131 88 27MB
Spanish Pages 459 [448] Year 1998
CESAR VIDAL (Madrid, 1958)
es
doctor
en
(premio extraordinario de fin de
toma
His.
carre.
(estos dos últimos doctorados obtenidos en Estados Unidos) y licenciado en Derecho. Hasta la fecha ha publicado más de sesenta libros, algunos de los cuales han sido traducidos a lenguas como el ruso, ra),
en
Teologia
y
en
Filosofia
el
ingles, el francés, el polaco, el italiano y el georgiano. Infatigable defensor de los derechos humanos, ha recibido, reconocimientos, los zaciones
entre otros
otorgados
Jovenes Contra
Yad-Vashem
Entre
por las organi-
la intolerancia
Supervivientes
(1995), ORT-México (1995) nismo
premios y
del
(1995),
Holocausto
y el Premio Huma-
de la Fundación Hebraica
(1996).
últimas obras destacan Textos para la historia del pueblo judío (1995), Diccionario de Jesús y los
sus
Evangelios (1995),
guerra de Franco:
una
civil
El Holocausto
(1995),
La
historia militar de la guerra La destrucción de Guernica
española (1996), (1997), El Maestro de Justicia (1997), La esclava de Cleopatra (1997), Los incubadores de la serpiente (1997), La ocasión perdida: la revolución rusa ochenta años después (1997) y Enciclopedia de las religiones (1997). Traductor de obras clásicas en dieciséis lenguas, son conocidas sus versiones al castellano de la Historia de te es en
la
toria
catedrático de
Egipto. ActualmenHistoria de las religiones
Logos University (EE. UU.) en
la UNED.
y enseña His-
LOS TEXTOS que
cambiaron
LA HISTORIA
CÉSAR
VIDAL
PLANETA
ENCICLOPEDIAS PLANETA O César Vidal Manzanares, 1998 O Editorial Planeta, S. A., 1998 Córcega, 273-279, 08008 Barcelona (España) Diseño de la colección: Paulina Martínez de Castilla Ilustración de la cubierta: foto O AGE Fotostock de 1998 B. 8.119-1998
Primera edición:
Depósito Legal:
marzo
ISBN 84-08-02347-0
Impresión: Hurope,
S. L.
Encuadernación: Encuadernaciones Roma, S. L. Printed in Spain Impreso en España -
ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el Todos los derechos reservados del editor. escrito
Este libro
permiso
no
podrá
previo
ÍNDICE
Introducción La Torah...
.
La
Baghavad
Amós
Gita
..
Las Lun-Yu
Mateo
...
Evangelio de La Epístola a los El Apocalipsis El
El Talmud El Corán El Sajij Al-
.
Gálatas
103 125
145 lól
Bujari. La Donación de Constantino ...
Las
197
Teológica Capitulaciones de Santa Fe Bulas alejandrinas de 1493
La Suma Las
177
209
.
223 233
Las Noventa y cinco tesis
El Príncipe
243
religión cristiana
e
La Institución de la
El Pacto del Mayflower . El Discurso del método. La
Enciclopedia
.
La Declaración de
263 277
291 303
Independencia
de los Estados Unidos
313 321
y del ciudadano El Manifiesto comunista
333
El
361
Origen de las especies El Estado de los judíos .
La Declaración de los derechos
trabajador y explotado
345
del pueblo
381 397
Mein
Kampf .
o
La Carta de las Naciones
la Historia?.
Indice onomástico
Unidas
415 435
445 451
INTRODUCCIÓN
La narración de los acontecimientos que han cambiado la
historia ha constituido desde hace tiempo objeto de relato privilegiado por parte de los historiadores y de los aficionados al género histórico. Es indudable el poder de sugestión que rras,
ejercen sobre
aquellos episodios (guede pensamiento) que han
nosotros
revoluciones, corrientes
cambio de rumbo de la Historia. Sin embargo, el devenir histórico no sólo se ha visto alterado por la acción de la tea y la espada, del cañón o de la tecnología, de la brújula o del lecho. En realidad, el desenvolvimiento de la especie humana no pocas veces ha sido objeto de una influencia, más que directa, de escritos. Seguramente así se confirma el dicho de aquel genial soldado que afirmó que la pluma es más poderosa que la espada. Esta obra pretende acercarse a los escritos que cambiaron la Historia. Fijémonos bien en los términos. No se trata meramente de libros ni tampoco de textos legales sino de escritos. Lo que se quiere poner de manifiesto es cómo, en más de una ocasión, obras nacidas de la mente humana y consignadas en las más diversas lenguas y grafismos tuvieron una repercusión tan poderosa que la historia de la Humanidad no fue la misma después de su redacción.
implicado
un
En ocasiones
se
trató de escritos que
inspiración hasta la divinidad,
pretendían
tender
definieron como fruto de la observación de la sociedad o del cosmos. No pocas veces fueron fruto muy apresurado de las circunstancias y en otras, su redacción se dilató durante décadas. Sin embargo, siempre fueron escritos que modificaron poderosamente su presente y el futuro. El ser humano su
ni
creyó
en
ni actuó ni soñó ni vivió ni
otras
pensó
se
ni
esperó igual 7
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
cuando esos escritos adquirieron una difusión amplia. Era de justicia, por lo tanto, detenerse en ellos y examinarlos. El enfoque con que me he acercado a estas obras ha sido bastante uniforme. Por regla general, cada uno de los escritos es, en primer lugar, situado en su contexto. Después se procede a su análisis y, finalmente, es contemplado desde la perspectiva de su influencia y del porqué de la misma. A ese armazón general de cada capítulo se añade a continuación una breve bibliografía que permite examinar más a fondo algunos de los aspectos esbozados en cada capítulo y, a la vez, profundizar en el estudio de la obra en concreto.
El contenido de estos escritos
muy diverso y eso ha realizar variaciones mínimas es
capítulo a sobre el método general. Cuando se ha tratado de un escrito relativamente breve, ha sido reproducido casi en su totalidad, a veces, incluso por completo. Si, por el contrario,
obligado
la obra
en
es
maestras y
cada
muy extensa,
nos
hemos detenido
hemos intentado dar
una
visión de
en
las líneas
conjunto
ne-
cesariamente sucinta pero, en cualquier caso, exacta y rigurosa. El objetivo siempre ha sido, en un caso y en otro,
facilitar la comprensión de lo que se escribió, pero también explicar por qué aquellas líneas bien redactadas o pobres, aburridas o emocionantes, rigurosas o demagógicas, tuvieron un impacto tan importante en la Historia. De manera consciente se ha eludido a lo largo de estas páginas un enfoque etnocéntrico o cronocéntrico. Por des-
tiende a considerar más importante lo cercano a nuestra cultura y a nuestra época. Tal fenómeno es comprensible pero de graves y funestas consecuencias en la medida en que impide comprender la Historia y, sobre todo, el mundo en el que nos movemos. Cual-
gracia,
es
quiera
que
y
cierto que
se
pretenda entender al
desprecie culturas
como
ser
la china
humano o
la
como
especie
judía, la árabe o la sólo pondrá graves
la renacentista, no impedimentos a su objetivo, sino que además acabará presentando como objetivo logrado lo que sólo es un fruto mutilado por la ignorancia. No se trata de forzar la Historia. Se trata más bien de entender que en los escritos que la
india, la medieval
8
o
INTRODUCCIÓN
cambiaron hubo obras en sánscrito y en hebreo, en árabe o en latín, antes de que aparecieran las redactadas en castellano, inglés, alemán o ruso, y que su elaboración se produjo, comenzando ya a cambiar la Historia, no hace décadas sino siglos e incluso milenios. Sin tener presentes aspectos tan elementales, esta obra resulta incomprensible pero también lo resulta la Historia del género humano. La redacción de este libro ha resultado dilatada pero, a la vez, muy placentera en la medida en que ha permitido al autor no sólo releer y redigerir viejas lecturas sino también examinar de nuevo los juicios más extendidos sobre ellas, juicios que, no pocas veces, distan mucho de superar el mero tópico y de hacer justicia al contexto y a la influencia real del escrito. Releer sin prejuicios los referentes de las diversas culturas y atreverse a cuestionar las imágenes santificadas o satanizadas que circulan sobre ellos constituye para el autor de estas líneas un placer ético y estético
incomparable. Como
en
tantas
ocasiones, debo agradecer
a
algunas
personas el papel que han representado en la gestación de esta obra. En primer lugar, tengo que manifestar mi grati-
tud más especial a Lluís Cassany, mi editor, que supo captar a la perfección el objetivo de este libro y acogió el proyecto calurosamente. Trabajar con él resulta siempre un reto aliñado con el sabor de lo grato. Mar Vidal tuvo que
bregar editorialmente
con
mi manuscrito haciéndose asi-
mismo acreedora de toda mi
su
trabajo
en
la
fue
gratitud. Como siempre, pulcro, considerado y profesional, y revirtió
mejor calidad de la obra. Pilar
Gacías y Luis Fernando
leyeron algunos capítulos y me brindavaliosos comentarios personales. Tanto Luis Fer-
Pérez Bustamante ron sus
Elio Escofet, éste en horas y días floridenses, constituyeron sagaces (y nada dóciles) interlocutores en relación con algunos de los aspectos desarrollados en el libro. En cuanto a Shawn Riordan, debo agradecerle su lectura y observaciones sobre el capítulo dedicado a Confucio. Se trata de un buen conocedor de la cultura china y el intercambio de impresiones con él resultó extraordinariamente enriquecedor. Una vez más, el rector de la Logos nando
como
9
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
el doctor Charles Travis, actuó de manera especialmente comprensiva en relación con mi trabajo durante la redacción de la presente obra. Finalmente, mi familia,
University,
suele ser costumbre, padeció de la manera más directa el que el tiempo a ella debido se lo entregara a Marx, Darwin o Descartes. Naturalmente, los defectos del presente libro son solamente atribuibles al autor y no a las como
personas mencionadas.
Miami-Zaragoza-Calella-Madrid-Zaragoza. Otoño 1995-Otorño 1997.
10
LA TORAH
De la
protohistoria
de Israel
a
la Torah
Hace poco menos de cuatro mil años se produjo un acontecimiento de extraordinaria importancia para la historia
de la Humanidad. A diferencia de otros episodios de resonancia similar o menor, éste no vino acompañado por acentuadas expectativas ni tampoco seguido de reacciones
multitudinarias. En realidad, si hacemos caso de las fuentes (y todo parece indicar que su contenido es exacto), el hecho debió de pasar casi inadvertido. Tal hecho no fue otro que la salida de un emigrante de Mesopotamia, más concretamente de Ur, en dirección a los territorios que ahora denominamos Israel y Palestina. Aquélla fue una época de grandes migraciones, de modo que el reducido clan del personaje en cuestión, que además carecía de hijos, no tenía nada de excepcional al menos en lo que a las apariencias se refiere. Sin embargo, aparte de las cabezas de ganado y de los familiares más cercanos, el emigrante llevaba consigo una convicción que revolucionaría como la historia futura. La idea que impulsaba al emigrante era que la fe basada en la existencia de las diversas divinidades era radicalmente falsa, ya que sólo existía un único Dios, que además no vivía aislado sino que entraba en contacto directo con el ser humano. Aquel hombre que había comenzado su viaje de emigración se llamaba Abraham y a él apelan todavía
ninguna
otra
hoy
los fieles de las dos religiones más numerosas (el cristianismo y el islam) y de una tercera que desciende en línea directa y personal de él (el judaísmo). Aunque el monoteísmo no fue una creación de Abra11
LOS TEXTOS
ham y
hay
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
numerosas
pruebas
que lo sitúan incluso mile-
nacimiento, no cabe la menor duda de que su expansión fundamental hasta el siglo 1 de nuestra Era estuvo relacionada con los judíos, sus descendientes. Su supervivencia, un argumento definitivo en favor de la existencia de Dios, según un interlocutor de Federico II de Prusia, pero también el origen de otros fenómenos no menos relevantes que trascienden el marco histórico del judaísmo se hallan en un texto conocido como la Torah. nios antes de
Aunque la
palabra
su
suele traducir como «Ley», lo cierto es que Torah tiene en hebreo un contenido más rico, se
que abarca conceptos como los de enseñanza o incluso forma de vida. A la vez, sirve para designar un conjunto de cinco libros, que otros prefieren denominar Pentateuco y que están situados al inicio de la Biblia. Estos cinco libros son conocidos con los nombres de Génesis o Bereshit,
Exodo
Shemot,
Va-ikrá, Números o Ba-midvar y Deuteronomio o Devarim, según se emplee el nombre convencional derivado de la Septuaginta, una traducción del Antiguo Testamento al griego, o el original hebreo, que consiste en utilizar las primeras palabras que o
aparecen como en con
Levítico
o
el texto. Su autor, tanto en la tradición judía la cristiana y en la musulmana, es identificado en
Moisés.
El contenido de la Torah La extensión de la Torah
es
similar
a
la de la mitad del Nue-
del Corán, aunque pertenece a un conjunto mayor de libros (el Tanaj o Antiguo Testamento) que duplica en número de páginas a estos textos sagrados. Como hemos indicado antes, su contenido se halla dividido a lo largo de cinco obras: la primera (Génesis) está situada cronológicamente antes del nacimiento de Moisés y las otras
vo
Testamento
o
(Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) son coetáneas del profeta de Israel. Aunque la Torah es la obra sagrada del judaísmo no deja de ser significativo que los primeros capítulos de su cuatro
12
LA TORAH
alcance universal, hasta entonces desconocido en la literatura de cualquier pueblo. En el capítulo 1, el relato de la creación del hombre es muy distinto al que hallamos en otras culturas, incluso muy posteriores. La finalidad de este acto no es satisfacer a unos dioses que desean encontrar esclavos que trabajen para ellos (Mesopotamia) ni tampoco es consecuencia de la caída de un mundo espiritual superior (helenismo, gnosis, etc.) y, a la vez, rechaza la tesis de la superioridad de una raza sobre la otra, como suele ser común en las cosmogonías de las distintas culturas, en las que cada pueblo aparece como el único constituido por seres humanos. En el Génesis, la creación aparece descrita como un acto derivado del amor de Dios, que creó al hombre como varón y hembra, y a su
primer libro tengan
imagen
y
un
semejanza:
Entonces
dijo
Dios:
hagamos
gen y según nuestra semejanza creó a imagen de Dios, lo creó
al hombre
(...)
a
nuestra
ima-
hombre, lo mujer. Y los
y creó Dios al
hombre y bendijo Dios y les dijo: Creced y multiplicaos; henchid la tierra, y dominadlia (...) (Gén. 1, 26-28). como
diferencia de otras culturas incluso posteriores que han apelado por añadidura al texto bíblico, el Génesis considera que tanto el mundo material como el trabajo humano de transformación del mismo es algo bueno y de origen divino. Sin embargo, a diferencia de otras cosmovisiones, el Génesis no afirma que este mundo sea hoy bueno sino que lo fue en otro tiempo. Actualmente es obvio que dista mucho de ser un lugar ideal, pero tal circunstancia no obedece a que sea malo de por sí. Más bien deriva del hecho de que se ha producido una fractura entre la criatura humana y el Creador. Esa separación (que convencionalmente se conoce como Caída y que poco o nada tiene que ver con los relatos tradicionales en torno a una manzana indebidamente mordida) ha introducido un elemento innegable de alienación en la historia humana. Ese elemento, nacido del apartamiento de Dios, se traduce en una alienación de la naturaleza, del traDe la misma manera, y
a
13
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
de los otros seres humanos (incluidos los más cercanos, como el cónyuge) y de uno mismo. En adelante, la historia humana no puede ser sino la espera y el anhelo de que esa situación cambie y de que pueda revertirse la tremenda desgracia original causada por la desobediencia a
bajo,
la voluntad de Dios. Al igual que sucede
con
la
descripción
del
humano, cosmogonías ser
descrito como en otras que conocemos. No sólo es que no forme parte de un panteón más amplio, ya que es el único Dios que existe, sino que además dista mucho de ser una divinidad que pueda calificarse de nacional. Por el contrario, es el Sumo Hacedor que imparte su justicia en el ámbito de cualquier culen
Génesis, Dios
no es
y que dota a la historia de un sentido que, no pocas veces, es más oculto que obvio, más real que aparente, más profundo que conocido. tura o contexto
En
histórico,
perspectiva de
tipo inserta el libro de Génesis el relato de la historia de Abraham. En apariencia, se trata de un emigrante más, carente de importancia en la Historia. En realidad, es el personaje que más relevancia una
todo
ese
aquel período.
Mientras la humanidad pugna por construir torres «cuya cima alcance el cielo» y por hacerse «un nombre» (Gén. 11, 4), el Génesis se detiene en
tiene
en
la peripecia de alguien que no aspira a conseguir para sí ese nombre pero que, sin embargo, está dispuesto a renunciar a todo para marchar a la tierra que le ha indicado el único Dios, al que acaba de conocer (Gén. 12). Esa narrar
conciencia de que el servicio a esta elevada causa es superior a cualquier otra consideración lleva a Abraham, cuan-
do
separa de su sobrino Lot, éste desee sin ningún género de se
a
cederle los
terrenos que
objeción (Gén. 13)
0 a ne-
garse a recibir recompensa por haber liberado a unos tivos capturados en una incursión regia (Gén. 14).
los
grandes logros
cau-
los que convierten a Abraham en un ser distinto, sino la fe en su misión. Cuando Dios confirme a Abraham que le dará una descendencia que poseerá la tierra de Canaán y éste le crea, el texto afirmará claramente que ha sido justificado: No
14
son
LA TORAH
(Dios) lo llevó fuera y le dijo: contempla ahora los cielos y cuenta las estrellas, si puedes hacerlo. Y le dijo: así será tu descendencia. Y creyó (Abraham) a YHVH y le fue contado por justicia (Gén. 15, 5-6). Y
El carácter universalista del texto queda aún más de manifiesto cuando se tiene en cuenta que en esos momentos Abraham no sólo no puede someterse a la ley de Moisés (que fue entregada más de cuatro siglos después), sino que ni siquiera se ha circuncidado todavía. En contra de lo que parece normal en otros textos religiosos anteriores y posteriores, el de Génesis afirma que Dios ha considerado justo
Abraham no por pertenecer a una etnia determinada o realizar ritos concretos sino por creer en Él. La única mancha en la trayectoria de Abraham se produce cuando pretende ayudar a Dios a realizar Sus propósitos y, en lugar de esperar que hará honor a Su promesa de darle un hijo a través de Sara, su esposa, acepta la posia
bilidad de engendrarlo, conforme a las leyes de la época, en una esclava de Sara llamada Agar. Tal intento concluirá en fracaso y, de hecho, sentará las lejanas bases para un enfrentamiento entre los descendientes de los dos hijos de Abraham: judíos en el caso de Isaac y árabes en el de Ismael.
Finalmente, sólo el nacimiento de Isaac, un hijo de Sara (Gén. 21) constituye el cumplimiento de la promesa. En este contexto
hay
que entender la orden que Dios da
a
Abraham para sacrificar a su hijo Isaac (Gén. 22). Cuando la vida parece cada vez más cercana a su fin pero se tiene la sensación de que las ilusiones cuya consecución se siguió durante años pueden convertirse en realidad, Abraham recibe la orden de liquidar de una cuchillada la esperanza
sólo la
encarnada
hijo. Semejante acto no significa más querido sino, ante todo, la eli-
en su
pérdida del ser minación de aquello que dio sentido a una vida desde la juventud a la vejez. Lo realmente sobrecogedor de la historia del sacrificio de Isaac es que un hombre puede aceptar, el corazón destrozado y sin levantar la vista durante días (Gén. 22, 4), obedecer la orden de un amigo de años con
15
LOS TEXTOS
que le
lato
pide
confianza,
CAMBIARON LA HISTORIA
que renuncie
sólo
no es
como
QUE
un
la fe y
a
objeto
a
canto
a a
todo lo que deseó y amó. El rela obediencia sino también a la
la amistad que, en esta ocasión, tienen Dios. Este, satisfecho por la acción de Abraa
ham, evitará que lleve hasta el final
su
misión y que sacri-
fique a su hijo. Cuando muera el patriarca, después de dar sepultura a Sara, estará convencido de que un día todos sus sueños serán realidades tangibles. La figura del heredero Isaac resulta un tanto gris en medio de la de su padre Abraham y de la de su hijo Jacob. Éste, sin embargo, constituye un personaje de extraordinario interés. Tras lograr que su hermano gemelo Esaú le venda la primogenitura por un plato de lentejas (Gén. 25) y que su padre Isaac le bendiga como heredero (Gén. 27) recurriendo al engaño, también Jacob tiene que emigrar. Ya camino recibe la confirmación de que Dios está dispuesto a acompañarle (Gén. 28), pero su vida será dura. en
explotación por parte de un pariente que le engaña para obligarle a contraer matrimonio no con la mujer que ama (Raquel) sino con otra de sus hijas, difícil de casar (Lía), Jacob logra imponerse a la adversidad de las Sometido
a
la
precio de catorce consigue, al final, que Raquel sea situaciones. Al
años de su
servidumbre,
esposa, labrarse
un
incluso recuperar la libertad (Gén. 29-31). Al final, incluso se reconciliará con Esaú, el hermano al enque privó de la primogenitura (Gén. 32-33). Para ese tonces, Jacob se ha convertido ya en el patriarca de Israel, aunque el logro de esa nueva condición le haya costado cierto caudal
una
cojera
Como
e
(Gén. 32, 22-32). de Abraham, Jacob experimenta sus
que arrastrará hasta
en
el
caso
su
muerte
pruebas en los últimos años de su vida. Sufre la violación de su hija Dina (Gén. 34), las actitudes violentas y vengativas de algunos de sus hijos (Gén. 34), la muerte de su amada Raquel (Gén. 35) y la pérdida de José, su hijo predilecto, al que cree despedazado por las fieras (Gén. 37). Sin embargo, José no ha muerto. Ha sido vendido por sus envidiosos hermanos y llevado por sus compradores a Egipto (Gén. 37). A su primera desgracia pronto se suman peores
otras. La
16
mujer de
su amo
intenta seducirlo y, al negarse,
LA TOKAH
acusado de intento de violación y recluido en una mazmorra (Gén. 39). Si logra salir de allí al cabo de los años se debe a que uno de sus antiguos compañeros de prisión, al que interpretó un sueño (Gén. 40), se acuerda de él precisamente cuando el faraón se ve atormentado por una pesadilla cuyo mensaje no consigue descifrar. Cuando es llamado a la presencia del soberano de Egipto, José ha dejado de ser el muchacho que provocaba las iras de sus hermanos y es un hombre modesto que niega tener capacidad para descifrar sueños porque ese poder sólo lo posee Dios (Gén. 41, 16). Sin embargo, su vida, y la de su familia, está a punto de experimentar un cambio radical. Tras escuchar el relato del faraón, que le ha hablado de cómo en sus sueños se veían siete vacas gordas que eran devoradas por siete vacas flacas y de cómo siete espigas marchitas devoraban a siete espigas hermosas, José le señala que ahí se encuentra el anuncio de un futuro inmediato. Pronto comenzarán siete años de abundancia que serán luego seguidos por siete años de escasez. Si el faraón sabe hacer frente a semejante reto en virtud de una buena administración, nada malo sucederá, pero en caso contrario la consecuencia será el hambre. La respuesta del faraón es inmediata: el administrador idóneo no puede ser otro que José. Al cabo de siete años de abundancia efectivamente comienza la escasez. Mientras Egipto sobrevive a la hambruna e incluso José aprovecha para aumentar el poder del faraón (Gén. 41), los pobladores de los países cercanos intentan no perecer de hambre acudiendo al país del Nilo en busca de comida. Entre la tropa de desdichados impulsados por la necesidad se encuentran los hermanos de José (Gén. 42). Este los reconoce pero no les comunica quién es ni recurre a la venganza. Por el contrario, les suplica que la próxima vez traigan con ellos a Benjamín, el hermano más pequeño. Cuando sus hijos regresan y le relatan lo sucedido, Jacob, que tiene muy fresco el recuerdo del José perdiJosé
se ve
do, muestra su reticencia a permitir que Benjamín les acompañe en un viaje futuro. Sin embargo, la necesidad acaba imponiéndose y el hambre les empuja a regresar a Egipto. José finge entonces que Benjamín le ha robado una 17
LOS TEXTOS
copa
e
QUE CAMBIARON
insiste
en
que
no
LA HISTORIA
abandonar el Judá intercede
puede
país
ya que ha
entonces para de recibir su justo castigo. evitar la cautividad de Benjamín. Alega que su padre Jacob morirá si se le priva del más joven de los hermanos, puesto que
en
el
perdió a José. Éste, profundamente historia, obliga entonces a salir a todos y
pasado
ya
conmovido por la rompe a llorar. Luego convoca de nuevo a sus hermanos y les revela toda la verdad. En medio de las desgracias de aquellos años (Gén. 45), Dios ha estado actuando no sólo para salvar a José sino a Jacob y al resto de sus hijos. Finalmente, Jacob y su familia (46-50) descienden a Egipto y, con el beneplácito del faraón, se establecen en la tierra de Goshén. Así concluye el libro de Génesis. El segundo libro de la Torah, Éxodo, comienza donde terminó Génesis. Sin embargo, el punto de arranque no puede ser más tétrico. Tras la desaparición de José, se produjo también un cambio dinástico que implicó la caída en
desgracia de los israelitas.
Como consecuencia directa,
un
faraón decidió controlar el crecimiento demográfico de los israelitas mediante el exterminio de los niños varones y el sometimiento del resto de la población a servidumbre (Éx. 1). Sin embargo, uno de estos niños, al que sus padres depositan cobijado en una cestilla en el Nilo, no sólo se salva sino que además es recogido por una hermanuevo
del faraón, que lo prohija (Éx. 2). Cuando el muchacho, con su pueblo que se llama Moisés, crece, no se identifica de adopción sino que se siente solidario con el sufrimiento de sus verdaderos correligionarios. Incluso llega a matar a al contemplar como éste maltrata a dos israeliun na
egipcio
la solución violenta de Moisés no funciona. Los propios israelitas se lo censuran y Moisés se ve obligado a huir del país para escapar del faraón (Ex. 2). En el exilio, Moisés encuentra la ocupación de pastor, contrae matrimonio con una joven llamada Séfora e incluso tiene un tas. Pero
El hecho de que llame a éste Gerson, recordando que es un forastero, hace pensar que Moisés añoraba en aquellos años a los suyos, aunque no parece que tuviera ningu-
hijo.
na
18
esperanza de volver a verlos. Entonces acontece un episodio que trastorna
su
vida y
LA
IORAH
la de Israel. Mientras Moisés se encuentra guardando las ovejas de su suegro, contempla una zarza que arde pero que no se consume. El fenómeno no es sino una manifestación del Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, que ha escuchado el clamor de los israelitas y ha decidido liberarlos. Para esa misión ha elegido a Moisés, cuya reticencia tiene que vencer y al que revela que su nombre es Yo soy el que soy por lo que debe anunciar a los israelitas que Yo soy le ha enviado a liberarlos (Éx. 3). En el cumplimiento de esa misión Moisés contará con la ayuda de su hermano Aarón, que durante ese tiempo ha permanecido
Egipto. Al principio los israelitas se alegran de aquella noticia, pero el faraón se niega a dejarlos marchar y además emen
condiciones de vida. El
señala que no escttcharon a Moisés por su consternación de espíritu y la dura servidumbre (Éx. 6, 9). Sin embargo, la resistencia del faraón tiene como consecuencia directa el que Egipto se vea azotado por una sucesión ininterrumpida de plagas. Al agua convertida en sangre (Éx. 7) suceden las ranas; a éstas los piojos; a los piojos, las moscas (Éx. 8); a las moscas, la mortandad del ganado; al colapso de la ganadería egipcia, unas úlceras que afectan a la población y, finalmente, aniquilando las últimas reservas del país y sus postreros deseos de resistir, el granizo, la langosta y la oscuridad (Éx. 10). El enfrentamiento no sólo ha ocasionado costes a peora
sus
Egipto,
sino que además
texto
implica
ridiculización evidente de su politeísmo en la medida en que cada una de las plagas muestra la impotencia de una o más divinidades egipcias a la hora de cumplir con su misión. Posiblemente, el faraón seguía resistiéndose a aquellas alturas más por razones de prestigio que de verdadera utilidad. Sin embargo, cuando la población egipcia se ve diezmada por una nueva plaga que afecta a los primogénitos (pero que no daña a los israelitas que colocan la sangre de un cordero sacrificado en el dintel de sus puertas), consiente en dejar salir a Israel (Éx. 11-12). una
obstante, una vez que los israelitas se vieron libres, el faraón se arrepintió de su decisión. Quizá pensaba que No
19
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
capitulado cuando estaba a punto de cansar a su adversario o simplemente la idea de la derrota se le hacía insoportable. Fuera como fuese, el caso es que movilizó a sus había
fuerzas y salió en persecución de los israelitas con la intención de reducirlos o exterminarios. El faraón logró alcanzarlos a la altura del mar de las Cañas, pero el resultado de la expedición de castigo no pudo ser más nefasto. Los israelitas
comenzaron a cruzar a
sión que había
egipcios
se
quedado
lanzaron
seca
en su
pie enjuto
exten-
poco antes, pero cuando los
persecución,
por las aguas (Éx. 14). En los capítulos 16-19, el
una
Éxodo
se
vieron
anegados
el camino de Isentregar a Moisés la
narra
rael hasta el Sinaí, donde Dios iba a ley en virtud de la cual vivirían. Este conjunto de normas aparece recogido en los capítulos del 21 al 23 y contiene los
denominados diez mandamientos (Éx. 20) consistentes en: 1. Tener un solo Dios rindiéndole sólo culto a él; 2. No hacer imágenes ni rendirles culto; 3. No tomar el nombre de Dios en vano; 4. Acordarse del día de descanso semanal que debía favorecer incluso a siervos, emigrantes y animales; 5. Honrar al padre y a la madre; 6. No matar; 7. No cometer adulterio; 8. No hurtar; 9. No levantar falso testimonio y 10. No codiciar ningún bien del prójimo. Asimis-
las disposiciones entregadas por Dios a Moisés se limita la duración de la esclavitud a un máximo de siete años, que deben ser seguidos por una indemnización del antiguo dueño (Éx. 21). Se incluyen normas que castigan los atentados contra la libertad, la vida y la integridad de las personas (Éx. 21), se establece la obligación de restituir en daños hurtos, se incluye una serie de leyes humanitamo en
y
prohibición de oprimir a extrande brujas o jeros o de prestar con interés a la proscripción algunas normas de carácter ecológico (Éx. 22). Por último, los capítulos 24-31 señalan las tres fiestas religiosas anuarias que
incluyen desde
la
les que tienen que celebrar los israelitas y la manera en que debían fabricarse diversos objetos de culto, como el arca del testimonio, la mesa de los panes de la proposición, el candelabro, el tabernáculo, el altar de bronce, etc. Mientras Moisés está recogiendo la ley de Dios, los is20
LA TORAH
raelitas deciden romper su relación con el Dios que les ha salvado de la servidumbre en Egipto y fabrican un Becerro de Oro (¿una referencia al buey Apis egipcio?) al que rinden culto (Éx. 32). Aquel episodio significa la primera fractura de importancia entre Israel y el Dios que desea suscribir un pacto con ellos y es asimismo ocasión del primer enfrentamiento entre israelitas en el que corre la sangre. Los
rael
capítulos es,
no
33-34
cómo el pacto entre Dios e Isrenovado, y los 35-40 describen la
narran
obstante,
construcción del tabernáculo
Al acabar el libro, Israel
con
todos
sus
aditamentos.
identidad espiritual, una normativa por la que regirse y sólo espera poseer el suelo en el que se asentará como pueblo. El tercer libro de la Torah o Levítico constituye una obra de lectura especialmente ardua. Como su nombre indica, está referido en su mayor parte a disposiciones relacionadas con la tribu de Leví, de la que procedían los sacerdotes de Israel. Tras referirse a los holocaustos (Lev. 1), el libro describe las ofrendas que pueden ser de paz (Lev. 3), por el pecado (Lev. 4) y expiatorias (Lev. 5). Asimismo indica las disposiciones relativas a los sacrificios (Lev. 6-
7).
cuenta con una
capítulos
11-15 contienen diversas normativas de carácter médico que abarcan desde el terreno de la dietética (la división entre animales puros e impuros) al de la giLos
necología
y las enfermedades
contagiosas. El capítulo 16 cuenta con una especial importancia, ya que en él se establece la existencia de un Día anual de expiación durante el
cual todos los pecados del pueblo deben ser cargados sobre un animal sin defecto al que se ofrece en sacrificio. Los capítulos 18-20 contienen normas que van desde lo social a la
prohibición de conductas sexuales reprobables, como el incesto, el adulterio, la homosexualidad o la zoofilia (Lev. 18). Los capítulos 21-24 contienen por su parte diversos preceptos
en
relación
con
el servicio
religioso y el sacerdo-
cio.
El
capítulo
25 es, al igual que el 16, uno de los más relevantes de este libro. En él se establece el hecho de que la
propiedad de la
tierra sólo
por tanto los hombres
no
puede atribuirse a Dios y que pueden nunca pasar de ser sus 21
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
administradores. Además se estipula que la tierra debe descansar cada siete años y —lo que es más importante— que deben perdonarse las deudas económicas cada cincuenta años y devolverse a sus primeros poseedores la tierra que se hubieran visto obligados a vender en ese plazo de tiempo. Las distintas medidas recogidas en esta legislación del jubileo (el año cincuenta en el que se realiza el perdón y la devolución) resultaban de una enorme importancia
que no sólo de la tierra sino, sobre
la medida
en
agotamiento
en
mulación perpetua de riqueza y quier sector de la sociedad.
pretendían evitar el todo, impedir la acula depauperación de cual-
advertir acerca de las bendiciones y de las maldiciones derivadas de servir a Dios y a dar algunas disposiciones sobre cosas que le hayan sido consagradas. El cuarto libro de la Torah o Números deriva su nombre del hecho de que los capítulos iniciales se refieren al
Finalmente, los capítulos 26
y 27 están dedicados
a
numeración, de las tribus israelitas. Su temática —como indica su nombre hebreo, Ba-midvar («en el desierto»)— está relacionada sobre todo con la travesía del o
censo,
a
la Tierra desierto por parte de los israelitas en dirección dividirse que Dios le prometió a Abraham. La obra puede en
tres
secciones
cronológicas.
La
primera (1, 1-10, 10)
re-
lata los últimos días transcurridos en las cercanías del monte Sinaí y el censo de Israel. La segunda (10, 11-20, 13) refiere la historia de Israel a lo largo de un período de cerca de treinta y ocho años, en que el pueblo permanece sometido a un comportamiento nómada al fracasar por su falta de fe en su primer intento de entrar en la Tierra. Finalmente, la tercera (21, 1-36, 13) recoge alguna normatiel relato de las primeras conquistas israelitas en las cercanías de la tierra de Canaán. En su conjunto, el libro de los Números es una obra
va
legal
así
como
desprovista de todo sentimiento nacionalispatriotero. Israel es descrito como un pueblo que no
muy realista y ta o
la altura de su misión histórica, que no tiene reparo en enfrentarse con Moisés el libertador y que recuerda con añoranza la esclavitud egipcia como un período de mayor está
22
a
LA TORAH
prosperidad
que el de la libertad
en
el desierto.
Lejos de
constituir un relato hagiográfico destinado a sustentar pretensiones de carácter nacional, Números constituye más bien la historia de una ocasión perdida por toda una gene-
ración, que, incrédula, dura de corazón y groseramente materialista, ha preferido el recuerdo de las ollas de Egipto ala posibilidad de iniciar una vida nueva bajo unas normas justas. Con la excepción de Josué y Caleb, nadie de esa generación, sin excluir ni a Moisés ni a su hermano, el sacerdote Aarón, logrará ver la realización del sueño. El último libro de la Torah, Deuteronomio, constituye una repetición de las leyes mosaicas al pueblo de Israel que, una generación después de su salida de Egipto, se encuentra
pítulos
a
punto de
1-4
la Tierra
prometida. Los carecapitulación de la historia de
entrar en
constituyen una Israel en los años de peregrinación por el desierto. Los capítulos 5-6 repiten los Diez Mandamientos y contienen una clara exhortación en favor de cumplir las leyes y los estatutos divinos. En esta sección se incluye la famosa Shemá, que no es sino la primera palabra en hebreo de la fórmula que afirma «Escucha, Israel: YHVH nuestro Dios, YHVH es uno»
y que
constituye
un
auténtico
epítome de la fe de
Israel.
capítulos 7 al 26 recogen a continuación un código de leyes que incluye desde leyes dietéticas (Dt. 14) a normas sociales (Dt. 15) o disposiciones sobre las fiestas (Dt. 16) o la castidad (Dt. 22). Los capítulos 27 y 28 están redactados siguiendo el modelo de los pactos existentes en la época de Moisés (lo que constituye un argumento en favor de la historicidad del libro) y en ellos se anuncia la recompensa del que guarde lealtad al Pacto y el castigo del que lo desobedezca. La última sección de Deuteronomio (capítuLos
los 29-34) está formada por los últimos discursos de Moisés, la designación de Josué como su sucesor, el Cántico de Moisés, la bendición pronunciada por éste sobre Israel y el relato de su muerte y sepultura.
23
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
Las ideas claves
en
LA HISTORIA
la Torah
conjunto de cinco libros redactados en períodos distintos de tiempo, cuya extensión es más que media y, sobre todo, que contiene material de una antigiieUna obra que
es un
dad muy considerable debería resultarnos considerablemente lejana. Ésa es la sensación que nos invade cuando leemos las fuentes mesopotámicas o egipcias e incluso cuando repasamos las obras de la mayor parte de los clási-
griegos o latinos muy posteriores a la Torah. En esos sublime casos, ni siquiera la sensación de percibir algo oculta el sentimiento de distancia que nos embarga. De hecos
cho, hasta cuando los puntos de
aquellos hombres y aquellas mujeres planteaban problemas y soluciones que, en la inmensa
res, se
contacto parecen mayo-
resulta obvio que
mayoría de los santes ni
nos
casos,
interepara nosotros ni resultan
parecen válidos.
descubre a medida que va avanzando en la lectura de la Torah es muy distinto. Es cierto que sus noralimenmas relativas a los sacrificios o a las disposiciones mismo ticias nos resultan distantes y en buena medida eso les sucede incluso a los judíos practicantes. Sin embargo, Lo que
uno
matizaciones indispensables, lo cierto es que nos las líneas maestras de la Torah tienen una vigencia que En primer lucon la contundencia de un trallazo. golpea tiene llama la atención el alto concepto que la Torah
pese
a esas
gar,
humano. Mientras que en el siglo xx sigue siendo o si objeto de controversia si existen o no razas superiores determinadas legislaciones respetuosas de los Derechos culturas, la Humanos pueden y deben aplicarse a todas las séTorah afirma que el ser humano fue creado a imagen y está llamamejanza de Dios y que, precisamente por ello, lo do a ejercer su destino transformando la creación que
del
ser
cada
rodea. Lejos de ser un número o una estadística, de su hombre, cada mujer, prescindiendo de su cultura, la seraza o de su época, lleva impresa en sí la imagen y mejanza del Ser Supremo. En segundo lugar, la Torah es poderosa y desmitologi24
LA TORAH
zadora
relatos. Para cualquiera que conozca mínimamente el carácter de los textos cosmogónicos y mitológicos de la Antiguedad (uno se atrevería incluso a decir que también los de la época actual) no deja de ser refrescante la lectura de libros como Génesis o Éxodo. En el primero, las fuerzas de la Naturaleza, los astros o los animales no son
en sus
dioses,
como en
Mesopotamia
y
Egipto,
como en
Gre-
China o la India. Se reducen simplemente a elementos naturales creados por el único Dios y con los que el ser humano ha de enfrentarse quizá día a día pero nunca en régimen de veneración. Los filósofos griegos condenados por afirmar que el Sol no era sino una bola de fuego y no un dios, jamás habrían sufrido ese destino en Israel. En el segundo de los libros de la Torah, el Éxodo, esa cia y Roma,
como en
desacralización alcanza también al poder político. El faraón podía ser considerado un dios por sus contemporáneos —de hecho, así era— pero, en realidad, no pasaba de ser un mortal reconcomido en ocasiones por los peores defectos humanos y dispuesto a hacer uso de la opresión y del genocidio para mantener su poder. En su poder no había, por lo tanto, nada de sagrado sino más bien de diabólico. A partir de ahí, todo culto estatal, sea cual sea el carácter de éste, no puede ser calificado sino de perversidad e idolatría. No resulta en absoluto exagerado afirmar que la Torah está impregnada de un impulso tan colosal de desmitologización que llega a extremos de contraculturalidad no sólo y por lo que se refiere a las culturas donde transcurren sus relatos, sino también en relación con las de cualquier época. El texto donde se narra la historia de Abraham, sólo por haber hecho referencia a la de la torre de Babel, es, en sí mismo, uno de los más vigorosos alegatos contra los afanes provocados por la soberbia del hombre y sus desastrosos resultados. Mientras los babelitas sueñan con llegar hasta el cielo y así hacerse un nombre, Abraham desprecia esa visión. Por el contrario, pone su vida en las manos de Dios y confía en que Éste actuará. Si en el primer caso asistimos a la brega que nunca se puede satisfacer de los que se esfuer25
QUE
LOS TEXTOS
CAMBIARON LA HISTORIA
dejar su huella en la historia, en el segundo, nos encontramos con aquel que ha decidido dejar la historia en manos de Su autor y esperar el cumplimiento de sus promesas. En un caso, el hombre se ve deshecho por su propia zan
por
impotencia
para alcanzar
sus
ambiciones;
en
el otro,
es
ideal que lo llena de esperanza, que impulsa su existir y que da sentido a su vida. En tercer lugar, la Torah, a diferencia de distintas coconsumido por
rrientes
un
ideológicas y religiosas, presenta
una
visión
positi-
del mundo material. Revela, y así lo indica en Gén. 3-4, que el pecado del ser humano ha provocado una alienación
va
relación con Dios, sus semejantes y el cosmos pero, a la vez, considera que, incluso dañado, este mundo conserva buenas cosas que ofrecer al hombre. No deja de ser significativo al respecto que el trabajo no sea considerado en el relato del Génesis una consecuencia de la Caída, como algunos desconocedores del texto se empeñan en afirmar, sino una actividad que el hombre llevaba a cabo incluso en su estado de felicidad prístina. Al fin y a la postre, el de éste
en
ha sido llamado a la inactividad sino, por el contrario, a la realización de un trabajo en esta vida. En cuarto lugar, la Torah lleva implícita una visión de la historia y de la existencia particular de cada ser humano que dota a ambas de sentido. En ningún momento oculta
ser
humano
no
aspectos negativos y, de hecho, en sus relatos nos encontramos con episodios que van desde el fratricidio a la violación pasando por el engaño, la opresión o la idolatría. sus
la idea de que incluso en sus momentos más aparentemente absurdos, la existencia humana posee un significado que le proporciona su sentido. Sin
embargo, persiste
familia y su país; Jacob, que tiene que exiliarse; José, que es vendido por sus hermanos y convertido en un esclavo, constituyen todos ellos tipos de personajes aparentemente fracasados, pero a través de
Abraham,
que abandona
a su
ellos corre un hilo conductor que no es el del fracaso sino el de la consumación de un propósito que trasciende a los seres humanos. Finalmente, la Torah es muy importante por dos repercusiones religiosas (aparte del monoteísmo) realmente ra26
LA TORAH
dicales. La primera de ellas es que su legislación religiosa introduce unos elementos éticos que no sólo son sustanciales sino que además rebasan el área de las relaciones in-
terpersonales
el terreno más
complejo de lo códigos religiosos, la Torah prohíbe
para entrar
en
social. Como en otros el adulterio y el hurto, el falso testimonio y el homicidio, la homosexualidad y las lesiones. En eso quizá poco tiene de original. Sin embargo, junto con la insistencia en vedar la fabricación y el uso de imágenes para el culto, se caracteri-
profundo sentido social que prácticamente resulta desconocido en las legislaciones hasta el siglo xx. Llegaría a ser demasiado prolijo detenerse en esa cuestión, pero no deja de resultar impresionante que en los preceptos de la Torah, por ejemplo, se atienda de manera especial a los más desfavorecidos (huérfanos, viudas y emigrantes), se limite cronológicamente la duración de la esclavitud, se establezcan leyes de cuidado del campo y de las bestias, se defienda la prohibición del préstamo con interés, se niegue el carácter de propiedad privada de la tierra e incluso, en un deseo de evitar el enriquecimiento escandaloso de unos a expensas del empobrecimiento de otros, se ordena el perza
por
un
dón total de las deudas y la devolución de la tierra inicialmente
poseída
a sus
primitivos propietarios.
repercusión, tremendamente fecunda
La
segunda
términos de la el hecho de que la Toen
historia de las religiones, consiste en rah afirma que los pecados sólo pueden ser expiados mediante el sacrificio de un ser perfecto y sin mancha que encuentra la muerte en favor del pecador. Como señala el libro de Levítico: la sangre hará la expiación (Lev. 17, 11). Realmente ningún ser humano puede pretender alcanzar la salvación por sus propios medios, ya que todo depende de la benevolencia de Dios.
La
importancia de la Torah
Por todas estas características la
importancia de la Torah
extraordinaria y puede afirmarse sin temor a la exageración que ha cambiado la Historia. En el caso del judaísmo es
27
LOS TEXTOS
ha
QUE CAMBIARON
significado
su
LA HISTORIA
supervivencia
y hasta hace relativamente
cultura. Sin embargo, su trascendencia no se ha limitado al terreno de lo religioso. Incluso para los judíos secularizados y agnósticos la relación con la Torah es difícil de romper siquiera porque sustenta y fundamenta las pretensiones de Israel a ocupar la tierra sobre la que ahora, tras casi dos mil años, se asienta su Estado. Si la tierra de Israel —y no Centroeuropa o Sefarad o Argentina, como pensó Teodoro Herzl— es el lugar natural para el asentamiento de los judíos, la razón debe buscarse en la promesa entrepoco
tiempo la señal de identidad de los judíos
por Dios a Abraham. Sin embargo, la influencia de la Torah
como
gada
el mundo extrajudío no ha sido menor. No hay duda de que ha modelado nuestro lenguaje cotidiano (¿de dónde si no han suren
gido expresiones como cainita y chivo expiatorio, paraíso y plato de lentejas, diluvio y plaga bíblica por citar sólo algunos casos bien significativos?) pero, a la vez, ha ido conformando una estructura mental que, siquiera parcialmenha traducido en buen número de las características a propias de esta cultura. Transmitida al Occidente pagano través del cristianismo, sus líneas fundamentales de reflede xión, pensamiento y enseñanza han ido impregnando de esta cultumanera más o menos profunda el desarrollo otra cosa que ra. En la negativa a ver en la Naturaleza fenómenos naturales y no fuerzas divinas, en la crítica diseccionadora del poder para hallar en él lo que tiene de humano por debajo del ropaje de la propaganda, en la insistencia en imbricar valores éticos con los meramente rituales, en la confianza en que la historia cuenta con un desarrollo lineal y tiene sentido por más que los sinsentidos afirma se acumulen e incluso en el concepto religioso que su salvación por la que el ser humano sólo puede obtener muerte de alguien perfecto sacrificado en su lugar, el occidental de hoy en día no es heredero de Grecia y Roma sino de la Torah. Por el contrario, la atribución a la tormenta o incluso a las piedras de virtudes mágicas, el culto al poder en sus formas más groseras, la transformación de lo relite,
se
gioso 28
en un mero
ritual divorciado de la realidad cotidia-
LA FTORAH
la visión cíclica de la Historia o la creencia en que la salvación espiritual deriva de los méritos personales resulna,
absolutamente opuestas
la Torah y hunden sus raíces en concepciones paganas previas a la aparición del cristianismo. En ese sentido, no sólo el cristianismo y el islam, sino la lucha por los Derechos Humanos, por el respeto a la dignidad humana y por la libertad contra el poder hunden tan
sus
raíces
a
la Torah, aunque ésta
en
tronco y unas ramas no
haya alimentado un siempre específicamente judíos.
de extrañar por ello que, a milenios de su redacción, incluso para aquellos que no son creyentes, la Torah siga siendo una luz para los que meditan sobre ella. No
es
Excursus: la
Torah, tal
hipótesis
documentaria y la Torah
llegado, constituye un conjunto de cinco libros (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) atribuidos en bloque a Moisés. A efectos de La
su
análisis
y
como nos
como
circunstancia
ha
escrito que cambió la Historia,
semejante
suficiente en la medida en que ésa es la que la conocemos. No obstante, no resulta
es
forma final en del todo ocioso dedicar unas líneas a la denominada hipótesis documentaria. La creencia de que los cinco libros de la Torah se debieron a la redacción de Moisés se mantuvo inalterada hasta finales del siglo x1x. Las razones fundamentales para sus-
punto de vista eran que así lo indica el propio texto, que así se había transmitido por generaciones y que ninguno de los manuscritos de la Torah con que se contaba indicaba ni siquiera de manera indirecta que en su redacción hubieran participado más autores o que el texto final fuera un ensamblado de distintas obras. Obviamente, algunos versículos, como los últimos de Deuteronomio, donde se hace referencia a la muerte de Moisés, se atribuían a un redactor posterior, pero en conjunto la Torah seguía considerándose mosaica. Este punto de vista comenzó a verse seriamente cuestionado cuando, en la última década del siglo xix, Julius tentar este
29
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Wellhausen sostuvo que, en realidad, la Torah había experimentado una redacción muy dilatada en el tiempo y que se debía a varios autores que, por supuesto, no se podían identificar con Moisés. De acuerdo con la teoría de Wellhausen, el texto de la Torah no era sino la fusión de varias tradiciones cuya existencia independiente quedaba demostrada fundamentalmente por tres razones. La primera era que la escritura no existía en la época de Moisés y, por lo tanto, él no podía haber redactado el texto; la segunda, que
repeticiones o dobletes de episodios que hacían pensar en textos procedentes de tradiciones distintas pero reunidas en la redacción última de la Torah, y la el texto contenía
llamado con diversos nombres en el texto, lo que indicaría la procedencia de diferentes obras. Partiendo de esta última razón, Wellhausen estableció la existencia de una serie de documentos a los que denominó J, E, D y P según que el nombre utilizado fuera Yahveh (J), tercera, que Dios
era
Elohim (E), perteneciendo las iniciales D y P a unos supuestos documentos deuteronomista y sacerdotal. Por lo que se refiere a la datación, los documentos se extenderían desde el año 1000 a. de C., en la época de David, al siglo v a.
de C.
documentaria encajaba a la perfección en una visión de la historia de las religiones que partía de una concepción evolutiva en virtud de la cual el ser humano habría ido pasando por diversos estadios de su desarrollo espiritual y que, por lo tanto, exigía el rechazo de una forLa
hipótesis
mulación tan primitiva de la fe monoteísta. Asimismo, resultaba atrayente por su insistencia en determinar la datación de una obra partiendo no de criterios históricos y arqueológicos sino filológicos. Ambos aspectos pesaron mucho en su aceptación inicial y posterior. Debe decirse, sin
embargo,
ción
que desde el punto de vista de la
histórica, la hipótesis documentaria
es
investiga-
difícilmente
aceptable por sus prejuicios metodológicos y su carencia de base historiográfica. Para empezar, ni siquiera los partidarios de la hipótesis coinciden a la hora de delimitar el contenido de cada uno de los documentos. Aunque existe un acuerdo sobre la exis30
LA TORAH
tencia de los supuestos
documentos, lo
cierto
es
que
su con-
tenido concreto es objeto de una controversia no pocas veces encarnizada. C. A. Simpson, por ejemplo, habla de J1 y J2 en lugar de sólo J; R. H. Pfeiffer añade a los documentos de Wellhausen otro al que denomina S y atribuye relación con Edom; O. Eissfeldt incluye una fuente L o laica, etc. Sin embargo, lo más importante no es la inconsistencia de la propia exposición de la hipótesis documentaria sino las sólidas pruebas en su contra. Para empezar, los testi-
arqueológicos
monios trarios Los
a
históricos son rotundamente conlas conclusiones de Wellhausen y sus seguidores. e
ejemplos
al respecto son numerosos. El interés por el monoteísmo en el Oriente Próximo en una época cercana a la fecha tradicional de redacción de la Torah, la estructura de pacto contenida en Deuteronomio o la prueba arqueodel lógica período (que, por ejemplo, desmiente la afirmación de Wellhausen de la inexistencia de escritura en la
época de Moisés aportando testimonios como los de Ugarit, las inscripciones del monte Sinaí o el calendario de Gezer) apuntan claramente a un contexto histórico y cronológico mosaico, pero resultarían absurdos en una época situada casi
milenio después. Por otra parte, incluso las características de los relatos previos al período de Moisés, como son los asignados a la época de los patriarcas, aparecen muy bien atestiguados en fuentes como las tablillas de Mari (c. 1700 a. de C.) o las leyes de Nuzi (c. 1500 a. de C). Si algo nos muestran, por lo tanto, la historia y la arqueología es que la Torah pudo muy bien ser obra de pero que
terior.
un
difícilmente podría pertenecer
Moisés,
a un
período
pos-
En
segundo lugar, los supuestos dobletes de la Torah no pasan, por regla general, de ser episodios distintos referidos a personajes diferentes y no repeticiones del mismo relato. De la misma manera, el empleo de los diversos nombres divinos en la Torah se debe no a una pluralidad de autores sino a un contenido específico de cada uno de esos nombres, circunstancia que aparece expresamente contemplada en los comentarios judíos. De hecho, ya en el siglo x11 Yehudáh ha-Leví escribió un libro titulado Cosri, en 31
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
explicaba la etimología de los distintos nombres divinos. En el siglo xx, ha sido Umberto Cassuto el que ha vuelto a retomar magistralmente esta cuestión, dejando de manifiesto que la pluralidad de nombres divinos puede indicar muchas cosas pero no, desde luego, una diversidad el que
de
autores.
significativo que, por ejemplo, en los últimos años se hayan multiplicado los libros de historiadores que sostienen la imposibilidad de la hipótesis documentaria, sobre todo en relación con el priEn
ese
sentido,
no
deja
de
ser
libro de la Torah, el Génesis. Rolf Rendtorff, por ejemplo, ha indicado que la asignación de palabras y expresiones hebreas a documentos concretos se colapsa cuando se realiza una investigación seria y, a la vez, señala que la noción de teología específica de estos documentos es ilusoria. mer
Thomas L. Thompson, por su parte, ha repudiado igualmente la hipótesis documentaria señalando que la redacción de la Torah es casi contemporánea con los episodios la que relata. Incluso John Van Seters, que mantiene
algunos documentos, ha afirmado que la hipódocumentaria deber ser contemplada ampliamente
creencia tesis
en
obsoleta. Finalmente, Duane Garrett, en uno de los estudios más inteligentes sobre la redacción del Génesis escritos en la última década del siglo xx, niega la hipótesis documentaria y sitúa la redacción del libro en los días de Moisés. Fue Cassuto el que señaló que la hipótesis documentaria no se apoyaba en pilares caracterizados por la
como
debilidad por la sencilla razón de que ni siquiera tenía esos pilares. En buena medida, puede afirmarse que la defensa actual de la hipótesis documentaria descansa en la pereza académico que caracteriza a ciertos segmentos del mundo para actualizar lo que aprendieron décadas antes. Cyrus Gordon, al final de un artículo dedicado al estudio de la hipótesis documentaria, ha relatado una anécdota bien iluminadora al respecto:
dia
acerca
32
universidad de vanguarque le diera los hechos reales de JEPD. Esencialmente le dije lo mismo que he es-
profesor de la Biblia en me pidió en cierta ocasión
Un
una
LA TORAH
crito
aquí.
Me contestó entonces: lo que
me
ha dicho
me
ha
convencido pero seguiré enseñando el antiguo sistema. Cuando le pregunté el porqué me respondió: porque lo que usted me ha contado implica que tendría que desaprender y además volver a estudiar y reflexionar. Me resulta más fácil continuar con el sistema aceptado de la Alta Crítica para el que contamos con libros de texto. Por
desgracia,
el
bastante más común que sería deseable.
del interlocutor de Gordon es los claustros universitarios de lo
caso en
Bibliografía castellano y, en general, se limitan a repetir las generalidades habituales sobre la hipótesis documentaria que hace décadas ya comenzaron a ser cuestionadas. Si tal actitud debe atribuirse a pereza intelectual o a falta de diligencia académica es difícil de saber pero, en cualquier caso, resulta patético en términos científicos y de investigación. De especial interés en lo que se refiere a un cuestionamiento de la hipótesis son algunas obras más recientes que la de U. CasLos estudios sobre la Torah
suto
son
muy
escasos en
(7he Documentary Hypothesis, Jerusalén, 1961)
como
Rethinking Genesis, Grand Rapids, 1991; R. Rendttorff, «Das úberlieferungsgeschichtliche Problem des Pentateuchs» en BZAW, 17, Berlín, 1977; T. L. Thomp-
las de D. Garrett,
«The Origin Tradition in Ancient Israel» en JSOTSS, 55, Sheffield, 1987; y J. Van Seters, Abraham in History and Tradition, New Haven, 1975 e ídem, In Search of History, New Haven, 1983. Por supuesto, la obra clásica al respecto son,
Unity of Pentateuch. Obras judías que, en mayor o menor medida, hagan referencia a la Torah de manera total o parcial, y al espíritu que emana de ella, son L. Baeck, The essence of Judaism, Nueva York, 1976; A. J. Heschel, God in Search of Man. A Philosophy of Judaism, Nueva York, 1993; N. M. Sarna, Understanding sigue siendo
A. H. Finn, 7he
33
Heritage of Ancient Israel, Nueva York, 1970. Con un enfoque más popular, sigue siendo de interés el libro del escritor judío Herman Wouk, This is My God, Nueva York, 1959. Genesis. The
34
LA BAGHAVAD GITA
Los invasores arios Durante la
segunda mitad del segundo milenio a. de C., la India experimentó un conjunto de convulsiones de extraordinaria importancia. Los agentes de las mismas fueron los invasores arios, que transformarían de tal manera el subcontinente que éste ya no podría ser comprendido en los milenios venideros sin hacer referencia a ellos. Procedentes de una zona situada en las estepas del sur de Rusia, entraron en el país por el noroeste y, en primer lugar, se hicieron con el dominio del Panjab. La suya fue una penetración bélica y agresiva, y su superioridad militar (usaban,
ejemplo,
de dos ruedas tirados por caballos) les permitió, pese a su inferioridad numérica, vencer a los aborígenes, unos pobladores de la India a los que los arios se refirieron despectivamente como «oscuros de piel» y «desnarigados» (chatos). Fue así cómo, según el Rigveda (7, 18), un rey ario llamado Sudas llegó a hacerse con el dominio de esas tierras y se convirtió en el primer samraj o rey supremo de la historia de la India. Los arios eran rubios, de piel blanca y ojos claros, y no sólo despreciaban a sus derrotados adversarios de piel ospor
carros
sino que además consideraban que mezclarse con ellos implicaba una abominación de carácter extraordinario. Partiendo de esa base, impusieron en la India un cura
men
basado
régi-
en
la
varna o
color, aunque desde la llegada de
los portugueses a la India en Occidente haya sido denominado sistema de castas. De esta manera, la sociedad quedó dividida en cuatro castas superiores, correspondientes a los
conquistadores arios,
y otras
inferiores, relacionadas
con
35
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
los vencidos.
Aquel
que
LA HISTORIA
quebrantaba la separación racial sexuales con alguien de casta dife-
manteniendo relaciones rente era arrojado del sistema y se convertía en lo que se denomina actualmente paria o intocable. La misma suerte corría, por supuesto, su posible descendencia. Establecidos sobre la base de una monarquía ganadera (los bueyes eran la unidad monetaria) y militar, los arios fueron expandiéndose de forma progresiva por la India y asimilando el cultivo de la cebada, los cereales y el arroz. Si bien estas tareas las realizaban las poblaciones sometidas y no los arios, que se dedicaban a la guerra y al juego. La religión de los arios era la propia de una aristocracia militar nómada que se nutre de los despojos de los vencidos. Su dios más popular era Indra, rey de los dioses y destructor
de
una
dragones que vencía a los demonios valiéndose maza (vajra), ocasionalmente identificada con el
de
la bebida y del rayo. Amante de la lucha, de la comida, de sexo a él está dedicada casi la cuarta parte de los himnos del (unos doscientos cincuenta). De importancia
Rigveda algo menor eran Agni,
dios del
fuego; Mitra,
dios de los
tra-
juramento. A éstos a su vez seguían Surya, dios del sol; Vayu, dios del viento; Parjanya, dios de la lluvia, y un abultado etcétera. tados,
y Varuna, dios del
La relación entre los arios y los dioses
pretendía
esta-
blecer un nexo en virtud del cual los primeros ofrecían sacrificios y los segundos, a cambio de ellos, les otorgaban la victoria en las batallas y la prosperidad material. Lejos de la religión contar, por lo tanto, con un componente ético, aria buscaba asegurar un intercambio de dones que, en ambos casos, revestían características meramente materiales.
Partiendo de esa base, no resulta extraño que los arios acalos rituales baran concediendo una notable importancia la concesión por que, supuestamente, aseguraban
a
mágicos
parte de los dioses de los deseos de sus adoradores. De hecho, el ascetismo ario, a diferencia del que encontramos en otras religiones, se produjo en la India no como
consecuencia de la búsqueda de un perfeccionamiento ético, sino como un medio para obtener una mayor capacidad de influencia sobre las distintas divinidades. El asceta 36
LA BAGHAVAD GITA
conocido como muni, por ejemplo, desarrollaba actividades que el Rigveda (10, 136) y el Atharvaveda (11, 6) describen en términos equivalentes a los de los cultos chamánicos y satanistas: salida del cuerpo, posesión del sujeto por parte de espíritus, entrada en trance y adivinación de los pensamientos de seres espirituales y animales. En otros casos, como el de los vratya, se practicaban orgías en las que las relaciones sexuales eran concebidas como una manera de asegurar la fertilidad o lograr una defensa mágica contra la adversidad, o se procedía al aislamiento en el bosque, donde se alimentaban de orina de vaca y excrementos. Este panorama iba a experimentar un cambio de enorme importancia al llegar el denominado período védico tardío.
El
período védico tardío
y la creencia
en
la reencarnación
Hacia el año 1000
de C., el centro político de los arios comenzó a desplazarse hacia oriente en un deseo de conquistar nuevas tierras. En el Mahabharata, una de las dos grandes epopeyas indias, aparecen noticias relativas a una a.
batalla entre los kaurava, originarios del noroeste el Decy los de cán, y pandava, origen oriental, que concluyó con la victoria de los segundos. Es muy posible que el episodio, acontecido entre el 1000 y el 800 a. de C., un hecho
recoja
histórico. Con todo, la mayor fuente de inquietud para los arios no fue tanto el enfrentamiento militar (su superioridad técnica aún seguía incuestionada) como el sometimiento de las poblaciones oprimidas. De las fuentes védicas se deduce que el expolio a que se veían sometidos los campesinos era continuo y que esta conducta provocaba sublevaciones. La situación llegó a ser tan inestable que el tratado de política de Kautalya narra, por ejemplo, que sólo se nombraban como recaudadores de impuestos a personas a las que se apreciaba poco, ya que no era inusual que el pueblo volcara sobre ellos su cólera y su desesperación. Para esa época el sistema social de castas ya había que37
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
hallaban los sacerdotes o brahmanes, seguidos por los guerreros o ksatriya, los campesinos o vaisya y, finalmente, los sudra. Estos últimos constituían la mayor parte de la población y se trataba de no-arios o de arios que habían perdido su puesto entre las castas superiores. Al mismo tiempo, en la religión de los arios se introdujo un elemento llamado a tener una importancia trascendental, ya que prácticamente definiría el futuro del hinduismo y marcaría la estratificación social del país durante milenios. Nos referimos a la creencia en la reencarnación. Ésta plantea serios desafíos desde un punto de vista lógico, ya que presupone un número casi constante de seres humanos (algo insostenible en períodos de expansión demográfica como el actual) y además nos enfrenta al hecho de que, al no ser posible recordar las vidas anteriores, resulta difícil, por no decir imposible, enmendar el pasado mal. Sin embargo, la reencarnación fue aceptada con relativa rapidez (en las Upanishads [800-600 a. de C.] casi toda la reflexión teológica gira en torno a ella) en la medida en que proporcionó un instrumento de estabilidad social en una época caracterizada por los disturbios. En virtud de la creencia en la ley del karma, que obliga a reencarnarse a los seres humanos para ir purgando sus actos incorrectos de vidas anteriores, la opresión implantada por los arios, la injusticia extendida sobre la aplastante mayoría de la población y, muy especialmente, el sistema de discriminación racial encarnado en las castas pasaron a verse legitimados espiritualmente. El hecho de pertenecer a una u otra casta, y las consecuencias directas de tal hecho, no debía interpretarse, por lo tanto, como una derivación de un entramado de relaciones sociales, sino como resultado de existencias previas. Si el campesino sufría bajo la explotación del señor ario, no había que contemplar tal hecho como una arbitrariedad del dominador, sino más bien como una consecuencia de las maldades cometidas en otra vida por el dominado. Tal creencia, que reportaba obvios beneficios a los explotadores, servía asimismo de consuelo a los explotados. La experiencia cotidiana les indicaba hasta qué punto redado afianzado. En
38
su
categoría superior
se
LA BAGHAVAD GITA
sultaba imposible emanciparse de su dura servidumbre, pero la creencia en la reencarnación les impulsaba a creer en la posibilidad de subir o descender aún más en la vida si-
guiente. No resulta extraño que esta visión desplazara el centro de atención religiosa vinculado a la casta sacerdotal hacia
la preocupación por asegurarse una situación menos sombría en futuras vidas y, sobre todo, hacia la liberación final (moksa) del terrible ciclo de las reencarnaciones (samsara). Esta liberación nunca fue concebida como la concesión de un reposo y un goce en otro mundo similar al que se describe en religiones como el judaísmo o el cristianismo. Por el contrario, implica la disolución del ser en el nirvana. En gran parte, la tarea espiritual de las Upanishads consistió en mostrar vías diferentes, y en buena medida contradictorias, de escapar de tan terrible rueda de vidas y alcanzar ese estado final.
Gita y la de la liberación final
La
Baghavad
Como ya hemos
popularización
señalado, la
la reencarnación tuvo un extraordinario efecto esclerotizador de la división social, pero no por ello dejaba de plantear algunas cuestiones de no pequeña relevancia. La fundamental giraba en torno a la manera de encontrar la liberación final. Si ésta creencia
en
exigía una vía elaborada, como las que muestran las Upanishads, resultaba obvio que semejante posibilidad quedaba fuera del alcance de la aplastante mayoría de la población. El campesino que debía mantener a su señor no podía entregarse en la mayoría de los casos a complejos ejercicios metafísicos y, por lo que se refiere a quien lo dominaba, también era obvio que su tarea militar era difícilla entrega a una propedéutica que lo librara del samsara. Este reto fue respondido por algunos personajes como Buda y Mahavira. Aceptaron la ley del karma como base de su especulación, pero tanto uno como otro terminaron por fundar religiones que no permente
compatible
con
QUE CAMBIARON
LOS TEXTOS
manecieron
en
el
seno
LA HISTORIA
hindú
en
el que habían nacido. La
por el contrario, proporcionó una respuesta que pronto se convirtió en universal. En realidad, este escrito no constituye una obra inde-
Baghavad Gita,
pendiente sino que forma parte del Canto VI del Mahabharata o Bhismaparvan, una de las dos grandes epopeyas indias. Su punto de arranque es de especial interés. Al norte de Delhi, en la llanura de Kuruksetra (campo de los Kuru) punto de entrar en batalla los ejércitos de los Pandavas (hijos de Pandu) contra los Kauravas, sus primos. Arjuna, el arquero y tercero de los Pandavas, siente en esos momentos angustia ante la idea de tener que quitar la vida a personas con las que se encuentra unido por vínculos de sangre. Considera que lograr la victoria a ese precio no merece la pena pero, sobre todo, teme que la lucha fratricida tenga unos efectos disolventes sobre la ley, corrompa a las mujeres, subvierta el sistema de castas y provoque el castigo en el infierno: se
encuentran
a
Desfallecen
mis
la boca recorre
se me
y
miembros,
seca, mi cuerpo
se me
un
escalofrío
erizan los cabellos.
Gandiva se me cae de las manos. La piel que me circunda arde y no puedo mantenerme de pie y mi mente delira. Mi
El
arco
futuro contemplo
desdichado, oh Kesava, si mato
No
en
combate
a
y no creo que vaya mi pueblo.
a ser
deseo, Krishna, la victoria
ni el reino ni los
placeres.
¿De qué servirá el reino, oh Protector de Vacas? ¿De qué servirán los deleites o la vida? Esos para los que deseamos
el reino, los deleites y los 40
bienes,
mejor
LA BAGHAVAD GITA
esos
van
disposición de combate, a perder la vida y las riquezas. mismos,
en
Maestros, padres, hijos, así
como
abuelos,
tíos maternos, suegros, nietos,
cuñados, toda clase de parientes. querría matarlos
No
aunque
me
cueste
morir, oh Matador de Madhu,
siguiera para ganar el reino de tres mundos. ¿Cómo lo iba a hacer por la tierra?
ni
(-..) Por eso,
no
debemos
matar
los de Dhrtarastra, nuestros familiares. ¿Cómo, matando a nuestro pueblo podríamos ser felices, oh hijo de Madhu? a
(...) Con la
corrupción de la familia
las leyes eternas de la familia. Destruida la Ley, toda la familia
perecen
queda
sin
Ley.
prevalece
la Falta de Ley, oh Krishna, las mujeres de la familia se corrompen; corrompidas las mujeres de la familia, oh descendiente de Vrsni, se llega a la confusión de castas. Si
confusión lleva al infierno a los que matan a la familia y también a su propia familia; a él van a parar sus antepasados, privados de las ofrendas de arroz y de agua. La
de aquellos que matan que ocasionan la confusión de castas, Por los
pecados
a
la
familia,
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
subvertidas las Leyes de las castas, y todas las leyes de su familia. son
Para los que han
aniquilado
para esos, oh Invocado por
las Leyes de la
familia,
todos,
condena eterna en el infiemo, existe así lo hemos oído (I, 29-35, 37, 40-44). una
El punto de vista expuesto por Arjuna es el propio de un conquistador ario. Como un miembro de la etnia dominante comprende lo absurdo de entregarse a luchas fratricidas que sólo los debilitarían. Una vez comenzado ese camino, la ley se quebrantaría y cuando la fe en las instituciones se corrompe, el sistema corre el riesgo de colapsarse.
Como él señala,
en una
situación así
es
muy
posible
que
el control sobre las mujeres se relajara, con lo que la estratificación en castas resultaría punto menos que imposible.
Semejante
acción merecería por
su
carácter
aniquilador
del orden social el castigo en el infierno no sólo del que la ha perpetrado sino incluso de sus familiares. Precisamente al llegar a ese momento de especial tensión, su auriga, que su en realidad es el dios Krishna (negro), va a acudir en ayuda mostrándole una metafísica distinta basada no en la creencia en una recompensa o un castigo en el infierno sino en la reencarnación y, a la vez, le va a indicar cómo la liberación final puede lograrse sin necesidad de practicar el complicado camino de las Upanishads. Por ello, y como consecuencia, Arjuna no debe temer el quitar la
primera
familiares en la batalla porque no son sino encarnaciones de almas que núnca mueren:
vida ras
a sus
El Señor' A los que
dijo: no
necesitan
¡Y tienes la sensación
compasión has compadecido. de que pronuncias palabras de
biduría! Ni a los muertos ni a los vivos compadecen los sabios. 1. Krishna.
42
me-
sa-
Lo cierto
es
y lo cierto
todos
que yo
es
que
nunca
no
nací
dejaremos
nosotros en otro
tiempo.
Al igual que la Encarnada? en tiene niñez, juventud y vejez, Al sabio
eso no
de existir
este cuerpo
le preocupa.
(...) le hacen temblar, hombre, oh Toro entre los Hombres, sabio igual ante el placer y el dolor,
Aquel ese ese
el
es
al que
digno
no
de la inmortalidad.
(...) Quien la considera capaz de matar y quien la considera capaz de ser matada, esos dos no son sabios. Ni mata ni es matada. No nace,
no muere
no, tras ser,
volverá
nunca, a ser otra
nacida, eterna, perdurable, esa vieja no muere al morir el
vez,
no
cuerpo.
(...) los viejos vestidos al quitarse se pone un hombre otros nuevos, así al dejar los cuerpos viejos,
Al
en
igual que
el cuerpo de
cualquier hombre,
43
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
oh descendiente de Bharata. Por eso mismo a nadie debes
compadecer.
cumplir
no
propia Ley debes dudar. Según la Ley algo mejor
no
existe para el guerrero.
En
tu
Y cuando por
que el combate
ofrecida del cielo ¡dichosos,
azar es
puerta abierta oh hijo de Prtha, son los guerreros que entran en una batalla como ésta. una
Pero si tú esta lucha
propia de
tu
Ley
no
aceptas, entonces,
al abandonar
tu
cometerás
pecado.
Muerto vivo
un
Ley y
tu
gloria
alcanzarás el cielo,
disfrutarás
la tierra.
ello, lleno de coraje, hijo de Kunti, lánzate al combate (II, 11-13; 15; 19-20; 22; 30-33, 37).
Por
ejercicio magistral de legitimación del orden social y de la matanza desprovista de compasión, ha mostrado a Arjuna que no debe temer el derramamiento de sangre ya que, en realidad, lo verdaderamente importante (el alma) no puede ser muerta y pasa de cuerpo en cuerpo existe a lo largo de sucesivas reencarnaciones. Ahora bien, la una vía de liberación superior a la de la acción y ésa es Krishna,
en un
del conocimiento: El Señor” dijo: En este mundo existe
doble vía anterioridad, oh Carente de Pecado: una
expuesta por mí con a través del Yoga del Conocimiento de los que siguen el Razonamiento 3. Krishna.
44
LA BACHAVAD GITA
y
a
través del
de los que
Yoga de la Acción siguen el Sometimiento (III, 3).
Ese conocimiento, implica ante todo el sometimiento Krishna. Éste es la garantía real de liberación: Los que mi Doctrina eterna siguen, ésos, si están llenos de se ven
fe
y
no
a
critican,
liberados de las Acciones.
Pero los que y
no
esos
pronuncian críticas contra mi Doctrina la siguen, ésos, confusos y carentes de conocimiento, necios, debes saber que serán destruidos (II, 31-32).
Este conocimiento lo
entregó Krishna en ocasiones pasadas (IV, 5 ss) y lo conocieron personajes como Vivasván, Manu o Iksvaku. Su posesión resulta esencial porque el que lo detente puede incluso superar sus perversiones éticas y morales, y lograr la liberación: Si
una vez
caerás, oh
lo
conoces nunca otra vez en
hijo
confusión
de Pandu...
los perversos, seas el más perverso, con la superarás todo el Pecado.
Aunque
la
entre
nave
del Conocimiento
Igual que la leña por un fuego ardiente es convertido en cenizas, oh Arjuna, el fuego del Conocimiento todas las Acciones las reduce igualmente a cenizas. (...) El que tiene fe recibe el Conocimiento, sometido a él, con los sentidos controlados. Tras recibir el Conocimiento, una Paz absoluta
al cabo de poco
tiempo alcanza.
45
El que no tiene fe y carece de Conocimiento, y st. alma es presa de las dudas, perece. Ni este mundo ni el otro, ni la felicidad tiene el hombre de alma
repleta
de dudas.
Al que mediante el Yoga ha renunciado a la Acción, al que a través del Conocimiento ha aniquilado la duda, al que es señor de sí mismo, las Acciones no
le encadenan, oh
Conquistador
de Riguezas
(AY, 35-7, 39-41).
Naturalmente, resultaba obvio
que
no
todos los que ad-
Arjuna dijo:
esfuerzo, pero tiene fe se ha separado del Yoga ha alcanzado la perfección del Yoga,
El que no ha realizado el hombre cuya mente y
no
ese
oh Krishna?
¿adónde llega,
Situado entre dos metas, ¿no es similar a la nube desgarrada, que no tiene donde posarse, oh el de los Brazos Grandes,
extraviado
en
el camino de Brahma?
Esta duda mía, oh
Krishna,
tienes que resolverla
Aparte de ti, no
puede
esta
completamente.
duda
encontrarse
quien la resuelva.
El Señor
dijo: Hijo de Prtha,
ni
será destruido. va,
46
amigo,
a
la
en
este
Ninguno
mundo ni que
perdición.
haga
en
el
otrc
el bien
LA BAGHAVAD GITA
Cuando
llegue
a
Mundos de los Justos,
los
allí años infinitos, en casa de hombres piadosos y bienaventurados, atín separado del Yoga, nace, tras morar
nace en
la
familia
de yoguis sabios. Es nacimiento así
un
difícil ciertamente
en
conseguir
el mundo.
Allí el nivel de Conocimiento de su vida anterior logra y a partir de ahí se esfuerza en alcanzar la Perfección, ¡oh Alegría de los Kuru!
(...) Tras controlar
ardor el yogui purificado de sus pecados cuando alcanza la Perfección tras muchos nacimientos llega al fin más elevado (VI, 37-43, 45-46). su
Ese Conocimiento que permite, siquiera inicialmente, una mejor reencarnación y, a la postre, llegar a la liberación total, no es otra cosa que la devoción sumisa a Krish-
divinidad que se oculta detrás de la devoción dioses y que concede a estos devotos sus
na, una
otros
aunque
no se
El Señor
dirijan
a
peticiones
a
él directamente:
dijo:
(-..) El Conocimiento absoluto y el que divide voy a explicarte sin excluir nada: una vez que se conoce esto, nada más queda por conocer en el mundo.
(...)
47
QUE
LOS TEXTOS
CAMBIARON LA HISTORIA
Cosa más excelente que Yo,
oh
no
hay ninguna,
conquistador de Riquezas.
En mí
todo enhebrado un hilo montones de perlas.
se encuentra
como en
Soy las
aguas que
fluyen, oh hijo de Kunti,
la luna y del sol, la silaba Om en todos los Vedas, el sonido en el éter, la virilidad en los hombres, el
resplandor de
limpio de la tierra,
el olor
el brillo del fuego, la vida en todos los y el ascetismo en los ascetas.
seres
(...)
Soy la inteligencia de los inteligentes, la grandeza de los grandes (7, 2, 7-10). Por estos y otros deseos carentes de Conocimiento, acuden a otros dioses, practicando estos y otros ritos,
guiados por su naturaleza. Sea cual con
fe
ésa
en
sea
la
forma
divina que
desee adorar, a él, una concreto, le otorgo.
un
devoto
fe firme
Sometido por su fe busca el favor de ese dios. De él obtiene deseos concedidos por mí (7, 20-22).
Soy Vishnú de
entre
los
sus
Adityas,
soy el sol radiante de entre los rayos, soy Marici de entre los Marut, soy la luna de entre los astros.
Soy el Samaveda de entre los Vedas, soy el hijo de Vasava* de entre los dioses, 4. Indra,
48
deseos,
LA BAGHAVAD GITA
soy la mente de entre los sentidos, soy la conciencia vital de entre los
seres.
los Rudras, soy el Señor de las riquezas” de entre los Espíritus y los Demonios, soy el Fuego de entre los Vasus, soy el Meru de entre los picos de las montañas
Soy Shiva de
entre
(10, 21-23). Incluso los que, devotos de otros dioses, les ofrecen sacrificios henchidos de fe, hasta ésos a mí, oh hijo de Kunti, me
ofrecen sacrificios
Yo soy de todos los
el
aunque
eso
forma
debida.
aunque ellos
no me reconozcan
caigan (X, 23-24).
Al final, todos tienen la dición de que se entreguen
de salvación a la devoción de Krishna:
posibilidad a
con-
flor, un fruto, agua, el que me lo ofrece con Amor, esa ofrenda realizada con Amor Una
hoja,
la
sacrificios
beneficiario y el Señor;
ciertamente y por
no sea en
una
yo la acepto del hombre de alma
Lo que tus
hagas,
libaciones,
con
buena voluntad.
lo que comas, tus
limosnas,
oh hijo de Kunti, todo esto conviértelo
en una
tus actos
de ascetismo,
ofrenda dirigida
a
mi.
de las cadenas de la Acción con sus buenos y malos frutos quedarás libre. Con el alma sometida al Yoga de la Renunciación, liberado, llegarás hasta mí.
De esta
manera
5, Kubera.
49
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Soy el mismo para todos los seres, a ninguno odio, a ninguno amo. Quienes
me
adoran
con
amor, están
en
mí y yo
en
ellos.
terrible malhechor me adora sin adorar a otro, debe ser considerado justo porque ha tomado una decisión correcta. Hasta si
Pronto
un
se
de alma justa, la Paz etema. Hijo de Kumnti, debes saber
hará
marchará a que el que me Por los que
ama, no perece.
refugian que proceden se
en
mí, oh
hijo de Prtha, vientres bajos,
hasta los de las mujeres, los artesanos y los siervos, hasta ellos alcanzan el fin supremo.
lo harán los brahmanes puros y los verdaderos sabios que me aman! ¡Tras este mundo perecedero y sin alegría alcanzar, adórame! (IX, 26-33).
¡Cuánto
más
no
Ese Conocimiento supremo que lleva al apego y a la devoción dirigidos a Krishna es ayudado a su vez por el apego
a
la Escritura:
El que, abandonando los mandatos de la Escritura,
realizando su deseo, alcanza la Perfección ni la Bienaventuranza
vive no
ni la Meta suprema.
autoridad para establecer lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer. Conociendo lo señalado en los mandatos de la Escritura debes llevar a cabo la acción en este mundo (XVI, 23-24). Por
ello,
que la Escritura
sea tu
Precisamente por todo lo anterior, y con esto Krishna vuelve al punto de inicio de las diferentes disertaciones, Arjuna 50
puede realizar
su
deber
como
soldado,
aunque
eso
LA BAGHAVAD GITA
signifique
arrancar
Krishna, así ha de
la vida
a sus
familiares. Así
es
el mismo
Arjuna:
ser
El Señor dijo: Yo soy la Muerte que aniquila los mundos cuando ha madurado, cuya tarea consiste en destruir los mundos. Aun sin
ti, dejarán de vivir
los guerreros que
encuadran
se
las líneas enemigas.
en
álzate, obtén la gloria, derrotando a los enemigos disfruta de un reinado dichoso. Ya hace tiempo que he dado muerte a esos hombres. Por eso,
Sé mi instrumento, oh arguero hábil
Bhisma,
A Prona,
a
incluso
Karna y
con
ambas
manos.
Jayadratha,
a
héroes de las batallas, muertos ya por mí, dales muerte, no lo dudes. ¡Combate! Vencerás a tus adversarios en el combate a
a
otros
(XI, 32-34).
Aquel cuya naturaleza cuya conciencia
no se
aunque dé muerte
ni da muerte ni De la misma
egoísta mancilla, no es
gentes, encadenado (XVII, 17).
a esas
queda
manera
que la aristocracia guerrera de los
legitimada, también lo es en Bhagavad Gita el sistema de castas: arios
es
De los
brahmanes,
el último canto de la
guerreros y artesanos,
incluso de los siervos, Destructor de Enemigos, quedan clasificadas las acciones de acuerdo con los hilos nacidos de su propia naturaleza.
(...)
Mejor es la propia Acción, pese que la ajena aunque se cumpla
a ser
imperfecta
correctamente.
51
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
El que, impulsado por su propia naturaleza, la Acción impuesta lleva a cabo, no comete pecado. La acción que aunque
sea
nace con
culpable,
va que toda empresa,
envuelta
igual que
no
hijo de Kumnti, debe ser abandonada,
uno,
oh
la culpa, el fuego por el hiumo (XVIII, 41, 47-48).
ciertamente,
sucede
con
se
encuentra por
Al final, la obra concluye con un resumen de la idea central de la Baghavad Gita, la de la sumisión devota a Krishna:
Donde está Krishna, señor del Yoga donde se encuentra el hijo de Prtha, el que lleva el arco, allí se encuentran la fortuna, el triunfo, la prosperidad la justicia eternas.
y Ésa
es
mi creencia
La influencia de la
(XVIII,
78).
Baghavad
Gita
El mensaje de la Baghavad Gita puede resultar un tanto abstruso para el que se acerca a él por primera vez. Como obra poética, su métrica (si es fielmente traducida) no facilita precisamente la lectura. Además, abunda en personajes y términos que no suelen ser conocidos fuera del ámbito del hinduismo. Con todo, su contenido es, en sus líneas maestras, considerablemente fácil. Frente a los posibles reparos de conciencia de los arios, que se percataban de la difícil conciliación de su religión guerrera primitiva con la reflexión más refinada de las Upanishads, incluida
la creencia en la reencarnación, la Baghavad Gita insiste en el hecho de que las acciones realizadas dentro de los deberes de cada casta son correctas aunque incluyan el derramamiento de sangre o el dar muerte a los parientes. A fin de cuentas, los cadáveres son abandonados por las almas inmortales y aquellos que perecen ya han sido muertos por 52
LA BAGHAVAD GITA
adelantado por Krishna como muerte. Frente al desamparo que sentían los que pensaban que nunca podrían alcanzar la liberación del interminable ciclo de las reencarnaciones, el mensaje resulta esperanzador, ya que reconoce la validez de otros caminos pero, a la vez, insiste en que la devoción dirigida a Krishna por cualquier persona, incluidas las mujeres o los miembros pertenecientes a la última casta, allanará el camino para la liberación final. Algunas de las afirmaciones de Krishna contenidas en la Gita podrían haber evolucionado en alguna forma de monoteísmo. Sin embargo, el escrito se libra de ese riesgo, que habría desquiciado el sistema ario. Su interés reside en
integrar
rar.
Por
y
no en
diferenciar,
ello, Krishna insiste
aglutinar y no en sepaque cualquiera que adore
en
en
divinidad en realidad lo adora a él y que los dones solicitados de otro dios es él quien los otorga. Sus adoradores cuentan con una obvia ventaja, pero los que no le rinden culto no por ello dejan de ser destinatarios de sus dones. a
otra
influencia extraordinaria en el hinduismo posterior. Por un lado, confirmó la tendencia de esta fe a absorber los conceptos de la divinidad más diversos. Aún en la actualidad, en el hinduismo
Semejante
visión iba
coexisten cosmovisiones
a
tener
una
politeístas
panteístas o tiempo, y en eso su
con
otras
matizadamente monoteístas. Al mismo influencia también se sigue dejando sentir, consolidó la tendencia del hinduismo a definirse sobre todo por la creencia en el karma, manteniendo así la rígida división en castas.
en
Estas últimas circunstancias resultaban tan obvias que, los siglos siguientes, aquellos que han cuestionado, si-
medida, el sistema de discriminación implantado en la sociedad india han tenido que interpretar la Baghavad Gita desde una perspectiva simbólica. Tal fue,
quiera
en
cierta
ejemplo, el caso de Gandhi. Sin embargo, se piense lo que se piense de sus consecuencias, lo cierto es que la Baghavad Gita deja sentir su influencia en la India incluso en el día de hoy. Sin ella, el hinduismo es incomprensible, así como la vida del subpor
53
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
continente desde hace más de dos milenios. Pero tampo-
la historia de Occidente, sobre todo la de este siglo, puede ser comprendida sin hacer referencia a ella. El feco
nómeno actual de
del ocultismo conocido como Nueva Era no podría ser jamás explicado sin referencias previas a la Teosofía de finales del siglo x1x y a madame Blavatsky, pero estas dos corrientes son incomprensibles renacer
Baghavad
Gita. Aún más: aunque la Baghavad Gita va fue conocida y citada por personajes de la talla de Schopenhauer, su conocimiento más amplio y su populasin la
deben al ocultismo teosófico. Sin embargo, su relevancia en Occidente no quedó limitada al terreno de lo meramente religioso. Concebida en sus inicios como un intento de legitimación de una sociedad dominada por los arios, su mensaje no podía escapar a rización
se
determinados movimientos sociales. De hecho, no es extraño que influyera en personajes como Heinrich Himmler, el Reichsfiihrer de las SS, responsable del exterminio de millones de seres humanos pertenecientes a lo que él consideraba castas étnicas inferiores. Como señalaría en uno de sus discursos a un grupo de oficiales de las SS, el
judíos, incluidos ancianos, mujeres y niños, podía ser una tarea desagradable, pero en cualquier caso necesaria, y por ello había que acometerla sin dejarse llevar por los sentimientos y sólo guiados por el sentido del exterminio de los
deber: Deseo mencionar
aguí con la
mayor claridad
un
capítulo
debe mencionar una vez, con mucha claridad, pero nunca hablaremos de ello en público. De la misma manera que dudamos poco el 30 de junio de 1934, a la hora de cumplir con nuestro deber y enviar al paredón a los camaradas que se habían comportado mal, hemos hablado poco de ello y nunca lo haremos (...) Todos nosotros sentimos horror pero también todos supimos que volveríamos a hacerlo una vez más en cuanto se nos ordenara y fuera preciso. Me estoy refiriendo a la evacuación de los judíos, al exterminio del pueblo judío. «El pueblo judío será exterminado», dice cada camarada del par-
particularmente difícil.
54
Entre nosotros sólo
se
LA BAGHAVAD GITA
tido. «Está claro, está en nuestro programa. Eliminación de los judíos, exterminio y lo llevaremos a cabo.» últimos días, mientras el III Reich, una sociedad que también había legitimado la violencia y el dominio de la raza aria sobre otras, se desmoronaba, Himmler se consolaba en sus momentos de amargura releyendo el libro donde se relataba la revelación entregada a Arjuna por Krishna. En buena medida, su labor había consistido precisamente en realizar una tarea de violencia y discriminaen la ción racial, de destrucción y muerte, ya Baghavad Gita milenios antes. En
sus
justificada
Bibliografía El contexto espiritual de las invasiones arias y del período védico tardío puede seguirse en C. Vidal, Buda: vida, leyenda y enseñanzas, Barcelona, 1994. Un análisis literario de la Baghavad Gita se encuentra en R. W. Frazer, A Literary History of India, Nueva York, 1970. Introducciones más relacionadas con el aspecto religioso, aunque obviando algude las cuestiones más Goodall, Hindu Scriptures,
Berkeley,
cierta medida
los
nas
espinosas,
se encuentran en
D:
1996 y S. Radhakrishnan y C. A. Moore, A Sourcebook in Indian Philosophy, Princeton, 1989. El texto con comentario de S. Radhakrishnan, The Baghavad Gita, Nueva Delhi, 1996, está en
adaptado
a
paladares occidentales y
re-
la exégesis simbolista. Este aspecto aparece muy acusado en los comentarios de Gandhi: M. K. Gandhi, The curre a
Baghavadgita,
Nueva
Delhi, 1989
e
ídem, Anasaktiyoga, San
Francisco, 1993. No son escasas las ediciones en castellano de la Baghavad Gita, pero la mejor traducción sigue siendo, a nuestro juicio, la realizada por Francisco Rodríguez Adrados, Baghavadgita, La canción del Señor, Barcelona, 1988. El texto de Himmler aparece reproducido en C. Vidal, El holocausto, Madrid, 1995.
55
AMÓS
Buena parte de la sociedad occidental —es más discutible que esto suceda en otros ámbitos del planeta— se encuen-
establecida en torno a conceptos que se nos antojan evidentes casi por sí mismos e incluso, en buen número de casos, de rancia antiguedad. Ideas como las de que debe tra
existir
concepto universal de justicia que sea de aplicación a todas las personas y naciones, la de que Dios no puede estar limitado a una etnia concreta o la de que la fidelidad a los principios morales se halla por encima de la debida a personas e instituciones nos parecen corrientes y obvias. Lo cierto, sin embargo, es que su aceptación es relativamente reciente en términos históricos, que se ha limitado prácticamente a algunas naciones de Occidente y un
que, por regla general, se ha olvidado la primera articulación de estos conceptos tan peregrinos. Para llegar hasta
ellos tenemos que retroceder al
s. vII a.
de C.
El Dios de Israel
del monoteísmo por parte de Israel constituyó un proceso paulatino. Como ya vimos al referirnos a la Torah, la Biblia no pretende que la creencia en un Dios único surgiera con Abraham, su antecesor. De hecho, éste fue un monoteísta de Ur que abandonó su tierra siguiendo las órdenes de un Dios que lo apartaba de la adoración a las imágenes y a los astros, que lo justificó mediante la fe (Génesis 15, 6) y le prometió que contaría con una descendencia a la que entregaría la tierra de Canaán. Sin embarno fue el primer monoteísta aunque, ciertamente, los La
adopción
go,
57
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
conceptos elementales del monoteísmo, la unicidad de Dios y su intervención en la Historia, aparezcan tanto enel relato referente a la vida de Abraham como en los relativos a sus primeros descendientes, Isaac y Jacob. Esas narraciones transmiten en buena medida un monoteísmo no limitado pero sí restringido. Tenemos noticia al leerlas de que Dios actúa en la Historia pero casi podía dar la impresión de que sólo lo hace cuando esa Historia con mayúsculas se cruza con la pequeña historia de un clan —después pueblo— conocido como hebreos o Israel. Esta impresión parece incluso confirmarse con el relato del Éxodo de los hijos de Israel sometidos a la esclavitud del faraón. Dios actúa en la Historia, pero uno se pregunta si lo hace más allá de ciertos ámbitos que se nos antojan estrechos. Su poder es ilimitado pero no parece dispuesto a ejercerlo más allá de ciertos ámbitos. Por si fuera poco, esa acción de Dios da la impresión de producirse en la vida cotidiana a través de canales espirituales concretos. El sistema sacerdotal recibe una imla Torah, siquiera porque sus miembros son los encargados de ofrecer los sacrificios Su carácter saque debían limpiar de pecado al pueblo. grado era innegable y de ellos se esperaba una vida en consonancia. La entrada de Israel en Canaán en torno al
portancia extraordinaria
en
de C. pronto dejó de manifiesto hasta qué punto estos conceptos resultaban limitados. Para empezar, lsrael se había convertido ya en una nación y comenzó a exde manera colectiva la existencia de otros s. xV a.
perimentar
pueblos.
Para
una
familia,
para
un
pequeño colectivo,
re-
sulta relativamente fácil aislarse del entorno; para una nación, es imposible, aunque los intentos de conseguirlo no resulten escasos. Israel, desde luego, fue descubriendo
intercambio de contactos con otros pueblos, pero la cuestión de si Éste actuaba en ellos aparte de cuando se cruzaban en el camino de su historia siguió —si es que se planteó— sin ser contestada. Por lo que se refiere al sistema sacerdotal, fue cuestionado en ocasiones como algo disociado de Dios (la historia de los hijos de Eli y de Samuel es paradigmática en este sentido:
la acción de Dios
58
en
ese
AMÓS I Samuel 2, 12
fue
ss)
pero,
en
términos
generales,
esa
crítica
excepcional.
dos reinos, el de Judá al sur y el de Israel al norte, constituyó un revulsivo para la nación que, poco a poco, fue poniendo de manifiesto estas cuestiones con descarnada crudeza. Personajes como Elías o Eliseo no parpadearon a la hora de enfrentarse con un poder político que quebrantaba derechos tan elementales como la vida, la reputación o la propiedad privada (I Reyes 21), y volvieron a poner de manifiesto que Dios intervenía para defender a Su pueblo cuando éste era objeto de amenazas externas (II Reyes 7). Sin embargo, la idea de una representatividad institucional de Dios y la de su intervenLa ruptura de Israel
ción
en
pueblos
que no se cruzaran en la vida de Israel continuaron siendo cuestiones sin abordar por escriotros
en
El gran cambio se produciría personaje llamado Amós. to.
con
la aparición de
un
El contexto histórico
Aunque el filósofo español Ortega y Gasset lo definió el intelectual
como
estado puro, lo cierto es que Amós —relativamente bien conocido en países con una tradición histórica relacionada con la Biblia— es casi un desconocido en otros lugares del globo. Hasta cierto punto esta circunstancia
es
en
lógica.
Su
libro,
abarca más allá de diez o edición de la Biblia, no forma
que
no
doce páginas en cualquier parte de los denominados profetas mayores y se encuentra situado junto a otros once en el grupo de los profetas meLa relevancia y
profundidad
de éstos resulta extraordinaria, pero debe decirse en honor a la verdad que semejantes circunstancias suelen correr parejas a su des-
nores.
conocimiento.
Amós, por
otro
sugestivo. Nacido
lado,
en
no
Tecoa
fue
un
(1, 1),
que resulte ciudad pequeña si-
personaje
una
tuada a unos diez kilómetros al sur de Belén y a unos veinte de Jerusalén, ni pertenecía a la corte regia ni era sacerdote. Pero, además de no formar parte de los círculos de 59
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
poder del país, tampoco
LA HISTORIA
parece haber
poseído
una
especial
fortuna. Por lo que cuenta en el breve libro que lleva su nombre, se ganaba la vida cuidando ganado y recogiendo sicómoros (1, 1; 7, 14) y todo hace pensar que era un asalariado y no un agricultor que contara con propiedades
personales. De acuerdo su
acción
los datos que suministra (1, 1), ejerció profeta durante los reinados de Uzías de
con
como
de C.) y de Jeroboam II de Israel (c. 793753). En términos políticos (y de lo que hoy denominaríamos macroeconomía), la época en que le tocó vivir fue es-
Judá (c. 792-740
a.
pléndida. Tanto Israel como Judá estaban experimentando una prosperidad económica considerable, habían obtenido importantes éxitos políticos y militares (II Reyes 14, 2315, 7; II Crónicas 26) y podían incluso presumir de un resurgir espiritual, ya que, como en otros paralelos históricos, la religión estaba vinculada a un nacionalismo que pasaba por
momentos
de
pujanza.
Por los datos de que
disponemos, puede afirmarse que se trataba de un período histórico especialmente plácido, de esos que suelen aparecer en los libros de Historia (al menos en los de algunos historiadores) señalados
bargo,
El
Amós lo veía de
con
especial
una manera
delectación. Sin
em-
muy distinta.
mensaje
El libro de Amós comienza de de resultar
desagradable
para
una manera un
que
nacionalista,
nunca
pue-
ya que
con-
el anuncio de juicios desencadenados por Dios contra las naciones que no son la suya. Por la manera en que aparece recogido el texto, todo parece indicar que se trata de la reproducción escrita de un mensaje entregado verbalmente y trazado en términos de una enorme tensión oratoria. No era la primera vez que los israelitas escuchasiste
en
lanzando advertencias contra las naciones paganas, pero esta ocasión fue muy particular. Dios iba a desencadenar su juicio, pero no porque interfirieran en la vida de Israel, sino porque habían violado una serie
ban
60
a un
profeta
AMÓS
de
principios morales de aplicación universal.
pena
contemplar algunos
de
estos
Merece la
ejemplos:
Así ha dicho YHVH: por tres pecados de Gaza, y por el cuarto, no derogaré su castigo, porque llevó en cautividad a
pueblo
entregárselo a Edom. Quemaré, por lo tanto, la muralla de Gaza y sus palacios quedarán devastados por el fuego. Y seré la perdición de los habitantes de Asdod y de los gobernadores de Ascalón, y dirigiré mi mano contra Ecrón, y el resto de los filisteos perecerá, ha dicho un
entero para
YHVH el Señor
(1, 6-8).
y
Así ha dicho YHVH: por tres pecados de Edom por el cuarto, no derogaré su castigo, porque persiguió a espada a
hermano y conculcó todo afecto natural y en su cólera siempre le robó y continuamente le ha guardado rencor. Quemaré Temán y arderán en llamas los palacios de Bosra su
(1, 11-12). Así ha dicho YHVH: por tres cuarto no
derogaré su castigo,
pecados de Moab y
porque
por el
quemó los huesos del
rey de Edom hasta calcinarlos. Quemaré Moab y arderán
llamas los
en
palacios de Queriot (2, 1-2).
Lo que Amós transmitía en su primer discurso como mensaje de Dios era la idea de que existía un principio de
justicia universal —aplicable
igual a filisteos
edomitas, a amonitas o a moabitas— que condenaba conductas como la invasión, la deportación de poblaciones, la violencia, el robo, el rencor entre pueblos e incluso la falta de respeto hacia sus costumbres, como parece indicar la quema de los huesos de un rey. No sólo Israel estaba sujeto a leyes morales, sino que éstas rigen sobre toda la Humanidad y, lo que es más importante, Dios, el único Dios, ejecuta juicios sobre aquellos que las violan. El mensaje tenía una enorme trascendencia, pero es por
y
a
dudoso que los israelitas la captaran. Cegados por un nacionalismo autosatisfecho, debieron si acaso complacerse con la idea de que Dios iba a ajustarles las cuentas a peról
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
sonajes tan repugnantes como los filisteos o los edomitas. Sin embargo, su placer debió de llegar al máximo cuando sólo anunció calamidades divinas sobre esas ciones sino también sobre Judá, la gran rival de Israel:
Amós
no
na-
de Judá, y por el cuarto no derogaré su castigo, porque tuvieron en poco la ley de YHVH y no cumplieron sus mandamientos y se extraviasus paron a catisa de las mentiras tras las que caminaron dres. Por lo tanto, quemaré Judá y arderán en llamas los paAsí ha dicho YHVH: por tres
pecados
lacios de Jerusalén (2, 4-5).
embargo, si los oyentes de Amós estaban entusiasmados con aquellas diatribas, pronto debieron de percaSin
de que el desconocido profeta era todo menos un personaje entregado a la adulación cortesana. Como parte final de su mensaje, quedaba el juicio más adverso, el tarse
anuncio más terrible y las acusaciones más descarnadas, todo ello dirigido a sus oyentes, los satisfechos ciudadanos de Israel:
de Israel, y por el dinero cuarto, no derogaré su castigo, porque vendieron por al justo y por un par de sandalias al menesteroso. Aplastan tercontra el polvo de la tierra las cabezas de los indefensos el hijo y el padre tienen rela senda de los pobres, Así ha dicho YHVH: por tres
pecados
y
y
giversan
muchacha, profanando mi laciones sexuales con de santo nombre. Sobre las ropas entregadas como prenda en la casa de un pago se acuestan al lado de cualquier altar y Yo os su Dios beben el vino de los que han sido multados... hice subir de la tierra de Egipto, y os guié por el desierto cuarenta años, para que entraseis en posesión de la tierra del amorreo (...) ¿Acaso no fue así, hijos de Israel, dice YHVH? la misma
(...)
Mas vosotros disteis de beber vino
nasteis
a
los
profetas:
no
a
los nazireos y orde-
profeticéis (2, 6-8, 10-12).
El breve mensaje de Amós debió de hacerse sentir en las mentes de los que lo escuchaban como un verdadero trallazo. El novel profeta no cuestionaba que la situación 62
AMÓS
de Israel fuera privilegiada en la medida en que disfrutaba de un conocimiento y una experiencia del único Dios superiores a las de otras naciones. Sin embargo, esas circunstancias no convertían a Israel en un pueblo con patente de corso para cometer tropelías so capa de religión. En
realidad, lo
que hacía
era
descargar
una
responsabilidad
mayor sobre él. Resultaba escandaloso que naciones
como
Filistea perpetraran saqueos o invasiones, pero era aún más vergonzoso que Israel permitiera en su seno la injusticia social y además estuviera satisfecha reli-
Edom, Moab
o
giosamente. extraordinaria sencillez, el discurso de Amós revela una profundidad extraordinaria. Hay unos principios morales que rigen por igual a todos los seres humanos y aquellos que mejor los conocen no deberían caer jamás en el orgullo y en la autosuficiencia, sino examinar hasta qué punto es escandaloso que en su seno se produzcan conductas que se consideran reprobables. Que un pueblo de bárbaros se entregue a asolar y destruir es grave, pero más lo es que una nación que, supuestamente, se insDentro de
pira
su
principios morales más elevados plotación del débil, la perversión sexual o en
consienta la una
ex-
religiosidad
que es sólo formal y carente de fibra ética. En buena medida, los mensajes ulteriores de Amós
abundan
líneas maestras y, justamente por ello, van recayendo sobre los sectores más diversos de la sociedad. Por ejemplo, son atacadas aquellas mujeres cuyo consumismo tiene como consecuencia directa la opresión: en
estas
Escuchad este mensaje, vacas de Basán, que os encontráis en el monte de Samaria y oprimís a los pobres y machacáis a los necesitados, que decís a vuestros hombres: traed y vamos a beber. YHVH el Señor ha jurado por su santidad que llegan días en que os arrastrarán con ganchos y a vuestros descendientes con anzuelos y saldréis una tras otra por las brechas y seréis arrojadas de palacio, dice YHVH
(4, 1-3).
