O pan, o plomo; Los trabajadores urbanos y el colonialismo espanol en Cuba 1850-1898 843231045X


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Spanish Pages 343 Year 2000

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Prólogo (3p)
Índice de mapas, gráficas, cuadros e ilustraciones (2p)
Símbolos y abreviaturas (2p)
Agradecimientos (pxvii-xix)
Introducción (p1-18)
Gráfica-1. Evolución de las principales fuerzas políticas en la Cuba del siglo XIX.
1. El espacio urbano y los trabajadores (p19-56)
2. El auge del colonialismo español en Cuba y las primeras asociaciones de artesanos (p57-82)
3. El movimiento obrero de la década de 1860 y el reformismo colonial español (p83-112)
4. La Guerra de los Diez Años (p113-46)
5. La reconstrucción del movimiento obrero (p147-208)
7. El fin de la esclavitud (p209-38)
8. El momento decisivo del movimiento obrero (p239-59)
9. Epílogo (p261-73)
Glosario (p275-77)
Referencias (p279-309)
Índice temático y onomástico (p311-26)
Colección (5p)
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O pan, o plomo; Los trabajadores urbanos y el colonialismo espanol en Cuba 1850-1898
 843231045X

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Joan Casanovas Codina

ISBN 84-323-1045-X

00001

9 1884 32 3.;_0454

¡O PAN, O PLOMO! Los trabajadores urbanos y el colonialismo español en Cuba, · 1850-1898

por

JOAN CASANOVAS CODINA

Prólogo de NICOLÁS SÁNCHEZ-ALBORNOZ

SIGLO VEINTIUNO DE ESPAÑA EDITORES

a editores, sa siglo veintiuno de españ ESPAÑA PRINCIPE DE VERGARA, 78. 28006 MADRID.

siglo veintiuno editores, sa

CERRO DEL AGUA, 248. 04310 MÉXICO, D.F.

To dos los derecho s reservados. Prohibid a la reprodu cción total o parcial de esta obra por cualquier procedimiento (ya sea gráfico, electrón ico, óptico, químico, mecánico, fotocopi a, etc.) y el almacenamiento o transmisión de sus contenidos en soportes magnéticos, sonoros, visuales o de cualquier otro tipo sin permiso expreso del editor.

Primera edición en español (corregida y actualizada respecto de la inglesa), © SIGLO XXI DE ESPAÑA EDITORES, S. A. Príncipe de Vergara, 78. 28006 Madrid © J oan Casanovas Codina Primera edición en inglés,© 1998, University of Pittsburgh Press

septiembre de 2000

in Cuba, 1850-1898 Título original: Bread, or Bullets! Urban Labor and Spanish Colonialism DERECHOS RESERVADOS CONFORME A LA LEY

Impreso y hecho en España

Printed and made in Spain Diseño de la cubierta: Juan José Barco y Sonia Alins ISBN: 84-323-1045-X Depósito legal: M-29.051-2000 Fotocomposición e impresión: EFCA, s. A. Parque Industrial «Las Monjas». 28850 Torrejón de Ardoz (Madrid)

ÍNDICE GENERAL

PRÓLOGO, Nicolás Sánchez-Albornoz ............................................................................... ÍNDICE DE MAPAS, GRÁFICAS, CUADROS E ILUSTRACION ES................... ....................... ..... SÍMBOLOS Y ABREVIATUR AS.................. ....................... ....................... ....................... ....... AGRADECIMIENTOS .. . . .. ... . . .. .. . . . .. .. . . . .. .. .. .... .. . ... .. .. .... .. .. .. .. .. ... .. .. ... . .. .. .. .. .. .. . . . .. .. . . . .. ... . . .. .. . . .

X:VII

INTRODUC CIÓN .........................................................................................................

1

ELESPACIOURBANOYLOSTRABAJADORES.............................................

19

LA HABANA....... ...................... ...................... ...................... ...................... ................. LA INMIGRACIÓN PENINSULAR EN CUBA .. . . ..... . ...... ... ... ......... ... . .. ..... . ..... . ..... . . . ..... . . ...

28 46

EL AUGE DEL COLONIALISMO ESPAÑOL EN CUBA Y LAS PRIMERAS ASOCIACIONES DE ARTESANOS.....................................................................

58

LAS INSTITUCION ES DE LA ÉLITE Y DE LAS CLASES POPULARES BAJO LA NUEVA POLÍTICA COLONIAL ...................... ...................... _..................... ....................... .......... LAS PREEMINENCIA DE LAS ASOCIACIONES PENINSULARES . .. .. .. . .. .. .. . .. .. .. .. .... .. .. .. .. ... LOS TRABAJADORES LIBRES Y LA ESCLAVITUD ....................... ....................... ............. EL ASOCIACIONISMO POPULAR DE LA DÉCADA DE 1850 .. .. .. . .. .. .. . .. .. .. . .. .. .. . .. .. .. .. ... .. .. ..

