Historia Ecclesiastica 9788400097363, 9788400097370, 9788449039959, 9788497736480, 9788477236542, 9788447214983, 840009736X

La presente Historia Ecclesiastica es el texto escrito en latín por Isaac Newton (1642-1727) más extenso identifi cado h

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Table of contents :
Historia ecclesiastica (de origine schismatico ecclesiae papisticae bicornis)
Página legal
Índice
Nota preliminar
Abstract
Estudio introductorio
1. Reforma y revolución en la Europa moderna
1.1. Ciencia, religión y humanismo latino
1.2. Un siglo y medio de «restitución»: 1516-
2. Isaac Newton: búsqueda, heterodoxia y reticencia
2.1. Lincolnshire y los Anni Mirabiles: 1642-1667
2.2. Los años de Cambridge: 1667-1696
2.3. Los años de Londres: 1696-1727
3. La obra inédita de Isaac Newton
3.1. Historia del corpus manuscrito newtoniano
3.2. Los manuscritos teológicos
3.3. Los manuscritos sobre historia eclesiástica
4. Historia Ecclesiastica: un nuevo texto de Isaac Newton
4.1. El manuscrito Yahuda 19
4.1.1. Descripción
4.1.2. Composición
4.1.3. La relación con el ms. Yahuda 12
4.1.4. La relación con el ms. Yahuda 1.5 (ff. 78r-85r)
4.2. El texto resultante: Historia Ecclesiastica (De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis)
4.2.1. Contenido
4.2.2. Fuentes
4.2.3. Datación
4.2.4. Problemas de composición
5. Criterios de la edición crítica y de la traducción
5.1. Edición crítica
5.1.1. Presentación del texto latino
5.1.2. Aparato crítico
5.1.3. Aparato de fuentes
5.2. Traducción
6. Abreviaturas y siglas usadas en la edición
6.1. Siglas de manuscritos
6.2. Abreviaturas
6.3. Signos
6.4. Autores y obras citados de forma abreviada
Historia Ecclesiastica (De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis)
Texto latino
Traducción
Apéndices al texto latino (partes suprimidas)
Appendix I
Appendix II
Appendix III
Appendix IV
Appendix V
Appendix VI
Appendix VII
Appendix VIII
Appendix IX
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Historia Ecclesiastica
 9788400097363, 9788400097370, 9788449039959, 9788497736480, 9788477236542, 9788447214983, 840009736X

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NUEVA RO MA

NUEVA RO MA

NUEVA RO MA

Pablo Toribio Pérez (Sevilla, 1984) se licenció en Filología Clásica en la Universidad de Sevilla en 2007 y obtuvo, entre otros, el Primer Premio Nacional de Fin de Carrera. Se doctoró en 2011 en la misma Universidad con la tesis en la que se basa este libro, que llevó a cabo en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC (Madrid) gracias al programa JAE, como miembro del proyecto «Edición crítica de textos inéditos de Isaac Newton en lengua latina» (FFI2010-19084). Ha realizado estancias de investigación en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), en la Universidad de Leiden (Países Bajos), en la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel) y en la Universidad de Rostock (Alemania). Su tesis ha recibido los premios de la Fundación Pastor y de la Sociedad Española de Estudios Clásicos. En la actualidad es miembro del grupo de investigación de la Junta de Andalucía «Antonio Tovar» (HUM-173) y trabaja como investigador post-doctoral en el Instituto Leibniz de Historia Europea, en Maguncia (Alemania).

Historia Ecclesiastica (De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis)

La presente Historia Ecclesiastica es el texto escrito en latín por Isaac Newton (1642-1727) más extenso identificado hasta la fecha, sólo por detrás de sus célebres Principia (1687). Esta obra inacabada, que hasta el día de hoy había permanecido desatendida por la crítica, puede leerse en este libro por primera vez. En ella se aprecia el heterodoxo pensamiento de su autor sobre interpretación del Apocalipsis e historia de la Iglesia antigua: Newton entendía esta última como la historia de una corrupción dogmática y política (cifrada en la profesión de una Trinidad idolátrica), cuya profecía se encontraba en las Escrituras. El autor de la edición ha restituido el texto a partir de tres manuscritos de la colección Yahuda de la Biblioteca Nacional de Israel (Jerusalén), la principal colección de manuscritos teológicos newtonianos. El conjunto de dichos manuscritos, no publicado en vida del autor debido en gran parte al daño que le habría acarreado el conocimiento público de su «herejía», fue subastado en Londres en julio de 1936 y se encuentra en la actualidad repartido en una treintena de bibliotecas del Reino Unido, los Estados Unidos, Israel y Suiza.

Isaac Newton

38

ISBN: 978-84-00-09736-3 GOBIERNO DE ESPAÑA

MINISTERIO DE ECONOMÍA Y COMPETITIVIDAD

CSIC

Isaac_cubierta_38.indd 1

Historia Ecclesiastica (De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis) Isaac Newton

Edición crítica, traducción y estudio de Pablo Toribio Pérez CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS

08/11/13 16:29

Historia Ecclesiastica (De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis)

NUEVA ROMA Bibliotheca Graeca et Latina Aevi Posterioris 38

Comité Editorial Pedro Bádenas de la Peña, CSIC (Director) Inmaculada Pérez Martín, CSIC (Secretaria) Luis Alberto de Cuenca y Prado (CSIC) José Martínez Gázquez (Universidad Autónoma de Barcelona) Joan Carles Marset (Universidad Autónoma de Barcelona) Manuel Rojas Gabriel (Dpto. Publicaciones, Universidad de Extremadura) Jesús María Nieto Ibáñez (Universidad de León) Antonio Caballos Rufino (Universidad de Sevilla) Consejo Asesor Antonio Bravo García (Universidad Complutense de Madrid) Natalio Fernández Marcos (CSIC) Yorgos Kejayoglu (Universidad Aristóteles de Salónica) Alessandro Musco (Universidad de Palermo) Ciriaca Morano Rodríguez (CSIC) Johannes Niehoff-Panayotidis (Universidad Libre de Berlín) Aurelio Pérez Jiménez (Universidad de Málaga) Patricia Varona Codeso (Universidad de Valladolid) Juan Signes Codoñer (Universidad de Valladolid) John Victor Tolan (Universidad de Nantes)

ISAAC NEWTON

Historia Ecclesiastica (De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis) Edición crítica, traducción y estudio de Pablo Toribio Pérez

NUEVA ROMA 38

CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS MADRID 2013

Reservados todos los derechos por la legislación en materia de Propiedad Intelectual. Ni la totalidad ni parte de este libro, incluido el diseño de la cubierta, puede reproducirse, almacenarse o transmitirse en manera alguna por medio ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, informático, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo por escrito de la editorial. Las noticias, los asertos y las opiniones contenidos en esta obra son de exclusiva responsabilidad del autor o autores. La editorial, por su parte, solo se hace responsable del interés científico de sus publicaciones. La edición de este libro se ha realizado en el marco del Proyecto de Investigación FFI2010-19084. Catálogo general de publicaciones oficiales: http://publicacionesoficiales.boe.es EDITORIAL CSIC: http://editorial.csic.es (correo: [email protected])

GOBIERNO DE ESPAÑA

MINISTERIO DE ECONOMÍA Y COMPETITIVIDAD

© CSIC © Pablo Toribio Pérez Imagen de cubierta: Constantino manda quemar libros arrianos (detalle). Fuente: Ms. CLXV de la Biblioteca Capitular de Vercelli, fol. 2v. En: http://commons.wikimedia.org NIPO: 723-13-131-3 e-NIPO: 723-13-132-9 ISBN (CSIC): 978-84-00-09736-3 e-ISBN: 978-84-00-09737-0 ISBN (Universitat Autònoma de Barcelona): 978-84-490-3995-9 ISBN (Universidad de León): 978-84-9773-648-0 ISBN (Universidad de Extremadura): 978-84-7723-654-2 ISBN (Universidad de Sevilla): 978-84-472-1498-3 Depósito Legal: M-28980-2013 Maquetación, impresión y encuadernación: Gráficas Blanco, S. L. Impreso en España. Printed in Spain En esta edición se ha utilizado papel ecológico sometido a un proceso de blanqueado TCF, cuya fibra procede de bosques gestionados de forma sostenible.

A la memoria muy viva de mi madre, Concepción (1949-2011)

!

The authority of Emperors, Kings, and Princes, is human. The authority of Councils, Synods, Bishops, and Presbyters, is human. The authority of the Prophets is divine, and comprehends the sum of religion, reckoning Moses and the Apostles among the Prophets; and if an Angel from Heaven preach any other gospel, than what they have delivered, let him be accursed. Isaac Newton, Observations upon the Prophecies of Daniel and the Apocalypse of St. John (Londres, 1733), 14. Sir I. N. was one who had throughly examined the state of the Church in its most critical Juncture, the fourth century. He had early and throughly discovered that the Old Christian Faith, concerning the Trinity in particular, was then changed; that what has been long called Arianism is no other than Old uncorrupt Christianity; and that Athanasius was the grand and very wicked Instrument of that Change. This was occasionally known to those few who were intimate with him all along; from whom, notwithstanding his prodigiously fearful, cautious, and suspicious Temper, he could not always conceal so important a Discovery. William Whiston, A Collection of Authentick Records Belonging to the Old and New Testament (Londres, 1727-8), 2, 1077. Neuton étoit intimement persuadé de l’Existence d’un Dieu, et il entendoit par ce mot non seulement un Etre infini, tout-puissant, éternel et créateur, mais un Maître qui a mis une relation entre lui et ses créatures; car sans cette relation la connoissance d’un Dieu n’est qu’une idée stérile qui laisse le Genre Humain sans morale et sans vertu. Voltaire, La métaphysique de Neuton, ou Parallèle des sentiments de Neuton et de Leibnitz (Ámsterdam, 1740), 1.

Índice

Nota preliminar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

15

Abstract. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

19

Estudio introductorio 1. Reforma y revoluciÓn en la Europa moderna . . . . . . . . . . . . .

23

1.1. Ciencia, religión y humanismo latino . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.2. Un siglo y medio de «restitución»: 1516-1669 . . . . . . . . . .

23 26

2. Isaac Newton: bÚsqueda, heterodoxia y reticencia. . . . . . . . .

35

2.1. Lincolnshire y los anni mirabiles: 1642-1667 . . . . . . . . . . . . 2.2. Los años de Cambridge: 1667-1696 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.3. Los años de Londres: 1696-1727 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

35 38 49

3. La obra inédita de Isaac Newton . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

57

3.1. Historia del corpus manuscrito newtoniano . . . . . . . . . . . 3.2. Los manuscritos teológicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.3. Los manuscritos sobre historia eclesiástica . . . . . . . . . . . .

59 64 69

4. Historia Ecclesiastica: un nuevo texto de Isaac Newton . . . .

75

4.1. El manuscrito Yahuda 19 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.1.1. Descripción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.1.2. Composición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.1.3. La relación con el ms. Yahuda 12 . . . . . . . . . . . . . . 4.1.4. La relación con el ms. Yahuda 1.5 (ff. 78r-85r) . . . 4.2. El texto resultante: Historia Ecclesiastica (De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis) . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.2.1. Contenido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

75 75 79 81 82 85 86

Índice

12

4.2.2. Fuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.2.3. Datación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.2.4. Problemas de composición . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

96 100 106

5. Criterios de la ediciÓn crítica y de la traducciÓn . . . . . . . . .

125

5.1. Edición crítica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.1.1. Presentación del texto latino . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.1.2. Aparato crítico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.1.3. Aparato de fuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.2. Traducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

125 126 131 133 134

6. Abreviaturas y siglas usadas en la ediciÓn . . . . . . . . . . . . . . .

137

6.1. 6.2. 6.3. 6.4.

Siglas de manuscritos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Abreviaturas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Signos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Autores y obras citados de forma abreviada . . . . . . . . . . .

137 137 137 138

Historia Ecclesiastica (De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis) Texto latino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

148

TraducciÓn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

149

Apéndices al texto latino (partes suprimidas)  1. Appendix I . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

567

 2. Appendix II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

575

 3. Appendix III. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

577

 4. Appendix IV. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

578

 5. Appendix V . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

580

 6. Appendix VI. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

588

 7. Appendix VII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

589

 8. Appendix VIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

590

 9. Appendix IX. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

593

Índice

13

10. Appendix X . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

595

11. Appendix XI. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

597

12. Appendix XII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

599

13. Appendix XIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

601

14. Appendix XIV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

603

Bibliografía citada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

605

Índices . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

615

1. 2. 3.

Índice de nombres en el estudio preliminar. . . . . . . . . . . . . Índice de obras citadas en el texto latino . . . . . . . . . . . . . . . Índice de nombres en el texto latino . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

615 619 621

Nota preliminar

El lector encontrará en estas páginas la primera edición crítica del texto escrito en latín por Isaac Newton más extenso que se ha identificado hasta la fecha, sólo por detrás de sus célebres Principia (1687). El texto en cuestión, inacabado, se conserva en su mayor parte en un manuscrito autógrafo de la colección Yahuda (Yah. Ms. Var. 1/ Newton 19, Biblioteca Nacional de Israel, Jerusalén) y se completa con otros dos manuscritos de la misma colección (12 y 1.5), según pude descubrir en el transcurso de mi trabajo sobre el primero. La resultante Historia Ecclesiastica de Newton, que puede leerse ahora por primera vez, constituye el texto latino de mayor entidad que refleja el absorbente interés del matemático de Cambridge por la historia del cristianismo antiguo, así como la elevada heterodoxia de su pensamiento al respecto. Este libro es el resultado de los estudios que llevé a cabo bajo la dirección del doctor José Manuel Cañas Reíllo en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) del CSIC, en Madrid, con una beca y contrato del programa JAE Predoc (2008-2011). La doctora Emma Falque Rey fue mi tutora en la Universidad de Sevilla, en cuya Facultad de Filología defendí mi tesis en diciembre de 2011. Tanto aquel trabajo como este libro se inscriben en el proyecto de investigación «Edición crítica de textos inéditos de Isaac Newton en lengua latina» (FFI2010-19084), dirigido por la doctora Ciriaca Morano Rodríguez; ella abrió este nuevo campo de investigación en filología clásica con su edición pionera del texto de Newton sobre el Templo de Salomón (Ms. Babson 434), que publicó el CSIC en 1996 y que puede leerse ya en su segunda edición revisada y actualizada (2009). En tiempos recientes he tenido la satisfacción de ver distinguida mi tesis con los premios de la Fundación Pastor de Estudios Clásicos y de la Sociedad

16

Historia Ecclesiastica

Española de Estudios Clásicos, así como con una mención especial de la Fundación Aldama Roy; debo dar las gracias por su generosidad a los jurados y a estas tres instituciones. Al buen juicio de mi director de tesis se deben la mayor parte de los aciertos de este trabajo. Además de a él mismo, a mi tutora, la doctora Falque, y a la investigadora principal del proyecto, la doctora Morano, querría también expresar mi gratitud a todos los demás profesores que han leído distintas versiones de mi trabajo y me han regalado sus correcciones, sus comentarios y su ayuda: los doctores Juan Gil Fernández, Tomás González Rolán, Matilde Conde Salazar, Francisco Socas Gavilán, Isabella Gualandri, Dirk Sacré, Gilbert Tournoy, Jan Papy, Diana Stanciu, Rudolf de Smet, Chris Heesakkers, Wolfgang Bernard, Máximo Brioso Sánchez, Daniel LópezCañete, José Solís de los Santos, Miguel Rodríguez-Pantoja, Ana Pérez Vega, Miguel Benítez Rodríguez, Paola Moretti, José Joaquín Sánchez Gázquez, y muchas otras personas. Míos son todos los errores que persisten. También es un placer dar las gracias a los profesionales con los que he tenido ocasión de compartir espacio de trabajo y disfrutar de un enriquecedor intercambio de ideas: los miembros de la línea de investigación «Orígenes grecolatinos y bíblicos de la cultura europea» y de todo el Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo (CSIC), del Departamento de Filología Griega y Latina de la Universidad de Sevilla, donde me formé, y del grupo de investigación «Antonio Tovar» (HUM-173); y, en el extranjero, los miembros del Departamento de Clásicas de la Universidad Hebrea de Jerusalén, del Seminarium Philologiae Humanisticae de la Universidad Católica de Lovaina, del Instituto Scaliger de la Universidad de Leiden, del Instituto Heinrich-Schliemann de la Universidad de Rostock y del Instituto Leibniz de Historia Europea de Maguncia, al que debo actualmente mi financiación post-doctoral. Quiero dejar constancia de mi agradecimiento a Yael Okun, directora del Departamento de Archivos y Manuscritos de la Biblioteca Nacional de Israel, por permitirme acceder al tesoro de los manuscritos newtonianos de la colección Yahuda en la primavera de 2010, y a las profesoras Donna Shalev y Aldina Quintana por su generoso apoyo durante dicha estancia. Del mismo modo deseo dar las gracias por su amable ayuda al personal de la Biblioteca de Cien-

Nota preliminar

17

cia y Tecnología de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la Biblioteca Tomás Navarro Tomás del CSIC, así como al resto de las bibliotecas españolas y extranjeras de cuyos recursos se ha alimentado este libro. Estoy en deuda con el doctor Pedro Bádenas de la Peña por su decisiva implicación en esta apuesta editorial, que se ha visto generosamente respaldada por el proyecto sobre inéditos newtonianos que dirige la doctora Morano Rodríguez. Asimismo agradezco su profesionalidad a Editorial CSIC y en particular a Mónica Elías por su concienzuda labor de corrección. Mi hermano Fernando, mis familiares y mis amigos han vivido muy de cerca los años de trabajo que han dado este libro, y por fortuna también Carmen en su incierta etapa final; todos ellos merecen mi agradecimiento de corazón. Lo dedico a la memoria de mis padres, Fernando y Concepción, y a la muy cercana de mi madre, a quien este libro habría dado mucha más felicidad que a mí; dis aliter uisum. Pablo Toribio Pérez

Abstract₁

This book provides a critical edition of Isaac Newton’s (16421727) lengthiest known Latin text after his Principia (1687), which is identified and edited here for the first time. This work, Historia Ecclesiastica, is contained in the largest section of a lengthy manuscript from the Yahuda collection at the National Library of Israel, Jerusalem (Yahuda Ms. 19, ff. 1-143), and complemented with a shorter one from the same collection (Yahuda Ms. 12); the beginning of the work is written in the final pages of a third manuscript (Yahuda Ms. 1.5, ff. 78-85). It consists of an unfinished work on ancient church history, most likely written towards the end of the 1680s, beginning with the stated purpose of proving through sources that «the papist Church» (identified as the two-horned Beast of Revelation) «was born from schism and heresy» in the fourth century, under the leadership of Athanasius of Alexandria and his followers; the main part of the text provides a detailed analysis of ecclesiastical events between 323 and 328. These contents are in keeping with the rest of Newton’s approximately one hundred so-termed theological writings, currently scattered in around thirty libraries in the United Kingdom, the United States, Israel and Switzerland. They all provide evidence that the Cambridge mathematician devoted decades to the pursuit of highly heterodox historical and theological research, grounded on interpretation of Revelation and considerably similar to the writings of other heterodox authors of his time. Newton only made a few close  Agradezco la traducción a mi colega y amiga Irene Sánchez González.

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Historia Ecclesiastica

20

acquaintances aware of this aspect of his intellectual activity, which he considered intimately related to his work in Physics and Mathematics. Beginning in the last third of the twentieth century, this part of Newton’s works, the most abundant in words, has drawn attention from a growing number of historians of science, but from only a few philologists. This book consists of the following parts: 1) An introductory study, in which the fundamental issues necessary to put this text in the context of Newton’s works, his thought, and the ideological currents of his time are dealt with, as well as, more specifically, the description of the manuscripts, the constitution of the text and its problems of composition, its contents, sources and dating, and the criteria of the critical edition (made in accordance with the usual conventions for scientific editions of Neo-Latin texts). 2) A critical edition of the Latin text with apparatus criticus and apparatus fontium, along with an annotated translation into Spanish. 3) Fourteen appendices including parts of the Latin text suppressed by the author. 4) Bibliography and index of proper names for the introductory study, together with indices of cited works and proper names for the Latin text. Newton’s texts in this book are published with kind permission of the Departament of Manuscripts, National Library of Israel, Jerusalem.

Estudio introductorio

1. Reforma y revoluciÓn en la Europa moderna

La idea de reforma y la idea de restitución presiden el discurso intelectual de los siglos xvi y xvii, tanto en los distintos movimientos reformistas religiosos como en el proceso ideológico que más tarde se llamaría revolución científica. Ambos procesos (el «religioso» y el «científico»), íntimamente relacionados con la tradición humanística, constituyen los precedentes principales que explican la obra de Isaac Newton. 1.1. Ciencia, religiÓn y humanismo latino En el siglo xvi europeo nacieron y se desarrollaron con violencia distintos movimientos de reforma del cristianismo: la Reforma protestante o «magisterial», la Reforma radical y la Contrarreforma católica.1 También en el siglo xvi se inició el proceso intelectual tradicionalmente denominado revolución científica, en particular la revolución astronómica o copernicana, cargada, como es sabido, de implicaciones teológicas.2 A lo largo del siglo xvii la revolución co1  La llamada Reforma radical (compuesta por espiritualismo, anabaptismo y racionalismo evangélico) recibe ese nombre en la obra de referencia sobre ella, Williams 1992. La Reforma radical constituyó «a movement to be ranged alongside the Magisterial Reformation, the Counter-Reform, Renaissance Humanism, and Nationalism as one of the five major forces in the great age of discovery, reform, and revolt» (Williams 1992, 1303). 2  El concepto de «revolución científica», un constructo de la tradición historiográfica, se ha visto sometido a una revisión profunda, tanto en su aspecto «revolucionario» como «científico» (cf. Osler 2000, 3-22; Lindberg – Westman 1990). Para la íntima relación entre ciencia y religión en la revolución científica, cf. Brooke 1991, 52-151; para el caso inglés en concreto, cf. Westfall 1958.

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pernicana alcanzó su culminación, mientras que el enfrentamiento entre católicos y protestantes se traducía en tensiones sociopolíticas y conflictos bélicos. Al mismo tiempo la Reforma radical del siglo anterior, duramente reprimida tanto por protestantes como por católicos, fructificaba en diversas corrientes heterodoxas clandestinas, en especial creencias antitrinitarias. La revolución científica y las reformas religiosas comparten no sólo ámbito geográfico y temporal sino también actores y trasfondo ideológico. Tanto la una como las otras participan del mismo espíritu que alentó el humanismo: en ambos casos sus autores se proponen la restitución de un supuesto estado de pureza original deteriorado y corrompido por la tradición. En consecuencia, el concepto de «heterodoxia» aparece intrínsecamente ligado a ambos procesos, hasta tal punto que su desarrollo puede describirse como una polémica a menudo violenta entre heterodoxias insurgentes y ortodoxias establecidas.3 La innovación (sentida generalmente como renovación) que llevaron a cabo tanto las reformas religiosas como la revolución científica, se asentó ante todo sobre una base textual: textos antiguos distintos de los canónicos, o bien textos canónicos leídos con ojos nuevos. Ese mismo afán de volver ad fontes, de recuperar la prisca sapientia, se ve reflejado en ejemplos dispares: en la edición de Erasmo del Nuevo Testamento griego con traducción latina no Vulgata (1516); en la traducción de Lutero de la Biblia al alemán (1534), la de Casiodoro de Reina al castellano (1569) o la «versión autorizada» inglesa (1611); en el rechazo de los puritanos a aceptar los ritos eclesiásticos que no tuvieran justificación en las Escrituras; en el platonismo de Johannes Kepler; en la recuperación de la filosofía de Epicuro con la que Pierre Gassendi dio inicio a la teoría atómica moderna; en la reivindicación newtoniana de los filósofos presocráticos, o finalmente, en el tipo de lectura con que los antitrinitarios (Newton entre ellos) abordan las fuentes patrísticas para construir su «antihistoria» eclesiástica. Es cierto que la idea de «restitución» no se hace tan presente en autores del siglo xvii como Kepler, Galileo, Bacon o Descartes, que 3  Para un ilustrativo análisis general del concepto de «heterodoxia» en la ciencia y la religión de la Edad Moderna, cf. Brooke – Maclean 2005, x-xxi.

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de distintas formas adoptan un tono más propiamente «revolucionario» con respecto a la tradición humanística; por ello, a propósito de la revolución científica, se habla de una primera época más bien de renacimiento o «reforma» (siglo xvi) y de una segunda época propiamente «revolucionaria» (siglo xvii).4 Sin embargo, en ningún caso se produce una ruptura con los autores antiguos, ni siquiera del todo con la tradición humanística, hasta tal punto que la «querella de los antiguos y los modernos», característica del siglo xvii en todos los ámbitos intelectuales, se ha considerado en buena medida un artificio retórico.5 La aparente polaridad entre renacimiento y revolución debe contemplarse en el contexto más amplio de la crisis epistemológica del siglo xvii, también llamada la «crisis de los dos libros» (el libro de la Escritura y el de la Naturaleza, según la metáfora agustiniana).6 De hecho, la historia intelectual de la época puede narrarse en buena medida como la historia de los distintos esfuerzos por asegurar la continuidad entre la tradición grecolatina y bíblica, y la nueva ciencia.7 En todo caso, la continuidad intelectual se constata a primera vista en el uso de la lengua latina, común a autores del siglo xvi y del xvii, a humanistas, teólogos y filósofos naturales. El latín es la lengua natural de lo que ha dado en llamarse la «república de las letras», la comunidad de intelectuales europeos entre el humanismo y la Ilustración, que llevaron a cabo sus trabajos en una época en la que todavía no existía la compartimentación disciplinar y en una Europa marcada por los conflictos de religión. Esta época constituye la última fase de la historia milenaria del latín como primera lengua de comunicación internacional en Occidente, un papel que pierde sustancialmente en el tránsito del siglo xvii al xviii.8

 Cf. Grafton 1996, 203-207; Snobelen 2005a, 227-228.  Cf. Webster 1982, 1-14; Gaukroger 1991, ix-xvi; para la posición de Newton en la «querella», cf. Force 1999. 6  Sobre dicha crisis en el contexto inglés y newtoniano se ocupa Markley 1993. Bono 1999, 72-76, trata de definir la posición en la misma del propio Newton. 7  Según lo describe Wagner 1976, 31, «die Barockzeit versuchte eine Lösung, indem sie in den gigantischen Aufbruch irdischer Kräfte immer noch den Himmel der Offenbarung hereinleuchten lieβ». 8  Para la «república de las letras», cf. Bots – Waquet 1997; Grafton 2009, 9-34; para unas líneas generales sobre la historia del latín moderno o neolatín, cf. IJsewijn 1990, 39-49. 4 5

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La obra de Isaac Newton se ha considerado tradicionalmente la culminación de la revolución científica; la investigación reciente ha descubierto que pertenece también a la historia de los últimos frutos del reformismo cristiano radical. En su obra se alternan el latín y el inglés, con la práctica omnipresencia de este último en los textos más tardíos.9 1.2. Un siglo y medio de «restituciÓn»: 1516-1669 Copérnico tenía ya cuarenta y tres años cuando Erasmo publicó su edición del Nuevo Testamento griego con traducción al latín clásico (Basilea, 1516);10 al año siguiente, Lutero clavaba sus noventa y cinco tesis en la iglesia de Wittenberg. Copérnico era ya un anciano cuando vieron la luz en Núremberg, el mismo año de su muerte y tras dos décadas de guerras de religión en Europa, sus De revolutionibus orbium coelestium libri sex (1543).11 La idea de restitución aparece en el De revolutionibus desde su portada.12 En su carta dedicatoria a Pablo III (el mismo papa que dos años después convocaría el Concilio de Trento), Copérnico se muestra consciente de las controversias que la hipótesis heliocéntrica habría de desencadenar, y en consecuencia se esfuerza por enmarcarla en la tradición pitagórica y antigua. La joven Reforma protestante también está presente en la obra copernicana: su prologuista anónimo es el teólogo luterano Andreas Osiander, que pone el énfasis en la exactitud de los cálculos de Copérnico y resta importancia a lo inverosímil de la hipótesis heliocéntrica, pues toda hipótesis astronómica habría de serlo. Durante los cien años que siguieron, la teoría copernicana constituiría un recurrente objeto de controversia 9  La edad de oro del latín en Inglaterra termina hacia la mitad del siglo xvii. Precisamente suelen citarse los Principia (1687) de Newton como la última contribución inglesa de relevancia a la prosa latina (cf. IJsewijn 1990, 166). 10  En atención a esta obra de Erasmo, Williams 1992, xxxvi, propone el año 1516 como comienzo de la Reforma radical. 11  Hasta entonces Copérnico sólo había publicado una traducción latina del bizantino Teofilacto Simocates (Theophylacti Scholastici Simocattae epistolae morales, rurales et amatoriae interpretatione latina, Cracovia, 1509). 12  «Habes in hoc opere iam recens nato et aedito, studiose lector, motus stellarum, tam fixarum quam erraticarum, cum ex veteribus tum etiam ex recentibus observationibus restitutos, et novis insuper ac admirabilibus hypothesibus ornatos».

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en el debate teológico, con detractores y partidarios tanto entre católicos como entre protestantes. La idea de restitución también resulta clave en otra obra fundacional publicada una década más tarde, también el mismo año de la muerte de su autor: Christianismi restitutio de Miguel Servet (Viena del Delfinado, 1553). El aragonés había asistido en su juventud a la coronación imperial de Carlos V por Clemente VII en Bolonia (1530): el espectáculo del emperador arrodillado ante el papa habría confirmado a Servet en la creencia de que el pontífice romano encarnaba a la Bestia del Apocalipsis, al Anticristo.13 Al año siguiente publicó De Trinitatis erroribus libri septem (Haguenau, 1531), obra que evidencia desde el título el alcance de su heterodoxia, situada mucho más allá del mero anticatolicismo. Servet negaba la formulación ortodoxa del dogma de la Trinidad: de acuerdo con su teología, Jesucristo es el Hijo natural de Dios, no engendrado ab aeterno; las tres personas divinas no son tres entidades metafísicas sino meras manifestaciones de la única sustancia de Dios. Esta forma de modalismo es, para Servet, la creencia que se desprende de las Escrituras, y no la formulación ortodoxa fruto del Concilio de Nicea (325), que sería el resultado de una corrupción doctrinal. A su heterodoxia sobre el dogma de la Trinidad se sumaba su heterodoxia sobre el bautismo infantil, para el que Servet tampoco encontraba ninguna base en la Escritura. Aunque el teólogo aragonés culpaba de ambas corrupciones exclusivamente al catolicismo, sus creencias lo hicieron aborrecible a católicos y a protestantes por igual; determinaron su condena in absentia y quema en efigie en la católica Lyon, y a continuación su arresto en Ginebra, proceso y muerte en la hoguera por acusación de Calvino.14 Su Christianismi restitutio, aparecida anónimamente el año de su ejecución, es hoy menos famosa por su teología que por contener la primera descrip13  Cf. Williams 1992, 55-56. Esta creencia fue recurrente lugar común entre protestantes de toda índole durante los siglos xvi y xvii. 14  La muerte de Miguel Servet ha sido objeto de una polémica secular entre los protestantes mismos y entre católicos y protestantes. A juicio de Alcalá (Hillar 2002, xi), Miguel Servet fue «the starting point of the polemics that, put in motion by protesters against his death and developed in the Enlightenment, lead to the proclamation of freedom of thought, association, and expression as natural rights of every person in a civilized society». Alcalá 2003-2007 contiene la edición de sus obras completas con traducciones al castellano, introducciones y estudios.

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ción moderna de la circulación pulmonar de la sangre. Servet había estudiado medicina en París y la había ejercido en Basilea (hacia la misma época que Paracelso); su hallazgo fisiológico, motivado por inquietudes teológicas,15 lo sitúa también en los albores de la revolución científica, aunque pasó desapercibido por encontrarse en una obra prohibida. A pesar de que la complicada teología servetiana difiere muy notablemente de las creencias antitrinitarias que se difundieron por Europa a finales del siglo xvi y durante el siglo xvii, generalmente se tiene a Servet como iniciador del antitrinitarismo moderno, y por tanto como responsable de la reaparición moderna del espíritu (aunque no de la letra) de la «herejía arquetípica»: el arrianismo del siglo iv,16 del que habrá ocasión de tratar ampliamente en conexión con la heterodoxia religiosa de Isaac Newton. Muy poco tiempo después de la muerte de Miguel Servet llegó a Ginebra el teólogo sienés Lelio Socino (Sozini), huido de Vicenza, sede de un grupo de reformistas radicales que pronto habían sufrido persecución.17 De Lelio Socino recibió su sobrino Fausto Socino las enseñanzas sobre las que éste edificaría su propia teología antitrinitaria, destinada a convertirse en la «herejía» más influyente del siglo xvii, el socinianismo. En su primera obra, Explicatio primae partis primi capitis Johannis (Alba Julia, 1562), Fausto Socino se esfuerza por probar que del prólogo del Evangelio de San Juan no puede inferirse la divinidad na15  «Servetus’ later discovery of the pulmonary circulation of the blood and the process of oxygenation was motivated in part by the desire as a physician to show (like another physician, Paracelsus) that the Word of God as Spirit (divine breath), entering the blood system by the nostrils, makes physiologically plausible the doctrine of the Virgin Birth of Christ» (Williams 1992, 500). 16  Cf. Wiles 1996, 55-56. Fock 1847, 126-127, considera que Servet emprendió «den ersten systematisch und allseitig durchgeführten Angriff nicht nur auf die herrschenden trinitarischen und christologischen Vorstellungen, sondern auch auf andere Hauptpuncte der damaligen orthodox protestantischen Theorie und Praxis». 17  Cf. Fock 1847, 131-134. La llegada de Lelio Socino a los collegia Vicentina habría tenido lugar en torno al año 1546, fecha que algunos consideran la del inicio oficial del antitrinitarismo (cf. Knijff – Visser 2004, 11, donde además el hecho se pone en relación directa con la obra de Servet); en todo caso, se han hecho importantes matizaciones sobre la existencia misma de dichos collegia (cf. Williams 1992, 878, nota 100).

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tural de Cristo. La creencia sociniana mantiene que Jesucristo no existía antes de su nacimiento como ser humano, y que sólo después de su muerte fue elevado por Dios Padre a una categoría superior y convertido en mediador entre Dios y el hombre. Socino fingió profesar la fe católica mientras estuvo al servicio de Isabel de Médicis; luego marchó a Suiza (refugio habitual de los reformistas italianos), después a Transilvania y finalmente a Polonia, donde dio cohesión intelectual a las corrientes antitrinitarias locales, bien asentadas desde la década anterior. En Cracovia publicó su obra fundamental, escrita muchos años antes: De Jesu Christo Servatore (1594). El antitrinitarismo había encontrado en Polonia un ambiente propicio entre las élites sociales. El rey Sigismundo II (1548-1572) y la nobleza polaca habían favorecido abiertamente la Reforma en todas sus variantes, y desde la década de 1560 ésta había tomado allí un rumbo radical. En 1569 los antitrinitarios «hermanos polacos» fundaron su escuela en Raków, que tras la llegada de Fausto Socino se convertiría en el foco sociniano más importante. De sus prensas salió en 1605, al año siguiente de la muerte de Socino y a partir de sus escritos, la Catechesis Racoviensis, primero en polaco, después en latín y alemán para su difusión por Europa, donde encontró la censura unánime de las autoridades eclesiásticas de todo signo. La Catechesis contiene la primera síntesis del socinianismo, que en suma se caracteriza por cuatro rasgos: negación en la forma descrita del dogma de la Trinidad, indiferencia en cuanto al bautismo, racionalismo y tolerancia de los disidentes.18 Como se mencionará un poco más adelante, el socinianismo ejercería una notable influencia en Inglaterra en la segunda mitad del siglo xvii, y desempeñaría un papel de gran relevancia en el desarrollo del pensamiento heterodoxo de Newton. 18  Cf. Knijff – Visser 2004, 16. La Bibliotheca fratrum Polonorum quos Unitarios vocant, en nueve volúmenes (Ámsterdam, 1668) y la obra póstuma de Christoph Sand, Bibliotheca Anti-Trinitariorum (Ámsterdam, 1684), son todavía obras de referencia fundamentales para el estudio de los autores antitrinitarios. Obra de referencia posterior y exhaustiva es la de Fock 1847, que engloba bajo el nombre de «socinianismo» toda la diversidad de creencias antitrinitarias y unitarias desde el siglo xvi al xix. Un estudio actual se encuentra en las páginas correspondientes de Williams 1992 (978-989, 1135-1175). El socinianismo suscita en los últimos tiempos una atención creciente, como se aprecia por los libros de Knijff – Visser 2004 y Mulsow – Rohls 2005, entre otros. Véase también Daugirdas 2011 sobre los orígenes del antitrinitarismo moderno.

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Como Fausto Socino y hacia la misma época que él, Giordano Bruno había huido de Italia acusado de herejía. Cuando todavía era un joven dominico, Bruno había comenzado una prometedora carrera con la exhibición de sus conocimientos de hebreo y sus habilidades mnemotécnicas ante el papa Pío V (1569). Sin embargo, sólo algunos años después el fraile de Nola se convirtió en prófugo de la Inquisición de Nápoles, y durante década y media anduvo como filósofo errante por el norte de Italia, Francia, Suiza, Inglaterra y Alemania; en su deambular fue excomulgado sucesivamente por católicos, calvinistas y luteranos. A su vuelta a Italia lo arrestó la Inquisición de Venecia y posteriormente fue trasladado a Roma, donde tras casi diez años de prisión fue condenado y entregado a las autoridades civiles, que lo quemaron en la hoguera a principios del año jubilar de 1600. La aspiración de la obra de Bruno es poética: poco antes de que lo apresaran publicó el poema De innumerabilibus, immenso et infigurabili, seu de universo et mundis libri octo (Fráncfort, 1591), una composición en hexámetros dactílicos de inspiración lucreciana. Su filosofía, notablemente influida por la de Nicolás de Cusa, incorpora elementos de la filosofía neoplatónica así como de la epicúrea (atomismo) y de la teoría copernicana: Bruno fue el primero en defender el copernicanismo en letras impresas y el primero también que, después del redescubrimiento de Lucrecio, incluyó consistentemente el atomismo en su sistema filosófico.19 Su creencia animista en un número infinito de mundos lo llevó a relativizar el papel redentor de Cristo. Fue a la hoguera acusado también de haber defendido el arrianismo y de no creer en la transubstanciación eucarística.20 Se ha señalado la importancia de la tradición hermética en el sistema filosófico de Bruno,21 una tradición que resulta de primera importancia para el desarrollo científico de la Edad Moderna y que se asocia fuertemente con la alquimia. A los pocos años de la publicación en Fráncfort del De innumerabilibus de Bruno salía a la luz, también en Alemania, otra obra heterodoxa: el Prodromus dissertationum cosmographicarum continens mys19  En el conjunto de sus diálogos italianos, escritos y publicados en Londres entre 1583 y 1585 (cf. Gatti 2011, 70). 20  Cf. Rowland 2010, 91-92, 300-301. 21  Cf. Yates 1964.

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terium cosmographicum (Tubinga, 1596), escrito por el matemático alemán Johannes Kepler, luterano, copernicano y platónico.22 Pronto Kepler obtuvo el cargo de matemático imperial en Praga, donde desarrolló su fructífera colaboración con el astrónomo danés Tycho Brahe. Allí publicó su Astronomia nova αἰτιολογητὸς seu Physica coelestis (1609), en la que atribuía a las órbitas de los planetas la inesperada forma de una elipse. Al año siguiente aparecía en Venecia el Sidereus nuncius magna longeque admirabilia spectacula pandens del pisano Galileo Galilei, en el que éste describía los resultados de sus observaciones telescópicas (entre ellos el descubrimiento de algunos de los satélites de Júpiter, que Galileo dedicaba a la casa de Médicis). La obra recibió enseguida la crítica elogiosa de Kepler (Dissertatio cum sidereo nuncio, Praga, 1610). En 1616, en el contexto de la renovación del debate sobre la teoría heliocéntrica suscitada por el trabajo de Galileo, el De revolutionibus de Copérnico ingresó en el Index romano. Por entonces tuvo lugar el intercambio epistolar sobre exégesis bíblica entre Galileo y el cardenal Roberto Bellarmino,23 que ya en tiempos del proceso de Giordano Bruno ejercía como consultor del Santo Oficio. Si la fundamental aportación de Kepler a la revolución astronómica fue de índole matemática, la de Galileo fue su eficaz propugnación retórica.24 Kepler publicó su última gran obra, Harmonices mundi libri quinque (Linz, 1619), cuando Centroeuropa comenzaba a sufrir las devastaciones de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). Una década más tarde, muerto Kepler y con el copernicanismo proscrito por Roma, Galileo sacó a la luz su obra más conocida, el Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo (Florencia, 1632),25 que con apariencia de neutralidad presenta argumentos a favor y en contra del 22  Barker 2000, 84-88 describe el mensaje religioso de esta obra, evidente desde su título. 23  Para el detalle del mismo, cf. Blackwell 1991. 24  Cf. Moss 1993. 25  El Dialogo es la única obra fundamental de la revolución científica que no está escrita originalmente en latín (aunque se difundió en traducción latina: Dialogus de systemate mundi, Leiden, 1635, también con el nombre de Systema cosmicum). Comparte esta peculiaridad con otra obra de hondas repercusiones en la historia intelectual: el Discours de la méthode (Leiden, 1637) de René Descartes, también difundido en latín (Specimina philosophiae seu dissertatio de methodo, Ámsterdam, 1644; sobre las traducciones al latín de obras escritas en lengua vernácula durante el siglo xvii, cf. Waquet 1998, 106-109).

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geocentrismo ptolemaico y el heliocentrismo copernicano. Al año siguiente su autor tuvo que comparecer ante la Inquisición romana; tras su condena, el toscano pasó en arresto domiciliario los nueve años que le quedaban de vida. Galileo murió en su villa florentina de Arcetri el ocho de enero de 1642 según el calendario gregoriano de Italia. El día de Navidad de ese mismo año, según el calendario juliano de Inglaterra,26 nacía Isaac Newton en una casa solariega del condado de Lincolnshire, en plena guerra civil inglesa (1642-1651), que sus contendientes sentían como una guerra de religión. A mediados del siglo xvii el copernicanismo estaba ya bien asentado en Inglaterra, en buena medida gracias a la obra de John Wilkins, obispo de Chester. Por la misma época se introdujo también el atomismo moderno a través de la Physiologia Epicuro-Gassendo-Charltoniana de Walter Charleton (Londres, 1654), epítome inglés de la obra del francés Pierre Gassendi (1592-1655). Se debe a Gassendi, sacerdote católico, opositor de Descartes y biógrafo de Copérnico, la recuperación del atomismo para la ciencia moderna.27 También a mediados del siglo xvii estaba firmemente establecida en Inglaterra la persecución del antitrinitarismo. Ya en 1614 el rey Jaime I había mandado quemar públicamente la copia latina de la Catechesis Racoviensis que le habían enviado los socinianos polacos. En 1648, al iniciarse el régimen de Oliver Cromwell, se promulgó «An Ordinance for the Punishing of Blasphemies and Heresies», en la que se contemplaba la pena de muerte por negar la Trinidad. Sin embargo, la ordenanza nunca se aplicó con toda su dureza: John Biddle, graduado en Oxford y maestro de escuela en Gloucester, salió libre precisamente al comenzar el régimen de Cromwell, después de pasar en la cárcel buena parte de la guerra civil por difundir escritos antitrinitarios propios y traducidos. Bajo Cromwell, Biddle sufrió un destierro de tres años por la difusión de sus creencias entre las clases populares londinenses. Tras su vuelta a la capital,

26  El 4 de enero de 1643 según el calendario gregoriano, que el Reino Unido no adoptó, por motivos de religión, hasta 1752. 27  Las obras completas de Gassendi, escritas íntegramente en latín, se publicaron póstumamente en Lyon en 1659. Sobre su papel como vindicador de Epicuro, cf. Joy 1987.

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ya en tiempos de la Restauración, fue de nuevo arrestado y enviado a prisión, donde murió en 1662. Por esa época se producía en Polonia la expulsión de los socinianos. En la década de 1620 habían comenzado a sufrir persecución popular y estatal, y presiones por parte de los jesuitas. En 1638 el senado de Varsovia ordenó la destrucción de la escuela de Raków. Ese año comenzó la progresiva migración de los socinianos polacos a Holanda, que se hizo general con la expulsión definitiva, ordenada en 1659.28 A Ámsterdam llegó en 1668 el joven prusiano Christoph Sand (1644-1680), cuyo padre había sido destituido del elevado cargo oficial que ocupaba en Königsberg por profesar creencias antitrinitarias. Sand había estudiado en las Universidades de Königsberg y de Oxford en la misma época en que Newton lo hacía en Cambridge. En Ámsterdam encontró trabajo en el mundo de la imprenta y dedicó la exigua década de vida que le quedaba a la difusión clandestina de sus creencias y las de sus correligionarios. La fe de Sand no era sociniana sino más bien semejante al arrianismo clásico (es decir, creía en la existencia de Cristo antes de su nacimiento humano, aunque no en su generación ab aeterno);29 en todo caso se contaba a sí mismo como un miembro más de la familia antitrinitaria, como lo atestigua su obra póstuma, Bibliotheca Anti-Trinitariorum (Ámsterdam, 1684). El mismo año de su llegada a Ámsterdam, a la edad de veinticuatro, Christoph Sand publicó el primer libro de su Nucleus historiae ecclestiasticae, una «historia de los arrianos en tres libros» de honda erudición y clave en la historiografía antitrinitaria.30 Al año siguiente (1669), en la otra orilla del mar del Norte, Isaac Newton, que sería lector del Nucleus, obtenía con veintisiete años la cátedra lucasiana de matemáticas de la Universidad de Cambridge.

28  Para la progresiva llegada de socinianos a los Países Bajos, pese a la hostilidad también de las autoridades holandesas, cf. Knijff – Visser 2004, 19-24. 29  Szczucki 1967, vii, prefiere considerarlo simplemente «platónico». 30  La primera edición completa con sus tres libros se publicó en Ámsterdam al año siguiente (cf. Knijff – Visser 2004, 134, ítem 3122). Sobre la historiografía antitrinitaria de finales del siglo xvii y principios del xviii, cf. Szczucki 1979.

2. Isaac Newton: bÚsqueda, heterodoxia y reticencia

La de Isaac Newton constituye una vida consagrada a la búsqueda intelectual.1 Dicha búsqueda se desarrolló de una forma altamente heterodoxa, tanto en la investigación físico-matemática que le dio la fama, como, de modo más patente, en la investigación exegética, histórica y teológica que él consideró su empresa más valiosa. Su carácter reticente y la índole de sus convicciones religiosas, así como el sistema de represión institucional, lo llevaron a mantener en secreto la mayor parte de su obra y a velar notablemente el contenido de la parte publicada. Actualmente tiende a contemplarse el conjunto de la obra de Isaac Newton como un proyecto unitario de reforma religiosa en sus dos vertientes, Naturaleza y Escritura.2 2.1. Lincolnshire y los anni mirabiles: 1642-16673 Isaac Newton nació prematuramente la madrugada del día de Navidad de 1642, en Woolsthorpe, la casa solariega de su familia en el condado de Lincolnshire, como hijo póstumo de Isaac Newton, un próspero granjero analfabeto. Cuando tenía tres años, su madre, Hannah, volvió a casarse con un pastor anglicano y dejó al niño a cargo de sus abuelos maternos. Se ha puesto de relieve el carácter  «... the pursuit of truth, most importantly though not exclusively scientific truth, formed the essence of his life» (Westfall 1980, xi). Westfall 1980 debe considerarse la biografía de referencia. Es clásica la biografía psicológica de Manuel 1968. Otros ensayos biográficos de relevancia son los de Christianson 1984 (de aspiraciones más literarias que documentales) y Hall 1992. Proliferan las biografías divulgativas, como las recientes de Panza 2003 e Iliffe 2007. 2  Cf. Snobelen 2005a. Manuel 1974 es la obra clásica sobre la fe de Newton. 3  Adopto la periodización de Manuel 1968. 1

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traumático de la infancia de Newton, pasada sin madre ni padre, para explicar su complejo desarrollo psicológico e incluso el sentido mismo de su posterior actividad intelectual.4 Tenía ya once años cuando su madre enviudó por segunda vez y regresó a Woolsthorpe con tres nuevos hijos. De su padrastro, graduado en Oxford, Newton heredó una considerable biblioteca teológica que pudo resultar de relevancia para el desarrollo de sus estudios años más tarde. Al poco de regresar la madre, su hijo comenzó a asistir a las clases de la escuela de gramática de Grantham, donde se alojó en la casa del farmacéutico, amigo de la familia; esta circunstancia suele recordarse cuando se trata de la posterior dedicación de Newton a la alquimia. En la escuela de Grantham se enseñaba latín, griego y Biblia.5 En 1659, un año después de la muerte de Oliver Cromwell, el adolescente Isaac Newton marcó en latín su propiedad sobre los dos primeros libros que conservan su firma: el Píndaro bilingüe de Stephanus (1560) y el comentario de Sabinus a las Metamorfosis de Ovidio (1593).6 Libros aparte, Newton dio muestras en Grantham de grandes habilidades mecánicas, de las que abundan las anécdotas (los biógrafos recuerdan la construcción famosa de un reloj de sol y de un molino en miniatura). En cierto momento su madre lo reclamó de vuelta a Woolsthorpe para que se hiciera cargo de las propiedades que estaba destinado a heredar. El hijo volvió en contra de su voluntad, pero su propia negligencia en los trabajos rurales y las presiones tanto del director de la escuela de Grantham como de su tío materno, graduado en Cambridge, lograron convencer a su madre Hannah Smith Newton de que su hijo debía recibir la formación preparatoria para la universidad. En 1661 ingresó en el Trinity College de Cambridge, aun4  La búsqueda teológica de Newton se ha descrito como la búsqueda del padre verdadero y el desenmascaramiento del padre falso (Manuel 1974, 17-19). 5  Sobre el plan de estudios de las Free Grammar Schools inglesas, cf. Westfall 1980, 55-58. 6  Cf. Harrison 1978, 2. La de Píndaro es primera edición; el comentario de las Metamorfosis del humanista alemán Georgius Sabinus (Georg Schuler) se publicó por primera vez en 1554. En ese mismo año de 1659, Newton escribió este dístico en el que luego sería su cuaderno de notas de Cambridge: Quisquis in hunc librum teneros conjecit ocellos / nomen subscriptum perlegat ipse meum: / Isaac Newton, Martii 19, 1659 (Trinity College Ms. R.4.48c, f. 3r).

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que pese a la prosperidad de su madre ingresó como sizar, es decir, como sirviente de fellows y estudiantes con más recursos. Es verosímil que Newton hubiera recibido una educación puritana;7 ese tono puritano habría de agudizarse en la Universidad de Cambridge, bastión del protestantismo. La primera manifestación conocida de la religiosidad de Isaac Newton data de su segundo año en la universidad, cuando una crisis de conciencia lo impulsó a escribir una lista de sus pecados el día de Pentecostés de 1662. Es lugar común citar los dos que mejor ilustran el carácter traumático de su infancia: «threatning my father and mother Smith to burne them and the house over them», «wishing death and hoping it to some»; otros ilustran por primera vez la índole de su fe en Dios: «not turning nearer to Thee for my affections, not living according to my belief, not loving Thee for Thy self, not loving Thee for Thy goodness to us».8 Newton se encontró en Cambridge con el escolasticismo «aristotélico» que había imperado en la Universidad desde su fundación, así como con el estudio de las litterae humaniores introducido un siglo antes.9 Sus cuadernos de notas muestran cómo en poco tiempo el matemático en ciernes se había adentrado en la filosofía de vanguardia de la época, la «filosofía mecánica» de Descartes, Gassendi y Galileo. Hacia 1664 comenzó una serie de Questiones quaedam philosophicae bajo cuyo título añadió un lema elocuente: Amicus Plato, amicus Aristoteles, magis amica veritas.10 En las Questiones se encuentra ya el germen de la investigación en filosofía natural que culminaría  7  Manuel 1974, 5 define la religión de Newton a su llegada a Cambridge como una «strict Church of England religion..., as centered around the Bible as any Dissenter’s, as repelled by Papists and enthusiasts as any young Englishman’s of the Restoration».  8  Editado en Westfall 1963.  9  Cf. Westfall 1980, 81-87 para los planes de estudio de Cambridge en tiempos de Newton. Es habitual todavía, como lo era entonces, identificar el escolasticismo que imperaba en las universidades europeas del siglo xvii con la filosofía del propio Aristóteles; sin embargo, Müller 2006 muestra cómo, al menos en cuanto a física, la filosofía propiamente aristotélica tenía poco que ver con el escolasticismo medieval. 10  Las Questiones (sic) están editadas en McGuire – Tamny 1983. El lema está extraído directamente de la mencionada Physiologia de Walter Charleton (1654, p. 3): cf. Westfall 1971, 325. A su vez es adaptación del conocido proverbio Amicus Plato sed magis amiga veritas, originario de la Ética a Nicómaco del propio Aristóteles (1096a, 16-17) y alusivo a su vez a Platón (República, 595b-c); se habría hecho popular en el siglo xvii debido a su ocurrencia en el Quijote (II, 51): cf. Tarán 1984.

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no muchos años después, y también un primer interés en cuestiones teológicas, relacionadas con los problemas que planteaba la filosofía mecanicista con respecto a la relación entre el alma y el cuerpo, y alentado probablemente por la obra de Henry More y los platónicos de Cambridge. También entonces Newton se introdujo fructíferamente en las matemáticas (a la inversa, de Descartes a Euclides), y se entregó con pasión a la práctica del nuevo método científico basado en la experiencia: sus biógrafos mencionan las noches pasadas en vela a la espera de cometas y el experimento óptico con el que arriesgó uno de sus propios ojos. En 1665 pasó los exámenes de graduación; ese mismo año la universidad cerró sus puertas por causa de la peste negra que se había abatido sobre Londres y se extendía ahora por toda Inglaterra, y Newton se retiró a su Woolsthorpe natal, donde permanecería el resto de ese año y el siguiente. La tradición biográfica newtoniana ha considerado el año 1666 como su annus mirabilis, aunque los trabajos que culminaron entonces habían comenzado en 1664. En aquella época, en sus propias palabras, se dedicó a las matemáticas y la filosofía natural más que en ningún momento posterior.11 A finales de 1666 (el año del gran fuego de Londres), aislado en la campiña de Lincolnshire, Newton se había convertido secretamente en el primer matemático de Europa y había establecido las bases de su posterior aportación fundamental a la filosofía natural: había desarrollado los fundamentos del cálculo infinitesimal y había diseñado sus experimentos con prisma para probar que la luz está compuesta por cada uno de los colores del arco iris y formular su teoría corpuscular de la luz; además, se había acercado a la formulación de sus leyes del movimiento y había intuido que la fuerza que hizo caer el fruto de un manzano de Woolsthorpe era la misma que mantiene en sus órbitas los cuerpos celestes. 2.2. Los aÑos de Cambridge: 1667-1696 Poco después de que la universidad volviera a abrir sus puertas, Newton se convirtió en fellow del Trinity College, categoría que lo instalaba en el mundo académico de por vida. Pronto advirtió su 11  «In those days I was in the prime of my age for invention and minded Mathematicks and Philosophy more then at any time since», citado en Westfall 1980, 143.

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valor intelectual el profesor Isaac Barrow, helenista, teólogo y primer ocupante de la cátedra lucasiana de matemáticas; a través de éste llegó a conocimiento de la Royal Society londinense el tratado de Newton De analysi per aequationes numero terminorum infinitas, una primera muestra de sus hallazgos en el cálculo que Newton había mostrado a Barrow para probar su prioridad sobre la obra recién publicada de Nicolaus Mercator, Logarithmotechnia (Londres, 1668). Por reiterada negativa de Newton, sin embargo, De analysi no se imprimiría hasta varias décadas más tarde.12 En 1669, a propuesta de Barrow, Newton se convirtió en su sucesor en la cátedra lucasiana. La construcción de un telescopio reflector lo hizo famoso en la Royal Society, y a través de ésta en el continente, donde motivó las alabanzas del matemático holandés Christiaan Huygens. Siempre por correspondencia, Newton dio a conocer en Londres su teoría óptica y ofreció una descripción de los experimentos que lo habían llevado a ella, que se publicaron en las Philosophical Transactions como «New Theory about Light and Colours» (1672). Pero la relativa apertura de Newton a la comunidad académica duró poco tiempo. El artículo recibió las críticas de Robert Hooke, influyente miembro de la Royal Society y de cuya obra era en parte deudora la de Newton; también recibió las críticas de un jesuita francés, Pardies, que aducía problemas de reproducción del experimento, y después las del propio Huygens. Newton se mostró extremadamente susceptible a las críticas, a las que respondió con irritación, y se retiró del escenario académico. Pero no sólo lo impulsó a este aislamiento su susceptibilidad, sino la dedicación absorbente a otros intereses intelectuales. Desde mediados de la década de 1670 hasta mediados de la de 1680 se extienden los «años de silencio»13 de Newton, en los que el matemático se manifestó a la comunidad académica en muy contadas ocasiones: por una parte, para responder airadamente a las críticas de dos jesuitas ingleses en el continente que se habían sumado

12  En 1711. Se dispone de edición facsímil con traducción y estudio en Durán Guardeño – Pérez Fernández 2003. 13  La denominación es de Westfall 1980.

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a las objeciones de Pardies;14 por otra parte, para enviar en 1675 y 1676 dos nuevos artículos a la Royal Society, «An Hypothesis Explaining the Properties of Light» y «Discourse of Observations», destinados a corregir su teoría corpuscular de la luz (convertida ahora en hipótesis) y disipar así las críticas de Hooke. Surgió sin embargo una nueva desavenencia con este último, que se solucionaría sólo provisionalmente. Newton argumentaba en estos trabajos a favor de la existencia de un éter que sería en última instancia responsable tanto de los colores como de la fuerza de la gravedad. La naturaleza de semejante hipótesis revela la influencia de uno de los campos de estudio a los que se había entregado con avidez desde la época de su nombramiento como catedrático lucasiano: la alquimia.15 En efecto, ya en 1669 Newton había leído los Symbola aureae mensae duodecim nationum (Fráncfort, 1617) de Michael Maier y el Novum lumen chimicum (Colonia, 1610) de Michael Sendivogius, dos alquimistas de la «ilustración rosacruz»;16 también se había provisto de hornos y material de experimentación, y había instalado un laboratorio en sus dependencias del Trinity College. En los sesenta años que le quedaban de vida no perdería el interés por la alquimia, en cuya práctica estuvo absorto durante buena parte de la década de 1670, cuando también mantuvo correspondencia con varios miembros de la críptica comunidad de alquimistas de Londres. Esta dedicación de Newton no resulta estridente en el contexto general de la revolución científica y tampoco dentro del marco de su propia investigación:17 la búsqueda de la fuerza que cohesiona y vivifica el microcosmos responde al cabo a la misma aspiración que la búsqueda de la fuerza que mantiene la armonía de las esferas. 14  No mitigaba la irritación de Newton el hecho de que fueran precisamente católicos jesuitas quienes se obstinaban en poner en duda su integridad científica (cf. Iliffe 1999, 112-117): la vehemencia de Newton ante las críticas de éstos debe considerarse a la luz de los estudios teológicos en los que ya por entonces se hallaba inmerso. 15  Sobre la alquimia de Newton trabaja desde 2004 el proyecto «The Chymistry of Isaac Newton» de la Universidad de Indiana. Además de la página web de dicho proyecto, cf. Figala 2002 para una introducción actualizada al tema. Dobbs 1991 puede considerarse la obra de referencia. 16  Para este término y sus críticas, cf. Coudert 1999, 17-29. 17  Cf. Webster 1982. El irlandés Robert Boyle (1627-1691), químico «canónico» de la revolución científica, compartió el mismo interés.

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Como se ha dicho, desde el principio Newton abordó la filosofía mecanicista, en concreto la de Descartes, con reservas de índole teológica. En su inédito De gravitatione et aequipondio fluidorum el matemático de Cambridge argumenta contra la filosofía cartesiana por sus supuestas implicaciones ateas (la materia no sería directamente dependiente de la voluntad divina).18 La alquimia constituyó para Newton un camino fructífero para acercarse al conocimiento del mundo natural, que no creía explicable sólo mediante átomos y vacío. Además, sus concepciones alquímicas guardan una estrecha relación con las concepciones teológicas (y en concreto cristológicas) que desarrolló por la misma época.19 En efecto, Newton no llenó sólo con alquimia sus «años de silencio»: si con su investigación alquímica rastreaba la actividad de Dios en el mundo natural, hacia la misma época comenzó a rastrear la actividad divina en el curso de la historia, a partir de la interpretación de los libros apocalípticos de la Biblia (Apocalipsis y Daniel). La antigua metáfora de los dos libros de Dios (la Naturaleza y la Escritura) simboliza bien la unidad de los estudios naturales, alquímicos e históricos de Isaac Newton.20 El dominio absoluto de Dios sobre su creación puede considerarse la noción unificadora de toda la actividad intelectual newtoniana.21 Según se evidencia en sus textos inéditos, Newton se consideraba uno de los pocos cristianos con la privilegiada capacidad de alcanzar un conocimiento de las Escrituras más profundo que el común de los creyentes. La correcta interpretación de la profecía divina permitiría comprobar la efectiva ejecución de la voluntad de Dios sobre el curso pasado de la historia (en cambio, en ningún caso sería dable a la inteligencia humana predecir hechos futuros a partir de la Escritura). El desarrollo de esta capacidad, la de descifrar la voluntad divina codificada en la Biblia, constituiría para quienes 18  Publicado por primera vez en Hall – Hall 1962, 90-121. Westfall 1980, 301, lo data a finales de la década de 1670; actualmente se fecha a mediados de la década de 1680, en relación con la composición de Principia. 19  Cf. Dobbs 1991, 80-87. 20  El propio Newton cita la versión alquímica de esa misma metáfora, refiriéndola a los libros del Apocalipsis y de Daniel (cf. Toribio 2011b). 21  Cf. Force 1990a. Toda la actividad intelectual newtoniana incluye, por supuesto, la investigación en matemáticas puras, que Leshem 2003 relaciona también con motivaciones religiosas.

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la poseyeran «a duty of the greatest moment».22 La voluntad divina se hallaría cifrada ante todo en el Apocalipsis y en Daniel; de ellos podría aprenderse el plan de caída y purificación destinado por Dios para su Iglesia. La exégesis apocalíptica se mantendría como el eje vertebrador de los trabajos históricos de Newton. Sus textos más tempranos acusan la influencia de la Clavis Apocalyptica de Joseph Mede (Cambridge, 1627), la obra que marcaba la pauta de la exégesis protestante inglesa del siglo xvii; sin embargo, el desarrollo del propio Newton lo llevó más allá de los límites ortodoxos a los que se ceñía la interpretación de Mede o la del platónico Henry More (con quien llegó a discutir cuestiones de exégesis apocalíptica hacia 1680).23 En efecto, la interpretación newtoniana implicaba que la Bestia apocalíptica, identificada por la tradición protestante con la Iglesia católica o «papista», se correspondía más propiamente con la Iglesia trinitaria, gestada en el transcurso de las controversias teológicas que se desarrollaron entre el Concilio de Nicea (325) y el de Constantinopla (381). El tono de Newton es vehementemente anticatólico, de acuerdo con el espirítu de la época:24 en el catolicismo Newton veía la suma de todas las corrupciones idolátricas que se habrían introducido en la Iglesia desde el siglo iv; sin embargo, del contenido de su investigación se infiere que no consideraba la Reforma como una purificación plena de la «verdadera religión», dado que no había eliminado la corrupción dogmática más grave. El pesimismo con que el matemático de Cambridge percibía el estado de corrupción religiosa de su tiempo lo llevaba a conjeturar la segunda venida de Cristo para un futuro mucho más lejano de lo que suponían los exegetas contemporáneos.25

22  Cf. Mandelbrote 1993. Sobre la exégesis apocalíptica newtoniana, además, cf. Manuel 1974, 83-104; Castillejo 1981, 31-55; Popkin 1990b; Iliffe 1994; Goldish 1998, 57-62; Barnett 1999, 1-48; Murrin 1999; Hutton 1999; Mamiani 2002; Snobelen 2003; Delgado-Moreira 2006, entre otros muchos. 23  Henry More escribió al respecto en 1680 una carta muy citada, en la que habla del aspecto «ordinarily melancholy and thoughtfull» de Newton, que al discutir sobre exégesis bíblica se volvería «mighty lightsome and chearfull» (Nicolson 1930, 478-479). 24  Para el fuerte anticatolicismo característico del discurso intelectual inglés de los siglos xvii y xviii, cf. Tumbleson 1998. 25  Se ha hecho muy famosa su «predicción» para el año 2060; cf. Snobelen 2003.

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Como fellow del Trinity College (valga la paradoja), Newton estaba obligado a ordenarse sacerdote de la Iglesia anglicana. Dicha ordenación debía producirse en 1675, pero se oponían a ella las convicciones a las que lo habían llevado en secreto sus estudios teológicos, que se hubieran juzgado abiertamente heréticas.26 Consta por suficientes indicios que Newton estuvo decidido a renunciar a su fellowship, lo que hubiera levantado sospechas de heterodoxia y habría terminado por acarrearle la caída en desgracia social, si no un castigo más grave; sin embargo, en el último momento quedó exonerado de la necesidad de ordenarse por una dispensa real de 1675, exclusiva para los ocupantes de la cátedra lucasiana de matemáticas. Muy probablemente fue su mentor Isaac Barrow, con influencia en la corte, quien propició la emisión de la dispensa; hasta qué punto estaba enterado éste de las creencias de Newton sólo puede ser materia de especulación. Barrow murió dos años después, y su protegido heredó buena parte de su biblioteca.27 Es posible que por aquella época Newton hubiera leído obras socinianas y antitrinitarias en general; en su biblioteca privada se encuentra un ejemplar de la primera edición completa del Nucleus de Christoph Sand (1669), que pudo haber adquirido poco después de su aparición.28 En cualquier caso, desde finales de la década de 1670 y durante buena parte de la de 1680, Newton se dedicó intensamente a la lectura y estudio de la literatura patrística y a la historia eclesiástica como medio para desarrollar el detalle de la caída de la Iglesia a partir del siglo iv y confirmar así su interpretación del Apocalipsis. Sus conclusiones se asemejan mucho a las de Sand: los 26  Pfizenmaier 1997 intenta demostrar que las creencias de Newton no resultaban tan heréticas como se supone; desde Snobelen 1999 se ha reafirmado la opinión contraria. 27  Para la figura de Isaac Barrow, cf. Feingold 1990. Ahí mismo (341-372) se encuentra el catálogo de su biblioteca que a su muerte elaboró el propio Newton. 28  Cf. Harrison 1978, 232, ítem 1444. Newton ya conocía la obra de Sand en la primera mitad de la década de 1680; es probable que adquiriera su ejemplar del Nucleus en 1677, de la propia biblioteca del fallecido Isaac Barrow (cf. Snobelen 1999, 384). Del hecho de que el teólogo Barrow poseyera esta obra no se sigue necesariamente que estuviera de acuerdo con sus tesis, ni que, por tanto, pudiera existir una afinidad teológica entre él y su alumno. Snobelen 2005b, 254, nota 60, anuncia una próxima publicación de Scott Mandelbrote que permitiría afirmar con seguridad que Newton había leído obras socinianas a finales de la década de 1670; sin embargo, hasta donde me consta dicha publicación aún no se ha producido.

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llamados arrianos habrían representado el partido tradicional y ortodoxo en las controversias teológicas de ese siglo; el partido de los «homousianos» (los que profesaban la innovadora e idolátrica doctrina de la consustancialidad del Hijo y el Padre), liderado por Atanasio de Alejandría, se habría impuesto finalmente debido a la alianza del obispo de Alejandría con el obispo de Roma, a las medidas de persecución puestas en marcha por el emperador Teodosio y por el Concilio de Constantinopla (381) y a la propagación de las creencias homousianas por parte de los monjes, «secta» cuyo crecimiento habría favorecido el propio Atanasio. Pero la investigación teológica de Newton lo llevó más allá. Durante la década de 1680 estuvo trabajando en un proyecto que alguna vez llamó Theologiae gentilis origines philosophicae, título evocador tanto de sus Principia (que compuso entre 1684 y 1686) como de la obra de Gerardus Vossius De theologia gentili et physiologia Christiana, sive de origine ac progressu idolatriae (Ámsterdam, 1641). En los borradores de este proyecto Newton expresó su visión de que Dios habría revelado a los hijos de Noé no sólo la religión verdadera sino también la ciencia natural verdadera; esto lo deducía en buena medida a partir de la existencia de templos antiguos dispuestos en torno a un fuego central (tales como los de Vesta o, según su interpretación, los restos de Stonehenge). Más tarde, las naciones descendientes de Noé habrían corrompido tanto la ciencia como la religión: ésta cayó en la idolatría con la divinización de héroes y reyes muertos, y la filosofía natural se desvirtuó con la transformación de los planetas en dioses y otras confusiones. La mayor parte de las corrupciones, debidas en buena medida al lenguaje velado de los sacerdotes, habría emanado de Egipto.29 Así pues, la historia de la humanidad estaría sujeta a ciclos de corrupción y purificación. La religión judía constituyó una reforma sobresaliente: el Templo de Salomón es su símbolo matemático, cósmico y profético.30 Más tarde, Jesucristo vino a reformar la religión de Moisés. El judaísmo desempeña un papel muy relevante en el 29  Sobre esta línea del pensamiento de Newton, cf. Westfall 1982a; Force 1999, 248-256. 30  Cf. Morano Rodríguez 1996 (20092), así como Castillejo 1981, 37-50; Goldish 1998, 85-107; Leshem 2003, 161-196. Newton dedicó sus dotes de matemático y sus aspiraciones de filólogo bíblico a la restitución de las medidas del Templo, que

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pensamiento newtoniano, dado que en su esquema supone un estado de pureza religiosa sólo superado por el del cristianismo primitivo.31 A su vez, el cristianismo había de paganizarse (una corrupción que no por casualidad provino de Alejandría), y todavía seguiría a la espera de su purificación por la segunda venida de Cristo.32 A juzgar por lo conservado, éstos fueron casi en exclusiva los intereses intelectuales de Newton desde que rompió comunicación con la Royal Society a principios de la década de 1670 hasta que recibió la visita de Edmond Halley en 1684. Su única ausencia prolongada de Cambridge durante este período se produjo durante la segunda mitad de 1679, cuando la última enfermedad y muerte de su madre, y luego sus obligaciones como heredero, lo reclamaron en su casa natal de Lincolnshire. A su vuelta a la universidad alternó ocasionalmente sus estudios alquímicos y teológicos con otros de índole matemática y de filosofía natural, por requerimientos desde Londres: por una parte Robert Hooke renovó la correspondencia con él para plantearle cuestiones acerca de la rotación de la Tierra y la fuerza gravitatoria; por otra parte, el astrónomo real, John Flamsteed, le expuso el caso de dos cometas que habían sido observados el invierno de 1680-1681 y que en su opinión eran dos apariciones del mismo cometa. Ambos problemas físico-matemáticos estaban en la mente de Newton (junto con su visión del origen y caída de la verdadera religión) cuando en agosto de 1684 el astrónomo Edmond Halley fue a visitarlo a Cambridge.

desempeñaba un papel clave tanto en su exégesis apocalíptica como en su concepción de la historia religiosa. 31  Goldish 1998 estudia el papel del judaísmo en el pensamiento newtoniano; se ha estudiado también la influencia concreta de Maimónides en varios aspectos de su filosofía (cf. Popkin 1990a, Faur 1990). En todo caso, el uso por parte de Newton de determinados elementos de la tradición judía (a partir de la tradición hebraísta cristiana) se considera actualmente «pragmático» (Goldish 1998, 15), esto es, un componente más del aparato de erudición mediante el que Newton desarrolló su investigación teológica. 32  David Gregory, al dictado del propio Newton, describe sucintamente esta concepción en 1694: Tractatum conscripsit de originatione gentium. Religio omni tempore eadem, sed quam a Noha primisque hominibus puram acceperunt, ethnici inventis propriis deturparunt; unde Moses reformationem instituit retentis adiaphoris Egyptiacis (Aegypti fuere qui omnium maxime religionem superstitione deturparunt et ab illis in reliquas gentes fluxit). Christus Mosis religionem reformavit (Turnbull 1961, 336).

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Halley venía a plantearle a Newton una cuestión sobre dinámica celeste sobre la que se discutía en la Royal Society, que tenía que ver con la fuerza que provocaba la forma elíptica de las órbitas planetarias, descrita matemáticamente por Kepler. La consulta de Halley dio lugar al tratado de Newton De motu corporum in gyrum. La presentación entusiasta de la obra en Londres por parte de Halley, las presiones de éste para que Newton profundizara su teoría en una obra mayor y el propio afán de este último por llegar al fondo del problema dieron lugar al año y medio de trabajo febril que desembocó en los Philosophiae naturalis principia mathematica (Londres, 1687), obra que se considera la cumbre de la revolución científica y la más influyente de toda la historia de la ciencia. La labor de Halley fue decisiva para que la obra viera finalmente la luz: financió la costosa edición con sus propios medios, corrigió las pruebas y ejerció la diplomacia necesaria cuando Robert Hooke divulgó que Newton estaba construyendo sobre ideas que eran suyas y en respuesta el ofendido profesor lucasiano quiso abandonar el proyecto. Los Principia describen matemáticamente la acción a distancia que cada cuerpo del universo ejerce sobre todos los demás, desde una manzana hasta los satélites de Júpiter, el Sol y el resto de los cuerpos celestes. La fuerza de la gravedad permitía explicar de forma coherente el recorrido elíptico de las órbitas planetarias, la trayectoria de los cometas, la razón de las mareas y otros fenómenos que hasta entonces carecían de explicación; en definitiva, permitía proponer un modelo armónico del universo que superaba la representación mecanicista basada en el ciego concurso atómico.33 La obra va introducida precisamente por un poema de Halley en hexámetros que imita el elogio a Epicuro del De rerum natura lucreciano.34 Pero la investigación teólogica que Newton llevaba desarrollando más de una década también desempeñó un papel importante en la composición de los Principia. Newton se planteó incluir en la obra 33  Para una descripción y valoración especializada de la «revolución newtoniana» en el campo físico y matemático, cf. Cohen 1980. En Koyré – Cohen 1972 se encuentra la edición facsímil de la tercera edición de los Principia (1726), con aparato de variantes de la primera (1687) y la segunda (1713); Cohen 1971 constituye la introducción a dicha edición. 34  Edición crítica en Koyré – Cohen 1972, 12-14, comentario en Albury 1978. El tono excesivamente epicúreo y sobre todo la presentación del mundo como un opus aeternum tuvo consecuencias negativas para la carrera de Halley.

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los llamados «escolios clásicos»,35 en los que se propone demostrar con acopio de textos grecolatinos (presocráticos, fundamentalmente a partir de Lucrecio, Macrobio, Cicerón y Plutarco) que los antiguos poseían la teoría copernicana e incluso la ley de la gravitación universal. También escribió una primera versión del tercer libro de los Principia con el título De mundi systemate, que comienza desarrollando ese mismo tema y que, junto con los escolios, Newton terminó por descartar.36 Mientras Newton componía sus Principia, había subido al trono de Inglaterra el rey católico Jaime II. En el contexto de los intentos del monarca por favorecer la introducción de católicos en las instituciones, el rey ordenó en 1687 que la Universidad de Cambridge concediese al monje benedictino Alban Francis el título de magister artis sin necesidad de prestar juramento. La universidad reaccionó ante lo que percibía como una violación de su integridad protestante, e Isaac Newton participó activamente como uno de los delegados de Cambridge que expresaron la oposición formal de la universidad ante la decisión del rey. Al año siguiente, antes de que el nombramiento de Francis pudiera hacerse efectivo, triunfó la llamada «Revolución gloriosa», que puso en fuga al rey católico e instaló en su lugar al holandés Guillermo de Orange, casado con la hija de Jaime II, la reina María. Newton fue uno de los dos delegados de Cambridge presentes en la sesión parlamentaria en Londres que sancionó la Revolución.37 En Londres, Newton conoció al filósofo John Locke, que había estado exiliado en Holanda entre 1683 y 1689. Con Locke mantuvo correspondencia sobre temas teológicos hasta la muerte de éste en 1704. Hay que situar dicha correspondencia en el contexto de la controversia antitrinitaria que se desarrolló en Inglaterra a finales del  Editados y estudiados por Casini 1981.  De mundi systemate liber se publicó como obra independiente tras su muerte (1728). Sin embargo, el contenido de éste y de los «escolios clásicos» había salido a la luz en los Elementa astronomiae physicae et geometricae (Londres, 1702) del matemático escocés David Gregory, a quien Newton comunicó sus teorías durante la visita académica que éste le rindió en 1693 (el desarrollo de la misma lo describió Gregory en unos memoranda publicados en Turnbull 1961, 311-347). 37  Force 1990a, 91-95 explica la participación de Newton en la «Revolución gloriosa» en relación con sus convicciones religiosas, pero más allá del mero anticatolicismo aducido por Iliffe 1999, 117-119. 35 36

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siglo xvii y principios del xviii:38 en 1687 Jaime II había emitido una declaración de indulgencia en favor de los católicos y los disidentes religiosos en general, con la que el rey católico ponía a prueba la fortaleza de la Iglesia anglicana. El antitrinitarismo, presente en Inglaterra desde mediados de siglo, había adquirido mayor peso en el último tercio debido a las publicaciones holandesas de los exiliados polacos, entre ellas el influyente Nucleus de Sand, contra el que el inglés George Bull había escrito recientemente su Defensio fidei Nicaenae (Oxford, 1685). La inusitada libertad religiosa otorgada por Jaime II dio lugar a que proliferaran los escritos antitrinitarios y sus correspondientes respuestas ortodoxas. La discusión no cesó con el derrocamiento del católico Jaime, pese a la emisión de una nueva ley religiosa en 1689 que excluía expresamente a católicos y antitrinitarios (una ley aprobada por la misma convención que había confirmado en el trono a Guillermo de Orange, de la que, como se ha dicho, había formado parte el propio Newton). La persistencia del debate antitrinitario obligó a la promulgación en 1698 de un «Act for the More Effectual Suppressing of Blasphemy and Profaneness», que contemplaba la privación de derechos civiles por negar la Trinidad e incluso la cárcel, y que formalmente se mantendría en vigor hasta la primera década del xix, aunque en la práctica apenas se aplicó. Pues bien, en este contexto Isaac Newton dirigió a John Locke su tratado en forma de carta An Historical Account of Two Notable Corruptions of Scripture (1690), una argumentación textual en contra de la autenticidad de los dos pasajes bíblicos principales que apoyan el dogma de la Trinidad (1 Jn. 5, 7; 1 Tim. 3, 16). Con el consentimiento de Newton, Locke se disponía a gestionar la publicación anónima del tratado en Holanda, en francés o latín, cuando en un cambio de parecer Newton prefirió abortar el proyecto.39 En el mismo contexto debe situarse su tratado inédito Paradoxical Questions Concerning the Morals and Actions of Athanasius and His Followers, que debió de circular entre un reducido número de allegados y que,  Cf. Wiles 1996, 62-164; Iliffe 2004b, 120-124.  En 1709 Newton volvería a sopesar la publicación, de nuevo en Holanda y en latín, en las circunstancias que se mencionarán, pero también esa vez cambió de parecer. En 1754 salió a la luz una edición pirata. La primera edición fiable es la de Horsley 1779-1785, V, 495-550; cf. Mandelbrote 2004, 105-110. La edición que se maneja actualmente es la de Turnbull 1961, 129-144. 38 39

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como se verá, resulta especialmente relevante para situar el texto latino objeto de este trabajo. Como es habitual, Newton expresa en un tono vehementemente anticatólico el contenido antitrinitario tanto de Two Notable Corruptions como de Paradoxical Questions. Por esa época el profesor de Cambridge comenzó a ambicionar un puesto público en la capital británica. Personalidades como Christiaan Huygens o el propio John Locke intercedieron en vano a su favor. También por aquellos años Newton trabó relación con el joven filósofo natural y matemático suizo Nicolas Fatio de Duillier, por quien consta que sintió un afecto no habitual. Fatio compartía los intereses intelectuales de Newton sobre filosofía natural, alquimia y profecía, aunque discrepaba notablemente en sus desarrollos. En colaboración con él, Newton se dedicó con especial intensidad a la alquimia. En el verano de 1693 Newton sufrió un colapso psíquico, con algunos episodios de enajenación mental;40 tras su recuperación a finales de ese año, su relación con el suizo se extinguió. Newton pasó buena parte de sus últimos años en Cambridge trabajando sobre su teoría lunar, lo que le llevó a un nuevo enfrentamiento personal, esta vez con el astrónomo real John Flamsteed, que habría de prolongarse agriamente durante más de una década. En 1696 el influyente político Charles Montague, otra de las amistades que Newton había ganado con la Revolución, consiguió que el profesor lucasiano fuera nombrado Warden of the Royal Mint, «guardián» de la Real Casa de Moneda británica, situada en la Torre de Londres. 2.3. Los aÑos de Londres: 1696-1727 Aunque tradicionalmente se había considerado una sinecura, el puesto de warden de la Casa de Moneda suponía una alta responsabilidad cuando Newton tomó posesión de él, debido a la grave situación de la moneda británica, la proliferación de falsificadores y las apremiantes necesidades económicas de la guerra con Francia y, pronto, de la Guerra de Sucesión española. Las responsabilidades 40  Para el «colapso» de 1693 se han aducido diversas causas, cf. Manuel 1968, 213-225; Westfall 1980, 531-540.

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de Newton incluían la persecución y el castigo de los falsificadores de moneda, tratado como un crimen de traición, y el matemático se entregó a este deber con la misma vehemencia con la que antes había perseguido en su obra a los falsificadores de la Escritura. Los biógrafos recuerdan el caso famoso de William Chaloner, un hábil falsificador al que tras una ardua persecución Newton hizo colgar. A los pocos años fue nombrado master de la Casa de Moneda, categoría que lo instaló definitivamente en la élite social británica. En Londres Newton compartió casa con su sobrina Catherine Barton, la hija de su hermanastra Hannah. Años más tarde Catherine contraería matrimonio con John Conduitt, un hecho relevante para la historia de la conservación del archivo newtoniano. En 1703, a la muerte de Robert Hooke, Isaac Newton fue nombrado presidente de la Royal Society, cuya renovación emprendió a fondo, y dos años después subió aún más en el escalafón social al ser nombrado Sir Isaac Newton por la reina Ana. En 1704 publicó por fin su Opticks, or a Treatise of the Reflections, Refractions, Inflexions and Colours of the Light, consistente sobre todo en material antiguo que probablemente Newton había querido preservar de las críticas de Hooke. Sin embargo, el contenido más novedoso de la obra no se encuentra en su primera edición inglesa, sino en la traducción latina de 1706, realizada por Samuel Clarke (Optice, sive de reflexionibus, refractionibus, inflexionibus et coloribus lucis),41 que contiene los primeros enunciados teológicos públicos de Newton: el espacio absoluto sería como un sensorium de Dios, y Dios ejercería constantemente su dominio providencial sobre el universo; el mundo natural puede conocerse a partir de la observación de sus fenómenos, pero en última instancia las causas de éstos permanecen ocultas, en tanto que dependientes de la libre voluntad de Dios. Por otra parte, Newton también habla tentativamente de unos «principios activos» relacionados de algún modo con la gravedad, tales como los que permiten el movimiento de los miembros del cuerpo o el pensa41  Grafton 1996, 206, resalta que «even Sir Isaac Newton, who used his fluent Latin as the appropriate dress for the great baroque world picture of the Principia, used English for the pullulating experimental details of his Optics». En todo caso, la traducción latina de Clarke, que incorporaba importantes novedades de contenido, conoció una amplia difusión, con una segunda edición en 1719 y sucesivas reimpresiones a lo largo del siglo xviii.

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miento; la mención de dichos principios se sitúa en el marco de su búsqueda alquímica de la relación entre lo animado y lo inanimado, cuya dualidad cartesiana Newton rechazó con vehemencia desde el principio. Durante el proceso de traducción al latín de Opticks se labró entre Newton y su traductor una confianza que permitió que ambos se hicieran cómplices en heterodoxia religiosa. Samuel Clarke, graduado en Cambridge y teólogo ordenado, era autor de varias obras sobre cristianismo antiguo y Biblia cuando entró en contacto con Newton. En 1712 Clarke publicó su Scripture-Doctrine of the Trinity,42 en la que lleva a cabo con sobriedad un análisis de los pasajes bíblicos en los que se menciona la relación del Hijo con el Padre para extraer de ellos conclusiones antitrinitarias, al mismo tiempo que presentaba su postura como integrable dentro de la Iglesia anglicana. Como era de esperar la obra creó una intensa controversia y Clarke terminó retractándose, aunque su influencia fue honda y su talante intelectual «dotó al arrianismo de un aura de respetabilidad».43 Distinto fue el caso de William Whiston,44 discípulo a quien Newton había nombrado su sucesor en la cátedra lucasiana de matemáticas cuando renunció a ella en 1703, y que siete años después fue expulsado de Cambridge por defender abiertamente posturas «arrianas». Sir Isaac Newton rompió relaciones con él.45 En el Historical Preface (1711) a su Primitive Christianity Reviv’d (1710), Whiston desarrolla una lectura de la historia eclesiástica antigua muy similar a la newtoniana, incluyendo unas Suspicions Concerning Athanasius; sin embargo, no manifestó expresamente su deuda teológica con Newton hasta después de la muerte de éste. También a principios de la década de 1710 estalló la «guerra del cálculo» entre Newton y Leibniz, al reclamar este último la prioridad sobre la invención del cálculo infinitesimal; la polémica derivó 42  El mismo año publicó su celebrada edición de los Commentarii de César; a él se debe también una edición de Homero, que quedó incompleta a su muerte (1729). 43  Wiles 1996, 125. 44  Cf. Force 1985; Wiles 1996, 93-110. 45  Mandelbrote 2004, 109, apunta no obstante que, cuando Newton volvió a sopesar en 1709 la publicación de sus Two Notable Corruptions, ello pudo deberse a la momentánea decisión de apoyar a Whiston en el debate que éste estaba manteniendo entonces con las autoridades eclesiásticas.

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en un agrio cruce de acusaciones en el que se oponían las concepciones contrarias de ambos sobre filosofía natural y religión,46 no sin trasfondo político. En su fase final (1715-1716), la polémica se desarrolló a lo largo de un epistolario entre Samuel Clarke y el propio Leibniz, con la mediación de Carolina, princesa de Gales (de la casa de Hanover, en cuya corte residía el alemán); se centró en buena medida en la concepción del espacio como sensorium de Dios que Newton había expresado en su Optice y que Leibniz criticaba por razones filosóficas y teológicas.47 En este contexto, tanto el de la polémica con Leibniz como el de las controversias religiosas en torno a las obras de sus discípulos Whiston y Clarke, deben encuadrarse las relevantes novedades de la segunda edición de los Principia (Cambridge, 1713). En ésta Newton añadió como colofón un Scholium generale,48 en el que trata sobre cuestiones de método científico (el célebre hypotheses non fingo contra Descartes y Leibniz) y ante todo sobre los atributos de Dios, tras manifiestar que el universo no se explica sin su acción. En el lenguaje con el que describe la unidad de Dios y sus atributos de omnipotencia y dominio se ha detectado un marcado eco sociniano, que ya les resultó sospechoso a los teólogos de su tiempo y que se interpreta en parte como la velada contribución de Newton a la controversia religiosa que protagonizaban esos años sus discípulos.49 En el Scholium Newton también se defiende implícitamente de la acusación de deísta, al mismo tiempo que defiende su concepción del espacio como sensorium Dei (aunque sin utilizar el controvertido término), y al defender esta noción incluye una nota con una serie de referencias a pasajes de autores grecolatinos y bíblicos para probar que los antiguos también creían así; esta nota constituye el único indicio publicado de los «escolios clásicos» que en su día Newton había preparado para la primera edición de los Principia.50

 Cf. Leshem 2003, 37-140.  Cf. Cohen – Koyré 1961. La correspondencia de Clarke y Leibniz (en inglés y francés), que terminó en 1716 debido a la muerte de este último, está editada en Alexander 1956. 48  Koyré – Cohen 1972, II, 759-764. 49  Cf. Snobelen 2001; Snobelen 2004. 50  Cf. Casini 1981, 9; De Smet – Verelst 2001. 46 47

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También en la década de 1710 profundizó en sus trabajos sobre historia eclesiástica, que se plasmaron en dos proyectos relacionados entre sí y ambos inacabados: Irenicum or Ecclesiastical Polyty Tending to Peace, y Of the Church; en ellos se ha basado en gran medida la calificación de Newton como «latitudinario».51 Ya desde sus primeros escritos teológicos resultaba patente la convicción de Newton sobre su pertenencia a un grupo muy reducido de elegidos capaces de interpretar correctamente la Escritura; en el Irenicum, encuadrado por su título en la tradición pacifista que parte de Erasmo y de los reformistas radicales del siglo xvi, Newton insiste expresamente en la diferencia entre creencias fundamentales y creencias adicionales (fundamenta y adiaphora), mediante la metáfora paulina de la leche para niños y los alimentos sólidos para hombres maduros (Heb. 5, 12-14). De acuerdo con ello, ninguna Iglesia debería imponer artículos de comunión consistentes en adiaphora, como sin embargo se habría venido haciendo desde el siglo iv. Los fundamentos de la religión cristiana (de la verdadera religión) serían pocos y muy cercanos al primitivo credo de los hijos de Noé.52 Dicho credo constituiría la «leche para niños», el conjunto de creencias necesario para la salvación; otras cuestiones teológicas no contenidas en él, como la naturaleza de la relación entre el Padre, el Hijo y 51  Cf. Manuel 1974, 5. «Latitudinarismo» se refiere peyorativamente a un movimiento propio de la Iglesia anglicana del último tercio del siglo xvii y del xviii que subordinaba la especulación teológica al ejercicio moral de la religión y a su entendimiento racional; en este sentido se asoció frecuentemente a los latitudinarios con los deístas: Force 1989 (en respuesta a Westfall 1982a) argumenta en contra del supuesto deísmo de Newton, que hoy se niega de forma unánime; a su vez, Force 1990b argumenta en contra del supuesto latitudinarismo de Newton, que sin embargo hoy sí aceptan, con matices, algunos estudiosos (cf. Goldish 1998, 136-139). Véase, no obstante, Ducheyne 2009, 29. 52  Ms. Keynes 3, f. 11r: «We are to forsake the Devil, that is all fals Gods & all manner of idolatry this being a breach of the first & great commandment. And we are to forsake the flesh & the World, or as the Apostle Iohn expresseth it, the lust of the flesh the lust of the eye & the pride of life, that is, unchastity, intemperance, injustice, covetousness, pride, & ambition, these things being a breach of the second of the two great commandments. And we are (with the primitive Greek Church) to beleive in one God, the ffather, almighty in dominion, the maker of heaven & earth & of all things therein: and in one Lord Iesus Christ, the son of God, who was born of a Virgin, & sacrificed for us on the cross, & the third day rose again from the dead, & ascended into heaven, & sitteth on the right hand of God in a mystical sense, being next to him in honour & power; & who shall come again to judge & reign over the quick & the dead raised again to life; & who sent the Holy Ghost to comfort his disciples & assist them in preaching the Gospel».

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el Espítitu Santo, si hubo o no un tiempo en el que el Hijo no existía, el destino del alma después de la muerte,53 etc., constituyen el «alimento sólido para hombres maduros»: su disquisición pueden y deben emprenderla los que estén capacitados para ello, pero en ningún caso la discrepancia sobre estas cuestiones justifica la disputa, el cisma, la excomunión ni la persecución. En Of the Church, Newton vuelve a su narrativa de la historia eclesiástica, esta vez encuadrándola en el marco general de su historia de la religión como ciclos de purificación y caída, y sobrepasando ampliamente los límites del siglo iv; localiza el origen de las corrupciones idolátricas que llevaron a la Iglesia a su ruina en la influencia nociva de la metafísica pagana, cabalística y gnóstica, las tres en estrecha relación con el platonismo.54 Newton tampoco abandonó en sus últimos años sus estudios sobre profecía y sobre historia religiosa de las naciones. En cuanto a aquélla, el libro de Daniel ocupó su atención más que el Apocalipsis, en el que se había centrado en su primera época; en cuanto a ésta, el proyecto Theologiae gentilis origines philosophicae acabó convirtiéndose en la Chronology of Ancient Kingdoms Amended, de publicación póstuma (1728). Ésta provocó la última controversia en la que se vio envuelto Newton en vida: la princesa Carolina tuvo conocimiento de los trabajos sobre cronología del anciano presidente de la Royal Society, y se mostró interesada en conocerlos; Newton le envió un resumen que acabó por conocer una traducción pirata en Francia, sobre la que llovieron las críticas. Sus conclusiones, que perseguían la unificación de las diversas cronologías antiguas y la bíblica, suponían la abreviación de la historia de la humanidad en varios siglos con respecto a la opinión común vigente. La Chronology constituye la respuesta póstuma de Newton a sus críticos. Un año antes de morir se publicó la tercera edición de los Principia (Londres, 1726), la última revisada por su autor. En ella el Scholium generale figura con una adición que supone un nuevo eco sociniano, según ha detectado la crítica reciente: en efecto, como asimismo se 53  A este respecto Newton, fiel a su lectura «literalista» de la Biblia, profesaba una creencia «psicopaniquista», es decir, que el alma permanece en un estado de inconsciencia entre la muerte del cuerpo y su resurrección, que ocurrirá con la segunda venida de Cristo; cf. Force 1994. 54  Cf. Castillejo 1981, 56-79; Goldish 1998, 109-161; Goldish 1999.

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ha probado recientemente, desde que trabó contacto con Locke en la década de 1690 Newton nunca dejó de relacionarse secretamente con socinianos y antitrinitarios en general.55 El matemático de Cambridge murió con ochenta y cuatro años al despuntar la primavera de 1727, en la casa de su sobrina Catherine y del marido de ésta, John Conduitt, con quienes había vivido sus últimos años. En el lecho de muerte Isaac Newton llevó a cabo su último acto de piedad y su último acto de rebeldía: regaló su gastada biblia a la enfermera que lo cuidaba y se negó a tomar el sacramento.56 Su cuerpo recibió sepultura con honores en la abadía de Westminster; su epitafio allí lo describe como Naturae, Antiquitatis, Sacrae Scripturae sedulus, sagax, fidus interpres.

 Cf. Snobelen 2005b, 247-252, 281-282.  Cf. Harrison 1978, 19-20; Westfall 1980, 869-870.