63
LOS TEXTOS
Y, de peran
a
QUE CAMBIARON
manera
costa
similar,
LA HISTORIA
son
advertidos
aquellos
que pros-
de los demás:
ajenjo y arrojáis por tierra la justicia, buscad al que hizo las Pléyades y Orión (...) ya edique humilláis al pobre y os quedáis con su carga de trigo, ficasteis casas de piedra labrada pero no vais a vivir en ellas, Los que
transformáis
el juicio
en
hermosas viñas pero no vais a beber su vino enorporque conozco vuestras muchas rebeliones y vuestros mes pecados. Sé que causáis dolor al justo y que recibís soborno y que en los tribunales hacéis que los pobres pierdan os
plantasteis
los pleitos y por eso el prudente en una época así se queda callado porque la época es mala. Buscad lo bueno y no lo malo, es cuando estará para que así podáis vivir, porque entonces con vosotros YHVH Elohim Tsebaot como decís ahora (5, 4,
7-8, 11-14).
Semejantes diatribas dirigidas contra una sociedad satisfecha (y además envenenada por el nacionalismoy la religilosidad combinados) no tardaron en provocar reaccio-
indica que el sacerdote Amasías, que rendía sus servicios en el importantísimo santuario de BetEl, intentó de inmediato que Amós fuera objeto de la renes.
El
texto nos
presión regia
o,
al
menos, se
callara
o
emigrara:
Entonces el sacerdote Amasías de Bet-El envió un menAmós se ha sublevaa Jeroboam, rey de Israel, diciendo:
saje
y
do contra ti en medio de la casa de Israel la tierra no puede tolerar todas sus palabras, porque Amós ha dicho: Jeroboam morirá a espada e Israel será deportado de esta tierra en cali-
dad de cautivo (7, 10-11). Pero, al parecer, Jeroboam decidió no hacer caso de lo el sacerdote Amasías bien porque sintiera un que le decía cierto respeto por Amós, bien porque no lo considerara un
de tanta relevancia como para dirigir su atención hacia él, bien porque no captara hasta qué punto su mensaje era corrosivo. Al suceder esto, Amasías decidió dirigirse directamente
personaje
64
AMÓS
a
Amós y lo hizo
como
lo que era, un profesional de la reliésta de tal manera a los intereses
gión que había ligado personales que no podía
creer
no
que
todos hicieran lo
mismo. La respuesta de Amós resulta al respecto ca en
la medida
Dios para
su
trario, olvida y pese
a
en
que contrapone
beneficio sus
quien
Y Amasías
personal
intereses
en
antológi-
aquel que se sirve de aquel que, por el conlo que considera justo
con
a
pro de
pese:
dijo
a
márchate, huye a la profetiza allí, y no profe-
Amós: visionario,
tierra de Judá y gánate allí el pan y tices más en Bet-El porque es un santuario del rey y capital del reino. Entonces respondió Amós a Amasías: no soy pro-
feta
hijo de profeta sino un guardador de bueyes que recoge higos silvestres. Pero YHVH me sacó de detrás del ganado y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel. Por lo tanto, escucha ahora la palabra de YHVH. Tú dices: no profetices ni
Israel ni hables
la
de Isaac. Por tanto así ha dicho YHVH: Tu mujer será una prostituta en la ciudad y tus hijos y tus hijas caerán a espada, y tu tierra será sorteada y tú morirás en tierra inmunda e Israel será deportado lejos de su tierra en calidad de cautivo (7, 12-17). contra
contra
casa
sólo no iba a dejar de gritar lo que veía sino que siguió clamando contra aquella sociedad hipócrita, materialista y cubierta de un barniz de religiosidad autoAmós
no
justificadora: Escuchad esto los que explotáis a los necesitados y arruináis a los menesterosos de la tierra, diciendo: ¿Cuándo pasará el mes y podremos vender el trigo; y la sema ay abriremos los graneros del pan y reduciremos la medida y subiremos el precio y falsearemos el peso, para comprar a los necesitados por dinero y a los menesterosos por un par de zapatos, y venderemos el trigo que no vale nada? YHVH juró por la gloria de Jacob: Nunca me olvidaré de todas sus obras. ¿Acaso no se estremecerá la tierra por esto? ¿No romperán a llorar todos los que viven en ella? (...) Cambiaré vuestros festejos en llanto y todas vuestras canciones en 65
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
endechas y haré que todo se rape (8, 4-8,10). Sin
LA HISTORIA
se
vista de luto y que toda cabeza
contemplar en
sería erróneo
embargo,
Amós sólo al
de calamidades. Precisamente los últimos versículos de su libro contienen un mensaje de esperanza centrado en la posibilidad que Dios da al hombre de camlos biar. Una sociedad que está dispuesta a volverse hacia éticos de Dios puede sobrevivir, la que los olvida
pronosticador
principios
está condenada Los
a
desaparecer:
ojos de YHVH el Señor
están contra el reino
pecador
de la tierra, pero no destruiré del todo la de arrasaré lo faz y tola casa de Jacob, dice YHVH (...) Caerán a filo de espada acercará ni dos los pecadores de mi pueblo que dicen: no se día levantaré el tabernáciuilo nos alcanzará el mal. En aquel levantaré sus ruinas y lo construide David (...)
derribado tó
como
y
antaño
La influencia
(...) (9, 8, 10-11).
posterior
terrible cumplimiento. económica, La supuestamente inconmovible prosperidad de manera violenpolítica y religiosa de Israel desapareció eran en absoluto sólidas y, ta. Las bases de la sociedad no sus habitantes fueal final, como Amós había anunciado, el año 721 a. de C. por los asiron deportados en masa en el reino norteño para no volver a exisLas
palabras
rios. Así
tir
de Amós tuvieron
desapareció
nunca
más. Del
minúsculo reino al
un
antiguo Israel sólo quedaba
sur,
conocido
como
ya
un
Judá.
profecías de Amós no tuvieron importancia histórica sólo porque implicaron un diagnóstico plefuturo de la natórico de lucidez y un pronóstico exacto del a dejarse ción. En realidad, su mayor relevancia comenzó No es sentir después de la aniquilación del reino de Israel. de posible entender a los profetas posteriores, la predicación Sin
embargo,
las
incluso las sucesivas declaraciones de Derechos Humanos desde el siglo xv hasta
Jesús y de los
66
primeros cristianos
e
AMÓS
época sin tener presente al humilde pastor de Tecoa. En sus breves páginas late no sólo el grito frente a la injusticia, la hipocresía religiosa, la inmoralidad o el materialismo egoísta. Sobre todo, se yergue la grandiosa concepción de que existe una ética universal que es aplicable a todos los seres humanos, ética que obliga sobre todo a aquellos que mejor la conocen, a los que más conscientes son de su realidad. Detrás de esa concepción, se encuentra la creencia en una visión finalista de la Historia. Ésta no es una sucesión de absurdos o el sueño de un loco en una noche de borrachera, como señala uno de los personajes más siniestros de Shakespeare, sino que tiene un sentido que brota de su carácter trascendente. Gracias a Dios (¡nunca mejor dicho!) los seres humanos ni pueden ni deben comportarse como fieras y si no respetan esa regla elemental, cosecharán su propia desnuestra
trucción
entresijos Sin
sociedad porque Dios actúa más oscuros de la Historia.
como
embargo,
en
medio de los
afirmaciones de este tipo no yace una visión pesimista de la Historia ni del ser humano. Por el contrario, lo que suena es un clamor de esperanza para todo el género humano que se resume en una de las frases clave del libro de Amós: «Buscad al Señor viviréis» (5, 6). y en
Bibliografía Los estudios sobre el
profeta Amós hay algunas obras
tes, pero aun así te, abordan su estudio
no son
que,
en
muy abundan-
todo
o en
par-
seriedad e interés. El rabino Abraham J. Heschel le dedicó parte del primer volumen de su estudio sobre los profetas (Los profetas: el hombre y su vocación, Buenos Aires, 5.* ed.) y lo mismo sucede con la obra de José Luis Sicre, Los dioses olvidados: poder y riqueza en los profetas preexílicos, Madrid, 1979, centrada sobre todo en aspectos sociales. más interesantes con
Monográficas y Motyer, El día del león: el mensaje de
las obras de J. A. justicia del profeta Amós, Buenos Aires, 1980; de H. Walter Wolff, La hora de Amós, Salamanca, 1984, y de K. M. Yates, Estudios sobre el libro de Amós, El Paso, 1968. son
67
LAS LUN-YU
Confucio El etnocentrismo
de los peores males a los que puede verse sometido el estudioso de la historia de la Humanidad. Por culpa de esta curiosa, pero no pocas veces
constituye
inadvertida dolencia,
uno
tiende a limitar el enfoque sobre los acontecimientos y los personajes de relevancia en la historia a aquellos que han ocupado un lugar cercano a se
cultural o geográfico. De esta manera, la historia queda limitada a Europa y apéndices culturales, como Estados Unidos y, en menor medida, a las antiguas colonias europeas en América. Sólo de pasada, aparecen referencias al islam o a otras culturas no euronuestro
peas
propio
o no
entorno
asimiladas por Europa (como ha sucedido
con
el
judaísmoy el cristianismo), va de su importancia propia momento
su
trayectoria
No pocas
se
pero tal circunstancia no derisino del hecho de que en algún cruzó con la nuestra.
el mal del etnocentrismo aparece acompañado por el cronocentrismo. No sólo se expulsa de nuestro examen del devenir humano a aquel que no
está
veces
nosotros, sino que incluso distorsionamos la historia de las diferentes culturas occidentales de tal manera que personajes secundarios, pero cercanos en el cercano a
tiempo, adquieren
una
relevancia que de por sí
mientras que otros, de inmensa importancia, legados al olvido. Como forma, generalmente
no
tienen,
quedan
re-
interesada,
de sustituir la historia por caricaturas falaces (y no pocas veces patéticas), el etnocentrismo es un instrumento pri-
vilegiado.
Pero
de conocer realmente el desarrollo de las distintas culturas y la forma en que han ido como manera
69
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
enriqueciendo tica plaga. Uno de los
a
la
LA HISTORIA
especie humana constituye
personajes
una
autén-
padecido de manera de ese comportamiento es
que han
más directa las consecuencias
el chino Confucio. Este nombre no es sino la versión hispanizada del chino Kongfuzi (c. 551-479 a. de C.), una de las figuras que más ha influido no sólo en la historia china sino también en la universal. Según la tradición, Confucio pertenecía al noble clan de los Kong, cuyo nombre el Estado de Lu, que actualmente se corresponde con la provincia de Shandong, quedó huérfano de padre cuando contaba apenas tres años. Esta circunstancia implicó una pérdida de es-
incorporó al
suyo
propio. Nacido
en
social para la familia pero, con todo, sus miembros preocuparon de proporcionarle una buena educación.
tatus se
Inicialmente,
ésta
no
se
tradujo
en una
posición
econó-
siquiera a la que había tenido su padre. Además, Confucio contrajo matrimonio a una edad temprana (19 años) y pronto tuvo que atender no sólo a mica que
se acercara
las necesidades de su esposa sino también a las de sus hijos. Los relatos hablan de que, pese a sus conocimientos, no tuvo más remedio que buscar acomodo como criado
del distrito. Cuando Confucio rondaba los veinticinco años, se produjo el fallecimiento de su madre. Poco después, comenzó
del
jefe
una carrera como
maestro itinerante. Esta nueva ocupa-
necesidad continua de viajar pero pronde to, en torno a él, se fueron formando pequeños grupos discípulos. Confucio, como tendremos ocasión de ver, era ción
significó
una
hombre de ideas conservadoras, pero en una época en la que parecía que el orden secular se vendría abajo, esa orientación le ayudó a granjearse el respeto de buen núun
de personas. En buena medida, las enseñanzas de Confucio, que insistían en el peligro que entrañaba la falta de modelos étila gente a cos, resultaban atractivas porque convocaban mero
a
decisiones personales de carácter práctico y encaminadas a acabar con la corrupción y la zozobra existentes. Por otro lado, no cuestionaban el sistema político tomar unas
70
LAS LUN-YU
legitimaban—, pero abogaban por un comportamiento digno de los gobernantes. Algunas leyendas señalan que cuando contaba cincuenta años, Confucio fue nombrado magistrado de Zhongdu, y que, al año siguiente, pasó a desempeñar con notable éxito existente —más bien lo
la función de ministro de justicia del Estado de Lu. Según estas fuentes, el gobernante de un estado vecino, envidioso del éxito de su gestión, había comenzado a conspirar contra él y no cejó hasta lograr que lo destituyeran. La verdad histórica pudo ser más modesta. Posiblemente, Confucio no pasó de ser un simple funcionario que decidió abandonar sus
tareas y
período
de
viajar
para
impartir
sus
enseñanzas. Este
vida duró poco más de una década y en torno al año 484 a. de C., Confucio regresó a Lu. Los últimos años de su vida los dedicó a poner por escrito sus enseñansu
buena parte, consistieron en comentarios de los autores clásicos. Así le llegó la muerte en Lu y fue sepultado en una tumba situada en Qufu, Shandong. zas
El
que,
en
legado literario
de Confucio
Aunque la actividad pedagógica de Confucio fue de considerable importancia, lo cierto es que lo que dejó consignado por escrito
mo
y
a
su
va
referido más
enseñanza.
(Anales de primavera tema
fundamental
722 al 481 se
es
a
otros asuntos que a sí mis-
Así, por ejemplo, los Chun Ch'iu
otoño) constituyen
relato cuyo la historia del Estado de Lu desde el
y
un
de C. De hecho, si conocemos sus enseñanzas debe sobre todo al trabajo de transmisión de sus discí-
pulos.
a.
Estos escritos
pueden dividirse
en
dos grupos: los
Cinco Clásicos y los Cuatro Libros. Los Wu Ching (Cinco Clásicos) son, de hecho, anteriores a Confucio. Incluyen las obras conocidas como / Ching
(Libro de las Mutaciones), Shu Ching (Libro de la Historia), Shih Ching (Libro de la Poesía), Li Chi (Libro de los ritos) y Chun Ch'iu (Anales de primavera y otoño). El I Ching es un manual de adivinación probablemente anterior al siglo xi a. de C., aunque tanto Confucio como sus discípulos pare71
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
redacción definitiva. El Su Ching constituye una recopilación de documentos históricos antiguos. El Shih Ching es una antología de poemas antiguos. El Li Chi es un texto que se ocupa de la descripción de los diversos rituales. El Chun Ch'iu, como ya indica-
cen
haber intervenido
en su
obra que, muy final del propio Confucio.
mos, es una
posiblemente,
recibió
su
forma
importancia, precisamente porque la influencia de Confucio es más acusada, son los Shih Shu (Cuatro Libros). En términos generales, se trata de recopiDe
mayor
laciones de las enseñanzas de Confucio y Mencio. Son el Ta Hsiieh (El gran saber), el Chung Yung (La doctrina del método), ambos referidos a Confucio, y el Mencio, relacionado con el filósofo del mismo nombre. Con todo, la obra más importante, la que ha tenido una influencia mayor y la que recoge más fielmente la visión las Lu111-Yu1 (Analectas).
propia de Confucio
son
Las Lun-Yu
generales, puede afirmarse que Confucio no un personaje preocupado por la especulación metafísisino por hallar soluciones prácticas a los problemas
En términos
fue ca,
los que se enfrentaba la sociedad de su tiempo. Por un lado y casi como punto de partida, el filósofo chino creía libre: que el ser humano era bueno por naturaleza con
y
El Maestro dijo: El hombre es bueno por naturaleza. En el caso de que en el curso de su vida el hombre se aparte de esta bondad natural, será víctima de la infelicidad (6, 17).
El Maestro dijo: Nadie puede negar la existencia de la libertad en el hombre (...) Siempre soy libre de hacer lo que desee
(9, 18).
la bondad natural del ser humano, Confucio debía enfrentarse con un panorama social y político que no parecía corroborar su tesis. Sin
72
embargo,
pese
a su
creencia
en
LAS LUN-YU
Como forma de enfrentarse
terrible divorcio, Confucio proponía varias medidas. La primera de ellas cra mantener lo antiguo precisamente porque había demostrado a lo largo de siglos que era válido para la convicon
éxito
a ese
vencia:
Confucio dijo: Comento y clarifico las obras de la Antigtiedad pero no elaboro otras nuevas. Soy fiel a la Antigiiedad y la amo (...) El Maestro ha dicho: No soy más inteligente que los demás. Unicamente soy un hombre que siempre ha sentido un gran amor por lo antiguo y que ha consagrado toda su existencia a estudiar las normas elaboradas por nuestros ante-
pasados (7,
1 y
19).
Ese respeto por lo antiguo se traducía en una realización rigurosa de los ritos no sólo civiles sino también reli-
giosos
que los chinos venían llevando
a
cabo desde hacía
siglos: El Maestro ha dicho: El hombre noble tiene que entregarse al estudio de los ritos y a aumentar todos sus conocimientos. Tiene que someterse a los usos y costumbres ya estipulados. Sólo de esa manera podría mantenerse en la senda correcta
(6, 25).
Ese
so
cumplimiento del ritual debe llevarse aunque se desconozca su significado:
a
cabo inclu-
Preguntaron cuál era el significado del gran sacrificio real y Confucio contestó: No lo sé. Quien supiera el sentido de este sacrificio, sabría todo lo que hay bajo el cielo. Conocer todo le sería tan fácil como el colocar un dedo sobre la palma de la
mano
(3, 11).
Este respeto y sumisión a las antiguas tradiciones, especial referencia a ritos y sacrificios ya prescritos,
además en Confucio una especial relevancia relaciona con el culto a los antepasados:
cuentra
do
se
con en-
cuan-
73
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
Tenemos que
LA HISTORIA
ofrecer sacrificios
a
los
antepasados
como
presentes. Tenemos que adorar a los espíritus y a los genios ocultos como si se encontraran presentes. Confucio dijo: llevo a cabo todas las ceremonias de sacrificio
si
se
con
encontraran
espíritu de sacrificio (3, 12).
especial importancia en la medida en que ese culto a los antepasados no es sino la continuación religiosa y escatológica de la veneración por los familiares mayores, otro de los grandes pilares sociales propuestos por Confucio. De hecho, casi puede deSemejante circunstancia tiene
cirse que éste
es uno
una
de los temas abordados
las Lun-Yu y que también influencia en la historia posterior: fusión
en
va a
con
más pro-
tener una mayor
El Maestro ha dicho: Cuando os encontréis con vuestros padres, no les deis consejos si veis que no tienen intención de seguirlos; mostrad respeto hacia ellos y obedecedlos en cualtquier ocasión. Incluso si discrepáis de la manera en que ac-
túan,
no
habléis mal de ella.
Mientras no os
de
os
queda
vuestros
padres
vivan
más remedio que
no os
separéis de ellos.
Si
hacerlo, hacedles saber adón-
asentareis.
El Maestro ha dicho: Cuando fallezcan vuestros padres, tratad de imitar su conducta en todo a lo largo de tres años. De esa manera cumpliréis con el importantísimo deber de la
piedad filial (4, 18, 19, 20). Esta
concepción de respeto hacia el pasado
y de consi-
deración de la piedad filial como una de las virtudes fundamentales no sólo para el individuo sino para toda la sociedad, tiene también su equivalente en el gobernante. Para Confucio, conceptos tan queridos actualmente en Occidente (pero, en buena medida, tan recientes) como la
participación popular, la soberanía nacional
o
el control
de los gobernantes tienen tan poco sentido que ni los contemplamos esbozados en sus obras.
siquiera
realidad, lo primero que se pide de un gobernante es eficacia, una capacidad que ha de asentarse en la sabiduría En
74
LAS LUN-YU
las dotes naturales. Sin embargo, esa eficacia no tendría valor si la relación entre un gobernante y sus gobernados no se asemejara a la vez a la de un padre con sus hijos. Mientras que de estos últimos exige respeto, obediencia y sumisión, del primero requiere una buena conducta que inspire como ejemplo y benevolencia. Así apare-
adquirida
ce
y
en
expresado
un
en
pasaje del capítulo
Confucio dijo: Yung
6 de las Lun-Yu:
capacidad para ejercer las funcara al mediodía, es decir, las fun-
tiene
ciones del que se sienta de ciones de gobierno del reino.
Yung preguntó
si
capaz de desempeñar El Maestro le dijo: Cuenta con la su-
Tsang-pe-tsé sería
las mismas
funciones. ficiente inteligencia y agudeza como para desempeñarlas. Yung comentó: para desempeñar las funciones de gobierno también es preciso que además de capacidad se sepa actuar con dignidad en todo momento, para de esta manera granjearse el respeto de los gobernados. También resulta indispensable ser benévolo y generoso, sin incidir en los extremos de la prodigalidad a que puede llevar un temperamento desprendido. El Maestro asintió y dijo: las palabras de Yung son acertadas. La insistencia
la bondad y en la virtud de los gobernantes resulta esencial para Confucio, porque, aunque reconoce el poder para regir que se deriva del uso de la fueren
el hecho de que su valor a la hora de gobernar y su efecto sobre los gobernados siempre será inferior al de la acción del buen gobernante: za, insiste
en
Confucio ha dicho: Cuando acuerdo
las
se
gobierna
a un
pueblo de
leyes
de la buena administración y se le mantiene en paz por miedo a los castigos, los gobernados intentarán que no se descubran sus malas acciones, pero no sentirán vergiienza por ellas. Si se gobierna a un pueblo según los principios de la virtud y se le mantiene en paz con las únicas leyes de la convivencia social —que es la ley del Cielo— los gobernados se avergonzarán de sus malas acciones y así progresarán por el camino de la virtud (2, 3). con
75
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —
Confucio despotismo paternalista. Más bien habría que afirmar
Se ha definido como
ocasiones esta visión de
en
que el autor chino confía en la existencia de una elite de sabios virtuosos que una a la capacidad las características pro-
pias de
un
buen
padre.
Buena parte del
las Leur1-Yu está dedicado
en
hombre superior el engranaje de la
con
diligencia y perse-
describir a que constituye una pieza fundamental sociedad en la que piensa Confucio: a
Confucio ha dicho: El hombre
ese
descubrir el bien y la verdad, disfrutará de 1na profunda felicidad. Si es consultado (...) se sentirá inmensamente satisfecho. Si es pasado por alto o minusvalorado por los demás hombres no se irritará ni se entristecerá por ello, va que su virtud es grande. (...) El hombre superior, el noble, encamina todas sus capacidades mentales al descubrimiento de los principios fundamentales (...) el principio fundamental de la humanidad o benevolencia 1niversal hacia todos los hombres constituye la base de la piedad filial y del respeto fraterno a que antes verancia entrega
nos
hemos
su
vida
que
capítulo primero de
a
referido (1, 1, 3).
Precisamente por su propio carácter, el hombre superior no debe buscar el aprecio del pueblo sino cumplir con
deber. Su misión no es obtener ni popularidad ni respeto sino realizar de forma adecuada la tarea que se le ha encomendado. Al respecto, los comentarios de Confucio son su
bien reveladores: El Maestro dijo: Cabe la posibilidad de que el pueblo siga al hombre bueno, pero no se le puede forzar a que lo entienda (8, 9).
Finalmente, lo importante
no es
la
apariencia
sino la
realización correcta del trabajo y no sólo basta con hacer el bien sino que además hay que ser competente:
dijo: la hierba crece mientras no da flores. Si no puede producir frutos en sazón. Ése es el gran
El Maestro
da
flores,
secreto
76
ya
del sabio (9, 21).
LAS LUN-YU
(...) En el Libro de las Canciones se lee: Si amamos a nuestros semejantes y somos humildes, lomáxima y obtendremos la virtud. Tse-lu siempre tenía presente esta máxima y la menctonaba frecuentemente. El Maestro le dijo: No basta con hacer
graremos la
perfección
el bien. También verdad (9, 26).
es
preciso entregarse al estudio
y buscar la
combinación de benevolencia y sabiduría, de eficacia y conocimiento, de respeto por el pasado y por los padres y de entrega a las tareas encomendadas, de atención a los que acuden y de tranquilidad cuando nadie se acerca, lo que caracteriza a los sabios. Su ideal, a diferencia del de Platón, no consiste en formar una elite que domine el Estado. Más bien es servir a unas estructuras ya existentes en la medida de sus virtudes basándose no en el rango social, sino en la capacidad y en la educación de que disponga. Si se le ofrece tal posibilidad, será en beneficio de todos. Si se sofoca, sólo será en perjuicio de la colectividad. Es
esa
La influencia de Confucio
Las enseñanzas de Confucio resultaban tan
sencillas,
tan
la vez, tan susceptibles de ser llevadas a cabo sin ocasionar convulsiones que no resulta extraño que tu-
prácticas
y,
a
influencia de manera casi inmediata. De hecho, la veneración por el sabio no tardó en convertirse en una religión que, por sus propias características de respeto a todo lo anterior y de búsqueda del bien común, se convirtió en la oficial de China. Tras la muerte de Confucio, surgieron dos escuelas importantes de pensamiento representadas por Mencio y por Hsiin-tzu. Mientras que el primero insistía en la tesis de la bondad propia del ser humano y en la necesidad de preservarla a través de la educación, Hsin-tzu negaba ese principio pero abogaba por la concepción de que la naturaleza humana puede salir de su estado de iniquidad presente también mediante un esfuerzo educativo. Durante el si-
vieran
una enorme
77
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
glo 1 a. de C., el confucionismo experimentó un breve eclipse para volver a surgir con extraordinaria pujanza dula dinastía Han (206 a. de C.-220 d. de C.) debido sobre todo a la influencia de Tung-Chung shu. En esa época, las obras de Confucio no sólo fueron objeto de edición y esrante
tudio, sino que
el fundamento para la educación de los sabios que debían gobernar el imperio. En buena medida, el sistema de oposiciones para funciose
implantado
convirtieron
en
fue sino la traducción a la práctica de las tesis de Confucio. Del funcionario se esperaba que fuera respetuoso con el sistema y fiel cumplidor de ritos y ceremonias, que combinara la eficacia con la educación y la benevolencia, que sirviera de modelo para los gobernados y que aceptara sin lamentos su destitución. Es lícito preguntarse hasta qué punto y en cuántas ocasiones semejante modelo llegó a concretarse, pero lo que no se puede discutir es que el modelo de Confucio dejó su impronta a lo largo de la historia china de aquellos siglos no sólo por la manera en que configuró su burocracia, sino también por la imagen ideal que fue creando del príncipe perfecto. Éste debía someterse a los dictados de la vida ejemplar señalados por Confucio y, en caso contrario, tendría que sufrir junto con su pueblo las catástrofes que el Cielo desencadenaría en forma de desastres naturales o de narios
en ese
período
no
guerras.
El final de la dinastía Han
implicó
un
retroceso
de la
importancia del confucionismo en favor de otras religiones, como el taoísmo y el budismo, que parecían adaptarse mejor a situaciones de crisis y turbulencias políticas. Quizá precisamente por ello, cuando llegó al poder la dinastía Tang (618-906), que devolvería a China la tranquilidad de tiempos pasados, regresó asimismo la preponderancia del confucionismo. Los tiempos estaban marcados por el deseo de
trucción del
prosperidad
y buen
gobierno,
de
recons-
y de asentamiento de nuevas bases para el mismo. Una vez más, la enseñanza de Confucio parecía el camino mejor para construir un presente que se
Imperio
deseaba superior al mejor de los pasados. Ni siquiera la caída de los Tang significó el final de la 78
LAS LUN-YU
influencia confucionista. Durante la dinastía siguiente, la de los Sung (960-1279), los confucionistas aceptaron algunos aspectos del budismo y del taoísmo, y crearon una síntesis en la que seguía primando la enseñanza de Confucio la que se ha denominado convencionalmente neoconf1cionismo. Esta síntesis (aglutinada pronto en torno a las escuelas de Chu Hsi y de Wang Yang-ming) integró elementos de carácter metafísico y especulativo ausentes del pensamiento original de Confucio pero, a la vez, permitió el imque éste siguiera siendo la ideología que vertebraba y
a
perio. Semejante la dinastía
situación
no
cambió
Ch'ing (1644-1912).
con
el advenimiento de
Por el contrario,
se
produjo
intento de expurgar del confucionismo los aspectos taoístas y budistas. En qué grado el confucionismo pesaba un
el hecho de que, a finales del siglo XIx, con los europeos intentando descuartizar China en beneficio propio, los intentos de defensa a la invasión extranjera y de reforma del sistema imperial siguieron inspirándose en Confucio, como fue el caso de la sobre la historia china
puede
verse en
K'ang Yu-wei. En teoría, el confucionismo quebró como ideología con la proclamación de la República en China y el final del imperio, y tal corriente habría quedado confirmada con la corriente
representada
por
victoria del comunista Mao
en
1949.
dudoso que el maoísmo se viera totalmente libre de la mentalidad confucionista. A finales de los sesenta e inicios de los setenta se desarrollaron campañas específicas en su contra (lo que indica que seguía bien vivo), pero ni siquiera Mao pudo impedir que Confucio lo Sin
embargo,
es
de la educación representado por la denominada Revolución cultural; su complacencia con las confesiones públicas de los errores;
impregnara. Su insistencia
en
el
papel
la supuesta redención, reeducación y rehabilitación en campos de concentración y cárceles, o su canto al pasado (aunque fuera reciente) pueden ser calificadas de vestigios del confucionismo aunque pervertidos y tamizados por el
filtro del marxismo-leninismo. Muerto Mao y sumergida China en un programa de modernización en el que se pre79
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
tende que coexistan la burocracia comunista con el capitalismo occidental, hay que indicar que el análisis que pretendía que Mao había logrado vencer al confucionismo pa-
esencialmente erróneo. En buena medida, las opciones políticas y económicas detendidas por Deng Xiao-ping recuerdan los principios de Confucio. En el mejor estilo de las L1n-Yt, el nuevo gobierno chino insiste no en reformar democráticamente el sistema sino en conservarlo corregido por la acción de los sabios. Éstos deben combinar la eficacia con la benevolencia y el conocimiento con el ejemplo moral, especialmente necesario en una época que cada vez se ve más afectada por la corrupción. Incluso valores aparentemente tradicionales y retrógrados como el del culto a los antepasados o la piedad filial están comenzando a ser defendidos desde una óptica confucionista. No faltan, desde luego, razones para ello. Si el sistema de Seguridad Social es desmantelado (y hay poderosas razones para pensar que así será), la familia tendrá que recoger a los ancianos y preservarlos de las inclemencias anejas a la vejez y para hacerlo es difícil pensar en un soporte ideológico mejor que el del confucionismo. Es posible que Confucio no lo intuyera jamás, pero sus Lun-Yu iban a modelar de manera extraordinaria la historia de China a lo largo de milenios y con ello iban a cambiar la historia de la Humanidad. En la actualidad, la rece
conciencia de
esa
circunstancia
es
más
importante que
ha sido anunciado por algunos agudos observadores como el siglo de China. Sea o no así, lo cierto es que nadie puede comprender China sin captar siquiera en una mínima instancia el contenido y el espíritu de las nunca.
El
siglo
xx1
Lun-Yu de Confucio.
Bibliografía El conocimiento de China en España es muy escaso y también lo es la bibliografía dedicada a este país en general y a
Confucio en particular. Una biografía sencilla pero muy bien documentada en las propias fuentes chinas es la de 80
LAS LUN-YU —
R.
Wilhelm, Confucio, Madrid,
1986. Una introducción ele-
la historia china se encuentra en pero útil sobre Arthur Cotterell, Za civilización china clásica, Yong Yap y Barcelona, 1981. De especial interés son también las obras de E. Balazs, La burocracia celeste, Barcelona, 1974; H. Franke y R. Trauzettel, El imperio chino, Madrid, 1973; del pueblo chino, México, 1966; R. L. Goodrich, Historia Grousset, Historia de China, Barcelona, 1958; M. Loewe, La China imperial, Madrid, 1969; F. Martinelli, Historia de
mental
China, 2 vols., Barcelona, 1975 y A. Montenegro, Historia de la China antigua, Madrid, 1974, todas ellas con referencias más o menos amplias a Confucio. La mejor historia de la filosofía china con apartados específicos sobre Confucio, el confucionismo y el neoconfucionismo sigue siendo la de Fung Yu-lan, A History of Chinese Philosophy, 2 vols., Princeton, 1983.
81
EL EVANGELIO DE MATEO
Antes del
Evangelio
En la Pascua to, el
judía del
procurador de
un
de Judea, tuvo que conocer la llamado Jesús de Nazaret. La casta sa-
romano
judío cerdotal judía, que causa
año 30 de nuestra era, Poncio Pila-
temía alborotos que
pudieran
provocar
reacción desmesurada del ocupante romano, se lo había entregado alegando que pretendía ser el Mesías, un rey que, obviamente, competiría con César. Los diversos inforuna
mantes, e incluso él mismo, habían señalado que, efectivamente, el reo se presentaba como el Mesías, el ungido de YHVH al que Israel llevaba esperando siglos. No obstante, su concepto del mesianismo distaba mucho de ser político y más bien estaba conectado con visiones como la del Sier-
de YHVH del que había hablado Isaías, es decir, un personaje que debía morir no sólo por Israel sino también por los gentiles.
vo
Sin
embargo, semejante circunstancia para tranquilizar a nadie. Dado que
resultó suficiente había abundantes testimonios de curaciones hechas por él, la posibilidad de que se convirtiera en fuente de futuros desórdenes no era nada despreciable. Además, en los meses anteriores, Jesús se había enfrentado públicamente con fariseos, sano
duceos y herodianos (Mateo 20-23), e incluso se había permitido no acceder a las peticiones populares que deseaban convertirlo en rey (Juan 6,15). No resultaba por lo tanto ex-
traño que cuando
produjo su detención nadie intercediera por él e incluso sus discípulos más cercanos huyeran. Pilato debió de llegar pronto a la conclusión de que no debía de ser un personaje peligroso (Jesús había afirmado se
83
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
mundo y que por eso sus seguidores no combatían), pero el romano tampoco deseaba desagradar a unos acusadores que, como todos sabían, eran hombres de influencia. Primero, ordenó aplicar a Jesús una pena grave, la de flagelación, que, pese a poder lisiar-
que
su
reino
no era
de
ese
salvo su vida. Sin embargo, aquello no complació a los acusadores del detenido, que insistieron en que Pilato no estaba cumpliendo con su deber. Al final, éste decidió no correr riesgos por salvar a un personaje de aquellas características y ordenó que lo ejecutaran en el suplicio romano más terrible: la cruz. En apariencia, el problema había quedado solventado. Sin embargo, apenas unos días después sus discípulos, que antes se habían escondido atemorizados, salieron a la
lo,
no
obstante, dejaba
a
poco
luz afirmando que Jesús había resucitado. La cuestión resultaba especialmente delicada porque ya no se trataba de los mismos atemorizados sujetos de tiempo atrás y porque además nadie podía dar con el cadáver de Jesús y demostrar así que semejante predicación era una falacia. Lo cier-
desaparecido, que era inencontrable y que sus seguidores habían experimentado una transformación espiritual inexplicable (Hechos 1-2). El movimiento no dejó de sufrir desde entonces un imparable crecimiento. No sólo eso: incluso personajes que se habían to era que
el cuerpo había
manifestado opuestos al mismo, como Saulo de Tarso (Hechos 8; I Corintios 15), pasaron a engrosar sus filas alegando que también habían contemplado a Jesús resucitado. Mientras tanto, las enseñanzas del ejecutado eran transmitidas siguiendo las reglas mnemotécnicas de las es-
cuelas rabínicas, de manera que no pudieran experimentar la más mínima alteración. En poco tiempo, sus predicaciosu vida y nes fueron entretejidas con los relatos acerca de dieron lugar a unos escritos a los que se denominó Evangelio, es decir, «buena noticia». El que llevaba el nombre de Mateo, uno de los doce apóstoles, fue uno de sus redactores.
84
EL EVANGELIO DE MATEO
Jesús y el
El
Evangelio
Evangelio
de Mateo
de Mateo,
un
escrito de
de páginas, contiene cuidada. Algunos autores, na
Zahn,
una
no
más de
una
treinte-
especialmente Lagrange, Plummer o
estructura
como
podía ser articulada en torno a la ordenación geográfica de sus episodios (nacimiento e infancreyeron que ésta
cia, preparación para el ministerio, ministerios en Galilea y cercanía de Galilea, Jerusalén, últimos días). Otros, por el contrario, han abogado por la existencia de una estructura concéntrica (C. H. Lohr, D. Gooding, etc.), biográfica-teoló-
gica (N. Sin
B.
Stonehouse,
J. D.
Kingsbury, etc.)
o
cronológica.
embargo,
fue B. W. Bacon (1918 y 1930) el que captó con más claridad el entramado de Mateo al indicar que éste había ordenado el material que compone su Evangelio según cinco discursos alternados con material narrativo. Mateo era un autor judío, como los de todos los Evan-
gelios
canónicos salvo Lucas, y tenía un especial interés en mostrar cómo Jesús había traído una enseñanza que, dado que era el Mesías y el Hijo de Dios, superaba en todos los
sentidos
la de Moisés. Por lo tanto, de la misma manera que Moisés había escrito los cinco libros de la Torah, Mateo dispuso el material de enseñanza de Jesús en torno a cinco bloques. Este orden sería el siguiente: 1. Discipulado a
(3, 1-7, 29), 2. Apostolado (8, 1-11, 1), 3. Revelación oculta (11, 2-13, 53), 4. Orden eclesial (13, 54-19, 1 a), 5. Juicio (19, 1b-26, 2) y Epílogo (26, 3-28, 20).
Aunque suele
ser
común hacer referencia
a
las supues-
contradicciones entre los Evangelios, lo cierto es que estos relatos presentan un grado de coincidencia tan poco habitual en las fuentes antiguas que se ha llegado a pensar que fueron redactados a partir de fuentes comunes, un extremo, dicho sea de paso, que dista mucho de estar demostrado. En realidad, como en su día mostraron Riesenfeld y Gerhardsson, los Evangelios se parecen mucho porque la redacción de los mismos se realizó de acuerdo con unas reglas, ya utilizadas por los rabinos de la época, que garantizaban la transmisión exacta de los contenidos. Partiendo tas
85
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
resulta extraño que el mensaje de Mateo presente notables coincidencias con el esquema de los otros Evangelios en cuanto a sus temas principales: Jesús, el Reino, la salvación y los discípulos. En Mateo, Jesús recibe títulos como el de maestro, que de
base,
esa
no
(c. 5-7; 13, 18) y que el mismo Jesús se apropia (10, 24-5; 23, 8; 26, 18) y otros le atribuyen (8, 19; 9, 11; 12, 38; 17, 24; 19, 16; 22, 16, 24, 36), o el de predicador (4, 17, 23; 9, 35; etc.). Con todo, esas denomise encarna en su
enseñanza
palidecen
dos afirmaciones esenciales que Jesús hace de sí mismo en el Evangelio. La primera es la de que es el Mesías. Este Mesías tiene como primera característica la de cumplir todo lo profetizado en la Ley y en los naciones
ante
profetas (3, 15; 5, 17-48; 12, 17-21; 13, 35; 21, 5; 16, 42; 22, 44; 23, 39; 26, 31; 27, 9; 35, 46). Precisamente por ello,
no
o
guerrero político, sino que actúa como el Siervo de YHVH del que habló el profeta Isaías. Si sana a
dirigente
es un
los enfermos (Mateo 8, 14-17) es porque así lo anunció Isaías (53, 4) al decir que tomaría nuestras enfermedades y llevaría nuestras dolencias. Si se niega a emplear la violencia y
debe
perseguir la notoriedad
a a
que,
como
anunció Isaías
No contenderá ni dará
gritos.
y el
poder (12, 15-21),
se
(42, 1-4): Ni nadie escuchará
en
las
calles su voz. La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no extinguirá, hasta que logre que el juicio venza y en su nombre esperarán las naciones.
la
el Siervo sufriente de YHVH mIque provoca que Jesús sepa desde el principio que su sión terminará en muerte. Al respecto su testimonio no Es
esa
conciencia de
puede resultar
ser
más obvio:
(...) el Hijo del Hombre para servir y para dar
su
no
vida
en
servido, sino rescate por muchos (Mateo
vino para
ser
20, 28).
embargo, la visión mesiánica de Jesús específico porque está concebido como
Sin
muy 86
no
el
sólo
es
cumpli-
EL EVANGELIO DE MATEO
miento de las
profecías
del Siervo de YHVH sino también porque Jesús afirmó claramente que Dios era su Padre. De hecho, a la vez que Mesías, Hijo de Dios es el título más importante en el Evangelio (3, 17; 4, 3-6; 11, 27; 14, 33; 16,
16; 17, 5; etc.). Sin embargo, lo relevante no es tanto el uso de esta expresión (las referencias a una persona denominándola hijo de Dios no son abundantes pero ya existen en el Antiguo Testamento), sino el contenido que Jesús da a ese término. Él es hijo pero no en el sentido de ser una criatura, de pertenecer a Israel, de creer en Dios o de cualquier otra característica notable que pudiera compartir con otro ser. Jesús afirma que es el Hijo de Dios en un sentido carente de paralelo con nada que pueda existir: Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre, nay die conoce al Hijo sino el Padre ni nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel al que el Hijo desee revelárselo (11, 27).
Jesús, el Mesías e Hijo de Dios, no es un personaje proyectado hacia el futuro ni tampoco anclado en el pasado
(aunque
ciertamente
participa de la tensión correspondiente a esos dos tiempos). En realidad, su actividad es central en el presente porque ha inaugurado el Reino de Dios y éste,
también señalan los otros evangelios, es una realidad presente. Porque es presente puede, y debe, ser buscado ahora por encima de cualquier otra cosa (6, 33); porque ya «ha llegado» cabe la posibilidad de arrojar a los demonios que se han apropiado de algunas personas como
(12, 28); porque
puede ser objeto de ataques del Diablo semejantes a aquel enemigo que sembró cizaña en un campo de trigo (13, 24-30 y 36-43). Sin
es
embargo,
presente
realidad del Reino que ya ha comenzado a manifestarse con la predicación de Jesús también contará con una consumación futura. Entonces, aquellos que hayan servido a Dios serán recompensados sin distinción de raza (8, 12) y los malvados recibirán su castigo junto al Diablo y sus ángeles (25, 1-13). esa
87
LOS TENTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
La enseñanza de Jesús y el
Evangelio de
Mateo
La afirmación de Jesús de que era el Mesías, de que estaba comenzando el Reino y, sobre todo, de que disfrutaba de
conocimiento íntimo de Dios que nadie más
un
podía teplenitud
y de que además sólo Él podía revelar en cómo era el Padre le confiere una grandeza que carece de ner
parangón
Evangelio de de
pero, sobre todo, coloca al lector en una tesitura decisiva. Ésta no
tener que
pleno.
es
otra que
la
la llamada de Jesús o rechazarla vía resulta absolutamente imposible:
responder
Una tercera
(u oyente) del
a
el anuncio central del Evangelio. Porque el Reino ha sido inaugurado y el Mesías está presente anunciándolo, queda iniciada una era de salvaése
es
ción ante la que ningún ser humano puede permanecer indiferente. Es cierto que el Reino sufre la oposición (11, 12;
13, 24-30; 23, 13), pero, como ya hemos indicado, al final triunfará y ya ahora se abre incluso a los rechazados y marginados. De hecho, desde el principio la predicación de Jesús no puede ser más clara al respecto: Desde
entonces
empezó
Jestús
predicar diciendo:
a
vertíos porque el reino de los cielos
se
ha acercado (3, 17).
Lo sepa o no, el género humano es todos están enfermos. Por eso resulta
cuchen males:
a
Con-
especie donde imperioso que es-
una
Jesús, el único médico que
puede
sanar
sus
Al escuchar Jesús esto, les dijo: Los sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Marchaos, por lo tanto, y aprended lo que significa: Quiero misericordia y no sacrificio, pora justos sino a que no he venido a llamar al arrepentimiento
pecadores (Mateo 9, 12-13). hecho, sólo aquel que piense estar sano se autoexcluirá de sus remedios. Ése es el problema central de bueDe
na
88
parte de la gente invadida de
religiosidad.
Están tan
EL EVANGELIO DE MATEO
convencidos de su bondad que no pueden escuchar cuando Dios les habla. Precisamente por ello, Jesús les dice que «los publicanos y las prostitutas os precederán en el Reino de Dios» (21, 31) y les anuncia: El reino de Dios
produzca Pese
sus
a su
negaron
a
será
quitado y se entregará
a
gente que
frutos (21, 43). insistencia
arrendadores de se
os
en
servir
a
Dios,
son como
apoderaron de él
aquellos no
sólo
pagar la renta sino que incluso mataron al
hijo
un
campo que
se
y
del dueño (22, 1-14). También ellos se han colocado sobre el pueblo como si fuera su propiedad y para mantenerla están dispuestos a matar al mismo Hijo de Dios. Ésa es su desgracia, que cierran el Reino de Dios a los hombres y ni ellos entran ni
permiten
entrar
a
otros
Jesús declara terminada
abierto para todo
aquel
lidad,
su
su
pecado,
(23, 13).
esa
situación. El Reino está
que reconoce su necesidad, su debimiseria y desea acudir al Mesías para
que la remedie. El mismo Jesús realiza
después de señalar Venid
os
cuál
es su
llamado justo relación real con el Padre: ese
mí todos los que estáis agobiados y cargados, y yo haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprena
ded de mí, que soy
y humilde de corazón, y encontraréts reposo para vuestras almas, porque mi yugo es sencillo y mi carga, ligera (11, 28-30). manso
Dichoso será el que no se escandalice de Jesús (11, 6) porque, por ejemplo, le vea compartir su comida con indeseables y marginados, como lo fue Mateo, el autor del
Evangelio (9, 9-13). Ése habrá encontrado la fuente de salvación, algo tan importante como si se hubiera topado con un tesoro oculto en un campo (13, 44) o una perla de incalculable valor (13, 45-6). Para aquellos que ya han entrado en el Reino porque han decidido seguir a Jesús se abre desde esos momentos la perspectiva, la posibilidad y la obligación de vivir de acuerdo a unos nuevos valores y comportamientos que 89
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
aparecen recogidos con especial claridad en los capítulos 5-7 del Evangelio, en lo que se ha dado en llamar el Sermón de la Montaña. Estos valores y comportamientos son
superiores
la justicia de la gente
a
dad porque
con esa
justicia
no se
impregnada de religiosipuede entrar en el Reino
(5, 20). Incluyen renunciar a la cólera, al insulto y a la difamación (6, 21-26), mantener una pureza de intenciones sexuales tan acentuada que ni siquiera se vea empañada por los pensamientos lujuriosos (6, 27-30), ser tan veraz en la palabra que no sea necesario el juramento para aseverarla (5, 33-36) e incluso renunciar a la violencia y amara los enemigos siguiendo el ejemplo del propio Dios. A este
respecto Jesús
no
puede
ser
más
original
y,
la
a
vez,
más
diáfano:
dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Sin embargo, vo os digo: No resistáis al malvado. Por el contrario, si alguien te golpea en la mejilla derecha, vuélvele Habéis oído que
se
también la otra; y al que desee demandarte y quitarte la tuúntca, déjale también el manto; y si alguien te obliga a llevar su carga por
una
milla, acompáñale dos. Al
al que desea tomar de ti oído que se dijo: Amarás
tu
pida, dale; y
lo niegues. Habéis prójimo y odiarás a tu enemi-
prestado, a
que te
no se
enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian, y orad por los que os calummnian y persiguen, para que así seás hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace que llueva sobre justos e 1njustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Ysi saludáis a vuestros hermanos sólo, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen lo mismo los paganos? Sed, por lo tanto, pergo. Pero yo
fectos
como
os
digo:
vuestro
Amad
a
vuestros
Padre que está
en
los cielos
es
perfecto
(5, 38-48).
discípulos es completamente diferente en su planteamiento, también se ve modificada la manera en que vivirán el ritual religioso. La limosna siempre será secreta para evitar el orgullo (6, 1Puesto que la ética que
90
van
a
vivir
sus
EL EVANGELIO DE MATEO
4), la oración será privada y sin repeticiones de fórmulas (6, 5-15) y el ayuno no será objeto de alarde. Además, Jesús insiste en desvincular a sus seguidores de la ansiedad que provoca una vida centrada en valores materiales. Si algo debe caracterizar de manera fundamental a sus discípulos es la conciencia de que no se puede Dios y a las riquezas (6, 24). En clara contraposición, Jesús llama a sus seguidores a descansar en Dios y a emprender vidas cuya finalidad sea encamar los valores del Reino:
servir
a
Por lo tanto, pensar
en
os
vuestra
digo: vida,
no os
dejéis llevar por la ansiedad al
qué vais
en
a
comer o
qué
vais
a
beber; ni al pensar en vuestro cuerpo, en qué vais a vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? Observad las aves del cielo, que no siembran ni siegan, ni acumulan comer.
¿No
graneros y vuestro Padre celestial les da de sois vosotros mucho más valiosos que ellas? ¿Y en
quién de vosotros podrá, ansiedad, alargar su vida
por mucho que un
palmo? Y
se
deje llevar por
la
por el vestido ¿por qué
dejáis llevar por la ansiedad? Observad los lirios del campo, cómo crecen. No trabajan ni hilan, sin embargo, os digo que ni siquiera Salomón con toda su gloria se vistió igual que uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy existe y mañana es arrojada al horno, Dios la viste de esa manera, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe? No os dejeis, por lo tanto, arrastrar por la ansiedad, diciendo: ¿qué vamos os
beber o con qué nos vamos a vestir? Porque los paganos buscan todas esas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Pero buscad en primer lugar el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás os será dado por añadidura. Por lo tanto, no os dejeis llevar por la ansiedad, porque el día de mañana traerá su ansiedad. A cada día le basta su propio mal (6, 25-34). a comer o
qué
vamos a
La enseñanza de Jesús
lo que se ha denominado ocasionalmente la Regla de Oro del Evangelio, una formulación positiva de un principio que hasta entonces sólo había sido expresado de manera negativa: se resume en
91
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA —
Por lo tanto, todo lo que deseeis que los hombres os ha. gan, hacédselo también vosotros, porque esto es la ley y lo;
profetas (7, 12). Como
veremos
más
adelante, el Sermón de la Montaña importancia histórica, pero no de.
ha tenido una enorme bería pasarse por alto el hecho de que Jesús no consideró que esa ética debiera tener un carácter universal, sino más bien que debería ser la seguida por sus discípulos en con-
traposición a la sustentada por otros grupos. De hecho, Jesús no se hacía ilusiones respecto de su predicación. Anunció que incluso resultaría, temporalmente al menos, rechazada por Israel (Mateo 21, 33-46), al que primero se dirigió su mensaje. Con todo, esta circunstancia
no
fue
contemplada
por él
como un
desastre sin pa-
liativos. En realidad, la comunidad de sus seguidores, centrada en el Nuevo Pacto inaugurado por el derramamiento
sacrificial de
(26, 26-29), se abriría así a los no judíos (2, 1-12; 8, 5-13; 15, 21-28; 28, 16-20, etc.). De esta manera, la fe de Israel, que, como vimos al examinar el libro de Amós, nunca fue totalmente nacional, se universalizaría de manera definitiva. Esos no judíos, junto con los israelitas que hubieran creído, esperarían para el presente el cuidado material de Dios (6, 33; 19, 29), el descanso de su espíritu (11, 29) y la presencia compañera y continua de Jesús (28, 20), y, para el futuro, la aprobación de Dios (6, 1; 10, 40-42; 16, 27; 20, 1-16), la vida eterna (19, 29) y la comunión con el Padre y el Hijo (26, 27-29). su
sangre
llegaría a un final que no está en manos huen los designios de Dios. Jesús, el Hijo del
La Historia manas
sino
Hombre, consumará el Reino (13, 24-30, 36-43, 47-50; 16, 28; 25, 1-13) y tendrá lugar el juicio de Dios (8, 12; 18, 3; 19, 23-24; 20, 1-16; 22, 1-14, etc.), en el que los réprobos irán al castigo eterno (25, 46) y la salvación será alcanzada por
aquellos
que estén asociados
Por lo tanto
con
Jesús:
aquel que me confiese delante de los hombres, también lo confesaré yo delante de mi Padre que está en los cielos y a cualquiera que me niegue ante los hombres, yo 92
El. EVANGELIO DE MATEO
también lo negaré 32-33). En
ante mi
Padre que está
en
los cielos (10,
conjunto, el Evangelio de
Mateo presenta un cuadro muy coherente de la vida y de la enseñanza de Jesús. Sin embargo, lo más relevante en él no es tanto que pretenda
realizar y de
una
exposición lógica
y sin fisuras de
sus
enseñan-
vida desde su nacimiento en Belén (en cumplimiento de la profecía de Miqueas 5) hasta su muerte y rezas
su
surrección. Lo más
importante es que el texto apela al lector desde el principio. A lo largo de sus breves páginas,
viendo cómo se cumplen en Jesús las profecías del Antiguo Testamento y queda de manifiesto que es el Mesías prometido, pero también el Hijo de Dios —muerto y resucitado— que traerá salvación a todo el género humano. No se trata de un mero relato, ajeno a captar la voluntad del que conoce. Por el contrario, frente a esos hechos, uno va
debe tomar postura de manera inmediata y, por lo tanto, no resulta extraño que influyera en la historia posterior. Antes de entrar en ese tema debemos detenernos, uno
brevemente,
siquiera
la cuestión de quién escribió el que lleva el nombre de Mateo.
El
en
Evangelio de
Mateo:
su
autor y
su
Evangelio
fecha
Desde el siglo xv1r ha sido común en ciertos medios criticar los Evangelios diciendo que se redactaron con mucha pos-
terioridad a los hechos relatados y que sus autores fueron distintos de aquellos cuyos nombres aparecen relacionados con el texto. Que esos argumentos pudieran ser considerados de peso por los autores del xvi no de ser una
siglo
pretenciosidad disculpable
pasa
grado por su desconocimiento de la historia de las religiones y de las técnicas de transmisión de textos. Que se repitan a estas alturas de la historia denota una ignorancia extraordinaria de la cuestión que se debate o una postura cargada de prejuicios que ya ha decidido las conclusiones a las que se va a llegar antes de analizar el tema
con
en
cierto
detenimiento. 93
LOS TEXTOS
De
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
hecho, la aplastante mayoría de las fuentes antiguas
mucha mayor distancia cronológica de los hechos relatados que la que separa a los Evangelios —incluse
redactó
a
dataciones más tardías— de los acontecimientos que narra. Pero además los materiales paleográficos de que disponemos para los Evangelios son extraordinariamente mejores. De la guerra de las Galias de Julio César sólo contamos con una decena de manuscritos buenos y el so
en
sus
los hechos relatados. La mavor parte de la obra histórica del romano Tácito descansa en dos manuscritos que son de los siglos 1x y XI d. de C. Y de los Evangelios disponemos de 2 328 manuscritos y fragmentos que recogen la totalidad del texto y que pertenecen a los siglos 1-1v. El más antiguo, el papiro Thiede, correspondiente al Evangelio de Mateo, es de una fecha situada entre el 30 y el 50 d. de C. y el John Rylands (p. 32), correspondiente a Juan, es de finales del siglo 1 d. de C. Si a esto añadimos que los materiales reflejados por escrito se transmitieron previamente por vía oral siguiendo principios rabínicos mnemotécnicos, lo cierto es que los Evangelios constituyen el texto de la Antigiiedad transmitido con más
antiguo
más
profusión,
es
900 años
más
posterior
cuidado,
a
más exactitud y, salvo esca-
distancia de los hechos acontecidos. En puridad, si cuestionamos los datos contenidos en los Evangelios por su presunta distancia de los acontecimientos relatados, tendríamos que rechazar casi todas las fuentes a partir de las cuales reconstruimos la historia antigua, algo que los historiadores desde luego no tenemos la menor intención de hacer. En relación al autor del texto, lo cierto es que las pruebas señalan sin ningún género de dudas a Mateo. Papías (m. 130 d. de C.) ya indicó que el apóstol Mateo había recogido los oráculos (logia) de Jesús en hebreo (o arameo) y que después el texto fue traducido (Eusebio, HE, 3, 39, 16). Ireneo (Haer 3, 1, 1) dató además el texto en la época en que Pedro y Pablo estaban en Roma, lo que situaría la datación a inicios de los años sesenta del siglo 1. Estas notisas
excepciones,
menor
repetidas con de los primeros siglos.
cias son
94
matices por otros autores cristianos No existen argumentos de peso para
El EVANGELIO DE MATEO
negar la identificación tradicional del autor con el apóstol! y sí algunas razones que la avalan. Por ejemplo, el Evange-
lio nos presenta a Mateo como un judío publicano que había experimentado en carne propia el desprecio que escribas y fariseos sentían hacia personas como él (11, 9-13). Ambos aspectos aparecen recogidos en el texto. El enfoque judío de Mateo es indiscutible: en el comienzo cita una ge-
nealogía judía
con
detalles de interés
específico para jucompleta de profecías
díos y lleva a cabo una enumeración mesiánicas de todos los libros de la Biblia. Pero, al mismo tiempo, Mateo es el autor que recoge con más extensión las críticas de Jesús dirigidas contra los escribas y fariseos
(Mateo 23, etc.). La autoría de Mateo puede quizá discutirse, pero lo cierto es que no existe ninguna alternativa medianamente sólida a ella. Para que el
Evangelio pudiera atribuirse
a
Mateo,
ten-
dría que haberse escrito en una fecha anterior al año 70 d. de C. Actualmente algunos autores suelen situarla en algún momento en torno al 80 d. de C., lo que dificultaría la aceptación de Mateo como el autor del Evangelio. Sin embargo, el fundamento para llegar a tal afirmación es, como en el caso de Lucas, la presuposición, difícil de sostener, de que la predicción de Jesús sobre la destrucción del Templo se (que produjo en el año 70 d. de C.) es un vaticinium ex eventu. Tal argumento es insostenible hoy en día por varias razones. Una de ellas es que el denominado documento O contiene esa misma profecía de Jesús, pero existe el acuerdo general de que fue redactado en torno al año 40-50 d. de C. Otra es que el papiro Thiede recientemente descubierto reproduce un fragmento de Mateo y debe fecharse entre el 30 y el 50 d. de C. En términos de evidencia interna, de testimonio externo y de análisis paleográfico, el Evangelio de Mateo debe situarse en una fecha la predimuy cercana cación y a la muerte de Jesús, en torno al año 40 d. de
a
C.,
y que Mateo.
su
autor más
verosímil
(en realidad, el único)
es
95
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
La influencia
Afirmar que el Evangelio de Mateo cambió la historia es una realidad en términos religiosos y espirituales. Por su. puesto, su antigtiedad hace pensar (como se sostuvo, de hecho, hasta inicios del siglo xx) que pudo ser el primero de los Evangelios. Marcos es más breve pero cuando se compara
con
Mateo
puede apreciarse
primera
vista que
la narración de los mismos episodios. En cuanto a Lucas (que tuvo que escribirse antes del 62 a. de C'), señala que ha consultado previamente es
mucho más elaborado
a
otras
obras
entre
en
las que parece que
se
encontró Mateo. El
respeto que los primeros cristianos sintieron hacia este Evangelio resulta tan obvio que incluso algunas sectas heréticas, como los ebionitas, sólo aceptaron esta obra como sagrada (aunque expurgada) y rechazaron el resto del Nuevo
Testamento. Pero además supo transmitir
como
nadie
hasta qué punto resultó esto esencial) la manera en que Jesús había predicado a los judíos y, a la vez, había abierto sus brazos a los no judíos. Por otro lado, el pacifismo del Evangelio, que se limitaba a transmitir la enseñanza de Jesús, formó parte de la visión mantenida por los seguidores de su doctrina al menos hasta inicios del siglo 1v, no siendo extraños los casos de
(y
ya
veremos
negativa a servir en el ejército. Es cierto que este espíritu se vino abajo al convertirse con Constantino el cristianismo en una religión primero tolerada y cercana al poder y, posteriormente, oficial. Ya el
cristianos
ejecutados
por
su
concilio de Arles (311) declaró que era lícito que un cristiano sirviera en el ejército aunque sólo en tareas defensivas, y a partir de Nicea (325) se consideró un deber moral que el creyente se incorporara a filas cuando así lo requiriera el bienestar del imperio. El legado pacifista del cris-
primitivo sólo fue recogido por movimientos que, en su afán por regresar a la pureza primigenia, no tardaron en ser perseguidos por la jerarquía. Los casos de los valdenses, de los hermanos checos o de los lollardos son ejemplo de la veracidad de esta tesis. tianismo
9%
EL EVANGELIO DE MATEO
producirse el inicio de la Reforma del siglo xvi, que pretendía limpiar el cristianismo de todas las impurezas acumuladas durante siglos y regresar al espíritu del Nuevo Testamento, el pacifismo no volvió a convertirse en una característica central pero fue seguido fielmente por algunos grupos anabaptistas, como los hermanos suizos o los meAl
nonitas.
Durante el
siglo
la aparición de los cuáqueros, la fidelidad al Sermón de la Montaña volvió a convertirse en centro de una vivencia radical del cristianismo. Este grupo, nacido en Inglaterra de la predicación de George Fox, comprendió que esa postura entrañaría tomar posiciones determinadas ante cuestiones sociales concretas. Así, los cuáqueros se opusieron a servir en el ejército pero también iniciaron la reforma penitenciaria (Elizabeth Fry), combatieron la esclavitud (Isaac Pennington; John Woolman), crearon las primeras escuelas de carácter público y establecieron equipos de socorro para las poblaciones que padecían los efectos de conflictos armados (una actividad que en este siglo les ha reportado la concesión de dos premios Nobel de la Paz). Su deseo era no sólo vivir correctamente sino
xvri con
persuadir amigablemente
de que ésa era la mejor manera de actuar. Para ello apelaban al testimonio de la Biblia pero también a la luz de Dios, que, en un momento u otro, ilumina el corazón de todos los hombres. Encarnaban de una manera bien directa el hecho de vivir la vida del Reino incluidas las exigencias más difíciles enseñadas por Jesús y recogidas por Mateo. Su testimonio sería seguido en los otros a
otros
siglos siguientes
grupos manos
Sin
radicales, como los hermanos de Plymouth.
por
moravos o
los her-
embargo,
la influencia de la enseñanza de Jesús transmitida por Mateo iba a trascender el terreno del cristianismo. Curiosamente, una de las personas que iba a insistir de una manera más sobresaliente en los aspectos éticos del Evangelio iba a ser un indio llamado
joven
Mohandas Gandhi. En 1888, Gandhi se había embarcado con destino a Gran Bretaña con la intención de realizar estudios de abogado. Su intención era, en de
cumplimiento
97
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —]t
madre,
fiel al hin. duismo, pero, no pudiendo evitar la curiosidad que despertaba en él la religión de los británicos, entró en contacto con algunas obras y personas que tuvieron una extraordinaria influencia en él. En 1889, leyó los escritos cristianos de Tólstoi, que propugnaba una sociedad pacifista e igualitaria inspirada en las enseñanzas del Sermón de la Montaña, y de Thoreau, que no era propiamente pacifista si bien había defendido el derecho a desobedecer una ley injusta. Ambos autores le impresionaron mucho, pero su experiencia culminante la constituyó la lectura del Sermón de la Montaña (capítulos 5-7 del Evangelio de Mateo) en 1890. Como él mismo reconocería en Mis experimentos en busca de la verdad, aquel texto lo impresionó vivamente y decidió incorporarlo a su forma de vivir, forma una
promesa hecha
su
a
algunos amigos cuáPlymouth. Gandhi no se contampoco consideraba aceptables al-
la que estaban influyendo queros v de los hermanos de en
virtió al cristianismo y gunas creencias, su
muerte
cuáqueros,
guida
como
expiatoria que
su
no
poco
las de la divinidad de Cristo
en
la
cruz, pero
enseñanza
y que además
mantenerse
podía
consideró,
pacifista
tener
era
digna
consecuencias
o
la de
como
de
los
ser se-
políticas
obvias. En 1893, Gandhi
encontraba en Suráfrica trabajandefensa de la minoría india. En 1907, se
do como abogado en cuando ya era relativamente conocido, puso en práctica sus nuevas concepciones al oponerse de forma pacífica a la creación de un registro especial para los indios. Su táctica, denominada satvagraha y ahimsa, apelaba continuamente a las enseñanzas del Sermón de la Montaña y constituía una
pacifismo cristiano del Nuevo Tesactivismo político de los cuáqueros y una
curiosa fusión del
el extraordinaria habilidad en el manejo de las relaciones públicas y los medios de comunicación que sólo en los últimos años ha comenzado a ser valorada en todas sus dimensiones. Cuando en 1914 Gandhi abandonó Suráfrica, llevaba consigo algunas importantes victorias obtenidas en contra de los gobernantes británicos y, sobre todo, la convicción de haber encontrado un método político de enortamento con
98
EL EVANGELIO DE MATEO
potencialidades. Desde 1920, en que prácticamente asumió la jefatura del movimiento nacional indio, hasta 1948, en que logró que los dorinadores británicos abandonaran su joya de la Corona, su posición no dejó de agrandarse y engrandecerse, por lo que no resulta extraño que mes
denominado por
comenzara a ser
alma grande. Algo similar sucedió
sus
admiradores Maha!t-
ma o
del
con
el
segundo
pacifismo contemporáneo,
siempre intentó fundamentar
gran representante
Martin Luther
sus
acciones
King,
políticas
que
en
los
Evangelios
pri-
mera
una
y, de manera expresa, en el de Mateo. Su acción de éxito la tuvo en 1956, cuando apoyó
acción de boicoteo
de los autobuses de Montgomery, que se negaban a permitir que los negros ocuparan otros asientos que los situados al final del vehículo. King, un brillante doctor, era a la vez pastor baptista, y llevó a la práctica el precepto de orar por los enemigos precisamente cuando lo apaleaban o confinaban en prisiones. Ciertamente,
se
en
encontraba
comparamos
condiciones de inferioridad si las Gandhi, que contaba con decenas de mi-
con
en
llones de indios para cos. ron
Pese
a
todo,
calando
contra
expulsar
muy pronto
en
el
seno
sus
de
millares de britániacciones y discursos fue-
a unos
una
nación
que
apelaba
los principios democráticos y al fundamento bíblico para su cosmovisión. En el espacio de pocos años, obtuvo el sufragio para los negros y la abolición de las medidas discriminatorias de tipo legal. Sin embargo, no lo consideró suficiente. Tras recibir el premio Nobel de la Paz en 1964, su preocupación se fue volviendo cada vez constantemente
a
más hacia los
pobres en general y, a imagen de precursores como los cuáqueros, comenzó a considerar que la no violencia debía encaminarse no sólo a solventar problemas internos sino
también
solucionar cuestiones internacionales. Así, en 1967, en pleno auge de su carrera, condenó públicamente la guerra de Vietnam. En los últimos años de su vida, King había logrado dar con las claves que podían desmontar de manera no violenta pero sí revolucionaria el entramado sociopolítico de Estados Unidos. Se trataba de un peligro tan obvio que no resulta extraño que como tal a
99
LOS TEXTOS
CAMBIARON LA HISTORIA
QUE
—,
privara de
sueño
a
algunas
instancias oficiales
como
Edga,
y
Hoover, la autoridad máxima del FBI. En 1968, caía ases;, nado, como había sucedido con Gandhi dos décadas antes, También como él, había cambiado la historia en un senti.que
ese
comportamiento
profunda
fe
en
no
podía llevarse a cabo
sin una
Dios.
Actualmente, el pacifismo emanado del Sermón de la
deja
plantear serios interrogantes. La mayor parte de los cristianos siguen rechazándolo salvo en el caso de almas especialmente sensibles, aunque, sin duda, la objeción de conciencia es mejor considerada en Occidente por las iglesias de lo que era sólo hace un par de déMontaña
no
cadas. Por
de
parte, los que —muy erróneamente— lo consideran sólo una táctica de acción política apuntan a debilidades que, sin duda, tiene. Sin embargo, su creador (Jesús de Nazaret) nunca aspiró a que un mundo convulsionado por el materialismo, el deseo del poder y el ansia de aparentar lo adoptara o incluso lo comprendiera. Su deseo era que los cansados y agobiados acudieran a él para encontrar salvación y después de ese encuentro formaran comunidades en las que se viviera de acuerdo a principios éticos muy distintos, que abarcaban desde la sexualidad a la oración, desde el cuidado de los necesitados a la sinceridad, desde la no violencia al amor a los enemigos. Esos —pese a ser minorías testimoniales— dejarían de manifiesto que era posible vivir de otra manera en anticipación de la forma de vida que un día Dios implantaría en la Tierra. Para eso había muerto Jesús y ellos también estarían dispuestos a morir y así la Historia sería cambiada con una profundidad radicalmente nueva. otra
Bibliografía Los análisis más la autoría de los
completos Evangelios
en
se
castellano sobre la fecha y encuentran en C. Vidal, El
primer Evangelio: el documento Q, Barcelona, 1992 e ídem, Diccionario de Jesús y los Evangelios, Estella, 1995. El rela100
EL EVANGELIO DE MATEO
más documentado sobre el cristianismo primitivo en el mundo judío continúa siendo C. Vidal, El judeo-cristianisto
mo
palestino
en
el
siglo
1: de Pentecostés
a
Jamnia, Madrid,
1992. El comentario más sencillo y a la vez más profundo del Sermón de la Montaña en castellano es el de J. Driver, Militantes para un mundo nuevo, Barcelona, 1977. Driver ha captado de forma magnífica el papel central del Sermón de la Montaña en la historia del cristianismo y lo ha reflejado en otras obras, de las cuales Contracorriente, Guate-
mala, 1990,
es una
de las
mejores.
De interés sobre el Evan-
gelio son los comentarios de D. A. Carson, Matthew, Grand Rapids, 1984; R. T. France, Matthew, Grand Rapids, 1986; ídem, Matthew: Evangelist and Teacher, Grand Rapids, 1989; W. D. Davies and D. C. Allison, Jr, A Critical and Exegetical Commentary on the Gospel According to Saint Matthew, Edimburgo, 1988; y U. Luz, Matthew 1-7, Minneapolis, 1989.
101
LA
EPÍSTOLA
A LOS
El cristianismo, entre la fe Como tuvimos ocasión de
judía
GÁLATAS
y la universalidad
comprobar
en
el
capítulo
ante-
rior, la enseñanza de Jesús contenía en su seno todos los elementos para alcanzar la categoría de una fe universal sin que eso implicara la ruptura con la fe histórica de ISsrael. También pudimos ver que esa universalización, lejos de proceder de una ruptura, en realidad arrancaba de la convicción de que ya se estaban cumpliendo en Jesús las profecías del Antiguo Testamento relativas a un MesíasSiervo que no sólo moriría para expiar los pecados de Israel sino también para llevar la luz a los no judíos. Estos
principios generales no provocaron ningún problema durante los primerísimos tiempos del cristianismo. La gran mayoría de sus seguidores eran judíos o personas
a
nacidas fuera del judaísmo y convertidas esta fe. No deja de ser significativo que de los siete primeros diáconos ele-
gidos
por la comunidad
judeocristiana
de Jerusalén, seis resultara un prosé-
fueran judíos de nacimiento y sólo uno lito procedente del mundo gentil (Hechos 6, 5). En realidad, la primera discusión relativa al estatus de los gentiles en el seno del joven cristianismo se produjo en torno a un lustro después de la muerte de Jesús. Siguiendo los dictados de una visión, el apóstol Pedro, uno de los discípulos más cercanos de Jesús, acudió a casa de un centu-
llamado Cornelio (Hechos 10). Éste, que era un hombre piadoso y conocedor del monoteísmo judío, convocó al resto de su casa y escuchó el mensaje de Pedro. Cuando en ese momento el Espíritu Santo descendió sobre los que oían la predicación (Hechos 10, 44), los judeocrisrión
romano
103
QUE
LOS TEXTOS
CAMBIARON LA HISTORIA
acompañaban
tianos que
a
(Hechos 10, 45). Con todo, el
gentiles, mente,
que
el
en
incorporó
a
Pedro
quedaron pasmados
se
contexto
había sido
tan espec-
habían convertido al judaísmo previadel cristianismo. De hecho, Cornelio se
no se seno
él junto
con su
familia.
cristianos) de Jerusalén, favorable a la absorción de los gentiles, estaba teniendo además un paralelo fuera de PalestiEn torno al año 33 d. de C.,
algunos judeocristianos habían emigrado a Fenicia, Chipre y Antioquía con la intención de escapar de la posible persecución de las autoridades del Templo de Jerusalén, que no veían con buenos ojos a aquel colectivo que insistía en que el ejecutado Jesús na.
el Mesías sino que además había resucitado. Algunos de estos exiliados judeocristianos comenzaron a predicar el Evangelio de Jesús a los gentiles y el resultado fue no
sólo
que
un
era
número nada
despreciable de ellos empezó
a
creer
partir de ese momento, lo que hasta entonces sólo había sido un conjunto de principios ideales recogidos en el Antiguo Testamento y repetidos por Jesús a
concretos.
adquirir las
características de
Esta cuestión
resultaba,
tras, obvias, pero no era tan sencilla a cuestiones concretas. Por ejemplo,
en
a
problemas
sus
líneas
muy
maes-
la hora de traducirse
suponiendo
que
un no
judío deseara formar parte del Israel real que constituían los discípulos de Jesús, ¿implicaría eso su previa conversión al judaísmo, circuncisión y cumplimiento de la Torah de que la respuesta fuera afirmativa, ¿cómo se podría enseñar al recién convertido para que no olvidara que su salvación derivaba de creer en el Mesías y no de practicar una religión por muy buena que ésta fuera? En caso de que la respuesta fuera negativa, ¿cuál debía ser la situación del nuevo creyente? ¿Podía ser una mera repetición de la de los denominados temerosos de Dios, es decir, los gentiles que abandonaban el paganismo y creían en el incluida? En
caso
Dios de Israel pero sin integrarse del todo en el seno del pueblo judío? De producirse tal eventualidad, ¿cómo se po-
dría conciliar 104
esto con
la idea de
un
solo
pueblo sujeto
a
YT
comenzó
A
—]
(Hechos 11, 20-21).
LA
una
enseñanza común? Para
un
EPÍSTOLA
A LOS
cristianismo que
a
GÁLATAS
lo
largo
siglos ha sido mayoritariamente gentil, este tipo de cuestiones pueden parecer bizantinismos especulativos. Sin embargo, para un movimiento que no tenía ni una década de existencia presentaba un desafío extraordinario y, según la de
respuesta que diera al mismo, se convertiría en una fe realmente universal con enormes posibilidades de extenderse fuera del ámbito judío o se limitaría a ser un grupo judío más sin apenas conexiones con el mundo gentil. La respuesta sistematizada a esta cuestión se redactó algo más tarde, en torno al 48 d. de C. y es el escrito que conocemos como carta o Epístola a los Gálatas. Sin embargo, antes de analizar su contenido, debemos detenernos en la figura de su autor.
Un
El
judío llamado Saulo de
autor
de la Carta
nombre
a
Tarso
los Gálatas
original
es
conocido
como
Pablo,
Saulo o, más exactamente, Saúl. Este mismo nombre tuvo el primer rey de Israel a cuya tribu —Benjamín— también pertenecía Saulo. Su fecha de nacimiento se ha calculado en torno al 10 d. de C., pero
su
era
aunque no podemos tener una certeza absoluta. Lo que está más claramente establecido es que nació en Tarso y que era ciudadano romano de nacimiento.
Aunque se ha acusado repetidamente a Saulo de haber sido un judío helenizado que transmitió algunos elementos de la filosofía y de la religión griegas a la fe cristiana, tal punto de vista no resiste, hoy por hoy, ningún análisis serio. Como ha señalado recientemente M. Hengel, si algo caracterizó a Saulo en sus primeros años fue un apego extraordinario al judaísmo estricto de ciertos sectores que habitaban en la Palestina de la época. De hecho, no cursó sus estudios en la Diáspora sino en Jerusalén y a los pies del rabino Gamaliel, una de las grandes figuras del judaísmo de la época. Partiendo de esa base, no resulta extraño que Saulo optara por integrarse en el grupo de los fariseos (Filipenses 3), posiblemente el más riguroso de la época, con la excepción de los esenios de Qumrán. 105
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —
Contrario
cípulo
a
lo que también
suyo. Las
razones
de
se
esa
suele afirmar
acción
con
fre.
resultan de
no
todo evidentes, pero algunas referencias expresas en sus cartas parecen indicar que la idea de que el Mesías pudiera morir en la cruz se le hacía intolerable. De hecho, se mostró desde el A
nos.
principio
qué grado llegó
si tenemos
en
su
judeocristiaoposición podemos entenderlo
muy opuesto
cuenta que cerca
a
los
del año 33 d. de C. parti-
ban (Hechos 7). También se dedicó a perseguir a los discípulos de Jesús encarcelándolos sin distinción de sexo (Hechos 8, 3) e incluso solicitó, y obtuvo, del Sumo Sacerdote judío cartas para las sinagogas de Damasco que le continuar la
permitieran cristianos
en ese
persecución
los
contra
enclave para llevarlos presos
a
judeo-
Jerusalén
(Hechos 9, 1-2).
cumplimiento
de
su
misión
los creyentes, pero la realidad es que las cosas se desarrollaron de una manera muy distinta. Cuando viajaba por el camino de Damasco para prender a los cristianos de esta ciudad (Hechos 9, 1 ss), Saulo experimentó una visión de Jesús resucitado que le cial
qué le perseguía. Aquel episodio resultó
esen-
la vida del fariseo santo. No sólo tuvo como consecuencia directa el que dejara de perseguir a los cristianos, sino que además le proporcionó una visión radicalmente distinta de Jesús y le impulsó a creer en él. Años después, describiría la manera en que la aparición de Jesús resucien
tado había cambiado su vida pero también la de otras personas (como la de Santiago, el hermano de Jesús) que, originalmente, habían sido incrédulas. El texto es de enorme importancia no sólo para la historia del cristianismo sino también para la de la Humanidad en general y merece la pena
reproducirlo:
Además, hermanos,
declaro el evangelio que os he predicado y que recibisteis y en el que perseveráis y por el que 106
os
TES
TT
por
O
preguntó
a
TL
un
ET
golpe descomunal
asestaría
AR
que el
A
creer
—]
Saulo debía de
LA
sois salvos
EPÍSTOLA
A LOS
GÁLATAS
condición de que retengáis la palabra que os prediqué porque de lo contrario habríais creído en vano. Porque en primer lugar os enseñé lo que yo también había recibido: Que el Mesfas murió por nuestros pecados, de acuerdo con las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, de acuerdo con las Escrituras, y que se apareció a Cefas y luego a los Doce. Después se apareció a más de quiinientos hermanos a la vez, de los que muchos todavía están vivos aunque otros ya han muerto. Después se apareció a Santiago; luego a todos los apóstoles; y se me apareció también a mí, el último de todos, como si fuera alguien nacido fuera de tiempo. Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, ya que no merezco ser llamado apóstol porque perseguí a la iglesia de Dios (I Corintios 15, 1-9). a
Saulo indica en este texto que lo que predicaba no era invención o especulación propia sino que lo había recibido de otros y, sin duda, la afirmación es históricamente corecta.
Sin
embargo,
había hallado
sión
se
Tras
ser
bautizado
noche para evitar guos
insistía
en ser
correligionarios,
en
que la clave de
su conver-
la aparición de Jesús resucitado. Damasco y abandonar la ciudad de asesinado por algunos de sus antihacia el año 35 bajó a Jerusalén con
en
la intención de ser formado en su nueva fe. Allí estuvo con Pedro quince días y se entrevistó con Santiago, el hermano de Jesús, con lo que pudo su
comprobar
que
comprensión
del cristianismo era similar a la de los dirigentes judeocristianos de esta ciudad (Gálatas 1, 18 ss). Desde aquella fecha cercana al 35 hasta el año 46, Saulo estuvo en Siria y Cilicia (Gálatas 1). Sabemos además que durante
período se estableció en la comunidad cristiana de Antioquía (la primera que había predicado de manera masiva el Evangelio a los no judíos) gracias al impulso de Bernabé (Hechos 11, 25-26). Hacia el año 46, uno de los cristianos de Antioquía profetizó que iba a producirse un hambre (lo que, efectivamente, sucedería más adelante) y la congregación decidió enviar ayuda a las comuese
nidades hermanas de Palestina a través de Bernabé y de Saulo. De esta manera, el antiguo perseguidor de los cris107
LOS TEXTOS
CAMBIARON LA HISTORIA
QUE
tianos volvió
descender
a
a
Jerusalén (Hechos 11, 29-30;
Gálatas 2, 1 ss).
viaje tuvo una enorme relevancia para la vida posterior de Pablo, ya que no sólo fue bien acogido por los judeocristianos, sino que sus dirigentes aceptaron complaciEste
dos que Bernabé y él se ocuparan de la predicación del evangelio entre los gentiles. Este respaldo moral fue la base para que se realizara el que luego sería conocido como
primer viaje misionero de Pablo.
Durante
un
perío-
do que abarcó los años 47 y 48 d. de C., ambos extendieron el mensaje por Chipre (Bernabé era chipriota) y Galacia. No
fue,
sin
duda,
una
expedición
exenta
de
problemas.
y Saulo tuvieron que enfrentarse de ocultistas, como Bar-Jesús, y de ciertos
Chipre, Bernabé
En
la oposición tores de la población de
Antioquía, de Pisidia
e
con sec-
Iconio.
expulsados a instancia de los judíos locales y en Listra apedrearon a Saulo hasta el punto de faltar poco para causarle la muerte. Con todo, cuando concluyó el viaje Fueron
las consecuencias resultaron de
una
trascendencia notable.
Para empezar, Saulo y Bernabé habían logrado establecer una red de comunidades cristianas que se autogobernaban a
través de
sus
propios
ancianos
(Hechos 14, 21-23)
y que
constituían el punto más alejado al que había llegado aquella fe. Además, Saulo —que había cambiado su nombre por
el de Pablo— había demostrado
ser un
personaje de
un ex-
temple misionero, hasta el punto de situarse por delante de Bernabé. No deja de ser significativo que cuando el autor de los Hechos comienza a relatar el primer traordinario
viaje
misionero
siempre hable de «Bernabé
y
Saulo», pero
que cuando concluye la narración del periplo haya invertido los términos se refiera a «Pablo y Bernabé».
y
aquel viaje tuvo una enorme importancia para el cristianismo primitivo. La nueva fe estaba expandiéndose más que nunca en el mundo gentil y los conversos procedentes de ese medio comenzaban a constiPero, sobre todo,
tuir
un
porcentaje
aún minoritario pero ya
importante. El
problema era si aquel desafío podía ser encarado de manera eficaz o no y, sobre todo, si el judeocristianismo sería capaz de aceptar aquella afluencia de gentiles. La contro108
LA
EPÍSTOLA
A LOS
GÁLATAS
tardó en plantearse. Apenas Pablo abandonó el territorio de Galacia, un grupo de judeocristianos apareció en el mismo y comenzó a enseñar a los recién convertidos que a menos que se circuncidaran y aceptaran la ley moversia
no
podían salvarse. En otras palabras, era imperativo convertirse en judíos para ser salvos. La respuesta de Pablo a esta circunstancia quedó cristalizada en lo que conocemos como la Epístola o carta a los Gálatas y, sin duda, marcó a fuego la historia mundial. saica
no
Epístola
La
a
los Gálatas
El escrito que conocemos como carta o Epístola a los Gálatas es considerablemente breve. Dividido modernamente en seis capítulos, en su conjunto se extiende a lo largo de cinco o seis páginas en cualquier edición de la Biblia. Aunque el texto
presa
original griego permite imaginar a un hombre del celo espiritual más encendido y que casi recorre
zancadas una habitación mientras dicta la carta, lo cierto es que la lógica y la contundencia que respira la misma siguen resultando de una claridad y una fuerza realmente a
impresionantes. Pablo comienza señalando que está absolutamente sorprendido de que los gálatas a los que él convirtió a Jesús se hayan apartado de aquella predicación y al indicarlo señala uno de los principios fundamentales del cristianismo, el de que ninguna revelación espiritual puede ir en contra del
mensaje del Evangelio
y si
se
da
esa
circunstancia debe
ser
rechazada:
Estoy que
lio
os
atónito de que
os
hayáis apartado
tan
llamó por la gracia del Mesías, para seguir
pronto del un
evange-
diferente. No es que haya otro, sino que hay algunos que os confunden y desean pervertir el evangelio del Mesías. Pero que sea anatema cualquiera que llegue a anunciaros otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, aunque el que lo haga sea incluso uno de nosotros o un ángel del cielo (1, 6-8). 109
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —
Tras señalar esta cuestión
central, Pablo indica
la carta cuál ha sido su trayectoria. Para empezar, desea de. jar claro que su labor no arranca de la legitimidad que deriva de
una
institución humana sino del
propio
en
Jesús
(1,
adversarios que, presumiblemente, habían intentado imponer sus puntos de vista apelando a alguna autoridad humana, Pablo señalaba que él debía sólo a Jesús el haber pasado de ser un antiguo perseguidor del cristianismo (1, 13-4) a cristiano. No es que con esta
12). A diferencia de
sus
afirmación deseara distanciarse de los otros apóstoles o descalificarlos, pero sí quería dejar de manifiesto que, en
primer lugar, no existía una jerarquía que pudiera imponer sus opiniones sobre las de él; en segundo lugar, que lo que él predicaba no se contradecía con lo que aquéllos anunciaban, yv en tercero, que la guía de los creyentes no podía ser nunca la de uno o varios hombres sino sólo el
Evangelio. La
manera
que Pablo desarrolla estos aspectos en capítulos de la carta es sin duda brillante.
en
los dos primeros Para empezar, señala que aunque había tenido la posibilidad de visitar Jerusalén dos veces después de su conversión y charlar con Pedro, Juan y Santiago, en ningún momento descalificaron lo que él enseñaba. No sólo eso. Habían compartido su postura de no obligar a los gentiles a convertirse en judíos sólo porque habían creído en Jesús. De hecho, Tito, uno de sus colaboradores más cercanos con todo y siendo griego (2, 3), no había sido obligado a sola circuncisión pese a las presiones que en este sentido habían realizado algunos judeocristianos. Además, tanto él como Bernabé habían sido reconocidos por los apóstoles como las personas que debían encargarse de meterse a
transmitir el
Pese
a
Evangelio
todo, Pablo
a
—y
los en
gentiles (2, 9-10). esto
demuestra
honradez
la religión— reconoce que aquel proceso de no someter al judaísmo a los cristianos de origen gentil se había visto sometido a ataques en medio de los que no todos habían sabido mantenerse a la altura de las circunstancias. A este respeto, el comportamiento del apóstol Pedro constituía un verdadeno
110
tan común
en
personas relacionadas
una
con
LA
ro
EPÍSTOLA
A LOS
GÁLATAS
de cómo no debían hacerse las cosas. El choque él y Pablo se había producido precisamente en Antio-
ejemplo
entre
quía. Inicialmente, Pedro había aceptado sin ningún problema
y
régimen de completa igualdad
en
los cristianos de
a
incluso había comido con ellos a pesar de que no guardaban los preceptos de la ley de Moisés relativos a los alimentos puros e impuros (2, 11-12). Al comportarse de esa manera, Pedro seguía fundamentalmente las conclusiones a las que había llegado cuando se produjo la conversión del centurión Cornelio y mantenía de forma coherente el principio que consistía en afirmar que la salvación derivaba de la fe en el Mesías y no de cumplir la lev mosaica, principio defendido también por Bernabé y Pablo. Sin embargo, se produjo entonces una circunstancia que alteró de forma sustancial el panorama:
origen gentil
e
(...) pero después que vinieron,' dio marcha atrás (Pedro) y se apartó, porque tenía temor de los de la circuncisión. Y en su simulación participaron también los demás judíos, de manera
cresía
que incluso Bernabé
se
vio arrastrado por
su
hipo-
(2, 12-13).
palabras, Pedro,
verdadero precursor de la entrada de los no judíos en el seno del cristianismo, había cedido en un momento determinado a las presiones de algunos judeocristianos y había abandonado la práctica de comer con los hermanos gentiles. Aquella conducta, que Pablo califica de hipócrita, había tenido consecuencias nefastas de las cuales no era la menor el hecho de que otros decidieran actuar también así, pese a que les constaba que tal conducta era inaceptable. La reacción de Pablo ante ese comportamiento que vulneraba los principios más elementales del Evangelio había sido fulminante: En otras
(...) cuando acuerdo 1. Los
con
vi que
no
la verdad del
partidarios
de que los
que había sido
caminaban
un
de Pedro delante
correctamente
evangelio dije
gentiles guardaran
a
la
ley
mosaica.
111
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
de todos: ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar cuando tíí, pese a ser judío, vives como los gentiles y no como un judío?
Nosotros, que hemos nacido judíos, y no somos pecadores gentiles, sabemos que el hombre no es justificado por las obras de la ley sino por la fe en Jestás el Mesías y hemos crefdo asimismo en Jestís el Mesías a fin de ser justificados por la fe en el Mesías y no por las obras de la ley ya que por las obras de la ley nadie será justificado (2, 14-16). valor que
hoy resultaría difícil de concebir en situaciones equivalentes, Pablo había reprendido públicamente a Pedro acusándolo de actuar con hipocresía y contribuir con ello a desvirtuar el mensaje del Evangelio. Este no pretende que la justificación proceda de cumplir las obras de la ley sino de creer en Jesús el Mesías. Precisamente por ello, el someter a los gentiles a un comportamiento propio de judíos no sólo era un sinsentido sino que Con
un
contribuiría a que éstos creyeran que su salvación podía derivar de su sumisión a la ley y no de la obra realizada por Jesús. Para Pablo este aspecto resultaba tan esencial que no duda en formular una afirmación clara, tajante y trascendental, la consistente en señalar que si alguien pudiera obtener la salvación por obras no habría hecho falta que Jesús hubiera muerto
en
la
cruz:
que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo que me amó y se entregó por mí. No rechazo la gra-
(...) lo
de Dios, cia de Dios ya que si fuese posible obtener la justicia mediante la ley, entonces el Mesías habría muerto innecesariamente
(2, 20-21).
tajante (la salvación se recibe por la fe en el Mesías y no por las obras) y no sólo había sido aceptada previamente por los personajes más relevantes del cristianismo primitivo, sino que incluso podía retrotraerse a las enseñanzas de Jesús. Con todo, obligaba a plantearse algunas cuestiones de no escasa importancia. En primer lugar, si era tan obvio que la salvación derivaba sólo de la gracia de Dios y no de las obras, ¿por La afirmación de Pablo resultaba
112
LA
EPÍSTOLA
A LOS
GÁLATAS
precedentes de esta enseñanza en el Antiguo Testamento? ¿No sería más bien que Jesús, sus discípulos más cercanos y el propio Pablo estaban rompiendo con la teología veterotestamentaria? Segundo: si la salvación era por la fe y no por las obras, ¿cuál era la razón de que Dios hubiera dado la ley a Israel y, sobre todo, cuál era el papel que tenía en esos momentos la ley? Tercero v último: aquella negación de la salvación por obras, ¿no tenqué
existían
no
dría como efecto directo el de empujar a los recién convertidos (que procedían de un contexto pagano) a una forma de vida similar a aquella de la que venían? A la
primera
cuestión Pablo
responde basándose
en
las
propias palabras del Antiguo Testamento y, más concretamente, de su primer libro, el del Génesis. En éste se relata (Génesis 15, 6) cómo Abraham, el antepasado del pueblo
judío, fue justificado ante Dios pero no por obras o por cumplir la ley mosaica (que es varios siglos posterior) sino por y le
Como indica el Génesis: Abraham creyó en Dios contado por justicia. Esto tiene una enorme impor-
creer.
fue
sólo por la especial relación de Abraham con los judíos, sino también porque cuando Dios lo justificó por la fe ni siquiera estaba circuncidado. En otras palabras, una persona puede salvarse por creer sin estar circuncidado ni seguir la ley mosaica y el ejemplo más obvio de ello era el propio Abraham, el padre de los judíos. Por añadidura, Dios había prometido bendecir a los gentiles no mediante la ley mosaica sino a través de la descendencia de Abraham, lo que significa el Mesías: tancia
no
Abraham fueron formuladas las promesas y a su descendencia. No dice a sus descendientes, como si se refiriera a muchos, sino a uno: a tu descendencia, que es el Mesías. Por lo tanto digo lo siguiente: el pacto previamente ratificado por Dios en relación con el Mesías, no lo deroga la ley
(...)
a
fue entregada cuatrocientos treinta años después porque eso significaría invalidar la promesa, ya que si la herencia fuera por la ley, ya no sería por la promesa, y, sin embargo, que
Dios
se
la otorgó
a
Abraham mediante la promesa (3, 16).
113
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
El argumento de Pablo es de que muestra que más de cuatro
una enorme
solidez, por-
de la ley mosaica e incluso antes de imponer la marca de la circuncisión, Dios había justificado a Abraham por la fe y había prometido bendecirlo no sólo a él sino a toda la Humanidad mediante un descendiente suyo. Ahora bien, la pre-
siglos
antes
gunta que surge entonces resulta obligada. Si la salvación se puede obtener por creer y no deriva de las obras, ¿por qué Dios entregó la ley a Israel? La respuesta de Pablo resulta, una vez más, de una enorme concisión y, a la vez, contundencia:
qué sirve la ley? Fue añadida por catisa de las transgresiones hasta que viniese la descendencia a la que se había hecho la promesa (...) antes que viniese la le, esEntonces ¿para
tábamos confinados bajo la ley, recluidos en espera de aquella fe que tenía que ser revelada de tal manera que la ley ha sido nuestro avo para llevarnos hasta el Mesías, para que fuéramos justificados por la fe, pero llegada la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Jestús el Mesías (3, 19-26).
También digo que mientras el heredero es niño no se diferencia en nada de un esclavo aunque sea señor de todo. Por el contrario, se encuentra sometido a tutores y cuidadores hasta que llegue el tiempo señalado por su padre. Lo mismo nos sucedía a nosotros cuando éramos niños: estábamos sometidos a la esclavitud de acuerdo con los rudimentos del mundo. Sin embargo, cuando llegó el cumplimiento del
tiempo,
Dios envió
a su
Hijo, nacido de
una
mujer y nacido
bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, fin de que recibiéramos la adopción de hijos (4, 1-5). La
ley de
de origen divino y, por los planes salvadores de Dios,
Moisés ciertamente
era
papel en ese papel era cronológicamente limitado y se extendía
supuesto, tenía pero
a
un
desde su entrega en el Sinaí hasta la llegada del Mesías. También era limitado su papel en términos espirituales. Fundamentalmente, cumplía una misión de preparar a las 114
LA
EPÍSTOLA
A LOS
GÁLATAS
al Mesías.
Igual que el esclavo denominado por los griegos paidagogos («ayo») acompañaba a los niños a la escuela pero carecía de papel una vez que éstos llegaban al estado adulto, la ley servía para mostrara los hombres que el camino de la salvación no se podía enpersonas para
contrar en
De esto
reconocer
las obras sino en la fe en el Mesías. además se desprendía otra consecuencia
no ca-
de relevancia. A los ojos de Dios el linaje de Abraham son aquellos que tienen una relación física o genealógi-
rente no
este
ca con su
patriarca sino los
descendencia. En
Ya
no
varón ni
hay judío
el Mesías, la condición de judío
o
ni
en
palabras, racial, sino espiritual:
otras
física, nacional
no es
que han creído
griego;
no
hay esclavo
ni
libre;
no
hay
porque todos vosotros sois uno en Jesús el Mesías y sois del Mesías, sois realmente linaje de Abraham y
mujer;
herederos de acuerdo
con
Semejantes palabras, das de
manera
Pablo,
ya que
muy
la promesa (3, 28-29). sin
negativa
separaban de
duda, podían por
Israel
interpretalos judíos de la época de a un
ser
número considera-
ble de
judíos y por añadidura concedía tal consideración a gentiles de origen pagano. Con todo, no era en absoluto original. Como ya vimos, está claramente contenida en la enseñanza de Jesús y cuenta además con precedentes en los profetas judíos. Fue Juan el Bautista y no Pablo el que señaló que sólo aquellos que se volvían a Dios eran hijos de Abraham y no todos sus descendientes, va que Dios podía levantar hijos de Abraham hasta de las piedras (Lucas 3, 89 y par). De la misma manera, Isaías, posiblemente el profeta más importante del Antiguo Testamento, consideró que los judíos contemporáneos que se negaban a volverse a
Dios
no eran
tales
judíos
sino miembros de Sodoma y
Gomorra (Isaías 1, 10). En todos los casos, la perspectiva era palpable: sean cuales sean los condicionamientos nacionales, Israel, el pueblo de Dios, está formado por los que se comportan como Israel no por los que pertenecen genéticamente a él. Hasta aquí el razonamiento de Pablo puede ser califi115
QUE CAMBIARON LA HISTORIA
LOS TEXTOS
cado de
impecable
pero,
obviamente, surgía
un
problema
el fondo, resultaba esencial para la vida de la comunidad cristiana. Si los gentiles convertidos no iban a
que,
en
guardar la ley mosaica, ¿qué principios morales debían
re-
gir su vida? La respuesta de Pablo resulta de una enorme importancia al señalar que los cristianos vivirían no como esclavos sino
legales
mentos
hijos de Dios, no de acuerdo a rudipasado sino según el impulso del Espí-
como
del
ritu Santo: Ya que sois
píritu de
Dios envió
a
vuestros corazones
el Es-
Hijo, que clama: ¡Abba, Padre! De manera que ya esclavo, sino un hijo, y puesto que eres un hijo
su
no eres un
también
hijos,
heredero de Dios por medio del Mesías. Ciertamente, en otro tiempo, cuando no conocíais a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses, pero ahora que conocéis
posible ¿Cómo
eres un
a
Dios,
que es
os
Se
la
más
bien,
os conoce,
¿cómo
es
días,
a
meses,
tiempos
hava trabajado en
podía alegar
ley mosaica,
que Dios
los rudimentos frágiles y pobres? que deseéis volver a convertiros en escla-
volváis
posible
vos? Guardáis sotros que
o
eran
y años. Me temo por
vano en
medio
vuestro
vo-
(4, 8-11).
seguían guardando los descendientes directos, carnales de
que los
judíos,
que
pero, como ya ha indicado antes Pablo, esa circunstancia es mucho menos importante que la de la pro-
Abraham,
de Dios. En realidad, es como una repetición del pasado, cuando Abraham quiso por sus propios medios forzar el cumplimiento de la promesa que Dios le había hemesa
cho de darle un hijo y con nes con la esclava Agar. En
esa
finalidad
mantuvo
relacio-
aquel entonces Dios insistió en que sus propósitos se cumplirían no por las obras de Abraham (en este caso, tener un hijo de Agar), sino mediante su propia promesa, que cristalizó en el hijo que Sara, la esposa de Abraham, le dio. En aquellos momentos, buena parte de los judíos pretendían obtener la salvación mediante su esfuerzo como antaño había hecho Abraham juntándose con su esclava. Sin embargo, al igual que en el pasado, el camino no vendría por el propio esfuerzo personal sino 116
LA
por la sumisión
EPÍSTOLA
A LOS
GÁLATAS
la promesa de Dios. Igual que el hijo de Agar, la esclava, fue rechazado por Dios en favor de Isaac, el hijo de Sara, ahora son hijos de Abraham no los procedentes de la carne (los judíos), sino los que se apegan a la promesa de Dios (los cristianos judíos o gentiles). Estos además se deberían caracterizar por una vivencia ética de libertad pero no de libertinaje que, por sus propias características, debía superar a la normativa de la ley mosaica: a
Por lo tanto, permaneced firmes en la libertad con que el Mesías nos liberó y no os sujetéis de nuevo al yugo de la es-
clavitud (...) del Mesías os desligasteis los que os justificáis por la ley, de la gracia habéis caído (...) porque en el Mesías Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión tienen valor sino la fe que actúa mediante el amor (...) porque vosotros,
hermanos, fuisteis llamados
la libertad sólo que no debéis usar la libertad como excusa para la carne, sino que debéis serviros los unos a los otros por amor ya que toda la ley se cumple en esta sola frase: Amarás a tu prójimo como a ti mismo
a
(5, 1, 6, 13-4).
Lo que caracteriza pues al creyente es el hecho no de que se haya visto liberado de la ley y caiga en una especie de indeterminación ética sino, por el contrario, que ahora,
hijo de Dios y descendiente de Abraham, se somete Espíritu Santo. Esto tiene como consecuencia su repul-
como
al
las obras de la frutos del Espíritu:
sa
ante
Por lo tanto
carne
y
su
caracterización por los
digo: Andad en el Espíritu y no satisfagáis los
deseos de la came porque el deseo de la carne es contrario al Espíritu y el del Espíritu es contrario al de la carne (...) Sin
embarpo, si sois guiados por el Espíritu no os encontráis bajo la ley. Las obras de la carne son evidentes: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, disensiones, envidias, iras, contiendas, enfrentamientos, herejías, celos, homicidios, borracheras, orgías y similares a éstas, sobre las que os amonesto, como ya he dicho con anterioridad, que los que las practican no here-
cosas
117
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
darán el reino de Dios. Pero el fruto del Espíritu
gría,
paz,
es amor,
ale-
paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
gobierno de
uno
mismo. Contra estas
cosas no
existe
ley (5,
16-23). Sin
de
duda, el modelo ético de Pablo
cumplir
era
más difícil que el
la
ley, en la medida en que implicaba no tanto ceñirse a un código moral como incorporar una serie de principios éticos coronados por el del amor al prójimo. Que se trataba de una concepción inspirada en la de Jesús resulta innegable pero que de ella se derivaba una enorme dificultad práctica también parece imposible de negar. Precisamente por ello Pablo insiste en la necesidad de someterse a esa nueva vida del Espíritu sin desanimarse por los posibles contratiempos y de comprender que lo importante
en
Jesús
es
transformarse
en una nueva
criatura:
engañéis. De Dios nadie se burla porque todo lo que el hombre siembra, lo segará. Porque el que siembra para sui came, segará corrupción de la carne, pero el que siembra para el Espíritu, segará vida eterna del Espíritu. Por lo tanto, no nos cansemos de hacer el bien, porque llegado el tiempo segaremos si no hemos desfallecido (...) en Jestús el Mesías No
no
os
tienen
sión, sino
ningún valor una nueva
ni la circuncisión ni la incircunci-
creación
(6, 7-9, 15).
Como ya hemos indicado, las tesis de Pablo (la salvación es por la fe sin las obras de la ley, los cristianos genti-
les
no
están sometidos
a
esta
última, los verdaderos des-
cendientes de Abraham son los de la fe en la promesa y la ética debe fundamentarse no en un código sino en la guía del Espíritu Santo) no eran en absoluto originales. De hecho, encontramos precedentes suyos en la enseñanza de Jesús y de los judeocristianos e incluso en el tamento. Sin embargo, su sistematización y, te, la
manera
iban
a
sión
e
en
que
hacer fortuna, a proporcionarles una enorme difuincluso a provocar que, muy erróneamente, se ads-
cribieran 118
clara y contundente
Antiguo Tesespecialmenlas exponía Pablo
a
él
como
creador.
LA
Las De
consecuencias de la
primeras
EPÍSTOLA
A LOS
GÁLATAS
Epístola
hecho, las primeras consecuencias de aquel escrito
no
hicieron esperar. En torno al año 49, es decir apenas unos meses después de la redacción de la carta a los Gálatas, la cuestión de la relación entre los gentiles y la ley volvió a plantearse en Antioquía. Con el deseo de zanjar una cuestión que ya estaba ocasionando no pocas tensiones, esta comunidad decidió enviar a Jerusalén a Pablo y a Bernabé. El resultado fue lo que se ha dado en denominar de manera bastante inexacta el concilio de Jerusalén. En el mismo, Pedro defendió la misma postura que Pablo en el sentido de que la salvación derivaba de la fe y no de cumplir la ley mosaica: se
Después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Hermanos, sabéis que ya hace cierto tiempo Dios dispuso que los gentiles escuchasen la palabra del evangelio a través
de mi boca y creyeran. Dios, que conoce los corazones, les Y dio testimonio, otorgándoles el Espíritu Santo igual que a
trazó ninguna diferencia entre nosotros y ellos, purificando sus corazones mediante la fe. Por lo tanto, ¿por qué tentáis ahora a Dios colocando sobre la cerviz de los disnosotros y
no
cípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Por el contrario, creemos que por la gracia de Jesús, el Señor, seremos salvos de la misma (Hechos 15, 7-11).
manera
que ellos
La postura expuesta por Pedro fue confirmada finalmente por Santiago, el hermano de Jesús. De acuerdo a lo
ha dado
llamar (no muy adecuadamente) el decreto jacobeo, la comunidad judeocristiana reconoció que los conversos procedentes del paganismo no estaban obligados a someterse a la ley de Moisés ni a circuncidarse, ya que la salvación era por gracia y no por las obras de la ley. Con todo, se consideró conveniente que las iglesias de Anque
se
tioquía, Siria das
a
en
y Cilicia
evitar el
adoptaran ciertas escándalo de los posibles
medidas destinaconversos del ju119
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA ——ÚÑ
daísmo
(Hechos 15, 22-31).