60 63 67 74

EL MOVIMIEN TO OBRERO DE LA DÉCADA DE 1860 Y EL REFORMISMO COLONIAL .....................................................................................................

83

l.

2.

3.

4.

5.

IX XIII X:V

89

EL POPULISMO REFORMISTA ....................... ....................... ....................... ................. ¿ORGANIZACIÓN SINDICAL O EDUCACIÓN OBRERA? . .. .. .. . .. ... .. .. .. .. .. .. . .. .. .. . .. .. .. . .. .. ... .. LA REACCIÓN DEL PARTIDO ESPAÑOL ..... .. .............. ..... ............... ............ ...... ...... .. ....

106

LAGUERRADELOSDIEZAÑOS......................................................................

113

EL NUEVO PARTIDO ESPAÑOL...... ...................... ...................... ...................... ............ LOS PRIMEROS PASOS DEL MOVIMIENTO OBRERO DURANTE LA GUERRA .................. EL MOVIMIENTO OBRERO DE LOS TRABAJADORES CUBANOS EN ESTADOS UNIDOS... LOS REPUBLICANOS FEDERALES EN CUBA DURANTE LA PRIMERA REPÚBLICA ESPA-

122 125 128

ÑOLA............ ...................... ...................... ...................... ...................... ..................... EL FIN DEL VIEJO ORDEN COLONIAL .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .... .. .. .. .. .. ... .. .. .. . .. .. ... .. .. .. . .. .. .. . .. .. .. . LOS OBREROS DE LA EMIGRACIÓN Y EL FIN DE LA GUERRA EN CUBA............. ............

131 13 7 143

LA RECONSTRUCCIÓN DEL MOVIMIEN TO OBRERO...............................

147

LAS ORGANIZACIONES DE LOS FABRICANTES DE TABACOS Y EL GREMIO DE OBREROS DEL RAMO DE TABAQUERÍA S..................... ....................... ....................... ............ LA POLÍTICA BIPARTIDISTA Y EL ABOLICIONIS MO................. ....................... .............

156 160

93

Índice

VIII

DEL REFORMISMO AL ANARQUISMO ...........................................................

171

EL GOBIERNO CONSERVADOR Y EL MOVIMIENTO OBRERO REFORMISTA.................. EL ACERCAMIENTO ENTRE LAS DOS RAMAS DEL MOVIMIENTO OBRERO.................... LAHUELGADEPARTIDO.............. ....................................................... .......................

183 193 202

EL FIN DE LA ESCLAVITUD...............................................................................

209

LAS LUCHAS OBRERAS DE FINES DE LA DÉCADA DE 1880............................................. EL GENERAL SALAMANCA................................ ....................................................... ...

213

EL MOMENTO DECISIVO DEL MOVIMIENTO OBRERO...........................

239

EL FORTALECIMIENTO DE LA OPCIÓN SEPARATISTA................................ ................. EL CONGRESO OBRERO DE 1892 ............... .... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .......... .... .. .. .. .. ............

243 251

EPÍLOGO................................................................................................................

261

PERSPECTIVAS DE INVESTIGACIÓN SOBRE LA HISTORIA DEL MOVIMIENTO OBRERO CUBANO....................................... ...................................................... ........................

270

GLOSARIO.................................... ...................................................... ...............................

275

REFERENCIAS: ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y PUBLICACIONES........................... ...................

279

ÍNDICE TEMÁTICO Y ONOMÁSTICO............................... ....................................................

311

6.

7.

8.

9.

