efecto dentro del plan de contingencias, permanezcan con los estudiantes en todo momento en la zona de seguridad, hasta el regreso a las aulas o hasta que sean recogidos por sus familiares. Elaborar el mapa y el plan de contingencias escrito de la institución y los recursos existentes, la ruta de evacuación y los puntos de encuentro. Este mapa debe estar instalado en lugares estratégicos de la institución para garantizar su visibilidad, divulgación y el conocimiento de todos los entes de la institución educativa. Garantizar a estudiantes, docentes y personal administrativo con algún tipo de condición de discapacidad visual, auditiva, y/o física, las ayudas técnicas necesarias para su evacuación, desplazamiento y comunicación.
Este aspecto de la evacuación y de las salidas para casos de emergencia es vital para la comunidad educativa. En el año de 2009 un colegio de nivel educativo elemental, localizado en Bogotá, salvó a sus estudiantes que habían quedado expuestos a una emergencia por la rotura de una línea que transportaba gas natural, gracias a que tenían salidas para emergencias por la parte posterior de establecimiento, en caso contrario la tragedia hubiera podido ser de carácter mayor.
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11. Planes de contingencias para establecimientos educativos
Inventario de los suministros, servicios y recursos existentes Los recursos deben corresponder a cada uno de los planes de acción, a las características del plantel y a las amenazas identificadas, tanto en calidad como en cantidad y que se adapten a las características de los pobladores del centro educativo. Por ejemplo, los extintores para control y extinción del fuego deben ser de un peso que permita que los ocupantes de la institución puedan transportarlos sin riesgo alguno de lesión, y ubicados a una altura que permita su manipulación sin tener el riesgo de una lesión muscular o en la columna. A continuación se enuncian algunos elementos básicos que no deben faltar en las instituciones educativas: •
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Sistema de alarma. El sonido de la alarma para casos de emergencia debe ser diferente del que existe para el cambio de clases, y hacerse sonar periódicamente. En los centros petroleros esto es normal y regular, por ejemplo, la alarma de emergencia para el caso de la refinería de Ecopetrol en Barrancabermeja suena desde siempre a las 12:00 de cada lunes. Radio con baterías, linternas y lámparas para iluminación en emergencias son fundamentales. Elementos de control y extinción del fuego, como extintores y en algunos casos mangueras hidrantes y sus accesorios. Elementos de primeros auxilios y botiquines. Con la dotación adecuada a los riesgos, las posibles lesiones y las personas que los pueden requerir. Guía telefónica y números de teléfonos. Además; métodos de comunicación directa con las ayudas mutuas, los medios de socorro y los centros de salud cercanos. Lista con los nombres, dirección y teléfono. Necesariamente de los padres o familiares de los estudiantes.
¿Cómo desarrollar planes de capacitación y entrenamiento? Estos deben estar dirigidos a todo el personal que participa en los planes de contingencias, y a quienes no lo están pero pueden estar involucrados en una situación de emergencia. Estas capacitaciones deben programarse de acuerdo con las necesidades y planes de acción, teniendo en cuenta las características de cada institución y cubriendo, por lo menos: 115
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• Primeros auxilios y riesgos básicos a la salud. • Actividades de control y extinción del fuego. • Facilidades y métodos de evacuación. Todas estas actividades deben diseñarse para mantener el control en casos de emergencia, a corto y mediano plazo, y permitiendo ser actualizadas y modificadas en cualquier momento; para eso se debe tener en cuenta: • • • • • •
Divulgar el plan en todos los niveles de la Institución. Adquirir los recursos y elementos necesarios. Elaborar y actualizar en forma periódica la información Definir los planes de capacitación y entrenamiento. Activar acciones de seguimiento, evaluación y ajustes del plan. Desarrollar periódicamente ejercicios de simulacros y evacuación.
En estos planes de contingencias para centros educativos, es muy importante tener en cuenta los comportamientos sociales de los involucrados y las modificaciones de la comunidad en cada período lectivo, y los cambios en los hábitos costumbres y ambiente reinante.
Planes de contingencias en universidades Por ser de características especiales de dotación, población, criterios y riesgos conviene que el tema de planes de contingencias para centros educativos universitarios tenga un aparte en este capítulo, y por eso a continuación lo tratamos: Este plan debe estar encaminado a mantener informada y entrenada a toda la comunidad universitaria mediante comunicaciones efectivas antes, en y después de una situación de emergencia y ante la presencia de cualquier tipo de riesgos. El propósito del mismo es organizar y coordinar las actividades en caso de emergencia para: • •
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Proteger las vidas humanas, reducir al mínimo el daño en las instalaciones, el equipo y los documentos ante una situación de emergencia. Mantener, antes, durante y después de una de emergencia, la mayor comunicación entre todos los miembros de la comunidad estudiantil y las ayudas y medios de colaboración locales. Facilitar la reanudación de las actividades lo antes posible.
Un caso para presentar como ejemplo, fue el ocurrido como consecuencias de los inviernos del año 2011 y dentro de los cuales se vio involucrada la Universidad de La Sabana en Chía departamento de Cundinamarca, Colombia, y que luego de quedar inundada por el río Bogotá, casi totalmente, mantuvo su plan educativo semestral mediante utilización de aulas en otros centros educativos y sociales del sector.
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11. Planes de contingencias para establecimientos educativos
Como en toda organización debe establecerse un procedimiento adecuado y eficaz para actuar antes, en y después de la situación de emergencia, y en ella debe estar a la cabeza el rector, como máxima autoridad, y como responsable del establecimiento y, además, un grupo asesor. Este grupo de acción ante emergencias tiene funciones vitales, tales como: • • • •
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• • •
Desarrollar actividades planeadas para el inventario, control, análisis y métodos de acción ante riesgos y emergencias. Alertar a la comunidad universitaria sobre las medidas que se deben seguir en caso de emergencia. Proveer servicios de vigilancia y coordinar las medidas necesarias para el mantenimiento del orden y la protección de la propiedad. Mantener una capacitación y entrenamiento de los miembros de los medios de ayuda, tales como las brigadas, de todo el personal académico y estudiantil y de los vecinos y visitantes. Establecer y mantener comunicación y coordinar las actividades necesarias con las entidades que prestan servicios en casos de emergencias, los medios noticiosos y otros medios que ofrezcan servicios en casos de emergencia. Activar el plan de contingencias en casos de huracán, tormenta, terremoto, inundaciones, conflictos bélicos, actos de terrorismo y delictivos, incendios, explosiones y otros. Restablecer, cuanto antes, la normalidad una vez pasada la emergencia. Investigar las causas de los hechos generados y adelantar las acciones y recomendaciones del caso. Hacer seguimiento al cumplimiento de las recomendaciones dadas.
Este grupo para apoyar las acciones y decisiones del rector, o para reemplazarlo en caso de ausencia, debe estar conformado por un equipo de apoyo a nivel decisorio, y en él deben estar incluidos los directores, académicos, administrativos y estudiantes. En el centro educativo de nivel superior y de acuerdo con su organización, extensión local, instalaciones, y tipos de laboratorio, por lo menos, deben existir los siguientes elementos: • • • •
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Equipos como lámparas portátiles, linternas, radios y baterías. Llaves maestras de todas las instalaciones. Elementos y equipos para primeros auxilios y ayudas médicas. Equipos y elementos de protección control y extinción del fuego que cumpla con las condiciones de combustibilidad y cargas combustibles de las instalaciones. Elementos de ayuda en caso de destrucción de instalaciones y rescate de personas. Elementos de salvamento y rescate de personas
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Para las comunidades universitarias es muy importante establecer planes de contingencias tanto de los medios externos físicos y naturales, como de las actividades internas y de comportamiento humano, y para cualquier plan de contingencias deben analizarse con detalle: • • • • • • • •
Características del núcleo universitario humano. Tamaño y distribución de las instalaciones. Medio circundante tanto humano como físico y de construcciones y los riesgos de éstos al medio universitario. Vías de acceso, evacuación y facilidades de acceso y evacuaciones. Las ayudas para recibir. Cargas combustibles de instalaciones y laboratorio fundamentalmente. Equipos requeridos para atender a las personas en caso de un desastre o emergencia. Equipos y elementos de protección contra incendios; habrá universidades que por su campus requerirán sistemas estacionarios y fijos, y posiblemente también carros y equipos de alta tecnología y capacidad.
En cuanto a los riesgos existentes, es necesario analizar a qué riesgos pueden estar expuestos los habitantes y las instalaciones universitarias, y tener en cuenta para qué debemos estar preparados en situaciones, como: • • • • •
Explosiones e incendios. Sismos, terremotos y similares. Derrumbes y destrucción de instalaciones y bienes. Atentados y actos vandálicos Inundaciones y desbordamientos
Además de todo lo anterior, debemos tener presente que, como en otras actividades, las ayudas y los planes son para entes universitarios y que para cada caso o riesgo hay un plan y un entrenamiento diferente. No sobra hacer énfasis en la rotación del personal docente y universitario tanto por la intensidad semestral, los cambios y retiros; como por los posgrados, diplomados y especializaciones; que hacen que la población se modifique en cantidad y características humanas y físicas, en forma permanente. Considero vital, tener un inventario y planes de acción especiales para atender personas con cualquier tipo de incapacidad, toda vez que la tecnología educativa moderna permite cada vez más la vinculación académica de estudiantes con cualquier grado de disminución en cuanto a habilidades físicas, y que también cada día más personas de edad avanzada asisten a las aulas.
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Planes de contingencias para minas
Tal vez, y casi sin miedo a equívocos, creo que la actividad de la industria y la economía mundial que mayor cantidad de accidentes ha aportado en los últimos siglos es la industria de la minería, y no sólo en cantidad de accidentes, sino también en número de lesionados y muertos. El primer plan de contingencias que se adelantó en la industria de la minería, y como consecuencia de los permanentes accidentes y muertes por asfixia y explosiones en y dentro de los socavones, consistía en enviar un pajarito al fondo de la mina, si el pajarito no regresaba era indicios de que la atmósfera estaba contaminada o nociva para la salud de los mineros. Por el contrario, si el pajarito regresaba era porque el ambiente dentro de ella era viable, y por lo tanto los mineros ingresaban a laborar en ella. No hay día en que los medios de comunicación no nos informen de una explosión, un incendio, un derrumbamiento de una mina o socavón, en algún lugar del mundo. Los países desarrollados y altamente tecnificados, como son Rusia y China, tienen ventana abierta en los medios de comunicación casi diariamente sobre este tipo de lesiones y accidentes.
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Para esta industria no es posible establecer guías detalladas de planes de contingencias, porque unas son abiertas, otras cerradas, unas son recientemente explotadas y otras tienen siglos de estar produciendo. Unas son de oro, otras de carbón. Unas son generadoras de gases tóxicos, otras de gases inflamables. Algunas son oficiales y las otras privadas. Unas tienen alta tecnología y las otras son de explotación totalmente artesanal, y en la mayoría de los casos operadas en forma irresponsable. En mi última visita a la hermana República del Perú, entre Lima y Huancayo, tuve uno de los mayores impactos visuales y emocionales de mi vida, cuando, después de pasar por una altura de más de 4.818 metros sobre el nivel del mar, y en vía terrestre, encontré una de las más grandes minas múltiples del mundo, llamada de OROYA; fue tal el impacto en mí que no tomé ninguna fotografía. En ese sitio no hay árboles, la vegetación es prácticamente nula y las condiciones de vida son tristemente inseguras y atentadoras contra la vida humana. Investigué para recibir mayor información sobre esa mina, y encontré los más tristes datos y cifras sobre ella y sobre la salud ocupacional; recomiendo a mis lectores buscar en Internet para conocer detalles que no aportaré en este libro. Los tipos de accidentes, lesiones, condiciones inseguras y de riesgos que podemos encontrar en las minas de toda clase y tamaño pueden deberse, entre otros, a: • • •
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Escapes a la atmósfera y contaminación del aire y el ambiente. Diseño inadecuado, omisión en procedimientos, mantenimiento inadecuado. Explosiones e incendios tanto por los explosivos utilizados en los procesos como de los materiales inflamables y combustibles, tales como gasolinas, acpm, propanos y el mismo gas grisú que se produce dentro de las minas. Accidentes por efectos de voladuras y explosivos. Malas prácticas de almacenamiento y manipulación. Manejo inadecuado de bienes, equipos y maquinarias. Falta de control del régimen hidrológico y ambiental. Omisión en detectar condiciones de cimentaciones no adecuadas. Drenajes inadecuados y mal diseñados. Desconocimiento de los mecanismos que activan las fallas. Deficiencia en tratamiento de tierras y entibaciones. Tratamientos inadecuados de botaderos y desmontes. Manejo inadecuado e inseguro de productos tales como cianuro, ácido sulfúrico, mercurio, cal, hipoclorito de sodio, nitrato de amonio, y diversos reactivos y químicos utilizados en cada tipo de mina en particular. Fallas en tuberías y medios de transporte de sólidos y líquidos tanto dentro como fuera de las minas.
12. Planes de contingencias para minas
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Hundimiento y desbarrancamiento de suelos y paredes, tanto dentro como fuera de las minas. Derrames de sustancias y productos químicos y de todo tipo nocivos a las personas, los animales y el ambiente. Otras minas clausuradas o fuera de operación que generan riesgos de accidente por derrumbamientos, inundaciones, explosiones, entre otros.
Algunas formas de reducir o eliminar riesgos dentro de minas y en su medio circundante pueden ser: • • • • • • • •
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Asignar responsabilidades claras tanto en la administración de las personas como en el manejo de equipos y materiales con riesgo. Conocer los equipos y materiales y sus riesgos. Conocer los riesgos al transportar, almacenar, usar y eliminar los bienes, materiales y equipos. Minimizar el uso y la generación de materiales, productos y bienes con alto riesgo. Construir instalaciones de almacenamiento que contengan los materiales en todas las circunstancias previsibles y de acuerdo con esos riesgos. Controlar y eliminar materiales de desecho con impactos ambientales. Implementar controles físicos y procedimientos para asegurar que ningún material escape durante las operaciones. Implementar planes de contingencias para asegurar acciones que minimicen los efectos al ambiente, en caso de ocurrir escapes y situaciones accidentales o imprevistas. Mantener registros adecuados, actualizados y revisados en forma regular, de sistemas y procesos. Mantener un excelente programa de informe e investigación de accidentes. Finalmente mantener un alto nivel de capacitación y entrenamiento dentro de todos los niveles de la organización.
Plan de contingencias ante respuesta en caso de emergencia A continuación sugerimos bases para el plan de contingencias y algunos aspectos que pueden ser útiles en casos de desastres, accidentes, y en situaciones de emergencia. Estos planes deben estar escritos, ser claros, específicos para el riesgo y el tipo de mina y sus productos, y tal vez lo más importante, divulgados, conocidos por todo el personal y las posibles ayudas dentro de la comunidad y practicados mediante planes y programas de capacitación a todos los niveles.
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Dentro de los planes de contingencias debemos tener en cuenta: • • • • • •
Cuáles son los objetivos del plan. Cuándo, dónde, cómo y quiénes van a aplicar el plan. Cuáles son las características de posibles situaciones de riesgo y emergencia. En dónde, cómo y cuándo se pueden presentar escenarios de emergencia. Cuándo y cómo se implanta y desarrolla el plan de contingencias. Cuáles serán los períodos y el cronograma de aplicación, prueba y actualización.
Localizaciones en dónde aplicar los planes de contingencias • • • • •
Sitios y lugares en donde pueden ocurrir accidentes y emergencia. Locaciones administrativas, operacionales y de residentes del lugar y sus alrededores. En el ambiente, con la vida silvestre y todo el hábitat en riesgo. Dentro y fuera de las minas, sus facilidades y el medio circundante. En las ubicaciones de sustancias, materiales y equipos con riesgos de cualquier tipo.
Aspectos administrativos de los planes de contingencias y preparación para emergencias • • • • •
Quién y quiénes son las personas y dependencias a cargo, los titulares y suplentes. Localización del centro de coordinación de emergencias. Sistemas y equipos de comunicaciones para contactar a otros en caso de emergencia. Funciones de las personas de dirección dentro de la emergencia. Números telefónicos de las personas y entidades fundamentales y sus suplentes.
Dentro del plan de contingencias deben existir una serie de ayudas, tales como: • • • •
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Sistemas y procedimientos para la parada de operaciones Mapas internos y externos de las comunidades y del ambiente circundante Equipo y sistemas de comunicaciones, Información sobre suministro de fuerza electromotriz para casos de emergencia
12. Planes de contingencias para minas
• • • • •
Ayudas mutuas, su localización y tiempo de reacción Hojas técnicas de productos definidas como de MSDS u hojas de datos de seguridad de materiales Lista de personal comprometido en las actividades en casos de emergencia Clase, características y ubicación de los sistemas de alarma Guías escritas sobre el plan de contingencias, plan ante los medios de comunicaciones, y de acción ante la comunidad.
Equipo, medios y recursos que debemos tener Hay que tener bien definidos los elementos que consideramos necesarios para atender las diferentes emergencias que se nos puedan presentar en la mina, teniendo en cuenta que generalmente las minas están en lugares apartados y a veces con dificultades de acceso y comunicación, y en la mayoría de los casos sin la facilidad de contar con ayudas externas. Por lo anterior es muy importante lo que podamos hacer y tener antes de una emergencia: • • • • • • • • • • •
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Incluir todos los recursos internos y externos, identificados en la planificación. Tener planos de todos los sistemas entre ellos los de bloqueo y control de equipos y sistemas. Tener elementos de alarma tanto dentro como fuera de la mina en perfecto estado. Tener todos los elementos para control y atención en caso de incendios y explosiones. Tener los elementos para control de derrame de productos químicos, inflamables y tóxicos, entre otros. Poseer equipo para combatir las diferentes contaminaciones que se pueden presentar. Tener elementos de atención para primeros auxilios y atención de lesiones a las personas y un plan para solicitar ayudas a hospitales, clínicas, ambulancias y otros suministros médicos. Tener equipos de remoción de tierra y movilización de productos y desechos que generen riesgos adicionales. Poseer instrumentos para medición de toxicidad e inflamabilidad y de efectos contaminantes en agua, aire y tierra. Tener equipos de dotación personal para auxilios y control en la emergencia como aparatos de respiración auto contenidos y suministradores manuales o mecánicos de aire fresco por ejemplo. Tener todos los elementos de protección personal que la tecnología y los riesgos a tener requieran y recomienden.
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Procedimientos para actuar ante una emergencia • • • • • • • • • • •
Evaluar, monitorear y registrar el inicio y avance de los hechos. Realizar la activación del plan de contingencias de acuerdo con lo establecido. Organizar las estructuras de mando y liderazgo y la activación de brigadas. Implantar las medidas de respuesta y la solicitud de ayudas externas. Adelantar los procedimientos de notificación y de comunicaciones establecidos. Operar los métodos y sistemas de alarma. Iniciar los procedimientos de evacuación y organización de los puntos de reunión. Activar los primeros auxilios, brigadas y procedimientos médicos. Coordinar los procedimientos con las autoridades, los medios de comunicación y la prensa. Analizar la posibilidad de cierre total o parcial de operaciones si es necesario. Tomar las medidas necesarias una vez controlada la situación crítica, analizando, hechos, personas y el ambiente.
Acciones posteriores para retornar a la actividad normal • • • • • • • •
Activar el plan general de limpieza y recolección de equipos, elementos y desechos. Coordinar la puesta en operación de equipos y sistemas. Iniciar lo más rápido que se pueda el análisis, la investigación de los hechos ocurridos y las posibles causas inmediatas y básicas del accidente. Hacer inventario de los elementos de protección contra incendios, de primeros auxilios y de cualquier otro material utilizado en la emergencia y proceder a reponerlos. Analizar y valorar después de la emergencia, la efectividad del plan y la respuesta dada. Investigar en forma profunda las causas inmediatas y básicas de los hechos y tomar acciones inmediatas. Hacer seguimiento a las recomendaciones resultantes de la investigación de los hechos y accidentes ocurridos y de su cumplimiento.
Capacitación y entrenamiento Recordando nuevamente que la mayoría de las minas están en sitios apartados y sin muchas posibilidades de ayudas externas, entonces es primordial hacer un 124
12. Planes de contingencias para minas
excelente entrenamiento y capacitación de todo el personal para actuar ante una emergencia. Por lo anterior, debemos tener fortaleza en: • • • • • • • •
Conocer las materias primas, elementos para los procesos, herramientas y maquinarias. Conocer las operaciones y de los sistemas de alarma y comunicaciones. Conocer la localización, el manejo y mantenimiento del equipo contra incendios. Conocer la localización, el manejo y empleo de los equipos de protección personal. Conocer los procedimientos de evacuación y ubicación en y luego de los hechos. Conocer la operación y procedimientos de las diferentes brigadas para atender emergencias. Conocer la relación y comportamiento ante las autoridades, los medios de comunicación y la comunidad. Conocer, evaluar y participar en los planes de contingencias.
Criterios para tener en cuenta Muchas minas operan en áreas remotas donde las ayudas pueden ser muy limitadas. En tales casos, la mina deberá proveer todos los recursos necesarios para atender una emergencia. En algunas ocasiones, los pueblos o los asentamientos vecinos a las minas pueden haber crecido como resultado de la presencia de la mina; algunas minas desarrollan operaciones en lugares donde sólo se cuenta con acceso aéreo, distantes de los pueblos y las entidades de respuesta ante una emergencia. Algunas minas se hallan en áreas inhóspitas sin comunidad local, donde es probable que tengan que proporcionar la mayor parte de la participación humana, el equipo y las facilidades para poder reaccionar ante un accidente. En algunos casos, los mínimos, las minas están situadas en áreas altamente desarrolladas con servicios de emergencia y ayudas mutuas eficientes. Sin embargo, varias circunstancias, operaciones y materias primas pueden hacer que la situación sea única de la mina en emergencia, y el inventario de las ayudas potenciales de emergencia y posiblemente de los recursos disponibles serán diferentes en cada caso.
Revisión y actualización de los planes de contingencias Como siempre hemos enfatizado en este documento, es de vital importancia mantener activo, divulgado y entrenado el plan de contingencias, hacerle los
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cambios y actualizaciones a que haya a lugar, y para el efecto debemos tener en cuenta, por lo menos: • • • • • • • • • • •
Ampliación o modificación de las instalaciones existentes, de los métodos y los sistemas de trabajo. Adquisición de nuevas materia primas y equipos. Instalación de una nueva industria en la vecindad de la mina. Establecimiento de nuevas urbanizaciones y vías de comunicación. Resultados de las investigaciones de accidentes o casi accidentes Desarrollo de un campo en operación de la mina. Cambio o ampliación de destino de los desechos. Aumento de capacidad de producción. Modificación de rutas o métodos de transporte. Nuevas legislaciones o cambios en ellas. Pueden tenerse en cuenta muchos otros aspectos administrativos, técnicos y operacionales que, de una u otra forma, puedan afectar el procedimiento establecido.
Comunicación y participación del plan de contingencias a la comunidad Las ocasiones de involucrar a la comunidad en general, dirigentes y representantes regionales, deben perseguirse en cada oportunidad durante el proceso. Es importante que cada miembro de la comunidad que pueda ser afectado sepa cuáles serán las advertencias y qué hacer durante una emergencia, cómo obtener información adicional y cuándo evacuar si es necesario y hacia dónde. Algunas campañas de toma de conciencia o concienciación en la comunidad son necesarias, por ejemplo: • • • • •
Familiarizar a la gente con las alarmas de advertencia de operaciones o usadas para dar alertas u ordenar la evacuación. Preparar folletos del plan y otras acciones y distribuirlo a todos los residentes de las áreas que pueden ser afectadas. Realizar sesiones de información a los medios y la comunidad para presentar el plan, los medios y los recursos de ayuda que se necesitan de estos medios durante una emergencia. Integrar a las comunidades en los planes de capacitación y entrenamiento. Integrar las comunidades educativas.
Reglamentaciones internacionales. Uno de los países más ricos del mundo en el aspecto minero, es nuestra hermana república del PERÚ. 126
12. Planes de contingencias para minas
Por eso quiero resaltar que desde el 1 de enero del presente año entró en vigencia el nuevo Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería, que fue aprobado mediante Decreto Supremo Nº 055-2010 y que tiene como objetivo prevenir la ocurrencia de casi accidentes, accidentes y enfermedades ocupacionales, promoviendo una fuerte y clara cultura de prevención de riesgos laborales en la actividad minera. Este documento es una fuente importante de información para complementar lo que hemos escrito en este capítulo. Los accidentes considerados más graves de los últimos años han sido:
2012. El 16 de agosto al menos 60 personas murieron por el derrumbe en una mina de oro abandonada en el norte de la República Democrática del Congo ubicada a unos 120 kilómetros de Mambasa. El derrumbe se registró a unos 100 metros bajo tierra. 2012. Un 15 de abril se inundó una mina de carbón en Shaanxi, República China y como consecuencia fallecieron 21 mineros. 2012. El 12 marzo una explosión por escape de gas metano, en una mina de carbón al suroeste de China dejó 25 víctimas y más de 50 lesionados. 2012. El 9 de marzo 20 mineros fallecieron por el desprendimiento de rocas en una mina de oro cerrada en la provincia de Gaudeng, en el este de Sudáfrica. 2012. Colombia, el 5 de marzo, una inundación en la mina “El Desespero”, en el minero departamento de Antioquia acabó con la vida de 10 mineros. 2011. El 25 de enero en2011, en Colombia, quedaron 21 muertos y 5 heridos por la explosión de gases dentro de una mina de carbón en zona rural de Sardinata, departamento de Norte de Santander. El accidente también produjo seis heridos. 2010. Chile, 05 de agosto: un derrumbe en la mina San José, ubicada cerca de la zona conocida como Copiapó, dejó atrapados a 33 mineros. Todos los trabajadores fueron recuperados vivos en un yacimiento de cobre y oro. Este hecho se convirtió en un verdadero ejemplo de salvamento a nivel mundial. 2010. Colombia, 16 de junio: la explosión en una mina de carbón dejó 73 personas muertas, en el peor accidente de este tipo en la última década en Colombia el quinto mayor exportador mundial. La explosión en la mina
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San Fernando ocurrió cerca al municipio de Amagá, en el departamento de Antioquia, debido a la acumulación de gases. 2010. Virginia Occidental, 5 de abril: una explosión en una mina de carbón mató a 29 trabajadores, en el peor desastre minero de los últimos tiempos en los Estados Unidos. La causa de la explosión se cree fue por irregularidades de seguridad y un inadecuado manejo de ventilación del gas metano. 2010. Sierra Leona, 19 de marzo: al menos 200 personas murieron en un derrumbe ocurrido en una mina de oro en el sur del país africano. El siniestro tuvo lugar a unos 290 kilómetros de distancia al sur de la capital, Freetown. La tragedia ocurrió cuando una zanja cavada por los propios mineros se vino abajo. 2009. China, 21 de noviembre: una explosión de gas grisú en una mina de carbón dejó 104 muertos. Más de 500 personas estaban trabajando en el momento de la explosión pero la mayoría logró escapar. El hecho ocurrió en la ciudad de Hegang, al noreste del país, en la provincia de Heilongjiang. 2007. Rusia, 19 de marzo: la explosión de gas metano causó la muerte de más de 110 personas en una mina de carbón siberiana, en el peor accidente registrado en una década en la industria minera de Rusia. El personal gerencial de la mina estaba bajo tierra inspeccionando un nuevo sistema de seguridad cuando ocurrió la tragedia. 2006. Coahuila, México, 19 de febrero: Una explosión provocada por acumulación de gas grisú en la mina de carbón Pasta de Conchos dejó atrapados a 65 mineros, tres fueron rescatados pero sin vida, esta ha sido la peor tragedia minera mexicana en los últimos años. 2006. Tallmansville, Virginia Occidental, 2 de enero: Una explosión en una mina de carbón causada por gas metano atrapó durante varios días a 13 trabajadores. 12 de ellos perdieron la vida, y solo uno pudo sobrevivir.
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Planes de contingencias para organizaciones agroindustriales
Dentro de una organización, cualquiera que ella sea, todos los riesgos están definidos como la posibilidad de daño, pérdida o perjuicio como consecuencia de la ocurrencia de situaciones anormales que podrían causar accidentes y situaciones de emergencia que afecten a las organizaciones, el personal, los equipos, los sistemas, el ambiente o la comunidad del área. La industria agrícola y de producción agroindustrial no es la excepción, y por eso le dedicamos este capítulo. Entre los muchos factores o efectos que se pueden presentar en o alrededor de la industria agroindustrial, podemos citar: • • • • •
Incendios y explosiones. Contaminaciones ambientales con productos agroindustriales y de otros orígenes y necesarios en los procesos. Fugas y derrames de productos químicos, combustibles, inflamables, tóxicos y venenosos, entre otros. Riesgos del territorio como inundaciones, terremotos, temblores y otros factores físicos. Accidentes y lesiones por golpes, cortaduras, intoxicaciones, quemaduras, caídas. entre otros.
Capítulo
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•
Ocurrencia de accidentes que afecten a elementos internos de la organización, y del ambiente físico, biótico y socioeconómico.
En los cultivos se realizan varias actividades, muchas de ellas con riesgos altos de accidentalidad, tales como derrames de plaguicidas y de combustibles, e incendios, entre otros. Para eso las empresas deben implementar planes de contingencias como una herramienta ágil y efectiva, para desarrollar acciones y para asegurar las condiciones de seguridad a los trabajadores, a la comunidad circundante y preservar la calidad del ambiente. Es vital proveer información necesaria y amplia sobre los procedimientos que se deben seguir para enfrentar adecuadamente las posibles situaciones de emergencia durante el desarrollo de las actividades, y de esta forma minimizar los impactos que puedan ocasionarse sobre el ecosistema, los trabajadores y la operación general de la organización, enfatizando en los siguientes puntos: • •
•
Mantener una adecuada calidad de vida, trabajo y control sobre accidentes a personas y acciones nocivas al ambiente. Tener activados los procedimientos, mecanismos y guías administrativas para atender en forma oportuna y adecuada las situaciones de emergencia. Reducir y controlar las causas de los accidentes, daños y lesiones en todos los procesos y etapas de la producción.
Dentro del plan de contingencias para las industrias agroindustriales debemos tener una serie de especificaciones y acciones propias de los riesgos y situaciones de crisis que este tipo de organizaciones tiene, debido al carácter especial de sus trabajadores, las materias primas, el ambiente circundante y la exposición a los riesgos fisicoquímicos característicos. Entre ellas debemos contar con algunos materiales que se manipulan en los procesos, como: • • • • • •
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Sustancias tales como plaguicidas y sustancias químicas capaces de poner en riesgo la salud y el ambiente. Gases comprimidos tales como el acetileno que tiene alto índice de inflamabilidad. Materiales inflamables y combustibles como las gasolinas, el diesel o ACPM, el gas licuado del petróleo y el gas natural. Materiales oxidantes como nitratos y nitrilos y algunos fertilizantes. Materiales tóxicos y venenosos, que pueden ser inhalados o ingeridos tales como plaguicidas. Venenos que pueden ser ingeridos, inhalados o absorbidos por la piel o vías respiratorias.
13. Planes de contingencias para organizaciones agroindustriales
• •
Otros venenos con efectos crónicos o a largo plazo que pueden ser ingeridos, inhalados o absorbidos por la piel. Materiales corrosivos como el ácido sulfúrico, entre otros.
Las situaciones críticas principales para las cuales debemos estar preparados en las agroindustrias en general, y sin particularizar con detalles, pueden ser: • • • • • •
Acciones de la naturaleza como terremotos, sismos, temblores, cambios drásticos de temperaturas, vendavales, lluvias torrenciales. Acciones de las aguas, ríos y quebradas con desbordamientos e inundaciones. Derrames de combustibles, lubricantes, aceites, químicos y otros materiales como los plaguicidas. Explosiones e incendios. Accidentes personales, individuales o de grupo. Situaciones críticas de transporte de personas y bienes.
Todas las acciones de respuesta a emergencias deberán estar dirigidas a salvar la vida de los trabajadores, proteger el ambiente y minimizar el daño a la propiedad. Las situaciones de emergencia deberán ser manejadas de manera adecuada mediante la planeación y la acción apropiadas del plan de contingencias, y que estarán basadas en las acciones siguientes: • • • • • • • • •
• •
Identificar y reconocer los riesgos significativos a la salud, seguridad y el ambiente, mediante un adecuado panorama de riesgos. Planificar e implementar acciones para controlar, eliminar o disminuir los riesgos. Desarrollar todo el proceso del plan de contingencias. Entrenar todo el personal en acciones de respuesta a situaciones críticas. Establecer procedimientos de investigación, análisis y observación de todo tipo de situaciones. Dotar y mantener adecuadamente todos los equipos, sistemas de alarma y medios de comunicación. Dotar y mantener adecuadamente los equipos y sistemas para primeros auxilios. Dotar y mantener adecuadamente los equipos y sistemas para control y extinción del fuego. Generar el plan de contingencias con todos los documentos y datos de información como planos, guías y detalles de plantas, procesos e instalaciones. Normalizar las operaciones luego de la emergencia. Planificar las respuestas a situaciones de emergencia, y facilitar la movilización rápida y efectiva de personal y equipos necesarios para las operaciones de emergencia.
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• • •
Mantener activos y actualizados planes de capacitación y entrenamiento. Adelantar programas de simulacros y acciones preventivas. Evaluar los riesgos en forma permanente.
Soportes en casos críticos según los planes de contingencias Las instituciones que prestarán su ayuda si ocurre un eventual siniestro en las instalaciones serán de dos clases, a saber: Ayudas internas • • • • •
Toda la dirección administrativa y técnica de la plantación o empresa. Los líderes y miembros formales que dirigen el plan de acción ante una emergencia Los miembros de todas y cada una de las brigadas. Todos los empleados y trabajadores de la organización. Las familias y vecinos cuando la ubicación de la organización así lo requiera, debido a un posible aislamiento de comunidades.
Ayudas externas • • • • • • •
Cuerpos de bomberos. Cruz Roja. Policía Nacional, Ejército y otros entes de seguridad del Estado y la comunidad. Defensa Civil. Organizaciones de atención médica y profesionales de la salud. Otras entidades estatales y privadas de la comunidad. Miembros de las instituciones del plan de ayuda mutua, si este existe en el lugar.
La participación de cada una de las anteriores instituciones depende del tipo de accidente o emergencia y la colaboración que, de acuerdo con el plan de contingencias, se requiera.
Características y funciones del líder del plan de contingencias Toda actividad debe tener un líder formal y también es lo requerido en los planes de contingencias de las agroindustrias. Entre otros aspectos, el líder y coordinador general del plan de contingencias debe:
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13. Planes de contingencias para organizaciones agroindustriales
•
•
• • • • •
Tener conocimientos completos sobre las sustancias, elementos de riesgo y sobre los riesgos que se puedan generar dentro y fuera de la organización. Tener capacidad para identificar los riesgos que existan o se puedan generar dentro de los procesos, actividades y comportamientos de las personas. Evaluar la necesidad de recursos humanos y materiales necesarios para controlar los riesgos y actuar en casos de emergencia. Participar en la selección y uso correcto del equipo de protección individual y de control de situaciones de crisis en caso de emergencia. Conocer los sistemas y materiales y la ubicación de los recursos y su uso inmediato. Saber cómo iniciar y usar los sistemas de comunicación y de contingencia. Tener una preparación para dar y recibir entrenamiento y capacitación.
Brigadas de control y acción ante una emergencia Las brigadas de control y acción ante una situación de emergencia se organizarán según el análisis de riesgos que se haya realizado. El número de componentes de las brigadas y la cantidad de material y dotación dependerá de: • • •
La incidencia y gravedad de los riesgos que se vayan a proteger. La extensión y localización de los riesgos. La posibilidad y facilidad de recibir y dar auxilio y ayuda externa y de los medios de la comunidad.
Las brigadas de control y acción, ante una emergencia, deberán ser: • • • • • •
Organizadas con personal capacitado y conocedores de sus lugares de trabajo. Capacitadas y debidamente entrenadas para actuar en casos críticos y situaciones de emergencia. Conocedoras de los procesos, sistemas, equipos, materiales y materias primas de la organización. Conocedores de los equipos para control de emergencias. Integradas por personas líderes y con sentido de ayuda a la comunidad. Conformadas de acuerdo con los turnos de trabajo.
Entrenamientos y simulacros El personal que participe y forme parte de las brigadas del plan de contingencias, deberá estar preparado para efectuar simulacros y entrenamiento en cualquier sitio, con el objeto de ir adquiriendo destreza, eficiencia y seguridad y a medida
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que se lleven a cabo las simulaciones y se evalúe el plan ir haciendo los ajustes necesarios para un óptimo funcionamiento. De los simulacros y entrenamientos que se efectúen dentro de la agroindustria, es recomendable mantener una historia escrita de los actos y resultados y analizar las respuestas en ellos para modificar los planes de acción y reacción tanto de la organización, como de las ayudas externas de los planes de ayuda mutua y los mismos miembros de las brigadas.
Control e información sobre productos y materias primas En esta industria, como en ninguna otra, se requieren en forma estricta unos controles especiales sobre los materiales que se van a utilizar y su manipulación, por dos motivos fundamentales: el uno, las características de las personas y operarios, muchos de ellos contratados por temporadas, y el segundo, la facilidad de absorción de partículas y contaminantes. Por lo anterior, dentro de los planes de contingencias debe estar en forma primordial un entrenamiento sobre los riesgos de las agroindustrias, y tener divulgación amplia y suficiente sobre los MSDS u hojas técnicas de los productos utilizados. Es importante tener contacto directo con los productores y suministradores de materias primas teniendo en cuenta que estas industrias no solo deben proveer los MSDS, sino además estar vinculados al Centro de Información de Seguridad Sobre Productos Químicos, Cisproquim, órgano administrado por el Consejo Colombiano de Seguridad y apoyado por las industrias químicas y petroquímicas del país. En el caso de Colombia, y particularmente en este tipo de industria, se ha convertido en costumbre que los trabajadores son transportados desde los centros habitacionales hasta las plantaciones y medios industriales, y esto hace necesario que dentro de los planes de contingencias se establezcan aspectos que incluyan capacitación de conductores y personal transportado, y acciones en caso de accidentes. Es importante tener presente que las vías por donde se movilizan los trabajadores son secundarias o terciarias, y esto requiere acciones preventivas y planes que se activen ante hechos de lesiones por choques, coaliciones u otros efectos de tránsito.
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Planes de contingencias para emergencias con hidrocarburos Criterios básicos El objetivo del plan de contingencias es definir las acciones que se seguirán y proporcionar una respuesta inmediata y eficaz a cualquier situación de emergencia, con el propósito de prevenir o evitar que los posibles impactos a las personas, bienes, el ambiente y la imagen corporativa sean mayores. La actividad de los hidrocarburos se adelanta en toda clase de trabajo humano y en todas las comunidades organizadas del mundo moderno; por lo tanto, la siguiente parte de nuestro libro está dedicada a colaborar con el análisis básico de los riesgos, su reconocimiento y las acciones en caso de crisis o emergencia. Los objetivos específicos de un plan de contingencias para esta industria, como en todos los planes en general, deben enmarcarse en: • Estar preparados para situaciones críticas y casos de emergencia. • Definir líneas de acción y procedimientos oportunos para responder efectivamente ante una situación crítica. • Proporcionar una respuesta inmediata y eficiente para una situación de emergencia con el propósito de proteger a las personas, los equipos, los procesos, y el ambiente. • Evitar al máximo los impactos a la salud humana y proteger la propiedad. • Garantizar la seguridad del personal involucrado en las actividades de emergencia y de terceras personas.
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• Evitar que ocurra una cadena de situaciones que cause un problema mayor que el inicial. • Atender probables situaciones de contaminación del ambiente ocasionadas por derrames de aceites y combustibles, incendios o explosión y por generación de ambientes contaminantes de varios motivos. • Capacitar y entrenar permanentemente a las brigadas y demás miembros de la organización. • Investigar los accidentes, los casi accidentes y los hechos no deseados, dando las recomendaciones sobre cada caso en particular. • Hacer seguimiento al cumplimiento de las recomendaciones resultantes de los análisis de los hechos. Con los planes de contingencias debe pretenderse el estructurar la colaboración entre todos los funcionarios y órganos públicos, relacionados con la atención de situaciones de riesgo mediante la conformación de equipos adecuados y con la participación de personal debidamente capacitado, tanto dentro de la organización como entre los medios de la comunidad. El plan de contingencias debe enumerar todos los procedimientos y acciones que se realicen dentro de la organización, en caso de una emergencia, lo mismo que los procedimientos presentados para facilitar la efectividad y salvar vidas humanas, bienes y recursos ambientales. En una situación crítica o de emergencia, ante todo, debemos: • Identificar y reconocer los riesgos en salud, seguridad de todas las instalaciones y al ambiente. • Planificar e implementar acciones para el manejo de los riesgos. • Activar todo el personal y brigadas en lo referente a respuestas a emergencias. • Activar los planes de contingencias. • Activar los planes de ayudas mutuas. Para asegurar que todas las actividades se realicen dentro de la seguridad integral, los planes de contingencias se darán a conocer a todos los entes de la organización, y deberán existir copias completas disponibles para todo el personal involucrado. Es cierto que todos somos responsables de la seguridad integral de la organización, y cada uno de sus miembros, de la seguridad, la salud y el ambiente, pero siempre debe contarse con grupos de personal entrenado. Los servicios de salud y primeros auxilios contarán con personal capacitado, que en caso de accidente o emergencia deberá estar preparado para:
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14. Planes de contingencias para emergencias con hidrocarburos
• Dirigirse inmediatamente al sitio del accidente. • Evaluar la situación y actuar en forma rápida y segura de acuerdo con los resultados de dicha evaluación. • En caso de ser necesario, dirigir la evacuación del personal afectado a centros médicos internos o locales, dependiendo de la gravedad del caso. • Elaborar un informe médico detallado del hecho o accidente haciendo seguimiento a los lesionados. • Presentar los informes correspondientes. En cada instalación debe disponerse de medicamentos básicos adecuados para poder brindar los primeros auxilios, se mantendrá contacto y se establecerán acuerdos con los centros de salud y medios de ayuda en la comunidad circundante. Es muy importante tener en cuenta que los centros petroleros generalmente están lejanos de las facilidades comunales, y por lo tanto deberán dotarse de lo necesario y hacer un inventario incluyendo personas, centros de salud o clínicas, que según el caso puedan en una emergencia facilitar algún tipo de ayuda. El personal involucrado en el área de seguridad ocupacional y la protección del ambiente tendrá como mínimo las siguientes responsabilidades: • Tener los implementos y materiales para cualquier tipo de emergencias que pueda afectar el ambiente, tenerlos en un lugar seguro y de fácil y rápido acceso. • Asegurarse que se tomen todas las medidas para proteger el ambiente. • Asegurarse que el trabajo se realice aplicando todos los procedimientos de seguridad y protección ambiental. • Mantener planes de control y de inspección de los riesgos existentes y aquellos que se pudieran crear. • Mantener una adecuada información y capacitación de los grupos de brigadas y de todo el personal que en una u otra forma pueda salir afectado en una situación crítica. • Cuidar del estado y la cantidad adecuada de elementos de protección personal para casos de emergencia. • Participar en la organización de todos los vehículos y sistemas para su uso durante una emergencia. • Coordinar el equipo, herramientas y materiales que sean necesarios para responder a la emergencia. • Mantener programas para crear conciencia o concientización en protección del ambiente.
