Los textos que cambiaron la historia 8408023470

LOS TEXTOS QUE CAMBIARON LA HISTORIA pretende acercarse a los escritos que intervinieron en la Historia de forma decisiv

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Spanish Pages 459 [448] Year 1998

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Los textos que cambiaron la historia
 8408023470

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CESAR VIDAL (Madrid, 1958)

es

doctor

en

(premio extraordinario de fin de

toma

His.

carre.

(estos dos últimos doctorados obtenidos en Estados Unidos) y licenciado en Derecho. Hasta la fecha ha publicado más de sesenta libros, algunos de los cuales han sido traducidos a lenguas como el ruso, ra),

en

Teologia

y

en

Filosofia

el

ingles, el francés, el polaco, el italiano y el georgiano. Infatigable defensor de los derechos humanos, ha recibido, reconocimientos, los zaciones

entre otros

otorgados

Jovenes Contra

Yad-Vashem

Entre

por las organi-

la intolerancia

Supervivientes

(1995), ORT-México (1995) nismo

premios y

del

(1995),

Holocausto

y el Premio Huma-

de la Fundación Hebraica

(1996).

últimas obras destacan Textos para la historia del pueblo judío (1995), Diccionario de Jesús y los

sus

Evangelios (1995),

guerra de Franco:

una

civil

El Holocausto

(1995),

La

historia militar de la guerra La destrucción de Guernica

española (1996), (1997), El Maestro de Justicia (1997), La esclava de Cleopatra (1997), Los incubadores de la serpiente (1997), La ocasión perdida: la revolución rusa ochenta años después (1997) y Enciclopedia de las religiones (1997). Traductor de obras clásicas en dieciséis lenguas, son conocidas sus versiones al castellano de la Historia de te es en

la

toria

catedrático de

Egipto. ActualmenHistoria de las religiones

Logos University (EE. UU.) en

la UNED.

y enseña His-

LOS TEXTOS que

cambiaron

LA HISTORIA

CÉSAR

VIDAL

PLANETA

ENCICLOPEDIAS PLANETA O César Vidal Manzanares, 1998 O Editorial Planeta, S. A., 1998 Córcega, 273-279, 08008 Barcelona (España) Diseño de la colección: Paulina Martínez de Castilla Ilustración de la cubierta: foto O AGE Fotostock de 1998 B. 8.119-1998

Primera edición:

Depósito Legal:

marzo

ISBN 84-08-02347-0

Impresión: Hurope,

S. L.

Encuadernación: Encuadernaciones Roma, S. L. Printed in Spain Impreso en España -

ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el Todos los derechos reservados del editor. escrito

Este libro

permiso

no

podrá

previo

ÍNDICE

Introducción La Torah...

.

La

Baghavad

Amós

Gita

..

Las Lun-Yu

Mateo

...

Evangelio de La Epístola a los El Apocalipsis El

El Talmud El Corán El Sajij Al-

.

Gálatas

103 125

145 lól

Bujari. La Donación de Constantino ...

Las

197

Teológica Capitulaciones de Santa Fe Bulas alejandrinas de 1493

La Suma Las

177

209

.

223 233

Las Noventa y cinco tesis

El Príncipe

243

religión cristiana

e

La Institución de la

El Pacto del Mayflower . El Discurso del método. La

Enciclopedia

.

La Declaración de

263 277

291 303

Independencia

de los Estados Unidos

313 321

y del ciudadano El Manifiesto comunista

333

El

361

Origen de las especies El Estado de los judíos .

La Declaración de los derechos

trabajador y explotado

345

del pueblo

381 397

Mein

Kampf .

o

La Carta de las Naciones

la Historia?.

Indice onomástico

Unidas

415 435

445 451

INTRODUCCIÓN

La narración de los acontecimientos que han cambiado la

historia ha constituido desde hace tiempo objeto de relato privilegiado por parte de los historiadores y de los aficionados al género histórico. Es indudable el poder de sugestión que rras,

ejercen sobre

aquellos episodios (guede pensamiento) que han

nosotros

revoluciones, corrientes

cambio de rumbo de la Historia. Sin embargo, el devenir histórico no sólo se ha visto alterado por la acción de la tea y la espada, del cañón o de la tecnología, de la brújula o del lecho. En realidad, el desenvolvimiento de la especie humana no pocas veces ha sido objeto de una influencia, más que directa, de escritos. Seguramente así se confirma el dicho de aquel genial soldado que afirmó que la pluma es más poderosa que la espada. Esta obra pretende acercarse a los escritos que cambiaron la Historia. Fijémonos bien en los términos. No se trata meramente de libros ni tampoco de textos legales sino de escritos. Lo que se quiere poner de manifiesto es cómo, en más de una ocasión, obras nacidas de la mente humana y consignadas en las más diversas lenguas y grafismos tuvieron una repercusión tan poderosa que la historia de la Humanidad no fue la misma después de su redacción.

implicado

un

En ocasiones

se

trató de escritos que

inspiración hasta la divinidad,

pretendían

tender

definieron como fruto de la observación de la sociedad o del cosmos. No pocas veces fueron fruto muy apresurado de las circunstancias y en otras, su redacción se dilató durante décadas. Sin embargo, siempre fueron escritos que modificaron poderosamente su presente y el futuro. El ser humano su

ni

creyó

en

ni actuó ni soñó ni vivió ni

otras

pensó

se

ni

esperó igual 7

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

cuando esos escritos adquirieron una difusión amplia. Era de justicia, por lo tanto, detenerse en ellos y examinarlos. El enfoque con que me he acercado a estas obras ha sido bastante uniforme. Por regla general, cada uno de los escritos es, en primer lugar, situado en su contexto. Después se procede a su análisis y, finalmente, es contemplado desde la perspectiva de su influencia y del porqué de la misma. A ese armazón general de cada capítulo se añade a continuación una breve bibliografía que permite examinar más a fondo algunos de los aspectos esbozados en cada capítulo y, a la vez, profundizar en el estudio de la obra en concreto.

El contenido de estos escritos

muy diverso y eso ha realizar variaciones mínimas es

capítulo a sobre el método general. Cuando se ha tratado de un escrito relativamente breve, ha sido reproducido casi en su totalidad, a veces, incluso por completo. Si, por el contrario,

obligado

la obra

en

es

maestras y

cada

muy extensa,

nos

hemos detenido

hemos intentado dar

una

visión de

en

las líneas

conjunto

ne-

cesariamente sucinta pero, en cualquier caso, exacta y rigurosa. El objetivo siempre ha sido, en un caso y en otro,

facilitar la comprensión de lo que se escribió, pero también explicar por qué aquellas líneas bien redactadas o pobres, aburridas o emocionantes, rigurosas o demagógicas, tuvieron un impacto tan importante en la Historia. De manera consciente se ha eludido a lo largo de estas páginas un enfoque etnocéntrico o cronocéntrico. Por des-

tiende a considerar más importante lo cercano a nuestra cultura y a nuestra época. Tal fenómeno es comprensible pero de graves y funestas consecuencias en la medida en que impide comprender la Historia y, sobre todo, el mundo en el que nos movemos. Cual-

gracia,

es

quiera

que

y

cierto que

se

pretenda entender al

desprecie culturas

como

ser

la china

humano o

la

como

especie

judía, la árabe o la sólo pondrá graves

la renacentista, no impedimentos a su objetivo, sino que además acabará presentando como objetivo logrado lo que sólo es un fruto mutilado por la ignorancia. No se trata de forzar la Historia. Se trata más bien de entender que en los escritos que la

india, la medieval

8

o

INTRODUCCIÓN

cambiaron hubo obras en sánscrito y en hebreo, en árabe o en latín, antes de que aparecieran las redactadas en castellano, inglés, alemán o ruso, y que su elaboración se produjo, comenzando ya a cambiar la Historia, no hace décadas sino siglos e incluso milenios. Sin tener presentes aspectos tan elementales, esta obra resulta incomprensible pero también lo resulta la Historia del género humano. La redacción de este libro ha resultado dilatada pero, a la vez, muy placentera en la medida en que ha permitido al autor no sólo releer y redigerir viejas lecturas sino también examinar de nuevo los juicios más extendidos sobre ellas, juicios que, no pocas veces, distan mucho de superar el mero tópico y de hacer justicia al contexto y a la influencia real del escrito. Releer sin prejuicios los referentes de las diversas culturas y atreverse a cuestionar las imágenes santificadas o satanizadas que circulan sobre ellos constituye para el autor de estas líneas un placer ético y estético

incomparable. Como

en

tantas

ocasiones, debo agradecer

a

algunas

personas el papel que han representado en la gestación de esta obra. En primer lugar, tengo que manifestar mi grati-

tud más especial a Lluís Cassany, mi editor, que supo captar a la perfección el objetivo de este libro y acogió el proyecto calurosamente. Trabajar con él resulta siempre un reto aliñado con el sabor de lo grato. Mar Vidal tuvo que

bregar editorialmente

con

mi manuscrito haciéndose asi-

mismo acreedora de toda mi

su

trabajo

en

la

fue

gratitud. Como siempre, pulcro, considerado y profesional, y revirtió

mejor calidad de la obra. Pilar

Gacías y Luis Fernando

leyeron algunos capítulos y me brindavaliosos comentarios personales. Tanto Luis Fer-

Pérez Bustamante ron sus

Elio Escofet, éste en horas y días floridenses, constituyeron sagaces (y nada dóciles) interlocutores en relación con algunos de los aspectos desarrollados en el libro. En cuanto a Shawn Riordan, debo agradecerle su lectura y observaciones sobre el capítulo dedicado a Confucio. Se trata de un buen conocedor de la cultura china y el intercambio de impresiones con él resultó extraordinariamente enriquecedor. Una vez más, el rector de la Logos nando

como

9

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

el doctor Charles Travis, actuó de manera especialmente comprensiva en relación con mi trabajo durante la redacción de la presente obra. Finalmente, mi familia,

University,

suele ser costumbre, padeció de la manera más directa el que el tiempo a ella debido se lo entregara a Marx, Darwin o Descartes. Naturalmente, los defectos del presente libro son solamente atribuibles al autor y no a las como

personas mencionadas.

Miami-Zaragoza-Calella-Madrid-Zaragoza. Otoño 1995-Otorño 1997.

10

LA TORAH

De la

protohistoria

de Israel

a

la Torah

Hace poco menos de cuatro mil años se produjo un acontecimiento de extraordinaria importancia para la historia

de la Humanidad. A diferencia de otros episodios de resonancia similar o menor, éste no vino acompañado por acentuadas expectativas ni tampoco seguido de reacciones

multitudinarias. En realidad, si hacemos caso de las fuentes (y todo parece indicar que su contenido es exacto), el hecho debió de pasar casi inadvertido. Tal hecho no fue otro que la salida de un emigrante de Mesopotamia, más concretamente de Ur, en dirección a los territorios que ahora denominamos Israel y Palestina. Aquélla fue una época de grandes migraciones, de modo que el reducido clan del personaje en cuestión, que además carecía de hijos, no tenía nada de excepcional al menos en lo que a las apariencias se refiere. Sin embargo, aparte de las cabezas de ganado y de los familiares más cercanos, el emigrante llevaba consigo una convicción que revolucionaría como la historia futura. La idea que impulsaba al emigrante era que la fe basada en la existencia de las diversas divinidades era radicalmente falsa, ya que sólo existía un único Dios, que además no vivía aislado sino que entraba en contacto directo con el ser humano. Aquel hombre que había comenzado su viaje de emigración se llamaba Abraham y a él apelan todavía

ninguna

otra

hoy

los fieles de las dos religiones más numerosas (el cristianismo y el islam) y de una tercera que desciende en línea directa y personal de él (el judaísmo). Aunque el monoteísmo no fue una creación de Abra11

LOS TEXTOS

ham y

hay

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

numerosas

pruebas

que lo sitúan incluso mile-

nacimiento, no cabe la menor duda de que su expansión fundamental hasta el siglo 1 de nuestra Era estuvo relacionada con los judíos, sus descendientes. Su supervivencia, un argumento definitivo en favor de la existencia de Dios, según un interlocutor de Federico II de Prusia, pero también el origen de otros fenómenos no menos relevantes que trascienden el marco histórico del judaísmo se hallan en un texto conocido como la Torah. nios antes de

Aunque la

palabra

su

suele traducir como «Ley», lo cierto es que Torah tiene en hebreo un contenido más rico, se

que abarca conceptos como los de enseñanza o incluso forma de vida. A la vez, sirve para designar un conjunto de cinco libros, que otros prefieren denominar Pentateuco y que están situados al inicio de la Biblia. Estos cinco libros son conocidos con los nombres de Génesis o Bereshit,

Exodo

Shemot,

Va-ikrá, Números o Ba-midvar y Deuteronomio o Devarim, según se emplee el nombre convencional derivado de la Septuaginta, una traducción del Antiguo Testamento al griego, o el original hebreo, que consiste en utilizar las primeras palabras que o

aparecen como en con

Levítico

o

el texto. Su autor, tanto en la tradición judía la cristiana y en la musulmana, es identificado en

Moisés.

El contenido de la Torah La extensión de la Torah

es

similar

a

la de la mitad del Nue-

del Corán, aunque pertenece a un conjunto mayor de libros (el Tanaj o Antiguo Testamento) que duplica en número de páginas a estos textos sagrados. Como hemos indicado antes, su contenido se halla dividido a lo largo de cinco obras: la primera (Génesis) está situada cronológicamente antes del nacimiento de Moisés y las otras

vo

Testamento

o

(Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) son coetáneas del profeta de Israel. Aunque la Torah es la obra sagrada del judaísmo no deja de ser significativo que los primeros capítulos de su cuatro

12

LA TORAH

alcance universal, hasta entonces desconocido en la literatura de cualquier pueblo. En el capítulo 1, el relato de la creación del hombre es muy distinto al que hallamos en otras culturas, incluso muy posteriores. La finalidad de este acto no es satisfacer a unos dioses que desean encontrar esclavos que trabajen para ellos (Mesopotamia) ni tampoco es consecuencia de la caída de un mundo espiritual superior (helenismo, gnosis, etc.) y, a la vez, rechaza la tesis de la superioridad de una raza sobre la otra, como suele ser común en las cosmogonías de las distintas culturas, en las que cada pueblo aparece como el único constituido por seres humanos. En el Génesis, la creación aparece descrita como un acto derivado del amor de Dios, que creó al hombre como varón y hembra, y a su

primer libro tengan

imagen

y

un

semejanza:

Entonces

dijo

Dios:

hagamos

gen y según nuestra semejanza creó a imagen de Dios, lo creó

al hombre

(...)

a

nuestra

ima-

hombre, lo mujer. Y los

y creó Dios al

hombre y bendijo Dios y les dijo: Creced y multiplicaos; henchid la tierra, y dominadlia (...) (Gén. 1, 26-28). como

diferencia de otras culturas incluso posteriores que han apelado por añadidura al texto bíblico, el Génesis considera que tanto el mundo material como el trabajo humano de transformación del mismo es algo bueno y de origen divino. Sin embargo, a diferencia de otras cosmovisiones, el Génesis no afirma que este mundo sea hoy bueno sino que lo fue en otro tiempo. Actualmente es obvio que dista mucho de ser un lugar ideal, pero tal circunstancia no obedece a que sea malo de por sí. Más bien deriva del hecho de que se ha producido una fractura entre la criatura humana y el Creador. Esa separación (que convencionalmente se conoce como Caída y que poco o nada tiene que ver con los relatos tradicionales en torno a una manzana indebidamente mordida) ha introducido un elemento innegable de alienación en la historia humana. Ese elemento, nacido del apartamiento de Dios, se traduce en una alienación de la naturaleza, del traDe la misma manera, y

a

13

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

de los otros seres humanos (incluidos los más cercanos, como el cónyuge) y de uno mismo. En adelante, la historia humana no puede ser sino la espera y el anhelo de que esa situación cambie y de que pueda revertirse la tremenda desgracia original causada por la desobediencia a

bajo,

la voluntad de Dios. Al igual que sucede

con

la

descripción

del

humano, cosmogonías ser

descrito como en otras que conocemos. No sólo es que no forme parte de un panteón más amplio, ya que es el único Dios que existe, sino que además dista mucho de ser una divinidad que pueda calificarse de nacional. Por el contrario, es el Sumo Hacedor que imparte su justicia en el ámbito de cualquier culen

Génesis, Dios

no es

y que dota a la historia de un sentido que, no pocas veces, es más oculto que obvio, más real que aparente, más profundo que conocido. tura o contexto

En

histórico,

perspectiva de

tipo inserta el libro de Génesis el relato de la historia de Abraham. En apariencia, se trata de un emigrante más, carente de importancia en la Historia. En realidad, es el personaje que más relevancia una

todo

ese

aquel período.

Mientras la humanidad pugna por construir torres «cuya cima alcance el cielo» y por hacerse «un nombre» (Gén. 11, 4), el Génesis se detiene en

tiene

en

la peripecia de alguien que no aspira a conseguir para sí ese nombre pero que, sin embargo, está dispuesto a renunciar a todo para marchar a la tierra que le ha indicado el único Dios, al que acaba de conocer (Gén. 12). Esa narrar

conciencia de que el servicio a esta elevada causa es superior a cualquier otra consideración lleva a Abraham, cuan-

do

separa de su sobrino Lot, éste desee sin ningún género de se

a

cederle los

terrenos que

objeción (Gén. 13)

0 a ne-

garse a recibir recompensa por haber liberado a unos tivos capturados en una incursión regia (Gén. 14).

los

grandes logros

cau-

los que convierten a Abraham en un ser distinto, sino la fe en su misión. Cuando Dios confirme a Abraham que le dará una descendencia que poseerá la tierra de Canaán y éste le crea, el texto afirmará claramente que ha sido justificado: No

14

son

LA TORAH

(Dios) lo llevó fuera y le dijo: contempla ahora los cielos y cuenta las estrellas, si puedes hacerlo. Y le dijo: así será tu descendencia. Y creyó (Abraham) a YHVH y le fue contado por justicia (Gén. 15, 5-6). Y

El carácter universalista del texto queda aún más de manifiesto cuando se tiene en cuenta que en esos momentos Abraham no sólo no puede someterse a la ley de Moisés (que fue entregada más de cuatro siglos después), sino que ni siquiera se ha circuncidado todavía. En contra de lo que parece normal en otros textos religiosos anteriores y posteriores, el de Génesis afirma que Dios ha considerado justo

Abraham no por pertenecer a una etnia determinada o realizar ritos concretos sino por creer en Él. La única mancha en la trayectoria de Abraham se produce cuando pretende ayudar a Dios a realizar Sus propósitos y, en lugar de esperar que hará honor a Su promesa de darle un hijo a través de Sara, su esposa, acepta la posia

bilidad de engendrarlo, conforme a las leyes de la época, en una esclava de Sara llamada Agar. Tal intento concluirá en fracaso y, de hecho, sentará las lejanas bases para un enfrentamiento entre los descendientes de los dos hijos de Abraham: judíos en el caso de Isaac y árabes en el de Ismael.

Finalmente, sólo el nacimiento de Isaac, un hijo de Sara (Gén. 21) constituye el cumplimiento de la promesa. En este contexto

hay

que entender la orden que Dios da

a

Abraham para sacrificar a su hijo Isaac (Gén. 22). Cuando la vida parece cada vez más cercana a su fin pero se tiene la sensación de que las ilusiones cuya consecución se siguió durante años pueden convertirse en realidad, Abraham recibe la orden de liquidar de una cuchillada la esperanza

sólo la

encarnada

hijo. Semejante acto no significa más querido sino, ante todo, la eli-

en su

pérdida del ser minación de aquello que dio sentido a una vida desde la juventud a la vejez. Lo realmente sobrecogedor de la historia del sacrificio de Isaac es que un hombre puede aceptar, el corazón destrozado y sin levantar la vista durante días (Gén. 22, 4), obedecer la orden de un amigo de años con

15

LOS TEXTOS

que le

lato

pide

confianza,

CAMBIARON LA HISTORIA

que renuncie

sólo

no es

como

QUE

un

la fe y

a

objeto

a

canto

a a

todo lo que deseó y amó. El rela obediencia sino también a la

la amistad que, en esta ocasión, tienen Dios. Este, satisfecho por la acción de Abraa

ham, evitará que lleve hasta el final

su

misión y que sacri-

fique a su hijo. Cuando muera el patriarca, después de dar sepultura a Sara, estará convencido de que un día todos sus sueños serán realidades tangibles. La figura del heredero Isaac resulta un tanto gris en medio de la de su padre Abraham y de la de su hijo Jacob. Éste, sin embargo, constituye un personaje de extraordinario interés. Tras lograr que su hermano gemelo Esaú le venda la primogenitura por un plato de lentejas (Gén. 25) y que su padre Isaac le bendiga como heredero (Gén. 27) recurriendo al engaño, también Jacob tiene que emigrar. Ya camino recibe la confirmación de que Dios está dispuesto a acompañarle (Gén. 28), pero su vida será dura. en

explotación por parte de un pariente que le engaña para obligarle a contraer matrimonio no con la mujer que ama (Raquel) sino con otra de sus hijas, difícil de casar (Lía), Jacob logra imponerse a la adversidad de las Sometido

a

la

precio de catorce consigue, al final, que Raquel sea situaciones. Al

años de su

servidumbre,

esposa, labrarse

un

incluso recuperar la libertad (Gén. 29-31). Al final, incluso se reconciliará con Esaú, el hermano al enque privó de la primogenitura (Gén. 32-33). Para ese tonces, Jacob se ha convertido ya en el patriarca de Israel, aunque el logro de esa nueva condición le haya costado cierto caudal

una

cojera

Como

e

(Gén. 32, 22-32). de Abraham, Jacob experimenta sus

que arrastrará hasta

en

el

caso

su

muerte

pruebas en los últimos años de su vida. Sufre la violación de su hija Dina (Gén. 34), las actitudes violentas y vengativas de algunos de sus hijos (Gén. 34), la muerte de su amada Raquel (Gén. 35) y la pérdida de José, su hijo predilecto, al que cree despedazado por las fieras (Gén. 37). Sin embargo, José no ha muerto. Ha sido vendido por sus envidiosos hermanos y llevado por sus compradores a Egipto (Gén. 37). A su primera desgracia pronto se suman peores

otras. La

16

mujer de

su amo

intenta seducirlo y, al negarse,

LA TOKAH

acusado de intento de violación y recluido en una mazmorra (Gén. 39). Si logra salir de allí al cabo de los años se debe a que uno de sus antiguos compañeros de prisión, al que interpretó un sueño (Gén. 40), se acuerda de él precisamente cuando el faraón se ve atormentado por una pesadilla cuyo mensaje no consigue descifrar. Cuando es llamado a la presencia del soberano de Egipto, José ha dejado de ser el muchacho que provocaba las iras de sus hermanos y es un hombre modesto que niega tener capacidad para descifrar sueños porque ese poder sólo lo posee Dios (Gén. 41, 16). Sin embargo, su vida, y la de su familia, está a punto de experimentar un cambio radical. Tras escuchar el relato del faraón, que le ha hablado de cómo en sus sueños se veían siete vacas gordas que eran devoradas por siete vacas flacas y de cómo siete espigas marchitas devoraban a siete espigas hermosas, José le señala que ahí se encuentra el anuncio de un futuro inmediato. Pronto comenzarán siete años de abundancia que serán luego seguidos por siete años de escasez. Si el faraón sabe hacer frente a semejante reto en virtud de una buena administración, nada malo sucederá, pero en caso contrario la consecuencia será el hambre. La respuesta del faraón es inmediata: el administrador idóneo no puede ser otro que José. Al cabo de siete años de abundancia efectivamente comienza la escasez. Mientras Egipto sobrevive a la hambruna e incluso José aprovecha para aumentar el poder del faraón (Gén. 41), los pobladores de los países cercanos intentan no perecer de hambre acudiendo al país del Nilo en busca de comida. Entre la tropa de desdichados impulsados por la necesidad se encuentran los hermanos de José (Gén. 42). Este los reconoce pero no les comunica quién es ni recurre a la venganza. Por el contrario, les suplica que la próxima vez traigan con ellos a Benjamín, el hermano más pequeño. Cuando sus hijos regresan y le relatan lo sucedido, Jacob, que tiene muy fresco el recuerdo del José perdiJosé

se ve

do, muestra su reticencia a permitir que Benjamín les acompañe en un viaje futuro. Sin embargo, la necesidad acaba imponiéndose y el hambre les empuja a regresar a Egipto. José finge entonces que Benjamín le ha robado una 17

LOS TEXTOS

copa

e

QUE CAMBIARON

insiste

en

que

no

LA HISTORIA

abandonar el Judá intercede

puede

país

ya que ha

entonces para de recibir su justo castigo. evitar la cautividad de Benjamín. Alega que su padre Jacob morirá si se le priva del más joven de los hermanos, puesto que

en

el

perdió a José. Éste, profundamente historia, obliga entonces a salir a todos y

pasado

ya

conmovido por la rompe a llorar. Luego convoca de nuevo a sus hermanos y les revela toda la verdad. En medio de las desgracias de aquellos años (Gén. 45), Dios ha estado actuando no sólo para salvar a José sino a Jacob y al resto de sus hijos. Finalmente, Jacob y su familia (46-50) descienden a Egipto y, con el beneplácito del faraón, se establecen en la tierra de Goshén. Así concluye el libro de Génesis. El segundo libro de la Torah, Éxodo, comienza donde terminó Génesis. Sin embargo, el punto de arranque no puede ser más tétrico. Tras la desaparición de José, se produjo también un cambio dinástico que implicó la caída en

desgracia de los israelitas.

Como consecuencia directa,

un

faraón decidió controlar el crecimiento demográfico de los israelitas mediante el exterminio de los niños varones y el sometimiento del resto de la población a servidumbre (Éx. 1). Sin embargo, uno de estos niños, al que sus padres depositan cobijado en una cestilla en el Nilo, no sólo se salva sino que además es recogido por una hermanuevo

del faraón, que lo prohija (Éx. 2). Cuando el muchacho, con su pueblo que se llama Moisés, crece, no se identifica de adopción sino que se siente solidario con el sufrimiento de sus verdaderos correligionarios. Incluso llega a matar a al contemplar como éste maltrata a dos israeliun na

egipcio

la solución violenta de Moisés no funciona. Los propios israelitas se lo censuran y Moisés se ve obligado a huir del país para escapar del faraón (Ex. 2). En el exilio, Moisés encuentra la ocupación de pastor, contrae matrimonio con una joven llamada Séfora e incluso tiene un tas. Pero

El hecho de que llame a éste Gerson, recordando que es un forastero, hace pensar que Moisés añoraba en aquellos años a los suyos, aunque no parece que tuviera ningu-

hijo.

na

18

esperanza de volver a verlos. Entonces acontece un episodio que trastorna

su

vida y

LA

IORAH

la de Israel. Mientras Moisés se encuentra guardando las ovejas de su suegro, contempla una zarza que arde pero que no se consume. El fenómeno no es sino una manifestación del Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, que ha escuchado el clamor de los israelitas y ha decidido liberarlos. Para esa misión ha elegido a Moisés, cuya reticencia tiene que vencer y al que revela que su nombre es Yo soy el que soy por lo que debe anunciar a los israelitas que Yo soy le ha enviado a liberarlos (Éx. 3). En el cumplimiento de esa misión Moisés contará con la ayuda de su hermano Aarón, que durante ese tiempo ha permanecido

Egipto. Al principio los israelitas se alegran de aquella noticia, pero el faraón se niega a dejarlos marchar y además emen

condiciones de vida. El

señala que no escttcharon a Moisés por su consternación de espíritu y la dura servidumbre (Éx. 6, 9). Sin embargo, la resistencia del faraón tiene como consecuencia directa el que Egipto se vea azotado por una sucesión ininterrumpida de plagas. Al agua convertida en sangre (Éx. 7) suceden las ranas; a éstas los piojos; a los piojos, las moscas (Éx. 8); a las moscas, la mortandad del ganado; al colapso de la ganadería egipcia, unas úlceras que afectan a la población y, finalmente, aniquilando las últimas reservas del país y sus postreros deseos de resistir, el granizo, la langosta y la oscuridad (Éx. 10). El enfrentamiento no sólo ha ocasionado costes a peora

sus

Egipto,

sino que además

texto

implica

ridiculización evidente de su politeísmo en la medida en que cada una de las plagas muestra la impotencia de una o más divinidades egipcias a la hora de cumplir con su misión. Posiblemente, el faraón seguía resistiéndose a aquellas alturas más por razones de prestigio que de verdadera utilidad. Sin embargo, cuando la población egipcia se ve diezmada por una nueva plaga que afecta a los primogénitos (pero que no daña a los israelitas que colocan la sangre de un cordero sacrificado en el dintel de sus puertas), consiente en dejar salir a Israel (Éx. 11-12). una

obstante, una vez que los israelitas se vieron libres, el faraón se arrepintió de su decisión. Quizá pensaba que No

19

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

capitulado cuando estaba a punto de cansar a su adversario o simplemente la idea de la derrota se le hacía insoportable. Fuera como fuese, el caso es que movilizó a sus había

fuerzas y salió en persecución de los israelitas con la intención de reducirlos o exterminarios. El faraón logró alcanzarlos a la altura del mar de las Cañas, pero el resultado de la expedición de castigo no pudo ser más nefasto. Los israelitas

comenzaron a cruzar a

sión que había

egipcios

se

quedado

lanzaron

seca

en su

pie enjuto

exten-

poco antes, pero cuando los

persecución,

por las aguas (Éx. 14). En los capítulos 16-19, el

una

Éxodo

se

vieron

anegados

el camino de Isentregar a Moisés la

narra

rael hasta el Sinaí, donde Dios iba a ley en virtud de la cual vivirían. Este conjunto de normas aparece recogido en los capítulos del 21 al 23 y contiene los

denominados diez mandamientos (Éx. 20) consistentes en: 1. Tener un solo Dios rindiéndole sólo culto a él; 2. No hacer imágenes ni rendirles culto; 3. No tomar el nombre de Dios en vano; 4. Acordarse del día de descanso semanal que debía favorecer incluso a siervos, emigrantes y animales; 5. Honrar al padre y a la madre; 6. No matar; 7. No cometer adulterio; 8. No hurtar; 9. No levantar falso testimonio y 10. No codiciar ningún bien del prójimo. Asimis-

las disposiciones entregadas por Dios a Moisés se limita la duración de la esclavitud a un máximo de siete años, que deben ser seguidos por una indemnización del antiguo dueño (Éx. 21). Se incluyen normas que castigan los atentados contra la libertad, la vida y la integridad de las personas (Éx. 21), se establece la obligación de restituir en daños hurtos, se incluye una serie de leyes humanitamo en

y

prohibición de oprimir a extrande brujas o jeros o de prestar con interés a la proscripción algunas normas de carácter ecológico (Éx. 22). Por último, los capítulos 24-31 señalan las tres fiestas religiosas anuarias que

incluyen desde

la

les que tienen que celebrar los israelitas y la manera en que debían fabricarse diversos objetos de culto, como el arca del testimonio, la mesa de los panes de la proposición, el candelabro, el tabernáculo, el altar de bronce, etc. Mientras Moisés está recogiendo la ley de Dios, los is20

LA TORAH

raelitas deciden romper su relación con el Dios que les ha salvado de la servidumbre en Egipto y fabrican un Becerro de Oro (¿una referencia al buey Apis egipcio?) al que rinden culto (Éx. 32). Aquel episodio significa la primera fractura de importancia entre Israel y el Dios que desea suscribir un pacto con ellos y es asimismo ocasión del primer enfrentamiento entre israelitas en el que corre la sangre. Los

rael

capítulos es,

no

33-34

cómo el pacto entre Dios e Isrenovado, y los 35-40 describen la

narran

obstante,

construcción del tabernáculo

Al acabar el libro, Israel

con

todos

sus

aditamentos.

identidad espiritual, una normativa por la que regirse y sólo espera poseer el suelo en el que se asentará como pueblo. El tercer libro de la Torah o Levítico constituye una obra de lectura especialmente ardua. Como su nombre indica, está referido en su mayor parte a disposiciones relacionadas con la tribu de Leví, de la que procedían los sacerdotes de Israel. Tras referirse a los holocaustos (Lev. 1), el libro describe las ofrendas que pueden ser de paz (Lev. 3), por el pecado (Lev. 4) y expiatorias (Lev. 5). Asimismo indica las disposiciones relativas a los sacrificios (Lev. 6-

7).

cuenta con una

capítulos

11-15 contienen diversas normativas de carácter médico que abarcan desde el terreno de la dietética (la división entre animales puros e impuros) al de la giLos

necología

y las enfermedades

contagiosas. El capítulo 16 cuenta con una especial importancia, ya que en él se establece la existencia de un Día anual de expiación durante el

cual todos los pecados del pueblo deben ser cargados sobre un animal sin defecto al que se ofrece en sacrificio. Los capítulos 18-20 contienen normas que van desde lo social a la

prohibición de conductas sexuales reprobables, como el incesto, el adulterio, la homosexualidad o la zoofilia (Lev. 18). Los capítulos 21-24 contienen por su parte diversos preceptos

en

relación

con

el servicio

religioso y el sacerdo-

cio.

El

capítulo

25 es, al igual que el 16, uno de los más relevantes de este libro. En él se establece el hecho de que la

propiedad de la

tierra sólo

por tanto los hombres

no

puede atribuirse a Dios y que pueden nunca pasar de ser sus 21

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

administradores. Además se estipula que la tierra debe descansar cada siete años y —lo que es más importante— que deben perdonarse las deudas económicas cada cincuenta años y devolverse a sus primeros poseedores la tierra que se hubieran visto obligados a vender en ese plazo de tiempo. Las distintas medidas recogidas en esta legislación del jubileo (el año cincuenta en el que se realiza el perdón y la devolución) resultaban de una enorme importancia

que no sólo de la tierra sino, sobre

la medida

en

agotamiento

en

mulación perpetua de riqueza y quier sector de la sociedad.

pretendían evitar el todo, impedir la acula depauperación de cual-

advertir acerca de las bendiciones y de las maldiciones derivadas de servir a Dios y a dar algunas disposiciones sobre cosas que le hayan sido consagradas. El cuarto libro de la Torah o Números deriva su nombre del hecho de que los capítulos iniciales se refieren al

Finalmente, los capítulos 26

y 27 están dedicados

a

numeración, de las tribus israelitas. Su temática —como indica su nombre hebreo, Ba-midvar («en el desierto»)— está relacionada sobre todo con la travesía del o

censo,

a

la Tierra desierto por parte de los israelitas en dirección dividirse que Dios le prometió a Abraham. La obra puede en

tres

secciones

cronológicas.

La

primera (1, 1-10, 10)

re-

lata los últimos días transcurridos en las cercanías del monte Sinaí y el censo de Israel. La segunda (10, 11-20, 13) refiere la historia de Israel a lo largo de un período de cerca de treinta y ocho años, en que el pueblo permanece sometido a un comportamiento nómada al fracasar por su falta de fe en su primer intento de entrar en la Tierra. Finalmente, la tercera (21, 1-36, 13) recoge alguna normatiel relato de las primeras conquistas israelitas en las cercanías de la tierra de Canaán. En su conjunto, el libro de los Números es una obra

va

legal

así

como

desprovista de todo sentimiento nacionalispatriotero. Israel es descrito como un pueblo que no

muy realista y ta o

la altura de su misión histórica, que no tiene reparo en enfrentarse con Moisés el libertador y que recuerda con añoranza la esclavitud egipcia como un período de mayor está

22

a

LA TORAH

prosperidad

que el de la libertad

en

el desierto.

Lejos de

constituir un relato hagiográfico destinado a sustentar pretensiones de carácter nacional, Números constituye más bien la historia de una ocasión perdida por toda una gene-

ración, que, incrédula, dura de corazón y groseramente materialista, ha preferido el recuerdo de las ollas de Egipto ala posibilidad de iniciar una vida nueva bajo unas normas justas. Con la excepción de Josué y Caleb, nadie de esa generación, sin excluir ni a Moisés ni a su hermano, el sacerdote Aarón, logrará ver la realización del sueño. El último libro de la Torah, Deuteronomio, constituye una repetición de las leyes mosaicas al pueblo de Israel que, una generación después de su salida de Egipto, se encuentra

pítulos

a

punto de

1-4

la Tierra

prometida. Los carecapitulación de la historia de

entrar en

constituyen una Israel en los años de peregrinación por el desierto. Los capítulos 5-6 repiten los Diez Mandamientos y contienen una clara exhortación en favor de cumplir las leyes y los estatutos divinos. En esta sección se incluye la famosa Shemá, que no es sino la primera palabra en hebreo de la fórmula que afirma «Escucha, Israel: YHVH nuestro Dios, YHVH es uno»

y que

constituye

un

auténtico

epítome de la fe de

Israel.

capítulos 7 al 26 recogen a continuación un código de leyes que incluye desde leyes dietéticas (Dt. 14) a normas sociales (Dt. 15) o disposiciones sobre las fiestas (Dt. 16) o la castidad (Dt. 22). Los capítulos 27 y 28 están redactados siguiendo el modelo de los pactos existentes en la época de Moisés (lo que constituye un argumento en favor de la historicidad del libro) y en ellos se anuncia la recompensa del que guarde lealtad al Pacto y el castigo del que lo desobedezca. La última sección de Deuteronomio (capítuLos

los 29-34) está formada por los últimos discursos de Moisés, la designación de Josué como su sucesor, el Cántico de Moisés, la bendición pronunciada por éste sobre Israel y el relato de su muerte y sepultura.

23

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

Las ideas claves

en

LA HISTORIA

la Torah

conjunto de cinco libros redactados en períodos distintos de tiempo, cuya extensión es más que media y, sobre todo, que contiene material de una antigiieUna obra que

es un

dad muy considerable debería resultarnos considerablemente lejana. Ésa es la sensación que nos invade cuando leemos las fuentes mesopotámicas o egipcias e incluso cuando repasamos las obras de la mayor parte de los clási-

griegos o latinos muy posteriores a la Torah. En esos sublime casos, ni siquiera la sensación de percibir algo oculta el sentimiento de distancia que nos embarga. De hecos

cho, hasta cuando los puntos de

aquellos hombres y aquellas mujeres planteaban problemas y soluciones que, en la inmensa

res, se

contacto parecen mayo-

resulta obvio que

mayoría de los santes ni

nos

casos,

interepara nosotros ni resultan

parecen válidos.

descubre a medida que va avanzando en la lectura de la Torah es muy distinto. Es cierto que sus noralimenmas relativas a los sacrificios o a las disposiciones mismo ticias nos resultan distantes y en buena medida eso les sucede incluso a los judíos practicantes. Sin embargo, Lo que

uno

matizaciones indispensables, lo cierto es que nos las líneas maestras de la Torah tienen una vigencia que En primer lucon la contundencia de un trallazo. golpea tiene llama la atención el alto concepto que la Torah

pese

a esas

gar,

humano. Mientras que en el siglo xx sigue siendo o si objeto de controversia si existen o no razas superiores determinadas legislaciones respetuosas de los Derechos culturas, la Humanos pueden y deben aplicarse a todas las séTorah afirma que el ser humano fue creado a imagen y está llamamejanza de Dios y que, precisamente por ello, lo do a ejercer su destino transformando la creación que

del

ser

cada

rodea. Lejos de ser un número o una estadística, de su hombre, cada mujer, prescindiendo de su cultura, la seraza o de su época, lleva impresa en sí la imagen y mejanza del Ser Supremo. En segundo lugar, la Torah es poderosa y desmitologi24

LA TORAH

zadora

relatos. Para cualquiera que conozca mínimamente el carácter de los textos cosmogónicos y mitológicos de la Antiguedad (uno se atrevería incluso a decir que también los de la época actual) no deja de ser refrescante la lectura de libros como Génesis o Éxodo. En el primero, las fuerzas de la Naturaleza, los astros o los animales no son

en sus

dioses,

como en

Mesopotamia

y

Egipto,

como en

Gre-

China o la India. Se reducen simplemente a elementos naturales creados por el único Dios y con los que el ser humano ha de enfrentarse quizá día a día pero nunca en régimen de veneración. Los filósofos griegos condenados por afirmar que el Sol no era sino una bola de fuego y no un dios, jamás habrían sufrido ese destino en Israel. En el segundo de los libros de la Torah, el Éxodo, esa cia y Roma,

como en

desacralización alcanza también al poder político. El faraón podía ser considerado un dios por sus contemporáneos —de hecho, así era— pero, en realidad, no pasaba de ser un mortal reconcomido en ocasiones por los peores defectos humanos y dispuesto a hacer uso de la opresión y del genocidio para mantener su poder. En su poder no había, por lo tanto, nada de sagrado sino más bien de diabólico. A partir de ahí, todo culto estatal, sea cual sea el carácter de éste, no puede ser calificado sino de perversidad e idolatría. No resulta en absoluto exagerado afirmar que la Torah está impregnada de un impulso tan colosal de desmitologización que llega a extremos de contraculturalidad no sólo y por lo que se refiere a las culturas donde transcurren sus relatos, sino también en relación con las de cualquier época. El texto donde se narra la historia de Abraham, sólo por haber hecho referencia a la de la torre de Babel, es, en sí mismo, uno de los más vigorosos alegatos contra los afanes provocados por la soberbia del hombre y sus desastrosos resultados. Mientras los babelitas sueñan con llegar hasta el cielo y así hacerse un nombre, Abraham desprecia esa visión. Por el contrario, pone su vida en las manos de Dios y confía en que Éste actuará. Si en el primer caso asistimos a la brega que nunca se puede satisfacer de los que se esfuer25

QUE

LOS TEXTOS

CAMBIARON LA HISTORIA

dejar su huella en la historia, en el segundo, nos encontramos con aquel que ha decidido dejar la historia en manos de Su autor y esperar el cumplimiento de sus promesas. En un caso, el hombre se ve deshecho por su propia zan

por

impotencia

para alcanzar

sus

ambiciones;

en

el otro,

es

ideal que lo llena de esperanza, que impulsa su existir y que da sentido a su vida. En tercer lugar, la Torah, a diferencia de distintas coconsumido por

rrientes

un

ideológicas y religiosas, presenta

una

visión

positi-

del mundo material. Revela, y así lo indica en Gén. 3-4, que el pecado del ser humano ha provocado una alienación

va

relación con Dios, sus semejantes y el cosmos pero, a la vez, considera que, incluso dañado, este mundo conserva buenas cosas que ofrecer al hombre. No deja de ser significativo al respecto que el trabajo no sea considerado en el relato del Génesis una consecuencia de la Caída, como algunos desconocedores del texto se empeñan en afirmar, sino una actividad que el hombre llevaba a cabo incluso en su estado de felicidad prístina. Al fin y a la postre, el de éste

en

ha sido llamado a la inactividad sino, por el contrario, a la realización de un trabajo en esta vida. En cuarto lugar, la Torah lleva implícita una visión de la historia y de la existencia particular de cada ser humano que dota a ambas de sentido. En ningún momento oculta

ser

humano

no

aspectos negativos y, de hecho, en sus relatos nos encontramos con episodios que van desde el fratricidio a la violación pasando por el engaño, la opresión o la idolatría. sus

la idea de que incluso en sus momentos más aparentemente absurdos, la existencia humana posee un significado que le proporciona su sentido. Sin

embargo, persiste

familia y su país; Jacob, que tiene que exiliarse; José, que es vendido por sus hermanos y convertido en un esclavo, constituyen todos ellos tipos de personajes aparentemente fracasados, pero a través de

Abraham,

que abandona

a su

ellos corre un hilo conductor que no es el del fracaso sino el de la consumación de un propósito que trasciende a los seres humanos. Finalmente, la Torah es muy importante por dos repercusiones religiosas (aparte del monoteísmo) realmente ra26

LA TORAH

dicales. La primera de ellas es que su legislación religiosa introduce unos elementos éticos que no sólo son sustanciales sino que además rebasan el área de las relaciones in-

terpersonales

el terreno más

complejo de lo códigos religiosos, la Torah prohíbe

para entrar

en

social. Como en otros el adulterio y el hurto, el falso testimonio y el homicidio, la homosexualidad y las lesiones. En eso quizá poco tiene de original. Sin embargo, junto con la insistencia en vedar la fabricación y el uso de imágenes para el culto, se caracteri-

profundo sentido social que prácticamente resulta desconocido en las legislaciones hasta el siglo xx. Llegaría a ser demasiado prolijo detenerse en esa cuestión, pero no deja de resultar impresionante que en los preceptos de la Torah, por ejemplo, se atienda de manera especial a los más desfavorecidos (huérfanos, viudas y emigrantes), se limite cronológicamente la duración de la esclavitud, se establezcan leyes de cuidado del campo y de las bestias, se defienda la prohibición del préstamo con interés, se niegue el carácter de propiedad privada de la tierra e incluso, en un deseo de evitar el enriquecimiento escandaloso de unos a expensas del empobrecimiento de otros, se ordena el perza

por

un

dón total de las deudas y la devolución de la tierra inicialmente

poseída

a sus

primitivos propietarios.

repercusión, tremendamente fecunda

La

segunda

términos de la el hecho de que la Toen

historia de las religiones, consiste en rah afirma que los pecados sólo pueden ser expiados mediante el sacrificio de un ser perfecto y sin mancha que encuentra la muerte en favor del pecador. Como señala el libro de Levítico: la sangre hará la expiación (Lev. 17, 11). Realmente ningún ser humano puede pretender alcanzar la salvación por sus propios medios, ya que todo depende de la benevolencia de Dios.

La

importancia de la Torah

Por todas estas características la

importancia de la Torah

extraordinaria y puede afirmarse sin temor a la exageración que ha cambiado la Historia. En el caso del judaísmo es

27

LOS TEXTOS

ha

QUE CAMBIARON

significado

su

LA HISTORIA

supervivencia

y hasta hace relativamente

cultura. Sin embargo, su trascendencia no se ha limitado al terreno de lo religioso. Incluso para los judíos secularizados y agnósticos la relación con la Torah es difícil de romper siquiera porque sustenta y fundamenta las pretensiones de Israel a ocupar la tierra sobre la que ahora, tras casi dos mil años, se asienta su Estado. Si la tierra de Israel —y no Centroeuropa o Sefarad o Argentina, como pensó Teodoro Herzl— es el lugar natural para el asentamiento de los judíos, la razón debe buscarse en la promesa entrepoco

tiempo la señal de identidad de los judíos

por Dios a Abraham. Sin embargo, la influencia de la Torah

como

gada

el mundo extrajudío no ha sido menor. No hay duda de que ha modelado nuestro lenguaje cotidiano (¿de dónde si no han suren

gido expresiones como cainita y chivo expiatorio, paraíso y plato de lentejas, diluvio y plaga bíblica por citar sólo algunos casos bien significativos?) pero, a la vez, ha ido conformando una estructura mental que, siquiera parcialmenha traducido en buen número de las características a propias de esta cultura. Transmitida al Occidente pagano través del cristianismo, sus líneas fundamentales de reflede xión, pensamiento y enseñanza han ido impregnando de esta cultumanera más o menos profunda el desarrollo otra cosa que ra. En la negativa a ver en la Naturaleza fenómenos naturales y no fuerzas divinas, en la crítica diseccionadora del poder para hallar en él lo que tiene de humano por debajo del ropaje de la propaganda, en la insistencia en imbricar valores éticos con los meramente rituales, en la confianza en que la historia cuenta con un desarrollo lineal y tiene sentido por más que los sinsentidos afirma se acumulen e incluso en el concepto religioso que su salvación por la que el ser humano sólo puede obtener muerte de alguien perfecto sacrificado en su lugar, el occidental de hoy en día no es heredero de Grecia y Roma sino de la Torah. Por el contrario, la atribución a la tormenta o incluso a las piedras de virtudes mágicas, el culto al poder en sus formas más groseras, la transformación de lo relite,

se

gioso 28

en un mero

ritual divorciado de la realidad cotidia-

LA FTORAH

la visión cíclica de la Historia o la creencia en que la salvación espiritual deriva de los méritos personales resulna,

absolutamente opuestas

la Torah y hunden sus raíces en concepciones paganas previas a la aparición del cristianismo. En ese sentido, no sólo el cristianismo y el islam, sino la lucha por los Derechos Humanos, por el respeto a la dignidad humana y por la libertad contra el poder hunden tan

sus

raíces

a

la Torah, aunque ésta

en

tronco y unas ramas no

haya alimentado un siempre específicamente judíos.

de extrañar por ello que, a milenios de su redacción, incluso para aquellos que no son creyentes, la Torah siga siendo una luz para los que meditan sobre ella. No

es

Excursus: la

Torah, tal

hipótesis

documentaria y la Torah

llegado, constituye un conjunto de cinco libros (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) atribuidos en bloque a Moisés. A efectos de La

su

análisis

y

como nos

como

circunstancia

ha

escrito que cambió la Historia,

semejante

suficiente en la medida en que ésa es la que la conocemos. No obstante, no resulta

es

forma final en del todo ocioso dedicar unas líneas a la denominada hipótesis documentaria. La creencia de que los cinco libros de la Torah se debieron a la redacción de Moisés se mantuvo inalterada hasta finales del siglo x1x. Las razones fundamentales para sus-

punto de vista eran que así lo indica el propio texto, que así se había transmitido por generaciones y que ninguno de los manuscritos de la Torah con que se contaba indicaba ni siquiera de manera indirecta que en su redacción hubieran participado más autores o que el texto final fuera un ensamblado de distintas obras. Obviamente, algunos versículos, como los últimos de Deuteronomio, donde se hace referencia a la muerte de Moisés, se atribuían a un redactor posterior, pero en conjunto la Torah seguía considerándose mosaica. Este punto de vista comenzó a verse seriamente cuestionado cuando, en la última década del siglo xix, Julius tentar este

29

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Wellhausen sostuvo que, en realidad, la Torah había experimentado una redacción muy dilatada en el tiempo y que se debía a varios autores que, por supuesto, no se podían identificar con Moisés. De acuerdo con la teoría de Wellhausen, el texto de la Torah no era sino la fusión de varias tradiciones cuya existencia independiente quedaba demostrada fundamentalmente por tres razones. La primera era que la escritura no existía en la época de Moisés y, por lo tanto, él no podía haber redactado el texto; la segunda, que

repeticiones o dobletes de episodios que hacían pensar en textos procedentes de tradiciones distintas pero reunidas en la redacción última de la Torah, y la el texto contenía

llamado con diversos nombres en el texto, lo que indicaría la procedencia de diferentes obras. Partiendo de esta última razón, Wellhausen estableció la existencia de una serie de documentos a los que denominó J, E, D y P según que el nombre utilizado fuera Yahveh (J), tercera, que Dios

era

Elohim (E), perteneciendo las iniciales D y P a unos supuestos documentos deuteronomista y sacerdotal. Por lo que se refiere a la datación, los documentos se extenderían desde el año 1000 a. de C., en la época de David, al siglo v a.

de C.

documentaria encajaba a la perfección en una visión de la historia de las religiones que partía de una concepción evolutiva en virtud de la cual el ser humano habría ido pasando por diversos estadios de su desarrollo espiritual y que, por lo tanto, exigía el rechazo de una forLa

hipótesis

mulación tan primitiva de la fe monoteísta. Asimismo, resultaba atrayente por su insistencia en determinar la datación de una obra partiendo no de criterios históricos y arqueológicos sino filológicos. Ambos aspectos pesaron mucho en su aceptación inicial y posterior. Debe decirse, sin

embargo,

ción

que desde el punto de vista de la

histórica, la hipótesis documentaria

es

investiga-

difícilmente

aceptable por sus prejuicios metodológicos y su carencia de base historiográfica. Para empezar, ni siquiera los partidarios de la hipótesis coinciden a la hora de delimitar el contenido de cada uno de los documentos. Aunque existe un acuerdo sobre la exis30

LA TORAH

tencia de los supuestos

documentos, lo

cierto

es

que

su con-

tenido concreto es objeto de una controversia no pocas veces encarnizada. C. A. Simpson, por ejemplo, habla de J1 y J2 en lugar de sólo J; R. H. Pfeiffer añade a los documentos de Wellhausen otro al que denomina S y atribuye relación con Edom; O. Eissfeldt incluye una fuente L o laica, etc. Sin embargo, lo más importante no es la inconsistencia de la propia exposición de la hipótesis documentaria sino las sólidas pruebas en su contra. Para empezar, los testi-

arqueológicos

monios trarios Los

a

históricos son rotundamente conlas conclusiones de Wellhausen y sus seguidores. e

ejemplos

al respecto son numerosos. El interés por el monoteísmo en el Oriente Próximo en una época cercana a la fecha tradicional de redacción de la Torah, la estructura de pacto contenida en Deuteronomio o la prueba arqueodel lógica período (que, por ejemplo, desmiente la afirmación de Wellhausen de la inexistencia de escritura en la

época de Moisés aportando testimonios como los de Ugarit, las inscripciones del monte Sinaí o el calendario de Gezer) apuntan claramente a un contexto histórico y cronológico mosaico, pero resultarían absurdos en una época situada casi

milenio después. Por otra parte, incluso las características de los relatos previos al período de Moisés, como son los asignados a la época de los patriarcas, aparecen muy bien atestiguados en fuentes como las tablillas de Mari (c. 1700 a. de C.) o las leyes de Nuzi (c. 1500 a. de C). Si algo nos muestran, por lo tanto, la historia y la arqueología es que la Torah pudo muy bien ser obra de pero que

terior.

un

difícilmente podría pertenecer

Moisés,

a un

período

pos-

En

segundo lugar, los supuestos dobletes de la Torah no pasan, por regla general, de ser episodios distintos referidos a personajes diferentes y no repeticiones del mismo relato. De la misma manera, el empleo de los diversos nombres divinos en la Torah se debe no a una pluralidad de autores sino a un contenido específico de cada uno de esos nombres, circunstancia que aparece expresamente contemplada en los comentarios judíos. De hecho, ya en el siglo x11 Yehudáh ha-Leví escribió un libro titulado Cosri, en 31

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

explicaba la etimología de los distintos nombres divinos. En el siglo xx, ha sido Umberto Cassuto el que ha vuelto a retomar magistralmente esta cuestión, dejando de manifiesto que la pluralidad de nombres divinos puede indicar muchas cosas pero no, desde luego, una diversidad el que

de

autores.

significativo que, por ejemplo, en los últimos años se hayan multiplicado los libros de historiadores que sostienen la imposibilidad de la hipótesis documentaria, sobre todo en relación con el priEn

ese

sentido,

no

deja

de

ser

libro de la Torah, el Génesis. Rolf Rendtorff, por ejemplo, ha indicado que la asignación de palabras y expresiones hebreas a documentos concretos se colapsa cuando se realiza una investigación seria y, a la vez, señala que la noción de teología específica de estos documentos es ilusoria. mer

Thomas L. Thompson, por su parte, ha repudiado igualmente la hipótesis documentaria señalando que la redacción de la Torah es casi contemporánea con los episodios la que relata. Incluso John Van Seters, que mantiene

algunos documentos, ha afirmado que la hipódocumentaria deber ser contemplada ampliamente

creencia tesis

en

obsoleta. Finalmente, Duane Garrett, en uno de los estudios más inteligentes sobre la redacción del Génesis escritos en la última década del siglo xx, niega la hipótesis documentaria y sitúa la redacción del libro en los días de Moisés. Fue Cassuto el que señaló que la hipótesis documentaria no se apoyaba en pilares caracterizados por la

como

debilidad por la sencilla razón de que ni siquiera tenía esos pilares. En buena medida, puede afirmarse que la defensa actual de la hipótesis documentaria descansa en la pereza académico que caracteriza a ciertos segmentos del mundo para actualizar lo que aprendieron décadas antes. Cyrus Gordon, al final de un artículo dedicado al estudio de la hipótesis documentaria, ha relatado una anécdota bien iluminadora al respecto:

dia

acerca

32

universidad de vanguarque le diera los hechos reales de JEPD. Esencialmente le dije lo mismo que he es-

profesor de la Biblia en me pidió en cierta ocasión

Un

una

LA TORAH

crito

aquí.

Me contestó entonces: lo que

me

ha dicho

me

ha

convencido pero seguiré enseñando el antiguo sistema. Cuando le pregunté el porqué me respondió: porque lo que usted me ha contado implica que tendría que desaprender y además volver a estudiar y reflexionar. Me resulta más fácil continuar con el sistema aceptado de la Alta Crítica para el que contamos con libros de texto. Por

desgracia,

el

bastante más común que sería deseable.

del interlocutor de Gordon es los claustros universitarios de lo

caso en

Bibliografía castellano y, en general, se limitan a repetir las generalidades habituales sobre la hipótesis documentaria que hace décadas ya comenzaron a ser cuestionadas. Si tal actitud debe atribuirse a pereza intelectual o a falta de diligencia académica es difícil de saber pero, en cualquier caso, resulta patético en términos científicos y de investigación. De especial interés en lo que se refiere a un cuestionamiento de la hipótesis son algunas obras más recientes que la de U. CasLos estudios sobre la Torah

suto

son

muy

escasos en

(7he Documentary Hypothesis, Jerusalén, 1961)

como

Rethinking Genesis, Grand Rapids, 1991; R. Rendttorff, «Das úberlieferungsgeschichtliche Problem des Pentateuchs» en BZAW, 17, Berlín, 1977; T. L. Thomp-

las de D. Garrett,

«The Origin Tradition in Ancient Israel» en JSOTSS, 55, Sheffield, 1987; y J. Van Seters, Abraham in History and Tradition, New Haven, 1975 e ídem, In Search of History, New Haven, 1983. Por supuesto, la obra clásica al respecto son,

Unity of Pentateuch. Obras judías que, en mayor o menor medida, hagan referencia a la Torah de manera total o parcial, y al espíritu que emana de ella, son L. Baeck, The essence of Judaism, Nueva York, 1976; A. J. Heschel, God in Search of Man. A Philosophy of Judaism, Nueva York, 1993; N. M. Sarna, Understanding sigue siendo

A. H. Finn, 7he

33

Heritage of Ancient Israel, Nueva York, 1970. Con un enfoque más popular, sigue siendo de interés el libro del escritor judío Herman Wouk, This is My God, Nueva York, 1959. Genesis. The

34

LA BAGHAVAD GITA

Los invasores arios Durante la

segunda mitad del segundo milenio a. de C., la India experimentó un conjunto de convulsiones de extraordinaria importancia. Los agentes de las mismas fueron los invasores arios, que transformarían de tal manera el subcontinente que éste ya no podría ser comprendido en los milenios venideros sin hacer referencia a ellos. Procedentes de una zona situada en las estepas del sur de Rusia, entraron en el país por el noroeste y, en primer lugar, se hicieron con el dominio del Panjab. La suya fue una penetración bélica y agresiva, y su superioridad militar (usaban,

ejemplo,

de dos ruedas tirados por caballos) les permitió, pese a su inferioridad numérica, vencer a los aborígenes, unos pobladores de la India a los que los arios se refirieron despectivamente como «oscuros de piel» y «desnarigados» (chatos). Fue así cómo, según el Rigveda (7, 18), un rey ario llamado Sudas llegó a hacerse con el dominio de esas tierras y se convirtió en el primer samraj o rey supremo de la historia de la India. Los arios eran rubios, de piel blanca y ojos claros, y no sólo despreciaban a sus derrotados adversarios de piel ospor

carros

sino que además consideraban que mezclarse con ellos implicaba una abominación de carácter extraordinario. Partiendo de esa base, impusieron en la India un cura

men

basado

régi-

en

la

varna o

color, aunque desde la llegada de

los portugueses a la India en Occidente haya sido denominado sistema de castas. De esta manera, la sociedad quedó dividida en cuatro castas superiores, correspondientes a los

conquistadores arios,

y otras

inferiores, relacionadas

con

35

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

los vencidos.

Aquel

que

LA HISTORIA

quebrantaba la separación racial sexuales con alguien de casta dife-

manteniendo relaciones rente era arrojado del sistema y se convertía en lo que se denomina actualmente paria o intocable. La misma suerte corría, por supuesto, su posible descendencia. Establecidos sobre la base de una monarquía ganadera (los bueyes eran la unidad monetaria) y militar, los arios fueron expandiéndose de forma progresiva por la India y asimilando el cultivo de la cebada, los cereales y el arroz. Si bien estas tareas las realizaban las poblaciones sometidas y no los arios, que se dedicaban a la guerra y al juego. La religión de los arios era la propia de una aristocracia militar nómada que se nutre de los despojos de los vencidos. Su dios más popular era Indra, rey de los dioses y destructor

de

una

dragones que vencía a los demonios valiéndose maza (vajra), ocasionalmente identificada con el

de

la bebida y del rayo. Amante de la lucha, de la comida, de sexo a él está dedicada casi la cuarta parte de los himnos del (unos doscientos cincuenta). De importancia

Rigveda algo menor eran Agni,

dios del

fuego; Mitra,

dios de los

tra-

juramento. A éstos a su vez seguían Surya, dios del sol; Vayu, dios del viento; Parjanya, dios de la lluvia, y un abultado etcétera. tados,

y Varuna, dios del

La relación entre los arios y los dioses

pretendía

esta-

blecer un nexo en virtud del cual los primeros ofrecían sacrificios y los segundos, a cambio de ellos, les otorgaban la victoria en las batallas y la prosperidad material. Lejos de la religión contar, por lo tanto, con un componente ético, aria buscaba asegurar un intercambio de dones que, en ambos casos, revestían características meramente materiales.

Partiendo de esa base, no resulta extraño que los arios acalos rituales baran concediendo una notable importancia la concesión por que, supuestamente, aseguraban

a

mágicos

parte de los dioses de los deseos de sus adoradores. De hecho, el ascetismo ario, a diferencia del que encontramos en otras religiones, se produjo en la India no como

consecuencia de la búsqueda de un perfeccionamiento ético, sino como un medio para obtener una mayor capacidad de influencia sobre las distintas divinidades. El asceta 36

LA BAGHAVAD GITA

conocido como muni, por ejemplo, desarrollaba actividades que el Rigveda (10, 136) y el Atharvaveda (11, 6) describen en términos equivalentes a los de los cultos chamánicos y satanistas: salida del cuerpo, posesión del sujeto por parte de espíritus, entrada en trance y adivinación de los pensamientos de seres espirituales y animales. En otros casos, como el de los vratya, se practicaban orgías en las que las relaciones sexuales eran concebidas como una manera de asegurar la fertilidad o lograr una defensa mágica contra la adversidad, o se procedía al aislamiento en el bosque, donde se alimentaban de orina de vaca y excrementos. Este panorama iba a experimentar un cambio de enorme importancia al llegar el denominado período védico tardío.

El

período védico tardío

y la creencia

en

la reencarnación

Hacia el año 1000

de C., el centro político de los arios comenzó a desplazarse hacia oriente en un deseo de conquistar nuevas tierras. En el Mahabharata, una de las dos grandes epopeyas indias, aparecen noticias relativas a una a.

batalla entre los kaurava, originarios del noroeste el Decy los de cán, y pandava, origen oriental, que concluyó con la victoria de los segundos. Es muy posible que el episodio, acontecido entre el 1000 y el 800 a. de C., un hecho

recoja

histórico. Con todo, la mayor fuente de inquietud para los arios no fue tanto el enfrentamiento militar (su superioridad técnica aún seguía incuestionada) como el sometimiento de las poblaciones oprimidas. De las fuentes védicas se deduce que el expolio a que se veían sometidos los campesinos era continuo y que esta conducta provocaba sublevaciones. La situación llegó a ser tan inestable que el tratado de política de Kautalya narra, por ejemplo, que sólo se nombraban como recaudadores de impuestos a personas a las que se apreciaba poco, ya que no era inusual que el pueblo volcara sobre ellos su cólera y su desesperación. Para esa época el sistema social de castas ya había que37

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

hallaban los sacerdotes o brahmanes, seguidos por los guerreros o ksatriya, los campesinos o vaisya y, finalmente, los sudra. Estos últimos constituían la mayor parte de la población y se trataba de no-arios o de arios que habían perdido su puesto entre las castas superiores. Al mismo tiempo, en la religión de los arios se introdujo un elemento llamado a tener una importancia trascendental, ya que prácticamente definiría el futuro del hinduismo y marcaría la estratificación social del país durante milenios. Nos referimos a la creencia en la reencarnación. Ésta plantea serios desafíos desde un punto de vista lógico, ya que presupone un número casi constante de seres humanos (algo insostenible en períodos de expansión demográfica como el actual) y además nos enfrenta al hecho de que, al no ser posible recordar las vidas anteriores, resulta difícil, por no decir imposible, enmendar el pasado mal. Sin embargo, la reencarnación fue aceptada con relativa rapidez (en las Upanishads [800-600 a. de C.] casi toda la reflexión teológica gira en torno a ella) en la medida en que proporcionó un instrumento de estabilidad social en una época caracterizada por los disturbios. En virtud de la creencia en la ley del karma, que obliga a reencarnarse a los seres humanos para ir purgando sus actos incorrectos de vidas anteriores, la opresión implantada por los arios, la injusticia extendida sobre la aplastante mayoría de la población y, muy especialmente, el sistema de discriminación racial encarnado en las castas pasaron a verse legitimados espiritualmente. El hecho de pertenecer a una u otra casta, y las consecuencias directas de tal hecho, no debía interpretarse, por lo tanto, como una derivación de un entramado de relaciones sociales, sino como resultado de existencias previas. Si el campesino sufría bajo la explotación del señor ario, no había que contemplar tal hecho como una arbitrariedad del dominador, sino más bien como una consecuencia de las maldades cometidas en otra vida por el dominado. Tal creencia, que reportaba obvios beneficios a los explotadores, servía asimismo de consuelo a los explotados. La experiencia cotidiana les indicaba hasta qué punto redado afianzado. En

38

su

categoría superior

se

LA BAGHAVAD GITA

sultaba imposible emanciparse de su dura servidumbre, pero la creencia en la reencarnación les impulsaba a creer en la posibilidad de subir o descender aún más en la vida si-

guiente. No resulta extraño que esta visión desplazara el centro de atención religiosa vinculado a la casta sacerdotal hacia

la preocupación por asegurarse una situación menos sombría en futuras vidas y, sobre todo, hacia la liberación final (moksa) del terrible ciclo de las reencarnaciones (samsara). Esta liberación nunca fue concebida como la concesión de un reposo y un goce en otro mundo similar al que se describe en religiones como el judaísmo o el cristianismo. Por el contrario, implica la disolución del ser en el nirvana. En gran parte, la tarea espiritual de las Upanishads consistió en mostrar vías diferentes, y en buena medida contradictorias, de escapar de tan terrible rueda de vidas y alcanzar ese estado final.

Gita y la de la liberación final

La

Baghavad

Como ya hemos

popularización

señalado, la

la reencarnación tuvo un extraordinario efecto esclerotizador de la división social, pero no por ello dejaba de plantear algunas cuestiones de no pequeña relevancia. La fundamental giraba en torno a la manera de encontrar la liberación final. Si ésta creencia

en

exigía una vía elaborada, como las que muestran las Upanishads, resultaba obvio que semejante posibilidad quedaba fuera del alcance de la aplastante mayoría de la población. El campesino que debía mantener a su señor no podía entregarse en la mayoría de los casos a complejos ejercicios metafísicos y, por lo que se refiere a quien lo dominaba, también era obvio que su tarea militar era difícilla entrega a una propedéutica que lo librara del samsara. Este reto fue respondido por algunos personajes como Buda y Mahavira. Aceptaron la ley del karma como base de su especulación, pero tanto uno como otro terminaron por fundar religiones que no permente

compatible

con

QUE CAMBIARON

LOS TEXTOS

manecieron

en

el

seno

LA HISTORIA

hindú

en

el que habían nacido. La

por el contrario, proporcionó una respuesta que pronto se convirtió en universal. En realidad, este escrito no constituye una obra inde-

Baghavad Gita,

pendiente sino que forma parte del Canto VI del Mahabharata o Bhismaparvan, una de las dos grandes epopeyas indias. Su punto de arranque es de especial interés. Al norte de Delhi, en la llanura de Kuruksetra (campo de los Kuru) punto de entrar en batalla los ejércitos de los Pandavas (hijos de Pandu) contra los Kauravas, sus primos. Arjuna, el arquero y tercero de los Pandavas, siente en esos momentos angustia ante la idea de tener que quitar la vida a personas con las que se encuentra unido por vínculos de sangre. Considera que lograr la victoria a ese precio no merece la pena pero, sobre todo, teme que la lucha fratricida tenga unos efectos disolventes sobre la ley, corrompa a las mujeres, subvierta el sistema de castas y provoque el castigo en el infierno: se

encuentran

a

Desfallecen

mis

la boca recorre

se me

y

miembros,

seca, mi cuerpo

se me

un

escalofrío

erizan los cabellos.

Gandiva se me cae de las manos. La piel que me circunda arde y no puedo mantenerme de pie y mi mente delira. Mi

El

arco

futuro contemplo

desdichado, oh Kesava, si mato

No

en

combate

a

y no creo que vaya mi pueblo.

a ser

deseo, Krishna, la victoria

ni el reino ni los

placeres.

¿De qué servirá el reino, oh Protector de Vacas? ¿De qué servirán los deleites o la vida? Esos para los que deseamos

el reino, los deleites y los 40

bienes,

mejor

LA BAGHAVAD GITA

esos

van

disposición de combate, a perder la vida y las riquezas. mismos,

en

Maestros, padres, hijos, así

como

abuelos,

tíos maternos, suegros, nietos,

cuñados, toda clase de parientes. querría matarlos

No

aunque

me

cueste

morir, oh Matador de Madhu,

siguiera para ganar el reino de tres mundos. ¿Cómo lo iba a hacer por la tierra?

ni

(-..) Por eso,

no

debemos

matar

los de Dhrtarastra, nuestros familiares. ¿Cómo, matando a nuestro pueblo podríamos ser felices, oh hijo de Madhu? a

(...) Con la

corrupción de la familia

las leyes eternas de la familia. Destruida la Ley, toda la familia

perecen

queda

sin

Ley.

prevalece

la Falta de Ley, oh Krishna, las mujeres de la familia se corrompen; corrompidas las mujeres de la familia, oh descendiente de Vrsni, se llega a la confusión de castas. Si

confusión lleva al infierno a los que matan a la familia y también a su propia familia; a él van a parar sus antepasados, privados de las ofrendas de arroz y de agua. La

de aquellos que matan que ocasionan la confusión de castas, Por los

pecados

a

la

familia,

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

subvertidas las Leyes de las castas, y todas las leyes de su familia. son

Para los que han

aniquilado

para esos, oh Invocado por

las Leyes de la

familia,

todos,

condena eterna en el infiemo, existe así lo hemos oído (I, 29-35, 37, 40-44). una

El punto de vista expuesto por Arjuna es el propio de un conquistador ario. Como un miembro de la etnia dominante comprende lo absurdo de entregarse a luchas fratricidas que sólo los debilitarían. Una vez comenzado ese camino, la ley se quebrantaría y cuando la fe en las instituciones se corrompe, el sistema corre el riesgo de colapsarse.

Como él señala,

en una

situación así

es

muy

posible

que

el control sobre las mujeres se relajara, con lo que la estratificación en castas resultaría punto menos que imposible.

Semejante

acción merecería por

su

carácter

aniquilador

del orden social el castigo en el infierno no sólo del que la ha perpetrado sino incluso de sus familiares. Precisamente al llegar a ese momento de especial tensión, su auriga, que su en realidad es el dios Krishna (negro), va a acudir en ayuda mostrándole una metafísica distinta basada no en la creencia en una recompensa o un castigo en el infierno sino en la reencarnación y, a la vez, le va a indicar cómo la liberación final puede lograrse sin necesidad de practicar el complicado camino de las Upanishads. Por ello, y como consecuencia, Arjuna no debe temer el quitar la

primera

familiares en la batalla porque no son sino encarnaciones de almas que núnca mueren:

vida ras

a sus

El Señor' A los que

dijo: no

necesitan

¡Y tienes la sensación

compasión has compadecido. de que pronuncias palabras de

biduría! Ni a los muertos ni a los vivos compadecen los sabios. 1. Krishna.

42

me-

sa-

Lo cierto

es

y lo cierto

todos

que yo

es

que

nunca

no

nací

dejaremos

nosotros en otro

tiempo.

Al igual que la Encarnada? en tiene niñez, juventud y vejez, Al sabio

eso no

de existir

este cuerpo

le preocupa.

(...) le hacen temblar, hombre, oh Toro entre los Hombres, sabio igual ante el placer y el dolor,

Aquel ese ese

el

es

al que

digno

no

de la inmortalidad.

(...) Quien la considera capaz de matar y quien la considera capaz de ser matada, esos dos no son sabios. Ni mata ni es matada. No nace,

no muere

no, tras ser,

volverá

nunca, a ser otra

nacida, eterna, perdurable, esa vieja no muere al morir el

vez,

no

cuerpo.

(...) los viejos vestidos al quitarse se pone un hombre otros nuevos, así al dejar los cuerpos viejos,

Al

en

igual que

el cuerpo de

cualquier hombre,

43

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

oh descendiente de Bharata. Por eso mismo a nadie debes

compadecer.

cumplir

no

propia Ley debes dudar. Según la Ley algo mejor

no

existe para el guerrero.

En

tu

Y cuando por

que el combate

ofrecida del cielo ¡dichosos,

azar es

puerta abierta oh hijo de Prtha, son los guerreros que entran en una batalla como ésta. una

Pero si tú esta lucha

propia de

tu

Ley

no

aceptas, entonces,

al abandonar

tu

cometerás

pecado.

Muerto vivo

un

Ley y

tu

gloria

alcanzarás el cielo,

disfrutarás

la tierra.

ello, lleno de coraje, hijo de Kunti, lánzate al combate (II, 11-13; 15; 19-20; 22; 30-33, 37).

Por

ejercicio magistral de legitimación del orden social y de la matanza desprovista de compasión, ha mostrado a Arjuna que no debe temer el derramamiento de sangre ya que, en realidad, lo verdaderamente importante (el alma) no puede ser muerta y pasa de cuerpo en cuerpo existe a lo largo de sucesivas reencarnaciones. Ahora bien, la una vía de liberación superior a la de la acción y ésa es Krishna,

en un

del conocimiento: El Señor” dijo: En este mundo existe

doble vía anterioridad, oh Carente de Pecado: una

expuesta por mí con a través del Yoga del Conocimiento de los que siguen el Razonamiento 3. Krishna.

44

LA BACHAVAD GITA

y

a

través del

de los que

Yoga de la Acción siguen el Sometimiento (III, 3).

Ese conocimiento, implica ante todo el sometimiento Krishna. Éste es la garantía real de liberación: Los que mi Doctrina eterna siguen, ésos, si están llenos de se ven

fe

y

no

a

critican,

liberados de las Acciones.

Pero los que y

no

esos

pronuncian críticas contra mi Doctrina la siguen, ésos, confusos y carentes de conocimiento, necios, debes saber que serán destruidos (II, 31-32).

Este conocimiento lo

entregó Krishna en ocasiones pasadas (IV, 5 ss) y lo conocieron personajes como Vivasván, Manu o Iksvaku. Su posesión resulta esencial porque el que lo detente puede incluso superar sus perversiones éticas y morales, y lograr la liberación: Si

una vez

caerás, oh

lo

conoces nunca otra vez en

hijo

confusión

de Pandu...

los perversos, seas el más perverso, con la superarás todo el Pecado.

Aunque

la

entre

nave

del Conocimiento

Igual que la leña por un fuego ardiente es convertido en cenizas, oh Arjuna, el fuego del Conocimiento todas las Acciones las reduce igualmente a cenizas. (...) El que tiene fe recibe el Conocimiento, sometido a él, con los sentidos controlados. Tras recibir el Conocimiento, una Paz absoluta

al cabo de poco

tiempo alcanza.

45

El que no tiene fe y carece de Conocimiento, y st. alma es presa de las dudas, perece. Ni este mundo ni el otro, ni la felicidad tiene el hombre de alma

repleta

de dudas.

Al que mediante el Yoga ha renunciado a la Acción, al que a través del Conocimiento ha aniquilado la duda, al que es señor de sí mismo, las Acciones no

le encadenan, oh

Conquistador

de Riguezas

(AY, 35-7, 39-41).

Naturalmente, resultaba obvio

que

no

todos los que ad-

Arjuna dijo:

esfuerzo, pero tiene fe se ha separado del Yoga ha alcanzado la perfección del Yoga,

El que no ha realizado el hombre cuya mente y

no

ese

oh Krishna?

¿adónde llega,

Situado entre dos metas, ¿no es similar a la nube desgarrada, que no tiene donde posarse, oh el de los Brazos Grandes,

extraviado

en

el camino de Brahma?

Esta duda mía, oh

Krishna,

tienes que resolverla

Aparte de ti, no

puede

esta

completamente.

duda

encontrarse

quien la resuelva.

El Señor

dijo: Hijo de Prtha,

ni

será destruido. va,

46

amigo,

a

la

en

este

Ninguno

mundo ni que

perdición.

haga

en

el

otrc

el bien

LA BAGHAVAD GITA

Cuando

llegue

a

Mundos de los Justos,

los

allí años infinitos, en casa de hombres piadosos y bienaventurados, atín separado del Yoga, nace, tras morar

nace en

la

familia

de yoguis sabios. Es nacimiento así

un

difícil ciertamente

en

conseguir

el mundo.

Allí el nivel de Conocimiento de su vida anterior logra y a partir de ahí se esfuerza en alcanzar la Perfección, ¡oh Alegría de los Kuru!

(...) Tras controlar

ardor el yogui purificado de sus pecados cuando alcanza la Perfección tras muchos nacimientos llega al fin más elevado (VI, 37-43, 45-46). su

Ese Conocimiento que permite, siquiera inicialmente, una mejor reencarnación y, a la postre, llegar a la liberación total, no es otra cosa que la devoción sumisa a Krish-

divinidad que se oculta detrás de la devoción dioses y que concede a estos devotos sus

na, una

otros

aunque

no se

El Señor

dirijan

a

peticiones

a

él directamente:

dijo:

(-..) El Conocimiento absoluto y el que divide voy a explicarte sin excluir nada: una vez que se conoce esto, nada más queda por conocer en el mundo.

(...)

47

QUE

LOS TEXTOS

CAMBIARON LA HISTORIA

Cosa más excelente que Yo,

oh

no

hay ninguna,

conquistador de Riquezas.

En mí

todo enhebrado un hilo montones de perlas.

se encuentra

como en

Soy las

aguas que

fluyen, oh hijo de Kunti,

la luna y del sol, la silaba Om en todos los Vedas, el sonido en el éter, la virilidad en los hombres, el

resplandor de

limpio de la tierra,

el olor

el brillo del fuego, la vida en todos los y el ascetismo en los ascetas.

seres

(...)

Soy la inteligencia de los inteligentes, la grandeza de los grandes (7, 2, 7-10). Por estos y otros deseos carentes de Conocimiento, acuden a otros dioses, practicando estos y otros ritos,

guiados por su naturaleza. Sea cual con

fe

ésa

en

sea

la

forma

divina que

desee adorar, a él, una concreto, le otorgo.

un

devoto

fe firme

Sometido por su fe busca el favor de ese dios. De él obtiene deseos concedidos por mí (7, 20-22).

Soy Vishnú de

entre

los

sus

Adityas,

soy el sol radiante de entre los rayos, soy Marici de entre los Marut, soy la luna de entre los astros.

Soy el Samaveda de entre los Vedas, soy el hijo de Vasava* de entre los dioses, 4. Indra,

48

deseos,

LA BAGHAVAD GITA

soy la mente de entre los sentidos, soy la conciencia vital de entre los

seres.

los Rudras, soy el Señor de las riquezas” de entre los Espíritus y los Demonios, soy el Fuego de entre los Vasus, soy el Meru de entre los picos de las montañas

Soy Shiva de

entre

(10, 21-23). Incluso los que, devotos de otros dioses, les ofrecen sacrificios henchidos de fe, hasta ésos a mí, oh hijo de Kunti, me

ofrecen sacrificios

Yo soy de todos los

el

aunque

eso

forma

debida.

aunque ellos

no me reconozcan

caigan (X, 23-24).

Al final, todos tienen la dición de que se entreguen

de salvación a la devoción de Krishna:

posibilidad a

con-

flor, un fruto, agua, el que me lo ofrece con Amor, esa ofrenda realizada con Amor Una

hoja,

la

sacrificios

beneficiario y el Señor;

ciertamente y por

no sea en

una

yo la acepto del hombre de alma

Lo que tus

hagas,

libaciones,

con

buena voluntad.

lo que comas, tus

limosnas,

oh hijo de Kunti, todo esto conviértelo

en una

tus actos

de ascetismo,

ofrenda dirigida

a

mi.

de las cadenas de la Acción con sus buenos y malos frutos quedarás libre. Con el alma sometida al Yoga de la Renunciación, liberado, llegarás hasta mí.

De esta

manera

5, Kubera.

49

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Soy el mismo para todos los seres, a ninguno odio, a ninguno amo. Quienes

me

adoran

con

amor, están

en

mí y yo

en

ellos.

terrible malhechor me adora sin adorar a otro, debe ser considerado justo porque ha tomado una decisión correcta. Hasta si

Pronto

un

se

de alma justa, la Paz etema. Hijo de Kumnti, debes saber

hará

marchará a que el que me Por los que

ama, no perece.

refugian que proceden se

en

mí, oh

hijo de Prtha, vientres bajos,

hasta los de las mujeres, los artesanos y los siervos, hasta ellos alcanzan el fin supremo.

lo harán los brahmanes puros y los verdaderos sabios que me aman! ¡Tras este mundo perecedero y sin alegría alcanzar, adórame! (IX, 26-33).

¡Cuánto

más

no

Ese Conocimiento supremo que lleva al apego y a la devoción dirigidos a Krishna es ayudado a su vez por el apego

a

la Escritura:

El que, abandonando los mandatos de la Escritura,

realizando su deseo, alcanza la Perfección ni la Bienaventuranza

vive no

ni la Meta suprema.

autoridad para establecer lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer. Conociendo lo señalado en los mandatos de la Escritura debes llevar a cabo la acción en este mundo (XVI, 23-24). Por

ello,

que la Escritura

sea tu

Precisamente por todo lo anterior, y con esto Krishna vuelve al punto de inicio de las diferentes disertaciones, Arjuna 50

puede realizar

su

deber

como

soldado,

aunque

eso

LA BAGHAVAD GITA

signifique

arrancar

Krishna, así ha de

la vida

a sus

familiares. Así

es

el mismo

Arjuna:

ser

El Señor dijo: Yo soy la Muerte que aniquila los mundos cuando ha madurado, cuya tarea consiste en destruir los mundos. Aun sin

ti, dejarán de vivir

los guerreros que

encuadran

se

las líneas enemigas.

en

álzate, obtén la gloria, derrotando a los enemigos disfruta de un reinado dichoso. Ya hace tiempo que he dado muerte a esos hombres. Por eso,

Sé mi instrumento, oh arguero hábil

Bhisma,

A Prona,

a

incluso

Karna y

con

ambas

manos.

Jayadratha,

a

héroes de las batallas, muertos ya por mí, dales muerte, no lo dudes. ¡Combate! Vencerás a tus adversarios en el combate a

a

otros

(XI, 32-34).

Aquel cuya naturaleza cuya conciencia

no se

aunque dé muerte

ni da muerte ni De la misma

egoísta mancilla, no es

gentes, encadenado (XVII, 17).

a esas

queda

manera

que la aristocracia guerrera de los

legitimada, también lo es en Bhagavad Gita el sistema de castas: arios

es

De los

brahmanes,

el último canto de la

guerreros y artesanos,

incluso de los siervos, Destructor de Enemigos, quedan clasificadas las acciones de acuerdo con los hilos nacidos de su propia naturaleza.

(...)

Mejor es la propia Acción, pese que la ajena aunque se cumpla

a ser

imperfecta

correctamente.

51

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

El que, impulsado por su propia naturaleza, la Acción impuesta lleva a cabo, no comete pecado. La acción que aunque

sea

nace con

culpable,

va que toda empresa,

envuelta

igual que

no

hijo de Kumnti, debe ser abandonada,

uno,

oh

la culpa, el fuego por el hiumo (XVIII, 41, 47-48).

ciertamente,

sucede

con

se

encuentra por

Al final, la obra concluye con un resumen de la idea central de la Baghavad Gita, la de la sumisión devota a Krishna:

Donde está Krishna, señor del Yoga donde se encuentra el hijo de Prtha, el que lleva el arco, allí se encuentran la fortuna, el triunfo, la prosperidad la justicia eternas.

y Ésa

es

mi creencia

La influencia de la

(XVIII,

78).

Baghavad

Gita

El mensaje de la Baghavad Gita puede resultar un tanto abstruso para el que se acerca a él por primera vez. Como obra poética, su métrica (si es fielmente traducida) no facilita precisamente la lectura. Además, abunda en personajes y términos que no suelen ser conocidos fuera del ámbito del hinduismo. Con todo, su contenido es, en sus líneas maestras, considerablemente fácil. Frente a los posibles reparos de conciencia de los arios, que se percataban de la difícil conciliación de su religión guerrera primitiva con la reflexión más refinada de las Upanishads, incluida

la creencia en la reencarnación, la Baghavad Gita insiste en el hecho de que las acciones realizadas dentro de los deberes de cada casta son correctas aunque incluyan el derramamiento de sangre o el dar muerte a los parientes. A fin de cuentas, los cadáveres son abandonados por las almas inmortales y aquellos que perecen ya han sido muertos por 52

LA BAGHAVAD GITA

adelantado por Krishna como muerte. Frente al desamparo que sentían los que pensaban que nunca podrían alcanzar la liberación del interminable ciclo de las reencarnaciones, el mensaje resulta esperanzador, ya que reconoce la validez de otros caminos pero, a la vez, insiste en que la devoción dirigida a Krishna por cualquier persona, incluidas las mujeres o los miembros pertenecientes a la última casta, allanará el camino para la liberación final. Algunas de las afirmaciones de Krishna contenidas en la Gita podrían haber evolucionado en alguna forma de monoteísmo. Sin embargo, el escrito se libra de ese riesgo, que habría desquiciado el sistema ario. Su interés reside en

integrar

rar.

Por

y

no en

diferenciar,

ello, Krishna insiste

aglutinar y no en sepaque cualquiera que adore

en

en

divinidad en realidad lo adora a él y que los dones solicitados de otro dios es él quien los otorga. Sus adoradores cuentan con una obvia ventaja, pero los que no le rinden culto no por ello dejan de ser destinatarios de sus dones. a

otra

influencia extraordinaria en el hinduismo posterior. Por un lado, confirmó la tendencia de esta fe a absorber los conceptos de la divinidad más diversos. Aún en la actualidad, en el hinduismo

Semejante

visión iba

coexisten cosmovisiones

a

tener

una

politeístas

panteístas o tiempo, y en eso su

con

otras

matizadamente monoteístas. Al mismo influencia también se sigue dejando sentir, consolidó la tendencia del hinduismo a definirse sobre todo por la creencia en el karma, manteniendo así la rígida división en castas.

en

Estas últimas circunstancias resultaban tan obvias que, los siglos siguientes, aquellos que han cuestionado, si-

medida, el sistema de discriminación implantado en la sociedad india han tenido que interpretar la Baghavad Gita desde una perspectiva simbólica. Tal fue,

quiera

en

cierta

ejemplo, el caso de Gandhi. Sin embargo, se piense lo que se piense de sus consecuencias, lo cierto es que la Baghavad Gita deja sentir su influencia en la India incluso en el día de hoy. Sin ella, el hinduismo es incomprensible, así como la vida del subpor

53

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

continente desde hace más de dos milenios. Pero tampo-

la historia de Occidente, sobre todo la de este siglo, puede ser comprendida sin hacer referencia a ella. El feco

nómeno actual de

del ocultismo conocido como Nueva Era no podría ser jamás explicado sin referencias previas a la Teosofía de finales del siglo x1x y a madame Blavatsky, pero estas dos corrientes son incomprensibles renacer

Baghavad

Gita. Aún más: aunque la Baghavad Gita va fue conocida y citada por personajes de la talla de Schopenhauer, su conocimiento más amplio y su populasin la

deben al ocultismo teosófico. Sin embargo, su relevancia en Occidente no quedó limitada al terreno de lo meramente religioso. Concebida en sus inicios como un intento de legitimación de una sociedad dominada por los arios, su mensaje no podía escapar a rización

se

determinados movimientos sociales. De hecho, no es extraño que influyera en personajes como Heinrich Himmler, el Reichsfiihrer de las SS, responsable del exterminio de millones de seres humanos pertenecientes a lo que él consideraba castas étnicas inferiores. Como señalaría en uno de sus discursos a un grupo de oficiales de las SS, el

judíos, incluidos ancianos, mujeres y niños, podía ser una tarea desagradable, pero en cualquier caso necesaria, y por ello había que acometerla sin dejarse llevar por los sentimientos y sólo guiados por el sentido del exterminio de los

deber: Deseo mencionar

aguí con la

mayor claridad

un

capítulo

debe mencionar una vez, con mucha claridad, pero nunca hablaremos de ello en público. De la misma manera que dudamos poco el 30 de junio de 1934, a la hora de cumplir con nuestro deber y enviar al paredón a los camaradas que se habían comportado mal, hemos hablado poco de ello y nunca lo haremos (...) Todos nosotros sentimos horror pero también todos supimos que volveríamos a hacerlo una vez más en cuanto se nos ordenara y fuera preciso. Me estoy refiriendo a la evacuación de los judíos, al exterminio del pueblo judío. «El pueblo judío será exterminado», dice cada camarada del par-

particularmente difícil.

54

Entre nosotros sólo

se

LA BAGHAVAD GITA

tido. «Está claro, está en nuestro programa. Eliminación de los judíos, exterminio y lo llevaremos a cabo.» últimos días, mientras el III Reich, una sociedad que también había legitimado la violencia y el dominio de la raza aria sobre otras, se desmoronaba, Himmler se consolaba en sus momentos de amargura releyendo el libro donde se relataba la revelación entregada a Arjuna por Krishna. En buena medida, su labor había consistido precisamente en realizar una tarea de violencia y discriminaen la ción racial, de destrucción y muerte, ya Baghavad Gita milenios antes. En

sus

justificada

Bibliografía El contexto espiritual de las invasiones arias y del período védico tardío puede seguirse en C. Vidal, Buda: vida, leyenda y enseñanzas, Barcelona, 1994. Un análisis literario de la Baghavad Gita se encuentra en R. W. Frazer, A Literary History of India, Nueva York, 1970. Introducciones más relacionadas con el aspecto religioso, aunque obviando algude las cuestiones más Goodall, Hindu Scriptures,

Berkeley,

cierta medida

los

nas

espinosas,

se encuentran en

D:

1996 y S. Radhakrishnan y C. A. Moore, A Sourcebook in Indian Philosophy, Princeton, 1989. El texto con comentario de S. Radhakrishnan, The Baghavad Gita, Nueva Delhi, 1996, está en

adaptado

a

paladares occidentales y

re-

la exégesis simbolista. Este aspecto aparece muy acusado en los comentarios de Gandhi: M. K. Gandhi, The curre a

Baghavadgita,

Nueva

Delhi, 1989

e

ídem, Anasaktiyoga, San

Francisco, 1993. No son escasas las ediciones en castellano de la Baghavad Gita, pero la mejor traducción sigue siendo, a nuestro juicio, la realizada por Francisco Rodríguez Adrados, Baghavadgita, La canción del Señor, Barcelona, 1988. El texto de Himmler aparece reproducido en C. Vidal, El holocausto, Madrid, 1995.

55

AMÓS

Buena parte de la sociedad occidental —es más discutible que esto suceda en otros ámbitos del planeta— se encuen-

establecida en torno a conceptos que se nos antojan evidentes casi por sí mismos e incluso, en buen número de casos, de rancia antiguedad. Ideas como las de que debe tra

existir

concepto universal de justicia que sea de aplicación a todas las personas y naciones, la de que Dios no puede estar limitado a una etnia concreta o la de que la fidelidad a los principios morales se halla por encima de la debida a personas e instituciones nos parecen corrientes y obvias. Lo cierto, sin embargo, es que su aceptación es relativamente reciente en términos históricos, que se ha limitado prácticamente a algunas naciones de Occidente y un

que, por regla general, se ha olvidado la primera articulación de estos conceptos tan peregrinos. Para llegar hasta

ellos tenemos que retroceder al

s. vII a.

de C.

El Dios de Israel

del monoteísmo por parte de Israel constituyó un proceso paulatino. Como ya vimos al referirnos a la Torah, la Biblia no pretende que la creencia en un Dios único surgiera con Abraham, su antecesor. De hecho, éste fue un monoteísta de Ur que abandonó su tierra siguiendo las órdenes de un Dios que lo apartaba de la adoración a las imágenes y a los astros, que lo justificó mediante la fe (Génesis 15, 6) y le prometió que contaría con una descendencia a la que entregaría la tierra de Canaán. Sin embarno fue el primer monoteísta aunque, ciertamente, los La

adopción

go,

57

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

conceptos elementales del monoteísmo, la unicidad de Dios y su intervención en la Historia, aparezcan tanto enel relato referente a la vida de Abraham como en los relativos a sus primeros descendientes, Isaac y Jacob. Esas narraciones transmiten en buena medida un monoteísmo no limitado pero sí restringido. Tenemos noticia al leerlas de que Dios actúa en la Historia pero casi podía dar la impresión de que sólo lo hace cuando esa Historia con mayúsculas se cruza con la pequeña historia de un clan —después pueblo— conocido como hebreos o Israel. Esta impresión parece incluso confirmarse con el relato del Éxodo de los hijos de Israel sometidos a la esclavitud del faraón. Dios actúa en la Historia, pero uno se pregunta si lo hace más allá de ciertos ámbitos que se nos antojan estrechos. Su poder es ilimitado pero no parece dispuesto a ejercerlo más allá de ciertos ámbitos. Por si fuera poco, esa acción de Dios da la impresión de producirse en la vida cotidiana a través de canales espirituales concretos. El sistema sacerdotal recibe una imla Torah, siquiera porque sus miembros son los encargados de ofrecer los sacrificios Su carácter saque debían limpiar de pecado al pueblo. grado era innegable y de ellos se esperaba una vida en consonancia. La entrada de Israel en Canaán en torno al

portancia extraordinaria

en

de C. pronto dejó de manifiesto hasta qué punto estos conceptos resultaban limitados. Para empezar, lsrael se había convertido ya en una nación y comenzó a exde manera colectiva la existencia de otros s. xV a.

perimentar

pueblos.

Para

una

familia,

para

un

pequeño colectivo,

re-

sulta relativamente fácil aislarse del entorno; para una nación, es imposible, aunque los intentos de conseguirlo no resulten escasos. Israel, desde luego, fue descubriendo

intercambio de contactos con otros pueblos, pero la cuestión de si Éste actuaba en ellos aparte de cuando se cruzaban en el camino de su historia siguió —si es que se planteó— sin ser contestada. Por lo que se refiere al sistema sacerdotal, fue cuestionado en ocasiones como algo disociado de Dios (la historia de los hijos de Eli y de Samuel es paradigmática en este sentido:

la acción de Dios

58

en

ese

AMÓS I Samuel 2, 12

fue

ss)

pero,

en

términos

generales,

esa

crítica

excepcional.

dos reinos, el de Judá al sur y el de Israel al norte, constituyó un revulsivo para la nación que, poco a poco, fue poniendo de manifiesto estas cuestiones con descarnada crudeza. Personajes como Elías o Eliseo no parpadearon a la hora de enfrentarse con un poder político que quebrantaba derechos tan elementales como la vida, la reputación o la propiedad privada (I Reyes 21), y volvieron a poner de manifiesto que Dios intervenía para defender a Su pueblo cuando éste era objeto de amenazas externas (II Reyes 7). Sin embargo, la idea de una representatividad institucional de Dios y la de su intervenLa ruptura de Israel

ción

en

pueblos

que no se cruzaran en la vida de Israel continuaron siendo cuestiones sin abordar por escriotros

en

El gran cambio se produciría personaje llamado Amós. to.

con

la aparición de

un

El contexto histórico

Aunque el filósofo español Ortega y Gasset lo definió el intelectual

como

estado puro, lo cierto es que Amós —relativamente bien conocido en países con una tradición histórica relacionada con la Biblia— es casi un desconocido en otros lugares del globo. Hasta cierto punto esta circunstancia

es

en

lógica.

Su

libro,

abarca más allá de diez o edición de la Biblia, no forma

que

no

doce páginas en cualquier parte de los denominados profetas mayores y se encuentra situado junto a otros once en el grupo de los profetas meLa relevancia y

profundidad

de éstos resulta extraordinaria, pero debe decirse en honor a la verdad que semejantes circunstancias suelen correr parejas a su des-

nores.

conocimiento.

Amós, por

otro

sugestivo. Nacido

lado,

en

no

Tecoa

fue

un

(1, 1),

que resulte ciudad pequeña si-

personaje

una

tuada a unos diez kilómetros al sur de Belén y a unos veinte de Jerusalén, ni pertenecía a la corte regia ni era sacerdote. Pero, además de no formar parte de los círculos de 59

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

poder del país, tampoco

LA HISTORIA

parece haber

poseído

una

especial

fortuna. Por lo que cuenta en el breve libro que lleva su nombre, se ganaba la vida cuidando ganado y recogiendo sicómoros (1, 1; 7, 14) y todo hace pensar que era un asalariado y no un agricultor que contara con propiedades

personales. De acuerdo su

acción

los datos que suministra (1, 1), ejerció profeta durante los reinados de Uzías de

con

como

de C.) y de Jeroboam II de Israel (c. 793753). En términos políticos (y de lo que hoy denominaríamos macroeconomía), la época en que le tocó vivir fue es-

Judá (c. 792-740

a.

pléndida. Tanto Israel como Judá estaban experimentando una prosperidad económica considerable, habían obtenido importantes éxitos políticos y militares (II Reyes 14, 2315, 7; II Crónicas 26) y podían incluso presumir de un resurgir espiritual, ya que, como en otros paralelos históricos, la religión estaba vinculada a un nacionalismo que pasaba por

momentos

de

pujanza.

Por los datos de que

disponemos, puede afirmarse que se trataba de un período histórico especialmente plácido, de esos que suelen aparecer en los libros de Historia (al menos en los de algunos historiadores) señalados

bargo,

El

Amós lo veía de

con

especial

una manera

delectación. Sin

em-

muy distinta.

mensaje

El libro de Amós comienza de de resultar

desagradable

para

una manera un

que

nacionalista,

nunca

pue-

ya que

con-

el anuncio de juicios desencadenados por Dios contra las naciones que no son la suya. Por la manera en que aparece recogido el texto, todo parece indicar que se trata de la reproducción escrita de un mensaje entregado verbalmente y trazado en términos de una enorme tensión oratoria. No era la primera vez que los israelitas escuchasiste

en

lanzando advertencias contra las naciones paganas, pero esta ocasión fue muy particular. Dios iba a desencadenar su juicio, pero no porque interfirieran en la vida de Israel, sino porque habían violado una serie

ban

60

a un

profeta

AMÓS

de

principios morales de aplicación universal.

pena

contemplar algunos

de

estos

Merece la

ejemplos:

Así ha dicho YHVH: por tres pecados de Gaza, y por el cuarto, no derogaré su castigo, porque llevó en cautividad a

pueblo

entregárselo a Edom. Quemaré, por lo tanto, la muralla de Gaza y sus palacios quedarán devastados por el fuego. Y seré la perdición de los habitantes de Asdod y de los gobernadores de Ascalón, y dirigiré mi mano contra Ecrón, y el resto de los filisteos perecerá, ha dicho un

entero para

YHVH el Señor

(1, 6-8).

y

Así ha dicho YHVH: por tres pecados de Edom por el cuarto, no derogaré su castigo, porque persiguió a espada a

hermano y conculcó todo afecto natural y en su cólera siempre le robó y continuamente le ha guardado rencor. Quemaré Temán y arderán en llamas los palacios de Bosra su

(1, 11-12). Así ha dicho YHVH: por tres cuarto no

derogaré su castigo,

pecados de Moab y

porque

por el

quemó los huesos del

rey de Edom hasta calcinarlos. Quemaré Moab y arderán

llamas los

en

palacios de Queriot (2, 1-2).

Lo que Amós transmitía en su primer discurso como mensaje de Dios era la idea de que existía un principio de

justicia universal —aplicable

igual a filisteos

edomitas, a amonitas o a moabitas— que condenaba conductas como la invasión, la deportación de poblaciones, la violencia, el robo, el rencor entre pueblos e incluso la falta de respeto hacia sus costumbres, como parece indicar la quema de los huesos de un rey. No sólo Israel estaba sujeto a leyes morales, sino que éstas rigen sobre toda la Humanidad y, lo que es más importante, Dios, el único Dios, ejecuta juicios sobre aquellos que las violan. El mensaje tenía una enorme trascendencia, pero es por

y

a

dudoso que los israelitas la captaran. Cegados por un nacionalismo autosatisfecho, debieron si acaso complacerse con la idea de que Dios iba a ajustarles las cuentas a peról

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

sonajes tan repugnantes como los filisteos o los edomitas. Sin embargo, su placer debió de llegar al máximo cuando sólo anunció calamidades divinas sobre esas ciones sino también sobre Judá, la gran rival de Israel:

Amós

no

na-

de Judá, y por el cuarto no derogaré su castigo, porque tuvieron en poco la ley de YHVH y no cumplieron sus mandamientos y se extraviasus paron a catisa de las mentiras tras las que caminaron dres. Por lo tanto, quemaré Judá y arderán en llamas los paAsí ha dicho YHVH: por tres

pecados

lacios de Jerusalén (2, 4-5).

embargo, si los oyentes de Amós estaban entusiasmados con aquellas diatribas, pronto debieron de percaSin

de que el desconocido profeta era todo menos un personaje entregado a la adulación cortesana. Como parte final de su mensaje, quedaba el juicio más adverso, el tarse

anuncio más terrible y las acusaciones más descarnadas, todo ello dirigido a sus oyentes, los satisfechos ciudadanos de Israel:

de Israel, y por el dinero cuarto, no derogaré su castigo, porque vendieron por al justo y por un par de sandalias al menesteroso. Aplastan tercontra el polvo de la tierra las cabezas de los indefensos el hijo y el padre tienen rela senda de los pobres, Así ha dicho YHVH: por tres

pecados

y

y

giversan

muchacha, profanando mi laciones sexuales con de santo nombre. Sobre las ropas entregadas como prenda en la casa de un pago se acuestan al lado de cualquier altar y Yo os su Dios beben el vino de los que han sido multados... hice subir de la tierra de Egipto, y os guié por el desierto cuarenta años, para que entraseis en posesión de la tierra del amorreo (...) ¿Acaso no fue así, hijos de Israel, dice YHVH? la misma

(...)

Mas vosotros disteis de beber vino

nasteis

a

los

profetas:

no

a

los nazireos y orde-

profeticéis (2, 6-8, 10-12).

El breve mensaje de Amós debió de hacerse sentir en las mentes de los que lo escuchaban como un verdadero trallazo. El novel profeta no cuestionaba que la situación 62

AMÓS

de Israel fuera privilegiada en la medida en que disfrutaba de un conocimiento y una experiencia del único Dios superiores a las de otras naciones. Sin embargo, esas circunstancias no convertían a Israel en un pueblo con patente de corso para cometer tropelías so capa de religión. En

realidad, lo

que hacía

era

descargar

una

responsabilidad

mayor sobre él. Resultaba escandaloso que naciones

como

Filistea perpetraran saqueos o invasiones, pero era aún más vergonzoso que Israel permitiera en su seno la injusticia social y además estuviera satisfecha reli-

Edom, Moab

o

giosamente. extraordinaria sencillez, el discurso de Amós revela una profundidad extraordinaria. Hay unos principios morales que rigen por igual a todos los seres humanos y aquellos que mejor los conocen no deberían caer jamás en el orgullo y en la autosuficiencia, sino examinar hasta qué punto es escandaloso que en su seno se produzcan conductas que se consideran reprobables. Que un pueblo de bárbaros se entregue a asolar y destruir es grave, pero más lo es que una nación que, supuestamente, se insDentro de

pira

su

principios morales más elevados plotación del débil, la perversión sexual o en

consienta la una

ex-

religiosidad

que es sólo formal y carente de fibra ética. En buena medida, los mensajes ulteriores de Amós

abundan

líneas maestras y, justamente por ello, van recayendo sobre los sectores más diversos de la sociedad. Por ejemplo, son atacadas aquellas mujeres cuyo consumismo tiene como consecuencia directa la opresión: en

estas

Escuchad este mensaje, vacas de Basán, que os encontráis en el monte de Samaria y oprimís a los pobres y machacáis a los necesitados, que decís a vuestros hombres: traed y vamos a beber. YHVH el Señor ha jurado por su santidad que llegan días en que os arrastrarán con ganchos y a vuestros descendientes con anzuelos y saldréis una tras otra por las brechas y seréis arrojadas de palacio, dice YHVH

(4, 1-3).

