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LIMITED INC Jacques Derrida

Traducci6n de Javier Pavez

I

POLVORA FDITORl.-\1.

Ll\11TED l�C lD:\ J.-\CQUES DERR

Titulo

ons Galilee, 1990 copHight © Editi original: l.Jmited [nc ntiago 2018. \'OR.-\ LJl\llT.\0.-\, Sa E.DlTORJ.\l. L-\ POL

t, SOCJED:\D

.

© .Ja,-ier

Pa,·cz,

2018, de

la ttaducci6n.

PQLYOR:\ E.DlTORl.\ _-\,· Luis Thayer

L

. l,ro,·idencia, Santiago

Oieda 95, of. 510, Telefono: 944215719 Santiago,

2013

[email protected] F-mail: poh-oraedit l .cI "-.,,..,,..pol,·oraeditoria

9-6 JSB'.': 978-956-9-+41-1

.\a,·ier l'a,·ez

Lditor Lucas S:inchez

Di.rnio Rosario

.\ lena

CornYtor de estilo Gusra,-o �:l.nchcz

Lucas �anchez

l'ortadc1 Sim6n \lurtagh

u:: l \lP RES O rs em 1a edici6n, diciembre 2018

rior sm auronzaci6n en Chile,. en el exte oducci6n de este libro Queda prohibida la repr pre,·ia de la Editorial.

PRESENTACION'

Este libro es la replica exacta del que apareci6 en ingles, hace dieciocho meses, en los Estados Unidos. Reline algunos_ de los textos de Derrida que alimentaron uno de los debates mas animados y mas seguidos que la universidad estadounidense haya conocido

en

er curso

de la ultima decada.

Una

controversia que, en primer lugar, enfrenta a John R. Searle1 contra Jacques Derrida con motivo de la traducci6n al ingles, en 1976, del ensayo "Firma acontecimiento contexto" (que concluye ivfarges

-

de la philosophie, Minuit, 1972). Este ensayo

Esta presentaci6n fue escrita por Elisabeth \'Veber con ocasi6n de la publicaci6n francesa de Limited Inc. (Paris: Galilee, 1990). Hemos traducido el libro en virrud de esta edici6n, sin perjuicio de consultar el "original" Limited Inc. (Evanston: K'orthwestern Gniversity Press, 1988), sobre todo para el "Pr6logo de] editor norteamericano" y el resumen realizado por Gerald Graff de la respuesta de Searle, "'Reiteraci6n de diferencias: rcspuesta a Derrida' por John Searle". Para la traducci6n de "firma acontecimiento contexto", hemos contrastado la traducci6n de Carmen Gonzilez ;\farin, disponible en MtirgeJ1es de fa filosofta (Madrid: Catedra, 1989, pp. 347-372). Cabe subrayar, a no ser que se indique lo contrario, que siempre referimos a las versiones

publicadas en

castellano de todas las obras citadas, si bien, en algunos casos, se ban modificado en funci6n de c6mo aparecen las citas en el presente libro. Todas aiiadidos

las entre

notas

indicadas

corchetes,

son

con de]

asterisco, traductor

[.:\-.

y

los

def

7].

John R. Searle, conocido autor de Speech acts. Cambridge: Cambridge University Press, 1969, enseiia en la Universidad de California (Berkeley). Tres de sus libros ban aparecido en traducci6n francesa. Sem et expression, Et11des de theorie des actes de la11gage. Paris: ;\linuit, 1982, Les mtes de !a11gage. Essai de philosophic d11 langage. Paris: Hermann, 1972, L'i11teutio11aliti. Essai de philosophic des lftats me11tattx. Paris: i'vlinuit, 1985.

7

provoc6 una viva respuesta del filosofo norteamericano. Luego, Derrida responde a Searle en un ensayo gue lleva el titulo Limited Inc.

a

b c . . ., punto de partida de discusiones

y polemicas que no han cesado de animar el paisaje de la filosofia y de la teoria literaria en los Estados Cnidos. Las traducciones se multiplican y al ganar terreno este debate en

ciertos

medios

europeos

(sobre todo en Alemania,

Inglaterra e Italia) y japoneses, Gerald Graff toma entonces la afortunada iniciativa de reunir en un solo volumen los textos gue en primer lugar habian provocado tamas tomas de partido a traves de las disciplinas y mas alla de las fronteras. Para acompanar esta presentacion en un volumen, Graff envia a Derrida una serie de pregumas destinadas a esclarecer ciertos puntos y a mantener la discusion abierta. La respuesta de Derrida, "Hacia una etica de la discusion", constituye el largo postfacio de este volumen. En el corazon de este imercambio, una de las cuestiones mas urgentes sigue siendo, ciertamente, la de la responsabilidad, la etica

0

la politica, y en primer lugar, de la responsabilidad tomada en una discusi6n, aunque a veces parece limitada al comexto de una disciplina. 2Es util recordar la actualidad viva y en ocasiones violenta de estos temas? Gerald Graff (john C. Shaffer Professor of H11ma11ities and English en Northwestern Cniversiry, Evanston) es bien conocido, a la vez, coma reorico de la lirerarura y como analista de instiruciones academicas. Ha tornado parte activa en las conrrm-ersias norreamericanas de los ultimas aiios alrededor de la reoria lireraria, de la enseiianza de las "h11ma11ities" y de la determinacion de sus "ca11011i'. La dimension politica de estos temas aparece en rodas las publicaciones de Gerald Graff, quien es el autor de Poetic Statement and Gitical Dogma. Evanston: Northwestern University Press, 1970, reeditado en 1980 por University of Chicago Press, lJterat11re Against Itself LJterary Ideas i11 1'11odem Socie ty. Chicago: The University of Chicago Press, 1979, Professing lJterat11re: A11 Instit11tio11a/ f-listory. Chicago: The UniversitY of Chica& o Press, 1987.

8

Por todas estas razones, me ha parecido conveniente poner este libro a disposici6n del publico £ranees. 2No era parad6jico que su version francesa, en verdad su "original" mismo, permaneciera inedito en Francia? Para que el lector pueda reconstituir la discusi6n en las mejores condiciones, se han dejado en ingles todas las citas de la "Respuesta" de Searle por Derrida, sea en las traducciones en notas, o bien siguiendo el texto ingles con su traduccion. Puesto que se trata tambien, de alguna manera, del trasplante de un libro destinado en principio al publico norteamericano, el contexto, aqui o alla, ha ordenado dejar breves pasajes en ingles. Estos siempre estan acompanados de su version en £ranees. Algunos conceptos de la teoria de los speech acts no siempre pudieron dar lugar a una traduccion idiomatica que pareciera totalmente satisfactoria. En ciertos casos, por tanto, estos figuran en ingles entre parentesis o bien en italicas en el texto £ranees. Fuera de algunos detalles de impresion, la edicion norteamericana ha sido integramente respetada. Sin embargo, he encontrado aqui o alla la necesidad de anadir -indic:indolo como tales- algunas notas dirigidas al publico frances.

J er6me su

Lindon

consentimiento

generosamente para

la

ha

aceptado

reproduccion

de

dar

"Firma

acontecimiento contexto" en este volumen. Que reciba aqui mi agradecimiento.

Elisabeth Weber.

9

PROLOGO DEL EDITOR NORTEAMERICANO.

Limited Inc.

reline, por primera vez en un solo volumen, los

dos ensayos que constituyen la explicaci6n mas sostenida de Jacques Derrida con la teoria anglo-americana de los

Speech acts.

En un postfacio inedito, "Hacia una etica de la

discusi6n", Derrida responde a las preguntas (que le han sido enviadas por escrito), acerca de los dos ensayos y de las criticas que estos han recibido asi como de otros aspectos controversiales de su obra. La historia de la publicaci6n del ensayo de apertura, "Firma acontecimiento contexto", es algo complicada. En su primera version, este ensayo habia sido escrito para una conferencia sobre el tema "Comunicaci6n" organizado por el

Congres international des societes de philosophie de langue jranr:;aise

(Montreal, agosto de 1971) y publicado en frances en las Actas del congreso. Luego, el ensayo fue recogido en el libro de Derrida

Marges - de la philosophie,

publicado por Ediciones

Minuit en 1972. La primera traducci6n al ingles, por Samuel Weber y Jeffrey Mehlman, apareci6 en el primer volumen de la revista

G!Jph

en 1977. Posteriormente ha aparecido en la

traducci6n de Alan Bass in

Margins of Philosopl!J

(University

of Chicago Press, 1982). En su segundo volumen (1977),

G!Jph

public6 una

res puesta al ensayo de Derrida por John R. Searle, titulada Se ha contrastado con el texto en ingles "Editor's Foreword" en

Limited Inc. Evanston: �orthwestern University Press, 1988, pp. [N. def I].

Derrida,]. vii-viii

11

"Reiterating the Differences: "Respuesta" la que atrajo

A

Rep!J to Derrida".

Fue esta

la contestacion de Derrida, el

ensayo "Limited Inc abc ... " traducido al ingles por Samuel \'\feber. Cuando el profesor Searl rehuso que su ensayo fuese incluido en este libro, hemos decidido insertar, en una nota editorial, un breve resumen de sus principales tesis entre los dos ensayos de Derrida. Con este resumen, asi como con las completas citas de Derrida de la "Respuesta" de Searle, los lectores podran reconstituir la disputa entre Derrida y Searle. Sin embargo, les aconsejamos a los lectores consultar el texto integro del ensayo de Searle en

G!Jph 2.

Ya que la "Respuesta" de Searle y la contesracion de Derrida en "Limited Inc" hacen extensas

referencias a

pasajes de la traduccion de Weber-Mehlman de "Firma acontecimiento contexto", hemos preferido utilizar aqui esta traduccion. En nombre de la

Northwestern Cniversiry Press,

guiero

expresar mi mas sincero agradecirniento a Samuel \'\feber por sugerir inicialmente este proyecto, ayudando a lo largo en innumerables maneras, y traduciendo el

Postfacio bajo

una

considerable presion de tiempo.Y por supuesto agradecemos a Jacques Derrida por darnos el honor de dejar a nuestra disposicion sus textos en forma de libro, y por mejorarlos con SUS mas recienteS pensamientos.

Gerald Graff.

12

FIRMA ACONTECIMIENTO CONTEXTO

Por razones de simplicidad nos limitamos a las expresiones ora!es. How to do thing with words.•

AUSTIN,

c:Esta asegurado que a la palabra comunicacion corresponde un

concepto

i'.mico,

y transmisible:

univoco,

comunicable?

rigurosamente Seglin

manejable

una extraiia

figura

del discurso, primero hay que preguntarse si la palabra o el

significante

"comunicaci6n"

comunica

un contenido

determinado, un sentido identificable, un valor descriptible. Pero para articular y proponer esta cuesti6n, ha sido necesario que anticipe el sentido de la palabra comunicacion: he tenido que predeterminar la comunicaci6n como el vehiculo, el transporte o el lugar de paso de un sentido y de un sentido uno. Si comunicacion tuviera muchos sentidos y si tal pluralidad no se dejara reducir, de manera inmediata no estaria justificado Jacques Derrida remite a la traduccion francesa de Gilles Lange ("Pour nous en tenir toujours, par souci de simplicite, a l'enonciation parlee", .-\ustin,

J.

L.

Q11a11d dire, c'estfaire.

Paris: Seuil, 1970, p. 122). :Illas

adelante Derrida volvera a referir a esta edicion y a citar el prologo de! traductor. Por nuestra parte, respecto de! texto de .-\ustin, hemos utilizado la version en castellano de Gerardo R. Carrio y Eduardo A Rabossi (Austin,

J.

L. Como

hacer cosas

con

palabras. Palabras y acdo11es.

Barcelona:

Paidos, 1990, p. 159, nota 9). Del mismo modo, a no ser que se indique alguna modificacion, hemos recurrido a las versiones publicadas en espaiiol de las obras citadas [N. def T).