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El personal involucrado en el área de protección contra incendio debe estar preparado veinticuatro horas antes de cualquier incendio o emergencia, tal como aplica la frase que en mi época empresarial predicaba en todo el sector y tendrá las funciones propias del riesgo, tales como: • Coordinar todas las acciones con ayudas internas y externas de bomberos y otros cuerpos de colaboración. • Mantener una capacitación permanente de todos los entes involucrados dentro de la organización. • Mantener siempre los equipos, elementos y sistemas de protección contra incendios, en calidad, estado y cantidad necesarios. • Mantener activas todas las alarmas y medios de información. • Participar en el análisis permanente de riesgos que se puedan eliminar o controlar. • Participar en el informe e investigación de los hechos que se presenten y relacionados con fuegos, incendios y explosiones, entre otros. El personal involucrado en el área de comunicación con el personal, el sector circundante de comunicaciones y los entes del Estado deberá estar preparado para: • Transmitir los mensajes e información por cualquier medio disponible y a todos los afectados. • Atender a los órganos de comunicaciones externas que requieran información. • Mantener comunicación con los órganos oficiales de la comunidad. • Proteger la imagen de la organización y dar información clara, cierta y en total coordinación con la dirección de la organización afectada. Para emergencias en la industria de los hidrocarburos deberá tenerse una serie de equipos y elementos propios de ella, a saber: • Equipo de protección contra incendios tales como extintores de incendio y su sistemas de recarga, herramientas, carros, mangueras, acoples, dotación del personal, accesorios manuales y otros. • Equipo para control y acción ante derrames, por ejemplo: dispersantes, aglutinantes, barreras flotantes, membranas y otros. • Elementos de protección personal, como: trajes protectores especiales ante el fuego, guantes, botas, mascarillas de protección de la respiración, anteojos, cilindros para aire auto contenidos, protectores faciales y otros.
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14. Planes de contingencias para emergencias con hidrocarburos
• Sistemas de comunicación interna y externa, como teléfonos, sistemas de radio, celulares, satelitales y otros. • Todos los equipos para primeros auxilios requeridos según la cantidad de personas, el tipo de lesiones que puedan presentarse, la reacción en distancia y tiempo de órganos comunales y regionales de ayudas. • En algunos casos deberán existir sistemas de transporte propios, como ambulancias, y helicópteros por ejemplo. Para que cada uno de los trabajadores pueda prevenir situaciones que pongan en riesgo la salud y la seguridad de las personas, equipos y el ambiente, la organización deberá asegurarse de que todos los trabajadores estén capacitados para realizar sus trabajos, cumpliendo con todas las normas de seguridad integral y protección del ambiente, y estar preparados para situaciones de crisis. La capacitación básica requerida para toda persona que trabaje en una organización petrolera o petroquímica debe incluir, como mínimo, los cursos de: • Primeros auxilios. • Uso, cuidados y mantenimiento de los equipos y sistema contra incendios. • Utilización básica del equipo de protección personal. • Comunicación de riesgos reales o posibles y su información inmediata. • Conocimiento de los productos, elementos y equipos y de sus riesgos, incluyendo las hojas de datos de seguridad de los materiales (MSDS). • Almacenamiento y mantenimiento de los equipos para recolección y control de derrames. El personal que realice tareas especiales contará con la capacitación requerida para la tarea que ejecute, y el relacionado con las áreas de seguridad y protección ambiental, producción, operación, almacenamiento y transporte, recibirá entrenamiento específico en sus labores. Todo el personal que forme parte del equipo de brigadas y apoyo será adecuadamente capacitado, en la operación y mantenimiento de los equipos para primeros auxilios, para prevenir fugas, y ante escapes de productos e incendios, entre otros. El personal involucrado en la manipulación o en el manejo de sustancias con riesgos especiales será entrenado en la aplicación de las regulaciones y procedimientos para esas sustancias y la seguridad química. Permanentemente, y según riesgos y situaciones críticas, se adelantarán programas de capacitación para informar, instruir y entrenar a todo el personal acerca del contenido del plan de contingencias y del programa de respuestas a emergencias, para asegurarse de que posean un completo entrenamiento.
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Recordemos la importancia de entrenar a las comunidades vecinas y a los órganos de ayuda mutua o comunitaria, toda vez que los riesgos y situaciones críticas en la industria de los hidrocarburos son especiales y de comportamientos diferentes a otros tipos de escapes, contaminaciones e incendios, entre otros. Es muy recomendable que los miembros de entidades de soporte y ayudas tales como bomberos, defensa civil, cruz roja y de organismos de salud del área de influencia participen en los entrenamientos y capacitaciones que damos a los trabajadores de la industria petrolera y petroquímica, porque las más de las veces, estos entes no tienen la capacitación para entrenar y en otras no cuentan con los soportes económicos para ello. Esto es especialmente importante en los sistemas de transporte y plantas aisladas de almacenamiento de hidrocarburos, en donde solo dependemos de las ayudas iniciales de pequeños poblados con rudimentarios elementos, generalmente los que las mismas empresas los han dotado y con personal las más de las veces voluntario. En mi época de director de Seguridad Ocupacional en Ecopetrol, invitaba a miembros de los órganos de ayuda de todas las regiones de Colombia, especialmente a los entrenamientos en la escuela de Calutigún y sobre incendios y control de derrames y estos asistentes lo tomaban como un gran premio. Para efectuar evacuaciones de emergencia, se contará con personal entrenado para tal efecto, y se mantendrá contacto con los hospitales y centros de salud cercanos. Para todos los casos, el sistema médico y de salud incluirá personal preparado para: • Acceder inmediatamente al lugar de la emergencia médica. • Evaluar la situación y dependiendo de los requerimientos, actuar y solicitar ayuda de otros. • Preparar medicamentos y equipo médico necesario. • Dirigir los procedimientos de evacuación de las personas afectadas a los centros médicos locales o externas, si es necesario. • Preparar los informes necesarios. Si ocurre un derrame de productos con algún tipo de riesgo, deberán tomarse cuando menos las siguientes medidas, bajo la acción del personal de supervisión de seguridad integral y de la protección ambiental, quienes serán los responsables de determinar el grado de riesgo y la clase de medidas inmediatas; entre ellas:
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14. Planes de contingencias para emergencias con hidrocarburos
• Supervisar la cantidad del material derramado, de tal manera que minimice el riesgo para el personal, el ambiente, las comunidades y los equipos. • Velar porque el material recuperado sea puesto en recipientes o en recintos seguros, y apropiadamente rotulado. Según el material y su riesgo el supervisor correspondiente determinará el método de desecho apropiado. • Confirmar que el área sea suficientemente descontaminada. • Determinar los requerimientos necesarios para la disposición de los desechos generados durante los procedimientos de descontaminación. • Realizar el tratamiento, depósito y disposición de las sustancias y del suelo contaminado. • Vigilar que las basuras y residuos sean separados y los equipos retirados antes de reiniciar operaciones. En caso de derrame deben tomarse las siguientes acciones mínimas inmediatas, a saber: • Parar la fuente del derrame. • Recoger la sustancia derramada usando material absorbente, dispersante, aglutinante u otro adecuado. • Intentar contener el derrame, aprovechando las depresiones del terreno y diques, y construir fosos y barreras en el terreno. • Impedir la propagación del combustible o producto derramado en la superficie del terreno y su derrame en los cuerpos de agua. • Eliminar fuentes de ignición. • Tomar las precauciones de seguridad para el personal, los bienes y el ambiente. • Iniciar el plan de prevención y control de derrames. • Comunicar la información necesaria a quien corresponda. • Participar en el informe e investigación de los hechos. • Colaborar en el seguimiento a las recomendaciones para que la situación no se repita. Un caso que vale la pena comentar y que fue una de las experiencias más especiales que me tocó vivir y controlar, ocurrió en el derrame causado por una bomba instalada por terroristas en la tubería que transportaba petróleo crudo entre Santa Marta y Barrancabermeja, y en un lugar que tenía un muro separador entre el río Frio y los canales de riesgo de las bananeras del Magdalena. Fue creo el primero de este tipo en la industria petrolera latinoamericana y para su control se nos ocurrió utilizar hojas de plátano y vástagos de las mismas plantas bananeras. Hacíamos diques con los vástagos y con las hojas ayudábamos a la flotabilidad del crudo mientras lo recogíamos con baldes en forma manual y para evitar que la zona sufriera consecuencias mayores.
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No teníamos las barreras, los desnatadores, las bombas y todos los elementos que hoy son normales para atender estos casos. El tráfico terrestre estuvo bloqueado por más de cuatro días, porque en puente sobre el rio sufrió averías y el incendio solo lo pudimos controlar en ese tiempo. Los casos de incendios y explosiones generalmente ocurren en los lugares de almacenamiento de sustancias químicas y productos inflamables, y en almacenamientos y tanques de productos propios de esta industria. Todas las áreas de las industrias de los hidrocarburos contarán con las medidas de prevención y control de incendios y para casos de posibles explosiones. Se tendrá el personal, el equipo médico y de ayudas apropiadas para auxilio en emergencia, combinado con el plan de evacuación a centros de atención especializada y las demás ayudas mutuas, en equipos, sistemas y personas. Para prevenir acciones de explosión o incendio debemos siempre: • Prohibir fumar en todos los lugares de la organización. • Prestar especial atención al sistema eléctrico y de iluminación de acuerdo con normas, para evitar los cortocircuitos o el sobrecalentamiento de equipos eléctricos, toda vez que más del 25 por ciento de los incendios en esta industria son debido a causas eléctricas. • Entrenar a todos los trabajadores periódicamente en el uso de equipos para la lucha contra el fuego, comprobando que sepan utilizar los equipos. • Identificar fuentes generadoras de fuego y establecer su eliminación o control. • Revisar permanentemente los equipos y sistemas para el control, y extinción de los fuegos. • Revisar, actualizar y probar los medios de acción y los planes de contingencias. • Cumplir estrictamente con las recomendaciones de los fabricantes e instaladores de equipos y sistemas. • Mantener activas las relaciones con los miembros de la comunidad, y los entes de ayudas externas. • Mantener activos los planes de ayudas mutuas. En caso de un incendio, tener en cuenta: • Apagar los fuegos pequeños y medianos con extinguidores portátiles en forma rápida y segura. • Activar el plan de contingencias. • Dar las alarmas correspondientes incluidas dentro del plan de contingencias, tanto internas como externas. • Evacuar al personal en riesgo y que no esté vinculado con la situación o una brigada correspondiente.
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14. Planes de contingencias para emergencias con hidrocarburos
• Operar los sistemas fijos y de ayuda para el control o la extinción del fuego. • Tener especial cuidado con el uso de agua a presión en el sector de generadores o equipos eléctricos energizados. • Limpiar el área en la que ocurrió la emergencia y eliminar las posibles fuentes de re ignición. • Elaborar los informes correspondientes, dar recomendaciones y hacerle seguimiento a todas y cada una de ellas. • Revisar los procedimientos para prevenir eventos similares en el futuro. Cualquiera que hubiere sido el daño producido, se deberá realizar una evaluación completa del personal, los equipos, maquinaria y el ambiente que hubiera podido resultar afectado, y por lo tanto es necesario: • Evaluar todos los daños producidos. • Elaborar los informes correspondientes. • Notificar a los familiares de los posibles lesionados y hacer seguimiento a su recuperación. • Notificar a los entes correspondientes los daños al ambiente si los hubo. • Proceder con la restauración, cambio y recuperación de las áreas, equipos y sistemas afectados. Es muy importante mantener una comunicación oportuna y clara con los medios de comunicación (prensa, radio y televisión) antes, durante y después de que se produzca una emergencia. Esto para asegurarse que todos los reportes sean veraces y correctos, dar a conocer la posición de la organización ante los hechos, y la atención de daños y pérdidas tanto de personas como de bienes, e informar al público en general cualquier acción correctiva que se esté tomando, entre otros aspectos. Recordemos siempre como una acción supremamente importante, que en caso de escapes de gases, si éstos no se han inflamado o encendido, debe cerrarse la fuente de combustible lo más rápido posible, y como siempre lo he enseñado, cuando exista un fuego en el que el material que sea fuente del fuego o situación de emergencia sea un gas, la única forma de apagar ese incendio por pequeño que éste sea, es cerrando la fuente del combustible, porque si se apaga un escape sin cerrar la fuente, continuará el escape y seguramente se generará una explosión y un incendio con consecuencias mayores que las que posiblemente habría podido ocurrir si no se hubiera apagado el incendio original. Es conveniente tener en cuenta que las acciones y situaciones con riesgos y las tragedias ocurridas en las industrias petroleras y petroquímicas siempre han dejado grandes pérdidas en todos los sentidos, y por esto en estas industrias todo lo que se haga por la seguridad ocupacional es poco.
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Finalmente, el manejo adecuado de los informes sobre casi-accidentes es una invaluable ayuda en el control y eliminación de los riesgos. Recordemos:
La explosión de un tanque en Tacoa, Venezuela En Tacoa, Venezuela, el 19 de diciembre de 1982, ocurrió la explosión de un tanque en el terminal petrolero. Se cree que hubo más de 500 víctimas mortales y que las pérdidas por costo directo fueron superiores a los 150 millones de dólares. La ebullición desbordante de los petróleos crudos llegó a afectar instalaciones y embarcaciones hasta un radio de 700 metros.
El caso de la Unión Carbide, en Bhopal En Bhopal se presentó el famoso caso de la industria petroquímica y ocurrido el 3 de diciembre de 1983. Más de 2.500 muertos, en una tragedia ocurrida por una falla en un sistema del proceso de la planta, la empresa propietaria, la Unión Carbide, dejó de existir y aún hoy 2011, ellos están pagando indemnizaciones y daños a las comunidades.
La tragedia en San Juanico, México En San Juanico, México, el 19 de noviembre de 1984, ocurrió la mayor tragedia hasta hoy, en la que estuvo vinculado un escape de gas licuado del petróleo o propano, como normalmente se le llama, y fallecieron más de 500 personas; por lo menos 7.000 sufrieron lesiones y quemaduras y las pérdidas ambientales y económicas nunca han sido valoradas en razón de sus características.
El derrame del Exxon Valdez, en Alaska En Alaska, el derrame del Exxon Valdez, el 24 de marzo de 1989, hasta ese entonces el de mayores consecuencias fatales al ambiente marino y las aguas de esa región. Fallecieron más de 120.000 toneladas de arenque, 250.000 aves. Hasta el año de 2003 se había requerido al propietario el pago de más de 4.000 millones de dólares en indemnizaciones.
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14. Planes de contingencias para emergencias con hidrocarburos
La explosion subterránea en Guadalajara En el mes de abril de 1992 la ciudad mexicana de Guadalajara sufrió la mayor tragedia de su historia, cuando vapores de hidrocarburos que habían escapado por fallas en una tubería de transporte de hidrocarburos explotaron generando 190 víctimas, y por lo menos 500 heridos, 6500 damnificados y la destrucción de más de 1300 metros de calles y vías.
El incendio en Warri, Nigeria En Nigeria, en la ciudad de Warri, el 18 de octubre de 1998, y en un incendio ocurrido en un derrame al estar robando gasolina en un poliducto fallecieron por lo menos 700 personas, la mayoría niños.
El derrame de petróleo en el Golfo de México El 20 de abril de 2011 el Golfo de México y el mundo por sus efectos, sufrió por el derrame de millones de barriles de petróleo de un pozo submarino propiedad de la BP. Las manchas llegaron a las costas tanto mexicanas como estadounidenses. Este puede llegar a ser a la fecha el peor derrame de la historia del petróleo y dentro de las aguas marinas. La extensa mancha de crudo llegó a las costas de Luisiana, Misisipi y Florida destruyendo costas, criaderos de peces y camarones, además de los vulnerables manglares de la región habitados por diversas especies, y quien sabe qué cantidad y calidad de vida marina. Esta mancha llegó a tener una extensión de 208 por 112 kilómetros. La torre tuvo grandes filtraciones, una explosión y finalmente el hundimiento. Varios cientos de botes y aviones lucharon para contener la filtración y dispersarla en el mar con químicos, pero los vientos, el clima y las fuertes mareas dificultaron la operación. Algunos cálculos de funcionarios de los Estados Unidos establecieron en más de un millón de barriles de petróleo los que fueron dispersos en el derrame y el costo para la industria pesquera de Luisiana por ejemplo podría ser de 2.500 millones de dólares, mientras que el impacto sobre el turismo en el área de Florida que da al Golfo de México podría alcanzar los 3.000 millones. Las pérdidas del mundo, el ambiente, la vida marina y los efectos comerciales e industriales del sector son incalculables.
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Explota una planta en Texas El 16 de abril del 2013 una planta de fertilizantes explotó cerca al poblado de Waco dejando como resultados más de 15 víctimas, 160 heridos, 1600 damnificados y la destrucción parcial del poblado incluido un ancianato. Los vapores resultantes generaron un ambiente tóxico que requirió de la evacuación de la mayoría de los habitantes
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Planes de contingencias ante fenómenos naturales
En este capítulo se dan las bases para la atención y acción ante los principales fenómenos que se presentan todos los días, y para los cuales las organizaciones y las comunidades la mayor parte de las veces no están preparados, o si existen los planes de contingencias, no están activos, no son conocidos o no se activan adecuadamente.
Inundaciones Dado que todo invierno cada año desata una serie de situaciones que afectan a miles personas, hoy en mayo de 2013 por ejemplo hay una larga lista en medios de comunicación nacional o internacional sobre hechos lamentables, en todos los lugares del mundo, es importante comentar en forma especial el caso colombiano en donde hoy al escribir estas notas se encuentran 28 de los 32 departamentos del país con grandes inundaciones, destrucciones de sembrados, de viviendas y carreteras. Es vital actuar antes de que se produzcan esos hechos, o neutralizándolos en el menor tiempo posible, reduciendo sus consecuencias a límites mínimos, y para esto debemos:
Capítulo
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• Conocer las estadísticas, lo sucedido antes y cómo se actuó en cada caso y sus consecuencias. • Tratar de evitar la aparición del accidente, y si fuera posible, reducir sus consecuencias, aislándolos, evitando su evolución desfavorable y facilitando su neutralización. • Actuar ante el siniestro, mitigando sus efectos con acciones concretas. • Restablecer los servicios públicos esenciales, garantizando el hábitat normal de la población. Para ejecutar un plan de contingencias, es necesario tener una organización y una estructura que faciliten aplicar medidas concretas según la emergencia. Ante estos hechos la organización debe estar integrada como mínimo por: • El alcalde y los concejales del poblado o región • La Defensa Civil, cuya responsabilidad primaria es la de planificar, coordinar, capacitar, asesorar y preparar los medios y recursos existentes, y conducir las operaciones que se ejecutarán en la emergencia. • Los Centros de Operaciones de Emergencia, y otros órganos locales para atención de emergencias que tienen la responsabilidad de planificar, ejecutar y coordinar todas las acciones en el lugar del siniestro. • La Policía y las fuerzas militares. • Los bomberos. • La Cruz Roja que siempre está presente en todo el mundo y en situaciones como éstas. • Los centros de salud, hospitales y servicios médicos especializados y locales. • Las juntas de acción comunal y todas las fuerzas activas del lugar y que tengan un nivel de entrenamiento. Las ayudas de control del fuego y otras para salvamento de personas, deben estar activas para movilizar a personas y otros, y para controlar o extinguir fuegos y controlar escapes de productos explosivos, inflamables, tóxicos o venenosos. Recordemos que en el caso de Armero, en Colombia, además de las inundaciones, se presentaron varios incendios, uno de ellos por la rotura de un oleoducto que atravesaba la región. Los servicios de asistencia médica y sanitaria deberán: • Brindar apoyo y material a las personas que, como consecuencia del desastre, no tengan la posibilidad de desarrollar normalmente sus actividades, adoptando las disposiciones preventivas necesarias para asegurar la vida normal de la población afectada. • Recoger, asistir y evacuar a los heridos y enfermos como consecuencia del desastre, evitar y neutralizar los posibles focos de epidemias,
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15. Planes de contingencias ante fenómenos naturales
organizando actividades preventivas para preservar y restablecer la salud de la población afectada. Los sistemas de transporte público y privado deberán: • Atender las necesidades de transporte de personal y material, distribuir elementos y evacuar a las personas que lo requieran y el material destruido o deteriorado en la emergencia, para posibilitar la supervivencia de la población y el normal desarrollo de las operaciones de auxilio. Los servicios de mantenimiento y servicios públicos deberán: • Despejar y rehabilitar vías, caminos y calles de acceso y evacuación de la zona afectada, remover los escombros, reparar las averías de los servicios esenciales, adoptar disposiciones preventivas para facilitar las acciones de los demás servicios de protección, y restablecer el ritmo normal de vida de la población. Especial atención debe prestarse a los suministros de agua para consumo humano y certificar su calidad y potabilidad antes de darla al consumo de la comunidad. Los medios y brigadas de ayudas de evacuación deberán: • Detectar, censar y trasladar a los afectados desde su residencia hasta los centros de evacuados, y la recepción, clasificación y atención sanitaria y de su estado general de salud. Deberá darse atención especial sobre la información hacia los medios de comunicación, e informar al público en general. A efectuar la provisión de todos los elementos necesarios para las actividades de otros servicios, como la Defensa Civil, y a atender las necesidades de la población en general, fundamentalmente alimentación y vestuario.
Terremotos y sismos El mundo de hoy está amenazado por esos tipos de fenómenos naturales, y cada vez, entre otros aspectos, por las concentraciones humanas y habitacionales en las grandes ciudades, las consecuencias son mayores. Numerosas fallas atraviesan a la largo y ancho la esfera terrestre y también los cambios climáticos aportan mucho. Recientemente se han presentado terremotos en Haití, Chile, China y Japón, con pérdidas humanas y económicas incalculables y existen tierras en donde permanentemente se presentan movimientos telúricos y temblores como son los casos del mismo Japón, China, Perú y San Francisco, entre otros.
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ANTES: En casos como éstos se recomiendan una serie de acciones, como: • Establecer planes de contingencias practicables, actualizados y conocidos por la comunidad. • Poner en práctica los planes de acción practicados previamente manteniendo la calma, para actuar de manera segura, ordenada y rápida. • Motivar a las personas para alejarlas de manera prudente de los sitios de riesgo, llevándolas a las zonas seguras previamente identificadas. • Apagar todos los equipos susceptibles de sufrir fallas por los movimientos de la tierra; de ser posible se desconectará la energía eléctrica, si se considera necesario. • No mover indebidamente a los heridos con fracturas, especialmente si existe la sospecha de fractura de espina dorsal o cuello. • De existir riesgo de incendio, el movimiento de los heridos deberá ser con el mayor cuidado posible, y se deberán ubicar en las zonas seguras. • Tener preparados botiquines para primeros auxilios, linternas, pilas, radios de pilas, entre otros, y algunas provisiones alimentarias en sitio conocido por todos. • Desconectar y bloquear todos los servicios de agua y gas natural, fundamentalmente. • Tener directorios telefónicos para poder llamar a la Defensa Civil, Bomberos, Cruz Roja, Ejército y Policía, entre otros. • Conocer los mapas de los riesgos volcánicos y de otras características que puedan afectar a la población, identificando las zonas de alto, mediano y bajo riesgo. • Conocer las rutas de evacuación y tener prevista la posibilidad de alojarse temporalmente en otros sitios alejados de la zona de riesgo. • Dar a conocer a todos los habitantes del lugar los sitios de encuentro, si se presenta la posibilidad de que ocurra una erupción o fenómeno natural en el que se puedan ver afectados; y en donde probablemente la única medida de prevención correcta sea evacuar. • Cubrir los depósitos de agua para evitar que se contaminen de cenizas o polvos. • Conocer y dar a conocer las medidas del plan de contingencias de la localidad, y mantener una permanente actualización y su divulgación. • Establecer puntos de reunión y conteo de personas. DURANTE: Mantener y transmitir la calma, requerir la atención para evitar o reducir los riesgos y recordar las siguientes instrucciones: • Si está dentro de un edificio, quédese dentro; si está fuera, permanezca fuera. 150
15. Planes de contingencias ante fenómenos naturales
• Dentro de un edificio busque estructuras fuertes: bajo una mesa, junto a un pilar, pared maestra o en un rincón y protéjase la cabeza. • Nunca trate de evacuar precipitadamente hacia la salida. • Apague todo fuego y no utilice ningún tipo de llama (cerilla, encendedor, vela, entre otros) durante o inmediatamente después del temblor. • Fuera de un edificio, aléjese de cables eléctricos, cornisas, cristales, y techos, entre otros. • No se acerque, ni entre en los edificios para evitar ser alcanzado por la caída de objetos tales como cristales, tejas, cornisas, entre otros. • Diríjase hacia lugares abiertos, no corra y tenga cuidado con el tráfico. • Si va en coche cuando ocurra el temblor, párelo donde le permitan y permanezca dentro del mismo. • Recordemos que en el incendio del edificio de Avianca el 23 de julio de 1973 por ejemplo, 5 de las víctimas lo fueron por causa de cercanía al citado edificio y al ser degolladas o lesionadas por vidrios y partículas que caían del mismo, y no por efectos del incendio. DESPUÉS: • Es fundamental atender las recomendaciones que den las autoridades o líderes del momento. • Guardar la calma y hacer que los demás la guarden, y tratar de impedir cualquier situación de pánico. • Comprobar si alguien está herido, prestarle los auxilios necesarios, los heridos graves no deben moverse, salvo que se tengan conocimientos de cómo hacerlo. • En caso de empeoramiento de la situación por fuego, explosión, derrumbamiento, entre otros, mover los heridos con precaución. • Comprobar el estado de las conducciones de agua, gas y electricidad, hacerlo visualmente y por el olor, nunca poner en funcionamiento algún aparato o bloquearlo hasta que se analicen los hechos finales. • Ante cualquier anomalía o duda, cerrar las llaves de paso generales y comunicar esto a los técnicos o autoridades. • Utilizar un sistema de radio o cualquier otra comunicación para recibir información de los sucesos e instrucciones de las autoridades. • Tener precaución al abrir armarios y estantes, porque algunos objetos pueden haber quedado en posición inestable. • Utilizar botas o zapatos de suela gruesa para protegerse de los objetos cortantes o punzantes. • No reparar de inmediato los desperfectos, excepto si hay vidrios rotos o botellas con sustancias tóxicas o inflamables. • Apagar cualquier incendio excepto si es producido por un escape de gas inflamable, y si no puede dominarlo contactar inmediatamente con los bomberos. • Salir ordenada y paulatinamente del edificio, sobre todo si éste tiene daños.
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• Alejarse de las construcciones dañadas, ir hacia áreas abiertas. • Después de un terremoto fuerte siguen otros pequeños, réplicas que pueden ser causa de destrozos adicionales, especialmente en construcciones dañadas, permanezca alejado de éstas. • En construcciones con daños graves no entrar hasta que sea autorizado. • Tener cuidado al utilizar agua de la red ya que puede estar contaminada. • Permanecer en el sitio seguro hasta que las autoridades informen que se ha vuelto a la normalidad. • Antes de entrar a los edificios revisar que las estructuras no hayan quedado debilitadas. • Evitar hacer uso de líneas telefónicas, caminos, transportes, servicios médicos y hospitalarios si no es estrictamente necesario. Muchas personas pueden necesitarlos con real urgencia. • Eliminar la acumulación del material caído sobre los techos ya que por el peso éstos pueden derrumbarse. Este riesgo crece si se presentan lluvias porque el agua aumenta el peso de los materiales sobre los techos. • Colaborar con las tareas propias de la atención y recuperación ante la emergencia. • No comer, ni beber ningún alimento que se sospeche estar contaminado.
Tormentas eléctricas Muchas tragedias han ocurrido por fenómenos naturales como las tormentas eléctricas o los truenos, muchas de ellas han causado la muerte de jóvenes y niños que se protegen de ellas bajo los árboles y estructuras muchas veces metálicas, allí es en donde tienen mayor riesgo. Algunas acciones para tener en cuenta pueden ser: ANTES: • Verificar que no haya árboles en mal estado en los alrededores, ya que pueden caer durante una tempestad y causar daños y heridas. • Todos deben saber cómo actuar, cómo cortar el suministro de gas, luz y agua, y los números telefónicos de ayudas comunitarias a los que se pueda llamar si es necesario. • Establecer varios puntos de reunión. • Evaluar la posibilidad de instalar uno o varios pararrayos. • Mantener elementos de primeros auxilios y herramientas de rescate y salvamento. • Crear planes de contingencias aplicarlos y darlos a conocer mediante entrenamiento a toda la comunidad.
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15. Planes de contingencias ante fenómenos naturales
DURANTE: • No tocar equipos eléctricos o teléfonos, porque los relámpagos pueden conducir su descarga a través de los cables. Los televisores particularmente generan alto riesgo en estos casos. • Evitar las bañeras y los artefactos del baño, porque las cañerías de metal pueden transmitir electricidad. • Escuchar un radio de pilas para obtener noticias de la emergencia, y posibles instrucciones de la autoridad a cargo. • Apagar y desconectar los equipos que puedan verse afectados con las descargas eléctricas o cortes de energía. • Salir de inmediato de piscinas, reservorios y fuentes de agua e intentar refugiarse dentro de edificios o autos. • Si no hay ninguna estructura disponible, ir a un lugar abierto y encuclillarse cerca del suelo, lo más pronto posible. • Si se encuentra en un bosque, ubicarse en un área de árboles bajos. Nunca ponerse bajo un árbol grande que esté aislado en el campo, éste será el mejor conductor de la electricidad. • Estar atento a posibles inundaciones en áreas bajas. • Al agacharse hacerlo con los codos, en rodillas y cubriéndose los oídos con las manos. • Evitar las estructuras altas como torres, árboles altos, cercos, líneas telefónicas o tendidos eléctricos. • Alejarse de elementos que naturalmente atraen los rayos, como tractores, bicicletas o equipamientos de campamentos. • Alejarse de ríos, lagos u otras masas de agua. • Estacionar el auto en un lugar abierto donde no haya árboles o paredes que puedan caer sobre el vehículo. • Permanecer en el auto y poner las luces intermitentes hasta que pase la lluvia fuerte. • Evitar los caminos inundados. DESPUÉS: • Atender las instrucciones de las autoridades competentes o de los líderes de las acciones. • Estar atento a árboles, y edificaciones que pudieren haber quedado afectados. • Hacer inventario de los alrededores y observancia de las personas para conocer su estado. • Solicitar ayudas externas si personas, bienes o equipos han quedado afectados. • Tener precaución al pasar cerca de instalaciones eléctricas o elementos energizados.
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Recordemos que en octubre de 2002 varios futbolistas del equipo Deportivo Cali fallecieron quemados por un rayo cuando entrenaban en su campo de deportes, y otros sufrieron lesiones con quemaduras de tercer grado. Es especial recordar que los de mayor estatura fueron los que fallecieron y que el hecho se presentó por tratar de cubrirse de la lluvia debajo de unos árboles.
Algunos hechos tristemente sobresalientes en los últimos años 2013. El terremoto ocurrido en China, el día 20 de abril, el peor en los últimos tres años, dejó un saldo de más de 160 muertos y por lo menos 5.700 heridos. El sismo tuvo una magnitud de 6.6. Este lugar Sichuán, había sufrido en 2008 un terremoto que dejó por lo menos 70.000 víctimas y queda localizado en la falla de Longmen que ha registrado 12 terremotos de más de 5.5 desde 1900. Los tornados en Estados Unidos: En el siglo veinte se presentaron 10 grandes tornados y el de 1925 en Mississippi dejó 695 muertos. El último hasta hoy, mayo de 2013, ocurrió en Oklahoma y tuvo como características, una velocidad de hasta 300 kilómetros por hora, un ancho de más de 800 metros y se cree que dejó más de 100 víctimas mortales. Cuentan los testigos que vieron por los aires caballos, automotores y partes de vivienda.
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Planes de contingencias para lugares de concentración humana A través de la historia y desde épocas del circo romano o quizás antes, se han presentado tragedias y pérdidas humanas incalculables en los lugares de concentración de personas, tanto por las acciones de la naturaleza, como por los comportamientos humanos y las reacciones ante situaciones de furia, pánico y desespero. Para estos casos damos algunas alternativas y recomendaciones todas generales, porque cada tipo de espectáculo o concentración humana tiene sus propias características y riesgos, pero que pueden salvar vidas humanas y hacer menos críticas situaciones de aglomeración y concentración humanas básicamente. Es importante tener en cuenta si el escenario es público o privado, si los usuarios son los propietarios o tienen en alquiler las instalaciones, y por lo tanto se requiere: • Conocer el nombre y los datos básicos de identificación del propietario o empresario y si es persona natural, o del representante legal si es persona jurídica. • Tener los planos actualizados con entradas, salidas y características del lugar. • Conocer las áreas tanto utilizables como las de desplazamiento, reunión y movilización. • Saber cuáles son los aforos o capacidad máxima permitida.
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• Conocer sobre subestaciones, redes eléctricas y almacenamiento de agua entre otros. • Conocer sobre redes para gas, almacenamiento de químicos, materiales tóxicos, venenosos, inflamables o nocivos para la seguridad e integridad de las personas, el ambiente y las instalaciones. • Conocer qué espectáculo o tipo de reunión se realizará y los riesgos si los tiene. • Conocer cómo es la distribución de puertas accesos y salidas. • Saber en dónde, cuántas y cómo podemos tener ayudas externas. • Saber en qué fecha, y hora de adelantará el espectáculo y cuánto tiempo será su duración. • Saber la ubicación, dotación y acceso de la enfermería y el centro para suministrar primeros auxilios. • Saber sobre los sistemas de detección y alarma para incendios, humos, gases y similares. • Saber sobre los sistemas y redes contra incendio. • Tener conocimiento de las características sociales, las edades, y la experiencia en comportamiento grupal de quienes asistirán al evento. De todo lo anterior es necesario conocer su estado, mantenimiento, operación y control. Es fundamental tener en forma clara a qué tipo de riesgos pueden estar expuestos los aglomerados y las instalaciones, tales como: • • • • • • • • •
Revueltas o asonadas internas o externas. Incendios estructurales y de otra índole tanto internos o externos. Fallas estructurales por sismos, movimientos telúricos o terremotos. Fallas estructurales por eventos atmosféricos como lluvias y granizos. Atentados terroristas internos o externos. Accidentes de equipos, maquinarias y vehículos automotores. Accidentes personales dentro y fuera de las instalaciones. Intoxicaciones alimenticias o ambientales internas o externas. Inundaciones de aguas, gases o vapores internas o externas.
Es muy importante tener en claro las características de las personas que asistirán a la actividad, pues no es lo mismo un espectáculo para jóvenes y de música moderna, que uno para personas que oirán boleros por ejemplo, y tampoco es lo mismo un partido de la sele cción del país, que uno entre dos equipos tradicionalmente opuestos. El jugar la copa Davis de tenis en una plaza de toros, es un excelente ejemplo de cómo cambian los escenarios, sus ocupantes, las necesidades, los riesgos, y por esto los planes de contingencias para espectáculos públicos o privados requieren de permanente revisión, actualización y adaptación a usuarios, objetivos, comportamiento y riesgos, entre otros. Este espectáculo se presentó en la Plaza de Toros La Santamaría de Bogotá. 156
16. Planes de contingencias para lugares de concentración humana
Hace poco tiempo se desarrolló en Colombia el campeonato mundial sub 20 de fútbol y las normas FIFA exigen que se eliminen las mallas separadoras entre público y cancha de juego, esto existe en el país suramericano desde siempre, por esto fue necesario educar a los aficionados para que se comportaran a la altura del evento, teniendo en cuenta que no existían barreras alguna entre ellos y los jugadores. Lo anterior y la historia no solo en Colombia sino en casi todos los países que tienen este deporte, el más universal de todos, es un reto y requiere de un plan de contingencias actualizado y diferente a lo establecido hasta hoy.
Algunas medidas básicas para tener en cuenta Pueden ser: • Preparar un completo plan de contingencias adaptado a cada situación en forma particular. • Tener disponibles brigadas preparadas según cada riesgo específico . • Ubicar iluminación para casos de emergencia que cubra todo el lugar del evento interna y externamente. • Gestionar los cierres parciales o totales de las vías que se consideren necesarias • Disponer de un sistema de generación eléctrica adecuado y seguro para los equipos, elementos y estructuras que se utilizarán. • Disponer de un lugar especial para personas discapacitadas y su seguridad en casos críticos. • Disponer de atención en salud, baños y seguridad en general. • Tomar en cuenta las recomendaciones de uso de la estructura del lugar. • Tener un excelente sistema de información y comunicaciones dentro y fuera de las instalaciones. • Tener un inventario de ayudas mutuas y comunitarias y sus direcciones y teléfonos. • Organizar y entrenar al personal de apoyo para casos de emergencia.
En situaciones en caso de emergencia Para éstas es importante conocer: • Ubicación de extintores de protección y en general de sistemas y elementos de protección contra incendios. • Las características de la construcción del lugar, vías de evacuación, refuerzos de elementos estructurales, entre otros. • Número máximo de personas que se vayan a evacuar en cada área. • Estado general de las instalaciones y situaciones en mal estado. 157
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• Aparatos eléctricos portátiles y fijos, su estado y controles. • Almacenamiento inadecuado de cilindros con gas y otros tóxicos. • Acumulación de basuras y papeles. Un lugar público o privado que se facilite para una actividad humana múltiple y que conglomere personas debe contar con por lo menos: • • • • • •
Plan de atención médica y primeros auxilios. Plan contra incendio. Plan de evacuación. Plan de información y comunicaciones privadas y públicas. Plan de integración o reunión en y después de la situación crítica. Plan de manejo para niños, personas mayores y discapacitados.
Para la acción de estos planes debe definirse • • • • •
Qué se hará, Quién lo hará, Cuándo, Cómo y Dónde se hará, planificando la organización de todos los actores del suceso con los medios necesarios. Debemos tener claro que los ocupantes son generalmente extraños al lugar y a los riesgos y que por eso los propietarios del lugar o los organizadores de la actividad son quienes deben entrenar, desarrollar y activar el plan de contingencias para el momento.
Ante una situación de emergencia en casos como los aquí tratados, un hecho fundamental es la forma como se da, opera o accionan las alarmas, porque es en este momento cuando en muchas situaciones ha habido estampidas humanas y grandes accidentes. Acordémonos de hechos lamentables como los sucedidos en las corralejas de Sincelejo Colombia, cuando más de mil personas fallecieron al caerse de unas tribunas de tres pisos que se destruyeron al parecer por mala construcción y por exceso de peso. Actividad fundamental es la operación de las salidas y vías de acceso y que las puertas como tales operen hacia afuera con relación a las salidas, porque en esta situación o momento se pueden presentar casos graves, mortales y críticos. Siempre las puertas de sitios de congestión o habitación múltiple deber abrir hacia afuera, muchas tragedias han ocurrido en el mundo porque las puertas abren hacia adentro, y las personas quedan atrapadas ante ellas y con la imposibilidad de abrirlas por la misma presión de los ocupantes y su afán de salir.
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16. Planes de contingencias para lugares de concentración humana
Las comunicaciones dentro y fuera del lugar deben ser manejadas con personal entrenado adecuadamente para que los afectados no entren en crisis, y para que los medios externos no generen pánico y alarma a los no vinculados en la situación. Es necesario facilitar y adecuar un área específicamente asignada a niños, ancianos y limitados físicos que a raíz de la emergencia requieren asistencia temporal mientras sus familiares o allegados se hacen cargo de ellos. Las rutas de evacuación y salidas para situaciones de emergencia deben estar debidamente señalizadas, cumplir con las normas, estar bien identificadas en los planos que forman parte del plan de contingencias. Además, estar libres de impedimentos y bloqueos y disponibles para salir a los lugares libres de riesgos. Los puntos de encuentro tienen que estar señalizados y bien identificados en los planos que conforman parte del plan y conocidos por los guías y miembros de las diferentes brigadas dentro del lugar. Debemos tener claro la responsabilidad ante la sociedad del manejo de aglomeraciones humanas de cientos de personas, y tener claramente establecidos los responsables del lugar, de las acciones del plan de contingencias y de las comunicaciones entre los actores del espectáculo como tales, y las ayudas comunitarias y locales del lugar. Recordemos algunos desastres ocurridos en partidos de fútbol en todo el mundo y toda vez que es el deporte de multitudes por excelencia y durante el siglo pasado y los inicios de este: (fuente Wikipedia internet).
El primer accidente de este tipo tiene referencia al hecho trágico que aconteció el 5 de abril de 1902, en el primer enfrentamiento entre las selecciones de Escocia e Inglaterra, en el estadio de Ibrox Park Glasgow, el derrumbamiento de una tribuna provocó 40 muertos y 168 heridos. El 9 de marzo de 1946, después del partido entre el Bolton Wanderers con el Stoke City, en Inglaterra, hubo un enfrentamiento entre los hinchas, generando 44 muertos. Allí nacieron los tristemente célebres “hooligans”. El 24 de mayo de 1964 ocurrió la mayor catástrofe futbolística de la historia, 301 aficionados murieron asfixiados contra las puertas de salida del Estadio Nacional de Lima en el partido entre Argentina y Perú.
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El 23 de junio de 1968, el clásico típico del fútbol argentino entre Boca Juniors y River Plate, en Buenos Aires, terminó con 73 muertos y 150 heridos. El 2 de enero de 1971, otra vez en Escocia, una tribuna del estadio de Ibrox Park se derrumbó, dejando 66 muertos y 150 heridos. El 11 de mayo de 1985, un incendio en el antiguo estadio de la ciudad inglesa de Bradford, dejó 53 muertos y más de 250 heridos. El 29 de mayo de 1985, en un enfrentamiento entre hinchas ingleses e italianos y en el estadio de Heysel en Bruselas, cuando se jugaba la final de la Copa de Europa, entre los equipos Juventus y Liverpool este dejó 41 muertos y más de 300 heridos. El 12 de marzo de 1988, una estampida bloqueó las salidas del estadio nacional de Nepal. Dejando como resultado 70 muertos. El 15 de abril de 1989, una avalancha en el partido Nottingham Forest-Liver- pool, en Inglaterra, provocó 95 muertos y unos 200 heridos. El 4 de mayo de 1992, el derrumbamiento de una tribuna provisional del campo del Bastia (Francia), en una semifinal de la Copa de fútbol de ese país europeo generó 15 muertos y más de 2.000 heridos. El 16 de octubre de 1996, 83 aficionados fallecieron tras una avalancha en el estadio Mateo Flores, en la Ciudad de Guatemala y en momentos en que se jugaba un partido entre el seleccionado local y el de Costa Rica. El 9 de julio del año 2000, una avalancha humana en las puertas del Estadio Nacional de Harare, durante el partido entre Zimbabue y Sudáfrica y por las eliminatorias del Mundial 2002, produjo 13 muertos. Estos son ejemplos de lo que puede ocurrir en situaciones de alta integración humana y que como ya dije no existe mayor pasión humana que el fútbol. 2013. En abril de 2013 y cuando escribía esta nueva edición se presentó un caso que bien puede presentarse como ejemplo de los riesgos en las concentraciones humanas y puede ser el ocurrido en la cuidad de Bangladesh cuando al derrumbarse un edificio que albergaba 4 fábricas en 8 pisos se colapsó, al menos 1.127 personas murieron y más de 700 resultaron heridas. El edificio Rana Plaza, se vino abajo a primera hora de la mañana en la zona de Savar.