No
es
posible saber
si los asis.
conscientes de la trascendencia de la misma, pero lo cierto es que los dirigentes más importantes del cristianismo habían dado un tentes
a
aquella
histórica reunión
paso unánime que iba
a
convertir
a
eran
la
nueva
fe,
a menos
de
de Jesús, en una creencia absolutamente universal y por ende en la llamada a contar con una mayor extensión en el planeta. dos décadas de la
muerte
En los años
siguientes, el cristianismo siguió siendo una fe seguida mayoritariamente por judíos. Pablo concluyó en el 52 su segundo viaje misionero en Jerusalén (Hechos 18, 19-21) y lo mismo sucedió al término del tercero, cuando fue recibido calurosamente por Santiago. Sin em-
bargo, la importancia
de los elementos judíos dentro del cristianismo estaba llamada a disminuir de forma progresiva. Cuando contra
en
produjo la sublevación judía judeocristianos se opusieron a tomar las
el año 66
Roma, los
se
siguiendo fielmente las enseñanzas de Jesús. En el 70, las fuerzas romanas del general Tito tomaron Jerusalén y arrasaron el Templo. Aquella circunstancia significó un trauma considerable para la mayoría de los judíos pero no para los judeocristianos y los cristianos gentiles, que siempre habían contemplado el Templo como una realidad transitoria y que recordaban las profecías de Jesús relatiarmas
destrucción por los paganos (Mateo 24, Marcos 13, Lucas 21). A partir del año 70, las circunstancias cambiaron radicalmente en el seno del cristianismo. La mayor parte de los personajes de relevancia ya habían muerto (Pedro y Pablo bajo Nerón, Santiago en el 62, etc.) y los
vas a su
vínculos con Jerusalén habían perdido buena parte de su razón de ser. En los años siguientes, el cristianismo se fue convirtiendo cada vez más en una religión de gentiles que entraban sin dificultad en el nuevo movimiento de acuerdo con las tesis expuestas por Pablo en la Carta a los Gálatas y por Pedro y Santiago en el denominado concilio de Jerusalén. En torno al año 90, el concilio judío de Jamnia decretó además la inclusión en la oración diaria de una maldición contra los cristianos (minim). En adelante los
judíos 120
que creyeran
en
Jesús
como
Mesías sólo tenían dos
LA
salidas:
EPÍSTOLA
A LOS
GÁLATAS
la sinagoga, repetían la maldición y apostataban de su fe o se negaban a pronunciar la maldición, eran expulsados de la sinagoga y se veían apartados de su pueblo. En los tres siglos siguientes todavía algunos judeocristianos pretendieron mantenerse a la vez en el seno del judaísmo y en la fe en Jesús como Mesías, pero era una aspiración desesperada que terminó fracasando. El cristianismo, sin traumas ni tensiones, salvo algunos incidentes mínimos, había pasado de ser un colectivo judío a una fe universal. Sin embargo, la influencia de este escrito no se iba a reducir a este importantísimo aspecto. En el siglo xvi, el deseo
o
bien
seguían
de Reforma de la
ruptura
en su
apego
a
la
siglos
y
seno
en
Iglesia
entre
católica acabó provocando la los partidarios de mantener su
jerarquía y a la tradición eclesial de los últimos los que propugnaban, como Lutero, que la Iglesia
debía regresar a la pureza del Nuevo Testamento. Mientras que los primeros podían apelar a una vivencia histórica multisecular, los segundos comprendieron que las obras de Pablo, especialmente las epístolas a los Gálatas y alos Romanos, les proporcionaban una panoplia de caracterís-
ticas formidables. Para el protestantismo, resultaba obvio que el catolicismo medieval había corrompido el mensaje de salvación contenido en el Evangelio y en su Carta a los Gálatas, Pablo indicaba claramente el porqué. Siguiendo al apóstol, el
protestantismo insistió
en
enseñanza que colisionara que la hubiera transmitido
que debía rechazarse
el
Evangelio, incluso aunángel o un apóstol (1, 6-9) y
con un
cualquier
autoridad no derivaba de hombres sino del apego a la enseñanza de Jesús (1, 11-7). Aplaudió que Pablo no hubiera dudado en enfrentarse públicamente con Pedro, el apóstol al que el Papa pretende suceder, precisamente porque se había apartado hipócritamente del Evangelio (2, 11en
que
su
16). Aceptó enfervorizado la
enseñanza de
basada en rituales o códigos legales sino en la guía del Espíritu (5, 1-24) y, sobre todo, encontró una clara confirmación para su postura teológica más esencial, la de que la salvación no procedía de los méritos humanos ni de las una
ética
no
121
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
obras sino de la
apropiar
Dios que el ser humano se podía mediante la fe en Jesús (2, 16-21; 3, 11-4). A cerca
gracia de
de milenio y medio de tas
provocó
así
un
su
a
los Gála-
espiritual.
En este
redacción, la Epístola
nuevo
terremoto
fue mucho más traumático, pero no tuvo menos importancia que el acontecido en el siglo 1 y, una vez más, la cuestión central era obvia. A la pregunta de si puede el hombre obtener la salvación por sus propios medios, Pablo volvía a responder: caso,
también hemos creído en Jestús el Mesías para ser justificados por la fe en el Mesías y no por las obras de la ley, ya que por las obras de la ley nadie será justificado (...) No rechazo la gracia de Dios, porque si uno pudiera ser justificado por la ley entonces hubiera resultado intitil que muriera Cristo (...) ya que resulta evidente que por la ley nadie es justificado ante Dios porque el justo vivirá por la fe (2,
(...)
nosotros
16-17, 21; 3, 11-12).
Bibliografía y equilibrada acerca de Pablo continúa siendo la de F. F. Bruce, Paul, Grand Rapids,
La
biografía
más
completa
análisis de la relación entre la enseñanza de Jesús y Pablo en Paul Jesus, Grand Rapids, 1982. M. Hengel ha puesto de mantfiesto recientemente hasta qué punto la tesis de un Pablo helenizado y poco judío es insostenible históricamente en The Pre-Christian Paul, Filadelfia, 1991. El estudio más completo y documentado sobre el judeocristianismo inclu1990. También resulta de
especial
interés
su
and
análisis de todas las fuentes y posturas históricas se encuentra en César Vidal Manzanares, El judeocristianismo palestino en el siglo 1: de Pentecostés a Jamnia, Madrid, 1993. En esta obra se analizan además las distintas fases de entrada de los gentiles en el seno del cristianismo.
yendo
un
Sobre la Carta a los Gálatas, siguen resultando de interés los comentarios de C. K. Barret, Freedom and Obligation, Londres, 1985; F. F. Bruce, The Epistle of Paul to the Gala122
LA
EPÍSTOLA
A LOS
GÁLATAS
Exeter, 1982; W. M. Ramsay, A Historical Commentary on St. Paul's Epistle to the Galatians, Londres, 1899; y J. H. Ropes, The Singular Problem of the Epistle to the Galatians, Cambridge, Mass, 1929. De especial interés ya no tians,
sólo teológico sino también histórico a la carta de Lutero y Calvino.
son
los
comentarios
123
EL APOCALIPSIS
El libro más difícil de la Biblia
Términos
apocalipsis
apocalíptico forman, hoy por hoy, parte del vocabulario común de las lenguas occidentales. Su contenido semántico suele ir referido, por regla general,
como
o
visiones catastróficas del futuro, a descripciones de una horrible realidad o al anuncio de un espantoso fin del mundo. Suele ignorarse, sin embargo, el hecho de que la palabra apocalipsis no al más a
«descorrer
significaba
principio
que
velo» (el que cubre el rostro de las novias) Y, por extensión, una revelación de algo oculto hasta entonces. La razón de ese cambio de significado, cambio consagrado y, al parecer, irreversible, se debe al libro del nos un
que
ocuparemos
de
san
Juan.
en este
capítulo,
el denominado
Apocalipsis
Las casi
interpretaciones dadas al libro de Apocalipsis son tantas como los intérpretes que han escrito o enseña-
do sobre el mismo. Con todo, existe un acuerdo unánime acerca de él y es que se trata del libro más difícil de la Bi-
blia. Su carácter simbólico, su profusión de imágenes y su riqueza narrativa son tales que permiten con relativa facilidad superponer sobre sus capítulos cualquier sistema de
interpretación previo. En buena medida, y eso explica el atractivo que ha ejercido durante siglos sobre heterodoxos y sectarios, el Apocalipsis puede ser convertido con relativa facilidad en un espejo donde se contempla no su verdadero significado, sino aquello que se desea ver y que coincide con posiciones previamente tomadas de manera más o menos consciente. Eso podría explicar el escaso interés que han tenido muchos teólogos en detenerse en él. Por 125
QUE CAMBIARON
siguientes páginas describiremos
En las
su
contenido
continuación, analizar cuestiones como las de su fecha de redacción y autoría, de forma que puedan arrojar
para,
a
luz sobre
su
verdadero
El contenido del El vo
Apocalipsis
significado.
Apocalipsis del NueEvangelios y el libro
de los escritos más
es uno
Testamento, junto
de los Hechos de los
con
los
cuatro
Apóstoles.
extensos
Presenta además
una es-
bien trabada y dotada de una notable coherencia. En sus primeros versículos, el autor indica que se trata de una obra dirigida a siete iglesias situadas en Asia tructura muy
Menor y redactada desde Patmos,
toridades
romanas
deportaban
a
isla
la que las ciertos condenados
una
a
au-
so-
metiéndolos a un régimen penitenciario terriblemente duro, incluso considerando los patrones de la época. Hallándose en esta isla en el día del señor (una referencia al domingo), experimentó una aparición de un personaje muy especial que le anunció su misión:
las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, de parte del que es y era y ha de venir, y de los siete espíritus que se encuentran ante su trono, y de Jesús el Mesías, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. A él, que nos amó y nos lavó de
Juan,
a
hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre, a él, sea por los siglos de los siglos, la gloria y el poder. Amén. Viene con las nubes y lo verá todo ojo y aquellos que lo traspasaron y todas las tribus de la tierra se lamentarán por su causa. Sí. Amén. Yo soy el Alfa y la Ome-. ga, principio y fin, dice el Señor, el que es y era y ha de venir el Todopoderoso. Yo Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesús el Mo. sías, me encontraba en la isla que se llama Patmos, Por nuestros
pecados con
su
sangre, y
nos
cau.
126
vr
libros del Nuevo Testamento, evitó hacerlo sobre el Apocalipsis. La suya no fue una postura excepcional.
EA
que redactó comentarios sobre todos los
—
ejemplo, Calvino,
LA HISTORIA
-——
LOS TEXTOS
EL APOCALIPSIS
de la palabra de Dios y el testimonio relativo a Jestis el Mesías. Estaba en el Espíritu en el día del Señor! y escuché detrás de mí una gran voz similar a una trompeta que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en tun libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que se encuensa
tran en
delfia
y
Efeso,
Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, FilaLaodicea (1, 4-11).
Asia:
Para
cualquiera
que
conozca
mínimamente el
Antiguo
Testamento resulta obvio que Juan está refiriéndose a su aparición como si se tratara del mismo Dios, YHVH, al que Isaías (44, 6) denominó precisamente primero y último y
del que Zacarías (12, 10) afirmó que sería traspasado. Sin embargo, cuando se vuelve a contemplarlo, el lector descubre que ese Dios manifestado en el Antiguo Testamento no es
el Jesús, el Hijo del Hombre que murió para la Humanidad y resucitó:
otro que
salvar Y
a
volví para
la
hablaba y al hacerlo, vi siete candelabros de oro, y en medio de los siete candelabros, vi a uno semejante al Hijo del Hombre, ataviado con una vestidura que le llegaba hasta los pies e iba ceñido a la altura del pecho por un cinturón de oro (...) Cuando lo vi caí a me
ver
voz
que
me
pies como muerto. Entonces puso sui mano derecha sobre mí y dijo: No tengas miedo. Yo soy el primero el último. y Estoy vivo aunque estuve muerto y vivo por los siglos de los
sus
siglos.
Amén. Y tengo las llaves de la muerte del Hades. Esy cribe lo que has visto y lo que es y lo que ha de suceder des-
pués (1, 12-19). El pasaje tiene
relevancia ya que indica que, en una fecha muy temprana y en un contexto fundamentalmente judeocristiano, se creía que Jesús no era un mero hombre sino la encarnación de Aquel que se había una enorme
1. Una referencia al
primer día de la
semana o
domingo
en
que
se
reunían las comunidades cristianas para celebrar el partimiento del pan (Hechos 20, 7) o realizar las colectas destinadas a los necesitados (I Corintios 16, 1-2).
127
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA —
manifestado
como
rael. Los
capítulos
dirigidos
YHVH, el único Dios, al
recogen los mensaje, las comunidades cristianas de
2 y 3 de
por Jesús
a
||
pueblo de
Apocalipsis
Éfeso,
Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodices Durante el siglo xix, el dispensacionalismo, una escuela moderna de interpretación teológica, pretendió que Cada una de las iglesias simbolizaba un período de la Historia eclesial, desde el siglo 1 hasta los inicios del siglo xix. Se. mejante perspectiva pretendía subrayar el hecho de que la Segunda Venida de Cristo o Parusía no podía estar muy distante de mediados del siglo pasado. Lo cierto, sin embargo, es que no sólo la Segunda Venida de Cristo no se produjo cuando los primeros dispensacionalistas la esperaban, sino que además semejante interpretación pasaba
por alto la realidad del libro. Las referencias contenidas
las diferentes cartas, say,
cada
corresponden una
de
esas
como
ya
en su
día supo señalar Ramlo que conocemos de
exactitud a ciudades a mediados del con
en
siglo
1
d. de C.
También nos proporciona un examen realista del panorama del cristianismo. A diferencia de lo que ha sido buena parte de la literatura cristiana posterior (no digamos ya de la emanada de otras creencias), los escritos del Nuevo Tesde matices hagiográficos y son muy honrados a la hora de abordar los problemas internos de las distintas comunidades o las flaquezas de los personajes tamento carecen
informa así de que Pedro negó a Jesús (Mateo 26, 69-75; Marcos 14, 66-72; Lucas 22, 55-62; Juan 18, 15-18, 25-27), de que Pablo no dudó en enfrentarse públicamente con Pedro por actuar de forma hipócrita (Gálatas 2, 11-21), de que no todos los fieles cumplían con los modelos morales propios de la fe (I Corintios 5, 1-13)0, como en el caso del Apocalipsis, que no todas las comunidades cristianas estaban a la altura de su llamado. De las siete iglesias a las que se dirigía el libro, Éfeso (2, 1-7) era fiel a los principios morales pero había ido olvidando su primer amor (2, 4); Pérgamo (2, 12-7) se había manifestado fiel en medio de la persecución pero no llegaba a erradicar la fornicación y la idolatría de entre sus más
128
importantes.
Se
nos
EL APOCALIPSIS
miembros (2, 14); un panorama muy similar al de la comunidad de Tiatira (2, 18-29). La situación era peor en Sardis (3, 1-6) y Laodicea (3, 14-22). En la primera de estas comunidades sólo unos pocos no habían manchado sus vestiduras (3, 4) y en la segunda se había caído en un ne-
orgullo espiritual que llevaba al colectivo a afirmar era rico y me he enriquecido y no necesito nada (3, 17)
fasto que
cuando la verdad
era
que a los
ojos de
Jesús
era
desdicha-
do, miserable, pobre, ciego y desnudo. De las siete congregaciones sólo Esmirna (2, 8-11) y Filadelfia (3, 7-13) se hamantenido fieles aunque eso hubiera significado recibir enormes presiones, incluidas las de los judíos, a los que el autor no considera espiritualmente como tales siguiendo una línea de pensamiento que, en realidad, arranca del Antiguo Testamento y que ya hemos visto en la Epístola a los Gálatas escrita por Pablo (2, 8; 3, 9). Todas estas misivas vienen a marcar en el texto un bían
principio moral de una enorme importancia y de profunda raigambre (como vimos, por ejemplo, en la Torah y en Amós), consistente cuenta
en
privilegios
con
señalar que el Pueblo de Dios sino
con
obligaciones.
no
En otras pa-
labras, lo que Jesús anuncia a las diversas comunidades es que va a ejecutar un juicio sobre ellas si antes no se producambio radical de conducta en aquellas que con los principios a los que fueron llamadas.
ce un
plen
Tras esta advertencia se
desplaza
ta
Después de esto y la primera voz
no cum-
tajante, la acción del Apocalipsis
de las comunidades cristianas al cielo: miré y había que oí
en
el cielo
dirigiéndose
a
una
puerta abier-
mí sonó
como una
dijo: Sube hasta aquí y te enseñaré lo que va a suceder después de esto. Y al instante estuve en el Espíritu trompeta y
me
(...) (4, 1-2).
Lo que Juan describe a continuación se inspira en algunos escritos bíblicos previos, como el libro del profeta Eze-
quiel,
y ha tenido
influencia extraordinaria en el arte, y no sólo en el religioso, posterior al siglo 1v. En primer lugar, contempla el trono de Dios a cuyo alrededor había una
129
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
los que estaban sentados veinticuatro ancianos y ante el que ardían siete lámparas de fuego que son los siete espíritus de Dios (4, 4-5). Dios es objeto de adoración absoluta sobre todo porque a Él deben su existencia todos los seres: veinticuatro tronos
Digno
en
de recibir la gloria y la honra y el poder porque todo y por tu voluntad existe y fue creado (4, 11).
eres
tú creaste
Después de
esa
descripción, la
escena
llega
a su
punto
de mayor tensión dramática:
derecha del que estaba sentado en el trono un rollo escrito por el interior y por el exterior, sellado con siete sellos. Y vi a un ángel fuerte que anunciaba en voz alta: ¿Quién es digno de abrir el rollo y desatar sus sellos? Y nadie, ni en el cielo ni en la tierra y bajo la tierra, podía abrir el rollo ni aún siquiera mirarlo. Y yo lloraba mucho porque no se encontraba a nadie que fuera digno de abrir el rollo, ni de Y vi
en
la
mano
leerlo ni de mirarlo. Y uno de los ancianos me dijo: No llores. El León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos. Y miré y vi que en medio del trono, de los cuatro seres vivientes y de los ancianos se encontraba en pie un cordero como inmolado, que tenía siete cueros y siete ojos que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Y vino y tomó el rollo de la diestra del que estaba sentado en el trono y cuando lo hubo hevivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante el cordero. Todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso que son las oraciones de los santos y cantaban una canción nueva diciendo: Digno eres de tomar el
cho, los
cuatro seres
rollo y de abrir sus sellos, porque fuiste sacrificado y con tu sangre nos has redimido para Dios de toda raza, lengua, pueblo y nación, y nos has convertido en reyes y sacerdotes para nuestro Dios y reinaremos sobre la tierra. Y miré y escuché la voz de muchos ángeles que estaban en tomo al trono y de los seres
vivientes y de los ancianos y
su
número
era
de millones
de millones que decían a gran voz: el cordero que fue sacrificado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la 130
EL APOCALIPSIS
fortaleza,
la honra, la gloria y la alabanza. Y oí que todo lo creado en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra y en el mar y todo lo que en ellos hay decía: Al que está sentado en el trono y al Cordero sean la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos (5, 1-13). El pasaje que acabamos de reproducir está preñado de profundo significado. Cuando en el cielo se cuestiona el sentido de la Historia, simbolizado por un rollo sellado con sicte sellos, la primera impresión es que ninguna criatura puede responder a los interrogantes que han atenazado la conciencia del ser humano durante milenios. La reacción de Juan resulta entonces conmovedora lógica: rompe a llorar
y
porque nadie es digno de desentrañar el sentido de la vida. Pero cuando se encuentra sumido en tan estado
deplorable
le informa de que sí hay alguien que puede hacerlo. Se trata del Mesías prometido a Israel, al que se describe con los títulos de León de Judá y Raíz de David. Tal descripción
se
dirigente político enérgico y duro, de carácter militar. Sin embargo, cuando Juan se vuelve a contemplarlo observa a alguien muy distinto, alguien que tiene parece apuntar
a un
el aspecto de un cordero sacrificado. De este ser es del que deriva la capacidad de comprender el sentido de la Historia y es así porque su sacrificio fue el precio de la redención del género humano. Por el tipo de honores que se le dispensan (5, 12-3), el lector puede comprender que se trata del mismo Dios. El mensaje resulta, pues, obvio. La Historia tiene sen-
tido (y no es sólo un terrible absurdo) porque el Dios que habló con los profetas se encarnó como el Mesías
prometido y aceptó la muerte
Mesías fue un ser manso que para redimir con su sangre al género humano. De ese hecho fundamental depende toda la historia humana tanto hacia adelante como hacia atrás. porque
Los va
ese
capítulos
del cielo,
6-8 presentan, todavía desde la perspectilas consecuencias finales de esa circunstancia.
primer lugar, se encuentra el hecho de que Dios desencadena su juicio sobre la Humanidad para que prevalezca la justicia, un concepto expresado mediante la famosa visión de los cuatro jinetes del Apocalipsis:
En
131
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA De
de los sellos y escuché a uno de los cuatro seres vivientes que decía con una voz semejante al trueno: Ven y mira. Y miré y apareció un caballo blanco y el que estaba montado en él llevaba un arco y se le entregó una corona y salió venciendo y para seguir venciendo. Cuando abrió el segundo sello, escuché al segimdo ser viviente que decía: Ven y mira. Y apareció otro caballo, rojo, y al que estaba montado en él se le entregó poder para arrebatar la paz de la tierra y para que se matasen entre sí y se le hizo entrega de una gran espada. Cuando abrió el tercer sello, escuché al tercer ser viviente que decía: Ven y mira. Y miré y apareció un caballo negro y el que estaba montado en el llevaba en la mano una balanza. Y escuché una voz procedente de en medio de los cuatro seres vivientes que decía: Dos libras de trigo cuestan un denario y seis libras de cebada, un denario, pero no perjudiques el aceite y el vino. Cuando abrió el cuarto sello, escuché al cuarto ser viviente que decía: Ven y mira. Y miré y apareció un caballo amarillento y se llamaba Muerte el que iba montado en él, y el Hades lo seguía y le fue entregado poder sobre la cuarta parte de la tierra para matar con espada, con hambre, con mortandad y con las fieras de la tierra (6, 1-8). Vi cuando el Cordero abrió
uno
El resultado final de esta cadena de calamidades es el juicio de Dios, la ira del Cordero, sobre todos los seres humanos desde los reyes de la tierra y los grandes a todo esclavo
(6, 12-17).
segundo lugar, el restablecimiento de la justicia implicaría la recompensa de los discípulos de Jesús el En
Mesías. Son descritos
como
ciento cuarenta y cuatro mil
sellados de todas las tribus de los hijos de Israel (7, 4), pero, como había sucedido con el León de Judá que luego resultó ser un cordero sacrificado, cuando Juan mira, lo que contempla es una gran multitud que nadie podía contar de todas las naciones y tribus y pueblos que estaban delante del trono y de la presencia del Cordero (7, 9). Cuando Juan pregunta quiénes son, recibe una respuesta de enorme claridad:
132
EL APOCALIPSIS
Éstos son los que han salido de en medio de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del Cordero (7, 14). De esta manera, cuando
concluye esta parte del Apucalipsis, apenas un tercio de la obra completa, su temática fundamental queda expresada con meridiana claridad. Sus puntos fundamentales son: que toda la creación depende
de Dios, que la creó y que actuará como juez de la misma: que la Historia humana sólo tiene sentido cuando se comprende que ese Dios único se encarnó y como Mesías mu-
redimiendo con su sangre a la Humanidad: que ese Mesías volverá a restablecer la justicia, y que eso significará el castigo de los que quebrantaron los mandamientos de Dios rió
y el
premio de aquellos que,
limpiaron
sus
pecados
Establecidos
esos
en
pese
a
pasar por la
tribulación,
la sangre del Mesías.
principios
fundamentales,
Juan
vuelve a retomar el hilo de la acción centrada en el juicio de Dios. En primer lugar, los siete ángeles tocan las trompetas de juicio sobre la tierra, que se traduce sobre todo en el anuncio de la destrucción del Templo de Dios (11, 1-2) y en el del asesinato de los dos testigos de Dios en Jerusalén, la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también fue crucificado nuestro Señor (11, 8).
Después de la
de los dos testigos de Dios, Juan se detiene en describir la persecución del Pueblo de Dios. Este, del que ha surgido el Mesías, es representado como una mujer a la que persigue Satanás, simbolizado un muerte
por
dragón (12, 1-5). Aunque el Diablo pretende aniquilarlo,
no
lo consigue porque los cristianos le han derrotado gracias a la sangre del Cordero y a la palabra de su testimonio y han despreciado sus vidas hasta la muerte (12, 11). Entonces recurre a un arma
formidable
guaje sobrecogedor: Me detuve
en
la
arena
del
que Juan describe
mar
un
len-
y vi que de él subía
una
en
bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos, en los cuery nos llevaba diez diademas y un nombre blasfemo sobre sus 133
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA —
cabezas. Y la bestia que vi
era
semejante
a un
leopardo
y
suy
patas se asemejaban a las de un oso y su boca a la boca de 1.11 león. Y el dragón le entregó su poder y su trono y una gran autoridad. Y vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue curada yv toda la tierra quedó atónita siguiendo a la bestia, y adoraron al dragón que había otorgado autoridad a la bestia y adoraron a la bestia diciendo: ¿Quién es como la bestia y quién podrá luchar en su
contra? También
cosas
extraordinarias yv
se
le concedió
blasfemias,
para actuar cuarenta y dos
meses.
una
boca quie decía
le otorgó autoridad Y abrió la boca profirieny
se
Dios, blasfemando contra su nombre, su tabernáculo y los que habitan en el cielo. Y se le permitió ejecutar guerra contra los santos y derrotarlos. También se le concedió autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación, y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue sacrificado desde el principio del mundo (...) El que tiene sabiduría que calcule el número de la bestia porque es número de hombre y su número es seiscientos sesendo
blasfemias
ta y
contra
seis (13, 1-8, 18).
Sin
Bestia y del
embargo, los planes de la
Dragón
no
tienen éxito. Tras señalar que Babilonia, la aliada de la Bestía, será destruida (14, 1-13), Juan indica que el destino de ésta y de los que la adoran será un tormento cuyo
humo sube por los
siglos
de los
siglos (14, 11).
En
ese mo-
imagen de juicio, que el Hijo del Hombre va a llevar a cabo (14, 14-20) y se describen las siete últimas plagas de Dios (las siete copas de la ira) derramadas sobre la tierra. Éstas consisten en terrimento,
se
anuncia la
siega,
una
bles castigos sobre la tierra, incluida la aniquilación de Babilonia la grande, cuya descripción estaba llamada a hacer fortuna: Vino entonces
uno
que llevaban las diciéndome: Ven aquí y te ense-
de los siete
siete copas y habló conmigo ñaré la sentencia contra la gran
sobre muchas aguas, 134
con
ángeles
prostituta,
la que han
que está sentada
fornicado los
reyes de la
EL APOCALIPSIS
tierra y los habitantes de la tierra se han emborrachado con el vino de su fornicación. Y me llevó en el Espíritu al desier-
mujer sentada sobre una bestia escarlata y adornada de oro, piedras preciosas y perlas, que llevaba en la to
y vi
a una
mano una
pureza de
crito,
copa de
su
repleta de abominaciones y de la imtfornicación, y en su frente había un nombre esoro
misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS PROSTITUTAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. Contemplé a la mujer borracha con la sangre de los santos y con la sangre de los de Jesús, cuando un
testigos
y
quedé asombrado con un asombro enorme. Yel ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la lleva, que tiene siete cabezas y diez
la vi,
cuernos.
La bestia que has visto
punto de subir del abismo y marchar a su desastre, y los habitantes de la tierra —cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida— se pasmarán al con-
templar a la bestia
que
era
y
era
no es
y
no es
y está
y será. Esto
es
a
para la
men-
tenga sabiduría: las siete cabezas son siete montes sobre los que se sienta la mujer y son siete reyes. Cinco de ellos ya han caído, uno es y el otro está por venir cuando te que
y
venga
es
preciso
tiempo. La bestia y procede de los siete y
que permanezca por poco
asimismo el octavo, marcha hacia su perdición. los diez cuernos que has visto son diez reyes, que aún no han recibido reino pero por una hora recibirán autoridad como reyes junto a la Bestia (...) y los diez cuernos que viste en la bestia odiarán a la
que
era
y
no es es
Y
y la asolarán y la la abrasarán con
prostituta
dejarán desnuda y devorarán sus carnes y fuego porque Dios ha colocado en sus co-
el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo y entregar su reino a la Bestia hasta que se cumplan las palabras de Dios y la mujer que has ciudad contemplado es la razones
que reina sobre los reyes de la tierra
gran
(17, 1-13, 15-18).
El arrasamiento de Babilonia es descrito por Juan en el capítulo 18 del libro y con ello concluye esta sección de la obra. La
ché ya
siguiente iniciada va
la frase Después de esto escureferida al último período de la historia. En ella con
135
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
las bodas del Cordero (19, 1-10) y el enfrentamiento del Cordero contra la bestia y los reyes de la tierra en Armagedón. La victoria del Cordero tiene como consecuencia directa el que Satanás sea atado por mil años (el milenio) y que se produzca de inmediato la primera resurrección (20, 1-6). Cuando pase ese período de mil años, se cumplirá el último rebrotar de las fuerzas del mal: se
narran
los mil años, Satanás será liberado de su prisión y saldrá a extraviar a las naciones que se encuentran en los cuatro ángiilos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos en el combate y su número es similar al de la
Cuando
se
cumplan
del mar. Y subieron sobre la latitud de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada y descendió de Dios fuego del cielo y los consumió. Yel diablo que los extraviaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde estaban la Bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos (20, 7-10). arena
La derrota y
castigo del Diablo
es
seguida
por el
juicio
humanos ante el gran trono blanco de Dios (20, 11-15) y el establecimiento de unos nuevos cielos la que y una nueva tierra en la que morará Dios y sobre de todos los
seres
Jerusalén (21, 1-22, 5). Los últimos versículos de la obra están dedicados a insistir en la idea de que el juicio de Cristo se cumplirá y en la afirmación de éste, que de nuevo recibe los títulos propios de YHVH, de que sólo aquellos que han sido lavados con su sangre podrán entrar en la nueva Jerusalén: descenderá la
Omega, el principio y el fin, el primero el último. Bienaventurados los que lavan sus vestiduras, Yo soy el
y
nueva
Alfa
y la
las para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por puertas de la ciudad, pero los perros se quedarán fuera, y
también los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras y todo aquel que ama y comete mentira. Yo Jesús he enviado a mi ángel para daros en las iglesias testimonio de estas cosas (22, 13-16).
136
EL APOCALIPSIS
Las alentadoras
palabras
de Jesús
son
seguidas
anhelo de los cristianos que exclaman: Amén, sí, Jestás
(22, 20).
ven, Señor
La influencia del
Apocalipsis
Pese
críptico, el Apocalipsis ha sido
a su
llamado
carácter a
tener una
toria, sobre todo
en
influencia extraordinaria
la de Occidente. Términos
por el
un
libro
la His-
en
como
apo-
calipsis, apocalíptico, milenio, milenarismo, marca de la Bestia, Armagedón, cuatro jinetes del Apocalipsis y muchas más han pasado a formar parte del acervo común de las lenguas occidentales aunque, con el paso del tiempo, su significado se haya distanciado del que tuvo en la obra original. La obra también ha ido
experimentando fluctuaciones en su interpretación. Los primeros cristianos, como tendremos ocasión de ver más adelante, consideraron que, en buena medida, sus profecías estaban ya cumplidas en el si-
glo
1
y que sólo restaban por alcanzar
ultimísimos capítulos, de Cristo
en
su
cumplimiento los
decir, los referidos a la victoria Armagedón, al milenio, al juicio final y al es-
tablecimiento de los
es
nuevos
Esta situación comenzó
fluctuaciones
cielos y la a
nueva
tierra.
experimentar importantes
partir del siglo
Durante el mismo, la Iglesia dejó de ser una entidad perseguida por el imperio para convertirse en uno de sus pilares y legitimadores
ideológicos.
a
1v.
Esto tuvo, entre otras consecuencias,
una
in-
fluencia
considerable en su concepción escatológica. Mientras que la Iglesia oficial acentuó más la tendencia a
encajar Apocalipsis en un tiempo pasado e incluso interpretó el milenio como el período que ya se vivía con posterioridad a las persecuciones imperiales, los grupos más heterodoxos tendieron a proyectar hacia el futuro todo el contenido del libro identificando sus calamidades con eventos del futuro y a la Bestia con el Anticristo de los tiempos inmediatamente anteriores a la Segunda Venida de Cristo. 137
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
último esquema la visión del Papa y su corte como Babilonia la Grande, la gran prostituta que fornica con todos los reyes de la tierra (17, 1 ss). El ornamento escarlata de sus vestiduras recordaba los atavíos de los cardenales, su fornicación política recordaba sus alianzas nada piadosas con reyes y emperadores, su sede romana parecía hacerse eco de su asentamiento sobre siete colinas y además el papado estaba eliminando a los que se oponían a él, por lo que evocaba el No tardó mucho
carácter
en
encajar
en ese
sanguinario del símbolo.
Esta identificación esta-
ba muy extendida en ámbitos reformadores ya durante la Baja Edad Media v, como era de esperar, experimentó un impulso extraordinario con la Reforma protestante del siglo xvi. En este último caso, el Anticristo tendió a ser identificado no con un rey futuro, sino con todo un sistema de
poder religioso
que duraría
siglos:
el
papado.
Estas cir-
cunstancias provocaron que en los años siguientes la Iglesia católica tendiera a hacer el menor énfasis posible en el Apocalipsis v que, por el contrario, éste se convirtiera en
de los libros de cabecera del protestantismo. Según su interpretación, en él quedaba establecido el hecho de que la salvación no derivaba de las propias obras sino del sacrificio del Cordero en la cruz, mediante el cual podían ser uno
pecados de todos los hombres, además se condenaba un sistema religioso tan demoníaco como el católico y se anunciaba que, al final, resultaría aniquilado. Aunque, como hemos indicado, la Iglesia católica prefirió dar la callada por respuesta a estas interpretaciones del Apocalipsis, no faltaron autores que intentaran desvirtuar lavados los
la visión protestante. La respuesta llamada a tener mayor fortuna fue la articulada por dos jesuitas hispanos —Lacunza Ribera—, que crearon un sistema de interpretay
escatológica conocido actualmente como dispensacionalismo. De acuerdo con éste, y rompiendo la línea de argumentación del resto del Nuevo Testamento, que idención
Israel y descendencia de Abraham sólo a aquellos, judíos y gentiles, que han creído en Jesús, se insistió en que había que diferenciar claramente a Israel y a la Igletifica
como
sia y que la mayor parte de las 138
profecías del Apocalipsis
se
EL APOCALIPSIS
referían a Israel. La Iglesia sería arrebatada al cielo antes de iniciarse el último período de la historia o gran tribulación, por lo que los capítulos de Apocalipsis relativos a los juicios de Dios nunca podrían ser aplicados a ella, sino a unas condiciones específicas de esa época futura en la que sólo paganos y judíos estarían en la tierra. Como es obvio, si la Iglesia iba a ser arrebatada antes de la gran tribulación y Babilonia la grande iba a ser destruida después, la Iglesia católica no podía ser Babilonia la grande. El punto de vista dispensacionalista no fue aceptado al principio por ninguna Iglesia protestante e incluso la Iglesia católica manifestó su repulsa hacia él en la medida en que introducía elementos desconocidos hasta entonces en la teología cristiana, como la creencia en un arrebatamiento de la Iglesia antes de la gran tribulación o en la separación de los conceptos de Israel y de la Iglesia. De hecho, el dispensacionalismo no volvería a hacer acto de presencia hasta inicios del siglo x1x en Inglaterra, aunque esta vez tuvo más fortuna. Una profetisa llamada Margaret McDonald afirmó haber visto una visión en la que la Segunda Venida de Cristo se desarrollaba en dos fases, una de ellas antes de la tribulación. Esta circunstancia, unida a la publicación nueva de la obra de Ribera en Inglaterra, favoreció la expansión de este punto de vista. Actualmente, el dispensacionalismo —cuyos seguidores suelen desconocer sus verdaderas raíces cuenta con un predicamento nota— ble en ciertos sectores del protestantismo, sobre todo en el de origen anglosajón. En
paralelo
tendencias interpretativas se produjeron otras dos diametralmente opuestas pero llamadas a tener una cierta fortuna. Una de ellas es la que podríamos denominar adventista y cuyos exponentes máximos son los a
estas
adventistas del séptimo día y los testigos de Jehová, pero que ha encontrado también defensores entre otras sectas, como la iglesia del Dios universal. La interpretación adventista se caracteriza por una lectura del texto cuya finalidad es identificar su contenido con acontecimientos recientes y justificar así un anuncio del fin del mundo para una fecha cercana. Naturalmente, los personajes centrales 139
LOS TEXTOS
del libro
QUE
son
CAMBIARON LA HISTORIA
interpretados de acuerdo
con
las propias
con-
veniencias. Así, para los adventistas, la Gran Prostituta es la Iglesia católica, pero a la vez su profetisa Ellen White inventó la
expresión hijas de la
sias protestantes. Por lo que se hová, afirman que la Gran
y
las iglerefiere a los testigos de JeProstituta son todas las
Ramiera
la refirió
a
del mundo salvo la suya. Este tipo de interpretaciones del Apocalipsis ha sido pródigo a la hora de captar adeptos entre personas que desean verse a salvo de la catástrofe inminente, pero no ha
religiones
de cosechar terribles fracasos históricos y, por supuesto, una vez que éstos se han producido y que ha pasado el tiempo profetizado, obligan a readaptar la reinter-
dejado
de su breve existencia, los adventistas han anunciado el fin del mundo, entre otras ocasiones, para el 21 de marzo de 1844, el 18 de abril de 1844, el 22 de octubre de 1844, y los años 1854 y 1873. Por su parte, los
pretación.
En el
curso
testigos de Jehová han proclamado
que el fin del mundo
se
produjera la caída del nazismo y en 1975. Este conjunto de profecías, no corroboradas por la Historia, han obligado a ambas sectas a ser más prudentes a la hora de anunciar fechas, pero produciría
no
en
ha evitado
1874, 1914, 1918, 1925, cuando
en
se
lo más mínimo el que insistan
en
anunciar
que la venida de Cristo está próxima a producirse. La otra línea de interpretación ha sido típica de las
que, entre tanto delirio notable intento de examinar el libro
sias reformadas y debe
exegético,
parece
un
igle-
reconocerse
buena dosis de seriedad y sentido común. De acuerdo con la misma, el Apocalipsis no representaría una narración lineal de acontecimientos que llegarían hasta la Segunda Venida de Cristo y la restauración universal, sino una repetición de visiones en las que se expresaría el conflicto multisecular entre las fuerzas del bien y las del mal. con
una
En cada
una
de las visiones volvería
a
repetirse
este
relato,
perspectiva. Así, por ejemplo, los capíturecogerían desde el cielo la secuencia de la his-
si bien variaría la
los 4, 1-8, 1 toria de la Humanidad que va desde la muerte de Cristo como acontecimiento central hasta el juicio final de Dios. Los capítulos 8, 2-11, 19 repetirían ese mismo relato, pero 140
El. APOCALIPSIS
desde la óptica de la Humanidad. Los capítulos 12, 1-15, 8 nuevamente señalarían esa historia, pero vista desde el pueblo de Dios sometido a tribulación en la tieen
esta ocasión
rra, etc.
Una
interpretación
como
ésta
no es
susceptible
de
despertar el entusiasmo de los partidarios de realizar escatología-lficción que, por ejemplo, desean descubrir en el Apocalipsis el último conflicto de Oriente Medio. Sin embargo, en términos generales, resulta muy equilibrada y justa a la hora de discernir la finalidad que se proponía el del libro. Con todo, la pregunta que surge es la que da título al siguiente apartado de este capítulo: ¿cuál es la autor
verdadera interpretación del
¿Cuál
es
la verdadera
interpretación Para y
Apocalipsis?
aquellos
del
Apocalipsis?
que realmente
práctica del libro de
busquen la enseñanza moral Apocalipsis posiblemente la última
interpretación señalada resulte más que suficiente. Apocalipsis pretende, ante todo, señalar que el conflicto más importante de la Historia es aquel en que se enfrentan las
fuerzas de Dios y las del Diablo. En apariencia, la Historia carece de sentido. Su sucesión interminable de injusticias,
matanzas, guerras y desastres, por no decir de sorprendentes paradojas, provoca que los hombres queden atónitos pero no que den con una explicación. Apocalipsis, sin em-
bargo,
sostiene que sí hay una clave de interpretación de la Historia y que ésa no es otra que el hecho de que Dios se
hizo hombre, murió en una cruz por el género humano y así lo redimió. Ese acto es el que permite desentrañar el sentido de la Historia y, paradójicamente, el que lo realizó no se a un
asemejaba
gran dirigente político o militar sino cordero sacrificado. Para aquellos que han decidido a un
seguir al cordero, la vida porque el Diablo
no
será fácil
en
esta tierra
siquie-
el que la gobierna detrás de las bambalinas de las diversas instituciones, incluidas las religiosas. Sin embargo, al final, Jesús, el Mesías sacrificado, ra
regresará
e
es
impartirá justicia.
Derrotará entonces
a
las 141
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
fuerzas del mal, restaurará la tierra y morará en medio de su pueblo mientras el Diablo y sus seguidores sufren un tormento que durará por los siglos de los siglos (Apocalipsis 20, 10). Esta visión lineal de la historia —opuesta a la cíclica de indios o arios— ha estado llamada a ejercer una enorme
influencia en los siglos (pronto milenios) posteriores. De acuerdo con la misma, la Historia no carece de sentido y además camina hacia su consumación. Por supuesto, el autor de Apocalipsis consideraba que era así porque se encontraba en las manos de Dios y de su Mesías. Sin embargo, cuando en los siglos XVIII y XIX diversas corrientes decidieron
arrancar a
despojaron
a
Dios de la filosofía de la Historia,
ésta de
su
sentido finalista. Como
no
veremos
adelante, para los ilustrados del siglo xviI1, Dios (en el que la mayoría creía) no gobernaba la Historia pero ésta seguiría avanzando hacia una progresiva iluminación del género humano bajo los ideales de igualdad, libertad y framás
progresaría hacia su consumación cósmica, aunque quien la ejecutaría n0 sería el Mesías Jesús sino el proletariado triunfante que acabaría implantando la sociedad socialista. ternidad. Para Marx, también la Historia
A estas alturas para muchos resulta difícil creer en los planteamientos de ilustrados y marxistas. Sobre ellos, el
Apocalipsis presentaba, y presenta, unas enormes ventajas conceptuales, sobre todo para los creyentes. Entre ellas se encontraban las de afirmar que la Historia experimentaría continuas catástrofes, que el poder humano podría alcanzar siempre nuevas cotas de perversión (algo difícil de negar después de contemplar el siglo xx), que los que vivieran realmente según las enseñanzas de Jesús no serían bien y que la redención final no del esfuerzo humano sino de la intervención di-
vistos por los diversos
depende
poderes
de Dios. De este último aspecto, desde luego, podían derivarse dos consecuencias alentadoras. La primera, la de que el repetido y múltiple fracaso humano jamás apagaría la llama de la esperanza, porque el triunfo no dependía de él, y la segunda, la de que la victoria del Bien está garantizada porque no deriva del esfuerzo de los seres humanos, recta
142
EL APOCALIPSIS
sino de
aquel
que
se
presentó
calipsis 1, 17), que estuvo los siglos (1, 18; 4, 10). A
puede
como
muerto y que
y último
(Apovive por los siglos de
primero
la que se mezclar el reconocimiento de la maldad humana y esa
visión
sugestiva,
en
la esperanza en su futuro, el llamado a sufrir por el Evangelio y la fe en que Cristo triunfará al final de los tiempos, la reticencia ante los poderes políticos y religiosos y la con-
fianza
en
Jesús, ha debido el Apocalipsis
su
gran
poder
de
lo largo de siglos. Ha sido un poder que, incluso a través de hijos advenedizos y desnaturalizadores del mensaje original sin duda, ha cambiado la Historia.
atracción
a
Bibliografía Las obras dedicadas al aunque
hay
que
Apocalipsis
reconocer
muy numerosas, que el número de aquellas que son
la pena y que no caen en la mera especulación es mucho más reducido. Un análisis y discusión de la época en que se escribió (muy posiblemente a mediados de la década de los sesenta del siglo 1 y no a finales como se repite merecen
menudo), la identidad del
la interpretación más detallada de la obra puede encontrarse en C. Vidal Manzanares, El judeo-cristianismo palestino en el siglo 1: de Pentecostés a Jamnia, Madrid, 1993. Por lo que se refiere a los comentarios sobre Apocalipsis, resultan especialmente interesantes los siguientes: G. Eldon Ladd, El Apocalipsis de Juan: un comentario, Miami, 1978; W. Hendriksen, Más tan a
autor y
vencedores, Grand Rapids, 1977; L. Morris, The Revelation of St. John, Grand Rapids, 1979. Sus perspectivas son ligeramente diferentes pero en conjunto representan esfuerzos interpretativos rigurosos. El mejor comentario escrito por un español —casi podría decirse el único de va-
que
lor— sobre Apocalipsis continúa siendo el de José Grau, Estudios sobre Apocalipsis, Barcelona, 1977. De extraordinario interés sobre el contexto histórico
(e interpretativo) de la obra son: D. Chilton, The Days of Vengeance: An Exposition of the Book of Revelation, Fort Worth, 1987; K. Gentry, The Beast of Revelation, Tyler, 1989 y W. M. 143
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —
Ramsay, The Letters
the Seven Chwurches, Peabody, 1994. De especial interés sobre la manera en que el enfrenta. miento entre Reforma y Contrarreforma afectó a la interpretación del Apocalipsis es la obra de R. L. Petersen, Preaching in the Last Days: The Theme of Two Witnesses in the 16h € 17th Centuries, Oxford, 1993. Finalmente, para un acercamiento documentado a la lectura del Apocalipsis desde la perspectiva de distintas sectas, pueden consultar. se C. Vidal Manzanares, Diccionario de sectas y ocultismo, Estella, 1994 (3. ed.) e ídem, La otra cara del paraíso: la verdad sobre las
144
to
grandes
sectas, Miami, 1993.
EL TALMUD
La estructura del Talmud
Como tuvimos ocasión de ver, la Torah ha tenido una extraordinaria relevancia en la historia no sólo de Israel sino de aquellos pueblos que, de una u otra manera, se han vis-
expuestos a la influencia de la Biblia. Para aquellos que han recibido ese influjo a través del cristianismo o de la mera impregnación cultural, la Torah pierde mucho de su interés jurídico e incluso puede en ocasiones presentar en algunos de sus libros, como el Levítico, un aspecto aburrido y difícil de seguir a causa de la acumulación de normas to
cuyo sentido
no
pocas
veces se
nificativo que cuando Gandhi
escapa. No
deja
de
ser
sig-
lectura de la Biblia diga que el Nuevo Testamento (especialmente el Sermón de la Montaña) le entusiasmó, el Génesis le resultó pasable le fue y imposible terminar el libro de Levítico y desde entonces continuar con la Torah hasta el final. Para el pueblo de Israel, sin embargo, los problemas relacionados con la Torah resultaban de un cariz muy distinto y derivaban sobre todo de la necesidad y el compromiso de convertir aquella normativa en su guía de conducta cotidiana. Como sucede en todos los cuerpos legales, la Torah no contiene una casuística muy detallada sino preceptos de carácter general. Sin embargo, en la vida práctica podían surgir conflictos de interpretación, de cumplimiento práctico e incluso de colisión de normas que tenían que ser resueltos de manera satisfactoria. Ésa fue la finalidad de la literatura rabínica. Esta literatura concreta nació a lo largo de los siglos como fruto de la actividad docente, exegética y recopiladonarra su
145
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
de los escribas y rabinos, y tomó la forma de textos relacionados con aspectos legales (halajál) o histórico-tcológira
El intento de sistematizarlos por temas es la base de la Mishnáh, la Tosefta y los dos Talmuudes, obras que agruparse bajo el epígrafe de literatura talmúcos
(haggadáh).
pueden
dica. Ésta
no
constituye la totalidad de la literatura rabíni-
compuesta además por el midrásh y los diversos targtims, pero sí la parte más relevante. La base nuclear del 7Talmud es la Mishnáh. Esta palabra podría traducirse literalmente como «repetición», pero la concepción hebrea parece contener mejor la idea de «enseñar o aprender la ley oral», aunque esa tarea se lleve a cabo a través de la repetición. La Mishnáh constituye el código más antiguo de la ley judía extrabíblica que ha llegado hasta nosotros, aunque contamos con antecedentes en textos como las Reglas de Qumrán, el Rollo del Templo y Jubileos 50. La Mishnáh se encuentra dividida en seis órdenes ca,
subdividen en sesenta tratados (msktvt), aunque en las ediciones impresas aparecen como sesenta y tres, ya que los llamados Baba gamma, Baba mesi'a y Baba batra son independientes, al igual que Sanhedrín y Makkot. Cada tratado, a su vez, aparece dividido en capítulos (prgym:) y párrafos (mshnyvt). El lenguaje de la Mishnáh es hebreo postbíblico (mishnaico) y su contenido es ha-
(sdrym)
que,
a
su
vez,
se
totalidad. Con la excepción de las Middot y Abot, la haggadáh sólo aparece de forma esporádica. La tradición judía atribuye la composición de la Mishnáh aR. Yehudáh ha-Nasí (m. entre el 192-193 y el 217-220 d. de C.) en una fecha situada a finales del siglo 11 0 comienzos del 111. d. de C. Tal posibilidad resulta, sin embargo, un tanto dudosa ya que en la obra aparecen citas de rabinos posteriores a Yehudáh ha-Nasí. En su conjunto, la
lájico
casi
Mishnáh
en su
refleja,
aunque de
terpretación de la ley judía seas
siglo
manera
que existió
de Palestina desde finales del 11
la forma de inlas escuelas farihasta finales del
parcial, en
siglo
1
d. de C.
La Mishnáh
largo de
los siglos 111 y 1v en una obra absolutamente esencial para las escuelas rabínicas de Palestina, sobre todo en Tiberíades y, a su vez, 146
se
convirtió
a
lo
EL TALMUD
acabó por
sólo objeto de estudios sino también de comentarios. Estas adiciones unidas al texto de la Mishnáh constituyen el denominado Talmud palestinense o de Jerusalén (TalPal). En este Talmud se interpreta el texto de la Mishnáh pasaje a pasaje, recurriendo, como era de esperar, a la casuística. Asimismo incluye las opiniones de los amorattas (literalmente «locutores»), letrados del período post-mishnaico correspondientes a los siglos 111 y 1v, y las baraitot (singular, bryt), dichos que no registra la Mis/111á/1 pero que son coetáneos y que se citan en hebreo dentro de un pasaje arameo del 7Talmud. La datación de este Talmud resulta relativamente fácil, ya que menciona a los emperadores Diocleciano y a Juliaser no
no, pero no
del
siglo
a
figuras judías posteriores
la
a
segunda mitad
Todo esto hace pensar que su estructura actual debió de tenerla ya poco después del 400 d. de C. Aunque su contenido principal es halájico, este texto contiene asimismo
1v.
considerable riqueza de materiales haggádicos. Hasta nosotros sólo han llegado los cuatro primeros sedarim (con la excepción de los tratados Eduyyot y Abot) y el comienzo de Niddú. Los comentarios y discusiones arameos, la Guemarah, están escritos en dialecto galileo. Sin embargo, la Mishnáh no fue sólo de comenuna
objeto
tarios
Palestina sino en regiones mucho más distantes donde, curiosamente, iba a dar lugar a una producción mucho más notable que el Talmud palestino. Se cree que la Mishnáh fue llevada a Babilonia por Abba Arika, Rab, un discípulo de Yehudáh ha-Nasí. Allí no pasó mucho tiempo antes de que experimentara un considerable incremento de material, que concluyó en su codificación final en el siglo vi. En el Talmud babilónico (TalBab), la haggadáh está en
representada
más
ampliamente
que
en
el
aunque tampoco abarca toda la Mishnáh. El se
ha
do
es
palestinense, primer séder
perdido por completo salvo Berajot; Shekalim está ausente del segundo séder; el cuarto carece de Eduyyot y Abot, el quinto de Middot, Quinnim y la mitad de Tamid, el sexto se ha perdido salvo Niddú. Sin embargo, su contenimucho más rico que el del otro Talmud. De hecho, aunque abarca treinta y seis tratados y medio frente a los 147
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —
treinta y nueve palestinenses, en la práctica, es cuatro vo. ces más voluminoso y, en sus ediciones, aparecen siete tra.
tados extracanónicos
tiendo de
Media,
esa
este
base
a
no
Talmud
continuación del cuarto séder. Pay. resulta extraño que desde la Edaq
haya sido objeto de
mayor veneración,
La historia
hemos visto siquiera en parte, la redacción de los diversos estratos que componen el Talmud se produjo en un período de varios siglos, con posterioridad a la destrucción del Templo de Jerusalén en el 70 d. de C,,
realidad,
En
como
aunque contenga materiales anteriores a esta fecha. Dado que el Talmud no reproduce toda la visión teológica del ju-
daísmo del
Segundo Templo,
sino más bien la de los fari-
para ser estrictos, sólo la de un sector de éstos), fue necesario legitimar como única la transmisión de esta vi-
seos
(yv,
sión
interpretativa.
Así, el Talmud afirma que las interpretaciones conteniél (no pocas veces contradictorias entre sí) se retrotraen al propio Moisés. En términos históricos (otra cuestión es desde la perspectiva dogmática de cierto sector del
das
en
cabe duda de que tal cadena de transmisión no existió. La misma Gran Asamblea (Kneset ha-guedolah) y los soferin1, a los que se considera, en algún caso, como el
judaísmo)
no
proceso creativo son, desde luego, de dudosa historicidad en lo que a su conexión con el Talmud
primer eslabón del se
refiere. Comenzamos
a
pisar
un
terreno
más firme al
llegar al
denominado de las parejas. Según las fuentes rabínicas, cuando la Gran Asamblea fue sustituida por el Sanhedrín, uno de los últimos componentes de aquélla, llamado Simón el Justo, transmitió la tradición a Antígono de Soco. Con estas dos figuras se iniciaría así el período denominado de las parejas, que recibe ese nombre porque los encargados de transmitir la tradición eran dos personas, una de las cuales desempeñaba el cargo de Nasí («presidente») y la otra el de Av Bet-Dín («padre o jefe del tribu-
período
148
EL JALMUD —]]——
nal»). Insistamos en que esa transmisión era realizada sólo otros grupos judíos tenían visiones dipor los fariscos (los vergentes en lo que a la interpretación de la Escritura se refiere) de una manera asistemática, en la que solía constar, como mucho, referencias al maestro que se relacionaba la cuestión concreta. Fue sobre la última pareja, formada por Hil-lel y Shammay, en torno a la que giró el debate durante los siglos 1
con
a.
de C. y
nos casos,
judaísmo.
1
d. de C. La postura del primero, salvo fue la que acabaría imponiéndose en el Circunstancia histórica decisiva
en
este
en
algu-
seno
del
sentido
fue la destrucción del Segundo Templo durante la guerra del 66-73 d. de C. El cataclismo producido en la nación judía revolucionaría ya para siempre su visión teológica. No sólo
se
había
cional, sino
experimentado
que además había
sistema salvífico como se
una
dolorosísima derrota
na-
quedado desarticulado
el
propio del Antiguo Testamento. Este,
podía desprender de los
mandatos
recogidos en la un capítulo an-
Torah y a los que ya hicimos referencia en terior, giraba en torno a los sacrificios expiatorios realizados en el Templo. Arrasado éste, al menos en teoría, no existía tancia
posibilidad de recibir el perdón divino. Tal circunsno lesionaba, por ejemplo, la perspectiva de los sec-
tarios de ma
Qumrán, que habían establecido su propio sisteexpiatorio, ni tampoco la de los judeocristianos. Éstos
creían que la muerte de Jesús como Mesías y Siervo sufriente tenía valor de expiación universal y además habían anunciado la destrucción del Templo, puesto que éste era ya innecesario desde la
perspectiva salvífica de Dios. Sin
embargo, para otros sectores del judaísmo implicaba un interrogante angustioso que los herederos de los fariseos Intentarían responder. Todavía durante el asedio de Jerusalén, uno de los sabios fariseos, llamado Yojanán ben Zakkay consiguió salir de la ciudad y, capturado por los romanos, fue trasladado con otros judíos a Jamnia (Yavneh). Allí conseguiría, ,
aquietado el conflicto, establecer una academia de enseñanza que pudiera perpetuar la herencia espiritual de los fariseos. En
su
mayor parte los miembros de la academia 149
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —
de tendencia hil-lelita. La obra de Y. ben Zakkay resultó de enorme importancia por cuanto no sólo sentó las bases para reinstaurar el Sanhedrín en Jamnia, sino que eran
además articuló un sistema salvífico alternativo al existente hasta entonces. Desaparecidos los sacrificios, éstos posustituidos por la práctica del arrepentimiento yv de las buenas obras. Sin duda, esto implicaba un cambio radical, mutación lo ha denominado algún autor judío contemporáneo, en relación con la teología judía anterior al dían
ser
año 70 d. de
C., pero permitió sobrevivir al judaísmo
en
medio de la catástrofe. A la muerte de Rabban Yojanán ben Zakkay, la dirección espiritual de los fariseos pasó a Rabban Gamaliel. Éste se encontraba frente al reto de reavivar espiritualmente ala postrada nación. Para lograrlo, pensó que la salida era no integrar a los diversos sectores teológicos, sino más bien llevar
a
cabo la exclusión de todos
tieran la visión
aquellos
que
no
compar-
específica del fariseísmo hilellita. Bajo
su
uniformizó el orden de la oración, se intentaron unificar las diferentes visiones interpretativas existentes incluso entre los fariseos, se buscó la manera de hallar un modus vivendi en relación con Roma y se procedió, sobre todo, a expulsar del seno de Israel a aquellos que no
supervisión,
se
comulgaban
con
aquella perspectiva.
Gamaliel debió de actuar, a tenor de lo reflejado en las fuentes rabínicas, con una considerable energía. De hecho, los judeocristianos fueron excluidos de Israel, los saduceos y los esenios desaparecieron e incluso los fariseos disidentes fueron reprimidos drásticamente. Un ejemplo de esto último lo encontramos en las disputas ocasionadas entre Gamaliel y R. Yehoshuah o el caso de R. Eliezer. La propia Mishnáh señala que si todos los sabios de Israel fueran colocados en un extremo de la balanza y R. Eliezer ben Hyrkanos en el otro, éste pesaría más que todos ellos (Abot 2, 10). Sin embargo, Gamaliel no dudó en excomulgarlo cuando se opuso a la política uniformadora que estaba llevando a cabo. Esta inclinación terminó provocando la caída del mismo Gamaliel (Berajot 27b-28a.), que fue sustituido por 150
EL TALMUD
R. Elazar ben
Azaryah durante algún tiempo. Tras un paréntesis temporal no bien determinado en las fuentes, ambos sabios acabaron desempeñando un gobierno colegiado. Aunque la redacción del Talmud iba todavía
desarrollarse en un período que abarcaría varios siglos, sus líneas maestras habían quedado ya trazadas. Serían las de consagración de un judaísmo que no representaba fielmente al que existió durante la mayor parte del siglo 1 d. de C. y períodos anteriores, y que cercenó del alma de Israel a sectores de la población que eran tan legítimamente judíos a
los sabios de Jamnia (esenios, saduceos, judeocristianos) y a los que se consideraría ya como extra portas de Israel. De esta manera, una parte de Israel había triunfado sobre otras, había logrado que tal victoria recibiera incluso la sanción de algunos poseedores del poder romano y se como
presentaba
la única manera legítima de ser judío. Aquella concepción triunfante sobreviviría (y, con ella, Israel como pueblo) a lo largo de una serie ininterrumpida de crisis. como
La
política antijudía de Trajano, la denominada guerra de Kittus (Taanit 18b.), la sublevación de Bar Kojba (proclamado Mesías por rabí Akiva), la guerra de Adriano, con la transformación
subsiguiente de Jerusalén en una ciudad completamente no judía, la decadencia de las distintas
academias rabínicas, la persecución de los persas y, sobre todo, la aparición del cristianismo no ya como religión perseguida sino como fe oficial del Imperio romano (un acontecimiento que el erudito judío Jacob Neusner consideró la razón fundamental que provocó la redacción del
Talmud) fueron
la comunidad judía fue sorteanmaestros brotaban la Mishnáh y los dos
retos que
do mientras de sus Talmudes. En las páginas siguientes vamos gunos de sus aspectos más característicos.
a
examinar al-
Una forma de vida La
simple contemplación
del Talmud provoca un sentimiento abrumador. Su extensión resulta equivalente, gros151
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
dieciséis guías de teléfono de tamaño medio. Pero lo más difícil de su texto no deriva tanto de su enorme extensión sino de su contenido. ¿Es inevitable una elabora-
modo,
so
ción
a
similar, cuya codificación ha tardado además siglos en
para obedecer la Ley de Dios? Naturalmente la respuesta a esas cuestiones suele ser difícilmente neutra
producirse,
porque arranca, por pero, para situarnos
regla general, en un
terreno
de
una
accesible
ríamos recordar que el Talmuud contiene
cidentales consideraríamos civiles
giosas.
Pese
a
todo, sería
toma
o
a
de
posición
todos, debe-
que los ocmás que reli-
normas
penales
equiparar el 7almiud con examinar primero, aunque
un error
simple código legal. Vamos a sea en forma simplificada, un ejemplo de estas aplicaciones prácticas y después, en el apartado siguiente, haremos Teferencia a su contenido teológico. Como ejemplo del primer aspecto vamos a tomar el texun
mishnaico de Baba gamma 3, 2, que se halla en el orden de Neziquín, relativo a los daños. El mismo dice así: to
(...) el que esconde espinos o cristales:0 rodea su cerca con espinos o si se cae la cerca a un lugar de dominio público
y
como
consecuencia de ello otros
responsable por su
sufren algún daño,
daño.
Aparentemente el pasaje es claro pero lo cierto plantea una serie de interrogantes que no son de trascendencia. Por
es
ejemplo,
si los cristales
no
es
qué
escasa
los colocó el
el responsable entonces? 0 si los cristales estaban dentro del muro y éste se cayó dejándolos al descubierto, ¿existe responsabilidad del propietario? o ¿cuál sería la forma de evitar estos accidentes? El texto del Talmud relativo a este pasaje de la Mishnáh abor-
propietario
da
esos
sino otro,
y otros
¿quién
es
problemas.
Así, el comentario de R. Yojanán recogido en el Talmud (Baba Qamma 30a.) resulta lógicamente obligado:
refiere sólo a los espinos sobresalientes. Si estaban confinados en la propiedad privada, no existe responsabilidad. ¿Por qué? Dijo R. Aha hijo de Dijo
152
R.
Yojanán:
esto
se
EL TALMUD
R.
Iga:
porque la gente
no
debe ir
restregándose
contra
los
muros,
La
interpretación
parece clara. Existe
obligación
de in-
demnizar pero sólo cuando los espinos sobresalen de la propiedad privada. Si alguien se daña con ellos por mera negligencia personal, no debería responsabilizarse al propietario. Éste no podía, ni debía, prever la estupidez de sus conciudadanos. Pese a todo, las posibilidades no se han agotado y por ello es necesario dar una regla que cuenta con el respaldo de los sabios. La misma volverá a ser comentada por R. Yo-
janán: Nuestros rabinos han enseñado: si una persona esconde espinos y cristal roto en el muro de su vecino, y el propietario del muro viene y tira el muro y caen al terreno público (el cristal o los espinos) y causan daño, aquella persona que los
escondió es responsable. R. Yojanán dijo: esta enseñanza se refiere sólo a un muro endeble. En el caso de que el muro sea sólido, el que esconde en él está exento de responsabilidad, y el responsable es el propietario.
Aquí los sabios causó el daño no
es
el
está de acuerdo
da. Desde
son
tajantes: el
responsable. con esa
que puso el material que Sin embargo, R. Yojanán
visión tan firmemente estableci-
punto de vista, ciertamente es responsable si el muro era endeble. En un caso así, tendría que haber previsto que el mismo se caería y dejaría expuesto un material susceptible de causar daños. Pero si el muro era sólido (es decir, que difícilmente iba a venirse abajo) y el dueño fue el que lo derribó dejando al descubierto el material que produjo los daños, es el dueño el responsable. Lo es porque a él compete que la obra realizada (en este caso, derribar un su
muro) no tenga consecuencias perjudiciales para otros. Finalmente, y tras diferentes argumentos, la cuestión el Talmud con una referencia al pasarealidad, se base en la acción de sabios con-
quedará zanjada do aunque,
en
en
temporáneos: 153
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Nuestros rabinos han enseñado: los hombres
piadosos de
escondían sus espinos y trozos de cristal en s1s campos, y los enterraban a tres palmos de profundidad, de forma que el arado no experimentara daño. R. Sheshet los arrojaba al fuego. Rava los arrojaba al Tigris. Dijo Rav Yehwudal: el que desee ser justo debe seguir las enseñanzas de Neziquín. Rava dijo: las enseñanzas de Avot. Y otros dijeron: las enseñanzas de Berajot. antaño
Esta conclusión
proporciona la solución esperada des-
principio. No basta con intentar reparar el daño. Además, hay que evitarlo para el futuro. La mejor manera de no causar daño al prójimo con cristales y espinos es ende
un
terrarlos. Hecho esto, no hay que preocuparse por ellos. De esto deriva además una clara enseñanza moral. Según Rav Yehudah, ser justo implica no causar daño a otros (seguir el orden de Neziquín). Aunque Rava consideraba que ser justo consistía en ser religioso (Avot) y otros sostenían que derivaba de dar gracias a Dios por lo que Él hace por no-
(Berajot). Partiendo pues de un caso aparentemente prosaico (alguien se corta con un cristal que hay en el sotros
muro
gales en su
del vecino), los sabios analizaban las cuestiones lemás prácticas (quien es responsable del acto y debe, caso, pagar la indemnización), alababan la ratio legis,
formulaban una solución que evitara que se ocasionaran en el futuro este tipo de incidentes y, finalmente, extraían de todo una enseñanza moral cuya aplicación excedía con mucho el punto de partida. En conjunto pues, puede verse que el universo del razonamiento talmúdico resulta fecundísimo y que extiende sus ramificaciones a casi todas las áreas de la vida cotidiana.
Una enseñanza fundamental y mil variaciones sobre ella
segundo lugar, el Talmud es un libro repleto de enseñanzas teológicas en el sentido más estricto del término, En
pero las mismas 154
se
hallan insertadas
en
el estudio del
cum-
FL TALMUD
plimiento práctico de la Torah. Lo que los autores del 7almud descaban era forjar una ortopraxis y no tanto una ortodoxia. Sin embargo, ésta sc hallaba presente y conformó el contenido fundamental de la fe judía, una fe con unas enseñanzas teológicas comparativamente escasas pero con una enorme
variación de
opiniones sobre la
La creencia fundamental del 7almud cia de
de la
un
Dios único que creó el
idolatría, entregó la Torah
a
es
mundo, Moisés
misma.
la de la existen-
sacó e
a
Abraham
interviene
en
la
historia. Sobre este aspecto apenas puede decirse que exista discusión. No obstante, sobre aspectos como la angelología, la demonología, la escatología o incluso la concepción del Mesías, las opiniones son a veces casi tan abundantes como los que las exponen. Por ejemplo, como reacción frente a la predicación cristiana que insistía en ver en Jesús al Mesías Siervo de Isaías 53, el judaísmo posterior ha ido insistiendo en que el personaje que sufre en el citado pasaje no es otro que Israel. Sin embargo, el Talmud recoge, entre otras ideas, la de que el Siervo sufriente de lsaías no es otro que el Mesías (Sanh 97b y 98b). De la misma manera, el Hijo del Hombre de Daniel 7 fue interpretado por los primeros cristianos, siguiendo a Jesús, como una referencia al Mesías, mientras que la interpretación judía posterior, como reacción, ha tendido a identificar al personaje con Israel. Sin embargo, el Talmud (Sanh 98a, Hag 14a) también identificó al Hijo del Hombre con el Mesías. En términos talmúdicos, por lo tanto, esas interpretaciones (y otras más) son completamente posibles y, por lo tanto, correctas. La escatología talmúdica resulta todavía más variada. Aunque en términos generales, los rabinos creían en la resurrección y en el mundo por venir, las opiniones sobre el papel que tendrían los otros pueblos en la tierra futura variaban. En las páginas del Talmud encontramos desde negaciones de cualquier posibilidad de salvación para los no judíos a la afirmación de que los gentiles justos tendrán un lugar en el mundo venidero. De la misma manera, es variada la visión acerca del infierno o Guehenna. En general, todas las referencias afirman su existencia y los suplicios 155
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
de los malvados en él, pero mientras que algunos rabinos sostienen que el tormento de los inicuos será eterno, otros afirman que sólo se extenderá por un cierto número de años y
do,
luego
será
seguido
faltan los nados a la Guehenna sólo nalmente liberados. e
incluso
no
aniquilación del condenaque creen que los judíos condesufrirían un tiempo para ser fi-
por la
generales, esta multiplicidad sirve sobre todo para subrayar una característica de enorme importancia en el judaísmo. Algunas doctrinas ciertamente son En términos
esenciales (la existencia del Dios único, el origen divino de la Torah, el juicio de Dios, la venida del Mesías, la resurrección de los muertos y el premio o castigo de todos los
discusión, como lo están las esenciales en lo que a sus detalles se refiere, Finalmente, el judío debe ser consciente de que su relación con Dios no es sólo, pese al valor del estudio, la de la mera acumulación de datos sino, de manera fundamental, la de una vida marcada por la obediencia al Pacto contraído por Israel en el Sinaí cuando Moisés recibió la Torah. seres
humanos),
pero el resto están abiertas
Veneración y controversias
en
torno
a
al Talmud
al Talmud no concluyó con su redacción sobre el 500 d. de C. Más bien ése fue el punto de partida de una riquísima literatura. Los nombres de los dedicados a esa tarea resultan casi innumerables. Se trata de los saboraim (sabar: «opinar», en arameo; sabora: «el que opina o interpreta») durante los siglos vI y VII, de los gueonim (de gaón: «excelencia») entre los siglos vi al x, de La labor
exegética
en
torno
(c. 980-1056), de R. Salomón ben Itsjaq (1040-1105), conocido como Rashi, de Moshé de Coucy (1200-1260), de Itsjag al-Fasí (m. 1103), de Maimónides (1135-1204), de Yaagov ben Asher (m. hacia 1340), R. Jananel ben Jushiel
de Yosef Caro (1488-1575), de R. Salomón ben Adret (siglo xI11), de R. Itsjaq bar Shéshet (siglo x1v), de Salomón Luria (1510-1573), de Shemuel Edels (1555-1631), de Meir Schiff (m. 1641), de Yoel Sirkes (1561-1640), de Moshé 156
EL TALMUD
Iserles de Cracovia (1520-1572), o de Eliyya de Vilna (1720-1797), más conocido como el gaón de Vilna, por sólo citar a los más importantes. Sin embargo, al mismo tiempo que el 7almud iba modelando la vida, y la supervivencia, de los judíos en medios no pocas veces hostiles, fue también objeto de ataques directos en su contra. Las raíces de esa controversia se hallan bien hundidas en el poder de la Iglesia católica en el Occidente medieval. El Talmud contiene algunas referencias concretas en relación con Jesús, sus seguidores judíos y su madre. No resultan muy numerosas, pero es indiscutible que se enteñidas por la polémica dirigida contra un partido religioso odiado, el de los cristianos, a cuyo fundador se considera justamente ejecutado en este mundo y felizmen-
cuentran
atormentado
el otro, y cuyos seguidores gentiles amenazan con transformarse en el poder teológico más importante de la época del Bajo Imperio. La persona de Jesús es tratada con especial dureza en los escritos rabínicos. En primer lugar, se da una clara insistencia en considerar a Jesús un bastardo, a su madre te
adúltera y
en
padre un legionario romano llamado Pantera. En segundo lugar, las fuentes talmúdicas apuntan a la creencia en virtudes taumatúrgicas asociadas a la persona de Jesús, si bien las mismas son contempladas desde una
a su
perspectiva hostil. En Sanh 107b y Sota 47b, se nos dice que leshu practicó la hechicería y la seducción llevay ba a Israel por mal camino, datos que aparecen repetidos en Sanh 43a., donde además se nos informa de que La vísuna
pera de Pascua
colgaron
leshu. La descripción talmúdica no sólo recuerda datos contenidos en los Evangelios (Mat 9, 34; 12, 24; Mc 3, 22), sino que concuerda con la información que al respecto hallamos en autores cristianos, como Justino (Diálogo con el judío Trifón, LXIX). Lógicamente, encontramos en estas mismas fuentes una condena clara de Jesús. Así, en Guit. 56b-57a. se presenta al mismo (que se burló de las palabras de los sabios y que fue un transgresor de Israel) atormentado en medio de excrementos en ebullición. a
157
LOS TEXTOS
LA HISTORIA
QUE CAMBIARON
trascendencia fuera del ámbito de Israel, en la medida en que la Iglesia no contó con el apoyo del poder civil o desconoció (0 no quiso dar demasiada importancia) las referencias a la persona de su fundador Tal
enfoque
no
tuvo mayor
el 7almuud. De hecho, tal situación se mantuvo durante más de un milenio y sólo cambió de manera radical durante el siglo x1r. Fue entonces cuando empezaron a darse los casos de judíos conversos que, conocedores del Talmud, revelan, más o menos de forma tendenciosa, esta información a las autoridades eclesiásticas, provocando, finalmente, la adopción de medidas represivas contra la obra. Se inició así un período de ataques dirigidos contra el que
aparecían
en
Talmud ribeteado por tonos ciertamente trágicos. El primer caso de este tipo fue el de Nicolás Donin, un antiguo discípulo de Yehiel ben Yosef de París, que, primero, se convirtió al catolicismo y, finalmente, entró en la orden franciscana. Donin redactó una lista de treinta y cin-
(1236) y fue el principal instigador de la denominada Disputa de París, de 1240. Dos años más tarde, como consecuencia siquiera indirecta de la misma, se produjo la primera quema de ejemplares del Talmud, en cantidad de veinticuatro carros llenos. Este episodio se repitió varias veces en los años siguientes en co
acusaciones contra el Talmud
Francia hasta provocar la
expulsión de los judíos
en
1306.
países fue inexistente, con la excepción de la corona de Aragón. En 1263, ante Jaime I, se produjo la Disputa de Barcelona, en la que la defensa del Talmud corrió a cargo de Najmánides y su acusación fue, una vez El
eco en
otros
Al año siguiente, el monarca ordenó que se suprimieran del Talmud los pasajes denigratorios contra Jesús y su madre so pena de que la obra terminara en la hoguera. Ya en el siglo xiv, fue 1319 la última fecha en que se produjo una quema del Talmud, en esta ocasión en Toulouse. No obstante, la condena de la obra fue refrendada
más, desempeñada por
judío
un
converso, Pau Cristiá.
por Juan XXII en 1320 y Alejandro V en 1409. Durante el siglo xv la controversia antitalmúdica volvió a producirse
de la
mano
de
otro
judío
converso.
aragonés Jerónimo de Santa 158
Esta
vez
fue el
judío
Fe el que inició el proceso
con
EL TALMUD
de su obra De iudaicis erroribus ex Talmul. antipapa Benedicto XIII, el famoso papa Luna, convocó entonces el tercer debate sobre el Talmud con sede en Tortosa y San Mateo (1413-1414). Del mismo surgió la prohibición de estudiar el Talmud dirigida a judíos y crisla El
publicación
(1415) y confirmada por Eugenio IV en 1442. En 1509, otro judío converso, Johann Ptefferkorn, impulsó al emperador a ordenar la quema de algunos ejemplares del 7almud. El episodio tuvo corta vida, ya que al tianos
año
siguiente el erudito cristiano Johann Reuchlin salió
en
defensa del texto judío. Finalmente, en 1520, el papa León X derogó la normativa antitalmúdica e incluso permitió que Bomberg editara los dos talmudes, siendo de esta edición de donde han tomado forma las que la han seguido. Poco duró, sin embargo, este período de tolerancia. En 1553, el papa Julio III volvió a poner en vigor las normas antitalmúdicas y se quemaron ejemplares de la obra en ocho ciudades italianas dependientes del papado. Seis años después, el papa Pablo IV incluía el libro en el índice de obras prohibidas. En el Índice tridentino (1584), se suprimió la proscripción que pesaba sobre el Talmud, pero a condición de que las ediciones sucesivas no contuvieran los pasajes injuriosos para la fe cristiana. Pese a todo, las confiscaciones distaron mucho de ser desacostumbradas hasta el si-
glo
produjo
Kamenets-Podolsky (hoy Ucrania, entonces Polonia) la última quema de ejemplares del Talmud. Daba la orden el obispo católico y había iniciado el episodio (¡una vez más!) un judío converso, llamado Jacob Frank. Concluía con ello un proceso realmente deplorable al que pondría, en el terreno ideológico, punto final la obra de especialistas cristianos como Hermann Strack. xvIII.
En 1757,
se
en
Tanto durante los pogromos
de inicios del siglo xx como en el curso del Holocausto, el Talmud fue uno de los objetivos de destrucción preferidos por los antisemitas. Sin embargo, como había sucedido en los siglos ante-
riores, aquellos ataques
rusos
lograron desarraigar una obra que había servido decisivamente en el pasado. En puridad, los mayores ataques dirigidos contra el Talmud en las últimas décadas han procedido del seno del no
159
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
judaísmo. Para no pocos judíos, esta obra resulta anacrónica y plantea más problemas que soluciones a buen núde desafíos de la vida moderna. Incluso en el estado de Israel, el número de judíos que sigue la normativa talmúdica es muy escaso en comparación con el de los que no manifiestan por ella apenas interés y mucho menos la mero
cumplen.
En multitud de casos, el sentimiento de moder-
incluso la convicción de que el sionismo cubre las expectativas nacionales de Israel han contribuido a asentar esa actitud. Quizá estas críticas no estén desprovistas totalmente de razón. Sin em-
nidad, la creciente secularización
e
hecho fundamental y es el papel del Talmud en la tarea de lograr que la comunidad judía sobreviviera como tal a lo largo de algunas de sus peores crisis. Al lograrlo, el Talmud ha conseguido
bargo,
no
pocas
veces
pasan por alto
un
también cambiar la historia.
Bibliografía Las introducciones al Talmud
tampoco
son
excesivamente
no
faltan
numerosas.
castellano pero De carácter erudito en
la de H. L. Strack y G. Stemberger, preparada por Miguel Pérez Fernández, y titulada Introducción a la literatura tal-
es
múdica y midrásica, Valencia, 1988. Sin duda, se trata hoy por hoy de la mejor obra existente en castellano sobre el tema. Algo más reducida pero con una antología de textos es C. Vidal, El Talmud, Madrid, en prensa. De carácter excesivamente divulgativo pero no exenta de interés es J. Barylko, El Talmud, Buenos Aires, 1991. Sobre el contexto histórico puede consultarse la introducción a C. Vidal, El Talmud y también R. Marcus y G. D. Cohen, La época talmúdica, Bue-
Aires, 1975. Otras obras complementarias pero ya en lenguas extranjeras son: J. Bonsirven, Le judaisme apres Jesus-Christ, París, 1928; A. Cohen, Everyman's Talmud, Nueva York, 1975; F. Manns, Pour lire la Mishna, Jerusalén, J. 1984; Neusner, Invitation to the Talmud, Nueva York, Essential Talmud, Nueva York, 1989; A. Steinsalz, 1976; y E. Urbach, 7he Sages, Cambridge y Londres, 1987. nos
The
160
EL
Que el Corán
equivalente
es
el libro
CORÁN
sagrado
del Islam
(grosso modo, el
la Biblia para los cristianos) es un concepto conocido de manera casi universal en Occidente. Sin embargo, por lo que se refiere a su lectura o a su conocimiento mínimo, en buena medida puede decirse que el Corán es una obra desconocida fuera de los países musulmanes o con una población islámica de una cierta envergadura. Tal circunstancia no puede considerarse en absoluto afortunada. El Corán no es sólo una de las obras que han dado forma a la historia pasada, sino que además sigue ejerciendo su influjo de una manera muy directa sobre una masa demográfica situada entre los novecientos y los mil millones a
de personas.
El proceso de revelación (1): las De
una
extensión similar
rán contiene el
homa a lo éste
a sus
puede
conjunto
largo
de
suras mecanas
la del Nuevo Testamento, el Code revelaciones recibidas por Maa
par de décadas y comunicadas por contemporáneos. Para el lector inexperto, la obra un
desprovista
de coherencia. Los fragmentos poéticos se alternan con normas no del todo sistematizadas. Las disposiciones dan la impresión de resultar contradictorias. Así, en ocasiones parecen abogar por una cierta tolerancia hacia fieles de otras creencias y en otras, por una agresividad absoluta. En realidad, esa impresión se desprende sobre todo de la ordenación que presenta el Corán, pero no resulta tan obvia cuando se analiza su contenido. El texto del Corán está compuesto por 114 capítulos, parecer
161
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
denominados suras o azoras, que, a su vez, se dividen en versículos, también llamados avas o aleyas. Por lo general, en la ordenación de estos capítulos no se ha seguido un criterio cronológico sino de extensión. Tal disposición no es extraña si tenemos en cuenta que también las cartas del apóstol Pablo están colocadas en el Nuevo Testamento de acuerdo con su extensión y no por su orden cronológico. En el Corán, salvo la primera sura (Al-Fatiha), suelen aparecer primero las suras más largas y a continuación las demás, en orden decreciente de extensión. Sin embargo, cuando se procede a una lectura del Corán no de acuerdo a su orden actual sino al cronológico, el texto cobra una coherencia extraordinaria y muy iluminadora en cuanto ala actuación de Mahoma.
especialistas dividen, con escasas variaciones, los textos del Corán en cuatro períodos de aparición a los que se denomina primero mecano (correspondiente a los años 610-615), segurido mecano (615-619), tercer mecano (619Los
622) y medinés (desde la Héjira por Mahoma hasta can
las siguientes
Primer
su
abandono de La Meca fallecimiento). Estos períodos abaro
suras:
período
mecano:
9%6, 1-5, 74: 1-7, 106 93, 94, 103, 91, 107, 86, 95, 101, 100, 92, 82, 87, 80, 81, 84, 79, 88, 52, 56, 69, 77, 78, 75, 55, 97, 53, 102, 96: 6-19, 70, 73, 76, 83, 74: 8-55, 111, 108, 104, 90, 105, 89, 85, 112, 109, 1, 113, 114. ,
Segundo período
mecano:
51, 54, 68, 37, 71, 44, 50, 20, 26, 15, 19, 38, 36, 43, 72, 67, 23, 21,25, 27, 18. Tercer
período
mecano:
32, 41, 45, 17, 16, 30, 11, 14, 12, 40, 28, 39, 29, 31, 42, 10, 34, 35, 7, 46, 6, 13. Período medinés:
2, 98, 64, 62, 8, 47,3, 61, 57,4, 65, 59, 33, 63, 24, 58, 22, 48, 66, 60, 110, 49, 9, 5. 162
EL
Las
primeras
CORÁN
transmitidas por Mahoma, según algunos las más hermosas, contienen una referencia muy sencilla a una fe monoteísta. El primer texto (96, 1-5) no contiene sino la orden recibida por él para predicarla:
¡Predica
suras
el nombre de tu Señor, que Creó al hombre de un coágulo. en
¡Predica!
te creó!
el generoso que enseñó a utilizar el cálamo: que enseñó al hombre lo que no sabía. Tu Señor
es
Los inmediatamente posteriores se centran en algunos temas persistentes y centrales. Así, se afirma que sólo exis-
dios (Allah), al que hay que rendir el único culto, que Allah juzgará un día a todos los seres humanos y que exige vivir con equidad, lo que se traduce, por ejemplo, en tratar bien a los necesitados y cantar Su bondad. Al respecto, la sura 93 (la mañana) resulta paradigmática: te
un
En el nombre de
Allah, el Clemente, el Misericordioso.
¡Por la mañana! ¡Por la noche cuando domina! Tu Señor
abandonó ni muestra aborrecimiento. Para ti será mejor lo último que lo primero. Tu Señor te concederá y quedarás harto. ¿Acaso no te halló huérfano y te acogió? ¿Acaso no te halló perdido y te guió? ¿Acaso no te halló pobre y te colmó de riquezas? ¡No maltrates al huérfano! ¡No rechaces al menesteroso! La bondad que ha tenido contigo, nárrala. no te
Como ya indicamos, la existencia de un único Dios —cuestionada por los que adoran imágenes o rinden culto a distintas divinidades a la vez— indica también que Éste
los
humanos estableciendo en qué medida se han plegado a Su voluntad o han actuado de manera desobediente y rebelde. En ese sentido, no resulta sorprendente que las primeras suras del Corán estén repletas Va a
juzgar
a
seres
163
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
de referencias al como
LA HISTORIA
juicio divino
cercano, es
descrito
con una
presentarse
notable sencillez y,
a
la
extraordinario cromatismo:
vez, con un
En el nombre de Dios, el
El
que, además de
Clemente, el Misericordioso.
golpe.
¿Qué es el golpe? ¿Qué puede llevarte Es el día que
no
en
a
comprender lo
que los hombres
saben
a
donde
y los montes serán
Aquel cuvas obras
se
que
encontrarán
el
golpe?
como
dirigirse
como
copos de lana que
se
mariposas
ha cardado.
pesen,
vida grata. Aquel cuyas obras apenas pesen, morará en un abismo. ¿Qué puede llevarte a comprender lo que Es un fuego ardiente.
tendrá
es
una
es
el abismo?
(101, 1-11) Al que da,
es
piadoso
proclama con veracidad lo plenamente hermoso, le ayudaremos a obtener la suprema dicha. Al que es avaro, despreocupado y niega lo que es plenamente hermoso, le llevaremos a sufrir el mayor de los desconsuelos, de nada le servirá su caudal cuando sea arrojado (...) Os he advertido sobre un fuego que lanza llamas: lo aguantará el más irreligioso y
incrédulo y se aparta. Se salvará de él aquel que es religioso que da su riqueza para purificarse y no actúa bien con los demás buscando sino el rostro de su Señor, el Altísimo. que
es
una
recompensa
(92, 5-11, 14-20)
Es no
164
en
eterno
conexión
predicación del terrible infieren el Corán la primera mención
con una
cuando aparece
El.
a
Abraham y Moisés, dos de las
figuras
CORÁN
emblemáticas del
judaísmo: mnstruirá al que teme a Allah pero el inicuo lo rechazará; se
asará
en
el
fuego inmenso,
el que ni morirá ni vivirá. Dichoso el que se haya purificado, el que haya recordado el nombre de en
su
Señory haya
pronunciado la oración (...)
Ciertamente, en
halla en los escritos antiguos, los escritos de Abraham y Moisés. esto se
(87, 10-15, 18-19)
Aunque las primeras
suras
están centradas
en un mo-
noteísmo estricto, no hacen referencia a otras fes monoteístas (el judaísmo y el cristianismo), que ya estaban presentes en la Arabia del inicio de la predicación de Ma-
homa. En teoría, ésta podría haberse representado como original y nueva e incluso hablar de Allah como un dios desconocido hasta entonces. Sin embargo, ya en la sura 87 se nos indica que la predicación de Mahoma pretende ser confirmación de lo que otros profetas monoteístas anunciaron
con
anterioridad. Sin duda, la noticia
es
importan-
te pero, en
principio, no merece una especial atención en las proclamas del profeta del Islam. Su predicación, como hemos señalado, se resume en ese momento en la necesidad imperiosa de volverse al Dios único (Allah) escuchando el mensaje de Mahoma y evitando así el horrible castigo del infierno. De hecho, las referencias a Abraham (87) y a Moisés son muy parcas (87, 79, 53), mientras que las re-
lativas al horrible suplicio del infierno resultan muy abundantes y suele ser rara la sura que no las incluya (101, 92, 82, 87, 81, 84, 79, 88, 52, 56, 69, 77, 78, 55, 102, 96: 6-19, 70, 76, 83, 111, 104, 90, 89, 85, etc.). Durante el
segundo
y el tercer
período mecano, este sencillo contenido inicial va a experimentar una evolución de gran trascendencia. En las predicaciones de Mahoma no sólo se sigue insistiendo en el monoteísmo y en la nece165
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
sidad de volverse
pié (ahora sí,
Allah, sino que además se hace hincaacusado) en el hecho de que el mensaje
a
muy
islámico ha sido
LA HISTORIA
precedido
por los del
judaísmo y el
cris-
tianismo. Ahora Allah ha hecho que aparezca el Corán en árabe (20, 112-113), pero éste se presenta como un mensa-
je en plena armonía con los pronunciados por Noé, Abraham, Lot, Moisés, David, Jesús, María, su madre e incluso algunos otros personajes más ligados con la historia árabe
preislámica. Es de suponer que Mahoma tuviera la esperanza de que los fieles de estas religiones se convirtieran a su predicación y, de hecho, a estas Corán más conciliatorios
épocas pertenecen los con
ambos. Por
textos
ejemplo,
en
del
19,
30-35, tras narrar la concepción virginal de Jesús (Isa) y su nacimiento, el Corán relata que algunos se acercaron para ver al bebé y éste comenzó a hablarles: Entonces ella
(María)
¿Cómo
vamos a
todavía
en
la
se
hablar
lo señaló. Dijeron:
con
cuna, con un
quien
se
encuentra
niño?
Él (Jesús) dijo: Soy el siervo de Allah. Él
me
ha dado la
Escritura y me ha convertido en profeta. Me ha bendecido esté donde esté y me ha ordenado la oración y la limosna mientras viva, y que respete a mi madre. No me ha hecho violento ni soberbio. La paz sobre mí el día que nací, el día que
me
den muerte
resucitado a la vida. Ese es Jesús, hijo de María, Verbo de la verdad sobre el cual discuten.
y el día que
Dios
no
sea
tiene por
Se trata de ca en vo
un
la medida
Testamento)
qué adoptar
texto
de
que no que Jesús
en
un
hijo. (19, 31-35)
importancia cristológisólo se afirma (como en el Nuees fruto de una concepción vir-
una
gran
sino que además se le presenta como el Verbo, un título que en el Nuevo Testamento (Juan 1, 1 ss) indica que es Dios. Asimismo señala que lo matarán y resuciel
ginal,
Hijo
166
EL
CORÁN
tará —doctrinas ambas
islam—,
y
negadas con posterioridad por cel niega el adopcionismo, una de las herejías cris-
tianas antitrinitarias. En términos generales, sin
de Mahoma tuvieron
embargo, poca acogida
estas
predicacio-
los árabes idólatras y prácticamente nula entre los judíos y los cristianos. Los primeros no se sentían atraídos hacia una fe monoteísta que además podía desmantelar el negocio religioso que significaba la ciudad de La Meca, santuario de nes
innumerables divinidades. En taban que,
cuanto
a
entre
los
segundos, objeignorante que no
realidad, Mahoma era un conocía ni el judaísmo ni el cristianismo y que, por lo tanto, difícilmente podía significar su consumación. Los argumentos utilizados al respecto por judíos y cristianos no eran escasos y, en buena medida, han persistido en
hasta el día de
hoy en las controversias entre las tres religiones. Por ejemplo, en 20, 87 ss, cuando el Corán relata el episodio del Becerro de Oro, culpa del mismo a un samaritano
época anterior en un milenio a la aparición de los samaritanos; en 20, 114 ss es Satanás y no Dios, como en el Génesis, quien viste a Adán desnudo; en 38, 20sss, la reprensión parabólica del profeta Natán dirigida contra en una
David
convertida en un pleito que juzga el mismo monarca entre dos litigantes; en 18, 93 ss, Gog y Magog son conectados con Alejandro Magno en lugar de con el Israel de los últimos tiempos, como hace el profeta Ezequiel; en 11, 43 ss, uno de los hijos de Noé en el contra
es
de lo relatado
perece
Génesis;
Diluvio,
en
12, 19, José no es vensus hermanos sino encontrado casualmente por el aguador de unas personas que lo llevan a Egipto y, además, en las aleyas siguientes se hallan notables diferencias con el relato del Génesis en lo referente a la esposa de Putifar, al destino de los compañeros de prisión de José, al en
dido por
sueño del
faraón,
etc.;
40, 38,
en
atribuye
al faraón un episodio que recuerda a la construcción de la torre de Babel; en 28, 5 ss, diversos episodios de la vida de Moisés son relatados de manera muy distinta a la recogida en el libro del Éxodo, etc. Por lo que
se
en
refiere
a
se
los cristianos, las diferencias
en-
167
LOS TEXTOS
tre
CAMBIARON LA HISTORIA
QUE
los relatos
evangélicos
y el Corán tampoco resultaban
Así, en 19, 7, Zacarías da el nombre a Juan el Bautista en contradicción con lo establecido en Lucas 1, 59-61; en 19, 16 ss, al describir la Anunciación de María, se identifica al Espíritu de Dios con Gabriel, y, sobre todo, no resultaba nada claro que Mahoma otorgara a Jesús la consideración que le conceden los escritos del Nuevo Testaescasas.
mento.
Mahoma oraba en dirección a Jerusalén (como los judíos) y se abstenía de alimentos como el cerdo (al igual que los judíos). No era menos verdad que aceptaba a Jesús
Mesías, nacido de una virgen y hacedor de milagros (como los cristianos). Sin embargo, las diferencias resultaban abismales. Los judíos no podían aceptar una fe que pasaba por alto los relatos del Antiguo Testamento (o los narraba de manera bien distinta), que obviaba las regulaciones del Talmud y que además pretendía que tanto Jesús como
como
Mahoma
eran
parte, los cristianos
profetas superiores a Moisés. encontraban inaceptables las
Por
su
discre-
a
la vez, el relato bíblico y el coránico, pero, consideraban muy dudosa la cristología de Mahoma y, desde luego, no podían aceptar que Jesús, el Hijo de Dios, fuera inferior a él. El enfrentamiento era inevitable y de
pancias
entre
hecho continúa. Sin embargo, un acontecimiento producido en el año 622 d. de C. iba a dotarlo de unas peculiares características.
El proceso de revelación (II): las suras medinesas Como hemos indicado, durante los primeros años, la predicación de Mahoma no se caracterizó por el éxito sino más bien por un rechazo casi general. Para los creyentes en
otras
religiones monoteístas,
su
mensaje
era
inacepta-
señaladas. En cuanto a sus paisanos, en Esta cirsu mayoría no estaban dispuestos a aceptarlo. cunstancia pudo concluir en desastre para Mahoma. De hecho, ya a los pocos años de iniciada su predicación, alble por las
168
causas
EL
CORÁN
seguidores tuvieron que exiliarse a Abisinia para salvar su integridad física. Además, durante aquellos años Mahoma había seguido el principio neotestamentario de no acudir a la violencia. Si no hubiera pertenecido a los gunos de
sus
de las familias más relevantes de la Arabia preislámica, seguramente sus adversarios lo habrían asesinado. La situación había llegado a un extremo especialmente tenso cuando en el 622 huyó a Medina. El episodio iba a convertir este año en la fecha a partir de la cual se contaría el calendario islámico. Debe señalar-
coraixífes,
se
una
que tal acción está
mediato
cargada
de
justicia.
En
un
tiempo
in-
huida de La Meca y su establecimiento en Medina, Mahoma pasó de ser el profeta no violento de los años anteriores a convertirse en un hombre de estado, decidido a su
fraguar un nuevo orden espiritual, deja de ser significativo que, aunque suras
medinesas
cuentan con
una
político.
social y
a
son
No
muy escasas, las
extensión muy conside-
rable. A este respecto, la sura 2 resulta un ejemplo de cómo iba a ser la trayectoria del islam en los siguientes años. En primer
culada
lugar,
el islam
dejaba
de
ser una
religión
vin-
las demás, incluso por lazos meramente afectivos y, según ellas, imaginarios. Desde ahora, la oración diaria se pronunciaría no en dirección a Jerusalén sino a La Meca: a
Los necios dirán:
abandonar la dirección de la oración que tenían? Responde: A Allah pertenecen oriente y occidente; guía a quien desea hacia la buena senda (...) Sólo dispusimos la dirección de la oración hacia la que os orientabais para marcar la diferencia entre el que sigue al enviado de quien es un apóstata. Fue grande (la sorpresa) salvo para aquellos a los que guía Allah, ya que El no provocaría el que perdierais la fe. Ciertamente, Allah es compasivo
misericordioso
¿Qué les llevó
a
la gente. Contemplamos tu faz volviéndose hacia el cielo. Te guiaremos hacia una dirección para la oración con la que quedarás satisfecho. Vuelve tu faz en dirección a la Mezquita sagrada. Os encontréis donde os encontréis, volved vuestros rostros en esa dirección (...)
y
con
(2, 136-9) 169
LOS TEXTOS
CAMBIARON LA HISTORIA
QUE
Además, debía quedar bien establecido que díos
como
los cristianos
tanto
los ju-
vistos ya con buenos ojos, resistencia a la conversión. Los pasa-
precisamente por su jes al respecto en esta
no eran
sura son numerosos:
¡Hijos de Israel! Recordad el beneficio que os concedí y sed fieles a mi pacto (...) Creed en lo que he revelado (a Mahoma) corroborando las revelaciones de que disponeéis... No disfracéis la verdad con la falsedad ni escondáis lo verdadero porque vosotros lo conocéis (2, 38-39). Y cuando se les dice: Creed en lo que Dios ha hecho des-
cender,
contestan:
Creemos
sotros, pero no creen que va tienen (2, 85).
en
en
lo que hizo descender para
lo posterior pese
a
que
n0-
corrobora lo
Además, la nueva fe recurriría al uso de la guerra para Los asegurar su supervivencia y su ulterior expansión. tiempos del pacifismo habían pasado definitivamente y ya nunca regresarían: Combatid tra vosotros
en
el camino de Dios
a
los que combaten
con-
(...)
Matadlos donde los encontréis, arrojadlos de donde os arrojaron (...) Si os combaten, matadlos: ésa es la recompensa de los que no creen (...) Matadlos hasta que no haya persecución y en su lugar se levante la religión de Dios (2, 186-189). la guerra santa podía incluso cualquier caso era inexcusable:
Esta colaboración
económica pero
en
en
ser
Al que entregue dinero espontáneamente para la guerra santa de Dios, Este se lo multiplicará muchas veces (...) 2,
246). Al mismo tiempo que deja establecida tanto la legitimidad de la guerra como la diferenciación con otras religiones, en esta sura
170
asistimos
a
todo
un
esfuerzo
legislativo
FL
CORÁN
——Ñ
sólo dirigido a una comunidad religiosa sino a toda una sociedad. Así, se establece qué animales serán impuros (2, 163 ss), que las minorías religiosas cristiana, judía y sabea han de ser respetadas (2, 59) o que la ley que debe aplicarse para dirimir daños es la del talión: que ya
no va
ordena la ley del talión para el homicidio: libre por libre, esclavo por esclavo, mujer por mujer. Si su hermano perdona, se dará por concluida la disputa y A los creyentes,
tendrá
lugar
una
se os
importante indemnización.
señal de misericordia y clemencia procedente de nuestro Señor, el que la quebrante a partir de ahora, stfrirá un doloroso castigo. Vuestra vida depende de la ley del talión, ¡oh poseedores de inteligencia! (2, 173-175). Esto
es una
En buena
medida, la sura 2 contiene los trazos fundamentales a partir de los cuales se desarrollará el derecho islámico —calendario (2, 185); condena del cohecho (2, 184); prohibición del vino y del juego (2, 216); matrimonio (2, 220 ss); divorcio (2, 226 ss); matrimonio de las viudas (2,234); testimonios y contratos (2, 282 ss)—, así como los cinco pilares de la práctica religiosa: confesión de Allah único Dios y de Mahoma como su profeta; peregrinación (2, 153 y 2, 192 ss); ayuno (2, 179 ss); limosna (2,
como
211,2, 217-8, 2, 263 ss); oración (2, 239 ss). Al mismo
tiempo,
en
la
sura
2
quedaba planteada
una
respuesta a una de las objeciones mayores de los adversarios de Mahoma. Ésta consistía en los cambios contenidos en su revelación, cambios que desde su traslado a Medina iban a ser en apariencia más acusados. Este problema intenta
ser
No
zanjado
derogamos
con una
respuesta terminante:
aleya o hacemos que se olvide sin enigual. ¿Acaso desconoces que Allah es po-
una
tregar una mejor o deroso sobre todo? (2, 100).
Con todo, tanto para judíos como para cristianos, la objeción ha mantenido su peso y solidez con el paso de los si171
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
ha insistido en que Mahoma fue cambiando su orientación a tenor de sus propias conveniencias y sin importarle las posibles contradicciones. Así, por ejemplo, sc señaló que si bien la normativa islámica fija en cuatro el número máximo de mujeres que puede tener un hombre, Mahoma llegó a la docena y para justificarlo recurrió a una revelación contenida en una sura medinesa:
glos
y
se
¡Profeta! Declaramos
lícitas
esposas: aquellas a las que diste tus dotes, a la que posee tu diestra porque Allah te las ha dado, a las hijas de tu tío paterno, a las hijas
de de
tus tías
pateras,
a
que te
las
son
hijas de
tus
tu tío materno y a
las
hijas
la mujer creyente si se entrega al Profeta y el Profeta desea tomarla en matrimonio. Este privilegio es para ti y no para los creyentes (...) Aparta de ellas a las que quieras; atrae hacia ti a las que quieras y a la que quieras de aquellas a las apartaste. No tus
tías maternas, y
a
que
transgresión. Eso es completamente adecuado para alivies st mirada, para que no se pongan tristes y para se satisfagan con lo que les das (33, 49 y 51).
cometes
que que
Este cúmulo de circunstancias
constituyen,
sin duda,
de los caballos de batalla entre los fieles de las tres religiones que, si en el caso del islam apelan a la conversión, en el del cristianismo y el judaísmo insisten en las supuestas contradicciones del Corán no sólo con la Biblia sino también con su propio contenido interno. uno
El proceso de
fijación
Mahoma siguió entregando revelaciones (que confirmaron la línea establecida a partir de la sura 2) hasta su muerte. Sin embargo, cuando ésta se produjo, a diferencia de lo sucedido con las cartas de Pablo de Tarso, no existía un texto en el que se hubiera recogido el contenido de las mismas. Hasta ese momento, tal situación no había sido considerada un problema en parte porque el propio Mahoma podía autentificar las versiones de su revelación y, en 172
EL
CORÁN
———
parte, porque algunos de sus seguidores, como Ubayy ibn Kab, Muadh ibn Jabal, Zaid ibn Thabit, Abu Zaid y Abu adDarda, habían ido aprendiendo de memoria la misma. El fallecimiento del profeta y la muerte (a menudo en combate) de buen número de las personas que habían aprendido la revelación de memoria obligaron a poner por escrito el texto del Corán. Tras la batalla de Yamama, Omar insistió ante el califa Abu Bakr en lo perentorio del problema v éste ordenó a Zaid ibn Thabit que preparara una edición escri-
del Corán. Zaib realizó una labor exhaustiva de recopilación de fuentes escritas y orales, en las que incluso se encontró con fragmentos que él no recordaba, como los conservados en la memoria de Abu Juzaimah. El resultado fue un texto privado para Abu Bakr que luego pasó a Omar y a su hija Hafsa. Durante los dos primeros califatos, esta fijación escrita ta
carácter
privado
y coexistió con otras. Sin embargo, ya durante el califato de Otmán comenzaron a surgir serias tuvo
discrepancias en cuanto al contenido exacto del texto sagrado. En Irak prevalecía la preferencia por el texto de Abdullah ibn Masud, mientras que en Siria el más apreciado era el de Ubayy ibn Kab. Para zanjar controversias, Otmán ordenó que el texto realizado durante el califato de Abu Bakr se convirtiera en canónico y que destruyeran los demás textos y volúmenes coránicos. Ha sido objeto de discusión la cuestión de hasta
qué
punto semejante orden no destruyó algún material relacionado con Mahoma y el primitivo Corán. Las propias fuentes islámicas indican que la sura 33, 23 fue omitida de la recensión realizada por Otmán y que lo mismo sucedió
las dos últimas aleyas de la sura 9. De la misma manera, los hadiz parecen indicar la existencia de determinadas enseñanzas de Mahoma inicialmente contenidas en el Corán pero que no aparecen en el texto del que disponemos. De hecho, y por citar un ejemplo, sólo en la denominada sura de la vaca había no menos de un centenar de variantes entre el nuevo texto canónico y el de Ibn Masud. Partiendo de esos datos, no debería de extrañar que las reacciones de los poseedores de otros textos fueran muy ásperas. con
173
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA —
La canonización
completa del
texto
del Corán
se
produ-
definitiva cuando, con el emir omeya de Irak, Hadiadi ibn Yusuf (694-714), se estableció una scriptio plena. Sin embargo, para entonces, la revelación entregada por Mahoma a los árabes llevaba décadas cambiando la Historia. No sólo había arrancado a un conjunto de pueblos de la idolatría sumergiéndolos en un monoteísmo que pretendía ser la culminación del judaísmo y del cristianismo, sino que además había servido de base para la creación de una nueva sociedad en la que la relación entre la religión y sus habitantes era superior a la de cualquier otra religión de aquella época y para la expansión de un imperio que ya tiempo atrás había superado las fronteras de la península arábiga. Era sólo el comienzo.
jo de
manera
Bibliografía La
bibliografía
sobre el Corán
no es
muy extensa
en
caste-
traducciones notables del original (las de Asíns, Juan Vernet y Julio Cortés). Permanece casi sin tratar el tema de la evolución teológica texto y de los avatares de su transmisión, limitados prácticamente a las introducciones de las versiones mencionallano pese
a
existir al
menos tres
del
das. La introducción más completa continúa siendo en castellano la de R. Bell, Introducción al Corán, Madrid, 1987. Acerca de la historia del texto, sigue siendo de especial interés la obra de T. Nóldeke y F. Schwally, des Qorans, 2 vols., Hildesheim, 1909 y 1919. Un estudio muy sencillo e interesante (quizá por ello polémico) acerca de la transmisión del texto es el de J. Gilchrist, Jam'alQuran: The Codification of the Qur'an Text. También son de interés las obras de J. Burton, The Collection of the Qur'an, Cambridge, 1977; A. Jeffery, Materials for the History of the Text of the Qur'an, Nueva York, 1975 e ídem, The Quran as Scripture, Nueva York, 1980. Son varias las biografías de Mahoma publicadas en castellano pero su valor es muy diverso. La de M. Lines, Muhammad, Madrid, 1989, es rica en materiales propios
Geschichte
174
EL
CORÁN
de fuentes árabes, pero no es en absoluto crítica y, sí bien puede complacer a los lectores musulmanes, para un occidental no pasa de ser una hagiografía notable. La de J. Vernet, Mahoma, Madrid, 1987, es muy sucinta pero amena, de fácil lectura y bien documentada a partir de las fuentes árabes. Puede afirmarse que es lo mejor actualmente debido a un autor español. La obra de T. Andrae, Mahoma, Madrid, 1980, no es muy detallada en aspectos propiamente biográficos, pero resulta muy iluminadora en lo que al contexto espiritual del islam se refiere. Por último, en cuanto a los términos coránicos y los rudimentos del islam pueden consultarse con aprovechamiento C. Vidal, Diccionario de las tres religiones monoteístas, Madrid, 1992 e ídem, Diccionario de historia de las
religiones, Barcelona,
1997.