13

FIRMA ACONTECIMIENTO CONTEXTO

Por razones de simplicidad nos lirnitamos a las expresiones orales. AUSTIN, How to do thing with words.*

c:Esta asegurado que a la palabra comunicacidn corresponde un

concepto

y transmisible:

unico,

univoco,

comunicable?

rigurosamente Segun

una

manejable

extrana

figura

del discurso, primero hay que preguntarse si la palabra o el

sigoificante

"comuoicaci6n"

comunica

un cootenido

determinado, un sentido identificable, un valor descriptible. Pero para articular y proponer es ta cuesti6n, ha sido necesario que anticipe el sentido de la palabra comunicacidn: he tenido que predeterminar la comunicaci6n como el vehiculo, el transporte o el lugar de paso de un sentido y de un sentido uno. Si comunicacidn tuviera muchos sentidos y si tal pluralidad no se dejara reducir, de manera inmediata no estaria justificado Jacques Derrida remite a la traduccion francesa de Gilles Lange ("Pour nous en tenir toujours, par souci de simplicite, a l'enonciation parlee ", ..\ustin, J. L. Q11a11d dire, c'est faire. Paris: Seuil, adelante Derrida volvera a referir

a

1970,

p.

122).

i\I:is

esta edicion y a citar el prologo de!

traductor. Por nuestra pane, respecto de! texto de .\ustin, hemos utilizado •

la version en castellano de Gerardo R. Carrio y Eduardo .c\. Rabossi (Austin, J. L. Como hacer cosas con palabras. Palabras y accio11es. Barcelona: Paidos,

1990,

p.

159,

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9).

Del mismo modo, a no ser que se indique

alguna modificacion, hemos recurrido a las versiones publicadas en espaiiol de las obras citadas

�\ · T. de/ I].

13

definir la comunicaci6n como transmisi6n de un sentido, aun suponiendo que estemos en el estado de comprender cada una de estas palabras (transmisi6n, sentido, etc.). Ahora bien, la palabra comunicacion, que nada nos autoriza inicialrnente a descuidar como palabra y a empobrecer como palabra polisemica, abre un campo semantico que precisamente no se limita a la semantica, ni a la semi6tica, aun menos a la linguistica. Pertenece al campo semantico de la palabra

comunicacion, palabra que tambien designa movimientos no semanticos. Aqui, un recurso al menos provisorio al lenguaje ordinario, y a los equivocos de la lengua natural, nos enseii.a que se puede, por ejemplo, comunicar un movimiento o que un sacudimiento, un choque, un desplazamien to de ftrerza puede ser comunicado -entendamonos, propagado, transmitido. Se dice tambien que lugares diferentes o remotos pueden comunicarse entre ellos por tal pasaje o tal abertura. Lo que pasa [se passe] entonces, lo que es transmitido, comunicado, no son fen6menos de sentido o de significaci6n. No se trata en estos casos de un contenido semantico o conceptual, ni de una operaci6n semi6tica, menos aun de un intercambio linguistico. No decimos, sin embargo, que este sentido no semi6tico de la palabra comunicacion, tal como esta puesta en obra en el lenguaje ordinario, en una o varias lenguas llamadas naturales, constituye el sentido propio o primitivo y que, en consecuencia, el sentido semintico, semi6tico o linguistico corresponde a una derivaci6n, una extension o una reducci6n, a un desplazamiento metaf6rico. No estamos diciendo, como se podria estar tentado de hacer, que la comunicaci6n semio­ lingliistica se titule more methaphorico "comunicaci6n", porque,

14

por analogia con la comunicacion "psiquica" o "real'', de el paso, transporte, transmita algo, de acceso a alguna cosa. No lo decimos:

1) Porque el valor de sentido propio parece mas problematico que nunca. 2) Porque el valor de desplazamiento, de transporte, etc., es constitutivo precisamente del concepto de metafora, por el cual se pretenderia comprender el desplazamiento semantico que tiene lugar desde la comunicacion como fenomeno no semio-linguistico hasta la comunicacion como fenomeno semio-linguistico. (Seiialo aqui, entre parentesis, que, en esta comunicacion, se va a tratar, se trata ya, del problema de la polisemia y de la comunicacion, de la diseminacion -que yo opondria a la polisemia- y de la comunicacion. En un momento, un cierto concepto de escritura no podra dejar

[ma11que1

de

intervenir para transformarse, y quizas para transformar la problemitica). Parece evidente que el campo de equivocidad de la palabra "comunicacion" se deja reducir abrumadoramente por los limites de lo que se denomina un

contexto (y

anuncio, aun

entre parentesis, que se tratara, aqui, en esta comunicacion, del problema del contexto y de la cuestion de saber que hay de la escritura en cuanto al contexto en general). Por ejemplo, en un

de

coloquio

convencional,

jilosofia

de

lengtta francesa,

un contexto

producido por una especie de consensus

implicito pero estructuralmente vago, parece prescribir que se propongan "comunicaciones" sabre la comunicacion, comunicaciones

de

forma

discursiva,

comunicac10nes

coloquiales, orales, destinadas a ser oidas y a comprometer

15

o a proseguir dialogos en el horizonte de una inteligibilidad y de una verdad del sentido, de tal suerte que un acuerdo general pueda, de derecho, finalmente establecerse. Estas comunicaciones deberian mantenerse en el elemento de una lengua "natural" determinada, lo que se llama el frances, que ordena ciertos usos muy particulares de la palabra

comimicacion. Sobre todo, el objeto de estas comunicaciones deberia, por prioridad o por privilegio, organizarse alrededor de la comunicaci6n como disc11rso o en todo caso como significaci6n. Sin agotar todas las implicaciones y toda la estructura de un "acontecimiento" como este, que ameritaria un muy largo analisis preliminar, el requisito que acabo de recordar me parece evidente; y, si se pone en duda, bastaria con consultar nuestro programa para estar seguros. Pero,

2son los

requisitos

de un

contexto

en algun

momento absolutamente determinables? Tal es en el fondo la cuesti6n mas general que me gustaria intentar elaborar. 2Hay un concepto riguroso y cientifico de contexto? 2La noci6n de contexto no resguarda, detras de una cierta confusion, pre-suposiciones 6los66cas muy determinadas? Para decirlo ahora de la manera mas resumida, me gustaria demostrar por que un contexto nunca es absolutamente determinable o, mas bien en que su determinaci6n no esta jamas asegurada o saturada. Esta no-saturaci6n estructural tendria por doble efecto:

1)

Marcar la insuficiencia teonca del concepto corriente

del contexto (lingiiistico o no lingiiistico) tal como se recibe en numerosos dominios de investigaci6n, con todos los conceptos a los cuales esta sistematicamente asociado;

2)

Hacer necesarias una cierta generalizaci6n y un cierto

desplazamiento del concepto de escritura. Este, por tanto,

16

no podria entenderse bajo la categoria de comunicacton, por lo menos si lo entendemos en el sentido estricto de transmisi6n de sentido. Por el contrario, es en el campo general de la escritura asi definida coma los efectos de la comunicaci6n semantica podran ser determinados coma efectos particulares, secundarios, inscritos, suplementarios.

Escrituray telecomunicacidn Si se recibe la noci6n de escritura en su acepci6n corriente -lo que sabre todo no quiere decir inocente, primitiva o natural-, hace falta verla coma un medio de comunicacidn. Se debe incluso reconocerla coma un potente media de comunicaci6n que extiende muy lejos, sino infinitamente, el campo de la comunicaci6n oral o gestual. Hay ahi una suerte de evidencia banal sabre la cual el acuerdo parece facil. No describire todos los modos de esta extension en el tiempo y en el espacio. Me detendre, en cambio, sabre este valor de extension al que acabo de recurrir. Decir que la escritura extiende el campo y los poderes de una comunicaci6n locutoria o gestual, �no es presuponer una suerte de espacio homogeneo de la comunicaci6n? El alcance de la voz o del gesto encuentra ciertamente un lirnite factual, un coto empirico en la forma del espacio y del tiempo; y la escritura vendria, en el mismo tiempo, en el mismo espacio, a aflojar los limites, a abrir el mismo campo a un alcance muy amplio. El sentido, el contenido del mensaje semantico seria transmitido, comunicado, por medios [mryens]

diferentes, mediaciones tecnicamente mas

potentes, a una distancia mucho mayor, pero en un media [milieu]

fundamentalmente continua e igual a si nusmo,

17

en un elemento homogeneo a traves del cual la unidad, la integridad del sentido no seria esencialmente afectada. Toda afecci6n seria aqui accidental. El sistema de esta interpretaci6n (que es tambien de cierta manera el sistema de la interpretaci6n o, en todo caso, de toda una interpretaci6n de la hermeneutica), aunque sea corriente, o en tanto sea corriente como el buen sentido, ha estado representado en toda la historia de la filosofia. Diria incluso que es, en el fondo, la interpretaci6n propiamente filos6fica de la escritura. Tomaria un solo ejemplo, pero no creo que se pueda encontrar en toda la historia de la filosofia un solo contra-ejemplo, un solo analisis que contradiga esencialmente aquello que propone de Condillac inspirandose estrechamente en \V'arburton, en el Ensqyo sobre

el origen de los conocimientos humanos. He elegido este ejemplo porque una reflexion explicita sobre el origen y la funci6n de lo escrito (esta explicitaci6n no se encuentra en toda filosofia y haria falta interrogar las condiciones de su emergencia o su

de ocultamiento) se organiza aqui en un discurso filos6fico que, esta vez, como toda filosofia, presupone la simplicidad del origen, la continuidad de toda derivaci6n, de toda producci6n, de todo analisis, la homogeneidad de todos los 6rdenes. La analogia es un concepto rector en el pensamiento de Condillac. Escogi tambien este ejemplo porque el analisis que "vuelve a trazar" [retrarant]' el origen y la funci6n de la escritura esta situado de una manera no critica, bajo la autoridad

de la categoria de comunicacion.1 Si los hombres escriben, es: 1) Respecro del "retrarcmt l'otigine", hemos tenido en vista la traducci6n de "Ellipse" de Patricio Penalver quien vierte "Eiriture d'origine,

rfcriture retra,w1t !'origine, traq11ant /es sig11es de sa disparitio11, ecriture eperdue d'o1igine" (Derrida,]. L'Etriture et la differen ce. Paris: Seuil, 1967, p. [Subrayado nuestro]) como "Escritura de origen, escritura que vuelve a trazar el origcn, acosando los signos de su desaparici6n, escritura loca de origen" (Derrida,].

18

porque tienen algo que comumcar; 2) porque aquello que tienen que comunicar es su "pensarniento", sus "ideas", sus representaciones. El pensarniento representativo precede y dirige la comunicacion que transporta la "idea'', el contenido signi6cado; 3) porque los hombres estan ya en estado de comunicar y de comunicarse su pensarniento cuando, de manera continua, inventan el medio de comunicacion que es la escritura. Aqui hay un pasaje del capitulo XIII de la Segunda Parte ("Del lenguaje y del metodo"), Seccion primera ("Del origen y progresos del lenguaje") (La escritura es, pues, una modalidad del lenguaje y marca un progreso continua en una comunicacion de esencia lingiiistica), paragrafo XIII, "De la escritura": "Los hombres, ya en estado de comunicarse sus pensarnientos por medio de sonidos, sintieron la necesidad de imaginar nuevos signos apropiados para perpetuarlos y hacerlos conocer a personas ausentes"· (subrayo este valor de attsencia que, cuestionado de nuevo, arriesga introducir una cierta ruptura en la homogeneidad del sistema). Una vez

que los hombres ya estan en estado de "comunicar sus pensarnientos'', y de hacerlo a traves de sonidos (lo que es, segun Condillac, una segunda etapa, el lenguaje articulado vendria a "suplir" el lenguaje de la accion, principio unico y radical de todo lenguaje), el nacirniento y el progreso de La escrit11ray la diferencia. Barcelona: .-\nthropos, 1989, p. 403). �Lis adclante, apostamos por "trazary retrazal'. Considerese, en cualquier caso, la apuesta que en el pensamiento de Derrida vincula el "trait' ("trazo" o "rasgo"), el "retraif' ("retrazo", pero tambien "retirada"), y la "trace" ("huclla") [i\T. de/1]. 1

La teoria rousseauniana de! lenguaje y de la escritura es tambien

propuesta a titulo general de la com11nicacio11 ("De los diversos medios de comunicar nuestros pensamientos", titulo de! primer capitulo de] E11scryo sobre el 01igen de las lenguas, trad. de ,.\dolfo Castanon, :l\Iexico D. F.: FCE, 2006, pp. 11-16). Bonnot de Condillac,

E.