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La biografía intelectual de Newton no pudo empezar a reconstruirse de la forma como sucintamente he resumido hasta el último tercio del pasado siglo xx, cuando comenzaron a ser accesibles a la comunidad científica sus textos llamados «no científicos». El enorme avance en los estudios newtonianos desde entonces se ha basado en éstos; sin embargo, sólo en casos muy contados se dispone de ediciones críticas, y asimismo se echa en falta un estudio detallado de los mismos como corpus textual. A David Castillejo se debe la catalogación de los manuscritos de la colección Yahuda y el primer estudio sobre éstos (1969), así como el primer libro dedicado exclusivamente al contenido de los manuscritos newtonianos «no científicos», tanto teológicos como alquímicos (1981). El libro anterior de Frank Manuel (1974) no contiene tanto una descripción de los manuscritos teológicos como un ensayo sobre la religiosidad de Newton a partir de los mismos. A Richard Westfall se debe una primera lista (casi completa) de los manuscritos teológicos, con una breve descripción de sus contenidos y una datación aproximada para cada uno, basada en la evolución de la mano de Newton (1982b). La investigación desarrollada desde entonces se ha centrado ante todo en estudiar las nuevas dimensiones que adquieren la figura de Newton y su época a la luz de estos textos, y en la práctica ha dejado de lado el estudio de los textos mismos. En 1991 Peter Jones publicó en microfilm prácticamente la totalidad del corpus manuscrito newtoniano, aunque por lo general el precario estado de conservación, el confuso estado de elaboración o ambas cosas obligan a la lectura directa, y a su vez el propio examen directo confirma la necesidad de una edición crítica. Por otra parte,

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la disponibilidad de buenas reproducciones digitales es hasta la fecha muy limitada.1 En 1996 la profesora Ciriaca Morano Rodríguez publicó la edición crítica del texto del ms. Babson 434 (sobre el Templo de Salomón), y creó el pionero proyecto de investigación en el que se inscribe este libro, «Edición crítica de textos inéditos de Isaac Newton en lengua latina».2 Éste fue el primer proyecto oficial en el ámbito internacional que se proponía el objetivo de tratar filológicamente el corpus textual newtoniano. En el año 2000 se puso en marcha oficialmente el Newton Project, proyecto británico bajo la dirección del profesor Rob Iliffe, entonces en el Imperial College de Londres y en la actualidad en la Universidad de Sussex, con el objetivo de editar electrónicamente toda la obra de Newton; hasta la fecha se debe a este proyecto el catálogo más actualizado de los manuscritos newtonianos y la transcripción de un buen número de ellos, la mayor parte en inglés.3 Actualmente todavía falta por publicar una buena parte del material que Newton dejó inédito al morir, y una parte mucho mayor carece todavía de ediciones críticas realizadas según los parámetros filológicos crítico-textuales modernos. Esta circunstancia dificulta notablemente el avance de los estudios newtonianos y obliga a considerar provisionales muchos de sus resultados hasta que no se disponga de ediciones fiables de los textos. El presente trabajo se encamina en esa dirección.

1  Desde la web de la Biblioteca Nacional de Israel puede accederse a copias digitales de una treintena de manuscritos de la colección Yahuda (http://www.jnul. huji.ac.il); también pudieron verse durante un tiempo imágenes de manuscritos de la colección Keynes en la web del Newton Project (http://www.newtonproject.sussex.ac.uk), que en la actualidad ya no se encuentran disponibles. Salvo indicación contraria, todas las menciones a contenidos digitales que hago a lo largo de este trabajo se refieren al estado de los mismos el 20 de agosto de 2012. 2  Su referencia actual es FFI2010-19084. Sobre la historia del proyecto, al que se debe gran parte de la financiación de este libro, cf. Morano Rodríguez 2009, xv-xxii. En el ámbito anglosajón, Richard Popkin, según cuenta él mismo (Popkin 2004), buscó entre 1982 y 1998 apoyo institucional para un eventual proyecto de edición de los manuscritos newtonianos «no científicos», pero sus intentos resultaron fallidos. 3  Cf. http://www.newtonproject.sussex.ac.uk. Sobre los planteamientos del Newton Project, cf. Iliffe 2004a. Las transcripciones se ofrecen en versión diplomática y en versión «normalizada» (sin el texto tachado).

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Una parte sustancial de la exposición que sigue resulta de mi consulta directa de la colección Yahuda en Jerusalén los meses de mayo y junio de 2010, gracias a la amable colaboración de la señora Yael Okun, directora del Departamento de Archivos y Manuscritos, y a la inestimable ayuda de la profesora Donna Shalev, la responsable de mi estancia en esas fechas como investigador visitante en la Universidad Hebrea de Jerusalén. 3.1. Historia del corpus manuscrito newtoniano Isaac Newton murió intestado. Su copioso archivo pasó al matrimonio Conduitt después de que éste reclamara posesión sobre él y el resto de los familiares accediese a condición de repartir los beneficios de una eventual publicación; con vistas a ello se ofreció entonces el conjunto del archivo a la evaluación del doctor Thomas Pellet.4 Pellet examinó los manuscritos durante tres días de mayo de ese mismo año de 1727 y concluyó que sólo dos textos presentaban un acabado apto para su publicación, las obras que se publicarían en Londres al año siguiente bajo los títulos de Chronology of Ancient Kingdoms Amended y De mundi systemate liber. Pellet añadió tres más cuya publicación también podría considerarse, pese a no presentar un acabado tan completo como las anteriores: el material que finalmente vería la luz como Observations upon the Prophecies of Daniel, and the Apocalypse of St. John (Londres – Dublín, 1733), un tratado matemático que no llegaría a publicarse,5 y Paradoxical Questions Concerning the Morals and Actions of Athanasius and His Followers, que tampoco salió a la luz, debido con toda probabilidad a su contenido abiertamente heterodoxo. Chronology y Observations fueron acogidas con serios reparos científicos y teológicos, pues confirmaban las sospechas de heterodoxia que ya había suscitado el Scholium generale de los Principia.6 En 1740 la hija de los Conduitt, llamada Catherine como su madre, contrajo matrimonio con John Wallop, earl de Portsmouth y  Para la historia del corpus manuscrito entre 1727 y 1936, cf. Iliffe 1998, 140-148.  Para su identificación, cf. Iliffe 1998, 141, nota 7. 6  Cf. Mandelbrote 2002; Mandelbrote 2004; Snobelen 2005b, 276-278. 4 5

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vizconde de Lymington desde 1743; el archivo de Newton se convirtió entonces en posesión de esa familia y pasó a conocerse como colección Portsmouth. En 1754 se publicó la mencionada edición pirata de An Historical Account of Two Notable Corruptions, a partir del texto que sesenta años antes John Locke había enviado a Ámsterdam con el consentimiento de Newton. Una parte de los manuscritos teológicos se envió en 1755 al doctor Arthur Sykes, por disposición testamentaria de la fallecida Catherine Conduitt (madre), para que de nuevo se considerase su publicación. Sykes no consideró apto ninguno de los textos. A la muerte de éste, a su vez, este conjunto de manuscritos, separado de la colección Portsmouth, pasó a la familia Ekins, que un siglo más tarde (1872) los donaría al New College de Oxford, donde en la actualidad permanecen. Samuel Horsley obtuvo permiso en 1777 para inspeccionar la colección Portsmouth con vistas a la preparación de sus Isaaci Newtoni opera quae exstant omnia, en cinco volúmenes (Londres, 17791785); sin embargo, aparte de la primera edición fiable de Two Notable Corruptions, Horsley apenas incluyó material nuevo en su edición. A principios del siglo xix se había afianzado la imagen de Newton diseñada por la Ilustración. Sus investigaciones teológicas y alquímicas, de las que poco se conocía directamente, o bien se atribuían a una mente senil o bien su existencia misma se ponía en duda y se achacaba a rumores.7 No es de extrañar que los manuscritos de Newton no volvieran a ser objeto de atención académica hasta el último tercio del siglo xix, cuando en 1872 el quinto earl de Portsmouth decidió donar la parte «científica» de los mismos a la Universidad de Cambridge. La comisión establecida para estudiar los textos y extraer dicha parte no terminó su trabajo hasta 1888; ese año se publicó el catálogo elaborado por la comisión, el primer catálogo de los manuscritos newtonianos, y se devolvieron al earl de Portsmouth los textos «no científicos», con una valoración negativa de los mismos acorde con la perspectiva decimonónica.8 7  Cf. Mandelbrote 2004, 110-111. Para la imagen «ilustrada» de Newton, cf. Wagner 1976, 106-159. Dicha imagen se aprecia bien en la poesía de la «Augustan Age» inglesa, que desarrolló el tema newtoniano a partir del poema inaugural de Halley a los Principia (cf. Fara – Money 2004). 8  Cf. Luard – Stokes – Adams – Liveing 1888, xix-xx: «The Historical and Theological MSS cannot be considered of any great value. A great portion of Newton’s

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Finalmente, en 1936, el noveno earl de Portsmouth decidió vender en pública subasta todos los manuscritos de Newton que quedaban en su poder. Dicha subasta se llevó a cabo en Londres a través de Sotheby’s los días 13 y 14 de julio de ese mismo año; John Taylor realizó el catálogo de la misma, el primero en el que cada documento se describe con detalle, y sobre el que está basado en buena medida el catálogo de referencia actual elaborado por el Newton Project.9 El material se dividió en trescientos treinta lotes que fueron adquiridos por treinta y tres compradores distintos. En palabras de David Castillejo, «it was as though the thought of one of the world’s greatest thinkers had been thrown into the wind —for little more than £5000— before anyone had had the time to study it».10 Dos hombres dedicaron entonces sus esfuerzos a negociar con los compradores para reunir de nuevo el mayor número de manuscritos posible. Estas dos personas fueron el conocido economista e intelectual británico John Maynard Keynes y el filólogo judío de Palestina Abraham Shalom Yahuda. Ambos coincidieron en Londres durante un tiempo y compitieron en la compra de manuscritos. Keynes se interesó especialmente por el material sobre alquimia y consiguió reunir unos ciento cincuenta manuscritos, que a su muerte en 1946, de acuerdo con su voluntad, pasaron a constituir la colección Keynes de manuscritos newtonianos de la biblioteca del King’s College de Cambridge.11 En la actualidad esta colección constituye la más relevante para el estudio del Newton alquimista, aunque no sólo cuenta con manuscritos de ese tipo. later years must have been spent in writing and rewriting his ideas on certain points of Theology and Chronology. Much is written out, as if prepared for the press, much apparently from the mere love of writing. His power of writing a beautiful hand was evidently a snare to him. And his fastidiousness as to the expression of what he wrote comes out very curiously in these papers». En Jones 1991 puede consultarse una copia microfilmada de este catálogo. 9  Para los precedentes inmediatos de la subasta, sus circunstancias y sus consecuencias, cf. Spargo 1992. El catálogo de Taylor 1936 (su nombre no figura en él) también se encuentra microfilmado en Jones 1991. 10  Castillejo 1969a, 1. 11  En la web del Newton Project se dispone de reproducción digital de los documentos de Keynes relativos a los manuscritos newtonianos. Keynes preparó un discurso muy citado sobre la nueva luz que éstos arrojaban sobre Newton (Keynes 1947), que se leyó y publicó póstumamente con motivo del tricentenario de la Royal Society. De una selección de estos manuscritos se llevó a cabo una edición parcial y muy criticada (McLachlan 1950).

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Por su parte Abraham Yahuda12 adquirió entre 1936 y 1939 unos cuarenta manuscritos, especialmente de los llamados teológicos. En una muy citada carta de 1940, su amigo Albert Einstein le expresó su parecer sobre los mismos, así como su deseo incumplido de que los manuscritos «se reunieran en un solo lugar y fueran allí accesibles a la investigación».13 Suele referirse que Einstein y Yahuda ofrecieron los manuscritos newtonianos a las universidades de Yale, Harvard y Princeton, pero que ninguna aceptó. A la muerte de Yahuda en 1951 se inició una dura controversia en torno al destino de su ingente colección, de la que los manuscritos newtonianos constituían sólo una pequeña parte. En 1969 el conjunto del archivo se entregó por sentencia judicial 12  La bibliografía sobre la figura de Yahuda es exigua: cf. Marín 2009, 314-347; Popkin 2004, 16-18. Yahuda nació en Jerusalén en 1877 y murió en New Haven en 1951. Estudió filología semítica en las universidades de Heidelberg y Estrasburgo y ocupó puestos académicos en Berlín, en Madrid (en la Junta para la Ampliación de Estudios y en la Universidad Central, durante la Primera Guerra Mundial) y en Nueva York (durante la Segunda Guerra Mundial y hasta su muerte). Se dedicó con intensidad al coleccionismo de manuscritos, que sumaban unos mil quinientos al final de su vida (en su mayor parte árabes, algunos centenares en hebreo y otros en otras lenguas, los de Newton entre ellos). Sus estudios bíblicos (sobre la influencia egipcia en la Biblia y la importancia de la Biblia como fuente histórica), así como su posición política con respecto al proyecto sionista, generaron agrias desavenencias. 13  La carta de Einstein se encuentra en el archivo de Albert Einstein de la Universidad Hebrea de Jerusalén y Biblioteca Nacional de Israel y puede leerse en la página web de ésta. «... Newtons Schriften über biblische Gegenstände scheinen mir deshalb besonders interessant, weil sie einen tiefen Einblick in die geistige Eigenart und die Arbeitsweise dieses bedeutenden Menschen gewähren. Der göttlichen Ursprung der Bibel steht für Newton unbedingt fest, welches Vertrauen in einem eigentümlichen Gegensatz steht zu der kritischen Skepsis, die seine Stellung gegenüber den Kirchen kennzeichnet. Aus diesem Vertrauen stammt die feste Überzeugung, dass die dunkel erscheinensten Teile der Bibel wichtige Offenbarungen enthalten müssen, zu derer Auflichtung es nur der Entzifferung der in ihnen verwendeten symbolischen Sprache bedürfe. Diese Entzifferung bzw. Deutung sucht Newton mittelst seines scharfen systematischen Denkens unter sorgfältiger Verwendung aller ihm zur Verfügung stehenden Quellen. / Während die Entstehungsweise der die bleibende Bedeutung Newtons physicalischen Werke zu Dunkel gehüllt bleiben muss, weil Newton seine vorbereitenden Arbeiten offenbar vernichtet hat, besitzen wir auf diesem Gebiete der Arbeiten über die Bibel Entwürfe und deren wiederholte Abänderung; diese zum grossem Teil unveröffentlichten Schriften gestatten daher einen höchst interessanten Einblick in die geistige Werkstatt dieses einzigartigen Denkers. Ich halte es für sehr wunderbar, dass die erwähnten Schriften Newtons an einer Stelle vereinigt und dort der Forschung zugänglich gemacht werden. / A. Einstein. IX. 1940».

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a la Biblioteca Universitaria y Nacional Judía (hoy Biblioteca Nacional de Israel), en Jerusalén.14 El investigador español David Castillejo (hijo de José Castillejo y doctorado en Cambridge en 1967) se encontraba allí y llevó a cabo la catalogación del material newtoniano;15 su informe y su catálogo han servido de base para toda la investigación posterior sobre la colección Yahuda, considerada hoy la colección más importante de manuscritos teológicos de Newton. A la familia Babson, en Estados Unidos, también se debe la recolección de unos treinta manuscritos procedentes de la subasta de 1936. La colección Babson estuvo alojada en el Dibner Institute del Massachusetts Institute for Technology (Cambridge, Massachusetts) hasta el cierre del mismo en 2006; entonces se trasladó a la Huntington Library (San Marino, California), donde permanece en la actualidad. Estas tres (Keynes, Yahuda y Babson) son las colecciones principales de manuscritos newtonianos. El resto de los manuscritos conservados, procedentes tanto de la subasta de 1936 como de las dos 14  Al parecer, pese a sus desavenencias con los dirigentes del nuevo Estado sionista, Yahuda se habría dejado influir en el lecho de muerte por un alumno que lo convenció de donar su colección de manuscritos a Jerusalén; después de su muerte la viuda se habría opuesto a esta donación y habría terminado por suicidarse (cf. Popkin 2004, 18). El archivo de Abraham Yahuda en la Biblioteca Nacional de Israel sigue todavía hoy a la espera de un estudio de conjunto. El orientalista dejó algunos apuntes para una obra sobre Newton, que al parecer nunca emprendió seriamente; sus notas se encuentran catalogadas como Essays on Isaac Newton (Archives Dept., Yah. Ms. Var. 1/ Newton Papers 43/3,7), un título que no refleja bien su carácter de esbozos. 15  El informe e inventario que Castillejo llevó a cabo entonces se cita a menudo en las bibliografías, pero hasta donde me consta no resulta accesible en su integridad más que en la propia Biblioteca Nacional de Israel. La obra está formada en realidad por cuatro documentos mecanografiados: el primero, con nueve páginas numeradas (Castillejo 1969a), es propiamente el informe, firmado sin fecha por David Castillejo (añade su dirección: 5-b Clareville Grove, London S. W. 7. England). El segundo, con cinco páginas numeradas (Castillejo 1969b), es propiamente el catálogo (se encuentra microfilmado en Jones 1991, sin citar su autoría). El tercer documento (Castillejo 1969c) consta de tres páginas numeradas y contiene notas acerca del ms. Yahuda 1; está fechado el 16 de septiembre de 1969. El cuarto consta de otras tres páginas numeradas y contiene notas sobre el ms. Yahuda 9; está fechado el 17 de septiembre de 1969. Resulta discordante con estos datos la información que ofrece Popkin 2004, 18, según la cual los manuscritos newtonianos no llegaron a Jerusalén hasta 1972 y fue entonces cuando Castillejo llevó a cabo su trabajo. En la bibliografía al uso, por lo demás, se habla siempre de este trabajo como realizado en Jerusalén en 1969.

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divisiones anteriores de la colección Portsmouth (1755 y 1872), se encuentran en otras treinta instituciones del Reino Unido, los Estados Unidos y Suiza.16 Unos treinta manuscritos alquímicos y teológicos de los subastados en 1936 se hallan todavía hoy en paradero desconocido.17 3.2. Los manuscritos teolÓgicos Estos manuscritos, ciento catorce de acuerdo con el catálogo actual, constituyen el tercer grupo por orden cuantitativo dentro del archivo newtoniano, por detrás de los documentos relativos a las actividades de Newton en la Casa de la Moneda británica (unos novecientos) y algo por detrás también de los manuscritos alquímicos (unos ciento cincuenta). Se hacen necesarias aquí dos precisiones terminológicas. En primer lugar, los manuscritos newtonianos están formados generalmente por hojas sueltas. Su agrupación en unidades se debe por lo general a las sucesivas organizaciones del corpus a lo largo de su 16  Trinity College Library, Cambridge; Fitzwilliam Museum, Cambridge; Cambridge University Library; St. Andrews University Library, Fife; Royal Society Library, Londres; British Library, Londres; New College Library, Oxford; Bodleian Library, Oxford; Magdalen College Library, Oxford; National Archives, Kew, Richmond, Surrey; Hampshire Record Office, Winchester, Hampshire; Harry Ransom Humanities Research Center, University of Texas, Austin, Texas; James White Library, Andrews University, Berrien Springs, Michigan; Lehigh University Library, Bethlehem, Pennsylvania; Edwin Newton Ohl Collection, Francis A. Countway Library of Medicine, Boston Medical Library, Massachusetts; Massachusetts Institute of Technology, Cambridge, Massachusetts; Joseph Halle Schaffner Collection, Chicago University Library, Chicago, Illinois; Kentucky University Library, Lexington, Kentucky; Williams Andrews Clark Memorial Library, Los Angeles, California; Library of the University of Wisconsin-Madison, Madison, Wisconsin; Beinecke Library y Cushing/Whitney Medical Library, Yale University, New Haven, Connecticut; “Estates of Mind”, Great Neck, New York; Pierpont Morgan Library, New York; Rare Book and Manuscript Library, Columbia University, New York; Library of the American Philosophical Society, Philadelphia, Pennsylvania; Chemical Heritage Foundation, Philadelphia, Pennsylvania; Stanford University Library, Stanford, California; Dibner Library, Smithsonian Institution, Washington D.C.; Fondation Martin Bodmer, Ginebra. 17  Es posible sin embargo aventurar una valoración cabal de los mismos gracias a la descripción ofrecida por el catálogo de la subasta (Taylor 1936). Recientemente han podido localizarse algunos de ellos, según la información que se ofrece en el catálogo en línea del Newton Project.

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historia (especialmente a su última clasificación general por Sotheby’s y a las reorganizaciones que siguieron durante el tráfico posterior a la subasta), y no siempre se corresponden con unidades textuales. En consecuencia, los avances en la investigación comportan matices y reajustes en la composición del corpus. En segundo lugar, se aplica habitualmente la denominación de «teológicos» al grupo de manuscritos que nos ocupa, aunque su temática es más propiamente exegética, crítica e histórica. La designación tradicional del conjunto como manuscritos teológicos se explica por su intencionalidad común, relativa, en la forma descrita en el capítulo anterior, al ámbito de la teología.18 A la vista de todo el material conservado, puede proponerse la siguiente clasificación provisional de los manuscritos teológicos de Newton, de acuerdo con sus temas principales:19 I)

Exégesis y crítica bíblica

a) Sobre Apocalipsis y Daniel Yahuda 1, Yahuda 2.1, Yahuda 2.5, Yahuda 3, Yahuda 4, Yahuda 6, Yahuda 7, Yahuda 8, Yahuda 9, Yahuda 10, Yahuda 14, Yahuda 39, Keynes 1, Keynes 5, Trinity R.16.38.438A, Bodleian Library Ms. Locke c. 27 f. 88, James White Library, dos más en ubicación desconocida.20 b) Sobre otros textos bíblicos 1) Exposición de 2 Reyes 17, 15-16:21 Yahuda 21, Ransom 130, Babson 437. 18  Cf. Morano Rodríguez 2009, xxiv. Así se denominan en el trabajo clásico sobre ellos, Westfall 1982b. El Newton Project ha cambiado en los últimos años la denominación de los contenidos de estos manuscritos de «Theology» a «Religion». 19  Me baso en el catálogo del Newton Project; remito ahí para identificaciones y descripciones detalladas. Los manuscritos teológicos se encuentran microfilmados en Jones 1991 con la excepción de cinco: Royal Society; Magdalen College, Oxford; Universidad de Lehigh; los dos manuscritos de la William Andrews Clark Memorial Library, Los Ángeles. 20  «Notes on the sites of the seven churches of Asia, mostly in Latin» y «Extracts “Ex sibyllinorum Oraculis”», según la descripción del Newton Project, basada en Taylor 1936. 21  Un sermón sobre la caída de los israelitas en la idolatría, que Newton posiblemente pronunció en el Trinity College en algún momento de la década de 1670.

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2) Two Notable Corruptions: Yahuda 20,22 New College 361(4). c) Observations y material relacionado Yahuda 5. 1, Yahuda 5. 2, Cambridge 3989,23 Hampshire Record Office NC10 II) Historia eclesiástica a) Textos discursivos Yahuda 2.2, Yahuda 2.3, Yahuda 2.5b, Yahuda 5.3,24 Yahuda 11, Yahuda 12, Yahuda 18, Yahuda 19, Yahuda 29, Keynes 11, Babson 436, Stanford University. b) Extractos y notas de lectura Yahuda 13.1, Yahuda 14, Yahuda 22, Keynes 2, Keynes 4, Babson 704 y probablemente uno más en ubicación desconocida.25 c) Paradoxical questions Keynes 10, Clark **N563M3P222 y un borrador fragmentario en ubicación desconocida. d) Of the Church y material relacionado Yahuda 15, Bodmer, Babson 435. e) Irenicum y material relacionado Keynes 3, Keynes 6, Keynes 7, Keynes 8, Keynes 9, Babson 438; posiblemente uno más en ubicación desconocida.26

 Traducción latina parcial de 1709.  De forma equívoca figura descrito como Of the Church. 24  En el catálogo del Newton Project está descrito como «notes out of various Church Fathers on the nature of the Trinity», pero el enfoque es explícitamente narrativo: Quare gesta Ecclesiastica per primos a Christo nato quadringentos annos, et paullo ultra narraturus [...] historiam a declaratione opinionum quae de Deo et filio ejus adusque contentionum illarum initium in Ecclesia viguerunt, non immerito incoeperim (Ms. Yahuda 5.3, f. 1r, mi lectura directa en mayo y junio de 2010). 25  «Decretum Synodi Orientalium», según la descripción del Newton Project. 26  «The Question Stated about Abstaining from Blood», según la descripción del Newton Project; la transcripción del texto se ha publicado muy recientemente en su web. 22 23

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III) Historia universal, cronología y calendario a) Theologiae gentilis origines philosophicae y material relacionado Yahuda 13.3, Yahuda 16, Yahuda 17, Yahuda 33, Yahuda 41, Keynes 146, Trinity R.16.38.436A, Clark fN563Z, American Philosophical Society. b) Chronology of the Ancient Kingdoms Amended y material relacionado Yahuda 25, Yahuda 26, Yahuda 27, Cambridge 3988, Keynes 139, Royal Society, New College 361(2), Kentucky University, Pierpont Morgan Library. c) Material relativo a ambas: Yahuda 28, Yahuda 31, New College 361(1), New College 361(3). d) Judaísmo 1) El Templo: Yahuda 2.4, Yahuda 14, Yahuda 24F, Ransom 132, Babson 434. 2) Cronología judía: Yahuda 24H. 3) Extractos y notas de lectura: Yahuda 13.2, Babson 1029.27 e) Reforma del calendario y relacionados: Yahuda 24A, Yahuda 24B, Yahuda 24C, Yahuda 24D, Yahuda 24E, Yahuda 24F, Yahuda 24G, Babson 737, Babson 919. IV) Material relacionado con los Principia: Cambridge 4003, Cambridge 4005, Cambridge Adv.b.39.1, Cambridge Adv.b.39.2. V) Correspondencia y documentos públicos (cartas a Richard Bentley y Thomas Burnet, material relativo al caso de Alban Francis, documentos parlamentarios, etc.).28

27  El Newton Project lo describe actualmente como «notes on Biblical chronology» (hasta 2012 lo describía como «extremely cryptic notes apparently relating to Biblical chronology»); contiene meramente extractos de pasajes muy cercanos entre sí de Sulpicio Severo, Crónicas, 1, 8-23. 28  Dentro de este subgrupo unos textos son menos «teológicos» que otros. Al parecer su inclusión en el grupo se ha basado en el hecho de que tienen que ver con actividades públicas de Newton de implicaciones religiosas más o menos directas.

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Historia Ecclesiastica Trinity 189.R.4.47, f. 5A; Trinity 189.R.4.47, f. 6; Trinity 189.R.4.47, ff. 4A-5; Trinity 189.R.4.47, ff. 7-8; Keynes 106; Keynes 106(B); Keynes 124; Keynes 144; Keynes 145; Keynes 147; Keynes 149; Trinity R.16.38A1; Magdalen College; Hampshire NC11; Hampshire NC14/1-3; Lehigh University; Yahuda 32, y siete documentos más en ubicación desconocida.

Completan el grupo dos manuscritos «misceláneos» en ubicación deconocida.29 Deben excluirse los manuscritos Keynes 150 y Babson 422, cuya autoría newtoniana se niega actualmente. Esta clasificación, además de provisional (por la carencia de estudios textuales), debe considerarse meramente instrumental, dado que, como se ha descrito, los estudios exegéticos, críticos e históricos de Newton se encuentran estrechamente vinculados; dicha vinculación se refleja continuamente en los textos, en especial en los menos elaborados, donde es habitual que se pase de unos temas a otros. Historia eclesiástica, historia universal, cronología y crítica bíblica condicionan y a la vez confirman el sentido de la exégesis apocalíptica newtoniana: la humanidad se encuentra sumida en el error de la idolatría, de acuerdo con la voluntad divina expresada en las Escrituras y como parte de un ciclo de corrupción y purificación establecido por Dios. Como señala Scott Mandelbrote, el error religioso es el tema constante de la investigación newtoniana,30 sobre la que es improbable que el propio Newton impusiera ningún tipo de segmentación. El mismo texto cuya edición se ofrece en este trabajo constituye un ejemplo iluminador al respecto, como se describe en el capítulo siguiente. Es cierto que en el conjunto de los manuscritos teológicos se encuentran numerosos títulos y epígrafes: Prooemium historiae ecclesiasticae (Ms. Yahuda 11), Cap. 3. Quod bestia bicornis locuta sit ut draco (Ms. Yahuda 2. 2), Introductio continens Apocalypseos rationem genera29  «Fragments on miscellaneous theological subjects» y «Miscellaneous notes on theology and chronology written in the backs of letters received by Newton»; la transcripción del primero de ellos se ha publicado muy recientemente en la web del Newton Project. 30  Cf. Mandelbrote 2007, 356: «... the overwhelming theme of his theological writings is error —the error of those who have destroyed the Church and corrupted Christianity».

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lem (Ms. Yahuda 3), Prolegomena ad Lexici prophetici partem secundam (Ms. Babson 434), Chap. 1. The Original of Monarchies (Ms. Keynes 146), Chap. 2. The Original of Religions (Ms. Yahuda 41), etc.. Ahora bien, en el estado actual de la investigación, sólo cabe especular acerca de cuántos proyectos distintos pueden rastrearse en el material conservado y cómo se relacionan entre sí. Todavía ha de acometerse un análisis riguroso de la totalidad de los manuscritos, tanto desde el punto de vista textual como desde el punto de vista puramente físico, que permita esclarecer en detalle la vinculación de unos con otros.

3.3. Los manuscritos sobre historia eclesiástica Los manuscritos que contienen textos sobre historia de la Iglesia pueden dividirse cronológicamente en dos grupos:31 I)

Primera época: ca. 1675-ca. 169532 1) Textos discursivos en latín: Yahuda 2.2, Yahuda 2.3, Yahuda 2.5b, Yahuda 5.3, Yahuda 11, Yahuda 12, Yahuda 19, Yahuda 29, Babson 436. 2) Textos discursivos en inglés: Yahuda 18, Keynes 11, ¿Stanford?33 3) Extractos y notas de lectura: Yahuda 13.1, Yahuda 14, Yahuda 22, Keynes 2, Keynes 4, Babson 704; probablemente uno más en ubicación desconocida. 4) Paradoxical Questions: Keynes 10, Clark **N563M3P222 y un pequeño fragmento en ubicación desconocida.

31  La dataciones provienen de Westfall 1982b, 141-143, y del Newton Project; prefiero las de este último, más recientes, cuando discrepan. 32  En la web del Newton Project se dispone de transcripción electrónica para todos ellos salvo para Yahuda 13, 14, 19 y el manuscrito de la Universidad de Stanford. La transcripción de Yahuda 2. 2, 2. 3 y 12 es obra del proyecto del CSIC (Yahuda 2. 2. de la doctora Morano Rodríguez, Yahuda 2. 3 y 12 del doctor Cañas Reíllo). 33  No se ha propuesto datación.

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II) Segunda época: ca. 1710-172734 1) Of the Church: Bodmer, Yahuda 15, Babson 435. 2) Irenicum y relacionados (primeros fundamentos de la «verdadera» religión): Keynes 3, Keynes 6, Keynes 7, Keynes 8, Keynes 9, Babson 438; posiblemente uno más en ubicación desconocida.35 Cabe mencionar una característica física general: todos los manuscritos con textos discursivos en latín, así como los mss. Yahuda 13, Yahuda 14 y Keynes 4 (probablemente también el ms. Babson 704, a juzgar por la transcripción) presentan el mismo formato: consisten en cuadernos procedentes de un pliego de papel doblado en cuarto. En cambio, los mss. Yahuda 22, Keynes 2 y Clark presentan el formato característico de los manuscritos de la que he llamado segunda época: bifolios grandes resultantes de doblar el pliego de papel una sola vez.36 Todos los textos sobre historia eclesiástica de la primera época (entre los que se encuentra el objeto de este trabajo) se ciñen a acontecimientos del siglo iv y describen los inicios de lo que Newton llama la «gran apostasía anticristiana»:37 la caída de la Iglesia en la idolatría (desde la Trinidad al culto de los santos) a manos de hombres cismáticos y violentos. Están escritos en un tono marcadamente apocalíptico que obliga a considerarlos en estrecha relación con los estudios desarrollados hacia la misma época sobre exégesis del Apocalipsis (grupo I.a del apartado anterior, salvo mss. Yahuda 6, 7 y 8); en algunos, además, el planteamiento exegético es explícito, como por ejemplo en el ms. Yahuda 2. 2 o en el propio Yahuda 19.38 34  En la web del Newton Project se dispone de transcripción electrónica para todos ellos salvo para el ms. Bodmer. 35  «The Question Stated about Abstaining from Blood». 36  Baso esta afirmación en mi propio examen directo de la totalidad de los manuscritos newtonianos sobre historia eclesiástica de la colección Yahuda (mayo y junio de 2010), así como en las imágenes de manuscritos de la colección Keynes del Newton Project que todavía estaban disponibles en la web del Newton Project en agosto de 2011. 37  La expresión aparece en inglés en el ms. Yahuda 1. 5, f. 10r. 38  Cf. Mandelbrote 2007, 361: «it seems likely that the link between the history of the early Church and the fulfilment of prophecy was simply too strong in Newton’s eyes ever to be broken». El título del texto contenido en el ms. Yahuda 2. 2 se ha mencionado en el apartado anterior; del ms. Yahuda 19 trataré en el capítulo si-

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Puede leerse un guión de la temática global de estos textos en el que el propio Newton llamó Prooemium historiae ecclesiasticae: Quae vero in sequentibus enarranda suscepi sunt ejusmodi. Primo loco de monachis, malorum omnium auctoribus, agemus. Secundo de cultu sanctorum, reliquiarum et imaginum quem invexerunt in orbem Christianum. Tertio de cultu trium aequalium Deorum quem una invexerunt. Quarto de moribus Athanasianorum et eorum capitis Athanasii. Quinto de adversariorum Athanasii moribus, cultu et fidei professione externa. Sexto de constitutione verae et antiquae Ecclesiae ex scriptis Apostolorum et Patrum qui Concilium Nicaenum antecesserunt. Septimo de casu Ecclesiae, qui historice declarabitur. Ultimo de casus hujus deque Apostasiae generalis praedictionibus divinis.39

La mayor cantidad de textos en latín del conjunto de los manuscritos teológicos se encuentra en este grupo. La investigación posterior habrá de esclarecer si en este hecho podría haber influido en cierta medida algún tipo de condicionamiento de género: a este respecto debe tenerse en cuenta que los tratados sobre exégesis apocalíptica de mayor entidad escritos por Newton en la misma época están en inglés, quizás porque su modelo es el inglés Joseph Mede (cuya Clavis Apocalyptica, pese a haberse publicado originalmente en latín, se leía en Inglaterra en la traducción inglesa del propio autor, la misma que poseía Newton);40 es asimismo notable que para el otro grupo de textos teológicos newtonianos en los que predomina el latín, los relativos al proyecto Theologiae gentilis origines philosophicae, también se han identificado claros modelos latinos (Vossius y Bochart).41 Cuando se trata de historia eclesiástica, los textos de referencia utilizados por Newton son latinos (los Annales ecclesiastici de Baronio; muy probablemente el Nucleus historiae ecclesiasticae de Sand), o bien griegos en traducción latina. Las dataciones más recientes sitúan la obra Paradoxical Questions en la primera mitad de la década de 1690, como se detallará en el siguiente capítulo (apartado 4.2.3). Por aquel entonces Newton manguiente. Para el contexto de los manuscritos latinos sobre historia eclesiástica, cf. Cañas Reíllo 2010. 39  Ms. Yahuda 11, ff. 6r-7r, de mi lectura directa del original. En el resto del manuscrito sólo se desarrolla el primer tema anunciado, sobre los monjes. 40  Cf. Harrison 1978, 189, ítem 1053. 41  Cf. Westfall 1982a, 21.

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tenía una fluida comunicación intelectual con Locke, a quien en 1690 había enviado su tratado Two Notable Corruptions. Estuviera o no el filósofo al tanto de Paradoxical Questions (parece improbable que no lo estuviera), consta que en todo caso sí conocieron los contenidos del texto otros allegados, William Whiston al menos. Parece un hecho cierto, de cualquier modo, que desde su paso a la escena pública en 1688 Newton condescendió a comunicar sus trabajos heterodoxos a un círculo selecto de compatriotas: ello puede explicar en cierta medida que desde esa fecha el uso del inglés sea casi exclusivo y el del latín prácticamente anecdótico.42 El texto de Paradoxical Questions es el único de entidad de esa época sobre historia eclesiástica escrito no en latín sino en inglés,43 verosímilmente por la razón que acabo de sugerir. Quizás por ello, y sin duda también por su avanzado estado de elaboración, es el texto de este grupo que ha recibido más atención por parte de los estudiosos. Merece la pena reproducir lo que escribe Westfall sobre él, dado que la descripción de contenidos es válida para el conjunto de textos sobre historia eclesiástica de esta época: In the late 1670s, he began a history of the church, concentrating on the fourth and fifth centuries, which repeated the themes of his interpretation of Revelation. Athanasius played the role of villain, of course. Some passages functioned as first drafts of his treatise from the same period, «Paradoxical Questions concerning the morals & actions of Athanasius & his followers», in which Newton virtually stood Athanasius in the dock and prosecuted him for a litany of sins too long to enumerate here. In these papers, the passion evident in his earlier interpretation of Revelation rose to a new level of intensity as Newton sought to show, not only that Athanasius was the author of the «whole fornication» —that is, of trinitarianism, «the cult of three equal Gods»— but also that Athanasius was a depraved man ready even to use murder to promote his ends. A shrill note of iconoclastic Puritanism which one does not asso-

42  Constituiría una excepción el ms. Babson 434, que Morano Rodríguez 2009, lxviii, data como «muy posiblemente posterior a 1690 y con alguna probabilidad posterior a 1725», datación que repite el Newton Project en su catálogo; en cambio, Westfall 1982b, 142, lo fechaba en la década de 1680. Con esa salvedad, no parece que Newton compusiera nada de entidad en latín en los últimos años del siglo xvii ni en el siglo xviii. Es de destacar asimismo que delegó en otros la traducción latina tanto de Opticks (1706) como de Two Notable Corruptions (1709). 43  Los otros textos discursivos en inglés, Yahuda 18, Keynes 11 y el manuscrito de la Universidad de Stanford, son muy breves (el más extenso de ellos, el primero, no supera las siete páginas).

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ciate with Newton also rings through these pages. He said a great deal about superstitions —«vehement superstition», indeed— deliberately fostered by «that crafty politician Athanasius... For when he found himself by means of ye Councils of Sirmium Ariminum & Seleucia baffled & desserted by all but the Monks: he contrived his religion for ye easy conversion of the heathens by bringing into it as much of ye heathen superstitions as the name of Christianity would then bear». What Newton called superstitions were «monstruous Legends, fals miracles, veneration of reliques, charmes, ye doctrine of Ghosts or Daemons, & their intercession invocation & worship & such other heathen superstitions as were then brought in». Along with the practices above, he included the introduction of images into churches. The identity of the superstitions to which he pointed with practices of the Catholic church cannot be missed. Newton wrote these pages in or not long after 1679, the year of the great Popish Plot. I have never found an explicit reference to the plot among Newton’s papers. The intensity of feeling in his indictment of Athanasius suggests that the passions of that year did not pass him by. And if Newton surrendered to them, perhaps we can understand better how an entire nation did.44

En efecto, los textos sobre historia eclesiástica de la primera época se caracterizan por un tono vehementemente anticatólico que casaba bien con el signo de los tiempos. Dicho signo era el mismo en 1679 que a principios de la década de 1690, en la que actualmente se data el texto: no en vano la Revolución Gloriosa de 1688 se había visto alentada por un ferviente espíritu anticatólico, y en 1690 todavía se percibía al depuesto rey Jaime II como una amenaza. A estas circunstancias ideológicas deben sumarse las propiciadas por la controversia antrinitaria, desarrollada, como se ha mencionado en el capítulo anterior, durante esos mismos años. Por su parte, los textos sobre historia eclesiástica que Newton escribió después de 1710 (todos ellos en inglés) no están escritos en ese tono combativo; además, trascienden ampliamente los límites del siglo iv, la controversia arriana y Atanasio, para situar el curso del cristianismo en el esquema general de caída y purificación que a lo largo de las dos décadas anteriores Newton había establecido para toda la historia religiosa. En los textos datados después de 1710, el Templo de Salomón, las profecías de Daniel y el ritual judío desempeñan un papel sobresaliente en la descripción del cristianismo original (la religión verdadera), y se describen en detalle las  Westfall 1980, 344-345.

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herejías anteriores al siglo iv, que Newton considera producidas por influjos cabalísticos, gnósticos y paganos. Al mismo tiempo Cristo recibe una atención central, como «virrey» de Dios desde el principio de los tiempos, y sigue presente la expectación por la segunda venida que, si bien desde un punto de vista profundamente pesimista, se encontraba ya en sus primeros trabajos exegéticos. Según señala David Castillejo, estos textos describen no sólo la falsa Iglesia, como hacen los escritos de la primera época, sino también la verdadera.45 Lamentablemente el texto principal de este grupo, Of the Church, cuyo borrador más completo (aunque también inacabado) se halla en el manuscrito Bodmer, no es accesible hasta el día de hoy más que en el original o en la deficiente copia microfilmada. Su conocimiento proviene del borrador más imperfecto contenido en el manuscrito Yahuda 15, así como de los trabajos de Goldish y Castillejo, y más rencientemente de Ducheyne.46 Por su parte, los textos relacionados con el muy citado Irenicum abordan de modo similar el tema de los fundamentos de la religión cristiana.

 Castillejo 1969a, 7.  Castillejo desconocía los contenidos del ms. Bodmer y basa en el ms. Yahuda 15 su trabajo pionero sobre Of the Church (Castillejo 1981, 56-79); según este autor, «in some ways this book has a very narrow-minded and Puritanical tone; in others it is the most psychological and profound of Newton’s writings, and certainly the most misterious» (Castillejo 1981, 58). Westfall 1982b, 1, denuncia que desconoce los contenidos del manuscrito Bodmer porque la Fundación Martin Bodmer de Ginebra le denegó el acceso al mismo. Por su parte, Goldish 1998, 110, y Goldish 1999, 146, consideran que el ms. Bodmer contiene el texto preparado por Newton para publicación, pese a que, como puede comprobarse en la copia microfilmada y como el propio estudioso dice después, las secciones finales presentan un estado inacabado e incluso «caótico» (Goldish 1999, 149). Ducheyne 2009 ofrece una descripción de este manuscrito y un extracto de sus contenidos. 45 46

4. Historia Ecclesiastica: un nuevo texto de Isaac Newton

El texto objeto de este trabajo, no identificado como tal antes de mi investigación, pertenece al grupo de los escritos sobre historia eclesiástica de la primera época (ca. 1675-ca. 1695). Se encuentra principalmente en los primeros ciento cuarenta y tres folios del ms. Yahuda 19, con la incorporación de todo el texto del ms. Yahuda 12 (una treintena de folios) y de ocho páginas del ms. Yahuda 1.5, donde se encuentra el comienzo. En total suma unas 50.000 palabras, sin contar los abundantes tachados. El final es abrupto, pero no hay indicios de que esto se deba a una pérdida material. Su contenido se centra en su mayor parte en los primeros años de la llamada controversia arriana, inmediatamente antes del Concilio de Nicea (325) y poco después del mismo. 4.1. El manuscrito Yahuda 19 El ms. Yahuda 19 (Biblioteca Nacional de Israel, Departamento de Archivos, Yah. Ms. Var. 1 / Newton 19) sólo es accesible a día de hoy en el original o en la copia microfilmada de Jones 1991. Su texto no ha sido hasta ahora objeto de edición ni transcripción.1 4.1.1. Descripción Figura clasificado en el catálogo de 1888, el primero existente de los manuscritos newtonianos, como ítem 27 de la sección V ₍«Mis Salvo mi propia edición parcial (Ms. Yahuda 19, ff. 80v-104r) en Toribio 2009.

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cellaneous papers, chiefly on theological matters»₎, y aparece descrito así: «Latin theological treatises, all imperfect».2 Me ha sido posible llevar a cabo esta identificación por la siguiente circunstancia: junto con el ms. Yahuda 19 se ha conservado un bifolio que, a juzgar por la forma de la doblez, debía de servir a modo de guardas del manuscrito; en la página frontal de este bifolio, en la parte superior, está escrita precisamente la indicación § 5.27 (es decir, sección V, ítem 27), y debajo de ella el título «Latin theological treatises, all imperfect». A todas luces la anotación es obra de uno de los autores del catálogo de 1888.3 A la vista de la capacidad del bifolio no es probable que bajo esa descripción se incluyeran otros manuscritos junto con el ms. Yahuda 19, aunque no puede descartarse del todo; el plural «treatises» podría indicar más bien que los autores del catálogo de 1888 percibieron que el ms. Yahuda 19 contiene más de un texto, como describiré en el siguiente apartado. En el reverso de esa misma página, en la parte inferior y escrito en sentido inverso, se lee: «Prooemium historiae ecclesiasticae. De monachismo (perfect)» (corregido de «imperfect»). Pues bien, dicho título («Prooemium historiae ecclesiasticae») se encuentra en la descripción del ítem 28 de esa misma sección en ese mismo catálogo; este ítem 28 se describe ahí como: «A bundle containing: 1) Introductio continens Apocalypseos rationem generalem, 2) Prooemium historiae ecclesiasticae, 3) De monachismo, 4) Historia de concilio Nicen., 5) A treatise beginning “Fidei vero formula”, etc., 6) Extr. Ex Sibyllinorum oraculis. These are all perfect. 7) De annis praedicationis Christi (imperfect)». Como conclusión razonable podría suponerse que, al menos desde la clasificación de los manuscritos de 1888, el definido como ítem 27 se conservó junto con los números 2 y 3 del legajo que constituye el ítem 28, si bien ello no deja de resultar extraño. Por lo demás, el número 5 del ítem 28 («A treatise beginning “Fidei vero formula”, etc.») se corresponde precisamente con el actual ms. Yahuda 12.4  Luard – Stokes – Adams – Liveing 1888, 31.  Junto a la indicación § 5.27 se leen dos cifras tachadas de la misma mano, 13 y xxix. Debajo del título está escrita a lápiz la actual denominación del manuscrito con una breve descripción: «Yah Ms. Var. 1 Ms. 19, A Theological Treatise in Latin». 4  El número 1 se corresponde con el ms. Yahuda 3, los números 2 y 3 con el ms. Yahuda 11, el 6 con el manuscrito perdido al que el Newton Project asigna el núme2 3

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En el catálogo que John Taylor elaboró para la subasta londinense de 1936, el actual ms. Yahuda 19 figura descrito como lote 264, del siguiente modo: «Trinitarianism. A Theological Treatise, in Latin [apparently a Church History with special reference to the Arian Controversy], imperfect at beginning and end, and with some gaps in between; on loose unnumbered sheets without title or chapterheadings, about 50,000 words on 213 pp. (a few sheets perhaps from another work), autograph, sm. 4to».5 David Castillejo, por su parte, lo describió del modo siguiente en el inventario que elaboró para la Biblioteca Nacional y de la Universidad Judía en Jerusalén en 1969: «Newton MS 19. Church History (Sotheby 264). A treatise on early church history in Latin. Incomplete. Possibly MSS 11 (Sotheby 234) is part of the same treatise, and MS 12?».6 En su informe Castillejo escribió además unas pertinentes observaciones sobre la naturaleza temática del texto del ms. Yahuda 19 (exégesis apocalíptica e historia eclesiástica), que traeré a colación después. Posteriormente, en su artículo sobre los manuscritos teológicos newtonianos, Richard Westfall describe el ms. Yahuda 19 como «a treatise on the history of the early church (late 70’s)».7 Incluye los mss. Yahuda 19 y 12 entre los «very extensive manuscripts» sobre historia eclesiástica «from the late 1670s and eary 1680s» y describe la totalidad del ms. Yahuda 19 como «intended as a fair copy, although inevitably somewhat emended».8 Por último, a partir de las anteriores descripciones, el Newton Project ha elaborado la que figura en su catálogo, donde el manuscrito está registrado como THEM00062: «Treatise on Church history with particular reference to the Arian controversy. In Latin with some citations in Greek, c. 50,000 words, 214 pp». Añade los detalles de su venta en la subasta y posterior adquisición por Abraham Yahuda; acerca de los contenidos aporta lo siguiente: «Beginning missing. f. 13r has the heading “De Origine schismatico Ecclesiae ro THEM00128, y el 7 con el ms. Yahuda 5. 1. No resulta claro a qué se corresponde actualmente el número 4, «Historia de concilio Nicen». 5  Taylor 1936, 73. La repite Jones 1991, 120. 6  Castillejo 1969b, 3. 7  Westfall 1982, 142. 8  Westfall 1980, 344, nota 34; cf. Westfall 1982, 134.

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Papisticae bicornis” and f. 15r the heading “Historia Ecclesiastica”». Debe corregirse la estimación de palabras, más cerca de 60.000 que de 50.000 (unas 58.800), y el número de páginas (con texto, 221).9 Por mi examen directo he podido comprobar que el ms. Yahuda 19 consta de 166 folios numerados, distribuidos en cuadernos sueltos (según el procedimiento habitual, cada cuaderno procede de un pliego doblado en cuarto, por cuyas dobleces se han cortado después).10 El formato medio de los folios resultantes es de aproximadamente 150x190.11 Esta composición en cuadernos, sólo señalada por Taylor (quien en su descripción habla de «small quarto»), resulta relevante por cuanto apoya la identificación de los distintos textos contenidos en el manuscrito. Por lo demás, el manuscrito se mantiene en buen estado de conservación general, salvo por dos desperfectos mayores que afectan a la lectura: el más grave es la desaparición del folio que sigue al 120 y la mutilación del folio numerado como 121 (que habría sido el 122 si no se hubiera perdido el anterior); de dicho folio 121 sólo se conserva un poco de la parte superior (que forma unidad física con el numerado como folio 122, pues la doblez está sin cortar) y sólo pueden leerse cinco líneas mútilas. Menos grave resulta la presencia de una mancha múltiple a lo ancho de la mitad superior del folio 160r, que obstaculiza la lectura en buena medida.12 Pueden precisarse otros detalles físicos menores. La numeración de las páginas es posterior a Taylor, que las describe como «loose 9  Si se excluyen las dos últimas secciones textuales independientes que cierran el manuscrito, resultan 213 páginas con texto, la cifra dada por Taylor. Es probable por tanto que estas dos secciones se incorporaran al conjunto del actual ms. Yahuda 19 después de la subasta, proveniente de otros lotes. La cifra 214 del Newton Project resulta menos explicable: en la reproducción en microfilm de Jones 1991 el ms. Yahuda 19 aparece en su constitución actual. 10  Las dobleces se cortaban posteriormente a la escritura, como consta por los ff. 121-122 del ms. Yahuda 19, así como por la nota escrita entre el folio 18v y el 19r del ms. Yahuda 12. 11  El cuaderno constituido por los folios 44-47 es el de formato más pequeño (147x179), y el constituido por los folios 14-17, el de formato mayor (150x199). 12  Una incidencia menor pero que quizá comporta una pequeña pérdida de texto es el desgarro de la esquina superior del folio 6v. En ese lugar se encuentra un signo de inserción (^), pero se ha perdido el segmento insertado: posiblemente era sólo (vide)atur, el reclamo que se encuentra al final del folio 6r y que tendría que haberse repetido aquí, pero no es descartable que se haya perdido alguna palabra más; cf. 12, 6 de la edición.

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unnumbered sheets»; las letras r y v para «recto» y «verso» se han añadido en tiempos muy recientes. Los folios 5-8 no constituían un cuaderno sino dos bifolios independientes, el primero de los cuales se ha desgajado en dos. El folio 9 está suelto. El bifolio formado por los folios 14 y 17 se ha desgajado en dos. El folio 135 forma un bifolio suelto con otro folio en blanco, sin margen ni numeración, y el folio 136 presenta idéntica situación (esta incidencia está asociada con un problema de composición textual del que trataré en el apartado 4.2.4). El último folio del cuaderno constituido por los folios 141-143 está en blanco y no tiene margen trazado, de modo que se ha repetido en él la numeración 143; ello ha provocado el error de numerar el verso anterior como 142v y no como 143v. Al folio 161 siguen dos folios en blanco no numerados. El folio 166 es independiente. De todo ello resulta que el manuscrito está compuesto por treinta y ocho cuadernos (uno de ellos mutilado, 120-122), cuatro bifolios sueltos (7-8, 15-16, 135 y 136) y seis folios sueltos (5, 6, 9, 14, 17 y 166): en total 324 páginas conservadas (dos de ellas sólo fragmentariamente), de las cuales contienen texto 221. 4.1.2. Composición Resulta poco adecuada la definición, repetida por Taylor, Castillejo, Westfall y el Newton Project, del texto del ms. Yahuda 19 como «un tratado» en singular (aunque Taylor sí matiza que «unas pocas hojas son quizá de otra obra»). Mi trabajo me ha permitido comprobar que dicho manuscrito contiene cuatro textos distintos. A su vez, como intuyó acertadamente David Castillejo en su descripción, me ha sido posible comprobar que el primero de dichos textos, y con mucho el más extenso (f. 1r-143r), requiere la incorporación de la totalidad del texto del ms. Yahuda 12.13 Del mismo modo he podido

13  En cambio no existe unidad textual comprobable entre el ms. Yahuda 19 y el 11, como Castillejo también aventura debido a la afinidad de contenidos. Castillejo 1969a, 6, repite la misma hipótesis: «There are three large fragments in Latin on Church history and on the Arian controversy, in Yah.MS.11, 12 and 19 (Sotheby 234, 238, and 264). They may belong to one large work, or be separate treatises».

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localizar el «comienzo perdido»: se encuentra en dos cuadernillos del ms. Yahuda 1. 5 (ff. 78r-85r), sobre exégesis apocalíptica. El texto resultante es el objeto de edición de este libro. Los otros tres textos del ms. Yahuda 19, que quedan excluidos del presente trabajo, son los siguientes: a) ff. 144-161: En el folio 143r el texto de la primera sección termina cabalmente un poco antes del final de la página. Tanto el verso de ese folio como todo el folio siguiente, el último del cuaderno, están completamente en blanco (ni siquiera se ha trazado un margen en el folio 143r bis, mientras que sí lo hay en todos los rectos de los folios anteriores). Del folio 144 al 161 (cinco cuadernos) se extiende la segunda sección textual del ms. Yahuda 19, que difiere de la anterior en la preparación de las páginas (no hay márgenes, sino pequeños recuadros ad hoc para notas) y que sobre todo presenta indicios internos de independencia (comienza con una referencia anafórica que no puede remitir a la sección precedente). Trata sobre la expansión del culto a los santos a partir del último tercio del siglo iv.14 b) ff. 162-165: La tercera sección del ms. Yahuda 19, que asimismo comienza con una referencia anafórica que no remite a nada anterior, se extiende del folio 162 al 165 (un cuaderno) y presenta el estado de elaboración textual más complicado del manuscrito. Trata sobre las analogías existentes entre los libros del Apocalipsis y de Daniel.15 c) f. 166: La última y breve sección, contenida en el folio 166 (suelto) constituye un fragmento sobre la invasión de los alanos en Hispania; 14  Tengo entregado para su próxima publicación un artículo con la edición crítica de este texto. 15  He publicado recientemente su edición crítica y estudio (Toribio 2011b). Se encuentra un indicio físico añadido que apoya la independencia de esta sección (y que además refuerza la posibilidad de que no formase parte del manuscrito cuando lo examinó Taylor): la mencionada mancha del folio 160r se deja notar, como es natural, en los folios que siguen (ff. 160v, 161r, 161v y el folio sin numerar que cierra el cuaderno), pero no hay rastro de ella en el f. 162r.

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debe encuadrarse en el contexto de la exégesis apocalíptica newtoniana. En él se evidencia el uso básico de una fuente española no identificada previamente, como demuestro en el trabajo en el que ofrezco su edición.16 4.1.3. La relación con el ms. Yahuda 12 El mayor problema de composición que presenta el texto del ms. Yahuda 19 se encuentra en el cuaderno constituido por los folios 18-21, que evidencian una ruptura textual y la existencia de una laguna importante. Como he descubierto por mi examen directo, dicha laguna se solventa con la sustitución del texto de ese cuaderno con el texto del ms. Yahuda 12, en el que se hallan indicios determinantes de que su autor lo había dispuesto así. El texto del folio 17r del ms. Yahuda 19 está tachado todo él, incluido el reclamo (natura) que enlaza con el folio 18r. Junto a este reclamo tachado se encuentra, sin tachar, el reclamo Fidei, que no enlaza con nada de lo que sigue en el ms. Yahuda 19. Pues bien, el ms. Yahuda 12 comienza precisamente con esa palabra, y da sentido perfecto si se lee como continuación del texto sin tachar que queda colgado en el folio 16r del ms. Yahuda 19. El texto continúa en el ms. Yahuda 12 hasta el folio 27v del mismo. En este lugar se produce una situación semejante a la arriba descrita: su texto es resultado de la reelaboración del texto del folio 27r, que está en buena parte tachado; el texto del folio 27v termina con un reclamo, fidem, que no se encuentra en los folios restantes del ms. Yahuda 12, sino en el folio 22r del ms. Yahuda 19. Desde ahí continúa sin interrupciones mayores hasta el folio 143r, donde acaba. El ms. Yahuda 12 presenta un formato idéntico al ms. Yahuda 19 y consta de treinta y cuatro páginas numeradas, con una incidencia física de relevancia: en medio del primer cuaderno Newton añadió a posteriori un bifolio adicional (debido a una reeelaboración compositiva inconclusa que describiré en el apartado 4. 2. 4.); este bifolio ha pasado como un folio para quienes han numerado el manus Toribio pre-print (2010).

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crito, de forma que el primer recto está numerado como f. 3r, el verso y el recto siguientes (ambos con margen y texto) han pasado desapercibidos, y el último verso del bifolio está numerado como f. 3v.17 Como he señalado, la relación del ms. Yahuda 12 con el ms. Yahuda 19 fue insinuada tentativamente por Castillejo, pero no probada. Taylor describe el ms. Yahuda 12 como «“Fidei vero formula”, a treatise, beginning so; in Latin, apparently complete, about 11,000 words, on 49 (sic) pp. Autograph, sm. 4to». El catálogo del Newton Project, que le asigna el número THEM00055, lo define como «Treatise on Church History». 4.1.4. La relación con el ms. Yahuda 1.5 (ff. 78r-85r) Al igual que la relación del ms. Yahuda 19 con el ms. Yahuda 12, me ha sido posible identificar el principio perdido del texto del ms. Yahuda 19 en los folios 78r-85r del ms. Yahuda 1.5. Dicho manuscrito presenta el mismo formato que los otros dos: cuadernillos resultantes de pliegos doblados en cuarto, también con un margen trazado a la derecha en cada recto. El conjunto del ms. Yahuda 1 constituye un voluminoso legajo sobre interpretación del Apocalipsis. El Newton Project, en cuyo catálogo figura numerado como THEM00044, lo data en las décadas de 1670 y 1680 y lo describe como «untitled treatise on Revelation, mainly in English but with many passages in Latin and citations in Greek, c. 327,362 words, c. 650 ff.». Este manuscrito ha recibido la mayor atención en la bibliografía sobre los textos teológicos newtonianos.18 Castillejo le dedicó un breve estudio independiente en su 17  Jones 1991 tampoco contiene la reproducción de esas dos páginas pasadas por alto. El Newton Project exhibe en su página web la transcripción del ms. Yahuda 12, obra del doctor Cañas Reíllo. Dado que dicha transcripción se llevó a cabo sobre la copia en microfilm, faltan las dos páginas, y asimismo se establecen lagunas de lectura en lugares donde la copia es defectuosa pero el original es legible, como ocurre en muchos otros casos con las transcripciones del Newton Project. Para este trabajo he llevado a cabo una nueva transcripción sobre el original, con la valiosa orientación de la transcripción preexistente del doctor Cañas Reíllo. 18  Los trabajos sobre exégesis apocalíptica newtoniana mencionados en el capítulo segundo (nota 22) se refieren principalmente a los contenidos de este manuscrito.

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informe pionero sobre la colección Yahuda.19 Manuel reprodujo por primera vez el texto de las primeras páginas,20 y dos décadas después fue objeto de una edición parcial,21 antes de que el Newton Project publicase su transcripción completa. En el catálogo de 1936, donde se describe como «A Treatise on the Book of Revelation in English», figura dividido en nueve secciones; la numeración actual de las mismas se debe al Newton Project (1.1, 1.1a, 1.2, 1.3, 1.4, 1.5, 1.6, 1.7, 1.8). La sección quinta (Ms. Yahuda 1.5) está escrita en su mayor parte en inglés, como todo el ms. Yahuda 1, y trata sobre la identificación de dos figuras apocalípticas: por un lado el dragón de siete cabezas (Apoc. 12, 3), y por otro la bestia bicorne (Apoc. 13, 11). El texto del ms. Yahuda 1.5 comienza con la siguiente «Position»: «The Dragon was ye whole Roman Empire untill (sic) his division, & then ye nations of ye Western Empire were ye Beast with its ten horns & those of ye Eastern ye Dragon continued».22 Al comienzo del f. 74r se establece la identificación de la bestia bicorne: «The Ecclesiasticall (sic) hierarchy of ye triunitarian Church commencing after the death of Constantius and headed by ye Bishops of Rome & Alexandria, was ye two horned Beast». En ese mismo folio se escribe un nuevo epígrafe: «Of the Beast’s rise out of the sea with two horns». El texto se desarrolla en inglés, con citas en latín, hasta el final del f. 77r, que concluye: «Thus were ye seeds of ye Beast sown by these two great Bishops, & as it were, lay buried in ye earth till after ye reign of Constantius & Julian, & then his two horns began to spring up after ye following manner». Inmediatamente a continuación comienza el texto en latín objeto de este trabajo. Se desarrolla desde el f. 78r hasta el f. 85r del ms. Yahuda 1.5, folios que forman dos cuadernillos (el primero, ff. 78r81r, presenta un desgarro en la parte central de la doblez, que sin embargo no plantea grandes problemas de lectura). A partir de ahí

 Castillejo 1969c.  Cf. Manuel 1974, 107-125. 21  Mamiani 1994, que edita las secciones numeradas por el Newton Project como 1.1, 1.1a y 1.3. 22  Reproduzco la transcripción del Newton Project sin incidencias y con las abreviaturas resueltas. 19 20

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el texto continúa en el ms. Yahuda 19 (ff. 1r-143r), con la intercalación del ms. Yahuda 12 en la forma descrita. Queda claro que los ff. 78r-85r del ms. Yahuda 1.5 constituyen el comienzo del texto por la siguiente razón: el f. 85r termina con un reclamo huérfano, la palabra ne, con la que comienza el ms. Yahuda 19, en mitad de la paráfrasis de Sócrates Escolástico que queda en suspenso en el ms. Yahuda 1.5: Athanasius / ne caperetur fugit et quinque menses delituit. Puede comprobarse que en el ms. Yahuda 19 continúa naturalmente el discurso del ms. Yahuda 1.5, ff. 78r-85r; se encuentra además una referencia anafórica en el ms. Yahuda 19, f. 13r, que remite al texto del ms. Yahuda 1.5 identificándolo como initium: Atque ita, ut omnia ab initio repetam, ostendi religionem homousianam post Concilium Ariminense et obitum Constantii a papa Alexandrino et Romano quasi fontibus duobus profluxisse et propagatam fuisse.

En efecto, dicha consideración sobre el origen de la «religión homousiana» como emanada de los obispos de Roma y Alejandría se encuentra en la mencionada «Position» con que se abre el f. 74r del ms. Yahuda 1.5: «The Ecclesiasticall (sic) hierarchy of ye triunitarian Church commencing after the death of Constantius and headed by ye Bishops of Rome & Alexandria, was ye two horned Beast». A la vista del modo como se origina el texto latino objeto de este trabajo, cabría plantear dudas acerca de su unidad textual. Sin embargo, creo que dicha unidad existe, en primer lugar, por el propio hecho de la unidad lingüística. El texto del ms. Yahuda 1.5 está redactado predominantemente en inglés; la presencia del latín es abundante (en los ff. 42r-46r su presencia es exclusiva), pero siempre está en relación directa con citas: o bien se emplea para reproducir citas literales, o bien para paráfrasis muy cercanas, o bien para redactar la transición entre una cita y otra. Es más, se encuentra un indicio elocuente de que Newton proyectaba la redacción integral en inglés: en el f. 54v puede leerse la indicación: «thus in latin to be put in my translation». En cambio, a partir del f. 78r de este manuscrito, el discurso pasa a desarrollarse íntegramente en latín, a lo largo de los casi ciento noventa folios en los que está contenido el texto que identifico y edito en este trabajo (ocho folios del ms. Yahu-

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da 1.5, ciento cuarenta y tres del ms. Yahuda 19 y los treinta y seis del ms. Yahuda 12). En segundo lugar, el texto editado presenta una unidad de contenidos que permite distinguirlo del texto del resto del ms. Yahuda 1.5: como se describe en mayor detalle a continuación, el texto latino objeto de edición comienza con la identificación de la bestia bicorne del Apocalipsis con la Iglesia trinitaria establecida en el último tercio del siglo iv (entre el imperio de Juliano y el imperio de Teodosio); a continuación, el texto se dedica a la investigación de los orígenes de dicha Iglesia en el primer tercio del mismo siglo, para probar que nació «del cisma y la herejía». Este tema está anticipado en las páginas inglesas que preceden inmediatamente al texto latino (Ms. Yahuda 1.5, ff. 74r-78r); en cambio, todo el discurso anterior (ff. 1r-73r) se ocupa de una figura apocalíptica distinta, la del dragón y la bestia de diez cabezas, que Newton identifica con el imperio romano y su división en diez reinos bárbaros en el siglo v. Es, por último, muy significativo que el propio Newton se refiera en otro manuscrito a un «tratado» en el que «ha disertado sobre el origen herético y cismático» de la Iglesia papista: en el caso de que, como a todas luces parece, esta afirmación se refiera al texto objeto de nuestro trabajo, ello implicaría que su autor lo consideraba una composición unitaria.23 4.2. El texto resultante: Historia Ecclesiastica (De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis) El texto que resulta de completar el ms. Yahuda 19, ff. 1r-143r, con la integridad del ms. Yahuda 12 y con el ms. Yahuda 1.5, ff. 78r-85r, constituye, aunque inacabado, el más extenso de los textos conservados escritos en latín por Isaac Newton, sólo por detrás de los Principia. 23  Cf. Ms. Yahuda 2.3, f. 68r: «ideo in alio tractatu fusius de origine hujus ecclesiae disserui ostendens eam tam ex haeresi Patribus per primos 300 annos inaudita, quam ex schismate manifestissimo defecisse a vera ecclesia, et cum ea temporibus Constantini, Constantii, Valentis et Theodosii vehementer colluctando rebellem surexisse».

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Para este nuevo texto latino de Isaac Newton he elegido el título que me parece más respetuoso con las intenciones de su autor: Historia Ecclestiastica (De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis). Resulta de combinar los dos únicos epígrafes que presenta el texto: De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis (Ms. Yahuda 19, f. 13r) e Historia Ecclesiastica (Ms. Yahuda 19, f. 15r). He preferido el segundo epígrafe como título principal porque abarca la mayor parte del texto, que consiste en una revisión crítica de hechos históricos; he añadido el primer epígrafe como subtítulo entre paréntesis porque expresa la finalidad última de dicha revisión, que se encuentra directamente relacionada, de la manera descrita, con la exégesis apocalíptica. 4.2.1. Contenido Como he escrito más arriba, los únicos estudiosos que hasta la fecha se han ocupado de este texto (refiriéndose sólo al ms. Yahuda 19) han sido David Castillejo y Richard Westfall. Castillejo escribió un párrafo en su informe de 1969 en el que intuyó con acierto que el texto sobre historia eclesiástica del ms. Yahuda 19 podía tener su origen en un tratado sobre exégesis apocalíptica, aunque no detectó la evidencia textual que lo vincula con el ms. Yahuda 1.5.24 Por su parte, Westfall cuenta los mss. Yahuda 19 y 12 entre los «very extensive manuscripts» sobre historia eclesiástica «from the late 1670s and early 1680s», y describe la totalidad del ms. Yahuda 19 como 24  Castillejo 1969a, 6: «There are three large fragments in Latin on Church history and on the Arian controversy in Yah. MS. 11, 12 and 19 (Sotheby 234, 238, and 264). They may belong to one large work, or be separate treatises (...) However, there is a great difficulty in deciding how these extracts and fragments fit together. It is not easy to tell when Newton is writing a History of the Church (as he says he is in YahMS.11), and when the fragments belong to a work in Latin on the Apocalypse. The material is identical in both cases, and so is Newton’s method of dealing with the material. The only indication is that when he completes or starts a section saying «this is therefor (sic) the 2 Horned Beast» –we know that he is in fact writing a treatise on the Apocalypse. Therefore the heading in YahMS.19 «De Origine schismatico Ecclesiae Papisticae bicornis», suggests that this may be part of a treatise on the Apocalypse. Thus YahMS.19 and YahMS.2 may in fact be part of a Latin treatise on the Apocalypse». La cursiva es mía (como no es posible para el ms. Yahuda 11, tampoco es posible afirmar que el ms. Yahuda 2 forme unidad textual con el ms. Yahuda 19.)

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«intended as a fair copy, although inevitably somewhat emended»;25 asimismo, este autor señala los ff. 61-68 y 81-143 del ms. Yahuda 19 como borradores del mismo material desarrollado en Paradoxical Questions,26 algo sobre lo que volveré más adelante, en el apartado sobre datación. El origen del texto se encuentra, como he mostrado, en el borrador inglés sobre exégesis apocalíptica del ms. Yahuda 1.5. En los ff. 74r-77r de dicho manuscrito, Newton plantea la identificación de la bestia bicorne con la «jerarquía eclesiástica de la Iglesia triunitaria» (f. 74r) formada por los obispos de Roma y Alejandría tras la muerte del emperador Constancio. En las tres páginas siguientes resume su interpretación sobre la evolución de la figura del obispo desde los orígenes hasta el siglo iv; en la primera mitad de ese siglo los obispos de Alejandría y Roma habrían adquirido un poder desmedido, que habría sido reprimido por el emperador Constancio con medidas como el exilio de Atanasio y el Concilio de Rímini (359), dirigido contra los «homousianos» (los que profesaban la creencia en una Trinidad consustancial). Pero tras la muerte de Constancio (361), la «simiente de la bestia» empezó a germinar y «sus dos cuernos comenzaron a brotar de la manera siguiente». En este punto, como he dicho, el discurso cambia al latín y comienza propiamente el texto de Historia Ecclesiastica. Años 361-381 (capítulos 1-26)27 El texto comienza con los sucesos que siguieron a la muerte de Constancio: con el imperio de Juliano, por tanto. Atanasio de Alejandría aprovechó el indulto de los obispos exiliados ordenado por este emperador para volver a su sede, después de que el obispo arriano Jorge fuera linchado en una revuelta popular. Atanasio celebró un concilio en Alejandría (362) que estableció la vuelta a la comunión con los obispos que habían suscrito el parecer del Concilio de Rímini, con el argumento de que en realidad habían firmado engañados por los herejes. Juliano envió de nuevo a Atanasio al exilio, pero tras la muerte del emperador el obispo se instaló definitivamente en Alejandría.  Westfall 1980, 344, nota 34; cf. Westfall 1982, 134.  Westfall 1980, 344, nota 35. 27  En lo sucesivo utilizo la numeración por capítulos de mi edición. 25 26

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Mientras tanto, el obispo de Roma, Liberio, emprendió la defensa de los decretos del mencionado Concilio de Alejandría de 362, y apoyado por otros obispos como Hilario de Poitiers y Eusebio de Vercelli consiguió «llevar el cisma» a Occidente. Auxencio de Milán fue uno de los pocos obispos arrianos que logaron resistir; sin embargo, a su muerte fue sucedido por Ambrosio, y con este suceso finalmente «cayó la Iglesia occidental». En Oriente Atanasio, muerto en 372, fue sucedido violentamente por Pedro II (el emperador Valente apoyaba al otro candidato al solio episcopal, heredero del arriano Jorge). Poco después se produjo la «devastación de toda la Iglesia» por parte de Teodosio, esto es, la celebración del Concilio de Constantinopla (381), que puso fin a los agrios debates teológicos del siglo iv dando la victoria al partido «homousiano».28 A continuación Newton, para apoyar su interpretación del eje eclesiástico de Roma y Alejandría como la bestia bicorne del Apocalipsis, trata sobre los desafueros de sus dos obispos, o papas («two such Lucifer’s as the Bishops of Rome and Alexandria», como los llama en otro lugar).29 Una vez probada esta tesis, y para que no se piense que esa Iglesia «papista» es la genuina Iglesia apostólica restablecida tras medio siglo de crisis arriana, Newton anuncia que va a señalar en lo que sigue el origen cismático y herético de dicha Iglesia, y añade el epígrafe De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis (c. 25). A lo largo de estos primeros capítulos del texto (1-26) el tono apocalíptico se mantiene: puede apreciarse en el excurso sobre el plan de Dios para su Iglesia (en 12, 5-7) y en otras referencias explícitas al Apocalipsis (en 10, 3-6; 14, 1; 19, 6; 24, 1). Sin embargo, después de esos primeros capítulos desaparece toda referencia expresa a la interpretación apocalíptica. El cisma provocado por la Iglesia papista tuvo lugar después del Concilio de Rímini (359), pero sus inicios se remontan a la polémica entre Alejandro, obispo de Alejandría, y su presbítero Arrio, inmediatamente después de la victoria 28  Cf. Ms. Yahuda 1. 4, f. 50r: «The year 381 is therefore without all controversy that in which this strange religion of the west which has reigned ever since first overspread the world, & so the earth with them that dwell therein began to worship the Beast & his Image». 29  Ms. Yahuda 1. 4, f. 89r.

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de Constantino sobre Licinio (324). A partir de ahí comienza su Historia Ecclesiastica, como el propio Newton la llama en un nuevo epígrafe, bajo el que se desarrolla todo el texto restante (capítulos 25-171). La narración se detendrá abruptamente en el Concilio de Alejandría (338), convocado por Atanasio al regreso de su primer exilio en Tréveris. A partir del capítulo 25 el discurso se centra, pues, en una revisión crítica de los acontecimientos eclesiásticos entre el año 324 y el 338, con un vacío entre el 335 y el 338, y con los concilios de Nicea (325) y Tiro (335) como ejes temáticos centrales. El relato se concentra progresivamente en la figura de Atanasio de Alejandría, que se convierte en protagonista absoluto en el último tercio del texto, desde el capítulo 120. Su resumen (adoptando los puntos de vista de Newton) es el siguiente. Años 323-338 (capítulos 27-171) En el debate inicial con su obispo Alejandro, Arrio representaba la creencia cristiana tradicional, compartida mayoritariamente en las Iglesias del Imperio oriental: Cristo fue creado por Dios antes de todos los siglos; antes de ser creado, por tanto, no existía. Ahora bien, la opinión de Arrio habría sido tergiversada por Alejandro, asistido por su influyente diácono Atanasio, que profesaba la fe herética en la consustancialidad del Padre con el Hijo. Según el obispo, Arrio habría afirmado que el Hijo es mudable como el diablo y que el Hijo existió después del tiempo, opiniones que el presbítero negaba haber profesado nunca. En todo caso, Alejandro excomulgó a Arrio, y al solicitar este último el apoyo de los demás obispos se desencadenó una crisis en toda la Iglesia oriental, que se dividió en dos partidos, el de Alejandro por un lado y el de Eusebio de Nicomedia por otro, el obispo que emprendió con mayor decisión el patrocinio de Arrio. Este hecho determinó que el emperador, enemistado con Eusebio porque éste había pertenecido a la corte del derrotado Licinio, tomase partido agresivamente en contra de Arrio. Concurría además la circunstancia de que sobre el emperador ejercía una notable influencia Osio, el obispo de Córdoba, «homousiano» como Alejandro y Atanasio. Constantino envió a Osio a Alejandría para que examinase la situación, e informado por éste convocó el Concilio de Nicea (325).

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El Concilio de Nicea se dejó influir por las presiones imperiales y por las calumnias vertidas contra Arrio, y lo excomulgó. Sin embargo, el credo resultante coincidía con la verdadera fe de Arrio, dado que ésta era la de la mayoría del orbe cristiano. Incluso la palabra clave de la fórmula de fe, ὁμοούσιος, introducida capciosamente por los partidarios de la consustancialidad (en particular Osio y el propio Alejandro, asistido por Atanasio), se aceptó finalmente con la acepción de «semejante en cuanto a sustancia», y no «de la misma sustancia». Envueltos en la calumnia partieron al exilio Arrio y algunos de sus partidarios, y al poco tiempo también el propio obispo de Nicomedia. Tras el concilio, Constantino invitó a los obispos a la celebración de sus veinte años como emperador. La celebración quedó ensombrecida por el asesinato del hijo y de la mujer del emperador, y de otros familiares y allegados, por orden suya; este hecho resulta controvertido en la historiografía cristiana antigua y moderna, pues se relaciona con la cuestión de si Constantino se había convertido al cristianismo antes o después de cometer esos crímenes. Poco después de Nicea falleció Alejandro y lo sucedió con escándalo Atanasio, un diácono sin la edad requerida. La diócesis de Alejandría se encontraba en una situación conflictiva desde los tiempos de la persecución de Diocleciano, cuando Melecio inició un cisma al ordenar sacerdotes sin la autorización del obispo ausente. Los melecianos mantenían su Iglesia aparte, y al fallecimiento de Alejandro todos los obispos de la diócesis, melecianos y no melecianos, habían acordado no nombrar un sucesor hasta que la situación se hubiera resuelto. En este contexto se produjo por sorpresa la ordenación de Atanasio como obispo, de forma ilegal, fraudulenta y violenta. Desde el trono episcopal Atanasio lanzó una dura ofensiva contra los melecianos, y finalmente éstos lo acusaron ante el emperador de haber mandado asesinar al obispo meleciano Arsenio y de haber destrozado la iglesia donde oficiaba el presbítero meleciano Isquiras. Se fijó un concilio en Cesarea (334) para juzgarlo, al que Atanasio se negó a comparecer; al año siguiente el emperador lo obligó a acudir al Concilio de Tiro (335). Paralelamente, Constantino, aconsejado por los obispos, había decidido rehabilitar a Arrio y poco después a Eusebio de Nicomedia y al resto de los «arrianos» exilados, porque los obispos orientales

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se habían convencido por fin de que las creencias de Arrio habían sido distorsionadas. El Concilio de Tiro condenó a Atanasio en ausencia (éste había escapado antes de que se pronunciara la sentencia, para apelar al emperador en la corte de Constantinopla). Newton dedica muchas páginas a intentar demostrar que Atanasio era efectivamente culpable de los cargos que se le imputaban. A continuación todos los obispos marcharon de Tiro a Jerusalén por orden del emperador, con motivo de la consagración de la Iglesia del Santo Sepulcro. En ese contexto solemne los obispos recibieron en comunión a Arrio, encomendado por el emperador. Enseguida Constantino llamó de nuevo a los mismos obispos a Constantinopla, donde ya se encontraba Atanasio, para informarse en detalle del juicio emitido por el sínodo en Tiro. Tras oír a las dos partes Constantino ratificó la sentencia y exilió a Atanasio a Tréveris. Arrio, rehabilitado, intentó regresar a Alejandría, pero las revueltas suscitadas por su regreso y por el exilio de Atanasio lo hicieron volver a la capital imperial. Según difundió Atanasio muchos años después, murió allí y entonces, de forma infamante, por un castigo divino propiciado por las oraciones del obispo Alejandro de Constantinopla. Por esta «repugnante calumnia», afirma Newton en el que podría considerarse el pasaje culminante del texto, Atanasio se muestra como el «padre de los papistas».30 Después de este pasaje se produce una ruptura en el discurso y se pasa bruscamente al momento en que Atanasio, de vuelta en la sede episcopal de Alejandría tras la muerte de Constantino (337), renueva su política de violencia. Sus oponentes vuelven a denunciarlo y el obispo convoca en respuesta el Concilio de Alejandría (338), que emite una defensa de Atanasio en cuyo resumen y crítica se detiene el texto de Newton.31 30  Sobre este pasaje ya he tratado en otra parte (Toribio 2011a). Es el primer lugar de la obra newtoniana señalado por la crítica en el que se vincula directa, explícita y peyorativamente a Atanasio con los católicos. El único paralelo que encuentro se halla en el ms. Keynes 11, f. 1v: «Whether Hosius, Saint Athanasius, Saint Hilary, Saint Ambrose, Saint Hierome, Saint Austin were not Papists». 31  Sobrepasa con mucho los objetivos de este trabajo la tarea de abordar la comparación entre las tesis de Newton (y por tanto, en general, las de muchos antitrinitarios de su época) y las nuevas perspectivas que propone la crítica actual sobre los tumultuosos hechos eclesiásticos de esos años del siglo iv, para cuya recons-

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El contenido resumido puede ofrecerse esquemáticamente del modo siguiente: Historia Ecclesiastica (De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis) Capítulos 1-24: Triunfo de la Iglesia homousiana bicorne (Roma y Alejandría) en el último tercio del siglo iv: I. Imperio de Juliano (361-363). Vuelta de los obispos exiliados bajo Constancio, entre ellos Atanasio. Concilio de Alejandría (362) y «amnistía» para los obispos que se adhirieron al Concilio de Rímini (359). Nueva expulsión y nuevo regreso de Atanasio. «Imperio eclesiástico» de Atanasio en Alejandría [1-3]. II. «Cisma» de Occidente, impulsado por Liberio de Roma, en alianza con Atanasio, y seguido por Hilario de Poitiers, Eusebio de Vercelli, y luego por el sucesor de Liberio, Dámaso. Resistencia del «arriano» Auxencio en Milán, hasta su sucesión por Ambrosio [4-7]. III. Establecimiento definitivo de Atanasio en Alejandría pese la oposición del emperador Valente. Imposición definitiva del «homousianismo» en Egipto. Final de la narración «sobre el estado de los obispados de Roma y Alejandría entre Juliano y Teodosio» [8]. trucción casi la única fuente directa es el propio Atanasio. Un ejemplo muy reciente de los esfuerzos actuales por dilucidar los problemas historiográficos que ello plantea se encuentra en Brennecke 2010, sobre los enigmáticos últimos años de Arrio. Hoy se concede ampliamente que la «controversia arriana» fue en buena medida una «construcción» (Gwynn 2007) utilizada por Atanasio en sus luchas de política eclesiástica. El profesor Timothy Barnes es autor de numerosos trabajos sobre los años y los hechos que nos ocupan (en especial, cf. Barnes 1981, 191-244; Barnes 1993, 1-33), de un carácter profundamente revisionista: de Atanasio llega a decir que «he could not have cut such an impressive figure had he not been conspicuously lacking in the Christian virtues of meekness and humility» (Barnes 1993, 1), y lo equipara a un «modern gangster» (Barnes 1981, 230-231). En fechas muy recientes este estudioso ha publicado un nuevo libro sobre Constantino (para el período que nos ocupa, cf. Barnes 2011, 120-150). Por lo demás, en cuanto a historiografía puramente teológica, el trabajo de Lewis Ayres aborda la efervescencia doctrinal que giró en torno al Concilio de Nicea (en particular, sobre el período que nos atañe, cf. Ayres 2004, 11-61, 85-104), y también habla de una «creación del arrianismo» a posteriori (Ayres 2004, 105-130).

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IV. Perseverancia en la «fe recta» del resto del orbe cristiano, aunque con divergencias. Excurso sobre el plan de Dios para su Iglesia [9-13]. V. Comportamiento desmedido de los papas de Roma y Alejandría, como «reyes eclesiásticos». Identificación de los mismos con la bestia bicorne del Apocalipsis [14-24]. Capítulos 25-26: De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis I. Discordias de la Iglesia justo tras el final de la persecución traído por Constantino (324). Cisma entre occidentales y orientales en el Concilio de Sárdica (343), sanado en el Concilio de Rímini (359), pero reavivado a continuación [25]. II. Fundamentos que permiten demostrar que los occidentales fueron los responsables del cisma [26]. Capítulos 27-171: Historia Ecclesiastica I. Precedentes del Concilio de Nicea (325) [27-46]. a. Inicios de Atanasio; disputa de Alejandro y Arrio; carta de Arrio [27-31]. b. Intervención del emperador [32]. c. Concilio de Nicomedia y defensa de Arrio por parte de los obispos orientales; réplica de Alejandro; réplica de Eusebio de Cesarea; actuación de Alejandro [33-39]. d. Carta de Arrio a Eusebio de Nicomedia [40-41]. e. Carta del emperador a Alejandro y Arrio, Concilio de Nicomedia, reacción de Alejandro (contenidos repetidos) [42-44]. f. Carta del emperador contra Arrio [45-46]. II. El Concilio de Nicea (325) [40-84]. a. Tumultos de la primera sesión [47-51]. b. Desarrollo del concilio en presencia del emperador. Número y composición de la asistencia [52-65]. c. Reconstrucción de la doctrina de cada partido, exilios, interpretación del credo resultante por el propio concilio [66-81].

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d. Interpretación del credo niceno después del concilio [82-86]. e. Otras resoluciones del concilio y su clausura. Detalles circunstanciales y cronología [87-91]. III. Entre el Concilio de Nicea y el Concilio de Tiro (325-335) [92-119]. a. Nueva revuelta en Alejandría: mala recepción del credo niceno, ordenación ilegal de Atanasio como obispo [92-99]. b. Crímenes de Constantino tras la celebración de sus vicenales [100-103]. c. Desafueros de Atanasio en Alejandría; acusaciones desestimadas de los melecianos ante el emperador; exilio de Eusebio de Nicomedia y Teogonio de Nicea; Concilio de Antioquía (ca. 327) [104-112]. d. Acusaciones renovadas contra Atanasio; revisión de la causa de Arrio y revocación de su exilio; aceptación de la fe arriana por parte del emperador y revocación del exilio de Eusebio y Teogonio [113-119]. IV. El Concilio de Tiro y Jerusalén (335) [120-152]. a. Disturbios iniciales [120-123]. b. La causa del asesinato de Arsenio [124-138]. c. La causa de la ruptura del cáliz de Isquiras y la destrucción de su iglesia [139-148]. d. Otros acusaciones de violencia presentadas contra Atanasio. Huida del mismo y sentencia del concilio [149150]. e. Traslado del concilio a Jerusalén y recepción de los arrianos; valoración general [151-152]. V. Primer exilio de Atanasio (335-337); muerte de Arrio. [153-154]. a. Apelación fallida de Atanasio ante el emperador; deposición de otros homousianos [153-157]. b. La muerte de Arrio [158-164].

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VI. Vuelta de Atanasio a Alejandría; concilio de Alejandría (338) [165-171]. Las convicciones propias de Newton se dejan ver sobradamente en el tono y la dirección de su análisis; en algunas ocasiones son especialmente transparentes. Una de ellas se encuentra en el mencionado excurso sobre el plan de Dios para su Iglesia (12, 4-6). Otra muy notable es la también mencionada descripción de Atanasio como «padre de los papistas», con la que culmina la crítica del relato atanasiano sobre la muerte de Arrio, hacia el final (164); con este pasaje se retoma el tema del «papismo» con el que comienza el texto, en un planteamiento que cuadra bien tanto con el antitrinitarismo que Newton compartía con muchos autores heterodoxos de su época, como con el discurso anticatólico habitual en su entorno protestante, especialmente exacerbado en Inglaterra en el último cuarto del siglo xvii. Un tercer pasaje revelador es el dedicado a describir la «teología de los eusebianos» (75), en el contexto de la interpretación que, según Newton, dio al credo resultante cada una de las dos partes que asistieron al Concilio de Nicea (atanasianos y eusebianos). Tras describir las creencias de Atanasio de acuerdo con los propios escritos de éste, en concreto de los Discursos contra los arrianos, así como las creencias de Alejandro y de otros «atanasianos», siempre según las fuentes correspondientes (67-74), a continuación Newton describe las creencias de los eusebianos en un pasaje mucho más sintético, que presenta un laborioso estado de composición32 y en el que alude en exclusiva y de memoria a la Biblia. Por este hecho y por el contenido del pasaje, muy en consonancia con las convicciones teológicas y cristológicas que se conocen de Newton, puede muy bien concluirse que está describiendo en buena parte, aunque indirectamente, sus propias creencias.33

 Cf. apartado 4.2.4, § 21.  Aunque se insiste con razón en que no puede identificarse sin más la postura de Newton con la postura de los eusebianos o la de Arrio (cf. Mandelbrote 2006, 291-292), en nuestro texto se deja ver que la actitud de Newton hacia los «arrianos» es de profunda simpatía: en un momento dado incluso se refiere a ellos como «los que seguían la fe correcta», quos supra diximus fidem rectam secutos (13, 1). 32 33

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Merece la pena destacar un pasaje más, esta vez tachado, hacia el comienzo (app. I, 36), en el que condena a quienes introducen metafísica en las palabras de la Escritura: «Pues, ¿qué no merece quien abandona la literalidad de las palabras sanas y arrastra la verdad a disputa mediante la adición de nuevas y temerarias definiciones de las cosas sagradas, que sobrepasan el entendimiento humano, y la contamina y difama con expresiones escandalosas y en parte incluso blasfemas?». En consonancia con estas palabras está la calificación de los debates teológicos de la segunda mitad del siglo iv sobre la relación del Hijo y el Padre como «minucias filosóficas» (12, 2). 4.2.2. Fuentes Las fuentes primarias usadas por Newton en el texto que nos ocupa son en general las mismas que se siguen utilizando hoy para la historiografía eclesiástica del siglo iv:34 el propio Atanasio de Alejandría (ca. 295-373), la Vida de Constantino de Eusebio de Cesarea (ca. 265-340), las historias eclesiásticas de Rufino, Sócrates, Teodoreto, Sózomeno y el arriano Filostorgio (fragmentaria), escritas en la primera mitad del siglo v, y el Panarion seu adversus lxxx haereses de Epifanio de Salamina (ca. 315-403). En bastante menor medida Newton utiliza la obra de Gregorio de Nacianzo (ca. 330-390), el historiador pagano Amiano Marcelino (ca. 330-ca. 400), Jerónimo (ca. 347-420) y Sulpicio Severo (ca. 363-ca. 420). Más anecdótico es el uso de Basilio de Cesarea (ca. 329-379), Gelasio de Cícico (hoy pseudoGelasio, siglo iv), el árabe cristiano Eutiquio de Alejandría (siglo x), o los bizantinos Nicetas Coniates (siglo xii-xiii) y Nicéforo Calisto (siglo xiv). En menos ocasiones aún se citan obras del emperador Juliano, Hilario de Poitiers, Lucifer de Cagliari y Ambrosio de Milán (siglo iv), Evagrio Escolástico (siglo vi), Gregorio Presbítero (¿siglo vi?) y Jorge Cedreno (siglo xi).

34  Cf. Barnes 1993, 5-9, para unas notas generales sobre el valor historiográfico de la obra de Atanasio, Lucifer de Cagliari, Gregorio de Nacianzo, Rufino, Gelasio, Sócrates, Teodoreto, Sozómeno, Filostorgio, Amiano y Sulpicio. Mandelbrote 2006 estudia el uso de fuentes patrísticas por parte de Newton e identifica buena parte de las ediciones que manejó, aunque no se refiere al texto objeto de este trabajo.

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Asimismo, Newton hace uso de tres importantes fuentes secundarias: los Annales Ecclesiastici del cardenal Cesare Baronio (15381607), los comentarios y anotaciones críticas que el filólogo francés Henricus Valesius (1603-1676) incluyó en sus ediciones de Eusebio, Sócrates y Sozómeno, y el aparato crítico preparado por el jurista francés Jacobus Gothofredus (1587-1652) para su propia edición de Filostorgio y del Codex Theodosianus. Para Atanasio de Alejandría, Newton utiliza la edición bilingüe parisina de 1627, que cita por números de página (el texto carece de otra división) y según la traducción latina.35 El uso de esta edición (la más moderna disponible hasta 1698)36 tiene algunas consecuencias notables, sobre todo para la identificación de las obras.37 En todo caso, más de la mitad de las referencias de Newton a Atanasio provienen de la Apologia contra Arianos o Apologia secunda. Para Eusebio, Sócrates, Sozómeno, Teodoreto, Filostorgio y Evagrio, Newton usa las celebradas ediciones de Henricus Valesius, con texto griego, traducción latina y anotaciones (París, 1659, 1668 y 1673).38 El uso de Epifanio resulta más problemático, dado que las citas latinas de Newton no se corresponden suficientemente ni con la traducción de Janus Cornarius (Basilea, 1543) ni con la de Diony35  Sancti patris nostri Athanasii archiepiscopi Alexandriae opera quae reperiuntur omnia, I-II, París, 1627. El texto se atribuye comúnmente al alemán Johannes Piscator (cf. Bardenhewer 1912, 47). Al menos en el caso de la Apología segunda (en el tomo primero), la traducción latina es del humanista holandés Petrus Nannius, publicada por primera vez en Basilea, 1556. Newton se refiere a esta edición como «edit. Paris.» (67, 1; cf. Ms. Keynes 2, f. 21r) y poseía un ejemplar propio (Harrison 1978, 92, ítem 95). 36  En 1698 se publicó, también en París, la edición benedictina de Lopin y Montfaucon, que Newton cita en textos tardíos (cf. Ms. Yahuda 15.1, f. 3r, datado en la década de 1710). 37  Por ejemplo, en esta edición se presentan como una única obra, titulada Epistula ad solitariam vitam agentes, las dos obras atanasianas que hoy se conocen comúnmente como Ad historiam Arianorum ad monachos epistula e Historia Arianorum. Asimismo, la obra conocida hoy como Epistula ad episcopos Aegypti et Lybiae se presenta como una sola junto con el Discurso primero contra los arrianos, bajo el título común Contra Arianos oratio prima. 38  Eusebii Pamphili ecclesiasticae historiae libri decem, ejusdem de vita imp. Constantini libri IV, quibus subjicitur oratio Constantini ad sanctos, et panegyricus Eusebii, París, 1659, (Newton la usa en la reedición de 1678, de la que posee un ejemplar, cf. Harrison 1978, 140, ítem 590); Socratis Scholastici et Hermiae Sozomeni historia ecclesiastica, París, 1668; Theodoriti episcopi Cyri et Evagrii scholastici historia ecclestiastica, item excerpta ex historiis Philostorgii et Theodori lectoris, París, 1673.