63

LOS TEXTOS

Y, de peran

a

QUE CAMBIARON

manera

costa

similar,

LA HISTORIA

son

advertidos

aquellos

que pros-

de los demás:

ajenjo y arrojáis por tierra la justicia, buscad al que hizo las Pléyades y Orión (...) ya edique humilláis al pobre y os quedáis con su carga de trigo, ficasteis casas de piedra labrada pero no vais a vivir en ellas, Los que

transformáis

el juicio

en

hermosas viñas pero no vais a beber su vino enorporque conozco vuestras muchas rebeliones y vuestros mes pecados. Sé que causáis dolor al justo y que recibís soborno y que en los tribunales hacéis que los pobres pierdan os

plantasteis

los pleitos y por eso el prudente en una época así se queda callado porque la época es mala. Buscad lo bueno y no lo malo, es cuando estará para que así podáis vivir, porque entonces con vosotros YHVH Elohim Tsebaot como decís ahora (5, 4,

7-8, 11-14).

Semejantes diatribas dirigidas contra una sociedad satisfecha (y además envenenada por el nacionalismoy la religilosidad combinados) no tardaron en provocar reaccio-

indica que el sacerdote Amasías, que rendía sus servicios en el importantísimo santuario de BetEl, intentó de inmediato que Amós fuera objeto de la renes.

El

texto nos

presión regia

o,

al

menos, se

callara

o

emigrara:

Entonces el sacerdote Amasías de Bet-El envió un menAmós se ha sublevaa Jeroboam, rey de Israel, diciendo:

saje

y

do contra ti en medio de la casa de Israel la tierra no puede tolerar todas sus palabras, porque Amós ha dicho: Jeroboam morirá a espada e Israel será deportado de esta tierra en cali-

dad de cautivo (7, 10-11). Pero, al parecer, Jeroboam decidió no hacer caso de lo el sacerdote Amasías bien porque sintiera un que le decía cierto respeto por Amós, bien porque no lo considerara un

de tanta relevancia como para dirigir su atención hacia él, bien porque no captara hasta qué punto su mensaje era corrosivo. Al suceder esto, Amasías decidió dirigirse directamente

personaje

64

AMÓS

a

Amós y lo hizo

como

lo que era, un profesional de la reliésta de tal manera a los intereses

gión que había ligado personales que no podía

creer

no

que

todos hicieran lo

mismo. La respuesta de Amós resulta al respecto ca en

la medida

Dios para

su

trario, olvida y pese

a

en

que contrapone

beneficio sus

quien

Y Amasías

personal

intereses

en

antológi-

aquel que se sirve de aquel que, por el conlo que considera justo

con

a

pro de

pese:

dijo

a

márchate, huye a la profetiza allí, y no profe-

Amós: visionario,

tierra de Judá y gánate allí el pan y tices más en Bet-El porque es un santuario del rey y capital del reino. Entonces respondió Amós a Amasías: no soy pro-

feta

hijo de profeta sino un guardador de bueyes que recoge higos silvestres. Pero YHVH me sacó de detrás del ganado y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel. Por lo tanto, escucha ahora la palabra de YHVH. Tú dices: no profetices ni

Israel ni hables

la

de Isaac. Por tanto así ha dicho YHVH: Tu mujer será una prostituta en la ciudad y tus hijos y tus hijas caerán a espada, y tu tierra será sorteada y tú morirás en tierra inmunda e Israel será deportado lejos de su tierra en calidad de cautivo (7, 12-17). contra

contra

casa

sólo no iba a dejar de gritar lo que veía sino que siguió clamando contra aquella sociedad hipócrita, materialista y cubierta de un barniz de religiosidad autoAmós

no

justificadora: Escuchad esto los que explotáis a los necesitados y arruináis a los menesterosos de la tierra, diciendo: ¿Cuándo pasará el mes y podremos vender el trigo; y la sema ay abriremos los graneros del pan y reduciremos la medida y subiremos el precio y falsearemos el peso, para comprar a los necesitados por dinero y a los menesterosos por un par de zapatos, y venderemos el trigo que no vale nada? YHVH juró por la gloria de Jacob: Nunca me olvidaré de todas sus obras. ¿Acaso no se estremecerá la tierra por esto? ¿No romperán a llorar todos los que viven en ella? (...) Cambiaré vuestros festejos en llanto y todas vuestras canciones en 65

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

endechas y haré que todo se rape (8, 4-8,10). Sin

LA HISTORIA

se

vista de luto y que toda cabeza

contemplar en

sería erróneo

embargo,

Amós sólo al

de calamidades. Precisamente los últimos versículos de su libro contienen un mensaje de esperanza centrado en la posibilidad que Dios da al hombre de camlos biar. Una sociedad que está dispuesta a volverse hacia éticos de Dios puede sobrevivir, la que los olvida

pronosticador

principios

está condenada Los

a

desaparecer:

ojos de YHVH el Señor

están contra el reino

pecador

de la tierra, pero no destruiré del todo la de arrasaré lo faz y tola casa de Jacob, dice YHVH (...) Caerán a filo de espada acercará ni dos los pecadores de mi pueblo que dicen: no se día levantaré el tabernáciuilo nos alcanzará el mal. En aquel levantaré sus ruinas y lo construide David (...)

derribado tó

como

y

antaño

La influencia

(...) (9, 8, 10-11).

posterior

terrible cumplimiento. económica, La supuestamente inconmovible prosperidad de manera violenpolítica y religiosa de Israel desapareció eran en absoluto sólidas y, ta. Las bases de la sociedad no sus habitantes fueal final, como Amós había anunciado, el año 721 a. de C. por los asiron deportados en masa en el reino norteño para no volver a exisLas

palabras

rios. Así

tir

de Amós tuvieron

desapareció

nunca

más. Del

minúsculo reino al

un

antiguo Israel sólo quedaba

sur,

conocido

como

ya

un

Judá.

profecías de Amós no tuvieron importancia histórica sólo porque implicaron un diagnóstico plefuturo de la natórico de lucidez y un pronóstico exacto del a dejarse ción. En realidad, su mayor relevancia comenzó No es sentir después de la aniquilación del reino de Israel. de posible entender a los profetas posteriores, la predicación Sin

embargo,

las

incluso las sucesivas declaraciones de Derechos Humanos desde el siglo xv hasta

Jesús y de los

66

primeros cristianos

e

AMÓS

época sin tener presente al humilde pastor de Tecoa. En sus breves páginas late no sólo el grito frente a la injusticia, la hipocresía religiosa, la inmoralidad o el materialismo egoísta. Sobre todo, se yergue la grandiosa concepción de que existe una ética universal que es aplicable a todos los seres humanos, ética que obliga sobre todo a aquellos que mejor la conocen, a los que más conscientes son de su realidad. Detrás de esa concepción, se encuentra la creencia en una visión finalista de la Historia. Ésta no es una sucesión de absurdos o el sueño de un loco en una noche de borrachera, como señala uno de los personajes más siniestros de Shakespeare, sino que tiene un sentido que brota de su carácter trascendente. Gracias a Dios (¡nunca mejor dicho!) los seres humanos ni pueden ni deben comportarse como fieras y si no respetan esa regla elemental, cosecharán su propia desnuestra

trucción

entresijos Sin

sociedad porque Dios actúa más oscuros de la Historia.

como

embargo,

en

medio de los

afirmaciones de este tipo no yace una visión pesimista de la Historia ni del ser humano. Por el contrario, lo que suena es un clamor de esperanza para todo el género humano que se resume en una de las frases clave del libro de Amós: «Buscad al Señor viviréis» (5, 6). y en

Bibliografía Los estudios sobre el

profeta Amós hay algunas obras

tes, pero aun así te, abordan su estudio

no son

que,

en

muy abundan-

todo

o en

par-

seriedad e interés. El rabino Abraham J. Heschel le dedicó parte del primer volumen de su estudio sobre los profetas (Los profetas: el hombre y su vocación, Buenos Aires, 5.* ed.) y lo mismo sucede con la obra de José Luis Sicre, Los dioses olvidados: poder y riqueza en los profetas preexílicos, Madrid, 1979, centrada sobre todo en aspectos sociales. más interesantes con

Monográficas y Motyer, El día del león: el mensaje de

las obras de J. A. justicia del profeta Amós, Buenos Aires, 1980; de H. Walter Wolff, La hora de Amós, Salamanca, 1984, y de K. M. Yates, Estudios sobre el libro de Amós, El Paso, 1968. son

67

LAS LUN-YU

Confucio El etnocentrismo

de los peores males a los que puede verse sometido el estudioso de la historia de la Humanidad. Por culpa de esta curiosa, pero no pocas veces

constituye

inadvertida dolencia,

uno

tiende a limitar el enfoque sobre los acontecimientos y los personajes de relevancia en la historia a aquellos que han ocupado un lugar cercano a se

cultural o geográfico. De esta manera, la historia queda limitada a Europa y apéndices culturales, como Estados Unidos y, en menor medida, a las antiguas colonias europeas en América. Sólo de pasada, aparecen referencias al islam o a otras culturas no euronuestro

peas

propio

o no

entorno

asimiladas por Europa (como ha sucedido

con

el

judaísmoy el cristianismo), va de su importancia propia momento

su

trayectoria

No pocas

se

pero tal circunstancia no derisino del hecho de que en algún cruzó con la nuestra.

el mal del etnocentrismo aparece acompañado por el cronocentrismo. No sólo se expulsa de nuestro examen del devenir humano a aquel que no

está

veces

nosotros, sino que incluso distorsionamos la historia de las diferentes culturas occidentales de tal manera que personajes secundarios, pero cercanos en el cercano a

tiempo, adquieren

una

relevancia que de por sí

mientras que otros, de inmensa importancia, legados al olvido. Como forma, generalmente

no

tienen,

quedan

re-

interesada,

de sustituir la historia por caricaturas falaces (y no pocas veces patéticas), el etnocentrismo es un instrumento pri-

vilegiado.

Pero

de conocer realmente el desarrollo de las distintas culturas y la forma en que han ido como manera

69

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

enriqueciendo tica plaga. Uno de los

a

la

LA HISTORIA

especie humana constituye

personajes

una

autén-

padecido de manera de ese comportamiento es

que han

más directa las consecuencias

el chino Confucio. Este nombre no es sino la versión hispanizada del chino Kongfuzi (c. 551-479 a. de C.), una de las figuras que más ha influido no sólo en la historia china sino también en la universal. Según la tradición, Confucio pertenecía al noble clan de los Kong, cuyo nombre el Estado de Lu, que actualmente se corresponde con la provincia de Shandong, quedó huérfano de padre cuando contaba apenas tres años. Esta circunstancia implicó una pérdida de es-

incorporó al

suyo

propio. Nacido

en

social para la familia pero, con todo, sus miembros preocuparon de proporcionarle una buena educación.

tatus se

Inicialmente,

ésta

no

se

tradujo

en una

posición

econó-

siquiera a la que había tenido su padre. Además, Confucio contrajo matrimonio a una edad temprana (19 años) y pronto tuvo que atender no sólo a mica que

se acercara

las necesidades de su esposa sino también a las de sus hijos. Los relatos hablan de que, pese a sus conocimientos, no tuvo más remedio que buscar acomodo como criado

del distrito. Cuando Confucio rondaba los veinticinco años, se produjo el fallecimiento de su madre. Poco después, comenzó

del

jefe

una carrera como

maestro itinerante. Esta nueva ocupa-

necesidad continua de viajar pero pronde to, en torno a él, se fueron formando pequeños grupos discípulos. Confucio, como tendremos ocasión de ver, era ción

significó

una

hombre de ideas conservadoras, pero en una época en la que parecía que el orden secular se vendría abajo, esa orientación le ayudó a granjearse el respeto de buen núun

de personas. En buena medida, las enseñanzas de Confucio, que insistían en el peligro que entrañaba la falta de modelos étila gente a cos, resultaban atractivas porque convocaban mero

a

decisiones personales de carácter práctico y encaminadas a acabar con la corrupción y la zozobra existentes. Por otro lado, no cuestionaban el sistema político tomar unas

70

LAS LUN-YU

legitimaban—, pero abogaban por un comportamiento digno de los gobernantes. Algunas leyendas señalan que cuando contaba cincuenta años, Confucio fue nombrado magistrado de Zhongdu, y que, al año siguiente, pasó a desempeñar con notable éxito existente —más bien lo

la función de ministro de justicia del Estado de Lu. Según estas fuentes, el gobernante de un estado vecino, envidioso del éxito de su gestión, había comenzado a conspirar contra él y no cejó hasta lograr que lo destituyeran. La verdad histórica pudo ser más modesta. Posiblemente, Confucio no pasó de ser un simple funcionario que decidió abandonar sus

tareas y

período

de

viajar

para

impartir

sus

enseñanzas. Este

vida duró poco más de una década y en torno al año 484 a. de C., Confucio regresó a Lu. Los últimos años de su vida los dedicó a poner por escrito sus enseñansu

buena parte, consistieron en comentarios de los autores clásicos. Así le llegó la muerte en Lu y fue sepultado en una tumba situada en Qufu, Shandong. zas

El

que,

en

legado literario

de Confucio

Aunque la actividad pedagógica de Confucio fue de considerable importancia, lo cierto es que lo que dejó consignado por escrito

mo

y

a

su

va

referido más

enseñanza.

(Anales de primavera tema

fundamental

722 al 481 se

es

a

otros asuntos que a sí mis-

Así, por ejemplo, los Chun Ch'iu

otoño) constituyen

relato cuyo la historia del Estado de Lu desde el

y

un

de C. De hecho, si conocemos sus enseñanzas debe sobre todo al trabajo de transmisión de sus discí-

pulos.

a.

Estos escritos

pueden dividirse

en

dos grupos: los

Cinco Clásicos y los Cuatro Libros. Los Wu Ching (Cinco Clásicos) son, de hecho, anteriores a Confucio. Incluyen las obras conocidas como / Ching

(Libro de las Mutaciones), Shu Ching (Libro de la Historia), Shih Ching (Libro de la Poesía), Li Chi (Libro de los ritos) y Chun Ch'iu (Anales de primavera y otoño). El I Ching es un manual de adivinación probablemente anterior al siglo xi a. de C., aunque tanto Confucio como sus discípulos pare71

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

redacción definitiva. El Su Ching constituye una recopilación de documentos históricos antiguos. El Shih Ching es una antología de poemas antiguos. El Li Chi es un texto que se ocupa de la descripción de los diversos rituales. El Chun Ch'iu, como ya indica-

cen

haber intervenido

en su

obra que, muy final del propio Confucio.

mos, es una

posiblemente,

recibió

su

forma

importancia, precisamente porque la influencia de Confucio es más acusada, son los Shih Shu (Cuatro Libros). En términos generales, se trata de recopiDe

mayor

laciones de las enseñanzas de Confucio y Mencio. Son el Ta Hsiieh (El gran saber), el Chung Yung (La doctrina del método), ambos referidos a Confucio, y el Mencio, relacionado con el filósofo del mismo nombre. Con todo, la obra más importante, la que ha tenido una influencia mayor y la que recoge más fielmente la visión las Lu111-Yu1 (Analectas).

propia de Confucio

son

Las Lun-Yu

generales, puede afirmarse que Confucio no un personaje preocupado por la especulación metafísisino por hallar soluciones prácticas a los problemas

En términos

fue ca,

los que se enfrentaba la sociedad de su tiempo. Por un lado y casi como punto de partida, el filósofo chino creía libre: que el ser humano era bueno por naturaleza con

y

El Maestro dijo: El hombre es bueno por naturaleza. En el caso de que en el curso de su vida el hombre se aparte de esta bondad natural, será víctima de la infelicidad (6, 17).

El Maestro dijo: Nadie puede negar la existencia de la libertad en el hombre (...) Siempre soy libre de hacer lo que desee

(9, 18).

la bondad natural del ser humano, Confucio debía enfrentarse con un panorama social y político que no parecía corroborar su tesis. Sin

72

embargo,

pese

a su

creencia

en

LAS LUN-YU

Como forma de enfrentarse

terrible divorcio, Confucio proponía varias medidas. La primera de ellas cra mantener lo antiguo precisamente porque había demostrado a lo largo de siglos que era válido para la convicon

éxito

a ese

vencia:

Confucio dijo: Comento y clarifico las obras de la Antigtiedad pero no elaboro otras nuevas. Soy fiel a la Antigiiedad y la amo (...) El Maestro ha dicho: No soy más inteligente que los demás. Unicamente soy un hombre que siempre ha sentido un gran amor por lo antiguo y que ha consagrado toda su existencia a estudiar las normas elaboradas por nuestros ante-

pasados (7,

1 y

19).

Ese respeto por lo antiguo se traducía en una realización rigurosa de los ritos no sólo civiles sino también reli-

giosos

que los chinos venían llevando

a

cabo desde hacía

siglos: El Maestro ha dicho: El hombre noble tiene que entregarse al estudio de los ritos y a aumentar todos sus conocimientos. Tiene que someterse a los usos y costumbres ya estipulados. Sólo de esa manera podría mantenerse en la senda correcta

(6, 25).

Ese

so

cumplimiento del ritual debe llevarse aunque se desconozca su significado:

a

cabo inclu-

Preguntaron cuál era el significado del gran sacrificio real y Confucio contestó: No lo sé. Quien supiera el sentido de este sacrificio, sabría todo lo que hay bajo el cielo. Conocer todo le sería tan fácil como el colocar un dedo sobre la palma de la

mano

(3, 11).

Este respeto y sumisión a las antiguas tradiciones, especial referencia a ritos y sacrificios ya prescritos,

además en Confucio una especial relevancia relaciona con el culto a los antepasados:

cuentra

do

se

con en-

cuan-

73

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

Tenemos que

LA HISTORIA

ofrecer sacrificios

a

los

antepasados

como

presentes. Tenemos que adorar a los espíritus y a los genios ocultos como si se encontraran presentes. Confucio dijo: llevo a cabo todas las ceremonias de sacrificio

si

se

con

encontraran

espíritu de sacrificio (3, 12).

especial importancia en la medida en que ese culto a los antepasados no es sino la continuación religiosa y escatológica de la veneración por los familiares mayores, otro de los grandes pilares sociales propuestos por Confucio. De hecho, casi puede deSemejante circunstancia tiene

cirse que éste

es uno

una

de los temas abordados

las Lun-Yu y que también influencia en la historia posterior: fusión

en

va a

con

más pro-

tener una mayor

El Maestro ha dicho: Cuando os encontréis con vuestros padres, no les deis consejos si veis que no tienen intención de seguirlos; mostrad respeto hacia ellos y obedecedlos en cualtquier ocasión. Incluso si discrepáis de la manera en que ac-

túan,

no

habléis mal de ella.

Mientras no os

de

os

queda

vuestros

padres

vivan

más remedio que

no os

separéis de ellos.

Si

hacerlo, hacedles saber adón-

asentareis.

El Maestro ha dicho: Cuando fallezcan vuestros padres, tratad de imitar su conducta en todo a lo largo de tres años. De esa manera cumpliréis con el importantísimo deber de la

piedad filial (4, 18, 19, 20). Esta

concepción de respeto hacia el pasado

y de consi-

deración de la piedad filial como una de las virtudes fundamentales no sólo para el individuo sino para toda la sociedad, tiene también su equivalente en el gobernante. Para Confucio, conceptos tan queridos actualmente en Occidente (pero, en buena medida, tan recientes) como la

participación popular, la soberanía nacional

o

el control

de los gobernantes tienen tan poco sentido que ni los contemplamos esbozados en sus obras.

siquiera

realidad, lo primero que se pide de un gobernante es eficacia, una capacidad que ha de asentarse en la sabiduría En

74

LAS LUN-YU

las dotes naturales. Sin embargo, esa eficacia no tendría valor si la relación entre un gobernante y sus gobernados no se asemejara a la vez a la de un padre con sus hijos. Mientras que de estos últimos exige respeto, obediencia y sumisión, del primero requiere una buena conducta que inspire como ejemplo y benevolencia. Así apare-

adquirida

ce

y

en

expresado

un

en

pasaje del capítulo

Confucio dijo: Yung

6 de las Lun-Yu:

capacidad para ejercer las funcara al mediodía, es decir, las fun-

tiene

ciones del que se sienta de ciones de gobierno del reino.

Yung preguntó

si

capaz de desempeñar El Maestro le dijo: Cuenta con la su-

Tsang-pe-tsé sería

las mismas

funciones. ficiente inteligencia y agudeza como para desempeñarlas. Yung comentó: para desempeñar las funciones de gobierno también es preciso que además de capacidad se sepa actuar con dignidad en todo momento, para de esta manera granjearse el respeto de los gobernados. También resulta indispensable ser benévolo y generoso, sin incidir en los extremos de la prodigalidad a que puede llevar un temperamento desprendido. El Maestro asintió y dijo: las palabras de Yung son acertadas. La insistencia

la bondad y en la virtud de los gobernantes resulta esencial para Confucio, porque, aunque reconoce el poder para regir que se deriva del uso de la fueren

el hecho de que su valor a la hora de gobernar y su efecto sobre los gobernados siempre será inferior al de la acción del buen gobernante: za, insiste

en

Confucio ha dicho: Cuando acuerdo

las

se

gobierna

a un

pueblo de

leyes

de la buena administración y se le mantiene en paz por miedo a los castigos, los gobernados intentarán que no se descubran sus malas acciones, pero no sentirán vergiienza por ellas. Si se gobierna a un pueblo según los principios de la virtud y se le mantiene en paz con las únicas leyes de la convivencia social —que es la ley del Cielo— los gobernados se avergonzarán de sus malas acciones y así progresarán por el camino de la virtud (2, 3). con

75

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —

Confucio despotismo paternalista. Más bien habría que afirmar

Se ha definido como

ocasiones esta visión de

en

que el autor chino confía en la existencia de una elite de sabios virtuosos que una a la capacidad las características pro-

pias de

un

buen

padre.

Buena parte del

las Leur1-Yu está dedicado

en

hombre superior el engranaje de la

con

diligencia y perse-

describir a que constituye una pieza fundamental sociedad en la que piensa Confucio: a

Confucio ha dicho: El hombre

ese

descubrir el bien y la verdad, disfrutará de 1na profunda felicidad. Si es consultado (...) se sentirá inmensamente satisfecho. Si es pasado por alto o minusvalorado por los demás hombres no se irritará ni se entristecerá por ello, va que su virtud es grande. (...) El hombre superior, el noble, encamina todas sus capacidades mentales al descubrimiento de los principios fundamentales (...) el principio fundamental de la humanidad o benevolencia 1niversal hacia todos los hombres constituye la base de la piedad filial y del respeto fraterno a que antes verancia entrega

nos

hemos

su

vida

que

capítulo primero de

a

referido (1, 1, 3).

Precisamente por su propio carácter, el hombre superior no debe buscar el aprecio del pueblo sino cumplir con

deber. Su misión no es obtener ni popularidad ni respeto sino realizar de forma adecuada la tarea que se le ha encomendado. Al respecto, los comentarios de Confucio son su

bien reveladores: El Maestro dijo: Cabe la posibilidad de que el pueblo siga al hombre bueno, pero no se le puede forzar a que lo entienda (8, 9).

Finalmente, lo importante

no es

la

apariencia

sino la

realización correcta del trabajo y no sólo basta con hacer el bien sino que además hay que ser competente:

dijo: la hierba crece mientras no da flores. Si no puede producir frutos en sazón. Ése es el gran

El Maestro

da

flores,

secreto

76

ya

del sabio (9, 21).

LAS LUN-YU

(...) En el Libro de las Canciones se lee: Si amamos a nuestros semejantes y somos humildes, lomáxima y obtendremos la virtud. Tse-lu siempre tenía presente esta máxima y la menctonaba frecuentemente. El Maestro le dijo: No basta con hacer

graremos la

perfección

el bien. También verdad (9, 26).

es

preciso entregarse al estudio

y buscar la

combinación de benevolencia y sabiduría, de eficacia y conocimiento, de respeto por el pasado y por los padres y de entrega a las tareas encomendadas, de atención a los que acuden y de tranquilidad cuando nadie se acerca, lo que caracteriza a los sabios. Su ideal, a diferencia del de Platón, no consiste en formar una elite que domine el Estado. Más bien es servir a unas estructuras ya existentes en la medida de sus virtudes basándose no en el rango social, sino en la capacidad y en la educación de que disponga. Si se le ofrece tal posibilidad, será en beneficio de todos. Si se sofoca, sólo será en perjuicio de la colectividad. Es

esa

La influencia de Confucio

Las enseñanzas de Confucio resultaban tan

sencillas,

tan

la vez, tan susceptibles de ser llevadas a cabo sin ocasionar convulsiones que no resulta extraño que tu-

prácticas

y,

a

influencia de manera casi inmediata. De hecho, la veneración por el sabio no tardó en convertirse en una religión que, por sus propias características de respeto a todo lo anterior y de búsqueda del bien común, se convirtió en la oficial de China. Tras la muerte de Confucio, surgieron dos escuelas importantes de pensamiento representadas por Mencio y por Hsiin-tzu. Mientras que el primero insistía en la tesis de la bondad propia del ser humano y en la necesidad de preservarla a través de la educación, Hsin-tzu negaba ese principio pero abogaba por la concepción de que la naturaleza humana puede salir de su estado de iniquidad presente también mediante un esfuerzo educativo. Durante el si-

vieran

una enorme

77

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

glo 1 a. de C., el confucionismo experimentó un breve eclipse para volver a surgir con extraordinaria pujanza dula dinastía Han (206 a. de C.-220 d. de C.) debido sobre todo a la influencia de Tung-Chung shu. En esa época, las obras de Confucio no sólo fueron objeto de edición y esrante

tudio, sino que

el fundamento para la educación de los sabios que debían gobernar el imperio. En buena medida, el sistema de oposiciones para funciose

implantado

convirtieron

en

fue sino la traducción a la práctica de las tesis de Confucio. Del funcionario se esperaba que fuera respetuoso con el sistema y fiel cumplidor de ritos y ceremonias, que combinara la eficacia con la educación y la benevolencia, que sirviera de modelo para los gobernados y que aceptara sin lamentos su destitución. Es lícito preguntarse hasta qué punto y en cuántas ocasiones semejante modelo llegó a concretarse, pero lo que no se puede discutir es que el modelo de Confucio dejó su impronta a lo largo de la historia china de aquellos siglos no sólo por la manera en que configuró su burocracia, sino también por la imagen ideal que fue creando del príncipe perfecto. Éste debía someterse a los dictados de la vida ejemplar señalados por Confucio y, en caso contrario, tendría que sufrir junto con su pueblo las catástrofes que el Cielo desencadenaría en forma de desastres naturales o de narios

en ese

período

no

guerras.

El final de la dinastía Han

implicó

un

retroceso

de la

importancia del confucionismo en favor de otras religiones, como el taoísmo y el budismo, que parecían adaptarse mejor a situaciones de crisis y turbulencias políticas. Quizá precisamente por ello, cuando llegó al poder la dinastía Tang (618-906), que devolvería a China la tranquilidad de tiempos pasados, regresó asimismo la preponderancia del confucionismo. Los tiempos estaban marcados por el deseo de

trucción del

prosperidad

y buen

gobierno,

de

recons-

y de asentamiento de nuevas bases para el mismo. Una vez más, la enseñanza de Confucio parecía el camino mejor para construir un presente que se

Imperio

deseaba superior al mejor de los pasados. Ni siquiera la caída de los Tang significó el final de la 78

LAS LUN-YU

influencia confucionista. Durante la dinastía siguiente, la de los Sung (960-1279), los confucionistas aceptaron algunos aspectos del budismo y del taoísmo, y crearon una síntesis en la que seguía primando la enseñanza de Confucio la que se ha denominado convencionalmente neoconf1cionismo. Esta síntesis (aglutinada pronto en torno a las escuelas de Chu Hsi y de Wang Yang-ming) integró elementos de carácter metafísico y especulativo ausentes del pensamiento original de Confucio pero, a la vez, permitió el imque éste siguiera siendo la ideología que vertebraba y

a

perio. Semejante la dinastía

situación

no

cambió

Ch'ing (1644-1912).

con

el advenimiento de

Por el contrario,

se

produjo

intento de expurgar del confucionismo los aspectos taoístas y budistas. En qué grado el confucionismo pesaba un

el hecho de que, a finales del siglo XIx, con los europeos intentando descuartizar China en beneficio propio, los intentos de defensa a la invasión extranjera y de reforma del sistema imperial siguieron inspirándose en Confucio, como fue el caso de la sobre la historia china

puede

verse en

K'ang Yu-wei. En teoría, el confucionismo quebró como ideología con la proclamación de la República en China y el final del imperio, y tal corriente habría quedado confirmada con la corriente

representada

por

victoria del comunista Mao

en

1949.

dudoso que el maoísmo se viera totalmente libre de la mentalidad confucionista. A finales de los sesenta e inicios de los setenta se desarrollaron campañas específicas en su contra (lo que indica que seguía bien vivo), pero ni siquiera Mao pudo impedir que Confucio lo Sin

embargo,

es

de la educación representado por la denominada Revolución cultural; su complacencia con las confesiones públicas de los errores;

impregnara. Su insistencia

en

el

papel

la supuesta redención, reeducación y rehabilitación en campos de concentración y cárceles, o su canto al pasado (aunque fuera reciente) pueden ser calificadas de vestigios del confucionismo aunque pervertidos y tamizados por el

filtro del marxismo-leninismo. Muerto Mao y sumergida China en un programa de modernización en el que se pre79

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

tende que coexistan la burocracia comunista con el capitalismo occidental, hay que indicar que el análisis que pretendía que Mao había logrado vencer al confucionismo pa-

esencialmente erróneo. En buena medida, las opciones políticas y económicas detendidas por Deng Xiao-ping recuerdan los principios de Confucio. En el mejor estilo de las L1n-Yt, el nuevo gobierno chino insiste no en reformar democráticamente el sistema sino en conservarlo corregido por la acción de los sabios. Éstos deben combinar la eficacia con la benevolencia y el conocimiento con el ejemplo moral, especialmente necesario en una época que cada vez se ve más afectada por la corrupción. Incluso valores aparentemente tradicionales y retrógrados como el del culto a los antepasados o la piedad filial están comenzando a ser defendidos desde una óptica confucionista. No faltan, desde luego, razones para ello. Si el sistema de Seguridad Social es desmantelado (y hay poderosas razones para pensar que así será), la familia tendrá que recoger a los ancianos y preservarlos de las inclemencias anejas a la vejez y para hacerlo es difícil pensar en un soporte ideológico mejor que el del confucionismo. Es posible que Confucio no lo intuyera jamás, pero sus Lun-Yu iban a modelar de manera extraordinaria la historia de China a lo largo de milenios y con ello iban a cambiar la historia de la Humanidad. En la actualidad, la rece

conciencia de

esa

circunstancia

es

más

importante que

ha sido anunciado por algunos agudos observadores como el siglo de China. Sea o no así, lo cierto es que nadie puede comprender China sin captar siquiera en una mínima instancia el contenido y el espíritu de las nunca.

El

siglo

xx1

Lun-Yu de Confucio.

Bibliografía El conocimiento de China en España es muy escaso y también lo es la bibliografía dedicada a este país en general y a

Confucio en particular. Una biografía sencilla pero muy bien documentada en las propias fuentes chinas es la de 80

LAS LUN-YU —

R.

Wilhelm, Confucio, Madrid,

1986. Una introducción ele-

la historia china se encuentra en pero útil sobre Arthur Cotterell, Za civilización china clásica, Yong Yap y Barcelona, 1981. De especial interés son también las obras de E. Balazs, La burocracia celeste, Barcelona, 1974; H. Franke y R. Trauzettel, El imperio chino, Madrid, 1973; del pueblo chino, México, 1966; R. L. Goodrich, Historia Grousset, Historia de China, Barcelona, 1958; M. Loewe, La China imperial, Madrid, 1969; F. Martinelli, Historia de

mental

China, 2 vols., Barcelona, 1975 y A. Montenegro, Historia de la China antigua, Madrid, 1974, todas ellas con referencias más o menos amplias a Confucio. La mejor historia de la filosofía china con apartados específicos sobre Confucio, el confucionismo y el neoconfucionismo sigue siendo la de Fung Yu-lan, A History of Chinese Philosophy, 2 vols., Princeton, 1983.

81

EL EVANGELIO DE MATEO

Antes del

Evangelio

En la Pascua to, el

judía del

procurador de

un

de Judea, tuvo que conocer la llamado Jesús de Nazaret. La casta sa-

romano

judío cerdotal judía, que causa

año 30 de nuestra era, Poncio Pila-

temía alborotos que

pudieran

provocar

reacción desmesurada del ocupante romano, se lo había entregado alegando que pretendía ser el Mesías, un rey que, obviamente, competiría con César. Los diversos inforuna

mantes, e incluso él mismo, habían señalado que, efectivamente, el reo se presentaba como el Mesías, el ungido de YHVH al que Israel llevaba esperando siglos. No obstante, su concepto del mesianismo distaba mucho de ser político y más bien estaba conectado con visiones como la del Sier-

de YHVH del que había hablado Isaías, es decir, un personaje que debía morir no sólo por Israel sino también por los gentiles.

vo

Sin

embargo, semejante circunstancia para tranquilizar a nadie. Dado que

resultó suficiente había abundantes testimonios de curaciones hechas por él, la posibilidad de que se convirtiera en fuente de futuros desórdenes no era nada despreciable. Además, en los meses anteriores, Jesús se había enfrentado públicamente con fariseos, sano

duceos y herodianos (Mateo 20-23), e incluso se había permitido no acceder a las peticiones populares que deseaban convertirlo en rey (Juan 6,15). No resultaba por lo tanto ex-

traño que cuando

produjo su detención nadie intercediera por él e incluso sus discípulos más cercanos huyeran. Pilato debió de llegar pronto a la conclusión de que no debía de ser un personaje peligroso (Jesús había afirmado se

83

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

mundo y que por eso sus seguidores no combatían), pero el romano tampoco deseaba desagradar a unos acusadores que, como todos sabían, eran hombres de influencia. Primero, ordenó aplicar a Jesús una pena grave, la de flagelación, que, pese a poder lisiar-

que

su

reino

no era

de

ese

salvo su vida. Sin embargo, aquello no complació a los acusadores del detenido, que insistieron en que Pilato no estaba cumpliendo con su deber. Al final, éste decidió no correr riesgos por salvar a un personaje de aquellas características y ordenó que lo ejecutaran en el suplicio romano más terrible: la cruz. En apariencia, el problema había quedado solventado. Sin embargo, apenas unos días después sus discípulos, que antes se habían escondido atemorizados, salieron a la

lo,

no

obstante, dejaba

a

poco

luz afirmando que Jesús había resucitado. La cuestión resultaba especialmente delicada porque ya no se trataba de los mismos atemorizados sujetos de tiempo atrás y porque además nadie podía dar con el cadáver de Jesús y demostrar así que semejante predicación era una falacia. Lo cier-

desaparecido, que era inencontrable y que sus seguidores habían experimentado una transformación espiritual inexplicable (Hechos 1-2). El movimiento no dejó de sufrir desde entonces un imparable crecimiento. No sólo eso: incluso personajes que se habían to era que

el cuerpo había

manifestado opuestos al mismo, como Saulo de Tarso (Hechos 8; I Corintios 15), pasaron a engrosar sus filas alegando que también habían contemplado a Jesús resucitado. Mientras tanto, las enseñanzas del ejecutado eran transmitidas siguiendo las reglas mnemotécnicas de las es-

cuelas rabínicas, de manera que no pudieran experimentar la más mínima alteración. En poco tiempo, sus predicaciosu vida y nes fueron entretejidas con los relatos acerca de dieron lugar a unos escritos a los que se denominó Evangelio, es decir, «buena noticia». El que llevaba el nombre de Mateo, uno de los doce apóstoles, fue uno de sus redactores.

84

EL EVANGELIO DE MATEO

Jesús y el

El

Evangelio

Evangelio

de Mateo

de Mateo,

un

escrito de

de páginas, contiene cuidada. Algunos autores, na

Zahn,

una

no

más de

una

treinte-

especialmente Lagrange, Plummer o

estructura

como

podía ser articulada en torno a la ordenación geográfica de sus episodios (nacimiento e infancreyeron que ésta

cia, preparación para el ministerio, ministerios en Galilea y cercanía de Galilea, Jerusalén, últimos días). Otros, por el contrario, han abogado por la existencia de una estructura concéntrica (C. H. Lohr, D. Gooding, etc.), biográfica-teoló-

gica (N. Sin

B.

Stonehouse,

J. D.

Kingsbury, etc.)

o

cronológica.

embargo,

fue B. W. Bacon (1918 y 1930) el que captó con más claridad el entramado de Mateo al indicar que éste había ordenado el material que compone su Evangelio según cinco discursos alternados con material narrativo. Mateo era un autor judío, como los de todos los Evan-

gelios

canónicos salvo Lucas, y tenía un especial interés en mostrar cómo Jesús había traído una enseñanza que, dado que era el Mesías y el Hijo de Dios, superaba en todos los

sentidos

la de Moisés. Por lo tanto, de la misma manera que Moisés había escrito los cinco libros de la Torah, Mateo dispuso el material de enseñanza de Jesús en torno a cinco bloques. Este orden sería el siguiente: 1. Discipulado a

(3, 1-7, 29), 2. Apostolado (8, 1-11, 1), 3. Revelación oculta (11, 2-13, 53), 4. Orden eclesial (13, 54-19, 1 a), 5. Juicio (19, 1b-26, 2) y Epílogo (26, 3-28, 20).

Aunque suele

ser

común hacer referencia

a

las supues-

contradicciones entre los Evangelios, lo cierto es que estos relatos presentan un grado de coincidencia tan poco habitual en las fuentes antiguas que se ha llegado a pensar que fueron redactados a partir de fuentes comunes, un extremo, dicho sea de paso, que dista mucho de estar demostrado. En realidad, como en su día mostraron Riesenfeld y Gerhardsson, los Evangelios se parecen mucho porque la redacción de los mismos se realizó de acuerdo con unas reglas, ya utilizadas por los rabinos de la época, que garantizaban la transmisión exacta de los contenidos. Partiendo tas

85

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

resulta extraño que el mensaje de Mateo presente notables coincidencias con el esquema de los otros Evangelios en cuanto a sus temas principales: Jesús, el Reino, la salvación y los discípulos. En Mateo, Jesús recibe títulos como el de maestro, que de

base,

esa

no

(c. 5-7; 13, 18) y que el mismo Jesús se apropia (10, 24-5; 23, 8; 26, 18) y otros le atribuyen (8, 19; 9, 11; 12, 38; 17, 24; 19, 16; 22, 16, 24, 36), o el de predicador (4, 17, 23; 9, 35; etc.). Con todo, esas denomise encarna en su

enseñanza

palidecen

dos afirmaciones esenciales que Jesús hace de sí mismo en el Evangelio. La primera es la de que es el Mesías. Este Mesías tiene como primera característica la de cumplir todo lo profetizado en la Ley y en los naciones

ante

profetas (3, 15; 5, 17-48; 12, 17-21; 13, 35; 21, 5; 16, 42; 22, 44; 23, 39; 26, 31; 27, 9; 35, 46). Precisamente por ello,

no

o

guerrero político, sino que actúa como el Siervo de YHVH del que habló el profeta Isaías. Si sana a

dirigente

es un

los enfermos (Mateo 8, 14-17) es porque así lo anunció Isaías (53, 4) al decir que tomaría nuestras enfermedades y llevaría nuestras dolencias. Si se niega a emplear la violencia y

debe

perseguir la notoriedad

a a

que,

como

anunció Isaías

No contenderá ni dará

gritos.

y el

poder (12, 15-21),

se

(42, 1-4): Ni nadie escuchará

en

las

calles su voz. La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no extinguirá, hasta que logre que el juicio venza y en su nombre esperarán las naciones.

la

el Siervo sufriente de YHVH mIque provoca que Jesús sepa desde el principio que su sión terminará en muerte. Al respecto su testimonio no Es

esa

conciencia de

puede resultar

ser

más obvio:

(...) el Hijo del Hombre para servir y para dar

su

no

vida

en

servido, sino rescate por muchos (Mateo

vino para

ser

20, 28).

embargo, la visión mesiánica de Jesús específico porque está concebido como

Sin

muy 86

no

el

sólo

es

cumpli-

EL EVANGELIO DE MATEO

miento de las

profecías

del Siervo de YHVH sino también porque Jesús afirmó claramente que Dios era su Padre. De hecho, a la vez que Mesías, Hijo de Dios es el título más importante en el Evangelio (3, 17; 4, 3-6; 11, 27; 14, 33; 16,

16; 17, 5; etc.). Sin embargo, lo relevante no es tanto el uso de esta expresión (las referencias a una persona denominándola hijo de Dios no son abundantes pero ya existen en el Antiguo Testamento), sino el contenido que Jesús da a ese término. Él es hijo pero no en el sentido de ser una criatura, de pertenecer a Israel, de creer en Dios o de cualquier otra característica notable que pudiera compartir con otro ser. Jesús afirma que es el Hijo de Dios en un sentido carente de paralelo con nada que pueda existir: Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre, nay die conoce al Hijo sino el Padre ni nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel al que el Hijo desee revelárselo (11, 27).

Jesús, el Mesías e Hijo de Dios, no es un personaje proyectado hacia el futuro ni tampoco anclado en el pasado

(aunque

ciertamente

participa de la tensión correspondiente a esos dos tiempos). En realidad, su actividad es central en el presente porque ha inaugurado el Reino de Dios y éste,

también señalan los otros evangelios, es una realidad presente. Porque es presente puede, y debe, ser buscado ahora por encima de cualquier otra cosa (6, 33); porque ya «ha llegado» cabe la posibilidad de arrojar a los demonios que se han apropiado de algunas personas como

(12, 28); porque

puede ser objeto de ataques del Diablo semejantes a aquel enemigo que sembró cizaña en un campo de trigo (13, 24-30 y 36-43). Sin

es

embargo,

presente

realidad del Reino que ya ha comenzado a manifestarse con la predicación de Jesús también contará con una consumación futura. Entonces, aquellos que hayan servido a Dios serán recompensados sin distinción de raza (8, 12) y los malvados recibirán su castigo junto al Diablo y sus ángeles (25, 1-13). esa

87

LOS TENTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

La enseñanza de Jesús y el

Evangelio de

Mateo

La afirmación de Jesús de que era el Mesías, de que estaba comenzando el Reino y, sobre todo, de que disfrutaba de

conocimiento íntimo de Dios que nadie más

un

podía teplenitud

y de que además sólo Él podía revelar en cómo era el Padre le confiere una grandeza que carece de ner

parangón

Evangelio de de

pero, sobre todo, coloca al lector en una tesitura decisiva. Ésta no

tener que

pleno.

es

otra que

la

la llamada de Jesús o rechazarla vía resulta absolutamente imposible:

responder

Una tercera

(u oyente) del

a

el anuncio central del Evangelio. Porque el Reino ha sido inaugurado y el Mesías está presente anunciándolo, queda iniciada una era de salvaése

es

ción ante la que ningún ser humano puede permanecer indiferente. Es cierto que el Reino sufre la oposición (11, 12;

13, 24-30; 23, 13), pero, como ya hemos indicado, al final triunfará y ya ahora se abre incluso a los rechazados y marginados. De hecho, desde el principio la predicación de Jesús no puede ser más clara al respecto: Desde

entonces

empezó

Jestús

predicar diciendo:

a

vertíos porque el reino de los cielos

se

ha acercado (3, 17).

Lo sepa o no, el género humano es todos están enfermos. Por eso resulta

cuchen males:

a

Con-

especie donde imperioso que es-

una

Jesús, el único médico que

puede

sanar

sus

Al escuchar Jesús esto, les dijo: Los sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Marchaos, por lo tanto, y aprended lo que significa: Quiero misericordia y no sacrificio, pora justos sino a que no he venido a llamar al arrepentimiento

pecadores (Mateo 9, 12-13). hecho, sólo aquel que piense estar sano se autoexcluirá de sus remedios. Ése es el problema central de bueDe

na

88

parte de la gente invadida de

religiosidad.

Están tan

EL EVANGELIO DE MATEO

convencidos de su bondad que no pueden escuchar cuando Dios les habla. Precisamente por ello, Jesús les dice que «los publicanos y las prostitutas os precederán en el Reino de Dios» (21, 31) y les anuncia: El reino de Dios

produzca Pese

sus

a su

negaron

a

será

quitado y se entregará

a

gente que

frutos (21, 43). insistencia

arrendadores de se

os

en

servir

a

Dios,

son como

apoderaron de él

aquellos no

sólo

pagar la renta sino que incluso mataron al

hijo

un

campo que

se

y

del dueño (22, 1-14). También ellos se han colocado sobre el pueblo como si fuera su propiedad y para mantenerla están dispuestos a matar al mismo Hijo de Dios. Ésa es su desgracia, que cierran el Reino de Dios a los hombres y ni ellos entran ni

permiten

entrar

a

otros

Jesús declara terminada

abierto para todo

aquel

lidad,

su

su

pecado,

(23, 13).

esa

situación. El Reino está

que reconoce su necesidad, su debimiseria y desea acudir al Mesías para

que la remedie. El mismo Jesús realiza

después de señalar Venid

os

cuál

es su

llamado justo relación real con el Padre: ese

mí todos los que estáis agobiados y cargados, y yo haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprena

ded de mí, que soy

y humilde de corazón, y encontraréts reposo para vuestras almas, porque mi yugo es sencillo y mi carga, ligera (11, 28-30). manso

Dichoso será el que no se escandalice de Jesús (11, 6) porque, por ejemplo, le vea compartir su comida con indeseables y marginados, como lo fue Mateo, el autor del

Evangelio (9, 9-13). Ése habrá encontrado la fuente de salvación, algo tan importante como si se hubiera topado con un tesoro oculto en un campo (13, 44) o una perla de incalculable valor (13, 45-6). Para aquellos que ya han entrado en el Reino porque han decidido seguir a Jesús se abre desde esos momentos la perspectiva, la posibilidad y la obligación de vivir de acuerdo a unos nuevos valores y comportamientos que 89

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

aparecen recogidos con especial claridad en los capítulos 5-7 del Evangelio, en lo que se ha dado en llamar el Sermón de la Montaña. Estos valores y comportamientos son

superiores

la justicia de la gente

a

dad porque

con esa

justicia

no se

impregnada de religiosipuede entrar en el Reino

(5, 20). Incluyen renunciar a la cólera, al insulto y a la difamación (6, 21-26), mantener una pureza de intenciones sexuales tan acentuada que ni siquiera se vea empañada por los pensamientos lujuriosos (6, 27-30), ser tan veraz en la palabra que no sea necesario el juramento para aseverarla (5, 33-36) e incluso renunciar a la violencia y amara los enemigos siguiendo el ejemplo del propio Dios. A este

respecto Jesús

no

puede

ser

más

original

y,

la

a

vez,

más

diáfano:

dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Sin embargo, vo os digo: No resistáis al malvado. Por el contrario, si alguien te golpea en la mejilla derecha, vuélvele Habéis oído que

se

también la otra; y al que desee demandarte y quitarte la tuúntca, déjale también el manto; y si alguien te obliga a llevar su carga por

una

milla, acompáñale dos. Al

al que desea tomar de ti oído que se dijo: Amarás

tu

pida, dale; y

lo niegues. Habéis prójimo y odiarás a tu enemi-

prestado, a

que te

no se

enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian, y orad por los que os calummnian y persiguen, para que así seás hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace que llueva sobre justos e 1njustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Ysi saludáis a vuestros hermanos sólo, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen lo mismo los paganos? Sed, por lo tanto, pergo. Pero yo

fectos

como

os

digo:

vuestro

Amad

a

vuestros

Padre que está

en

los cielos

es

perfecto

(5, 38-48).

discípulos es completamente diferente en su planteamiento, también se ve modificada la manera en que vivirán el ritual religioso. La limosna siempre será secreta para evitar el orgullo (6, 1Puesto que la ética que

90

van

a

vivir

sus

EL EVANGELIO DE MATEO

4), la oración será privada y sin repeticiones de fórmulas (6, 5-15) y el ayuno no será objeto de alarde. Además, Jesús insiste en desvincular a sus seguidores de la ansiedad que provoca una vida centrada en valores materiales. Si algo debe caracterizar de manera fundamental a sus discípulos es la conciencia de que no se puede Dios y a las riquezas (6, 24). En clara contraposición, Jesús llama a sus seguidores a descansar en Dios y a emprender vidas cuya finalidad sea encamar los valores del Reino:

servir

a

Por lo tanto, pensar

en

os

vuestra

digo: vida,

no os

dejéis llevar por la ansiedad al

qué vais

en

a

comer o

qué

vais

a

beber; ni al pensar en vuestro cuerpo, en qué vais a vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? Observad las aves del cielo, que no siembran ni siegan, ni acumulan comer.

¿No

graneros y vuestro Padre celestial les da de sois vosotros mucho más valiosos que ellas? ¿Y en

quién de vosotros podrá, ansiedad, alargar su vida

por mucho que un

palmo? Y

se

deje llevar por

la

por el vestido ¿por qué

dejáis llevar por la ansiedad? Observad los lirios del campo, cómo crecen. No trabajan ni hilan, sin embargo, os digo que ni siquiera Salomón con toda su gloria se vistió igual que uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy existe y mañana es arrojada al horno, Dios la viste de esa manera, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe? No os dejeis, por lo tanto, arrastrar por la ansiedad, diciendo: ¿qué vamos os

beber o con qué nos vamos a vestir? Porque los paganos buscan todas esas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Pero buscad en primer lugar el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás os será dado por añadidura. Por lo tanto, no os dejeis llevar por la ansiedad, porque el día de mañana traerá su ansiedad. A cada día le basta su propio mal (6, 25-34). a comer o

qué

vamos a

La enseñanza de Jesús

lo que se ha denominado ocasionalmente la Regla de Oro del Evangelio, una formulación positiva de un principio que hasta entonces sólo había sido expresado de manera negativa: se resume en

91

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA —

Por lo tanto, todo lo que deseeis que los hombres os ha. gan, hacédselo también vosotros, porque esto es la ley y lo;

profetas (7, 12). Como

veremos

más

adelante, el Sermón de la Montaña importancia histórica, pero no de.

ha tenido una enorme bería pasarse por alto el hecho de que Jesús no consideró que esa ética debiera tener un carácter universal, sino más bien que debería ser la seguida por sus discípulos en con-

traposición a la sustentada por otros grupos. De hecho, Jesús no se hacía ilusiones respecto de su predicación. Anunció que incluso resultaría, temporalmente al menos, rechazada por Israel (Mateo 21, 33-46), al que primero se dirigió su mensaje. Con todo, esta circunstancia

no

fue

contemplada

por él

como un

desastre sin pa-

liativos. En realidad, la comunidad de sus seguidores, centrada en el Nuevo Pacto inaugurado por el derramamiento

sacrificial de

(26, 26-29), se abriría así a los no judíos (2, 1-12; 8, 5-13; 15, 21-28; 28, 16-20, etc.). De esta manera, la fe de Israel, que, como vimos al examinar el libro de Amós, nunca fue totalmente nacional, se universalizaría de manera definitiva. Esos no judíos, junto con los israelitas que hubieran creído, esperarían para el presente el cuidado material de Dios (6, 33; 19, 29), el descanso de su espíritu (11, 29) y la presencia compañera y continua de Jesús (28, 20), y, para el futuro, la aprobación de Dios (6, 1; 10, 40-42; 16, 27; 20, 1-16), la vida eterna (19, 29) y la comunión con el Padre y el Hijo (26, 27-29). su

sangre

llegaría a un final que no está en manos huen los designios de Dios. Jesús, el Hijo del

La Historia manas

sino

Hombre, consumará el Reino (13, 24-30, 36-43, 47-50; 16, 28; 25, 1-13) y tendrá lugar el juicio de Dios (8, 12; 18, 3; 19, 23-24; 20, 1-16; 22, 1-14, etc.), en el que los réprobos irán al castigo eterno (25, 46) y la salvación será alcanzada por

aquellos

que estén asociados

Por lo tanto

con

Jesús:

aquel que me confiese delante de los hombres, también lo confesaré yo delante de mi Padre que está en los cielos y a cualquiera que me niegue ante los hombres, yo 92

El. EVANGELIO DE MATEO

también lo negaré 32-33). En

ante mi

Padre que está

en

los cielos (10,

conjunto, el Evangelio de

Mateo presenta un cuadro muy coherente de la vida y de la enseñanza de Jesús. Sin embargo, lo más relevante en él no es tanto que pretenda

realizar y de

una

exposición lógica

y sin fisuras de

sus

enseñan-

vida desde su nacimiento en Belén (en cumplimiento de la profecía de Miqueas 5) hasta su muerte y rezas

su

surrección. Lo más

importante es que el texto apela al lector desde el principio. A lo largo de sus breves páginas,

viendo cómo se cumplen en Jesús las profecías del Antiguo Testamento y queda de manifiesto que es el Mesías prometido, pero también el Hijo de Dios —muerto y resucitado— que traerá salvación a todo el género humano. No se trata de un mero relato, ajeno a captar la voluntad del que conoce. Por el contrario, frente a esos hechos, uno va

debe tomar postura de manera inmediata y, por lo tanto, no resulta extraño que influyera en la historia posterior. Antes de entrar en ese tema debemos detenernos, uno

brevemente,

siquiera

la cuestión de quién escribió el que lleva el nombre de Mateo.

El

en

Evangelio de

Mateo:

su

autor y

su

Evangelio

fecha

Desde el siglo xv1r ha sido común en ciertos medios criticar los Evangelios diciendo que se redactaron con mucha pos-

terioridad a los hechos relatados y que sus autores fueron distintos de aquellos cuyos nombres aparecen relacionados con el texto. Que esos argumentos pudieran ser considerados de peso por los autores del xvi no de ser una

siglo

pretenciosidad disculpable

pasa

grado por su desconocimiento de la historia de las religiones y de las técnicas de transmisión de textos. Que se repitan a estas alturas de la historia denota una ignorancia extraordinaria de la cuestión que se debate o una postura cargada de prejuicios que ya ha decidido las conclusiones a las que se va a llegar antes de analizar el tema

con

en

cierto

detenimiento. 93

LOS TEXTOS

De

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

hecho, la aplastante mayoría de las fuentes antiguas

mucha mayor distancia cronológica de los hechos relatados que la que separa a los Evangelios —incluse

redactó

a

dataciones más tardías— de los acontecimientos que narra. Pero además los materiales paleográficos de que disponemos para los Evangelios son extraordinariamente mejores. De la guerra de las Galias de Julio César sólo contamos con una decena de manuscritos buenos y el so

en

sus

los hechos relatados. La mavor parte de la obra histórica del romano Tácito descansa en dos manuscritos que son de los siglos 1x y XI d. de C. Y de los Evangelios disponemos de 2 328 manuscritos y fragmentos que recogen la totalidad del texto y que pertenecen a los siglos 1-1v. El más antiguo, el papiro Thiede, correspondiente al Evangelio de Mateo, es de una fecha situada entre el 30 y el 50 d. de C. y el John Rylands (p. 32), correspondiente a Juan, es de finales del siglo 1 d. de C. Si a esto añadimos que los materiales reflejados por escrito se transmitieron previamente por vía oral siguiendo principios rabínicos mnemotécnicos, lo cierto es que los Evangelios constituyen el texto de la Antigiiedad transmitido con más

antiguo

más

profusión,

es

900 años

más

posterior

cuidado,

a

más exactitud y, salvo esca-

distancia de los hechos acontecidos. En puridad, si cuestionamos los datos contenidos en los Evangelios por su presunta distancia de los acontecimientos relatados, tendríamos que rechazar casi todas las fuentes a partir de las cuales reconstruimos la historia antigua, algo que los historiadores desde luego no tenemos la menor intención de hacer. En relación al autor del texto, lo cierto es que las pruebas señalan sin ningún género de dudas a Mateo. Papías (m. 130 d. de C.) ya indicó que el apóstol Mateo había recogido los oráculos (logia) de Jesús en hebreo (o arameo) y que después el texto fue traducido (Eusebio, HE, 3, 39, 16). Ireneo (Haer 3, 1, 1) dató además el texto en la época en que Pedro y Pablo estaban en Roma, lo que situaría la datación a inicios de los años sesenta del siglo 1. Estas notisas

excepciones,

menor

repetidas con de los primeros siglos.

cias son

94

matices por otros autores cristianos No existen argumentos de peso para

El EVANGELIO DE MATEO

negar la identificación tradicional del autor con el apóstol! y sí algunas razones que la avalan. Por ejemplo, el Evange-

lio nos presenta a Mateo como un judío publicano que había experimentado en carne propia el desprecio que escribas y fariseos sentían hacia personas como él (11, 9-13). Ambos aspectos aparecen recogidos en el texto. El enfoque judío de Mateo es indiscutible: en el comienzo cita una ge-

nealogía judía

con

detalles de interés

específico para jucompleta de profecías

díos y lleva a cabo una enumeración mesiánicas de todos los libros de la Biblia. Pero, al mismo tiempo, Mateo es el autor que recoge con más extensión las críticas de Jesús dirigidas contra los escribas y fariseos

(Mateo 23, etc.). La autoría de Mateo puede quizá discutirse, pero lo cierto es que no existe ninguna alternativa medianamente sólida a ella. Para que el

Evangelio pudiera atribuirse

a

Mateo,

ten-

dría que haberse escrito en una fecha anterior al año 70 d. de C. Actualmente algunos autores suelen situarla en algún momento en torno al 80 d. de C., lo que dificultaría la aceptación de Mateo como el autor del Evangelio. Sin embargo, el fundamento para llegar a tal afirmación es, como en el caso de Lucas, la presuposición, difícil de sostener, de que la predicción de Jesús sobre la destrucción del Templo se (que produjo en el año 70 d. de C.) es un vaticinium ex eventu. Tal argumento es insostenible hoy en día por varias razones. Una de ellas es que el denominado documento O contiene esa misma profecía de Jesús, pero existe el acuerdo general de que fue redactado en torno al año 40-50 d. de C. Otra es que el papiro Thiede recientemente descubierto reproduce un fragmento de Mateo y debe fecharse entre el 30 y el 50 d. de C. En términos de evidencia interna, de testimonio externo y de análisis paleográfico, el Evangelio de Mateo debe situarse en una fecha la predimuy cercana cación y a la muerte de Jesús, en torno al año 40 d. de

a

C.,

y que Mateo.

su

autor más

verosímil

(en realidad, el único)

es

95

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

La influencia

Afirmar que el Evangelio de Mateo cambió la historia es una realidad en términos religiosos y espirituales. Por su. puesto, su antigtiedad hace pensar (como se sostuvo, de hecho, hasta inicios del siglo xx) que pudo ser el primero de los Evangelios. Marcos es más breve pero cuando se compara

con

Mateo

puede apreciarse

primera

vista que

la narración de los mismos episodios. En cuanto a Lucas (que tuvo que escribirse antes del 62 a. de C'), señala que ha consultado previamente es

mucho más elaborado

a

otras

obras

entre

en

las que parece que

se

encontró Mateo. El

respeto que los primeros cristianos sintieron hacia este Evangelio resulta tan obvio que incluso algunas sectas heréticas, como los ebionitas, sólo aceptaron esta obra como sagrada (aunque expurgada) y rechazaron el resto del Nuevo

Testamento. Pero además supo transmitir

como

nadie

hasta qué punto resultó esto esencial) la manera en que Jesús había predicado a los judíos y, a la vez, había abierto sus brazos a los no judíos. Por otro lado, el pacifismo del Evangelio, que se limitaba a transmitir la enseñanza de Jesús, formó parte de la visión mantenida por los seguidores de su doctrina al menos hasta inicios del siglo 1v, no siendo extraños los casos de

(y

ya

veremos

negativa a servir en el ejército. Es cierto que este espíritu se vino abajo al convertirse con Constantino el cristianismo en una religión primero tolerada y cercana al poder y, posteriormente, oficial. Ya el

cristianos

ejecutados

por

su

concilio de Arles (311) declaró que era lícito que un cristiano sirviera en el ejército aunque sólo en tareas defensivas, y a partir de Nicea (325) se consideró un deber moral que el creyente se incorporara a filas cuando así lo requiriera el bienestar del imperio. El legado pacifista del cris-

primitivo sólo fue recogido por movimientos que, en su afán por regresar a la pureza primigenia, no tardaron en ser perseguidos por la jerarquía. Los casos de los valdenses, de los hermanos checos o de los lollardos son ejemplo de la veracidad de esta tesis. tianismo

9%

EL EVANGELIO DE MATEO

producirse el inicio de la Reforma del siglo xvi, que pretendía limpiar el cristianismo de todas las impurezas acumuladas durante siglos y regresar al espíritu del Nuevo Testamento, el pacifismo no volvió a convertirse en una característica central pero fue seguido fielmente por algunos grupos anabaptistas, como los hermanos suizos o los meAl

nonitas.

Durante el

siglo

la aparición de los cuáqueros, la fidelidad al Sermón de la Montaña volvió a convertirse en centro de una vivencia radical del cristianismo. Este grupo, nacido en Inglaterra de la predicación de George Fox, comprendió que esa postura entrañaría tomar posiciones determinadas ante cuestiones sociales concretas. Así, los cuáqueros se opusieron a servir en el ejército pero también iniciaron la reforma penitenciaria (Elizabeth Fry), combatieron la esclavitud (Isaac Pennington; John Woolman), crearon las primeras escuelas de carácter público y establecieron equipos de socorro para las poblaciones que padecían los efectos de conflictos armados (una actividad que en este siglo les ha reportado la concesión de dos premios Nobel de la Paz). Su deseo era no sólo vivir correctamente sino

xvri con

persuadir amigablemente

de que ésa era la mejor manera de actuar. Para ello apelaban al testimonio de la Biblia pero también a la luz de Dios, que, en un momento u otro, ilumina el corazón de todos los hombres. Encarnaban de una manera bien directa el hecho de vivir la vida del Reino incluidas las exigencias más difíciles enseñadas por Jesús y recogidas por Mateo. Su testimonio sería seguido en los otros a

otros

siglos siguientes

grupos manos

Sin

radicales, como los hermanos de Plymouth.

por

moravos o

los her-

embargo,

la influencia de la enseñanza de Jesús transmitida por Mateo iba a trascender el terreno del cristianismo. Curiosamente, una de las personas que iba a insistir de una manera más sobresaliente en los aspectos éticos del Evangelio iba a ser un indio llamado

joven

Mohandas Gandhi. En 1888, Gandhi se había embarcado con destino a Gran Bretaña con la intención de realizar estudios de abogado. Su intención era, en de

cumplimiento

97

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —]t

madre,

fiel al hin. duismo, pero, no pudiendo evitar la curiosidad que despertaba en él la religión de los británicos, entró en contacto con algunas obras y personas que tuvieron una extraordinaria influencia en él. En 1889, leyó los escritos cristianos de Tólstoi, que propugnaba una sociedad pacifista e igualitaria inspirada en las enseñanzas del Sermón de la Montaña, y de Thoreau, que no era propiamente pacifista si bien había defendido el derecho a desobedecer una ley injusta. Ambos autores le impresionaron mucho, pero su experiencia culminante la constituyó la lectura del Sermón de la Montaña (capítulos 5-7 del Evangelio de Mateo) en 1890. Como él mismo reconocería en Mis experimentos en busca de la verdad, aquel texto lo impresionó vivamente y decidió incorporarlo a su forma de vivir, forma una

promesa hecha

su

a

algunos amigos cuáPlymouth. Gandhi no se contampoco consideraba aceptables al-

la que estaban influyendo queros v de los hermanos de en

virtió al cristianismo y gunas creencias, su

muerte

cuáqueros,

guida

como

expiatoria que

su

no

poco

las de la divinidad de Cristo

en

la

cruz, pero

enseñanza

y que además

mantenerse

podía

consideró,

pacifista

tener

era

digna

consecuencias

o

la de

como

de

los

ser se-

políticas

obvias. En 1893, Gandhi

encontraba en Suráfrica trabajandefensa de la minoría india. En 1907, se

do como abogado en cuando ya era relativamente conocido, puso en práctica sus nuevas concepciones al oponerse de forma pacífica a la creación de un registro especial para los indios. Su táctica, denominada satvagraha y ahimsa, apelaba continuamente a las enseñanzas del Sermón de la Montaña y constituía una

pacifismo cristiano del Nuevo Tesactivismo político de los cuáqueros y una

curiosa fusión del

el extraordinaria habilidad en el manejo de las relaciones públicas y los medios de comunicación que sólo en los últimos años ha comenzado a ser valorada en todas sus dimensiones. Cuando en 1914 Gandhi abandonó Suráfrica, llevaba consigo algunas importantes victorias obtenidas en contra de los gobernantes británicos y, sobre todo, la convicción de haber encontrado un método político de enortamento con

98

EL EVANGELIO DE MATEO

potencialidades. Desde 1920, en que prácticamente asumió la jefatura del movimiento nacional indio, hasta 1948, en que logró que los dorinadores británicos abandonaran su joya de la Corona, su posición no dejó de agrandarse y engrandecerse, por lo que no resulta extraño que mes

denominado por

comenzara a ser

alma grande. Algo similar sucedió

sus

admiradores Maha!t-

ma o

del

con

el

segundo

pacifismo contemporáneo,

siempre intentó fundamentar

gran representante

Martin Luther

sus

acciones

King,

políticas

que

en

los

Evangelios

pri-

mera

una

y, de manera expresa, en el de Mateo. Su acción de éxito la tuvo en 1956, cuando apoyó

acción de boicoteo

de los autobuses de Montgomery, que se negaban a permitir que los negros ocuparan otros asientos que los situados al final del vehículo. King, un brillante doctor, era a la vez pastor baptista, y llevó a la práctica el precepto de orar por los enemigos precisamente cuando lo apaleaban o confinaban en prisiones. Ciertamente,

se

en

encontraba

comparamos

condiciones de inferioridad si las Gandhi, que contaba con decenas de mi-

con

en

llones de indios para cos. ron

Pese

a

todo,

calando

contra

expulsar

muy pronto

en

el

seno

sus

de

millares de britániacciones y discursos fue-

a unos

una

nación

que

apelaba

los principios democráticos y al fundamento bíblico para su cosmovisión. En el espacio de pocos años, obtuvo el sufragio para los negros y la abolición de las medidas discriminatorias de tipo legal. Sin embargo, no lo consideró suficiente. Tras recibir el premio Nobel de la Paz en 1964, su preocupación se fue volviendo cada vez constantemente

a

más hacia los

pobres en general y, a imagen de precursores como los cuáqueros, comenzó a considerar que la no violencia debía encaminarse no sólo a solventar problemas internos sino

también

solucionar cuestiones internacionales. Así, en 1967, en pleno auge de su carrera, condenó públicamente la guerra de Vietnam. En los últimos años de su vida, King había logrado dar con las claves que podían desmontar de manera no violenta pero sí revolucionaria el entramado sociopolítico de Estados Unidos. Se trataba de un peligro tan obvio que no resulta extraño que como tal a

99

LOS TEXTOS

CAMBIARON LA HISTORIA

QUE

—,

privara de

sueño

a

algunas

instancias oficiales

como

Edga,

y

Hoover, la autoridad máxima del FBI. En 1968, caía ases;, nado, como había sucedido con Gandhi dos décadas antes, También como él, había cambiado la historia en un senti.que

ese

comportamiento

profunda

fe

en

no

podía llevarse a cabo

sin una

Dios.

Actualmente, el pacifismo emanado del Sermón de la

deja

plantear serios interrogantes. La mayor parte de los cristianos siguen rechazándolo salvo en el caso de almas especialmente sensibles, aunque, sin duda, la objeción de conciencia es mejor considerada en Occidente por las iglesias de lo que era sólo hace un par de déMontaña

no

cadas. Por

de

parte, los que —muy erróneamente— lo consideran sólo una táctica de acción política apuntan a debilidades que, sin duda, tiene. Sin embargo, su creador (Jesús de Nazaret) nunca aspiró a que un mundo convulsionado por el materialismo, el deseo del poder y el ansia de aparentar lo adoptara o incluso lo comprendiera. Su deseo era que los cansados y agobiados acudieran a él para encontrar salvación y después de ese encuentro formaran comunidades en las que se viviera de acuerdo a principios éticos muy distintos, que abarcaban desde la sexualidad a la oración, desde el cuidado de los necesitados a la sinceridad, desde la no violencia al amor a los enemigos. Esos —pese a ser minorías testimoniales— dejarían de manifiesto que era posible vivir de otra manera en anticipación de la forma de vida que un día Dios implantaría en la Tierra. Para eso había muerto Jesús y ellos también estarían dispuestos a morir y así la Historia sería cambiada con una profundidad radicalmente nueva. otra

Bibliografía Los análisis más la autoría de los

completos Evangelios

en

se

castellano sobre la fecha y encuentran en C. Vidal, El

primer Evangelio: el documento Q, Barcelona, 1992 e ídem, Diccionario de Jesús y los Evangelios, Estella, 1995. El rela100

EL EVANGELIO DE MATEO

más documentado sobre el cristianismo primitivo en el mundo judío continúa siendo C. Vidal, El judeo-cristianisto

mo

palestino

en

el

siglo

1: de Pentecostés

a

Jamnia, Madrid,

1992. El comentario más sencillo y a la vez más profundo del Sermón de la Montaña en castellano es el de J. Driver, Militantes para un mundo nuevo, Barcelona, 1977. Driver ha captado de forma magnífica el papel central del Sermón de la Montaña en la historia del cristianismo y lo ha reflejado en otras obras, de las cuales Contracorriente, Guate-

mala, 1990,

es una

de las

mejores.

De interés sobre el Evan-

gelio son los comentarios de D. A. Carson, Matthew, Grand Rapids, 1984; R. T. France, Matthew, Grand Rapids, 1986; ídem, Matthew: Evangelist and Teacher, Grand Rapids, 1989; W. D. Davies and D. C. Allison, Jr, A Critical and Exegetical Commentary on the Gospel According to Saint Matthew, Edimburgo, 1988; y U. Luz, Matthew 1-7, Minneapolis, 1989.

101

LA

EPÍSTOLA

A LOS

El cristianismo, entre la fe Como tuvimos ocasión de

judía

GÁLATAS

y la universalidad

comprobar

en

el

capítulo

ante-

rior, la enseñanza de Jesús contenía en su seno todos los elementos para alcanzar la categoría de una fe universal sin que eso implicara la ruptura con la fe histórica de ISsrael. También pudimos ver que esa universalización, lejos de proceder de una ruptura, en realidad arrancaba de la convicción de que ya se estaban cumpliendo en Jesús las profecías del Antiguo Testamento relativas a un MesíasSiervo que no sólo moriría para expiar los pecados de Israel sino también para llevar la luz a los no judíos. Estos

principios generales no provocaron ningún problema durante los primerísimos tiempos del cristianismo. La gran mayoría de sus seguidores eran judíos o personas

a

nacidas fuera del judaísmo y convertidas esta fe. No deja de ser significativo que de los siete primeros diáconos ele-

gidos

por la comunidad

judeocristiana

de Jerusalén, seis resultara un prosé-

fueran judíos de nacimiento y sólo uno lito procedente del mundo gentil (Hechos 6, 5). En realidad, la primera discusión relativa al estatus de los gentiles en el seno del joven cristianismo se produjo en torno a un lustro después de la muerte de Jesús. Siguiendo los dictados de una visión, el apóstol Pedro, uno de los discípulos más cercanos de Jesús, acudió a casa de un centu-

llamado Cornelio (Hechos 10). Éste, que era un hombre piadoso y conocedor del monoteísmo judío, convocó al resto de su casa y escuchó el mensaje de Pedro. Cuando en ese momento el Espíritu Santo descendió sobre los que oían la predicación (Hechos 10, 44), los judeocrisrión

romano

103

QUE

LOS TEXTOS

CAMBIARON LA HISTORIA

acompañaban

tianos que

a

(Hechos 10, 45). Con todo, el

gentiles, mente,

que

el

en

incorporó

a

Pedro

quedaron pasmados

se

contexto

había sido

tan espec-

habían convertido al judaísmo previadel cristianismo. De hecho, Cornelio se

no se seno

él junto

con su

familia.

cristianos) de Jerusalén, favorable a la absorción de los gentiles, estaba teniendo además un paralelo fuera de PalestiEn torno al año 33 d. de C.,

algunos judeocristianos habían emigrado a Fenicia, Chipre y Antioquía con la intención de escapar de la posible persecución de las autoridades del Templo de Jerusalén, que no veían con buenos ojos a aquel colectivo que insistía en que el ejecutado Jesús na.

el Mesías sino que además había resucitado. Algunos de estos exiliados judeocristianos comenzaron a predicar el Evangelio de Jesús a los gentiles y el resultado fue no

sólo

que

un

era

número nada

despreciable de ellos empezó

a

creer

partir de ese momento, lo que hasta entonces sólo había sido un conjunto de principios ideales recogidos en el Antiguo Testamento y repetidos por Jesús a

concretos.

adquirir las

características de

Esta cuestión

resultaba,

tras, obvias, pero no era tan sencilla a cuestiones concretas. Por ejemplo,

en

a

problemas

sus

líneas

muy

maes-

la hora de traducirse

suponiendo

que

un no

judío deseara formar parte del Israel real que constituían los discípulos de Jesús, ¿implicaría eso su previa conversión al judaísmo, circuncisión y cumplimiento de la Torah de que la respuesta fuera afirmativa, ¿cómo se podría enseñar al recién convertido para que no olvidara que su salvación derivaba de creer en el Mesías y no de practicar una religión por muy buena que ésta fuera? En caso de que la respuesta fuera negativa, ¿cuál debía ser la situación del nuevo creyente? ¿Podía ser una mera repetición de la de los denominados temerosos de Dios, es decir, los gentiles que abandonaban el paganismo y creían en el incluida? En

caso

Dios de Israel pero sin integrarse del todo en el seno del pueblo judío? De producirse tal eventualidad, ¿cómo se po-

dría conciliar 104

esto con

la idea de

un

solo

pueblo sujeto

a

YT

comenzó

A

—]

(Hechos 11, 20-21).

LA

una

enseñanza común? Para

un

EPÍSTOLA

A LOS

cristianismo que

a

GÁLATAS

lo

largo

siglos ha sido mayoritariamente gentil, este tipo de cuestiones pueden parecer bizantinismos especulativos. Sin embargo, para un movimiento que no tenía ni una década de existencia presentaba un desafío extraordinario y, según la de

respuesta que diera al mismo, se convertiría en una fe realmente universal con enormes posibilidades de extenderse fuera del ámbito judío o se limitaría a ser un grupo judío más sin apenas conexiones con el mundo gentil. La respuesta sistematizada a esta cuestión se redactó algo más tarde, en torno al 48 d. de C. y es el escrito que conocemos como carta o Epístola a los Gálatas. Sin embargo, antes de analizar su contenido, debemos detenernos en la figura de su autor.

Un

El

judío llamado Saulo de

autor

de la Carta

nombre

a

Tarso

los Gálatas

original

es

conocido

como

Pablo,

Saulo o, más exactamente, Saúl. Este mismo nombre tuvo el primer rey de Israel a cuya tribu —Benjamín— también pertenecía Saulo. Su fecha de nacimiento se ha calculado en torno al 10 d. de C., pero

su

era

aunque no podemos tener una certeza absoluta. Lo que está más claramente establecido es que nació en Tarso y que era ciudadano romano de nacimiento.

Aunque se ha acusado repetidamente a Saulo de haber sido un judío helenizado que transmitió algunos elementos de la filosofía y de la religión griegas a la fe cristiana, tal punto de vista no resiste, hoy por hoy, ningún análisis serio. Como ha señalado recientemente M. Hengel, si algo caracterizó a Saulo en sus primeros años fue un apego extraordinario al judaísmo estricto de ciertos sectores que habitaban en la Palestina de la época. De hecho, no cursó sus estudios en la Diáspora sino en Jerusalén y a los pies del rabino Gamaliel, una de las grandes figuras del judaísmo de la época. Partiendo de esa base, no resulta extraño que Saulo optara por integrarse en el grupo de los fariseos (Filipenses 3), posiblemente el más riguroso de la época, con la excepción de los esenios de Qumrán. 105

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —

Contrario

cípulo

a

lo que también

suyo. Las

razones

de

se

esa

suele afirmar

acción

con

fre.

resultan de

no

todo evidentes, pero algunas referencias expresas en sus cartas parecen indicar que la idea de que el Mesías pudiera morir en la cruz se le hacía intolerable. De hecho, se mostró desde el A

nos.

principio

qué grado llegó

si tenemos

en

su

judeocristiaoposición podemos entenderlo

muy opuesto

cuenta que cerca

a

los

del año 33 d. de C. parti-

ban (Hechos 7). También se dedicó a perseguir a los discípulos de Jesús encarcelándolos sin distinción de sexo (Hechos 8, 3) e incluso solicitó, y obtuvo, del Sumo Sacerdote judío cartas para las sinagogas de Damasco que le continuar la

permitieran cristianos

en ese

persecución

los

contra

enclave para llevarlos presos

a

judeo-

Jerusalén

(Hechos 9, 1-2).

cumplimiento

de

su

misión

los creyentes, pero la realidad es que las cosas se desarrollaron de una manera muy distinta. Cuando viajaba por el camino de Damasco para prender a los cristianos de esta ciudad (Hechos 9, 1 ss), Saulo experimentó una visión de Jesús resucitado que le cial

qué le perseguía. Aquel episodio resultó

esen-

la vida del fariseo santo. No sólo tuvo como consecuencia directa el que dejara de perseguir a los cristianos, sino que además le proporcionó una visión radicalmente distinta de Jesús y le impulsó a creer en él. Años después, describiría la manera en que la aparición de Jesús resucien

tado había cambiado su vida pero también la de otras personas (como la de Santiago, el hermano de Jesús) que, originalmente, habían sido incrédulas. El texto es de enorme importancia no sólo para la historia del cristianismo sino también para la de la Humanidad en general y merece la pena

reproducirlo:

Además, hermanos,

declaro el evangelio que os he predicado y que recibisteis y en el que perseveráis y por el que 106

os

TES

TT

por

O

preguntó

a

TL

un

ET

golpe descomunal

asestaría

AR

que el

A

creer

—]

Saulo debía de

LA

sois salvos

EPÍSTOLA

A LOS

GÁLATAS

condición de que retengáis la palabra que os prediqué porque de lo contrario habríais creído en vano. Porque en primer lugar os enseñé lo que yo también había recibido: Que el Mesfas murió por nuestros pecados, de acuerdo con las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, de acuerdo con las Escrituras, y que se apareció a Cefas y luego a los Doce. Después se apareció a más de quiinientos hermanos a la vez, de los que muchos todavía están vivos aunque otros ya han muerto. Después se apareció a Santiago; luego a todos los apóstoles; y se me apareció también a mí, el último de todos, como si fuera alguien nacido fuera de tiempo. Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, ya que no merezco ser llamado apóstol porque perseguí a la iglesia de Dios (I Corintios 15, 1-9). a

Saulo indica en este texto que lo que predicaba no era invención o especulación propia sino que lo había recibido de otros y, sin duda, la afirmación es históricamente corecta.

Sin

embargo,

había hallado

sión

se

Tras

ser

bautizado

noche para evitar guos

insistía

en ser

correligionarios,

en

que la clave de

su conver-

la aparición de Jesús resucitado. Damasco y abandonar la ciudad de asesinado por algunos de sus antihacia el año 35 bajó a Jerusalén con

en

la intención de ser formado en su nueva fe. Allí estuvo con Pedro quince días y se entrevistó con Santiago, el hermano de Jesús, con lo que pudo su

comprobar

que

comprensión

del cristianismo era similar a la de los dirigentes judeocristianos de esta ciudad (Gálatas 1, 18 ss). Desde aquella fecha cercana al 35 hasta el año 46, Saulo estuvo en Siria y Cilicia (Gálatas 1). Sabemos además que durante

período se estableció en la comunidad cristiana de Antioquía (la primera que había predicado de manera masiva el Evangelio a los no judíos) gracias al impulso de Bernabé (Hechos 11, 25-26). Hacia el año 46, uno de los cristianos de Antioquía profetizó que iba a producirse un hambre (lo que, efectivamente, sucedería más adelante) y la congregación decidió enviar ayuda a las comuese

nidades hermanas de Palestina a través de Bernabé y de Saulo. De esta manera, el antiguo perseguidor de los cris107

LOS TEXTOS

CAMBIARON LA HISTORIA

QUE

tianos volvió

descender

a

a

Jerusalén (Hechos 11, 29-30;

Gálatas 2, 1 ss).

viaje tuvo una enorme relevancia para la vida posterior de Pablo, ya que no sólo fue bien acogido por los judeocristianos, sino que sus dirigentes aceptaron complaciEste

dos que Bernabé y él se ocuparan de la predicación del evangelio entre los gentiles. Este respaldo moral fue la base para que se realizara el que luego sería conocido como

primer viaje misionero de Pablo.

Durante

un

perío-

do que abarcó los años 47 y 48 d. de C., ambos extendieron el mensaje por Chipre (Bernabé era chipriota) y Galacia. No

fue,

sin

duda,

una

expedición

exenta

de

problemas.

y Saulo tuvieron que enfrentarse de ocultistas, como Bar-Jesús, y de ciertos

Chipre, Bernabé

En

la oposición tores de la población de

Antioquía, de Pisidia

e

con sec-

Iconio.

expulsados a instancia de los judíos locales y en Listra apedrearon a Saulo hasta el punto de faltar poco para causarle la muerte. Con todo, cuando concluyó el viaje Fueron

las consecuencias resultaron de

una

trascendencia notable.

Para empezar, Saulo y Bernabé habían logrado establecer una red de comunidades cristianas que se autogobernaban a

través de

sus

propios

ancianos

(Hechos 14, 21-23)

y que

constituían el punto más alejado al que había llegado aquella fe. Además, Saulo —que había cambiado su nombre por

el de Pablo— había demostrado

ser un

personaje de

un ex-

temple misionero, hasta el punto de situarse por delante de Bernabé. No deja de ser significativo que cuando el autor de los Hechos comienza a relatar el primer traordinario

viaje

misionero

siempre hable de «Bernabé

y

Saulo», pero

que cuando concluye la narración del periplo haya invertido los términos se refiera a «Pablo y Bernabé».

y

aquel viaje tuvo una enorme importancia para el cristianismo primitivo. La nueva fe estaba expandiéndose más que nunca en el mundo gentil y los conversos procedentes de ese medio comenzaban a constiPero, sobre todo,

tuir

un

porcentaje

aún minoritario pero ya

importante. El

problema era si aquel desafío podía ser encarado de manera eficaz o no y, sobre todo, si el judeocristianismo sería capaz de aceptar aquella afluencia de gentiles. La contro108

LA

EPÍSTOLA

A LOS

GÁLATAS

tardó en plantearse. Apenas Pablo abandonó el territorio de Galacia, un grupo de judeocristianos apareció en el mismo y comenzó a enseñar a los recién convertidos que a menos que se circuncidaran y aceptaran la ley moversia

no

podían salvarse. En otras palabras, era imperativo convertirse en judíos para ser salvos. La respuesta de Pablo a esta circunstancia quedó cristalizada en lo que conocemos como la Epístola o carta a los Gálatas y, sin duda, marcó a fuego la historia mundial. saica

no

Epístola

La

a

los Gálatas

El escrito que conocemos como carta o Epístola a los Gálatas es considerablemente breve. Dividido modernamente en seis capítulos, en su conjunto se extiende a lo largo de cinco o seis páginas en cualquier edición de la Biblia. Aunque el texto

presa

original griego permite imaginar a un hombre del celo espiritual más encendido y que casi recorre

zancadas una habitación mientras dicta la carta, lo cierto es que la lógica y la contundencia que respira la misma siguen resultando de una claridad y una fuerza realmente a

impresionantes. Pablo comienza señalando que está absolutamente sorprendido de que los gálatas a los que él convirtió a Jesús se hayan apartado de aquella predicación y al indicarlo señala uno de los principios fundamentales del cristianismo, el de que ninguna revelación espiritual puede ir en contra del

mensaje del Evangelio

y si

se

da

esa

circunstancia debe

ser

rechazada:

Estoy que

lio

os

atónito de que

os

hayáis apartado

tan

llamó por la gracia del Mesías, para seguir

pronto del un

evange-

diferente. No es que haya otro, sino que hay algunos que os confunden y desean pervertir el evangelio del Mesías. Pero que sea anatema cualquiera que llegue a anunciaros otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, aunque el que lo haga sea incluso uno de nosotros o un ángel del cielo (1, 6-8). 109

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —

Tras señalar esta cuestión

central, Pablo indica

la carta cuál ha sido su trayectoria. Para empezar, desea de. jar claro que su labor no arranca de la legitimidad que deriva de

una

institución humana sino del

propio

en

Jesús

(1,

adversarios que, presumiblemente, habían intentado imponer sus puntos de vista apelando a alguna autoridad humana, Pablo señalaba que él debía sólo a Jesús el haber pasado de ser un antiguo perseguidor del cristianismo (1, 13-4) a cristiano. No es que con esta

12). A diferencia de

sus

afirmación deseara distanciarse de los otros apóstoles o descalificarlos, pero sí quería dejar de manifiesto que, en

primer lugar, no existía una jerarquía que pudiera imponer sus opiniones sobre las de él; en segundo lugar, que lo que él predicaba no se contradecía con lo que aquéllos anunciaban, yv en tercero, que la guía de los creyentes no podía ser nunca la de uno o varios hombres sino sólo el

Evangelio. La

manera

que Pablo desarrolla estos aspectos en capítulos de la carta es sin duda brillante.

en

los dos primeros Para empezar, señala que aunque había tenido la posibilidad de visitar Jerusalén dos veces después de su conversión y charlar con Pedro, Juan y Santiago, en ningún momento descalificaron lo que él enseñaba. No sólo eso. Habían compartido su postura de no obligar a los gentiles a convertirse en judíos sólo porque habían creído en Jesús. De hecho, Tito, uno de sus colaboradores más cercanos con todo y siendo griego (2, 3), no había sido obligado a sola circuncisión pese a las presiones que en este sentido habían realizado algunos judeocristianos. Además, tanto él como Bernabé habían sido reconocidos por los apóstoles como las personas que debían encargarse de meterse a

transmitir el

Pese

a

Evangelio

todo, Pablo

a

—y

los en

gentiles (2, 9-10). esto

demuestra

honradez

la religión— reconoce que aquel proceso de no someter al judaísmo a los cristianos de origen gentil se había visto sometido a ataques en medio de los que no todos habían sabido mantenerse a la altura de las circunstancias. A este respeto, el comportamiento del apóstol Pedro constituía un verdadeno

110

tan común

en

personas relacionadas

una

con

LA

ro

EPÍSTOLA

A LOS

GÁLATAS

de cómo no debían hacerse las cosas. El choque él y Pablo se había producido precisamente en Antio-

ejemplo

entre

quía. Inicialmente, Pedro había aceptado sin ningún problema

y

régimen de completa igualdad

en

los cristianos de

a

incluso había comido con ellos a pesar de que no guardaban los preceptos de la ley de Moisés relativos a los alimentos puros e impuros (2, 11-12). Al comportarse de esa manera, Pedro seguía fundamentalmente las conclusiones a las que había llegado cuando se produjo la conversión del centurión Cornelio y mantenía de forma coherente el principio que consistía en afirmar que la salvación derivaba de la fe en el Mesías y no de cumplir la lev mosaica, principio defendido también por Bernabé y Pablo. Sin embargo, se produjo entonces una circunstancia que alteró de forma sustancial el panorama:

origen gentil

e

(...) pero después que vinieron,' dio marcha atrás (Pedro) y se apartó, porque tenía temor de los de la circuncisión. Y en su simulación participaron también los demás judíos, de manera

cresía

que incluso Bernabé

se

vio arrastrado por

su

hipo-

(2, 12-13).

palabras, Pedro,

verdadero precursor de la entrada de los no judíos en el seno del cristianismo, había cedido en un momento determinado a las presiones de algunos judeocristianos y había abandonado la práctica de comer con los hermanos gentiles. Aquella conducta, que Pablo califica de hipócrita, había tenido consecuencias nefastas de las cuales no era la menor el hecho de que otros decidieran actuar también así, pese a que les constaba que tal conducta era inaceptable. La reacción de Pablo ante ese comportamiento que vulneraba los principios más elementales del Evangelio había sido fulminante: En otras

(...) cuando acuerdo 1. Los

con

vi que

no

la verdad del

partidarios

de que los

que había sido

caminaban

un

de Pedro delante

correctamente

evangelio dije

gentiles guardaran

a

la

ley

mosaica.

111

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

de todos: ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar cuando tíí, pese a ser judío, vives como los gentiles y no como un judío?

Nosotros, que hemos nacido judíos, y no somos pecadores gentiles, sabemos que el hombre no es justificado por las obras de la ley sino por la fe en Jestás el Mesías y hemos crefdo asimismo en Jestís el Mesías a fin de ser justificados por la fe en el Mesías y no por las obras de la ley ya que por las obras de la ley nadie será justificado (2, 14-16). valor que

hoy resultaría difícil de concebir en situaciones equivalentes, Pablo había reprendido públicamente a Pedro acusándolo de actuar con hipocresía y contribuir con ello a desvirtuar el mensaje del Evangelio. Este no pretende que la justificación proceda de cumplir las obras de la ley sino de creer en Jesús el Mesías. Precisamente por ello, el someter a los gentiles a un comportamiento propio de judíos no sólo era un sinsentido sino que Con

un

contribuiría a que éstos creyeran que su salvación podía derivar de su sumisión a la ley y no de la obra realizada por Jesús. Para Pablo este aspecto resultaba tan esencial que no duda en formular una afirmación clara, tajante y trascendental, la consistente en señalar que si alguien pudiera obtener la salvación por obras no habría hecho falta que Jesús hubiera muerto

en

la

cruz:

que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo que me amó y se entregó por mí. No rechazo la gra-

(...) lo

de Dios, cia de Dios ya que si fuese posible obtener la justicia mediante la ley, entonces el Mesías habría muerto innecesariamente

(2, 20-21).

tajante (la salvación se recibe por la fe en el Mesías y no por las obras) y no sólo había sido aceptada previamente por los personajes más relevantes del cristianismo primitivo, sino que incluso podía retrotraerse a las enseñanzas de Jesús. Con todo, obligaba a plantearse algunas cuestiones de no escasa importancia. En primer lugar, si era tan obvio que la salvación derivaba sólo de la gracia de Dios y no de las obras, ¿por La afirmación de Pablo resultaba

112

LA

EPÍSTOLA

A LOS

GÁLATAS

precedentes de esta enseñanza en el Antiguo Testamento? ¿No sería más bien que Jesús, sus discípulos más cercanos y el propio Pablo estaban rompiendo con la teología veterotestamentaria? Segundo: si la salvación era por la fe y no por las obras, ¿cuál era la razón de que Dios hubiera dado la ley a Israel y, sobre todo, cuál era el papel que tenía en esos momentos la ley? Tercero v último: aquella negación de la salvación por obras, ¿no tenqué

existían

no

dría como efecto directo el de empujar a los recién convertidos (que procedían de un contexto pagano) a una forma de vida similar a aquella de la que venían? A la

primera

cuestión Pablo

responde basándose

en

las

propias palabras del Antiguo Testamento y, más concretamente, de su primer libro, el del Génesis. En éste se relata (Génesis 15, 6) cómo Abraham, el antepasado del pueblo

judío, fue justificado ante Dios pero no por obras o por cumplir la ley mosaica (que es varios siglos posterior) sino por y le

Como indica el Génesis: Abraham creyó en Dios contado por justicia. Esto tiene una enorme impor-

creer.

fue

sólo por la especial relación de Abraham con los judíos, sino también porque cuando Dios lo justificó por la fe ni siquiera estaba circuncidado. En otras palabras, una persona puede salvarse por creer sin estar circuncidado ni seguir la ley mosaica y el ejemplo más obvio de ello era el propio Abraham, el padre de los judíos. Por añadidura, Dios había prometido bendecir a los gentiles no mediante la ley mosaica sino a través de la descendencia de Abraham, lo que significa el Mesías: tancia

no

Abraham fueron formuladas las promesas y a su descendencia. No dice a sus descendientes, como si se refiriera a muchos, sino a uno: a tu descendencia, que es el Mesías. Por lo tanto digo lo siguiente: el pacto previamente ratificado por Dios en relación con el Mesías, no lo deroga la ley

(...)

a

fue entregada cuatrocientos treinta años después porque eso significaría invalidar la promesa, ya que si la herencia fuera por la ley, ya no sería por la promesa, y, sin embargo, que

Dios

se

la otorgó

a

Abraham mediante la promesa (3, 16).

113

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

El argumento de Pablo es de que muestra que más de cuatro

una enorme

solidez, por-

de la ley mosaica e incluso antes de imponer la marca de la circuncisión, Dios había justificado a Abraham por la fe y había prometido bendecirlo no sólo a él sino a toda la Humanidad mediante un descendiente suyo. Ahora bien, la pre-

siglos

antes

gunta que surge entonces resulta obligada. Si la salvación se puede obtener por creer y no deriva de las obras, ¿por qué Dios entregó la ley a Israel? La respuesta de Pablo resulta, una vez más, de una enorme concisión y, a la vez, contundencia:

qué sirve la ley? Fue añadida por catisa de las transgresiones hasta que viniese la descendencia a la que se había hecho la promesa (...) antes que viniese la le, esEntonces ¿para

tábamos confinados bajo la ley, recluidos en espera de aquella fe que tenía que ser revelada de tal manera que la ley ha sido nuestro avo para llevarnos hasta el Mesías, para que fuéramos justificados por la fe, pero llegada la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Jestús el Mesías (3, 19-26).

También digo que mientras el heredero es niño no se diferencia en nada de un esclavo aunque sea señor de todo. Por el contrario, se encuentra sometido a tutores y cuidadores hasta que llegue el tiempo señalado por su padre. Lo mismo nos sucedía a nosotros cuando éramos niños: estábamos sometidos a la esclavitud de acuerdo con los rudimentos del mundo. Sin embargo, cuando llegó el cumplimiento del

tiempo,

Dios envió

a su

Hijo, nacido de

una

mujer y nacido

bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, fin de que recibiéramos la adopción de hijos (4, 1-5). La

ley de

de origen divino y, por los planes salvadores de Dios,

Moisés ciertamente

era

papel en ese papel era cronológicamente limitado y se extendía

supuesto, tenía pero

a

un

desde su entrega en el Sinaí hasta la llegada del Mesías. También era limitado su papel en términos espirituales. Fundamentalmente, cumplía una misión de preparar a las 114

LA

EPÍSTOLA

A LOS

GÁLATAS

al Mesías.

Igual que el esclavo denominado por los griegos paidagogos («ayo») acompañaba a los niños a la escuela pero carecía de papel una vez que éstos llegaban al estado adulto, la ley servía para mostrara los hombres que el camino de la salvación no se podía enpersonas para

contrar en

De esto

reconocer

las obras sino en la fe en el Mesías. además se desprendía otra consecuencia

no ca-

de relevancia. A los ojos de Dios el linaje de Abraham son aquellos que tienen una relación física o genealógi-

rente no

este

ca con su

patriarca sino los

descendencia. En

Ya

no

varón ni

hay judío

el Mesías, la condición de judío

o

ni

en

palabras, racial, sino espiritual:

otras

física, nacional

no es

que han creído

griego;

no

hay esclavo

ni

libre;

no

hay

porque todos vosotros sois uno en Jesús el Mesías y sois del Mesías, sois realmente linaje de Abraham y

mujer;

herederos de acuerdo

con

Semejantes palabras, das de

manera

Pablo,

ya que

muy

la promesa (3, 28-29). sin

negativa

separaban de

duda, podían por

Israel

interpretalos judíos de la época de a un

ser

número considera-

ble de

judíos y por añadidura concedía tal consideración a gentiles de origen pagano. Con todo, no era en absoluto original. Como ya vimos, está claramente contenida en la enseñanza de Jesús y cuenta además con precedentes en los profetas judíos. Fue Juan el Bautista y no Pablo el que señaló que sólo aquellos que se volvían a Dios eran hijos de Abraham y no todos sus descendientes, va que Dios podía levantar hijos de Abraham hasta de las piedras (Lucas 3, 89 y par). De la misma manera, Isaías, posiblemente el profeta más importante del Antiguo Testamento, consideró que los judíos contemporáneos que se negaban a volverse a

Dios

no eran

tales

judíos

sino miembros de Sodoma y

Gomorra (Isaías 1, 10). En todos los casos, la perspectiva era palpable: sean cuales sean los condicionamientos nacionales, Israel, el pueblo de Dios, está formado por los que se comportan como Israel no por los que pertenecen genéticamente a él. Hasta aquí el razonamiento de Pablo puede ser califi115

QUE CAMBIARON LA HISTORIA

LOS TEXTOS

cado de

impecable

pero,

obviamente, surgía

un

problema

el fondo, resultaba esencial para la vida de la comunidad cristiana. Si los gentiles convertidos no iban a

que,

en

guardar la ley mosaica, ¿qué principios morales debían

re-

gir su vida? La respuesta de Pablo resulta de una enorme importancia al señalar que los cristianos vivirían no como esclavos sino

legales

mentos

hijos de Dios, no de acuerdo a rudipasado sino según el impulso del Espí-

como

del

ritu Santo: Ya que sois

píritu de

Dios envió

a

vuestros corazones

el Es-

Hijo, que clama: ¡Abba, Padre! De manera que ya esclavo, sino un hijo, y puesto que eres un hijo

su

no eres un

también

hijos,

heredero de Dios por medio del Mesías. Ciertamente, en otro tiempo, cuando no conocíais a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses, pero ahora que conocéis

posible ¿Cómo

eres un

a

Dios,

que es

os

Se

la

más

bien,

os conoce,

¿cómo

es

días,

a

meses,

tiempos

hava trabajado en

podía alegar

ley mosaica,

que Dios

los rudimentos frágiles y pobres? que deseéis volver a convertiros en escla-

volváis

posible

vos? Guardáis sotros que

o

eran

y años. Me temo por

vano en

medio

vuestro

vo-

(4, 8-11).

seguían guardando los descendientes directos, carnales de

que los

judíos,

que

pero, como ya ha indicado antes Pablo, esa circunstancia es mucho menos importante que la de la pro-

Abraham,

de Dios. En realidad, es como una repetición del pasado, cuando Abraham quiso por sus propios medios forzar el cumplimiento de la promesa que Dios le había hemesa

cho de darle un hijo y con nes con la esclava Agar. En

esa

finalidad

mantuvo

relacio-

aquel entonces Dios insistió en que sus propósitos se cumplirían no por las obras de Abraham (en este caso, tener un hijo de Agar), sino mediante su propia promesa, que cristalizó en el hijo que Sara, la esposa de Abraham, le dio. En aquellos momentos, buena parte de los judíos pretendían obtener la salvación mediante su esfuerzo como antaño había hecho Abraham juntándose con su esclava. Sin embargo, al igual que en el pasado, el camino no vendría por el propio esfuerzo personal sino 116

LA

por la sumisión

EPÍSTOLA

A LOS

GÁLATAS

la promesa de Dios. Igual que el hijo de Agar, la esclava, fue rechazado por Dios en favor de Isaac, el hijo de Sara, ahora son hijos de Abraham no los procedentes de la carne (los judíos), sino los que se apegan a la promesa de Dios (los cristianos judíos o gentiles). Estos además se deberían caracterizar por una vivencia ética de libertad pero no de libertinaje que, por sus propias características, debía superar a la normativa de la ley mosaica: a

Por lo tanto, permaneced firmes en la libertad con que el Mesías nos liberó y no os sujetéis de nuevo al yugo de la es-

clavitud (...) del Mesías os desligasteis los que os justificáis por la ley, de la gracia habéis caído (...) porque en el Mesías Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión tienen valor sino la fe que actúa mediante el amor (...) porque vosotros,

hermanos, fuisteis llamados

la libertad sólo que no debéis usar la libertad como excusa para la carne, sino que debéis serviros los unos a los otros por amor ya que toda la ley se cumple en esta sola frase: Amarás a tu prójimo como a ti mismo

a

(5, 1, 6, 13-4).

Lo que caracteriza pues al creyente es el hecho no de que se haya visto liberado de la ley y caiga en una especie de indeterminación ética sino, por el contrario, que ahora,

hijo de Dios y descendiente de Abraham, se somete Espíritu Santo. Esto tiene como consecuencia su repul-

como

al

las obras de la frutos del Espíritu:

sa

ante

Por lo tanto

carne

y

su

caracterización por los

digo: Andad en el Espíritu y no satisfagáis los

deseos de la came porque el deseo de la carne es contrario al Espíritu y el del Espíritu es contrario al de la carne (...) Sin

embarpo, si sois guiados por el Espíritu no os encontráis bajo la ley. Las obras de la carne son evidentes: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, disensiones, envidias, iras, contiendas, enfrentamientos, herejías, celos, homicidios, borracheras, orgías y similares a éstas, sobre las que os amonesto, como ya he dicho con anterioridad, que los que las practican no here-

cosas

117

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

darán el reino de Dios. Pero el fruto del Espíritu

gría,

paz,

es amor,

ale-

paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,

gobierno de

uno

mismo. Contra estas

cosas no

existe

ley (5,

16-23). Sin

de

duda, el modelo ético de Pablo

cumplir

era

más difícil que el

la

ley, en la medida en que implicaba no tanto ceñirse a un código moral como incorporar una serie de principios éticos coronados por el del amor al prójimo. Que se trataba de una concepción inspirada en la de Jesús resulta innegable pero que de ella se derivaba una enorme dificultad práctica también parece imposible de negar. Precisamente por ello Pablo insiste en la necesidad de someterse a esa nueva vida del Espíritu sin desanimarse por los posibles contratiempos y de comprender que lo importante

en

Jesús

es

transformarse

en una nueva

criatura:

engañéis. De Dios nadie se burla porque todo lo que el hombre siembra, lo segará. Porque el que siembra para sui came, segará corrupción de la carne, pero el que siembra para el Espíritu, segará vida eterna del Espíritu. Por lo tanto, no nos cansemos de hacer el bien, porque llegado el tiempo segaremos si no hemos desfallecido (...) en Jestús el Mesías No

no

os

tienen

sión, sino

ningún valor una nueva

ni la circuncisión ni la incircunci-

creación

(6, 7-9, 15).

Como ya hemos indicado, las tesis de Pablo (la salvación es por la fe sin las obras de la ley, los cristianos genti-

les

no

están sometidos

a

esta

última, los verdaderos des-

cendientes de Abraham son los de la fe en la promesa y la ética debe fundamentarse no en un código sino en la guía del Espíritu Santo) no eran en absoluto originales. De hecho, encontramos precedentes suyos en la enseñanza de Jesús y de los judeocristianos e incluso en el tamento. Sin embargo, su sistematización y, te, la

manera

iban

a

sión

e

en

que

hacer fortuna, a proporcionarles una enorme difuincluso a provocar que, muy erróneamente, se ads-

cribieran 118

clara y contundente

Antiguo Tesespecialmenlas exponía Pablo

a

él

como

creador.

LA

Las De

consecuencias de la

primeras

EPÍSTOLA

A LOS

GÁLATAS

Epístola

hecho, las primeras consecuencias de aquel escrito

no

hicieron esperar. En torno al año 49, es decir apenas unos meses después de la redacción de la carta a los Gálatas, la cuestión de la relación entre los gentiles y la ley volvió a plantearse en Antioquía. Con el deseo de zanjar una cuestión que ya estaba ocasionando no pocas tensiones, esta comunidad decidió enviar a Jerusalén a Pablo y a Bernabé. El resultado fue lo que se ha dado en denominar de manera bastante inexacta el concilio de Jerusalén. En el mismo, Pedro defendió la misma postura que Pablo en el sentido de que la salvación derivaba de la fe y no de cumplir la ley mosaica: se

Después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Hermanos, sabéis que ya hace cierto tiempo Dios dispuso que los gentiles escuchasen la palabra del evangelio a través

de mi boca y creyeran. Dios, que conoce los corazones, les Y dio testimonio, otorgándoles el Espíritu Santo igual que a

trazó ninguna diferencia entre nosotros y ellos, purificando sus corazones mediante la fe. Por lo tanto, ¿por qué tentáis ahora a Dios colocando sobre la cerviz de los disnosotros y

no

cípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Por el contrario, creemos que por la gracia de Jesús, el Señor, seremos salvos de la misma (Hechos 15, 7-11).

manera

que ellos

La postura expuesta por Pedro fue confirmada finalmente por Santiago, el hermano de Jesús. De acuerdo a lo

ha dado

llamar (no muy adecuadamente) el decreto jacobeo, la comunidad judeocristiana reconoció que los conversos procedentes del paganismo no estaban obligados a someterse a la ley de Moisés ni a circuncidarse, ya que la salvación era por gracia y no por las obras de la ley. Con todo, se consideró conveniente que las iglesias de Anque

se

tioquía, Siria das

a

en

y Cilicia

evitar el

adoptaran ciertas escándalo de los posibles

medidas destinaconversos del ju119

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA ——ÚÑ

daísmo

(Hechos 15, 22-31).