E11scryo sobre el 01igen de los co11ocimientos

h11111 a11os, trad. de E. :l\Iazorriaga. Madrid: Tecnos, 1922, § 127, p. 223. Trad. esp. modif. [N. de/I].

19

la escrirura seguiran una linea directa, simple y continua. La historia de la escritura se cumplira por una ley de economia mecanica: ganar el mayor espacio y tiempo mediante la abreviacion mas comoda; esta no tendria jamas el menor efecto sobre la es tructura y el contenido de sentido (de ideas) que ella debe vehicular. El mismo contenido, anteriormente comunicado por gestos y sonidos, sera a partir de ahora trasmitido por la escritura, y sucesivamente por diferentes modos de notacion, desde la escritura pictografica a la escritura alfabetica, pasando por la escritura jeroglifica de los egipcios y por la escrirura ideografica de los chinos. Continua Condillac: "Entonces la imaginacion solo les represento las

mismas imagenes

que ya habian ellos expresado por acciones

y por palabras, y que desde el principio habian hecho al

lenguaje figurado y metaf6rico.

El medio mcis natural

fue, por

consiguiente, el dibujo de las imagenes de las cosas. Para

expresar la idea

de un hombre o de un caballo, se represento

la forma de los dos, y el primer ensayo de la escritura fue tan solo una pintura sencilla

[simple]"

(Yo subrayo a. D. ] ).

El caracter representativo de la comunicacion escrita la escritura como cuadro, reproduccion, imitacion de su contenido-sera el rasgo siguientes. de los de

[trait] invariante de to dos los progresos El concepto de representaci611, aqui es indisociable comtmicacirJn y de expresion que he subrayado en

el texto de Condillac. La representaci6n, ciertamente, se complicara, se daran relevos

[relais]

y grados suplementarios,

devendra representacion de representacion en las escriruras jeroglificas, ideograficas, luego fonetico-alfabeticas, pero la estructura representativa que marca el primer grado de la comunicaci6n expresiva, la relaci6n idea-signo, nunca sera relevada [levee] ni transformada. D escribiendo la historia de los tipos de escritura, su derivaci6n continua a partir de un

20

comun radical que no es jamas desplazado y procura una suerte de comunidad de participaci6n analoga entre todas las escrituras, Condillac concluye (esto es practicamente una cita de \'Varburton, como casi todo el capitulo): "He aqui la historia general de la escritura, elevada por una

sencilla [gradation simple]

gradacion

desde el estado de la pintura hasta el

de letra; porque las letras son los

pasos ultimos,

que despues

de las marcas chinas quedaban por darse; estas participan, por una pane, de la naturaleza de los jeroglificos egipcios, y por otra, de las letras; al igual, precisamente, que los jeroglificos participan igualmente de las pinturas mexicanas y de los caracteres chinos. Estos caracteres son tan vecinos de nuestra escritura, que un alfabeto

disminttye meramente [dimimte simplement] el embarazo de su numero, y es su breve compendio [abr�e succinc�" [§ 134, p. 226]. Habiendo puesto en evidencia este motivo de la reducci6n

econ6mica, noci6n

homogenea y mecdnica, volveremos ahora sobre esta de ausencia que he marcado al pasar en el texto de

Condillac. 2C6mo se determina?

1)

En primer lugar, es la ausencia del destinatario. Se

escribe para comunicar algo a los ausentes. La ausencia del emisor, del destinador, por la marca que el abandona, que se separa de el y continua produciendo efectos mas alla de su presencia y de la actualidad presente de su querer-decir, o incluso mas alla de su vida misma, esta ausencia que sin embargo pertenece a la estructura de toda escritura -y, yo aiiadiria aun mas, de todo lenguaje en general- esta ausencia no es interrogada por Condillac.

2) La ausencia de la que habla Condillac esta determinada, de

la

manera

mas

clasica,

como

una

modificaci6n

continua, una extenuaci6n progresiva de la presencia. La

21

representac1on

regularmente

suple

a la

presencia.

Pero

articulando todos los momentos de la experiencia en tanto que ella esta comprometida en la significacion ("suplir" es uno de los conceptos operacionales mas decisivos y mas frecuentemente utilizados en el

Ensqyo

de Condillac),2 esta

operacion de suplementacion no es exhibida como ruptura de presencia sino como reparacion y modificacion continua, homogenea de la presencia en la representacion. No puedo analizar aqui todo lo que presupone, en la filosofia de Condillac

y

en otras panes, este concepto de

ausencia como modificacion de la presencia. Notamos, aqui, solamente que este regula otro concepto operatorio (opongo aqui clasicamente y por comodidad tambien decisivo en el Ensqyo:

operatorio y temdtico) trazary retrazar [tracer et retracer].

Del mismo modo que el concepto de suplencia, el concepto de huella

[trace]

podria estar determinado de otra manera que

como lo hace Condillac. Trazar

[tracer]

quiere decir seglin

el "expresar", "representar", "recordar", "hacer presente" ("es verosimil que la pintura deba su origen solamente a la necesidad de trazar

[tracer]

asi nuestros pensamientos; y esta

necesidad ha contribuido, sin duda, a conservar el lenguaje de accion por ser el que podia pintarse mas facilmente") ("De la escritura", p. 223)

[§128].

El signo nace al mismo tiempo

que la imaginacion y la memoria, en el momento en que es requerido por la percepcion presente dada la ausencia del objeto ("La memoria, segun hemos visto, no consiste mas que en el poder de recordarnos los signos de nuestras ideas, o las circunstancias que los han acompanado; y este poder no actua sino en tan to que, por la

analogia de los signos (Yo subrayo:

este concepto de analogia, que organiza toda la sistematica El lenguaje suple a la acci6n o la percepci6n, el lenguaje articulado suple al lenguaje de acci6n, la escritura suple al lenguaje articulado, etc.

22

de Condillac, asegura en general todas las continuidades y en particular aquella de la presencia a la ausencia) elegidos por nosotros y por el orden que hemos puesto en nuestras ideas, los objetos que deseamos retrazar se relacionan con algunas de nuestras necesidades presentes") (Primera pane, Secci6n segunda, Cap. Iv, § 39,

[p.

45. Trad. esp. modif.]).

Esto es verdad en todos los 6rdenes de signos que distingue Condillac

(arbitrarios,

accidentales

e

incluso

naturales,

distinci6n que Condillac matiza y, en ciertos puntos, pone en tela de juicio en sus que

Condillac

Cartas a

denomina

Cramer). La operaci6n filos6fica tambien

"retrazar"

["retracer"]

consiste en remontar por via de analisis y de descomposici6n continua el movimiento de derivaci6n genetica que conduce de la sensaci6n simple y de la percepci6n presente al complejo edificio de la representaci6n: de la presencia originaria a la lengua del calculo mas formal. Seria facil mostrar que, en su prinop10, este tipo de analisis de la significaci6n escrita no comienza ni termina con Condillac. Si decimos ahora que este analisis es "ideol6gico'', en primer lugar, no es para oponer las nociones a conceptos "cientificos" o para referirse al uso a menudo dogmatico se podria decir tambien "ideol6gico"- que se hace de esta palabra de ideologia tan raramente interrogada hoy en su posibilidad y en su historia. Si defino como ideol6gicas las nociones de tipo condillaciano, es porque, sobre el fondo de una vasta, potente y sistematica tradici6n filos6fica dominada por la evidencia de la

idea (eidos, idea), estas nociones cortaron

el campo de reflexion de "ide6logos" franceses que, en el surco de Condillac, elaboraron una teoria del signo como representaci6n de una idea que, en si misma, representa la cosa percibida. La comunicaci6n desde entonces transporta una

representaci6n

como

contenido

ideal

(lo

que

se

23

denominara el sentido); y la escritura es una especie de esta comunicaci6n general. Una especie: una comunicaci6n que comporta una especificidad relativa al interior de un genero. Si nos preguntamos ahora cual es, en este analisis, el predicado esencial de esta con la

diferencia especifica, nos encontramos

attsencia.

Adelanto aqui las siguientes dos proposiciones o hip6tesis: 1) Puesto que todo signo, tanto en el "lenguaje de acci6n" como en el lenguaje articulado (antes incluso de la intervenci6n de la escritura en el sentido clasico), supone una cierta ausencia (por determinar), hace falta que la ausencia en el campo de la escritura sea de un tipo original si queremos reconocerle alguna especificidad a lo que sea el signo escrito.

2)

Si por casualidad el predicado asi admitido para

caracterizar la ausencia propia a la escritura se encuentra conveniente

para

cualquier

especie

de

signo

y

de

comunicaci6n, se seg uiria un desplazamiemo general: la escritura no seria mas una especie de comunicaci6n y todos los conceptos a cuya generalidad se subordinaba la escritura (el concepto mismo como sentido, idea o asimiento del sentido y de la idea, el concepto de comunicaci6n, de signo, etc.) aparecerian como no criticos, mal formados o destinados, mas bien, a asegurar la autoridad y la fuerza de un cierto discurso hist6rico. Tratemos

pues,

sin

dejar

de

tomar

nuestro

punto

de partida en este discurso clasico, de caracterizar esta ausencia que parece intervenir de manera especifica en el funcionamiento de la escritura.

24

Un signo escrito se adelanta en la ausencia de! destinatario. cC6mo calificar esta ausencia? Se podria decir que en este momento, cuando yo escribo, el destinatario puede estar ausente de mi campo de percepci6n presente. cPero esta ausencia no es solo una presencia lejana, retardada o, bajo una forma u otra, idealizada en su representaci6n? No lo parece, a menos que esta distancia, es ta separaci6n, este retardo, esta

differance deban poder ser trasladados a

un cierto absoluto de

la ausencia para que la estructura de escritura, suponiendo que exista la escritura, se constituya. Es ahi donde la como escritura no podria mas

differance

(ser) una modificaci6n

( ontol6gica) de la presencia. Hace falta, si ustedes quieren, que mi "comunicaci6n escrita" permanezca pese

a

la

desaparici6n

absoluta

de

todo

[reste]

legible

destinatario

determinado en general, para que tenga su funci6n de escritura, es decir, su legibilidad. Hace falta que sea repetible -iterable- en la ausencia absoluta del destinatario o de! conjunto empiricamente determinable de destinatarios. Esta iterabilidad

(iter, de nuevo, vendria de itara, otro en sanscrito, y

todo lo que sigue puede ser leido como la explotaci6n de esta 16gica que vincula

[lie]

la repetici6n a la alteridad) estructura

la marca de la escritura misma, cualquiera sea ademas el tipo de escritura (pictografica, jeroglifica, ideografica, fonetica, alfabetica, por utilizar estas viejas categorias). Una escritura que no sea estructuralmente legible -iterable- mas alla de la muerte del destinatario no seria una escritura. Si bien se trata aqui, al parecer, de una evidencia, no quiero hacerla adrnitir como tal, y examinare la ultima objeci6n que se podria hacer a esta proposici6n. Imaginemos una escritura cuyo c6digo sea lo suficientemente idiomatico como para no haber sido instaurado y conocido, como cifra

[chijfre]

secreta, sino por dos "sujetos". cAun se diria que, en la muerte de! destinatario, o incluso de ambos companeros, la