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sius Petavius (París, 1622), aunque poseía un ejemplar de esta última en la reedición de Colonia, 1682.39 El exiguo texto griego de Epifanio citado por Newton tampoco permite identificar la edición utilizada, que debió de ser la misma de Petavio o bien la princeps con texto griego de Joannes Oporinus (Basilea, 1544). No se encuentran indicios distintivos que permitan identificar en qué edición leyó Newton a Rufino ni a Jerónimo. En cambio, he hallado indicios que apuntan a su uso para Amiano Marcelino del texto de Sigismundus Gelenius (Basilea, 1533).40 En el caso de Sulpicio Severo, se sirve de la edición de Georgius Hornius (Leiden, 1647), que presenta una división en capítulos más cortos que la establecida actualmente.41 A Gregorio de Nacianzo lo cita según la traducción latina ofrecida en la edición bilingüe de Jacobus Billius Prunaeus (París, 1569); Newton adquirió un ejemplar de ésta (en reedición de París, 1630) después de 1679.42 De la Historia ecclesiastica del bizantino Nicéforo Calisto, Newton poseía la edición de París, 1630, la primera con texto griego.43 El Thesaurus orthodoxae fidei de Nicetas Coniates sólo podía conocerlo en la traducción latina de los cinco primeros libros llevada a cabo por Petrus Morellus, publicada por primera vez en París, 1580. De Basilio de Cesarea poseía la edición bilingüe de París, 1618; la edición de Rouen, 1653, de la Biblioteca de Focio; la editio princeps de Gelasio de Cícico, hoy Pseudo-Gelasio (París, 1599); la edición de París, 1630, de las obras del emperador Juliano; el texto erasmiano de Ambrosio de Milán en edición de Basilea, 1567.44 De las obras de Hilario de Poitiers, Newton poseía un ejemplar de la edición de París, 1652, adquirido en 1680;45 de Lucifer de Cagliari Newton sólo  Harrison 1978, 138, ítem 565.  Por la coincidencia con el texto de esa edición de tres lecturas en el pasaje que Newton cita en 17, 4 (Amm. 27, 3, 14): dissidia (no relevante), jurgari y procedantque, estas dos últimas exclusivas del texto de Gelenius, a la vista del aparato crítico de Seyfarth 1978. 41  Newton poseía un ejemplar de la tercera edición (Ámsterdam – Leiden – Róterdam, 1665), cf. Harrison 1978, 246, ítem 1548. 42  Cf. Harrison 1978, 153, ítem 704. 43  Harrison 1978, 203, ítem 1173. 44  Harrison 1978, 86, ítem 38; 148, ítem 660; 170, ítem 866; 217, ítem 1314. 45  Cf. Harrison 1978, 159, ítem 764. Este hecho, sin embargo, no es relevante para datar nuestro texto, dado que las tres únicas referencias a Hilario que se encuentran en él proceden directamente de los Annales de Baronio. 39 40

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pudo conocer el texto de la editio princeps (París, 1568). La única y vaga referencia a Jorge Cedreno no permite identificar la edición consultada. Un caso especial lo constituye el uso en dos ocasiones de Eutiquio (Said ibn Batriq), obispo de la Alejandría árabe de la primera mitad del siglo x, que escribió una obra de historias y leyendas conocida como Annales. El inglés John Selden publicó en árabe con traducción latina la sección que trata sobre los orígenes de la Iglesia de Alejandría (Eutychii Aegyptii, patriarchae orthodoxorum... Ecclesiae suae origines, Londres, 1642); más tarde publicó junto con Edward Pococke la obra completa (Contextio gemmarum sive Eutychii patriarchae Alexandrini Annales, Oxford, 1655-1659). Ambas ediciones, muy diferentes del texto crítico establecido actualmente, son las conocidas por Newton. Puede observarse que naturalmente la mayor parte de las fuentes primarias utilizadas son griegas. Aunque Newton cita en ocasiones el texto griego (y a veces incluso propone conjeturas o correcciones en la traducción latina),46 las citas se refieren en latín y puede comprobarse que en el latín se basa por lo general su lectura.47 De todas formas, las citas no suelen referirse con absoluta literalidad, sino que como es habitual abundan las abreviaciones (no siempre señaladas), las perífrasis e incluso las adiciones.48 Newton también hace uso de tres importantes fuentes secundarias, como he escrito al principio de este apartado. En primer lugar, los Annales Ecclesiastici (Roma, 1588-1607) del cardenal Cesare Baronio, en concreto los volúmenes tercero y cuarto, que se ocupan de los sucesos del siglo iv.49 El profesor de Cambridge se refiere a los  Cf. 36, 6; 120, 16.  Es destacable al respecto su aparente inadvertencia del error de traducción en 129, 6. La dependencia de Newton de traducciones latinas fue ya criticada en el siglo xviii por el teológo Zachary Grey, a raíz de la publicación póstuma de Chronology y Observations (cf. Mandelbrote 2002, 416). En todo caso, todavía falta un estudio detallado que aborde la competencia en griego de Newton. 48  He señalado en notas a la traducción los casos de falta de literalidad más considerables. 49  El tercero del año 306 al 361; el cuarto del 361 al 395. Newton poseía los Annales en la edición de de Colonia, 1609-1613, cf. Harrison 1978, 94, ítem 120. La numeración en capítulos de esta edición es la misma que en la edición de Maguncia, 1601, que he cotejado para la presente edición. 46 47

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Annales de Baronio con una actitud de crítica hostil característicamente protestante, pero al mismo tiempo se echa de ver que no pocas veces se basa en Baronio para llegar a las fuentes primarias.50 En segundo lugar, Newton se sirve también de las anotaciones críticas incluidas por Valesius (Henri Valois) en su edición de Eusebio (1659), así como las Observationes ecclesiasticae in Socratem et Sozomenum añadidas por éste al final de su edición de Sócrates y Sozómeno (1668), centradas en la carrera de Atanasio y en la de su aliado Pablo de Constantinopla.51 En tercer lugar, Newton se vale de forma expresa de la obra del jurista protestante Jacobus Gothofredus (Jacques Godefroy), en concreto las Dissertationes in Philostorgium que se encuentran en su edición de Filostorgio (Ginebra, 1642);52 pero sobre todo Newton utiliza su edición póstuma del Codex Theodosianus (Lyon, 1665), de la que usa en especial la cronología y la prosopografía que se hallan respectivamente en los tomos primero y sexto.53 4.2.3. Datación La datación existente hasta la fecha para el ms. Yahuda 19 es la estimada por Westfall a partir de su apreciación de cómo evoluciona la mano de Newton: finales de la década de 1670, la misma datación que propone para el ms. Yahuda 12 (para el ms. Yahuda 1  Por aducir sólo algunos ejemplos, cf. 7, 1-3; 14, 3; 36, 2; 101, 1-2.  Newton se refiere a Valesius de forma elogiosa, un hecho muy destacable tratándose de un autor contemporáneo y además católico. En app. XIII, 2 de nuestro texto (un fragmento tachado), llega a escribir pace tanti viri refiriéndose a él. 52  Philostorgii Cappadocis, veteris sub Theodosio juniore scriptoris, ecclesiasticae historiae a Constantino M. Ariique initiis ad sua usque tempora libri XII, a Photio patriarcha Constantinopolitano peculiari (extra Bibliothecam ejus hactenus editam) opere in epitomem contracti, nunc primum editi a Jacobo Gothofredo, una cum versione, supplementis nonnullis indiceque accurato et prolixioribus dissertationibus, Genevae, 1642. 53  Codex Theodosianus cum perpetuis commentariis Iacobi Gothofredi... Praemittuntur chronologia accuratior cum chronico historico et prolegomena. Subjiciuntur notitia dignitatum, prosopographia, topographia, index rerum et glossarium nomicum. Opus posthumum diu in foro et schola desideratum, recognitum et ordinatum ad usum Codicis Iustinianei opera et studio Antonii Marvillii, primicerii in Universitate Valentina, I-VI, Lugduni, 1665. Un caso de uso directo lo constituye la referencia en 101, 1 a la Lex 5 de navicular. (abreviatura de naviculariis), que viene directamente de la «prosopografía» o índice de nombres, en concreto de la entrada dedicada a Ablavius (Codex, VI, p. 347), el personaje que Newton menciona en ese pasaje. 50 51

4. Historia Ecclesiastica: un nuevo texto de Isaac Newton 101 propone la década de 1670, sin mayor especificación).54 Como se desprenderá de este apartado, creo que se encuentran indicios que permiten estimar una datación algo más tardía. A la vista de las ediciones en las que Newton leyó sus fuentes, es posible establecer un terminus post quem para la redacción del texto. En un trabajo anterior determiné el más evidente, el año de 1673, en el que se publicó por primera vez la edición valesiana de Teodoreto y Filostorgio.55 Ahora bien, es posible determinar que Newton usó la edición valesiana de Eusebio de Cesarea (1659) en la reedición de 1678, lo que permite retrasar el terminus post quem. Newton poseía la edición de Eusebio de 1678 en su biblioteca privada, como he indicado en el apartado anterior. En todo caso, he podido comprobar que en efecto ésta era la edición con la que Newton trabajó durante la composición del texto de Historia Ecclesiastica, por un indicio hallado en el ms. Yahuda 2.5b, f. 31r. Ahí se encuentran notas de lectura de Atanasio, Sócrates, Sozómeno, Filostorgio y Eusebio, sobre temas que se desarrollan por extenso en el texto del ms. Yahuda 19. Los pasajes en cuestión están referidos en su mayoría mediante números de página, y las páginas de Eusebio se corresponden en exclusiva con las de la edición de 1678: A creatione Athanasij maximæ turbæ. Athan. 777 D. Euseb. vit. Const. 409 A [...] Opinio Constantini de Verbo apud Euseb. 468 A p. 470 A. 476 B, C. 480 A. Eusebij sententio [sic] de Verbo Coram Constantino prolata. p 520 D et seq.56 Los primeros pasajes de Eusebio (sobre la ordenación de Atanasio y el discurso de Constantino «a la asamblea de los santos») se citan por extenso en nuestro texto (94, 1-4; 117, 8-10). Estas notas deben considerarse preparatorias para la composición del texto del ms. Yahuda 19 y de otros; no sería razonable que el autor volviera a tomar ese tipo de notas de lectura una vez compuestos los textos en los que elabora el material de forma discursiva. 54  Cf. Westfall 1982b, 141-142. El Newton Project repite en su catálogo la datación de Westfall para el ms. Yahuda 12, pero no propone ninguna para el ms. Yahuda 19. 55  Cf. Toribio 2009, 37. 56  Transcripción del Newton Project de ms. Yahuda 2.5b, f. 31r. Los números con los que Newton se refiere a los pasajes de Sócrates y Sozómeno en ese mismo folio del ms. Yahuda 2.5b se corresponden con los de la primera edición valesiana de 1668.

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Newton se interesó en la adquisición de obras patrísticas a partir de 1679,57 después de sus primeros trabajos sobre exégesis apocalíptica (segunda mitad de la década de 1670). Entre 1684 y 1686 estuvo consagrado a la escritura de los Principia. Inmediatamente tras la composición de esta obra Newton se vio envuelto de lleno en los sucesos políticos relacionados con la oposición protestante al rey católico Jaime II (la oposición en Cambridge primero y después la Revolución Gloriosa de 1688). Desde entonces y hasta su traslado a Londres en 1696, al parecer sus principales actividades intelectuales consistieron, por una parte, en los trabajos sobre los mencionados «orígenes filosóficos de la teología de los gentiles», y por otra, en las obras de orientación a la vez anticatólica y antitrinitaria An Historical Account of Two Notable Corruptions of Scripture (1690) y Paradoxical Questions Concerning the Morals and Actions of Athanasius and His Followers (principios de la década de 1690). El análisis de los contenidos deja ver que el texto de Paradoxical Questions es posterior al de Historia Ecclesiastica. Westfall había datado Paradoxical Questions (mss. Clark y Keynes 10) en la década de 1680, por apreciación de la mano. Actualmente se data a principios de la década de 1690 por el examen de las marcas de agua que presenta el ms. Keynes 10.58 Parece que debe aceptarse esta corrección; sin embargo, no debe pasarse por alto que la datación de Westfall, aunque ligeramente errada en términos absolutos, establece en términos relativos la posterioridad de esa obra con respecto a Historia Ecclesiastica (mss. Yahuda 19, 12 y 1.5). Dicha posterioridad queda confirmada por aspectos de contenido.59 El texto de Paradoxical Questions está estructurado en una serie de cuestiones relativas a Atanasio, tituladas así:60  Cf. Mandelbrote 2006, 278-280.  Cf. Westfall 1982b, 142. La datación a principios de la década de 1690 por las marcas de agua se debe a Shapiro 1992, 196, y es la aceptada actualmente en el catálogo del Newton Project. Iliffe 1999, 108, lo situaba a mediados de esa misma década de 1690; Mandelbrote 2006, 290, a finales de la década de 1680 y durante la de 1690. 59  Así lo establece expresamente en Westfall 1980, 344, nota 35, donde señala la especial cercanía entre los contenidos de Paradoxical Questions y los de los ff. 61-68, 81-143 del ms. Yahuda 19, y considera estos últimos «early drafts». 60  Según el índice de contenidos del ms. Clark, que contiene la versión más completa (disponible en la página web del Newton Project, de donde reproduzco esta transcripción). El ms. Keynes 10 contiene una copia más limpia de la primera parte del texto. 57 58

4. Historia Ecclesiastica: un nuevo texto de Isaac Newton 103 Quæst. 1. Whether ye ignominious death of Arius in a bog-house was not a story put about by Athanasius above twenty years after his death? Quest. 2. Whether the Meletians deserved that ill Character wch Athanasius gave them. Quest. 3. Whether the Council of Tyre & Ierusalem was not an bigger Council than that of Nice. Quest. 4. Whether Athanasius in ye Council of Tyre produced Arsenius alive or only his letter of Arsenius to prove yt he was not dead. Whether it was Arsenius alive or only his letter wch Athanasius produced in ye Council of Tyre to prove that he was not dead. Quest. 5. Whether ye story of the dead man’s hand & the living Arsenius was not feigned by Athanasius about 25 years after ye time of ye Council of Tyre. Quest. 6. Whether the Letter of Pinnes was not for for proving Arsenius to be alive was not feigned by Athanasius being at ye same time wth ye story of the dead mans hand. Quest. 7. Whether the story of Arsenius was not feigned by Athanasius before the convening of ye Council of Tyre? Quest. 8. Whether the Letter of Ischyras was not feigned by Athanasius. Quest. 9. Whether the Recantation of Valens & Vrsatius was not feigned by the friends of Athanasius. Whether Vrsatius & Valens made any other confession besides that in ye Council of Millain. Quest. 10. Whether Athanasius was accused of adultery before the Council of Tyre. Quest Whether Athanasius did not impose upon ye western Bishops. Quæst. 11. Whether Athanasius hath not misrepresent the story of the communion cup of Ischyras subverting the communion Table and demolishing the Church. Whether Athanasius did acquit himself of ye crime of breaking ye communion cup of Ischyras. Quest. 12. Whether Athanasius was not made Bishop of Alexandria by sedition & violence against the canons of that Church. Quest. 13. Whether Athanasius was not justly deposed by ye Council of Tyre. Quest. 14. Whether Athanasius was not seditious. Quest. 15. Whether Constantius persecuted the Athanasians for religion or only punished them for immorality. Quest. Whether Athanasius did not corrupt & feign records of the Councils of Nice & Sardica.

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Quest Whether Valens persecuted the Athanasians for religion or only punished them for their faults Quest. Whether Athanasius did not set on foot the invocation of saints. Whether Athanasius did not for promoting his interest set on foot the practise of false miracles. Quest. Whether the Roman Catholicks were not wicked enough to deserve what they suffered under Constantius, Valens & the Vandals. Quest. Whether the Vandals persecuted the Africans for their faith or only punished them for their immoralities. Whether Athanasius did not for promoting his interest set on foot the way of writing lying Legends, & propagate the superstition of Monkery. Whether Athanasius for stifling objections taken from ye writings of Dionysius of Alexandria & from ye Council of Antioch collected against Paul of Samosat & for changing the ancient Doxology did not feign records.

Las primeras ocho cuestiones, y luego las numeradas como 10, 11, 12, 13 y 14, tratan contenidos que se encuentran en el texto de Historia Ecclesiastica, y lo hacen de forma muy semejante a como se tratan en éste. Más en concreto, esos contenidos se encuentran en la segunda parte del texto que nos ocupa, aproximadamente a partir del capítulo 95, cuando Atanasio adquiere mayor protagonismo. Como describiré en el apartado siguiente, hay indicios en el texto que apuntan a una reelaboración compositiva llevada a cabo para dar a Atanasio mayor prominencia desde el principio.61 En cambio, en el texto de Paradoxical Questions el protagonista es Atanasio desde el mismo título. Por otra parte, el texto de Paradoxical Questions se abre con el tema de la muerte de Arrio, que se desarrolla sin problemas de composición mayores;62 en cambio, en el texto de Historia Ecclesiastica, a ese tema se llega hacia el final (158-164), y su composición es complicada, especialmente en la presentación de los argumentos por los cuales Newton deduce que el relato atanasiano sobre la muerte de Arrio es ficticio, unos argumentos que se escriben primero en un

 Cf. apartado 4.2.4, § 4.  Incluso en el ms. Clark, la copia que presenta un mayor estado de borrador.

61 62

4. Historia Ecclesiastica: un nuevo texto de Isaac Newton 105 orden y luego en otro.63 En el tratamiento de los demás contenidos que coinciden en un texto y en otro la situación es semejante, como se desprende de su lectura: el texto inglés presenta menos dificultades compositivas que el texto latino. También apunta a la posterioridad del texto inglés el propio desarrollo de la exposición, que tiende a presentar de forma más sintética el testimonio de las fuentes y no se detiene en su cita literal con la misma frecuencia que el texto latino. Asimismo, la propia estructura del texto de Paradoxical Questions, dispuesto en una serie de cuestiones, indica un plan previo definido, mientras que, como he explicado, el texto de Historia Ecclesiastica fue concebido como un trabajo sobre exégesis apocalíptica y luego se convirtió en un recorrido histórico-crítico por los acontecimientos eclesiásticos de la primera mitad del siglo iv, progresivamente centrado en Atanasio. Cabe resaltar que el planteamiento exegético caracteriza no sólo el texto objeto de nuestro trabajo, sino también el conjunto de los textos discursivos latinos sobre historia eclesiástica, mientras que, por el contario, está ausente de Paradoxical Questions.64 Así pues, parece lo más razonable considerar el texto de Historia Ecclesiastica como anterior a Paradoxical Questions, que a su vez, como he dicho, se data actualmente a principios de la década de 1690. Las «cuestiones» tratadas en el texto inglés sin correlato en el texto latino reelaboran a su vez contenidos de otros manuscritos con textos en latín sobre historia eclesiástica, en especial los que tratan sobre la expansión del culto a los santos y de la «superstición» de los monjes.65 Parece que el conjunto de estos textos discursivos latinos sobre historia eclesiástica debe encuadrarse en lo que Scott Mandelbrote considera «un intento cada vez más serio de determinar el detalle histórico de la corrupción del cristianismo en el siglo iv»,  Cf. apartado 4.2.4, § 39.  Si bien los títulos «Whether the Roman Catholicks were not wicked enough to deserve what they suffered under Constantius, Valens & the Vandals» y «Whether the Vandals persecuted the Africans for their faith or only punished them for their immoralities» (unos títulos que resultan un tanto fuera de lugar comparados con el resto), son reminiscentes de los textos tempranos sobre exégesis apocalíptica: el tema de las persecuciones vandálicas es de hecho recurrente en todo el ms. Yahuda 1. 65  Mss. Yahuda 2.2, 2.3, 11, segunda sección del ms. Yahuda 19 (ff. 144-161). 63 64

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desarrollado durante los últimos años de la década de 1680 y los primeros de la de 1690, y que habría «culminado» en el texto de Paradoxical Questions, aunque éste (debe insistirse en ello) presenta también un estado inacabado.66 En conclusión, es seguro que el texto de Historia Ecclesiastica fue escrito después de 1678, por el argumento que he aducido más arriba sobre el uso de una reedición de ese año de la obra de Eusebio de Cesarea. Es verosímil que fuera escrito entre 1686 y 1695: parece claro que precede en el tiempo a Paradoxical Questions, una obra cuya datación más tardía la sitúa en los primeros años de la década de 1690; entre 1684 y 1686 se concede comúnmente que Newton estuvo dedicado por entero a la composición de los Principia, y una datación de Historia Ecclesiastica anterior a 1684, aunque posible, quizás la alejaría demasiado de Paradoxical Questions, texto con el que guarda la relevante cercanía descrita en cuanto a contenidos y a tono.67 4.2.4. Problemas de composición En la primera sección del ms. Yahuda 19 (ff. 1-143), así como en las páginas del ms. Yahuda 12 y del ms. Yahuda 1.5, es sistemático el trazado de un margen derecho en cada recto (de unos 25 milímetros de ancho) destinado a contener anotaciones breves, en especial referencias a obras citadas. Es también sistemática la presencia de reclamo en el ángulo inferior derecho de cada recto, sin apenas excepciones.68 El texto se desarrolla en los rectos, mientras que los 66  Cf. Mandelbrote 2006, 286. El ms. Keynes 11 plantea una serie de cuestiones similares a las de Paradoxical Questions, en este caso relativas al término homoousios, y también puede considerarse en parte una reelaboración (no llevada a término) del contenido de los manuscritos latinos al respecto. Por su parte, el breve ms. Babson 436, escrito en latín, está datado por el Newton Project a principios de la década de 1690 y ha sido puesto en relación, por la semejanza de contenidos, con el texto de Paradoxical Questions; ahora bien, buena parte de sus contenidos es repetición casi literal de los capítulos 66-68 de nuestro texto. Westfall 1982b, 142, lo data en la década de 1670, es decir, como anterior a Paradoxical Questions y de la misma época que el ms. Yahuda 19. 67  Un tono acusador que bien podría llamarse «forense» o de fiscal, cf. Iliffe 2004b. 68  Sólo falta en los ff. 18r y 21r del ms. Yahuda 19 (por el reajuste en la composición que supone la incorporación del texto del ms. Yahuda 12), así como en el f. 50r (cf. infra, § 23).

4. Historia Ecclesiastica: un nuevo texto de Isaac Newton 107 versos se reservan para anotaciones o adiciones extensas, o bien para la reelaboración corregida de segmentos amplios. Ahora bien, como consecuencia de su estado inacabado, con frecuencia la lectura se presenta gravemente obstaculizada, y es preciso un examen detenido para establecer el texto correcto a partir de las indicaciones del autor, no siempre existentes. En este apartado detallo los casos más notables. Al final ofrezco una tabla con la correspondencia entre los capítulos de nuestra edición y los folios de los manuscritos. § 1 (cf. 12, 1).69 En el f. 5r del ms. Yahuda 19 se produce una inserción de texto del f. 6r. Se indica en el lugar correspondiente mediante la adición de las palabras noli tamen (con las que comienza el segmento insertado del f. 6r) y la indicación v. pag. seq. (es decir, vide paginam sequentem). En el f. 6r, el segmento insertado va precedido por la indicación pag. superiori. Éste se extiende a lo largo de los ff. 6r-6v (con reclamo entre ellos), y concluye sin otra indicación. § 2 (cf. 14, 9, nota a). En el f. 7r se añade una anotación marginal extensa (en vertical), sin ninguna señal que permita identificar a qué lugar exacto se refiere. La he editado como anotación en el lugar que parece más coherente del texto de ese mismo folio, dado que además comienza a escribirse aproximadamente a la misma altura. § 3 (cf. 16, 5, nota a). En el f. 8v se produce la misma situación: se encuentra una anotación que lógicamente debe de referirse a algún lugar del texto del f. 9r. La he editado como anotación al lugar donde tiene mayor sentido (9, 6), que además también se encuentra aproximadamente a la misma altura de la página. § 4 (cf. 25, 1). En el f. 14r se produce una situación especialmente notable. En la esquina superior derecha pueden leerse, pese al desgaste, las palabras contigit pag. vers., que remiten al comienzo del texto del f. 14v (continuado en el f. 15v). Este segmento (capítulos 27-28) es precisamente el que cuenta la adopción de Atanasio por 69  Indico entre paréntesis el lugar de la edición donde comienza cada problema. En el aparato crítico remito a este apartado para los problemas más complejos. Soy consciente de que a partir de aquí el lector agradecería disponer de una reproducción visual de los manuscritos. Para ello habrá que esperar a que la Biblioteca Nacional de Israel culmine sus trabajos de digitalización pública (algunos frutos de los mismos pueden verse ya en su página web).

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parte de Alejandro y la educación de aquél; a continuación refiere el relato de Eusebio de Cesarea sobre cómo se inició la disputa en la Iglesia justo cuando Constantino había establecido la paz. Por su parte, el texto del f. 14r es el correspondiente a los capítulos 25-26 (desarrollado hasta la mitad del f. 15r), es decir, el segmento encabezado por el epígrafe De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis, en el que se plantean los fundamentos que, según Newton, permitirán determinar que los occidentales provocaron el cisma con los orientales después del Concilio de Rímini. Pues bien, si se obedece a la escueta indicación de la esquina superior derecha del f. 14r, habría que pasar por alto la parte sobre los fundamentos que permiten determinar un cisma e ir directamente a la parte en la que se cuenta el encuentro de Alejandro con el niño Atanasio; esta parte, a su vez, constituye un añadido posterior (está escrito en el verso de un folio), y se inserta inmediatamente después del epígrafe Historia Ecclesiastica (véase § 5). De este hecho es lícito deducir que Newton replanteó la estructura de su texto para dar mayor prominencia desde el principio a Atanasio, quien, como he señalado, se convierte en la figura dominante en la última parte del texto. No obstante, he optado por no relegar al aparato crítico el importante texto que encabeza el epígrafe De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis, porque creo que la mencionada indicación (no acompañada, contra lo habitual, de tachadura de texto ni de inclusión entre corchetes) no es indicio suficiente para concluir con seguridad que Newton tuviera la intención de suprimirlo. § 5 (cf. 27, 1). En el f. 15r, inmediatamente después del epígrafe Historia Ecclesiastica, un signo remite al mencionado texto del f. 14v, que continúa en el f. 15v (con reclamo). Ahí enlaza con el texto del f. 15r mediante una reformulación de las líneas escritas originalmente en éste bajo el epígrafe Historia Ecclesiastica, y la indicación pag. sup. § 6 (cf. 30, 1). En los ff. 16r-17r se suprime un texto de cierta extensión. Se vuelve a escribir en lo que queda del f. 17r, pero se suprime de nuevo, incluido el reclamo. Junto al reclamo tachado se escribe el reclamo Fidei, que remite al f. 1r del ms. Yahuda 12, como he descrito más arriba. En consecuencia, el texto de los ff. 18r-21r del ms. Yahuda 19 debe considerarse sustituido por el texto del ms. Yahuda 12. A su vez, dicho texto de los ff. 18r-21r del ms. Yahuda 19 también presenta problemas de composición: el f. 19r presenta la

4. Historia Ecclesiastica: un nuevo texto de Isaac Newton 109 mitad de su texto suprimido, y en el f. 21r se produce, mediante una llamada, una inserción de texto del f. 20v. En la edición presento el conjunto del texto de los ff. 16r-21r del ms. Yahuda 19 como Apéndice I. § 7. En la esquina superior izquierda del f. 21v del ms. Yahuda 19 se encuentran tres breves líneas tachadas de tal manera que no resultan legibles. La primera línea está tachada mediante una sucesión de treinta y siete rayas verticales, la segunda con treinta y nueve y la tercera con treinta y tres; al final de estas últimas se superpone una pequeña cuadrícula con tres filas de seis celdas cada una. Lo más verosímil es que refleje algún tipo de cálculo, no necesariamente relacionado con el texto del manuscrito. No he tenido en cuenta esta incidencia en la edición. § 8 (cf. 30-34). En el ms. Yahuda 12, el cuaderno constituido por los ff. 1-5 presenta la irregularidad que he descrito más arriba (apartado 4. 1. 3), derivada de la inclusión posterior de un bifolio adicional en el centro del cuaderno. Dicho bifolio ha sido tomado como un folio simple por quien ha llevado a cabo la numeración del manuscrito, de forma que el cuaderno aparece constituido por: f. 1r, f. 1v, f. 2r, f. 2v, f. 3r, folio sin numerar al que llamo «f. 3va» (presenta un margen trazado a la izquierda), folio sin numerar al que llamo «f. 4ra», f. 3v, f. 4r, f. 5r y f. 5v. En el f. 3va se produce una inserción de texto de los ff. 19r y 20r, meramente mediante las palabras vide infra. Estas palabras están escritas a mitad de una cita (la carta de Constantino a Alejandro y Arrio), cita que se repite de los ff. 18r-20r del ms. Yahuda 12; debe insertarse en el f. 3va el resto de la cita. Cuando ésta termina en el f. 20r se repiten las palabras que seguían a vide infra en el f. 3va (et ad hunc quidem modum), y se entiende por tanto que debe volverse a ese lugar del f. 3va. Por otra parte, debe observarse que la reelaboración compositiva que supone la adición del bifolio 3r-3va-4ra-3v no se ha llevado del todo a término, dado que en el texto que sigue se encuentran referencias que habrían debido suprimirse tras la adición del texto del mencionado bifolio.70 70  Es el caso de la referencia que se da en 35, 4, nota p, ut mox audietis, refiriéndose a algo que se repite en el f. 4ra y que por tanto se encuentra antes en la narración (32, 39).

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§ 9 (cf. 33, 11). El texto del f. 3v termina antes de la mitad del folio. Sus palabras finales (Domino meo Paulino Eusebius in Domino salutem) enlazan con el texto del f. 4r. Antes de producirse la inclusión del bifolio adicional, el texto de dicho f. 4r comenzaba continuando el del f. 2r. Después de la adición de dicho bifolio, se ha suprimido la primera mitad del texto del f. 4r hasta las palabras Domino meo... § 10 (cf. 38, 3). La segunda mitad del texto del f. 12r está suprimida, y se sustituye por un texto escrito en vertical en el margen, que continúa escrito entre líneas suprimidas en la parte inferior del folio, después de nuevo en el margen en vertical y a continuación en el f. 12v, en el que se ha trazado un margen a la izquierda (Sozom. l. 1, c. 15. Verum ubi Arius... ad episcopum Byzantii, quae extat apud Theoderitum); a partir de ahí continúa en el f. 13r. Por lo demás, en el margen del f. 12r, a la altura del texto suprimido de la parte inferior del folio, se encuentra también la indicación huc transfer Arii epistolam sequentem, que queda invalidada por la supresión del texto y la descrita reelaboración en el margen. § 11 (cf. 38, 43). El f. 14r del ms. Yahuda 12 sólo contiene cuatro líneas de texto, y carece de reclamo que lo vincule al folio siguiente. A media altura del folio, en la parte derecha, se encuentra una cruz tachada. § 12 (cf. 38-64). En los ff. 15r-21v se repiten contenidos tratados en los folios anteriores, a menudo incluso literalmente. Ello se debe verosímilmente a la reelaboración posterior del texto, de la que es indicio la inserción del bifolio adicional en el cuaderno de los ff. 1r5v (véase § 8). Lo más lógico parece considerar que dicha reelaboración se extiende hasta el folio 14r, que presenta la incidencia descrita en § 11. En todo caso, dado que esta amplia reelaboración no se ha llevado del todo a término, como evidencian las repeticiones que se encuentran en los folios siguientes, me he abstenido de realizar intervenciones editoriales más allá de las descritas, y presento la secuencia íntegra del texto en su último estado de elaboración alcanzado, incluyendo las partes repetidas. § 13 (cf. 42, 1). Se suprime una cantidad importante de texto desde el final del f. 17r hasta el final del f. 18r (que edito como Apéndice II). La supresión incluye una nota marginal del f. 17r que continúa

4. Historia Ecclesiastica: un nuevo texto de Isaac Newton 111 en la parte superior del f. 17v. Dicho texto suprimido de los ff. 17r18r queda sustituido por el texto del f. 17v, que a su vez continúa mediante una llamada en el final del f. 18r (carta de Constantino a Alejandro y Arrio, en ff. 18r-20r: en consecuencia, este texto aparece dos veces en el estado final de composición, véase § 8). Tras la llamada introducida en el f. 17v se encuentra texto sólo parcialmente suprimido, pero, al tratarse de pasajes de la mencionada carta de Constantino, deben considerarse sustituidos por el texto de los ff. 18r-20r; lo presento como Apéndice III. § 14 (cf. 42, 8, a). En la esquina superior del f. 18v, escrito al revés, se encuentra el comienzo de una nota marginal que continúa en la esquina superior derecha del f. 19r. Una llamada al comienzo del f. 19r aclara su lugar de inserción. § 15 (cf. 42, 29). Al final del f. 20r y al comienzo del f. 21r se encuentra suprimido un segmento de texto (editado como Apéndice IV). Esta supresión incluye texto que se encuentra en la parte superior del f. 20v. El segmento suprimido de los ff. 20r-21r se sustituye por un segmento escrito en vertical en el margen del f. 20r, que continúa, también en vertical, en el f. 20v y en el f. 21v (imperator missa epistola... retorquet in eum epistolam). El final de este texto en el f. 21v enlaza con el lugar del texto del f. 21r que se encuentra inmediatamente después del mencionado segmento suprimido. § 16 (cf. 46, 1). En el f. 24r se produce mediante una llamada la inserción de un segmento de texto escrito en el f. 23v. En éste a su vez se inserta mediante una llamada otro breve segmento escrito en la parte superior izquierda del mismo f. 23v (sic enim Severus... Arii, inquit, cum ab). También en la parte superior del f. 23v hay escritas tres notas (una de ellas suprimida), referidas mediante llamadas al texto central de dicho f. 23v. § 17 (cf. 51, 1). En el f. 27r se inserta, mediante una llamada y la indicación pag. praeced., un segmento de texto escrito en el f. 25v (donde se encuentra la misma llamada y la indicación pag. sequ.), que continúa a lo largo de los ff. 26v-27v. El reclamo del f. 27v remite de vuelta al f. 22r del ms. Yahuda 19, como he explicado en el apartado 4.1.3. Por tanto queda descartado todo el texto restante del ms. Yahuda 12, que edito como Apéndice V.

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§ 18 (cf. 61, 3). De vuelta en el ms. Yahuda 19, en el f. 26r se produce una inserción de texto del f. 25v mediante una llamada y la indicación pag. praec. / pag. sequ.. § 19 (cf. 64, 5). Un breve segmento suprimido en el f. 28r se sustituye por otro escrito a la misma altura en el f. 27v. § 20 (cf. 67, 15). En el f. 31r se inserta mediante llamada un segmento de texto escrito en el f. 30v. § 21 (cf. 71, 1). En el f. 35r se inserta texto del f. 34v, mediante una llamada y la palabra istius (con la que comienza la inserción). A su vez, en el texto del f. 34v se produce una inserción de texto del margen del f. 35r, que continúa en vertical en el f. 35v, y luego sigue en los ff. 36r-36v (con una breve inserción en este último desde el f. 37r mediante una llamada); luego continúa en los ff. 37r37v (en el f. 37r se suprime un segmento extenso que edito como Apéndice VII). Aquí se señala la vuelta al f. 35r mediante la reformulación de las palabras que se encontraban allí justo a continuación de la llamada inicial. El texto que queda colgado en el f. 34v continúa en el f. 35v, donde termina enlazando también con el lugar en el que se había insertado la llamada en el f. 35r: lo considero sustituido por la más amplia reelaboración descrita, y lo presento como Apéndice VI. § 22 (cf. 79, 6). En los ff. 41r-43r se encuentra un extenso segmento suprimido (Apéndice VIII), que se sustituye mediante una llamada por el texto de los ff. 40v-41v (en los que se ha trazado un margen izquierdo). En el f. 41v se suprime un segmento que se sustituye mediante una llamada con texto del margen del propio f. 41v, que prosigue en el margen del f. 42r y luego en el del f. 42v. El texto del f. 41v continúa entonces en los ff. 42v-43v (con margen izquierdo), y de ahí pasa al f. 44r. En el f. 43r queda colgado un texto que ha de considerarse descartado (app. VIII, 17-27), pues sus contenidos se repiten más extensamente en la amplia reelaboración descrita. § 23 (cf. 93, 1). Excepcionalmente, en el f. 50r no se encuentra reclamo. Dado que el f. 51r comienza casi del mismo modo que el último párrafo del f. 50r, cabría considerarlo una redacción corregida y suprimir el texto correspondiente del f. 50r; sin embargo, la mera ausencia de reclamo no me ha parecido argumento suficiente para proceder así, y presento un texto seguido del otro.

4. Historia Ecclesiastica: un nuevo texto de Isaac Newton 113 § 24 (cf. 95, 2). En el f. 53r se inserta un breve segmento desde el f. 52v mediante una llamada. § 25 (cf. 97, 3). En los ff. 55r-56r se encuentra un amplio segmento de texto suprimido (Apéndice IX) que se sustituye, mediante llamada y la indicación pag. sequ. en el f. 55r, por el texto del f. 56v (en primera instancia, la llamada del f. 55r remite al f. 56r, pero, al tratarse de texto tachado, se repite ahí la indicación pag. sequ., que remite al f. 56v, donde está indicado fol. praec.). A su vez, el texto del f. 56v incorpora una inserción con llamada de la parte inferior del mismo folio, y después, también mediante una llamada, del f. 57v. Ahí finaliza la inserción con las palabras compositis autem praedictis litibus, que remiten al comienzo del texto no suprimido del f. 56r; a partir de ahí el texto sigue con normalidad. § 26 (cf. 109, 1). En el f. 65r se inserta mediante llamada texto de los ff. 64v-65v. § 27 (cf. 112, 7). En el f. 66r se inserta texto de los ff. 84r-85r mediante la indicación transfer huc epistolam totam paulo post descriptam (por el contexto queda prefectamente claro de qué carta se trata, la carta de Arsenio a Atanasio): dicha carta se encuentra en los ff. 84r85r, entre corchetes. § 28 (cf. 113, 3). En los ff. 68r-69r se sustituye un extenso segmento suprimido (Apéndice X) por texto del f. 68v, mediante una llamada y la indicación pag. sequ. § 29 (cf. 119, 8). En el f. 81r se encuentran dos breves segmentos suprimidos y sobre cada uno de ellos las palabras sed ad Athanasium redeamus, que remiten a un segmento escrito en el f. 80v. § 30 (cf. 120, 18). En los ff. 83r-84r se encuentra un extenso segmento suprimido (Apéndice XI), al que sigue entre corchetes la carta mencionada en § 27. § 31 (cf. 127, 4). En el f. 92r hay que insertar texto escrito en el margen, que se extiende hasta el f. 92v. § 32 (cf. 130, 16). En el f. 95r hay que insertar texto escrito en el margen, que se extiende hasta el f. 95v. § 33 (cf. 139, 15). En los ff. 104r-105r se desarrolla un extenso segmento suprimido (Apéndice XII), que queda sustituido, sin in-

114

Historia Ecclesiastica

dicación, por el texto del f. 104v; éste, al terminar, enlaza con el texto del f. 105r que sigue al segmento suprimido. § 34 (cf. 142, 6). En el f. 108r se sustituye mediante una llamada un segmento suprimido por texto del f. 107v, que al terminar enlaza con el texto del f. 108r que sigue a continuación de la supresión. § 35 (cf. 150, 3). En el f. 119r se inserta una llamada al principio que remite al breve texto del f. 118v. En dicho texto se remite a varios folios más adelante con la siguiente indicación: ...vide fol. 3, 4, 5 sequ. usque ad... suis firmarunt. Remite con ello al f. 120v, donde se encuentra una llamada, las palabras vide pag. 3 sup. y las primeras líneas del f. 118v repetidas. El texto del f. 120v termina en medio de una cita (la sentencia del Concilio de Tiro en Sócrates); es verosímil que las siguientes palabras de la cita se encontrasen en el folio arrancado que habría debido ser el f. 121, dado que al comienzo del folio mútilo que sigue a continuación, numerado como 121r, se encuentra palabras más avanzadas de la misma cita (en consecuencia, suplo entre corchetes triangulares las palabras intermedias). El resto del folio, como mencioné, se ha perdido. Es verosímil que a continuación, a lo largo del folio desaparecido y del folio mútilo 121r, se tratase el tema del traslado de los obispos de Tiro a Jerusalén, pues el comienzo de la carta sinodal de Jerusalén, en cita de Atanasio, se encuentra ya en el f. 122r (deben restituirse las primeras líneas de la cita). El texto continúa en los ff. 122r-123r. En este último hay dos inserciones de texto mediante llamada del f. 122v (haec episcopi... haec synodus, ei adstipulator... percipies), y luego una más, que continúa en el f. 123v y termina enlazando por fin con el texto que había quedado suspendido en el f. 118v, mediante las palabras suis firmarunt (alia quoque... suis firmarunt). A su vez, el texto del f. 118v enlaza al terminar con el texto que había quedado pendiente en el f. 119r, mediante las palabras reddere jubet his literis. § 36 (cf. 150, 5). El texto del f. 120r (carta de Constantino a los obispos de Tiro) queda sin continuación. Parece lo más razonable considerar que continuaba directamente en el folio perdido que seguía, y después en el folio mútilo 121; en ese texto perdido habría de mencionarse que el emperador, pese a su irritación inicial al conocer por Atanasio la sentencia de Tiro (y eso justificaría el texto griego del f. 120v, que se refiere a dicha irritación), finalmente ratificó la sentencia del concilio y exilió a Atanasio a Tréveris. A conti-

4. Historia Ecclesiastica: un nuevo texto de Isaac Newton 115 nuación tendría que haber habido algún tipo de referencia que enlazase con el texto del f. 123r, que queda en suspenso y por donde necesariamente hay que seguir. § 37 (cf. 152, 4; 157, 1). En el f. 125r se inserta sin llamada texto del f. 124v, e igual ocurre en el f. 126r con texto del f. 125v. § 38 (cf. 158, 10). El reclamo del f. 126r es confeci(mus). La palabra (confeci)mus se repite tanto al comienzo del f. 126v como del f. 127r. En el f. 126v meramente se alarga la cita que se está reproduciendo cuatro líneas más, y termina; en el f. 127r la cita termina en confecimus y a continuación se reanuda el discurso. Puesto que posteriormente se alude a la cita extendida del f. 126v (cf. 160, 1), y puesto que la redacción sobre el verso indica adición, he incluido las cuatro líneas adicionales del f. 126v en el cuerpo de texto. § 39 (cf. 160, 1). En el f. 132r comienzan a exponerse los argumentos por los que Newton deduce que el relato atanasiano sobre la muerte de Arrio es ficticio. Dichos argumentos están reordenados: el segundo pasa a ser el primero (se tacha secundo y se escribe un número 1 en el margen); el tercero, que comienza en la última línea del f. 132r, pasa a ser el segundo (se tacha tertio y se escribe en sustitución secundo); este argumento continúa en el f. 133r. Sigue un segmento suprimido (Apéndice XIII), que debe sustituirse por el texto del tercer argumento en el f. 132r (argumento que antes también había sido el segundo: se encuentra tachado secundo y sustituido por tertio). Este tercer argumento se desarrolla a lo largo del margen del f. 132r y luego en los ff. 132v-133v. Una vez que termina, el texto debe seguir en la última línea del f. 133r, a continuación del mencionado segmento suprimido, donde se encuentra el cuarto argumento, que sigue desarrollándose con normalidad en el f. 134. § 40 (cf. 165, 2). Al principio del f. 135r el discurso cambia de tema bruscamente, sin que, al parecer, quepa hablar de pérdida material: la frase que naturalmente continuaba el discurso sobre la muerte de Arrio, y que venía del f. 134r (postquam hoc figmentum Athanasii [f. 135r] tot indiciis detexi, vix), se tacha, y directamente a continuación, de forma abrupta, sigue una cita de Baronio. La cita es de la carta de los obispos orientales en el Concilio de Sárdica, en la que éstos se refieren al regreso de Atanasio a Alejandría en el año 337, inmediatamente después de la muerte de Constantino. El texto se desarrolla en el f. 135r y al principio del f. 136r, y en él se menciona

Historia Ecclesiastica

116

la intervención del papa de Roma, Julio, a favor de Atanasio, con el comentario de que mediante dicha intervención el papa romano proyectaba la expansión de su dominio eclesiástico sobre Oriente. Ahora bien, el resto del f. 136r se queda en blanco y sin reclamo; el f. 137r comienza con la misma cita de Baronio con la que comienza el f. 135r, y desarrolla a continuación el mismo contenido, pero esta vez sin mencionar en ningún momento al papa Julio. He optado por presentar como Apéndice XIV el texto de los ff. 135r-136r, que constituye una primera versión abandonada. § 41 (cf. 166, 10). En el f. 140r se inserta mediante llamada un segmento amplio de texto escrito en el f. 139v. § 42 (cf. 170, 9). La parte central del f. 142r se queda en blanco, tras una frase dejada a la mitad, lógicamente con la idea de añadir texto después. El discurso se reanuda al final del mismo folio, y continúa sin incidencias hasta casi el final del f. 143r, donde termina el texto. La siguiente tabla recoge la correspondencia entre los capítulos de nuestra edición y los folios de los manuscritos. Capítulo

Ms. Yahuda 1.5

 1

f. 78r, f. 79r

 2

f. 79r, f. 80r

 3

f. 80r, f. 81r

 4

f. 81r, f. 80v, f. 82r

 5

f. 82r, f. 83r

 6

f. 83r, f. 84r

 7

f. 84r, f. 85r

 8

f. 85r

Ms. Yahuda 12

Ms. Yahuda 19

f. 1r, f. 2r

 9

f. 2r, f. 1v, f. 3r

10

f. 3r, f. 4r

11

f. 4r, f. 5r

12

f. 6r, f. 6v

13

f. 6v

4. Historia Ecclesiastica: un nuevo texto de Isaac Newton 117 Capítulo

Ms. Yahuda 1.5

Ms. Yahuda 12

Ms. Yahuda 19

14

f. 5r, f. 7r

15

f. 7r, f. 8r

16

f. 8r, f. 7v, f. 9r, f. 8v

17

f. 9r, f. 10r

18

f. 10r, f. 11r

19

f. 11r, f. 12r

20

f. 12r

21

f. 12r, f. 13r

22

f. 13r

23

f. 13r

24

f. 13r

25

f. 13r, f. 14r

26

f. 14r, f. 15r

27

f. 14v

28

f. 15v

29

f. 15v, f. 15r, f. 16r

30

f. 1r, f. 2r

31

f. 2r, f. 3r

32

f. 3r, f. 3va, f. 19r, f. 20r, f. 3va, f. 4ra

33

f. 4ra, f. 3v, f. 4r, f. 5r

34

f. 5v, f. 6r, f. 7r, f. 8r, f. 9r, f. 10r

35

f. 10r

36

f. 10r, f. 11r

37

f. 11r

38

f. 12r, f. 12v, f. 13r, f. 13v, f. 14r

39

f. 15r, f. 16r

Historia Ecclesiastica

118 Capítulo

Ms. Yahuda 1.5

Ms. Yahuda 12

40

f. 16r, f. 17r

41

f. 17r

42

f. 17v, f. 18r, f. 19r, f. 18v, f. 20r

43

f. 20r, f. 20v

44

f. 20v, f. 21v

45

f. 21v, f. 21r, f. 22r, f. 23r, f. 24r

46

f. 23v

47

f. 24v, f. 25r

48

f. 25r, f. 24v,

49

f. 24v, f. 25r, f. 26r, f. 27r, f. 27v

50

f. 27r

51

f. 25v, f. 26v

52

f. 26v

53

f. 27v

Ms. Yahuda 19

f. 22r

54

f. 22r, f. 23r

55

f. 23r

56

f. 23r, f. 24r

57

f. 24r

58

f. 24r

59

f. 24r, f. 25r

60

f. 25r, f. 25v

61

f. 26r, f. 25v

62

f. 26r, f. 27r

63

f. 27r, f. 28r

64

f. 28r, f. 27v, f. 28r

65

f. 29r, f. 30r

4. Historia Ecclesiastica: un nuevo texto de Isaac Newton 119 Capítulo

Ms. Yahuda 1.5

Ms. Yahuda 12

Ms. Yahuda 19

66

f. 30r

67

f. 30r, f. 31r, f. 30v, f. 31r, f. 32r, f. 33r

68

f. 33r, f. 34r

69

f. 34r, f. 35r

70

f. 35r

71

f. 35r, f. 34v

72

f. 35r, f. 35v

73

f. 35v, f. 36r

74

f. 36r

75

f. 36r, f. 36v, f. 37r, f. 36v

76

f. 37r, f. 37v

77

f. 37v, f. 35r, f. 38r, f. 39r, f. 40r

78

f. 40r

79

f. 40r, f. 41r, f. 40v

80

f. 40v, f. 41v

81

f. 41v

82

f. 41v, f. 42r, f. 42v

83

f. 42v, f. 41v, f. 42v, f. 43v

84

f. 43v, f. 44r

85

f. 44r, f. 45r, f. 46r

86

f. 46r, f. 47r

87

f. 47r

88

f. 47r

89

f. 48r

90

f. 48r, f. 49r, f. 50r

Historia Ecclesiastica

120 Capítulo

Ms. Yahuda 1.5

Ms. Yahuda 12

Ms. Yahuda 19

 91

f. 50r

 92

f. 50r

 93

f. 51r, f. 52r

 94

f. 52r, f. 53r

 95

f. 53r, f. 52v, f. 53r, f. 54r, f. 53v

 96

f. 54r

 97

f. 54r, f. 55r, f. 56v, f. 57v

 98

f. 57v, f. 56v

 99

f. 57v

100

f. 57v, f. 56r, f. 57r

101

f. 58r, f. 59r

102

f. 59r, f. 60r

103

f. 60r, f. 61r

104

f. 61r, f. 62r, f. 63r

105

f. 63r, f. 64r

106

f. 64r

107

f. 64r

108

f. 65r

109

f. 64v, f. 65v

110

f. 65v, f. 65r, f, 66r

111

f. 66r

112

f. 66r, f. 84r, f. 85r, f. 66r, f. 67r, f. 68r

113

f. 68r, f. 68v, f. 69r

114

f. 69r, f. 70r, f. 71r

115

f. 71r, f. 72r

116

f. 72r, f. 73r, f. 74r, f. 75r, f. 76r

4. Historia Ecclesiastica: un nuevo texto de Isaac Newton 121 Capítulo

Ms. Yahuda 1.5

Ms. Yahuda 12

Ms. Yahuda 19

117

f. 76r, f. 77r, f. 78r, f. 79r

118

f. 79r, f. 80r

119

f. 80r, f. 81r, f. 80v

120

f. 80v, f. 81r, f. 82r, f. 83r

121

f. 85r, f. 86r

122

f. 86r, f. 87r

123

f. 87r, f. 88r, f. 89r

124

f. 89r

125

f. 89r, f. 90r

126

f. 90r, f. 91r, f. 92r

127

f. 92r, f. 92v

128

f. 92r, f. 93r

129

f. 93r, f. 94r

130

f. 94r, f. 93v, f. 95r, f. 95v, f. 95r, f. 96r

131

f. 96r

132

f. 97r

133

f. 97r, f. 98r, f. 99r

134

f. 99r

135

f. 99r, f. 100r

136

f. 100r

137

f. 100r, f. 101r, f. 102r

138

f. 102r, f. 103r

139

f. 104r, f. 104v, f. 105r, f. 106r

140

f. 106r

141

f. 106r, f. 107r

Historia Ecclesiastica

122 Capítulo

Ms. Yahuda 1.5

Ms. Yahuda 12

Ms. Yahuda 19

142

f. 107r, f. 108r, f. 107v, f. 108r

143

f. 108r, f. 109r

144

f. 109r, f. 110r, f. 111r, f. 112r, f. 113r, f. 114r

145

f. 114r, f. 115r

146

f. 115r

147

f. 115r, f. 116r

148

f. 116r, f. 117r

149

f. 117r, f. 118r, f. 119r

150

f. 119r, f. 118v, f. 120v, f. 121r

151

f. 122r, f. 123r, f. 122v

152

f. 122v, f. 123r, f. 122v, f. 123r, f. 122v, f. 123v

153

f. 118v, f. 119r, f. 120r, f. 120v

154

f. 123r, f. 124r

155

f. 124r, f. 125r, f. 124v, f. 125r

156

f. 125r, f. 126r

157

f. 125v

158

f. 126r, f. 126v, f. 127r, f. 128r, f. 129r, f. 130r, f. 131r, f. 132r

159

f. 132r

160

f. 132r

161

f. 132r, f. 133r

162

f. 132r, f. 132v, f. 133v

163

f. 133r, f. 134r

4. Historia Ecclesiastica: un nuevo texto de Isaac Newton 123 Capítulo

Ms. Yahuda 1.5

Ms. Yahuda 12

Ms. Yahuda 19

164

f. 134r

165

f. 134r, f. 137r

166

f. 137r, f. 138r

167

f. 138r, f. 139r

168

f. 139r, f. 140r, f. 139v, f. 140r

169

f. 140r, f. 141r

170

f. 141r, f. 142r

171

f. 142r, f. 143r

Apéndices App. I

f. 16r, f. 17r, f. 16v, f. 17r, f. 18r, f. 19r, f. 20r, f. 21r, f. 20v, f. 21r

App. II

f. 17r, f. 18r

App. III

f. 17r

App. IV

f. 20r, f. 21r, f. 20v

App. V

f. 27r, f. 28r, f 28r, f. 30r, f. 31r, f. 32r, f. 33r, f. 34r

App. VI

f. 34r, f. 35v

App. VII

f. 37r

App. VIII

f. 41r, f. 42r, f. 43r

App. IX

f. 55r, f. 56r

App. X

f. 68r, f. 69r

App. XI

f. 83r, f. 84r

App. XII

f. 104r, f. 105r

App. XIII

f. 133r

App. XIV

f. 135r, f. 136r

5. Criterios de la ediciÓn crítica y de la traducciÓn

En este último capítulo doy cuenta de los criterios con los que he llevado a cabo la edición crítica y la traducción del texto, que he titulado Historia Ecclesiastica (De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis) basándome en los epígrafes escritos por el propio Newton. 5.1. EdiciÓn crítica Richard Westfall describió el ms. Yahuda 19 como «intended as a fair copy, although inevitably somewhat emended».1 Esta afirmación es más cierta referida a la primera sección del manuscrito (ff. 1r-143r), el objeto de nuestro interés aquí, que a las tres restantes (descritas en el capítulo precedente); en todo caso, incluso en la primera sección el estado de elaboración se encuentra algo más que «un tanto» corregido, según he mostrado al tratar sobre los problemas de composición. El estado inacabado del texto resulta evidente. Sin embargo, una vez establecida correctamente su secuencia discursiva, revela asimismo un alto grado de coherencia y un estado de redacción que puede considerarse no muy distante de «final», sobre todo si se compara con otros textos manuscritos de Newton. Así pues, el primer objetivo que me he propuesto con esta edición crítica ha sido establecer el último estado de elaboración alcanzado por el texto. Para ello ha sido preciso en primer lugar resolver los problemas de composición que he descrito arriba. En la mayor parte de los casos, tras un detenido estudio, se encuentra la solución indicada por el propio autor; en los pocos casos donde no existe  Westfall 1980, 344, nota 34.

1

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indicación expresa, la solución no ofrece muchas alternativas. Una vez resueltos dichos problemas resulta la secuencia textual que propongo en esta edición y que, creo, admite muy pocas alternativas.2 El segundo objetivo que me he planteado con esta edición crítica ha sido registrar el abundante texto suprimido, con todo el nivel de detalle posible. La inclusión de los segmentos suprimidos se justifica suficientemente porque revela el complejo estado de elaboración del texto y su difícil proceso de composición, que incluye en algunos casos la autocensura.3 En tercer lugar, me he propuesto presentar el texto de acuerdo con las convenciones más habituales en la edición científica de textos neolatinos,4 categoría a la que pertenece el que nos ocupa: de hecho constituye, insisto, el texto escrito en latín por Isaac Newton más extenso después de sus Principia que se ha identificado hasta el momento, y por tanto, probablemente, el segundo en importancia para valorar la faceta del matemático de Cambridge como autor neolatino. 5.1.1. Presentación del texto latino He dividido el texto en capítulos y secciones, para favorecer su legibilidad y para facilitar las referencias concretas al texto. La refe2  Podrían admitir soluciones alternativas los casos descritos en § 4, 12 y 40 del apartado sobre problemas de composición. El caso § 4 es sin duda el más difícil: podría optarse por relegar al aparato crítico el texto de los capítulos 25-26. Asimismo, podrían relegarse al aparato crítico todas las repeticiones de contenidos que se encuentran en los capítulos 39-43 (§ 12). Por último, en § 40, podría ofrecerse el texto de los ff. 135r-136r y relegar al aparato la redacción alternativa de los ff. 137r138r (rompiendo la regla de preferir la redacción posterior que he seguido a lo largo de la edición), o bien podrían ofrecerse las dos sucesivamente. 3  Así, Newton puede descartar pasajes en los que se expresa con excesiva dureza o apasionamiento: cf. 12, 5 (aparato, supresión de hypocritis purganda); 123, 8 (aparato); app. I, 36; app. V, 60-61, etc. 4  Cf. Rabbie 1996; IJsewijn – Sacré 1998, 460-478. Tales convenciones pueden resultar aberrantes para los historiadores de la ciencia que se ocupan por lo general de los textos newtonianos: cf. Hunter 1995 para los ideales de edición en esta disciplina (prácticamente, una edición diplomática), en profunda disonancia con los aplicados por la tradición filológica. Incluso Westfall (1980, 334, nota 35) deplora que un editor «se tome la libertad de imponer su propia división en párrafos» en un texto newtoniano. Sin embargo, como escribe Rabbie (1996, 26), un texto latino debe editarse de forma legible y comprensible: puede comprobarse que la mayor parte de las transcripciones existentes hasta la fecha de textos latinos newtonianos no son ni lo uno ni lo otro.

5. Criterios de la ediciÓn crítica y de la traducciÓn

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rencia por folios que es habitual hasta la fecha para los textos de Newton no parece lo más práctico ni lo más preciso, habida cuenta además de los frecuentes problemas de composición que presentan los manuscritos. Newton articula su discurso mediante puntos y aparte, siempre acompañados de sangrado de la línea siguiente: con cada sangrado he establecido el comienzo de un nuevo capítulo.5 Cada capítulo está dividido a su vez en secciones que tienden a corresponderse con oraciones independientes. Asimismo, he dividido en párrafos los capítulos más largos, en atención al sentido. Los números de páginas del manuscrito están indicados entre corchetes en el margen izquierdo del texto latino, y en la línea se precisa mediante una barra inclinada (/) el lugar exacto en el que se produce el cambio de página (salvo cuando dicho cambio coincide con comienzo de párrafo). Los mayores problemas de composición pueden verse así reflejados en la sucesión irregular de las indicaciones de las páginas; en los casos más complicados remito en el aparato crítico al apartado de este estudio donde se describen. Al respecto de dichas reelaboraciones compositivas, debe tenerse en cuenta que a menudo concluyen con la reformulación de las palabras finales de las partes reelaboradas: por ejemplo, un texto que termina con hac tempestate, nempe anno se reelabora en otro que termina hac tempestate, scilicet anno (110, 1); uno que termina con imperator sequentem epistolam ad synodum dirigit se reelabora en otro que termina imperator rescribit ad hunc modum (120, 3). En estos frecuentes casos he optado, como parecía lógico, por presentar en el texto la formulación reelaborada y consignar la formulación anterior como lectura ante correctionem en el aparato crítico. Presento las notas marginales de Newton como notas a pie de página (antes del aparato de fuentes y del aparato crítico, separadas de éstos por una línea), salvo cuando son breves referencias bibliográficas (del tipo Philostorg. l. 2, c. 11): en este último caso me ha parecido más oportuno insertarlas entre paréntesis en el cuerpo de 5  A excepción de los sangrados que Newton establece en los encabezamientos de cartas citadas, o en las citas de textos en verso: considero que en estos casos el punto y aparte no articula el discurso, sino que meramente señala el tipo especial de texto citado.

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texto al final de la cita o la referencia correspondiente, como de hecho se encuentran en otras ocasiones. Newton remite a las notas mediante llamadas que puede ser o bien letras (en secuencia alfabética) o bien otros signos (*, †, ‡, etc.). En mi edición las indico mediante letras en orden alfabético. He hecho caso omiso de las llamadas tachadas o suspendidas.6 Cuando Newton deja un espacio en blanco con objeto de añadir después una referencia o un texto algo mayor, lo he indicado mediante el signo {...}; cuando el discurso se interrumpe debido a una incidencia material, lo he indicado con el signo . He incluido entre corchetes triangulares (< >) las porciones de texto que pueden restituirse con buen grado de seguridad. Los corchetes normales ([ ]) son del autor. Por lo demás, reproduzco entre comillas triangulares (« ») las secciones de texto que Newton subraya para indicar cita literal (con independencia de que dicha cita sea o no efectivamente literal). Cuando se utiliza el subrayado para enfatizar palabras concretas, reproduzco éstas en letra cursiva. He regularizado el uso de mayúsculas y minúsculas, así como la puntuación, y he suprimido los acentos.7 En cuanto a la ortografía, me he ceñido a la adaptación que parece la más usual en la edición de textos neolatinos, es decir: he normalizado la terminación -ij en -ii, he mantenido la diferencia entre v y u, así como entre j y i, que 6  Se encuentra una llamada tachada en 45, 24; se encuentran llamadas suspendidas en 26, 2; 108, 3; 116, 3; 126, 21. Hay algún caso de falsa llamada: en 4, 5, en medio de una cita de Baronio, se encuentra un asterisco ante resipiscens, que no remite a nada en el texto de Newton, sino que es mera copia del asterisco que se encuentra en ese mismo lugar en Baronio, donde sí funciona como llamada al margen. 7  Cf. Rabbie 1996, 30-36; IJsewijn – Sacré 1998, 472-474. Incluso Koyré y Cohen, en su edición de referencia de los Principia, admiten que mayúsculas y minúsculas, puntuación y acentos son arbitrarios e irrelevantes (cf. Koyré – Cohen 1972, I, xxviixxxi). En pocas ocasiones Newton corrige mayúsculas y minúsculas; no he incluido estas correcciones en el aparato crítico: concilium corregido en Concilium (126, 10; 126, 21; 131, 1), actis corregido en Actis (132, 5). En cuanto a los acentos, Newton usa el circunflejo para marcar terminaciones de ablativo (quâ), de perfecto (scripsêre) o el adverbio qui (quî, en 89, 10), y el acento grave para distinguir adverbios (quàm, verò, celerrimè); otros acentos y usos son extraños: adeóque y no adeòque (14, 1); Hieronýmus (14, 3); cúmque y no cùmque (42, 8; app. VIII, 2); arúspices (app. V, 55); eúm (app. XI, 4); váriis (94, 5); quòd (116, 1); accurritè (153, 18). Asimismo, Newton hace uso del diacrítico ¨ en homousianus (homoüsianus), sólo en las primeras quince ocurrencias de la palabra.

5. Criterios de la ediciÓn crítica y de la traducciÓn

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mantiene en minúscula el propio Newton, y he extendido esta diferenciación a la mayúscula (donde vacila entre I y J); asimismo he normalizado en f simple la doble ff común en los textos manuscritos de la época para significar F. Por lo demás, he respetado las formas que divergen de las clásicas en ciertos tratamientos consonánticos o de los grupos ae y oe, formas que en el texto que nos ocupa suelen presentarse en alternancia con las clásicas, y que en todo caso son normales en los textos neolatinos: Aegypto / Egipto; appellantes / apellantes; aseclis (por asseclis); auctor / author / autor; carissimus / charissimus; caeterum (sistemático por ceterum); condicione / conditione; concilium / consilium;8 Diocletianus / Dioclesianus; discidia / dissidia; immanibus / imanibus; innititur / inititur; iterum / itaerum (ocasional); litterae / literae (casi sistemático); sanctae / santae (ocasional); suspicio / suspitio, Ursacium / Ursasium, etc.. En cambio, he corregido (dejando constancia de ello en el aparato crítico), faltas de ortografía de otros tipos, todas ellas puntuales (quizás relacionadas en parte con hechos de pronunciación): accipete por accipite (app. IX, 9), agnosere por agnoscere (100, 3), dicedere por discedere (139, 15), antistetis por antistitis (21, 2), clerecorum por clericorum (144, 1), livitati por levitati (62, 4); mettens por mittens (144, 31); perigrinis por peregrinis (app. XII, 9), veresimile por verisimile (85, 6): en todos los casos la forma correcta está suficientemente atestiguada en el texto. Un caso especial lo constituye la ortografía de los nombres propios. He respetado las oscilaciones del tipo Theodoretus / Theodoritus / Theoderitus, que se corresponden con oscilaciones comunes en los textos de la época; en cambio, he corregido otras formas incorrectas y puntuales (dejando constancia en el aparato crítico) cuando en el mismo texto Newton ha usado predominantemente la forma correcta: así, he corregido Caesaria (40, 5; 64, 1) en Caesarea, Chalcenonensis (83, 2) en Chalcedonensis, Marmorica (60, 10) en Marmarica,9 Seleciae (93, 5) en Seleuciae,10 Sozomines (93, 12) en Sozomenes.11

8  Pocas veces (16, 3; 48, 1) y sin lugar a ambigüedad; en alguna ocasión corregido en concilium (169, 1). 9  En este caso Marmarica se lee una sola vez (52, 1), y Marmorica aparece una vez más, pero en texto tachado (app. V, 23, aparato). 10  También aparece Seleusiae (155, 15), forma que consecuentemente he respetado. 11  La forma correcta es Sozomenus, pero Sozomenes es frecuente en la época y es la forma usada exclusivamente por Newton

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Otro caso particular lo constituyen las palabras en griego, en las que son frecuentes los errores de acentos, espíritus y de otros tipos (son recurrentes, por ejemplo, λογὸς por λόγος y ὐσία por οὐσία); he optado por escribir siempre la forma correcta y dejar constancia de la corrección en el aparato crítico. Por lo demás, he corregido otro tipo de errores evidentes que no parece que deban atribuirse más que a la rapidez de la redacción, indicándolo en el aparato crítico.12 En cambio, he respetado otro tipo de lapsus (mención del papa Dámaso en lugar del papa Julio, en 16, 5, a; año 425 en lugar de 325, en 100, 6; Eusebia en vez de Constancia, en 115, 5), señalándolos en el aparato y aclarándolos en nota a la traducción. Es destacable la ocurrencia de un aparente hapax legomenon: tabernium (27, 11), que he traducido por «oficina»: posiblemente un cruce entre tabernaculum y tabularium, o quizás una mera confusión con contubernium. He respetado la escritura de expresiones como quamobrem e indies en lugar de quam ob rem e in dies, así como el uso de números arábigos. En cuanto a las abreviaturas, he resuelto sin más las del tipo cû por cum, tm̀ por tamen, gcâ por gratia, muy esporádicas, así como algunas otras cuya resolución no resulta demasiado evidente (como por ejemplo navicular. por naviculariis); en cambio, he mantenido las frecuentes abreviaturas con punto del tipo imp. por imperator, caes. 12  Errores de caso: discordiam por discordiarum en 28, 9; venia por veniam en 32, 15; hac por hanc en 33, 2; qua por quae en 38, 15; sententiae por sententia en 45, 33; iidem por iisdem en 166, 5; Ancyra por Ancyrae en 74, 2; errores de número: erat por erant en 38, 41; venerant por venerat en 166, 2; errores de género: Baronia por Baronius en 45, 8; Licinia por Licinius en app. X, 3; errores en verbos: interpellebatur por interpellabatur en 51, 2; juberet por jubere en 105, 10; redeuntum por redeuntem en 108, 1; inciderer por incidere en 36, 1; meras erratas: cocilium por concilium en 44, 3; inalterablilem por inalterabilem en 36, 6; opud por opus en 67, 30; it por ait en 69, 5; dissimitudine por dissimilitudine en 71, 8; odo por modo en 72, 5; brevitur por breviter en 75, 1; paritur por pariter en 162, 10; concussissis por concussis en 79, 15; quasdem por quasdam en 81, 2; hmoesium por homoeusium en 82, 2; consubstantile por consubstantiale en 82, 3; opoteat por oporteat en app. VIII, 6; decretata por decreta en app. IX, 18; Macedonionorum por Macedonianorum en 41, 3; nise por nisi en 85, 14; prericlitantibus por periclitantibus en 120, 2; rusus por rursus en 144, 9; praetera por praeterea en 168, 3; Constantinos por Constantinus en 152, 7; Athathanasius por Athanasius en 131, 1; homousiorum por homousianorum en 14, 3 y 16, 7; Athanasiorum por Athanasianorum en 66, 2; scipsit por scripsit en 144, 29; scipsisse por scripsisse en 144, 31; sciptor por scriptor en 152, 12; notiam por notitiam en 158, 51; fictio por fictitio en 132, 3; numerum por munerum en 45, 60, etc.

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por Caesar, css. por consulibus, fund. por fundamentum, sp. por spiritum, S. S. por Spiritus Sanctus, AAA por Augusti, etc., fácilmente comprensibles por el contexto y por la traducción. 5.1.2. Aparato crítico Además de las correcciones editoriales mencionadas en el apartado anterior, el aparato crítico recoge ante todo las correcciones introducidas por Newton durante la composición de su texto, fundamentalmente adiciones y supresiones. Por motivos de claridad expositiva, he optado como norma general por registrar las lecturas ante correctionem (a. c.) sin mencionar, por considerarlo poco relevante, si el texto post correctionem se escribe sobre línea, en el margen, en ambos lugares, en horizontal o en vertical, etc. Del mismo modo, he indicado los añadidos posteriores (add.) sin precisar dónde ni cómo se añaden, siempre y cuando se produzcan dentro del mismo folio; el tipo más común es la adición sobre línea con indicación del lugar de inserción mediante signo (^). Un caso particular y esporádico se da cuando se produce una adición que parece claramente la corrección de un texto que sin embargo no se tacha, como por ejemplo cuando se escribe conglutinantur sobre adstringuntur (99, 3). En estas escasas ocasiones he preferido la lectura añadida después y he registrado la otra como ante correctionem omissa deletione (a. c. om. del.), salvo si cabe una duda razonable, como cuando se escribe perversis sobre fictis (39, 1): en este caso podría considerarse perversis como un añadido normal (fictis, perversis istis accusationibus).13 He consignado en el aparato crítico las lecturas ante correctionem incluso cuando éstas son notablemente extensas; en cambio, cuando son demasiado extensas y complicadas (siempre en relación con los problemas de composición descritos) no las he consignado en el 13  La frase completa es: Caeterum per has et similes diversorum frequentes literas non potuit Alexander retrahi a fictis, perversis istis accusationibus, sed iracundior factus novas etiam prioribus superaddit. En todo caso, tal yuxtaposición de adjetivos resulta más bien extraña al usus scribendi newtoniano.

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aparato sino en apéndices (a su vez con sus propios aparatos), a los que hago referencia en los lugares correspondientes del aparato crítico. Dado que estos apéndices aparecen editados aparte por puro condicionamiemto físico, no van acompañados ni de aparato de fuentes ni de traducción. Con cierta frecuencia aparece más de una lectura ante correctionem. Las indico separadas mediante dos puntos y registro en primer lugar la más cercana a la lectura final. Por ejemplo (130, 7): produxit] subjecit a. c. : subduxit a. c. En este caso, aparece tachado subduxit, encima está escrito subjecit, también tachado, y debajo se ha escrito sin tachar produxit. En otros casos, cuando la corrección es lineal, la secuencia puede establecerse por la distancia de los textos tachados con respecto al no tachado. A menudo puede comprobarse que se tacha una palabra y se corrige por otra, para volver de nuevo a escribir la inicial. Por ejemplo (109, 6): figmentum] somnium a. c. : figmentum a. c. Cuando una incidencia de adición (add.) va acompañada por una incidencia de corrección (a. c.), significa que dicha corrección se produce dentro del añadido. Por ejemplo (75, 6): a Deo] add. : a Deo tandem a. c. Significa que se ha añadido a Deo tandem y luego se ha suprimido tandem. Por otra parte, es muy frecuente que se produzcan nuevas incidencias dentro de otras incidencias ya existentes. Indico entre paréntesis la palabra o palabras afectadas por la incidencia. Por ejemplo (113, 2; 116, 19): figmenta] (sic add.) figmenta a. c. perversitatem] perversitatem, (ne dicam add.) malitiam a. c. Ha de entenderse que los paréntesis que se encuentran en el aparato sin especificación de ninguna incidencia son del propio Newton. El uso de ut uidetur (ut uid.) señala la inseguridad de determinada lectura, nunca de la incidencia; así, por ejemplo (117, 27): fucum] fuc a. c. ut uid.

5. Criterios de la ediciÓn crítica y de la traducciÓn

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Significa que con seguridad hay una lectura ante correctionem, pero no es seguro que sea fuc. En una formulación como la siguiente (90, 6), ut uid. sólo afecta a la palabra que la precede (discretis): expresse] verbis discretis (ut vid.) a. c. A menudo, como es de esperar, las incidencias afectan no a una sino a varias, incluso a muchas palabras. Cuando todo el conjunto se ve afectado por la incidencia, escribo las primeras palabras y las últimas separadas con un guión corto (–). Por ejemplo (75, 5): ejus substantiam – de toto ingenito] add. En cambio, si la incidencia afecta a varias palabras de un conjunto pero no a todas, escribo las palabras afectadas separadas por puntos suspensivos (...). Por ejemplo (118, 2): qui utique Arium... revocaverant] quorum utique opera Arius... revocatus erat et se purgaverat a. c. En este caso las palabras intermedias no se ven afectadas por la corrección. Por último, aunque he podido leer o conjeturar la mayor parte de las palabras suprimidas, en algunos casos la restitución no es posible a simple vista. He señalado mediante grupos de cuatro asteriscos (****) los espacios tachados ilegibles de aproximadamente una palabra, y mediante un solo asterisco (*) los espacios tachados ilegibles de aproximadamente una letra. Inmediatamente antes de la edición se ofrece una lista con todas las abreviaturas y convenciones utilizadas en el texto y en el aparato crítico.

5.1.3. Aparato de fuentes En el aparato de fuentes remito a los lugares exactos de los autores a los que Newton cita o alude, de acuerdo con la numeración de las ediciones actualmente en uso. Cuando la cita se presenta como literal (en muy pocas ocasiones lo es del todo), indico la referencia sin más; cuando la cita se aparta sustancialmente del original, o cuando es sólo una alusión, la referencia va precedida de cf. (confer). Cuando el texto citado se prolonga durante varias páginas

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en la edición, la referencia se repite en el aparato de fuentes en cada una de las páginas. Las abreviaturas utilizadas para autores y obras, cuya lista ofrezco inmediatamente antes de la edición, son las del Thesaurus linguae latinae (TLL) en el caso de los autores latinos y las del Diccionario Griego-Español (DGE) para los autores griegos;14 he utilizado convenciones propias para el árabe Eutiquio, los autores bizantinos (Nicetas, Nicéforo y Cedreno) y los autores neolatinos (Baronio, Valesio y Godofredo). En el listado de abreviaturas incluyo también las ediciones de referencia en las que me he basado para cada obra. Las traducciones latinas de Valesio usadas por Newton para Eusebio, Sócrates, Sozómeno y Filostorgio están reimpresas en la Patrologia Graeca (PG) de Migne, por ello doy también en el listado la referencia a los volúmenes correspondientes. También están impresas en la PG las Observationes ecclesiasticae in Socratem et Sozomenum y las Adnotationes a Eusebio de Valesio; en consecuencia cito estas dos obras por columnas y letras de Migne. En cambio, para las obras de Godofredo no existe otra alternativa que citar por números de página de las ediciones originales. En el caso de Baronio, la cita es mediante volumen, año y capítulo de la edición de Maguncia, 1601, cuya numeración coincide con la edición posterior de Colonia que usa Newton. 5.2. TraducciÓn Edwin Rabbie sentencia: «The first translation of a Neo-Latin text will always contain mistakes».15 Como es natural, he procurado que esos errores sean mínimos en mi traducción, la primera que se hace de este texto nuevo. Ante todo, la traducción se plantea como un complemento para la comprensión del texto latino. En líneas generales he intentado mantener el compromiso entre «literalidad» y 14  Con la excepción de algunas obras de Atanasio: Carta segunda a Serapión, Carta a los obispos de Egipto y de Libia, Carta a los obispos africanos y Carta a Epicteto, obispo de Corinto. A las dos primeras me refiero con las abreviaturas de sus más recientes editores (Metzler 1996 y Savvidis 2010); a las dos últimas me refiero con la abreviatura de G. W. H. Lampe, A Patristic Greek Lexicon (Oxford, 1961). 15  Rabbie 1996, 26.

5. Criterios de la ediciÓn crítica y de la traducciÓn

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«literariedad» que es habitual en la traducción de textos latinos a nuestra lengua. Como excepción me he permitido traducir homousianus por «homousiano» (y no «consustancialista» o algo similar), por su carácter casi de tecnicismo en la literatura antitrinitaria. Una buena proporción del texto consiste en paráfrasis de las mencionadas traducciones latinas en las que Newton leía a los autores griegos. Salvo para la Vida de Constantino de Eusebio,16 no se encuentran traducciones modernas al castellano de las principales obras griegas usadas por Newton (la Apología segunda de Atanasio y las historias eclesiásticas de Sócrates, Teodoreto, Sozómeno y Filostorgio). Aunque no he traducido el griego sino la paráfrasis newtoniana de la traducción latina, he cotejado el texto griego y he recurrido auxiliarmente a las traducciones a otras lenguas modernas que menciono en el listado de abreviaturas de autores y obras. Cabe señalar algunas cuestiones particulares con respecto a los pasajes en griego y a los nombres propios. En relación a estos últimos, he escrito siempre la traducción que es común en castellano, con independencia de las oscilaciones o los usos de Newton (siempre «Teodoreto» para Theodoritus, Theodoretus o Theoderitus; siempre «Sozómeno» para Sozomenes, etc.). En cuanto a los pasajes en griego, son de dos tipos: palabras griegas incluidas por Newton en su propio discurso, o bien citas literales en griego. En el primer caso (muy esporádico), he traducido la palabra griega entre comillas (αὐτοπτῶν testimonium: «testimonio “presencial”»); en el segundo caso, he traducido literalmente en nota el pasaje citado sólo cuando Newton no da también su propia traducción latina; si ésta se encuentra, traduzco sólo el latín, y en el caso de que haya alguna divergencia considerable con respecto al griego, lo indico en una nota.17 Por último, en lo referente a las notas que acompañan a la traducción, me he limitado a cuestiones internas: identificación de personajes, lugares y fechas, aclaraciones de sentido, mención de pro Traducida para la Biblioteca Clásica Gredos por Martín Gurruchaga (1994).  Caso de 129, 6.

16 17

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blemas textuales, identificación de citas bíblicas18 y traducción de citas griegas. Excede con mucho los límites de esta edición llevar a cabo el comentario histórico que el texto requiere, en relación a sus implicaciones para el estudio del pensamiento de Isaac Newton, de la heterodoxia cristiana del siglo xvii y de la historiografía de la Iglesia antigua.

18  Todas las citas bíblicas salvo una (en 10, 4) se encuentran a su vez en textos citados; ello me ha disuadido de incluirlas en un aparato de citas bíblicas.

6. Abreviaturas y siglas usadas en la ediciÓn

6.1. Siglas de manuscritos Yah. 1.5 Ms. Yahuda 1.5 Yah. 12  Ms. Yahuda 12 Yah. 19  Ms. Yahuda 19 6.2. Abreviaturas a. c.

ante correctionem

add.

addidit

cf.

confer

coll.

collato

del.

deleuit

in mg.

in margine

intr.

introductio(nem) (= estudio introductorio)

iter.

iterauit

leg.

legitur

ut uid.

ut uidetur 6.3. Signos

/

En el cuerpo de texto: cambio de página. En el aparato: punto y aparte.

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Texto restituido, ilegible en el original por deterioro físico.

Pérdida de texto.

{...}

Espacio dejado en blanco.

*

Espacio ilegible de aproximadamente una letra.

****

Espacio ilegible de aproximadamente una palabra.

6.4. Autores y obras citados de forma abreviada CCSG Corpus Christianorum, Series Graeca, Turnhout: Brepols, 1977CCSL Corpus Christianorum, Series Latina, Turnhout: Brepols, 1953CSCO Corpus Scriporum Christianorum Orientalium, Leuven: Peeters, 1903CSEL Corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum, Wien: Österreichische Akademie der Wissenschaften, 1864FC

Fontes Christiani, Turnhout: Brepols, 1990-

GCS

Die griechischen christlichen Schriftsteller der ersten Jahrhunderte, Berlin: Akademie der Wissenschaften, 1891(Berlin – New York: Walter de Gruyter).

PG

Patrologiae cursus completus, series Graeca, Paris: J.-P. Migne, 1857-1866.

PL

Patrologiae cursus completus, series Latina, Paris: J.-P. Migne, 1844-1964.

SC

Sources Chrétiennes, Paris: Les Éditions du Cerf, 1942-

Ambr. Fid. = Ambrosius, De fide ad Gratianum Augustum. Faller, O., Sancti Ambrosii opera, pars octava: De fide (ad Gratianum Augustum), CSEL 78, 1962. Amm. = Ammianus Marcellinus, Res gestae. Seyfarth, W., Ammiani Marcellini rerum gestarum libri qui supersunt, Lipsiae: Teubner, 1978.

6. Abreviaturas y siglas usadas en la ediciÓn

139

Ath. Al. Apol. Sec. = Athanasius Alexandrinus, Apologia secunda contra Arianos. Opitz, H.-G., Athanasius Werke. Zweiter Band, erster Teil. Die Apologien: 1. De decretis Nicaenis. 2. De sententia Dionysii. 3. Apologia de fuga sua. 4. Apologia contra Arianos. 5. Epistula encyclica. 6. Epistula ad Serapionem de morte Arii. 7. Epistula ad monachos. 8. Historia Arianorum. 9. De synodis. 10. Apologia ad Constantium. Berlin – Leipzig: Walter de Gruyter, 19351941. —Ar.1 = Oratio prima contra Arianos. Metzler, K., Athanasius Werke. Erster Band, erster Teil. Die dogmatischen Schriften. 2. Lieferung: Orationes I et II contra Arianos, Berlin – New York: Walter de Gruyter, 1998. —Ar.2 = Oratio secunda contra Arianos. Metzler, K., Athanasius Werke. Erster Band, erster Teil. Die dogmatischen Schriften. 2. Lieferung: Orationes I et II contra Arianos, Berlin – New York: Walter de Gruyter, 1998. —Ar.3 = Oratio tertia contra Arianos. Metzler, K., Athanasius Werke. Erster Band, erster Teil. Die dogmatischen Schriften. 3. Lieferung: Oratio III contra Arianos, Berlin – New York: Walter de Gruyter, 2000. —Decr. = De decretis Nicaenae Synodi. Opitz, H.-G., Athanasius Werke. Zweiter Band, erster Teil. Die Apologien: 1. De decretis Nicaenis. 2. De sententia Dionysii. 3. Apologia de fuga sua. 4. Apologia contra Arianos. 5. Epistula encyclica. 6. Epistula ad Serapionem de morte Arii. 7. Epistula ad monachos. 8. Historia Arianorum. 9. De synodis. 10. Apologia ad Constantium. Berlin – Leipzig: Walter de Gruyter, 1935-1941. —Ep.Afr. = Epistula ad Afros. PG 26, 1029-1048. —Ep.Epict. = Epistula ad Epictetum, episcopum Corinthi. PG 26, 1049-1070. —Ep.Episc. = Epistula ad episcopos Aegypti et Libyae. Metzler, K., Athanasius Werke. Erster Band, erster Teil. Die dogmatischen Schriften. 1. Lieferung: Epistula ad episcopos

Historia Ecclesiastica

140

Aegypti et Libyae, Berlin – New York: Walter de Gruyter, 1996. —Ep.Mort.Ar. = Epistula ad Serapionem de morte Arii. Opitz, H.-G., Athanasius Werke. Zweiter Band, erster Teil. Die Apologien: 1. De decretis Nicaenis. 2. De sententia Dionysii. 3. Apologia de fuga sua. 4. Apologia contra Arianos. 5. Epistula encyclica. 6. Epistula ad Serapionem de morte Arii. 7. Epistula ad monachos. 8. Historia Arianorum. 9. De synodis. 10. Apologia ad Constantium. Berlin – Leipzig: Walter de Gruyter, 19351941. —Ep.Serap.IIa = Epistula II ad Serapionem. Savvidis, K., Athanasius Werke. Erster Band, erster Teil. Die dogmatischen Schriften. 4. Lieferung: Epistulae I-IV ad Serapionem, Berlin – New York: Walter de Gruyter, 2010. —Gent. = Contra gentes. Thomson, R. W, Athanasius: Contra gentes and De Incarnatione, Oxford: Clarendon Press, 1971. —H.Ar. = Historia Arianorum ad monachos. Opitz, H.-G., Athanasius Werke. Zweiter Band, erster Teil. Die Apologien: 1. De decretis Nicaenis. 2. De sententia Dionysii. 3. Apologia de fuga sua. 4. Apologia contra Arianos. 5. Epistula encyclica. 6. Epistula ad Serapionem de morte Arii. 7. Epistula ad monachos. 8. Historia Arianorum. 9. De synodis. 10. Apologia ad Constantium. Berlin – Leipzig: Walter de Gruyter, 1935-1941. —H.Ar.Ep. = Ad historiam Arianorum ad monachos epistula. Opitz, H.-G., Athanasius Werke. Zweiter Band, erster Teil. Die Apologien: 1. De decretis Nicaenis. 2. De sententia Dionysii. 3. Apologia de fuga sua. 4. Apologia contra Arianos. 5. Epistula encyclica. 6. Epistula ad Serapionem de morte Arii. 7. Epistula ad monachos. 8. Historia Arianorum. 9. De synodis. 10. Apologia ad Constantium. Berlin – Leipzig: Walter de Gruyter, 19351941. —Inc. = De Incarnatione. Kannengiesser, C., Athanase d’Alexandrie: Sur l’Incarnation du Verbe, SC 199 (1973).

6. Abreviaturas y siglas usadas en la ediciÓn

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—Syn. = Epistula de Synodis Arimini et Seleuciae. Opitz, H.-G., Athanasius Werke. Zweiter Band, erster Teil. Die Apologien: 1. De decretis Nicaenis. 2. De sententia Dionysii. 3. Apologia de fuga sua. 4. Apologia contra Arianos. 5. Epistula encyclica. 6. Epistula ad Serapionem de morte Arii. 7. Epistula ad monachos. 8. Historia Arianorum. 9. De synodis. 10. Apologia ad Constantium. Berlin – Leipzig: Walter de Gruyter, 1935-1941. —VAnton. = Vita Antonii. Bartelink, G. J. M., Athanase d’Alexandrie: Vie d’Antoine, SC 400 (1994). Ps. Ath. Al. Ar.4 = Pseudo Athanasius Alexandrinus, Oratio quarta contra Arianos. PG 26, 468-525. Baron. Ann. 3 = Caesar Baronius, Annales ecclesiastici, tomus tertius. Annales ecclesiastici auctore Caesare Baronio Sorano, ex Congregat. Oratorii S. R. E. Presbytero Card. Tit. SS. Nerei et Achillei et Sanctae Apostolicae Sedis Bibliothecario, tomus tertius. Permissu auctoris, editio postrema ab ipsomet aucta et recognita, Moguntiae, 1601. —Ann. 4 = Annales ecclesiastici, tomus quartus. Annales ecclesiastici auctore Caesare Baronio Sorano, ex Congregat. Oratorii S. R. E. Presbytero Card. Tit. SS. Nerei et Achillei et Sanctae Apostolicae Sedis Bibliothecario, tomus quartus. Permissu auctoris, editio postrema ab ipsomet aucta et recognita, Moguntiae, 1601. Basil. Ep. = Basilius Caesariensis, Epistulae. Courtonne, Y., Saint Basile: Lettres, Paris: Les Belles Lettres, 1957-1966. Cedr. Comp. = Georgius Cedrenus, Compendium historiarum. PG 121-122. Cod. Theod. = Codex Theodosianus. Mommsen, T. – Meyer, P., Theodosiani libri XVI cum constitutionibus Sirmondianis et leges novellae ad Theodosianum pertinentes, Berolini: apud Weidmannos, 1905.

Historia Ecclesiastica

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Mommsen, T. – Rougé, J. – Delmaire, R., Les lois religieuses des empereurs romains de Constantin à Théodose II (312-438). Volume I: Code Théodosien, livre XVI, SC 497 (2005). Epiph. Const. Haer. = Epiphanius Constantiensis, Panarion seu adversus LXXX haereses. Holl, K. – Dummer, J., Epiphanius III: Panarion haer. 65-80, De fide, GCS 37 (1985). Eus. Or.Const. = Eusebius Caesariensis, Constantini imperatoris oratio ad coetum sanctorum. Heikel, I. A., Eusebius Werke, Band I: Über das Leben Constantins. Constantins Rede an die heilige Versammlung. Tricennatsrede an Constantin, GCS 7 (1902). PG 20, 1234-1316 (trad. latina). —VC = De vita Constantini. Winkelmann, F., Eusebius Werke: Über das Leben des Kaisers Konstantins, GCS 7 (19752). Gurruchaga, M., Eusebio de Cesarea: Vida de Constantino, Madrid: Gredos, 1994. Schneider, H. – Bleckmann, B., Eusebius von Caesarea: De vita Constantini. Über das Leben Konstantin, FC 83 (2007). PG 20, 905-1230 (trad. latina). Eutych. Ann. = Eutychius Alexandrinus, Annales. Breydy, M., Das Annalenwerk des Eutychios von Alexandrien. Ausgewählte Geschichten und Legenden kompiliert von Said ibn Batriq um 935 A. D., CSCO 471-472 (1985). —Ann. (1642). Selden, J., Eutychii Aegyptii, patriarchae orthodoxorum Alexandrini, Ecclesiae suae origines, Londini, 1642. —Ann. (1658). Selden, J. – Pococke, E., Contextio gemmarum sive Eutychii patriarchae Alexandrini Annales, Oxoniae, 1655-1659. Evagr. Sch. HE = Evagrius Scholasticus, Historia ecclesiastica. PG 86, 2415-2906.

6. Abreviaturas y siglas usadas en la ediciÓn

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Gel. Cyz. HE = Gelasius Cyzicenus, Historia ecclesiastica. Hansen, G. C., Anonyme Kirchengeschichte (Gelasius Cyzicenus, CPG 6034), GCS (Neue Folge) 9 (2002). Hansen, G. C., Anonymus von Cyzicus: Historia Ecclesiastica. Kirchengeschichte, FC 49 (2008). Goth. Chron. = Jacobus Gothofredus, Chronicon. Codex Theodosianus cum perpetuis commentariis Iacobi Gothofredi... Praemittuntur chronologia accuratior cum chronico historico et prolegomena. Subjiciuntur notitia dignitatum, prosopographia, topographia, index rerum et glossarium nomicum. Opus posthumum diu in foro et schola desideratum, recognitum et ordinatum ad usum Codicis Iustinianei. Opera et studio Antonii Maruillii, primicerii in Uniuersitate Valentina, Lugduni, 1665. —Dissert. = Dissertationes in Philostorgium. Philostorgii Cappadocis, veteris sub Theodosio juniore scriptoris, Ecclesiasticae historiae a Constantino M. Ariique initiis ad sua usque tempora libri XII, a Photio patriarcha Constantinopolitano peculiari (extra Bibliothecam ejus hactenus editam) opere in Epitomem contracti, nunc primum editi a Jacobo Gothofredo, una cum versione, supplementis nonnullis indiceque accurato et prolixioribus dissertationibus, Genevae, 1642. Gr. Naz., Carm. 2, 1, 11 = Gregorius Nazianzenus, Carmen de vita sua. Jungck, C., Gregor von Nazianz: De vita sua, Heidelberg: Carl Winter, 1974. White, C. Gregory of Nazianzus: Autobiographical Poems, Cambridge: CUP, 1996. —Or. = Orationes. Mossay, J., Grégoire de Nazianze: Discours 20-23, SC 270 (1980). Mossay, J., Grégoire de Nazianze: Discours 24-26, SC 284 (1981). Bernardi, J. Grégoire de Nazianze: Discours 42-43, SC 384 (1992).

Historia Ecclesiastica

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Gr. Presb. v. Gr. Naz. = Gregorius Presbyter, Vita Gregorii Nazianzeni. Lequeux, X., Vita Sancti Gregorii theologi, CCSG 44 (2001). Hier. Chron. = Hieronymus, Chronicon. PL 27. —c. Joh. = Contra Johannem. Feiertag, J.-L., S. Hieronymi presbyteri opera III (opera polemica 2): Contra Johannem, CCSL 79 (1999). —c. Lucif. = Altercatio Luciferiani et orthodoxi. Canellis, A., Hieronymi presbyteri opera III (opera polemica 4): Altercatio Luciferiani et orthodoxi, CCSL 79B (2000). —c. Vigil. = Adversus Vigilantium. Feiertag, J.-L., S. Hieronymi presbyteri opera III (opera polemica 5): Adversus Vigilantium, CCSL 79C (2005). —epist. = Epistulae. Hilberg, I., Sancti Eusebii Hieronymi epistulae, pars I (epistulae I-LXX), CSEL 54 (1910). Hil. c. Aux. = Hilarius Pictaviensis, Contra Auxentium. PL 10, 609-618. —Coll. Antiar. = Collectanea antiariana Parisina. Feder, A., S Hilarii Pictaviensis opera, pars IV, CSEL 65 (1916). Jul. Ep. = Julianus imperator, Epistulae. Bidez, J., L’empereur Julien: Oeuvres complètes, Paris: Les Belles Lettres, 1924-1932. Lucif. Reg. apost. = Lucifer Caralitanus (vulgo Calaritanus), De regibus apostaticis. Diercks, G. F., Luciferi Calaritani opera quae supersunt, CCSL 8 (1978). Nic. Chon. Thes. = Nicetas Choniates, Thesaurus orthodoxae fidei. PG 139, 1087-1444 (trad. latina). Niceph. HE = Nicephorus Callistus, Historia ecclesiastica. PG 145-147.

6. Abreviaturas y siglas usadas en la ediciÓn

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Philost. HE = Philostorgius, Historia ecclestiastica. Bidez, J. – Winkelmann, F., Philostorgius Kirchengeschichte, mit dem Leben des Lucian von Antiochien und den Fragmenten eines arianischen Historiographen, GCS 21 (19773). Amidon, P. R. Philostorgius: Church History, Leiden: Brill, 2007. PG 65, 460-624 (trad. latina). Phot. Bibl. = Photius, Myriobiblion sive Bibliotheca. PG 103-104. Rufin. Hist. = Rufinus, Historia ecclesiastica. Schwartz, E. – Mommsen, T., Eusebius Werke: Zweiter Band, die Kirchengeschichte. Die lateinische Übersetzung des Rufinus. Zweiter Teil, GCS (1908). Amidon, P. R., The Church History of Rufinus of Aquileia. Books 10 and 11, New York – Oxford: OUP, 1997. Socr. Sch. HE = Socrates Scholasticus, Historia ecclesiastica. Hansen, G. C., Sokrates Kirchengeschichte, GCS (Neue Folge) 1 (1995). Périchon, P. – Maraval, P. (trads.), Socrate de Constantinople: Histoire Ecclésiastique, SC 477, 493, 505, 506 (2004-2007). PG 67, 33-841 (trad. latina). Soz. HE = Sozomenus Salaminius, Historia ecclesiastica. Bidez, J., Sozomenos Kirchengeschichte, GCS 50 (1960). Festugière, A.-J – Grillet, B. (trads.), Sozomène: Histoire Ecclésiastique, SC 306, 418, 495, 516 (1983-2008). PG 67, 844-1629 (trad. latina). Sulp. Sev. Chron. = Sulpicius Severus, Chronica. Senneville-Grave, G., Sulpice Sévère: Chroniques, SC 441 (1999) Thdt. HE = Theodoretus, Historia Ecclesiastica. Parmentier, L., Theodoret Kirchengeschichte, GCS (Neue Folge) 5 (19983).