232

PRÓLOGO

Dos factores externos han impulsado en los últimos años el estudio de la historia de Cuba a fines del siglo XIX. La reciente conmemoración del centenario del 98 ha suscitado en España una apretada actividad expresada en exposiciones, encuentros y libros y dedicada a los acontecimientos que pusieron /in a la dominación ultramarina y a su repercusión en el ánimo y en el intelecto de la antigua metrópoli. El debate se ha centrado en los temas literarios e intelectuales, pero tan marcada preferencia no ha excluido los aspectos políticos, económicos y sociales, ni lo acaecido en las antiguas colonias. Acicateado por la coyuntura, el mundo académico ha vuelto pues a mirar hacia Cuba. A más lejos se remonta la otra influencia. Cuarenta años atrás, la perplejidad provocada por la inesperada ruptura de los moldes políticos y por la hondura social que acompañaron a la Revolución cubana, llevó a los historiadores, tanto a los de dentro como a los de Juera de la isla, a reconsiderar su orientación y a reactivar la investigación. Prioridad fue acordada esta vez a los movimiento s populares o a la veta más rica de las clases sociales. El libro que tenemos entre las manos no depende de tales circunstancias, pues nace de una tesis doctoral, pero ellas lo arropan. En sus páginas se plantea un tema situado en la intersección de las dos inquietudes apuntadas: el fin del dominio español y la historia social. Los aportes recientes en ambos campos calan en el texto y en las notas. Al aparecer, sobre todo su versión previa en inglés, a poco del cierre de las conmemoraciones, el libro prolonga el eco que despertó el centenario. Trata de la constitución en Cuba del movimiento obrero urbano en el tramo ínicial que la emancipación cierra. Recorre, pues, los últimos decenios de dominación europea y repasa las actitudes y disposiciones de la administración colonial y metropolitana al respecto. De lo que sus capítulos recogen, lo llamativo no resulta el punto de mayor rigidez y arbitrariedad o la más estrecha subordinación del aparato estatal a los poderes económicos que cabe notar con respecto a lo habitual en la metrópoli. La condición colonial lleva a esperar que así ocurriera. Sorprende en cambio la cerrazón gubernamental del último decenio a tal punto que un movimiento estrictamente de clase fue llevado a olvidar su especificidad y a tomar partido por el separatismo. No es que esta conversión postrera y parcial explique ni mucho menos la independencia. Son demasiados años de lucha y de tensiones internacionales lo que hay detrás de ella. La adición gratuita resulta sin embargo inquietante. Si la lógica de los partidos dinásticos, y en particular el de los conservadores, debió ser mantener los mayores

vínculos posibles) mal se explica que precipitaran a este grupo hacia quienes se oponían a preservar cualquier lazo. El hecho podría calificarse de simple torpeza si no mediaran además miles de muertes cobradas en ambos bandos. Entre los puntos abordados en la última marejada del 98) no se encuentra aún una explicación satisfactoria para aquel miope endurecim iento de la política colonial. El libro mueve a ésta y otras reflexiones políticas) pero su eje es) repetimos) el movimien to obrero urbano. A diferencia de los países más adelantados de la época) donde la masa laboral que lo sustenta crece en las industrias mecanizadas dirigidas al consumo interno) en Cuba surge en cambio) si bien bastante pronto) en un único sector manufacturero que) como el del tabaco) se hallaba orientado hacia la exportación. Las parado1as no acaban aqui Toda masa laboral suele hallarse sometida a fracturas que la segmentan según formación) ocupación) salario) sexo) ideología o cultura. El primer afán de cualquier movimien to obrero es precisamente soldarlas para dotar de cohesión y de poder reivindicativo al grupo. Esto lo intentó el movimiento cubano y en algunos casos lo logró. Sin embargo) partió de una fragmentación mayor que en otras partes. Cuando se constituye n las primeras asociaciones) la distinción legal entre personas no había desaparecido todavía) sino que se prolongó hasta 1886. En La Habana) la fuerza de trabajo constaba de esclavos incapaces de alquilar por sí mismos sus manos. Codo con codo traba1aban con ellos asiáticos sujetos a contratos leoninos y obreros libres de diversa estirpe) entre los que se hallaban los peninsulares con estatuto de hecho superior al de sus compañeros. Nueva fragmentación) de orden geográfico esta vez. La mano de obra urbana dejó pronto de tener un asiento único. Su procedencia y residencia principal se situó en La Habana) pero diversas circunstancias la dispersaron. La isla surtió de traba1adores a las nuevas plantas elaboradoras del tabaco en rama cubano de Cayo Hueso) Tampa) Nueva York y Nueva Orleáns. Nada de particular hubiera tenido semejante trasvase) si hubiera dado lugar a un corte definitivo) pero no fue asi Dentro sobre todo del triángulo La Habana-C ayo Hueso-Ta mpa) el vaivén de mano de obra fue constante a raíz de los encrespados cambios económicos) sociales o políticos que se sucedieron en Cuba o en la Florida. Incluso las autoridades coloniales intervinier on a su costa en este trasiego. En varias ocasiones) en 1886 y 1889 especialmente) repatriaron a centenares de obreros. Criollos e inmigrant es se convirtieron en emigrantes y se entrecruzaron en un mundo laboral que dibujó un espacio soeza! en el que La Habana se hallaba más cerca de Cayo Hueso que de Santiago de Cuba y que no cabe tratar por partes. El movimien to asociativo cubano adquirió de este modo un carácter internacional en su sello ideológico) composición y organización) más acentuado que cualquiera de su época. En este punto) Cuba tampoco fue un rincón) a pesar de su estatuto colonial. Una singularidad más de este movimien to obrero es su desenvolv imiento durante una guerra de emancipación. En esto) Cuba se distancia de sus congéneres de Europa y del Norte y Sur de América que no tuvieron esa experiencia. En cambio) se muestra precursora al anticiparse a los países de África donde existieron capas