175
EL SAJIJ AL-BUJARI
El
jadiz
Cualquiera que haya leído el Corán con atención puede llegar a la conclusión de posterior del islam sus
un
mínimo de
que la historia
asienta única y exclusivamente sobre enseñanzas. Sin embargo, no se puede evitar la sensase
ción de que éstas han recibido aparece esbozada
tenida dece a
tan
en
el
texto
explícitamente
en
una
tendencia añadida que
sagrado
pero
no
siempre
con-
él. Semejante sensación obe-
razones correctas.
Entre el Corán y su aplicación práctica, tanto cotidiana como a lo largo de la historia, existe un elemento de enorme
importancia denominado jadiz
o
narración. El
jadiz
no
el mismo valor canónico que el Corán pero, en la práctica, tiene un gran peso en la vida de los centenares de millones de musulmanes del mundo. En términos realistas, hay que señalar que su papel en el cambio de la historia no resulta muy inferior al del propio Corán. Pese a todo, los diferentes jadiz distan mucho de ser conocidos en el mundo no islámico. De hecho, muy pocas lenguas —y cuenta con
ellas
incluye
el castellano
peninsulares— cuentan con una traducción completa de alguna de las compilaciones más importantes de jadiz. El jadiz (literalmente, «relato») es una tradición de contenido religioso que se hace remontar al mismo Mahoma. Dado que su recopilación no comenzó hasta dos siglos desentre
no
se
u
otras
pués de la muerte del profeta, se insiste en su veracidad a partir de una cadena de autoridades (isnad) que aparecen del texto (matn) de cada jadiz. No todas las tradiciones pueden considerarse dotadas de la misma
consignadas
antes
177
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
veracidad y ello ha provocado que se las clasifique como coherentes (sajih), buenas (jasan) y débiles (daif). Para los sunnitas, existen dos obras escritas de suma relevancia al
respecto a las que denominan Sajijs. Se trata de las compilaciones realizadas por Bujari (m. 870) y por Muslim (m. 875). Aunque hay al menos otras cuatro no son consideradas de tanta relevancia. Por su parte, los shifes cuentan
propias compilaciones, realizadas primero por Kulini (m. 939) (prácticamente a tres siglos de la muerte de Mahoma) y después por Qummí (m. 991) y Tusi (m. 1067). con sus
capítulo
la colección más antigua, más importante y más dotada de autoridad, la de Abu Abd-Allah Muhammad al-Bujari, conocida como el En este
nos vamos a
centrar en
Sajij Al-Bujari.
Al-Bujari nació en el año 811, poco menos de dos siglos después del fallecimiento de Mahoma. Cuando tenía unos diez años, comenzó a estudiar los jadiz, una tarea que acabó obsesionándolo. Deseoso de fijar por escrito todo este conjunto de tradiciones, se dedicó a viajar hasta recoger unas trescientas mil, de las que llegó a memorizar las dos terceras partes. Hacia el final de su vida, había compilado 7275 jadiz, de los que no tenía ninguna duda en el sentido de que se tratara de materiales relacionados con enseñanzas o acciones de Mahoma. La extensión de su obra compilatoria, el Sajij Al-Bujari, no es pequeña. De hecho, la edición utilizada para redactar el presente capítulo cuenta con 4705 páginas distribuidas en nueve volúmenes. Con todo, debe insistirse en el hecho de que la pretensión de entender el islam sin haber entrado en el rico mundo del jadiz constituye una actitud completamente carente de realismo. Dado que el material de
las páginas siguientes examinaremos de manera sistemática aquellos aspectos que más han influido en el curso de la
los
jadiz
historia.
178
abunda
en
repeticiones
y reiteraciones,
en
EL
SAJIJ AL-BUJARI
Mahoma, el profeta
cualquiera que se limite a lecr el Corán resulta obvio el papel que en el mismo se atribuye a Mahoma es im-
Para que
portante pero,
repetidas que
se
en
apariencia,
no
excesivo. Las referencias
monitor harían pensar incluso trata de nada más que un transmisor sin prácticaa
que
es un mero
relevancia. Por supuesto, la historia islámica desmiente esa interpretación. La clave para entender esa diferencia se halla, en buena medida, en los jadiz. Éstos, de hecho, parten de la base de que cualquier acto del profeta tiene un carácter no sólo ejemplar sino normativo aunque no se encuentre recogida, como sucede a menudo, en el Corán. Esta altísima consideración, de hecho, comenzó en vida de Mahoma y fue potenciada de forma directa por él mente otra
mismo:
Narró Jabir bin Abdullah: el
concedidas cinco
cosas
que
más antes que a mí. 1. Allah me convirtió
han sido le han concedido a nadie
profeta dijo:
no se
puede obtener la victoria por el terror a una distancia de un viaje de un mes. 2. La tierra ha sido convertida para mí en un lugar de en
alguien
me
que
oración y donde realizar Tayammun, de manera que cualquiera de mis seguidores pueda orar siempre que sea el tiempo de la oración. 3. Se me ha dado
como
botín lícito lo que
no
fue lícito
para nadie más antes de mí.
ha concedido el derecho de interceder. 5. Todo profeta ha sido enviado a su nación solamente pero yo he sido enviado a toda la Humanidad (1: 199-200, 4. Se
me
7.1.331).
pudieron
llevar a Mahoma a afirmar que el amor por él estaba delante de la fe o del amor a la familia o a sostener que su lugar el Día de la Resurrección sería el más importante: Estas
importantísimas
características
179
LOS TEXTOS
CAMBIARON LA HISTORIA
QUE
profeta dijo: Ninguno de vosotros tendrá ame más que su fe, a sus hijos y a toda la
Narró Anas. El
fe hasta
que
me
Humanidad (1: 20; 2.8.14).
compañía del profeta pierna guisada (de carnero) fue colo-
Narró Abu Huraira: Estábamos en un
banquete
y
una
en
cada delante de él ya que le gustaba comerla. Comió tn pedazo y dijo: Seré el jefe (el mejor) de toda la gente en el Día del Juicio
(4: 350; 55.3.556).
alta consideración concedida a Mahoma explica que, por ejemplo, se acepten como buenos los diagnósticos y remedios médicos propugnados por él y de
Asimismo,
los que los
esta
jadiz proporcionan
varios
ejemplos significati-
vos:
profeta dijo: La fiebre es causada por el las llamas del Infierno y procede de su calor; así
Narró Aisha: el aumento
de
que alíviala
con
agua
(4: 314; 54.9.485).
Narró Um Mihsan: escuché que el profeta dijo: Trátalo con incienso indio porque tiene remedio para siete enferme-
absorbido por la nariz cuando se tienen problemas de garganta y puesto en un lado de la boca cuando se sufre de pleuresía (7: 402; 71.100.596).
dades; debe
ser
Narró Aisha: el
profeta acostumbraba a
decir al paciente: país y la saliva de
el nombre de Allah. La tierra de nuestro uno de nosotros puede curar al paciente (7: 429; 71.38.641).
en
Abjar nos acompañaba. Cayó enfermo en el camino y cuando llegamos a Medina todavía seguía enfermo. Ibn Abi Atig vino a visitarle y nos dijo tratadlo con comino negro. Tomad cinco o siete semillas y triturarlas y poned la mezcla en las ventanas de la nariz porque Aisha me ha narrado que escuchó al profeta decir: Este comino negro cura todas las enfermedades excepto As-Sam. Aisha dijo: ¿Qué es As-Sam? El dijo: La muerte (7: Narró Jalid bin Sad: salimos y Galib bin
400; 71.7.591). 180
EL
Narró Abu Huraira: el enviado de Allah
SAJIJ AL-BUJARI
dijo:
Si
una mos-
el recipiente de cualquiera de vosotros, dejad que se hunda del todo en él y después quitadla porque en una de sus alas hay enfermedad y en la otra curación (7: 452-453; ca cae en
71.58.673). Narró Anas. El clima de Medina nas
personas, de
manera
que el
sentaba bien a algutles ordenó seguir a su
no
profeta
pastor (sus ovejas) y beber su leche y su orina. Así que siguieron al pastor y bebieron la leche y la orina (de las ovejas) hasta que sus cuerpos se curaron (7: 399; 71.6.590). Esta convicción
profunda
de que toda enseñanza y
acto
de Mahoma resultan normativamente obligatorios no queda circunscrita al terreno de lo espiritual sino que, como
hemos visto,
se
aplica
a
áreas tan delicadas
como
la medi-
cina. Por supuesto, se traduce también en el seguimiento de sus opiniones en tres áreas de especial importancia: las
relativas al derecho islámico (sharia),
conyugal,
y
a
a
la vida sexual y
la expansión del islam.
La «sharia»
En buena tanto al
medida, la aplicación de la ley islámica debe
jadiz
casi
al Corán. Este último no incluye, por ejemplo, multitud de normas que son habituales en las legislaciones islámicas y cuyo origen se retrotrae al propio Mahoma. Así, por ejemplo, el jadiz establece precedentes de graves castigos para los que descuiden sus deberes relicomo
glosos: Narró Abu Huraira: el enviado de Allah
vida,
dijo: por Aquel en
ordenar que recojan leña para el fuego y después ordenar a alguien que pronuncia Adhan para la oración y después ordenar a alguien que guíe a la gente en oración y entonces haré acto de presencia y quemaré las casas de los hombres que no se presentaron para la cuyas
manos
oración
está mi
voy
a
(9: 250-251; 89.53.330). 181
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —
el castigo de las ofensas religiosas prevarios ejemplos en distintos jadiz. Así, por ejemplo, la
Esta firmeza senta
en
embriaguez debía
ser
Narró As-Saib bin
castigada
con
la
flagelación:
Yazid: durante el último período del
califato
de Omar, acostumbraba a dar al ebrio cuarenta latigazos, y cuando los ebrios se hacían contumaces y desobedientes acostumbraba a propinarles ochenta azotes (8: 507;
81.5.770). La pena de flagelación (cien latigazos) debe usarse asimismo con la esclava que mantenga relaciones sexualesilí-
(8: 548; 82.22.822), pero si la culpable es una mujer libre, el castigo ha de ser la pena de muerte por lapidación. En el caso del hombre, la sanción es menor: citas
Narró Abu Huraira: el profeta
dijo:
tu
hijo
será
castigado
latigazos y a un año de destierro. Entonces se dirigió a alguien: Oh Unais, ve a la adúltera y apedréala hasta que muera. De manera que Unais fue y la lapidó hasta a un
la
centenar
muerte
de
(3: 535; 49.5.860).
La única ocasión teros es nes
similar
es
en
que el
cuando los
los adúl-
castigo impuesto
a
culpables
musulma-
no son
judíos (4: 532-33; 56.25.829). Junto con la flagelación y la lapidación, sino
cribió la amputación
Mahoma presde los miembros para los ladrones:
Narró Abu Huraira: el profeta
dijo: Allah maldice al hom-
bre que roba un huevo y hay que cortarle la mano, o roba una cuerda y hay que cortarle la mano (8: 509; 81.8.774).
Semejante castigo (en vigencia en algunos países islámicos en la actualidad) unía a la terrible mutilación el aislamiento social, ya que el propio Mahoma estableció que la mano izquierda fuera reservada para usos impuros (orinar, etc.) y que no fuera tocada por otros a causa de esa circunstancia. Tras su mutilación, el ladrón no cuenta con una
182
extremidad destinada
a
realizar
esos
menesteres más
EL
bajos y debe sufrir el ostracismo de aquellos plo, jamás le darán la mano.
SAJIJ AL-BUJARI
que, por
ejem-
De la misma manera, la pena de muerte se convirtió en una sanción especialmente común que incluso podía llegar
formas de ejecución terribles si castigaba acciones tidas en detrimento del profeta Mahoma:
a
Narró Anas: de a
Al-Harra,
partieron y cuando llegaron al paganismo después de haber abra-
manera
regresaron
zado el islam, y
come-
que
al pastor del
profeta y dispersaron los camellos. Cuando le llegaron estas noticias al profeta, envió a algunas personas en su persecución. El profeta dio mataron
órdenes en relación a ellos. Así que les metieron clavos en los ojos y les cortaron las manos y las piernas y los abandonaron en Harra hasta que murieron en ese estado (5:
354; 59.35.505). El abandono del islam es otra»>de las acciones que lleva aparejada la muerte por disposición expresa de Mahoma. Para el apóstata sólo queda la expectativa de ser muerto por
algún musulmán.
profeta al respecto
son
Los
ejemplos
de la enseñanza del
abundantes:
Narró Ikrima: la declaración del enviado de Allah: A cualquiera que cambie su religión islámica matadlo (9: 45;
84.2.57). Narró Abu Musa: un hombre abrazó el islam y después al regresó judaísmo. Muadh bin Jabal vino y vio al hombre con Abu Musa. Muadh preguntó: ¿qué es lo malo con éste? Abu Musa respondió: Abrazó el islam y después regresó al ju-
daísmo. Muadh dijo: no me sentaré hasta que lo mate. Ése el veredicto de Allah y de su enviado (9: 201; 89.12.271). Narró Alí: escuché al profeta diciendo:
aparecerá gente joven
con
pensamientos
es
los últimos días ideas necios. Ha-
en
e
blarán bien pero abandonarán el islam igual que una flecha abandona su arco. Su fe no superará sus gargantas. De manera que donde los encuentres, mátalos porque en el Día de 183
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
la Resurrección habrá
una
recompensa para los que los
ma-
(6: 519; 61.36.577).
ten
los jadiz concede un papel especial a la vida familiar y sexual. En contra de lo repetido con cierta frecuencia, el profeta maldijo la homoLa normativa civil relacionada
sexualidad y
a
los que la
con
practicaban:
Narró Ibn Abbas: el enviado de Allah
aquellas
a
aquellos
el comportamiento sexual de mujeres y mujeres que asumen el comportamiento sexual de
hombres que a
maldijo
asumen
hombres (7: 513; 72.61.773). De
hecho, si la homosexualidad femenina
es
casi in-
el mundo islámico y la masculina es objeto de severas burlas y sanciones se debe precisamente a la indubitable actitud del profeta Mahoma en relación con este fenómeno. Fenómenos como, por ejemplo, las organizaexistente
en
ciones de gays y lesbianas, en caso de llegar a constituirse, serían objeto de una represión presumible en cualquier
país islámico.
La vida sexual y
conyugal
comprobar en el apartado anterior, no pocas de las normas penales emanadas del propio Mahoma están destinadas a sancionar comportamientos sexuales considerados ilícitos, como puede ser el adulterio, la fornicación y la homosexualidad. Igualmente pudimos ver Como tuvimos ocasión de
que el tratamiento recibido por las
mujeres
el derecho isa los varones.
en
benévolo que el asignado Las razones para esa clara separación arrancan, según Mahoma, de la propia biología que les impide ocasionalmente la realización de ciertos actos piadosos: lámico
es menos
¿acaso no es cierto que ni ayuna mientras tiene la menstruación?
Narró Abu Said: el una
mujer no
Y ése 184
es
el
ora
defecto
profeta dijo:
en su
religión (3: 98; 31.41.172).
El.
SAJIJ AL-BUJARI
Además, según el jadiz, la diferencia entre hombre y mujer arranca de motivaciones físicas y se traduce no sólo en que las mujeres son más deficientes en religión sino también en inteligencia. Precisamente por ello, Mahoma
llegó tes
afirmar también que la mayor parte de los habitandel infierno son mujeres: a
el enviado de Allah salió a Musalla, a la oración de Al-Fitr. Entonces pasó al lado de las mujeres y dijo: ¡Oh mujeres! Dad limosnas porque he visto que la mayoría de los moradores del fuego del infierno erais vosotras. Ellas le preguntaron: ¿Por qué es así, oh enviado de Allah? El contestó: Maldecís con frecuencia y sois ingratas con vuestros maridos. No he visto a nadie más deficiente en inteligencia y en religión que a vosotras. Un hombre prudente y sensible podría ser extraviado por algunas de vosotras. Las mujeres preguntaron: ¡oh enviado de Allah! ¿Qué es deficiente en nuestra inteligencia y religión? Él dijo: ¿No es el testimonio de dos mujeres equivalente al testimonio de un hombre? Le contestaron afirmativamente. El dijo: Esa es la deficiencia de vuestra inteligencia. ¿Acaso no es verdad que una mujer ni puede orar ni ayunar durante sus reglas? Las mujeres contestaron afirmativamente. El dijo: Ésa es la deNarró Abu Al-Judri:
ficiencia
en
vuestra
una vez
religión (1: 181-182; 6.8.301).
Partiendo de esa base no resulta extraño que la mujer sea en el derecho y la sociedad islámicos un ser perpetuamente tutelado. Así, su matrimonio es arreglado por sus padres y su silencio acerca del futuro marido debe ser in-
terpretado
como
consentimiento:
Narró Abu Huraira: el
profeta dijo:
una matrona no
de-
bería ser dada en matrimonio sin consultarla y una virgen no debería ser dada en matrimonio salvo después de conceder su permiso. La gente preguntó: ¡oh enviado de Allah! ¿Cómo podemos saber si concede su permiso? El dijo: Su silencio (indica que ha concedido su permiso) (7: 51-52;
62.42.67).
185
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
la luz de que buena parte de los matrimonios musulmanes se realizan con mujeres de muy corta edad. Este uso, de origen muy antiguo, viene además legitimado por el hecho de que el propio Mahoma consumó el matrimonio con una de sus esposas cuando ésta contaba sólo nueve años de edad: Esta circunstancia debe examinarse
a
Narró Aisha que el profeta se casó con ella cuando tenía seis años de edad y consumó el matrimonio cuando tenía nueve
años y
después siguió
ella
con
nueve
años
(7: 50;
62.39.64). A esta circunstancia
se
añade la de que la mujer
puede
reducida al papel de una cónyuge más ya que el Corán autoriza al varón tener hasta cuatro esposas a la vez sin que tal conducta pueda contar con paralelos en la mujer. verse
indicamos en un capítulo anterior, fue la del profeta Mahoma, que afirmó que en revelación se le había mostrado que ese límite del número de cónyuges no tenía aplicación para él. Los jadiz muestran también que la poligamia es una institución susceptible de crear problemas domésticos y que éstos no estuvieron ausentes ni siquiera en el hogar de Mahoma, que se vio obligado a establecer turnos para atender a sus esposas y a enfrentarse con los celos existentes entre ellas: La única
excepción
Narró Urwa:
a
esta norma,
(Mahoma) dijo
a
como
Salama): no me mola inspiración divina no
(Um
lestes en relación con Aisha porque me sobreviene en ningún lecho salvo en el del Aisha. Por eso Um Salama dijo: me arrepiento ante Allah por haberte molestado. Entonces el grupo de Um Salama llamó a Fátima, la hija del enviado de Allah y la envió al enviado de Allah para que le dijera: tus esposas te ruegan que las trates a ellas y a la hija de Abu Bakr (Aisha) con igualdad. Entonces Fátima le entregó el mensaje. El profeta dijo: ¡oh, hija mía! ¿No amas a quien yo amo? Contestó afirmativamente y regresó y les dijo la situación. Le pidieron que fuera a él de nuevo ella se negó. Entonces enviaron a Zainab bint Janah que acudió a él
y
186
EL
y
SAJIJ AL-BUJARI
utilizó duras palabras diciendo: Tus
esposas te ruegan que de Abu Bakr de la misma manera.
ellas y a la hija Entonces alzó la voz y golpeó a Aisha en la cara de manera que el enviado de Allah miró a Aisha para ver si ésta respondía. Aisha comenzó a contestar a Zainab hasta que la calló. El profeta miró entonces a Aisha y dijo: realmente es la hija de Abu Bakr (3: 455-456; 47.8.755). las trates
a
Aisha dijo: yo acostumbraba a decirle (a Mahoma): si putdiera negarte el permiso (para ir con las otras esposas) no te
permitiría
que otorgaras tus
favores a
otras personas
(6: 296;
60.23.312). Los
problemas causados
por la
poligamia
son
afronta-
dos mediante dos recursos, el divorcio y el castigo físico a la mujer. El divorcio queda siempre en manos del varón y nunca en las de la mujer. En ocasiones, el divorcio puede tener causa reglada, como cuando el varón se divorcia
simplemente
porque
se
convirtió al islam y
no
lo hizo
su
esposa:
Al-Hasan y Qatada dijeron respecto
pareja persa que abrazó el islam: su matrimonio sigue siendo válido, pero si uno de ellos se convierte en musulmán y el otro se niega a convertirse en musulmán, la esposa debe ser considerada divorciada, y el esposo no tiene derecho a mantenerla como esposa (7: 158; 63.20.210). Con todo, este
ejemplo
casi resulta
a una
excepcional, ya que legislaciones, como
habituales de divorcio en otras el adulterio, fueron consideradas por Mahoma merecedo-
causas
de la muerte, No resulta por ello extraño que, en realidad, le sea lícito al esposo divorciarse por el mero desagrado que le produce su cónyuge y sin un motivo reglado ras
como en otras
posibilidad de riores
la
a
normativas. En renunciar
los del varón,
a
a sus
la mujer tiene la derechos, ya de por sí infeese
caso,
fin de que éste
se
compadezca y no
repudie:
187
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Narró Aisha:
hombre le puede desagradar su esposa y pretender divorciarse de ella, de manera que ella le dice: renuncio a mis derechos para que no te divorcies de mí (3: 378; a un
43.12.630). refiere al castigo corporal causado por el marido a la mujer, ya contaba con precedentes en el Corán, De hecho, la sura 4, 34 establece que el marido puede golpear a su esposa si ésta no se comporta como le complace o es desobediente. El jadiz confirma este extremo, si bien establece que el día en que la golpee (como a un esclavo) no debe mantener relaciones sexuales con ella: Por lo que
se
Narró Abdullah bin Zama: el profeta
dijo: Ninguno de vo-
debería azotar a su esposa como se azota a un esclavo y después tener relaciones sexuales con ella en la parte final del día (7: 100-101; 62.94.132). sotros
dos consecuencias de no escasa relevancia que arrancan de la propia visión de Mahoma. La primera es la exclusión de la mujer de cualquier tarea que pueda implicar gobierno sobre el varón (a excepción de los niños pequeños en el hogar) y la seEsta visión de la
mujer ha tenido
otras
gunda, las motivaciones para el matrimonio que no se encuentran primordialmente en el amor hacia una mujer concreta
ductas
sino
en
otras causas. La
distintos
se encuentra en
base para ambas
con-
jadiz:
escuchó las noticias de que el pueblo de Persia había convertido a la hija de Cosroes en reina, dijo: nunca tendrá éxito una nación que conNarró Abu Bakra: cuando el
vierte
mujer en
a una
su
gobernante (9: 171; 88.18.2199).
Narró Abu Huraira: el
nio
con una
familiar,
su
Delitos
mujer por
belleza y
públicos,
familiar... todo 188
su
profeta
profeta dijo:
se
contrae
matrimo-
riqueza, su religión (7: 18; 62.16.27).
cuatro cosas: su
privadas, vida conyugal y lugar en las enseñanzas y los
conductas
encuentra su
estatus
EL
del
SAJIJ AL-BUJARI
profeta
Mahoma. Semejante omnicomprensión incluye, por supuesto, la expansión del islam hasta su triunfo final en todo el mundo.
actos
La guerra santa
La
jihad
o
importancia esencial en Mahoma. Aunque con posteriori-
guerra santa tiene
el islam predicado por dad ha existido en algunos
una
sectores
islámicos
una
tenden-
considerar esa guerra en términos espirituales y a relegar la guerra en sentido literal a un significado menor, lo
cia
a
cierto
que esa interpretación no hace señanzas ni a los actos del profeta. es
Para
Mahoma, la
guerra
en
justicia
ni
el nombre de Allah
a
las
en-
era una
de las acciones más elevadas a las que podía entregarse un musulmán. No fue extraño que creyentes de peso pronto la convirtieran en la principal: Narró Abdullah:
querida
pregunté al profeta: ¿Qué
acción
es
la
Allah? Contesto: ofrecer oraciones en sus horas establecidas. Pregumnté: ¿cuál es la siguiente? Contesto: Ser bueno y obediente a los padres. Pregunté de nuevo: ¿Cuál es la siguiente? Contestó: participar en la jihad en la causa de Allah (1: 300; 10.5.505). más
a
Narró Hisham: mi padre me informó de que Aisha dijo: Sad dijo: oh Allah, tú sabes que no hay nada más querido para mí que luchar
en
enviado y le han
tu causa contra
expulsado de
aquellos
La Meca
que
no creen en tu
(5: 309; 59.29.448).
La razón fundamental para esta actitud
radicaba sólo en el hecho de que la jihad pudiera traer fama o botín (aunque éstos no quedaran descartados), sino más bien en que constituía el medio decidido por Allah para someter el no
mundo al islam: hombre vino al profeta y pregunto: hombre lucha para conseguir el botín de guerra, otro lu-
Narró Abu Musa: un
un
189
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
cha por conseguir fama y un tercero lucha por exhibirse, ¿cuál de ellos lucha en la causa de Allah? El profeta dijo: el que lucha para que la palabra de Allah sea superior, lucha en la causa de Allah (4: 50; 52.15.65).
dijo: se me ha ordenado combatir a la gente hasta que digan: nadie tiene derecho a ser adorado salvo Allah, y cualquiera que lo diga salvará su vida y su propiedad... (2: 274; 24.1.483). Narró Abu Huraira: el enviado de Allah
De
lam
hecho, detrás de las
no se
enemigas,
hallaba
un
guerras llevadas
esfuerzo defensivo
como a veces se
señala, sino
a
contra
Haiya: Omar envió
a
naciones
más bien
luntad directa de imponer el islam a todos los acuerdo con la enseñanza de Mahoma: Narró Jubair bin
porel is-
cabo
una vo-
pueblos
de
los musulmanes
a
los grandes países para combatir a los paganos... (el pueblo asediado preguntó a los musulmanes quiénes eran) Al-Mughira contestó: Somos gente de los árabes, llevábamos una vida dura, miserable, desastrosa, por hambre chupábamos los lugares donde se guardaban y trituraban los dátiles, usábamos ropas hechas con cuero de camellos y pelo de cabras,
hallábamios en ese estado, el Señor de los cielos y de las tierras, elevado es Su recuerdo y Majestuosa su altura, nos envió de entre nosotros mismos a un profeta cuyo padre y cuya madre conocemos. Nuestro profeta, el mensajero de nuestro Señor, nos ha ordenado luchar contra vosotros hasta que adoréis a Allah sólo o paguéis tributo (4: 254-55; 53.21.386). y adorábamos árboles y
piedras.
Mientras
nos
jihad pretende, por lo tanto, según las enseñanzas del profeta recogidas en distintos ¡adiz, someter todo el mundo al islam, de tal manera que esta fe sea adopLa guerra santa
o
tada por los vencidos o, al menos, éstos se sometan a tributo. Ya hemos señalado antes cómo la apostasía del islam
debe
ser
castigada, según Mahoma,
con
la muerte. De la
misma manera, el islam primitivo enseñó que era legítima la práctica de la conversión bajo amenaza de muerte: 190
EL
SAJIJ AL-BUJARI
llegó predecir
Narró Qais: Cuando Jarir
al Yemen, había un hombre que acostumbraba a y a dar buenos augurios (...) Alguien le dijo: el mensajero del enviado de Allah está aquí y Si te coge, te cortará el cuello. Un día (...) Jarir se detuvo allí y le dijo: (...) da testimonio de que nadie tiene derecho a ser adorado excepto Allah o te cortaré el cuello. De manera que el hombre rompió las flechas y dio testimonio de que nadie tenía derecho a ser adorado salvo Allah (5: 452;
59.61.643). No resulta
sorprendente
partiendo de bases como éstas, Mahoma considerara legítimo el atentado individual el opuesto al islam
contra
e
que,
incluso ordenara
su
comisión:
Narró Al-Bara: el enviado de Allah envió a Abdullah bin Artik y a Abdullah bin Utba con un grupo de hombres para matar a Abu Rafi (...) (Abdullah dijo): vi la casa en completa oscuridad con las luces apagadas y no podía saber dónde estaba el hombre. Así que llamé: Contesto: ¡oh Abu
¿Quién es? Me acerqué hacia la
voz
y
Rafi! le golpeé. Gritó
a voces
golpe resultó ineficaz. Entonces me acerqué a él disimulando ayudarle, diciendo con un tono distinto de VOZ, te ¿qué pasa, Abu Rafi? Dijo: ¿No te sorprende? ¡ay, tu ma-
pero el
dre! Un hombre ha venido a mí me ha herido con una esy pada. Así que le apunté de nuevo y le herí, pero el golpe resultó ineficaz de nuevo entonces Abu y Rafi gritó a voces y su esposa como
se
si
levantó. Me acerqué
fuera alguien
nuevamente y
que deseaba
ayudarlo,
cambié la
voz
y encontré
a
Abu Rafi tendido sobre su espalda, de manera que le clavé la espada en el vientre y la empujé hasta que escuché el ruido de un hueso que se quebraba. Entonces salí, lleno de
confusión,
acerqué a la escalera para bajar pero me caí y se me dislocó la pierna. La vendé y acudí hasta mis compañeros cojeando. Les dije: id y decid al enviado de Allah las buenas noficias, pero yo no me marcharé hasta que oiga las noticias de su muerte (de Abu Rafi). Cuando amaneció, un emisay
me
rio de la muerte
se
asomó al
muro
y
dijo:
te
notifico la
muer-
de Abu Rafi. Me levanté y eché a andar sin sentir ningún dolor hasta que encontré a mis compañeros antes de que alte
191
LOS TEXTOS
canzaran
QUE
al
CAMBIARON LA HISTORIA
profeta
al que di las buenas noticias (5: 253-553;
59.15.372).
Al-Bujari ha recogido igualmente cómo podía sufrir la muerte aquel que manifestaba no su apostasía sino su cansancio frente
a
ciertas ceremonias de la fe islámica:
Narró Abdullah: el Meca y
se
profeta recitaba
la
sura
an-Najm
en
la
y aquellos que estaban anciano que tomó un pPit-
postró mientras la recitaba
él hicieron lo mismo salvo un ñado de piedrecillas o de tierra y lo levantó hasta su frente y dijo: Ya es bastante para mí. Más tarde, vi que lo habían matado como a un infiel (2: 100; 19.1.173). con
Entre los adversarios que debían
preferente en la guerra santa o los judíos, para los que auguró un exterminio generaliza-
nera
a
derrotados de majihad, Mahoma señaló ser
do
de los musulmanes:
a manos
quedará establecida la Hora hasta que combatáis con los judíos y la piedra detrás de la que se esconda un judío diga: ¡oh mustilNarró Abu Huraira: el enviado de Allah
mán!
hay
un
judío
que
se
dijo:
no
esconde detrás de mí, así que má-
talo (4: 110; 52.94.177). De
hecho, el mismo profeta dirigió campañas
que los que
se
negaban
a
convertirse
o a
pagar tributo
asesinados en masa si se trataba de hombres, dos en esclavos si eran mujeres o niños: Narró Aisha: Gabriel
dijo: Sal
a
en
ellos. El
o
las
eran
converti-
profeta dijo:
Gabriel señaló hacia los Bani Quraiza, de manera ellos. Entonces se rindieron al que el enviado de Allah fue juicio del profeta, pero él los dirigió a Sad para que diera su veredicto con respecto a ellos. Sad dijo: mi juicio es que se dé
¿dónde?
muerte tan en
a sus
guerreros, que
esclavos y
59.29.4468).
192
a
sus
sus
mujeres
propiedades
sean
y niños
se
convier-
distribuidas (5: 309;
EL
La
jihad
o
guerra santa de hecho tenía
un
SAJIJ AL-BUJARI
papel
tan im-
el islam que no resulta extraño que Mahoma anunciara a los participantes en la misma recompensas de tipo material y espiritual:
portante
en
Narró Abu Qatada: el enviado de Allah que
haya
matado
a un
infiel y
de ello, serán para el las
dijo: Cualguiera tenga una prueba o un testigo
armas
y
pertenencias del
muerto
(9:
213; 89.21.282). Narró Jalid bin Madan: el profeta dijo: se perdonarán los pecados del primer ejército de mis seguidores que invada la ciudad de César (Roma) (4: 109; 52.93.175). Narró Abu Huraira: el enviado de Allah dijo: a la persona que participe en la jihad por Su causa y nada le impulse a salir sino la jihad por Su causa, y la creencia en Sus palabras, Allah le garantiza que o le admitirá en el Paraíso le traerá de regreso al hogar del que salió con la el botín que
haya ganado (9: 413; 93.28.549). De
hecho, el
la superioridad
que combate
en
la
o recompensa o
jihad
tiene
garantizada
la recompensa en el Paraíso y en la sideración que Allah concede a los musulmanes: en
con-
Narró Abu Huraira: el profeta dijo: el paraíso tiene un centenar de gradas que Allah ha reservado para los Mujahidun (los que combaten la guerra santa) y la distancia entre
cada dos
gradas
es como
la distancia
entre
el cielo y la tierra
(4: 40; 52.4.48). Narró Anas Bin Malik: el
profeta dijo: nadie que
muere
y
el bien de Allah desea regresar a este mundo aunque se le dé todo el mundo y lo que hay en él, salvo el que ha muerto en la guerra santa que, al ver la superioridad de su muerte, desea regresar al mundo y ser muerto de nuevo (4: encuentra
42; 52.6.53).
193
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Conclusión que los jadiz relativos a Mahoma han cambiado la historia. De ellos se desprende una cos-
Poco
puede dudarse de
movisión que ya está presente en el Corán pero que se hace mucho más clara, explícita y detallada. Si el Corán podría
permitir diversas interpretaciones, los jadiz señalan cuál debe
ser
profeta
ésta: la del
tal y
como
fue transmitida por
personajes cercanos a él. En su conjunto, la cosmovisión reflejada en los jadiz resulta completa, vigorosa, machista y militante, y sus resultados directos han sido evidentes a lo largo de los siglos. Con la excepción de España, Portugal y el sur de Italia, el islam
solo de los territorios que comenZó a conquistar ya en vida de Mahoma e incluso ha continuado extendiendo su influencia hasta nuestro siglo. En esa conquista influyó de forma extraordinaria el carácter sagrado otorgado al expansionismo, la confianza de sus guerreros en las recompensas y también las terribles alterno
ha
perdido
uno
a
los derrotados. Éstas se resumían nativas que esperaban en conversión o tributo si se rendían voluntariamente, exterminio y esclavitud si habían osado resistirse. A estos factores ayudaron al mismo tiempo la dureza de que sancionaba la apostasía con la muerte, y el establecimiento de un sistema familiar que garantisu
sistema
penal,
sociedad guerrera y el suministro de futuros soldados por una fuerte natalidad enraizada en la poligamia, la nupcialidad temprana de las mujeres y el sometimiento de éstas a la voluntad del mazaba la
supervivencia de
una
rido.
milenio, el islam ha quedado prácticamente circunscrito al Tercer Mundo, ya que su presencia en el Primero o es meramente testimonial o se En los albores del tercer
las conversiones de occidentales como con inmigrantes que profesan esa fe. Sin embargo, su poder permanece casi intacto e incluso se presenta más desafiante que nunca en algunos terrenos. Frente a la mermada natalidad occidental, ostenta una pujanza conecta
194
sobre todo
no
tanto con
EL
SAJIJ AL-BUJARI
sustentada en las disposiciorelación con la familia, la sexualidad y la mujer. Frente al culto al consumo 0 a la igualdad social entre hombres y mujeres, puede levantar la
demográfica extraordinaria nes del profeta Mahoma en
bandera de la lucha por la religión hasta la victoria o la de la permanente sumisión femenina. Frente al escepticismo y las libertades occidentales, esgrime un culto a la revelación coránica cuyo abandono se paga con la muerte. Frente a los complicados entresijos de la acción diplomática internacional, puede recurrir no sólo al uso de la guerra como un instrumento religioso sino incluso a la realización de atentados individuales, como el que puso fin a la vida del presidente egipcio Sadat o a los que asolan desde hace años el territorio de Israel. De la expansión islámica de los primeros siglos a las Cruzadas (provocadas por las matanzas islámicas de peregrinos cristianos y fundamentadas en la idea musulmana de la guerra santa), de la sublevación del Mahdi a la creación del imperio turco, del integrismo islámico a la revolución iraní, del conflicto árabe-israelí a las guerras del Líbano, de la guerra Irán-Irak al terrorismo musulmán nos encontramos
con unas
raíces
fuertes, profundas
y extensas y enseñan-
hunden y toman su vida de los ejemplos zas del profeta Mahoma recogidos en los jadiz. No cabe duda de que una visión así (desarrollada en el Sajij Al-Bujari) ha cambiado la historia, pero además tiene fuerza suficiente para volverla a cambiar en el futuro. que
se
Bibliografía No existe en castellano ninguna edición completa de los jadiz. Por ello tiene especial interés la selección del imán Nawawi titulada El jardín de los justos, Madrid, 1996,
la que aparecen bastante de los compilados por Al-Bu'ari. La mejor edición de Al-Bujari sigue siendo Sahih alpukhari, Chicago, 1979, 9 vols. Una introducción interey sencilla a los jadiz en P. Parshall, Inside the en
sante
195
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Community, Grand Rapids, 1994. Para los diferentes términos islámicos véase: C. Vidal, Diccionario de las tres religiones monoteístas, Madrid, 1992 e ídem, Diccionario de historia de las religiones, Barcelona, 1997,
196
LA DONACIÓN DE CONSTANTINO
El contexto
jurídico
En
1871, se consumó el proceso conocido como unificación italiana. Convertida Roma en la capital de la nueva
monarquía unificada, se cerraba un largo período de disgregación nacional que se había iniciado en el 476 con la destrucción del Imperio romano a manos de Odoacro, el rey de los hérulos, y que había durado cerca de milenio y medio. Durante esos siglos, los italianos habían chocado en su deseo de recuperar la unidad perdida con algunos obstáculos de enorme envergadura. El primero había sido
propia tendencia a la fragmentación, derivada de primar los localismos por encima de la unidad patria. El segundo habían sido las intervenciones extranjeras que, del su
islam al Imperio
austro-húngaro pasando por alemanes, españoles y franceses, habían contemplado Italia como un lugar ideal para satisfacer sus apetencias imperialistas. El
tercero, nada inferior en su relevancia a los anteriores, había sido la existencia de un conjunto de territorios situados en el centro de la península italiana cuya autoridad máxi-
oponía frontalmente a la unificación. Éstos eran los denominados Estados Pontificios, que, situados bajo el gobierno papal, convertían al obispo de Roma en un monarma se
secular sujeto a servidumbres del poder como el mantenimiento de un ejército o la creación de una hacienda que pudiera hacer frente a sus gastos. En la articulación de esta entidad política, cuya influencia iba a sentir duca
dejarse
siglos, tuvo un papel fundamental un documento de carácter jurídico denominado Donatio Constantini, es decir, la Donación de Constantino. El escrito en cuestión prerante
197
LOS TEXTOS
CAMBIARON LA HISTORIA
la constancia formal de una donación de diverterritorios que el emperador romano Constantino ha-
tendía sos
QUE
ser
favor del obispo de Roma. El nacimiento de esta obra resulta en realidad incomprensible sin una referencia a su contexto jurídico. Este vino marcado por dos aspectos fundamentales. El primero fue la tendencia a coleccionar los documentos canónicos existentes. Ya en el siglo vi había surgido de un impulso similar la colección Dionisiaca y en el siglo vir la denominada Hispana. Ambas experimentaron en el curso de ese sibría realizado
en
elo algunas
alteraciones notables. En el año 744, la tendencia coleccionista recibió
un
impulso al enviar el papa Alejandro I a Carlomagno un ejemplar de la Colección Dionisiaca. Éste presentaba algunas peculiaridades, ya que el prefacio original había desaparecido y además al texto se le habían añadido las decretales de los obispos romanos desde Zósimo (417-418)a nuevo
colección se vio refundida con materiales procedentes de la Hispana, dando lugar a la denominada colección Dacheriana. La segunda circunstancia que influyó en el nacimiento de este escrito fue un fenómeno singular en la historia del Derecho, aunque no tan excepcional en la de las religiones. Nos referimos a la aparición de los llamados fraudes píos, tenían es decir, la falsificación de textos que, en este caso, la finalidad de servir a objetivos concretos de la sede papal
Gregorio
en
II
(715-731).
materia de
Hacia el año 800,
esa
gobierno, jurisdicción, disciplina
o
mera-
realizó de manera sistemática 832. en una oficina del reino franco entre los años 847 y La primera fase de esta tarea consistió en alterar el texhasta to de la Colección Hispana añadiéndole materiales alcanzar el contenido que conocemos por el manuscrito de Autun. Otro ejemplo de esta labor fue la creación de los Caal pitula Angilramni (unos textos legales que se atribuían en realidad, eran una amalgama de Adriano mente
política.
papa
Esta labor
se
aunque,
y
documentos canónicos, normas del código teodosiano leBenedicti Levitae, que yes visigóticas) o de los Capitularia pretendían legitimar la reforma eclesiástica con pretendidas 198
normas
emanadas de distintos
emperadores
romanos
LA
DONACIÓN
DE CONSTANTINO
y de los reyes
merovingios y carolingios. Para comprender el alcance de esta labor, baste decir que de los Capitiularia mencionados (mil trescientos diecinueve), alrededor de la cuarta parte cran falsos. De esta confluencia del afán
cación de documentos
recopilador
y de la tfalsifi-
fines concretos surgieron las denominadas Decretales Pseudoisidorianas. Éstas, debidas a los esfuerzos de Isidoro Mercator, estaban destinadas a convertirse en la colección más extensa e importante de la Edad Media. En ella se daban cita, junto a las decretales romanas desde Silvestre (314-335) a Gregorio II (715-731) (de las que unas eran falsas y otras auténticas pero con alteraciones), una serie de documentos conciliares y textos diversos, entre los que se hallaba la Donatio Constantini. Esta no constituía, por lo tanto, una excepción sino una parte de un considerable esfuerzo compilador, y falsificador, llevado a cabo por orden del Papa. con
El contexto histórico
Las
de
falsificador son fácilmente comprensibles cuando se examina el contexto histórico. El declive del poder bizantino en Italia había tenido como clara contrapartida un auge del reino de los lombardos. usaron una estrategia de asentamientos ducales y re510S que, poco a poco, les permitió apoderarse de diferentes territorios italianos y, lo que resultaba más importante, amenazar Roma, la ciudad gobernada por el Papa. Como contrapeso a la amenaza lombarda, el Papa no podía recurTir al emperador bizantino, a la conclusión de razones
este proceso
Estos
pero
que contaba
posibilidad
llegó
Pipino, el
rey de los francos. Para influir en la decisión de éste, resultaba más que conveniente que pudiera recurrir a algun precedente
legal
de
sus
con una
en
pretensiones y así lo hizo utilizando
como
ins-
trumento la Donación de Constantino. En el invierno del año 755, el papa Esteban se dirigió la corte de los francos con la pretensión de obtener la
da de Pipino. Convenientemente preparado por las
a
ayu-
aseve-
199
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
raciones de la Donación, el monarca lo recibió en calidad de «defraudado heredero de Constantino». En las nego-
la calurosa bienvenida franca, el papa Esteban no sólo solicitó de Pipino que le concediera ayuda militar, sino también que le hiciera entrega de un conjunto de territorios que, según la Donación, ya habían
ciaciones que
sido
siguieron
entregados
a
anteriormente por Constantino a los ante-
Pipino, cuyos orígenes dinásticos eran punto menos que dudosos, aceptó las pretensiones papales sin ningún género de discusión y además desencadenó la cesores
del Papa.
guerra contra los lombardos.
desarrolló favorablemente para los francos. Los lombardos se vieron derrotados por ellos y esa circunstancia los obligó a aceptar cuantiosas pérdidas territoriales. Por su parte, Pipino entregó a Esteban la llave de El conflicto
se
ciudades, entre las que se encontraban Rámavena, Ancona, Bolonia, Ferrara, lesi y Gubbio. De esta nera, el Papa entraba en posesión de una franja de terreno fuen la costa del Adriático a partir de la cual nacerían los una
veintena de
turos
Estados Pontificios.
Las falsificaciones históricas de la Donatio
Resulta indudable que el texto falsificado había cumplido el con su finalidad de manera más que satisfactoria para Papa. Sin embargo, hay que señalar que el fraude dejaba desear en cuanto a su y que el mucho
configuración
que
documento estaba y
cargado
de
errores
de carácter histórico
jurídico.
ha atribuido generalmente a Cristóforo, un funcionario papal. Este extresí pamo dista de ser seguro, pero en cualquier caso lo que establecerse con bastante certeza es el rece La redacción concreta de la Donatio
que
puede
se
hecho de que el autor de la obra utilizó como base la leyenda de san Silvestre, obispo de Roma en tiempos del emperador Constantino. Según la misma, Constantino había perseguido a los cristianos inicialmente. En esa época, contrajo la lepra y, aunque acudió a todo tipo de médicos 200
LA
hechiceros,
logró
DONACIÓN
DE CONSTANTINO
libre de la terrible dolencia. En esas circunstancias, la leyenda narraba que san Pedro y san Pablo se habían aparecido al emperador para comunicarle que sólo el papa Silvestre podría devolverle la salud. Constantino dio orden inmediatamente de que condujeran al obispo de Roma al palacio Laterano y éste le reveló que para ser curado de la lepra tendría que bautizarse. El emperador se sometió al consejo de Silvestre y, como consecuencia de ello, sanó. En muestra de agradecimiento por semejante gracia, Constantino ordenó que Cristo fuera adorado en todo el imperio e instituyó diezmos destinados a la construcción de iglesias. Asimismo, cedió el palacio Laterano a Silvestre y a sus sucesores a perpetuidad, y en persona extrajo del suelo y acarreó los primeros doce cestos de tierra de la colina Vaticana, destinados a dar inicio a las obras de construcción de la basílica de San Pedro. La leyenda del papa Silvestre recogía algunos elementos anclados en la realidad histórica, como la donación imperial del palacio Laterano, la ayuda para la construcción de basílicas el inicio de la tolerancia hacia el cristianismo. Sin embargo, el autor de la Donatio mezcló estos aspectos con una serie de invenciones nada afortunadas que expusieron el fraude a sospechas inmediatas. y
no
verse
o
Así, por citar algunos ejemplos, Constantino taba como conquistador de los hunos medio que éstos
se
siglo
aparecieran
en
Europa; el obispo de
presen-
antes
Roma
de
era
denominado papa casi dos siglos antes de que se le reservara ese título; los funcionarios imperiales recibían el calificativo de sátrapas del imperio o se narraba que el emperador había ofrecido la corona imperial a Silvestre, que la habría declinado. Por añadidura, se distorsionaban algunos hechos históricos para proporcionarles un contenido distinto. Por ejemplo, era cierto que Constantino había trasladado la capital del Imperio romano a Oriente pero no lo
el que hubiera dado tal paso movido por la consideración de que no era decoroso que un emperador compartiera la ciudad que era sede del sucesor de Pedro, tal y era
como
señalaba el
texto
de la Donación:
201
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA —]
Por lo cual y para que la corona pontifical pueda mantenerse con dignidad, Nos reminciamos a nuestros palacios, a
la Ciudad de Roma, y a todas las provincias, plazas y ciuda. des de Italia y de las regiones del Occidente y las entregamos al muy bendito pontífice y Papa universal, Silvestre. las incoherencias históricas patentes, el relato fue considerado veraz incluso por personas que gozaban de cierta ilustración. Con
todo,
y pese
Las falsificaciones
a
jurídicas
de la Donatio
tergiversaciones e invenciones históricas, la Donatio incluía otras de tipo jurídico que, en buena medida, constituían su razón de ser. La primera consistió en la supresión de un dato que sí era recogido en la leyenda de san
Junto alas
Silvestre y que consistía en reconocer que el emperador había mantenido en sus manos el aparato del gobierno civil. Mediante tal supresión, el contexto parecía indicar que jueces y obispos por igual habían estado sometidos a la au-
obispo de Roma. segundo lugar, se afirmaba
toridad del En
que Constantino había
hecho entrega a Silvestre de los atributos imperiales: la diadema, el manto púrpura, la túnica escarlata, el cetro imperial y los estandartes, banderas y ornamentos. Seméjante extremo resultaba tan absurdo y se hallaba tan desmentido por la tradición posterior que la Donatio hacía un el hecho de que el papa había rechazado tal ofrecimiento. Sin embargo, con ello dejaba sentado un error jurídico de dimensiones considerables, el de afirmar que si la corona imperial ceñía las sienes del em-
especial hincapié
en
la condescendencia papal. Finalmente (y esto contribuye a abonar la tesis de que el autor fue Cristóforo) aparecía una serie de privilegios eclesiales que iban desde la concesión de diezmos hasta la
perador,
se
debía sólo
a
equiparación de la curia Donatio, la curia podía:
202
con
el Senado. En
palabras
de la
LA
DONACIÓN
DE CONSTANTINO
(...) cabalgar en caballos blancos adornados con gualdrapas del blanco más puro, calzando zapatos blancos como los senadores. Sin estas falsificaciones
jurídicas, la Donatio no habría pasado de ser un relato hagiográfico más que en poco habría variado la leyenda de san Silvestre. Con ellas, se convirtiÓ en un instrumento de considerable valor político.
Triunfo y
oposición
Los pasos dados por Pipino gracias a la influencia de la Donatio no constituyeron el final de un camino, sino el inicio
de
fecunda senda que permitiría al papado ir forjando un poder desconocido por él hasta entonces. En el siglo siguiente, el rey franco Carlomagno fue coronado emperauna
dor por el Papa, lo que
sólo significó la consagración de su política territorial, sino también la eliminación de cualquier pretensión bizantina de reconstruir el Imperio romano en Occidente y el reconocimiento de que la coronación imperial sólo podía ser legítima si se veía sancionada por el no
papado. A lo
der
largo de los siglos siguientes, la pugna entre el popapal y el político llegaría en algunos casos a la guerra
abierta. Las raíces de esos conflictos sucesivos deben hallarse en la insistencia papal por mantener, y ampliar, los privilegios recogidos en la Donatio y la reticencia (en ocasiones, abierta resistencia) de reyes y emperadores a someterse
a esa
cosmovisión.
Partiendo de
esa
resulta extraño que el territoriales y políticos que
perspectiva
reconocimiento de los
poderes
no
la Donatio
adjudicaba al Papa acabara siendo cuestionado, situación aún más comprensible si tenemos en cuenta que el instrumento en que se apoyaban era claramente defecprimera crítica contundente que se opuso a la Donatio partió de Otón I en torno al año 1001. El emperador alemán, nada tentado por la idea de depender del papado, señaló que el documento era un fruto de la imaginatuoso. La
203
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
ción lleno de falsedades. Con
todo, los ataques imperiales
contaban con la suficiente solidez académica y además podían ser acusados de proceder de una parte que se hallaba en conflicto con el papado por el control político de ltalia. Estas dos circunstancias los invalidaron salvo para aquellos que en el desgarro político de la Edad Media optaron por el emperador en contra del Papa. La situación cambió en el siglo xv. En 1440, Lorenzo Valla llevó a cabo la primera refutación sólida de la Donatio. Valla no era imparcial en su análisis, pero no por ello no
de poner de manifiesto con contundencia el carácter fraudulento de la obra. A partir de ese momento, los ataques se multiplicaron. Todavía en el mismo siglo, Nicolás de Cusa y Juan de Torquemada volvieron a insistir en las
dejó
características de esta circunstancia
pro de las tesis
teológica
superchería derivaron
conciliaristas,
que tenía la Donatio y de
un
es
poderoso argumento en decir, de aquella postura
que afirmaba que el concilio
se
hallaba por enci-
del Papa. Este ataque continuado procedente de partidarios del emperador, de humanistas y de conciliaristas fue abriendo el camino para las ulteriores ofensivas derivadas de la Reforma protestante del siglo xvI. Para el protestantismo, resultaba obvio que el papado no era sino una creación bajoimperial que había ido desarrollándose malsanamente ma
durante la Edad Media y que en aquellos momentos se oponía de forma tajante a cualquier esfuerzo encaminado a devolver a la iglesia el Evangelio puro y sencillo del Nuevo
Testamento. La elaboración de la Donatio Constantini
no era
obvia-
lo único censurable que los protestantes encontraban en la trayectoria histórica del papado, pero sí constituía uno de sus paradigmas, en la medida en que ponía de manifiesto hasta dónde había estado dispuesto a llegar el mente
poder político y territorial. publicó en Ginebra su Pseudo-1sidorus et Turrianus vapulantes, una obra que, fundamentalmente, constituía un libro de literatura antipapal aunque, a la vez, estaba impregnada de una nada despreciable Papa
para aumentar su En 1628, D. Blondel
204
LA
DONACIÓN
DE CONSTANTINO
erudición. Con todo, Blondel se detuvo más en la controversia que en el análisis crítico, lo que le impidió profundizar cabalmente en la falsedad de las Pseudo-Isidorianas. De hecho, ya en el siglo xvir los hermanos Ballerini demostraron la falsedad de algunos de los documentos que Blondel había dado por auténticos. Con los estudios de Reginald Pecock y Baronio, quedó aún más de manifiesto el carácter fraudulento de la Donatio, aunque a esas alturas la crítica difícilmente podía ser invalidada con el argumento papal de que derivaba sólo de los enemigos de la Iglesia. En 1789, el propio papa Pío VI reconoció la falsedad del documento, con lo que la cuestión (siquiera en términos académicos) quedaba definitivamente
zanjada.
Cuestión muy distinta eran la de las consecuencias políticas y territoriales. El papado siguió manteniendo la le-
gitimidad de los Estados Pontificios ral durante las siguientes décadas
y de e
poder tempoincluso logró que su
ambos fueran legitimados por la Santa Alianza, que trazó el nuevo orden europeo tras la derrota de Napoleón en 1815. Sin embargo, esta seguridad iba a durar apenas unas décadas. Cuando dio comienzo el proceso de unificación italiana en 1852, resultó obvio que uno de sus escollos
principales ya
la visión
política
desprestigiada Donatio.
Pontificios te
era
a
la
Si la
del
papado recogida en la liquidación de los Estados
produjo antes se debió fundamentalmenpresión de Napoleón III, el emperador francés. En no se
1858, cuando éste
se
entrevistó
con
Cavour
en
Plombiteres,
prometió la ayuda militar francesa contra Austria, pero a condición de que la confederación italiana tuviera como presidente al papa. La actitud interesada del emperador, que no dudó en firmar la paz con Austria temeroso de un conflicto con Prusia, llevó a Cavour a desconfiar profundamente del antiguo aliado pero no a renunciar a su tarea. En 1861, el año de la muerte de Cavour, cuando aún quedaban por integrar a la patria reunificada Venecia y los Estados Pontificios, el parlamento italiano declaró capital del reino a la ciudad de Roma. El conflicto con el papado era obvio y la respuesta del pontífice fue recurrir por un lado a 205
LOS TEXTOS
CAMBIARON LA HISTORIA
QUE
militar francesa y, por otro, a su poder espiritual. En 1864, Pío IX promulgó el Svllabus errorum, en el que condenaba el sindicalismo, el liberalismo y la democracia, la
ayuda
y reatirmaba la
antigua
tesis de la Donatio de que los po-
deres
políticos debían someterse a las directrices papales. Tres años después, con ocasión de la marcha de Garibaldi sobre Roma, el Papa condenó en el documento Nor: expedit la participación de los católicos en la política italiana y en 1869 dio
un
paso más que tendría
En el Concilio Vaticano I, bilidad papal. En la Edad
enormes
consecuencias.
aprobó el dogma de la infaliMedia, cualquiera de esas medise
das habría tenido efectos fulminantes sobre sus adversarios. A finales del siglo xix, sin embargo, demostraron ser
fatales para el papado. En 1870, las tropas francesas que aseguraban el poder territorial del papa tuvieron que abandonar Roma como consecuencia del estallido de la guerra franco-prusiana. En septiembre de ese mismo año, las tropas italianas del general Cadorna ocuparon el Estado Pontificio. Con todo, el nuevo Estado italiano no deseaba mantener un conflicto con la cabeza espiritual de una religión que profesaba la inmensa mayoría de los ciudadanos y ofreció al Papa las denominadas Leyes de Garantía, en virtud de las cuales se reconocía su independencia espiritual. La respuesta del pontifice fue rechazar el ofrecimiento y considerarse prisionero en el Vaticano. El hecho de que Roma fuera declarada capital del reino tras un plebiscito sólo contribuyó a dejar en entredicho la prudencia de la decisión papal. Sin embargo, el espíritu de la Donatio no había muerto. Los siguientes papas seguirían esgrimiéndolo y hasta 1929, durante la dictadura fascista de Mussolini, la Santa Sede no llegó a un acuerdo con el Estado italiano en virtud del cual el Estado Vaticano se convertía formalmente en el último residuo de la entidad política creada al calor de la Donatio. Para entonces, sin
embargo, habían pasado, presumi-
blemente de manera definitiva, las épocas en que el papado había sido un poder territorial importante y los resultados de la falsificación pronto se iban a revelar menos 206
LA
DONACIÓN
DE CONSTANTINO
dulces de lo que fueron en los primeros siglos. Espiritualmente, la obra había contribuido a dotar de armas temibles a los sectores europeos opuestos al papado, desde los humanistas a los liberales pasando por los protestantes. Cuando en 1869, el Concilio Vaticano I declaró infalible al Papa, lo único que se logró fue ahondar ese abismo y, quiZá, convertirlo en irreversible. Políticamente, también el prestigio del papado salió perjudicado del episodio. Si durante siglos pudo utilizar documentos como la Donatio para afirmar un poder temporal sobre reyes y emperadores, a partir del siglo xviIir tal concepción fue progresivamente desafiada y el no saber reaccionar con prudencia frente a ese cambio de los tiempos llevó al papado a condenar concepciones como la sindicalista o la demócrata, que formarían parte inseparable del Occidente futuro, a pactar con el fascismo e incluso a apartar de la política itallana a buen número de católicos que lo habrían apoyado. No es aventurado señalar que pasarán muchas décadas antes de que desaparezcan las consecuencias negativas de todos esos actos. A la postre, la concepción y los documentos que sirvieron de pedestal al poderío papal en el Medievo y la Edad Moderna se revelaron fatales para su prestigio e influencia en la Edad Contemporánea. La historia tiene en
ocasiones
esas
sorprendentes paradojas.
Bibliografía Una obra bastante
completa
castellano sobre la trayectoria de los diferentes papas es C. Vidal, Diccionario de los papas, Barcelona, 1997. De especial interés para el estudio de los denominados fraudes píos con una perspectiva católica sigue siendo R. García Villoslada, Historia de la en
lelesia católica, t. TI, Madrid, 1953. Las relaciones entre la Iglesia y el poder político en la Edad Media son recogidas con profusión de textos en E. Gallego Blanco, Relaciones entre la lelesia y el Estado en la Edad Media, Madrid, 1973. De interés sobre este tema pero ya en el siglo XIx e inicios del xx es la obra de G. Martina, La iglesia, de Lutero a nues207
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA ——
días, t. TI y III, Madrid, 1974, donde se discute con una perspectiva católica y en documentados apartados aspec-
tros
la denominada Cuestión romana, el Sylabus errorum o el Concilio Vaticano I. Sobre la manera en que la Cuestión romana influyó en la declaración de infalibilidad papal véase: A. B. Hasler, Cómo llegó el papa a ser infalible, Barcelona, 1980 y H. King, Unfehlbar? Eine Anfrage, Colonia, 1970. Finalmente, el mejor análisis crítico en castellano del catolicismo medieval desde una perspectiva históritos como
ca
sigue encontrándose
Grand
208
Rapids,
1965.
en
J.
Gonzaga, Concilios,
t.
1
LA SUMA
TEOLÓGICA
Tomás el dominico
el castillo de Roccasecca, cerca de Aquino, en Italia, un niño llamado Tomás. Landolfo, su padre, era un noble gibelino, es decir, que en la pugna entre el papa y el emperador apoyaba al bando de este último. En En 1225, nació
cuanto a su
en
madre, Teodora,
mando. Tomás
mujer de origen norfue destinado prácticamente desde su naciera una
la vida monástica, ya que sus padres deseaban que se convirtiera en abad del monasterio de Montecassino para garantizar el dominio familiar sobre el territorio. Semejante visión de la vida eclesiástica resulta chocante en nuestra época, pero en el siglo xII (y prácticamente hasta el Xx) detrás de las carreras eclesiales de algunos hijos de familias pudientes no pocas veces había un deseo de promoción social o de apoyo a la fortuna familiar. Fue de esta manera como Tomás fue entregado a los cinco años como puer oblatus a los monjes de Montecassino. Posiblemente habría permanecido con ellos toda la vida y se habrían cumplido los deseos paternos de no tener lugar un acontemiento
a
cimiento que truncó esa trayectoria. Cuando Tomás contaba unos catorce años, el empera-
dor alemán, al que el Papa había excomulgado, decidió expulsar a los monjes de la abadía y la convirtió en castillo. No podía saber que aquel hecho sería imitado durante la segunda guerra mundial por las fuerzas alemanas que combatían a los aliados desembarcados en Italia, ni tampoco que con aquella simple acción de carácter militar iba a propiciar un cambio trascendental en la historia del pensamiento. Tomás, de hecho, regresó con su familia y poco 209
CAMBIARON LA HISTORIA
LOS TEXTOS
QUE
después
le envió
se
a
Nápoles
estudios esta ciudad el
para continuar
sus
la universidad que había establecido en emperador Federico II. En esta ciudad, Tomás entró
en
los dominicos,
contacto con
una
de las
en
grandes órdenes
surgido en pleno medioevo como un intento de adaptar la vida religiosa al crecimiento de las ciudades y que habían
también tos
como una
respuesta al crecimiento de movimien-
religiosos antipapales.
1244, el año de la muerte de su padre, Tomás tomó el hábito dominico. Sus superiores decidieron entonEn 1243
aún más al norte de la petemiendo que la familia no viera con buenos ojos
enviarlo
ces
nínsula,
0
a
Roma yv
después
la decisión del joven. No
se
equivocaron.
La familia de Tomás había concebi-
do para él un brillante futuro eclesiástico y no su entrada en una orden mendicante. Su madre pidió a otros dos hijos que servían en el ejército del emperador que se apoderaran de Tomás y le hicieran desistir de sus ideas. De esta mane-
el joven dominico fue secuestrado cerca de Acquapendente y a continuación, en mayo de 1244, encerrado en el castillo de Monte San Juan, cerca de Frosinone. Las leyena,
das han referido que los hermanos introdujeron a una mujer en la habitación de Tomás con la intención de que descubriera el placer sexual y se olvidara de la pertenencia a una orden monástica. Asimismo narran que el muchacho la rechazó con un tizón y se mantuvo firme en su deseo de la castidad y de seguir siendo dominico. Ambos extremos parecen verosímiles primero, porque los hermanos de Tomás ya eran soldados curtidos y, muy posiblemente, acostumbrados al trato con cierto tipo de mujeres conservar
y,
porque el dominico se caracterizó notable firmeza de carácter.
segundo,
una
siempre
por
el Papa por aquel secuestro, pero todo había resultado infructuoso. La familia de Tomás era importante y, aunque situada en el Los dominicos habían
protestado
ante
bando enemigo, el Papa debió de considerar que no convenía indisponerse con ella por una cuestión de ese tipo. Si finalmente el joven se vio liberado de su secuestro se debió a que la familia, tras más de un año de confinamiento, lle210
LA SUMA
TEOLÓGICA
gÓ a la conclusión de que no iba a lograr convencerlo. Finalmente, en 1245, lo puso en libertad. El primer paso de Tomás fue regresar al convento que los dominicos tenían en Nápoles, pero lo que sucedió con posterioridad no resulta del todo diáfano. Según algunos autores, se trasladó de inmediato a París e inició unos estudios que durarían hasta 1248. Otros cronistas señalan que fue enviado a Colonia, donde se ordenó sacerdote y estudió con Alberto Magno. Esta última posibilidad parece la más plausible. De hecho, Alberto Magno iba a desempeñar una enorme influencia en Tomás infundiendo en él un extraordinario interés por la filosofía de Aristóteles. Este filósofo griego había contado con una enorme importancia en la Antigiiedad, pero era casi desconocido en la Europa medieval, donde la recepción de sus obras se estaba produciendo curiosamente gracias a los árabes de España. Por otro lado, Alberto Magno apreció con facilidad las dotes de Tomás y fue un puntal importante de su promoción académica. Cuando la Orden de Santo Domingo tuvo que nombrar un bachiller para el Studium generale del de Santiago en París, Alberto propuso a Tomás y logró que la función le fuera encomendada. En 1252, Tomás se hallaba en la mencionada ciudad francesa, donde convento
y luego Sentencias. El método de enseñanza de Tomás comenzó a causar
enseñó
primero Sagrada Escritura
sensación muy pronto. Partía de una utilización rigurosa de la lógica, a la que unía una adaptación del aristotelismo
la más estricta ortodoxia católica, si bien todavía la filosofía de este autor no se había convertido en el soporte exclusivo de sus explicaciones. Fueron años de fecunda producción escrita. De 1250 a 1256 dio a la pluma el De ente y a
de esencia; de 1253 a 1255, los Cuatro libros de Sentencias de Pedro Lombardo; en 1255, el De los principios de la naturaleza; en 1256, el libro Contra los impugnantes del culto y de la religión de Dios (precisamente en el mismo año en que se convertía en licenciado en teología); de 1256 a 1259, el libro De la verdad y, por esa misma época, las Cuestiones
Doctorado en 1257, dos años después RaimunPeñafort le pidió que redactara un manual de apolo-
disputadas. do
de
211
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
para los misioneros católicos en tierras extranjeras, al que dio por título el de Suma contra los gentiles. Esta
gética
hasta 1264) no se trataba en realidad, como parece indicar su título, de una Summa filosófica sino más bien de un libro encaminado a lograr la conversión de los musulmanes recurriendo a argumentos filosóficos bien desgranados.
obra (que
no
concluyó
embargo,
el año 1259 resultó de importancia para Tomás no sólo porque en él recibió el encargo de redactar la Summa citada, sino porque además en el curso del mismo dejó la Universidad de París con rumbo a Italia. Acompañado de su secretario Reginaldo de Piperno, su nueva misión fue la de acompañar a la curia en calidad de teóloSin
go
papal. Desempeñando
mero en
Agnani, de
1259
responsabilidad estuvo pri1261, y luego en Orvieto, de
esta a
trasladó al convento de Santa Sabina, donde permaneció enseñando hasta 1267, fecha en que se le ordenó reincorporarse a la escuela de la curia en Viterbo. Para entonces ya había comenzado la 1261
a
1265. Este último año
redacción de
un
se
libro que cambiaría la historia, la Suma
Teológica.
La Suma
Teológica
obra que consta fundamentalmente de tres partes. Aunque al principio, Tomás concibió que se refiriera a Dios, al movimiento de la criatura racional hacia Dios y a Cristo, que es el camino para llegar a Dios, ese plan primero experimentó alguna modificación en su plasmación final. En la primera parte, Tomás trata de Dios en sí, uno y trino, y de Dios, creador principio de todas las cosas. Aunque como punto de partida el teólogo señala que necesitamos la revelación para conocer a Dios, no tarda mucho en abordar algunas de las cuestiones teológicas desde una perspectiva filosófica. Es así como llega a señalar sus famosas cinco vías para probar la existencia de Dios. La primera es la necesidad de que exista un primer motor: La Suma
212
Teológica
es
una
LA SUMA
TEOLÓGICA
puede demostrarse de cinco maneevidente prueba es la que se deduce del
La existencia de Dios
primera y más movimiento; porque es cierto, La
ras.
que
en
este
todo lo que
mundo
se
deriva de la experiencia,
que se mueven. Sin embargo, recibe el movimiento de otro; porque
hay
se mueve
y
cosas
puede moverse sino en la medida en que tiene poaquello hacia lo que es movido (...) Por lo tanto, si
ningún
ser
der para el que da el movimiento a su vez está en movimiento, es necesario que lo reciba de otro y éste de otro, pero en ese caso no puede continuarse hasta el infinito, porque de ser así no habría un primer motor y en consecuencia tampoco habría
algo
que moviese
mueven
tanto es
cuando
a
son
este
(...)
las
a
primer
segundo lugar, la
por la necesidad de
los
segundos uno
motor es
se
por lo no sea
el que todo el
existencia de Dios
una causa
sólo
motores
primero (...) un primer motor, que
movidos por
necesario remontarse
movido por otro, y do llama Dios. En
otro porque
mun-
queda probada
eficiente:
sensibles hallamos cierto encadenamiento de causas eficientes. Sin embargo, no hallamos —ni es posible tampoco— que una cosa sea causa eficiente de sí misma (...) si no se admite una primera causa, no hay ni puede haber causa última ni intermedia (...) luego es necesario admitir una primera causa eficiente y ésta es la que todo el mundo llama Dios. en
En tercer
cosas
lugar,
Tomás considera que la existencia de Dios queda demostrada por el hecho de que resulta imperativa la de un ser necesario: En la
naturaleza hallamos
cosas
que
(...) Sin embargo, resulta imposible
pueden
que las que no exista
siempre,
ser
cosas
y
no ser
existan
ya que lo que es posible alguna vez no existe. Por lo tanto, si todos los seres han podido no existir, ha habido un tiempo en que no existía nada (...) sin embargo si
nada
no
existiese
habría resultado imposible que existir y por lo tanto ahora no existiría
ningún
comenzara a
ser,
213
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
falso. Por lo tanto, no todos los seres son posibles, sino que es preciso que exista un ser necesario en la Naturaleza (...) y como no es posible que se proceda hasta lo infinito en las cosas necesarias que tienen causa de su necesidad, como tampoco en las causas eficientes nada, lo
que obviamente
es
deduce que es necesario admitir un ser que sea necesario por sí mismo, que no adquiere de otro la causa de su necesidad, sino al contrario, que sea la causa de la necesidad llarespecto de los demás, y éste es el ser que todo el mundo
(...)
se
Dios.
ma
lugar, para Tomás la existencia de perfección limitada que apreciamos
En cuarto
duce de la tintos
seres
y que
perfección
una
(...) más
se
que
demás (...)
no
se
de-
los dislleva a pensar que tiene que existir resulte como la que conocemos: en
bueno, verdadero, más o menos noble y así en todo lo es lo verdadero, lo bueno, lo noble
observa
o menos
nos
Dios
en
hay algo
la naturaleza
algo
más
o menos
que
antonomasia, y por lo tanto el ser por excelencia (...) es Ahora, lo que lleva por excelencia el nombre de un género
por
de todo lo que contiene ese género. De esta manera, el todo lo fuego, que es lo más caliente que existe, es causa de cálido (...) hay, por lo tanto, algo que es causa de lo que hay de ser, de bondad y de perfección en todos los seres, y a esta causa
causa
llamamos Dios.
Finalmente, la existencia de Dios dad de
un
orden
en
el
se
deriva de la necesi-
cosmos:
al (...) observamos que los seres privados de inteligencia, igual que los cuerpos naturales, actúan conforme a una finalidad, ya que se les ve siempre, o por lo menos muy fremecuentemente, actuando del mismo modo, para llegar a lo con jor, de esto se deduce que no por casualidad, sino intención deliberada, llegan a su fin. Los seres privados de conocimiento no tienden hacia un fin sino en la medida en que
que la 214
dirigidos por un ser inteligente, de la misma manera flecha es guiada por el arquero. Luego existe un ser
son
LA SUMA
TEOLÓGICA
inteligente que guía todas dad y
este ser es
las cosas naturales hacia al que llamamos Dios.
su
finali-
demostrada la existencia de Dios, Tomás va deduciendo de manera lógica todos sus atributos. Así, afirma que es en la medida en que resultaría imposible que existiera sin ser ya que el atributo principal de la existencia es el ser y de la misma forma va llegando a la conclusión de que es perfecto, es el sumo bien absoluto, es infinito, es Una
eterno,
vez
es uno, es
encuentra
amor, es
justo,
es
omnipotente
y
en
Él
se
toda dicha.
establecida la existencia de Dios y los atributos de éste, Tomás indica como asimismo Dios es una Trinidad (cc. 27-43). Reconoce que semejante afirmación no puede derivarse sólo de la razón y que encuentra su base en las Escrituras pero, a la vez, insiste en el hecho de que una vez que se conoce esa verdad revelada, la razón puede Una
vez
ella hay una lógica considerable. Tras examinar el dogma de la Trinidad, Tomás se refiea la creación (cc. 44-119). A diferencia de lo que soste-
mostrar que en
re
nían otros filósofos que teles, Tomás niega que
se
basaban
en
el estudio de Aristó-
aparte de Dios, puede haber existido eternamente y sostiene que el mundo no ha existido siempre. Con todo, esa posición, en la que se diferencia de otros aristotélicos, admite haberla derivado de la revelación y no de la razón (c. 46).
ningún
ser,
continuación, Tomás demuestra lógicamente la existencia de los ángeles (cc. 50-64), que deriva de que es forA
admitir la existencia de alguna criatura incorpórea para que el universo sea perfecto, así como la del alma, que es el primer principio de vida que anima a todos los seres vivos (c. 75), incorruptible y cuenta con un entendimiento agente que no es colectivo del género humano sino individual zoso
(c. 79). Estas cuestiones, lejos de constituir mera especulación, tenían una importancia considerable, en la medida en que
afirmar que el hombre no se extingue con la muerte física sino que sigue viviendo, que no forma parte de un entramado cósmico global sino que cuenta con un
venían
a
215
LOS TENTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
alma individual y que deberá responder ante un Creador todo justicia que determinará su destino eterno. A fin de cuentas, el hombre posee una voluntad libre (c. 83) y precisamente por ello un día comparecerá ante Aquel que gobierna el mundo (cc. 103-119) para responder por sus actos, La segunda parte de la Suma Teológica se encuentra dividida a su vez en otras dos, que abordan algunas cuestiones que se desprenden con cierta lógica de lo ya expuesto. Así, en lugar, se aborda cuál es el fin del hombre
primer
hecho, la felicidad no de los puede derivar de la honra recibida ni del disfrute estar placeres ni de un ser creado. La felicidad no puede sino en la visión de la esencia divina (c. 3), lo que significa
(c. 1),
que
no es
otro
sino Dios. De
puede tener alguna participación de la felicidad, pero no es asequible aquí la felicidad perfecta y verdadera (c. 5). Ésta es obtenida sólo como «premio a las acque
en
esta
vida
se
ciones virtuosas»
Tras señalar
(c. 5).
ese
aspecto, Tomás
se
detiene en los actos son que los mismos
humanos (cc. 6-48) y en la manera en voluntarios y en que esa voluntariedad puede verse mermada o incluso aniquilada por la violencia, el miedo, el devirtudes seo o la ignorancia. A continuación examina las cardinales (justicia, prudencia, fortaleza y templanza) y teologales (fe, esperanza y caridad) y los vicios (cc. 49-89). Esa última cuestión permite a Tomás abordar el tema del
pecado original
que
se
transmite
originalmente
a su
posteri-
dad (c. 81):
(...) por esa razón, aun los niños recién nacidos son bautizados, como para que se les lave de la infección de la culpa. Tomás
razona
asimismo que el paso del
Adán a todos los seres humanos es lógico que la humanidad es un solo cuerpo:
(...) también Porfirio dice especie muchos hombres son
que por la
en
pecado
la medida
de en
participación de la
solo hombre. Por lo tanto, los muchos hombres que proceden de Adán son como muchos miembros de un solo cuerpo, y (...) de la misma mane216
un
LA SUMA
TEOLÓGICA
—Ñ
que el homicidio que comete la mano no se considera pecado de la mano por sí como si estuviera separada del cuerra
parte del hombre (...) de la misma manera, el pecado, que se deriva del primer padre a todos sus descendientes, se llama original (...) po, sino
Tras
como
distinguir
entre
pecados
mortales
y
veniales
(c. 88), Tomás entra en el tema de la ley (90-108). Ésta pertenece al ámbito de la razón y debe ordenarse al bien común, siendo esencial su promulgación para su validez (c. 90). Señala que existe una ley eterna y natural, y que ésta debe ser considerada a la hora de legislar civilmente. De la misma manera, indica que sólo debe obedecerse la ley justa y que resulta lícito desobedecer las injustas. En los cc. 109-114, Tomás aborda el tema de la gracia. Posiblemente, sean estos capítulos de la Suma Teológica algunos de los más reconoce,
importantes en la medida en que el autor por ejemplo, que el hombre necesita de la gracia
de Dios incluso para amar a su Creador y, desde luego, para obtener la vida eterna. Sin embargo, no necesita de una luz especial de la gracia para conocer la verdad:
(...)
necesita para el conocimiento de la verdad en todas las cosas, de una ilustración nueva sobreañadida a la luz Mo
natural, sino to (c. 109).
en
algunas
que exceden el natural conocimien-
Como tendremos ocasión de ver más adelante, esta afirmación tendrá una importancia extraordinaria en la historia del pensamiento. En la tercera parte de la Suma, Tomás tenía la intención de tratar el tema de Jesucristo, de los sacramentos por
los cuales conseguimos la salvación y del fin de la vida inmortal. Sin embargo, no pudo concluirla a consecuencia de un éxtasis experimentado el 6 de diciembre de 1273, a
partir del cual le resultó imposible seguir escribiendo. Por esta razón, el suplemento con que se completa se debe a su secretario.
217
LOS TEXTOS
QUE
Después de la
CAMBIARON LA HISTORIA
Suma
Teológica
obra de Tomás de Aquino fue extraordinaria y difícilmente podemos hacernos una idea cabal de hasta qué punto alteró la historia. Desde luego, no debería resultar extraño desde una perspectiva católica que Tomás fuera canonizado por el papa Juan XXI en 1323 y proclamado Doctor de la Iglesia por el papa Pío Y La
importancia de
en
1567.
esta
Para empezar, la S1,11a permitió a la Iglesia católica enfrentarse con notable éxito a los primeros embates filosofi-
la filosofía dominante en el catolicismo había sido la de Agustín de Hipona, relativamente impregnado en sus tesis de platonismo. Agustín descansaba notablemente (aunque no de manera exclusiva) en la Biblia y sus escritos resulta-
dirigidos
cos
contra su cosmovisión.
Desde el
siglo
1v,
la medida en que no se deseó dar una respuesta filosófica a un desafío filosófico de envergadura ron
adecuados
en
mayor. Esta situación a
cambió, sin embargo, de
principios del siglo
xII1I.
En
esos
manera
radical
principales disponibles gra-
años, las
obras de Aristóteles comenzaron a estar cias a la labor de la escuela de traductores de Toledo y de los comentarios de autores musulmanes, como Averroes. El aristotelismo, con su culto a la razón, implicaba un claro desafío a un concepto medieval que abogaba por la primacía de la revelación. En algún caso, como el de Averroes, los aristotelistas abogaron por una teoría de las dos
verdades. Ésta no pasaba de ser un artificio ingenioso consistente en afirmar que una cosa y su contraria podían ser a la vez verdad, ya que una lo era en el terreno de la filosofía y la otra en el de la religión. En el caso de Europa, semejante disquisición no pasaba de parecer el pretexto que realmente era y se abogó de manera más radical por una
concepción de la filosofía de la revelación. La consecuencia obvia de semejante visión no era sino liquidar a medio plazo la supremacía ideológica del catolicismo. Históricamente, el catolicismo 218
se
ha manifestado
no
LA SUMA
TEOLÓGICA
.———
fuerza represiva pero, a la vez, ha demostrado una capacidad de integración de elementos no católicos impresionante. Con ello ha demostrado un po(encial para abordar problemas y dislocar la acción de sus opositores muy notable. En el caso del aristotelismo, no cabía la posibilidad de ignorarlo y más teniendo en cuenta el ímpetu con que estaba inpregnando el pensamiento europeo. Condenarlo en
pocas
veces como una
por otra parte, no parecía una estrategia con posibilidades de éxito. La salida más razonable parecía ser la
bloque,
de absorberlo, en la medida de lo posible, dentro del esquema de pensamiento católico. Alberto Magno y otros teólogos lo intentaron con poco éxito, pero Tomás de Aqui-
notable brillantez y de esta manera no sólo puso fuera de combate a un formidable adversario, sino que además forjó un sistema del que se nutriría el catolicismo durante siglos. Semejante circunstancia no ha significado la fosilización del pensamiento católico ya que, en realidad, el pensamiento tomista es tan amplio en sus formulaciones que permite la fundamentación de puntos de vista opuestos con una enorme flexibilidad. Un ejemplo al respecto serían las afirmaciones tomistas sobre la ley natural o el derecho a desobedecer las leyes ilícitas. Estas consideraciones resultan de una enorme trascendencia en la medida en que pueden servir de fundamento para una doctrina de los derechos humanos y para otra de la resistencia a la injusticia. Sin embargo, a la vez, Tomás fue un legitimador de instituciones como la esclavitud o la esterilización forzosa de algunos ciudadanos. Históricamente, por lo tanto, la Iglesia católica ha podido defender la legitimidad de la esclavitud o los derechos humanos recurriendo en ambos casos ala Suma Teológica. no
lo
consiguió
Esta
con una
circunstancia, unida
a
la
lógica
que
se
desgrana
a
lo largo de su obra, explica asimismo que mediante la encíclica Aeterni Patris, el papa León XIII recomendara la filosofía tomista como base de la enseñanza en todas las escuelas católicas o que el papa Pío XII, en la encíclica Humani generis (1950), sostuviera que la filosofía tomista 219
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —
más segura para la doctrina católica y bara toda desviación de la misma. es
la
guía
desapro-
las razones del éxito de la Suma acabaron siendo la causa de su arrinconamiento posterior y así también contribuyeron, aunque en un sentido opuesto al deseado, a cambiar la historia. El cristianismo de los primeros siglos (igual que, en buena medida, el protestante posterior) siempre abogó en favor de la tesis de que también la razón había quedado manchada por la caída del ser humano y, por lo tanto, no podía pretender volar de maneSin
ra
embargo,
autónoma. La afirmación tenía
una
lógica aplastante,
humano había visto alteradas todas sus facultades a causa del pecado, ¿qué podría llevar a pensar que la razón quedaría excluida de ese desastre antropológico? Como escribiría Pablo de Tarso a los corintios, la sabiduría de los hombres es no pocas veces necedad y lo que en ocasiones parece a los seres humanos sabiduría no es porque si el
ser
estupidez a los ojos de Dios. La prueba fundamental a favor
sino
de
ese
argumento la
hubiera encarnado para morir en una cruz, algo que para la mayoría de los seres humanos (que giran en torno a valores como subir, aparentar, poder o tener) sólo podía ser concomo un absurdo, pero que para el Creador ha-
constituye precisamente el hecho de
que Dios
se
templado
de sabiduría suprema. Tomás de Aquino no atacó frontalmente esa visión, cierpero al presentar la razón como capaz de comprender tas verdades relacionadas con la teología incluso sin la luz sobrenatural fundamentó una mentalidad que sólo podía desembocar en la aparición de una filosofía que no sólo sebía sido
una
muestra
ría autónoma sino que acabaría siendo anticatólica. En realidad, tal camino resultaba preñado de coherencia, ya por sí misma descubrir la verdad, ¿por qué someterse a una institución que limitaba precisamente el uso de esa razón? La respuesta fue que no existía
que si la razón
podía
ello la filosofía tomó un partido que, sobre todo a partir del siglo xvII1, estuvo cargado de prejuicios hacia cualquier revelación en general y hacia el cristianismo en particular. motivo para tal actitud y
220
con
LA SUMA
TEOLÓGICA
—[——
En
segundo lugar, el
tomismo hacía
hincapié tan radejaba de constituir un
la razón que para muchos no un edificio enorme e incluso hermoso pero terriblemente frío a la hora de atender a sus necesidades espirituales. Las pruebas de la existencia de Dios argumentadas por Tomás
dical
en
de una lógica aplastante y resulta más que dudoso que incluso Kant, pese a pretenderlo, llegara a refutarlas durante el siglo XvI1I. Sin embargo, a la vez, resulta indiscutible que no transmiten ni siquiera algo que lejanamente pueda parecerse al calor derivado del fuego de la fe. A partir del siglo xi1v, fueron surgiendo en el seno del cristianismo corrientes que intentaban hallar a Dios no en las reflexiones sólidamente lógicas del tomismo sino en una vivencia más estrecha, más sencilla y más sentida. En parte, esos deseos se vieron canalizados en movimientos que permanecieron de manera más o menos fácil en el seno de la Iglesia católica. En buena medida también, esas ansias acabaron encontrando su respuesta en una vuelta a la vivencia religiosa que no enfatizaba la razón,
de
Aquino
son
creía que ésta también estaba alterada
como
porque consecuencia
del pecado, sino fundamentalmente la revelación contenida en la Biblia. Ése sería el énfasis fundamental de la Re-
forma protestante del siglo xvi, un movimiento que, siquiera por reacción, al menos en parte, también derivó de la cosmovisión contenida en la Suma Teológica.
Bibliografía El castellano constituye de leer las obras
lengua privilegiada
la hora principales de Tomás de Aquino, incluso en magníficas ediciones bilingiies, como las de la BAC. Una introducción elemental pero sustanciosa a Tomás de Aquino, puede hallarse en M. D. Chenu, Santo Tomás de Aquino y la teología, Madrid, 1962, ídem, Introduction a l'etude de saint Thomas d'Aquin, París, 1950 A. D. Sertillany ges, Saint Thomas d'Aquin, París, 1910. Aspectos diversos de su filosofía pueden analizarse en A. D. Sertillanges, La philosophie morale de saint Thomas d'Aquin, París, 1922, una
a
221
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
ídem, Le thomisme, Estrasburgo, 1920. Un análisis más moderno realizado por parte de un tomista se encuentra en J. Maritain, Les degrés du savoir, París, 1932. Finalmente, sobre el conE.
Gilson, Santo Tomás de Aquino, Madrid,
texto
de la época
M. D. Chenu, La théoParís, 1957 y E. Gilson,
pueden consultarse
logie comme science au XIII siécle, La philosophie au Moven Age, París,
222
e
1948.
LAS CAPITULACIONES DE SANTA FE
El
avance
europeo
en
el Atlántico
Durante la Edad Media, el Atlántico se convirtió para buen número de navegantes en el límite por el que no osaban adentrarse con sus embarcaciones. Todavía en la actualidad, un accidente de la costa de Galicia lleva el nombre de Finisterre, es decir, finis terrae, «el fin de la tierra». Semejante temor, no pocas veces alimentado por relatos legendarios y carentes de fundamento, comenzó verse mente
resquebrajado
a
finales
a
del
siglo
ligera-
xi,
cuando
marinos procedentes de Castilla, Cataluña, Mallorca, Portugal, Génova y Venecia se atrevieron a desafiar estos temores lanzándose de manera aislada a explorar el océano. A partir del siglo xv se llevó a cabo además la colonización de los archipiélagos atlánticos. El número de
expediciones
organizadas resulta claramente revelador y no lo es menos que los pioneros en esta labor fueran marinos españoles. Así, en 1402, Juan de Bethencourt emprendió la conquista de las islas Canarias. Bethencourt era normando pero dependía del rey Enrique II de Castilla y de esta forma las islas quedaron vinculadas a la Corona castellana, aunque este control se circunscribiera durante años a permitir que algunos particulares las ocuparan. Sin
embargo,
si precursor fue el
papel español, sobresaliente fue el representado por Portugal. En 1419-1420, Joao Goncalvez Zarco y Tistrao Vaz llegaron a Madeira e iniciaron un proceso que concluyó con su ocupación un lustro después. De 1432 a 1457, las Azores, previamente exploradas por marinos italianos, fueron ocupadas por los portugueses. En 1434, Gil Eanes llegaba hasta Cabo Boja223
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
dor. En 1456, Cadamosto, un veneciano al servicio de la Corona portuguesa, descubrió Cabo Verde, enclave colonizado por Diego Gomes a partir de 1460. El avance lusitano resultaba tan esperanzador y, a la el castellano, que en 1479 se firmó entre ambas potencias el Tratado de Alcacovas-Toledo para dirimir cualquier posible disputa futura.
vez, corría tanto
riesgo de chocar
con
establecía que a Portugal le pertenecían los archipiélagos de Azores, Madeira y Cabo Verde, junto con las islas que encontrara en su navegación de Canarias para abajo contra Guinea. A Castilla, por otro lado, se le atribuían En él
se
las Canarias terse
ganadas
cambio de compromeel territorio acotado para la Corona
o
por ganar
a
penetrar en portuguesa. El acuerdo resultaba especialmente favorable para Portugal, que hizo un extraordinario uso del mismo en los años siguientes. En 1482-1484, Diego Cao llegaba al cabo de Santa María. En 1488, finalmente, Bartolomé Dias doa no
bló el Cabo de Buena Esperanza, un paso de enorme trascendencia porque demostraba que era posible circunnavegar África y llegar a Asia a través de la ruta del Índico. Apenas a unos años del descubrimiento de América
existían, por lo tanto, varias potencias europeas que tenían el avance por el Atlántico como punto de mira (de Bristol, 1461 por ejemplo, partieron dos expediciones en 1480 y con una que fracasaron) y de entre ellas Portugal contaba notable ventaja en lo que a logística, experiencia y base jurídica se refería. En términos de mera ucronía debería señalarse que esta nación habría sido la descubridora de América de
no
producirse
las que haremos referencia
Cristóbal Colón
en
conjunto de circunstancias
un a
a
continuación.
Portugal
de Colón es digna de figurar en la más imaginativa novela de aventuras. En realidad, puede decirse que hasta su aparición en la corte de los Reyes Católicos todos los datos relativos a él están sujetos a controversia, son La
224
figura
LAS CAPITULACIONES DE SANTA FE
contradictorios misterio.
insista ría
en
aparecen envueltos
o
Sigue siendo dudoso situarlo
posterior.
De
en
su
en
origen
Génova. No lo
una
aureola de
por más que
es menos su
se
trayecto-
hecho, la biografía
que de él escribió su buen número de casos confunde más
hijo
Hernando en que aclara y no es nada arriesgada la hipótesis que apunta a que los primeros capítulos son incluso apócrifos. Un buen ejemplo de esto último lo hallamos en la referencia que Hernando Colón da de la
gal. Según él, te una
se
batalla
de
padre a Portunaufragio duran-
su
virtud de un del cabo de San Vicente acontecida el
produjo
cerca
llegada
en
que no hay y que el único encuentro
21 de agosto de 1485. Lo cierto, sin
embargo,
es
datos que confirmen ese episodio naval de características relativamente similares se produjo en 1476. Esta fecha debe de ser la adecuada, porque en la primavera del año siguiente Colón se encontraba en Lisboa y dos o tres años después se casó con Felipa Moniz de
Perestrello, hija del primer capitán donatario de la isla de Porto Santo,
en
el
archipiélago
de Madeira.
Al parecer, durante estos años Colón había intervenido en distintos viajes marítimos que le habían llevado desde Islandia en el norte a Guinea en el sur. Sea como fuere, pa-
formación intensa aunque dudosamente formal. Por esa época, desde luego, parece que contó con algunas certezas de no escasa trascendencia, como la de la redondez de la Tierra, la de que era posible dirigirse por mar hacia oriente yendo por occidente y la de que en ese camino había territorios sin descubrir. Según el relato de Hernando Colón, Cristóbal había entablado correspondencia epistolar con Paolo del Pozzo Toscanelli. Con todo, este dato no es del todo seguro. Fuera como fuese, Colón tenía la seguridad de poder dar con tierras ignotas y procuró interesar en su proyecto al monarca rece
que fueron
tiempos de
una
portugués. Entre 1482 y 1484, las amistades de Colón hicieron lo posible por lograr que Juan II de Portugal le concediera
audiencia. Cuando lograron su objetivo, el monarca encomendó el estudio de las propuestas de Colón a una junta de expertos. Se ha señalado que, al mismo tiempo, una
225
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA —]
portuguesa siguiera la ruta propuesta por Colón para comprobar la veracidad de sus cálculos. Tal expedición concluyó en fracaso. Sucediera y no así, lo cierto es que la junta emitió un dictamen contra.
Juan II ordenó que
rio. Este revés
una nave
provocó
una
reacción muy
negativa
en
Co.
lón. Las fuentes señalan que llegó a cobrar verdadero odio a Lisboa y a Portugal y, finalmente, decidió dirigirse a España.
Colón
en
España
Hernando Colón relata que su padre abandonó Portugal en secreto para eludir la prisión decretada por el rey. Sin embargo, no aclara las causas de estas circunstancias. Tampoco se sabe a ciencia cierta el lugar por donde Colón entró en Castilla y hasta es objeto de discusión la fecha en que visitó por primera vez el monasterio de La Rábida. Sí está documentado sin ninguna duda su interés por encontrar
patrocinadores
para
su
empresa. Así, Colón
se
puso
en
Enrique de Guzmán, duque de Medinasidonia y conde de Niebla, y con Luis de la Cerda, duque de Medinaceli, cuyos marinos surcaban el Atlántico. Sin embargo, la mejor oportunidad la ofrecía la Corona castellacontacto
con
rival de la portuguesa en la exploración del oceáno. Con esta circunstancia en mente, Colón logró obtener una audiencia con los Reyes Católicos que tuvo lugar en Alcalá de Henares el 20 de enero de 1486. El camino seguido para responder a las pretensiones de Colón por parte de los monarcas españoles fue similar al seguido por el rey de Portugal. Una Junta de sabios, letrana,
dos y marineros examinó el proyecto en Salamanca (1486) Pese a todo, los y Córdoba (1487) y, finalmente, lo desechó. intereses eclesiales, comerciales y políticos que podían derivarse de un acontecimiento así eran tan importantes que los monarcas no le dieron una negativa rotunda. De hecho, desde 1487 Colón recibió subsidios regios e Isabel la Católica lo hizo llamar a la Corte en 1489 y 1491 para señalarle que su proyecto seguía siendo de interés aunque, de mo226
LAS CAPITULACIONES DE SANTA FE
mento, la guerra contra los ra en
moros
de Granada lo convirtie-
irrealizable.
Durante ese período, la actividad de Colón resultó tebril. Se ha señalado que en 1488 regresó a Portugal a petición del rey de este país, pero no se trata de un extremo
totalmente seguro. Sf
indiscutible que aprovechó cualquier circunstancia para estrechar lazos con personajes de la Corte. De especial relevancia fue al respecto el dominico ray Diego de Deza, obispo de Zamora, Salamanca, Palencia y Jaén, arzobispo de Sevilla y Toledo, Inquisidor General y tutor del príncipe don Juan. El mismo Colón atribuyó a éste el hecho de permanecer en Castilla cuando ya estaba decidido a marcharse y el que los Reyes Católicos hubiesen las Indias. En el verano de 1491, Colón estaba ya decidido a abandonar Castilla y a presentar sus pretensiones al rey de Francia. Sin embargo, fray Juan Pérez, antiguo confesor de la reina Isabel, lo convenció para que aguardara en el convento de La Rábida el resultado de unas gestiones. Éstas tuvieron un resultado favorable y en diciembre de 1491 ambos personajes se hallaban en el campamento de Santa Fe, donde se asentaba entonces la Corte. El 2 de enero de 1492, se producía la rendición de Granada y quedaba abierto el camino para la expedición tanto tiempo propugnada por Colón.
Las
es
Capitulaciones de
Pese al
estaba
Santa Fe
tiempo transcurrido
dispuesto
a
amarga espera, Colón no ceder lo más mínimo en sus pretensioen
iniciales. Esta intransigencia llegó a tal extremo que las conversaciones entre él y los monarcas quedaron rotas e incluso se le dio orden de que abandonara el Campamento de Santa Fe. Ahí habría terminado el episodio de no ser por la intervención, una vez más, de personajes como fray Hernando de Talavera y Deza. Recurriendo a todo tipo de argumentos, desde los espirituales a los meramente económicos, lograron salvar el abismo abierto entre Colón y nes
227
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —..
los Reyes Católicos. A partir de entonces, incluso la finan. ciación del viaje quedó resuelta gracias a la cantidad de 1140000 maravedíes ofrecida por el judío converso Luis de Santángel de los fondos de la Santa Hermandad de la que
era
cotesorero y a otros
860 000
suplidos
por mercade-
italianos residentes en Castilla y por comerciantes castellanos. La formalización del proyecto se produjo el 17 de abril de 1492 al firmarse las Capitwulaciones de Santa Fe. El texto de las mismas, conservado en el Archivo de Indias, Indiferente General, legajo 418, es bastante breve pero resulta iluminador a la vez que sugestivo, como indica su propio res
inicio:
Las
cosas
suplicadas
y que Vuestras
Altezas dan y
otor-
don Cristóbal de Colón, en alguna satisfacción de lo que ha descubierto en las Mares Océanas y del viaje que ahora, con la avuda de Dios, ha de hacer por ellas en servicio de Vuestras Altezas, son las que siguen.
gan
a
El encabezamiento de las Capitulaciones ha provocado desde hace tiempo una notable controversia toda vez que se refiere a las tierras objeto de la expedición no como terTitorios por descubrir sino como lo que ha descubierto. Se ha especulado mucho con la posibilidad de un viaje al continente que conocemos con el nombre de América en los 1492. Hernando Colón episodios de este tipo, pero de
años inmediatamente anteriores
hace referencia una manera
a
algunos
a
embargo, Gonzaexpedición de la que
inconcreta y poco clara. Sin
lo Fernández de Oviedo habla de
una
sólo habría sobrevivido una persona que murió en brazos de su amigo Colón después de indicarle cómo llegar las tierras descubiertas. Por su parte, el Inca Garcilaso incluso afirma que el nombre de este supuesto informador de Colón era Alonso Sánchez de Huelva y que conocía este dato
a
lo había comunicado su padre, un hidalgo que en 1534 llegó hasta Quito con Pedro de Alvarado. Bartolomé de las Casas ha transmitido además la noticia de que Colón tenía una certeza de lo que afirmaba similar a la de porque
228
se
LAS CAPITULACIONES DE SANTA FE
si hubicra
guardado
habitación todo y pudiera enseñarlo. Desconocemos si Colón llegó a utilizar el argumento de que ya había estado en aquellos territorios con anterioridad, pero esa posibilidad podría desprenderse del literal de las Capitulaciones. Lo que aparece a continuación son cinco bloques de concesiones realizadas por los monarcas y que, en términos generales, resultan extraordinarias. La primera era su nombramiento de almirante: en una
Primeramente que Vuestras Altezas como Señores que son de las dichas Mares Océanas hacen desde ahora al dicho don Cristóbal Colón su almirante en todas aquellas islas y tierras firmes que por su mano o industria se descubrirán o ganarán en las dichas Mares Océanas para durante su vida, y después de él muerto, a sus herederos y sucesores de uno en otro perpetuamente con todas aquellas preeminencias y prerrogativas pertenecientes al tal oficio, y según que don Alfonso Enríquez, quondam, almirante Mayor de Castilla, y los otros sus predecesores en el dicho oficio, lo tenían en sus distritos.
segundo lugar, Colón sería nombrado virrey y gobernador general de las mencionadas tierras y gozaría de un derecho de presentación de los cargos públicos localiEn
zados
en
ellas:
Otrosí, que Vuestras Altezas hacen al dicho don Cristóbal su Visorey y Gobernador General en todas las dichas tierras firmes e islas que como dicho es él descubriere o ganare en las dichas mares, y que para el regimiento de cada una y cualquiera de ellas, haga él elección de tres personas para cada oficio, y que Vuestras Altezas tomen y escojan uno, el que más
fuere
su
servicio, y así serán mejor regidas las tie-
que Nuestro Señor le Vuestras Altezas.
rras
A
dejará hallar y ganar al servicio de
continuación, las Capitulaciones aceptaban
tensiones de Colón referidas
a
precuestiones económicas y unas
229
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
calificadas de extraordinarias. En primer lugar, el diezmo de los productos obtenidos una vez deducidas las costas: que deben
ser
Item, que de todas y
cualesquiera mercaderías, siquiera sean perlas, piedras preciosas, oro, plata, especiería y otras cualesquiera cosas y mercaderías de cualquier especie, nontbre y
manera
que sean, que
se
compraren, trocaren,
hallaren,
ganaren y hubieren dentro de los límites de dicho Almirantazgo, que desde ahora Vuestras Altezas hacen merced al di-
cho don Cristóbal, y quieren que haya y lleve para sí la decena parte de todo ello, quitadas las costas todas que se hicieren en ello, por manera que de lo que quedare limpio y libre haya y tome la dicha décima parte para sí mismo, y haga de ello a su voluntad, quedando las otras nueve partes para Vuestras
Altezas.
Naturalmente, las condiciones leoninas
en
que Colón
se
semillero de conflictos. En previsión de los mismos, el Almirante se reservaba el derecho de jurisdicción sobre los mismos: atribuía el diezmo
podían llegar a convertirse
en un
Otrosí, que si a causa de las mercaderías que él trajera de las islas y tierras, que así como dicho es se ganaren o se descubrieren, o de las que en trueque de aquéllas se tomaran a agua de otros mercaderes naciere pleito alguno (...) plega Vuestras Altezas que él (Colón) o su teniente y no otro juez conozcan de tal pleito, y así lo provean desde ahora. Colón un derecho discrecional de participación en los barcos que se armaran en el futuro y en los beneficios derivados de éstos:
Finalmente, las Capitulaciones otorgaban
a
Item, que en todos los navíos que se armaren para el dicho trato y negociación, cada y cuando, y cuántas veces se armaren, que pueda el dicho don Cristóbal Colón si quistere contribuir y pagar la ochena parte de todo lo que se gastare en el armazón, y que también haya y lleve del provecho la ochena parte de lo que resultare de la tal armada. 230
LAS CAPITULACIONES DE SANTA FE
Cada
de las concesiones realizadas por los Reyes Católicos a Colón aparece en el escrito de las Capitulaciones seguida por la expresión Place a Sus Altezas. Sin duda, se trataba de un costo elevadísimo pero al parecer justificado por los posibles beneficios del viaje. Aquel mismo día de 17 de abril de 1492, los Reyes Católicos proveyeron a Colón de una carta para que los reyes, príncipes, señores y autoridades amigas le ayudaran en su viaje. Tres días después, firmaron otra carta en la que presentaban a Colón como su enviado ante cualquier príncipe oriental con el que pudiera encontrarse. Antes de que concluyera el año, Colón había descubierto un nuevo continente y había cambiado con ello no sólo la historia de España sino también la del mundo. Pero el escrito que había hecho posible aquel cambio trascendental de la historia habían sido las Capitulaciones de Santa Fe. Sin ellas y lo que ellas implicaban, Colón habría marchado a Francia y esta Corona (o la portuguesa, que continuaba multiplicando sus expediciones en el Atlántico) habría recibido los beneficios de la gesta americana. Un conjunto de naciones francoparlantes, o lusoparlantes, al otro lado del oceáno habría, sin duda, tenido consecuencias muy diferentes para el desarrollo de los siglos posteriores. Con todo, el papel de España en América no iba a derivar sólo del Descubrimiento, sino también de una ulterior colonización que pudo haber resultado mucho más agitada de lo que fue. También esa circunstancia derivó de manera directa de un escrito o, más bien, de un conjunto de
ellos,
una
que asimismo cambiaron la historia. A ellos está de-
dicado el capítulo siguiente.