No

es

posible saber

si los asis.

conscientes de la trascendencia de la misma, pero lo cierto es que los dirigentes más importantes del cristianismo habían dado un tentes

a

aquella

histórica reunión

paso unánime que iba

a

convertir

a

eran

la

nueva

fe,

a menos

de

de Jesús, en una creencia absolutamente universal y por ende en la llamada a contar con una mayor extensión en el planeta. dos décadas de la

muerte

En los años

siguientes, el cristianismo siguió siendo una fe seguida mayoritariamente por judíos. Pablo concluyó en el 52 su segundo viaje misionero en Jerusalén (Hechos 18, 19-21) y lo mismo sucedió al término del tercero, cuando fue recibido calurosamente por Santiago. Sin em-

bargo, la importancia

de los elementos judíos dentro del cristianismo estaba llamada a disminuir de forma progresiva. Cuando contra

en

produjo la sublevación judía judeocristianos se opusieron a tomar las

el año 66

Roma, los

se

siguiendo fielmente las enseñanzas de Jesús. En el 70, las fuerzas romanas del general Tito tomaron Jerusalén y arrasaron el Templo. Aquella circunstancia significó un trauma considerable para la mayoría de los judíos pero no para los judeocristianos y los cristianos gentiles, que siempre habían contemplado el Templo como una realidad transitoria y que recordaban las profecías de Jesús relatiarmas

destrucción por los paganos (Mateo 24, Marcos 13, Lucas 21). A partir del año 70, las circunstancias cambiaron radicalmente en el seno del cristianismo. La mayor parte de los personajes de relevancia ya habían muerto (Pedro y Pablo bajo Nerón, Santiago en el 62, etc.) y los

vas a su

vínculos con Jerusalén habían perdido buena parte de su razón de ser. En los años siguientes, el cristianismo se fue convirtiendo cada vez más en una religión de gentiles que entraban sin dificultad en el nuevo movimiento de acuerdo con las tesis expuestas por Pablo en la Carta a los Gálatas y por Pedro y Santiago en el denominado concilio de Jerusalén. En torno al año 90, el concilio judío de Jamnia decretó además la inclusión en la oración diaria de una maldición contra los cristianos (minim). En adelante los

judíos 120

que creyeran

en

Jesús

como

Mesías sólo tenían dos

LA

salidas:

EPÍSTOLA

A LOS

GÁLATAS

la sinagoga, repetían la maldición y apostataban de su fe o se negaban a pronunciar la maldición, eran expulsados de la sinagoga y se veían apartados de su pueblo. En los tres siglos siguientes todavía algunos judeocristianos pretendieron mantenerse a la vez en el seno del judaísmo y en la fe en Jesús como Mesías, pero era una aspiración desesperada que terminó fracasando. El cristianismo, sin traumas ni tensiones, salvo algunos incidentes mínimos, había pasado de ser un colectivo judío a una fe universal. Sin embargo, la influencia de este escrito no se iba a reducir a este importantísimo aspecto. En el siglo xvi, el deseo

o

bien

seguían

de Reforma de la

ruptura

en su

apego

a

la

siglos

y

seno

en

Iglesia

entre

católica acabó provocando la los partidarios de mantener su

jerarquía y a la tradición eclesial de los últimos los que propugnaban, como Lutero, que la Iglesia

debía regresar a la pureza del Nuevo Testamento. Mientras que los primeros podían apelar a una vivencia histórica multisecular, los segundos comprendieron que las obras de Pablo, especialmente las epístolas a los Gálatas y alos Romanos, les proporcionaban una panoplia de caracterís-

ticas formidables. Para el protestantismo, resultaba obvio que el catolicismo medieval había corrompido el mensaje de salvación contenido en el Evangelio y en su Carta a los Gálatas, Pablo indicaba claramente el porqué. Siguiendo al apóstol, el

protestantismo insistió

en

enseñanza que colisionara que la hubiera transmitido

que debía rechazarse

el

Evangelio, incluso aunángel o un apóstol (1, 6-9) y

con un

cualquier

autoridad no derivaba de hombres sino del apego a la enseñanza de Jesús (1, 11-7). Aplaudió que Pablo no hubiera dudado en enfrentarse públicamente con Pedro, el apóstol al que el Papa pretende suceder, precisamente porque se había apartado hipócritamente del Evangelio (2, 11en

que

su

16). Aceptó enfervorizado la

enseñanza de

basada en rituales o códigos legales sino en la guía del Espíritu (5, 1-24) y, sobre todo, encontró una clara confirmación para su postura teológica más esencial, la de que la salvación no procedía de los méritos humanos ni de las una

ética

no

121

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

obras sino de la

apropiar

Dios que el ser humano se podía mediante la fe en Jesús (2, 16-21; 3, 11-4). A cerca

gracia de

de milenio y medio de tas

provocó

así

un

su

a

los Gála-

espiritual.

En este

redacción, la Epístola

nuevo

terremoto

fue mucho más traumático, pero no tuvo menos importancia que el acontecido en el siglo 1 y, una vez más, la cuestión central era obvia. A la pregunta de si puede el hombre obtener la salvación por sus propios medios, Pablo volvía a responder: caso,

también hemos creído en Jestús el Mesías para ser justificados por la fe en el Mesías y no por las obras de la ley, ya que por las obras de la ley nadie será justificado (...) No rechazo la gracia de Dios, porque si uno pudiera ser justificado por la ley entonces hubiera resultado intitil que muriera Cristo (...) ya que resulta evidente que por la ley nadie es justificado ante Dios porque el justo vivirá por la fe (2,

(...)

nosotros

16-17, 21; 3, 11-12).

Bibliografía y equilibrada acerca de Pablo continúa siendo la de F. F. Bruce, Paul, Grand Rapids,

La

biografía

más

completa

análisis de la relación entre la enseñanza de Jesús y Pablo en Paul Jesus, Grand Rapids, 1982. M. Hengel ha puesto de mantfiesto recientemente hasta qué punto la tesis de un Pablo helenizado y poco judío es insostenible históricamente en The Pre-Christian Paul, Filadelfia, 1991. El estudio más completo y documentado sobre el judeocristianismo inclu1990. También resulta de

especial

interés

su

and

análisis de todas las fuentes y posturas históricas se encuentra en César Vidal Manzanares, El judeocristianismo palestino en el siglo 1: de Pentecostés a Jamnia, Madrid, 1993. En esta obra se analizan además las distintas fases de entrada de los gentiles en el seno del cristianismo.

yendo

un

Sobre la Carta a los Gálatas, siguen resultando de interés los comentarios de C. K. Barret, Freedom and Obligation, Londres, 1985; F. F. Bruce, The Epistle of Paul to the Gala122

LA

EPÍSTOLA

A LOS

GÁLATAS

Exeter, 1982; W. M. Ramsay, A Historical Commentary on St. Paul's Epistle to the Galatians, Londres, 1899; y J. H. Ropes, The Singular Problem of the Epistle to the Galatians, Cambridge, Mass, 1929. De especial interés ya no tians,

sólo teológico sino también histórico a la carta de Lutero y Calvino.

son

los

comentarios

123

EL APOCALIPSIS

El libro más difícil de la Biblia

Términos

apocalipsis

apocalíptico forman, hoy por hoy, parte del vocabulario común de las lenguas occidentales. Su contenido semántico suele ir referido, por regla general,

como

o

visiones catastróficas del futuro, a descripciones de una horrible realidad o al anuncio de un espantoso fin del mundo. Suele ignorarse, sin embargo, el hecho de que la palabra apocalipsis no al más a

«descorrer

significaba

principio

que

velo» (el que cubre el rostro de las novias) Y, por extensión, una revelación de algo oculto hasta entonces. La razón de ese cambio de significado, cambio consagrado y, al parecer, irreversible, se debe al libro del nos un

que

ocuparemos

de

san

Juan.

en este

capítulo,

el denominado

Apocalipsis

Las casi

interpretaciones dadas al libro de Apocalipsis son tantas como los intérpretes que han escrito o enseña-

do sobre el mismo. Con todo, existe un acuerdo unánime acerca de él y es que se trata del libro más difícil de la Bi-

blia. Su carácter simbólico, su profusión de imágenes y su riqueza narrativa son tales que permiten con relativa facilidad superponer sobre sus capítulos cualquier sistema de

interpretación previo. En buena medida, y eso explica el atractivo que ha ejercido durante siglos sobre heterodoxos y sectarios, el Apocalipsis puede ser convertido con relativa facilidad en un espejo donde se contempla no su verdadero significado, sino aquello que se desea ver y que coincide con posiciones previamente tomadas de manera más o menos consciente. Eso podría explicar el escaso interés que han tenido muchos teólogos en detenerse en él. Por 125

QUE CAMBIARON

siguientes páginas describiremos

En las

su

contenido

continuación, analizar cuestiones como las de su fecha de redacción y autoría, de forma que puedan arrojar

para,

a

luz sobre

su

verdadero

El contenido del El vo

Apocalipsis

significado.

Apocalipsis del NueEvangelios y el libro

de los escritos más

es uno

Testamento, junto

de los Hechos de los

con

los

cuatro

Apóstoles.

extensos

Presenta además

una es-

bien trabada y dotada de una notable coherencia. En sus primeros versículos, el autor indica que se trata de una obra dirigida a siete iglesias situadas en Asia tructura muy

Menor y redactada desde Patmos,

toridades

romanas

deportaban

a

isla

la que las ciertos condenados

una

a

au-

so-

metiéndolos a un régimen penitenciario terriblemente duro, incluso considerando los patrones de la época. Hallándose en esta isla en el día del señor (una referencia al domingo), experimentó una aparición de un personaje muy especial que le anunció su misión:

las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, de parte del que es y era y ha de venir, y de los siete espíritus que se encuentran ante su trono, y de Jesús el Mesías, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. A él, que nos amó y nos lavó de

Juan,

a

hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre, a él, sea por los siglos de los siglos, la gloria y el poder. Amén. Viene con las nubes y lo verá todo ojo y aquellos que lo traspasaron y todas las tribus de la tierra se lamentarán por su causa. Sí. Amén. Yo soy el Alfa y la Ome-. ga, principio y fin, dice el Señor, el que es y era y ha de venir el Todopoderoso. Yo Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesús el Mo. sías, me encontraba en la isla que se llama Patmos, Por nuestros

pecados con

su

sangre, y

nos

cau.

126

vr

libros del Nuevo Testamento, evitó hacerlo sobre el Apocalipsis. La suya no fue una postura excepcional.

EA

que redactó comentarios sobre todos los



ejemplo, Calvino,

LA HISTORIA

-——

LOS TEXTOS

EL APOCALIPSIS

de la palabra de Dios y el testimonio relativo a Jestis el Mesías. Estaba en el Espíritu en el día del Señor! y escuché detrás de mí una gran voz similar a una trompeta que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en tun libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que se encuensa

tran en

delfia

y

Efeso,

Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, FilaLaodicea (1, 4-11).

Asia:

Para

cualquiera

que

conozca

mínimamente el

Antiguo

Testamento resulta obvio que Juan está refiriéndose a su aparición como si se tratara del mismo Dios, YHVH, al que Isaías (44, 6) denominó precisamente primero y último y

del que Zacarías (12, 10) afirmó que sería traspasado. Sin embargo, cuando se vuelve a contemplarlo, el lector descubre que ese Dios manifestado en el Antiguo Testamento no es

el Jesús, el Hijo del Hombre que murió para la Humanidad y resucitó:

otro que

salvar Y

a

volví para

la

hablaba y al hacerlo, vi siete candelabros de oro, y en medio de los siete candelabros, vi a uno semejante al Hijo del Hombre, ataviado con una vestidura que le llegaba hasta los pies e iba ceñido a la altura del pecho por un cinturón de oro (...) Cuando lo vi caí a me

ver

voz

que

me

pies como muerto. Entonces puso sui mano derecha sobre mí y dijo: No tengas miedo. Yo soy el primero el último. y Estoy vivo aunque estuve muerto y vivo por los siglos de los

sus

siglos.

Amén. Y tengo las llaves de la muerte del Hades. Esy cribe lo que has visto y lo que es y lo que ha de suceder des-

pués (1, 12-19). El pasaje tiene

relevancia ya que indica que, en una fecha muy temprana y en un contexto fundamentalmente judeocristiano, se creía que Jesús no era un mero hombre sino la encarnación de Aquel que se había una enorme

1. Una referencia al

primer día de la

semana o

domingo

en

que

se

reunían las comunidades cristianas para celebrar el partimiento del pan (Hechos 20, 7) o realizar las colectas destinadas a los necesitados (I Corintios 16, 1-2).

127

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA —

manifestado

como

rael. Los

capítulos

dirigidos

YHVH, el único Dios, al

recogen los mensaje, las comunidades cristianas de

2 y 3 de

por Jesús

a

||

pueblo de

Apocalipsis

Éfeso,

Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodices Durante el siglo xix, el dispensacionalismo, una escuela moderna de interpretación teológica, pretendió que Cada una de las iglesias simbolizaba un período de la Historia eclesial, desde el siglo 1 hasta los inicios del siglo xix. Se. mejante perspectiva pretendía subrayar el hecho de que la Segunda Venida de Cristo o Parusía no podía estar muy distante de mediados del siglo pasado. Lo cierto, sin embargo, es que no sólo la Segunda Venida de Cristo no se produjo cuando los primeros dispensacionalistas la esperaban, sino que además semejante interpretación pasaba

por alto la realidad del libro. Las referencias contenidas

las diferentes cartas, say,

cada

corresponden una

de

esas

como

ya

en su

día supo señalar Ramlo que conocemos de

exactitud a ciudades a mediados del con

en

siglo

1

d. de C.

También nos proporciona un examen realista del panorama del cristianismo. A diferencia de lo que ha sido buena parte de la literatura cristiana posterior (no digamos ya de la emanada de otras creencias), los escritos del Nuevo Tesde matices hagiográficos y son muy honrados a la hora de abordar los problemas internos de las distintas comunidades o las flaquezas de los personajes tamento carecen

informa así de que Pedro negó a Jesús (Mateo 26, 69-75; Marcos 14, 66-72; Lucas 22, 55-62; Juan 18, 15-18, 25-27), de que Pablo no dudó en enfrentarse públicamente con Pedro por actuar de forma hipócrita (Gálatas 2, 11-21), de que no todos los fieles cumplían con los modelos morales propios de la fe (I Corintios 5, 1-13)0, como en el caso del Apocalipsis, que no todas las comunidades cristianas estaban a la altura de su llamado. De las siete iglesias a las que se dirigía el libro, Éfeso (2, 1-7) era fiel a los principios morales pero había ido olvidando su primer amor (2, 4); Pérgamo (2, 12-7) se había manifestado fiel en medio de la persecución pero no llegaba a erradicar la fornicación y la idolatría de entre sus más

128

importantes.

Se

nos

EL APOCALIPSIS

miembros (2, 14); un panorama muy similar al de la comunidad de Tiatira (2, 18-29). La situación era peor en Sardis (3, 1-6) y Laodicea (3, 14-22). En la primera de estas comunidades sólo unos pocos no habían manchado sus vestiduras (3, 4) y en la segunda se había caído en un ne-

orgullo espiritual que llevaba al colectivo a afirmar era rico y me he enriquecido y no necesito nada (3, 17)

fasto que

cuando la verdad

era

que a los

ojos de

Jesús

era

desdicha-

do, miserable, pobre, ciego y desnudo. De las siete congregaciones sólo Esmirna (2, 8-11) y Filadelfia (3, 7-13) se hamantenido fieles aunque eso hubiera significado recibir enormes presiones, incluidas las de los judíos, a los que el autor no considera espiritualmente como tales siguiendo una línea de pensamiento que, en realidad, arranca del Antiguo Testamento y que ya hemos visto en la Epístola a los Gálatas escrita por Pablo (2, 8; 3, 9). Todas estas misivas vienen a marcar en el texto un bían

principio moral de una enorme importancia y de profunda raigambre (como vimos, por ejemplo, en la Torah y en Amós), consistente cuenta

en

privilegios

con

señalar que el Pueblo de Dios sino

con

obligaciones.

no

En otras pa-

labras, lo que Jesús anuncia a las diversas comunidades es que va a ejecutar un juicio sobre ellas si antes no se producambio radical de conducta en aquellas que con los principios a los que fueron llamadas.

ce un

plen

Tras esta advertencia se

desplaza

ta

Después de esto y la primera voz

no cum-

tajante, la acción del Apocalipsis

de las comunidades cristianas al cielo: miré y había que oí

en

el cielo

dirigiéndose

a

una

puerta abier-

mí sonó

como una

dijo: Sube hasta aquí y te enseñaré lo que va a suceder después de esto. Y al instante estuve en el Espíritu trompeta y

me

(...) (4, 1-2).

Lo que Juan describe a continuación se inspira en algunos escritos bíblicos previos, como el libro del profeta Eze-

quiel,

y ha tenido

influencia extraordinaria en el arte, y no sólo en el religioso, posterior al siglo 1v. En primer lugar, contempla el trono de Dios a cuyo alrededor había una

129

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

los que estaban sentados veinticuatro ancianos y ante el que ardían siete lámparas de fuego que son los siete espíritus de Dios (4, 4-5). Dios es objeto de adoración absoluta sobre todo porque a Él deben su existencia todos los seres: veinticuatro tronos

Digno

en

de recibir la gloria y la honra y el poder porque todo y por tu voluntad existe y fue creado (4, 11).

eres

tú creaste

Después de

esa

descripción, la

escena

llega

a su

punto

de mayor tensión dramática:

derecha del que estaba sentado en el trono un rollo escrito por el interior y por el exterior, sellado con siete sellos. Y vi a un ángel fuerte que anunciaba en voz alta: ¿Quién es digno de abrir el rollo y desatar sus sellos? Y nadie, ni en el cielo ni en la tierra y bajo la tierra, podía abrir el rollo ni aún siquiera mirarlo. Y yo lloraba mucho porque no se encontraba a nadie que fuera digno de abrir el rollo, ni de Y vi

en

la

mano

leerlo ni de mirarlo. Y uno de los ancianos me dijo: No llores. El León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos. Y miré y vi que en medio del trono, de los cuatro seres vivientes y de los ancianos se encontraba en pie un cordero como inmolado, que tenía siete cueros y siete ojos que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Y vino y tomó el rollo de la diestra del que estaba sentado en el trono y cuando lo hubo hevivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante el cordero. Todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso que son las oraciones de los santos y cantaban una canción nueva diciendo: Digno eres de tomar el

cho, los

cuatro seres

rollo y de abrir sus sellos, porque fuiste sacrificado y con tu sangre nos has redimido para Dios de toda raza, lengua, pueblo y nación, y nos has convertido en reyes y sacerdotes para nuestro Dios y reinaremos sobre la tierra. Y miré y escuché la voz de muchos ángeles que estaban en tomo al trono y de los seres

vivientes y de los ancianos y

su

número

era

de millones

de millones que decían a gran voz: el cordero que fue sacrificado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la 130

EL APOCALIPSIS

fortaleza,

la honra, la gloria y la alabanza. Y oí que todo lo creado en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra y en el mar y todo lo que en ellos hay decía: Al que está sentado en el trono y al Cordero sean la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos (5, 1-13). El pasaje que acabamos de reproducir está preñado de profundo significado. Cuando en el cielo se cuestiona el sentido de la Historia, simbolizado por un rollo sellado con sicte sellos, la primera impresión es que ninguna criatura puede responder a los interrogantes que han atenazado la conciencia del ser humano durante milenios. La reacción de Juan resulta entonces conmovedora lógica: rompe a llorar

y

porque nadie es digno de desentrañar el sentido de la vida. Pero cuando se encuentra sumido en tan estado

deplorable

le informa de que sí hay alguien que puede hacerlo. Se trata del Mesías prometido a Israel, al que se describe con los títulos de León de Judá y Raíz de David. Tal descripción

se

dirigente político enérgico y duro, de carácter militar. Sin embargo, cuando Juan se vuelve a contemplarlo observa a alguien muy distinto, alguien que tiene parece apuntar

a un

el aspecto de un cordero sacrificado. De este ser es del que deriva la capacidad de comprender el sentido de la Historia y es así porque su sacrificio fue el precio de la redención del género humano. Por el tipo de honores que se le dispensan (5, 12-3), el lector puede comprender que se trata del mismo Dios. El mensaje resulta, pues, obvio. La Historia tiene sen-

tido (y no es sólo un terrible absurdo) porque el Dios que habló con los profetas se encarnó como el Mesías

prometido y aceptó la muerte

Mesías fue un ser manso que para redimir con su sangre al género humano. De ese hecho fundamental depende toda la historia humana tanto hacia adelante como hacia atrás. porque

Los va

ese

capítulos

del cielo,

6-8 presentan, todavía desde la perspectilas consecuencias finales de esa circunstancia.

primer lugar, se encuentra el hecho de que Dios desencadena su juicio sobre la Humanidad para que prevalezca la justicia, un concepto expresado mediante la famosa visión de los cuatro jinetes del Apocalipsis:

En

131

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA De

de los sellos y escuché a uno de los cuatro seres vivientes que decía con una voz semejante al trueno: Ven y mira. Y miré y apareció un caballo blanco y el que estaba montado en él llevaba un arco y se le entregó una corona y salió venciendo y para seguir venciendo. Cuando abrió el segundo sello, escuché al segimdo ser viviente que decía: Ven y mira. Y apareció otro caballo, rojo, y al que estaba montado en él se le entregó poder para arrebatar la paz de la tierra y para que se matasen entre sí y se le hizo entrega de una gran espada. Cuando abrió el tercer sello, escuché al tercer ser viviente que decía: Ven y mira. Y miré y apareció un caballo negro y el que estaba montado en el llevaba en la mano una balanza. Y escuché una voz procedente de en medio de los cuatro seres vivientes que decía: Dos libras de trigo cuestan un denario y seis libras de cebada, un denario, pero no perjudiques el aceite y el vino. Cuando abrió el cuarto sello, escuché al cuarto ser viviente que decía: Ven y mira. Y miré y apareció un caballo amarillento y se llamaba Muerte el que iba montado en él, y el Hades lo seguía y le fue entregado poder sobre la cuarta parte de la tierra para matar con espada, con hambre, con mortandad y con las fieras de la tierra (6, 1-8). Vi cuando el Cordero abrió

uno

El resultado final de esta cadena de calamidades es el juicio de Dios, la ira del Cordero, sobre todos los seres humanos desde los reyes de la tierra y los grandes a todo esclavo

(6, 12-17).

segundo lugar, el restablecimiento de la justicia implicaría la recompensa de los discípulos de Jesús el En

Mesías. Son descritos

como

ciento cuarenta y cuatro mil

sellados de todas las tribus de los hijos de Israel (7, 4), pero, como había sucedido con el León de Judá que luego resultó ser un cordero sacrificado, cuando Juan mira, lo que contempla es una gran multitud que nadie podía contar de todas las naciones y tribus y pueblos que estaban delante del trono y de la presencia del Cordero (7, 9). Cuando Juan pregunta quiénes son, recibe una respuesta de enorme claridad:

132

EL APOCALIPSIS

Éstos son los que han salido de en medio de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del Cordero (7, 14). De esta manera, cuando

concluye esta parte del Apucalipsis, apenas un tercio de la obra completa, su temática fundamental queda expresada con meridiana claridad. Sus puntos fundamentales son: que toda la creación depende

de Dios, que la creó y que actuará como juez de la misma: que la Historia humana sólo tiene sentido cuando se comprende que ese Dios único se encarnó y como Mesías mu-

redimiendo con su sangre a la Humanidad: que ese Mesías volverá a restablecer la justicia, y que eso significará el castigo de los que quebrantaron los mandamientos de Dios rió

y el

premio de aquellos que,

limpiaron

sus

pecados

Establecidos

esos

en

pese

a

pasar por la

tribulación,

la sangre del Mesías.

principios

fundamentales,

Juan

vuelve a retomar el hilo de la acción centrada en el juicio de Dios. En primer lugar, los siete ángeles tocan las trompetas de juicio sobre la tierra, que se traduce sobre todo en el anuncio de la destrucción del Templo de Dios (11, 1-2) y en el del asesinato de los dos testigos de Dios en Jerusalén, la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también fue crucificado nuestro Señor (11, 8).

Después de la

de los dos testigos de Dios, Juan se detiene en describir la persecución del Pueblo de Dios. Este, del que ha surgido el Mesías, es representado como una mujer a la que persigue Satanás, simbolizado un muerte

por

dragón (12, 1-5). Aunque el Diablo pretende aniquilarlo,

no

lo consigue porque los cristianos le han derrotado gracias a la sangre del Cordero y a la palabra de su testimonio y han despreciado sus vidas hasta la muerte (12, 11). Entonces recurre a un arma

formidable

guaje sobrecogedor: Me detuve

en

la

arena

del

que Juan describe

mar

un

len-

y vi que de él subía

una

en

bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos, en los cuery nos llevaba diez diademas y un nombre blasfemo sobre sus 133

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA —

cabezas. Y la bestia que vi

era

semejante

a un

leopardo

y

suy

patas se asemejaban a las de un oso y su boca a la boca de 1.11 león. Y el dragón le entregó su poder y su trono y una gran autoridad. Y vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue curada yv toda la tierra quedó atónita siguiendo a la bestia, y adoraron al dragón que había otorgado autoridad a la bestia y adoraron a la bestia diciendo: ¿Quién es como la bestia y quién podrá luchar en su

contra? También

cosas

extraordinarias yv

se

le concedió

blasfemias,

para actuar cuarenta y dos

meses.

una

boca quie decía

le otorgó autoridad Y abrió la boca profirieny

se

Dios, blasfemando contra su nombre, su tabernáculo y los que habitan en el cielo. Y se le permitió ejecutar guerra contra los santos y derrotarlos. También se le concedió autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación, y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue sacrificado desde el principio del mundo (...) El que tiene sabiduría que calcule el número de la bestia porque es número de hombre y su número es seiscientos sesendo

blasfemias

ta y

contra

seis (13, 1-8, 18).

Sin

Bestia y del

embargo, los planes de la

Dragón

no

tienen éxito. Tras señalar que Babilonia, la aliada de la Bestía, será destruida (14, 1-13), Juan indica que el destino de ésta y de los que la adoran será un tormento cuyo

humo sube por los

siglos

de los

siglos (14, 11).

En

ese mo-

imagen de juicio, que el Hijo del Hombre va a llevar a cabo (14, 14-20) y se describen las siete últimas plagas de Dios (las siete copas de la ira) derramadas sobre la tierra. Éstas consisten en terrimento,

se

anuncia la

siega,

una

bles castigos sobre la tierra, incluida la aniquilación de Babilonia la grande, cuya descripción estaba llamada a hacer fortuna: Vino entonces

uno

que llevaban las diciéndome: Ven aquí y te ense-

de los siete

siete copas y habló conmigo ñaré la sentencia contra la gran

sobre muchas aguas, 134

con

ángeles

prostituta,

la que han

que está sentada

fornicado los

reyes de la

EL APOCALIPSIS

tierra y los habitantes de la tierra se han emborrachado con el vino de su fornicación. Y me llevó en el Espíritu al desier-

mujer sentada sobre una bestia escarlata y adornada de oro, piedras preciosas y perlas, que llevaba en la to

y vi

a una

mano una

pureza de

crito,

copa de

su

repleta de abominaciones y de la imtfornicación, y en su frente había un nombre esoro

misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS PROSTITUTAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. Contemplé a la mujer borracha con la sangre de los santos y con la sangre de los de Jesús, cuando un

testigos

y

quedé asombrado con un asombro enorme. Yel ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la lleva, que tiene siete cabezas y diez

la vi,

cuernos.

La bestia que has visto

punto de subir del abismo y marchar a su desastre, y los habitantes de la tierra —cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida— se pasmarán al con-

templar a la bestia

que

era

y

era

no es

y

no es

y está

y será. Esto

es

a

para la

men-

tenga sabiduría: las siete cabezas son siete montes sobre los que se sienta la mujer y son siete reyes. Cinco de ellos ya han caído, uno es y el otro está por venir cuando te que

y

venga

es

preciso

tiempo. La bestia y procede de los siete y

que permanezca por poco

asimismo el octavo, marcha hacia su perdición. los diez cuernos que has visto son diez reyes, que aún no han recibido reino pero por una hora recibirán autoridad como reyes junto a la Bestia (...) y los diez cuernos que viste en la bestia odiarán a la

que

era

y

no es es

Y

y la asolarán y la la abrasarán con

prostituta

dejarán desnuda y devorarán sus carnes y fuego porque Dios ha colocado en sus co-

el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo y entregar su reino a la Bestia hasta que se cumplan las palabras de Dios y la mujer que has ciudad contemplado es la razones

que reina sobre los reyes de la tierra

gran

(17, 1-13, 15-18).

El arrasamiento de Babilonia es descrito por Juan en el capítulo 18 del libro y con ello concluye esta sección de la obra. La

ché ya

siguiente iniciada va

la frase Después de esto escureferida al último período de la historia. En ella con

135

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

las bodas del Cordero (19, 1-10) y el enfrentamiento del Cordero contra la bestia y los reyes de la tierra en Armagedón. La victoria del Cordero tiene como consecuencia directa el que Satanás sea atado por mil años (el milenio) y que se produzca de inmediato la primera resurrección (20, 1-6). Cuando pase ese período de mil años, se cumplirá el último rebrotar de las fuerzas del mal: se

narran

los mil años, Satanás será liberado de su prisión y saldrá a extraviar a las naciones que se encuentran en los cuatro ángiilos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos en el combate y su número es similar al de la

Cuando

se

cumplan

del mar. Y subieron sobre la latitud de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada y descendió de Dios fuego del cielo y los consumió. Yel diablo que los extraviaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde estaban la Bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos (20, 7-10). arena

La derrota y

castigo del Diablo

es

seguida

por el

juicio

humanos ante el gran trono blanco de Dios (20, 11-15) y el establecimiento de unos nuevos cielos la que y una nueva tierra en la que morará Dios y sobre de todos los

seres

Jerusalén (21, 1-22, 5). Los últimos versículos de la obra están dedicados a insistir en la idea de que el juicio de Cristo se cumplirá y en la afirmación de éste, que de nuevo recibe los títulos propios de YHVH, de que sólo aquellos que han sido lavados con su sangre podrán entrar en la nueva Jerusalén: descenderá la

Omega, el principio y el fin, el primero el último. Bienaventurados los que lavan sus vestiduras, Yo soy el

y

nueva

Alfa

y la

las para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por puertas de la ciudad, pero los perros se quedarán fuera, y

también los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras y todo aquel que ama y comete mentira. Yo Jesús he enviado a mi ángel para daros en las iglesias testimonio de estas cosas (22, 13-16).

136

EL APOCALIPSIS

Las alentadoras

palabras

de Jesús

son

seguidas

anhelo de los cristianos que exclaman: Amén, sí, Jestás

(22, 20).

ven, Señor

La influencia del

Apocalipsis

Pese

críptico, el Apocalipsis ha sido

a su

llamado

carácter a

tener una

toria, sobre todo

en

influencia extraordinaria

la de Occidente. Términos

por el

un

libro

la His-

en

como

apo-

calipsis, apocalíptico, milenio, milenarismo, marca de la Bestia, Armagedón, cuatro jinetes del Apocalipsis y muchas más han pasado a formar parte del acervo común de las lenguas occidentales aunque, con el paso del tiempo, su significado se haya distanciado del que tuvo en la obra original. La obra también ha ido

experimentando fluctuaciones en su interpretación. Los primeros cristianos, como tendremos ocasión de ver más adelante, consideraron que, en buena medida, sus profecías estaban ya cumplidas en el si-

glo

1

y que sólo restaban por alcanzar

ultimísimos capítulos, de Cristo

en

su

cumplimiento los

decir, los referidos a la victoria Armagedón, al milenio, al juicio final y al es-

tablecimiento de los

es

nuevos

Esta situación comenzó

fluctuaciones

cielos y la a

nueva

tierra.

experimentar importantes

partir del siglo

Durante el mismo, la Iglesia dejó de ser una entidad perseguida por el imperio para convertirse en uno de sus pilares y legitimadores

ideológicos.

a

1v.

Esto tuvo, entre otras consecuencias,

una

in-

fluencia

considerable en su concepción escatológica. Mientras que la Iglesia oficial acentuó más la tendencia a

encajar Apocalipsis en un tiempo pasado e incluso interpretó el milenio como el período que ya se vivía con posterioridad a las persecuciones imperiales, los grupos más heterodoxos tendieron a proyectar hacia el futuro todo el contenido del libro identificando sus calamidades con eventos del futuro y a la Bestia con el Anticristo de los tiempos inmediatamente anteriores a la Segunda Venida de Cristo. 137

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

último esquema la visión del Papa y su corte como Babilonia la Grande, la gran prostituta que fornica con todos los reyes de la tierra (17, 1 ss). El ornamento escarlata de sus vestiduras recordaba los atavíos de los cardenales, su fornicación política recordaba sus alianzas nada piadosas con reyes y emperadores, su sede romana parecía hacerse eco de su asentamiento sobre siete colinas y además el papado estaba eliminando a los que se oponían a él, por lo que evocaba el No tardó mucho

carácter

en

encajar

en ese

sanguinario del símbolo.

Esta identificación esta-

ba muy extendida en ámbitos reformadores ya durante la Baja Edad Media v, como era de esperar, experimentó un impulso extraordinario con la Reforma protestante del siglo xvi. En este último caso, el Anticristo tendió a ser identificado no con un rey futuro, sino con todo un sistema de

poder religioso

que duraría

siglos:

el

papado.

Estas cir-

cunstancias provocaron que en los años siguientes la Iglesia católica tendiera a hacer el menor énfasis posible en el Apocalipsis v que, por el contrario, éste se convirtiera en

de los libros de cabecera del protestantismo. Según su interpretación, en él quedaba establecido el hecho de que la salvación no derivaba de las propias obras sino del sacrificio del Cordero en la cruz, mediante el cual podían ser uno

pecados de todos los hombres, además se condenaba un sistema religioso tan demoníaco como el católico y se anunciaba que, al final, resultaría aniquilado. Aunque, como hemos indicado, la Iglesia católica prefirió dar la callada por respuesta a estas interpretaciones del Apocalipsis, no faltaron autores que intentaran desvirtuar lavados los

la visión protestante. La respuesta llamada a tener mayor fortuna fue la articulada por dos jesuitas hispanos —Lacunza Ribera—, que crearon un sistema de interpretay

escatológica conocido actualmente como dispensacionalismo. De acuerdo con éste, y rompiendo la línea de argumentación del resto del Nuevo Testamento, que idención

Israel y descendencia de Abraham sólo a aquellos, judíos y gentiles, que han creído en Jesús, se insistió en que había que diferenciar claramente a Israel y a la Igletifica

como

sia y que la mayor parte de las 138

profecías del Apocalipsis

se

EL APOCALIPSIS

referían a Israel. La Iglesia sería arrebatada al cielo antes de iniciarse el último período de la historia o gran tribulación, por lo que los capítulos de Apocalipsis relativos a los juicios de Dios nunca podrían ser aplicados a ella, sino a unas condiciones específicas de esa época futura en la que sólo paganos y judíos estarían en la tierra. Como es obvio, si la Iglesia iba a ser arrebatada antes de la gran tribulación y Babilonia la grande iba a ser destruida después, la Iglesia católica no podía ser Babilonia la grande. El punto de vista dispensacionalista no fue aceptado al principio por ninguna Iglesia protestante e incluso la Iglesia católica manifestó su repulsa hacia él en la medida en que introducía elementos desconocidos hasta entonces en la teología cristiana, como la creencia en un arrebatamiento de la Iglesia antes de la gran tribulación o en la separación de los conceptos de Israel y de la Iglesia. De hecho, el dispensacionalismo no volvería a hacer acto de presencia hasta inicios del siglo x1x en Inglaterra, aunque esta vez tuvo más fortuna. Una profetisa llamada Margaret McDonald afirmó haber visto una visión en la que la Segunda Venida de Cristo se desarrollaba en dos fases, una de ellas antes de la tribulación. Esta circunstancia, unida a la publicación nueva de la obra de Ribera en Inglaterra, favoreció la expansión de este punto de vista. Actualmente, el dispensacionalismo —cuyos seguidores suelen desconocer sus verdaderas raíces cuenta con un predicamento nota— ble en ciertos sectores del protestantismo, sobre todo en el de origen anglosajón. En

paralelo

tendencias interpretativas se produjeron otras dos diametralmente opuestas pero llamadas a tener una cierta fortuna. Una de ellas es la que podríamos denominar adventista y cuyos exponentes máximos son los a

estas

adventistas del séptimo día y los testigos de Jehová, pero que ha encontrado también defensores entre otras sectas, como la iglesia del Dios universal. La interpretación adventista se caracteriza por una lectura del texto cuya finalidad es identificar su contenido con acontecimientos recientes y justificar así un anuncio del fin del mundo para una fecha cercana. Naturalmente, los personajes centrales 139

LOS TEXTOS

del libro

QUE

son

CAMBIARON LA HISTORIA

interpretados de acuerdo

con

las propias

con-

veniencias. Así, para los adventistas, la Gran Prostituta es la Iglesia católica, pero a la vez su profetisa Ellen White inventó la

expresión hijas de la

sias protestantes. Por lo que se hová, afirman que la Gran

y

las iglerefiere a los testigos de JeProstituta son todas las

Ramiera

la refirió

a

del mundo salvo la suya. Este tipo de interpretaciones del Apocalipsis ha sido pródigo a la hora de captar adeptos entre personas que desean verse a salvo de la catástrofe inminente, pero no ha

religiones

de cosechar terribles fracasos históricos y, por supuesto, una vez que éstos se han producido y que ha pasado el tiempo profetizado, obligan a readaptar la reinter-

dejado

de su breve existencia, los adventistas han anunciado el fin del mundo, entre otras ocasiones, para el 21 de marzo de 1844, el 18 de abril de 1844, el 22 de octubre de 1844, y los años 1854 y 1873. Por su parte, los

pretación.

En el

curso

testigos de Jehová han proclamado

que el fin del mundo

se

produjera la caída del nazismo y en 1975. Este conjunto de profecías, no corroboradas por la Historia, han obligado a ambas sectas a ser más prudentes a la hora de anunciar fechas, pero produciría

no

en

ha evitado

1874, 1914, 1918, 1925, cuando

en

se

lo más mínimo el que insistan

en

anunciar

que la venida de Cristo está próxima a producirse. La otra línea de interpretación ha sido típica de las

que, entre tanto delirio notable intento de examinar el libro

sias reformadas y debe

exegético,

parece

un

igle-

reconocerse

buena dosis de seriedad y sentido común. De acuerdo con la misma, el Apocalipsis no representaría una narración lineal de acontecimientos que llegarían hasta la Segunda Venida de Cristo y la restauración universal, sino una repetición de visiones en las que se expresaría el conflicto multisecular entre las fuerzas del bien y las del mal. con

una

En cada

una

de las visiones volvería

a

repetirse

este

relato,

perspectiva. Así, por ejemplo, los capíturecogerían desde el cielo la secuencia de la his-

si bien variaría la

los 4, 1-8, 1 toria de la Humanidad que va desde la muerte de Cristo como acontecimiento central hasta el juicio final de Dios. Los capítulos 8, 2-11, 19 repetirían ese mismo relato, pero 140

El. APOCALIPSIS

desde la óptica de la Humanidad. Los capítulos 12, 1-15, 8 nuevamente señalarían esa historia, pero vista desde el pueblo de Dios sometido a tribulación en la tieen

esta ocasión

rra, etc.

Una

interpretación

como

ésta

no es

susceptible

de

despertar el entusiasmo de los partidarios de realizar escatología-lficción que, por ejemplo, desean descubrir en el Apocalipsis el último conflicto de Oriente Medio. Sin embargo, en términos generales, resulta muy equilibrada y justa a la hora de discernir la finalidad que se proponía el del libro. Con todo, la pregunta que surge es la que da título al siguiente apartado de este capítulo: ¿cuál es la autor

verdadera interpretación del

¿Cuál

es

la verdadera

interpretación Para y

Apocalipsis?

aquellos

del

Apocalipsis?

que realmente

práctica del libro de

busquen la enseñanza moral Apocalipsis posiblemente la última

interpretación señalada resulte más que suficiente. Apocalipsis pretende, ante todo, señalar que el conflicto más importante de la Historia es aquel en que se enfrentan las

fuerzas de Dios y las del Diablo. En apariencia, la Historia carece de sentido. Su sucesión interminable de injusticias,

matanzas, guerras y desastres, por no decir de sorprendentes paradojas, provoca que los hombres queden atónitos pero no que den con una explicación. Apocalipsis, sin em-

bargo,

sostiene que sí hay una clave de interpretación de la Historia y que ésa no es otra que el hecho de que Dios se

hizo hombre, murió en una cruz por el género humano y así lo redimió. Ese acto es el que permite desentrañar el sentido de la Historia y, paradójicamente, el que lo realizó no se a un

asemejaba

gran dirigente político o militar sino cordero sacrificado. Para aquellos que han decidido a un

seguir al cordero, la vida porque el Diablo

no

será fácil

en

esta tierra

siquie-

el que la gobierna detrás de las bambalinas de las diversas instituciones, incluidas las religiosas. Sin embargo, al final, Jesús, el Mesías sacrificado, ra

regresará

e

es

impartirá justicia.

Derrotará entonces

a

las 141

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

fuerzas del mal, restaurará la tierra y morará en medio de su pueblo mientras el Diablo y sus seguidores sufren un tormento que durará por los siglos de los siglos (Apocalipsis 20, 10). Esta visión lineal de la historia —opuesta a la cíclica de indios o arios— ha estado llamada a ejercer una enorme

influencia en los siglos (pronto milenios) posteriores. De acuerdo con la misma, la Historia no carece de sentido y además camina hacia su consumación. Por supuesto, el autor de Apocalipsis consideraba que era así porque se encontraba en las manos de Dios y de su Mesías. Sin embargo, cuando en los siglos XVIII y XIX diversas corrientes decidieron

arrancar a

despojaron

a

Dios de la filosofía de la Historia,

ésta de

su

sentido finalista. Como

no

veremos

adelante, para los ilustrados del siglo xviI1, Dios (en el que la mayoría creía) no gobernaba la Historia pero ésta seguiría avanzando hacia una progresiva iluminación del género humano bajo los ideales de igualdad, libertad y framás

progresaría hacia su consumación cósmica, aunque quien la ejecutaría n0 sería el Mesías Jesús sino el proletariado triunfante que acabaría implantando la sociedad socialista. ternidad. Para Marx, también la Historia

A estas alturas para muchos resulta difícil creer en los planteamientos de ilustrados y marxistas. Sobre ellos, el

Apocalipsis presentaba, y presenta, unas enormes ventajas conceptuales, sobre todo para los creyentes. Entre ellas se encontraban las de afirmar que la Historia experimentaría continuas catástrofes, que el poder humano podría alcanzar siempre nuevas cotas de perversión (algo difícil de negar después de contemplar el siglo xx), que los que vivieran realmente según las enseñanzas de Jesús no serían bien y que la redención final no del esfuerzo humano sino de la intervención di-

vistos por los diversos

depende

poderes

de Dios. De este último aspecto, desde luego, podían derivarse dos consecuencias alentadoras. La primera, la de que el repetido y múltiple fracaso humano jamás apagaría la llama de la esperanza, porque el triunfo no dependía de él, y la segunda, la de que la victoria del Bien está garantizada porque no deriva del esfuerzo de los seres humanos, recta

142

EL APOCALIPSIS

sino de

aquel

que

se

presentó

calipsis 1, 17), que estuvo los siglos (1, 18; 4, 10). A

puede

como

muerto y que

y último

(Apovive por los siglos de

primero

la que se mezclar el reconocimiento de la maldad humana y esa

visión

sugestiva,

en

la esperanza en su futuro, el llamado a sufrir por el Evangelio y la fe en que Cristo triunfará al final de los tiempos, la reticencia ante los poderes políticos y religiosos y la con-

fianza

en

Jesús, ha debido el Apocalipsis

su

gran

poder

de

lo largo de siglos. Ha sido un poder que, incluso a través de hijos advenedizos y desnaturalizadores del mensaje original sin duda, ha cambiado la Historia.

atracción

a

Bibliografía Las obras dedicadas al aunque

hay

que

Apocalipsis

reconocer

muy numerosas, que el número de aquellas que son

la pena y que no caen en la mera especulación es mucho más reducido. Un análisis y discusión de la época en que se escribió (muy posiblemente a mediados de la década de los sesenta del siglo 1 y no a finales como se repite merecen

menudo), la identidad del

la interpretación más detallada de la obra puede encontrarse en C. Vidal Manzanares, El judeo-cristianismo palestino en el siglo 1: de Pentecostés a Jamnia, Madrid, 1993. Por lo que se refiere a los comentarios sobre Apocalipsis, resultan especialmente interesantes los siguientes: G. Eldon Ladd, El Apocalipsis de Juan: un comentario, Miami, 1978; W. Hendriksen, Más tan a

autor y

vencedores, Grand Rapids, 1977; L. Morris, The Revelation of St. John, Grand Rapids, 1979. Sus perspectivas son ligeramente diferentes pero en conjunto representan esfuerzos interpretativos rigurosos. El mejor comentario escrito por un español —casi podría decirse el único de va-

que

lor— sobre Apocalipsis continúa siendo el de José Grau, Estudios sobre Apocalipsis, Barcelona, 1977. De extraordinario interés sobre el contexto histórico

(e interpretativo) de la obra son: D. Chilton, The Days of Vengeance: An Exposition of the Book of Revelation, Fort Worth, 1987; K. Gentry, The Beast of Revelation, Tyler, 1989 y W. M. 143

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —

Ramsay, The Letters

the Seven Chwurches, Peabody, 1994. De especial interés sobre la manera en que el enfrenta. miento entre Reforma y Contrarreforma afectó a la interpretación del Apocalipsis es la obra de R. L. Petersen, Preaching in the Last Days: The Theme of Two Witnesses in the 16h € 17th Centuries, Oxford, 1993. Finalmente, para un acercamiento documentado a la lectura del Apocalipsis desde la perspectiva de distintas sectas, pueden consultar. se C. Vidal Manzanares, Diccionario de sectas y ocultismo, Estella, 1994 (3. ed.) e ídem, La otra cara del paraíso: la verdad sobre las

144

to

grandes

sectas, Miami, 1993.

EL TALMUD

La estructura del Talmud

Como tuvimos ocasión de ver, la Torah ha tenido una extraordinaria relevancia en la historia no sólo de Israel sino de aquellos pueblos que, de una u otra manera, se han vis-

expuestos a la influencia de la Biblia. Para aquellos que han recibido ese influjo a través del cristianismo o de la mera impregnación cultural, la Torah pierde mucho de su interés jurídico e incluso puede en ocasiones presentar en algunos de sus libros, como el Levítico, un aspecto aburrido y difícil de seguir a causa de la acumulación de normas to

cuyo sentido

no

pocas

veces se

nificativo que cuando Gandhi

escapa. No

deja

de

ser

sig-

lectura de la Biblia diga que el Nuevo Testamento (especialmente el Sermón de la Montaña) le entusiasmó, el Génesis le resultó pasable le fue y imposible terminar el libro de Levítico y desde entonces continuar con la Torah hasta el final. Para el pueblo de Israel, sin embargo, los problemas relacionados con la Torah resultaban de un cariz muy distinto y derivaban sobre todo de la necesidad y el compromiso de convertir aquella normativa en su guía de conducta cotidiana. Como sucede en todos los cuerpos legales, la Torah no contiene una casuística muy detallada sino preceptos de carácter general. Sin embargo, en la vida práctica podían surgir conflictos de interpretación, de cumplimiento práctico e incluso de colisión de normas que tenían que ser resueltos de manera satisfactoria. Ésa fue la finalidad de la literatura rabínica. Esta literatura concreta nació a lo largo de los siglos como fruto de la actividad docente, exegética y recopiladonarra su

145

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

de los escribas y rabinos, y tomó la forma de textos relacionados con aspectos legales (halajál) o histórico-tcológira

El intento de sistematizarlos por temas es la base de la Mishnáh, la Tosefta y los dos Talmuudes, obras que agruparse bajo el epígrafe de literatura talmúcos

(haggadáh).

pueden

dica. Ésta

no

constituye la totalidad de la literatura rabíni-

compuesta además por el midrásh y los diversos targtims, pero sí la parte más relevante. La base nuclear del 7Talmud es la Mishnáh. Esta palabra podría traducirse literalmente como «repetición», pero la concepción hebrea parece contener mejor la idea de «enseñar o aprender la ley oral», aunque esa tarea se lleve a cabo a través de la repetición. La Mishnáh constituye el código más antiguo de la ley judía extrabíblica que ha llegado hasta nosotros, aunque contamos con antecedentes en textos como las Reglas de Qumrán, el Rollo del Templo y Jubileos 50. La Mishnáh se encuentra dividida en seis órdenes ca,

subdividen en sesenta tratados (msktvt), aunque en las ediciones impresas aparecen como sesenta y tres, ya que los llamados Baba gamma, Baba mesi'a y Baba batra son independientes, al igual que Sanhedrín y Makkot. Cada tratado, a su vez, aparece dividido en capítulos (prgym:) y párrafos (mshnyvt). El lenguaje de la Mishnáh es hebreo postbíblico (mishnaico) y su contenido es ha-

(sdrym)

que,

a

su

vez,

se

totalidad. Con la excepción de las Middot y Abot, la haggadáh sólo aparece de forma esporádica. La tradición judía atribuye la composición de la Mishnáh aR. Yehudáh ha-Nasí (m. entre el 192-193 y el 217-220 d. de C.) en una fecha situada a finales del siglo 11 0 comienzos del 111. d. de C. Tal posibilidad resulta, sin embargo, un tanto dudosa ya que en la obra aparecen citas de rabinos posteriores a Yehudáh ha-Nasí. En su conjunto, la

lájico

casi

Mishnáh

en su

refleja,

aunque de

terpretación de la ley judía seas

siglo

manera

que existió

de Palestina desde finales del 11

la forma de inlas escuelas farihasta finales del

parcial, en

siglo

1

d. de C.

La Mishnáh

largo de

los siglos 111 y 1v en una obra absolutamente esencial para las escuelas rabínicas de Palestina, sobre todo en Tiberíades y, a su vez, 146

se

convirtió

a

lo

EL TALMUD

acabó por

sólo objeto de estudios sino también de comentarios. Estas adiciones unidas al texto de la Mishnáh constituyen el denominado Talmud palestinense o de Jerusalén (TalPal). En este Talmud se interpreta el texto de la Mishnáh pasaje a pasaje, recurriendo, como era de esperar, a la casuística. Asimismo incluye las opiniones de los amorattas (literalmente «locutores»), letrados del período post-mishnaico correspondientes a los siglos 111 y 1v, y las baraitot (singular, bryt), dichos que no registra la Mis/111á/1 pero que son coetáneos y que se citan en hebreo dentro de un pasaje arameo del 7Talmud. La datación de este Talmud resulta relativamente fácil, ya que menciona a los emperadores Diocleciano y a Juliaser no

no, pero no

del

siglo

a

figuras judías posteriores

la

a

segunda mitad

Todo esto hace pensar que su estructura actual debió de tenerla ya poco después del 400 d. de C. Aunque su contenido principal es halájico, este texto contiene asimismo

1v.

considerable riqueza de materiales haggádicos. Hasta nosotros sólo han llegado los cuatro primeros sedarim (con la excepción de los tratados Eduyyot y Abot) y el comienzo de Niddú. Los comentarios y discusiones arameos, la Guemarah, están escritos en dialecto galileo. Sin embargo, la Mishnáh no fue sólo de comenuna

objeto

tarios

Palestina sino en regiones mucho más distantes donde, curiosamente, iba a dar lugar a una producción mucho más notable que el Talmud palestino. Se cree que la Mishnáh fue llevada a Babilonia por Abba Arika, Rab, un discípulo de Yehudáh ha-Nasí. Allí no pasó mucho tiempo antes de que experimentara un considerable incremento de material, que concluyó en su codificación final en el siglo vi. En el Talmud babilónico (TalBab), la haggadáh está en

representada

más

ampliamente

que

en

el

aunque tampoco abarca toda la Mishnáh. El se

ha

do

es

palestinense, primer séder

perdido por completo salvo Berajot; Shekalim está ausente del segundo séder; el cuarto carece de Eduyyot y Abot, el quinto de Middot, Quinnim y la mitad de Tamid, el sexto se ha perdido salvo Niddú. Sin embargo, su contenimucho más rico que el del otro Talmud. De hecho, aunque abarca treinta y seis tratados y medio frente a los 147

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —

treinta y nueve palestinenses, en la práctica, es cuatro vo. ces más voluminoso y, en sus ediciones, aparecen siete tra.

tados extracanónicos

tiendo de

Media,

esa

este

base

a

no

Talmud

continuación del cuarto séder. Pay. resulta extraño que desde la Edaq

haya sido objeto de

mayor veneración,

La historia

hemos visto siquiera en parte, la redacción de los diversos estratos que componen el Talmud se produjo en un período de varios siglos, con posterioridad a la destrucción del Templo de Jerusalén en el 70 d. de C,,

realidad,

En

como

aunque contenga materiales anteriores a esta fecha. Dado que el Talmud no reproduce toda la visión teológica del ju-

daísmo del

Segundo Templo,

sino más bien la de los fari-

para ser estrictos, sólo la de un sector de éstos), fue necesario legitimar como única la transmisión de esta vi-

seos

(yv,

sión

interpretativa.

Así, el Talmud afirma que las interpretaciones conteniél (no pocas veces contradictorias entre sí) se retrotraen al propio Moisés. En términos históricos (otra cuestión es desde la perspectiva dogmática de cierto sector del

das

en

cabe duda de que tal cadena de transmisión no existió. La misma Gran Asamblea (Kneset ha-guedolah) y los soferin1, a los que se considera, en algún caso, como el

judaísmo)

no

proceso creativo son, desde luego, de dudosa historicidad en lo que a su conexión con el Talmud

primer eslabón del se

refiere. Comenzamos

a

pisar

un

terreno

más firme al

llegar al

denominado de las parejas. Según las fuentes rabínicas, cuando la Gran Asamblea fue sustituida por el Sanhedrín, uno de los últimos componentes de aquélla, llamado Simón el Justo, transmitió la tradición a Antígono de Soco. Con estas dos figuras se iniciaría así el período denominado de las parejas, que recibe ese nombre porque los encargados de transmitir la tradición eran dos personas, una de las cuales desempeñaba el cargo de Nasí («presidente») y la otra el de Av Bet-Dín («padre o jefe del tribu-

período

148

EL JALMUD —]]——

nal»). Insistamos en que esa transmisión era realizada sólo otros grupos judíos tenían visiones dipor los fariscos (los vergentes en lo que a la interpretación de la Escritura se refiere) de una manera asistemática, en la que solía constar, como mucho, referencias al maestro que se relacionaba la cuestión concreta. Fue sobre la última pareja, formada por Hil-lel y Shammay, en torno a la que giró el debate durante los siglos 1

con

a.

de C. y

nos casos,

judaísmo.

1

d. de C. La postura del primero, salvo fue la que acabaría imponiéndose en el Circunstancia histórica decisiva

en

este

en

algu-

seno

del

sentido

fue la destrucción del Segundo Templo durante la guerra del 66-73 d. de C. El cataclismo producido en la nación judía revolucionaría ya para siempre su visión teológica. No sólo

se

había

cional, sino

experimentado

que además había

sistema salvífico como se

una

dolorosísima derrota

na-

quedado desarticulado

el

propio del Antiguo Testamento. Este,

podía desprender de los

mandatos

recogidos en la un capítulo an-

Torah y a los que ya hicimos referencia en terior, giraba en torno a los sacrificios expiatorios realizados en el Templo. Arrasado éste, al menos en teoría, no existía tancia

posibilidad de recibir el perdón divino. Tal circunsno lesionaba, por ejemplo, la perspectiva de los sec-

tarios de ma

Qumrán, que habían establecido su propio sisteexpiatorio, ni tampoco la de los judeocristianos. Éstos

creían que la muerte de Jesús como Mesías y Siervo sufriente tenía valor de expiación universal y además habían anunciado la destrucción del Templo, puesto que éste era ya innecesario desde la

perspectiva salvífica de Dios. Sin

embargo, para otros sectores del judaísmo implicaba un interrogante angustioso que los herederos de los fariseos Intentarían responder. Todavía durante el asedio de Jerusalén, uno de los sabios fariseos, llamado Yojanán ben Zakkay consiguió salir de la ciudad y, capturado por los romanos, fue trasladado con otros judíos a Jamnia (Yavneh). Allí conseguiría, ,

aquietado el conflicto, establecer una academia de enseñanza que pudiera perpetuar la herencia espiritual de los fariseos. En

su

mayor parte los miembros de la academia 149

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —

de tendencia hil-lelita. La obra de Y. ben Zakkay resultó de enorme importancia por cuanto no sólo sentó las bases para reinstaurar el Sanhedrín en Jamnia, sino que eran

además articuló un sistema salvífico alternativo al existente hasta entonces. Desaparecidos los sacrificios, éstos posustituidos por la práctica del arrepentimiento yv de las buenas obras. Sin duda, esto implicaba un cambio radical, mutación lo ha denominado algún autor judío contemporáneo, en relación con la teología judía anterior al dían

ser

año 70 d. de

C., pero permitió sobrevivir al judaísmo

en

medio de la catástrofe. A la muerte de Rabban Yojanán ben Zakkay, la dirección espiritual de los fariseos pasó a Rabban Gamaliel. Éste se encontraba frente al reto de reavivar espiritualmente ala postrada nación. Para lograrlo, pensó que la salida era no integrar a los diversos sectores teológicos, sino más bien llevar

a

cabo la exclusión de todos

tieran la visión

aquellos

que

no

compar-

específica del fariseísmo hilellita. Bajo

su

uniformizó el orden de la oración, se intentaron unificar las diferentes visiones interpretativas existentes incluso entre los fariseos, se buscó la manera de hallar un modus vivendi en relación con Roma y se procedió, sobre todo, a expulsar del seno de Israel a aquellos que no

supervisión,

se

comulgaban

con

aquella perspectiva.

Gamaliel debió de actuar, a tenor de lo reflejado en las fuentes rabínicas, con una considerable energía. De hecho, los judeocristianos fueron excluidos de Israel, los saduceos y los esenios desaparecieron e incluso los fariseos disidentes fueron reprimidos drásticamente. Un ejemplo de esto último lo encontramos en las disputas ocasionadas entre Gamaliel y R. Yehoshuah o el caso de R. Eliezer. La propia Mishnáh señala que si todos los sabios de Israel fueran colocados en un extremo de la balanza y R. Eliezer ben Hyrkanos en el otro, éste pesaría más que todos ellos (Abot 2, 10). Sin embargo, Gamaliel no dudó en excomulgarlo cuando se opuso a la política uniformadora que estaba llevando a cabo. Esta inclinación terminó provocando la caída del mismo Gamaliel (Berajot 27b-28a.), que fue sustituido por 150

EL TALMUD

R. Elazar ben

Azaryah durante algún tiempo. Tras un paréntesis temporal no bien determinado en las fuentes, ambos sabios acabaron desempeñando un gobierno colegiado. Aunque la redacción del Talmud iba todavía

desarrollarse en un período que abarcaría varios siglos, sus líneas maestras habían quedado ya trazadas. Serían las de consagración de un judaísmo que no representaba fielmente al que existió durante la mayor parte del siglo 1 d. de C. y períodos anteriores, y que cercenó del alma de Israel a sectores de la población que eran tan legítimamente judíos a

los sabios de Jamnia (esenios, saduceos, judeocristianos) y a los que se consideraría ya como extra portas de Israel. De esta manera, una parte de Israel había triunfado sobre otras, había logrado que tal victoria recibiera incluso la sanción de algunos poseedores del poder romano y se como

presentaba

la única manera legítima de ser judío. Aquella concepción triunfante sobreviviría (y, con ella, Israel como pueblo) a lo largo de una serie ininterrumpida de crisis. como

La

política antijudía de Trajano, la denominada guerra de Kittus (Taanit 18b.), la sublevación de Bar Kojba (proclamado Mesías por rabí Akiva), la guerra de Adriano, con la transformación

subsiguiente de Jerusalén en una ciudad completamente no judía, la decadencia de las distintas

academias rabínicas, la persecución de los persas y, sobre todo, la aparición del cristianismo no ya como religión perseguida sino como fe oficial del Imperio romano (un acontecimiento que el erudito judío Jacob Neusner consideró la razón fundamental que provocó la redacción del

Talmud) fueron

la comunidad judía fue sorteanmaestros brotaban la Mishnáh y los dos

retos que

do mientras de sus Talmudes. En las páginas siguientes vamos gunos de sus aspectos más característicos.

a

examinar al-

Una forma de vida La

simple contemplación

del Talmud provoca un sentimiento abrumador. Su extensión resulta equivalente, gros151

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

dieciséis guías de teléfono de tamaño medio. Pero lo más difícil de su texto no deriva tanto de su enorme extensión sino de su contenido. ¿Es inevitable una elabora-

modo,

so

ción

a

similar, cuya codificación ha tardado además siglos en

para obedecer la Ley de Dios? Naturalmente la respuesta a esas cuestiones suele ser difícilmente neutra

producirse,

porque arranca, por pero, para situarnos

regla general, en un

terreno

de

una

accesible

ríamos recordar que el Talmuud contiene

cidentales consideraríamos civiles

giosas.

Pese

a

todo, sería

toma

o

a

de

posición

todos, debe-

que los ocmás que reli-

normas

penales

equiparar el 7almiud con examinar primero, aunque

un error

simple código legal. Vamos a sea en forma simplificada, un ejemplo de estas aplicaciones prácticas y después, en el apartado siguiente, haremos Teferencia a su contenido teológico. Como ejemplo del primer aspecto vamos a tomar el texun

mishnaico de Baba gamma 3, 2, que se halla en el orden de Neziquín, relativo a los daños. El mismo dice así: to

(...) el que esconde espinos o cristales:0 rodea su cerca con espinos o si se cae la cerca a un lugar de dominio público

y

como

consecuencia de ello otros

responsable por su

sufren algún daño,

daño.

Aparentemente el pasaje es claro pero lo cierto plantea una serie de interrogantes que no son de trascendencia. Por

es

ejemplo,

si los cristales

no

es

qué

escasa

los colocó el

el responsable entonces? 0 si los cristales estaban dentro del muro y éste se cayó dejándolos al descubierto, ¿existe responsabilidad del propietario? o ¿cuál sería la forma de evitar estos accidentes? El texto del Talmud relativo a este pasaje de la Mishnáh abor-

propietario

da

esos

sino otro,

y otros

¿quién

es

problemas.

Así, el comentario de R. Yojanán recogido en el Talmud (Baba Qamma 30a.) resulta lógicamente obligado:

refiere sólo a los espinos sobresalientes. Si estaban confinados en la propiedad privada, no existe responsabilidad. ¿Por qué? Dijo R. Aha hijo de Dijo

152

R.

Yojanán:

esto

se

EL TALMUD

R.

Iga:

porque la gente

no

debe ir

restregándose

contra

los

muros,

La

interpretación

parece clara. Existe

obligación

de in-

demnizar pero sólo cuando los espinos sobresalen de la propiedad privada. Si alguien se daña con ellos por mera negligencia personal, no debería responsabilizarse al propietario. Éste no podía, ni debía, prever la estupidez de sus conciudadanos. Pese a todo, las posibilidades no se han agotado y por ello es necesario dar una regla que cuenta con el respaldo de los sabios. La misma volverá a ser comentada por R. Yo-

janán: Nuestros rabinos han enseñado: si una persona esconde espinos y cristal roto en el muro de su vecino, y el propietario del muro viene y tira el muro y caen al terreno público (el cristal o los espinos) y causan daño, aquella persona que los

escondió es responsable. R. Yojanán dijo: esta enseñanza se refiere sólo a un muro endeble. En el caso de que el muro sea sólido, el que esconde en él está exento de responsabilidad, y el responsable es el propietario.

Aquí los sabios causó el daño no

es

el

está de acuerdo

da. Desde

son

tajantes: el

responsable. con esa

que puso el material que Sin embargo, R. Yojanán

visión tan firmemente estableci-

punto de vista, ciertamente es responsable si el muro era endeble. En un caso así, tendría que haber previsto que el mismo se caería y dejaría expuesto un material susceptible de causar daños. Pero si el muro era sólido (es decir, que difícilmente iba a venirse abajo) y el dueño fue el que lo derribó dejando al descubierto el material que produjo los daños, es el dueño el responsable. Lo es porque a él compete que la obra realizada (en este caso, derribar un su

muro) no tenga consecuencias perjudiciales para otros. Finalmente, y tras diferentes argumentos, la cuestión el Talmud con una referencia al pasarealidad, se base en la acción de sabios con-

quedará zanjada do aunque,

en

en

temporáneos: 153

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Nuestros rabinos han enseñado: los hombres

piadosos de

escondían sus espinos y trozos de cristal en s1s campos, y los enterraban a tres palmos de profundidad, de forma que el arado no experimentara daño. R. Sheshet los arrojaba al fuego. Rava los arrojaba al Tigris. Dijo Rav Yehwudal: el que desee ser justo debe seguir las enseñanzas de Neziquín. Rava dijo: las enseñanzas de Avot. Y otros dijeron: las enseñanzas de Berajot. antaño

Esta conclusión

proporciona la solución esperada des-

principio. No basta con intentar reparar el daño. Además, hay que evitarlo para el futuro. La mejor manera de no causar daño al prójimo con cristales y espinos es ende

un

terrarlos. Hecho esto, no hay que preocuparse por ellos. De esto deriva además una clara enseñanza moral. Según Rav Yehudah, ser justo implica no causar daño a otros (seguir el orden de Neziquín). Aunque Rava consideraba que ser justo consistía en ser religioso (Avot) y otros sostenían que derivaba de dar gracias a Dios por lo que Él hace por no-

(Berajot). Partiendo pues de un caso aparentemente prosaico (alguien se corta con un cristal que hay en el sotros

muro

gales en su

del vecino), los sabios analizaban las cuestiones lemás prácticas (quien es responsable del acto y debe, caso, pagar la indemnización), alababan la ratio legis,

formulaban una solución que evitara que se ocasionaran en el futuro este tipo de incidentes y, finalmente, extraían de todo una enseñanza moral cuya aplicación excedía con mucho el punto de partida. En conjunto pues, puede verse que el universo del razonamiento talmúdico resulta fecundísimo y que extiende sus ramificaciones a casi todas las áreas de la vida cotidiana.

Una enseñanza fundamental y mil variaciones sobre ella

segundo lugar, el Talmud es un libro repleto de enseñanzas teológicas en el sentido más estricto del término, En

pero las mismas 154

se

hallan insertadas

en

el estudio del

cum-

FL TALMUD

plimiento práctico de la Torah. Lo que los autores del 7almud descaban era forjar una ortopraxis y no tanto una ortodoxia. Sin embargo, ésta sc hallaba presente y conformó el contenido fundamental de la fe judía, una fe con unas enseñanzas teológicas comparativamente escasas pero con una enorme

variación de

opiniones sobre la

La creencia fundamental del 7almud cia de

de la

un

Dios único que creó el

idolatría, entregó la Torah

a

es

mundo, Moisés

misma.

la de la existen-

sacó e

a

Abraham

interviene

en

la

historia. Sobre este aspecto apenas puede decirse que exista discusión. No obstante, sobre aspectos como la angelología, la demonología, la escatología o incluso la concepción del Mesías, las opiniones son a veces casi tan abundantes como los que las exponen. Por ejemplo, como reacción frente a la predicación cristiana que insistía en ver en Jesús al Mesías Siervo de Isaías 53, el judaísmo posterior ha ido insistiendo en que el personaje que sufre en el citado pasaje no es otro que Israel. Sin embargo, el Talmud recoge, entre otras ideas, la de que el Siervo sufriente de lsaías no es otro que el Mesías (Sanh 97b y 98b). De la misma manera, el Hijo del Hombre de Daniel 7 fue interpretado por los primeros cristianos, siguiendo a Jesús, como una referencia al Mesías, mientras que la interpretación judía posterior, como reacción, ha tendido a identificar al personaje con Israel. Sin embargo, el Talmud (Sanh 98a, Hag 14a) también identificó al Hijo del Hombre con el Mesías. En términos talmúdicos, por lo tanto, esas interpretaciones (y otras más) son completamente posibles y, por lo tanto, correctas. La escatología talmúdica resulta todavía más variada. Aunque en términos generales, los rabinos creían en la resurrección y en el mundo por venir, las opiniones sobre el papel que tendrían los otros pueblos en la tierra futura variaban. En las páginas del Talmud encontramos desde negaciones de cualquier posibilidad de salvación para los no judíos a la afirmación de que los gentiles justos tendrán un lugar en el mundo venidero. De la misma manera, es variada la visión acerca del infierno o Guehenna. En general, todas las referencias afirman su existencia y los suplicios 155

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

de los malvados en él, pero mientras que algunos rabinos sostienen que el tormento de los inicuos será eterno, otros afirman que sólo se extenderá por un cierto número de años y

do,

luego

será

seguido

faltan los nados a la Guehenna sólo nalmente liberados. e

incluso

no

aniquilación del condenaque creen que los judíos condesufrirían un tiempo para ser fi-

por la

generales, esta multiplicidad sirve sobre todo para subrayar una característica de enorme importancia en el judaísmo. Algunas doctrinas ciertamente son En términos

esenciales (la existencia del Dios único, el origen divino de la Torah, el juicio de Dios, la venida del Mesías, la resurrección de los muertos y el premio o castigo de todos los

discusión, como lo están las esenciales en lo que a sus detalles se refiere, Finalmente, el judío debe ser consciente de que su relación con Dios no es sólo, pese al valor del estudio, la de la mera acumulación de datos sino, de manera fundamental, la de una vida marcada por la obediencia al Pacto contraído por Israel en el Sinaí cuando Moisés recibió la Torah. seres

humanos),

pero el resto están abiertas

Veneración y controversias

en

torno

a

al Talmud

al Talmud no concluyó con su redacción sobre el 500 d. de C. Más bien ése fue el punto de partida de una riquísima literatura. Los nombres de los dedicados a esa tarea resultan casi innumerables. Se trata de los saboraim (sabar: «opinar», en arameo; sabora: «el que opina o interpreta») durante los siglos vI y VII, de los gueonim (de gaón: «excelencia») entre los siglos vi al x, de La labor

exegética

en

torno

(c. 980-1056), de R. Salomón ben Itsjaq (1040-1105), conocido como Rashi, de Moshé de Coucy (1200-1260), de Itsjag al-Fasí (m. 1103), de Maimónides (1135-1204), de Yaagov ben Asher (m. hacia 1340), R. Jananel ben Jushiel

de Yosef Caro (1488-1575), de R. Salomón ben Adret (siglo xI11), de R. Itsjaq bar Shéshet (siglo x1v), de Salomón Luria (1510-1573), de Shemuel Edels (1555-1631), de Meir Schiff (m. 1641), de Yoel Sirkes (1561-1640), de Moshé 156

EL TALMUD

Iserles de Cracovia (1520-1572), o de Eliyya de Vilna (1720-1797), más conocido como el gaón de Vilna, por sólo citar a los más importantes. Sin embargo, al mismo tiempo que el 7almud iba modelando la vida, y la supervivencia, de los judíos en medios no pocas veces hostiles, fue también objeto de ataques directos en su contra. Las raíces de esa controversia se hallan bien hundidas en el poder de la Iglesia católica en el Occidente medieval. El Talmud contiene algunas referencias concretas en relación con Jesús, sus seguidores judíos y su madre. No resultan muy numerosas, pero es indiscutible que se enteñidas por la polémica dirigida contra un partido religioso odiado, el de los cristianos, a cuyo fundador se considera justamente ejecutado en este mundo y felizmen-

cuentran

atormentado

el otro, y cuyos seguidores gentiles amenazan con transformarse en el poder teológico más importante de la época del Bajo Imperio. La persona de Jesús es tratada con especial dureza en los escritos rabínicos. En primer lugar, se da una clara insistencia en considerar a Jesús un bastardo, a su madre te

adúltera y

en

padre un legionario romano llamado Pantera. En segundo lugar, las fuentes talmúdicas apuntan a la creencia en virtudes taumatúrgicas asociadas a la persona de Jesús, si bien las mismas son contempladas desde una

a su

perspectiva hostil. En Sanh 107b y Sota 47b, se nos dice que leshu practicó la hechicería y la seducción llevay ba a Israel por mal camino, datos que aparecen repetidos en Sanh 43a., donde además se nos informa de que La vísuna

pera de Pascua

colgaron

leshu. La descripción talmúdica no sólo recuerda datos contenidos en los Evangelios (Mat 9, 34; 12, 24; Mc 3, 22), sino que concuerda con la información que al respecto hallamos en autores cristianos, como Justino (Diálogo con el judío Trifón, LXIX). Lógicamente, encontramos en estas mismas fuentes una condena clara de Jesús. Así, en Guit. 56b-57a. se presenta al mismo (que se burló de las palabras de los sabios y que fue un transgresor de Israel) atormentado en medio de excrementos en ebullición. a

157

LOS TEXTOS

LA HISTORIA

QUE CAMBIARON

trascendencia fuera del ámbito de Israel, en la medida en que la Iglesia no contó con el apoyo del poder civil o desconoció (0 no quiso dar demasiada importancia) las referencias a la persona de su fundador Tal

enfoque

no

tuvo mayor

el 7almuud. De hecho, tal situación se mantuvo durante más de un milenio y sólo cambió de manera radical durante el siglo x1r. Fue entonces cuando empezaron a darse los casos de judíos conversos que, conocedores del Talmud, revelan, más o menos de forma tendenciosa, esta información a las autoridades eclesiásticas, provocando, finalmente, la adopción de medidas represivas contra la obra. Se inició así un período de ataques dirigidos contra el que

aparecían

en

Talmud ribeteado por tonos ciertamente trágicos. El primer caso de este tipo fue el de Nicolás Donin, un antiguo discípulo de Yehiel ben Yosef de París, que, primero, se convirtió al catolicismo y, finalmente, entró en la orden franciscana. Donin redactó una lista de treinta y cin-

(1236) y fue el principal instigador de la denominada Disputa de París, de 1240. Dos años más tarde, como consecuencia siquiera indirecta de la misma, se produjo la primera quema de ejemplares del Talmud, en cantidad de veinticuatro carros llenos. Este episodio se repitió varias veces en los años siguientes en co

acusaciones contra el Talmud

Francia hasta provocar la

expulsión de los judíos

en

1306.

países fue inexistente, con la excepción de la corona de Aragón. En 1263, ante Jaime I, se produjo la Disputa de Barcelona, en la que la defensa del Talmud corrió a cargo de Najmánides y su acusación fue, una vez El

eco en

otros

Al año siguiente, el monarca ordenó que se suprimieran del Talmud los pasajes denigratorios contra Jesús y su madre so pena de que la obra terminara en la hoguera. Ya en el siglo xiv, fue 1319 la última fecha en que se produjo una quema del Talmud, en esta ocasión en Toulouse. No obstante, la condena de la obra fue refrendada

más, desempeñada por

judío

un

converso, Pau Cristiá.

por Juan XXII en 1320 y Alejandro V en 1409. Durante el siglo xv la controversia antitalmúdica volvió a producirse

de la

mano

de

otro

judío

converso.

aragonés Jerónimo de Santa 158

Esta

vez

fue el

judío

Fe el que inició el proceso

con

EL TALMUD

de su obra De iudaicis erroribus ex Talmul. antipapa Benedicto XIII, el famoso papa Luna, convocó entonces el tercer debate sobre el Talmud con sede en Tortosa y San Mateo (1413-1414). Del mismo surgió la prohibición de estudiar el Talmud dirigida a judíos y crisla El

publicación

(1415) y confirmada por Eugenio IV en 1442. En 1509, otro judío converso, Johann Ptefferkorn, impulsó al emperador a ordenar la quema de algunos ejemplares del 7almud. El episodio tuvo corta vida, ya que al tianos

año

siguiente el erudito cristiano Johann Reuchlin salió

en

defensa del texto judío. Finalmente, en 1520, el papa León X derogó la normativa antitalmúdica e incluso permitió que Bomberg editara los dos talmudes, siendo de esta edición de donde han tomado forma las que la han seguido. Poco duró, sin embargo, este período de tolerancia. En 1553, el papa Julio III volvió a poner en vigor las normas antitalmúdicas y se quemaron ejemplares de la obra en ocho ciudades italianas dependientes del papado. Seis años después, el papa Pablo IV incluía el libro en el índice de obras prohibidas. En el Índice tridentino (1584), se suprimió la proscripción que pesaba sobre el Talmud, pero a condición de que las ediciones sucesivas no contuvieran los pasajes injuriosos para la fe cristiana. Pese a todo, las confiscaciones distaron mucho de ser desacostumbradas hasta el si-

glo

produjo

Kamenets-Podolsky (hoy Ucrania, entonces Polonia) la última quema de ejemplares del Talmud. Daba la orden el obispo católico y había iniciado el episodio (¡una vez más!) un judío converso, llamado Jacob Frank. Concluía con ello un proceso realmente deplorable al que pondría, en el terreno ideológico, punto final la obra de especialistas cristianos como Hermann Strack. xvIII.

En 1757,

se

en

Tanto durante los pogromos

de inicios del siglo xx como en el curso del Holocausto, el Talmud fue uno de los objetivos de destrucción preferidos por los antisemitas. Sin embargo, como había sucedido en los siglos ante-

riores, aquellos ataques

rusos

lograron desarraigar una obra que había servido decisivamente en el pasado. En puridad, los mayores ataques dirigidos contra el Talmud en las últimas décadas han procedido del seno del no

159

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

judaísmo. Para no pocos judíos, esta obra resulta anacrónica y plantea más problemas que soluciones a buen núde desafíos de la vida moderna. Incluso en el estado de Israel, el número de judíos que sigue la normativa talmúdica es muy escaso en comparación con el de los que no manifiestan por ella apenas interés y mucho menos la mero

cumplen.

En multitud de casos, el sentimiento de moder-

incluso la convicción de que el sionismo cubre las expectativas nacionales de Israel han contribuido a asentar esa actitud. Quizá estas críticas no estén desprovistas totalmente de razón. Sin em-

nidad, la creciente secularización

e

hecho fundamental y es el papel del Talmud en la tarea de lograr que la comunidad judía sobreviviera como tal a lo largo de algunas de sus peores crisis. Al lograrlo, el Talmud ha conseguido

bargo,

no

pocas

veces

pasan por alto

un

también cambiar la historia.

Bibliografía Las introducciones al Talmud

tampoco

son

excesivamente

no

faltan

numerosas.

castellano pero De carácter erudito en

la de H. L. Strack y G. Stemberger, preparada por Miguel Pérez Fernández, y titulada Introducción a la literatura tal-

es

múdica y midrásica, Valencia, 1988. Sin duda, se trata hoy por hoy de la mejor obra existente en castellano sobre el tema. Algo más reducida pero con una antología de textos es C. Vidal, El Talmud, Madrid, en prensa. De carácter excesivamente divulgativo pero no exenta de interés es J. Barylko, El Talmud, Buenos Aires, 1991. Sobre el contexto histórico puede consultarse la introducción a C. Vidal, El Talmud y también R. Marcus y G. D. Cohen, La época talmúdica, Bue-

Aires, 1975. Otras obras complementarias pero ya en lenguas extranjeras son: J. Bonsirven, Le judaisme apres Jesus-Christ, París, 1928; A. Cohen, Everyman's Talmud, Nueva York, 1975; F. Manns, Pour lire la Mishna, Jerusalén, J. 1984; Neusner, Invitation to the Talmud, Nueva York, Essential Talmud, Nueva York, 1989; A. Steinsalz, 1976; y E. Urbach, 7he Sages, Cambridge y Londres, 1987. nos

The

160

EL

Que el Corán

equivalente

es

el libro

CORÁN

sagrado

del Islam

(grosso modo, el

la Biblia para los cristianos) es un concepto conocido de manera casi universal en Occidente. Sin embargo, por lo que se refiere a su lectura o a su conocimiento mínimo, en buena medida puede decirse que el Corán es una obra desconocida fuera de los países musulmanes o con una población islámica de una cierta envergadura. Tal circunstancia no puede considerarse en absoluto afortunada. El Corán no es sólo una de las obras que han dado forma a la historia pasada, sino que además sigue ejerciendo su influjo de una manera muy directa sobre una masa demográfica situada entre los novecientos y los mil millones a

de personas.

El proceso de revelación (1): las De

una

extensión similar

rán contiene el

homa a lo éste

a sus

puede

conjunto

largo

de

suras mecanas

la del Nuevo Testamento, el Code revelaciones recibidas por Maa

par de décadas y comunicadas por contemporáneos. Para el lector inexperto, la obra un

desprovista

de coherencia. Los fragmentos poéticos se alternan con normas no del todo sistematizadas. Las disposiciones dan la impresión de resultar contradictorias. Así, en ocasiones parecen abogar por una cierta tolerancia hacia fieles de otras creencias y en otras, por una agresividad absoluta. En realidad, esa impresión se desprende sobre todo de la ordenación que presenta el Corán, pero no resulta tan obvia cuando se analiza su contenido. El texto del Corán está compuesto por 114 capítulos, parecer

161

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

denominados suras o azoras, que, a su vez, se dividen en versículos, también llamados avas o aleyas. Por lo general, en la ordenación de estos capítulos no se ha seguido un criterio cronológico sino de extensión. Tal disposición no es extraña si tenemos en cuenta que también las cartas del apóstol Pablo están colocadas en el Nuevo Testamento de acuerdo con su extensión y no por su orden cronológico. En el Corán, salvo la primera sura (Al-Fatiha), suelen aparecer primero las suras más largas y a continuación las demás, en orden decreciente de extensión. Sin embargo, cuando se procede a una lectura del Corán no de acuerdo a su orden actual sino al cronológico, el texto cobra una coherencia extraordinaria y muy iluminadora en cuanto ala actuación de Mahoma.

especialistas dividen, con escasas variaciones, los textos del Corán en cuatro períodos de aparición a los que se denomina primero mecano (correspondiente a los años 610-615), segurido mecano (615-619), tercer mecano (619Los

622) y medinés (desde la Héjira por Mahoma hasta can

las siguientes

Primer

su

abandono de La Meca fallecimiento). Estos períodos abaro

suras:

período

mecano:

9%6, 1-5, 74: 1-7, 106 93, 94, 103, 91, 107, 86, 95, 101, 100, 92, 82, 87, 80, 81, 84, 79, 88, 52, 56, 69, 77, 78, 75, 55, 97, 53, 102, 96: 6-19, 70, 73, 76, 83, 74: 8-55, 111, 108, 104, 90, 105, 89, 85, 112, 109, 1, 113, 114. ,

Segundo período

mecano:

51, 54, 68, 37, 71, 44, 50, 20, 26, 15, 19, 38, 36, 43, 72, 67, 23, 21,25, 27, 18. Tercer

período

mecano:

32, 41, 45, 17, 16, 30, 11, 14, 12, 40, 28, 39, 29, 31, 42, 10, 34, 35, 7, 46, 6, 13. Período medinés:

2, 98, 64, 62, 8, 47,3, 61, 57,4, 65, 59, 33, 63, 24, 58, 22, 48, 66, 60, 110, 49, 9, 5. 162

EL

Las

primeras

CORÁN

transmitidas por Mahoma, según algunos las más hermosas, contienen una referencia muy sencilla a una fe monoteísta. El primer texto (96, 1-5) no contiene sino la orden recibida por él para predicarla:

¡Predica

suras

el nombre de tu Señor, que Creó al hombre de un coágulo. en

¡Predica!

te creó!

el generoso que enseñó a utilizar el cálamo: que enseñó al hombre lo que no sabía. Tu Señor

es

Los inmediatamente posteriores se centran en algunos temas persistentes y centrales. Así, se afirma que sólo exis-

dios (Allah), al que hay que rendir el único culto, que Allah juzgará un día a todos los seres humanos y que exige vivir con equidad, lo que se traduce, por ejemplo, en tratar bien a los necesitados y cantar Su bondad. Al respecto, la sura 93 (la mañana) resulta paradigmática: te

un

En el nombre de

Allah, el Clemente, el Misericordioso.

¡Por la mañana! ¡Por la noche cuando domina! Tu Señor

abandonó ni muestra aborrecimiento. Para ti será mejor lo último que lo primero. Tu Señor te concederá y quedarás harto. ¿Acaso no te halló huérfano y te acogió? ¿Acaso no te halló perdido y te guió? ¿Acaso no te halló pobre y te colmó de riquezas? ¡No maltrates al huérfano! ¡No rechaces al menesteroso! La bondad que ha tenido contigo, nárrala. no te

Como ya indicamos, la existencia de un único Dios —cuestionada por los que adoran imágenes o rinden culto a distintas divinidades a la vez— indica también que Éste

los

humanos estableciendo en qué medida se han plegado a Su voluntad o han actuado de manera desobediente y rebelde. En ese sentido, no resulta sorprendente que las primeras suras del Corán estén repletas Va a

juzgar

a

seres

163

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

de referencias al como

LA HISTORIA

juicio divino

cercano, es

descrito

con una

presentarse

notable sencillez y,

a

la

extraordinario cromatismo:

vez, con un

En el nombre de Dios, el

El

que, además de

Clemente, el Misericordioso.

golpe.

¿Qué es el golpe? ¿Qué puede llevarte Es el día que

no

en

a

comprender lo

que los hombres

saben

a

donde

y los montes serán

Aquel cuvas obras

se

que

encontrarán

el

golpe?

como

dirigirse

como

copos de lana que

se

mariposas

ha cardado.

pesen,

vida grata. Aquel cuyas obras apenas pesen, morará en un abismo. ¿Qué puede llevarte a comprender lo que Es un fuego ardiente.

tendrá

es

una

es

el abismo?

(101, 1-11) Al que da,

es

piadoso

proclama con veracidad lo plenamente hermoso, le ayudaremos a obtener la suprema dicha. Al que es avaro, despreocupado y niega lo que es plenamente hermoso, le llevaremos a sufrir el mayor de los desconsuelos, de nada le servirá su caudal cuando sea arrojado (...) Os he advertido sobre un fuego que lanza llamas: lo aguantará el más irreligioso y

incrédulo y se aparta. Se salvará de él aquel que es religioso que da su riqueza para purificarse y no actúa bien con los demás buscando sino el rostro de su Señor, el Altísimo. que

es

una

recompensa

(92, 5-11, 14-20)

Es no

164

en

eterno

conexión

predicación del terrible infieren el Corán la primera mención

con una

cuando aparece

El.

a

Abraham y Moisés, dos de las

figuras

CORÁN

emblemáticas del

judaísmo: mnstruirá al que teme a Allah pero el inicuo lo rechazará; se

asará

en

el

fuego inmenso,

el que ni morirá ni vivirá. Dichoso el que se haya purificado, el que haya recordado el nombre de en

su

Señory haya

pronunciado la oración (...)

Ciertamente, en

halla en los escritos antiguos, los escritos de Abraham y Moisés. esto se

(87, 10-15, 18-19)

Aunque las primeras

suras

están centradas

en un mo-

noteísmo estricto, no hacen referencia a otras fes monoteístas (el judaísmo y el cristianismo), que ya estaban presentes en la Arabia del inicio de la predicación de Ma-

homa. En teoría, ésta podría haberse representado como original y nueva e incluso hablar de Allah como un dios desconocido hasta entonces. Sin embargo, ya en la sura 87 se nos indica que la predicación de Mahoma pretende ser confirmación de lo que otros profetas monoteístas anunciaron

con

anterioridad. Sin duda, la noticia

es

importan-

te pero, en

principio, no merece una especial atención en las proclamas del profeta del Islam. Su predicación, como hemos señalado, se resume en ese momento en la necesidad imperiosa de volverse al Dios único (Allah) escuchando el mensaje de Mahoma y evitando así el horrible castigo del infierno. De hecho, las referencias a Abraham (87) y a Moisés son muy parcas (87, 79, 53), mientras que las re-

lativas al horrible suplicio del infierno resultan muy abundantes y suele ser rara la sura que no las incluya (101, 92, 82, 87, 81, 84, 79, 88, 52, 56, 69, 77, 78, 55, 102, 96: 6-19, 70, 76, 83, 111, 104, 90, 89, 85, etc.). Durante el

segundo

y el tercer

período mecano, este sencillo contenido inicial va a experimentar una evolución de gran trascendencia. En las predicaciones de Mahoma no sólo se sigue insistiendo en el monoteísmo y en la nece165

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

sidad de volverse

pié (ahora sí,

Allah, sino que además se hace hincaacusado) en el hecho de que el mensaje

a

muy

islámico ha sido

LA HISTORIA

precedido

por los del

judaísmo y el

cris-

tianismo. Ahora Allah ha hecho que aparezca el Corán en árabe (20, 112-113), pero éste se presenta como un mensa-

je en plena armonía con los pronunciados por Noé, Abraham, Lot, Moisés, David, Jesús, María, su madre e incluso algunos otros personajes más ligados con la historia árabe

preislámica. Es de suponer que Mahoma tuviera la esperanza de que los fieles de estas religiones se convirtieran a su predicación y, de hecho, a estas Corán más conciliatorios

épocas pertenecen los con

ambos. Por

textos

ejemplo,

en

del

19,

30-35, tras narrar la concepción virginal de Jesús (Isa) y su nacimiento, el Corán relata que algunos se acercaron para ver al bebé y éste comenzó a hablarles: Entonces ella

(María)

¿Cómo

vamos a

todavía

en

la

se

hablar

lo señaló. Dijeron:

con

cuna, con un

quien

se

encuentra

niño?

Él (Jesús) dijo: Soy el siervo de Allah. Él

me

ha dado la

Escritura y me ha convertido en profeta. Me ha bendecido esté donde esté y me ha ordenado la oración y la limosna mientras viva, y que respete a mi madre. No me ha hecho violento ni soberbio. La paz sobre mí el día que nací, el día que

me

den muerte

resucitado a la vida. Ese es Jesús, hijo de María, Verbo de la verdad sobre el cual discuten.

y el día que

Dios

no

sea

tiene por

Se trata de ca en vo

un

la medida

Testamento)

qué adoptar

texto

de

que no que Jesús

en

un

hijo. (19, 31-35)

importancia cristológisólo se afirma (como en el Nuees fruto de una concepción vir-

una

gran

sino que además se le presenta como el Verbo, un título que en el Nuevo Testamento (Juan 1, 1 ss) indica que es Dios. Asimismo señala que lo matarán y resuciel

ginal,

Hijo

166

EL

CORÁN

tará —doctrinas ambas

islam—,

y

negadas con posterioridad por cel niega el adopcionismo, una de las herejías cris-

tianas antitrinitarias. En términos generales, sin

de Mahoma tuvieron

embargo, poca acogida

estas

predicacio-

los árabes idólatras y prácticamente nula entre los judíos y los cristianos. Los primeros no se sentían atraídos hacia una fe monoteísta que además podía desmantelar el negocio religioso que significaba la ciudad de La Meca, santuario de nes

innumerables divinidades. En taban que,

cuanto

a

entre

los

segundos, objeignorante que no

realidad, Mahoma era un conocía ni el judaísmo ni el cristianismo y que, por lo tanto, difícilmente podía significar su consumación. Los argumentos utilizados al respecto por judíos y cristianos no eran escasos y, en buena medida, han persistido en

hasta el día de

hoy en las controversias entre las tres religiones. Por ejemplo, en 20, 87 ss, cuando el Corán relata el episodio del Becerro de Oro, culpa del mismo a un samaritano

época anterior en un milenio a la aparición de los samaritanos; en 20, 114 ss es Satanás y no Dios, como en el Génesis, quien viste a Adán desnudo; en 38, 20sss, la reprensión parabólica del profeta Natán dirigida contra en una

David

convertida en un pleito que juzga el mismo monarca entre dos litigantes; en 18, 93 ss, Gog y Magog son conectados con Alejandro Magno en lugar de con el Israel de los últimos tiempos, como hace el profeta Ezequiel; en 11, 43 ss, uno de los hijos de Noé en el contra

es

de lo relatado

perece

Génesis;

Diluvio,

en

12, 19, José no es vensus hermanos sino encontrado casualmente por el aguador de unas personas que lo llevan a Egipto y, además, en las aleyas siguientes se hallan notables diferencias con el relato del Génesis en lo referente a la esposa de Putifar, al destino de los compañeros de prisión de José, al en

dido por

sueño del

faraón,

etc.;

40, 38,

en

atribuye

al faraón un episodio que recuerda a la construcción de la torre de Babel; en 28, 5 ss, diversos episodios de la vida de Moisés son relatados de manera muy distinta a la recogida en el libro del Éxodo, etc. Por lo que

se

en

refiere

a

se

los cristianos, las diferencias

en-

167

LOS TEXTOS

tre

CAMBIARON LA HISTORIA

QUE

los relatos

evangélicos

y el Corán tampoco resultaban

Así, en 19, 7, Zacarías da el nombre a Juan el Bautista en contradicción con lo establecido en Lucas 1, 59-61; en 19, 16 ss, al describir la Anunciación de María, se identifica al Espíritu de Dios con Gabriel, y, sobre todo, no resultaba nada claro que Mahoma otorgara a Jesús la consideración que le conceden los escritos del Nuevo Testaescasas.

mento.

Mahoma oraba en dirección a Jerusalén (como los judíos) y se abstenía de alimentos como el cerdo (al igual que los judíos). No era menos verdad que aceptaba a Jesús

Mesías, nacido de una virgen y hacedor de milagros (como los cristianos). Sin embargo, las diferencias resultaban abismales. Los judíos no podían aceptar una fe que pasaba por alto los relatos del Antiguo Testamento (o los narraba de manera bien distinta), que obviaba las regulaciones del Talmud y que además pretendía que tanto Jesús como

como

Mahoma

eran

parte, los cristianos

profetas superiores a Moisés. encontraban inaceptables las

Por

su

discre-

a

la vez, el relato bíblico y el coránico, pero, consideraban muy dudosa la cristología de Mahoma y, desde luego, no podían aceptar que Jesús, el Hijo de Dios, fuera inferior a él. El enfrentamiento era inevitable y de

pancias

entre

hecho continúa. Sin embargo, un acontecimiento producido en el año 622 d. de C. iba a dotarlo de unas peculiares características.

El proceso de revelación (II): las suras medinesas Como hemos indicado, durante los primeros años, la predicación de Mahoma no se caracterizó por el éxito sino más bien por un rechazo casi general. Para los creyentes en

otras

religiones monoteístas,

su

mensaje

era

inacepta-

señaladas. En cuanto a sus paisanos, en Esta cirsu mayoría no estaban dispuestos a aceptarlo. cunstancia pudo concluir en desastre para Mahoma. De hecho, ya a los pocos años de iniciada su predicación, alble por las

168

causas

EL

CORÁN

seguidores tuvieron que exiliarse a Abisinia para salvar su integridad física. Además, durante aquellos años Mahoma había seguido el principio neotestamentario de no acudir a la violencia. Si no hubiera pertenecido a los gunos de

sus

de las familias más relevantes de la Arabia preislámica, seguramente sus adversarios lo habrían asesinado. La situación había llegado a un extremo especialmente tenso cuando en el 622 huyó a Medina. El episodio iba a convertir este año en la fecha a partir de la cual se contaría el calendario islámico. Debe señalar-

coraixífes,

se

una

que tal acción está

mediato

cargada

de

justicia.

En

un

tiempo

in-

huida de La Meca y su establecimiento en Medina, Mahoma pasó de ser el profeta no violento de los años anteriores a convertirse en un hombre de estado, decidido a su

fraguar un nuevo orden espiritual, deja de ser significativo que, aunque suras

medinesas

cuentan con

una

político.

social y

a

son

No

muy escasas, las

extensión muy conside-

rable. A este respecto, la sura 2 resulta un ejemplo de cómo iba a ser la trayectoria del islam en los siguientes años. En primer

culada

lugar,

el islam

dejaba

de

ser una

religión

vin-

las demás, incluso por lazos meramente afectivos y, según ellas, imaginarios. Desde ahora, la oración diaria se pronunciaría no en dirección a Jerusalén sino a La Meca: a

Los necios dirán:

abandonar la dirección de la oración que tenían? Responde: A Allah pertenecen oriente y occidente; guía a quien desea hacia la buena senda (...) Sólo dispusimos la dirección de la oración hacia la que os orientabais para marcar la diferencia entre el que sigue al enviado de quien es un apóstata. Fue grande (la sorpresa) salvo para aquellos a los que guía Allah, ya que El no provocaría el que perdierais la fe. Ciertamente, Allah es compasivo

misericordioso

¿Qué les llevó

a

la gente. Contemplamos tu faz volviéndose hacia el cielo. Te guiaremos hacia una dirección para la oración con la que quedarás satisfecho. Vuelve tu faz en dirección a la Mezquita sagrada. Os encontréis donde os encontréis, volved vuestros rostros en esa dirección (...)

y

con

(2, 136-9) 169

LOS TEXTOS

CAMBIARON LA HISTORIA

QUE

Además, debía quedar bien establecido que díos

como

los cristianos

tanto

los ju-

vistos ya con buenos ojos, resistencia a la conversión. Los pasa-

precisamente por su jes al respecto en esta

no eran

sura son numerosos:

¡Hijos de Israel! Recordad el beneficio que os concedí y sed fieles a mi pacto (...) Creed en lo que he revelado (a Mahoma) corroborando las revelaciones de que disponeéis... No disfracéis la verdad con la falsedad ni escondáis lo verdadero porque vosotros lo conocéis (2, 38-39). Y cuando se les dice: Creed en lo que Dios ha hecho des-

cender,

contestan:

Creemos

sotros, pero no creen que va tienen (2, 85).

en

en

lo que hizo descender para

lo posterior pese

a

que

n0-

corrobora lo

Además, la nueva fe recurriría al uso de la guerra para Los asegurar su supervivencia y su ulterior expansión. tiempos del pacifismo habían pasado definitivamente y ya nunca regresarían: Combatid tra vosotros

en

el camino de Dios

a

los que combaten

con-

(...)

Matadlos donde los encontréis, arrojadlos de donde os arrojaron (...) Si os combaten, matadlos: ésa es la recompensa de los que no creen (...) Matadlos hasta que no haya persecución y en su lugar se levante la religión de Dios (2, 186-189). la guerra santa podía incluso cualquier caso era inexcusable:

Esta colaboración

económica pero

en

en

ser

Al que entregue dinero espontáneamente para la guerra santa de Dios, Este se lo multiplicará muchas veces (...) 2,

246). Al mismo tiempo que deja establecida tanto la legitimidad de la guerra como la diferenciación con otras religiones, en esta sura

170

asistimos

a

todo

un

esfuerzo

legislativo

FL

CORÁN

——Ñ

sólo dirigido a una comunidad religiosa sino a toda una sociedad. Así, se establece qué animales serán impuros (2, 163 ss), que las minorías religiosas cristiana, judía y sabea han de ser respetadas (2, 59) o que la ley que debe aplicarse para dirimir daños es la del talión: que ya

no va

ordena la ley del talión para el homicidio: libre por libre, esclavo por esclavo, mujer por mujer. Si su hermano perdona, se dará por concluida la disputa y A los creyentes,

tendrá

lugar

una

se os

importante indemnización.

señal de misericordia y clemencia procedente de nuestro Señor, el que la quebrante a partir de ahora, stfrirá un doloroso castigo. Vuestra vida depende de la ley del talión, ¡oh poseedores de inteligencia! (2, 173-175). Esto

es una

En buena

medida, la sura 2 contiene los trazos fundamentales a partir de los cuales se desarrollará el derecho islámico —calendario (2, 185); condena del cohecho (2, 184); prohibición del vino y del juego (2, 216); matrimonio (2, 220 ss); divorcio (2, 226 ss); matrimonio de las viudas (2,234); testimonios y contratos (2, 282 ss)—, así como los cinco pilares de la práctica religiosa: confesión de Allah único Dios y de Mahoma como su profeta; peregrinación (2, 153 y 2, 192 ss); ayuno (2, 179 ss); limosna (2,

como

211,2, 217-8, 2, 263 ss); oración (2, 239 ss). Al mismo

tiempo,

en

la

sura

2

quedaba planteada

una

respuesta a una de las objeciones mayores de los adversarios de Mahoma. Ésta consistía en los cambios contenidos en su revelación, cambios que desde su traslado a Medina iban a ser en apariencia más acusados. Este problema intenta

ser

No

zanjado

derogamos

con una

respuesta terminante:

aleya o hacemos que se olvide sin enigual. ¿Acaso desconoces que Allah es po-

una

tregar una mejor o deroso sobre todo? (2, 100).

Con todo, tanto para judíos como para cristianos, la objeción ha mantenido su peso y solidez con el paso de los si171

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

ha insistido en que Mahoma fue cambiando su orientación a tenor de sus propias conveniencias y sin importarle las posibles contradicciones. Así, por ejemplo, sc señaló que si bien la normativa islámica fija en cuatro el número máximo de mujeres que puede tener un hombre, Mahoma llegó a la docena y para justificarlo recurrió a una revelación contenida en una sura medinesa:

glos

y

se

¡Profeta! Declaramos

lícitas

esposas: aquellas a las que diste tus dotes, a la que posee tu diestra porque Allah te las ha dado, a las hijas de tu tío paterno, a las hijas

de de

tus tías

pateras,

a

que te

las

son

hijas de

tus

tu tío materno y a

las

hijas

la mujer creyente si se entrega al Profeta y el Profeta desea tomarla en matrimonio. Este privilegio es para ti y no para los creyentes (...) Aparta de ellas a las que quieras; atrae hacia ti a las que quieras y a la que quieras de aquellas a las apartaste. No tus

tías maternas, y

a

que

transgresión. Eso es completamente adecuado para alivies st mirada, para que no se pongan tristes y para se satisfagan con lo que les das (33, 49 y 51).

cometes

que que

Este cúmulo de circunstancias

constituyen,

sin duda,

de los caballos de batalla entre los fieles de las tres religiones que, si en el caso del islam apelan a la conversión, en el del cristianismo y el judaísmo insisten en las supuestas contradicciones del Corán no sólo con la Biblia sino también con su propio contenido interno. uno

El proceso de

fijación

Mahoma siguió entregando revelaciones (que confirmaron la línea establecida a partir de la sura 2) hasta su muerte. Sin embargo, cuando ésta se produjo, a diferencia de lo sucedido con las cartas de Pablo de Tarso, no existía un texto en el que se hubiera recogido el contenido de las mismas. Hasta ese momento, tal situación no había sido considerada un problema en parte porque el propio Mahoma podía autentificar las versiones de su revelación y, en 172

EL

CORÁN

———

parte, porque algunos de sus seguidores, como Ubayy ibn Kab, Muadh ibn Jabal, Zaid ibn Thabit, Abu Zaid y Abu adDarda, habían ido aprendiendo de memoria la misma. El fallecimiento del profeta y la muerte (a menudo en combate) de buen número de las personas que habían aprendido la revelación de memoria obligaron a poner por escrito el texto del Corán. Tras la batalla de Yamama, Omar insistió ante el califa Abu Bakr en lo perentorio del problema v éste ordenó a Zaid ibn Thabit que preparara una edición escri-

del Corán. Zaib realizó una labor exhaustiva de recopilación de fuentes escritas y orales, en las que incluso se encontró con fragmentos que él no recordaba, como los conservados en la memoria de Abu Juzaimah. El resultado fue un texto privado para Abu Bakr que luego pasó a Omar y a su hija Hafsa. Durante los dos primeros califatos, esta fijación escrita ta

carácter

privado

y coexistió con otras. Sin embargo, ya durante el califato de Otmán comenzaron a surgir serias tuvo

discrepancias en cuanto al contenido exacto del texto sagrado. En Irak prevalecía la preferencia por el texto de Abdullah ibn Masud, mientras que en Siria el más apreciado era el de Ubayy ibn Kab. Para zanjar controversias, Otmán ordenó que el texto realizado durante el califato de Abu Bakr se convirtiera en canónico y que destruyeran los demás textos y volúmenes coránicos. Ha sido objeto de discusión la cuestión de hasta

qué

punto semejante orden no destruyó algún material relacionado con Mahoma y el primitivo Corán. Las propias fuentes islámicas indican que la sura 33, 23 fue omitida de la recensión realizada por Otmán y que lo mismo sucedió

las dos últimas aleyas de la sura 9. De la misma manera, los hadiz parecen indicar la existencia de determinadas enseñanzas de Mahoma inicialmente contenidas en el Corán pero que no aparecen en el texto del que disponemos. De hecho, y por citar un ejemplo, sólo en la denominada sura de la vaca había no menos de un centenar de variantes entre el nuevo texto canónico y el de Ibn Masud. Partiendo de esos datos, no debería de extrañar que las reacciones de los poseedores de otros textos fueran muy ásperas. con

173

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA —

La canonización

completa del

texto

del Corán

se

produ-

definitiva cuando, con el emir omeya de Irak, Hadiadi ibn Yusuf (694-714), se estableció una scriptio plena. Sin embargo, para entonces, la revelación entregada por Mahoma a los árabes llevaba décadas cambiando la Historia. No sólo había arrancado a un conjunto de pueblos de la idolatría sumergiéndolos en un monoteísmo que pretendía ser la culminación del judaísmo y del cristianismo, sino que además había servido de base para la creación de una nueva sociedad en la que la relación entre la religión y sus habitantes era superior a la de cualquier otra religión de aquella época y para la expansión de un imperio que ya tiempo atrás había superado las fronteras de la península arábiga. Era sólo el comienzo.

jo de

manera

Bibliografía La

bibliografía

sobre el Corán

no es

muy extensa

en

caste-

traducciones notables del original (las de Asíns, Juan Vernet y Julio Cortés). Permanece casi sin tratar el tema de la evolución teológica texto y de los avatares de su transmisión, limitados prácticamente a las introducciones de las versiones mencionallano pese

a

existir al

menos tres

del

das. La introducción más completa continúa siendo en castellano la de R. Bell, Introducción al Corán, Madrid, 1987. Acerca de la historia del texto, sigue siendo de especial interés la obra de T. Nóldeke y F. Schwally, des Qorans, 2 vols., Hildesheim, 1909 y 1919. Un estudio muy sencillo e interesante (quizá por ello polémico) acerca de la transmisión del texto es el de J. Gilchrist, Jam'alQuran: The Codification of the Qur'an Text. También son de interés las obras de J. Burton, The Collection of the Qur'an, Cambridge, 1977; A. Jeffery, Materials for the History of the Text of the Qur'an, Nueva York, 1975 e ídem, The Quran as Scripture, Nueva York, 1980. Son varias las biografías de Mahoma publicadas en castellano pero su valor es muy diverso. La de M. Lines, Muhammad, Madrid, 1989, es rica en materiales propios

Geschichte

174

EL

CORÁN

de fuentes árabes, pero no es en absoluto crítica y, sí bien puede complacer a los lectores musulmanes, para un occidental no pasa de ser una hagiografía notable. La de J. Vernet, Mahoma, Madrid, 1987, es muy sucinta pero amena, de fácil lectura y bien documentada a partir de las fuentes árabes. Puede afirmarse que es lo mejor actualmente debido a un autor español. La obra de T. Andrae, Mahoma, Madrid, 1980, no es muy detallada en aspectos propiamente biográficos, pero resulta muy iluminadora en lo que al contexto espiritual del islam se refiere. Por último, en cuanto a los términos coránicos y los rudimentos del islam pueden consultarse con aprovechamiento C. Vidal, Diccionario de las tres religiones monoteístas, Madrid, 1992 e ídem, Diccionario de historia de las

religiones, Barcelona,

1997.