Historia Ecclesiastica

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Canivet, P. (trad.), Théodoret de Cyr: Histoire Ecclésiastique, SC 501, 530 (2006-2009). Vales. Annot. in Eus. = Henricus Valesius, Annotationes in Eusebii Vitam Constantini. Eusebii Pamphili ecclesiasticae historiae libri decem, ejusdem de vita imp. Constantini libri IV, quibus subjicitur oratio Constantini ad sanctos, et panegyricus Eusebii. Henricus Valesius Graecum textum collatis IV MSS codicibus emendavit, latine vertit et adnotationibus illustravit, Parisiis, 1659. PG 20, 905-1230. —Annot. in Soz. = Annotationes in Sozomenum. Socratis Scholastici et Hermiae Sozomeni historia ecclesiastica. Henricus Valesius Graecum textum emendavit, annotationibus illustravit, Parisiis, 1668. PG 67, 843-1630. —Observat. = Observationum in historias Socratis et Sozomeni ecclesiasticas libri duo. Socratis Scholastici et Hermiae Sozomeni historia ecclesiastica. Henricus Valesius Graecum textum emendavit, annotationibus illustravit, Parisiis, 1668. PG 67, 1631-1668.

Historia Ecclesiastica (De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis)

Historia Eclesiástica (Sobre el origen cismático de la Iglesia papista bicorne)

148 [f. 78r]

Historia Ecclesiastica

1. (1) Julianus imperium adeptus omnibus a Constantio in exilium missis non reditum ad suas Ecclesias, sed in patriam cuique suam concessit (Julian. Ep. {...}). (2) Dein anno ejus secundo (A. C. 362), perlato nuncio indicante Artemium, ducem Aegypti, a Juliano capite multatum, plebs omnis Georgium, Alexandriae episcopum, petit et crudeliter occidit, gentiles quod religionem gentilem regnante Constantio acrius insectasset (Ammian. l. 22), et homousiani (Greg. Naz. Orat. 21; Socr. l. 3, c. 3; Eutychii Annal.) ob causam quam nemo non conjecerit. (3) Tunc Athanasius mox in Alexandriam redit (Greg. Naz. Orat. 21, aliique) et ab exilio relaxatos numero paucos in conciliabulum quoddam convocans (Rufin. l. 1, c. 28) consulunt de fide et de modo restituendi partes lapsas. (4) «Et constitutum est ut, exceptis authoribus haereseos, quos error excusare non poterat [verba sunt Hieronymi], paenitentes Ecclesiae sociarentur, non quod episcopi possent esse qui haeretici fuerant, sed quod constaret eos qui reciperentur haereticos non fuisse. (5) Assensus est huic sententiae Occidens, et per tam necessarium consilium Satanae faucibus ereptus est mundus» (Hieronymus, Adv. Lucif.). (6) Hoc est, ex mente Hieronymi: statuerunt ut omnes qui cum jurejurando subscripserant contra usum vocis ὁμοουσίου et isto pacto in communionem cum Ecclesia universa redierant, si denuo ad veteres partes reverterentur, eorum communio cum adversa parte non pro communione, et fides data non pro fide data et jusjurandum non pro jurejurando haberetur, nequis diceret eos haereticos quondam fuisse et ideo jam non amplius episcopos esse posse.

[f. 79r]

(7) Sic itaque homousiani primum coeperunt / absolvere homines a juramentis, vel potius (quod magis ostendit perfrictam frontem hujus conventiculi) naturam rerum praeteritarum mutare, idque solo Yah. 1.5 1. 1. Jul. Ep. 110 || 2. Amm. 22, 11, 3 | Gr. Naz. Or. 21, 26; Socr. Sch. HE 3, 3, 1-3; Eutych. Annales (1658), 480 || 3. Gr. Naz. Or. 21, 27 | Rufin. Hist. 1, 27-28 || 4-5. Hier. c. Lucif. 21. 762-769 1. 2. Socr. l. 3 c. 3] add. || 3. mox in] emersus e latebris a. c. | ab exilio relaxatos] suos a. c. || 5. Satanae] e Satanae a. c. ut uid. || 6. ex mente Hieronymi] add. || 7. ostendit] arguit a. c. | solo] * a. c.

Historia Eclesiástica

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1. (1) Juliano, tras alcanzar el poder, concedió a todos los que habían sido exiliados por Constancio el regreso no a sus Iglesias, sino de cada uno a su patria (Juliano, Carta {...}). (2) Luego, en su segundo año (A. C. 362), al llegar la noticia de que Artemio, el general de Egipto, había sido condenado a muerte por Juliano,1 toda la plebe persigue a Jorge, el obispo de Alejandría, y lo mata cruelmente, los gentiles porque bajo el reinado de Constancio había perseguido con excesiva dureza la religión gentil (Amiano, l. 22), y los homousianos (Gregorio de Nacianzo, Discursos, 21; Sócrates l. 3, c. 3; Eutiquio, Anales) por la razón que cualquiera podría deducir. (3) Entonces Atanasio vuelve enseguida a Alejandría (Greg. Nac. Discursos, 21, y otros) y, convocando en cierto conciliábulo a algunos, pocos en número, a los que se les había levantado el exilio (Rufino l. 1, c. 28), deciden sobre la fe y sobre el modo de restituir a las partes caídas.2 (4) «Y se decidió que, salvo los autores de la herejía, a los que el error no podía excusar [son palabras de Jerónimo], se reunieran con la Iglesia haciendo penitencia, no porque pudieran ser obispos los que habían sido herejes, sino porque constaba que aquellos a quienes se recibía no habían sido herejes. (5) Asintió a este parecer Occidente, y por medio de tan necesaria decisión el mundo fue arrebatado de las fauces de Satanás» (Jerónimo, Contra los luciferianos). (6) Esto es, según la interpretación de Jerónimo, decidieron que, si de nuevo volvían a las antiguas partes todos aquellos que habían firmado con juramento en contra del uso de la voz ὁμοούσιος [«consustancial»] y de esa forma habían vuelto a la comunión de toda la Iglesia, no había que considerar su anterior comunión con la parte contraria como comunión, ni su palabra dada como palabra dada, ni su juramento como juramento, para que nadie dijera que ellos habían sido herejes en otro tiempo y ya no podían ser obispos. (7) Así que de esa forma empezaron los homousianos a absolver a las personas de sus juramentos, o más bien (y ello muestra en mayor grado la desfachatez de ese conventículo) a cambiar la naturaleza de los hechos pasados; y ello con el único pretexto de que 1  Juliano mandó a ejecutar al arriano Artemio por someter a pillaje templos paganos (cf. Juliano, Cartas, 60). 2  Caídas en la herejía, se entiende. Este Concilio de Alejandría se data en el 362.

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hoc praetextu: quod episcopi isti per dolosam persuasionem calidorum hominum decepti fuerint, non claro intellectu inducti ad subscribendum. (8) Quasi vero non sint peccata, in quae per fraudem et deceptionem diaboli incidimus, vel quasi Athanasius cum suis hos ipsos episcopos non pro lapsis et haeresi contaminatis ante hoc decretum habuerit et semper habiturus fuisset, si modo factionem suam absque horum absolutione restituere potuisset. (9) Videat jam lector quanto dolo et quam iniquis consiliis Ecclesia periit, et an hi deinceps episcopi fuerint, qui non nisi his conditionibus gradum suum servare possent.

[f. 80r]

2. (1) Caeterum, dum haec aguntur, Julianus, de reditu Athanasii in episcopatum admonitus, eum hoc edicto ante Kal. Decemb. anni 362 ejecit: (2) «Aequum erat eum qui regiis et imperatoriis edictis compluribus ejectus fuerat, unum saltem edictum regium expectare ac tum denique domum suam redire, non autem singulari audacia atque amentia fretum legibus tanquam omnino extinctis ac perditis illudere. (3) Etenim nunc quoque nos Galilaeis a Constantio ejectis non reditum ad suas Ecclesias sed in patriam cuique suam concessimus. (4) Audio Athanasium, hominem audacissimum, solita audacia elatum, episcopatus sedem iterum usurpare, id vero non mediocriter Alexandrino populo displicere. (5) Quare eum jubemus urbe excedere», etc. (6) Fugit itaque Athanasius, sed proxima aestate, statim post Juliani obitum, Ecclesiam iterum capessit / et non multo post, acceptis novi imperatoris literis eum in sede confirmantibus, majorem fiduciam adeptus omnique metu liberatus est (Socr. l. 3, c. 24). 3. (1) Quali jam imperio ecclesiastico coepit Athanasius regnare, conjici potest conferendo mores ejus a Constantino Magno, Ammiano aliisque notatos cum statu monarchico patriarchatus Alexandrini supra descripto. (2) Constantinus enim in epistola ad

Yah. 1. 5 2. 2-5. Jul. Ep. 110 || 6. Soc. Sch. HE 3, 24 || 3. 2. Soz. HE 2, 31, 3 1. 7. fuerint] fuerant a. c. || 8. sint] sit a. c. | peccata] peccatum a. c. ut uid. : haeresis * non a. c. || 9. fuerint] fuerit a. c. ut uid. || 3. 1. mores] statu ac mor** a. c. | ejus] add.

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esos obispos habían sido engañados por la dolosa persuasión de hombres astutos, inducidos a firmar sin un entendimiento claro. (8) Como si no fueran pecados aquellos en los que caemos por trampa y engaño del diablo, o como si Atanasio con los suyos, antes de este decreto, no hubiera considerado a estos mismos obispos como caídos y contaminados por la herejía, y como si no fuera a considerarlos siempre como tales si hubiera sido capaz de restituir su facción sin la absolución de éstos. (9) Que vea pues el lector con cuánto engaño y con qué inicuas decisiones pereció la Iglesia, y que vea si desde entonces fueron verdaderos obispos quienes no habrían podido conservar su grado sin esas condiciones. 2. (1) Pero mientras esto sucedía, Juliano, enterado del regreso de Atanasio al obispado, lo expulsó con este edicto antes de las calendas de diciembre del año 362: (2) «Era justo que quien había sido expulsado por un sinfín de edictos regios e imperiales esperase al menos un edicto regio y entonces finalmente regresara a su patria, sin confiar con singular demencia y audacia en que iba a poder burlar las leyes como si estuvieran del todo extintas y arruinadas. (3) Y en efecto también ahora hemos concedido a los galileos3 expulsados por Constancio no el regreso a sus Iglesias, sino de cada uno a su patria. (4) Pero oigo que Atanasio, un hombre de lo más osado, henchido con su insólita osadía usurpa de nuevo su sede, y que ello disgusta, y no en pequeña medida, al pueblo de Alejandría. (5) Por ello mandamos que se vaya de la ciudad», etc. (6) Así que Atanasio huye, pero al verano siguiente, inmediatamente después de la muerte de Juliano, se apodera de nuevo de la Iglesia y, tras recibir no mucho después una carta del nuevo emperador que lo confirma en su sede, alcanzando mayor confianza quedó libre de todo miedo (Sócrates, l. 3, c. 24).4 3. (1) Puede deducirse ya sobre qué clase de imperio eclesiástico comenzó a reinar Atanasio si se compara su carácter, señalado por Constantino el Grande, Amiano y otros, con el estado monárquico del patriarcado de Alejandría descrito más arriba.5 (2) En efecto, Constan-

 Así llama Juliano a los cristianos.  Juliano murió en el 363; el nuevo emperador fue Joviano. 5  Se describe en inglés en los folios 75-76 del mismo manuscrito Yahuda 1.5, para concluir (f. 76v): «Thus the Churches of Egypt grew betimes to an Ecclesiastical Monarchy». 3 4

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Alexandrinos Athanasium vocat seditiosum, contumeliosum, arrogantem, dissidii atque seditionis authorem (Sozom. l. 2, c. 29). (3) Constantius in hos ejus mores saepe et vehementer invehitur. (4) Idem fecit Julianus ut modo audivistis. (5) Apud Ammianum vero lib. 15 haec leguntur: «Athanasium episcopum eo tempore [sc. sub Constantio] apud Alexandriam ultra professionem altius se efferentem sciscitarique conatum externa, ut prodidere rumores assidui, synodus removit a sacramento quod obtinebat», etc. (6) His consentanea sunt quae etiam Theodoretus sic refert: «Eusebius, Theognis et Theodorus, frequenter in imperatoris [Constantii] conspectum venientes, reditum Athanasii ab exilio multorum malorum causam extitisse dixere, et non Aegyptum solum, verum etiam Palaestinam et alias finitimas gentes turbulentis eorum fluctibus graviter agitari» (Theod. l. 2, c. 2). (7) Si haec sub Constantio facta sunt, quid jam non fecerit tyrannus hicce ecclesiasticus sub imperatoribus Joviano, ipsi favente, et Valente, aliquamdiu religiones omnes tolerante?

[f. 81r]

(8) Saltem dominatus vim colligite ex Greg. Nazianzeno, ejus contemporaneo et fautore, qui de novissima hacce ejus in cathedram resti/tutione sic loquitur: «Athanasius post caedem Georgii rediens... prolapsam fidei doctrinam erigit, ac libere rursus Trinitas praedicatur... Leges etiam rursus orbi terrarum praescribit, atque omnium oculos ad se convertit» (Gr. Nazianz. Orat. 21). (9) Hoc denique ex eo colligite, quod ipse cum suis episcopos in exteris regionibus ordinaverit. (10) Nam in praedicto conciliabulo Alexandrino creatus est Meletius episcopus Antiochiae, metropoleos Orientis, sede ista non vacante, ita ut duo simul episcopi in una urbe, praeter tertium a Lucifero eodem tempore creatum, extarent (Socr. l. 3, c. 7; Rufin. l. 1, c. 30). (11) Et similia in aliis urbibus patrata ansam dedere nimiae, sed justae forsan, Valentis imp. severitati subsecutae. (12) Nam licet propriam religionem per violentiam

Yah. 1. 5 3. 5. Amm. 15, 7, 7 || 6. Thdt. HE 2, 3, 8 || 8. Gr. Naz. Or. 21, 31 || 10. Socr. Sch. HE 3, 9 | Rufin. Hist. 1, 30 3. 3. ejus... saepe et] add. || 4. audivistis] audivistis* a. c. || 6. sic] l. ** c. ** a. c. || 7. imperatoribus] imperatore a. c. | Joviano – tolerante] add. || 8. ejus] add. || 10. metropoleos Orientis] add. | extarent] extarent. E a. c.

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tino en su Carta a los alejandrinos llama a Atanasio sedicioso, injurioso, arrogante, responsable de disensión y sedición (Sozómeno, l. 2, c. 29). (3) Constancio ataca a menudo y con vehemencia este carácter suyo. (4) Lo mismo hizo Juliano, como acabáis de oír. (5) Y en Amiano, lib. 15, se lee lo siguiente: «Al obispo Atanasio, que en aquel tiempo [es decir, bajo Constancio] en Alejandría se extralimitaba demasiado en el ejercicio de sus funciones e intentaba intervenir en asuntos externos, según revelaban continuos rumores, un sínodo lo privó del ministerio que desempeñaba», etc. (6) Con estas palabras están de acuerdo las que Teodoreto refiere así: «Eusebio, Teognis y Teodoro, en frecuentes audiencias con el emperador [Constancio], dijeron que el regreso de Atanasio del exilio había sido la causa de muchos males, y que no sólo Egipto sino también Palestina y otras naciones próximas estaban gravemente sumidas en turbulenta agitación» (Teodoreto, l. 2, c. 2). (7) Si esto se hizo bajo Constancio, ¿qué no haría ya este tirano eclesiástico bajo los emperadores Joviano, que lo favorecía, y Valente, que durante algún tiempo toleró todas las religiones? (8) Que os baste para deducir la violencia de su tiranía el testimonio de Gregorio de Nacianzo, su contemporáneo y partidario, que habla así de su última restitución en el solio episcopal: «Atanasio, regresando tras el asesinato de Jorge... levantó la doctrina caída de la fe y la Trinidad se predica de nuevo libremente... También de nuevo prescribe leyes al orbe de las tierras y atrae a su persona los ojos de todos» (Gregorio de Nacianzo, Discursos, 21). (9) Y deducid finalmente ese hecho a partir de este dato: que él mismo con los suyos ordenó obispos en regiones externas. (10) Pues en el dicho conciliábulo de Alejandría, Melecio fue nombrado obispo de Antioquía, metrópolis oriental, aunque esa sede no estaba vacante, de manera que al mismo tiempo hubo en una sola ciudad dos obispos, además de un tercero que nombró Lucífero en la misma época (Sócrates, l. 3, c. 7; Rufino, l. 1, c. 30). (11) Y la realización de tales actos en otras ciudades dieron motivo a la excesiva, pero quizás justa, severidad del emperador Valente, que se manifestó a continuación. (12) Pues aunque sea impío propagar mediante violencia la religión pro-

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propagare aut alienam invadere et expugnare nefas sit, tamen propriae religionis leges, constitutiones et privilegia contra violenti et ineffrenati invasoris impetum defendere nemo persecutionem dixerit. (13) Zizanias seminatas non licet eradicare, ne forte triticum simul eradicemus, sed seminantem prohibere Servator non interdixit.

[f. 80v]

[f. 81r] [f. 82r]

4. (1) Dum praedicta geruntur in Aegypto, decreta praefati conciliabuli Alexandrini in Occidentem delata sunt, et Liberius ea omnia amplexus iterum ab Ecclesia deficit et pro authoritate qua pollebat magnam partem occidentalium episcoporum secum in schisma trahit, spreto et anathemate jam damnato Consilio Ariminensi, in quod omnes non ita pridem juraverant. /(2) Proculdubio graviter ferebat turgentem illam et ultra modum invalescentem authoritatem sedis ejus a Concilio Ariminensi nuper spretam et compressam fuisse, veteremque statum ambiebat. (3) Sed undecunque permotus haec molitus fuerit, certe Baronius eum recte statuit primum occidentalium defecisse et authoritate sua caeteris causam defectionis extitisse (Baron. a. 362, § 77, 79). (4) Extat enim / in fragmentis Hilarii, lib. 1, epistola Liberii ad episcopos Italiae qua decretum praefati conciliabuli de revocandis lapsis episcopis, quasi omnium Aegyptiorum et Achivorum senten/tiam promulgans, ejus virtute hoc novum schisma facere primus omnium aggreditur. (5) Epistola illa sic incipit (apud Baron. a. 362, 178 ex Hilar. frag. 1, 1): «Imperitiae culpam obliterat resipiscens», etc. (6) Deinde mentione facta eorum qui ab aliis persuasi et inducti fuerant ad assentiendum Consilio Ariminensi, sic pergit {...}: «Cum Aegyptii omnes et Achivi [intelligit conciliabulum istud] sententiam receperint, multis parcendum quidem his de quibus supra tractavimus, authores vero

Yah. 1. 5 4. 3. Baron. Ann. 4, 362, 177 || 5-9. Baron. Ann. 4, 362, 178-179; Hil. Coll. Antiar. B, 4, 1-2 3. 12. propagare] propa** a. c. || 4. 1. in occidentem] ad episc Liberium episcopum R a. c. | ea omnia] doctrinam a. c. | pro authoritate qua pollebat] add. || 3. certe] proculdubio a. c. | caeteris causam defectionis extitisse] caeteros in societatem traxisse a. c. : caeteros secum adripuisse (ut uid.) a. c. | 77] sic perperam pro 177 || 4. enim] sane a. c. | decretum] sententiam a. c. | de revocandis lapsis episcopis] add. | virtute] authoritate a. c. | primus omnium] add. || 5. incipit] se habet a. c. || 6. ab aliis persuasi] per ignorantiam ut loquitur a. c. | intelligit conciliabulum istud] add. | multis... quidem... de quibus supra tractavimus] add.

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pia o invadir la ajena y expugnarla, sin embargo nadie llamaría persecución a defender las leyes, constituciones y privilegios de la religión propia contra el ímpetu de un invasor violento y desenfrenado. (13) No es lícito arrancar de raíz la cizaña sembrada, no sea que arranquemos con ella el trigo; pero el Salvador no prohibió rechazar al sembrador.6 4. (1) Mientras lo dicho se lleva a cabo en Egipto, los decretos del mencionado conciliábulo de Alejandría llegaron a Occidente, y Liberio,7 abrazando todas sus decisiones, se separa de nuevo de la Iglesia y con su poderosa autoridad arrastra consigo al cisma a una gran parte de los obispos occidentales, después de despreciar y condenar con el anatema al Concilio de Rímini,8 en el cual no hacía tanto tiempo que todos se habían comprometido con juramento. (2) Sin duda llevaba mal que el Concilio de Rímini hubiera despreciado y reducido esa autoridad de la sede romana que estaba creciendo y fortaleciéndose fuera de medida, y buscaba recuperar el antiguo estado. (3) Pero fuese la que fuese la razón que lo movió a tramar esto, sin duda Baronio tuvo razón al afirmar que el papa de Roma fue el primero de los occidentales que se apartó y que por su autoridad se convirtió en causa de defección para los demás (Baron. Ann. 362, § 77, 79).9 (4) En efecto, se conserva en los fragmentos de Hilario, lib. 1, una carta de Liberio a los obispos de Italia en la que, presentando el decreto de dicho conciliábulo sobre la revocación de los obispos caídos como si fuera el parecer de todos los egipcios y aqueos, en virtud del mismo emprende el primero este nuevo cisma. (5) Esa carta empieza así (en Bario, a. 362, 178, a partir de Hilario, frag. 1,1): «El que se arrepiente borra la culpa de su inexperiencia», etc. (6) Luego, mencionando a aquellos que fueron persuadidos e inducidos por otros a dar su asentimiento al Concilio de Rímini, continúa así: «... dado que todos los egipcios y aqueos [se refiere a ese conciliábulo] han llegado a la decisión de que hay que perdonar a muchos de los que hemos tratado arriba, pero que hay que condenar a los responsables que dañaron la capacidad de juicio

 Alusión a Mat. 13, 29.  Obispo de Roma. 8  Este concilio se celebró en el año 359. 9  No es el capítulo 77 sino el 177. 6 7

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esse damnandos qui obliqua et maligna subtilitate et caligine offenderunt innocentium sensus, per quae velamen obducerent veritate, tenebras lucem et lucem tenebras venditantes. (7) Igitur siquis ignorationis captum resipiscens illud virus in se pestiferum Ariani dogmatis fuerat expertus, reparatus exhauriat, condemnet, vehementiusque in auctores ejus insaeviat quos in se violentos expertus est, totumque se fidei apostolicae et catholicae usque ad Nicaenae Synodi conventum de integro mancipet. (8) Per quam professionem, etiamsi quibusdam leve et remissum videatur, recuperet id quod per astutiam rectitatis amiserat. (9) Verum si aliquis tam stolidae mentis (quod haud credo) fuerit inventus qui non solum nolit converti», etc., «Ecclesiae catholicae spiritali vigore plectetur».

[f. 83r]

5. (1) Hujusmodi literarum adminiculo, et ope Hilarii et Eusebii Vercellensis (quorum posterior conciliabulo isto Alexandrino interfuerat, ambo vero jam regiones Occidentis peragrabant buccinam canentes ad defectionem), res tam mira celeritate successit, ut post unum et alterum annum, videlicet an. 365, Liberius sic scripserit ad homousianos quosdam in Oriente congregatos: (2) «Quanquam nequam et scelerati Ariani effecere ut omnes episcopi Occidentis Arimini in unum cogerentur, quo ibi vel persuasione, vel (ut verius dicam) imperatoris auctoritate, illud quod erat ad summam cautionem fidei formula positum, aut tollerent, aut perverse inficiarentur, nihil hac fraudulenta molitione omnino proficerunt. (3) Nam omnes illi fere episcopi qui Arimini conve/nerant quique vel fallacibus inescati illecebris, vel vi compulsi a fide tum quidem desciverant, nunc tamen ad sanam mentem reversi, fidei formulae ab episcopis Arimini convocatis editae anathema denunciarunt, et fidei catholicae et apostolicae Niceae confirmatae subscripserunt, et nobiscum jam communicant.

Yah. 1. 5 4. 5-9. Baron. Ann. 4, 362, 178-179; Hil. Coll. Antiar. B, 4, 1-2 || 5. 2-6. Socr. Sch. HE 4, 12, 31-33; Baron. Ann. 4, 365, 13 4. 6. tenebras – venditantes] add. || 7. ignorationis] ignoratione a. c. || 8. etiamsi – videatur] add. || 9. verum – plectetur] add. | tam] add. | fuerit inventus] reperiatur a. c. || 5. 2. scelerati] scele**rati a. c. in] in* a. c.

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de los inocentes con ambigua y maligna sutileza y oscuridad, con las que velaban la verdad, vendiendo las tiniebas como luz y la luz como tinieblas. (7) Así que si alguien que haya tomado consciencia de haber sido presa de la ignorancia, hubiera sufrido en sí mismo aquel pestífero virus del dogma arriano, que lo expulse, restablecido, y lo condene, y ataque con gran vehemencia a sus autores, cuya violencia ha sufrido él mismo, y que se entregue íntegramente a la fe apostólica y católica hasta la reunión del Concilio de Nicea.10 (8) Y que por la profesión de la misma, aunque ante algunos aparezca como ligereza y volubilidad, recupere la rectitud que había perdido por causa de astucias. (9) Pero si se encontrase a alguien tan estúpido de mente (cosa que no creo) que no sólo no quisiera convertirse», etc., «que se pliegue al vigor espiritual de la Iglesia católica». 5. (1) Con el apoyo de esta carta y la ayuda de Hilario y de Eusebio de Vercelli (el segundo de ellos había participado en ese conciliábulo de Alejandría, y los dos recorrían ya las regiones de Occidente tocando la trompeta de la defección), los acontecimientos se desarrollaron con tan asombrosa celeridad que en el transcurso de sólo dos años, es decir en el año 365, Liberio escribió así a ciertos homousianos congregados en Oriente: (2) «Aunque los malvados y criminales arrianos hicieron que todos los obispos de Occidente fueran forzados a reunirse en Rímini para que allí, por persuasión o, por mejor decir, por la autoridad del emperador, eliminaran o corrompieran perversamente aquello que se había puesto en la fórmula de fe como suma precaución,11 no obtuvieron ningún beneficio en absoluto de tan fraudulento ardid. (3) Pues casi todos aquellos obispos que se habían reunido en Rímini y que, o bien vencidos por falaces lisonjas, o bien obligados por la fuerza, se apartaron entonces de la fe, sin embargo ahora, volviendo a un sano parecer, han declarado el anatema para la fórmula de fe que promulgaron los obispos convocados en Rímini y han suscrito la fe católica y apostólica confirmada en Nicea, y ya están en comunión con nosotros.

 Es decir, que fue «católica» (universal) hasta el Concilio de Nicea.  Es decir, la palabra ὁμοούσιος, «consustancial».

10 11

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(4) Omnes illi, inquam, in praesentia maximo iracundiae aestu contra dogma Arii ejusque discipulos exardescunt. (5) Quam rem vestrae charitatis legati cum explorate cognitam planeque perspectam haberent, suae ipsorum subscriptioni vestra etiam nomina adjunxere. (6) Ario autem et decretis Arimini contra fidem Nicaeae stabilitam sancitis (quibus item vos per versutas blanditias in fraudem inducti cum jurejurando adhibito subscripsistis) anathema edixere». Apud Socr. l. 4, c. 11 et Baron. a. 365, 13.

[f. 84r]

6. (1) Sic maxima pars Occidentis quasi uno impetu in schisma ruit, et Liberio jam moriente, successor ejus Damasus ultra progreditur. (2) Nam convocatis consiliis principes alterius partis anathemate percussos ejici fecit. (3) In Galliis quidem resistentes Saturninus, episcopus Arelatensis, et Paternus a Petrogoricis sacerdotio pelluntur, caeteris venia data (Sulpit. l. 2). (4) Haec facta sunt per concilium in Galliis procurante Hilario collectum, deinde alii in aliis regionibus similiter pelluntur, de quibus Athanasius cum 90 episcopis in concilium (ni fallor Alexandriae) collectis sic scripsere ad Africanos: (5) «Sufficiunt scripta Damasi et episcoporum Romae collectorum, et aliorum conciliorum quae partim in Gallia, partim in Italia habita sunt», etc. «Interim [pergunt] non soli / sumus qui ita scribimus, sed omnes in Aegypto et Libya episcopi, nonaginta numero... (6) Scripsimus dilecto Damaso, episcopo magnae Romae, contra Auxentium... miramurque cur nondum depositus ejectusque sit ex Ecclesia. (7) Gratiam habemus et illius pietati et caeteris qui Romae convenerunt, quod Ursacio et Valente cum sociis suis ejectis concordiam catholicae Ecclesiae conservarint» (Athanas. ad Episc. Afr.). (8) Consilium hocce Romae collectum constitit etiam 90 episcopis (Theod. l. 2, c. 22), et inter initium Damasi et obitum Hilarii existens incidit in an. 368 circiter.

Yah. 1. 5 6. 3. Sulp. Sev. Chron. 2, 45, 3 || 5. Ath. Al. Ep.Afr. 1 || 6-7. Ath. Al. Ep.Afr. 10 || 8. Thdt. 2, 22, 1-2 5. 6. item] it*em a. c. || 6. 2. principes] Pr a. c. || 4. facta sunt] procuravit Hilarius a. c. | in Galliis] Galliis a. c. | procurante Hilario] celebratum a. c. | similiter] add. || 5. partim1] scripsi : patim leg. | Libya] Africa a. c. || 6. dilecto... episcopo magnae Romae] add. || 7. Ursacio] Ursatio a. c. | conservarint] conservar*nt a. c.

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(4) Todos aquellos, digo, se enardecen ahora con la mayor cólera contra el dogma de Arrio y sus discípulos. (5) Y una vez que los legados de vuestra caridad tuvieron este hecho bien estudiado y plenamente analizado, añadieron también vuestros nombres a su propia suscripción, y declararon el anatema para Arrio y los decretos de Rímini promulgados contra la fe afianzada en Nicea (decretos que del mismo modo vosotros, inducidos al engaño por astutos halagos, suscribisteis con juramento)». En Sócrates, l. 4, c. 11, y Baronio, año 365, 13. 6. (1) Así la mayor parte de Occidente se precipita hacia el cisma como con un único impulso, y al morir ya Liberio, su sucesor Dámaso va más allá. (2) Pues con la convocatoria de concilios hizo expulsar a los principales de la otra parte, castigándolos con el anatema. (3) Los que se resistían en la Galia, Saturnino, obispo de Arlés, y Paterno de Périgueux, son destituidos del sacerdocio, mientras que a los demás se les concede el perdón (Sulpicio, l. 2). (4) Esto fue llevado a cabo por un concilio que se celebró en la Galia, reunido por iniciativa de Hilario, y luego se expulsó a otros de similar manera en otras regiones; sobre éstos Atanasio, con noventa obispos reunidos en un concilio (en Alejandría, si no me equivoco), escribieron así a los africanos: (5) «Bastan los escritos de Dámaso y de los obispos reunidos en Roma, y de otros concilios que se han celebrado en parte en Galia y en parte en Italia», etc.; «entre tanto [siguen] no estamos solos quienes esto escribimos, sino que están con nosotros todos los obispos de Egipto y Libia, noventa en número... (6) Hemos escrito a nuestro querido Dámaso, obispo de la gran Roma, contra Auxencio... y nos admiramos de que todavía no haya sido depuesto y expulsado de la Iglesia. (7) Estamos agradecidos tanto a su piedad como a los demás que se han reunido en Roma, porque al expulsar a Ursacio y Valente con sus aliados han mantenido la concordia de la Iglesia católica» (Atanasio, A los obispos de África). (8) Este concilio reunido en Roma contó también con noventa obispos (Teodoreto, l. 2, c. 22), y dado que se celebró entre el comienzo del pontificado de Dámaso y la muerte de Hilario debe situarse en torno al año 368.

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(9) Eodem tempore collectum est concilium in Illyrico cui legati Damasi pro more cum instructionibus interfuerunt. (10) Et pro hoc saltem consilio confirmando obtinuerunt edictum imperatorium, quo simul corroboratum est consilium illud Romae convocatum et alterum non multo ante collectum in Gallia (Theod. l. 4, c. 7, 8, 9; Baron. a. 365, 17, 18, 21). (11) Et hujus edicti vi effectum esse credo ut Ursacius et Valens cum sociis ejicerentur. (12) Auxentius etiam simul cum caeteris damnatus fuit, ut testatur Athanasius. (13) «Diversis», inquit, «conciliis per Galliam et Hispanias et Romae celebratis, omnes qui eo conventu fuere Auxentium Mediolanensem, Ursatium et Caium Pannonem communi calculo anathemate percutiunt, eo quod isti sibi nomina vindicaverint consiliorum, cum nulla sit in catholica Ecclesia synodus existimanda praeter unicam Nicaeam» (Athanas. ad Epictetum episc. Corinth.).

[f. 85r]

7. (1) Caeterum dum homousiani Auxentium post haec anathemata conati sunt ejicere, Auxentius sic scribit ad imperatores Valentiniano et Valenti: «Ego / quidem, piissimi imperatores, existimo non oportere sex centorum episcoporum unitatem post tantos labores ex contentione paucorum hominum refricari, abjectis decretis ante annos decem, sicut et scripta manifestant. (2) Sed etsi aliqui e plebe qui nunquam communicaverant neque his qui ante me fuerunt episcopis, nunc amplius excitati ab Hilario et Eusebio, perturbantes quosdam, haereticum me vocaverunt... et non habent personam accusatorum aut judicant qui semel depositi sunt, dico autem Hilarium et qui ei consentiunt, tamen obediens serenitati vestrae processi manifestare falsa docentibus et blasphemantibus et vocantibus me Arianum, et quasi non confitentem Christum filium

Yah. 1. 5 6. 10. Thdt. HE 4, 8, 9; Baron. Ann. 4, 365, 21-24 || 13. Ath. Al. Ep.Epict. 1 || 7. 1-3. Hil. c. Aux. 13; Baron. Ann. 4, 369, 15-16 6. 9. tempore collectum] vel sequente anno subsecutum a. c. || 10. saltem] add. | obtinuerunt] Ed a. c. | quo simul] ***j*** a. c. | corroboratum est] corroboratum a. c. | non multo ante] post a. c. ut uid. || 12. Auxentius] Caete a. c. || 7. 1. ad] ad a. c. || 2. vocaverunt] vocarunt a. c. 2. quasi – Deum esse] add.

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(9) En esa misma época se reunió también un concilio en Iliria, al que, como era costumbre, los legados de Dámaso asistieron con instrucciones. (10) Y para la confirmación al menos de este concilio obtuvieron un edicto imperial, en el que se corroboró al mismo tiempo aquel concillio convocado en Roma y el otro convocado no mucho antes en la Galia (Teodoreto, l. 4, c. 7, 8, 9; Baronio, año 365, 17, 18, 21). (11) Y fue en virtud de este edicto por el que, según creo, se logró la expulsión de Ursacio y Valente con sus aliados. (12) Auxencio fue también condenado con los demás, como atestigua Atanasio. (13) «Tras celebrarse», dice, «diversos concilios en la Galia y las Hispanias y en Roma, todos los que estuvieron en esta reunión12 castigaron de común acuerdo con el anatema a Auxencio de Milán y a Ursacio y a Gayo, de Panonia, porque ésos se habían arrogado el nombre de concilios cuando no hay que estimar en la Iglesia católica ningún sínodo por encima del de Nicea» (Atanasio, A Epicteto, obispo de Corinto). 7. (1) Por lo demás, cuando los homousianos, después de estos anatemas, intentaron expulsar a Auxencio, éste escribió así a los emperadores Valentiniano y Valente: «Yo, piadosísimos emperadores, considero que no conviene romper la unidad de seiscientos obispos, después de tantos esfuerzos, debido al empeño de unos pocos, rechazando los decretos de hace diez años, como también los escritos ponen de manifiesto. (2) Pero aunque algunos de la plebe que nunca habían mantenido la comunión ni con los que me habían precedido como obispos, ahora, más agitados por Hilario y Eusebio, perturbando a algunos, me han llamado hereje... y no tienen categoría de acusadores o juzgan quienes una vez fueron depuestos (me refiero a Hilario y a quienes son de su parecer); sin embargo, obedeciendo a vuestra serenidad, he procedido a manifestarles a quienes enseñan cosas falsas y blasfeman y me llaman arriano, y como si yo no confesara que Cristo

 Es decir, en el Concilio de Iliria.

12

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Dei Deum esse, etc.a (3) Ut autem pietas vestra verius cognosceret ea quae gesta sunt in Consilio Ariminensi, transmisi, et peto ut ea libenter legi praecipiatis: sic enim cognoscet serenitas vestra quia jamdudum damnati, depositi, hoc est Hilarius et Eusebius, contendunt ubique schismata facere». Apud Hilar. Contra Auxentium et Baron. a. 369, 15. (4) Imperator itaque Valentinianus, intellectis demum iis quae apud Ariminum gesta sunt, communicat cum Auxentio et Hilarium ut calumniatorem jubet ex urbe Mediolanensi discedere (Hilar. ib.). (5) Hoc pacto Auxentius restitit homousianis et plures Italiae et Illyrici episcopos in fide conservavit. (6) Sed post ejus obitum, qui contigit A. C. 374, Mediolani Ambrosio episcopo constituto, omnis ad homousianam fidem Italia convertitur (Hieron. Chron. et Baron. a. 374, 1). (7) Et sic cecidit occidentalis Ecclesia.

[f. 1r]

8. (1) Interea Athanasius cum suis non minus grassatus est in Aegypto et Libya, adversae partis antistites non legitima imperatorum authoritate sed vi propria Ecclesiis pellens. (2) Attamen anno 370, ubi Valens imp. singulis cujusque gentis magistratibus dederat mandatum ut episcopi temporibus Constantii abdicati et regnante Juliano relaxati Ecclesiis expellerentur, Athanasius / ne caperetur fugit et quatuor menses delituit. (3) Sed oves interea, non ferentes absentiam pastoris, in seditionem assurgunt adeo gravem, ut imperator compulsus fuerit missis literis Athanasium revocare et concedere ut secure et absque metu Ecclesias obtineret. (4) Et hac rebellione factum est ut in Ecclesia Alexandrina et Aegypto ad usque obitum suum secure et licenter dominaretur, imperatore metuente ne orta iterum Alexandriae seditione plebs, quae suopte ingenio ferventior est, publicis rebus damnum afferret (Socr. l. 4, c. 13 et 20). (5) Obit autem 6 Non. Maii A. C. 372 (Baron. A. C. 372, 63).  Vide symbolum Auxentii ibidem.

a

8. 2. ... expellerentur, Athanasius] Yah. 1. 5 | ne caperetur fugit...] Yah. 19 7. 4. Hil. c. Aux. 9; cf. Baron. 4, 369, 18. || 6. Hier. Chron. 40 (PL 27, 507); Baron. Ann. 4, 374, 1 || 8. 2-3. Socr. Sch. HE 4, 13, 4-6 || 4. Socr. Sch. HE 4, 20, 1 || 5. Baron. Ann. 4, 372, 63 7. 4. intellectis] * a. c. | et Baron.] et Baron. a. c. || 8. 1. propria] pleb a. c. | Ecclesiis] sacerdotio a. c. || 2. singulis] in mandatis a. c. || 3. seditionem] seditiones a. c.

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es Dios hijo de Dios», etc.a (3) «Para que vuestra piedad sepa mejor lo que se llevó a cabo en el Concilio de Rímini, lo he transmitido, y pido que seáis los primeros en leer de grado estas palabras: así, en efecto, conocerá vuestra serenidad que quienes ya hace tiempo fueron condenados y depuestos, es decir, Hilario y Eusebio, se empeñan en todas partes en hacer cismas». En Hilario, Contra Auxencio, y Baronio a. 369, 15. (4) Así que el emperador Valentiniano, al enterarse por fin de lo que se hizo en Rímini, comulga con Auxencio y manda que Hilario, como calumniador, se marche de la ciudad de Milán (Hilario, ahí mismo). (5) De este modo Auxencio resistió a los homousianos y mantuvo en la fe a muchos obispos de Italia e Iliria. (6) Pero tras su muerte, que ocurrió en el año 374, con el nombramiento de Ambrosio como obispo de Milán toda Italia se convierte a la fe homousiana (Jerónimo, Cronicón, y Baronio, año 374, 1). (7) Y así cayó la Iglesia occidental. 8. (1) Entre tanto Atanasio no llegó menos lejos con los suyos en Egipto y Libia, expulsando de las Iglesias a los obispos de la parte contraria no con la legítima autoridad de los emperadores, sino por su propia fuerza. (2) Sin embargo, en el año 370, cuando el emperador Valente dio a los magistrados de cada nación la orden de que fueran expulsados de las Iglesias los obispos que habían sido depuestos en los tiempos de Constancio e indultados bajo el reinado de Juliano, Atanasio, para evitar que lo capturasen, escapó y permaneció cuatro meses escondido. (3) Pero entre tanto las ovejas, sin soportar la ausencia de su pastor, se alzan en una revuelta tan grave que el emperador se vio obligado a hacer volver a Atanasio mediante una carta y a permitirle que se pusiera al frente de las Iglesias de forma segura y sin miedo. (4) Y con esta rebelión se consiguió que ejerciera el dominio en la Iglesia de Alejandría y en Egipto de forma segura y con toda libertad hasta su muerte, puesto que el emperador temía que, si se iniciaba otra vez una revuelta en Alejandría, la plebe, que por su propia naturaleza es allí demasiado ardorosa, causara daños públicos (Sócr. l. 4, c. 13 y 20). (5) Murió el día sexto antes de las nonas de mayo del año 372 (Baron. A. C. 372, 63).

 Véase ahí mismo el credo de Auxencio.

a

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(6) Et Petrus quidam in successorem electus est. Sed imperator, audita Athanasii morte, exercitum mittit ad restituendum Lucium, qui ante successor Georgii creatus fuerat ({...}). (7) Unde multa confusio, militibus vix coercentibus pertinacem et rebellioni assuetum populum. (8) Nam simul atque Lucius Alexandriam venit et ecclesias occupare aggressus est, vulgus palam ei restitit (ut fatetur Sozomenes) et urbe quasi per vim occupata rebelles partim capti, partim fugati sunt, et inter alios clerici et sacratae virgines velut seditionis autores in crimen vocati sunt; Petrus etiam inter caeteros captus est, sed e custodia elapsus Romam fugit (Sozom. l. 6, c. 19; Socr. l 4, c. 22). (9) Sed post quinquennium, ubi Valens imperator, ex Oriente contra barbaros Thraciam vastantes profecturus, res ecclesiasticas negligere coactus est et milites abducere, Petrus ex Italia cum literis Damasi ordinationem ejus et fidem homousianam confirmantibus in Aegyptum ad novos motus concitandos revertitur. (10) Et inde populus Alexandrinus, resumpta fiducia, Lucium quidem exturbat, Petrum vero in locum ejus substituit (Socr. l. 4, c. 37; Sozom. l. 6, c. 39), imperatore Valente aliis curis distento ut istis vindicandis haudquaquam vacare posset (Sozom. lib. 6, c. 39). [f. 2r]

(11) Haec facta sunt anno 377 (Baron. a. 377, 2), ex / quo Aegyptus continuo penes homousianos mansit. (12) Nam proximo anno, occiso Valente, Gratianus, imperii summam adeptus, cunctos qui a Valente in exilium ejecti fuerant lege lata revocavit (Socr l. 5, c. 2; Sozom l. 7, c. 1; Theod l. 5, c. 2). (13) Et quarto anno Theodosius vastavit totam Ecclesiam.

Yah. 19 8. 6. Cf. Socr. Sch. HE 4, 20, 2 - 21, 3; Soz. HE 6, 19, 1-3 || 8. Soz. HE 6, 19, 3-5; Socr. Sch. HE 4, 22 || 9-10. Socr. Sch. HE 4, 37, 1-2; Soz. HE 6, 39, 1-2 || 11. Baron. Ann. 4, 377, 2 || 12. Socr. Sch. HE 5, 2, 1; Soz. HE 7, 1, 3; Thdt. HE 5, 2, 1 8. 6. exercitum] milites a. c. || 8. caeteros] *caeteros a. c. | 6] 4 a. c. || 9. res ecclesiasticas negligere coactus est et] add. | abducere] abduceret a. c. || 10. quidem exturbat Petrum vero... substituit] exturbat et... substituit Petrum a. c. | Socr. l. 4. c. 37 – posset, Sozom. lib. 6, c. 39] add. | imperatore] **** a. c. || 11. ex quo] quo a. c. ut uid. || 13. et quarto – totam ecclesiam] et (postea add.) semper regnarunt imperatores homousiani. Et Theodosius post tres a. c.

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(6) Y un hombre llamado Pedro13 fue elegido como su sucesor. Pero el emperador, al enterarse de la muerte de Atanasio, envía al ejército para restituir a Lucio, quien antes había sido nombrado sucesor de Jorge ({...}). (7) De ello resultó mucha confusión, en la que los soldados apenas podían controlar a un pueblo obstinado y acostumbrado a la revuelta. (8) En efecto, en cuanto Lucio llegó a Alejandría e intentó hacerse con las iglesias, el vulgo se le opuso abiertamente (según afirma Sozómeno) y, como en una ciudad ocupada por la fuerza, los rebeldes fueron en parte capturados y en parte puestos en fuga, y como promotores de la sublevación fueron acusados entre otros los clérigos y las doncellas consagradas; incluso Pedro fue capturado entre los demás, pero escapó de la cárcel y huyó a Roma (Sozóm. l. 6, c. 19; Sócr. l 4. c. 22). (9) Pero cinco años después, cuando el emperador Valente, que estaba a punto de marchar desde Oriente contra los bárbaros que devastaban Tracia, se vio obligado a descuidar los asuntos eclesiásticos y a llevarse soldados, Pedro, de vuelta de Italia con una carta de Dámaso que confirmaba su ordenación y la fe homousiana, regresa a Egipto para suscitar nuevas revueltas. (10) Y a continuación el pueblo de Alejandría, recobrando la confianza, derroca a Lucio y establece a Pedro en su lugar (Sócr. l. 4, c. 37; Sozóm. l. 6, c. 39), mientras que el emperador Valente andaba demasiado distraído por otras preocupaciones como para hallar de ningún modo el tiempo de castigar esos actos (Sozóm. lib. 6, c. 39). (11) Esto se llevó a cabo en el año 377 (Baron. a. 377, 2), y desde entonces Egipto permaneció sin interrupción en poder de los homousianos. (12) Pues al año siguiente, asesinado Valente,14 Graciano asumió el imperio e hizo volver con la promulgación de una ley a todos aquellos que habían sido exiliados por Valente (Sócr. l. 5, c. 2; Sozóm. l. 7, c. 1; Teod. l. 5, c. 2). (13) Y al cuarto año Teodosio devastó toda la Iglesia.15

 Pedro II de Alejandría.  En la batalla de Adrianópolis, Tracia (hoy Edirne, en Turquía), en el 378. 15  Se entiende que con el Concilio de Constantinopla (381). 13 14

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9. (1) Audivistis jam statum episcopatus Romani et Alexandrini ab imperio Juliani ad imperium Theodosii, hoc est per primos octodecim annos schismatis homousiani. (2) Sed ut pateat schisma hoc sub solis horum duorum auspiciis surrexisse, notari possunt aliqua de statu reliquae partis orbis Christiani. (3) Eam nondum contaminatam fuisse manifestum est ex historicis ecclesiasticisb, sed αὐτοπτῶν testimonium unum et alterum proferre visum est. (4) Et quidem Hieronymus anno 372 circiter ex Oriente ad Damasum, episcopum Romae, sic scripsit (Baron. 372, 48; Hieron. Ep. 7): (5) «Profligato a sobole mala patrimonio, apud vos solos incorrupta patrum servatur haereditas. (6) Ibi caespite terrae faecundo, dominici seminis puritatem centeno fructu refert; hic obruta sulcis frumenta in lolium avenasque degenerant. (7) Nunc in Occidente sol justiciae oritur, in Oriente autem Lucifer ille qui ceciderat, super sidera posuit thronum suum. (8) Vos estis lux mundi, vos sal terrae, vos aurea vasa et argentea; hic testacea vasa», etc.

[f. 3r]

(9) Basilius vero anno 371 scribens ad Ecclesias occidentales statum Orientis sic plenius exprimit (Baron. 371, 16, 18; Basil. ep. 69): (10) «Non una Ecclesia neque duae vel tres in gravem hanc tempestatem illapsae periclitantur, sed a finibus Illyrici ad Thebaidem usque haereseos malum depascitur... / (11) Praesens instat jam nobis naufragium, integerrimi fratres; porrigite manus, non negligite dimidium orbis ab erroribus absorptum». (12) Et in alia ad eosdem occidentales subinde scripta epistola rebelli (Baron. 371, 22 et sequ.; Basil. Ep. 70): (13) «Potissimum est», inquit, «quod requirimus: ut

 [f. 1v] Dicit enim Sozomenes quod eo tempore quo Theodosius Magnus creatus est imperator, Arriani omnes Orientis Ecclesias adhuc obtinebant exceptis Hierosolymis (Soz. l. 7, c. 2).

b

Yah. 19 9. 4-8. Baron. Ann. 4, 372, 48; Hier. epist. 15, 1, 2-3 || b. Soz. HE 7, 2, 2 || 9-11. Baron. Ann. 4, 371, 16-18; Basil. Ep. 92, 2-3 || 12-17. Baron. Ann. 4, 371, 22-28; Basil. Ep. 243, 1-4 9. 1. imperio] morte a. c. || 3. eam nondum] nondum eam a. c. | αὐτοπτῶν] scripsi : ἀυτοπτῶν leg. || 6. fructu] fructu* a. c. || 9. anno 371] add. || 11. dimidium] ffi a. c. ut uid.

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9. (1) Ya habéis escuchado la situación del obispado de Roma y de Alejandría desde el imperio de Juliano hasta el imperio de Teodosio, esto es, durante los primeros dieciocho años del cisma homousiano.16 (2) Pero para que quede claro que este cisma surgió bajo los auspicios sólo de estos dos, pueden señalarse algunos datos sobre la situación del resto del mundo cristiano. (3) Por los historiadores eclesiásticosb resulta manifiesto que ésta todavía no estaba contaminada, pero me ha parecido oportuno presentar un par de testigos «presenciales». (4) Por una parte, Jerónimo escribió así desde Oriente a Dámaso, obispo de Roma, en torno al año 372 (Baron. 372, 48; Jerón. ep. 7):17 (5) «Arruinado el patrimonio por una mala descendencia, sólo en vosotros se mantiene incorrupta la heredad de nuestros padres. (6) Allí, en el césped fecundo de la tierra, devuelve la pureza de la simiente del Señor con un fruto del cien por cien; aquí el trigo enterrado en los surcos degenera en cizaña y avena loca. (7) Ahora en Occidente nace el sol de la justicia, mientras que en Oriente aquel Lucifer que había caído ha puesto su trono sobre las estrellas. (8) Vosotros sois la luz del mundo, vosotros la sal de la tierra, vosotros los vasos de oro y plata; aquí están los vasos de barro», etc. (9) Por otra parte Basilio, en una carta del año 371 a las Iglesias occidentales, describe así de forma más completa la situación de Oriente (Baron. 371, 16, 18; Basil. ep. 69.): (10) «No es una Iglesia ni dos ni tres las que peligran sumidas en esta grave tempestad, sino que desde los confines de Iliria hasta Tebaida hace estragos el mal de la herejía... (11) Ya se nos viene encima el naufragio, vosotros, nuestros más íntegros hermanos; alargad la mano, no dejéis a la mitad del mundo anegada por los errores». (12) Y en otra carta rebelde escrita después a los mismos occidentales (Baron. 371. 22 y ss.; Basil. ep. 70): (13) «Ésta es», dice, «nuestra principal peti-

 En efecto, dice Sozómeno que en la época en que Teodosio el Grande fue hecho emperador, los arrianos seguían ocupando todas las Iglesias de Oriente con la excepción de Jerusalén (Soz. l. 7, c. 2). b

16  Los dieciocho años que median entre 359, fecha del Concilio de Rímini, y el restablecimiento definitivo de Pedro en Alejandría en 377. 17  Baronio la cita como carta 57.

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ipsi quoque imperatori per vestram pietatem innotescat orbis nostri perturbatio confusioque... (14) Hoc haereseos malum cuncta depascitur, ac periculum est ne vastatis nostris Ecclesiis, et ad sanam incolatus vestri partem serpat... (15) Ipsi, quaeso, non vestra tantum spectate, quoniam ad portus appulistis tranquillos, sed Ecclesiis illis quae per tempestatem jactantur manus porrigite... (16) Baptismata sunt apud haereticos, illi deducunt peregre quovis progredientes, invisunt infirmos, solantur maestos, adjuvant laborantes et pressos, omnis generis opem ferunt, mysteriorum communionem administrant. (17) Quod omnia per illos dispensantur et perficiuntur, quasi retinaculum quoddam est plebi, quo ad illorum concordiam astringuntur, ita ut brevi temporis discursu, etiamsi restituatur aliqua libertas, nulla tamen spes reliqua futura sit ad veritatis iterum agnitionem reducendi eos, qui diuturnae dilectionis vinculo haereticis obstricti sunt».

[f. 4r]

10. (1) Ex his satis patet non tantum clerum sed et populum, perpaucis exceptis, hactenus in fide et communione illa perseverasse in quam totus orbis tempore Constantii consenserat. (2) Omnium vero integerrima visa est Asia minor, regio inter caeteras media et ab Oriente et Aegypto per mare et interpositas regiones longius dirempta. (3) Atque hoc est quod Salvator promisit Ecclesiae Philadelphiae, dicens: (4) «Quoniam observasti sermonem tolerantiae meae, ego quoque te servabo ex hora tentationis, quae / ventura est in orbem universum ad explorandos incolas terrae» (Apoc. 3, 10). (5) Non quod sola urbs Philadelphia, ruente toto mundo, inconcussa et intentata maneret, sed quod ipsa cum circumpositis regionibus in fide staret, dum hora tentationis totum demum orbem pervasurae, hoc est universalis Apostasiae impetus ille initialis proprie dictus hora vel tempus tentationis, regiones exoticas (Occidentem nempe

Yah. 19 9. 12-17. Baron. Ann. 4, 371, 22-28; Basil. Ep. 243, 1-4 9. 17. quoddam est] est quoddam a. c. || 10. 1. satis] add. | et communione] et communione et a. c. || 5. hora] add. | hoc est] hora sive a. c. | universalis] add. | vel tempus] add.

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ción: que por vuestra piedad perciba también el propio emperador la perturbación y confusión de nuestro mundo... (14) Este mal de la herejía lo devora todo, y existe el peligro de que, una vez devastadas nuestras Iglesias, se arrastre también a la parte sana donde habitáis... (15) Vosotros, os lo ruego, no miréis sólo a vuestros asuntos porque hayáis atracado en puertos serenos, sino alargadles la mano a estas Iglesias zarandeadas por la tempestad... (16) Los bautismos están en manos de los herejes: ellos lo llevan tan lejos como haga falta, visitan a los enfermos, consuelan a los afligidos, auxilian a los que sufren y a los oprimidos, llevan ayuda de todo tipo, administran la comunión de los misterios. (17) El hecho de que todo se dispense y se lleve a cabo a través de ellos es para la plebe como una especie de atadura por la que quedan afectos a ellos, de tal forma que dentro de un breve transcurso de tiempo, aunque se restituya algún grado de libertad, sin embargo no habrá ya esperanza de conducirlos de nuevo al reconocimiento de la verdad, puesto que se encuentran atados a los herejes por el lazo de un afecto duradero». 10. (1) Por estos hechos queda suficientemente claro que no sólo el clero sino también el pueblo, con la excepción de muy pocos, había perseverado hasta entonces en aquella fe y comunión en la que todo el mundo había estado de acuerdo en tiempos de Constancio. (2) Pero Asia Menor fue la que se mostró más íntegra de todas, al ser una región situada en medio de las demás y separada con distancia suficiente de Egipto y de Oriente por el mar y por la interposición de otras regiones. (3) Y esto es lo que el Salvador prometió a la Iglesia de Filadelfia cuando dijo: (4) «Puesto que respetaste el discurso de mi tolerancia, yo también te salvaré de la hora de la tentación, que va a venir al mundo entero para probar a los habitantes de la tierra» (Apoc. 3, 10).18 (5) No porque la ciudad de Filadelfia en solitario se mantuviera firme e imperturbable mientras se derrumbaba todo el mundo, sino porque tanto ella como las regiones circundantes se mantuvieron en la fe mientras la hora de la tentación que al fin iba a apoderarse de todo el mundo, es decir, aquel impulso inicial de la Apostasía universal llamado propiamente «hora» o «tiempo de la tentación», invadía las regiones exteriores 18  El texto latino de Newton no es exactamente el de Vulgata ni el de ninguna de las versiones interlineares latinas de la Políglota de Walton (Londres, 1655-1657).

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et Aegyptum) invaderet. (6) Nam haec immunitas ab hora tentationis huic urbi promissa non magis excludit urbes adjacentes quam decem dierum tribulatio aliaeque minae vel promissa singulis urbibus applicata excludunt urbes reliquas. 11. (1) Caeterum cum ista Basilii respiciant tempora, quibus Valens, Ecclesiae consulens, homousianos intrudentes exulare fecit, considerate statum Constantinopoleos post haec tempora, sub Gratiano scilicet et Theodosio, et ex ejus fide conjecturam facite de reliquo orbe orientali. (2) Ejus autem statum Gregorius Nazianzenus in Vita sua optime expressit, dum de suo ingressu in urbem istam A. C. 378 et prima praedicatione doctrinae de coequali Trinitate haec loqueretur: (3) «Misera quamvis civitas ob hunc statum habensque legem temporis beneficioc (nam mos vetustus obtinet legis locum) per haeresimque mortua infeliciter, adhuc habebat seminis quiddam tamen vitalis, hoc est integras mentes fide, paucas quidem illas numero, at ingentes Deo, mentes recenset qui pias, non agmina». (4) Et paulo post: «Ingressus urbem plurimis jactor malis. Exarsit in me tota primum civitas, multos perinde ac si deos inducerem. (5) Mirum nec est hoc: instituti sic erant, ignota prorsus ut quibus fides pia esset, modoque trina quonam est Unitas, atque una rursum Trinitas».

[f. 5r]

 Religionem urbis intelligit, quam diuturnitas temporis ut legem populo confirmaverat.

c

Yah. 19 11. 2-3. Gr. Naz. carm. 2, 1, 11, 583-590 || 4-5. Gr. Naz. carm. 2, 1, 11, 653-659 11. 1. consulens] prospiciens a. c. || 2. Nazianzenus] scripsi : Nazianenus leg. || 3. mentes] *mentes a. c. || c. diuturnitas] scripsi : diuornitas leg. ut uid.

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(es decir, Occidente y Egipto). (6) Pues dicha inmunidad ante la hora de la tentación prometida a esta ciudad no excluye a las ciudades adyacentes, al igual que la tribulación de diez días19 y otras amenazas o promesas hechas a ciudades concretas no excluyen a las demás ciudades. 11. (1) Por lo demás, dado que esos hechos corresponden a los tiempos de Basilio, en los que Valente, mirando por el bien de la Iglesia, mandó al exilio a los homousianos invasores, considerad el estado de Constantinopla después de esos tiempos, es decir bajo Graciano y Teodosio, y deducid a partir de su fe la del resto del mundo oriental. (2) El estado de ésta lo describió perfectamente Gregorio de Nacianzo en su Vida, cuando escribe lo siguiente acerca de su llegada a esa ciudad en el año 378 y de los comienzos de su predicación de la doctrina sobre la Trinidad coigual: (3) «La ciudad, aunque desgraciada a causa de esta situación y teniendo una ley por mor del tiempoc (pues una costumbre antigua toma carta de ley) e infelizmente muerta por la herejía, todavía sin embargo tenía alguna semilla de vida, es decir, almas íntegras en la fe, pocas, sí, en número, pero enormes a los ojos de Dios, que cuenta las almas piadosas, no las muchedumbres». (4) Y poco después: «Al entrar en la ciudad me asaltan muchísimos males. Primero se enciende contra mí toda la ciudad, como si estuviese trayendo a muchos dioses. (5) Y esto no es sorprendente: así estaban educados, en la completa ignorancia de cuál es la fe piadosa y de qué modo es la Unidad trina, y una a su vez la Trinidad».

 Se refiere a la religión de la ciudad, que el largo tiempo había confirmado como ley a los ojos del pueblo. c

 Cf. Apoc. 2, 10.

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(6) Sed et urbis hujus status fidelis ex facie etiam totius populi, quae ad expulsionem proprii episcopi et ordinationem Gregorii Nazianzeni luctuosissima instar urbis captae (ut exprimit Gregorius ipse et nos ex eo supra descripsimus) comparuit. (7) Ex hac igitur tanta urbe fiat judicium de reliquo Oriente. [f. 6r]

12. (1) Nolim tamen haec ita intelligi quasi Oriens totus in fide absque omni discrepantia permanserit. (2) Nam post motas hasce infelices disputationes de relatione Filii ad Patrem, aliqui satis esse ducebant asserere Filium similem Patri, alii ad philosophicas minutias progressi inter se contendebant an Filius Patri per omnia similis esset vel similis voluntate, dissimilis substantiad. (3) Attamen et hae disputationes, primum ortae sub finem imperii Constantii per multitudinem conciliorum quae post victam Occidentem convocaverate, post imperium ejus et successoris Juliani multum turbarunt Ecclesiam et facilem reddiderunt victoriam adversariorum. (4) Voluit enim Deus ut Ecclesia tam civilibus discordiis quam publico hoste caderet ad tentandos incolas orbis Christiani, quorum virtus, cum valde imminui coepisset per prosperitatem sub imperatoribus Christianis, sub novis afflictionibus subito probanda et erigenda erat, Deo misericorde castigante eos quos amat et puniente eorum peccata in hoc mundo, ut per varias tandem

 Et quidem verbis magis quam sensu discrepare visi sunt, his dissimilitudinem ex differentia inaequalium (ni fallor) aestimantibus, illis per similitudinem intelligentibus analogam illam conformitatem minoris ad majorem, propter quam minor dicitur majoris imago non obstante differentia. d

 Unde Ammianus, gentilis scriptor (l. 21), ait ipsum «Christianam religionem absolutam et simplicem anili superstitione confudisse, et in ea scrutanda perplexius quam componenda gravius, excitasse dissidia plurima». e

Yah. 19 e. Amm. 21, 16, 18 11. 6. expulsionem] depositionem a. c. | ex eo] ante a. c. || 12. 2. post motas] aliqui asserebant post motas a. c. || 3. attamen et hae] attamen hae a. c. ut uid.: de his a. c. | ortae] ortae sunt a. c. || 4. incolas] incholas a. c. | subito] *** subito a. c. | erigenda erat] erigenda erat atque hypocritis purganda a. c. | castigante] semper castigante a. c. || d. illam] add. || e. Ammianus] optime Ammianus a. c. | l. 21] add. | confudisse] scripsi : confundisse leg. (ex confundens apud Amm. 21, 16, 18)

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(6) Pero asimismo la fidelidad de esta ciudad por el aspecto externo también de todo el pueblo, que ofreció una imagen de gran luto, como la de una ciudad tomada (según lo expresa el propio Gregorio y nosotros hemos descrito más arriba a partir de él),20 ante la expulsión de su obispo propio y la ordenación de Gregorio de Nacianzo. (7) Así que a partir de esta ciudad tan importante júzguese la situación del resto de Oriente. 12. (1) Sin embargo no querría que esto se entendiese como si todo Oriente hubiera permanecido en la fe sin ninguna discrepancia. (2) Pues después de estas agitadas y desgraciadas discusiones acerca de la relación del Hijo con el Padre, algunos consideraban suficiente afirmar que el Hijo es semejante al Padre; otros, metiéndose en minucias filosóficas, discutían si el Hijo era igual al Padre en todo o semejante en voluntad pero no en sustancia.d (3) Pero en todo caso también estas disputas, que surgieron por vez primera al final del imperio de Constancio, en el transcurso de la multitud de concilios que convocó después de su victoria sobre Occidente,e después del imperio de éste y de su sucesor Juliano perturbaron mucho a las Iglesias e hicieron fácil la victoria a los adversarios. (4) En efecto, quiso Dios que la Iglesia cayera, tanto por las discordias civiles como por el enemigo exterior, para tentar a los habitantes del mundo cristiano, cuya virtud, que ya había empezado a disminuir mucho durante la prosperidad bajo los emperadores cristianos, de repente había de ser puesta a prueba por nuevas aflicciones y erigida de nuevo: así corrige Dios misericordioso a quienes ama, y castiga sus pecados en este mundo para llevarlos a través de

d  Y sin duda parece que discrepaban más por las palabras que por el sentido, pues los unos, si no me equivoco, consideraban la desemejanza por la diferencia entre desiguales, mientras que los otros entendían por semejanza aquella análoga conformidad del menor con respecto al mayor según la cual se dice que el menor es la imagen del mayor pese a la diferencia.

 De ahí que Amiano, escritor pagano, diga (l. 21) que este emperador «había confundido la religión cristiana, clara y sencilla, con una superstición de anciana, y había provocado muchas desavenencias por empeñarse en exámenes prolijos en vez de en una reconciliación seria». e

 No se encuentra en el texto identificado.

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[f. 6v]

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afflictiones deducat eos in faelicitatem aeternam. (5) Haec erat vera misericordia et benevolentia Dei in Ecclesiam, quam filii hujus mundi non intelligentes sibi gratulantur ob prosperitatem. (6) Sed nos e contra laudemus Deum quod Ecclesiam tam variis modis per tot secula purgarit et dealbarit, et non expectantes prosperitatem precemur ut in his ultimis et pessimis temporibus, ob quorum iniquitatem gratia Dei terram fere deliquisse videatur, / numerus et fides purgandorum augeatur usque dum venerit dies quo Evangelium per omnes regiones terrae praedicabitur. 13. (1) Caeterum in Oriente, si praeter eos quos supra diximus fidem rectam secutos, spectemus homousianos, ii etiam inter se valde divisi erant. (2) Nam plurimi eorum, nondum admittentes religionem Aegypti et Occidentis, sed religionem a Concilio Nicaeno institutam adhuc retinentes, non agnoscebant divinitatem Spiritus Sancti. (3) Multi etiam adhuc tenebant veram incarnationem, asserentes Verbum non conjunctum fuisse animae humanae incarnatae sed ipsum more animae humanae incarnatum fuisse et in cruce pro nobis passum. (4) Sed has divisiones et subdivisiones non opus est hic prosequi. (5) Hoc tantum noto, quod fides de coequali Trinitate et unione hypostatica, quam Aegyptus et Occidens profitebatur, hactenus parum obtinebat inter homousianos aliarum regionum, sed per gradus inter eos propagata primo maxime impugnata fuit et contentiones ciebat indies crescentes ({...}), donec tandem authoritate episcopi Romani et Alexandrini, vi imperatorum, decretis Concilii Constantinopolitani et crescente secta monachorum, tam homousiani omnes quam alii multi eo adducti fuerint, ut fidem illam amplecterentur.

Yah. 19 13. 1. quos] scripsi : quo leg. | ii] ii* a. c. || 2. eorum] add. | Sancti] Sancti. Hos tandem a Macedonio quondam episcopo Constantinopolitano et a. c. || 3. adhuc] ** adhuc a. c. || 5. homousianos aliarum regionum] alios homousianos a. c. | et contentiones] et primo maxime **** impugnata fuit a. c. | Alexandrini] Alexandrini {...} a. c.

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diversas aflicciones finalmente a la felicidad eterna. (5) Ésta era la verdadera misericordia y benevolencia de Dios hacia la Iglesia, y al no comprenderla los hijos de este mundo se alegran de su prosperidad. (6) Pero nosotros por el contrario alabemos a Dios porque a lo largo de tantos siglos ha purificado y limpiado21 a su Iglesia de tan diversas maneras, y sin esperar la prosperidad recemos para que en estos tiempos, los últimos y los peores, por cuya impiedad parece como si la gracia de Dios hubiera casi abandonado la tierra, aumente el número y la fe de quienes han de ser purificados, hasta que llegue el día en que el evangelio se predique por todas las regiones de la tierra. 13. (1) Por lo demás, en Oriente, si dejando a un lado a aquellos que, como hemos dicho más arriba, mantuvieron una fe recta, miramos a los homousianos, observamos que éstos también estaban muy divididos entre sí. (2) Pues muchos de ellos, que todavía no admitían la religión de Egipto y de Occidente sino que aún se atenían a la religión instituida por el Concilio de Nicea, no reconocían la divinidad del Espíritu Santo. (3) Muchos también sostenían una Encarnación verdadera, afirmando que el Verbo no se había unido al alma humana encarnada sino que Él mismo, como un alma humana, se había encarnado y había sufrido en la cruz por nosotros. (4) Pero no es menester proseguir aquí con estas divisiones y subdivisiones. (5) Sólo señalo lo siguiente: que la fe en la Trinidad coigual y en la unión hipostática, que Egipto y Occidente profesaban, hasta esa época estaba poco extendida entre los homousianos de otras regiones, y al propagarse gradualmente entre éstos, primero encontró la mayor oposición y suscitaba cada día mayores disputas ({...}), hasta que finalmente, por la autoridad del obispo de Roma y el de Alejandría, por la imposición de los emperadores, por los decretos del Concilio de Constantinopla y por la creciente secta de los monjes, tanto todos los homousianos como otros muchos fueron obligados a abrazar aquella fe.

 Newton escribe dealbarit: cf. Dan. 11, 35.

21

176 [f. 5r]

[f. 7r]

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14. (1) Manifestavimus jam quomodo Occidens et Aegyptus schisma fecerunt ab Ecclesia illa universali in quam totus orbis Christianus tempore Constantii conspiraverat, dum reliquae provinciae ab Illyrico usque ad limites Orientis, paucis hominibus exceptis, fidem illam integram servarunt, adeoque quod corpus Ecclesiae homousianae genitum fuit bicorne, episcopis Romae et Alexandriae tanquam duobus regibus ecclesiasticis totam hanc Ecclesiam ab infantia gubernantibus. (2) Jam vero ut haec omnia clariora fiant, subjungemus sententiam unam et alteram ipsorum homousianorum eo tempore viventium, quibus constet Ecclesiam istam hos episcopos tunc pro duobus arbitris et summis rectoribus ejus, vel, ut ego loquor, pro regibus ecclesiasticis habuisse et veneratam fuisse. (3) Et quidem Hieronymus in Oriente commoratus et ibidem ab omnibus fere oppugnatus anno 378 vel 379 sic scripsit ad Damasum (Baron. 378, 60; Hieron. ep. 77): (4) «Haereticus vocor homousion praedicans Trinitatem. (5) Sabellianae impietatis arguor tres subsistentes, veras, integras perfectasque personas pronuncians. (6) Si ab Arianis, merito; si ab orthodoxis, qui hujusmodi / arguunt fidem, orthodoxi esse desierunt. (7) Aut si eis placet, haereticum me cum Occidente, haereticum me cum Aegypto, hoc est cum Damaso Petroque condemnent. (8) Quid unum hominem exceptis sociis criminantur?» (9) Vides hic episcopum Romanum pro Occidente et Alexandrinum pro Aegypto ab Hieronymo accipi, et hos apud homousianos omnes in tanta veneratione habitos fuisse, ut vel semi-homousiani, qui Nicaenam fidem de Filio prolatam solummodo amplexi, doctrinam de coaequali Trinitate pro haeresi habebant et eo nomine Hieronymum

Yah. 19 14. 4-8. Baron. Ann. 4, 378, 60; Hier. epist. 17, 2, 2 14. 1. paucis hominibus exceptis] add. | duobus] add. || 2. sententiam unam et alteram] sententias quasdam a. c. | homousianorum] scripsi : homousiorum leg. | ecclesiam istam hos] hos a. c. | tunc] tunc apud suos a. c. | summis] add. | ejus] homousianae religionis a. c. | habuisse et veneratam fuisse] habitos fuisse et veneratos fuisse a. c. || 3. commoratus et ibidem] add. | anno 378 vel 379] add. | Damasum] Damasum, anno 378 vel 379 circiter * a. c. || 5. subsistentes] scripsi (coll. fonte et ms. Yahuda 2.5b, f. 46r) : subsistentias leg. || 7. placet] placeat a. c. || 9. ab Hieronymo] sum a. c. | accipi] sumi a. c. | solummodo] add.

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14. (1) Ya hemos puesto de manifiesto de qué modo Occidente y Egipto causaron el cisma de aquella Iglesia universal en la que había comulgado todo el mundo cristiano en tiempos de Constancio, mientras que las demás provincias, desde Iliria hasta los confines de Oriente, con la excepción de pocos, conservaron íntegra aquella fe; y hasta tal punto que el cuerpo de la Iglesia homousiana nació bicorne, dado que los obispos de Roma y de Alejandría gobernaron como dos reyes eclesiásticos toda esta Iglesia desde su infancia. (2) Pero, para que todo esto resulte más evidente, vamos a añadir una primera y una segunda afirmación de los propios homousianos que vivieron en aquel tiempo, por las que puede constar que esa Iglesia tuvo entonces a estos obispos por sus dos árbitros y rectores supremos, o, como digo yo, por reyes eclesiásticos, y que los veneró como a tales. (3) Por una parte Jerónimo, que se hallaba en Oriente y recibía allí el ataque de casi todos, le escribió así a Dámaso en el año 378 o en el 379 (Baron. 378, 60; Jerón. Ep. 77):22 (4) «Me llaman hereje porque predico la Trinidad consustancial. (5) Se me imputa la impiedad sabeliana porque declaro las tres personas existentes, verdaderas, perfectas e íntegras. (6) Si es de parte de arrianos, con razón; si es de parte de ortodoxos, quienes censuran una fe de ese tipo han dejado de ser ortodoxos. (7) O bien, si eso les place, que me condenen por hereje junto con Occidente, que me condenen por hereje junto con Egipto, es decir, junto con Dámaso y Pedro. (8) ¿Por qué acusan a una sola persona sin incluir a sus aliados?» (9) Ves que aquí Jerónimo toma al obispo romano por Occidente y al alejandrino por Oriente, y que a éstos se les tuvo en tanta veneración por parte de todos los homousianos que incluso los semi-homousianos, que abrazaban sólo la fe nicena postulada sobre el Hijo mientras que consideraban herejía la doctrina sobre la Trinidad coigual, y por esta

22  La carta de Jerónimo no va dirigida al papa Dámaso sino a Marcos, presbítero de Cálcide; el error de Newton puede deberse a que Baronio cita una carta de Jerónimo a Dámaso inmediatamente después de citar ésta (Ann. 378, 60).

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et similes vocabant haereticos, non tamen auderent hoc nomine accusare hos praesules religionis homousianae, etsi idem sentientes cum Hieronymo, utpote quorum auspiciis tam fides Nicaena revixerat quam doctrina de Trinitate coaequali formata fuerat et propagataf. (10) Caeterum de horum authoritate ecclesiastica adjicimus aliud, idque non parvi momenti testimonium: edictum nempe Theodosii initio imperii ejus pro fide homousiana (proculdubio consilio suorum episcoporum) editum (l. 2 de fid. cath. C. Theod.): (11) «Imp. Gratianus, Valentinianus et Theodosius AAA ad... populum urbis Constantinopolitanae. (12) Cunctos populos quos clementiae nostrae regit temperamentum, in tali volumus religione versari quam divinum Petrum apostolum tradidisse Romanis religio usque nunc ab ipso continuata declarat, quamque pontificem Damasum sequi claret et Petrum, Alexandriae episcopum. (13) Hoc est ut Patris et Filii et Sp. Sancti unam deitatem sub parili majestate et sub pia Trinitate credamus... Dat. 3 Kal. Mart. Thessalonicae, Gratiano a. 5, et Theodosio a. 1 css. [A. C. 380]». [f. 8r]

15. (1) Hisce adjiciatur sententia Socratis, qui de his et sequentibus quinquaginta annis usque ad sua tempora / ex occasione Novatianorum a Caelestino papa spoliatorum Ecclesiis, sic loquitur: (2) «Invidia quoque Novatianos attrivit, cum episcopatus Romanus perinde atque Alexandrinus πέρα τῆς ἱερωσύνης, ἐπὶ δυναστεῖαν ἤδη πάλαι προσελθούσης, “ultra sacerdotii fines progressus jam

 Huc spectat etiam quod Hieronymus in Epist. 2 adv. Vigilantium per interrogationem sic numerat Ecclesias: «Quid facient Orientis Ecclesiae? Quid Aegypti et sedis apostolicae, quae aut virgines, clericos accipiunt aut continentes?», etc. Hic enim sedes apostolica perspicuo accipitur pro Occidente et haec et Aegyptiaca tanquam dua clarissima nominatim ponuntur.

f

Yah. 19 14. 12-13. Cod. Theod. 16, 1, 2 || 15. 2-4. Socr. Sch. HE 7, 11, 4-6 || f. Hier. c. Vigil. 2 14. 9. auderent] audebant a. c. | etsi idem sentientes cum Hieronymo] add. || 10. authoritate] dominio a. c. | non parvi momenti] summae fidei authoritatis (et ponderis add.) a. c. | proculdubio consilio suorum episcoporum] add. || 11. imp.] impp a. c. || 12. Gratiano] scripsi : Gratio leg. || f. Aegyptiaca] Alex a. c.

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razón llamaban herejes a Jerónimo y a sus semejantes, sin embargo no se atreverían a acusar con tal nombre a estos prelados de la religión homousiana, aunque creyeran lo mismo que Jerónimo, dado que bajo sus auspicios no sólo había revivido la fe nicena sino que también se había formado y propagado la doctrina sobre la Trinidad coigual.f (10) Por lo demás, sobre la autoridad eclesiástica de éstos añadimos otro testimonio, y no de poca importancia: a saber, el edicto de Teodosio promulgado al inicio de su imperio (sin duda por consejo de sus obispos) a favor de la fe homousiana (ley segunda «sobre la fe católica», Código Teodosiano): (11) «Los emperadores Graciano, Valentiniano y Teodosio augustos al... pueblo de la ciudad de Constantinopla. (12) Queremos que todos los pueblos a los que rige la moderación de nuestra clemencia profesen la religión que, continuada hasta ahora a partir de San Pedro, se declara transmitida a los romanos por el divino apóstol, y la que siguen destacadamente el pontífice Dámaso y Pedro, el obispo de Alejandría. (13) Esto es, que creamos en la única deidad del Padre y el Hijo y el Espíritu Santo bajo igual majestad y bajo la piadosa Trinidad... Dado a tres días de las calendas de marzo en Tesalónica, el año quinto del consulado de Graciano y el primero de Teodosio [año 380]». 15. (1) Añádase a éstos el parecer de Sócrates, que, a propósito de cuando los novacianos fueron despojados de sus Iglesias por orden del papa Celestino, habla así acerca de estos tiempos y de los siguientes cincuenta años hasta su propia época: (2) «También la envidia se cebó en los novacianos, dado que el obispado romano, al igual que el alejandrino, πέρα τῆς ἱερωσύνης ἐπὶ δυναστεῖαν ἤδη πάλαι προσελθούσης, “excediendo los límites del sacerdocio, hacía ya

 A esto se refiere también el pasaje de Jerónimo de la epístola segunda contra Vigilancio en el que mediante una interrogación enumera del siguiente modo a las Iglesias: «¿Qué van a hacer las Iglesias de Oriente? ¿Qué van hacer Egipto y la sede apostólica, que o bien reciben a clérigos y vírgenes o bien, conteniéndolos?», etc. En efecto aquí la sede apostólica se toma obviamente por Occidente, y ésta y la egipcia se citan por su nombre como las dos más ilustres. f

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olim in dominatum externum degenerasset”. (3) Et ob hanc causam episcopi Romani ne illos quidem qui cum ipsis in fide consentiebant libere conventus agere siverunt, sed illos, ob consensum fidei laudantes, omnibus tamen bonis spoliarunt. (4) At Constantinopolitani episcopi ab hoc morbo immunes fuere» (Socr. l. 7, c. 11). 16. (1) Denique episcopos hosce non tantum duos reges ecclesiasticos sed et potentissimos fuisse constat. (2) Ex eo enim quod Damasus Petrum litteris ad Aegyptios missis in episcopatu confirmavit, ostenditur eum jurisdictionem quandam in totum mundum ambiise ejusque authoritatem vel apud Aegyptios multi factam. (3) Patet insuper authoritas ejus ex sententia consilii nonaginta episcoporum A. C. 368 Romae collecti, qui ad episcopos Illyrici scribentes hoc argumento conantur abrogare Consilium Ariminense: (4) «Neque enim», inquiunt, «praejudicium aliquod nosci potuit ex numero eorum qui apud Ariminum convenerunt, cum constet neque Romanum episcopum, cujus ante omnes fuit expetenda sententia..., neque alios hujusmodi statutis consensum aliquem commodasse» (apud Theod. l. 2, c. 2). (5) Dicti hujus mens plenius patebit conferendo cum similibus expressionibus in epistola Julii papae se supremum asserentis judicem ecclesiasticum ad quem liceret a toto mundo provocare, et cum decretis Synodi Sardicensis, hunc sedi ejus suprematum subinde tribuentis.g (6) Nam ad hoc nuper concessum in dijudicandis rebus

 [f. 7v] Expressiones Damasi in Epistola 2da ad Orientales pro Athanasio ad Romanam sedem appellante sunt hae: «An ignari estis hanc consuetudinem esse, ut primum nobis scribatur, ut hinc quod justum est definiri possit? Quapropter si istic hujusmodi suspicio in episcopum concepta fuerat, id huc ad nostram Ecclesiam referri oportuit» (apud Athanas. Apol. 2). Et simile est decretum Concilii Sardicensis, ut videre est in tomo 3 Concil.

g

Yah. 19 16. 4. Thdt. HE 2, 22, 9 || g. Ath. Apol. sec. 35, 4 16. 2. Petrum litteris... missis] litteris... missis Petrum a. c. : Petrum litteris... missis a. c. || 3. hoc argumento] sic a. c. || 4. inquiunt] add. || g. Damasi] sic perperam pro Julii | 2da] add. | pro Athanasio] pro a. c. : in eam a. c.

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tiempo que había degenerado en una tiranía externa”. (3) Y por esta causa los obispos romanos no dejaron celebrar libremente reuniones ni siquiera a los que comulgaban con ellos mismos en la fe, sino que, al tiempo que los alabababan por su comunión en la fe, los despojaron sin embargo de todos sus bienes. (4) En cambio los obispos de Constantinopla fueron inmunes a esta enfermedad» (Sócr. l. 7, c. 11). 16. (1) Finalmente consta que estos obispos no sólo fueron dos reyes eclesiásticos, sino también los más poderosos. (2) En efecto, por el hecho de que Dámaso confirmó a Pedro en el obispado mediante una carta dirigida a los egipcios, se muestra que ambicionaba algún tipo de jurisdicción sobre la totalidad del mundo, y que su autoridad se tenía en mucho incluso entre los egipcios. (3) Queda además manifiesta su autoridad por el dictamen del concilio de noventa obispos reunidos el año 368 en Roma, que en su carta a los obispos de Iliria intentan deslegitimar el Concilio de Rímini con el siguiente argumento: (4) «Pues en efecto», dicen, «tampoco se ha podido conocer ningún prejuicio por el número de los que se reunieron en Rímini, puesto que consta que ni el obispo de Roma, cuyo parecer habría habido que solicitar antes que ninguno..., ni otros expresaron ninguna conformidad con esas decisiones» (en Teod. l. 2, c. 2). (5) El sentido de esta afirmación se manifestará de forma más completa si se compara con expresiones similares en la carta del papa Julio, en la que se declara supremo juez de la Iglesia a quien podría recurrir todo el mundo, así como con los decretos del Sínodo de Sárdica, que a continuación atribuye a la sede de éste dicha supremacía.g (6) En efecto, los occidentales aluden a esta prerrogativa 2324

 Las siguientes son expresiones de Dámaso23 en la Carta segunda a los orientales en defensa de Atanasio, que había apelado ante la sede romana: «¿Acaso ignoráis que existe esta costumbre, que primero se nos escriba a nosotros para poder establecer a continuación lo que es justo? Por ello, si ahí se hubiese concebido una sospecha de ese tipo hacia un obispo, habría habido que referirlo aquí a nuestra Iglesia» (en Atanas. Apol. 2). Y semejante es el decreto del Concilio de Sárdica, como puede verse en el tomo tres de los concilios24. g

23  Así escribe Newton por error; son expresiones del papa Julio, como él mismo ha dicho. 24  El canon V.

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[f. 9r]

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praerogativum occidentales alludunt, conati patriarcham suum modis omnibus attollere, / quo adversa concilia convellerent et se praeponerent orientalibus.h (7) Illud denique Sozomenis referentis quomodo schismata homousianorum in Oriente per literas Damasi sedata sunt et repugnantes opiniones subjugatae abunde manifestat authoritatem hujus pontificis: (8) «Tempore Valentis», inquit, «multae de divinitate Spiritus Sancti magna contentione factae sunt non minus quam antea de Dei Verbo. (9) Porro cum haec quaestio agitaretur et contendendi studio magis magisque indies cresceret, episcopus urbis Romae re comperta scripsit ad Orientis Ecclesias, ut Trinitatem consubstantialem et honore gloriaque aequalem una cum occidentalibus episcopis confiterentur. (10) Quo facto, utpote controversia judicio Romanae Ecclesiae terminata, singuli quievere eaque quaestio finem tandem accepisse videbatur» (Sozom. l. 6, c. 22). (11) Si tantam excercuit apud exteras gentes authoritatem, quid non fecerit praesul hic in Occidente? (12) Sequenti tamen seculo per confirmatam Imperii divisionem, incursionem barbarorum, translationem sedis imperialis a Roma ad Ravennam et urbis crebras vastationes, authoritas hujus praesulis diminuta fuit, non tamen cessavit, usque dum a Phocate plenius restitueretur.

 [f. 8v] Huc spectat etiam illud Socratis post centum annos vindicantis authoritatem papae Romani contra Concilium Antiochenum, quod sub Constantio proxime ante Concilium Sardicae collectum fuit: «Sed», inquit, «neque Julius interfuit Romanae urbis episcopus, nec quenquam eo misit qui locum suum impleret, cum tamen ecclesiastica regula vetet ne absque consensu Romani pontificis quicquam in Ecclesia decernatur» (Socr. lib. 2, c. 8). Eadem alia occasione repetit (c. 17). h

Yah. 19 16. 8-10. Soz. HE 6, 22 || h. Socr. Sch. HE 2, 8, 4; cf. Socr. Sch. HE 2, 17, 7 16. 6. adversa] *contraria a. c. || 7. homousianorum] scripsi : homousiorum leg. | manifestat] scripsi : manifestant leg. || 8. sunt] add. | Dei] Verbo a. c. || 9. porro] *porro a. c. | aequalem] *aequalem a. c. || 12. plenius] add. || h. etiam] ill* a. c. | Romani] scripsi : Romanae leg.

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para dictaminar en los asuntos, concedida hacía poco, en su empeño por elevar a su patriarca por todos los medios y así echar por tierra los concilios adversos y anteponerse a los orientales.h (7) En último lugar, lo que escribe Sozómeno cuando refiere de qué modo se apaciguaron los cismas de los homousianos en Oriente mediante una carta de Dámaso y cómo se sometieron las opiniones contrarias, pone abudantemente de manifiesto la autoridad de este pontífice: (8) «En la época de Valente», dice, «se produjeron muchas discusiones sobre la divinidad del Espíritu Santo con gran disputa, no menos que anteriormente sobre el Verbo de Dios. (9) Como en lo sucesivo esta cuestión seguía agitándose y crecía cada día más y más con ánimo de contienda, el obispo de la ciudad de Roma, tras enterarse del asunto, escribió a las Iglesias de Oriente que profesaran junto con los obispos occidentales la fe en la Trinidad consustancial e igual en honor y gloria. (10) Tras esto, como si el juicio de la Iglesia romana hubiese puesto fin a la controversia, cada uno se tranquilizó y parecía que por fin el debate había llegado a su término» (Sozóm. l. 6, c. 22). (11) Si ejerció una autoridad tan grande sobre la gente de fuera, ¿qué no haría este prelado en Occidente? (12) Sin embargo en el siglo siguiente, a causa de la confirmada división del imperio, de las incursiones de los bárbaros, del traslado de la sede imperial de Roma a Ravena y de los frecuentes saqueos de la ciudad, la autoridad de este prelado quedó disminuida, aunque no cesó del todo, hasta que fue restituida más plenamente por Focas.25

h  A esto se refiere también aquel pasaje de Sócrates en el que, cien años después, reivindica la autoridad del papa contra el Concilio de Antioquía, que se convocó bajo Constancio poco antes del Concilio de Sárdica: «Pero», dice, «ni asistió Julio, el obispo de la ciudad de Roma, ni envió a nadie que lo sustituyera, cuando sin embargo la regla eclesiástica prohíbe que se decrete nada en la Iglesia sin el consenso del pontífice romano» (Sócr. lib. 2, c. 8). En otra ocasión repite lo mismo (c. 17). 25  Emperador bizantino (602-610) que en tiempos del papa Bonifacio III (607) habría declarado que la Iglesia de Roma era la cabeza de todas las Iglesias.

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[f. 10r]

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17. (1) Una cum potentia spectari potest splendor regalis et sumptuosa vivendi ratio. (2) Et in hac quoque papa Romanus eminuit. (3) Testis est Ammianus, qui seditiones describens et horrendas istas in ipso templo commissas caedes, quibus Damasus concertando cum Ursicino episcopatum obtinuerat, haec adjicit: (4) «Neque ego abnuo, ostentationem rerum considerans urbanarum, hujus rei cupidos ob impetrandum quod appetunt, omni contentione laterum jurgari debere, cum id adepti sint ita / securi, ut ditentur oblationibus matronarum, procedantque vehiculis incedentes circumspecte vestiti, epulas curantes profusas, adeo ut eorum convivia regales superent mensas», etc. (5) Tanta sane erat episcopi hujus externa gloria, ut Praetextatus, vir consularis et urbis praefectus, teste Hieronymo, soleret ludens Damaso dicere: «Facite me Romanae urbis episcopum et ero protinus Christianus». 18. (1) Haec de episcopo Romano. (2) Alexandrini vero permagnam, etiam apud exteras regiones, potentiam et authoritatem fuisse, ex iis solis patere potest quae Constantinopoli praelicenter gesta sunt. (3) Nempe post mortem Valentis imp., ubi Gregorius Nazianzenus Constantinopolim pergens coepisset ibi praedicare doctrinam de coaequali Trinitate et aliquos ad sui sententiam traduxisset, mittit Petrus, Athanasii successor, et eum creat episcopum Constantinopoleos, non obstante quod urbs ista episcopum suum Demophilum regulari successione diu ante constitutum haberet. (4) Scilicet mos erat his externarum ditionum invasoribus, ubi non possent episcopos ad suas partes pertrahere (uti per totum fere Orientem contigit), non expectare vacationes sedium sed contemptis legibus ecclesiasticis antiepiscopos constituere, ut episcopus frangeret episcopum et populum distraheret. (5) Et quamvis haec facientes non intrarent per ostium sed ecclesias invaderent, quietas legitimorum

Yah. 19 17. 4. Amm. 27, 3, 14 || 5. Hier. c. Joh. 8, 32 17. 2. hac] q a. c. || 3. istas in] inque a. c. || 4. ostentationem] consider a. c. || 5. soleret ludens] dicere soleret a. c. | me] add. | christianus] christianus. Haec de e a. c. || 18. 2. regiones] gentes a. c. | gesta] gesta* a. c. || 3. nempe] scilicet a. c. | Demophilum] ***Demophilum a. c. | regulari] legitima et regulari a. c. || 4. scilicet mos] mos equidem a. c. | Orientem] Occidentem a. c.

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17. (1) Junto con su poder pueden observarse su pompa regia y su suntuoso régimen de vida. (2) Y en esto también sobresalió el papa de Roma. (3) Es testigo Amiano, que al describir las revueltas y esas horribles matanzas cometidas en el propio templo mediante las cuales Dámaso había obtenido el obispado en su lucha con Ursicino, añade lo siguiente: (4) «Y yo no desapruebo, al considerar la ostentación de la vida urbana, que deseosos de ello tengan que reñir con todas sus energías para lograr lo que anhelan, dado que una vez que lo han conseguido están tan despreocupados que pueden enriquecerse con los obsequios de las matronas y desplazarse en carros, vestidos con ropas escogidas y preparando banquetes copiosos, tanto que sus festines superan las mesas de los reyes», etc. (5) Tantísima era la gloria externa de este obispo que Pretextato, ex cónsul y prefecto de la ciudad, según el testimonio de Jerónimo, solía decirle en burla a Dámaso: «Hacedme obispo de la ciudad de Roma y al momento me haré cristiano». 18. (1) Esto por lo que respecta al obispo de Roma. (2) En cuanto al de Alejandría, sólo por los siguientes hechos, que con toda licencia se llevaron a cabo en Constantinopla, puede quedar claro que también detentó un enorme poder y autoridad incluso sobre regiones externas. (3) En efecto, tras la muerte del emperador Valente, cuando Gregorio de Nacianzo se dirigió a Constantinopla y empezó a predicar allí la doctrina de la Trinidad coigual y a atraerse a algunos a su creencia, Pedro, el sucesor de Atanasio, envía a gente que lo proclama obispo de Constantinopla, pese a que esa ciudad tenía desde hacía tiempo a su obispo Demófilo, constituido por sucesión regular. (4) Por supuesto, estos usurpadores de jurisdicciones ajenas tenían por costumbre, cuando no podían arrastrar a los obispos a su partido (como ocurrió en casi todo Oriente), no esperar a que las sedes estuvieran vacantes, sino que, despreciando las leyes eclesiásticas, nombraban antiobispos, para que un obispo derrocase a otro y dividiera al pueblo. (5) Y aunque al hacer esto no entraban por la puerta, sino que invadían las iglesias soliviantando el tranquilo

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[f. 11r]

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pastorum greges exagitando et urbes turbulentis divisionibus replendo, non potuit tamen legitimus magistratus hos ovilium invasores arcere, quin statim persecutionis infamia notaretur. (6) Quinetiam, quamvis hi ovinam pellem quandoque abjicientes, aperta rebellione insurgerent in magistratum et / acriter pugnando miscerent omnia caedibus (quod saepe factum in Aegypto), non potuit tamen magistratus punire authores rebellionis, quin praesules eorum (Athanasius et Petrus cum similibus), celato prorsus rebellionis reatu et insinuatis aliis causis, hos pro martyribus vel confessoribus celebrarunt; imo nec erubuerunt martyres esse clamitare qui in ipso rebellionis impetu pugnando ceciderunt. (7) Et si talia auderent in imperatores, quid mirum si spernerent coepiscopos et sub praetextu religionis potentiam et dominatum ecclesiasticum per totum orbem propagare niterentur? (8) Sed audi quid praeterea factum. 19. (1) Petrus, ubi Gregorium constituerat episcopum Constantinopolitanum, non multo post a Maximo quodam, Gregorii presbytero et homine Aegyptio, nummis corrumpitur et mittit septem episcopos Aegyptios qui Maximum hunc loco Gregorii nullo crimine damnati, nedum accusati quod sciam, crearent episcopum. (2) En egregiam dominatus licentiam cum turpi avaritia, aperta fidei ac juris episcopalis violatione et execranda Spiritus Sancti venditione conjunctam! (3) Facinora quidem viro quem Athanasius amicum charissimum et perpetuum socium atque comitem domi forisque habebat, et ut prae caeteris idoneum commendabat eligendum in successorem (Theod l. 4, c. 20). (4) Sed non mirum est eum talia fecisse qui episcopatum, cum vi populari retinere non posset, ubi vidit imperatorem aliis rebus detentum, ut Imperii publicus hostis iteratis ausibus invasit et concitata denuo seditione rapuit, haec scilicet edoctus exemplo magistri. (5) Neque minus culpandus est episcopus Romanus, qui

Yah. 19 19. 3. Thdt. HE 4, 20, 1-2 18. 6. quandoque] *quandoque a. c. : plerumque a. c. | eorum] **eorum a. c. | Athanasius] Athasius a. c. | insinuatis] confictis a. c. | hos] add. | erubuerunt] add. || 7. talia] *talia a. c.|| 19. 1. Petrus ubi] ubi Petrus a. c. | septem] Baron. a. c. in mg. || 2. aperta fidei] violatione fidei a. c. | ac] et a. c. || 3. prae] prae* a. c.