Bibliografía El volumen de la bibliografía colombina es inmenso. De especial interés siguen siendo los estudios de A. Ballesteros titulados «Cristóbal Colón y el descubrimiento de Améri-
(en Historia de América y de los pueblos americanos, Barcelona, 1945, vols. IV y V) y «Génesis del descubrica»
231
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —
(en Historia de América y de los pueblos america. 1947, vol. III). Indispensables resultan asimismo la
miento» nos,
Historia del Almirante de Hernando Colón y las Obras de Cristóbal Colón, que han sido repetidamente editadas. So-
bre el
posible
conocimiento
previo de
América por Colón
continúa siendo esencial J. Manzano y Manzano, Colón y su secreto, Madrid, 1989, 2.2 ed. Finalmente, sobre las con-
diciones establecidas entre los Reyes Católicos y Colón son de lectura obligada las obras de D. Ramos Pérez, Las capitulaciones para los viajes de «Descubrimiento y rescate»: su significado, Valladolid, 1981 y Por qué tuvo Colón que ofrecer su proyecto a España, Valladolid, 1973, y la de A. Rumeu de Armas, Nueva luz sobre las capitulaciones de Santa Fe de 1492,
232
Madrid, 1985.
LAS BULAS ALEJANDRINAS DE 1493
La rivalidad
hispano-portuguesa
Capituulaciones de Santa Fe, a las que dedicamos el pítulo anterior, sirvieron de instrumento formal para Las
comendar
caen-
Cristobal Colón la tarea de encontrar nuevas tierras inexploradas. De todos es sabido que semejante decisión se vio coronada por el éxito al descubrir Colón el a
continente americano. El descubrimiento de
Colón, de
manera
nía de manifiesto dos circunstancias de
cia. La
primera
perder
su
era
que los
inmediata,
enorme
po-
trascenden-
portugueses corrían el riesgo de
puesto como potencia descubridora de vanguardia en favor de España. La segunda era que la Corona portuguesa, ante tal eventualidad, haría todo lo posible por invalidar el derecho de los españoles y reivindicar como propios los territorios recién descubiertos. Desde la pers-
pectiva temporal de hoy
día
aspecto puede resultar un tanto chocante pero no era así a finales del siglo xv. Aunque los distintos monarcas procedieran a realizar guerras de conquista, éstas siempre debían ser llevadas a cabo en el seno de una regulación jurídica muy específica. La conquista sólo era legítima y, por lo tanto, debía ser respetada por los demás monarcas si se realizaba conforme a derecho. En otras palabras, tenía que haber sido precedida por la concesión legal del propietario de esas tierras. Como tal no se consideraba soberano del territorio a sus habitanen
este
al Papa. La razón fundamental para llegar a esa conclusión era que el único propietario del mundo era Cristo y el Papa era considerado el Vicario de Cristo en la tierra. De esta manera se convertía en la única instancia retes sino
233
QUE CAMBIARON
LOS TEXTOS
LA HISTORIA
conocida en la cristiandad occidental para adjudicar aquellos territorios a condición de que no pertenecieran a nin-
gún ellos
otro se
príncipe
predicaría
cristiano y de que
el
se
garantizara
que
en
Evangelio.
Se daba por añadidura la circunstancia de que los portres tugueses, de hecho, ya habían sido recipiendarios de documentos pontificios de este carácter: las bulas Romade nus Pontifex de Nicolás V en 1455, la Inter Caetera Calixto III en 1456 y la Aeterni Regis de Sixto IV en 1481. Estas bulas, de concesión reciente, habían legitimado la expansión portuguesa en África, incluida la invasión, sometimiento de sus habitantes. Esta dona-
conquista
v
incluía las islas, villas, puertos, tierras y lugares Num yv por adquirir desde los cabos Bojador y hasta toda la Guinea y más allá por las playas meridionales hasta la India, a condición de que se predicara la fe ca-
papal adquiridos ción
tólica. El riesgo de que los portugueses pudieran hacer valer unos derechos que, al menos en teoría, estaban ya recogidos en los documentos pontificios citados, impulsó de maactinera inmediata a los Reyes Católicos a desplegar una vidad diplomática encaminada a asegurar la posesión de las tierras recién descubiertas. El Papa
era en
aquella época Alejandro VI,
un
español
de origen valenciano, y las gestiones se vieron coronadas documentos pontifipor el éxito, que se tradujo en cuatro cios que siguieron muy de cerca el modelo luso.
Las Bulas
alejandrinas
de 1493
El primero de estos documentos fue el Breve o Bula Inter Caetera de 3 de mayo de 1493. El escrito recogía, en primer los lugar, la razón de la donación de las nuevas tierras a Reyes Católicos partiendo de la base de que en ellas sería predicado el catolicismo:
Alejandro obispo, siervo de los siervos de Dios, al carísimo hijo en Cristo Fernando, rey, y a la carísima hija en Cris234
LAS BULAS
to
ALEJANDRINAS
Isabel, reina, de Castilla, de León, de Aragón
y
DE 1493
Granada,
ilustres, salud y bendición apostólica. Entre otras obras
seables
agradables
a
la Divina
Majestad
y de-
corazón, ésta ocupa ciertamente el primer lugar: que la Fe católica y religión cristiana sea exaltada sobre todo en nuestros tiempos, así como que se amplie y dilate por todas partes y se procure la salvación de las almas, y que se humillen las naciones bárbaras y se reduzcan a esta Fe. Por ello, al ser llamados a esta santa sede de Pedro, por favor de la clemencia divina, aunque inmerecidamente, reconocemos que sos tan verdaderos reyes y príncipes católicos como sabíamos que siempre lo fuisteis y demuestran vuestros hechos nuestro
a
preclaros (...)
todo empeño, reflexión y diligencia, sin perdonar ningún trabajo, ningún gasto y ningún peligro, derramando incluso la propia sangre (...) Esta
al
Papa
que los
realizáis
disposición especial a
no como
con
de los
Reyes Católicos llevaba
donarles las tierras descubiertas y por descubrir concesión graciosa sino por merecerlo sus accio-
nes:
por
ello, estimamos digno
bien debido
a
inmerecido, sino más vosotros, concederos espontánea y favorabley
no
aquello que en cualquier manera os ayude a proseguir cada día, con ánimo más ferviente, este propósito sanmente
laudable y acepto a Dios inmortal, para honra de Dios y propagación del imperio cristiano (...) para reducir a los residentes y habitantes de ellas al culto de nuestro Redentor y a la profesión de la Fe católica; y que hasta ahora, muy ocupados en la conquista y recuperación de este reino de Granada, no pudisteis conducir vuestro santo y laudable propósito al fin deseado. to y
Tras hacer
referencia al papel de Colón en el descubrimiento y a los indígenas que habitaban aquellos territorios, el documento volvía a insistir en la necesidad de que los Reyes Católicos prosiguieran con su labor evangelizadora por muy ardua que pudiera resultar: una
235
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
exhortamos (...) para que semejante expedición sea proseguida en todo y tratéis de aceptarla con buen ánimo y celo por la Fe ortodoxa y a los pueblos que en tales islas habitan queráis y debáis inducirlos a que reciban la profesión cristiana, sin que os disuadan los peligros ni los trabajos en cualquier tiempo, en la idea y con la firme esperanza y confianza de que Dios omnipotente hará proseguir felizmente
(...)
os
vuestros
intentos.
partir de esas condiciones, el Papa donaba las tierras a los Reyes Católicos y sus descendientes a perpetuidad, basándose en el precedente portugués y decretando que A
nadie
podía violar
el contenido de la donación:
de las tierras e islas ya citadas, así las desconocidas como las hasta ahora descubiertas por vuestros enviados y las que se descubran en adelante, que bajo el dominio de otros señores cristianos no estén constttuidas en el tiempo presente; por la autoridad de Dios omut-
(...) todas
y cada
una
potente concedida a San Pedro y del Vicariato de Jesucristo las misque ejercemos en la tierra, con todos los dominios de villas y los derechos mas, con ciudades, fortalezas, lugares a vos y vuestros hetodas sus
y
y
jurisdicciones y
pertenencias,
rederos los reyes de Castilla y León, perpetuamente por la autoridad apostólica, a tenor de la presente, donamos, concedemos y asignamos, y a vos y vuestros herederos mencionados investimos de ellas (...) Y porque también algunos reyes de Portugal en las partes de África, Guinea y la Mina de oro, de
la misma manera, también por concesión apostólica que se les hizo, descubrieron y adquirieron otras islas y por la Sede Apostólica les fueron concedidos diversos privilegios, gracias, libertades, inmunidades, exenciones e indultos; Nos, a a vuestros herederos y sucesores precitados, en las vosotros y islas y tierras por vosotros descubiertas y por descubrir
(...) de igual manera, por especial donación, graciosamente 05 otorgamos (...) A ningún hombre, por consiguiente, sea lícito infringir esta nuestra página de exhortación, requerimiento, donación, concesión, asignación, investidura de hecho, constitución, delegación, mandato, inhibición, indulto, ex236
LAS BULAS
ALEJANDRINAS
DE 1493
ampliación,
voluntad y decreto o atreverse temerarieqmente a contrariarla. Pero si alguno presumiere atentar contra esto, sepa que incurre en la indignación de Dios omnipotente y de los santos Apóstoles, Pedro y Pablo.
tensión,
El anterior escrito implicaba una donación de las tierras americanas en términos similares a aquellos de los que los
África.
portugueses habían sido beneficiarios
en
bargo, dejaba abierta la posibilidad de
que éstos reclama-
Sin
em-
parte del territorio americano, en la medida en que la Bula hacía excepción de aquellas tierras ya ocupadas preran
viamente por en el mes de que, texto
no
príncipe cristiano. Para evitar este riesgo, junio se promulgó la Bula Inter Caetera a la obstante, se fechó en el día siguiente de mayo del
anterior
un
posiblemente
convertirla
para
no
herir
susceptibilidades
blanco de objeciones lusas. En esta nueva bula, el Papa volvía a repetir que la donación no era inmerecida dados los méritos de los Reyes Católicos y que era consciente de que sólo la guerra de Granada había retrasado la empresa dirigida por Cristóbal Colón. Asimismo insistía en que la legitimidad de la misma arrancaba del proyecto de reducir a la fe católica a los habitantes de los territorios descubiertos. Sin embargo, el aspecto más relevante de la Bula era que trazaba una línea de separación entre los territorios españoles y portugueses de tal manera que no pudieran existir conflictos en el futuro:
y
no
en
todas las islas y tierras firmes, descubiertas y por descubrir, halladas y por hallar hacia el occidente y mediodía, haciendo y constituyendo una línea desde el polo ártico, es decir el
septentrión, hasta el polo antártico,
el mediodía, que estén tanto en tierra firme como en islas descubiertas y por descubrir hacia la India o hacia otra cualquier parte, la cual línea diste de cualquiera de las islas que se llaman vulgarmente de las Azores y Cabo Verde cien leguas hacia occidente y el mediodía (...) que por otro rey o príncipe cristiano no estuviesen actualmente poseídas con anterioridad al día de Navidad de nuestro Señor Jesucristo próximo pasado, en el cual comienza el presente año de mil cuatrocientos noventa o sea
237
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
fueron por vuestros enviados y capitanes descubiertas algunas de las citadas islas; por la autoridad de
y tres, cuando
omnipotente concedida a San Pedro y del Vicariato de Jesucristo que ejercemos en la tierra, con todos los dominios de las mismas (...) a vos y vuestros herederos los reyes de Dios
Castilla y León, perpetuamente, a mos, concedemos y asignamos, y ros mencionados. De
una manera
muy similar
de la presente, donavos y a vuestros herede-
tenor a
(y también falseando la fe-
manifestó la Bula menor Eximiae devotionis. Aunque redactada en el mes de julio, se la fechó el 3 de mayo de 1493 y en ella se insistió en el paralelo entre las concesiones hechas a los Reyes Católicos y las recibidas en anteriores pontificados por la Corona portuguesa o, como señalaba el texto, en todo y en particular, las gracias, privt-
cha)
se
legios, exenciones, libertades, facultades, inmunidades, Letras e indultos concedidos a los Reyes de Portugal, de la misma manera y en todo su tenor, como si palabra por palabra en
la presente estuviesen insertas.
escrito, la Bula Dudum siquidem redactada a en diciembre pero fechada el 26 de septiembre, volvió insistir en las concesiones españolas y las amplió además El
a
cuarto
occidente y mediodía, siempre que
no
penetraran
en te-
ocupado previamente por un príncipe cristiano. En términos generales, casi puede decirse que la bula se convertía en un auténtico cheque en blanco para que las Innaves y las expediciones castellanas avanzaran por las rritorio
dias:
Nos, deseoso también de proseguir en vuestro favor graciosamente, con iguales motu, conocimiento y plenitud de poder, de igual modo ampliamos la donación, concesión, asignación y las dichas Letras con todas y cada una de las cláusulas en ellas contenidas por el tenor de las presentes a todas y cada una de las islas y tierras firmes halladas o por hallar, descubiertas o por descubrir que estén, o fuesen o apareciesen a los que navegan o marchan hacia occidente y 238
LAS BULAS
ALEJANDRINAS
DE 1493
el mediodía, bien se hallen tanto en las regiones occidentales como en las orientales y existan en la India (...) aun
pericia diplomática, los Reyes Católicos acababan de asegurarse el respaldo papal para la conquista de las Indias y la supresión de la rivalidad portuguesa. Gracias
su
a
Después de las bulas La Corona de
papales,
Portugal
no
vio
con
agrado aquellas
decisio-
de enfrentarse a ellas. En 1494, se firmó entre ambas potencias el Tratado de Tordesillas, en virtud del cual se consagraba una modificación de la Bula menor Inter Caetera situando la línea de separación en lugar de 100 leguas al oeste de las Azores a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. De esta manera, a cambio de evitar un enfrentamiento, España aceptaba que Portugal contara con una mayor facilidad para nes
seguir la
pero tampoco tenía
manera
hacia la India y se anexionara la zona de América del sur conocida como Brasil. En los siglos siguientes, Portugal no terminaría de asimilar la manera en que España la había desplazado del primer
lugar
ruta
en
territoriales,
la
exploración atlántica. Surgieron conflictos
el solventado por la venta de las Molucas que Carlos V realizó en 1529 o el de los límites del Río de la Plata que, prácticamente, duraría hasta el siglo xIx. Con todo, estos aspectos menores no alteraron un hecho como
que había
adquirido carta de naturaleza merced a las bulas alejandrinas. Éstas cambiaron la historia occidental al consagrar la hegemonía española en detrimento de la expansión portuguesa y además
el cauce por el que discurriría en los siguientes siglos la historia del continente americano. El carácter de legitimación religiosa dado a la conquista implicó la aniquilación de los imperios indígenas pero, al mismo tiempo, evitó que sus poblaciones autóctonas fueran exterminadas, como sucedió en zonas de América colonizadas por otras potencias. Las Leyes de Indias, aplicadas en mayor marcaron
239
LOS TEXTOS
o menor
la
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
medida, significarían
desaparición
de las etnias
un
freno, siquiera parcial,
aborígenes.
Sin
embargo,
todos los efectos de las Bulas fueron tan positivos. Frente al esquema norteño de protestantismo,
a
no
superio-
ridad blanca y colonización, las bulas alejandrinas determinaron que la cultura hispanoamericana fuera una mez-
(que persiste hasta el día constituyera un trasunto del modelo de la Reconquista española: la visión del Esta-
cla de catolicismo e indigenismo de hoy) y que el esquema social do
no como una
institución al servicio de todos sino
como
predio conquistado que puede repartirse entre las mesnadas; la contemplación del trabajo como un castigo divino; la reducción de las poblaciones vencidas al estatus de seres de segunda, similares a los moros y judíos hispanos. Sin embargo, también el mestizaje y la lengua española son restos de aquella decisión papal cristalizada en las cuatro bulas que no pueden considerarse negativos. Para España, las bulas significaron su consagración un
como
potencia ultramarina, el fortalecimiento de los lazos
el catolicismo y la posibilidad de mantener económicamente un número nada despreciable de conflictos internacionales. Sabido es que las riquezas extraídas del suelo americano sirvieron para que España financiara
ideológicos
guerras y
dejó
con
religiosas
de existir
Con
en
las que
como
todo, logró
se
desangró
económicamente
potencia.
que las concesiones que
Alejandro
VI
había realizado a perpetuidad duraran casi hasta mediados del siglo xIx y en el caso de Cuba, hasta 1898. Nissiquiera cuando la Santa Sede reconoció la legitimidad de los episcopados americanos y de la lucha independentista contra la metrópoli, los lazos con aquellas tierras se rompieron. La sangre, la lengua, la cultura y la historia pesaban más que las decisiones políticas.
Aquellas
bulas cambiaron la historia y lo hicieron en el momento más oportuno para España, poco antes de que el papel del Papa comenzara a ser cuestionado no sólo como señor temporal sino también como vicario de Cristo en la Tierra. Ese acontecimiento también alteraría el curso de la historia mundial. A él dedicaremos el próximo capítulo. 240
LAS BULAS
ALEJANDRINAS
DE 1493
Bibliografía bibliografía sobre las Bulas alejandrinas es amplia y, en términos generales, muy rigurosa. De especial interés es el trabajo de A. García Gallo, «Las bulas de Alejandro VI y el ordenamiento jurídico de la expansión portuguesa y casteLa
África e Indias» en Anuario de historia del Derecho Español, Madrid, 1957-1958, vols. 27-28, pp. 461-829. Previas en el tiempo pero de relevancia son las obras de M. Giménez Fernández, Las Bulas Alejandrinas de 1493, Sevilla, 1943 y Nuevas consideraciones sobre la historia, sentido y llana
en
alejandrinas de 1493 referentes a las Indias, Sevilla, 1944. Sobre la competición entre portugueses y castellanos resulta de lectura obligada F. Pérez-Embid, valor de las Bulas
el Atlántico y la rivalidad castellanoportuguesa hasta el Tratado de Tordesillas, Sevilla, 1948. Un estudio sobre el contexto ideológico de las bulas se halla en L. Weckmann, Las bulas alejandrinas de 1493 y las teorías Los descubrimientos
en
políticas
del papado medieval, México, 1949. Finalmente, para el análisis de las relaciones entre España y Portugal en esta época es de especial trascendencia la obra de Antonio de la Torre y Luis Suárez Fernández, Documentos referentes a las relaciones con Portugal durante el reinado de los Reyes Católicos, Valladolid, 1958-1960, 2 vols.
241
LAS NOVENTA Y CINCO TESIS
La ansiada Reforma
El
siglo xv
aspectos de relieve, por un sentimiento de creciente crisis en el seno de la Iglesia católica. Durante aquellas agitadas décadas, la corte papal se trasladó de Roma a Avignon para satisfacer los intereses de los reyes de Francia, se produjo el denominado cisma de Occidente (en virtud del cual existieron simultáneamente dos papas que se excomulgaban entre sí y que se presentaban como el único pontífice legítimo), fracasaron los intentos por restaurar la unidad entre el papado y el patriarca de Constantinopla pese a la amenaza turca, estuvo
caracterizado,
entre otros
aniquilando Bizancio en 1453, y se multiplicaron las voces de aquellos que, como John Wycliffe o Jan Huss, deseaban una reforma en profundidad de la Iglesia no sólo en el ámbito moral sino también en el teológico. No resulta extraño que en un contexto tan crispado como el del siglo xv los mejores teólogos de Occidente sostuvieran la tesis de la superioridad del concilio general sobre el Papa (¿quién podía asegurar que el Papa no podía convertirse en un hereje tras antecedentes en ese sentido como los de Honorio o Vigilio?) o que se iniciaran los primeros intentos de publicar textos críticos del Nuevo Testamento en su lengua original. Desde luego, si algo parecía indiscutible a finales del siglo xv era que la Iglesia necesitaba una reforma, que ésta tenía que operarse en profundidad y que el momento de su inicio no podía verse retrasado indefinidamente. Una posición de ese cariz era defendida por personajes que iban de que terminó
Lorenzo Valla
a
Erasmo, de Tomás Moro a Luis Vives. 243
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA ——l
Curiosamente, los primeros pasos para realizar esa re. forma no fueron dados en aquellos países donde las de. ficiencias morales y doctrinales del clero y del pueblo llano resultaban mayores, sino en España. Además, los esfuerzos reformadores comenzaron no en la base (más o menos
cúpula jerárquica. La figura dominante de este período, y no sólo en el área espiritual, fue el cardenal Cisneros. Nacido en 1436, su muerte se produjo en noviembre de 1517, tan sólo ocho días después de que Martín Lutero clavase en las puertas de la iglesia de Wittenberg las Noventa y cinco tesis a las que nos referimos en este capítulo. La fecha de su fallecimiento no pudo resultar más significativa, porque lo cierto es que coincidió con el ilustrada) sino
en
la
final de un ciclo histórico muy concreto y el comienzo de otro totalmente distinto.
ejemplo, una enorme importancia a la lengua vernácula en medios religiosos e impulsó la traducción de obras latinas a aquélla. De esa forma, antes de que se produjeran las primeras traducciones protestantes del Nuevo Testamento, los españoles contaban con versiones impresas de los Evangelios y de las Epístolas en lengua vulgar. Asimismo, decidió fundar una escuela o universidad donde un Colegio de Artes Liberales debía formar al Cisneros
estudiante
otorgó,
en
por
el conocimiento del latín, del hebreo y de semíticas, y tendría que dar una especial im-
lenguas portancia al aprendizaje del griego, ya que en esta lengua se había redactado originalmente el texto del Nuevo Testaotras
cristalizó en buena medida en la fundación de la Universidad de Alcalá, que buscó inspirarse sobre todo en el estudio del Nuevo Testamento con la intención de formar de manera especialmente atenta a la mento. Esta visión
gente de
a
pie.
o
realmente, defendieran posturas heterodoxas, y estimuló la crítica y el estudio del texto de las Sagradas Escrituras. Fruto de esta actitud fue la elaboración de la Biblia Políglota Complutense en hebreo, griego y latín, o las obras de Cisneros
no
persiguió
Pedro de Osma, un de Salamanca, y de 244
a
personas que, supuesta
profesor de teología de la Universidad Nebrija, un discípulo del anterior. An-
LAS NOVENTA Y CINCO TESIS —
ticipándose
Lutero, ambos eruditos realizaron importantísimos estudios sobre el texto original del Nuevo Testamento y acerca de la historia católica. Estos últimos ciertamente no contribuían a fundamentar las pretensiones del pontífice romano, pero aun así Erasmo y, por supuesto,
a
protegió El impacto de
Cisneros
rable
no
sólo
a
Nebrija
y
a
Osma.
repercusión considemás culto de la sociedad, sino
Cisneros tuvo
entre
el
sector
a
una
especialmente entre la gente del pueblo, que comenzó (décadas antes que los anabaptistas suizos, por ejemplo) a muy
las
para estudiar sencilla y libremente los textos del Nuevo Testamento. Una universalización de sus
reunirse
en
casas
puntos de vista
posible que hubiera evitado la fractura histórica que significó la lucha entre Reforma y Contrarreforma, las guerras de religión relacionadas con ella y también la destrucción, no por lenta menos real, del Imperio español. No fue así. Finalmente, la Reforma iba a converes
llama que destruiría en buena medida un mundo antiguo para, sobre sus ruinas purificadas, levantar uno nuevo. La chispa de esa hoguera no vendría, sin embargo, de España sino de Alemania, si bien el que la encendería sería también un monje, en este caso agustino, llamado Martín Lutero. tirse
El
en
una
monje
Lutero
Martín Lutero nació en 1483 en Eisleben, Alemania. Su padre, de origen campesino, trabajaba en las minas se-
gún testimonio de Martín, era partidario de educación que, no pocas veces, se traducía
y,
una severa en
corporales.
castigos
Esa misma norma, también según los recuerdos de Lutero, se mantuvo en la escuela y, a juzgar por sus su
propias palabras, debió de dejar
no escasa
huella
en
carácter.
Durante el una tormenta
pectiva de la metió
a
de 1505, Martín fue sorprendido por medio de los rayos, aterrado por la pers-
verano
y
en
muerte y
del castigo eterno
santa Ana en oración que si
en
el infierno, pro-
lograba
escapar
con
245
QUE
LOS TEXTOS
CAMBIARON LA HISTORIA —
aquel
haría monje. Así fue y, como el mis. mo Lutero confesaría tiempo después, en ello influyó no sólo la promesa formulada a la santa sino también el deseo de escapar de un hogar demasiado riguroso y de los deseos bien de
trance se
que pretendía que cursara los estudios de De. recho. Este se sintió muy contrariado por la decisión del
de
su
joven
padre, pero
no
pudo impedirla.
El ambiente que Lutero encontró en el monasterio constituía una acentuación del espíritu católico de la Baja Edad Media. Éste se resumía en un énfasis extraordinario en lo efímero de la vida presente (algo que había quedado más que confirmado mediante episodios como las epidemias de peste o la Guerra de los Cien Años) y en la necesidad de prepararse para el Juicio de Dios, del que podía de-
pender el castigo
eterno
el infierno
en
o, aun para
aquellos
que fueran salvos, los tormentos prolongadísimos del Purgatorio. Esta cosmovisión convertía los años presentes en
simple estadio tribuía a subrayar
de
un
de estar
a
bien
preparación
para la otra vida y
la necesidad que cada
con
ser
con-
humano tiene
Dios.
consecuencias de esta al poco tiempo de entrar en el monasterio.
Lutero comenzó
perspectiva Tras pronunciar
a
padecer las
sus votos
y
ser
elegido
por
sus
superiores
misa se conpara que lo ordenaran sacerdote, su primera virtió en una experiencia aterradora al reflexionar que lo Jesucristo. Esta que estaba ofreciendo en ella era al mismo
medida que Lutero captaba salen profundidad los engranajes del sistema católico de vación. De acuerdo con éste, la misma estaba asegurada sobre la base de realizar buenas obras y de acudir a la vez de tal manera que, tras la al sacramento de la sensación
se
fue
agudizando
a
penitencia
confesión, quedaran borrados todos los pecados. Para los católicos de todos los tiempos que no han sentido excesi-
escrúpulos de conciencia, tal sistema no tenía por qué presentarse complicado, ya que el concepto de buenas
vos
obras resultaba demasiado inconcreto y, por otro lado, la confesión era vista como un lugar en el que podía hacerse borrón y cuenta nueva con Dios. Sin embargo, para gente más escrupulosa, como era el caso de Lutero, el sistema es246
LAS NOVENTA Y CINCO TESIS —
taba lleno de agujeros por los que se filtraba la intranquilidad. En primer lugar, se encontraba la cuestión de la confesión. Para que ésta fuera eficaz resultaba indispensable confesar todos y cada uno de los pecados, pero ¿quién podía estar seguro de recordarlos todos? Si alguno era olvidado, de acuerdo con aquella enseñanza, quedaba sin perdonar y si ese pecado era además mortal el resultado no
podía ser otro que la condena eterna en el infierno. En segundo lugar, Lutero comprobaba que las malas inclinacioseguían haciéndose presentes
él pese a que para ahuyentarlas recurría a los métodos enseñados por sus maestros, como podían ser el uso de disciplinas sobre el cuerpo, los ayunos, la frecuencia en la recepción de los sacramentos, etc. Cuando su director espiritual le recomendó que leyera a los místicos, Lutero encontró cierto consuelo pasajero pero, finalmente, éste acabó también esfumándose. Resultaba obvio que aquel sistema no era sulficiente para remediar el tormento que sufría. Fue entonces cuando su superior decidió que quizá la solución podría derivar de un cambio de aires espirituales. El ambiente del monasterio era muy estrecho y podía tener efectos asfixiantes sobre alguien tan escrupuloso como Lutero. Quizá la solución estaría en que dedicara más tiempo al estudio y nes
en
que
después
se
en
dedicara a labores docentes, que le poncon un mundo más abierto. Así se le or-
drían en contacto denó que se preparara para enseñar la Universidad de Wittenberg. En 1512, Lutero
época debía de
se
doctoró
Sagrada
Teología
en
contar con un conocimiento
Escritura
y por
nada
en
aquella despre-
ciable de la Biblia. Precisamente fue el contacto con el texto sagrado el que empezó a proporcionarle una vía de salida a las angustias de los últimos años. Ya en 1513, cuando enseñaba los Salmos con una perspectiva cristológica, se percató de los sufrimientos psicológicos de Cristo y aquel descubrimiento le reportó un notable consuelo en la medida en que podía encontrar una cierta solidaridad entre sus
padecimientos en
y los de Jesús. Con
todo, el gran
1515, cuando enseñaba la epístola de Pablo
paso lo dio a
los
roma-
247
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
epístola es, en buena medida, un desarrollo de la dirigida a los gálatas que ya vimos en un capítulo anterior, En ella, el apóstol Pablo insiste (de manera más amplia) en el hecho de que la salvación nunca puede derivar de las propias obras, sino que es un regalo que Dios hace al ser humano por su gracia y que éste puede recibir sólo menos.
Esta
diante la fe la
en
el sacrificio
expiatorio
que Cristo realizó
en
cruz.
percibir esta nueva luz al llegar al versículo 17 del capítulo primero de la carta, donde se indica que el Evangelio es un mensaje de salvación pero de Lutero comenzó
a
salvación por la fe ya que, como afirma el texto, el justo por la fe vivirá. En otras palabras, no se es justo mediante ganar esa justicia a través de las propias obras, sino que se es justo porque Dios imputa esa justicia al que cree en Jesús. Lutero confesaría posteriormente que aquel descubrimiende Dios, que no era tanto un juez terrible como Aquel que se había encarnado para morir en la cruz en pago por los pecados del género humano. Aún no era consciente de ello, pero su descubrimiento iba a hacer añicos el entramado doctrinal del siste-
to
le había llevado
ma
a
captar el
amor
católico-medieval de salvación.
Las Noventa y cinco tesis
descubrimiento de la enseñanza bíblica sobre la justificación por la fe, Lutero vivió una época de tranquilidad espiritual, pero no manifestó ninguna oposición al sistema eclesial en el En los años inmediatamente
posteriores
a
su
encontraba. Muy posiblemente no se había percatado de la incompatibilidad entre ambas visiones de la salvación. El choque se produjo cuando Lutero cuestionó no tanto las prácticas eclesiales en sí como unas conductas resque eran enorme (y repulsivamente) lucrativas. La puesta iba a ser extraordinaria y, en buena medida, sus consecuencias han llegado hasta nuestros días. Se ha señalado en buen número de casos que el 31 de octubre de 1517 Lutero fijó las 95 tesis sobre las indulgenque
248
se
LAS NOVENTA Y CINCO TESIS
las puertas de la iglesia del castillo de Wittenberg como un desafío a la Iglesia católica. Semejante versión es históricamente insostenible. En realidad, la raíz del problema no estuvo en Lutero, sino en las prácticas económicas de ciertas jerarquías, incluido el Papa. En 1514, Alberto de Brandeburgo, arzobispo de Magdeburgo y administrador de Halberstadt, fue elegido arzobispo de Maguncia. En aquella época, los cargos episcopales no sólo implicaban unas tareas pastorales, sino que llevaban anejos unos beneficios políticos y económicos extraordinarios, hasta tal punto que buen número de ellos eran cubiertos por miembros de la nobleza, que contaban así con bienes y poder más que suficientes para competir con otros títulos. El arzobispado de Maguncia era uno de los puestos más ambicionados no sólo por las rentas inherentes al mismo, sino también porque permitía participar en la elección del emperador, un privilegio limitado a un número muy reducido de personas y susceptible de convertir a su poseedor en receptor de abundantes sobornos. Al acceder a esta sede, Alberto de Brandeburgo acumulaba, sin embargo, una extraordinaria cantidad de beneficios y por ello se le hacía necesaria una dispensa papal. La dispensa en sí sólo planteaba un problema y era el hecho de que el Papa siempre estaba dispuesto a concederla pero a cambio del abono de una cantidad proporcional al favor concedido. En este caso exigió de Alberto la de 24 000 ducados, una cifra fabulosa e imposible de entregar al contado. Como una manera de ayudarle a cubrirla, el Papa ofreció a Alberto la concesión del permiso para la predicación de las indulgencias en sus territorios. De esta acción todavía iban a lucrarse más personas. Por un lado, por supuesto, se encontraba Alberto, que lograría pagar al Papa la dispensa para ocupar su codiciado arzobispado, pero además la banca de los Fugger recibiría dinero a cambio de adelantar parte de los futuros ingresos de la venta de las indulgencias, el emperador Maximiliano obtendría parte de los derechos y, sobre todo, el Papa se embolsaría el cincuenta por cien de la recaudación para concluir la construcción de la basílica de San Pedro en Roma. cias
en
249
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
comprender lo que significaba la venta de indulgencias, hay que situarse en la mentalidad de la Europa del Bajo Medievo. En esos siglos cobró una gran importancia la creencia en el purgatorio. Aunque el dogma no fue definido como tal hasta el siglo xv, ya contaba con precedentes de los siglos anteriores y había recibido un inmenso impulso como consecuencia de dos razones fundamentales. La primera Para
la absoluta convicción de que la mayoría de los seres humanos no resultaban tan perversos como para ir al infierno ni tan bondadosos como para merecer el cielo. De ahí se
era
desprendía que para los hijos fieles (pero bastante pecadores) de la Iglesia debía existir un lugar intermedio en el que fueran purificados durante un tiempo más o menos prolongado, pero desde donde pudieran finalmente alcanzar el cielo. La segunda consistía en el hecho terrible de lo etímero de la existencia,
una
circunstancia
angustiosamente evidente
la guerra habían despoblado casi por completo regiones enteras de Europa. Inicialmente, la creencia en el purgatorio no había esen unos
años
en
los que la peste
o
pero no tardó mucho en relacionarse. Resultaba obvio que si el Papa era el custodio
tado
ligada
a
las
indulgencias
de los méritos de Cristo y de los santos, podía aplicarlos a los fieles para que, a cambio de ciertas prácticas, éstos sufrieran por menos tiempo en el purgatorio. No
del
tesoro
pasaron muchos años antes de que
semejantes
concesio-
fueran obtenidas mediante pago y crearan, como en el caso que nos ocupa, un negocio extraordinario. Como todas las ventas, ésta también se valía de unos recursos propagandísticos extraordinarios. Sus vendedores afirmaban, por ejemplo, que apenas sonaban en el platillo nes
las monedas con las que se habían comprado las indulgencias, el alma prisionera en el purgatorio volaba libre hasta el cielo. Además, dado que semejante beneficio podía adquirirse no sólo para uno mismo sino también para otros, no pocas familias dedicaban una parte de sus recursos a beneficiar a sus seres queridos ya difuntos que padecían en el purgatorio. Lutero consideró que
decidió comunicarlo 250
semejante conducta
en un
escrito
privado
era
indigna y
y muy respe-
LAS NOVENTA Y CINCO TESIS —
el
prelado de Brandeburgo, y a Alberto de Maguncia, que era el responsable de aquella campaña concreta de venta de indulgencias. Lo hizo además siguiendo el uso propio de los profesores universitarios, es decir, redactando un conjunto de tesis que podían ser discutidas con diversos argumentos a favor o negadas con tuoso a su
obispo,
las Noventa y cinco tesis. Las primeras tesis de Lutero apuntan al hecho de que Jesucristo ordenó hacer penitencia, literalmente: arrepentíos en el texto del Evangelio, pero que ésta es una actitud de vida que supera el sacramento del mismo nombre: otros en contra. Así nacieron
l. Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo «haced penitencia», etc., quiso que toda la vida de los fieles fuese
penitencia. 2. Este término
no
puede
ser
entendido
como
una
re-
ferencia a la penitencia sacramental, es decir, a la confesión y satisfacción realizada por el ministerio sacerdotal. Precisamente por ello el
Papa no puede remitir ninguna pena a menos que previamente lo haya hecho Dios o que sea una pena impuesta por sí mismo. De esto se desprendía que afirmar que la compra de las
indulgencias
sacaba a las indiscriminada no era sino
almas del purgatorio de manera mentir, ya que el Papa no disponía de 5. El
poder:
quiere ni puede remitir pena alguna, salvo han sido impuestas por su propia voluntad o de
Papa
aquellas que
ese
no
acuerdo con los cánones. 6. El Papa no puede remitir ninguna culpa, a no ser cuando declara y aprueba que ha sido ya perdonada por Dios, o cuando remite con seguridad los casos que le están reservados. 20 (...) la remisión plenaria de todas las penas por el Papa, no hace referencia a todas las penas, sino sólo a las que él ha impuesto. 21. Yerran, por lo tanto, los
gencias se ve
que
libre y
afirman a
que
en
predicadores
de las indulvirtud de las del Papa el hombre
salvo de toda pena. 251
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
22. No remite que, de acuerdo
cho
en
esta
las almas del purgatorio los cánones, tendrían que haber satisfe-
ningtna
con
LA HISTORIA
pena
a
vida.
23. Si pueden remitirse las penas a alguien, seguro que se limita únicamente a los muy perfectos, es decir, a muuy poCOS.
24. Por lo tanto,
se
gente con esa promesa de la pena.
engariando a la mayor parte de la magnífica e indistinta de la remisión
está
de las indulgencias no sólo se basaba en una lectura incorrecta del derecho canónico, sino que además servía para satisfacer la avaricia de determinadas personas y colocar en grave peligro de concarentes de creían sus denación a A fin de cuentas, la
aquellos
predicación
prédicas
que
base real: los hombres que el alma vuela en el mismo instante en que la moneda arrojada suena en el cepillo. 28. Es verdad que gracias a la moneda que suena en la cesta puede aumentarse lo que se ha recogido y la codicia, divina. pero el sufragio de la iglesia depende de la voluntad es tan raro, a dede verdad las 31. El 27. Predican
a
indulgencias
ganar
rarísimo, como el encontrar a una persona arrepentida de verdad. 32. Se condenarán eternamente, junto a sus maestros, los que creen que aseguran su salvación en virtud de cartas
verdad,
cir
de
tan
perdones. 35. No predican
la verdad cristiana los que enseñan que lino es necesaria la contrición para las personas que desean brar las almas o comprar billetes de confesión.
realidad, según Lutero, mediante predicaciones de este tipo, se estaba pasando por alto que Dios perdona a los creyentes en Cristo que se arrepienten y no a los que comEn
de indulgencia. La clave del perdón divino se halla en que la persona se vuelva a Él con arrepentimiento y no en que se adquieran indulgencias. Con arre-
pran
una
carta
pentimiento 252
y sin
indulgencias
es
posible el perdón,
pero
LAS NOVENTA Y CINCO TESIS
arrepentimiento y con indulgencias la condenación es segura. Por otro lado, había que insistir también en el hecho de que las indulgencias nunca pueden ser superiores a sin
determinadas obras de la vida cristiana. Aún más, el hecho de no ayudar a los pobres para adquirir indulgencias o de privar a la familia de lo necesario para comprarlas era una abominación que debía ser combatida: 36. Todo cristiano verdaderamente
debida remisión plenaria de la pena y compre cartas de
arrepentido tiene la de la culpa, aunque no
indulgencia.
37. Todo cristiano, vivo o muerto, incluso sin cartas de indulgencia, disfruta de la participación de todos los bienes de Cristo y de la iglesia concedidos por Dios. 39. Resulta extraordinariamente difícil, incluso para los mayores
de las
eruditos, presentar a la
vez
al pueblo la
generosidad
indulgencias y
la verdad de la contrición. 41. Hay que predicar con mtcha cautela las indulgencias apostólicas, no sea que el pueblo entienda erróneamente que hay que anteponerlas a las demás obras buenas de caridad. 43.
Hay
que enseñar
a
quien da limosna al pobre
adquiere indulgencias.
los cristianos que actúa mejor o ayuda al necesitado que el que
y
44. Ya que mediante las obras de caridad éste crece el hombre se hace mejor, mientras que a través de las indul-
gencias
no se
hace mejor sino que sólo
se
libra mejor de las
penas.
45.
los cristianos que aquel que ve a un necesitado y lo que pudiera darle lo emplea en comprar indulgencias, no sólo no consigue la venia del Papa sino que además provoca la indignación de Dios. 46. Hay que enseñar a los cristianos que, a menos que naden en la abundancia, deben reservar lo necesario para su casa y no despilfarrarlo en la adquisición de indulgen-
Hay
que enseñar
a
cias.
En multitud de colectivos rígidamente jerarquizados o donde la personalidad del máximo dirigente es esencial 253
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
una para la cohesión, suele ser común ante los abusos reacción psicológica consistente en culpar de ellos no ala
los estratos intermedios, e incluso pensar que si la cabeza supiera realmente lo que está sucediendo, cortaría por lo sano. En este mismo sentido, Lutero —que seguía siendo un fiel hijo de la Iglesia católica— estimaba con que el escándalo de las indulgencias no tenía relación el Papa y que éste lo suprimiría de raíz de saber lo que escabeza sino
a
taba sucediendo: que enseñar a los cristianos que el Papa, otorga indulgencias, más que dinero sonante desea y
45.
ta
Hay
cuando necest-
la oración devota.
Hay que enseñar a los cristianos que las indulgencias del Papa tienen utilidad si no las convierten en objeto de su 49.
confianza, pero muy perjudiciales ellas pierden el temor de Dios. 50.
Hay
si
como
consecuencia de
que enseñar a los cristianos que si el
Papa
su-
piera las exacciones cometidas por los predicadores de indulgencias, preferiría que la basílica de San Pedro se viera reducida a cenizas antes que levantarla los huesos de sus ovejas.
con
el
pellejo,
la
came
y
Hay que enseñar a los cristianos que el Papa, como es natural, estaría dispuesto, aunque para ello tuviera que vender la basílica de San Pedro, a dar de su propio dinero a aquellos a los que se lo sacan algunos predicadores de indul51.
gencias. concepto idealizado del Papa que no se correspondía en este caso con la realidad, resultaba obvio que el centro de la vida cristiana, que debía girar en torno a la predicación del Evangelio, no podía verse sustituido por la venta de indulgencias. Ésa era la cuestión fundamental: la de que la misión de la Iglesia era predicar el Evangelio. Al permitir que cuestiones como las indulgencias centraran la atención de las personas, lo único que se lograba era que apartaran su vista del verdadero mensaje de salvación: Para Lutero, que tenía
254
un
LAS NOVENTA Y CINCO TESIS
A. Se
injuria
a
tiempo del sermón
palabra de Dios cuando se utiliza más para predicar las indulgencias que para la
predicar la palabra. 55. La intención del son
lo de
menor
Papa
importancia)
Ha, CON tina pompa y en una
lo de mayor importancia)
se
que si las indulgencias (que se anuncian con una campa-
es
ceremonia, el Evangelio (que
proclame
con
cien pompas y cien ceremonias. 62. El tesoro verdadero de la 63. pero
es
gloria y de la lógico que resulte
los primeros en últimos. 64. Por el contrario, el
lógicamente agradable ya
cien campanas,
iglesia consiste gracia de Dios;
do evangelio de la
tesoro
en
el sagra-
odioso ya que convierte
de las
que convierte
indulgencias en
es
primeros
a
a
resulta los til-
timos.
65. Los tesoros del
Evangelio son las redes con las que en otros tiempos se pescaba a los ricos; 66. ahora los tesoros de las indulgencias son las redes en las que quedan atrapadas las riquezas de los hombres. 67. Las indulgencias, proclamadas por los predicadores las gracias de mayor importancia, deben ser comprendidas así sólo en virtud de la ganancia que procuran; 68. en realidad son bien poca cosa, si se las compara con la gracia de Dios y con la piedad de la cruz. como
Partiendo de estos puntos de vista iniciales (la desvergúenza y la codicia de los predicadores de indulgencias, la convicción de que el Papa no podía estar de acuerdo con aquellos abusos y la importancia central de la predicación del Evangelio), Lutero podía afirmar que las indulgencias en sí, pese a su carácter de escasa relevancia, no eran malas y que, precisamente por ello, resultaba imperativo que la predicación referida a las mismas se sujetara a unos límites, más que desbordados en aquel momento. De lo contrario, la Iglesia católica tendría que exponerse a críticas, no exentas de mala fe y de chacota, pero, a la vez, nutridas de razón que sólo podían hacer daño por la parte mayor o menor
de verdad que contenían:
255
LOS TEXTOS
QUE
69. Los
CAMBIARON LA HISTORIA
obispos
obligación de de indulgencias
y los sacerdotes tienen la
aceptar con toda reverencia
a
los comisarios
apostólicas; 70. pero tienen
ojos abiertos
una
obligación con
71. Sea anatema y maldito
de las
quien hable
contra
la verdad
indulgencias papales;
72. pero
char
vigilar con
oídos atentos a fin de que aquépropias ideas imaginarias en lugar de
y escuchar
llos no prediquen sus la comisión del Papa.
atún mayor de
contra
bendito el que tenga la preocupación de luel descaro y la verborrea del predicador de indulsea
gencias. toda justicia, fulmina a los que de manera fraudulenta hacen negocios con gracias, 74. con motivo mayor intenta fulminar a los que, con la excusa de las indulgencias, perpetran fraudes en la santa ca73. Lo mismo que el
ridad y
en
Papa,
con
la verdad.
indulgencias provoca que ni siquiera a los letrados les resulte fácil mantener la reverencia debida al Papa frente'a las injurias o a las cha81. Esta
predicación
vergonzosa de las
humorísticas de los laicos, 82. como: ¿por qué el papa no vacía el purgatorio en virtud de su santísima caridad y por la gran necesidad de las almas, que es la causa más justa de todas, si redime un número incalculable de almas por el funestísimo dinero de la construcción de la basílica que es la causa más insignificante? 83. también: ¿por qué persisten las exequias y aniversarios de difuntos, y no devuelve o permite que se perciban los cotas
beneficios fundados
para
ellos, puesto
que
es
una
injuria
por los redimidos? 84. también: ¿qué novedosa
orar
piedad es esa de Dios y del Papa que permite a un inicuo y enemigo de Dios redimir por dinero a un alma piadosa y amiga de Dios, y, sin embargo, la redimen ellos por caridad gratuita guiados por la necesidad de la misma alma piadosa y amada de Dios? 86. también: ¿por qué el Papa, cuyas riquezas son actualmente mucho más pingiies que las de los ricos más no
sola basílica de San Pedro lentos, construye propio dinero mejor que con el de los pobres fieles? no
256
una
opu-
con su
LAS NOVENTA Y CINCO TESIS
Papa busca la salvación de las almas por las indulgencias mejor que por el dinero, ¿por qué suspende 89. Y va que el
el valor de las
tiempos
indulgencias concedidas la misma eficacia?
cartas e
si cuentan
con
en
otros
aquellas objeciones no implicaban mala fe en términos generales. Por el contrario, constituían un grito de preocupación que podía brotar de las gargantas más sinceramente leales al papado y, por ello, más angustiadas Para Lutero,
por lo que estaba sucediendo. La solución, desde su punto de vista, no podía consistir en sofocar aquellos clamores
acabar con unos abusos que causaban el escándalo de los fieles formados, deformaban las concepciones espirituales de los más sencillos y arrojaban un nada pequeño sino
en
descrédito sobre la jerarquía: 9%. Amordazar estas
cuidadas de los laicos sólo mediante el poder y no invalidarlas con la razón, es lo mismo que poner en ridículo a la Iglesia y al Papa ante suis enemigos y causar la desventura de los cristianos. 91. Todas estas cosas se solucionarían, incluso ni sucederían, si las indulgencias fueran predicadas según el espíritu y la mente del Papa. En
su
conjunto,
argumentaciones
tan
por lo tanto, las Noventa y cinco tesis
profundamente
católico e impregnado de una encomiable preocupación por el pueblo de Dios y la imagen de la jerarquía ante éste. Además, en buena medida, lo expuesto por Lutero ya había sido señalado por aueran un
escrito
incluso cabe decir que con mavor virulencia. Sin embargo, el monje agustino no supo captar que la coyuntura no podía ser humanamente más desfavorable. Ni el Papa ni los obispos eran tan desinteresados como él parecía creer y, desde luego, en aquellos momentos necesitaban dinero con una fuerza mayor de la que les impulsaba a cubrir su labor pastoral. Quizá de no haber sido ésa la situación, de no haber requerido el Papa sumas tan grandes para concluir la construcción de la basílica de San Pedro en Roma, de no haber tores anteriores
e
257
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —
necesitado Alberto de Brandeburgo tanto dinero para pagar la dispensa papal, la respuesta habría sido comedida y todo habría quedado en un mero intercambio de opiniones teológicas que en nada habrían afectado al edificio eclesial. Sin embargo, las cosas discurrieron de una manera muy diferente y las Noventa v cinco tesis cambiaron de manera
radical la historia.
Después de las
tesis
La reacción de Alberto de
do las Tesis
acompañadas
que había recibicarta de Lutero escrita en no se hizo esperar. Ne-
Brandeburgo, de
una
exquisitamente respetuoso, cesitaba imperiosamente dinero y, desde luego, no estaba dispuesto a que un monje le pusiera impedimentos de catono
un
rácter
diata,
inmepara alcanzar sus fines. De manera escribió al papa León X (uno de los pontífices más
teológico
corruptos
en
una
especialmente caracterizada papado) pidiéndole que interviniera.
época
no
por la honradez del La respuesta del Papa consistió
en
remitir el asunto ala
de los agustinos, cuya siguiente reunión capitular iba a celebrarse en Heidelberg. Muchos esperaban que Lutero sería condenado y acabaría en la hoguera, pero lo que sucedió fue algo completamente distinto, ya que consideraron que las críticas de buen número de
jurisdicción
agustinos
su
compañero de orden estaban más que
justificadas.
dieta imperial de Augsburgo debía reunirse en breve a ella tenía que acudir el cardenal Cayetano con la misión de conLeón X decidió entonces
seguir
otro camino. La
y
los príncipes alemanes a fin de que se unieran en un proyecto papal de cruzada contra los turcos y pagaran un impuesto con esta finalidad. El Papa decidió que Cayetano podía entrevistarse con Lutero e intentar solucionar
vencer a
salvoconducto del emperador, un recurso que de nada había servido en el siglo anterior a Jan Huss para escapar de la hoguera, Lutero acudió a entrevistarse con el cardenal. El encuentro concluyó en fracaso, porque el prelado sólo deseaba una retractación total el
problema.
258
Provisto de
un
LAS NOVENTA Y CINCO TESIS
y el
monje pretendía
que
previamente
qué estaba equivocado. En terminado
se
le
otro contexto,
mostrara
en
Lutero habría
la hoguera, pero en aquel tiempo las circunstancias se desarrollaron a su favor. Para empezar, se produjo la muerte del emperador Maximiliano, que no había contemplado la actitud de Lutero con ninguna simpatía. Pero además se dio la circunstancia de que el Papa tenía interés en que los poderes políticos se en
mantuvieran débiles y enfrentados a fin de poder disfrutar de una mayor influencia. Esa situación se produciría, en
opinión de León X, si el elegido Alemania
cipe
era
Federico de
emperador de embargo, este prín-
como nuevo
Sajonia.
Sin
el protector de Lutero (no porque aceptara sus puntos de vista, sino porque no deseaba que se le condenaera
sin
juicio justo) y ese hecho decidió al Papa a posponer la condena del agustino. Éste, como gesto de buena voluntad, se declaró dispuesto a no entrar en nuevas conra
un
troversias si
adversarios hacían lo mismo. Esta breve tregua se esfumó por unas razones tan políticas como las que habían provocado su comienzo. Federico no fue elegido emperador sino Carlos I de España y entonces el Papa decidió que había llegado el momento de ajustarle las cuentas al monje díscolo. Para ello, sin embargo, se necesitaba una base más sólida que la existente hasta entonces. Era preciso acusar con fundamento a Lutero de hereje. Con tal finalidad, Juan Eck retó a un debate en Leipzig. a Carldstadt, uno de los alumnos de Lutero. Este se percató fácilmente de que el objetivo de Eck era atacarle a él a través de un discípulo y se manifestó dispuesto a intervenir en la disputa. Cuando se produjo el enfrentamiento entre Lutero y Eck, quedó pronto de manifiesto lo que cada uno de ellos pretendía. Lutero era muy superior a su adversario en el conocimiento de la Biblia e intentó mostrar cómo ésta era imposible de conciliar con ciertas prácticas. Sin embargo, Eck conocía mucho mejor el derecho canónico, y no tuvo dificultad en llevar el debate a su terreno y lograr que Lutero afirmara que un cristiano con la Biblia tiene más autoridad que los papas y los concilios contra ella. En realisus
público
259
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —]]—
dad, semejante afirmación recordaba
otras muy
similares
la que ya hemos visto al examinar la carta de Pablo a los gálatas, pero en aquellos momentos el resultado inmediato fue que se pudiera encuadrar a Lutero en el terreno de la herejía. Eck había buscado un pretexto que permitiera la condena de Lutero y sin duda lo había en
espíritu,
como
encontrado. León X redactó la bula Exsurge Domine, en virtud de la cual ordenaba que los libros de Lutero fueran quemados y se le daban sesenta días de plazo para retractarse so pena de excomunión y anatema. Para ese entonces, Lutero había dejado de ser el monje convencido de la buena fe de la jerarquía y preocupado por su honra. Pero, sobre todo, había encontrado un instrumento que se demostraría formidable en el enfrentamiento que acababa de estallar. Éste no era otro que la fe en que la teología v la práctica cristiana debían sustentarse sólo Palabra de Dios. Precisamente por ello, ningún hombre o autoridad jerárquica podían pretender con razón situarse por encima de lo contenido en aquélla. El monje que no temía al Papa tampoco se dejó intimidar en la Dieta de por las amenazas del emperador Carlos V Worms. Ante la insistencia de que se retractara, Lutero dio una respuesta que se encuentra en la raíz de todas las deen
la Biblia
claraciones
como
posteriores
en
favor de los derechos humanos
y la libertad de conciencia:
ni deseo retractarme de cosa alguna ya que el ir contra la conciencia no es justo ni seguro. Dios me ayude. Ni
puedo
Amen.
protestantismo que acababa de nacer muy pronto quedaría articulado en torno a tres ejes fundamentales: el El
afirmar que la Biblia era la única regla infalible de fe y conducta (sola Scriptura), el que insistía en que sólo Cristo era salvador y mediador entre Dios y los hombres (solo Christo) y el que sostenía que la salvación no podía obtenerse por los méritos propios sino mediante la fe en el sacrificio de Cristo (sola fide). Pero además proporcionaría un extraordinario armazón ideológico a la críque consistía
260
en
LAS NOVENTA Y CINCO TESIS
lica de las instituciones y de cualguier idea aceptada por razones de autoridad desde la teología a las ciencias de la
Naturaleza. No resulta extraño que de él particran a fin de cuentas fenómenos como la revolución científica del siglo xvi, los primeros derechos reconocidos como inalicnables por los gobernantes o la democracia moderna. En apenas unos años, el protestantismo controlaría media Europa yv estaría llamado a reunir prácticamente a la mitad de los miembros de todas las confesiones cristianas del mundo. Sin duda, se trató de una gigantesca labor para un movimiento que dio sus primeros pasos el día que un mon-
je decidió, de manera respetuosa y sometida a la jerarquía, quejarse de algunos abusos relacionados con la venta de
indulgencias. El escrito que entonces dablemente, para cambiar la historia.
redactó sirvió, indu-
Bibliografía Lutero, los inicios de la Reforma y las Noventa y cinco tesis es muy numerosa y resulta lógico la Historia de la que así sea. Siguen siendo de interés desde La literatura relativa
a
Reforma de Lortz a la más breve (aunque sustanciosa y bien expuesta) La Reforma de Jean Delumeau, Barcelona, 1973. La mejor introducción sencilla (aunque profunda y la vida y la obra de Lutero continúa siendo, a nuestro juicio, la de J. Atkinson, Lutero y el nacimiento del protestantismo, Madrid, 1971. Más completas, de vista católico, pero notablemente el bien documentada)
expresando
a
punto
tendenciosas, son las obras de Ricardo García-Villoslada, Raíces históriMartín Lutero, Madrid, 1976, 2 vols., e ídem, 1976, 2.2 ed. El Lutero de Heicas del luteranismo, Madrid, una buena biograko Oberman (Madrid, 1992) constituye los espirituales aspectos fía, pero pasa por alto algunos de Daniel Olivier titulada El promás importantes. La obra Alres, 1973, resulta notable no sólo ceso Lutero, Buenos sino porque reun sacerdote católico sea autor su porqu e evolución espiritual de Lutero y la dado cul sumo lata con ést a al principio no se salía de la orcómo ha sabido captar
de
¿
261
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
todoxia católica aunque chocara con intereses particulares de algunos jerarcas. Finalmente, sobre los orígenes históri-
de la creencia
el
purgatorio, sigue siendo muy recomendable la lectura del libro de J. Le Goft, El nacimiento del purgatorio, Madrid, 1985. cos
en
EL
PRÍNCIPE
Maquiavelo La visión de la
Edad Media Por
lado,
política
una
en
Europa registró
a
lo
largo
curiosa tensión entre lo ideal y lo
de la
práctico.
obvio que cada uno de los monarcas intentó obtener el mayor beneficio de sus actos y que éstos no pocas veces distaron mucho de ajustarse a los principios de la moral cristiana. Sin embargo, por otro, es indiscutible que esos límites eran traspasados siempre con un cierto resquemor y un
es
que trataban de
legitimarlos
la mayoría de los casos con argumentos morales. Quizá uno de los terrenos donde esto queda de manifiesto con más claridad sea el de las guerras. Las enseñanzas de Jesús, como vimos al examinar el Evangelio de Mateo, proscriben toda clase de violencia y no sólo la bélica. A lo largo de poco menos de tres siglos, los cristianegaron firmemente
en
las armas o a formar parte del ejército. Encontramos así frecuentes referencias a mártires que fueron ejecutados por negarse a ser alistados, nos se
escritos de los Padres
a
tomar
los que se condenaba la participación en la guerra o el ser soldado e incluso a decisiones canónicas que establecían de forma tajante la excomunión para el que fuera militar. Tal posición cambió radicalmente al convertirse durante el siglo 1v la Iglesia en una religión primero favorecida y después oficial. Sin embargo, quedaron algunos residuos de la concepción primitiva. Por ejemplo, se permitió que un pequeño grupo de personas, consideradas más espirituales y, generalmente, conectadas con el clero, se abstuvieran de tener contacto con el mundo militar. De la misma manera, se procuró que la guerra quedara limitada a determinados días de la semana y que no descara
en
263
LOS TEXTOS
gara
su
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Hagelo sobre cualquier sector de la población de ma-
indiscriminada. Finalmente, se intentó que fuera siempre detensiva. De hecho, resulta imposible de entender la alambicada diplomacia bizantina, por ejemplo, sin tener presente que los emperadores no descaban ir a la guerra y que estaban dispuestos a seguir los caminos más retorcidos nera
para evitarla.
Semejante fenómeno
tuvo sus
quiebras,
como
cuando,
por influencia directa yv multisecular del islam, se acabó aceptando la idea de la guerra santa. Sin embargo, en tér-
generales, las consideraciones éticas seguían poseyendo un papel extraordinariamente importante todavía a finales del siglo xv. Que esa visión sufriera un golpe casi mortal y fuera desplazada por otra más realista relacionaminos
da
con
la razón de Estado
hombre llamado Nicolás
debió
se
en
buena medida
aun
Maquiavelo.
Nicolás nació el 13 de mayo de 1469 en Florencia, hijo de un doctor en leves que manifestó un notable interés por su educación. De hecho, cuando tenía siete años, ya había comenzado
sus
cargos en 1498, cuando Florencia. Así se convirtió en
primeros en
desempeñar sus se proclamó la república secretario de la segunda
estudios de latín. Comenzó
a
encargada de los Asuntos Exteriores y Guerra de la república, y después en el Consejo de los Diez de Balía. A partir de 1499, Maquiavelo comenzó a ocuparse de tareas diplomáticas de no poca relevancia. En ese año, este tipo de obligaciones lo llevó a Piombino, Forli e Imola, y al cancillería
siguiente realizó su primera misión importante en el extranjero, ante Luis XII de Francia. En 1501, contrajo matrimonio y en 1502, se produjo uno de los hechos más significativos de su vida. Conoció a César Borgia en Urbino con
motivo de discutir los términos de
de los
alianza con Flodel papa Borgia y
una
hijos estaba demostrando tener tan escasos escrúpulos morales como su padre, en este caso aplicándose a ampliar sus terencia. César
Borgia
el
era uno
de Italia. Si esto obedecía a que se consideraba a cubierto espiritualmente por él o a que había llegado a un nada despreciable descreimiento religioso resulta difícil de saber. Lo cierto es que estaba llevando a rritorios
264
en
centro
EL
cabo
una
carrera
brillaban por
política
en
la que los clementos éticos
ausencia, César
su
PRÍNCIPE
impresionó
a
Maquiavelo
original y a la vez amoral de solventar los problemas políticos. De hecho, aquel mismo año escribió un libro en el que narraba la manera en que el hijo del papa Borgia se había desembarazado de unos adversarios polítipor
su
manera
combinando la astucia, el interés y la más descarnada violencia. Esta obra recibió el título de Descripción de la manera en que César Borgia dio muerte a Vitelli, Oltverotto da Fermo, al señor Paolo y al duque de Gravina Orsini. Al año siguiente, el mismo en que murió el papa Alecos
de César Borgia, Maquiavelo comenzó a reorganizar las defensas militares de la república de Florencia. Desde entonces a 1512, no dejaría de desempeñar nuevas misiones diplomáticas ante Luis XII de Francia, el
jandro VI, padre
emperador alemán Maximiliano I. Este último año, sin embargo, constituyó un punto de inflexión en la vida de Maquiavelo. En él, la familia de los Médicis volvió a recuperar el poder en Florencia y la república depapa Julio II
o
el
sapareció. El cambio de gobernantes significó de entrada para Maquiavelo el verse privado de todos sus cargos. En 1513, a esa desgracia se añadió además la de su detención, un período durante el cual se le sometió a tortura. La reclusión
fue breve, pero debió de marcar amargamente su mentalidad. Aquel mismo año decidió retirarse a una finca cercana a San Casciano, donde comenzó a escribir una obra sobre la primera década de Tito Livio. Al mismo tiempo, de manera clandestina, dio inicio a la redacción del libro que le convertiría en sinónimo de una manera concreta de llevar a
cipe,
cabo la acción que
concluyó
política. Ésta
en
no
diciembre de
fue
aquel
otra que
El Prín-
año.
El Príncipe
Príncipe pretendiera ser una obra con la que Maquiavelo deseaba congraciarse le habían con los nuevos amos de Florencia, aquellos que Es muy
posible
que inicialmente El
265
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
incluso le habían sometido a reclusión y a tortura. De hecho, la dedicatoria de la obra va dirigida a Lorenzo de Médicis, un nieto de Lo-
despojado de todos
renzo
el
Magnífico,
cargos
sus
de
públicos
una manera
e
muy expresa:
Los que ambicionan los favores de un príncipe suelen ofrendarle lo que tienen más querido o lo que consideran que le será más agradable a su señor. De esta manera, unos ofrecen sas
caballos, otros regalan armas, parios de oro, joyas semejantes, dignas de la grandeza de los príncipes. Yo mismo, deseando
ofrendar
a
Vuestra
y
co-
Magnificencia
de mi espíritu de servicio, no encuentro nada más importante entre mis cosas ni que yo aprecie tanto como el conocimiento de los hechos de los grandes hombres, logrado en virtud de larga experiencia de los sucesos modernos y un estudio continuado de los antiguos. tras haberlos Y seleccionado y examinado atentamente se los ofrendo ahora una
a
prueba
Vuestra Una
Magnificencia recogidos
vez
escrita esta
en un
pequeño libro.
dedicatoria, Maquiavelo comienza
exposición haciendo referencia a los tipos de principados y a la manera en que se adquieren: su
Todos los estados, todos los dominios sobre los que ttvieron o tienen poder los hombres se pueden dividir en repiblicas y principados. Éstos, por su parte, pueden ser heredi-
tarios, es decir, transmitidos en el seno de una dinastía mediante la sucesión, o nuevos. Los principados nuevos o lo son por completo, como lo fue Milán para Francisco Sforza, o son provincias agregadas al estado del príncipe que las conquista, como es el caso del reino de Nápoles para el rey de
España.
estaban habituados a vivir bajo la autoridad de un príncipe, o eran libres y se conquistan mediante ejércitos ajenos o con las propias armas, por la suerte o por la virtud. Los dominios así
En términos
adquiridos,
o
generales, los principados transmitidos
hereditariamente resultan más fáciles de mantener ya que 266
EL
PRÍNCIPE
el príncipe natural tiene menos causas y necesidad de ofender por lo que sus súbditos lo estiman más (...) y es natural que se le ame. Una situación muy distinta es la de los principados nuevos y, especialmente, en los mixtos, es decir aquellos en que parte de los territorios son incorporados más o menos recientemente. En estos casos, por mucho que el príncipe haya sido llamado por parte de los súbditos debe confiar rritorios: no
en su
ayuda
para mantener los
nuevos te-
alteraciones nacen de una dificultad natural, que se produce en todos los principados nuevos y que consiste en que los hombres cambian con gusto de señor creyendo que así mejorarán, creencia que los lleva a tomar las armas contra sit antiguo príncipe, engañándose, ya que la experiencia les enseñará que, en lugar de mejorar la situación, sólo la
(...)
han
sus
empeorado.
Esto deriva de otra necesidad natural y ordinaria que obliga al príncipe ra
que el
que
a
nuevo
maltratar a
príncipe
sus nuevos
se crea
stuúbditos (...) de
enemigos
ofendió ocupando el principado y
entre
De
hecho, la
cuperarlos
los con la a
puede contar será imposible satisfa-
obligaciones para
manera
aquellos
no
amistad de los que lo llamaron ya que cerlos como esperaban, ni puede imponerse
violentos porque tiene
mane-
a
con
ellos por medios ellos.
más segura de mantenerlos
o re-
medidas de astucia, que derivan su efectividad de la forma en que está configurada la propia naturaleza humana. Si los territorios hablan la misma lengua bastará con extinguir la línea de sucesión del anterior es
recurrir
a
así, resulta recomendable que el nuevo ocupante resida en esa tierra, lo que facilitará sofocar las revueltas y evitar los abusos de los nuevos funcionarios. Finalmente, es de interés mantener bases en el nuevo territorio que permitan controlar cualquier motín. De aquí se
príncipe.
Si
desprende
no es
una
importante lección práctica:
De lo dicho debe observarse que
atraerlos por las buenas
o
a
anularlos,
los hombres ya que
se
hay
o
que
vengan de las 267
LOS TENTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —
ofensas
leves pero no de las graves. De ahí que la injuria causada a un hombre deba tener tal envergadura que no le de oportunidad de reaccionar. Por lo que
rios, bastará les
con
do,
que
se
a
la obtención de
nuevos
aprovechen también
partida-
los nada suti-
de la naturaleza humana:
recovecos
que cuando un príncipe poderoso invada los ciudadanos más débiles se sumen a su ban-
Lo normal un
refiere
se
territorio,
es
tienen más que ellos. Por eso el debe hacer nada para atraerse a los más de-
por envidia de
conquistador no
quienes
biles porque de manera espontánea se unirán a él y al Estado dominante. Lo único que debe preocuparle es que no tengan demasiada fuerza o autoridad.
Ejemplos gua clásica
o
como
los
por la historia antiXII de Francia) vienen a
proporcionados
por la reciente
(Luis
demostrar según Maquiavelo lo acertado de su tesis (III). También la corrobora el estudio de la manera en que se conservó el imperio de Alejandro Magno, incluso después de
muerto éste
(IV).
algunos casos, sin embargo, puede que los Estados recientemente adquiridos no dependieran previamente de un príncipe y que contaran con leyes propias y vivieran en libertad. Estos Estados también pueden ser sometidos recurriendo a tres posibles opciones: En
primera, arruinarlos; la segunda, ir a morar en ellos; la tercera, dejarlos vivir con sus propias leyes, cobrando triLa
butos y estableciendo en ellos un gobierno conserve la amistad hacia el príncipe (V). La
conquista de
despierta
en
nuevos
principados,
Maquiavelo ningún
un
oligárquico
que
aspecto que
motivo de censura,
no
puede
esfuerzo propios (VI), con armas y fortuna ajenas (VII) o mediante el crimen (VIII), o civilmente (IX). En el primer caso, nos encontramos con buen número de innovadores e incluso de
llevarse
268
a
cabo de
tres maneras: con armas y
FL
PRÍNCIPE
antiguos profetas. Para Maquiavelo, resulta obvio
que
no
pueden
atribuirse sus éxitos a un factor sobrenatural (algo propio del Medioevo) sino a consideraciones más prácticas, entre las que se encuentra el uso adecuado, e indispensable, de la violencia:
(...) si acttian
por sí mismos y
con
energía,
no corren
ries-
gos. Todos los
profetas que disponían de armas vencieron; los desarmados fueron vencidos siempre. Además la naturaleza de los pueblos es tornadiza y resulta fácil convencerles de algo, aunque es difícil que se les pueda mantener en esa
convicción. Por eso resulta conveniente actuar de tal manera que cuando dejen de creer se les pueda hacer creer recuriendo a la fuerza.
Moisés, Ciro, Teseo y Rómulo no hubieran podido lograr que sus pueblos obedecieran sus leyes durante mucho tiempo sin contar
con
las
armas.
En nuestros días
a
fray Jeróni-
Savonarola le ocurrió que vio arruinadas sus nuevas instituciones cuando la gente dejó de creer en él y no contó con medios para retener a los que creían en él y obligar a los que mo
no
creían
(VI).
Más difícil
la situación de aquellos que se han hecho con principados valiéndose de armas y fortuna ajenas. Lo más lógico es que no los puedan mantener, pero a veces se es
producen excepciones, como son los casos de Francisco Sforza y de César Borgia. En este último caso, la fortuna vino propiciada por la acción de su padre, el papa Borgia, que
no
dudó
en
introducir el desorden en los territorios de a fin de poder hacerse con parte de ellos fá-
dichas familias, cilmente (VIT). La historia de César Borgia proporciona a Maquiavelo el pie perfecto para referirse a la toma del poder mediante el crimen (VIII). El
ejemplo
clásico de este método es el de Agatocles, que se aseguró la tranquilidad mediante el uso de medios crueles. Sin embargo, la crueldad en sí no es garante del éxito sino la crueldad bien empleada:
269
LOS TEXTOS
CAMBIARON LA HISTORIA
QUE
Alguien puede
preguntarse por qué Agatocles y otros semejantes a él, tras innumerables traiciones y maldades, pudo vivir una larga existencia seguro en su patria y defenderse de los enemigos externos, mientras sus ciudadanos munca conspiraron en contra. Y más todavía cuando otros, que alcanzaron
el
poder valiéndose de crueldades,
no
pudieron
conservarlo ni en tiempos de paz con que menos en los turbulentos períodos de guerra. Creo que eso depende del uso bueno o malo que se haga de la crueldad. Puede denominarse crueldad bien usada (...] la que se realiza con rapidez, para conseguir la estabilidad del poder y después no se perpetúa sino que se busca la mayor utilidad para los súbditos. Mal usada es la crueldad que, s* poco notable en un inicio, va creciendo con el tiempo y mantiene
en
lugar de desaparecer (...)
De lo que debe deducirse que
quien
ust%rpa
un
estado
debe realizar de una vez todos los actos de crueldad que con10 sidere necesarios para lograr su objetivo. De esa manera,
obligado a repetirlos y vivirá seguro atrayendo súbditos con beneficios (...) Es mejor hacer de una vez todo el mal que tenga que hacerse, porque las ofensas hieren mese
a sus
verá
nos
si
se
repiten
menos.
Por el contrario,
neficios se concedan poco
a
es
bueno que los be-
poco porque así se
saborean
me-
jor (VIII). Finalmente, Maquiavelo analiza
como
última forma de
forma
la que deriva no de una u otra de violencia sino del apoyo de los conciudadanos. Éste sólo todo puede ser el del pueblo o el de los poderosos, ya que en Estado se producen estas dos tendencias, que nacen del cho de que el pueblo no desea ni ser gobernado ni y por los poderosos que, por su parte, sólo desean oprimir hacerse
con
el
poder
he-
oprimido
pueblo (IX). Por regla general, los poderosos éste se al apoyan a alguien del pueblo cuando temen que zará en su contra y, por supuesto, lo que persiguen es séguir medrando a la sombra del elegido de ahí que el que llecon ga al principado con ayuda de los poderosos se mantiene más dificultad que aquel al que eleva el pueblo. Por el contrario, las intenciones del pueblo suelen ser, mandar al
270
EL
PRÍNCIPE
E——
general, más honradas por regla busca que que sólo
que las de los
poderosos,
el
lo opriman pero, pese a todo, puede estar seguro del pueblo, que es muiltipríncipe mincaestarlo de los poderosos, que son pocos. mud, y sí puede Sin embargo, mantener el favor del pueblo es fácil tanya
no
CASO COMO EN Otro (y en UN
y además resulta casi
indispen-
sable. Como última clase de re a
res
principados
los
porque
se
principados, Maquiavelo
eclesiásticos (XI). Éstos
apoyan
en
leyes
(...) todas las dificultades
relie-
los mejo-
canónicas:
se
por virtud
son
se
dan
antes
de
su
posesión,
fortuna y se mantienen sin una ni otra, ya que se apoyan en las leyes seculares de la religión, que resultan tan fuertes que mantienen en el poder a sus príncipes, sea cual sea su manera de gobemar o de vivir. se
porque
obtienen
o
o
por
los únicos que tienen estados y no los defienden; súbditos y no los gobiernan; y por indefensos que se encuentren sus territorios, nadie les priva de ellos. Los súbditos sin gobierno ni siquiera se inquietan o piensan en liberarse. Sólo estos principados son seguros y felices (XI). Estos
príncipes
ampliación
son
de
poder
ha debido más que a la fuerza y al dinero y para demostrarlo Maquiavelo cita el caso de los papas Alejandro VI, el padre de César Borgia y Julio II. La
Tras señalar las
bre los Estados, servarlos:
ese
no se
maneras como se
consigue el poder so-
Maquiavelo indica los métodos
para
con-
principales fundamentos de los Estados, ya sea nuevos o antiguos, son las buenas leyes y las buenas armas. Y (...) no puede haber óptimas leyes sin armas idóneas (...) (XID). Los
ejércitos pueden ser mercenarios, auxiliares o mixtos. De los primeros Maquiavelo tiene una pésima opinión y les atribuye la actual ruina de Italia (XII). Igualmente inútiles son las auxiliares o prestadas por otros príncipes Los
271
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —];,
(XIII). En realidad, las únicas fuerzas armadas fiables son las propias, como demostró César Borgia en la conquista de la Romaña o como enseña la historia de Roma, va que el imperio se desplomó cuando en lugar de tener sus pro-
pias tropas
se
valió de los servicios
proporcionados
por los
importante para el príncipe cel ocuparse de organizar y disciplinar al ejército con vistas a una posible guerra (XIV).
godos.
De ahí que
De todos los
sea
tan
capítulos anteriores, Maquiavelo saca una se ha ido imponiendo poco a poco y es la de
conclusión que que el príncipe destaca
virtudes humanas (los hay avaros y generosos, dadivosos y rapaces, crueles y piadosos, humanos y soberbios, religiosos e incrédulos, etc.), sino por su capacidad para mantenerse en el poder y evitar la mala fe. Finalmente, lo importante para el príncipe noes no
por
sus
la virtud sino el éxito: Ya sé que todos
un que lo mejor sería dar con dieran cita todas las buenas cualidades,
reconocen
el que se 1opero dado que la debilidad himana no permite poseerlas das ni observarlas de manera completa, el príncipe debe ser tan prudente como para evitar la mala fama de los vicios que llevar a privarle de su autoridad (...) Ni debe preocit-
príncipe
en
puedan
parse de que lo te
censuren
puede salvarse
por
el Estado,
sin los que difícilmertya que si lo observamos todo,
defectos
apariencia de virtud, de seguirlas, concluirían en la ruina, y cosas con apariencia de vicio de las que derivan el bienestar y la seguridad (XV). existirán
cosas
que
con
siguientes capítulos, Maquiavelo va a enjuiciar los conceptos clásicos de virtudes del príncipe no desde un En los
criterio moral sino desde otro, caracterizado por la utili-
política. Así, afirma que su generosidad no debe ser pronunciada, porque le creará más problemas que beneficios (XVI). Igualmente sostiene que la crueldad puede ser dad
conveniente, ya que lo importante no es discernir si es mejor ser amado o ser temido, sino evitar ser odiado (XVII), un tema sobre el que volverá más adelante (XIX). De la misma manera, el faltar a la palabra dada puede ser alta272
LL
mente conveniente y
nombre, Maquiavelo
PRÍNCIPE
al respecto, sin mencionario por su recurre al ejemplo de Fernando el Ca-
tólico: Cierto soberano de nuestra
época, al
que
no
resulta opor-
nombrar, habla de forma continua de paz y lealtad, cuando es el mayor enemigo de una y de otra, pero si hubicra respetado las dos le habrían privado de la fama y del poder tuno
(XVIII). No
basta,
sin
embargo,
que el
príncipe conserve lo que tiene y sepa reprimir cualquier oposición. Además, debe hacer lo posible por ser estimado. Para lograrlo, no con
debe ser virtuoso sino tener éxito. Una obvio es el de Fernando el Católico: Nada hace que
se
vez
estime tanto al príncipe
más el
ejemplo
como sus
gran-
des empresas y sus ejemplos excepcionales. Un ejemplo en nuestros días es Fernando de Aragón, rey de España (...) se ha convertido de rey de un pequeño estado en primer soberano de la Cristiandad. Si examináis sus acciones, las encontraréts todas inmensas y
Entre
esas
algunas extraordinarias (XXI).
empresas debe contarse el favorecer
los que tienen méritos, el estimular el trabajo y el comercio, el saber mantener el equilibrio fiscal el divertir a las masas: y a
También debe mostrarse el príncipe amante de las virtudes, dando cabida a los hombres virtuosos y honrando los que destacan en cualquier arte. Debe animar a sus conciu-
a
dadanos para que ejerzan su ocupación con tranquilidad en el comercio, en la agricultura y en cualquier otra tarea; que nadie
adomar sus propiedades por temor de que se las quiten; que nadie tema iniciar un negocio por temor a los impuestos (...) Además, en los períodos adecuados del año, debe divertir a su pueblo con fiestas y espectáculos (XXI). tema
Dado que los hombres obran el mal, a menos que la necesidad los obligue a actuar bien (XXIII), Maquiavelo insis273
LOS TEXTOS
te
QUE CAMBIARON
la necesidad que tiene el príncipe de contar buenos consejeros (XXII) y de evitar a los aduladores
asimismo
con
LA HISTORIA
en
(XXI). Lejos de considerar todas las
tesis anteriores
como una
necesidad recordando que los príncipes italianos perdieron sus Estados a no tenerlas en cuenta (XXIV) v, finalmente, exhorta mera
especulación,
por
de Italia
expulsar
a
el
autor insiste en
su
los extranjeros valiéndose de
aquéllas
(XXVI).
Después
de El
Príncipe
propugnadas por Maquiavelo han sido utilizadas mucho con tanta profusión desde el siglo xv que cuesta obra. comprender la revolución que en su día significó la De hecho, ésta no llegó a publicarse sino póstumamente Las tesis
contra la por todo lo que tenía de subversivo
concepción
medieval —e incluso renacentista— del gobierno. Por otro cabelado, no debería sorprendernos que fuera el libro de de Prusia o cera de personajes como Federico el Grande Napoleón Bonaparte, que incluso escribieron comentarios a
la misma.
manifiesta preocupación por el bien de los ciudadanos, por la práctica de la virtud o por la santidad del príncipe. Para él, todo gobierno debe tener como de más poprimera meta la conquista y el mantenimiento der. Su análisis parte, por lo tanto, de una observación em-
Maquiavelo
no
De ella extrae
pírica de la naturaleza humana. nes
que
carentes
conclusio-
consideradas pesimistas pero no de realismo y, en buena medida, sustentadas en la
pueden
ser
propia experiencia. Este punto de
partida
lleva
a
Maquiavelo
a trazar su
discurso a partir de consideraciones no éticas sino prácties cas. El que triunfa, ha triunfado; el que es derrotado, derrotado y lo demás, en términos políticos, carece de valor. De ahí, que Maquiavelo manifieste sarcasmo y cinismo ante el
poder religioso
zación del crimen 274
o
o
que insista
la violencia
pueden
en
ser
que la utili-
lícitos y
con-
EL
venientes
siempre
que
se
apliquen
de
una
PRÍNCIPE
manera
que
asegure el éxito.
Con
la idea de una sociedad sustentada, con todas sus limitaciones, en la moral entraba completamente en quiebra y sólo recibiría golpe tras golpe en los si-
Maquiavelo,
glos siguientes.
Con ello cambiaría la historia de
manera
definitiva abriendo el camino para la caída de imperios el español,
el que la mera razón de Estado fue abandonada como móvil tras la muerte de Fernando el Católico y sustituida por otros criterios. También cimentaría los actos de otros personajes (Federico de Prusia, Napoleón, Lenin, Hitler, etc.), que resultarían vencedores o vencidos pero que dejarían su huella en la historia. La razón de Estado ya había desplazado cualquier otra de las razones y además había encontrado un magistral defensor de su victoria. como
en
Bibliografía Sobre la vida de Maquiavelo, pueden examinarse las obras de A. Renaudet, Maquiavelo, Madrid, 1965, de G. Prezzolini, Maquiavelo, Barcelona, 1967 y de R. Ridolfi, Vita di Niccoló Machiavelli, Florencia, 1969. Acerca de su
pensamien-
político son de interés: J. Conde, El saber político de Maquiavelo, Madrid, 1976 y G. Sasso, Niccoló Machiavelli. Storia del suo pensiero politico, Nápoles, 1958. En relación con su influencia véase: F. Meinecke, La idea de la razón de Estado en la Edad Moderna, Madrid, 1959 y G. Procacci, Studi sulla fortuna del Machiavelli, Roma, 1965. to
275
LA INSTITUCIÓN DE LA RELIGIÓN CRISTIANA
Después de
Lutero
El protestantismo experimentó una rápida expansión a partir de la excomunión de Lutero. No fue, como era de esperar, un fenómeno plácido sino muy vigoroso y de acelerada extensión. Pese a que la Iglesia católica movilizó todos los recursos a su alcance para abortar aquel movi-
miento, incluyendo la Inquisición contó
y la guerra, pese
a
que
el apoyo de buen número de los monarcas y europeos y pese a que intentó llevar a cabo una
con
príncipes
labor de renovación que evitara no sólo abusos como los cometidos en el pasado sino también posibles disidencias futuras, lo cierto es que no logró sofocar la Reforma protestante más que en algunos casos aislados (como España o Italia), donde su fuerza además había sido muy limitada. En medio de una catástrofe sin precedentes, hubo de contemplar cómo perdía el control espiritual de nacioDesde Inglaterra y Escocia (entonces aún separadas) a las monarquías escandinavas, pasando por buena parte de Alemania y de Francia, fueron muy numerosos los territorios que decidieron abrazar la causa de la Refornes enteras.
todas sus consecuencias. Hubo más de una razón para
ma con
influyó
el
rápido avance. En él nacionalismo de diversos pueblos, cansados de tan
las exacciones costosísimas a las que los habían sometido los distintos papas. La Reforma significaba para ellos contar con una iglesia nacional que no estuviera controlada por un lejano monarca asentado en Roma. También contribuyó a su triunfo la invención de la imprenta. Esta innovación técnica permitió imprimir los tratados y libros de 277
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
los reformadores con más facilidad
en
números
importantes difundiendo
ideas y facilitando además su gran sueño: poner al alcance del pueblo llano la Biblia en su lengua propia. En buena medida, puede decirse que la Retforma fue el primer acontecimiento histórico de relevancia mundial que se sustentó sobre la letra impresa, algo que no había sucedido con anterioridad. Con todo, la principal razón del avance de la Reforma no fue ni técnica ni nacionalista sino espiritual. El nuevo movimiento cuestionaba los abusos más vergonzantes del Medioevo pero además ofrecía una alternativa que iba más allá de la crítica de costumbres y profundizaba en sus causas y apuntaba al hecho de que éstas no eran otras que el abandono del verdadero Evangelio y su sustitución por otro pervertido. Semejante afirmación podía defenderse además con la Biblia, insistiendo en que el pueblo de Dios debía volver a ella y desprenderse de todo lo que no eran sino creaciones humanas de la Edad Media. En tal punto de partida estaban de acuerdo los distintos reformadores que fueron surgiendo en Europa sin conexión entre sí pero llegando a conclusiones muy similares. Con todo, pese a la profusión de sus escritos, éstos no pasaban de ser la mayoría de las veces acercamientos a problemas concretos y distaban mucho de constituir una presentación sistemática del pensamiento reformado. El mismo Lutero, que escribió bastante y redactó buen número de comentarios a los libros de la Biblia, nunca produjo esa obra. Ésta se debería al esfuerzo de Juan Calvino y, como tendremos ocasión de ver, cambió radicalmente la historia. sus
Calvino antes de la Institución Juan Calvino nació
en
Noyon
en
1509. De
manera
curiosa,
familia lo tuvo destinado desde el principio al desempeño de tareas eclesiales. Su padre fue consiguiendo, con el paso de los años, desempeñar las funciones de notario de la ciudad, abogado de la oficialidad, procurador fiscal, sesu
278
LA
INSTITUCIÓN
DE LA
RELIGIÓN
CRISTIANA
obispo y procurador del cabildo catedralicio. Esta cercanía impulsó al obispo de Noyon a favorecer a sus hijos y así Juan obtuvo a los doce años su primer cargo eclesiástico (1521) y en 1527, el segundo. Las rentas derivadas de los mismos permitieron que Juan Calvino pudiecretario del
pagarse sus estudios, que cursó primero en Noyon y luego en París. Fue en esta última ciudad donde oyó hablar ra
del luteranismo, ya que uno de sus profesores no perdía ocasión de atacarlo. En 1529, Calvino se trasladó de París a Orleáns para continuar sus estudios, que ya no serían eclesiásticos sino jurídicos. Semejante cambio se debía a los deseos de su padre, que se había enemistado con el cabildo de Noyon. Encargado de liquidar la herencia de dos canónigos, las cuentas que presentó no resultaron satisfactorias a sus superiores y, siguiendo un recurso muy habitual en la época (que padeció, por ejemplo, el mismo Cervantes), la Iglesia, que se sintió menoscabada en sus intereses materiales, lo excomulgó. En Orleáns, Calvino inició los estudios de Derecho, pero también siguió desarrollando la formación humanística ya comenzada en París. Perfeccionó así su latín (llegaría a convertirse en un extraordinario latinista) y
aprendió griego. En 1531, el padre de Calvino falleció guía excomulgado,
y, puesto que sela familia tuvo que sufrir buen número
de humillaciones y asegurar que pagaría sus deudas para lograr que le dieran sepultura en tierra cristiana. Resulta tentador pensar que acontecimientos de este tipo dejaron su
influencia
cierto
es
que
en
no
la
mente y
el corazón de Calvino, pero lo
contamos con
ninguna fuente,
ni
siquiera
él mismo, que pueda confirmar esa circunstancia. De momento, el joven siguió cultivándose en áreas como el estudio del griego y del hebreo y publicó en 1532 su primera
obra,
que consistió
en un
comentario al De Clementia de
Séneca. La situación cambió de
manera
radical
finales de que se había a
1533, cuando Calvino confesó públicamente convertido al protestantismo. Cuándo dio este paso es algo que se desconoce pero, según propia confesión, fue prece279
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA —
dido por luchas internas de no escasa envergadura. Él mis. mo reconocería que había resistido valiente v esforzado. mente la posibilidad de abandonar la lelesia católica y que ello le habían influido desacuerdos que había en
protestantes
en
relación
el respeto por ella contemplado en los
tanto
con un
tema como
como
los
teólogos
el de la Euca.
ristía.
país donde la Reforma había prendido precisamente por ello, también donde la Iglesia cató.
Francia pero,
era un
la espera de acabar con cualquier brote de protestantismo. Calvino se vio así obligado a huir de París en noviembre de 1533 y una cincuentena de personas relacionadas con él fue arrestada. Durante los meses siguientes, recorrió diversas localidades (entre ellas París, que tuvo que volver a abandonar) y renunció a todos sus benelica estaba
a
ficios eclesiásticos, que consideraba incompatibles con su nueva fe. A inicios de 1535, abandonó Francia. Se refugió entonces en Basilea, donde buscaba la tranquilidad que le permitiera profundizar en el estudio de las Escrituras y para lograrlo llegó al punto de ocultar su nombre. Sin embargo, a pesar de sus deseos, pronto iba a verse arrancado de su anonimato y proyectado a una actividad que,
con
seguridad,
no
podía haber previsto.
En
aquella
época, la persecución de los protestantes en Francia era un hecho pero, para que semejante acción no causara la cólera de los luteranos alemanes, los agentes del rey insistían en que sólo estaban proscritos los anabaptistas. Calvino decidió enfrentarse con aquella situación en un libro que sería dirigido al propio Francisco I, rey de Francia. Esta obra no fue otra que la Institución de la religión cristiana.
La Institución de la
La Institución
no
religión
pretendía
cristiana
ser
más que
un resumen
de la
fe cristiana desde una óptica protestante. Como hemos señalado, hasta entonces los autores reformados habían escrito con profusión y contundencia, pero se habían detentdo sobre todo en áreas de controversia con el catolicismo y 280
LA
INSTITUCIÓN
DE LA
RELIGIÓN
CRISTIANA
apenas habían abordado los dogmas sobre los que había un acuerdo. La pretensión de Calvino era cubrir ese vacío
libro relativamente breve que no sólo instruyera a los creyentes sino que además mostrara a los gobernantes lo razonable de su fe y por qué ésta debería verse exenta de la persecución. La primera edición de la /nstitución apareció en Basilea en 1536. La obra contaba con 516 páginas, pero había sido impresa en un formato pequeño de tal manera que pudiera caber en un bolsillo de los que entonces iban unidos a la ropa y de esa manera se facilitara su distribución en Francia y otros países. De carácter muy sencillo, se dividía en seis capítulos, de los que los cuatro primeros se ocupaban de la ley de Dios, la explicación del Credo apostólico, el Padrenuestro y los sacramentos, y los dos segundos (más en la línea apologética) exponían la postura reformada sobre los sacramentos católicos que no se apoyaban en la Biblia (y que, por tanto, había que rechazar) y sobre la libertad cristiana. La claridad y sencillez de la exposición, el recurso constante a las Escrituras para argumentar sus puntos de vista, la redacción en latín para permitir la lectura de todas las personas cultas sin distinción de origen y, muy especialmente, el vacío existente otorgaron al libro un éxito extraordinario. La edición se agotó en nueve meses. Tras la edición latina de 1536, se publicó otra en 1539 en Estrasburgo también en esta lengua. Dos años después, apareció en Ginebra la primera edición francesa (que constituye un auténtico monumento literario de esta lengua) y desde ese momento, las ediciones fueron apareciendo casi simultáneamente en latín y francés en 1543 y 1545, 1550 y 1551, y 1559 y 1560. A lo largo de estos años, Calvino se vio obligado a ampliar las ediciones de la obra, que fue adquiriendo unas dimensiones más extensas. Así, por ejemplo, la única edición completa en castellano que existe en la actualidad de la última edición tiene una extensión de 1262 páginas en un formato no precisamente reducido. Además, junto con una profusión realmente extraordinaria de textos bíblicos, la Institución presenta una apoyatura muy importante de los con un
281
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
escritos de los Padres de la Agustín. Lejos de tratarse de
Iglesia
y,
especial
en
de
san
breve manual de seis capítulos como el de 1536, las ediciones latina v francesa de 1559 y 1560 respectivamente se dividen ya en cuatro libros con un total de ochenta capítulos. El primer libro se ocupa de Dios y de Su Revelación, de la creación y de la naturaleza del ser humano. El segundo un
está dedicado al tema de Dios como redentor. El tercero analiza la manera en que la acción del Espíritu Santo nos de Dios manifestada en Jede la
gracia
permite participar
sucristo y también los frutos que
dia los medios
externos
(la Iglesia
produce. y los
El cuarto
estu-
sacramentos) para
participación. Resultaría imposible, amén de atrevido, tratar de resumir en estas breves páginas el riquísimo contenido teológico de la Institución. Es, sin embargo, impeesa
rativo hacer referencia
a
algunos
de
sus
aspectos funda-
mentales. En
primer lugar,
se
encuentra la cuestión de la
dera sabiduría y la manera en que el hombre puede a adquirirla. Para Calvino su objeto resulta obvio:
verda-
llegar
de nuestra sabiduría, que en verdad en pueda tenerse como sabiduría sólida y veraz, se resume dos puntos: el conocimiento que el hombre ha de tener acermismo ca de Dios y el conocimiento que ha de tener sobre sí Casi toda la
suma
(1, 1, 1). El conocimiento de Dios
no se
la constatación comprensión de la
limita
a
existencia, sino que implica una la existencia: que deriva una relación que abarca toda
de
su
Yo, por lo tanto, entiendo por conocimiento de Dios no sólo conocer que existe un Dios, sino también entender lo lo que es útil que sobre él resulta conveniente que sepamos, para su gloria y, en resumen, lo que es necesario (1, 2, 1). Este conocimiento de Dios, en un sentido amplio, como creador del cosmos, está inscrito en todo ser humano (1,3), aunque la 282
ignorancia y la maldad de los hombres lo debili-
LA
ten
y corrompan
INSTITUCIÓN
DE LA
(1, 4). Sin embargo,
a
RELIGIÓN
CRISTIANA
diferencia de la
teo-
logía de Tomás de Aquino, que concedía una enorme capacidad especulativa y teológica a la razón, Calvino sostiene que la diferencia natural que existe entre Dios y el hombre es enorme
nocer
y que,
precisamente
al primero merced
a
ello, sólo se puede Éste ha revelado en la
por
lo que
co-
Bi-
blia:
(...) Dios, Creador del mundo, nos es manifestado en la Escritura, y eso es lo que debemos conocer para no andar vagando perdidos buscando a otro dios desconocido (1, 6, 2). Todo intento de describir a Dios fuera de Su Revelación (a cuya veracidad dedica Calvino algunos capítulos del primer libro) es un mero absurdo ya que es radicalmente distinto del ser humano. Por eso, resultaría mejor ir cojeando por
(el de la Biblia) que corriendo apresuradafuera de él (I, 6, 4). Lo que el ser humano imagine
ese
mente
camino
aparte de aquélla es una locura y lo que hable al respecto sin tenerla en cuenta está desprovisto de sustancia (1, 13, 3). De ahí que resulte asimismo una necedad el culto a las
imágenes (¿quién puede atreverse a representarlo?), prohibido por la Biblia (1, 11). Sin embargo, la finalidad de que Dios se haya revelado no es
la de satisfacer
tinta y Es
nuestra
curiosidad sino
otra muy
dis-
práctica:
preciso leer las
Escrituras
con
la
finalidad
de hallar
a
aparte de esa finalidad, aunque se esfuerce a lo largo de toda su vida por aprender, nunca alcanzará el conocimiento de la verdad. Porque, ¿qué sabiduría o inteligencia podemos tener sin la sabiduría de Dios? Cristo. Quien
se
palabras, cuando
humanos adoran a un Dios que no es el que se revela en la Biblia, el objeto de su culto no es más que un ídolo formado por ellos mismos pero carente de realidad. Sin embargo, si acuden a la Biblia se están colocando en una senda que puede llevarles hasta Jesús, el único camino de salvación. En otras
los
seres
283
QUE
LOS TEXTOS
CAMBIARON LA HISTORIA —
De esta cuestión trata el
Calvino lo inicia conozcamos a
segundo libro de la /1sritución, señalando que es indispensable que nos
nosotros mismos
(II, 1, 3). Ese conocimien-
de manifiesto de manera directa e inmediata que todo el género humano se encuentra sujeto a maldición por la caída de Adán v, en consecuencia, ha degenerado (IL, 1). Esto no implica que el ser humano sea incapaz de progresar en áreas como las artes mecánicas o liberales to nos pone
el orden social, pero sí que la naturaleza caída constitubasta ve una realidad que no puede obviarse. De hecho, contemplar cómo marcha el mundo para que resulte imposible negar la realidad del pecado. Ese pecado, finalo
mente,
nos
coloca
en una
situación de clara condenación
Creador. En justicia, todo el género humano (pecador y transgresor de la ley de Dios) debería condenarse como castigo ha decipor sus culpas, pero Dios ha tenido misericordia y dido enviar a Su Hijo para salvar a algunos. Al igual que Lutero (y que Pablo de Tarso), Calvino sostiene que la salvación deriva de aceptar por fe el sacrificio de Cristo en la la razón cruz. Sin embargo, se plantea interrogantes, como el rechaza esa la y, sobre todo, Dios,
ante
nuestro
que alguien por de cómo puede conciliar
predicación
soberanía divina que, supuestamente, controla toda la Creación. la A partir de aquí entra en juego la doctrina calvinista de influencia sobre todo de sus
predestinación. Aunque
ese
rechazo
con
una
por
detractores católicos se suele identificar el calvinismo con era esta doctrina de manera esencial, lo cierto es que ni sostenida sólo por este reformador, ni era rechazada por buen número de teólogos católicos anteriores a la Reforma ni era tan central en la exposición calvinista. De hecho, en ediciones de la Institución ni siquiera se aborlas
primeras
dó el
tema.
las últimas. En éstas, se afirma que de la enorme masa de los condenados, Dios decidió predestinar a algunos para que recibieran Su gracia (que es irresistible) y, tras aceptarla mediante la fe, fueran sal-
Algo diferente sucedió
vos. no
284
en
soberana. Por ello, conocido mediante su presciencia
La decisión de Dios al respecto
depende
de que
haya
es
LA
INSTITUCIÓN
DE LA
RELIGIÓN
CRISTIANA
——
que determinada persona responderá al llamado del Evangelio para predestinarlo, sino que tal decisión arranca de la libre voluntad de Dios. Éste predestina a unos para ser salY,
vos
en
consecuencia,
a
otros para que
predestinación
se
al decreto
condenen:
de Dios, en virtud del cual ha determinado lo que desea hacer de cada tuno de los hombres. Porque Él no los crea a todos con la misma Denominamos
condición,
eterno
los ordena hacia la vida etema, y a otros hacia la condenación perpetua. Por lo tanto, de acuerdo con la finalidad con que es creado cada hombre, decimos que está predestinado para la vida o para la muerte (III, 21,5). sino que
Calvino pero
a OS
que la doctrina no es fácil de aceptar, sustentarla en buen número de textos bíbli-
reconoce
pretende
y además insiste
cos
injusticia
porque,
en
en
que
no se
puede
acusar a
Dios de
justicia precisamente, todos los
seres
humanos deberían condenarse. Los detractores de Calvino han lanzado contra este aspecto de su teología acusaciones de provocar la desesperación de los creyentes, que no saben si están predestinados, y de impulsarlos a la relajación moral, ya que si la elección segura no tiene sentido someterse a normas éticas. Ambas acusaciones forman parte de la mitología anticalvinises
términos históricos carecen, por regla de base. Con la excepción de algunos espíritus ta pero en
sensibles,
general, especial-
el de John Bunyan, que sufrió indeciblemente ante la duda de estar predestinado, en general, el calvinismo provocó en sus seguidores una enorme seguridad en la salvación, ya que entre los rasgos de haber sido mente
como
predestinado estaba el de la aceptación del Evangelio de la gracia. Por otro lado, el hecho de que la obediencia rigurosa a la Ley de Dios fuera interpretado como otra muestra de haber sido predestinado volcó al calvinismo hacia una conducta que se acercó mucho más al rigorismo que al laxismo. Todavía en el día de hoy el término puritano (con el
denominaba a los calvinistas ingleses) es sinónimo de corrupción moral sino de conducta si acaso excesi-
que no
se
vamente
rigurosa.
Esta creencia tuvo además otras
conse-
285
LOS TEXTOS
cuencias
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
extrarreligiosas
a
las que
nos
referiremos más
adelante. En el Libro III, Calvino señala los medios por los que el ser humano puede participar de la gracia. En sus capítu-
los, el reformador define la religión protestante como una religión de la fe. Ésta no es credulidad sino que se basa en la Biblia: Por
ello, si la fe
se
aparta por poco que
sea
de
objetilugar de fe
este
al que debe dirigirse, pierde su naturaleza y en se ve reducida a una credulidad confusa, a una errante equivocación del entendimiento. Esta misma Palabra es el fundamento y la base en que se sostiene la fe. Si se aparta de ella, se destruye a sí misma. Quitemos, por lo tanto, la Palabra vo,
inmediatamente
quedaremos
nos
sin
fe (III, 3, 6).
la fe de la Biblia tiene como consecuencia el que la vida sea afrontada con un valor y un denuedo especiales: Este enraizamiento
en
Afirmo, por lo tanto, confiado en la seguridad
que solamente
es
creyente el que,
de su salvación, no tiene ninguna preocupación respecto al Diablo y a la muerte, sino que atrevidamente se burla de ambos (...) solamente comprendemos de verdad la bondad de Dios cuando estamos completamente
seguros de ella
(ITT, 2, 16).
Partiendo de esta base, no resulta extraño que Calvino, a diferencia de la Iglesia católica y de otros reformadores, deseara una Iglesia que no se apoyara en el poder político, sino que fuera totalmente independiente de éste por más debiera influir en la sociedad de manera de-
que pudiera y cisiva. En su último
libro, el IV, Calvino desarrolla su visión eclesial e intenta demoler, Biblia en mano, la que desde el Medioevo mantenía la jerarquía católica. Calvino, convencido de que la salvación se debía a la fe en el sacrificio de Cristo (fe provocada por un decreto de predestinación de Dios), negaba el papel salvífico de los sacramentos.
286
Así, por
ejemplo,
el bautismo:
LA
(...) sirva
nos
INSTITUCIÓN
ha sido dado por Dios,
DE LA
en
CRISTIANA
primer lugar,
para que para que sirva a
fe en El, y, en segundo lugar, confesión ante los hombres (TV, 15, 1).
a nuestra
nuestra
RELIGIÓN
Tal punto de vista debería haber conducido a Calvino a abogar por el bautismo de adultos, ya que sólo ése puede ser precedido por la fe del creyente. Así lo indica el Nuevo Testamento, así lo vieron los anabaptistas y así lo defendió va en el siglo Xxx el teólogo calvinista Karl Barth. Sin embargo, Calvino no logró despojarse en este aspecto del peso de la teología patrística (que había abogado por el bautismo de infantes ya en el siglo 111) y defendió el bautismo de niños
los
reconocimiento del pacto existente entre creyentes y Dios, similar a la circuncisión judía.
como un
padres
la Eucaristía, Calvino negó la transustanciación (un dogma católico del siglo xI11) y que el pan y el vino se transformaran en algún momento en el cuerpo y la sangre de Cristo. Sin embargo, afirmó que los que ingerían el pan y el vino eucarísticos disfrutaban, si eran creyentes, En cuanto
de
una
a
comunión
con
la sustancia
espiritual
de Cristo.