175

EL SAJIJ AL-BUJARI

El

jadiz

Cualquiera que haya leído el Corán con atención puede llegar a la conclusión de posterior del islam sus

un

mínimo de

que la historia

asienta única y exclusivamente sobre enseñanzas. Sin embargo, no se puede evitar la sensase

ción de que éstas han recibido aparece esbozada

tenida dece a

tan

en

el

texto

explícitamente

en

una

tendencia añadida que

sagrado

pero

no

siempre

con-

él. Semejante sensación obe-

razones correctas.

Entre el Corán y su aplicación práctica, tanto cotidiana como a lo largo de la historia, existe un elemento de enorme

importancia denominado jadiz

o

narración. El

jadiz

no

el mismo valor canónico que el Corán pero, en la práctica, tiene un gran peso en la vida de los centenares de millones de musulmanes del mundo. En términos realistas, hay que señalar que su papel en el cambio de la historia no resulta muy inferior al del propio Corán. Pese a todo, los diferentes jadiz distan mucho de ser conocidos en el mundo no islámico. De hecho, muy pocas lenguas —y cuenta con

ellas

incluye

el castellano

peninsulares— cuentan con una traducción completa de alguna de las compilaciones más importantes de jadiz. El jadiz (literalmente, «relato») es una tradición de contenido religioso que se hace remontar al mismo Mahoma. Dado que su recopilación no comenzó hasta dos siglos desentre

no

se

u

otras

pués de la muerte del profeta, se insiste en su veracidad a partir de una cadena de autoridades (isnad) que aparecen del texto (matn) de cada jadiz. No todas las tradiciones pueden considerarse dotadas de la misma

consignadas

antes

177

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

veracidad y ello ha provocado que se las clasifique como coherentes (sajih), buenas (jasan) y débiles (daif). Para los sunnitas, existen dos obras escritas de suma relevancia al

respecto a las que denominan Sajijs. Se trata de las compilaciones realizadas por Bujari (m. 870) y por Muslim (m. 875). Aunque hay al menos otras cuatro no son consideradas de tanta relevancia. Por su parte, los shifes cuentan

propias compilaciones, realizadas primero por Kulini (m. 939) (prácticamente a tres siglos de la muerte de Mahoma) y después por Qummí (m. 991) y Tusi (m. 1067). con sus

capítulo

la colección más antigua, más importante y más dotada de autoridad, la de Abu Abd-Allah Muhammad al-Bujari, conocida como el En este

nos vamos a

centrar en

Sajij Al-Bujari.

Al-Bujari nació en el año 811, poco menos de dos siglos después del fallecimiento de Mahoma. Cuando tenía unos diez años, comenzó a estudiar los jadiz, una tarea que acabó obsesionándolo. Deseoso de fijar por escrito todo este conjunto de tradiciones, se dedicó a viajar hasta recoger unas trescientas mil, de las que llegó a memorizar las dos terceras partes. Hacia el final de su vida, había compilado 7275 jadiz, de los que no tenía ninguna duda en el sentido de que se tratara de materiales relacionados con enseñanzas o acciones de Mahoma. La extensión de su obra compilatoria, el Sajij Al-Bujari, no es pequeña. De hecho, la edición utilizada para redactar el presente capítulo cuenta con 4705 páginas distribuidas en nueve volúmenes. Con todo, debe insistirse en el hecho de que la pretensión de entender el islam sin haber entrado en el rico mundo del jadiz constituye una actitud completamente carente de realismo. Dado que el material de

las páginas siguientes examinaremos de manera sistemática aquellos aspectos que más han influido en el curso de la

los

jadiz

historia.

178

abunda

en

repeticiones

y reiteraciones,

en

EL

SAJIJ AL-BUJARI

Mahoma, el profeta

cualquiera que se limite a lecr el Corán resulta obvio el papel que en el mismo se atribuye a Mahoma es im-

Para que

portante pero,

repetidas que

se

en

apariencia,

no

excesivo. Las referencias

monitor harían pensar incluso trata de nada más que un transmisor sin prácticaa

que

es un mero

relevancia. Por supuesto, la historia islámica desmiente esa interpretación. La clave para entender esa diferencia se halla, en buena medida, en los jadiz. Éstos, de hecho, parten de la base de que cualquier acto del profeta tiene un carácter no sólo ejemplar sino normativo aunque no se encuentre recogida, como sucede a menudo, en el Corán. Esta altísima consideración, de hecho, comenzó en vida de Mahoma y fue potenciada de forma directa por él mente otra

mismo:

Narró Jabir bin Abdullah: el

concedidas cinco

cosas

que

más antes que a mí. 1. Allah me convirtió

han sido le han concedido a nadie

profeta dijo:

no se

puede obtener la victoria por el terror a una distancia de un viaje de un mes. 2. La tierra ha sido convertida para mí en un lugar de en

alguien

me

que

oración y donde realizar Tayammun, de manera que cualquiera de mis seguidores pueda orar siempre que sea el tiempo de la oración. 3. Se me ha dado

como

botín lícito lo que

no

fue lícito

para nadie más antes de mí.

ha concedido el derecho de interceder. 5. Todo profeta ha sido enviado a su nación solamente pero yo he sido enviado a toda la Humanidad (1: 199-200, 4. Se

me

7.1.331).

pudieron

llevar a Mahoma a afirmar que el amor por él estaba delante de la fe o del amor a la familia o a sostener que su lugar el Día de la Resurrección sería el más importante: Estas

importantísimas

características

179

LOS TEXTOS

CAMBIARON LA HISTORIA

QUE

profeta dijo: Ninguno de vosotros tendrá ame más que su fe, a sus hijos y a toda la

Narró Anas. El

fe hasta

que

me

Humanidad (1: 20; 2.8.14).

compañía del profeta pierna guisada (de carnero) fue colo-

Narró Abu Huraira: Estábamos en un

banquete

y

una

en

cada delante de él ya que le gustaba comerla. Comió tn pedazo y dijo: Seré el jefe (el mejor) de toda la gente en el Día del Juicio

(4: 350; 55.3.556).

alta consideración concedida a Mahoma explica que, por ejemplo, se acepten como buenos los diagnósticos y remedios médicos propugnados por él y de

Asimismo,

los que los

esta

jadiz proporcionan

varios

ejemplos significati-

vos:

profeta dijo: La fiebre es causada por el las llamas del Infierno y procede de su calor; así

Narró Aisha: el aumento

de

que alíviala

con

agua

(4: 314; 54.9.485).

Narró Um Mihsan: escuché que el profeta dijo: Trátalo con incienso indio porque tiene remedio para siete enferme-

absorbido por la nariz cuando se tienen problemas de garganta y puesto en un lado de la boca cuando se sufre de pleuresía (7: 402; 71.100.596).

dades; debe

ser

Narró Aisha: el

profeta acostumbraba a

decir al paciente: país y la saliva de

el nombre de Allah. La tierra de nuestro uno de nosotros puede curar al paciente (7: 429; 71.38.641).

en

Abjar nos acompañaba. Cayó enfermo en el camino y cuando llegamos a Medina todavía seguía enfermo. Ibn Abi Atig vino a visitarle y nos dijo tratadlo con comino negro. Tomad cinco o siete semillas y triturarlas y poned la mezcla en las ventanas de la nariz porque Aisha me ha narrado que escuchó al profeta decir: Este comino negro cura todas las enfermedades excepto As-Sam. Aisha dijo: ¿Qué es As-Sam? El dijo: La muerte (7: Narró Jalid bin Sad: salimos y Galib bin

400; 71.7.591). 180

EL

Narró Abu Huraira: el enviado de Allah

SAJIJ AL-BUJARI

dijo:

Si

una mos-

el recipiente de cualquiera de vosotros, dejad que se hunda del todo en él y después quitadla porque en una de sus alas hay enfermedad y en la otra curación (7: 452-453; ca cae en

71.58.673). Narró Anas. El clima de Medina nas

personas, de

manera

que el

sentaba bien a algutles ordenó seguir a su

no

profeta

pastor (sus ovejas) y beber su leche y su orina. Así que siguieron al pastor y bebieron la leche y la orina (de las ovejas) hasta que sus cuerpos se curaron (7: 399; 71.6.590). Esta convicción

profunda

de que toda enseñanza y

acto

de Mahoma resultan normativamente obligatorios no queda circunscrita al terreno de lo espiritual sino que, como

hemos visto,

se

aplica

a

áreas tan delicadas

como

la medi-

cina. Por supuesto, se traduce también en el seguimiento de sus opiniones en tres áreas de especial importancia: las

relativas al derecho islámico (sharia),

conyugal,

y

a

a

la vida sexual y

la expansión del islam.

La «sharia»

En buena tanto al

medida, la aplicación de la ley islámica debe

jadiz

casi

al Corán. Este último no incluye, por ejemplo, multitud de normas que son habituales en las legislaciones islámicas y cuyo origen se retrotrae al propio Mahoma. Así, por ejemplo, el jadiz establece precedentes de graves castigos para los que descuiden sus deberes relicomo

glosos: Narró Abu Huraira: el enviado de Allah

vida,

dijo: por Aquel en

ordenar que recojan leña para el fuego y después ordenar a alguien que pronuncia Adhan para la oración y después ordenar a alguien que guíe a la gente en oración y entonces haré acto de presencia y quemaré las casas de los hombres que no se presentaron para la cuyas

manos

oración

está mi

voy

a

(9: 250-251; 89.53.330). 181

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —

el castigo de las ofensas religiosas prevarios ejemplos en distintos jadiz. Así, por ejemplo, la

Esta firmeza senta

en

embriaguez debía

ser

Narró As-Saib bin

castigada

con

la

flagelación:

Yazid: durante el último período del

califato

de Omar, acostumbraba a dar al ebrio cuarenta latigazos, y cuando los ebrios se hacían contumaces y desobedientes acostumbraba a propinarles ochenta azotes (8: 507;

81.5.770). La pena de flagelación (cien latigazos) debe usarse asimismo con la esclava que mantenga relaciones sexualesilí-

(8: 548; 82.22.822), pero si la culpable es una mujer libre, el castigo ha de ser la pena de muerte por lapidación. En el caso del hombre, la sanción es menor: citas

Narró Abu Huraira: el profeta

dijo:

tu

hijo

será

castigado

latigazos y a un año de destierro. Entonces se dirigió a alguien: Oh Unais, ve a la adúltera y apedréala hasta que muera. De manera que Unais fue y la lapidó hasta a un

la

centenar

muerte

de

(3: 535; 49.5.860).

La única ocasión teros es nes

similar

es

en

que el

cuando los

los adúl-

castigo impuesto

a

culpables

musulma-

no son

judíos (4: 532-33; 56.25.829). Junto con la flagelación y la lapidación, sino

cribió la amputación

Mahoma presde los miembros para los ladrones:

Narró Abu Huraira: el profeta

dijo: Allah maldice al hom-

bre que roba un huevo y hay que cortarle la mano, o roba una cuerda y hay que cortarle la mano (8: 509; 81.8.774).

Semejante castigo (en vigencia en algunos países islámicos en la actualidad) unía a la terrible mutilación el aislamiento social, ya que el propio Mahoma estableció que la mano izquierda fuera reservada para usos impuros (orinar, etc.) y que no fuera tocada por otros a causa de esa circunstancia. Tras su mutilación, el ladrón no cuenta con una

182

extremidad destinada

a

realizar

esos

menesteres más

EL

bajos y debe sufrir el ostracismo de aquellos plo, jamás le darán la mano.

SAJIJ AL-BUJARI

que, por

ejem-

De la misma manera, la pena de muerte se convirtió en una sanción especialmente común que incluso podía llegar

formas de ejecución terribles si castigaba acciones tidas en detrimento del profeta Mahoma:

a

Narró Anas: de a

Al-Harra,

partieron y cuando llegaron al paganismo después de haber abra-

manera

regresaron

zado el islam, y

come-

que

al pastor del

profeta y dispersaron los camellos. Cuando le llegaron estas noticias al profeta, envió a algunas personas en su persecución. El profeta dio mataron

órdenes en relación a ellos. Así que les metieron clavos en los ojos y les cortaron las manos y las piernas y los abandonaron en Harra hasta que murieron en ese estado (5:

354; 59.35.505). El abandono del islam es otra»>de las acciones que lleva aparejada la muerte por disposición expresa de Mahoma. Para el apóstata sólo queda la expectativa de ser muerto por

algún musulmán.

profeta al respecto

son

Los

ejemplos

de la enseñanza del

abundantes:

Narró Ikrima: la declaración del enviado de Allah: A cualquiera que cambie su religión islámica matadlo (9: 45;

84.2.57). Narró Abu Musa: un hombre abrazó el islam y después al regresó judaísmo. Muadh bin Jabal vino y vio al hombre con Abu Musa. Muadh preguntó: ¿qué es lo malo con éste? Abu Musa respondió: Abrazó el islam y después regresó al ju-

daísmo. Muadh dijo: no me sentaré hasta que lo mate. Ése el veredicto de Allah y de su enviado (9: 201; 89.12.271). Narró Alí: escuché al profeta diciendo:

aparecerá gente joven

con

pensamientos

es

los últimos días ideas necios. Ha-

en

e

blarán bien pero abandonarán el islam igual que una flecha abandona su arco. Su fe no superará sus gargantas. De manera que donde los encuentres, mátalos porque en el Día de 183

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

la Resurrección habrá

una

recompensa para los que los

ma-

(6: 519; 61.36.577).

ten

los jadiz concede un papel especial a la vida familiar y sexual. En contra de lo repetido con cierta frecuencia, el profeta maldijo la homoLa normativa civil relacionada

sexualidad y

a

los que la

con

practicaban:

Narró Ibn Abbas: el enviado de Allah

aquellas

a

aquellos

el comportamiento sexual de mujeres y mujeres que asumen el comportamiento sexual de

hombres que a

maldijo

asumen

hombres (7: 513; 72.61.773). De

hecho, si la homosexualidad femenina

es

casi in-

el mundo islámico y la masculina es objeto de severas burlas y sanciones se debe precisamente a la indubitable actitud del profeta Mahoma en relación con este fenómeno. Fenómenos como, por ejemplo, las organizaexistente

en

ciones de gays y lesbianas, en caso de llegar a constituirse, serían objeto de una represión presumible en cualquier

país islámico.

La vida sexual y

conyugal

comprobar en el apartado anterior, no pocas de las normas penales emanadas del propio Mahoma están destinadas a sancionar comportamientos sexuales considerados ilícitos, como puede ser el adulterio, la fornicación y la homosexualidad. Igualmente pudimos ver Como tuvimos ocasión de

que el tratamiento recibido por las

mujeres

el derecho isa los varones.

en

benévolo que el asignado Las razones para esa clara separación arrancan, según Mahoma, de la propia biología que les impide ocasionalmente la realización de ciertos actos piadosos: lámico

es menos

¿acaso no es cierto que ni ayuna mientras tiene la menstruación?

Narró Abu Said: el una

mujer no

Y ése 184

es

el

ora

defecto

profeta dijo:

en su

religión (3: 98; 31.41.172).

El.

SAJIJ AL-BUJARI

Además, según el jadiz, la diferencia entre hombre y mujer arranca de motivaciones físicas y se traduce no sólo en que las mujeres son más deficientes en religión sino también en inteligencia. Precisamente por ello, Mahoma

llegó tes

afirmar también que la mayor parte de los habitandel infierno son mujeres: a

el enviado de Allah salió a Musalla, a la oración de Al-Fitr. Entonces pasó al lado de las mujeres y dijo: ¡Oh mujeres! Dad limosnas porque he visto que la mayoría de los moradores del fuego del infierno erais vosotras. Ellas le preguntaron: ¿Por qué es así, oh enviado de Allah? El contestó: Maldecís con frecuencia y sois ingratas con vuestros maridos. No he visto a nadie más deficiente en inteligencia y en religión que a vosotras. Un hombre prudente y sensible podría ser extraviado por algunas de vosotras. Las mujeres preguntaron: ¡oh enviado de Allah! ¿Qué es deficiente en nuestra inteligencia y religión? Él dijo: ¿No es el testimonio de dos mujeres equivalente al testimonio de un hombre? Le contestaron afirmativamente. El dijo: Esa es la deficiencia de vuestra inteligencia. ¿Acaso no es verdad que una mujer ni puede orar ni ayunar durante sus reglas? Las mujeres contestaron afirmativamente. El dijo: Ésa es la deNarró Abu Al-Judri:

ficiencia

en

vuestra

una vez

religión (1: 181-182; 6.8.301).

Partiendo de esa base no resulta extraño que la mujer sea en el derecho y la sociedad islámicos un ser perpetuamente tutelado. Así, su matrimonio es arreglado por sus padres y su silencio acerca del futuro marido debe ser in-

terpretado

como

consentimiento:

Narró Abu Huraira: el

profeta dijo:

una matrona no

de-

bería ser dada en matrimonio sin consultarla y una virgen no debería ser dada en matrimonio salvo después de conceder su permiso. La gente preguntó: ¡oh enviado de Allah! ¿Cómo podemos saber si concede su permiso? El dijo: Su silencio (indica que ha concedido su permiso) (7: 51-52;

62.42.67).

185

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

la luz de que buena parte de los matrimonios musulmanes se realizan con mujeres de muy corta edad. Este uso, de origen muy antiguo, viene además legitimado por el hecho de que el propio Mahoma consumó el matrimonio con una de sus esposas cuando ésta contaba sólo nueve años de edad: Esta circunstancia debe examinarse

a

Narró Aisha que el profeta se casó con ella cuando tenía seis años de edad y consumó el matrimonio cuando tenía nueve

años y

después siguió

ella

con

nueve

años

(7: 50;

62.39.64). A esta circunstancia

se

añade la de que la mujer

puede

reducida al papel de una cónyuge más ya que el Corán autoriza al varón tener hasta cuatro esposas a la vez sin que tal conducta pueda contar con paralelos en la mujer. verse

indicamos en un capítulo anterior, fue la del profeta Mahoma, que afirmó que en revelación se le había mostrado que ese límite del número de cónyuges no tenía aplicación para él. Los jadiz muestran también que la poligamia es una institución susceptible de crear problemas domésticos y que éstos no estuvieron ausentes ni siquiera en el hogar de Mahoma, que se vio obligado a establecer turnos para atender a sus esposas y a enfrentarse con los celos existentes entre ellas: La única

excepción

Narró Urwa:

a

esta norma,

(Mahoma) dijo

a

como

Salama): no me mola inspiración divina no

(Um

lestes en relación con Aisha porque me sobreviene en ningún lecho salvo en el del Aisha. Por eso Um Salama dijo: me arrepiento ante Allah por haberte molestado. Entonces el grupo de Um Salama llamó a Fátima, la hija del enviado de Allah y la envió al enviado de Allah para que le dijera: tus esposas te ruegan que las trates a ellas y a la hija de Abu Bakr (Aisha) con igualdad. Entonces Fátima le entregó el mensaje. El profeta dijo: ¡oh, hija mía! ¿No amas a quien yo amo? Contestó afirmativamente y regresó y les dijo la situación. Le pidieron que fuera a él de nuevo ella se negó. Entonces enviaron a Zainab bint Janah que acudió a él

y

186

EL

y

SAJIJ AL-BUJARI

utilizó duras palabras diciendo: Tus

esposas te ruegan que de Abu Bakr de la misma manera.

ellas y a la hija Entonces alzó la voz y golpeó a Aisha en la cara de manera que el enviado de Allah miró a Aisha para ver si ésta respondía. Aisha comenzó a contestar a Zainab hasta que la calló. El profeta miró entonces a Aisha y dijo: realmente es la hija de Abu Bakr (3: 455-456; 47.8.755). las trates

a

Aisha dijo: yo acostumbraba a decirle (a Mahoma): si putdiera negarte el permiso (para ir con las otras esposas) no te

permitiría

que otorgaras tus

favores a

otras personas

(6: 296;

60.23.312). Los

problemas causados

por la

poligamia

son

afronta-

dos mediante dos recursos, el divorcio y el castigo físico a la mujer. El divorcio queda siempre en manos del varón y nunca en las de la mujer. En ocasiones, el divorcio puede tener causa reglada, como cuando el varón se divorcia

simplemente

porque

se

convirtió al islam y

no

lo hizo

su

esposa:

Al-Hasan y Qatada dijeron respecto

pareja persa que abrazó el islam: su matrimonio sigue siendo válido, pero si uno de ellos se convierte en musulmán y el otro se niega a convertirse en musulmán, la esposa debe ser considerada divorciada, y el esposo no tiene derecho a mantenerla como esposa (7: 158; 63.20.210). Con todo, este

ejemplo

casi resulta

a una

excepcional, ya que legislaciones, como

habituales de divorcio en otras el adulterio, fueron consideradas por Mahoma merecedo-

causas

de la muerte, No resulta por ello extraño que, en realidad, le sea lícito al esposo divorciarse por el mero desagrado que le produce su cónyuge y sin un motivo reglado ras

como en otras

posibilidad de riores

la

a

normativas. En renunciar

los del varón,

a

a sus

la mujer tiene la derechos, ya de por sí infeese

caso,

fin de que éste

se

compadezca y no

repudie:

187

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Narró Aisha:

hombre le puede desagradar su esposa y pretender divorciarse de ella, de manera que ella le dice: renuncio a mis derechos para que no te divorcies de mí (3: 378; a un

43.12.630). refiere al castigo corporal causado por el marido a la mujer, ya contaba con precedentes en el Corán, De hecho, la sura 4, 34 establece que el marido puede golpear a su esposa si ésta no se comporta como le complace o es desobediente. El jadiz confirma este extremo, si bien establece que el día en que la golpee (como a un esclavo) no debe mantener relaciones sexuales con ella: Por lo que

se

Narró Abdullah bin Zama: el profeta

dijo: Ninguno de vo-

debería azotar a su esposa como se azota a un esclavo y después tener relaciones sexuales con ella en la parte final del día (7: 100-101; 62.94.132). sotros

dos consecuencias de no escasa relevancia que arrancan de la propia visión de Mahoma. La primera es la exclusión de la mujer de cualquier tarea que pueda implicar gobierno sobre el varón (a excepción de los niños pequeños en el hogar) y la seEsta visión de la

mujer ha tenido

otras

gunda, las motivaciones para el matrimonio que no se encuentran primordialmente en el amor hacia una mujer concreta

ductas

sino

en

otras causas. La

distintos

se encuentra en

base para ambas

con-

jadiz:

escuchó las noticias de que el pueblo de Persia había convertido a la hija de Cosroes en reina, dijo: nunca tendrá éxito una nación que conNarró Abu Bakra: cuando el

vierte

mujer en

a una

su

gobernante (9: 171; 88.18.2199).

Narró Abu Huraira: el

nio

con una

familiar,

su

Delitos

mujer por

belleza y

públicos,

familiar... todo 188

su

profeta

profeta dijo:

se

contrae

matrimo-

riqueza, su religión (7: 18; 62.16.27).

cuatro cosas: su

privadas, vida conyugal y lugar en las enseñanzas y los

conductas

encuentra su

estatus

EL

del

SAJIJ AL-BUJARI

profeta

Mahoma. Semejante omnicomprensión incluye, por supuesto, la expansión del islam hasta su triunfo final en todo el mundo.

actos

La guerra santa

La

jihad

o

importancia esencial en Mahoma. Aunque con posteriori-

guerra santa tiene

el islam predicado por dad ha existido en algunos

una

sectores

islámicos

una

tenden-

considerar esa guerra en términos espirituales y a relegar la guerra en sentido literal a un significado menor, lo

cia

a

cierto

que esa interpretación no hace señanzas ni a los actos del profeta. es

Para

Mahoma, la

guerra

en

justicia

ni

el nombre de Allah

a

las

en-

era una

de las acciones más elevadas a las que podía entregarse un musulmán. No fue extraño que creyentes de peso pronto la convirtieran en la principal: Narró Abdullah:

querida

pregunté al profeta: ¿Qué

acción

es

la

Allah? Contesto: ofrecer oraciones en sus horas establecidas. Pregumnté: ¿cuál es la siguiente? Contesto: Ser bueno y obediente a los padres. Pregunté de nuevo: ¿Cuál es la siguiente? Contestó: participar en la jihad en la causa de Allah (1: 300; 10.5.505). más

a

Narró Hisham: mi padre me informó de que Aisha dijo: Sad dijo: oh Allah, tú sabes que no hay nada más querido para mí que luchar

en

enviado y le han

tu causa contra

expulsado de

aquellos

La Meca

que

no creen en tu

(5: 309; 59.29.448).

La razón fundamental para esta actitud

radicaba sólo en el hecho de que la jihad pudiera traer fama o botín (aunque éstos no quedaran descartados), sino más bien en que constituía el medio decidido por Allah para someter el no

mundo al islam: hombre vino al profeta y pregunto: hombre lucha para conseguir el botín de guerra, otro lu-

Narró Abu Musa: un

un

189

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

cha por conseguir fama y un tercero lucha por exhibirse, ¿cuál de ellos lucha en la causa de Allah? El profeta dijo: el que lucha para que la palabra de Allah sea superior, lucha en la causa de Allah (4: 50; 52.15.65).

dijo: se me ha ordenado combatir a la gente hasta que digan: nadie tiene derecho a ser adorado salvo Allah, y cualquiera que lo diga salvará su vida y su propiedad... (2: 274; 24.1.483). Narró Abu Huraira: el enviado de Allah

De

lam

hecho, detrás de las

no se

enemigas,

hallaba

un

guerras llevadas

esfuerzo defensivo

como a veces se

señala, sino

a

contra

Haiya: Omar envió

a

naciones

más bien

luntad directa de imponer el islam a todos los acuerdo con la enseñanza de Mahoma: Narró Jubair bin

porel is-

cabo

una vo-

pueblos

de

los musulmanes

a

los grandes países para combatir a los paganos... (el pueblo asediado preguntó a los musulmanes quiénes eran) Al-Mughira contestó: Somos gente de los árabes, llevábamos una vida dura, miserable, desastrosa, por hambre chupábamos los lugares donde se guardaban y trituraban los dátiles, usábamos ropas hechas con cuero de camellos y pelo de cabras,

hallábamios en ese estado, el Señor de los cielos y de las tierras, elevado es Su recuerdo y Majestuosa su altura, nos envió de entre nosotros mismos a un profeta cuyo padre y cuya madre conocemos. Nuestro profeta, el mensajero de nuestro Señor, nos ha ordenado luchar contra vosotros hasta que adoréis a Allah sólo o paguéis tributo (4: 254-55; 53.21.386). y adorábamos árboles y

piedras.

Mientras

nos

jihad pretende, por lo tanto, según las enseñanzas del profeta recogidas en distintos ¡adiz, someter todo el mundo al islam, de tal manera que esta fe sea adopLa guerra santa

o

tada por los vencidos o, al menos, éstos se sometan a tributo. Ya hemos señalado antes cómo la apostasía del islam

debe

ser

castigada, según Mahoma,

con

la muerte. De la

misma manera, el islam primitivo enseñó que era legítima la práctica de la conversión bajo amenaza de muerte: 190

EL

SAJIJ AL-BUJARI

llegó predecir

Narró Qais: Cuando Jarir

al Yemen, había un hombre que acostumbraba a y a dar buenos augurios (...) Alguien le dijo: el mensajero del enviado de Allah está aquí y Si te coge, te cortará el cuello. Un día (...) Jarir se detuvo allí y le dijo: (...) da testimonio de que nadie tiene derecho a ser adorado excepto Allah o te cortaré el cuello. De manera que el hombre rompió las flechas y dio testimonio de que nadie tenía derecho a ser adorado salvo Allah (5: 452;

59.61.643). No resulta

sorprendente

partiendo de bases como éstas, Mahoma considerara legítimo el atentado individual el opuesto al islam

contra

e

que,

incluso ordenara

su

comisión:

Narró Al-Bara: el enviado de Allah envió a Abdullah bin Artik y a Abdullah bin Utba con un grupo de hombres para matar a Abu Rafi (...) (Abdullah dijo): vi la casa en completa oscuridad con las luces apagadas y no podía saber dónde estaba el hombre. Así que llamé: Contesto: ¡oh Abu

¿Quién es? Me acerqué hacia la

voz

y

Rafi! le golpeé. Gritó

a voces

golpe resultó ineficaz. Entonces me acerqué a él disimulando ayudarle, diciendo con un tono distinto de VOZ, te ¿qué pasa, Abu Rafi? Dijo: ¿No te sorprende? ¡ay, tu ma-

pero el

dre! Un hombre ha venido a mí me ha herido con una esy pada. Así que le apunté de nuevo y le herí, pero el golpe resultó ineficaz de nuevo entonces Abu y Rafi gritó a voces y su esposa como

se

si

levantó. Me acerqué

fuera alguien

nuevamente y

que deseaba

ayudarlo,

cambié la

voz

y encontré

a

Abu Rafi tendido sobre su espalda, de manera que le clavé la espada en el vientre y la empujé hasta que escuché el ruido de un hueso que se quebraba. Entonces salí, lleno de

confusión,

acerqué a la escalera para bajar pero me caí y se me dislocó la pierna. La vendé y acudí hasta mis compañeros cojeando. Les dije: id y decid al enviado de Allah las buenas noficias, pero yo no me marcharé hasta que oiga las noticias de su muerte (de Abu Rafi). Cuando amaneció, un emisay

me

rio de la muerte

se

asomó al

muro

y

dijo:

te

notifico la

muer-

de Abu Rafi. Me levanté y eché a andar sin sentir ningún dolor hasta que encontré a mis compañeros antes de que alte

191

LOS TEXTOS

canzaran

QUE

al

CAMBIARON LA HISTORIA

profeta

al que di las buenas noticias (5: 253-553;

59.15.372).

Al-Bujari ha recogido igualmente cómo podía sufrir la muerte aquel que manifestaba no su apostasía sino su cansancio frente

a

ciertas ceremonias de la fe islámica:

Narró Abdullah: el Meca y

se

profeta recitaba

la

sura

an-Najm

en

la

y aquellos que estaban anciano que tomó un pPit-

postró mientras la recitaba

él hicieron lo mismo salvo un ñado de piedrecillas o de tierra y lo levantó hasta su frente y dijo: Ya es bastante para mí. Más tarde, vi que lo habían matado como a un infiel (2: 100; 19.1.173). con

Entre los adversarios que debían

preferente en la guerra santa o los judíos, para los que auguró un exterminio generaliza-

nera

a

derrotados de majihad, Mahoma señaló ser

do

de los musulmanes:

a manos

quedará establecida la Hora hasta que combatáis con los judíos y la piedra detrás de la que se esconda un judío diga: ¡oh mustilNarró Abu Huraira: el enviado de Allah

mán!

hay

un

judío

que

se

dijo:

no

esconde detrás de mí, así que má-

talo (4: 110; 52.94.177). De

hecho, el mismo profeta dirigió campañas

que los que

se

negaban

a

convertirse

o a

pagar tributo

asesinados en masa si se trataba de hombres, dos en esclavos si eran mujeres o niños: Narró Aisha: Gabriel

dijo: Sal

a

en

ellos. El

o

las

eran

converti-

profeta dijo:

Gabriel señaló hacia los Bani Quraiza, de manera ellos. Entonces se rindieron al que el enviado de Allah fue juicio del profeta, pero él los dirigió a Sad para que diera su veredicto con respecto a ellos. Sad dijo: mi juicio es que se dé

¿dónde?

muerte tan en

a sus

guerreros, que

esclavos y

59.29.4468).

192

a

sus

sus

mujeres

propiedades

sean

y niños

se

convier-

distribuidas (5: 309;

EL

La

jihad

o

guerra santa de hecho tenía

un

SAJIJ AL-BUJARI

papel

tan im-

el islam que no resulta extraño que Mahoma anunciara a los participantes en la misma recompensas de tipo material y espiritual:

portante

en

Narró Abu Qatada: el enviado de Allah que

haya

matado

a un

infiel y

de ello, serán para el las

dijo: Cualguiera tenga una prueba o un testigo

armas

y

pertenencias del

muerto

(9:

213; 89.21.282). Narró Jalid bin Madan: el profeta dijo: se perdonarán los pecados del primer ejército de mis seguidores que invada la ciudad de César (Roma) (4: 109; 52.93.175). Narró Abu Huraira: el enviado de Allah dijo: a la persona que participe en la jihad por Su causa y nada le impulse a salir sino la jihad por Su causa, y la creencia en Sus palabras, Allah le garantiza que o le admitirá en el Paraíso le traerá de regreso al hogar del que salió con la el botín que

haya ganado (9: 413; 93.28.549). De

hecho, el

la superioridad

que combate

en

la

o recompensa o

jihad

tiene

garantizada

la recompensa en el Paraíso y en la sideración que Allah concede a los musulmanes: en

con-

Narró Abu Huraira: el profeta dijo: el paraíso tiene un centenar de gradas que Allah ha reservado para los Mujahidun (los que combaten la guerra santa) y la distancia entre

cada dos

gradas

es como

la distancia

entre

el cielo y la tierra

(4: 40; 52.4.48). Narró Anas Bin Malik: el

profeta dijo: nadie que

muere

y

el bien de Allah desea regresar a este mundo aunque se le dé todo el mundo y lo que hay en él, salvo el que ha muerto en la guerra santa que, al ver la superioridad de su muerte, desea regresar al mundo y ser muerto de nuevo (4: encuentra

42; 52.6.53).

193

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Conclusión que los jadiz relativos a Mahoma han cambiado la historia. De ellos se desprende una cos-

Poco

puede dudarse de

movisión que ya está presente en el Corán pero que se hace mucho más clara, explícita y detallada. Si el Corán podría

permitir diversas interpretaciones, los jadiz señalan cuál debe

ser

profeta

ésta: la del

tal y

como

fue transmitida por

personajes cercanos a él. En su conjunto, la cosmovisión reflejada en los jadiz resulta completa, vigorosa, machista y militante, y sus resultados directos han sido evidentes a lo largo de los siglos. Con la excepción de España, Portugal y el sur de Italia, el islam

solo de los territorios que comenZó a conquistar ya en vida de Mahoma e incluso ha continuado extendiendo su influencia hasta nuestro siglo. En esa conquista influyó de forma extraordinaria el carácter sagrado otorgado al expansionismo, la confianza de sus guerreros en las recompensas y también las terribles alterno

ha

perdido

uno

a

los derrotados. Éstas se resumían nativas que esperaban en conversión o tributo si se rendían voluntariamente, exterminio y esclavitud si habían osado resistirse. A estos factores ayudaron al mismo tiempo la dureza de que sancionaba la apostasía con la muerte, y el establecimiento de un sistema familiar que garantisu

sistema

penal,

sociedad guerrera y el suministro de futuros soldados por una fuerte natalidad enraizada en la poligamia, la nupcialidad temprana de las mujeres y el sometimiento de éstas a la voluntad del mazaba la

supervivencia de

una

rido.

milenio, el islam ha quedado prácticamente circunscrito al Tercer Mundo, ya que su presencia en el Primero o es meramente testimonial o se En los albores del tercer

las conversiones de occidentales como con inmigrantes que profesan esa fe. Sin embargo, su poder permanece casi intacto e incluso se presenta más desafiante que nunca en algunos terrenos. Frente a la mermada natalidad occidental, ostenta una pujanza conecta

194

sobre todo

no

tanto con

EL

SAJIJ AL-BUJARI

sustentada en las disposiciorelación con la familia, la sexualidad y la mujer. Frente al culto al consumo 0 a la igualdad social entre hombres y mujeres, puede levantar la

demográfica extraordinaria nes del profeta Mahoma en

bandera de la lucha por la religión hasta la victoria o la de la permanente sumisión femenina. Frente al escepticismo y las libertades occidentales, esgrime un culto a la revelación coránica cuyo abandono se paga con la muerte. Frente a los complicados entresijos de la acción diplomática internacional, puede recurrir no sólo al uso de la guerra como un instrumento religioso sino incluso a la realización de atentados individuales, como el que puso fin a la vida del presidente egipcio Sadat o a los que asolan desde hace años el territorio de Israel. De la expansión islámica de los primeros siglos a las Cruzadas (provocadas por las matanzas islámicas de peregrinos cristianos y fundamentadas en la idea musulmana de la guerra santa), de la sublevación del Mahdi a la creación del imperio turco, del integrismo islámico a la revolución iraní, del conflicto árabe-israelí a las guerras del Líbano, de la guerra Irán-Irak al terrorismo musulmán nos encontramos

con unas

raíces

fuertes, profundas

y extensas y enseñan-

hunden y toman su vida de los ejemplos zas del profeta Mahoma recogidos en los jadiz. No cabe duda de que una visión así (desarrollada en el Sajij Al-Bujari) ha cambiado la historia, pero además tiene fuerza suficiente para volverla a cambiar en el futuro. que

se

Bibliografía No existe en castellano ninguna edición completa de los jadiz. Por ello tiene especial interés la selección del imán Nawawi titulada El jardín de los justos, Madrid, 1996,

la que aparecen bastante de los compilados por Al-Bu'ari. La mejor edición de Al-Bujari sigue siendo Sahih alpukhari, Chicago, 1979, 9 vols. Una introducción interey sencilla a los jadiz en P. Parshall, Inside the en

sante

195

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Community, Grand Rapids, 1994. Para los diferentes términos islámicos véase: C. Vidal, Diccionario de las tres religiones monoteístas, Madrid, 1992 e ídem, Diccionario de historia de las religiones, Barcelona, 1997,

196

LA DONACIÓN DE CONSTANTINO

El contexto

jurídico

En

1871, se consumó el proceso conocido como unificación italiana. Convertida Roma en la capital de la nueva

monarquía unificada, se cerraba un largo período de disgregación nacional que se había iniciado en el 476 con la destrucción del Imperio romano a manos de Odoacro, el rey de los hérulos, y que había durado cerca de milenio y medio. Durante esos siglos, los italianos habían chocado en su deseo de recuperar la unidad perdida con algunos obstáculos de enorme envergadura. El primero había sido

propia tendencia a la fragmentación, derivada de primar los localismos por encima de la unidad patria. El segundo habían sido las intervenciones extranjeras que, del su

islam al Imperio

austro-húngaro pasando por alemanes, españoles y franceses, habían contemplado Italia como un lugar ideal para satisfacer sus apetencias imperialistas. El

tercero, nada inferior en su relevancia a los anteriores, había sido la existencia de un conjunto de territorios situados en el centro de la península italiana cuya autoridad máxi-

oponía frontalmente a la unificación. Éstos eran los denominados Estados Pontificios, que, situados bajo el gobierno papal, convertían al obispo de Roma en un monarma se

secular sujeto a servidumbres del poder como el mantenimiento de un ejército o la creación de una hacienda que pudiera hacer frente a sus gastos. En la articulación de esta entidad política, cuya influencia iba a sentir duca

dejarse

siglos, tuvo un papel fundamental un documento de carácter jurídico denominado Donatio Constantini, es decir, la Donación de Constantino. El escrito en cuestión prerante

197

LOS TEXTOS

CAMBIARON LA HISTORIA

la constancia formal de una donación de diverterritorios que el emperador romano Constantino ha-

tendía sos

QUE

ser

favor del obispo de Roma. El nacimiento de esta obra resulta en realidad incomprensible sin una referencia a su contexto jurídico. Este vino marcado por dos aspectos fundamentales. El primero fue la tendencia a coleccionar los documentos canónicos existentes. Ya en el siglo vi había surgido de un impulso similar la colección Dionisiaca y en el siglo vir la denominada Hispana. Ambas experimentaron en el curso de ese sibría realizado

en

elo algunas

alteraciones notables. En el año 744, la tendencia coleccionista recibió

un

impulso al enviar el papa Alejandro I a Carlomagno un ejemplar de la Colección Dionisiaca. Éste presentaba algunas peculiaridades, ya que el prefacio original había desaparecido y además al texto se le habían añadido las decretales de los obispos romanos desde Zósimo (417-418)a nuevo

colección se vio refundida con materiales procedentes de la Hispana, dando lugar a la denominada colección Dacheriana. La segunda circunstancia que influyó en el nacimiento de este escrito fue un fenómeno singular en la historia del Derecho, aunque no tan excepcional en la de las religiones. Nos referimos a la aparición de los llamados fraudes píos, tenían es decir, la falsificación de textos que, en este caso, la finalidad de servir a objetivos concretos de la sede papal

Gregorio

en

II

(715-731).

materia de

Hacia el año 800,

esa

gobierno, jurisdicción, disciplina

o

mera-

realizó de manera sistemática 832. en una oficina del reino franco entre los años 847 y La primera fase de esta tarea consistió en alterar el texhasta to de la Colección Hispana añadiéndole materiales alcanzar el contenido que conocemos por el manuscrito de Autun. Otro ejemplo de esta labor fue la creación de los Caal pitula Angilramni (unos textos legales que se atribuían en realidad, eran una amalgama de Adriano mente

política.

papa

Esta labor

se

aunque,

y

documentos canónicos, normas del código teodosiano leBenedicti Levitae, que yes visigóticas) o de los Capitularia pretendían legitimar la reforma eclesiástica con pretendidas 198

normas

emanadas de distintos

emperadores

romanos

LA

DONACIÓN

DE CONSTANTINO

y de los reyes

merovingios y carolingios. Para comprender el alcance de esta labor, baste decir que de los Capitiularia mencionados (mil trescientos diecinueve), alrededor de la cuarta parte cran falsos. De esta confluencia del afán

cación de documentos

recopilador

y de la tfalsifi-

fines concretos surgieron las denominadas Decretales Pseudoisidorianas. Éstas, debidas a los esfuerzos de Isidoro Mercator, estaban destinadas a convertirse en la colección más extensa e importante de la Edad Media. En ella se daban cita, junto a las decretales romanas desde Silvestre (314-335) a Gregorio II (715-731) (de las que unas eran falsas y otras auténticas pero con alteraciones), una serie de documentos conciliares y textos diversos, entre los que se hallaba la Donatio Constantini. Esta no constituía, por lo tanto, una excepción sino una parte de un considerable esfuerzo compilador, y falsificador, llevado a cabo por orden del Papa. con

El contexto histórico

Las

de

falsificador son fácilmente comprensibles cuando se examina el contexto histórico. El declive del poder bizantino en Italia había tenido como clara contrapartida un auge del reino de los lombardos. usaron una estrategia de asentamientos ducales y re510S que, poco a poco, les permitió apoderarse de diferentes territorios italianos y, lo que resultaba más importante, amenazar Roma, la ciudad gobernada por el Papa. Como contrapeso a la amenaza lombarda, el Papa no podía recurTir al emperador bizantino, a la conclusión de razones

este proceso

Estos

pero

que contaba

posibilidad

llegó

Pipino, el

rey de los francos. Para influir en la decisión de éste, resultaba más que conveniente que pudiera recurrir a algun precedente

legal

de

sus

con una

en

pretensiones y así lo hizo utilizando

como

ins-

trumento la Donación de Constantino. En el invierno del año 755, el papa Esteban se dirigió la corte de los francos con la pretensión de obtener la

da de Pipino. Convenientemente preparado por las

a

ayu-

aseve-

199

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

raciones de la Donación, el monarca lo recibió en calidad de «defraudado heredero de Constantino». En las nego-

la calurosa bienvenida franca, el papa Esteban no sólo solicitó de Pipino que le concediera ayuda militar, sino también que le hiciera entrega de un conjunto de territorios que, según la Donación, ya habían

ciaciones que

sido

siguieron

entregados

a

anteriormente por Constantino a los ante-

Pipino, cuyos orígenes dinásticos eran punto menos que dudosos, aceptó las pretensiones papales sin ningún género de discusión y además desencadenó la cesores

del Papa.

guerra contra los lombardos.

desarrolló favorablemente para los francos. Los lombardos se vieron derrotados por ellos y esa circunstancia los obligó a aceptar cuantiosas pérdidas territoriales. Por su parte, Pipino entregó a Esteban la llave de El conflicto

se

ciudades, entre las que se encontraban Rámavena, Ancona, Bolonia, Ferrara, lesi y Gubbio. De esta nera, el Papa entraba en posesión de una franja de terreno fuen la costa del Adriático a partir de la cual nacerían los una

veintena de

turos

Estados Pontificios.

Las falsificaciones históricas de la Donatio

Resulta indudable que el texto falsificado había cumplido el con su finalidad de manera más que satisfactoria para Papa. Sin embargo, hay que señalar que el fraude dejaba desear en cuanto a su y que el mucho

configuración

que

documento estaba y

cargado

de

errores

de carácter histórico

jurídico.

ha atribuido generalmente a Cristóforo, un funcionario papal. Este extresí pamo dista de ser seguro, pero en cualquier caso lo que establecerse con bastante certeza es el rece La redacción concreta de la Donatio

que

puede

se

hecho de que el autor de la obra utilizó como base la leyenda de san Silvestre, obispo de Roma en tiempos del emperador Constantino. Según la misma, Constantino había perseguido a los cristianos inicialmente. En esa época, contrajo la lepra y, aunque acudió a todo tipo de médicos 200

LA

hechiceros,

logró

DONACIÓN

DE CONSTANTINO

libre de la terrible dolencia. En esas circunstancias, la leyenda narraba que san Pedro y san Pablo se habían aparecido al emperador para comunicarle que sólo el papa Silvestre podría devolverle la salud. Constantino dio orden inmediatamente de que condujeran al obispo de Roma al palacio Laterano y éste le reveló que para ser curado de la lepra tendría que bautizarse. El emperador se sometió al consejo de Silvestre y, como consecuencia de ello, sanó. En muestra de agradecimiento por semejante gracia, Constantino ordenó que Cristo fuera adorado en todo el imperio e instituyó diezmos destinados a la construcción de iglesias. Asimismo, cedió el palacio Laterano a Silvestre y a sus sucesores a perpetuidad, y en persona extrajo del suelo y acarreó los primeros doce cestos de tierra de la colina Vaticana, destinados a dar inicio a las obras de construcción de la basílica de San Pedro. La leyenda del papa Silvestre recogía algunos elementos anclados en la realidad histórica, como la donación imperial del palacio Laterano, la ayuda para la construcción de basílicas el inicio de la tolerancia hacia el cristianismo. Sin embargo, el autor de la Donatio mezcló estos aspectos con una serie de invenciones nada afortunadas que expusieron el fraude a sospechas inmediatas. y

no

verse

o

Así, por citar algunos ejemplos, Constantino taba como conquistador de los hunos medio que éstos

se

siglo

aparecieran

en

Europa; el obispo de

presen-

antes

Roma

de

era

denominado papa casi dos siglos antes de que se le reservara ese título; los funcionarios imperiales recibían el calificativo de sátrapas del imperio o se narraba que el emperador había ofrecido la corona imperial a Silvestre, que la habría declinado. Por añadidura, se distorsionaban algunos hechos históricos para proporcionarles un contenido distinto. Por ejemplo, era cierto que Constantino había trasladado la capital del Imperio romano a Oriente pero no lo

el que hubiera dado tal paso movido por la consideración de que no era decoroso que un emperador compartiera la ciudad que era sede del sucesor de Pedro, tal y era

como

señalaba el

texto

de la Donación:

201

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA —]

Por lo cual y para que la corona pontifical pueda mantenerse con dignidad, Nos reminciamos a nuestros palacios, a

la Ciudad de Roma, y a todas las provincias, plazas y ciuda. des de Italia y de las regiones del Occidente y las entregamos al muy bendito pontífice y Papa universal, Silvestre. las incoherencias históricas patentes, el relato fue considerado veraz incluso por personas que gozaban de cierta ilustración. Con

todo,

y pese

Las falsificaciones

a

jurídicas

de la Donatio

tergiversaciones e invenciones históricas, la Donatio incluía otras de tipo jurídico que, en buena medida, constituían su razón de ser. La primera consistió en la supresión de un dato que sí era recogido en la leyenda de san

Junto alas

Silvestre y que consistía en reconocer que el emperador había mantenido en sus manos el aparato del gobierno civil. Mediante tal supresión, el contexto parecía indicar que jueces y obispos por igual habían estado sometidos a la au-

obispo de Roma. segundo lugar, se afirmaba

toridad del En

que Constantino había

hecho entrega a Silvestre de los atributos imperiales: la diadema, el manto púrpura, la túnica escarlata, el cetro imperial y los estandartes, banderas y ornamentos. Seméjante extremo resultaba tan absurdo y se hallaba tan desmentido por la tradición posterior que la Donatio hacía un el hecho de que el papa había rechazado tal ofrecimiento. Sin embargo, con ello dejaba sentado un error jurídico de dimensiones considerables, el de afirmar que si la corona imperial ceñía las sienes del em-

especial hincapié

en

la condescendencia papal. Finalmente (y esto contribuye a abonar la tesis de que el autor fue Cristóforo) aparecía una serie de privilegios eclesiales que iban desde la concesión de diezmos hasta la

perador,

se

debía sólo

a

equiparación de la curia Donatio, la curia podía:

202

con

el Senado. En

palabras

de la

LA

DONACIÓN

DE CONSTANTINO

(...) cabalgar en caballos blancos adornados con gualdrapas del blanco más puro, calzando zapatos blancos como los senadores. Sin estas falsificaciones

jurídicas, la Donatio no habría pasado de ser un relato hagiográfico más que en poco habría variado la leyenda de san Silvestre. Con ellas, se convirtiÓ en un instrumento de considerable valor político.

Triunfo y

oposición

Los pasos dados por Pipino gracias a la influencia de la Donatio no constituyeron el final de un camino, sino el inicio

de

fecunda senda que permitiría al papado ir forjando un poder desconocido por él hasta entonces. En el siglo siguiente, el rey franco Carlomagno fue coronado emperauna

dor por el Papa, lo que

sólo significó la consagración de su política territorial, sino también la eliminación de cualquier pretensión bizantina de reconstruir el Imperio romano en Occidente y el reconocimiento de que la coronación imperial sólo podía ser legítima si se veía sancionada por el no

papado. A lo

der

largo de los siglos siguientes, la pugna entre el popapal y el político llegaría en algunos casos a la guerra

abierta. Las raíces de esos conflictos sucesivos deben hallarse en la insistencia papal por mantener, y ampliar, los privilegios recogidos en la Donatio y la reticencia (en ocasiones, abierta resistencia) de reyes y emperadores a someterse

a esa

cosmovisión.

Partiendo de

esa

resulta extraño que el territoriales y políticos que

perspectiva

reconocimiento de los

poderes

no

la Donatio

adjudicaba al Papa acabara siendo cuestionado, situación aún más comprensible si tenemos en cuenta que el instrumento en que se apoyaban era claramente defecprimera crítica contundente que se opuso a la Donatio partió de Otón I en torno al año 1001. El emperador alemán, nada tentado por la idea de depender del papado, señaló que el documento era un fruto de la imaginatuoso. La

203

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

ción lleno de falsedades. Con

todo, los ataques imperiales

contaban con la suficiente solidez académica y además podían ser acusados de proceder de una parte que se hallaba en conflicto con el papado por el control político de ltalia. Estas dos circunstancias los invalidaron salvo para aquellos que en el desgarro político de la Edad Media optaron por el emperador en contra del Papa. La situación cambió en el siglo xv. En 1440, Lorenzo Valla llevó a cabo la primera refutación sólida de la Donatio. Valla no era imparcial en su análisis, pero no por ello no

de poner de manifiesto con contundencia el carácter fraudulento de la obra. A partir de ese momento, los ataques se multiplicaron. Todavía en el mismo siglo, Nicolás de Cusa y Juan de Torquemada volvieron a insistir en las

dejó

características de esta circunstancia

pro de las tesis

teológica

superchería derivaron

conciliaristas,

que tenía la Donatio y de

un

es

poderoso argumento en decir, de aquella postura

que afirmaba que el concilio

se

hallaba por enci-

del Papa. Este ataque continuado procedente de partidarios del emperador, de humanistas y de conciliaristas fue abriendo el camino para las ulteriores ofensivas derivadas de la Reforma protestante del siglo xvI. Para el protestantismo, resultaba obvio que el papado no era sino una creación bajoimperial que había ido desarrollándose malsanamente ma

durante la Edad Media y que en aquellos momentos se oponía de forma tajante a cualquier esfuerzo encaminado a devolver a la iglesia el Evangelio puro y sencillo del Nuevo

Testamento. La elaboración de la Donatio Constantini

no era

obvia-

lo único censurable que los protestantes encontraban en la trayectoria histórica del papado, pero sí constituía uno de sus paradigmas, en la medida en que ponía de manifiesto hasta dónde había estado dispuesto a llegar el mente

poder político y territorial. publicó en Ginebra su Pseudo-1sidorus et Turrianus vapulantes, una obra que, fundamentalmente, constituía un libro de literatura antipapal aunque, a la vez, estaba impregnada de una nada despreciable Papa

para aumentar su En 1628, D. Blondel

204

LA

DONACIÓN

DE CONSTANTINO

erudición. Con todo, Blondel se detuvo más en la controversia que en el análisis crítico, lo que le impidió profundizar cabalmente en la falsedad de las Pseudo-Isidorianas. De hecho, ya en el siglo xvir los hermanos Ballerini demostraron la falsedad de algunos de los documentos que Blondel había dado por auténticos. Con los estudios de Reginald Pecock y Baronio, quedó aún más de manifiesto el carácter fraudulento de la Donatio, aunque a esas alturas la crítica difícilmente podía ser invalidada con el argumento papal de que derivaba sólo de los enemigos de la Iglesia. En 1789, el propio papa Pío VI reconoció la falsedad del documento, con lo que la cuestión (siquiera en términos académicos) quedaba definitivamente

zanjada.

Cuestión muy distinta eran la de las consecuencias políticas y territoriales. El papado siguió manteniendo la le-

gitimidad de los Estados Pontificios ral durante las siguientes décadas

y de e

poder tempoincluso logró que su

ambos fueran legitimados por la Santa Alianza, que trazó el nuevo orden europeo tras la derrota de Napoleón en 1815. Sin embargo, esta seguridad iba a durar apenas unas décadas. Cuando dio comienzo el proceso de unificación italiana en 1852, resultó obvio que uno de sus escollos

principales ya

la visión

política

desprestigiada Donatio.

Pontificios te

era

a

la

Si la

del

papado recogida en la liquidación de los Estados

produjo antes se debió fundamentalmenpresión de Napoleón III, el emperador francés. En no se

1858, cuando éste

se

entrevistó

con

Cavour

en

Plombiteres,

prometió la ayuda militar francesa contra Austria, pero a condición de que la confederación italiana tuviera como presidente al papa. La actitud interesada del emperador, que no dudó en firmar la paz con Austria temeroso de un conflicto con Prusia, llevó a Cavour a desconfiar profundamente del antiguo aliado pero no a renunciar a su tarea. En 1861, el año de la muerte de Cavour, cuando aún quedaban por integrar a la patria reunificada Venecia y los Estados Pontificios, el parlamento italiano declaró capital del reino a la ciudad de Roma. El conflicto con el papado era obvio y la respuesta del pontífice fue recurrir por un lado a 205

LOS TEXTOS

CAMBIARON LA HISTORIA

QUE

militar francesa y, por otro, a su poder espiritual. En 1864, Pío IX promulgó el Svllabus errorum, en el que condenaba el sindicalismo, el liberalismo y la democracia, la

ayuda

y reatirmaba la

antigua

tesis de la Donatio de que los po-

deres

políticos debían someterse a las directrices papales. Tres años después, con ocasión de la marcha de Garibaldi sobre Roma, el Papa condenó en el documento Nor: expedit la participación de los católicos en la política italiana y en 1869 dio

un

paso más que tendría

En el Concilio Vaticano I, bilidad papal. En la Edad

enormes

consecuencias.

aprobó el dogma de la infaliMedia, cualquiera de esas medise

das habría tenido efectos fulminantes sobre sus adversarios. A finales del siglo xix, sin embargo, demostraron ser

fatales para el papado. En 1870, las tropas francesas que aseguraban el poder territorial del papa tuvieron que abandonar Roma como consecuencia del estallido de la guerra franco-prusiana. En septiembre de ese mismo año, las tropas italianas del general Cadorna ocuparon el Estado Pontificio. Con todo, el nuevo Estado italiano no deseaba mantener un conflicto con la cabeza espiritual de una religión que profesaba la inmensa mayoría de los ciudadanos y ofreció al Papa las denominadas Leyes de Garantía, en virtud de las cuales se reconocía su independencia espiritual. La respuesta del pontifice fue rechazar el ofrecimiento y considerarse prisionero en el Vaticano. El hecho de que Roma fuera declarada capital del reino tras un plebiscito sólo contribuyó a dejar en entredicho la prudencia de la decisión papal. Sin embargo, el espíritu de la Donatio no había muerto. Los siguientes papas seguirían esgrimiéndolo y hasta 1929, durante la dictadura fascista de Mussolini, la Santa Sede no llegó a un acuerdo con el Estado italiano en virtud del cual el Estado Vaticano se convertía formalmente en el último residuo de la entidad política creada al calor de la Donatio. Para entonces, sin

embargo, habían pasado, presumi-

blemente de manera definitiva, las épocas en que el papado había sido un poder territorial importante y los resultados de la falsificación pronto se iban a revelar menos 206

LA

DONACIÓN

DE CONSTANTINO

dulces de lo que fueron en los primeros siglos. Espiritualmente, la obra había contribuido a dotar de armas temibles a los sectores europeos opuestos al papado, desde los humanistas a los liberales pasando por los protestantes. Cuando en 1869, el Concilio Vaticano I declaró infalible al Papa, lo único que se logró fue ahondar ese abismo y, quiZá, convertirlo en irreversible. Políticamente, también el prestigio del papado salió perjudicado del episodio. Si durante siglos pudo utilizar documentos como la Donatio para afirmar un poder temporal sobre reyes y emperadores, a partir del siglo xviIir tal concepción fue progresivamente desafiada y el no saber reaccionar con prudencia frente a ese cambio de los tiempos llevó al papado a condenar concepciones como la sindicalista o la demócrata, que formarían parte inseparable del Occidente futuro, a pactar con el fascismo e incluso a apartar de la política itallana a buen número de católicos que lo habrían apoyado. No es aventurado señalar que pasarán muchas décadas antes de que desaparezcan las consecuencias negativas de todos esos actos. A la postre, la concepción y los documentos que sirvieron de pedestal al poderío papal en el Medievo y la Edad Moderna se revelaron fatales para su prestigio e influencia en la Edad Contemporánea. La historia tiene en

ocasiones

esas

sorprendentes paradojas.

Bibliografía Una obra bastante

completa

castellano sobre la trayectoria de los diferentes papas es C. Vidal, Diccionario de los papas, Barcelona, 1997. De especial interés para el estudio de los denominados fraudes píos con una perspectiva católica sigue siendo R. García Villoslada, Historia de la en

lelesia católica, t. TI, Madrid, 1953. Las relaciones entre la Iglesia y el poder político en la Edad Media son recogidas con profusión de textos en E. Gallego Blanco, Relaciones entre la lelesia y el Estado en la Edad Media, Madrid, 1973. De interés sobre este tema pero ya en el siglo XIx e inicios del xx es la obra de G. Martina, La iglesia, de Lutero a nues207

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA ——

días, t. TI y III, Madrid, 1974, donde se discute con una perspectiva católica y en documentados apartados aspec-

tros

la denominada Cuestión romana, el Sylabus errorum o el Concilio Vaticano I. Sobre la manera en que la Cuestión romana influyó en la declaración de infalibilidad papal véase: A. B. Hasler, Cómo llegó el papa a ser infalible, Barcelona, 1980 y H. King, Unfehlbar? Eine Anfrage, Colonia, 1970. Finalmente, el mejor análisis crítico en castellano del catolicismo medieval desde una perspectiva históritos como

ca

sigue encontrándose

Grand

208

Rapids,

1965.

en

J.

Gonzaga, Concilios,

t.

1

LA SUMA

TEOLÓGICA

Tomás el dominico

el castillo de Roccasecca, cerca de Aquino, en Italia, un niño llamado Tomás. Landolfo, su padre, era un noble gibelino, es decir, que en la pugna entre el papa y el emperador apoyaba al bando de este último. En En 1225, nació

cuanto a su

en

madre, Teodora,

mando. Tomás

mujer de origen norfue destinado prácticamente desde su naciera una

la vida monástica, ya que sus padres deseaban que se convirtiera en abad del monasterio de Montecassino para garantizar el dominio familiar sobre el territorio. Semejante visión de la vida eclesiástica resulta chocante en nuestra época, pero en el siglo xII (y prácticamente hasta el Xx) detrás de las carreras eclesiales de algunos hijos de familias pudientes no pocas veces había un deseo de promoción social o de apoyo a la fortuna familiar. Fue de esta manera como Tomás fue entregado a los cinco años como puer oblatus a los monjes de Montecassino. Posiblemente habría permanecido con ellos toda la vida y se habrían cumplido los deseos paternos de no tener lugar un acontemiento

a

cimiento que truncó esa trayectoria. Cuando Tomás contaba unos catorce años, el empera-

dor alemán, al que el Papa había excomulgado, decidió expulsar a los monjes de la abadía y la convirtió en castillo. No podía saber que aquel hecho sería imitado durante la segunda guerra mundial por las fuerzas alemanas que combatían a los aliados desembarcados en Italia, ni tampoco que con aquella simple acción de carácter militar iba a propiciar un cambio trascendental en la historia del pensamiento. Tomás, de hecho, regresó con su familia y poco 209

CAMBIARON LA HISTORIA

LOS TEXTOS

QUE

después

le envió

se

a

Nápoles

estudios esta ciudad el

para continuar

sus

la universidad que había establecido en emperador Federico II. En esta ciudad, Tomás entró

en

los dominicos,

contacto con

una

de las

en

grandes órdenes

surgido en pleno medioevo como un intento de adaptar la vida religiosa al crecimiento de las ciudades y que habían

también tos

como una

respuesta al crecimiento de movimien-

religiosos antipapales.

1244, el año de la muerte de su padre, Tomás tomó el hábito dominico. Sus superiores decidieron entonEn 1243

aún más al norte de la petemiendo que la familia no viera con buenos ojos

enviarlo

ces

nínsula,

0

a

Roma yv

después

la decisión del joven. No

se

equivocaron.

La familia de Tomás había concebi-

do para él un brillante futuro eclesiástico y no su entrada en una orden mendicante. Su madre pidió a otros dos hijos que servían en el ejército del emperador que se apoderaran de Tomás y le hicieran desistir de sus ideas. De esta mane-

el joven dominico fue secuestrado cerca de Acquapendente y a continuación, en mayo de 1244, encerrado en el castillo de Monte San Juan, cerca de Frosinone. Las leyena,

das han referido que los hermanos introdujeron a una mujer en la habitación de Tomás con la intención de que descubriera el placer sexual y se olvidara de la pertenencia a una orden monástica. Asimismo narran que el muchacho la rechazó con un tizón y se mantuvo firme en su deseo de la castidad y de seguir siendo dominico. Ambos extremos parecen verosímiles primero, porque los hermanos de Tomás ya eran soldados curtidos y, muy posiblemente, acostumbrados al trato con cierto tipo de mujeres conservar

y,

porque el dominico se caracterizó notable firmeza de carácter.

segundo,

una

siempre

por

el Papa por aquel secuestro, pero todo había resultado infructuoso. La familia de Tomás era importante y, aunque situada en el Los dominicos habían

protestado

ante

bando enemigo, el Papa debió de considerar que no convenía indisponerse con ella por una cuestión de ese tipo. Si finalmente el joven se vio liberado de su secuestro se debió a que la familia, tras más de un año de confinamiento, lle210

LA SUMA

TEOLÓGICA

gÓ a la conclusión de que no iba a lograr convencerlo. Finalmente, en 1245, lo puso en libertad. El primer paso de Tomás fue regresar al convento que los dominicos tenían en Nápoles, pero lo que sucedió con posterioridad no resulta del todo diáfano. Según algunos autores, se trasladó de inmediato a París e inició unos estudios que durarían hasta 1248. Otros cronistas señalan que fue enviado a Colonia, donde se ordenó sacerdote y estudió con Alberto Magno. Esta última posibilidad parece la más plausible. De hecho, Alberto Magno iba a desempeñar una enorme influencia en Tomás infundiendo en él un extraordinario interés por la filosofía de Aristóteles. Este filósofo griego había contado con una enorme importancia en la Antigiiedad, pero era casi desconocido en la Europa medieval, donde la recepción de sus obras se estaba produciendo curiosamente gracias a los árabes de España. Por otro lado, Alberto Magno apreció con facilidad las dotes de Tomás y fue un puntal importante de su promoción académica. Cuando la Orden de Santo Domingo tuvo que nombrar un bachiller para el Studium generale del de Santiago en París, Alberto propuso a Tomás y logró que la función le fuera encomendada. En 1252, Tomás se hallaba en la mencionada ciudad francesa, donde convento

y luego Sentencias. El método de enseñanza de Tomás comenzó a causar

enseñó

primero Sagrada Escritura

sensación muy pronto. Partía de una utilización rigurosa de la lógica, a la que unía una adaptación del aristotelismo

la más estricta ortodoxia católica, si bien todavía la filosofía de este autor no se había convertido en el soporte exclusivo de sus explicaciones. Fueron años de fecunda producción escrita. De 1250 a 1256 dio a la pluma el De ente y a

de esencia; de 1253 a 1255, los Cuatro libros de Sentencias de Pedro Lombardo; en 1255, el De los principios de la naturaleza; en 1256, el libro Contra los impugnantes del culto y de la religión de Dios (precisamente en el mismo año en que se convertía en licenciado en teología); de 1256 a 1259, el libro De la verdad y, por esa misma época, las Cuestiones

Doctorado en 1257, dos años después RaimunPeñafort le pidió que redactara un manual de apolo-

disputadas. do

de

211

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

para los misioneros católicos en tierras extranjeras, al que dio por título el de Suma contra los gentiles. Esta

gética

hasta 1264) no se trataba en realidad, como parece indicar su título, de una Summa filosófica sino más bien de un libro encaminado a lograr la conversión de los musulmanes recurriendo a argumentos filosóficos bien desgranados.

obra (que

no

concluyó

embargo,

el año 1259 resultó de importancia para Tomás no sólo porque en él recibió el encargo de redactar la Summa citada, sino porque además en el curso del mismo dejó la Universidad de París con rumbo a Italia. Acompañado de su secretario Reginaldo de Piperno, su nueva misión fue la de acompañar a la curia en calidad de teóloSin

go

papal. Desempeñando

mero en

Agnani, de

1259

responsabilidad estuvo pri1261, y luego en Orvieto, de

esta a

trasladó al convento de Santa Sabina, donde permaneció enseñando hasta 1267, fecha en que se le ordenó reincorporarse a la escuela de la curia en Viterbo. Para entonces ya había comenzado la 1261

a

1265. Este último año

redacción de

un

se

libro que cambiaría la historia, la Suma

Teológica.

La Suma

Teológica

obra que consta fundamentalmente de tres partes. Aunque al principio, Tomás concibió que se refiriera a Dios, al movimiento de la criatura racional hacia Dios y a Cristo, que es el camino para llegar a Dios, ese plan primero experimentó alguna modificación en su plasmación final. En la primera parte, Tomás trata de Dios en sí, uno y trino, y de Dios, creador principio de todas las cosas. Aunque como punto de partida el teólogo señala que necesitamos la revelación para conocer a Dios, no tarda mucho en abordar algunas de las cuestiones teológicas desde una perspectiva filosófica. Es así como llega a señalar sus famosas cinco vías para probar la existencia de Dios. La primera es la necesidad de que exista un primer motor: La Suma

212

Teológica

es

una

LA SUMA

TEOLÓGICA

puede demostrarse de cinco maneevidente prueba es la que se deduce del

La existencia de Dios

primera y más movimiento; porque es cierto, La

ras.

que

en

este

todo lo que

mundo

se

deriva de la experiencia,

que se mueven. Sin embargo, recibe el movimiento de otro; porque

hay

se mueve

y

cosas

puede moverse sino en la medida en que tiene poaquello hacia lo que es movido (...) Por lo tanto, si

ningún

ser

der para el que da el movimiento a su vez está en movimiento, es necesario que lo reciba de otro y éste de otro, pero en ese caso no puede continuarse hasta el infinito, porque de ser así no habría un primer motor y en consecuencia tampoco habría

algo

que moviese

mueven

tanto es

cuando

a

son

este

(...)

las

a

primer

segundo lugar, la

por la necesidad de

los

segundos uno

motor es

se

por lo no sea

el que todo el

existencia de Dios

una causa

sólo

motores

primero (...) un primer motor, que

movidos por

necesario remontarse

movido por otro, y do llama Dios. En

otro porque

mun-

queda probada

eficiente:

sensibles hallamos cierto encadenamiento de causas eficientes. Sin embargo, no hallamos —ni es posible tampoco— que una cosa sea causa eficiente de sí misma (...) si no se admite una primera causa, no hay ni puede haber causa última ni intermedia (...) luego es necesario admitir una primera causa eficiente y ésta es la que todo el mundo llama Dios. en

En tercer

cosas

lugar,

Tomás considera que la existencia de Dios queda demostrada por el hecho de que resulta imperativa la de un ser necesario: En la

naturaleza hallamos

cosas

que

(...) Sin embargo, resulta imposible

pueden

que las que no exista

siempre,

ser

cosas

y

no ser

existan

ya que lo que es posible alguna vez no existe. Por lo tanto, si todos los seres han podido no existir, ha habido un tiempo en que no existía nada (...) sin embargo si

nada

no

existiese

habría resultado imposible que existir y por lo tanto ahora no existiría

ningún

comenzara a

ser,

213

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

falso. Por lo tanto, no todos los seres son posibles, sino que es preciso que exista un ser necesario en la Naturaleza (...) y como no es posible que se proceda hasta lo infinito en las cosas necesarias que tienen causa de su necesidad, como tampoco en las causas eficientes nada, lo

que obviamente

es

deduce que es necesario admitir un ser que sea necesario por sí mismo, que no adquiere de otro la causa de su necesidad, sino al contrario, que sea la causa de la necesidad llarespecto de los demás, y éste es el ser que todo el mundo

(...)

se

Dios.

ma

lugar, para Tomás la existencia de perfección limitada que apreciamos

En cuarto

duce de la tintos

seres

y que

perfección

una

(...) más

se

que

demás (...)

no

se

de-

los dislleva a pensar que tiene que existir resulte como la que conocemos: en

bueno, verdadero, más o menos noble y así en todo lo es lo verdadero, lo bueno, lo noble

observa

o menos

nos

Dios

en

hay algo

la naturaleza

algo

más

o menos

que

antonomasia, y por lo tanto el ser por excelencia (...) es Ahora, lo que lleva por excelencia el nombre de un género

por

de todo lo que contiene ese género. De esta manera, el todo lo fuego, que es lo más caliente que existe, es causa de cálido (...) hay, por lo tanto, algo que es causa de lo que hay de ser, de bondad y de perfección en todos los seres, y a esta causa

causa

llamamos Dios.

Finalmente, la existencia de Dios dad de

un

orden

en

el

se

deriva de la necesi-

cosmos:

al (...) observamos que los seres privados de inteligencia, igual que los cuerpos naturales, actúan conforme a una finalidad, ya que se les ve siempre, o por lo menos muy fremecuentemente, actuando del mismo modo, para llegar a lo con jor, de esto se deduce que no por casualidad, sino intención deliberada, llegan a su fin. Los seres privados de conocimiento no tienden hacia un fin sino en la medida en que

que la 214

dirigidos por un ser inteligente, de la misma manera flecha es guiada por el arquero. Luego existe un ser

son

LA SUMA

TEOLÓGICA

inteligente que guía todas dad y

este ser es

las cosas naturales hacia al que llamamos Dios.

su

finali-

demostrada la existencia de Dios, Tomás va deduciendo de manera lógica todos sus atributos. Así, afirma que es en la medida en que resultaría imposible que existiera sin ser ya que el atributo principal de la existencia es el ser y de la misma forma va llegando a la conclusión de que es perfecto, es el sumo bien absoluto, es infinito, es Una

eterno,

vez

es uno, es

encuentra

amor, es

justo,

es

omnipotente

y

en

Él

se

toda dicha.

establecida la existencia de Dios y los atributos de éste, Tomás indica como asimismo Dios es una Trinidad (cc. 27-43). Reconoce que semejante afirmación no puede derivarse sólo de la razón y que encuentra su base en las Escrituras pero, a la vez, insiste en el hecho de que una vez que se conoce esa verdad revelada, la razón puede Una

vez

ella hay una lógica considerable. Tras examinar el dogma de la Trinidad, Tomás se refiea la creación (cc. 44-119). A diferencia de lo que soste-

mostrar que en

re

nían otros filósofos que teles, Tomás niega que

se

basaban

en

el estudio de Aristó-

aparte de Dios, puede haber existido eternamente y sostiene que el mundo no ha existido siempre. Con todo, esa posición, en la que se diferencia de otros aristotélicos, admite haberla derivado de la revelación y no de la razón (c. 46).

ningún

ser,

continuación, Tomás demuestra lógicamente la existencia de los ángeles (cc. 50-64), que deriva de que es forA

admitir la existencia de alguna criatura incorpórea para que el universo sea perfecto, así como la del alma, que es el primer principio de vida que anima a todos los seres vivos (c. 75), incorruptible y cuenta con un entendimiento agente que no es colectivo del género humano sino individual zoso

(c. 79). Estas cuestiones, lejos de constituir mera especulación, tenían una importancia considerable, en la medida en que

afirmar que el hombre no se extingue con la muerte física sino que sigue viviendo, que no forma parte de un entramado cósmico global sino que cuenta con un

venían

a

215

LOS TENTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

alma individual y que deberá responder ante un Creador todo justicia que determinará su destino eterno. A fin de cuentas, el hombre posee una voluntad libre (c. 83) y precisamente por ello un día comparecerá ante Aquel que gobierna el mundo (cc. 103-119) para responder por sus actos, La segunda parte de la Suma Teológica se encuentra dividida a su vez en otras dos, que abordan algunas cuestiones que se desprenden con cierta lógica de lo ya expuesto. Así, en lugar, se aborda cuál es el fin del hombre

primer

hecho, la felicidad no de los puede derivar de la honra recibida ni del disfrute estar placeres ni de un ser creado. La felicidad no puede sino en la visión de la esencia divina (c. 3), lo que significa

(c. 1),

que

no es

otro

sino Dios. De

puede tener alguna participación de la felicidad, pero no es asequible aquí la felicidad perfecta y verdadera (c. 5). Ésta es obtenida sólo como «premio a las acque

en

esta

vida

se

ciones virtuosas»

Tras señalar

(c. 5).

ese

aspecto, Tomás

se

detiene en los actos son que los mismos

humanos (cc. 6-48) y en la manera en voluntarios y en que esa voluntariedad puede verse mermada o incluso aniquilada por la violencia, el miedo, el devirtudes seo o la ignorancia. A continuación examina las cardinales (justicia, prudencia, fortaleza y templanza) y teologales (fe, esperanza y caridad) y los vicios (cc. 49-89). Esa última cuestión permite a Tomás abordar el tema del

pecado original

que

se

transmite

originalmente

a su

posteri-

dad (c. 81):

(...) por esa razón, aun los niños recién nacidos son bautizados, como para que se les lave de la infección de la culpa. Tomás

razona

asimismo que el paso del

Adán a todos los seres humanos es lógico que la humanidad es un solo cuerpo:

(...) también Porfirio dice especie muchos hombres son

que por la

en

pecado

la medida

de en

participación de la

solo hombre. Por lo tanto, los muchos hombres que proceden de Adán son como muchos miembros de un solo cuerpo, y (...) de la misma mane216

un

LA SUMA

TEOLÓGICA

—Ñ

que el homicidio que comete la mano no se considera pecado de la mano por sí como si estuviera separada del cuerra

parte del hombre (...) de la misma manera, el pecado, que se deriva del primer padre a todos sus descendientes, se llama original (...) po, sino

Tras

como

distinguir

entre

pecados

mortales

y

veniales

(c. 88), Tomás entra en el tema de la ley (90-108). Ésta pertenece al ámbito de la razón y debe ordenarse al bien común, siendo esencial su promulgación para su validez (c. 90). Señala que existe una ley eterna y natural, y que ésta debe ser considerada a la hora de legislar civilmente. De la misma manera, indica que sólo debe obedecerse la ley justa y que resulta lícito desobedecer las injustas. En los cc. 109-114, Tomás aborda el tema de la gracia. Posiblemente, sean estos capítulos de la Suma Teológica algunos de los más reconoce,

importantes en la medida en que el autor por ejemplo, que el hombre necesita de la gracia

de Dios incluso para amar a su Creador y, desde luego, para obtener la vida eterna. Sin embargo, no necesita de una luz especial de la gracia para conocer la verdad:

(...)

necesita para el conocimiento de la verdad en todas las cosas, de una ilustración nueva sobreañadida a la luz Mo

natural, sino to (c. 109).

en

algunas

que exceden el natural conocimien-

Como tendremos ocasión de ver más adelante, esta afirmación tendrá una importancia extraordinaria en la historia del pensamiento. En la tercera parte de la Suma, Tomás tenía la intención de tratar el tema de Jesucristo, de los sacramentos por

los cuales conseguimos la salvación y del fin de la vida inmortal. Sin embargo, no pudo concluirla a consecuencia de un éxtasis experimentado el 6 de diciembre de 1273, a

partir del cual le resultó imposible seguir escribiendo. Por esta razón, el suplemento con que se completa se debe a su secretario.

217

LOS TEXTOS

QUE

Después de la

CAMBIARON LA HISTORIA

Suma

Teológica

obra de Tomás de Aquino fue extraordinaria y difícilmente podemos hacernos una idea cabal de hasta qué punto alteró la historia. Desde luego, no debería resultar extraño desde una perspectiva católica que Tomás fuera canonizado por el papa Juan XXI en 1323 y proclamado Doctor de la Iglesia por el papa Pío Y La

importancia de

en

1567.

esta

Para empezar, la S1,11a permitió a la Iglesia católica enfrentarse con notable éxito a los primeros embates filosofi-

la filosofía dominante en el catolicismo había sido la de Agustín de Hipona, relativamente impregnado en sus tesis de platonismo. Agustín descansaba notablemente (aunque no de manera exclusiva) en la Biblia y sus escritos resulta-

dirigidos

cos

contra su cosmovisión.

Desde el

siglo

1v,

la medida en que no se deseó dar una respuesta filosófica a un desafío filosófico de envergadura ron

adecuados

en

mayor. Esta situación a

cambió, sin embargo, de

principios del siglo

xII1I.

En

esos

manera

radical

principales disponibles gra-

años, las

obras de Aristóteles comenzaron a estar cias a la labor de la escuela de traductores de Toledo y de los comentarios de autores musulmanes, como Averroes. El aristotelismo, con su culto a la razón, implicaba un claro desafío a un concepto medieval que abogaba por la primacía de la revelación. En algún caso, como el de Averroes, los aristotelistas abogaron por una teoría de las dos

verdades. Ésta no pasaba de ser un artificio ingenioso consistente en afirmar que una cosa y su contraria podían ser a la vez verdad, ya que una lo era en el terreno de la filosofía y la otra en el de la religión. En el caso de Europa, semejante disquisición no pasaba de parecer el pretexto que realmente era y se abogó de manera más radical por una

concepción de la filosofía de la revelación. La consecuencia obvia de semejante visión no era sino liquidar a medio plazo la supremacía ideológica del catolicismo. Históricamente, el catolicismo 218

se

ha manifestado

no

LA SUMA

TEOLÓGICA

.———

fuerza represiva pero, a la vez, ha demostrado una capacidad de integración de elementos no católicos impresionante. Con ello ha demostrado un po(encial para abordar problemas y dislocar la acción de sus opositores muy notable. En el caso del aristotelismo, no cabía la posibilidad de ignorarlo y más teniendo en cuenta el ímpetu con que estaba inpregnando el pensamiento europeo. Condenarlo en

pocas

veces como una

por otra parte, no parecía una estrategia con posibilidades de éxito. La salida más razonable parecía ser la

bloque,

de absorberlo, en la medida de lo posible, dentro del esquema de pensamiento católico. Alberto Magno y otros teólogos lo intentaron con poco éxito, pero Tomás de Aqui-

notable brillantez y de esta manera no sólo puso fuera de combate a un formidable adversario, sino que además forjó un sistema del que se nutriría el catolicismo durante siglos. Semejante circunstancia no ha significado la fosilización del pensamiento católico ya que, en realidad, el pensamiento tomista es tan amplio en sus formulaciones que permite la fundamentación de puntos de vista opuestos con una enorme flexibilidad. Un ejemplo al respecto serían las afirmaciones tomistas sobre la ley natural o el derecho a desobedecer las leyes ilícitas. Estas consideraciones resultan de una enorme trascendencia en la medida en que pueden servir de fundamento para una doctrina de los derechos humanos y para otra de la resistencia a la injusticia. Sin embargo, a la vez, Tomás fue un legitimador de instituciones como la esclavitud o la esterilización forzosa de algunos ciudadanos. Históricamente, por lo tanto, la Iglesia católica ha podido defender la legitimidad de la esclavitud o los derechos humanos recurriendo en ambos casos ala Suma Teológica. no

lo

consiguió

Esta

con una

circunstancia, unida

a

la

lógica

que

se

desgrana

a

lo largo de su obra, explica asimismo que mediante la encíclica Aeterni Patris, el papa León XIII recomendara la filosofía tomista como base de la enseñanza en todas las escuelas católicas o que el papa Pío XII, en la encíclica Humani generis (1950), sostuviera que la filosofía tomista 219

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —

más segura para la doctrina católica y bara toda desviación de la misma. es

la

guía

desapro-

las razones del éxito de la Suma acabaron siendo la causa de su arrinconamiento posterior y así también contribuyeron, aunque en un sentido opuesto al deseado, a cambiar la historia. El cristianismo de los primeros siglos (igual que, en buena medida, el protestante posterior) siempre abogó en favor de la tesis de que también la razón había quedado manchada por la caída del ser humano y, por lo tanto, no podía pretender volar de maneSin

ra

embargo,

autónoma. La afirmación tenía

una

lógica aplastante,

humano había visto alteradas todas sus facultades a causa del pecado, ¿qué podría llevar a pensar que la razón quedaría excluida de ese desastre antropológico? Como escribiría Pablo de Tarso a los corintios, la sabiduría de los hombres es no pocas veces necedad y lo que en ocasiones parece a los seres humanos sabiduría no es porque si el

ser

estupidez a los ojos de Dios. La prueba fundamental a favor

sino

de

ese

argumento la

hubiera encarnado para morir en una cruz, algo que para la mayoría de los seres humanos (que giran en torno a valores como subir, aparentar, poder o tener) sólo podía ser concomo un absurdo, pero que para el Creador ha-

constituye precisamente el hecho de

que Dios

se

templado

de sabiduría suprema. Tomás de Aquino no atacó frontalmente esa visión, cierpero al presentar la razón como capaz de comprender tas verdades relacionadas con la teología incluso sin la luz sobrenatural fundamentó una mentalidad que sólo podía desembocar en la aparición de una filosofía que no sólo sebía sido

una

muestra

ría autónoma sino que acabaría siendo anticatólica. En realidad, tal camino resultaba preñado de coherencia, ya por sí misma descubrir la verdad, ¿por qué someterse a una institución que limitaba precisamente el uso de esa razón? La respuesta fue que no existía

que si la razón

podía

ello la filosofía tomó un partido que, sobre todo a partir del siglo xvII1, estuvo cargado de prejuicios hacia cualquier revelación en general y hacia el cristianismo en particular. motivo para tal actitud y

220

con

LA SUMA

TEOLÓGICA

—[——

En

segundo lugar, el

tomismo hacía

hincapié tan radejaba de constituir un

la razón que para muchos no un edificio enorme e incluso hermoso pero terriblemente frío a la hora de atender a sus necesidades espirituales. Las pruebas de la existencia de Dios argumentadas por Tomás

dical

en

de una lógica aplastante y resulta más que dudoso que incluso Kant, pese a pretenderlo, llegara a refutarlas durante el siglo XvI1I. Sin embargo, a la vez, resulta indiscutible que no transmiten ni siquiera algo que lejanamente pueda parecerse al calor derivado del fuego de la fe. A partir del siglo xi1v, fueron surgiendo en el seno del cristianismo corrientes que intentaban hallar a Dios no en las reflexiones sólidamente lógicas del tomismo sino en una vivencia más estrecha, más sencilla y más sentida. En parte, esos deseos se vieron canalizados en movimientos que permanecieron de manera más o menos fácil en el seno de la Iglesia católica. En buena medida también, esas ansias acabaron encontrando su respuesta en una vuelta a la vivencia religiosa que no enfatizaba la razón,

de

Aquino

son

creía que ésta también estaba alterada

como

porque consecuencia

del pecado, sino fundamentalmente la revelación contenida en la Biblia. Ése sería el énfasis fundamental de la Re-

forma protestante del siglo xvi, un movimiento que, siquiera por reacción, al menos en parte, también derivó de la cosmovisión contenida en la Suma Teológica.

Bibliografía El castellano constituye de leer las obras

lengua privilegiada

la hora principales de Tomás de Aquino, incluso en magníficas ediciones bilingiies, como las de la BAC. Una introducción elemental pero sustanciosa a Tomás de Aquino, puede hallarse en M. D. Chenu, Santo Tomás de Aquino y la teología, Madrid, 1962, ídem, Introduction a l'etude de saint Thomas d'Aquin, París, 1950 A. D. Sertillany ges, Saint Thomas d'Aquin, París, 1910. Aspectos diversos de su filosofía pueden analizarse en A. D. Sertillanges, La philosophie morale de saint Thomas d'Aquin, París, 1922, una

a

221

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

ídem, Le thomisme, Estrasburgo, 1920. Un análisis más moderno realizado por parte de un tomista se encuentra en J. Maritain, Les degrés du savoir, París, 1932. Finalmente, sobre el conE.

Gilson, Santo Tomás de Aquino, Madrid,

texto

de la época

M. D. Chenu, La théoParís, 1957 y E. Gilson,

pueden consultarse

logie comme science au XIII siécle, La philosophie au Moven Age, París,

222

e

1948.

LAS CAPITULACIONES DE SANTA FE

El

avance

europeo

en

el Atlántico

Durante la Edad Media, el Atlántico se convirtió para buen número de navegantes en el límite por el que no osaban adentrarse con sus embarcaciones. Todavía en la actualidad, un accidente de la costa de Galicia lleva el nombre de Finisterre, es decir, finis terrae, «el fin de la tierra». Semejante temor, no pocas veces alimentado por relatos legendarios y carentes de fundamento, comenzó verse mente

resquebrajado

a

finales

a

del

siglo

ligera-

xi,

cuando

marinos procedentes de Castilla, Cataluña, Mallorca, Portugal, Génova y Venecia se atrevieron a desafiar estos temores lanzándose de manera aislada a explorar el océano. A partir del siglo xv se llevó a cabo además la colonización de los archipiélagos atlánticos. El número de

expediciones

organizadas resulta claramente revelador y no lo es menos que los pioneros en esta labor fueran marinos españoles. Así, en 1402, Juan de Bethencourt emprendió la conquista de las islas Canarias. Bethencourt era normando pero dependía del rey Enrique II de Castilla y de esta forma las islas quedaron vinculadas a la Corona castellana, aunque este control se circunscribiera durante años a permitir que algunos particulares las ocuparan. Sin

embargo,

si precursor fue el

papel español, sobresaliente fue el representado por Portugal. En 1419-1420, Joao Goncalvez Zarco y Tistrao Vaz llegaron a Madeira e iniciaron un proceso que concluyó con su ocupación un lustro después. De 1432 a 1457, las Azores, previamente exploradas por marinos italianos, fueron ocupadas por los portugueses. En 1434, Gil Eanes llegaba hasta Cabo Boja223

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

dor. En 1456, Cadamosto, un veneciano al servicio de la Corona portuguesa, descubrió Cabo Verde, enclave colonizado por Diego Gomes a partir de 1460. El avance lusitano resultaba tan esperanzador y, a la el castellano, que en 1479 se firmó entre ambas potencias el Tratado de Alcacovas-Toledo para dirimir cualquier posible disputa futura.

vez, corría tanto

riesgo de chocar

con

establecía que a Portugal le pertenecían los archipiélagos de Azores, Madeira y Cabo Verde, junto con las islas que encontrara en su navegación de Canarias para abajo contra Guinea. A Castilla, por otro lado, se le atribuían En él

se

las Canarias terse

ganadas

cambio de compromeel territorio acotado para la Corona

o

por ganar

a

penetrar en portuguesa. El acuerdo resultaba especialmente favorable para Portugal, que hizo un extraordinario uso del mismo en los años siguientes. En 1482-1484, Diego Cao llegaba al cabo de Santa María. En 1488, finalmente, Bartolomé Dias doa no

bló el Cabo de Buena Esperanza, un paso de enorme trascendencia porque demostraba que era posible circunnavegar África y llegar a Asia a través de la ruta del Índico. Apenas a unos años del descubrimiento de América

existían, por lo tanto, varias potencias europeas que tenían el avance por el Atlántico como punto de mira (de Bristol, 1461 por ejemplo, partieron dos expediciones en 1480 y con una que fracasaron) y de entre ellas Portugal contaba notable ventaja en lo que a logística, experiencia y base jurídica se refería. En términos de mera ucronía debería señalarse que esta nación habría sido la descubridora de América de

no

producirse

las que haremos referencia

Cristóbal Colón

en

conjunto de circunstancias

un a

a

continuación.

Portugal

de Colón es digna de figurar en la más imaginativa novela de aventuras. En realidad, puede decirse que hasta su aparición en la corte de los Reyes Católicos todos los datos relativos a él están sujetos a controversia, son La

224

figura

LAS CAPITULACIONES DE SANTA FE

contradictorios misterio.

insista ría

en

aparecen envueltos

o

Sigue siendo dudoso situarlo

posterior.

De

en

su

en

origen

Génova. No lo

una

aureola de

por más que

es menos su

se

trayecto-

hecho, la biografía

que de él escribió su buen número de casos confunde más

hijo

Hernando en que aclara y no es nada arriesgada la hipótesis que apunta a que los primeros capítulos son incluso apócrifos. Un buen ejemplo de esto último lo hallamos en la referencia que Hernando Colón da de la

gal. Según él, te una

se

batalla

de

padre a Portunaufragio duran-

su

virtud de un del cabo de San Vicente acontecida el

produjo

cerca

llegada

en

que no hay y que el único encuentro

21 de agosto de 1485. Lo cierto, sin

embargo,

es

datos que confirmen ese episodio naval de características relativamente similares se produjo en 1476. Esta fecha debe de ser la adecuada, porque en la primavera del año siguiente Colón se encontraba en Lisboa y dos o tres años después se casó con Felipa Moniz de

Perestrello, hija del primer capitán donatario de la isla de Porto Santo,

en

el

archipiélago

de Madeira.

Al parecer, durante estos años Colón había intervenido en distintos viajes marítimos que le habían llevado desde Islandia en el norte a Guinea en el sur. Sea como fuere, pa-

formación intensa aunque dudosamente formal. Por esa época, desde luego, parece que contó con algunas certezas de no escasa trascendencia, como la de la redondez de la Tierra, la de que era posible dirigirse por mar hacia oriente yendo por occidente y la de que en ese camino había territorios sin descubrir. Según el relato de Hernando Colón, Cristóbal había entablado correspondencia epistolar con Paolo del Pozzo Toscanelli. Con todo, este dato no es del todo seguro. Fuera como fuese, Colón tenía la seguridad de poder dar con tierras ignotas y procuró interesar en su proyecto al monarca rece

que fueron

tiempos de

una

portugués. Entre 1482 y 1484, las amistades de Colón hicieron lo posible por lograr que Juan II de Portugal le concediera

audiencia. Cuando lograron su objetivo, el monarca encomendó el estudio de las propuestas de Colón a una junta de expertos. Se ha señalado que, al mismo tiempo, una

225

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA —]

portuguesa siguiera la ruta propuesta por Colón para comprobar la veracidad de sus cálculos. Tal expedición concluyó en fracaso. Sucediera y no así, lo cierto es que la junta emitió un dictamen contra.

Juan II ordenó que

rio. Este revés

una nave

provocó

una

reacción muy

negativa

en

Co.

lón. Las fuentes señalan que llegó a cobrar verdadero odio a Lisboa y a Portugal y, finalmente, decidió dirigirse a España.

Colón

en

España

Hernando Colón relata que su padre abandonó Portugal en secreto para eludir la prisión decretada por el rey. Sin embargo, no aclara las causas de estas circunstancias. Tampoco se sabe a ciencia cierta el lugar por donde Colón entró en Castilla y hasta es objeto de discusión la fecha en que visitó por primera vez el monasterio de La Rábida. Sí está documentado sin ninguna duda su interés por encontrar

patrocinadores

para

su

empresa. Así, Colón

se

puso

en

Enrique de Guzmán, duque de Medinasidonia y conde de Niebla, y con Luis de la Cerda, duque de Medinaceli, cuyos marinos surcaban el Atlántico. Sin embargo, la mejor oportunidad la ofrecía la Corona castellacontacto

con

rival de la portuguesa en la exploración del oceáno. Con esta circunstancia en mente, Colón logró obtener una audiencia con los Reyes Católicos que tuvo lugar en Alcalá de Henares el 20 de enero de 1486. El camino seguido para responder a las pretensiones de Colón por parte de los monarcas españoles fue similar al seguido por el rey de Portugal. Una Junta de sabios, letrana,

dos y marineros examinó el proyecto en Salamanca (1486) Pese a todo, los y Córdoba (1487) y, finalmente, lo desechó. intereses eclesiales, comerciales y políticos que podían derivarse de un acontecimiento así eran tan importantes que los monarcas no le dieron una negativa rotunda. De hecho, desde 1487 Colón recibió subsidios regios e Isabel la Católica lo hizo llamar a la Corte en 1489 y 1491 para señalarle que su proyecto seguía siendo de interés aunque, de mo226

LAS CAPITULACIONES DE SANTA FE

mento, la guerra contra los ra en

moros

de Granada lo convirtie-

irrealizable.

Durante ese período, la actividad de Colón resultó tebril. Se ha señalado que en 1488 regresó a Portugal a petición del rey de este país, pero no se trata de un extremo

totalmente seguro. Sf

indiscutible que aprovechó cualquier circunstancia para estrechar lazos con personajes de la Corte. De especial relevancia fue al respecto el dominico ray Diego de Deza, obispo de Zamora, Salamanca, Palencia y Jaén, arzobispo de Sevilla y Toledo, Inquisidor General y tutor del príncipe don Juan. El mismo Colón atribuyó a éste el hecho de permanecer en Castilla cuando ya estaba decidido a marcharse y el que los Reyes Católicos hubiesen las Indias. En el verano de 1491, Colón estaba ya decidido a abandonar Castilla y a presentar sus pretensiones al rey de Francia. Sin embargo, fray Juan Pérez, antiguo confesor de la reina Isabel, lo convenció para que aguardara en el convento de La Rábida el resultado de unas gestiones. Éstas tuvieron un resultado favorable y en diciembre de 1491 ambos personajes se hallaban en el campamento de Santa Fe, donde se asentaba entonces la Corte. El 2 de enero de 1492, se producía la rendición de Granada y quedaba abierto el camino para la expedición tanto tiempo propugnada por Colón.

Las

es

Capitulaciones de

Pese al

estaba

Santa Fe

tiempo transcurrido

dispuesto

a

amarga espera, Colón no ceder lo más mínimo en sus pretensioen

iniciales. Esta intransigencia llegó a tal extremo que las conversaciones entre él y los monarcas quedaron rotas e incluso se le dio orden de que abandonara el Campamento de Santa Fe. Ahí habría terminado el episodio de no ser por la intervención, una vez más, de personajes como fray Hernando de Talavera y Deza. Recurriendo a todo tipo de argumentos, desde los espirituales a los meramente económicos, lograron salvar el abismo abierto entre Colón y nes

227

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —..

los Reyes Católicos. A partir de entonces, incluso la finan. ciación del viaje quedó resuelta gracias a la cantidad de 1140000 maravedíes ofrecida por el judío converso Luis de Santángel de los fondos de la Santa Hermandad de la que

era

cotesorero y a otros

860 000

suplidos

por mercade-

italianos residentes en Castilla y por comerciantes castellanos. La formalización del proyecto se produjo el 17 de abril de 1492 al firmarse las Capitwulaciones de Santa Fe. El texto de las mismas, conservado en el Archivo de Indias, Indiferente General, legajo 418, es bastante breve pero resulta iluminador a la vez que sugestivo, como indica su propio res

inicio:

Las

cosas

suplicadas

y que Vuestras

Altezas dan y

otor-

don Cristóbal de Colón, en alguna satisfacción de lo que ha descubierto en las Mares Océanas y del viaje que ahora, con la avuda de Dios, ha de hacer por ellas en servicio de Vuestras Altezas, son las que siguen.

gan

a

El encabezamiento de las Capitulaciones ha provocado desde hace tiempo una notable controversia toda vez que se refiere a las tierras objeto de la expedición no como terTitorios por descubrir sino como lo que ha descubierto. Se ha especulado mucho con la posibilidad de un viaje al continente que conocemos con el nombre de América en los 1492. Hernando Colón episodios de este tipo, pero de

años inmediatamente anteriores

hace referencia una manera

a

algunos

a

embargo, Gonzaexpedición de la que

inconcreta y poco clara. Sin

lo Fernández de Oviedo habla de

una

sólo habría sobrevivido una persona que murió en brazos de su amigo Colón después de indicarle cómo llegar las tierras descubiertas. Por su parte, el Inca Garcilaso incluso afirma que el nombre de este supuesto informador de Colón era Alonso Sánchez de Huelva y que conocía este dato

a

lo había comunicado su padre, un hidalgo que en 1534 llegó hasta Quito con Pedro de Alvarado. Bartolomé de las Casas ha transmitido además la noticia de que Colón tenía una certeza de lo que afirmaba similar a la de porque

228

se

LAS CAPITULACIONES DE SANTA FE

si hubicra

guardado

habitación todo y pudiera enseñarlo. Desconocemos si Colón llegó a utilizar el argumento de que ya había estado en aquellos territorios con anterioridad, pero esa posibilidad podría desprenderse del literal de las Capitulaciones. Lo que aparece a continuación son cinco bloques de concesiones realizadas por los monarcas y que, en términos generales, resultan extraordinarias. La primera era su nombramiento de almirante: en una

Primeramente que Vuestras Altezas como Señores que son de las dichas Mares Océanas hacen desde ahora al dicho don Cristóbal Colón su almirante en todas aquellas islas y tierras firmes que por su mano o industria se descubrirán o ganarán en las dichas Mares Océanas para durante su vida, y después de él muerto, a sus herederos y sucesores de uno en otro perpetuamente con todas aquellas preeminencias y prerrogativas pertenecientes al tal oficio, y según que don Alfonso Enríquez, quondam, almirante Mayor de Castilla, y los otros sus predecesores en el dicho oficio, lo tenían en sus distritos.

segundo lugar, Colón sería nombrado virrey y gobernador general de las mencionadas tierras y gozaría de un derecho de presentación de los cargos públicos localiEn

zados

en

ellas:

Otrosí, que Vuestras Altezas hacen al dicho don Cristóbal su Visorey y Gobernador General en todas las dichas tierras firmes e islas que como dicho es él descubriere o ganare en las dichas mares, y que para el regimiento de cada una y cualquiera de ellas, haga él elección de tres personas para cada oficio, y que Vuestras Altezas tomen y escojan uno, el que más

fuere

su

servicio, y así serán mejor regidas las tie-

que Nuestro Señor le Vuestras Altezas.

rras

A

dejará hallar y ganar al servicio de

continuación, las Capitulaciones aceptaban

tensiones de Colón referidas

a

precuestiones económicas y unas

229

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

calificadas de extraordinarias. En primer lugar, el diezmo de los productos obtenidos una vez deducidas las costas: que deben

ser

Item, que de todas y

cualesquiera mercaderías, siquiera sean perlas, piedras preciosas, oro, plata, especiería y otras cualesquiera cosas y mercaderías de cualquier especie, nontbre y

manera

que sean, que

se

compraren, trocaren,

hallaren,

ganaren y hubieren dentro de los límites de dicho Almirantazgo, que desde ahora Vuestras Altezas hacen merced al di-

cho don Cristóbal, y quieren que haya y lleve para sí la decena parte de todo ello, quitadas las costas todas que se hicieren en ello, por manera que de lo que quedare limpio y libre haya y tome la dicha décima parte para sí mismo, y haga de ello a su voluntad, quedando las otras nueve partes para Vuestras

Altezas.

Naturalmente, las condiciones leoninas

en

que Colón

se

semillero de conflictos. En previsión de los mismos, el Almirante se reservaba el derecho de jurisdicción sobre los mismos: atribuía el diezmo

podían llegar a convertirse

en un

Otrosí, que si a causa de las mercaderías que él trajera de las islas y tierras, que así como dicho es se ganaren o se descubrieren, o de las que en trueque de aquéllas se tomaran a agua de otros mercaderes naciere pleito alguno (...) plega Vuestras Altezas que él (Colón) o su teniente y no otro juez conozcan de tal pleito, y así lo provean desde ahora. Colón un derecho discrecional de participación en los barcos que se armaran en el futuro y en los beneficios derivados de éstos:

Finalmente, las Capitulaciones otorgaban

a

Item, que en todos los navíos que se armaren para el dicho trato y negociación, cada y cuando, y cuántas veces se armaren, que pueda el dicho don Cristóbal Colón si quistere contribuir y pagar la ochena parte de todo lo que se gastare en el armazón, y que también haya y lleve del provecho la ochena parte de lo que resultare de la tal armada. 230

LAS CAPITULACIONES DE SANTA FE

Cada

de las concesiones realizadas por los Reyes Católicos a Colón aparece en el escrito de las Capitulaciones seguida por la expresión Place a Sus Altezas. Sin duda, se trataba de un costo elevadísimo pero al parecer justificado por los posibles beneficios del viaje. Aquel mismo día de 17 de abril de 1492, los Reyes Católicos proveyeron a Colón de una carta para que los reyes, príncipes, señores y autoridades amigas le ayudaran en su viaje. Tres días después, firmaron otra carta en la que presentaban a Colón como su enviado ante cualquier príncipe oriental con el que pudiera encontrarse. Antes de que concluyera el año, Colón había descubierto un nuevo continente y había cambiado con ello no sólo la historia de España sino también la del mundo. Pero el escrito que había hecho posible aquel cambio trascendental de la historia habían sido las Capitulaciones de Santa Fe. Sin ellas y lo que ellas implicaban, Colón habría marchado a Francia y esta Corona (o la portuguesa, que continuaba multiplicando sus expediciones en el Atlántico) habría recibido los beneficios de la gesta americana. Un conjunto de naciones francoparlantes, o lusoparlantes, al otro lado del oceáno habría, sin duda, tenido consecuencias muy diferentes para el desarrollo de los siglos posteriores. Con todo, el papel de España en América no iba a derivar sólo del Descubrimiento, sino también de una ulterior colonización que pudo haber resultado mucho más agitada de lo que fue. También esa circunstancia derivó de manera directa de un escrito o, más bien, de un conjunto de

ellos,

una

que asimismo cambiaron la historia. A ellos está de-

dicado el capítulo siguiente.