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rebaño de sus legítimos pastores y llenando la ciudad de divisiones turbulentas, sin embargo no podía el magistrado con su autoridad legal frenar a estos invasores de rediles sin que lo estigmatizaran inmediatamente con la infamia de la persecución. (6) Es más, aunque éstos, quitándose de vez en cuando la piel de oveja, se levantaran en rebelión abierta contra el magistrado y en su lucha feroz lo llenaran todo de muertes (cosa que a menudo ocurrió en Egipto), sin embargo el magistrado no podía castigar a los responsables de la rebelión sin que sus prelados (Atanasio, Pedro y sus semejantes) celebraran a éstos como a mártires y confesores, ocultando por completo su culpabilidad en la rebelión y dando a entender otras causas; es más, no les dio vergüenza proclamar que eran mártires quienes cayeron luchando en el propio ímpetu de la rebelión. (7) Y si a tal cosa se atrevieron contra los emperadores, ¿qué hay de extraño en que despreciasen a sus coepíscopos y en que se esforzasen en propagar por todo el mundo, so pretexto de la religión, el poder y el dominio eclesiásticos? (8) Pero escucha qué más se hizo. 19. (1) Pedro, no mucho después de haber constituido a Gregorio obispo de Constantinopla, recibe el soborno de un hombre llamado Máximo, presbítero de Gregorio y oriundo de Egipto, y envía a siete obispos egipcios para que nombren obispo a este Máximo en sustitución de Gregorio, sin que éste hubiera sido condenado por ningún crimen ni tan siquiera, que yo sepa, acusado de nada. (2) ¡He aquí la ilustre licencia de su dominación, unida a la torpe avaricia, a la abierta violación de la palabra dada y del derecho episcopal, a la execrable puesta en venta del Espíritu Santo! (3) Crímenes sin duda de un hombre que Atanasio tenía como queridísimo amigo y constante aliado y compañero dentro y fuera de su provincia, y al que recomendaba para su sucesión como el más idóneo de todos (Teod. l. 4, c. 20). (4) Pero no es extraño que hiciera tales cosas quien, al no poder retener el obispado por la violencia del pueblo, cuando vio que el emperador estaba entretenido por otros asuntos lo invadió con renovada osadía a la manera de un enemigo público del Imperio y lo arrebató tras suscitar de nuevo una revuelta, medios éstos, por supuesto, que había aprendido del ejemplo de su maestro. (5) Y no hay que culpar en menor grado al obispo de Roma, que después de

188 [f. 12r]

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cum et ipse similiter per seditionem / gravissimam et ingentes caedes in ipso templo factas episcopatum victor reportaverat, ubi vidit imperatorem aliis curis distractum, Petrum literis instigantibus ad populum datis remisit munitum. (6) Sed per tales oportuit cornua Bestiae surgere ac dominari. 20. (1) Caeterum ne factis Petri desit fides, accipe narrationem eorum e probatis authoribus. (2) Et quidem Gregorius Presbyter in Vita Gregorii Nazianzeni haec habet: (3) «Erat in regia civitate Maximus quidam genere Aegyptius... Hic presbyteri cujusdam opera usus et auro sceleris adminiculo fretus atque Alexandriam mittens, Petrum eo adducunt ut certos homines ad Maximum episcopum creandum Constantinopolim mittat. (4) Et quidem haec dicto citius gerebantur. (5) Aderant ex Aegypto qui episcopatum Maximo darent i. (6) Talis Petrus ille erat qui cum prius Gregorium in throno collocasset, postea Maximum episcopum instituebat, ne literas quidem eas quas ad Gregorium scripserat veritus. (7) Postquam igitur advenere qui ab eo missi fuerant... Maximum episcopum creant», etc. 21. (1) Sed et eadem ipse Gregorius Nazianzenus in Vita sua sic descripsit: (2) «Petrus ipse, praesulum illorum arbiter, prius quidem nos litteris clarissimis fucoque vacuis, litterae ipsae ut fidem facient, sacrato fixerit nos in throno, dignatus atque nomine sit antistitis. Nunc venit autem νεβρὸς ἀντὶ παρθένου. Haec clara non sunt, haec egent interprete.

 Sc. septem episcopi Aegyptii quorum nomina vide apud Gregorium in carm. de vit. sua.

i

Yah. 19 20. 3-7. Gr. Presb. v. Gr. Naz. 14 || 21. 2. Greg. Naz. carm. 2, 1, 11, 858-871 || i. G. Greg. Naz. carm. 2, 1, 11, 838-839 19. 5. victor] add. | imperatorem] Valentem a. c. || 6. surgere ac] add. || 20. 3. adducunt] sic || 5. aderant] ad a. c. || 6. episcopum] epi***pum leg. || 21. 2. antistitis] scripsi : antistetis leg. || i. Gregorium in carm. de vit. sua] Baronium a. 379 § 25 a. c.

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haber ganado también él mismo el obispado de forma semejante mediante una sublevación muy grave y enormes matanzas perpetradas en el propio templo, cuando vio que el emperador estaba distraído por otros asuntos envió a Pedro protegido por una carta instigadora dirigida al pueblo. (6) Pero por medio de tales hechos habían de surgir los cuernos de la Bestia y comenzar su dominio.26 20. (1) Por lo demás, para que no falte credibilidad a los hechos de Pedro, mira cómo los cuentan escritores de probada autoridad. (2) Por una parte Gregorio Presbítero, en su Vida de Gregorio de Nacianzo, escribe lo siguiente: (3) «Había en la ciudad regia un hombre llamado Máximo, de origen egipcio... Éste, sirviéndose de la ayuda de cierto presbítero y confiado en la ayuda de un oro criminal que envía a Alejandría, consiguen27 que Pedro envíe a ciertas personas para que nombren a Máximo obispo de Constantinopla. (4) Y sin duda esto se llevó a cabo antes de lo que se tarda en decirlo. (5) Ya habían llegado de Egipto quienes habían de darle el obispado a Máximo.i (6) Aquel Pedro era de tal condición que nada más haber colocado a Gregorio en el trono, enseguida constituía obispo a Máximo, sin sentir temor ni siquiera ante la carta que había escrito a Gregorio. (7) Así que cuando hubieron llegado quienes habían sido enviados por él... nombran obispo a Máximo», etc.. 21. (1) Pero el propio Gregorio de Nacianzo describe así también lo mismo en su Vida: (2) «El propio Pedro, árbitro de aquellos prelados, antes, sí, con una carta muy clara y vacía de ambigüedad, según probará la propia carta, nos había establecido en el trono consagrado y otorgado la dignidad de cabeza de Iglesia. Ahora en cambio viene νεβρὸς ἀντὶ παρθένου.28 Esto no está claro, esto precisa de un intérprete.

 Siete obispos egipcios cuyos nombres puedes ver en el poema Sobre su vida de Gregorio. i

 La Bestia de Apoc. 13, 11.  La falta de concordancia se explica por abreviación anacolútica de la cita. 28  «Un cervatillo en lugar de una doncella», en alusión al mito de Ifigenia. 26 27

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Visum quid unquam dignius scena fuit, permulta quamvis lusa sint valde improba? Aliud videbis ludicrum quod sit magis. Vinum asserebat quispiam omnia vincere, at faeminam alter. Tertius palmam dabat vero. Dedissem robur ast ego maximum auro, arbitratu cuncta quod vertit suo», etc.

[f. 13r]

(3) Pergit dein describere undenam aurum hoc manibus sacrilegis conquestum sit et quomodo Maximus ordinatus sit. 22. Cum itaque Petrus haec sibi arrogarit facienda in summa urbe Constantinopoli et Athanasius etiam cum suis in conciliabulo Alexandrino, ut dictum est, eadem licentia constituerit episcopum Antiochiae (quae duae erant totius Orientis praecipue metropoles), liquet episcopum Alexandrinum his temporibus authoritatem quandam et jurisdictionem in totum Orientem usurpasse haud minori licentia quam episcopus Romanus dominabatur in Occidente, vel potius utrumque per totum orbem dominasse generali quadam authoritate, speciali vero hunc in Aegypto, Libya et Pentapoli, illum in Occidente regnasse. 23. Atque ita, ut omnia ab initio repetam, ostendi religionem homousianam post Concilium Ariminense et obitum Constantii a papa Alexandrino et Romano quasi fontibus duobus profluxisse et propagatam fuisse, eosque duos his temporibus solos istius religionis principes vel, ut proprio nomine dicam, papas, hoc est episcopos episcoporum, ineffrenata licentia longe lateque dominasse. Yah. 19 21. 2. Greg. Naz. carm. 2, 1, 11, 858-871 21. 3. conquestum sit] conquesiverant a. c. || 22. summa urbe] ipsa a. c. | eadem licentia constituerit episcopum Antiochiae] eandem usurparit authoritatem in (constituendo add.) a. c. | constituerit] constituerit episcopum a. c. : constituerit a. c. | episcopum] add. : episcopo a. c. | Antiochiae] uix leg. : Antiocheno a. c. | erant] sunt a. c. | vel potius – authoritate speciali] add. | generali] lice a. c. | vero hunc – Occidente regnasse] add. | Libya et Pentapoli] add. | regnasse] praesidium a. c. || 23. Alexandrino] Rom a. c. | propagatam] per urbem propagatam a. c. | duos] add. | solos istius religionis principes] duos arbitros supremos et principes istius religionis, verisimile ductos a. c. | vel, ut proprio nomine dicam] add. | proprio] per a. c. | ineffrenata] extitisse* et ineffrenata a. c. | longe lateque] add. | dominasse] dominasse* a. c.

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¿Qué se ha visto nunca más digno de la escena, aunque haya habido un sinfín de burlas muy mezquinas? Verás otra burla que será mayor.29 Uno afirmaba que el vino lo superaba todo, otro, que la mujer. El tercero le daba la palma a la verdad. Yo, sin embargo, le habría dado la fuerza mayor al oro, que todo lo revuelve a su albedrío», etc. (3) Sigue luego describiendo de dónde se obtuvo este oro con manos sacrílegas y cómo fue ordenado Máximo. 22. Así que, puesto que Pedro se arrogó esta facultad en la ciudad más importante, Constantinopla, y Atanasio también, en el conciliábulo de Alejandría, como se ha dicho,30 con la misma licencia nombró al obispo de Antioquía (y estas dos eran las principales metrópolis de Oriente), se aprecia claramente que el obispo de Alejandría había usurpado en aquellos tiempos cierto tipo autoridad y de jurisdicción sobre todo Oriente con una licencia no menor que aquella con la que el obispo de Roma dominaba en Occidente; o más bien, que ambos dominaban en todo el mundo con cierto tipo de autoridad, pero que éste reinaba con una autoridad especial en Egipto, Libia y Pentápolis, y aquél en Occidente. 23. Y así, para retomarlo todo desde el principio, he mostrado que la religión homousiana, después del Concilio de Rímini y de la muerte de Constancio,31 fluyó del papa de Alejandría y del de Roma como de dos manantiales y se propagó a partir de ellos, y que estos dos dominaron ampliamente y con desenfrenada licencia como los dos únicos príncipes de esa religión en estos tiempos, o, por decirlo con su nombre propio, como papas, esto es, obispos de obispos.

 Las ediciones al uso hacen esta frase interrogativa.  Cf. 3, 10. 31  Años 359 y 361, respectivamente. 29 30

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24. (1) Patet igitur Ecclesiam papisticam, quae in hunc usque diem perseverat, bicornem surrexisse, post tempora Constantii. (2) Quoniam vero contendi potest hanc Ecclesiam non tunc primum ortam fuisse, sed ab ipsis apostolorum temporibus propagatam et ab Arrianis regnante Constantio oppressam post ejus obitum restitutam fuisse in pristinum statum, proponemus jam originem Ecclesiae hujus inquirendam eamque tam ex schismate quam ex haeresi indigitabimus. De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis [f. 14r]

25. (1) Sciendum est itaque quod Ecclesia per primos fere / trecentos annos sub imperatoribus ethnicis afflicta et persecuta permansit integra et sine aliqua memorabili revolutione. (2) Dein, publico illo hoste per victorias Constantini sublato, itur (ut solet) ad civilia bella. (3) His occasionem disputatio inter Alexandrum, episcopum Alexandriae, et Arium, ejusdem Ecclesiae presbyterum, ministrabat. (4) At discordiae ingruentes mox sedatae sunt a Concilio Nicaeno, et unio dehinc generalis (paucis hominibus exceptis, quos non adnumero) continuavit per triginta duos annos ad usque Concilium Sardicae. (5) Tunc primum ortum est schisma inter orientales et occidentales, quod post septem annos mitigatum est Occidente per Constantium subacta, et post alios quatuor annos plane sanatum in Concilio Ariminensi; (6) at elapsis amplius quatuor vel quinque annis, novo prorsus more novaque per episcopos Romae et Alexandriae introducta religione, recruduit. (7) De hoc posteriore schismate res est, sed ejus notitia pendet a priore.

Yah. 19 24. 1. Constantii] Constantii* a. c. || 2. quoniam] sed a. c. | vero] add. | post] iter. a. c. | ecclesiae] ejus a. c. | schismatico] sic pro schismatica || 25. 1. sciendum est – primos fere] iter. in f. 14r : contigit pag. vers. in mg., cf. intr. 4. 2. 4. § 4 || 2. publico] sublato illo publico a. c. || 3. disputatio] contentio a. c. || 6. at elapsis] *** at elapsis a. c.

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24. (1) Así pues queda claro que la Iglesia papista, que continúa hasta el día de hoy, surgió bicorne, después de los tiempos de Constancio. (2) Pero dado que puede argumentarse que esta Iglesia no nacía entonces por vez primera sino que había sido propagada desde los tiempos de los propios apóstoles, oprimida luego por los arrianos bajo el reinado de Constancio y después de la muerte de éste restituida a su estado primigenio, someteremos ya a examen el origen de esta Iglesia y la señalaremos nacida tanto del cisma como de la herejía. Sobre el origen cismático de la Iglesia papista bicorne 25. (1) Debe saberse, pues, que la Iglesia, afligida y perseguida bajo los emperadores paganos durante aproximadamente los primeros trescientos años, permaneció íntegra y sin ninguna revolución digna de recuerdo. (2) Luego, una vez eliminado aquel enemigo exterior gracias a las victorias de Constantino, empiezan, como suele ocurrir, las guerras civiles. (3) La ocasión para éstas la ofrecía la disputa entre Alejandro, obispo de Alejandría, y Arrio, presbítero de la misma Iglesia. (4) Pero las discordias que irrumpían quedaron en seguida apaciguadas por el Concilio de Nicea, y a partir de él se mantuvo una unión general (con la excepción de unos pocos que no enumero) durante treinta y dos años hasta el Concilio de Sárdica. (5) Fue entonces cuando nació el cisma entre orientales y occidentales, que siete años después se suavizó al quedar sometido Occidente por Constancio, y quedó sanado del todo tras otros cuatro años en el Concilio de Rímini;32 (6) pero transcurridos cuatro o cinco años más se recrudeció, al introducirse unos usos completamente nuevos y una nueva religión por parte de los obispos de Roma y de Alejandría. (7) Nuestro tema es este último cisma, pero su comprensión depende del primero.

32  Entre el Concilio de Nicea (325) y el de Sárdica (343) median dieciocho y no treinta y dos años; entre el Concilio de Sárdica y la «victoria de Constancio sobre Occidente» (esto es, la derrota del usurpador Majencio en Mursa, Iliria, en 351), median ocho y no siete años; entre esta última y el Concilio de Rímini (359) también median ocho y no cuatro años. Para estos visibles errores numéricos de Newton quizás podría aventurarse una explicación a partir de la hipótesis numerológica de Castillejo 1980, 98-104.

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26. (1) Quaeritur itaque an Oriens vel Occidens schisma fecerunt ab Ecclesia illa catholica quae in fide consentit ad usque contentionem Alexandri et Arii, in communione vero ad usque Concilium Sardicense. (2) Et ad hoc determinandum imprimis ponam fundamenta ex quibus schisma dijudicari possit: Fund. 1: disrupta Ecclesia, pars illa quae neque sponte recedit a communione neque dat alteri parti justam causam recedendi non potest esse schismatica. Fund. 2: pars illa quae sponte recedit sine justa causa est schismatica. Fund. 3: pars illa quae facit alteram partem ob justam causam recedere est schismatica. [f. 15r]

Fund. 4: sed omnium maxime schismatica est quae et ipsa dat alteri parti justam causam recedendi et propter / dissidium a causa ista pendens sponte recedit, dum altera pars communionem ambit. Fund. 5: per justam causam recedendi intelligo vel iniquam conditionem communionis postulatam vel necessariam conditionem denegatam. (3) Juxta haec principia, quae per se manifesta sunt, patebit schisma fuisse occidentalium, ubi ostendero haec tria: 1. Quod orientales nullam iniquam conditionem communionis exegerint ab occidentalibus. 2. Quod occidentales exegerint iniquam conditionem ab orientalibus. 3. Quod occidentales sponte discesserint ob non admissam illam conditionem, dum orientales ambiebant eorum communionem. (4) Haec autem patebunt ex historia, quam paulo fusius prosequi non pigebit.

Yah. 19 26. 1. catholica] c*atholica a. c. || 2. recedere] sponte recedere a. c. | a2] ex a. c. | pendens] *** pendens a. c. | recedendi] communionis recedendi a. c. | postulatam] oblatam a. c. || 3. exegerint] sponte discesserint ob ** a. c. || 4. quam paulo] quae sic se habet a. c.

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26. (1) Así que se plantea la pregunta de si fue Oriente o bien Occidente el que se apartó cismáticamente de aquella Iglesia católica que se mantuvo concorde en la fe hasta la disputa de Alejandro y Arrio, y en comunión hasta el Concilio de Sárdica. (2) Y para determinar esto voy a establecer en primer lugar a partir de qué fundamentos puede distinguirse un cisma: Fund. 1: una vez dividida la Iglesia, aquella parte que ni se separa de la comunión por su propia voluntad ni da a la otra parte una causa justificada de separación, no puede ser cismática. Fund. 2: aquella parte que se separa sin causa justificada es cismática. Fund. 3: aquella parte que hace que la otra parte se separe por una causa justificada, es cismática. Fund. 4: pero de todas, la más cismática es la que al mismo tiempo da ella misma a la otra parte causa justificada de separación, y como efecto de la desavenencia resultante de esa causa se separa por su voluntad, mientras la otra parte desea la comunión. Fund. 5: por causa justificada de separación entiendo o bien la exigencia de una condición injusta para la comunión, o bien la denegación de una condición necesaria. (3) De acuerdo con estos principios, evidentes por sí mismos, quedará claro que el cisma fue de los occidentales, cuando haya demostrado estas tres cosas: 1. Que los orientales no exigieron a los occidentales ninguna condición injusta de comunión. 2. Que los occidentales exigieron una condición injusta a los orientales. 3. Que los occidentales se separaron por su voluntad porque no se aceptó esa condición, mientras que los orientales seguían deseando la comunión de aquéllos. (4) Y esto quedará claro a partir de la historia, que no me pesará desarrollar con algo más de profusión.

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27. (1) Contigit festo quodam die Alexandrum, episcopum Alexandriae, videre «eminus puerorum supra oram maris ludum, imitantium episcopum atque ea quae in ecclesiis geri mos est. (2) Sed cum intentius diutine pueros inspectaret, videt ab his geri quaedam etiam secretiora et mystica. (3) Perturbatus ilico vocari ad se clericos suos jubet atque eis quid eminus ipse videret ostendit. (4) Tum abire eos et comprehensos ad se perducere omnes pueros imperat. (5) Cumque adessent, quis eis ludus, vel quid egissent, vel quomodo, percunctatur. (6) Illi, ut talis habet aetas, pavidi negare primo, deinde rem gestam per ordinem pandunt, et baptizatos a se esse quosdam catechumenos confitentur per unum eorum, nomine Athanasium, qui ludi illius puerilis episcopus fuerat simulatus. (7) Tum ille diligenter inquirens ab his qui baptizati dicebantur quid interrogati fuerint quidve responderint, simul et ab eo qui interrogaverat, ubi videt secundum religionis nostrae ritum cuncta constare, collocutus cum concilio clericorum statuisse traditur illis quibus integris interrogationibus et responsionibus aqua fuerat infusa iterari baptismum non debere, sed adimpleri ea quae a sacerdotibus mos est. (8) Athanasium vero atque eos quos ludus ille vel presbyteros habere visus fuerat vel ministros, convocatis parentibus, sub Dei obtestatione tradit Ecclesiae suae nutriendos. (9) Parvo autem tempore cum a notario integre et a grammatico sufficienter Athanasius fuisset instructus, continuo tanquam fidele Domini commendatum a parentibus restituitur sacerdoti» (Rufin. l. 1, c. 14; Socr. l. 1, c. 15; Sozom. l. 2, c. 17). (10) Non tamen semper apud Alexandrum mansit sed profectus in eremum Antonio monacho adhaesit (ipse in Vit. Anton.). (11) Hunc Alexander in tabernium adscivit, usus ejus opera in scribendo et praelegendo, quod munus lectorum et amanuensium esse solet.

Yah. 19 27. 1-9. Rufin. Hist. 1, 14; Socr. Sch. HE 1, 15; Soz. HE 2, 17, 5-11 || 10. Cf. Ath. Al. V. Anton. Pr. 1, 5 27. 8. vero] vero* a. c. || 9. Sozom.] scripsi : Som. leg. || 11. tabernium] sic | et] et* a. c.

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Historia eclesiástica 27. (1) Ocurrió cierto día de fiesta que Alejandro, obispo de Alejandría, «divisó en la distancia a unos niños que jugaban en la orilla del mar imitando al obispo y aquello que suele hacerse en las iglesias. (2) Pero al observar a los niños con mayor atención durante algún tiempo, ve que llevan a cabo también ciertos ritos más secretos y misteriosos. (3) Al punto, turbado, manda venir a sus clérigos y les muestra lo que él mismo estaba viendo desde lejos. (4) Entonces les ordena que vayan y traigan prendidos a todos los niños a su presencia. (5) Y una vez estuvieron delante, les pregunta a qué jugaban y qué habían hecho y cómo. (6) Ellos, como es habitual en esa edad, primero lo negaron atemorizados, pero luego explicaron por orden lo que habían hecho y confiesan que habían bautizado a algunos catecúmenos por medio de uno de ellos, de nombre Atanasio, que había desempeñado el papel de obispo en el juego infantil. (7) Entonces él preguntó con gran interés a los que se decían bautizados qué les habían preguntado y qué habían respondido, así como al que había hecho las preguntas; cuando ve que todo era conforme al rito de nuestra religión, se cuenta que tras consultarlo en reunión con sus clérigos decidió que a aquellos a los que se les había vertido el agua después de las preguntas y las respuestas correctas no había que repetirles el bautismo, sino sólo completar los ritos que suelen llevar a cabo los sacerdotes. (8) Por su parte, a Atanasio y a los que en el juego parecía que habían desempeñado la función de sus presbíteros y ministros, tras convocar a sus padres y poniendo a Dios por testigo, les encomienda que los eduquen para su Iglesia. (9) Y en poco tiempo, una vez que Atanasio había recibido una formación completa del maestro de escritura y una instrucción suficiente del gramático, en seguida sus padres lo devuelven al sacerdote, como depósito fiel del Señor» (Rufin. l. 1, c. 14; Sócr. l. 1, c. 15; Sozóm. l. 2, c. 17). (10) Sin embargo no siempre permaneció junto a Alejandro, sino que se marchó al desierto y siguió al monje Antonio (él mismo lo dice en su Vida de Antonio).33 (11) Alejandro lo empleó en su oficina y se valió de su ayuda para escribir y leer, trabajo de lectores y 33  Este dato se debe a una mala lectura del griego mantenida en la edición de la Vida de Antonio que usaba Newton (París, 1627; cf. apartado 4. 2. 2), así como en todas las existentes en su época (cf. Bartelink 1994, 129, nota 2).

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(12) Postea ad diaconi functionem eum evexit (Oratio incerti De vit. Athan. et Sozom. l. 2, c. 17). (13) Praeter dialecticam et rhetoricam juris etiam scientiam caluit (Sever. l. 2, c. 51). (14) Coepit autem clarescere sub Licinio per disputationes adversus gentiles (Martyrol. Rom. d. 13. Jan.), et cum fuerit subtilissimi vir ingenii et acer in rebus gerendis et praeterea scientiis instructus, Alexander, senex tardus, hujus demum consiliis in negotiis ecclesiasticis se mancipavit, ut in sequentibus videbitis. [f. 15v]

28. (1) Anno 312 sub Constantino et Licinio imperatoribus pax universalis Ecclesiis restituitur; postea tamen Licinius Ecclesias Orientis turbare coepit, sed anno 323 XIV Kal. Octob. hic Nicomediae a Constantino vincitur. (2) Ex quo tempore «florebat populus Dei, et cum alacritate quadam ac tripudio honestis actibus incumbebat. (3) Nullus erat foris metus qui perturbationem afferret, quippe cum Dei optimi maximi beneficio amoena et profundissima pax Ecclesiam undique communiret. (4) Sed enim invidia nostris bonis insidias struens subsederat, quae primum quidem intro repens, postea in medio sanctorum coetu tripudiavit. (5) Tandem vero episcopos inter se commisit, tumultum et altercationem inter eos excitans divinorum dogmatum obtentu. (6) Exinde tanquam ex levi quadam scintilla gravissimum exarsit incendium, quod quidem ab Ecclesia Alexandrina velut a capite exorsum, universum posthaec Aegyptum et Libyam et ulteriorem Thebaidem peragravit. (7) Sed et reliquas urbes ac provincias depastum est, adeo ut non solum ipsos

Yah. 19 27. 13. Cf. Sulp. Sev. Chron. 2, 36, 1 || 28. 2-8. Eus. VC. 2, 61, 3-5 27. 14. videbitis] videbitis. / Interim tempore belli ultimi Liciniani anno 323 contigit Alexandrum inter confabulandum cum presbyteris a. c. || 28. 1. anno 312 – restituitur] hos principes invidia bonis christianorum tempore a. c. | restituitur] scripsi : res**tuitur leg. | postea tamen – ex quo tempore] quod quae ex a. c. : interim a. c. : post victum Licinium a. c.

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amanuenses. (12) Después le asignó la función de diácono (véase el Discurso sobre la vida de Atanasio de autor desconocido, y Sozóm. l. 2, c. 17).34 (13) Además de dialéctica y retórica también adquirió experiencia en la ciencia del derecho (Sever. l. 2, c. 51).35 (14) Empezó a darse a conocer bajo el gobierno de Licinio por sus disputas contra los paganos (Martirologio romano, día 13 de enero),36 y como era hombre de muy sutil ingenio y enérgico en la gestión de los asuntos y además había recibido una buena formación, Alejandro, un anciano lento, terminó por seguir exclusivamente sus consejos en los asuntos eclesiásticos, como veréis más adelante. 28. (1) En el año 312 se restituye una paz universal a las Iglesias bajo los emperadores Constantino y Licinio;37 después, sin embargo, Licinio empieza a perturbar a las Iglesias de Oriente, pero en el año 323, el día catorce antes de las calendas de octubre, es derrotado en Nicomedia por Constantino. (2) A partir de ese momento «florecía el pueblo de Dios, y transportado de alegría se entregaba a actos honestos. (3) No había motivo externo de miedo que trajese perturbación, dado que, gracias a Dios óptimo máximo, una serena y profundísima paz mantenía unidas en todas partes a la Iglesia. (4) Pero, en efecto, la envidia había tendido asechanzas contra nuestro bienestar y, adentrándose primero reptando, danzó luego en medio de la asamblea de los santos. (5) Finalmente enfrentó a los obispos, suscitando entre ellos tumulto y altercado so pretexto de dogmas divinos. (6) A partir de ahí, como de una ligera chispa, comenzó a arder un gravísimo incendio, que, originado en la Iglesia alejandrina, partiendo de ésta como su cabeza se extendió a continuación a todo Egipto y a Libia y a la Tebaida ulterior. (7) Pero también hizo estragos en las demás ciudades y provincias, de forma que no sólo 34  Sozómeno no da expresamente esta información. En el caso de la Oratio de vita Sancti Athanasii, la inferencia provendría de la frase sacram ei induit tunicam et clero eum inserit, ut cum commilitonibus suis se exerceret et observationes dirigeret (París, 1627, II, 28A). 35  Se basa en la lectura jurisconsultum que da la editio princeps (Basilea, 1556), en lugar de la lectura uirum sanctum aceptada por Senneville-Grave (1999). 36  Según el Martirologio de Baronio, no fue Atanasio sino Leoncio quien se dio a conocer por sus disputas contra los paganos bajo Licinio (Baronio, Martyrologium Romanum ad novam Kalendarii rationem et ecclesiasticae historiae restitutum, Venecia 1597, 26-27). La única mención de Atanasio en ese lugar es una cita en la que menciona a Leoncio (Epistula ad episcopos Aegypti et Lybiae 1, 8). 37  Después de la «gran persecución» de Diocleciano (303-312).

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Ecclesiarum antistites verbis inter se digladiantes, verum etiam plebem ipsam discissam cernere liceret, aliis horum, aliis illorum partibus amplectentibus. (8) Porro rerum quae gerebantur spectaculum eo usque processit indignitatis, ut in mediis infidelium theatris divinae praedicationis venerabilis doctrina turpissimo risu ac ludibrio traduceretur» (Euseb. Vit. Const. l. 2, c. 61). (9) Harum autem discordiarum historia hujusmodi est.

[f. 15r]

29. (1) Anno 323 ad finem vergente, ubi Constantinus modo vicerat Licinium et pacem Ecclesiis restituerat,j contigit Alexandrum, episcopum Alexandriae, / inter confabulandum cum presbyteris suis quaestionem proponere de natura Filii,k et cum presbyteri varie responderent, voluit tandem Alexander veritatem disputatione discerni. (2) «Dum questio», inquit Sozomenes, «adhuc anceps ac dubia videbatur, Alexander initio paululum vacillavit πῇ μὲν τούτους, πῇ μὲν ἐκείνους ἐπαινῶν, “nunc hos laudans, nunc illos”» (Sozom. l. 1, c. 15). (3) Sed cum illa pars a quibus erat Arius unus e presbyteris deflexisset ad assertationes quasdam a Christianis auribus alienas, Alexander indignatus se contulit ad alteras partes, et collecto centum fere episcoporum concilio excommunicavit e duodecim ejus presbyteris hos sex: Arium, Achillam, Aithalem, Carponem, Arium alterum et Sarmatem; e diaconis, Euzoium, Lucium, Julianum, Menam, Helladium, Gaium; cumque his Secundum et Theonam, episcopos Libyae (Alexand. Epist. apud Socr. l. 1, c. 6; Sozom. l. 1, c 15).  Euseb. de vita Const. l. 2, c. 60; Socr. l. 1, c. 4; Sozom. l. 1, c. 7, 15; Theod. l. 1, c. 2; Gothofred. Chron. Cod. Theod. j

 Constantinus Epist. ad Alexand. et Arium apud Euseb. de Vita Const. l. 2, c. 67; Socr. l. 1, c. 5.

k

Yah. 19 29. 2. Soz. HE 1, 15, 5 || 3. Socr. Sch. HE 1, 6, 8; Soz. HE 1, 15, 7 || j. Eus. VC 2, 61; Socr. Sch. HE 1, 4; Soz. HE 1, 7-15; Thdt. HE 1, 2; Goth. Chron. xxiii. || k. Socr. Sch. HE 1, 6, 34; Eus. VC 2, 62 28. 8. Euseb.] Meletio a. c. || 9. discordiarum] scripsi : discordiam leg. || 29. 1. anno 323 – episcopum Alexandriae] Tempore belli ultimi Liciniani a. c. : circum annum 322 quando Constantinus modo vicerat (Licinium et et [sic] occiderat del.) Licinium contigit Alexandrum episcopum Alexandriae a. c. in f. 15r | anno 323] tempore a. c. : sub finem belli Liciniani anno 323 a. c. : sub finem a. c. | pacem] scripsi : paem leg. | restituerat] restituisset a. c. | presbyteris] praesbyteris a. c. | proponere] add. |varie] inter a. c. | tandem] add. | discerni] discerni* a. c. || 2. πῇ1] scripsi : πὴ leg. | πῇ μὲν τούτους] nunc hos a. c. || 3. sed cum illa – e presbyteris] sed cum Arius a. c. | Sozom. l. 1, c. 15] Sozom. l. 1, c. 15. Diaconis Sozomenes addit Macarium a. c.

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se podía ver a los propios jefes de las Iglesias combatiendo entre sí con palabras, sino también a la propia plebe dividida, abrazando unos el partido de éstos, otros el de aquéllos. (8) Más aún, el espectáculo de lo que ocurría llegó hasta tal grado de indignidad que en medio de los teatros de los infieles se vejaba la venerable doctrina de la divina predicación con muy vergonzosa risa y escarnio» (Eusebio, Vida de Constantino, l. 2, c. 61). (9) Pues bien, la historia de estas discordias es como sigue. 29. (1) Cuando llegaba a su fin el año 323,j en el que Constantino acababa de vencer a Licinio y había devuelto la paz a las Iglesias, ocurrió que Alejandro, obispo de Alejandría, planteó en una conversación con sus presbíteros una pregunta sobre la naturaleza del Hijo, y dado que sus presbíteros respondían de formas diversas, quiso al fin Alejandro dilucidar la verdad con un debate.k (2) «Como la cuestión», dice Sozómeno, «todavía parecía ambigua y dudosa, Alejandro al principio vaciló un poco, πῇ μὲν τούτους, πῇ μὲν ἐκείνους ἐπαινῶν, “dando la razón ora a éstos, ora a aquéllos”» (Sozóm. l. 1, c. 15). (3) Pero una vez que el grupo en el que estaba el presbítero Arrio se desvió a ciertas afirmaciones ajenas a oídos cristianos, Alejandro, indignado, se hizo partidario del otro grupo, y tras reunir un concilio de alrededor de cien obispos excomulgó a estos seis de sus doce presbíteros: Arrio, Aquilas, Etales, Carpones, el otro Arrio y Sármates; de los diáconos, a Euzoyo, Lucio, Juliano, Menas, Heladio, Gayo; y con éstos a Segundo y a Teonas, obispos de Libia (carta de Alejandro en Sócr. l. 1, c. 6; Sozóm. l. 1, c. 15).

 Euseb., Vida de Constantino, l. 2, c. 60; Sócr. l. 1, c. 4; Sozóm. l. 1, c. 7-15; Teod. l. 1, c. 2; Godofredo, Cronicón del Código Teodosiano. j

k  Constantino, carta a Alejandro y Arrio en Eusebio, Vida de Constantino, l. 2, c. 67; Sócr. l. 1, c. 5.

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[f. 16r]

(4) «Exinde vero populi non exigua pars ad eos se contulit. (5) Et cum Alexandriae hic rerum status esset, qui cum Ario erant ad episcopos cujusque civitatis legationem mittunt.l (6) Et conscripta fidei suae formula ab eis contendunt ut siquidem recte se habere ipsis videretur istiusmodi de Deo sententia, scriberent Alexandro ne ipsis succenseret; sin minus, docerent ipsos quemadmodum sentire oporteret. (7) Quo factum est ut ab universis episcopis eadem quaestio passim agitari coeperit, et alii quidem scripserunt Alexandro ne Arium ejusque sectatores in Ecclesiam admitteret, nisi opinionem suam prius abjecissent; alii vero ne id faceret obsecrabant. (8) Cum igitur Alexander multos sanctioris vitae specie venerabiles et dicendi arte pollentes Arianis favere animadverteret ac praecipue Eusebium, qui tunc temporis Nicomediensem Ecclesiam gubernabat, virum doctissimum magnaeque in palatio authoritatis, cunctis ubique episcopis scripsit ne illis communicarent» (Sozom. l. 1, c. 15), Eusebium simul carpens tanquam malevolum et dicta Arii et sociorum propter quas excommunicati sunt exponens et redarguens, ut videre est in ipsa epistola apud Socr. l. 1, c. 6.

[f. 1r]

30. (1) Fidei vero formulam quam per legationem quaquaversum mittebat erat ea quae sequitur. (2) Nam haec est quam Eusebius Pamphili in Epistola ad Alexandrum, ut mox audietis, citat pro epistolio fidei quod Arius et socii ad eum miserant.

l  Legationum ab Alexandria ad singularum provinciarum episcopos missarum meminit etiam Socrates l. 1, c. 6, et Eusebius in Vit. Const. l. 2, c. 62.

29. ] Yah. 19 || 30. ] Yah. 12 29. 4-8. Soz. HE 1, 15, 7-9; Socr. Sch. HE 1, 6, 4-30 29. 4. exinde vero – 5. qui cum Ario erant] ex hac modica scintilla magnum statim extitit incendium. Ortum quippe ab Alexandria malum per universam Aegyptum et Libyam ac superiorem Thebaidem pervasit, tandem vero reliquas provincias et civitates depastum est, Socr. l. 1, c. 6 (Euseb vit. Const. a. c.) a. c. || 5. rerum status esset] esset rerum status a. c. | qui cum Ario] cum A a. c. : nam a. c. | cujusque civitatis] quaquaversum a. c. || 6. ipsos] * a. c. || 7. obsecrabant] scripsi : obsecrabat leg. || 8. communicarent] communicaret a. c. | tanquam] quasi a. c. | et redarguens] add. | Socr. l. 1, c. 6] Socr. l. 1, c. 6. Partem illam epistolae in qua describuntur dicta Arii (et sociorum add.) lubet hic apponere a. c. || 30. 1. fidei vero – 53. 10. etiam credentes] app. I a. c.

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(4) «Sin embargo, en seguida una parte no pequeña del pueblo se hizo partidaria de ellos. (5) Y al ser ésta la situación en Alejandría, los que estaban con Arrio envían una legación a los obispos de cada ciudad.l (6) Y tras presentar por escrito su fórmula de fe les piden encarecidamente que, si les parecía que una creencia así sobre Dios era correcta, le escribieran a Alejandro para que no los censurase; si no, que les enseñasen de qué manera había que pensar. (7) Y de ello resultó que todos los obispos empezaron a discutir en todas partes la misma cuestión, y unos escribieron a Alejandro para que no admitiese a Arrio y a sus seguidores en la Iglesia a no ser que se retractasen primero de su opinión; otros, por el contrario, le rogaban que no lo hiciera así. (8) Así que al advertir Alejandro que muchos obispos, venerables por la evidencia de una vida muy santa y hábiles en el arte de hablar, favorecían a los arrianos, y en especial Eusebio, que en aquel tiempo gobernaba la Iglesia de Nicomedia, un hombre muy instruido y de gran autoridad en palacio, pidió por escrito a todos los obispos que no mantuvieran comunión con éstos» (Sozóm. l. 1 c. 15), atacando al mismo tiempo a Eusebio por malintencionado, y exponiendo y refutando las palabras por las que fueron excomulgados Arrio y sus aliados, como puede verse en su propia carta en Sócr. l. 1, c. 6. 30. (1) Ahora bien, la fórmula de fe que enviaba38 a todas partes a través de una legación era la que sigue. (2) Pues ésta es la que Eusebio de Pánfilo39 cita en su carta a Alejandro como el documento de fe que Arrio y sus aliados le habían enviado, como pronto oiréis.

 De unas legaciones enviadas desde Alejandría a los obispos de cada ciudad también hace mención Sócrates, l. 1, c. 6, y Eusebio en Vida de Constantino, l. 2, c. 62. l

 Arrio.  Eusebio de Cesarea, llamado también «de Pánfilo» en alusión a su maestro Pánfilo de Cesarea, que fue a su vez discípulo de Orígenes de Alejandría (ca. 185 – ca. 251). 38 39

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(3) «Beato papae et episcopo nostro Alexandro presbyteri et diaconi salutem in Domino.m

[f. 2r]

(4) Fides quam a majoribus accepimus et a te didicimus, beatissime papa, ejusmodi est. (5) Credimus unum Deum, solum ingenitum, solum aeternum, solum principio carentem, solum verum, solum immortalem, solum sapientem, solum bonum, solum praepotentem, solum judicem, omnium moderatorem et administratorem, immotum et immutabilem, justum, bonum, Legis et prophetarum ac Novi Testamenti pariter Deum, qui unigenitum Filium ante sempiterna tempora [πρὸ χρόνων αἰωνίων] genuit, per quem et secula et reliqua procreavit omnia. (6) Genuisse porro dicimus reipsa, non specie tenus, ac propria voluntate subsistentem illum condidisse talem, ut neque converti neque mutari possit, perfectam Dei creaturam sed non tanquam rerum creatarum aliquam, foetum [γένημα] sed non tanquam unum e caeteris. (7) Nec quemadmodum Valentinus asseverabat emissionem quandam illum esse Patris foetum, aut ut Manichaeus eundem illum foetum partem esse dixit Patri consubstantialem. (8) Neque ut Sabellius qui unitatem dividens Filium-Patrem [υἱοπάτορα] dixit. (9) Non item ut Hieracas lucernam a lucerna aut lampadem in duas partes divisam. (10) Neque vero ejusmodi, ut cum prius fuisset, postea sit genitus ac denuo creatus in Filium, quemadmo/dum tu ipse, beatissime papa, media in ecclesia et consessu saepenumero qui haec assererent refutasti; sed, ut diximus, Dei voluntate ante tempora et saecula omnia creatus est, et vitam atque existentiam a Patre accepit, ut et Patris una cum illo existentis gloriam. (11) Non enim existimandum est Patrem, cum omnium rerum ei possessionem traderet, sibi ipsi quod ingenita quadam in se ratione continebat ademisse, fons enim ille omnium est.

 Apud Epiphan. Haeres. 69, qui putat has literas a Nicomedia datas fuisse, scriptor incertissimus.

m

Yah. 12 30. 3-31. Epiph. Const. Haer. 69, 7-8 30. 5. judicem, omnium moderatorem] sic interpunxi (coll. fonte) : judicem omnium, moderatorem leg. | testamenti] pariter a. c. | tempora] secula a. c. | αἰωνίων] ἀιωνιων leg. || 8. patrem] * a. c. || m. qui] in a. c.

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(3) «Al bienaventurado padre y obispo nuestro Alejandro sus presbíteros y diáconos le desean salud en el Señor.m (4) La fe que hemos recibido de nuestros mayores y aprendido de ti, muy bienaventurado padre, es del modo siguiente. (5) Creemos en un solo Dios, único ingénito, único eterno, único que carece de principio, único verdadero, único inmortal, único sabio, único bueno, único todopoderoso, único juez, moderador y administrador de todo, inconmovible e inmutable, justo, bueno, Dios al mismo tiempo de la Ley, de los profetas y del Nuevo Testamento, que engendró a su Hijo unigénito antes de los tiempos eternos [πρὸ χρόνων αἰωνίων], a través del cual creó los siglos y todo lo demás. (6) Creemos además que lo engendró realmente, no sólo en apariencia, y que por su voluntad lo creó con una existencia tal que no puede ni convertirse ni transformarse, perfecta criatura de Dios pero no como ninguna de las cosas creadas, producto [γένημα] pero no como uno de los demás. (7) Y no como Valentino, que afirmaba que aquel producto del Padre era una especie de emisión, o como Manes, que dijo que aquel mismo producto era parte consustancial del Padre. (8) Ni como Sabelio, que dividiendo la unidad habló de “Hijo-Padre” [υἱοπάτορα]. (9) Tampoco como Hieracas, que lo consideraba lumbre proveniente de lumbre o antorcha dividida en dos. (10) Pero tampoco que, habiendo existido antes, haya sido engendrado luego y creado de nuevo como Hijo, tal como tú mismo, muy bienaventurado padre, en medio de la iglesia y la asamblea a menudo refutaste a quienes afirmaban eso; sino que, como hemos dicho, por la voluntad de Dios fue creado antes de los tiempos y de todos los siglos, y tomó del Padre la vida y la existencia, así como la gloria del Padre que coexiste con él. (11) Y en efecto no debe pensarse que el Padre, cuando le entregó la posesión de todas las cosas, se despojó a sí mismo de lo que contenía por una razón ingénita, pues Él es la fuente de todas las cosas.

m  En Epifanio, Herejías, 69, que cree (autor muy poco fiable) que esta carta se escribió en Nicomedia.

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[f. 3r]

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31. (1) Quamobrem tres sunt substantiae [ὑποστάσεις]: Pater, Filius et Spiritus Sanctus. (2) Et quidem Deus, cum rerum omnium causa sit, solus ex omnibus principii est expers. (3) Filius vero, sine tempore genitus a Patre et ante saecula creatus ac fundatus, non erat antequam gigneretur, sed sine tempore et ante omnia genitus solus a solo Patre productus est [ὑπέστη]. (4) Non enim aeternus [ἀΐδιος] aut coaeternus aut coingenitus est cum Patre, neque simul cum Patre existere habuit, ut nonnulli de his secundum aliquid loquuntur, constituentes ingenita duo principia, verum sicut unitas et principium omnium ante omnia Deus est. (5) Quare etiam ipso Christo prior est, ut a te didicimus cum id in media ecclesia praedicares. (6) Igitur quatenus a Deo ut esset consecutus est, nec non et vitam et splendorem caeteraque quae in ipsum collata sunt, hac ratione principium illius Deus est. (7) Est enim illo prior et ei dominatur, utpote Deus ipsius qui ante ipsum fuerit, a quo etiam ille prodierit. (8) Quod si istiusmodi loquendi rationes, “ex utero” et “a Patre exivi et venio”, quasi consubstantialis partem aut emissionem cum nonnullis accipiamus, compositus erit ac divisibilis Pater et mutabilis. (9) Imo illorum opinione corpus et, quoad in ip/sis est, quae corpori consentanea sunt, patietur expers corporis Deus. (10) Benevalere te optamus in Domino, beatissime papa, Arius, Ethales, Achilles, Carpones, Sarmatas, Arius presbyteri; diaconi Euzoius, Lucius, Julius, Menas, Helladius, Caius; episcopi Secundus, Theonas, Pistus». 32. (1) Fidei formulam igitur imprimis offerunt Alexandro, ut omnibus pateret se non clanculum et fraudulenter agere atque haereticos existentes simulare fidem orthodoxam, sed hanc ipsam esse fidem quam Alexander rejecerat et propter quam tenebantur excommunicati. (2) Missis deinde ad episcopos legatis, uti dictum est, qui una cum fide res gestas exponerent, turbarum Alexandrinarum

Yah. 12 32. 2. ad episcopos] cum hac fide a. c. | una cum fide res gestas] una cum fide res gestas exponerent episcopis **** a. c. | turbarum – coepit] fama pervolans mox ferit aures imperatoris. Is igitur res in mul a. c.

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31. (1) Por ello hay tres sustancias [ὑποστάσεις]: Padre, Hijo y Espíritu Santo. (2) Y sin duda Dios, al ser la causa de todas las cosas, es el único de todos que carece de principio. (3) En cambio el Hijo, engendrado sin tiempo por el Padre y creado y establecido antes de los siglos, no existía antes de ser engendrado, sino que fue el único engendrado sin tiempo y antes de todas las cosas y el único que fue producido por el Padre [ὑπέστη]. (4) Pues no es eterno [ἀΐδιος] o coeterno o coingénito con el Padre, ni hubo de existir junto con el Padre como algunos afirman en relación con algo, estableciendo así dos principios ingénitos, sino que, como unidad y principio de todo, es Dios antes de todo. (5) Por ello es anterior también al propio Cristo, como aprendimos de ti cuando lo predicabas en medio de la iglesia. (6) Así que en la medida en que obtuvo de Dios la existencia, así como también la vida y el esplendor y lo demás que hay en él, por esta razón su principio es Dios. (7) Pues es anterior a él y ejerce dominio sobre él, como su Dios que fue antes que él, del que también él nació. (8) Pero si, como algunos, tomamos expresiones verbales como «del vientre» o «del Padre salí y vengo» como si significaran parte o emisión de algo consustancial, el Padre será compuesto y divisible y mudable. (9) Es más, en opinión de aquéllos, Dios, carente de cuerpo, padecerá el cuerpo y, en cuanto está en ellos, lo que es propio del cuerpo. (10) Te deseamos que goces de buena salud en el Señor, muy bienaventurado padre. Los presbíteros Arrio, Etales, Aquiles, Carpones, Sármates, Arrio; los diáconos Euzoyo, Lucio, Julio, Menas, Heladio, Gayo. Los obispos Segundo, Teonas, Pisto». 32. (1) Así que presentan en primer lugar a Alejandro la fórmula de fe, para que quedara claro que no actuaban a escondidas y con engaños ni que, siendo herejes, fingían una fe ortodoxa, sino que esa misma era la fe que Alejandro había rechazado y por la cual los mantenía excomulgados. (2) A continuación, como enviaron legados a los obispos, según se ha dicho, para que les explicasen lo sucedido juntamente con su fe, el rumor de los disturbios de Alejandría

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fama in omnium ore versari coepit. (3) Imperator, victo jam Licinio, consistebat Nicomediaen «et edictis suis ac literis per provincias missis», ait Eusebius, «subditos a daemonum errore revocare et ad verum Dei cultum amplectendum incitare conabatur. (4) Quas ob res cum singulari gaudio gestiret, nuncius ad eum perlatus est de hoc tumultu ecclesiarum... (5) Quapropter, gravissimo dolore perculsus, confestim, ex Dei cultoribus quos circa se habebat, quendam quem ob modestiam fidei spectatum et ob religionis confessionem superiori tempore prae caeteris nobilitatum ducebat (Hosium nomine, episcopum Cordubae, quae Hispaniae civitas est, quem quidem imperator et amabat et colebat plurimum, Socr. l. 1, c. 7) dirigit Alexandriam ut inter eos qui illic dissidebant pacem componeret, eidemque literas dat ad autores contentionis» (Euseb. de vit. Const. l. 2, c. 61, 63). (6) Quarum partem quae ad argumentum spectat hic inseruimus. (7) «Victor Constantinus Maximus Augustus Alexandro et Ario: [f. 3va]

(8) ... Cum intollerabilis quaedam insania totam Africam corrupisset, ob quosdam qui temeraria levitate religio/nem populorum in varias sectas discindere ausi fuerant, hunc ego morbum sedare cupiens, nullum aliud remedium ad ejus curationem idoneum reperiebam quam ut communi hoste generis humani e medio sublato, qui sanctis synodis vestris impiam suam sententiam ac jussionem opposuerat, quosdam vestrum ad sarciendam inter dissidentes concordiam ministros atque adjutores mitterem. (9) Nam quoniam veri luminis vis et lex sacrosantae religionis Dei beneficio ex sinu (ut ita dicam) Orientis edita, universum simul terrarum orbem sacris radiis illustraverat, non sine causa vos cunctarum gentium salutis auctores ac duces fore confidens, et

 Patet ex epistola sequenti.

n

Yah. 12 32. 3-5. Socr. Sch. HE 1, 7, 1 | Eus. VC 2, 61-63 || 7-34. Eus. VC 2, 64-72 32. 5. fidei] fidei* a. c. | vit.] vit* a. c. || 8. cum intollerabilis] postquam illustri contra hostes parta victoria vere a. c. | sectas] sectas levi a. c. | generis humani] ** humani generis a. c. | synodis] co a. c.

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empezó a estar en boca de todos. (3) El emperador, vencido ya Licinio, residía en Nicomedian «y enviando sus edictos y su carta por las provincias», dice Eusebio, «intentaba sacar a sus súbditos del error de los dioses paganos e incitarlos a abrazar el verdadero culto de Dios. (4) Y estando exultante por ello con singular gozo le llegó la noticia de este tumulto de las iglesias... (5) Por lo cual, golpeado por un gravísimo dolor, inmediatamente pone en camino hacia Alejandría a uno de los devotos de Dios que tenía junto a él, a quien consideraba admirable por la modestia de su fe y destacado sobre los demás por la confesión de su religión en el tiempo anterior40 (de nombre Osio, obispo de Córdoba, ciudad de Hispania, a quien el emperador sin duda amaba y cultivaba mucho), para que recompusiera la paz entre quienes allí disentían, y le da una carta para los responsables de la disputa» (Eusebio, Vida de Constantino, l. 2, c. 6163). (6) La parte de esa carta que atañe al argumento la hemos insertado aquí: (7) «El vencedor Constantino Máximo Augusto a Alejandro y Arrio: (8) ... Como cierta intolerable insania hubiera corrompido toda África41 por culpa de quienes con temeraria ligereza se habían atrevido a escindir la religión de los pueblos en varios grupos, no encontraba yo, en mi deseo de curar esta enfermedad, otro remedio que enviar a algunos de los vuestros como ministros y ayudantes para restaurar la concordia entre los disidentes, después de expulsar a este común enemigo del género humano que había opuesto a vuestros santos sínodos su impío parecer y voluntad.42 (9) Pues, dado que la fuerza de la verdadera luz y la ley de la sacrosanta religión, por la gracia de Dios surgida, por así decirlo, del seno de Oriente, había alumbrado a un tiempo con sus sagrados rayos todo el orbe de las tierras, no sin causa confiaba en que ibais a ser los responsables y la guía de la salvación de todos los pueblos, y me

 Queda claro por la carta que viene a continuación.

n

 Es decir, durante la persecución de Diocleciano.  El cisma donatista. 42  Se entiende que se refiere a Licinio. 40 41

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mentis affectu et oculorum acie exquirere laborabam. (10) Statim igitur post magnam illam victoriam et post verum de hostibus triumphum, ante omnia illud rursus scrutari constitueram, quod praecipuum et maximi momenti esse judicabam. (11) Verum (o eximia Dei providentia!) quis et qualis nuncius aures meas seu potius animum ipsum acerbissime sauciavit, cum mihi significatum est multo graviora inter vos orta esse dissidia quam sunt illa quae in Africa remanserunt! (12) Adeo ut partes vestrae, a quibus medelam aliis suppeditari posse sperabam, majore jam curatione indigeant. (13) Ac mihi quidem, de harum rerum initio atque origine accuratius cogitanti, levis admodum causa esse visa est nec tanta animorum contentione digna...

[f. 19r]

(14) Praesentis igitur controversiae initium hinc extitisse comperio: cum tu, Alexander, a presbyteris tuis requireres quid quisque eorum de quodam Legis loco sentiret, seu potius de quadam parte inanis quaestionis eos interrogares, cumque tu, Ari, id quod vel nunquam cogitare, vel sane cogitatum silentio premere debueras, imprudenter protulisses, excitata inter vos discordia, communio quidem denegata est, sanctissimus autem populus, in duas partes discissus, a totius corporis unitate discessit. / (15) Quocirca uterque vestrum veniam vicissim alteri tribuens, id amplectatur quod conservus vester vobis justissime suadet. (16) Quidnam vero illud est? (17) Nec interrogare de hujusmodi rebus principio decebat nec interrogatum respondere. (18) Istiusmodi enim quaestiones quas nullius Legis necessitas praescribit sed inutilis otii altercatio proponit, licet ex ingenii exercendi causa instituantur, tamen intra mentis nostrae penetralia continere debemus nec eas facile in publicos efferre conventus nec auribus vulgi inconsulte commitere. (19) Quotusquisque enim est, qui tantarum rerum tamque difficilium vim atque naturam aut accurate comprehendere aut pro dignitate explicare sufficiat? (20) Quod si quis id facile praestare posse

Yah. 12 32. 7-34. Eus. VC 2, 64-72 32. 10. verum] certissimum a. c. || 14. seu] scripsi : se leg. || 15. veniam] scripsi : venia leg. | alteri] add. || 18. instituantur] instituatur a. c. | intra] juxta a. c. | penetralia] penetralia* a. c. | eas] scripsi (coll. fonte) : eos leg.

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desvivía buscándoos con la mente y la mirada. (10) Así que de inmediato, después de aquella gran victoria y de mi verdadero triunfo sobre los enemigos, por encima de todo me había puesto a reflexionar de nuevo sobre aquello, que juzgaba que era lo principal y de la mayor importancia. (11) Pero, ¡oh eximia providencia de Dios, qué noticia, qué clase de noticia me hirió cruelmente los oídos, o más bien la propia alma, cuando se me comunicó que habían nacido entre vosotros disensiones más graves que aquellas que quedaron en África! (12) Tanto que vuestras tierras, de las que esperaba yo que podrían suministrar remedio a las otras, precisan ahora una cura mayor. (13) Y en realidad, al reflexionar más minuciosamente sobre el comienzo y origen de estas disputas, me ha parecido que su causa es extremadamente leve e indigna de tan gran discordia... (14) Descubro, pues, que la presente controversia se originó así: al preguntarles tú a tus presbíteros, Alejandro, qué pensaba cada uno de cierto punto de la Ley, o más bien al plantearles una cuestión vana sobre cierta parte, y al haber expresado tú, Arrio, imprudentemente un pensamiento que habrías debido o bien no pensarlo nunca o bien, si lo habías pensado, mantenerlo en silencio, entre vosotros se suscitó la discordia y fue denegada la comunión, y el santísimo pueblo, escindido en dos partes, se separó de la unidad de todo el cuerpo. (15) Por ello, que cada uno de vosotros perdone al otro y acepte lo que vuestro compañero de servidumbre os aconseja con la mayor justicia. (16) ¿Y qué es? (17) Ni debían plantearse preguntas de ese tipo desde el principio ni una vez planteadas debían responderse. (18) En efecto, cuestiones de esa clase, no prescritas por la necesidad de ninguna ley sino propuestas en un inútil debate ocioso, aunque se planteen para ejercitar el ingenio, con todo debemos retenerlas en lo más recóndito de nuestra mente y no exponerlas a la ligera en reuniones públicas ni transmitirlas irresponsablemente a los oídos del vulgo. (19) ¿Pues cuántos hay que puedan asimilar con precisión el sentido y la naturaleza de tan grandes cuestiones, y tan difíciles, o de explicarlas de acuerdo con su dignidad? (20) Porque si alguien cree que puede hacerlo fácilmente, ¿a

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existimetur, quotae tandem parti vulgi id persuasurus est? (21) Aut quis in ejusmodi quaestionum subtili et accurata disputatione citra periculum gravissimi lapsus possit consistere? (22) Itaque in hujusmodi quaestionibus loquacitas comprimenda est, ne forte, aut nobis ipsis id quod propositum est explicare non valentibus ob naturae nostrae infirmitatem, aut auditoribus ob ingenii tarditatem ea quae dicuntur minime assequentibus, ex alterutro horum aut in blasphemiae aut in schismatis necessitatem populus incurrat. (23) Proinde et incauta interrogatio et inconsulta responsio apud utrumque vestrum veniam sibi mutuo concedant. (24) Neque enim de praecipuo et summo Legis nostrae mandato inter vos est orta contentio neque ullum novum a vobis de Dei cultu introductum est dogma, sed unam eandemque sententiam ambo tenetis, adeo ut ad communionis societatem coire facile possitis... [f. 20r]

(25) Expendamus, si placet, aequumne sit ut ob / levium et inanium verborum inter vos contentiones fratres fratribus velut in acie oppositi stent, utque venerabilis conventus per vos, qui de rebus adeo exiguis et minime necessariis rixamini, impia dissentione dissideat. (26) Plebeia sunt haec et quae puerili magis inscitiae congruant. (27) Abscedamus nostra sponte a diaboli tentationibus... (28) Nam cum vobis, ut dixi, una eademque sit fides, una de religione nostra sententia, cumque Legis praeceptum utraque sui parte omnes in unam animorum consensionem constringat, istud quod levem inter vos excitavit contentionem, quandoquidem ad totius religionis summam non pertinet, non est cur ullum inter vos discidium ac seditionem faciat. (29) Atque haec ego non eo dico, ut vos de inepta et qualiscunque demum vocanda quaestione idem omnino sentire cogam. (30) Potest enim gravitas conventus integra apud vos conservari et una eademque inter omnes communio retineri, quamvis invicem de re aliqua minimi momenti dissentiatis. (31) Siquidem nec idem omnes volumus in omnibus nec una omnium

Yah. 12 32. 7-34. Eus. VC 2, 64-72 32. 24. facile possitis] facile possitis. Et paulo post ed*** a. c. || 25. qui] qui** a. c. || 31. idem] *** idem a. c.

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cuántos del vulgo va a convencer de ello? (21) ¿O quién podría mantenerse fuera del peligro de una gravísima caída en una discusión minuciosa y sutil sobre cuestiones de ese tipo? (22) Así que en tales cuestiones es menester reprimir la locuacidad, no sea que, o bien porque no podamos nosotros mismos explicar lo que nos hemos propuesto, debido a la debilidad de nuestra naturaleza, o bien porque quienes nos escuchen no sigan lo que decimos, debido a la lentitud de su inteligencia, por una de estas dos razones incurra el pueblo necesariamente en blasfemia o en cisma. (23) Por ello, perdonaos mutuamente tanto la pregunta incauta como la respuesta irresponsable. (24) En efecto no ha nacido vuestra disputa de un mandato principal y máximo de nuestra Ley ni habéis introducido ningún dogma nuevo sobre el culto de Dios, sino que ambos mantenéis una misma creencia, de forma que podéis reuniros fácilmente en comunión... (25) Vamos a sopesar, si os parece bien, si es justo que debido a vuestras disputas por palabras ligeras y vanas estén enfrentados hermanos con hermanos como en una guerra, y que la venerable asamblea se halle en impía disensión por vosotros, que reñís por cuestiones tan insignificantes y en ningún modo necesarias. (26) Éstas son cosas propias de la plebe y cuadran mejor con la ignorancia de un niño. (27) Alejémonos por nuestra voluntad de las tentaciones del diablo... (28) Pues dado que, como he dicho, compartís una misma fe y una misma creencia sobre nuestra religión, y dado que el precepto de la Ley en sus dos partes nos obliga a todos a un solo consenso de nuestros ánimos, no hay razón para que esa levedad que ha suscitado la disputa entre vosotros cause entre vosotros sedición y discordia, puesto que no atañe a lo principal del conjunto de la religión. (29) Y esto no lo digo para obligaros a creer exactamente lo mismo con respecto a esta cuestión que hay que calificar, en fin, como inapropiada e irrelevante. (30) En efecto, puede permanecer íntegra la seriedad de vuestra asamblea y mantenerse una misma comunión entre todos, aunque al mismo tiempo disintáis en alguna cosa de mínima importancia. (31) Dado que ni todos queremos lo mismo en cada caso ni somos de la misma naturaleza y pa-

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indoles est atque sententia... (32) Ut doloris hac de re mei magnitudinem intelligatis, paulisper attendite. (33) Nuper cum Nicomediam venissem, protinus in Orientem iter facere decreveram, cumque profectionem urgerem et majore jam ex parte vobiscum essem, hujus rei nuntius consilium nostrum retro avertit, ne cogerer ea coram aspicere quae ne auditu quidem tenus tolerare me posse existimabam. (34) Posthac igitur consensu vestro viam mihi in Orientem apperite, quam mihi mutuis inter vos contentionibus obstruxistis», etc. [f. 3va]

[f. 4ra]

(35) «Et ad hunc quidem modum», pergit Eusebius, «imperator missa epistola pacem Ecclesiae Dei reformare studuit. (36) Vir bonus autem et Dei cultor eximius, ut supra dixi, non solum in literis perferendis sed etiam in implenda ejus a quo missus fuerat voluntate egregiam operam navavit. (37) Verum majus erat negotium quam ut literarum ministerio sedari posset, adeo ut contendentium rixa magis indies aucta sit, quinetiam cunctas Orientis provincias vis mali pervaserit». (Euseb. Vit. Const., l. 2, c. 64 / et sequ.). (38) Etenim Hosio in Aegyptum pergente et Alexandro non cedente, episcopi Orientis undique concurrunt Nicomediam, imperatorem, ut opinor, conventuri. (39) At imperator, antequam concurrere potuere, Nicomedia digreditur in Thraciam profectus, sive quod imperii negotia id postularent, sive quod Eusebio, synodi hujus auctori, imperator infensus esset. (40) Ubi enim hic Licinium, Nicomediae agentem, vicerat, repererat in ejus comitatu quosdam ex clericis Eusebii, eaque de causa Eusebium ipsum inter hostes numerabat, ut ex epistola constat quam paulo post, ubi Eusebium relegavit, iratus scripsit ad Nicomedienses (apud Theod. l. 1, c. 20). (41) In ea enim sic accusat Eusebium: «Quisnam», ait, «adeo simplicem plebem ista docuit? Eusebius nimirum, tyrannicae crudelitatis consecraneus. (42) Nam quod tyranni cliens perpetuo fuerit ex multis perspici potest. (43) Id enim episcoporum caedes testantur, sed verorum plane episcoporum; id crudelissima

Yah. 12 32. 35-37. Eus. VC 2, 73 || 41-46. Thdt. HE 1, 20, 1-3 32. 33. facere] facere* a. c. | retro] retro**** a. c. || 39. Eusebio] imperator a. c. || 43. caedes testantur] persecutio aperte clamat a. c.

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recer... (32) Para que entendáis la magnitud de mi dolor por este asunto, atended un poco más. (33) Al llegar hace poco a Nicomedia había decidido ponerme en camino directamente hacia el Oriente, y una vez que apresuré mi marcha y ya estaba prácticamente con vosotros, la noticia de este asunto echó atrás nuestra decisión, puesto que no quería verme obligado a contemplar directamente lo que consideraba que ni siquiera de oídas podría tolerar. (34) Así que después de esto abridme con vuestra reconciliación el camino hacia Oriente que me habéis cerrado con vuestras mutuas disputas», etc. (35) «Y de este modo», sigue Eusebio, «el emperador se afanó por restituir la paz de la Iglesia de Dios con el envío de su carta. (36) Él,43 hombre bueno y eximio venerador de Dios, como he dicho más arriba, no sólo puso todo su empeño en hacer llegar la carta, sino también en cumplir la voluntad de quien lo enviaba. (37) Pero la crisis era demasiado grande como para que pudiera calmarse mediante cartas, hasta tal punto que la riña de los que disputaban aumentaba por días, y lo que es más, la violencia del mal invadió todas las provincias de Oriente» (Euseb., Vida de Const., l. 2, c. 64 y ss.). (38) Y en efecto, como Osio estaba en camino hacia Egipto y Alejandro seguía sin ceder, los obispos de Oriente acuden desde todas partes a Nicomedia, para reunirse con el emperador, según creo. (39) Pero el emperador, antes de que pudieran reunirse, abandona Nicomedia y se marcha a Tracia, bien porque los asuntos del imperio así lo requerían, bien porque el emperador estaba irritado con Eusebio, el responsable de este sínodo. (40) En efecto, cuando venció a Licinio, que residía en Nicomedia, había encontrado en la corte de éste a algunos clérigos de Eusebio, y por esta razón contaba al propio Eusebio entre sus enemigos, como consta por la carta que poco después, cuando desterró a Eusebio, escribió airado a los nicomedienses (en Teod. l. 1, c. 20). (41) En efecto, en ella acusa así a Eusebio: «¿Quién», dice, «enseñó esas cosas a la simple plebe? Está claro: Eusebio, conjurado con la crueldad tiránica. (42) Pues por muchos indicios puede percibirse que fue siempre cliente del tirano. (43) En efecto, dan fe de ello los asesinatos de obispos, pero de obispos de verdad; lo declara abiertamente la crudelísima persecución

 Osio.

43

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Christianorum persecutio aperte clamat. (44) Nihil enim de illatis mihi contumeliis dicam, per quas, cum adversarum partium concursus plurimum laborarent, hic etiam oculos exploratores contra me emisit et propemodum armatum ministerium tyranno praebuit. (45) Nec me quisquam imparatum esse existimet ad harum rerum probationem. (46) Certissimum enim argumentum est, cum diaconos et presbyteros Eusebium assectantes manifesto a me comprehensos esse constet». (47) Ita Constantinus, non obstante quod Eusebius consanguineus fuerit Licinii (Ammianus) et quamdiu eidem subditus et colere principem et quibus licuit officiis persecutorem sedare teneretur. 33. (1) Caeterum in Synodo istac Nicomediensi convenere episcopi ducenti et quinquaginta, ut habet Nicetas in Thesauro orthodoxae fidei, lib. 5, c. 4. (2) In titulo tamen capitis ponuntur tantum ducenti, sed idem Nicetas capite nono ejusdem libri iterum refert synodum ducentorum et quinquaginta episcoporum collectam fuisse Nicomediae contra Alexandrum, et hanc synodum diversam facit a priori, ipsa Nicaena Synodo posteriorem. (3) Sed in eo certe fallitur. (4) Alexander statim post Synodum Nicaenam emortuus est, et praeterea duas synodos Nicomedienses historia non admittit. (5) Cum tamen duas Nicetas posuerit, certum est quod has e diversis autoribus retulit, atque ita numerum 250 episcoporum confirmavit duplici testimonio.

[f. 3v]

(6) Promptius autem concurrebant quod cernerent non tantum sacerdotes Aegyptios inter se contendere sed et populum Alexandrinum in duas / partes divisum esse atque omnes Aegypti Libyaeque regiones ingruente schismate periclitari, ita ut, nisi tempestivum aliquod remedium huic malo afferretur, Ecclesia vulnus immedicabile videretur acceptura. (7) Hi igitur causam cognoscentes et fidem Arii quam per legatos ejus acceperant probantes, hominem cum sociis recipiunt in communionem «et ad omnes ubique episcopos scribunt ut cum Arii fautoribus tanquam

Yah. 12 32. 47. Cf. Amm. 22, 9, 4 || 33. 1-2. Nic., Thes., 5, 4 || 7. Soz. HE 1, 15, 10-12 32. 47. consanguineus] affinis a. c. || 33. 1. in] iter. || 2. hanc] scripsi : hac leg.

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de los cristianos. (44) Por no decir nada de los ultrajes perpetrados contra mí, entre los cuales, cuando más se esforzaban los adversarios en sus ataques, éste incluso envió contra mí a espías y prestó al tirano casi un servicio armado. (45) Y que nadie crea que no estoy preparado para probar estas acusaciones. (46) En efecto, tengo una prueba muy segura, dado que consta que he atrapado en flagrante a diáconos y a presbíteros del círculo de Eusebio». (47) Así escribe Constantino, pese a que Eusebio era pariente de sangre de Licinio (Amiano)44 y durante el tiempo en que fue su súbdito estaba obligado a honrar al príncipe y a calmar al perseguidor con los medios que le fue posible. 33. (1) Por lo demás, a ese Sínodo de Nicomedia acudieron doscientos cincuenta obispos, como dice Nicetas en su Tesoro de la fe ortodoxa, l. 5, c. 4. (2) Aunque en el título del capítulo sólo pone doscientos, el mismo Nicetas, en el capítulo noveno del mismo libro, refiere de nuevo que se reunió un sínodo de doscientos cincuenta obispos en Nicomedia contra Alejandro, y hace este sínodo diferente del primero y posterior al propio Sínodo de Nicea. (3) Pero en esto sin duda se equivoca. (4) Alejandro murió inmediatamente después del Sínodo de Nicea, y además la historia no recoge dos sínodos de Nicomedia. (5) Ahora bien, al haber escrito Nicetas dos, es seguro que los recogió de distintos autores, y así confirma el número de doscientos cincuenta obispos con un testimonio doble. (6) Acudían45 con mayor disposición porque veían que no sólo disputaban entre sí los sacerdotes egipcios, sino que también el pueblo de Alejandría estaba dividido en dos partidos y todas las regiones de Egipto y Libia peligraban por el cisma inminente, de tal forma que, si no se llevaba algún remedio a tiempo para este mal, parecía que la Iglesia iba a recibir una herida incurable. (7) Así que éstos, al enterarse de la causa y aprobar la fe de Arrio, de la que se habían informado por medio de los legados de éste, aceptan en comunión al hombre junto con sus aliados «y escriben a los obispos de todas partes para que mantuvieran la comunión con los partida-

44  En Amiano se lee que Eusebio era pariente del futuro emperador Juliano, no de Licinio (Amm. 22, 9, 4). 45  Los obispos al sínodo.

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recte sentientibus communicarent darentque operam ut Alexander cum iisdem communicaret» (Sozom l. 1, c. 15). (8) Utrum episcoporum aliqui ante hanc synodum perinde atque imperator scripsere ad Alexandrum, haud scio. (9) Ex hoc autem tempore universi scribere coeperunt aliosque quaquaversum per literas hortari ut hoc idem agerent. (10) Inter caeteros vero Eusebius Nicomediae sic hortatus est Paulinum Tyri (apud Theod. l. 1, c. 6): [f. 4r]

[f. 5r]

(11) «Domino meo Paulino Eusebius in Domino salutem. (12) Nec domini mei Eusebii in tuenda veritate studium silentio mandatum est sed ad nostras usque aures pervenit, nec tua, domine, in eodem negotio taciturnitas. (13) Et, sicut consentaneum erat, domini quidem mei Eusebii causa gavisi sumus, tua vero causa magnopere dolemus, tanti viri silentium condemnationem nostram esse arbitrantes. (14) Quamobrem hortor te, qui scias quam indecorum sit viro prudenti aliena sentire et veritatem reticere, ut intelligentiam spiritu suscitans hac de re scribere aggrediaris quod tibi et auditoribus tuis utile futurum est, praesertim si Scripturae vestigiis insistens, juxta ejus sermones ac sententias scribere volueris. (15) Quandoquidem nec duo ingenita unquam audivimus, nec / unum divisum in duo, aut corporeum quicquam passum esse didicimus aut credidimus, domine, sed unum quidem ingenitum, alterum autem ab eo vere, et non ex ejus substantia [οὐσίας] factum, nec ullo modo particeps naturae illius nec ex substantia ejus existens, sed natura et virtute prorsus diversum, ad perfectam tamen similitudinem naturae virtutisque factoris sui conditum; cujus

Yah. 12 33. 7. Soz. HE 1, 15, 10-12 || 11-29. Thdt. HE 1, 6, 1-8 33. 11. domino meo Paulino] (ip)sis est, quae corpori consentanea sunt patietur expers corporis Deus. Benevalere te optamus in Domino, beatissime Papa. Arius, Ethales, Achilles, Carpones, Sarmatas, Arius Presbyteri. Diaconi Euzoius, Lucius, Iulius, Menas, Helladius, Caius. Episcopi Secundus, Theonas, Pistus. / (Hanc igitur del.) fidei formulam (se del.) (igitur add.) imprimis offerebant Alexandro (Alexander a. c. ut uid.) ut pateret omnibus se non clanculum et fraudulenter agere (haec scribere a. c.) et haereticos existentes simulare fidem orthodoxam, sed hanc ipsam esse fidem quam Alexander rejecerat et propter quam tenebantur excommunicati. Missis deinde legatis, ut dictum est, qui una cum fide res gestas exponerent, multi accomodarunt aures et imprimis Eusebius episcopus Nicomediae, qui, re intellecta, sic (statim del.) scripsit ad Paulinum episcopum Tyri a. c.

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rios de Arrio, en tanto que profesaban una creencia correcta, y para que se esforzaran por que Alejandro restableciera la comunión con ellos» (Sozóm. l. 1, c. 15). (8) Si antes de este sínodo escribieron algunos obispos a Alejandro, al igual que hizo el emperador, no lo sé. (9) Lo cierto es que a partir de entonces todos empezaron a escribir y a exhortarse los unos a los otros para que hicieran eso mismo, con cartas dirigidas a todas partes. (10) Entre los demás, Eusebio de Nicomedia exhortó así a Paulino de Tiro (en Teod. l. 1, c. 6): (11) «A su señor Paulino Eusebio le desea salud en el Señor. (12) El afán de mi señor Eusebio46 por proteger la verdad no se ha quedado callado, sino que ha llegado hasta nuestros oídos, como también lo ha hecho, señor, tu silencio en el mismo asunto. (13) Y como era natural, nos hemos alegrado por causa de mi señor Eusebio, pero por ti nos dolemos sobremanera, pues consideramos que el silencio de tan gran varón supone nuestra condena. (14) Por esta razón te animo a ti, que sabes cuán inapropiado resulta que un varón sensato escuche cosas ajenas y se calle la verdad, a que suscites en tu espíritu la inteligencia y te pongas a escribir sobre este asunto lo que va a ser útil para ti y tus oyentes, en especial si, siguiendo las huellas de la Escritura, escribes conforme a sus palabras y expresiones. (15) Puesto que nunca hemos oído nada de dos ingénitos, ni de uno dividido en dos, ni hemos aprendido ni creído que haya padecido nada corporal, señor, sino que creemos en un solo ingénito y otro realmente distinto de él, y no hecho de su sustancia [οὐσία], ni partícipe de ningún modo de la naturaleza de aquél ni proveniente de su sustancia, sino enteramente distinto por naturaleza y potencia, pero sin embargo creado a semejanza perfecta de la naturaleza y potencia de su hacedor; y su creación no sólo es inexplicable con

 Eusebio de Cesarea.

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initium non modo verbis inexplicabile est sed ne cogitatione quidem, non dicam hominum sed omnium qui supra homines sunt, comprehendi posse credimus. (16) Atque haec non ratiocinatione nostra collecta sed e Scripturis edocti didicimus. (17) Creatum ac fundatum esse et genitum, substantia et immutabili atque ineffabili natura ac similitudine quam habet ad factorem suum, didicimus ex ipsius Domini verbis, qui ait: “Deus creavit me initium viarum suarum et ante seculum fundavit me”, et “ante omnes colles genuit me”. (18) Quod si ex ipso, hoc est de ipso esset tanquam pars ejus vel ex defluxu substantiae, non jam creatus nec fundatus amplius diceretur. (19) Nec tu profecto id ignoras, domine. (20) Nam quod est ex ingenito, non amplius sive ab altero sive ab eodem creari ac fundari potest, cum sit ab initio ingenitum. (21) Si vero ex eo quod genitus esse dicatur, subindicari videtur eum ex paterna substantia ortum, eandem quoque eum Patre naturam habere, scimus Scripturam non de illo solo dicere quod genitus sit sed etiam de aliis quae natura prorsus ab illo discrepant. (22) Nam et / de hominibus dicit: “filios genui et exaltavi, ipsi autem spreverunt me”, et alibi: “Deum qui te genuit dereliquisti”, et de aliis rebus ait: “quis est qui genuit stillas roris?”, non quo naturam ex natura esse declaret, sed ut singula quae facta sunt, arbitrio et voluntate ejus facta esse significet. (23) Nihil enim est ex substantia ejus, sed omnia, nutu illius facta, ita existunt, singula prout facta sunt. (24) Nam ille quidem Deus est, haec vero ad ejus similitudinem, Verbo similia futura, ejus arbitrio facta sunt. (25) Et omnia quidem per ipsum, a Deo tamen facta sunt: omnia enim ex Deo.

Yah. 12 33. 11-29. Thdt. HE 1, 6, 1-8 33. 21. dicatur] dicitur a. c. | ab illo] discrepant a. c.

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palabras, sino que ni siquiera creemos que pueda ser comprendida no ya por los seres humanos, sino por ninguno de los seres que están por encima de los humanos. (16) Y a esto no hemos llegado con nuestro razonamiento, sino que lo hemos aprendido de las Escrituras. (17) Que es creado y establecido y engendrado, por su sustancia y por su inmutable e inefable naturaleza y por la semejanza que conserva con respecto a su hacedor, lo hemos aprendido de las propias palabras del Señor, que dice: “Dios me creó como comienzo de sus caminos y me estableció antes del siglo”47 y “antes que todas las colinas me engendró a mí”.48 (18) Pero si hubiese salido de Él, es decir si proviniera de Él como una parte suya o como efusión de su sustancia, ya no se diría que es creado o fundado. (19) Y sin duda tú no ignoras esto, señor. (20) Pues lo que sale del ingénito ya no puede ser creado y fundado por otro o por el mismo, dado que es ingénito desde el principio. (21) Pero si del hecho de que se dice que es engendrado parece que se quiere indicar que nació de la sustancia del Padre y que tiene también la misma naturaleza que el Padre, sabemos que la Escritura no dice sólo de él que es engendrado sino también de otras criaturas que difieren de él enteramente en cuanto a naturaleza. (22) Pues también de los seres humanos dice: “engendré y exalté a mis hijos, pero ellos me despreciaron”,49 y en otra parte: “has a abandonado a Dios, que te engendró”,50 y de otras cosas dice: “¿quién es el que engendró las gotas de rocío?”,51 no para afirmar que una naturaleza venga de la otra, sino para expresar que cada una de las cosas que han sido creadas lo han sido por su decisión y voluntad. (23) En efecto, nada proviene de su sustancia, sino que todas las cosas, creadas por su voluntad, existen según cada una haya sido creada. (24) Pues Él es Dios, y estas cosas han sido creadas a su semejanza, destinadas a ser semejantes al Verbo. (25) Y todo se ha hecho por mediación de éste, pero por creación de Dios: pues todo viene de Dios.

 Prov. 8, 22-23.  Prov. 8, 25. 49  Is. 1, 2. 50  Deut. 32, 18. 51  Job 38, 28. 47 48

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(26) Quae tu cum acceperis et juxta concessam tibi divinitus gratiam limaveris, fac ut domino meo Alexandro quamprimum scribas. (27) Nam si ad illum scripseris, te illi persuasurum confido. (28) Saluta omnes fratres in Domino. (29) Incolumem te et pro nobis orantem divina gratia conservet, domine». [f. 5v]

34. (1) Interea Alexander his cognitis quamprimum convocat presbyteros et diaconos regionis Alexandrinae et Mareotidis et ad Ecclesias universas perscribit epistolam sequentem, mittens eam ad singulas urbes, ut subscriptionibus episcoporum mature obtentis acta sua stabiliret. (2) Ut autem imperator et Asiatici solum Alexandrum e multis conspirantibus Aegyptiis aperte culpabant, sic Alexander solum Eusebium, synodi Asiaticae autorem et principem, in hac epistola reprehendit (apud Socr. l. 1, c. 6).

[f. 6r]

(3) «Dilectis et carissimis / ubique catholicae Ecclesiae comministris Alexander in Domino salutem.

[f. 7r]

(4) Cum unum sit catholicae corpus Ecclesiae mandatumque sit in Sacris Litteris ut pacis et concordiae vinculum conservemus, consentaneum est ut quaecunque apud singulos geruntur, nobis invicem per literas significemus, quo scilicet seu patiente, seu gaudente uno membro, ipsi vicissim aut compatiamur, aut collaetemur. (5) In nostra igitur paroecia extiterunt nuper homines iniqui et hostes Christi, docentes defectionem ejusmodi, quam jure quis praeviam ac praenunciam Antichristi appellaverit. (6) Ac volueram equidem hoc, quicquid est, silentio invol/vere, ut malum intra ipsos apostatas clausum consumeretur, ne forte in alia transgressum loca, simpliciorum hominum aures contaminaret. (7) Sed quoniam Eusebius, is qui nunc est Nicomediae, res Ecclesiae ex

Yah. 12 34. 3-47. Socr. Sch. HE 1, 6, 4-30 34. 1. interea Alexander – 2. epistola reprehendit] Alexander itaque animadverso per literas (ut opinor del.) ad eum scriptas quod Eusebius cum aliis inciperent favere excommunicatis (ut dictum est add. del.) (convocavit presbyteros et diaconos regionis Alexandrinae et Mareotidis et scripsit ut dictum est sequentem add.) (scripsit ad del.) (sequentem add.) epistolam circulatoriam, mittens eam ad singulas urbes ut suscriptionibus episcoporum mature obtentis actum suum ratum faceret a. c. | episcoporum] add. || 2. Asiaticae] Asiaticae * a. c.

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(26) Cuando hayas recibido estas palabras y las hayas limado de acuerdo con la gracia que Dios te ha concedido, escríbele lo antes posible a mi señor Alejandro. (27) Pues si le escribes confío en que vas a convencerlo. (28) Saluda a todos los hermanos en el Señor. (29) Que la gracia divina te mantenga, señor, incólume y orando por nosotros». 34. (1) Entre tanto Alejandro, al enterarse de esto, convoca inmediatamente a los presbíteros y diáconos de la región de Alejandría y de Mareótide y escribe a todas las Iglesias la carta siguiente, enviándola a cada ciudad para asegurar sus actos una vez consiguiera rápidamente las firmas de los obispos. (2) Y de la misma manera que el emperador y los asiáticos sólo culpaban abiertamente a Alejandro de entre los muchos conspiradores egipcios, así Alejandro sólo censura en la carta siguiente a Eusebio, responsable y principal del sínodo asiático (en Sócr. l. 1, c. 6). (3) «A sus apreciados y queridísimos conministros de la Iglesia católica en todas partes Alejandro les desea salud en el Señor. (4) Dado que el cuerpo de la Iglesia católica es uno solo y está encomendado en las Sagradas Escrituras que conservemos el vínculo de paz y concordia, es apropiado que cualquier cosa que ocurra entre nosotros nos la comuniquemos por carta, para que, cuando sufra o se alegre un solo miembro, los demás por nuestra parte nos compadezcamos o nos alegremos con él. (5) Pues bien, en nuestra parroquia han surgido hace poco unas personas inicuas y enemigas de Cristo que enseñan una desviación tal que se podría llamar con razón precursora y anunciadora del Anticristo. (6) Y sin duda habría querido silenciar esto, fuera lo que fuese, para que el mal se consumiera encerrado entre los propios apóstatas, no fuera que, pasando a otros lugares, contaminase los oídos de la gente más sencilla. (7) Pero dado que Eusebio, el que ahora es de Nicomedia, que se cree

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nutu suo pendere existimans eo quod, relicta Berytiorum Ecclesia, ad Nicomediensem episcopatum nullo ulciscente impune transgressus est, horum apostatarum patrocinium suscipit et literas quaquaversus ausus est scribere commendans illos, ut imperitos homines ad pessimam Christoque infensam haeresim traducat, necessarium duxi silentium abrumpere, utpote sciens id quod in Lege scriptum est, vobisque omnibus renunciare, quo et apostatas ipsos et infelicissima erroris illius verba cognoscatis, ac si forte Eusebius scripserit, ei minime attendatis. (8) Pristinam enim malevolentiam suam, quae longinquitate temporis jam oblivioni et silentio tradita videbatur, per istos renovare nunc studens, simulat quidem se eorum causa literas scribere, reipsa tamen declarat se sua causa laborantem id agere.

[f. 8r]

(9) Eorum porro qui ab Ecclesia defecerunt haec sunt nomina: Arius, Achillas, Aithales, Carpones, alter Arius, Sarmates, Euzoius, Lucius, Julianus, Menas, Helladius, Gaius, cumque his Secundus ac Theonas, qui olim episcopi sunt appellati. (10) Ea vero quae sine ulla Scripturarum auctoritate commenti temere effutiunt sunt hujusmodi. (11) Deus, inquiunt, non semper fuit Pater, sed tempus extitit cum Deus minime esset Pater. (12) Verbum Dei non semper fuit sed ortum est ex nihilo. (13) Deus enim, qui est, illum, qui non erat, ex non ente procreavit. (14) Proinde tempus aliquando fuit cum non esset, quippe Filius creatura est opusque. (15) Neque vero similis est Patri secundum substantiam, neque verum ac naturale Dei verbum, nec vera ejusdem sapientia, sed unus quidem est ex operibus creaturis. (16) Abusive [καταχρηστικῶς] autem Verbum dicitur atque sapientia, quippe cum et ipse extiterit per proprium Dei Verbum et per sapientiam quae in Deo est, in qua / Deus tum caetera omnia tum eum ipsum fecit. (17) Quamobrem suapte natura conversioni obnoxius est ac mutationi perinde ac reliqua rationalia. (18) Extraneum et alienum est Verbum ac semotum a Dei substantia.

Yah. 12 34. 3-47. Socr. Sch. HE 1, 6, 4-30 34. 9. olim] aliquando a. c. || 12. nihilo] non ex nihilo a. c. || 13. procreavit] pro*creavit a. c. || 15. naturale] na*turale a. c. || 16. extiterit] exti*terit a. c.

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que los asuntos de la Iglesia dependen de él porque ha abandonado la Iglesia de Beirut impunemente y se ha hecho con el obispado de Nicomedia sin que lo haya castigado nadie, asume el patrocinio de estos apóstatas y se ha atrevido a escribir cartas a todas partes recomendándolos, con el objeto de ganarse a los inexpertos a una herejía terrible y hostil a Cristo, he considerado necesario romper el silencio, sabedor de lo que está escrito en la Ley, y anunciároslo a todos vosotros para que conozcáis a los propios apóstatas y las muy desafortunadas palabras de ese error, y para que, si acaso os escribe Eusebio, no le prestéis oídos. (8) En efecto él, afanándose por renovar ahora a través de ésos su antigua malevolencia, que ya parecía entregada al olvido y al silencio por el paso de mucho tiempo, finge que escribe sus cartas por ellos, pero en realidad deja ver que trabaja por su propia causa. (9) Pues bien, los nombres de quienes han hecho defección de la Iglesia son éstos: Arrio, Aquilas, Etales, Carpones, el otro Arrio, Sármates, Euzoyo, Lucio, Juliano, Menas, Heladio, Gayo, y con ellos Segundo y Teonas, que en otro tiempo fueron llamados obispos. (10) Lo que sin ninguna autoridad de las Escrituras inventan temerariamente es como sigue: (11) Dios, dicen, no fue siempre Padre, sino que hubo un tiempo en el que Dios no era Padre. (12) El Verbo de Dios no existió siempre, sino que nació de la nada. (13) En efecto Dios, el que es, creó de la nada a aquél, que no era. (14) Por ello hubo una vez un tiempo en el que el Hijo no existía, dado que el Hijo es criatura y obra. (15) Pero ni en verdad es semejante al Padre en cuanto a sustancia, ni verdadero y natural Verbo de Dios, ni su verdadera sabiduría, sino que es una más de sus obras creadas. (16) Se le llama de forma abusiva [καταχρηστικῶς] Verbo y sabiduría, dado que también él mismo existe por el propio Verbo de Dios y por la sabiduría que está en Dios, con la que Dios hizo tanto a todos los demás seres como a él mismo. (17) Por esta razón es por su propia naturaleza susceptible de conversión y de mutación al igual que los demás seres racionales. (18) El Verbo es exterior y ajeno y sepa-

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(19) Invisibilis atque inenarrabilis est Filio Pater. (20) Neque enim perfecte et exacte Filius novit Patrem, neque eum perfecte videre potest. (21) Nam nec suam ipsius substantiam novit Filius cujusmodi sit, siquidem propter nos factus est, ut ejus tanquam instrumenti cujusdam opera Deus nos crearet, nec ipse extitisset unquam, nisi Deus nos creare voluisset. (22) Et cum quidam eos interrogasset utrum Dei verbum mutari posset sicuti mutatus est diabolus, ipsi non veriti sunt respondere: (23) “certe potest, est enim naturae mutabilis, cum gigni possit et creari”.

[f. 9r]

(24) Haec igitur dicentem Arium et summa cum impudentia affirmantem, nos quidem, una cum Aegypti ac Libyae episcopis prope centum numero in unum congregatis, tum ipsum tum eos qui illi adhaeserunt anathemate perculimus. (25) Eusebius vero eos suscepit, impietatem pietati et veritati studens miscere mendacium. (26) Sed nequaquam praevalebit. (27) Vincit enim veritas, nec ulla est societas luci cum tenebris, nec Christi cum diabolo consensio. (28) Quis enim unquam talia audivit? (29) Aut quis est qui et nunc audiens non obstupescat et aures non obturet, ne hujusmodi verborum sordes penetrare ad eas possint? (30) Quis Joannem audiens dicentem: “in principio erat Verbum”, non condemnet istos, qui asserunt: “fuit [tempus] cum non esset”? (31) Aut quis audiens haec verba ex Evangelio, “unigenitus filius” et “per ipsum facta sunt omnia”, istos non oderit affirmantes Filium / esse unum ex creaturis? (32) Enimvero quomodo potest esse aequalis [ἴσος] illis quae per ipsum facta sunt? (33) Quomodo potest esse unigenitus qui juxta illorum sententiam una cum reliquis omnibus in creaturarum ordine censetur? (34) Qua ratione ortus sit ex nihilo, cum Pater dicat “eructavit cor meum verbum bonum”, et alibi “ex utero ante luciferum genui te”? (35) Aut quomodo substantia dissimilis est Patri, cum sit imago perfecta et splendor Patris cumque ipse dicat “qui vidit me vidit Patrem”? (36) Quod si Filius ratio [λόγος] Patris

Yah. 12 34. 3-47. Socr. Sch. HE 1, 6, 4-30 34. 32. aequalis] unus ex a. c.