25

marca dejada por uno de ellos siempre es una escritura? Si, en la medida en que, regulada por un c6digo, aunque sea desconocido y no lingliistico, en su identidad de marca, esta constituida por su iterabilidad, en la ausencia de tal o cual, en el limite, pues, de todo "sujeto" empiricamente determinado. Esto implica que no hay c6digo -6rganon de iterabilidad­ que sea estructuralmente secreto. La posibilidad de repetir, y, por tanto, de identificar las marcas, esta implicada en todo c6digo, haciendo de este una red comunicable, transmisible, descifrable, iterable por un tercero, luego, por cualquier usuario posible en general. Toda escritura, pues, para ser lo que es, debe poder funcionar en la ausencia radical de todo destinatario empiricamente determinado en general. Y esta ausencia no es una modificaci6n continua de la presencia, es una ruptura de presencia, la "muerte" o la posibilidad de la "muerte" del destinatario inscrita en la estructura de la marca (es en este punto, lo anoto de pasada, donde el valor o el "efecto" de trascendenralidad se liga necesariamente a la posibilidad de la escritura y de la "muerte" asi analizadas). Consecuencia quiza parad6jica del recurso que, en este momento, estoy haciendo a la iteraci6n y al c6digo: la disrupci6n, en ultima instancia, de la autoridad del c6digo como sistema finito de reglas; la destrucci6n radical, al mismo tiempo, de todo contexto como protocolo de c6digo. Llegaremos a esto en un instante. Lo que vale para el destinatario vale rambien, por las mismas razones, para el emisor o el productor. Escribir, es producir una marca que constituira una suerte de maquina a su vez productora, que mi desaparici6n futura no impedira principalmente funcionar y dar, dandose a leer y a reescribir. Cuando digo "mi desaparici6n futura", es para hacer esta proposici6n mas inmediatamente aceptable. Debo poder

26

decir mi desaparici6n a secas, mi no-presencia en general, y por ejemplo la no-presencia de mi querer-decir, de mi intenci6n-de-significaci6n, de mi querer-comunicar-esto, en la emisi6n o la producci6n de la marca. Para que un escrito sea un escrito, hace falta que continue "actuando" y siendo legible incluso si lo que se denomina el autor del escrito no responde ya de lo que el ha escrito, de aquello que parece haber firmado, ya sea que este provisionalmente ausente, que este muerto, o en general que no haya sostenido con su intenci6n o atenci6n absolutamente actual y presente, con la plenitud de su querer-decir, aquello mismo que parece haber escrito "en su nombre". Se podria rehacer aqui el analisis bosquejado anteriormente sobre el destinatario. La situaci6n del escritor y del suscriptor es, en cuanto al escrito, fundamentalmente la misma que la del lector. Esta deriva esencial, sostiene a la escritura como estructura iterativa, apartada

[coupee]

conciencia

coma autoridad de ultima instancia, huerfana y

de toda responsabilidad absoluta, de la

separada desde su nacimiento de la asistencia de su padre, esto es lo que Plat6n condenaba en el

Fedro.

Si el gesto de

Plat6n es, como yo lo creo, el movimiento filos6fico por excelencia, mide aqui el asunto que nos ocupa. Antes de precisar las consecuencias inevitables de estos rasgos nucleares de toda escritura, (a saber: 1) la ruptura con el horizonte de la comunicaci6n como comunicaci6n de conciencias o de presencias y coma transporte linguistico o semantico del querer-decir; 2) la sustracci6n de toda escritura al horizonte semantico

0

al horizonte hermeneutico que, en

tanto al menos como horizonte de sentido, se deja reventar

[creverf por

la escritura;

El termino

3)

la necesidad de

"crevd', "reve11taJ'',

separar [ecarte�,

en

y que en la obra de Derrida se

vincula mas directamente con "perforar", es decir

"co11percet''

y

''peiforet'', 27

cierto modo, del concepto de polisemia lo que he llamado en otro lugar escritura;

4)

diseminacion

y que es tambien el concepto de

la descalificaci6n o el limite del concepto de

contexto, "real" o "linguistico", del que la escritura hace la determinaci6n te6rica o la saturaci6n empirica, imposibles o, con todo rigor, insuficientes), me gustaria demostrar que los rasgos que se pueden reconocer en el concepto clasico y estrechamente definido de escritura son generalizables.

Estos valdrian no solo para todos los 6rdenes de "signos" y para todos los lenguajes en general sino tambien, mas alla de la comunicaci6n semio-lingliistica, para todo el campo de lo que la filosofia llamaria la experiencia, incluso la experiencia del ser: la denominada "presencia". 2Cuales son, en efecto, los predicados esenciales en una determinaci6n minima del concepto clasico de escritura?

1)

Cn signo escrito, en el sentido corriente de esta

palabra, es pues una marca que queda

[reste],

que no se

agota en el presente de su inscripci6n y que puede dar lugar a una iteraci6n en la ausencia y mas alla de la presencia

del sujeto

empiricamente determinado

que,

en un contexto dado, la ha emitido o producido. Esto es por lo cual, al menos tradicionalmente, se distingue la "comunicaci6n escrita" de la "comunicaci6n hablada". 2) Al mismo tiempo, un signo escrito comporta una fuerza de ruptura con su contexto, es decir, el conjunto de las presencias que organizan el momenta de su inscripci6n. Esta fuerza de ruptura no es un predicado accidental, sino tambien comporta el sentido familiar de

"mo1irsi'.

Se encadena, asi, con

el motivo de la "muerte'', es decir, de la "economia de la muerte" y de "la vida-la muerte" [La vie la mort], y por tanto de la "sobrevida"

["s11r11ii']

que,

de pane a pane, vuelve a aparecer en el pensamiento de Jacques Derrida

is. de/1]. 28

la estructura misma de lo escrito. Si se trata del contexto denominado "real'', lo que acabo de adelantar es muy evidente. Forman pane de este pretendido contexto real un cierto "presente" de la inscripci6n, la presencia del escritor en lo que ha escrito, todo el ambiente y el horizonte de su experiencia y sobre todo la intenci6n, el querer-decir, que animaria en un momento dado su inscripci6n. Pertenece al signo, con derecho, ser legible tanto si el momento de su producci6n esta perdido irremediablemente como si yo no Se lo que SU pretendido autor-escritor ha querido decir en conciencia y en intenci6n en el momenta en que lo ha escrito, es decir, abandonado a su deriva esencial. Con respecto al contexto semi6tico e interno, la fuerza de ruptura no es menor: debido a su iterabilidad esencial, siempre se puede retirar un sintagma escrito fuera del encadenamiento en el cual esta asumido o dado, sin hacerle perder toda posibilidad de funcionamiento, sino, precisamente, toda posibilidad de "comunicaci6n". Se puede, eventualmente, reconocerle otras posibilidades al inscribirlo o it!fertarlo [greffant] en otras cadenas. Ningun contexto puede cerrarse sobre si. Ni ningun c6digo, siendo el c6digo aqui, a la vez, la posibilidad y la imposibilidad de la escritura, puede cerrar su iterabilidad esencial (repetici6n/alteridad). 3) Esta fuerza de ruptura se debe al espaciamiento que constituye al signo escrito: espaciamiento que lo separa de los otros elementos de la cadena contextual interna (posibilidad siempre abierta de su extracci6n y de su injerto), pero tambien de todas las formas del referente presente (pasado o futuro en la forma modificada del presente pasado o futuro), objetivo o subjetivo. Este espaciamiento no es la simple negatividad de una laguna, sino el surgimiento de la marca.

29

No queda

[reste],

por tanto, como trabajo de lo negativo al

servicio del sentido, del concepto viviente, del

te!os, re!evab!e y

reducible en la Aufhebung de una dialectica. Estos tres predicados, con todo el sistema que aqui se aiiade, 2estan reservados, como tan a menudo se cree, a la comunicacion "escrita'', en el sentido estricto de esta palabra? 2No los reencontramos en todo lenguaje, por ejemplo en el lenguaje hablado y, en el limite, en la totalidad de la "experiencia" en tanto que ella no se separa de este campo de la marca, es decir, en la red del borramiento y de la diferencia, de este campo de unidades de iterabilidad, de unidades separables de su contexto interno o externo y separables de si mismas, en tanto que la iterabilidad misma que constituye su identidad jamas les permite ser una unidad identica a si? Consideremos cualquier elemento del lenguaje hablado, una unidad pequeiia o grande. Primera condicion para que funcione: su localizacion con respecto a un determinado codigo; aunque prefiero no comprometer demasiado aqui este concepto de codigo, que no me parece seguro. Digamos que una cierta identidad a si de este elemento (marca, signo, etc.) debe permitir el reconocimiento y la repeticion. A traves de las variaciones empiricas del tono, de la voz, etc., eventualmente de un cierto acento, por ejemplo, hace falta poder reconocer la identidad, digamos, de una forma significante. 2Por que esta identidad es paradojicamente la division o la disociacion de si, que va a hacer de este signo fonico un grafema? Es que esta unidad de la forma significante no se constituye sino por su iterabilidad, por la posibilidad de ser repetida en la ausencia no solo de su "referente", lo que es evidente, sino en la ausencia de un significado determinado o de la

30

intenci6n de significaci6n actual, asi como de toda intenci6n de comunicaci6n presente. Esta posibilidad estructural de ser separado

[sevree] del referente o del significado (por lo tanto,

de la comunicaci6n y de su contexto) me parece que hace de toda marca, aunque sea oral, un grafema en general, es decir, como hemos visto, la

restancia [restance] no-presente de una

marca diferencial apartada de su pretendida "producci6n" u origen. Y yo extenderia incluso esta ley a toda "experiencia" en general, si se acepta que no hay experiencia de presencia

pttra sino solo de cadenas de marcas diferenciales. Quedemonos un poco en este punto y volvamos sobre esta ausencia de referente e incluso del sentido significado, por tanto, de la intenci6n de significaci6n correlativa. La ausencia del referente es una posibilidad muy facilmente admitida en la actualidad. Esta posibilidad no es solamente una eventualidad empirica. Construye la marca; y la presencia eventual del referente en el momento en que es designado, nada cambia la estructura de una marca que implica que puede prescindir de ella. Husserl en sus

Investigaciones /Ogicas,

habia analizado muy rigurosamente esta posibilidad. Esta, es doble:

1) Un enunciado cuyo objeto no es imposible sino solamente posible puede muy bien ser proferido y oido sin que su objeto real (su referente) este presente, sea ante quien produce el enunciado, sea ante quien lo recibe. Si, mirando por la ventana, yo digo: "El cielo es azul", este enunciado sera

inteligible

(digamos

provisionalrnente,

si

ustedes

quieren, comunicable) incluso si el interlocutor no ve el cielo; incluso si yo mismo no lo veo, si lo veo mal, si me equivoco o si quiero engafiar a mi interlocutor. No es que sea siempre asi; pero pertenece a la estructura de posibilidad de este

31

enunciado, poder estar formado :· poder funcionar como referencia vacia o apartada

lcoupee]

de su referente. Sin esta

posibilidad, que es tambien la iterabilidad general, generable v

generalizadora de roda marca, no habria enunciado.

2) La ausencia de! significado.

Tambien lo analiza Husserl.

El la juzga siempre posible, incluso si, segun la axiologia y la teleo)ogia que dirigen inferior, peligrosa

0

SU

anaJisis, juzga esta posibilidad

COffiO

"critica": esta abre el fen6meno de

crisis

de! sentido. Esta ausencia del sentido puede propagarse segun tres formas: .A) Puedo manipular simbolos sin animarlos, de manera actin y actual, de atenci6n y de intenci6n de significaci Si, por supuesto, todos los dias. Los efectos de firma son la cosa mas comun en el mundo. Pero la condici6n de posibilidad de cstos efectos es simultaneamente, una vez mas, la condicion de

SU

imposibilidad, de la imposibilidad

de su rigurosa pureza. Para funcionar, es decir, para ser legible, una firma debe tener una forma repetible, iterable, imitable; ella debe poder desligarse de la intenci6n presente y rcmitimos la paginaci6n de la edici6n en espaiiol, pero hcmos modificado la traducci6n en funci6n de c6mo aparece en el texto de J Derrida jJ"\'.

clef 7].