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Planes de contingencias en hospitales y similares
Muchas veces me han preguntado: “¿Cuál es para usted el mayor reto en caso de tener que atender una situación de emergencia?”, y siempre he respondido: “La que se presente en una entidad hospitalaria con atención a enfermos, hospitalizados y todo tipo de visitantes”. Y es que en mi vida profesional he participado en emergencias como la de Armero, la del edificio de Avianca, en el incendio de los tanques de Puente Aranda que duró cinco días, en la explosión del tanque más grande en América Latina hasta ese día de julio de 1984 en Santa Marta, o en el incendio y destrucción de un poblado llamado San Rafael de Lebrija, en el departamento de Santander en Colombia, en donde murieron quemados más de 24 personas y quedaron por lo menos 100 lesionados con quemaduras de segundo y tercer grado, y en donde me acuerdo haber visto escenas casi que dantescas, por los niños y mayores que en su día de mercado corrían en medio del dolor, buscando a sus padres, hijos y familiares. Veía bicicletas derretidas unas sobre otras, cilindros que habían contenido gas licuado del petróleo totalmente estallados, casetas de mercado destruidas y todo en ruina, también recuerdo los terneros, cerdos, pollos y otros animalitos medio quemados y con sus gemidos de lamento y próxima muerte. Unos heridos preguntaban por otros y nosotros, recuerdo a algunos de mis compañeros de trabajo en Ecopetrol entre otros los ingenieros Gonzalo Villegas y Raúl Morales preguntando a quiénes transportábamos primero en los helicópteros y hacia cuáles hospitales cercanos.
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Todo lo anteriormente vivido, creo, no se compara con una acción ante una emergencia dentro de un centro clínico u hospitalario, y por eso es muy importante que los planes de contingencias en ellos sean amplios, claros, actualizados, debidamente conocidos, y muy bien entrenados quienes tengan que participar en ellos. En el año de 1994 me hicieron una operación del corazón, y estuve más de una semana en los cuidados intensivos de la clínica de Shaio, en Bogotá, y mientras estuve consciente y en medio de cables, tubos y jeringas, a cada instante me preguntaba: “Qué pasaría si se presentara un incendio, una explosión o emergencia”, y nunca me di una respuesta. Contaba los médicos, enfermeras y personal de ayudas, y también lo hacía con los casi cincuenta pacientes todos entubados, algunos inconscientes, otros con suministro de líquidos, gaseosos y sólidos y totalmente incapacitados, y nunca tuve una respuesta esperanzadora. Recuerdo también cuando como asesor asistí en la preparación integral del análisis de riesgos y la elaboración y puesta en marcha de los planes de contingencias y lo complejo de esta actividad que adelanté con el médico Francisco Ortiz quien en épocas anteriores había sido mi alumno en el posgrado de salud ocupacional. Por esto, a más de cumplir con las normas, legislaciones y reglamentos sobre el tener un plan de contingencias dentro de cualquier centro médico, hospitalario o de atención a pacientes, debemos tener claro sus necesidades y el estar activos y preparados para los riesgos de cada día. El propósito de un plan de contingencia debe ser prepararse para enfrentar situaciones críticas y de emergencias, y contener la descripción de actividades que se han de realizar en situaciones específicas que puedan presentarse, y con el fin de minimizar las lesiones a los enfermos, trabajadores, pacientes, el público en general, y los daños a equipos, sistemas e instalaciones, incluyendo la contaminación del ambiente por emanaciones accidentales y derrames, que pueden ser de diversos tipos, tales como químicos y de residuos patológicos, entre otros.
Identificación de las condiciones de trabajo Una de las estrategias utilizadas para definir los objetivos y acciones propios del plan de contingencias es la identificación de las condiciones de trabajo existentes en este medio laboral. Una de las herramientas más usadas para hacer el diagnóstico de esas condiciones laborales es la elaboración del panorama de riesgo; para eso es vital estudiar la norma GTC 45 emanada del ICONTEC, la que
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a partir de inspecciones a los sitios de trabajo permite identificar los factores de riesgo a nivel general, sus fuentes, número de expuestos, tiempos de exposición y métodos de control. Con esta información se procede a realizar la valoración del grado de riesgo, y se determinan los riesgos prioritarios, como una manera de orientar el trabajo en el plan de contingencias sobre aquellos aspectos críticos del proceso. Teniendo en cuenta lo anterior, hacemos énfasis en los aspectos principales que se deben atender: • Definir las funciones y responsabilidades de quienes están involucrados en la atención y planificación del plan de contingencias. • Planificar y coordinar las actividades de atención y recuperación para situaciones generales y específicas, resultantes de la valoración de los factores de riesgo. • Activar procedimientos preestablecidos de respuesta para atender la demanda del servicio en caso de que éste sea suspendido por situaciones internas o externas. • Informar en forma precisa y oportuna las actividades previas y que se realizarán en caso de que se presenten situaciones anormales en el desarrollo del proyecto. Dentro de un sistema hospitalario y su plan de contingencias debe existir un grupo coordinador y líder para planear las acciones antes, en y después y de las guías de actividades; las principales pueden ser: • Planear y organizar las diferentes acciones y recursos para la eficaz atención y análisis de riesgos, su prevención y formas de acción en caso de presentarse una emergencia. • Conocer el funcionamiento de la entidad, instalaciones, sobre las emergencias que se puedan presentar y los planes normativos y operativos de la misma. • Identificar las zonas más vulnerables de la entidad. • Mantener actualizado el inventario de recursos humanos, materiales y físicos. • Mantener control permanente sobre los diferentes riesgos de la entidad. • Diseñar y promover programas de capacitación para afrontar emergencias y para todo el personal. • Realizar revisiones periódicas para mantener permanentemente actualizado el plan de contingencias. • Evaluar los procesos de atención de las emergencias para activar acciones de cambio o adecuaciones. 163
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• Evaluar las condiciones y la magnitud de las emergencias, su desarrollo y consecuencias cuando se presenten. • Distribuir los diferentes recursos para la atención adecuada de los planes de contingencias. • Establecer contactos permanentes con los grupos de apoyo y con las ayudas externas, tales como Policía, Ejército, Cruz Roja, Defensa Civil, Bomberos, Tránsito, y entes estatales establecidos para dar guías y apoyo en situaciones de emergencias. • Tomar decisiones en cuanto a evacuación total o parcial de la entidad. • Coordinar las acciones operativas en la atención de emergencias. • Coordinar el traslado de los heridos a otros centros de asistencia médica. • Evaluar el desarrollo de las diferentes actividades contempladas en el plan, después de cada emergencia o de los simulacros desarrollados. • Efectuar las investigaciones correspondientes y elaborar y presentar informes y hacerles seguimiento para confirmar su cumplimiento. • Actualizar los diferentes inventarios de las personas, bienes y equipos. • Permanecer siempre en estado de alerta. • Recoger y procesar toda la información relacionada con las emergencias. • Establecer y aplicar los correctivos pertinentes al plan de contingencias. Dentro de los entes representativos de la organización y para los planes de contingencias es parte fundamental el líder o director en caso de presentarse cualquier situación crítica, y las funciones básicas que creemos debe conocer, tener presente y para las cuales debe estar siempre entrenado y atento son: • Coordinar y evaluar las acciones de cada brigada o grupo de trabajo. • Establecer relación permanente con las máximas directivas de la entidad. • Presentar presupuestos debidamente sustentados que garanticen la buena marcha de los planes. • Distribuir las diferentes responsabilidades a los integrantes de brigadas y otros. • Citar a reuniones periódicas a los miembros grupo asesor y otros entes. • Mantener contacto con las instituciones de ayuda externa. • Facilitar la consecución de todos los recursos y de todo tipo y necesarios dentro del plan de contingencias. • Realizar programas de evaluación de los procedimientos realizados y analizar los resultados. • Velar por la actualización y estado de las ayudas para casos de emergencia, como elementos de protección personal, ayudas contra incendios y primeros auxilios entre otros. • Mantenerse atento a la dotación de elementos de evacuación de enfermos y pacientes. • Mantener un adecuado programa de capacitación de todos los miembros de las brigadas y grupos de apoyo.
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Brigadas de apoyo Dentro de cualquier organización hospitalaria dada, deberán existir cuantas brigadas y grupos de apoyo se requieran según los riesgos existentes, el tamaño de la organización, la cantidad y las características de los pacientes y la cercanía de ayudas externas, entre otros. Para tal efecto es importante tener algunas brigadas, y entre ellas:
Brigadas de ayudas internas y soporte de acción Estas brigadas siempre estarán pendientes de los elementos requeridos para un caso de emergencia, de su estado, adecuación al medio y los usurarios en calidad y cantidad, acordes con los riesgos y posibles situaciones que se presenten, y tendrán como guías lo siguiente: • Elaborar inventarios de los recursos humanos, físicos y de materiales con que cuenta la empresa para afrontar una emergencia. • Mantener actualizados los diferentes manuales, mapas de riesgo y rutas de evacuación. • Velar por el buen mantenimiento de los diferentes recursos materiales y físicos de la empresa. • Mantener actualizados los listados del personal, y de todos los pertenecientes a los diferentes grupos de apoyo. • Organizar archivos con la información necesaria para el control de emergencias. • Dotar a las brigadas con los elementos necesarios para garantizar su buen funcionamiento. • Suministrar a las brigadas y a los grupos de apoyo la información necesaria para el control eficaz de la emergencia. • Coordinar el suministro oportuno de los recursos necesarios para afrontar la emergencia. • Determinar las necesidades de recursos de cada uno de los grupos de apoyo. • Realizar el inventario de recursos para determinar su estado y operatividad. • Determinar las necesidades de nuevos recursos para afrontar futuras emergencias. • Seleccionar la información resultante de la investigación realizada con motivo de la emergencia, evaluarla dando recomendaciones hacia el futuro y hacerle seguimiento a cada una de ellas.
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Brigadas de capacitación investigación y análisis Este grupo de especialistas estará atento a los programas y situaciones previas a cualquier hecho crítico y a un adecuado plan de control y eliminación de riesgos, y mantendrá activas las ayudas internas y externas, su capacitación y entrenamiento; entre otras: • Tener conocimiento sobre las causas, efectos y comportamientos de los diferentes riesgos. • Promover programas de prevención y control de los posibles riesgos. • Identificar las zonas y situaciones más vulnerables de la entidad. • Coordinar la consecución de materiales y equipos para un adecuado control de los riesgos. • Mantener actualizada la información sobre ubicación, control y magnitud de los riesgos. • Suministrar información técnica sobre cualquier cambio en las instalaciones. • Localizar y analizar el comportamiento de los riesgos, la magnitud y las consecuencias generadas por la situación y promover acciones de control y eliminación. • Tener contacto permanente con personal técnico interno o externo de la organización, y que permita una orientación adecuada para el control y eliminación de riesgos. • Investigar y determinar las causas que generaron la situación deemergencia y dar recomendaciones. • Actualizar o corregir la información sobre causas, efectos y magnitud de los riesgos. • Suministrar la información técnica necesaria para la actualización de mapas de riesgos y de evacuación, como también de nuevos recursos • Elaborar informes técnicos sobre las emergencias, daños, recomendaciones y posibles soluciones. • Desarrollar actividades preventivas que permitan evitar situaciones de emergencia. • Evaluar los programas educativos mediante actividades prácticas tales como simulacros. • Programar entrenamientos y capacitaciones para las brigadas de bomberos, de salud, de seguridad y de vigilancia; de los coordinadores de evacuación, y de los participantes de los planes de ayudas mutuas • Motivar el informe e investigación de los casi-accidentes, que son una excelente herramienta para eliminar y controlar los riegos.
Brigadas de control, rescate y extinción Como en todas las organizaciones, este grupo de personas debe estar preparado para afrontar situaciones críticas y de emergencia, en instituciones hospitalarias
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y médicas porque en estos casos la mayoría de las personas a quienes atienden tienen discapacidad, son enfermas, mayores de edad o recién nacidos. Estas brigadas deben tener, entre otros, los siguientes parámetros que se han de tomar en cuenta: • Conocer y evaluar los riesgos que se presentan en las diferentes áreas y actividades que se desarrollan en el área. • Señalar las deficiencias o situaciones que constituyan riesgo o afecten los medios de protección • Verificar que se eliminen o solucionen adecuadamente las situaciones de riesgo. • Realizar inventario de los equipos existentes para el rescate, control y extinción, y llevar registros de esto. • Conocer la existencia y uso de los medios de protección personal disponibles • Actuar eficazmente cuando se informe de una emergencia y coordinar acciones mientras llegan los refuerzos externos. • Estar permanentemente entrenados mediante acciones de capacitación y desarrollo de simulacros • Notificar inmediatamente, cualquier situación de riesgo que sea detectado. • Verificar permanentemente el estado de los sistemas de alarma, las vías de evacuación y los lugares de reunión final.
Brigadas de evacuación En definitiva estas brigadas tienen una vital responsabilidad y compromiso ante toda la organización y los usuarios cuando se presente una situación crítica y de emergencia, y yo diría que siempre y cada día deberán estar atentos a todo posible riesgo, a cada usuario y a todas las áreas de la organización. Por lo anterior, para estas brigadas es importante tener en cuenta los siguientes aspectos mínimos: • Conocer todos los riesgos generales y particulares que se presenten en las diferentes áreas y actividades que se desarrollan. • Señalar las deficiencias o situaciones que constituyen riesgo o afecten los medios de protección y verificar que se eliminen o solucionen de manera adecuada. • Velar porque se mantenga despejado el acceso a las vías de evacuación y se conserve la señalización, tanto internamente como en las áreas aledañas y vías públicas de acceso y evacuación. • Conocer y recordar a las personas los procedimientos generales establecidos para casos de emergencia durante todas las fases, indicando 167
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las rutas de evacuación que se utilizarán y el lugar de reunión final. • Hacer inventarios del personal antes y después de evacuar y en los sitios de reunión determinados. • Organizar a todos los integrantes de la situación y para un desplazamiento ordenado y seguro. • Mantener programas de capacitación de todos los miembros de la organización hospitalaria o clínica. • Efectuar movilización de las personas afectadas.
Brigadas de primeros auxilios Estas brigadas, integradas según los riesgos posibles que se atenderán, y las personas que pueden salir afectadas, deberán por lo menos tomar en cuenta: • Prestar los primeros auxilios a los lesionados por la emergencia en el área donde laboran, pero cuidando de no estar o quedar dentro de una situación de riesgo inminente. • Controlar la remisión de lesionados a centros de atención médica. • Mantener actualizada la dotación de elementos para primeros auxilios y utilizarlos correctamente en caso necesario. • Permanecer en el área prestando asistencia a quienes la necesiten, y participar en el proceso de evacuación. • Colaborar en el inventario de las personas en y después de la situación de emergencia. • Participar activamente en la capacitación de las personas dentro de los planes de contingencias. • Practicar periódicamente las acciones correspondientes dentro de los planes de contingencias.
Sistemas de prevención y alarma Toda organización debe estar preparada para situaciones de emergencia y dentro de esta preparación son vitales los medios de alarma y prevención a los miembros de toda la entidad, bien sean internos o externos. Por lo tanto debe contar con un sistema de alarmas y alertas para informar a todas aquellas personas que componen el plan de contingencias y demás grupos de apoyo, sobre la situación que se está desarrollando, y para que estos actúen de acuerdo con lo programado.
Procedimientos generales de atención de emergencias El plan de contingencias está constituido por un conjunto de programas y procedimientos que incluyen todas las medidas que deben adoptarse para reducir los
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daños potenciales determinados como productos en la evaluación de riesgos. Por eso es importante tener en cuenta como aspectos generales los siguientes: • La persona que detecte la situación de emergencia, bien sea un empleado, visitante o vecino, deberá notificar inmediatamente a la persona encargada de la operación del evento, y una vez realizada la notificación, se confirmará la alerta según las características de la emergencia, y se establecerá comunicación con el grupo de apoyo respectivo. • En el momento de activación del plan de contingencias, no se permitirá el ingreso de personal diferente a los integrantes de los grupos de emergencia o apoyo, hasta que se determine lo contrario. • Una vez evaluada la necesidad de evacuación de la zona, se dará la orden para el desalojo del personal de las áreas aledañas, y establecido el cese del riesgo se procederá a dar la orden de reingreso. • Los miembros del grupo de rescate, evacuación, control y extinción de incendios realizarán todas las acciones pertinentes y a su alcance para contener y controlar la emergencia que se esté presentando. • Cuando se ordene la evacuación, los encargados de esta acción se ubicarán estratégicamente para orientar y colaborar en la salida ordenada de las personas de su área, y una vez evacuadas participarán en el conteo de personas. • El grupo de primeros auxilios dará la atención a las personas que resulten lesionadas, y que les impida evacuar por sus propios medios. En situaciones de emergencia y casos críticos en los entes clínicos y hospitalarios, adquiere especial importancia una clara, ordenada y oportuna información a los medios de comunicaciones, a los entes de ayudas externas y a las personas vinculadas en una u otra forma con la entidad, toda vez que la expectativa de salvamento y vida es especialmente crítica para los participantes en la misma.
Algunas cifras sobre accidentes en centros hospitalarios en el mundo 2011. El 8 de diciembre en un hospital de la India, médicos y trabajadores huyeron de un hospital en emergencia por un incendio, dejando a su suerte a más de 100 pacientes, 89 de ellos murieron calcinados dentro del edificio. 2013. El 13 de abril un hospital siquiátrico localizado a 50 kilómetros de Moscú se incendió dejando 38 víctimas que fueron encontradas muchas de ellas encadenadas a sus camas y cedados. Los bomberos llegaron una hora después. Las ventanas se encontraron bloqueadas.
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Planes de contingencias para etapas de construcción y obras En realidad la industria de la construcción es una de las mayores generadoras de emergencias y accidentes, debido fundamentalmente a la rotación de lugares, riesgos y personas, por eso es muy importante en este libro incluir algunos aspectos básicos para hacer un aporte a la seguridad ocupacional de este importante renglón de la economía de cualquier país o lugar. Por lo anterior es indispensable diseñar, presentar e implementar un sistema conformado por la infraestructura organizacional de la empresa, los recursos humanos, técnicos y los procedimientos estratégicos que se deberán activar de manera rápida, efectiva y segura ante posibles emergencias que se puedan presentar durante la construcción de un proyecto. En esta industria y sus afines la situación tiene especial importancia para el entrenamiento y la capacitación en planes de contingencias, toda vez que gran parte de la mano de obra no es especializada, y muchas veces su origen es campesino o rural y no tienen preparación para identificar los riesgos y menos para estar preparados ante ellos en este tipo de industrias.
Objetivos específicos de un plan de contingencias Como objetivos específicos de un plan de contingencias para esta actividad, podemos tener:
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• Definir las estrategias para el manejo y control de las posibles emergencias que se puedan presentar antes, en y durante la ejecución de la obra. • Ofrecer las estrategias para organizar y ejecutar acciones eficaces de control de emergencias. • Minimizar las pérdidas sociales, económicas y ambientales asociadas a una situación de emergencia. • Proteger las zonas de interés social, económico y ambiental localizadas en el área de influencia del proyecto. • Generar una herramienta de prevención, mitigación, control y respuesta a posibles contingencias generadas en la ejecución del proyecto. • Procurar mantener bajos los índices de accidentalidad, ausentismo, y en general la pérdida de tiempo laboral. Es fundamental minimizar los impactos que se pueden generar hacia la comunidad y su área de influencia. Los costos y reclamos de responsabilidad civil por la emergencia. Las Críticas de medios de comunicación y opinión pública, y las consecuencias legales generadas por el hecho. El plan de contingencias debe cubrir específicamente las posibles emergencias que puedan ocurrir, asociadas a las actividades de construcción de un proyecto, cuya prevención y atención serán responsabilidad del contratista de la obra. El plan de contingencias puede estar dividido en dos partes, así: • Plan estratégico. Aquel que define la estructura y la organización para la atención de emergencias, las funciones y responsabilidades de las personas encargadas de ejecutar el plan, los recursos necesarios, y las estrategias preventivas y operativas a aplicar en cada uno de los posibles escenarios, definidos a partir de la evaluación de los riesgos asociados a la construcción del proyecto. • Plan de acción. Aquel que por su parte establece los procedimientos que se han de seguir en caso de emergencia para la aplicación de cada una de las fases de respuesta establecidas en el plan estratégico. Las estrategias para la prevención y el control de emergencias se definen como un conjunto de medidas y acciones diseñadas a partir de la evaluación de riesgos asociados a las actividades de construcción del proyecto, encaminadas en primer lugar a evitar la ocurrencia de eventos no deseados que puedan afectar la salud, la seguridad, el ambiente y en general el buen desarrollo del proyecto, y a mitigar sus efectos en caso de que éstos ocurran. El constructor o contratista deberá ajustar el programa de salud ocupacional, seguridad y ambiente que aplica para todas las actividades relacionadas con la ejecución del proyecto, el cual es de obligatorio cumplimiento tanto para el personal de la organización como para su medio circundante.
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Dentro de un plan de contingencias también es básico cumplir y hacer cumplir las normas generales, especiales, los procedimientos e instrucciones sobre medicina, higiene y seguridad ocupacional, en cuanto a condiciones ambientales, físicas, químicas, biológicas, psicosociales, ergonómicas, mecánicas, eléctricas y locativas, para lo cual deberá: • Prevenir y controlar todo riesgo que pueda causar accidentes de trabajo o enfermedades profesionales. • Identificar y corregir las condiciones inseguras en las áreas de trabajo. • Hacer cumplir las normas y procedimientos establecidos en los programas del plan de manejo ambiental. • Desarrollar programas de mejoramiento de las condiciones y procedimientos de trabajo tendientes a proporcionar mayores garantías de seguridad en la ejecución de las labores. • Adelantar campañas de capacitación y toma de conciencia entre todos los trabajadores en lo relacionado con las prácticas de la salud ocupacional. • Analizar los actos y condiciones inseguras, corregirlas y enseñar la manera de eliminarlas, adoptando métodos y procedimientos adecuados de acuerdo con la naturaleza del riesgo. • Informar periódicamente a cada trabajador sobre los riesgos específicos de su puesto de trabajo, así como los existentes en el medio laboral donde actúa, e indicarle la manera correcta de prevenirlos. • Velar porque el diseño, ingeniería, construcción, operación y mantenimiento de equipos e instalaciones al servicio de la empresa cumplan con las normas, procedimientos y especificaciones de seguridad aceptados generalmente. • Establecer programas de mantenimiento periódico, predictivo y preventivo de maquinaria, equipos e instalaciones. • Facilitar la práctica de inspecciones e investigaciones que sobre condiciones de salud ocupacional, realicen las autoridades competentes. • Difundir y apoyar el cumplimiento de las políticas de seguridad de la empresa mediante programas de capacitación, para prevenir, eliminar, reducir y controlar los riesgos inherentes a sus actividades dentro y fuera del trabajo. • Suministrar a los trabajadores los elementos de protección personal necesarios y adecuados según el riesgo que se vaya a proteger, y de acuerdo con recomendaciones de seguridad ocupacional. • Realizar sus tareas observando el mayor cuidado para que sus operaciones no se traduzcan en actos inseguros para sí mismo o para sus compañeros, equipos, procesos, instalaciones y ambiente, cumpliendo las normas establecidas. • Vigilar cuidadosamente el comportamiento de la maquinaria y equipos a su cargo, a fin de detectar cualquier riesgo el cual será comunicado oportunamente a su jefe inmediato para que se proceda a corregir cualquier falla humana, física o mecánica o riesgos del ambiente que se presenten en la realización del trabajo. 173
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• Abstenerse de operar máquinas o equipos que no hayan sido asignados para el desempeño de su labor, ni permitir que personal no autorizado maneje los equipos a su cargo. • Utilizar y mantener adecuadamente los elementos de trabajo, los dispositivos de seguridad y los equipos de protección personal que la empresa suministra, y conservar el orden y aseo en los lugares de trabajo y servicios. • Colaborar y participar activamente en los programas de prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales programadas por la empresa, o con la autorización de ésta. • Informar oportunamente la ejecución de procedimientos y operaciones que violen las normas de seguridad y que atenten contra la integridad de quien los ejecuta, sus compañeros de trabajo y bienes de la empresa. Dentro del plan de contingencias en la industria de la construcción y similares es fundamental un adecuado y bien preparado sistema de evacuación que debe contemplar, por lo menos: • Identificar las rutas de evacuación, que deben ir siendo actualizadas de acuerdo al desarrollo y modificaciones en la obra. • Verificar la veracidad de la alarma, que debe ser única y diferente a cualquier otro sonido dentro de la construcción. • Determinar el número de personas presentes en el sitio de la emergencia, que es variable según el estado y avance de la misma. • Establecer e informar la prioridad de evacuación de acuerdo con la magnitud del riesgo. • Iniciar simultáneamente a la evacuación las labores de control. • Auxiliar oportunamente a quien lo requiera. • Buscar vías alternas en caso que la vía de evacuación se encuentre bloqueada. • Establecer canales de comunicación tanto interna como externamente, con las autoridades y con otras comunidades. • Tomar medidas tendientes a evitar o disminuir el riesgo en otras áreas. • Poner en marcha medidas para la seguridad de bienes, valores, información, equipos y vehículos. • Verificar el número de personas evacuadas. • Elaborar el informe e investigación de las acciones y las causas inmediatas y básicas de los hechos • Hacer seguimiento al cumplimiento de las recomendaciones dadas. • En relación con lesionados y heridos resultantes de los hechos ocurridos, debemos: • Evacuar a las víctimas del área de emergencia hacia el sitio dispuesto y equipado para la prestación de los primeros auxilios. • Evaluar la magnitud del accidente, en caso de lesiones menores prestar los primeros auxilios en el lugar, de lo contrario trasladar al paciente a un centro hospitalario para que reciba tratamiento adecuado. 174
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En caso de derrame de productos que puedan generar incendio, explosión o contaminación, se deben tomar las siguientes acciones inmediatas y básicas mínimas a saber: • • • • • • • • • •
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La primera persona que observe el derrame deberá dar la voz de alarma. Detener las actividades en ejecución en las áreas de riesgo. Aislar y controlar la fuente del derrame. Consultar en las Hojas de Seguridad del producto, MSDS, derramado y las recomendaciones sobre protección personal y manejo del producto. Realizar labores de recolección del producto derramado. Ordenar suspender inmediatamente el flujo del producto. Eliminar mientras persista el derrame, las fuentes de ignición en el área. Interrumpir el flujo de vehículos en el área y no permitir encender los motores. Ubicar extintores y elementos de control y extinción cerca del área del derrame. Tratar que el producto derramado quede confinado dentro del área en donde se presentó el derrame, construyendo diques de arena o tierra, para evitar que el producto derramado fluya hacia otras zonas o penetre en las alcantarillas o ductos de servicios públicos. Llamar a los bomberos, la policía, el ejército, la defensa civil, la cruz roja y los entes de la comunidad establecidos, según en nivel de riesgo o la situación de emergencia que se presenta y si no se puede controlar la emergencia con los medios existentes. Alertar a los vecinos sobre el riesgo y la situación de emergencia, especialmente si existen sótanos donde se puedan acumular gases, es inminente un escape de aguas no normal o se presenta riesgo de electrocutamiento entre otros casos. Reanudar las operaciones normales en el frente de obra, solamente cuando el área esté libre de riesgos inminentes.
En caso de situaciones críticas por explosión o incendio: • Cerrar o detener la operación en proceso. • Iniciar el control básico con los extintores y elementos de protección contra incendios dispuestos en el área. • Activar el plan de contingencias. • Solicitar ayuda a los entes especializados de la comunidad como bomberos, Defensa Civil y otros. • Evacuar y prestar primeros auxilios a los lesionados. • Investigar los hechos, presentar informaciones y recomendaciones y hacerle seguimiento a su cumplimiento. • Reactivar las labores luego de estabilizada la situación.
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Los contratistas deberán dotar al personal de los elementos de protección personal adecuados tanto para la operación normal como para las acciones en caso de emergencia, y disponer de los equipos básicos necesarios y suficientes para el control de una emergencia. Entre ellos y como mínimo, elementos de protección personal adecuados al riesgo y de forma ergonómica, extintores, equipos de sistema auto contenido, elementos para acciones de primeros auxilios y las herramientas y maquinarias adecuadas para salvamento según la actividad del contrato o labor que se realiza. El tamaño y tipo en que se puede presentar una emergencia hace necesario contar con una organización de respuesta y acciones del plan de contingencias para actuar de acuerdo con el nivel de gravedad y características de la emergencia. Es decir, la acción de respuesta a una emergencia debe estar condicionada por la fase en la cual se encuentre el desarrollo del contrato en referencia, y por lo tanto cada una de ellas con sus propias características y prioridades. Si se presenta una emergencia es necesario que en forma oportuna se inicie una respuesta que utilice los recursos suficientes y adecuados a su tamaño y a los riesgos específicos, bajo unos esquemas de organización que la hagan eficiente, con el fin de minimizar las lesiones, daños y pérdidas que se puedan causar. Del personal durante una situación de emergencia Como en cualquier plan de contingencias, deben existir responsables y líderes para actuar en forma clara y eficaz en caso de una situación no deseada o una emergencia, y las funciones básicas se pueden enmarcar así: Del director del proyecto: • Liderar y mantener activo el plan de contingencias. • Mantener coordinación con los entes administrativos, y de ayuda y seguridad de la región y activar la solicitud de colaboración en caso de emergencia. • Mantener claro el estado actual del avance del proyecto. • Conocer permanentemente las actividades en ejecución. • Verificar la óptima implementación del plan de contingencias y el entrenamiento del personal para actuar en caso de emergencia. • Coordinar la consecución de recursos, equipos y personal necesario para las actividades normales y en caso de emergencia. • Autorizar los gastos que impliquen las operaciones. • Adelantar la investigación de los hechos no deseados, hacer recomendaciones y seguimiento a su cumplimiento.
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Del director de seguridad ocupacional Una de las funciones principales de este funcionario debe ser garantizar la óptima aplicación y ejecución del plan de contingencias, y además debe: • Evaluar las situaciones no deseadas o de emergencia y prestar toda la asesoría a los líderes de la acción en caso tal, de no ser él quien lidere por definición dentro del sistema organizacional. • Verificar la óptima implementación del plan de contingencias, asegurando su efectividad y formulación acorde con las exigencias del proyecto. • Mantener activos los programas de entrenamiento y capacitación de todo el personal. • Participar en la evaluación y desarrollo de los actos de control de la situación. • Mantener actualizados directorios para emergencia, contactos con asesores y soporte externo. • Actualizar la evaluación de riesgos con base en la experiencia y hechos sucedidos a otros en empresas similares. • Evaluar y revisar los informes de investigación accidentes y casi accidentes. • Administrar el plan de seguridad ocupacional y protección del ambiente dentro del contrato, y realizar inspecciones y auditorías de seguridad, salud y ambiente en todos los frentes del contrato. • Coordinar las inducciones al personal nuevo, y el entrenamiento y capacitación para todos los trabajadores y personal directivo del proyecto. • Participar en la capacitación y procesos de los permisos de trabajo. Frio, caliente, en alturas, eléctricos, para excavaciones y otros propios de los riesgos y actividades que se desarrollen dentro de la obra o construcción. • Elaborar el panorama de riesgos antes del inicio de cada actividad, y adelantar las acciones pertinentes para minimizarlos. Se deberán crear algunas de las brigadas para casos posibles de emergencia y que deben tenerse dentro de un contrato de obra construcción y según la actividad del mismo, ante todo, estarán conformadas por personal del contrato debidamente entrenado, y tendrán la función de ejecutar las acciones de manejo y control de la emergencia. Para esto se podrán conformar: • • • •
Grupo de control y extinción de incendios. Grupo de evacuación de personal tanto interno como externo. Grupo de atención para suministro de los primeros auxilios. Grupo de protección y salvamento de equipos y bienes dentro del proyecto. • Grupo de comunicaciones y relaciones públicas.
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Las brigadas anteriores o grupos de apoyo se conformarán con personal capacitado, y las funciones podrán adaptarse de las citadas en otros planes de contingencias, según la actividad, los riesgos, el avance de las obras y el personal que esté vinculado al proyecto. Ejemplos sobre accidentes en construcción: 1981. Un 17 de julio y cuando se construía el edificio para el hotel Hyatt en Kansas City, fallaron los cálculos de unos perfiles y fallecieron 114 personas, quedando además, más de 200 heridos. 2011. El 27 de enero 10 trabajadores fallecen al caer una plataforma en la construcción de un edificio en la ciudad de Makati en Filipinas. Lo anterior cuando colocaban los vidrios de las ventanas. 2012. El 16 de marzo un alud de tierra producido en la construcción de un edificio en Bucaramanga dejó 8 víctimas mortales. 2012. En Corrientes Argentina se desplomó el séptimo piso de un edificio en construcción el 22 de marzo, quedaron 8 muertos y 4 heridos, la obra había sido paralizada por la autoridad ante una inspección por fallas conocidas. 2013. El primer día del año cinco trabjadores murieron y 18 quedaron heridos al desplomarse una plataforma de hormigón en Shanghai. 2013. El 26 de enero por lo menos 10 personas fallecieron en un incendio que se presentó en un edificio en construcción al suroeste de Moscú. al parecer los obreros dormían dentro de la obra. 2013. El 3 de abril se incendió un edificio en construcción de 40 pisos de altura en Grozni capital de Chechenia, no hubo víctimas, se evacuaron más de 30 personas pero el edificio sin ocupar sufrió pérdidas en toda su estructura. 2013. El 14 de mayo se desplomó un edificio en Ruanda dejando al menos 4 víctimas. Las obras iban en un avance de cuatro pisos. 2013. El 24 de mayo 3 obreros que pintaban un edificio quedaron colgando al fallarles los andamios que utilizaban en el piso 13 de un edificio en Manga, Cartagena, Colombia. 2013. El 24 de mayo en un edificio en construcción en China 19 personas murieron al caer un ascensor desde el piso 30.
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Guía para elaborar planes de contingencias En todas las actividades de una organización cualquiera que ella sea, se pueden presentar situaciones que la afecten en su normal actuar y su desarrollo. Estas pueden tener diferentes orígenes según las actividades, los riesgos propios de su gestión, el momento, las personas que pueden ser afectadas, el tamaño y las características físicas, además de los aspectos económicos y sociales, y generalmente se pueden clasificar como: • Naturales. Vendavales, inundaciones, sismos, tormentas eléctricas, huracanes, terremotos, temblores, y tornados, entre otros. • Tecnológicas. Explosiones, derrames de productos, fallas eléctricas, fallas de diseño y operaciones, contaminaciones y fallas estructurales, entre otros. • Socioculturales. Conglomerados humanos, atentados, vandalismo, terrorismos, amenazas del ambiente, paros y huelgas entre otras acciones. La clasificación anterior, ya hecha en otros apartes de este libro, es una base o muestra de la variedad de emergencias que en cualquier momento pueden afectar de manera individual o colectiva, y con diversos resultados, como lesiones o muertes, daño a bienes, afectación al ambiente, el funcionamiento, los procesos y actividades generales desde y hacia la comunidad y pérdidas económicas, entre otros. Según la organización y los planes de contingencias que tengamos activos y actualizados, podremos enfrentar y salir adelante frente a las diferentes emergencias y sus consecuencias, o por el contrario enfrentar desastres, quiebras y pérdidas totales de personas, bienes o referentes al ambiente y las comunidades.
Capítulo
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Este capítulo es una guía para elaborar planes de contingencias, para apoyar a los líderes y responsables dentro de las organizaciones de la implementación de estos planes, y consideramos que es una herramienta de apoyo a todas las áreas de la organización, con el ánimo de tener los mejores resultados, que se conozcan y apliquen las acciones necesarias para minimizar los riesgos y para reducir las pérdidas que pueda causar una emergencia o situación crítica. Es básico tener claro cuáles son los objetivos para alcanzar con el plan en preparación, y considerar que es el adecuado a nuestro medio, nuestra gente, nuestros riesgos, el ambiente, la comunidad circundante y otros aspectos que saldrán del análisis de cada caso en particular, y por eso creemos necesario: • Identificar y evaluar los riesgos que puedan generar situaciones críticas y de emergencias dentro y fuera de la organización. • Medir y valorar el grado de riesgo y vulnerabilidad de las posibles amenazas. • Establecer medidas preventivas y de protección para los riesgos que se han identificado. • Organizar los recursos existentes dentro de la organización tanto humanos como físicos y económicos, para enfrenar cualesquiera situaciones. • Preparar los programas de capacitación y entrenamiento adecuados a los riesgos y las diferentes situaciones y hechos que se puedan presentar. • Garantizar la continuidad de las operaciones y servicios hacia y desde la comunidad en la que nos desarrollamos. • Establecer las mejores ayudas mutuas con la comunidad para recibir respuesta adecuada ante las emergencias. • Organizar planes de análisis e investigación detallada de los accidentes y situaciones de emergencias que se puedan presentar dentro de nuestra organización, o en la comunidad que nos rodea. Ante todo, debemos definir las características del plan de contingencias teniendo en cuenta los riesgos, las personas, los equipos, los sistemas, el ambiente y los efectos que un accidente pueda generar en ellos, tanto social como operativa y económicamente. Es indispensable conocer la legislación y normalización estatal, nacional y las locales, cuáles son nuestros derechos y nuestras obligaciones y si existen planes de ayudas mutuas y cómo nos integramos con ellos. Dependiendo de cada actividad se deben describir los procesos productivos de la organización, los mapas de procesos, las cargas combustibles, y los riesgos de toda clase, con el fin de determinar los que nos involucran dentro de ellos y en todas las actividades.
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Es esencial tener claro y actualizado día a día el número de personas que en forma normal ocupan las instalaciones, como trabajadores, contratistas, visitantes y clientes y tener en cuenta sus características: por sexo, edad, limitaciones de cualquier tipo, enfermedades y limitantes operativas. Es necesario poder describir en forma lo más detallada posible las instalaciones, y evaluar las características propias de las edificaciones, como la red eléctrica, los sistemas de ventilación, ascensores, sótanos, red hidráulica, transformadores y plantas eléctricas, escaleras, zonas de parqueo y otros servicios; en forma muy especial debemos especificar los sistemas de protección, tales como sistemas y equipos contra incendios y primeros auxilios y vías de acceso y evacuación. Cuando nos hayamos integrado al sistema de ayudas mutuas local o regional debemos conocer qué facilidades se tienen y con qué facilidades podemos aportar, y finalmente conocer las ayudas externas de bomberos, defensa civil, sistemas de salud, hospitales y clínicas, de las ayudas de seguridad del estado, como la policía, el ejército y las entidades de tránsito, entre otras. Debemos medir en forma clara y completa, los hechos haciendo análisis y evaluación de riesgos y estimar la probabilidad de que ocurra un evento no deseado con una determinada severidad, o con consecuencias en la seguridad, la salud, el ambiente y el bienestar público; para el efecto recordemos la utilidad de la norma GTC 45 del Icontec. El plan de contingencias nos debe permitir prevenir y mitigar los riesgos, atender los eventos con la suficiente eficacia, minimizar los daños a la comunidad y al ambiente y recuperar la situación normal en el menor tiempo posible. En una adecuada evaluación debemos considerar la naturaleza de los riesgos, las facilidades de acceso y evacuación, y las características de la población expuesta tanto interna como externa, para de esta manera definir medidas que permitan minimizar los impactos que se puedan generar. Entre los factores fundamentales en el desarrollo de un plan de contingencias podemos citar: • Identificar y analizar los diferentes factores de riesgo que involucren los potenciales que puedan afectar las condiciones socio ambientales de la organización. • Establecer, con base en el análisis de los riesgos y sus resultados, las bases para la preparación del plan de contingencias y sus anexidades. Existen muchas metodologías para adelantar los análisis de riesgos; en cada caso la más apropiada dependerá de las políticas de la organización, de las características operacionales, de las comunidades internas y externas, de las políticas 181
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normas y reglamentaciones regionales, de la disponibilidad de información y del nivel de detalle que se desee alcanzar. Un primer paso en el análisis de los riesgos es la identificación de actividades o amenazas que impliquen riesgos durante las actividades de la organización, y se puede definir como una condición derivada de la posible ocurrencia de un fenómeno de origen natural, social, o del medio, que puede causar daño a la población y sus bienes, la infraestructura, el ambiente y la economía. Dentro del análisis de los riesgos es importante la estimación de las probabilidades de ocurrencia de los posibles accidentes y situaciones no deseadas, y tener datos estadísticos para complementar el análisis de riesgos. Normalmente se analizan y consultan datos propios de la región, de empresas y entidades que adelanten iguales o similares actividades a las nuestras, y las nacionales e internacionales con objetivos similares para determinar la probabilidad de ocurrencia de accidentes. La vulnerabilidad es una característica propia de grupos expuestos a una amenaza, y está relacionada con su conformación física, económica, política o social, y la capacidad para anticipar, resistir o recuperarse de los daños sufridos cuando se tenga una emergencia. La severidad es la resultante de medir las consecuencias de un evento que se evalúa sobre los factores de vulnerabilidad, y se puede calificar dentro de una escala estableciendo diferentes niveles. Los factores de vulnerabilidad dentro de un análisis de riesgos permiten determinar cuáles son los efectos negativos que sobre una situación y sus posibles impactos se pueden tener, y éstos usualmente son: • Las personas, su número y clase de afectados, los empleados, el personal que participa en las emergencia, la comunidad vinculada en una u otra forma, el tipo y la gravedad de las lesiones. • El ambiente, teniendo en cuenta los impactos sobre él en las aguas, la fauna, la flora, el aire, los suelos y las comunidades. • Los bienes y recursos que tienen que ver con instalaciones, equipos, productos, valor de las operaciones, indemnizaciones, puesta en marcha nuevamente de la organización o sistema y después de la situación no deseada. • La imagen ante la comunidad en general, los clientes, proveedores, entes del estado, el nivel de deterioro de la imagen corporativa como consecuencia de los eventos, la pérdida de mercados y de clientes actuales y previstos.