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rado de la sustancia de Dios. (19) El Padre es invisible e inenarrable para el Hijo. (20) En efecto, el Hijo no conoce al Padre perfecta y exactamente, ni puede verlo perfectamente. (21) Pues el Hijo ni siquiera sabe de qué clase es su propia sustancia, dado que fue hecho por nuestra causa para que Dios nos crease con él como con una especie de instrumento, y nunca habría existido si Dios no hubiera querido crearnos. (22) Y al preguntarles alguien si el Verbo de Dios podría transformarse como se transformó el diablo, ellos no temieron responder: (23) “Sí puede, pues es de naturaleza mudable, dado que puede ser engendrado y creado”. (24) Así que al decir esto Arrio y al afirmarlo con la mayor desvergüenza, nosotros, junto con casi cien obispos reunidos de Egipto y Libia, hemos castigado con el anatema tanto a ellos como a los que se adhirieron a ellos. (25) En cambio Eusebio los ha acogido, afanado en mezclar la impiedad con la piedad y la verdad con la mentira. (26) Pero en ningún modo prevalecerá. (27) En efecto, vence la verdad, y no hay ninguna amistad entre la luz y las tinieblas, ni ningún acuerdo de Cristo con el diablo. (28) Pues, ¿quién ha oído nunca tales cosas? (29) ¿O quién hay que no se quede estupefacto al oírlo ahora y se tape los oídos para que la suciedad de tales palabras no entre en ellos? (30) ¿Quién, al escuchar a Juan decir: “al principio era el Verbo”,52 no condenaría a ésos, que afirman que “hubo un tiempo en el que no existía”? (31) ¿O quién, al escuchar estas palabras del Evangelio, “hijo unigénito” y “por él todo fue hecho”,53 no odiaría a quienes afirman que el Hijo es una más de las criaturas? (32) Pues en efecto, ¿cómo puede ser igual a aquello que ha sido hecho por medio de él? (33) ¿Cómo puede ser unigénito, si, según su creencia, se cuenta junto con todas las demás en el orden de las criaturas? (34) ¿De qué manera puede haber nacido de la nada, si el padre dice “rebosa mi corazón palabra buena”, y en otra parte “de mi vientre antes del lucero te engendré”?54 (35) ¿O cómo es desemejante al Padre en cuanto a sustancia, si es la perfecta imagen y el esplendor del Padre, y si él mismo dice: “quien me ha visto a mí ha visto al Padre”?55 (36) Porque si el Hijo es la razón [λόγος] y la sabiduría del  Jn 1, 1.  Jn 1, 18; Jn 1, 3. 54  Ps. 44, 2; Ps. 109, 3. 55  Jn 14, 9. 52 53

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[f. 10r]

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est ac sapientia, quomodo fuit tempus cum non esset? (37) Perinde enim est ac si dicerent Deum aliquando rationis et sapientiae expertem fuisse. (38) Quomodo mutationi conversionique obnoxius sit, cum de se ipse dicat: “ego in Patre et Pater in me”, et alibi: “ego et Pater unum sumus”, per prophetam vero multo ante pronunciaverit: “videte me quod ego sum et non mutor”? (39) Ac licet quis hoc dictum ad Patrem ipsum referre possit, aptius tamen fuerit nunc de Filio dictum accipere, eo quod cum homo factus sit nequaquam est immutatus, sed, ut ait Apostolus, “Jesus Christus heri et hodie idem ipse et saecula”. (40) Quidnam vero eos impulit ut dicerent illum propter nos factum esse, cum Paulus utique dicat “propter quem omnia et per quem omnia”?(41) De blasphemia vero illa qua dicunt Patrem non perfecte cognosci a Filio, nemini mirum videri debeat, nam cum semel Christo bellum indixerint, spernunt quoque verba ipsius Domini dicentis: “ut cognoscit me Pater et ego cognosco Patrem”. (42) Proinde si ex parte tantum Filium cognoscit Pater, palam est quod et Filius ex parte cognoscit Patrem. (43) Quod si hoc dicere nefas est et si Pater perfecte novit Filium, perspicuum est quod quemadmodum Pater Verbum suum cognoscit, / ita et Filius novit Patrem suum, cujus est Verbum. (44) Ac nos quidem haec dicentes, Sacras Scripturas replicantes, saepenumero eos convertimus et iterum sicut chamaeleontes transmutati sunt,o studentes sibimetipsis vindicare id quod scriptum est: “impius, cum in profundum malorum gurgitem venerit, spernit”. (45) Multae quidem ante illos haereses extiterunt, quae plusquam decebat ausae, in extremam dementiam prolapsae sunt; isti vero, divinitatem Verbi cunctis sermonibus suis subvertere moliti, effecerunt quantum in se est, ut priores haereses illae justae esse viderentur, quippe qui ad

o

 Sc. redeuntes ad haeresin.

Yah. 12 34. 3-47. Socr. Sch. HE 1, 6, 4-30 34. 44. profundum... venerit] profundum venerit... a. c. || 45. moliti] moliti sunt a. c. | effecerunt] scripsi : efficerunt leg.

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Padre, ¿cómo hubo un tiempo en que no existía? (37) En efecto, es igual que si dijeran que Dios alguna vez careció de razón y sabiduría. (38) ¿Cómo va a ser susceptible de mutación y conversión, si de sí mismo dice: “yo en el Padre y el Padre en mí”, y en otra parte: “el Padre y yo somos uno solo”,56 y mucho antes ha declarado a través del profeta: “vedme que soy yo y que no cambio”?57 (39) Y aunque alguien podría referir estas palabras al propio Padre, sin embargo sería más adecuado interpretarlas ahora como refiriéndose al Hijo, dado que pese a hacerse hombre en ningún modo cambió, sino que, como dice el Apóstol, “Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos”.58 (40) ¿Pero qué es lo que les empujó a decir que él fue hecho por nuestra causa, si Pablo dice sin duda “por cuya causa son todas las cosas y por quien todas las cosas subsisten”?59 (41) Pero aquella blasfemia que dicen de que el Hijo no conoce perfectamente al Padre a nadie debería parecerle asombrosa, pues una vez que han declarado la guerra a Cristo desprecian también las palabras del propio Señor cuando dice: “como me conoce a mí el Padre también yo conozco al Padre”.60 (42) Por ello si sólo en parte conoce el Padre al Hijo, está claro que también el Hijo conoce en parte al Padre. (43) Y si decir esto es sacrílego y si el Padre conoce perfectamente al Hijo, es evidente que del modo en que el Padre conoce a su Verbo también el Hijo conoce a su Padre, de quien es el Verbo. (44) Y nosotros los hemos convertido muy a menudo diciendo esto y aduciendo las Sagradas Escrituras, y de nuevo ellos se han cambiado como camaleones,o empeñados en arrogarse para ellos mismos lo que está escrito: “el impío llega al abismo profundo del mal y lo desprecia”.61 (45) Sin duda antes que ellos existieron muchas herejías que, osando más de lo debido, cayeron en la locura extrema; pero ésos, en su esfuerzo por rebajar con cada una de sus palabras la divinidad del Verbo, han hecho cuanto estaba en sus manos para que aquellas herejías anteriores parecieran justas, pues ellos se acercan más al o

 Es decir, volviendo a la herejía.

 Jn. 14, 10; Jn. 10, 30.  Mal. 3, 6. 58  Heb. 13, 8. 59  Heb. 2, 10. 60  Jn. 10, 15. 61  Prov. 18, 3. 56 57

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Antichristum propius accedant. (46) Quamobrem abdicati sunt ab Ecclesia et anathemate percussi. (47) Ac dolore quidem afficimur ob exitium illorum, ideo praesertim quod cum Ecclesiae doctrinam olim perceperint, nunc ab ea desciverunt». Etc. 35. (1) «Hujusmodi literis», subjungit Socrates, «ad omnes episcopos per singulas urbes constitutos ab Alexandro datis, malum in deterius profecit, cum ii qui literas acceperant ad contentionem excitarentur. (2) Et alii quidem literis consentientes iisdem etiam subscripserunt, alii vero contrarium fecere. (3) Sed maxime omnium Eusebius Nicomediensis episcopus ad dissentiendum impulsus est, eo quod Alexander in suis literis nominatim ipsum perstrinxisset. (4) Porro Eusebius», pergit Socrates, «tunc temporis plurimum poterat propterea quod imperator degebat Nicomediae.p (5) Illic enim paulo ante Dioclesianus palatium aedificaverat. (6) Hanc igitur ob causam multi episcopi Eusebio obsequebantur. (7) At ille frequentes literas mittebat, nunc ad Alexandrum, monens ut suppressa quaestione quae inter ipsos commota fuerat Arium in communionem reciperet, nunc ad singularium urbium episcopos, suadens ne Alexandro assensum accommodarent» (Socr. l. 1, c. 6). [f. 11r]

36. (1) Caeterum cum in jam recitatis Alexandri literis nonnulla tribuantur Ario contraria fidei quam Arius / et socii in libello ad Alexandrum dato suam esse solenniter declaraverant et deinceps declarabant omnibus, Eusebius Pamphili, quamprimum in istas Alexandri literas incidere potuit, reprehendit eum ob defectum synceritatis. (2) Epistola Eusebii sic incipit (apud Nicaen. Concil. Secund. Act. 6 et Baron. a. 318. 54): «Quanto labore et diligentia in  Hujusmodi causis adversa omnia tribuere solebant homousiani. Imperator erat Eusebio infensus (ut mox audietis) et vix ultra quatuor menses per totam hanc disputationem degebat Nicomediae. p

Yah. 12 35. 1-7. Socr. Sch. HE 1, 6, 31-4 || 36. 2-13. Baron. Ann. 3, 318, 54 35. 2. fecere] fecerunt a. c. || 4. pergit Socrates] add. || 7. frequentes] frequentes ad a. c. | singularium] singulares a. c. || 36. 1. suam esse] pro sua a. c. | declaraverant] declaraverat a. c. | quamprimum] quamprimum incidere potuit a. c. | incidere potuit] sic eum a. c. | incidere] scripsi : inciderer leg. | reprehendit] reprehendent a. c. || p. imperator] imperator jam a. c. | et vix ultra quatuor menses per] neque jam degebat Nicomediae a. c.

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Anticristo. (46) Por esta razón han sido rechazados de la Iglesia y castigados con el anatema. (47) Y sin duda nos dolemos por la ruina de éstos, en especial porque, pese a haber aprendido en otro tiempo la doctrina de la Iglesia, ahora se han apartado de ella». Etc. 35. (1) «Con una carta de este tipo», añade Sócrates, «enviada por Alejandro a todos los obispos de cada ciudad, el mal empeoró, puesto que los que la recibían se veían movidos a la disputa. (2) Y unos se mostraban de acuerdo con la carta y la firmaban, y otros hacían lo contrario. (3) Pero más que todos Eusebio, el obispo de Nicomedia, se vio empujado a disentir, dado que en la carta Alejandro lo había atacado personalmente. (4) Pues bien, Eusebio», sigue Sócrates, «en aquel tiempo tenía mucho poder debido a que el emperador residía en Nicomedia.p (5) En efecto, allí Diocleciano había hecho construir poco antes un palacio. (6) Así que por esta causa muchos obispos buscaban el favor de Eusebio. (7) Y por su parte él enviaba muchas cartas, ora a Alejandro, aconsejándole que olvidara la cuestión que se había agitado entre ellos y recibiera a Arrio en comunión, ora a los obispos de cada ciudad, intentando convencerles de que no dieran su apoyo a Alejandro» (Sócr. l. 1, c. 6). 36. (1) Por lo demás, dado que en la carta ya reproducida de Alejandro se atribuyen a Arrio algunas palabras contrarias a la fe que Arrio y sus aliados habían declarado solemnemente como suya en el escrito entregado a Alejandro y que desde entonces declaraban a todos, Eusebio de Pánfilo, en cuanto pudo leer esa carta de Alejandro, lo censura por falta de sinceridad. (2) La carta de Eusebio empieza así (Concilio Nicea Seg. Act. 6 y Baron. a. 318. 54):62 «Con cuán-

 A este tipo de causas solían atribuir los homousianos todas las adversidades. El emperador estaba irritado contra Eusebio (como enseguida oiréis)63 y apenas residió cuatro meses en Nicomedia durante toda esta controversia. p

La referencia a las Actas del concilio la ofrece Baronio tal cual.  Ya se ha contado en 25, 39. Cf. apartado 4.2.4, § 8, del estudio introductorio.

62  63

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has literas inciderim», etc. (3) Dein sic pergit: «Arium ejusque studiosos accusant hae litterae quod Filium ex non ente instar unius omnium esse dixerint. (4) Illiq vero epistolium attulerunt quod ad te scripserunt, in quo fidem suam exponentes, his verbis confitentur quae sentiunt: (5) “Legis, prophetarum et Novi Testamenti Deum ante sempiterna secula sibi Filium unigenitum generasse, per quem et saecula et omnia fecit. (6) Generasse autem non videturr sed in veritate propriae voluntati substituisse immutabilem et inalterabilem creaturam Dei perfectam, veruntamen non ut unam creaturarum”. (7) Tua vero epistola accusat eos quasi dixerint quod Filius factus tanquam unus omnium, cum tamen hoc non dixerint sed aperte pronuncient “non ut unam creaturarum”. (8) Vide ne dederis statim illis occasionem ut ea etiam calumnientur et assumant quaecunque voluerint. (9) Itaerum accusas eos quod dixerint quod qui est non existentem genuit. (10) Miror sane si quispiam aliter dicere poterit. (11) Nam si unus est qui est, manifestum est quod ex eo genitum est omne quod est, estque id post illum. (12) Si vero qui est non unus sit, sed et Filius sit qui est, quomodo eum qui est [πῶς τὸν ὄντα], qui est genuit [ὁ ὤν γέγονε]? (13) Sic enim qui est duo fuerint». 37. Quid respondit Eusebius ad accusationem de mutabilitate Filii et similia non constat, namque extat tantum fragmentum epistolae ejus quod hic positum est. [f. 12r]

38. (1) Caeterum «Alexandro decretis Asiaticis et literis episcoporum nullatenus cedente, Arius legatos mittit ad Paulinum, episcopum Tyri, ad Eusebium Pamphili, qui Caesariensem in Palaestina regebat Ecclesiam, et ad Patrophilum, Scythopolitanum antistitem, petitque ut sibi una cum suis concederetur plebem ipsis

 Legati sc. ex eorum numero missi.

q r

 Mala est translatio. Lege apparenter.

Yah. 12 36. 2-13. Baron. Ann. 3, 318, 54 || 38. 1-3. Soz. HE 1, 15, 11-12 36. 6. inalterabilem] scripsi : inalterablilem leg. || 11. ex eo] ex * eo a. c. || 12. πῶς] scripsi : (πως add.) leg. || 37. et similia] caeteraque a. c. || 38. 1. decretis Asiaticis et literis episcoporum] add. | sibi] *sibi a. c.

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to trabajo e interés he leído esta carta», etc. (3) Luego sigue así: «Acusa esta carta a Arrio y a quienes lo apoyan de haber dicho que el Hijo nació de la nada como una más de todas las criaturas. (4) Sin embargo ellosq trajeron un escrito que te habían dirigido a ti, en el que, al exponer su fe, confiesan lo que creen con estas palabras: (5) “Que el Dios de la Ley, de los profetas y del Nuevo Testamento engendró antes de los siglos eternos a su Hijo unigénito, por medio del cual hizo los siglos y todas las cosas”. (6) Y no lo engendró “al parecer,”r sino que en verdad lo estableció bajo su propia voluntad como inmutable e inalterable criatura perfecta de Dios, pero sin embargo no como una más de las criaturas”. (7) Pero tu carta los acusa como si hubieran dicho que el Hijo fue hecho como uno más de entre todos, cuando sin embargo no dijeron eso, sino que afirman abiertamente: “no como una más de las criaturas”. (8) Cuida de no darles al punto ocasión para que digan también esa calumnia y asuman cualquier cosa que quieran. (9) Asimismo los acusas de haber dicho que el que es engendró al que no existía. (10) Me asombraría en verdad si alguien pudiera decirlo de otro modo. (11) Pues si uno solo es el que es, es manifiesto que todo lo que es ha sido engendrado de él, y que ello es después de aquél. (12) Pero si el que es no es uno, sino que también el Hijo es el que es, ¿cómo engendró al que es el que es [πῶς τὸν ὄντα ὁ ὤν γέγονε]? Pues en ese caso el que es habría sido dos». 37. No consta qué respondió Eusebio a la acusación sobre la mutabilidad del Hijo y a otras semejantes, puesto que sólo se ha conservado el fragmento de su carta que he reproducido aquí. 38. (1) Por lo demás, «al no ceder en ningún punto Alejandro a los decretos asiáticos y a las cartas de los obispos, Arrio envía legados a Paulino, obispo de Tiro, a Eusebio de Pánfilo, que regía la Iglesia de Cesarea en Palestina, y a Patrófilo, cabeza de la Iglesia de Escitópolis, y les pide que se les conceda a él y a los suyos reunir en

 Es decir, los legados enviados de entre ellos.

q r

 Es una mala traducción; léase «aparentemente».

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adhaerentem in ecclesia colligere, eundem quem prius presbyterorum obtinentibus gradum. (2) Hunc enim morem esse Alexandriae ut sub uno episcopo qui omnibus praeest, presbyteri separatim ecclesias obtineant et populum ad illas convenire solitum colligant. (3) Illi vero una cum aliis episcopis in Palaestina congregati Arii petitioni subscripserunt, hortantes ut plebem quidem colligerent sicut ante facere consueverant, Alexandro tamen subjecti essent ac sine intermissione ei supplicarent, ut ejus pace et communione fruerentur» (Sozom. l. 1, c. 15). (4) Verum ubi Arius a synodo hac ad officium suum restitutus esset et synaxes agere coepisset, Alexander indignatus antisynodum convocat episcoporum suorum et principes episcoporum qui Synodum Palaestinae celebraverant anathemate perculit, imo totam synodum generali aliqua sententia ferit, ut ex Arii subsequenti epistola constat. (5) Colluthum quoque, presbyterum quendam Alexandrinum qui se episcopum jactaverat, ad presbyteratus gradum reducit. (6) Interea epistolas quaquaversum dirigens, prolixam quandam mittit ad episcopum Byzantii, quae extat apud Theoderitum. (7) Ejus capita quae ad historiam spectant sunt ut Yah. 12 38. 1-3. Soz. HE 1, 15, 11-12 38. 3. fruerentur, Sozom. l. 1, c. 15 – 6. apud Theoderitum] fruerentur, Sozom. l. 1, c. 15. Verum ubi Arius a synodo hac receptus in communionem et restitutus ess (sic) redire cogitabat ad officium suum, Alexander ira vehementi excandescens hominem expulit Alexandria. Qua occasione Arius scripsit ad Eusebium Nicomediensem sequentem epistolam. Domino desideratissimo, viro Dei fideli, orthodoxo Eusebio, Arius, qui injuste persecutionem patitur ab Alexandro papa ob victricem omnium veritatem quam tu quoque defendis, in Domino salutem. Cum pater meus Ammonius Nicomediam pergeret officii mei esse judicavi etc. {...} (Huc transfer Arii epistolam sequentem in mg.) a. c., cf. intr. 4. 2. 4. § 10 || 5. se] *se a. c. || 6. interea epistolas – apud Theoderitum] et his gestis Arium expell expellit (sic) Alexandria. Qua occasione Arius mittit ad Eusebium Nicomediensem sequentem epistolam. Interea Alexand a. c. || 7-11. ejus capita – posthaec conqueritur] {...} Epiphanius. Harum una, quae (quam a. c.) ad episcopum Byzantii inscribitur (direx a. c.) extat apud Theodoritum. Prolixior est quam quae tota hic inseratur. / Interim Alexander praefatam epistolam catholicam quam tomum suum vocat quaquaversum mittens alias etiam permultas particulares epistolas adjunxit. Postquam autem tomum suum misisset per universum Aegyptum, Thebaidem, Libyam et Pentapolim item per Syriam, Lyciam, Pamphiliam, Asiam Cappadociam aliasque finitimas provincias mittens tandem tomum istum ad Alexandrum episcopum Byzantii ad eum conscripsit epistolam (Quae extat apud Theod. l. 1, c. 4 in mg.) prolixam in quo contendit a. c.

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una iglesia a la plebe que estaba de su lado, recuperando el grado de presbíteros que tenían antes. (2) En efecto, decían, existía esta costumbre en Alejandría: que, bajo un solo obispo que estaba por encima de todos, los presbíteros tenían por separado sus iglesias y reunían al pueblo acostumbrado a acudir a ellas. (3) Y aquéllos, junto con otros obispos reunidos en Palestina, firmaron la petición de Arrio, animándolos a que reunieran a la plebe como antes acostumbraban a hacer, pero que se mantuvieran sujetos a Alejandro y sin interrupción le rogasen que pudieran disfrutar de la paz y la comunión con él» (Sozóm. l. 1, c. 5). (4) Sin embargo, al ser Arrio restituido por este sínodo a su ministerio y empezar a celebrar asambleas, Alejandro, indignado, convoca un antisínodo de obispos partidarios suyos y castiga con el anatema a los principales obispos que habían celebrado el Sínodo de Palestina; es más, condena a todo el sínodo con algún tipo de sentencia general, según consta por la propia carta de Arrio. (5) También a Coluto, cierto presbítero alejandrino que se había arrogado el episcopado, lo rebajan al grado de presbítero. (6) Entre tanto dirige cartas a todas partes y envía una muy extensa al obispo de Bizancio, que se ha conservado en Teodoreto. (7) Las partes de la misma que atañen a esta historia son como sigue:

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sequitur: (8) «Arius», inquit, «et Achillas, nuper conjuratione facta, Colluthi ambitionem aemulantes, longe pejores illo extiterunt. (9) Nam Colluthus quidem, qui hos ipsos reprehendit, mali propositi sui praetextum nactus est; isti vero impiam illius ex Christo nundinationem cernentes, non amplius Ecclesiae subjacere voluerunt, sed speluncis latronum sibi constructis, sine intermissione conventus in illis agunt noctu atque interdiu calumnias adversus Christum et adversum nos comminiscentes».

[f. 12v]

(10) Hinc intelligimus epistolam hanc scriptam fuisse post Synodum Palaestinae, siquidem Arius a synodo ista postulavit licentiam synaxes colligendi, atque adeo synaxes hic ab Alexandro commemoratas non nisi synodi ejus auctoritate coeperit colligere. (11) Posthaec conqueritur / Alexander seditiones ac persecutiones adversus se quotidie excitari, nunc quidem ad judicum tribunalia se trahi per interpellationes mulierum. (12) Scilicet dum Alexander inhibere voluit synaxes Arianorum, conflati sunt tumultus, Arianis, qui synodali autoritate suffulti erant, non repugnantibus, ut mihi videtur, et Alexandrum in jus vocantibus de vi illata. (13) His subjungit Alexander: «Ipsi vero [scil. Arius et Achillas cum sociis] contra nos huc et illuc discurrentes ad collegas nostros idem nobiscum sentientes proficisci instituerunt, specie quidem pacem et concordiam expetere se simulantes, reipsa vero quosdam eorum blandis sermonibus in errorem suum traducere conantes. (14) A quibus etiam verbosiores epistolas flagitant, ut eas legentes hominibus quos ipsi deceperunt, eos pertinaciter in errore perseverare faciant absque ullo paenitentiae sensu, in impietate obduratos, quasi qui episcopos idem secum sentientes ac sibi

Yah. 12 38. 8-30. Thdt. HE 1, 4, 3-60 38. 9. Christum] nos a. c. || 11. Alexander] add. || 12. dum Alexander – 13. subjungit Alexander] ex quo Arius pulsus est urbs graviter commoveri coepit, nonnullique Alexandrum, propterea quod praeter leges agens, vim inferret multis adversae partis hominibus, in jus vocarunt. In eadem epistola de Ario et sociis addit a. c. || 13. scil. Arius et Achillas cum sociis] add. || 14. pertinaciter] in errore pertinaciter errore faciant a. c.

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(8) «Arrio», dice, «y Aquilas, conjurados desde hace poco, emulando la ambición de Coluto, han resultado mucho peores que él. (9) Pues Coluto, que censura a éstos, halló un pretexto para su mal propósito, pero ésos, aunque veían que aquél mercadeaba impíamente con Cristo, no han querido estar más bajo la Iglesia, sino que, construyéndose cuevas de ladrones, sin descanso celebran en ellas conciliábulos de noche y de día lanzando calumnias contra Cristo y contra nosotros». (10) Por esto entendemos que esta carta fue escrita después del Sínodo de Palestina, dado que Arrio pidió a este sínodo permiso para reunir asambleas, y en consecuencia las asambleas mencionadas aquí por Alejandro no habría empezado a reunirlas si no hubiera sido con la autoridad de este sínodo. (11) Después de esto se queja Alejandro de que diariamente se suscitan contra él revueltas y persecuciones, y que ahora incluso se le arrastra a los tribunales de los jueces por denuncias de mujeres. (12) Puede deducirse que al querer Alejandro impedir las reuniones de los arrianos se formaron tumultos, sin que los arrianos, que estaban apoyados por la autoridad sinodal, respondiesen a las agresiones, según me parece, sino que denunciaron a Alejandro por ejercer violencia contra ellos. (13) A esto añade Alejandro: «Y ellos [es decir, Arrio, Aquilas y sus aliados] se han dirigido aquí y allá, a cada uno de nuestros colegas que piensan como nosotros, hablando en nuestra contra y fingiendo que desean la paz y la concordia, pero intentando en realidad atraer a su error a algunos con sus melifluas palabras. (14) Y a éstos les exigen también cartas más copiosas, para leérselas a quienes ellos han engañado y hacerlos perseverar pertinazmente en el error sin ningún sentido de arrepentimiento, obcecados en la impiedad por creer que tienen a obispos que comparten su creencia

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suffragantes habeant. (15) Ea porro quae apud nos perperam docuerunt et egerunt et quorum causa a nobis sunt expulsi, nequaquam illis confitentur, sed vel silentio ista tradunt, vel fictis sermonibus et libellis conscriptis velantes fucum faciunt. (16) Probabilibus itaque ad assentationem compositis colloquiis pestiferam suam doctrinam obtegentes, simpliciorem quemque et fraudi expositum circumveniunt, neque interim parcunt pietatem nostram apud omnes calumniari. (17) Unde fit ut nonnulli literis eorum subscribentes in Ecclesiam eos recipiant». (18) His ultimis verbis perstringere videtur Alexander praefatam synodum in qua episcopi Orientis subscripsere Arii petitioni.

[f. 13r]

(19) Posthaec Alexander opiniones Arii et sociorum recensens contendit eos statuere Filium Dei aequalem esse caeteris hominibus et perinde mutabilem, et / capacem virtutis et vitii, et nos filios esse Dei perinde ac ille, eumque a Deo ex omnibus electum esse, non ut natura et praerogativa quadam praecipuum quicquam prae caeteris habentem, sed ob studium et accuratam morum diligentiam; temporis etiam a Deo creati spatium aliquod fuisse ante Filium contra Sacras Literas, asserentes eum primogenitum omnis creaturae et per eum saecula esse facta. (20) His prolixe descriptis et (quo magis Arii et adhaerentium esse crederentur) solenniter confutatis, Alexander haec addit: (21) «Non ignoratis eam doctrinam quae adversus ecclesiasticam pietatem nuper caput extulit Ebionis esse et Artemae, nec aliud esse quam imitationem Pauli Samosateni, Antiochiae episcopi, qui omnium ubique episcoporum concilio ac judicio ab Ecclesia remotus est. (22) Cui succedens Lucianus, pluribus annis a communione trium episcoporum sese abjunxit. (23) Horum impietatis faecem cum hausissent, nuper nobis exorti sunt

Yah. 12 38. 8-30. Thdt. HE 1, 4, 3-60 38. 15. quae] scripsi : qua leg. || 18. Arii] literis a. c. ut uid. | petitioni] petitioni Arii cumque cum sociis in Ecclesiam recepere (receperunt a. c.) scilicet ante synodum istam a. c. || 19. recensens] referens a. c.

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y los apoyan. (15) Y además aquello que entre nosotros enseñaron e hicieron erróneamente y por causa de lo cual los expulsamos, en absoluto lo confiesan, sino que o bien pasan por ello en silencio o bien se inventan mentiras, maquillándolo con palabras fingidas y declaraciones por escrito. (16) Así que, cubriendo su pestífera doctrina con discursos aprobables y compuestos para el asentimiento, embaucan a los más simples y expuestos al engaño, y entre tanto no dejan de calumniar nuestra piedad delante de todos. (17) De ello resulta que algunos, firmando sus cartas, los reciben en la Iglesia». (18) Con estas últimas palabras parece que Alejandro apunta al antedicho sínodo en el que los obispos de Oriente firmaron la petición de Arrio. (19) Después de esto Alejandro, enumerando las opiniones de Arrio y sus aliados, afirma que ellos dijeron que el Hijo de Dios es igual a los demás hombres e igualmente mudable, y capaz de la virtud y del vicio, y que nosotros somos hijos de Dios igual que él, y que él fue elegido por Dios de entre todos no porque por naturaleza y por una especie de prerrogativa tuviera algo que lo hiciera sobresalir por encima de los demás, sino por su dedicación y la rectitud de su comportamiento; y que también hubo algún espacio del tiempo creado por Dios antes del Hijo, en contra de las Sagradas Escrituras, que afirman que es el primogénito de toda criatura y que por medio de él fueron hechos los siglos. (20) Tras describir estas opiniones por extenso y tras refutarlas solemnemente (para que se creyese más que eran de Arrio y de los que lo apoyaban), Alejandro añade estas palabras: (21) «No ignoráis que esta doctrina que acaba de asomar su cabeza contra la piedad de la Iglesia es la de Ebión y la de Artemas, y que no es otra cosa que una imitación de Pablo de Samósata,64 obispo de Antioquía, que fue apartado de la Iglesia por el juicio y concilio de los obispos de todas partes. (22) Y su sucesor, Luciano, permaneció apartado durante muchos años de la comunión de tres obispos. (23) Y ahora, después de beber las heces de la impiedad de éstos, acaban de surgirnos estos apóstoles del “de la

64  Pablo de Samósata fue depuesto por un concilio en Antioquía en torno al 268. Las herejías aludidas son de carácter adopcionista (cf. Martin-Canivet 2006, 172173, nota 3, en su edición del texto de Teodoreto).

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“exucontii”, occulta illorum germina, Arius scilicet et Achillas, et reliqua impiorum istis adhaerentium turba. (24) Ac nescio quomodo ordinati in Syria tres episcopi illi consentiendo eos ad pejora incitant, quorum judicium [περὶ ὧν ἡ κρίσις] vestro examini reservetur». (25) Hic per tres episcopos intelligere videtur Alexander Paulinum Tyri, Eusebium Caesareae et Patrophilum Scythopoleos, quorum opera synodus in Palaestina modo collecta fuerat quosque ideo anathemate percusserat.

[f. 13v]

(26) Tandem epistolam hanc Alexander sic concludit: (27) «Carissimi atque unanimes fratres, suffragamini nobis adversus furiosam illorum audaciam, perinde ac collegae nostri, qui indignati sunt et nobis epistolas scripserunt adversus illos et tomo nostro subscripserunt, quae etiam ad vos misi per filium meum, Apionem diaconum, partim ex universa Aegypto ac / Thebaide, partim ex Libya ac Pentapoli, item ex Syria, Lycia, Pamphylia, Asia, Cappadocia aliisque finitimis provinciis. (28) Quorum exemplo a vobis quoque literas me accepturum esse confido. (29) Nam cum multa a me praesidia comparata sint ad sanandos eos qui laesi sunt, tum illud praecipue remedium excogitatum est ad curandam multitudinem quae ab illis decepta est: ut collegarum nostrorum consensui obtemperent et per hoc ad paenitentiam redire festinent. (30) Salutate vos invicem una cum fratribus qui vobiscum sunt». (31) Hisce denuo constat hanc epistolam sero scriptam fuisse. (32) Inter praesidia multa, e quibus Alexander praecipuum recenset consensum subscribentium episcoporum, numerandum videtur imperatoris, ad has partes jam palam inclinantis, et magnatum

Yah. 12 38. 8-30. Thdt. HE 1, 4, 3-60 38. 24. quorum] quorum judicium ve De quibus a. c. || 25. quosque ideo anathemate percusserat] ultimis autem verbis alludere videtur ad horum rerum examen futurum in Concilio Nicaeno, quod ex verbis colligo jam ante modo indictum fuisse a. c. || 29. sint] sint* a. c. || 31. denuo constat – scriptam fuisse] add. | constat] constat* a. c. || 32. Alexander] add.

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nada”,65 descendientes ocultos de aquéllos, a saber, Arrio y Aquilas y la restante turba de impíos partidarios suyos. (24) Y tres obispos, ordenados de no sé qué manera en Siria, al concederles su asentimiento los incitan a cosas peores; el jucio de éstos [περὶ ὧν ἡ κρίσις] resérvese para vuestro examen». Aquí parece que con los tres obispos se refiere Alejandro a Paulino de Tiro, Eusebio de Cesarea y Patrófilo de Escitópolis, por cuya obra acababa de reunirse el Sínodo de Palestina y a los que por ello había castigado con el anatema. (26) Finalmente esta carta de Alejandro acaba así: (27) «Queridísimos y unánimes hermanos, apoyadnos contra la furiosa osadía de aquellos, al igual que nuestros colegas, que están indignados y nos han escrito cartas contra ellos y han suscrito nuestro tomo, documentos que también os he enviado a vosotros a través de mi hijo en el Señor, el diácono Apión, en parte desde todo Egipto y Tebaide, en parte desde Libia y Pentápolis, y asimismo desde Siria, Licia, Panfilia, Asia, Capadocia y otras provincias vecinas. (28) Confío en que gracias a su ejemplo voy a recibir también cartas de vosotros. (29) Pues de entre los muchos apoyos de los que me he provisto para sanar a los que están heridos, éste es el principal remedio que he pensado para curar a la multitud que ellos han engañado: que obedezcan a la unanimidad de nuestros colegas y que por ello se apresuren a volver a la penitencia. (30) Tened salud vosotros y saludad a vuestra vez a los hermanos que están con vosotros». (31) Por estas palabras consta de nuevo que esta carta se escribió tarde. (32) Entre los muchos apoyos, de entre los cuales Alejandro considera el principal la unanimidad expresada por los obispos con sus firmas, parece que hay que contar el del emperador, que ya se inclinaba abiertamente a favor de este partido, y asimismo el patro-

 La palabra en latín, exucontii, está formada a partir del griego ἐξ οὐκ ὄντων.

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[f. 14r]

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itidem patronicium. (33) Per tomum vero cui episcopi subscripsere intelligit epistolam illam priorem quae ad Ecclesias inscripta est. (34) Tomus enim fuit epistola quam Alexander ad omnes Ecclesias misit quamque ipso scribendarum epistolarum exordio, ubi subscriptiones ambire coepit, composuit, ut ad omnes mitteretur. (35) Ejusmodi autem fuit epistola prior. (36) Inscribitur enim non ad unum aliquem episcopum sed ad universos, et composita fuit ipso scribendi initio, siquidem Alexander in ea expressse affirmet se tum coactum esse silentium abrumpere. (37) At caeterae epistolae familiares erant, non inscriptae missaeque ad universos sed singulae ad singulos. (38) Hoc ex Theodorito constat, qui, postquam praefatam epistolam ad episcopum Byzantii recensuisset, subjungit: (39) «His consona scripsit Alexander ad Philogonium, Antiochensis Ecclesiae antistitem, et ad Eustathium, qui tunc temporis Beroeensem regebat Ecclesiam, et ad alios, quotquot apostolicae doctrinae defensores erant». (40) Hujus itaque generis non communis epistola sed consonae epistolae missae erant ad episcopos et a singulis asservabantur, epistola cui omnes subscribebant a nemine detenta. (41) Istae permultae erant: certe tradit Epiphanius harum septuaginta suo tempore extitisse. (42) At epistola cui omnes subscribebant unica fuit. (43) Denique scribit Socrates episcopos isti / quam diximus epistolae catholicae subscripsisse: haec igitur tomus erat, caeteris quae una missae sunt, Alexander singulos familiariter salutabat et ut tomo suo subscriberent hortabatur.

Yah. 12 38. 39. Thdt. HE 1, 4, 62 || 41. Epiph. Const. Haer. 69, 4, 3 || 43. Socr. Sch. HE 1, 6, 32 38. 33. illam] add. | est] erat a. c. || 36. se tum – silentium abrumpere] se defectionem quae in ejus paroecia nuper contigerat silentio involuere voluisse *** ut malum intra ipsas apostatas clausum consumeretur neque in * alia transgrederetur loca sed cum apostatis patrocinium apud exteros esse inciperet a. c. || 37. non inscriptae] et non inscriptae a. c. || 38. episcopum] Alexa a. c. || 40. episcopos] singulos a. c. | asservabantur] asservaban*tur a. c. || 41. erant] scripsi : erat leg. | harum] add.

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cinio de los poderosos. (33) Por el tomo que firmaron los obispos se refiere a aquella primera carta que dirigió a las Iglesias. (34) En efecto, el tomo fue la carta que Alejandro envió a todas las Iglesias y que compuso para enviarlas a todos al comienzo del intercambio epistolar, cuando se puso a solicitar firmas. (35) Y la primera carta fue de este tipo. (36) En efecto, se dirige no a un obispo determinado sino a todos, y se compuso nada más empezar a escribir, dado que Alejandro afirma en ella expresamente que se había visto obligado entonces a romper el silencio. (37) Pero las demás cartas eran particulares, no dirigidas ni enviadas a todos, sino una a cada uno. (38) Esto consta por Teodoreto, que después de haber reproducido la antedicha carta al obispo de Bizancio añade: (39) «Cosas parecidas escribió Alejandro a Filogonio, cabeza de la Iglesia de Antioquía, y a Eustacio, que en aquel tiempo regía la Iglesia de Berea,66 y a otros, a cuantos eran defensores de la doctrina apostólica». (40) Así que se enviaban a los obispos cartas semejantes del mismo tenor, y no una carta común, y cada uno las guardaba, sin que nadie se quedase con la carta que todos firmaban. (41) Ésas eran muchísimas: cuenta Epifanio que con certeza se conservaban setenta de ellas en su tiempo. (42) Pero la carta que todos firmaban fue una sola. (43) Finalmente escribe Sócrates que los obispos firmaron esa «carta católica» que hemos dicho: ésta era el tomo, pues, y en las demás que se enviaron con él Alejandro saludaba a cada uno familiarmente y los animaba a que firmasen su tomo.

 Hoy Alepo, en Siria.

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244 [f. 15r]

[f. 16r]

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39. (1) Caeterum per has et similes diversorum frequentes literas non potuit Alexander retrahi a fictis, perversis istis accusationibus, sed iracundior factus novas etiam prioribus superaddit. (2) Nam postquam praedictam epistolam circulatoriam quam tomum suum vocat misisset per universam Aegyptum, Thebaidem, Libyam et Pentapolim, item per Syriam, Lyciam, Pamphiliam, Asiam, Cappadociam aliasque finitimas provincias (epist. seq.), mittens tandem tomum istum ad Alexandrum, episcopum Byzantii, et ad eum conscribens insuper aliam epistolam (quae extat apud Theod. l. 1, c. 4), in ea contendit Arium et ejus studiosos statuere Filium Dei aequalem esse caeteris hominibus et perinde mutabilem et capacem virtutis et vitii, et nos filios esse Dei perinde ac ille, eumque a Deo ex omnibus electum esse non ut natura et praerogativa quadam praecipuum quidquam prae caeteris habentem, sed ob studium et accuratam morum diligentiam, temporis etiam a Deo creati spatium aliquod fuisse ante Filium contra Sacras Litteras, asserentes eum primogenitum omnis creaturae et per eum saecula esse facta. (3) His prolixe descriptis et (quo magis Arii et adhaerentium esse crederentur) solenniter confutatis, tandem sic concludit: (4) «Carissimi atque unanimes fratres, suffragamini nobis adversus furiosam illorum audaciam, perinde ac collegae nostri qui indignati sunt et nobis epistolas scripserunt adversus illos et tomo nostro subscripserunt, quae etiam ad vos misi per filium meum, Apionem diaconum, partim ex universa Aegypto ac Thebaide, partim ex Libya ac Pentapoli, item ex Syria, Lycia, Pamphylia, Asia, Cappadocia aliisque finitimis provinciis. (5) Quorum exemplo a vobis quoque literas me accepturum esse confido. (6) Nam cum multa a me praesidia comparata sint ad sanandos eos qui laesi sunt, tum illud praecipue remedium excogitatum est / ad curandam multitudinem quae ab illis decepta est, ut collegarum nostrorum consensui obtemperent et per hoc ad paenitentiam redire faestinent. (7) Salutate vos invicem una cum fratribus qui vobiscum sunt». Yah. 12 39. 2-7. Thdt. HE 1, 4, 1-60 39. 1. frequentes literas] literas frequentes a. c. | fictis perversis] an fictis a. c. om. del.? : falsis a. c. || 2. provincias] provincias (quod sane non parvo tempore fieri potuit) a. c. | habentem] habentem*** a. c.

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39. (1) Por lo demás, pese a ésta y semejantes cartas de otros, muy numerosas, no fue capaz Alejandro de retraerse de esas fingidas y perversas acusaciones, sino que, irritándose más, añadió otras nuevas a las anteriores.67 (2) Pues después de enviar la mencionada carta encíclica que llama su «tomo» por todo Egipto, Tebaide, Libia y Pentápolis, y también por Siria, Licia, Panfilia, Asia, Capadocia y otras provincias vecinas (véase la carta siguiente), envía finalmente ese tomo a Alejandro, obispo de Bizancio, y le escribe además otra carta (conservada en Teod. l. 1, c. 4) en la que afirma que Arrio y sus partidarios dijeron que el Hijo de Dios es igual a los demás hombres e igualmente mudable, y capaz de la virtud y del vicio, y que nosotros somos hijos de Dios igual que él, y que él fue elegido por Dios de entre todos, no porque por naturaleza y por una especie de prerrogativa tuviera algo que lo hiciera sobresalir por encima de los demás, sino por su dedicación y la rectitud de su comportamiento; y que también hubo algún espacio de tiempo creado por Dios antes del Hijo, en contra de las Sagradas Escrituras, que afirman que es el primogénito de toda criatura y que por él fueron hechos los siglos. (3) Tras describir estas opiniones por extenso y tras refutarlas solemnemente (para que se creyese más que eran de Arrio y de los que lo apoyaban), concluye finalmente así: (4) «Queridísimos y unánimes hermanos, ayudadnos contra la furiosa osadía de aquéllos, al igual que nuestros colegas, que están indignados y nos han escrito cartas contra ellos y han firmado nuestro tomo, documentos que también os he enviado a vosotros a través de mi hijo el diácono Apión, en parte desde todo Egipto y Tebaide, en parte desde Libia y Pentápolis, y asimismo desde Siria, Licia, Panfilia, Asia, Capadocia y otras provincias vecinas. (5) Confío en que por su ejemplo voy a recibir también cartas de vosotros. (6) Pues de entre los muchos medios de los que me he provisto para sanar a los que están heridos, éste es el principal remedio que he pensado para curar a la multitud que ellos han engañado: que se moderen ante la unanimidad de nuestros colegas y que por ello se apresuren a volver a la penitencia. (7) Tened salud vosotros y saludad a vuestra vez a los hermanos que están con vosotros». 67  Vuelve al punto de la narración tal y como se encontraba en 31, 1, y a continuación repite la carta a Alejandro de Bizancio (en paráfrasis más concisa); cf. apartado 4.2.4, § 12, del estudio introductorio.

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(8) Tota epistola prolixior est quam quae hic describatur, sed posui ultima verba ut sentiretis patres qui paulo post convenerunt in Concilio Nicaeno prius subscripsisse tomo Alexandri, eoque pacto se partibus ejus totos devinxisse et causam ejus suam fecisse, cum nondum probe intelligerent quid Arius defendit, sed per fictas accusationes deciperentur. 40. (1) Dum haec geruntur Arius pulsus est Alexandria et tunc ipse scripsit ad Eusebium Nicomediensem sequentem epistolam (apud Epiphan. haeres 69 et Theodorit. l. 1, c. 5). (2) «Domino desideratissimo, viro Dei fideli, orthodoxo Eusebio, Arius, qui injuste persecutionem patitur ab Alexandro papa ob victricem omnium veritatem, quam tu quoque defendis, in Domino salutem. (3) Cum pater meus Ammonius Nicomediam pergeret officii mei esse judicavi ut te per illum salutarem, simulque ut insitam tibi caritatem et dilectionem, qua fratres propter Deum et Christum ejus prosequeris, admonerem quam vehementer nos oppugnet ac persequatur omnemque adversus nos machinam moveat episcopus, adeo ut nos etiam velut impios urbe expulerit, eo quod ipsi non assentimur ista publice praedicanti: “semper Deus, semper Filius; simul Pater, simul Filius. (4) Coexistit Filius ingenito modo cum Deo, semper genitus, ingenito modo genitus, nec cogitatione nec ullo temporis puncto Deus praecedit Filium; semper Deus, semper Filius; ex ipso Deo existit Filius”. (5) Et quoniam Eusebius frater tuus, episcopus Caesareae, et Theodotus [Laodiceae] ac Paulinus [Tyri], Athanasius [Anazarbi], Gregorius [Beriti] et Aetius [Lyddae] et omnes denique per Orientem episcopi asserunt Deum, principii

Yah. 12 40. 2-9. Epiph. Const. Haer. 69, 6; Thdt. HE 1, 5, 1-4 39. 8. prius] prius deceptos fuisse per fictas accusationes et a. c. | cum nondum] antequam a. c. | intelligerent – deciperentur] add. || 40. 1. ipse] add. | epistolam] epistolam *Domi a. c. || 4. modo genitus] ** a. c. || 5. Caesareae] scripsi : Caesariae leg. | Laodiceae] scripsi : Laodeceae leg. | Antiochiae] Hellanico a. c. | Macario] Mac*ario a. c.

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(8) Toda la carta es demasiado extensa como para reproducirla aquí, pero he copiado las últimas palabras para que os deis cuenta de que los padres que poco después se reunieron en el Concilio de Nicea habían firmado primero el tomo de Alejandro, y de este modo se habían entregado por entero a su partido y habían hecho suya su causa cuando todavía no habían entendido correctamente qué defendía Arrio, sino que se engañaban por acusaciones fingidas. 40. (1) Mientras se llevaban a cabo estas cosas Arrio fue expulsado de Alejandría y entonces le escribió él mismo la siguiente carta a Eusebio de Nicomedia (en Epifanio, Herejías, 69 y Teodoreto l. 1, c. 5). (2) «Arrio, que injustamente padece la persecución del padre Alejandro por causa de la verdad, que todo lo vence y que también tú defiendes, saluda en el Señor a su señor muy añorado, leal hombre de Dios, el ortodoxo Eusebio. (3) Al dirigirse Amonio, mi padre en el Señor, a Nicomedia, juzgué mi obligación saludarte por medio de él, y al mismo tiempo poner en conocimiento de la caridad y dilección que residen en ti y con las que tratas a tus hermanos por Dios y por su Cristo, con cuánta violencia nos ataca y persigue y mueve toda su maquinaria contra nosotros nuestro obispo, hasta tal punto que incluso nos ha expulsado de la ciudad como a impíos porque no le dimos nuestro asentimiento cuando predicó públicamente esas cosas: “siempre Dios, siempre el Hijo; al mismo tiempo el Padre y el Hijo. (4) Coexiste el Hijo de forma ingénita con Dios, siempre engendrado, engendrado de forma ingénita, y ni en pensamiento ni en ningún instante del tiempo precede Dios a su Hijo; el Hijo existe del propio Dios”. (5) Y dado que tu hermano Eusebio, el obispo de Cesarea, y Teódoto [de Laodicea] y Paulino [de Tiro], Atanasio [de Anazarbo], Gregorio [de Beirut] y Elio [de Lida] y todos los obispos de Oriente, en fin, afirman que Dios, carente de todo

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[f. 17r]

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omnis expertem, existere ante Filium, anathemate damnati sunt,s exceptis duntaxat Philogonio, / episcopo Antiochiae, Hellanico [Tripoleos] et Macario [Hierosolymorum], hominibus haereticis nec eruditis in fide qui Filium esse dicunt, alter eructationem, alter projectionem, alter coingenitum, quas impietates ne audire quidem possumus, etiamsi mille mortes nobis minentur haeretici. (6) Nos vero quid dicamus et quid sentiamus, et professi jam sumus et nunc profitemur: Filium non esse ingenitum, nec partem ingeniti ullo modo neque ex aliqua subjecta materia, sed voluntate et consilio substitisse ante omnia tempora et secula plenum Deum [πλήρης θεὸς] unigenitum, immutabilem; et antequam gigneretur, aut crearetur, aut statueretur, aut fundaretur, eum non fuisse, ingenitus enim non erat. (7) Persecutionem patimur propterea quod dixerimus eum esse ex non extantibus, quod ideo diximus quia nec pars Dei est nec ex ulla subjecta materia. (8) Ob id exagitamur, reliqua tu nosti. (9) Opto te in Domino valere memorem vexationum nostrarum, Collucianista,t vere Eusebi.u»

 [ff. 16r/17r] Enumerare videtur patres in superiori synodo collectos eosque dicit anathemate damnatos, scilicet in Concilio Alexandrino. Cum autem haec narret tanquam Eusebio nondum cognita, patet Arium non multo post senten/tiam illam pulsum esse Alexandria et hanc epistolam scripsisse.

s

 Alludit ad Lucianum martyrem, praeceptorem Eusebii et aliorum quorundam qui Ario favebant. t

 Id est pius.

u

Yah. 12 40. 2-9. Epiph. Const. Haer. 69, 6; Thdt. HE 1, 5, 1-4 40. 6. plenum] perfectum* a. c. || 9. Collucianista] vere Collucianista a. c. || s. pulsum] expulsum a. c. | Alexandria et] Alexandria et ad a. c.

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principio, existía antes que el Hijo, por este motivo han sido anatematizados,s con la única excepción de Filogonio, obispo de Antioquía, Helánico [de Trípoli] y Macario [de Jerusalén], hombres heréticos y no instruidos en la fe, los cuales dicen, el uno, que el Hijo es un proferimiento, el otro, una proyección, y el otro, coingénito, impiedades que no podemos ni siquiera oír, aunque nos amenacen con mil muertes los herejes. (6) Pero nosotros ya hemos profesado y profesamos ahora lo que decimos y lo que creemos: que el Hijo no es ingénito, ni parte del ingénito de ninguna manera ni de ninguna materia subordinada, sino que por voluntad y decisión se originó antes de todos los tiempos y los siglos como Dios pleno [πλήρης θεὸς], unigénito e inmutable; y antes de que fuera engendrado, o creado, o instituido, o fundado, no existía, pues no era ingénito. (7) Padecemos persecución porque hemos dicho que proviene de la nada, cosa que hemos dicho porque no es parte de Dios ni de ninguna materia subordinada. (8) Por eso se nos persigue; el resto ya lo sabes. (9) Deseo que tengas salud en el Señor y recuerdes nuestras vejaciones, compañero discípulo de Lucianot, verdaderamente Eusebio.u»

 Parece que enumera a los padres reunidos en el sínodo anterior y dice que están anatematizados, se entiende que en el Concilio de Alejandría. Pero dado que lo cuenta como si Eusebio todavía no lo supiera, queda claro que Arrio fue expulsado de Alejandría no mucho después de aquella sentencia, y entonces escribió esta carta. s

t  Se refiere al mártir Luciano, preceptor de Eusebio y de algunos otros que favorecían a Arrio.

 Es decir, «piadoso».

u

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41. (1) «Praeter epistolas recitatas multae erant ad diversos episcopos, praesertim vero ad Alexandrum scriptae, quae interierunt. (2) Et cum contrariae litterae ad Alexandrum mitterentur, utriusque partis litterae in unum corpus collectae sunt et Arius quidem eas quae causae suae favebant, Alexander vero contrarias in unum volumen redegit. (3) Atque hinc factiones illae vulgo dictae Arianorum, Eunomianorum et Macedonianorum, in quas Ecclesia post tempora Constantii dissolvebatur, defensionis suae causam arripiebant. (4) Singuli enim opinionis suae epistolas tanquam testes idoneos laudabant» (Socr. l. 1, c. 6). (5) Alexander etiam plurimas epistolas scripsit, quarum fere 70 suo tempore extitisse commemorat Epiphanius. [f. 17v]

42. (1) Caeterum dum Arius pellitur, urbs Alexandrinorum graviter commota est. (2) Imperator, victo jam Licinio, consistebat Nicomediae,v «et edictis suis ac literis per provincias missis», ait Eusebius, «subditos a daemonum errore revocare et ad verum Dei cultum amplectendum incitare conabatur. (3) Quas ob res cum singulari gaudio gestiret, nuncius ad eum perlatus est de hoc tumultu Ecclesiarum... (4) Quapropter, gravissimo dolore perculsus, confestim, ex Dei cultoribus quos circa se habebat, quendam quem ob modestiam fidei spectatum et ob religionis confessionem superiori tempore prae caeteris nobilitatum ducebat (Hosium nomine, episcopum Cordubae, quae Hispaniae civitas est, quem quidem imperator et amabat et colebat plurimum [Socr. l. 1, c. 7]) dirigit Alexandriam ut inter eos qui illic dissidebant pacem componeret, eidemque literas dat ad autores contentionis» (Euseb. de Vit. Const. l. 2, c. 61, 63). (5) Quarum partem quae ad argumentum spectat hic inseruimus.

[f. 18r]

(6) «Victor Constantinus Maximus Augustus Alexandro et Ario.  Patet ex epistola sequenti.

v

Yah. 12 41. 2-4. Socr. Sch. HE 1, 6, 41 || 5. Epiph. Const. Haer. 69, 4, 3 || 42. 1-5. Eus. VC 2, 61, 1-2; 2, 2, 63 | Socr. Sch HE 1, 7, 1 || 6-28. Eus. VC 2, 64-72 41. 3. Macedonianorum] scripsi : Macedonionorum leg. || 5. fere] add. || 42. 1-6. caeterum dum Arius – victor Constantinus] app. II a. c. || 2. ait Eusebius] add. | conabatur] studebat a. c. || 5-7. hic inseruimus – praesentis controversiae] app. III a. c.

Historia Eclesiástica

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41. (1) «Además de las cartas citadas había muchas escritas a distintos obispos, especialmente a Alejandro, que se han perdido.68 (2) Y como se enviaban cartas contrarias a Alejandro, las cartas de ambas partes se recogieron en una sola colección, y Arrio copió en un volumen las que favorecían su causa y Alejandro las contrarias. (3) Y de ahí echaban mano para defenderse aquellas facciones llamadas vulgamente arrianos, eunomianos y macedonianos, entre las que después de los tiempos de Constancio se encontraba fraccionada la Iglesia. (4) En efecto, cada uno aprobaba como los testigos más idóneos las cartas que sostenían su propia opinión» (Sócr. l. 1, c. 6). Alejandro también escribió muchísimas cartas, de las cuales Epifanio menciona que en su época se conservaban setenta.69 42. (1) Por lo demás, con la expulsión de Arrio la ciudad de los alejandrinos se conmovió gravemente.70 (2) El emperador, vencido ya Licinio, residía en Nicomediav «y enviando sus edictos y cartas por las provincias», dice Eusebio, «intentaba sacar a sus súbditos del error de los dioses paganos e incitarlos a abrazar el verdadero culto de Dios. (3) Y mientras tenía singular goce por esas cosas le llegó la noticia de este tumulto de las iglesias... (4) Por lo cual, golpeado por un gravísimo dolor, inmediatamente pone en camino hacia Alejandría a uno de los fieles de Dios que tenía junto a él, a quien consideraba probado por la modestia de su fe y destacado sobre los demás por la confesión de su religión en el tiempo anterior (de nombre Osio, obispo de Córdoba, ciudad de Hispania, a quien el emperador sin duda amaba y cultivaba mucho [Sócr. l. 1, c. 7]), para que recompusiera la paz entre quienes allí disentían, y le da una carta para los responsables de la disputa» (Eusebio, Vida de Const., l. 2, c. 61-63). (5) La parte de esa carta que atañe al argumento la hemos insertado aquí: (6) El vencedor Constantino Máximo Augusto a Alejandro y Arrio.

 Queda claro por la carta que sigue.

v

 Esta frase no se encuentra en Sócrates.  El dato ya se ha mencionado en 38, 41. 70  El texto de 42 repite los contenidos de 32; cf. apartado 4.2.4, § 12. 68 69

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[f. 19r]

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(7) Praesentis controversiae initium hinc extitisse comperio. (8) Cum tu, Alexander, a presbyteris requireres quid unusquisque eorum de quodam Legis loco sentiret, seu potius de quadam / parte inanis quaestionis interrogares, cumque tu, Ari, id quod vel nunquam cogitare, vel sane cogitatum silentio premere debueras, imprudenter protulisses,w excitata inter vos discordia, communio quidem denegata est, sanctissimus autem populus, duas in partes discissus, a totius corporis unitate discessit. (9) Quocirca uterque vestrum venia vicissim alteri tribuens, id amplectatur quod conservus vester vobis justissime suadet. (10) Quidnam vero illud est? (11) Nec interrogare de hujusmodi rebus principio decebat nec interrogatum respondere. (12) Istiusmodi enim quaestiones quas nullius Legis necessitas praescribit sed inutilis otii altercatio proponit, licet ex ingenii exercendi causa instituantur, tamen intra mentis nostrae penetralia continere debemus, nec eos facile in publicos efferre conventus nec auribus vulgi inconsulte commitere. (13) Quotusquisque enim est, qui tantarum rerum tamque difficilium vim atque naturam aut accurate comprehendere aut pro dignitate explicare sufficiat? (14) Quod si quis id facile praestare posse existimetur, quotae tandem parti vulgi id persuasurus est? (15) Aut quis in ejusmodi quaestionum subtili et accurata disputatione citra periculum gravissimi lapsus possit consistere? (16) Itaque in hujusmodi quaestionibus loquacitas comprimenda est, ne forte, aut nobis ipsis id quod propositum est explicare non valentibus ob naturae nostrae infirmitatem, aut auditoribus ob ingenii tarditatem ea quae dicuntur minime assequentibus, ex alterutro horum aut in blasphemiae aut in schismatis necessitatem populus incurrat. (17) Proinde et incauta interrogatio et inconsulta responsio apud utrumque vestrum veniam

 [ff. 18v/19r] Hinc constat has literas non / dictatas fuisse ab Eusebio, ut aliqui opinantur. Aludere autem videtur imperator ad accusationes Alexandri quasi Arius dixisset Filium esse merum hominem et mutabilem sicut diabolus, etc. w

Yah. 12 42. 6-28. Eus. VC 2, 64-72 42. 9. alteri] add. || 12. instituantur] instituatur a. c. | intra] juxta a. c. | penetralia] penetralia* a. c. || w. opinantur] * a. c. | autem] add. | esse] add.

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(7) Descubro, pues, que la presente controversia se originó así: (8) al preguntarles tú a tus presbíteros, Alejandro, qué pensaba cada uno de cierto punto de la Ley, o más bien al plantearles una cuestión vana sobre cierta parte, y al haber expresado tú, Arrio, imprudentemente un pensamiento que habrías debido o bien no pensarlo nunca o bien, si lo habías pensado, mantenerlo en silencio,w entre vosotros se suscitó la discordia y fue denegada la comunión, y el santísimo pueblo, escindido en dos partes, se separó de la unidad de todo el cuerpo. (9) Por ello, que cada uno de vosotros perdone al otro y acepte lo que vuestro compañero de servidumbre os aconseja con la mayor justicia. (10) ¿Y qué es ello? (11) Ni debían plantearse preguntas de ese tipo desde el principio ni una vez planteadas debían responderse. (12) En efecto, cuestiones de esa clase, no prescritas por la necesidad de ninguna ley sino propuestas en un inútil debate ocioso, aunque se planteen para ejercitar el ingenio, con todo debemos retenerlas en lo más recóndito de nuestra mente y no exponerlas a la ligera en reuniones públicas ni transmitirlas irresponsablemente a los oídos del vulgo. (13) ¿Pues cuántos hay que puedan asimilar con precisión el sentido y la naturaleza de tan grandes cuestiones, y tan difíciles, o de explicarlas de acuerdo con su dignidad? (14) Porque si alguien cree que puede hacerlo fácilmente, ¿a cuántos del vulgo va a convencer de ello? (15) ¿O quién podría mantenerse fuera del peligro de una gravísima caída en una discusión minuciosa y sutil sobre cuestiones de ese tipo? (16) Así que en tales cuestiones es menester reprimir la locuacidad, no sea que, o bien porque no podamos nosotros mismos explicar lo que nos hemos propuesto, debido a la debilidad de nuestra naturaleza, o bien porque quienes nos escuchen no sigan lo que decimos debido a la lentitud de su inteligencia, por una de estas dos razones incurra el pueblo necesariamente en blasfemia o en cisma. (17) Por ello, perdonaos mutuamente tanto la pregunta incauta como la respuesta

 Por esto consta que esta carta no fue dictada por Eusebio, como opinan algunos. Por otra parte, parece que el emperador alude a las acusaciones de Alejandro según las cuales Arrio habría dicho que el Hijo era un mero ser humano y mudable como el diablo, etc. w

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sibi mutuo concedant. (18) Neque enim de praecipuo et summo Legis nostrae mandato inter vos est orta contentio neque ullum novum a vobis de Dei cultu introductum est dogma, sed unam eandemque sententiam ambo tenetis, adeo ut ad communionis societatem coire facile possitis... [f. 20r]

(19) Expendamus, si placet, aequumne sit ut ob / levium et inanium verborum inter vos contentiones fratres fratribus velut in acie oppositi stent, utque venerabilis conventus per vos, qui de rebus adeo exiguis et minime necessariis rixamini, impia dissentione dissideat. (20) Plebeia sunt haec et quae puerili magis inscitiae congruant. (21) Abscedamus nostra sponte a Diaboli tentationibus... (22) Nam cum vobis, ut dixi, una eademque sit fides, una de religione nostra sententia, cumque Legis praeceptum utraque sui parte omnes in unam animorum consensionem constringat, istud quod levem inter vos excitavit contentionem, quandoquidem ad totius religionis summam non pertinet, non est cur ullum inter vos discidium ac seditionem faciat. (23) Atque haec ego non eo dico, ut vos de inepta et qualiscunque demum vocanda quaestione idem omnino sentire cogam. (24) Potest enim gravitas conventus integra apud vos conservari et una eademque inter omnes communio retineri, quamvis invicem de re aliqua minimi momenti dissentiatis. (25) Siquidem nec idem omnes volumus in omnibus nec una omnium indoles est atque sententia... (26) Ut doloris hac de re mei magnitudinem intelligatis, paulisper attendite. (27) Nuper cum Nicomediam venissem, protinus in Orientem iter facere decreveram, cumque profectionem urgerem et majore jam ex parte vobiscum essem, hujus rei nuntius consilium nostrum retro avertit, ne cogerer ea coram aspicere quae ne auditu quidem tenus tolerare me posse existimabam. (28) Posthac igitur consensu vestro viam mihi in Orientem apperite, quam mihi mutuis inter vos contentionibus obstruxistis», etc.

Yah. 12 42. 6-28. Eus. VC 2, 64-72 42. 18. possitis] possitis. Et paulo post ed*** a. c. || 19. qui] qui** a. c. || 25. idem] ***idem a. c. || 27. facere] facere* a. c. | retro] retro**** a. c.

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irresponsable. (18) En efecto no ha nacido vuestra disputa de un mandato principal y máximo de nuestra Ley ni habéis introducido ningún dogma nuevo sobre el culto de Dios, sino que ambos mantenéis una misma creencia, de forma que podéis reuniros fácilmente en comunión... (19) Vamos a sopesar, si os parece bien, si es justo que debido a vuestras disputas por palabras ligeras y vanas estén enfrentados hermanos con hermanos como en una guerra, y que la venerable asamblea se halle en impía disensión por vosotros, que reñís por cuestiones tan insignificantes y en modo alguno necesarias. (20) Éstas son cosas propias de la plebe y cuadran mejor con la ignorancia de un niño. (21) Alejémonos por nuestra voluntad de las tentaciones del diablo... (22) Pues dado que, como he dicho, compartís una misma fe y una misma creencia sobre nuestra religión, y dado que el precepto de la Ley en sus dos partes nos obliga a todos a un solo consenso de nuestros ánimos, no hay razón para que esa levedad que ha suscitado la disputa entre vosotros cause entre vosotros sedición y discordia, puesto que no atañe a lo principal del conjunto de la religión. (23) Y esto no lo digo para obligaros a creer exactamente lo mismo con respecto a esta cuestión que hay que calificar, en fin, como inapropiada e irrelevante. (24) En efecto, puede permanecer íntegra la seriedad de vuestra asamblea y mantenerse una misma comunión entre todos aunque al mismo tiempo disintáis en alguna cosa de mínima importancia. (25) Dado que ni todos queremos lo mismo en cada caso ni somos de la misma naturaleza y parecer... (26) Para que entendáis la magnitud de mi dolor por este asunto, atended un poco más. (27) Al llegar hace poco a Nicomedia había decidido ponerme en camino directamente hacia el Oriente, y una vez que apresuré mi marcha y ya estaba prácticamente con vosotros, la noticia de este asunto echó atrás nuestra decisión, puesto que no quería verme obligado a contemplar directamente lo que consideraba que ni siquiera de oídas podría tolerar. (28) Así que después de esto abridme con vuestra reconciliación el camino hacia Oriente que me habéis cerrado con vuestras mutuas disputas», etc.

256

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(29) «Et ad hunc quidem modum», pergit Eusebius, «imperator missa epistola pacem Ecclesiae Dei reformare studuit. (30) Quinetiam vir bonus et cultor Dei eximius, non solum in literis perferendis sed etiam in implenda ejus a quo missus fuerat voluntate egregiam operam navavit. (31) Verum majus erat negotium quam ut literarum ministerio sedari posset, adeo ut contendentium rixa magis indies aucta sit et cunctas Orientis provincias vis mali pervaserit» (Euseb. Vit. Const. l. 2, c. 64 et sequ.).

[f. 20v]

43. (1) «Hoc igitur tempore contentio acrior esse coepit; quae modo seditio erat unius urbis celerrime per omnem dimanavit Aegyptum, mox et exteras regiones corripiens... (2) Postquam autem qui pro receptione Arii contendebant Alexandrum saepius deprecati minime flectere possent, collecta apud Bithyniam synodo, ad omnes ubique episcopos scripsere ut cum Arii fautoribus tanquam / recte sentientibus communicarent darentque operam ut Alexander cum iisdem communicaret. (3) Sed cum conatus illorum non ex voto succederet, Alexandro nullatenus cedente, Arius legatos mittit ad Paulinum, episcopum Tyri, et ad Eusebium Pamphili, qui Caesariensem in Palaestina regebat Ecclesiam, et ad Patrophilum, Scythopolitanum antistitem, petitque ut sibi una cum suis concederetur plebem ipsis adhaerentem in Ecclesia colligere, eundem quem prius presbyterorum obtinentibus gradum. (4) Hunc enim morem esse Alexandriae, ut sub uno episcopo qui omnibus praeest, presbyteri separatim Ecclesias obtineant et populum ad illas convenire solitum colligant. (5) Illi vero una cum aliis episcopis in Palaestina congregati Arii petitioni subscripserunt, hortantes ut plebem quidem colligerent sicut ante facere consueverant, Alexandro tamen subjecti essent ac sine intermissione ei supplicarent ut ejus pace et communione fruerentur» (Sozom. l. 1, c. 15).

Yah. 12 42. 29-31. Eus. VC 2, 73 || 43. 1-5. Soz. HE 1, 15, 10-12 42. 29 - 45. 6. et ad hunc – eum epistolam] app. IV a. c. || 42. 30. non solum] et non solum a. c. || 43. 1. Hoc igitur – regiones corripiens] add. || 2. episcopos] Ecclesias a. c. || 3. ex voto] sint ex voto a. c. || 5. Alexandro] Alexandro **** a. c.

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(29) «Y de este modo», sigue Eusebio, «el emperador se afanó por restituir la paz de la Iglesia de Dios con el envío de su carta. (30) Es más, él, hombre bueno y eximio devoto de Dios, como he dicho más arriba, no sólo puso todo su empeño en hacer llegar la carta sino también en cumplir la voluntad de aquel por quien había sido enviado. (31) Pero la crisis era demasiado grande como para que pudiera calmarse mediante cartas, hasta tal punto que la riña de los que disputaban creció más día a día, y lo que es más, la violencia del mal invadió todas las provincias de Oriente» (Eusebio, Vida de Constantino, l. 2, c. 64 y ss.). 43. (1) «Así que en este tiempo la disputa comenzó a agudizarse; lo que era únicamente la sedición de una sola ciudad se difundió con enorme velocidad por todo Egipto, extendiéndose luego incluso a las regiones de fuera...71 (2) Y después de que quienes se esforzaban por la recepción de Arrio no pudieran doblegar a Alejandro pese a sus frecuentes súplicas, en un sínodo reunido en Bitinia escribieron a los obispos de todas partes que mantuvieran la comunión con Arrio y quienes lo apoyaban, en la idea de que profesaban una creencia correcta, y que contribuyeran a que Alejandro restableciera la comunión con los mismos. (3) Pero como el intento de éstos no salía según lo deseado, dado que Alejandro no cedía en ningún punto, Arrio envía legados a Paulino, obispo de Tiro, a Eusebio de Pánfilo, que regía la Iglesia de Cesarea en Palestina, y a Patrófilo, cabeza de la Iglesia de Escitópolis, y les pide que se les conceda a él y a los suyos reunir en una iglesia a la plebe que estaba de su lado, recuperando el mismo grado de presbíteros que antes. (4) En efecto, decían, existía esta costumbre en Alejandría: que, bajo un solo obispo que estaba por encima de todos, los presbíteros tenían por separado sus iglesias y reunían al pueblo acostumbrado a acudir a ellas. (5) Y ellos, junto con otros obispos reunidos en Palestina, firmaron la petición de Arrio, animándolos a que reunieran a la plebe como antes acostumbraban hacer, pero que se mantuvieran sujetos a Alejandro y sin interrupción le suplicasen disfrutar de la paz y la comunión con él» (Sozóm. l. 1, c. 15).

 El contenido de este capítulo repite el de 38, 1-2.

71

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44. (1) Harum synodarum prior collecta fuit Nicomediae Bithyniae et constitit episcopis ducentis et quinquaginta, ut habet Nicetas in Thesauro orthodoxae fidei, lib. 5, cap 4. (2) In titulo tamen capitis ponuntur tantum ducenti, sed idem Nicetas, capite nono ejusdem libri, iterum refert synodum fuisse ducentorum et quinquaginta episcoporum collectam Nicomediae contra Alexandrum. (3) Et hanc diversam facit a priori, quasi post Concilium Nicenum collecta fuisset. (4) Sed in eo certe fallitur. (5) Alexander statim post concilium istud mortuus est, et praeterea duas Synodos Nicomedienses historia non admittit. (6) Cum tamen Nicetas duas posuerit, certum est quod has e diversis auctoribus retulit, atque ita numerum 250 episcoporum duplici testimonio confirmavit.

[f. 21v]

(7) Nicomediae autem convenisse videtur haec synodus ut imperatorem ad suas partes pertraheret, qui tamen a Nicomedia digressus est antequam episcopi convenire potuere. (8) Et forte de industria, sive quod putaret unam partem non audiendam absente altera, sive quod Eusebio, horum / principi, infensus esset. (9) Ubi enim Licinium, Nicomediae agentem, vicerat, repererat in ejus comitatu quosdam ex clericis Eusebii, eaque de causa Eusebium ipsum numerabat inter hostes, ut ex epistola constat quam paulo post, ubi Eusebium relegavit, iratus scripsit ad Nicomedienses. (10) In ea enim sic accusat Eusebium (apud Theod. l. 1, c. 20): (11) «Quisnam», ait, «adeo simplicem plebem ista docuit? Eusebius nimirum, tyrannicae crudeliteatis consecraneus. (12) Nam quod tyranni cliens perpetuo fuerit ex multis perspici potest. (13) Id enim episcoporum caedes testantur, sed verorum plane episcoporum; id crudelissima Christianorum persecutio aperte clamat. (14) Nihil

Yah. 12 44. 1-2. Nic. Thes. 5, 4 || 11-16. Thdt. HE 1, 20, 1-2 44. 1. Harum synodarum prior collecta] et his conciliis prius collectam a. c. | quinquaginta] quinquaginta Niceta a. c. | Thesauro] Thesauro de a. c. || 2. capite nono] cap. 9 a. c. : capite nono a. c. | libri] libri tradit etiam f a. c. | collectam... contra Alexandrum] add. || 3. concilium] scripsi : cocilium leg. || 5. concilium istud] synodum istam a. c. || 6. Nicetas] add. | duas] duas dum retuli a. c. | retulit] retul**it a. c. | duplici testimonio confirmavit] confirmavit duplici testimonio a. c. || 7. pertraheret] pertraheret, * qui ibi constitit cum ea indicta a. c. || 8. Eusebio] Eusebio infensus a. c. | horum] add. || 9. relegavit] possit (ut vid.) emulare a. c.

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44. (1) De estos sínodos el primero se reunió en Nicomedia, Bitinia, y contó con docientos cincuenta obispos, según tiene Nicetas en su Tesoro de la fe ortodoxa, lib. 5, cap. 4.72 (2) Sin embargo en el título del capítulo pone sólo doscientos, pero el mismo Nicetas, en el capítulo noveno del mismo libro, de nuevo refiere que se reunió un sínodo de doscientos cincuenta obispos en Nicomedia contra Alejandro. (3) Y a éste lo hace distinto del primero, como si se hubiera reunido después del Concilio de Nicea. (4) Pero en esto sin duda se equivoca. (5) Alejandro murió inmediatamente después de ese concilio, y además la historia no admite dos sínodos de Nicomedia. (6) Ahora bien, al escribir Nicetas que fueron dos, es seguro que los recogió de distintos autores, y de esta forma confirmó el número de doscientos cincuenta con un testimonio doble. (7) Por otra parte, parece que se reunió en Nicomedia este sínodo para atraer a su partido al emperador, quien sin embargo se marchó de Nicomedia antes de que los obispos pudieran reunirse. (8) Y quizás a propósito, o bien porque pensara que no debía escuchar a una parte sin estar presente la otra, o bien porque estaba irritado contra Eusebio, el principal de éstos. (9) En efecto, cuando había vencido a Licinio, que residía en Nicomedia, había encontrado en la corte de éste a algunos clérigos de Eusebio, y por esta razón contaba al propio Eusebio entre sus enemigos, como consta por la carta que poco después, cuando desterró a Eusebio, escribió airado a los nicomedienses (en Teod. l. 1, c. 20). (10) En efecto, en ella acusa así a Eusebio: (11) «¿Quién», dice, «enseñó esas cosas a la simple plebe? Está claro: Eusebio, conjurado con la crueldad tiránica. (12) Pues por muchos indicios puede percibirse que fue siempre cliente del tirano. (13) En efecto, dan fe de ello los asesinatos de obispos, pero de obispos de verdad; lo declara abiertamente la crudelísima persecución

72  Los contenidos de este capítulo están repetidos en 33, 1-5 (44, 1-6) y en 32, 3947 (44, 7-17); cf. apartado 4.2.4, § 12, del estudio introductorio.

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enim de illatis mihi contumeliis dicam per quas cum adversarum partium concursus plurimum laborarent, hic etiam oculos exploratores contra me emisit et propemodum armatum ministerium tyranico praebuit. (15) Nec me quisquam imparatum esse existimet ad harum rerum probationem. (16) Certissimum enim argumentum est, cum diaconos et presbyteros Eusebium assectantes manifesto a me comprehensos esse constet». (17) Ita Constantinus, etsi Eusebius consanguineus fuerit Licinii et quamdiu eidem subditus et colere principem et quibus licuit officiis sedare persecutorem teneretur.

[f. 21r]

45. (1) Dum haec geruntur in Oriente convocat Alexander antisynodum episcoporum suorum in Alexandria. (2) Huic Hosius intererat. (3) Cum eo episcopi res suas componunt. (4) Tandem hic revertitur, epistolas tam Arii, ut opinor, quam synodi secum deferens. (5) Scripserat Arius multitudinem et particulariter totam Libyam secum sentire, se tamen, depositis istis armis, fidei suae confidere et supplicem venire ut in Ecclesiam et officium sacerdotale restitueretur. (6) Imperator igitur, omnia in malum sensum vertens, acrem retorquet in eum epistolam / stylo populari et plusquam satyrico compositam, accusans eum audaciae quod multitudinem jactaret, impietatis quod fidem falsam venditaret, et turpis propositi quod ambiret restitutionem ad officia ecclesiastica. (7) Hujus epistolae meminit Epiphanius, haeres. 69, nonnulla ex ea citans et vocans eam epistolam ad totam Romaniam contra Arium scriptam. (8) Et Socrates etiam, ut vult Baronius, de ea loquitur his verbis (Baronius a. 319 § 6): (9) «Alias quoque literas imperator contra Arium et ejus opinionis fautores magis populari et fusa scribendi ratione composuit, quas quidem, quo ejus amentiam salsius morderet et lepida dissimulationis specie acrius pungeret, in singulis

Yah. 12 44. 11-16. Thdt. HE 1, 20, 1-2 || 45. 7. Epiph. Const. Haer. 69, 9 || 9. Baron. Ann. 3, 319, 6 44. 17. Ita] Apu a. c. | quibus licuit officiis] quoad licuit a. c. || 45. 6. audaciae] quo a. c. || 7. contra Arium scriptam] scriptam contra Arium a. c. || 8. ut vult Baronius] add. | Baronius2] scripsi : Baronia leg. : citante a. c. || 9. salsius] salt a. c.

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de los cristianos. (14) Pues no diré nada de los ultrajes perpetrados contra mí, por los cuales, cuando más se esforzaban los adversarios en sus ataques, éste incluso envió contra mí a espías y prestó al tirano casi un servicio armado. (15) Y que nadie crea que no estoy preparado para probar estas acusaciones. (16) En efecto, tengo una prueba muy segura, dado que consta que he atrapado en flagrante a diáconos y presbíteros del círculo de Eusebio». (17) Así escribe Constantino, pese a que Eusebio era pariente de sangre de Licinio y durante el tiempo en que fue su súbdito estaba obligado a honrar al príncipe y a calmar al perseguidor con los medios que le fue posible. 45. (1) Mientras esto se lleva a cabo en Oriente, Alejandro convoca un antisínodo de sus obispos en Alejandría. (2) A éste asistió Osio. (3) Con él arreglan sus asuntos los obispos. (4) Finalmente éste regresa, llevándose consigo, según creo, tanto las cartas de Arrio como las del sínodo. (5) Había escrito Arrio que una multitud, y en particular toda Libia, creía lo mismo que él, pero que él, con todo, depuestas esas armas, confiaba en su fe y venía suplicante a ser restituido a la Iglesia y a su oficio sacerdotal. (6) Así que el emperador, tomándolo todo en el mal sentido, se ceba con él en una dura carta compuesta en estilo popular y más que satírico, acusándolo de osadía porque se jactaba del apoyo de una multitud, de impiedad porque divulgaba una fe falsa, y de propósito vergonzoso porque deseaba la restitución a los oficios eclesiásticos. (7) De esta carta hace mención Epifanio, Herejías, 69, citando de ella algunos fragmentos y llamándola «carta escrita a toda la Romania contra Arrio». (8) Y Sócrates también, como quiere Baronio (Baronio a. 319 § 6), habla de ella con estas palabras:73 (9) «El emperador también compuso otra carta contra Arrio y los que apoyaban su opinión, en un estilo más popular y profuso, que de hecho se cuidó de divulgar por todas partes en cada ciudad para reírse con más mordiente de su locura

73  Baronio también cita en ese lugar el pasaje de Epifanio referido inmediatamente antes. El supuesto pasaje de Sócrates, sin embargo, no se encuentra en Sócrates.

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civitatibus passim divulgandas curavit». (10) Arii epistola praedicta intercidit. (11) Hanc autem imperatoris Baronius ex Bib. Vat. edidit,x docens eam certo scriptam fuisse ante Concilium Nicaenum, quod in catholica (ut loquitur) Filii Dei divinitatis assertione vocis consubstantialitatis, quae postea apposita est in Concilio Nicaeno, nulla sit mentio, nec ipsius magnae synodi memoria aliqua. Nos partem istarum literarum hic apponemus, ut scopus earum pateat. (12) «Constantinus Augustus Ario et Arianis.

[f. 22r]

(13) Malus interpres negotium est diaboli, ejusque effigies et imago», etc. (14) Et post alia ejusmodi in Arium convitia sic pergit, fingens Arium / interloquentem et dictis ejus respondens: (15) «Jam volo ejus qui tanti sceleris praesul est naturam expendere. (16) Quid enim dicit? (17) “Aut teneamus id”, inquit, “cujus jam compotes fuimus, aut ita sit ut ipsi volumus”. (18) Cecidit ac cecidit, interfectus. (19) “Dolo”, [inquit] “aut sagaci calliditate, nihil differt”. (20) Id solum grave ac probandum ducit quod improba excogitatione ad eum influxerit. (21) “Multitudinem [inquit] habemus”. (22) Ipse igitur exiguus proprius accedam, ut insanorum bellorum spectator sim. (23) Ego ipse, inquam, propius accedam, qui hominum dementium bella sedare consuevi. (24) “En rursum [inquit], supplex venio et armorum copia praepollens pugnare nolo, sed Christi munitus fide tibi atque aliis volo mederi”. (25) Cur autem ea te facere dicis quae tuis moribus non conveniunt? (26) At cum quali quiete, dic, quaeso, aut quibus fretus copiis vel potius quo temeritatis progressu? (27) O audaciam dignam quae fulminibus deponatur! (28) Audite enim quae nuper mihi significavit calamo

 Baron. a. 319 § 7. Extat eadem epistola Graece apud Gelasium Cyzicenum.

x

Yah. 12 45. 11-60. Baron. Ann. 3, 319, 7-20 45. 10. Arii epistola praedicta] epistola Arii a. c. || 14. ejusmodi] similia a. c. | pergit] pergit. Multitudinem inquit simul* a. c. || 15. jam] A a. c. || 18. cecidit2] ce*cidit a. c. || 23. consuevi] solac a. c. ut uid. || 24. inquit] add. || 25. non] neutiquam a. c.

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y pincharlo más agriamente con una especie de jocosa simulación». (10) La mencionada carta de Arrio se ha perdido. (11) En cambio, ésta del emperador la ha editado Baronio de la Biblioteca Vaticana,x con el comentario de que fue escrita con seguridad antes del Concilio de Nicea, dado que en la aserción católica (como él la llama) de la divinidad del Hijo de Dios no se halla ninguna mención de la voz «consustancial», la cual se añadió después en el Concilio de Nicea, ni ninguna alusión al propio gran sínodo. Nosotros pondremos aquí una parte de esta carta para que quede clara su orientación. (12) «Constantino Augusto a Arrio y a los arrianos. (13) Un mal intérprete es asunto del diablo, y su efigie e imagen», etc. (14) Y después de otros insultos de este estilo contra Arrio continúa así, haciendo como si Arrio estuviera hablando con él y él respondiera a sus palabras: (15) «Ahora quiero sopesar la naturaleza de quien es sacerdote de tan gran crimen. (16) Pues, ¿qué dice? (17) “O bien mantengamos aquello”, dice, “de lo que ya fuimos dueños, o que sea tal y como nosotros queremos”. (18) Ha caído y bien caído, muerto. (19) “Nada importa si por engaño [dice] o sagaz astucia”. (20) Sólo considera grave y necesario probar lo que por una ímproba reflexión le ha venido al pensamiento. (21) “Tenemos [dice] una multitud”. (22) Así que yo mismo, insignificante, me voy a acercar más, para ser espectador de guerras de locos. (23) Yo mismo, digo, me voy a acercar más, yo que estoy acostumbrado a calmar las guerras de hombres dementes. (24) “Heme aquí otra vez [dice], vengo como suplicante y, pese a ser muy poderoso por la abundancia de armas, no quiero luchar, sino que, guarnecido con la fe de Cristo, quiero curarte a ti y a otros”. (25) ¿Y por qué dices que haces lo que no casa con tus costumbres? (26) ¿Pero con qué clase de calma, di, por favor, o confiado en qué recursos, o, más bien, con qué grado de temeridad? (27) ¡Ah osadía digna de ser depuesta con rayos! (28) Pues escuchad 74

x  Baron. a. 319 § 7. Se conserva la misma carta en griego en Gelasio de Cícico.74 74  Se encuentra en la editio princeps de París, 1599, 203-217, pero no en el texto establecido por Hansen 2002.

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[f. 23r]

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virus instillante scribens: (29) “Sic”, inquit, “credimus”. (30) Tum nescio quae adjungens accurate atque ad fastum meditata,y ulteriusque procedens nihil mali reticuit, sed universum, ut ita dicam, amentiae thesaurum exprompsit. (31) “Expellimur”, inquit, “recipiendi nos potestatem auferunt”. (32) Sed nondum haec ad rem, caetera attendite. (33) Ejus enim verbis utar:z “Postulamus”, inquit, “siquidem in eadem sententia episcopus Alexandriae maneat, potestatem nobis posthac ex legis constitutione dari legitima et indeprecabilia officia Deo persolvendi”. (34) O gravem impudentiam, quam studio veritatis redargui conveniebat! Quod enim ipsi cordi erat id brevitate sermonis expressit... (35) “Quid igitur”, inquis, “faciam si nemo recipere me dignatur?” (36) Hoc enim saepe nefariis faucibus exclamas. (37) Ego vero contra rogabo te, ubinam apertum sententiae tuae signum ac testimonium ostendisti? (38) Quam te / divinis humanisque actibus explicasse ac declarasse oportuit... (39) Unum dicis Deum; habes ejusdem me sententiae, sic igitur sentias. (40) Ejus essentiae Verbumaa et principii et finis expers, Verbum esse dicis; eo contentus sum, ita crede. (41) Siquid praeterea adjungis, id tollo. (42) Siquid ad impiam separationem fraudulenter consuis, id nec videre nec intelligere me confiteor. (43) Si hospitium corporisab assumis ad divinorum operum dispensationem, non improbo. (44) Si spiritum aeternitatis in supereminenti Verbo genitum dicis, accipio.

y

 Nempe symbolum fidei.

 Hactenus imperator simulaverat Arium loquentem quasi ex latente sensu epistolae ejus; jam verba ipsa citat.

z

 De interna intelligentia Patris loquitur, quam Arius etiam λόγον Patris vocabat.

aa

 Assumptio totius hominis nondum credebatur.

ab

Yah. 12 45. 11-60. Baron. Ann. 3, 319, 7-20 45. 33. sententia] scripsi : sententiae leg. || 40. eo] * eo a. c. || z. imperator] add. || aa. λόγον] scripsi : λογὸν leg.

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qué me ha escrito hace poco con un cálamo que destilaba veneno: (29) “Así”, dice, “creemos”. (30) Entonces, añadiendo no sé qué cosa calculada minuciosamente y para la ocasión,y al ir avanzando no se calló nada del mal, sino que sacó a relucir todo el tesoro de su locura, por así decirlo. (31) “Nos expulsan”, dice, “nos quitan la potestad de ser recibidos”. (32) Pero todavía esto no es el asunto principal; atended a lo demás. (33) Pues me voy a servir de sus palabras:z “Pedimos”, dice, “puesto que el obispo de Alejandría se mantiene en la misma opinión, que en lo sucesivo se nos conceda, de acuerdo con la constitución legal, la potestad de desempeñar los legítimos e irrenunciables oficios de Dios”. (34) ¡Ah grave desvergüenza, que habría que contestar por amor a la verdad! En efecto, lo que tenía dentro de su corazón lo ha expresado en pocas palabras... (35) “¿Y qué haré”, dices, “si nadie se digna recibirme?” (36) Esto, en efecto, exclamas a menudo con tus sacrílegas fauces. (37) Y yo por el contrario te preguntaré, ¿dónde has mostrado signo abierto y testimonio de tu parecer? (38) Éste deberías haberlo explicado y declarado con actos divinos y humanos... (39) Dices que hay un solo Dios; me tienes a mí del mismo parecer, así pues esto debes creer. (40) El Verbo de su esencia,aa carente tanto de principio como de fin, dices que es el Verbo; con eso estoy contento, créelo así. (41) Si añades algo además de esto, lo quito. (42) Si tejes algo fraudulentamente con vistas a una impía separación, confieso que yo ni lo veo ni lo entiendo. (43) Si asumes un hospedaje del cuerpoab para la dispensación de las obras divinas, no lo censuro. (44) Si dices que el espíritu de su eternidad en el sobreeminente Verbo

y

 O sea, el símbolo de fe.

 Hasta ahora el emperador había simulado que Arrio hablaba como a partir del sentido oculto de su carta; ahora cita sus palabras literalmente. z

aa  Habla de la inteligencia interna del Padre, que Arrio también llamaba λόγος del Padre.

 La presunción de que era todo hombre todavía no se creía.

ab

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[f. 24r]

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(45) Quis Patrem novit, nisi qui venit a Patre? (46) Quem novit Pater, nisi quem ab aeterno ac sine principio ex se genuit? (47) Tu quidem hypostasin peregrinam ac nobis inauditam subjicere putas oportere, male utique credens; ego vero potestatis superpraeexcellentis et ad omnia permanentis plenitudinem Patris et Filii essentiam [οὐσίαν] unam esse judico... (48) At dices magnum hominum numerum tecum facere et sublevare curas tuas. (49) Audi et parumper aures praebe, nefarie Ari; intellige dementiam tuam; tu vero, Deus, qui omnium curam habes, propitius esto sermoni, si fidem teneat. (50) Ego enim homo tuus, o misericors, qui providentia tua defendor, ac e Graecorum Latinorumque vetustissimis scriptis insaniam Arii aperte demonstrabo ante tria millia circiter annorum ab Erythraea praesignificatam ac praedictam. (51) Sic enim fata est: “Vae tibi Libya, in maritimis posita locis, tibi enim venit tempus quo una cum populis ac filiabus tuis grave certamen et crudele et perdifficile subire cogeris, ex quo fidei pietatisque judicium in omnes dimanabit. (52) Tu vero ad extremum vergis exitium, vos enim coelestium florum receptaculum convellere morsuque dilacerare ausi estis, atque adeo ferreis dentibus temerastis”. (53) Quid igitur, versutissime, ubi nunc terrarum esse te fateris? (54) Ibi videlicet, tuas enim / habeo literas quas ad me insano calamo exarasti, quibus affirmas omnem Libyae populum tibi ad salutem sc. assentiri. (55) Sin haec ita esse negabis, Deum jam testor me quidem vetustissimos Erythraeae pugillares, Graeca lingua scriptos, Alexandriam mittere, quo citius pereas». (56) Pergit dein imperator licentia plusquam poetica subjungens haec et similia: (57) «Videte omnes, videte ut lamentabiles praetendat voces viperae morsu laesus, videte ut venae ejus, ut carnes veneno occupatae acerbos moveant cruciatus, ut corpus ejus tabe defluxerit, ut attenuatum et squallore sordibusque obsitum, lamentatione,

Yah. 12 45. 11-60. Baron. Ann. 3, 319, 7-20 45. 47. subjicere] * subjicere a. c. || 49. curam habes] cura*** habes a. c. om. del. | si] * si a. c. || 54. tibi] tibi * a. c.

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es engendrado, lo acepto. (45) ¿Quién conoce al Padre sino quien viene del Padre? (46) ¿A quién conoce el Padre sino a quien engendró de sí mismo desde la eternidad y sin principio? (47) Tú por tu parte crees que conviene añadir una hipóstasis peregrina e inaudita para nosotros, y haces mal en creerlo; yo en cambio juzgo que la plenitud de un poder superior a todos y permanente ante todo es la única esencia [οὐσία] del Padre y del Hijo... (48) Pero dirás que un gran número de personas colaboran contigo y aligeran tus preocupaciones. (49) Escucha y presta un momento tus oídos, sacrílego Arrio, entiende tu locura; y tú, Dios, que de todo te preocupas, sé propicio a estas palabras, si se atienen a la verdad. (50) En efecto yo, que estoy consagrado a ti, oh misericordioso, y que estoy defendido por tu providencia, demostraré abiertamente a partir de los más antiguos escritos de los griegos y de los latinos que la demencia de Arrio había sido prefigurada y predicha hace unos tres mil años por la Eritrea.75 (51) Así habló, en efecto: “¡Ay de ti, Libia, colocada en lugares marítimos! Pues te llegará el tiempo en el que te verás obligada a sufrir una grave lucha, cruel y muy difícil, a la vez con tus pueblos y tus hijas, a raíz de la cual manará para todos el juicio de la fe y la piedad. (52) Pero tú te aproximas a la destrucción extrema, pues os habéis atrevido a sacudir el receptáculo de las flores celestes y a destrozarlo con vuestra mordedura, y por tanto lo habéis violado con vuestros férreos dientes”. (53) ¿Y qué, astutísimo? ¿En qué lugar de la tierra vas a decir que te encuentras? (54) Allí, está claro, pues tengo tu carta que me escribiste con cálamo demente, en la que afirmas que todo el pueblo de Libia está de acuerdo contigo, para su salvación, cómo no. (55) Pero si dices que esto no es así, ya pongo a Dios por testigo de que te envío a Alejandría las antiquísimas tablillas de la Eritrea, escritas en griego, para que caigas destruido cuanto antes». (56) Sigue luego el emperador añadiendo éstas y semejantes cosas, con una licencia más que poética: (57) «Ved todos, ved qué voces tan lamentables profiere, herido por mordedura de serpiente, ved cómo sus venas, cómo sus carnes tomadas por el veneno se doblan en agudas torturas, cómo su cuerpo se diluye en su putrefacción, cómo empequeñecido y presa de la podredumbre y la sordidez se consume con lamento, palidez, horror e infinitos males, y  La Sibila.

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pallore, horrore infinitisque malis conficiatur misereque strigosum sit, ut deformis illuvie sordibusque capillus; (58) videte seminecem, obtutu jam languido, vultu exangui, maesto, rabido, cernite ut ad eum propter mali diurnitatem confluxerint furor, insania, vanitas, eumque immanem ac ferum reddiderint». (59) Sub finem vero iterum eo rediens quod Arius jactaret multitudinem, hoc addit: (60) «Et quidem socios ac suffragatores tuos qui curiae se jam obstrinxerunt, publicorum munerum curae excipient, nisi quamprimum evitata consuetudine et congressu tuo incorruptam fidem sequantur». [f. 23v]

46. (1) Ex his videtur Arius, eo quod populus ab ipso staret, nimis confidenter se gessisse. (2) Multitudinem vero ab Ario stetisse agnoscunt alii, et sic enim Severus (lib. 2, c. 50) de pace Ecclesiarum sub Constantino verba faciens, addit: «longe atrocius periculum cunctis Ecclesiis illa pace generatum. (3) Namque tum haeresis Arii prorupit, totumque orbem, invecto errore, turbaverat». (4) Sic et Nazianzenus: «Arius», inquit, «cum ab Alexandrina civitate incipiens, illic pestiferum dogma meditatus esset ac deinde agrestis cujusdam ac rapidae flammae instar ab exigua scintilla τὸ πολὺ τῆς οἰκουμένης, magnam orbis terrarum partem percurrisset, tandem a patribus nostris opprimitur pioque illo numero qui tum Nicaeam se contulit certisque finibus ac verbis theologiam circumscripsit» (Gr. Naz. Orat. 23 in laudem Heronis). (5) Quam late τὸ πολὺ a Gregorio hic accipi potest pateat ex eo quod eosdem Christianos toto orbe sub Constantio politos vocat τὸ πολὺ τῆς ἐκκλησίας (Orat. 20

Yah. 12 45. 11-60. Baron. Ann. 3, 319, 7-20 || 46. 2-3. Sulp. Sev. Chron. 2, 35, 1 || 4. Gr. Naz. Or. 25, 8 || 5. Gr. Naz. Or. 43, 30 45. 60. munerum] scripsi (coll. fonte) : numerum leg. || 46. 1. populus ab ipso] multitudo a se m*multitudo a se a. c. || 2. vero ab Ario] secum a. c. | agnoscunt] scribunt a. c. om. del. | Severus] Sulp a. c. | pace] pace imperio a. c. | Constantino] Constantini a. c. || 2. longe atrocius – 3. turbaverat] * quod tum haeresis Arii prorumpens totum orbem invecto errore turbaverat a. c. || 4. meditatus esset] didicisset a. c. || 4. Heronis – 47. 1. imperator metum] Heronis. Et alibi dicit (del.) Gregorius ait malum Arii follibus excitatum atque inflamatum τὸ πλεῖον ἐπιλεληφέναι majorem partem his temporibus (hoc tempore a. c.) corripuisse. Orat. 21 in laud. Athanas. {...} Imperator igitur praefatis literis per orbem vulgatis metum a. c.