Bibliografía El volumen de la bibliografía colombina es inmenso. De especial interés siguen siendo los estudios de A. Ballesteros titulados «Cristóbal Colón y el descubrimiento de Améri-

(en Historia de América y de los pueblos americanos, Barcelona, 1945, vols. IV y V) y «Génesis del descubrica»

231

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —

(en Historia de América y de los pueblos america. 1947, vol. III). Indispensables resultan asimismo la

miento» nos,

Historia del Almirante de Hernando Colón y las Obras de Cristóbal Colón, que han sido repetidamente editadas. So-

bre el

posible

conocimiento

previo de

América por Colón

continúa siendo esencial J. Manzano y Manzano, Colón y su secreto, Madrid, 1989, 2.2 ed. Finalmente, sobre las con-

diciones establecidas entre los Reyes Católicos y Colón son de lectura obligada las obras de D. Ramos Pérez, Las capitulaciones para los viajes de «Descubrimiento y rescate»: su significado, Valladolid, 1981 y Por qué tuvo Colón que ofrecer su proyecto a España, Valladolid, 1973, y la de A. Rumeu de Armas, Nueva luz sobre las capitulaciones de Santa Fe de 1492,

232

Madrid, 1985.

LAS BULAS ALEJANDRINAS DE 1493

La rivalidad

hispano-portuguesa

Capituulaciones de Santa Fe, a las que dedicamos el pítulo anterior, sirvieron de instrumento formal para Las

comendar

caen-

Cristobal Colón la tarea de encontrar nuevas tierras inexploradas. De todos es sabido que semejante decisión se vio coronada por el éxito al descubrir Colón el a

continente americano. El descubrimiento de

Colón, de

manera

nía de manifiesto dos circunstancias de

cia. La

primera

perder

su

era

que los

inmediata,

enorme

po-

trascenden-

portugueses corrían el riesgo de

puesto como potencia descubridora de vanguardia en favor de España. La segunda era que la Corona portuguesa, ante tal eventualidad, haría todo lo posible por invalidar el derecho de los españoles y reivindicar como propios los territorios recién descubiertos. Desde la pers-

pectiva temporal de hoy

día

aspecto puede resultar un tanto chocante pero no era así a finales del siglo xv. Aunque los distintos monarcas procedieran a realizar guerras de conquista, éstas siempre debían ser llevadas a cabo en el seno de una regulación jurídica muy específica. La conquista sólo era legítima y, por lo tanto, debía ser respetada por los demás monarcas si se realizaba conforme a derecho. En otras palabras, tenía que haber sido precedida por la concesión legal del propietario de esas tierras. Como tal no se consideraba soberano del territorio a sus habitanen

este

al Papa. La razón fundamental para llegar a esa conclusión era que el único propietario del mundo era Cristo y el Papa era considerado el Vicario de Cristo en la tierra. De esta manera se convertía en la única instancia retes sino

233

QUE CAMBIARON

LOS TEXTOS

LA HISTORIA

conocida en la cristiandad occidental para adjudicar aquellos territorios a condición de que no pertenecieran a nin-

gún ellos

otro se

príncipe

predicaría

cristiano y de que

el

se

garantizara

que

en

Evangelio.

Se daba por añadidura la circunstancia de que los portres tugueses, de hecho, ya habían sido recipiendarios de documentos pontificios de este carácter: las bulas Romade nus Pontifex de Nicolás V en 1455, la Inter Caetera Calixto III en 1456 y la Aeterni Regis de Sixto IV en 1481. Estas bulas, de concesión reciente, habían legitimado la expansión portuguesa en África, incluida la invasión, sometimiento de sus habitantes. Esta dona-

conquista

v

incluía las islas, villas, puertos, tierras y lugares Num yv por adquirir desde los cabos Bojador y hasta toda la Guinea y más allá por las playas meridionales hasta la India, a condición de que se predicara la fe ca-

papal adquiridos ción

tólica. El riesgo de que los portugueses pudieran hacer valer unos derechos que, al menos en teoría, estaban ya recogidos en los documentos pontificios citados, impulsó de maactinera inmediata a los Reyes Católicos a desplegar una vidad diplomática encaminada a asegurar la posesión de las tierras recién descubiertas. El Papa

era en

aquella época Alejandro VI,

un

español

de origen valenciano, y las gestiones se vieron coronadas documentos pontifipor el éxito, que se tradujo en cuatro cios que siguieron muy de cerca el modelo luso.

Las Bulas

alejandrinas

de 1493

El primero de estos documentos fue el Breve o Bula Inter Caetera de 3 de mayo de 1493. El escrito recogía, en primer los lugar, la razón de la donación de las nuevas tierras a Reyes Católicos partiendo de la base de que en ellas sería predicado el catolicismo:

Alejandro obispo, siervo de los siervos de Dios, al carísimo hijo en Cristo Fernando, rey, y a la carísima hija en Cris234

LAS BULAS

to

ALEJANDRINAS

Isabel, reina, de Castilla, de León, de Aragón

y

DE 1493

Granada,

ilustres, salud y bendición apostólica. Entre otras obras

seables

agradables

a

la Divina

Majestad

y de-

corazón, ésta ocupa ciertamente el primer lugar: que la Fe católica y religión cristiana sea exaltada sobre todo en nuestros tiempos, así como que se amplie y dilate por todas partes y se procure la salvación de las almas, y que se humillen las naciones bárbaras y se reduzcan a esta Fe. Por ello, al ser llamados a esta santa sede de Pedro, por favor de la clemencia divina, aunque inmerecidamente, reconocemos que sos tan verdaderos reyes y príncipes católicos como sabíamos que siempre lo fuisteis y demuestran vuestros hechos nuestro

a

preclaros (...)

todo empeño, reflexión y diligencia, sin perdonar ningún trabajo, ningún gasto y ningún peligro, derramando incluso la propia sangre (...) Esta

al

Papa

que los

realizáis

disposición especial a

no como

con

de los

Reyes Católicos llevaba

donarles las tierras descubiertas y por descubrir concesión graciosa sino por merecerlo sus accio-

nes:

por

ello, estimamos digno

bien debido

a

inmerecido, sino más vosotros, concederos espontánea y favorabley

no

aquello que en cualquier manera os ayude a proseguir cada día, con ánimo más ferviente, este propósito sanmente

laudable y acepto a Dios inmortal, para honra de Dios y propagación del imperio cristiano (...) para reducir a los residentes y habitantes de ellas al culto de nuestro Redentor y a la profesión de la Fe católica; y que hasta ahora, muy ocupados en la conquista y recuperación de este reino de Granada, no pudisteis conducir vuestro santo y laudable propósito al fin deseado. to y

Tras hacer

referencia al papel de Colón en el descubrimiento y a los indígenas que habitaban aquellos territorios, el documento volvía a insistir en la necesidad de que los Reyes Católicos prosiguieran con su labor evangelizadora por muy ardua que pudiera resultar: una

235

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

exhortamos (...) para que semejante expedición sea proseguida en todo y tratéis de aceptarla con buen ánimo y celo por la Fe ortodoxa y a los pueblos que en tales islas habitan queráis y debáis inducirlos a que reciban la profesión cristiana, sin que os disuadan los peligros ni los trabajos en cualquier tiempo, en la idea y con la firme esperanza y confianza de que Dios omnipotente hará proseguir felizmente

(...)

os

vuestros

intentos.

partir de esas condiciones, el Papa donaba las tierras a los Reyes Católicos y sus descendientes a perpetuidad, basándose en el precedente portugués y decretando que A

nadie

podía violar

el contenido de la donación:

de las tierras e islas ya citadas, así las desconocidas como las hasta ahora descubiertas por vuestros enviados y las que se descubran en adelante, que bajo el dominio de otros señores cristianos no estén constttuidas en el tiempo presente; por la autoridad de Dios omut-

(...) todas

y cada

una

potente concedida a San Pedro y del Vicariato de Jesucristo las misque ejercemos en la tierra, con todos los dominios de villas y los derechos mas, con ciudades, fortalezas, lugares a vos y vuestros hetodas sus

y

y

jurisdicciones y

pertenencias,

rederos los reyes de Castilla y León, perpetuamente por la autoridad apostólica, a tenor de la presente, donamos, concedemos y asignamos, y a vos y vuestros herederos mencionados investimos de ellas (...) Y porque también algunos reyes de Portugal en las partes de África, Guinea y la Mina de oro, de

la misma manera, también por concesión apostólica que se les hizo, descubrieron y adquirieron otras islas y por la Sede Apostólica les fueron concedidos diversos privilegios, gracias, libertades, inmunidades, exenciones e indultos; Nos, a a vuestros herederos y sucesores precitados, en las vosotros y islas y tierras por vosotros descubiertas y por descubrir

(...) de igual manera, por especial donación, graciosamente 05 otorgamos (...) A ningún hombre, por consiguiente, sea lícito infringir esta nuestra página de exhortación, requerimiento, donación, concesión, asignación, investidura de hecho, constitución, delegación, mandato, inhibición, indulto, ex236

LAS BULAS

ALEJANDRINAS

DE 1493

ampliación,

voluntad y decreto o atreverse temerarieqmente a contrariarla. Pero si alguno presumiere atentar contra esto, sepa que incurre en la indignación de Dios omnipotente y de los santos Apóstoles, Pedro y Pablo.

tensión,

El anterior escrito implicaba una donación de las tierras americanas en términos similares a aquellos de los que los

África.

portugueses habían sido beneficiarios

en

bargo, dejaba abierta la posibilidad de

que éstos reclama-

Sin

em-

parte del territorio americano, en la medida en que la Bula hacía excepción de aquellas tierras ya ocupadas preran

viamente por en el mes de que, texto

no

príncipe cristiano. Para evitar este riesgo, junio se promulgó la Bula Inter Caetera a la obstante, se fechó en el día siguiente de mayo del

anterior

un

posiblemente

convertirla

para

no

herir

susceptibilidades

blanco de objeciones lusas. En esta nueva bula, el Papa volvía a repetir que la donación no era inmerecida dados los méritos de los Reyes Católicos y que era consciente de que sólo la guerra de Granada había retrasado la empresa dirigida por Cristóbal Colón. Asimismo insistía en que la legitimidad de la misma arrancaba del proyecto de reducir a la fe católica a los habitantes de los territorios descubiertos. Sin embargo, el aspecto más relevante de la Bula era que trazaba una línea de separación entre los territorios españoles y portugueses de tal manera que no pudieran existir conflictos en el futuro:

y

no

en

todas las islas y tierras firmes, descubiertas y por descubrir, halladas y por hallar hacia el occidente y mediodía, haciendo y constituyendo una línea desde el polo ártico, es decir el

septentrión, hasta el polo antártico,

el mediodía, que estén tanto en tierra firme como en islas descubiertas y por descubrir hacia la India o hacia otra cualquier parte, la cual línea diste de cualquiera de las islas que se llaman vulgarmente de las Azores y Cabo Verde cien leguas hacia occidente y el mediodía (...) que por otro rey o príncipe cristiano no estuviesen actualmente poseídas con anterioridad al día de Navidad de nuestro Señor Jesucristo próximo pasado, en el cual comienza el presente año de mil cuatrocientos noventa o sea

237

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

fueron por vuestros enviados y capitanes descubiertas algunas de las citadas islas; por la autoridad de

y tres, cuando

omnipotente concedida a San Pedro y del Vicariato de Jesucristo que ejercemos en la tierra, con todos los dominios de las mismas (...) a vos y vuestros herederos los reyes de Dios

Castilla y León, perpetuamente, a mos, concedemos y asignamos, y ros mencionados. De

una manera

muy similar

de la presente, donavos y a vuestros herede-

tenor a

(y también falseando la fe-

manifestó la Bula menor Eximiae devotionis. Aunque redactada en el mes de julio, se la fechó el 3 de mayo de 1493 y en ella se insistió en el paralelo entre las concesiones hechas a los Reyes Católicos y las recibidas en anteriores pontificados por la Corona portuguesa o, como señalaba el texto, en todo y en particular, las gracias, privt-

cha)

se

legios, exenciones, libertades, facultades, inmunidades, Letras e indultos concedidos a los Reyes de Portugal, de la misma manera y en todo su tenor, como si palabra por palabra en

la presente estuviesen insertas.

escrito, la Bula Dudum siquidem redactada a en diciembre pero fechada el 26 de septiembre, volvió insistir en las concesiones españolas y las amplió además El

a

cuarto

occidente y mediodía, siempre que

no

penetraran

en te-

ocupado previamente por un príncipe cristiano. En términos generales, casi puede decirse que la bula se convertía en un auténtico cheque en blanco para que las Innaves y las expediciones castellanas avanzaran por las rritorio

dias:

Nos, deseoso también de proseguir en vuestro favor graciosamente, con iguales motu, conocimiento y plenitud de poder, de igual modo ampliamos la donación, concesión, asignación y las dichas Letras con todas y cada una de las cláusulas en ellas contenidas por el tenor de las presentes a todas y cada una de las islas y tierras firmes halladas o por hallar, descubiertas o por descubrir que estén, o fuesen o apareciesen a los que navegan o marchan hacia occidente y 238

LAS BULAS

ALEJANDRINAS

DE 1493

el mediodía, bien se hallen tanto en las regiones occidentales como en las orientales y existan en la India (...) aun

pericia diplomática, los Reyes Católicos acababan de asegurarse el respaldo papal para la conquista de las Indias y la supresión de la rivalidad portuguesa. Gracias

su

a

Después de las bulas La Corona de

papales,

Portugal

no

vio

con

agrado aquellas

decisio-

de enfrentarse a ellas. En 1494, se firmó entre ambas potencias el Tratado de Tordesillas, en virtud del cual se consagraba una modificación de la Bula menor Inter Caetera situando la línea de separación en lugar de 100 leguas al oeste de las Azores a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. De esta manera, a cambio de evitar un enfrentamiento, España aceptaba que Portugal contara con una mayor facilidad para nes

seguir la

pero tampoco tenía

manera

hacia la India y se anexionara la zona de América del sur conocida como Brasil. En los siglos siguientes, Portugal no terminaría de asimilar la manera en que España la había desplazado del primer

lugar

ruta

en

territoriales,

la

exploración atlántica. Surgieron conflictos

el solventado por la venta de las Molucas que Carlos V realizó en 1529 o el de los límites del Río de la Plata que, prácticamente, duraría hasta el siglo xIx. Con todo, estos aspectos menores no alteraron un hecho como

que había

adquirido carta de naturaleza merced a las bulas alejandrinas. Éstas cambiaron la historia occidental al consagrar la hegemonía española en detrimento de la expansión portuguesa y además

el cauce por el que discurriría en los siguientes siglos la historia del continente americano. El carácter de legitimación religiosa dado a la conquista implicó la aniquilación de los imperios indígenas pero, al mismo tiempo, evitó que sus poblaciones autóctonas fueran exterminadas, como sucedió en zonas de América colonizadas por otras potencias. Las Leyes de Indias, aplicadas en mayor marcaron

239

LOS TEXTOS

o menor

la

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

medida, significarían

desaparición

de las etnias

un

freno, siquiera parcial,

aborígenes.

Sin

embargo,

todos los efectos de las Bulas fueron tan positivos. Frente al esquema norteño de protestantismo,

a

no

superio-

ridad blanca y colonización, las bulas alejandrinas determinaron que la cultura hispanoamericana fuera una mez-

(que persiste hasta el día constituyera un trasunto del modelo de la Reconquista española: la visión del Esta-

cla de catolicismo e indigenismo de hoy) y que el esquema social do

no como una

institución al servicio de todos sino

como

predio conquistado que puede repartirse entre las mesnadas; la contemplación del trabajo como un castigo divino; la reducción de las poblaciones vencidas al estatus de seres de segunda, similares a los moros y judíos hispanos. Sin embargo, también el mestizaje y la lengua española son restos de aquella decisión papal cristalizada en las cuatro bulas que no pueden considerarse negativos. Para España, las bulas significaron su consagración un

como

potencia ultramarina, el fortalecimiento de los lazos

el catolicismo y la posibilidad de mantener económicamente un número nada despreciable de conflictos internacionales. Sabido es que las riquezas extraídas del suelo americano sirvieron para que España financiara

ideológicos

guerras y

dejó

con

religiosas

de existir

Con

en

las que

como

todo, logró

se

desangró

económicamente

potencia.

que las concesiones que

Alejandro

VI

había realizado a perpetuidad duraran casi hasta mediados del siglo xIx y en el caso de Cuba, hasta 1898. Nissiquiera cuando la Santa Sede reconoció la legitimidad de los episcopados americanos y de la lucha independentista contra la metrópoli, los lazos con aquellas tierras se rompieron. La sangre, la lengua, la cultura y la historia pesaban más que las decisiones políticas.

Aquellas

bulas cambiaron la historia y lo hicieron en el momento más oportuno para España, poco antes de que el papel del Papa comenzara a ser cuestionado no sólo como señor temporal sino también como vicario de Cristo en la Tierra. Ese acontecimiento también alteraría el curso de la historia mundial. A él dedicaremos el próximo capítulo. 240

LAS BULAS

ALEJANDRINAS

DE 1493

Bibliografía bibliografía sobre las Bulas alejandrinas es amplia y, en términos generales, muy rigurosa. De especial interés es el trabajo de A. García Gallo, «Las bulas de Alejandro VI y el ordenamiento jurídico de la expansión portuguesa y casteLa

África e Indias» en Anuario de historia del Derecho Español, Madrid, 1957-1958, vols. 27-28, pp. 461-829. Previas en el tiempo pero de relevancia son las obras de M. Giménez Fernández, Las Bulas Alejandrinas de 1493, Sevilla, 1943 y Nuevas consideraciones sobre la historia, sentido y llana

en

alejandrinas de 1493 referentes a las Indias, Sevilla, 1944. Sobre la competición entre portugueses y castellanos resulta de lectura obligada F. Pérez-Embid, valor de las Bulas

el Atlántico y la rivalidad castellanoportuguesa hasta el Tratado de Tordesillas, Sevilla, 1948. Un estudio sobre el contexto ideológico de las bulas se halla en L. Weckmann, Las bulas alejandrinas de 1493 y las teorías Los descubrimientos

en

políticas

del papado medieval, México, 1949. Finalmente, para el análisis de las relaciones entre España y Portugal en esta época es de especial trascendencia la obra de Antonio de la Torre y Luis Suárez Fernández, Documentos referentes a las relaciones con Portugal durante el reinado de los Reyes Católicos, Valladolid, 1958-1960, 2 vols.

241

LAS NOVENTA Y CINCO TESIS

La ansiada Reforma

El

siglo xv

aspectos de relieve, por un sentimiento de creciente crisis en el seno de la Iglesia católica. Durante aquellas agitadas décadas, la corte papal se trasladó de Roma a Avignon para satisfacer los intereses de los reyes de Francia, se produjo el denominado cisma de Occidente (en virtud del cual existieron simultáneamente dos papas que se excomulgaban entre sí y que se presentaban como el único pontífice legítimo), fracasaron los intentos por restaurar la unidad entre el papado y el patriarca de Constantinopla pese a la amenaza turca, estuvo

caracterizado,

entre otros

aniquilando Bizancio en 1453, y se multiplicaron las voces de aquellos que, como John Wycliffe o Jan Huss, deseaban una reforma en profundidad de la Iglesia no sólo en el ámbito moral sino también en el teológico. No resulta extraño que en un contexto tan crispado como el del siglo xv los mejores teólogos de Occidente sostuvieran la tesis de la superioridad del concilio general sobre el Papa (¿quién podía asegurar que el Papa no podía convertirse en un hereje tras antecedentes en ese sentido como los de Honorio o Vigilio?) o que se iniciaran los primeros intentos de publicar textos críticos del Nuevo Testamento en su lengua original. Desde luego, si algo parecía indiscutible a finales del siglo xv era que la Iglesia necesitaba una reforma, que ésta tenía que operarse en profundidad y que el momento de su inicio no podía verse retrasado indefinidamente. Una posición de ese cariz era defendida por personajes que iban de que terminó

Lorenzo Valla

a

Erasmo, de Tomás Moro a Luis Vives. 243

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA ——l

Curiosamente, los primeros pasos para realizar esa re. forma no fueron dados en aquellos países donde las de. ficiencias morales y doctrinales del clero y del pueblo llano resultaban mayores, sino en España. Además, los esfuerzos reformadores comenzaron no en la base (más o menos

cúpula jerárquica. La figura dominante de este período, y no sólo en el área espiritual, fue el cardenal Cisneros. Nacido en 1436, su muerte se produjo en noviembre de 1517, tan sólo ocho días después de que Martín Lutero clavase en las puertas de la iglesia de Wittenberg las Noventa y cinco tesis a las que nos referimos en este capítulo. La fecha de su fallecimiento no pudo resultar más significativa, porque lo cierto es que coincidió con el ilustrada) sino

en

la

final de un ciclo histórico muy concreto y el comienzo de otro totalmente distinto.

ejemplo, una enorme importancia a la lengua vernácula en medios religiosos e impulsó la traducción de obras latinas a aquélla. De esa forma, antes de que se produjeran las primeras traducciones protestantes del Nuevo Testamento, los españoles contaban con versiones impresas de los Evangelios y de las Epístolas en lengua vulgar. Asimismo, decidió fundar una escuela o universidad donde un Colegio de Artes Liberales debía formar al Cisneros

estudiante

otorgó,

en

por

el conocimiento del latín, del hebreo y de semíticas, y tendría que dar una especial im-

lenguas portancia al aprendizaje del griego, ya que en esta lengua se había redactado originalmente el texto del Nuevo Testaotras

cristalizó en buena medida en la fundación de la Universidad de Alcalá, que buscó inspirarse sobre todo en el estudio del Nuevo Testamento con la intención de formar de manera especialmente atenta a la mento. Esta visión

gente de

a

pie.

o

realmente, defendieran posturas heterodoxas, y estimuló la crítica y el estudio del texto de las Sagradas Escrituras. Fruto de esta actitud fue la elaboración de la Biblia Políglota Complutense en hebreo, griego y latín, o las obras de Cisneros

no

persiguió

Pedro de Osma, un de Salamanca, y de 244

a

personas que, supuesta

profesor de teología de la Universidad Nebrija, un discípulo del anterior. An-

LAS NOVENTA Y CINCO TESIS —

ticipándose

Lutero, ambos eruditos realizaron importantísimos estudios sobre el texto original del Nuevo Testamento y acerca de la historia católica. Estos últimos ciertamente no contribuían a fundamentar las pretensiones del pontífice romano, pero aun así Erasmo y, por supuesto,

a

protegió El impacto de

Cisneros

rable

no

sólo

a

Nebrija

y

a

Osma.

repercusión considemás culto de la sociedad, sino

Cisneros tuvo

entre

el

sector

a

una

especialmente entre la gente del pueblo, que comenzó (décadas antes que los anabaptistas suizos, por ejemplo) a muy

las

para estudiar sencilla y libremente los textos del Nuevo Testamento. Una universalización de sus

reunirse

en

casas

puntos de vista

posible que hubiera evitado la fractura histórica que significó la lucha entre Reforma y Contrarreforma, las guerras de religión relacionadas con ella y también la destrucción, no por lenta menos real, del Imperio español. No fue así. Finalmente, la Reforma iba a converes

llama que destruiría en buena medida un mundo antiguo para, sobre sus ruinas purificadas, levantar uno nuevo. La chispa de esa hoguera no vendría, sin embargo, de España sino de Alemania, si bien el que la encendería sería también un monje, en este caso agustino, llamado Martín Lutero. tirse

El

en

una

monje

Lutero

Martín Lutero nació en 1483 en Eisleben, Alemania. Su padre, de origen campesino, trabajaba en las minas se-

gún testimonio de Martín, era partidario de educación que, no pocas veces, se traducía

y,

una severa en

corporales.

castigos

Esa misma norma, también según los recuerdos de Lutero, se mantuvo en la escuela y, a juzgar por sus su

propias palabras, debió de dejar

no escasa

huella

en

carácter.

Durante el una tormenta

pectiva de la metió

a

de 1505, Martín fue sorprendido por medio de los rayos, aterrado por la pers-

verano

y

en

muerte y

del castigo eterno

santa Ana en oración que si

en

el infierno, pro-

lograba

escapar

con

245

QUE

LOS TEXTOS

CAMBIARON LA HISTORIA —

aquel

haría monje. Así fue y, como el mis. mo Lutero confesaría tiempo después, en ello influyó no sólo la promesa formulada a la santa sino también el deseo de escapar de un hogar demasiado riguroso y de los deseos bien de

trance se

que pretendía que cursara los estudios de De. recho. Este se sintió muy contrariado por la decisión del

de

su

joven

padre, pero

no

pudo impedirla.

El ambiente que Lutero encontró en el monasterio constituía una acentuación del espíritu católico de la Baja Edad Media. Éste se resumía en un énfasis extraordinario en lo efímero de la vida presente (algo que había quedado más que confirmado mediante episodios como las epidemias de peste o la Guerra de los Cien Años) y en la necesidad de prepararse para el Juicio de Dios, del que podía de-

pender el castigo

eterno

el infierno

en

o, aun para

aquellos

que fueran salvos, los tormentos prolongadísimos del Purgatorio. Esta cosmovisión convertía los años presentes en

simple estadio tribuía a subrayar

de

un

de estar

a

bien

preparación

para la otra vida y

la necesidad que cada

con

ser

con-

humano tiene

Dios.

consecuencias de esta al poco tiempo de entrar en el monasterio.

Lutero comenzó

perspectiva Tras pronunciar

a

padecer las

sus votos

y

ser

elegido

por

sus

superiores

misa se conpara que lo ordenaran sacerdote, su primera virtió en una experiencia aterradora al reflexionar que lo Jesucristo. Esta que estaba ofreciendo en ella era al mismo

medida que Lutero captaba salen profundidad los engranajes del sistema católico de vación. De acuerdo con éste, la misma estaba asegurada sobre la base de realizar buenas obras y de acudir a la vez de tal manera que, tras la al sacramento de la sensación

se

fue

agudizando

a

penitencia

confesión, quedaran borrados todos los pecados. Para los católicos de todos los tiempos que no han sentido excesi-

escrúpulos de conciencia, tal sistema no tenía por qué presentarse complicado, ya que el concepto de buenas

vos

obras resultaba demasiado inconcreto y, por otro lado, la confesión era vista como un lugar en el que podía hacerse borrón y cuenta nueva con Dios. Sin embargo, para gente más escrupulosa, como era el caso de Lutero, el sistema es246

LAS NOVENTA Y CINCO TESIS —

taba lleno de agujeros por los que se filtraba la intranquilidad. En primer lugar, se encontraba la cuestión de la confesión. Para que ésta fuera eficaz resultaba indispensable confesar todos y cada uno de los pecados, pero ¿quién podía estar seguro de recordarlos todos? Si alguno era olvidado, de acuerdo con aquella enseñanza, quedaba sin perdonar y si ese pecado era además mortal el resultado no

podía ser otro que la condena eterna en el infierno. En segundo lugar, Lutero comprobaba que las malas inclinacioseguían haciéndose presentes

él pese a que para ahuyentarlas recurría a los métodos enseñados por sus maestros, como podían ser el uso de disciplinas sobre el cuerpo, los ayunos, la frecuencia en la recepción de los sacramentos, etc. Cuando su director espiritual le recomendó que leyera a los místicos, Lutero encontró cierto consuelo pasajero pero, finalmente, éste acabó también esfumándose. Resultaba obvio que aquel sistema no era sulficiente para remediar el tormento que sufría. Fue entonces cuando su superior decidió que quizá la solución podría derivar de un cambio de aires espirituales. El ambiente del monasterio era muy estrecho y podía tener efectos asfixiantes sobre alguien tan escrupuloso como Lutero. Quizá la solución estaría en que dedicara más tiempo al estudio y nes

en

que

después

se

en

dedicara a labores docentes, que le poncon un mundo más abierto. Así se le or-

drían en contacto denó que se preparara para enseñar la Universidad de Wittenberg. En 1512, Lutero

época debía de

se

doctoró

Sagrada

Teología

en

contar con un conocimiento

Escritura

y por

nada

en

aquella despre-

ciable de la Biblia. Precisamente fue el contacto con el texto sagrado el que empezó a proporcionarle una vía de salida a las angustias de los últimos años. Ya en 1513, cuando enseñaba los Salmos con una perspectiva cristológica, se percató de los sufrimientos psicológicos de Cristo y aquel descubrimiento le reportó un notable consuelo en la medida en que podía encontrar una cierta solidaridad entre sus

padecimientos en

y los de Jesús. Con

todo, el gran

1515, cuando enseñaba la epístola de Pablo

paso lo dio a

los

roma-

247

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

epístola es, en buena medida, un desarrollo de la dirigida a los gálatas que ya vimos en un capítulo anterior, En ella, el apóstol Pablo insiste (de manera más amplia) en el hecho de que la salvación nunca puede derivar de las propias obras, sino que es un regalo que Dios hace al ser humano por su gracia y que éste puede recibir sólo menos.

Esta

diante la fe la

en

el sacrificio

expiatorio

que Cristo realizó

en

cruz.

percibir esta nueva luz al llegar al versículo 17 del capítulo primero de la carta, donde se indica que el Evangelio es un mensaje de salvación pero de Lutero comenzó

a

salvación por la fe ya que, como afirma el texto, el justo por la fe vivirá. En otras palabras, no se es justo mediante ganar esa justicia a través de las propias obras, sino que se es justo porque Dios imputa esa justicia al que cree en Jesús. Lutero confesaría posteriormente que aquel descubrimiende Dios, que no era tanto un juez terrible como Aquel que se había encarnado para morir en la cruz en pago por los pecados del género humano. Aún no era consciente de ello, pero su descubrimiento iba a hacer añicos el entramado doctrinal del siste-

to

le había llevado

ma

a

captar el

amor

católico-medieval de salvación.

Las Noventa y cinco tesis

descubrimiento de la enseñanza bíblica sobre la justificación por la fe, Lutero vivió una época de tranquilidad espiritual, pero no manifestó ninguna oposición al sistema eclesial en el En los años inmediatamente

posteriores

a

su

encontraba. Muy posiblemente no se había percatado de la incompatibilidad entre ambas visiones de la salvación. El choque se produjo cuando Lutero cuestionó no tanto las prácticas eclesiales en sí como unas conductas resque eran enorme (y repulsivamente) lucrativas. La puesta iba a ser extraordinaria y, en buena medida, sus consecuencias han llegado hasta nuestros días. Se ha señalado en buen número de casos que el 31 de octubre de 1517 Lutero fijó las 95 tesis sobre las indulgenque

248

se

LAS NOVENTA Y CINCO TESIS

las puertas de la iglesia del castillo de Wittenberg como un desafío a la Iglesia católica. Semejante versión es históricamente insostenible. En realidad, la raíz del problema no estuvo en Lutero, sino en las prácticas económicas de ciertas jerarquías, incluido el Papa. En 1514, Alberto de Brandeburgo, arzobispo de Magdeburgo y administrador de Halberstadt, fue elegido arzobispo de Maguncia. En aquella época, los cargos episcopales no sólo implicaban unas tareas pastorales, sino que llevaban anejos unos beneficios políticos y económicos extraordinarios, hasta tal punto que buen número de ellos eran cubiertos por miembros de la nobleza, que contaban así con bienes y poder más que suficientes para competir con otros títulos. El arzobispado de Maguncia era uno de los puestos más ambicionados no sólo por las rentas inherentes al mismo, sino también porque permitía participar en la elección del emperador, un privilegio limitado a un número muy reducido de personas y susceptible de convertir a su poseedor en receptor de abundantes sobornos. Al acceder a esta sede, Alberto de Brandeburgo acumulaba, sin embargo, una extraordinaria cantidad de beneficios y por ello se le hacía necesaria una dispensa papal. La dispensa en sí sólo planteaba un problema y era el hecho de que el Papa siempre estaba dispuesto a concederla pero a cambio del abono de una cantidad proporcional al favor concedido. En este caso exigió de Alberto la de 24 000 ducados, una cifra fabulosa e imposible de entregar al contado. Como una manera de ayudarle a cubrirla, el Papa ofreció a Alberto la concesión del permiso para la predicación de las indulgencias en sus territorios. De esta acción todavía iban a lucrarse más personas. Por un lado, por supuesto, se encontraba Alberto, que lograría pagar al Papa la dispensa para ocupar su codiciado arzobispado, pero además la banca de los Fugger recibiría dinero a cambio de adelantar parte de los futuros ingresos de la venta de las indulgencias, el emperador Maximiliano obtendría parte de los derechos y, sobre todo, el Papa se embolsaría el cincuenta por cien de la recaudación para concluir la construcción de la basílica de San Pedro en Roma. cias

en

249

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

comprender lo que significaba la venta de indulgencias, hay que situarse en la mentalidad de la Europa del Bajo Medievo. En esos siglos cobró una gran importancia la creencia en el purgatorio. Aunque el dogma no fue definido como tal hasta el siglo xv, ya contaba con precedentes de los siglos anteriores y había recibido un inmenso impulso como consecuencia de dos razones fundamentales. La primera Para

la absoluta convicción de que la mayoría de los seres humanos no resultaban tan perversos como para ir al infierno ni tan bondadosos como para merecer el cielo. De ahí se

era

desprendía que para los hijos fieles (pero bastante pecadores) de la Iglesia debía existir un lugar intermedio en el que fueran purificados durante un tiempo más o menos prolongado, pero desde donde pudieran finalmente alcanzar el cielo. La segunda consistía en el hecho terrible de lo etímero de la existencia,

una

circunstancia

angustiosamente evidente

la guerra habían despoblado casi por completo regiones enteras de Europa. Inicialmente, la creencia en el purgatorio no había esen unos

años

en

los que la peste

o

pero no tardó mucho en relacionarse. Resultaba obvio que si el Papa era el custodio

tado

ligada

a

las

indulgencias

de los méritos de Cristo y de los santos, podía aplicarlos a los fieles para que, a cambio de ciertas prácticas, éstos sufrieran por menos tiempo en el purgatorio. No

del

tesoro

pasaron muchos años antes de que

semejantes

concesio-

fueran obtenidas mediante pago y crearan, como en el caso que nos ocupa, un negocio extraordinario. Como todas las ventas, ésta también se valía de unos recursos propagandísticos extraordinarios. Sus vendedores afirmaban, por ejemplo, que apenas sonaban en el platillo nes

las monedas con las que se habían comprado las indulgencias, el alma prisionera en el purgatorio volaba libre hasta el cielo. Además, dado que semejante beneficio podía adquirirse no sólo para uno mismo sino también para otros, no pocas familias dedicaban una parte de sus recursos a beneficiar a sus seres queridos ya difuntos que padecían en el purgatorio. Lutero consideró que

decidió comunicarlo 250

semejante conducta

en un

escrito

privado

era

indigna y

y muy respe-

LAS NOVENTA Y CINCO TESIS —

el

prelado de Brandeburgo, y a Alberto de Maguncia, que era el responsable de aquella campaña concreta de venta de indulgencias. Lo hizo además siguiendo el uso propio de los profesores universitarios, es decir, redactando un conjunto de tesis que podían ser discutidas con diversos argumentos a favor o negadas con tuoso a su

obispo,

las Noventa y cinco tesis. Las primeras tesis de Lutero apuntan al hecho de que Jesucristo ordenó hacer penitencia, literalmente: arrepentíos en el texto del Evangelio, pero que ésta es una actitud de vida que supera el sacramento del mismo nombre: otros en contra. Así nacieron

l. Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo «haced penitencia», etc., quiso que toda la vida de los fieles fuese

penitencia. 2. Este término

no

puede

ser

entendido

como

una

re-

ferencia a la penitencia sacramental, es decir, a la confesión y satisfacción realizada por el ministerio sacerdotal. Precisamente por ello el

Papa no puede remitir ninguna pena a menos que previamente lo haya hecho Dios o que sea una pena impuesta por sí mismo. De esto se desprendía que afirmar que la compra de las

indulgencias

sacaba a las indiscriminada no era sino

almas del purgatorio de manera mentir, ya que el Papa no disponía de 5. El

poder:

quiere ni puede remitir pena alguna, salvo han sido impuestas por su propia voluntad o de

Papa

aquellas que

ese

no

acuerdo con los cánones. 6. El Papa no puede remitir ninguna culpa, a no ser cuando declara y aprueba que ha sido ya perdonada por Dios, o cuando remite con seguridad los casos que le están reservados. 20 (...) la remisión plenaria de todas las penas por el Papa, no hace referencia a todas las penas, sino sólo a las que él ha impuesto. 21. Yerran, por lo tanto, los

gencias se ve

que

libre y

afirman a

que

en

predicadores

de las indulvirtud de las del Papa el hombre

salvo de toda pena. 251

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

22. No remite que, de acuerdo

cho

en

esta

las almas del purgatorio los cánones, tendrían que haber satisfe-

ningtna

con

LA HISTORIA

pena

a

vida.

23. Si pueden remitirse las penas a alguien, seguro que se limita únicamente a los muy perfectos, es decir, a muuy poCOS.

24. Por lo tanto,

se

gente con esa promesa de la pena.

engariando a la mayor parte de la magnífica e indistinta de la remisión

está

de las indulgencias no sólo se basaba en una lectura incorrecta del derecho canónico, sino que además servía para satisfacer la avaricia de determinadas personas y colocar en grave peligro de concarentes de creían sus denación a A fin de cuentas, la

aquellos

predicación

prédicas

que

base real: los hombres que el alma vuela en el mismo instante en que la moneda arrojada suena en el cepillo. 28. Es verdad que gracias a la moneda que suena en la cesta puede aumentarse lo que se ha recogido y la codicia, divina. pero el sufragio de la iglesia depende de la voluntad es tan raro, a dede verdad las 31. El 27. Predican

a

indulgencias

ganar

rarísimo, como el encontrar a una persona arrepentida de verdad. 32. Se condenarán eternamente, junto a sus maestros, los que creen que aseguran su salvación en virtud de cartas

verdad,

cir

de

tan

perdones. 35. No predican

la verdad cristiana los que enseñan que lino es necesaria la contrición para las personas que desean brar las almas o comprar billetes de confesión.

realidad, según Lutero, mediante predicaciones de este tipo, se estaba pasando por alto que Dios perdona a los creyentes en Cristo que se arrepienten y no a los que comEn

de indulgencia. La clave del perdón divino se halla en que la persona se vuelva a Él con arrepentimiento y no en que se adquieran indulgencias. Con arre-

pran

una

carta

pentimiento 252

y sin

indulgencias

es

posible el perdón,

pero

LAS NOVENTA Y CINCO TESIS

arrepentimiento y con indulgencias la condenación es segura. Por otro lado, había que insistir también en el hecho de que las indulgencias nunca pueden ser superiores a sin

determinadas obras de la vida cristiana. Aún más, el hecho de no ayudar a los pobres para adquirir indulgencias o de privar a la familia de lo necesario para comprarlas era una abominación que debía ser combatida: 36. Todo cristiano verdaderamente

debida remisión plenaria de la pena y compre cartas de

arrepentido tiene la de la culpa, aunque no

indulgencia.

37. Todo cristiano, vivo o muerto, incluso sin cartas de indulgencia, disfruta de la participación de todos los bienes de Cristo y de la iglesia concedidos por Dios. 39. Resulta extraordinariamente difícil, incluso para los mayores

de las

eruditos, presentar a la

vez

al pueblo la

generosidad

indulgencias y

la verdad de la contrición. 41. Hay que predicar con mtcha cautela las indulgencias apostólicas, no sea que el pueblo entienda erróneamente que hay que anteponerlas a las demás obras buenas de caridad. 43.

Hay

que enseñar

a

quien da limosna al pobre

adquiere indulgencias.

los cristianos que actúa mejor o ayuda al necesitado que el que

y

44. Ya que mediante las obras de caridad éste crece el hombre se hace mejor, mientras que a través de las indul-

gencias

no se

hace mejor sino que sólo

se

libra mejor de las

penas.

45.

los cristianos que aquel que ve a un necesitado y lo que pudiera darle lo emplea en comprar indulgencias, no sólo no consigue la venia del Papa sino que además provoca la indignación de Dios. 46. Hay que enseñar a los cristianos que, a menos que naden en la abundancia, deben reservar lo necesario para su casa y no despilfarrarlo en la adquisición de indulgen-

Hay

que enseñar

a

cias.

En multitud de colectivos rígidamente jerarquizados o donde la personalidad del máximo dirigente es esencial 253

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

una para la cohesión, suele ser común ante los abusos reacción psicológica consistente en culpar de ellos no ala

los estratos intermedios, e incluso pensar que si la cabeza supiera realmente lo que está sucediendo, cortaría por lo sano. En este mismo sentido, Lutero —que seguía siendo un fiel hijo de la Iglesia católica— estimaba con que el escándalo de las indulgencias no tenía relación el Papa y que éste lo suprimiría de raíz de saber lo que escabeza sino

a

taba sucediendo: que enseñar a los cristianos que el Papa, otorga indulgencias, más que dinero sonante desea y

45.

ta

Hay

cuando necest-

la oración devota.

Hay que enseñar a los cristianos que las indulgencias del Papa tienen utilidad si no las convierten en objeto de su 49.

confianza, pero muy perjudiciales ellas pierden el temor de Dios. 50.

Hay

si

como

consecuencia de

que enseñar a los cristianos que si el

Papa

su-

piera las exacciones cometidas por los predicadores de indulgencias, preferiría que la basílica de San Pedro se viera reducida a cenizas antes que levantarla los huesos de sus ovejas.

con

el

pellejo,

la

came

y

Hay que enseñar a los cristianos que el Papa, como es natural, estaría dispuesto, aunque para ello tuviera que vender la basílica de San Pedro, a dar de su propio dinero a aquellos a los que se lo sacan algunos predicadores de indul51.

gencias. concepto idealizado del Papa que no se correspondía en este caso con la realidad, resultaba obvio que el centro de la vida cristiana, que debía girar en torno a la predicación del Evangelio, no podía verse sustituido por la venta de indulgencias. Ésa era la cuestión fundamental: la de que la misión de la Iglesia era predicar el Evangelio. Al permitir que cuestiones como las indulgencias centraran la atención de las personas, lo único que se lograba era que apartaran su vista del verdadero mensaje de salvación: Para Lutero, que tenía

254

un

LAS NOVENTA Y CINCO TESIS

A. Se

injuria

a

tiempo del sermón

palabra de Dios cuando se utiliza más para predicar las indulgencias que para la

predicar la palabra. 55. La intención del son

lo de

menor

Papa

importancia)

Ha, CON tina pompa y en una

lo de mayor importancia)

se

que si las indulgencias (que se anuncian con una campa-

es

ceremonia, el Evangelio (que

proclame

con

cien pompas y cien ceremonias. 62. El tesoro verdadero de la 63. pero

es

gloria y de la lógico que resulte

los primeros en últimos. 64. Por el contrario, el

lógicamente agradable ya

cien campanas,

iglesia consiste gracia de Dios;

do evangelio de la

tesoro

en

el sagra-

odioso ya que convierte

de las

que convierte

indulgencias en

es

primeros

a

a

resulta los til-

timos.

65. Los tesoros del

Evangelio son las redes con las que en otros tiempos se pescaba a los ricos; 66. ahora los tesoros de las indulgencias son las redes en las que quedan atrapadas las riquezas de los hombres. 67. Las indulgencias, proclamadas por los predicadores las gracias de mayor importancia, deben ser comprendidas así sólo en virtud de la ganancia que procuran; 68. en realidad son bien poca cosa, si se las compara con la gracia de Dios y con la piedad de la cruz. como

Partiendo de estos puntos de vista iniciales (la desvergúenza y la codicia de los predicadores de indulgencias, la convicción de que el Papa no podía estar de acuerdo con aquellos abusos y la importancia central de la predicación del Evangelio), Lutero podía afirmar que las indulgencias en sí, pese a su carácter de escasa relevancia, no eran malas y que, precisamente por ello, resultaba imperativo que la predicación referida a las mismas se sujetara a unos límites, más que desbordados en aquel momento. De lo contrario, la Iglesia católica tendría que exponerse a críticas, no exentas de mala fe y de chacota, pero, a la vez, nutridas de razón que sólo podían hacer daño por la parte mayor o menor

de verdad que contenían:

255

LOS TEXTOS

QUE

69. Los

CAMBIARON LA HISTORIA

obispos

obligación de de indulgencias

y los sacerdotes tienen la

aceptar con toda reverencia

a

los comisarios

apostólicas; 70. pero tienen

ojos abiertos

una

obligación con

71. Sea anatema y maldito

de las

quien hable

contra

la verdad

indulgencias papales;

72. pero

char

vigilar con

oídos atentos a fin de que aquépropias ideas imaginarias en lugar de

y escuchar

llos no prediquen sus la comisión del Papa.

atún mayor de

contra

bendito el que tenga la preocupación de luel descaro y la verborrea del predicador de indulsea

gencias. toda justicia, fulmina a los que de manera fraudulenta hacen negocios con gracias, 74. con motivo mayor intenta fulminar a los que, con la excusa de las indulgencias, perpetran fraudes en la santa ca73. Lo mismo que el

ridad y

en

Papa,

con

la verdad.

indulgencias provoca que ni siquiera a los letrados les resulte fácil mantener la reverencia debida al Papa frente'a las injurias o a las cha81. Esta

predicación

vergonzosa de las

humorísticas de los laicos, 82. como: ¿por qué el papa no vacía el purgatorio en virtud de su santísima caridad y por la gran necesidad de las almas, que es la causa más justa de todas, si redime un número incalculable de almas por el funestísimo dinero de la construcción de la basílica que es la causa más insignificante? 83. también: ¿por qué persisten las exequias y aniversarios de difuntos, y no devuelve o permite que se perciban los cotas

beneficios fundados

para

ellos, puesto

que

es

una

injuria

por los redimidos? 84. también: ¿qué novedosa

orar

piedad es esa de Dios y del Papa que permite a un inicuo y enemigo de Dios redimir por dinero a un alma piadosa y amiga de Dios, y, sin embargo, la redimen ellos por caridad gratuita guiados por la necesidad de la misma alma piadosa y amada de Dios? 86. también: ¿por qué el Papa, cuyas riquezas son actualmente mucho más pingiies que las de los ricos más no

sola basílica de San Pedro lentos, construye propio dinero mejor que con el de los pobres fieles? no

256

una

opu-

con su

LAS NOVENTA Y CINCO TESIS

Papa busca la salvación de las almas por las indulgencias mejor que por el dinero, ¿por qué suspende 89. Y va que el

el valor de las

tiempos

indulgencias concedidas la misma eficacia?

cartas e

si cuentan

con

en

otros

aquellas objeciones no implicaban mala fe en términos generales. Por el contrario, constituían un grito de preocupación que podía brotar de las gargantas más sinceramente leales al papado y, por ello, más angustiadas Para Lutero,

por lo que estaba sucediendo. La solución, desde su punto de vista, no podía consistir en sofocar aquellos clamores

acabar con unos abusos que causaban el escándalo de los fieles formados, deformaban las concepciones espirituales de los más sencillos y arrojaban un nada pequeño sino

en

descrédito sobre la jerarquía: 9%. Amordazar estas

cuidadas de los laicos sólo mediante el poder y no invalidarlas con la razón, es lo mismo que poner en ridículo a la Iglesia y al Papa ante suis enemigos y causar la desventura de los cristianos. 91. Todas estas cosas se solucionarían, incluso ni sucederían, si las indulgencias fueran predicadas según el espíritu y la mente del Papa. En

su

conjunto,

argumentaciones

tan

por lo tanto, las Noventa y cinco tesis

profundamente

católico e impregnado de una encomiable preocupación por el pueblo de Dios y la imagen de la jerarquía ante éste. Además, en buena medida, lo expuesto por Lutero ya había sido señalado por aueran un

escrito

incluso cabe decir que con mavor virulencia. Sin embargo, el monje agustino no supo captar que la coyuntura no podía ser humanamente más desfavorable. Ni el Papa ni los obispos eran tan desinteresados como él parecía creer y, desde luego, en aquellos momentos necesitaban dinero con una fuerza mayor de la que les impulsaba a cubrir su labor pastoral. Quizá de no haber sido ésa la situación, de no haber requerido el Papa sumas tan grandes para concluir la construcción de la basílica de San Pedro en Roma, de no haber tores anteriores

e

257

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —

necesitado Alberto de Brandeburgo tanto dinero para pagar la dispensa papal, la respuesta habría sido comedida y todo habría quedado en un mero intercambio de opiniones teológicas que en nada habrían afectado al edificio eclesial. Sin embargo, las cosas discurrieron de una manera muy diferente y las Noventa v cinco tesis cambiaron de manera

radical la historia.

Después de las

tesis

La reacción de Alberto de

do las Tesis

acompañadas

que había recibicarta de Lutero escrita en no se hizo esperar. Ne-

Brandeburgo, de

una

exquisitamente respetuoso, cesitaba imperiosamente dinero y, desde luego, no estaba dispuesto a que un monje le pusiera impedimentos de catono

un

rácter

diata,

inmepara alcanzar sus fines. De manera escribió al papa León X (uno de los pontífices más

teológico

corruptos

en

una

especialmente caracterizada papado) pidiéndole que interviniera.

época

no

por la honradez del La respuesta del Papa consistió

en

remitir el asunto ala

de los agustinos, cuya siguiente reunión capitular iba a celebrarse en Heidelberg. Muchos esperaban que Lutero sería condenado y acabaría en la hoguera, pero lo que sucedió fue algo completamente distinto, ya que consideraron que las críticas de buen número de

jurisdicción

agustinos

su

compañero de orden estaban más que

justificadas.

dieta imperial de Augsburgo debía reunirse en breve a ella tenía que acudir el cardenal Cayetano con la misión de conLeón X decidió entonces

seguir

otro camino. La

y

los príncipes alemanes a fin de que se unieran en un proyecto papal de cruzada contra los turcos y pagaran un impuesto con esta finalidad. El Papa decidió que Cayetano podía entrevistarse con Lutero e intentar solucionar

vencer a

salvoconducto del emperador, un recurso que de nada había servido en el siglo anterior a Jan Huss para escapar de la hoguera, Lutero acudió a entrevistarse con el cardenal. El encuentro concluyó en fracaso, porque el prelado sólo deseaba una retractación total el

problema.

258

Provisto de

un

LAS NOVENTA Y CINCO TESIS

y el

monje pretendía

que

previamente

qué estaba equivocado. En terminado

se

le

otro contexto,

mostrara

en

Lutero habría

la hoguera, pero en aquel tiempo las circunstancias se desarrollaron a su favor. Para empezar, se produjo la muerte del emperador Maximiliano, que no había contemplado la actitud de Lutero con ninguna simpatía. Pero además se dio la circunstancia de que el Papa tenía interés en que los poderes políticos se en

mantuvieran débiles y enfrentados a fin de poder disfrutar de una mayor influencia. Esa situación se produciría, en

opinión de León X, si el elegido Alemania

cipe

era

Federico de

emperador de embargo, este prín-

como nuevo

Sajonia.

Sin

el protector de Lutero (no porque aceptara sus puntos de vista, sino porque no deseaba que se le condenaera

sin

juicio justo) y ese hecho decidió al Papa a posponer la condena del agustino. Éste, como gesto de buena voluntad, se declaró dispuesto a no entrar en nuevas conra

un

troversias si

adversarios hacían lo mismo. Esta breve tregua se esfumó por unas razones tan políticas como las que habían provocado su comienzo. Federico no fue elegido emperador sino Carlos I de España y entonces el Papa decidió que había llegado el momento de ajustarle las cuentas al monje díscolo. Para ello, sin embargo, se necesitaba una base más sólida que la existente hasta entonces. Era preciso acusar con fundamento a Lutero de hereje. Con tal finalidad, Juan Eck retó a un debate en Leipzig. a Carldstadt, uno de los alumnos de Lutero. Este se percató fácilmente de que el objetivo de Eck era atacarle a él a través de un discípulo y se manifestó dispuesto a intervenir en la disputa. Cuando se produjo el enfrentamiento entre Lutero y Eck, quedó pronto de manifiesto lo que cada uno de ellos pretendía. Lutero era muy superior a su adversario en el conocimiento de la Biblia e intentó mostrar cómo ésta era imposible de conciliar con ciertas prácticas. Sin embargo, Eck conocía mucho mejor el derecho canónico, y no tuvo dificultad en llevar el debate a su terreno y lograr que Lutero afirmara que un cristiano con la Biblia tiene más autoridad que los papas y los concilios contra ella. En realisus

público

259

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —]]—

dad, semejante afirmación recordaba

otras muy

similares

la que ya hemos visto al examinar la carta de Pablo a los gálatas, pero en aquellos momentos el resultado inmediato fue que se pudiera encuadrar a Lutero en el terreno de la herejía. Eck había buscado un pretexto que permitiera la condena de Lutero y sin duda lo había en

espíritu,

como

encontrado. León X redactó la bula Exsurge Domine, en virtud de la cual ordenaba que los libros de Lutero fueran quemados y se le daban sesenta días de plazo para retractarse so pena de excomunión y anatema. Para ese entonces, Lutero había dejado de ser el monje convencido de la buena fe de la jerarquía y preocupado por su honra. Pero, sobre todo, había encontrado un instrumento que se demostraría formidable en el enfrentamiento que acababa de estallar. Éste no era otro que la fe en que la teología v la práctica cristiana debían sustentarse sólo Palabra de Dios. Precisamente por ello, ningún hombre o autoridad jerárquica podían pretender con razón situarse por encima de lo contenido en aquélla. El monje que no temía al Papa tampoco se dejó intimidar en la Dieta de por las amenazas del emperador Carlos V Worms. Ante la insistencia de que se retractara, Lutero dio una respuesta que se encuentra en la raíz de todas las deen

la Biblia

claraciones

como

posteriores

en

favor de los derechos humanos

y la libertad de conciencia:

ni deseo retractarme de cosa alguna ya que el ir contra la conciencia no es justo ni seguro. Dios me ayude. Ni

puedo

Amen.

protestantismo que acababa de nacer muy pronto quedaría articulado en torno a tres ejes fundamentales: el El

afirmar que la Biblia era la única regla infalible de fe y conducta (sola Scriptura), el que insistía en que sólo Cristo era salvador y mediador entre Dios y los hombres (solo Christo) y el que sostenía que la salvación no podía obtenerse por los méritos propios sino mediante la fe en el sacrificio de Cristo (sola fide). Pero además proporcionaría un extraordinario armazón ideológico a la críque consistía

260

en

LAS NOVENTA Y CINCO TESIS

lica de las instituciones y de cualguier idea aceptada por razones de autoridad desde la teología a las ciencias de la

Naturaleza. No resulta extraño que de él particran a fin de cuentas fenómenos como la revolución científica del siglo xvi, los primeros derechos reconocidos como inalicnables por los gobernantes o la democracia moderna. En apenas unos años, el protestantismo controlaría media Europa yv estaría llamado a reunir prácticamente a la mitad de los miembros de todas las confesiones cristianas del mundo. Sin duda, se trató de una gigantesca labor para un movimiento que dio sus primeros pasos el día que un mon-

je decidió, de manera respetuosa y sometida a la jerarquía, quejarse de algunos abusos relacionados con la venta de

indulgencias. El escrito que entonces dablemente, para cambiar la historia.

redactó sirvió, indu-

Bibliografía Lutero, los inicios de la Reforma y las Noventa y cinco tesis es muy numerosa y resulta lógico la Historia de la que así sea. Siguen siendo de interés desde La literatura relativa

a

Reforma de Lortz a la más breve (aunque sustanciosa y bien expuesta) La Reforma de Jean Delumeau, Barcelona, 1973. La mejor introducción sencilla (aunque profunda y la vida y la obra de Lutero continúa siendo, a nuestro juicio, la de J. Atkinson, Lutero y el nacimiento del protestantismo, Madrid, 1971. Más completas, de vista católico, pero notablemente el bien documentada)

expresando

a

punto

tendenciosas, son las obras de Ricardo García-Villoslada, Raíces históriMartín Lutero, Madrid, 1976, 2 vols., e ídem, 1976, 2.2 ed. El Lutero de Heicas del luteranismo, Madrid, una buena biograko Oberman (Madrid, 1992) constituye los espirituales aspectos fía, pero pasa por alto algunos de Daniel Olivier titulada El promás importantes. La obra Alres, 1973, resulta notable no sólo ceso Lutero, Buenos sino porque reun sacerdote católico sea autor su porqu e evolución espiritual de Lutero y la dado cul sumo lata con ést a al principio no se salía de la orcómo ha sabido captar

de

¿

261

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

todoxia católica aunque chocara con intereses particulares de algunos jerarcas. Finalmente, sobre los orígenes históri-

de la creencia

el

purgatorio, sigue siendo muy recomendable la lectura del libro de J. Le Goft, El nacimiento del purgatorio, Madrid, 1985. cos

en

EL

PRÍNCIPE

Maquiavelo La visión de la

Edad Media Por

lado,

política

una

en

Europa registró

a

lo

largo

curiosa tensión entre lo ideal y lo

de la

práctico.

obvio que cada uno de los monarcas intentó obtener el mayor beneficio de sus actos y que éstos no pocas veces distaron mucho de ajustarse a los principios de la moral cristiana. Sin embargo, por otro, es indiscutible que esos límites eran traspasados siempre con un cierto resquemor y un

es

que trataban de

legitimarlos

la mayoría de los casos con argumentos morales. Quizá uno de los terrenos donde esto queda de manifiesto con más claridad sea el de las guerras. Las enseñanzas de Jesús, como vimos al examinar el Evangelio de Mateo, proscriben toda clase de violencia y no sólo la bélica. A lo largo de poco menos de tres siglos, los cristianegaron firmemente

en

las armas o a formar parte del ejército. Encontramos así frecuentes referencias a mártires que fueron ejecutados por negarse a ser alistados, nos se

escritos de los Padres

a

tomar

los que se condenaba la participación en la guerra o el ser soldado e incluso a decisiones canónicas que establecían de forma tajante la excomunión para el que fuera militar. Tal posición cambió radicalmente al convertirse durante el siglo 1v la Iglesia en una religión primero favorecida y después oficial. Sin embargo, quedaron algunos residuos de la concepción primitiva. Por ejemplo, se permitió que un pequeño grupo de personas, consideradas más espirituales y, generalmente, conectadas con el clero, se abstuvieran de tener contacto con el mundo militar. De la misma manera, se procuró que la guerra quedara limitada a determinados días de la semana y que no descara

en

263

LOS TEXTOS

gara

su

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Hagelo sobre cualquier sector de la población de ma-

indiscriminada. Finalmente, se intentó que fuera siempre detensiva. De hecho, resulta imposible de entender la alambicada diplomacia bizantina, por ejemplo, sin tener presente que los emperadores no descaban ir a la guerra y que estaban dispuestos a seguir los caminos más retorcidos nera

para evitarla.

Semejante fenómeno

tuvo sus

quiebras,

como

cuando,

por influencia directa yv multisecular del islam, se acabó aceptando la idea de la guerra santa. Sin embargo, en tér-

generales, las consideraciones éticas seguían poseyendo un papel extraordinariamente importante todavía a finales del siglo xv. Que esa visión sufriera un golpe casi mortal y fuera desplazada por otra más realista relacionaminos

da

con

la razón de Estado

hombre llamado Nicolás

debió

se

en

buena medida

aun

Maquiavelo.

Nicolás nació el 13 de mayo de 1469 en Florencia, hijo de un doctor en leves que manifestó un notable interés por su educación. De hecho, cuando tenía siete años, ya había comenzado

sus

cargos en 1498, cuando Florencia. Así se convirtió en

primeros en

desempeñar sus se proclamó la república secretario de la segunda

estudios de latín. Comenzó

a

encargada de los Asuntos Exteriores y Guerra de la república, y después en el Consejo de los Diez de Balía. A partir de 1499, Maquiavelo comenzó a ocuparse de tareas diplomáticas de no poca relevancia. En ese año, este tipo de obligaciones lo llevó a Piombino, Forli e Imola, y al cancillería

siguiente realizó su primera misión importante en el extranjero, ante Luis XII de Francia. En 1501, contrajo matrimonio y en 1502, se produjo uno de los hechos más significativos de su vida. Conoció a César Borgia en Urbino con

motivo de discutir los términos de

de los

alianza con Flodel papa Borgia y

una

hijos estaba demostrando tener tan escasos escrúpulos morales como su padre, en este caso aplicándose a ampliar sus terencia. César

Borgia

el

era uno

de Italia. Si esto obedecía a que se consideraba a cubierto espiritualmente por él o a que había llegado a un nada despreciable descreimiento religioso resulta difícil de saber. Lo cierto es que estaba llevando a rritorios

264

en

centro

EL

cabo

una

carrera

brillaban por

política

en

la que los clementos éticos

ausencia, César

su

PRÍNCIPE

impresionó

a

Maquiavelo

original y a la vez amoral de solventar los problemas políticos. De hecho, aquel mismo año escribió un libro en el que narraba la manera en que el hijo del papa Borgia se había desembarazado de unos adversarios polítipor

su

manera

combinando la astucia, el interés y la más descarnada violencia. Esta obra recibió el título de Descripción de la manera en que César Borgia dio muerte a Vitelli, Oltverotto da Fermo, al señor Paolo y al duque de Gravina Orsini. Al año siguiente, el mismo en que murió el papa Alecos

de César Borgia, Maquiavelo comenzó a reorganizar las defensas militares de la república de Florencia. Desde entonces a 1512, no dejaría de desempeñar nuevas misiones diplomáticas ante Luis XII de Francia, el

jandro VI, padre

emperador alemán Maximiliano I. Este último año, sin embargo, constituyó un punto de inflexión en la vida de Maquiavelo. En él, la familia de los Médicis volvió a recuperar el poder en Florencia y la república depapa Julio II

o

el

sapareció. El cambio de gobernantes significó de entrada para Maquiavelo el verse privado de todos sus cargos. En 1513, a esa desgracia se añadió además la de su detención, un período durante el cual se le sometió a tortura. La reclusión

fue breve, pero debió de marcar amargamente su mentalidad. Aquel mismo año decidió retirarse a una finca cercana a San Casciano, donde comenzó a escribir una obra sobre la primera década de Tito Livio. Al mismo tiempo, de manera clandestina, dio inicio a la redacción del libro que le convertiría en sinónimo de una manera concreta de llevar a

cipe,

cabo la acción que

concluyó

política. Ésta

en

no

diciembre de

fue

aquel

otra que

El Prín-

año.

El Príncipe

Príncipe pretendiera ser una obra con la que Maquiavelo deseaba congraciarse le habían con los nuevos amos de Florencia, aquellos que Es muy

posible

que inicialmente El

265

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

incluso le habían sometido a reclusión y a tortura. De hecho, la dedicatoria de la obra va dirigida a Lorenzo de Médicis, un nieto de Lo-

despojado de todos

renzo

el

Magnífico,

cargos

sus

de

públicos

una manera

e

muy expresa:

Los que ambicionan los favores de un príncipe suelen ofrendarle lo que tienen más querido o lo que consideran que le será más agradable a su señor. De esta manera, unos ofrecen sas

caballos, otros regalan armas, parios de oro, joyas semejantes, dignas de la grandeza de los príncipes. Yo mismo, deseando

ofrendar

a

Vuestra

y

co-

Magnificencia

de mi espíritu de servicio, no encuentro nada más importante entre mis cosas ni que yo aprecie tanto como el conocimiento de los hechos de los grandes hombres, logrado en virtud de larga experiencia de los sucesos modernos y un estudio continuado de los antiguos. tras haberlos Y seleccionado y examinado atentamente se los ofrendo ahora una

a

prueba

Vuestra Una

Magnificencia recogidos

vez

escrita esta

en un

pequeño libro.

dedicatoria, Maquiavelo comienza

exposición haciendo referencia a los tipos de principados y a la manera en que se adquieren: su

Todos los estados, todos los dominios sobre los que ttvieron o tienen poder los hombres se pueden dividir en repiblicas y principados. Éstos, por su parte, pueden ser heredi-

tarios, es decir, transmitidos en el seno de una dinastía mediante la sucesión, o nuevos. Los principados nuevos o lo son por completo, como lo fue Milán para Francisco Sforza, o son provincias agregadas al estado del príncipe que las conquista, como es el caso del reino de Nápoles para el rey de

España.

estaban habituados a vivir bajo la autoridad de un príncipe, o eran libres y se conquistan mediante ejércitos ajenos o con las propias armas, por la suerte o por la virtud. Los dominios así

En términos

adquiridos,

o

generales, los principados transmitidos

hereditariamente resultan más fáciles de mantener ya que 266

EL

PRÍNCIPE

el príncipe natural tiene menos causas y necesidad de ofender por lo que sus súbditos lo estiman más (...) y es natural que se le ame. Una situación muy distinta es la de los principados nuevos y, especialmente, en los mixtos, es decir aquellos en que parte de los territorios son incorporados más o menos recientemente. En estos casos, por mucho que el príncipe haya sido llamado por parte de los súbditos debe confiar rritorios: no

en su

ayuda

para mantener los

nuevos te-

alteraciones nacen de una dificultad natural, que se produce en todos los principados nuevos y que consiste en que los hombres cambian con gusto de señor creyendo que así mejorarán, creencia que los lleva a tomar las armas contra sit antiguo príncipe, engañándose, ya que la experiencia les enseñará que, en lugar de mejorar la situación, sólo la

(...)

han

sus

empeorado.

Esto deriva de otra necesidad natural y ordinaria que obliga al príncipe ra

que el

que

a

nuevo

maltratar a

príncipe

sus nuevos

se crea

stuúbditos (...) de

enemigos

ofendió ocupando el principado y

entre

De

hecho, la

cuperarlos

los con la a

puede contar será imposible satisfa-

obligaciones para

manera

aquellos

no

amistad de los que lo llamaron ya que cerlos como esperaban, ni puede imponerse

violentos porque tiene

mane-

a

con

ellos por medios ellos.

más segura de mantenerlos

o re-

medidas de astucia, que derivan su efectividad de la forma en que está configurada la propia naturaleza humana. Si los territorios hablan la misma lengua bastará con extinguir la línea de sucesión del anterior es

recurrir

a

así, resulta recomendable que el nuevo ocupante resida en esa tierra, lo que facilitará sofocar las revueltas y evitar los abusos de los nuevos funcionarios. Finalmente, es de interés mantener bases en el nuevo territorio que permitan controlar cualquier motín. De aquí se

príncipe.

Si

desprende

no es

una

importante lección práctica:

De lo dicho debe observarse que

atraerlos por las buenas

o

a

anularlos,

los hombres ya que

se

hay

o

que

vengan de las 267

LOS TENTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —

ofensas

leves pero no de las graves. De ahí que la injuria causada a un hombre deba tener tal envergadura que no le de oportunidad de reaccionar. Por lo que

rios, bastará les

con

do,

que

se

a

la obtención de

nuevos

aprovechen también

partida-

los nada suti-

de la naturaleza humana:

recovecos

que cuando un príncipe poderoso invada los ciudadanos más débiles se sumen a su ban-

Lo normal un

refiere

se

territorio,

es

tienen más que ellos. Por eso el debe hacer nada para atraerse a los más de-

por envidia de

conquistador no

quienes

biles porque de manera espontánea se unirán a él y al Estado dominante. Lo único que debe preocuparle es que no tengan demasiada fuerza o autoridad.

Ejemplos gua clásica

o

como

los

por la historia antiXII de Francia) vienen a

proporcionados

por la reciente

(Luis

demostrar según Maquiavelo lo acertado de su tesis (III). También la corrobora el estudio de la manera en que se conservó el imperio de Alejandro Magno, incluso después de

muerto éste

(IV).

algunos casos, sin embargo, puede que los Estados recientemente adquiridos no dependieran previamente de un príncipe y que contaran con leyes propias y vivieran en libertad. Estos Estados también pueden ser sometidos recurriendo a tres posibles opciones: En

primera, arruinarlos; la segunda, ir a morar en ellos; la tercera, dejarlos vivir con sus propias leyes, cobrando triLa

butos y estableciendo en ellos un gobierno conserve la amistad hacia el príncipe (V). La

conquista de

despierta

en

nuevos

principados,

Maquiavelo ningún

un

oligárquico

que

aspecto que

motivo de censura,

no

puede

esfuerzo propios (VI), con armas y fortuna ajenas (VII) o mediante el crimen (VIII), o civilmente (IX). En el primer caso, nos encontramos con buen número de innovadores e incluso de

llevarse

268

a

cabo de

tres maneras: con armas y

FL

PRÍNCIPE

antiguos profetas. Para Maquiavelo, resulta obvio

que

no

pueden

atribuirse sus éxitos a un factor sobrenatural (algo propio del Medioevo) sino a consideraciones más prácticas, entre las que se encuentra el uso adecuado, e indispensable, de la violencia:

(...) si acttian

por sí mismos y

con

energía,

no corren

ries-

gos. Todos los

profetas que disponían de armas vencieron; los desarmados fueron vencidos siempre. Además la naturaleza de los pueblos es tornadiza y resulta fácil convencerles de algo, aunque es difícil que se les pueda mantener en esa

convicción. Por eso resulta conveniente actuar de tal manera que cuando dejen de creer se les pueda hacer creer recuriendo a la fuerza.

Moisés, Ciro, Teseo y Rómulo no hubieran podido lograr que sus pueblos obedecieran sus leyes durante mucho tiempo sin contar

con

las

armas.

En nuestros días

a

fray Jeróni-

Savonarola le ocurrió que vio arruinadas sus nuevas instituciones cuando la gente dejó de creer en él y no contó con medios para retener a los que creían en él y obligar a los que mo

no

creían

(VI).

Más difícil

la situación de aquellos que se han hecho con principados valiéndose de armas y fortuna ajenas. Lo más lógico es que no los puedan mantener, pero a veces se es

producen excepciones, como son los casos de Francisco Sforza y de César Borgia. En este último caso, la fortuna vino propiciada por la acción de su padre, el papa Borgia, que

no

dudó

en

introducir el desorden en los territorios de a fin de poder hacerse con parte de ellos fá-

dichas familias, cilmente (VIT). La historia de César Borgia proporciona a Maquiavelo el pie perfecto para referirse a la toma del poder mediante el crimen (VIII). El

ejemplo

clásico de este método es el de Agatocles, que se aseguró la tranquilidad mediante el uso de medios crueles. Sin embargo, la crueldad en sí no es garante del éxito sino la crueldad bien empleada:

269

LOS TEXTOS

CAMBIARON LA HISTORIA

QUE

Alguien puede

preguntarse por qué Agatocles y otros semejantes a él, tras innumerables traiciones y maldades, pudo vivir una larga existencia seguro en su patria y defenderse de los enemigos externos, mientras sus ciudadanos munca conspiraron en contra. Y más todavía cuando otros, que alcanzaron

el

poder valiéndose de crueldades,

no

pudieron

conservarlo ni en tiempos de paz con que menos en los turbulentos períodos de guerra. Creo que eso depende del uso bueno o malo que se haga de la crueldad. Puede denominarse crueldad bien usada (...] la que se realiza con rapidez, para conseguir la estabilidad del poder y después no se perpetúa sino que se busca la mayor utilidad para los súbditos. Mal usada es la crueldad que, s* poco notable en un inicio, va creciendo con el tiempo y mantiene

en

lugar de desaparecer (...)

De lo que debe deducirse que

quien

ust%rpa

un

estado

debe realizar de una vez todos los actos de crueldad que con10 sidere necesarios para lograr su objetivo. De esa manera,

obligado a repetirlos y vivirá seguro atrayendo súbditos con beneficios (...) Es mejor hacer de una vez todo el mal que tenga que hacerse, porque las ofensas hieren mese

a sus

verá

nos

si

se

repiten

menos.

Por el contrario,

neficios se concedan poco

a

es

bueno que los be-

poco porque así se

saborean

me-

jor (VIII). Finalmente, Maquiavelo analiza

como

última forma de

forma

la que deriva no de una u otra de violencia sino del apoyo de los conciudadanos. Éste sólo todo puede ser el del pueblo o el de los poderosos, ya que en Estado se producen estas dos tendencias, que nacen del cho de que el pueblo no desea ni ser gobernado ni y por los poderosos que, por su parte, sólo desean oprimir hacerse

con

el

poder

he-

oprimido

pueblo (IX). Por regla general, los poderosos éste se al apoyan a alguien del pueblo cuando temen que zará en su contra y, por supuesto, lo que persiguen es séguir medrando a la sombra del elegido de ahí que el que llecon ga al principado con ayuda de los poderosos se mantiene más dificultad que aquel al que eleva el pueblo. Por el contrario, las intenciones del pueblo suelen ser, mandar al

270

EL

PRÍNCIPE

E——

general, más honradas por regla busca que que sólo

que las de los

poderosos,

el

lo opriman pero, pese a todo, puede estar seguro del pueblo, que es muiltipríncipe mincaestarlo de los poderosos, que son pocos. mud, y sí puede Sin embargo, mantener el favor del pueblo es fácil tanya

no

CASO COMO EN Otro (y en UN

y además resulta casi

indispen-

sable. Como última clase de re a

res

principados

los

porque

se

principados, Maquiavelo

eclesiásticos (XI). Éstos

apoyan

en

leyes

(...) todas las dificultades

relie-

los mejo-

canónicas:

se

por virtud

son

se

dan

antes

de

su

posesión,

fortuna y se mantienen sin una ni otra, ya que se apoyan en las leyes seculares de la religión, que resultan tan fuertes que mantienen en el poder a sus príncipes, sea cual sea su manera de gobemar o de vivir. se

porque

obtienen

o

o

por

los únicos que tienen estados y no los defienden; súbditos y no los gobiernan; y por indefensos que se encuentren sus territorios, nadie les priva de ellos. Los súbditos sin gobierno ni siquiera se inquietan o piensan en liberarse. Sólo estos principados son seguros y felices (XI). Estos

príncipes

ampliación

son

de

poder

ha debido más que a la fuerza y al dinero y para demostrarlo Maquiavelo cita el caso de los papas Alejandro VI, el padre de César Borgia y Julio II. La

Tras señalar las

bre los Estados, servarlos:

ese

no se

maneras como se

consigue el poder so-

Maquiavelo indica los métodos

para

con-

principales fundamentos de los Estados, ya sea nuevos o antiguos, son las buenas leyes y las buenas armas. Y (...) no puede haber óptimas leyes sin armas idóneas (...) (XID). Los

ejércitos pueden ser mercenarios, auxiliares o mixtos. De los primeros Maquiavelo tiene una pésima opinión y les atribuye la actual ruina de Italia (XII). Igualmente inútiles son las auxiliares o prestadas por otros príncipes Los

271

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —];,

(XIII). En realidad, las únicas fuerzas armadas fiables son las propias, como demostró César Borgia en la conquista de la Romaña o como enseña la historia de Roma, va que el imperio se desplomó cuando en lugar de tener sus pro-

pias tropas

se

valió de los servicios

proporcionados

por los

importante para el príncipe cel ocuparse de organizar y disciplinar al ejército con vistas a una posible guerra (XIV).

godos.

De ahí que

De todos los

sea

tan

capítulos anteriores, Maquiavelo saca una se ha ido imponiendo poco a poco y es la de

conclusión que que el príncipe destaca

virtudes humanas (los hay avaros y generosos, dadivosos y rapaces, crueles y piadosos, humanos y soberbios, religiosos e incrédulos, etc.), sino por su capacidad para mantenerse en el poder y evitar la mala fe. Finalmente, lo importante para el príncipe noes no

por

sus

la virtud sino el éxito: Ya sé que todos

un que lo mejor sería dar con dieran cita todas las buenas cualidades,

reconocen

el que se 1opero dado que la debilidad himana no permite poseerlas das ni observarlas de manera completa, el príncipe debe ser tan prudente como para evitar la mala fama de los vicios que llevar a privarle de su autoridad (...) Ni debe preocit-

príncipe

en

puedan

parse de que lo te

censuren

puede salvarse

por

el Estado,

sin los que difícilmertya que si lo observamos todo,

defectos

apariencia de virtud, de seguirlas, concluirían en la ruina, y cosas con apariencia de vicio de las que derivan el bienestar y la seguridad (XV). existirán

cosas

que

con

siguientes capítulos, Maquiavelo va a enjuiciar los conceptos clásicos de virtudes del príncipe no desde un En los

criterio moral sino desde otro, caracterizado por la utili-

política. Así, afirma que su generosidad no debe ser pronunciada, porque le creará más problemas que beneficios (XVI). Igualmente sostiene que la crueldad puede ser dad

conveniente, ya que lo importante no es discernir si es mejor ser amado o ser temido, sino evitar ser odiado (XVII), un tema sobre el que volverá más adelante (XIX). De la misma manera, el faltar a la palabra dada puede ser alta272

LL

mente conveniente y

nombre, Maquiavelo

PRÍNCIPE

al respecto, sin mencionario por su recurre al ejemplo de Fernando el Ca-

tólico: Cierto soberano de nuestra

época, al

que

no

resulta opor-

nombrar, habla de forma continua de paz y lealtad, cuando es el mayor enemigo de una y de otra, pero si hubicra respetado las dos le habrían privado de la fama y del poder tuno

(XVIII). No

basta,

sin

embargo,

que el

príncipe conserve lo que tiene y sepa reprimir cualquier oposición. Además, debe hacer lo posible por ser estimado. Para lograrlo, no con

debe ser virtuoso sino tener éxito. Una obvio es el de Fernando el Católico: Nada hace que

se

vez

estime tanto al príncipe

más el

ejemplo

como sus

gran-

des empresas y sus ejemplos excepcionales. Un ejemplo en nuestros días es Fernando de Aragón, rey de España (...) se ha convertido de rey de un pequeño estado en primer soberano de la Cristiandad. Si examináis sus acciones, las encontraréts todas inmensas y

Entre

esas

algunas extraordinarias (XXI).

empresas debe contarse el favorecer

los que tienen méritos, el estimular el trabajo y el comercio, el saber mantener el equilibrio fiscal el divertir a las masas: y a

También debe mostrarse el príncipe amante de las virtudes, dando cabida a los hombres virtuosos y honrando los que destacan en cualquier arte. Debe animar a sus conciu-

a

dadanos para que ejerzan su ocupación con tranquilidad en el comercio, en la agricultura y en cualquier otra tarea; que nadie

adomar sus propiedades por temor de que se las quiten; que nadie tema iniciar un negocio por temor a los impuestos (...) Además, en los períodos adecuados del año, debe divertir a su pueblo con fiestas y espectáculos (XXI). tema

Dado que los hombres obran el mal, a menos que la necesidad los obligue a actuar bien (XXIII), Maquiavelo insis273

LOS TEXTOS

te

QUE CAMBIARON

la necesidad que tiene el príncipe de contar buenos consejeros (XXII) y de evitar a los aduladores

asimismo

con

LA HISTORIA

en

(XXI). Lejos de considerar todas las

tesis anteriores

como una

necesidad recordando que los príncipes italianos perdieron sus Estados a no tenerlas en cuenta (XXIV) v, finalmente, exhorta mera

especulación,

por

de Italia

expulsar

a

el

autor insiste en

su

los extranjeros valiéndose de

aquéllas

(XXVI).

Después

de El

Príncipe

propugnadas por Maquiavelo han sido utilizadas mucho con tanta profusión desde el siglo xv que cuesta obra. comprender la revolución que en su día significó la De hecho, ésta no llegó a publicarse sino póstumamente Las tesis

contra la por todo lo que tenía de subversivo

concepción

medieval —e incluso renacentista— del gobierno. Por otro cabelado, no debería sorprendernos que fuera el libro de de Prusia o cera de personajes como Federico el Grande Napoleón Bonaparte, que incluso escribieron comentarios a

la misma.

manifiesta preocupación por el bien de los ciudadanos, por la práctica de la virtud o por la santidad del príncipe. Para él, todo gobierno debe tener como de más poprimera meta la conquista y el mantenimiento der. Su análisis parte, por lo tanto, de una observación em-

Maquiavelo

no

De ella extrae

pírica de la naturaleza humana. nes

que

carentes

conclusio-

consideradas pesimistas pero no de realismo y, en buena medida, sustentadas en la

pueden

ser

propia experiencia. Este punto de

partida

lleva

a

Maquiavelo

a trazar su

discurso a partir de consideraciones no éticas sino prácties cas. El que triunfa, ha triunfado; el que es derrotado, derrotado y lo demás, en términos políticos, carece de valor. De ahí, que Maquiavelo manifieste sarcasmo y cinismo ante el

poder religioso

zación del crimen 274

o

o

que insista

la violencia

pueden

en

ser

que la utili-

lícitos y

con-

EL

venientes

siempre

que

se

apliquen

de

una

PRÍNCIPE

manera

que

asegure el éxito.

Con

la idea de una sociedad sustentada, con todas sus limitaciones, en la moral entraba completamente en quiebra y sólo recibiría golpe tras golpe en los si-

Maquiavelo,

glos siguientes.

Con ello cambiaría la historia de

manera

definitiva abriendo el camino para la caída de imperios el español,

el que la mera razón de Estado fue abandonada como móvil tras la muerte de Fernando el Católico y sustituida por otros criterios. También cimentaría los actos de otros personajes (Federico de Prusia, Napoleón, Lenin, Hitler, etc.), que resultarían vencedores o vencidos pero que dejarían su huella en la historia. La razón de Estado ya había desplazado cualquier otra de las razones y además había encontrado un magistral defensor de su victoria. como

en

Bibliografía Sobre la vida de Maquiavelo, pueden examinarse las obras de A. Renaudet, Maquiavelo, Madrid, 1965, de G. Prezzolini, Maquiavelo, Barcelona, 1967 y de R. Ridolfi, Vita di Niccoló Machiavelli, Florencia, 1969. Acerca de su

pensamien-

político son de interés: J. Conde, El saber político de Maquiavelo, Madrid, 1976 y G. Sasso, Niccoló Machiavelli. Storia del suo pensiero politico, Nápoles, 1958. En relación con su influencia véase: F. Meinecke, La idea de la razón de Estado en la Edad Moderna, Madrid, 1959 y G. Procacci, Studi sulla fortuna del Machiavelli, Roma, 1965. to

275

LA INSTITUCIÓN DE LA RELIGIÓN CRISTIANA

Después de

Lutero

El protestantismo experimentó una rápida expansión a partir de la excomunión de Lutero. No fue, como era de esperar, un fenómeno plácido sino muy vigoroso y de acelerada extensión. Pese a que la Iglesia católica movilizó todos los recursos a su alcance para abortar aquel movi-

miento, incluyendo la Inquisición contó

y la guerra, pese

a

que

el apoyo de buen número de los monarcas y europeos y pese a que intentó llevar a cabo una

con

príncipes

labor de renovación que evitara no sólo abusos como los cometidos en el pasado sino también posibles disidencias futuras, lo cierto es que no logró sofocar la Reforma protestante más que en algunos casos aislados (como España o Italia), donde su fuerza además había sido muy limitada. En medio de una catástrofe sin precedentes, hubo de contemplar cómo perdía el control espiritual de nacioDesde Inglaterra y Escocia (entonces aún separadas) a las monarquías escandinavas, pasando por buena parte de Alemania y de Francia, fueron muy numerosos los territorios que decidieron abrazar la causa de la Refornes enteras.

todas sus consecuencias. Hubo más de una razón para

ma con

influyó

el

rápido avance. En él nacionalismo de diversos pueblos, cansados de tan

las exacciones costosísimas a las que los habían sometido los distintos papas. La Reforma significaba para ellos contar con una iglesia nacional que no estuviera controlada por un lejano monarca asentado en Roma. También contribuyó a su triunfo la invención de la imprenta. Esta innovación técnica permitió imprimir los tratados y libros de 277

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

los reformadores con más facilidad

en

números

importantes difundiendo

ideas y facilitando además su gran sueño: poner al alcance del pueblo llano la Biblia en su lengua propia. En buena medida, puede decirse que la Retforma fue el primer acontecimiento histórico de relevancia mundial que se sustentó sobre la letra impresa, algo que no había sucedido con anterioridad. Con todo, la principal razón del avance de la Reforma no fue ni técnica ni nacionalista sino espiritual. El nuevo movimiento cuestionaba los abusos más vergonzantes del Medioevo pero además ofrecía una alternativa que iba más allá de la crítica de costumbres y profundizaba en sus causas y apuntaba al hecho de que éstas no eran otras que el abandono del verdadero Evangelio y su sustitución por otro pervertido. Semejante afirmación podía defenderse además con la Biblia, insistiendo en que el pueblo de Dios debía volver a ella y desprenderse de todo lo que no eran sino creaciones humanas de la Edad Media. En tal punto de partida estaban de acuerdo los distintos reformadores que fueron surgiendo en Europa sin conexión entre sí pero llegando a conclusiones muy similares. Con todo, pese a la profusión de sus escritos, éstos no pasaban de ser la mayoría de las veces acercamientos a problemas concretos y distaban mucho de constituir una presentación sistemática del pensamiento reformado. El mismo Lutero, que escribió bastante y redactó buen número de comentarios a los libros de la Biblia, nunca produjo esa obra. Ésta se debería al esfuerzo de Juan Calvino y, como tendremos ocasión de ver, cambió radicalmente la historia. sus

Calvino antes de la Institución Juan Calvino nació

en

Noyon

en

1509. De

manera

curiosa,

familia lo tuvo destinado desde el principio al desempeño de tareas eclesiales. Su padre fue consiguiendo, con el paso de los años, desempeñar las funciones de notario de la ciudad, abogado de la oficialidad, procurador fiscal, sesu

278

LA

INSTITUCIÓN

DE LA

RELIGIÓN

CRISTIANA

obispo y procurador del cabildo catedralicio. Esta cercanía impulsó al obispo de Noyon a favorecer a sus hijos y así Juan obtuvo a los doce años su primer cargo eclesiástico (1521) y en 1527, el segundo. Las rentas derivadas de los mismos permitieron que Juan Calvino pudiecretario del

pagarse sus estudios, que cursó primero en Noyon y luego en París. Fue en esta última ciudad donde oyó hablar ra

del luteranismo, ya que uno de sus profesores no perdía ocasión de atacarlo. En 1529, Calvino se trasladó de París a Orleáns para continuar sus estudios, que ya no serían eclesiásticos sino jurídicos. Semejante cambio se debía a los deseos de su padre, que se había enemistado con el cabildo de Noyon. Encargado de liquidar la herencia de dos canónigos, las cuentas que presentó no resultaron satisfactorias a sus superiores y, siguiendo un recurso muy habitual en la época (que padeció, por ejemplo, el mismo Cervantes), la Iglesia, que se sintió menoscabada en sus intereses materiales, lo excomulgó. En Orleáns, Calvino inició los estudios de Derecho, pero también siguió desarrollando la formación humanística ya comenzada en París. Perfeccionó así su latín (llegaría a convertirse en un extraordinario latinista) y

aprendió griego. En 1531, el padre de Calvino falleció guía excomulgado,

y, puesto que sela familia tuvo que sufrir buen número

de humillaciones y asegurar que pagaría sus deudas para lograr que le dieran sepultura en tierra cristiana. Resulta tentador pensar que acontecimientos de este tipo dejaron su

influencia

cierto

es

que

en

no

la

mente y

el corazón de Calvino, pero lo

contamos con

ninguna fuente,

ni

siquiera

él mismo, que pueda confirmar esa circunstancia. De momento, el joven siguió cultivándose en áreas como el estudio del griego y del hebreo y publicó en 1532 su primera

obra,

que consistió

en un

comentario al De Clementia de

Séneca. La situación cambió de

manera

radical

finales de que se había a

1533, cuando Calvino confesó públicamente convertido al protestantismo. Cuándo dio este paso es algo que se desconoce pero, según propia confesión, fue prece279

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA —

dido por luchas internas de no escasa envergadura. Él mis. mo reconocería que había resistido valiente v esforzado. mente la posibilidad de abandonar la lelesia católica y que ello le habían influido desacuerdos que había en

protestantes

en

relación

el respeto por ella contemplado en los

tanto

con un

tema como

como

los

teólogos

el de la Euca.

ristía.

país donde la Reforma había prendido precisamente por ello, también donde la Iglesia cató.

Francia pero,

era un

la espera de acabar con cualquier brote de protestantismo. Calvino se vio así obligado a huir de París en noviembre de 1533 y una cincuentena de personas relacionadas con él fue arrestada. Durante los meses siguientes, recorrió diversas localidades (entre ellas París, que tuvo que volver a abandonar) y renunció a todos sus benelica estaba

a

ficios eclesiásticos, que consideraba incompatibles con su nueva fe. A inicios de 1535, abandonó Francia. Se refugió entonces en Basilea, donde buscaba la tranquilidad que le permitiera profundizar en el estudio de las Escrituras y para lograrlo llegó al punto de ocultar su nombre. Sin embargo, a pesar de sus deseos, pronto iba a verse arrancado de su anonimato y proyectado a una actividad que,

con

seguridad,

no

podía haber previsto.

En

aquella

época, la persecución de los protestantes en Francia era un hecho pero, para que semejante acción no causara la cólera de los luteranos alemanes, los agentes del rey insistían en que sólo estaban proscritos los anabaptistas. Calvino decidió enfrentarse con aquella situación en un libro que sería dirigido al propio Francisco I, rey de Francia. Esta obra no fue otra que la Institución de la religión cristiana.

La Institución de la

La Institución

no

religión

pretendía

cristiana

ser

más que

un resumen

de la

fe cristiana desde una óptica protestante. Como hemos señalado, hasta entonces los autores reformados habían escrito con profusión y contundencia, pero se habían detentdo sobre todo en áreas de controversia con el catolicismo y 280

LA

INSTITUCIÓN

DE LA

RELIGIÓN

CRISTIANA

apenas habían abordado los dogmas sobre los que había un acuerdo. La pretensión de Calvino era cubrir ese vacío

libro relativamente breve que no sólo instruyera a los creyentes sino que además mostrara a los gobernantes lo razonable de su fe y por qué ésta debería verse exenta de la persecución. La primera edición de la /nstitución apareció en Basilea en 1536. La obra contaba con 516 páginas, pero había sido impresa en un formato pequeño de tal manera que pudiera caber en un bolsillo de los que entonces iban unidos a la ropa y de esa manera se facilitara su distribución en Francia y otros países. De carácter muy sencillo, se dividía en seis capítulos, de los que los cuatro primeros se ocupaban de la ley de Dios, la explicación del Credo apostólico, el Padrenuestro y los sacramentos, y los dos segundos (más en la línea apologética) exponían la postura reformada sobre los sacramentos católicos que no se apoyaban en la Biblia (y que, por tanto, había que rechazar) y sobre la libertad cristiana. La claridad y sencillez de la exposición, el recurso constante a las Escrituras para argumentar sus puntos de vista, la redacción en latín para permitir la lectura de todas las personas cultas sin distinción de origen y, muy especialmente, el vacío existente otorgaron al libro un éxito extraordinario. La edición se agotó en nueve meses. Tras la edición latina de 1536, se publicó otra en 1539 en Estrasburgo también en esta lengua. Dos años después, apareció en Ginebra la primera edición francesa (que constituye un auténtico monumento literario de esta lengua) y desde ese momento, las ediciones fueron apareciendo casi simultáneamente en latín y francés en 1543 y 1545, 1550 y 1551, y 1559 y 1560. A lo largo de estos años, Calvino se vio obligado a ampliar las ediciones de la obra, que fue adquiriendo unas dimensiones más extensas. Así, por ejemplo, la única edición completa en castellano que existe en la actualidad de la última edición tiene una extensión de 1262 páginas en un formato no precisamente reducido. Además, junto con una profusión realmente extraordinaria de textos bíblicos, la Institución presenta una apoyatura muy importante de los con un

281

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

escritos de los Padres de la Agustín. Lejos de tratarse de

Iglesia

y,

especial

en

de

san

breve manual de seis capítulos como el de 1536, las ediciones latina v francesa de 1559 y 1560 respectivamente se dividen ya en cuatro libros con un total de ochenta capítulos. El primer libro se ocupa de Dios y de Su Revelación, de la creación y de la naturaleza del ser humano. El segundo un

está dedicado al tema de Dios como redentor. El tercero analiza la manera en que la acción del Espíritu Santo nos de Dios manifestada en Jede la

gracia

permite participar

sucristo y también los frutos que

dia los medios

externos

(la Iglesia

produce. y los

El cuarto

estu-

sacramentos) para

participación. Resultaría imposible, amén de atrevido, tratar de resumir en estas breves páginas el riquísimo contenido teológico de la Institución. Es, sin embargo, impeesa

rativo hacer referencia

a

algunos

de

sus

aspectos funda-

mentales. En

primer lugar,

se

encuentra la cuestión de la

dera sabiduría y la manera en que el hombre puede a adquirirla. Para Calvino su objeto resulta obvio:

verda-

llegar

de nuestra sabiduría, que en verdad en pueda tenerse como sabiduría sólida y veraz, se resume dos puntos: el conocimiento que el hombre ha de tener acermismo ca de Dios y el conocimiento que ha de tener sobre sí Casi toda la

suma

(1, 1, 1). El conocimiento de Dios

no se

la constatación comprensión de la

limita

a

existencia, sino que implica una la existencia: que deriva una relación que abarca toda

de

su

Yo, por lo tanto, entiendo por conocimiento de Dios no sólo conocer que existe un Dios, sino también entender lo lo que es útil que sobre él resulta conveniente que sepamos, para su gloria y, en resumen, lo que es necesario (1, 2, 1). Este conocimiento de Dios, en un sentido amplio, como creador del cosmos, está inscrito en todo ser humano (1,3), aunque la 282

ignorancia y la maldad de los hombres lo debili-

LA

ten

y corrompan

INSTITUCIÓN

DE LA

(1, 4). Sin embargo,

a

RELIGIÓN

CRISTIANA

diferencia de la

teo-

logía de Tomás de Aquino, que concedía una enorme capacidad especulativa y teológica a la razón, Calvino sostiene que la diferencia natural que existe entre Dios y el hombre es enorme

nocer

y que,

precisamente

al primero merced

a

ello, sólo se puede Éste ha revelado en la

por

lo que

co-

Bi-

blia:

(...) Dios, Creador del mundo, nos es manifestado en la Escritura, y eso es lo que debemos conocer para no andar vagando perdidos buscando a otro dios desconocido (1, 6, 2). Todo intento de describir a Dios fuera de Su Revelación (a cuya veracidad dedica Calvino algunos capítulos del primer libro) es un mero absurdo ya que es radicalmente distinto del ser humano. Por eso, resultaría mejor ir cojeando por

(el de la Biblia) que corriendo apresuradafuera de él (I, 6, 4). Lo que el ser humano imagine

ese

mente

camino

aparte de aquélla es una locura y lo que hable al respecto sin tenerla en cuenta está desprovisto de sustancia (1, 13, 3). De ahí que resulte asimismo una necedad el culto a las

imágenes (¿quién puede atreverse a representarlo?), prohibido por la Biblia (1, 11). Sin embargo, la finalidad de que Dios se haya revelado no es

la de satisfacer

tinta y Es

nuestra

curiosidad sino

otra muy

dis-

práctica:

preciso leer las

Escrituras

con

la

finalidad

de hallar

a

aparte de esa finalidad, aunque se esfuerce a lo largo de toda su vida por aprender, nunca alcanzará el conocimiento de la verdad. Porque, ¿qué sabiduría o inteligencia podemos tener sin la sabiduría de Dios? Cristo. Quien

se

palabras, cuando

humanos adoran a un Dios que no es el que se revela en la Biblia, el objeto de su culto no es más que un ídolo formado por ellos mismos pero carente de realidad. Sin embargo, si acuden a la Biblia se están colocando en una senda que puede llevarles hasta Jesús, el único camino de salvación. En otras

los

seres

283

QUE

LOS TEXTOS

CAMBIARON LA HISTORIA —

De esta cuestión trata el

Calvino lo inicia conozcamos a

segundo libro de la /1sritución, señalando que es indispensable que nos

nosotros mismos

(II, 1, 3). Ese conocimien-

de manifiesto de manera directa e inmediata que todo el género humano se encuentra sujeto a maldición por la caída de Adán v, en consecuencia, ha degenerado (IL, 1). Esto no implica que el ser humano sea incapaz de progresar en áreas como las artes mecánicas o liberales to nos pone

el orden social, pero sí que la naturaleza caída constitubasta ve una realidad que no puede obviarse. De hecho, contemplar cómo marcha el mundo para que resulte imposible negar la realidad del pecado. Ese pecado, finalo

mente,

nos

coloca

en una

situación de clara condenación

Creador. En justicia, todo el género humano (pecador y transgresor de la ley de Dios) debería condenarse como castigo ha decipor sus culpas, pero Dios ha tenido misericordia y dido enviar a Su Hijo para salvar a algunos. Al igual que Lutero (y que Pablo de Tarso), Calvino sostiene que la salvación deriva de aceptar por fe el sacrificio de Cristo en la la razón cruz. Sin embargo, se plantea interrogantes, como el rechaza esa la y, sobre todo, Dios,

ante

nuestro

que alguien por de cómo puede conciliar

predicación

soberanía divina que, supuestamente, controla toda la Creación. la A partir de aquí entra en juego la doctrina calvinista de influencia sobre todo de sus

predestinación. Aunque

ese

rechazo

con

una

por

detractores católicos se suele identificar el calvinismo con era esta doctrina de manera esencial, lo cierto es que ni sostenida sólo por este reformador, ni era rechazada por buen número de teólogos católicos anteriores a la Reforma ni era tan central en la exposición calvinista. De hecho, en ediciones de la Institución ni siquiera se aborlas

primeras

dó el

tema.

las últimas. En éstas, se afirma que de la enorme masa de los condenados, Dios decidió predestinar a algunos para que recibieran Su gracia (que es irresistible) y, tras aceptarla mediante la fe, fueran sal-

Algo diferente sucedió

vos. no

284

en

soberana. Por ello, conocido mediante su presciencia

La decisión de Dios al respecto

depende

de que

haya

es

LA

INSTITUCIÓN

DE LA

RELIGIÓN

CRISTIANA

——

que determinada persona responderá al llamado del Evangelio para predestinarlo, sino que tal decisión arranca de la libre voluntad de Dios. Éste predestina a unos para ser salY,

vos

en

consecuencia,

a

otros para que

predestinación

se

al decreto

condenen:

de Dios, en virtud del cual ha determinado lo que desea hacer de cada tuno de los hombres. Porque Él no los crea a todos con la misma Denominamos

condición,

eterno

los ordena hacia la vida etema, y a otros hacia la condenación perpetua. Por lo tanto, de acuerdo con la finalidad con que es creado cada hombre, decimos que está predestinado para la vida o para la muerte (III, 21,5). sino que

Calvino pero

a OS

que la doctrina no es fácil de aceptar, sustentarla en buen número de textos bíbli-

reconoce

pretende

y además insiste

cos

injusticia

porque,

en

en

que

no se

puede

acusar a

Dios de

justicia precisamente, todos los

seres

humanos deberían condenarse. Los detractores de Calvino han lanzado contra este aspecto de su teología acusaciones de provocar la desesperación de los creyentes, que no saben si están predestinados, y de impulsarlos a la relajación moral, ya que si la elección segura no tiene sentido someterse a normas éticas. Ambas acusaciones forman parte de la mitología anticalvinises

términos históricos carecen, por regla de base. Con la excepción de algunos espíritus ta pero en

sensibles,

general, especial-

el de John Bunyan, que sufrió indeciblemente ante la duda de estar predestinado, en general, el calvinismo provocó en sus seguidores una enorme seguridad en la salvación, ya que entre los rasgos de haber sido mente

como

predestinado estaba el de la aceptación del Evangelio de la gracia. Por otro lado, el hecho de que la obediencia rigurosa a la Ley de Dios fuera interpretado como otra muestra de haber sido predestinado volcó al calvinismo hacia una conducta que se acercó mucho más al rigorismo que al laxismo. Todavía en el día de hoy el término puritano (con el

denominaba a los calvinistas ingleses) es sinónimo de corrupción moral sino de conducta si acaso excesi-

que no

se

vamente

rigurosa.

Esta creencia tuvo además otras

conse-

285

LOS TEXTOS

cuencias

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

extrarreligiosas

a

las que

nos

referiremos más

adelante. En el Libro III, Calvino señala los medios por los que el ser humano puede participar de la gracia. En sus capítu-

los, el reformador define la religión protestante como una religión de la fe. Ésta no es credulidad sino que se basa en la Biblia: Por

ello, si la fe

se

aparta por poco que

sea

de

objetilugar de fe

este

al que debe dirigirse, pierde su naturaleza y en se ve reducida a una credulidad confusa, a una errante equivocación del entendimiento. Esta misma Palabra es el fundamento y la base en que se sostiene la fe. Si se aparta de ella, se destruye a sí misma. Quitemos, por lo tanto, la Palabra vo,

inmediatamente

quedaremos

nos

sin

fe (III, 3, 6).

la fe de la Biblia tiene como consecuencia el que la vida sea afrontada con un valor y un denuedo especiales: Este enraizamiento

en

Afirmo, por lo tanto, confiado en la seguridad

que solamente

es

creyente el que,

de su salvación, no tiene ninguna preocupación respecto al Diablo y a la muerte, sino que atrevidamente se burla de ambos (...) solamente comprendemos de verdad la bondad de Dios cuando estamos completamente

seguros de ella

(ITT, 2, 16).

Partiendo de esta base, no resulta extraño que Calvino, a diferencia de la Iglesia católica y de otros reformadores, deseara una Iglesia que no se apoyara en el poder político, sino que fuera totalmente independiente de éste por más debiera influir en la sociedad de manera de-

que pudiera y cisiva. En su último

libro, el IV, Calvino desarrolla su visión eclesial e intenta demoler, Biblia en mano, la que desde el Medioevo mantenía la jerarquía católica. Calvino, convencido de que la salvación se debía a la fe en el sacrificio de Cristo (fe provocada por un decreto de predestinación de Dios), negaba el papel salvífico de los sacramentos.

286

Así, por

ejemplo,

el bautismo:

LA

(...) sirva

nos

INSTITUCIÓN

ha sido dado por Dios,

DE LA

en

CRISTIANA

primer lugar,

para que para que sirva a

fe en El, y, en segundo lugar, confesión ante los hombres (TV, 15, 1).

a nuestra

nuestra

RELIGIÓN

Tal punto de vista debería haber conducido a Calvino a abogar por el bautismo de adultos, ya que sólo ése puede ser precedido por la fe del creyente. Así lo indica el Nuevo Testamento, así lo vieron los anabaptistas y así lo defendió va en el siglo Xxx el teólogo calvinista Karl Barth. Sin embargo, Calvino no logró despojarse en este aspecto del peso de la teología patrística (que había abogado por el bautismo de infantes ya en el siglo 111) y defendió el bautismo de niños

los

reconocimiento del pacto existente entre creyentes y Dios, similar a la circuncisión judía.

como un

padres

la Eucaristía, Calvino negó la transustanciación (un dogma católico del siglo xI11) y que el pan y el vino se transformaran en algún momento en el cuerpo y la sangre de Cristo. Sin embargo, afirmó que los que ingerían el pan y el vino eucarísticos disfrutaban, si eran creyentes, En cuanto

de

una

a

comunión

con

la sustancia

espiritual

de Cristo.