Después de la Institución La influencia de la Institución de la
religión
cristiana iba
a
resultar extraordinaria en los siglos siguientes, pero lo más relevante es que excedería con mucho el ámbito de lo meramente religioso y marcaría el desarrollo de naciones enteras. Para empezar, el calvinismo tuvo un influjo extraordinario en el campo de la educación. Mientras la fe católica
insistía, aún más todavía
tras
Trento,
en
excitar la fe de
los fieles mediante el culto a las imágenes religiosas, el calvinismo incidía en que los niños, desde edad temprana, pudieran desentrañar por sí mismos el contenido de la Biblia. Su insistencia en el hecho de que la fe reformada era una religión del libro tuvo como consecuencia directa una alfabetización casi generalizada, y con ella el inicio de la educación pública, en las zonas de Europa seguidoras del calvinismo. Si, por citar un ejemplo cercano, el número de 287
LOS TEXTOS
CAMBIARON LA HISTORIA
QUE
mediados del siglo xx superaba al cincuenta por cien de la población, la alfabetización mayoritaria era una conquista obtenida desde siglos atrás en países bajo una cierta influencia calvinista. En segundo lugar, el calvinismo influyó de forma extraordinaria en la visión del trabajo. El catolicismo medie-
analfabetos
en
España
a
val, partiendo de ciertas corrientes orientales y helenistas, había insistido en contemplar el trabajo como un castigo divino descargado sobre el género humano y en presentar la pobreza como un estado querido por Dios y seguido por
aquellos que buscaban la perfección. En clara oposición, 1 partiendo una vez más de la Biblia, el calvinismo insistió en considerar el trabajo una bendición entregada por Dios al hombre que le permitía transformar el mundo con suacción y glorificar al Creador. Por otro lado, aunque extraordinariamente frugal y morigerado, señaló que la pobreza
bien sino una desgracia y que resultaba obligado tratar de salir de la misma mediante el esfuerzo personal. Esta combinación de aprecio por el trabajo bien hecho fuera cual fuera siempre que se desempeñara con honradez, por el ahorro, por la instrucción y por la salida de la miseria tuvo como consecuencia directa el desarrollo del capitalismo. Éste había nacido en las ciudades católicas de no era un
finales de la Edad Media, pero la psicología social en medio de la que había intentado desarrollarse no podía favorecerlo. Finalmente, acabó siendo patrimonio casi exclusivo de los países marcados por el calvinismo, que fueron los primeros en conocer la revolución industrial. Por último, el calvinismo iba a tener una influencia exItalia
a
traordinaria ca o
en
división de
conceptos
poderes.
como
los de tolerancia
ideológi-
La base fundamental para ello
no
la bondad del ser humano sino, por el contrario, la desconfianza radical hacia la naturaleza humana, dañada por la Caída. Porque el hombre es un ser manchado por el pecado, las instancias de poder debían estar separadas para evitar la tiranía en la que, por razón natural, se acabaría cayendo. Por eso también, la era
una
creencia
utópica
en
Iglesia debía estar separada del Estado. Al respecto, no deja de ser significativo que, mientras las hogueras de la 288
INSTITUCIÓN
LA
DE LA
RELIGIÓN
CRISTIANA
alimentaban con centenares (incluso millares) de víctimas en la Europa católica, a Calvino sólo se le pueda imputar la ejecución de Servet, una ejecución a la que él se opuso personalmente y que además había sido decretada con anterioridad por la jerarquía católica. Tampoco es extraño que las iglesias reformadas alzaran en el lugar de la ejecución de Servet un monumento pidiendo
Inquisición
se
perdón
su
por
muerte.
La visión del Estado
propia del calvinismo
se
tradujo
en
tolerancia desconocida en el resto de Europa. Mientras en los países católicos no existía y en los protestantes se limitaba a determinadas confesiones, en la calvinista Holanda del siglo xvii se extendió a todos, incluyendo a confesiones tan desprotegidas como los judíos o los anabaptistas, o en la Inglaterra del mismo siglo, a los cuáqueros y a otros dissenters. Cuando se produzca el nacimiento de los Estados Unidos de América, tanto el principio de separación de Iglesia y Estado como el de división de poderes se conjugarán dando nacimiento ala primera democracia contemporánea. La combinación de democracia y capitalismo otorgaría pronto a los países protestantes una superioridad sobre sus rivales occidentales que compensaría el hecho de ser no pocas veces más pobres materialmente que ellos. Ese desfase, de hecho, se ha perpetuado en buena medida hasta el día de hoy. Las raíces de esa auténtica revolución económica, social y política es hija de una previa espiritual, la que, cambiando la historia, fue expuesta de manera sistemática en la Institución de la religión cristiana de Calvino. un
primer
momento
en una
Bibliografía Son casi inexistentes los estudios dedicados a Calvino en castellano y casi todos presentan un planteamiento ten-
dencioso
favor o en contra. Existe, sin embargo, una magnífica edición de la Institución publicada en Rijswijk en 1981. En otras lenguas, son de interés las obras de J. Bohatec, Calvins Lehre von Staat und Kirche, mit besonderer a
289
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA _—
Breslau, 1937; J. Boisset, Sagesse et sainteté dans la pensée de Calvin, París, 1959; E. Choisy, Calvin et la science, Ginebra, 1931; E. Doumergue, Jean Calvin, Lausana, 1899-1917, 7 vols.; G. Harkness, John Calvin. The Man and his Ethics, Nueva York, 1958; W. A. Hauck, Calvin un die Rechtfertigung, Gitersloh, 1947; J. MacKinnon, Calvin and the Reformation, Londres, 1936; y A. M. Schmidt, Jean Calvin et la tradition
Beriicksichetung
des
calvinienne, París,
Organismusgedanken,
1957. Como introducciones más
especí-
teología son de interés J. D. Benoit, Calvin directeur d'ámes, Estrasburgo, 1947; W. Niesel, Die Theologie Calvins, Munich, 1938 y, muy especialmente, K. Barth, 7he Theology of John Calvin, Grand Rapids, 1992. ficas
290
a su
EL PACTO DEL MAYFLOWER
El
desigual
triunfo de la Reforma
El movimiento iniciado en 1517 con la fijación de las Noventa y cinco tesis en Wittenberg, y que recibe el nombre de Reforma, estaba llamado a experimentar una rapidísima expansión. Al año siguiente de la publicación de las Noventa y cinco tesis por Lutero, Zuinglio comenzó a apoyar la idea de la Reforma en la ciudad de Zúrich. En 1527, ape-
década después de las famosas tesis, el luteranismo se había convertido en la religión estatal en Dinamarca y Suecia. Al año siguiente, la Reforma se extendía triunfal nas una
por
Basilea, Saint-Gall, Schaffhouse
y
Mulhouse, mientras
Lutero y Zuinglio se reunían en de llegar a un acuerdo no
Marburgo
(que,
raíces históricas
la intención se alcanzó) entre todas las (que iglesias reformadas. Antes de que acabara la década, la Reforma se había extendido también a España, Italia y Francia, y la siguiente comenzó con la clara ruptura entre Inglaterra y el papado. A finales de los años cincuenta, la Inquisición había logrado acabar con el minoritario protestantismo español en
realidad, hundía
sus
con
movi-
en
mientos independientes de Lutero), pero para entonces, los protestantes habían triunfado también en Escocia, bueparte de los Países Bajos y el resto de Escandinavia. Cuando concluyó el siglo, la Reforma se había establecido en todo el norte de Europa, amplias zonas del centro del na
continente monio
e
incluso había
importante
en
su
mantener
un
testi-
Francia, donde el Edicto de Nantes
de 13 de abril de 1598 mente,
conseguido
aseguraba, siquiera
momentánea-
supervivencia. 291
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
Con todo, el
LA HISTORIA
triunfo, incluso donde
se
había
producido,
muy desigual. En algunos casos, implicaba su transtormación en una iglesia estatal relativamente tolerante hacia
era
confesiones protestantes pero radicalmente opuesta a la convivencia con el catolicismo, que daba muerte a sus correligionarios en la Europa del sur. En otros, supo evitar el carácter estatal y abrió la tolerancia a fes históricamente despreciadas, como era el caso de los las
otras
Incluso no fueron pocos los protestantes radicales, como los Hermanos suizos y los mennonitas, que se negaron a participar del poder estatal y rehusaron servir en el ejército como también lo habían hecho los primeros cris-
judíos.
tianos.
Éstos
vieron
perseguidos
por su insistencia en seguir literalmente las enseñanzas de Jesús tanto por católicos como por otros protestantes. En término
pocas
veces se
afirmarse que las confesiones protestantes que más se distanciaron del catolicismo también abogaron con más fuerza y más convicción en favor de la tolerancia y la libertad para todos, mientras que las que se mantuvieron más cerca del modelo romano también se nos
generales, puede
manifestaron más restrictivas al respecto.
El
caso
del
protestantismo inglés
La historia de la Reforma
Inglaterra paralelos en en
revistió
unas
parti-
otros países final cularidades con escasos mente decantados hacia el protestantismo. Al principio, su monarca Enrique VIII había sido un fiel católico. Fue incluso especialmente considerado por el Papa como Defensor fidei cuando escribió un tratado antiluterano en el que
mantenía la doctrina católica sobre los sacramentos.
experimentar un cambio de enorme envergadura cuando Enrique VIII llegó a la conclusión de que su esposa Catalina de Aragón era estéril y de Esa situación comenzó
a
anulación del matrimonio a fin de casarse con otra mujer que le proporcionara descendencia. Inglaterra había conocido un siglo largo de guerras civiles hasta la entronización de la dinastía de los Tudor y los teque necesitaba
292
una
EL PACTO DEL MAYELOWER
de Enrique en el sentido de que esos tiempos pudicran iniciarse de nuevo distaban mucho de ser absurdos. En otras circunstancias, es posible que el Papa hubiera sido sensible a las peticiones de Enrique porque existían precedentes medievales de actos como el solicitado por el momores
inglés. Sin embargo, el contexto no podía ser peor. Catalina de Aragón era pariente del nuevo emperador Carlos V y lo último que deseaba el pontífice era enfrentarse narca
con
él. El resultado de la
pudió
negativa fue
que Enrique VIII reinició un cisma. En 1531, se
Catalina pese a todo e había convertido en jefe de la Iglesia de Inglaterra. Enrique no simpatizaba en absoluto con la Reforma e incluso respondió a los intentos de los protestantes por extenderla condenándolos a muerte. Su defensa de una teología católica, aunque separando la Iglesia nacional de la obediencia al Papa, explica en buena medida que el pontifice no lo excomulgara hasta 1538. A fin de cuentas, Enrique era un cismático pero resultaba más difícil motejarlo de hereje. a
Muy distinta fue la posición teológica de Eduardo VI, el sucesor de Enrique VIII. Aunque era muy joven cuando accedió al trono, había sido educado en la doctrina reformada y decidió convertir a la Iglesia anglicana en una confesión protestante. Posiblemente lo habría logrado de manera
completa
de
no
haber
muerto tan
joven
y
no
haber
sido sucedido por una católica tan convencida como María Tudor. En 1553, María inició gestiones ante la Santa Sede la finalidad de llevar a Inglaterra nuevamente al redil católico y dos años después derogó todas las normas vigentes de carácter protestante. con
El matrimonio de la reina María (que merecería el apelativo de Bloody [«sanguinaria»] por las matanzas de protestantes
realizadas siguiendo
sus
órdenes)
con
Felipe II de
España pareció asegurar que Inglaterra volvería a ser conquistada por la Iglesia católica en breve. Sin embargo, aquel matrimonio no tuvo sucesión y poco después falleció María. El trono inglés fue ocupado por la reina Isabel 1, también hija de Enrique VIII. Al igual que su padre, pero a diferencia de Eduardo VI, Isabel no sentía ninguna simpa293
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
de la Reforma, pero encontraba hasta cierto punto beneficiosa la consagración del cisma, Si decidió confirmar el giro protestante de la Iglesia angli-
tía
por la
especial
causa
la excomunión contra ella por el Papa y, segundo, al temor (quizá no del todo fundamentado) a un golpe católico promovido por la Santa Sede y apo-
cana se
vado
debió, primero,
por
España.
aprobaron en Inglaterra los 39 Artículos de Iglesia anglicana que en teoría la convertían en una conEn 1563,
la
a
se
fesión protestante pero que en realidad la situaban en una especie de tierra de nadie que algunos comenzaron a denominar via media entre las iglesias protestantes y el catolicismo. Así, el anglicanismo aceptaba los principios reformados de Sola Escriptura, Solo Christo y Sola fide. Pero, a la vez, incluía tesis católicas, como la de la sucesión episcopal, dejaba la puerta abierta a interpretaciones sacramentales cercanas a las del catolicismo y no era tan riguroso como las iglesias reformadas en cuestiones como la confesión o el uso de imágenes. El hecho de que además mantuviera el carácter estatal de la Iglesia colocaba en una situación especialmente difícil no sólo a los católicos (que
fueron considerados, no del todo sin razón, enemigos de la dinastía), sino también a buen número de protestantes que sólo deseaban profundizar en los principios fundamentales de la Reforma y que por eso no podían sentirse a gusto en
el
seno
del
anglicanismo.
En poco
tiempo,
para estos
dissenters el bien más ambicionado fue el de la libertad de conciencia.
William Bradford y los
peregrinos
En 1590, nació en Austerfield, una ciudad de Yorkshire, en Inglaterra, un niño que recibió el nombre de William Brad-
ford. Perdió a sus padres siendo todavía un niño, pero tuvo la suerte de que éstos le dejaran una cierta fortuna y de que además sus abuelos se ocuparan de su educación. Cuando contaba con unos doce años de edad, William comenzó a entregarse a la lectura de la Biblia, lo que no tardó en lle294
EL PACTO DEL MAYFLOWER
arle
a
cuestionar la
aquellos aspectos
que
teología anglicana, especialmente la acercaban más a la Iglesia católiaprobado en Inglaterra una legisla-
En 1593, se había ción acentuadamente contraria ca.
manera
que
evitar la
prisión
no
a
los
no
contormistas, de
pocos pensaron que la única salida para o la ocultación de sus creencias era la emi-
gración. Cuando contaba 18 años de edad, William se dirigió a Holanda junto a otros disidentes. La elección resultaba lógica ya que, pese a su carácter mayoritariamente calvinista
(0 quizá por eso), Holanda
se
había convertido
en
un
emporio de la libertad religiosa, que no era negada ni quiera a anabaptistas o a judíos. Bradford fue arrestado
sien
dos ocasiones por intentar abandonar Inglaterra, pero en ambos casos logró ser puesto en libertad tras exponer los motivos de su viaje y se le autorizó a reunirse con sus amigos en Amsterdam. Una
vez en
aprendiz de
Holanda, William Bradford
se
colocó
como
sedero hasta que llegó a la mayoría de edad. Al alcanzar ésta, liquidó la herencia que sus padres le habían dejado en Inglaterra y con el montante se estableció en Leyden. Sin embargo, no iba a permanecer mucho tiempo en los Países Bajos. Por aquellos días, algunos de los emigrados protestantes procedentes de Inglaterra estaban acariciando la idea de encontrar una nueva tierra en la un
que no sólo pudieran ser tolerados sino donde además tuvieran la posibilidad de establecer un nuevo modelo social
sobre bases novedosas. Tal posibilidad sólo resultaba viable en el continente americano y así fue como buena parte de la Iglesia inglesa, que pastoreaba un hombre llamado
Robinson, decidió hacerse
la
bordo de un barco llamado Mayflower. El día de la partida fue dedicado a la oración y antes de zarpar, el pastor predicó sobre el texto que se encuentra en el libro bíblico de Esdras 8, 21: Y
a
mar a
allí, junto al río Ahavá, proclamé
ayuno, para que humillarnos delante de nuestro Dios y buscar de
pudiéramos Él un camino
recto para
un
nosotros, y para nuestros
hijos
y
para todos nuestros bienes. 295
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Según la mentalidad de aquellos emigrantes, su condición era la de peregrinos, similares a los descritos en la carta a los Hebreos (11). La expedición se enfrentó con no podificultades durante su travesía, de manera que en lugar de llegar a Virginia, que era el destino en que se había pensado, atracó en Cape Cod, Massachusetts, el 11 de noviembre de 1620. Este cambio de lugar creó una situación que no había sido contemplada por los peregrinos. Su intención al llegar a Virginia era gozar de mayor libertad que en Inglaterra, pero también la de someterse y disfrutar del gobierno inglés ya establecido en ese enclave. De hecho, algunos de los peregrinos habían suscrito dos años atrás un documento conocido como el Acuerdo de Leyden (Leyden Agreement), en virtud del cual quedaban establecidas sus prioridades que eran sobre todo las de practicar su religión y reconocer la soberanía del monarca inglés. Sin embargo, ahora, al llegar a un territorio no ocupado por Inglaterra, los peregrinos tuvieron que afrontar la necesidad de establecer una mínima estructura de gobierno que les permitiera regirse en los tiempos inmediatamente venideros. Antes de proceder a desembarcar, sus objetivos quedaron reflejados en un escrito. Este documento no fue otro que el denominado Pacto del Mayflower. cas
El Pacto del
Mayflower
del mencionado pacto, que reproducimos íntegro a continuación, es muy breve. Sin embargo, su trascendencia es enorme ya que contiene lo suficientemente delimitadas algunas de las líneas fundamentales de lo que será
El
texto
el desarrollo de la historia norteamericana
posterior:
Dios, Amén. Nosotros, cuyos nombres figuran en la parte inferior del escrito, los súbditos leales de nuestro amado y soberano Señor, el rey Jacobo, por la gracia de Dios, de Gran Bretaña, Francia e Irlanda Rey, defensor de En el Nombre de
la
fe,
296
etc., habiendo
emprendido,
para la
gloria de
Dios y el
EL PACTO DEL MAYFLOWER
avance un
de la
viaje
fe cristiana,
y el honor de muestro rey y del
para constituir la
primera colonia
en
las
país,
zonas nor-
teñas de
Virginia, por la presente, solemne y mutramente, en la presencia de Dios y de los unos ante los otros, pactamos y nos unimos en un cuerpo político civil, para nuestro mejor ordenamiento y preservación, y la consecución de los fines ya señalados; y en su virtud para poner en funcionamiento, constituiry formar leyes, ordenanzas, actas, constituciones y cargos justos e iguales, de tiempo en tienpo, como deberían ser pensados más adecuados y convenientes para el bien general de la colonia; prometiendo toda la debida sumisión y obediencia. En testimonio de todo ello firmamos aquí con nuestros nombres en Cape Cod el 11 de noviembre, en el año del reinado de nuestro Señor soberano, el rey Jacobo de Inglaterra, Francia e Irlanda, el dieciocho, y de Escocia el cuarenta y cuatro.
Anno Dom. 1620.
primer lugar, siguiendo la tradición de la época, los firmantes del Pacto señalaron su lealtad al rey Jacobo, v a En
continuación de
convencional indican que han realizado el viaje (cuyo destino inicial era Virginia) con la finalidad de establecer una colonia en la que se glorificara a Dios, se extendiera la fe cristiana, y se honrara al rey y a la nación. No hay nada excepcional en este inicio y puede decirse que se corresponde sin grandes modificaciones con otros similares de la época, en que se enfatizaba tanto los vínculos con la metrópoli como el deseo de dotar a cada manera
misión colonizadora
o
conquistadora
de
una
legitimación
espiritual. Recordemos que incluso en el caso de España y Portugal, esa legitimación no era concedida por cada nación sino que derivaba de una autoridad espiritual superior,
Sin que ros
embargo,
cuestión muy diferente son las líneas continuación de la declaración de los primeuna
siguen a principios. Lejos de hacer referencia
a una
dependen-
cia institucional de la Corona o al traslado del modelo cial europeo a tierras americanas, los peregrinos
so-
se
comprometen a construir una nueva entidad política en virtud de un pacto social libre y concluido por todos. El 297
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
de las tradiciones reformadas más importantes, que, finalmente, volverán a hacer acto de presencia durante el período de la Revolu-
concepto, sin duda,
se
asienta
en
algunas
embargo, quizá
lo más interesante sea que los peregrinos conciben que se desarro-
ción americana. Sin
la manera en llará de manera concreta ese pacto. Éste implica, en primer lugar, la puesta en funcionamiento de un sistema
legislativo (leves, ordenanzas, actas, constituciones) y ejecutivo (cargos) establecido por períodos (de tiempo en tiempo) y concebido sobre la base del bien general. En otras palabras, el sistema estamental del Antiguo Régimen europeo no es censurado directamente (de hecho, se reconoce la sumisión al monarca), pero en la colonia es sustituido por un sistema político electivo, pactado por todos, destinado al bien
y dotado de facultades
general
legislativas
y de go-
bierno. Dentro de una monarquía estamental, que en un par de décadas entrará en guerra con el Parlamento por sus arbitrariedades, se acababa de constituir por un acto de voluntad popular un sistema que podría calificarse de predemocrático. Sin embargo, de la mentalidad del Pacto iban también a derivar otras consecuencias que cambiarían la historia, que modelarían el devenir futuro de Estados Unidos y que
Después
no
serían tan
positivas.
del desembarco
resultó en absoluto fácil. Ya algunos habían perdido la vida durante la travesía y el primer invierno en tierra fue realmente terrible. De los La vida de los
primeros peregrinos
no
103 que desembarcaron en las costas del nuevo continente, 51 fallecieron durante el primer invierno. Sin duda, las
condiciones
eran
sabilidad por nos, que ni se
difíciles,
pero buena parte de la respon-
aquel desastre derivaba de los propios colohabían equipado con un mínimo de sensatez
para establecerse en los nuevos territorios ni tampoco tenían unos conocimientos rudimentarios que se lo permi-
haber recibido la ayuda generosa y desinteresada de los indígenas, no habrían potieran. Con toda
298
seguridad, de
no
EL PACTO DEL MAYFLOWER ———
dido sobrevivir
en
aquella
tierra, La actitud de los indios
constituyó, por lo tanto, una auténtica bendición para ellos. No puede, sin embargo, decirse lo mismo de las consecuencias que aquellos actos tuvieron para los aborígenes. Es más que posible que de haberlas previsto habrían dejado morir a los colonos ingleses sin mover un dedo en su
ayuda. Desde
un
principio, los
gún problema
recién
llegados
no
tuvieron nin-
hacerse con tierras, pero muy pronto quedó de manifiesto que el hambre que tenían de ellas era insaciable. Para los indígenas las consecuencias fueron terribles, porque al expolio material se unieron pronto males aún mayores. El primero fue la llegada de nuevas enfermeen
la viruela. William Bradford, que sería elegido gobernador de la colonia de Plymouth, describió con tonos muy realistas la manera en que una epidemia de esta enfermedad provocó la muerte de un elevado número de
dades,
como
indios que murieron muy miserablemente. Las consecuencias que Bradford sacó de aquel episodio no pudieron ser, sin
embargo,
más iluminadoras:
muy pocos (se salvaron incluyendo) el gran saquem (...) y casi todos sus amigos y familiares (...) por la maravillosa bondad y providencia de Dios, ni uno solo de los ingle-
(...)
ses
enfermo enfermedad.
cayó
esta
tan
o en
la
menor
Los indios habían muerto
en
medida
masa
fue tocado
y los
ingleses,
por
no.
Detrás de
semejante catástrofe para unos y suerte para opinión de Bradford, sólo podía verse la mano de
otros, en Dios favoreciendo a los colonos. El primer gobernador de Massachusetts escribió en 1634 acerca de una epidemia similar que había tenido efectos desastrosos sobre los indios:
(...) en cuanto a los nativos, han muerto casi todos de viruela, de manera que el Señor nos ha facilitado el dominio de lo que poseemos.
299
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —
Acababa de nacer la teoría del Destino manifiesto, a que habían sido llamados los colonizadores, una teoría que enseñaba la existencia de un llamado providencial para lo; pobladores anglosajones del Norte y que, de manera bas. tante directa, legitimaba la expansión territorial fueran cuales fueran sus costes para las poblaciones autóctonas, Porque muy pronto quedó de manifiesto que los colonos no iban a contentarse con la desaparición de los indígenas merced a las plagas que, presuntamente, Dios derramaba sobre ellos. Estaban más que dispuestos a colaborar con la presunta tarea del Creador exterminando directamente a los indios. En 1636, fue encontrado muerto en Block Island un tal John Oldham, al que se había expulsado de la colonia de Plymouth. Nunca estuvo muy claro quién lo había asesinado pero, de entrada, los colonos dieron muerte a más de una docena de indios que se hallaban cerca de la escena del crimen. Pese a todo, el jefe de los Narragansetts ofreció investigar quiénes podían haber sido los culpables y castigarlos. Con tal finalidad envió a 200 guerreros a Block Island para dar con los supuestos asesinos de Oldham. Se equivocaba al no comprender que los colonos sólo estaban buscando una excusa para exterminar a toda la población aborigen. Así comenzó la denominada guerra de los Pequots, que concluyó con la aniquilación casi total de éstos sin excluir a ancianos, mujeres y niños. El mismo William Bradford describió de manera bastante realista los sentimientos de entusiasmo que aquel episodio despertó en los colonos: terrible visión contemplarlos friéndose en el fuego y los ríos de sangre que apagaban éste, y lo horrible que eran la peste y el olor que salían; pero la victoria pareció un dulce sacrificio, y dieron la alabanza por ello a Dios, que había actuado de una manera tan maravillosa en su favor, encerrando a sus enemigos en sus manos y dándoles una victoria tan rápida sobre un pueblo tan orgulloso e insolente. Fue
una
Como señalaría John Robinson a William Bradford, lo más penoso de aquel episodio no era que los indios hubie300
EL PACTO DEL MAYFLOWER ——
sido exterminados de manera totalmente injustificada por los padres peregrinos, sino que no habían tenido la suerte de aceptar la fe de sus enemigos antes de que éstos acabaran con ellos: ran
¡Oh, qué feliz cosa habría sido si hubieras algunos antes de matar a cualquiera de ellos!
convertido
a
excepciones a este proceso general (en el que pronrealizó el primer ensayo de guerra química al entre-
Las to se
gara los indios mantas contaminadas con viruela para que murieran con más rapidez) fueron muy escasas y, a dife-
rencia de lo sucedido
en
Iberoamérica
con
Las Casas v
defensores de los indios, jamás contaron con respaldo oficial. Así, por ejemplo, el baptista Roger Williams tuvo que alejarse de los demás colonos para fundar un enotros
clave
en
guiera
a
el que ni se asesinara nadie por denunciar
los
indígenas ni se persiaquellas atrocidades. Pero
a
bien visto por el resto de los colonizadores. En cuanto a los cuáqueros de Pensilvania, los creadores del primer ente político dotado de tolerancia hacia todas las creencias, fueron los únicos colonos blancos que insistieron, pese a la concesión regia, en pagar a los indios las tierras que ocupaban y también resultaron los firmantes del único tratado con los pieles rojas que jamás fue violado. Sin embargo, cuando perdieron la mayoría en la asamblea de Pensilvania, el nuevo gobierno no tardó en enzarzarse en una guerra de expansión contra los indios. Para multitud de etnias aquellos primeros pasos de los conquistadores anglosajones en el continente fueron el final. Sin embargo, vistos desde una perspectiva histórica, se trataban sólo del principio. En los siglos siguientes, las tribus indígenas de América del Norte, con las que jamás se produjo un mestizaje, desaparecieron por docenas o fueron diezmadas y recluidas en reservas. No debería extrañar que, según su propia confesión, Hitler inspirara parte de la política nazi seguida contra los judíos en el ejemplo de la mantenida por los norteamericanos contra los indios. En ambos casos se perseguía el exterminio de nunca estuvo
301
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
fines de expansión territorial y económica, y en ambos casos se tenía la convicción de obedecer a un destino providencial y racialmente superior. En ese sentido, el Pacto del Mavflower cambió radicalmente la historia. Implicó, por un lado, la firme decisión de constituir el embrión de lo que serían unas instituciones representativas que acabarían confluyendo en el establecimiento de una democracia. Sin embargo, significó asimismo la convicción (rara vez sacudida por cualquier prueba moral contraria) de que los colonos anglosajones de América del Norte disfrutaban de una ayuda especial de la Providencia en la realización de sus propósitos y que eso legitimaba la opresión de otras etnias. Finalmente, implicó la legitimación de una forma de actuar que adjudicó al oponente, aunque fuera involuntario, el carácter de enemigo satanizado y candidato al exterminio. Precisamente por estas razones, la historia de América, y con ella la del mundo, se transformó radicalmente a partir del Pacto del Mayflower y también resulta incomprensible sin hacer una una raza con
referencia
a
él.
Bibliografía episodio del Mayflower ha sido objeto, lógicamente, de una piadosa mitologización que omite los aspectos más interesantes y reales del mismo. Un ejemplo de esa actitud, El
la obra de Catherine Millard, The Rewriting of America's History, Camp Hill, 1991. Un relato breve, pero muy sustancioso y documentado, del impacto de los Padres peregrinos sobre las poblaciones indígenas puede hallarse en D. E. Stannard, American Holoaunque
no
el único,
se
halla
en
de la historia oficial de Estados Unidos es contado de manera muy amena y, a la vez, muy fiel y sustentada en las fuentes históricas en la obra de H. Zinn, A People's History of the United States, Nueva
caust,
Oxford, 1992. El
York, 1980.
302
reverso
EL DISCURSO DEL
MÉTODO
Descartes
el conocimiento geográfico del mundo con el descubrimiento de América, si el alemán Lutero hizo lo mismo con el religioso y el italiano Maquiavelo realizó una labor similar a la concepción de la política, la revolución moderna en el área del pensamiento filosófico y del científico procedió de un francés llamado Descartes. Si los
españoles
trastornaron
René Descartes nació
Haye-en-Touraine. Miembro de la baja nobleza, cursó sus primeros estudios en la escuela jesuita de La Fleche en Anjou, donde permaen
1596
en
La
necería ocho años. Esta circunstancia tuvo
influencia notable sobre su labor futura, ya que además de los habituales estudios clásicos, los jesuitas le inculcaron un profundo interés por las matemáticas y la filosofía escolástica. La finalidad de esa orientación educativa no era otra que la de sacar el mayor partido posible de la razón humana con el fin de que comprendiera la doctrina cristiana. Inicialmente, sin embargo, pudo dar la impresión de que Descartes iba a transitar caminos más convencionales. Así, en 1612 comenzó sus estudios de Derecho en la Universidad de Poitiers, que concluyó en 1616. No llegó nunca a ejercer tareas de carácter jurídico, ya que tenía inquietudes menos sedentarias y había decidido estudiar en el gran libro del mundo. En 1618, entró al servicio de Mauricio de Nassau, príncipe de Orange, con la intención de seguir una carrera militar. Sin embargo, tampoco iban a ser las armas su ocupación fundamental. Por esa época, conoció en Breda a Isaac Beeckman, quien le causó una profunda impreuna
303
LOS TEXTOS
sión por mática.
CAMBIARON LA HISTORIA
QUE
sus
conocimientos de la denominada
física
mate-
siguiente, Descartes se encontraba prestando en el ejército del duque de Baviera. Fue entonces
Al año servicios
cuando, hallándose en una habitación situada cerca de Ulm, fue objeto de unos sueños que le indicaron cuál debía ser su trayectoria científica. A partir de ese momento y hasta 1625, Descartes se desvinculó de las tareas militares y se dedicó a aprender y a viajar sobre todo por Italia, pero también por Francia, Alemania y Suiza. En 1625, Descartes se hallaba afincado en París, donde
permaneció hasta 1629, dedicado al estudio Fue durante
ese
y la reflexión.
período cuando el cardenal de Bérulle le su-
interés que tendría la elaboración de una nueva filosofía que estuviera impregnada de catolicismo. En 1629,
girió el tras
dó
vender
sus
propiedades
en
Francia, Descartes
se
trasla-
Holanda. Allí residió en distintas ciudades (Amsterdam, Deventer, Utrecht y Leiden) y, sobre todo, escribió una obra que, a pesar de que se vería eclipsada por otras posteriores constituyó, en buena medida, el cañamazo de su filosofía. Nos referimos a las Reglas para la dirección del ingenio. a
En 1633, la condena de Galileo llevó mar
la decisión de
tro años curso
no
a
Descartes a to-
el tratado Del mundo. Cuaobra más importante: el Dis-
publicar
después, apareció
su
del método.
El Discurso del método
realidad fue la puesta por escrito de un descubrimiento del año 1619. El 10 de noviembre de ese año, en el cuartel de invierno de Neuburg, Descartes sintió una intuición del método. En aquel entonces llegó a la conclusión de que semejante descubrimiento tendría una importancia especial y que no había sido ajena a ello la intervención de la Providencia. De heLa obra más conocida de Descartes
cho,
en
agradecimiento por su experiencia, hizo voto (que cumplió más adelante) de acudir en acción de gracias al en
santuario de Nuestra Señora de Loreto. 304
EL DISCURSO DEL
El Discurso formaba parte de entre los que se incluían también
unos
MÉTODO
Ensayos filosóficos
ensayo sobre geometercero sobre meteoros. El Disun
sobre óptica y un curso es una obra de extraordinaria sencillez, accesible incluso para una persona que no tenga educación filosófica
tría,
otro
ello, resulta, siquiera en parte, explicable su éxito. Su finalidad, como indica su propio título, es la de conducir bien la propia razón y buscar la verdad en las
y,
precisamente
por
ciencias. En el inicio de
base del método
su
no es
Descartes señala que la otra que el sentido común y la razón:
exposición,
El buen sentido es la cosa mejor repartida del mundo, va que cada uno piensa estar tan bien provisto de él que incluso los que son difíciles de contentar en las demás cosas, no suelen desear más del que poseen (...) el poder de bien juzgar y de distinguir lo verdadero de lo falso, que es lo que propia-
denomina buen sentido o razón, es por naturaleza igual en todos los hombres y, de la misma manera, la diversidad de nuestras opiniones deriva no de que unos posean más razón que otros sino sólo de que conducimos nuestros pensamientos por caminos distintos (...) Ya que no basta con tener la mente bien dispuesta, sino que lo más importante es aplicarla bien (1). mente se
Su
pretensión
los demás cómo conducir bien sti corazón sino más bien mostrar la forma en que yo he intentado guiar el mío. Por ello comenta brevemente su itinerario intelectual, en el curso del cual se han ido sumando los conocimientos de lenguas, elocuencia, poesía, mateno es
enseñar
a
máticas, teología, filosofía y otras ciencias. Esos estudios los complementó con el estudio en el gran libro del mundo mediante los viajes y así fue como llegó a una curiosa conclusión:
(...) aprendí a
demasiada firmeza en nada de lo que se me hubiera convencido sólo mediante el ejemplo y la costumbre, y así me liberé paulatinamente de muchos errores
no creer con
(1). 305
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Sentadas estas bases en su introducción, Descartes aborda en la segunda parte las principales reglas del método. Eludiendo tanto el deseo de reformar todo con precipitación como el no seguir sino lo va existente, Descartes decidió pasar por alto las conocidas reglas de la lógica y adoptar unos principios elementales:
lugar de ese gran número de preceptos de que se compone la lógica, pensé que tendría suficiente con los cuatro siguientes, siempre que adoptase la firme y constante resolución de no dejar de observarlos ni una sola vez. (...)
en
aceptar nada como verdadero salvo si lo conocía evidentemente como tal (...) El segundo, dividir cada una de las dificultades que examinase en tantas partes como resultara posible y como extgiera su mejor resolución. El tercero, conducir mis pensamientos con orden, empezando por los objetos más sencillos y fáciles de conocer para subir paulatinamente, por grados, hasta el conocimiento de los más complejos, dando por supuesto incluso un orden enEra el
primero
no
los que de manera natural no van precedidos. Y el último, realizar en todo enumeraciones tan completas y revisiones tan generales que tuviera la seguridad de no tre
omitir mada
(II).
Siguiendo esas sencillas reglas, Descartes estaba seguro de que no podía haber ninguna cosa tan alejada que finalmente no pudiera ser alcanzada, ni tan escondida que no pitdiera descubrirse y que además los principios de todas las ciencias debían ser tomados de la filosofía. Naturalmente, Descartes era consciente de que la aplicación de ese método podía dejarlo suspendido en el vacío conclusiones fiables. Precisamente por ello, y para no caer en la indefinición moral, decidió en la Tercera parte, formar una moral provisional recogida en tres o cuatro máximas que le permitiera desenvolverse en paralelo con el desarrollo de su tarea. Estas máximas sehasta que
rían las
306
llegara
a
siguientes:
EL DISCURSO DEL
La
primera (...) obedecer las leyes y
MÉTODO
de mi país, manhizo la gracia de ser
usos
teniendo la religión en la que Dios me educado desde mi infancia, y gobernándome en cualquier otra cosa según las opiniones más moderadas y alejadas del
(...)
exceso
segunda máxima consistía en ser lo más firme y decidido que pudiera en mis acciones y no seguir las opiniones Mi
más dudosas
con
menos
constancia
—una
decidido
vez
a
ello— que si hubieran resultado muy seguras (...) Mi tercera máxima consistía en tratar de vencerme siem pre a mÍ mismo antes que a la suerte, en intentar cambiar mis deseos antes que el orden del mundo y, en general, en acostumbrarme a creer que no existe nada que se encuentre por completo en nuestro poder aparte de nuestros propios
pensamientos (...) Por
último,
conclusión de esta moral, tomé la decisión de revisar las distintas ocupaciones que desempeñan los hombres en esta vida, para intentar optar por la mejor, y, sin pretender decir nada de las de los otros, pensé que no podía hacer nada mejor que seguir en la que ya me encontraba, es decir, la de dedicar toda mi vida al cultivo de mi razón y avanzar todo lo que pudiera en el conocimiento de la verdad, siguiendo el método que me había ordenado (III). como
En la Cuarta parte, Descartes pasa a examinar las pruebas de la existencia de Dios y del alma humana o funda-
de la metafísica. Su punto de tionamiento de los sentidos: mentos
(...) fundándome
en
partida
era
que los sentidos muchas
engañan, di por supuesto voluntariamente que
el
cues-
veces nos no
había
nada que fuese como ellos nos llevan a imaginarlas (...) rechacé como falsas todas las razones que había aceptado como
demostración (IV).
Descartes tomó entonces
cuestionablemente cierto y era que de ahí necesariamente se mente que
base algo que era inel hecho de que pensaba y derivaba que tenía igual-
como
existir: 307
QUE CAMBIARON
LOS TEXTOS
LA HISTORIA
di cuenta de que (...) era totalmente necesario que yo, que lo pensaba, fuese algo, y percatándose de que esa verdad —pienso, luego existo— era tan sólida y segura que las suposiciones más extravagantes de los escépticos no podían cormoverla, pensé que podía aceptarla sin escrúpulo como el principio de la filosofía que andaba buscando (IV).
(...) inmediatamente después
Al darse
cuenta
me
de que la existencia
personal derivaba
del hecho de pensar
(¿cómo podría pensarse pero no existir?), Descartes capta perfectamente que su pensamiento puede dudar y, por lo tanto, no es perfecto. Ahora bien, si se da cuenta de que es imperfecto es porque tiene la idea de una perfección absoluta, la que caracterizaría a un Ser perque es Dios. Éste tiene que existir necesariamente, va que sería absurdo que alguien fuera perfecto sin disfrutar del atributo de la existencia:
fecto,
examinar la idea que tenía de un Ser perfecto, encontré que la existencia se comprendía en ella, de la misma manera que en la de un triángulo se comprende el
(...) volviendo
sus tres
que
a
ángulos sean iguales
a
dos rectos,
o en
la de
una
el que todas sus partes se encuentren a la misma distancia del centro, y todavía me resulta más evidente lo primero. Por lo tanto, que Dios, ese Ser tan perfecto, es o existe, lo encontré como mínimo tan cierto como pudiera serlo
esfera
cualquier demostración de la geometría (IV). Descartes admite que
realidad,
pero
atribuye
algunas
personas no captan esta tal circunstancia al hecho de que
elevan su espíritu más allá de las cosas sensibles y a que están acostumbrados de tal manera a no pensar en nada salvo si se lo imaginan. De hecho, la existencia de Dios es garantía de que podemos concebir cosas que sean reales: nunca
(...) las tinta es o
308
son
cosas
que concebimos de manera muy clara
todas verdaderas y
existe, porque
es un
Ser
eso
sólo
perfecto
es
y
dis-
seguro porque Dios
y porque
procede de El
EL DISCURSO DEL
MÉTODO
todo lo que hay en nosotros (...) una vez que el conocimiento de Dios y del alma nos ha garantizado la seguridad de
aquella regla, es muy fácil conocer que las fantasías que imaginamos cuando dormimos no deben hacernos dudar (...) nunca debemos dejarnos persuadir más que por la evidencia de
nuestra
razón.
La Quinta parte del Discurso se ocupa del Orden de cuestiones en física. Resulta curioso que aunque Descartes
acepta como más probable que Dios creara las cosas como ahora se conocen, de la misma manera parece dibujar un cuadro de evolucionismo teísta en virtud del cual a partir del caos y siguiendo unas leyes naturales establecidas por Dios pudo surgir lo que ahora conocemos:
(...)
le hubiese dado (Dios) al principio más forma que la del caos, con tal que hubiera establecido las leves de la Naturaleza y les hubiere concedido su concurso para que operaran de la manera que acostumbran, se puede creer, sin que eso explique menoscabo del milagro de la creación, que sólo con esto todo lo meramente material habría podido llegar a ser con el tiempo como ahora lo vemos (...) aunque
Dentro de
no
perspectiva, Descartes cree que el alma humana no pudo surgir de lo material, sino que Dios la creó de manera directa, infundiéndola en el cuerpo pero no sujeta a la muerte como éste. esa
misma
La Sexta parte del Discurso la dedica Descartes a examinar las Cosas imprescindibles para continuar en la in-
vestigación de la Naturaleza. El filósofo considera que semejante tarea se caracteriza por tener una importancia muy superior a la de la filosofía especulativa en la medida que queda mucho por ción muy práctica: en
(...) todo lo
que
se
conocer
sabe de
esta
y cuenta
ciencia
con una
no es
aplica-
casi nada
en
lo que queda aún por saber. De la misma manera, se podría acabar con innumerables enfermedades, tanto del cuerpo como del espíritu, e incluso puede ser que
comparación
con
309
LOS TEXTOS
la
con
ciente
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
decrepitud de la vejez, sus catisas
si
llegaran
a conocerse
y todos los remedios que
nos
lo sufi-
ha proporcio-
nado la Naturaleza (VI).
investigación científica debe, por lo tanto, centrarse en hallar los principios o primeras causas, en examinar los primeros y más ordinarios efectos que se pueden deducir La
utilizar supuestos que se deducen de las primeras verdades probadas. A esta investigación, anuncia Descartes en las últimas líneas del Discurso que de estas
causas
dedicará
y
en
esfuerzos futuros.
sus
Después del
Discurso
La tarea que Descartes presentaba como su vocación futura se vio cumplida en los años siguientes. Por un lado,
filósofo escribiendo Meditaciones metafísicas (1641; revisado 1642) y Los principios de la filosofía (1644). Pero, tal y como había anunciado, desarrolló una actividad científica de importancia. En el terreno de la óptica, Descartes descubrió la ley fundamental de la reflexión y la enunció de manera sencilla señalando que el ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión. Además, al considerar la luz como un tipo de fuerza en un medio sólido, abrió el camino para lo que luego sería la teoría ondulatoria de la luz. En el campo de las matemáticas, procedió a la sistematización de la geocontinuó
su
labor
como
hecho, fue el primer matemático que clasificar las curvas conforme al tipo de ecuaciones
metría analítica. De intentó
a
la elaboraque las producen, contribuyendo asimismo ción de la teoría de las ecuaciones. Al filósofo y científico
francés se debe asimismo la utilización de las últimas letras del alfabeto para designar las cantidades desconocidas y de las primeras letras para las conocidas, el método de los exponentes para indicar las potencias de los números y la denominada ley cartesiana de los signos, para descifrar el número de radicales negativos o positivos de una ecuación 310
algebraica.
EL DISCURSO DEL
MÉTODO
todo, posiblemente la importancia mayor de Desse dio en el terreno de la filosofía. Aunque era un fer-
Con cartes
católico y dio una importancia fundamental a la creencia en la existencia de Dios, su filosofía, denominada cartesianismo o racionalismo, proporcionó el punto de partida para aportaciones filosóficas de enorme importancia, especialmente en el siglo XvIt1. En buena medida, puede decirse que el empirismo de David Hume, la crítica de la razón pura de Kant o la tradición de librepensadores conectada con la Enciclopedia son fenómenos difícilmente explicables sin hacer referencia a los antecedentes cartevoroso
sianos.
Descartes había introducido la tesis de que casi todo podía ser analizado por la razón de una manera sencilla yv
semejante actitud estaba al alcance de cualquier humano. A la idea de revelación, esencial hasta el
que
ser
si-
glo xvIII, iba a suceder ahora (aunque no era algo nuevo) el postulado de que la razón humana era capaz de discernir lo verdadero de lo falso e incluso emanciparse de la religión. Tal postura habría sido ferozmente criticada por un
Calvino,
que habría aducido que la razón
era un
instru-
afectado por la caída y, por lo tanto, incapaz de llegar a conclusiones fiables, especialmente en ciertos terrenos. También habría merecido la censura de un Tomás de Aquino, convencido de que la razón no podía chocar en sus construcciones con la revelación. A partir de Descartes, y seguramente a pesar suyo, se iba a dar, sin embargo, un paso más. La razón se convertiría así en un ente casi todomento
poderoso,
capaz de
cuestión por ardua
juzgar y
y
someter
a su
criterio
cualquier
difícil que fuese. En el siglo siguiente, durante la Revolución francesa sería incluso reconocida como diosa y adorada en calidad de tal. Sin embargo, es dudoso que aquel punto de vista tan extremo hubiera merecido desde el principio gozar de semejante predicamento. La labor de Descartes no estuvo exenta de errores y, de hecho, en no pocas ocasiones se caracterizó por dar explicaciones complejas, y erróneas, de algunos fenómenos físicos que sólo gozaron de predicamento porque sustituían los conceptos espirituales de la 31
LOS TEXTOS
QUE
mayoría de los
CAMBIARON LA HISTORIA
clásicos por interpretaciones mecánicas de los fenómenos físicos. En los siglos siguientes, ese mismo fenómeno sc repetiautores
gente más diversa, llegaría a conclusiones diametralmente opuestas. Sin embargo, nadie se atrevería a bajarla del altar al que Descartes la había ría. La razón, utilizada por la
elevado. Sólo la ciencia y algunas concepciones políticas presentadas con el calificativo de científicas, ya en los siglos XIX y Xx se atreverían a discutirle su papel de divinidad que debía ser adorada por el género humano.
Bibliografía de especial interés las obras de F. Alquié, Descartes. L'homme et l'oeuvre, París, 1956, de J. Chevalier, Descartes, París, 1921 y de M. Leroy, Descar-
Acerca de Descartes
tes, le
philosophe
au
son
masque, París, 1921. De
manera
más
sobre su pensamiento son notables F. Alquié, La découverte métaphysique de Uhomme chez Descartes, París, 1950; E. Gilson, Études sur le róle de la pensée médiévale dans la formation du systeme cartésien, París, 1951; H. Gouhier, Les premiéres pensées de Descartes, París, 1958; ídem, La pensée religieuse de Descartes, París, 1924, concreta
Gueroult, Descartes selon Vordre des raisons, París, 1953; O. Hamelin, Le systeme de Descartes, París, 1921; J. Laporte, Le rationalisme de Descartes, París, 1950; G. Rodis-Lewis, L'oeuvre de Descartes, París, 1971. M.
312
LA ENCICLOPEDIA
Una empresa
prometedora
librero parisiense llamado A. F. Le Breton se puso en contacto con el abate Gua de Malves. La razón que impulsaba a Le Breton a dar ese paso era el deseo de traducir al francés, con las convenientes adaptacioEn
de 1746,
enero
un
publicado en Inglaterra. Ésta no era otra que la Cyclopaedia o Diccionario universal de las artes y de las letras, una publicación en dos volúmenes debida al publicista Ephraim Chambers. Malnes, una
ves
obra que
en
1728
se
había
aceptó inicialmente el proyecto
constituía
un
intento de poner
a
en
la medida
disposición
en
que
del lector todo
el saber de la época y de una manera que superara al ejemplo inglés inicial. Sin embargo, no permaneció mucho el proyecto y Le Breton, que tenía un vivo interés porque éste llegara a buen puerto, se lo acabó encomendando a Denis Diderot, Jean-Baptiste Le-Rond d'A-
tiempo
en
lembert y Louis de Jacourt. El resultado de ese cambio de directores tuvo una importancia fundamental para el desarrollo final del proyecto. De hecho, lo que inicialmente iba a limitarse a ser una traducción y actualización de la obra de Chambers se convirtió en algo totalmente distinto e impregnado de una enorme originalidad. De dos volúmenes pasó a contar con veintiocho (diecisiete de texto y once de grabados) y de una visión hasta cierto punto científica y aséptica pasó a recoger otra imbuida de las aspiraciones ilustradas de un cierto sector de la burguesía francesa. El resultado fue la Encyclopédie, ou dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers, par une societé de gens de lettres (Enciclopedia o 313
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —
tratado sistemático de las artes, las ciencias y los oficios) más conocida como la Enciclopedia. Para D'Alembert y Diderot, el primer problema con el que se encontraban era el de dar con un método que les permitiera articular los distintos, y vastos, conocimientos en un esquema coherente. D'Alembert distinguió al respecto entre las formas de conocer que derivan de las sensaciones y son empíricas, y las que derivan de la reflexión. De la sensación desprende el ser humano la conciencia del existir y además el conocimiento de los objetos externos. Dado que las sensaciones nos comunican la necesidad de preservarnos del dolor y de procurarnos los medios idóneos para sobrevivir, de ellas arrancan las denominadas artes necesarias, como son la medicina y la agricultura, que tienden a preservar nuestra salud, aliviar nuestro malestar y saciar nuestra
Sin
hambre.
embargo,
la sensación
el único
no es
impulso
ha recibido el conocimiento humano. La razón la base de
algunas
se
que
halla
en
especial relevancia, como es mecánica o la geometría. De la com-
ciencias de
de la física, la binación de estados en el estudio de los cuerpos surgen además las ciencias fisicomatemáticas y la física experiel
caso
mental. ciencias ha venido acompañada del surgimiento de otras ligadas al desenvolvimiento de la historia humana. Eso es lo que ha sucedido con la lógica, la gramática, la historia, la geografía Por otro
lado, la aparición de todas
estas
de la razón ha propiciado la combinación de conocimientos y ha dado lugar al nacimiento de la filosofía, de las artes liberales y de las mecáo
la
política. Finalmente,
nicas. La con
amalgama de
la sistematicidad de
el
uso
conocimientos, combinada diccionario, es precisamente lo
estos un
que proporcionaría su ser específico En las páginas de la Enciclopedia tores más
importantes de Francia
la Enciclopedia. se dieron cita los
a
au-
aquella época. Dideoficios; Montesquieu,
en
escribió artículos sobre artes y sobre el gusto; Buffon, sobre ciencias naturales; Rousseau, sobre música; Voltaire, sobre literatura y espíritu; Helvetius, sobre religión. La edición de la obra resultó un tanto rot
314
LA ENCICLOPEDIA
accidentada, sobre todo
ideológica que se expresaba en sus páginas. D'Alembert, por ejemplo, dimitió en 1759 de la tarea de codirector de la Enciclopedia porque no podía seguir soportando las presiones de la censura sobre ella. Sin embargo, tampoco hay que exagerar su carácter
les,
revolucionario,
por la carga
porque lo cierto
que careció de él. Podía resultar molesta para algunos segmentos sociaes
el clero católico, pero no cuestionaba a la monarquía, a la que trataba con profundo respeto, y además se expresaba en términos relativamente moderados en los que el enfrentamiento venía sustituido por una ironía suacomo
aunque no siempre de buen gusto. Por otro lado, la visión de la Enciclopedia distaba mucho de ser atea o mateve
rialista y más bien habría que encuadrarla como teísta e idealista. Estas circunstancias explican que finalmente pudiera publicarse en su totalidad y que incluso contara con la protección expresa de madame una de las
Pompadour,
amantes
regias.
La influencia de la
Enciclopedia
El valor intrínseco de la Enciclopedia no fue pequeño en la medida en que pretendía recoger todo el saber de la época. No obstante, su influencia derivó no tanto de su carácter de recopilación científica (entendida la ciencia en
palabra
sentido muy
amplio) como de otra serie de razones. Objetivamente considerada, en la obra se advierte un uso muy extenso del plagio así como la utilización de formas de análisis y de expresión que difícilmente podrían ser consideradas científicas, ni siquiera con los criterios de aquella un
época. Sin
embargo,
proporcionaba
deficiencias, la Enciclopedia visión del ser humano, de la historia y
pese
una
a
sus
de la sociedad que estaba llamada a hacer fortuna. Las raZones, vistas hoy en día con cierta perspectiva, resultan fáciles de entender. Para empezar, la visión que rezumaba la obra en relación con la historia era claramente optimista. A diferencia de otras corrientes de pensamiento, como el 315
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA —
apocalipticismo,
que anunciaba serias catástrofes al
Final
de los tiempos, o el protestantismo, que expresaba su con. vicción de que la naturaleza humana estaba caída, los en. ciclopedistas afirmaban que la historia se desplazaba si. guiendo una línea de progreso y que su protagonista, el
género humano, contaba con posibilidades casi ilimitadas, Partiendo de esas bases, los enciclopedistas pensaban que era posible avanzar siguiendo el sendero de la ilustra. ción y que ese avance tenía las características de un cami-
semiinfinito que concluiría en un estado indefinido y utópico de dicha universal bajo los auspicios de la razón. no
Seguramente Tomás de Aquino
o
Descartes habrían
pali-
decido escuchando esas tesis, pero lo cierto es que su insistencia en que la razón podía actuar sin necesidad de una iluminación expresa o en que podía alcanzar metas extraordinarias abiertas a todos había contribuido decisivamente a que los filósofos de la Enciclopedia llegaran hasta ellas. Naturalmente, los enciclopedistas eran conscientes de que
una
visión así de la historia sólo
podía
sustentarse
en
similar relativa al género humano y, efectivamente, como señalamos antes, así lo expresaron. Lejos de afirmar que se trataba de una especie manchada por la maldad y la imperfección, defendieron el hecho de que sólo ciertas formas culturales y sociales habían privado al hombre de su pureza primitiva. En ese sentido, el mito del buen salvaje una
pensamiento enciclopedista, ya que venía a fundamentar (al menos en teoría) la tesis de que originariamente todos los seres humanos habían era una
consecuencia
lógica
del
sido bondadosos, de que sólo la sociedad había alterado esa buena disposición inicial y de que no existía ningún mal que no pudiera ser corregido mediante un proceso
educativo. Pese
a su
visión
optimista del hombre y de la historia,
la Enciclopedia no pudo evitar el caer en contradicciones de no escaso calado. Así, por ejemplo, puede señalarse que su actitud opuesta al comercio de esclavos aparece formulada al lado de declaraciones de un racismo realmente vergonzoso, que incluso desmienten en la práctica la condena 316
LA ENCICLOPEDIA
de la esclavitud. Por ejemplo, en la voz Negros, considerados esclavos en las colonias de América, el texto dice: Estos hombres negros, nacidos
dos
y acostumbraencuentran en América dul-
alimentación burda, que les hacen la vida animal mucho mejor que
a una
curas
vigorosos
en sui
país. Desde luego, resulta más que dudoso que la esclavitud en las colonias americanas pudiera ser calificada de «dulzuras» y que la vida de los negros pudiera ser por definición calificada de animal, hasta el punto de que el hecho de ser esclavos la mejorara. Sin embargo, eso y no otra cosa afirma el citado artículo de la Enciclopedia. No es mejor la descripción que a continuación se hace de esta
población
negra, groseramente
gada de prejuicios: Estos negros
generalizada y pla-
idólatras, su lengua es difícil de prominciar, saliendo la mayoría de los sonidos de la garganta con esfuerzo (...) Estos negros, se les llame como se les llame, son
hablan todos la misma Con
todo, el
lengua
sobre poco más
o menos.
del artículo indica que algunos negros logran superar sus defectos propios y se convierten en buenas personas cuya característica fundamental es nada menos que la sumisión a su dueño: Los
autor
manera
defectos de los tan
negros
universal que
extendidos de muy buenos su-
no se encuentran
no se
encuentren
jetos. Varios habitantes poseen familias enteras compuestas de gente muy honrada y muy unida a su amo.
Partiendo de
que
encontrar
base,
resulta extraño que se afirme negros buenos es un fruto más de la casuaesa
no
lidad que de la probabilidad:
Si por azar se encuentra gente honrada entre los negros de Guinea, mayoritariamente son durante todo el tiempo vicio317
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
mayor parte están inclinados al venganza, al robo y a la mentira.
sos.
En
su
Las consecuencias de
libertinaje,
semejante discurso
no
a
la
podían re-
sultar más obvias. Ciertamente la esclavitud era censurable pero los salvajes actuales habían caído tan por debajo
del nivel imaginario en que se encontraba el buen salvaje primitivo que no cabía sino emprender su educación. Era obvio que unas razas eran superiores y otras, claramente inferiores. Esa circunstancia obligaba a las primeras a dominar a las segundas por el bien de éstas. Que el resultado no podía sino ser positivo lo demostraba el que, según los hasta reducidos a la esclavitud, los negros mejor bajo el dominio de un amo blanco en
enciclopedistas, se
encontraran
América que
en
África.
Aún faltaban muchos
Rudyard Kipling formulara
años para que
la colonización educaba a los
libertad
en
no era
seres
de
su
tesis de que
sino la carga del hombre blanco que otras razas.
embargo, expresado.
Sin
el pensa-
miento va había quedado claramente Si la Enciclopedia presentaba un punto de vista elitista
desde la perspectiva racial y cultural, no lo presentó menos desde la social y política. Sus autores podían afirmar la bondad innata del género humano y la posibilidad (casi obligación) de devolverle a esa prístina situación. Sin em-
bargo, aprecio
en
términos
por las
generales,
no
sentían
concepciones democráticas.
precisamente Para
la línea del progreso lo que había que hacer elites ilustradas. Esta concepción casaba bien en
potismo ilustrado ca, por
ejemplo,
reinante
en
que Voltaire
avanzar
era con
formar el des-
algunos países (lo que explifuera bien acogido por mo-
el militarista Federico II de Prusia), pero además por su énfasis en el progreso y la Ilustración resultaba muy sugerente para la cada vez más pujante burguesía. A ésta se le indicaba la posibilidad de progresar de manera indefinida sin que eso implicara que se rompieran las narcas
como
compuertas que Por otro contenía
en
causar unos
318
sujetaban
lado, pese
a
a su
las
masas.
moderación, la Enciclopedia
sí misma las características suficientes para efectos corrosivos sobre el edificio del Antiguo
LA ENCICLOPEDIA
Régimen.
No cuestionaba la
monarquía, y tampoco cuestionaba las formas de gobierno vigentes como tampoco siquiera la creencia en Dios o en la inmortalidad del alma. Sin
dor
embargo, debilitaba enormemente el papel legitimade la Iglesia católica y esa circunstancia iba a tener
consecuencias trascendentales. Quizá no eran del todo conscientes de ello, pero al privar de legitimación divina a
la monarquía y no plantear un sustituto, los autores de la Enciclopedia la hacían pender totalmente del aire. Por eso, el que los protagonistas de la Revolución francesa se hubieran nutrido de los principios expresados por los enci-
clopedistas no constituye algo extraño sino una circunstancia lógica. Debilitando las bases del Antiguo Régimen e inspirando esperanzas a la burguesía francesa de que podría hacerse con el poder; condenando los abusos contra los derechos humanos pero, a la vez, defendiendo la idea de la superioridad de unas razas sobre otras; propugnando la bondad natural del hombre pero abogando por la acción
colonizadora y civilizadora de los blancos ilustrados sobre otras razas, la Enciclopedia modeló la mentalidad de sus
contemporáneos y, ciertamente, cambió la historia. Sin embargo, sería injusto afirmar que la influencia de la En-
ciclopedia quedó limitada al siglo
xvii
y al
siglo
xix.
En
realidad, de manera pocas veces percibida y frecuentemente indirecta, su influjo sigue pesando claramente sobre el hombre y la mujer ya cercanos al siglo xx1. Afirmaciones la de que resulta posible progresar de manera indefinida, que el progreso es siempre un beneficio pese a sus costes, no pocas veces enormes, que el ser humano no es sino un producto del entorno, que los males en realidad derivan de la sociedad y no de la responsabilidad personal, que Occidente es el paradigma del avance y que, por lo tanto, su modelo sociopolítico puede y debe ser exportado a
como
otros
pueblos
En honor
a
hijas
de la Enciclopedia. la verdad debe decirse también que
no son
sino
no
por
eficaces políticamente estos presupuestos se ven libres de una notable carga de ingenuidad y mucho menos de resultados abiertamente dañinos. A más de dos siglos de la En319
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
ciclopedia, tenómenos
las dos guerras mundiales, el el uso de complejos armamen.
como
nazismo y el comunismo o tos, incluido el nuclear, convierten
en
poco verosímil la
afirmación de que el ser humano es bondadoso por naturaleza y de que sólo necesita ser educado para abandonar su lamentable estado actual. Por otro lado, los terribles efectos colaterales de un crecimiento económico continuado amenazan a no tan largo plazo no sólo con no cumplir sus promesas de un utópico mundo mejor, sino con artuinar el entorno medioambiental de una forma tal que el planeta se convierta en un lugar aún peor para vivir. Los frudel optimismo ilustrado resultarían así más amargos de lo que hasta ahora han sido. Guste o no, esos resultados son también hijos directos del espíritu de la Enciclopedia, un texto que, ciertamente, ha cambiado la Historia. tos
Bibliografía Enciclopedia resulta de interés F. Venturi, Los orígenes de la Enciclopedia, Barcelona, 1979. Sobre el contexto histórico de la obra se pueden consultar J. M. Goulemont Launay, El siglo de las luces, Madrid, 1969; D. Ogg, La Europa del Antig1:o Régimen, México, 1983 (muy proAcerca de la
británico)
y A.
Pleba, La Ilustración, Madrid, 1971. Acerca
del aporte filosófico de la Ilustración resultan de interés: T. W. Adorno y M. Horkheimer, Dialéctica del Iluminismo, Buenos Aires, 1970; E. Cassirer, Filosofía de la Ilustración, México, 1943 y P. Hazard, El pensamiento europeo en el si-
glo XVIII, Madrid,
320
1969.
LA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS
De la victoria
la Guerra de los Siete Años al Congreso continental en
la Guerra de los Siete Años, un conflicto en el que Gran Bretaña y Francia habían combatido entre sí en tres continentes y que había concluido con la victoria de la primera potencia. Entre las
En 1763,
concluyó formalmente
condiciones de la paz, Francia se vio obligada a entregar a Gran Bretaña los territorios norteamericanos situados al norte del Mississipi. Por una de esas paradojas con que no ilustra la historia, Gran Bretaña no podría conservar buena parte de los mismos durante mucho tiempo y el factor decisivo en su pérdida final sería precisamente la derrotada Francia.
pocas
veces nos
Hacia 1763, la población de las colonias inglesas que se convertirían luego en Estados Unidos de América rondaba
los dos millones de personas. De éstos, habitaban en Virginia del orden de medio millón y algo más de trescientos mil en Massachusetts. Pensilvania, Maryland y Carolina del Norte no poseían menos de un cuarto de millón de habitantes y Connecticut y Nueva York andaban cerca de los doscientos mil. El resto de las colonias albergaban poblaciones que iban desde los 170 000 habitantes de Carolina del Sur a los sólo 33 000 de Georgia. En términos generales, las colonias se encontraban agrupadas en redes regionales centradas en Nueva Inglaterra (New Hampshire, Massachusetts, Connecticut y Rhode Island), el centro (Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania y Delaware) y el sur (Maryland, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y
Georgia). 321
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Mientras que
en
Nueva
Inglaterra prevalecían
las
ex-
plotaciones agrícolas minante
un
medias y pequeñas, en el sur era dosistema de plantaciones en régimen de mono-
cultivo que utilizaba a la mayoría de los esclavos negros localizados en las colonias y en el centro. Las actividades principales eran de tipo comercial. Aunque con diversos matices, en las tres regiones existían diferencias sociales, pero
no eran
sultaban En
tan
acusadas como en Europa ni tampoco susceptibles de crear malestar. tan
realidad, Gran Bretaña comenzó
a
tener
re-
problemas
colonias norteamericanas desde el momento de la firma de la paz con Francia. La guerra en Europa, Asia y
con sus
América había resultado muy
onerosa
y la
metrópoli
esta-
enjugar los gastos y, de paso, a reflotar su economía aprovechando los recursos de ultramar. Con esa finalidad, se articularon algunos instrumentos, como la ley del timbre y los impuestos sobre el azúcar de 1764-1765. ba decidida
a
La respuesta que los habitantes de las colonias de América del Norte ofrecieron a estas normas fue claramente negativa.
Por
un
lado, la tradición inglesa había acostumbrado
las clases medias
a
pagar contribuciones pero
este
no
a
tipo
de impuestos. Por otro, como en otros fenómenos históricos, el temor desempeñó un papel de enorme importancia. Los súbditos de las colonias no eran despojados de sus pro-
piedades
pero temieron que, antes
o
después,
así
pudiera
suceder.
principio jurídico definido como No taxation without representation («ningún impuesto sin representación»), los colonos se opusieron a la Ley del Timbre (Stamp Act) de 1765, que pretendía gravar el consumo Basándose
en un
como
resultado
que el
al año
siguiente
pero
contaran
sin
su
consentimiento. La protesta tuvo
parlamento inglés anulara la ley el problema de que las colonias no
con re-
presentación en la mencionada institución quedó sin solucionar. Semejante circunstancia y sus consecuencias di-
quedaron de nuevo de manifiesto cuando en 1767, el parlamento, bajo la dirección del ministro de finanzas Townshend, planteó el intento de gravar los artículos que eran objeto de consumo diario en las colonias. rectas
322
LA
DECLARACIÓN
DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS
la respuesta de los colonos fue más allá de la mera protesta e incluyó el acuerdo de no importar productos ingleses. En 1770, el parlamento se vio obligado a suprimir los impuestos aunque mantuvo el relativo al consumo del té, deseando afirmar con ello que era la metrópoli la que tomaba las decisiones que debían acatarse. Los colonos no estaban dispuestos a ceder ni siquiera en ese asEsta
pecto y
vez
choque callejero en Boston unidad militar inglesa. El resultado del
en marzo se
produjo
un
ellos y una enfrentamiento fue la muerte de cinco colonos, a los que pronto se consideró mártires. En 1772, fue el tribuno del pueblo de Boston, Samuel Adams, el que procedió a organizar en las colonias los denominados comités de correspondencia. Estos colectivos permanecerían estrechamente relacionados en el futuro y, sobre todo, volcarían casi todos sus esfuerzos en ir creando un estado de opinión abiertamente contrario a la política británica en las colonias. En diciembre de 1773, un grupo de bostonianos que se habían disfrazado de pieles rojas subieron a tres barcos que se hallaban fondeados en el puerto de la mencionada ciudad y arrojaron al agua 342 cajas que contenían té. Acababan de lanzar al rostro del gobierno británico un guante que éste tenía que recoger. En 1774, el parlamento inglés promulgó una serie de normas que los colonos denominaron Intolerable Acts y que pretendían dejar establecido de una vez por todas quién mandaba y quién debía obedecer en aquel contencioso. Así, se clausuró el puerto de Boston hasta que se saldaran los daños producidos por el incidente del té, se dispuso que los funcionarios regios acusados en las colonias fueran juzgados en Inglaterra, se controlaron las actividades de las asambleas municipales y se autorizó al ejército para realizar determinados allanamientos. Las medidas ya eran de por sí suficientemente graves, pero cuando además el Gobierno concedió ciertos privilegios a la Iglesia católica en el Canadá, también bajo dominio británico, la sensación de alarma se agudizó. Buena parte de los colonos había emigrado a América del Norte para asegurarse de que disfrutarían de libertad de conciencia. La prientre
323
LOS TEXTOS
mera
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
política donde ésta se consagró de manera la Pennsylvania fundada por los cuáqueros
institución
absoluta fue en en el siglo xvi. Si ahora la Corona, cada vez menos fiable, se aliaba, aunque fuera de forma circunstancial, con la lglesia católica, ya no sólo se vería amenazada la economía de los colonos sino incluso sus derechos más elementales. Los colonos reaccionaron con más virulencia que nunca. No sólo acordaron nuevos boicoteos de importación y consumo en
cluso
contra
comenzaron a
de los
sino que invistas a un más
productos ingleses,
entrenar
milicias
con
posible choque armado. Además comprendieron que aquella situación debía recibir alguna base jurídica e ideológica mínima si, como todo parecía augurar, iba a producirse un enfrentamiento con la metrópoli. En septiembre y octubre de 1774, a instancias de algunos colonos de Virginia, se produjo la celebración del primer Congreso contique
nental
en
Filadelfia.
Del primer Congreso continental al estallido de la guerra
excepción de Georgia, la colonia menos poblada, y de las tierras del Canadá, todas las colonias se encontraron representadas en el Congreso continental. Éste insistió en Con
la necesidad de mantener el boicoteo contra las mercancías británicas y en la protección que la Constitución inglesa debía proporcionar a sus súbditos a la hora de que sus gobernantes pretendieran imponerles impuestos arbiel trarios. En legal esgrimido por los
argumento puridad, resultaba impecable y la
situación podría quizá no ser por la miopía del monarca y ingleses. Para ambos, las normas aprobaeran totalmente válidas y no resultaba de
colonos haberse solventado de
del parlamento das en Inglaterra recibo su invalidación porque los colonos no contaran con representación parlamentaria en la metrópoli. De hecho, no pasó mucho tiempo antes de que acusaran a los colonos de sedición y de republicanismo, características ambas que, en esos momentos, no los definían ni remotamente. 324
LA
DECLARACIÓN
DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS
Para colmo de torpezas,
abril de 1775, las tropas inglesas intentaron controlar el territorio que circundaba la ciudad de Boston. En los días anteriores, las fuerzas de Su Majestad habían cometido diversos abusos y ahora chocaron con una firme voluntad de resistencia por parte de los colonos. En sendos encuentros en Lexington y Concord con las milicias entrenadas y formadas por éstos, los británicos
vieron
obligados
en
retirarse. Sin duda, no se trataba de acciones relevantes desde el punto de vista militar, pero los comités de correspondencia creados por el bostoniano Adams supieron sacar un extraordinario se
a
partido
propagandístico de ellas. Cuando al mes siguiente se celebró en Filadelfia el segundo Congreso continental con delegados de todas las colonias, flotaba en el ambiente un clima
de triunfo. El segundo
Congreso continental se permitió anunciar la creación de un ejército colonial propio y nombrar a George Washington su comandante en jefe. Sin embargo, la baza independentista distaba aún de contar con apoyos importantes. En realidad, los colonos se encontraban situados más en la línea de los parlamentarios puritanos que había enfrentado con Carlos I y más todavía en la de los protagonistas de la Gloriosa Revolución de 1688. Deseaban verse representados y enfrentarse con la arbitraen
1640
riedad,
se
lealtad hacia la Corona, por el momento, estaba fuera de duda. Si dieron ese paso se debió en buena medida a la acción del monarca inglés. En agosto de 1775, Jorge IIT declaró que las colonias se habían rebelado contra el rey y manifestó su intención firme y decidida de acabar con la revuelta. En
pero
su
de 1776, cuando Thomas Paine publicó su obra Common Sense (Sentido común), en la que defendía la independencia y la forma de gobierno republicana, los que compartían su punto de vista eran una clara minoría. Sin embargo, al llegar la primavera las cosas cambiaron. El 2 de julio de 1776, el Congreso continental declaró por unanimidad que las colonias unidas eran Estados libres e inenero
dependientes. Dos días después, promulgaban ción de Independencia.
la Declara-
325
LOS TEXTOS
CAMBIARON LA HISTORIA
QUE
La Declaración de
El
texto
Independencia
de la Declaración de
mentalmente
Independencia
se
debió funda-
la pluma de Thomas Jefferson. No se vio, sin embarco, libre de modificaciones. Por un lado, algunos de los asistentes al Congreso consideraron que los colonos aún
podían
ello
se
a
simpatizantes en Inglaterra y por suprimieron párrafos que eran especialmente ducontar con
el que Jefferson ironizaba con el hecho de que su cristiano rey hubiera iniciado una guerra pirática, vergiienza de las naciones paganas. Además, cediendo a las ros, como
uno en
presiones de Carolina del Sur
y de
Georgia,
se
omitió la
la que se condenaba la esclavitud de los negros. Como señalaría el propio Jefferson en su Autobiografía no sólo estos Estados sureños se alegraron de la supresión ya
cláusula
en
que los del norte, pese
a
la
escasa
presencia de esclavos,
se
lucraban mucho con el comercio negrero. Finalmente, la Declaración fue aprobada y firmada por todos los miembros de la Cámara salvo un tal Dickinson. Al principio, el texto insiste en que lo que desea poner de manifiesto ante la opinión humana son las razones que llevan a las colonias a romper los vínculos con la metrópoli:
del devenir humano, un pueblo se ve obligado a romper los vínculos políticos que lo han vinculado con otro, asumiendo entre las potencias de la tierra el luel Dios de gar distinto e igual que las leyes de la Naturaleza y la Naturaleza le conceden en derecho, un respeto honrado la opinión de la humanidad le exige que declare las cau-
Cuando,
en
el
curso
por sas
que le
impulsan
la
separación.
no y fundamental para dar ese paso de las arbitrariedades cometidas por Inglaterra,
La razón arranca
a
primera
a
ellas, sino aunque con posterioridad se hará referencia de la existencia de una serie de verdades evidentes por sí las que debe sujetarse toda acción y de las que debe derivar toda acción política:
mismas
326
a
LA
DECLARACIÓN
Tenemos las mas:
DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS
siguientes verdades
que todos los hombres
son
por evidentes
creados
iguales,
en
que
sí mis-
su crea-
otorgado derechos inalienables, que entre éstos se encuentran la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, dor les ha
derechos los hombres instituyen gobiernos cuyos poderes legítimos emanan del consentimiento de los gobernados; que cuando cualquier forma de gobierno pone en peligro esos fines, el pueblo tiene el derecho a modificarla o abolirla y a instituir un nuevo gobierno, fundándolo en los principios y organizando los poderes de la manera que, a su juicio, le ofrezca más posibilidades de alque para
garantizar
canzar su
estos
seguridad y felicidad.
El párrafo segundo de la Declaración contiene una serie de afirmaciones que remite a los escritos de algunos pensadores protestantes de los siglos XVI-XVIII pero que por primera vez se traducen en un texto jurídico. El principio fundamental y legitimador del Gobierno no es ni la legiti-
eclesial, alegada
por los teóricos del absolutismo, ni la sucesión dinástica. Por el contrario, son una serie de
mación
derechos que procede de la misma acción de Dios y que incluye la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, dere-
chos que deben ser garantizados por los Gobiernos. Cuando éstos no cumplen con esa misión sagrada, al pueblo le asiste el derecho no sólo de reformar ese ordenamiento sino también de abolirlo y sustituirlo por uno que se amolde mejor a esa realidad. Finalmente, la soberanía no encuentra su sede en un rey sino en el pueblo y éste es el que decide si el Gobierno garantiza o no sus derechos naturales e inalienables. Esa circunstancia es la que explica que las colonias hayan decidido emanciparse de Inglaterra: La historia del actual ria de
agravios
establecer
y
Rey de Gran Bretaña es una histousurpaciones, directamente dirigidos a
tiranía absoluta sobre estos Estados. Para demostrarlo, que se sometan los hechos a un mundo imparcial. Ha
una
negado
su
sanción
a
las
leyes
más
beneficiosas y
ne-
cesarias para el bien común. 327
LOS TEXTOS
Ha
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
prohibido
a
sus
importancia urgente
e
gobernantes
aprueben leyes
que
de
inmediata (...)
Ha convocado cuerpos
legislativos
lugares
poco cola túnica intención
en
rrientes, incómodos y distantes (...) con de cansarlos hasta obligarles a aceptar sus medidas. Ha disuelto repetidamente cámaras legislativas por oponerse éstas con varonil firmeza a su quebrantamiento de los derechos del pueblo. Tras disolverlas, se ha negado durante mucho tiempo a permitir la elección de nuevas cámaras (...) Ha hecho depender de su sola voluntad la permanencia de los jueces (...) Ha creado multitud de nuevos cargos (...) Ha mantenido en medio de nosotros, en tiempo de paz y sin el consentimiento de nuestros legislativos, ejércitos permanentes.
pretendido convertir al poder militar en independiente y superior del poder civil. (...) Ha saqueado nuestros mares, arrasado nuestras cosHa
de tas, incendiado nuestras ciudades y arruinado las vidas nuestras
gentes.
En este momento está
transportando grandes ejércitos de
extranjeros para concluir la labor de muerte, destrucción y tiranía (...) Ha intentado arrojar sobre los habitantes de muestras fronteras a los despiadados indios salvajes (...) mercenarios
decisión no había sido tomada de manera inmediata, sino que había venido precedida de conciliación, acciones por repetidas protestas e intentos Sin
embargo, incluso
todas ellas que
se
esa
habían mostrado infructuosas:
de estos momentos de opresión hemos suplicado justicia en las condiciones más humildes. Nuestras repetidas solicitudes han recibido, como única respuesta, reEn cada
uno
petidas ofensas. (...) Tampoco hemos sido
escasos en
atenciones para
con
hermanos británicos (...) También ellos han prestado oídos sordos a la voz de la justicia y de la sangre común (...) nuestros
328
LA
DECLARACIÓN
La violación
DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS
de los derechos humanos naturales e inalienables, la conducta ilegítima del rey de Inglatera y la negativa de los británicos a escuchar las quejas de los colonos finalmente habían tenido una consecuencia y era la de que las colonias se declararan Estados libres e in-
repetida
dependientes: Por lo tanto, nosotros, los representantes de los Estados
Unidos de América, reunidos en Congreso general, poniendo al supremo juez del mundo por testigo de la rectitud de nuestra intención, en nombre y con la autoridad del buen pueblo de estas colonias, proclamamos y declaramos solemnemente que estas colonias unidas son y en derecho han de ser estados libres e independientes, que quedan libres de cualquier fidelidad a la corona británica, y que todo lazo político existente entre ellas y el Estado de Gran Bretaña queda, y ha de quedar, disuelto, y que, en calidad de estados libres e independientes, tienen plenos poderes para hacer la guerra, firmar la paz, concertar alianzas, comerciar y llevar a cabo cualquier acción o cosa que en derecho pueda hacer un estado independiente.
Y, en apoyo de esta declaración, confiando firmemente en la protección de la Divina providencia, comprometemos nuestras vidas, nuestra hacienda y nuestro sagrado honor.
Después La un
de la Declaración
proclamación de la Declaración de Independencia tuvo impacto sobre el mundo del siglo xvit1 que trascendió
mucho el ámbito para el que originalmente había sido concebida. De hecho, la respuesta que provocó en éste puede calificarse, sin temor a exagerar, de tibia. Para las minorías nacionales no había ninguna razón de peso que imcon
pulsara a cambiar el Gobierno británico por otro nuevo surgido de la burguesía colonial, y no fueron pocos los que pensaron además que la guerra sólo podía traerles pérdidas económicas. En
Washington,
cuyo
ese
resulta extraño que superar la cifra de los
contexto no
ejército
no
llegó
a
329
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
diecisiete mil hombres, optara por evitar los combates con la intención de desgastar a los británicos y buscara la ayuda militar de oficiales extranjeros, como el polaco Kos-
ciusko, los alemanes Von Kalb y Von Steuben, el francés Lafayette y el español Gálvez. De hecho, los rebeldes comenzaron a
contar con
su
primera posibilidad de
éxito
a
partir de la entrada en la guerra como sus aliados de Francia (1778), España (1779) y Países Bajos (1780). En 1781, los británicos eran vencidos en Yorktown y al año siguiente, por presiones de los comerciantes nacionales, el Parlasolicitó del rey que iniciara conversaciones de paz con las antiguas colonias. En 1783, se firmó la paz en virtud de la que los Estados Unidos vieron reconocida su independencia y España recuperó las dos Floridas aunque no Gibraltar. Con ello, en apariencia terminaba un ciclo mento
que se había iniciado con la Declaración de independencia. La realidad, por el contrario, era que sólo acababa de em-
pezar. La Declaración cambió la historia desde el momento
en
de relevancia llevado a cabo por los recién nacidos Estados Unidos de América. El surgimiento de esta nación iba a alterar el curso histórico con que
constituyó el primer
acto
cuyas últimas consecuencias no hemos terminado aún de calibrar. Pero antes de que aquellos territorios se
vigor
un
convirtieran su
peso
en
la
en
la
potencia
que
llegaría a
política internacional
siglo xIx, cargado de una
ser en
estaría
el
trascendencia. Para empezar, las colonias americanas habían demostrado, aunque para ello hubieran necesitado la indispensable ayuda extranjera, que ninguna monarquía era lo suficientemente sagrada para impedir la sublevación de sus súbditos, que las concepciones republicanas podían llevarse a la práctica, que una amalgama de las tesis políticas de enorme
la Reforma y de la Ilustración era posible y que la afirmación de que el ser humano tiene unos derechos inalienables que todo Gobierno debe respetar podía ser lo suficientemente poderosa para encender la llama de la revuelta. No sólo eso: la revolución americana había puesto en primer plano de la discusión política el concepto de 330
LA
DECLARACIÓN
DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS
soberanía, que la Declaración, desde luego, no había atribuido al monarca. Además, había llevado a cabo todo eso sin cuestionar ni la existencia de Dios ni la realidad de una acción divina en la creación sino afirmando ambas cosas. En términos sociales, el espíritu de la Declaración podía
calificado de conservador en la medida en que no cuestionaba el ordenamiento social de las colonias y tampoco llegaba a condenar una institución tan denigrante como la esclavitud. Sin embargo, en términos políticos y sobre todo si se contemplaba desde la perspectiva del Antiguo Régimen vigente en Europa, su contenido era escandalosamente revolucionario. Poco más de una década después de ser
promulgación, la Revolución estallaba en Francia. Una de sus principales figuras fue Lafayette, que había combasu
las filas de los rebeldes americanos. Pero la influencia de la Declaración no concluyó tampoco con la Revolución francesa y sus derivaciones. También se extendió por el sur del continente y nutrió la mente y las intenciones de los insurrectos contra el poder tido
en
colonial
español. Éstos formularon quejas
aquellas
que Jefferson había sabido lanzar contra el britá-
muy similares
a
nico, y no con menos razón, y todavía en 1898 para hacerlo apelaban al espíritu (y no pocas veces a la letra) de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. La Declaración tuvo un papel muy importante en la propia historia interna de los Estados Unidos. Las referencias a la misma iban a resultar incontables. En 1861, apelarían a ella los Estados del sur en su deseo de mantener la institución de la esclavitud y de separarse de los Estados del norte. Pero también la evocarían casi todos los movimientos reformistas norteamericanos, que buscaban, por encima de aquellos aspectos encaminados a preservar privilegios, subrayar el carácter de defensa de los derechos humanos naturales y de apología de la resistencia que aparecían en el texto desde sus primeras líneas. Quizá, incluso cuando el paso de los siglos pone de manifiesto su carácter limitado, sea ése el elemento de la Declaración más llamado a perpetuarse: el que afirma que todos los hombres son creados iguales, que su creador les ha otorgado derechos ina331
LOS TEXTOS
lienables, la
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
que entre éstos
búsqueda
de la
se
encuentran
la vida, la libertad y
felicidad.
Bibliografía Pese
a su
ciársela
extraordinaria
con
el mundo
importancia,
anglosajón,
pero
no es
quizá
por
aso-
muy abundante la
bibliografía en castellano acerca de la Declaración de Independencia. De cierto interés es la introducción de A. Koch y W. Peden a T. Jefferson, Autobiografía y otros escritos, la obra de C. Becker, The Declaration of Independence. A Study in the History of Poli" tical Ideas, Nueva York, 1922, así como la de C. A. Beard, Economic Interpretation of the Constitution, Nueva York,
Madrid, 1987.
Más relevante
es
también, aunque más generales, son T. L. Pangle, The Spirit of Modern Republicanism, Chicago, 1990 y R. E. Shalhope, 7he Roots of Democracy, Boston, 199%. Sobre la revolución americana siguen resultando notables 1923. De interés
F.
Jameson,
7he American Revolution considered
as a
So-
Schlesinger, D. R. Fox y C. Becker, A History of American Life: The Revolutionary Generation, Nueva York, 1945; G. O. Trevelyan, The Ameri-
cial Movement, Princeton, 1940; A.
can
332
Revolution, Londres, 1966.
LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO
Los nobles
rebelan y la burguesía lo aprovecha se
Cuando el siglo XVIII se acercaba a su final, la estructura de la sociedad francesa, pese a la existencia de una incipiente
burguesía,
continuaba siendo nobiliaria y estaba agrupada en torno a la institución monárquica. Esta alianza entre la Corona y los nobles había proporcionado durante los últi-
siglos
fortaleza notable a Francia, pero su existencia no había sido plácida. De hecho, desde la revuelta de la Fronda durante la infancia de Luis XIV, la nobleza no había perdido ocasión de erosionar el poder absoluto del rey y así consolidar y fortalecer unos privilegios seculares. El nuevo impulso antiabsolutista de la nobleza se produjo a finales de 1787, cuando Luis XVI intentó llevar a la práctica una serie de medidas de claro contenido reformador a través de personajes como Calonne y Loménie de Brienne. Las reformas propuestas por Brienne iban desde la administración central de las finanzas y el comercio a la reforma de las fuerzas armadas y de la judicatura pasando por el estado civil de los no católicos. En realidad, estas medidas no cuestionaban el sistema del Antiguo Régimen, pero sí podían ser susceptibles de limitar los privilegios nobiliarios. La respuesta de la aristocracia fue fulminante. Del 22 de febrero de 1787, fecha en que se celebró una Asamblea de notables, a la decisión del Parlamento de París de 23 de septiembre de 1788, en que se confirmó la convocatoria de los Estados Generales para el 1 de mayo de 1789 en tres órdenes con el mismo número de representantes y voto separado, los aristócratas hicieron todo lo pomos
una
333
LOS TEXTOS
sible por mas
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
impedir la puesta
en
funcionamiento de las retor-
regias.
La aristocracia, en realidad, no podía haber escogido una situación más delicada para debilitar a la monarquía,
las reformas regias y hacer valer sus privilegios. El contexto en aquellos momentos era de crisis económica galopante, una crisis que, como suele ser habitual, afectó con especial angustia a los más humildes. Entre 1785 y oponerse
a
1789, los salarios descendieron
en un
25%, aunque
en rea-
significaba hasta un 50% de pérdida de poder adquisitivo en períodos de fluctuación de precios. A esasituación se sumó un crecimiento demográfico que derivaba de la prosperidad de los primeros años del siglo, pero que lidad la cifra
ahora añadía características familiares.
angustiosas
a
las economías
contexto, la convocatoria de los Estados contemplada como una victoria por la aristocracia. Ésta no podía ni siquiera imaginar que aquel
Olvidando Generales fue
ese
desembocar en una revolución que no sólo acabaría con la monarquía absolutista, sino que incluso haría correr a ríos la sangre de los nobles. La convocatoria de los Estados Generales fue, por otro lado, contemplada por las clases populares con una mezcla de esperanza casi apocalíptica y de temor hacia las clases acontecimiento iba
pudientes. El
a
5 de mayo de 1789,
quedaron inaugurados
los Estados Generales. Al día siguiente, la nobleza y el clero (los dos primeros estados) comenzaron a reunirse en salas separadas. Fue entonces cuando se produjo la primera fricción. El tercer estado, que representaba a la aplastante mayoría de la población, no estaba dispuesto a verse superado por los votos de clérigos y aristócratas, y exigió que las votaciones se realizaran por cabeza y no por orden.
Teóricamente, sus esfuerzos tenían que haber fracasado, pero buena parte del clero era de origen popular e hizo causa
común
con
estas
pretensiones.
El 17 de junio, el tercer estado se autodenominó Asamblea Nacional por 491 votos a favor frente a 89 en contra. En términos jurídicos, la división estamental del Antiguo Régimen había saltado hecha pedazos, sustituida por el 334
LA
DECLARACIÓN
DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE...
—
concepto de soberanía nacional. No era difícil prever que el monarca intentaría disolver la Asamblea, de manera que sus miembros se juramentaron el 20 de junio en el Juego de pelota para no dejarse apartar de su misión. Luis XVI
no
consideró
prudente
mantener
nadie podía saber dónde acabaría. Así, el 27
pulso que de junio, or-
un
la minoría clerical que no se había sumado al tercer estado y a la mayoría aristocrática que se incorporaran a la Asamblea Nacional. El 9 de julio, ésta se transformó en Constituyente. Era obvio para cualquiera que estuviera dispuesto a ver la realidad que la Asamblea pretendía liquidar el absolutismo e implantar un sistema constitucional similar al inglés. Entonces, como si se tratara de una bomba, estalló el pánico. El fenómeno del miedo en los primeros días de la Revolución francesa ha sido estudiado repetidamente y es lógico que haya sido así, porque su trascendencia fue sin duda enorme. Como si de un proceso diabólico se tratara, las masas temieron que los nobles acabaran con el proceso de reforma; los aristócratas temieron la pérdida total de sus privilegios precisamente cuando esperaban afianzarlos; y la burguesía temió no sólo la reacción nobiliaria, sino también que la reforma quedara desbordada por las clases populares y degenerara en revolución. Ese temor, que había calado en todo el espectro social francés, disparó el proceso. El 12 de julio, las fuerzas reales abandonaron París y se acantonaron en la Escuela militar y el Campo de Marte. La desaparición de aquellas unidades tuvo una consecuencia inmediata. Las masas se arrojaron a la calle y comenzaron a realizar saqueos, especialmente en las tiendas de los armeros. Como respuesta inmediata, la burguesía formó una milicia cuya finalidad no era sólo evitar que el rey acabara con los Estados Generales, sino también impedir que las clases más humildes desbordaran una reforma prometedora transformándola en una revolución social. Se trataba de un esfuerzo vano. En un claro deseo de proporcionarse medios de defensa, el pueblo de París se dirigió primero a los Inválidos y luego, el 14 de julio, a la Bastilla. Con la toma de este redenó
a
335
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
ducto, símbolo del absolutismo regio, había comenzado convencionalmente la Revolución francesa. Sin
embargo,
aspecto no pareció tan obvio en aquellos momentos. El 17, Luis XVI aceptó en el Ayuntamiento de París la escarapela tricolor presentándose así como un abanderado de las reformas populares. Quizá aquel gesto habría tenido un resultado más favorable en otra época. En aquellos momentos, no sólo no acabó con el pánico que se había filtrado entre la población sino que incluso lo acentuó. A finales del mismo mes de julio, resultaba imposible controlar el derramamiento de sangre y los saqueos e incendios de castillos. El 22 de jueste
lio, el intendente de París y de la isla de Francia y su suegro fueron colgados de una farola. El 23, se ejecutó al conde de Dampierre. El 28, la Asamblea creó un Comité de Recherches, que no era sino un precedente del Comité de
Seguridad
General. Junto
locamiento del
a
los
excesos, se
Antiguo Régimen.
En
colapsó, de pagarse y se atomizó el gobierno ciones locales y municipales.
julio,
la administración
se
aquel
el dismismo mes de
produjo
los impuestos dejaron en multitud de institu-
A inicios de agosto, el sistema feudal había saltado hecho añicos. Los decretos de 5-11 de agosto liquidaron todos los privilegios de individuos, órdenes, provincias y ciu-
dades. En el curso de los meses siguientes, los campesinos serían liberados de la servidumbre aunque debieran pagar la liberación de sus tierras. El 26 de agosto, era aprobada la Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano.
La Declaración de los Derechos
del hombre y del ciudadano La acción
conjunta de la burguesía instruida
y del clero y la
la de las masas populares había triturado definitivamente el orden feudal. En paralelo con una serie de normas que traducían jurídicamente lo que estaba sucediendo en el campo, la Asamblea Nacional promulgó un texto que iba a tener una influencia extraordinaria aristocracia liberales sumada
336
a
LA
DECLARACIÓN
DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE...
la historia posterior, la denominada Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano. De breve contenido —17 artículos—, se convertiría en el encabezamiento de la Constitución de 1791 pero, sobre todo, en el punto de inspiración de multitud de textos políticos posteriores. Para los representantes del pueblo francés las razones para redactar la mencionada Declaración no podían resultar más obvias, urgentes y necesarias. Según su texto, el desconocimiento, el olvido o el desprecio de los Derechos del hombre se halla en el origen de todo tipo de males. Era lógico que así fuera, porque se trata de derechos ligados al ser humano por su propia naturaleza, irrenunciables y enraizados incluso en la existencia de un Ser supremo: en
Los representantes del
pueblo francés, constituidos en Asamblea Nacional, considerando que la ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos del hombre son las únicas causas de las calamidades públicas y de la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer en una declaración solemne los derechos naturales, inalienables y sagrados del hombre (...) En consecuencia, la Asamblea nacional reconoce y declara, en presencia y bajo los auspicios del Ser supremo, los siguientes derechos del hombre y del ciudadano. El primer extremo reconocido por la Declaración es el hecho de la igualdad humana desde el nacimiento y la condena de la desigualdad salvo por razones de interés común. El sistema estamental del por ello
Antiguo Régimen resulta
inaceptable, como también lo es el concepto de monarca soberano, ya que la soberanía sólo puede residir
en
la nación, de la que derivan todas las funciones: Artículo 1. Los hombres
iguales
nacen
y permanecen libres
e
derechos. Las distinciones sociales sólo pueden sustentarse en la utilidad común. Artículo 2. La finalidad de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescindibles del hombre. Estos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión. en
337
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Artículo 3. El principio de soberanía reside de manera esencial en la nación. Ningún cuerpo, ningiún individrto puede ejercer una autoridad que no emane expresamente de ella, Esta afirmación de la soberanía nacional
se
traduce
en
primera es la práctica de la libertad con el único límite del perjuicio ajeno; la segunda, la igualdad ante la ley y la capacidad de participar en su elaboración o en cualquier cargo público según los méritos personales; y la tercera, las diversas garantías procesales.
varias consecuencias
prácticas.
La
Artículo 4. La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no perjudica a otro, de esta manera, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene otros límites que los que garantizan a los demás miembros de la sociedad el disfrute de los mismos derechos (...) Artículo 6. La ley es la expresión de la ley general. Todos los ciudadanos tienen derecho a participar personalmente, o a través de sus representantes, en su elaboración. Debe ser la misma para todos (...) Todos los ciudadanos al ser iguales ante sus ojos, son igualmente admisibles a todas las dign-
dades, puestos
empleos públicos, según su capacidad (...] Ningún hombre puede ser acusado, encar-
y
Artículo 7. celado o detenido salvo
en
los
casos
determinados por la
ley (...) Artículo 8. (...) nadie puede ser castigado si no en virtud de una ley establecida y promulgada previamente al delito y
legalmente aplicada. Artículo 9. Todo hombre debe ser considerado inocente mientras no haya sido declarado culpable (...) artículos pueden tener el aroma de lo ya sabido en los regímenes democráticos actuales, en aquella época constituyeron innovaciones de un extraordinario valor. Para cualquiera quedaba abierta no sólo la posibilidad
Aunque
estos
de acceder al funcionariado, a la oficialidad del ejército 0 a la política, sino también de participar en la redacción de las leyes. De la misma manera, no sólo quedaban borradas las diferencias en virtud de la sangre o del estamento, sino 338
LA
DECLARACIÓN
DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE...
que también se consagraban la igualdad ante la ley y una serie de garantías judiciales mínimas para todos los ciu-
dadanos. A los derechos de igualdad ante la ley, participación política y garantías judiciales, la Declaración añadía además los de pensamiento, religión, expresión e imprenta: Artículo 10. Nadie debe incluso religiosas (...)
ser
molestado por
sus
opiniones,
Artículo 11. La libre comunicación de los pensamientos y de las opiniones es uno de los derechos más valiosos del hombre. Todo ciudadano puede, por lo tanto, hablar, escri-
bir, imprimir libremente (...) Como garantía que evitara que el ejercicio de los derechos se convirtiera en papel mojado, la Declaración contemplaba la creación de una fuerza pública que sería sos-
tenida mediante no
un
sistema tributario
recaería sólo sobre los
nobleza,
como en
proporcional. Éste
pertenecientes al clero o ala el Antiguo Régimen, sino que pesaría sono
bre toda la ciudadanía. De la misma cualquier otra función pública, debía
al igual que objeto del control
manera, ser
ciudadano: Artículo 12. La garantía de los derechos del hombre y del ciudadano hace necesaria una fuerza pública. Esta fuerza se crea, por lo tanto, en beneficio de todos y no para servir el interés
particular de aquellos
los que
confía. Artículo 13. Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos de la administración, es indispensable una contribución común. Ésta debe ser repartida por igual entre todos los ciudadanos en razón de sus posibilidades. Artículo 14. Los ciudadanos tienen derecho a comprobar, a
se
mediante sus representantes, las necesidades de la contribución pública, a aceptarla libremente, a vigilar su utilización y a determinar su montante, su base, su recaudación y su duración. Artículo 15. La sociedad tiene el deber de pedir cuentas de su administración a todo funcionario público.
por sí mismos
o
339
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Semejante concepción debía sostenerse a su vez en un sistema político cuyos pilares debían ser: la garantía de los derechos humanos y la separación de poderes. Artículo 16. Toda sociedad en la que no está asegurada la garantía de los derechos y determinada la separación de los
poderes
no
tiene Constitución.
Finalmente, el último artículo (el 17) insistía
garantizar el derecho de propiedad limitado sólo por la necestdad pública, legalmente comprobada y condicionada por una
en
indemnización justa y previa.
Después
de la Declaración
consagrada por la Declaración era profundemocrática y, posiblemente por ello, no tardó
La cosmovisión
damente
de lo que habría podido ser cleuna avanzada monarquía constitucional. Tanto el alto ro como la aristocracia comprendieron que su final como tira tenso clases dominantes había llegado. Después de un mucho
en
desbordar el
marco
afloja, el mismo rey se percató de que el reconocimiento de aquellos derechos podía significar asimismo el final de
y
la monarquía. El 21 de junio de 1791, emprendió la huida en un deseo de encontrar la ayuda de las potencias extranjeras y aplastar así militarmente la Revolución. Aunque Luis XVI fue capturado y confinado, la aristocracia pudo
aquel mismo año. propios problemas internos, que no
desencadenar la guerra A
sus
en
eran escasos,
la Revolución vio sumarse la invasión externa. No resulta de por ello extraño que en aquel año revuelto, y decisivo, 1791, la primera Constitución, la de 3-14 de septiembre, situará en su encabezamiento la Declaración. Así, el ejército revolucionario podía estar mal vestido y pésimamente
pertrechado
pero sabía por lo que
combatía, por
una so-
ciedad en la que nadie podía ser situado en una situación legal inferior por no vestir una sotana o carecer de sangre noble; en la que todos podrían expresar sus ideas y opi340
LA
DECLARACIÓN
DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE...
a
la arbitrariedad la que nadie sería sometido judicial y legal del Antiguo Régimen; en la que, finalmente, la soberanía tendría como sede al pueblo y no a un monarca, El entusiasmo revolucionario resultó desbordante vicy, quizá por ello, no resulta extraño que cristalizara en
niones;
en
torias militares contra
ejércitos enemigos profesionales
y
mejor armados. La Revolución, sin embargo, estaba prácticamente condenada al fracaso. Primero, el
sector
derechista de la
burguesía intentó limitar la capacidad de participación popular mediante la institución de un sufragio censitario. Después, el sector izquierdista de la burguesía fue liquidando las conquistas de la Revolución con la finalidad precisamente de salvarla. Con el Directorio, la Revolución recibió su golpe de muerte y se instituyó un gobierno de la burguesía conservadora. El que Napoleón alcanzara el poder y llegara incluso a proclamarse emperador fue sólo consecuencia lógica del desangramiento revolucionario. Sin embargo, de todo aquel esfuerzo iban a sobrevivir aspectos que, actualmente, forman parte sustancial de las democracias occidentales. Aunque habían sido recogidos por los ideólogos de la Reforma y también por los revolucionarios americanos, lo cierto es que conceptos como el de la soberanía nacional, la elaboración de las leyes y el control de los impuestos por parte del pueblo, la caracterización de los derechos como inalienables y ligados indisolublemente a la condición humana y la inclusión entre ellos de la igualdad ante la ley, o la libertad de conciencia, expresión y pensamiento pasaron a otros países (para lo bueno y para lo malo) a partir de la Revolución francesa. Esta había mostrado que era posible no sólo crear un nuevo orden social (como en Estados Unidos), sino también quebrantar el Antiguo Régimen con toda su enorme
fuerza. Durante el
siglo
xIx, los ideales
contemplados
la Declaración fueron abriéndose camino (no pocas veces de la mano de sucesivas revoluciones como las de 1830 o 1848) hasta imponerse en buena parte de la Europa occidental. Durante el siglo xx, se vieron violentamente acosados tanen
341
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
los fascismos como por los marxismos,. El triunfo de cualquiera de estas dos orientaciones políticas (despectivas en grado sumo hacia las concepciones liberales y democráticas de la Revolución francesa en sus primeras fases) habría significado la conculcación universal de la concepción que atribuye a todo ser humano unos derechos humanos inalienables. La derrota de Hitler en 1945 y el coto por
de la URSS en 1991 permitieron que semejante cosmovisión sobreviviera y mostrara su enorme capacidad para cambiar la historia, una historia que, sin embargo y lamentablemente, no ha cambiado para todas las naciones
lapso
en
la misma dirección.
Bibliografía calificarse la bibliogra:fía de la Revolución francesa, aunque en castellano o en lo referente a títulos sobre la Declaración de Derechos aquí De auténticamente
profusa puede
estudiada sea mucho menor. La obra más completa en castellano es, sin duda, J. Tulard, J-F. Fayard y A. Ferro, Historia y Diccionario de la Revolución francesa, Madrid, 1989. Interpretaciones de la Revolución en las que tiene una de Cobban, La gran importancia el elemento social son las
interpretación social de la Revolución francesa, Madrid, 1971; N. Hampson, WMistoria social de la Revolución francePasa, Madrid, 1984; y A. Soboul, La revolución francesa, rís, 1893 (claramente favorable y redactada con una perspectiva que podríamos denominar progresista). En otros
idiomas, desde un enfoque muy distinto se puede leer R. Sécher, Le genocide franco-frangais. La Vendée-Venge, París, 1986, donde se explica cómo desapareció el 14,4 %
a
de la población de la zona de la Vendée que se opuso la Revolución. Las dimensiones de los asesinatos obligan ciertamente a reevaluar el diagnóstico y el juicio sobre la Revolución. Encontramos visiones menos tendenciosas en F. Furet, La Revolution, 1770-1880, París, 1988; y P. Mi-
quel,
La Grande
Révolution, París, 1988. Sobre las condi-
ciones de redacción de los 342
grandes
documentos revolucio-
LA
DECLARACIÓN
DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE...
de interés P. Brasart, Paroles de la Revolution. Les Assemblées parlamentaires, 1789-1794, París, 1988. El balance mejor aunque claramente desmitificador es R. Sédillot, Le cout de la Revolution, París, 1987. La Declaración fue ya en su día causa de una discusión doctrinal entre Jellinek (Die Erklárung der Menschen-und-Biirgerrechte, 1896) y E. Boutmy, «La Déclaration des droits de lhomme et du citoyen et M. Jellinek» en Annales des sciences polítiques, 1902, pp. 415-443. Interesantes también son los aportes de J. Imbert, La France et les drotis de lThomme, 1968 y de M. Bouchary, La Declaration des droits de homme et du citoyen et la Constitution de 1791, París, 1947. narios
son
343
EL MANIFIESTO COMUNISTA
Una
nueva
Marx y
filosofía de la historia:
Engels
se
encuentran antes
Las tesis socialistas con una
en sus
del Manifiesto
más diversas variantes cuentan
historia muy dilatada. Algunos de los principios
de propiedad recogidos en la Torah, especialmente los reeridos a la tierra, pueden ser calificados de socialistas; la comunidad de bienes judeocristiana durante los años posteriores a la muerte de Jesús era obviamente socialista y también abogaron por posturas de ese tipo autores como
Campanella
colectivos como los hutteritas durante el siglo xvi. Con todo, la puesta en marcha de no pocos proyectos de signo socialista y la configuración de distintas ideologías de este nombre encontraron o
santo Tomás Moro y
cronológico
los inicios del siglo x1x no pocas veces como consecuencia de un impulso de justicia igualitaria derivado de la Revolución francesa. Precisamente por su enorme multiplicidad, no deja de ser significativo que el socialismo fuera en el curso de pocos años despojado de todas sus raíces y conectado casi de manera única con los nombres de Marx y Engels. Este fenómeno comenzó a fraguarse desde los primeros momentos en que ambos persosu marco
najes
entraron
en
en
contacto.