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qué miserablemente flaco está, qué afeado su cabello por la suciedad y la sordidez; (58) vedlo medio muerto, de mirada ya lánguida y rostro exangüe, afligido, rabioso, mirad cómo en él han confluido por causa de la duración del mal la locura, la demencia, la vanidad, y lo han vuelto desmedido y salvaje». (59) Y al final, volviendo a aquello de que Arrio se había jactado de una multitud, añade esto: (60) «Y, sin duda, los cargos públicos se ocuparán de tus aliados y de esos que te apoyan que ya se vincularon a la corte,76 a no ser que, evitando lo antes posible el trato y el contacto contigo, sigan la fe incorrupta». 46. (1) Por estas palabras parece que Arrio había actuado con demasiada confianza porque el pueblo estaba de su lado. (2) Y en verdad otros reconocen que con Arrio estaba una multitud: así en efecto Severo (lib. 2, c. 50), al tratar sobre la paz de las Iglesias bajo Constantino, añade: «un peligro muchísimo más atroz para todas las Iglesias se originó en aquella paz. (3) Pues entonces irrumpió la herejía de Arrio e, introduciendo el error, en seguida había turbado todo el orbe». (4) Así también el de Nacianzo: «Arrio», dice, «empezó por la ciudad de Alejandría y allí maquinó su pestífero dogma, y luego, como una rápida llama que crece en el campo a partir de una pequeña chispa, recorrió τὸ πολὺ τῆς οἰκουμένης, “una gran parte del mundo”, hasta que la extinguieron nuestros padres y aquel piadoso grupo que entonces se reunió en Nicea y escribió la teología con certeros términos y palabras» (Gr. Naz. Discursos, 23, «En alabanza de Herón»). (5) Con cuánta amplitud puede tomarse aquí el τὸ πολὺ de Gregorio puede quedar claro por el hecho de que a los mismos cristianos educados en todo el mundo bajo Constancio los llama τὸ πολὺ τῆς ἐκκλησίας (Discursos, 20, «En alabanza de Basi-

 Posiblemente, alusión a Eusebio de Nicomedia.

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in laud. Basil.). (6) Quam late vero accipi debeat, intelligitur ex Orat. 21 in laud. Athanas., ubi cum Gregorius narraverat Athanasium creatum esse episcopum Alexandriae, sic pergit: (7) «Nec dixerim», inquit, «virtutisne praemium an Ecclesiae fontem ac vitamac hujusmodi dignitatem acceperit. (8) Hanc enim [sc. Ecclesiam] oportebat veritatis siti languentem ac prope confectam Ismaelis instar potione refici, aut velut Heliam refrigerata per siccitatem terra e torrente refocillari, paulumque spirantem ad vitam revocari ac semen Israeli relinqui, ne ut Sodoma et Gomorra efficeremur... (9) Propterea nobis jam jacentibus cornu salutis erectum est, lapisque angularis nos et sibi et inter nos constringens opportune injectus est... (10) Sic igitur Athanasius ad Marci thronum evehitur».ad (11) Haec Gregorius, ex quibus facile intelligetur unde Alexander conquestus esset se ab Ario et ejus fautoribus persecutum fuisse, multitudine eorum scilicet in tantum praevalente, ut ipsa insultaret. [f. 24v]

47. (1) His itaque literis passim vulgatis imperator metum incutit fautoribus Arii, et quo sententiam suam confirmaret indicit Concilium Nicaeae, Bithyniae, in proximum annum. (2) Conveniunt ergo episcopi 318 circiter. (3) Aderat etiam imperator ut omnes ad concordiam perduceret, hoc est in suam sententiam, nam ipse paulo post in epistola

ac  Urbem quae virtute Athanasii fons et vita Ecclesiae surgentis futura esset.

 Gregorius dicit hoc factum totius populi suffragiis. Ita enim contendebant Athanasiani, sed eorum adversarii irritam pronunciabant creationem ejus eo quod a paucis sacerdotibus clanculum fieret, majori parte adversante. Atque hujus rei suspitionem vehementer auget quod multitudo hoc tempore fidei homousianae aversabatur. ad

Yah. 12 46. 7-10. Gr. Naz. Or. 21, 7-8 46. 6. ex] ex ** a. c. | narraverat] dixerat a. c. || 8. refici] reficitur a. c. || 9. constringens opportune] opportune constringens a. c. || 10. Athanasius] Athanasius ad totius populi suffragiis a. c. || 11. unde] unde factum est quod add. | in tantum... ipsa] add. || 47. 1. sententiam suam confirmaret] voluntatem ejus plene assequeretur a. c. || 2. circiter] circiter, omnes fere Alexandri fautores a. c. || ad. Gregorius dicit – ita enim] add. | creationem ejus] electionem a. c. | multitudo] major pars urbis a. c.

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lio»). (6) Pero con cuánta amplitud debe tomarse aquí se entiende por el Discurso 21 en alabanza de Atanasio, donde después de contar Gregorio el nombramiento de Atanasio como obispo de Alejandría, sigue así: (7) «Y no podría decir», dice, «si con esta dignidad recibió una recompensa por su virtud o más bien la fuente y la vida de la Iglesia.ac (8) En efecto había que reponer a ésta [es decir, a la Iglesia], que languidecía y se consumía de sed por la verdad, como Ismael con la bebida, o refrigerarla como a Elías con el torrente cuando se había secado la tierra, y devolverla a la vida cuando apenas alentaba y preservar la semilla de Israel, no fuéramos a convertirnos en Sodoma y Gomorra... (9) Por ello se nos alzó el cuerno de la salvación cuando ya estábamos caídos y se nos lanzó oportunamente la piedra angular, ligándonos con ella misma y a nosotros entre sí. (10) Así, pues, se eleva a Atanasio al trono de Marcos».ad (11) Esto escribe Gregorio, y de ello se entenderá fácilmente por qué Alejandro se quejaba de haber sufrido persecución por parte de Arrio y sus partidarios, porque la multitud de los mismos prevalecía tanto como para comportarse de forma insultante. 47. (1) Así que al divulgar por todas partes esta carta el emperador infundió miedo a los seguidores de Arrio, y para confirmar su parecer anuncia el Concilio de Nicea, en Bitinia, para el año siguiente. (2) Acuden, pues, en torno a 318 obispos. (3) También asistía el emperador para conducirlos a todos a la concordia, es decir, a su propio parecer, pues él mismo poco después escribe así sobre sí

 La ciudad que por la virtud de Atanasio habría de convertirse en fuente y vida de la Iglesia incipiente. ac

ad  Gregorio dice que esto se hizo con el apoyo de todo el pueblo. En efecto así afirmaban los atanasianos, pero sus adversarios declaraban sin validez su nombramiento porque lo habrían llevado a cabo pocos sacerdotes, a escondidas y con la oposición de la mayor parte. Y aumenta poderosamente esta sospecha el hecho de que en aquel tiempo una multitud sentía aversión por la fe homousiana.

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[f. 25r]

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ad Nicomedienses sic de se scripsit (apud Theod. l. 1, c. 20): (4) «Nicaenae», inquit, «Synodo et ipse, sicut consciensciae meae cultus poscebat, interfui, nullo alio consilio quam ut concordiam inter omnes constituerem, imprimis vero ut coarguerem ac depellerem malum illud quod ex Arii quidem Alexandrini dementia / initium sumpserat, mox autem absurdo et exitiali Eusebii studio erat confirmatum». 48. (1) Dies igitur constituitur quo imperator adesset consilio. (2) «Sed priusquam dies iste advenisset, episcopi privatim inter se coeuntes Arium accersunt et opinionibus ejus in medium prolatis disserere coeperunt» (Sozom. l. 1, c. 17). (3) Sed audi quomodo: «Ad lectas Arii opiniones aures praecludunt» (Athanas. Orat. 1. contr. Ar. ante medium).ae (4) Et ubi accusati pro se respondere vellent, vix incoeperunt hiscere, cum improbarentur et contrariis clamoribus silere cogerentur (Athanas. Epist. contr. haer. Ar. sub initio).af (5) Quam quidem impetuosam passionem synodus ipsa de se testatur in epistola sua ad Aegyptios (apud Socr. l. 1, c. 9). (6) Nam commemoratis Arii verbis, «haec omnia», inquiunt, «anathemate damnavit sanctissima synodus, opinionis hujus impietatem atque amentiam et verba blasphemiae plena ne audire quidem patienter sustinens».

[f. 24v]

49. (1) «Cum autem opinionibus Arii sic in medium prolatis, disserere coepissent et disputatio in varias distraheretur quaestiones, alii quidem», inquit Sozomenes, «suadebant ne praeter fidem ab  [f. 24v] Facta mentione vocum Arii, addit: Ἐν τῇ κατὰ Νίκαιαν συνόδῳ οἱ συνελθόντες πάντες πανταχόθεν ἐπίσκοποι τὰς μὲν ἀκοὰς ἐπὶ τούτοις ἐκράτουν (Ath. Orat. 1 cont. Ar., pag. 295). ae

 [f. 24v] Ὡς δὲ καὶ μόνον φθεγγόμενοι κατεγινώσκοντο καὶ... ἀχανεῖς μεν ἔμενον. οὗτοι καὶ διὰ τῆς σιωπῆς ὡμολόγουν τὴν ἐπὶ τῇ κενοδοξίᾳ αὐτῶν αἰσχύνην. Ath. Cont. Haer. Ar., pag 251. af

Yah. 12 47. 4. Thdt. HE 1, 20, 5 || 48. 2. Sozom. HE 1, 17, 6 || 3. Ath. Al. Ep.Episc. 13, 1 || 4. Ath. Al. Decr. 3, 1 || 6. Socr. Sch. HE 1, 9, 3 || 49. 1. Sozom. HE 1, 17, 6 47. 5. synodo] concilio a. c. | et ipse] interfui et ipse a. c. | initium] add. || 48. 3. ante medium] add. || 4. improbarentur et] add. | cogerentur] coguntur a. c. | sub initio] add. || 5. sua] add. || 6. sustinens] sustinens. Epist a. c. || 49. 1. sic] add. || ae. facta mentione vocum Arii, addit] add. | οἱ] scripsi : ὁι leg. | Ath. Orat. 1 cont. Ar.] add. || af. καὶ2] * καὶ a. c. | ἔμενον] episcopi rogabant add. a. c. | Ath. Cont. Haer. Ar.] add.

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mismo en una carta a los nicomedienses (en Teod. l. 1, c. 20): (4) «Al Sínodo de Nicea», dice, «asistí también yo mismo, tal y como me exigía el respeto a mi propia conciencia, sin ningún otro propósito que establecer la concordia entre todos, y en primer lugar para responder y desterrar aquel mal que había tomado inicio de la locura de Arrio el alejandrino y que en seguida se había visto afianzado por el afán absurdo y funesto de Eusebio». 48. (1) Así que se fija un día en el que el emperador asistiese al concilio. (2) «Pero antes de que llegara ese día, los obispos, reuniéndose en privado, hacen venir a Arrio y tras exponer sus opiniones empezaron a discutirlas» (Sozóm. l. 1, c. 17). (3) Pero escucha de qué manera: «Cierran los oídos a la lectura de las opiniones de Arrio (Atanasio, Discurso primero contra los arrianos, antes de la mitad).ae (4) Y al querer los acusados responder por sí mismos, apenas habían abierto la boca cuando ya recibían increpaciones y se veían obligados a guardar silencio por los gritos de oposición (Atanasio, Carta contra la herejía de Arrio, al comienzo).af (5) Y de esta impetuosa pasión el propio sínodo da fe en su carta a los egipcios. (6) Pues al recordar las palabras de Arrio, dicen (en Sócr. l. 1, c. 9): «todo esto lo anatematizó el santísimo sínodo, incapaz ni siquiera de oír con paciencia la impiedad de esta opinión y su locura y sus palabras llenas de blasfemia». 49. (1) «Cuando, una vez expuestas de este modo las opiniones de Arrio, empezaron las intervenciones y el debate se diversificó en varias cuestiones, unos», dice Sozómeno, «aconsejaban que no se

ae  Al mencionar las palabras de Arrio, añade: Ἐν τῇ κατὰ Νίκαιαν συνόδῳ οἱ συνελθόντες πάντες πανταχόθεν ἐπίσκοποι τὰς μὲν ἀκοὰς ἐπὶ τούτοις ἐκράτουν. Atanasio, Discurso primero cont. Ar., p. 295. [«En el Sínodo de Nicea todos los obispos que habían concurrido de todas partes cerraron los oídos ante estas palabras».]

 Ὡς δὲ καὶ μόνον φθεγγόμενοι κατεγινώσκοντο καὶ... ἀχανεῖς μεν ἔμενον. οὗτοι καὶ διὰ τῆς σιωπῆς ὡμολόγουν τὴν ἐπὶ τῇ κενοδοξίᾳ αὐτῶν αἰσχύνην. Atanasio. Contra la herejía de Arrio, p. 251. [«Y en cuanto empezaban a hablar eran acusados y... se quedaban mudos. Y éstos por medio de su silencio confirmaban la vergüenza de su vana opinión».] af

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[f. 25r]

[f. 26r]

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initio traditam quicquam innovaretur, praecipue illi quos morum simplicitas induxerat ut fidem in Deum sine curiosa discussione susciperent; alii contendebant veterum opiniones sine ullo examine sequi non oportere» (Sozom. l. 1, c. 17). / (2) Ad hanc utique provecti licentiam studio vincendi et condemnandi Arium. (3) Ab his itaque non quid sentirent veteres sed quid Arius non admitteret inquiritur. (4) Nam hi imprimis scribunt Filium ex Deo esse: hoc admittitur./ (5) Quare addunt “ex substantia Dei”. (6) Deinde scribunt Filium esse veram potentiam et imaginem Patris, et immutabilem per omnia et aeternum: et haec etiam admittuntur. (7) Quare dum ulterius consuleretur, animadverso tandem quod Eusebius in epistola quadam dixisset: «si verum Dei Filium increa/tum dicimus, homousion cum Patre incipimus confiteri», scribunt Filium homousion Patri. (8) Et hac ratione componebatur symbolum Nicaenum, ut ex sequentibus Athanasii et Ambrosii testimoniis constat: (9) «Cum synodus», inquit Athanasius, «in hoc esset ut Arianorum impia vocabula tolleret et voces adhibere vellet quae sine controversia sacrarum literarum essent, nimirum eum Filium esse et nequaquam ex non extantibus esse sed ex Deo..., Eusebiani volebant illud ex Deo esse ad homines quoque pertinere neque quicquam Christum eo nomine a nobis differre... (10) Ibi patres animadversa eorum fraude coacti sunt clarioribus verbis expendere quid sit ex Deo esse, et scribere Filium ex substantia Dei... (11) Episcopis rursum affirmantibus et hoc quoque scribi debere, eum veram esse potentiam et imaginem Patris et similem Patri et immutabilem per omnia et inconvertibilem et aeternum et indivisum in Patre subsistere..., ista quidem sustinebant Eusebiani... quasi illud “simile esse” et “in eo esse” et “ejus potentiam esse” communia Filio nobiscum essent... (12) Quare episcopi coacti sunt quae prius Yah. 12 49. 7. Cf. Ambr. Fid. 3, 15, 125 || 9-12. Ath. Al. Decr. 19 49. 2. ad hanc utique – 4. hoc admittitur] et ex eorum sententia praevalente sententia proceditur ad compositionem novi symboli fidei, talis scilicet quae fidei Orientalium adversariorum (add.) contraria existens, condemn per oppositionem exturbaret et everteret eam. Consulitur itaque de dictis quas adversarii non admitterent. Et filius primo scribitur ex Deo a. c. || 3. sed] sed Ar a. c. || 6. etiam] add. || 9. esse2] add. || 10. expendere] expenderet a. c. || 11. subsistere] subsistere, nunquam enim non erat a. c.

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hiciera ninguna innovación al margen de la fe transmitida desde el principio, principalmente aquellos cuya sencillez de costumbres los había llevado a aceptar la fe en Dios sin discusiones inspiradas por el excesivo celo; otros afirmaban que no había que seguir las opiniones de los antiguos sin someterlas a ningún examen» (Sozóm. l. 1, c. 17). (2) Hasta este grado de licencia, en efecto, fueron arrastrados en su afán por vencer y condenar a Arrio. (3) Así que se pregunta no qué creían los antiguos, sino qué era lo que no admitía Arrio. (4) Pues ellos escriben en primer lugar que el Hijo viene de Dios, y esto se admite. (5) Por ello añaden que “de la sustancia de Dios”. (6) Luego escriben que el Hijo es la verdadera potencia y la imagen del Padre, y que es inmutable en todos los aspectos y eterno: y esto también se admite. (7) Por ello, al avanzar más en la deliberación y reparar finalmente en que Eusebio había dicho en cierta carta: «si decimos que el verdadero Hijo de Dios es increado, estamos empezando a confesar que es homousios con el Padre», escriben que el Hijo es homousios con el Padre. (8) Y de esta forma se componía el símbolo de Nicea, como consta por los siguientes testimonios de Atanasio y Ambrosio: (9) «Como el sínodo», dice Atanasio, «se había propuesto eliminar los impíos términos de los arrianos y quería emplear palabras que no estuviesen en contradicción con las Sagradas Escrituras, es decir, que él era el Hijo y de ningún modo proveniente de la nada sino de Dios..., los eusebianos pretendían que aquel “provenir de Dios” también se refería a los seres humanos, y que en ese sentido Cristo no difería en nada de nosotros... (10) En ese momento los padres, al reparar en el engaño de éstos, se vieron obligados a explicitar con palabras qué significa provenir de Dios, y a escribir que el Hijo es de la sustancia de Dios... (11) Al afirmar a continuación los obispos que también había que escribir esto, que él es la verdadera potencia y la imagen del Padre y existe siendo semejante al Padre e inmutable en todo e inconvertible y eterno e inseparable del Padre..., eso también lo sostenían los eusebianos... como si aquel “ser semejante” y “ser en Él” y “ser su potencia” fueran cosas comunes del Hijo con nosotros... (12) Por ello los obis-

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dixerant apertioribus verbis repetere et scribere Filium consubstantialem esse Patri, ut non solum similem similitudine, sed eundem ea voce qua “ex Patre esse” dicitur significarent». Haec Athan., Ep. cont. haer. Ar. decr.

[f. 27r]

[f. 27v]

(13) Quomodo vero inciderunt in hanc vocem, sic exprimit Ambrosius: «Auctor ipsorum Eusebius Nicomediensis epistola sua prodidit, dicens: “Si verum (inquit) Dei filium increatum dicimus, homousion, consubstantialem cum Patre incipimus confiteri”. (14) Haec cum lecta esset epistola in Concilio Nicaeno, hoc verbum in tractatu fidei posuerunt patres quod viderunt adversariis esse formidini, ut tanquam evaginato ab ipsis gladio ipsum nefandae caput haeresis am/putarent» (Ambros. De fide ad Grati. lib. 3. c. ult.). (15) Hosius autem erat qui symbolum fidei concepitag et cujus influentiis concilium determinationem accepit (Sulp. l. 2, c. 54), quique primas in concilio obtinebat (Socrat. l. 1, c. 13). (16) Hic enim curiam secutus imperatori erat secretioribus consiliis, eoque pacto et imperatorem, quod praecipuum erat, et alios, quotquot favorem imperatoris captabant, flectere potuit;ah (17) sed ad episcopos flectendos concurrebat et Alexandri potestas et illa Eustathii, episcopi Antiocheni, postea depositi ob Sabellianismum (Socr. l. 1, c. 24), adulterium (Theod. l. 1, c. 21) et contumelias in matrem imperatoris (Athanas. Ad solit. vit. agent. sub initio, p. 812B). (18) Hi tres itaque cum suis pro homousio contendebant, caeteri, ut ait Sozomenes, suadebant ne / praeter fidem ab initio traditam quicquam innovaretur.  Athanas. Epist. ad solit. vit. agent. circa medium pag. 387 D. Hinc Sulpitius, l. 2 hist., c. 54, tradit hanc synodum auctore Hosio confectam.

ag

 Hosium imperator amabat et colebat plurimum (Socr. l. 1, c. 7).

ah

Yah. 12 49. 13. Ambr. Fid. 3, 15, 125 || 15. Ath. Al. H.Ar. 42, 3; Sulp. Sev. Chron. 2, 40, 2; Socr. Sch. HE 1, 13, 12 || 17. Socr. Sch. HE 1, 24 | Thdt. HE 1, 21, 9 | Ath. Al. H.Ar.Ep. 4, 1 || 18. Soz. HE 1, 17, 6 || ah. Socr. Sch. HE 1, 7, 1 49. 12. similem] similem esse a. c. | eundem] eundem esse a. c. | haec] add. || 15. Hosius] symbolum autem componebatur ab Hosio a. c. | Sulp. l. 2, c. 54] add. || 16. quod praecipuum erat] add. | potuit] potuit, praesertim adstitit et Eustachius (sic) episcopus Antiochenus qui plurimos post se trahebat a. c. || 17. Eustathii] Eustathii An a. c. | depositi] add. | Sabellianismum] Sabellianismum et a. c. | Socr. l. 1, c. 24] add. | adulterium] adulterium depositi ** a. c. || 18. caeteri] caeteri reluctabantur et anti* a. c. || ag. epist.] ep a. c.

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pos se vieron obligados a repetir lo que antes habían dicho con palabras más explícitas y a escribir que el Hijo es consustancial con el Padre, para dar a entender que no sólo es semejante en su similitud, sino para definirlo con la palabra con la que se dice que proviene del Padre».77 Esto escribe Atanasio, en la Carta sobre los decretos contra la herejía de Arrio. (13) Pero cómo llegaron a esta palabra lo explica así Ambrosio: «El responsable de las mismas fue Eusebio de Nicomedia en una carta suya, al decir: “si decimos que el verdadero Hijo de Dios es increado, empezamos a confesar que es homousios con el Padre”. (14) Al haberse leído esta carta en el Concilio de Nicea, los padres pusieron esta palabra en la fórmula de fe porque vieron que era causa de temor para los adversarios, como si cortasen la cabeza de la herejía con la espada que habían desenvainado sus propios enemigos» (Ambrosio, Sobre la fe a Graciano, lib. 3, últ. c). (15) Y fue Osioag el que concibió el símbolo de fe y por cuya influencia el concilio aceptó su definición (Sulp. l. 2, c. 54), y el que ocupaba el puesto principal en el concilio (Sócrat. l. 1, c. 13). (16) En efecto éste, al residir en la corte,ah asistía al emperador en sus deliberaciones privadas y de esta manera podía influir tanto en él, que era lo principal, como en otros, cuantos gozaban del favor del emperador; (17) pero para influir en los obispos concurría también la influencia de Alejandro y la de Eustacio, obispo de Antioquía, después depuesto por sabelianismo (Sócr. l. 1, c. 24), adulterio (Teod. l. 1, c. 21) y agravios a la madre del emperador (Atanasio, A los que llevan una vida solitaria, hacia el comienzo, p. 812B).78 (18) Así que estos tres abogaban junto con los suyos por la palabra homousios, mientras que los demás, como dice Sozómeno, aconsejaban que no se hiciera ninguna innovación al margen de la fe transmitida desde el principio.

ag  Atanasio, Carta a los que llevan una vida solitaria, hacia la mitad, p. 387D. De aquí Sulpicio, l. 2 de la Historia, c. 54, transmite que este sínodo resultó de la autoría de Osio.

 A Osio el emperador lo apreciaba y honraba muchísimo (Sócr. l. 1, c. 7).

ah

 Es decir, ὁμοούσιος sería glosa de ἐκ τῆς οὐσίας τοῦ Пατρός.  La deposición de Eustacio y los cargos se repiten en 65, 1 y en 110, 1.

77 78

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[f. 27r]

50. (1) Dum haec geruntur, fautores Arii, formulam fidei conscribentes, eam concilio obtulerunt, quam perlectam statim omnes discerpsere, spuriam atque adulterinam eam apellantes. (2) Atque ingens omnium tumultus contra eos coortus est (Theod. l. 1, c. 7). (3) Libellus etiam Eusebii prolatus est in medium, qui cum palam audientibus cunctis recitatus fuisset... in conspectu omnium discerptus est (Eustathius episc. Antiochiae αὐτόπτης, apud Theod. l. 1, c. 8). (4) Forte haec erat epistola ex qua desumpta fuit vox homousii.

[f. 25v]

51. (1) Caeterum ubi de his quaestionibus disputari coeptum est et causa Arii per aestum et vociferationes adversariorum non examinari nedum audiri potuit, sed ab istis de condemnatione ejus tantum consuleretur, effervescit contentio, in se invicem feruntur episcopi, «et cum diversis ob causis» (ut loquitur Rufinus) «inter se quaedam jurgia detulissent, interpellabatur frequenter a singulis imperator, offerebantur libelli, culpae proferebantur / et magis ad haec quam ad id pro quo ventum fuerat animos dabant. (2) At ille videns quod per hujusmodi jurgia causa summi negotii frustraretur, diem certum statuit qua unusquisque episcoporum, siquid quaerimoniae habere videretur, deferret» (Rufin. l. 1, c. 2), et quaestio principalis determinationem acciperet.

[f. 26v]

52. (1) «Igitur die concilio constituta qua controversias dirimi oporteret, cum singuli praesto essent ex quibus synodus constabat... et signo dato quo imperatoris introitus nunciabatur omnes assurrexissent, ipse satellitibus stipatus advenit, purpurae quidem Yah. 12 50. 1-2. Thdt. HE 1, 7, 15 || 3. Thdt. HE 1, 8, 1-3 || 51. 1-2. Rufin. Hist. 1, 2 || 52. 1-5. Eus. VC 3, 10-14; Socr. Sch. HE 1, 8 50. 2. atque] cumque a. c. | est] esset et tanquam proditores fidei ab omnibus universis accusarentur, metu perculsi exsurrexerunt, primique (ut vult Theodoritus) exceptis Secundo ac Theona Arium excommunicarunt a. c. || 3. discerptus est] discerptus est... Ariani vero metuentes ne tot episcopis in unum congregatis ipsi Ecclesia ejicerentur in medium prosilientes dogma quod improbatum fuerat anathemate damnarunt et libello qui unanimi consensu conscriptus fuerat propria manu subscripserunt a. c. | αὐτόπτης] scripsi: ἀυτοπτης leg. || 4. desumpta fuit] desumpta*** a. c. || 51. 1. caeterum ubi – 103. 5. aliorum judicium] app. V a. c. || 51. 1. Arii] Arii non a. c. | sed ab istis – consuleretur] add. | istis] illud a. c. ut uid. | interpellabatur] scripsi : interpellebatur leg. || 52. 1. igitur] ** tandem a. c. | ipse] tandem ipse a. c.

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50. (1) Mientras se llevan a cabo estas cosas, los que apoyaban a Arrio escribieron una fórmula de fe y la presentaron al concilio, pero una vez leída, inmediatamente todos la hicieron pedazos, llamándola espuria y adulterina. (2) Y se alzó un enorme tumulto de todos contra ellos (Teod. l. 1, c. 7). (3) También se expuso el escrito de Eusebio, que tras ser recitado abiertamente a oídos de todos... a la vista de todos fue hecho pedazos (el obispo Eustacio de Antioquía, testigo presencial, en Teod. l. 1, c. 8). (4) Quizás era ésta la carta de la que se extrajo la palabra homousios. 51. (1) Por lo demás, cuando se empezó a discutir sobre estas cuestiones y la causa de Arrio no podía examinarse ni oírse siquiera debido al bullicio y el griterío de los adversarios, sino que entre éstos sólo se deliberaba sobre su condena, la disputa se enfervoriza y los obispos cargan los unos contra los otros, «y dado que por causas diversas» (como dice Rufino) «se había llegado entre ellos a ciertas disputas, cada uno interpelaba repetidamente al emperador, se le ofrecían escritos de acusación, se proferían culpas y ponían más empeño en esto que en aquello por lo que habían venido. (2) Pero él, al ver que por este tipo de disputas se perdía la ocasión de tratar el asunto principal, estableció un día determinado para que cada uno de los obispos presentase el motivo de queja que tuviera» (Rufin. l. 1, c. 2), y para que se diera solución a la cuestión principal. 52. (1) «Así que, establecido el día del concilio en el que habría que dirimir las controversias, una vez que todos los que constituían el sínodo estaban preparados... y todos se habían levantado al oírse la señal de la entrada del emperador, él mismo llegó rodeado de

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vestis fulgore oculos omnium perstringens et flammeis quibusdam radiis collucens, adhaec auri et lapillorum eximio splendore exornatus... (2) Et postquam unus ex episcopis consurgens modica oratione imperatorem allocutus esset, imperator alia oratione de pace et concordia synodum salutavit ac deinceps concilii praesidibus sermonem concessit. (3) Tum vero alii proximos insimulare coeperunt, alii accusantibus respondere ac vicissim queri. (4) Multis igitur hunc in modum ex utraque parte propositis magnaque controversia in ipso principio excitata, imperator cuncta patientissime auscultans intento animo propositas quaestiones excepit, et quae ab utraque parte dicebantur vicissim astruens atque adjuvans, pertinacius certantes paulatim conciliavit. (5) Cumque omnes placide alloqueretur et Graeca uteretur lingua, suavissimus ac jucundissimus fuit, dum alios argumentis in suam sententiam trahit, alios orat et flectit, eosque qui recte dixissent, laudibus afficit, et universos ad concordiam incitat, donec tandem eos concordes in omnibus de quibus antea certabatur et consentientes effecit, adeo ut non modo unius fidei consonantia apud omnes obtineret, verum etiam unum idemque tempus in salutaris festi celebratione ab omnibus firmaretur» (Euseb. lib. 3 de vita Constantini cap. 10, 11, 12, 13, 14; Socr. lib. 1, c. 8).

Yah. 12 52. 1-5. Eus. VC 3, 10-14; Socr. Sch. HE 1, 8 52. 2. imperator] et imperator a. c. | de pace et concordia] add. || 4. propositis] comp a. c. || 5. alloqueretur] allocutus esset a. c. | argumentis] vi rationum adductos a. c. : vi rationum ut loquitur Eusebius a. c. | Socr. lib. 1, c. 8] Socr. lib. 1, c. 8. Hoc igitur pacto cum patres qui ab Alexandro stabant in duas partes dividerentur et Hosio cum suis pro ὁμοoυσίῳ decertante, caeteris laborantibus ne a veterum traditis recederetur, contentio (contentiones a. c.) adeo effervesceret (effervescerent a. c.) ut episcopi se mutuo de diversis criminibus accusarent, quorum (qui et a. c.) et (nonnulli add.) pridie hujus diei libellos (accusationum del.) (supplices imperatori add.) porrexerant (im del.) (Socr. l. 1, c. 8). Imperator paci reipublicae studens, cui (scilicet add.) hae discordiae jam satis nocuerant, libellos (** add. del.) exuri jussit (Socr. ib.) et mira cum affabilitate demulcendo (animos del.) episcoporum animos pertraxit omnes ad concordiam effecitque et Hosii sententiae subscriberent. / Quin (quinet a. c.) et eorum qui Ario fovebant (ab Ario stabant qui a. c.) (qui numero erant septemdecim Ruffin. Hist. l. 1, c. 5, Acta Syn. Nic. Sozom. l. 1, c. 20 {...}) plerique exilium pertimescentes subscripserunt ita tamen ut per homousion nihil aliud intelligeretur quam similitudo substantiae. Neque clanculum et dolose hoc fecerunt, sed a. c.

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acompañantes, cautivando los ojos de todos con el brillo de su túnica púrpura y luciendo como con rayos de fuego, adornado además con llamativo esplendor de oro y piedras preciosas... (2) Y después de que se alzara un obispo y se dirigiera al emperador con un breve discurso, el emperador saludó al sínodo con otro discurso sobre paz y concordia, y a continuación cedió la palabra a los presidentes del concilio. (3) Entonces los unos empezaron a acusar a los de al lado y los otros a responder a sus acusadores y a presentar sus propias quejas. (4) Así que, como se planteaban de este modo muchas cuestiones desde ambas partes y se suscitaba en el mismo comienzo una gran controversia, el emperador lo escuchó todo con gran paciencia, atendió las cuestiones que se le exponían, y contribuyendo a formular lo que decían ambas partes fue conciliando poco a poco a los que disputaban con obstinación. (5) Y como se dirigía a todos plácidamente y se servía de la lengua griega resultó muy agradable y amable, mientras atraía a su parecer con argumentos a unos y suplicaba y convencía a otros, alababa a los que hablaban bien y animaba a todos a la concordia, hasta que finalmente hizo que todos estuvieran de acuerdo y en consenso sobre todo aquello por lo que antes disputaban, hasta tal punto que no sólo obtuvo sus opiniones unánimes en una sola fe, sino que también aprobaron todos una misma fecha para la celebración de la fiesta de la salvación»79 (Euseb. lib. 3 Sobre la vida de Constantino, cap. 10, 11, 12, 13, 14; Sócr. lib. 1, c. 8).

 La Pascua.

79

282 [f. 27v]

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53. (1) Ipso autem initio imperator, «cum resedisset, suscepit a singulis libellos accusationum, quos simul omnes in sinu suo continens nec in eis quid contineretur apperiens, ait ad episcopos: “Deus vos constituit sacerdotes et potestatem vobis dedit de nobis quoque judicandi, et ideo nos a vobis recte judicamur. (2) Vos autem non potestis ab hominibus judicari, propter quod Dei solius inter vos expectate judicium, et vestra jurgia, quaecunque sunt, ad illud divinum reserventur examen. (3) Vos etenim nobis a Deo dati estis dii, et conveniens non est ut homo judicet deos sed ille solus de quo scriptum est: ‘Deus stetit in synagoga deorum, in medio autem deos discernit’. (4) Et ideo his omissis, illa quae ad fidem Dei pertinent absque ulla animorum contentione distinguite”. (5) Quum haec dixisset, omnes simul quaerimoniarum libellos jussit exuri, ne innotesceret ulli hominum simulatio sacerdotum» (Ruffin. l. 1, c. 2). (6) «Nefas enim esse aiebat ut sacerdotum delicta ad vulgi notitiam pervenirent, ne populus offendiculi occasionem inde arripiens licentius ad flagitia prorumperet. (7) Istud quoque adjecisse dicitur, se, si episcopum adulterium perpetrantem oculis suis videret, illegitimum facinus paludamento suo obtecturum esse, ne hujus facinoris spectaculum ipsis spectatoribus noxium esset» (Theod. l. 1, c. 11). (8) Et hujusmodi artificiis imperator depulit accusationes episcoporum suorum ac jurgiis finem imposuit, animos omnium mira cum affabilitate demulcens. (9) Postea, cum de fide inciperet disceptatio, Eusebius, episcopus Caesareae, ut ipse refert, proposuit sequentem libellum fidei: (10) «Sicut ab antecessoribus nostris episcopis accepimus, tunc cum primis fidei rudimentis instructi et cum salutari lavacro tincti sumus, sicut ex divinis Scripturis didicimus et sicut ipsi tum in presbyterio,

Yah. 12 53. 1-5. Rufin. Hist. 1, 2 || 6-7. Thdt. HE 1, 11, 5 || 53. 10 - 55. 3. Socr. Sch. HE 1, 8, 37-45 53. 1. initio] initio cum a. c. || 2. illud] illum a. c. || 5. jussit exuri] exuri jussit a. c. || 7. facinus] facinoris spectaculum a. c. | hujus] hujusmodi a. c. || 8. animos omnium... demulcens] demulcens omnium animos a. c. || 9. ut ipse – libellum fidei] proposuit libellum fidei, qui, ipso Eusebio referente, sic se habet a. c. | ut ipse refert] add. | sequentem] add.

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53. (1) En el mismo comienzo el emperador, «tras sentarse, tomó de cada uno sus escritos de acusaciones, y dejándolos en su regazo sin abrirlos les dijo a los obispos: “Dios os ha constituido en sacerdotes y os ha dado la potestad de juzgar incluso sobre nosotros, y por ello es correcto que nos juzguéis. (2) Vosotros en cambio no podéis ser juzgados por los hombres, así que esperad sólo el juicio de Dios entre vosotros, y que vuestras disputas, sean cuales sean, queden reservadas para aquel examen divino. (3) Y en efecto vosotros nos habéis sido dados como dioses por Dios, y no es apropiado que un ser humano juzgue a dioses sino sólo Aquél de quien está escrito: ‘Dios se alza en la reunión de los dioses, en medio de los dioses juzga’.80 (4) Y por ello olvidaos de estas cosas y distinguid sin acritud de vuestros ánimos lo que atañe a la fe de Dios”. (5) Tras decir esto, ordenó quemar a la vez todos los escritos de quejas, para que no quedase en evidencia ante ningún hombre la porfía de los sacerdotes» (Rufino, l. 1, c. 2). (6) «En efecto, decía que era sacrílego que los errores de los sacerdotes llegaran a noticia del vulgo, no fuera a ser que el pueblo, tomándolo como pretexto para pecar, se lanzara con más licencia a las inmoralidades. (7) Se dice que añadió también que, si él viera con sus propios ojos a un obispo cometiendo adulterio, cubriría esta inmoralidad con su propio manto, para que el espectáculo de semejante fechoría no fuera nocivo para los propios espectadores» (Teod. l. 1, c. 11). (8) Y con artificios de este tipo el emperador apartó las acusaciones de sus obispos y puso fin a las disputas, apaciguando los ánimos de todos con maravillosa afabilidad. (9) Después, cuando empezó el debate sobre la fe, Eusebio, obispo de Cesarea, propuso el siguiente escrito de fe, según él mismo refiere: (10) «Así como recibimos entonces de los obispos que nos han antecedido, cuando fuimos instruidos en los primeros rudimentos de la fe y salpicados por el agua salvadora, así como hemos

 Ps. 82, 1.

80

284

[f. 22r]

[f. 23r]

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tum in episcopali gradu constituti et credidimus et docuimus, ita nunc etiam credentes, / fidem nostram vobis exponimus. (11) Est autem hujusmodi: credimus in unum Deum, Patrem omnipotentem, visibilium omnium et invisibilium creatorem, et in unum Dominum, Jesum Christum, Dei Verbum, Deum de Deo, lumen de lumine, vitam ex vita, Filium unigenitum, primogenitum omnis creaturae, ante omnia saecula a Deo Patre genitum, per quem omnia facta sunt, qui propter nostram salutem incarnatus est et inter homines versatus, qui passus est et resurrexit tertia die, ascendit ad Patrem et iterum venturus est cum gloria, ut vivos judicet ac mortuos; credimus etiam in unum Spiritum Sanctum; horum unumquemque esse ac subsistere credentes, Patrem vere Patrem, Filium vere Filium et Spiritum Sanctum vere Spiritum Sanctum, sicut et Dominus noster, cum discipulos suos ad praedicandum mitteret, dixit: “Ite ac docete omnes gentes baptizantes eos in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti”. (12) De quibus etiam affirmamus nos ita tenere atque ita sentire et olim ita tenuisse et usque ad mortem retenturos atque in hac fide constanter permansuros esse, omnem impiam haeresim anathemate damnantes. (13) Haec nos omnia sincere atque ex animo sensisse ex quo nosmet ipsi nosse potuimus, atque etiamnum sentire et loqui verissime coram omnipotente Deo et coram Domino nostro Jesu Christo testificamur, parati certissimis probationibus ostendere et vobis persuadere nos praeteritis etiam temporibus ita credidisse atque ita praedicasse». 54. (1) «Cum haec a nobis», pergit Eusebius, «fides esset exposita, nullus erat contradicendi locus. (2) Sed et imperator ipse noster, Deo carissimus, eam rectissime conceptam esse primus omnium testatus est atque ita sentire se affirmavit cunctosque hortatus est ut ei assentirentur atque subscriberent, una duntaxat voce “consubstantialis” adjecta. (3) Quam quidem vocem ipse quoque interpretatus est, asserens consubstantiale a se / dici non juxta

53. 10. ... credentes] Yah. 12 | fidem... ] Yah. 19 53. 10 - 55. 3. Socr. Sch. HE 1, 8, 37-45 53. 11. ac2] et a. c. || 13. vobis] nobis a. c. | persuadere] persuade*re a. c. || 54. 2. una] ** a. c.

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aprendido de las divinas Escrituras y así como nosotros mismos hemos creído y enseñado cuando éramos presbíteros y después de ser constituidos obispos, en la misma creencia también ahora os exponemos nuestra fe. (11) Es como sigue: creemos en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador de todo lo visible y lo invisible, y en un solo Señor, Jesucristo, Verbo de Dios, Dios de Dios, luz de luz, vida de vida, Hijo unigénito, engendrado antes que toda criatura, engendrado por Dios Padre antes de todos los siglos, por quien todo fue hecho; que por causa de nuestra salvación se encarnó y anduvo entre los hombres; que padeció y resucitó al tercer día, subió al Padre y de nuevo va a venir con gloria para juzgar a vivos y a muertos; creemos también en un solo Espíritu Santo; y creemos que cada uno de éstos es y existe, el Padre en verdad Padre, el Hijo en verdad Hijo y el Espíritu Santo en verdad Espíritu Santo, tal y como nuestro Señor, cuando envió a sus discípulos a predicar, dijo: «Id y enseñad a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».81 (12) Y sobre ello también afirmamos que lo mantenemos así y lo creemos así y así lo hemos mantenido antes y lo sostendremos hasta la muerte y permaneceremos constantemente en esta fe, condenando con el anatema toda impía herejía. (13) Damos testimonio de que todo esto lo hemos creído sinceramente y de corazón, desde que nosotros mismos hemos tenido entendimiento, y todavía seguiremos creyéndolo y diciéndolo con la mayor sinceridad ante Dios todopoderoso y ante nuestro Señor Jesucristo, dispuestos a mostrarlo con las pruebas más ciertas y a convenceros de que también en los tiempos pasados hemos creído así y así hemos predicado». 54. (1) «Una vez que hubimos expuesto esta fe», sigue Eusebio, «no había lugar para la contradicción. (2) Es más, incluso nuestro propio emperador, queridísimo a Dios, dio fe antes que nadie de que había sido concebida del modo más correcto, y afirmó que él creía así, y animó a todos a que asintiesen y la suscribiesen, con la única adición de la palabra “consustancial”: (3) y esta palabra la interpretó también él mismo, afirmando que con “consustancial” no

 Mat. 28, 19.

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corporis affectiones neque per divisionem aut per sectionem quandam Filium ex Patre subsistere; fieri enim non posse ut materiae expers natura et intellectualis atque incorporea corpoream ullam affectionem admittat, sed divinis arcanisque rationibus id esse intelligendum. (4) Ac sapientissimus imperator ita tum philosophatus est. (5) Illi vero occasione vocis illius “consubstantialis” hujusmodi formulam conscripserunt: 55. (1) “Credimus in unum Deum, Patrem omnipotentem, omnium visibilium et invisibilium creatorem, et in unum Dominum, Jesum Christum, Filium Dei, genitum ex Patre unicum, hoc est ex substantia Patris, Deum de Deo, lumen de lumine, Deum verum de Deo vero, genitum non factum, consubstantialem Patri, per quem omnia facta sunt quae in caelo sunt et in terra, qui propter nos homines et propter nostram salutem descendit, incarnatus et homo factus est et passus, qui resurrexit tertia post die, ascendit ad caelos, venturus est ut vivos judicet ac mortuos. (2) Et in Spiritum Sanctum. (3) Eos autem qui dicunt: ‘Fuit aliquando tempus cum non esset’ et ‘antequam gigneretur non erat’, vel quod de non extantibus factus sit, aut qui ex altera substantia vel essentia dicunt esse Filium Dei, aut creatum, conversioni mutationique obnoxium, anathematisat sancta, catholica et apostolica Ecclesia”» (Euseb. apud Socr. l. 1, c. 8). 56. (1) Hanc autem fidei formulam «Hosius concepit» (Athanas., Ad solit., circa med. p. 387.). (2) Hunc enim, cum comitatum secutus esset, «imperator colebat et amabat plurimum» (Socr. l. 1, c. 7) «eratque multo omnium sermone celebratus» (Euseb., Vit. Const. l. 3 c. 7). (3) Unde cum Romani pontificis legati duo, qui non erant episcopi, primum locum in synodo tenere non possent, huic primus defertur, ut constat ex subscriptione ejus quae in primo loco reperitur (Socr. l. 1, c. 13). (4) Tanta autem erat hujus viri influentia in episcopos tantaque auctoritas apud imperatorem, ut synodus determinationem ab eo

Yah. 19 53. 10. - 55. 3. Socr. Sch. HE 1, 8, 37-45 || 56. 1. Ath. Al. H.Ar. 42, 3 || 2. Socr. Sch. HE 1, 7, 1 | Eus. VC 3, 7, 1 || 3. Socr. Sch. HE 1, 13, 12 || 4. Sulp. Sev. Chron. 2, 40, 2 54. 4. ac sapientissimus] illi * a. c. || 55. 1. Deum3] verum a. c. | sunt2] add. || 3. vel] vel* a. c. | mutationique] aut a. c. || 56. 1. med.] med a. c. || 2. cum comitatum] * a. c. || 4. auctoritas] ejus auctoritas a. c. | eo maxime] maxime videtur accepisse a. c.

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quería decir que el Hijo existiese a partir del Padre como sucede con los cuerpos, ni por división ni por ningún tipo de sección; pues no puede ocurrir que una naturaleza libre de materia, intelectual e incorpórea, admita una afección corporal, sino que había que entender el concepto mediante razones divinas y arcanas. (4) Y así filosofó entonces el sapientísimo emperador. (5) Por su parte ellos, con ocasión de aquella palabra, “consustancial”, redactaron la fórmula de este modo: 55. (1) “Creemos en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador de todo lo visible y lo invisible, y en un solo Señor, Jesucristo, Hijo de Dios, hijo único del Padre, esto es, de la sustancia del Padre, Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, consustancial al Padre, por quien fue hecho todo lo que hay en el cielo y en la tierra; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación descendió, se encarnó y se hizo hombre, y padeció; que resucitó al tercer día, ascendió a los cielos, y va a venir a juzgar a vivos y a muertos. (2) Y en el Espíritu Santo. (3) Y a aquellos que dicen: ‘hubo alguna vez un tiempo en que no era’ y ‘antes de engendrarse no existía’, o que fue hecho de lo no existente, o quienes dicen que el Hijo de Dios es una sustancia o esencia distinta, o creado, o susceptible de conversión y transformación, los anatematiza la santa, católica y apostólica Iglesia”» (Eusebio en Sócr. l. 1, c. 8). 56. (1) Esta fórmula de fe «la concibió Osio» (Atanas. A los solitarios, p. 387, hacia la mitad).82 (2) En efecto, a éste, cuando era parte de su cortejo, «el emperador lo honraba y lo apreciaba mucho» (Sócr. l. 1, c. 7) «y era muy celebrado por boca de todos» (Euseb., Vida de Const., l. 3, c. 7). (3) De ahí que, como no podían ocupar el primer lugar en el sínodo los dos legados del pontífice romano, pues no eran obispos, lo colocan a él ahí en primer lugar, según consta por su suscripción, que aparece la primera (Sócr. l. 1, c. 13). (4) Tan grande era la influencia de este hombre entre los obispos, y tan grande su autoridad ante el emperador, que el sínodo tomó su

 La página es la 837 (tomo primero).

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maxime acceperit, quemadmodum Severus testatur, dicens quod «Nicena Synodus / auctore illo confecta habebatur» (Sev. l. 2, c. 54). 57. (1) Cum igitur praefatum fidei symbolum proponeretur, imperator, ut ex Eusebio audivistis, omni artificiorum genere, blanditiis, argumentationibus, interpretationum subtilitate, supplicationibus, et, quod majus erat, tacito exiliorum metu, reluctantes ad subscribendum adegit. (2) Pauci vero fortiter restiterunt, qui quidem tam pauci erant, ut prae concedentium multitudine Eusebius eos pro nullis haberet, nempe septendecim numero, licet et horum plerique, paulo post quadantenus concedentes, exilium evaserint. 58. (1) Caeterum de horum numeris diversae sunt opiniones. (2) Hieronymus (Adv. Lucif.) vult omnes subscripsisse et a synodo susceptos fuisse etiam Arium ipsum, et quo hoc comprobet provocat ad Acta synodi. (3) Sed fallitur egregie. (4) Nam, praeterquam quod Acta Synodi aliter se habent, quodque Arii receptio contigit post exilium Nicaenum (ut in sequentibus patebit), Valesius (Annot. in Sozom. l. 2, c. 16), contra Hieronymum et ejus sequaces disputans, ex epistola Concilii ipsius Nicaeni ad Alexandrinos abunde satis demonstravit Arium cum aliis quibusdam exulasse. 59. (1) Alii opinantur duos tantum ex episcopis, Theonam Marmaricae et Secundum Ptolemaidos, exulasse, quae conjectura ex epistola Synodi ad Alexandrinos, ubi hi duo solummodo nominantur, nata videtur, cum tamen synodo hic propositum esset ea sola

Yah. 19 58. 1-2. Hier. c. Lucif. 19, 725 – 20, 748 || 4. Vales. Annot. in Soz. 972D 56. 4. auctore illo] ab eo auctore a. c. || 57. 1-2. cum igitur praefatum – exilium evaserint] cum igitur, propositis his symbolis, episcopi (im a. c.) de dogmate fidei disputare coeperunt, imperator ea quae ab utraque parte dicerentur leni ac (at a. c. ut uid.) placido animo auscultabat et his quidem assentiebatur, illos a contentione revocabat, cum singulis benigne loquens. Tandem omnes episcopi inter se consenserunt et Filium Patri consubstantialem esse decreverunt. Soli inter eos septendecim fuisse dicuntur, qui initio quidem opinioni Arii comprobarunt, plures tamen ex illis ad eam sententiam quae omnibus simul placuerat illico se transtulerunt a. c. || 2. vero] tam a. c. | quidem] tamen a. c. | concedentes] concesserint a. c. || 58. 4. quodque] Valesius a. c. | Arii] Arii a. c. | annot.] notis a. c. || 59. 1. Theonam] Secundum et a. c. | Marmaricae] exulasse a. c. | conjectura] conjecturae a. c. ut uid. | Alexandrinos] Ae a. c.

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orientación principalmente de él, como testimonia Severo al decir que «el Sínodo de Nicea se consideraba llevado a cabo por su obra». 57. (1) Así que al proponerse el antedicho símbolo de fe, el emperador, como habéis escuchado de Eusebio, empujó a firmar a los que se resistían mediante artificios de todo tipo, lisonjas, argumentaciones, interpretaciones sutiles, súplicas y, lo que era más poderoso, amenazas tácitas de exilio. (2) Sin embargo unos pocos se resistieron valientemente, aunque sin duda eran tan pocos que Eusebio no los tuvo en nada ante la multitud de los que cedieron: a saber, diecisiete, aunque también la mayor parte de éstos eludió el exilio, cediendo algo después hasta cierto punto. 58. (1) Por lo demás, del número de éstos hay opiniones diversas. (2) Jerónimo (Contra los luciferianos) pretende que todos suscribieron y fueron acogidos por el sínodo, incluso el propio Arrio, y para probar esto remite a las Actas del sínodo. (3) Pero se equivoca notablemente. (4) Pues además de que las Actas del sínodo dicen otra cosa y de que la recepción de Arrio ocurrió después del exilio de Nicea (como quedará claro más adelante), Valesio (Anot. a Sozóm., l. 2, c. 16), argumentando en contra de Jerónimo y sus secuaces,83 ha demostrado abundantemente a partir de la epístola del propio Concilio de Nicea a los alejandrinos que Arrio marchó al exilio junto con algunos otros. 59. (1) Otros opinan que sólo dos de los obispos, Teonas de Marmárica y Segundo de Ptolemaide, marcharon al exilio, conjetura que parece nacida de la epístola del sínodo a los alejandrinos, donde sólo se nombra a estos dos, si bien la intención del sínodo en esta carta

 El «secuaz» es Baronio, citado en la anotación de Valesio.

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[f. 25r]

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commemorare quae ad dioecesin Alexandrinam spectabant. (2) Ad Theonam et / Secundum Socrates addit Eusebium Nicomediae, Theogonium Nicaeae et Marim Chalcedonis, eosque jam exulasse docet quod vocem homousii amplecti nollent (Socr. l. 1, c. 8). (3) Sed fallitur: Eusebius et Theogonius non jam exularunt sed postea, idque non propter vocem homousii sed alia de causa, ut mox dicetur. (4) Maris tamen jam exulasse videtur. 60. (1) Caeterum, conjecturis eorum qui non viderant Acta synodi praetermissis, veritatem ex ipsis Actis potius depromamus. (2) De his testis esse potest Rufinus, quem, praeter ea quae ex aliis didicerat, ipsa etiam Acta vidisse ex eo satis constat quod in Historia sua canones synodi abbreviavit. (3) Is autem rem sic gestam narrat (Rufin. l. 1, c. 5): «Decem», ait, «et septem soli tunc fuisse dicuntur quibus Arii fides magis placeret, extrinsecus creatum Dei Filium ex nullis substantibus et non ex ipsa Patris deitate progenitum confirmantes. (4) Defertur ad Constantinum sacerdotalis concilii sententia. (5) Ille tanquam a Deo prolatam veneratur, cui siquis tentasset obniti velut contra divina statuta venientem, in exilium protestatur acturum. (6) Sex itaque soli cum Ario se patiuntur expelli, reliqui vero undecim, consilio inter se habito, adquiescunt ad subscribendum, manu sola», inquit, «non mente. (7) Cujus simulationis auctor praecipue extitit Nicomediae episcopus, Eusebius». Ita Rufinus. (8) Nicetas vero expresse loquitur: «Ex Actis», inquit, «synodi quae passim circumferuntur, constat septendecim episcopos una cum Ario defecisse, quorum sex in ejus haeresi persteterint, undecim autem palinodiam canentes, manu quidem subscripserunt, animo vero non item» (Nicet., Thesa. Orthod. fid., l. 5, c. 7). (9) His praeterea conforme est quod Sozomenes (lib. 1, c. 20) scribit, nempe solos

Yah. 19 59. 2. Socr. Sch. HE 1, 8, 13 || 60. 2. Rufin. Hist. 1, 6 || 3-7. Rufin. Hist. 1, 5 || 8. Nic. Chon. Thes. 5, 7 || 9. Soz. HE 1, 20, 1 59. 2. nollent] noluerint a. c. || 3. sed fallitur] sed errat. I a. c. | Eusebius et Theogonius] isti a. c. || 4. Maris – videtur] add. || 60. 1. conjecturis... praetermissis] missis conjecturis... a. c. || 2. canones] syno a. c. || 6. inquit] no a. c. || 8. ex Actis] de a. c. | inquit] synodi a. c. || 9. solos... comprobasse] quod soli... comprobarunt a. c.

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era mencionar sólo aquello que atañía a la diócesis de Alejandría. (2) A Teonas y Segundo, Sócrates añade a Eusebio de Nicomedia, Teogonio de Nicea y Maris de Calcedonia, e informa de que éstos marcharon al exilio en ese momento porque no querían aceptar la palabra «homousio» (Sócr. l. 1, c. 8). (3) Pero se equivoca: Eusebio y Teogonio no marcharon al exilio en ese momento sino después, y ello no a causa de la palabra «homousio» sino por otro motivo, como en seguida se dirá. (4) Maris, sin embargo, parece que sí había sido exiliado entonces. 60. (1) Por lo demás, dejando de lado las conjeturas de quienes no habían visto las Actas del sínodo, extraigamos la verdad más bien de las propias Actas. (2) De éstas puede ser testigo Rufino, quien, además de lo que supo de otros, consta suficientemente que vio también las propias Actas, dado que en su Historia abrevió los cánones del sínodo. (3) Y cuenta así lo sucedido (Rufino l. 1, c. 5): «Diecisiete», dice, «cuentan que fueron entonces los únicos que prefirieron la fe de Arrio, dando su aprobación a que el Hijo de Dios hubiera sido creado externamente a partir de la nada, y no de la propia deidad del Padre. (4) El parecer del concilio sacerdotal se le presenta a Constantino. (5) Él lo venera como venido de Dios, y proclama que mandará al exilio a quienquiera que intente resistirse a éste, como si se opusiera a decisiones divinas. (6) Así que sólo seis sufren la expulsión junto con Arrio, mientras que los once restantes, tras reunirse entre ellos, consienten en suscribir, sólo con la mano», dice, «no con el espíritu. (7) Y como responsable de esta simulación destacó principalmente el obispo de Nicomedia, Eusebio». Así escribe Rufino. (8) Nicetas por su parte lo dice expresamente: «De las Actas del sínodo», dice, «que circulaban por todas partes, consta que diecisiete obispos hicieron defección junto con Arrio, de los cuales seis persistieron en su herejía, mientras que once, retractándose, suscribieron con la mano, pero no con su ánimo» (Nicetas, Tesoro de la fe ortodoxa, l. 5, c. 7). (9) Con estas palabras concuerda además lo que escribe Sozómeno (lib. 1, c. 20), a saber, que sólo diecisiete aproba-

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[f. 25v]

[f. 26r]

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septendecim initio opinionem Arii comprobasse, plures tamen ex illis ad alteram sententiam illico se transtulisse. (10) Vide et Gelasium Cyzicenum, qui nominatim recenset novem: Eusebium Nicomediae, Theognem Nicaeae, Marem Calcedonis, Theodorum Heracleae, Menophantum Ephesi, / Patrophilum Scythopolis, Narcissum Neronidis, Theonam Marmaricae et Secundum Ptolemaidos, et addit alios octo fuisse, et ex his omnibus undecim subscripsisse, caeteris sex exulantibus. 61. (1) Sex igitur exularunt. (2) Quod autem ad reliquos undecim attinet, cum Eusebius Nicomediensis dux eorum extiterit, suo efficiens consilio ut caeteri subscriberent (Ruffin. supra), non dubium est quin omnes subscripserint eadem lege et conditione. / (3) Quomodo autem hi subscripsere, Eusebius et Theogonius (qui fuit etiam ex undecim) in epistola sua ad episcopos sic describunt (apud Socr. l. 1, c. 15): (4) «Significamus vobis», inquiunt, «nos et in fide unanimes conspirasse et, notione homousii diligenter examinata, omni studio in pacem incubuisse, nullam unquam haeresin secutos; (5) cumque ob securitatem et tranquilitatem Ecclesiarum ea suggessissemus quae nobis in mentem veniebant et eos quibus a

Yah. 19 60. 10. Gel. Cyz. HE 2, 7, 42; 2, 27, 11-12 || 61. 2. Cf. Rufin. Hist. 1, 5 || 4-6. Socr. Sch. HE 1, 14, 2-3 60. 10. vide et – sex exulantibus] / Nomina istorum sex vel septendecim ignorantur (nemo prodidit a. c.), praeter Theonam et Secundum. Imo hi duo excipiendi videntur ex eorum numero, siquidem prius depositi et excommunicati fuerint, adeoque nec e numero esse patrum concilii, quales erant hi septendecim, aut cum eis communicare, aut vel nomen episcoporum apud eos obtinere potuerint, nisi fore (sic) respectu dignitatum quas prius amiserant a. c. | novem] septem a. c. | Marmaricae] scripsi : Marmoricae leg. || 61. 1. sex igitur exularunt] sex igitur exularunt praeter Theonam et Secundum a. c. || 2. quod] quod* a. c. | Nicomediensis] add. | extiterit] extite*rit in ff. 25r-26r a. c. || 3-6. quomodo autem – anathematismo non item] at Eusebius (qui fuit ex del.) (ut et Theogonius, qui fuit etiam ex undecim) subscripsit quidem formulae fidei, non autem anathematismo qui in calce fidei habetur. Hoc ex sequenti Eusebii et Theogonii epistola ad episcopos manifestum erit. Quare hi undecim non subscripserunt anathematismo sed soli formulae fidei, quod et ex actis synodi confirmatur. Nam unde quaeso in actis istis hi undecim a caeteris distinguerentur nisi a diversitate subscriptionum? Licet in exemplaribus quae tempore Nicetae passim (fere del.) circumferebantur probabile sit subscriptiones istas non integras extitisse, sed sola forte nomina episcoporum sub diversis titulis brevitatis gratia disposita in f. 26r a. c. || 5. veniebant] venerant a. c.

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ron al principio la opinión de Arrio, pero que muchos de ellos se pasaron al instante al otro parecer. (10) Véase también Gelasio de Cícico, que cuenta a nueve por sus nombres: Eusebio de Nicomedia, Teognis de Nicea, Maris de Calcedonia, Teodoro de Heraclea, Menofanto de Éfeso, Patrófilo de Escitópolis, Narciso de Nerónide, Teonas de Marmárica y Segundo de Ptolemaide, y añade que hubo otros ocho y que de todos éstos suscribieron once y marcharon al exilio los seis que quedaban. 61. (1) Así que marcharon al exilio seis. (2) Y en cuanto atañe a los once restantes, dado que Eusebio de Nicomedia destacó como su jefe, logrando que por su decisión suscribiesen los demás (Rufino, supra), no hay duda de que todos suscribieron en los mismos términos. (3) Y el modo de suscripción de éstos lo describen así Eusebio y Teogonio (que estuvo también entre los once) en su epístola a los obispos: (4) «Os hacemos saber», dicen, «que hemos consentido unánimes en la fe y que, tras examinar en detalle la noción de lo “homousio”, nos hemos inclinado con todo nuestro afán por la paz, sin que hayamos seguido nunca ninguna herejía; (5) y que, después de aconsejar lo que habíamos pensado en razón de la seguridad y la tranquilidad de las Iglesias, y después de satis-

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nobis satisfieri oportebat confirmassemus, fidei quidem subscripsisse, anathematismo vero noluisse subscribere». (6) Quae verba sic se habent ac si Eusebius et Theogonius dixissent: «Cum aliqui nobiscum superessent qui nollent subscribere, et notione homousii diligenter examinata, ob pacem Ecclesiarum ea suggessissemus quae nobis in mentem veniebant, nempe ut fidei tantum subscriberemus licet non anathematismo, atque socios nostros in hac sententia confirmassemus, fidei quidem subscripsimus, anathematismo non item». [f. 26r]

[f. 27r]

62. (1) Hoc etiam de istis undecim observare videor, quod non subscripserint eadem die cum caeteris. (2) Illos imperator suaviter adduxit ad subscribendum, hi postea metu exilii cesserunt. (3) Id enim ex modo citato Rufini loco colligitur, ut et ex epistola Constantini ipsius ad Nicomedienses, ubi in Eusebium, quem tum mittebat in exilium, sic iratus invehitur (Theod. l. 1, c. 20): (4) «Quoniam», inquit, «de hoc ipso Eusebio caritati vestrae pauca dici oportuit, meminit patientia vestra synodum in urbe Nicaeae fuisse celebratam... (5) Eusebium vero cum quanta putatis concursatione, utpote ab ipsa conscientia convictus, quanta cum ignominia, confutatae undique falsitati patrocinatus est, nunc diversos homines clam ad me mittens, qui pro ipso orarent, nunc auxilium aliquod a me postulans, ne tanti sceleris convictus honoris sui gradu depelleretur!» (6) Addit et Philostorgius (1, c. 8) Eusebium cum suis subscripsisse «cum / Constantina, soror imperatoris, hoc consilium eis suggessisset». (7) At ista concursatio, istae mediatorum supplicationes clam factae, istud consilium Constantinae fieri non potuere in medio synodi; ut post excessum imperatoris factae fuerint necesse est. (8) Ab eo igitur tempore cum multitudo jam cesserat, Eusebius, exilium sibi cum paucis qui supererant metuens, imperatorem sollicitare coepit ac tandem, Constantinae auscultans, Yah. 19 61. 4-6. Socr. Sch. HE 1, 14, 2-3 || 62. 4-5. Thdt. HE 1, 20, 5-6 || 6. Philost. HE 1, 9 61. 6. nobiscum] add. | socios nostros] socios nostros quibus a nobis satisfieri oporteb a. c. : alios a. c. || 62. 3. et] ex a. c. | quem tum] tum *** a. c. || 4. caritati] scripsi (coll. fonte) : livitati leg. | celebratam] scripsi (coll. fonte) : celebratum leg. || 5. clam ad me mittens] ad me clam mittens a. c. || 6. cum Constantina] suadente Constantina a. c. || 7. mediatorum supplicationes] supplicationes a. c. || 8. cum multitudo] Eusebius cum caeteris a. c. | jam] add. | cum paucis] et a. c.

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facer a quienes teníamos que convencer, hemos querido suscribir la fe, pero no el anatema». (6) Estas palabras han de leerse como si Eusebio y Teogonio hubieran dicho: «Como quedaban con nosotros algunos que no querían suscribir, tras examinar en detalle la noción de lo «homousio» y aconsejar lo que habíamos pensado por la paz de las Iglesias (a saber, que suscribiríamos sólo la fe, aunque no el anatema), y después de confirmar en este parecer a nuestros compañeros, hemos suscrito la fe, pero no así el anatema». 62. (1) También de esos once me parece observar lo siguiente: que no suscribieron el mismo día que los demás. (2) El emperador los indujo amablemente a suscribir y ellos después cedieron por miedo al exilio. (3) En efecto, es eso lo que se deduce del lugar recién citado de Rufino, así como también de la epístola del propio Constantino a los nicomedienses (Teod. l. 1, c. 20), donde, airado, arremete así contra Eusebio, a quien entonces enviaba al exilio: (4) «Puesto que convendría», dice, «que dijera algunas palabras sobre este mismo Eusebio ante vuestra caridad, vuestra paciencia se acuerda de que se celebró un sínodo en la ciudad de Nicea... (5) Pero Eusebio, ¡con cuánta intriga, como culpable en su conciencia, con cuánta ignominia pensáis que patrocinó en todas partes la falsedad refutada, ora enviando junto a mí a escondidas a gente para que rogaran por él, ora solicitando de mí algún tipo de auxilio para no ser degradado, reo de un crimen tan grande!» (6) Añade también Filostorgio que Eusebio suscribió junto con los suyos «por aconsejárselo así Constantina,84 la hermana del emperador». (7) Pero esas intrigas, esas súplicas de mediadores a escondidas, ese consejo de Constantina no pudieron ocurrir en mitad del sínodo; tuvieron que hacerse después de la marcha del emperador. (8) Así que desde el momento en que la multitud ya había cedido, Eusebio, temiendo el exilio junto con los pocos que quedaban, empezó a importunar al emperador y,

 Así la llama esta fuente; se llamaba Constancia (cf. 115, 2-5).

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obtinuit per mediationem amicorum ut non exularent quotquot fidei tantum subscriberent; et tunc demum, cum aliis decem ex septendecim qui hactenus reluctati sunt, fidei soli subscripsisse.

[f. 28r]

63. (1) Ex his coarguitur opinio vulgaris quod ex patribus concilii hujus soli septendecim reperti sunt qui ab Ario steterunt. (2) Hi soli quidem diutius steterunt vel potius perstiterunt, neutiquam condemnationi ejus sed fidei homousianae tantum subscribentes. (3) At horum numerum, prae multitudine eorum qui prius cedentes tam anathematismo quam fidei subscripserunt, Eusebius pro nullo habuit. (4) Describens enim gesta imperatoris in concilio, ait (De vit. Const. l. 3, c. 13): «Alios imperator argumentis persuadet, alios orat et flectit, eosque qui recte dixissent laudibus afficit et universos ad concordiam incitat, donec tandem eos concordes in omnibus de quibus antea certabatur et consentientes effecit, adeo ut unius fidei consonantia apud omnes obtineret». (5) Ita ille, licet septendecim eo tempore superessent quos imperator non posset ad concordiam deducere. (6) Rufini igitur et recentiorum oscitantiam satis mirari nequeo, qui praeter hos septendecim neminem prorsus Eusebianum fuisse animadvertunt. (7) An Eusebiani omnes tam fortiter se gesserint ut nemo prorsus eorum anathematismo subscripserit? (8) An septendecim contra trecentorum vociferatus multorum dierum disputationem fixo pede sustinere potuerint? (9) An ad hos paucos comprimendos opus / fuerit solenni illo imperatoris consessu et moderatione? (10) Certe multitudo erat quam Hosiani, etiam imperatoriis fulti influentiis, opprimere non potuerunt, quamque ideo imperator ipse suo dignam congressu judicabat. (11) His cedentibus, reliquos septendecim despectui habuit et solo exilio coercendos esse duxit.

Yah. 19 63. 4. Eus. VC 3, 13-14 63. 1. ex his coarguitur – ab Ario steterunt] ex his coarguitur opinio illa vulgaris, quae non multo post consilium (sic) istud obtinere coepit et usque hodie recepta est, quod non nisi (ab initio a. c.) septendecim circiter (reperti sunt in hoc concilio qui add.) ab Ario stabant (in hoc concilio del.). C a. c. | vulgaris] ill a. c. || 2. quidem] di a. c. || 3. multitudine] multitudine* a. c. || 4. gesta] ea quae gesta a. c. | et consentientes] add. || 6. Rufini igitur et] nequeo igitur satis mirari a. c. | recentiorum] recentiorum igitur a. c. || 10. etiam imperatoriis fulti influentiis] add. | opprimere] vincere no a. c. | ideo] * a. c. | ipse] add. || 11. duxit] duxit. De his igitur, non de septendecim intelligendus est Socrates a. c.

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finalmente, escuchando a Constantina, consiguió con la mediación de sus amigos que no marcharan al exilio cuantos suscribiesen sólo la fe; y sólo entonces, junto con los otros diecisiete que hasta ese momento se habían resistido, suscribieron únicamente la fe. 63. (1) A partir de esto se refuta la extendida opinión de que de entre los padres de este concilio sólo hubo diecisiete que se mantuvieron del lado de Arrio. (2) Sin duda sólo éstos se mantuvieron largo tiempo, o mejor, persistieron hasta el final, sin suscribir en modo alguno la condena de Arrio sino sólo la fe homousiana. (3) Pero Eusebio tuvo en nada el número de éstos ante la multitud de los que, cediendo desde el principio, suscribieron tanto el anatema como la fe. (4) En efecto, al describir lo llevado a cabo por el emperador en el concilio, dice (Sobre la vida de Const., l. 3, c. 13): «A unos el emperador los persuade con argumentos, a otros les suplica y los convence, y a los que habían hablado correctamente los colma de alabanzas y los invita a todos a la concordia, hasta que finalmente logra que estén de acuerdo y en consenso sobre todo aquello que antes era objeto de discusión, de forma que en todos prevaleció la consonancia en una sola fe». (5) Así escribe él, aunque quedaban en aquel momento diecisiete a los que el emperador no podía reducir a la concordia. (6) No puede, pues, asombrarme más la negligencia de Rufino y de los autores más recientes, que no informan de que hubiera ningún eusebiano en absoluto además de estos diecisiete. (7) ¿Es que todos los eusebianos se comportaron de forma tan valiente que absolutamente ninguno de ellos suscribió el anatema? (8) ¿Es que los diecisiete pudieron resistir a pie firme muchos días de disputa contra el griterío de trescientos? (9) ¿Es que para reprimir a estos pocos fue menester la solemne presencia y la moderación del emperador? (10) Sin duda era una multitud aquella que los osianos, incluso apoyados en sus influencias sobre el emperador, no pudieron reprimir, y aquella que por esta razón el propio emperador juzgaba digna de su intervención. (11) Al ceder éstos, a los restantes diecisiete los menospreció y consideró que sólo podía obligarlos con el exilio.

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[f. 27v]

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64. (1) Nomina horum episcoporum, quatenus ab illis alterius partis distinguuntur, perpauca supersunt. (2) Inter primos numerandus est Eusebius Caesareae. (3) Hic enim non erat e septendecim sed cum primis cedens coram imperatore tam anathematismo quam fidei subscripsit, ut ex sua ipsius epistola mox audietis. (4) Philostorgius nominatim recenset viginti duos episcopos qui Ario patrocinabantur in hoc concilio, quorum plerosque probabile est non fuisse ex septendecim. / (5) His adde Meletium, qui synodo interfuit et subscripsit. (6) Hunc enim cum suis Arii partes ab initio fovisse scribunt Socrates (lib. 1, c. 6) et Nicephorus (lib. 8, c. 11 et 46). (7) Unde et Socrates (lib. 1, c. 9) eundem haeresiarcham vocat. (8) Athanasius tamen, quo Meletianos convelleret, in Apologia 2da commentus est eos non nisi post Synodum Nicaenam ad Arii partes se contulisse. (9) Et Athanasium

Yah. 19 64. 4. Philost. HE 1, 8a (Nic. Chon. Thes. 5, 7) || 6. Socr. Sch. HE 1, 6, 36; Niceph. HE 8, 11; 8, 46 || 7. Socr. Sch. HE 1, 6, 38 || 8. Cf. Ath. Al. Apol. sec. 11, 3-4 || 9. Cf. Epiph. Const. Haer. 68, 6, 4-6 64. 1. horum] add. || 2. est] videtur a. c. | Caesareae] scripsi : Caesariae leg. || 3. hic enim] quippe qui a. c. | sed cum primis cedens coram imperatore] sed *** solenni illo die quo imperator res synodi modera moderatorem (sic) in synodo sedebat, (ipsi add.) cessit sedebat in synodo, cessit ipsi et a. c. || 4. duos episcopos] duos ex praecipuis praeter Secundum et Theonam episcopos a. c. : duos episcopos a. c. | episcopos] episcop*s a. c. | plerosque] plerosque majorem partem a. c. || 5. his adde Meletium – 9. videtur Epiphanius] his alii addi possunt, ut Menophantus Ephesius (Theod. l. 1, c. 7 et l. 2, c. 8), quem et inter principes Eusebianorum Athanasius (et Sulpitius add.) numerant (numerat a. c.). Theodorus Heracleae (Th* add.) (Gelasius Cyzic. l. 2, c. 7), quem (itidem del.) Theodoritus (l. 2, c. 8) itidem numerat inter principes Eusebianorum in f. 28r a. c. || 6. hunc] hic a. c. ut vid. | ab initio] * a. c. | fovisse] fovisse et cum adversus Alexandrum fecisse a. c. | et 46] add. || 9. videtur] est a. c.

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64. (1) Se han transmitido muy pocos de los nombres de estos obispos, en cuanto se distinguen de los del otro partido. (2) Entre los primeros hay que contar a Eusebio de Cesarea. (3) En efecto, éste no era de los diecisiete sino que cediendo con los primeros ante el emperador suscribió tanto el anatema como la fe, según escucharéis enseguida de su propia carta.85 (4) Filostorgio recuenta por sus nombres a veintidós obispos que apoyaban a Arrio en este concilio, de los cuales es probable que la mayoría no estuviera entre los diecisiete. (5) Debe añadirse a éstos a Melecio, que asistió al sínodo y suscribió. (6) En efecto, que éste junto con los suyos favoreció al partido de Arrio desde el principio lo escriben Sócrates (lib. 1, c. 6) y Nicéforo (lib. 8, c. 11 y 46). (7) Y por este motivo también Sócrates (lib. 1, c. 9) lo llama heresiarca. (8) Sin embargo Atanasio, para desacreditar a los melecianos, se inventó en la Apología segunda que éstos no se pasaron al partido de Arrio hasta después del Sínodo de Nicea. (9) Y parece

 La carta se ha citado ya. Cf. 53, 10 - 55, 3.

85

300

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[f. 28r]

secutus videtur Epiphanius. / (10) Praeter istos, ait Gothofredus (Comment. in Philostorg), et alii memorantur, et in his Menophantus Ephesius (Theod l. 1, c. 7), quem et inter principes Eusebianorum Athanasius numerat.

[f. 29r]

65. (1) Eorum vero qui Alexandro adhaesere principes erant Hosius (Sabellianus ut ex Concilio Sardicensi patebit), Eustathius, episcopus Antiochiae (postea depositus ob Sabellianismum [Socr. l. 1, c. 24], stuprum et tyrannidem [Theod. l. 1, c. 21; Philostorg. {...}] et contumelias in matrem imperatoris [Athanas. Ad solit. sub initio]); (2) deinde Macarius Hierosolymorum, repertor crucis per miraculum (Ruffin. l. 1 c. 7, 8), Marcellus Ancyrae, quae caput est Galatiae (postea depositus ob haeresin Pauli Samosetani, Socr. l. 1, c. 36), Alexander Thessalonicae et Protogenes Sardicae (Sabelliani ut ex Concil. Sardicensi patebit), Paphnutius Thebaidos, Spiridion

Yah. 19 64. 10. Goth. Dissert. 34-35 | Thdt. HE 1, 7, 14 | Ath. Al. Apol. sec. 36, 6 || 65. 1. Socr. Sch. HE 1, 24 | Thdt. HE 1, 21, 9 | Philost. HE 2, 7 | Ath. Al. H.Ar.Ep. 4, 1 || 2. Rufin. Hist. 1, 7-8 | Socr. Sch. HE 1, 36 64. 10. Athanasius numerat] Athanasius numerat. / De numero omnium partis utriusque episcoporum (episcoporum utriusque partis a. c.) variae sunt sententiae. Scriptores quidam Arabici ponunt duo millia et amplius (ultra duo milia a. c.), ex quibus volunt solos 318 in fidem homousianam conspirasse. Sed haec sententia nulli innititur fundamento (nullum fundamentum habet a. c.) (in historia del.). Athanasius et ejus sequaces ponunt 318. Imperator Constantinus rotundo numero 300 (apud Socr. in mg.). * (del.) Eustathius Antiochenus 270 (apud Theod. l. 1, c. 8 in mg.). Eusebius Caesareae 250 (De Vit. Const. del.) (De vit. Const. l. 3, c. 9 in mg.). Alii (plures, alii del.) his pauciores, alii plures. Sed (Constantino add.), (Eusebio et del.) Eustathio et Eusebio (magis fidendum est del.), qui (ipsi del.) consilio (sic) interfuerunt magis fidendum esse videtur. (Nam Constantinus del.) (/ Videamus jam quo sensu patres subscripserunt. Nam [namque a. c.] et de hoc disputatur del.) Et forte Eusebius posuerit (posuit a. c.) solos episcopos, Eustathius adjecerit (etiam add.) legatos absentium episcoporum (quales erant duo * del.) (nam alii [quidem add.] praeter pontificem Romanum legatos miserunt [ad concilium add.] et in [his del.] nominatim episcopus Byzantii). Constantinus autem (proximo add.) rotundo numero usus fuerit (est a. c.). Quanta fides Athanasio debetur, ex sequentibus patebit a. c. ||65. 1. eorum vero qui Alexandro adhaesere] ex altera parte a. c. | Alexandro] praeter a. c. | ex Concilio Sardicensi] in sequentibus a. c. | Eustathius] Alexander a. c. | episcopus] Anti a. c. || 2. repertor crucis – Ruffin. l. 1 c. 7, 8] repertor crucis per miraculum Ruffin. l. 1, c. 7, 8 et Sabellianus ut in Concilio Sardicensi patebit a. c. | Alexander Thessalonicae – Sardicensi patebit] add. | Sardicae] Sar*dicae a. c. | Nisibenus] Nisibenus aliique a. c.

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que a Atanasio lo sigue Epifanio. (10) Además de ésos, dice Godofredo (Comentario a Filostorgio), también se recuerdan otros, y entre ellos Menofanto de Éfeso (Teod. l. 1, c. 7), a quien Atanasio cuenta también entre los principales de los eusebianos. 65. (1) Por su parte, los principales de los que se adhirieron a Alejandro eran Osio (sabeliano, como quedará claro por el Concilio de Sárdica),86 Eustacio, obispo de Antioquía (depuesto más tarde por sabelianismo [Sócr. l. 1, c. 24], estupro y tiranía [Teod. l. 1, c. 21; Filostorg. {...}] y por agravios a la madre del emperador [Atanas. A los solitarios al comienzo]);87 (2) a continuación Macario de Jerusalén, el que halló la cruz por milagro (Rufino, l. 1 c. 7, 8), Marcelo de Ancira, capital de Galacia (depuesto después por la herejía de Pablo de Samósata, Sócr. l. 1, c. 36), Alejandro de Tesalónica y Protógenes de Sárdica (sabelianos, según quedará claro por el Concilio de Sárdica), Pafnucio de Tebaide, Espiridión de Chipre, Jacobo de

 No llega a tratarse sobre el Concilio de Sárdica.  Cf. 49, 17; 110, 1.

86 87

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[f. 30r]

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Cyprius, Jacobus Nisibenus (principes monachorum), aliique. (3) Quibus ut coadjutorem egregium adde Athanasium, «diaconum quem Alexander Nicaeam secum duxit ut in concilio adjumento illius uteretur» (Socr. l. 1, c. 15), ubi «fortiter contra Eusebianos dimicabat» (Socr. l. 1, c. 8) «et Alexandri aderat consiliis, senem quamplurimum juvans» (Ruffin. l. 1, c. 5), «quique exinde maxima pars hujus disceptationis haberi coepit» (Socr. l. 1, c. 17). (4) Ac de quo Concilium Alexandrinum episcoporum octoginta, quos ipse Athanasius quatuordecim abhinc annis ex omni Aegypto congregavit, perhibet hoc testimonium (in epistola): (5) «Cum Arius», inquiunt, «ab Ecclesia per Alexandrum ejectus esset et Eusebiani multis adhortationibus Alexandro scriberent ne Arium extra Ecclesiam relinqueret, Alexander autem nollet recipere, Eusebiani in Athanasium ejus diaconum iras convertunt. (6) Ex quo, cum eum assiduum esse apud Alexandrum et in pretio haberi curiose animadverterent, atque ejus pro Christo pietatem in Synodo Nicaena, ubi cum magna libertate contra Arianorum impietatem disseruerat, experti essent, eorum odium in immensum crevit. (7) Ubi autem Deus eum ad episcopatum provexerat, veterem jam olim malitiam refoventes... modis omnibus conjurationem in eum coquebant». (8) Haec illi, ex quibus quisquam facile collegerit tardum senem tota hac disceptatione se consiliis hujus juvenis credidisse, ita ut Eusebiani non tam cum Alexandro quam cum Athanasio sub persona Alexandri contenderint; quin et Athanasium, cum disputator esset longe omnium acerrimus in disputatione illa initiali inter clericos Alexandrinos qua Alexander ex / fluctuante moderatore factus est tandem Athanasianus, non minimas partes egisse.

Yah. 19 65. 3. Socr. Sch. HE 1, 15, 3 | Socr. Sch. HE 1, 8, 13 | Rufin. Hist. 1, 5 | Soz. HE 1, 17, 7 || 5-7. Ath. Al. Apol. sec. 6, 1-3 65. 3. ut coadjutorem egregium] add. | Socr] scripsi : Socr*r leg. | ubi fortiter] quique forti a. c. | quique] ex a. c. : quo tempore a. c. | exinde] add. || 4. quo] quo a. c. ut vid. | Alexandrinum] Alexandrinum annis abhinc quatuordecim a. c. | octoginta] * a. c. | Athanasius] add. | ex omni Aegypto] add. | perhibet] perhibent a. c. || 5. iras] add. || 6. ex quo] postquam a. c. | animadverterent] ad a. c. || 8. se consiliis... credidisse] consiliis... se credidisse a. c. | contenderint] condenderint a. c. | quin et] unde distinctionis gratia propugnatores ejusdem sententiae non immerito Athanasianos vocitemus a. c. | longe] acerrimus a. c. | inter clericos Alexandrinos] add.

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Nísibis (los principales de los monjes) y otros. (3) Y a éstos añade, como ilustre ayudante, a Atanasio, «diácono que Alejandro llevó consigo a Nicea para servirse de su ayuda en el Concilio» (Sócr. l. 1, c. 15), donde «combatía valientemente contra los eusebianos» (Sócr. l. 1, c. 8) «y asistía a Alejandro en sus decisiones, ayudando muchísimo al anciano» (Rufino, l. 1, c. 5), «y a quien a partir de entonces se empezó considerar el principal protagonista del debate» (Sócr. l. 1, c. 17). (4) Y de esto el Concilio de Alejandría, constituido por ochenta obispos que el propio Atanasio congregó de todo Egipto catorce años después, transmite el siguiente testimonio (en la carta del concilio): (5) «Una vez que Arrio», dicen, «fue expulsado de la Iglesia por Alejandro y, pese a que los eusebianos escribieron a Alejandro con muchas peticiones para que no dejase fuera de la Iglesia a Arrio, Alejandro no quiso recibirlo, los eusebianos volcaron sus iras sobre su diácono Atanasio. (6) Desde entonces, después de averiguar que estaba continuamente junto a Alejandro y que éste lo apreciaba mucho, y después de conocer su piedad en favor de Cristo en el Sínodo de Nicea, cuando con gran libertad habló en contra de la impiedad de los arrianos, su odió creció infinitamente. (7) Pero cuando Dios lo alzó al obispado, ellos, que ya desde hacía tiempo alimentaban su vieja malquerencia... maquinaban por todos los medios una conjura contra él». (8) Esto escriben éstos, y de ahí cualquiera podría deducir fácilmente que en toda esta disputa el tardo anciano se confió a los consejos de este joven, de modo que los eusebianos disputaron no tanto con Alejandro como con Atanasio en la persona de Alejandro; es más, dado que era con mucho el oponente más enérgico de todos, puede deducirse incluso que Atanasio desempeñó un papel no pequeño en aquella disputa inicial entre los clérigos de Alejandría en la que Alejandro, de moderador vacilante, pasó a hacerse finalmente atanasiano.

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66. (1) Videamus tandem quo sensu patres utriusque partis consenserint in fidem homousii et eidem symbolo subscripserint. (2) Sensus autem Athanasianorum (namque hoc nomine hos ab alteris deinceps distinguam) ex ipsius Athanasii scriptis optime colligetur. 67. (1) Hic igitur in Oratione contra gentes sub finem (pag. 44 et 51 edit. Paris.), ut et in altera De incarnatione Verbi (pag. 95 et 96) sub finem, disputat quasi Verbum seu Filius esset propria et unica mens et sapientia Patris, ita ut siquis neget Patrem condidisse et jam gubernare mundum per hoc Verbum, is statuat mundum sine ratione et mente consistere et rationem a rerum natura excludat. (2) Rursus in Epistola de Synodo Nicaena facultates Patris praedicat esse Filium (p. 276): «Si», inquit, «ratio et sapientia et virtus Dei est Christus, hae autem facultates [δυνάμεις] esse Dei existimandae sint, sequitur omnino si Filius factus sit, fuisse quando non erant hae. (3) Erat igitur tempus quando Deus his carebat, quod absurdissimum est». (4) Et paulo ante (p. 263) accusat Eusebianos quasi Deum aliquando ἄλογον fuisse statuerent, dum asserunt fuisse antequam erat Verbum. (5) Et rursus, Epistola ad Serapionem de Filio, ita disputat contra Eusebianos (p. 167): «Si fons», inquit, «et lux et Pater est Deus, nefarium dictu est τὴν πηγὴν ξηρὰν, “fontem exaruisse”, aut lucem sine seipsa vel Deum sine λόγῳ, “ratione” fuisse, ἵνα μὴ ἄσοφος καὶ ἄλογος καὶ ἀφέγγης ὁ θεὸς, “ne Deus insipiens et irrationalis ac tenebrosus” habeatur». (6) Idem argumentum saepe repetit in quinque orationibus contra Arianos, ubi et alia multa in eundem sensum passim occurrunt. (7) In oratione prima accusat Eusebianos quod statuunt aliud esse in Yah. 19 67. 1. Ath. Al. Gent. 46-47; Ath. Al. Inc. 41-42 || 2. Ath. Al. Decr. 26, 4 || 4. Ath. Al. Decr. 15, 4 || 5. Ath. Al. Ep.Serap.IIa 2, 1 || 7. Ath. Al. Ar.1 6-8 66. 1. consenserint – subscripserint] eidem fidei formulae subscripserunt a. c. : consenserunt et a. c. : subscripsere a. c. | consenserint] consenserit a. c. || 2. Athanasianorum] scripsi : Athanasiorum leg. | hos – distinguam] distinctionis gratia * propugnatores is homines istius partis deinceps * vocabo a. c. | colligetur] colligetur. H a. c. || 67. 1. sub finem] itidem sub finem a. c. | seu Filius] add. || 2. epistola de synodo] epistola ad Serapionem a. c. || 4. dum asserunt] asserendo a. c. || 5. Filio] Verbo a. c. | disputat contra Eusebianos] scribit a. c. || 6. idem argumentum] idem argu a. c. || 7. Eusebianos] Arianos a. c. | Verbum1] λόγον a. c.

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66. (1) Veamos por fin en qué sentido convinieron los padres de ambos bandos con respecto a la fe en el término «homousio» y suscribieron el mismo símbolo. (2) El sentido en el que suscribieron los atanasianos (pues con este nombre los voy a distinguir de los otros en lo sucesivo) se deduce perfectamente de los escritos del propio Atanasio. 67. (1) Éste, pues, en el Discurso contra los paganos, hacia el final (pp. 44 y 51, edición de París), así como también en el otro Sobre la Encarnación del Verbo hacia el final (pp. 95 y 96), intenta demostrar que el Verbo o el Hijo es la propia y única mente y sabiduría del Padre, de forma que si alguien negase que el Padre creó el mundo y lo gobierna ahora a a través de este Verbo, estaría estableciendo que el mundo existe sin razón ni designio, y excluiría la razón del orden natural. (2) De nuevo, en la Carta sobre el Sínodo de Nicea predica que las facultades del Padre son el Hijo (p. 276): «Si la razón», dice, «y la sabiduría y la virtud de Dios es Cristo, y deben considerarse éstas facultades [δυνάμεις] de Dios, se sigue inevitablemente que si el Hijo fue hecho, hubo un tiempo en que éstas no existían. (3) Así que había un tiempo en el que Dios carecía de éstas, lo cual es completamente absurdo». (4) Y poco antes (p. 263) acusa a los eusebianos de haber establecido que Dios fue en algún momento ἄλογον, al afirmar que existía antes de que existiese el Verbo. (5) Y de nuevo en la Carta a Serapión sobre el Hijo, argumenta así contra los eusebianos (p. 167): «Si Dios», dice, «es fuente y luz y Padre, es sacrílego decir τὴν πηγὴν ξηρὰν, “que la fuente se ha secado”, o que la luz estuvo sin ella misma o que Dios estuvo sin λόγος, sin razón, ἵνα μὴ ἄσοφος καὶ ἄλογος καὶ ἀφέγγης ὁ θεὸς, “no sea que Dios sea tenido por ignorante e irracional y oscuro”». (6) El mismo argumento lo repite a menudo en los cinco discursos contra los arrianos, donde en todas partes se leen también otras muchas cosas en el mismo sentido. (7) En el discurso primero acusa a los eusebianos de establecer que una cosa es el propio Verbo en el

306 [f. 31r]

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Patre proprium Verbum, aliam / coeternam sapientiam in qua Verbum istud fecit (pag. 295, 296, 297). (8) Deinde sic argumentatur: «Si», inquit, «alia est sapientia in Patre praeter Dominum, etiam sapientia facta est in sapientia; quod si sapientia est Verbum Dei, sequitur Verbum in Verbo factum esse, et si Verbum Dei est Filius sequitur etiam Filium in Filio factum. (9) Qua igitur ratione locutus est Dominus “ego in Patre et Pater in me”, si sit alius in Patre in quo et ipse Dominus factus est, aut quomodo Joannes, eo omisso, de isto refert “omnia per ipsum facta sunt et sine ipso factum est nihil”?». (10) Haec ille, quibus similia multa habet in sequentibus orationibus. (11) In Oratione autem tertia reprehendit Eusebianos quod distinguunt inter λόγον et νοῦν, Verbum Filium et mentem internam Patris (p. 404). (12) Et paulo post dicit (p. 407): «Unius Dei una est imago, unicus λόγος, unica sapientia. Quapropter admiror», pergit, «cur isti, cum unus sit Deus, plures secundum sua excogitata imagines, sapientias et λόγους introducunt, et [praeter illum unicum] alium dicunt esse proprium et naturalem λόγον Patris in quo Filium procreavit». (13) Et paulo post Eusebianos sic reprehendit (p. 411): «Dum nobiscum», inquit, «depugnant, eo quod asseveremus semper Dei Verbum fuisse, ipsi quoque suorum obliti sapientiam cum Deo increatam coexistere dicunt. Ita per omnia in tenebris volutantur dum et veram sapientiam abnegatam volunt et eam quae non est indagant».

[f. 30v]

(14) Iterum Oratione quarta sub finem, contra Arianos Filium voluntate Patris genitum adstruentes, haec fatus est (p. {...}): / (15) «Quacirca Dei voluntas quam de regeneratis omnibus juxta et de semel conditis habet inest in Verbo, in quo quaecumque visa sunt et facit et regenerat. (16) Atque hoc iterum apostolus indicat scribens ad Thessalonicenses: «Haec est enim voluntas Dei in Christo Jesu Yah. 19 67. 8-10. Ath. Al. Ar.1 9 || 11. Ath. Al. Ar.2 33 || 12. Ath. Al. Ar.2 36, 6-37, 1 || 13. Ath. Al. Ar.2 40, 5 || 15-18. Ath. Al. Ar.3 61, 3-4 67. 10. quibus] add. || 11. Filium] et a. c. ut vid. || 12. unicus λόγος] unicum verbum a. c. | λόγους] verba a. c. | illum] illud a. c. | alium] aliud a. c. | naturalem] naturale a. c. | λόγον] λόγον Verbum seu mentem a. c. || 13. dum] cum a. c. || 14. contra Arianos Filium voluntate Patris genitum adstruentes] add. || 15. Dei voluntas] Dei vo ** a. c. | regeneratis] *** a. c. | juxta et] add. | de] deque a. c.