Prólogo

XI

obreras de origen metropolitano y sobrevino la descolonización bien adentrado el siglo siguiente. La comparación en este plano queda sin embargo por hacer. La singularidad cubana no se agota con las señaladas, pero no es necesario anotar todas ellas para dejar patente el interés del tema y de una obra que lo aborda con detenimiento y gran discernimiento. Una palabra que se oye ahora atroche y moche es "globalización". El término cabe aplicarlo también a la hechura de este libro. Las tesis o monografías históricas solían apreciarse no hace tanto cuando agotaban una serie documental y presentaban una cuestión desde la perspectiva que dejaba entrever esa fuente. Las hay todavía construidas de esta manera. No es éste sin embargo el caso de este volumen. Pertenece a un género por fortuna cada vez más frecuente en los estudios latinoamericanos. Su texto reúne materiales recogidos en España y Cuba, la tierra de los principales actores, pero se ha extendido siguiendo la lógica del tema a los Estados Unidos, México y los Países Bajos. Se basa no sólo en información de archivos, sino que realiza asimismo un cuidadoso expurgo de la abundante prensa de la época. Viene, en fin, acompañado de animadas ilustraciones. No queda ángulo sin explorar, lo que no quiere decir que, como todo investigador sabe, no se puedan agregar detalles en el futuro. El libro no expone, pues, un fragmento, sino que constituye una suma, globalidad que abre puertas a cotejos y resalta la originalidad que venimos subrayando. Hubiera sido, pues, una lástima que, publicada en inglés, la obra no estuviera disponible en castellano para quienes quieran tomarla como punto de partida de una reflexión o como herramienta de trabajo. La presente versión subsana una carencia que no debía prolongarse. Una obra de este calado tiene detrás de sí años de trabajo. Sólo el fervor y el tesón de una persona como ]oan Casanovas Codina podía haberlo llevado a buen puerto, pero tantos esfuerzos han sido recompensados. El profesor Casanovas, de la Universidad Rovira y Virgili, goza hoy de un alto prestigio internacional y raro es el encuentro o la revista en su campo que no lo llama a disertar o a colaborar. Es de esperar que la presente edición de su libro extienda en ámbitos más amplios el crédito que merece en su propio país.

Nicolás SANCHEZ-ALBORNOZ New York University, Emeritus

ÍNDICE DE MAPAS, GRÁFICAS, CUADROS E ILUSTRACIONES

MAPAS

l.

2. 3.

Cuba, mostrando los límites provinciales de 1878 ................................................. Principales centros urbanos del Occidente cubano en el siglo XIX........................ La Habana en la década de 1880 ... .. ... .. .. ... .. .. .. .. ... .. .. .. ... .. .. .. ... .. .. .... ... .. .. .. ... ... .. .. .. .. .

7 30 32

GRÁFICAS

l.

2. 3. 4.

Evolución de las principales fuerzas políticas y sociales en Cuba.......................... Exportación mensual de puros por el puerto de La Habana, 1879-1880.............. Composición étnica de La Habana, 1859............................................................... Inmigración de españoles en Cuba, 1854-1899 ......................................................

3 34 46 49

CUADROS

l.

2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11.

Población de Cuba según provincia, 1862-1899 ............................. ·:·······.............. Población de La Habana y s'us arrabales, 1827-1899 .... :........................................ Exportación legal de tabaco cubano, 1840~ 1861 ................................... :......... .. .... Exportación legal de puros y cigarrillos cubanos, 1871-1899................................ Tabaqueros, cigarreros y fábricas en Cuba, 1859 .. .. ........... ...... ................. ............. Tabaqueros y cigarreros en C~ba, 1899 ............................................ ;.................... Principales oficios en La Habana según raza, 1861................................................ Selección de oficios calificados y semicalificados por raza y sexo en Cuba, 1899. Población de Cuba según raza y procedencia, 1846-1899 ......... ~.,:......................... Tropas del ejército regular en Cuba, 1825-1898 .................... '................................ Ritmo de emancipación en La Habana y en Cuba, 1846-1862 ..............................

26 29 33 35 37 39 40 45 50 59 68

ILUSTRACIONES

Fábrica Partagás, La Habana, construida en 1845; la empresa fue fundada en 1827 ························································································································· 2. Pequeño taller habanero de elaboración de puros (chincha[), c. 1860................... 3. Empaquetando tabaco en rama en La Habana a finales del siglo XIX.................... 4. Despalilladora trabajando en la fábrica Partagás ................................................... 5. Dependiente de fábrica mojando hojas de tabaco, La Habana c. 1860 ........ ;........ 6. Tabaquero manufacturando puros, La Habana c. 1860 ........................................ l.

20 21 24 28 33 36

XIV

7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36.