Los años que fueron de 1844
a
1846 resultaron de
una
extraordinaria importancia para Marx y Engels. En la primera de las fechas ambos se conocieron y descubrieron que habían llegado a un acuerdo completo en los aspectos teóricos. La pareja volvió a reunirse en la primavera de 1845 y, según relata Engels, para aquel entonces Marx ya había terminado de perfilar su concepción materialista de la historia 345
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA —]
y ambos comenzaron
elaborar con más detalle aguel re. sultado. Según relataría el mismo Engels, aquella teoría de Marx era, en realidad, un descubrimiento que iba a revolu. cionar la ciencia de la historia. En otras palabras, la concep. ción de Marx era más un hallazgo científico que una elucubración filosófica. Por ello pensaba Engels que en adelante no sólo había que razonar científicamente sus puntos de visa
ta, sino que además había que hacer lo posible por «ganar al proletariado europeo» a la nueva doctrina. Marx y Engels iban a iniciar una fecunda colaboración y ésta transcurrió
aquellos primeros años por los dos canales señalados por el segundo. En primer lugar, intendar
en
forma más acabada a lo que, de forma bastante pretenciosa, consideraban un descubrimiento científico. De este esfuerzo surgirían obras como las Tesis sobre Feuerbach, la Ideología alemana y la Miseria de la Filosofía. En segundo lugar, dieron algunos pasos más prácticos, como la entrada en la Liga de los Justos, que desde el congreso de junio de 1847, se convirtió en la Liga de los comunistas. Fue esta entidad la que en su congreso de noviembre-diciembre de 1847 encomendó a ambos la redacción de un documento programático que sería conocido como el Manifiesto comunista. El contexto en el que la obra iba a aparecer no podía resultar en apariencia más prometedor. Por un lado, existía una convicción profunda por parte de Marx y de Engels de haber hallado una especie de instrumento privilegiado que les permitía comprender la historia de manera científica. taron
una
Tal expresión, sin embargo, no poseía entonces el significado que hoy se le daría. Actualmente, entenderíamos que una forma científica de examinar la historia implicaría hacer uso de un método riguroso de investigación. Por el contrario, en las obras de Marx y Engels, pese a su pretendido cientifismo, la manera
científica de examinar la historia posee
un tono
que casi
afirmar que se ha dado con la clave para desentrañar los arcanos de los acontecimientos históricos (especialmente los futuros) y que esta clave no puede ser trascendente y apelar a la idea se nos
346
antoja mágico.
En
realidad,
se
viene
a
EL MANIFIESTO COMUNISTA —
de Providencia, sino que debe relacionarse
con una
visión
materialista. En
más
en
segundo lugar, medio del
Marx y
par de nombres de las concepciones socia-
Engels,
maremágnwum
un
litas de inicios del siglo XIx, tenían la posibilidad de convertirse en los ideólogos oficiales del movimiento. Pasando por alto cualquier otra concepción existente, contaban con la oportunidad de implantar la suya de manera primero
preponderante
exclusiva. El momento parecía el más adecuado para este optimismo. Sobre todo Alemania parecía madura para la revolución. Los acontecimientos de los últimos años, desde lueg0, no habían dejado de ser una cadena de calamidades. En el verano de 1844, se había producido una insurrección de tejedores en Silesia. Ese mismo año, comenzaron las malas cosechas, que se extendieron hasta 1845. Durante 1845 y
1846,
se
y
luego
sufrió
una
plaga
que afectó
especialmente
la patata, el alimento básico de los obreros. En agosto de 1846, la población de Colonia se enfrentó con la guamrnición. En 1847, estallaron revueltas causadas por el hambre en Berlín, Ulm y Stuttgart. Curiosamente, el motor del deseo de cambio social no era el proletariado sino la burguesía ciudadana, que buscaba la implantación de una monarquía constitucional como la inglesa. Al fracasar el intento de reforma pacífica del sistema político con ocasión de la Dieta de 11 de abril de 1847, la burguesía tomó un giro más radical en sus acciones y comenzó a defender una solución republicana. La caldeada situación alemana tenía paralelo en otras naciones. En Francia, el gobierno de Luis Felipe, auténtico instrumento de las oligarquías, se enfrentaba con revueltas
ocasionadas por el hambre y con una pequeña burguesía que deseaba la ampliación del censo electoral lo que, fácilmente, podía desembocar en la proclamación de la República. En el verano de 1847, distintos Estados italianos se agitaban contra el dominio austríaco. En octubre-noviem-
bre del mismo año, Suiza se vio desgarrada por una guerra civil de la que emergieron vencedores los cantones democráticos, enfrentados a los clericales. 347
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
aquellos momentos manifestaban vez tras vez Engels en sus escritos era la de que la revolución mundial, la revolución que impondría el dominio del proletariado estaba por llegar. Engels se relería, por ejemplo, al corto plazo que le quedaba a la burguesía y La
opinión
que Marx y
en
Catecismo comiinista
en su
(o Principios del comunismo)
el otoño de 1847 afirmaba que la revolución del proletariado se acerca de acuerdo con todos los indicios. En medio de ese clima enfervorizado, casi febril, Marx y Engels escribieron su obra más leída, el denominado Maniescrito
fiesto
en
comunista.
El Manifiesto comunista El propio inicio del Manifiesto resulta magistral. De hecho, desde las primeras líneas pretende conceder una importancia, que no se corresponde con la realidad, al movimiento comunista y,
de
un
a
mensaje redentor
la
vez,
que
se
erigirlo
como
poseedor
escuchará internacional
mente:
Europa: el fantasma del comunismo. Todas las potencias de la vieja Europa se han coligado en una Un
fantasma
recorre
Santa Alianza para acorralarlo: el papa y el zar, Metterich y Guizot, los radicales franceses y los policías alemanes.
¿Qué oposición no ha sido tildada de comunista por sus enemigos en el poder? ¿Qué oposición, por otro lado, no ha arrojado sobre sus adversarios a uno y otro lado el epíteto denigrante de comunista? De aquí se desprende una enseñanza doble: Primero. El comunismo por todas las
es
reconocido
como una
fuerza
potencias de Europa; y
Segundo. Ha llegado la hora de que los comunistas manifiesten a la faz de todo el mundo su forma de ver, sus objetivos y sus tendencias; que enfrente a la leyenda del fantasma del comunismo una realidad, un manifiesto del partido. Con esta finalidad, comunistas de diversas nacionalidades 348
se
han reunido
en
Londres y han redactado el Manities-
EL MANIFIESTO COMUNISTA
sigriente que será publicado italiano, flamenco y danés. to
en
inglés, francés, alemán,
Tras esta introducción, Marx y Engels trazan los primeros aspectos de su pretendida visión científica de la his-
toria, El inicial y más relevante es la como historia de la lucha de clases:
concepción de
La historia de toda sociedad hasta el día de
hoy
ésta
no
ha
sido sino la historia de las luchas de clases. Libres y esclavos, patricios y plebeyos, nobles y siervos, maestros y
aprendices,
en resumen:
lucha constante, han mantenido una
guerra que
una
oprimidos en
guerra que
no se
ha in-
algunas ocasiones, disimulada en siempre concluye mediante una trans-
terrumpido, manifiesta otras;
opresores y
en
formación revolucionaria de la sociedad quilación de las dos clases antagónicas.
o
mediante la amni-
época en la que se escribe el Manifiesto, la lucha de clases gira en torno a la burguesía, que históricamente ha solido representar un papel revolucionario, y al proletariado. La burguesía es descrita como un frío arquetipo del mal, incluso más deshumanizada que el sistema feudal, omniexplotadora y omnipresente: En la
La sociedad
de la
burguesa moderna, erigida sobre las ruinas sociedad feudal, no ha derogado los antagonismos de
clases. Sólo ha sustituido a las antiguas con nuevas, creando nuevas condiciones de opresión, nuevas formas de lucha. Sin embargo, el carácter específico de nuestro tiempo, de la época de la burguesía es haber simplificado los antagonismos de clase (...) Cada etapa de la evolución recorrida por la burguesía ha venido acompañada de un progreso político correspondiente (...) La burguesía ha desempeñado en la historia un papel esencialmente revolucionario. Donde ha conquistado el poder (...) ha deshecho sin consideración todos los lazos que ligaban al hombre feudal con sus superiores naturales y no ha dejado sobrevivir otro 349
QUE CAMBIARON
LOS TEXTOS
LA HISTORIA —_—
vínculo entre hombre y hombre que el frío interés, el duy, «pago al contado». Ha ahogado el éxtasis religioso, el fenvo; caballeresco y hasta el sentimentalismo del pequeño burgués en las frías aguas del cálculo egoísta (...) ha establecido una
brutal y descarada (...) Todo lo que resultaba sólido y estable es aniquilado. Todo lo que era sagrado se ve profanado y los hombres se encuen. tran obligados a examinar sus condiciones de existencia y sus relaciones mutuas con desilusión. (...) la burguesía invade el mundo entero. Requiere entrar en todos los sitios, establecerse en todos los lugares, crear en todas partes medios de comunicación. (...) ha quitado a la industria su carácter nacional. Las antiguas industrias nacionales o han sido aniquiladas o están en vías de serlo (...) En lugar de las antiguas necesidades,
explotación abierta, directa,
satisfechas
con
la
producción nacional,
nacen
necesidades
nuevas.
burguesía ha sometido el campo a la ciudad (...) Ha hacinado a la población, centralizado los medios de producción y concentrado la propiedad en un reducido número de manos. La consecuencia fatal de estos cambios ha resul. tado igualmente la centralización política. (...)
La
Esta inmensa
capacidad
de creación de riqueza y de
transformación social de la burguesía constituye, según Marx, la base de sus propias crisis. Tanto las crisis como la explotación no son sino consecuencias ineludibles del sistema capitalista creado por la burguesía. Sin embargo, de ellas emergerá precisamente su final, a partir de la acción del
proletariado:
(...) la sociedad tiene demasiada civilización, demasiados medios de subsistencia, demasiada industria, demasiado comercio. Las fuerzas productivas (...) han resultado tan poderosas que, en realidad, se convierten en un obstáculo, y siemsociales superan el obstáculo, arrastran al desorden a toda la sociedad y ponen en peligro la existencia de la propiedad burguesa. El sistema burgués resulta demasiado estrecho para mantener en su in-
pre
350
que
las
fuerzas productivas
EL MANIFIESTO COMUNISTA
terior las
riquezas
que
se
han creado dentro de él. ¿Cómo
su-
pera la burguesía esas crisis? Por un lado, a través de la desmicción violenta de una masa de fuerzas productivas; por otro, mediante la conquista de nuevos mercados y la explotación más intensa de los ya antiguos. ¿Adónde lleva esto? A abrir camino para crisis más ya
generales y más grandiosas disminuir los medios para prevenirlas. (...) Pero la burguesía no ha forjado únicamente las ar-
mas
que deben ocasionar
hombres
su muerte.
También ha creado los los obreros modemos,
esgrimirán esas armas: los proletarios (...) Estos obreros, obligados a venderse cada día, mercancía (...) que
Mientras subsista el
proletariado
poder de
la
burguesía,
son
una
el futuro del conjunto de
concebido por Marx como un pasos hacia situaciones cada vez peores. Al desempleo debería seguir la explotación creciente de mujeres y niños y a ésta la proletarización de la clase media. Por la propia dinámica del sistema burgués, la situación del proletariado no podría sino empeorar cada vez más: es
(...) Cuanta
habilidad y fuerza requiere el trabajo, es decir, más progresa la industria moderna, con mayor facilidad es sustituido el trabajo de los hombres por el de las mujeres y los niños. Las distinciones de edad y sexo carecen de importancia social para la clase obrera (...) menos
Pequeños industriales, comerciantes y rentistas, artesanos y labradores, toda la capa inferior de las clases medias de otros tiempos, caen en el proletariado. Por un lado, esto se debe a que sus reducidos capitales no les permiten utilizar los métodos de la gran industria y perecen en la competencia con los grandes capitales. Por otro, su capacidad técnica es anulada por los nuevos modos de producción. De esta manera,
el proletariado
es
reclutado de todas las clases de la po-
blación. La respuesta ante
lucha del
esa
proletariado
según Marx, la la burguesía. Inicialmente,
situación
contra
va a
ser,
351
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
lucha es inconexa e incluso, en ocasiones, se debe a la utilización que cierto sector de la burguesía hace de los proletarios para sus propios fines. Pero, cada vez más, el proletariado va aumentando la solidaridad y, aunque su organización se vea deshecha por la competencia existente esta
entre
los obreros, resurge:
El verdadero resultado de sus luchas es menos el éxito tnmediato que la solidaridad creciente entre los trabajadores (...) Esta organización del proletariado en clase y, por lo tanto, en partido político, es constantemente aniquilada por la
competencia existente entre los obreros. Pero vuelve siempre a surgir y siempre lo hace con más fuerza, más solidez y más potencia (...) El movimiento proletario (...) es el movimiento espontáneo de la inmensa mayoría en favor de la inmensa mayoría (...) el proletariado de cada país tiene que acabar en primer lugar con su propia burguesía. Precisamente, al llegar al final de esta primera parte de su exposición, tras indicar que la lucha de clases es inevitable y que el proletariado debe aniquilar a la burguesía comupara liberarse, Marx introduce el tema del partido nista y su papel en este proceso histórico:
¿Cuál es la postura de los comunistas ante los proletarios en general? Los comunistas no forman un partido diferente, opuesto a los demás partidos obreros. No tienen
ningún
interés que los separe del
proletariado. (...)
Los comunistas sólo
se
conjunto del
distinguen de los demás par:
tidos obreros en dos puntos: 1. En las distintas luchas nacionales de los proletarios anteponen y defienden los intereses independientes de la nacionalidad y comunes a todo el proletariado y 2. En las distintas fases de la lucha entre proletarios y burgueses representan siempre y en todas partes los intereses
de todo el movimiento. 352
EL MANIFIESTO COMUNISTA
En la
práctica, los
comunistas son, por lo tanto, la fracción más resuelta de los partidos obreros de todos los países,
fracción
las demás, teóricamente, cuentan con la ventaja sobre el resto del proletariado de tener un concepto claro de las condiciones, el desarrollo y las metas generales del movimiento proletario. El propósito inmediato de los comunistas es el mismo que el de todos los partidos obreros: constitución de los proletarios en clases, destrucción de la supremacía burguesa, conquista del poder público por el proletariado. la
Justo
que arrastra
a
del hilo discursivo, Marx aborda la crítica que los comunistas realizan de la cultura, del derecho, de la familia o de la patria según el esquema burgués. Desde su punto de vista, éstos no son sino conceptos que sólo pretenden perpetuar el poder de la burguesía y la en ese
momento
explotación del proletariado: Vuestras ideas son en sí producto de las relaciones de producción y de propiedad burguesas, al igual que vuestro derecho sólo es la voluntad de vuestra clase erigida en ley (...)
¿Sobre qué base descansa la familia burguesa de nuestra época? Sobre el capital, el provecho individual en pleno. La familia sólo existe para la burguesía que halla su complemento en la supresión obligatoria de toda familia para el proletario y en la prostitución pública. La familia burguesa se desvanece de manera natural con el desvanecimiento de su complemento necesario, y tanto la una como la otra desaparecen con la desaparición del capital. (...) Los obreros no tienen patria. No se les puede quitar lo que
poseen. La revolución comunista
no
(...)
la ruptura más radical con las relaciones de propiedad tradicionales. No resultaría por eso nada extraño que en el curso de su desarrollo rompiera igualmente de la manera más radical con las ideas traes
dicionales. La meta del
poder político
proletariado
lo tanto, hacerse con el y desde el mismo llevar a cabo una violación es, por
353
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
del derecho de avanzados se encarnará
despótica
propiedad, en
que
en
los países más
medidas muy concretas:
Expropiación de la propiedad territorial
1.
de la
LA HISTORIA
renta
2.
a
y
aplicación
los gastos del Estado.
Impuestos fuertemente progresivos.
3. Abolición de la herencia. 4.
Confiscación de la propiedad de los emigrados y rebel-
des.
del Estado mediante un banco nacional, en el que el Estado poseerá el capital y disfrutará de un monopolio exclusivo. 6. Centralización en manos del Estado de todos los me5. Centralización del crédito
en
manos
dios de transporte.
Multiplicación de las manufacturas nacionales y de los instrumentos de producción, roturación de los terrenos 7.
sin cultivar y mejora de las tierras cultivadas de acuerdo un sistema general.
con
Trabajo obligatorio para todos, organización de ejércitos industriales para la agricultura. 9. Combinación del trabajo agrario e industrial, medidas cuya finalidad sea la desaparición gradual de la diferen8.
la ciudad y el campo. 10. Educación pública y gratuita de todos los niños, abolición del trabajo infantil en las fábricas tal y como se practica hoy, combinación de la educación con la producción maciación
terial,
entre
etc.
los antagonismos de clases en el curso de su desarrollo y estando concentrada toda la producción en manos de los individuos asociados, el poder público perderá su carácter político. El poder público, hablando con propiedad, es el poder organizado por una clase para la opresión de
Desaparecidos
las otras. Si el proletariado (...) como clase dirigente destruye violentamente las antiguas relaciones de producción, destruye, a la vez que estas relaciones de producción, las condiciones de existencia del antagonismo de las clases, destruye las clases en general y, por eso mismo, su propia dominación como clase. 354
EL MANIFIESTO COMUNISTA
Sustituyendo a la antigua sociedad burguesa, con sus clases y sus antagonismos de clases, surgirá ina asociación la que el libre desarrollo de cada libre desarrollo de todos.
en
uno
será la condición del
exposición de Marx resultaba considerablemente sugestiva (volveremos sobre ese aspecto más adelante), La
mucho la única visión socialista existente en aquella época ni tampoco la más popular. Es por eso que no causa sorpresa el que la tercera parte del Manifiesto se encuentre dedicada precisamente a denigrar las demás concepciones socialistas. De esta manera califica a lo que él llama socialismo feudal de mezcla de endechas y pavasadas; al socialismo ínfimo burgués de padecer de una melancolía irritante y una pasividad intolerable; al alemán de sucio e indignante; al conservador o burgués de simplificar el trabajo administrativo del gobierno burgués; y al crítico utópico de pedantería y fe supersticiosa y fanática. Frente a todas estas concepciones, se yergue la de los partidos comunistas. Éstos colaboran con otras fuerzas en distintos países, pero tienen una finalidad bien clara que, no pocas veces, es distinta: pero
no era
ni
con
En resumen, los comunistas apoyan en los diferentes países a cualquier movimiento revolucionario contra el estado
social y
la
político
existente.
En todos
esos
propiedad,
sea
movimientos anteponen la cuestión de cual sea la forma más o menos desarro-
llada que presente,
como
la cuestión
fundamental del
movi-
miento.
Finalmente, los comunistas trabajan relaciones cordiales todos los países. Los comunistas
entre
todos los
no se
por la unión y las
partidos democráticos de
preocupan de disimular
sus
opi-
proyectos. Proclaman abiertamente que sus propósitos sólo pueden ser alcanzados mediante el desplome violento de todo el orden social tradicional. ¡Que las clases dirigentes tiemblen ante la idea de una revolución castellaniones y
sus
355
LOS TEXTOS
na! Los por el
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
proletarios sólo pueden perder
cadenas. Tienen,
mundo que ganar. de todos los países, untos!
contrario,
¡Proletarios
stis
un
Después del Manifiesto
Engels estalló en 1848 pero, contra lo que habían preconizado ambos, no trajo consigo la victoria del proletariado y la aniquilación de la burguesía sino resultados muy diversos. Entre 1848 y La revolución
esperada
por Marx y
sólo las revoluciones fueron sofocadas sino que además Luis Bonaparte dio un golpe de estado en Francia, inició el Il Imperio y se produjo la disolución de la Liga de
1852,
no
los comunistas. Como pronóstico del futuro inmediato, las líneas redactadas por Marx y Engels no podían haber resultado más fallidas. A más largo plazo sucedió lo mismo con la visión científica que Marx y Engels afirmaban haber descubierto. Durante décadas, los países capitalistas más avanzados no sólo alejaron el fantasma de una crisis que provocara el del sistema, sino que acabaron por primera vez en la historia con el trabajo infantil y lograron no sólo que las clases medias no se proletarizaran, sino que buena parte del proletariado se convirtiera en clase media. Por otro
desplome
lado, los países que habían adoptado como auténtico dogma de fe los principios marxistas acabaron asistiendo, uno tras otro, al final del sistema por su propia incapacidad para atender buena parte de las cuestiones sociales que
pretendía resolver de manera definitiva. Al fin y a la postre, sus trabajadores habían estado sufriendo un nivel de vida muy inferior al de aquellos que se encontraban engranados en los países de sistema capitalista. Si algo ha venido a demostrar la historia (esta vez, sí) es que la descripción ofrecida por Marx en el Manifiesto distó mucho de ser acertada. Sin embargo, este escrito cambió la historia e incluso marcó buena parte de su desarrollo hasta mediados del siglo xx. Las razones para ello fueron fundamentalmente dos. 356
EL MANIFIESTO COMUNISTA
En
primer lugar, hay
que señalar que el
Manifiesto
co-
munista posee un enorme poder de sugestión. Este deriva no de su carácter científico (como pretenden sus autores),
Manifiesto es un apocalipsis, aunsea religioso sino político. Este escri-
sino del hecho de que el
contenido no to presenta una filosofía de la historia que gira en torno a una lucha entre las fuerzas del Bien y del Mal, entre opresores y oprimidos. Es cierto que los oprimidos de ayer pueden ser los opresores de mañana (como sucede con la burguesía) pero, pese a todo, la historia no tiene un desarrollo su
que
permanentemente dialéctico, sino que
apocalíptica. Ésta,
se
encamina hacia
todos los apocalipsis, presenta en sus últimos tiempos una terrible agudización (hasta las clases medias se convierten en proletarias) como paso previo a la aniquilación del Mal (la burguesía), el triunfo del Bien (el proletariado) y la creación no de una nueva relación de lucha de clases sino de
su
consumación
como en
consumación de la historia.
Esa visión
impregnada
(aunque secularizado)
de
sentimiento
religioso
Manifiesto además con podrían clasificarse de dogmatis-
cuenta
características que casi
un
en
el
eclesial. Así, se condena a las demás socialismos), se descalifica mo
rivales (todos los globalmente al adversa-
sectas
rio, se alza una esperanza que no se sustenta sobre la realidad sino sobre el deseo y, sobre todo, se crea una conciencia de
persecución (muy presente
las primeras líneas) porque los comunistas pertenecen al grupo de los que tienen razón. Poco puede dudarse de que este conjunto de circunstancias resultaron atractivas para unas masas que podían rechazar la religión pero que, a la vez, estaban muy imbuidas de los esquemas de ésta. En esta ocasión, sin embargo, el protagonismo (siquiera en teoría) no iba a recaer en
los A
en
los caballeros, sino en el proletariado. carácter mesiánico, el Manifiesto añadía en forma
santos o
su
mínima pero suficiente, algunas líneas maestras que luego serían desarrolladas trágicamente por los partidos comu-
nistas
en su
intento de alcanzar el
poder. La primera fue la del proletariado no eran
convicción de que los intereses comprendidos por éste de manera suficiente y necesitaban 357
LOS TEXTOS
la
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
pedagogía del mejor partido, el
comunista. La
segunda
defender la alianza circunstancial con otras fuerzas políticas, pero con la intención de sustituirlas llegado el momento, ya que su visión era imperfecta y obstaculizadora de la victoria final. La tercera fue la declaración explícita de que el triunfo de los comunistas significaría el consistió
en
sólo de la democracia sino también el exterminio violento de clases enteras. La cuarta consistió en afirmar la desaparición de la propiedad privada en favor de la estatal y la implantación de una dictadura. Cuando las noticias referentes a las atrocidades de los Estados comunistas comenzaron a ser tan frecuentes y dofinal
no
cumentadas que no podían ser negadas, fue común insistir en que tales conductas no nacían del pensamiento de Marx sino de una deformación estalinista del mismo. Era una apología aparentemente coherente pero, en realidad, ignorante de los propios escritos de Marx, comenzando por el
Manifiesto.
Stalin, como veremos en un capítulo ulterior, no hizo sino interpretar la partitura escrita por Lenin. Sin embar-
a transitar por las go, éste tampoco fue original. Se limitó vías trazadas por Marx. El mensaje apocalíptico de éste ya
de manifiesto que los comunistas sustituirían la visión de los proletarios por la suya propia; que se apoyarían en otros partidos de izquierdas para llegar al poder
había
dejado
y luego, instalados en el mismo, eliminarlos; que procederían a liquidar a los opositores y que implantarían una dictadura regida por el sector más consciente de la sociedad.
cambió la historia pero en lugar de la consumación feliz que millones esperaron sólo creó un espectáculo digno de los peores horrores imaginados por Dante. De
esa
manera,
Bibliografía sobre Marx es muy extensa pero suele caracterizarse por una clara tendenciosidad hacia posturas acríticamente favorables o contrarias. Acerca del Manifiesto comunista, resultan de interés C. Andler, Le Manifeste La
358
bibliografía
El. MANIFIESTO COMUNISTA
Commuuniste, París, 1901 y B. Andreas, Manifeste du Parti Communiste, París, 1971. Sobre Marx y Engels, siguen siendo de interés: I. Berlin, Karl Marx, París, 1962; A. Cornu, Karl Marx et la révolution de 1848, París, 1948; La teoría de la revolución
el joven Marx, México, 1972 y F. Mehring, Carlos Marx, Buenos Aires, 1965. Acerca de la revolución de 1848 y su contexto véase: J. Droz, Les révolutions allemandes de 1848, París, 1957; F. Fetjó, 1848 dans le monde, París, 1948; J. Sigmann, 1848: Les révolutions romantiques et démocratiques de T'Etrope, París, 1970. Sin duda, uno de los estudios más inteligentes sobre el contexto del Manifiesto es el hasta cierto punto insuperable libro de Fernando Claudín, Marx, Engels y la revolución de 1848, México, 1975. M.
Lowy,
en
359
EL ORIGEN DE LAS ESPECIES
El
origen de las especies
El 25 de mayo de 1859, un oscuro estudioso del mundo animal llamado Charles Darwin comenzó a leer las pruebas de un libro cuya redacción había iniciado apenas unos meses antes. La tarea había resultado un tanto ardua. Por un lado, Darwin experimentó durante la misma continuos de dolor que dificultaron la redacción. Por otro, no resultó fácil convencer a un editor para que se ocupara de accesos
publicación. La obra era pesada, larga y parecía dudoso que pudiera encontrar eco entre un público que gustaba de los relatos conectados con la geografía y las ciencias natusu
rales, pero que también poseía un gusto literario no pequeño. Finalmente, John Murray se prestó a imprimirla aunque con enormes dudas y limitando la primera tirada a la reducida cifra de 1 250 ejemplares. El 24 de octubre, el libro salía a la calle por el precio de 15 chelines. La corrección de
pruebas había ocupado
a
Darwin
va-
—sobre todo porque durante las mismas modificó notablemente su contenido— y no las concluyó hasta rios
meses
octubre. Sin embargo, es dudoso que diera alguna vez por definitiva la redacción. Entre la primera edición de 1859 y la sexta de 1872, Darwin no dejó de introducir ampliaciones y modificaciones. De hecho, la última, ya bastante diferente de la de 1859, cuenta con un capítulo séptimo que
resulta, en términos generales, menos diáfana en su argumentación. En las siguientes páginas centraremos nuestro análisis en la primera. En la Introducción de El origen de las especies por medio de la selección natural o la preservación de las razas favorees nuevo
y
361
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
cidas en la lucha por la vida, Darwin comienza por reterirde la evolución, se a lo que considera el problema central Rechaza así las tesis que es la cuestión de la adaptación. propuestas por Lamarck o por los denominados progreststas y subraya el hecho de que va a exponer un nuevo mecanismo que permite explicar el origen de las especies en virtud de la adaptación. El origen de las especies cuenta
partita.
En
primer lugar,
estructura tri-
con una
Darwin expone
su
teoría de la
se-
(capítulos 1-5), después responde a las objeciones que puedan presentarse a su concepción (c. 6-9) y, finalmente (c. 10-14), señala la forma en que ésta puede dar una respuesta adecuada a algunos interrogantes cienlección natural
tíficos irresueltos hasta entonces. Darwin parte del ejemplo de los criadores de animales (c. 1: Variación en estado doméstico) para explicar a sus lectores la manera en que pueden producirse considerables variaciones en las especies animales y vegetales. En los
anteriores, había mantenido una abundante correspondencia con criadores, de manera que conocía el terreno —aunque con límites— que describía. Según Darwin, si las especies experimentaban variaciones se debía al hecho años
de que se alteraban las condiciones a que se veían sometidas durante el proceso reproductivo. Esta circunstancia explicaría, por lo tanto, la razón de que existiera una maen los yor variedad en los animales ya domesticados que que vivían salvajes. Estas variaciones llevadas a cabo por los criadores, de hecho, llegan a ser tan importantes que no resulta fácil distinguir dónde termina una especie o empleza una raza distinta. A continuación, Darwin aborda (c. 2: Variación en la Naturaleza) la variación en las especies salvajes. Resulta obvio que las modificaciones que encontramos
en
éstas
son me-
que las que han producido los criadores de animales las domésticas. No obstante, Darwin insiste en que las
nores en
también presentes y que, en realidad, no son sino pasos intermedios hacia la formación de especies distintas. De hecho, en su opinión, el concepto de especie es muy discutible ya que, en realidad, no deja de ser
variedades
362
se encuentran
EL ORIGEN DE LAS ESPECIES
variedad más aunque con características individuales muy acusadas. Esta difuminación del concepto de especie (bastante sujeta a discusión) resulta esencial porque abre el camino para que Darwin pueda atribuir de todas las formas nuevas y diferentes de vida precisamente a las variaciones acumuladas y transmitidas genéticamente. En el c. 3 (La lucha por la existencia), Darwin parte de las tesis de Malthus, obsesionado por el crecimiento demográfico, e insiste en que éstas resultan aún más aplicables al mundo animal. De acuerdo con esta presuposición, Darwin insiste en que las especies tienden a reproducirse en exceso si bien, a diferencia de lo que sucede con los seuna
res un
humanos, aumento
prudencial a
ese
puede
aumento no
artificial de
ser
corregido
los alimentos ni por
una
ni por restricción
través del matrimonio.
Como base para
llegar
a esa
conclusión, el
autor
aduce
cálculos relacionados con el posible aumento de la población conectado con la falta de recursos. Inspirado muy directamente por Malthus, Darwin señala que la lucha se convierte en especialmente feroz entre individuos de la misma especie o de especies relacionadas precisaunos
disputan los mismos recursos. Su interés, muy prudentemente, era no dejar entrever que semejante descripción cuestionaba la opinión que sobre la bondad de un Creador pudieran tener algunos lectores y, por ello, procuró suavizar su argumento. Sin embargo, la manera mente porque se
en
que lo
hizo, al
menos
vista desde nuestra
sólo resulta fútil sino incluso ocultamente de ciertas situaciones: no
perspectiva,
legitimadora
Al reflexionar acerca de esta lucha, nos puede servir de consuelo el tener la seguridad absoluta de que la guerra en la
naturaleza
do, de
no es
continua, de que
que la muerte
es
rápida
por
fuerte, el sano y el feliz sobrevive y La
exposición sobre la
percibe ningún mieregla general y de que el
no se
se
multiplica.
acentuación de la realidad de las
variaciones, la difuminación del concepto de especie y la lucha por la existencia llegan a su conclusión aparente363
LOS TEXTOS
mente
QUE CAMBIARON
capítulo 4 (La selección natural). Según ese innegable campo de batalla que es la Natupodrán sobrevivir los más aptos y, en sentido
lógica
Darwin, en raleza sólo
LA HISTORIA
en
el
inverso, están llamados a extinguirse los que han incorporado alguna variación negativa. Ese mecanismo se denomina selección natural:
(...) ¿podemos dudar (recuérdese
que
nacen
muchos
pueden llegar a sobrevivir) que los individuos que poseen alguna ventaja por pequeña soque sea sobre los demás tendrán más probabilidad de brevivir y de reproducir su especie? Por otro lado, podemos tener la seguridad de que cualquier variación desfavorable aunque sea en grado menor resultará rigurosamente aniquitlada. A esa conservación de las variaciones favorables y eliminación de las variaciones desfavorables, denomino Selecmás individuos que
aquellos
que
ción Natural.
tiempo después, no creía en una finalidad en el mecanismo evolutivo (a diferencia de la denominada evolución teísta), pero sí sostenía que la selección natural servía para conservar los individuos mejor doComo señalaría Darwin
tados y eliminar a los que llevaban incorporadas variaciones desfavorables. En esta selección, Darwin atribuye el papel fundamental a la reproducción. A la vez, insiste en lo inevitable que resulta el exterminio de especies enteras llevado a cabo por otras que compiten con ellas y en la tesis de que la selección natural favorecerá a la especialización creciente. Tras exponer sus tesis, Darwin comienza a partir del capítulo 6 (Dificultades de la teoría) a enfrentarse con las
puedan esgrimir contra ellas. No iban a ser éstas escasas y eso explica que en la última edición de El origen de las especies, se añadiera un capítulo entero en el que se ampliaban las respuestas. Fundamentalmente, Darwin reduce las objeciones a cuatro. posibles objeciones
que
se
primera es la ausencia de formas de transición entre especies ya conocidas. En pura lógica, se supone que, La
puesto que el proceso evolutivo 364
implica
una
paulatina
va-
EL ORIGEN DE LAS ESPECIES
riación de
una
especie hasta
que surge otra nueva, debe-
de las formas intermedias o de transición entre ambas. Darwin era consciente de que los eslabones intermedios no existían e intentó dejar de lado la dificultad argumentando que no cabía esperar hallar los «eslabones variantes e intermedios» y que además esa circunstancia no tenía mayor importancia en la medida en que no podía esperarse que las especies intermedias no fueran exterminadas y llegaran hasta el presente. La segunda objeción giraba en torno al origen de las esrían existir al
pecies
con
menos rastros
costumbres
estructuras tan
o
peculiares
como
murciélago que, supuestamente, habría evolucionaalgún mamífero que no supiera volar. Ahora bien, de nuevo en pura lógica, entre ese primer mamífero y el murciélago que procedería de él tendría que haber existido una
la del do de
especies intermedias. Tales especies no sólo no haacto de presencia por ningún sitio, sino que además
serie de cían
planteaban
el
problema
mínimamente cuando
de cómo habían
sus
podido
sobrevivir
ni servían del todo para era de peso y Darwin in-
órganos
andar ni para volar. La objeción tenta responderla aludiendo a la existencia de animales que supuestamente
se
encuentran
a
mitad de camino
entre
el mamífero terrestre y el murciélago. Un ejemplo de esto serían las ardillas voladoras, que se desplazan de árbol en árbol mediante unas extremidades que no son alas, aunque
pueden
ser una
En tercer que
plantea
fase previa
lugar,
para
Darwin
su
aparición de las mismas. intenta responder al problema a
la
teoría la existencia de estructuras
ex-
traordinariamente complejas, como la del ojo humano. Una vez más, la objeción gira en torno a la inexistencia de estadios evolutivos intermedios y en esta ocasión, Darwin reconoce
que si éstos
no
pudieran imaginarse
su
teoría
re-
rechazada. En defensa de su planteamiento, Darwin presenta el caso de los ojos de los invertebrados, que presentan grados diversos de complejidad. Esta circunstancia, en su opinión, vendría a corroborar la tesis de que es posible contar con grados intermedios de visión, sin que eso plantee problemas de supervivencia a una sultaría
digna de
ser
especie. 365
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Finalmente, la última objeción es la que plantea la existencia de órganos de pequeña o nula importancia. De acuerdo con su teoría, la selección natural únicamente debería actuar mediante la confirmación de variaciones favorables. La realidad, sin embargo, es que en no pocas es-
pecies
se
aprecian
caracteres
que
no
poseen
ninguna
utilidad. Darwin intenta dar respuesta a esta cuestión indicando que el hecho de que el ser humano no encuentre utilidad en un carácter no significa que éste no la tenga. No sólo eso. Seguramente la tiene y es mucho mayor de lo que pensarse mediante una observación superficial. No todas las objeciones, ni siquiera las más importantes, apa-
podría
respondidas en este capítulo y, de hecho, Darwin decidió tratarlas en capítulos específicos posteriores. Darwin dedicó el capítulo 7 (Instinto) a explicar la manera en que la evolución podía explicar la conducta animal. En su opinión, la selección operaba sobre los instinrecen
tos
de la misma
manera
que lo hacía sobre los caracteres
físicos. Naturalmente, es consciente de que en determinadas especies las variaciones instintivas resultan muy obvias (ej.: en el perro doméstico), pero argumenta que determinada selección podría ir modificando instintos mediante la eliminación de variaciones concretas. El capítulo 8 (Hibridismo) constituye un intento por parte de Darwin de responder a una de las objeciones más sólidas en contra de su teoría de la evolución. De todos es sabido que los cruces entre distintas especies (ej.: entre un asno y una yegua) producen comúnmente individuos estériles (ej.: un mulo), con lo que fracasa la aparición de una nueva especie híbrida. La objeción tenía un enorme peso
(de hecho, muchos consideraron que era suficiente para invalidar toda la teoría darwiniana) y Darwin era consciente de ello. Para intentar
responderla recurrió a un argumento ya utilizado en el capítulo 2 de la obra consistente en afirmar que la diferenciación entre especies y variedades resulta menos clara de lo que podría pensarse. El capítulo 9 (Sobre la imperfección del registro fósil) constituye un nuevo intento de responder a una objeción abordada en parte en el capítulo 6 referente a la imposibi366
EL ORIGEN DE LAS ESPECIES ——
lidad de demostrar la evolución partiendo de la existencia de especies de transición. De hecho, lo que dejaba de maniliesto el registro fósil era que las especies habían aparecido de manera repentina sin mostrar la menor referencia a antepasados evolutivos. En algunas ocasiones, esa aparición repentina de seres vivos hasta resultaba extraordinaria, como fue, por ejemplo, el caso de la denominada explosión cámbrica. Darwin es consciente de que se trataba de un argumento serio en contra de su teoría e intenta darle una respuesta que no invalide, ni siquiera en el caso de futuras eventualidades, la misma. Así señala que, seguramente, a medida que se vaya completando el registro fósil aparecerán especies de transición ahora desconocidas. Ciertamente, éstas no aparecen en el período del Silúrico (hasta la edición siguiente Darwin no situó la explosión cámbrica en el Cámbrico), pero se debe confiar en que, fiacabarán hallando. Sin embargo, no parece que el mismo Darwin estuviera totalmente convencido de esta posibilidad y, quizá intentando salvaguardarse contra un resultado adverso en esa dirección, insiste en que no deberíamos esperar encontrarnos con todos los pasos de la
nalmente,
se
evolución. En el
capítulo 10,
Darwin continúa tratando el
proble-
del registro fósil, pero en esta ocasión se dedica a insistir en el hecho de que lo que hasta entonces se conocía del mismo venía a fundamentar la teoría de la evolución, ya que implicaría la existencia de una serie de ancestros comunes a partir de los cuales habrían llegado a existir las esma
pecies
más
especializadas.
En los tres
Darwin aborda la distribución
siguientes capítulos,
geográfica
como un
factor
de ayuda para la aparición de especies nuevas y las afinidades existentes en los seres orgánicos. Finalmente, bosqueja algunas de las conclusiones fundamentales de su teoría, como la de que todos los seres orgánicos han descendido de alguna forma primordial en la que brotó la vida. Darwin conectó este hecho con una posible explicación acerca del origen del ser humano, pero prefirió no sacar todas las conclusiones lógicas de esta afirmación. Por el contrario, señaló que existían leyes a través de las cuales 3607
QUE
LOS TEXTOS
CAMBIARON LA IHISTORIA
de recurrir a milagros. Entre esos procesos se encontraría el de la selección natural que funciona solamente por y para el bien de cada
gobierna
el Creador
el mundo
en
lugar
de forma que las capacidades de los diferentes seres tiendan hacia la perfección. Al respecto, la conclusión de Darwin (que chirría un tanto con las concepciones expre-
ser
sadas
en
los
capítulos anteriores)
es
que existe
grandeza en
concepción de la vida en la medida en que de la guerra de la naturaleza, del hambre y de la muerte llegan a surgir las su
formas
más hermosas y más maravillosas.
El triunfo de
una nueva
ortodoxia
habitual hacer referencia al hecho de que las tesis de Darwin provocaron una reacción de oposición inmediata y que ésta arrancó de los círculos más vinculados al Suele
ser
oscurantismo
tivo, pero
no
religioso. El aserto tiene, sin duda, su atracse corresponde en absoluto con la realidad
que los ataques más vigorosos e inmediatos contra Darwin procedieron de los ámbitos cientí-
histórica. Lo cierto
es
ficos y se basaban en consideraciones de carácter también científico. Las primeras recensiones de su obra fueron por lo general muy desfavorables y algunas, como la que le dedicó Owen en el Edinburgh Review, llegaron a causar en Darwin una tremenda desazón. En realidad, las razones para semejante actitud no faltaban y, de hecho, el mismo Darwin las había previsto al dedicar una porción tan considerable de su libro a responder a las posibles objeciones. A casi siglo y medio de distancia de la publicación de El origen de las especies, éstas, de hecho, no sólo no han perdido su mordiente sino que resultan aún más sólidas si cabe. Los ejemplos que se podían aducir al respecto son considerables. Así, en el capítulo 1 Darwin sostenía una explicación de la transmisión de las variaciones que resulta insostenible (de hecho, ya nadie la defiende) a la luz de la genética con-
temporánea. No mentos
368
del
c.
3,
faltos de solidez parecen los arguque se apoyaba en las tesis de Malthus
menos en
EL ORIGEN DE LAS ESPECIES
ya desmentidas
el siglo X1x) y con los que defendía un concepto de la lucha por la existencia al que luego nos referiremos. De igual forma pocos científicos evolucionistas se atreverían en la actualidad a de-
(afortunadamente
lender,
como
Darwin hacía
en
el
en
c.
4, que la reproducción
el factor decisivo para la selección natural. En términos generales, debe decirse que aquellos aspectos específicos que diferenciaban a Darwin de otros autores que antes habían articulado concepciones evolucionistas han demostrado ser falsos y, de hecho, no suelen ser actual-
sexual
es
sostenidos por casi nadie. Pero si en esos terrenos, El Origen de las especies ha sido muy maltratado por el tiempo, no puede decirse menos de las respuestas que Darwin brindó a las posibles objeciones a su teoría. A finales del siglo xx, y pese a que nuestro conocimiento del registro fósil puede considerarse casi total, las especies de transición que Darwin suponía en el capítulo 6 y que anunciaba en el c. 9 no han aparecido. No sólo es que algunas de sus respuestas, como la referente a las ardillas voladoras, se nos antoja pueril, sino que, de hecho, buena parte de los científicos evolucionistas tratan de amoldar al esquema evolucionista la realidad de que las especies surgieron de manera repentina y sin transición aparente entre ellas. Como en su día señaló Heribert Nilsson: mente
puede
mantener con
toda
firmeza
resulta posible ni siquiera esbozar una caricatura de la evolución partiendo de los datos paleobiológicos. El material fósil ha sido ya completado de tal forma que ha sido posible determinar muevas clases y la falta de series de transición no se puede explicar como debida a la escasez de material. Las deficiencias son reales, nunca se cubrirán. Se
que
no
George Gaylord Simpson ha expresado en su obra The Meaning of Evolution los resultados de una observación del registro fósil que en absoluto confirman los pronósticos de Darwin: De la misma
manera
369
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
posible afirmar que tales transformaciones no están registradas porque no existieron, que los cambios no fueron Es
por transición, sino por saltos
(...) las discontinuidades
son
la evolución sistemáticas y cast siempre
repentinos
en
grandes. lado, la respuesta de Darwin a los problemas derivados del hibridismo (c. 8) siguen sin verse resueltos, Por otro
los argumentos utilizados en el c. 10 en favor de la evolución son una tautología y la tesis darwiniana acerca de una forma primordial de la que brotó la vida había sido destroPasteur (y posiblemente Darwin lo sabía) al dezada por
mostrar que
Pese
a
la vida
no
surge por
generación espontánea.
todo, la teoría de la evolución de Darwin
no
sólo
formuladas por otros autores, sino que además estaba llamada a convertirse en el dogma de fe ortodoxa de la comunidad científica. Las razones fueron todo menos que se produjera semejante éxito iba
a ser
preferida
a
otras
para
científicas y estuvieron más bien relacionadas con aspectos filosóficos, políticos y sociales. En primer lugar, se debieron al hecho de que el darwinismo proporcionaba una aparente base científica a una visión política similar a la del liberalismo. El mismo Darwin pertenecía a un sector de la sociedad no poco elitista y, de hecho, eso fue lo que le permitió dedicarse a la observación de la Naturaleza sin verse obligado a atender otros menesteres. Su teoría hacía referencia al hecho de que los cambios se producían poco a poco, sin saltos ni revolucioademás siempre beneficiaban a los más aptos en una lucha que era cruel pero necesaria. No otra cosa pensaba la burguesía liberal. Por un lado, estaba ansiosa por desplazar a la aristocracia de buena parte de sus reductos de pones, y
der y a buen seguro lo haría, dado que sus propios miembros estaban mejor dotados para la competencia. Sin embargo, no tenía la menor intención de que el cambio so-
cial la desbordara y degenerase en revoluciones populares, como las que venían agitando Europa desde 1789. El darwinismo venía ahora a legitimar ese punto de vista y además le proporcionaba incluso armas adicionales contra la 370
EL ORIGEN DE LAS ESPECIES
anglicana, que constituía uno de los sectores sociales más apegados a la visión conservadora. No deja de ser significativo que Carl F. von Weizsácker reco-
Iglesia oficial,
la
nociera (incluso con cierta candidez) rante la segunda mitad del siglo xx:
esa
circunstancia du-
punto de partida metodológico por lo que la ciencia moderna excluye la creación directa. No sería honrada nuestra metodología si negara ese hecho. No poseemos pruebas positivas del origen inorgánico de la vida ni de la primitiva ascendencia del hombre, No
y
es
quizá
por
ni
sus
conclusiones, sino
siquiera de la
misma
por
su
evolución,
si queremos
ser
exactos.
encontraba el segundo aliciente metacientífico del darwinismo. Como ha señalado muy acertadamente Peter J. Bowler, finalmente el éxito del darwinismo descansó no sobre una aceptación general de la teoría de la evolución sino sobre la explotación del evolucionismo por parte de aquellos que estaban resueltos a convertir la ciencia en una nueva fuente de autoridad en el seno de la civilización occidental. Esta circunstancia explica un fenómeno tan curioso como es el de que el gran defensor de Darwin, Huxley (a diferencia de otros personajes que vinieron después) no encontrara nada absurdo en la idea de Sin
una
embargo,
ahí
se
creación instántanea:
(...) la
el sentido corriente de la palabra es perfectamente concebible. No veo ninguna dificultad en el hecho de creer que, en alguna época anterior, el universo no existía y que hizo su aparición en seis días (o de manera instantánea, si se prefiere), como fruto de la voluntad de un Ser que ya existía previamente. Tanto entonces como ahora los argumentos a priori contra el teísmo, y dada una deidad, contra la posibilidad de actos creativos, me parecieron vacíos de un fundamento razonable. «Creación»
Thomas
en
Henry Huxley ha sido denominado el bulldog de
Darwin por la fiereza
con
que defendió las teorías del citado 371
LOS TEXTOS
autor. La
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
realidad, sin embargo,
es
que
era
lo que
sc
ha
dado en llamar un pse.dodarwinista. No podía compartir (y, de hecho, no compartía) buena parte de los enfoques de Darwin pero, a la vez, era consciente de que El origen de las
susceptible de convertirse en un arma con la que desalojar de sus poltronas a los científicos añosos y establecidos, y permitir que aquéllas fueran ocupadas por una
especies
era
generación el
nueva
y joven, deseosa de convertir la ciencia
en
oráculo de Delfos de la sociedad. Se puede señalar que semejante actitud no indica un temperamento muy científico y, quizá, tampoco muy ético, pero cualquiera que nuevo
las preocupaciones de los jóvenes investigadores y su necesidad de captar fondos y puestos para sus trabajos sabe que ni siquiera hoy es nada inhabitual. Aun actualmente resulta instructivo examinar las reseñas de la época para percatarse de hasta qué punto los defensores de Darwin estaban defendiendo de manera primordial su derecho a tener un lugar bajo el sol de las cátedras. Al respecto, no deja de ser significativo que en algún caso hasta defensores tan entusiastas de la nueva teoría se vieran obligados a reconocer que las objeciones eran demasiado sólidas. Éstas procedieron, como sigue sucediendo actualmente, sobre todo de otras ramas de la ciencia. Por ejemplo, el físico William Thomson (el futuro Lord Kelvin) apuntó ala conozca
pruebas experimentales de que la selección pudiera producir nuevas especies e insistió en que la teoría era incapaz de hacer predicciones comprobables, principios falta de
ambos elementales de la investigación científica prácticamente desde los griegos. Ante esa crítica, Huxley no pudo sino confesar que la objeción era totalmente válida y el mismo Darwin reconoció que no tenía respuesta para ella.
lugar, el darwinismo se asentó porque ofrecía una posibilidad de explicar aspectos que no parecían tener una explicación científica global en esos momentos. Esta circunstancia fue reconocida en la segunda mitad del siglo Xx por G. A. Kerkut. La teoría de la evolución podía estar prendida con alfileres, pero proporcionaba un instrumento de investigación ulterior nada despreciable: En tercer
EL ORIGEN DE LAS ESPECIES
formas de vida del mundo se han desarrollado a partir de una sola fuente de vida que emergió por sí misma de lo inorgánico. Esta teoría puede ser denominada «Teoría general de la evolución», y las pruebas que la apoyan no son lo suficientemente sólidas como para que la podamos considerar algo más que na hipótesis de trabajo. Existe la teoría de que todas las
imponiéndose siglo xI1x por una
La teoría de Darwin acabó
durante la dé-
circunstancia cada de los sesenta del nada despreciable en su repercusión y ésta no fue otra que el hecho de que sus defensores supieron llevar a cabo una
política de relaciones públicas extraordinaria que pasó, por ejemplo, por evitar que la oposición pudiera ofrecerles un
tes
frente unido, por condenar al ostracismo a los disideny por no tener reparo en falsear la historia. Buena parte de la oposición no rechazaba el modelo
evolucionista en sí, aunque tenía enormes reparos en aceptar la visión darwinista, en la que el azar desempeñaba un papel decisivo. A estas personas se las condenó —como en la escatología de algunas religiones— a las tinieblas externas. Uno de los casos paradigmáticos de la manera en que la nueva fe trataba a los considerados herejes es el de George Jackson Mivart. Inicialmente, Mivart había sido un ferviente darwinista, lo que le permitió, con la ayuda de otros darwinistas como Huxley y Hooker, obtener una cátedra de zoología en el St. Mary's College de Londres. Sin embargo, el que hasta entonces había sido un elemento más del programa de la secta darwinista para apoderarse de cátedras y programas de investigación, se convirtió en un abierto disidente en 1871 al publicar su Genesis of Species, una obra en la que cuestionaba, partiendo de la paleontología y de la anatomía, buena parte de las conclusiones de Darwin. El resultado fue que sus antiguos correligionarios le aplicaron el ostracismo más absoluto (como a tantos otros científicos de valía) y el mismo Darwin lo acusó de odioso fanatismo religioso, un insulto que tanto él como sus seguidores aplicarían a menudo a los que veían serias objeciones científicas contra su teoría. Como 373
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
sospechar, las objeciones de Mivart quedaron sin responder. El nuevo grupo no se iba a dejar desanimar por cuestiones así. De hecho, a su habilidad de maniobra (y ciertamente, constituían un paradigma de lo que es la lucha y la victoria de los más aptos) añadieron una especial capacidad para falsear la historia de determinados episodios, era
de
hasta el punto de convertir sonoras derrotas en supuestas victorias de la ciencia contra el oscurantismo. Merece la pena detenerse en dos de los ejemplos significativos. El primero es el relacionado con la reunión de la British Association en Oxford en 1860, en el curso de la cual Huxley
enfrentó con el obispo Samuel Wilberforce. A juzgar por los relatos que sobre este encuentro se han popularizado en libros y películas, habría que creer que Huxley trituró a Wilberforce para regocijo de los presentes. La verdad es que sucedió exactamente lo contrario. De hecho, Wilberforce logró convencer a la mayoría de los asistentes y pasarían años antes de que Oxford fuera tomado por los parse
tidarios de Darwin. de este falseamiento de la historia lo constituye el famoso (aunque no bien conocido) Juicio del mono. La historia del maestro de escuela norteameri-
El
segundo ejemplo
John T. Scopes que en 1925 fue juzgado por enseñar a sus alumnos la teoría de la evolución ha sido esgrimida durante décadas como un ejemplo de la lucha del oscuran-
cano
tismo contra la luz de la ciencia.
Supuestamente, en ese duelo entre la razón y las tinieblas, Clarence Darrow, el abogado norteamericano más brillante de la época, había aplastado a un personaje obtuso y fanático llamado William Jennings Bryan. El triunfo de esta visión propagandística quedó asegurado cuando, con un sutil cambio de nombres, el episodio fue convertido primero en una obra de teatro titulada Inherit the Wind y luego en una película del mismo título que fue magistralmente interpretada por y mereció la mayor distinción de la Academia del cine. La verdad fue, sin embargo, muy diferente.
Spencer Tracy
Para empezar, todos los protagonistas del episodio se vieron sometidos a una metamorfosis que no hacía justicia 374
El. ORIGEN DE LAS ESPECIES
la realidad histórica. Clarence Darrow fue un magnífico abogado, pero en dos ocasiones fue objeto de sanciones jua
diciales,
de ellas cuando intentó sobornar a un miembro del jurado para obtener la absolución de los acusados en un caso de terrorismo. Por otro lado, sus memorias tituladas The Story of My Life constituyen una brillante apología de su vida pero, a la vez, un magistral ejercicio de manipulación y ocultamiento de la verdad. Al igual que el supuesto paladín de la luz no era tan luminoso, el satanizado defensor del oscurantismo tampoco resultaba tan siniestro. William Jennings Bryan fue un miembro del partido demócrata que desarrolló una política notablemente populista en favor de los segmentos más humildes de la sociedad. De hecho, su intervención en el denominado Juicio del mono no se debió a razones religiosas sino politicosociales. Lo que se ventilaba en realidad no era si se podía o no enseñar la teoría de la evolución, sino si ésta podía utilizarse en contra de los «menos aptos». Scopes, el maestro enjuiciado, no leía a sus alumnos El origen de las especies sino la Biología cívica (Civic Biology) de Hunter. Esta obra se basaba en Darwin y partiendo de él llegaba a conclusiones que para muchos americanos como Bryan resultaban una
peligrosas. Así, por ejemplo, la obra de Hunter afirmaba que de las humanas el tipo más elevado de todos, los caucasianos [está] representado por los civilizados habitantes blancos de Europa y América. Para preservar la pureza de esta raza superior, el libro que Scopes leía a sus alumnos de la escuela recomendaba acabar con los elementos menos aptos mediante la reclusión y la esterilización: cinco
razas
Al
igual
que ciertos animales
o
plantas
se
convierten
en
parásitos de otras plantas o animales, estas familias se convierten en parásitos de la sociedad. No sólo dañan a otros co-
esparciendo la enfermedad, sino que de hecho son protegidos y cuidados con el dinero público del Estado. Ya existen para ellos el orfanato y el asilo. Reciben de
rrompiendo,
robando
la sociedad pero rásitos
no
o
dan nada
a
cambio. Son verdaderos pa-
(...) 375
LOS TEXTOS
Si
esa
QUE
gente
CAMBIARON LA HISTORIA
fueran animales inferiores, probablemente
los mataríamos para evitar que se extendieran. La humanidad no nos lo permitirá, pero contamos con el remedio de separar los sexos en asilos o en otros lugaresy de varias maneras prevenir el matrimonio entre ellos y las posibilidades de
perpetuar una clase han sido tán
utilizando
bajay degenerada. Remedios de esta probados con exito en Europa y ahora se es-
raza tan
con
éxito
en este
país.
Lo grave no era solamente que las tesis darwinistas-racistas de Hunter fueran enseñadas a escolares como algo
científico, sino que contaban con un respaldo considerable de personajes como algunos científicos de la Universidad de Harvard o el presidente del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, Oliver Wendell Holmes. Éste llegó a sostener en una sentencia que tres generaciones de imbéciles son suficiente, declarando constitucional la práctica de esterilizasólo en enfermos mentales sino también en familiares de éstos que, supuestamente, pudieran transmitir
ciones
no
la enfermedad. La batalla del proceso de
Scopes
fue, por lo tanto, las tinieblas, sino el
no
combate escatológico entre la luz y enfrentamiento entre aquellos que pensaban, partiendo de una óptica racista y desprovista de compasión hacia los débiles, que se podía subyugar e incluso mutilar a semejantes menos aptos y los que consideraban, por el contraun
rio, que conductas de aberración moral que
este
tipo
constituían
una
profunda
tolerada. No deja de ser significativo que un documental filmado en aquella época en el que se defendía la campaña de esterilización de los parásitos y se citaba a Oliver Wendell Holmes fuera
producido por H.
L.
no
podía
ser
Mencken, el periodista escéptico, pro-
fundamente racista y antirreligioso, cuyo periódico pagó los gastos de la defensa en el Juicio del mono. La lectura de las actas del proceso no revelan a un tolerante abogado enfrentado con un fanático religioso sino a un hábil letrado que se estrelló contra las respuestas moderadas de un populista de ideas igualitarias seriamente preocupado por un darwinismo social de consecuencias terribles para los 376
EL ORIGEN DE LAS ESPECIES
débiles
los miembros de
consideradas inferiores. Como en tantas ocasiones, la verdad histórica resulta radicalmente distinta de la leyenda ideológicamente interesada. o
razas
Las consecuencias
El origen de las especies fue Sin embargo, al igual que
libro que cambió la historia. su triunfo se debió en medida nada despreciable a razones metacientíficas, su influencia se relaciona también con campos alejados de la ciencia. Como es lógico, tal circunstancia ha sido negada repetidas veces, pero, una vez más, la documentación histórica es irrefutable. Por
ejemplo,
un
la conexión
entre
la teoría darwinista y la la creencia en una raza
eugenesia o el racismo basado en superior no fue una mala interpretación de las tesis de Darwin, sino aspectos que él mismo, de manera expresa, señaló. Para Darwin, las razas de color no eran sino especies menos evolucionadas que el blanco. De hecho, insistió que el cerebro de los blancos era mayor que el de los que tenían miembros de otras razas y que eso era un signo de
en
su
superioridad intelectual.
Si los
blancos, según Darwin,
estaban extendiendo su dominio a zonas de la tierra distintas del continente europeo no se debía a su superioridad
tecnológica sino a su inteligencia superior. La base para esta superioridad la atribuyó en una obra posterior a la selección sexual, tema al que dedicó la segunda parte del Origen del hombre.
|
Naturalmente, esa visión pretendidamente científica (aunque, en realidad, sustentada sobre presupuestos pseudocientíficos) implicaba un nuevo concepto de la moralidad sobre bases supuestamente naturales. Éstas dejaban de manifiesto que, también de forma natural, las razas inferiores desaparecían porque eran fracasos evolutivos. Como señalaba en una carta a W. Graham de 3 de julio de 1881, éste no era un hecho en sí lamentable sino meramente
científico:
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Al contemplar el mundo en uma fecha no muy lejana, qué innumerable cantidad de razas inferiores habrá sido eliminado por las razas más altamente civilizadas en todo el mundo. lo que se podían considerar desechos sociales, las naciones civilizadas (es decir, las blancas y occidentales según Darwin) contaban con medios naturales para deshacerse de ellos. Así lo afirmaría en el Origen del En relación
con
hombre: Por lo que
se
produce alguna
las cualidades morales, siempre se eliminación de las malas inclinaciones en
refiere
a
las naciones civilizadas. Los delincuentes son ejecutados, o encarcelados durante largos períodos, de manera que no pueden transmitir con facilidad sus cualidades inicuas. La gente melancólica o demente es recluida o se suicida. Los hombres violentos o pendencieros frecuentemente sufren un
sangriento final. Cuando Galton propuso una mejora de la especie humana basada en la mayor reproducción de la gente de las clases altas y en el desánimo de la reproducción de los miembros de las clases inferiores, Darwin lo aprobó en el Origen del hombre indicando que era el unico plan factible dipara mejorar la raza humana siempre que se basara en fundir e insistir en la importancia del absolutamente decisivo
principio de la herencia.
El Origen de las especies cambió la historia, pero no tanto por su contenido científico, sujeto a fuertes controversias incluso entre los científicos evolucionistas, cuanto por la manera en que parecía proporcionar una legitimación científica a determinados fenómenos sociales. El racismo y la creencia en la superioridad de la raza blanca, el imperialismo y el sometimiento (con el efecto posible y colateral) de las denominadas razas inferiores, el capitalismo
salvaje
y la sordera ante las necesidades de las clases infe-
riores, la eugenesia social y el control del crecimiento de 378
EL ORIGEN DE LAS ESPECIES
los más necesitados encontraron su legitimación en Darwin y fueron defendidos por el propio Darwin. En este sen-
tido,
algunas ideologías totalitarias
resultó difícil sustentar sus aspectos más siniestros también en su lenguaje. Marx envió a Darwin un ejemplar dedicado de El capital en la creencia de que apoyaba su visión materialista de la historia. Hitler pudo referirse a la superioridad de para
sobre las otras y
no
la necesidad de ganar la lucha por la supervivencia asegurando que los arios serían los más aptos mediante una selección natural estatalizada. Se puede objetar que eran partidarios espúreos del darwinismo. Incluso se puede señalar con menos base que nunca habrían sido queridos. Sin embargo, aunque quizá bastardos, sus tesis, sobre todo en el caso del nazismo, debieron mucho en su formulación a la obra y al pensamiento de Darwin. una raza
a
Bibliografía La
bibliografía
sobre Darwin
en
castellano, incluyendo la
traducción de sus obras, es muy amplia, aunque no sea muy abundante la relativa a los aspectos sociales relacionados con la misma. En este sentido concreto son de especial interés la obra de R. Alexander, Darwinismo y asuntos humanos, Barcelona, 1987, P. J. Bowler, Charles Darwin. El hombre y su influencia, Madrid, 1995 y la de C. Castrodeza, Ortodoxia darwiniana y progreso biológico, Madrid, 1988. Una exposición clásica de la teoría de la evolución desde una perspectiva neodarwiniana es la de John Maynard Keynes, Teoría de la evolución, Madrid, 1966. Una evaluación del darwinismo de cierto interés se halla en S. A. Barnett y otros, Un siglo después de Darwin, Madrid, 2 vols., 1979. La controversia entre creacionismo y evolucionismo supera (¿podía ser de otra manera?) con mucho el ámbito de lo científico y entra más bien dentro del fenómeno sociopolítico relacionado, por ejemplo, con el control de las escuelas públicas. Esta circunstancia hace que las dos partes defiendan sus posiciones con un encamiza379
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
miento que trasciende lo científico. Entre las obras creacionistas clásicas, muy numerosas, destaca en castellano D. T. Gish y otros, Creación, evolución y el registro fósil, Tarasa, 1979. Un cuestionamiento científico de las tesis de
perspectiva evolucionista se encuentra en B. Leith, El legado de Darwin, Barcelona, 1986, en P. E. Johnson, Darwin on Trial, Downers Grove, 1991 y en G. Rattray Taylor, El gran misterio de la evolución, BarceDarwin desde
una
lona, 1983. Sobre el enfrentamiento entre Huxley y Wilberforce, resulta un estudio interesante J. R. Moore, The Post-Darwinian Controversies, Cambridge, 1979. Sin emestudio definitivo (bien distante de la versión oticial darwinista) es el de Jensen, «Return to the Huxley-Wilberforce Debate», en Bri. J. Hist. Sci, 21, 1988, pp. 161-180. El Juicio del mono ha sido muy bien estudiado en R. Gin-
bargo, el
Days or Forever?: Tennessee v. John Thomas ScoOxford, 1974. Especialmente iluminadora al respecto
ger, Six pes,
las memorias de Clarence Darrow, The Story of my Life, Nueva York, 1996, escrita por Alan M. Dershowitz. Un juicio muy bien documentado, y desfavorable, acerca de la manipulación del registro fósil realizado por algunos paleontólogos puede examinarse en R. Lewin, La interpretación de los fósiles, Barcelona, 1987. es
la introducción
380
a
JUDÍOS
EL ESTADO DE LOS
Sionismos La relación de Israel
con
Sión, el
sobre el que se antigua como su his-
monte
asienta la ciudad de Jerusalén, es tan toria. Su antepasado Abraham recibió de Dios la orden de sacrificar a su hijo Isaac en este lugar y aunque la relación
quedó sumergida en los años siguientes en un torbellino de acontecimientos trascendentales, lo cierto es que Sión permaneció unido siempre como un hilo conductor a la historia de Israel. Cuando la nación
dejó
de
ser una
anfictionía
de tribus y se convirtió en reino, no pasó mucho tiempo antes de que David, su rey más importante, decidiera tomar
Jerusalén, la ciudad asentada sobre el
para convertirla
único de
monte
capital y edificar sobre ella el templo adoración a Dios. Logró todo menos lo último, en su
porque la construcción del santuario acabó siendo
da por A
su
ejecuta-
hijo Salomón.
partir de
sólo
Sión,
ese
momento, Jerusalén-Sión
se
convirtió ya el de la exis-
el centro de la vida política sino en tencia espiritual de Israel. Tanto fue así que cuando la nación se dividió en un reino norteño que conservó el nombre de Israel y otro sureño denominado Judá, el no
en
primero
decidió construir
un
templo alternativo
peregrinación de
sus
súbditos
como
a
por temor
Jerusalén
a
que la
marcara su
final
entidad política.
Los asirios
de Israel y
tituyó
aniquilaron en el siglo vIir a. de C. el reino deportaron a su población. Aquel episodio cons-
verdadero desastre. Con todo, la verdadera catástrofe nacional se produjo en el siglo vr a. de C., cuando el rey Nabucodonosor II de Babilonia llevó a cabo la toma de un
381
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
buena parte de la población judía. Para entonces, la esperanza de los profetas en un rey distinto (el Mesías) que gobernaría desde Sión estaba asentada desde hacía siglos, pero los hechos no parecían sino haberla desmentido cruelmente. Unos cincuenta años después, parte de la población judía exiliada regresó a la tierra de Judá y, como primera tarea, acometieron la reconstrucción de Jerusalén y de su templo. Como en otras ocasiones, no todos se entregaron con igual entusiasmo a aquella misión y fue necesaria la intervención de profetas, como Ageo, Malaquías y Zacarías, para estimular al pueblo, pero, finalmente, los judíos volvieron a contar con una entidad política cuya capital era Jerusalén y cuyo templo se asentaba en Sión. Para aquel entonces, ya resultaba obvio a los adversarios de los judíos que un golpe dirigido contra Jerusalén significaba atacar su corazón. Así lo entendieron Antíoco IV Epífanes, y los romanos Pompeyo y Tito. Todos ellos, en su enfrentamiento con los judíos, se esforzaron por tomar Jerusalén y por destruir o al menos profanar el templo. En el último caso, que sucedió en el año 70 d. de C., el desastre acabó adquiriendo carácter de definitivo. No sólo es que Jerusalén fuera tomada después de un largo y prolongado sitio, sino que el Templo fue completamente arra-
Jerusalén, arrasó el templo
sado por los
legionarios
y
deportó
romanos
y,
a
según contaría alguna
leyenda rabínica, la soldadesca llegó incluso a fornicar con prostitutas en aquel recinto tendiéndose sobre rollos de la Torah. A partir de entonces, los judíos recuperarían un mayor o menor poder político en su tierra secular, pero ya nunca volverían a ser una entidad independiente. Sin embargo, aunque lanzados a la Diáspora y no pocas veces expulsados y vueltos a expulsar de Jerusalén (Ricardo Corazón de León y Saladino pactaron, por ejemplo, la libertad de cultos para todas las fes en la sagrada ciudad con la excepción de los judíos), aunque asentados en sus hogares europeos, africanos y asiáticos, los judíos nunca dejaron de volver sus ojos hacia Jerusalén. La oración diaria les recordaba que su historia giraba en torno a aquella ciudad. Si para los cristianos, Jerusalén había cedido 382
su
lu-
EL ESTADO DE LOS
enclaves, si posterior a la de La
gar ante otros
JUDÍOS
para los musulmanes su santiMeca o Medina, para los judíos
dad era ho había otra ciudad con la que comparar la ciudad de David. Por ello, no dejaron de emigrar a Tierra Santa siempre que
pudieron
res,
eran
incluso se establecieron allí en número no escaso para vivir hasta que la muerte les arrancara el último aliento. Con la ilustración judía del siglo xvi y la posibilidad de emancipación abierta por las revoluciones liberales de ese siglo y del siguiente no fueron pocos los judíos que se plantearon (consciente o inconscientemente) el abandono del sueño de regresar a Sión. Algunos incluso abandonaron el judaísmo y se convirtieron a otra fe por descreimiento en la religión de sus padres, por deseos de promocionarse mejor socialmente o por convicción religiosa. Otros mantuvieron su fe judía pero enraizada en una realidad europea ilustrada liberal que contemplaba la idea de y regresar a Israel como algo mítico o, al menos, que podía y debía esperar hasta la llegada del Mesías. Incluso entre los judíos ortodoxos, la emigración era excepcional y se proyectaba la confianza también en la espera del Reino de Jerusalén que inauguraría el Mesías del Señor. La emancipación liberal concedió a los judíos la entrada como iguales en la sociedad, pero los enfrentó con problemas crecientes de identidad no planteados hasta entonces y, sobre todo, con un recrudecimiento del antisemitismo. El judío, relegado hasta ese momento, irrumpió en la sociedad y lo hizo compitiendo no pocas veces con las clases más activas y emprendedoras, las medias. El resultado fue una sensación, en no pocas sociedades europeas, de que había demasiados judíos y de que, para colmo, los que había constituían un peligro. Sobre cuál era la causa de ese peligro no existía un acuerdo. Para los conservadomente
e
demasiado liberales; para los liberales, excesivatradicionalistas; para las izquierdas, se trataba de
representantes del capital opresor; para el capitalismo, eran los conductores de las ideas más avanzadas y desesta-
bilizadoras socialmente hablando. Paradójicamente, el siglo x1x —el mejor en lo que a libertades para los judíos se 383
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
refiere desde la destrucción del templo en el año 70 d. C.— enfrentó a las poblaciones judías de Europa con la creciente sospecha de que nunca serían aceptadas en el seno de las naciones a las que servían lealmente. Las
posibles respuestas
a
esa
faltarón. Dreyfus en el
situación
no
Emilio Zola, el defensor del capitán judío escandaloso affaire que lleva su nombre, abogó por una asimilación completa de los judíos que evitara los enfren-
(¿no se daba cuenta?) eso significara que dejaran de ser judíos. Por su parte, el socialismo (que pronto contó con organizaciones específicamente judías, como el Bund) insistió en que la emancipación total de los judíos y la desaparición del antisemitismo sólo se produciría cuando se hubiera realizado la emancipatamientos
con
ellos,
aunque
las fuerzas anlisemitas encontraban la solución en la aplicación de normativas discriminadoras o bien en la simple expulsión de ción de toda la
los
raza
humana. En cuanto
a
judíos.
El sionismo moderno nació como una respuesta más encaminada a resolver el problema del antisemitismo. Sin embargo, a diferencia de las otras, pretendía enraizarse en una experiencia milenaria y que apelaba a su territorio his-
tórico, precisamente en una época en que otras naciones, como Italia o Alemania, pugnaban por reconstituirse. Las obras sionistas de los primeros años contaron con escaso eco. La ofrenda de Judá (1845) de Yehudah Jai Alkalai, en hebreo; La construcción de la historia judía (1846) de Graetz, en alemán; La guía para los perplejos de muestro tiempo (1851) escrita por el rabino Najman Krojmal, en he-
breo; Roma y Jerusalén (1862) de Moses Hess, en alemán; o los escritos de los judíos rusos Smolenskin, Lilienblun, Eliezer ben Yehudáh recogieron la idea sionista en múltiples variantes, que iban del socialismo al liberalisel Memo, de la visión religiosa a la que consideraba que sías no era un personaje histórico sino un proceso. En términos generales no fueron vistas con buenos ojos por los Pinsker
o
correligionarios que, en no pocas ocasiones, consideraron blasfemo pretender que la obra del Mesías pudiera ser sustituida por la iniciativa humana. No 384
es
extraño que si ésa
JUDÍOS
El. ESTADO DE LOS
lue su acogida entre los judíos, apenas despertaran interés en el resto de la sociedad. Esa situación iba a experimentar un
cambio radical
original
en sus
hombre que no era ni iba a añadir nada sus-
la obra de
con
planteamientos
un
lo ya dicho pero que marcaría una impronta totalmente distinta al incipiente movimiento sionista contemporáneo. Nos estamos refiriendo a Teodoro Herzl. tancial
a
Herzl Suele repetirse que Herzl era un judío centroeuropeo felizmente asimilado al que sólo la contemplación en Francia del caso Dreyfus (la acusación y condena de un oficial ju-
dío
no
porque existieran
pruebas
para ello sino por
meros
prejuicios antisemitas del tribunal) le hizo ver que el único futuro para los judíos era poseer su propio Estado. Esta exposición de los hechos puede resultar sugestiva pero no es por ello menos errónea. En realidad, para cuando se pro-
dujo
el
affaire Dreyfus,
el antisemitismo
no
Herzl
convencido de que encontraría solución en el seno de las era
ya
un
distintas sociedades. Nacido en Budapest en 1860, el propio Herzl en su Autobiografía señala que sus primeros contactos con el antisemitismo se produjeron cuando era un niño: Más bien pronto
trigonometría,
perdí la afición
ya que
en
por los
la escuela real
se
logaritmos y la había implantado
orientación
pronunciadamente antisemita. Uno de nuestros profesores explicó el significado de la palabra «paganos» de la manera siguiente: a éstos pertenecen los idólatras, los mahometanos y los judíos. Esta peregrina definición una
me
resultó la
causa
para abandonar la escuela real.
Tras abandonar la escuela
Evangélico, donde
no
real, Herzl pasó al Instituto
tuvo que
enfrentarse
con
el antise-
mitismo. Volvió a saber, sin embargo, lo que éste significaba en Viena y en Salzburgo. En la primera ciudad, mientras
cursaba Derecho
se cerraron
las admisiones de
nuevos
385
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
las asociaciones estudiantiles y en la scgunda, pese a que le entretenía la práctica del Derecho, supo que al ser judío, nunca podría ascender a juez. Por esa época, Herzl ya estaba comenzando a escribir como dra-
socios
judíos
maturgo y
en
no
deja de
dramas, el titulado El
significativo el que uno de sus nuevo ghetto (1894), pusiera de maser
nifiesto su conciencia de que la emancipación no iba a remediar los problemas de antisemitismo con que chocaban los judíos. En 1891, a los dos años de contraer matrimonio y mientras viajaba por España, el diario Neue Freie Presse de Viena le ofreció el puesto de corresponsal en París. Allí Herzl fue testigo de la agitación derivada del denominado affaire Dreyfus y confirmó sus impresiones (bastante lúcidas, por otra parte) de que el episodio no era el problema drama más grave y considerable. Decidió entonces escribir una obra breve en la que pudieran quedar recogidos sus puntos de vista acerca del problema del antisemitismo y de su posible solución. Ésa obra en
sí sino
un
síntoma de
fue El Estado de los
El Estado de los
un
judíos.
judíos
Herzl se muestra sincero al iniciar la obra que le haría más famoso. No pretende estar descubriendo nada. Se limita a en repetir algo que arranca de mucho tiempo atrás y que, esos momentos, recibe un nuevo impulso por la necesidad:
pensamiento que desarrollo en este escrito es muy tiguo: se refiere a la restauración del Estado de los judíos. Antes de todo debe tenerse en cuenta obligatoriamente El
an-
de los aspectos de mi expoque no invento nada en ninguno sición. No invento ni la situación de los judíos (...) ni los recursos
para remediarla.
(...) El factor decisivo surge la mencionada
los
386
judíos (Prólogo).
es
la
fuerza?
fuerza impulsora. ¿De dónde
De la miseria
en
la que viven
EL ESTADO DE LOS
JUDÍOS
——
Es
esa
convicción de que lo que
sino la solución
plantea
no es una
uto-
bien palpable, lo que llevará a Herzl a afirmar que el Estado de los judíos acabara siendo restablecido por la propia fuerza de los hechos:
pía
El Estado de los
a
un
judíos
problema
es una
necesidad universal. Por lo
tanto, nacerá.
paralela de muchos judíos, resulta una empresa perfectamente razonable y su realización no presenta obstáculos de importancia. La idea depende sólo del número de seguidores (...) Depende, por lo tanto, de los propios judíos el que este provecto de Estado sea más que una novela política. Si la generación presente resulta indiferente, ya llegará otra, superior y mejor. Los judíos que lo deseen tendrán su Estado y lo merecerán (Prólogo). (...)
con
la colaboración
firme
profesión de fe en la posibilidad de un Estado de los judíos, Herzl pasa a mostrar con detalle cuál es la razón para propugnarlo. Ésta no arranca de consideraciones religiosas, raciales o culturales (como señalarán Tras
otros
cia de
la
su
sionistas). Su verdadera causa es la existenproblema judío y del antisemitismo, así como de
escritos un
imposibilidad
que ha existido hasta ahora de vencerlo:
El problema judío existe. Sería una estupidez negarlo. Es un vestigio del Medioevo, del que los pueblos civilizados no saben cómo librarse pese a su mejor voluntad. Es cierto que de su pusieron manifiesto generosidad cuando nos emanciparon. El problema judío existe en todos los lugares donde los judíos viven en una cantidad apreciable. Donde no existe, lo traen los inmigrantes judíos (...) los judíos llevan
ahora el antisemitismo
pobres
a
Inglaterra y ya lo han llevado
a
América.
comprender el antisemitismo (...) Contemplo ese movimiento como judío pero no me inspira ni odio ni temor. Creo que puedo entender lo que tiene de burda comedia, de miserable envidia laboral, de prejuicio hereditario, de intolerancia religiosa, pero también de defensa propia (...) ConsiCreo
387
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
dero que la cuestión
judía (...)
es una
cuestión nacional, y
convertirla en un problema para solucionarla tenemos que de política internacional que debe ser solventado en el consejo de las naciones civilizadas.
pueblo, sí, sólo uno. En todos los lugares hemos intentado sinceramente fundimos en la comunidad del pueblo en cuyo interior moramos, manteniendo únicamente la fe de nuestros padres. No se nos permite. En vano somos patriotas y en algunos Somos
un
países hasta patrioteros (...) mos
desde hace
(...)
creo
que
siglos
en
se nos actsa
no se nos
patrias donde de extranjeros (...)
nuestras
dejará
en
paz
vivi-
(Introducción).
solucionar los distintos esa imposibilidad de acabar fundiéndose en la vez países donde viven los judíos. Sin embargo, señala a Herzl
reconoce
que tal acción
no se
que la asimilación
podría
producirá:
pueblo judío ni puede ni quiere Mi debe desaparecer. No puede porque los enemigos extemos la mantienen unida. No quiere, como ha quedado de maniftesNo debe, to en dos mil años de sufrimientos inenarrables. como trato de demostrar en este escrito (Introducción). La
personalidad
Lo cierto
es
del
que el antisemitismo
no
puede
ser reme-
diado por los diversos gobiernos (si mostraran demasiada benevolencia hacia los judíos, sólo ayudarían a que se agudizara el antisemitismo) y que tiene su origen en la emancide acpación de los judíos y su énfasis en la imposibilidad tuar de manera eficaz contra los judíos:
realidad, todos los medios empleados en nuestra conresultan ineficaces (...) Dada la imposibilidad de llevara
En tra
acción decisiva en nuestra contra el odio aumenta y se acentúa. En las poblaciones aumenta el antisemitislas cauimo día a día, hora a hora, y tiene que ser así porque La causa mediata sas y no pueden ser erradicadas.
cabo
una
persisten
la pérdida durante la Edad Media de nuestra capacidad de asimilación; la inmediata es la superproducción de intelec-
es
388
EL ESTADO DE LOS
JUDÍOS
tuales medios, que no hallan salida por debajo pero tampoco pueden elevarse sobre su nivel (...) podríamos quizá ser absorbidos completamente por los pueblos en cuyo seno moramos con sólo que nos dejaran en paz durante túnicamente dos generaciones. ¡No nos dejarán en paz! (...) Somos un pueblo: los enemigos hacen que lo seamos, aun en contra de nuestra voluntad, como siempre ha acontecido (Parte
general).
Precisamente, por todo lo anterior, la solución a las erupciones de antisemitismo y al mantenimiento de la identidad judía que
sea
la formación de un Estado de los judíos precedido por la emigración a un territorio deteres
minado:
debe conceder la soberanía sobre una parte de la superficie terrestre idónea para nuestras necesidades y nuestras legítimas ambiciones de pueblo: de todo lo demás ya nos Se
nos
ocuparemos nosotros. (...) Los gobiernos de los
mitismo tienen
sumo
beranía.
países afectados por el antiseinterés en ayudarnos a conseguir la so-
Para esta tarea, sencilla inicialmente, pero complicada en su realización, se crean dos grandes órganos: la Sociedad de los judíos y la Compañía judía (...) La Compañía judía se encarga de la
liquidación de todas las fortunas de los judíos
emigrantes y organiza la vida económica en el nuevo país. (...) la emigración de los judíos no debe ser considerada algo repentino, sino que resultará un proceso gradual que durará décadas (...) (Parte general). Para Herzl, el futuro territorio del Estado de los
puede
judíos
dos zonas del mundo diferentes, si bien de entre ellas Palestina sería la mejor, existiendo la posibilidad de solventar con ello no sólo el problema judío sino también otros propios del área: asentarse en
Dos
países tienen que ser tomados en cuenta: Palestina y Argentina (...) Argentina es por naturaleza uno de los países 389
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
más ricos de la
LA HISTORIA
tierra, de incalculable extensión, de pobla-
y clima templado. La República Argentina tendría el máximo interés en cedernos un pedazo de territorio.
ción
escasa
inmigración judía ha producido disgusto. Habría que explicar a Argentina la diferencia esencial de la nueva inmigración judía. Palestina es nuestra inolvidable patria histórica. El sólo mencionarla constituye para nuestro pueblo un llamado poLa actual
derosamente conmovedor. Si
el sultán nos entregara Palestina, adquiriríamos el compromiso de sanear las finanzas de Turquía. Para Europa constituiríamos parte esencial de la defensa contra Asia. Seríamos la vanguardia de su
majestad
la cultura en su combate contra la barbarie. Como Estado neutral, mantendríamos relaciones con Europa que, por su parte, debería garantizar nuestra existencia. Por lo que se refiere a los Santos Lugares de la cristiandad, se podría dar con alguna fórmula de extraterritorialidad conforme al derecho internacional. Estableceríamos una guardia de honor en torno a los Santos Lugares, respondiendo con nuestra vida del cumplimiento de este deber. Semejante guardia de honor constituiría el gran simbolo de la solución del problema judío, después de dieciocho siglos llenos de sufrimientos para nosotros
(Parte general).
establecidas estas bases, en la denominada Parte especial de su obra, Herzl desciende a problemas prácticos relacionados con el establecimiento del Estado de los judíos. El primero sería la creación de la Compañía judía. Ésta se fundaría de acuerdo al derecho inglés y tendría su sede central en Londres. Su misión, como ya ha indicado, sería liquidar las fortunas judías y con ellas comprar tierras en el nuevo territorio. Sin embargo, Herzl (que era un liberal conservador en sus opiniones personales) lleUna
vez
la conclusión de que el nuevo Estado no puede reproducir las diferencias sociales existentes en Occidente. Precisamente por ello, debe ponerse especial cuidado en las viviendas de los obreros, en la situación de los trabajadores sin cualificar, en el establecimiento de la jornada de siete ga
a
horas y 390
en
la asistencia social mediante el
trabajo.
EL ESTADO DE LOS
JUDÍOS
emigración sc realizará en grupos de alinidad (de familias y de amigos) y cada grupo llevará un rabino (reconocemos nuestra unidad histórica sólo por la fe de nuestros La
padres).
Sin
embargo,
el
cia. En él deben encontrarse no
lo
Estado bien los
nuevo
no
será
una
religiosos
teocra-
y los que
son:
También señalaremos metas para la profunda necesidad religiosa de nuestra gente. Nuestros clérigos serán los primeros en entendernos y marcharán a nuestro lado. Deseamos asimismo que en el nuevo país cada uro sea feliz a su modo. También, y de manera especial, deben serlo nuestros amados librepensadores (...) A nadie se le ha de imponer sujeción aparte de la indispensable para el mantenimiento del Estado y del orden público (Parte general).
continuación, Herzl desciende a aspectos concretos del nuevo Estado, como la forma política, la lengua, el paA
pel de la religión, las leyes, el ejército o la bandera. En relación con la forma política, Herzl se muestra partidario de una monarquía democrática o de una república aristocrática. Dado que la restauración monárquica es impensable, aboga por una república aristocrática al estilo de Venecia, ya que, a su juicio, la democracia pura es implanteable. Por lo que se refiere a la lengua, no puede ser el hebreo, sino que se implantará un multilingtiismo derivado de la pura lógica. Finalmente, la bandera deberá ser un símbolo de la jornada laboral de siete horas, la conquista social más importante del nuevo Estado: Quizá se piense que existirá un grave inconveniente en el hecho de que no poseemos ya un idioma común. ¿Debemos hablar hebreo entre nosotros? ¿Quién de nosotros conoce el suficiente hebreo como para comprar un billete de tren? No hay nadie que sepa hacerlo. Sin embargo, la cuestión es muy sencilla. Que cada uno conserve su lengua, que es la patria de sus pensamientos. Suiza es un ejemplo definitivo de la posibilidad de una federación de lenguas (...) Nos libraremos de las burdas y pervertidas jergas, lenguas del ghetto, que ac391
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA —
tualmente utilizamos. Eran la manera clandestina de hablar de los presos (...) El idioma que resulte más tútil en la vida cotidiana se impondrá. (...) ¿Tendremos, por lo tanto, una teocracia? ¡No! La fe nos mantiene unidos pero la ciencia nos libera. No permitiremos, por lo tanto, que aparezcan veleidades teocráticas en nuestros clérigos. Sabremos mantenerlos recluidos en sus templos como a nuestro ejército profesional en los cuarteles (...) Cada cual es tan libre de profesar su opinión religiosa o irreligiosa como lo es en lo que se refiere a su nacionalidad. (...) El Estado de los judíos está concebido como un estado neutral. Necesita tinicamente un ejército profesional (...) para el mantenimiento del orden tanto interior como exterior. No tenemos bandera. Es
preciso
que tengamos
una
(...)
bandera blanca con siete estrellas doradas. El campo blanco significa la vida nueva, pura; las estrellas simbolizan las siete horas doradas de nuestra jornada de trabajo ya que los judíos se dirigen al nuevo país bajo el signo del tra-
Imagino
una
bajo (...) (Parte especial). De esta magna tarea, y así
sólo
se
beneficiarán los
judíos
concluye Herzl
su
obra,
sino también las otras
no
na-
ciones:
Repetimos las palabras expresadas al principio: Estado. Finalmente, viviremos como hombres libres
díos que lo deseen tendrán
Los
ju-
su
en
nuestra
tierra y moriremos tranquilamente en nuestra patria. El mundo será libre con nuestra libertad, se hará rico con
propia
engrandecerá con nuestra grandeza. Y lo que allí ensayemos en beneficio propio redundará poderosa y felizmente en beneficio de toda la humanidad. nuestra
riqueza
y
se
Las reacciones
Del tono de la obra de Herzl se desprende que estaba pletórico de esperanza tras delimitar las líneas maestras del 392
EL ESTADO DE LOS
JUDÍOS
futuro Estado de los judíos. Sin embargo, las reacciones distaron mucho de responder mínimamente a sus expectativas. El mismo Herzl narra en su Autobiografía el impacto que causó su libro en la primera persona que lo leyó:
Concluido el libro, supliqué a uno de mis mejores amigos que leyese el manuscrito. Durante la lectura se echó a llorar de manera repentina. Me pareció muy normal en un judío aquella emoción. Yo mismo también había llorado mientras realizaba el trabajo. Pero me quedé consternado cuando mi amigo me dijo que lloraba por una razón muy diferente. Creía que me había vuelto loco y, como era mi amigo, se entristeció por mi desgracia de esa manera. Salió corriendo sin decirme nada más. Tras una noche sin pegar ojo, regresó y me insistió para que abandonara mis intenciones ya quie todo el mundo me consideraría un desequilibrado. Estaba tan alarmado que se lo prometí para que se calmara. No iba nos
la única respuesta de este tipo. En térmila aplastante mayoría de los judíos (y la si-
a ser
generales,
cambiaría prácticamente hasta el final de la segunda guerra mundial) se oponía al sionismo. Para los religiosos, resultaba obvio que el Estado judío sólo podría venir, como señalaba la Biblia, de la mano del Mesías; para los occidentales, la emancipación había proporcionado ventajas a las que no pensaban renunciar después de siglos de sinsabores y el antisemitismo era visto como un probletuación
no
ma
podría
que
ser
solventado; finalmente,
para los
judíos
tierra
ignota.
orientales (de entre los que los rusos estaban sufriendo unas condiciones inhumanas que se mantendrían hasta la revolución), la salida estaba en el cambio social en cada
país y Sin
no en una
embargo,
emigración Herzl
masiva
a una
desanimó. El sionismo, paso a paso, comenzó a convertirse en una alternativa posible para un número cada vez mayor de judíos de las orientaciones más diversas. Cuando del 29 al 31 de agosto de 1897 se celebró el Congreso de Basilea y se fundó la Organización sionista, quedó claro que aquello no era una de tantas corrientes históricas que aparecen y desaparecen en el curno se
393
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
de pocos años. En 1897, los sionistas contaban con 177 secciones; en 1898, éstas se habían convertido en 913. so
Aún más
importante: el sionismo estaba decidido (y
Herzl fue el alma de paso tan relevante) a convertirse en una cuestión internacional. Así, Herzl se puso en contacto con el Papa y con el sultán turco, con el kaiser Guillermo II y con el archiduque de Baden, con el secretario de colonias los millonarios judíos Hirsch y Rothschild. En términos reales, no obtuvo nada de ninguno. Sin embargo, poco a poco y sin dejar de encontrar una fuerte oposición por parte de sus propios correligionarios, logró lo británico y
con
que nadie habría esperado sólo unos años antes, que el sionismo fuera arrancado del estrecho marco del judaísmo y
convertido
en un
tema
situado
en
la
agenda
de las
grandes
potencias. cometidos por el sionismo en sus primeras décadas de existencia no fueron escasos. Puso mucho más empeño, por ejemplo, en defender la emigración que en combatir el antisemitismo, ya que lo primero le parecía un hacia la solución del problema judío y lo segundo lo Los
errores
paso
concebía como un mal inevitable. De la misma manera, confió un tanto ingenuamente en que los antisemitas de todo el mundo (incluidos los nazis) vieran con agrado la idea de una salida de los judíos de su país y apoyaran los proyectos emigratorios. Las consecuencias de esos errores de cálculo fueron no pocas veces nefastas. Sin embargo, cuando concluyó la segunda guerra mundial y con ella el terrible que los nazis perpetraron con los judíos
genocidio
del cual casi siete millones de éstos perdieron la vida, la necesidad de un Estado propio de los judíos se había enraizado a golpe de sangre y dolor en la mayoría de ellos y también en los proyectos de las grandes potencias. Ya en 1917, veinte años después del Congreso sionista de Basilea, lord Balfour había declarado que el Gobierno británica vería con buenos ojos el establede Su
y
en
el
curso
Majestad cimiento de un hogar nacional judío en Palestina. En 1947, medio siglo después de aquel acontecimiento celebrado bajo los auspicios de Herzl pero también a dos años de distancia del fin del Holocausto, 394
se
decidió que
en
parte del
EL ESTADO DE LOS
ocupado
JUDÍOS
protectorado británico de Palestina se establecería un Estado judío. El proyecto de Herzl, expresado en El estado de los judíos, se había hecho realidad, incluso con algunas características que a él mismo le parecieron imposibles en su día. La historia había cambiado de curso hasta el punto de que el siglo xx resultaría incomprensible ya sin una referencia al sionismo. territorio
por el
Bibliografía La
bibliografía
sobre los orígenes del sionismo en castellano es muy escasa e incluso faltan traducciones de clásicos. Una breve selección de textos de los primeros sionistas se encuentra en C. Vidal, Textos para la historia del pueblo ju1dío, Madrid, 1994. Un estudio interesante sobre el sionismo es el de S. Avineri, La idea sionista, Jerusalén, 1983. Las obras clásicas sobre el sionismo siguen siendo las de W.
Laqueur, Histoire du Sionisme, París, 1973 y la de D. Vital, The Origins of Zionism, Oxford, 1975. Dos visiones crí-
ticas sobre el sionismo pero
en
absoluto marcadas por el
antisemitismo
en
N.
se
encuentran
Weinstock, Le sionisme
Israel, París, 1969 (el autor es un judío de izquierdas pero no sionista) y en la muy sugerente de Lenni Brenner, Zionism in the Age of the Dictators, Illinois, 1983. Sobre contre
Herzl presentan
un
interés
especial las obras de
A. Chou-
raqui, Theodor Herzl, París, 1960; J. de Haas, Theodor Herzl, 2 vols., Chicago, 1927; y Ernst Pawel, The Labyrinth of Exile: A of Theodor Herzl, Nueva York, 1989.
Life
395
LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO TRABAJADOR Y EXPLOTADO
Antes de la revolución
Al iniciarse el siglo xx, Rusia era la primera potencia territorial del planeta. Fruto de un proceso de expansión territorial que se había iniciado en el siglo xv y que desde en-
había
interrumpido,
imperio, a semejanza del español de antaño, nunca se ponía el sol. De manera similar, el país había experimentado desde finales del siglo x1x un extraordinario crecimiento social dirigido tonces
no
se
en
su
buena medida desde instancias estatales y financiado con capital extranjero. Pese a todo, el sistema político ruso era una autocracia de difícil paralelismo con otros sistemas europeos. La aparición de una burguesía económica y, sobre todo, la existencia de una clase media cultivada (la denominada intelliguentsia) pusieron rápidamente en cuestión el sistema existente e insistieron en su adaptación hacia un parlamentarismo similar al inglés. Aunque en Ruen
sia existieron era
algunos
grupos marxistas,
mínima y la mayor parte de la
su
oposición
importancia a
la
autocra-
giraba en torno a los liberales del partido kadet y a los populistas revolucionarios, que no dudaron en algunos pe-
cia
ríodos
optar por la vía del terrorismo directo. La muerte de Alejandro II (el zar que había decretado la abolición de la servidumbre) a consecuencia de un atentado terrorista precipitó una reacción autocrática durante los reinados de sus sucesores Alejandro III y Nicolás II. Este proceso sólo se quebró en 1905 cuando, con ocasión de las derrotas rusas en la guerra contra el Japón y de una revolución, el zar se vio obligado a aceptar la constitución de un parlamento denominado Duma. La en
397
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Nicolás II nunca dejó de ser un paso dado en contra de su voluntad y cuando se produjo cl estallido de la primera guerra mundial en el verano de 1914, la Duma hacía tiempo que carecía de la más mínima importancia. Por otro lado, y al igual que había sucedido en otros países, la oposición decidió apoyar al Estado en su lucha contra el enemigo. La única excepción la constituyó Lenin, el dirigente de un minúsculo partido conocido concesión del
como
zar
bolcheviques.
Inicialmente, los ejércitos
rusos
lograron algunos
avan-
al cabo de pocas semanas sufrieron dos desastrosas derrotas en Tannenberg y los Lagos Masurianos. En realidad, aquello sólo fue el inicio de una serie de reveses
ces, pero
millones de rusos y que, a principios de 1917, habían colocado a la dinastía al borde del abismo, hasta el punto de que algunos de sus miembros intentaron salvarla impulsando al zar a abdicar. Si finalmente éste dio que costaron la vida
a
tal paso se debió no a las presiones familiares sino al estallido de la denominada revolución de febrero. Con ella, desaparecía una dinastía secular y Rusia conocía por primera vez
La
la experiencia democrática.
primera democracia
La revolución de febrero
rusa
constituyó
uno
de los
escasos ava-
revolucionarios que, como los experimentados por España en 1868 y todavía más en 1931, transcurrió casi sin derramamiento de sangre. Mientras la institución del soviet o consejo se iba estableciendo no sólo en Petrogrado, la capital, sino en otras ciudades, en el campo, la ausencia de mano de obra y la facilidad de arrendamiento estaban tares
proporcionando unos beneficios al campesinado prácticamente sin precedentes. El 5 de marzo, el soviet de Petrogrado ordenó el regreso al trabajo y cinco días después llegó a un acuerdo con la Sociedad de fabricantes y propietarios de fábricas para limitar la jornada laboral a ocho horas y establecer juntas de arbitraje con el fin de solventar los conflictos entre patronos y obreros. 398
LA
DECLARACIÓN
DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO
TRABAJADOR...
El 19 de marzo, el Gobierno provisional (que no sólo descaba implantar una democracia formal sino llevar a cabo importantes reformas sociales) anunció que se iba a realizar la reforma agraria, cuya regulación derivaría de una Asamblea Constituyente. En las siguientes semanas, al Gobierno provisional se debió la concesión de una amnistía, la abolición de la pena de muerte y de exilio, la eliminación de la discriminación por razones de clase o religión, la separación de Iglesia y Estado, la implantación de una absoluta libertad de pensamiento, prensa, asociación y culto (sin excluir a los soldados en filas), la creación de una judicatura independiente, la institución del jurado para todo tipo de delitos, la revisión del código de justicia militar, la jornada de ocho horas, el arbitraje laboral y el autogobierno campesino. En paralelo, el Gobierno provisional estableció un Consejo Especial, cuya finalidad era preparar la ley electoral para las elecciones a la Asamblea, que elaboraría una nueva Constitución, y dio los primeros pasos para llegar a una tregua en el conflicto que concluyera con una paz justa sin anexiones ni indemnizaciones. De esta manera, en un período de dos meses, había llevado a cabo una labor realmente extraordinaria que, incluso contemplada con varias décadas de distancia, produce una profunda impresión. Sin embargo, esa labor iba a verse muy pronto sometida a una subversión cuya finalidad era aniquilarla y sustituirla por una férrea dictadura.
La democracia sitiada
El estallido de la revolución rusa que Lenin en el extranjero. Desde
sorprendió al bolchevi-
cómodo exilio suizo no había podido prever lo que iba a suceder en Rusia temió que el proceso podría concluir sin su intervención. Como ha puesto de manifiesto la reciente desclasificación de documentos secretos, Lenin llevaba trabajando a sueldo de Alemania desde hacía años y ahora esa circunstancia le iba a resultar providencial. Deseosos de librarse de un adversario como era Rusia, los agentes del kaiser decidieron su
y
399
LOS TEXTOS QUE CAMBIARON LA HISTORIA
facilitar la repatriación de Lenin y
otros
bolcheviques.
A
diez de la tarde del 27 de marzo (9 de abril de 1917), un tren que llevaba a Lenin y a otros diecinueve compañeros de partido partió de Zúrich con destino a Petrogrado donde llegó el 3 (16) de abril. Su llegada significó un revulsivo en primer lugar para los bolcheviques. Éstos abogaban por continuar la guerra contra Alemania, ya que eran conscientes de que un abanlas
tres y
dono de la lucha se traduciría en una invasión y en cuantiosas pérdidas territoriales. Lenin, sin embargo, captó que la cuestión de la guerra podía ser esencial para alterar el
orden de fuerzas, sobre todo teniendo en cuenta que Rusia había perdido ya siete millones de personas entre muertos, heridos, prisioneros y desaparecidos. En su opinión, había dellevar a cabo una que dislocara el sistema que
mocrático y que
agitación permitiera el paso del poder a unos soviets los bolcheviques. Inicialmente, las tesis de
controlados por Lenin fueron derrotadas
sendas votaciones en Petrogrado y Moscú, pero tal actitud duró poco. A finales de abril, el congreso nacional del partido bolchevique aprobó por aplastante mayoría un conjunto de resoluciones contrarias el poal Gobierno provisional y favorables a transferir todo der a los soviets. ser inteligente Aunque la táctica de Lenin demostraría Los soviets, dirigidos en sus inicios, sólo cosechó fracasos. los mencheviques y los eseristas, no estaban dispuestos por
a
en
por los bolcheviques y comprendían faabandono sin más de la guerra sólo serviría para
dejarse controlar
que
un
cilitar
una
mavera se
a
lo largo de la priinvasión alemana. Cuando sucedieron las distintas crisis gubernamentales
se vio obligado a permanecer y el Gobierno provisional la guerra, la respuesta de los soviets fue seguir apoyándolo la revolución como única garantía de que las conquistas de al se mantendrían. Pese al enorme desgaste de la situación, el I Congreso de diputados de los camcelebrarse en
en
mayo
pesinos,
entre
mencheviques
y
bolcheviques sólo alcanza-
la cifra de 103 representantes sobre un total de 1 100 y solen el I Congreso de soviets de diputados de obreros dados, los 105 bolcheviques eran una minúscula minoría ron
y
400
LA
DECLARACIÓN
Irente
a
DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO
mencheviques
los 533
lucionarios). Esta proporción irrisoria además cuando
TRABAJADOR...
y eseristas (socialistas revose convertía en totalmente
analizaba desde una perspectiya que los bolcheviques sólo contaban con Petrogrado, Moscú, los Urales, el Donetz y se
geográfica, algún peso en las zonas petrolíferas va
del Cáucaso. A mediados de junio de 1917, el Gobierno provisional dio inicio a la denominada ofensiva de verano encaminada a aliviar la presión alemana sobre los aliados occidentales. El nuevo intento fracasó y en el mes de julio un grupo de
soldados irrumpió
el Soviet de Petrogrado para instarle a que derribara al Gobierno provisional y tomara el poder. Durante tres jornadas (que serían conocidos como los Días de julio), los bolcheviques intentaron controlar un estallido revolucionario que, como muy bien comprendió Lenin, podía significar su final precisamente a causa de su carácter prematuro. En
El Gobierno
en
realidad, faltó
provisional
sacó
muy poco para que así fuera. a
la luz
un
conjunto de docu-
ponían de manifiesto la financiación que los bolcheviques recibían de Alemania, y Lenin y otros dirigenmentos que
tes tuvieron que
ocultarse para evitar una posible detención como traidores al servicio de una potencia extranjera y enemiga. Durante los tres meses y medio siguientes, Lenin se mantuvo escondido e incluso volvió a abandonar el país. Durante el tiempo que estuvo en Finlandia, compartió con Zinóviev la impresión de que las posibilidades de controlar la revolución se habían esfumado. Sin embargo, los acontecimientos iban a desarrollarse de una manera muy distinta. El Gobierno provisional sufrió una nueva crisis y emergió de ella con una composición de once socialistas y ocho
socialistas. En
deseo de afianzar una democracia progresivamente sitiada, fijaron las elecciones a la Asamblea Constituyente para el 12 de noviembre. Su apertura formal debía celebrarse el 28 del mismo mes. Ni los contrarrevolucionarios ni los bolcheviques podían permitir que se produjeran estas elecciones y que se consolidara la democracia. Por lo tanto, decidieron actuar de manera inmediata para derribar al Gobierno provisional e implantar la dictadura. no
un
401
LOS TEXTOS
a
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
En agosto, se celebró una Conferencia de Estado previa la constitución de la Asamblea Constituyente. Posible-
mente, la intervención que obtuvo
un
mayor
eco
fue la del
general Kornilov, un héroe de guerra, que insistió en que se implantara la disciplina militar en un frente que se estaba desmoronando día a día. El temor a que este personaje pudiera aglutinar la reacción de derechas llevó al socialista Kérensky, presidente del Gobierno en aquel entonces, a deponerlo el 26 de agosto. Aquella respuesta enérgica no consolidó, sin embargo, al Gobierno provisional y, en realidad, proporcionó un nuevo aliento a los bolcheviques. En septiembre, Lenin concluyó un libro titulado El estado y la revolución, donde detendía la destrucción de la democra-
parlamentaria y su sustitución por la dictadura revoltcionaria del proletariado. Con todo, el soviet seguía apovando al Gobierno y, poco después de la destitución de cia
manifestó favorable a la continuidad del Gobierno provisional de coalición. El 25 de septiembre, Kérenskv procedió nuevamente a remodelarlo con eseristas
Kornilov,
se
(socialistas revolucionarios) moderados, mencheviques, kadetes, socialistas sin afiliación e incluso personas sin pertenencia a ningún partido. En términos generales, puede decirse que aquel Gobierno incluía representantes de todos los partidos democráticos y, por supuesto, excluía a los partidarios de ir hacia una dictadura de derechas o de izquierdas, como era el caso de los bolcheviques. Pese a todo, la situación que atravesaba Rusia en aquellos momentos era todo menos favorable. El ejército se dede diez millones de soldados, el Estado apenas contaba con recursos para malalimentar a siete), el pan escaseaba en las ciudades, en el campo co-
sintegraba
en masa
(de
cerca
de destrucción anárquicos e incluso se desencadenaron pogromos, donde los judíos eran convertidos en chivos expiatorios de la desesperación popular. La última esperanza de no acabar en un golpe seguido por una guerra civil era la celebración de las elecciones a la Asamblea Constituyente. Si la situación mejoraba, los bolcheviques perderían su última posibilidad. Esta circunstancia impulsó a Lenin a dar un paso decisivo. El 13 menzaron a
402
producirse
actos
LA
DECLARACIÓN
TRABAJADOR...
DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO
de
septiembre, pidió al Comité central bolchevique que ciara los preparativos para una insurrección armada.
El
ini-
golpe bolchevique consideque la propuesta de Lenin tuviera posibilidades de
Los miembros del Comité central raron
bolchevique
no
éxito. Zinóviev y Kámeñev se oponían especialmente, porque el partido bolchevique carecía del apoyo de la mayoría del pueblo y creían que si daba ese paso y fracasaba podía
significar
no
el de la revolución. Por
deraban que
aquélla
bolcheviques sino incluso el contrario, Lenin y Trotsky consi-
sólo el final de los no se
volvería
a
presentar
una
y que sólo habría que actuar de
minoría
bolchevique pudiera imponer
su
ocasión
manera
criterio
como
que la a
una
inmensa mayoría que le era contraria. En opinión de Trotsky, el momento ideal para el golpe sería el de la reunión del II Congreso de los soviets, ya que permitiría enmascararlo como una acción de todos los soviets. Sólo tras afirmar Lenin que dimitiría si no se aceptaba su punto de vista, el 10 de octubre el Comité central aceptó preparar el
golpe.
|
El mayor
problema que se les presentaba a los bolcheviques en Petrogrado residía en el hecho de que la guarnición era partidaria del Gobierno provisional o del soviet pero no de Lenin. Si se deseaba lograr su apoyo, había que engañarlos con cierta habilidad y esta vez la suerte vino en ayuda de los bolcheviques. A inicios de octubre, los alemanes se apoderaron de algunas islas rusas situadas en el golfo de Riga. En respuesta, el 9 de ese mismo mes los mencheviques del Soviet de Petrogrado propusieron la creación de
tegiera y
Comité de Defensa Revolucionaria que prola ciudad. Los bolcheviques apoyaron la propuesta
lograron
en
un
que el Comité
ejecutivo del Soviet
comité militar revolucionario. A
dían
convirtiera
alturas pocos po-
que los bolcheviques preparaban un golpe. Pero mientras que algunos mencheviques y eseristas les ofrecieron asumir parte de su programa a cambio de
dejar
de
esas
se
ver
403
LOS TEXTOS
que
no
QUE CAMBIARON LA
lo dieran,
Kérensky esperó
poderlos suprimir Tanto
unos como
de
posiciones.
sus
HISTORIA
a
que lo hicieran para
más facilidad y de forma definitiva. otros comprobarían pronto lo erróneo
con
Trotsky difundía el rumor, totalmente falso, de que la guarnición de Petrogrado iba a ser enviada al frente y Lenin cursaba órdenes a los marinos bolcheviques Mientras
del acorazado Avrora para que difundieran la noticia (igualmente falaz) de que la contrarrevolución había desencadenado una ofensiva, las tropas fueron quedando separadas de sus mandos naturales en la noche del 21 al 22 de octubre. se
Kérensky sólo reaccionó el día 24 e incluso entonces no atrevió a proceder al arresto del comité. Aquella misma
noche, las tropas (convencidas de que estaban combatiendo a la reacción) y la Guardia Roja, formada por obreros industriales, entraron en acción. Por la mañana, casi sin derramamiento de sangre, todos los puntos estratégicos de la ciudad estaban en sus manos y en algunos el cambio se había producido como si fuera solamente un relevo de la guardia. El único edificio que no cayó de inmediato en sus manos fue el Palacio de Invierno. La película Octubre de Eisenstein ha transmitido la
que
un
épico asalto
realidad, nunca se produjo. Lo cierto sólo cuando las mujeres, los inválidos y los ciclistas
bolchevique es
imagen de
que,
pensando que Kérensky haciudad, pudieron apoderarse de él los bol-
que lo defendían
bía huido de la
en
se
retiraron
refiere a los ministros, se entregaron tras ordenar a algunas unidades de cadetes que no resistieran, evitando así el derramamiento de sangre. Para la mayoría de los rusos los acontecimientos sólo habían
cheviques.
significado
Por lo que
una
se
crisis más de Gobierno.
Vista la facilidad
con
bolcheviques habían lohabría podido pensar que
que los
triunfar en Petrogrado se su éxito estaba asegurado. En realidad, la situación distaba mucho de ser así. En la noche del 25 al 26 de octubre, se celebró la apertura del II Congreso de los Soviets, pero éste no se manifestó dispuesto a ceder ante los bolcheviques. La totalidad de los mencheviques y el ala moderada de los
grado
404
LA
DECLARACIÓN
DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO
TRABAJADOR...
resolución en que manifestaban su repulsa más absoluta contra el golpe bolchevique y a continuación abandonaron la sala. En los momentos siguientes, los mencheviques, los eseristas moderados, algunos sindicatos y algunos miembros del Consejo de la República formaron un Comité con la finalidad de salvar la revolución y evitar la imposición de una dictadura. Sin embargo, los bolcheviques habían llegado al poder y no estaban eseristas
leyeron
dispuestos
a
una
dejarse desplazar.
El contexto Los pasos inmediatos dados por Lenin se dirigieron de manera directa a afianzar la incipiente dictadura. En primer
lugar,
Gobierno (denominado Consejo de Comisarios del Pueblo) compuesto por bolcheviques. El 20 de diciembre, ordenó a un bolchevique polaco llamado Félix Dzershinsky que constituyera una policía secreta (la famosa Cheka) cuyos métodos pronto se harían trágicamente famosos. La Cheka constituiría un instrumento de terror temible y apenas a unas semanas de su constitución estaba realizando fusilamientos en masa de civiles cuyo único delito era en no pocas ocasiones el tratar de huir del gobierno
creó
un
bolchevique.
La articulación de este formidable instrumento de tetTOr, el abandono del II Congreso de los Soviets por parte
de la oposición y, sobre todo, el colapso del Gobierno provisional infundieron en los bolcheviques la convicción de que el poder estaba firmemente sujeto en sus manos y que podrían celebrar las elecciones a la Asamblea Constituyente con garantías de mantenerse en el poder. Los resultados, obtenidos por los bolcheviques fueron, sin embargo, considerablemente desalentadores. En la mayoría de los distritos electorales, la votación se celebró el 25 de noviembre, aunque en algunos casos se retrasó a los días 1 y 7 de diciembre. De un total de 41 686 000 votos emitidos, los bolcheviques sólo consiguieron 9 844 000, es decir, algo menos del 24%, mientras que los eseristas lograron 17 940 000; 405
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
los socialistas ucranianos, aliados a ellos, 4 957 000; los kadetes, 1 986 000; los mencheviques, 1 248 000 y los musuly otras minorías étnicas, 3 300 000. En número de diputados, los eseristas obtuvieron 370 de los 707 totales y manes
lograron
la mayoría absoluta; los eseristas de izquierda, favorables a un acuerdo con Lenin, 40; los bolcheviques, 175; los kadetes, 17; los mencheviques, 16; v las minorías étnicas, 89. Como señalaría muy acertadamente D. Shub, el
pueblo
las elecciones más libres de su historia, votó por el socialismo democrático moderado contra Lenin y la ruso, en
burguesía. Aquellos
resultados situaban a los bolcheviques en una situación muy delicada. Por un lado, su origen democrático era innegable, por lo que resultaba muy difícil su desacreditación; por otro, habían dejado de manifiesto que su peso político era insuficiente para reclamar el Gobierno del país. La reacción de Lenin fue la de no permitir que la Asamblea llegara a desempeñar sus funciones pero, al mismo tiempo, poniendo cuidado en que esto se hiciera de tal manera que, como en el golpe de octubre, lo que era un ataque contra la democracia quedara disfrazado so capa de medidas populares. La Declaración de los derechos del
pueblo trabajador y explotado desempeñaría un papel excepcional en esa trama encaminada a aniquilar definitivamente
la democracia
rusa
y sustituirla por
una
dictadura
bolchevique.
La
apertura de la Asamblea Constituyente
La fecha de apertura de la Asamblea quedó fijada para el 18 de enero de 1918. Lenin había decidido que ésta nunca
debería celebrarse y, a la vez, era consciente de que en una ciudad como Petrogrado, donde sólo el 15 % había votado a los bolcheviques, el único recurso decisivo al que podía recurrir era la fuerza armada. Los
mencheviques
y los eseristas decidieron celebrar la
apertura de la Asamblea mediante ca y pacífica que llegaría hasta el 406
manifestación cívipalacio Táuride. Como
una
LA
DECLARACIÓN
DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO
TRABAJADOR...
respuesta, los bolcheviques difundieron el rumor de que se trataba de una manifestación burguesa, distribuyeron por la ciudad unidades de tiradores letones, marinos de Kronstadt y guardias rojos, y ordenaron que fondearan en el Neva algunos cruceros y submarinos. Mientras la manifes-
desplazaba por una de las calles que concluía en el palacio Táuride, las unidades mandadas por los bolcheviques dispararon sobre ella sin ninguna advertentación cívica
se
previa. El resultado fue
cia
un centenar
de muertos y heri-
los que no faltaron ancianos y mujeres. Ni siguiera el derramamiento de sangre impidió la apertura de la Asamblea que, finalmente, se llevó a cabo a las cuatro de la tarde. A pesar de lo acontecido por la ma-
dos
entre
ñana, la mayoría socialista se negó a dejarse amedrentar y ocupó sus escaños. Sin embargo, cuando, de acuerdo con la costumbre, el diputado de mayor edad, el antiguo eserista Shvetzov, se disponía a tomar la palabra en la tribu-
impidieron. En medio de un coro de voces contrariadas por aquel comportamiento dictatorial, el bolchevique Sverdlov se lanzó sobre Shvetzov, lo expulsó de la tribuna de un empujón y declaró que el Comité Ejecutivo Central del Soviet de Diputados de obreros, solna,
los
bolcheviques
se
lo
dados y campesinos le había comisionado para abrir la sesión de la Asamblea Constituyente. Se trataba de un texto redactado por Lenin, Stalin y Bujarin: la Declaración de los derechos del pueblo trabajador y explotado.
La Declaración
El
leído por Sverdlov constituyó un paradigma de lo que iba a significar la captación del poder por parte de los comunistas y cómo se traduciría en la identificación automática de las decisiones del partido con los intereses del pueblo, la desaparición de sectores enteros de la población y la liquidación de la democracia. No deja de ser significativo al respecto que el texto comience señalando que la Asamblea Constituyente (cuya texto
apertura
se
intentó
impedir
con
el derramamiento de
san-
407
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
gre inocente y cuya celebración
cia) proclama la República el
poder
a
la violende los soviets y el paso de todo se
impidió
con
éstos:
La Asamblea
Constituyente decreta: 1. 1. Queda proclamada en Rusia la República de los Soviets de diputados obreros, soldados y campesinos. Todo el poder, tanto en el centro como en las localidades, pertenece a los mencionados Soviets. 2. La
Repiíblica
Soviética de Rusia
base de la unión libre de naciones libres Repiíblicas Soviéticas nacionales. Tras esta
afirmación,
que
no
se
se
instituye sobre la
como
Federación de
correspondía
con
la
realidad pero que además iba en contra de la voluntad expresada en las urnas, la Declaración señala una serie de finalidades, entre las que se encuentra la desaparición de la explotación, la instauración de una organización socialista de la sociedad y el triunfo del socialismo en otros países, pero de las que se hallan ausentes, por ejemplo, el respeto las libertades decretadas por el Gobierno provisional 0 a la voluntad popular expresada democráticamente. Los fia
perseguidos por los bolcheviques se conseguirían estatalizando la propiedad (algo muy distinto del reparto de tierras esperado por los campesinos), eliminando a sectores enteros de la población y creando un ejército con un contenido ideológico concreto: nes
1. Habiéndose señalado
como
misión esencial abolir
explotación del hombre por el hombre, suprimir por completo la división de la sociedad en clases, sofocar de manera implacable la resistencia de los explotadores, instaurar una organización socialista de la sociedad y hacer triunfar el socialismo en todos los países, la Asamblea Constituyente toda
decreta, además: 2. Queda abolida la propiedad privada de la tierra. Se declara patrimonio de todo el pueblo trabajador toda la tierra, con todos los edificios, ganado de labor, aperos de labranza y demás accesorios 408
agrícolas.
LA
DECLARACIÓN
3. Se
DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO
TRABAJADOR...
soviética sobre el control, obrera y del de la Economía Nacional, con objeto de
ratifica la ley
Consejo Superior
poder del pueblo trabajador sobre los explotadores y como primera medida para que las fábricas, talleres, minas, ferrocarriles y demás medios de producción y de transporte pasen por completo a ser propiedad del Estado
asegurar el
obrero y campesino. 4. Se ratifica el paso de todos los bancos a propiedad del Estado obrero y campesino, como una de las condiciones de la emancipación de las masas trabajadoras del yugo del ca-
pital. trabajo general obligatorio, con la finalidad de acabar con los sectores parasitarios de la sociedad. 6. Se decreta el armamento de los trabajadores, la constitución de un Ejército Rojo socialista de obreros y campesinos y el desarme completo de las clases propietarias, con la finalidad de asegurar la totalidad del poder de las masas obreras y eliminar cualquier posibilidad de restauración del poder de los explotadores. 5. Se establece el
lugar, la
Declaración ponía de manifiesto su deseo de obtener, cueste lo que cueste, por procedimientos revolucionarios, una paz democrática entre los pueblos, sin anexiones ni indemnizaciones, sobre la base de la libre aiitodeterminación de las naciones y aprobaba la política del Consejo de Comisarios del Pueblo, que ha proclamado la En tercer
completa independencia de Finlandia, ha empezado a
retirar
las tropas de Persia y ha anunciado la libertad de autodeterminación de Armenia. Finalmente, el texto indicaba que el tiempo de la democracia había concluido. Nunca volvería a haber unas elecciones y el res
como
aquellas de las
poder pasaría que,
en
a unos
realidad,
que había nacido la asamblea
órganos supuestamente popula-
ya habían comenzado
a
controlar los
bolcheviques:
Elegida sobre la base de las candidaturas de partidos confeccionadas antes de la Revolución de Octubre, cuando el pueblo todavía era incapaz de levantarse totalmente contra 409
LOS TEXTOS
los
QUE
explotadores
CAMBIARON LA HISTORIA
fuerza de la resistencia de privilegios de clase ni había
ni conocía toda la
la hora de defender sus iniciado en la práctica la creación de la sociedad socialista, la Asamblea Constituyente consideraría acentuadamente equivocado, incluso desde un punto de vista formal, enfrentarse al poder de los Soviets. Fundamentalmente, la Asamblea Constituyente considera que hoy, en el momento de la lucha final del pueblo contra sus explotadores, no puede haber sitio para éstos en ninguno de los órganos de poder. El poder tiene que pertenecer de manera total y exclusiva a las masas trabajadoras y a sus representantes legítimos: los Soviets de diputados obreros, soldados y campesinos. Al apoyar el Poder de los Soviets y los decretos del Consejo de Comisarios del Pueblo, la Asamblea Constituyente constdera que sus funciones no pueden sobrepasar el establecimiento de las bases esenciales de la transformación socialista de la sociedad (...) la Asamblea Constituyente limita su misión a señalar las bases fundamentales de la Federación éstos
de
a
Repúblicas
Soviéticas de Rusia
(...)
resulta extraño que cuando Sverdlov instó a la Asamblea a que aprobara la Declaración se encontrara con una oposición frontal y mayoritaCon este contenido
no
ria. Por 244 votos contra 151, la Asamblea
eligió
como
pre-
Viktor Chernov, el dirigente eserista, y decidió mantener el ejercicio de las funciones para las que había sido elegida. El discurso inaugural de Chernov insistió en el problema de la tierra ya había quedado resuelto al
sidente
a
que
comunal de los campesinos dispuestos a cultivarla y aptos para hacerlo y señaló que el problema pendiente de mayor gravedad era lograr la firma de una paz sin vencedores ni vencidos sin que se tratara de una paz por separado. Dado el carácter democrático y representativo de la Asamblea, si los soviets la respetaban, Rusia podría conocer la libertad y la paz, pero si no era así, el país se vería arrastrado a la guerra civil. El fracaso experimentado aquella tarde acabó provocando la salida de los bolcheviques de la sesión. Sin empasar
410
a ser
propiedad
LA
DECLARACIÓN
bargo,
DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO
las
TRABAJADOR...
de los guardias rojos, el resto de los diputados continuó reunido. En las horas siguientes, Rusia fue proclamada república federal, se aprobó la entrega de tierras a los campesinos y un programa de paz democrática. Había amanecido ya cuando se levantó la sesión. Al salir, un desconocido se acercó a Chernov para avisarle que los bolcheviques esperaban el paso de su automóvil para asesinarlo. El informante era también bolchevique, pero le repugnaba una acción de ese tipo. Sin embargo, la suerte de la Asamblea Constituyente estaba echada. Cuando al mediodía los diputados intentaron regresar a ella, se encontraron con que los accesos al palacio Táuride estaban cubiertos por fuerzas armadas con ametralladoras y dos piezas de artillería. Aquel mismo 19 de enero de 1918, el Comité de Comisarios del pueblo la declaró disuelta. Los bolcheviques acababan de liguidar la democracia rusa. pese
a
amenazas
La influencia de la Declaración
Como había previsto Chernov, la insistencia de los bolcheviques en implantar su dictadura arrastró a Rusia a una terrible guerra civil. Durante la misma, Lenin y Trotsky pu-
funcionamiento todo tipo de medidas de terror cuya creación, posteriormente, se atribuyó de manera injusta a Stalin. De la detención de meros sospechosos en campos de concentración a los fusilamientos en masa, de las represalias sobre familiares a los asesinatos públicos para sembrar el terror, de la deportación de poblaciones enteras a las unidades que debían disparar sobre sus compañeros para evitar las retiradas, todo fue ideado ya por Lenin y Trotsky. Los documentos desclasificados a partir de los años noventa han dejado de manifiesto que Lenin afirmó vez tras vez ante el asombro de algunos de los eseristas coligados con los bolcheviques que la única manera de mantenerse en el poder era utilizar el terror de masas y que, realmente, fue consecuente con sus planteamientos. Cuando concluyó la guerra civil, el Ejército Rojo había sieron
en
411
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
tenido más de tres cuartos de millón de muertos; el Blanco, algo más de 100 000, un cuarto de millón de campesinos perdió la vida en los distintos alzamientos contra los bolcheviques, más de dos millones de personas perecieron como consecuencia del hambre, el frío, la enfermedad y el
obligados
exiliarse. Para decenas de millones de personas en Rusia, el panorama que se extendería en los años futuros sería de de-
suicidio,
y otros dos millones
portación,
se
vieron
a
tortura, exterminio y muerte.
el modelo expuesto por Lenin en la Declaración estaría llamado a tener un enorme éxito en el futuro. En las siguientes décadas, los comunistas siempre se encontrarían en minoría y jamás ganarían unas elecSin
embargo,
ciones democráticas pero, como su principal mentor, no considerarían que esas circunstancias fueran obstáculo
suficiente para hacerse con el poder. Continuando el patrón de la Declaración, se atribuirían la representatividad del pueblo que los había rechazado en las urnas, liquidarían los sistemas democráticos alegando que los mismos sólo representaban a los opresores, sustituirían los órganos representativos por otros controlados por el partido
comunista, estatalizarían parte de la propiedad y suprimirían todo tipo de libertades en paralelo al exterminio físico de sectores enteros de las diversas poblaciones. Convencidos, siquiera tácitamente, de que sólo el terror podía mantenerlos en el poder, crearían los sistemas policiales más complejos de la historia y las redes de represión más refinadas. Los parlamentos democráticamente elegidos sólo servían para ser disueltos y sustituidos por entes controlados por el partido comunista. De cara al exterior, lo mismo que lograba el terror interno lo conse-
guiría la propaganda. El esquema se repitió ido
colapsándose
en
poco a poco, ha todo el mundo. La razón fundamental vez
tras vez pero,
ha sido ni la sensatez de los intelectuales (que no pocas veces cantaron las loas de personajes como Stalin o Mao, responsables de la muerte de decenas de millones de inono
centes) ni la vigilancia de las democracias (que coquetearon con
412
dictaduras terribles sólo porque el dinero
no
tiene
LA
DECLARACIÓN
DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO
TRABAJADOR...
color)
ni tampoco la presión de potencias como Estados Unidos, que en más de una ocasión fue derrotada en sus
enfrentamientos con el comunismo. La causa fundamental es que el sistema creado por los redactores de la Declaración era inoperante además de perverso y acabó desplomándose por el peso de su propia ineficacia.
Bibliografía La historia de la revolución
rusa
ha sido
objeto
a
lo
largo
de décadas de interesadas deformaciones por parte de los partidarios del comunismo y de sus adversarios. En castellano, la obra más actualizada sobre el tema y que además reproduce algunos documentos clasificados como secretos hasta mediados de los años noventa es C. Vidal Manzanares, La ocasión perdida: historia de las revoluciones rusas de 1917, Barcelona, 1997. De especial interés desde otras perspectivas son: E. H. Carr, The Bolshevik
Revolution, Nueva York, 1985 (un
tanto
oficialista y
cen-
trada en documentación abundante pero limitada); R. Pipes, The Russian Revolution, Nueva York, e ídem, Russia unver Bolshevik Regime, Nueva York, 1995 (ambas excelentes y —aunque su juicio de la oposición rusa es muy áspero— debe señalarse que son muy imparciales y bien
documentadas)
Trotsky, Historia de la revolución rusa, varias ediciones (aunque parcial y tendenciosa, constituye la mejor historia de la revolución desde la perspectiva bolchevique). Las mejores biografías actuales de Lenin y Trotsky son las escritas por Dmitri Volkogonov: Lenin. Moscú, 1994 y Trotsky, Moscú, 1996. En ambos casos, Volkogonov hizo una profusa utilización de fuentes secretas hasta los años y L.
el retrato que emerge de las mismas es veraz aunque no favorable a ninguno de los dos revolucionarios. En relación con el Gobierno provisional y el hombre que lo simbolizó es de especial interés el libro de R. Abraham, Alexander Kerensky: The First Love of the Revolution, Nueva York, 1987. Aunque no todas las conclusiones de la obra noventa y
413
LOS TEXTOS
son
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
afortunadas, los datos aportados
son
muy
intere-
santes.
El texto de la Declaración de los Derechos del pueblo trabajador y explotado de 3 (16) de enero de 191%, se wa tra en Lenin, Sochinenia, t. 35, pp. 221 ss., y ha sido
o"
cido al castellano
14
en
varias ocasiones.
MEIN KAMPF
El testamento de
un
golpista
fallido
El 8 de noviembre de 1923, un antiguo cabo austríaco llamado Adolf Hitler acompañado de otros personajes de la extrema derecha alemana, intentaba en Múnich dar un golpe de Estado que aniquilara la democracia republicana de Weimar para sustituirla por una dictadura de corte nacionalista. El intento estaba mal articulado, carecía de
popular y se saldó con un fracaso total. De forma inmediata (y no muy honrosa), Hitler, que dirigía un pequeño partido denominado nacionalsocialista, se dio a la fuga apoyo
para hurtarse a la acción de la justicia. No tuvo, sin embargo, éxito. El día 11 del mismo mes,
Hitler fue detenido en Uffing junto al Staffelsee. Del 26 de febrero al 1 de marzo de 1924, el golpista fallido fue juzgado por su intento de acabar con la República. Sin embar-
desarrollaron de una manera que no fue del todo desfavorable para él. No sólo logró convertir el tribunal en un foro desde el que exponer sus puntos de vista, sino que además fue condenado (con notable clemencia) a una pena de tan sólo cinco años de prisión y al pago de doscientos marcos oro. Se trataba de una sanción ridícula para alguien que había pretendido acabar con el Estado aun a riesgo de provocar una guerra civil. Pese a todo, a primera vista daba la impresión de que el golpe recibido por el nazismo alemán era de enorme consideración y el mismo Hitler llegó a creer en aquellos momentos que sus días estaban contados. En julio renunció a la dirección del partido nazi (NSDAP), que había sido go, los acontecimientos
prohibido,
y
se
dispuso
se
a
poner por escrito
su
testamento
415
LOS TEXTOS
político,
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
obra que recibiría el título de Mein Kampf
una
(Mi
lucha). Hitler
equivocaba
se
en sus
apreciaciones. El
20 de di-
ciembre de 1924 (mucho antes de que cumpliera la condena que le había sido impuesta) fue puesto en libertad y el 26 de febrero de 1925 refundó el NSDAP. Para entonces, el ex recluso no había renunciado en absoluto a sus tesis políticas, pero había llegado a la conclusión de que un nuevo intento de golpe estaba fuera de lugar y de que sólo podría alcanzar el poder si contaba con el apoyo de un sector importante de la población y recurría a los medios legales. Como parte de la batalla propagandística que iba a librar en los siguientes años, en el mes de julio, apareció publicada la primera parte de Mein Kampf. El 10 diciembre de 1926, se publicó la segunda. Aunque la imagen que Hitler dio de sí mismo y del origen de sus ideas en esta obra está cuidadosamente mutilada y alterada para dar una impresión idealizada y negar las posibles influencias de otros autores, no sucedió lo mismo con la exposición de su programa político. Como hemos
señalado, contaba
en
con
los
momentos en que
vivir mucho
tiempo
y
Hitler lo redactó
pensó
no
que tenía que
forma de un legado ideológico destinado a futuras generaciones de alemanes que lo llevarían a su plena realización. Dado el carácter fundamentalmente sincero de las pretensiones que aparecen en Mein Kampf, no resulta extraño que Hitler, con el paso del tiempo, se arrepintiera de haber
adoptar la
sido
tan
ner,
uno
explícito. de
sus
En este
sentido,
confidentes
en
se
manifestó Otto Wag-
aquellos
Pero si lo que usted dice es verdad, escrito Mein Kampf con anterioridad»,
años:
nunca
debería haber
objeté.
frecuentemente lamento haberlo hecho. Pero aquella época, cuando estaba en Landsberg después del 9 Es cierto. Y
en
de noviembre de 1923 pensé que todo había terminado. Estaba en cautividad. Me habían privado de mi libertad, el partido había sido expropiado, disuelto —todo me parecía terminado, incluso en peor situación que Alemania después de 416
MEIN KAMPE
la Gran Guerra. Escribí Mein Kampf como una especie de informe para el pueblo alemán, principalmente en memoria de los mártires del 9 de noviembre. Lo escribí desde la estrechez de mi celda. Cuando fui liberado, Mein Kampf estaba impreso. Quizá, pensé, serviría para estimular a mis antiguos amigos. ¡Y eso fue lo que verdaderamente sucedió! Así es como pasó. (...) pensé en retirar el libro. Pero era demasiado tarde. Se había difundido por Alemania e incluso en el extranjero, y no dejaba de ser bueno y positivo que asísucediera. Así que dejé las cosas como estaban. El libro incluso me dio una base financiera para reconstruir el partido. Si tuviera que escribirlo hoy, muchas cosas serían diferentes. ¡Claro que hoy ni siquiera lo escribiría! Porque he aprendido de esa experiencia. Por eso me digo a mí mismo: si fuera a comunicar a un senado todos mis
planes y propósitos ra
seguir siendo los
conseguirían del senado (...)
más secretos, secretos
no
ni
siquuie-
De esta manera, el libro (mal escrito, tendencioso y aburrido) se iba a convertir en una obra clara y específica
los objetivos que perseguía Hitler y, de hecho, cambiaría la historia.
en
cuanto a
Mein
de na
Kampf,
la denominada biblia del nazismo, no sólo es obra pésimamente redactada, llena de reiteraciones y
Mein una
Kampf
disgresiones aburridas,
sino que además carece en buemedida de sistematización. En las páginas siguientes
analizaremos su contenido evitando, en la medida de lo posible, las reiteraciones y centrándonos en los aspectos
ideológicos. Éstos pueden
resumirse
en
tres cuestiones
fundamentales. En primer lugar, los conceptos de raza y del nuevo Estado (el estado patriota); en segundo, la visión hitleriana de los judíos, y, finalmente, el conflicto que, según Hitler, debía desatarse entre ambos. No resulta exagerado afirmar que el concepto esencial 417
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
la cosmovisión de Hitler es el de raza. Por ello, la meta fundamental del movimiento que capitaneaba no podía ser la de conservar un Estado ni tampoco la de reformario, sino más bien la de construirlo ex novo sobre la base de la en
raza
aria y de
su
pureza:
debería ser olvidado que el objetivo más elevado de la existencia humana no es la preservación de un estado, y no digamos de un gobierno, sino la preservación de las especies.
(...)
no
(MK 1,3) Partiendo de esa visión racista que tanto recuerda algunos de los principios de Darwin, había llegado a la conclusión de que resultaba irrenunciable la unificación de Alemania y Austria:
Austria debe regresar a la gran patria alemana y no por consideraciones económicas. No y otra vez: incluso si tal unión careciera de importancia desde un punto de vista eco-
nómico; sí, incluso si fuera dañina, no obstante debe lugar. Una sola sangre exige un solo Reich.
tener
(MK 1,1) punto de vista Hitler no dudaba en afirmar, en contra de todo el testimonio de la historia, que la caída del imperio austríaco se había debido a la presencia de otras razas en su seno, algo que había provocado ya De acuerdo
con
este
los años de
juventud:
su
aversión
go
(...) mi repulsión interior hacia el estado de los Habsburcreció enormemente (...)
en
conglomerado de razas que la capital me mostraba, repelido por esta mezcla completa de checos, polacos, húngaros, rutenos, servios y croatas y, por todas partes, el eterno parásito de la humanidad —judíos y más judíos. Me sentía
repelido
La ciudad
gigante
racial.
(MK 1, 3) 418
por el
me
parecía la encarnación del desastre
MEIN KAMPF
Tal cuestión tiene —de nuevo, siguiendo naciones que
aspirar
a
consigan
una un
enorme
paralelo otras
se
porque
darwiniano— sólo las
la pureza de
mantener
sobrevivir y las
importancia raza
pueden
extinguirán merecida-
mente:
Todas las grandes culturas del pasado perecieron sólo porque la raza originalmente creativa pereció por envenenamiento de la sangre. La última causa de tal decadencia fue que olvidaron que toda cultura depende de los hombres y no a la inversa; de aquí que para preservar una cultura concreta tenga que conservarse al hombre que la crea. Esta preservación está vinculada a la rígida ley de la necesidad y al derecho a la victoria de los mejores y más fuertes en este mundo.
Aquellos
que
deseen vivir en
quieren
este
luchen,
vivir que
mundo de
eterna
lucha
y
aquellos
no
que no merecen vivir.
(MK 1,11) aspecto puede verse en el hecho de que afirma que la derrota de Alemania en la primera guerra mundial no se debió a la mítica puñalada por la espalda a la que se referiría tan a menudo en sus discursos, sino a su inferioridad (mejor, a su degeneración) en la lucha: Hasta
no
qué punto Hitler
creía
Desgraciadamente la derrota es una catástrofe inmerecida,
retribución
en
este
militar del pueblo alemán sino el castigo merecido de
eterna.
Nos merecimos más que de sobra esa derrota (...) ¡fueron los alemanes los que colocaron sobre sus cabezas tal desgracia!
(MK 1, 10)
embargo, no sólo se debe ceñir a elementos de aspecto biológico. También cuenta con características cargadas de un contenido Este combate entre
mítico y casi vertirse en el
religioso.
pueblos
y razas, sin
La mezcla de
pecado máximo,
en
razas
pasa así
a con-
la falta suprema: 419
LOS TEXTOS
Una
valor de
vez
QUE CAMBIARON
más
una
nos
raza
LA HISTORIA
—la
no
que
raza
simplemente debe morir, dejando saras o
más duras
Porque dado
o
piedra de toque del pueda pasar la prueba lugar a otras razas más
encontramos con
su
la
más resistentes.
afecta fundamentalmente
que esta cuestión
la descendencia se trata de uno de esos casos en los que con terrible justicia se dice que los pecados de los padres son vengados hasta la décima generación (...) El pecado de la sangre a
y la contaminación de la raza
mundo y el
final de
una
son
el
pecado original
humanidad que
se
rinde
este
en
ante
él.
(MK 1, 10) pasa por alto los aportes la raza verdaderamente supe-
Por supuesto para Hitler
(que
históricos de otras etnias) rior, cuya pureza debe ser mantenida cuyo dominio debe
ser
a
cualquier
impuesto sobre las demás
es
coste y
la aria:
Toda la cultura humana, todos los resultados del arte, de la ciencia, de la tecnología que vemos ante nosotros hoy en día son casi en exclusiva el producto creativo del ario (...) El es el Prometeo de la humanidad de cuya brillante frente la di-
todas las ocasiones (...) Si tuviéramos que dividir la humanidad en tres grupos, los fundadores de cultura, los portadores de cultura y los destructores de cultura, sólo el ario podría ser considerado representante del primer grupo. De él se originan los cimientos y los muros de toda creación humana, y sólo la forma externa y el color son determinados por los rasgos cambiantes de carácter de los distintos pueblos. vina llama del
genio ha brotado
en
(MK 1, 11) Como horrible
bará venciendo
contrapartida
a esa raza
aria —que
aca-
todas las demás porque en ella se refleja de la manera más exacta la mano de Dios (II, 2)—, Hitler presenta a los judíos. Si el ario es el paradigma de lo bueno, de lo hermoso, de lo creativo, el judío constituye el de lo perverso, lo feo, lo parasitario:
420
a
MEIN KAMPTI
contrapartida más poderosa del ario aparece representada por el judío. Apenas en ningún pueblo del mundo se ha La
desarrollado con más fuerza el instinto de conservación que en los llamados elegidos. La mejor prueba de esto es el simple hecho de la supervivencia de esta raza (...) Pero su inteliel resultado de su propio desarrollo sino de la Instrucción visual a través de los extranjeros (...) carece completamente del requisito más esencial para un pueblo de cultura, la actitud idealista.
gencia
no es
(MK 1, 11)
Porque el judío es perverso por que pueda creer o sustentar, Hitler él
sí mismo y no por lo sostiene que la lucha
debe confundirse con un conflicto religioso, como hizo la Iglesia católica durante la Edad Media. Se trata, por el contrario, de una guerra entre razas en la que la superior, la aria, debe eliminar a su auténtica antítesis, la judía:
contra
no
Su vida
(la del judío)
en
el interior de
pueblos sólo consigue crear la
otros
puede aguantar durante algún tiempo si opinión de que no es un pueblo sino una comunidad religlosa, aunque de una clase especial. Y ésta es la primera gran mentira. Para desarrollar su existencia como un parásito sobre otros pueblos, se ve forzado a negar su naturaleza interior. (...) el judío siempre ha sido un pueblo con características raciales definidas y nunca una religión (...) Debido a su propia naturaleza especial y original el judío no puede poseer una
institución
religiosa,
por lo
menos
cualquier forma de idealismo y por eso
porque la creencia
carece en
de
el más
allá le resulta absolutamente extraña (...) (MK 1, 11) Para
imponer
esta cosmovisión
racista, Hitler propug-
la creación de un nuevo Estado al que denomina patriota. Su meta esencial no puede ser otra que la de garantizar que la raza sea el centro de la vida y para ello debe poner en funcionamiento leyes eugenésicas que impidan la posibilina
421
LOS TEXTOS
QUE
dad de que los descendencia:
CAMBIARON LA HISTORIA
no
considerados racialmente aptos tengan
El estado patriota debe hacer todo aquello que los demás han descuidado en este terreno. Tiene que colocar la raza en el centro de toda la vida. Tiene que preocuparse de mante-
nerla pura. Tiene que declarar que el niño es el tesoro más precioso del pueblo. Tiene que ocuparse de que sólo los sanos engendren hijos. Porque sólo hay una desgracia: a pesar de las propias
enfermedades y deficiencias
traer
hijos al mundo.
(MK 2,2) Un estado
patriota debe
por tanto comenzar por elevar el
matrimonio del nivel de contaminación continua de la raza, y otorgarle la consagración de una institución que está lla-
mada a producir imágenes del Señor y no monstruosidades a mitad de camino entre el hombre y el mono. (...) En el estado actual de la ley y el orden a los ojos de sus representantes, esta valiente sociedad nacional-burguesa, la prevención de la facultad procreativa de aquellos que sufren sífilis, tuberculosis, enfermedades hereditarias, de los
inválidos y los cretinos, es un crimen, mientras que la supresión fáctica de la capacidad de procrear en millones de la gente mejor no es contemplada como algo malo y no ofende la moralidad de
esta
sociedad
hipócrita (...)
(MK 2,2)
no
Aquellos que son física y mentalmente insanos e indignos deben perpetuar sus sufrimientos en el cuerpo de sus hi-
jos (...)
oportunidad de procrear por parte de los físicamente degenerados y los mentalmente enfermos, durante un período de tiempo de sólo seiscientos Una prevención de la facultad y la
sólo liberaría a la humanidad de una inmensa desgracia, sino que la conduciría a una recuperación que hoy en día apenas parece concebible (...) el resultado será una raza que al menos habrá eliminado los gérmenes de nuestra decadencia física presente y por lo tanto de la espiritual.
años,
no
(MK 2,2) 422
MEIN KAMPF
Eliminados los considerados inferiores (minusválidos y enfermos mentales), el estado patriota debería poner en funcionamiento un sistema educativo centrado en la mejora de la raza y encaminado a resaltar la diferenciación sexual convirtiendo a los muchachos en soldados y a las jóvenes en madres. En palabras de Hitler, la joven alemana es un stbdito y sólo se convierte en ciudadano cuando se casa:
(El estado) debe educar convierta
en un
la progenie joven para que se eslabón valioso en la cadena de la futura rea
producción. Y
como en
descansa
general la condición previa del logro espiritual
la cualidad racial del material humano, la educación en particular debe considerar y promover en primer lugar la salud física. en
(MK 2, 2) Esta educación
en sus
líneas
generales puede
servir
como
preparación para el futuro servicio militar. El ejército no tendrá que enseñar a los jóvenes (hombres) los fundamentos una
de los manuales más elementales y no tendrá reclutas del tipo actual; no, sólo tendrá que transformar al joven que ya ha recibido una continua preparación física en un soldado. En el estado patriota, por lo tanto, el ejército (...) será la última y superior escuela de la educación patriótica (...) en esta escuela el joven tiene que ser transformado en un hombre (...) Después de la conclusión de su servicio militar, se emitirán dos documentos: el diploma de ciudadano, un documento legal que le permite dedicarse a la actividad pública, y su certificado de salud, confirmando su salud física para el matrimonio.
(MK 2,2)
(...) el estado patriota debe dirigir la educación de la joven
desde el mismo punto de vista. En este caso también el enfasis debe ser colocado sobre el entrenamiento físico (...) La meta de la educación femenina debe ser de manera invariable la futura madre.
(MK 2, 2) 423
LOS TEXTOS
Sin
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
embargo,
el Estado patriota
no
sólo debía poner
en
funcionamiento unas estructuras jurídicas y políticas que preservaran la pureza de la raza aria, impidieran la reproducción de los enfermos y diferenciara a la población en una casta masculina de guerreros y otra femenina de madres. Además, ese Estado debía procurar que se llevara a cabo el aislamiento primero y el exterminio después de la perversa por antonomasia, la judía. De los judíos afirma Hitler en Mein Kampf que
raza
son an-
tialemanes, controladores de la prostitución y la trata de blancas (MK 1,2), seres monstruosos dotados de un cerebro animal y no humano (MK 1, 2), contrarios al principio aristocrático (MK 1,2), favorables a un sistema tan necio y antinatural como la democracia (MK 1, 3), engañadores de las iglesias (MK 1, 3), inspiradores del marxismo (MK |, 4), emboscados en la guerra (MK 1, 7), controladores de las finanzas (MK 1, 7), directores de la revolución de noviembre de 1918 (MK 1, 7), culpables de la derrota en la Gran Guerra (MK 1, 8), responsables de la sífilis (MK 1, 8), 1, corruptores del arte (MK 1, 8), asesinos de Cristo (MK 11), colaboradores de los negros en contra de los blancos (MK 1, 11) e incluso conspiradores con afanes de dominio mundial (MK 1, 11). No hace falta señalar que la visión de Hitler no sólo no correspondía con la realidad, sino que lo único que hacía era crear un arquetipo de la maldad que, masa precisamente por ello, pudiera ser exterminado en
verdaderamente
sin levantar protestas. Sin embargo, lo trágico de la cosmovisión hitleriana era que
concebida,
supuesto, como sable para la resurrección alemana:
era
por
aceptacion la condición indispensu
problema racial y, por habrá una resurrección
Sin el conocimiento más claro del
lo tanto, del problema judío nunca de la nación alemana. La cuestión racial proporciona la clave no sólo de la historia mundial, sino también de toda la cultura humana.
(MK 1,12)
424
MEIN KAMPEF E
Partiendo de esa concepción, Hitler resulta bastante exla concedía a la eliminación plícito sobre importancia que de todos los judíos. Ésta debía anteceder incluso a la creación del estado patriota:
(...) la primera tarea no es la creación de una concepción del estado patriota, sino sobre todo la eliminación de los judíos existentes. Y así frecuentemente en la historia, la dificultad principal reside, no en la forma del nuevo estado de cosas, sino en dar lugar al mismo. (MK 2, 5) Incluso la educación promovida por el Estado debía estar encaminada a mentalizar a las futuras generaciones de la justicia de este planteamiento: de la obra entera de educación y formación del estado patriota debe ser inculcar el sentido racial y el sentimiento racial en el instinto y el intelecto, estando entregados el corazón y el cerebro a ello. Ningún muchacho ni ninguna muchacha debe dejar la escuela sin haber sido llevado a una comprensión última de la necesidad y de la esencia de la pureza racial. La
corona
trataba sólo de privar a los judíos de la ciudadanía o de expulsarlos de determinados terrenos sociales. Se trataba de su exterminio físico. De haberse dado éste, según Hitler, Alemania no habría perdido la primera guerra mundial. El gaseamiento de unos cuantos millares de judíos habría tenido, según él, un efecto salvífico sobre los Obreros alemanes: No
se
Si al principio de la Guerra y durante la Guerra
hubiera arrojado gas venenoso sobre doce o quince mil de estos hebreos corruptores del pueblo como sucedió con centenares de miles de nuestros mejores obreros alemanes en el campo de batalla, el sacrificio de millones en el frente no habría sido en se
vano.
(MK 2, 15) 425
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
sólo anunciaba un nefasto futuro para las libertades alemanas, los enfermos mentales, los inválidos y los judíos. Preconizaba el estallido de una guerra en pro de la expansión de Alemania, que se convertiría en el mayor conflicto de todos los siglos. La base legitimadora se encontraba una vez más en el carácter dar-
embargo,
Sin
Mein
Kampf no
hitleriana que creía en una lucha por la supervivencia de la que sólo la raza aria debería emerger como vencedora:
winiano de la
Una
raza
pulso vital
ideología
más
en su
fuerte expulsará a los débiles porque el imúltima forma, una y otra vez, acabará con
todas las limitaciones de la denominada humanidad de los individuos para reemplazarla por la humanidad de la Naturaleza que destruye a los débiles a fin de entregar su lugar a los
fuertes.
(...) la Naturaleza como tal no ha reservado este suelo para la posesión futura de ninguna nación o raza particular; contrario, este suelo existe para la gente que posee la fuerza para tomarlo y la industria para cultivarlo. La Naturaleza (...) confiere el derecho del amo a su hijo favorito, el más fuerte en el valor y la habilidad.
por el
Obviamente, Hitler
era
consciente de que el intento de
arrebatar el territorio de otro país provocaría un conflicto armado de dimensiones mundiales. Sin embargo, afirmaba que existían distintas legitimaciones para semejante acción bélica. La primera era que el hecho de que Alemania privara a otros pueblos de su tierra sólo podía ser considerado un acto de justicia divina. La segunda era, nuevamente, darwiniana y se definía como la convicción de que la Naturaleza ha establecido la ley del más fuerte y por lo tanto éste debía conquistar cualquier territorio en disputa.
Alemania, por lo tanto, sólo tenía una salida para sus problemas, y ésa no era otra que la guerra de expansión en el continente europeo, una guerra encaminada sobre todo despojar a Rusia de sus territorios:
426
a
MEIN KAMPF
En consecuencia para Alemania la única
posibilidad
de llevar a cabo una política territorial saludable descansa en la adquisición de nuevo territorio en la misma Europa.
deseaba tierra en Europa, podía ser obtenida sólo en la medida deseada a costa de Rusia y esto significaba que el nuevo Reich tiene que caminar de nuevo por la senda de los Caballeros teutónicos de antaño, para obtener gracias a la espada germánica terreno para el arado alemán y pan diario para la nación. Si
se
Para
sólo
lograr
esos
objetivos, Alemania debía aliarse
no
congénere racial (Gran Bretaña) sino también con su correligionaria política (la Italia fascista) y lograr aislar a Francia, la segunda potencia territorial de Europa: con su
El testamento
político
de la nación alemana para gobernar su política exterior debería ser y tiene que ser: nunca tolerar el surgimiento de dos poderes continentales en Europa.
Considerar cualquier intento de organizar una segunda potencia militar en las fronteras alemanas, incluso si eso significara solamente la creación de un estado capaz de tener fuerza militar como un ataque contra Alemania, y en ello ver no sólo el derecho, sino también el deber de emplear todos los medios incluyendo la fuerza armada para prevenir el surgimiento de un estado así o, si ya hubiera surgido, des-
trozarlo (...) Puesto que para esto necesitamos poder, y puesto que Francia, el enemigo mortal de nuestra nación de manera ine-
estrangula y nos priva de nuestra fuerza, tenemos que aceptar cualquier sacrificio cuyas consecuencias están calculadas para contribuir a la aniquilación de los esfuerzos franceses encaminados a la hegemonía en Europa (...) ninguna renuncia puede parecer inaceptable si el resultado final que ofrece es la posibilidad de acabar con tan vil enemigo. xorable,
nos
de Hitler no claramente establecida. Se trataba de La visión
geopolítica
podía crear,
quedar mediante
más
la
427
LOS TENTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA —
darwiniano, un imperio ario construido a expensas de los países del Este. Los aliados indispensables serían los congéneres raciales británicos y los congéneres ideológicos italianos. utilización de
Francia, por
una
su
visión militar-racista de corte
parte,
se
vería reducida
a un
puesto subor-
dinado. En cuanto al resto de los países europeos, quedarían convertidos en meros satélites destinados a proveer a Alemania de
aquello
que
pudiera
necesitar:
protección poderosa de muestro flanco, por un lado, y la garantía completa de nuestros alimentos y materias priLa
el otro, constituirían el constelación de estados. Pero casi más
importante
efecto benéfico
de la
nueva
sería el hecho de que la
nueva
mas, por
liga incluiría estados que en su productividad técnica casi se complementan entre sí en muchos aspectos. Por primera vez, Alemania tendría aliados que
drenarían nuestra economía como parásitos, sino que podrían contribuir y de hecho lo harían a suplir de la manera mayor nuestro armamento no
técnico.
Después de Mein Kampf En buena
medida, los planes y propósitos expuestos por Hitler en Mein Kampf parecían más propios de una utopía (siniestra pero utopía al fin y al cabo) que de un análisis
político
y social que pudiera contar con unas mínimas posibilidades de éxito. Sin embargo, el libro (que, curiosa-
multimillonario a su autor) iba a verse cumplido de manera meticulosa. Nada más llegar al poder, Hitler dejó de manifiesto cuál iba a ser el resultado del conflicto ario-judío. En su discurso de 30 de enero de 1933, afirmó que una nueva guerra mundial (precisamente la que había anunciado en Mein Kampf) concluiría con la aniquilación de la raza judía en Europa. No se trataba de retórica. El 29 de marzo de ese mismo año, el partido nazi constituyó un comité encargado de la defensa contra el horror judío y el boicoteo. Se trataba sólo del inicio. A contimente, convertiría
428
en
MEIN KAMPF
nuación, se expulsó a los judíos de áreas como las escuelas (25 de abril de 1933), la prensa y el arte. Dos años después, en septiembre de 1935, las leyes de Núremberg proscribieel matrimonio y las relaciones sexuales entre arios y judíos, y disolvieron los matrimonios entre ambos. Desde entonces a 1938, los judíos fueron excluidos del funcionariado, de los negocios y del trabajo, obligándoseles incluso a cerrar y liquidar sus negocios por cantidades casi simbólicas. Después del pogromo conocido como la Kristallnacht, los judíos no sólo no fueron indemnizados sino que además se les impuso colectivamente una pesada mullta. ron
embargo,
quedaba por llegar lo peor. El estallido de la segunda guerra mundial puso en manos de los nazis a millones de judíos, que fueron hacinados en gigantescos guetos a la espera de que llegara el momento más oportuno para proceder con ellos según lo indicaba Mein Kampf. La prolongación del conflicto, la entrada en guerra de un país neutral tan importante como Estados Unidos y la invasión de la URSS (que se esperaba concluyera con una rápida victoria) permitió iniciar un proceso en gran escala de asesinatos masivos de judíos. Las fuentes Sin
nazis
aún
muestran, vez tras vez, un ansia por aumentar el número de exterminados a la vez que por reducir el tiempo necesario para llevar a cabo esta tarea. En los guetos morían decenas de miles por hambre, enfermedad y miseria, y de la misma manera los fusilamientos en masa llevados a nos
cabo por los Einsatzgruppen significaban la posibilidad de acelerar el proceso de exterminio asesinando a millares de personas casi diariamente. Pero no era bastante. Finalmente, se recurrió al uso del gas, como se había hecho antes de estallar la guerra, para asesinar a los enfermos mentales. De hecho, buen número de los encargados de utilizarlo para exterminar a los judíos ya habían adquirido experiencia en la eliminación de inválidos y enfermos. Hasta entonces el nazismo no se había diferenciado excesivamente
del
Gulag
o
campos de trabajo esclavo del horror de otros sistemas de muerte a medio plazo. A en sus
partir de entonces, se caracterizó por la creación de un nuevo tipo de campo, el de exterminio, en el que los ejecu429
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
los matarifes, esperarían a las víctimas para eliminarlas al cabo de apenas unas horas de su llegada. Las castraciones, las esterilizaciones, los experimentos médicos, los asesinatos en masa tradujeron así a la realidad los proyectos de Hitler expresados en Mein Kamp(f. El 23 de marzo de 1943, el inspector de estadística del Reichsfuúhrer de las SS, el doctor Korherr, enviaba a Rudi Brandt, tores,
como
el secretario de Himmler, un informe sobre La solución ftnal de la cuestión de los judíos europeos. Sus conclusiones no
podían resultar
más obvias:
poder,
el niimero de judios en Europa era superior a los diez millones. Esa cifra ha descendido a la mitad. El descenso de unos cuatro millones se debe a la influencia alemana.
(...) cuando
se
produjo
en
1933 la toma del
(NO 5192) A más de dos años del final de la guerra, los nazis habían logrado deshacerse de cuatro millones de judíos. De no
haberse
producido
destrozaron al
la serie de ofensivas soviéticas que alemán en el frente del Este y que lo
ejército retroceder, la cifra de judíos asesinados,
obligaron a hoy podemos
que
situar entre los seis y los siete millones de personas, habría sido aún mayor. Sin embargo, nadie podía llamarse a engaño sobre un proyecto que Hitler había anunciado ya en 1923.
el estallido de la guerra mundial. El 14 de octubre de 1933, Alemania abandonó la Conferencia de desarme; en marzo de 1935, Hitler implantó el servicio militar obligatorio, denunció las cláusulas
Algo similar había sucedido
con
militares del tratado de Versalles e inició una política abierta de rearme; en la primavera de 1936, denunció el tratado de Locarno y remilitarizó Renania; en julio del mismo año, prestó ayuda a Franco en su sublevación contra la II República española, etc. No resulta extraño que el
propósito de iniciar una guerra en Europa a los jefes de los tres ejércitos y al ministro de asuntos exteriores (Protocolo Hossbach). El 4 de febrero de 1938, Hitler asumía el mando de los tres ejér5 de noviembre de 1937 anunciara
430
su
MEIN KAMPF
citos. En marzo, invadió Austria y en la primavera cursó órdenes para que se procediera a invadir Checoslovaquia. Si el estallido del conflicto, largamente planeado por Hit-
ler,
se
retrasó entonces
apaciguamiento de
Checoslovaquia
se
debió únicamente
a
la
política
de
Gran Bretaña y Francia, que entrega-
del dictador. Aunque Hitler afirmó, en un alarde de cinismo político, que los Sudetes constituían su última reivindicación territorial en Europa, lo cierto es que sabía que el estallido de la guerra se acercaba. En marzo de 1939, Alemania creó con los restos de Checoslovaquia un Estado satélite que recibió el nombre de protectorado de Bohemia-Moravia, exigió de Polonia la devolución de Dantzig y la construcción de una carretera y un ferrocarril, obligó a Eslovaquia a ron
en manos
colocarse bajo la protección del Reich y a Lituania a entregarle Memel, unció a la España de Franco al Pacto antikomintern y concluyó con Italia la alianza militar denominada Pacto de acero. Finalmente, el 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia. El día 3 del mismo mes, Francia y Gran Bretaña le declararon la guerra. Acababa de empezar la conflagración más espantosa de todos los
tiempos. siguientes, ante el avance imparable de los ejércitos nazis, cayeron Polonia, Dinamarca y Noruega, Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Francia. Así concluyó con un extraordinario éxito la primera fase del programa bélico de Hitler. Se había evitado la guerra en dos frentes, Francia había quedado aniquilada como potencia, Italia En los
meses
había actuado como una fiel aliada y un buen número de naciones estaba situado bajo la explotación nazi. El
siguiente, según
paso
Mein
Kampf, era ampliar el territorio Rusia. Efectivamente, así sucedió.
del
Reich atacando Al mes siguiente de firmado el armisticio con Francia, Hitler anunció al Alto mando de la Wehrmacht su proyecto de atacar a la URSS. Previamente, el Fúhrer intentó llegar
a una
paz,
como
había anunciado
en
Mein
Kampf,
con
Gran Bretaña. Sin embargo, sus argumentos chocaron con la resolución del primer ministro británico, Winston
Churchill,
que contaba
dos Unidos.
con
la entrada
en
guerra de Esta-
431
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
Sólo las derrotas de su aliado italiano en Grecia y África, así como la invasión de Yugoslavia retrasaron unas semanas el ataque nazi contra la URSS. Finalmente, se llevó a cabo el 22 de junio de 1941. Los mandos habían sido instruidos en el sentido de que se trataría de una guerra de exla que no se respetaría ninguna convención militar. Asimismo se habían organizado los Einsatzgruppen, que llevarían a cabo las matanzas masivas de judíos terminio
en
el territorio de la URSS. Hasta finales de 1942, las armas alemanas resultaron imbatidas en todos los frentes y
en
hasta la primavera de 1945 no se produciría su derrota definitiva. Para entonces, habrían muerto más de cincuenta millones de personas, correspondiendo el mayor número de víctimas a eslavos y judíos. Además media Europa quedó sometida al comunismo, se inició el período denominay la misma Alemania fue dividida y perdió una parte de su territorio oriental en favor de Polonia. De todas aquellas catástrofes, sólo la derrota de Alema-
do guerra
fría
habían sido anunciados por Hitler. La visión expresada en su Mein Kampf había cambiado el mundo, pero el resultado había sido mucho peor, más terrible y sangriento, que el del contexto que él nia y el
avance
del comunismo
conoció y que tanto
se
no
esforzó por destruir.
Bibliografía El análisis más completo en castellano del Mein Kampf de Hitler y de sus raíces ideológicas es la obra de C. Vidal, Los incubadores de la serpiente, Madrid, 1997. No existe ninguna edición completa del Mein Kampf en castellano y las que se han publicado hasta la fecha contienen aproximadamente la mitad del texto y siguen la edición publicada en 1938 en Burgos durante la guerra civil española. Un análisis del exterminio judío y de su posterior negación por parte de grupos neonazis con abundante reproducción de ci-
las obras de C. Vidal, El Holocausto, Madrid, 1997, 3. ed. y La revisión del Holocausto, Madrid, 1994. La manera en que estos libros protas
432
documentales
puede hallarse
en
MEIN KAMPF
la reacción de grupos neonazis, que destruyeror ejemplares de los mismos en algunas librerías lleva a pen.
vocaron
sar
que
lograron
su
objetivo fundamental,
que
no era otrc
que difundir la verdad histórica. Sobre Ja cosmovisión de Hitler en otras lenguas, véanse especialmente E. Jáckel
Hitler's World View, Cambridge y Londres, 1981 y G. Stoa. kes, Hitler and the Quest for World Dominion, Nueva York 1986.
433
LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS
Los
orígenes
de las Naciones Unidas
El estallido de la guerra mundial preconizada por Hitler en su Mein Kampf tuvo, entre otras consecuencias, el de que la Humanidad tuviera conciencia de la perentoria necesidad de crear mecanismos que impidieran que el mundo se viera sumergido de nuevo en un desastre de características similares. Antes del estallido de la guerra, había existido un
organismo de
bargo,
ese
tipo, la Sociedad de Naciones. Sin
em-
la
política de los fascismos italiano y alemán —en buena medida, ayudada por los temores y pasividades de
las democracias —
tuvo como
resultado directo el de
eclipse, primero, y el de su final, después. No deja por ello de ser significativo que el primer promiso de establecer cional
una
quedara plasmado
nueva
su
com-
organización interna-
la denominada Carta del Atlántico de 14 de agosto de 1941, un documento en que el presidente norteamericano Roosevelt, cuyo país aún no había entrado en guerra contra Alemania, y el primer ministro británico Churchill se comprometían a crear un sisen
amplio de seguridad general en el que deberían quedar engranadas todas las naciones en el plano económico. En diciembre de 1941, el bombardeo japonés de Pearl tema permanente y más
Harbor provocó la entrada en guerra de Estados Unidos, lo que no sólo alteró el signo del conflicto, sino que además amplió la perspectiva del documento anterior y generó el concepto de Naciones Unidas, acuñado por Roosevelt. Éstas fueron identificadas con los 26 países que combatían en aquellos momentos contra el Eje y que fir435
LOS TEXTOS
maron
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
la Declaración de las Naciones Unidas el 1 de
de 1942. Esta última circunstancia implicaba de encubierta que la nueva organización tenía
ene-
ro
manera una
nada
vocación
de internacionalidad, pero que ese carácter internacional incluiría de manera irrenunciable la división del mundo en áreas de influencia relacionadas con los tres aliados más
importantes
en
la
causa
anti-Eje.
En 1943,
en una
confe-
Moscú, se dieron los primeros pasos para proporcionar su forma definitiva a esta nueva organización y se firmó el 30 de octubre un acuerdo al respecto entre la URSS, Gran Bretaña y Estados Unidos además de rencia celebrada
en
la que se contemplaba no como una gran potencia pero sí como el poder que tendría posibilidad de sustituir en su dominio hegemónico al Japón. En noviembre del mismo año, en la conferencia de Teherán, Roosevelt, Chur-
China,
a
chill y Stalin volvieron a afirmar su voluntad de crear esa organización encaminada a desterrar el azote y el terror de la guerra. En el otoño de 1944, representantes de las cuatro potencias se reunieron en Dumbarton Oaks, en Washington, y aprobaron un borrador de carta de las Naciones Unidas. El método de votación que debería seguir el Consejo de Seguridad se reveló entonces como el mayor problema en la medida en que de éste derivaría la puesta en práctica de las
de influencia que ya habían acordado las potencias. Esta cuestión no quedó resuelta hasta febrero de 1945 cuando Stalin, Roosevelt y Churchill se reunieron por última vez en la conferencia de Yalta y se aceptó la tesis estazonas
linista del derecho al veto en cuestiones esenciales. El 25 de abril de 1945, menos de dos semanas antes del final de la segunda guerra mundial en Europa, se reunieron en San Francisco delegados de cincuenta países. El resultado fue la redacción de una carta que recogía los extre-
bosquejados en Dumbarton Oaks y modificados en Yalta. Su aprobación se llevó a cabo el 25 de junio y su firmos
ratificada por la mayoría de los delegados, entró en vigor el 24 de octubre de 1945. El 10 de diciembre del mismo año, el Congreso de Estados ma,
436
el día
siguiente.
Una
vez
LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS
Unidos cursó una invitación a la ONU para que estableciera su sede en este país. La respuesta fue afirmativa y así, en agosto de 1946, se produjo un establecimiento provisional en Lake Success (Nueva York). A mediados de 1952, se produjo el traslado a su sede definitiva en Manhattan, donde se hallan actualmente la sala de la Asamblea General, el edificio del Secretariado, el edificio de Conferencias y la biblioteca
Dag Hammarskjóld.
Para
entonces, tanto la Carla Organización derivada
aquel
de las Naciones Unidas como de la misma ya habían comenzado ta
a
cambiar la historia.
La Carta de las Naciones Unidas En buena
medida, la Carta de las Naciones Unidas es un documento asentado sobre notables contradicciones, derivadas del deseo de alumbrar una organización internacional con participación democrática de todas las naciones del mundo y, a la vez, de mantener la posición hegemónica de cinco potencias vencedoras de la segunda guerra mundial. Esa circunstancia provoca que exista en primer lugar un espíritu igualitario recogido en el Preámbulo de la Carta y en los Propósitos y principios incluidos en el capítulo primero y, a la vez, un funcionamiento de carácter semihegemónico sometido a las grandes potencias descrito en los capítulos siguientes. Los propósitos pretenden ante todo mantener vas
de
la paz mediante la
adopción
de medidas colecti-
seguridad:
1. Mantener la paz y la esa
seguridad internacionales, y con finalidad: tomar medidas colectivas efectivas para la pre-
vención y la eliminación de las amenazas contra la paz, y la para supresión de actos de agresión o de otras rupturas de
la paz, y solucionar mediante medios pacíficos y de conformidad con la ley internacional las disputas internacionales o las situaciones que pudieran conducir a un quebrantamiento de la paz;
2.
Desarrollar relaciones amistosas entre las naciones basadas en el respeto al principio de los derechos iguales y a 437
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
la autodeterminación de los
apropiadas para
das
3.
pueblos, y a tomar fortalecer la paz universal;
Conseguir la cooperación internacional
ción de
problemas internacionales de
social, cultural
o
humanitario,
otras
en
medi-
la resolu-
carácter económico,
y promover y estimular el
res-
favor de los derechos humanos y de las libertades fundamentales para todos sin distinción de raza, sexo, lengua o religión, y peto
en
4. Ser
naciones
de armonización de las acciones de las la consecución de estos fines comunes.
un
en
centro
El Artículo 2 de la Carta exige que los miembros solventen sus disputas de manera pacífica y que eviten el rela guerra, aunque se insiste en que la Organización intervendrá en los asuntos nacionales de cada país
curso a no
miembros son admitidos a propuesta del Consejo de Seguridad y deben ser aceptados por una mavoría de dos tercios en la Asamblea General. El capítulo II de la Carta establece la existencia de seis órganos principales, que son la Asamblea General, el Con-
miembro. Los
nuevos
sejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Tutela, el Tribunal Internacional de Justicia y el Secretariado
o
(art. 10-22)
Secretaría General. En la Asamblea General
representados todos los Estados constituye el principal organismo deliberativo se
hallan
miembros y de la ONU. Aunque la Asamblea es un órgano democrático que se reúne o bien anualmente en sesiones regulares o bien en sesiones especiales a petición de una mayoría de sus miembros o del Consejo de Seguridad, su carencia de
notable. De hecho, no tiene autoridad para imponer el cumplimiento de sus resoluciones, que no pasan de ser recomendaciones a los Estados miembros. Semejante
poder
es
limitación —realmente esencial— apenas queda paliada por el hecho de que la Asamblea pueda establecer agencias y programas encargados de traducir sus recomendaciones la práctica. Una situación muy distinta es la que la Carta contempla para el Consejo de Seguridad (arts. 23-32). A diferencia de la Asamblea, este órgano se encuentra reunido en sesión a
438
LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS
permanente y, por
su
propia naturaleza, constituye la
ins-
encargada de mantener la paz. Su constitución, sin embargo, no fue concebida como democrática sino como hegemónica. Así, de sus 15 miembros, un tercio son fijos y con derecho a vetar las resoluciones aprobadas por titución
la mayoría. Esos cinco miembros no son otros que las grandes potencias vencedoras de la segunda guerra mundial: China, Francia, Gran Bretaña, la URSS y los Estados Unidos. Los dos tercios elegidos lo son por dos años y renovables en su mitad anualmente. El Consejo Económico y Social (ECOSOC) (arts. 61-72) se reúne una vez al año y cuenta con 54 miembros. Éstos ejercen un mandato trianual y son renovados anualmente por tercios por la Asamblea General. Las funciones del ECOSOC son de tipo económico y social, como indica su nombre, y colaboran con él agencias como la OMS, la UNESCO, la FAO y la OIT que, en la práctica, disfrutan de una autonomía considerable. El Consejo de Tutela (arts. 75-91) aparece en la Carta como el órgano que debía supervisar la situación de once territorios sometidos a control colonial que se encontraban en régimen de fideicomiso en 1945. La emancipación total de estos territorios comenzó ya en la misma década en que se fundó la Organización de las Naciones Unidas, pero no concluyó hasta 1994, cuando el archipiélago de las Palau accedió a la independencia. El Tribunal Internacional de Justicia (arts. 92-96) tiene,
siguiendo una tradición anterior a la guerra, su sede en La Haya (Holanda), y constituye el organismo judicial, y tam-
bién consultivo, de la organización. Está compuesto por quince jueces elegidos por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad por un mandato de nueve años. Finalmente el Secretariado general (arts. 97-101) es un organismo concebido al servicio de los demás pertenecientes a la ONU como ejecutor de las decisiones de los mismos. Al frente del Secretariado se encuentra el secretario general, que es nombrado por la Asamblea General pero
siguiendo
ridad.
una
recomendación del Consejo de Segu-
439
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
Después de la
LA HISTORIA
Carta
La existencia de la ONU ha sido
objeto
de ataques desde el
fundación. Se ha insistido en su escaso poder operativo para llevar a cabo los objetivos que los artículos 33 a 38 de la Carta atribuyen al Consejo de Seguridad y que inicio de
su
la resolución de los conflictos internacionales por medios pacíficos, como las negociaciones, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje v la vía legal. Resulta obvio que la existencia de la ONU no
pueden
resumirse
en
el final de las guerras y que incluso éstas han sido, y son, más numerosas ahora que en 1945. Con todo, no debería afirmarse que la Carta haya sido un documento totalmente estéril. De hecho, puede decirse que ha cambiado la historia de manera decisiva al menos en cuatro aspectos: la determinación de la hegemonía compartida, la intervención en determinados conflictos para lograr su detención o su extensión, la descolonización y la ayuda ha
significado
internacional. obvio que la ONU proporcionó, sobre todo a los dos grandes vencedores de la segunda guerra mundial, un escenario desde el que hacer presente el nuevo orden mundial emergido del conflicto pero también un medio para que sus diferencias no pasaran del enfrentaEn
primer lugar,
es
diplomático. El mecanismo del veto proporcionó, en términos generales, una vía para impedir que cualquiera de los grandes poderes lograra imponer sus decisiones al otro o quebrara el equilibrio fraguado en las conferenmiento
cias de
Teherán, Yalta
o
Potsdam.
segundo lugar, la Carta permitió que determinados conflictos quedaran localizados o incluso se detuvieran en condiciones de relativa solución. Los ejemplos al respecto En
no
han sido
Así, cuando las tropas de Corea del el sur el 25 de junio de 1950, la organiza-
escasos.
norte atacaron
la ausencia en el Consejo de Seguridad del representante de la URSS) respondió creando un ejército bajo mando de la ONU (y dirección real de Estados Unidos) que impidió que triunfara la invasión y que, finalción
440
(aprovechando
LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS
mente, logró que se volviera a la situación previa a ésta con la firma del armisticio el 27 de julio de 1953. La guerra de Corea fue en buena medida un precedente (hasta cierto punto con éxito) de lo que serían otras intervenciones de la
ONU para preservar la paz. Las intervenciones de la ONU en zonas especialmente conflictivas se han extendido asía Oriente Medio desde 1956, Chipre desde 1964, Congo des-
Angola, Sáhara occidental, Suráfrica, Mozambique, Camboya (1990), la guerra del Golfo (1990), Somalia (1992), la antigua Yugoslavia, etc. Con todo, posiblemente donde el influjo de la ONU ha
de 1960 hasta 1964,
sido mayor es en el terreno de la descolonización. De hecho, el artículo 73 de la Carta constituyó una promesa de emancipación para todas las colonias existentes al final de
la
segunda
guerra mundial y,
en
términos
generales,
esa
promesa no tardó en comenzar a hacerse realidad. Cuando en los años sesenta entraron a formar parte de la ONU un que habían accedido recientemente a la mayoría de la Asamblea votó a favor
conjunto de estados la
independencia, de ampliar los objetivos
del artículo 73, que condenaba el colonialismo. Es discutible si los imperios coloniales se hubieran desintegrado o no de no existir la ONU, pero, en
cualquier caso,
la respuesta que se dé, lo cierto es que la organización prestó un apoyo esencial a la descolonización. No sólo es que algunas de las cuestiones más candentes se solventaron ya en la década de los cuarenta (como en el caso de la partición de Palestina en dos estados, uno árabe y otro judío, o en el de la independencia de la India) sino que en adelante el proceso se mantuvo y
sea
cual
sea
rable hasta sus últimas consecuencias. En el caso de las colonias portuguesas
impa-
en
África,
por
ejemplo, ya durante los años sesenta tanto el Consejo de Seguridad como la Asamblea General condenaron a la metrópoli y a partir de agosto de 1974 el Gobierno portugués inició un proceso que tuvo como consecuencia la independencia de Guinea-Bissau (10 de septiembre de 1974), Mozambique (25 de junio de 1975), Cabo Verde (5 de julio), Santo Tomé y Príncipe (12 de julio) y Angola (11 de noviembre de 1975). De
manera
similar, el Gobierno de la
mi441
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
noría blanca de Rhodesia del Sur fue condenado
en
por la Asamblea General y
régimen
en
1980
pasó
a ser un
1965
mayoría negra denominado Zimbabwe. En el caso de Namibia, ya en 1962 el Tribunal Internacional de Justicia
de
declaró ilegal la aplicación de la política del apartheid y en 1971 dictó una resolución similar relativa a la continuación de la presencia surafricana en el territorio. En diciembre de 1988, Suráfrica accedió de modo oficial a permitir que Namibia accediera a la independencia, y se llegó tormalmente a esa situación el 21 de marzo de 1990. Dentro de que incluir el
al résimen
participar
Seguridad
esa
misma lucha contra el
colonialismo, hay
que la ONU sometió durante décadas de apartheid. A partir de 1970, Suráfrica no pudo acoso a
la Asamblea General y en 1977 el Consejo de estableció un embargo de armas obligatorio a
en
Suráfrica. En 1991, quedó derogada la base legal del apartheid y en 1993, tras producirse las primeras reuniones entre blancos y gente de color para establecer las bases de una nueva constitución, la ONU decretó el final de las sanciones. Finalmente, la ONU ha desempeñado un papel que no siempre es estimado en lo suficiente en la tarea de paliar las calamidades que asolan a los países miembros a través de organizaciones como el PNUD, la UNICEF y la UNCTAD. Sin embargo, como en el caso de la contraposición entre la democrática Asamblea General y el hegemónico Consejo de Seguridad, estas organizaciones se encuentran en buena medida sometidas al control de las naciones más poderosas. Así, la propuesta de países del Tercer Mundo encaminada en 1952 a crear un Fondo Especial de las Naciones Unidas para el Desarrollo Económico (SUNFED) fue malograda por la acción de los países más desarrolla-
dos, que han preferido actuar a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD), en el que las decisiones no se toman democráticamente sino en función de
la escala de las contribuciones de sus miembros. De esta manera, en las instituciones financieras los países industrializados, como principales contribuyentes, conservan la mayoría en lo que al voto se refiere. 442
LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS
Cuando a finales de la década de los sesenta el ritmo de desarrollo comenzó a decrecer y demostró que el sistema desarrollista no constituía la solución para los países del Tercer Mundo, la ONU abogó por la articulación de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOET). Este quedó plasmado en cuatro resoluciones de la Asamblea General que pretendían incrementar la ayuda financiera a los
países pobres, estabilizar los precios de las
pri-
mayor parte por éstos y abrirles nuemercados. De hecho, buen número de conferencias es-
mas vos
materias
producidas
en su
celebradas con el patrocinio de las Naciones Unidas, han abundado en conclusiones no especialmente favorables para el primer mundo, pudiendo señalarse a título de ejemplo la Conferencia sobre el Entorno Humano (1972), la Conferencia sobre Población Mundial (1974), la Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer (1975), la Conferencia sobre Asentamientos Humanos, o sobre el Hábitat (1976), la Conferencia sobre la Desertización (1977), la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento (1982), la Cumbre Mundial para los Niños (1990) y la Conferencia sobre medioambiente y desarrollo o Cumbre de la
peciales,
Tierra
(1992). Como colofón,
en
1993
se
aprobó la creación
del alto comisario para los Derechos Humanos. De hecho, aunque se critica con frecuencia la efectividad de las resoluciones de la ONU, lo cierto es que en la última década del siglo xx, su papel es cuestionado precisamente por los países más afortunados económicamente, que consi-
deran que
ha convertido en un instrumento demasiado poderoso de presión de las naciones tercermundistas. Semejante juicio (que, en algún caso, ha llevado a suspender las ayudas económicas a la organización) seguramente es exagerado pero, a la vez, indica que el papel ejercido por ella se
tan mínimo como se
indica habitualmente. Ciertamente, la Carta fundacional no ha logrado contemplar el triunfo de todos —aunque sí de buena parte— sus planteamientos y objetivos. Sin embargo, nadie puede negar que ha cambiado la historia. La creencia en la necesidad de una fuerza internacional de intervención así como su articulación en casos concretos, la colaboración internano es
443
LOS TEXTOS
cional
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
la ayuda a niños y refugiados, la conjuración del de un holocausto nuclear, la descolonización, la
en
peligro
conciencia identitaria de
Tercer Mundo, el final del apartheid y el cuestionamiento del orden económico mundial y de sus efectos sobre el medio ambiente no se han debido única y exclusivamente a la Carta y a la organización un
derivada de ella. Sin embargo, sin ambas habrían sido más arduas y difíciles y quizá en algún caso imposibles.
Bibliografía especial
De
ción
son
interés sobre las Naciones Unidas como instituP. R. Baehr y L. Gordenker, The United Nations.
Reality and Ideal,
Nueva
York, 1984
y R. C.
Johansen, «Las
Naciones Unidas: la crisis y el futuro» en Papeles para la paz, 23, 1987. Un análisis relevante sobre el papel de los distintos
estados en las relaciones internacionales se halla en I. Clark, The Hierarchy of States. Reform and Resistance in the Intemational Order, Cambridge, 1989. Un estudio sugestivo sobre los antecedentes de la Sociedad de Naciones se encuentra en E. H. Carr, «La Sociedad de Naciones» en De Napoleón a Stalin y otros estudios de historia contemporánea,
Barcelona, 1983. Acerca del ambiente de la Guerra Fría y la manera en que determinó las relaciones, se puede consultar: J. L. Gaddis, The United States and the End of the Cold War, Oxford, 1992. Sobre la problemática de las acciones bélicas y el mantenimiento de la paz es notable el libro de K. J. Holsti, Peace and War: Armed Conjlicts and International Or-
der, 1646-1989, Cambridge, 1991.
Acerca del Tercer
Mundo,
resulta especialmente interesante S. D. Krasner, Conflicto estructural. El Tercer Mundo contra el Liberalismo global, Buenos Aires, 1989. Finalmente, sobre las perspectivas del futuro orden mundial y del porvenir de la ONU merece la pena leer R. W. Tucker y D. C. Hendrikson, 7he Imperial Temptation. The New World Order and America's Purpose, Nueva York, 1992 y B. Urquhart, «The UN: from PeaceKeeping to a Collectiva System?» en New Dimensions of International Security, Adelphi Papers, 265, 1991. 444
CONCLUSIÓN:
¿POR QUÉ
ESTOS ESCRITOS CAMBIARON LA HISTORIA?
Al final del itinerario que hemos recorrido en Jas páginas anteriores, pocas dudas pueden quedar de que todos y cada uno de los escritos consignados, en mayor o menor medida, contribuyeron a cambiar la Historia. La reflexión que aún resta por llevar a cabo es la relativa a las razones que convierten
un
escrito determinado
en
un
texto que
puede
alterar la marcha de la historia. Siquiera de manera sucinta, vamos a detenernos en esa cuestión en las páginas
siguientes. Los escritos que cambiaron la historia se han caracterizado por cuatro notas distintivas. En primer lugar, casi to-
dos ellos fueron escritos que abrían nuevas perspectivas al ser humano. El lector de la Carta a los Gálatas descubría que podía ser parte de Israel sin convertirse en un judío practicante y celoso de la Torah; el de la Baghavad Gita aprendía que tenía la posibilidad de reencarnarse sin en-
las de los brahmanes; el del Manifiesto comunista se veía impregnado por una fe que le anunciaba que el final de su miseria estaba cerca; el de Mein Kampf —si era ario— se encontraba convertido en miembro de una raza superior dotada de un futuro de victoria e incluso el destinatario de las Capitulaciones de santa Fe o de las Bulas alejandrinas se sentía sujeto de una empresa que cambiaría la faz del cosmos conocido: Si estos escritos cambiaron la historia fue, por lo tanto, en primerísimo lugar porque, de manera más o menos
tregarse
a
prácticas ascéticas
como
consciente y más o menos explícita, guardaban en su interior la voluntad de hacerlo y proporcionaban el soporte ideológico para llevar a cabo esa tarea. Pretendían convencer y esperanzar, crear nuevas expectativas y, partiendo de 445
LOS TEXTOS
QUE CAMBIARON
LA HISTORIA
presente y un futuro mejores. Las expectativas se vieron en la mayoría de los casos objetivamente defraudadas —e incluso ha sido bueno una
supuesta realidad, apuntar
que así
a un
sucediera—, sin embargo
impidió que ocasionaran cambios históricos de envergadura y que, en buen número de situaciones, se prolongan en su influencia hasta En
nuestros
eso no
días.
segundo lugar, buen
número de escritos cambiaron la historia porque deseaban liquidar el orden presente o se convirtieron en su indispensable base hasta el punto de
apuntalarlo
expandirlo por períodos prolongados de tiempo. En otras palabras, supieron recoger y reflejar las esperanzas de los disgustados con la situación y que ansiaban
yv
transformación de ella o bien sirvieron de voz a los grupos ya establecidos y dominantes que temían un cambio en detrimento de sus previas conquistas. En ambos casos, su influjo resultó innegable y, de nuevo, no pocas veces se ha extendido a lo largo de siglos. Al primer grupo, pertenecieron el Apocalipsis y la Declaración de los derechos del pueblo trabajador y explotado, la Declaración de independencia y el Evangelio de Mateo que anunciaban, con enormes diferencias entre sí, un orden nuevo y el juicio condenatorio sobre el presente. Por el contrario, la Baghavad Gita, la Donación de Constantino, la Suma Teológica o las Lun-Yu corresponden al segundo y, en buena medida, de los cuatro se puede decir que presentan una cosmovisión que todavía es defendida por centenares de millones de seres humanos. En tercer lugar, los escritos que cambiaron la historia contaron en su aplastante mayoría con un contenido religioso expreso o encubierto, de apoyo o de controversia. Esto es obvio en el caso de obras como la Torah, el Talmud o el Corán. Sin embargo, tampoco se halla ausente de escritos como el Manifiesto comunista o El origen de las especies. De hecho, Marx, como ya indicamos, estaba profundamente impregnado de una visión apocalíptica que, pese a su reducción al materialismo, es tributaria de la herencia judeocristiana. Si el Manifiesto ha sido más leído y mejor conocido que El Capital, su obra cumbre, no se debe sólo al 446
una
CONCLUSIÓN
hecho de que ésta es mucho más extensa y de comprensión más difícil sino a que el Manifiesto constituye en realidad un escrito que anuncia la llegada de los últimos tiempos. En su Manifiesto, a pesar de su brevedad, aparece expuesta una nueva ortodoxia que tiene ya herejes a los que condenar, que cuenta con una explicación de la historia, que puede señalar a las fuerzas del mal y la manera en que se conducirán, que realiza un llamado redentor y que anuncia con esperanza el triunfo del bien. Si a ese proceso descrito por Marx se le añadiera simplemente el nombre de
Dios,
nos
encontraríamos
una
con
escatología especial-
desarrollada y, de hecho, así ha sucedido en décadas recientes con modelos, como el proporcionado por la Teología de la liberación. En cuanto a la obra de Darwin, es más que dudoso que hubiera provocado una reacción como la que ocasionó de no ser porque no pocos vieron en ella la posibilidad de alterar la estructura socioeconómica, de atacar la religión establecida y sustituir su poder social por el del pensamiento científico. El interés final en Darwin y su herencia no arranca fundamentalmente de causas científicas en la mayoría de los casos, sino de la sugestión que ejerce utilimente
argumentos supuestamente emanados de la ciencia contra los cimientos de un orden social considerado inhóspito o no suficientemente ajustado a los deseos de determinados colectivos. Para los liberales decimonónicos, para los jóvenes profesores de oscuro futuro académico, para los temerosos de las reformas sociales, para los racistas nórdicos e incluso para los nazis, sus argumentos zar
proporcionaban
una
legitimación
calidad de tal sino envuelta porciona lo sagrado. en
Lo cierto, y esto debería
en
científica pero no sólo un aroma que sólo pro-
de humildad para científicos o artistas, es que los textos de carácter meramente literario o científico de los que se pueda decir que cambiaron la historia prácticamente no han existido. Sin duda, la historia de la literatura contemporánea no podría entenderse sin una referencia al Quijote y de la misma manera
resulta
ser una cura
incomprensible la
ciencia moderna sin
re-
447
LOS TEXTOS
QUE
CAMBIARON LA HISTORIA
ferencias a Brahe, Copérnico, Galileo o Einstein, pero en ninguno de esos casos fue el texto un instrumento de transformación histórica ni trascendió en sí mismo de su ámbito concreto. Los escritos que han cambiado la historia
jamás
se
han limitado
vación efectuada
a
en un
recoger los resultados de la obser-
laboratorio
por más que ambas actividades
la belleza, rayar en ocasiones
o a
puedan
cantar
el límite de lo sublime. Se puede objetar que tal circunstancia ha sido históricamente negativa, como también se puede afirmar que buena parte de las tesis vertidas en las obras que sí cam-
biaron la historia eran falaces e incluso perversas. Sin embargo, aun reconociendo parte de verdad a esas objeciones, no estamos autorizados a cambiar el relato de lo que sucedió en la historia ni tampoco a olvidarlo. Sin duda, Mein Kampf fue el pilar ideológico del nazismo, del estallido de la segunda guerra mundial y del Holocausto, al igual que El origen de las especies se encuentra en las raíces de las leves de eugenesia y esterilización o las Capitulaciones de Santa Fe en la conquista de América y en la aniquilación de buen número de culturas precolombinas. Sin duda, el Pacto del Mayflower y la Declaración de independencia de los Estados Unidos anuncian una clara duplicidad, presente en toda la historia norteamericana, entre los más elevados ideales y el trato más bajo dispensado a aquellos a los que se considera inferiores. Sin duda también habría sido preferible que el sufrimiento, el dolor y la muerte que arrancaron de esos episodios nunca se hubieran producido, pero no está en nuestra mano dar marcha atrás en el reloj de la historia. Sólo podemos ser fieles al imperativo de narrar toda la verdad y extraer de ella consecuencias para el futuro. Los escritos que cambiaron la historia fueron en gran medida textos que intentaban profundizar y aclarar la condición humana en relación con su pasado, su presente, su futuro y, no pocas veces, con su destino posterior a la muerte. Si el Manifiesto comunista, El origen de las especies, el Evangelio de Mateo, la Baghavad Gita, la Enciclopedia o las Lun-Yu dejaron y, en no pocos casos, siguen de448
CONCLUSIÓN
jando
marcada una poderosa impronta es porque pretenden desvelar el misterio humano, aunque las conclusiones a las que lleguen sean incompatibles e incluso opuestas. Así, (rente al optimismo antropológico (y no exento de racismo) de la burguesía enciclopedista hallamos la visión realista del calvinismo, que observa con agudeza las terribles deficiencias de la condición humana; frente al azar de la evolución darwinista se contrapone la antropología de la Torah, interesada en subrayar que cada hombre y cada mujer fueron creados a imagen y semejanza de Dios; frente a la descripción marxista de la historia de la Humanidad como historia de la lucha de clases se despliega el sublime fresco del Apocalipsis, que percibe detrás de los avatares políticos y sociales la lucha entre Satanás y el Mesías; frente a la sucesión de reencarnaciones hindú o el culto a los antepasados confucionista se yergue la predicación de Dios encarnado para morir como expiación por los pecados del hombre y asegurarle la vida eterna. Es precisamente esa voluntad de responder a los eternos interrogantes del ser humano —e¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿hacia dónde vamos?— lo que ha permitido sustancialmente que escritos tan diversos en contexto, contenido, lugar de redacción y encuadre cronológico hayan cambiado la historia. En su conjunto permiten concebir la esperanza de que el género humano no está formado sólo por animales confinados en un planeta que gira en torno a una estrella de segunda magnitud. Por el contrario,
constituye
especie
sólo por tener sino también por ser, no sólo por hacer sino también por permanecer, no sólo por comprenderse sino también por comprender, no sólo por enfrentarse al presente sino también por forjar su futuro, y no sólo por sobrevivir sino también por vivir e incluso por lograr que esa vida no se limite a la que concluye en la muerte física. una
que pugna
no
Zaragoza-Calella-Córdoba-Madrid-Zaragoza.
449
Aarón, 19, 23 Abba Arika, 147 Abdullah bin Atik, 191 Abdullah bin Utba, 191 Abdullah bin Zama, 188
Abdullah, 189, 192 Abdullah ibn Masud, 173 Abraham, 11, 14, 15, 16, 18, 19, 22, 25, 28, 57, 58, 113, 114, 115, 116, 117, 118, 138, 155, 165, 166, 381 Abu Abd-Allah, 178 Abu ad-Darda, 173 Abu Al-Judri, 185 Abu Bakr, 173, 186, 187, 188 Abu Huraira, 180, 181, 182,
188, 190, 192, 193 Abu Musa, 183, 189
Akiva, 151 Al-Bara, 191
Al-Bujari,
192
Al-Hasan, 187 Alberto de
Brandeburgo, 249,
258
Alberto de Maguncia, 251 Alberto Magno, 211,219
Alejandro Alejandro Alejandro Alejandro Alejandro Alejandro
I, 198 IL, 397 III, 397 V, 158 VI, 234, 240, 271 Magno, 167, 268
Alí, 183 Alvarado, Pedro de, 228 Amasías, 64, 65 Amós, 59, 61, 62, 64, 65, 66, 67,
Abu Qatada, 193 Abu Rafi, 191 Abu Said, 184
Amós, libro de, 92 Ana, santa, 245
Abu Zaid, 173
Analectas,
Adams, Samuel, 323, 325 Adán, 167, 216, 284 Adriano, 151, 198 Aeterni Patris (León XIII), 219 Agar, 15, 116, 117 Agatocles, 269, 270
Anales de primavera y otoño,
Ageo, 382 Agustín, san, 218, 282 Aha, R., 153 Aisha, 180, 186, 187, 188, 189, 192
129
72
71,72 Anas Bin
Malik, 193
Anas, 180, 181, 183 Antígono de Soco, 148
Epífanes, 382 Apocalipsis, 125, 126, 128, 129,
Antíoco IV
131, 133, 137, 138, 139, 140, 141, 142, 143, 449 Aristóteles, 211,215, 218 Arjuna, 40, 46, 50, 51 451
As-Saib bin Yazid, 182
Atharvaveda, 37 Autobiografía (Thomas Jefferson), 326 Averroes, 218
Calonne, 333 Calvino, Juan,
278-287,
125,
289,311
Campanella, T., 345 Cao, Diego, 224 Carldstadt, A., 259
Carlomagno, 198,
203
Bacon, B. W., 85 Balfour, Lord, 394
Carlos I de España, 259, 325 Carlos V, 239, 260, 293
Ballerini, 205
Caro, Yosef, 156 Carta del Arlántico, 435 Casas, Bartolomé de las, 228 Cassuto, Umberto, 32 Catalina de Aragón, 292, 293 Catecismo comunista (F. En-
Bar
Kojba,
151
Bar-Jesús, 108 Barth, Karl, 287 Beeckman, Isaac, 303 Benedicto XIII, 159 Benjamín, 17, 18, 105 Bernabé, 107, 108, 110, 111,119 Bethencourt, Juan de, 223 Biologia cívica (Hunter), 375 Blavatsky, Madame, 54 Blondel, D., 204, 205 Bomberg, D., 159 Bonaparte, Luis, 356 Borgia, César, 264, 269, 271, 272
Borgia, papa, 264 Bowler, Peter J., 371 Bradford, William, 294, 295, 299, 300 Brahe, T., 447 Brandt, Rudi, 430 Bryan, William Jennings, 374, 375
gels),
348
Cavour, C., 205 Cayetano, cardenal, 258 Cerda, Luis de la, 226 Cervantes, Miguel de, 279 César, 83 Chernov, Viktor, 410, 411 Churchill, Winston, 431, 435, 436
Ciro, 269 Cisneros,
cardenal, 244, 245 Colón, Cristóbal, 224, 225, 226, 227, 228, 229, 230, 231, 233, 235, 237
Colón,
Hernando,
225,
228
Confucio, 69, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 76, 77, 78, 79, 80 Constantino, 9%6, 198, 200, 201,
Buda, 39 Buffon, 314 Bujari, 178 Bujarin, N., 407 Bunyan, John, 285
Contra los
Cadamosto, 224 Caleb, 23
188, 194 Cornelio, 103, 104, 111
Calixto HI, 234
Cosri
452
226,
202
impugnantes del culto y de la religión de Dios (Tomás), 211 Copérnico, 447 Corán, 12, 177, 179, 181, 186,
(Yehudáh ha-Leví),
31
ÍNDICE ONOMÁSTICO
Cosroes, 188 Cristiá, Pau, 158
Dickinson, 326 Diderot, Denis, 313, 314
Cristóforo, 200, 202
Dina, 16
Cuatro libros de Sentencias de
Diocleciano, 147 Donin, Nicolás, 158
Pedro Lombardo (Tomás), 211 Cuestiones
disputadas
(To-
más), 211
D'Alembert, Jean-Baptiste LeRond, 313, 314,315 Dampierre, conde de, 336 Daniel, 155 Darrow, Clarence, 374, 375 Darwin, Charles, 361-375, 377379,418, 447 David, 30, 66, 130, 131, 166, 167, 381 De ente y de esencia 211 De iudaicis erroribus
(Tomás), ex
Talmut
(Jerónimo de Santa Fe), 159 De la verdad (Tomás), 211 De los principios de la naturaleza (Tomás), 211 Del mundo (Descartes), 304 Deng Xiao-ping, 80 Descartes, 303, 304, 305, 306, 307, 308, 309, 310, 311, 312, 316
Eanes, Gil, 223 Eck, Juan, 259, 260 Eduardo VI, 293 Einstein, A., 447 Eisenstein, S., 404 Eissfeldt, O., 31 El capital (K. Marx), 379 El estado y la revolución (Lenin), 402 El gran saber, 72 El nuevo ghetto (T. Herzl), 386 Elazar ben
Azaryah,
151
Eli, 58 Elías, 59 Eliezer ben Yehudáh, 384
Eliezer, R., 150 Eliseo, 59 Eliyya de Vilna, 157
Enciclopedia, 311 Engels, Friedrich, 345, 346, 347, 348, 349, 356
Descripción de la manera en que César Borgia dio muerte a Vitelli, Oliverotto, da Fermo, al señor Paolo y al dugue de Gravina Orsini (N. Maquia-
velo), 265 Deuteronomio, 12, 23, 29 Deza, fray Diego de, 227
Diálogo
con
el
(Justino), 157 Dias, Bartolomé,
Enrique II de Castilla, 223 Enrique VIII, 292, 293 Erasmo de Rotterdam, 243,
245
Esaú, 16
Esteban, 106, 199, 200 Eugenio IV, 159 Evangelio de Mateo, 263
Éxodo, 12, 18, 25, 29, 58,
judío Trifón
Ezequiel,
167
167
224
Diccionario universal de las tes y
Dreyfus, capitán, 384-386 Dzershinsky, Félix, 405
de las letras, 313
ar-
Fátima, 186 Federico de Sajonia, 259 453
Federico II de Prusia, el Gran-
de, 12, 210, 274, 275, 318
Felipe
II de
lo, 228 Fernando el Católico, 234, 273, 275
George,
Francisco
I
97
de Francia,
Apóstoles,
126
Helvetius, 314
España, 293 Fernández de Oviedo, Gonza-
Fox,
Hechos de los
280
Frank, Jacob, 159 Fry, Elizabeth, 97
Hengel, M.,
105
Herzl, Teodoro, 28, 385-395 Hil-lel, 149 Himmler, Heinrich, 54, 55, 430 Hirsch, 394 Hisham, 189 Hitler, Adolf, 275, 301, 342, 379, 415-421, 423-428, 430432,435
Holmes, Oliver Wendell, 376 Honorio, 243
Gabriel, 168, 192 Galileo, 304, 447 Galton, 378 Gálvez, B., 330 Gamaliel, 105, 150, 151 Gandhi, Mohandas, 53, 97, 98, 99, 100, 145
Garcilaso, Inca, 228 Garibaldi, G., 206
Hooker, 373 Hoover, Edgar, 100 Hsún-tzu, 77 Humani generis (Pío XII), 219 Hume, David, 311 Hunter, 376 Huss, Jan, 243, 258 Huxley, Thomas Henry, 371, 372, 373, 374
Garrett, Duane, 32 Genesis
of Species (G.
J. Mi-
vart), 373 Génesis, 12, 13, 14, 15, 18, 25, 26, 29, 32, 57, 113, 145, 167
Gerhardsson, 85 Gerson, J., 18 Gomes, Diego, 224 Goncalvez Zarco, Joao, Gooding, D., 85 Gordon, Cyrus, 32, 33 Graham, W., 377 Gregorio II, 198, 199 Guillermo II, 394 Guizot, E., 348 Guzmán, Enrique de, 226
223
Ibn Abbas, 184
Iconio, 108
Ideología alemana (Marx gels), 346
y En-
Ikrima, 183 Iksvaku, 45 Iga, R., 153 Ireneo, 94 Isaac, 15, 16, 19, 58, 65, 117, 381 Isabel I de Inglaterra, 293 Isabel la Católica, 226, 234
Isaías, 83, 86, 115,
127, 155
Ismael, 15 Itsjaq al-Fasí, 156 Itsjaq bar Shéshet, 156
Hadiadi ibn Yusuf, 174
Hafsa, 173
Hammarskjóld, Dag, 454
Jabir bin Abdullah, 179 437
Jacob, 16, 17, 18, 19, 26, 58, 65, 66
ÍNDICE ONOMÁSTICO
Jacobo de
Inglaterra,
297
Jacourt, Louis de, 313 Jaime L, 158 Jalid bin Madan, 193 Jalid bin Sad, 180 Jananel ben Jushiel, R., 156 Jarir, 191 Jetferson, Thomas, 326, 331 Jeroboam II de Israel, 60 Jerónimo de Santa Fe, 158
Jesucristo, 217 Jesús, 83, 84, 85, 86, 87, 88, 89, 920, 91, 93, 95, 96, 97, 100, 103, 104, 106, 107, 109, 110, 112-115, 117-122, 126-129, 132, 135-138, 141-143, 149, 155, 157, 158, 166, 168, 247, 248, 263, 283, 292, 345 Jorge III, 325 José, 16, 17, 18, 26, 167 Josué, 23 Juan de
Torquemada,
204
Juan, 94, 110, 125-129, 131133, 135, 166 Juan el Bautista, 115, 168 Juan II de Portugal, 225, 226 Juan XXII, 158, 218 Jubair bin Haiya, 190
Judá, 18, 130, 131 Juliano, 147 Julio César, 94 Julio II, 265, 271 Julio III, 159
Korherr, Dr., 430 Kornilov, General, 402 Kosciusko, T., 330 Kulini, 178
La construcción de la historia
judía (Graetz),
384
La doctrina del método, 72 La
guía
nuestro
perplejos de tiempo (N. Krojmal),
para los
384 La
ofrenda de Judá (Yehudah Alkalai), 384
Jai
Lacunza, M., 138
Lafayette, Marqués de, 330, 331
Lagrange, P.,
85
Lamarck, 362 Landolfo, 209 Las Casas, Bartolomé Le Breton, A. F., 313
de, 301
Lenin, 275, 358, 398-407, 411, 412 León X, 258, 259, 260 León XIII, 219
Levítico, 12, 21,27, 29, 145 Lía, 16 Libro de la historia, 71, 72 Libro de la poesía, 71, 72 Libro de las canciones, 77 Libro de las mutaciones, 71 Libro de los ritos, 71, 72
Lilienblun, 384 Lohr, C. H., 85
Kang Yu-wei,
79
Kámeñev, 403 Kant, Emmanuel, 221, 311 Kérensky, A., 402, 404 Kerkut, G. A., 372
King,
Martin
Luther,
99
Kingsbury, J. D., 85 Kipling, Rudyard, 318
Loménie de Brienne, 333 Lorenzo el Magnífico, 266 Los
principios de la filosofía (Descartes), 310
Lot, 14, 85, 95, 96, 166 Lucas, 120, 128, 168 Luis
Felipe,
347
Luis XII de Francia, 264
455
Luis
de
XII
Francia,
265,
268 Luis XIV, 333 Luis XVI, 335, 336, 340
Mishnáh, 146, 147, 150, 151, 152 Mivart, George Jackson, 373, 374
Lutero, Martín, 121, 244-255, 257-260, 277, 278, 284, 291,
Moisés, 12, 15, 18, 19, 20, 22, 23, 29-32, 85, 111, 114, 119, 148, 155, 156, 165-168, 269 Moniz de
303
Perestrello, Felipa,
225
Montesquieu, Mahabharata, 37, 40 Mahavira, 39 Mahoma, 161-163, 171-174, 177-179, 194, 195 Maimónides, 156
Malaquías,
165-169, 183-192,
314
Moro, Tomás, 243, 345 Moshé de Coucy, 156 Moshé Iserles de Cracovia, 157 Muadh ibn Jabal, 173, 183
Murray, John,
361
Muslim, 178 Mussolini, B., 206
382
Malthus, T., 363, 368 Malves, Gua de, 313 Manu, 45 Mao, 79, 80, 412
Nabucodonosor II de Babilo-
Maquiavelo, Nicolás, 263, 264,
Najmánides, 158 Napoleón Bonaparte, 205, 274,
nia, 381
266, 268-275, 303 Marcos, 96, 120, 128 María, 166, 168 Marx, Karl, 142, 345-353, 355, 356, 358, 379, 446 Mateo, 84, 85, 86, 89, 95, 97, 120, 128, 446 Maximiliano I, 265 Maximiliano, emperador, 249, 259
McDonald, Margaret, 139 Médicis, Lorenzo de, 266 Meditaciones metafísicas (Des-
cartes), 310 Meir Schiff, 156 Mencio, 72 Mencio, 72, 77 Mencken, H. L., 376 Mercator, Isidoro, 199 Metternich, 348 Miseria de la
Engels), 456
filosofía (Marx
346
y
275
Napoleón IIL,
205
Natán, 167 Nebrija, A., 244, 245 Nerón, 120 Neusner, Jacob, 151 Nicolás de Cusa, 204 Nicolás II, 397, 398 Nicolás V, 234
Nilsson, Heribert, 369 Noé, 166, 167 Noventa y cinco tesis, 291 Números, 12, 22, 23, 29
Odoacro, 197 Oldham, John, 300 Omar, 173, 182, 190 Ortega y Gasset, 59 Osma, Pedro de, 244, 245 Otman, 173
ÍNDICE ONOMÁSTICO —
Raquel,
Otón I, 203 Owen, 368
Rav Yehudah, 154 Rava, 154
Pablo, 94, 105, 106, 108-116, 118-122, 128, 129, 162, 201, 237,247, 248, 260 Pablo de Tarso, 172, 220, 284 Pablo IV, 159 Paine, Thomas, 325
Papías,
16
94
Reginaldo de Piperno, 212 Reglas para la dirección del
in-
genio (Descartes), 304 Rendtorff, Rolf, 32 Reuchlin, Johann, 159 Ribera, 138, 139 Ricardo
Corazón
de
León,
382
Pasteur, L., 370 Pedro, 94, 103, 104, 107, 110, 111, 112, 119, 120, 121, 128, 201, 237 Pedro, San, 236, 238 Pennington, Isaac, 97 Pérez, fray Juan, 227 Pfefferkorn, Johann, 159 Pfeiffer, R. H., 31 Pinsker, L., 384 Pío V, 218 Pío VI, 205 Pío IX, 206 Pío XII, 219 Pipino, 199, 200
Pisidia, 108 Plummer, 85 Pompeyo, 382 Poncio Pilato, 83, 84 Porfirio, 216 Pozzo Toscanelli, Paolo del, 225
Riesenfeld, 85 Rigveda, 35, 36, 37 Robinson, John, 295, 300 Roma Jerusalén (Moses y Hess), 384 Rómulo, 269 Roosevelt, F. D., 435, 436 Rothschild, 394 Rousseau, J. J., 314
Saladino, 382 Salomón, 381 Salomón ben Adret, R., Salomón ben Iltsjag, R., Salomón Luria, 156
156
156
Samuel, 58 Sánchez
de
Huelva, Alonso,
228
Santángel, Luis de, 228 Santiago, 106, 107, 110, 119, 120
Putifar, 167
Qatada, 187
Sara, 15, 16, 116, 117 Saulo de Tarso, 84, 107 Savonarola, Jerónimo, 269 Scopes, John T., 374, 375, 376 Schopenhauer, A., 54
Qummí, 178
Séfora,
Raimundo
Servet, M., 289 Sforza, Francisco, 266, 269 Shakespeare, W., 67
Qais, 191
Ramsay,
de Peñafort, W., 128
211
18
Shammay,
149
457
Shemuel Edels, 156
Tung-Chung shu,
Sheshet, R., 154 Shub, D., 406 Shvetzov, 407 Silvestre, 199, 200-203
Tusi, 178
Simón el Justo, 148 Simpson, C. A., 31
Um
Ubayy
78
ibn Kab, 173
Sixto IV, 234
Mihsan, 180 Um Salama, 186 Upanishads, 38, 39, 42,
Smolenskin, 384 Stalin, I. V. J., 358, 407, 411,
Urwa, 186 Uzías de Judá, 60
52
412, 436
Stonehouse,
N. B., 85
Strack, Hermann, 159 Sudas, 35 Suma contra los
gentiles (To-
más), 212 Sverdlov, 407, 410
Talavera y Deza, do de, 227
Talmud,
146,
Vigilio,
fray
147,
Valla, Lorenzo, 204, 243 Van Seters, John, 32 Vaz, Tistrao, 223
Hernan-
148,
243
Vivasván, 45 Vives, Luis, 243 Voltaire, 314, 318 Von Kalb, 330 Von Steuben, 330
151-
160, 168
Teodora, 209 Teseo, 269 Tesis sobre Feuerbach (Marx y
Engels),
346
The meaning
of evolution (George Gaylord Simpson), 369 The story of my life (C. Darrow), 375
Thompson, Thomas L.,
32
Thomson, William, 372 Thoreau, 98
Wagner, Otto, 416 Washington, George, 325 Weimar, 415 Weizsácker, Carl F. von, 371 Wellhausen, Julius, 30, 31 White, Ellen, 140 Wilberforce, Samuel, 374
Williams, Roger, 301 Woolman, John, 97 Wycliffe, John, 243
Tito Livio, 265
Tito, 110, 120, 382 Tólstoi, L., 98 Tomás
de
Aquino,
209-221,
283, 311, 316
Tosefta,
146
Trajano, 151
Trotsky, L., 403, 404, Tudor, María, 293 458
411
Yaagov ben Asher, 156 Yehiel ben Yosef, 158 Yehoshuah, 150 Yehudáh ha-Levi, 31 Yehudáh ha-Nasí, R., 146, 147 Yoel Sirkes, 156 Yojanán ben Zakkay, 149, 150 Yojanán, R., 152, 153
ÍNDICE ONOMÁSTICO
Zacarías, 127, 168, 382 Zahn, T., 85 Zaid ibn Thabit, 173 Zainab bint Janah, 186, 187
Zinóviev, G., 401, 403
Zola, Emilio, 384 Zósimo, 198
Zuinglio, U.,
291
459