Después de la Institución La influencia de la Institución de la

religión

cristiana iba

a

resultar extraordinaria en los siglos siguientes, pero lo más relevante es que excedería con mucho el ámbito de lo meramente religioso y marcaría el desarrollo de naciones enteras. Para empezar, el calvinismo tuvo un influjo extraordinario en el campo de la educación. Mientras la fe católica

insistía, aún más todavía

tras

Trento,

en

excitar la fe de

los fieles mediante el culto a las imágenes religiosas, el calvinismo incidía en que los niños, desde edad temprana, pudieran desentrañar por sí mismos el contenido de la Biblia. Su insistencia en el hecho de que la fe reformada era una religión del libro tuvo como consecuencia directa una alfabetización casi generalizada, y con ella el inicio de la educación pública, en las zonas de Europa seguidoras del calvinismo. Si, por citar un ejemplo cercano, el número de 287

LOS TEXTOS

CAMBIARON LA HISTORIA

QUE

mediados del siglo xx superaba al cincuenta por cien de la población, la alfabetización mayoritaria era una conquista obtenida desde siglos atrás en países bajo una cierta influencia calvinista. En segundo lugar, el calvinismo influyó de forma extraordinaria en la visión del trabajo. El catolicismo medie-

analfabetos

en

España

a

val, partiendo de ciertas corrientes orientales y helenistas, había insistido en contemplar el trabajo como un castigo divino descargado sobre el género humano y en presentar la pobreza como un estado querido por Dios y seguido por

aquellos que buscaban la perfección. En clara oposición, 1 partiendo una vez más de la Biblia, el calvinismo insistió en considerar el trabajo una bendición entregada por Dios al hombre que le permitía transformar el mundo con suacción y glorificar al Creador. Por otro lado, aunque extraordinariamente frugal y morigerado, señaló que la pobreza

bien sino una desgracia y que resultaba obligado tratar de salir de la misma mediante el esfuerzo personal. Esta combinación de aprecio por el trabajo bien hecho fuera cual fuera siempre que se desempeñara con honradez, por el ahorro, por la instrucción y por la salida de la miseria tuvo como consecuencia directa el desarrollo del capitalismo. Éste había nacido en las ciudades católicas de no era un

finales de la Edad Media, pero la psicología social en medio de la que había intentado desarrollarse no podía favorecerlo. Finalmente, acabó siendo patrimonio casi exclusivo de los países marcados por el calvinismo, que fueron los primeros en conocer la revolución industrial. Por último, el calvinismo iba a tener una influencia exItalia

a

traordinaria ca o

en

división de

conceptos

poderes.

como

los de tolerancia

ideológi-

La base fundamental para ello

no

la bondad del ser humano sino, por el contrario, la desconfianza radical hacia la naturaleza humana, dañada por la Caída. Porque el hombre es un ser manchado por el pecado, las instancias de poder debían estar separadas para evitar la tiranía en la que, por razón natural, se acabaría cayendo. Por eso también, la era

una

creencia

utópica

en

Iglesia debía estar separada del Estado. Al respecto, no deja de ser significativo que, mientras las hogueras de la 288

INSTITUCIÓN

LA

DE LA

RELIGIÓN

CRISTIANA

alimentaban con centenares (incluso millares) de víctimas en la Europa católica, a Calvino sólo se le pueda imputar la ejecución de Servet, una ejecución a la que él se opuso personalmente y que además había sido decretada con anterioridad por la jerarquía católica. Tampoco es extraño que las iglesias reformadas alzaran en el lugar de la ejecución de Servet un monumento pidiendo

Inquisición

se

perdón

su

por

muerte.

La visión del Estado

propia del calvinismo

se

tradujo

en

tolerancia desconocida en el resto de Europa. Mientras en los países católicos no existía y en los protestantes se limitaba a determinadas confesiones, en la calvinista Holanda del siglo xvii se extendió a todos, incluyendo a confesiones tan desprotegidas como los judíos o los anabaptistas, o en la Inglaterra del mismo siglo, a los cuáqueros y a otros dissenters. Cuando se produzca el nacimiento de los Estados Unidos de América, tanto el principio de separación de Iglesia y Estado como el de división de poderes se conjugarán dando nacimiento ala primera democracia contemporánea. La combinación de democracia y capitalismo otorgaría pronto a los países protestantes una superioridad sobre sus rivales occidentales que compensaría el hecho de ser no pocas veces más pobres materialmente que ellos. Ese desfase, de hecho, se ha perpetuado en buena medida hasta el día de hoy. Las raíces de esa auténtica revolución económica, social y política es hija de una previa espiritual, la que, cambiando la historia, fue expuesta de manera sistemática en la Institución de la religión cristiana de Calvino. un

primer

momento

en una

Bibliografía Son casi inexistentes los estudios dedicados a Calvino en castellano y casi todos presentan un planteamiento ten-

dencioso

favor o en contra. Existe, sin embargo, una magnífica edición de la Institución publicada en Rijswijk en 1981. En otras lenguas, son de interés las obras de J. Bohatec, Calvins Lehre von Staat und Kirche, mit besonderer a

289

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA _—

Breslau, 1937; J. Boisset, Sagesse et sainteté dans la pensée de Calvin, París, 1959; E. Choisy, Calvin et la science, Ginebra, 1931; E. Doumergue, Jean Calvin, Lausana, 1899-1917, 7 vols.; G. Harkness, John Calvin. The Man and his Ethics, Nueva York, 1958; W. A. Hauck, Calvin un die Rechtfertigung, Gitersloh, 1947; J. MacKinnon, Calvin and the Reformation, Londres, 1936; y A. M. Schmidt, Jean Calvin et la tradition

Beriicksichetung

des

calvinienne, París,

Organismusgedanken,

1957. Como introducciones más

especí-

teología son de interés J. D. Benoit, Calvin directeur d'ámes, Estrasburgo, 1947; W. Niesel, Die Theologie Calvins, Munich, 1938 y, muy especialmente, K. Barth, 7he Theology of John Calvin, Grand Rapids, 1992. ficas

290

a su

EL PACTO DEL MAYFLOWER

El

desigual

triunfo de la Reforma

El movimiento iniciado en 1517 con la fijación de las Noventa y cinco tesis en Wittenberg, y que recibe el nombre de Reforma, estaba llamado a experimentar una rapidísima expansión. Al año siguiente de la publicación de las Noventa y cinco tesis por Lutero, Zuinglio comenzó a apoyar la idea de la Reforma en la ciudad de Zúrich. En 1527, ape-

década después de las famosas tesis, el luteranismo se había convertido en la religión estatal en Dinamarca y Suecia. Al año siguiente, la Reforma se extendía triunfal nas una

por

Basilea, Saint-Gall, Schaffhouse

y

Mulhouse, mientras

Lutero y Zuinglio se reunían en de llegar a un acuerdo no

Marburgo

(que,

raíces históricas

la intención se alcanzó) entre todas las (que iglesias reformadas. Antes de que acabara la década, la Reforma se había extendido también a España, Italia y Francia, y la siguiente comenzó con la clara ruptura entre Inglaterra y el papado. A finales de los años cincuenta, la Inquisición había logrado acabar con el minoritario protestantismo español en

realidad, hundía

sus

con

movi-

en

mientos independientes de Lutero), pero para entonces, los protestantes habían triunfado también en Escocia, bueparte de los Países Bajos y el resto de Escandinavia. Cuando concluyó el siglo, la Reforma se había establecido en todo el norte de Europa, amplias zonas del centro del na

continente monio

e

incluso había

importante

en

su

mantener

un

testi-

Francia, donde el Edicto de Nantes

de 13 de abril de 1598 mente,

conseguido

aseguraba, siquiera

momentánea-

supervivencia. 291

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

Con todo, el

LA HISTORIA

triunfo, incluso donde

se

había

producido,

muy desigual. En algunos casos, implicaba su transtormación en una iglesia estatal relativamente tolerante hacia

era

confesiones protestantes pero radicalmente opuesta a la convivencia con el catolicismo, que daba muerte a sus correligionarios en la Europa del sur. En otros, supo evitar el carácter estatal y abrió la tolerancia a fes históricamente despreciadas, como era el caso de los las

otras

Incluso no fueron pocos los protestantes radicales, como los Hermanos suizos y los mennonitas, que se negaron a participar del poder estatal y rehusaron servir en el ejército como también lo habían hecho los primeros cris-

judíos.

tianos.

Éstos

vieron

perseguidos

por su insistencia en seguir literalmente las enseñanzas de Jesús tanto por católicos como por otros protestantes. En término

pocas

veces se

afirmarse que las confesiones protestantes que más se distanciaron del catolicismo también abogaron con más fuerza y más convicción en favor de la tolerancia y la libertad para todos, mientras que las que se mantuvieron más cerca del modelo romano también se nos

generales, puede

manifestaron más restrictivas al respecto.

El

caso

del

protestantismo inglés

La historia de la Reforma

Inglaterra paralelos en en

revistió

unas

parti-

otros países final cularidades con escasos mente decantados hacia el protestantismo. Al principio, su monarca Enrique VIII había sido un fiel católico. Fue incluso especialmente considerado por el Papa como Defensor fidei cuando escribió un tratado antiluterano en el que

mantenía la doctrina católica sobre los sacramentos.

experimentar un cambio de enorme envergadura cuando Enrique VIII llegó a la conclusión de que su esposa Catalina de Aragón era estéril y de Esa situación comenzó

a

anulación del matrimonio a fin de casarse con otra mujer que le proporcionara descendencia. Inglaterra había conocido un siglo largo de guerras civiles hasta la entronización de la dinastía de los Tudor y los teque necesitaba

292

una

EL PACTO DEL MAYELOWER

de Enrique en el sentido de que esos tiempos pudicran iniciarse de nuevo distaban mucho de ser absurdos. En otras circunstancias, es posible que el Papa hubiera sido sensible a las peticiones de Enrique porque existían precedentes medievales de actos como el solicitado por el momores

inglés. Sin embargo, el contexto no podía ser peor. Catalina de Aragón era pariente del nuevo emperador Carlos V y lo último que deseaba el pontífice era enfrentarse narca

con

él. El resultado de la

pudió

negativa fue

que Enrique VIII reinició un cisma. En 1531, se

Catalina pese a todo e había convertido en jefe de la Iglesia de Inglaterra. Enrique no simpatizaba en absoluto con la Reforma e incluso respondió a los intentos de los protestantes por extenderla condenándolos a muerte. Su defensa de una teología católica, aunque separando la Iglesia nacional de la obediencia al Papa, explica en buena medida que el pontifice no lo excomulgara hasta 1538. A fin de cuentas, Enrique era un cismático pero resultaba más difícil motejarlo de hereje. a

Muy distinta fue la posición teológica de Eduardo VI, el sucesor de Enrique VIII. Aunque era muy joven cuando accedió al trono, había sido educado en la doctrina reformada y decidió convertir a la Iglesia anglicana en una confesión protestante. Posiblemente lo habría logrado de manera

completa

de

no

haber

muerto tan

joven

y

no

haber

sido sucedido por una católica tan convencida como María Tudor. En 1553, María inició gestiones ante la Santa Sede la finalidad de llevar a Inglaterra nuevamente al redil católico y dos años después derogó todas las normas vigentes de carácter protestante. con

El matrimonio de la reina María (que merecería el apelativo de Bloody [«sanguinaria»] por las matanzas de protestantes

realizadas siguiendo

sus

órdenes)

con

Felipe II de

España pareció asegurar que Inglaterra volvería a ser conquistada por la Iglesia católica en breve. Sin embargo, aquel matrimonio no tuvo sucesión y poco después falleció María. El trono inglés fue ocupado por la reina Isabel 1, también hija de Enrique VIII. Al igual que su padre, pero a diferencia de Eduardo VI, Isabel no sentía ninguna simpa293

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

de la Reforma, pero encontraba hasta cierto punto beneficiosa la consagración del cisma, Si decidió confirmar el giro protestante de la Iglesia angli-

tía

por la

especial

causa

la excomunión contra ella por el Papa y, segundo, al temor (quizá no del todo fundamentado) a un golpe católico promovido por la Santa Sede y apo-

cana se

vado

debió, primero,

por

España.

aprobaron en Inglaterra los 39 Artículos de Iglesia anglicana que en teoría la convertían en una conEn 1563,

la

a

se

fesión protestante pero que en realidad la situaban en una especie de tierra de nadie que algunos comenzaron a denominar via media entre las iglesias protestantes y el catolicismo. Así, el anglicanismo aceptaba los principios reformados de Sola Escriptura, Solo Christo y Sola fide. Pero, a la vez, incluía tesis católicas, como la de la sucesión episcopal, dejaba la puerta abierta a interpretaciones sacramentales cercanas a las del catolicismo y no era tan riguroso como las iglesias reformadas en cuestiones como la confesión o el uso de imágenes. El hecho de que además mantuviera el carácter estatal de la Iglesia colocaba en una situación especialmente difícil no sólo a los católicos (que

fueron considerados, no del todo sin razón, enemigos de la dinastía), sino también a buen número de protestantes que sólo deseaban profundizar en los principios fundamentales de la Reforma y que por eso no podían sentirse a gusto en

el

seno

del

anglicanismo.

En poco

tiempo,

para estos

dissenters el bien más ambicionado fue el de la libertad de conciencia.

William Bradford y los

peregrinos

En 1590, nació en Austerfield, una ciudad de Yorkshire, en Inglaterra, un niño que recibió el nombre de William Brad-

ford. Perdió a sus padres siendo todavía un niño, pero tuvo la suerte de que éstos le dejaran una cierta fortuna y de que además sus abuelos se ocuparan de su educación. Cuando contaba con unos doce años de edad, William comenzó a entregarse a la lectura de la Biblia, lo que no tardó en lle294

EL PACTO DEL MAYFLOWER

arle

a

cuestionar la

aquellos aspectos

que

teología anglicana, especialmente la acercaban más a la Iglesia católiaprobado en Inglaterra una legisla-

En 1593, se había ción acentuadamente contraria ca.

manera

que

evitar la

prisión

no

a

los

no

contormistas, de

pocos pensaron que la única salida para o la ocultación de sus creencias era la emi-

gración. Cuando contaba 18 años de edad, William se dirigió a Holanda junto a otros disidentes. La elección resultaba lógica ya que, pese a su carácter mayoritariamente calvinista

(0 quizá por eso), Holanda

se

había convertido

en

un

emporio de la libertad religiosa, que no era negada ni quiera a anabaptistas o a judíos. Bradford fue arrestado

sien

dos ocasiones por intentar abandonar Inglaterra, pero en ambos casos logró ser puesto en libertad tras exponer los motivos de su viaje y se le autorizó a reunirse con sus amigos en Amsterdam. Una

vez en

aprendiz de

Holanda, William Bradford

se

colocó

como

sedero hasta que llegó a la mayoría de edad. Al alcanzar ésta, liquidó la herencia que sus padres le habían dejado en Inglaterra y con el montante se estableció en Leyden. Sin embargo, no iba a permanecer mucho tiempo en los Países Bajos. Por aquellos días, algunos de los emigrados protestantes procedentes de Inglaterra estaban acariciando la idea de encontrar una nueva tierra en la un

que no sólo pudieran ser tolerados sino donde además tuvieran la posibilidad de establecer un nuevo modelo social

sobre bases novedosas. Tal posibilidad sólo resultaba viable en el continente americano y así fue como buena parte de la Iglesia inglesa, que pastoreaba un hombre llamado

Robinson, decidió hacerse

la

bordo de un barco llamado Mayflower. El día de la partida fue dedicado a la oración y antes de zarpar, el pastor predicó sobre el texto que se encuentra en el libro bíblico de Esdras 8, 21: Y

a

mar a

allí, junto al río Ahavá, proclamé

ayuno, para que humillarnos delante de nuestro Dios y buscar de

pudiéramos Él un camino

recto para

un

nosotros, y para nuestros

hijos

y

para todos nuestros bienes. 295

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Según la mentalidad de aquellos emigrantes, su condición era la de peregrinos, similares a los descritos en la carta a los Hebreos (11). La expedición se enfrentó con no podificultades durante su travesía, de manera que en lugar de llegar a Virginia, que era el destino en que se había pensado, atracó en Cape Cod, Massachusetts, el 11 de noviembre de 1620. Este cambio de lugar creó una situación que no había sido contemplada por los peregrinos. Su intención al llegar a Virginia era gozar de mayor libertad que en Inglaterra, pero también la de someterse y disfrutar del gobierno inglés ya establecido en ese enclave. De hecho, algunos de los peregrinos habían suscrito dos años atrás un documento conocido como el Acuerdo de Leyden (Leyden Agreement), en virtud del cual quedaban establecidas sus prioridades que eran sobre todo las de practicar su religión y reconocer la soberanía del monarca inglés. Sin embargo, ahora, al llegar a un territorio no ocupado por Inglaterra, los peregrinos tuvieron que afrontar la necesidad de establecer una mínima estructura de gobierno que les permitiera regirse en los tiempos inmediatamente venideros. Antes de proceder a desembarcar, sus objetivos quedaron reflejados en un escrito. Este documento no fue otro que el denominado Pacto del Mayflower. cas

El Pacto del

Mayflower

del mencionado pacto, que reproducimos íntegro a continuación, es muy breve. Sin embargo, su trascendencia es enorme ya que contiene lo suficientemente delimitadas algunas de las líneas fundamentales de lo que será

El

texto

el desarrollo de la historia norteamericana

posterior:

Dios, Amén. Nosotros, cuyos nombres figuran en la parte inferior del escrito, los súbditos leales de nuestro amado y soberano Señor, el rey Jacobo, por la gracia de Dios, de Gran Bretaña, Francia e Irlanda Rey, defensor de En el Nombre de

la

fe,

296

etc., habiendo

emprendido,

para la

gloria de

Dios y el

EL PACTO DEL MAYFLOWER

avance un

de la

viaje

fe cristiana,

y el honor de muestro rey y del

para constituir la

primera colonia

en

las

país,

zonas nor-

teñas de

Virginia, por la presente, solemne y mutramente, en la presencia de Dios y de los unos ante los otros, pactamos y nos unimos en un cuerpo político civil, para nuestro mejor ordenamiento y preservación, y la consecución de los fines ya señalados; y en su virtud para poner en funcionamiento, constituiry formar leyes, ordenanzas, actas, constituciones y cargos justos e iguales, de tiempo en tienpo, como deberían ser pensados más adecuados y convenientes para el bien general de la colonia; prometiendo toda la debida sumisión y obediencia. En testimonio de todo ello firmamos aquí con nuestros nombres en Cape Cod el 11 de noviembre, en el año del reinado de nuestro Señor soberano, el rey Jacobo de Inglaterra, Francia e Irlanda, el dieciocho, y de Escocia el cuarenta y cuatro.

Anno Dom. 1620.

primer lugar, siguiendo la tradición de la época, los firmantes del Pacto señalaron su lealtad al rey Jacobo, v a En

continuación de

convencional indican que han realizado el viaje (cuyo destino inicial era Virginia) con la finalidad de establecer una colonia en la que se glorificara a Dios, se extendiera la fe cristiana, y se honrara al rey y a la nación. No hay nada excepcional en este inicio y puede decirse que se corresponde sin grandes modificaciones con otros similares de la época, en que se enfatizaba tanto los vínculos con la metrópoli como el deseo de dotar a cada manera

misión colonizadora

o

conquistadora

de

una

legitimación

espiritual. Recordemos que incluso en el caso de España y Portugal, esa legitimación no era concedida por cada nación sino que derivaba de una autoridad espiritual superior,

Sin que ros

embargo,

cuestión muy diferente son las líneas continuación de la declaración de los primeuna

siguen a principios. Lejos de hacer referencia

a una

dependen-

cia institucional de la Corona o al traslado del modelo cial europeo a tierras americanas, los peregrinos

so-

se

comprometen a construir una nueva entidad política en virtud de un pacto social libre y concluido por todos. El 297

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

de las tradiciones reformadas más importantes, que, finalmente, volverán a hacer acto de presencia durante el período de la Revolu-

concepto, sin duda,

se

asienta

en

algunas

embargo, quizá

lo más interesante sea que los peregrinos conciben que se desarro-

ción americana. Sin

la manera en llará de manera concreta ese pacto. Éste implica, en primer lugar, la puesta en funcionamiento de un sistema

legislativo (leves, ordenanzas, actas, constituciones) y ejecutivo (cargos) establecido por períodos (de tiempo en tiempo) y concebido sobre la base del bien general. En otras palabras, el sistema estamental del Antiguo Régimen europeo no es censurado directamente (de hecho, se reconoce la sumisión al monarca), pero en la colonia es sustituido por un sistema político electivo, pactado por todos, destinado al bien

y dotado de facultades

general

legislativas

y de go-

bierno. Dentro de una monarquía estamental, que en un par de décadas entrará en guerra con el Parlamento por sus arbitrariedades, se acababa de constituir por un acto de voluntad popular un sistema que podría calificarse de predemocrático. Sin embargo, de la mentalidad del Pacto iban también a derivar otras consecuencias que cambiarían la historia, que modelarían el devenir futuro de Estados Unidos y que

Después

no

serían tan

positivas.

del desembarco

resultó en absoluto fácil. Ya algunos habían perdido la vida durante la travesía y el primer invierno en tierra fue realmente terrible. De los La vida de los

primeros peregrinos

no

103 que desembarcaron en las costas del nuevo continente, 51 fallecieron durante el primer invierno. Sin duda, las

condiciones

eran

sabilidad por nos, que ni se

difíciles,

pero buena parte de la respon-

aquel desastre derivaba de los propios colohabían equipado con un mínimo de sensatez

para establecerse en los nuevos territorios ni tampoco tenían unos conocimientos rudimentarios que se lo permi-

haber recibido la ayuda generosa y desinteresada de los indígenas, no habrían potieran. Con toda

298

seguridad, de

no

EL PACTO DEL MAYFLOWER ———

dido sobrevivir

en

aquella

tierra, La actitud de los indios

constituyó, por lo tanto, una auténtica bendición para ellos. No puede, sin embargo, decirse lo mismo de las consecuencias que aquellos actos tuvieron para los aborígenes. Es más que posible que de haberlas previsto habrían dejado morir a los colonos ingleses sin mover un dedo en su

ayuda. Desde

un

principio, los

gún problema

recién

llegados

no

tuvieron nin-

hacerse con tierras, pero muy pronto quedó de manifiesto que el hambre que tenían de ellas era insaciable. Para los indígenas las consecuencias fueron terribles, porque al expolio material se unieron pronto males aún mayores. El primero fue la llegada de nuevas enfermeen

la viruela. William Bradford, que sería elegido gobernador de la colonia de Plymouth, describió con tonos muy realistas la manera en que una epidemia de esta enfermedad provocó la muerte de un elevado número de

dades,

como

indios que murieron muy miserablemente. Las consecuencias que Bradford sacó de aquel episodio no pudieron ser, sin

embargo,

más iluminadoras:

muy pocos (se salvaron incluyendo) el gran saquem (...) y casi todos sus amigos y familiares (...) por la maravillosa bondad y providencia de Dios, ni uno solo de los ingle-

(...)

ses

enfermo enfermedad.

cayó

esta

tan

o en

la

menor

Los indios habían muerto

en

medida

masa

fue tocado

y los

ingleses,

por

no.

Detrás de

semejante catástrofe para unos y suerte para opinión de Bradford, sólo podía verse la mano de

otros, en Dios favoreciendo a los colonos. El primer gobernador de Massachusetts escribió en 1634 acerca de una epidemia similar que había tenido efectos desastrosos sobre los indios:

(...) en cuanto a los nativos, han muerto casi todos de viruela, de manera que el Señor nos ha facilitado el dominio de lo que poseemos.

299

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —

Acababa de nacer la teoría del Destino manifiesto, a que habían sido llamados los colonizadores, una teoría que enseñaba la existencia de un llamado providencial para lo; pobladores anglosajones del Norte y que, de manera bas. tante directa, legitimaba la expansión territorial fueran cuales fueran sus costes para las poblaciones autóctonas, Porque muy pronto quedó de manifiesto que los colonos no iban a contentarse con la desaparición de los indígenas merced a las plagas que, presuntamente, Dios derramaba sobre ellos. Estaban más que dispuestos a colaborar con la presunta tarea del Creador exterminando directamente a los indios. En 1636, fue encontrado muerto en Block Island un tal John Oldham, al que se había expulsado de la colonia de Plymouth. Nunca estuvo muy claro quién lo había asesinado pero, de entrada, los colonos dieron muerte a más de una docena de indios que se hallaban cerca de la escena del crimen. Pese a todo, el jefe de los Narragansetts ofreció investigar quiénes podían haber sido los culpables y castigarlos. Con tal finalidad envió a 200 guerreros a Block Island para dar con los supuestos asesinos de Oldham. Se equivocaba al no comprender que los colonos sólo estaban buscando una excusa para exterminar a toda la población aborigen. Así comenzó la denominada guerra de los Pequots, que concluyó con la aniquilación casi total de éstos sin excluir a ancianos, mujeres y niños. El mismo William Bradford describió de manera bastante realista los sentimientos de entusiasmo que aquel episodio despertó en los colonos: terrible visión contemplarlos friéndose en el fuego y los ríos de sangre que apagaban éste, y lo horrible que eran la peste y el olor que salían; pero la victoria pareció un dulce sacrificio, y dieron la alabanza por ello a Dios, que había actuado de una manera tan maravillosa en su favor, encerrando a sus enemigos en sus manos y dándoles una victoria tan rápida sobre un pueblo tan orgulloso e insolente. Fue

una

Como señalaría John Robinson a William Bradford, lo más penoso de aquel episodio no era que los indios hubie300

EL PACTO DEL MAYFLOWER ——

sido exterminados de manera totalmente injustificada por los padres peregrinos, sino que no habían tenido la suerte de aceptar la fe de sus enemigos antes de que éstos acabaran con ellos: ran

¡Oh, qué feliz cosa habría sido si hubieras algunos antes de matar a cualquiera de ellos!

convertido

a

excepciones a este proceso general (en el que pronrealizó el primer ensayo de guerra química al entre-

Las to se

gara los indios mantas contaminadas con viruela para que murieran con más rapidez) fueron muy escasas y, a dife-

rencia de lo sucedido

en

Iberoamérica

con

Las Casas v

defensores de los indios, jamás contaron con respaldo oficial. Así, por ejemplo, el baptista Roger Williams tuvo que alejarse de los demás colonos para fundar un enotros

clave

en

guiera

a

el que ni se asesinara nadie por denunciar

los

indígenas ni se persiaquellas atrocidades. Pero

a

bien visto por el resto de los colonizadores. En cuanto a los cuáqueros de Pensilvania, los creadores del primer ente político dotado de tolerancia hacia todas las creencias, fueron los únicos colonos blancos que insistieron, pese a la concesión regia, en pagar a los indios las tierras que ocupaban y también resultaron los firmantes del único tratado con los pieles rojas que jamás fue violado. Sin embargo, cuando perdieron la mayoría en la asamblea de Pensilvania, el nuevo gobierno no tardó en enzarzarse en una guerra de expansión contra los indios. Para multitud de etnias aquellos primeros pasos de los conquistadores anglosajones en el continente fueron el final. Sin embargo, vistos desde una perspectiva histórica, se trataban sólo del principio. En los siglos siguientes, las tribus indígenas de América del Norte, con las que jamás se produjo un mestizaje, desaparecieron por docenas o fueron diezmadas y recluidas en reservas. No debería extrañar que, según su propia confesión, Hitler inspirara parte de la política nazi seguida contra los judíos en el ejemplo de la mantenida por los norteamericanos contra los indios. En ambos casos se perseguía el exterminio de nunca estuvo

301

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

fines de expansión territorial y económica, y en ambos casos se tenía la convicción de obedecer a un destino providencial y racialmente superior. En ese sentido, el Pacto del Mavflower cambió radicalmente la historia. Implicó, por un lado, la firme decisión de constituir el embrión de lo que serían unas instituciones representativas que acabarían confluyendo en el establecimiento de una democracia. Sin embargo, significó asimismo la convicción (rara vez sacudida por cualquier prueba moral contraria) de que los colonos anglosajones de América del Norte disfrutaban de una ayuda especial de la Providencia en la realización de sus propósitos y que eso legitimaba la opresión de otras etnias. Finalmente, implicó la legitimación de una forma de actuar que adjudicó al oponente, aunque fuera involuntario, el carácter de enemigo satanizado y candidato al exterminio. Precisamente por estas razones, la historia de América, y con ella la del mundo, se transformó radicalmente a partir del Pacto del Mayflower y también resulta incomprensible sin hacer una una raza con

referencia

a

él.

Bibliografía episodio del Mayflower ha sido objeto, lógicamente, de una piadosa mitologización que omite los aspectos más interesantes y reales del mismo. Un ejemplo de esa actitud, El

la obra de Catherine Millard, The Rewriting of America's History, Camp Hill, 1991. Un relato breve, pero muy sustancioso y documentado, del impacto de los Padres peregrinos sobre las poblaciones indígenas puede hallarse en D. E. Stannard, American Holoaunque

no

el único,

se

halla

en

de la historia oficial de Estados Unidos es contado de manera muy amena y, a la vez, muy fiel y sustentada en las fuentes históricas en la obra de H. Zinn, A People's History of the United States, Nueva

caust,

Oxford, 1992. El

York, 1980.

302

reverso

EL DISCURSO DEL

MÉTODO

Descartes

el conocimiento geográfico del mundo con el descubrimiento de América, si el alemán Lutero hizo lo mismo con el religioso y el italiano Maquiavelo realizó una labor similar a la concepción de la política, la revolución moderna en el área del pensamiento filosófico y del científico procedió de un francés llamado Descartes. Si los

españoles

trastornaron

René Descartes nació

Haye-en-Touraine. Miembro de la baja nobleza, cursó sus primeros estudios en la escuela jesuita de La Fleche en Anjou, donde permaen

1596

en

La

necería ocho años. Esta circunstancia tuvo

influencia notable sobre su labor futura, ya que además de los habituales estudios clásicos, los jesuitas le inculcaron un profundo interés por las matemáticas y la filosofía escolástica. La finalidad de esa orientación educativa no era otra que la de sacar el mayor partido posible de la razón humana con el fin de que comprendiera la doctrina cristiana. Inicialmente, sin embargo, pudo dar la impresión de que Descartes iba a transitar caminos más convencionales. Así, en 1612 comenzó sus estudios de Derecho en la Universidad de Poitiers, que concluyó en 1616. No llegó nunca a ejercer tareas de carácter jurídico, ya que tenía inquietudes menos sedentarias y había decidido estudiar en el gran libro del mundo. En 1618, entró al servicio de Mauricio de Nassau, príncipe de Orange, con la intención de seguir una carrera militar. Sin embargo, tampoco iban a ser las armas su ocupación fundamental. Por esa época, conoció en Breda a Isaac Beeckman, quien le causó una profunda impreuna

303

LOS TEXTOS

sión por mática.

CAMBIARON LA HISTORIA

QUE

sus

conocimientos de la denominada

física

mate-

siguiente, Descartes se encontraba prestando en el ejército del duque de Baviera. Fue entonces

Al año servicios

cuando, hallándose en una habitación situada cerca de Ulm, fue objeto de unos sueños que le indicaron cuál debía ser su trayectoria científica. A partir de ese momento y hasta 1625, Descartes se desvinculó de las tareas militares y se dedicó a aprender y a viajar sobre todo por Italia, pero también por Francia, Alemania y Suiza. En 1625, Descartes se hallaba afincado en París, donde

permaneció hasta 1629, dedicado al estudio Fue durante

ese

y la reflexión.

período cuando el cardenal de Bérulle le su-

interés que tendría la elaboración de una nueva filosofía que estuviera impregnada de catolicismo. En 1629,

girió el tras



vender

sus

propiedades

en

Francia, Descartes

se

trasla-

Holanda. Allí residió en distintas ciudades (Amsterdam, Deventer, Utrecht y Leiden) y, sobre todo, escribió una obra que, a pesar de que se vería eclipsada por otras posteriores constituyó, en buena medida, el cañamazo de su filosofía. Nos referimos a las Reglas para la dirección del ingenio. a

En 1633, la condena de Galileo llevó mar

la decisión de

tro años curso

no

a

Descartes a to-

el tratado Del mundo. Cuaobra más importante: el Dis-

publicar

después, apareció

su

del método.

El Discurso del método

realidad fue la puesta por escrito de un descubrimiento del año 1619. El 10 de noviembre de ese año, en el cuartel de invierno de Neuburg, Descartes sintió una intuición del método. En aquel entonces llegó a la conclusión de que semejante descubrimiento tendría una importancia especial y que no había sido ajena a ello la intervención de la Providencia. De heLa obra más conocida de Descartes

cho,

en

agradecimiento por su experiencia, hizo voto (que cumplió más adelante) de acudir en acción de gracias al en

santuario de Nuestra Señora de Loreto. 304

EL DISCURSO DEL

El Discurso formaba parte de entre los que se incluían también

unos

MÉTODO

Ensayos filosóficos

ensayo sobre geometercero sobre meteoros. El Disun

sobre óptica y un curso es una obra de extraordinaria sencillez, accesible incluso para una persona que no tenga educación filosófica

tría,

otro

ello, resulta, siquiera en parte, explicable su éxito. Su finalidad, como indica su propio título, es la de conducir bien la propia razón y buscar la verdad en las

y,

precisamente

por

ciencias. En el inicio de

base del método

su

no es

Descartes señala que la otra que el sentido común y la razón:

exposición,

El buen sentido es la cosa mejor repartida del mundo, va que cada uno piensa estar tan bien provisto de él que incluso los que son difíciles de contentar en las demás cosas, no suelen desear más del que poseen (...) el poder de bien juzgar y de distinguir lo verdadero de lo falso, que es lo que propia-

denomina buen sentido o razón, es por naturaleza igual en todos los hombres y, de la misma manera, la diversidad de nuestras opiniones deriva no de que unos posean más razón que otros sino sólo de que conducimos nuestros pensamientos por caminos distintos (...) Ya que no basta con tener la mente bien dispuesta, sino que lo más importante es aplicarla bien (1). mente se

Su

pretensión

los demás cómo conducir bien sti corazón sino más bien mostrar la forma en que yo he intentado guiar el mío. Por ello comenta brevemente su itinerario intelectual, en el curso del cual se han ido sumando los conocimientos de lenguas, elocuencia, poesía, mateno es

enseñar

a

máticas, teología, filosofía y otras ciencias. Esos estudios los complementó con el estudio en el gran libro del mundo mediante los viajes y así fue como llegó a una curiosa conclusión:

(...) aprendí a

demasiada firmeza en nada de lo que se me hubiera convencido sólo mediante el ejemplo y la costumbre, y así me liberé paulatinamente de muchos errores

no creer con

(1). 305

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Sentadas estas bases en su introducción, Descartes aborda en la segunda parte las principales reglas del método. Eludiendo tanto el deseo de reformar todo con precipitación como el no seguir sino lo va existente, Descartes decidió pasar por alto las conocidas reglas de la lógica y adoptar unos principios elementales:

lugar de ese gran número de preceptos de que se compone la lógica, pensé que tendría suficiente con los cuatro siguientes, siempre que adoptase la firme y constante resolución de no dejar de observarlos ni una sola vez. (...)

en

aceptar nada como verdadero salvo si lo conocía evidentemente como tal (...) El segundo, dividir cada una de las dificultades que examinase en tantas partes como resultara posible y como extgiera su mejor resolución. El tercero, conducir mis pensamientos con orden, empezando por los objetos más sencillos y fáciles de conocer para subir paulatinamente, por grados, hasta el conocimiento de los más complejos, dando por supuesto incluso un orden enEra el

primero

no

los que de manera natural no van precedidos. Y el último, realizar en todo enumeraciones tan completas y revisiones tan generales que tuviera la seguridad de no tre

omitir mada

(II).

Siguiendo esas sencillas reglas, Descartes estaba seguro de que no podía haber ninguna cosa tan alejada que finalmente no pudiera ser alcanzada, ni tan escondida que no pitdiera descubrirse y que además los principios de todas las ciencias debían ser tomados de la filosofía. Naturalmente, Descartes era consciente de que la aplicación de ese método podía dejarlo suspendido en el vacío conclusiones fiables. Precisamente por ello, y para no caer en la indefinición moral, decidió en la Tercera parte, formar una moral provisional recogida en tres o cuatro máximas que le permitiera desenvolverse en paralelo con el desarrollo de su tarea. Estas máximas sehasta que

rían las

306

llegara

a

siguientes:

EL DISCURSO DEL

La

primera (...) obedecer las leyes y

MÉTODO

de mi país, manhizo la gracia de ser

usos

teniendo la religión en la que Dios me educado desde mi infancia, y gobernándome en cualquier otra cosa según las opiniones más moderadas y alejadas del

(...)

exceso

segunda máxima consistía en ser lo más firme y decidido que pudiera en mis acciones y no seguir las opiniones Mi

más dudosas

con

menos

constancia

—una

decidido

vez

a

ello— que si hubieran resultado muy seguras (...) Mi tercera máxima consistía en tratar de vencerme siem pre a mÍ mismo antes que a la suerte, en intentar cambiar mis deseos antes que el orden del mundo y, en general, en acostumbrarme a creer que no existe nada que se encuentre por completo en nuestro poder aparte de nuestros propios

pensamientos (...) Por

último,

conclusión de esta moral, tomé la decisión de revisar las distintas ocupaciones que desempeñan los hombres en esta vida, para intentar optar por la mejor, y, sin pretender decir nada de las de los otros, pensé que no podía hacer nada mejor que seguir en la que ya me encontraba, es decir, la de dedicar toda mi vida al cultivo de mi razón y avanzar todo lo que pudiera en el conocimiento de la verdad, siguiendo el método que me había ordenado (III). como

En la Cuarta parte, Descartes pasa a examinar las pruebas de la existencia de Dios y del alma humana o funda-

de la metafísica. Su punto de tionamiento de los sentidos: mentos

(...) fundándome

en

partida

era

que los sentidos muchas

engañan, di por supuesto voluntariamente que

el

cues-

veces nos no

había

nada que fuese como ellos nos llevan a imaginarlas (...) rechacé como falsas todas las razones que había aceptado como

demostración (IV).

Descartes tomó entonces

cuestionablemente cierto y era que de ahí necesariamente se mente que

base algo que era inel hecho de que pensaba y derivaba que tenía igual-

como

existir: 307

QUE CAMBIARON

LOS TEXTOS

LA HISTORIA

di cuenta de que (...) era totalmente necesario que yo, que lo pensaba, fuese algo, y percatándose de que esa verdad —pienso, luego existo— era tan sólida y segura que las suposiciones más extravagantes de los escépticos no podían cormoverla, pensé que podía aceptarla sin escrúpulo como el principio de la filosofía que andaba buscando (IV).

(...) inmediatamente después

Al darse

cuenta

me

de que la existencia

personal derivaba

del hecho de pensar

(¿cómo podría pensarse pero no existir?), Descartes capta perfectamente que su pensamiento puede dudar y, por lo tanto, no es perfecto. Ahora bien, si se da cuenta de que es imperfecto es porque tiene la idea de una perfección absoluta, la que caracterizaría a un Ser perque es Dios. Éste tiene que existir necesariamente, va que sería absurdo que alguien fuera perfecto sin disfrutar del atributo de la existencia:

fecto,

examinar la idea que tenía de un Ser perfecto, encontré que la existencia se comprendía en ella, de la misma manera que en la de un triángulo se comprende el

(...) volviendo

sus tres

que

a

ángulos sean iguales

a

dos rectos,

o en

la de

una

el que todas sus partes se encuentren a la misma distancia del centro, y todavía me resulta más evidente lo primero. Por lo tanto, que Dios, ese Ser tan perfecto, es o existe, lo encontré como mínimo tan cierto como pudiera serlo

esfera

cualquier demostración de la geometría (IV). Descartes admite que

realidad,

pero

atribuye

algunas

personas no captan esta tal circunstancia al hecho de que

elevan su espíritu más allá de las cosas sensibles y a que están acostumbrados de tal manera a no pensar en nada salvo si se lo imaginan. De hecho, la existencia de Dios es garantía de que podemos concebir cosas que sean reales: nunca

(...) las tinta es o

308

son

cosas

que concebimos de manera muy clara

todas verdaderas y

existe, porque

es un

Ser

eso

sólo

perfecto

es

y

dis-

seguro porque Dios

y porque

procede de El

EL DISCURSO DEL

MÉTODO

todo lo que hay en nosotros (...) una vez que el conocimiento de Dios y del alma nos ha garantizado la seguridad de

aquella regla, es muy fácil conocer que las fantasías que imaginamos cuando dormimos no deben hacernos dudar (...) nunca debemos dejarnos persuadir más que por la evidencia de

nuestra

razón.

La Quinta parte del Discurso se ocupa del Orden de cuestiones en física. Resulta curioso que aunque Descartes

acepta como más probable que Dios creara las cosas como ahora se conocen, de la misma manera parece dibujar un cuadro de evolucionismo teísta en virtud del cual a partir del caos y siguiendo unas leyes naturales establecidas por Dios pudo surgir lo que ahora conocemos:

(...)

le hubiese dado (Dios) al principio más forma que la del caos, con tal que hubiera establecido las leves de la Naturaleza y les hubiere concedido su concurso para que operaran de la manera que acostumbran, se puede creer, sin que eso explique menoscabo del milagro de la creación, que sólo con esto todo lo meramente material habría podido llegar a ser con el tiempo como ahora lo vemos (...) aunque

Dentro de

no

perspectiva, Descartes cree que el alma humana no pudo surgir de lo material, sino que Dios la creó de manera directa, infundiéndola en el cuerpo pero no sujeta a la muerte como éste. esa

misma

La Sexta parte del Discurso la dedica Descartes a examinar las Cosas imprescindibles para continuar en la in-

vestigación de la Naturaleza. El filósofo considera que semejante tarea se caracteriza por tener una importancia muy superior a la de la filosofía especulativa en la medida que queda mucho por ción muy práctica: en

(...) todo lo

que

se

conocer

sabe de

esta

y cuenta

ciencia

con una

no es

aplica-

casi nada

en

lo que queda aún por saber. De la misma manera, se podría acabar con innumerables enfermedades, tanto del cuerpo como del espíritu, e incluso puede ser que

comparación

con

309

LOS TEXTOS

la

con

ciente

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

decrepitud de la vejez, sus catisas

si

llegaran

a conocerse

y todos los remedios que

nos

lo sufi-

ha proporcio-

nado la Naturaleza (VI).

investigación científica debe, por lo tanto, centrarse en hallar los principios o primeras causas, en examinar los primeros y más ordinarios efectos que se pueden deducir La

utilizar supuestos que se deducen de las primeras verdades probadas. A esta investigación, anuncia Descartes en las últimas líneas del Discurso que de estas

causas

dedicará

y

en

esfuerzos futuros.

sus

Después del

Discurso

La tarea que Descartes presentaba como su vocación futura se vio cumplida en los años siguientes. Por un lado,

filósofo escribiendo Meditaciones metafísicas (1641; revisado 1642) y Los principios de la filosofía (1644). Pero, tal y como había anunciado, desarrolló una actividad científica de importancia. En el terreno de la óptica, Descartes descubrió la ley fundamental de la reflexión y la enunció de manera sencilla señalando que el ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión. Además, al considerar la luz como un tipo de fuerza en un medio sólido, abrió el camino para lo que luego sería la teoría ondulatoria de la luz. En el campo de las matemáticas, procedió a la sistematización de la geocontinuó

su

labor

como

hecho, fue el primer matemático que clasificar las curvas conforme al tipo de ecuaciones

metría analítica. De intentó

a

la elaboraque las producen, contribuyendo asimismo ción de la teoría de las ecuaciones. Al filósofo y científico

francés se debe asimismo la utilización de las últimas letras del alfabeto para designar las cantidades desconocidas y de las primeras letras para las conocidas, el método de los exponentes para indicar las potencias de los números y la denominada ley cartesiana de los signos, para descifrar el número de radicales negativos o positivos de una ecuación 310

algebraica.

EL DISCURSO DEL

MÉTODO

todo, posiblemente la importancia mayor de Desse dio en el terreno de la filosofía. Aunque era un fer-

Con cartes

católico y dio una importancia fundamental a la creencia en la existencia de Dios, su filosofía, denominada cartesianismo o racionalismo, proporcionó el punto de partida para aportaciones filosóficas de enorme importancia, especialmente en el siglo XvIt1. En buena medida, puede decirse que el empirismo de David Hume, la crítica de la razón pura de Kant o la tradición de librepensadores conectada con la Enciclopedia son fenómenos difícilmente explicables sin hacer referencia a los antecedentes cartevoroso

sianos.

Descartes había introducido la tesis de que casi todo podía ser analizado por la razón de una manera sencilla yv

semejante actitud estaba al alcance de cualquier humano. A la idea de revelación, esencial hasta el

que

ser

si-

glo xvIII, iba a suceder ahora (aunque no era algo nuevo) el postulado de que la razón humana era capaz de discernir lo verdadero de lo falso e incluso emanciparse de la religión. Tal postura habría sido ferozmente criticada por un

Calvino,

que habría aducido que la razón

era un

instru-

afectado por la caída y, por lo tanto, incapaz de llegar a conclusiones fiables, especialmente en ciertos terrenos. También habría merecido la censura de un Tomás de Aquino, convencido de que la razón no podía chocar en sus construcciones con la revelación. A partir de Descartes, y seguramente a pesar suyo, se iba a dar, sin embargo, un paso más. La razón se convertiría así en un ente casi todomento

poderoso,

capaz de

cuestión por ardua

juzgar y

y

someter

a su

criterio

cualquier

difícil que fuese. En el siglo siguiente, durante la Revolución francesa sería incluso reconocida como diosa y adorada en calidad de tal. Sin embargo, es dudoso que aquel punto de vista tan extremo hubiera merecido desde el principio gozar de semejante predicamento. La labor de Descartes no estuvo exenta de errores y, de hecho, en no pocas ocasiones se caracterizó por dar explicaciones complejas, y erróneas, de algunos fenómenos físicos que sólo gozaron de predicamento porque sustituían los conceptos espirituales de la 31

LOS TEXTOS

QUE

mayoría de los

CAMBIARON LA HISTORIA

clásicos por interpretaciones mecánicas de los fenómenos físicos. En los siglos siguientes, ese mismo fenómeno sc repetiautores

gente más diversa, llegaría a conclusiones diametralmente opuestas. Sin embargo, nadie se atrevería a bajarla del altar al que Descartes la había ría. La razón, utilizada por la

elevado. Sólo la ciencia y algunas concepciones políticas presentadas con el calificativo de científicas, ya en los siglos XIX y Xx se atreverían a discutirle su papel de divinidad que debía ser adorada por el género humano.

Bibliografía de especial interés las obras de F. Alquié, Descartes. L'homme et l'oeuvre, París, 1956, de J. Chevalier, Descartes, París, 1921 y de M. Leroy, Descar-

Acerca de Descartes

tes, le

philosophe

au

son

masque, París, 1921. De

manera

más

sobre su pensamiento son notables F. Alquié, La découverte métaphysique de Uhomme chez Descartes, París, 1950; E. Gilson, Études sur le róle de la pensée médiévale dans la formation du systeme cartésien, París, 1951; H. Gouhier, Les premiéres pensées de Descartes, París, 1958; ídem, La pensée religieuse de Descartes, París, 1924, concreta

Gueroult, Descartes selon Vordre des raisons, París, 1953; O. Hamelin, Le systeme de Descartes, París, 1921; J. Laporte, Le rationalisme de Descartes, París, 1950; G. Rodis-Lewis, L'oeuvre de Descartes, París, 1971. M.

312

LA ENCICLOPEDIA

Una empresa

prometedora

librero parisiense llamado A. F. Le Breton se puso en contacto con el abate Gua de Malves. La razón que impulsaba a Le Breton a dar ese paso era el deseo de traducir al francés, con las convenientes adaptacioEn

de 1746,

enero

un

publicado en Inglaterra. Ésta no era otra que la Cyclopaedia o Diccionario universal de las artes y de las letras, una publicación en dos volúmenes debida al publicista Ephraim Chambers. Malnes, una

ves

obra que

en

1728

se

había

aceptó inicialmente el proyecto

constituía

un

intento de poner

a

en

la medida

disposición

en

que

del lector todo

el saber de la época y de una manera que superara al ejemplo inglés inicial. Sin embargo, no permaneció mucho el proyecto y Le Breton, que tenía un vivo interés porque éste llegara a buen puerto, se lo acabó encomendando a Denis Diderot, Jean-Baptiste Le-Rond d'A-

tiempo

en

lembert y Louis de Jacourt. El resultado de ese cambio de directores tuvo una importancia fundamental para el desarrollo final del proyecto. De hecho, lo que inicialmente iba a limitarse a ser una traducción y actualización de la obra de Chambers se convirtió en algo totalmente distinto e impregnado de una enorme originalidad. De dos volúmenes pasó a contar con veintiocho (diecisiete de texto y once de grabados) y de una visión hasta cierto punto científica y aséptica pasó a recoger otra imbuida de las aspiraciones ilustradas de un cierto sector de la burguesía francesa. El resultado fue la Encyclopédie, ou dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers, par une societé de gens de lettres (Enciclopedia o 313

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —

tratado sistemático de las artes, las ciencias y los oficios) más conocida como la Enciclopedia. Para D'Alembert y Diderot, el primer problema con el que se encontraban era el de dar con un método que les permitiera articular los distintos, y vastos, conocimientos en un esquema coherente. D'Alembert distinguió al respecto entre las formas de conocer que derivan de las sensaciones y son empíricas, y las que derivan de la reflexión. De la sensación desprende el ser humano la conciencia del existir y además el conocimiento de los objetos externos. Dado que las sensaciones nos comunican la necesidad de preservarnos del dolor y de procurarnos los medios idóneos para sobrevivir, de ellas arrancan las denominadas artes necesarias, como son la medicina y la agricultura, que tienden a preservar nuestra salud, aliviar nuestro malestar y saciar nuestra

Sin

hambre.

embargo,

la sensación

el único

no es

impulso

ha recibido el conocimiento humano. La razón la base de

algunas

se

que

halla

en

especial relevancia, como es mecánica o la geometría. De la com-

ciencias de

de la física, la binación de estados en el estudio de los cuerpos surgen además las ciencias fisicomatemáticas y la física experiel

caso

mental. ciencias ha venido acompañada del surgimiento de otras ligadas al desenvolvimiento de la historia humana. Eso es lo que ha sucedido con la lógica, la gramática, la historia, la geografía Por otro

lado, la aparición de todas

estas

de la razón ha propiciado la combinación de conocimientos y ha dado lugar al nacimiento de la filosofía, de las artes liberales y de las mecáo

la

política. Finalmente,

nicas. La con

amalgama de

la sistematicidad de

el

uso

conocimientos, combinada diccionario, es precisamente lo

estos un

que proporcionaría su ser específico En las páginas de la Enciclopedia tores más

importantes de Francia

la Enciclopedia. se dieron cita los

a

au-

aquella época. Dideoficios; Montesquieu,

en

escribió artículos sobre artes y sobre el gusto; Buffon, sobre ciencias naturales; Rousseau, sobre música; Voltaire, sobre literatura y espíritu; Helvetius, sobre religión. La edición de la obra resultó un tanto rot

314

LA ENCICLOPEDIA

accidentada, sobre todo

ideológica que se expresaba en sus páginas. D'Alembert, por ejemplo, dimitió en 1759 de la tarea de codirector de la Enciclopedia porque no podía seguir soportando las presiones de la censura sobre ella. Sin embargo, tampoco hay que exagerar su carácter

les,

revolucionario,

por la carga

porque lo cierto

que careció de él. Podía resultar molesta para algunos segmentos sociaes

el clero católico, pero no cuestionaba a la monarquía, a la que trataba con profundo respeto, y además se expresaba en términos relativamente moderados en los que el enfrentamiento venía sustituido por una ironía suacomo

aunque no siempre de buen gusto. Por otro lado, la visión de la Enciclopedia distaba mucho de ser atea o mateve

rialista y más bien habría que encuadrarla como teísta e idealista. Estas circunstancias explican que finalmente pudiera publicarse en su totalidad y que incluso contara con la protección expresa de madame una de las

Pompadour,

amantes

regias.

La influencia de la

Enciclopedia

El valor intrínseco de la Enciclopedia no fue pequeño en la medida en que pretendía recoger todo el saber de la época. No obstante, su influencia derivó no tanto de su carácter de recopilación científica (entendida la ciencia en

palabra

sentido muy

amplio) como de otra serie de razones. Objetivamente considerada, en la obra se advierte un uso muy extenso del plagio así como la utilización de formas de análisis y de expresión que difícilmente podrían ser consideradas científicas, ni siquiera con los criterios de aquella un

época. Sin

embargo,

proporcionaba

deficiencias, la Enciclopedia visión del ser humano, de la historia y

pese

una

a

sus

de la sociedad que estaba llamada a hacer fortuna. Las raZones, vistas hoy en día con cierta perspectiva, resultan fáciles de entender. Para empezar, la visión que rezumaba la obra en relación con la historia era claramente optimista. A diferencia de otras corrientes de pensamiento, como el 315

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA —

apocalipticismo,

que anunciaba serias catástrofes al

Final

de los tiempos, o el protestantismo, que expresaba su con. vicción de que la naturaleza humana estaba caída, los en. ciclopedistas afirmaban que la historia se desplazaba si. guiendo una línea de progreso y que su protagonista, el

género humano, contaba con posibilidades casi ilimitadas, Partiendo de esas bases, los enciclopedistas pensaban que era posible avanzar siguiendo el sendero de la ilustra. ción y que ese avance tenía las características de un cami-

semiinfinito que concluiría en un estado indefinido y utópico de dicha universal bajo los auspicios de la razón. no

Seguramente Tomás de Aquino

o

Descartes habrían

pali-

decido escuchando esas tesis, pero lo cierto es que su insistencia en que la razón podía actuar sin necesidad de una iluminación expresa o en que podía alcanzar metas extraordinarias abiertas a todos había contribuido decisivamente a que los filósofos de la Enciclopedia llegaran hasta ellas. Naturalmente, los enciclopedistas eran conscientes de que

una

visión así de la historia sólo

podía

sustentarse

en

similar relativa al género humano y, efectivamente, como señalamos antes, así lo expresaron. Lejos de afirmar que se trataba de una especie manchada por la maldad y la imperfección, defendieron el hecho de que sólo ciertas formas culturales y sociales habían privado al hombre de su pureza primitiva. En ese sentido, el mito del buen salvaje una

pensamiento enciclopedista, ya que venía a fundamentar (al menos en teoría) la tesis de que originariamente todos los seres humanos habían era una

consecuencia

lógica

del

sido bondadosos, de que sólo la sociedad había alterado esa buena disposición inicial y de que no existía ningún mal que no pudiera ser corregido mediante un proceso

educativo. Pese

a su

visión

optimista del hombre y de la historia,

la Enciclopedia no pudo evitar el caer en contradicciones de no escaso calado. Así, por ejemplo, puede señalarse que su actitud opuesta al comercio de esclavos aparece formulada al lado de declaraciones de un racismo realmente vergonzoso, que incluso desmienten en la práctica la condena 316

LA ENCICLOPEDIA

de la esclavitud. Por ejemplo, en la voz Negros, considerados esclavos en las colonias de América, el texto dice: Estos hombres negros, nacidos

dos

y acostumbraencuentran en América dul-

alimentación burda, que les hacen la vida animal mucho mejor que

a una

curas

vigorosos

en sui

país. Desde luego, resulta más que dudoso que la esclavitud en las colonias americanas pudiera ser calificada de «dulzuras» y que la vida de los negros pudiera ser por definición calificada de animal, hasta el punto de que el hecho de ser esclavos la mejorara. Sin embargo, eso y no otra cosa afirma el citado artículo de la Enciclopedia. No es mejor la descripción que a continuación se hace de esta

población

negra, groseramente

gada de prejuicios: Estos negros

generalizada y pla-

idólatras, su lengua es difícil de prominciar, saliendo la mayoría de los sonidos de la garganta con esfuerzo (...) Estos negros, se les llame como se les llame, son

hablan todos la misma Con

todo, el

lengua

sobre poco más

o menos.

del artículo indica que algunos negros logran superar sus defectos propios y se convierten en buenas personas cuya característica fundamental es nada menos que la sumisión a su dueño: Los

autor

manera

defectos de los tan

negros

universal que

extendidos de muy buenos su-

no se encuentran

no se

encuentren

jetos. Varios habitantes poseen familias enteras compuestas de gente muy honrada y muy unida a su amo.

Partiendo de

que

encontrar

base,

resulta extraño que se afirme negros buenos es un fruto más de la casuaesa

no

lidad que de la probabilidad:

Si por azar se encuentra gente honrada entre los negros de Guinea, mayoritariamente son durante todo el tiempo vicio317

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

mayor parte están inclinados al venganza, al robo y a la mentira.

sos.

En

su

Las consecuencias de

libertinaje,

semejante discurso

no

a

la

podían re-

sultar más obvias. Ciertamente la esclavitud era censurable pero los salvajes actuales habían caído tan por debajo

del nivel imaginario en que se encontraba el buen salvaje primitivo que no cabía sino emprender su educación. Era obvio que unas razas eran superiores y otras, claramente inferiores. Esa circunstancia obligaba a las primeras a dominar a las segundas por el bien de éstas. Que el resultado no podía sino ser positivo lo demostraba el que, según los hasta reducidos a la esclavitud, los negros mejor bajo el dominio de un amo blanco en

enciclopedistas, se

encontraran

América que

en

África.

Aún faltaban muchos

Rudyard Kipling formulara

años para que

la colonización educaba a los

libertad

en

no era

seres

de

su

tesis de que

sino la carga del hombre blanco que otras razas.

embargo, expresado.

Sin

el pensa-

miento va había quedado claramente Si la Enciclopedia presentaba un punto de vista elitista

desde la perspectiva racial y cultural, no lo presentó menos desde la social y política. Sus autores podían afirmar la bondad innata del género humano y la posibilidad (casi obligación) de devolverle a esa prístina situación. Sin em-

bargo, aprecio

en

términos

por las

generales,

no

sentían

concepciones democráticas.

precisamente Para

la línea del progreso lo que había que hacer elites ilustradas. Esta concepción casaba bien en

potismo ilustrado ca, por

ejemplo,

reinante

en

que Voltaire

avanzar

era con

formar el des-

algunos países (lo que explifuera bien acogido por mo-

el militarista Federico II de Prusia), pero además por su énfasis en el progreso y la Ilustración resultaba muy sugerente para la cada vez más pujante burguesía. A ésta se le indicaba la posibilidad de progresar de manera indefinida sin que eso implicara que se rompieran las narcas

como

compuertas que Por otro contenía

en

causar unos

318

sujetaban

lado, pese

a

a su

las

masas.

moderación, la Enciclopedia

sí misma las características suficientes para efectos corrosivos sobre el edificio del Antiguo

LA ENCICLOPEDIA

Régimen.

No cuestionaba la

monarquía, y tampoco cuestionaba las formas de gobierno vigentes como tampoco siquiera la creencia en Dios o en la inmortalidad del alma. Sin

dor

embargo, debilitaba enormemente el papel legitimade la Iglesia católica y esa circunstancia iba a tener

consecuencias trascendentales. Quizá no eran del todo conscientes de ello, pero al privar de legitimación divina a

la monarquía y no plantear un sustituto, los autores de la Enciclopedia la hacían pender totalmente del aire. Por eso, el que los protagonistas de la Revolución francesa se hubieran nutrido de los principios expresados por los enci-

clopedistas no constituye algo extraño sino una circunstancia lógica. Debilitando las bases del Antiguo Régimen e inspirando esperanzas a la burguesía francesa de que podría hacerse con el poder; condenando los abusos contra los derechos humanos pero, a la vez, defendiendo la idea de la superioridad de unas razas sobre otras; propugnando la bondad natural del hombre pero abogando por la acción

colonizadora y civilizadora de los blancos ilustrados sobre otras razas, la Enciclopedia modeló la mentalidad de sus

contemporáneos y, ciertamente, cambió la historia. Sin embargo, sería injusto afirmar que la influencia de la En-

ciclopedia quedó limitada al siglo

xvii

y al

siglo

xix.

En

realidad, de manera pocas veces percibida y frecuentemente indirecta, su influjo sigue pesando claramente sobre el hombre y la mujer ya cercanos al siglo xx1. Afirmaciones la de que resulta posible progresar de manera indefinida, que el progreso es siempre un beneficio pese a sus costes, no pocas veces enormes, que el ser humano no es sino un producto del entorno, que los males en realidad derivan de la sociedad y no de la responsabilidad personal, que Occidente es el paradigma del avance y que, por lo tanto, su modelo sociopolítico puede y debe ser exportado a

como

otros

pueblos

En honor

a

hijas

de la Enciclopedia. la verdad debe decirse también que

no son

sino

no

por

eficaces políticamente estos presupuestos se ven libres de una notable carga de ingenuidad y mucho menos de resultados abiertamente dañinos. A más de dos siglos de la En319

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

ciclopedia, tenómenos

las dos guerras mundiales, el el uso de complejos armamen.

como

nazismo y el comunismo o tos, incluido el nuclear, convierten

en

poco verosímil la

afirmación de que el ser humano es bondadoso por naturaleza y de que sólo necesita ser educado para abandonar su lamentable estado actual. Por otro lado, los terribles efectos colaterales de un crecimiento económico continuado amenazan a no tan largo plazo no sólo con no cumplir sus promesas de un utópico mundo mejor, sino con artuinar el entorno medioambiental de una forma tal que el planeta se convierta en un lugar aún peor para vivir. Los frudel optimismo ilustrado resultarían así más amargos de lo que hasta ahora han sido. Guste o no, esos resultados son también hijos directos del espíritu de la Enciclopedia, un texto que, ciertamente, ha cambiado la Historia. tos

Bibliografía Enciclopedia resulta de interés F. Venturi, Los orígenes de la Enciclopedia, Barcelona, 1979. Sobre el contexto histórico de la obra se pueden consultar J. M. Goulemont Launay, El siglo de las luces, Madrid, 1969; D. Ogg, La Europa del Antig1:o Régimen, México, 1983 (muy proAcerca de la

británico)

y A.

Pleba, La Ilustración, Madrid, 1971. Acerca

del aporte filosófico de la Ilustración resultan de interés: T. W. Adorno y M. Horkheimer, Dialéctica del Iluminismo, Buenos Aires, 1970; E. Cassirer, Filosofía de la Ilustración, México, 1943 y P. Hazard, El pensamiento europeo en el si-

glo XVIII, Madrid,

320

1969.

LA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS

De la victoria

la Guerra de los Siete Años al Congreso continental en

la Guerra de los Siete Años, un conflicto en el que Gran Bretaña y Francia habían combatido entre sí en tres continentes y que había concluido con la victoria de la primera potencia. Entre las

En 1763,

concluyó formalmente

condiciones de la paz, Francia se vio obligada a entregar a Gran Bretaña los territorios norteamericanos situados al norte del Mississipi. Por una de esas paradojas con que no ilustra la historia, Gran Bretaña no podría conservar buena parte de los mismos durante mucho tiempo y el factor decisivo en su pérdida final sería precisamente la derrotada Francia.

pocas

veces nos

Hacia 1763, la población de las colonias inglesas que se convertirían luego en Estados Unidos de América rondaba

los dos millones de personas. De éstos, habitaban en Virginia del orden de medio millón y algo más de trescientos mil en Massachusetts. Pensilvania, Maryland y Carolina del Norte no poseían menos de un cuarto de millón de habitantes y Connecticut y Nueva York andaban cerca de los doscientos mil. El resto de las colonias albergaban poblaciones que iban desde los 170 000 habitantes de Carolina del Sur a los sólo 33 000 de Georgia. En términos generales, las colonias se encontraban agrupadas en redes regionales centradas en Nueva Inglaterra (New Hampshire, Massachusetts, Connecticut y Rhode Island), el centro (Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania y Delaware) y el sur (Maryland, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y

Georgia). 321

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Mientras que

en

Nueva

Inglaterra prevalecían

las

ex-

plotaciones agrícolas minante

un

medias y pequeñas, en el sur era dosistema de plantaciones en régimen de mono-

cultivo que utilizaba a la mayoría de los esclavos negros localizados en las colonias y en el centro. Las actividades principales eran de tipo comercial. Aunque con diversos matices, en las tres regiones existían diferencias sociales, pero

no eran

sultaban En

tan

acusadas como en Europa ni tampoco susceptibles de crear malestar. tan

realidad, Gran Bretaña comenzó

a

tener

re-

problemas

colonias norteamericanas desde el momento de la firma de la paz con Francia. La guerra en Europa, Asia y

con sus

América había resultado muy

onerosa

y la

metrópoli

esta-

enjugar los gastos y, de paso, a reflotar su economía aprovechando los recursos de ultramar. Con esa finalidad, se articularon algunos instrumentos, como la ley del timbre y los impuestos sobre el azúcar de 1764-1765. ba decidida

a

La respuesta que los habitantes de las colonias de América del Norte ofrecieron a estas normas fue claramente negativa.

Por

un

lado, la tradición inglesa había acostumbrado

las clases medias

a

pagar contribuciones pero

este

no

a

tipo

de impuestos. Por otro, como en otros fenómenos históricos, el temor desempeñó un papel de enorme importancia. Los súbditos de las colonias no eran despojados de sus pro-

piedades

pero temieron que, antes

o

después,

así

pudiera

suceder.

principio jurídico definido como No taxation without representation («ningún impuesto sin representación»), los colonos se opusieron a la Ley del Timbre (Stamp Act) de 1765, que pretendía gravar el consumo Basándose

en un

como

resultado

que el

al año

siguiente

pero

contaran

sin

su

consentimiento. La protesta tuvo

parlamento inglés anulara la ley el problema de que las colonias no

con re-

presentación en la mencionada institución quedó sin solucionar. Semejante circunstancia y sus consecuencias di-

quedaron de nuevo de manifiesto cuando en 1767, el parlamento, bajo la dirección del ministro de finanzas Townshend, planteó el intento de gravar los artículos que eran objeto de consumo diario en las colonias. rectas

322

LA

DECLARACIÓN

DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS

la respuesta de los colonos fue más allá de la mera protesta e incluyó el acuerdo de no importar productos ingleses. En 1770, el parlamento se vio obligado a suprimir los impuestos aunque mantuvo el relativo al consumo del té, deseando afirmar con ello que era la metrópoli la que tomaba las decisiones que debían acatarse. Los colonos no estaban dispuestos a ceder ni siquiera en ese asEsta

pecto y

vez

choque callejero en Boston unidad militar inglesa. El resultado del

en marzo se

produjo

un

ellos y una enfrentamiento fue la muerte de cinco colonos, a los que pronto se consideró mártires. En 1772, fue el tribuno del pueblo de Boston, Samuel Adams, el que procedió a organizar en las colonias los denominados comités de correspondencia. Estos colectivos permanecerían estrechamente relacionados en el futuro y, sobre todo, volcarían casi todos sus esfuerzos en ir creando un estado de opinión abiertamente contrario a la política británica en las colonias. En diciembre de 1773, un grupo de bostonianos que se habían disfrazado de pieles rojas subieron a tres barcos que se hallaban fondeados en el puerto de la mencionada ciudad y arrojaron al agua 342 cajas que contenían té. Acababan de lanzar al rostro del gobierno británico un guante que éste tenía que recoger. En 1774, el parlamento inglés promulgó una serie de normas que los colonos denominaron Intolerable Acts y que pretendían dejar establecido de una vez por todas quién mandaba y quién debía obedecer en aquel contencioso. Así, se clausuró el puerto de Boston hasta que se saldaran los daños producidos por el incidente del té, se dispuso que los funcionarios regios acusados en las colonias fueran juzgados en Inglaterra, se controlaron las actividades de las asambleas municipales y se autorizó al ejército para realizar determinados allanamientos. Las medidas ya eran de por sí suficientemente graves, pero cuando además el Gobierno concedió ciertos privilegios a la Iglesia católica en el Canadá, también bajo dominio británico, la sensación de alarma se agudizó. Buena parte de los colonos había emigrado a América del Norte para asegurarse de que disfrutarían de libertad de conciencia. La prientre

323

LOS TEXTOS

mera

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

política donde ésta se consagró de manera la Pennsylvania fundada por los cuáqueros

institución

absoluta fue en en el siglo xvi. Si ahora la Corona, cada vez menos fiable, se aliaba, aunque fuera de forma circunstancial, con la lglesia católica, ya no sólo se vería amenazada la economía de los colonos sino incluso sus derechos más elementales. Los colonos reaccionaron con más virulencia que nunca. No sólo acordaron nuevos boicoteos de importación y consumo en

cluso

contra

comenzaron a

de los

sino que invistas a un más

productos ingleses,

entrenar

milicias

con

posible choque armado. Además comprendieron que aquella situación debía recibir alguna base jurídica e ideológica mínima si, como todo parecía augurar, iba a producirse un enfrentamiento con la metrópoli. En septiembre y octubre de 1774, a instancias de algunos colonos de Virginia, se produjo la celebración del primer Congreso contique

nental

en

Filadelfia.

Del primer Congreso continental al estallido de la guerra

excepción de Georgia, la colonia menos poblada, y de las tierras del Canadá, todas las colonias se encontraron representadas en el Congreso continental. Éste insistió en Con

la necesidad de mantener el boicoteo contra las mercancías británicas y en la protección que la Constitución inglesa debía proporcionar a sus súbditos a la hora de que sus gobernantes pretendieran imponerles impuestos arbiel trarios. En legal esgrimido por los

argumento puridad, resultaba impecable y la

situación podría quizá no ser por la miopía del monarca y ingleses. Para ambos, las normas aprobaeran totalmente válidas y no resultaba de

colonos haberse solventado de

del parlamento das en Inglaterra recibo su invalidación porque los colonos no contaran con representación parlamentaria en la metrópoli. De hecho, no pasó mucho tiempo antes de que acusaran a los colonos de sedición y de republicanismo, características ambas que, en esos momentos, no los definían ni remotamente. 324

LA

DECLARACIÓN

DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS

Para colmo de torpezas,

abril de 1775, las tropas inglesas intentaron controlar el territorio que circundaba la ciudad de Boston. En los días anteriores, las fuerzas de Su Majestad habían cometido diversos abusos y ahora chocaron con una firme voluntad de resistencia por parte de los colonos. En sendos encuentros en Lexington y Concord con las milicias entrenadas y formadas por éstos, los británicos

vieron

obligados

en

retirarse. Sin duda, no se trataba de acciones relevantes desde el punto de vista militar, pero los comités de correspondencia creados por el bostoniano Adams supieron sacar un extraordinario se

a

partido

propagandístico de ellas. Cuando al mes siguiente se celebró en Filadelfia el segundo Congreso continental con delegados de todas las colonias, flotaba en el ambiente un clima

de triunfo. El segundo

Congreso continental se permitió anunciar la creación de un ejército colonial propio y nombrar a George Washington su comandante en jefe. Sin embargo, la baza independentista distaba aún de contar con apoyos importantes. En realidad, los colonos se encontraban situados más en la línea de los parlamentarios puritanos que había enfrentado con Carlos I y más todavía en la de los protagonistas de la Gloriosa Revolución de 1688. Deseaban verse representados y enfrentarse con la arbitraen

1640

riedad,

se

lealtad hacia la Corona, por el momento, estaba fuera de duda. Si dieron ese paso se debió en buena medida a la acción del monarca inglés. En agosto de 1775, Jorge IIT declaró que las colonias se habían rebelado contra el rey y manifestó su intención firme y decidida de acabar con la revuelta. En

pero

su

de 1776, cuando Thomas Paine publicó su obra Common Sense (Sentido común), en la que defendía la independencia y la forma de gobierno republicana, los que compartían su punto de vista eran una clara minoría. Sin embargo, al llegar la primavera las cosas cambiaron. El 2 de julio de 1776, el Congreso continental declaró por unanimidad que las colonias unidas eran Estados libres e inenero

dependientes. Dos días después, promulgaban ción de Independencia.

la Declara-

325

LOS TEXTOS

CAMBIARON LA HISTORIA

QUE

La Declaración de

El

texto

Independencia

de la Declaración de

mentalmente

Independencia

se

debió funda-

la pluma de Thomas Jefferson. No se vio, sin embarco, libre de modificaciones. Por un lado, algunos de los asistentes al Congreso consideraron que los colonos aún

podían

ello

se

a

simpatizantes en Inglaterra y por suprimieron párrafos que eran especialmente ducontar con

el que Jefferson ironizaba con el hecho de que su cristiano rey hubiera iniciado una guerra pirática, vergiienza de las naciones paganas. Además, cediendo a las ros, como

uno en

presiones de Carolina del Sur

y de

Georgia,

se

omitió la

la que se condenaba la esclavitud de los negros. Como señalaría el propio Jefferson en su Autobiografía no sólo estos Estados sureños se alegraron de la supresión ya

cláusula

en

que los del norte, pese

a

la

escasa

presencia de esclavos,

se

lucraban mucho con el comercio negrero. Finalmente, la Declaración fue aprobada y firmada por todos los miembros de la Cámara salvo un tal Dickinson. Al principio, el texto insiste en que lo que desea poner de manifiesto ante la opinión humana son las razones que llevan a las colonias a romper los vínculos con la metrópoli:

del devenir humano, un pueblo se ve obligado a romper los vínculos políticos que lo han vinculado con otro, asumiendo entre las potencias de la tierra el luel Dios de gar distinto e igual que las leyes de la Naturaleza y la Naturaleza le conceden en derecho, un respeto honrado la opinión de la humanidad le exige que declare las cau-

Cuando,

en

el

curso

por sas

que le

impulsan

la

separación.

no y fundamental para dar ese paso de las arbitrariedades cometidas por Inglaterra,

La razón arranca

a

primera

a

ellas, sino aunque con posterioridad se hará referencia de la existencia de una serie de verdades evidentes por sí las que debe sujetarse toda acción y de las que debe derivar toda acción política:

mismas

326

a

LA

DECLARACIÓN

Tenemos las mas:

DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS

siguientes verdades

que todos los hombres

son

por evidentes

creados

iguales,

en

que

sí mis-

su crea-

otorgado derechos inalienables, que entre éstos se encuentran la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, dor les ha

derechos los hombres instituyen gobiernos cuyos poderes legítimos emanan del consentimiento de los gobernados; que cuando cualquier forma de gobierno pone en peligro esos fines, el pueblo tiene el derecho a modificarla o abolirla y a instituir un nuevo gobierno, fundándolo en los principios y organizando los poderes de la manera que, a su juicio, le ofrezca más posibilidades de alque para

garantizar

canzar su

estos

seguridad y felicidad.

El párrafo segundo de la Declaración contiene una serie de afirmaciones que remite a los escritos de algunos pensadores protestantes de los siglos XVI-XVIII pero que por primera vez se traducen en un texto jurídico. El principio fundamental y legitimador del Gobierno no es ni la legiti-

eclesial, alegada

por los teóricos del absolutismo, ni la sucesión dinástica. Por el contrario, son una serie de

mación

derechos que procede de la misma acción de Dios y que incluye la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, dere-

chos que deben ser garantizados por los Gobiernos. Cuando éstos no cumplen con esa misión sagrada, al pueblo le asiste el derecho no sólo de reformar ese ordenamiento sino también de abolirlo y sustituirlo por uno que se amolde mejor a esa realidad. Finalmente, la soberanía no encuentra su sede en un rey sino en el pueblo y éste es el que decide si el Gobierno garantiza o no sus derechos naturales e inalienables. Esa circunstancia es la que explica que las colonias hayan decidido emanciparse de Inglaterra: La historia del actual ria de

agravios

establecer

y

Rey de Gran Bretaña es una histousurpaciones, directamente dirigidos a

tiranía absoluta sobre estos Estados. Para demostrarlo, que se sometan los hechos a un mundo imparcial. Ha

una

negado

su

sanción

a

las

leyes

más

beneficiosas y

ne-

cesarias para el bien común. 327

LOS TEXTOS

Ha

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

prohibido

a

sus

importancia urgente

e

gobernantes

aprueben leyes

que

de

inmediata (...)

Ha convocado cuerpos

legislativos

lugares

poco cola túnica intención

en

rrientes, incómodos y distantes (...) con de cansarlos hasta obligarles a aceptar sus medidas. Ha disuelto repetidamente cámaras legislativas por oponerse éstas con varonil firmeza a su quebrantamiento de los derechos del pueblo. Tras disolverlas, se ha negado durante mucho tiempo a permitir la elección de nuevas cámaras (...) Ha hecho depender de su sola voluntad la permanencia de los jueces (...) Ha creado multitud de nuevos cargos (...) Ha mantenido en medio de nosotros, en tiempo de paz y sin el consentimiento de nuestros legislativos, ejércitos permanentes.

pretendido convertir al poder militar en independiente y superior del poder civil. (...) Ha saqueado nuestros mares, arrasado nuestras cosHa

de tas, incendiado nuestras ciudades y arruinado las vidas nuestras

gentes.

En este momento está

transportando grandes ejércitos de

extranjeros para concluir la labor de muerte, destrucción y tiranía (...) Ha intentado arrojar sobre los habitantes de muestras fronteras a los despiadados indios salvajes (...) mercenarios

decisión no había sido tomada de manera inmediata, sino que había venido precedida de conciliación, acciones por repetidas protestas e intentos Sin

embargo, incluso

todas ellas que

se

esa

habían mostrado infructuosas:

de estos momentos de opresión hemos suplicado justicia en las condiciones más humildes. Nuestras repetidas solicitudes han recibido, como única respuesta, reEn cada

uno

petidas ofensas. (...) Tampoco hemos sido

escasos en

atenciones para

con

hermanos británicos (...) También ellos han prestado oídos sordos a la voz de la justicia y de la sangre común (...) nuestros

328

LA

DECLARACIÓN

La violación

DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS

de los derechos humanos naturales e inalienables, la conducta ilegítima del rey de Inglatera y la negativa de los británicos a escuchar las quejas de los colonos finalmente habían tenido una consecuencia y era la de que las colonias se declararan Estados libres e in-

repetida

dependientes: Por lo tanto, nosotros, los representantes de los Estados

Unidos de América, reunidos en Congreso general, poniendo al supremo juez del mundo por testigo de la rectitud de nuestra intención, en nombre y con la autoridad del buen pueblo de estas colonias, proclamamos y declaramos solemnemente que estas colonias unidas son y en derecho han de ser estados libres e independientes, que quedan libres de cualquier fidelidad a la corona británica, y que todo lazo político existente entre ellas y el Estado de Gran Bretaña queda, y ha de quedar, disuelto, y que, en calidad de estados libres e independientes, tienen plenos poderes para hacer la guerra, firmar la paz, concertar alianzas, comerciar y llevar a cabo cualquier acción o cosa que en derecho pueda hacer un estado independiente.

Y, en apoyo de esta declaración, confiando firmemente en la protección de la Divina providencia, comprometemos nuestras vidas, nuestra hacienda y nuestro sagrado honor.

Después La un

de la Declaración

proclamación de la Declaración de Independencia tuvo impacto sobre el mundo del siglo xvit1 que trascendió

mucho el ámbito para el que originalmente había sido concebida. De hecho, la respuesta que provocó en éste puede calificarse, sin temor a exagerar, de tibia. Para las minorías nacionales no había ninguna razón de peso que imcon

pulsara a cambiar el Gobierno británico por otro nuevo surgido de la burguesía colonial, y no fueron pocos los que pensaron además que la guerra sólo podía traerles pérdidas económicas. En

Washington,

cuyo

ese

resulta extraño que superar la cifra de los

contexto no

ejército

no

llegó

a

329

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

diecisiete mil hombres, optara por evitar los combates con la intención de desgastar a los británicos y buscara la ayuda militar de oficiales extranjeros, como el polaco Kos-

ciusko, los alemanes Von Kalb y Von Steuben, el francés Lafayette y el español Gálvez. De hecho, los rebeldes comenzaron a

contar con

su

primera posibilidad de

éxito

a

partir de la entrada en la guerra como sus aliados de Francia (1778), España (1779) y Países Bajos (1780). En 1781, los británicos eran vencidos en Yorktown y al año siguiente, por presiones de los comerciantes nacionales, el Parlasolicitó del rey que iniciara conversaciones de paz con las antiguas colonias. En 1783, se firmó la paz en virtud de la que los Estados Unidos vieron reconocida su independencia y España recuperó las dos Floridas aunque no Gibraltar. Con ello, en apariencia terminaba un ciclo mento

que se había iniciado con la Declaración de independencia. La realidad, por el contrario, era que sólo acababa de em-

pezar. La Declaración cambió la historia desde el momento

en

de relevancia llevado a cabo por los recién nacidos Estados Unidos de América. El surgimiento de esta nación iba a alterar el curso histórico con que

constituyó el primer

acto

cuyas últimas consecuencias no hemos terminado aún de calibrar. Pero antes de que aquellos territorios se

vigor

un

convirtieran su

peso

en

la

en

la

potencia

que

llegaría a

política internacional

siglo xIx, cargado de una

ser en

estaría

el

trascendencia. Para empezar, las colonias americanas habían demostrado, aunque para ello hubieran necesitado la indispensable ayuda extranjera, que ninguna monarquía era lo suficientemente sagrada para impedir la sublevación de sus súbditos, que las concepciones republicanas podían llevarse a la práctica, que una amalgama de las tesis políticas de enorme

la Reforma y de la Ilustración era posible y que la afirmación de que el ser humano tiene unos derechos inalienables que todo Gobierno debe respetar podía ser lo suficientemente poderosa para encender la llama de la revuelta. No sólo eso: la revolución americana había puesto en primer plano de la discusión política el concepto de 330

LA

DECLARACIÓN

DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS

soberanía, que la Declaración, desde luego, no había atribuido al monarca. Además, había llevado a cabo todo eso sin cuestionar ni la existencia de Dios ni la realidad de una acción divina en la creación sino afirmando ambas cosas. En términos sociales, el espíritu de la Declaración podía

calificado de conservador en la medida en que no cuestionaba el ordenamiento social de las colonias y tampoco llegaba a condenar una institución tan denigrante como la esclavitud. Sin embargo, en términos políticos y sobre todo si se contemplaba desde la perspectiva del Antiguo Régimen vigente en Europa, su contenido era escandalosamente revolucionario. Poco más de una década después de ser

promulgación, la Revolución estallaba en Francia. Una de sus principales figuras fue Lafayette, que había combasu

las filas de los rebeldes americanos. Pero la influencia de la Declaración no concluyó tampoco con la Revolución francesa y sus derivaciones. También se extendió por el sur del continente y nutrió la mente y las intenciones de los insurrectos contra el poder tido

en

colonial

español. Éstos formularon quejas

aquellas

que Jefferson había sabido lanzar contra el britá-

muy similares

a

nico, y no con menos razón, y todavía en 1898 para hacerlo apelaban al espíritu (y no pocas veces a la letra) de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. La Declaración tuvo un papel muy importante en la propia historia interna de los Estados Unidos. Las referencias a la misma iban a resultar incontables. En 1861, apelarían a ella los Estados del sur en su deseo de mantener la institución de la esclavitud y de separarse de los Estados del norte. Pero también la evocarían casi todos los movimientos reformistas norteamericanos, que buscaban, por encima de aquellos aspectos encaminados a preservar privilegios, subrayar el carácter de defensa de los derechos humanos naturales y de apología de la resistencia que aparecían en el texto desde sus primeras líneas. Quizá, incluso cuando el paso de los siglos pone de manifiesto su carácter limitado, sea ése el elemento de la Declaración más llamado a perpetuarse: el que afirma que todos los hombres son creados iguales, que su creador les ha otorgado derechos ina331

LOS TEXTOS

lienables, la

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

que entre éstos

búsqueda

de la

se

encuentran

la vida, la libertad y

felicidad.

Bibliografía Pese

a su

ciársela

extraordinaria

con

el mundo

importancia,

anglosajón,

pero

no es

quizá

por

aso-

muy abundante la

bibliografía en castellano acerca de la Declaración de Independencia. De cierto interés es la introducción de A. Koch y W. Peden a T. Jefferson, Autobiografía y otros escritos, la obra de C. Becker, The Declaration of Independence. A Study in the History of Poli" tical Ideas, Nueva York, 1922, así como la de C. A. Beard, Economic Interpretation of the Constitution, Nueva York,

Madrid, 1987.

Más relevante

es

también, aunque más generales, son T. L. Pangle, The Spirit of Modern Republicanism, Chicago, 1990 y R. E. Shalhope, 7he Roots of Democracy, Boston, 199%. Sobre la revolución americana siguen resultando notables 1923. De interés

F.

Jameson,

7he American Revolution considered

as a

So-

Schlesinger, D. R. Fox y C. Becker, A History of American Life: The Revolutionary Generation, Nueva York, 1945; G. O. Trevelyan, The Ameri-

cial Movement, Princeton, 1940; A.

can

332

Revolution, Londres, 1966.

LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO

Los nobles

rebelan y la burguesía lo aprovecha se

Cuando el siglo XVIII se acercaba a su final, la estructura de la sociedad francesa, pese a la existencia de una incipiente

burguesía,

continuaba siendo nobiliaria y estaba agrupada en torno a la institución monárquica. Esta alianza entre la Corona y los nobles había proporcionado durante los últi-

siglos

fortaleza notable a Francia, pero su existencia no había sido plácida. De hecho, desde la revuelta de la Fronda durante la infancia de Luis XIV, la nobleza no había perdido ocasión de erosionar el poder absoluto del rey y así consolidar y fortalecer unos privilegios seculares. El nuevo impulso antiabsolutista de la nobleza se produjo a finales de 1787, cuando Luis XVI intentó llevar a la práctica una serie de medidas de claro contenido reformador a través de personajes como Calonne y Loménie de Brienne. Las reformas propuestas por Brienne iban desde la administración central de las finanzas y el comercio a la reforma de las fuerzas armadas y de la judicatura pasando por el estado civil de los no católicos. En realidad, estas medidas no cuestionaban el sistema del Antiguo Régimen, pero sí podían ser susceptibles de limitar los privilegios nobiliarios. La respuesta de la aristocracia fue fulminante. Del 22 de febrero de 1787, fecha en que se celebró una Asamblea de notables, a la decisión del Parlamento de París de 23 de septiembre de 1788, en que se confirmó la convocatoria de los Estados Generales para el 1 de mayo de 1789 en tres órdenes con el mismo número de representantes y voto separado, los aristócratas hicieron todo lo pomos

una

333

LOS TEXTOS

sible por mas

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

impedir la puesta

en

funcionamiento de las retor-

regias.

La aristocracia, en realidad, no podía haber escogido una situación más delicada para debilitar a la monarquía,

las reformas regias y hacer valer sus privilegios. El contexto en aquellos momentos era de crisis económica galopante, una crisis que, como suele ser habitual, afectó con especial angustia a los más humildes. Entre 1785 y oponerse

a

1789, los salarios descendieron

en un

25%, aunque

en rea-

significaba hasta un 50% de pérdida de poder adquisitivo en períodos de fluctuación de precios. A esasituación se sumó un crecimiento demográfico que derivaba de la prosperidad de los primeros años del siglo, pero que lidad la cifra

ahora añadía características familiares.

angustiosas

a

las economías

contexto, la convocatoria de los Estados contemplada como una victoria por la aristocracia. Ésta no podía ni siquiera imaginar que aquel

Olvidando Generales fue

ese

desembocar en una revolución que no sólo acabaría con la monarquía absolutista, sino que incluso haría correr a ríos la sangre de los nobles. La convocatoria de los Estados Generales fue, por otro lado, contemplada por las clases populares con una mezcla de esperanza casi apocalíptica y de temor hacia las clases acontecimiento iba

pudientes. El

a

5 de mayo de 1789,

quedaron inaugurados

los Estados Generales. Al día siguiente, la nobleza y el clero (los dos primeros estados) comenzaron a reunirse en salas separadas. Fue entonces cuando se produjo la primera fricción. El tercer estado, que representaba a la aplastante mayoría de la población, no estaba dispuesto a verse superado por los votos de clérigos y aristócratas, y exigió que las votaciones se realizaran por cabeza y no por orden.

Teóricamente, sus esfuerzos tenían que haber fracasado, pero buena parte del clero era de origen popular e hizo causa

común

con

estas

pretensiones.

El 17 de junio, el tercer estado se autodenominó Asamblea Nacional por 491 votos a favor frente a 89 en contra. En términos jurídicos, la división estamental del Antiguo Régimen había saltado hecha pedazos, sustituida por el 334

LA

DECLARACIÓN

DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE...



concepto de soberanía nacional. No era difícil prever que el monarca intentaría disolver la Asamblea, de manera que sus miembros se juramentaron el 20 de junio en el Juego de pelota para no dejarse apartar de su misión. Luis XVI

no

consideró

prudente

mantener

nadie podía saber dónde acabaría. Así, el 27

pulso que de junio, or-

un

la minoría clerical que no se había sumado al tercer estado y a la mayoría aristocrática que se incorporaran a la Asamblea Nacional. El 9 de julio, ésta se transformó en Constituyente. Era obvio para cualquiera que estuviera dispuesto a ver la realidad que la Asamblea pretendía liquidar el absolutismo e implantar un sistema constitucional similar al inglés. Entonces, como si se tratara de una bomba, estalló el pánico. El fenómeno del miedo en los primeros días de la Revolución francesa ha sido estudiado repetidamente y es lógico que haya sido así, porque su trascendencia fue sin duda enorme. Como si de un proceso diabólico se tratara, las masas temieron que los nobles acabaran con el proceso de reforma; los aristócratas temieron la pérdida total de sus privilegios precisamente cuando esperaban afianzarlos; y la burguesía temió no sólo la reacción nobiliaria, sino también que la reforma quedara desbordada por las clases populares y degenerara en revolución. Ese temor, que había calado en todo el espectro social francés, disparó el proceso. El 12 de julio, las fuerzas reales abandonaron París y se acantonaron en la Escuela militar y el Campo de Marte. La desaparición de aquellas unidades tuvo una consecuencia inmediata. Las masas se arrojaron a la calle y comenzaron a realizar saqueos, especialmente en las tiendas de los armeros. Como respuesta inmediata, la burguesía formó una milicia cuya finalidad no era sólo evitar que el rey acabara con los Estados Generales, sino también impedir que las clases más humildes desbordaran una reforma prometedora transformándola en una revolución social. Se trataba de un esfuerzo vano. En un claro deseo de proporcionarse medios de defensa, el pueblo de París se dirigió primero a los Inválidos y luego, el 14 de julio, a la Bastilla. Con la toma de este redenó

a

335

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

ducto, símbolo del absolutismo regio, había comenzado convencionalmente la Revolución francesa. Sin

embargo,

aspecto no pareció tan obvio en aquellos momentos. El 17, Luis XVI aceptó en el Ayuntamiento de París la escarapela tricolor presentándose así como un abanderado de las reformas populares. Quizá aquel gesto habría tenido un resultado más favorable en otra época. En aquellos momentos, no sólo no acabó con el pánico que se había filtrado entre la población sino que incluso lo acentuó. A finales del mismo mes de julio, resultaba imposible controlar el derramamiento de sangre y los saqueos e incendios de castillos. El 22 de jueste

lio, el intendente de París y de la isla de Francia y su suegro fueron colgados de una farola. El 23, se ejecutó al conde de Dampierre. El 28, la Asamblea creó un Comité de Recherches, que no era sino un precedente del Comité de

Seguridad

General. Junto

locamiento del

a

los

excesos, se

Antiguo Régimen.

En

colapsó, de pagarse y se atomizó el gobierno ciones locales y municipales.

julio,

la administración

se

aquel

el dismismo mes de

produjo

los impuestos dejaron en multitud de institu-

A inicios de agosto, el sistema feudal había saltado hecho añicos. Los decretos de 5-11 de agosto liquidaron todos los privilegios de individuos, órdenes, provincias y ciu-

dades. En el curso de los meses siguientes, los campesinos serían liberados de la servidumbre aunque debieran pagar la liberación de sus tierras. El 26 de agosto, era aprobada la Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano.

La Declaración de los Derechos

del hombre y del ciudadano La acción

conjunta de la burguesía instruida

y del clero y la

la de las masas populares había triturado definitivamente el orden feudal. En paralelo con una serie de normas que traducían jurídicamente lo que estaba sucediendo en el campo, la Asamblea Nacional promulgó un texto que iba a tener una influencia extraordinaria aristocracia liberales sumada

336

a

LA

DECLARACIÓN

DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE...

la historia posterior, la denominada Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano. De breve contenido —17 artículos—, se convertiría en el encabezamiento de la Constitución de 1791 pero, sobre todo, en el punto de inspiración de multitud de textos políticos posteriores. Para los representantes del pueblo francés las razones para redactar la mencionada Declaración no podían resultar más obvias, urgentes y necesarias. Según su texto, el desconocimiento, el olvido o el desprecio de los Derechos del hombre se halla en el origen de todo tipo de males. Era lógico que así fuera, porque se trata de derechos ligados al ser humano por su propia naturaleza, irrenunciables y enraizados incluso en la existencia de un Ser supremo: en

Los representantes del

pueblo francés, constituidos en Asamblea Nacional, considerando que la ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos del hombre son las únicas causas de las calamidades públicas y de la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer en una declaración solemne los derechos naturales, inalienables y sagrados del hombre (...) En consecuencia, la Asamblea nacional reconoce y declara, en presencia y bajo los auspicios del Ser supremo, los siguientes derechos del hombre y del ciudadano. El primer extremo reconocido por la Declaración es el hecho de la igualdad humana desde el nacimiento y la condena de la desigualdad salvo por razones de interés común. El sistema estamental del por ello

Antiguo Régimen resulta

inaceptable, como también lo es el concepto de monarca soberano, ya que la soberanía sólo puede residir

en

la nación, de la que derivan todas las funciones: Artículo 1. Los hombres

iguales

nacen

y permanecen libres

e

derechos. Las distinciones sociales sólo pueden sustentarse en la utilidad común. Artículo 2. La finalidad de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescindibles del hombre. Estos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión. en

337

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Artículo 3. El principio de soberanía reside de manera esencial en la nación. Ningún cuerpo, ningiún individrto puede ejercer una autoridad que no emane expresamente de ella, Esta afirmación de la soberanía nacional

se

traduce

en

primera es la práctica de la libertad con el único límite del perjuicio ajeno; la segunda, la igualdad ante la ley y la capacidad de participar en su elaboración o en cualquier cargo público según los méritos personales; y la tercera, las diversas garantías procesales.

varias consecuencias

prácticas.

La

Artículo 4. La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no perjudica a otro, de esta manera, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene otros límites que los que garantizan a los demás miembros de la sociedad el disfrute de los mismos derechos (...) Artículo 6. La ley es la expresión de la ley general. Todos los ciudadanos tienen derecho a participar personalmente, o a través de sus representantes, en su elaboración. Debe ser la misma para todos (...) Todos los ciudadanos al ser iguales ante sus ojos, son igualmente admisibles a todas las dign-

dades, puestos

empleos públicos, según su capacidad (...] Ningún hombre puede ser acusado, encar-

y

Artículo 7. celado o detenido salvo

en

los

casos

determinados por la

ley (...) Artículo 8. (...) nadie puede ser castigado si no en virtud de una ley establecida y promulgada previamente al delito y

legalmente aplicada. Artículo 9. Todo hombre debe ser considerado inocente mientras no haya sido declarado culpable (...) artículos pueden tener el aroma de lo ya sabido en los regímenes democráticos actuales, en aquella época constituyeron innovaciones de un extraordinario valor. Para cualquiera quedaba abierta no sólo la posibilidad

Aunque

estos

de acceder al funcionariado, a la oficialidad del ejército 0 a la política, sino también de participar en la redacción de las leyes. De la misma manera, no sólo quedaban borradas las diferencias en virtud de la sangre o del estamento, sino 338

LA

DECLARACIÓN

DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE...

que también se consagraban la igualdad ante la ley y una serie de garantías judiciales mínimas para todos los ciu-

dadanos. A los derechos de igualdad ante la ley, participación política y garantías judiciales, la Declaración añadía además los de pensamiento, religión, expresión e imprenta: Artículo 10. Nadie debe incluso religiosas (...)

ser

molestado por

sus

opiniones,

Artículo 11. La libre comunicación de los pensamientos y de las opiniones es uno de los derechos más valiosos del hombre. Todo ciudadano puede, por lo tanto, hablar, escri-

bir, imprimir libremente (...) Como garantía que evitara que el ejercicio de los derechos se convirtiera en papel mojado, la Declaración contemplaba la creación de una fuerza pública que sería sos-

tenida mediante no

un

sistema tributario

recaería sólo sobre los

nobleza,

como en

proporcional. Éste

pertenecientes al clero o ala el Antiguo Régimen, sino que pesaría sono

bre toda la ciudadanía. De la misma cualquier otra función pública, debía

al igual que objeto del control

manera, ser

ciudadano: Artículo 12. La garantía de los derechos del hombre y del ciudadano hace necesaria una fuerza pública. Esta fuerza se crea, por lo tanto, en beneficio de todos y no para servir el interés

particular de aquellos

los que

confía. Artículo 13. Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos de la administración, es indispensable una contribución común. Ésta debe ser repartida por igual entre todos los ciudadanos en razón de sus posibilidades. Artículo 14. Los ciudadanos tienen derecho a comprobar, a

se

mediante sus representantes, las necesidades de la contribución pública, a aceptarla libremente, a vigilar su utilización y a determinar su montante, su base, su recaudación y su duración. Artículo 15. La sociedad tiene el deber de pedir cuentas de su administración a todo funcionario público.

por sí mismos

o

339

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Semejante concepción debía sostenerse a su vez en un sistema político cuyos pilares debían ser: la garantía de los derechos humanos y la separación de poderes. Artículo 16. Toda sociedad en la que no está asegurada la garantía de los derechos y determinada la separación de los

poderes

no

tiene Constitución.

Finalmente, el último artículo (el 17) insistía

garantizar el derecho de propiedad limitado sólo por la necestdad pública, legalmente comprobada y condicionada por una

en

indemnización justa y previa.

Después

de la Declaración

consagrada por la Declaración era profundemocrática y, posiblemente por ello, no tardó

La cosmovisión

damente

de lo que habría podido ser cleuna avanzada monarquía constitucional. Tanto el alto ro como la aristocracia comprendieron que su final como tira tenso clases dominantes había llegado. Después de un mucho

en

desbordar el

marco

afloja, el mismo rey se percató de que el reconocimiento de aquellos derechos podía significar asimismo el final de

y

la monarquía. El 21 de junio de 1791, emprendió la huida en un deseo de encontrar la ayuda de las potencias extranjeras y aplastar así militarmente la Revolución. Aunque Luis XVI fue capturado y confinado, la aristocracia pudo

aquel mismo año. propios problemas internos, que no

desencadenar la guerra A

sus

en

eran escasos,

la Revolución vio sumarse la invasión externa. No resulta de por ello extraño que en aquel año revuelto, y decisivo, 1791, la primera Constitución, la de 3-14 de septiembre, situará en su encabezamiento la Declaración. Así, el ejército revolucionario podía estar mal vestido y pésimamente

pertrechado

pero sabía por lo que

combatía, por

una so-

ciedad en la que nadie podía ser situado en una situación legal inferior por no vestir una sotana o carecer de sangre noble; en la que todos podrían expresar sus ideas y opi340

LA

DECLARACIÓN

DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE...

a

la arbitrariedad la que nadie sería sometido judicial y legal del Antiguo Régimen; en la que, finalmente, la soberanía tendría como sede al pueblo y no a un monarca, El entusiasmo revolucionario resultó desbordante vicy, quizá por ello, no resulta extraño que cristalizara en

niones;

en

torias militares contra

ejércitos enemigos profesionales

y

mejor armados. La Revolución, sin embargo, estaba prácticamente condenada al fracaso. Primero, el

sector

derechista de la

burguesía intentó limitar la capacidad de participación popular mediante la institución de un sufragio censitario. Después, el sector izquierdista de la burguesía fue liquidando las conquistas de la Revolución con la finalidad precisamente de salvarla. Con el Directorio, la Revolución recibió su golpe de muerte y se instituyó un gobierno de la burguesía conservadora. El que Napoleón alcanzara el poder y llegara incluso a proclamarse emperador fue sólo consecuencia lógica del desangramiento revolucionario. Sin embargo, de todo aquel esfuerzo iban a sobrevivir aspectos que, actualmente, forman parte sustancial de las democracias occidentales. Aunque habían sido recogidos por los ideólogos de la Reforma y también por los revolucionarios americanos, lo cierto es que conceptos como el de la soberanía nacional, la elaboración de las leyes y el control de los impuestos por parte del pueblo, la caracterización de los derechos como inalienables y ligados indisolublemente a la condición humana y la inclusión entre ellos de la igualdad ante la ley, o la libertad de conciencia, expresión y pensamiento pasaron a otros países (para lo bueno y para lo malo) a partir de la Revolución francesa. Esta había mostrado que era posible no sólo crear un nuevo orden social (como en Estados Unidos), sino también quebrantar el Antiguo Régimen con toda su enorme

fuerza. Durante el

siglo

xIx, los ideales

contemplados

la Declaración fueron abriéndose camino (no pocas veces de la mano de sucesivas revoluciones como las de 1830 o 1848) hasta imponerse en buena parte de la Europa occidental. Durante el siglo xx, se vieron violentamente acosados tanen

341

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

los fascismos como por los marxismos,. El triunfo de cualquiera de estas dos orientaciones políticas (despectivas en grado sumo hacia las concepciones liberales y democráticas de la Revolución francesa en sus primeras fases) habría significado la conculcación universal de la concepción que atribuye a todo ser humano unos derechos humanos inalienables. La derrota de Hitler en 1945 y el coto por

de la URSS en 1991 permitieron que semejante cosmovisión sobreviviera y mostrara su enorme capacidad para cambiar la historia, una historia que, sin embargo y lamentablemente, no ha cambiado para todas las naciones

lapso

en

la misma dirección.

Bibliografía calificarse la bibliogra:fía de la Revolución francesa, aunque en castellano o en lo referente a títulos sobre la Declaración de Derechos aquí De auténticamente

profusa puede

estudiada sea mucho menor. La obra más completa en castellano es, sin duda, J. Tulard, J-F. Fayard y A. Ferro, Historia y Diccionario de la Revolución francesa, Madrid, 1989. Interpretaciones de la Revolución en las que tiene una de Cobban, La gran importancia el elemento social son las

interpretación social de la Revolución francesa, Madrid, 1971; N. Hampson, WMistoria social de la Revolución francePasa, Madrid, 1984; y A. Soboul, La revolución francesa, rís, 1893 (claramente favorable y redactada con una perspectiva que podríamos denominar progresista). En otros

idiomas, desde un enfoque muy distinto se puede leer R. Sécher, Le genocide franco-frangais. La Vendée-Venge, París, 1986, donde se explica cómo desapareció el 14,4 %

a

de la población de la zona de la Vendée que se opuso la Revolución. Las dimensiones de los asesinatos obligan ciertamente a reevaluar el diagnóstico y el juicio sobre la Revolución. Encontramos visiones menos tendenciosas en F. Furet, La Revolution, 1770-1880, París, 1988; y P. Mi-

quel,

La Grande

Révolution, París, 1988. Sobre las condi-

ciones de redacción de los 342

grandes

documentos revolucio-

LA

DECLARACIÓN

DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE...

de interés P. Brasart, Paroles de la Revolution. Les Assemblées parlamentaires, 1789-1794, París, 1988. El balance mejor aunque claramente desmitificador es R. Sédillot, Le cout de la Revolution, París, 1987. La Declaración fue ya en su día causa de una discusión doctrinal entre Jellinek (Die Erklárung der Menschen-und-Biirgerrechte, 1896) y E. Boutmy, «La Déclaration des droits de lhomme et du citoyen et M. Jellinek» en Annales des sciences polítiques, 1902, pp. 415-443. Interesantes también son los aportes de J. Imbert, La France et les drotis de lThomme, 1968 y de M. Bouchary, La Declaration des droits de homme et du citoyen et la Constitution de 1791, París, 1947. narios

son

343

EL MANIFIESTO COMUNISTA

Una

nueva

Marx y

filosofía de la historia:

Engels

se

encuentran antes

Las tesis socialistas con una

en sus

del Manifiesto

más diversas variantes cuentan

historia muy dilatada. Algunos de los principios

de propiedad recogidos en la Torah, especialmente los reeridos a la tierra, pueden ser calificados de socialistas; la comunidad de bienes judeocristiana durante los años posteriores a la muerte de Jesús era obviamente socialista y también abogaron por posturas de ese tipo autores como

Campanella

colectivos como los hutteritas durante el siglo xvi. Con todo, la puesta en marcha de no pocos proyectos de signo socialista y la configuración de distintas ideologías de este nombre encontraron o

santo Tomás Moro y

cronológico

los inicios del siglo x1x no pocas veces como consecuencia de un impulso de justicia igualitaria derivado de la Revolución francesa. Precisamente por su enorme multiplicidad, no deja de ser significativo que el socialismo fuera en el curso de pocos años despojado de todas sus raíces y conectado casi de manera única con los nombres de Marx y Engels. Este fenómeno comenzó a fraguarse desde los primeros momentos en que ambos persosu marco

najes

entraron

en

en

contacto.