Índice de mapas, gráficas, cuadros e ilustraciones

Empaquetando cigarrillos en La Honradez, La Habana c. 1860 ........................... Vendedor ambulante asiático, La Habana c. 1860................................................. Cigarrero asiático en un taller de La Habana c. 1860............................................. Vendedora ambulante de frutas, La Habana c. 1860 ............................................. Vendedora ambulante de dulces, La Habana c. 1860............................................ Vendedora ambulante de pollos, La Habana c. 1860 ............................................ Trabajador de un horno vendiendo pan, La Habana c. 1860 ................................ Prisionero trabajando en una calle, La Habana c. 1860 ......................................... Dependiente peninsular. La Serenata, La Habana (1-IV-1866) ............................. Valla de gallos, La Habana c. 1860 ......................................................................... Día de función en el Teatro Tacón c. 1860............................................................. Historieta satírica que narra la vida de un pequeño funcionario peninsular en Cuba. La Serenata, La Habana (20-V-1866)........................................................... José de Jesús Márquez, uno de los editores de La Aurora (1865-1866) y La Razón (1876-1884)....................................................................................................... "La lectura en los talleres",!................................................................................... "La lectura en los talleres", II ................................................................................. "La lectura en los talleres", III................................................................................ "Lalecturaenlostalle res",IV ............................................................................... "Necrología de la lectura en los talleres"................................................................ Julián Álvarez Granda............................................................................................. Cubierta de La Gota de Agua, el primer periódico republicano-federal que se publicó en Cuba...................................................................................................... "¡Qué soltará al fin y al cabo! ¡La cabezada ó el rabo!" ...... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .... .. "Toros en Regla: Primera corrida, tercera cojida" ................................................ "La creación del tercer partido"............................................................................. "El cuento de la gallinita"....................................................................................... Enrique Roig San Martín .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .............................. .................................. Enrique Messonier ...... ..... ... ... ................................ .. .. ......................... .. ... ............... Sabino Muñiz Fernández........................................................................................ "A los Mártires: El sacrificio por la Humanidad no es sacrificio, puesto que por él se llega a la inmortalidad" ................................................................................... Armando André ......................................... ........................................................... .. Ceferino Vega..........................................................................................................

38 41 42 43 43 43 47 47 54 64 77 87 95 101 102 103 104 109 115 117 163 164 166 169 17 6 17 8 201 252 267 267

SÍMBOLOS Y ABREVIATURAS

ACEM ABA AGI AHN AHN/U ANC BANC BNE BNJM C.A. C.C.R. CC.SS. CIR Col. Blanco D.R. Diversos

E.P.B. E.PG. E.PH. FRE FTRE

GG G.G. GSC GORT HAHR ILWCH JCA LC M.D.

MU OARE PD PLC PRC

Anuario del Centro de Estudios Martianos Anuario de Estudios Americanos Archivo General de Indias, Sevilla Archivo Histórico Nacional, Madrid Archivo Histórico Nacional, Sección de Ultramar, Madrid Archivo Nacional de Cuba, La Habana Boletín del Archivo Nacional, Cuba Biblioteca Nacional de España, Madrid Biblioteca Nacional José Martí, La Habana Fondo Consejo de Administración, ANC Colección Caballero de Rodas, RAH Editorial de Ciencias Sociales, Cuba "Centro" o "Sociedad de Instrucción y Recreo" Marqués de Peña y Plata Collection, LC, M.D. Fondo Donativos y Remisiones, ANC Sección de Diversos, AGI El Productor, Barcelona El Productor, La Habana-Guanabacoa El Productor, La Habana Pederación Regional Española Federación de Trabajadores de la Región Española Gobernador General de Cuba Fondo Gobierno General, ANC Fondo Gobierno Superior Civil, ANC Gremio de Obreros del Ramo de Tabaquerías Hisp, mic American Historical Review lnternational J,abor and Working-Class History Junta Central de Artesanos de La Habana Library of Congress, Washington D.C. Manuscript Division, LC, Washington D.C., Col. Blanco (Marqués de Peña y Plata Collection) Ministro de Ultramar Organización Anarquista de la Región Española Partido Democrático Partido Liberal de Cuba Partido Revolucionario Cubano

XVI

RAH

RBC RBNJM RG SSM

uc

UFT

Símbolos y abreviaturas

Real Academia de la Historia, Madrid Revista Bimestre Cubana Revista de la Biblioteca Nacional José Martí Record Group Sociedad de Socorros Mutuos Partido de Unión Constitucional Unión de Fabricantes de Tabacos