51

singular de su produccion. Es su mismidad lo que, alterando su identidad y su singularidad, divide el sello. Ya he indicado antes, el principio de este analisis. Para concluir este asunto muy en

1)

seco [sec]:

en tanto que escritura, la comunicacion, s1 se qu1ere

mantener esta palabra, no es el medio de transporte del sentido, el intercambio de las intenciones y del querer­ decir, el discurso r la "comunicacion de las conciencias". No asistimos a un fi.n de la escritura que seguiria siendo siguiendo

[resta11rerait], J\kLuhan,

una

la

representacion

transparencia

o

una

ideologica

inmediatez

de

de las

relaciones sociales; sino mas bien al despliegue historico cada vez mas potente de una escritura general, cm·o sistema del habla, de la conciencia, del sentido, de la presencia, de la ,-erdad, etc., no seria sino un efecto, y debe ser analizado como ta!. Es este el efecto puesto en cuestion, al que en otra pane he denominado logocentrismo;

2)

el horizontc semantico que habitualmcnte dirige la

nocion de comunicacion esta cxcedido o reventado la inten·encic)n de la escritura, es decir, de una

[crwe] por disemi11acid11 que

no se reduce a una polisemia. La escritura se lee, no da lugar, "en ultirna instancia", a un desciframiento hermeneutico, al desencriptado de un sentido o una nrdad; pese

3)

al

desplazamiento

general

de]

concepto

clasico, "fi.losofi.co", occidental, etc., de escritura, parece necesario consernr, provisoria r estrategicamente,

11ombre.

Esto implica toda una Jc)gica de la Derrida

".re/'

sigla con b

52

escribe "tres

set'',

pcro no ha1· que

cs tambicn la sigla dcl prcscnte rexto

c ... "

el "ie;o paleo11imia que

p er 2fuera?) de un capitulo precisamente titulado Firmas. Un gran numero y de diversos tipos, que parecen citarse ellas mismas (2puede citarse una firma y, en caso afirmativo, cuales son las consecuencias?) y constituir los objetos del estudio, los temas o ejemplos de

un analisis como sello del analista. (Quien firm6 Firma acontecimie11to conte.\.io::> c'. Y si el plura l del subtitulo del capitulo "Firmas", fuera a seii.alar no solo la multiplicaci6n de la firma, lo que tiene lugar al final del texto, sino gue por estar tambien et1 el texto, por ser "objeto" del texto, ya no simplemente firma, a pesar de que aun firme, no estando, sobre el borde, totalmente en el texto, ni totalmente fuera de e l? (Quien decidira:i Y si se tiene en cuenta gue el final de I'irma aco11tecimiento coNtexto es tambien el final del libro, del libro titulado J\Icirgems, todo el contexto de esta pregunta se extiende necesariamente mas alla del articulo que nuestros tres + n au tores ban extraido [pre'/eve] yen el ma/ estan tomados [prile11e]. Este contexto se extiende r se complica at.in mas por el hecho de que la misma operaci6n se repite de otra manera en otros libros que fingi (pretendf) firmar, por ejemplo, L1 escritNray la difere11cia, o Glas. \'ease nora 1, pp. 6-

70

\' ss.

2Quien firm6 Firma acontecimiento contexto? 2Y quien fa!sifico [contrifait] la firma en una l'v-ota entre parentesis y en el margen "(... That dispatch should thus have been signed. Which I did, and, and counteifeit, here. Where? There]. D.)" ["( . Tal .

.

envio debia entonces estar firmado. Lo que yo he hecho y falsificado

[contrifais]

aqui. c:D6nde? Alli. J. D.)"]? Ademas:

2se puede confunclir el firmante r el auror? E incluso si se pudiera (hip6tesis pura), 2la firma se confunde con la escritura, digamos la

mencion, de un nombre propio en la pane

inferior de un texto? 2D6nde pasa, en este caso, el linute entre la

mencion

y el

uso? 2Y

el nombre propio se confunde

con el nombre patronimico (incluyendo nombres de pila o iniciales) registrado en los registros oficiales? Abandono aqui estas cuestiones que, por decirlo de pasada, he intentado tratar en otra parte, de otra manera. Para permanecer

[rester] Firma acontecimiento co11texto, esta parece presupuesta por la "Reply to Derrida" como algo sentado, como

en la "firma" de

si fuera tan clara y tan cierta como un copyright garantizado por

convenciones

internacionales

(garantizado hasta cierto

punto y desde una fecha relativamente reciente). Ahora, si me pern1ito insistir y recordar que nada de esto es ni simple ni seguro, es porque estas preguntas no son ajenas a nuestro debate. El sentido comun o la filosofia tradicional dirian que esta ahi el "objeto" "central" del "debate" entre "Searle" r "ro".

Efecto

de

una

operaci6n

mds o menos deliberada, use y mention, indecisa entre la citaci6n y la no-citaci6n, Firma acontecimiento conte"'\·to parece cerrarse, ademas de una 1'v-ota entre parentesis intencional, consciente, ficticia, ir6nica, entre

respecto de la cual seria dificil saber si esta en el texto o fuera de el, con "n1i" firma manuscrita (autentica, por lo tanto, se podria decir), reautenticada en nrias ocasiones por

71

mis iniciales en el margen (denominada nibrica el codigo contractual),

V

1Paraphe]

en

por "rni" "nombre propio" en

SU

forma oficial, es decir, com-encional. Pero:

1. La nota dice que "yo" (c:quien?)

"falsifico"

[co11trefms] esto que digo que "hice", lo que quiere decir re-hago [re/ais] (citando mi firma: pero, c:se puede citar

que una

firma?) e "imito" con vistas a enganar (que en frances, como en ingles, es el significado predominante de "falsificacion"

[co11trefaire]).

Naruralrnente, el ]. D. que pretende garantizar

la identidad del "yo" y del signatario no esta ella misma garantizada mas que por la

pres1111ta

aurcnricidad de la firma

manuscrita. Esta ultima, sin embargo, esta explicitamentc designada como "falsificada"

y se reproduce,

[co11trefaite]

rypofotograficamente, en miles de ejemplares. Searle

mismo

podia imitarla facilmente. 2. No es por el autor de

mencionar

su

nombre

Speech Acts

no

es

que lo aprcndere,

usarUoJ

en

una

firma.

Escribir el nombre propio no es firmar (aunque en el uso norteamericano de la firma, la diferencia grafica entrc la escritura de su nombre y la firma sea dificil de controlar. Si escribo mi nombre al final de un cheque, no tendr:i. el nlor de mencion que tendria en la tarjeta que relleno en un a,-ion o un hotel). 3. No voy a entrar, aqui al menos, en las numerosas

complicaciones suplementarias dcrivadas de la publicacion de

Finna aco11tecimieJ1!0 co11texto

en un libro, multiplicando

la reproduccion de mi firma, luego en traducciones: ,mn nombre propio puede traducirse? c y una firma? c y como los clementos "comunes" -siempre hay- de un nombre propio resisten la contaminacion de las lenguas:i Con el fin de dar cuenta de mdo tipo de necesidades sobre las cuales

72

no puedo explicarme aqui, he jugado mucho, en otros textos, con "mi nombre", con las letras y silabas ]a,

Der, Da.

2Es mi

nombre aun propio, y mi firma, cuando, en las proximidades de

"There.]. D."

(Pronunciado, en frances, aproximadamente

Der]. D.), en proximidad a Wo?

Da,

en aleman, a

"Her.].

D."

en

81

(Y que esta pasando "aqui y ahora"::> No ,-o\· a responder a esta pregunta, pero no cabe duda de que es el acontecimiento de esta pregunta lo que me interesa y me hace (pero, (_por que::>) tan alegre. Lo que me gusta de esta "confrontaci6n", es que no se si esta teniendo lugar, si completamente ha tenido lugar, si podria

0

habria podido tener lugar, entre quien r quien,

que y que. Evidentemente, John R. Searle y "yo-mismo" no fi.rmamos aqui. No somos sino "prestados-nombres"

["pretes-noms"]. En este simulacro ''frentes": me gusta esta palabra,

de confrontaci6n, somos la he aprendido en una

pelicula de \':ota Samuel '

\\cber). Lucgo, se public6 una version bilingi.ie (franccs e i ng lcs): Sp111:r:

0:/et:::,sche's

Styles/ Epero11s: 1.1s S(yks de ;\'lef';:;,sthe

(trad. Par Barbara

I larlow.

Chicago: Cni1·ersity of Chicago Press, 1978) (>:ota Je G. Craff). !Derrida,

J Espolones. L.os es!llos de ;\-iet:;_s·a he

tratado esencialmente esta

cuesti6n, simplementc agregare algunas observaciones sobre este parrafo.

s

"Cuando Uegan1os a la cuc::;ti6n del co11/e.Ylo, con10 sabc

l a situaci6n habla.

:;e

cs

Derrida.

bastante difcrcnte para la cscritura yue para cl habla.

pucdcn im·ocar

todo tipo de

msgos

J 'n cl

carade1istims de/ m11te.\.'/O yue

no se pueden utilizar cuando se cscribc para dcsrinatarios auscntc:; sin rep re s mtar explititame11te es/as caracteiisticas

m

el

texto. Es por

tmmcrp i cio11 e s Litcrales :o quiero entrar aquf en la teoria general correspondiente; en muchos de estos casos podemos incluso decir que cl aero estaba \·ado' (o que se podrfa considerar \·ado', por un acto de coaccion o por inAuencia indebida), etc. Supongo que una teoria general de muy alto nivel podria abarcar en una sola

\"CZ

fracasos y

accidentes

estos

['111alhenre11.Y]

que

otros se

lo que hemos llamado

pueden

'desdichados'

presentar

en

la

ejecucion de acciones (en nuestro caso, de acciones que contienen w1a enunciacion performativa). Pero no nos ocuparemos de este otro tipo de 'desdichas'; solo tendremos que recordar, sin embargo, que

183

este tipo de acontecimientos pueden producirse siempre, y que se

prod11ce11 siempre, de hecho,

en algiin

caso de los que discutiamos. Las caracteristicas de este tipo podrian figurar normalmente bajo la r6tula de 'circunstancias atenuantes' o 'factores que reducen o eliminan la responsabilidad dcl agente', etc." (pp.

62-63, Subrayado mio.

[Trad. esp. modif]).

El segundo acto de esta exclusion concierne mas

directamente a nuestro pr op6 sito

(Sec,

aqui, pp. 42-

43). 2Como se podria ser mas claro en cuanto a lo que aqui es "altamente signifi.cativo"? A saber: supuestamente

metodologico

de una

a)

el caracter

exclusion

que

se

refi.ere a una "teoria general" de la accion o del aero (este valor de

acto

en general no esta sometido a estas preguntas

fundamentales y deconstructivas que la grafematica de la iteralibilidad deberia hacer necesaria. Austin lo hace como si supiera que es un acto); b) la difi.cultad (aqui solo sugerida, pero explicitada por todo el contexto) que se puede tener al seguir a Austin cuando se propone excluir provisionalmente "acontecimientos" que no solo "pueden siempre producirse" sino que, el rambien lo reconoce,

"se producen siempre, de hecho".

He explicado este asunto mas arriba y volvere sobre ello. 2. Es con respecto a la "segunda exclusion", aun dentro

de este "breve resumen" inicial de

Sec,

que Sar!

falsifica

gravemente las cosas. Por contagio, me pongo a escribir como el: esta es la primera vez, creo, que he acusado a alguien de engaiio o de engaiiarse. Dado que toda la discusion se basa en esta falsifi.cacion masiva, deberia bastar con volver a citar a

demora. Primera, cirare

la

el signo de exclamacion

Sec para resolverlo sin mas Rep!y. "More to the point [! diria que

era mio si, entre otras difi.cultades para fi.rmar un punto de

184

exclamacion, no deberia mencionar aqui, como bajo cripta, otro texto aparentemente mio 'fir mado' sobre el punto de exclamacion

("!")

por ejemplo en Mallarme, lo que disminuye

mi responsabilidad, y Sarl dificilmente podria negar, desde ahora, el recurso hecho por Austin, en la cita anterior, a la intencionalidad responsable y las evaluaciones etico-juridicas!]

according to Derrida, AJ1Stin excludes thepossibili(J1 that performative utterances (a11d a priori every other utterance) can be quoted. Derrida makes this o.:traordinary charge 011 the grounds thatAttst111 has excluded fictional discourse..." (p. 203) ["Mas precisamente [! ...] segun Derrida, Austin excluye la posibilidad de que las expresiones performativas (y a priori cualquier otro enunciado) puedan ser citadas. Derrida hace esta acusacion extraordinaria sobre la base de que Austin ha excluido el discurso ficcional.