Los años que fueron de 1844

a

1846 resultaron de

una

extraordinaria importancia para Marx y Engels. En la primera de las fechas ambos se conocieron y descubrieron que habían llegado a un acuerdo completo en los aspectos teóricos. La pareja volvió a reunirse en la primavera de 1845 y, según relata Engels, para aquel entonces Marx ya había terminado de perfilar su concepción materialista de la historia 345

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA —]

y ambos comenzaron

elaborar con más detalle aguel re. sultado. Según relataría el mismo Engels, aquella teoría de Marx era, en realidad, un descubrimiento que iba a revolu. cionar la ciencia de la historia. En otras palabras, la concep. ción de Marx era más un hallazgo científico que una elucubración filosófica. Por ello pensaba Engels que en adelante no sólo había que razonar científicamente sus puntos de visa

ta, sino que además había que hacer lo posible por «ganar al proletariado europeo» a la nueva doctrina. Marx y Engels iban a iniciar una fecunda colaboración y ésta transcurrió

aquellos primeros años por los dos canales señalados por el segundo. En primer lugar, intendar

en

forma más acabada a lo que, de forma bastante pretenciosa, consideraban un descubrimiento científico. De este esfuerzo surgirían obras como las Tesis sobre Feuerbach, la Ideología alemana y la Miseria de la Filosofía. En segundo lugar, dieron algunos pasos más prácticos, como la entrada en la Liga de los Justos, que desde el congreso de junio de 1847, se convirtió en la Liga de los comunistas. Fue esta entidad la que en su congreso de noviembre-diciembre de 1847 encomendó a ambos la redacción de un documento programático que sería conocido como el Manifiesto comunista. El contexto en el que la obra iba a aparecer no podía resultar en apariencia más prometedor. Por un lado, existía una convicción profunda por parte de Marx y de Engels de haber hallado una especie de instrumento privilegiado que les permitía comprender la historia de manera científica. taron

una

Tal expresión, sin embargo, no poseía entonces el significado que hoy se le daría. Actualmente, entenderíamos que una forma científica de examinar la historia implicaría hacer uso de un método riguroso de investigación. Por el contrario, en las obras de Marx y Engels, pese a su pretendido cientifismo, la manera

científica de examinar la historia posee

un tono

que casi

afirmar que se ha dado con la clave para desentrañar los arcanos de los acontecimientos históricos (especialmente los futuros) y que esta clave no puede ser trascendente y apelar a la idea se nos

346

antoja mágico.

En

realidad,

se

viene

a

EL MANIFIESTO COMUNISTA —

de Providencia, sino que debe relacionarse

con una

visión

materialista. En

más

en

segundo lugar, medio del

Marx y

par de nombres de las concepciones socia-

Engels,

maremágnwum

un

litas de inicios del siglo XIx, tenían la posibilidad de convertirse en los ideólogos oficiales del movimiento. Pasando por alto cualquier otra concepción existente, contaban con la oportunidad de implantar la suya de manera primero

preponderante

exclusiva. El momento parecía el más adecuado para este optimismo. Sobre todo Alemania parecía madura para la revolución. Los acontecimientos de los últimos años, desde lueg0, no habían dejado de ser una cadena de calamidades. En el verano de 1844, se había producido una insurrección de tejedores en Silesia. Ese mismo año, comenzaron las malas cosechas, que se extendieron hasta 1845. Durante 1845 y

1846,

se

y

luego

sufrió

una

plaga

que afectó

especialmente

la patata, el alimento básico de los obreros. En agosto de 1846, la población de Colonia se enfrentó con la guamrnición. En 1847, estallaron revueltas causadas por el hambre en Berlín, Ulm y Stuttgart. Curiosamente, el motor del deseo de cambio social no era el proletariado sino la burguesía ciudadana, que buscaba la implantación de una monarquía constitucional como la inglesa. Al fracasar el intento de reforma pacífica del sistema político con ocasión de la Dieta de 11 de abril de 1847, la burguesía tomó un giro más radical en sus acciones y comenzó a defender una solución republicana. La caldeada situación alemana tenía paralelo en otras naciones. En Francia, el gobierno de Luis Felipe, auténtico instrumento de las oligarquías, se enfrentaba con revueltas

ocasionadas por el hambre y con una pequeña burguesía que deseaba la ampliación del censo electoral lo que, fácilmente, podía desembocar en la proclamación de la República. En el verano de 1847, distintos Estados italianos se agitaban contra el dominio austríaco. En octubre-noviem-

bre del mismo año, Suiza se vio desgarrada por una guerra civil de la que emergieron vencedores los cantones democráticos, enfrentados a los clericales. 347

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

aquellos momentos manifestaban vez tras vez Engels en sus escritos era la de que la revolución mundial, la revolución que impondría el dominio del proletariado estaba por llegar. Engels se relería, por ejemplo, al corto plazo que le quedaba a la burguesía y La

opinión

que Marx y

en

Catecismo comiinista

en su

(o Principios del comunismo)

el otoño de 1847 afirmaba que la revolución del proletariado se acerca de acuerdo con todos los indicios. En medio de ese clima enfervorizado, casi febril, Marx y Engels escribieron su obra más leída, el denominado Maniescrito

fiesto

en

comunista.

El Manifiesto comunista El propio inicio del Manifiesto resulta magistral. De hecho, desde las primeras líneas pretende conceder una importancia, que no se corresponde con la realidad, al movimiento comunista y,

de

un

a

mensaje redentor

la

vez,

que

se

erigirlo

como

poseedor

escuchará internacional

mente:

Europa: el fantasma del comunismo. Todas las potencias de la vieja Europa se han coligado en una Un

fantasma

recorre

Santa Alianza para acorralarlo: el papa y el zar, Metterich y Guizot, los radicales franceses y los policías alemanes.

¿Qué oposición no ha sido tildada de comunista por sus enemigos en el poder? ¿Qué oposición, por otro lado, no ha arrojado sobre sus adversarios a uno y otro lado el epíteto denigrante de comunista? De aquí se desprende una enseñanza doble: Primero. El comunismo por todas las

es

reconocido

como una

fuerza

potencias de Europa; y

Segundo. Ha llegado la hora de que los comunistas manifiesten a la faz de todo el mundo su forma de ver, sus objetivos y sus tendencias; que enfrente a la leyenda del fantasma del comunismo una realidad, un manifiesto del partido. Con esta finalidad, comunistas de diversas nacionalidades 348

se

han reunido

en

Londres y han redactado el Manities-

EL MANIFIESTO COMUNISTA

sigriente que será publicado italiano, flamenco y danés. to

en

inglés, francés, alemán,

Tras esta introducción, Marx y Engels trazan los primeros aspectos de su pretendida visión científica de la his-

toria, El inicial y más relevante es la como historia de la lucha de clases:

concepción de

La historia de toda sociedad hasta el día de

hoy

ésta

no

ha

sido sino la historia de las luchas de clases. Libres y esclavos, patricios y plebeyos, nobles y siervos, maestros y

aprendices,

en resumen:

lucha constante, han mantenido una

guerra que

una

oprimidos en

guerra que

no se

ha in-

algunas ocasiones, disimulada en siempre concluye mediante una trans-

terrumpido, manifiesta otras;

opresores y

en

formación revolucionaria de la sociedad quilación de las dos clases antagónicas.

o

mediante la amni-

época en la que se escribe el Manifiesto, la lucha de clases gira en torno a la burguesía, que históricamente ha solido representar un papel revolucionario, y al proletariado. La burguesía es descrita como un frío arquetipo del mal, incluso más deshumanizada que el sistema feudal, omniexplotadora y omnipresente: En la

La sociedad

de la

burguesa moderna, erigida sobre las ruinas sociedad feudal, no ha derogado los antagonismos de

clases. Sólo ha sustituido a las antiguas con nuevas, creando nuevas condiciones de opresión, nuevas formas de lucha. Sin embargo, el carácter específico de nuestro tiempo, de la época de la burguesía es haber simplificado los antagonismos de clase (...) Cada etapa de la evolución recorrida por la burguesía ha venido acompañada de un progreso político correspondiente (...) La burguesía ha desempeñado en la historia un papel esencialmente revolucionario. Donde ha conquistado el poder (...) ha deshecho sin consideración todos los lazos que ligaban al hombre feudal con sus superiores naturales y no ha dejado sobrevivir otro 349

QUE CAMBIARON

LOS TEXTOS

LA HISTORIA —_—

vínculo entre hombre y hombre que el frío interés, el duy, «pago al contado». Ha ahogado el éxtasis religioso, el fenvo; caballeresco y hasta el sentimentalismo del pequeño burgués en las frías aguas del cálculo egoísta (...) ha establecido una

brutal y descarada (...) Todo lo que resultaba sólido y estable es aniquilado. Todo lo que era sagrado se ve profanado y los hombres se encuen. tran obligados a examinar sus condiciones de existencia y sus relaciones mutuas con desilusión. (...) la burguesía invade el mundo entero. Requiere entrar en todos los sitios, establecerse en todos los lugares, crear en todas partes medios de comunicación. (...) ha quitado a la industria su carácter nacional. Las antiguas industrias nacionales o han sido aniquiladas o están en vías de serlo (...) En lugar de las antiguas necesidades,

explotación abierta, directa,

satisfechas

con

la

producción nacional,

nacen

necesidades

nuevas.

burguesía ha sometido el campo a la ciudad (...) Ha hacinado a la población, centralizado los medios de producción y concentrado la propiedad en un reducido número de manos. La consecuencia fatal de estos cambios ha resul. tado igualmente la centralización política. (...)

La

Esta inmensa

capacidad

de creación de riqueza y de

transformación social de la burguesía constituye, según Marx, la base de sus propias crisis. Tanto las crisis como la explotación no son sino consecuencias ineludibles del sistema capitalista creado por la burguesía. Sin embargo, de ellas emergerá precisamente su final, a partir de la acción del

proletariado:

(...) la sociedad tiene demasiada civilización, demasiados medios de subsistencia, demasiada industria, demasiado comercio. Las fuerzas productivas (...) han resultado tan poderosas que, en realidad, se convierten en un obstáculo, y siemsociales superan el obstáculo, arrastran al desorden a toda la sociedad y ponen en peligro la existencia de la propiedad burguesa. El sistema burgués resulta demasiado estrecho para mantener en su in-

pre

350

que

las

fuerzas productivas

EL MANIFIESTO COMUNISTA

terior las

riquezas

que

se

han creado dentro de él. ¿Cómo

su-

pera la burguesía esas crisis? Por un lado, a través de la desmicción violenta de una masa de fuerzas productivas; por otro, mediante la conquista de nuevos mercados y la explotación más intensa de los ya antiguos. ¿Adónde lleva esto? A abrir camino para crisis más ya

generales y más grandiosas disminuir los medios para prevenirlas. (...) Pero la burguesía no ha forjado únicamente las ar-

mas

que deben ocasionar

hombres

su muerte.

También ha creado los los obreros modemos,

esgrimirán esas armas: los proletarios (...) Estos obreros, obligados a venderse cada día, mercancía (...) que

Mientras subsista el

proletariado

poder de

la

burguesía,

son

una

el futuro del conjunto de

concebido por Marx como un pasos hacia situaciones cada vez peores. Al desempleo debería seguir la explotación creciente de mujeres y niños y a ésta la proletarización de la clase media. Por la propia dinámica del sistema burgués, la situación del proletariado no podría sino empeorar cada vez más: es

(...) Cuanta

habilidad y fuerza requiere el trabajo, es decir, más progresa la industria moderna, con mayor facilidad es sustituido el trabajo de los hombres por el de las mujeres y los niños. Las distinciones de edad y sexo carecen de importancia social para la clase obrera (...) menos

Pequeños industriales, comerciantes y rentistas, artesanos y labradores, toda la capa inferior de las clases medias de otros tiempos, caen en el proletariado. Por un lado, esto se debe a que sus reducidos capitales no les permiten utilizar los métodos de la gran industria y perecen en la competencia con los grandes capitales. Por otro, su capacidad técnica es anulada por los nuevos modos de producción. De esta manera,

el proletariado

es

reclutado de todas las clases de la po-

blación. La respuesta ante

lucha del

esa

proletariado

según Marx, la la burguesía. Inicialmente,

situación

contra

va a

ser,

351

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

lucha es inconexa e incluso, en ocasiones, se debe a la utilización que cierto sector de la burguesía hace de los proletarios para sus propios fines. Pero, cada vez más, el proletariado va aumentando la solidaridad y, aunque su organización se vea deshecha por la competencia existente esta

entre

los obreros, resurge:

El verdadero resultado de sus luchas es menos el éxito tnmediato que la solidaridad creciente entre los trabajadores (...) Esta organización del proletariado en clase y, por lo tanto, en partido político, es constantemente aniquilada por la

competencia existente entre los obreros. Pero vuelve siempre a surgir y siempre lo hace con más fuerza, más solidez y más potencia (...) El movimiento proletario (...) es el movimiento espontáneo de la inmensa mayoría en favor de la inmensa mayoría (...) el proletariado de cada país tiene que acabar en primer lugar con su propia burguesía. Precisamente, al llegar al final de esta primera parte de su exposición, tras indicar que la lucha de clases es inevitable y que el proletariado debe aniquilar a la burguesía comupara liberarse, Marx introduce el tema del partido nista y su papel en este proceso histórico:

¿Cuál es la postura de los comunistas ante los proletarios en general? Los comunistas no forman un partido diferente, opuesto a los demás partidos obreros. No tienen

ningún

interés que los separe del

proletariado. (...)

Los comunistas sólo

se

conjunto del

distinguen de los demás par:

tidos obreros en dos puntos: 1. En las distintas luchas nacionales de los proletarios anteponen y defienden los intereses independientes de la nacionalidad y comunes a todo el proletariado y 2. En las distintas fases de la lucha entre proletarios y burgueses representan siempre y en todas partes los intereses

de todo el movimiento. 352

EL MANIFIESTO COMUNISTA

En la

práctica, los

comunistas son, por lo tanto, la fracción más resuelta de los partidos obreros de todos los países,

fracción

las demás, teóricamente, cuentan con la ventaja sobre el resto del proletariado de tener un concepto claro de las condiciones, el desarrollo y las metas generales del movimiento proletario. El propósito inmediato de los comunistas es el mismo que el de todos los partidos obreros: constitución de los proletarios en clases, destrucción de la supremacía burguesa, conquista del poder público por el proletariado. la

Justo

que arrastra

a

del hilo discursivo, Marx aborda la crítica que los comunistas realizan de la cultura, del derecho, de la familia o de la patria según el esquema burgués. Desde su punto de vista, éstos no son sino conceptos que sólo pretenden perpetuar el poder de la burguesía y la en ese

momento

explotación del proletariado: Vuestras ideas son en sí producto de las relaciones de producción y de propiedad burguesas, al igual que vuestro derecho sólo es la voluntad de vuestra clase erigida en ley (...)

¿Sobre qué base descansa la familia burguesa de nuestra época? Sobre el capital, el provecho individual en pleno. La familia sólo existe para la burguesía que halla su complemento en la supresión obligatoria de toda familia para el proletario y en la prostitución pública. La familia burguesa se desvanece de manera natural con el desvanecimiento de su complemento necesario, y tanto la una como la otra desaparecen con la desaparición del capital. (...) Los obreros no tienen patria. No se les puede quitar lo que

poseen. La revolución comunista

no

(...)

la ruptura más radical con las relaciones de propiedad tradicionales. No resultaría por eso nada extraño que en el curso de su desarrollo rompiera igualmente de la manera más radical con las ideas traes

dicionales. La meta del

poder político

proletariado

lo tanto, hacerse con el y desde el mismo llevar a cabo una violación es, por

353

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

del derecho de avanzados se encarnará

despótica

propiedad, en

que

en

los países más

medidas muy concretas:

Expropiación de la propiedad territorial

1.

de la

LA HISTORIA

renta

2.

a

y

aplicación

los gastos del Estado.

Impuestos fuertemente progresivos.

3. Abolición de la herencia. 4.

Confiscación de la propiedad de los emigrados y rebel-

des.

del Estado mediante un banco nacional, en el que el Estado poseerá el capital y disfrutará de un monopolio exclusivo. 6. Centralización en manos del Estado de todos los me5. Centralización del crédito

en

manos

dios de transporte.

Multiplicación de las manufacturas nacionales y de los instrumentos de producción, roturación de los terrenos 7.

sin cultivar y mejora de las tierras cultivadas de acuerdo un sistema general.

con

Trabajo obligatorio para todos, organización de ejércitos industriales para la agricultura. 9. Combinación del trabajo agrario e industrial, medidas cuya finalidad sea la desaparición gradual de la diferen8.

la ciudad y el campo. 10. Educación pública y gratuita de todos los niños, abolición del trabajo infantil en las fábricas tal y como se practica hoy, combinación de la educación con la producción maciación

terial,

entre

etc.

los antagonismos de clases en el curso de su desarrollo y estando concentrada toda la producción en manos de los individuos asociados, el poder público perderá su carácter político. El poder público, hablando con propiedad, es el poder organizado por una clase para la opresión de

Desaparecidos

las otras. Si el proletariado (...) como clase dirigente destruye violentamente las antiguas relaciones de producción, destruye, a la vez que estas relaciones de producción, las condiciones de existencia del antagonismo de las clases, destruye las clases en general y, por eso mismo, su propia dominación como clase. 354

EL MANIFIESTO COMUNISTA

Sustituyendo a la antigua sociedad burguesa, con sus clases y sus antagonismos de clases, surgirá ina asociación la que el libre desarrollo de cada libre desarrollo de todos.

en

uno

será la condición del

exposición de Marx resultaba considerablemente sugestiva (volveremos sobre ese aspecto más adelante), La

mucho la única visión socialista existente en aquella época ni tampoco la más popular. Es por eso que no causa sorpresa el que la tercera parte del Manifiesto se encuentre dedicada precisamente a denigrar las demás concepciones socialistas. De esta manera califica a lo que él llama socialismo feudal de mezcla de endechas y pavasadas; al socialismo ínfimo burgués de padecer de una melancolía irritante y una pasividad intolerable; al alemán de sucio e indignante; al conservador o burgués de simplificar el trabajo administrativo del gobierno burgués; y al crítico utópico de pedantería y fe supersticiosa y fanática. Frente a todas estas concepciones, se yergue la de los partidos comunistas. Éstos colaboran con otras fuerzas en distintos países, pero tienen una finalidad bien clara que, no pocas veces, es distinta: pero

no era

ni

con

En resumen, los comunistas apoyan en los diferentes países a cualquier movimiento revolucionario contra el estado

social y

la

político

existente.

En todos

esos

propiedad,

sea

movimientos anteponen la cuestión de cual sea la forma más o menos desarro-

llada que presente,

como

la cuestión

fundamental del

movi-

miento.

Finalmente, los comunistas trabajan relaciones cordiales todos los países. Los comunistas

entre

todos los

no se

por la unión y las

partidos democráticos de

preocupan de disimular

sus

opi-

proyectos. Proclaman abiertamente que sus propósitos sólo pueden ser alcanzados mediante el desplome violento de todo el orden social tradicional. ¡Que las clases dirigentes tiemblen ante la idea de una revolución castellaniones y

sus

355

LOS TEXTOS

na! Los por el

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

proletarios sólo pueden perder

cadenas. Tienen,

mundo que ganar. de todos los países, untos!

contrario,

¡Proletarios

stis

un

Después del Manifiesto

Engels estalló en 1848 pero, contra lo que habían preconizado ambos, no trajo consigo la victoria del proletariado y la aniquilación de la burguesía sino resultados muy diversos. Entre 1848 y La revolución

esperada

por Marx y

sólo las revoluciones fueron sofocadas sino que además Luis Bonaparte dio un golpe de estado en Francia, inició el Il Imperio y se produjo la disolución de la Liga de

1852,

no

los comunistas. Como pronóstico del futuro inmediato, las líneas redactadas por Marx y Engels no podían haber resultado más fallidas. A más largo plazo sucedió lo mismo con la visión científica que Marx y Engels afirmaban haber descubierto. Durante décadas, los países capitalistas más avanzados no sólo alejaron el fantasma de una crisis que provocara el del sistema, sino que acabaron por primera vez en la historia con el trabajo infantil y lograron no sólo que las clases medias no se proletarizaran, sino que buena parte del proletariado se convirtiera en clase media. Por otro

desplome

lado, los países que habían adoptado como auténtico dogma de fe los principios marxistas acabaron asistiendo, uno tras otro, al final del sistema por su propia incapacidad para atender buena parte de las cuestiones sociales que

pretendía resolver de manera definitiva. Al fin y a la postre, sus trabajadores habían estado sufriendo un nivel de vida muy inferior al de aquellos que se encontraban engranados en los países de sistema capitalista. Si algo ha venido a demostrar la historia (esta vez, sí) es que la descripción ofrecida por Marx en el Manifiesto distó mucho de ser acertada. Sin embargo, este escrito cambió la historia e incluso marcó buena parte de su desarrollo hasta mediados del siglo xx. Las razones para ello fueron fundamentalmente dos. 356

EL MANIFIESTO COMUNISTA

En

primer lugar, hay

que señalar que el

Manifiesto

co-

munista posee un enorme poder de sugestión. Este deriva no de su carácter científico (como pretenden sus autores),

Manifiesto es un apocalipsis, aunsea religioso sino político. Este escri-

sino del hecho de que el

contenido no to presenta una filosofía de la historia que gira en torno a una lucha entre las fuerzas del Bien y del Mal, entre opresores y oprimidos. Es cierto que los oprimidos de ayer pueden ser los opresores de mañana (como sucede con la burguesía) pero, pese a todo, la historia no tiene un desarrollo su

que

permanentemente dialéctico, sino que

apocalíptica. Ésta,

se

encamina hacia

todos los apocalipsis, presenta en sus últimos tiempos una terrible agudización (hasta las clases medias se convierten en proletarias) como paso previo a la aniquilación del Mal (la burguesía), el triunfo del Bien (el proletariado) y la creación no de una nueva relación de lucha de clases sino de

su

consumación

como en

consumación de la historia.

Esa visión

impregnada

(aunque secularizado)

de

sentimiento

religioso

Manifiesto además con podrían clasificarse de dogmatis-

cuenta

características que casi

un

en

el

eclesial. Así, se condena a las demás socialismos), se descalifica mo

rivales (todos los globalmente al adversa-

sectas

rio, se alza una esperanza que no se sustenta sobre la realidad sino sobre el deseo y, sobre todo, se crea una conciencia de

persecución (muy presente

las primeras líneas) porque los comunistas pertenecen al grupo de los que tienen razón. Poco puede dudarse de que este conjunto de circunstancias resultaron atractivas para unas masas que podían rechazar la religión pero que, a la vez, estaban muy imbuidas de los esquemas de ésta. En esta ocasión, sin embargo, el protagonismo (siquiera en teoría) no iba a recaer en

los A

en

los caballeros, sino en el proletariado. carácter mesiánico, el Manifiesto añadía en forma

santos o

su

mínima pero suficiente, algunas líneas maestras que luego serían desarrolladas trágicamente por los partidos comu-

nistas

en su

intento de alcanzar el

poder. La primera fue la del proletariado no eran

convicción de que los intereses comprendidos por éste de manera suficiente y necesitaban 357

LOS TEXTOS

la

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

pedagogía del mejor partido, el

comunista. La

segunda

defender la alianza circunstancial con otras fuerzas políticas, pero con la intención de sustituirlas llegado el momento, ya que su visión era imperfecta y obstaculizadora de la victoria final. La tercera fue la declaración explícita de que el triunfo de los comunistas significaría el consistió

en

sólo de la democracia sino también el exterminio violento de clases enteras. La cuarta consistió en afirmar la desaparición de la propiedad privada en favor de la estatal y la implantación de una dictadura. Cuando las noticias referentes a las atrocidades de los Estados comunistas comenzaron a ser tan frecuentes y dofinal

no

cumentadas que no podían ser negadas, fue común insistir en que tales conductas no nacían del pensamiento de Marx sino de una deformación estalinista del mismo. Era una apología aparentemente coherente pero, en realidad, ignorante de los propios escritos de Marx, comenzando por el

Manifiesto.

Stalin, como veremos en un capítulo ulterior, no hizo sino interpretar la partitura escrita por Lenin. Sin embar-

a transitar por las go, éste tampoco fue original. Se limitó vías trazadas por Marx. El mensaje apocalíptico de éste ya

de manifiesto que los comunistas sustituirían la visión de los proletarios por la suya propia; que se apoyarían en otros partidos de izquierdas para llegar al poder

había

dejado

y luego, instalados en el mismo, eliminarlos; que procederían a liquidar a los opositores y que implantarían una dictadura regida por el sector más consciente de la sociedad.

cambió la historia pero en lugar de la consumación feliz que millones esperaron sólo creó un espectáculo digno de los peores horrores imaginados por Dante. De

esa

manera,

Bibliografía sobre Marx es muy extensa pero suele caracterizarse por una clara tendenciosidad hacia posturas acríticamente favorables o contrarias. Acerca del Manifiesto comunista, resultan de interés C. Andler, Le Manifeste La

358

bibliografía

El. MANIFIESTO COMUNISTA

Commuuniste, París, 1901 y B. Andreas, Manifeste du Parti Communiste, París, 1971. Sobre Marx y Engels, siguen siendo de interés: I. Berlin, Karl Marx, París, 1962; A. Cornu, Karl Marx et la révolution de 1848, París, 1948; La teoría de la revolución

el joven Marx, México, 1972 y F. Mehring, Carlos Marx, Buenos Aires, 1965. Acerca de la revolución de 1848 y su contexto véase: J. Droz, Les révolutions allemandes de 1848, París, 1957; F. Fetjó, 1848 dans le monde, París, 1948; J. Sigmann, 1848: Les révolutions romantiques et démocratiques de T'Etrope, París, 1970. Sin duda, uno de los estudios más inteligentes sobre el contexto del Manifiesto es el hasta cierto punto insuperable libro de Fernando Claudín, Marx, Engels y la revolución de 1848, México, 1975. M.

Lowy,

en

359

EL ORIGEN DE LAS ESPECIES

El

origen de las especies

El 25 de mayo de 1859, un oscuro estudioso del mundo animal llamado Charles Darwin comenzó a leer las pruebas de un libro cuya redacción había iniciado apenas unos meses antes. La tarea había resultado un tanto ardua. Por un lado, Darwin experimentó durante la misma continuos de dolor que dificultaron la redacción. Por otro, no resultó fácil convencer a un editor para que se ocupara de accesos

publicación. La obra era pesada, larga y parecía dudoso que pudiera encontrar eco entre un público que gustaba de los relatos conectados con la geografía y las ciencias natusu

rales, pero que también poseía un gusto literario no pequeño. Finalmente, John Murray se prestó a imprimirla aunque con enormes dudas y limitando la primera tirada a la reducida cifra de 1 250 ejemplares. El 24 de octubre, el libro salía a la calle por el precio de 15 chelines. La corrección de

pruebas había ocupado

a

Darwin

va-

—sobre todo porque durante las mismas modificó notablemente su contenido— y no las concluyó hasta rios

meses

octubre. Sin embargo, es dudoso que diera alguna vez por definitiva la redacción. Entre la primera edición de 1859 y la sexta de 1872, Darwin no dejó de introducir ampliaciones y modificaciones. De hecho, la última, ya bastante diferente de la de 1859, cuenta con un capítulo séptimo que

resulta, en términos generales, menos diáfana en su argumentación. En las siguientes páginas centraremos nuestro análisis en la primera. En la Introducción de El origen de las especies por medio de la selección natural o la preservación de las razas favorees nuevo

y

361

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

cidas en la lucha por la vida, Darwin comienza por reterirde la evolución, se a lo que considera el problema central Rechaza así las tesis que es la cuestión de la adaptación. propuestas por Lamarck o por los denominados progreststas y subraya el hecho de que va a exponer un nuevo mecanismo que permite explicar el origen de las especies en virtud de la adaptación. El origen de las especies cuenta

partita.

En

primer lugar,

estructura tri-

con una

Darwin expone

su

teoría de la

se-

(capítulos 1-5), después responde a las objeciones que puedan presentarse a su concepción (c. 6-9) y, finalmente (c. 10-14), señala la forma en que ésta puede dar una respuesta adecuada a algunos interrogantes cienlección natural

tíficos irresueltos hasta entonces. Darwin parte del ejemplo de los criadores de animales (c. 1: Variación en estado doméstico) para explicar a sus lectores la manera en que pueden producirse considerables variaciones en las especies animales y vegetales. En los

anteriores, había mantenido una abundante correspondencia con criadores, de manera que conocía el terreno —aunque con límites— que describía. Según Darwin, si las especies experimentaban variaciones se debía al hecho años

de que se alteraban las condiciones a que se veían sometidas durante el proceso reproductivo. Esta circunstancia explicaría, por lo tanto, la razón de que existiera una maen los yor variedad en los animales ya domesticados que que vivían salvajes. Estas variaciones llevadas a cabo por los criadores, de hecho, llegan a ser tan importantes que no resulta fácil distinguir dónde termina una especie o empleza una raza distinta. A continuación, Darwin aborda (c. 2: Variación en la Naturaleza) la variación en las especies salvajes. Resulta obvio que las modificaciones que encontramos

en

éstas

son me-

que las que han producido los criadores de animales las domésticas. No obstante, Darwin insiste en que las

nores en

también presentes y que, en realidad, no son sino pasos intermedios hacia la formación de especies distintas. De hecho, en su opinión, el concepto de especie es muy discutible ya que, en realidad, no deja de ser

variedades

362

se encuentran

EL ORIGEN DE LAS ESPECIES

variedad más aunque con características individuales muy acusadas. Esta difuminación del concepto de especie (bastante sujeta a discusión) resulta esencial porque abre el camino para que Darwin pueda atribuir de todas las formas nuevas y diferentes de vida precisamente a las variaciones acumuladas y transmitidas genéticamente. En el c. 3 (La lucha por la existencia), Darwin parte de las tesis de Malthus, obsesionado por el crecimiento demográfico, e insiste en que éstas resultan aún más aplicables al mundo animal. De acuerdo con esta presuposición, Darwin insiste en que las especies tienden a reproducirse en exceso si bien, a diferencia de lo que sucede con los seuna

res un

humanos, aumento

prudencial a

ese

puede

aumento no

artificial de

ser

corregido

los alimentos ni por

una

ni por restricción

través del matrimonio.

Como base para

llegar

a esa

conclusión, el

autor

aduce

cálculos relacionados con el posible aumento de la población conectado con la falta de recursos. Inspirado muy directamente por Malthus, Darwin señala que la lucha se convierte en especialmente feroz entre individuos de la misma especie o de especies relacionadas precisaunos

disputan los mismos recursos. Su interés, muy prudentemente, era no dejar entrever que semejante descripción cuestionaba la opinión que sobre la bondad de un Creador pudieran tener algunos lectores y, por ello, procuró suavizar su argumento. Sin embargo, la manera mente porque se

en

que lo

hizo, al

menos

vista desde nuestra

sólo resulta fútil sino incluso ocultamente de ciertas situaciones: no

perspectiva,

legitimadora

Al reflexionar acerca de esta lucha, nos puede servir de consuelo el tener la seguridad absoluta de que la guerra en la

naturaleza

do, de

no es

continua, de que

que la muerte

es

rápida

por

fuerte, el sano y el feliz sobrevive y La

exposición sobre la

percibe ningún mieregla general y de que el

no se

se

multiplica.

acentuación de la realidad de las

variaciones, la difuminación del concepto de especie y la lucha por la existencia llegan a su conclusión aparente363

LOS TEXTOS

mente

QUE CAMBIARON

capítulo 4 (La selección natural). Según ese innegable campo de batalla que es la Natupodrán sobrevivir los más aptos y, en sentido

lógica

Darwin, en raleza sólo

LA HISTORIA

en

el

inverso, están llamados a extinguirse los que han incorporado alguna variación negativa. Ese mecanismo se denomina selección natural:

(...) ¿podemos dudar (recuérdese

que

nacen

muchos

pueden llegar a sobrevivir) que los individuos que poseen alguna ventaja por pequeña soque sea sobre los demás tendrán más probabilidad de brevivir y de reproducir su especie? Por otro lado, podemos tener la seguridad de que cualquier variación desfavorable aunque sea en grado menor resultará rigurosamente aniquitlada. A esa conservación de las variaciones favorables y eliminación de las variaciones desfavorables, denomino Selecmás individuos que

aquellos

que

ción Natural.

tiempo después, no creía en una finalidad en el mecanismo evolutivo (a diferencia de la denominada evolución teísta), pero sí sostenía que la selección natural servía para conservar los individuos mejor doComo señalaría Darwin

tados y eliminar a los que llevaban incorporadas variaciones desfavorables. En esta selección, Darwin atribuye el papel fundamental a la reproducción. A la vez, insiste en lo inevitable que resulta el exterminio de especies enteras llevado a cabo por otras que compiten con ellas y en la tesis de que la selección natural favorecerá a la especialización creciente. Tras exponer sus tesis, Darwin comienza a partir del capítulo 6 (Dificultades de la teoría) a enfrentarse con las

puedan esgrimir contra ellas. No iban a ser éstas escasas y eso explica que en la última edición de El origen de las especies, se añadiera un capítulo entero en el que se ampliaban las respuestas. Fundamentalmente, Darwin reduce las objeciones a cuatro. posibles objeciones

que

se

primera es la ausencia de formas de transición entre especies ya conocidas. En pura lógica, se supone que, La

puesto que el proceso evolutivo 364

implica

una

paulatina

va-

EL ORIGEN DE LAS ESPECIES

riación de

una

especie hasta

que surge otra nueva, debe-

de las formas intermedias o de transición entre ambas. Darwin era consciente de que los eslabones intermedios no existían e intentó dejar de lado la dificultad argumentando que no cabía esperar hallar los «eslabones variantes e intermedios» y que además esa circunstancia no tenía mayor importancia en la medida en que no podía esperarse que las especies intermedias no fueran exterminadas y llegaran hasta el presente. La segunda objeción giraba en torno al origen de las esrían existir al

pecies

con

menos rastros

costumbres

estructuras tan

o

peculiares

como

murciélago que, supuestamente, habría evolucionaalgún mamífero que no supiera volar. Ahora bien, de nuevo en pura lógica, entre ese primer mamífero y el murciélago que procedería de él tendría que haber existido una

la del do de

especies intermedias. Tales especies no sólo no haacto de presencia por ningún sitio, sino que además

serie de cían

planteaban

el

problema

mínimamente cuando

de cómo habían

sus

podido

sobrevivir

ni servían del todo para era de peso y Darwin in-

órganos

andar ni para volar. La objeción tenta responderla aludiendo a la existencia de animales que supuestamente

se

encuentran

a

mitad de camino

entre

el mamífero terrestre y el murciélago. Un ejemplo de esto serían las ardillas voladoras, que se desplazan de árbol en árbol mediante unas extremidades que no son alas, aunque

pueden

ser una

En tercer que

plantea

fase previa

lugar,

para

Darwin

su

aparición de las mismas. intenta responder al problema a

la

teoría la existencia de estructuras

ex-

traordinariamente complejas, como la del ojo humano. Una vez más, la objeción gira en torno a la inexistencia de estadios evolutivos intermedios y en esta ocasión, Darwin reconoce

que si éstos

no

pudieran imaginarse

su

teoría

re-

rechazada. En defensa de su planteamiento, Darwin presenta el caso de los ojos de los invertebrados, que presentan grados diversos de complejidad. Esta circunstancia, en su opinión, vendría a corroborar la tesis de que es posible contar con grados intermedios de visión, sin que eso plantee problemas de supervivencia a una sultaría

digna de

ser

especie. 365

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Finalmente, la última objeción es la que plantea la existencia de órganos de pequeña o nula importancia. De acuerdo con su teoría, la selección natural únicamente debería actuar mediante la confirmación de variaciones favorables. La realidad, sin embargo, es que en no pocas es-

pecies

se

aprecian

caracteres

que

no

poseen

ninguna

utilidad. Darwin intenta dar respuesta a esta cuestión indicando que el hecho de que el ser humano no encuentre utilidad en un carácter no significa que éste no la tenga. No sólo eso. Seguramente la tiene y es mucho mayor de lo que pensarse mediante una observación superficial. No todas las objeciones, ni siquiera las más importantes, apa-

podría

respondidas en este capítulo y, de hecho, Darwin decidió tratarlas en capítulos específicos posteriores. Darwin dedicó el capítulo 7 (Instinto) a explicar la manera en que la evolución podía explicar la conducta animal. En su opinión, la selección operaba sobre los instinrecen

tos

de la misma

manera

que lo hacía sobre los caracteres

físicos. Naturalmente, es consciente de que en determinadas especies las variaciones instintivas resultan muy obvias (ej.: en el perro doméstico), pero argumenta que determinada selección podría ir modificando instintos mediante la eliminación de variaciones concretas. El capítulo 8 (Hibridismo) constituye un intento por parte de Darwin de responder a una de las objeciones más sólidas en contra de su teoría de la evolución. De todos es sabido que los cruces entre distintas especies (ej.: entre un asno y una yegua) producen comúnmente individuos estériles (ej.: un mulo), con lo que fracasa la aparición de una nueva especie híbrida. La objeción tenía un enorme peso

(de hecho, muchos consideraron que era suficiente para invalidar toda la teoría darwiniana) y Darwin era consciente de ello. Para intentar

responderla recurrió a un argumento ya utilizado en el capítulo 2 de la obra consistente en afirmar que la diferenciación entre especies y variedades resulta menos clara de lo que podría pensarse. El capítulo 9 (Sobre la imperfección del registro fósil) constituye un nuevo intento de responder a una objeción abordada en parte en el capítulo 6 referente a la imposibi366

EL ORIGEN DE LAS ESPECIES ——

lidad de demostrar la evolución partiendo de la existencia de especies de transición. De hecho, lo que dejaba de maniliesto el registro fósil era que las especies habían aparecido de manera repentina sin mostrar la menor referencia a antepasados evolutivos. En algunas ocasiones, esa aparición repentina de seres vivos hasta resultaba extraordinaria, como fue, por ejemplo, el caso de la denominada explosión cámbrica. Darwin es consciente de que se trataba de un argumento serio en contra de su teoría e intenta darle una respuesta que no invalide, ni siquiera en el caso de futuras eventualidades, la misma. Así señala que, seguramente, a medida que se vaya completando el registro fósil aparecerán especies de transición ahora desconocidas. Ciertamente, éstas no aparecen en el período del Silúrico (hasta la edición siguiente Darwin no situó la explosión cámbrica en el Cámbrico), pero se debe confiar en que, fiacabarán hallando. Sin embargo, no parece que el mismo Darwin estuviera totalmente convencido de esta posibilidad y, quizá intentando salvaguardarse contra un resultado adverso en esa dirección, insiste en que no deberíamos esperar encontrarnos con todos los pasos de la

nalmente,

se

evolución. En el

capítulo 10,

Darwin continúa tratando el

proble-

del registro fósil, pero en esta ocasión se dedica a insistir en el hecho de que lo que hasta entonces se conocía del mismo venía a fundamentar la teoría de la evolución, ya que implicaría la existencia de una serie de ancestros comunes a partir de los cuales habrían llegado a existir las esma

pecies

más

especializadas.

En los tres

Darwin aborda la distribución

siguientes capítulos,

geográfica

como un

factor

de ayuda para la aparición de especies nuevas y las afinidades existentes en los seres orgánicos. Finalmente, bosqueja algunas de las conclusiones fundamentales de su teoría, como la de que todos los seres orgánicos han descendido de alguna forma primordial en la que brotó la vida. Darwin conectó este hecho con una posible explicación acerca del origen del ser humano, pero prefirió no sacar todas las conclusiones lógicas de esta afirmación. Por el contrario, señaló que existían leyes a través de las cuales 3607

QUE

LOS TEXTOS

CAMBIARON LA IHISTORIA

de recurrir a milagros. Entre esos procesos se encontraría el de la selección natural que funciona solamente por y para el bien de cada

gobierna

el Creador

el mundo

en

lugar

de forma que las capacidades de los diferentes seres tiendan hacia la perfección. Al respecto, la conclusión de Darwin (que chirría un tanto con las concepciones expre-

ser

sadas

en

los

capítulos anteriores)

es

que existe

grandeza en

concepción de la vida en la medida en que de la guerra de la naturaleza, del hambre y de la muerte llegan a surgir las su

formas

más hermosas y más maravillosas.

El triunfo de

una nueva

ortodoxia

habitual hacer referencia al hecho de que las tesis de Darwin provocaron una reacción de oposición inmediata y que ésta arrancó de los círculos más vinculados al Suele

ser

oscurantismo

tivo, pero

no

religioso. El aserto tiene, sin duda, su atracse corresponde en absoluto con la realidad

que los ataques más vigorosos e inmediatos contra Darwin procedieron de los ámbitos cientí-

histórica. Lo cierto

es

ficos y se basaban en consideraciones de carácter también científico. Las primeras recensiones de su obra fueron por lo general muy desfavorables y algunas, como la que le dedicó Owen en el Edinburgh Review, llegaron a causar en Darwin una tremenda desazón. En realidad, las razones para semejante actitud no faltaban y, de hecho, el mismo Darwin las había previsto al dedicar una porción tan considerable de su libro a responder a las posibles objeciones. A casi siglo y medio de distancia de la publicación de El origen de las especies, éstas, de hecho, no sólo no han perdido su mordiente sino que resultan aún más sólidas si cabe. Los ejemplos que se podían aducir al respecto son considerables. Así, en el capítulo 1 Darwin sostenía una explicación de la transmisión de las variaciones que resulta insostenible (de hecho, ya nadie la defiende) a la luz de la genética con-

temporánea. No mentos

368

del

c.

3,

faltos de solidez parecen los arguque se apoyaba en las tesis de Malthus

menos en

EL ORIGEN DE LAS ESPECIES

ya desmentidas

el siglo X1x) y con los que defendía un concepto de la lucha por la existencia al que luego nos referiremos. De igual forma pocos científicos evolucionistas se atreverían en la actualidad a de-

(afortunadamente

lender,

como

Darwin hacía

en

el

en

c.

4, que la reproducción

el factor decisivo para la selección natural. En términos generales, debe decirse que aquellos aspectos específicos que diferenciaban a Darwin de otros autores que antes habían articulado concepciones evolucionistas han demostrado ser falsos y, de hecho, no suelen ser actual-

sexual

es

sostenidos por casi nadie. Pero si en esos terrenos, El Origen de las especies ha sido muy maltratado por el tiempo, no puede decirse menos de las respuestas que Darwin brindó a las posibles objeciones a su teoría. A finales del siglo xx, y pese a que nuestro conocimiento del registro fósil puede considerarse casi total, las especies de transición que Darwin suponía en el capítulo 6 y que anunciaba en el c. 9 no han aparecido. No sólo es que algunas de sus respuestas, como la referente a las ardillas voladoras, se nos antoja pueril, sino que, de hecho, buena parte de los científicos evolucionistas tratan de amoldar al esquema evolucionista la realidad de que las especies surgieron de manera repentina y sin transición aparente entre ellas. Como en su día señaló Heribert Nilsson: mente

puede

mantener con

toda

firmeza

resulta posible ni siquiera esbozar una caricatura de la evolución partiendo de los datos paleobiológicos. El material fósil ha sido ya completado de tal forma que ha sido posible determinar muevas clases y la falta de series de transición no se puede explicar como debida a la escasez de material. Las deficiencias son reales, nunca se cubrirán. Se

que

no

George Gaylord Simpson ha expresado en su obra The Meaning of Evolution los resultados de una observación del registro fósil que en absoluto confirman los pronósticos de Darwin: De la misma

manera

369

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

posible afirmar que tales transformaciones no están registradas porque no existieron, que los cambios no fueron Es

por transición, sino por saltos

(...) las discontinuidades

son

la evolución sistemáticas y cast siempre

repentinos

en

grandes. lado, la respuesta de Darwin a los problemas derivados del hibridismo (c. 8) siguen sin verse resueltos, Por otro

los argumentos utilizados en el c. 10 en favor de la evolución son una tautología y la tesis darwiniana acerca de una forma primordial de la que brotó la vida había sido destroPasteur (y posiblemente Darwin lo sabía) al dezada por

mostrar que

Pese

a

la vida

no

surge por

generación espontánea.

todo, la teoría de la evolución de Darwin

no

sólo

formuladas por otros autores, sino que además estaba llamada a convertirse en el dogma de fe ortodoxa de la comunidad científica. Las razones fueron todo menos que se produjera semejante éxito iba

a ser

preferida

a

otras

para

científicas y estuvieron más bien relacionadas con aspectos filosóficos, políticos y sociales. En primer lugar, se debieron al hecho de que el darwinismo proporcionaba una aparente base científica a una visión política similar a la del liberalismo. El mismo Darwin pertenecía a un sector de la sociedad no poco elitista y, de hecho, eso fue lo que le permitió dedicarse a la observación de la Naturaleza sin verse obligado a atender otros menesteres. Su teoría hacía referencia al hecho de que los cambios se producían poco a poco, sin saltos ni revolucioademás siempre beneficiaban a los más aptos en una lucha que era cruel pero necesaria. No otra cosa pensaba la burguesía liberal. Por un lado, estaba ansiosa por desplazar a la aristocracia de buena parte de sus reductos de pones, y

der y a buen seguro lo haría, dado que sus propios miembros estaban mejor dotados para la competencia. Sin embargo, no tenía la menor intención de que el cambio so-

cial la desbordara y degenerase en revoluciones populares, como las que venían agitando Europa desde 1789. El darwinismo venía ahora a legitimar ese punto de vista y además le proporcionaba incluso armas adicionales contra la 370

EL ORIGEN DE LAS ESPECIES

anglicana, que constituía uno de los sectores sociales más apegados a la visión conservadora. No deja de ser significativo que Carl F. von Weizsácker reco-

Iglesia oficial,

la

nociera (incluso con cierta candidez) rante la segunda mitad del siglo xx:

esa

circunstancia du-

punto de partida metodológico por lo que la ciencia moderna excluye la creación directa. No sería honrada nuestra metodología si negara ese hecho. No poseemos pruebas positivas del origen inorgánico de la vida ni de la primitiva ascendencia del hombre, No

y

es

quizá

por

ni

sus

conclusiones, sino

siquiera de la

misma

por

su

evolución,

si queremos

ser

exactos.

encontraba el segundo aliciente metacientífico del darwinismo. Como ha señalado muy acertadamente Peter J. Bowler, finalmente el éxito del darwinismo descansó no sobre una aceptación general de la teoría de la evolución sino sobre la explotación del evolucionismo por parte de aquellos que estaban resueltos a convertir la ciencia en una nueva fuente de autoridad en el seno de la civilización occidental. Esta circunstancia explica un fenómeno tan curioso como es el de que el gran defensor de Darwin, Huxley (a diferencia de otros personajes que vinieron después) no encontrara nada absurdo en la idea de Sin

una

embargo,

ahí

se

creación instántanea:

(...) la

el sentido corriente de la palabra es perfectamente concebible. No veo ninguna dificultad en el hecho de creer que, en alguna época anterior, el universo no existía y que hizo su aparición en seis días (o de manera instantánea, si se prefiere), como fruto de la voluntad de un Ser que ya existía previamente. Tanto entonces como ahora los argumentos a priori contra el teísmo, y dada una deidad, contra la posibilidad de actos creativos, me parecieron vacíos de un fundamento razonable. «Creación»

Thomas

en

Henry Huxley ha sido denominado el bulldog de

Darwin por la fiereza

con

que defendió las teorías del citado 371

LOS TEXTOS

autor. La

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

realidad, sin embargo,

es

que

era

lo que

sc

ha

dado en llamar un pse.dodarwinista. No podía compartir (y, de hecho, no compartía) buena parte de los enfoques de Darwin pero, a la vez, era consciente de que El origen de las

susceptible de convertirse en un arma con la que desalojar de sus poltronas a los científicos añosos y establecidos, y permitir que aquéllas fueran ocupadas por una

especies

era

generación el

nueva

y joven, deseosa de convertir la ciencia

en

oráculo de Delfos de la sociedad. Se puede señalar que semejante actitud no indica un temperamento muy científico y, quizá, tampoco muy ético, pero cualquiera que nuevo

las preocupaciones de los jóvenes investigadores y su necesidad de captar fondos y puestos para sus trabajos sabe que ni siquiera hoy es nada inhabitual. Aun actualmente resulta instructivo examinar las reseñas de la época para percatarse de hasta qué punto los defensores de Darwin estaban defendiendo de manera primordial su derecho a tener un lugar bajo el sol de las cátedras. Al respecto, no deja de ser significativo que en algún caso hasta defensores tan entusiastas de la nueva teoría se vieran obligados a reconocer que las objeciones eran demasiado sólidas. Éstas procedieron, como sigue sucediendo actualmente, sobre todo de otras ramas de la ciencia. Por ejemplo, el físico William Thomson (el futuro Lord Kelvin) apuntó ala conozca

pruebas experimentales de que la selección pudiera producir nuevas especies e insistió en que la teoría era incapaz de hacer predicciones comprobables, principios falta de

ambos elementales de la investigación científica prácticamente desde los griegos. Ante esa crítica, Huxley no pudo sino confesar que la objeción era totalmente válida y el mismo Darwin reconoció que no tenía respuesta para ella.

lugar, el darwinismo se asentó porque ofrecía una posibilidad de explicar aspectos que no parecían tener una explicación científica global en esos momentos. Esta circunstancia fue reconocida en la segunda mitad del siglo Xx por G. A. Kerkut. La teoría de la evolución podía estar prendida con alfileres, pero proporcionaba un instrumento de investigación ulterior nada despreciable: En tercer

EL ORIGEN DE LAS ESPECIES

formas de vida del mundo se han desarrollado a partir de una sola fuente de vida que emergió por sí misma de lo inorgánico. Esta teoría puede ser denominada «Teoría general de la evolución», y las pruebas que la apoyan no son lo suficientemente sólidas como para que la podamos considerar algo más que na hipótesis de trabajo. Existe la teoría de que todas las

imponiéndose siglo xI1x por una

La teoría de Darwin acabó

durante la dé-

circunstancia cada de los sesenta del nada despreciable en su repercusión y ésta no fue otra que el hecho de que sus defensores supieron llevar a cabo una

política de relaciones públicas extraordinaria que pasó, por ejemplo, por evitar que la oposición pudiera ofrecerles un

tes

frente unido, por condenar al ostracismo a los disideny por no tener reparo en falsear la historia. Buena parte de la oposición no rechazaba el modelo

evolucionista en sí, aunque tenía enormes reparos en aceptar la visión darwinista, en la que el azar desempeñaba un papel decisivo. A estas personas se las condenó —como en la escatología de algunas religiones— a las tinieblas externas. Uno de los casos paradigmáticos de la manera en que la nueva fe trataba a los considerados herejes es el de George Jackson Mivart. Inicialmente, Mivart había sido un ferviente darwinista, lo que le permitió, con la ayuda de otros darwinistas como Huxley y Hooker, obtener una cátedra de zoología en el St. Mary's College de Londres. Sin embargo, el que hasta entonces había sido un elemento más del programa de la secta darwinista para apoderarse de cátedras y programas de investigación, se convirtió en un abierto disidente en 1871 al publicar su Genesis of Species, una obra en la que cuestionaba, partiendo de la paleontología y de la anatomía, buena parte de las conclusiones de Darwin. El resultado fue que sus antiguos correligionarios le aplicaron el ostracismo más absoluto (como a tantos otros científicos de valía) y el mismo Darwin lo acusó de odioso fanatismo religioso, un insulto que tanto él como sus seguidores aplicarían a menudo a los que veían serias objeciones científicas contra su teoría. Como 373

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

sospechar, las objeciones de Mivart quedaron sin responder. El nuevo grupo no se iba a dejar desanimar por cuestiones así. De hecho, a su habilidad de maniobra (y ciertamente, constituían un paradigma de lo que es la lucha y la victoria de los más aptos) añadieron una especial capacidad para falsear la historia de determinados episodios, era

de

hasta el punto de convertir sonoras derrotas en supuestas victorias de la ciencia contra el oscurantismo. Merece la pena detenerse en dos de los ejemplos significativos. El primero es el relacionado con la reunión de la British Association en Oxford en 1860, en el curso de la cual Huxley

enfrentó con el obispo Samuel Wilberforce. A juzgar por los relatos que sobre este encuentro se han popularizado en libros y películas, habría que creer que Huxley trituró a Wilberforce para regocijo de los presentes. La verdad es que sucedió exactamente lo contrario. De hecho, Wilberforce logró convencer a la mayoría de los asistentes y pasarían años antes de que Oxford fuera tomado por los parse

tidarios de Darwin. de este falseamiento de la historia lo constituye el famoso (aunque no bien conocido) Juicio del mono. La historia del maestro de escuela norteameri-

El

segundo ejemplo

John T. Scopes que en 1925 fue juzgado por enseñar a sus alumnos la teoría de la evolución ha sido esgrimida durante décadas como un ejemplo de la lucha del oscuran-

cano

tismo contra la luz de la ciencia.

Supuestamente, en ese duelo entre la razón y las tinieblas, Clarence Darrow, el abogado norteamericano más brillante de la época, había aplastado a un personaje obtuso y fanático llamado William Jennings Bryan. El triunfo de esta visión propagandística quedó asegurado cuando, con un sutil cambio de nombres, el episodio fue convertido primero en una obra de teatro titulada Inherit the Wind y luego en una película del mismo título que fue magistralmente interpretada por y mereció la mayor distinción de la Academia del cine. La verdad fue, sin embargo, muy diferente.

Spencer Tracy

Para empezar, todos los protagonistas del episodio se vieron sometidos a una metamorfosis que no hacía justicia 374

El. ORIGEN DE LAS ESPECIES

la realidad histórica. Clarence Darrow fue un magnífico abogado, pero en dos ocasiones fue objeto de sanciones jua

diciales,

de ellas cuando intentó sobornar a un miembro del jurado para obtener la absolución de los acusados en un caso de terrorismo. Por otro lado, sus memorias tituladas The Story of My Life constituyen una brillante apología de su vida pero, a la vez, un magistral ejercicio de manipulación y ocultamiento de la verdad. Al igual que el supuesto paladín de la luz no era tan luminoso, el satanizado defensor del oscurantismo tampoco resultaba tan siniestro. William Jennings Bryan fue un miembro del partido demócrata que desarrolló una política notablemente populista en favor de los segmentos más humildes de la sociedad. De hecho, su intervención en el denominado Juicio del mono no se debió a razones religiosas sino politicosociales. Lo que se ventilaba en realidad no era si se podía o no enseñar la teoría de la evolución, sino si ésta podía utilizarse en contra de los «menos aptos». Scopes, el maestro enjuiciado, no leía a sus alumnos El origen de las especies sino la Biología cívica (Civic Biology) de Hunter. Esta obra se basaba en Darwin y partiendo de él llegaba a conclusiones que para muchos americanos como Bryan resultaban una

peligrosas. Así, por ejemplo, la obra de Hunter afirmaba que de las humanas el tipo más elevado de todos, los caucasianos [está] representado por los civilizados habitantes blancos de Europa y América. Para preservar la pureza de esta raza superior, el libro que Scopes leía a sus alumnos de la escuela recomendaba acabar con los elementos menos aptos mediante la reclusión y la esterilización: cinco

razas

Al

igual

que ciertos animales

o

plantas

se

convierten

en

parásitos de otras plantas o animales, estas familias se convierten en parásitos de la sociedad. No sólo dañan a otros co-

esparciendo la enfermedad, sino que de hecho son protegidos y cuidados con el dinero público del Estado. Ya existen para ellos el orfanato y el asilo. Reciben de

rrompiendo,

robando

la sociedad pero rásitos

no

o

dan nada

a

cambio. Son verdaderos pa-

(...) 375

LOS TEXTOS

Si

esa

QUE

gente

CAMBIARON LA HISTORIA

fueran animales inferiores, probablemente

los mataríamos para evitar que se extendieran. La humanidad no nos lo permitirá, pero contamos con el remedio de separar los sexos en asilos o en otros lugaresy de varias maneras prevenir el matrimonio entre ellos y las posibilidades de

perpetuar una clase han sido tán

utilizando

bajay degenerada. Remedios de esta probados con exito en Europa y ahora se es-

raza tan

con

éxito

en este

país.

Lo grave no era solamente que las tesis darwinistas-racistas de Hunter fueran enseñadas a escolares como algo

científico, sino que contaban con un respaldo considerable de personajes como algunos científicos de la Universidad de Harvard o el presidente del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, Oliver Wendell Holmes. Éste llegó a sostener en una sentencia que tres generaciones de imbéciles son suficiente, declarando constitucional la práctica de esterilizasólo en enfermos mentales sino también en familiares de éstos que, supuestamente, pudieran transmitir

ciones

no

la enfermedad. La batalla del proceso de

Scopes

fue, por lo tanto, las tinieblas, sino el

no

combate escatológico entre la luz y enfrentamiento entre aquellos que pensaban, partiendo de una óptica racista y desprovista de compasión hacia los débiles, que se podía subyugar e incluso mutilar a semejantes menos aptos y los que consideraban, por el contraun

rio, que conductas de aberración moral que

este

tipo

constituían

una

profunda

tolerada. No deja de ser significativo que un documental filmado en aquella época en el que se defendía la campaña de esterilización de los parásitos y se citaba a Oliver Wendell Holmes fuera

producido por H.

L.

no

podía

ser

Mencken, el periodista escéptico, pro-

fundamente racista y antirreligioso, cuyo periódico pagó los gastos de la defensa en el Juicio del mono. La lectura de las actas del proceso no revelan a un tolerante abogado enfrentado con un fanático religioso sino a un hábil letrado que se estrelló contra las respuestas moderadas de un populista de ideas igualitarias seriamente preocupado por un darwinismo social de consecuencias terribles para los 376

EL ORIGEN DE LAS ESPECIES

débiles

los miembros de

consideradas inferiores. Como en tantas ocasiones, la verdad histórica resulta radicalmente distinta de la leyenda ideológicamente interesada. o

razas

Las consecuencias

El origen de las especies fue Sin embargo, al igual que

libro que cambió la historia. su triunfo se debió en medida nada despreciable a razones metacientíficas, su influencia se relaciona también con campos alejados de la ciencia. Como es lógico, tal circunstancia ha sido negada repetidas veces, pero, una vez más, la documentación histórica es irrefutable. Por

ejemplo,

un

la conexión

entre

la teoría darwinista y la la creencia en una raza

eugenesia o el racismo basado en superior no fue una mala interpretación de las tesis de Darwin, sino aspectos que él mismo, de manera expresa, señaló. Para Darwin, las razas de color no eran sino especies menos evolucionadas que el blanco. De hecho, insistió que el cerebro de los blancos era mayor que el de los que tenían miembros de otras razas y que eso era un signo de

en

su

superioridad intelectual.

Si los

blancos, según Darwin,

estaban extendiendo su dominio a zonas de la tierra distintas del continente europeo no se debía a su superioridad

tecnológica sino a su inteligencia superior. La base para esta superioridad la atribuyó en una obra posterior a la selección sexual, tema al que dedicó la segunda parte del Origen del hombre.

|

Naturalmente, esa visión pretendidamente científica (aunque, en realidad, sustentada sobre presupuestos pseudocientíficos) implicaba un nuevo concepto de la moralidad sobre bases supuestamente naturales. Éstas dejaban de manifiesto que, también de forma natural, las razas inferiores desaparecían porque eran fracasos evolutivos. Como señalaba en una carta a W. Graham de 3 de julio de 1881, éste no era un hecho en sí lamentable sino meramente

científico:

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Al contemplar el mundo en uma fecha no muy lejana, qué innumerable cantidad de razas inferiores habrá sido eliminado por las razas más altamente civilizadas en todo el mundo. lo que se podían considerar desechos sociales, las naciones civilizadas (es decir, las blancas y occidentales según Darwin) contaban con medios naturales para deshacerse de ellos. Así lo afirmaría en el Origen del En relación

con

hombre: Por lo que

se

produce alguna

las cualidades morales, siempre se eliminación de las malas inclinaciones en

refiere

a

las naciones civilizadas. Los delincuentes son ejecutados, o encarcelados durante largos períodos, de manera que no pueden transmitir con facilidad sus cualidades inicuas. La gente melancólica o demente es recluida o se suicida. Los hombres violentos o pendencieros frecuentemente sufren un

sangriento final. Cuando Galton propuso una mejora de la especie humana basada en la mayor reproducción de la gente de las clases altas y en el desánimo de la reproducción de los miembros de las clases inferiores, Darwin lo aprobó en el Origen del hombre indicando que era el unico plan factible dipara mejorar la raza humana siempre que se basara en fundir e insistir en la importancia del absolutamente decisivo

principio de la herencia.

El Origen de las especies cambió la historia, pero no tanto por su contenido científico, sujeto a fuertes controversias incluso entre los científicos evolucionistas, cuanto por la manera en que parecía proporcionar una legitimación científica a determinados fenómenos sociales. El racismo y la creencia en la superioridad de la raza blanca, el imperialismo y el sometimiento (con el efecto posible y colateral) de las denominadas razas inferiores, el capitalismo

salvaje

y la sordera ante las necesidades de las clases infe-

riores, la eugenesia social y el control del crecimiento de 378

EL ORIGEN DE LAS ESPECIES

los más necesitados encontraron su legitimación en Darwin y fueron defendidos por el propio Darwin. En este sen-

tido,

algunas ideologías totalitarias

resultó difícil sustentar sus aspectos más siniestros también en su lenguaje. Marx envió a Darwin un ejemplar dedicado de El capital en la creencia de que apoyaba su visión materialista de la historia. Hitler pudo referirse a la superioridad de para

sobre las otras y

no

la necesidad de ganar la lucha por la supervivencia asegurando que los arios serían los más aptos mediante una selección natural estatalizada. Se puede objetar que eran partidarios espúreos del darwinismo. Incluso se puede señalar con menos base que nunca habrían sido queridos. Sin embargo, aunque quizá bastardos, sus tesis, sobre todo en el caso del nazismo, debieron mucho en su formulación a la obra y al pensamiento de Darwin. una raza

a

Bibliografía La

bibliografía

sobre Darwin

en

castellano, incluyendo la

traducción de sus obras, es muy amplia, aunque no sea muy abundante la relativa a los aspectos sociales relacionados con la misma. En este sentido concreto son de especial interés la obra de R. Alexander, Darwinismo y asuntos humanos, Barcelona, 1987, P. J. Bowler, Charles Darwin. El hombre y su influencia, Madrid, 1995 y la de C. Castrodeza, Ortodoxia darwiniana y progreso biológico, Madrid, 1988. Una exposición clásica de la teoría de la evolución desde una perspectiva neodarwiniana es la de John Maynard Keynes, Teoría de la evolución, Madrid, 1966. Una evaluación del darwinismo de cierto interés se halla en S. A. Barnett y otros, Un siglo después de Darwin, Madrid, 2 vols., 1979. La controversia entre creacionismo y evolucionismo supera (¿podía ser de otra manera?) con mucho el ámbito de lo científico y entra más bien dentro del fenómeno sociopolítico relacionado, por ejemplo, con el control de las escuelas públicas. Esta circunstancia hace que las dos partes defiendan sus posiciones con un encamiza379

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

miento que trasciende lo científico. Entre las obras creacionistas clásicas, muy numerosas, destaca en castellano D. T. Gish y otros, Creación, evolución y el registro fósil, Tarasa, 1979. Un cuestionamiento científico de las tesis de

perspectiva evolucionista se encuentra en B. Leith, El legado de Darwin, Barcelona, 1986, en P. E. Johnson, Darwin on Trial, Downers Grove, 1991 y en G. Rattray Taylor, El gran misterio de la evolución, BarceDarwin desde

una

lona, 1983. Sobre el enfrentamiento entre Huxley y Wilberforce, resulta un estudio interesante J. R. Moore, The Post-Darwinian Controversies, Cambridge, 1979. Sin emestudio definitivo (bien distante de la versión oticial darwinista) es el de Jensen, «Return to the Huxley-Wilberforce Debate», en Bri. J. Hist. Sci, 21, 1988, pp. 161-180. El Juicio del mono ha sido muy bien estudiado en R. Gin-

bargo, el

Days or Forever?: Tennessee v. John Thomas ScoOxford, 1974. Especialmente iluminadora al respecto

ger, Six pes,

las memorias de Clarence Darrow, The Story of my Life, Nueva York, 1996, escrita por Alan M. Dershowitz. Un juicio muy bien documentado, y desfavorable, acerca de la manipulación del registro fósil realizado por algunos paleontólogos puede examinarse en R. Lewin, La interpretación de los fósiles, Barcelona, 1987. es

la introducción

380

a

JUDÍOS

EL ESTADO DE LOS

Sionismos La relación de Israel

con

Sión, el

sobre el que se antigua como su his-

monte

asienta la ciudad de Jerusalén, es tan toria. Su antepasado Abraham recibió de Dios la orden de sacrificar a su hijo Isaac en este lugar y aunque la relación

quedó sumergida en los años siguientes en un torbellino de acontecimientos trascendentales, lo cierto es que Sión permaneció unido siempre como un hilo conductor a la historia de Israel. Cuando la nación

dejó

de

ser una

anfictionía

de tribus y se convirtió en reino, no pasó mucho tiempo antes de que David, su rey más importante, decidiera tomar

Jerusalén, la ciudad asentada sobre el

para convertirla

único de

monte

capital y edificar sobre ella el templo adoración a Dios. Logró todo menos lo último, en su

porque la construcción del santuario acabó siendo

da por A

su

ejecuta-

hijo Salomón.

partir de

sólo

Sión,

ese

momento, Jerusalén-Sión

se

convirtió ya el de la exis-

el centro de la vida política sino en tencia espiritual de Israel. Tanto fue así que cuando la nación se dividió en un reino norteño que conservó el nombre de Israel y otro sureño denominado Judá, el no

en

primero

decidió construir

un

templo alternativo

peregrinación de

sus

súbditos

como

a

por temor

Jerusalén

a

que la

marcara su

final

entidad política.

Los asirios

de Israel y

tituyó

aniquilaron en el siglo vIir a. de C. el reino deportaron a su población. Aquel episodio cons-

verdadero desastre. Con todo, la verdadera catástrofe nacional se produjo en el siglo vr a. de C., cuando el rey Nabucodonosor II de Babilonia llevó a cabo la toma de un

381

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

buena parte de la población judía. Para entonces, la esperanza de los profetas en un rey distinto (el Mesías) que gobernaría desde Sión estaba asentada desde hacía siglos, pero los hechos no parecían sino haberla desmentido cruelmente. Unos cincuenta años después, parte de la población judía exiliada regresó a la tierra de Judá y, como primera tarea, acometieron la reconstrucción de Jerusalén y de su templo. Como en otras ocasiones, no todos se entregaron con igual entusiasmo a aquella misión y fue necesaria la intervención de profetas, como Ageo, Malaquías y Zacarías, para estimular al pueblo, pero, finalmente, los judíos volvieron a contar con una entidad política cuya capital era Jerusalén y cuyo templo se asentaba en Sión. Para aquel entonces, ya resultaba obvio a los adversarios de los judíos que un golpe dirigido contra Jerusalén significaba atacar su corazón. Así lo entendieron Antíoco IV Epífanes, y los romanos Pompeyo y Tito. Todos ellos, en su enfrentamiento con los judíos, se esforzaron por tomar Jerusalén y por destruir o al menos profanar el templo. En el último caso, que sucedió en el año 70 d. de C., el desastre acabó adquiriendo carácter de definitivo. No sólo es que Jerusalén fuera tomada después de un largo y prolongado sitio, sino que el Templo fue completamente arra-

Jerusalén, arrasó el templo

sado por los

legionarios

y

deportó

romanos

y,

a

según contaría alguna

leyenda rabínica, la soldadesca llegó incluso a fornicar con prostitutas en aquel recinto tendiéndose sobre rollos de la Torah. A partir de entonces, los judíos recuperarían un mayor o menor poder político en su tierra secular, pero ya nunca volverían a ser una entidad independiente. Sin embargo, aunque lanzados a la Diáspora y no pocas veces expulsados y vueltos a expulsar de Jerusalén (Ricardo Corazón de León y Saladino pactaron, por ejemplo, la libertad de cultos para todas las fes en la sagrada ciudad con la excepción de los judíos), aunque asentados en sus hogares europeos, africanos y asiáticos, los judíos nunca dejaron de volver sus ojos hacia Jerusalén. La oración diaria les recordaba que su historia giraba en torno a aquella ciudad. Si para los cristianos, Jerusalén había cedido 382

su

lu-

EL ESTADO DE LOS

enclaves, si posterior a la de La

gar ante otros

JUDÍOS

para los musulmanes su santiMeca o Medina, para los judíos

dad era ho había otra ciudad con la que comparar la ciudad de David. Por ello, no dejaron de emigrar a Tierra Santa siempre que

pudieron

res,

eran

incluso se establecieron allí en número no escaso para vivir hasta que la muerte les arrancara el último aliento. Con la ilustración judía del siglo xvi y la posibilidad de emancipación abierta por las revoluciones liberales de ese siglo y del siguiente no fueron pocos los judíos que se plantearon (consciente o inconscientemente) el abandono del sueño de regresar a Sión. Algunos incluso abandonaron el judaísmo y se convirtieron a otra fe por descreimiento en la religión de sus padres, por deseos de promocionarse mejor socialmente o por convicción religiosa. Otros mantuvieron su fe judía pero enraizada en una realidad europea ilustrada liberal que contemplaba la idea de y regresar a Israel como algo mítico o, al menos, que podía y debía esperar hasta la llegada del Mesías. Incluso entre los judíos ortodoxos, la emigración era excepcional y se proyectaba la confianza también en la espera del Reino de Jerusalén que inauguraría el Mesías del Señor. La emancipación liberal concedió a los judíos la entrada como iguales en la sociedad, pero los enfrentó con problemas crecientes de identidad no planteados hasta entonces y, sobre todo, con un recrudecimiento del antisemitismo. El judío, relegado hasta ese momento, irrumpió en la sociedad y lo hizo compitiendo no pocas veces con las clases más activas y emprendedoras, las medias. El resultado fue una sensación, en no pocas sociedades europeas, de que había demasiados judíos y de que, para colmo, los que había constituían un peligro. Sobre cuál era la causa de ese peligro no existía un acuerdo. Para los conservadomente

e

demasiado liberales; para los liberales, excesivatradicionalistas; para las izquierdas, se trataba de

representantes del capital opresor; para el capitalismo, eran los conductores de las ideas más avanzadas y desesta-

bilizadoras socialmente hablando. Paradójicamente, el siglo x1x —el mejor en lo que a libertades para los judíos se 383

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

refiere desde la destrucción del templo en el año 70 d. C.— enfrentó a las poblaciones judías de Europa con la creciente sospecha de que nunca serían aceptadas en el seno de las naciones a las que servían lealmente. Las

posibles respuestas

a

esa

faltarón. Dreyfus en el

situación

no

Emilio Zola, el defensor del capitán judío escandaloso affaire que lleva su nombre, abogó por una asimilación completa de los judíos que evitara los enfren-

(¿no se daba cuenta?) eso significara que dejaran de ser judíos. Por su parte, el socialismo (que pronto contó con organizaciones específicamente judías, como el Bund) insistió en que la emancipación total de los judíos y la desaparición del antisemitismo sólo se produciría cuando se hubiera realizado la emancipatamientos

con

ellos,

aunque

las fuerzas anlisemitas encontraban la solución en la aplicación de normativas discriminadoras o bien en la simple expulsión de ción de toda la

los

raza

humana. En cuanto

a

judíos.

El sionismo moderno nació como una respuesta más encaminada a resolver el problema del antisemitismo. Sin embargo, a diferencia de las otras, pretendía enraizarse en una experiencia milenaria y que apelaba a su territorio his-

tórico, precisamente en una época en que otras naciones, como Italia o Alemania, pugnaban por reconstituirse. Las obras sionistas de los primeros años contaron con escaso eco. La ofrenda de Judá (1845) de Yehudah Jai Alkalai, en hebreo; La construcción de la historia judía (1846) de Graetz, en alemán; La guía para los perplejos de muestro tiempo (1851) escrita por el rabino Najman Krojmal, en he-

breo; Roma y Jerusalén (1862) de Moses Hess, en alemán; o los escritos de los judíos rusos Smolenskin, Lilienblun, Eliezer ben Yehudáh recogieron la idea sionista en múltiples variantes, que iban del socialismo al liberalisel Memo, de la visión religiosa a la que consideraba que sías no era un personaje histórico sino un proceso. En términos generales no fueron vistas con buenos ojos por los Pinsker

o

correligionarios que, en no pocas ocasiones, consideraron blasfemo pretender que la obra del Mesías pudiera ser sustituida por la iniciativa humana. No 384

es

extraño que si ésa

JUDÍOS

El. ESTADO DE LOS

lue su acogida entre los judíos, apenas despertaran interés en el resto de la sociedad. Esa situación iba a experimentar un

cambio radical

original

en sus

hombre que no era ni iba a añadir nada sus-

la obra de

con

planteamientos

un

lo ya dicho pero que marcaría una impronta totalmente distinta al incipiente movimiento sionista contemporáneo. Nos estamos refiriendo a Teodoro Herzl. tancial

a

Herzl Suele repetirse que Herzl era un judío centroeuropeo felizmente asimilado al que sólo la contemplación en Francia del caso Dreyfus (la acusación y condena de un oficial ju-

dío

no

porque existieran

pruebas

para ello sino por

meros

prejuicios antisemitas del tribunal) le hizo ver que el único futuro para los judíos era poseer su propio Estado. Esta exposición de los hechos puede resultar sugestiva pero no es por ello menos errónea. En realidad, para cuando se pro-

dujo

el

affaire Dreyfus,

el antisemitismo

no

Herzl

convencido de que encontraría solución en el seno de las era

ya

un

distintas sociedades. Nacido en Budapest en 1860, el propio Herzl en su Autobiografía señala que sus primeros contactos con el antisemitismo se produjeron cuando era un niño: Más bien pronto

trigonometría,

perdí la afición

ya que

en

por los

la escuela real

se

logaritmos y la había implantado

orientación

pronunciadamente antisemita. Uno de nuestros profesores explicó el significado de la palabra «paganos» de la manera siguiente: a éstos pertenecen los idólatras, los mahometanos y los judíos. Esta peregrina definición una

me

resultó la

causa

para abandonar la escuela real.

Tras abandonar la escuela

Evangélico, donde

no

real, Herzl pasó al Instituto

tuvo que

enfrentarse

con

el antise-

mitismo. Volvió a saber, sin embargo, lo que éste significaba en Viena y en Salzburgo. En la primera ciudad, mientras

cursaba Derecho

se cerraron

las admisiones de

nuevos

385

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

las asociaciones estudiantiles y en la scgunda, pese a que le entretenía la práctica del Derecho, supo que al ser judío, nunca podría ascender a juez. Por esa época, Herzl ya estaba comenzando a escribir como dra-

socios

judíos

maturgo y

en

no

deja de

dramas, el titulado El

significativo el que uno de sus nuevo ghetto (1894), pusiera de maser

nifiesto su conciencia de que la emancipación no iba a remediar los problemas de antisemitismo con que chocaban los judíos. En 1891, a los dos años de contraer matrimonio y mientras viajaba por España, el diario Neue Freie Presse de Viena le ofreció el puesto de corresponsal en París. Allí Herzl fue testigo de la agitación derivada del denominado affaire Dreyfus y confirmó sus impresiones (bastante lúcidas, por otra parte) de que el episodio no era el problema drama más grave y considerable. Decidió entonces escribir una obra breve en la que pudieran quedar recogidos sus puntos de vista acerca del problema del antisemitismo y de su posible solución. Ésa obra en

sí sino

un

síntoma de

fue El Estado de los

El Estado de los

un

judíos.

judíos

Herzl se muestra sincero al iniciar la obra que le haría más famoso. No pretende estar descubriendo nada. Se limita a en repetir algo que arranca de mucho tiempo atrás y que, esos momentos, recibe un nuevo impulso por la necesidad:

pensamiento que desarrollo en este escrito es muy tiguo: se refiere a la restauración del Estado de los judíos. Antes de todo debe tenerse en cuenta obligatoriamente El

an-

de los aspectos de mi expoque no invento nada en ninguno sición. No invento ni la situación de los judíos (...) ni los recursos

para remediarla.

(...) El factor decisivo surge la mencionada

los

386

judíos (Prólogo).

es

la

fuerza?

fuerza impulsora. ¿De dónde

De la miseria

en

la que viven

EL ESTADO DE LOS

JUDÍOS

——

Es

esa

convicción de que lo que

sino la solución

plantea

no es una

uto-

bien palpable, lo que llevará a Herzl a afirmar que el Estado de los judíos acabara siendo restablecido por la propia fuerza de los hechos:

pía

El Estado de los

a

un

judíos

problema

es una

necesidad universal. Por lo

tanto, nacerá.

paralela de muchos judíos, resulta una empresa perfectamente razonable y su realización no presenta obstáculos de importancia. La idea depende sólo del número de seguidores (...) Depende, por lo tanto, de los propios judíos el que este provecto de Estado sea más que una novela política. Si la generación presente resulta indiferente, ya llegará otra, superior y mejor. Los judíos que lo deseen tendrán su Estado y lo merecerán (Prólogo). (...)

con

la colaboración

firme

profesión de fe en la posibilidad de un Estado de los judíos, Herzl pasa a mostrar con detalle cuál es la razón para propugnarlo. Ésta no arranca de consideraciones religiosas, raciales o culturales (como señalarán Tras

otros

cia de

la

su

sionistas). Su verdadera causa es la existenproblema judío y del antisemitismo, así como de

escritos un

imposibilidad

que ha existido hasta ahora de vencerlo:

El problema judío existe. Sería una estupidez negarlo. Es un vestigio del Medioevo, del que los pueblos civilizados no saben cómo librarse pese a su mejor voluntad. Es cierto que de su pusieron manifiesto generosidad cuando nos emanciparon. El problema judío existe en todos los lugares donde los judíos viven en una cantidad apreciable. Donde no existe, lo traen los inmigrantes judíos (...) los judíos llevan

ahora el antisemitismo

pobres

a

Inglaterra y ya lo han llevado

a

América.

comprender el antisemitismo (...) Contemplo ese movimiento como judío pero no me inspira ni odio ni temor. Creo que puedo entender lo que tiene de burda comedia, de miserable envidia laboral, de prejuicio hereditario, de intolerancia religiosa, pero también de defensa propia (...) ConsiCreo

387

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

dero que la cuestión

judía (...)

es una

cuestión nacional, y

convertirla en un problema para solucionarla tenemos que de política internacional que debe ser solventado en el consejo de las naciones civilizadas.

pueblo, sí, sólo uno. En todos los lugares hemos intentado sinceramente fundimos en la comunidad del pueblo en cuyo interior moramos, manteniendo únicamente la fe de nuestros padres. No se nos permite. En vano somos patriotas y en algunos Somos

un

países hasta patrioteros (...) mos

desde hace

(...)

creo

que

siglos

en

se nos actsa

no se nos

patrias donde de extranjeros (...)

nuestras

dejará

en

paz

vivi-

(Introducción).

solucionar los distintos esa imposibilidad de acabar fundiéndose en la vez países donde viven los judíos. Sin embargo, señala a Herzl

reconoce

que tal acción

no se

que la asimilación

podría

producirá:

pueblo judío ni puede ni quiere Mi debe desaparecer. No puede porque los enemigos extemos la mantienen unida. No quiere, como ha quedado de maniftesNo debe, to en dos mil años de sufrimientos inenarrables. como trato de demostrar en este escrito (Introducción). La

personalidad

Lo cierto

es

del

que el antisemitismo

no

puede

ser reme-

diado por los diversos gobiernos (si mostraran demasiada benevolencia hacia los judíos, sólo ayudarían a que se agudizara el antisemitismo) y que tiene su origen en la emancide acpación de los judíos y su énfasis en la imposibilidad tuar de manera eficaz contra los judíos:

realidad, todos los medios empleados en nuestra conresultan ineficaces (...) Dada la imposibilidad de llevara

En tra

acción decisiva en nuestra contra el odio aumenta y se acentúa. En las poblaciones aumenta el antisemitislas cauimo día a día, hora a hora, y tiene que ser así porque La causa mediata sas y no pueden ser erradicadas.

cabo

una

persisten

la pérdida durante la Edad Media de nuestra capacidad de asimilación; la inmediata es la superproducción de intelec-

es

388

EL ESTADO DE LOS

JUDÍOS

tuales medios, que no hallan salida por debajo pero tampoco pueden elevarse sobre su nivel (...) podríamos quizá ser absorbidos completamente por los pueblos en cuyo seno moramos con sólo que nos dejaran en paz durante túnicamente dos generaciones. ¡No nos dejarán en paz! (...) Somos un pueblo: los enemigos hacen que lo seamos, aun en contra de nuestra voluntad, como siempre ha acontecido (Parte

general).

Precisamente, por todo lo anterior, la solución a las erupciones de antisemitismo y al mantenimiento de la identidad judía que

sea

la formación de un Estado de los judíos precedido por la emigración a un territorio deteres

minado:

debe conceder la soberanía sobre una parte de la superficie terrestre idónea para nuestras necesidades y nuestras legítimas ambiciones de pueblo: de todo lo demás ya nos Se

nos

ocuparemos nosotros. (...) Los gobiernos de los

mitismo tienen

sumo

beranía.

países afectados por el antiseinterés en ayudarnos a conseguir la so-

Para esta tarea, sencilla inicialmente, pero complicada en su realización, se crean dos grandes órganos: la Sociedad de los judíos y la Compañía judía (...) La Compañía judía se encarga de la

liquidación de todas las fortunas de los judíos

emigrantes y organiza la vida económica en el nuevo país. (...) la emigración de los judíos no debe ser considerada algo repentino, sino que resultará un proceso gradual que durará décadas (...) (Parte general). Para Herzl, el futuro territorio del Estado de los

puede

judíos

dos zonas del mundo diferentes, si bien de entre ellas Palestina sería la mejor, existiendo la posibilidad de solventar con ello no sólo el problema judío sino también otros propios del área: asentarse en

Dos

países tienen que ser tomados en cuenta: Palestina y Argentina (...) Argentina es por naturaleza uno de los países 389

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

más ricos de la

LA HISTORIA

tierra, de incalculable extensión, de pobla-

y clima templado. La República Argentina tendría el máximo interés en cedernos un pedazo de territorio.

ción

escasa

inmigración judía ha producido disgusto. Habría que explicar a Argentina la diferencia esencial de la nueva inmigración judía. Palestina es nuestra inolvidable patria histórica. El sólo mencionarla constituye para nuestro pueblo un llamado poLa actual

derosamente conmovedor. Si

el sultán nos entregara Palestina, adquiriríamos el compromiso de sanear las finanzas de Turquía. Para Europa constituiríamos parte esencial de la defensa contra Asia. Seríamos la vanguardia de su

majestad

la cultura en su combate contra la barbarie. Como Estado neutral, mantendríamos relaciones con Europa que, por su parte, debería garantizar nuestra existencia. Por lo que se refiere a los Santos Lugares de la cristiandad, se podría dar con alguna fórmula de extraterritorialidad conforme al derecho internacional. Estableceríamos una guardia de honor en torno a los Santos Lugares, respondiendo con nuestra vida del cumplimiento de este deber. Semejante guardia de honor constituiría el gran simbolo de la solución del problema judío, después de dieciocho siglos llenos de sufrimientos para nosotros

(Parte general).

establecidas estas bases, en la denominada Parte especial de su obra, Herzl desciende a problemas prácticos relacionados con el establecimiento del Estado de los judíos. El primero sería la creación de la Compañía judía. Ésta se fundaría de acuerdo al derecho inglés y tendría su sede central en Londres. Su misión, como ya ha indicado, sería liquidar las fortunas judías y con ellas comprar tierras en el nuevo territorio. Sin embargo, Herzl (que era un liberal conservador en sus opiniones personales) lleUna

vez

la conclusión de que el nuevo Estado no puede reproducir las diferencias sociales existentes en Occidente. Precisamente por ello, debe ponerse especial cuidado en las viviendas de los obreros, en la situación de los trabajadores sin cualificar, en el establecimiento de la jornada de siete ga

a

horas y 390

en

la asistencia social mediante el

trabajo.

EL ESTADO DE LOS

JUDÍOS

emigración sc realizará en grupos de alinidad (de familias y de amigos) y cada grupo llevará un rabino (reconocemos nuestra unidad histórica sólo por la fe de nuestros La

padres).

Sin

embargo,

el

cia. En él deben encontrarse no

lo

Estado bien los

nuevo

no

será

una

religiosos

teocra-

y los que

son:

También señalaremos metas para la profunda necesidad religiosa de nuestra gente. Nuestros clérigos serán los primeros en entendernos y marcharán a nuestro lado. Deseamos asimismo que en el nuevo país cada uro sea feliz a su modo. También, y de manera especial, deben serlo nuestros amados librepensadores (...) A nadie se le ha de imponer sujeción aparte de la indispensable para el mantenimiento del Estado y del orden público (Parte general).

continuación, Herzl desciende a aspectos concretos del nuevo Estado, como la forma política, la lengua, el paA

pel de la religión, las leyes, el ejército o la bandera. En relación con la forma política, Herzl se muestra partidario de una monarquía democrática o de una república aristocrática. Dado que la restauración monárquica es impensable, aboga por una república aristocrática al estilo de Venecia, ya que, a su juicio, la democracia pura es implanteable. Por lo que se refiere a la lengua, no puede ser el hebreo, sino que se implantará un multilingtiismo derivado de la pura lógica. Finalmente, la bandera deberá ser un símbolo de la jornada laboral de siete horas, la conquista social más importante del nuevo Estado: Quizá se piense que existirá un grave inconveniente en el hecho de que no poseemos ya un idioma común. ¿Debemos hablar hebreo entre nosotros? ¿Quién de nosotros conoce el suficiente hebreo como para comprar un billete de tren? No hay nadie que sepa hacerlo. Sin embargo, la cuestión es muy sencilla. Que cada uno conserve su lengua, que es la patria de sus pensamientos. Suiza es un ejemplo definitivo de la posibilidad de una federación de lenguas (...) Nos libraremos de las burdas y pervertidas jergas, lenguas del ghetto, que ac391

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA —

tualmente utilizamos. Eran la manera clandestina de hablar de los presos (...) El idioma que resulte más tútil en la vida cotidiana se impondrá. (...) ¿Tendremos, por lo tanto, una teocracia? ¡No! La fe nos mantiene unidos pero la ciencia nos libera. No permitiremos, por lo tanto, que aparezcan veleidades teocráticas en nuestros clérigos. Sabremos mantenerlos recluidos en sus templos como a nuestro ejército profesional en los cuarteles (...) Cada cual es tan libre de profesar su opinión religiosa o irreligiosa como lo es en lo que se refiere a su nacionalidad. (...) El Estado de los judíos está concebido como un estado neutral. Necesita tinicamente un ejército profesional (...) para el mantenimiento del orden tanto interior como exterior. No tenemos bandera. Es

preciso

que tengamos

una

(...)

bandera blanca con siete estrellas doradas. El campo blanco significa la vida nueva, pura; las estrellas simbolizan las siete horas doradas de nuestra jornada de trabajo ya que los judíos se dirigen al nuevo país bajo el signo del tra-

Imagino

una

bajo (...) (Parte especial). De esta magna tarea, y así

sólo

se

beneficiarán los

judíos

concluye Herzl

su

obra,

sino también las otras

no

na-

ciones:

Repetimos las palabras expresadas al principio: Estado. Finalmente, viviremos como hombres libres

díos que lo deseen tendrán

Los

ju-

su

en

nuestra

tierra y moriremos tranquilamente en nuestra patria. El mundo será libre con nuestra libertad, se hará rico con

propia

engrandecerá con nuestra grandeza. Y lo que allí ensayemos en beneficio propio redundará poderosa y felizmente en beneficio de toda la humanidad. nuestra

riqueza

y

se

Las reacciones

Del tono de la obra de Herzl se desprende que estaba pletórico de esperanza tras delimitar las líneas maestras del 392

EL ESTADO DE LOS

JUDÍOS

futuro Estado de los judíos. Sin embargo, las reacciones distaron mucho de responder mínimamente a sus expectativas. El mismo Herzl narra en su Autobiografía el impacto que causó su libro en la primera persona que lo leyó:

Concluido el libro, supliqué a uno de mis mejores amigos que leyese el manuscrito. Durante la lectura se echó a llorar de manera repentina. Me pareció muy normal en un judío aquella emoción. Yo mismo también había llorado mientras realizaba el trabajo. Pero me quedé consternado cuando mi amigo me dijo que lloraba por una razón muy diferente. Creía que me había vuelto loco y, como era mi amigo, se entristeció por mi desgracia de esa manera. Salió corriendo sin decirme nada más. Tras una noche sin pegar ojo, regresó y me insistió para que abandonara mis intenciones ya quie todo el mundo me consideraría un desequilibrado. Estaba tan alarmado que se lo prometí para que se calmara. No iba nos

la única respuesta de este tipo. En térmila aplastante mayoría de los judíos (y la si-

a ser

generales,

cambiaría prácticamente hasta el final de la segunda guerra mundial) se oponía al sionismo. Para los religiosos, resultaba obvio que el Estado judío sólo podría venir, como señalaba la Biblia, de la mano del Mesías; para los occidentales, la emancipación había proporcionado ventajas a las que no pensaban renunciar después de siglos de sinsabores y el antisemitismo era visto como un probletuación

no

ma

podría

que

ser

solventado; finalmente,

para los

judíos

tierra

ignota.

orientales (de entre los que los rusos estaban sufriendo unas condiciones inhumanas que se mantendrían hasta la revolución), la salida estaba en el cambio social en cada

país y Sin

no en una

embargo,

emigración Herzl

masiva

a una

desanimó. El sionismo, paso a paso, comenzó a convertirse en una alternativa posible para un número cada vez mayor de judíos de las orientaciones más diversas. Cuando del 29 al 31 de agosto de 1897 se celebró el Congreso de Basilea y se fundó la Organización sionista, quedó claro que aquello no era una de tantas corrientes históricas que aparecen y desaparecen en el curno se

393

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

de pocos años. En 1897, los sionistas contaban con 177 secciones; en 1898, éstas se habían convertido en 913. so

Aún más

importante: el sionismo estaba decidido (y

Herzl fue el alma de paso tan relevante) a convertirse en una cuestión internacional. Así, Herzl se puso en contacto con el Papa y con el sultán turco, con el kaiser Guillermo II y con el archiduque de Baden, con el secretario de colonias los millonarios judíos Hirsch y Rothschild. En términos reales, no obtuvo nada de ninguno. Sin embargo, poco a poco y sin dejar de encontrar una fuerte oposición por parte de sus propios correligionarios, logró lo británico y

con

que nadie habría esperado sólo unos años antes, que el sionismo fuera arrancado del estrecho marco del judaísmo y

convertido

en un

tema

situado

en

la

agenda

de las

grandes

potencias. cometidos por el sionismo en sus primeras décadas de existencia no fueron escasos. Puso mucho más empeño, por ejemplo, en defender la emigración que en combatir el antisemitismo, ya que lo primero le parecía un hacia la solución del problema judío y lo segundo lo Los

errores

paso

concebía como un mal inevitable. De la misma manera, confió un tanto ingenuamente en que los antisemitas de todo el mundo (incluidos los nazis) vieran con agrado la idea de una salida de los judíos de su país y apoyaran los proyectos emigratorios. Las consecuencias de esos errores de cálculo fueron no pocas veces nefastas. Sin embargo, cuando concluyó la segunda guerra mundial y con ella el terrible que los nazis perpetraron con los judíos

genocidio

del cual casi siete millones de éstos perdieron la vida, la necesidad de un Estado propio de los judíos se había enraizado a golpe de sangre y dolor en la mayoría de ellos y también en los proyectos de las grandes potencias. Ya en 1917, veinte años después del Congreso sionista de Basilea, lord Balfour había declarado que el Gobierno británica vería con buenos ojos el establede Su

y

en

el

curso

Majestad cimiento de un hogar nacional judío en Palestina. En 1947, medio siglo después de aquel acontecimiento celebrado bajo los auspicios de Herzl pero también a dos años de distancia del fin del Holocausto, 394

se

decidió que

en

parte del

EL ESTADO DE LOS

ocupado

JUDÍOS

protectorado británico de Palestina se establecería un Estado judío. El proyecto de Herzl, expresado en El estado de los judíos, se había hecho realidad, incluso con algunas características que a él mismo le parecieron imposibles en su día. La historia había cambiado de curso hasta el punto de que el siglo xx resultaría incomprensible ya sin una referencia al sionismo. territorio

por el

Bibliografía La

bibliografía

sobre los orígenes del sionismo en castellano es muy escasa e incluso faltan traducciones de clásicos. Una breve selección de textos de los primeros sionistas se encuentra en C. Vidal, Textos para la historia del pueblo ju1dío, Madrid, 1994. Un estudio interesante sobre el sionismo es el de S. Avineri, La idea sionista, Jerusalén, 1983. Las obras clásicas sobre el sionismo siguen siendo las de W.

Laqueur, Histoire du Sionisme, París, 1973 y la de D. Vital, The Origins of Zionism, Oxford, 1975. Dos visiones crí-

ticas sobre el sionismo pero

en

absoluto marcadas por el

antisemitismo

en

N.

se

encuentran

Weinstock, Le sionisme

Israel, París, 1969 (el autor es un judío de izquierdas pero no sionista) y en la muy sugerente de Lenni Brenner, Zionism in the Age of the Dictators, Illinois, 1983. Sobre contre

Herzl presentan

un

interés

especial las obras de

A. Chou-

raqui, Theodor Herzl, París, 1960; J. de Haas, Theodor Herzl, 2 vols., Chicago, 1927; y Ernst Pawel, The Labyrinth of Exile: A of Theodor Herzl, Nueva York, 1989.

Life

395

LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO TRABAJADOR Y EXPLOTADO

Antes de la revolución

Al iniciarse el siglo xx, Rusia era la primera potencia territorial del planeta. Fruto de un proceso de expansión territorial que se había iniciado en el siglo xv y que desde en-

había

interrumpido,

imperio, a semejanza del español de antaño, nunca se ponía el sol. De manera similar, el país había experimentado desde finales del siglo x1x un extraordinario crecimiento social dirigido tonces

no

se

en

su

buena medida desde instancias estatales y financiado con capital extranjero. Pese a todo, el sistema político ruso era una autocracia de difícil paralelismo con otros sistemas europeos. La aparición de una burguesía económica y, sobre todo, la existencia de una clase media cultivada (la denominada intelliguentsia) pusieron rápidamente en cuestión el sistema existente e insistieron en su adaptación hacia un parlamentarismo similar al inglés. Aunque en Ruen

sia existieron era

algunos

grupos marxistas,

mínima y la mayor parte de la

su

oposición

importancia a

la

autocra-

giraba en torno a los liberales del partido kadet y a los populistas revolucionarios, que no dudaron en algunos pe-

cia

ríodos

optar por la vía del terrorismo directo. La muerte de Alejandro II (el zar que había decretado la abolición de la servidumbre) a consecuencia de un atentado terrorista precipitó una reacción autocrática durante los reinados de sus sucesores Alejandro III y Nicolás II. Este proceso sólo se quebró en 1905 cuando, con ocasión de las derrotas rusas en la guerra contra el Japón y de una revolución, el zar se vio obligado a aceptar la constitución de un parlamento denominado Duma. La en

397

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Nicolás II nunca dejó de ser un paso dado en contra de su voluntad y cuando se produjo cl estallido de la primera guerra mundial en el verano de 1914, la Duma hacía tiempo que carecía de la más mínima importancia. Por otro lado, y al igual que había sucedido en otros países, la oposición decidió apoyar al Estado en su lucha contra el enemigo. La única excepción la constituyó Lenin, el dirigente de un minúsculo partido conocido concesión del

como

zar

bolcheviques.

Inicialmente, los ejércitos

rusos

lograron algunos

avan-

al cabo de pocas semanas sufrieron dos desastrosas derrotas en Tannenberg y los Lagos Masurianos. En realidad, aquello sólo fue el inicio de una serie de reveses

ces, pero

millones de rusos y que, a principios de 1917, habían colocado a la dinastía al borde del abismo, hasta el punto de que algunos de sus miembros intentaron salvarla impulsando al zar a abdicar. Si finalmente éste dio que costaron la vida

a

tal paso se debió no a las presiones familiares sino al estallido de la denominada revolución de febrero. Con ella, desaparecía una dinastía secular y Rusia conocía por primera vez

La

la experiencia democrática.

primera democracia

La revolución de febrero

rusa

constituyó

uno

de los

escasos ava-

revolucionarios que, como los experimentados por España en 1868 y todavía más en 1931, transcurrió casi sin derramamiento de sangre. Mientras la institución del soviet o consejo se iba estableciendo no sólo en Petrogrado, la capital, sino en otras ciudades, en el campo, la ausencia de mano de obra y la facilidad de arrendamiento estaban tares

proporcionando unos beneficios al campesinado prácticamente sin precedentes. El 5 de marzo, el soviet de Petrogrado ordenó el regreso al trabajo y cinco días después llegó a un acuerdo con la Sociedad de fabricantes y propietarios de fábricas para limitar la jornada laboral a ocho horas y establecer juntas de arbitraje con el fin de solventar los conflictos entre patronos y obreros. 398

LA

DECLARACIÓN

DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO

TRABAJADOR...

El 19 de marzo, el Gobierno provisional (que no sólo descaba implantar una democracia formal sino llevar a cabo importantes reformas sociales) anunció que se iba a realizar la reforma agraria, cuya regulación derivaría de una Asamblea Constituyente. En las siguientes semanas, al Gobierno provisional se debió la concesión de una amnistía, la abolición de la pena de muerte y de exilio, la eliminación de la discriminación por razones de clase o religión, la separación de Iglesia y Estado, la implantación de una absoluta libertad de pensamiento, prensa, asociación y culto (sin excluir a los soldados en filas), la creación de una judicatura independiente, la institución del jurado para todo tipo de delitos, la revisión del código de justicia militar, la jornada de ocho horas, el arbitraje laboral y el autogobierno campesino. En paralelo, el Gobierno provisional estableció un Consejo Especial, cuya finalidad era preparar la ley electoral para las elecciones a la Asamblea, que elaboraría una nueva Constitución, y dio los primeros pasos para llegar a una tregua en el conflicto que concluyera con una paz justa sin anexiones ni indemnizaciones. De esta manera, en un período de dos meses, había llevado a cabo una labor realmente extraordinaria que, incluso contemplada con varias décadas de distancia, produce una profunda impresión. Sin embargo, esa labor iba a verse muy pronto sometida a una subversión cuya finalidad era aniquilarla y sustituirla por una férrea dictadura.

La democracia sitiada

El estallido de la revolución rusa que Lenin en el extranjero. Desde

sorprendió al bolchevi-

cómodo exilio suizo no había podido prever lo que iba a suceder en Rusia temió que el proceso podría concluir sin su intervención. Como ha puesto de manifiesto la reciente desclasificación de documentos secretos, Lenin llevaba trabajando a sueldo de Alemania desde hacía años y ahora esa circunstancia le iba a resultar providencial. Deseosos de librarse de un adversario como era Rusia, los agentes del kaiser decidieron su

y

399

LOS TEXTOS QUE CAMBIARON LA HISTORIA

facilitar la repatriación de Lenin y

otros

bolcheviques.

A

diez de la tarde del 27 de marzo (9 de abril de 1917), un tren que llevaba a Lenin y a otros diecinueve compañeros de partido partió de Zúrich con destino a Petrogrado donde llegó el 3 (16) de abril. Su llegada significó un revulsivo en primer lugar para los bolcheviques. Éstos abogaban por continuar la guerra contra Alemania, ya que eran conscientes de que un abanlas

tres y

dono de la lucha se traduciría en una invasión y en cuantiosas pérdidas territoriales. Lenin, sin embargo, captó que la cuestión de la guerra podía ser esencial para alterar el

orden de fuerzas, sobre todo teniendo en cuenta que Rusia había perdido ya siete millones de personas entre muertos, heridos, prisioneros y desaparecidos. En su opinión, había dellevar a cabo una que dislocara el sistema que

mocrático y que

agitación permitiera el paso del poder a unos soviets los bolcheviques. Inicialmente, las tesis de

controlados por Lenin fueron derrotadas

sendas votaciones en Petrogrado y Moscú, pero tal actitud duró poco. A finales de abril, el congreso nacional del partido bolchevique aprobó por aplastante mayoría un conjunto de resoluciones contrarias el poal Gobierno provisional y favorables a transferir todo der a los soviets. ser inteligente Aunque la táctica de Lenin demostraría Los soviets, dirigidos en sus inicios, sólo cosechó fracasos. los mencheviques y los eseristas, no estaban dispuestos por

a

en

por los bolcheviques y comprendían faabandono sin más de la guerra sólo serviría para

dejarse controlar

que

un

cilitar

una

mavera se

a

lo largo de la priinvasión alemana. Cuando sucedieron las distintas crisis gubernamentales

se vio obligado a permanecer y el Gobierno provisional la guerra, la respuesta de los soviets fue seguir apoyándolo la revolución como única garantía de que las conquistas de al se mantendrían. Pese al enorme desgaste de la situación, el I Congreso de diputados de los camcelebrarse en

en

mayo

pesinos,

entre

mencheviques

y

bolcheviques sólo alcanza-

la cifra de 103 representantes sobre un total de 1 100 y solen el I Congreso de soviets de diputados de obreros dados, los 105 bolcheviques eran una minúscula minoría ron

y

400

LA

DECLARACIÓN

Irente

a

DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO

mencheviques

los 533

lucionarios). Esta proporción irrisoria además cuando

TRABAJADOR...

y eseristas (socialistas revose convertía en totalmente

analizaba desde una perspectiya que los bolcheviques sólo contaban con Petrogrado, Moscú, los Urales, el Donetz y se

geográfica, algún peso en las zonas petrolíferas va

del Cáucaso. A mediados de junio de 1917, el Gobierno provisional dio inicio a la denominada ofensiva de verano encaminada a aliviar la presión alemana sobre los aliados occidentales. El nuevo intento fracasó y en el mes de julio un grupo de

soldados irrumpió

el Soviet de Petrogrado para instarle a que derribara al Gobierno provisional y tomara el poder. Durante tres jornadas (que serían conocidos como los Días de julio), los bolcheviques intentaron controlar un estallido revolucionario que, como muy bien comprendió Lenin, podía significar su final precisamente a causa de su carácter prematuro. En

El Gobierno

en

realidad, faltó

provisional

sacó

muy poco para que así fuera. a

la luz

un

conjunto de docu-

ponían de manifiesto la financiación que los bolcheviques recibían de Alemania, y Lenin y otros dirigenmentos que

tes tuvieron que

ocultarse para evitar una posible detención como traidores al servicio de una potencia extranjera y enemiga. Durante los tres meses y medio siguientes, Lenin se mantuvo escondido e incluso volvió a abandonar el país. Durante el tiempo que estuvo en Finlandia, compartió con Zinóviev la impresión de que las posibilidades de controlar la revolución se habían esfumado. Sin embargo, los acontecimientos iban a desarrollarse de una manera muy distinta. El Gobierno provisional sufrió una nueva crisis y emergió de ella con una composición de once socialistas y ocho

socialistas. En

deseo de afianzar una democracia progresivamente sitiada, fijaron las elecciones a la Asamblea Constituyente para el 12 de noviembre. Su apertura formal debía celebrarse el 28 del mismo mes. Ni los contrarrevolucionarios ni los bolcheviques podían permitir que se produjeran estas elecciones y que se consolidara la democracia. Por lo tanto, decidieron actuar de manera inmediata para derribar al Gobierno provisional e implantar la dictadura. no

un

401

LOS TEXTOS

a

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

En agosto, se celebró una Conferencia de Estado previa la constitución de la Asamblea Constituyente. Posible-

mente, la intervención que obtuvo

un

mayor

eco

fue la del

general Kornilov, un héroe de guerra, que insistió en que se implantara la disciplina militar en un frente que se estaba desmoronando día a día. El temor a que este personaje pudiera aglutinar la reacción de derechas llevó al socialista Kérensky, presidente del Gobierno en aquel entonces, a deponerlo el 26 de agosto. Aquella respuesta enérgica no consolidó, sin embargo, al Gobierno provisional y, en realidad, proporcionó un nuevo aliento a los bolcheviques. En septiembre, Lenin concluyó un libro titulado El estado y la revolución, donde detendía la destrucción de la democra-

parlamentaria y su sustitución por la dictadura revoltcionaria del proletariado. Con todo, el soviet seguía apovando al Gobierno y, poco después de la destitución de cia

manifestó favorable a la continuidad del Gobierno provisional de coalición. El 25 de septiembre, Kérenskv procedió nuevamente a remodelarlo con eseristas

Kornilov,

se

(socialistas revolucionarios) moderados, mencheviques, kadetes, socialistas sin afiliación e incluso personas sin pertenencia a ningún partido. En términos generales, puede decirse que aquel Gobierno incluía representantes de todos los partidos democráticos y, por supuesto, excluía a los partidarios de ir hacia una dictadura de derechas o de izquierdas, como era el caso de los bolcheviques. Pese a todo, la situación que atravesaba Rusia en aquellos momentos era todo menos favorable. El ejército se dede diez millones de soldados, el Estado apenas contaba con recursos para malalimentar a siete), el pan escaseaba en las ciudades, en el campo co-

sintegraba

en masa

(de

cerca

de destrucción anárquicos e incluso se desencadenaron pogromos, donde los judíos eran convertidos en chivos expiatorios de la desesperación popular. La última esperanza de no acabar en un golpe seguido por una guerra civil era la celebración de las elecciones a la Asamblea Constituyente. Si la situación mejoraba, los bolcheviques perderían su última posibilidad. Esta circunstancia impulsó a Lenin a dar un paso decisivo. El 13 menzaron a

402

producirse

actos

LA

DECLARACIÓN

TRABAJADOR...

DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO

de

septiembre, pidió al Comité central bolchevique que ciara los preparativos para una insurrección armada.

El

ini-

golpe bolchevique consideque la propuesta de Lenin tuviera posibilidades de

Los miembros del Comité central raron

bolchevique

no

éxito. Zinóviev y Kámeñev se oponían especialmente, porque el partido bolchevique carecía del apoyo de la mayoría del pueblo y creían que si daba ese paso y fracasaba podía

significar

no

el de la revolución. Por

deraban que

aquélla

bolcheviques sino incluso el contrario, Lenin y Trotsky consi-

sólo el final de los no se

volvería

a

presentar

una

y que sólo habría que actuar de

minoría

bolchevique pudiera imponer

su

ocasión

manera

criterio

como

que la a

una

inmensa mayoría que le era contraria. En opinión de Trotsky, el momento ideal para el golpe sería el de la reunión del II Congreso de los soviets, ya que permitiría enmascararlo como una acción de todos los soviets. Sólo tras afirmar Lenin que dimitiría si no se aceptaba su punto de vista, el 10 de octubre el Comité central aceptó preparar el

golpe.

|

El mayor

problema que se les presentaba a los bolcheviques en Petrogrado residía en el hecho de que la guarnición era partidaria del Gobierno provisional o del soviet pero no de Lenin. Si se deseaba lograr su apoyo, había que engañarlos con cierta habilidad y esta vez la suerte vino en ayuda de los bolcheviques. A inicios de octubre, los alemanes se apoderaron de algunas islas rusas situadas en el golfo de Riga. En respuesta, el 9 de ese mismo mes los mencheviques del Soviet de Petrogrado propusieron la creación de

tegiera y

Comité de Defensa Revolucionaria que prola ciudad. Los bolcheviques apoyaron la propuesta

lograron

en

un

que el Comité

ejecutivo del Soviet

comité militar revolucionario. A

dían

convirtiera

alturas pocos po-

que los bolcheviques preparaban un golpe. Pero mientras que algunos mencheviques y eseristas les ofrecieron asumir parte de su programa a cambio de

dejar

de

esas

se

ver

403

LOS TEXTOS

que

no

QUE CAMBIARON LA

lo dieran,

Kérensky esperó

poderlos suprimir Tanto

unos como

de

posiciones.

sus

HISTORIA

a

que lo hicieran para

más facilidad y de forma definitiva. otros comprobarían pronto lo erróneo

con

Trotsky difundía el rumor, totalmente falso, de que la guarnición de Petrogrado iba a ser enviada al frente y Lenin cursaba órdenes a los marinos bolcheviques Mientras

del acorazado Avrora para que difundieran la noticia (igualmente falaz) de que la contrarrevolución había desencadenado una ofensiva, las tropas fueron quedando separadas de sus mandos naturales en la noche del 21 al 22 de octubre. se

Kérensky sólo reaccionó el día 24 e incluso entonces no atrevió a proceder al arresto del comité. Aquella misma

noche, las tropas (convencidas de que estaban combatiendo a la reacción) y la Guardia Roja, formada por obreros industriales, entraron en acción. Por la mañana, casi sin derramamiento de sangre, todos los puntos estratégicos de la ciudad estaban en sus manos y en algunos el cambio se había producido como si fuera solamente un relevo de la guardia. El único edificio que no cayó de inmediato en sus manos fue el Palacio de Invierno. La película Octubre de Eisenstein ha transmitido la

que

un

épico asalto

realidad, nunca se produjo. Lo cierto sólo cuando las mujeres, los inválidos y los ciclistas

bolchevique es

imagen de

que,

pensando que Kérensky haciudad, pudieron apoderarse de él los bol-

que lo defendían

bía huido de la

en

se

retiraron

refiere a los ministros, se entregaron tras ordenar a algunas unidades de cadetes que no resistieran, evitando así el derramamiento de sangre. Para la mayoría de los rusos los acontecimientos sólo habían

cheviques.

significado

Por lo que

una

se

crisis más de Gobierno.

Vista la facilidad

con

bolcheviques habían lohabría podido pensar que

que los

triunfar en Petrogrado se su éxito estaba asegurado. En realidad, la situación distaba mucho de ser así. En la noche del 25 al 26 de octubre, se celebró la apertura del II Congreso de los Soviets, pero éste no se manifestó dispuesto a ceder ante los bolcheviques. La totalidad de los mencheviques y el ala moderada de los

grado

404

LA

DECLARACIÓN

DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO

TRABAJADOR...

resolución en que manifestaban su repulsa más absoluta contra el golpe bolchevique y a continuación abandonaron la sala. En los momentos siguientes, los mencheviques, los eseristas moderados, algunos sindicatos y algunos miembros del Consejo de la República formaron un Comité con la finalidad de salvar la revolución y evitar la imposición de una dictadura. Sin embargo, los bolcheviques habían llegado al poder y no estaban eseristas

leyeron

dispuestos

a

una

dejarse desplazar.

El contexto Los pasos inmediatos dados por Lenin se dirigieron de manera directa a afianzar la incipiente dictadura. En primer

lugar,

Gobierno (denominado Consejo de Comisarios del Pueblo) compuesto por bolcheviques. El 20 de diciembre, ordenó a un bolchevique polaco llamado Félix Dzershinsky que constituyera una policía secreta (la famosa Cheka) cuyos métodos pronto se harían trágicamente famosos. La Cheka constituiría un instrumento de terror temible y apenas a unas semanas de su constitución estaba realizando fusilamientos en masa de civiles cuyo único delito era en no pocas ocasiones el tratar de huir del gobierno

creó

un

bolchevique.

La articulación de este formidable instrumento de tetTOr, el abandono del II Congreso de los Soviets por parte

de la oposición y, sobre todo, el colapso del Gobierno provisional infundieron en los bolcheviques la convicción de que el poder estaba firmemente sujeto en sus manos y que podrían celebrar las elecciones a la Asamblea Constituyente con garantías de mantenerse en el poder. Los resultados, obtenidos por los bolcheviques fueron, sin embargo, considerablemente desalentadores. En la mayoría de los distritos electorales, la votación se celebró el 25 de noviembre, aunque en algunos casos se retrasó a los días 1 y 7 de diciembre. De un total de 41 686 000 votos emitidos, los bolcheviques sólo consiguieron 9 844 000, es decir, algo menos del 24%, mientras que los eseristas lograron 17 940 000; 405

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

los socialistas ucranianos, aliados a ellos, 4 957 000; los kadetes, 1 986 000; los mencheviques, 1 248 000 y los musuly otras minorías étnicas, 3 300 000. En número de diputados, los eseristas obtuvieron 370 de los 707 totales y manes

lograron

la mayoría absoluta; los eseristas de izquierda, favorables a un acuerdo con Lenin, 40; los bolcheviques, 175; los kadetes, 17; los mencheviques, 16; v las minorías étnicas, 89. Como señalaría muy acertadamente D. Shub, el

pueblo

las elecciones más libres de su historia, votó por el socialismo democrático moderado contra Lenin y la ruso, en

burguesía. Aquellos

resultados situaban a los bolcheviques en una situación muy delicada. Por un lado, su origen democrático era innegable, por lo que resultaba muy difícil su desacreditación; por otro, habían dejado de manifiesto que su peso político era insuficiente para reclamar el Gobierno del país. La reacción de Lenin fue la de no permitir que la Asamblea llegara a desempeñar sus funciones pero, al mismo tiempo, poniendo cuidado en que esto se hiciera de tal manera que, como en el golpe de octubre, lo que era un ataque contra la democracia quedara disfrazado so capa de medidas populares. La Declaración de los derechos del

pueblo trabajador y explotado desempeñaría un papel excepcional en esa trama encaminada a aniquilar definitivamente

la democracia

rusa

y sustituirla por

una

dictadura

bolchevique.

La

apertura de la Asamblea Constituyente

La fecha de apertura de la Asamblea quedó fijada para el 18 de enero de 1918. Lenin había decidido que ésta nunca

debería celebrarse y, a la vez, era consciente de que en una ciudad como Petrogrado, donde sólo el 15 % había votado a los bolcheviques, el único recurso decisivo al que podía recurrir era la fuerza armada. Los

mencheviques

y los eseristas decidieron celebrar la

apertura de la Asamblea mediante ca y pacífica que llegaría hasta el 406

manifestación cívipalacio Táuride. Como

una

LA

DECLARACIÓN

DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO

TRABAJADOR...

respuesta, los bolcheviques difundieron el rumor de que se trataba de una manifestación burguesa, distribuyeron por la ciudad unidades de tiradores letones, marinos de Kronstadt y guardias rojos, y ordenaron que fondearan en el Neva algunos cruceros y submarinos. Mientras la manifes-

desplazaba por una de las calles que concluía en el palacio Táuride, las unidades mandadas por los bolcheviques dispararon sobre ella sin ninguna advertentación cívica

se

previa. El resultado fue

cia

un centenar

de muertos y heri-

los que no faltaron ancianos y mujeres. Ni siguiera el derramamiento de sangre impidió la apertura de la Asamblea que, finalmente, se llevó a cabo a las cuatro de la tarde. A pesar de lo acontecido por la ma-

dos

entre

ñana, la mayoría socialista se negó a dejarse amedrentar y ocupó sus escaños. Sin embargo, cuando, de acuerdo con la costumbre, el diputado de mayor edad, el antiguo eserista Shvetzov, se disponía a tomar la palabra en la tribu-

impidieron. En medio de un coro de voces contrariadas por aquel comportamiento dictatorial, el bolchevique Sverdlov se lanzó sobre Shvetzov, lo expulsó de la tribuna de un empujón y declaró que el Comité Ejecutivo Central del Soviet de Diputados de obreros, solna,

los

bolcheviques

se

lo

dados y campesinos le había comisionado para abrir la sesión de la Asamblea Constituyente. Se trataba de un texto redactado por Lenin, Stalin y Bujarin: la Declaración de los derechos del pueblo trabajador y explotado.

La Declaración

El

leído por Sverdlov constituyó un paradigma de lo que iba a significar la captación del poder por parte de los comunistas y cómo se traduciría en la identificación automática de las decisiones del partido con los intereses del pueblo, la desaparición de sectores enteros de la población y la liquidación de la democracia. No deja de ser significativo al respecto que el texto comience señalando que la Asamblea Constituyente (cuya texto

apertura

se

intentó

impedir

con

el derramamiento de

san-

407

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

gre inocente y cuya celebración

cia) proclama la República el

poder

a

la violende los soviets y el paso de todo se

impidió

con

éstos:

La Asamblea

Constituyente decreta: 1. 1. Queda proclamada en Rusia la República de los Soviets de diputados obreros, soldados y campesinos. Todo el poder, tanto en el centro como en las localidades, pertenece a los mencionados Soviets. 2. La

Repiíblica

Soviética de Rusia

base de la unión libre de naciones libres Repiíblicas Soviéticas nacionales. Tras esta

afirmación,

que

no

se

se

instituye sobre la

como

Federación de

correspondía

con

la

realidad pero que además iba en contra de la voluntad expresada en las urnas, la Declaración señala una serie de finalidades, entre las que se encuentra la desaparición de la explotación, la instauración de una organización socialista de la sociedad y el triunfo del socialismo en otros países, pero de las que se hallan ausentes, por ejemplo, el respeto las libertades decretadas por el Gobierno provisional 0 a la voluntad popular expresada democráticamente. Los fia

perseguidos por los bolcheviques se conseguirían estatalizando la propiedad (algo muy distinto del reparto de tierras esperado por los campesinos), eliminando a sectores enteros de la población y creando un ejército con un contenido ideológico concreto: nes

1. Habiéndose señalado

como

misión esencial abolir

explotación del hombre por el hombre, suprimir por completo la división de la sociedad en clases, sofocar de manera implacable la resistencia de los explotadores, instaurar una organización socialista de la sociedad y hacer triunfar el socialismo en todos los países, la Asamblea Constituyente toda

decreta, además: 2. Queda abolida la propiedad privada de la tierra. Se declara patrimonio de todo el pueblo trabajador toda la tierra, con todos los edificios, ganado de labor, aperos de labranza y demás accesorios 408

agrícolas.

LA

DECLARACIÓN

3. Se

DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO

TRABAJADOR...

soviética sobre el control, obrera y del de la Economía Nacional, con objeto de

ratifica la ley

Consejo Superior

poder del pueblo trabajador sobre los explotadores y como primera medida para que las fábricas, talleres, minas, ferrocarriles y demás medios de producción y de transporte pasen por completo a ser propiedad del Estado

asegurar el

obrero y campesino. 4. Se ratifica el paso de todos los bancos a propiedad del Estado obrero y campesino, como una de las condiciones de la emancipación de las masas trabajadoras del yugo del ca-

pital. trabajo general obligatorio, con la finalidad de acabar con los sectores parasitarios de la sociedad. 6. Se decreta el armamento de los trabajadores, la constitución de un Ejército Rojo socialista de obreros y campesinos y el desarme completo de las clases propietarias, con la finalidad de asegurar la totalidad del poder de las masas obreras y eliminar cualquier posibilidad de restauración del poder de los explotadores. 5. Se establece el

lugar, la

Declaración ponía de manifiesto su deseo de obtener, cueste lo que cueste, por procedimientos revolucionarios, una paz democrática entre los pueblos, sin anexiones ni indemnizaciones, sobre la base de la libre aiitodeterminación de las naciones y aprobaba la política del Consejo de Comisarios del Pueblo, que ha proclamado la En tercer

completa independencia de Finlandia, ha empezado a

retirar

las tropas de Persia y ha anunciado la libertad de autodeterminación de Armenia. Finalmente, el texto indicaba que el tiempo de la democracia había concluido. Nunca volvería a haber unas elecciones y el res

como

aquellas de las

poder pasaría que,

en

a unos

realidad,

que había nacido la asamblea

órganos supuestamente popula-

ya habían comenzado

a

controlar los

bolcheviques:

Elegida sobre la base de las candidaturas de partidos confeccionadas antes de la Revolución de Octubre, cuando el pueblo todavía era incapaz de levantarse totalmente contra 409

LOS TEXTOS

los

QUE

explotadores

CAMBIARON LA HISTORIA

fuerza de la resistencia de privilegios de clase ni había

ni conocía toda la

la hora de defender sus iniciado en la práctica la creación de la sociedad socialista, la Asamblea Constituyente consideraría acentuadamente equivocado, incluso desde un punto de vista formal, enfrentarse al poder de los Soviets. Fundamentalmente, la Asamblea Constituyente considera que hoy, en el momento de la lucha final del pueblo contra sus explotadores, no puede haber sitio para éstos en ninguno de los órganos de poder. El poder tiene que pertenecer de manera total y exclusiva a las masas trabajadoras y a sus representantes legítimos: los Soviets de diputados obreros, soldados y campesinos. Al apoyar el Poder de los Soviets y los decretos del Consejo de Comisarios del Pueblo, la Asamblea Constituyente constdera que sus funciones no pueden sobrepasar el establecimiento de las bases esenciales de la transformación socialista de la sociedad (...) la Asamblea Constituyente limita su misión a señalar las bases fundamentales de la Federación éstos

de

a

Repúblicas

Soviéticas de Rusia

(...)

resulta extraño que cuando Sverdlov instó a la Asamblea a que aprobara la Declaración se encontrara con una oposición frontal y mayoritaCon este contenido

no

ria. Por 244 votos contra 151, la Asamblea

eligió

como

pre-

Viktor Chernov, el dirigente eserista, y decidió mantener el ejercicio de las funciones para las que había sido elegida. El discurso inaugural de Chernov insistió en el problema de la tierra ya había quedado resuelto al

sidente

a

que

comunal de los campesinos dispuestos a cultivarla y aptos para hacerlo y señaló que el problema pendiente de mayor gravedad era lograr la firma de una paz sin vencedores ni vencidos sin que se tratara de una paz por separado. Dado el carácter democrático y representativo de la Asamblea, si los soviets la respetaban, Rusia podría conocer la libertad y la paz, pero si no era así, el país se vería arrastrado a la guerra civil. El fracaso experimentado aquella tarde acabó provocando la salida de los bolcheviques de la sesión. Sin empasar

410

a ser

propiedad

LA

DECLARACIÓN

bargo,

DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO

las

TRABAJADOR...

de los guardias rojos, el resto de los diputados continuó reunido. En las horas siguientes, Rusia fue proclamada república federal, se aprobó la entrega de tierras a los campesinos y un programa de paz democrática. Había amanecido ya cuando se levantó la sesión. Al salir, un desconocido se acercó a Chernov para avisarle que los bolcheviques esperaban el paso de su automóvil para asesinarlo. El informante era también bolchevique, pero le repugnaba una acción de ese tipo. Sin embargo, la suerte de la Asamblea Constituyente estaba echada. Cuando al mediodía los diputados intentaron regresar a ella, se encontraron con que los accesos al palacio Táuride estaban cubiertos por fuerzas armadas con ametralladoras y dos piezas de artillería. Aquel mismo 19 de enero de 1918, el Comité de Comisarios del pueblo la declaró disuelta. Los bolcheviques acababan de liguidar la democracia rusa. pese

a

amenazas

La influencia de la Declaración

Como había previsto Chernov, la insistencia de los bolcheviques en implantar su dictadura arrastró a Rusia a una terrible guerra civil. Durante la misma, Lenin y Trotsky pu-

funcionamiento todo tipo de medidas de terror cuya creación, posteriormente, se atribuyó de manera injusta a Stalin. De la detención de meros sospechosos en campos de concentración a los fusilamientos en masa, de las represalias sobre familiares a los asesinatos públicos para sembrar el terror, de la deportación de poblaciones enteras a las unidades que debían disparar sobre sus compañeros para evitar las retiradas, todo fue ideado ya por Lenin y Trotsky. Los documentos desclasificados a partir de los años noventa han dejado de manifiesto que Lenin afirmó vez tras vez ante el asombro de algunos de los eseristas coligados con los bolcheviques que la única manera de mantenerse en el poder era utilizar el terror de masas y que, realmente, fue consecuente con sus planteamientos. Cuando concluyó la guerra civil, el Ejército Rojo había sieron

en

411

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

tenido más de tres cuartos de millón de muertos; el Blanco, algo más de 100 000, un cuarto de millón de campesinos perdió la vida en los distintos alzamientos contra los bolcheviques, más de dos millones de personas perecieron como consecuencia del hambre, el frío, la enfermedad y el

obligados

exiliarse. Para decenas de millones de personas en Rusia, el panorama que se extendería en los años futuros sería de de-

suicidio,

y otros dos millones

portación,

se

vieron

a

tortura, exterminio y muerte.

el modelo expuesto por Lenin en la Declaración estaría llamado a tener un enorme éxito en el futuro. En las siguientes décadas, los comunistas siempre se encontrarían en minoría y jamás ganarían unas elecSin

embargo,

ciones democráticas pero, como su principal mentor, no considerarían que esas circunstancias fueran obstáculo

suficiente para hacerse con el poder. Continuando el patrón de la Declaración, se atribuirían la representatividad del pueblo que los había rechazado en las urnas, liquidarían los sistemas democráticos alegando que los mismos sólo representaban a los opresores, sustituirían los órganos representativos por otros controlados por el partido

comunista, estatalizarían parte de la propiedad y suprimirían todo tipo de libertades en paralelo al exterminio físico de sectores enteros de las diversas poblaciones. Convencidos, siquiera tácitamente, de que sólo el terror podía mantenerlos en el poder, crearían los sistemas policiales más complejos de la historia y las redes de represión más refinadas. Los parlamentos democráticamente elegidos sólo servían para ser disueltos y sustituidos por entes controlados por el partido comunista. De cara al exterior, lo mismo que lograba el terror interno lo conse-

guiría la propaganda. El esquema se repitió ido

colapsándose

en

poco a poco, ha todo el mundo. La razón fundamental vez

tras vez pero,

ha sido ni la sensatez de los intelectuales (que no pocas veces cantaron las loas de personajes como Stalin o Mao, responsables de la muerte de decenas de millones de inono

centes) ni la vigilancia de las democracias (que coquetearon con

412

dictaduras terribles sólo porque el dinero

no

tiene

LA

DECLARACIÓN

DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO

TRABAJADOR...

color)

ni tampoco la presión de potencias como Estados Unidos, que en más de una ocasión fue derrotada en sus

enfrentamientos con el comunismo. La causa fundamental es que el sistema creado por los redactores de la Declaración era inoperante además de perverso y acabó desplomándose por el peso de su propia ineficacia.

Bibliografía La historia de la revolución

rusa

ha sido

objeto

a

lo

largo

de décadas de interesadas deformaciones por parte de los partidarios del comunismo y de sus adversarios. En castellano, la obra más actualizada sobre el tema y que además reproduce algunos documentos clasificados como secretos hasta mediados de los años noventa es C. Vidal Manzanares, La ocasión perdida: historia de las revoluciones rusas de 1917, Barcelona, 1997. De especial interés desde otras perspectivas son: E. H. Carr, The Bolshevik

Revolution, Nueva York, 1985 (un

tanto

oficialista y

cen-

trada en documentación abundante pero limitada); R. Pipes, The Russian Revolution, Nueva York, e ídem, Russia unver Bolshevik Regime, Nueva York, 1995 (ambas excelentes y —aunque su juicio de la oposición rusa es muy áspero— debe señalarse que son muy imparciales y bien

documentadas)

Trotsky, Historia de la revolución rusa, varias ediciones (aunque parcial y tendenciosa, constituye la mejor historia de la revolución desde la perspectiva bolchevique). Las mejores biografías actuales de Lenin y Trotsky son las escritas por Dmitri Volkogonov: Lenin. Moscú, 1994 y Trotsky, Moscú, 1996. En ambos casos, Volkogonov hizo una profusa utilización de fuentes secretas hasta los años y L.

el retrato que emerge de las mismas es veraz aunque no favorable a ninguno de los dos revolucionarios. En relación con el Gobierno provisional y el hombre que lo simbolizó es de especial interés el libro de R. Abraham, Alexander Kerensky: The First Love of the Revolution, Nueva York, 1987. Aunque no todas las conclusiones de la obra noventa y

413

LOS TEXTOS

son

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

afortunadas, los datos aportados

son

muy

intere-

santes.

El texto de la Declaración de los Derechos del pueblo trabajador y explotado de 3 (16) de enero de 191%, se wa tra en Lenin, Sochinenia, t. 35, pp. 221 ss., y ha sido

o"

cido al castellano

14

en

varias ocasiones.

MEIN KAMPF

El testamento de

un

golpista

fallido

El 8 de noviembre de 1923, un antiguo cabo austríaco llamado Adolf Hitler acompañado de otros personajes de la extrema derecha alemana, intentaba en Múnich dar un golpe de Estado que aniquilara la democracia republicana de Weimar para sustituirla por una dictadura de corte nacionalista. El intento estaba mal articulado, carecía de

popular y se saldó con un fracaso total. De forma inmediata (y no muy honrosa), Hitler, que dirigía un pequeño partido denominado nacionalsocialista, se dio a la fuga apoyo

para hurtarse a la acción de la justicia. No tuvo, sin embargo, éxito. El día 11 del mismo mes,

Hitler fue detenido en Uffing junto al Staffelsee. Del 26 de febrero al 1 de marzo de 1924, el golpista fallido fue juzgado por su intento de acabar con la República. Sin embar-

desarrollaron de una manera que no fue del todo desfavorable para él. No sólo logró convertir el tribunal en un foro desde el que exponer sus puntos de vista, sino que además fue condenado (con notable clemencia) a una pena de tan sólo cinco años de prisión y al pago de doscientos marcos oro. Se trataba de una sanción ridícula para alguien que había pretendido acabar con el Estado aun a riesgo de provocar una guerra civil. Pese a todo, a primera vista daba la impresión de que el golpe recibido por el nazismo alemán era de enorme consideración y el mismo Hitler llegó a creer en aquellos momentos que sus días estaban contados. En julio renunció a la dirección del partido nazi (NSDAP), que había sido go, los acontecimientos

prohibido,

y

se

dispuso

se

a

poner por escrito

su

testamento

415

LOS TEXTOS

político,

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

obra que recibiría el título de Mein Kampf

una

(Mi

lucha). Hitler

equivocaba

se

en sus

apreciaciones. El

20 de di-

ciembre de 1924 (mucho antes de que cumpliera la condena que le había sido impuesta) fue puesto en libertad y el 26 de febrero de 1925 refundó el NSDAP. Para entonces, el ex recluso no había renunciado en absoluto a sus tesis políticas, pero había llegado a la conclusión de que un nuevo intento de golpe estaba fuera de lugar y de que sólo podría alcanzar el poder si contaba con el apoyo de un sector importante de la población y recurría a los medios legales. Como parte de la batalla propagandística que iba a librar en los siguientes años, en el mes de julio, apareció publicada la primera parte de Mein Kampf. El 10 diciembre de 1926, se publicó la segunda. Aunque la imagen que Hitler dio de sí mismo y del origen de sus ideas en esta obra está cuidadosamente mutilada y alterada para dar una impresión idealizada y negar las posibles influencias de otros autores, no sucedió lo mismo con la exposición de su programa político. Como hemos

señalado, contaba

en

con

los

momentos en que

vivir mucho

tiempo

y

Hitler lo redactó

pensó

no

que tenía que

forma de un legado ideológico destinado a futuras generaciones de alemanes que lo llevarían a su plena realización. Dado el carácter fundamentalmente sincero de las pretensiones que aparecen en Mein Kampf, no resulta extraño que Hitler, con el paso del tiempo, se arrepintiera de haber

adoptar la

sido

tan

ner,

uno

explícito. de

sus

En este

sentido,

confidentes

en

se

manifestó Otto Wag-

aquellos

Pero si lo que usted dice es verdad, escrito Mein Kampf con anterioridad»,

años:

nunca

debería haber

objeté.

frecuentemente lamento haberlo hecho. Pero aquella época, cuando estaba en Landsberg después del 9 Es cierto. Y

en

de noviembre de 1923 pensé que todo había terminado. Estaba en cautividad. Me habían privado de mi libertad, el partido había sido expropiado, disuelto —todo me parecía terminado, incluso en peor situación que Alemania después de 416

MEIN KAMPE

la Gran Guerra. Escribí Mein Kampf como una especie de informe para el pueblo alemán, principalmente en memoria de los mártires del 9 de noviembre. Lo escribí desde la estrechez de mi celda. Cuando fui liberado, Mein Kampf estaba impreso. Quizá, pensé, serviría para estimular a mis antiguos amigos. ¡Y eso fue lo que verdaderamente sucedió! Así es como pasó. (...) pensé en retirar el libro. Pero era demasiado tarde. Se había difundido por Alemania e incluso en el extranjero, y no dejaba de ser bueno y positivo que asísucediera. Así que dejé las cosas como estaban. El libro incluso me dio una base financiera para reconstruir el partido. Si tuviera que escribirlo hoy, muchas cosas serían diferentes. ¡Claro que hoy ni siquiera lo escribiría! Porque he aprendido de esa experiencia. Por eso me digo a mí mismo: si fuera a comunicar a un senado todos mis

planes y propósitos ra

seguir siendo los

conseguirían del senado (...)

más secretos, secretos

no

ni

siquuie-

De esta manera, el libro (mal escrito, tendencioso y aburrido) se iba a convertir en una obra clara y específica

los objetivos que perseguía Hitler y, de hecho, cambiaría la historia.

en

cuanto a

Mein

de na

Kampf,

la denominada biblia del nazismo, no sólo es obra pésimamente redactada, llena de reiteraciones y

Mein una

Kampf

disgresiones aburridas,

sino que además carece en buemedida de sistematización. En las páginas siguientes

analizaremos su contenido evitando, en la medida de lo posible, las reiteraciones y centrándonos en los aspectos

ideológicos. Éstos pueden

resumirse

en

tres cuestiones

fundamentales. En primer lugar, los conceptos de raza y del nuevo Estado (el estado patriota); en segundo, la visión hitleriana de los judíos, y, finalmente, el conflicto que, según Hitler, debía desatarse entre ambos. No resulta exagerado afirmar que el concepto esencial 417

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

la cosmovisión de Hitler es el de raza. Por ello, la meta fundamental del movimiento que capitaneaba no podía ser la de conservar un Estado ni tampoco la de reformario, sino más bien la de construirlo ex novo sobre la base de la en

raza

aria y de

su

pureza:

debería ser olvidado que el objetivo más elevado de la existencia humana no es la preservación de un estado, y no digamos de un gobierno, sino la preservación de las especies.

(...)

no

(MK 1,3) Partiendo de esa visión racista que tanto recuerda algunos de los principios de Darwin, había llegado a la conclusión de que resultaba irrenunciable la unificación de Alemania y Austria:

Austria debe regresar a la gran patria alemana y no por consideraciones económicas. No y otra vez: incluso si tal unión careciera de importancia desde un punto de vista eco-

nómico; sí, incluso si fuera dañina, no obstante debe lugar. Una sola sangre exige un solo Reich.

tener

(MK 1,1) punto de vista Hitler no dudaba en afirmar, en contra de todo el testimonio de la historia, que la caída del imperio austríaco se había debido a la presencia de otras razas en su seno, algo que había provocado ya De acuerdo

con

este

los años de

juventud:

su

aversión

go

(...) mi repulsión interior hacia el estado de los Habsburcreció enormemente (...)

en

conglomerado de razas que la capital me mostraba, repelido por esta mezcla completa de checos, polacos, húngaros, rutenos, servios y croatas y, por todas partes, el eterno parásito de la humanidad —judíos y más judíos. Me sentía

repelido

La ciudad

gigante

racial.

(MK 1, 3) 418

por el

me

parecía la encarnación del desastre

MEIN KAMPF

Tal cuestión tiene —de nuevo, siguiendo naciones que

aspirar

a

consigan

una un

enorme

paralelo otras

se

porque

darwiniano— sólo las

la pureza de

mantener

sobrevivir y las

importancia raza

pueden

extinguirán merecida-

mente:

Todas las grandes culturas del pasado perecieron sólo porque la raza originalmente creativa pereció por envenenamiento de la sangre. La última causa de tal decadencia fue que olvidaron que toda cultura depende de los hombres y no a la inversa; de aquí que para preservar una cultura concreta tenga que conservarse al hombre que la crea. Esta preservación está vinculada a la rígida ley de la necesidad y al derecho a la victoria de los mejores y más fuertes en este mundo.

Aquellos

que

deseen vivir en

quieren

este

luchen,

vivir que

mundo de

eterna

lucha

y

aquellos

no

que no merecen vivir.

(MK 1,11) aspecto puede verse en el hecho de que afirma que la derrota de Alemania en la primera guerra mundial no se debió a la mítica puñalada por la espalda a la que se referiría tan a menudo en sus discursos, sino a su inferioridad (mejor, a su degeneración) en la lucha: Hasta

no

qué punto Hitler

creía

Desgraciadamente la derrota es una catástrofe inmerecida,

retribución

en

este

militar del pueblo alemán sino el castigo merecido de

eterna.

Nos merecimos más que de sobra esa derrota (...) ¡fueron los alemanes los que colocaron sobre sus cabezas tal desgracia!

(MK 1, 10)

embargo, no sólo se debe ceñir a elementos de aspecto biológico. También cuenta con características cargadas de un contenido Este combate entre

mítico y casi vertirse en el

religioso.

pueblos

y razas, sin

La mezcla de

pecado máximo,

en

razas

pasa así

a con-

la falta suprema: 419

LOS TEXTOS

Una

valor de

vez

QUE CAMBIARON

más

una

nos

raza

LA HISTORIA

—la

no

que

raza

simplemente debe morir, dejando saras o

más duras

Porque dado

o

piedra de toque del pueda pasar la prueba lugar a otras razas más

encontramos con

su

la

más resistentes.

afecta fundamentalmente

que esta cuestión

la descendencia se trata de uno de esos casos en los que con terrible justicia se dice que los pecados de los padres son vengados hasta la décima generación (...) El pecado de la sangre a

y la contaminación de la raza

mundo y el

final de

una

son

el

pecado original

humanidad que

se

rinde

este

en

ante

él.

(MK 1, 10) pasa por alto los aportes la raza verdaderamente supe-

Por supuesto para Hitler

(que

históricos de otras etnias) rior, cuya pureza debe ser mantenida cuyo dominio debe

ser

a

cualquier

impuesto sobre las demás

es

coste y

la aria:

Toda la cultura humana, todos los resultados del arte, de la ciencia, de la tecnología que vemos ante nosotros hoy en día son casi en exclusiva el producto creativo del ario (...) El es el Prometeo de la humanidad de cuya brillante frente la di-

todas las ocasiones (...) Si tuviéramos que dividir la humanidad en tres grupos, los fundadores de cultura, los portadores de cultura y los destructores de cultura, sólo el ario podría ser considerado representante del primer grupo. De él se originan los cimientos y los muros de toda creación humana, y sólo la forma externa y el color son determinados por los rasgos cambiantes de carácter de los distintos pueblos. vina llama del

genio ha brotado

en

(MK 1, 11) Como horrible

bará venciendo

contrapartida

a esa raza

aria —que

aca-

todas las demás porque en ella se refleja de la manera más exacta la mano de Dios (II, 2)—, Hitler presenta a los judíos. Si el ario es el paradigma de lo bueno, de lo hermoso, de lo creativo, el judío constituye el de lo perverso, lo feo, lo parasitario:

420

a

MEIN KAMPTI

contrapartida más poderosa del ario aparece representada por el judío. Apenas en ningún pueblo del mundo se ha La

desarrollado con más fuerza el instinto de conservación que en los llamados elegidos. La mejor prueba de esto es el simple hecho de la supervivencia de esta raza (...) Pero su inteliel resultado de su propio desarrollo sino de la Instrucción visual a través de los extranjeros (...) carece completamente del requisito más esencial para un pueblo de cultura, la actitud idealista.

gencia

no es

(MK 1, 11)

Porque el judío es perverso por que pueda creer o sustentar, Hitler él

sí mismo y no por lo sostiene que la lucha

debe confundirse con un conflicto religioso, como hizo la Iglesia católica durante la Edad Media. Se trata, por el contrario, de una guerra entre razas en la que la superior, la aria, debe eliminar a su auténtica antítesis, la judía:

contra

no

Su vida

(la del judío)

en

el interior de

pueblos sólo consigue crear la

otros

puede aguantar durante algún tiempo si opinión de que no es un pueblo sino una comunidad religlosa, aunque de una clase especial. Y ésta es la primera gran mentira. Para desarrollar su existencia como un parásito sobre otros pueblos, se ve forzado a negar su naturaleza interior. (...) el judío siempre ha sido un pueblo con características raciales definidas y nunca una religión (...) Debido a su propia naturaleza especial y original el judío no puede poseer una

institución

religiosa,

por lo

menos

cualquier forma de idealismo y por eso

porque la creencia

carece en

de

el más

allá le resulta absolutamente extraña (...) (MK 1, 11) Para

imponer

esta cosmovisión

racista, Hitler propug-

la creación de un nuevo Estado al que denomina patriota. Su meta esencial no puede ser otra que la de garantizar que la raza sea el centro de la vida y para ello debe poner en funcionamiento leyes eugenésicas que impidan la posibilina

421

LOS TEXTOS

QUE

dad de que los descendencia:

CAMBIARON LA HISTORIA

no

considerados racialmente aptos tengan

El estado patriota debe hacer todo aquello que los demás han descuidado en este terreno. Tiene que colocar la raza en el centro de toda la vida. Tiene que preocuparse de mante-

nerla pura. Tiene que declarar que el niño es el tesoro más precioso del pueblo. Tiene que ocuparse de que sólo los sanos engendren hijos. Porque sólo hay una desgracia: a pesar de las propias

enfermedades y deficiencias

traer

hijos al mundo.

(MK 2,2) Un estado

patriota debe

por tanto comenzar por elevar el

matrimonio del nivel de contaminación continua de la raza, y otorgarle la consagración de una institución que está lla-

mada a producir imágenes del Señor y no monstruosidades a mitad de camino entre el hombre y el mono. (...) En el estado actual de la ley y el orden a los ojos de sus representantes, esta valiente sociedad nacional-burguesa, la prevención de la facultad procreativa de aquellos que sufren sífilis, tuberculosis, enfermedades hereditarias, de los

inválidos y los cretinos, es un crimen, mientras que la supresión fáctica de la capacidad de procrear en millones de la gente mejor no es contemplada como algo malo y no ofende la moralidad de

esta

sociedad

hipócrita (...)

(MK 2,2)

no

Aquellos que son física y mentalmente insanos e indignos deben perpetuar sus sufrimientos en el cuerpo de sus hi-

jos (...)

oportunidad de procrear por parte de los físicamente degenerados y los mentalmente enfermos, durante un período de tiempo de sólo seiscientos Una prevención de la facultad y la

sólo liberaría a la humanidad de una inmensa desgracia, sino que la conduciría a una recuperación que hoy en día apenas parece concebible (...) el resultado será una raza que al menos habrá eliminado los gérmenes de nuestra decadencia física presente y por lo tanto de la espiritual.

años,

no

(MK 2,2) 422

MEIN KAMPF

Eliminados los considerados inferiores (minusválidos y enfermos mentales), el estado patriota debería poner en funcionamiento un sistema educativo centrado en la mejora de la raza y encaminado a resaltar la diferenciación sexual convirtiendo a los muchachos en soldados y a las jóvenes en madres. En palabras de Hitler, la joven alemana es un stbdito y sólo se convierte en ciudadano cuando se casa:

(El estado) debe educar convierta

en un

la progenie joven para que se eslabón valioso en la cadena de la futura rea

producción. Y

como en

descansa

general la condición previa del logro espiritual

la cualidad racial del material humano, la educación en particular debe considerar y promover en primer lugar la salud física. en

(MK 2, 2) Esta educación

en sus

líneas

generales puede

servir

como

preparación para el futuro servicio militar. El ejército no tendrá que enseñar a los jóvenes (hombres) los fundamentos una

de los manuales más elementales y no tendrá reclutas del tipo actual; no, sólo tendrá que transformar al joven que ya ha recibido una continua preparación física en un soldado. En el estado patriota, por lo tanto, el ejército (...) será la última y superior escuela de la educación patriótica (...) en esta escuela el joven tiene que ser transformado en un hombre (...) Después de la conclusión de su servicio militar, se emitirán dos documentos: el diploma de ciudadano, un documento legal que le permite dedicarse a la actividad pública, y su certificado de salud, confirmando su salud física para el matrimonio.

(MK 2,2)

(...) el estado patriota debe dirigir la educación de la joven

desde el mismo punto de vista. En este caso también el enfasis debe ser colocado sobre el entrenamiento físico (...) La meta de la educación femenina debe ser de manera invariable la futura madre.

(MK 2, 2) 423

LOS TEXTOS

Sin

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

embargo,

el Estado patriota

no

sólo debía poner

en

funcionamiento unas estructuras jurídicas y políticas que preservaran la pureza de la raza aria, impidieran la reproducción de los enfermos y diferenciara a la población en una casta masculina de guerreros y otra femenina de madres. Además, ese Estado debía procurar que se llevara a cabo el aislamiento primero y el exterminio después de la perversa por antonomasia, la judía. De los judíos afirma Hitler en Mein Kampf que

raza

son an-

tialemanes, controladores de la prostitución y la trata de blancas (MK 1,2), seres monstruosos dotados de un cerebro animal y no humano (MK 1, 2), contrarios al principio aristocrático (MK 1,2), favorables a un sistema tan necio y antinatural como la democracia (MK 1, 3), engañadores de las iglesias (MK 1, 3), inspiradores del marxismo (MK |, 4), emboscados en la guerra (MK 1, 7), controladores de las finanzas (MK 1, 7), directores de la revolución de noviembre de 1918 (MK 1, 7), culpables de la derrota en la Gran Guerra (MK 1, 8), responsables de la sífilis (MK 1, 8), 1, corruptores del arte (MK 1, 8), asesinos de Cristo (MK 11), colaboradores de los negros en contra de los blancos (MK 1, 11) e incluso conspiradores con afanes de dominio mundial (MK 1, 11). No hace falta señalar que la visión de Hitler no sólo no correspondía con la realidad, sino que lo único que hacía era crear un arquetipo de la maldad que, masa precisamente por ello, pudiera ser exterminado en

verdaderamente

sin levantar protestas. Sin embargo, lo trágico de la cosmovisión hitleriana era que

concebida,

supuesto, como sable para la resurrección alemana:

era

por

aceptacion la condición indispensu

problema racial y, por habrá una resurrección

Sin el conocimiento más claro del

lo tanto, del problema judío nunca de la nación alemana. La cuestión racial proporciona la clave no sólo de la historia mundial, sino también de toda la cultura humana.

(MK 1,12)

424

MEIN KAMPEF E

Partiendo de esa concepción, Hitler resulta bastante exla concedía a la eliminación plícito sobre importancia que de todos los judíos. Ésta debía anteceder incluso a la creación del estado patriota:

(...) la primera tarea no es la creación de una concepción del estado patriota, sino sobre todo la eliminación de los judíos existentes. Y así frecuentemente en la historia, la dificultad principal reside, no en la forma del nuevo estado de cosas, sino en dar lugar al mismo. (MK 2, 5) Incluso la educación promovida por el Estado debía estar encaminada a mentalizar a las futuras generaciones de la justicia de este planteamiento: de la obra entera de educación y formación del estado patriota debe ser inculcar el sentido racial y el sentimiento racial en el instinto y el intelecto, estando entregados el corazón y el cerebro a ello. Ningún muchacho ni ninguna muchacha debe dejar la escuela sin haber sido llevado a una comprensión última de la necesidad y de la esencia de la pureza racial. La

corona

trataba sólo de privar a los judíos de la ciudadanía o de expulsarlos de determinados terrenos sociales. Se trataba de su exterminio físico. De haberse dado éste, según Hitler, Alemania no habría perdido la primera guerra mundial. El gaseamiento de unos cuantos millares de judíos habría tenido, según él, un efecto salvífico sobre los Obreros alemanes: No

se

Si al principio de la Guerra y durante la Guerra

hubiera arrojado gas venenoso sobre doce o quince mil de estos hebreos corruptores del pueblo como sucedió con centenares de miles de nuestros mejores obreros alemanes en el campo de batalla, el sacrificio de millones en el frente no habría sido en se

vano.

(MK 2, 15) 425

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

sólo anunciaba un nefasto futuro para las libertades alemanas, los enfermos mentales, los inválidos y los judíos. Preconizaba el estallido de una guerra en pro de la expansión de Alemania, que se convertiría en el mayor conflicto de todos los siglos. La base legitimadora se encontraba una vez más en el carácter dar-

embargo,

Sin

Mein

Kampf no

hitleriana que creía en una lucha por la supervivencia de la que sólo la raza aria debería emerger como vencedora:

winiano de la

Una

raza

pulso vital

ideología

más

en su

fuerte expulsará a los débiles porque el imúltima forma, una y otra vez, acabará con

todas las limitaciones de la denominada humanidad de los individuos para reemplazarla por la humanidad de la Naturaleza que destruye a los débiles a fin de entregar su lugar a los

fuertes.

(...) la Naturaleza como tal no ha reservado este suelo para la posesión futura de ninguna nación o raza particular; contrario, este suelo existe para la gente que posee la fuerza para tomarlo y la industria para cultivarlo. La Naturaleza (...) confiere el derecho del amo a su hijo favorito, el más fuerte en el valor y la habilidad.

por el

Obviamente, Hitler

era

consciente de que el intento de

arrebatar el territorio de otro país provocaría un conflicto armado de dimensiones mundiales. Sin embargo, afirmaba que existían distintas legitimaciones para semejante acción bélica. La primera era que el hecho de que Alemania privara a otros pueblos de su tierra sólo podía ser considerado un acto de justicia divina. La segunda era, nuevamente, darwiniana y se definía como la convicción de que la Naturaleza ha establecido la ley del más fuerte y por lo tanto éste debía conquistar cualquier territorio en disputa.

Alemania, por lo tanto, sólo tenía una salida para sus problemas, y ésa no era otra que la guerra de expansión en el continente europeo, una guerra encaminada sobre todo despojar a Rusia de sus territorios:

426

a

MEIN KAMPF

En consecuencia para Alemania la única

posibilidad

de llevar a cabo una política territorial saludable descansa en la adquisición de nuevo territorio en la misma Europa.

deseaba tierra en Europa, podía ser obtenida sólo en la medida deseada a costa de Rusia y esto significaba que el nuevo Reich tiene que caminar de nuevo por la senda de los Caballeros teutónicos de antaño, para obtener gracias a la espada germánica terreno para el arado alemán y pan diario para la nación. Si

se

Para

sólo

lograr

esos

objetivos, Alemania debía aliarse

no

congénere racial (Gran Bretaña) sino también con su correligionaria política (la Italia fascista) y lograr aislar a Francia, la segunda potencia territorial de Europa: con su

El testamento

político

de la nación alemana para gobernar su política exterior debería ser y tiene que ser: nunca tolerar el surgimiento de dos poderes continentales en Europa.

Considerar cualquier intento de organizar una segunda potencia militar en las fronteras alemanas, incluso si eso significara solamente la creación de un estado capaz de tener fuerza militar como un ataque contra Alemania, y en ello ver no sólo el derecho, sino también el deber de emplear todos los medios incluyendo la fuerza armada para prevenir el surgimiento de un estado así o, si ya hubiera surgido, des-

trozarlo (...) Puesto que para esto necesitamos poder, y puesto que Francia, el enemigo mortal de nuestra nación de manera ine-

estrangula y nos priva de nuestra fuerza, tenemos que aceptar cualquier sacrificio cuyas consecuencias están calculadas para contribuir a la aniquilación de los esfuerzos franceses encaminados a la hegemonía en Europa (...) ninguna renuncia puede parecer inaceptable si el resultado final que ofrece es la posibilidad de acabar con tan vil enemigo. xorable,

nos

de Hitler no claramente establecida. Se trataba de La visión

geopolítica

podía crear,

quedar mediante

más

la

427

LOS TENTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA —

darwiniano, un imperio ario construido a expensas de los países del Este. Los aliados indispensables serían los congéneres raciales británicos y los congéneres ideológicos italianos. utilización de

Francia, por

una

su

visión militar-racista de corte

parte,

se

vería reducida

a un

puesto subor-

dinado. En cuanto al resto de los países europeos, quedarían convertidos en meros satélites destinados a proveer a Alemania de

aquello

que

pudiera

necesitar:

protección poderosa de muestro flanco, por un lado, y la garantía completa de nuestros alimentos y materias priLa

el otro, constituirían el constelación de estados. Pero casi más

importante

efecto benéfico

de la

nueva

sería el hecho de que la

nueva

mas, por

liga incluiría estados que en su productividad técnica casi se complementan entre sí en muchos aspectos. Por primera vez, Alemania tendría aliados que

drenarían nuestra economía como parásitos, sino que podrían contribuir y de hecho lo harían a suplir de la manera mayor nuestro armamento no

técnico.

Después de Mein Kampf En buena

medida, los planes y propósitos expuestos por Hitler en Mein Kampf parecían más propios de una utopía (siniestra pero utopía al fin y al cabo) que de un análisis

político

y social que pudiera contar con unas mínimas posibilidades de éxito. Sin embargo, el libro (que, curiosa-

multimillonario a su autor) iba a verse cumplido de manera meticulosa. Nada más llegar al poder, Hitler dejó de manifiesto cuál iba a ser el resultado del conflicto ario-judío. En su discurso de 30 de enero de 1933, afirmó que una nueva guerra mundial (precisamente la que había anunciado en Mein Kampf) concluiría con la aniquilación de la raza judía en Europa. No se trataba de retórica. El 29 de marzo de ese mismo año, el partido nazi constituyó un comité encargado de la defensa contra el horror judío y el boicoteo. Se trataba sólo del inicio. A contimente, convertiría

428

en

MEIN KAMPF

nuación, se expulsó a los judíos de áreas como las escuelas (25 de abril de 1933), la prensa y el arte. Dos años después, en septiembre de 1935, las leyes de Núremberg proscribieel matrimonio y las relaciones sexuales entre arios y judíos, y disolvieron los matrimonios entre ambos. Desde entonces a 1938, los judíos fueron excluidos del funcionariado, de los negocios y del trabajo, obligándoseles incluso a cerrar y liquidar sus negocios por cantidades casi simbólicas. Después del pogromo conocido como la Kristallnacht, los judíos no sólo no fueron indemnizados sino que además se les impuso colectivamente una pesada mullta. ron

embargo,

quedaba por llegar lo peor. El estallido de la segunda guerra mundial puso en manos de los nazis a millones de judíos, que fueron hacinados en gigantescos guetos a la espera de que llegara el momento más oportuno para proceder con ellos según lo indicaba Mein Kampf. La prolongación del conflicto, la entrada en guerra de un país neutral tan importante como Estados Unidos y la invasión de la URSS (que se esperaba concluyera con una rápida victoria) permitió iniciar un proceso en gran escala de asesinatos masivos de judíos. Las fuentes Sin

nazis

aún

muestran, vez tras vez, un ansia por aumentar el número de exterminados a la vez que por reducir el tiempo necesario para llevar a cabo esta tarea. En los guetos morían decenas de miles por hambre, enfermedad y miseria, y de la misma manera los fusilamientos en masa llevados a nos

cabo por los Einsatzgruppen significaban la posibilidad de acelerar el proceso de exterminio asesinando a millares de personas casi diariamente. Pero no era bastante. Finalmente, se recurrió al uso del gas, como se había hecho antes de estallar la guerra, para asesinar a los enfermos mentales. De hecho, buen número de los encargados de utilizarlo para exterminar a los judíos ya habían adquirido experiencia en la eliminación de inválidos y enfermos. Hasta entonces el nazismo no se había diferenciado excesivamente

del

Gulag

o

campos de trabajo esclavo del horror de otros sistemas de muerte a medio plazo. A en sus

partir de entonces, se caracterizó por la creación de un nuevo tipo de campo, el de exterminio, en el que los ejecu429

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

los matarifes, esperarían a las víctimas para eliminarlas al cabo de apenas unas horas de su llegada. Las castraciones, las esterilizaciones, los experimentos médicos, los asesinatos en masa tradujeron así a la realidad los proyectos de Hitler expresados en Mein Kamp(f. El 23 de marzo de 1943, el inspector de estadística del Reichsfuúhrer de las SS, el doctor Korherr, enviaba a Rudi Brandt, tores,

como

el secretario de Himmler, un informe sobre La solución ftnal de la cuestión de los judíos europeos. Sus conclusiones no

podían resultar

más obvias:

poder,

el niimero de judios en Europa era superior a los diez millones. Esa cifra ha descendido a la mitad. El descenso de unos cuatro millones se debe a la influencia alemana.

(...) cuando

se

produjo

en

1933 la toma del

(NO 5192) A más de dos años del final de la guerra, los nazis habían logrado deshacerse de cuatro millones de judíos. De no

haberse

producido

destrozaron al

la serie de ofensivas soviéticas que alemán en el frente del Este y que lo

ejército retroceder, la cifra de judíos asesinados,

obligaron a hoy podemos

que

situar entre los seis y los siete millones de personas, habría sido aún mayor. Sin embargo, nadie podía llamarse a engaño sobre un proyecto que Hitler había anunciado ya en 1923.

el estallido de la guerra mundial. El 14 de octubre de 1933, Alemania abandonó la Conferencia de desarme; en marzo de 1935, Hitler implantó el servicio militar obligatorio, denunció las cláusulas

Algo similar había sucedido

con

militares del tratado de Versalles e inició una política abierta de rearme; en la primavera de 1936, denunció el tratado de Locarno y remilitarizó Renania; en julio del mismo año, prestó ayuda a Franco en su sublevación contra la II República española, etc. No resulta extraño que el

propósito de iniciar una guerra en Europa a los jefes de los tres ejércitos y al ministro de asuntos exteriores (Protocolo Hossbach). El 4 de febrero de 1938, Hitler asumía el mando de los tres ejér5 de noviembre de 1937 anunciara

430

su

MEIN KAMPF

citos. En marzo, invadió Austria y en la primavera cursó órdenes para que se procediera a invadir Checoslovaquia. Si el estallido del conflicto, largamente planeado por Hit-

ler,

se

retrasó entonces

apaciguamiento de

Checoslovaquia

se

debió únicamente

a

la

política

de

Gran Bretaña y Francia, que entrega-

del dictador. Aunque Hitler afirmó, en un alarde de cinismo político, que los Sudetes constituían su última reivindicación territorial en Europa, lo cierto es que sabía que el estallido de la guerra se acercaba. En marzo de 1939, Alemania creó con los restos de Checoslovaquia un Estado satélite que recibió el nombre de protectorado de Bohemia-Moravia, exigió de Polonia la devolución de Dantzig y la construcción de una carretera y un ferrocarril, obligó a Eslovaquia a ron

en manos

colocarse bajo la protección del Reich y a Lituania a entregarle Memel, unció a la España de Franco al Pacto antikomintern y concluyó con Italia la alianza militar denominada Pacto de acero. Finalmente, el 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia. El día 3 del mismo mes, Francia y Gran Bretaña le declararon la guerra. Acababa de empezar la conflagración más espantosa de todos los

tiempos. siguientes, ante el avance imparable de los ejércitos nazis, cayeron Polonia, Dinamarca y Noruega, Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Francia. Así concluyó con un extraordinario éxito la primera fase del programa bélico de Hitler. Se había evitado la guerra en dos frentes, Francia había quedado aniquilada como potencia, Italia En los

meses

había actuado como una fiel aliada y un buen número de naciones estaba situado bajo la explotación nazi. El

siguiente, según

paso

Mein

Kampf, era ampliar el territorio Rusia. Efectivamente, así sucedió.

del

Reich atacando Al mes siguiente de firmado el armisticio con Francia, Hitler anunció al Alto mando de la Wehrmacht su proyecto de atacar a la URSS. Previamente, el Fúhrer intentó llegar

a una

paz,

como

había anunciado

en

Mein

Kampf,

con

Gran Bretaña. Sin embargo, sus argumentos chocaron con la resolución del primer ministro británico, Winston

Churchill,

que contaba

dos Unidos.

con

la entrada

en

guerra de Esta-

431

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

Sólo las derrotas de su aliado italiano en Grecia y África, así como la invasión de Yugoslavia retrasaron unas semanas el ataque nazi contra la URSS. Finalmente, se llevó a cabo el 22 de junio de 1941. Los mandos habían sido instruidos en el sentido de que se trataría de una guerra de exla que no se respetaría ninguna convención militar. Asimismo se habían organizado los Einsatzgruppen, que llevarían a cabo las matanzas masivas de judíos terminio

en

el territorio de la URSS. Hasta finales de 1942, las armas alemanas resultaron imbatidas en todos los frentes y

en

hasta la primavera de 1945 no se produciría su derrota definitiva. Para entonces, habrían muerto más de cincuenta millones de personas, correspondiendo el mayor número de víctimas a eslavos y judíos. Además media Europa quedó sometida al comunismo, se inició el período denominay la misma Alemania fue dividida y perdió una parte de su territorio oriental en favor de Polonia. De todas aquellas catástrofes, sólo la derrota de Alema-

do guerra

fría

habían sido anunciados por Hitler. La visión expresada en su Mein Kampf había cambiado el mundo, pero el resultado había sido mucho peor, más terrible y sangriento, que el del contexto que él nia y el

avance

del comunismo

conoció y que tanto

se

no

esforzó por destruir.

Bibliografía El análisis más completo en castellano del Mein Kampf de Hitler y de sus raíces ideológicas es la obra de C. Vidal, Los incubadores de la serpiente, Madrid, 1997. No existe ninguna edición completa del Mein Kampf en castellano y las que se han publicado hasta la fecha contienen aproximadamente la mitad del texto y siguen la edición publicada en 1938 en Burgos durante la guerra civil española. Un análisis del exterminio judío y de su posterior negación por parte de grupos neonazis con abundante reproducción de ci-

las obras de C. Vidal, El Holocausto, Madrid, 1997, 3. ed. y La revisión del Holocausto, Madrid, 1994. La manera en que estos libros protas

432

documentales

puede hallarse

en

MEIN KAMPF

la reacción de grupos neonazis, que destruyeror ejemplares de los mismos en algunas librerías lleva a pen.

vocaron

sar

que

lograron

su

objetivo fundamental,

que

no era otrc

que difundir la verdad histórica. Sobre Ja cosmovisión de Hitler en otras lenguas, véanse especialmente E. Jáckel

Hitler's World View, Cambridge y Londres, 1981 y G. Stoa. kes, Hitler and the Quest for World Dominion, Nueva York 1986.

433

LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS

Los

orígenes

de las Naciones Unidas

El estallido de la guerra mundial preconizada por Hitler en su Mein Kampf tuvo, entre otras consecuencias, el de que la Humanidad tuviera conciencia de la perentoria necesidad de crear mecanismos que impidieran que el mundo se viera sumergido de nuevo en un desastre de características similares. Antes del estallido de la guerra, había existido un

organismo de

bargo,

ese

tipo, la Sociedad de Naciones. Sin

em-

la

política de los fascismos italiano y alemán —en buena medida, ayudada por los temores y pasividades de

las democracias —

tuvo como

resultado directo el de

eclipse, primero, y el de su final, después. No deja por ello de ser significativo que el primer promiso de establecer cional

una

quedara plasmado

nueva

su

com-

organización interna-

la denominada Carta del Atlántico de 14 de agosto de 1941, un documento en que el presidente norteamericano Roosevelt, cuyo país aún no había entrado en guerra contra Alemania, y el primer ministro británico Churchill se comprometían a crear un sisen

amplio de seguridad general en el que deberían quedar engranadas todas las naciones en el plano económico. En diciembre de 1941, el bombardeo japonés de Pearl tema permanente y más

Harbor provocó la entrada en guerra de Estados Unidos, lo que no sólo alteró el signo del conflicto, sino que además amplió la perspectiva del documento anterior y generó el concepto de Naciones Unidas, acuñado por Roosevelt. Éstas fueron identificadas con los 26 países que combatían en aquellos momentos contra el Eje y que fir435

LOS TEXTOS

maron

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

la Declaración de las Naciones Unidas el 1 de

de 1942. Esta última circunstancia implicaba de encubierta que la nueva organización tenía

ene-

ro

manera una

nada

vocación

de internacionalidad, pero que ese carácter internacional incluiría de manera irrenunciable la división del mundo en áreas de influencia relacionadas con los tres aliados más

importantes

en

la

causa

anti-Eje.

En 1943,

en una

confe-

Moscú, se dieron los primeros pasos para proporcionar su forma definitiva a esta nueva organización y se firmó el 30 de octubre un acuerdo al respecto entre la URSS, Gran Bretaña y Estados Unidos además de rencia celebrada

en

la que se contemplaba no como una gran potencia pero sí como el poder que tendría posibilidad de sustituir en su dominio hegemónico al Japón. En noviembre del mismo año, en la conferencia de Teherán, Roosevelt, Chur-

China,

a

chill y Stalin volvieron a afirmar su voluntad de crear esa organización encaminada a desterrar el azote y el terror de la guerra. En el otoño de 1944, representantes de las cuatro potencias se reunieron en Dumbarton Oaks, en Washington, y aprobaron un borrador de carta de las Naciones Unidas. El método de votación que debería seguir el Consejo de Seguridad se reveló entonces como el mayor problema en la medida en que de éste derivaría la puesta en práctica de las

de influencia que ya habían acordado las potencias. Esta cuestión no quedó resuelta hasta febrero de 1945 cuando Stalin, Roosevelt y Churchill se reunieron por última vez en la conferencia de Yalta y se aceptó la tesis estazonas

linista del derecho al veto en cuestiones esenciales. El 25 de abril de 1945, menos de dos semanas antes del final de la segunda guerra mundial en Europa, se reunieron en San Francisco delegados de cincuenta países. El resultado fue la redacción de una carta que recogía los extre-

bosquejados en Dumbarton Oaks y modificados en Yalta. Su aprobación se llevó a cabo el 25 de junio y su firmos

ratificada por la mayoría de los delegados, entró en vigor el 24 de octubre de 1945. El 10 de diciembre del mismo año, el Congreso de Estados ma,

436

el día

siguiente.

Una

vez

LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS

Unidos cursó una invitación a la ONU para que estableciera su sede en este país. La respuesta fue afirmativa y así, en agosto de 1946, se produjo un establecimiento provisional en Lake Success (Nueva York). A mediados de 1952, se produjo el traslado a su sede definitiva en Manhattan, donde se hallan actualmente la sala de la Asamblea General, el edificio del Secretariado, el edificio de Conferencias y la biblioteca

Dag Hammarskjóld.

Para

entonces, tanto la Carla Organización derivada

aquel

de las Naciones Unidas como de la misma ya habían comenzado ta

a

cambiar la historia.

La Carta de las Naciones Unidas En buena

medida, la Carta de las Naciones Unidas es un documento asentado sobre notables contradicciones, derivadas del deseo de alumbrar una organización internacional con participación democrática de todas las naciones del mundo y, a la vez, de mantener la posición hegemónica de cinco potencias vencedoras de la segunda guerra mundial. Esa circunstancia provoca que exista en primer lugar un espíritu igualitario recogido en el Preámbulo de la Carta y en los Propósitos y principios incluidos en el capítulo primero y, a la vez, un funcionamiento de carácter semihegemónico sometido a las grandes potencias descrito en los capítulos siguientes. Los propósitos pretenden ante todo mantener vas

de

la paz mediante la

adopción

de medidas colecti-

seguridad:

1. Mantener la paz y la esa

seguridad internacionales, y con finalidad: tomar medidas colectivas efectivas para la pre-

vención y la eliminación de las amenazas contra la paz, y la para supresión de actos de agresión o de otras rupturas de

la paz, y solucionar mediante medios pacíficos y de conformidad con la ley internacional las disputas internacionales o las situaciones que pudieran conducir a un quebrantamiento de la paz;

2.

Desarrollar relaciones amistosas entre las naciones basadas en el respeto al principio de los derechos iguales y a 437

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

la autodeterminación de los

apropiadas para

das

3.

pueblos, y a tomar fortalecer la paz universal;

Conseguir la cooperación internacional

ción de

problemas internacionales de

social, cultural

o

humanitario,

otras

en

medi-

la resolu-

carácter económico,

y promover y estimular el

res-

favor de los derechos humanos y de las libertades fundamentales para todos sin distinción de raza, sexo, lengua o religión, y peto

en

4. Ser

naciones

de armonización de las acciones de las la consecución de estos fines comunes.

un

en

centro

El Artículo 2 de la Carta exige que los miembros solventen sus disputas de manera pacífica y que eviten el rela guerra, aunque se insiste en que la Organización intervendrá en los asuntos nacionales de cada país

curso a no

miembros son admitidos a propuesta del Consejo de Seguridad y deben ser aceptados por una mavoría de dos tercios en la Asamblea General. El capítulo II de la Carta establece la existencia de seis órganos principales, que son la Asamblea General, el Con-

miembro. Los

nuevos

sejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Tutela, el Tribunal Internacional de Justicia y el Secretariado

o

(art. 10-22)

Secretaría General. En la Asamblea General

representados todos los Estados constituye el principal organismo deliberativo se

hallan

miembros y de la ONU. Aunque la Asamblea es un órgano democrático que se reúne o bien anualmente en sesiones regulares o bien en sesiones especiales a petición de una mayoría de sus miembros o del Consejo de Seguridad, su carencia de

notable. De hecho, no tiene autoridad para imponer el cumplimiento de sus resoluciones, que no pasan de ser recomendaciones a los Estados miembros. Semejante

poder

es

limitación —realmente esencial— apenas queda paliada por el hecho de que la Asamblea pueda establecer agencias y programas encargados de traducir sus recomendaciones la práctica. Una situación muy distinta es la que la Carta contempla para el Consejo de Seguridad (arts. 23-32). A diferencia de la Asamblea, este órgano se encuentra reunido en sesión a

438

LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS

permanente y, por

su

propia naturaleza, constituye la

ins-

encargada de mantener la paz. Su constitución, sin embargo, no fue concebida como democrática sino como hegemónica. Así, de sus 15 miembros, un tercio son fijos y con derecho a vetar las resoluciones aprobadas por titución

la mayoría. Esos cinco miembros no son otros que las grandes potencias vencedoras de la segunda guerra mundial: China, Francia, Gran Bretaña, la URSS y los Estados Unidos. Los dos tercios elegidos lo son por dos años y renovables en su mitad anualmente. El Consejo Económico y Social (ECOSOC) (arts. 61-72) se reúne una vez al año y cuenta con 54 miembros. Éstos ejercen un mandato trianual y son renovados anualmente por tercios por la Asamblea General. Las funciones del ECOSOC son de tipo económico y social, como indica su nombre, y colaboran con él agencias como la OMS, la UNESCO, la FAO y la OIT que, en la práctica, disfrutan de una autonomía considerable. El Consejo de Tutela (arts. 75-91) aparece en la Carta como el órgano que debía supervisar la situación de once territorios sometidos a control colonial que se encontraban en régimen de fideicomiso en 1945. La emancipación total de estos territorios comenzó ya en la misma década en que se fundó la Organización de las Naciones Unidas, pero no concluyó hasta 1994, cuando el archipiélago de las Palau accedió a la independencia. El Tribunal Internacional de Justicia (arts. 92-96) tiene,

siguiendo una tradición anterior a la guerra, su sede en La Haya (Holanda), y constituye el organismo judicial, y tam-

bién consultivo, de la organización. Está compuesto por quince jueces elegidos por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad por un mandato de nueve años. Finalmente el Secretariado general (arts. 97-101) es un organismo concebido al servicio de los demás pertenecientes a la ONU como ejecutor de las decisiones de los mismos. Al frente del Secretariado se encuentra el secretario general, que es nombrado por la Asamblea General pero

siguiendo

ridad.

una

recomendación del Consejo de Segu-

439

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

Después de la

LA HISTORIA

Carta

La existencia de la ONU ha sido

objeto

de ataques desde el

fundación. Se ha insistido en su escaso poder operativo para llevar a cabo los objetivos que los artículos 33 a 38 de la Carta atribuyen al Consejo de Seguridad y que inicio de

su

la resolución de los conflictos internacionales por medios pacíficos, como las negociaciones, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje v la vía legal. Resulta obvio que la existencia de la ONU no

pueden

resumirse

en

el final de las guerras y que incluso éstas han sido, y son, más numerosas ahora que en 1945. Con todo, no debería afirmarse que la Carta haya sido un documento totalmente estéril. De hecho, puede decirse que ha cambiado la historia de manera decisiva al menos en cuatro aspectos: la determinación de la hegemonía compartida, la intervención en determinados conflictos para lograr su detención o su extensión, la descolonización y la ayuda ha

significado

internacional. obvio que la ONU proporcionó, sobre todo a los dos grandes vencedores de la segunda guerra mundial, un escenario desde el que hacer presente el nuevo orden mundial emergido del conflicto pero también un medio para que sus diferencias no pasaran del enfrentaEn

primer lugar,

es

diplomático. El mecanismo del veto proporcionó, en términos generales, una vía para impedir que cualquiera de los grandes poderes lograra imponer sus decisiones al otro o quebrara el equilibrio fraguado en las conferenmiento

cias de

Teherán, Yalta

o

Potsdam.

segundo lugar, la Carta permitió que determinados conflictos quedaran localizados o incluso se detuvieran en condiciones de relativa solución. Los ejemplos al respecto En

no

han sido

Así, cuando las tropas de Corea del el sur el 25 de junio de 1950, la organiza-

escasos.

norte atacaron

la ausencia en el Consejo de Seguridad del representante de la URSS) respondió creando un ejército bajo mando de la ONU (y dirección real de Estados Unidos) que impidió que triunfara la invasión y que, finalción

440

(aprovechando

LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS

mente, logró que se volviera a la situación previa a ésta con la firma del armisticio el 27 de julio de 1953. La guerra de Corea fue en buena medida un precedente (hasta cierto punto con éxito) de lo que serían otras intervenciones de la

ONU para preservar la paz. Las intervenciones de la ONU en zonas especialmente conflictivas se han extendido asía Oriente Medio desde 1956, Chipre desde 1964, Congo des-

Angola, Sáhara occidental, Suráfrica, Mozambique, Camboya (1990), la guerra del Golfo (1990), Somalia (1992), la antigua Yugoslavia, etc. Con todo, posiblemente donde el influjo de la ONU ha

de 1960 hasta 1964,

sido mayor es en el terreno de la descolonización. De hecho, el artículo 73 de la Carta constituyó una promesa de emancipación para todas las colonias existentes al final de

la

segunda

guerra mundial y,

en

términos

generales,

esa

promesa no tardó en comenzar a hacerse realidad. Cuando en los años sesenta entraron a formar parte de la ONU un que habían accedido recientemente a la mayoría de la Asamblea votó a favor

conjunto de estados la

independencia, de ampliar los objetivos

del artículo 73, que condenaba el colonialismo. Es discutible si los imperios coloniales se hubieran desintegrado o no de no existir la ONU, pero, en

cualquier caso,

la respuesta que se dé, lo cierto es que la organización prestó un apoyo esencial a la descolonización. No sólo es que algunas de las cuestiones más candentes se solventaron ya en la década de los cuarenta (como en el caso de la partición de Palestina en dos estados, uno árabe y otro judío, o en el de la independencia de la India) sino que en adelante el proceso se mantuvo y

sea

cual

sea

rable hasta sus últimas consecuencias. En el caso de las colonias portuguesas

impa-

en

África,

por

ejemplo, ya durante los años sesenta tanto el Consejo de Seguridad como la Asamblea General condenaron a la metrópoli y a partir de agosto de 1974 el Gobierno portugués inició un proceso que tuvo como consecuencia la independencia de Guinea-Bissau (10 de septiembre de 1974), Mozambique (25 de junio de 1975), Cabo Verde (5 de julio), Santo Tomé y Príncipe (12 de julio) y Angola (11 de noviembre de 1975). De

manera

similar, el Gobierno de la

mi441

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

noría blanca de Rhodesia del Sur fue condenado

en

por la Asamblea General y

régimen

en

1980

pasó

a ser un

1965

mayoría negra denominado Zimbabwe. En el caso de Namibia, ya en 1962 el Tribunal Internacional de Justicia

de

declaró ilegal la aplicación de la política del apartheid y en 1971 dictó una resolución similar relativa a la continuación de la presencia surafricana en el territorio. En diciembre de 1988, Suráfrica accedió de modo oficial a permitir que Namibia accediera a la independencia, y se llegó tormalmente a esa situación el 21 de marzo de 1990. Dentro de que incluir el

al résimen

participar

Seguridad

esa

misma lucha contra el

colonialismo, hay

que la ONU sometió durante décadas de apartheid. A partir de 1970, Suráfrica no pudo acoso a

la Asamblea General y en 1977 el Consejo de estableció un embargo de armas obligatorio a

en

Suráfrica. En 1991, quedó derogada la base legal del apartheid y en 1993, tras producirse las primeras reuniones entre blancos y gente de color para establecer las bases de una nueva constitución, la ONU decretó el final de las sanciones. Finalmente, la ONU ha desempeñado un papel que no siempre es estimado en lo suficiente en la tarea de paliar las calamidades que asolan a los países miembros a través de organizaciones como el PNUD, la UNICEF y la UNCTAD. Sin embargo, como en el caso de la contraposición entre la democrática Asamblea General y el hegemónico Consejo de Seguridad, estas organizaciones se encuentran en buena medida sometidas al control de las naciones más poderosas. Así, la propuesta de países del Tercer Mundo encaminada en 1952 a crear un Fondo Especial de las Naciones Unidas para el Desarrollo Económico (SUNFED) fue malograda por la acción de los países más desarrolla-

dos, que han preferido actuar a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD), en el que las decisiones no se toman democráticamente sino en función de

la escala de las contribuciones de sus miembros. De esta manera, en las instituciones financieras los países industrializados, como principales contribuyentes, conservan la mayoría en lo que al voto se refiere. 442

LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS

Cuando a finales de la década de los sesenta el ritmo de desarrollo comenzó a decrecer y demostró que el sistema desarrollista no constituía la solución para los países del Tercer Mundo, la ONU abogó por la articulación de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOET). Este quedó plasmado en cuatro resoluciones de la Asamblea General que pretendían incrementar la ayuda financiera a los

países pobres, estabilizar los precios de las

pri-

mayor parte por éstos y abrirles nuemercados. De hecho, buen número de conferencias es-

mas vos

materias

producidas

en su

celebradas con el patrocinio de las Naciones Unidas, han abundado en conclusiones no especialmente favorables para el primer mundo, pudiendo señalarse a título de ejemplo la Conferencia sobre el Entorno Humano (1972), la Conferencia sobre Población Mundial (1974), la Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer (1975), la Conferencia sobre Asentamientos Humanos, o sobre el Hábitat (1976), la Conferencia sobre la Desertización (1977), la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento (1982), la Cumbre Mundial para los Niños (1990) y la Conferencia sobre medioambiente y desarrollo o Cumbre de la

peciales,

Tierra

(1992). Como colofón,

en

1993

se

aprobó la creación

del alto comisario para los Derechos Humanos. De hecho, aunque se critica con frecuencia la efectividad de las resoluciones de la ONU, lo cierto es que en la última década del siglo xx, su papel es cuestionado precisamente por los países más afortunados económicamente, que consi-

deran que

ha convertido en un instrumento demasiado poderoso de presión de las naciones tercermundistas. Semejante juicio (que, en algún caso, ha llevado a suspender las ayudas económicas a la organización) seguramente es exagerado pero, a la vez, indica que el papel ejercido por ella se

tan mínimo como se

indica habitualmente. Ciertamente, la Carta fundacional no ha logrado contemplar el triunfo de todos —aunque sí de buena parte— sus planteamientos y objetivos. Sin embargo, nadie puede negar que ha cambiado la historia. La creencia en la necesidad de una fuerza internacional de intervención así como su articulación en casos concretos, la colaboración internano es

443

LOS TEXTOS

cional

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

la ayuda a niños y refugiados, la conjuración del de un holocausto nuclear, la descolonización, la

en

peligro

conciencia identitaria de

Tercer Mundo, el final del apartheid y el cuestionamiento del orden económico mundial y de sus efectos sobre el medio ambiente no se han debido única y exclusivamente a la Carta y a la organización un

derivada de ella. Sin embargo, sin ambas habrían sido más arduas y difíciles y quizá en algún caso imposibles.

Bibliografía especial

De

ción

son

interés sobre las Naciones Unidas como instituP. R. Baehr y L. Gordenker, The United Nations.

Reality and Ideal,

Nueva

York, 1984

y R. C.

Johansen, «Las

Naciones Unidas: la crisis y el futuro» en Papeles para la paz, 23, 1987. Un análisis relevante sobre el papel de los distintos

estados en las relaciones internacionales se halla en I. Clark, The Hierarchy of States. Reform and Resistance in the Intemational Order, Cambridge, 1989. Un estudio sugestivo sobre los antecedentes de la Sociedad de Naciones se encuentra en E. H. Carr, «La Sociedad de Naciones» en De Napoleón a Stalin y otros estudios de historia contemporánea,

Barcelona, 1983. Acerca del ambiente de la Guerra Fría y la manera en que determinó las relaciones, se puede consultar: J. L. Gaddis, The United States and the End of the Cold War, Oxford, 1992. Sobre la problemática de las acciones bélicas y el mantenimiento de la paz es notable el libro de K. J. Holsti, Peace and War: Armed Conjlicts and International Or-

der, 1646-1989, Cambridge, 1991.

Acerca del Tercer

Mundo,

resulta especialmente interesante S. D. Krasner, Conflicto estructural. El Tercer Mundo contra el Liberalismo global, Buenos Aires, 1989. Finalmente, sobre las perspectivas del futuro orden mundial y del porvenir de la ONU merece la pena leer R. W. Tucker y D. C. Hendrikson, 7he Imperial Temptation. The New World Order and America's Purpose, Nueva York, 1992 y B. Urquhart, «The UN: from PeaceKeeping to a Collectiva System?» en New Dimensions of International Security, Adelphi Papers, 265, 1991. 444

CONCLUSIÓN:

¿POR QUÉ

ESTOS ESCRITOS CAMBIARON LA HISTORIA?

Al final del itinerario que hemos recorrido en Jas páginas anteriores, pocas dudas pueden quedar de que todos y cada uno de los escritos consignados, en mayor o menor medida, contribuyeron a cambiar la Historia. La reflexión que aún resta por llevar a cabo es la relativa a las razones que convierten

un

escrito determinado

en

un

texto que

puede

alterar la marcha de la historia. Siquiera de manera sucinta, vamos a detenernos en esa cuestión en las páginas

siguientes. Los escritos que cambiaron la historia se han caracterizado por cuatro notas distintivas. En primer lugar, casi to-

dos ellos fueron escritos que abrían nuevas perspectivas al ser humano. El lector de la Carta a los Gálatas descubría que podía ser parte de Israel sin convertirse en un judío practicante y celoso de la Torah; el de la Baghavad Gita aprendía que tenía la posibilidad de reencarnarse sin en-

las de los brahmanes; el del Manifiesto comunista se veía impregnado por una fe que le anunciaba que el final de su miseria estaba cerca; el de Mein Kampf —si era ario— se encontraba convertido en miembro de una raza superior dotada de un futuro de victoria e incluso el destinatario de las Capitulaciones de santa Fe o de las Bulas alejandrinas se sentía sujeto de una empresa que cambiaría la faz del cosmos conocido: Si estos escritos cambiaron la historia fue, por lo tanto, en primerísimo lugar porque, de manera más o menos

tregarse

a

prácticas ascéticas

como

consciente y más o menos explícita, guardaban en su interior la voluntad de hacerlo y proporcionaban el soporte ideológico para llevar a cabo esa tarea. Pretendían convencer y esperanzar, crear nuevas expectativas y, partiendo de 445

LOS TEXTOS

QUE CAMBIARON

LA HISTORIA

presente y un futuro mejores. Las expectativas se vieron en la mayoría de los casos objetivamente defraudadas —e incluso ha sido bueno una

supuesta realidad, apuntar

que así

a un

sucediera—, sin embargo

impidió que ocasionaran cambios históricos de envergadura y que, en buen número de situaciones, se prolongan en su influencia hasta En

nuestros

eso no

días.

segundo lugar, buen

número de escritos cambiaron la historia porque deseaban liquidar el orden presente o se convirtieron en su indispensable base hasta el punto de

apuntalarlo

expandirlo por períodos prolongados de tiempo. En otras palabras, supieron recoger y reflejar las esperanzas de los disgustados con la situación y que ansiaban

yv

transformación de ella o bien sirvieron de voz a los grupos ya establecidos y dominantes que temían un cambio en detrimento de sus previas conquistas. En ambos casos, su influjo resultó innegable y, de nuevo, no pocas veces se ha extendido a lo largo de siglos. Al primer grupo, pertenecieron el Apocalipsis y la Declaración de los derechos del pueblo trabajador y explotado, la Declaración de independencia y el Evangelio de Mateo que anunciaban, con enormes diferencias entre sí, un orden nuevo y el juicio condenatorio sobre el presente. Por el contrario, la Baghavad Gita, la Donación de Constantino, la Suma Teológica o las Lun-Yu corresponden al segundo y, en buena medida, de los cuatro se puede decir que presentan una cosmovisión que todavía es defendida por centenares de millones de seres humanos. En tercer lugar, los escritos que cambiaron la historia contaron en su aplastante mayoría con un contenido religioso expreso o encubierto, de apoyo o de controversia. Esto es obvio en el caso de obras como la Torah, el Talmud o el Corán. Sin embargo, tampoco se halla ausente de escritos como el Manifiesto comunista o El origen de las especies. De hecho, Marx, como ya indicamos, estaba profundamente impregnado de una visión apocalíptica que, pese a su reducción al materialismo, es tributaria de la herencia judeocristiana. Si el Manifiesto ha sido más leído y mejor conocido que El Capital, su obra cumbre, no se debe sólo al 446

una

CONCLUSIÓN

hecho de que ésta es mucho más extensa y de comprensión más difícil sino a que el Manifiesto constituye en realidad un escrito que anuncia la llegada de los últimos tiempos. En su Manifiesto, a pesar de su brevedad, aparece expuesta una nueva ortodoxia que tiene ya herejes a los que condenar, que cuenta con una explicación de la historia, que puede señalar a las fuerzas del mal y la manera en que se conducirán, que realiza un llamado redentor y que anuncia con esperanza el triunfo del bien. Si a ese proceso descrito por Marx se le añadiera simplemente el nombre de

Dios,

nos

encontraríamos

una

con

escatología especial-

desarrollada y, de hecho, así ha sucedido en décadas recientes con modelos, como el proporcionado por la Teología de la liberación. En cuanto a la obra de Darwin, es más que dudoso que hubiera provocado una reacción como la que ocasionó de no ser porque no pocos vieron en ella la posibilidad de alterar la estructura socioeconómica, de atacar la religión establecida y sustituir su poder social por el del pensamiento científico. El interés final en Darwin y su herencia no arranca fundamentalmente de causas científicas en la mayoría de los casos, sino de la sugestión que ejerce utilimente

argumentos supuestamente emanados de la ciencia contra los cimientos de un orden social considerado inhóspito o no suficientemente ajustado a los deseos de determinados colectivos. Para los liberales decimonónicos, para los jóvenes profesores de oscuro futuro académico, para los temerosos de las reformas sociales, para los racistas nórdicos e incluso para los nazis, sus argumentos zar

proporcionaban

una

legitimación

calidad de tal sino envuelta porciona lo sagrado. en

Lo cierto, y esto debería

en

científica pero no sólo un aroma que sólo pro-

de humildad para científicos o artistas, es que los textos de carácter meramente literario o científico de los que se pueda decir que cambiaron la historia prácticamente no han existido. Sin duda, la historia de la literatura contemporánea no podría entenderse sin una referencia al Quijote y de la misma manera

resulta

ser una cura

incomprensible la

ciencia moderna sin

re-

447

LOS TEXTOS

QUE

CAMBIARON LA HISTORIA

ferencias a Brahe, Copérnico, Galileo o Einstein, pero en ninguno de esos casos fue el texto un instrumento de transformación histórica ni trascendió en sí mismo de su ámbito concreto. Los escritos que han cambiado la historia

jamás

se

han limitado

vación efectuada

a

en un

recoger los resultados de la obser-

laboratorio

por más que ambas actividades

la belleza, rayar en ocasiones

o a

puedan

cantar

el límite de lo sublime. Se puede objetar que tal circunstancia ha sido históricamente negativa, como también se puede afirmar que buena parte de las tesis vertidas en las obras que sí cam-

biaron la historia eran falaces e incluso perversas. Sin embargo, aun reconociendo parte de verdad a esas objeciones, no estamos autorizados a cambiar el relato de lo que sucedió en la historia ni tampoco a olvidarlo. Sin duda, Mein Kampf fue el pilar ideológico del nazismo, del estallido de la segunda guerra mundial y del Holocausto, al igual que El origen de las especies se encuentra en las raíces de las leves de eugenesia y esterilización o las Capitulaciones de Santa Fe en la conquista de América y en la aniquilación de buen número de culturas precolombinas. Sin duda, el Pacto del Mayflower y la Declaración de independencia de los Estados Unidos anuncian una clara duplicidad, presente en toda la historia norteamericana, entre los más elevados ideales y el trato más bajo dispensado a aquellos a los que se considera inferiores. Sin duda también habría sido preferible que el sufrimiento, el dolor y la muerte que arrancaron de esos episodios nunca se hubieran producido, pero no está en nuestra mano dar marcha atrás en el reloj de la historia. Sólo podemos ser fieles al imperativo de narrar toda la verdad y extraer de ella consecuencias para el futuro. Los escritos que cambiaron la historia fueron en gran medida textos que intentaban profundizar y aclarar la condición humana en relación con su pasado, su presente, su futuro y, no pocas veces, con su destino posterior a la muerte. Si el Manifiesto comunista, El origen de las especies, el Evangelio de Mateo, la Baghavad Gita, la Enciclopedia o las Lun-Yu dejaron y, en no pocos casos, siguen de448

CONCLUSIÓN

jando

marcada una poderosa impronta es porque pretenden desvelar el misterio humano, aunque las conclusiones a las que lleguen sean incompatibles e incluso opuestas. Así, (rente al optimismo antropológico (y no exento de racismo) de la burguesía enciclopedista hallamos la visión realista del calvinismo, que observa con agudeza las terribles deficiencias de la condición humana; frente al azar de la evolución darwinista se contrapone la antropología de la Torah, interesada en subrayar que cada hombre y cada mujer fueron creados a imagen y semejanza de Dios; frente a la descripción marxista de la historia de la Humanidad como historia de la lucha de clases se despliega el sublime fresco del Apocalipsis, que percibe detrás de los avatares políticos y sociales la lucha entre Satanás y el Mesías; frente a la sucesión de reencarnaciones hindú o el culto a los antepasados confucionista se yergue la predicación de Dios encarnado para morir como expiación por los pecados del hombre y asegurarle la vida eterna. Es precisamente esa voluntad de responder a los eternos interrogantes del ser humano —e¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿hacia dónde vamos?— lo que ha permitido sustancialmente que escritos tan diversos en contexto, contenido, lugar de redacción y encuadre cronológico hayan cambiado la historia. En su conjunto permiten concebir la esperanza de que el género humano no está formado sólo por animales confinados en un planeta que gira en torno a una estrella de segunda magnitud. Por el contrario,

constituye

especie

sólo por tener sino también por ser, no sólo por hacer sino también por permanecer, no sólo por comprenderse sino también por comprender, no sólo por enfrentarse al presente sino también por forjar su futuro, y no sólo por sobrevivir sino también por vivir e incluso por lograr que esa vida no se limite a la que concluye en la muerte física. una

que pugna

no

Zaragoza-Calella-Córdoba-Madrid-Zaragoza.

449

Aarón, 19, 23 Abba Arika, 147 Abdullah bin Atik, 191 Abdullah bin Utba, 191 Abdullah bin Zama, 188

Abdullah, 189, 192 Abdullah ibn Masud, 173 Abraham, 11, 14, 15, 16, 18, 19, 22, 25, 28, 57, 58, 113, 114, 115, 116, 117, 118, 138, 155, 165, 166, 381 Abu Abd-Allah, 178 Abu ad-Darda, 173 Abu Al-Judri, 185 Abu Bakr, 173, 186, 187, 188 Abu Huraira, 180, 181, 182,

188, 190, 192, 193 Abu Musa, 183, 189

Akiva, 151 Al-Bara, 191

Al-Bujari,

192

Al-Hasan, 187 Alberto de

Brandeburgo, 249,

258

Alberto de Maguncia, 251 Alberto Magno, 211,219

Alejandro Alejandro Alejandro Alejandro Alejandro Alejandro

I, 198 IL, 397 III, 397 V, 158 VI, 234, 240, 271 Magno, 167, 268

Alí, 183 Alvarado, Pedro de, 228 Amasías, 64, 65 Amós, 59, 61, 62, 64, 65, 66, 67,

Abu Qatada, 193 Abu Rafi, 191 Abu Said, 184

Amós, libro de, 92 Ana, santa, 245

Abu Zaid, 173

Analectas,

Adams, Samuel, 323, 325 Adán, 167, 216, 284 Adriano, 151, 198 Aeterni Patris (León XIII), 219 Agar, 15, 116, 117 Agatocles, 269, 270

Anales de primavera y otoño,

Ageo, 382 Agustín, san, 218, 282 Aha, R., 153 Aisha, 180, 186, 187, 188, 189, 192

129

72

71,72 Anas Bin

Malik, 193

Anas, 180, 181, 183 Antígono de Soco, 148

Epífanes, 382 Apocalipsis, 125, 126, 128, 129,

Antíoco IV

131, 133, 137, 138, 139, 140, 141, 142, 143, 449 Aristóteles, 211,215, 218 Arjuna, 40, 46, 50, 51 451

As-Saib bin Yazid, 182

Atharvaveda, 37 Autobiografía (Thomas Jefferson), 326 Averroes, 218

Calonne, 333 Calvino, Juan,

278-287,

125,

289,311

Campanella, T., 345 Cao, Diego, 224 Carldstadt, A., 259

Carlomagno, 198,

203

Bacon, B. W., 85 Balfour, Lord, 394

Carlos I de España, 259, 325 Carlos V, 239, 260, 293

Ballerini, 205

Caro, Yosef, 156 Carta del Arlántico, 435 Casas, Bartolomé de las, 228 Cassuto, Umberto, 32 Catalina de Aragón, 292, 293 Catecismo comunista (F. En-

Bar

Kojba,

151

Bar-Jesús, 108 Barth, Karl, 287 Beeckman, Isaac, 303 Benedicto XIII, 159 Benjamín, 17, 18, 105 Bernabé, 107, 108, 110, 111,119 Bethencourt, Juan de, 223 Biologia cívica (Hunter), 375 Blavatsky, Madame, 54 Blondel, D., 204, 205 Bomberg, D., 159 Bonaparte, Luis, 356 Borgia, César, 264, 269, 271, 272

Borgia, papa, 264 Bowler, Peter J., 371 Bradford, William, 294, 295, 299, 300 Brahe, T., 447 Brandt, Rudi, 430 Bryan, William Jennings, 374, 375

gels),

348

Cavour, C., 205 Cayetano, cardenal, 258 Cerda, Luis de la, 226 Cervantes, Miguel de, 279 César, 83 Chernov, Viktor, 410, 411 Churchill, Winston, 431, 435, 436

Ciro, 269 Cisneros,

cardenal, 244, 245 Colón, Cristóbal, 224, 225, 226, 227, 228, 229, 230, 231, 233, 235, 237

Colón,

Hernando,

225,

228

Confucio, 69, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 76, 77, 78, 79, 80 Constantino, 9%6, 198, 200, 201,

Buda, 39 Buffon, 314 Bujari, 178 Bujarin, N., 407 Bunyan, John, 285

Contra los

Cadamosto, 224 Caleb, 23

188, 194 Cornelio, 103, 104, 111

Calixto HI, 234

Cosri

452

226,

202

impugnantes del culto y de la religión de Dios (Tomás), 211 Copérnico, 447 Corán, 12, 177, 179, 181, 186,

(Yehudáh ha-Leví),

31

ÍNDICE ONOMÁSTICO

Cosroes, 188 Cristiá, Pau, 158

Dickinson, 326 Diderot, Denis, 313, 314

Cristóforo, 200, 202

Dina, 16

Cuatro libros de Sentencias de

Diocleciano, 147 Donin, Nicolás, 158

Pedro Lombardo (Tomás), 211 Cuestiones

disputadas

(To-

más), 211

D'Alembert, Jean-Baptiste LeRond, 313, 314,315 Dampierre, conde de, 336 Daniel, 155 Darrow, Clarence, 374, 375 Darwin, Charles, 361-375, 377379,418, 447 David, 30, 66, 130, 131, 166, 167, 381 De ente y de esencia 211 De iudaicis erroribus

(Tomás), ex

Talmut

(Jerónimo de Santa Fe), 159 De la verdad (Tomás), 211 De los principios de la naturaleza (Tomás), 211 Del mundo (Descartes), 304 Deng Xiao-ping, 80 Descartes, 303, 304, 305, 306, 307, 308, 309, 310, 311, 312, 316

Eanes, Gil, 223 Eck, Juan, 259, 260 Eduardo VI, 293 Einstein, A., 447 Eisenstein, S., 404 Eissfeldt, O., 31 El capital (K. Marx), 379 El estado y la revolución (Lenin), 402 El gran saber, 72 El nuevo ghetto (T. Herzl), 386 Elazar ben

Azaryah,

151

Eli, 58 Elías, 59 Eliezer ben Yehudáh, 384

Eliezer, R., 150 Eliseo, 59 Eliyya de Vilna, 157

Enciclopedia, 311 Engels, Friedrich, 345, 346, 347, 348, 349, 356

Descripción de la manera en que César Borgia dio muerte a Vitelli, Oliverotto, da Fermo, al señor Paolo y al dugue de Gravina Orsini (N. Maquia-

velo), 265 Deuteronomio, 12, 23, 29 Deza, fray Diego de, 227

Diálogo

con

el

(Justino), 157 Dias, Bartolomé,

Enrique II de Castilla, 223 Enrique VIII, 292, 293 Erasmo de Rotterdam, 243,

245

Esaú, 16

Esteban, 106, 199, 200 Eugenio IV, 159 Evangelio de Mateo, 263

Éxodo, 12, 18, 25, 29, 58,

judío Trifón

Ezequiel,

167

167

224

Diccionario universal de las tes y

Dreyfus, capitán, 384-386 Dzershinsky, Félix, 405

de las letras, 313

ar-

Fátima, 186 Federico de Sajonia, 259 453

Federico II de Prusia, el Gran-

de, 12, 210, 274, 275, 318

Felipe

II de

lo, 228 Fernando el Católico, 234, 273, 275

George,

Francisco

I

97

de Francia,

Apóstoles,

126

Helvetius, 314

España, 293 Fernández de Oviedo, Gonza-

Fox,

Hechos de los

280

Frank, Jacob, 159 Fry, Elizabeth, 97

Hengel, M.,

105

Herzl, Teodoro, 28, 385-395 Hil-lel, 149 Himmler, Heinrich, 54, 55, 430 Hirsch, 394 Hisham, 189 Hitler, Adolf, 275, 301, 342, 379, 415-421, 423-428, 430432,435

Holmes, Oliver Wendell, 376 Honorio, 243

Gabriel, 168, 192 Galileo, 304, 447 Galton, 378 Gálvez, B., 330 Gamaliel, 105, 150, 151 Gandhi, Mohandas, 53, 97, 98, 99, 100, 145

Garcilaso, Inca, 228 Garibaldi, G., 206

Hooker, 373 Hoover, Edgar, 100 Hsún-tzu, 77 Humani generis (Pío XII), 219 Hume, David, 311 Hunter, 376 Huss, Jan, 243, 258 Huxley, Thomas Henry, 371, 372, 373, 374

Garrett, Duane, 32 Genesis

of Species (G.

J. Mi-

vart), 373 Génesis, 12, 13, 14, 15, 18, 25, 26, 29, 32, 57, 113, 145, 167

Gerhardsson, 85 Gerson, J., 18 Gomes, Diego, 224 Goncalvez Zarco, Joao, Gooding, D., 85 Gordon, Cyrus, 32, 33 Graham, W., 377 Gregorio II, 198, 199 Guillermo II, 394 Guizot, E., 348 Guzmán, Enrique de, 226

223

Ibn Abbas, 184

Iconio, 108

Ideología alemana (Marx gels), 346

y En-

Ikrima, 183 Iksvaku, 45 Iga, R., 153 Ireneo, 94 Isaac, 15, 16, 19, 58, 65, 117, 381 Isabel I de Inglaterra, 293 Isabel la Católica, 226, 234

Isaías, 83, 86, 115,

127, 155

Ismael, 15 Itsjaq al-Fasí, 156 Itsjaq bar Shéshet, 156

Hadiadi ibn Yusuf, 174

Hafsa, 173

Hammarskjóld, Dag, 454

Jabir bin Abdullah, 179 437

Jacob, 16, 17, 18, 19, 26, 58, 65, 66

ÍNDICE ONOMÁSTICO

Jacobo de

Inglaterra,

297

Jacourt, Louis de, 313 Jaime L, 158 Jalid bin Madan, 193 Jalid bin Sad, 180 Jananel ben Jushiel, R., 156 Jarir, 191 Jetferson, Thomas, 326, 331 Jeroboam II de Israel, 60 Jerónimo de Santa Fe, 158

Jesucristo, 217 Jesús, 83, 84, 85, 86, 87, 88, 89, 920, 91, 93, 95, 96, 97, 100, 103, 104, 106, 107, 109, 110, 112-115, 117-122, 126-129, 132, 135-138, 141-143, 149, 155, 157, 158, 166, 168, 247, 248, 263, 283, 292, 345 Jorge III, 325 José, 16, 17, 18, 26, 167 Josué, 23 Juan de

Torquemada,

204

Juan, 94, 110, 125-129, 131133, 135, 166 Juan el Bautista, 115, 168 Juan II de Portugal, 225, 226 Juan XXII, 158, 218 Jubair bin Haiya, 190

Judá, 18, 130, 131 Juliano, 147 Julio César, 94 Julio II, 265, 271 Julio III, 159

Korherr, Dr., 430 Kornilov, General, 402 Kosciusko, T., 330 Kulini, 178

La construcción de la historia

judía (Graetz),

384

La doctrina del método, 72 La

guía

nuestro

perplejos de tiempo (N. Krojmal),

para los

384 La

ofrenda de Judá (Yehudah Alkalai), 384

Jai

Lacunza, M., 138

Lafayette, Marqués de, 330, 331

Lagrange, P.,

85

Lamarck, 362 Landolfo, 209 Las Casas, Bartolomé Le Breton, A. F., 313

de, 301

Lenin, 275, 358, 398-407, 411, 412 León X, 258, 259, 260 León XIII, 219

Levítico, 12, 21,27, 29, 145 Lía, 16 Libro de la historia, 71, 72 Libro de la poesía, 71, 72 Libro de las canciones, 77 Libro de las mutaciones, 71 Libro de los ritos, 71, 72

Lilienblun, 384 Lohr, C. H., 85

Kang Yu-wei,

79

Kámeñev, 403 Kant, Emmanuel, 221, 311 Kérensky, A., 402, 404 Kerkut, G. A., 372

King,

Martin

Luther,

99

Kingsbury, J. D., 85 Kipling, Rudyard, 318

Loménie de Brienne, 333 Lorenzo el Magnífico, 266 Los

principios de la filosofía (Descartes), 310

Lot, 14, 85, 95, 96, 166 Lucas, 120, 128, 168 Luis

Felipe,

347

Luis XII de Francia, 264

455

Luis

de

XII

Francia,

265,

268 Luis XIV, 333 Luis XVI, 335, 336, 340

Mishnáh, 146, 147, 150, 151, 152 Mivart, George Jackson, 373, 374

Lutero, Martín, 121, 244-255, 257-260, 277, 278, 284, 291,

Moisés, 12, 15, 18, 19, 20, 22, 23, 29-32, 85, 111, 114, 119, 148, 155, 156, 165-168, 269 Moniz de

303

Perestrello, Felipa,

225

Montesquieu, Mahabharata, 37, 40 Mahavira, 39 Mahoma, 161-163, 171-174, 177-179, 194, 195 Maimónides, 156

Malaquías,

165-169, 183-192,

314

Moro, Tomás, 243, 345 Moshé de Coucy, 156 Moshé Iserles de Cracovia, 157 Muadh ibn Jabal, 173, 183

Murray, John,

361

Muslim, 178 Mussolini, B., 206

382

Malthus, T., 363, 368 Malves, Gua de, 313 Manu, 45 Mao, 79, 80, 412

Nabucodonosor II de Babilo-

Maquiavelo, Nicolás, 263, 264,

Najmánides, 158 Napoleón Bonaparte, 205, 274,

nia, 381

266, 268-275, 303 Marcos, 96, 120, 128 María, 166, 168 Marx, Karl, 142, 345-353, 355, 356, 358, 379, 446 Mateo, 84, 85, 86, 89, 95, 97, 120, 128, 446 Maximiliano I, 265 Maximiliano, emperador, 249, 259

McDonald, Margaret, 139 Médicis, Lorenzo de, 266 Meditaciones metafísicas (Des-

cartes), 310 Meir Schiff, 156 Mencio, 72 Mencio, 72, 77 Mencken, H. L., 376 Mercator, Isidoro, 199 Metternich, 348 Miseria de la

Engels), 456

filosofía (Marx

346

y

275

Napoleón IIL,

205

Natán, 167 Nebrija, A., 244, 245 Nerón, 120 Neusner, Jacob, 151 Nicolás de Cusa, 204 Nicolás II, 397, 398 Nicolás V, 234

Nilsson, Heribert, 369 Noé, 166, 167 Noventa y cinco tesis, 291 Números, 12, 22, 23, 29

Odoacro, 197 Oldham, John, 300 Omar, 173, 182, 190 Ortega y Gasset, 59 Osma, Pedro de, 244, 245 Otman, 173

ÍNDICE ONOMÁSTICO —

Raquel,

Otón I, 203 Owen, 368

Rav Yehudah, 154 Rava, 154

Pablo, 94, 105, 106, 108-116, 118-122, 128, 129, 162, 201, 237,247, 248, 260 Pablo de Tarso, 172, 220, 284 Pablo IV, 159 Paine, Thomas, 325

Papías,

16

94

Reginaldo de Piperno, 212 Reglas para la dirección del

in-

genio (Descartes), 304 Rendtorff, Rolf, 32 Reuchlin, Johann, 159 Ribera, 138, 139 Ricardo

Corazón

de

León,

382

Pasteur, L., 370 Pedro, 94, 103, 104, 107, 110, 111, 112, 119, 120, 121, 128, 201, 237 Pedro, San, 236, 238 Pennington, Isaac, 97 Pérez, fray Juan, 227 Pfefferkorn, Johann, 159 Pfeiffer, R. H., 31 Pinsker, L., 384 Pío V, 218 Pío VI, 205 Pío IX, 206 Pío XII, 219 Pipino, 199, 200

Pisidia, 108 Plummer, 85 Pompeyo, 382 Poncio Pilato, 83, 84 Porfirio, 216 Pozzo Toscanelli, Paolo del, 225

Riesenfeld, 85 Rigveda, 35, 36, 37 Robinson, John, 295, 300 Roma Jerusalén (Moses y Hess), 384 Rómulo, 269 Roosevelt, F. D., 435, 436 Rothschild, 394 Rousseau, J. J., 314

Saladino, 382 Salomón, 381 Salomón ben Adret, R., Salomón ben Iltsjag, R., Salomón Luria, 156

156

156

Samuel, 58 Sánchez

de

Huelva, Alonso,

228

Santángel, Luis de, 228 Santiago, 106, 107, 110, 119, 120

Putifar, 167

Qatada, 187

Sara, 15, 16, 116, 117 Saulo de Tarso, 84, 107 Savonarola, Jerónimo, 269 Scopes, John T., 374, 375, 376 Schopenhauer, A., 54

Qummí, 178

Séfora,

Raimundo

Servet, M., 289 Sforza, Francisco, 266, 269 Shakespeare, W., 67

Qais, 191

Ramsay,

de Peñafort, W., 128

211

18

Shammay,

149

457

Shemuel Edels, 156

Tung-Chung shu,

Sheshet, R., 154 Shub, D., 406 Shvetzov, 407 Silvestre, 199, 200-203

Tusi, 178

Simón el Justo, 148 Simpson, C. A., 31

Um

Ubayy

78

ibn Kab, 173

Sixto IV, 234

Mihsan, 180 Um Salama, 186 Upanishads, 38, 39, 42,

Smolenskin, 384 Stalin, I. V. J., 358, 407, 411,

Urwa, 186 Uzías de Judá, 60

52

412, 436

Stonehouse,

N. B., 85

Strack, Hermann, 159 Sudas, 35 Suma contra los

gentiles (To-

más), 212 Sverdlov, 407, 410

Talavera y Deza, do de, 227

Talmud,

146,

Vigilio,

fray

147,

Valla, Lorenzo, 204, 243 Van Seters, John, 32 Vaz, Tistrao, 223

Hernan-

148,

243

Vivasván, 45 Vives, Luis, 243 Voltaire, 314, 318 Von Kalb, 330 Von Steuben, 330

151-

160, 168

Teodora, 209 Teseo, 269 Tesis sobre Feuerbach (Marx y

Engels),

346

The meaning

of evolution (George Gaylord Simpson), 369 The story of my life (C. Darrow), 375

Thompson, Thomas L.,

32

Thomson, William, 372 Thoreau, 98

Wagner, Otto, 416 Washington, George, 325 Weimar, 415 Weizsácker, Carl F. von, 371 Wellhausen, Julius, 30, 31 White, Ellen, 140 Wilberforce, Samuel, 374

Williams, Roger, 301 Woolman, John, 97 Wycliffe, John, 243

Tito Livio, 265

Tito, 110, 120, 382 Tólstoi, L., 98 Tomás

de

Aquino,

209-221,

283, 311, 316

Tosefta,

146

Trajano, 151

Trotsky, L., 403, 404, Tudor, María, 293 458

411

Yaagov ben Asher, 156 Yehiel ben Yosef, 158 Yehoshuah, 150 Yehudáh ha-Levi, 31 Yehudáh ha-Nasí, R., 146, 147 Yoel Sirkes, 156 Yojanán ben Zakkay, 149, 150 Yojanán, R., 152, 153

ÍNDICE ONOMÁSTICO

Zacarías, 127, 168, 382 Zahn, T., 85 Zaid ibn Thabit, 173 Zainab bint Janah, 186, 187

Zinóviev, G., 401, 403

Zola, Emilio, 384 Zósimo, 198

Zuinglio, U.,

291

459