AGRAD ECIMIE NTOS

Estoy en deuda con muchas personas e instituciones por el apoyo que me han dado para escribir este libro, cuyo punto de partida es mi tesis doctoral sobre la historia de los trabajadores cubanos en la segunda mitad del siglo XIX. Mi interés por la historia del mundo del trabajo empezó durante mis estudios de licenciatura en la Universidad de Barcelona. Desde entonces he contado con las enseñanzas y la amistad de Mary Nash y Pelai Pages. Durante mis estudios de maestría y doctorad o en la State University of New York (SUNY) at Stony Brook, Long Island, me beneficié de los conocimientos y generosidad intelectual de varios profesores. Quiero subrayar lo mucho que aprecio las enseñanzas de Barbara Weinstein, quien dirigió con gran dedicación mi tesis doctoral y debatió conmigo las ideas expuestas en ella. Asimismo, estoy en deuda con Temma Kaplan y Brooke Larson por sus valiosas sugerencias. Agradezco muy sinceramente a Laird W. Bergad, Magdalena Chocano, Ian Roxborough y Christop her Schmidt-Nowara sus observaciones sobre distintos aspectos de este trabajo. Al escribir este libro me han sido de gran utilidad los cuidados os comentarios y sugerencias de Clara E. Lida, Nicolás Sánchez-Albornoz, Rebecca J. Scott, Harold D. Sims y Enrie Ucelay da Cal. Guardo especial reconocimiento a Luis Alonso, Walther L. Bernecker, Astrid Cubano, Josep Mª Pradera, Marce! van der Linden, Consuelo Naranjo, Jesús Raúl Navarro, Josef Opatrny y Osear Zanetti por haberme ofrecido la posibilidad de exponer algunos avances de mi trabajo en distintos eventos así como por sus excelentes comentarios. Como resultado de ello, algunas secciones de mi libro fueron publicadas como artículos: "Slavery, the Labour Movement and Spanish Colonialism in Cuba (1850-1890) ", International Review o/ Social History 40 (1995), 367-82; "The Cuban Labor Movement of the 1860s and Spain's Search for a New Colonial Policy", Cuban Studies 25 (1995), 83-99; "El movimiento obrero y la lucha anticolonial en la Cuba de después de la abolición", Boletín Americanista 45 (Barcelona, 1995), 23-41; "El movimiento obrero cubano del reformismo al anarquismo", Historia y Sociedad9 (Puerto Rico, 1997), 77-110; y "El movimiento obrero cubano en torno al primer Primero de Mayo", Santiago 81-82 (Cuba, 1996-1997), 163-83. Algunas partes de mi estudio han sido publicadas en libros de compilación: "El asociacionismo burgués y obrero en Cuba de 1868 a inicios de los años 1880", en Cuba: algunos problemas de su historia, Josef Opatrny ed. (Praga, 1995); "El movimiento obrero y la política colonial española en la Cuba de finales del xrx", en La Nación soñada: Cuba, Puerto Rico y Filipinas ante el 98, Consuelo Naranjo et al. eds. (Madrid-Aranjuez, 1996), 363-75; y "Los trabajadores urbanos y la política colonial española en Cuba desde la Paz del Zanjón hasta la Guerra de Independ encia (1878-1898)", en un vo-

XVIII

Joan Casanovas Codina

lumen monográfico de Lateinamerika-Studien (Múnich, 1998) titulado "1898: su significado para Centroamérica y el Caribe", Walther L. Bernecker ed., pp. 131-151. Tanto por la agudeza de sus comentarios como por el apoyo recibido estoy en deuda con todos los participantes de la duodécima edición de la Conferencia sobre Historia Obrera de América Latina en la Universidad de Duke (Carolina del Norte), en abril de 1995, en donde presenté el sexto capítulo de este libro. Estoy particularmente agradecido a Diego Armus,John D. French, DanielJames, Gary Long, Tom Klubbock y Louis Pérez. Mencionar a todos los investigadores que han comentado partes de mi trabajo y/o me han ayudado a localizar fuentes sería demasiado largo, pero me gustaría nombrar a Ramón de Armas, Ascensión Cambrón, Barry Carr, Enrique Collazo Pérez, J osep Fontana, Reinaldo Punes, Luis M. García Mora, Mercedes García, Doria González, Paul Gootemberg, María del Socorro Herrera, Fe Iglesias, Jorge !barra, Carlos Illades, Sally Kuisel, Raciel Martínez Andreu, José Antonio Piqueras, Aleida Plasencia, Alfonso Quiroz, Inés Roldán, Carlos Serrano, Rafael Soler, Mildred de la Torre y César Yáñez. Por último no quiero dejar de expresar mi más sincero agradecimiento por su apoyo y amistad a Paul Avrich, María Cecilia Cangiano, Alejandro Cañeque, Arcadio Díaz Quiñones, Angel Duarte, Ferran Estrada, Leida Fernández, Marcos Frommer, Reinaldo Punes, Gene Lebovics, Delfín Pérez y Pedro Rodríguez. Al comenzar mis estudios de posgrado, SUNY at Stony Brook ha facilitado mi labor investigadora concediéndome una beca de ayudante de profesor durante tres años. Esta ayuda me permitió obtener el título de Maestría (M. A.) e iniciar el programa de doctorado. Posteriormente, una beca del Ministerio de Educación y Ciencia en colaboración con la Comisión Fulbright me permitió concentrarme en mi investigación durante cuatro años. Asimismo he contado con una beca de investigación posdoctoral "Joan Maragall" financiada por la Fundación José Ortega y Gasset y la Fundación "la Caixa" para investigar en los archivos y bibliotecas de Madrid. Los administradores de estas becas me han atendido con eficacia y amabilidad a lo largo de todo este tiempo. Después de doctorarme, como miembro entre octubre de 1994 y julio de 1997 del equipo de investigación "El imperio insular: política colonial y cambio económico y social en las Antillas españolas y en Filipinas (1759-1914)" (financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia, DGICYT PB 93-0858) los profesores Josep Mª Delgado y Josep Mª Pradera me han brindado facilidades para investigar y escribir este libro. Por último, el Centro de Estudios Históricos del CSIC, el Ministerio de Cultura, la CIRIT de la Generalitat de Catalunya, la Universidad de Duke, la Universidad Complutense y la Universitiit Erlangen-Nürnberg proporciona ron los fondos para que pudiera presentar avances de mi trabajo en Aranjuez, La Habana, Praga, Durham, El Escorial y Erlangen respectivamente. Durante mi investigación he contado con la inestimable ayuda de gran número de bibliotecarios y archiveros. Quiero expresar mi gratitud especialmente, en La Habana a Nancy Machado de la Biblioteca Nacional José Martí, a Maritza Dorta y a Amparo Hernández del Instituto de Historia de Cuba, a Julio y a Daniel del Archivo Nacional de Cuba, y al personal del Instituto de Literatura y Lingüística de Cuba; en