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Los riesgos pueden definirse como posibles daños reales que sobre la población, los bienes, la infraestructura, el ambiente y la economía puedan causarse por la ocurrencia de accidentes de cualquier clase, y generalmente estos se clasifican como: Riesgo bajo. Significa que los hechos no representan una amenaza significativa, y por lo tanto no requiere de un plan especial, pero sí una coordinación con los miembros de la comunidad interna y externa. Riesgo medio. Aquel en el que se deben implementar medidas para el control y nivel de planificación, y en el que un buen criterio general es suficiente para tomar todas las medidas preventivas correspondientes e implementar planes de contingencias básicos y coordinados con los entes de las ayudas mutuas y regionales. Riesgo alto. Representa una amenaza significativa y que requiere la adopción de acciones importantes, permanentes e inmediatas en la gestión de los riesgos. En este caso se deben implementar todos los planes de contingencias locales, regionales y de carácter nacional en forma integrada. Los resultados del análisis de riesgos permiten determinar todas las situaciones en las que se deben priorizar las acciones, y desarrollar planes con eficacia y respecto a las diferentes vulnerabilidades, y todas las posibles medidas que deben ser implementadas de acuerdo con los niveles de planificación serán incluidas dentro del plan de contingencias. Dentro del plan de contingencias es necesario asignar funciones, responsabilidad y autoridad para tomar decisiones y ejecutar acciones que impliquen el control de una emergencia o situación no deseada y un esquema adecuado a la organización, dependiendo del análisis de riesgos y la información sobre los mismos, el número de personas disponibles y la complejidad que cada caso tenga. Todo plan de contingencias debe estar soportado con base en planos que requieren estar actualizados, y contener toda la información necesaria. Estos planos deben ser conocidos y actualizados y ser entendidos por las entidades del lugar, las cabezas visibles de los planes de ayuda mutua y los cuerpos de soporte, como los bomberos por ejemplo, y cubrir por lo menos: • Número de ocupantes por cada área de proceso, servicio, residencia o trabajo. • Rutas de acceso y evacuación. • Cantidad y ubicación de salidas y entradas y otras vías alternas. • Zonas de seguridad y parqueo para situaciones de emergencia. • Identificación de las zonas, equipos y sistemas que puedan generar alto riesgo. 183
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• Ubicación de luces y alumbrados para casos de emergencia. • Ubicación de tomas de agua internas y para los bomberos, su capacidad presión y tipo de rosca. • Identificación de procesos de llama abierta o generación de calor como quemadores, calentadores, calderas, hornos y otros. • Localización, capacidad y características de los equipos contra incendios. • Áreas de acceso de público o clientes y atención a externos. • Localización de transformadores, tableros, sistemas de control y corte eléctrico. • Localización y características básicas de gasoductos, poliductos y oleoductos entre otros sistema que puedan llegar a generar riesgos o estar involucrados dentro de la emergencia posible. • Almacenamientos de productos inflamables, combustibles, tóxicos, corrosivos, etc. • Sistemas de bloqueo parcial o total de las operaciones. • Cualquier otra facilidad, ayuda o riesgo fundamental que sea de interés conocer en caso de una emergencia. Cuando se efectúen cambios de diseño o distribución éstos deben ser reportados inmediatamente al Cuerpo de Bomberos y a los demás entes involucrados en los planes de nuestra organización, de la región o localidad, e indicados en los planos para tal efecto. Debemos considerar de una importancia fundamental la valoración relacionada con los riesgos para la vida de las personas, y cuando elaboramos un plan de contingencias tenemos que considerar los riesgos que pueden afectar la vida humana, a saber: • ¿Cuál es la distribución de todas las instalaciones y planta física? • ¿Qué tipo de materiales de construcción son utilizados? • ¿Cuál es la resistencia al fuego de los materiales y sistemas y qué tipo de gases o líquidos puede generar su explosión o combustión? • Si tenemos acabados, muebles y accesorios, ¿qué tipo de riesgos generan en presencia de un incendio al igual que los techos, pisos y alfombras, entre otros? • ¿Cuáles son las jornadas de trabajo, qué días, cuántas personas por período? • ¿Cuáles las horas de acceso de visitantes y su número aproximado? • ¿Cuáles son las labores de mayor riesgo en la organización? Es de vital importancia conocer la distancia y el tiempo que pueden demorar las ayudas externas, para definir estrategias y procedimientos durante una emergencia, además de tener claro con qué equipos podemos contar. En algunos casos es importante definir las áreas o secciones de mayor valor de la empresa, ya sea por su proceso, maquinaria, equipos u otros, con el fin de evitar al máximo pérdidas muy cuantiosas a la organización.
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Una vez se haya hecho la evaluación anterior, que también puede servir como guía para cualquier plan de contingencias de los analizados en este libro, se debe tomar toda la información generada, evaluar y estudiar para la elaboración del plan de contingencias que sea más eficaz para la organización y sus necesidades, y tener en cuenta: • Análisis y valoración de los resultados y conclusiones de la evaluación de los riesgos. • Localización de la organización dentro del medio físico. • Organización y dirección jerarquía y responsabilidades dentro del plan que debe estar de acuerdo con las necesidades y principios de la entidad o localidad. • Cualidades, características y funciones de los directores y coordinadores generales. • Respaldo total de la administración superior de acuerdo con su responsabilidad. • Un liderazgo positivo y excelente don de mando y de coordinación dentro de los integrantes. • Entrenamiento y capacitación para desarrollar procedimientos para casos de emergencia. • Conocimiento de la organización en sus aspectos físico y humano. • Conocimiento claro y amplio de los planes de contingencias y el medio circundante. • Conocimiento y entrenamiento de los planes de ayudas mutuas. • Otras que se consideren necesarias. En toda organización debe estar establecido un grupo o comité de trabajo especialmente entrenado para que ejerza las labores de dirección y control de una emergencia, es conveniente que esté constituido por un grupo de individuos que represente cada sección, área o actividad de la empresa u organización y el cual tiene por objeto darle recomendaciones y observaciones al coordinador general durante la emergencia, todo con el fin de que se tomen las mejores decisiones, porque es en conjunto en donde se pueden valorar y diseñar en forma óptima los diferentes planes y estrategias para actuar en el momento de una emergencia en forma más eficaz. Para cada tipo de organización, operación, proceso, riesgo, debe crearse una o varias brigadas de control, teniendo en cuenta el tamaño, los materiales, materias primas, procesos, y distancia de centros urbanos entre otros, cada una de estas brigadas requerirán unas características especiales.
Las brigadas Existen varias clases de brigadas, pero podemos proponer las siguientes:
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• Brigadas múltiples: en las que los miembros tienen conocimientos y capacitación general. • Brigadas especiales: las que organizan por grupos para cada disciplina o tipo de riesgo. Entre las brigadas especiales, se pueden tener las siguientes: • Brigadas para atención de incendios y explosiones Son las que deben controlar las posibles situaciones de incendios o minimizarlas hasta que llegue ayuda exterior. Además deben revisar el estado del equipo contra incendios de la institución, y programar prácticas para el uso e inspección de cada equipo según las normas. Deben colaborar con la implantación de medidas preventivas para casos de incendio, y es importantísimo que utilizando su capacitación cada miembro de brigada, en todo momento y en todas sus actividades dentro de la organización, tenga presente en su mente el control y eliminación de riesgos en este caso específico de incendio y explosión. • Brigadas para evacuación Son aquellas que deben controlar que el plan de evacuación se lleve a cabo según lo establecido, y participan en el desalojo y evacuación del personal y particulares ambulatorios, manteniendo una capacitación permanente sobre la actividad y teniendo siempre presentes las inspecciones de las áreas de acceso y evacuación de las instalaciones. • Brigadas para rescate Su misión principal es buscar y extraer a todas aquellas posibles víctimas del evento tratando de no causarles más lesiones de las que ya presenten. Dentro de la brigada de rescate se debe contar con personal capacitado para desconectar todos los dispositivos eléctricos y otros que pueden llegar a generar crisis o situaciones mayores que la que se controla. • Brigadas para primeros auxilios Son las que deben dar los cuidados básicos, de acuerdo con su nivel de capacitación. Deben ser capacitadas y entrenadas por personas u organizaciones autorizadas y conocedoras de los riesgos y toxicidad de los elementos y materiales dentro de la organización, y estar atentos al mejor estado posible y la adecuada dotación de los botiquines para primeros auxilios y otros elementos de esta especialidad.
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• Brigadas para vigilancia Son las que deben realizar las evaluaciones periódicas de las medidas preventivas tomadas en la empresa, y en el momento de la evacuación, su misión es controlar que no ingresen personas no autorizadas o ajenas a la organización y facilitar el acceso de las ayudas. • Brigadas para transporte Tienen la función básica de coordinar el traslado y transporte de las personas evacuadas o del personal de las brigadas, además de los materiales necesarios para la extinción del fuego y el salvamento de materiales entre otras actividades. • Brigadas para información y relaciones con las comunidades Se encargan estas de hacer el conteo de los evacuados, dirigir a los bomberos y otras ayudas a la escena de los hechos y suministrar toda la información necesaria según las características de la empresa, además de encargarse del manejo de los miembros de la prensa, ubicándolos en lugares estratégicos y sin riesgo, presentándoles a las autoridades y los medios de comunicación la información autorizada por el puesto de mando. Deben también encargarse de recopilar y administrar toda la información necesaria sobre la situación de la emergencia y que posteriormente servirá para tomar acciones correctivas y preventivas, y analizar las causas inmediatas y básicas del accidente.
Inventarios y recursos En cuanto a equipos y ayudas propias para los casos de emergencia es importante tener en cuenta la empresa, los riesgos, los costos, las ayudas mutuas y las de los entes de la comunidad que nos rodea, y tener por lo menos: • Equipo contra incendios: extintores y sistemas fijos de extinción, fuentes de captación de agua con acceso a bomberos, mangueras y otros de acuerdo con los riesgos. Debemos tener en cuenta que no es lo mismo la dotación requerida para una empresa manufacturera de cementos, que la necesaria para una planta petroquímica por ejemplo, y que tampoco es lo mismo lo requerido para atender una situación de emergencia dentro de una ciudad, que una que suceda en un retirado campo petrolero en las selvas o plataformas marinas. • Equipos para salvamento de personas, la protección del ambiente, de los bienes, y de protección de áreas especiales de operación.
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• Equipos de primeros auxilios y rescate adecuados a los riesgos, las personas y los entes de la comunidad tanto en calidad como en cantidad. • Equipos de control de acceso a alrededores de la zona en emergencia y de evacuación y vigilancia. • Equipos para comunicaciones tanto internas como externas. • Cualquier otro equipo o elementos que se requieran de acuerdo con el análisis de los riesgos y según las necesidades de la empresa. Cuando la situación regrese a la normalidad, y para evitar pérdidas mayores, se requiere un esquema de trabajo y equipos multifuncionales para rehabilitar la empresa y así continuar su proceso normal, para tal efecto es necesario: • Conocer los materiales que sí se pueden utilizar para la rehabilitación y recuperación. • Definir los grupos de trabajo con todos los participantes para este proceso y sus acciones. • Establecer las herramientas que están disponibles en la empresa y que se utilizarán para el proceso de rehabilitación. • Establecer qué funciones o trabajos de rehabilitación no se pueden realizar por la misma empresa, y prever el costo de la contratación externa. • Ser conscientes de que el ámbito de acción de cada estrategia o plan debe ser acorde con las necesidades físicas y económicas de la empresa. • Evaluar cada uno de los riesgos detectados, y los posibles daños que pueden sufrir las personas, los bienes materiales, los procesos productivos y operacionales, el ambiente circundante y el ámbito de influencia, entre otros. • Normalizar las relaciones con la comunidad y reactivar la imagen institucional de la organización.
Los simulacros En la elaboración y divulgación general del plan, debemos considerar la formación del personal y la realización de simulacros, así como su actualización y el análisis de los resultados cuando estos se adelanten. El responsable de la implantación del plan es el titular de esta actividad, y en el plan deben participar el personal directivo, el técnico, los mandos medios y todos los trabajadores, lo mismo que las ayudas mutuas y los entes colaboradores de ayudas de la comunidad. Las instalaciones del sistema deben ser sometidas a revisiones periódicas, de acuerdo con lo dispuesto en la legislación vigente y de conformidad con las indicaciones particulares indicadas por el fabricante o instalador, y se deben establecer periódicamente programas de mantenimiento preventivo o mejor predictivo según los proveedores y que debe ser parte integral del plan de contingencias.
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Es imprescindible efectuar reuniones periódicas informativas y de capacitación y entrenamiento para todo el personal, en las que se explique el plan y se active, entregando material didáctico y ejemplares con sus aspectos fundamentales. Las brigadas dentro del plan deben ser adiestradas en el manejo de los medios y acciones de protección, mediante cursos de formación y capacitación que se deben programar de acuerdo con los riesgos y las políticas de la organización. Los simulacros han de efectuarse según los riesgos, políticas y ayudas externas que se pueden recibir, y siempre, luego de hacerlos, se harán análisis y observaciones con las conclusiones precisas y encaminadas a lograr una mayor efectividad, mejoras del plan, cambio de conducta de todos los participantes y un análisis como retroalimentación del evento.
Informe e investigación de los hechos no deseados En caso de emergencia se deben investigar las posibles causas inmediatas y básicas, su origen, propagación y consecuencias, analizando el comportamiento de las personas y las brigadas en la emergencia, y las medidas correctivas necesarias. Es fundamental que dentro de la organización exista un grupo de personas que estudie y evalúe los resultados del informe e investigación de los hechos generadores de las emergencias, y que dé las recomendaciones y acciones que se adelantarán. Para cada uno de los riesgos detectados y en función de la gravedad, se debe efectuar un listado exhaustivo de todas las actuaciones que puedan ser necesarias para cada tipo de situación. También es fundamental que exista un grupo de especialistas y miembros de la alta dirección de la organización que haga seguimiento al cumplimiento de las recomendaciones dadas después de la investigación de las causas inmediatas y básicas de los hechos no deseados, y que se generaron. Recordemos que las causas inmediatas son aquellas que se pueden observar a simple vista o cuya acción y fuente es fácilmente encontrada, y que las causas básicas son aquellas que llamamos de fondo y que en otras palabras no son fáciles de encontrar o que para hallarlas hay que adelantar una profunda investigación de los hechos. También, que si no encontramos las causas básicas y no eliminamos su fuente, lo más seguro es que la emergencia o daño se volverá a presentar.
Los líderes del plan de contingencias Plan de contingencias que no tenga un excelente líder está llamado a desaparecer o a fracasar. 189
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Muchas y de carácter muy variado son las responsabilidades y los requisitos que debe seguir y tener el líder de un plan de contingencias, pero podemos cifrar algunos de ellos: • Ser ante todo un líder natural y con el total apoyo de la dirección de la organización. • Capacitarse permanentemente sobre los riesgos en la organización y los métodos modernos y actualizados del control y eliminación de las condiciones inseguras. • Brindar información a la comunidad interna y externa de la organización sobre la atención de emergencias y mantener con ella las mejores relaciones. • Realizar análisis permanentes de los riesgos dentro de la organización. • Establecer jornadas de capacitación y entrenamiento programados y hacer cumplir las horas, días y lugares a realizarlos. • Realizar acciones de intervención y mitigación sobre los riesgos identificados. • Desarrollar ejercicios de entrenamiento sobre simulaciones y simulacros tanto internos como de los planes de ayuda mutua y de la comunidad circundante. • Evaluar las prioridades dentro de los hechos de accidentes o emergencias. • Determinar los objetivos operacionales, desarrollar y ejecutar los planes de acción. • Administrar los recursos, suministros y servicios y mantener la coordinación general. • Auditar el resultado de las medidas de actuación previstas en el plan y evaluarlas. • Coordinar la recolección de los informes de daños y pérdidas ocasionados • Participar en el informe e investigación de los hechos y en el seguimiento del cumplimiento de las recomendaciones. • Mantener un alto nivel de motivación de los superiores, de la organización de todo el grupo empresarial y de sí mismo.
Los grupos de ayuda mutua externa Todos los días y cada vez más se establecen principios de colaboración y ayuda mutua encaminados a obtener mejores resultados con un menor esfuerzo, y aportando todos, reduciendo el esfuerzo económico individual y para el efecto los principios en los que se fundamenta el plan de ayuda mutua pueden ser: • Establecer un convenio de ayuda mutua entre las organizaciones, suscrito a nivel gerencial y como compromiso de asociación. • Delimitar los suministros, recursos y servicios que cada organización esté dispuesta a facilitar para el servicio de los demás, sin deterioro de las condiciones mismas de seguridad.
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• Determinar la compensación económica o el reintegro de los materiales o equipos consumidos, dañados o deteriorados en el control de una emergencia por una entidad en beneficio de las otras. • Analizar situación, gravedad, riesgos potenciales de activación y reactivación de la emergencia. • Planificar y coordinar las acciones de control de la emergencia. • Plantear estrategias para enfrentar las situaciones de crisis. • Coordinar la intervención de los grupos de apoyo. • Tener inventario de los recursos, suministros y servicios de ayuda disponibles. • Facilitar los recursos, suministros y servicios de ayuda mutua disponibles para las diferentes entidades y requeridos en la emergencia o situación de crisis. • Mantener activos los programas de capacitación y entrenamiento de los miembros de la organización tanto individuales e internos como los grupales, y de todos los miembros de las organizaciones firmantes del acuerdo de ayudas mutua. • Evaluar los daños producidos y levantar panoramas de la situación manteniendo colaboración entre los firmantes del plan.
La atención médica y primeros auxilios Estos son componentes indispensables en cualquier plan de contingencias y deben estar orientados a prestar a las víctimas atención pre hospitalaria en el lugar de los hechos o en situaciones críticas, y a posibilitar el trámite que así lo requiera a centros de atención especializada. En casos de emergencia este grupo opera mientras llega la ayuda institucional y sirve de apoyo a ésta cuando se haga presente en el lugar; pero será el soporte principal en los lugares retirados y autoabastecidos de estos servicios de salud, como en el caso de los campos petroleros, muchas minas y otras actividades.
Soporte técnico para casos contra incendios Este es un componente básico en prácticamente todos los planes de contingencias de cualquier clase de organización y atención de riesgos y en actividades locales, comerciales o industriales, porque no existe lugar proceso o entidad en la que de una u otra forma no exista un riesgo de incendio o explosión. Las brigadas de control y extinción del fuego, más que ninguna otra, requieren de una excelente capacitación y estar siempre muy entrenadas y equipadas, especialmente si no se cuenta con el soporte inmediato de los cuerpos de bomberos de la localidad.
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Estas brigadas deberán contar con los elementos que se requieran y de acuerdo con los riesgos existentes, tanto en calidad como en cantidad. Para tal efecto, mantendrán un mantenimiento de los equipos, elementos de protección personal y elementos para atender las emergencias tanto manuales como estacionarios y automáticos y para el control y extinción del fuego.
Las evacuaciones Esta parte del plan de contingencias se refiere a todas las acciones necesarias para detectar la presencia de un riesgo que amenace la integridad de las personas, y poder indicar la decisión de evacuar las instalaciones, facilitando el rápido traslado hasta un lugar que se considere seguro, y que esté previamente establecido. Los principales aspectos para tener en cuenta en la preparación de las evacuaciones pueden ser: • Definir la finalidad del plan de evacuación y sus alcances. • Establecer la estructura de coordinación y atención de las acciones de evacuación. • Definir los pasos que han de seguirse para hacer efectiva la evacuación. • Organizar los procedimientos de los coordinadores y los ocupantes internos y externos de la entidad, en donde se incluyan las acciones especiales antes de evacuar. • Organizar los suministros, servicios y recursos que se deben definir, los mecanismos, alertas, alarmas y notificaciones. • Establecer los puntos de encuentro y control, las rutas de evacuación, y su señalización. • Planificar las comunicaciones internas y externas. • Programar las capacitaciones sobre el plan de evacuación. • Establecer actividades de capacitación sobre simulacros, y facilidades para la evacuación. • Implementar acciones de supervisión y auditoría del plan de evacuación. • Mantener actualizado el plan, estableciendo las modificaciones a que haya lugar y que resulten como consecuencia del análisis de los resultados de los simulacros.
Las relaciones e información a externos Este punto del plan de contingencias debe tener como finalidad prioritaria el administrar, manejar y orientar la información a las autoridades, personas y los medios, antes, durante y después de la emergencia. Es de suma importancia divulgar a los familiares, y a los medios de comunicación, de una manera coordinada y oportuna, la información sobre el estado y ubicación de las personas que estén o no afectadas por los hechos, en caso de la emergencia. 192
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Es vital informar adicionalmente sobre los hechos que ocurrieron, lo que está sucediendo y las consecuencias de la situación en análisis, pero todo lo anterior bajo la dirección y las instrucciones de la alta dirección de la entidad afectada, toda vez que una comunicación inadecuada puede generar pánico y como consecuencia agravar en un momento determinado la situación. Si por ejemplo en el caso de Bhopal en la India y que ya comentamos, se hubiesen efectuado simulacros con la participación de la comunidad y hubiera brindado una rápida y clara información, seguramente no se hubiera presentado la cantidad de víctimas, y las consecuencias sobre la empresa hubieren sido diferentes, sin llegar a la quiebra total de una de las más grandes organizaciones empresariales de ese tiempo a nivel mundial.
Los suministros, servicios y recursos Es fundamental antes, en y después de la situación crítica mantener una adecuada dotación de elementos básicos para atender la situación en y después de los sucesos y realizar inventarios de los suministros, servicios y recursos existentes en la entidad para el control de las emergencias según la identificación y priorización de las necesidades en la ejecución de planes de contingencias. Los suministros son elementos tales como materiales y equipos utilizados para atender los desastres, emergencias y necesidades de la población afectada, y todos aquellos requerimientos vitales para la óptima respuesta a una emergencia, como son: • Recursos financieros. Aquellos requeridos para cubrir las necesidades ante los hechos no deseados o emergencias y para los momentos y días siguientes. • Recursos técnicos. Todo el equipamiento, instalaciones y facilidades necesarios para enfrentar las emergencias. • Recursos humanos. El personal para atender la emergencia debidamente entrenado, organizado y dotado, y el necesario para los hechos posteriores al momento de crisis. Las más de las veces no se tiene en cuenta que las personas, dentro y fuera de la organización y cuando una emergencia tiene larga duración, requieren dotación adicional en su equipamiento, que necesitan comer y tomar líquidos, y especialmente descansar y es importante tener esto programado dentro de la situación para emergencias. Hay que tener claro que entre menos recursos a nivel interno se tengan, la vulnerabilidad es mayor, y por lo tanto se debe disponer de los recursos y equipos que sean necesarios para enfrentar las emergencias, y así mejorar su autosuficiencia y capacidad de reacción.
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Es importante la coordinación con los elementos externos y sus recursos para facilitar las acciones de control de las emergencias con entidades como las que ya varias veces hemos enumerado dentro de esta obra, y todas aquellas que según nuestros riesgos podamos requerir en algunas situaciones, muchas empresas necesitan ayudas externas para algunas emergencias. Véase en el año 2011 el caso del derrame de petróleo en el golfo de México, donde participaron activamente gobiernos y entidades de todas las partes del mundo, no sólo con equipos y personal, sino en estudios de nuevas tecnologías para tratar de controlar la emergencia que alcanzó nivel y características catastróficas mundiales.
Los análisis de las amenazas Una amenaza es aquella condición latente derivada de la posible ocurrencia de un fenómeno físico de origen natural, social o humano, que puede causar daño a la población y sus bienes, la infraestructura, el ambiente y la economía; son riesgos internos y externos. A continuación damos ejemplos de los tipos de fenómenos que se pueden convertir en amenaza. • • • • • • • • • • • •
Movimientos sísmicos. Inundación y lluvias torrenciales. Granizadas. Vientos fuertes y tornados. Otros, dependiendo de la geografía y el clima. Incendios y explosiones. Fugas y derrames. Fallas estructurales en equipos y sistemas. Intoxicaciones y acciones en el organismo de las personas. Trabajos de alto riesgo en los procesos internos. Riesgos externos tanto de vecinos como del ambiente. Hurto, robos, asaltos, secuestros, asonadas y terrorismo.
Los fenómenos y situaciones anteriores pueden o no suceder, pero debemos estar preparados para los sucesos y para atender en forma oportuna las reacciones de las personas, la acción ante el ambiente y a las instalaciones Es básico tener claro cómo estamos en cuanto a: • ¿Existe una política general ante los riesgos donde se indica la prevención y preparación para afrontar una emergencia? • ¿Existen brigadas para emergencias y tienen funciones asignadas? • ¿Se promueve activamente el programa de preparación para emergencias? • ¿Se han adquirido responsabilidades específicas en caso de emergencias?
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19. Guía para elaborar planes de contingencias
• ¿Existen instrumentos y programas para realizar inspecciones a las áreas y sus condiciones inseguras? • ¿Existen métodos de capacitación y entrenamiento y folletos de difusión en temas de prevención y control de emergencias? • ¿Se tienen implementos básicos para el plan de acción de primeros auxilios si se requieren? • ¿Están divulgados el plan de contingencias y los distintos planes de acción? • ¿Existen recursos y suministros para el personal de las brigadas y del comité para casos de emergencias? • ¿Las personas han recibido capacitación en temas básicos y en general saben auto protegerse? • ¿Se cuenta con implementos básicos para el plan de acción contra incendios, tales como herramientas manuales, extintores entre otros y de acuerdo con las necesidades para la protección de las instalaciones? • ¿Los miembros de las brigadas se encuentran capacitados según los planes de acción? • ¿Se cuenta con un programa de capacitación en prevención y control de emergencias? • ¿Estamos integrados a los planes de ayudas mutuas y a los regionales y participamos activamente en todos ellos?
Los materiales, equipos e instalaciones Es básico tener claro la situación de las instalaciones, bienes y equipos; medir la capacidad y eficiencia y el nivel de riesgo que tenemos dentro de la organización y por lo tanto, debemos saber si: • Se tienen equipos para control y extinción del fuego y un programa de mantenimiento. • Se cuenta con camillas, botiquines y otros elementos de atención a personas. • El tipo de construcción es sismo resistente. • Existen puertas y muros cortafuego. • Las escaleras para emergencias se encuentran en buen estado y poseen pasamanos. • Existe más de una salida, rutas de evacuación y parqueaderos. • Están señalizadas las vías de evacuación y los equipos contra incendios. • Se cuenta con programa de mantenimiento preventivo de los equipos para atender emergencias. • Hay sistemas de alarma para incendios y escapes entre otros. • Existen sistemas automáticos de detección y control de incendios. • Se cuenta con sistema de comunicaciones internas y externas. • Se tiene una red contra incendios, hidrantes públicos y/o privados y gabinetes contra incendios. • Se cuenta con sistemas de iluminación para emergencias. 195
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• Se cuenta con adecuado suministro de energía y planta para emergencias. • Se cuenta con un buen suministro de agua en casos críticos, de tanques para agua de reserva y de un fácil medio de evacuación de las aguas utilizadas en la situación de crisis.
Las personas con discapacidad física En la vida moderna y gracias a los planes prioritariamente del estado y de varias instituciones con clara conciencia social, hoy existe una amplia población de personas con discapacidad física que laboran dentro de la organizaciones, y también personas que por uno u otro motivo pueden estar presentes en situaciones de riesgo o emergencia real; por lo tanto, dentro de la seguridad ocupacional de hoy hay una serie de recomendaciones que se deben tener en cuenta: • ¿Cómo colaborar con la población en condición de discapacidad, tales como personas con baja visión o ciegas? • ¿Cómo ayudar a individuos con diferentes grados de dificultad de movilidad, quienes caminan despacio o necesitan sillas de ruedas? • ¿Cómo ayudar y atender a personas con complicaciones auditivas y con inconvenientes temporales de salud, debido a la recuperación de serias condiciones médicas, tales como derrame cerebral o lesiones traumáticas. Una pierna fracturada, un tobillo torcido o un trasplante tienen restricciones? • ¿Cómo atender a personas con problemas respiratorios que necesitan ayuda especial o más tiempo para evacuar? • ¿Cómo actuar ante y con personas con problemas mentales en quienes pueda generarse confusión durante una emergencia o pierdan el sentido de orientación, o requieran instrucciones de emergencia básicas y puedan estar en un riesgo inminente? Es importante tener presente que las personas que ofrezcan apoyo a personas en condición de discapacidad deben atender las recomendaciones que éstas manifiesten necesitar, pues ellas son quienes mejor conocen la forma adecuada de ser atendidas. Los planes de contingencias deben contemplar procedimientos especiales para las personas en condición de discapacidad, e identificadas en el trabajo para poder coordinar las acciones que se deben desarrollar con ellas en caso de emergencia. Tengamos siempre presente que el entrenamiento y la capacitación son fundamentales y parte vital entre el éxito o el fracaso de los planes de contingencias, que finalmente con sus resultados son los que permiten que una organización o ente social permanezca o quede destruida.
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¿Qué hacer antes, durante y después de un terremoto? Guías básicas Existe una serie de consideraciones generales para tener en cuenta en caso de estar involucrados dentro de una situación de terremoto, actividad volcánica o similares y que debemos tener presentes en todo momento, porque no sabemos cuándo se presentará una acción de ese tipo. Ante todo, debemos mantener la calma, esta es la actitud más adecuada y segura, claro está que no es fácil conservarla, pero el pánico lleva a tomar decisiones de alto riesgo e inútiles tales como retornar nuevamente a las edificaciones en busca de algo, aún sabiendo que pueden ocurrir réplicas del sismo o movimiento. Hacer simulacros y ejercitar medidas preventivas, planes de contingencias y mantener permanente entrenamiento son medidas que deben estar presentes en todas las actividades, lugares y momentos. Definitivamente, Japón es el mejor ejemplo existente para casos como estos, en el mes de marzo de 2011 y como resultado de terremotos, temblores, tsunamis y maremotos, la mejor respuesta de todos los habitantes de ese país fue ante los terremotos y a pesar de que su intensidad llegó a 9.0 grados actuaron con tranquilidad y orden y es ese ejemplo de disciplina y capacitación el que debemos tratar de seguir. ¿Salgo o no salgo? Eso depende del lugar en donde se encuentre. Las salidas tienen sus riesgos, especialmente si desconocemos las vías de escape o no son seguras. Es recomendable protegerse ante todo de objetos que caen y salir de manera calmada cuando deje de temblar.
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Si estamos más arriba de un segundo piso o superior, es difícil que se logre salir a la calle o patios antes de que termine el terremoto. Es vital descartar el uso de los ascensores, porque se pueden trabar, se puede ir la electricidad y quedar atrapado en la cabina del ascensor. Otro riesgo que existe en, durante y después de un terremoto es el caos que se puede producir al desalojo del lugar en donde se pueden lesionar más personas a causa del pánico que por causa del terremoto; por eso debemos generar confianza a los demás sin exteriorizar el miedo. Por lo tanto se debe ante todo mantener la calma y serenidad ante tal situación. Es conveniente: • Realizar reuniones y planes de contingencias en los que participen toda la comunidad de los integrantes del grupo familiar, estudio, residencia o trabajo y establecer las pautas que se deben seguir, teniendo especial cuidado y atención a los niños, ancianos y a las personas con algún grado de discapacidad o impedimento. • Determinar un punto de encuentro para después de la situación vivida y que deberá ser un área segura, libre de riesgos, abierta, predeterminada y conocida por todos, y en donde se pueda verificar que todos están bien y afuera. “¿Debemos o no ubicarnos debajo del marco de una puerta?” Ante esta pregunta tradicional la tecnología moderna nos recomienda no realizar esta acción que salvó vidas en el pasado, pero está matando gente en el presente. Las edificaciones antiguas tenían sobre la puerta un tronco muy grueso llamado dintel y eso lo hacía un sitio seguro ante terremotos, aún hoy se ven ruinas de casas, en las que lo único que se sostiene en pie es el marco de la puerta, pero la mayoría de personas vive y trabaja ahora en construcciones modernas, en las que el marco es simplemente un hueco en la pared, y por lo tanto un punto vulnerable en la estructura. Por infortunio, en la mayoría de los manuales de sugerencias ante terremotos siguen insistiendo en este marco, desconociendo la evolución de las construcciones, estas hoy son de muchos pisos, y el marco no le ofrece mayor resistencia, de manera que a menos que los marcos de sus puertas estén integrados estructuralmente a la construcción, y ésta sea sismo resistente, o usted viva en una casa antigua bien mantenida, ese lugar no le da ninguna garantía. Ubicarse debajo de un mueble sólido como mesas o escritorios es una buena opción para protegerse de elementos relativamente livianos que pueden caer sobre usted, como pedazos de techo y cielo raso, lámparas, vidrios, ladrillos e infinidad de objetos que le pueden hacer daño. 198
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Es vital protegerse de vidrios, ventanas y marquesinas, techos y cielos rasos deteriorados, objetos no asegurados en su sitio, especialmente si tienen puntas, bordes cortantes o son pesados, instalaciones eléctricas, estufas encendidas, ollas calientes y evitar acercase a las edificaciones dañadas, ya que éstas pueden desplomarse y causar daño. Es recomendable que, como hábito, nos acostumbremos a observar todos los lugares en donde entramos, las rutas, los accesos, los obstáculos y la señalización de evacuación, extintores, zonas y lugares con riesgos, áreas y muebles que ofrecen seguridad, hacer un mapa mental, y visualizar acciones si hay una emergencia. En caso de sismo, terremoto o acción similar es vital seguir las instrucciones de las personas y autoridades, tales como líderes de los planes de contingencias, personal de bomberos, rescatistas, miembros de la Defensa Civil y autoridades de policía y el orden, y manteniendo la calma. Después de estabilizarse la situación y alcanzada la calma total debemos tener en cuenta realizar acciones como: • Revisar todas las tuberías y sistemas de suministro de agua, gas y energía eléctrica, para evitar cortos y fugas, escapes o explosiones. • Evitar pasar por lugares sospechosos o que se sospeche pudieron quedar inestables, teniendo en cuenta su apariencia ruinosa. • Adelantar un inventario humano para saber si salieron todas las personas ocupantes del lugar, verificando su estado físico y mental. Es fundamental recordar que las primeras labores de rescate y auxilio son lentas, por el desconcierto ante lo ocurrido y que en los centros de atención médica se concentra un sinnúmero de personas lesionadas. • Prestar los primeros auxilios a quienes los requieren, si ha recibido el entrenamiento adecuado y teniendo en cuenta hemorragias, sin tocar directamente la sangre ni los fluidos corporales. Si no es vital movilizar las personas heridas, más vale estabilizarlas en el lugar, antes de transportarlas; recordemos que es prudente esperar a personal entrenado como médico, paramédico, rescatistas, entre otros. En el caso de quedar atrapados, debemos ahorrar energías, porque se necesitarán para sobrevivir mientras existe el rescate. Si el espacio en donde quedamos confinados está oscuro y con polvo, debemos tratar de cubrir boca y nariz con algún tipo de tela, y reconocer con el tacto lo que nos rodea. En la destrucción del edificio en Bangladesh fallecieron 1.127 personas, pero una fue encontrada con vida 16 días después del accidente en abril de 2013. Lancemos señales sonoras periódicamente, con voz o golpeando rítmicamente los escombros que nos cubren. Prestemos atención a advertir si nos responden las señales desde afuera, para orientar a los rescatistas. Controlemos la respira-
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ción con un ritmo lento, profundo y sostenido. En caso necesario siempre se ha recomendado atenuar la deshidratación consumiendo la propia orina entre otros líquidos posibles si es necesario. Bajo ningún motivo es recomendable encender fósforos, generar calor o altas temperaturas y operar sistemas energizados hasta varias horas después de que hayan podido disiparse los gases de probables fugas, o hasta que haya seguridad de que no existen riesgos de incendios o explosiones. Si estamos ubicados en o cerca de ríos, quebradas, lagos o del mar, nos debemos desplazar hacia terrenos altos ante la posibilidad de un desbordamiento, roturas de muros de contención o maremotos. Debemos estar atentos a ríos y quebradas, porque el sismo puede causar un represamiento aguas arriba de donde nos encontremos, fijarnos si el cauce se reduce de manera anormal, o desaparece, y avisar a los vecinos y autoridades para que despejen las orillas, por la posibilidad de una avalancha. Si vivimos en o cerca de suelos o laderas inestables lo más recomendable es desalojar el lugar. Es fundamental y mandatorio el establecimiento de un centro de coordinación e información en un lugar estratégico para centralizar, registrar y canalizar los datos y las decisiones referentes a la comunidad. Debemos programar un sistema de información única y centralizada y evitar toda clase de rumores y alarmas que puedan generar desconcierto. El caso de Armero varias veces aquí comentado, es un ejemplo cierto, toda vez que una autoridad ordenaba la evacuación y otra desfiguraba la realidad promoviendo paz y tranquilidad, eso parece fue una de las causas de la gravedad de los hechos en la historia y el resultado de víctimas. Después de asegurarse de que nadie necesita ayuda dentro o bajo las edificaciones colapsadas, de acuerdo con el testimonio de sus ocupantes, una sana opción es marcar de forma evidente las zonas con ausencia de víctimas, fecha y hora de la marcación. Cuando hay muchos lugares por registrar en las primeras horas, esa información es muy útil para los grupos de rescate. La paciencia es punto de vida o muerte en estos casos, muchos objetivos serán difíciles o imposibles de alcanzar, tomarán tiempo o no resultarán como se deseaba. Una situación como ésta es difícil para todos, y algunos la asimilan más rápido o más despacio que otros, con diferentes niveles de desempeño, así que no gritemos ni ofendamos a quienes nos colaboran.
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Las reuniones permanentes y un nivel de mando claro y respetado son fundamentales en estos casos que como en miles de situaciones lo han sido, de años de recuperación y costos supremamente altos para las comunidades y los estados. Estos son algunos de los terremotos más graves ocurridos en el mundo en las últimas décadas:
1997. 10 de mayo. En Irán, afectó especialmente a la provincia de Jorasán y se produjeron al menos 1.560 muertos en un sismo de 7,1 grados. 1998. 18 de julio. En la costa norte de Papúa en la Nueva Guinea un maremoto, con olas de 10 metros de altura, causa al menos 3.000 muertos, unos 2.000 desaparecidos y 4.500 damnificados. Fue precedido de un sismo de 7 grados en la escala Richter. 1999. El 25 de enero. Se presentó en la zona cafetera colombiana uno de los terremotos con mayores incidencias en los tiempos modernos, quedaron parcialmente destruidos más 20 municipios incluyendo las capitales Pereira y Armenia, fallecieron más de 1185 personas, 731 quedaron desaparecidos, por lo menos 20000 fueron los heridos. Las pérdidas económicas se calcularon en más de 542.000 millones de dólares. 1999. 17 de agosto. En el noroeste de Turquía, afectó también a Estambul. El sismo de 7,4 grados cuyo epicentro se localizó en la ciudad de Izmit provocó 35.000 muertos, unos 30.000 heridos y 15.500.000 de afectados. 1999. 21 de septiembre. En Taiwán, con epicentro en Puli, centro de la isla. Más de 2.400 muertos y 9.000 heridos, en el peor sismo de la historia del país, que tuvo una intensidad 7,6 grados en la escala de Richter. 2001. 26 de enero. Unas 15.500 personas murieron en un terremoto de 6,9 grados Richter con epicentro en Bhuj, en el estado noroccidental de Gujarat en la India. 2002. 25 de marzo. Más de 700 muertos en varios sismos, con una magnitud de entre 5,9 y 6,3 grados en la escala de Richter, en la provincia norteña de Baglán en Afganistán. 2003. 26 de diciembre. Un terremoto de 6,3 grados Richter sacude la ciudad de Bam, en Irán y causa la muerte de 26.271 personas. El 70% de los edificios quedó destruido y dos tercios de los 200.000 habitantes de la localidad perdieron su hogar.
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2004. 26 de diciembre. Un sismo de 8,9 grados en la escala Richter, con epicentro en Aceh, en Sumatra, causa 229.866 muertos en doce países de Asia y África. El consiguiente maremoto barrió extensas zonas costeras en Indonesia, Tailandia y Sri Lanka. 2005. 28 de marzo. Unos mil muertos por un sismo de 8,7 grados quedan como resultante frente a la costa de la isla indonesia de Nías, al oeste de Sumatra. 2005. 8 de octubre. Más de 86.000 muertos y 40.000 heridos en un sismo de 7,6 grados Richter en Cachemira, fronteriza entre Pakistán y la India, con epicentro en la zona paquistaní. En el lado indio murieron otras 1.300 personas. 2006. 27 de mayo. Un terremoto de 6,2 grados Richter sacude el sur de la isla de Java en Indonesia y causa al menos 5.900 muertos, 20.000 heridos y deja sin hogar a más de un millón de personas. 2007. 15 de agosto. Un sismo de 8 grados en la escala Richter asola la costa de Perú, causando 513 muertos y 1.100 heridos. Las poblaciones más afectadas fueron Pisco, Ica, Chincha y Paracas. Se produjeron además y en forma siguiente más de 368 réplicas. Un total de 37.612 viviendas fueron destruidas. Como un resumen de la forma como el mundo ha sido azotado por esta clase de desastres tenemos cifras que algunos países han reportado: Indonesia, con 167.736 (130.736 muertos y 37.000 desaparecidos); Sri Lanka (35.322 muertos), la India con 18.045 (12.405 muertos y 5.640 desaparecidos, la mayoría en los archipiélagos de Andaman y Nicobar); Tailandia: 8.212 muertos. Wikipedia reporta una tabla sobre los sucesos ocurridos en Colombia a través de su historia y la presentamos dada la riqueza de su contenido:
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Que sabio es respetar y agradecer a las personas que tienen la actividad de rescatista, bien sea de los Cuerpos de Bomberos, de los entes de seguridad del Estado, de la Defensa Civil, de la Cruz Roja, o en los diferentes entes de las organizaciones empresariales o comunitarias. Son ellos los que exponen sus vidas por salvar las de los demás ciudadanos. Cada vez que veo por ejemplo esos vestidos naranja en tragedias o emergencias le doy gracias a Dios por tenerlos a ellos y porque su labor siempre sea positiva y con su vida protegida.
Procedimiento de evacuación en caso de siniestro Cuando se presenta una emergencia o situación no deseada, o un acontecimiento que ocurra sorpresivamente y que pueda poner en riesgo la vida de personas, sus bienes y el entorno de los mismos, es necesario dar aviso por medio de alarmas y proceder a evacuar las instalaciones, conservando la calma, sin gritar, ni correr, tampoco atropellando a los demás; pero sí infundiendo confianza en el medio, orientando a quienes estén involucrados en la situación y dirigiéndose a los puntos de reunión atendiendo las indicaciones de los brigadistas. Al llegar a los puntos de reunión se deben confirmar los presentes y asegurarse que todas las personas hayan salido de las instalaciones. En caso dado de que
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alguien falte, se comunicará a los líderes y brigadas para que inicien la búsqueda si ésta es posible. La brigada de comunicaciones o quien haga sus veces, dependiendo del tamaño y características de la organización, debe identificar el grado de riesgo y contactar con los cuerpos de auxilio indicados y pertinentes, tales como Bomberos, Cruz Roja y Defensa Civil, entre otras. Una vez en los puntos de reunión se darán instrucciones a los involucrados sobre la situación, suspensión de actividades o retorno al lugar habitual de vida o labor, después de haberse valorado el área de la emergencia. Como medida preventiva y dentro del plan de contingencias debe estar contemplado el realizar simulacros periódicos y programados según el criterio de los líderes de la organización, los riesgos y las facilidades externas e internas, para tener una respuesta efectiva de cada una de las partes que participan en el proceso. También se realizarán actividades para desarrollar la cultura de seguridad apoyándose en información alusiva a los procedimientos de evacuación, impartiendo cursos de primeros auxilios, manejo seguro de extintores, seguridad en el trabajo, entre otros, y que se tengan contemplados dentro del programa de capacitación de la institución. Las brigadas son los grupos de personas organizadas y capacitadas para participar activamente en casos de emergencias, y las que serán responsables de tratar de evitarlas de manera preventiva dentro de una empresa, industria o establecimiento, y su función está orientada a salvaguardar a las personas, sus bienes y el entorno de los mismos. Las brigadas se integran con personas voluntarias y que regularmente laboren en la propia instalación, se capaciten en una o varias funciones del programa interno del plan de contingencias, y que sean los responsables de realizar esas funciones de manera preventiva, o ante la eventualidad de una emergencia dentro de la organización.
Perfil básico de los brigadistas Definitivamente para mí todas las personas que participan en forma voluntaria y pensando en los demás son como ya lo dije de especial admiración y respeto; los brigadistas son unos de ellos y deben tener un perfil especial como personas y como miembros de la comunidad llámese empresa, universidad, centro comercial, conjunto residencial o cualquier otra organización humana.