.

.

"].

More to the point! Naturalmente, desafio a cualquiera a encontrar algo en Sec que sostenga este "e.Ytraordinary

charge", del cual, finalrnente, Sad me acusa de haber acusado a Austin. Pero Sec no solo 110 aventura jamds algo por el estilo sino que comienza por recordar que Austin evoca la posibilidad para lo performativo de ser citado (y, a fortiori, de otros enunciados), y que por lo tanto tiene en cuenta, en cierta manera, esta posibilidad siempre abierta. Esto es indiscutible -es el a b c de nuestra lectura- y la unica cuestion en juego se refiere a la manera en que Austin roma esto en cuenta y el tratamiento que el le reserva. A este respecto,

Sec distingue claramente entre posibilidad y eve11t11alidad; la posibilidad, el hecho de que los performativos siempre puedan ser citados ("can be q11oted', para tomar las palabras de Sari, y Sec nunca dijo que Austin excluyo "that petformati11e

11tterances can be quoted") no es esta eve11t11alidad, es decir, cl hecho de gue tales acontecimienros de citacion posibles, o estas "desdichas" ["malheurs"] que ocurren, advienen, y que,

185

tan incontestablemente, Austin excluye de

SU

analisis, por lo

menos de derecho, y por el momento, de su "propio preseme"

(at present).

Evidememente, lamento que no hayamos podido

disponer de una palabra en ingles para hacer la distincion que hace

Sec entre posibilidad y evenltta!idad.

constiruido

una circunstancia

Esto podria haber

atenuante

para

Sarl,

cuya

lecrura se refiere principalrnente a la traducci6n, si no fuera porque todo el parrafo no disipa clarameme esta dificultad. c:Como se habria podido decir, dentro de un imernlo de dos Jineas, que Austin excluye una posibilidad y que insisre en la definici6n (parasiraria, anormal) de esta posibilidad siempre abierta? En cualquier caso, la acusaci6n es tan grave -aquella que profiere Sad acusando a que estaria justificado

Sec de proferir contra Austin­ [e11 droit] de demandar un poco mas de

atenci6n al detalle y a la literalidad estricta del texto. Para que la "falsificacion" por la cual procede la que citar nuevamente de

Sec,

Rep!J sea clara,

rendre

extensamente y subrayando:

El segundo aero de esra exclusion concicrne mas dircctamcnte a nuesrro pro p6si ro. Se Ira/a i usramcnrc de

la

posibilidad

para

cualq uier

enunc1aci6n

performariYa de ser 'citada' (y a priori, por cual q uie r orra) [El rexro dice, 'se rrata de'



no 'de excluir la

posibilidad'; c:c6mo, ademas, en la hip6tesis de una ral cxclus16n, podria sospccha rse que _\ustin excluia la posibilidad de que se ciraran 'rodas las demas enunciaciones'"!J. "-\hora bien, _\ustin cxcluve csta

e11e11t11alidad (y la te oria gene ral que la ex plicaria) con una suerte de

e ncar n izam 1ento

pero aun mas significarivo.

lateral, latcralizantc

f.:1

ins i s re sobrc cl

hecho de que esta posibilidad permancce

[restel

a1101111al, parasitaria, quc consrirm·e una sue rre de e x t c nua c i6n , incluso de ag o nia de habla. l .a idea de . \ustin es

sirnplemcnte esra: si qucrernos saber que cs hacer una promesa o haccr una declaracion, me1or

190

no co111e11:;,c11· nuestra im·esrigacion con promesas

A.qui esta mi respuesta a esta objeci6n. "comenzar"

("start'')

Sec nu11ca

sugiri6

la "investigaci6n" con las promesas

hechas por los actores en el escenario. (Ademas, quiero precisar que de acuerdo con la 16gica de esta hip6tesis, no seria el actor a quien se deberia tomar como el responsable sino al hablante comprometido por la promesa

en la escma,

es

decir, el personaje. Y de hecho, es el a quien se considera como responsable en la obra y en el analisis ideal-es decir, de cierta maneraftcticio- de una promesa, la elecci6n es indifereme aqui, pero dejemos esto por el momenta). Por lo tanto, aunque

Sec nunca sugiri6 [romanesque], creo

comenzar con la fi.cci6n teatral o literaria que

no se puede ni debe comenzar por e.\.dttir

la

posibilidad de estas eventualidades: en primer lugar, porque esta

posibilidad

"standard'

"standard'. (statement) llamada

pertenece a la estructura llamada

(Que seria una promesa o una declaraci6n

si no fuese posible repetirla o reproducirla; si, por

ejemplo (un

ejemplo de iteraci6n en general),

no fuese posible

hechas por acrores en el escenario en el transcurso de una obra o por declaraciones hechas en una novela por novclis tas sob re los personaics de la novela, porque de una manera bastante obvia, tales expresioncs no son casos estandar de promesas y declaraciones. Por ejemplo, no responsabilizamos hoy al actor por la promesa que hizo en el escenario anoche de la manera en que normalmente responsabilizamos a las personas por sus promesas, y no le exigimos al autor c6mo sabe que sus personajes tienen tales

\"

tales rasgos de la manera en que normalmente espcramos

de quien hace una declaraci6n pueda justificar sus afirmaciones. :\ustin describe esra caracteristica diciendo que tales cmisiones son 'huccas' o '"acias' y 'no serias'. :\demas. en un scntido perfectamentc direcro, tales expresiones son "parasitarias" en

Im; casos estandar: no podria haber.

por ejemplo, promesas hcchas por los acrores en una obra si no hubiera la posibilidad de promesas hechas en la vida real. La existencia de la pretcndida forma del acto de habla depende 16gicamente de la posibilidad del aero de habla no-pretendido, de la misrna rnanera que cualquier forma de conducta pretendida depende de forrnas de conducta no-pretcndidas, y en ese sentido las formas pretendidas son formas no-pretenclidas "

parasilarias respecto de las

(pp. 204-205). 191

imitarla, reproducirla en el escenario o,

otro ejemplo (subrayo, diferente), en una cita? Esta posibilidad es parte del "standard case". Es parte de manera esencial, interior,

un ejemplo llamado

permanente; y excluir una posibilidad que el propio Austin admitio como una posibilidad mas que

siempre abierta es describir algo

so-called sta11dard case.

Traducido al codigo de Austin o Searle, la pregunta de

Sec,

en una palabra, es la siguiente: 2que debe ser lo que llaman lo

"standard',

lo "pleno", lo "normal", lo "serio", lo "propio'',

etc., para que

siempre ptteda

ser afectado por lo no estandar,

lo "vacio", lo "anormal'', lo "no serio", lo "parasitario'', etc.? Cn parasitaje tal, no necesita del teatro o la literatura para aparecer. Ligado a la iterabilidad, esta posibilidad surge constantemente, tenemos prueba de esto en todo momenta y aqui otra vez. Una promesa que no pueda ser reiterada (reiterable) un momento despues no seria una promesa, y la posibilidad del parasitaje esta ya ahi, incluso en lo que Sarl llama

"real life",

una confianza

esa

"real life" (casi, not quite)

de la cual esta tan seguro, con inimitable, tan seguro de saber

que es, donde comienza y donde termina; como si el sentido de estas palabras

("real

life") pudiera ser inmediatamente

un tema de unanimidad, sin el menor riesgo de parasitaje; jCOmo si la literatura, el teatro, la mentira, la infidelidad, la h1pocresia, la desdicha de la

real life no

(i11felicit)'), el parasitaje, real lie f !

la simulacion

fuera parte de la

Tambien se debe recordar que la nocion de parasito nunca es simplemente

e.Yterior,

que no puede excluirse o mantenerse

fuera, fuera del pretendido cuerpo propio, fuera de la mesa o de la propiedad pretendidamente domestica. Hay parasitaje cuando el parasito (llamado asi por el propietario celoso de su propiedad, de

192

SU

oikos)

ilega a \-ivir

de la vida del cuerpo gue el

parasira -y que redprocamente, has ta cierto punto, lo quiera o no, incorpora ofreciendole hospitalidad: que tiene lugar para el, incluso si no quiere simplemente darselo. El parasito, entonces, "takes place". Y en el fondo, lo que violenramente "takes place", tiene lugar u ocupa un sitio, es siempre 1111 poco coma un parasito. !\-ever quite taking place es, por lo tanto, parte de

SU

performance, de] exito de

SU

acontecimientO y

de su tener-lugar. Los casos

(statements),

"standard'

de promesas o de declaraciones

no se producirian como ral, con sus efectos

"normales", si no fueran, desde su formaci6n, parasirados,

asediados por la posibilidad de ma11eras, de las cuales el teatro,

ser repetidos

de todo tipo de

la poesia o el sohloquio no

son sino ejemplos, aunque los ejemplos son mas reveladores y

c6modos para

la

demostraci6n.

De esra iterabilidad

-reconocida en principio por Austin y Sariextraer las consecuencias:

Sec

intenta

la primera y mas general de

las cuales es que no se puede ni debe excluir, ni siquiera "estrategicamente", la raiz de aquello mismo que se pretende analizar. Porque esta raiz es doble y no se puede arrancar lo que produce el "parasito" sin arrancar lo "propio". Lo que esta en juego aqui es

forms"

otra 16gica

de la

mimesis.

Y las

''pretended

de promesa, por ejemplo sabre un escenario o en

una novela, no pueden ser en que lo

''pretended' sino en la medida so-called '�ta11dard" que se reproduce, imira lmime],

simula, parasita, etc., es reproducido, imitado, parasitado

como estandar reproducible, etc., yparasitable. l.a reproducible Sec: "Porque, despues de todo, lo

y parasitable. Ya impuro.

que Austin excluye como anomalia, excepci6n, 'no-serio', la

citacion

(sabre la escena, en un poema, o en un sohloquio),

(no es la modificaci6n determinada de una citacionalidad general -de una iterabilidad general, mas bien- sin la cual ni

193

siquiera habria un performativo 'exitoso'? De tal suerte que -consecuencia paradojica pero ineludible- un performativo exitoso es forzosamente un performativo 'impuro', por retomar la palabra que Austin adelantara cuando, mas adelante,

reconozca

que

no

hay

performativo

'puro'"

(aqui, p. 45). No

habra

pasado desapercibido

gue

la

nocion

de

"dependencia logica" o de "prioridad logica" juega un rol decisivo tanto en la argumentacion de Sad, como en Speech

Acts de Searle. Constantemente se nos dice: para respetar el orden logico de la dependencia, debemos comenzar por lo "estandar'', lo "serio", lo "nonnal", etc., y debemos

comenzar por e.'\'c/ttir lo "no estandar", lo "no-Serio", lo "anormal", lo "parasitario".