Agradecimientos

XIX

México al personal de la Hemeroteca Nacional de México; en Sevilla al personal del Archivo General de Indias y de la Escuela de Estudios Hispano-Americanos; en Madrid a María José Arranz encargada de la sección de Ultramar del Archivo Histórico Nacional, y al personal de la Hemeroteca Municipal y de la Real Academia de la Historia; en Barcelona a Dolors Pons y J osep Paya de la biblioteca del Institut U niversitari d'HistoriaJaume Vicens Vives y al personal de la Biblioteca Arús; en Tarragona al personal de la biblioteca de la Facultat de Lletres de la Universitat Rovira i Virgili; en Amsterdam a Justo Mendoza del Internationaal Institut voor Sociale Geschiedenis; en Nueva York a Andrew Lee de la New York Public Library, a Sara Levinson del Center for Cuban Studies de Nueva York, y al personal de la Hispanic Society of America; en Washington al personal de los National Archives of the United States y de la Biblioteca del Congreso; y en Stony Brook a los encargados de la secciones de referencia y de préstamo interbibliotecario de la biblioteca de SUNY at Stony Brook.

INTRODUCCIÓN

La enorme cantidad de libros que se ha escrito sobre Cuba en las últimas décadas refleja el gran interés que ha despertado este país latinoamericano. Sin duda la revolución de 1959 ha contribuido a que intelectuales de todo el mundo fijaran su atención en la historia, la sociedad y la cultura cubanas; aun así, es sorprendente comprobar que muchos aspectos fundamentales de la historia de Cuba aguardan todavía a ser estudiados detenidamente. El libro que aquí presentamos aborda un tema poco investigado pese a su importancia: la historia de las clases populares urbanas en Cuba durante la segunda mitad del siglo XIX, en el contexto de la transición del trabajo esclavo al trabajo libre y de los vaivenes de la política colonial. Las divisiones raciales y de origen (criollo o español) que la sociedad esclavista y el colonialismo español crearon entre los habitantes de la isla fueron de tal intensidad, que afectaron profundamente al desarrollo de las asociaciones de artesanos desde sus inicios a finales de la década de 1850. Los diversos grupos étnicos y raciales que integraban las clases populares pertenecían a rangos sociales tan diferentes, que tropezaron con grandes dificultades para movilizarse y organizarse en tanto trabajadores con intereses comunes. Pese a ello, a lo l~rgo de la segunda mitad del siglo XIX los trabajadores urbanos fueron desarrollando sus propias formas organizativas y de participación social. En las décadas de 1880 y 1890, el movimiento obrero se convirtió en un importante elemento de cambio social y político al contar con un apoyo popular masivo. Antes de entrar en materia, conviene matizar los términos utilizados en este estudio para referirse tanto a las capas sociales subalternas como a las dominantes. Basándome en los trabajos de E. P. Thompson, entiendo que las clases sociales no son una categoría histórica abstracta, sino que emanan de las relaciones entre los distin tos grupos sociales que componen una determinada sociedad. Estas relaciones sociales producen cambios y conflictos a partir de los cuales las clases se identifican a sí mismas como grupos de personas que comparten intereses, experiencias colectivas, tradiciones y valores 1• El uso de términos como clases populares, capas subalternas y clases trabajadoras permite incluir a grupos sociales que han sido poco tratados por la historiografía tradicional del movimiento obrero tales como las mujeres, los niños, los trabajadores esclavos o semi-libres y los trabajadores no blancos. Además, estos términos son útiles porque respetan la terminología utilizada por varios observadores coetáneos de la vida urbana en la Cuba del siglo XIX. 1 Véase Thompson, La formación de la clase obrera, xiii-xv; e ídem, "¿Lucha de clases sin clases?'', 33-39.