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Los bomberos, miembros de la Cruz Roja, la Defensa Civil y las organizaciones y brigadas privadas o regionales merecen toda la admiración y agradecimiento por su labor encaminada a la ayuda de sus conciudadanos, el ambiente y los bienes de los demás. Ellos deben tener un perfil bien especial y dentro de él creo, algunas características pueden ser: • Tener alta vocación de servicio y actitud dinámica. Porque quienes no sientan esta vocación de servicio no tendrán el convencimiento de que ayudar a los demás es una acción que no tiene precio y que quienes la realizan tienen satisfacciones por encima de lo económico, y de los reconocimientos del momento. • Tener excelente salud física y mental, porque los brigadistas y miembros de las comunidades de ayudas mutuas y a la comunidad se exponen en la mayoría de los casos a acciones fuertes y con riesgos, y a situaciones que deben enfrentar con los cinco sentidos y conscientes de la responsabilidad social como líderes de una comunidad en un momento de riesgo, pánico y dolor en la mayoría de las situaciones. • Tener alta disposición de colaboración y sentido de participación y ayuda, porque esta es una de las principales características individuales que deben tener todos estos miembros de la sociedad en el día, la noche, en frío o calor entre otros. • Poseer don de mando y liderazgo, porque eso es lo que deben tener prioritariamente para lograr el objetivo de organizar y salvar personas y bienes, logrando el reconocimiento de la comunidad en que participan. • Estar capacitados, entrenados y con conocimientos previos, porque si no conocen los riesgos, los involucrados en la situación y las acciones ante ellos, no deben participar pues el resultado puede ser –y seguramente será, más nocivo que si no hubieran tomado parte activa en la situación crítica o emergencia. • Mantener capacidad para la toma de decisiones, porque sólo así se pueden lograr resultados siendo líderes naturales y teniendo una capacitación real y efectiva. • Tener criterio para resolver problemas, porque es de ellos, involucrados en una emergencia, de quienes se espera apoyo y soluciones, y porque sólo problemas es lo que encontrarán en esos casos. • Generar responsabilidad, iniciativa, y cordialidad, porque estas son algunas de las características sin las cuales los líderes que aquí comentamos no podrán lograr sus objetivos y los de la comunidad. • Mantener un muy alto sentido de motivación hacia su labor, porque sólo así y manteniéndose activos y reconocidos con ellos mismos, sobre la altura social y personal de su actividad en la salvaguarda de la vida de las personas, el ambiente y los bienes de los demás, harán su labor positiva.
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Tipos de brigadas Nuevamente en este libro, damos algunas sugerencias sobre las diferentes clases y tipos de brigadas que deben establecerse en cualquier organización y algunas de sus actividades y características, veamos: Como mínimo, para acciones en casos no deseados o emergencias que se pueden presentar en el normal transcurrir de cualquier organización deben existir las siguientes brigadas. • • • •
Brigada de evacuación; Brigada de primeros auxilios; Brigada de prevención y combate de incendios; Brigada de comunicación y relaciones exteriores.
Funciones y actividades básicas de las brigadas Brigadas para evacuación • Mantener un censo actualizado y permanente del personal. • Dar las señales de evacuación de las instalaciones, conforme a las instrucciones del coordinador general. • Participar y ser líderes, tanto en los ejercicios de entrenamiento para desalojos como en situaciones reales. • Guiar a las personas hacia las zonas de menor riesgo revisando que nadie se quede aislado. • Verificar de manera constante y permanente que las rutas de evacuación estén libres de obstáculos. • Indicar al personal las rutas alternas de evacuación en caso de ser necesario, y que la ruta de evacuación determinada previamente se encuentre obstruida o represente algún riesgo. • Realizar un censo de las personas al llegar al punto de reunión. • Coordinar el regreso del personal a las instalaciones en caso de simulacro o en una situación diferente a la normal, cuando ya no existan riesgos. • Participar en los programas de capacitación y entrenamiento de todos los miembros de la organización y de los miembros de las brigadas. Brigadas para primeros auxilios • Reunir a la brigada en un punto predeterminado en caso de emergencia, e instalar el puesto de socorro necesario para atender la emergencia, el siniestro o desastre. • Proporcionar los cuidados inmediatos y temporales a las víctimas de la emergencia, siniestro o desastre, a fin de mantenerlas con vida y evitarles un daño mayor, en tanto se recibe la ayuda médica especializada.
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• Entregar los lesionados a los cuerpos de auxilio, dando las instrucciones correspondientes y aplicando, cuando sea el caso y tengan la facilidad, las indicaciones de los triajes. • Realizar, una vez controlada la emergencia, el inventario de los equipos que requerirán mantenimiento y la reposición de los medicamentos utilizados. • Mantener actualizados, vigentes y en buen estado los botiquines y medicamentos. • Participar en los programas de capacitación y entrenamiento de todos los miembros de la organización y de los miembros de las brigadas. Brigadas para prevención y combate de incendios • Intervenir con los medios disponibles para tratar de evitar que se produzcan daños y pérdidas en las instalaciones como consecuencia de una amenaza de incendio. • Participar en el mantenimiento del equipo contra incendio. • Vigilar que no haya sobrecarga de líneas eléctricas, ni inadecuada de materiales inflamables. • Vigilar que el equipo contra incendios sea de fácil localización y no se encuentre obstruido o dañado. • Conocer el uso de los equipos de extinción de fuego, según cada tipo de fuego y riesgo. • Colaborar y guiar a los bomberos cuando éstos lo requieran. • Participar en los programas de capacitación y entrenamiento de todos los miembros de la organización y de los miembros de las brigadas. Brigadas para comunicación • Contar con un listado actualizado de números telefónicos de los cuerpos de auxilio en la zona. • Solicitar la ayuda de los cuerpos de auxilio, según el riesgo, la emergencia, siniestro o desastre que se presente. • Colaborar con las demás brigadas, solicitando ayuda de servicios médicos y hospitalarios y del servicio de ambulancias, de los bomberos y otros entes de ayuda dentro de la comunidad de ser necesario, incluyendo el nombre, la denominación o razón social y dirección o direcciones de las instituciones hospitalarias adonde serán remitidos los pacientes, y realizar la llamada a los parientes de los lesionados. • Recibir la información de cada brigada, según el riesgo, la emergencia, el siniestro o desastre que se presenten, para informarle al director de las acciones y los cuerpos de ayuda. • Dar informes a la prensa, cuando el riesgo, la emergencia, siniestro o desastre lo ameriten y coordinados con el líder de la situación. • Participar en los programas de capacitación y entrenamiento de todos los miembros de la organización.
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De los simulacros La necesidad de planificar acciones destinadas a asegurar una adecuada protección a la población, bienes y ambiente en caso de accidentes y situaciones de emergencia, y que denominamos simulacros abarca una doble característica: • La interior, que establece los requisitos de seguridad que se han de cumplir en las instalaciones para prevenir posibles anomalías a los miembros de una organización y evitar, en caso de que se produzcan, que de ellas se deriven consecuencias al exterior y perseguir que las consecuencias sean las menores. • La exterior, dentro de la misma organización y destinada a prevenir y minimizar las consecuencias de estos accidentes o situaciones de riesgos y que pudieran repercutir sobre la población, el ambiente y las comunidades y bienes del entorno. Para lo anterior se debe establecer un plan de contingencias que especifique las actuaciones y respuestas previstas para limitar las consecuencias de los accidentes que pudieran ocurrir en la instalación y repetirlas en forma continua, para crear conciencia y un hábito automático de responder a las situaciones de riesgo o no deseadas. Este plan de contingencias y sus simulacros por lo tanto, describen las previsiones de acciones relacionadas con la preparación y planificación ante emergencias y los ejercicios y simulacros requeridos para estar preparados ante situaciones críticas y de emergencias. Ello justifica la necesidad de realizar ejercicios de simulación con el objetivo de formar y entrenar a todo el personal de la organización, y de realizar simulacros para verificar la idoneidad del plan, conocer sus errores y mejorar su eficacia, tanto en el ámbito interno como al externo. En este aparte nuestro objetivo es colaborar en la fijación de criterios aceptables sobre la metodología que se seguirá para la programación, preparación, realización y evaluación de los simulacros y ejercicios para actuar ante una emergencia y que se establecen en el plan de contingencias de cada organización, comunidad o actividad en particular. Todo plan de contingencias y preparación con simulacros para actuar en forma casi autómata ante una situación no deseada o emergencia debe por lo menos: • Capacitar y entrenar a todo el personal de la organización empresarial o comunitaria en las actividades y aplicaciones de procedimientos específicos para casos de emergencia.
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21. Brigadas, brigadistas y simulacros
• Comprobar la fortaleza, idoneidad y eficacia de cada plan. • Mantener actualizados los pasos y guías a seguir de acuerdo con los riesgos existentes. • Actualizar la situación de la organización y del ente que la circunda y los riesgos en cada momento y situación. Con el propósito de mantener un grado adecuado de preparación para situaciones de emergencia, los planes de contingencias deben estipular un programa de capacitación para todas las personas que puedan tener que intervenir para hacer frente a dichas situaciones. El programa de capacitación se aplicará a todo el personal de la organización, y debe describir el contenido de la formación teórica y práctica que se va a impartir a este personal, para el entrenamiento inicial y el reentrenamiento periódico correspondiente. La formación práctica implica realizar ejercicios en los que de manera integrada se ensayan algunas de las actividades o procedimientos específicos previstos en cada área y con todo el conglomerado empresarial y comunitario. El realizar estos ejercicios parciales debe considerarse como una preparación o reentrenamiento continuado del personal, y cada organización deberá establecer periódicamente un plan y programa temporal de realización de ejercicios parciales para casos de emergencia, referidos al reentrenamiento mínimo por persona y grupo de trabajo o función. Un plan de simulacros dentro de los planes de contingencias debe cubrir por lo menos los siguientes campos: • Evaluar e identificar los posibles sucesos, su clasificación y las posibles situaciones de emergencia. • Informar y divulgar sobre los planes y actividades, comunicaciones y compromisos. • Programar las acciones que se cumplirán sobre primeros auxilios y salvamento. • Activar acciones ante posibles accidentes y lesiones personales. • Capacitar sobre la forma de actuar ante hechos no deseados como incendios, explosiones, acciones de la naturaleza, sabotajes y otros. • Organizar lo referente a la forma de localizar el personal, la evacuación de zonas, el recuento de las personas y el control de accesos. • Coordinar todos los entes para casos de emergencia, de apoyo y de soporte o servicios concertados. • Aplicar lo entrenado y lo contenido en los manuales y guías para actuar en casos de accidentes.
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Después de realizar cada uno de los ejercicios se deberá evaluar su desarrollo, a fin de obtener conclusiones y observaciones que puedan constituir la base de modificaciones, métodos de capacitación adicional u otras medidas sobre los procedimientos. El coordinador del plan de simulacros deberá elaborar informes resumen de evaluación sobre los ejercicios parciales realizados, y dicho informe deberá contener al menos la siguiente información: • Clase y lugar de los ejercicios efectuados. • Fechas, días y horas de realización. • Nombre y responsabilidad de los participantes en cada ejercicio de simulacro. • Organizaciones externas de apoyo y ayudas mutuas participantes. • Grado de cumplimiento del programa y clasificación de los resultados. • Deficiencias detectadas y acciones realizadas para subsanarlas. • Acciones pendientes y responsables de implantarlas y hacerles seguimiento. • Conclusiones y recomendaciones que en cada caso procedan. Este informe resumen se tramitará ante la alta dirección de la organización responsable de implantar las acciones y recomendaciones derivadas del informe y del seguimiento de éstas. Estos estamentos efectuarán un seguimiento permanente de las acciones y recomendaciones dadas en el informe. Sobre la programación de los simulacros, éstos se deberán realizar en el tiempo, según las características, los riesgos, las posibles ayudas que se recibirán, la localización de las instalaciones entre otros, y sin seguir patrones externos, por ejemplo, que sean cada mes o cada año, sino de acuerdo con cada caso en particular. Sin perjuicio de lo descrito anteriormente, en cada organización se podrán efectuar simulacros sorpresa que hayan sido programados y preparados por los coordinadores o responsables de estas actividades, pero teniendo en cuenta la situación de momento, y normalidad operativa y siempre y cuando exista una preparación y entrenamiento para tal momento. De lo contrario un simulacro con personal no debidamente entrenado y capacitado puede convertirse en un accidente, lesión o daño debido a la incapacidad de reacción de los participantes y al efecto sorpresa. Dependiendo del tamaño, clase de riesgos y tipología de los miembros de la organización un simulacro puede ser total, parcial, por planta, por proceso o por unidad laboral independiente uno del otro.
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21. Brigadas, brigadistas y simulacros
El plan del simulacro propuesto deberá tener en cuenta el alcance mínimo que, en su caso, haya sido establecido previamente y contener, al menos, los siguientes apartados: • Los objetivos que se ha propuesto alcanzar, que serán todos aquellos que demuestren o validen las actuaciones previstas por el plan para enfrentar situaciones no deseadas o de emergencia. • El alcance que deberá abarcar a aquellas organizaciones de apoyo previstas en el plan para actuar en caso de emergencia. • Los escenarios y guías establecidos para los simulacros, que describirán una secuencia de situaciones que sean adecuadas al desarrollo de las acciones de respuesta esperadas. La duración de los simulacros será la adecuada y suficiente para verificar los objetivos previstos en el mismo, esta duración deberá ser desconocida por el personal que participa en el mismo. El contenido del lugar, momento y situación, no deberá ser conocido por el personal de la organización que participará en el simulacro de emergencia. Durante el desarrollo del simulacro se utilizarán los canales de comunicación previstos para situaciones de emergencia, y se podrá avisar a los miembros externos de la comunidad y los miembros de las ayudas mutuas para que no sean afectados por nuestro programa; sin embargo, deberán hacerse simulacros programados para que ellos participen, pero siempre y cuando los líderes y cabezas visibles de esas organizaciones conozcan de nuestro proyecto. Antes del inicio y ejecución del simulacro el responsable de dar la orden de comienzo del mismo será el coordinador del plan o responsable delegado para el efecto y utilizando señas, símbolos o términos especiales, previamente establecidos por la dirección de la organización. También lo será de marcar la hora correspondiente al tiempo cero del simulacro y comunicarla especialmente a quienes puedan ser afectados por el desconocimiento del plan, y en todos los casos se deberán extremar las precauciones para evitar que el simulacro sea confundido con una situación real. La dirección de la organización proporcionará las instrucciones necesarias para el inicio y el desarrollo del simulacro, y todos los directores del mismo y los evaluadores del simulacro deberán estar en los lugares que tengan asignados, con antelación para la ejecución de sus funciones. El personal de turno de operaciones continuará con sus funciones habituales y la operación de la instalación no deberá ser interferida ni afectada, en lo posible, por la realización del simulacro.
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El personal que participe en el desarrollo del simulacro, mantendrá sus actividades habituales en cuanto éste no sea activado y requerido para la ejecución de las actuaciones de respuesta correspondientes. No se deberá exponer a ninguno de los actuantes a condiciones ambientales, contaminación o riesgos de seguridad e higiene superiores a los establecidos como admisibles en la normativa correspondiente; las acciones simuladas dentro de la zona controlada deberán durar el tiempo mínimo indispensable para cubrir los objetivos previstos en el simulacro, aunque este tiempo no se corresponda con el de su duración en una situación real. Los coordinadores podrán tomar las decisiones pertinentes para algunas modificaciones en el desarrollo del simulacro, evitando las acciones de respuesta u omisión con riesgo en las mismas, que modifiquen o desvirtúen su desarrollo, mediante la emisión correspondiente de corrección o de control. Esta situación deberá ser debidamente registrada para la evaluación posterior. Si durante el desarrollo del simulacro se presentara una situación real anómala que pudiera afectar a la seguridad de las personas o a la operación de la organización, el director de la acción tomará de inmediato las medidas necesarias para dar por finalizado el simulacro. El coordinador del simulacro notificará a los organismos oficiales colaboradores, a las entidades de ayuda mutuas y a la dirección de la organización el fin del simulacro en cualquiera de las situaciones descritas anteriormente. La realización de un simulacro deberá permitir verificar, tanto la operatividad del plan como el detectar posibles deficiencias en su implantación; por eso, es imprescindible realizar una autoevaluación de su desarrollo y sus resultados con el objeto de poder establecer conclusiones prácticas que permitan mejorar los simulacros. Para esto, después de finalizar el simulacro, el director solicitará y recopilará de los evaluadores, coordinadores y participantes información de las actividades observadas y desarrolladas, y mediante el análisis y evaluación de la información obtenida coordinará la elaboración, y revisará el informe del simulacro efectuado que, al menos, habrá de contener la información siguiente: • Principales aspectos del plan que se incluyeron en el desarrollo del simulacro. • Clase de sucesos y categorías de la emergencia simulada. • Organizaciones interiores y de apoyo activadas como respuesta a la emergencia simulada. • Grado de cumplimiento de cada uno de los objetivos fijados en el simulacro. 214
21. Brigadas, brigadistas y simulacros
• Evaluación de las acciones de respuesta desarrolladas, las cuales comprenderán, entre otras, las de: capacidad para evaluar, clasificar, activar, notificar, adoptar a tiempo acciones correctoras, de protección, de asistencia y de apoyo técnico. • Acciones de concentración, recuento, localización y evacuación del personal. • Deficiencias observadas y medidas correctoras a implantar. • Programa para la implantación de las medidas correctoras por los responsables. • Aprobación expresa de la organización del contenido, conclusiones y acciones derivadas del informe y del seguimiento de éstas. Finalmente, los simulacros deben considerarse como una excelente herramienta dentro de los programas de seguridad ocupacional, y como un medio fundamental para trabajar en una forma segura y positiva, toda vez que si estamos preparados para lo que se pueda presentar dentro de la organización y como consecuencia de actos y condiciones inseguras dentro o fuera de ella, los efectos de cualquier acción dentro de la operación o externa a la misma organización pueden ser controlados y sus efectos serán minimizados al máximo. Además, es vital tener muy claro que si bien los simulacros son positivos y productores de tranquilidad y seguridad, su repetición muy seguida genera cansancio y reacciones negativas dentro de los afectados y de las comunidades adyacentes, y es posible que el día que realmente tengamos una emergencia no se activen los planes de contingencias. Recordemos la fábula del pastorcito mentiroso.
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Métodos para valorar situaciones de riesgo
Existe una serie de métodos y medios científicos conocidos para medir y dar una clasificación a los diferentes fenómenos naturales; como son llamados todos ellos, o los causados por el medio y la naturaleza misma. Algunos de ellos –que para la mayoría de las personas sólo son una referencia periodística en casos de accidente– pueden ser:
Escala de Richter Charles Francis Richter (Hamilton, Ohio, Estados Unidos, 26 de abril de 1900, Pasadena, California, Estados Unidos, 30 de septiembre de 1985), sismólogo que junto con el germano-estadounidense, Beno Gutenberg, también sismólogo establecieron una escala para medir los terremotos. Estudia en la universidad de Stanford, y en 1928 empieza a trabajar en su doctorado en física teórica en el Instituto de Tecnología de California, pero antes de terminar recibe una oferta para trabajar en el Carnegie Institute de Washington, y entonces comienza a interesarse por la sismología. Más adelante, trabaja en el nuevo laboratorio de sismología de Pasadena, bajo la dirección de Beno Gutenberg.
Capítulo
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En 1920 el señor Richter, consigue su doctorado en física teórica; sin embargo, por justamente vivir en una zona sísmica, comienza a interesarse por la geología. Siete años más tarde forma parte del laboratorio sísmico del Caltech de Pasadena, en California, en donde comienza a obsesionarse con descubrir lo que hasta en ese tiempo era un misterio: cómo medir un sismo desde su epicentro, algo que era necesario principalmente para informar con exactitud a la prensa y la comunidad. En términos generales, la concepción de la teoría de Richter puede definirse con la información siguiente: Movimiento sismológico. De menos de 3,5, generalmente no se siente, pero es registrado. De 3,5 a 5,4, a menudo se siente, pero sólo causa daños menores. De 5,5 a 6,0, ocasiona daños ligeros a edificios. De 6,1 a 6,9, puede ocasionar daños severos en áreas en donde vive mucha gente. De 7,0 a 7,9, es terremoto mayor y causa graves daños. De 8 o mayor, es gran terremoto. Destrucción total a comunidades cercanas. Es de anotar a este tema, que la mayor duración establecida había sido de 8.9, pero a raíz del terremoto en Japón el pasado 11 de marzo de 2011 la clasificación que los japoneses le dieron a el fenómeno que sufrieron, fue de 9.0. Ciclones. Término genérico para designar una inestabilidad atmosférica asociada a un área de baja presión, la cual propicia vientos convergentes en superficie que fluyen en sentido contrario a las manecillas del reloj en el hemisferio norte. Se originan sobre las aguas tropicales o subtropicales y se clasifican por su intensidad de vientos, en: depresión tropical, tormenta tropical y huracán. Depresión tropical. Es un ciclón tropical, en el que los vientos máximos sostenidos alcanzan una velocidad menor o igual a 62 km por hora. Tormenta tropical. Es un ciclón tropical, en el cual los vientos máximos sostenidos alcanzan velocidades entre los 63 y 118 km/h. Las nubes se distribuyen en forma espiral y comienza a desarrollarse un “ojo” pequeño. Cuando un ciclón alcanza esta intensidad, se le asigna un nombre preestablecido por la Asociación Regional IV de la Organización Meteorológica Mundial. De estos el Katrina ha sido el más nocivo a las comunidades estadounidenses especialmente y en forma específica a la ciudad de Nueva Orleans. Huracán. Son sin duda los más devastadores de los fenómenos de origen hidro meteorológico ya que frecuentemente desencadenan en lluvias intensas, desbordamiento de ríos, granizadas, temperaturas extremas, y vientos fuertes entre otros. Ciclón tropical en el cual los vientos máximos sostenidos alcanzan o su-
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22. Métodos para valorar situaciones de riesgo
peran los 119 km/h, el área nubosa correspondiente cubre una extensión entre los 500 y 900 km de diámetro produciendo lluvias intensas. El centro del huracán, denominado “ojo”, alcanza normalmente un diámetro que varía entre los 20 y 40 km, sin embargo puede llegar hasta cerca de 100 km. En esta etapa se clasifica de acuerdo con la escala Saffir-Simpson.
Escala de Saffir-Simpson En la ciudad de Miami, Florida, en el año de 1969, una comisión de las Naciones Unidas pidió un análisis de daños a las viviendas de construcción barata causados por huracanes, y eso condujo a que los señores Herbert S. Saffir, un ingeniero, y Robert Simpson, director del Centro Nacional de Huracanes, desarrollaran la famosa escala que explica el daño que puede causar un huracán, según sus vientos máximos contenidos y su presión atmosférica. Las cifras resultantes de esos estudios pueden resumirse así: • Escala 1. Considerables daños a vegetación, árboles, follaje, viviendas sin cimientos y señalamientos mal construidos, inundaciones en zonas costeras bajas y daños menores en muelles, probablemente algunas embarcaciones pequeñas se sueltan de las amarras. Vientos sostenidos: 118-152 kph, marejadas de 120 a 150 centímetros. • Escala 2. Caída de árboles, considerables daños en los techos de los edificios, ventanas y puertas, zonas costeras y rutas de escape cerradas por el aumento del nivel del agua 2 o 4 horas antes del paso del ojo del huracán, daños considerables a muelles, vientos sostenidos de 153 a 176 kph, marejadas de 180 a 240 centímetros. • Escala 3. Daños estructurales en edificios pequeños, graves inundaciones en la costa, destrucción de estructuras cercanas a ésta por el embate de la olas y escombros flotantes, derrumbe total de los techos de algunas viviendas pequeñas, vientos sostenidos de 177 a 208 kph, marejadas de 270 a 360 centímetros. • Escala 4. Inundaciones en zonas bajas situadas a menos de 3 metros sobre el nivel del mar, a una distancia de 9,5 km de la costa, erosión mayor en las playas, posiblemente se requiera el desalojo de todas las viviendas situadas a 500 metros de la playa o a 3 km de la costa, derrumbe de los techos de muchas casas y fábricas, vientos sostenidos de 209 de 248 kph, marejadas de 390 a 540 centímetros. • Escala 5. Daños en cristales de puertas y ventanas, derrumbe total de algunos edificios, daños mayores en las plantas bajas de las estructuras situadas a menos de 500 metros de la playa.
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Es importante aclarar, que los efectos destructivos de este agente perturbador dependen en gran medida de su proximidad a las zonas costeras o a que penetren en tierra firme. Para medir y registrar la velocidad y dirección del viento se usan anemocinemógrafos. Con base en la intensidad de los vientos se crearon las escalas de Beaufort y la de Saffir-Simpson, la primera relaciona la velocidad del viento con el oleaje promedio y empieza cuando el viento está en calma, hasta alcanzar la categoría de un huracán, normalmente es la más usada para medir los efectos del viento, aunque para relacionar la intensidad de los huracanes con el daño potencial que éstos pueden ocasionar se utiliza la escala de Saffir-Simpson. La energía cinética de los vientos huracanados ocasiona una gran parte de los daños, debido a que su fuerza aumenta en forma geométrica con respecto a su velocidad y así, si la velocidad se duplica, la fuerza se cuadruplica.
Escala de Beaufort La escala de Beaufort es una medida empírica para la intensidad del viento, basada principalmente en el estado del mar, de sus olas y la fuerza del viento. Su nombre completo es Escala de Beaufort de la Fuerza de los Vientos. Esta escala fue creada por el almirante irlandés de la Royal Navy, Sir Francis Beaufort alrededor de 1805. Antes de 1800, los oficiales navales hacían observaciones regulares del tiempo, pero no tenían un medio claro de medida haciendo mediciones en forma muy subjetiva. La escala inicial no tenía velocidades de vientos, sino que detallaba un conjunto de condiciones cualitativas desde 0 a 12 de acuerdo con cómo un navío actuaba bajo cada una de ellas, desde apenas suficiente para maniobrar hasta insostenible para las velas. La escala fue adaptada para uso no naval a partir de 1850, cuando los números de Beaufort se asociaron con el número de rotaciones de un anemómetro para medir la velocidad del viento. En 1906, con el advenimiento del vapor, las descripciones se cambiaron de cómo el mar se comportaba y se extendieron a las observaciones en tierra. Los términos generales de esta escala son:
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22. Métodos para valorar situaciones de riesgo
Escala de Beaufort
N° de Beaufort
Velocidad del viento (km/h)
Nudos (millas náuticas/h)
Denominación
0
0 a 1
Temporal huracanado (Huracán)
Olas muy gruesas con crestas empenachadas. Superficie del mar blanca. Olas excepcionalmente grandes, mar completamente blanca, visibilidad muy reducida El aire está lleno de espuma y rociones. Enorme oleaje. Visibilidad casi nula
Estragos abundantes en construcciones, tejados y árboles Destrucciones abundantes, estragos y lluvias
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Escala sismológica de Mercalli La escala de Mercalli es una escala de 12 grados desarrollada para evaluar la intensidad de los terremotos a través de los efectos y daños causados a distintas estructuras, debe su nombre al físico italiano Giuseppe Mercalli. La escala de Mercalli se basó en la simple escala de diez grados formulada por Michelle Stefano Conde de Rossi y François-Alphonse Forel. La escala de Rossi- Forel fue una de las primeras escalas sísmicas para medir la intensidad de eventos sísmicos y fue revisada por el vulcanólogo italiano Giuseppe Mercalli, entre 1884 y 1906. En 1902, el físico italiano Adolfo Cancani amplió la escala de Mercalli de diez a doce grados. Más tarde la escala fue completamente reformulada por el geofísico alemán August Heinrich Sieberg y se conocía como la escala de Mercalli-Cancani- Sieberg (MCS). La escala de Mercalli-Cancani-Sieberg fue posteriormente modificada por Harry O. Wood y Frank Neumann, en 1931, como la escala de Mercalli- Wood-Neumann (MWN). Finalmente fue mejorada por Charles Richter, también conocido como el autor de otra escala sismológica, la escala de Richter, que mide la magnitud de la energía liberada durante un sismo. En la actualidad la escala se conoce como la Escala de Mercalli Modificada, y con el abreviado MM.
Escala de Mercalli modificada Los niveles bajos de la escala están asociados por la forma como las personas sienten el temblor, mientras que los grados más altos se relacionan con el daño estructural observado. Esta es generalmente la escala más conocida a nivel universal en cuanto a su divulgación y punto de referencia en cualquier caso de sismo o movimiento terrestre.
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22. Métodos para valorar situaciones de riesgo
Tabla de escala sismológica de Mercalli
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Fenómenos físicos naturales y desastrosos
Vulcanología Es el conjunto de fenómenos y procesos relacionados con la emisión de magma a través de los volcanes. Un volcán es la abertura en la litosfera por la cual el magma alcanza la superficie, los materiales rocosos emitidos por un volcán pueden ser fragmentos de rocas que conforman la corteza o estructura del mismo; estas rocas pueden ser arrojadas por el volcán en estado sólido o fundidas; la fusión de la roca preexistente forma, en las profundidades de la tierra, una masa fundida de composición principalmente silícea con abundantes elementos metálicos a la cual se le da el nombre de magma. Este magma puede cristalizarse en el interior del volcán o bien aflorar a la superficie a través de la actividad volcánica; cuando esto sucede se le denomina lava; y recién producidas alcanzan temperaturas entre 700 y 1200 grados centígrados, dependiendo de su composición química. Este magma, antes de emerger en una erupción se acumula bajo el volcán en una cámara magmática. A la emisión de material rocoso y gases a altas temperaturas es lo que se denomina erupción volcánica, estas pueden resultar también como efecto de calentamiento de cuerpos de agua por magma o gases magmáticos. Cuando el cuerpo de agua es subterráneo, la erupción se denomina freática, y generalmente expulsa fragmentos de roca sólida producidos por las explosiones de vapor.
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Los fragmentos rocosos de forma sólida o líquida causados por una erupción se denominan piro clásticos, los cuales al depositarse en el suelo pueden cementarse por diversos procesos, tales como solidificación por enfriamiento si venían fundidos, o por efectos del agua. Estas erupciones pueden producir densas columnas de magma que ocasionalmente penetran la estratosfera y alcanzan alturas superiores a los 20 km; estas columnas son denominadas columnas eruptivas. Clasificación de los volcanes Los volcanes han sido clasificados atendiendo a su actividad o a su estructura o composición, y con base en la actividad y características especiales registradas se clasifican en: Extintos. Los que no han tenido erupciones conocidas. Activos. Los que demuestran una o varias etapas de actividad, y son denominados mono genéticos (una actividad) y poli genéticos (varias actividades). Estrato volcanes. Los formados por capas de material fragmentario y corrientes de lavas intercaladas, surgidas en épocas de actividad explosiva, seguidas de otras donde arrojaron corrientes de lava fluida. Cono cineríticos (de cenizas). Se forman por el acumulamiento de cenizas durante las erupciones basálticas, en las que predominan los materiales calientes solidificados en el aire, y que caen en las proximidades del centro de emisión. Volcanes de escudo. Aquellos cuyo diámetro es mucho mayor que su altura, se forman por la acumulación sucesiva de corrientes de lava muy fluida; por eso son de poca altura y pendiente ligera; su topografía es suave y su cima forma una planicie ligeramente encorvada. Clasificación de las erupciones volcánicas Las erupciones han sido catalogadas según sus características; una de las más tradicionales es la que utiliza los nombres de los volcanes o sectores en que estos se localizan y que en su actividad manifestaron particularidades que les permiten distinguirla de otras; así se clasifican en: hawaiana, estromboliana, vulcaniana, paleeana, pliniana, ultrapliniana, flujos riolíticos. Efectos de las erupciones volcánicas Las erupciones volcánicas pueden traer como consecuencia otras calamidades, tales como:
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23. Fenómenos físicos naturales y desastrosos
Flujos de lava. Lenguas o coladas de lava que pueden ser emitidas desde el cráter superior o de algún cráter secundario, desde una fisura en el suelo o sobre los flancos de un volcán, impulsados por la gravedad. El riesgo asociado a las manifestaciones de lava está directamente ligado a la temperatura y composición de la lava, a las pendientes del terreno y a la distribución de la población. Flujos piroclásticos. Son flujos compuestos por fragmentos magmáticos y gases. Una mezcla de partículas sólidas o fundidas y gases a alta temperatura puede comportarse como líquido de gran movilidad y poder destructivo, a temperaturas que oscilan entre los 150 y 300 grados centígrados. Ciertos tipos de flujo piroclásticos son denominados nubes ardientes y se clasifican según la naturaleza de su origen y las características de los depósitos que se forman cuando el material volcánico flotante en los gases calientes se precipita al suelo. Flujos de lodos. Son flujos que generalmente acompañan a una erupción volcánica, contienen fragmentos de roca volcánica, producto de la erosión de las pendientes de un volcán; éstos se mueven pendiente abajo y pueden incorporar suficiente agua, de tal manera que forman un flujo de lodo. La velocidad y alcance de estos flujos depende de la topografía y sus velocidades están determinadas por las pendientes, por la forma de los cauces, por la relación sólidos-agua y por el volumen de las mismas. Las velocidades más altas son la que se alcanzan sobre las pendientes de los volcanes. Cenizas. Las cenizas volcánicas que se depositan al caer desde las alturas son fragmentos piro clásticos muy pequeños de material fresco; esto es, el producto de la fragmentación extrema de lava fresca. En ocasiones, cuando el magma contiene numerosos cristales, los sólidos se separan del líquido para formar ceniza cristalizada, durante una erupción los fragmentos más grandes y densos de la columna eruptiva quedan en la parte baja, la parte superior de la columna es arrastrada por el viento depositando en su trayectoria su contenido de ceniza, la cual posee cierto grado de riesgo por los daños que causa al acumularse en techos, vías de comunicación, servicios públicos, campos de cultivo y ganaderos, afectando a la ecología. Estas cenizas son grandes fertilizantes de los terrenos por la riqueza de material orgánico que llevan, y muchos campos deben a ellos su fertilidad y alta producción agroindustrial. Al parecer este es el caso de tierras de Cundinamarca y Boyacá en Subachoque, Ubaté y Chiquinquirá y las del eje cafetero de Colombia entre otros. 227
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Incendios. Estos son ocasionados por la lluvia de cenizas y las oleadas de piroclastos, cuando las temperaturas de los materiales emitidos son lo suficientemente altas y se acumulan en áreas de bosques, pastizales, vegetación o construcciones combustibles. Gases y lluvias ácidas. Los magmas contienen gases en solución que son liberados durante y entre erupciones; éstos se forman por vapores de agua y varios compuestos de cloro, flúor, hidrógeno y nitrógeno, así también como monóxido de carbono, bióxido de carbono, azufre, y otros gases tóxicos.
Deslizamientos, derrumbes y similares Deslizamientos. Son fenómenos de desplazamiento masivo de material sólido que se produce bruscamente, cuesta abajo, a lo largo de una pendiente cuyo plano acumula de manera parcial el mismo material, auto limitando su transporte. Las acciones que se despliegan ante la presencia de estos fenómenos serán en proporción al efecto o posible riesgo que resulte del evento. Derrumbes. Consisten en la caída libre y en el rodamiento de materiales en forma abrupta, a partir de cortes verticales de terrenos en desnivel. Se diferencian de los deslizamientos, por ser la caída libre su principal forma de movimiento, y por no existir una bien marcada superficie de deslizamiento. Los terrenos jóvenes de nuestros países latinoamericanos, según los especialistas, son propensos a estos dos fenómenos naturales.
Hundimientos y agrietamiento de suelos Por lo general son rompimientos de la corteza terrestre que originan la remoción en sentido vertical de fragmentos de la misma, este fenómeno geológico que experimentan determinadas áreas de la superficie terrestre consiste en el descenso de su nivel con respecto a las áreas circunvecinas. Pueden ocurrir en forma repentina o lentamente, y comprender áreas reducidas de pocos metros o grandes extensiones de varios km2. Los agrietamientos son fenómenos geológicos cuya presencia se debe a los suelos blandos, en los cuales se producen pérdidas de volumen como consecuencia de la extracción de agua u otro material del subsuelo.
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Tsunamis o maremotos Los tsunamis son olas de gran tamaño y fuerza destructiva, producidas por un sismo en el fondo del mar, por efecto de la actividad volcánica submarina o por derrumbes en dicho fondo marino, suelen alcanzar gran altura y penetrar varios kilómetros tierra adentro. Especialmente este fenómeno se presenta como consecuencia del cinturón de fuego del pacifico y por lo tanto en su área de influencia. El término maremoto significa lo mismo que el vocablo japonés tsunami, universalizado recientemente en los tratados de sismología. El maremoto se propaga en el mar abierto a extraordinaria velocidad, con una gran longitud y baja amplitud de onda, se transforma en una ola destructiva de gran altura, al acercarse a la costa y en especial al entrar en una bahía por el confinamiento del fondo y los márgenes. Los maremotos o tsunamis se clasifican en el lugar de arribo a la costa, según la distancia (o el tiempo de desplazamiento) desde su lugar de origen, en: Tsunamis locales. Su lugar de arribo a la costa está muy cercano o dentro de la zona de generación del maremoto, por tiempo de desplazamiento: a menos de una hora. Tsunamis regionales. El litoral invadido está a no más de 1.000 km, o a pocas horas de la zona de generación. Tsunamis lejanos. El sitio de arribo está muy alejado, generalmente en el océano Pacífico, a más de 1.000 km de distancia de la zona de generación, aproximadamente a mediodía o más. Las olas de los tsunamis o maremotos al acercarse a la costa, a medida que disminuye la profundidad del fondo marino, también se desaceleran, y la longitud se acorta. En consecuencia, su energía se concentra, aumenta la altura, y al arribar al litoral las olas así resultantes pueden asumir características destructivas. Aunque aún no existe algún modelo teórico ni método operacional totalmente satisfactorio que permita determinar si un sismo es generador de un tsunami, el tamaño, magnitud, intensidad o la altura de la olas que lo acompañarán, por su naturaleza, para efectos de los planes de contingencias, habrá de considerarse como de muy alto riesgo todo efecto que la ola pueda causar, o cause en tierra.
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Lluvias fuertes intensas e inundaciones Lluvias. Son fenómenos atmosféricos producidos por la condensación de las nubes, las lluvias intensas producen un alto riesgo de inundación pluvial, y si existen montañas pueden alcanzar valores extremos. La medición y registro de la precipitación pluvial y de la intensidad de la lluvia se efectúa con pluviómetros (recipiente graduado en milímetros en el que se mide la lluvia acumulada en un día), o pluviógrafos (dotado de un reloj que hace girar un cilindro con una hoja de papel en la que de manera continua se registra la altura de lluvia que se está acumulando, y determina la intensidad de lluvia en milímetros por hora). Debido a la diversidad de los factores geográficos que afectan los terrenos, éstos reciben varios tipos de lluvias y de cantidad variable, lo que hace necesario implementar estrategias y acciones de coordinación, que permitan suplir las deficiencias naturales, materiales y humanas, así como prever la magnitud de sus efectos, y responder oportuna y eficientemente, ante la presencia de situaciones no deseadas de esta naturaleza. Durante el año 2011 Colombia, en mayor grado, y los países limítrofes, en forma más discreta, sufrieron, por efecto de las lluvias, las más grandes inundaciones y daños ambientales y locales de los últimos cien años. Inundaciones. Son efectos generados por el flujo de una corriente de agua, cuando sobrepasa las condiciones que le son normales y alcanza niveles extraordinarios que no pueden ser controlados en los cauces naturales o artificiales de los ríos y quebradas que la contienen, lo cual deriva, ordinariamente en daños que el agua desbordada ocasiona en zonas urbanas, tierras productivas, y en general en valles y sitios bajos. Atendiendo a los lugares en donde se producen, las inundaciones pueden ser: costeras, fluviales, lacustres y pluviales. Las inundaciones son comúnmente consecuencia directa de los fenómenos hidrometeorológicos pero en ocasiones son inducidas con fines técnicos y de beneficio económico y social; por ejemplo, podemos señalar las inundaciones inducidas en áreas no productivas para evitar o disminuir los daños en centros de alto desarrollo urbano, industrial o agropecuario y para crear las hidroeléctricas que sirven para almacenar agua y producir energía. Colombia es uno de los países más beneficiados por la naturaleza en estos hechos.
Vientos fuertes ytornados Vientos. Son aires en movimiento, que especialmente tienen una dirección horizontal. Los flujos verticales de aire se denominan corrientes. Las diferencias de
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temperatura de los estratos de la atmósfera, provocan diferencias de presiones atmosféricas que producen el viento. Su velocidad suele expresarse en kilómetros por hora, en nudos o en cualquier otra escala semejante. Los vientos son uno de los aspectos principales para dar la característica destructiva a un huracán, se desplazan siempre de las zonas de alta presión a las de baja presión, a este movimiento del aire se le llama viento y su velocidad es directamente proporcional a la diferencia de presión que existe entre los puntos por los que circula. Para medir y registrar la velocidad y dirección del viento se usan anemocinemógrafos. Con base en la intensidad de los vientos se crearon las escalas de Beaufort y de Saffir-Simpson, la primera relaciona la velocidad del viento con un oleaje promedio y empieza cuando el viento está en calma, hasta alcanzar la categoría de un huracán. Normalmente es la más usada para medir los efectos del viento, aunque para relacionar la intensidad de los huracanes con un daño potencial que éstos pueden llegar a ocasionar se utiliza la escala de Saffir-Simpson que ya comentamos anteriormente. El centro de investigación de estos fenómenos y de mayores características de investigación está localizado en Miami. Tornados. Son un fenómeno atmosférico con poca área de influencia, y se manifiestan en forma de masa de aire inestable, giran rápidamente en un torbellino cuya base fluctúa de 100 hasta 300 metros de diámetro, en donde la presión atmosférica es menor que la del aire envolvente y el viento puede alcanzar una velocidad de 300 a 800 km/h. La parte superior de un tornado no suele alcanzar más de un kilómetro de diámetro y se origina por el contacto, generalmente durante las épocas estacionales, entre masas de aire caliente y aire frío. Si un tornado pasa sobre agua, bien sea un río, un lago o el mar, absorbe grandes cantidades de agua. Un tornado absorbe todo cuanto encuentra a su paso, el efecto embudo avanza impetuoso, dejando a su paso muerte y destrucción, a veces, a lo largo de 350 km de recorrido. En 2011 se presentó uno de los mayores tornados en la historia de los Estados Unidos. Esto sucedió en el estado de Missouri, poblado de Joplín que con 50.000 habitantes fue destruido en más de treinta por ciento de sus edificaciones. Este tornado alcanzó un diámetro en su parte inferior de 9 kilómetros y dejó más de 120 víctimas mortales.
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Tormentas eléctricas Estos fenómenos meteorológicos consisten en la descarga de corrientes de alta tensión en la atmósfera, que a la vista se manifiestan en forma de relámpagos luminosos y como ruidos fuertes, conocidos usualmente como truenos. Estos fenómenos se presentan en las nubes del tipo cúmulonimbus. Las descargas eléctricas, imprevistas y violentas, se presentan entre nube y nube, y son lo que conocemos como relámpagos; o entre una nube y la tierra, denominados rayos. Ambas se deben a diferencias de potencial muy elevadas en la atmósfera, pero los rayos son los que producen efectos abrasadores y destructivos. En casi todos los casos, las tormentas eléctricas están relacionadas con precipitaciones de granizo y lluvia; por eso en función del área geográfica y las condiciones en las que se presenten será la magnitud del posible daño, es conveniente tener en cuenta que si bien es cierto los efectos que tienen las descargas son destructivos, también lo es que estos fenómenos principalmente causan la interrupción de algunos servicios vitales y la generación de incendios, entre otros.