Temporal y estrategica, tal

exclusion someteria, asi, su ordo i11vmie11di a un orden ldgico y ontologico. En el pasaje citado, Sarl escribe: "The existence

of the pretended form of the speech act is logically dependent 011 the possibility of the 11onpretended speech act i11 the same 1:vqy that any pretended form of behavior is dependent on nonpretended forms of behavior, and in that sense the pretended forms are parasitical 011 the nonpretendedforms" (enfasis mio). Este argumento de la Hamada "dependencia logica" construye la axiomatica y la metodologia de los speech acts asi coma del libro gue llen este titulo. Es la base de la primera de las cinco criticas dirigidas a Secsobre el tema de .-\ustin. Es por la confianza depositada en este tipo de "dependencia logica" gue cree poder distinguir entre "estrategia de im·estigacion" o "exclusion provisoria" de la "exclusion metafisica". Antes de multiplicar las contra­ objeciones, de diversos tipos y niveles, cito :· subrayo otro parrafo mas de la Repjy

A11Sti11 s e.'\'c/11sio11 of theseparasititjormsfrom consideration

194

in his preliminary dismssio11 is a matter of research strategy; he is, i11 his words, e."\d11di11g them 'at prese11t; !Jiit it is 110/ a metaphysical exc/11sio11: he is 110/ casti11g them i11to a ditch or perdition, to use Derrida's words. Derrida seems to thi11k that A11sti11 's exc/11sio11 is a matter of great mome11t, a so11rce of deep metaphysical di/ftC11lties, a11d that the a11alysis of parasitic disco11rse might create some i11s11perable diffimlties for the theory of speech acts. B11t the history of the S!tf:ject has proved otherwise. 011ce 011e has a general theory of speeth acts -a theory whic/1 A11sti11 did 11ot live lo11g e11011gh to develop himself- it is one of the relati1>eb1 simpler problems lo a11alyze the stat11s of parasitic disco11rse, that is, to meet the challe11ge co11taiued i11 Derrida's q11estio11, 'what is the stat11s of this parasitism?' Writi11gs s11bseqm11t to A11sti11 's ha11e a11swered this q11estio11. B11t the terms i11 which this q11estio11 ca11 be intelligibly posed a11d a11swered alrear!J presuppose a general theory of speech acts. AJ1Sti11 correctb1 saw that it was necessao1 to hold i11 abeya11ce one set of q11estio11s, abo11t parasitic disco11rse, 1111til one has a11swered a logically prior set of q11estio11s abo11t 'seriom' disco11rse. B11t the temporary exc/11sio11 of these qmstio/IS withi11 the de1'elop111ent of the theoo1 of speech acts, prol'erl to be j11st that -temporao1 (p. 205).1' 31

"La exclusion de _-\usr.in de esras formas parasirarias de la

consideracion en su discusion prelirn.inar es una cuesr.ion de csrraregia de invesr.igacion; el esra, en sus palabras, excluyendolas 'en el prescnre'; pero esro no es una exclusion mcrafisica: no los arro1a a una zanja ni a la perdicion, para usar las palabras de Derrida. Derrida parcce pensar que la exclusion de .-\usr.in es una cuesr.ion de gran irnportancia, una fuente de profundas dificultades merafisicas,

v

que el anilisis de! discurso parasirario

podria crear algunas dificulrades insuperablcs para la reorfa de los acros de habla. Pero la historia del tema ha demostrado lo contrano. Una vez que se r.iene una teoria general de los actos de habla -una teoria que _-\usr.in no vivio lo :;uficiente como para desarrollarla por si mismo-, uno de los problemas relar.ivamente mas simples es analizar cl esratuto Jel cliscurso parasitario, es deci.r, enfrentar el desafio contenido en la pregunta de

Derrida. '�Cua! cs cl e s tatuto de

e ste

parasir.ismo'' Los escritos posteriores

195

i\i'o estoy de acuerdo con ninguna de estas afirmaciones. Por las siguientes razones:

a. La determinaci6n de los valores "positivos" ("estandar", serio, normal, propio o no parasitario, etc.) es dogmatica. Ni siguiera se deriva del sentido comun, sino simplemente de una interpretaci6n restrictiva del sentido comun gue nunca muestra sus titulos y nunca se somete a discusi6n. ]\fas gravemente: nada le permite a uno decir gue entre los valores positivos y los que se les oponen ("no estandar", no serio, anormal, parasitario, etc.), entre los "11011pretendedforms" y las

''pretendedforms", la relaci6n sea de dependencia !Ogica. E incluso si este fuera el caso, nada prueba aun que sea esta relaci6n de anterioridad irreversible o de consecuencia simple. Si una forma de speech act "serio" o en general "11011pretenderf' no irnplica, en su posibilidad inicial, en su estructura misma, el poder de dar lugar a una ''pretended form", sirnplemente no tendria lugar, seria irnposible. No seria lo que es, o no tendria nlor de speech act. Y

reciprocamente, porgue para mi no se trata sirnplemente

de i11vertir el orden de la dependencia 16gica.

Cn aero

"estandar" depende tanto de la posibilidad de ser repetido, r asi eventualrnente irnirado

[mime], fingido, citado, jugado,

sirnulado, parasitado, etc., como esta ultirna posibilidad depende de la posibilidad denominada opuesta. Y ambos "dependen" de la estr uctura de iterabilidad que, una vez mas, a. \us tin ban respondido a es ta pregunta. Pero los termmos en los que es ta pregunta puede ser planteada y respondida inteligiblemente, ya presuponen una teoria general de los actos de habla. �-\ustin vio correctamente que era neccsario mantener en suspenso una sene de preguntas, sobre el discurso parasitario, hasta que uno ham respondido a un conjunto logicamente anterior de prcguntas sobre el discurso 'serio'. Pero la exclusion temporal de estas cuestiones dentro del desarroUo de la teoria de los actos de habla, dernostro scr solo

196

e so. temporal".

socava la simplicidad de las oposiciones y las distinciones alternativas. Desdibuja la sirnplicidad de la linea entre el adentro y el afuera, el orden de sucesi6n o de dependencia entre los terrninos,

prohibe

(impide y hace ilegitirno) el

procedirniento de exclusion. Tal es la

!ry

de la iterabilidad.

Esto no quiere decir que esta ley tenga, en sf, la simplicidad de un principio 16gico o trascendental. Ni siguiera se puede hablar de ella como fundamento o radicalidad, en el sentido filos6fico tradicional. Es por eso que mas arriba hable de "raiz doble": una raiz doble no puede desempeiiar el papel de radicalidad filos6fica. Todos los problemas surgen de lo que esta no-simplicidad perrnite y, a la vez, lirnira.

b. Si, como lo pretende Sarl, la cuesti6n en este dorninio era simplemente de "dependencia 16gica", de prioridad 16gica

("!ogical!J priol'), evaluaci6n

no se comprenderian todos los efectos de

(valorizaci6n/ desvalorizaci6n)

mas1vamente

presentes tanto en Austin como en Searle. Porgue, seamos serios, (d6nde se ha dicho que un elemento dependiente (16gicamente dependiente), un elemento secundario, una consecuencia sin

otra

!dgica

o incluso cronol6gica, podria calificarse,

precauci6n

ni

justificaci6n,

de

"parasitario",

"anormal", "desdichado", "vacio" etc.? (C6mo ocultar que esra axiologia insistente, sistematica, dogmatica, deterrnina un objeto cuyo analisis en esencia no es "16gico", objetivo o neutro;i La axiologia involucrada en este analisis no esta regulada, intrinsecamente, por una simple consideraci6n 16gica. (Que 16gico, que te6rico en general, se hubiera atrevido a decir: B depende 16gicamente de A, por lo tanto B es parasitario, no serio, anormal, etc.? Se puede afirmar

de cualguier cosa que es

"!ogica!/y dependent'

sin calificarlo

inmediatamente (como si el juicio fuera analitico, o incluso tautol6gico) con todos esos atributos, que evidentemente

197

uenen en comun ser una e,-aluaci6n peyorativa.

Todos

ellos marcan una dismi1111ci.d11 [dechia11ce] o una patologia, una degr adaci6n etico-ontol6gica: mas

menos que una simple

0

derinci6n 16gica. E sr e "mas o menos" axiol6gico no puede ser neg ado. 0, al menos, no sin ser objero, de pane de Searle, de lo que se denomina denegaci6n. c.

El efecto de esra denegaci6n: el pretendi do recurso

al orden 16gico es solo una de las "pretended forms" de este d iscurs o, es decir, de la reoria de los speech acts. Que la insrancia determinante no sea 16gica, que una decision

orra (no 16gica o a-16gica) esra en juego aqui, se puede reconocer por o rro rasgo

l!rai!J.

c;CuaP El analisis ahora

debe remontarse mas lejos (mas alto () mas bajo, cualquiera gue prefi.era). La logica, lo 16gico, el logos de la 16gica no puede ser aqui la insrancia decisiva: mas bien, constiruye,

en prin cipio, el objeto del debate, el fen6meno a explicar, antes de ser la instancia decisin. El asunro que esramos discutiendo aqui, es aquel del valor, de la posibilidad r dcl sistema de lo que se llama 16gica en general. La le>' y los efectos que hemos esrado tratando, los de i terabilidad por ,

ejemplo, rigen la posibilidad de roda proposici6n logica, sea

considerada o no como speech act. 1inguna 16gica constiruida, ninguna regla de orden 16gico puede, pues, proporcionar una decision o imponer sus normas al sujero [s1ve1] de estas posi bi lidades pre-16gicas de la 16 gic a Tales posibilidades no .

son "l ogicament e

"

primarias o secundarias con respecto a la

16gica. Son (c:ropol6gicamentc?) cxtranjeras, pero no como un principio, una condici6n de posibilidad o un fundamenro "radical" de la 16gica, porque la estructura de iterabilidad

diYide y abisma esa radicalidad. Abre en si el topos de esra singular topologia sobre el no- fun damento, sustrayendo el lenguaje, y el resro, de su jurisdicci6n fi.los6fi.ca.

198

d. Por lo tanto, no creo en la distincion entre decision

estratigica

r

presuposicion

metafisica.

Toda

demarcacion

estrategica o, mas clasicamente, todo orden metodologico del discurso comporta una decision, mas o menos explicita, en cuanto a la metafisica. Y en el caso que nos ocupa, esto es bastante espectacular. Para que esto sea espectacular, sin embargo, no es indispensable que un filosofo exhiba su

ansiedad

ante

un

"gran

momenta"

o

delante

de

"profundas dificultades metafisicas". Tal pathos, en efecto, es extraiio a Austin (al menos en apariencia), y lo encuentro considerablemente mas sereno, menos nervioso que sus herederos. Pero la cuestion de la metafisica no esta ahi. Mientras mas segura, implicita y enterrada este la decision metafisica, mas reina el orden y la cal.ma sobre la tecnicidad metodologica. La metafisica mas tradicional reina sobre la herencia austiniana: sobre su legado y sobre la asuncion de este legado por pane de sus herederos. Dos indicaciones dan testimonio de esto: 1. La axiologia jerarquizante, las distinciones etico­ ontologicas que no se contentan con oponer valores alrededor de un limite ideal e inencontrable sino que subordinan uno al otro es tos valores

(normal/ anormal,

propio/parasito,

pleno/vacio, serio/no-serio, literal/no-literal, brevemente, positivo/negativo e ideal/no-ideal); y alli, le guste o no a Sar!, hay un pathos metafisico

(ine f lici(J1, nonseriom,

etc.). 2. La

empresa de remontarse "estrategicamente", idealmente, a un origen o a una "prioridad" simple, intacta, normal, pura, propia, para

l11ego

pensar la derivacion, la complicacion, la

degradacion, el accidente, etc. Todos los metafisicos, de Platon a Rousseau, de Descartes a Husserl, han procedido asi: el bien ante el mal, lo positi,-o ante lo negativo, lo puro ante lo impuro, lo simple ante lo complejo, lo esencial ante lo

199

accidental, lo imitado ante lo imitante, etc. Y este no es solo tm

gesto metafisico entre otros, es la exigencia metafisica mas

continua, la mas profunda y la mas potente. En

Sec (como en

todo su contexto), no se trata de ignorar esa fuerza, sino de cuestionarla en aquello que la despliega y limita. Aunque esta "exigencia"

["reqttti'te"]

sea esencialmente "idealista", no la

critico como tal, sino que me pregunto que es este idealismo, cual es su fuerza y su necesidad y, tambien, donde esta su lirnite interno. Y este idealismo no esta solo reservado a lo que se denomina sistemas "idealistas". A veces se lo puede encontrar en filosofias que se autodenominan anti-idealistas, en "materialismos". 0 en discursos que se autodenominan ajenos a la filosofia. Todo discurso se compone, de cierta manera, con este efecto de idealismo. A.qui este discurso, por ejemplo, de una manera diferente.

e.

Por lo tanto, la exclusion que estamos debatiendo no

podia ser "temporal". Para evitarlo, se habria requerido otra estrategia. Esto es precisamente lo que

Sec queria mostrar.