2

Joan Casanovas Codina

Por otro lado, los miembros de la clase dominante compartían una cultura burguesa y se consideraban pertenecientes a la raza blanca. Sin embargo, era una clase con diferencias internas sustanciales. Un factor de tensión era que los hacendados, los fabricantes de puros y cigarrillos y los comerciantes defendían intereses opuestos en algunas cuestiones tan fundamentales como la política arancelaria. Otro elemento divisorio de mayor peso era el lugar de procedencia de los miembros de la elite y la distinta posición con relación al poder colonial que por lo general esto suponía. La burguesía insular estaba formada por criollos, españoles (peninsulares) y algunos extranjeros residentes en la isla. A lo largo del siglo, la administración colonial se mostró menos restrictiva hacia la burguesía peninsular e incluso extranjera residente en Cuba que hacia la burguesía criolla. Al sector privilegiado favorable a que Cuba siguiese bajo el dominio colonial se le llamaba "el partido español", grupo integrado mayoritariamente por comerciantes, burócratas, militares y clérigos españoles y desde el primer tercio del siglo XIX también por los grandes fabricantes de puros (marquistas) y un número creciente de hacendados peninsulares. Dicho grupo contó con el apoyo de algunos criollos acaudalados muy vinculados al sector peninsular y a la administración colonial. En cambio, el partido cubano estaba integrado casi exclusivamente por criollos propietarios de plantaciones azucareras (sacarócratas) o de otras explotaciones agropecuarias, o bien por individuos pertenecientes a las profesiones liberales. El colonialismo, por tanto, subdividió a la elite socioeconómica en dos grupos que a grandes rasgos podemos definir como la elite criolla y la elite peninsular. (Véase gráfica l.)

Cuba, la mayor isla del archipiélago caribeño, fue una colonia de excepcional importancia dentro del imperio español. Su situación geográfica hizo posible que España controlara durante siglos las rutas marítimas que comunicaban con el Golfo de México. Con la independencia de las colonias españolas del continente americano a inicios del siglo XIX, Cuba pasó a ser la principal colonia española. Paralelamente, la isla prosiguió el espectacular desarrollo económico iniciado a mediados del xvm basado fundamentalmente en la exportación de azúcar refinada. La exportación de café, cigarros puros, cigarrillos y tabaco en rama también tuvo un peso importante en el despegue económico cubano de inicios del XIX. Si bien la producción de café entró en crisis a partir de 1840, la de tabaco siguió aumentando durante un par de décadas más hasta estabilizarse. A comienzos del siglo XIX, Estados Unidos se convirtió en el principal comprador de las exportaciones de la isla, pero a lo largo del siglo las potencias europeas y en menor medida la metrópoli se mantuvieron como importantes mercados para los productos cubanos. Como consecuencia de este impresionante crecimiento económico, se roturaron nuevas tierras y se creó una moderna red de transporte y comunicación. Cabe destacar que en Cuba se inauguró la primera línea de ferrocarril once años antes que en la Península. Asimismo, este desarrollo económico impulsó la expansión de los núcleos urbanos, en los cuales lama-

Introducción

1845

3

Política Colonial

• l:ssJ D

Muy represiva Represiva con algunas reformas Reformista

Partido cubano

Partido español

1847 1848

1850

Sociedad de recreo "El Pilar" en La Habana (1848)

Cuerpos de Vecinos Nobles (1850)

Conspiraciones anexionistas (1847-1855)

1 1 1 1 1

1855

Instituto de Voluntarios (1855-1898)

1 1

1

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1857 1859

1860

Fundación de las primeras sociedades de socorros mutuos Movimient;) 1 reformista [ (1859-18~8)

1865

Movimiento obrero reformista (1865-1868)

· . . l

18681869

18.70 1873

1875 1878

1880

~---~----~ Movimiento obrero republicano-federal (1873)

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1

Casmo Español de La Habana principal poder en Cuba (1869-1873)

ílovimiento eparatista en Cuba y n el exilio

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C ·-:-r(1876-) }· · -.. 1

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