Incendios y explosiones Existe una amplia clasificación de incendios y fuegos, con y sin control, y esto lo tratamos en otros capítulos de esta obra, pero de conformidad con la medición de los fenómenos naturales, podemos citar, entre otros: 1. Incendios forestales. Coinciden con las épocas secas y dependen de la situación geográfica de las diferentes regiones, así como de las condiciones de temperatura, humedad, viento y cantidad de biomasa. En bosques y selvas se presentan fuegos que se expanden y llegan a afectar desde decenas hasta miles de hectáreas, provocando, entre otros, deforestación y erosión, además de los efectos sobre la economía y el hábitat de las regiones. Los incendios forestales se pueden subdividir en: Rastreros o superficiales, cuando afectan y son producidos en hierbas y arbustos, tal vez es en Australia en donde estos tienen mayor frecuencia y las consecuencias más desastrosas. Aéreos o de copa, cuando involucran las copas de los árboles. Subterráneos, cuando implican a la capa vegetal del suelo. En Italia se presenta un incendio de este tipo que tiene más de cien años de estar haciendo combustión incompleta y que no ha sido extinguido.
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También pueden ser clasificados por su extensión, en: Incendios de nivel 1. Aquellos cuya dimensión sea de menos de 5 hectáreas en los lugares próximos a localidades densamente pobladas, o hasta 50 hectáreas en los lugares alejados, que tengan una velocidad de propagación lineal de tal manera que el frente del incendio alcance hasta 2 metros por minuto o 0.12 km/h; y que tenga llamas de hasta 100 centímetro de altura. En un incendio nivel 1 los combustibles expuestos deberán ser menores de 25 mm de diámetro, no habiendo más de 10 de toneladas de combustible por hectárea y su continuidad será horizontal. La topografía en un incendio nivel 1 presentará pendientes de 0 a 10 por ciento y la accesibilidad deberá permitir la llegada en un tiempo no mayor de 2 horas por tierra. Incendios de nivel 2. Los fuegos o incendios cuya dimensión sea de 6 a 50 hectáreas en los lugares próximos a localidades densamente pobladas, o de 51 a 500 hectáreas en los lugares alejados, cuyo avance al frente sea de 3 a 10 metros por minuto o de 0,18 a 0,60 km/h, y que tenga llamas de 100 a 250 centímetros de altura. En un incendio nivel 2 los combustibles expuestos deberán ser menores de 75 mm de diámetro, no habiendo más de 60 toneladas por hectárea. La topografía de un incendio nivel 2 presentará pendientes de 10 a 30 por ciento y la accesibilidad debe permitir la llegada en un tiempo no mayor de 5 horas por tierra. Incendios de nivel 3. Así se clasifican los fuegos o incendios con una dimensión mayor de 50 hectáreas en los lugares próximos a localidades densamente pobladas, o mayor de 500 hectáreas en los lugares alejados, cuyo avance al frente sea mayor de 10 metros por minuto o mayor de 0,60 km/h, y que tenga llamas mayores de 250 centímetros de altura. En un incendio nivel 3 los combustibles expu estos pueden ser finos, medianos o gruesos, habrá más de 60 toneladas por hectáreas y su continuidad podrá ser horizontal o vertical. La topografía de un incendio nivel 3 puede presentar cualquier pendiente y la humedad relativa será menor del 12 por ciento. Usualmente los daños causados por los incendios forestales implican vidas, bienes, ecología, producción y efectos directos e inmediatos de carácter humano y social. 2. Incendios industriales: Como su nombre lo dice son aquellos incendios o fuegos de grandes proporciones, que se presentan en forma súbita, gradual o instantánea en plantas e industrias, en el tránsito de vehículos con tanques, que transportan líquidos inflamables, y los generados por cableados eléctricos de alta tensión, o por combustión espontánea, principalmente.
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Los incendios industriales que se dan en zonas de alta densidad poblacional implican mayores riesgos, por la mezcla de establecimientos industriales con riesgos en mercados, escuelas y zonas habitacionales. 3. Incendios urbanos: Son aquellos fuegos que pueden llegar a ocasionar siniestros y en los cuales ocurren la destrucción total o parcial de instalaciones, casas o edificios, en donde existe alta concentración de asentamientos humanos, ya sea dentro de ellos o en sus alrededores. Los incendios urbanos se pueden dividir en domésticos, comerciales e industriales, y representan más del 80 por ciento del total de incendios ocurridos; de éstos más del 60 por ciento suceden en casas de habitación; los restantes son originados en centros y locales comerciales y en áreas industriales ubicadas dentro de las ciudades. Una de las mayores causas de muertes durante siniestros de este tipo de emergencias o hechos no deseados son la asfixia por inhalación de humo, lo que indica que el problema en la mayoría de las veces es el control de la ventilación, por el diseño de las edificaciones, en donde poco se piensa en la seguridad integral de los inmuebles y mucho en su apariencia estética, muchas veces a expensas de la seguridad. 4. Incendios en embarcaciones: Son los ocurridos en aviones y barcos y que dejan casi siempre grandes pérdidas tanto humanas como económicas y que en la mayoría de los casos se presentan fuera de control por los lugares y situaciones en que ocurren.
Las explosiones Son fenómenos originados por la expansión violenta de gases, se producen a partir de una reacción química, por ignición o calentamiento de algunos materiales, se manifiestan en forma de liberación de energía y dan lugar a la aparición de efectos acústicos, térmicos y mecánicos, generalmente con efectos graves y posterior incendio y produciendo pérdidas humanas y de bienes. Básicamente, las explosiones se generan en empresas que producen, almacenan y distribuyen productos derivados de hidrocarburos, y principalmente en las actividades de conducción e industrialización de combustibles líquidos y gases; las plantas de almacenamiento y distribución de combustibles para vehículos automotores, plantas de distribución de gases licuados generalmente llamados propano y la manipulación de gas natural, así como los establecimientos que requieren usar combustibles para sus actividades. En relación a qué fue primero en una emergencia si el fuego o la explosión, esto es similar a la pregunta: ¿qué fue primero el huevo o la gallina?
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Derrame de sustancias químicas Son los derrames de sustancias nocivas a las personas, al ambiente, y a los equipos y sistemas, generalmente por descargas accidentales de sustancias, originados con motivo del escape, evacuación, rebose, fuga, emisión o vaciamiento de hidrocarburos, productos químicos o sustancias nocivas, capaces de modificar las condiciones naturales del ambiente, dañando personas, recursos e instalaciones. Los métodos de control de estos derrames incluyen la dispersión química, la combustión controlada, la contención mecánica, la absorción y la degradación entre otros. Actualmente, se conocen más de diez millones de productos químicos, de los cuales aproximadamente un millón se consideran como de uso generalizado o común, incluidos productos farmacéuticos, alimenticios, de procesos y conversiones industriales y plaguicidas, situación que hace necesario el tránsito para su distribución, consumo y transformación, con el posible y consecuente riesgo hacia la población. Para que los materiales con riesgos se puedan manipular o transportar adecuadamente en forma segura para el operario, la población y el entorno, es necesario contar con el envase, embalaje y medio de transporte apropiado al tipo de sustancia que se maneje y fundamentalmente el conocimiento de los MSDS u hojas técnicas de los productos. Los contenedores deben inspeccionarse periódicamente para verificar que no presenten poros por corrosión, disminución del espesor del material fatiga del metal, roscas o cierres deteriorados u otros defectos de importancia, además habrá que cuidarse que no presenten ninguna fuga debido a cambios de temperatura, humedad o presión. Generalmente los recipientes y contenedores para líquidos y gases tiene la fecha de fabricación, la de la última inspección, de las pruebas hidrótacias si las requieren y estas fechas deben respetarse textualmente
Fugas de gases Los escapes de una sustancia gaseosa, por su naturaleza misma, pueden producir diferentes efectos y consecuencias, en el hombre y el ambiente y tener efectos toxicológicos importantes sobre ellos, además de representar un elemento de alto riesgo que puede desencadenar otros tipos de siniestros en forma simultánea o secuencial, tales como explosiones e incendios.
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La inhalación prolongada de estas sustancias puede ocasionar desde pérdida de conocimiento, hasta efectos que de no ser atendidos con oportunidad pueden producir la muerte. Una de las causas más frecuentes de muerte en la población es la inhalación del monóxido de carbono que puede ser provocado por la combustión del gas natural o cualquier otro producido por los hidrocarburos, del escape de automóviles, por la mala ventilación y en la mayoría de las minas. Los efectos que este tipo de fenómenos puede causar a la población atienden al tipo de sustancia o agente que lo origina, a la dosis y tiempo en el que se presenta la emergencia y al hecho de producirse en espacios abiertos o cerrados. Es fundamental conocer las características de los gases, porque entre otros, hay unos más pesados que el aire y otros más livianos, por ejemplo.
Intoxicaciones y envenenamientos Son el efecto que sufre el organismo por introducirle un tóxico. Un tóxico es cualquier sustancia sólida, líquida o gaseosa que en concentraciones determinadas puede alterar el metabolismo humano y el estado de conciencia. Existen diferentes tipos de intoxicaciones o envenenamientos, entre ellas tenemos: • • • • •
Por ingestión de alimentos, medicamentos o líquidos. Por inhalación de gases, humos, vapores. Por inyección o consumo de medicamentos. Por picaduras de insectos y mordeduras de serpientes. Por contacto con vegetales, ácidos y productos químicos.
Al igual que en los fenómenos por envenenamiento, para poder brindar una atención oportuna y eficaz en fenómenos por intoxicación, deberá tomarse en cuenta el tipo de tóxico, el tiempo transcurrido, la dosis ingerida y las características de los afectados.
Accidentes en sistemas de transporte Los accidentes son eventos no deseados y muchas veces previsibles que se presentan en forma súbita, alterando el curso normal de los acontecimientos, lesionando o causando la muerte a las personas y generando daños en sus bienes y el entorno; son originados por fallas humanas, mecánicas o técnicas en los sistemas operativos.
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Los medios de transporte se pueden clasificar en: • • • • •
Terrestres. Férreos. Aéreos. Marítimos. Fluviales.
Los accidentes terrestres se originan por causas generalmente atribuibles a las siguientes situaciones: • Humanas. Por el incumplimiento de normas de seguridad que rigen el tránsito por carreteras o calles, tales como: exceso de velocidad, adelanto indebido, invasión de carril contrario, conducir en estado de embriaguez o bajo el influjo de alguna droga y por acelerar cuando alguien nos quiere pasar, entre otros. • Mecánicas. Por desperfectos en el vehículo, como son: fallas en los sistemas de frenos, llantas, direcciones, luces. • Vías de comunicación. Por la falta de señalamiento, objetos en el camino, ganado suelto y carreteras en mal estado, especialmente entre otros. • Climatológicas. Por algunos fenómenos hidrometeorológicos como la lluvia, la niebla y los vientos fuertes. Los accidentes marítimos y fluviales se producen principalmente por • Malas condiciones atmosféricas. • Deficiencias en la comunicación oportuna de las condiciones meteorológicas. • Fallas técnicas o mecánicas que tienen su origen en un deficiente mantenimiento. • Fuertes avenidas de los ríos, y olas de gran altura. • Cargas inadecuadas de las embarcaciones. • Exceso de pasajeros o carga mal distribuida. Los impactos que estos accidentes producen se manifiestan en: lesiones físicas, destrucción o pérdida total de los bienes, lesiones psicológicas y afectación social de los involucrados, pérdidas económicas y materiales, retraso en el tránsito de personas, en el transporte o en el suministro de bienes y servicios, destrucción o daños en las vías de comunicación, y otras calamidades como incendios, explosiones, fugas tóxicas, daños a la ecología del lugar, problemas sociales en el tránsito local.
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Los accidentes aéreos se producen generalmente por • • • • •
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Errores humanos Mal funcionamiento de los sistemas operativos de la aeronave Mal estado de las pistas Condiciones atmosféricas adversas. Esto es lo menos frecuente Pueden ocurrir en cualquier sitio aunque la mayoría de ellos se registra contra las montañas o en las pistas de los aeropuertos
Clasificación de productos químicos y de áreas eléctricas El manejo, almacenamiento y transporte de productos químicos y petroquímicos suelen ser la mayoría de las veces una tarea de alto riesgo, en la cual se tienen las mayores y más estrictas normas de seguridad. A pesar de eso, son muy graves las consecuencias que evidenciamos en los accidentes de trabajo y de las lesiones irreversibles en ojos, piel, órganos internos y externos y las quemaduras, y cuya recuperación y consecuencias pueden llegar a ser mortales o con lesiones incapacitantes permanentes, es necesario mantener una alta conciencia de seguridad con esos productos y es por lo tanto primordial conocer sus riesgos y sistemas de clasificación entre otros, y comprender los beneficios de rotularlos correctamente y entender este lenguaje. En Colombia y en todos los países de nuestra América Latina existen muchas normas legales que apoyan la necesidad de comunicar todo sobre las sustancias y productos químicos, y para controlar los riesgos que ellos tienen. La Ley 55 de 1993, expedida por el Congreso de la República: “Por medio de la cual se aprueba el “Convenio número 170 y la Recomendación número 177 sobre la Seguridad en la Utilización de los Productos Químicos en el Trabajo”, adoptados por la 77a. Reunión de la Conferencia General de la OIT, Ginebra, y 1990.” Decreto 1609 de 2002, firmado por 7 ministerios: “Por el cual se reglamenta el manejo y transporte terrestre automotor de mercancías peligrosas por carretera.” Nos indica:
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1. “Todos los productos químicos deberán llevar una marca que permita su identificación.” 2. “Todos los recipientes que contengan productos químicos con riesgos deberán llevar indicaciones o símbolos adecuados sobre los riesgos inherentes a la peligrosidad de los productos que contienen.” 3. “Los trabajadores deberán recibir información sobre la clasificación y el etiquetado de productos químicos y sobre las fichas de datos de seguridad en una forma y en idiomas que puedan comprender fácilmente.” 4. “En caso de transporte, tales sistemas y criterios deberán tener en cuenta las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas para el transporte de mercancías peligrosas.” Existen varios sistemas de identificación de productos en los procesos de embalaje, transporte, almacenamiento y uso de ellos y los fundamentales y más universales son: Sistema Naciones Unidas: El sistema de clasificación según las Naciones Unidas, y dividido en 9 clases, aplica de manera general para transporte marítimo, terrestre y aéreo; cada una de estas modalidades tiene sus propias restricciones (para clases o productos), consignadas en códigos específicos. Sistema de la NFPA (National Fire Protection Association). Utilizado fundamentalmente en almacenamiento de tanques estacionarios y bodegas, para comunicar riesgos relativos a las situaciones de emergencia, a entidades especializadas como cuerpos de bomberos. Se identifican todos los riesgos inherentes a una sustancia en un solo rótulo (salud, reactividad, inflamabilidad y especiales). El rombo se divide en 4 colores, donde cada uno de ellos tiene indicado el grado de peligrosidad mediante una numeración entre 0 y 4. Sistema de clasificación y rotulado según la directiva Europea. Suele encontrarse en recipientes que contienen reactivos químicos o productos para la industria, provenientes de casas fabricantes cuya casa matriz se encuentra en Europa. Para ellos, es requisito acompañar sus embalajes con este tipo de señalización también durante el transporte.
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Clasificación de sustancias según la ONU, (estas gráficas son tomadas textualmente de documentos originales)
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Simbología de la NFPA (National Fire Protection Association). Esta entidad internacional creada en 1886 para promover la protección y prevención contra el fuego, y que tiene por sede principal la ciudad de Boston, es ampliamente conocida por sus estándares (National Fire Code), mediante los cuales recomienda prácticas seguras desarrolladas por personal experto en el control de incendios. Siempre en mis clases universitarias, en las conferencias y en mis escritos tomo, como fuente prioritaria para efecto de estos símbolos y para todo los relacionados con la ingeniería sobre el fuego, a esta entidad, por la cual tengo el mayor respeto y admiración. Con ella, en la década de los ochenta y debido a la invitación que la industria petrolera colombiana le hizo para que nos asesoraran en la investigación del incendio en Puente Aranda en Bogotá Colombia, creamos la que se conoció como
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OLAPCI, Organización Latinoamericana de Protección Contra Incendios y de la cual tuve el placer se ser el firmante en Washington del contrato entre las partes y como representante de Colombia y ser su primer secretario ejecutivo. La norma NFPA 704 es el código que explica el tetraedro o diamante, utilizado para comunicar los riesgos de los materiales de ciertas características. Es importante tener en cuenta que el uso de este diamante o rombo en la industria implica que todo el personal conozca los criterios de clasificación y el significado de cada número y sobre cada color. Así mismo, no es aconsejable clasificar los productos químicos por cuenta propia sin la completa seguridad con respecto al manejo de las variables involucradas. A continuación presentamos un breve resumen de los aspectos más importantes del diamante o rombo. La norma NFPA 704 pretende mediante un rombo seccionado en cuatro partes de diferentes colores, indicar los grados de riesgo de la sustancia a clasificar.
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Los símbolos especiales que pueden incluirse en el recuadro blanco son: OXI: agente oxidante COR: agente corrosivo
: Reacción violenta con el agua Esta clasificación de la NFPA es la que consideramos más simple, práctica y de una claridad y facilidad de interpretación en cualquier país, comunidad, caso y condición. En la industria de la química y el petróleo y en la mayoría de los carros tanques y sistemas de transporte, lo mismo que en los tanques de almacenamiento de productos en las instalaciones petroleras y petroquímicas, esta simbología es la tradicional en todos los países que por uno u otro motivo están vinculados a la economía norteamericana especialmente.
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Clasificación de áreas eléctricas de la NFPA También la NFPA establece una serie de guías y pautas para que el manejo seguro de la electricidad sea un hecho de cada día, actividad y proceso. La NFPA es la entidad que representa el mayor respeto y admiración por lo que ha hecho durante más de un siglo y sigue haciendo por la seguridad del mundo en que vivimos, y en la preparación de personas y el control y eliminación de riesgos, especialmente en la ingeniería del fuego. La norma NFPA 70 –también conocida como NEC o Código Eléctrico de los Estados Unidos nos define algunos términos que tomamos de nuestro libro Hidrocarburos su manejo seguro que tuvo su última edición, la cuarta, en ECOE Ediciones, a mediados del año 2010: Cuando necesitemos adquirir equipos eléctricos, además de sus características básicas, tenemos que tener en cuenta en dónde los vamos a instalar y, según el lugar, se requiere que cumplan con otras normas indispensables Siempre he considerado este tema de especial importancia, y sobre él he hecho mucho énfasis en mis clases de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de América y en los programas de posgrado de las Universidad Javeriana, del Bosque y la Militar Nueva Granada, porque el desconocimiento profesional en nuestro medio es casi total. Difícilmente he encontrado un auditorio con algún conocimiento sobre este tema. A nuestros profesionales no les hemos dado las bases para pedir un equipo o sistema eléctrico, y eso lo pagamos caro cuando se presenta un incendio o una explosión. No hay la claridad entre los profesionales del por qué y el cómo existe la clasificación de áreas eléctricas, y menos aún su aplicación. No dejo por lo tanto pasar este capítulo sin fortalecer las bases sobre lo que es este tema. CLASE I. Es aquella en que están o pueden estar presentes gases o vapores inflamables en cantidad suficiente para producir mezclas explosivas o inflamables, tales como plantas de lavado y teñido de seco, plantas de pintura y barniz, plantas de gas, refinerías de petróleo, planta y estaciones de servicio de gas y derivados del petróleo, almacenamiento, manejo y bombeo de gasolina y nafta entre otros. CLASE II. Es aquella en la que la presencia de polvos en suspensión puede producir ignición o explosión.
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CLASE III. Es aquella en la cual su riesgo se debe a la presencia de pequeñas fibras combustibles o volátiles, en cantidad suficiente para producir mezclas combustibles. La responsabilidad de determinar la existencia o no de una zona de riesgo corresponde al ingeniero o especialista que diseña los sistemas eléctricos y energizados, y éste debe extremar las precauciones, porque su falta o error podrían resultar eventualmente demasiado onerosos. Con frecuencia se requiere una inspección cuidadosa para determinar la extensión del área en las plantas y cada uno de los riesgos dentro de ellas; por eso es evidente que todas las instalaciones no pueden ser definitivamente cubiertas por las mismas reglas o normas. Las normas admiten que los riesgos de una zona pueden no ser los mismos para todos los tipos de gases inflamables o vapores, o para todos los tipos de polvos combustibles; por eso las clases deben ser analizadas con más detalle teniendo en cuenta los productos que se manejan en el área y la posibilidad de que se presenten en condiciones de riesgo, bien sea permanente o debido a una falla. Las entidades normalizadoras han definido que, según los materiales presentes en un área, los riesgos pueden clasificarse en: GRUPO A. Atmósferas que contienen acetileno. GRUPO B. Atmósferas que contienen hidrógeno, gases o vapores de riesgos equivalentes. GRUPO C. Atmósferas que contienen vapor de éter etílico, etileno o ciclo propano básicamente. GRUPO D. Atmósferas que contienen gasolina, hexano, nafta, bencina, butano, propano, alcohol, acetona, benzol, vapores de disolventes de lacas o gas natural o metano entre otros. GRUPO E. Atmósferas en las que, en condiciones normales de funcionamiento y en forma continua, intermitente o periódica, hay o puede haber polvos combustibles en cantidad suficiente para producir mezclas inflamables o explosivas. GRUPO F. Atmósferas en las cuales, por una falla mecánica o funcionamiento anormal de la maquinaria o equipo, pudieran producirse dichas mezclas, las del grupo E, y pudieran también provocar un incendio por falla simultánea del equipo eléctrico, de los dispositivos de protección o por otras causas.
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GRUPO G. Atmósferas en las cuales pueden estar presentes polvos conductores de electricidad. Esta clasificación por grupos, la anterior, tiene relación directa con el rango de inflamabilidad de los productos; por eso el acetileno, cuyo rango de inflamabilidad está entre 2 y 81 por ciento, se ubica sólo en el grupo A considerado como el gas de mayor riesgo entre los conocidos, desde este punto de vista. Respecto al tipo de riesgo o la presencia del mismo, la clasificación de áreas eléctricas establece dos divisiones: División 1. Aquella aplicable a las instalaciones en las que en forma permanente se presentan escapes o formación de atmósferas inflamables o explosivas, debido al diseño, la operación o sistema del proceso. División 2. La norma dice que es aquella referida a localizaciones en las que sólo se presentan atmósferas inflamables o explosivas como consecuencia de fallas en sistemas, equipos o procesos y que no ocurren, en condiciones normales. Lo anterior es muy importante de definir porque puede estarse comprando un equipo no requerido según el riesgo, y entonces hacer adquisiciones no necesarias que van a castigar la economía de la empresa, porque como es claro un equipo para la división I tiene un costo mucho mayor que uno para instalar en una división II. Todos los equipos clasificados deben estar bien identificados y con el o los sellos de un laboratorio de prueba, por lo menos de uno. En esa identificación se detallan la clase, la división y el grupo o grupos para los cuales fue construido.
Código NEMA para un trabajo seguro La Asociación Norteamericana de Fabricantes de Elementos Eléctricos, NEMA, fundada en el año de 1926 con el objetivo básico de integrar a todos los manufactureros de equipos y sistemas eléctricos de los Estados Unidos, como resultado de sus investigaciones ha desarrollado el conocido Código NEMA que a continuación presentamos, y que se ha constituido en una herramienta fundamental para que los ingenieros diseñadores, montadores y operarios laboren cada vez con mayor seguridad y menores riesgos. NEMA 1. Uso general. Elementos para uso general en interiores y lugares cubiertos. Protege contra contactos accidentales con los componentes internos energizados.
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NEMA 2. A prueba de goteo. Para uso en interiores y lugares cubiertos. Protege contra contacto accidental y caídas limitadas de agua y polvos. NEMA 3. A prueba de factores climatológicos. Para uso en exteriores o lugares cubiertos. Protege contra vientos, polvos, lluvia, agua, nieve y formación de hielo exterior. NEMA 3R. A prueba de aguaceros. Para uso exterior. Protege contra aguaceros, agua nieve y formación de hielo. NEMA 3S. A prueba de lluvia. Para usos exteriores, Protege contra ventarrones con polvos, agua, agua nieve y permite la operación de los mecanismos exteriores, con formación de hielo. NEMA 4. A prueba de agua. Para usos exteriores. Protege contra ventarrones con polvos, lluvia, salpique de agua y agua a presión con manguera. NEMA 4X. A prueba de agua y corrosión. Para uso interior y exterior. Protege contra la corrosión, ventarrones con polvos y lluvia, salpique de agua y agua a presión con manguera. NEMA 5. A prueba de polvos. Para uso interior. Protege contra polvos y caída de mugres y partículas. NEMA 7. A prueba de explosión. Lugares clasificados. Para uso interior. Protege por restricción en el aire, en ambientes o lugares clasificados como de riesgo y con riesgo de incendio y explosión en Clase I grupos A, B, C, D. NEMA 8. A prueba de explosión. Lugares clasificados. Para uso interior. Protege por interrupción en aceites en lugares clasificados con riesgo de incendio o explosión en Clase I grupos A, B, C, D, pero en donde los componentes eléctricos están sumergidos en aceite y dentro de las cajas. NEMA 9. A prueba de explosión. Lugares clasificados. Para uso interior. Protege por restricción en el aire en lugares clasificados con riesgo de incendio y explosión el Clase II grupos E, F, G. NEMA 10. A prueba de explosión. Lugares clasificados. Para uso interior. Para resistencias especiales a las explosiones conforme a las regulaciones de la Oficina de Minas de los Estados Unidos. Nota: Todas las gráficas de este capítulo son tomados directamente de documentos publicados por sus entidades autoras.
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En este documento he considerado importante hacer un aporte básico en cuanto a guías para atender a las personas enfermas o lesionadas, pero de ninguna manera transmitir a mis lectores todo un manual para actuar en casos de atención por situaciones no deseadas o de emergencia. Por lo anterior espero sea tomada esta información como tal, y recomiendo sobre este tema adquirir los conocimientos que muy bien transmiten entre otras entidades la Cruz Roja, la Defensa Civil y otros organismos privados y estatales que lo hacen con entrega y la mejor calidad humana. Por primeros auxilios se entienden los cuidados inmediatos, adecuados y provisionales prestados a las personas accidentadas o con enfermedad antes de ser atendidas en un centro asistencial. Los objetivos fundamentales de los primeros auxilios son: • • • •
Conservar la vida. Evitar complicaciones físicas y psicológicas. Ayudar a la recuperación. Asegurar el traslado de los accidentados a un centro asistencial.
Ante un accidente que requiere la atención de primeros auxilios, debemos recordar y tener en cuenta entre otros aspectos:
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• Actuar si se tiene seguridad de lo que va a hacer, es preferible no hacer nada si no existe la seguridad de nuestra positiva colaboración, porque es probable que el auxilio que se preste no sea adecuado y que más bien contribuya a agravar al lesionado. • Conservar la tranquilidad para actuar con serenidad y rapidez, esto da confianza al lesionado y a sus acompañantes. Además, contribuye a la ejecución correcta y oportuna de las técnicas y procedimientos necesarios para prestar un primer auxilio. De esta actitud depende la vida de los heridos; evitemos el pánico. • Mantener vigilancia sobre la víctima; si estamos solo, solicitar la ayuda necesaria (elementos, transporte, entre otros). • Efectuar una revisión de la víctima para descubrir lesiones distintas a la que motivó la atención y que no pueden ser manifestadas por ésta o sus acompañantes.
Valoración del lesionado Mediante un examen completo del accidentado se pretende explorar todos los signos físicos y cambios de comportamiento que éste pudiera presentar. Usualmente se practica después que el auxiliador ha escuchado la mayor información posible tanto del accidentado si es que está consciente, como de los posibles testigos del accidente y los síntomas que manifiesta el lesionado. El examen de un lesionado ha de ser completo y cuidadoso, evitando la manipulación excesiva e innecesaria que puede agravar las lesiones ya existentes o producir unas nuevas. El método de examen empleado dependerá de las circunstancias en las cuales se lleva a cabo. Así, en los accidentes callejeros es deseable un método rápido para obtener un diagnóstico provisional y descubrir las lesiones que requieran tratamiento inmediato, antes de movilizar al lesionado. El lesionado debe permanecer a la intemperie el menor tiempo posible; de hecho, el examen puede realizarse de tal manera que la mayor parte de su cuerpo permanezca cubierto durante el proceso. Para esto, las mantas y frazadas podrán ser utilizadas en el manejo inmediato, y pueden ser parcialmente retiradas con el fin de poner al descubierto regiones individuales del cuerpo, que tan pronto como se hayan examinado podrán volver a cubrirse. No sobra mencionar el riesgo que supone mover una persona sin conocer la naturaleza de sus lesiones; en muchos casos no es posible examinar al lesionado en la posición en que ha sido encontrado y cualquier movimiento puede agravar la situación. Al examinar un lesionado, el auxiliador debe ser respetuoso, metódico, ordenado y tener presente que el irrespeto o mala atención a un socorrido puede llegar a generar demandas y sanciones al socorrista, además tiene que guiarse por la 254
25. Primeros auxilios a personas
clase de accidente, enfermedad súbita, necesidad o situación que se genere. Debe haber una razón para todo lo que se haga. El primer paso en el examen de cualquier parte del cuerpo es la llamada inspección, que consiste en revisar con cautela y cuidado la parte que va a ser objeto de examen antes de tocarla; la inspección inicial descubre a menudo alteraciones que de otra manera pudieran pasar inadvertidas. Es importante la observación cuidadosa con el objeto de descubrir las deformaciones naturales que ocasionalmente se encuentran en personas sanas, y después de la inspección se recomienda palpar cuidadosa, suave y respetuosamente la parte afectada, poniendo especial atención en los huesos. Si no sabemos primeros auxilios, no nos sentimos preparados o creemos causar más mal que bien, no debemos participar en labores de auxilio y salvamento, porque la respuesta puede ser más negativa que si no hubiéramos hecho nada. Igualmente, en las labores de auxilio a lesionados debemos tener en cuenta que se han presentado situaciones que han sido demandadas ante la Ley, y quienes quisieron ser salvadores resultaron involucrados en demandas y reclamaciones. Nuevamente, comentamos que sin querer ser especialistas en auxilios primarios, damos algunas recomendaciones fruto de las experiencias vividas, y queriendo incluir esta información como un aporte a nuestros lectores. Vendajes Son los procedimientos hechos con tiras, trapos o cualquier otro material, con el fin de envolver una extremidad u otras partes del cuerpo humano lesionadas, se usan especialmente en caso de heridas, hemorragias, fracturas, esguinces y luxaciones. Los vendajes se utilizan para sujetar apósitos, fijar entablillados o articulaciones básicamente; los hay de diferentes materiales tales como algodón, elástico, semi elástico y otros como la venda de yeso. Una venda angosta se puede utilizar para envolver una mano o una muñeca, una mediana para un brazo o tobillo, y una ancha para la pierna. Es común conocer y utilizar vendajes triangulares que generalmente son de tela resistente y su tamaño varía de acuerdo con el sitio donde se vaya a vendar. La venda triangular tiene múltiples usos, con ella se pueden realizar vendajes en diferentes partes del cuerpo utilizándola como cabestrillo, doblado o extendido.
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Cabestrillos y vendajes Los cabestrillos se utilizan para sostener la mano, brazo o antebrazo en caso de heridas, quemaduras, fracturas, esguinces, luxaciones, y la forma más práctica de utilizarlos es colocando el antebrazo de la víctima ligeramente oblicuo, es decir que la mano quede más alta que el codo, ubicándose detrás de la víctima, y colocando la venda triangular extendida, posteriormente llevando el extremo inferior de la venda hacia el hombro del brazo lesionado, y amarrando los dos extremos de la venda con un nudo hacia un lado del cuello (del lado del lesionado) debemos tener cuidado de no dejarla sobre los huesos de la columna vertebral, y de dejar los dedos descubiertos para controlar el calor, la temperatura y el color en las unas. Entre los técnicos y las teorías de primeros auxilios existen varios tipos de vendajes, y entre ellos citamos: • • • • • • •
Vendaje circular Vendaje en ocho o tortuga Vendaje para codo o rodilla Vendaje para tobillo o pie Vendaje para manos y dedos Vendaje para el ojo Vendaje para la cabeza
Paro cardiorrespiratorio Este tema es especialmente delicado y nunca he creído en los programas de capacitación que incluyen la temática que ellos llaman RCP como algo más del tema, por eso prefiero limitarme a sólo aconsejar precaución en este primer auxilio y su aplicación. Un paro cardiorrespiratorio es la interrupción repentina y simultánea de la respiración y el funcionamiento del corazón y debido a la relación que existe entre el sistema respiratorio y circulatorio, puede producirse el paro respiratorio y el corazón seguir funcionando, pero en pocos minutos sobrevenir el paro cardíaco, cuando no se presta el primer auxilio inmediatamente. También iniciarse un paro cardíaco, caso en el cual casi simultáneamente se presenta el paro respiratorio. El corazón y los pulmones son elementos del cuerpo humano de una especial atención y cuidado y sólo quienes saben exactamente cómo actuar y están muy bien entrenados deben prestar este auxilio; se han dado casos en que un auxiliador ha producido paros cardiorrespiratorios a personas por el efecto negativo en la operación normal del corazón.
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25. Primeros auxilios a personas
También dentro de muchos planes de estudio se habla del RCP y le dedican bastantes minutos, haciendo que además se hagan acciones de primeros auxilios entre los mismos alumnos; esto es incorrecto y puede generar lesiones entre ellos. Lesiones de tejidos blandos Las lesiones de tejidos blandos son situaciones muy comunes en la atención de primeros auxilios, y estas lesiones pueden llegar a causar un daño o grave incapacidad. Además de los huesos y cartílagos el organismo está recubierto por tejidos blandos; músculos, grasas, tendones, ligamentos, membranas, mucosas, vasos sanguíneos y piel y casi siempre que estos tejidos son lesionados o desgarrados hay riesgo de infección; los microorganismos pueden entrar al cuerpo a través de una excoriación, una cortada o una quemadura. Por lo anterior como ya dije es importante saber qué y cómo hacer y dar un primer auxilio. Infecciones Una infección es la repuesta del organismo al crecimiento de las bacterias dentro de los tejidos del cuerpo y la manifestación en el sitio de la lesión se presenta como una inflamación, enrojecimiento, dolor, calor (al tacto) en la zona y drenaje de materia. Las infecciones graves provocan fiebre, malestar general, decaimiento, somnolencia, falta de apetito, náuseas y según sea el microorganismo que causa la infección puede tener otras manifestaciones. Existe una infección grave denominada tétanos que puede ser adquirida por lesión de los tejidos blandos; las manifestaciones de infección pueden presentarse en pocas horas o días después de producirse la lesión. Hemorragia externa La sangre se encuentra circulando por el interior de los vasos sanguíneos, arterias, venas y capilares, que la transportan por todo el cuerpo, cuando alguno de estos vasos sanguíneos se rompe, la sangre sale de su interior, originándose así una hemorragia. Toda pérdida de sangre debe ser controlada cuanto antes, sobre todo si es abundante; en caso de hemorragias el organismo pone en funcionamiento su meca-
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nismo para controlarla, agregando las plaquetas alrededor del vaso lesionado y formando un coágulo que tapona dicho vaso, impidiendo la salida de sangre. La atención de una hemorragia debe darse en forma inmediata porque en pocos minutos la pérdida de sangre puede ser muy alta o total y ocasionar shock y muerte. Hay hemorragia externa cuando vemos la sangre saliendo a través de una herida; estas hemorragias pueden clasificarse generalmente en: Venosas. Las venas llevan sangre de los órganos hacia el corazón; las hemorragias venosas se caracterizan porque la sangre es de color rojo oscuro y su salida es continua, lenta y escasa en la mayoría de las situaciones. Arteriales. Las arterias conducen la sangre desde el corazón hacia los demás órganos y el resto del cuerpo; la hemorragia arterial se caracteriza porque la sangre es de color rojo brillante, su salida es abundante y en forma intermitente, coincidiendo con cada pulsación. Para identificar el tipo de hemorragia se puede secar la herida con una tela limpia o gasa; si el auxiliado está consciente se le puede suministrar un poco de suero oral o agua y ante todo tratarlo con tranquilidad y seguridad. Para controlar una hemorragia pueden seguirse estos pasos: 1. Presión directa. Aplique sobre la herida una compresa o tela limpia haciendo presión fuerte; en caso de no disponer de compresa o tela puede hacerla directamente con su mano siempre y cuando usted no tenga ninguna lesión en las manos y esté protegido con guantes. La mayoría de las hemorragias se pueden controlar con presión directa. La presión directa con la mano puede ser sustituida con un vendaje de presión, cuando las heridas son demasiado grandes o cuando tenga que atender a otras víctimas. Esta técnica generalmente se utiliza de manera simultánea con la elevación de la parte afectada, excepto cuando se sospeche lesión de columna vertebral o de fracturas. 2. Elevación. La elevación de la parte lesionada disminuye la presión de la sangre en el lugar de la herida y reduce la hemorragia; si la herida está situada en un miembro superior o inferior, levántelo a un nivel superior al corazón y cubra los apósitos con una venda; si continúa sangrando, coloque apósitos adicionales sin retirar el vendaje inicial. 3. Presión directa sobre la arteria. Consiste en comprimir con la yema de los dedos una arteria contra el hueso subyacente, y se utiliza cuando no se ha podido controlar la hemorragia por presión directa y elevación de la extremidad o cuando no se pueden utilizar los métodos anteriores. 258
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4. Torniquete. Los torniquetes se deben utilizar tan sólo como un último recurso, debido a las enormes y graves consecuencias que trae su utilización, y están reservados sólo a los casos donde la hemorragia es tan grave que los tres métodos anteriores han fallado, tal es el caso de una amputación, en donde deberá ser el primer paso para el control efectivo de la hemorragia. Utilice una venda triangular doblada o una banda de tela de por lo menos 4 cm de ancho sin utilizar vendas estrechas, cuerdas o alambres, coloque la venda cuatro dedos arriba de la herida y dele dos vueltas alrededor del brazo o pierna. Haga un nudo simple en los extremos de la venda. Coloque una vara corta y fuerte, haga dos nudos más sobre la vara, gire la vara lentamente hasta controlar la hemorragia, suelte una vez más o menos cada 7 minutos o cuando, en el caso de las extremidades, se identifique coloración en alguna parte de ellas o en las uñas esta se pierda. Lo más aconsejable es trasladar rápidamente la víctima a un centro asistencial. Hemorragia interna Por hemorragia interna se entiende a aquella en que por sus características la sangre no fluye al exterior del cuerpo, sino que se queda en el interior, generalmente acumulándose debajo de la piel o en una cavidad orgánica, que es el caso más grave. Las hemorragias internas incluyen generalmente lesiones graves que pueden causar shock, ataque cardiaco o falla pulmonar, pueden ser provocadas por aplastamiento, punciones, desgarros en órganos y vasos sanguíneos y por fracturas. Cualquiera que sea el tipo de hemorragia se produce disminución de la sangre circulante, que el organismo trata de mantener especialmente en los órganos más importantes como: corazón, cerebro y pulmones. Algunas señales de la existencia de una hemorragia interna pueden ser: • • • • •
Abdomen muy sensible o rígido, Hematomas en diferentes partes del cuerpo, Sangrado por los oídos, Vómito con sangre, Manifestaciones de shock, especialmente.
Si la víctima presenta síntomas de hemorragia interna o usted sospecha que la fuerza que ocasionó la lesión fue suficiente para provocarla, traslade la víctima lo más pronto posible a un centro de atención especializada, controle la respiración y pulso cada 5 minutos, abríguela, y no le dé nada de tomar.
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Cuerpos extraños dentro del organismo Un cuerpo extraño dentro del organismo es cualquier elemento ajeno al cuerpo que entra a éste, ya sea a través de la piel o por cualquier orificio natural como los ojos, nariz y garganta, impidiendo su normal funcionamiento. Cuerpos extraños en los ojos. Para casos de productos líquidos que entren a los ojos generalmente es recomendable echar agua dentro de ellos preferiblemente con los elementos que para el efecto existen en empresas y centros industriales, pero en todo caso, limpie cuidando que el ojo atendido esté debajo y no encima del no afectado para que lo derramado no caiga en el otro. Si es cuerpo extraño sólido o no identificado, lo ideal es tapar el ojo afectado con un elemento limpio para reducir el movimiento y remitir el lesionado a un centro especializado. Por lo general las etiquetas de productos que pueden ser nocivos a los ojos tienen suficiente información básica para seguirla atentamente. Cuerpos extraños en los oídos. El dolor por inflamación puede ser señal de cuerpos extraños en los oídos; si es por insecto, a veces puede sentirse el movimiento de este en el oído y la audición puede estar disminuida. Si se trata de un insecto coloque la víctima con la cabeza inclinada hacia el lado contrario del afectado, aplique 3 o 4 gotas de aceite mineral tibio, déjelo actuar durante 1 o 2 minutos, incline la cabeza hacia el lado afectado, para que el aceite drene espontáneamente y arrastre el insecto. Si el cuerpo extraño es una semilla o bolita de cristal, colóquele la cabeza de forma que el oído afectado quede hacia abajo, para facilitar la salida del cuerpo extraño. Si la maniobra anterior no da resultado: • NO trate de extraer los cuerpos extraños con pinzas u otros elementos. • NO realice ningún procedimiento y traslade la víctima a un centro asistencial. Cuerpos extraños en la nariz. Esta situación se presenta generalmente en niños, en ocasiones puede haber inflamación de la nariz y presencia de secreción sanguinolenta y dificultad para respirar. En estos casos tranquilice al niño y a sus familiares, pregúnteles qué tipo de cuerpo extraño se introdujo y el tiempo que lleva el niño con él, ya que si se trata de una semilla, al ponerse en contacto con la secreción de la nariz aumenta de tamaño, lo que hace difícil su extracción y será necesario que lo envíe a un centro asistencial.