La

exclusion no puede ser temporal y, de hecho, contrariamente a lo que Sarl afirma, no ha sido asi. Ni en Austin, ni, segun mi conocimiento, en los supuestos herederos legitimos de su problematica. En particular en Searle, del cual los

Acts

Speech

me parecen reproducir, diria incluso sistematizar y

endurecer (con las consiguientes perdidas y beneficios), la estrategia austiniana de exclusiones idealizantes, utilizando instrumentos

conceptuales,

opos1c1ones

jerirqmcas

y,

esencialmente, una identica axiologia. En cuanto a la "teoria general", Sarl desearia a la vez que Austin hubiera tenido una (que lo proteja del empirismo) y que, muerto demasiado joven, no haya tenido realmente una (no "desarrollada"), de

copyright de la "teoria general" propiamente speech act adulto y desarrollado, retorne en

tal suerte que el dicha, como

200

derecho a la SOciedad mas

0

menos anonima de SUS hijos,

aqui representada por la referencia en

footnote de John R.

Searle. Por esto -como veremos en un instante- el parrafo que comienza con

"Once one has a general themy of speech acts . . . "

es una verdadera maravilla, una obra maestra de retorica metafisico-edipica. Imagina la escena: estamos en proceso de desellar el testamento de Austin. El abogado de uno de los hijos toma la palabra mientras aun no hemos terminado de abrir el sobre: "Once one has a general theory of speech acts . '� Once? Todavia no sabemos si Austin tuvo una o iba a tener una. Este "Once'', desde un punto de vista retorico y fl.oranre, .

.

como lo hace entre el orden 16gico y el orden cronologico, organiza el suspenso entre todos los presuntos herederos. 2Austin los tenia? 2Y entonces la herencia seria mas segura? 2No la renia totalmente

(quite)? 2No se tendria aun que

desarrollar? Si es asi, 2por quien, con que derecho, en que direccion? Sarl ha dicho

"Once one has. . " iAh! Este "one": es el .

momento del anonimato entre Austin y Searle, que, al final de este parrafo, va a tomar el caso en sus manos, o mejor dicho, en una footnote. Re-cito y destaco: "Once one has

a general theory of speech acts - a theory which AtStin did not live long enough to develop himself it is one of the relatively simpler problems to analyze the status of parasitic discourse, that is, to meet the challenge contained in Derrida} question, 'What is the status of this parasitism?' Writings subsequent to A1stin s have answered this question". Yen la subsecuentefootnote: "4. For a detailed answer to this question, see ["4. Para una respuesta detallada a la pregunta, ver]]. R Searle, 'The Logical Status of Fictional Discourse', New Literary History 5 (1975)".' -

Hay trad.

al espailol:

Searle,].

"El estatuto 16gico de! discurso

de la ficci6n" (Trad. Andrea Trexler), en

R. Prada 0. (ed.), Li11giiis tica y

literatura. Xalapa, Mexico: Universidad Veracruzana, 1978, pp. 37-50

I,'\·.

de/ T.].

201

Sinceramente, lamento que Austin no ham '\-ivido lo suficiente", r lo lamento tan sinceramente como cualquier otra persona, va que seguramente hay muchos de nosotros que lamentamos su perdida. Es una desgracia [ma/hem]. Pero a traves de mis lagrimas todavia sonrio ante el argumento de un "desarrollo" (una palabra lo suficientemente ambigua . como para significar tanto producir, formular, como continuar con csas "detailed answers") que una ,-ida mas larga podria haber llevado a una conclusion exitosa. Searle habria, pues, "desarrollado" la teoria: al mismo tiempo, la habria producido, expuesto, formulado y extendido en detalle, conducido a la edad adulta mientras aun estaba solo en germen. Pienso, como Sarl,

que Austin tenia, en un estado

irnplicito, una te01ia general. Estaba presupuesta (Sarl dice

"presuppose", en la siguiente linea) y no puede ser el efecto de una extension, de una acumulacion de resultados o analisis de detalles. _\hora bien, esta teoria general no le habria permitido -y nunca permitio a nadic- integrar lo que comenzaba por

excluir, aunque esto fuese estrategicamente, en nombre de los conceptos, nlores y axiomas metafisicos sobre los que se construyo esta teoria en cuanto teoria general. 2Y despues de Austin? 2Que ha pasado 1111a vez q11e ("Once

one has ... ") , utilizando la teoria general, supuestamente se han respondido en detalle las preguntas que el testamento dejo en suspenso? (Despues de Austin:> No se si el signatario de Sec deberia haber pedido disculpas, en 1971, por no haber leido o anticipado aun el articulo de Searle que, en 1975, habria

"ansivered the q11estio11". Por mi parte, acabo de leerlo. Con mucho interes y atencion. Con el deseo de leerlo y discutirlo en otro lugar en detalle. Pero aun no he encontrado ninguna

202

respuesta, en principio o en detalle, a las preguntas gue nos ocupan aqui. Notablemente implica el "estatuto" del parasitismo. Esta nocion aun juega un rol operatorio decisivo (vease especialmente la p.

cuando se trata de explicar

la relacion de "ruptura"

o de "suspension" gue las

326), (break)

convenciones horizontales (extralinguisticas y no semanticas que hacen posible la "ficcion") tienen respecto de las "reglas verticales" gue rigen la "operacion normal" entre los actos ilocucionarios y el mundo. Pero sobre la estructura y la posibilidad del parasitismo en si mismo, sobre la evaluacion normal/ anormal, no se dice nada mas. Todas las distinciones propuestas (los dos sentidos de

to pretend,

la interaccion de las

llamadas reglas verticales con las convenciones horizontales, la diferencia entre "obra de ficcion" y "discurso ficticio"), por interesantes que sean, me parecen reproducir el aparato logico que estoy cuestionando aqui, vuelnn a plantear

poserj

[re­

las mismas preguntas en lugar de, como pretende

Sarl, proporcionar una respuesta, ya sea en principio o en detalle. Dejando para mas tarde la discusion de cada una de estas distinciones, e incluso de cada uno de estos ejemplos, tendre que conformarme aqui con una indicacion. Pero sera general y masiva. Aqui esta. Me sorprendio ver este articulo citado como una "respuesta" "detallada" a las preguntas (y singularmente a la cuesti on decisiva del parasitismo) que Austin, presuntamente por falta de tiempo, dejo sin resolver; irresueltas en detalle o insuficientemente "desarrolladas". En 1977 Sari recuerda que el articulo de Searle

question".

"answered the

Pero en 1975 Searle no parecia pensar esto de] todo.

Su conclusion fue clara:

"The preceding a11a!Jsis lea11es one crucial [jat.ln!] question t111a11swered; why bother? That is, ivhy do 1ve attach such importance and effort to te.Yts which co11tain largely pretended speech acts?" ["El analisis anterior deja una pregunta crucial [ide nuevo!J sin resp uesta: �por que molestarse? Es decir, 2por 203

que atribrnmos tanta imponancia y esfuerzo a los textos que contienen

speed; acts que en gran pane son

excelente pregunta se impone

Y

fingidos?"]. Si esta

permanece

[reste]

irresuelta,

es porque todas las distinciones previas no son rigurosas, ni de hecho ni en principio. De haber sido asi, no habria habido contaminaci6n posible entre nuestro (serio) interes por esto y nuestro desinteres por aquello. En una palabra, ocurre gue la 16gica del parasitismo no es una 16gica de la distinci6n o de la oposici6n, mientras Searle constantemente guiere analizar el parasitismo

e11

una 16gica que, a la \"eZ, lo hace posible e

imposible. Un parasitismo no es ni lo m.ismo ni otra cosa de aquello gue parasita. La posibilidad de la ficcion no se deriYa. Decia, pues, gue Searle en 1975, a diferencia de lo gue Sar! pretende en 1977, no pretendia ha ber proporcionado ninguna respuesta, ni a la pregunta "crucial" ni a la de la "teoria general" gue la habria resuelto. En primer lugar, hay un reenvio muy decepcionante al misterio de la "imaginaci.611" en la "vida humana", como si la menci6n de esta "facultad" nos hiciera a\"anzar un paso. Aqui esta:

"The preceding ana!Jsis leaves one crucial question 1111a11swered· wh)' bother? Thal is, wlJ ? ' do we attach such importa11ce a11d ef f orts to texts 1vhich co11tai11 largefy pretended speech acts? The reader 1vho has jollo1ved my argument this far 1vill 1101 be surprised to hear that I do 110! think that there is al!J simple or even sit1gle amwer to that q11estio11. Par! of the a11swer wo11/d have to do with the crucial [iotra vez!] role, 11.mal!J tfl!dereslima!erl, that imagi11atio11 plays i11 h11ma11 life, at1d the equal!J cmcial [!] role that shared products of the imagi11atio11 play i11 ht11111a 1 social life". l2 "El analisis anterior deja una prcg unta crucial ria1i111] sin respuesra: :por que molesrarse) Es decir. :por quc arribuirnos ranra i.mporrancia

y esfucrzo a los texros que conrienen speed;

pane son fingidos:

ads

c1ue en gran

Fl lector que ham scguido mi argumenro hasra ahora

no se sorprendera si digo quc no creo que ham una rcspucsta si.mplc o, incluso,

204

unica a esa pregunta. Parte de la res puesta tendria que \·er con el

Estamos bien a,-anzados. Y con respecto a la "imaginacion" (c:por que deberia rechazarse este nombre que cubre en la tradicion todo el campo problematico que nos interesa aquP) ni siquiera tenemos derecho a la extraordinaria riqueza de un discurso filosofico tradicional que nunca se contentaria con tan poco. Pero la conclusion del articulo esta cerca. Y nueve lincas mas abajo, se puede ver gue la teoria general de las "prete11ded illocutio11s" que transmite (collVI!)') tales "serious

illomtio11ary intentions", que esta "teoria general" (que, a su ,-ez, solo forma una parte de la gran teoria general) no existe aun. Y si se piensa, como es mi caso, que esta pane -sobre el parasitismo- parasita todo, ser:i necesario sacar algunas consecuencias.

Aqui esran las i'.1ltimas palabras de esta

"detailed answer to the question": "Literal]' critics have e.vplained 011 an ad hoc a11d particularistic basis how the author conveys a serious speech act through the peiof rmance qf the pretended speech act which co11stit11tes the work of fiction, b11t there is as yet no general theo1]1, of the mechanisms by which such serious il/omtio11ary i11te11tio11s are co1111v1ed �)'pretended i//omtiom".11 Fin.

rol crucial [iorra vez!], usualrnente subestimado, que juega la imaginaci6n en la vida humana. ,. el igualmente crucial [!] rol que comparrcn los producros de la imaginaci6n en la vida social humana" (Trad. esp. modin. 33

"Respuesra derallada a la preguma": "Los crfticos Lircrarios

han explicado de manera ad hoc

,-

sobre crircrios particularisras, c6mo cl

autor transmire un acto de habla scrio a traves de la realizaci6n de los actos de habla fingidos que constitu1·en cl rrabajo [la obraJ de ficci6n. pero todavia no exisrc una reoria general de los mecanismo:; por los cuales tales inrenciones ilocucionarias serias son rransmitidas por ilocuciones fingidas" [Trad. esp. modif.I.

205

w

La

seg1111da objecio11

de Sarl es pracucamente redundame

con respecto a la primera. Consiste en recordar que el concepto de Austin de "parasitismo" implica una relaci6n de "dependencia 16gica": "it does 110! imply a;ry moral j11dgment and certainly not that the parasite is someho1v immorally sponging off the hos!' ["no implica ningun juicio moral, y ciertamente no implica que el parasiro este, de alguna manera, viviendo inmoralmente en los anzuelos de su huesped"]. Ya he respondido

a

esta

objeci6n en

principio.

agregare que no es necesario subir al pulpito

Simplemente

[chairel

o escribir

panfl.etos moralizadores que exijan la exclusion de panisiros perversos (los del lenguaje o de la ciudad, los efectos del inconsciente, los

pharmakoi,

los manifestantes

0

los trabajadores inrnigrantes,

los espias) para tener un lenguaje etico­

politico o -y, en el caso de Austin al menos, esro cs todo lo que queria indicar- para reproducir en un discurso que se dice te6rico, las categorias fundadoras de todo enunciado etico­ politico. Pienso que la teoria de los

speech acts

es, en el fone:;:., aunque ninguno de 1nis textos ni siquiera sc menciona como referencia en un capirulo de treinta paginas que prctende scr una larga critica de mi trabajo. se puedcn encontrar frases como la siguientc: "Derrida ticne un particular interes en inYertir la pri.macia. canoruzada

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