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Si se trata de un botón o de otro objeto y usted está preparado, apriete con uno de sus dedos la fosa nasal libre y pídale al niño que se suene, esto hará expulsar el objeto por la corriente de aire que se forma. Si con la maniobra anterior no logra expulsar el objeto, envíelo a un centro asistencial. Intoxicaciones Las intoxicaciones son una reacción del organismo a la entrada de cualquier sustancia tóxica que cause o pueda causar lesión o enfermedad y en ocasiones la muerte. El grado de toxicidad varía según la edad, sexo, estado nutricional, vías de penetración y cantidad y concentración del producto tóxico. Un tóxico es cualquier sustancia sólida, líquida o gaseosa que en una concentración determinada produce efectos dañinos en los seres vivos. Los tóxicos pueden ser muy variados; los encontramos en plantas, animales, serpientes, peces, insectos, microbios, en gases naturales y artificiales, en sustancias químicas e incluso en medicamentos que según la dosis pueden actuar tóxicamente. Las intoxicaciones o envenenamientos pueden presentarse por: • Dosis excesivas de medicamentos o drogas. • Almacenamiento inapropiado de medicamentos y venenos. • Utilización inadecuada de insecticidas, cosméticos, derivados del petróleo, pinturas o soluciones para limpieza, entre otros. • Inhalación de gases tóxicos. • Consumo de alimentos en fase de descomposición o de productos enlatados cuyas latas o recipientes estén soplados o con fecha de consumo ya vencida. • Manipulación o consumo de plantas venenosas. • Ingestión de bebidas alcohólicas especialmente las adulteradas. Si usted sospecha que alguien está intoxicado trate de averiguar el tipo de tóxico, la vía de penetración y el tiempo transcurrido, revise el lugar para averiguar lo sucedido y evite más riesgos, aleje a la víctima de la fuente de envenenamiento y si es necesario, revise el estado de conciencia y verifique si la víctima respira y si tiene pulso. Si la víctima está consciente hágale preguntas para tener mayor información, aflójele la ropa si está apretada, pero manténgala abrigada. Si presenta vómito, recoja una muestra de éste para que pueda ser analizado y trate de mantener las vías respiratorias libres de secreciones. Coloque al paciente en posición boca abajo, para evitar que el veneno vomitado sea ingerido nuevamente o pase a las vías respiratorias. Si está seguro del tipo de tóxico ingerido y en la etiqueta del recipiente está indicado provocar vómito, hágalo, introduciendo el dedo o el cabo de una cuchara dentro de la boca. 261
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Evite provocar el vómito en los siguientes casos: • • • • • •
Si observa quemaduras en los labios y boca. Si el aliento es a queroseno, gasolina o derivados. Cuando las instrucciones del producto así lo indiquen. Si el afectado está inconsciente o presenta convulsiones. Si han transcurrido más de dos horas de haber ingerido el tóxico. Si ha ingerido ácido sulfúrico, ácido nítrico, soda cáustica o potasa entre otros
En estos casos traslade la víctima lo más pronto posible a un centro asistencial. Las intoxicaciones con insecticidas pueden ser producidas por el consumo de frutas y verduras sin lavar, o por la manipulación misma de ellos, los insecticidas que causan más intoxicaciones son los organofosforados usados en agricultura y jardinería. No sólo se produce la intoxicación por los alimentos contaminados, sino también en el personal que los aplica, por contacto con la piel o por inhalación de las pulverizaciones. Algunos síntomas indicadores de esta clase de intoxicaciones son: diarreas, salivación, vómitos y temblores. En casos graves, hay paro respiratorio. Un tratamiento recomendado, y si se trata de ingestión, es provocar vómito después de asegurar que es lo adecuado y según las instrucciones en el envase o recipiente. Si ha sido por contacto, deberá lavarse la piel con suficiente agua y jabón, y se deben enjuagar la boca y los ojos, efectuando vigilancia de la respiración y demás signos vitales. En casos críticos lo más recomendable es el traslado a un centro asistencial. Intoxicación por monóxido de carbono El monóxido de carbono [CO] es un gas sin color, olor, ni sabor, se produce por las combustiones incompletas especialmente de líquidos y gases derivados del petróleo y está también presente en el humo de cigarrillos, en los gases de los automóviles, en las cocinas y otros lugares en donde exista combustión. La intoxicación se produce permaneciendo en habitaciones y áreas cerradas o mal ventiladas, en túneles, en garajes cerrados con automóviles con el motor encendido, en minas, también en cocinas por las estufas para gas, los principales síntomas de esta intoxicación son: • Disminución de los reflejos. • Intenso dolor de cabeza.
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• • • • •
Vómito Flacidez Reducción del parpadeo. Respiración dificultosa. Piel adquiriendo coloración rosada.
Debe apartarse a la víctima del ambiente nocivo y llevarlo al aire libre, darle respiración asistida si es necesario y en último caso transportarla al centro asistencial. Picaduras y mordeduras Los animales están condicionados por el alimento, la reproducción, la supervivencia y para no ser depredados por otros, creando estrategias como el mimetismo con la naturaleza a su alrededor. Es allí, en donde por nuestro desconocimiento de su hábitat, se accidentan las personas al acercarse a un árbol o introducir las manos debajo de una piedra. Las picaduras y mordeduras se consideran como lesiones que inicialmente afectan el tejido blando pero que según la evolución y la respuesta orgánica de cada individuo pueden comprometer todos los sistemas, incluso causar la muerte si la atención no es rápida y adecuada, especialmente en personas que sufren reacciones alérgicas graves. Picaduras Son pequeñas heridas punzantes producidas principalmente por insectos y animales marinos a través de las cuales inyectan sustancias tóxicas que actúan localmente y en todo el cuerpo de acuerdo con la clase de agente causante, la cantidad de tóxico y la respuesta orgánica. Las picaduras de abejas, avispas y hormigas ocasionalmente pueden causar la muerte, casi siempre debido a la reacción alérgica aguda producida por el veneno que inyectan; las avispas y las hormigas pueden utilizar su aguijón repetidamente, mientras que la abeja, especialmente la productora de miel, deja su aguijón y el saco venenoso adheridos a la piel de la víctima. No todas las personas reaccionan de la misma forma a estas picaduras, las manifestaciones pueden ser locales o generales. Picaduras locales. Son las que se presentan con mayor frecuencia y pueden producir: dolor, inflamación en forma de ampolla blanca, firme y elevada, enrojecimiento y rasquiña de la piel en el área de la picadura. Picaduras generales. Estas pueden llevar al shock, coma y la muerte cuando se presentan con reacción alérgica, rasquiña generalizada, inflamación de labios y
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lengua, dolor de cabeza, malestar general, dolor de estómago, sudoración abundante, dificultad para respirar y angustia. Atención general. En toda picadura usted debe hacer lo siguiente: • Tranquilizar a la persona. • Proporcionar reposo. • Retirar el aguijón en la dirección contraria en la que penetró, para ello utilice un borde afilado. • Aplicar compresas con agua fría sobre el área afectada para reducir la inflamación y disminuir el dolor y la absorción del veneno. • Suministrar un antialérgico (antihistamínico) y trasladar la víctima rápidamente al centro asistencial, si se presenta reacción alérgica. Mordeduras de serpientes Las serpientes son animales apacibles y poco agresivos y en general huyen de los humanos, cuando muerden a una persona lo hacen en defensa propia y casi siempre en su ambiente natural, bien porque la persona se interpone accidentalmente en su camino o porque son molestadas de algún modo. Sin embargo, las serpientes que viven en cautiverio son responsables de un número significativo de mordeduras. Las huellas de la mordedura de una serpiente venenosa se caracterizan por la presencia de pequeños orificios sangrantes y a veces solamente uno; la distancia entre los dos colmillos nos da la idea de la profundidad a la que se encuentra el veneno; la profundidad cambia según la serpiente: coral 2-3 mm, mapaná 1-2 cm. Las huellas de la mordedura de una serpiente no venenosa se caracterizan por una serie de puntos sangrantes en hileras paralelas y superficiales y no se presenta inflamación ni dolor. Las manifestaciones y gravedad del envenenamiento producido por mordedura de serpientes dependen de: • • • • • • •
La edad y tamaño de la persona. La condición general de salud. La especie y tamaño de la serpiente. El estado de colmillos y glándulas venenosas de la serpiente. La naturaleza y sitio de la mordedura. La cantidad de veneno inoculado. La duración en tiempo entre el accidente y la atención adecuada.
Antes de iniciar los primeros auxilios, es necesario identificar el tipo de serpiente que causó la mordedura, ya que esto ayuda en el tratamiento que se prestará en el centro asistencial. 264
25. Primeros auxilios a personas
Ante una persona que fue mordida por una serpiente venenosa, pueden seguirse los pasos siguientes: • Colocar la persona en reposo y tranquilizarla. • Suspender toda actividad, ya que la excitación acelera la circulación, y esto aumenta la absorción del veneno. • Quitar anillos y objetos que le puedan apretar la parte afectada. • Lavar si es posible el área afectada con abundante agua y jabón. No colocar hielo, ni hacer cortes en cruz sobre las marcas de la mordedura. • Si usted sabe que la víctima no recibirá atención médica especializada antes de que transcurran 30 minutos, considere el succionarle la herida con un equipo de succión. Si esto no es posible, realice punciones en el área de la mordedura con una aguja hipodérmica estéril. • Succionar la herida y repetir esta maniobra durante los primeros 30 minutos después de la mordedura. En su defecto y si usted cree que la situación y la persona lo ameritan, aplicar la succión bucal sobre las marcas colocando un plástico y succionar a través de este durante 30 minutos; este procedimiento tiene alto riesgo, por la transmisión de enfermedades o efectos del mismo veneno, en caso tal, que quien lo realice tenga lesiones internas en la boca o en la dentadura. • Aplicar un vendaje compresivo ancho y apretado, nunca debe soltarse el vendaje hasta tanto no se haya administrado el suero antiofídico y debe ser aflojado gradualmente en el centro asistencial. • Si se presenta parálisis de lengua y mandíbula, realice híper extensión del cuello, para abrir las vías respiratorias y esté alerta para prevenir el shock. • Siempre lo mejor y lo más sano en todo sentido es transportar la víctima a un centro asistencial, para administración del suero antiofídico y el manejo médico de las complicaciones.
Triage o triaje El triaje o triage es un método de la medicina establecido para la atención en casos de emergencias y desastres y utilizado para la selección y clasificación de los pacientes basándose en las prioridades de atención privilegiando la posibilidad de supervivencia, de acuerdo con las necesidades terapéuticas y los recursos disponibles. Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, el término triaje o triage no existe, aunque se ha convertido en un vocablo de uso común en servicio de urgencias hospitalarias. El término correcto en nuestro idioma podría ser “clasificación”. Pero la palabra más utilizada a nivel mundial, triage o triaje es un galicismo derivado del francés triage.
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Este término se emplea para la selección de pacientes en distintas situaciones y ámbitos, en situación normal en las urgencias extra hospitalarias y hospitalarias, en situaciones de demanda masiva de atención y auxilio, y por atención de múltiples víctimas o de desastre. En situación normal se privilegia la atención del paciente más grave, el de mayor prioridad. Ej.: paro cardiaco, en situaciones de demanda masiva, atención de múltiples víctimas o desastre se privilegia a la víctima con mayores posibilidades de supervivencia según la gravedad y la disponibilidad de recursos. El primero en utilizar este término fue el señor Dominique-Jean Larrey (17661842), médico cirujano militar, jefe de los servicios sanitarios del ejército de Napoleón, que empezó a utilizarlo como un sistema de clasificación para tratar a los heridos en el campo de batalla. Conforme a lo establecido por el programa de apoyo vital para Médicos (ATLS) se denomina TRIAGE al método de selección y clasificación de pacientes basado en sus necesidades terapéuticas y los recursos disponibles para su atención. Clasificación de triage o triaje Triaje en desastres Esta clasificación, empleada primero en las guerras como lo acabamos de comentar, se ha extendido para las catástrofes, y en ella se utilizan colores para identificar los pacientes, como • Negro. Cuando es cadáver o las posibilidades de recuperación son nulas. • Rojo. Cuando el paciente tiene posibilidad de sobrevivir y la acción médica debe ser inmediata. • Amarillo. Cuando el paciente permite ser vigilado mientras se le puede atender. • Verde. Cuando el paciente está levemente lesionado, puede caminar y su traslado no precisa medio especial. En algunos triajes se diferencia el negro que es el paciente agonizante del blanco en que ya ha fallecido. Otra clasificación o sistema de identificación de pacientes utilizado y similar al anterior consiste en tener en cuenta el tiempo de espera permitido: Nivel 1 o rojo. Requiere la atención por parte el médico de forma inmediata. Nivel 2 o naranja. La atención por el médico puede demorarse 10 minutos. 266
25. Primeros auxilios a personas
Nivel 3 o amarillo. La atención por el médico puede demorarse 1 hora. Nivel 4 o verde. La atención por el médico puede tardar 2 horas. Nivel 5 o azul. La atención por el médico puede demorarse 4 horas. Cabe señalar que hospitalariamente el triage o triage es una actividad especializada de los servicios de emergencia o urgencia, que se caracteriza por un registro detallado de las funciones vitales, escalas e índices diversos, los que son constantemente evaluados para mejorar los resultados.
Botiquín para atención de lesiones El botiquín para primeros auxilios es un recurso básico en donde se encuentran los elementos indispensables mínimos para dar atención a víctimas de un accidente o enfermedad repentina y que en muchos casos pueden ser decisivos para salvar vidas. El botiquín es un elemento necesario en la organización y deberá estar suficientemente preparado para atender lesiones o síntomas médicos menores que puedan afectar a cualquiera de los miembros de la organización. La razón de tener un botiquín en el lugar de trabajo es únicamente el poder realizar el tratamiento inicial de pequeñas lesiones o dolencias leves, para las que puede no ser necesario acudir al médico. Aquí recomendamos, basados en guías médicas internacionales y las indicaciones de la Cruz Roja, algunos productos y medicamentos que pueden comprarse en las farmacias y generalmente sin receta médica, están destinados principalmente al alivio de los síntomas y no suelen curar las enfermedades. Material de curación. Elemento indispensable en el botiquín y es utilizado para controlar hemorragias, limpiar y cubrir heridas o quemaduras y prevenir la contaminación o la infección. Se recomienda incluir gasas, almohadillas de gasas y algodón estéril, vendas, aplicadores o copitos, baja lenguas, esparadrapo y algodón. Instrumental y otros elementos adicionales. Dentro de este grupo de materiales es importante contar con tapabocas y guantes desechables, pinzas, tijeras, termómetro, una linterna, manual para primeros auxilios, pañuelos desechables, toallitas húmedas, mantas húmedas, manta térmica y bolsas de plástico. El botiquín deberá estar en sitio seguro, donde no ofrezca riesgo alguno, especialmente a los niños; pero siempre a la mano. No debe estar en el baño o en la cocina, pues los medicamentos se pueden alterar por la humedad y el calor.
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Es importante mantener una lista de todos los elementos que contiene el botiquín y pegarla en lugar visible. Todos los elementos del botiquín deben estar debidamente empacados y marcados. En el caso de los líquidos, se recomienda utilizar envases plásticos, pues el vidrio puede romperse fácilmente. Periódicamente se deberá revisar el botiquín y sustituir aquellos elementos que se encuentren sucios, contaminados, dañados, vencidos o que no pueda verse claramente el nombre del medicamento. Luego de utilizar el instrumental de un botiquín éste deberá ser lavado debidamente, desinfectado y secado antes de guardarlo de nuevo. Para administrar medicamentos deberán tenerse en cuenta las contraindicaciones para cada caso, es recomendable mantener señalizada la ubicación del área destinada a los primeros auxilios. El botiquín para primeros auxilios debe estar en los lugares donde haya concentración de personas, y su contenido deberá cambiar según las personas, los riesgos, el ambiente y las necesidades. Algunos elementos esenciales dentro de un botiquín pueden ser: • Antisépticos, bactericidas y alcohol. • Material para curación. • Instrumental y elementos adicionales. Antisépticos. Son sustancias para la prevención de las infecciones, evitando el crecimiento de los gérmenes que comúnmente están presentes en toda lesión. Bactericidas. Sustancias contra bacterias y útiles en desinfección de quemaduras y heridas, igualmente en la desinfección de material limpio. No debe aplicarse en personas que presentan hipersensibilidad a estas soluciones ni en áreas extensas. Alcohol. Se usa para desinfectar termómetros, pinzas, tijeras u otro instrumental. También para la limpieza de la piel, antes de las inyecciones. No es aconsejable utilizarlo en heridas porque generalmente irrita los tejidos. Suero fisiológico o solución salina normal. Se utiliza para limpiar o lavar heridas y quemaduras, también como descongestionante nasal y reconstituyente o hidratante primario, en su reemplazo se puede usar agua estéril. Jabón. De tocador, barra o líquido para el lavado de las manos, heridas y material.
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25. Primeros auxilios a personas
Guantes clínicos y tapabocas. Para proteger al socorrista de cualquier contaminación especialmente hoy por el caso sida. Material de curación. El material de curación es indispensable en el botiquín para primeros auxilios y se utiliza para controlar hemorragias, limpiar, cubrir heridas o quemaduras para prevenir la contaminación e infección. Gasas y compresas. Se utilizan para limpiar y cubrir heridas o detener hemorragias. Baja lenguas. En primeros auxilios se emplean para inmovilizar fracturas o luxaciones de los dedos de las manos, a más de su fin primordial. Esparadrapo. Se utiliza para fijar gasas, apósitos, vendas y para proteger los bordes de las heridas. Algodón. es usado para forrar tablillas o inmovilizadores, improvisar apósitos y desinfectar el instrumental, nunca se debe poner directamente sobre una herida abierta y tampoco se recomienda usarlo para limpiar heridas o quemaduras dado que deja partículas y sobras que pueden ser lesivas posteriormente. Instrumental y otros elementos adicionales • • • • • • • • • • • •
Pinzas, tijeras, cuchillas, navajas, termómetro Ganchos de nodriza, lupa, linterna Libreta, lápiz y lista de teléfonos para emergencia Caja con fósforos o encendedor Manual o folleto para primeros auxilios Pañuelos desechables y toallitas húmedas Manta térmica Bolsas de plástico y vasos desechables Cucharas, aguja e hilo Camillas para transporte humano Cilindros con oxígeno y ambú o respirador manual Equipo para sutura y cánulas
Botiquín para vehículos. Las normas internacionales de automovilismo y tránsito por carretera obligan y recomiendan botiquines para primeros auxilios en carretera.
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El fuego, bases de control y extinción
Naturaleza y constitución del fuego El fuego se considera como una oxidación rápida con presencia de luz y calor. Cuando el fuego se sale de control se denomina incendio. El triángulo del fuego se consideró como la única teoría que explicaba el surgimiento del fuego, y se decía que aparecía por la existencia de oxígeno, combustible y calor. En los años setenta del siglo XX, y al evolucionar el estudio y la ingeniería de incendios y del fuego, esta teoría fue considerada incompleta aunque no falsa, ya que con estos tres elementos no necesariamente teníamos fuego. Si miramos a nuestro alrededor vemos que tenemos madera, aire y oxígeno, alguna temperatura según el lugar, y sin embargo no tenemos fuego.
Teoría de la pirámide o el tetraedro del fuego Hoy se dice que para que exista fuego es necesario un cuarto elemento que es la reacción en cadena; esto originó la teoría de la pirámide o el tetraedro del fuego, cuyos elementos constitutivos son: • • • •
Material combustible en condiciones adecuadas. Temperatura en condiciones adecuadas. Elemento oxidante en condiciones adecuadas. Reacción en cadena.
Capítulo
26
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El lector puede captar fácilmente que utilizo las palabras en condiciones adecuadas porque este es un concepto fundamental dentro de la teoría de la pirámide del fuego. Material combustible en condiciones adecuadas Combustible es toda sustancia que pueda arder en condiciones adecuadas. Podemos clasificar los combustibles de acuerdo con su estado, en: Sólidos. Todos los productos que contienen celulosa, como madera, papel, textiles y otros, como carbón, azufre, fósforo, alquitranes, corcho y los metales que arden, como aluminio, magnesio, sodio, acero en polvo o fibra, entre otros, dejan brasa y por lo general producen humos blancos. Líquidos. Tales como el petróleo y sus derivados líquidos (ACPM, gasolina, aceites, entre otros), los alcoholes, acetonas y productos elaborados con ellos, como las pinturas, los barnices, los esmaltes, entre otros, no dejan brasa y producen humos negros. Gaseosos. Como el gas natural, el metano y el etano, el propano en la atmósfera, el butano, el hidrógeno, el acetileno, entre otros, generan poco o ningún humo y no dejan residuos. Nucleares. En los elementos nucleares que no son fáciles de definir como uno cualquiera de los anteriores, y que sus condiciones fisicoquímicas y reacciones son únicas y especiales. Se habla solamente de la clase de fuegos clasificados como los nucleares, a partir del desastre de Chernobyl; y como siempre explico a mis alumnos, en las normas de ingeniería de los incendios únicamente se avanza después de la investigación de un accidente. Temperatura en condiciones adecuadas Se define como una forma de energía. Es importante porque todos los materiales combustibles necesitan que se les suministre una cantidad de calor adecuado, para producir vapores que puedan arder cuando lleguen a su punto de ignición. Elemento oxidante en condiciones adecuadas Para que un cuerpo entre en combustión es necesaria la presencia de un agente oxidante; el más común es el oxígeno que se encuentra en el aire y normalmente en una proporción del 21 por ciento.
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26. El fuego, bases de control y extinción
Reacción en cadena Es el calentamiento de las moléculas del aire hasta convertirse en moléculas inestables llamadas radicales libres. La formación y consumo casi simultáneo de estos radicales (combustión) parece ser la vida de la llama, en otras palabras, es el aglutinamiento de los tres factores anteriores en condiciones adecuadas para producir fuego.
Factores que influyen en la producción del fuego Para que se produzca un fuego debe existir una serie de factores fisicoquímicos; entre los básicos tenemos: Punto de inflamación Es la temperatura mínima a la cual un líquido emite vapores que en una concentración adecuada pueden con el oxígeno del aire formar una mezcla inflamable.
Ejemplos
Temperatura de inflamación
ACPM
52º C
Aceites lubricantes
150º C
Aceite mineral
190º C
Acetonas
-17º C
Butano
Cualquiera
Combustóleo
93º C
Fuel-oíl o fuelóleo
93º C
Gasolina
-42º C
Metano
Cualquiera
Propano
Cualquiera
Petróleos Polietileno Propano Queroseno
Desde -7º hasta 80º C 340º C Cualquiera 42º C
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En cuanto al punto de inflamación o de inflamabilidad, los líquidos se dividen en inflamables y combustibles, y la razón técnica es que los inflamables generan vapores inflamables a temperaturas de 38º centígrados y menores, y que en cambio los combustibles requieren temperaturas superiores a 38º centígrados para producir vapores que se pueden prender bajo condiciones adecuadas. Al respecto, en su código 30, la NFPA define: Líquidos inflamables Aquellos que tienen puntos de inflamación inferiores a 38º o (100º F) y presiones de vapor que no superan los 100º F o 275 Kpa a 38º C. Se clasifican como líquidos de clase I y se subdividen en: Clase I A. Líquidos cuyo punto de inflamación es inferior a 23ºC o (73º F) y su punto de ebullición inferior a 38ºC o (100º F). Clase I B. Líquidos cuyo punto de inflamación es inferior a 23ºC o (73º F) y punto de ebullición superior a 38ºC o (100º F). Clase I C. Líquidos con punto de inflamación superior a 23ºC o (73º F), pero inferior a los o 38ºC o (100º F). Líquidos combustibles Aquellos con punto de inflamación superior a los 38ºC (o 100º F), y se subdividen en: Clase II. Líquidos con punto de inflamación igual o superior a 38ºC (o 100º F) inferior a 60ºC (o 140ºF). Clase III A. Líquidos con punto de inflamación igual o superior a 60ºC (o140º F) e inferior a 93ºC (o 200ºF). Clase III B. Líquidos con punto de inflamación igual o superior a 93ºC (o 200º F). Temperatura de ignición Temperatura necesaria para que un gas o un vapor se enciendan y la combustión se mantenga. Es importante establecer que lo que prende no son los productos como tales, sino los gases que ellos generan.
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26. El fuego, bases de control y extinción
Ejemplos Algodón Aluminio en polvo
Temperatura de ignición 230º C 510ºC
Cauchos
180º C
Fuel-oíl
210 a 470º C
Gasolina
280 a 450º C
Maderas
200º C
Metano
480º C
Papeles
230º C
Petróleos
Desde 210º C
Pinturas
460º C
Propano
450º C
Queroseno
210º C
Sedas
575º C
Límites de inflamabilidad Son la concentración de vapores inflamables que dentro de unos límites superior e inferior, y bajo condiciones de mezcla con el oxidante, generalmente el oxígeno del aire, pueden prenderse manteniendo la combustión. Límite Inferior de Inflamabilidad (LII). Concentración mínima de vapores inflamables (dada en porcentaje) en mezcla con el oxidante, generalmente el oxígeno del aire, por debajo de la cual la mezcla es demasiado pobre para que arda. Límite Superior de Inflamabilidad (LSI). Concentración máxima de vapores inflamables (dada en porcentaje) en mezcla con el oxidante, generalmente el oxígeno del aire, por encima de la cual la mezcla es demasiado rica para que arda. Los límites de inflamabilidad se calculan a presión y temperaturas normales, y pueden variar de modo considerable en otras condiciones.
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Combustible
Límite inferior (%)
Límite superior (%)
Acetileno
2,0
81,0
Acetona
2,0
13,0
Alcohol etílico
4,0
19,0
Alcohol metílico
7,0
36,0
Butano
2,0
8,0
Gasolina motor
1,4
7,6
Hidrógeno
4,0
75,0
Metano
5,0
14.0
Monóxido de carbono
12,0
74,0
Petróleo crudo
2,0
10,0
Propano
2,0
10,0
Queroseno
1,0
5,0
Fuentes del fuego Las reacciones físicas y químicas que producen calor constituyen fuentes de ignición importantes bajo ciertas circunstancias; entre ellas se destacan: Calor de combustión. La cantidad de calor desprendida durante la combustión completa de una sustancia. Calentamiento espontáneo. El proceso de aumento de la temperatura de un material sin aporte de calor exterior, como consecuencia de una reacción endotérmica (oxidación, fermentación, entre otras), y de una falta de ventilación que disipe el calor generado. Es un fenómeno común en el caso del carbón amontonado, el algodón y otras fibras vegetales. Calor de descomposición. Calor desprendido en la descomposición de un compuesto orgánico. Calor de solución. Calor desprendido cuando una sustancia se disuelve en un líquido.
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Fuentes eléctricas Entre estas se conocen: • • • • • •
Calentamiento de resistencias Calentamiento de inducción Calentamiento dieléctrico Arcos eléctricos Cargas estáticas Descargas eléctricas atmosféricas
Fuentes mecánicas Las más conocidas son: • Calor de fricción (cualquier fricción genera calor). • Calor de comprensión (calor que se desprende cuando un gas es comprimido). Fuentes de origen térmico Se conocen: • Chispas de combustión. • Superficies calientes. • Radiación solar.
Clasificación del fuego Para investigación, estudio, control y extinción del fuego, éste ha sido clasificado en seis grandes grupos: Fuegos Clase A Son los producidos en y por materiales sólidos como madera, papel, telas, carbón, textiles, cauchos, entre otros. El combate de estos fuegos se realiza principalmente por enfriamiento con agua. También son eficientes los polvos químicos secos tipo ABC llamados multipropósito o polivalentes. El humo que producen suele ser blanco, y se caracterizan fundamentalmente porque dejan brasa y residuos.
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Fuegos Clase B Se presentan en los líquidos y gases inflamables y combustibles. Los humos producidos son generalmente de color oscuro negro y no dejan brasa, porque tanto los líquidos como los gases se consumen en su totalidad. Son útiles para su control y extinción los polvos químicos polivalentes o ABC. Líquidos. El petróleo y sus derivados gasolina, ACPM, aceite fuel-oíl, pinturas, tiner, disolventes, entre otros, son clasificados dentro de esta clase. Gaseosos. Los que se producen en gases, especialmente los licuados del petróleo que por lo general son una mezcla de propano y butano en su estado natural en la atmósfera y el gas natural. Estos fuegos solo se deben extinguir eliminando el combustible o sea el gas, porque en caso diferente se generarán situaciones más críticas que el propio incendio que se trata de apagar. Fuegos Clase C Son los que se originan en equipos o artefactos eléctricos y en circuitos eléctricos vivos o energizados. Una vez se elimine la energía o se corte la corriente eléctrica, serán de la clase de material combustible incendiado (clases A, B, D. E. o K). Vale la pena anotar que no existen incendios eléctricos, sino fuegos producidos por la electricidad; verbigracia, por incremento de la temperatura, chispa eléctrica, rotura de un bombillo, cargas de electricidad estática, entre otros. Fuegos Clase D Se clasifican en esta clase aquellos fuegos que se presentan en algunos metales de fácil oxidación, como sodio, potasio, magnesio, litio y titanio, y hasta en el acero cuando su estado es en polvo o pequeñas partículas; por ejemplo, una esponjilla. La Navidad nos recuerda esta clase de fuegos cuando se utilizan las famosas esponjillas de cocina en cambio de luces de bengala. A los usuarios de estos productos les recomendamos solicitar información y entrenamiento a los productores de materias primas y materiales, para cada caso en particular, porque cada uno de ellos tiene características especiales y su reacción fisicoquímica es diferente, al igual que el control y la extinción de los incendios que generan. En estos fuegos es especialmente importante conocer los MSDS de los productos, u hojas técnicas como las que conocemos en español; y mantener bien entrenados a los usuarios para que sepan cómo son esos fuegos, cómo se identifican, se controlan y se extinguen; si es que esto es posible, porque cada clase de material combustible se comporta en forma diferente y con consecuencias muchas veces desconocidas. 278
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Fuegos Clase E Son los que se presentan por combustión de material nuclear. El ejemplo más palpable de esta clase de fuegos fue el presentado en la planta de generación localizada en Chernobyl, que desde el 26 de abril de 1986 todavía no se ha extinguido, y menos aún conocido sus consecuencias. En una película producida por la BBC de Londres sobre este desastre, uno de los más catastróficos sufridos por la humanidad; se dan datos como los siguientes: • Una posible solución podría haber tenido un costo de US$4.000.000.000 y durar por lo menos 20 años en comenzar a dar resultados posiblemente positivos. • La tapa del reactor dañado pesaba más de 2.000 toneladas y, si se terminara de desprender, la dispersión de los gases y partículas reactivas es impredecible. • La mayor parte de los científicos que participaron en la investigación, durante los últimos diez años, ya ha muerto; se cree que por efectos de la exposición a la radiación. • En marzo de 1996, después de creer que ya el fuego se había extinguido, éste se reinició. • Hoy miles de niños; especialmente los que sufrieron consecuencias de la tragedia de Chernobyl, están siendo tratados contra el cáncer, sobre todo en la garganta. Otro caso para tener como ejemplo en esta clase de fuegos, es la tragedia sucedida en Fukushima, Japón el 11 de marzo del año 2011. Lamentablemente, en la ingeniería de la seguridad ocupacional y el control del fuego es necesario que ocurra un daño, una lesión o un accidente, para que después de una eficaz investigación se conozcan las consecuencias y causas y entonces se tomen las medidas necesarias, y se establezcan normas de todo tipo, para evitar o controlar su repetición. Fuegos Clase K Esta clasificación de los fuegos es la más reciente y se identifica con la letra K, en ella se involucran aquellos cuyo material combustible son aceites industriales o domésticos. Una razón fundamental para esta nueva clasificación de fuegos antes agrupados en la clase B, es que estudiados muchos casos, como el de la gran explosión en el terminal petrolero de Tacoa en Venezuela, ocurrido el 19 de diciembre de 1982, se encontró que, los incendios sin control no sólo generan humos, gases y temperaturas altas, sino que además producen el famoso efecto de ebullición desbordante o BOIL OVER producido por la expansión volumétrica
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del agua que, al pasar de su estado de líquido al de vapor, lo hace con un incremento de volumen de más o menos 1.600 veces. Un ejemplo típico de este fenómeno y de esta nueva clasificación es el que se presenta en las cocinas y que al mezclar agua con aceite éste se incrementa en su volumen, produciendo lesiones, quemaduras y desbordamiento de lo contenido dentro de las ollas o sartenes.
Productos de la combustión Cuando un fuego se produce este genera una serie de efectos sobre los humanos y el ambiente, que en varias situaciones presentan consecuencias y acciones muchas veces más lesivas que el mismo fuego; algunas de ellas son: Gases, vapores y humos Los gases y vapores resultantes de una llama, fuego o incendio son generadores de asfixia, pánico y graves accidentes que se pueden clasificar en: Asfixiantes simples. O resultantes de combustión de materiales básicos. Asfixiantes químicos. O resultantes de combustión de productos químicos. Irritantes. Con consecuencias en uno o más de los órganos de los sentidos. Corrosivos. Con efectos especialmente en equipos y sistemas. Calientes. Con resultados sobre el ambiente y los pobladores de la vecindad y posibles generadores de otros fuegos. Humos. Generalmente son los generadores más importantes de pánico y de expectativas y los hay de dos clases. Generadores de pánico, confusión y temor. Especialmente por el aislamiento. Desorientadores. Por su comportamiento al nublar o cegar la visión. Deficiencia de oxígeno. Cuando ésta se presenta en el aire, en proporción de oxígeno menor al 20 por ciento, puede causar la muerte y se inicia un proceso de afectación de los seres humanos, que exige el uso de elementos de protección personal, según el riesgo. Calor. Es uno de los mayores generadores de pánico e inconciencia dentro de los efectos del fuego. Se presenta como lo analizaremos en la transmisión del fuego.
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• Conducción • Convección • Radiación
Transmisión del fuego La transmisión del calor, y por ende del fuego que lo genera, es la propiedad que actúa al comienzo o en la extinción de los incendios. El calor se transfiere por los siguientes medios: Conducción. Por contacto directo entre dos cuerpos sólidos, por ejemplo, si calentamos una tubería en un extremo y colocamos una madera en el otro, en un momento determinado cuando adquiera el punto de ignición, ésta entrará en combustión. Convección. Es la transmisión del calor mediante un agente gaseoso o químico, generalmente el aire. De aquí la importancia de diseñar y construir con las separaciones adecuadas las plantas y bodegas industriales y sus sistemas de venteo y desfogue. Radiación. Es el efecto que se genera en el desarrollo del fuego mediante la transmisión de la temperatura por el calor radiante desde la fuente y hacia un material inflamable o combustible. El ejemplo más simple es la reacción de un papel cerca a un fósforo.
Identificación de tipos de fuegos Para todos los efectos prácticos y para que un plan de contingencias funcione eficientemente en un incendio, es muy importante identificar rápidamente el tipo de emergencia o de situación crítica que hay que atender y los riesgos que ella genera a los humanos y al ambiente. Clasificación típica de incendios Como en todo, existen muchas clasificaciones de incendios, según los diversos autores y las situaciones que se presenten, teniendo presentes el lugar, la naturaleza de los materiales inflamables o combustibles, los riesgos posteriores al incendio, las posibles explosiones y otros hechos. En seguida presentamos una clasificación típica que puede servir de guía posterior a los lectores: Incendios de estructuras poco altas. Los presentados en estructuras y lugares tales como casas, bodegas y edificios de hasta 30 metros de altura, en los cuales
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no se requiere en general sofisticados equipos y escaleras de control remoto y de gran extensión. Incendios en edificios y estructuras altas. Los presentados en estructuras y lugares de una altura mayor de 30 metros aproximadamente y que requieren equipos y sistemas de control y extinción del fuego especiales, escaleras, aditamentos de gran extensión y chorros de agua con largo alcance. Conflagraciones con líquidos inflamables y combustibles. Requieren sistemas y medios especiales por sus características de almacenamiento, generación de humos y gases entre otros. Recordemos que el incendio de los tanques de Puente Aranda duró 96 horas y requirió gran cantidad de agua y espuma entre otros y toda la colaboración ciudadana de la región. Emergencias con gases inflamables, licuados y a presión. Tienen como condición básica el tener que ser apagados únicamente utilizando el sistema de eliminación del combustible, porque cualquier otro medio de extinción generará una explosión mayor y de consecuencias posiblemente mayores que aquellas que hubiese ocasionado si no se hubiera apagado. Incendios forestales. Son aquellos que se presentan cada día con mayor frecuencia y generan en su proceso todo tipo de emergencias. “En el momento de escribir estos renglones se está presentando un incendio forestal en California Estados Unidos y que tiene alarma de alto riesgo, toda vez que en la cercanía están instaladas grandes plantas industriales y espacios residenciales y van destruidas más de 15.000 hectáreas. Hay además, más de 60.000 incendios en los países de Norteamérica y Europa que están en proceso de control y extinción”. Incendios en aeronaves y aeropuertos. Estos son de especiales características por los riesgos, la cantidad de víctimas en un solo hecho y las consecuencias sobre las comunidades afectadas. Incendios en equipos y sistemas de transporte terrestre. Estos son hechos y situaciones que se presentan todos los días y que deben ser controlados en las más diferentes formas dadas las ayudas, los lugares en donde ocurren, las características de los materiales involucrados y el ambiente en donde se presentan. En mayo de 2013, murieron 18 niños y una profesora, quemados dentro de un bus escolar en la provincia del Punjab en Pakistán. Incendios en instalaciones y plantas nucleares. Como ya comentamos, aún hoy, son prácticamente imposibles de extinguir. debido a sus características y desconocimiento en su control y extinción.
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Control y extinción del fuego “Los equipos y sistemas contra incendio deben estar en perfectas condiciones, 24 horas antes de cualquier incendio o emergencia”. La anterior frase la constituí como toda una institución en Ecopetrol Oleoductos, cuando fui Director de Seguridad Ocupacional, y muestra la importancia que el estado y condiciones de estos equipos deben tener. El mejor equipo, el más seguro, el de mejor y más rápida acción, el de la marca con las mejores garantías, el de un mantenimiento óptimo y el que todos los operarios sepan operar bien, es el que debemos tener. Todo lo anterior junto, porque si falta uno de los anteriores podemos estar ante una situación de riesgo. De nada sirve el mejor equipo, si no lo sabemos utilizar y si no le hacemos el adecuado mantenimiento. En una de las tantas plantas que he visitado en mi vida en mi labor de asesor, encontré un equipo de la mejor calidad, especificaciones y de una marca de esas que me inspiran todo el respeto y la seguridad. Pregunté si todos lo sabían operar y la respuesta fue: “No lo operamos porque dicen que el contenido que hay dentro del tanque de prueba es muy costoso”. Procedí en forma inmediata a presentar los hechos ante una persona de alto nivel de la organización, y a pedir autorización para operarlo y capacitar a todo el personal. Recibí esa autorización, pues la persona no conocía de antemano los hechos, y entendió que para su empresa era vital que todo el personal operara en forma óptima los sistemas en cuestión. Una vez dada la autorización para probar, operar y enseñar a manejar los equipos, y de haber gastado bastante tiempo en hallar los catálogos y guías de operación y mantenimiento de ellos, encontré que: • El plano de instalación estaba invertido con relación al sistema y su operación e identificación de válvulas y accesorios. Esto es, la válvula A era la B, entre otros. • El motor había sido instalado con las fases invertidas y, por eso, cuando se encendía su giro era contrario y esto ocasionaba que la bomba chupaba en vez de bombear. • Finalmente, ningún trabajador de la empresa sabía operar el sistema, y menos aún hacerle mantenimiento. • Ningún trabajador recordaba que el equipo hubiera sido probado a la entrega, y por lo tanto el montador, y posiblemente también el vendedor, cometieron un gran sacrilegio con su cliente que estaba muy mal representado por su interventor que recibió el equipo sin prueba, y con todos los errores posibles. 283
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Lo anterior demostró que no sólo son el mejor equipo, las mejores especificaciones, el adecuado mantenimiento y la más excelente capacitación, sino el conjunto de todo lo anterior lo que hace un sistema seguro y eficiente.
Métodos de control y extinción Por el hecho mismo de la teoría del fuego, en la cual se postula que se requieren cuatro elementos para que éste exista, igualmente, eliminando uno de ellos, también se elimina el fuego, y por eso así mismo existen cuatro medios de control y extinción del fuego. Eliminación del material combustible A menudo, el retirar el material combustible es difícil y con demasiado riesgo, pero hay excepciones; un claro ejemplo es el siguiente: Un fuego cuyo material combustible sea un gas como tal, sólo debe extinguirse por este medio, porque de lo contrario puede reiniciarse la acción, generando una explosión e incendio de condiciones mayores que las existentes en el momento inicial. En incendios en tanques de almacenamiento, si las condiciones lo permiten, puede trasladarse parte del contenido de un tanque incendiado a uno que no lo está y que se encuentre a una distancia segura. Este procedimiento lo realizamos, por ejemplo, en los incendios de Puente Aranda, en Bogotá, y en Pozos Colorados, cerca de Santa Marta, y nos dio buenos resultados. Eliminación del material oxidante El oxígeno, elemento oxidante por excelencia, se encuentra en nuestro aire en una concentración aproximada del 21 por ciento. Para eliminar el fuego debemos disminuirlo o aumentarlo, en tal forma que no esté dentro del rango o limite de inflamabilidad. Esto es lo que hacemos cuando apagamos una vela con un soplido, aunque además en esta acción se presenta un enfriamiento del pabilo. Reducción de la temperatura o calor Se logra al disminuir la temperatura del fuego por debajo de su punto de ignición, y hasta una temperatura final inferior al punto de inflamación cuando esto sea posible. El método más sencillo consiste en aplicar agua en forma de neblina y con los equipos y el personal entrenado; pues, entre otros fenómenos, ésta absorbe el calor. 284
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Uno de los avisos que más he tratado que sea eliminado, es aquel que dice: “Peligro: líquidos inflamables, no apagar con agua”. Esto no es correcto, porque si tratamos de apagar un carro tanque a baldados de agua o con una manguera de jardín, por ejemplo, la respuesta será que el fuego se expanda, porque el agua arrastra el líquido que está generando los gases y las consecuencias serán mayores. Pero si utilizamos técnicas y equipos a presión para formar neblina, el agua sí es eficiente; aunque no tan rápida como los polvos químicos secos. Es bueno comentar que el uso simultáneo de agua y polvos químicos secos es eficaz, y el uno no reduce la acción extintora del otro, por el contrario se complementan. En la escuela para el control y extinción del fuego propiedad de Ecopetrol y que este autor diseño y operó por muchos años, bautizada como Calutigún, hacíamos siempre este experimento porque muchos de los asistentes eran incrédulos y tenían el convencimiento que el polvo en contacto con el agua se apelmazaba. Interrupción de la reacción en cadena Ocurre tan pronto la temperatura baja, el límite de inflamabilidad se sale de surango, se acaba el combustible, o se elimina el material oxidante.
Formas básicas de extinción Los extintores de incendios pueden clasificarse según sus varias características, entre ellas las fundamentales pueden ser: • • • • • •
El agente extintor o extinguidor, o sea el contenido del equipo. El sistema de presurización. El diseño. El peso o capacidad. Las facilidades de mantenimiento y reposición. Su operación, entre otros aspectos.
Los seres humanos siempre hemos sentido impotencia al tener que enfrentarnos al fuego, y los incendios tienen factores técnicos cuyas formas de extinción requieren estudios detallados, ya que nunca son iguales. Por eso debemos estar capacitados técnicamente para conocer a fondo la situación creada y el comportamiento y peculiaridades de un material frente al fuego. Por infortunio, ni las formas correctas de extinción, ni las tareas de control son lo suficientemente conocidas como sería de desear. En un estudio que hice dentro de la industria del transporte de petróleo crudo por carretera, encontré que tan sólo 12 de cada 40 conductores habían utilizado un extintor. Confirmé esto en las
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prácticas de entrenamiento que adelantamos en los campos petroleros en Castilla la Nueva en el departamento del Meta. Frente a un fuego o incendio la actuación dependerá de factores circunstanciales, como: • • • • • • • • • • •
Ayudas mutuas Calor de combustión Entrenamiento Equipos y sistemas Facilidades Gases del fuego Materiales inflamables y combustibles Medio circundante del incendio Opacidad de humos Potencial calórico Velocidad de la llama
Un fuego incipiente advertido a tiempo puede combatirse por medios sencillos, un trapo húmedo o un paño de cocina mojado pueden proteger a una persona en una fuga o escape de gas. Los pequeños focos de ignición, en viviendas, talleres o almacenamientos, son fácilmente extinguibles en los primeros momentos. En fuegos incipientes forestales el empleo de ramajes rompe la resistencia de las llamas por simple sofocación. El balde con agua es una práctica fácil pero no sencilla, si se quiere lograr cierta eficacia. Otras formas de extinción son los medios secos, como tierra, arena, polvos, químicos secos, grafito, talcos, cenizas de carbón, entre otros, que actúan como agentes activos sofocantes.
Agentes y elementos extintores Así se llaman los productos que por sus cualidades especiales, tanto por su contenido como por su producción, se utilizan para extinguir los incendios. El agua Es el extintor universal, abundante, económico, fácilmente disponible y de gran efectividad en la mayor parte de los incendios. El agua apaga porque enfría, y porque al evaporarse en presencia del calor generado por el fuego, su acción rompe la reacción en cadena al cambiar las características ambientales en cuanto a límites de inflamabilidad se refiere.
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Los efectos de la capacidad extintora del agua son: Choque. La masa liquida sobre el fuego a presiones adecuadas corta la base de las llamas. Enfriamiento. El agua absorbe el calor de la combustión y somete el producto incendiado a una temperatura por debajo del punto de ignición y después del punto de inflamación. Sofocamiento. Al evaporarse el agua tiende a formar sobre el combustible una atmósfera inerte y este vapor rompe la reacción en cadena. El agua puede manejarse en muchas formas y objetivos diferentes; algunas de estas formas pueden ser: Agua pulverizada. El agua es pulverizada por medio de difusores en gotas muy finas, generando mayor área de cubrimiento y dando mejores resultados extintores, pues cada gota pulverizada absorbe calor del ambiente en control. Agua en forma de vapor. Puede utilizarse en grandes cantidades como agente extintor. Actúa como sofocante en medios donde el vapor puede ser fácilmente aprovechado. Posee un efecto similar al del agua pulverizada. Agua con productos humectantes. Sustancias químicas que adicionadas al agua de extinción la hacen eficaz; actúan aumentando el grado de humedad del agua, facilitando la penetración en el combustible y retardando la vaporización. Por ejemplo en el control de incendios en almacenamientos de algodón virgen son elementos muy eficientes. Agua liviana. Hace variar el comportamiento del agua proporcionándole mayor fluidez y velocidad, lo que se traduce en un efecto impulsor. El agua liviana posee un excelente potencial extintor en comparación con los otros agentes extintores con base en los mismos volúmenes. Posee la propiedad de flotar en la superficie de los hidrocarburos en llamas, es un excelente extintor de éstos y da excelentes resultados en el control de fuegos en ductos, cajas subterráneas y alcantarillas, entre otros. Concentrados espumógenos o espumas Son agentes extintores especiales para fuegos clase A y B y para emergencias en aeropuertos o grandes áreas de almacenamiento. Actúan especialmente sobre la superficie, neutralizando la atmósfera de los vapores inflamables y combustibles; son insolubles en la mayoría de los líquidos.
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Las espumas flotan en la superficie de los combustibles formando una capa esencial en la extinción de incendios en líquidos; sofocan los vapores y cortan el fuego neutralizando la formación de gases inflamables y vapores tóxicos resultantes de la combustión, existen varios tipos de espumas: Espumas químicas. Se obtienen por reacción química por medio de una masa de burbujas. Hoy son consideradas obsoletas, pero las enunciamos como simple información: Espumas mecánicas. Se obtienen por acción de la mezcla adecuada del agua con un agente espumante y una inyección de aire; los principales tipos son: • • • • • •
Proteínicas, que hoy son obsoletas. Fluoroproteínicas. Fluoroproteínicas formadoras de película. Concentradas de alta expansión. Formadoras de película acuosa AFFF. Espumas resistentes a los alcoholes.
El uso de estas espumas es óptimo en fuegos de clases A y B por su acción asfixiante, separadora e infriante, toda vez que aproximadamente entre el 90 y el 97 por ciento de esa mezcla es agua. No deben usarse en presencia de equipos y sistemas energizados, porque son conductoras de la electricidad, y su acción como espuma es corrosiva. Es importante saber que el concentrado como tal no es corrosivo, pero la solución, o sea la mezcla del concentrado con el agua, sí lo es. Aún no se han establecido con claridad la duración y la eficacia en el tiempo de estas espumas, pero tengo muestras que utilizo en mi laboratorio experimental del fuego; algunas de ellas producidas en 1976 y me dan resultados positivos. Polvos químicos Básicamente son compuestos de sales finamente pulverizadas, con agentes hidrófugos que impiden su apelmazamiento por la humedad ambiental principalmente, y aditivos que impiden su compactamiento. Clases de polvos químicos extintores Polvos convencionales. Son excelentes para fuegos de las clases B y C. Suelen ser compatibles con el agua y las espumas mecánicas; los hay de varias clases
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Polvo Bicarbonato de sodio
Color básico Blanco
Bicarbonato de potasio Cloruro de sodio Cloruro de potasio
Blanco Rosado o azul Color básico rosado
Monofosfato de amonio
Amarillo
Debe tenerse cuidado especial con los polvos químicos secos a base de monofosfato de amonio, porque reaccionan con los otros polvos químicos formando humedad y compactación, y creando riesgos de explosión dentro del extintor. En 1979, se produjo un incendio en Ayacucho, departamento del Cesar, y no sirvió ningún extintor. Inmediatamente conocí el caso viajé a ese sitio, la estación de bombeo de Ecopetrol, y encontré que el polvo estaba compactado. La causa: un proveedor había recargado con polvos ABC o multipropósito unos extintores que habían contenido polvo a base de cloruro de potasio de tipo BC. Los polvos químicos secos son compatibles con el agua; esto es, en la extinción de un incendio en la que se está utilizando agua, se puede emplear simultáneamente un extintor de polvo químico seco y su acción es inmediata y positiva, sin ser afectado por el agua. Para facilitar el convencimiento de los incrédulos de este hecho hacíamos ese experimento como ya comenté antes, en la escuela contra incendios, localizada en la planta de almacenamiento en Facatativá, bautizada CaluTigún, que en el idioma de los indígenas de la cultura Catía significa Templo de la Diosa del Fuego, propiedad de Ecopetrol y que este autor diseñó y construyó y puso en operación. Bióxido de carbono, CO2 Es un gas incoloro e inodoro que a la salida del extintor se expande produciendo la “nieve carbónica”, a una temperatura aproximada de -78º C. Al contacto con el fuego forma una nube inerte, actuando por sofocación; es un gran agente extintor, no es conductor de electricidad, no es tóxico ni corrosivo y no deja residuos. Es efectivo en fuegos de las clases A, B y C siempre y cuando el fuego sea de poca magnitud y no haya vientos para producir su disipación. En fuegos de la clase C es eficiente, no deja residuos y como no es conductor de la electricidad, no crea riesgos de electrocutamiento. Por su efectividad y limpieza, el CO2 se recomienda hoy en forma amplia. 289
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En instalaciones industriales se instalan en sistemas de rociadores. Ante la situación actual de los halógenos y su efecto sobre la capa de ozono, nuevamente está adquiriendo importancia en el control y la extinción del fuego, que había perdido hacia los años sesenta. Compuestos halogenados extintores No hablamos de ellos con mayor detalle, pues por su efecto nocivo a la capa de ozono están en proceso de eliminación. Los interesados pueden consultar sobre el tema en el Protocolo de Montreal, que fue firmado por la mayoría de los países de América Latina. Si usted que lee este libro tiene un extintor cargado con productos halogenados, no tiene por qué desecharlo, manténgalo hasta que requiera su uso; pero no compre más y si lo descarga busque la posibilidad de recargarlo con polvo químico seco, una vez algún especialista le haya dado su concepto.
Extintores portátiles Son aparatos que contienen un agente extinguidor o extintor que puede ser proyectado o dirigido sobre el fuego por acción de una presión interna obtenida por presurización previa, o por liberación de un gas auxiliar contenido dentro de una cápsula. Algunos términos a tener en cuenta al respecto sobre estos elementos pueden ser: Agente extintor o extinguidor. Conjunto de productos que hay dentro del extintor y cuya acción extingue. Carga. Volumen del agente extintor contenido dentro del recipiente. La carga en agua se expresa en volumen (litros), y los demás productos se expresan en peso (kilogramos). Tiempo de funcionamiento. Período durante el cual se presenta la proyección del agente extintor, sin que haya interrupción y con la válvula totalmente abierta. Alcance medio. Distancia sobre el suelo, entre el orificio de proyección y el centro del lugar que recoge mayor cantidad de agente extintor. Si los agentes son volátiles, el alcance es la distancia medida sobre el suelo entre el orificio de proyección y el punto en donde la concentración del agente sea mayor. Extintor o extinguidor. Herramienta o contenedor que es generalmente metálico, contiene el elemento extintor y puede ser cilíndrico o esférico, presurizado o con una capsula externa conteniendo el elemento expulsor. 290
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Sistema de presurización. Según este criterio, los extintores pueden ser de un sistema de presurización permanente que se identifica por el manómetro instalado cerca de la válvula, o ser de presurización por cápsula externa, identificado por no tener manómetro y, por el contrario, ser visible la cápsula que lo presuriza en caso necesario. Extintores presurizados permanentes. Su agente expulsor es gaseoso, por lo general, nitrógeno, y proporciona su propia presión. Normalmente se identifican por tener un manómetro instalado cuya función es indicar la presión interna. Extintores no presurizados o de cápsula. Su presión se logra al momento de utilizarlos mediante la perforación de una cápsula con gas comprimido, conectada al cuerpo del recipiente. Son los más adecuados en instalaciones donde se requiere que su recarga se haga rápidamente y no se dispone de los medios para presurizar los recipientes. Son especiales para los procesos industriales, tales como campos e instalaciones petroleras e instalaciones alejadas de centros urbanos, y en donde sólo lo que tengamos y sepamos nos puede salvar. El primer extintor de esta clase producido en Colombia, y para el cual dimos importantes aportes, está bajo mi tutela y permanece cargado con el mismo polvo químico seco con el que fue cargado el día en que me fue entregado por los fabricantes industrias Full de Colombia, el 6 de agosto de 1985. Prácticamente, un extintor de este tipo puede multiplicarse por la cantidad de cápsulas y bolsas que contengan polvo químico que exista en el lugar de localización. Esto es, si, por ejemplo, tenemos 10 extintores de cápsula externa, 50 bolsas y 50 cápsulas adicionales, realmente para atacar un incendio tenemos no 10 extintores, sino 61, porque su recarga es fácil y rápida si se cuenta con un operario capacitado. Quienes deseen profundizar sobre este tema pueden establecer contacto conmigo en el correo electrónico [email protected]; para quienes no me conozcan, debo aclarar que no tengo compromisos con nada ni con nadie, y que esta recomendación es fruto de mis experiencias.
Distribución y señalización Los extintores portátiles son de buenos resultados si se usan adecuadamente, si el fuego está en la primera etapa, y fundamentalmente si están bien ubicados, bien mantenidos, su contenido corresponde al riesgo y los posibles operarios están entrenados.
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Deben ubicarse lo suficientemente cerca de los riesgos pero no tanto como para que un fuego pueda estropearlos. Se colocan en pasillos y en las entradas y salidas de las plantas, y preferiblemente su ubicación debe ser entre el posible riesgo y el posible usuario, en forma tal, que en una emergencia al ir a atacar el fuego el usuario los encuentre en el camino y no tenga que ir a buscarlos. Los extintores no deben estar ni bloqueados ni escondidos por ningún objeto, ni en donde puedan sufrir daños o en donde puedan hacerlo. Para su distribución se deben tener en cuenta varios aspectos, como: • • • • •
Actividad y contenido del lugar. Magnitud del riesgo de fuego y carga combustible. Tipo de construcción. Tipo de incendio probable que se va a extinguir. Tipo del posible usuario.
Algunas normas básicas sobre su colocación en distancias y la clase tipo de extintor pueden ser: • Para riesgos de la clase A, la distancia máxima entre extintores es de 23 metros. • Para riesgos de la clase B, la distancia máxima entre extintores es de 15 metros. • Para riesgos de la clase C, la distancia máxima entre extintores es de 15 metros. • Para riesgos de la clase D, la distancia máxima entre extintores es de 20 metros. • Para riesgos de la clase K, la distancia máxima entre extintores es de 15 metros. • Para control y extinción de los fuegos de la clase E, hoy no hay extintores ni sistemas conocidos. Con relación a la altura de su colocación en paredes y bases desde el suelo hasta la válvula de operación se recomienda: • Para extintores con peso menor de 18 kg, 150 centímetros desde el suelo. • Para extintores con peso mayor de 18 kg, 100 centímetros desde el suelo. En algunos lugares normalizan según estándares norteamericanos y sin tener en cuenta la ergonomía latinoamericana y, por lo tanto, creando la posibilidad de lesiones en la espalda en estos casos. En esa cultura es normal ver extintores colocados a una altura sobre el piso de 180 centímetros.
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Para su identificación, las señales se harán con pintura o calcomanías y de modoque se lean fácilmente a 750 centímetros de distancia. Para la selección se debe procurar, antes de adquirirlos, una asesoría del cuerpo de bomberos o de una entidad asesora con crédito local, puesto que se deben usar para el riesgo requerido, según el tamaño, la capacidad y el espacio disponible. No es lo mismo adquirir un extintor para un colegio de niños, que para una fábrica de chocolates, los riesgos, usuarios y características son totalmente diferentes. Tampoco es lo mismo una fábrica de rines para carros que una procesadora de pinturas. Además de lo anterior, algunos aspectos particulares se hacen especiales en cada caso y condición, por ejemplo, la primera vez que visité el cementerio de Arlington me sorprendí de la cantidad de hidrantes instalados (todos de color amarillo limón). Pregunté sobre este hecho y me explicaron que el riesgo de incendio es alto, especialmente en el otoño, por la cantidad de hojas en el suelo y por los visitantes, especialmente los fumadores y las llamas en algunas tumbas.
Inspección de los equipos y sistemas contra incendios Esta primordial labor de cualquier organización debe cumplir un programa para ser realizada a intervalos regulares durante el año, y se inspeccionarán las partes mecánicas, el agente extintor en cantidad y estado, y el medio expulsor según cantidad y pérdidas. Debe hacerse según métodos y recomendaciones de los fabricantes, y las normas nacionales e internacionales. Es aconsejable tener una hoja pre impresa en la cual se establezcan las guías y el seguimiento para esta inspección. Sobre este punto no sobra comentar que los extintores portátiles y rodantes deben ser inspeccionados según el ambiente y otras situaciones a las que estén expuestos, y que cada año deben inspeccionarse en forma detallada. Pero en ninguna parte dice que los extintores manuales y rodantes deban ser recargados cada año como lo aplican en algunos países con la complicidad de algunos cuerpos de bomberos, policías de carreteras y autoridades. Un extintor que contenga polvos químicos secos debe someterse a recarga y prueba hidrostática cada 5 cinco años, y esto más que todo por los efectos mecánicos sobre el material y la posible corrosión y no por la deficiencia o pérdida de características físico químicas del agente extintor bien sea agua o polvo químico, pero siempre y cuando sea de un buen origen de producción y distribución.
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Los extintores que contengan CO2 deben someterse a recarga y prueba hidrostática cada 12 años, según normas internacionales y como en el caso anterior para probar los elementos mecánicos, toda vez que el bióxido de carbono no pierde sus características extintoras. Cuando en su hogar, empresa o automóvil sea necesario enviar a recarga un extintor, porque perdió presión, o porque cumplió los 5 o 12 años de la última prueba hidrostática o recarga, debe entregarse descargado, esto es sin contenido, porque es posible que le devuelvan el mismo producto y que tan solo le hayan limpiado el recipiente, eso sí, cobrándole el total. Para cumplir con lo anterior el responsable del equipo debe utilizarlo entrenando a su personal mediante la acción de apagado de fuegos pequeños.
Uso correcto de los extintores El extintor es eficaz si se usa cuando, en donde y como es: • Debe emplearse el extintor adecuado según el fuego que se combatirá. • En fuegos al aire libre, el usuario debe colocarse de espaldas al viento. • Antes de ir a apagar el incendio, debe analizarse el riesgo y por donde salir. • El operario no debe acercarse demasiado al fuego, pues la presión del extintor puede hacer que las llamas se inclinen hacia él. • Al extinguir el fuego hay que retirarse sin darle la espalda al lugar, porque puede haber un reinicio del fuego y posiblemente sufrir quemaduras. • Una vez el extintor haya sido descargado se debe colocar en el piso y acostado, para que sea retirado del lugar y sometido a recarga y para que otros brigadistas no lo vayan a tomar estando descargado. • La capacitación y el entrenamiento permanente en el control y extinción de los fuegos, deben ser parte fundamental de los planes de contingencias de toda organización, cualquiera que ella sea.
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Glosario El conocimiento de los términos, palabras técnicas, simbolismos o voces tomadas del ambiente social y muchas de la transcripción de nombres de marcas por ejemplo, es fundamental para conceptuar en forma clara y correcta sobre los estudios e investigaciones de cualquier tema, toda vez que una palabra o término en un proceso puede ser diferente de otro y darnos falso conocimiento sobre algo de nuestro interés. Con frecuencia nos encontramos con siglas que nada nos dicen si no adquirimos conocimiento sobre ellas, a lo que corresponden y su objetivo y compromiso con algo o alguien. En seguida aportamos una lista de conceptos, términos y siglas sobre el tema de los planes de contingencias, que pese a ser amplia, creemos no compila todo lo referente al tema. Muchos de ellos son tomados prácticamente en forma textual de diferentes órganos que consultamos para este trabajo y de entidades locales e internacionales de planes de contingencias y ayudas mutuas de todo nivel. Lo hacemos así para enriquecer la terminología general de los lectores, aunque en algunos de ellos vemos exceso de componentes y palabras. Recien había entrado a trabajar a mi empresa de siempre Ecopetrol, y estando encargado temporalmente de una bodega de elementos de construcción de oleoductos, llegó un grupo de trabajadores y me solicitó les facilitara un carmaño y una señorita. Yo que en ese entonces no conocía esos términos pero seguro de que era una broma, de lo que ya estaba advertido era típico entre los petroleros, les dije que iba a atender una solicitud anterior y que los autorizaba para que sacaran de la estantería lo solicitado. Espere prudentemente y cuando sacaron dos elementos pude ver que el carmaño era un tubo de extensión para hacer palanca y que la señorita era una diferencial. Accidente: Evento o interrupción repentina no planeada de una actividad que da lugar a muerte, lesión, daño u otra pérdida a las personas, a la propiedad, al ambiente, a la calidad o perdida en el proceso. || Suceso repentino provocado por circunstancias externas a los afectados por condiciones negligentes en una determinada actividad o procedimiento. Activación. Despliegue efectivo de los recursos destinados a atender un accidente.
Alerta. Aviso a través del flujo de comunicaciones que impone el estado de atención de la organización. || Estado declarado con el fin de tomar precauciones específicas, debido a la probable y cercana ocurrencia de un evento adverso. Alojamiento temporal. Lugar en donde se da cobertura a las necesidades básicas de la comunidad afectada, mientras se realizan los procedimientos de recuperación de la zona afectada.
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Alud. Desprendimiento y precipitación de masas de tierra, hielo o nieve. Amenaza. Condición latente derivada de la posible ocurrencia de un fenómeno físico de origen natural, socio natural o antrópicas que puede causar daño a la población y sus bienes, la infraestructura, el ambiente y la economía pública y privada. || Probabilidad de que se produzca un fenómeno de origen natural o humano, potencialmente capaz de causar daño y generar pérdidas, en un determinado tiempo y lugar. Por su origen pueden ser naturales, socio naturales o antrópicas, aunque realmente la línea que las separa es demasiado frágil y ciertamente es difícil hacer una distinción entre éstas: Naturales. Los seres humanos no intervenimos en su ocurrencia. Tienen su origen en la dinámica propia de la tierra. Según su origen se clasifican en geológicas (sismos, erupciones volcánicas, maremotos, deslizamientos, avalanchas, entre otros) o hidrometeorológicas (huracanes, tornados, vendavales, inundaciones, sequías, entre otros). Socio naturales. Son aquellos fenómenos de la naturaleza, en cuya ocurrencia o intensidad interviene la acción humana. Por ejemplo, los deslizamientos como resultado de la tala de árboles y del mal manejo de las aguas. Antrópicas. Atribuibles a la acción humana; ejemplos: contaminación, incendios, derrame de hidrocarburos, explosiones de materiales inflamables, entre otros.
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Análisis de vulnerabilidad. Proceso mediante el cual se determinan el nivel de exposición y la predisposición a la pérdida de un elemento o grupo de elementos ante una amenaza específica. Antrópico. De origen humano o de las actividades y desarrollos técnicos generados por el ser humano. || De Wikcionario, el diccionario libre. Etimología. Del griego antiguo ∆νθρωπος, Relativo a o propio del ser humano. Debido a la acción directa o indirecta del hombre y de las sociedades humanas. La intervención antrópica es el factor esencial de la evolución regresiva y del desequilibrio actual del medio. || Erosión antrópica. Erosión desencadenada como consecuencia de una sobre explotación del ambiente (sobre pastoreo, roturación, entre otros) con destrucción de la cubierta vegetal que puede conllevar la de los suelos y de la capa superficial. APELL. Programa de Concientización y Preparación para emergencias a nivel local. Organización creada por las Naciones Unidas luego del desastre ocurrido en Armero Colombia en el año de 1985. Atención pre hospitalaria (APH). Atención inicial de una urgencia médica o quirúrgica, prestada en el mismo lugar del hecho, que consta de un mecanismo para acceder al sistema y notificar el evento, la prestación de la atención pre hospitalaria a la persona o personas afectadas, la integración con un mecanismo de traslado primario o secundario a un establecimiento de salud para su manejo hospitalario en caso de ser necesario.
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Avalancha. Creciente súbita y rápida de una corriente de agua, acompañada de abundantes sedimentos, desde lodo hasta bloques de roca, troncos de árboles, entre otros. Puede ser generada por ruptura de represamientos o por abundantes deslizamientos sobre una cuenca. Bienes y servicios. Componentes y procesos específicos de la estructura y función de los ecosistemas relevantes o de valor para la población. Brigada. Grupo de personas debidamente organizadas y capacitadas para prevenir o controlar una emergencia. Capacitación. Proceso de enseñanza y aprendizaje gestado, desarrollado, presentado y evaluado, de manera tal que asegure la adquisición duradera y aplicable de conocimientos y habilidades. Casiaccidente. Situación crítica que se presenta en un proceso normal, pero que no genera daño, lesión o pérdida. Su informe oportuno es una herramienta fundamental en el control de accidentes. Centro Nacional de Respuesta del Plan Nacional de Contingencias. Lugar en donde se concentran todos los insumos estratégicos e informáticos necesarios para suministrar un apoyo adecuado en el control de derrames para todo el país. CLE. Comité Local para Emergencias. órgano de coordinación interinstitucional local, organizado para discutir, estudiar y emprender todas aquellas acciones encaminadas a la
reducción de los riesgos específicos de la localidad, y a la preparación para la atención de las situaciones de emergencia que se den en ésta y cuya magnitud y complejidad no supere sus capacidades. CLOPAD. Comité Local para la Prevención y Atención de Desastres. Colapso estructural. Daños de cualquier tipo de estructura, debido a fenómenos como deterioros, fallas técnicas o sobrecargas en escenarios públicos, en puentes, en instalaciones industriales, en redes de infraestructura vital, en edificaciones de vivienda, entre otros. Contaminación. Dispersión de sustancias o productos con efectos sobre la salud, la vida o las condiciones de higiene y bienestar ambiental de una comunidad o de una región. Puede ocurrir debido a factores químicos, biológicos, de disposición de basuras, entre otros. Contención. Método para contener y conservar un líquido en un lugar determinado y como resultado de un derrame o escape. Procedimientos encaminados a conservar un líquido en su lugar de existencia o en su contenedor. Control. Procedimiento o método utilizado para reducir o eliminar una situación crítica. Coordinación. Procedimiento que analiza una situación y toma alternativas viables para controlar una emergencia.
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Coordinador. Persona que dirige las acciones de dirección del plan.
ser atendido con recursos adicionales de la administración departamental.
CREPAD. Comité Regional para la Prevención y Atención de Desastres.
Nacional nivel 3 de proceso lento. Cuando las características de la amenaza que lo ocasiona se presentan con anterioridad al evento y su alcance y lapso de tiempo durante el cual se va a presentar son predecibles con suficiente anterioridad para tomar las medidas requeridas, y cuando su magnitud e impacto comprometen más de un (1) departamento y/o la duración esperada o real de la fase de atención y/o la proporción de la población afectada (con relación al total de los departamentos afectados) y/o las posibilidades de atención, indica que debe ser atendido con recursos complementario de la nación.
Cuadrilla de rescate. Integración de personal calificado y con las competencias para actuar en primera instancia ante una emergencia. Cuerpo de agua. Sistema de aguas bien sea marino, fluvial o lacustre. Derrame. Descarga súbita, intempestiva impredecible, de una sustancia en un espacio y sin control. Desastre. Situación causada por un fenómeno de origen natural, tecnológico o provocado por el hombre que significa alteraciones intensas en las personas, los bienes, los servicios y el ambiente. Municipal nivel 1. Cuando el área geográfica de influencia del evento desastroso se circunscribe al territorio o jurisdicción de un (1) municipio y/o la duración esperada o real de la fase de atención y/o la proporción de la población afectada (con relación al total municipal), y/o los recursos de la administración local, lleva a pensar que puede ser atendida con recursos principalmente de las instituciones locales. Departamental nivel 2. Cuando el evento desastroso compromete dos (2) o más municipios y/o la duración esperada o real de la fase de atención y/o la proporción de la población afectada (con relación al total departamental) y/o las posibilidades de atención, lleva a pensar que debe
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Nacional de carácter súbito. En función de la afectación extensa e inmediata que se presenta por sus características. Igualmente cuando su magnitud e impacto comprometen más de un departamento y/o la cantidad de víctimas, las pérdidas materiales y los problemas de orden público son o pueden llegar a ser de enorme magnitud en un período de ocurrencia relativamente corto, haciendo necesaria la organización, coordinación y asignación de recursos a gran escala y en forma inmediata de las instituciones y la comunidad nacional, y muy posiblemente de organismos y agentes internacionales. Desarrollo sostenible. Proceso de transformaciones naturales, económico- sociales, culturales e institucionales, que tienen por objetivo asegurar el mejoramiento de las condiciones de vida del ser humano y de su producción, sin deteriorar el
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ambiente natural ni comprometer las bases de un desarrollo similar para las futuras generaciones. Deslizamiento. Movimiento de masa (reptación, volcamiento, desplazamiento, hundimiento, colapso de cavernas o minas, caída de rocas, desprendimiento de masas de suelo o de rocas), como producto de la acción tectónica, características de los suelos, y la acción del agua. DIMAR. Dirección General Marítima bajo cuya autoridad se supervisan las actividades de la marina mercante en los puertos. Ecosistema. Unidad espacial definida por un complejo de componentes y de procesos físicos y bióticos que interactúan en forma interdependiente. Efectos directos. Aquellos que mantienen relación de causalidad directa con la ocurrencia de un evento, representados usualmente por el daño físico en las personas, los bienes, servicios y el ambiente o por el impacto inmediato de las actividades sociales y económicas. Efectos indirectos. Aquellos que mantienen relación de causalidad con los efectos directos, representados usualmente por impactos concatenados o posteriores sobre la población, sus actividades económicas y sociales o sobre el ambiente. Emergencia. Toda situación generada por la ocurrencia real o inminente de un evento adverso, que requiere una movilización de recursos, sin exceder
la capacidad de respuesta. || Todo evento identificable en el tiempo, que produce un estado de perturbación funcional, por la ocurrencia de un evento indeseable, que en su momento exige una respuesta mayor a la establecida mediante los recursos normalmente disponibles, produciendo una modificación sustancial pero temporal, sobre el sistema involucrado, el cual compromete a la comunidad o el ambiente, alterando los servicios e impidiendo el normal desarrollo de las actividades esenciales. || Evento no deseado que pone en grave riesgo la integridad física de las personas, los recursos materiales o el ambiente y que para su control los recursos internos existentes son insuficientes. Epidemia. Expansión de una enfermedad infectocontagiosa generalmente de origen sanitario que ataca a numerosos individuos en períodos cortos de tiempo, como el cólera, la fiebre tifoidea, la peste bubónica, entre otros. Erosión. Proceso de pérdida o remoción superficial de suelos, ocasionada por algún agente físico. Escenario. Lugar en donde ocurre alguna situación o hecho. // Descripción de un futuro posible y de la trayectoria asociada a él. Etiqueta o rótulo. Elemento elaborado de diferentes materiales como papel, plástico, metal o madera que permita ser escrito, grabado, impreso o graficado con información básica o complementaria para un producto o envase determinado.
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Evacuación. Conjunto de actividades y procedimientos tendientes a conservar la vida y la integridad física de las personas en el evento de encontrarse amenazadas por el desplazamiento a través y hasta lugares de menor riesgo. || Acción o efecto de retirar personas de un lugar determinado; normalmente sucede en emergencias causadas por distintos tipos de desastres, ya sean naturales o accidentes. Evaluación de la amenaza. Proceso mediante el cual se determina la probabilidad de ocurrencia y la severidad de un evento en un tiempo específico y en un área determinada. Representa la recurrencia estimada y la ubicación geográfica de eventos probables. Evaluación del riesgo. En su forma más simple es el postulado de que el riesgo es el resultado de relacionar la amenaza, la vulnerabilidad y los elementos expuestos, con el fin de determinar las posibles consecuencias sociales, económicas y ambientales asociadas a uno o varios eventos. Evento. Descripción de un fenómeno natural, tecnológico o provocado por el hombre, en términos de sus características, su severidad, ubicación y área de influencia. Es el registro en el tiempo y el espacio de un fenómeno que caracteriza una amenaza. Evento crítico nacional. Definición política autorizada por el Presidente de la República que activa de inmediato una forma específica de organización, procedimientos y actuaciones según unos protocolos previamente definidos.
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Explosión. Acción producida por el desarrollo repentino de una fuerza o la expansión súbita de un gas o vapor. Factores físicos. Hacen relación a calidad, condiciones técnicas, materiales y ubicación física de los asentamientos. || ambientales o ecológicos. Se refieren a explotación de los elementos del entorno, y su incidencia en la capacidad de los ecosistemas para absorber los fenómenos de la naturaleza. || sociales. Relaciones, comportamientos, creencias, formas de organización (institucional y comunitaria) y manera de actuar de las personas y localidades. || económicos. Cantidad de recursos económicos y la utilización de los recursos disponibles en una adecuada gestión del riesgo. || Ideológicos y culturales. Ideas, visiones y valores que nos sirven para interpretar los fenómenos de la naturaleza y su relación con la sociedad y que determinan la capacidad frente a los riesgos. || institucionales. Los derivados de la estructura del Estado y de las instituciones públicas y privadas que impiden una adecuada adaptación a la realidad y una rápida respuesta. || Organizativos. Capacidad de la localidad para organizarse, y establecer lazos de solidaridad. Flujo de comunicaciones. Diagrama que indica el curso que debe seguir la información por los distintos niveles de la organización que opera en un frente de trabajo, instalación o localidad. Gestión del riesgo. Conjunto de actividades organizadas que realizamos con el fin de reducir o eliminar los riesgos o hacer frente a una situación de emergencia en caso de que ésta se presente.
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Granizada. Lluvia de gotas congeladas y sólidas. Heladas. Períodos, cortos o largos, de fríos intensos, con o sin congelación, con efectos sobre personas y agricultura, entre otros. Hidrocarburo. Término que incluye al petróleo crudo, fangos, lodos y residuos de la refinación del petróleo y que está compuesto químicamente por hidrógeno y carbono. Hojas de datos de seguridad de materiales. Información proporcionada por fabricantes y proveedores acerca de sus productos; contiene datos mínimos acerca de la composición, propiedades físicas y químicas, riesgos para la salud y la seguridad, respuesta ante una emergencia y disposición de los desechos del material en cuestión. Se identifica también con la sigla MSDS. Huracán. Anomalía atmosférica designada como tal internacionalmente, generalmente de formación sobre el mar, en aguas tropicales, con presencia de lluvias torrenciales y vientos intensos. Incendio. Presencia de fuego que consume materiales inflamables y combustibles, generando pérdidas de vidas y bienes. Intensidad. Medida cuantitativa o cualitativa de la severidad de un fenómeno en un sitio específico. Intervención. Modificación intencional de las características de un fenómeno con el fin de reducir su amenaza, o las características intrínsecas
de un elemento con el fin de reducir su vulnerabilidad. La intervención pretende la modificación de los factores de riesgo. Controlar o encauzar el curso físico de un evento, o reducir la magnitud y frecuencia de un fenómeno, son medidas relacionadas con la intervención de la amenaza. Inundación. Desbordamiento o subida de aguas de forma rápida o lenta, ocupando áreas que por su uso deben encontrarse normalmente secas. Se originan por fuertes precipitaciones, aumento en el nivel de los ríos, cambio de curso de los ríos, ausencia o descuido por limpieza y mantenimiento deficientes de sistemas de alcantarillado y desagües para el control de aguas lluvias. Líder del control de la emergencia. Supervisor a cargo de la planificación, organización y control de todas las acciones necesarias para el control de la emergencia. Manejo de riesgos. Actividades integradas para evitar o disminuir los efectos adversos en las personas, los bienes, servicios y el ambiente, mediante la planeación de la prevención y de la preparación para la atención de la población potencialmente afectada. Marejada. Todo lo referente a inundaciones costeras por causas diferentes a tsunami o maremoto, o a crecientes de ríos, causadas por coincidencia entre la dirección de los vientos hacia las costas. MARPOL. Convenio Internacional para prevenir la contaminación por los buques y su respectivo protocolo.
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MEC. Siglas que internacionalmente significan Módulo de Estabilización y Clasificación de Heridos. Medidas de seguridad. Acciones para disminuir la probabilidad de un evento adverso. Mitigación. Toda acción referente a reducir el riesgo existente, público o privado, natural o jurídico. || Resultado de una intervención dirigida a reducir riesgos. Existen medidas de mitigación estructural y no estructural que generalmente se usan combinadas. Ejemplo: en normas de construcción y zonificación urbana, construir muros de contención y gaviones para reducir el riesgo de deslizamiento e inundaciones. || Información pública y capacitación sobre temas de prevención y manejo del ambiente. Número de las Naciones Unidas, UN. ONU. Cifra de cuatro dígitos precedidos de las siglas UN y que se utiliza para identificar los materiales durante su proceso, especialmente en el del transporte. Pérdida. Cualquier valor adverso de orden económico, social o ambiental alcanzado por una variable durante un tiempo de exposición específico.
cacia, utilizado ante todo en conglomerados industriales o regionales para su protección total e integral. || Medio por el cual se fortalece la seguridad brindada por las protecciones individuales disponibles por cada empresa en una comunidad industrial, generando mayor capacidad para enfrentar con éxito una eventual emergencia y se fundamenta en el establecimiento de un acuerdo formal entre las empresas localizadas en un mismo sector geográfico para facilitarse ayuda técnica y humana, en el evento de una emergencia que sobrepase o amenace con sobrepasar la capacidad de protección de la empresa. Plan de contingencias. Componente del plan para emergencias y desastres que contiene los procedimientos para la pronta respuesta en caso de presentarse un evento específico. || Local de contingencias. Programa predictivo para el control de una situación de crisis o emergencia, establecido para un medio limitado local o empresarial.
Plaga. Proliferación súbita de especies biológicas que afectan a comunidades en la agricultura, ganadería o a bienes perecederos almacenados, por ejemplo ratas, langostas, abejas africanizadas.
PMU. Puesto de Mando Unificado. Lugar en donde se ejerce función de comando. || Función prevista en el sistema de comando de control de accidentes (SCI) y que se aplica cuando varias instituciones toman acuerdos conjuntos para manejar una situación de accidente en donde cada institución conserva su autoridad, responsabilidad y obligación de rendir cuentas.
Plan de ayuda mutua. Medio por el cual se multiplica la seguridad y protección individual logrando un objetivo y resultados de mayor efi-
Preparación. Medidas o acciones para reducir al mínimo los daños y pérdidas, organizando oportuna y eficazmente la respuesta y la rehabi-
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litación. || Aceptar que puede ocurrir un desastre pero que no estemos descuidados. || Conjunto de medidas y acciones para reducir al mínimo la pérdida de vidas humanas y otros daños, organizando oportuna y eficazmente la respuesta y la rehabilitación. || Toda acción tendiente a fortalecer la capacidad de las comunidades de responder a una emergencia de manera eficaz y eficiente. Prevención. Toda acción tendiente a evitar la generación de nuevos riesgos. || Medidas o acciones tendientes a evitar o impedir los desastres o reducir su impacto. Es decir, evitar que distintos fenómenos produzcan desastres. Las amenazas naturales no se pueden evitar, por corresponder a la dinámica propia de la tierra. Las amenazas socio naturales se pueden reducir contrarrestando la acción humana que interviene en la ocurrencia o intensidad de fenómenos naturales. Procedimiento operativo normalizado. Base para la realización de tareas necesarias y determinantes para el control de un tipo de emergencia. Define el objetivo particular y los responsables de la ejecución de cada una de las acciones operativas en la respuesta a una emergencia. Pronóstico. Determinación de la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno con base en el estudio de su mecanismo generador, el monitoreo del sistema perturbador y el registro de eventos en el tiempo. Punto de encuentro. Sitio seguro, definido para la llegada de las personas en caso de evacuación.
Reconstrucción. Recuperación de las estructuras afectadas (instalaciones, procesos, viviendas, servicios) a corto, mediano y largo plazo, adoptando nuevas medidas de seguridad para evitar daños similares en el futuro. Recurso. Toda la asistencia inmediata y de apoyo disponible para la ayuda en el control de un accidente y que incluye personas, equipos, materiales de control y extinción, instituciones de ayuda y cuerpos establecidos para el control de una emergencia. || Equipamientos y personas disponibles o potencialmente disponibles para su asignación táctica a un accidente. Rehabilitación. Acciones para el restablecimiento a corto plazo de los servicios básicos de la comunidad: agua potable, energía, comunicación, transporte, entre otros. Respuesta. Parte de la dirección ante una emergencia o accidente y que involucra todo el plan de contingencias. Riesgo. Probabilidad de ocurrencia de unas consecuencias económicas, sociales o ambientales en un sitio particular y durante un tiempo de exposición determinado. Se obtiene de relacionar la amenaza con la vulnerabilidad de los elementos expuestos. || Combinación entre probabilidad y consecuencia de la ocurrencia de un determinado evento (impacto sobre las personas, el ambiente, propiedad y/o comunidad). || Daño potencial que sobre la población y sus bienes, la infraestructura, el ambiente y la economía pública y privada pueda causarse por la ocurrencia de ame-
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nazas de origen natural, socio natural o antrópica que se extiende más allá de los espacios privados o actividades particulares de las personas y organizaciones y que por su magnitud, velocidad y contingencia hace necesario un proceso de gestión que involucre al Estado y a la sociedad. || Aceptable. Valor de probabilidad de consecuencias sociales, económicas o ambientales que, a juicio de la autoridad que regula este tipo de decisiones, es considerado lo suficientemente bajo para permitir su uso en la planificación, la formulación de requerimientos de calidad de los elementos expuestos o para fijar políticas sociales, económicas o ambientales afines. Servicios. Todos aquellos servicios que satisfacen las necesidades básicas de la población. Sequía. Temporada seca, sin lluvias, o con déficit de lluvias. Puede aparecer como temporada seca. En este tipo de evento se pueden incluir períodos de temperatura anormalmente alta, a veces denominadas como “ola de calor”. Hoy es normal definir esta época dentro del tiempo como el fenómeno del niño. Simulación. Movimientos establecidos para prepararse para algo o contra algo. //Ejercicio de laboratorio, juego de roles que se lleva a cabo en un salón o un área determinada. Simulacro. Ejercicio de juego de roles que se lleva a cabo en un escenario real o constituido en la mejor forma posible para asemejarlo. || Simulación que mide el comportamiento del personal comprometido y encargado de
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la ejecución de los procedimientos y prueba su reacción ante situaciones especiales que son estructuradas lo más estrechamente posible con las emergencias reales. Sismo. Movimiento vibratorio de la corteza terrestre que ocasione algún tipo de daño o efecto. Incluye términos como temblor, terremoto, tremor. Sistema de alarma. Medio audible y/o visual que permite avisar que ocurre un evento que pone en riesgo la integridad de personas, animales o propiedades. Suministros. Elementos, suministros humanitarios, productos, materiales y equipos utilizados por las organizaciones para la atención de los desastres, así como los requeridos para la atención de las necesidades de la población afectada. Sustancia nociva. Toda aquella sustancia que se encuentre en lista de sustancias nocivas de los códigos internacionales de todo tipo de industria y origen. Tormenta eléctrica. Fenómenos naturales que pueden generar muertos, apagones, incendios, explosiones, entre otros, debido a rayos, truenos o relámpagos. Tsunami. Olas generadas por movimiento en el fondo del mar como producto de sismos, erupciones volcánicas, deslizamientos, o caídas de meteoritos. Urgencia. Alteración de la integridad física o mental de una persona,
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causada por un trauma o por una enfermedad de cualquier característica y que genere una demanda de atención médica inmediata y efectiva, tendiente a disminuir los riesgos de invalidez y muerte. Vehículo. Todo aparato montado sobre ruedas que permita el transporte de personas, animales o cosas de un punto a otro por vía terrestre pública o privada. Vendaval. Toda perturbación atmosférica que genera vientos fuertes y destructivos, principalmente sin lluvia, o con poca lluvia. Se pueden encontrar documentados como vientos huracanados, torbellinos, borrascas, ciclones, vientos fuertes, ventiscas, trombas, ráfagas, rachas y tornados. Vías de evacuación. Lugares correctamente señalizados para evacuar y transitar en forma segura, rápida y eficaz en situaciones normales o de emergencia protegiendo la integridad de las personas. Vulcanismo. Actividad volcánica que implique efectos sobre poblaciones, agricultura o infraestructura, debido a cualquier manifestación como: fumarolas, columnas eruptivas de gases
y cenizas, caída de piroclastos, flujos de lava, entre otros. Incluye actividad de volcanes de lodo, presentes en algunas regiones del Caribe entre otras. Vulnerabilidad. Característica propia de un elemento o grupo de elementos expuestos a una amenaza, relacionada con su incapacidad física, económica, política o social de anticipar, resistir y recuperarse del daño sufrido cuando opera dicha amenaza. Es un factor de riesgo interno. || La condición existente en la sociedad por lo cual ésta puede verse afectada y sufrir daño o pérdidas, en caso de que ocurra un fenómeno amenazante. La vulnerabilidad entendida como la debilidad frente a las amenazas, como incapacidad de resistencia o como incapacidad de recuperación, no depende sólo del tipo de amenaza sino también de las condiciones del entorno. Se puede analizar desde distintos puntos de vista a los que llamamos factores de vulnerabilidad: Zona de seguridad. Sector preestablecido, seguro, amplio, señalizado y que no presente ningún riesgo para las personas, estando reunidas en ese lugar y una vez realizada la evacuación.
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Otros títulos de interés:
Hidrocarburos manejo seguro Raúl Felipe Trujillo Mejía
Seguridad ocupacional Raúl Felipe Trujillo
Condiciones de trabajo y salud Fernando Henao Robledo
Seguridad industrial Andrés Giraldo
Codificación en salud ocupacional Fernando Henao Robledo
Ergonomía aplicada Jesús Alberto Cruz y Andrés Garnica
Riesgos en la construcción, Fernando Henao Robledo
Planes de contingencias
e-ISBN 978-958-648-996-6