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Padre y otra la sabiduría coeterna con la cual hizo ese Verbo (pp. 295, 296, 297). (8) Luego argumenta así: «Si hay», dice, «otra sabiduría en el Padre además del Señor, también la sabiduría fue hecha en la sabiduría; puesto que si la sabiduría es el Verbo de Dios, se sigue que el Verbo fue hecho en el Verbo, y si el Verbo de Dios es el Hijo se sigue que también el Hijo fue hecho en el Hijo. (9) ¿Por qué razón, pues, dijo el Señor: “yo soy en el Padre y el Padre en mí”, si hay otro en el Padre en el cual también el mismo Señor fue hecho, o cómo Juan, omitiendo esto, refiere de él “Todo fue hecho por él y sin él nada fue hecho”?».88 (10) Esto escribe Atanasio, y tiene muchas cosas parecidas en los discursos siguientes. (11) En el discurso tercero89 censura a los eusebianos porque distinguen entre λόγος y νοῦς, Verbo Hijo y mente interna del Padre (p. 404). (12) Y poco después dice (p. 407): «De un solo Dios hay una sola imagen, un solo λόγος, una única sabiduría. Por ello me admiro», sigue, «de que ésos, siendo Dios uno solo, introduzcan según sus razonamientos más imágenes, sabidurías y λόγοι, y [además de aquel único] digan que hay otro λόγος propio y natural del Padre con el cual generó al Hijo». (13) Y poco después censura así a los eusebianos (p. 411): «Al mismo tiempo que nos atacan», dice, «porque afirmamos que el Verbo de Dios existió siempre, también ellos, olvidándose de sí mismos, dicen que coexiste con Dios una sabiduría increada. Así andan en todo punto extraviados entre tinieblas, mientras que por un lado quieren que se niegue la verdadera sabiduría y por otro buscan la que no existe». (14) De nuevo en el discurso cuarto hacia el final dijo esto contra los arrianos, que presentan al Hijo engendrado por la voluntad del Padre (p. {...}):90 (15) «Por ello la voluntad que Dios tiene sobre todo lo regenerado, así como sobre lo creado una sola vez, está en el Verbo, con el cual hace y regenera todo lo que a él le parece. (16) Y esto lo indica de nuevo el Apóstol cuando escribe a los tesalonicenses: «Ésta es en efecto la voluntad de Dios en Jesucristo hacia vosotros».

 Jn 14, 10 ; Jn 1, 3.  No es el tercero sino el segundo. 90  Es la página 512; el discurso es el tercero. 88 89

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[f. 31r]

[f. 32r]

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erga vos». (17) Jam vero si in quo facit in ipso est et voluntas, in Christo autem inest Patris voluntas, quonam pacto potest ille voluntate esse genitus? (18) Si enim ipse voluntate, ut vos dicitis, est genitus, necesse est eam quae de eo fuit voluntatem in alio quodam Verbo constare, per quod et ipse sit genitus». (19) Et postea: / «Dicit Solomon [Sap. 8]: “Deus sapientia fundavit terram et praeparavit caelos in prudentia”... (20) Et ut Apostulus scribit Thessalonicensibus [Thes. 5, 18]: “Voluntas / Dei in Christo Jesu est”.ai (21) Est ergo Filius Dei ipsum Verbum et sapientia, ille est prudentia et viva voluntas, in eo voluntas Patris, ille veritas et lux et potentia Patris est. (22) Quod si sapientia et prudentia est voluntas Dei, et Filius est illa ipsa sapientia, per consequentiam qui dicit Filium esse voluntate Patris perinde loquitur ac si diceret sapientiam in sapientia conditam et Filium in Filio factum et Verbum per Verbum creatum. (23) Caeterum illud cum Deo pugnat illiusque Scripturis adversatur, siquidem non voluntatis sed ipsius paternae substantiae proprium splendorem et characterem Filium praedicat his verbis [Heb. 2]: “Qui cum esset splendor gloriae et forma substantiae ejus”...». (24) Et paulo post: «Recte dixeris Patrem diligere et velle Filium et Filium diligere et velle Patrem, non tamen ut Filius dicatur effectus voluntatis (ne Valentiniana haeresis immittatur in Ecclesiam), sed viva voluntas et vere naturalis Filius quasi lucis splendor. (25) Ita enim Pater dixit: “Eructavit cor meum Verbum bonum”; Filius etiam: “Ego in Patre et Pater in me”. (26) Si autem Verbum est in corde, ubi voluntas?aj (27) Et si Filius est in Patre, ubi rursus voluntas? (28) Et si ipse

 [ff. 31r/32r] Textus integer est: «In / omnibus gratias agite. Haec est enim voluntas Dei in Christo Jesu erga vos». Sed Athanasius semper solet quidlibet ex quolibet deducere. ai

 Praeter Verbum.

aj

Yah. 19 67. 19-23. Ath. Al. Ar.3 65, 3-5 || 24-30. Ath. Al. Ar.3 66, 3-67, 2 67. 18. eam quae – voluntatem] voluntatem de eo susceptam a. c. || 20. Thes.] * a. c. || ai. textus] ** a. c. || aj. praeter Verbum] praeter quam in verbo a. c.

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(17) Pero ahora bien, si en él mismo, el que hace, también está la voluntad, y en Cristo está la voluntad del Padre, ¿de qué manera puede él haber sido engendrado por voluntad? (18) Pues si él mismo ha sido engendrado por voluntad, como vosotros decís, es necesario que la voluntad que hubo con respecto a él resida en algún otro Verbo, por el cual también él mismo fue engendrado». (19) Y después: «Dice Salomón [Sab. 8]:91 “Dios creó la tierra con su sabiduría y preparó los cielos en la prudencia”... (20) Y así como el Apóstol escribe a los tesalonicenses [Tes. 5, 18]: “La voluntad de Dios está en Jesucristo”.ai (21) Así que el Hijo de Dios es el propio Verbo y la sabiduría, él es la prudencia y la voluntad viva, en él está la voluntad del Padre, él es la verdad y la luz y el poder del Padre. (22) Puesto que si la sabiduría y la prudencia son la voluntad de Dios, y el Hijo es aquella propia sabiduría, en consecuencia quien dice que el Hijo es por voluntad del Padre es como si dijera que la sabiduría fue creada en la sabiduría y el Hijo hecho en el Hijo y el Verbo creado por medio del Verbo. (23) Pero aquello es contrario a Dios y se opone a sus Escrituras, dado que éstas declaran al Hijo esplendor propio y carácter de la propia sustancia paterna, no de su voluntad, con estas palabras [Heb. 2]:92 “El cual, al ser el esplendor de su gloria y la forma de su sustancia”...». (24) Y poco después: «Dirías correctamente que el Padre ama y quiere al Hijo y el Hijo ama y quiere al Padre, pero sin embargo no que el Hijo sea efecto de voluntad (no sea que la herejía de Valentino se introduzca en la Iglesia) sino la voluntad viva y el Hijo verdaderamente natural, como el esplendor de la luz. (25) En efecto, así dijo el Padre: “Rebosa mi corazón palabra buena”;93 a su vez, el Hijo: “Yo soy en el Padre y el Padre en mí”.94 (26) Pero si el Verbo está en el corazón, ¿dónde está la voluntad?aj (27) Y si el Hijo es en el Padre, ¿dónde está, de nuevo, la voluntad? (28) Y si él mismo es la voluntad, ai  El texto completo es: «Dad las gracias en todo, pues ésta es la voluntad de Dios en Jesucristo hacia vosotros». Pero Atanasio siempre suele concluir lo que se le antoja de donde se le antoja. aj

 Además del Verbo.

 Prov. 3, 19.  Heb. 1, 3. 93  Ps. 45, 1. 94  Jn. 14, 10. 91 92

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voluntas est, quomodo voluntas in voluntate fuerit? (29) Absurdum id quippe, ne scilicet etiam Verbum sit in Verbo et Filius in Filio et sapientia in sapientia, quemadmodum saepius jam diximus. (30) Omnia enim Patris Filius est, et nihil in Patre ante Verbum, sed in Verbo voluntas et per Verbum ea quae sunt voluntatis in opus consummantur». [f. 33r]

(31) Rursus in Oratione quinta, cum / Eusebiani objicerent internam sapientiam Patris pertinere ad Patrem sicut sapientia hominis ad hominem nec posse a Patre distingui, adeoque eos qui putant Filium esse hanc sapientiam confundere eum cum Patre et sic in haeresem Sabellii incidere, Athanasius inter alia respondet (p. {...}): (32) «Non est pro gentilium opinione idem sapiens et sapientia, aut idem Pater et Verbum... (33) Adversatur huic opinioni sacrarum literarum constitutio, quae Patrem et Filium, sapientem et sapientiam, Deum et Verbum agnoscit». (34) Haec et alia multa ejus generis in istis orationibus occurrunt. (35) Sed Athanasii mens ex allatis abunde satis innotescit. 68. (1) Jam vero, cum Alexander fuerit Athanasio conjuctissimus, non mirum est si ipse eadem senserit. (2) Hunc enim eadem sensisse constat ex epistola quam per orbem misit, ubi describendo haereticas opiniones Arianorum inter alias hanc recenset: (3) «Christus, inquiunt, catachrestice dicitur Verbum atque sapientia, quippe cum et ipse extiterit per proprium Dei Verbum et per sapientiam quae in Deo est, in qua Deus tum caetera omnia tum eum ipsum fecit». (4) Deinde in eadem epistola hanc eorum sententiam sic refellit: (5) «Si Filius», ait, «est λόγος καὶ σοφία, “ratio et sapientia” Dei, quomodo fuit tempus cum non esset? (6) Perinde enim est ac si dicerent Deum aliquando ἄλογον καὶ ἄσοφον, “irrationalem et insipientem” fuisse». (7) Haec Alexander in ipsa epistola circulatoria, cui episcopi ejus partis, ut supra ostensum est, subscripserunt antequam convenerunt in Synodo

Yah. 19 67. 32-33. Ps. Ath. Al. Ar.4 9 || 68. 3. Socr. Sch. HE 1, 6, 10 || 5. Socr. Sch. HE 1, 6, 17 67. 30. opus] scripsi : opud leg. || 31. et sic] add. || 68. 3. catachrestice] abusive a. c. om. del. || 7. antequam convenerunt] ante conventionem a. c. : antequam a. c. | in synodo] synodi a. c.

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¿cómo ha podido estar la voluntad en la voluntad? (29) Esto es absurdo; a no ser, claro, que también haya un Verbo en el Verbo y un Hijo en el Hijo y una sabiduría en la sabiduría, como ya hemos dicho muchas veces. (30) En efecto, todo lo del Padre es el Hijo, y nada hay en el Padre antes del Verbo, sino que en el Verbo está la voluntad y por el Verbo todo lo que es de voluntad se consuma en obra». (31) De nuevo en el discurso quinto, al objetar los eusebianos que la sabiduría interna del Padre corresponde al Padre como la sabiduría del hombre al hombre, y que no puede distinguirse del Padre, y en consecuencia que los que piensan que el Hijo es esta sabiduría lo confunden con el Padre y caen así en la herejía de Sabelio, Atanasio responde, entre otras cosas (p. {...}):95 (32) «En opinión de los paganos no es lo mismo el sabio que la sabiduría, o lo mismo el Padre y el Verbo... (33) Se opone a esta opinión el sentido de las letras sagradas, que reconoce al Padre y al Hijo, al sabio y a la sabiduría, a Dios y al Verbo». (34) Estas cosas y otras muchas del estilo figuran en esos discursos. (35) Pero a partir de lo aducido se deja ya ver sobradamente la concepción de Atanasio. 68. (1) Ahora bien, dado que Alejandro estuvo muy unido a Atanasio no es de extrañar que él también creyera lo mismo. (2) En efecto, que creía lo mismo consta por su carta encíclica, donde, al describir las opiniones heréticas de los arrianos, entre otras enumera ésta: (3) «A Cristo, dicen, se le llama Verbo y sabiduría de forma abusiva [catachrestice], dado que también él mismo se originó por el propio Verbo de Dios y por la sabiduría que hay en Dios, con la que Dios hizo tanto todo lo demás como a él mismo». (4) Más adelante en la misma carta refuta así este parecer de ellos: (5) «Si el Hijo», dice, «es λόγος καὶ σοφία, “razón y sabiduría” de Dios, ¿cómo hubo un tiempo en que no era? (6) En efecto, es igual que si dijeran que Dios alguna vez fue ἄλογον καὶ ἄσοφον, “no tuvo razón y sabiduría”». (7) Esto escribe Alejandro en su carta encíclica, que los obispos de su bando, como se ha mostrado más arriba, suscribieron antes de reu-

 Es la página 526 y el discurso cuarto (espurio).

95

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[f. 34r]

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Nicaena. (8) Cum igitur et illi omnes huic opinioni subscripserint, constat hanc fuisse communem / omnium sententiam. (9) Quinetiam imperator Constantinus eandem doctrinam ab episcopis hauserat. (10) Namque in epistola contra Arium quam proxime ante Synodum Nicaenam per totum imperium promulgari curavit, sic Arium reprehendit: (11) «Unum dicis Deum: habes ejusdem me sententiae. (12) Sic igitur sentias. (13) Ejus essentiae λόγον et principii et finis expertem λόγον esse dicis: eo contentus sum, ita crede. (14) Siquid praeterea adjungis, id tollo. (15) Siquid ad impiam separationem fraudulenter consuis, id nec videre nec intelligere me confiteor». 69. (1) Ex collatis igitur his omnibus constat hoc fuisse totius disputationis fundamentum. (2) Asseruerat Arius inter disputandum duos esse Patris λόγους sive duas sapientias, unam ingenitam, alteram genitam; illam a qua Pater denominatur sapiens, hanc in illa sapientia genitam; illam attributum Patris, hanc substantiam propriis attributis praeditam; illam proprie ac juxta usum vulgarem vocis dictam sapientiam et λόγον, hanc catachrestice sive praeter usum istum vulgarem vocis sic dictam; illam Deo Patri essentialem, ita ut ab eo distingui nequeat, hanc a Patre diversam et paterna virtute subsistentem; illam sine quo Pater non est ens completum et perfectum, hanc non pertinentem ad completionem et perfectionem Patris sed ab ejus natura completa et perfecta distinctam, quatenus Deus totus et integer genuerit Deum totum et integrum, perfectus perfectum, completus completum. (3) Alexandro igitur haec doctrina de duabus sapientiis ac duobus λόγοις Dei paradoxa visa est, ejusque tarditati offendiculum peperit. (4) Essentialem Deo sapientiam negare non potuit. (5) Alteram igitur ait tollendam, et solam illam quae Deo essentialis est agnoscit. (6) Negat Filium Dei qui ab attributis paternis diversus est quique unicus est Filius vere

Yah. 19 68. 11-15. Baron. Ann. 3, 319, 13 68. 10. contra Arium] add. | totum imperium] singulas urbes *** a. c. || 69. 2. asseruerat] asseruit a. c. | duos] duas a. c. | esse] fuis a. c. | sive] add. | ingenitam] ingenitam a qua Pater denominatur sapiens a. c. | istum] add. || 3. ac] et a. c. ut vid. | offendiculum] eadem offendiculum a. c. || 4. Deo] illam a. c. || 5. ait] scripsi : it leg.

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nirse en el Sínodo de Nicea. (8) Así que dado que todos ellos suscribieron esta opinión, consta que éste fue el parecer común de todos. (9) Es más, el emperador Constantino había tomado la misma doctrina de los obispos. (10) Pues en la carta contra Arrio que se preocupó de promulgar por todo el imperio inmediatamente antes del Sínodo de Nicea, censura así a Arrio: (11) «Dices que hay un solo Dios: me tienes a mí del mismo parecer. (12) Así que créelo así. (13) Dices que el λόγος forma parte de su esencia y que el λόγος carece de principio y de fin: con eso estoy satisfecho, créelo así. (14) Si añades algo además de eso, lo quito. (15) Si tramas algo engañosamente con vistas a una impía separación, confieso que ni lo veo ni lo entiendo». 69. (1) Así que al comparar todo esto se desprende que el fundamento de toda la disputa fue éste: (2) Arrio había afirmado en la disputa que el Padre tenía dos λόγοι, o dos sabidurías, una ingénita, otra engendrada; aquélla, por la cual el Padre es llamado sabio, ésta, engendrada dentro de aquella sabiduría; aquélla, atributo del Padre, ésta, sustancia dotada de atributos propios; aquélla, llamada sabiduría y λόγος propiamente y de acuerdo con el uso común de la palabra, ésta, llamada así abusivamente o al margen de ese uso común de la palabra; aquélla, esencial a Dios Padre de tal forma que no puede distinguirse de él, ésta, distinta del Padre y existente en virtud del Padre; aquélla, algo sin lo cual el Padre no es un ser completo y perfecto, ésta, irrelevante para la plenitud y perfección del Padre y distinta de su naturaleza completa y perfecta, en la medida en que Dios, todo e íntegro, engendró a un Dios todo e íntegro, Dios perfecto a un Dios perfecto, Dios completo a un Dios completo. (3) Así pues, a Alejandro esta doctrina de las dos sabidurías y los dos λόγοι de Dios le pareció extraña y engendró un obstáculo para su torpeza. (4) La sabiduría esencial de Dios no pudo negarla. (5) Así que dice que hay que quitar la otra, y reconoce sólo aquella que es esencial de Dios. (6) Niega a un Hijo de Dios que sea distinto de los atributos paternos y que sea el único Hijo engendra-

314 [f. 35r]

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genitus, et paternis attributis quae non / sunt genita tribuit nomen Filii, distinguens inter Deum et attributa ejus, et ex unico Patre conficiens duos, Patrem et Filium, quasi Deus esset Pater attributorum. 70. Hoc igitur fundamento quod Filius sit ista Dei sapientia qua Deus sapiens est, iste λόγος quo intelligens est, quique adeo ad essentiam vel substantiam Patris pertinet, statuerunt patres Athanasiani in hoc concilio Filium esse coessentialem sive ὁμοούσιος Patri.

[f. 34v]

71. (1) Hoc inquam commune fuit fundamentum patrum / istius partis, ut ex propriis subscriptionibus patet. (2) Sunt autem alia quaedam ad homousion spectantia in quibus suspicor hos patres minus inter se convenisse. (3) Nam cum sententia illa quod Filius sit interna et essentialis sapientia Patris quam nos attributum dicimus fundamentum fuerit erroneum Sabellianorum, Samosatenorum et id genus haereticorum qui confundebant Filium cum Patre, fieri non potuit quin istiusmodi haeretici, animadvertentes fundamentum suorum dogmatum ab Alexandro strui, confluerent ad ejus defensionem, praesertim cum in ejus epistola encyclica cui sub initio subscribendum erat nihil reperiretur quod eorum sententiis aperte contradiceret. (4) Aperte dico, namque aliquid satis insinuatur eorum sententiae contrarium. (5) Scilicet inter errores Arii Alexander hunc recenset, quod dixerat οὔτε δὲ ὅμοιος κατ᾿οὐσίαν τῷ Πατρὶ ἐστιν, «Filium non esse similem Patri secundum substantiam». (6) Dein contra sic disputat: «πῶς ἀνόμοιος τε οὐσίᾳ τοῦ Πατρὸς, ὅ ὢν εἰκὼν τελεία, “quomodo substantia dissimilis est Patri cum sit imago perfecta” et splendor Patris, cumque ipse dicat: “Qui videt me videt Patrem”?», i. e. in imagine. (7) Alexander hic non culpat Arium quod Filio propriam tribueret οὐσίαν, sed quod hanc statueret paternae dissimilem, et e contra pro similitudine οὐσιῶν, non pro identitate Yah. 19 71. 5. Socr. Sch. HE 1, 6, 10 || 6. Socr. Sch. HE 1, 6, 16 70. patres] add. | coessentialem] consub a. c. || 71. 1. Hoc inquam – patrum] add. || 2. minus] int a. c. || 3. haereticorum] similium a. c. || 4. satis] add. || 5. quod dixerat] add. || 6. τελεία] τελεία καὶ ἀπαύγασμα τοῦ πατρὸς καὶ λέγων ὁ ἐμὲ ἑώρ a. c. | i. e. in imagine] i. e. in imagine a. c. || 7. οὐσίαν] scripsi : ὐσίαν leg. | οὐσιῶν] scripsi : ὐσιῶν leg.

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do, y da a los atributos paternos, que no son engendrados, el nombre de Hijo, distinguiendo entre Dios y sus atributos, y fabricando de un único Padre a dos, Padre e Hijo, como si Dios fuera Padre de atributos. 70. Así que basándose en este fundamento, consistente en que el Hijo es esa sabiduría de Dios por la cual Dios es sabio, ese λόγος por el cual es inteligente y que en consecuencia pertenece a la esencia o a la sustancia del Padre, establecieron los padres atanasianos en este concilio que el Hijo es coesencial u ὁμοούσιος al Padre. 71. (1) Éste, digo, fue el fundamento común de los padres de este partido, según queda claro por sus propias suscripciones. (2) Pero hay algunos otros aspectos concernientes al término «homousio» sobre los cuales sospecho que estos padres estuvieron menos de acuerdo. (3) Pues dado que aquel parecer según el cual el Hijo es la sabiduría interna y esencial del Padre que nosotros llamamos atributo fue el fundamento erróneo de los sabelianos, de los samosatenos y de esa clase de herejes que confundían al Hijo con el Padre, no pudo ser que los herejes de este tipo, al darse cuenta de que Alejandro estaba formulando el fundamento de sus dogmas, no acudieran en su defensa, especialmente cuando en la carta encíclica de éste que debía suscribirse al principio no se hallaba nada que contradijese abiertamente sus pareceres. (4) Abiertamente, digo: pues en efecto se insinúa lo suficiente algo contrario al parecer de éstos. (5) A saber, entre los errores de Arrio Alejandro cuenta éste: que dijo que οὔτε δὲ ὅμοιος κατ᾿οὐσίαν τῷ Πατρὶ ἐστιν, «que el Hijo no es semejante al Padre en cuanto a la sustancia». (6) Luego argumenta contra eso así: «πῶς ἀνόμοιος τε οὐσίᾳ τοῦ Πατρὸς, ὅ ὢν εἰκὼν τελεία, “¿cómo no va a ser semejante al Padre en cuanto a la sustancia, si es la imagen perfecta” y el esplendor del Padre, y si él mismo dice: “Quien me ve a mí ve al Padre”?»:96 esto es, en imagen. (7) Alejandro aquí no culpa a Arrio por atribuir al Hijo una οὐσία propia, sino por establecer que ésta no es semejante a la del Padre, y por el contrario argumenta en favor de la semejanza de las

 Jn. 14, 9.

96

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disputat. (8) Dissimilitudine enim οὐσιῶν non opponit illud «ego et Pater unum sumus» in quo unitas fundari solet, sed hoc «filius est imago Patris». (9) Unde et in epistola ad Alexandrum Byzantii saepius vocat Filium ὑπόστασιν: ὑπόστασις enim et οὐσία eo tempore idem significabant. [f. 35r]

[f. 35v]

72. (1) Patrem etiam et Filium vocat ἀλλήλων ἀχώριστα πράγματα δύο, «duas res a se mutuo inseparabiles», et τὰς τῇ ὑποστάσει δύο φύσεις, «duas quoad substantiam naturas». (2) Quinetiam dicta Servatoris: «qui videt me videt Patrem» et «ego et Pater unum sumus», in quibus scilicet unitas / substantiae fundari solet, in epistola ad Alexandrum Byzantii exponit de similitudine, non de unitate, quod satis ostendit eum de unitate illa nondum cogitasse. (3) Sic enim scribit: «Dominus dicit», ait, «ego et Pater unum sumus», non quo seipsum Patrem renunciet, nec quo duas substantia naturas unam esse demonstret, sed quoniam Patris Filius expressam Patris similitudinem exactissime servat, quippe qui per omnia similitudinem ejus a natura impressam habeat sitque imago Patris nulla in re dissimilis et primitivi exemplaris expressa figura. (4) Unde etiam Philippo tunc videre cupienti Dominus abunde commonstrat: dicenti enim “ostende nobis Patrem”, respondet “qui vidit me vidit et Patrem”, quippe cum per purissimum et animatum speculum divinae imaginis ipse conspiciatur Pater». (5) Ita Alexander, utrumque locum de similitudine exponens et priorem negans de unitate naturae exponi, quod singulariter expendendum est. (6) Hanc similitudinem Alexander saepe inculcat, de unitate vero ne verbum quidem habet. (7) Omnimodam tantum asserit similitudinem, eamque non aequalis ad aequalem sed minoris ad majorem. (8) Nam et ex minoritate hanc plenam similitudinem

Yah. 19 71. 9. Thdt. HE 1, 4, 1-60 || 72. 3. Thdt. HE 1, 4, 37-39 || 8. Thdt. HE 1, 4, 47-48 71. 8. dissimilitudine] scripsi : dissimitudine leg. | οὐσιῶν] scripsi : ὐσιῶν leg. | in quo unitas fundari solet] add. || 9. οὐσία] scripsi : ὐσία leg. || 72. 1. Patrem etiam – 74. 5. sequentibus aperiemus] app. VI a. c. || 72. 1-2. Patrem etiam... in quibus scilicet unitas add. || 1. ὑποστάσει] scripsi : ὑποσάσει leg. || 2. quinetiam] Alexander itaque a. c. | exponit] non a. c. | eum] add. || 4. commonstrat] scripsi : commonstra leg. | vidit1] videt a. c. | vidit2] videt a. c. || 5. utrumque] ** a. c. | naturae] add. || 6. saepe] saepe* a. c. || 8. plenam] add.

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οὐσίαι, no de su identidad. (8) En efecto, a la desemejanza de las οὐσίαι no opone aquello de «Yo y el Padre somos uno»,97 el pasaje en el que suele basarse la unidad, sino esto, «El Hijo es la imagen del Padre».98 (9) De ahí que también en la carta a Alejandro de Bizancio llame con mucha frecuencia al Hijo ὑπόστασις: en efecto, ὑπόστασις y οὐσία significaban en aquel tiempo lo mismo. 72. (1) También al Padre y al Hijo los llama ἀλλήλων ἀχώριστα πράγματα δύο, «dos cosas inseparables la una de la otra», y τὰς τῇ ὑποστάσει δύο φύσεις, «dos naturalezas en cuanto a sustancia». (2) Es más, de las palabras del Salvador: «quien me ve a mí ve al padre» y «yo y el Padre somos uno», a saber, en las que suele basarse la unidad, en la carta a Alejandro de Bizancio hace una exposición sobre la semejanza, no sobre la unidad, lo que muestra suficientemente que él todavía no había pensado en aquella unidad. (3) Así escribe, en efecto: «El Señor afirma», dice, “yo y el Padre somos uno”, no para anunciarse a sí mismo como el Padre, ni para dar a entender que dos naturalezas en sustancia son una sola, sino porque el Hijo del Padre guarda semejanza expresa con el Padre de la manera más exacta, puesto que por naturaleza tiene en todo impresa su imagen, y es la imagen del Padre no desemejante en nada y la figura expresa del primer modelo. (4) Por ello también se lo mostró el Señor en abundancia a Filipo, que deseaba ver; pues al pedirle: “muéstranos al Padre”, le responde: “quien me ve a mí ve al Padre”, dado que por el espejo purísimo y animado de la divina imagen se ve al propio Padre». (5) Así escribe Alejandro, haciendo una exposición sobre la semejanza en ambos lugares y declarando que el primero no se explica según la unidad de naturaleza, algo que debe evaluarse particularmente. (6) Sobre esta semejanza Alejandro insiste a menudo, pero sobre la unidad no dice ni siquiera una palabra. (7) Sólo afirma la absoluta semejanza, y ésta no de igual a igual sino de menor a mayor. (8) Pues también de la inferioridad deduce esta plena semejan-

 Jn. 10, 30.  2 Cor. 4, 4; Col. 1, 15.

97 98

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colligit in eadem epistola hoc modo: «Est», inquit, «Filius imago Patris exactissima et in nullo discrepans. (9) Quippe liquet eum imaginem esse plene omnia continentem quibus maxima similitudo, sicut ipse Dominus docuit cum ait: “Pater major me est”». (10) Ita ille, quasi dicere vellet neminem nisi magnum aliquem Deoque simillimum sic se cum Deo conferre potuisse. (11) Et quamvis alibi Filium hoc solo vult inferiorem esse Patre, quod non sit ingenitus, hanc tamen inaequalitatem non tantum nominis et relationis esse confessus est, sed et naturae ipsius, quatenus scilicet substantia quae per aliam substantiam subsistit, natura sua inferiorem esse oportet quam alia illa substantia quae propria vi et natura subsistere potis est. (12) Etenim in eadem epistola ad Alexandrum Byzantii scribit «multum interesse inter Patrem ingenitum et res ab illo creatas ex nihilo tam rationales quam rationis expertes, ὣν μεσιτεύουσα φύσις μονογενὴς, “inter quae media est natura unigenita”».

[f. 36r]

73. Alexander itaque a doctrina Eusebianorum duas confitentium inaequales et similes substantias nondum plene recesserat, sed dum hos fugere conatus est in Sabellianismum ex parte tantum inciderat, et utriusque sententiae terminos contradictorios nectendo mediam quandam doctrinam composuerat, nomen substantiae divinis tribuens attributis et sic Deum unum simplicissimum in duas / substantias distinguens. 74. (1) Aliquos tamen eorum qui Alexandro adhaerebant aliter sensisse supra insinuavi. (2) Eustathius Antiochiae Sabellianus erat, Marcellus Ancyrae Samosatenus, uterque de deitate idem sentiebat, in doctrina de incarnatione tantum discrepantes. (3) Idem praeterea sentiebat Hosius, ut ex Concilio Sardicensi manifestum est, cui

Yah. 19 72. 8. Thdt. HE 1, 4, 47-48 || 12. Thdt. HE 1, 4, 45 72. 8. colligit] omnino a. c. | modo] scripsi : odo leg. || 10. conferre] conf*erre a. c. || 11. alibi] add. || 73. plene] plane a. c. | nectendo] inter*** a. c. | substantias distinguens] interea a. c. || 74. 1. aliquos] aliq*** a. c. : interea a. c. | eorum] add. || 2. Antiochiae] Antiochenus a. c. ut vid. | Ancyrae] scripsi : Ancyra leg. | Samosatenus] *** a. c. | uterque] hoc est quod ad a. c. | in doctrina] add.

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za en la misma carta, de esta manera: «Es el Hijo», dice, «la imagen exactísima del Padre y no divergente en nada. (9) Puesto que está claro que él es la imagen que contiene plenamente todo aquello con lo que guarda la mayor semejanza, así como el propio Señor enseñó cuando dijo: “El Padre es mayor que yo”».99 (10) Así escribe él, como si quisiese decir que nadie sino alguien grande y muy semejante a Dios puede compararse así con Dios. (11) Y aunque en otro lugar pretende que el Hijo sólo es inferior al Padre en tanto que no es ingénito, sin embargo confiesa que esa no igualdad no lo es sólo de nombre y de relación sino también de su propia naturaleza, hasta el punto en que, como es lógico, la sustancia que existe por medio de otra sustancia es preciso que sea por su propia naturaleza inferior a aquella otra sustancia que es capaz de existir por su propio poder y naturaleza. (12) Y en efecto en la misma carta a Alejandro de Bizancio escribe que «hay mucha diferencia entre el Padre ingénito y las cosas creadas por Él de la nada, tanto las racionales como las carentes de razón, ὣν μεσιτεύουσα φύσις μονογενὴς, “y entre Dios y éstas se encuentra la naturaleza unigénita”». 73. Así que Alejandro todavía no se había apartado plenamente de la doctrina de los eusebianos, que profesaban dos sustancias no iguales pero semejantes, sino que, en su intento por escapar de éstos, incurrió, sólo en parte, en sabelianismo, y a base de combinar términos contradictorios de ambos pareceres había compuesto una especie de doctrina intermedia, atribuyendo el nombre de sustancia a atributos divinos y dividiendo así al único y simplicísimo100 Dios en dos sustancias. 74. (1) Sin embargo he apuntado más arriba que algunos de los partidarios de Alejandro creían de otro modo. (2) Eustacio de Antioquía era sabeliano, Marcelo de Ancira samosateno, y ambos creían lo mismo acerca de la divinidad, discrepando sólo en la doctrina de la Encarnación. (3) Lo mismo, por lo demás, creía Osio, según queda de manifiesto por el Concilio de Sárdica, que naturalmente mo-

 Jn. 14, 28.  Es decir, no compuesto.

 99 100

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scilicet iste Hosius moderabat quodque Patris et Filii et S. S. unicam constituebat οὐσίαν, unicam ὑπόστασιν; eam esse ὑπόστασιν Filii quae sola est Patris; unum sine altero ne nominari quidem posse; Filium esse δύναμιν Patris, λόγον illum praeter quem non est alius, sapientiam item; hunc Deum et Filium dici propter unicam ὑπόστασιν ejus et Patris, et illud «ego et Pater unum sumus» dictum esse ob unitatem ὑποστάσεως. (4) Haec erat sententia consilii istius influentiis Hosianis constituta, quae quidem quam diversa sit ab illa Alexandri, quam consona principiis Sabellianorum, quis non videt? (5) Et ne putes Hosium cum suis aliquam distinctionem inter Patrem et Filium admisisse quam Samosateni et similes non admitterent, sciendum est distinctionem personarum non nisi post obitum Hosii a discipulis ejus inventam et praedicatam fuisse, ut in sequentibus aperiemus. 75. (1) Jam quod ad Eusebianos attinet, eorum doctrina ex epistolis et symbolis supra recitatis et posthaec recitandis constare potest et breviter ad hunc modum explicari potest: (2) unum esse Deum simplicissimum, sapientissimum, potentissimum et rerum omnium auctorem; (3) hujus ineffabilem omnipotentiam ad productionem rerum diversorum generum, graduum et ordinum non tantum se extendere ad creationem hominum, angelorum et similium naturarum peccabilium, sufficere sed et ad productionem naturarum his longe praestantiorum, impeccabilium, immutabilium, omni perfectionis genere praeditarum ad sui ipsius expressam similitudinem, in quantum natura genita ac dependens similis esse

Yah. 19 74. 3. iste Hosius moderabat] hic praesedit a. c. | et S. S.] add. | οὐσίαν] scripsi : ὐσίαν leg. | eam] * eam * a. c. | δύναμιν] ** a. c. | Patris λόγον illum] ** λόγον Patris illum esse filium a. c. | sapientiam item] add. | Deum et] add. || 4. haec erat] atque haec erat a. c. || 5. inventam] Sab a. c. | aperiemus] apperiemus a. c. : ostendemus a. c. || 75. 1. jam] pr*** a. c. | epistolis] *** a. c. | et posthaec recitandis] add. | breviter] scripsi : brevitur leg. || 2. unum] Deum a. c. | sapientissimum, potentissimum et] add. | rerum] rerumque a. c. : *omnipotentem a. c. || 3. ineffabilem omni] add. | diversorum – et ordinum] add. | se extendere] add. | sufficere] add. | sed] et a. c. | expressam] add. | similitudinem] scripsi : similitudenem leg. | natura genita ac] add. | dependens] *** a. c.

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deraba ese Osio y que establecía una única οὐσία, una única ὑπόστασις del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; y que la ὑπόστασις del Hijo es una y la misma con la del Padre; que el uno sin el otro no puede siquiera ser nombrado; que el Hijo es la δύναμις del Padre, aquel λόγος junto al cual no hay otro, y asimismo la sabiduría; que éste es llamado Padre e Hijo a causa de la única ὑπόστασις suya y del Padre, y que aquello de «yo y el Padre somos uno» se dijo por la unidad de ὑπόστασις. (4) Éste era el parecer de ese concilio, constituido por influencias de Osio: ¿y quién no ve qué distinto es este parecer del de Alejandro y qué acorde con los principios de los sabelianos? (5) Y para que no pienses que Osio y los suyos admitían alguna distinción entre el Padre y el Hijo que no admitiesen los samosatenos y semejantes, debe saberse que la distinción de las personas fue hallada y predicada por los discípulos de Osio sólo después de la muerte de éste, como revelaremos más adelante.101 75. (1) Ahora, por lo que respecta a los eusebianos, su doctrina puede constar por las cartas y los símbolos recitados más arriba102 y los que habrán de recitarse después, y puede exponerse brevemente de este modo: (2) que Dios es uno y simplicísimo, el más sabio, el más poderoso, el autor de todas las cosas; (3) que su inefable omnipotencia para la producción de cosas de diversos géneros, grados y órdenes no abarca sólo a la creación de los hombres, los ángeles y semejantes naturalezas sujetas al pecado, sino que abarca también la producción de naturalezas con mucho mejores que éstas, no sujetas al pecado, inmutables, dotadas de todo tipo de perfección a su propia expresa semejanza, en la medida en que una naturaleza engendrada y dependiente puede ser semejante a una

 No llega a tratarse en este texto.  Cf. 33, 11-28.

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potest naturae ingenitae ac independenti; (4) hanc potentiam Deo temere adimere ac denegare audacis esse ingenii et impii atque divinam omnipotentiam blasphemantis; (5) nullas vero in Deo facultates frustra sitas esse, et proinde Deum aliqua produxisse naturis peccabilibus perfectiora, nempe Spiritum propheticum supra angelos, Filium autem supra ipsum Spiritum, ejus substantiam aeque ac facultates substantiae genitam esse, totum genitum de toto ingenito, substantiam de substantia, spiritum completum de spiritu completo, perfectum de perfecto, verum Deum de vero Deo; (6) hunc ante omnia saecula et omnes creaturas genitum, et per hunc tanquam per manum caetera omnia a Deo creata et gubernata. [f. 36v]

(7) Cum autem / Deus, ubi mysteria sua revelat hominibus, ad exprimenda non fingat voces populis antea ignotas sed voces quae apud homines antea in usu erant adhibere solitus sit, has autem voces cum ab hominibus ad res mundanas exprimendas excogitatae sint, juxta proprias istas earum significationes non esse aptas ad divina mysteria adaequate exprimenda sed tantum obscure adumbrare posse, quatenus inter ista mysteria et res mundanas quas voces istae significant analogia quaedam et similitudo utut imperfecta intercedat. (8) Hujusmodi locutio per analogias et schemata ubique in Scripturis occurrit, etiam ubi Deus se clarius exprimere posset. (9) Cum Deus igitur opera sua revelare vellet hominibus, defectu aptiorum vocum eas elegit per quas homines

Yah. 19 75. 3. naturae] *** a. c. | ingenitae ac] add. || 4. potentiam] ineffabilem potentiam a. c. | temere] add. | audacis] * a. c. || 5. aliqua] aliqua* a. c. | produxisse] constituisse a. c. | propheticum] sanctum a. c. | Filium] ** a. c. | autem] add. | ejus substantiam – de toto ingenito] add. | aeque] aequ*e a. c. | substantiam de substantia] perfectum de perfecto totum de toto a. c. | substantia] substantia* a. c. | spiritum] ens comple sp a. c. | completum] completum et absolutum a. c. | perfectum de perfecto] add. | perfecto] perfecto et absoluto a. c. || 6. et omnes creaturas] add. | a Deo] add. : a Deo tandem a. c. || 7. autem] autem. (Jam vero quod ad nomina [** del.] Filii, Verbi, sapientiae, creaturae et similia sciendum add.) a. c. om. del. | ubi mysteria – ad exprimenda] revelando mysteria a. c. | voces1] voces adhibere solitus sit a. c. | erant] fuere a. c. | has autem] idque non semper juxta proprias significationes istarum vocum (sed del.) quasnam enim a. c. | cum ab hominibus] add. | excogitatae] ab hominibus excogitatae a. c. | sint] add. | proprias] istas a. c. | earum] add. | non esse] add. | aptas] aptas esse possunt a. c. | ad] iter. | adaequate] vere a. c. : adaequate a. c. | exprimenda] exprimenda ** a. c. | quatenus] quatenus scil a. c. | intercedat] intercedat. Sic ad opera cum edens opera sua nobis revelare velle a. c.

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naturaleza ingénita e independiente; (4) que quitarle a Dios temerariamente este poder y negárselo es propio de un carácter osado e impío y blasfemo contra la divina omnipotencia; (5) que, por el contrario, ninguna facultad está en Dios en vano, y que por ello Dios ha producido algunos seres más perfectos que las naturalezas sujetas al pecado, a saber, el Espíritu profético por encima de los ángeles, y al Hijo por encima del propio Espíritu, y que la sustancia de éste, así como las facultades de su sustancia, es engendrada, todo él engendrado de quien es todo ingénito, sustancia de sustancia, espíritu completo de espíritu completo, ser perfecto de ser perfecto, Dios verdadero de Dios verdadero; (6) que éste fue engendrado antes de todos los siglos y de todas las criaturas, y por medio de él, como por medio de una mano, todas las cosas fueron creadas y son gobernadas por Dios. (7) Pues bien, dado que Dios, cuando revela sus misterios a los seres humanos, no se inventa para expresarlos palabras antes desconocidas por las naciones sino que suele emplear palabras que ya antes estaban en uso entre los seres humanos, sin embargo estas palabras, dado que fueron pensadas por los humanos para expresar las cosas del mundo, según esos significados propios suyos no son aptas para expresar adecuadamente los misterios divinos, sino que sólo pueden esbozarlos de forma oscura, en la medida en que entre esos misterios y las cosas del mundo significadas por esas palabras media una cierta analogía y semejanza, por imperfecta que ésta sea. (8) El hablar de este modo por medio de analogías y esbozos se da en todas partes en las Escrituras, incluso cuando Dios habría podido expresarse con más claridad. (9) Toda vez que Dios, pues, quiso revelar sus obras a los seres humanos, por falta de palabras más apro-

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[f. 37r]

[f. 36v]

[f. 37r]

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sua opera vel productiones exprimere solebant: (10) nobilissimam et immediatam suam productionem contulit cum nobilissima productione humana et Filium vocavit, actumque producendi generationem; alias minus nobiles productiones quas condidit per Filium contulit cum manufacturis hominum quae minus nobiles sunt quam liberi, et nominibus inde mutuatis vocavit opera et creaturas, et horum respectu Filium vocavit manum et brachium suum, quatenus scilicet haec condidit et regit per Filium. (11) Igitur juxta hanc analogiam Christus genitus est non factus, caetera facta non genita. (12) Ita quidem stricte loquendum est, licet aliquando, cum non stricte offenditur ad hanc analogiam, Filius dicatur creatura (ut in Apoc. {...}, Prov 8 {...} juxta Septuaginta interpr. et veteres), et vice versa creaturae dicantur filii (ut {...}). / (13) His non obstantibus permagnam esse differentiam inter generationem Filii et creaturarum, juxta illud «generationem ejus quis enarrabit?». (14) Filius utique ex Patre immediate generatur, solus ex solo; creaturae autem ex Patre producuntur mediatione Filii. /(15) Rursus cum Filius media natura existat inter Deum et creaturas, ac Deus numquam se immediate revelet creaturis sed soli Filio immediate et creaturis solummodo per Filium, ideo facta comparatione inter Filium et vocem per quam homines mentem suam aperiunt, Filius dicitur λόγος τοῦ θεοῦ, i. e. Verbum vel sermo Dei, qua voce significatur quatenus Deus alloquitur creaturas per illum, et ratio vel mens Dei quatenus mens Dei in illo est, sicut mens hominis in verbis continetur. (16) Et hujusmodi erat theologia Eusebianorum. 76. (1) Quo sensu symbolum compositum fuit manifestum est ex sententia Hosii, qui id composuit. (2) Certe hic expressiones «ex

Yah. 19 75. 10. et immediatam] add. | condidit per Filium] per Filium condidit a. c. | manufacturis] minus nobilibus manufacturis quae mi a. c. | condidit] fi a. c. || 11. analogiam] anagogiam a. c. | Christus] * a. c. || 12. quidem] add. | dicatur] dicitur a. c. | vice versa] add. || 14. generatur, solus ex solo] solus ex solo generatur a. c. | autem ex Patre] add. || 15. Filius] Deus a. c. | ac] add. | soli Filio] ** per a. c. | ideo] ad ad a. c. | per] add. | aperiunt] apperiunt a. c. | τοῦ θεοῦ] τοῦ θεοῦ, qua tamen voce non tantum a. c. | vel sermo] add. | Dei1] Dei et a. c. | qua voce] add. : qua voce non a. c. : qua voce etiam atque mens * ratio vel mens significatur quatenus mens Dei in illo est a. c. | Dei2] add. || 76. 1. quo sensu symbolum] app. VII a. c. || 2. expressiones] per expressiones a. c.

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piadas eligió aquellas por las que los hombres solían expresar sus obras o producciones: (10) a su producción más noble e inmediata la comparó con la producción humana más noble y la llamó Hijo, y al acto de producir, generación; a las otras producciones menos nobles que creó por medio del Hijo las comparó con las manufacturas de los seres humanos, que son menos nobles que los hijos, y tomando prestados de ellas los nombres las llamó obras y criaturas, y con respecto a éstas llamó al Hijo mano y brazo suyo, en la medida, claro, en que éstas las creó por medio del Hijo y las rige a través de él. (11) Así que según esta analogía Cristo es engendrado, no creado, y lo demás es hecho, no engendrado. (12) Así al menos es como hay que hablar estrictamente, aunque algunas veces, cuando no se opone estrictamente a esta analogía, al Hijo se le llama criatura (como en Apoc. {...},103 Prov. 8 {...},104 según los Setenta intérpretes y los antiguos), y a su vez a las criaturas se les llama hijos (como en {...}).105 (13) A pesar de esto, hay una diferencia enorme entre la generación del Hijo y la de las criaturas, según aquello de «¿quién explicará su generación?».106 (14) El Hijo sin duda es generado inmediatamente a partir del Padre, él solo del Padre solo; por su parte, las criaturas son producidas a partir del Padre por mediación del Hijo. (15) De nuevo, dado que el Hijo existe como una naturaleza media entre Dios y las criaturas, y Dios nunca se revela sin mediación a las criaturas, sino sólo al Hijo sin mediación y a las criaturas sólo a través del Hijo, por ello, haciendo una comparación entre el Hijo y la palabra por la cual los seres humanos abren su mente, al Hijo se le llama λόγος τοῦ θεοῦ, es decir «Verbo o palabra de Dios», y recibe este nombre en la medida en que Dios habla a las criaturas a través de él, y razón o mente de Dios en la medida en que la mente de Dios está en él así como la mente del hombre está contenida en sus palabras. (16) Y así era la teología de los eusebianos. 76. (1) En qué sentido fue compuesto el símbolo queda de manifiesto por el parecer de Osio, que fue quien lo compuso. (2) Sin duda

 Cf. Apoc. 3, 14.  Cf. Prov. 8, 22. 105  Cf. Prov. 8, 31. 106  Is. 53, 8; Hch. 8, 33. 103 104

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[f. 37v]

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substantia Patris» et ὁμοούσιον adhibuit ad denotandum Filium ex Patre esse ut virtutem, proprietatem vel attributum ex substantia, et non aliam substantiam habere praeter illam Patris. (3) Hanc tamen opinionem magis secretis artificiis quam aperta disputatione patrocinatus esse videtur. (4) Nam praeterquam quod opinio illa dudum in Paulo Samosateno, Sabellio et similibus condemnata fuerat et ea de causa latebras diu captaverat, jam parati erant in ejus condemnationem non tantum Eusebiani sed alii quotquot cum Alexandro Filium et Patrem duas esse substantias credebant. (5) Praeterea imperator non tam eruendae veritati quam componendis litibus inter Alexandrum et Eusebianos operam dabat, et Hosius, comitatum secutus, morem gerebat / imperatori. (6) Quomodo igitur iste novas disputationes proponere ausus sit, quibus lites augerentur et imperatori major crearetur molestia? (7) Rursus Eusebiani duas substantias aperte professi sunt. (8) Idem fecit Alexander, neque Hosium hoc latuere potuit. (9) Si igitur Hosius contradicere ausus fuisset, disputatio de substantia Filii subinde nata fuisset, qualem tamen nemo commemoravit. (10) De modo quidem generationis, utrum necessitate naturae fuit vel voluntario, ab aeterno vel non ab aeterno disputabant, sed disputationis de natura genita, an illa substantia sit vel solummodo facultas et proprietas in paterna substantia subsistens, nullum extat vestigium.

Yah. 19 76. 2. adhibuit] adhibuit *in favorem Sabe Sab (a. c.) a. c. | non aliam] fil a. c. || 3. hanc] ** a. c. || 4. jam] add. | parati] aderant no a. c. | in ejus condemnationem] add. || 5. Hosius] m a. c. | comitatum] m a. c. || 6. proponere] ciere a. c. | augerentur] accen a. c. | majorem] major a. c. | molestia] molestiam a. c. || 7. Eusebiani] * a. c. : Eusebiani et Alexander Alexandrini (a. c. ut vid.) cum suis **** a. c. || 8. neque Hosium hoc latuere potuit] add. || 9. disputatio] disputatio subinde nata a. c. | qualem] qualis a. c. || 10. de modo] utrum * a. c. | quidem] add. : quo a. c. | generationis] generationis disputatum a. c. | utrum] utrum ab aeterno fuit (****, utrum add.) et necessario an voluntario **** a. c. | disputabant] disputatum fuit a. c. | sed disputationis – an illa] at disputationis (quaestionis a. c.) de substantia filii a. c. | sit] fil a. c. | et] ** a. c.

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éste empleó las expresiones «de la sustancia del Padre» y ὁμοούσιος para denotar que el Hijo procede del Padre como una virtud, propiedad o atributo de la sustancia, y que no tiene otra sustancia más que la del Padre. (3) Sin embargo parece que apoyó esta opinión a escondidas mediante artificios más que en una discusión abierta. (4) Pues además del hecho de que aquella opinión había sido condenada hacía tiempo en Pablo de Samósata, Sabelio y sus semejantes, y por esa causa había pasado a la clandestinidad desde hacía mucho, ahora estaban dispuestos a condenarla no sólo los eusebianos sino todos los demás que como Alejandro creían que el Hijo y el Padre eran dos sustancias. (5) Además el emperador se esforzaba no tanto para averiguar la verdad como para arreglar las luchas entre Alejandro y los eusebianos, y Osio, como seguidor de su corte, obedecía al emperador. (6) ¿Cómo iba él, pues, a osar proponer nuevas disputas con las que la lucha tomara mayores dimensiones y al emperador le surgiera una molestia mayor? (7) De nuevo los eusebianos profesaron abiertamente dos sustancias. (8) Lo mismo hizo Alejandro, y esto no podía pasar desapercibido a Osio. (9) Así que si Osio se hubiera atrevido a contradecirlos, a continuación habría nacido una disputa en torno a la sustancia del Hijo, pero sin embargo nadie menciona nada semejante. (10) Disputaban sin duda sobre si el modo de la generación fue por necesidad de su naturaleza o por su voluntad, desde lo eterno o no, pero no queda ningún rastro de una disputa en torno a la naturaleza engendrada, si era aquélla una sustancia o sólo una facultad y propiedad existente en la sustancia del Padre.

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(11) Denique Eusebiani contra adversarios ita disputabant ut qui crederent duas substantias ab illis concedi neque suspicarentur istam doctrinam a quibusvis eorum in dubium vocari. (12) Etenim contra homousion disputantes dicebant {...} (Socr. l. {...} c. {...}, confer cum Euseb. Epist. ib.) (13) Haec inquam sunt verba disputantium contra eos qui duas concedebant substantias per homousion intelligi sed quomodo homousiae essent explicare non possent. (14) Et quamvis Eusebiani sic disputarunt et Hosiani facile diluere possent objectionem, si substantiam Filii negare ausi fuissent et dicere Filium non esse ex Patre ut substantiam de substantia sed tantum ut virtutem ex substantia, non tamen ausi sunt sic respondere, sed imperator pro eis respondet id non juxta affectiones corporum sed divinis arcanisque rationibus intelligendum. (15) Neque responsio ulterior data commemoratur. 77. (1) Ex his itaque colligo totam disputationem inter Eusebianos et eos qui cum Alexandro sentiebant fuisse, et Hosium, Eustathium, Marcellum et similes privatis opinionibus solummodo studuisse, quatenus sub specie suffragatorum Alexandri id facere liceret. [f. 35r]

(2) Jam vero qua ratione lis inter Alexandrum et Eusebianos composita fuit, / Eusebius Caesareae in epistola ad Caesarienses suos eo ipso tempore data descripsit his verbis (apud Theod. lib. 1, c. 12): (3) «Quae de fide ecclesiastica in magno Concilio Nicaeae congregato tractata sunt, verisimile quidem est jam vos aliunde didicisse, fratres carissimi, cum accuratam rerum gestarum narrationem fama plerumque soleat praecurrere. (4) Verum ne istiusmodi rumore res vobis aliter quam se habet nuncietur, necessarium putavimus ad vos mittere primum quidem fidei

Yah. 19 76. 12. Cf. Socr. Sch. HE 1, 8, 32; Socr. Sch. HE 1, 8, 35-54 || 77. 3-20. Thdt. HE 1, 12, 1; 1, 12, 9-15; 1, 12, 16-18 76. 11. duas] duas **** patris et fi a. c. | istam] quosvis (eorum del.) hanc a. c. || 12. confer] quam a. c. || 13. quomodo] quomodo dum a. c. ut vid. | homousiae] homousii a. c. || 14. substantia] substantia* a. c. | ex substantia] et a. c. ut vid. | sed divinis] ** a. c. || 15. responsio] respond a. c. || 77. 1. Eustathium, Marcellum et similes] cum similibus a. c. | solummodo] add. || 2. jam vero qua – ad Caesarienses suos] videamus jam quo sensu Eusebiani subscripserint. Et hoc Eusebius Caesareae in f. 35r a. c. | inter] scripsi : in leg.

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(11) Finalmente, los eusebianos argumentaban contra sus adversarios en la creencia de que éstos concedían la existencia de dos sustancias, y sin sospechar que esa doctrina fuera puesta en duda por ninguno de ellos. (12) Y en efecto, argumentando contra la palabra «homousio», decían: {...} (Sócr. l. {...} c. {...}, cf. Euseb. Epíst. ib.). (13) Éstas, digo, son sus palabras al disputar contra quienes concedían que mediante la palabra «homousio» se entendían dos sustancias, pero no podían explicar cómo eran éstas «homousias». (14) Y aunque los eusebianos disputaron así y los osianos fácilmente habrían podido eliminar la objeción si se hubieran atrevido a negar la sustancia del Hijo y a decir que el Hijo no procedía del Padre como una sustancia de una sustancia sino sólo como una virtud de una sustancia, sin embargo no se atrevieron a responder así, sino que el emperador responde por ellos que no debía entenderse según las afecciones de los cuerpos sino por razones divinas y arcanas. (15) Y no se recuerda que se diera una respuesta posterior. 77. (1) Así que deduzco que toda la disputa entre los eusebianos y quienes compartían el parecer de Alejandro provino de ahí, y Osio, Eustacio, Marcelo y similares sólo se afanaron en sus opiniones privadas en la medida en que les era posible hacerlo bajo la apariencia de partidarios de Alejandro. (2) Pues bien, Eusebio de Cesarea, en su carta a los cesarienses escrita en esa misma época, describe con las siguientes palabras de qué modo se puso fin a la lucha entre Alejandro y los eusebianos: (3) «Es verosímil que ya vosotros os hayáis enterado por otra fuente, queridísimos hermanos, de aquello que se trató sobre la fe de la Iglesia en la reunión del gran Concilio de Nicea, puesto que en la mayoría de los casos la fama suele correr por delante de la narración cuidadosa de los hechos. (4) Pero para que un rumor de este tipo no os anuncie lo sucedido de forma distinta a como es, hemos creído necesario enviaros en primer lugar la fórmula de fe que pro-

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formulam a nobis propositam, deinde alteram quam episcopi quibusdam ad nostram adjectis appendicibus promulgarunt...»

[f. 38r]

(5) Dein, symbola illa duo quae supra audivistis recitans, haec subjicit: «Cum haec ab illis dictata esset fidei formula, id quod ab illis dictum erat “ex substantia Patris” et ὁμοούσιος non absque examine praetermisimus. (6) Hinc igitur variae quaestiones ortae sunt et responsiones, et quaenam esset eorum verborum sententia accurate expendebatur. (7) Et has quidem voces, “ex substantia”, fassi sunt hoc significare: Filium quidem esse ex Patre sed non tanquam partem ipsius Patris. (8) Hunc sensum ut nos quoque amplecteremur aequum omnino videbatur, cum pia doctrina praedicat Filium ex Patre esse, non tamen partem esse illius substantiae... (9) Pari ratione / has etiam voces approbavimus: “genitum, non factum”. (10) Nam factum verbum esse dicebant commune reliquis omnibus creaturis quae per Filium factae sunt, quibus nihil simile habeat Filius, ac proinde eum non esse facturam sed longe praestantioris esse substantiae quam factura quaevis: (11) quam quidem ex Patre esse divina docent oracula, arcano quodam generationis modo, qui nec verbis exprimi, nec intelligentia comprehendi ab ulla possit creatura. (12) Sic etiam illud consubstantialem esse Filium Patri, cum allatis rationibus discussum est, convenit non juxta corporum modum, neque... instar mortalium animantium accipi debere, nam neque per divisionem substantiae, neque per abscissionem, nec per mutationem paternae essentiae atque virtutis id posse constare, verum hoc consubstantialem esse Patri nihil aliud significare quam Filium Dei nullam cum creaturis ab ipso factis similitudinem habere, sed solius Patris, a quo genitus sit, per omnia similem esse, nec ex alia quadam substantia vel essentia, sed ex Patre esse. (13) Quod cum ita expositum fuisset, merito approbandum esse censuimus, quandoquidem nonnullos ex veteribus insignes episcopos et disertos scriptores in explicanda Patris ac Filii divinitate hoc vocabulo consubstantialis usos esse cognovimus. Yah. 19 77. 3-20. Thdt. HE 1, 12, 1; 1, 12, 9-15; 1, 12, 16-18 77. 10. quaevis] quaevis. Sic etiam illud consubstantialem esse filium a. c. || 12. verum] i a. c. | substantia vel essentia] hypostasi aut substantia a. c.

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pusimos nosotros, y luego la otra que los obispos promulgaron añadiendo algunos apéndices a la nuestra...». (5) Luego, recitando aquellos dos símbolos que habéis escuchado más arriba,107 añade lo siguiente: «Después de que ellos dictasen esa fórmula de fe, no dejamos pasar sin examen aquellas expresiones que habían dicho, “de la sustancia del Padre” y ὁμοούσιος. (6) De modo que de aquí se originaron varias preguntas y respuestas, y se ponderaba cuidadosamente cuál era la intención de esas palabras. (7) Y en cuanto a esta expresión, “de la sustancia”, afirmaron que significaba esto: que el Hijo procedía del Padre pero no como una parte del propio Padre. (8) Parecía del todo justo que también nosotros abrazásemos este sentido, dado que la piadosa doctrina predica que el Hijo procede del Padre pero no es sin embargo parte de su sustancia... (9) Con similar razonamiento aprobamos también estas palabras: “engendrado, no creado”. (10) Pues decían que creado es una palabra común a todas las demás criaturas que fueron hechas por medio del Hijo, con las cuales el Hijo no tiene nada semejante; y que por ello él no era una criatura sino de una sustancia mejor con mucho que cualquier criatura: (11) y los oráculos divinos enseñan que sin duda esta sustancia proviene del Padre, en virtud de alguna arcana forma de generación que ninguna criatura puede expresar con palabras ni comprender con la inteligencia. (12) Así también aquello de que el Hijo es consustancial al Padre, cuando se discutió aduciendo razones, se convino en que no se debe tomar según el modo de los cuerpos ni... a la manera de los mortales animados, pues no puede consistir en división de la sustancia, ni en abscisión ni en transformación de la esencia y la virtud del Padre, sino más bien que el ser consustancial al Padre no significa sino que el Hijo de Dios no tiene ninguna semejanza con las criaturas hechas por él mismo, sino que es semejante en todo sólo al Padre, por el cual fue engendrado, y que no procede de ninguna otra sustancia o esencia sino del propio Padre. (13) Y al haberse expuesto esto así, merecidamente consideramos que era menester aprobarlo, una vez que supimos que algunos insignes obispos y elocuentes escritores de los antiguos habían utilizado este vocablo, “consustancial”, en su explicación de la divinidad del Padre y el Hijo.  Cf. 53, 11; 55, 1-3.

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(14) Atque haec dicta sint de fide quae Nicaeae promulgata est, cui quidem consensimus omnes non leviter et inconsulto sed juxta sensus allatos, qui coram ipso religiosissimo imperatore discussi et ob rationes superius expositas ab omnibus comprobati sunt. (15) Sed et anathematismum qui post fidei formulam ab illis est promulgatus haud/quaquam moleste suscepimus, eo quod peregrinis et a Sacra Scriptura alienis vocibus uti prohibeat, ex quibus omnis fere dissentio ac perturbatio Ecclesiarum exorta est... (16) Quin et istud “priusquam gigneretur non erat” anathemate damnare haud incongruum duximus, eo quod apud omnes in confesso sit illum esse Filium Dei etiam ante corporalem nativitatem. (17) Jam vero imperator noster Deo carissimus ratiocinando adstruebat, etiam secundum divinam ipsius generationem illum esse ante omnia saecula. (18) Nam priusquam actu gigneretur potentia erat in Patre ingenita quadam ratione, cum Pater semper sit Pater, rex item semper atque servator, et omnia sit potentia, semperque eodem modo ac similiter se habeat. (19) Haec vobis necessario scribenda esse duximus, dilectissimi, ut vobis liquido demonstremus quanto cum judicio tum dubitatio, tum assentio nostra librata sit, et quod recte atque ordine primum quidem ad extremam usque horam restitimus, quamdiu nonnulla aliter quam oportuit scripta nos offendebant; (20) tandem vero ea quae non molesta erant sine contentione amplexi sumus, postquam nobis, verborum sententiam candide examinantibus, apparuit ea prorsus cum illis convenire quae nos ipsi in fide primum a nobis exposita confessi fueramus». (21) Haec Eusebius, quae omnia fideliter relata esse non est dubium, siquidem hae literae ad publicam notitiam destinatae sint, et Eusebius, vir cautissimus et imperatoris semper observantissimus, non ausus fuisset tam imperatori, a quo haec omnia comprobata esse dicit, quam synodo, cujus defensioni permulti jam passim

Yah. 19 77. 3-20. Thdt. HE 1, 12, 1; 1, 12, 9-15; 1, 12, 16-18 77. 20. non molesta erant] nihil offensionis habebant a. c.

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(14) Y sea esto lo dicho acerca de la fe que se promulgó en Nicea, en la que estuvimos todos de acuerdo no a la ligera y sin reflexión, sino aduciendo razonamientos que fueron discutidos en presencia del religiosísimo emperador en persona y aprobados por todos por las razones expuestas más arriba. (15) Pero también aceptamos sin la menor molestia el anatema que promulgaron después de la fórmula de fe, dado que prohíbe el uso de palabras extrañas y ajenas a la Sagrada Escritura, palabras de las que ha nacido casi toda disensión y perturbación de las Iglesias... (16) Es más, también eso de que “antes de ser engendrado no existía”, no consideramos incongruente castigarlo con el anatema, dado que todos admiten que aquél era Hijo de Dios incluso antes de su natividad corporal. (17) Ahora bien, nuestro emperador queridísimo a Dios añadía con su razonamiento que incluso de acuerdo con su propia generación divina existía él antes de todos los siglos. (18) Pues antes de que se originara en acto, estaba en el Padre en cierto modo su potencia ingénita: puesto que el Padre siempre es Padre, así como siempre rey y Salvador, y es todas las cosas en potencia y siempre igual y el mismo. (19) Consideramos necesario escribiros esto, queridísimos, para mostraros con claridad con cuánto juicio calibramos tanto nuestra duda como nuestro asentimiento, y para mostraros que con rectitud y orden resistimos primero hasta el último momento durante todo el tiempo en que nos causaban rechazo escritos distintos de los que hacían falta; (20) y finalmente abrazamos sin porfía lo que no resultaba molesto, una vez que, al examinar nosotros cándidamente la intención de las palabras, se vio que lo que nosotros mismos habíamos profesado en la fe que se expuso primero estaba en todo de acuerdo con aquello». (21) Esto escribe Eusebio, y no hay duda de que todo ello está relatado con fidelidad, dado que esta carta estaba destinada a conocimiento público, y Eusebio, hombre extremadamente cauto y siempre observantísimo del emperador, no se habría atrevido a calumniar tan abiertamente tanto al emperador, por quien dice que fue aprobado todo lo referido, como al sínodo, al cual ya en todas partes

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advigilabant, calumnias tam aperte struere. (22) Hae litterae in multorum manibus conterebantur et inter alios Athanasius, Eusebii hostis acerrimus, eas viderat, et tamen nec Athanasius, quod scio, aut alius quisquam qui concilio interfuerat Eusebium reprehendit unquam vel res aliter gestas / fuisse narravit. (23) Imo Constantinus, cui hae literae, si insincerae fuissent, certe multum displicuissent, a tempore hujus concilii Eusebium adeo dilexit, ut diversas litteras ad eum scripserit et dignum praedicaverit qui totius orbis episcopatu fungeretur. 78. (1) Jam vero ex hac epistola observandum venit quod Hosiani, sub initio disceptationis illius quae coram imperatore habita fuit, nonnulla scripserant in formula fidei quibus Eusebiani nollent assentiri, sed fortiter resistentes expungi tandem effecerunt. (2) Hinc patet Eusebianos non prorsus concessisse in sententiam adversariorum, sed eos nolentes volentes Eusebianis in aliquibus indulsisse. (3) Observandum est praeterea quod Eusebiani non concessere Filium ab aeterno fuisse, nisi quatenus potentia erat in Patre antequam gigneretur; quodque Constantinus nihil amplius ab eis exegit quam ut potentia saltem si non actu Filium semper fuisse in Patre concederent. (4) Hinc enim patet imperatorem, ad cujus mentem omnia gesta erant, non huic incubuisse ut omnes conspirarent in eundem sensum, sed id tantum egisse ut pacis gratia quocunque demum sensu subscriberent. 79. (1) Paradoxon igitur videri non debet quod Eusebius scribit de interpretatione vocis ὁμοουσίου, nempe quod imperator et synodus nihil amplius per vocem istam significandum exegerint quam Filium esse Patri per omnia similem. (2) Vox ὅμος «similem» significat aeque ac «parem», et aliquando in compositione etiam

Yah. 19 77. 23. Cf. Niceph. HE 8, 45 77. 22. nec Athanasius – aut alius] nec Athanasius nec alius a. c. || 78. 1. venit] venit. 1 a. c. | illius quae... habita fuit, nonnulla scripserant] ... nonnulla scripserant a. c. || 2. adversariorum] Hosianorum nec in eorum sensu subscripsisse a. c. | eos] adversarios a. c. : Hosianos a. c. || 3. observandum] 2. **** a. c. | praeterea] add. | exegit] exegerit a. c. | Filium] add. || 4. conspirarent] subscriberent a. c. | eundem sensum] eodem sensu a. c. || 79. 1. paradoxon – non debet] certe igitur verum est a. c. || 2. ὅμος] utique ὅμος a. c.

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había muchos dispuestos a defender. (22) Esta carta iba y venía en manos de muchos y entre otros la había visto Atanasio, enemigo acérrimo de Eusebio, y sin embargo ni Atanasio, por lo que yo sé, ni ningún otro que hubiera participado en el concilio censura nunca a Eusebio ni cuenta que las cosas se llevasen a cabo de otro modo. (23) Es más, Constantino, a quien sin duda habría disgustado mucho esta carta si hubiese sido insincera, desde la época de este concilio apreció tanto a Eusebio que le escribió varias cartas y lo declaró digno de desempeñar el obispado sobre todo el orbe. 78. (1) Pues bien, se presta a observación en esta carta el hecho de que los osianos, al comienzo de aquella disputa que tuvo lugar ante el emperador, habían escrito en la fórmula de fe algunas cosas a las que los eusebianos no quisieron dar su asentimiento, sino que, resistiendo con firmeza, lograron finalmente que fueran suprimidas. (2) De aquí queda claro que los eusebianos no cedieron del todo al parecer de sus adversarios, sino que éstos tuvieron que hacer, quisieran o no, algunas concesiones a los eusebianos. (3) Debe observarse además que los eusebianos no concedieron que el Hijo hubiera existido desde la eternidad, a no ser en la medida en que existía en potencia en el Padre antes de ser engendrado; y que Constantino sólo les exigió que concediesen que el Hijo había existido siempre en el Padre, si no en acto, al menos en potencia. (4) En efecto de aquí queda claro que el emperador, a cuyo parecer se había amoldado todo el debate, no había insistido en que todos estuvieran de acuerdo en el mismo sentido, sino que sólo había actuado para que en favor de la paz suscribiesen por fin en cualquier sentido que fuera. 79. (1) Así que no debe resultar extraño lo que Eusebio escribe acerca de la interpretación de la palabra ὁμοούσιος: a saber, que el emperador y el sínodo sólo habían exigido que se diera a entender por medio de esta palabra que el Hijo es similar al Padre en todo. (2) La palabra ὅμος significa tanto «semejante» como «parejo», y algu-

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retinet hanc significationem, ut in his: ὁμοπαθὴς, «similibus passionibus obnoxius»; ὁμόνεκρος, «mortuo similis quoad corruptionem»; ὁμόφλοιος, «similem habens corticem». (3) Jam vero dicendum est Eusebianos vel in hoc sensu vocem homousii accepisse, vel in sensu adversariorum, hoc est, ita ut Filius intelligeretur esse illa Patris coessentialis sapientia a qua Pater denominatur sapiens. (4) At si / Eusebiani conspirassent cum adversariis in hunc sensum, nihil reliquum fuisset offendiculi, nulla amplius discrepantia, cum tamen Eusebius expresse scribat se ad ultimam horam restitisse, donec aliqua quae aliter scripta fuerant quam oportuit e formula fidei tollerentur. (5) Qua de causa, quaeso, haec deleta sunt, si Eusebiani in una voce homousii totam adversariorum sententiam concederent? (6) Alexander accusaverat Arium quasi Filium statueret dissimilem Patri, et contra disputans similitudinem Filii apprime asseruerat. (7) Non mirum igitur si in Symbolo Nicaeno eandem similitudinem in Arii condemnationem asserere vellet. (8) Siquid amplius intelligi vellet, id non potuit exprimere. (9) Imperator quidem haerentibus succurrere conatur dicendo id divinis arcanisque rationibus intelligendum esse. (10) Sed Eusebiani claram expositionem postulabant. (11) Cum igitur voces quasdam quae offendiculo erant rejici jam ante effecissent atque ita metus esset ne haec vox defectu clarae expositionis similiter rejiceretur, quid mirum si Alexander cum suis expositioni de similitudine Filii tandem acquiescerent, praesertim cum putarent Arium in ista expositione condemnari, ut ex anathematismo patet, ubi dissimilitudo rursus condemnatur? (12) Siquid amplius Alexander voluit significari, id in hoc fundavit quod Filius sit sapientia illa unica qua Pater sapit. (13) Hoc tamen nemo certe dixerit ab Eusebianis concessum. (14) Et si fundamentum exploserint, qua, quaeso, efficacia potuit Alexander

Yah. 19 79. 3. adversariorum] homousianorum Hosianorum a. c. || 4. adversariis] Hosianis a. c. | reliquum fuisset – discrepantiae] amplius discrepantiae reliquum fuisset a. c. | restitisse] reluctasse a. c. || 5. qua de causa] certe igi a. c. | quaeso] add. | in una voce] totam adversariorum a. c. || 6. Alexander accusaverat – 84. 17. consensum habemus] app. VIII a. c. || 9. haerentibus] add. || 11. atque] et me a. c. || 79. 12. – 79. 16. Alexander voluit significari... intelligendum esse concederent] add.

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nas veces en composición retiene también este significado, como en éstas: ὁμοπαθὴς, «aquejado por semejantes sufrimientos»; ὁμόνεκρος, «semejante a un muerto en cuanto a la corrupción»; ὁμόφλοιος, «que tiene una corteza semejante». (3) Pero ahora hay que decir si los eusebianos tomaron la palabra «homousio» en este sentido o en el sentido de los adversarios, es decir, de tal forma que se entendiese que el Hijo es aquella sabiduría coesencial al Padre por la cual el Padre es llamado sabio. (4) Sin embargo, si los eusebianos hubiesen estado de acuerdo con sus adversarios en este sentido, no habría quedado ningún obstáculo, ninguna discrepancia más, cuando en cambio Eusebio escribe de forma expresa que él resistió hasta el último momento, hasta que se quitaron de la fórmula de fe algunas cosas que no se habían escrito como convenía. (5) ¿Por qué razón, pregunto, se suprimieron éstas, si los eusebianos admitían en la sola palabra «homousio» el parecer de los adversarios en su totalidad? (6) Alejandro había acusado a Arrio como si éste hubiera establecido que el Hijo es desemejante al Padre, y argumentando en el sentido contrario había afirmado en primer lugar la semejanza del Hijo. (7) Así que no es sorprendente que en el Sínodo de Nicea quisiera afirmar la misma semejanza para condenación de Arrio. (8) Si quería que se entendiese algo más, no pudo expresarlo. (9) El emperador sin duda intenta socorrer a los dudosos diciendo que había que entenderlo según razones divinas y arcanas. (10) Pero los eusebianos pedían una exposición clara. (11) Así que, puesto que ya antes habían logrado que se rechazasen algunas palabras que resultaban un obstáculo, y existía así el miedo de que de la misma manera se rechazara esta palabra por falta de una exposición clara, ¿qué hay de sorprendente en que Alejandro y los suyos diesen por fin su asentimiento a la explicación sobre la semenjanza del Hijo, en especial al considerar que Arrio era condenado por esa explicación, según queda claro por el anatema, donde de nuevo se condena la desemejanza? (12) Si Alejandro quiso que significase algo más, lo basó en aquello de que el Hijo es esa única sabiduría por la que el Padre es sabio. (13) Pero sin duda nadie diría que eso lo aceptaban los eusebianos. (14) Y si habían hecho explotar el fundamento, ¿con qué eficacia, pregunto, pudo Alejandro exigirles a los eusebianos

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id ab Eusebianis exigere quod huic fundamento innixum est? (15) Concussis principiis confidentias deductionum minui solet. (16) Praeterea ex argumento illo imperatoris quod Filius ab aeterno fuit in Patre potentia saltem si non actu, certum est quod imperator ab Eusebianis confessionem aeternae generationis actualis extorquere non posset, et si hanc non extorsit certe non effecit ut decederent de sententia, vel aliquid amplius per ὁμοούσιον quam similitudinem substantiae intelligendum esse concederent.

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80. (1) Sed dices illud «ex substantia Patris» aliquid amplius insinuare. (2) Quid, quaeso? An ex substantia tanquam ex materia spirituali substrata? (3) Certe nemo rem ita intellexit: non Hosius, ne Filium et Patrem duas constitueret substantias, non Alexander, ne unam substantiam divideret in duas. (4) Omnes credidere Filium ex Patre esse non ut desumptum ex substantia Patris tanquam ex materia, sed ut subsistentem vi et efficacia Patris: Hosius, ut virtutem et proprietatem substantiae; Alexander, ut aliam substantiam subsistentem naturali efficacia substantiae paternae; Eusebius, ut aliam substantiam subsistentem voluntaria efficacia substantiae paternae. (5) Differunt Hosius et Alexander in sola natura Filii, quem / dicunt ex substantia esse, utrum scilicet ille substantia sit vel proprietas et virtus substantiae. (6) Differunt Alexander et Eusebius in sola efficacia substantiae paternae Filium sustinentis, utrum ea naturalis sit vel voluntaria. (7) Has differentias illud «ex substantia» non dirimit ac determinat, sed indifferenter se habet ad omnium opiniones, proinde, per imperitiam a patribus positum, nihil prorsus ad disputationem facit. 81. (1) Emphasis igitur in solo homousio consistit, quod tamen de similitudine substantiae expositum fuisse tam rationibus quam testimonio Eusebii ostendi, neque extat testis contrarius. (2) Ita igitur res composita fuit, ut cum Eusebiani non cederent et suffragatores Alexandri quasdam voces quae offendiculo erant

Yah. 19 79. 15. concussis] scripsi : concussissis leg. || 80. 4. substantia] patre tan a. c. | et1] add. | substantiae] et facultatem a. c. || 5. proprietas] virtus et facul a. c. || 6. efficacia] scripsi : efficaciae leg. || 81. 1. ostendi] ostenderim a. c. || 2. quasdam] scripsi : quasdem leg. | voces] voces remittere a. c.

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aquello que se apoyaba en dicho fundamento? (15) Al quedar sacudidos los principios suele ocurrir que las deducciones pierden credibilidad. (16) Además, a partir de aquel argumento del emperador de que el Hijo existió desde la eternidad al menos en potencia en el Padre, si no en acto, queda demostrado que el emperador no podía arrancarles a los eusebianos la confesión de una generación eterna en acto, y si no se la arrancó sin duda no logró que desistiesen de su parecer, o que concediesen que había que entender por ὁμοούσιος algo más que la semejanza de sustancia. 80. (1) Pero dirás que la expresión «de la sustancia del Padre» quiere insinuar algo más. (2) ¿Qué, pregunto? ¿De una sustancia como de una materia espiritual subyacente? (3) Sin duda nadie lo entendió así: no Osio, no fuera a constituir a Padre e Hijo en dos sustancias; no Alejandro, para no dividir una sola sustancia en dos. (4) Todos creyeron que el Hijo procedía del Padre no como sacado de la sustancia del Padre como de una materia, sino como subsistente por la fuerza y la eficacia del Padre: Osio como virtud y propiedad de la sustancia, Alejandro como otra sustancia subsistente por la eficacia natural de la sustancia del Padre, Eusebio como otra sustancia subsistente por la eficacia voluntaria de la sustancia del Padre. (5) Difieren Osio y Alejandro sólo en la naturaleza del Hijo, que dicen que proviene de una sustancia: en si es sustancia o bien si es propiedad y virtud de sustancia. (6) Difieren Alejandro y Eusebio sólo en la eficacia de la sustancia del Padre que sostiene al Hijo: en si ésta es natural o voluntaria. (7) Estas diferencias no las dirime ni determina la expresión «de la sustancia», sino que ésta se mantiene indiferente a todas las opiniones, y por ello, escrita por los padres por torpeza, no hace al caso en absoluto. 81. (1) Así que el énfasis se pone sólo en la palabra «homousio», que sin embargo ya he mostrado que se explicó en relación a la semejanza de la sustancia, por las razones así como por el testimonio de Eusebio, y no hay testigo contrario. (2) Así que el asunto se resolvió así: al no ceder los eusebianos y verse obligados los partidarios de Alejandro a renunciar a algunas palabras que resultaban un

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remittere cogerentur, reliquas tandem, ne de iis etiam exciderent, laxe interpretati sint; (3) dein Eusebiani, ne de verbis solis disputantes contensiosi viderentur et a pace tantopere quaesita aversi, acquieverint, imperatore concordiam modis omnibus promovente, et angusto tempore disputationis (quae non nisi per paucas horas unius diei duravit) ad accuratam rerum omnium considerationem non sufficiente.

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82. (1) Sozomenes (l. 3, c. 18 et 19) de temporibus Concilium Nicaenum proxime secutis ita scribit: (2) «Eusebiani», inquit, «et alii quidam orientalium, partim episcopi qui tum doctrinae tum sanctitatis per id tempus celeberrimi habebantur, distinctionem quandam, sicuti accepimus, tradiderunt inter consubstantiale et simile quoad substantiam, quod illi homoeusium vocabant. (3) Etenim consubstantiale quidem in corporibus proprie intelligi, quae participant ac generantur ex simili. (4) Homoeusium vero in rebus incorporeis locum habere, quorum unumquodque secundum propriam usiam per se seorsim intelligitur. (5) Ab iis igitur imperator Constantius in errorem inductus est... et vocem commutans pro homousio dixit homoeusium. (6) Sic enim placuit istis doctoribus, ita omnino dicendum esse affirmantibus si exactius loqui velimus, nam, nisi ita dixeris, periculum esse ne corpus esse sentias quod / est incorporeum... (7) Nec sane mirum est illud imperatori contigisse, cum permulti etiam episcopi qui fidei Nicaeni Concilii assentiebantur idem vocabulum citra contentionem admitterent; alii vero utraque dictione ad unam eandemque rem significandam promiscue utebantur». (8) Ex hisce patet illam quam diximus homoeusii per homousium interpretationem temporibus Concilio Nicaeno proximis in usu fuisse, idque non tantum apud eos qui decretum Nicaenum aversati erant, sed et apud alios qui synodum amplectebantur et ejus

Yah. 19 82. 2-7. Soz. HE 3, 18, 2 - 3, 19, 1 81. 3. non sufficiente] non sufficiente. / His expositis, restat ut de modo subscriptionis inquiramus a. c. || 82. 1. Sozomenes l. 3, c. 18 et 19 – 83. 2. Nicaenae secundae] add. || 82. 2. homoeusium] scripsi : hmoeusium leg. || 3. consubstantiale] scripsi : consubstantile leg. | quidem in corporibus proprie] in corporibus quidem a. c. || 4. per se] add. || 5. vocem] scripsi (coll. fonte) : iter. leg.

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obstáculo, interpretaron en un sentido laxo finalmente las demás, para no verse privados también de ellas; (3) luego los eusebianos, para no parecer contenciosos al disputar sólo sobre palabras y hostiles a la paz que con tanto esfuerzo se buscaba, se dieron por satisfechos, dada además las circunstacia de que el emperador promovía la concordia por todos los medios posibles y de que el escaso tiempo de discusión (que no duró sino unas pocas horas de un solo día) no era suficiente para la consideración detallada de todos los aspectos. 82. (1) Sozómeno (l. 3, c. 18 y 19) escribe así de los tiempos que siguieron inmediatamente al Concilio de Nicea: (2) «Los eusebianos», dice, «y algunos otros orientales, en parte obispos que en aquel tiempo eran tenidos por muy célebres por doctrina y por santidad, transmitieron una cierta distinción, según hemos sabido, entre consustancial y semejante en cuanto a sustancia, concepto que ellos llamaban “homoeusio”. (3) En efecto, afirmaban que consustancial se entiende propiamente en los cuerpos, que participan y se generan de lo semejante. (4) Lo “homoeusio”, por su parte, se da en las cosas incorpóreas, cada una de las cuales se entiende por sí misma separadamente de acuerdo con su propia esencia. (5) Así que el emperador Constancio fue llevado por éstos al error... y cambiando una palabra por la otra dijo “homoeusio” en lugar de “homousio”. (6) Así en efecto les pareció bien a estos doctores, que afirmaban que debía decirse siempre así si queríamos hablar con mayor exactitud, pues si no se dijera así existiría el peligro de creer que es un cuerpo lo que es incorpóreo... (7) Y no es muy sorprendente que le ocurriese aquello al emperador, puesto que incluso muchísimos obispos que daban su asentimiento a la fe del Concilio de Nicea admitían el mismo vocablo sin disputa; otros en cambio usaban ambas palabras indistintamente para significar una misma cosa». (8) De esto se deduce que aquella interpretación que hemos dicho de «homoeusio» por «homousio» estaba en uso en los tiempos inmediatamente siguientes al Concilio de Nicea, y ello no sólo entre los que se habían opuesto al decreto de Nicea, sino también entre

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auctoritate promoti homousium libere usurpabant. (9) Confer hoc cum epistola Eusebii et facile concesseris, credo, non Eusebium tantum sed et reliquos patres Nicaenos, quotquot non steterant ab Alexandro, hanc interpretationem, ut synodi ipsius sententiam, per Orientem ab initio praedicasse. (10) Hoc etiam / ex Sozomenis loco citato observo, quod ipsa vox homoeusii eodem tempore longe lateque per Orientem invaluit, nemine fere non admittente. (11) At quomodo tam cito, tam universaliter propagari potuit, nisi auctoritate synodali suffulta, non video. 83. (1) Verum quomodo, dices, potuit synodus hanc vocem in explicanda fide adhibere, cum in Actis quae habemus nihil tale occurrat? (2) Respondeo Actorum partem longe maximam interiisse; quae qualis fuerit haud difficile erit conjectare ex Actis aliorum conciliorum quae extant integra, collatis cum praefata epistola Eusebii, ut ex Actis Synodi Ephesinae, Chalcedonensis, Nicaenae secundae. / (3) Ex iis enim patet morem fuisse testimonia, sententias ac disputationes episcoporum chartis committere. (4) Et in questionibus fidei quae ex traditione pendebant, aut in quibus judicia et consensus episcoporum ad decretum conflandum desiderabantur, singulorum episcoporum sententias fuse ac distincte prolatas notarii in chartis etiam excipiebant. (5) Dein, ubi episcopi convenerant de quaestione et decreto concilii subscribendum esset, non solebant nuda nomina subscribere, sed adjecta insuper sententia aliqua consensum exprimere. (6) Unde in / Concilio Nicaeno, eos qui subscribebant formula fidei sine anathematismo, Valesius bene conjectatur subscripsisse ad hunc modum (notis in Sozom. l. 2, c. 16): «Eusebius Nicomediae, suprascriptae fidei consentio et Yah. 19 83. 6. Vales. Annot. in Soz. 973D 83. 2. collatis cum – Eusebii, ut] collatis cum praefata epistola Eusebii, ut a. c. | praefata] epis a. c. | ex Actis] cum a. c. | Chalcedonensis] scripsi : Chalcenonensis leg. || 3. ex his enim patet] jam vero quod ad Acta synodi attinet, etsi ista periere, qualia tamen fuerint haud difficile est conjectare ex Eusebii praefata epistola collata cum actis aliorum synodorum quae extant integra, ut cum actis a. c. | ac] ac * a. c. || 4. judicia] (mens et judicia add.) consensus episcoporum *** a. c. | ad decretum conflandum] add. : ad decretum conflandum ut in hoc Nicaeno Concilio a. c. | notarii] scribae a. c. | excipiebant] mandabant a. c. || 5. episcopi] add. | convenerant] convenerat a. c. | decreta concilii] add. | consensum] i* a. c. || 6. eos qui subscribebant] cum nonnulli subscriberent a. c.

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los otros que abrazaban el sínodo y animados por su autoridad utilizaban libremente la palabra «homousio». (9) Compara esto con la carta de Eusebio y concederás fácilmente, creo, que no sólo Eusebio sino también los demás padres de Nicea, todos cuantos no se habían apartado de Alejandro, habían predicado desde el comienzo esta interpretación por Oriente como si fuese el parecer del propio sínodo. (10) Observo también lo siguiente del lugar citado de Sozómeno: que la propia palabra «homoeusio» tuvo fuerza al mismo tiempo por lo ancho y largo de Oriente, sin que hubiera prácticamente nadie que no la admitiese. (11) Y no veo cómo pudo propagarse tan rápida y tan universalmente sin apoyarse en la autoridad del sínodo. 83. (1) Pero, ¿cómo, dirás, pudo el sínodo emplear esta palabra en la explicación de la fe, si en las Actas que tenemos no aparece nada así? (2) Respondo que la parte con mucho mayor de las Actas se ha perdido, pero no será difícil conjeturar cómo fue a partir de las Actas de otros concilios que se han preservado íntegras, comparándolas con la carta de Eusebio antes mencionada, como a partir de las Actas del Sínodo de Éfeso, de Calcedonia y del segundo de Nicea. (3) Por éstas queda claro que fue costumbre registrar por escrito los testimonios, pareceres y disputas de los obispos. (4) Y en las cuestiones de fe que dependían de la tradición o en las cuales se echaban en falta los juicios y el consenso de los obispos para componer el decreto, los secretarios también registraban por extenso y con exactitud los pareceres emitidos por cada uno de los obispos. (5) Luego, cuando los obispos se habían puesto de acuerdo sobre la cuestión y había que suscribir el decreto del concilio, no solían escribir sus nombres sin más, sino expresar su acuerdo añadiendo también alguna frase. (6) De ahí que aquellos que en el Concilio de Nicea suscribían la fórmula de fe sin el anatema, Valesio conjetura bien que suscribieron del modo siguiente (en las notas a Sozóm. l. 2, c. 16): «Yo, Eusebio de Nicomedia, estoy de acuerdo con la fe arriba

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subscribo, anathematismo non item». (7) Nonnunquam tamen, ubi scrupulus aliquis obvenerat, ad mentem clare exprimendam vel suspicionem aliquam amovendam fusioribus utebantur verbis ad duas pluresve sententias extendentibus, et hoc pro cujusque arbitratu, sine certa aliqua formula verborum, ut videre est in subscriptionibus quorundam in Concilio Ephesino qui ab aliis opinionibus ad sententiam Synodi accesserant, et in subscriptionibus episcoporum Thraciae et Asiae Minoris qui in Concilio Chalcedonensi se submittebant auctoritati sedis Constantinopolitanae, et aliis. (8) Cum igitur subscriptiones hoc modo peragi solerent, nemini mirum esse debet si Eusebiani in his scrupulose limitarint significationes vocum de quarum sensu jam ante tantopere disputatum fuerat. (9) Quis enim prohiberet id in subscriptione quod concilium prius concesserat in disputatione? (10) Sed et hujusmodi limitationum nonnulla extant vestigia apud veteres. (11) Philostorgius enim sub finem libri primi, ut refert Nicetas, «auctor est, eorum qui Nicaenae fidei subscripserant, alios quidem e chirographorum suorum regione τοῦ ὁμοουσίου dictionem adscripsisse, alios vero ab Eusebio, ut ait, instructos, ὁμοιουσίου vocem loco ὁμοουσίου subposuisse». (12) Ita Nicetas, verbis suis, ni fallor, Philostorgii testimonium oblique referens. (13) Majori cum perfidia Photius in Bibliotheca eundem Philostorgii locum citavit, accusans Eusebianos «doli et fraudis, quasi sub voce homousii τὸ ὁμοιούσιον callide occultarent». (14) Sed quo respexit testimonium Philostorgii, ex his omnibus collatis haud difficile est colligere nempe episcopos ad hunc vel similem modum, licet verbis forsan fusioribus, subscripsisse:

Yah. 19 83. 11. Nic. Chon. Thes. 5, 7 || 13. Philost. HE 1, 9c (Nic. Chon. Thes. 5, 8) 83. 7. pluresve] pluresve* a. c. | pro cujusque arbitratu] a. c. | verborum] verborum, sed quae a. c. | qui] qui cum a. c. | auctoritati] scripsi : auctositati leg. || 8. in his] inter subscr a. c. || 12. ita Nicetas – referens] an Nicetas recte retulit verba Philostorgii vel potius suis verbis sensum dimidiatum reddidit, vix dixerim. Ex verbis tamen Nicetae a. c. | ni fallor... testimonium oblique] haud aequis Philostorgium... locum haud aeque a. c. || 13. eundem Philostorgii] Philostorgii eundem a. c. | Eusebianos] Eusebianos quasi τὸ ὁμοιούσιον a. c. || 14. omnibus collatis] add. : omnibus colla a. c. | haud difficile – nempe episcopos] satis liquet (satis add.) nempe Eusebianos ad Patres a. c. | episcopos] Euseb patres * a. c.

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escrita y la suscribo, pero no así el anatema». (7) Sin embargo algunas veces, cuando sobrevenía algún escrúpulo, para expresar claramente el parecer o alejar alguna sospecha usaban más palabras, que podían extenderse hasta dos o más frases, y esto según el arbitrio de cada uno, sin que hubiera ninguna fórmula verbal exacta, según puede verse en las suscripciones de algunos que en el Concilio de Éfeso se habían pasado desde otras opiniones al parecer del sínodo, y en las suscripciones de los obispos de Tracia y Asia Menor que en el Concilio de Calcedonia se sometían a la autoridad de la sede constantinopolitana, así como en otras. (8) Por tanto, dado que las suscripciones solían llevarse a cabo de esta forma, a nadie le debe extrañar que los eusebianos limitaran en las suyas escrupulosamente los significados de las palabras sobre cuyo sentido ya antes se había debatido con tanto esfuerzo. (9) En efecto, ¿quién iba a prohibir en la suscripción lo que el concilio había concedido antes en el debate? (10) Pero también de estas limitaciones queda algún vestigio en los antiguos. (11) En efecto Filostorgio al final del libro primero, según refiere Nicetas, «transmite la noticia de que algunos de los que habían suscrito la fe de Nicea escribieron el término ὁμοούσιος, de acuerdo con los registros de sus secretarios, pero que otros, instruidos, según dice, por Eusebio, pusieron la palabra ὁμοιούσιος en lugar de ὁμοούσιος». (12) Así dice Nicetas, refiriendo con sus palabras de forma oblicua, si no me equivoco, el testimonio de Filostorgio. (13) Con mayor perfidia citó Focio el mismo lugar de Filostorgio en su Biblioteca, acusando a los eusebianos de «engaño y fraude, como si bajo la palabra “homousio” ocultasen astutamente ὁμοιούσιος». (14) Pero por lo que respectaba al testimonio de Filostorgio, a partir de todo lo traído a colación no es difícil deducir que los obispos suscribieron del modo siguiente o similar, aunque quizá con más palabras:

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(15) «Hosius Cordubae credo Filium Dei ὁμοούσιον esse Patri et suprascriptae fidei in omnibus consentio et subscribo. [f. 43v]

(16) Eusebius Caesareae credo Filium Verbum Patri per omnia similem esse et in hoc sensu τὸ ὁμοούσιον accipiens suprascriptae fidei consentio et subscribo. (17) Eusebius Nicomediae credo Filium ὁμοιούσιον esse et ita suprascriptae fidei consentio et subscribo, anathematismo non item». 84. (1) Et ne soli Philostorgio haec res innitatur, Sulpitius, Philostorgio antiquior, testatur episcopos Eusebianorum tempore Concilii Mediolanensis et deinceps Acta Nicaena pro similitudine contra occidentales episcopos allegabant: (2) «Arriani», inquit, «tum non occulte ut antea sed palam ac publice haeresis piacula praedicabant; quinetiam Synodum Nicaenam pro se interpretantes, quam unius literae adjectione corruperant, caliginem quandam injecerant veritati. (3) Nam ubi ὁμοούσιον erat scriptum, quod unius est substantiae, illi ὁμοιούσιον, quod est similis substantiae, scriptum esse dicebant, concedentes similitudinem dum adimerent unitatem» (Sulp. l. 2, c. 56). (4) Et hinc Synodus Illyricana, initio imperii Valentiniani et Valentis collecta, symbolum componebat cujus haec erat summa: «Confitemur juxta magnam et orthodoxam synodum Filium Patri consubstantialem esse. (5) Nec consubstantialem sic intelligimus ut quidam olim exponebant, qui non sincere neque ex animo subscripserunt, utque nunc nonnulli qui patres illos appellant, vim hujus vocis abolentes eorumque vestigiis insistentes qui consubstantialis vocabulo simile significari scripserunt, quatenus Filius nulli reliquarum creaturarum quae per ipsum factae sunt similis est sed solius Patris similitudinem gerit. (6) Nam qui ita exponunt Filium Dei creaturam esse eximiam ac

Yah. 19 84. 3. Sulp. Sev. Chron. 2, 50, 1 || 4-6. Thdt. HE 4, 8, 8-9 83. 16. Caesareae] Nic a. c. || 17. Filium] Filium Patri a. c. | ὁμοιούσιον] ὁμοούσιον a. c. || 84. 1. et ne] caeterum ne a. c. | deinceps] dein*ceps a. c. | allegabant] citabant a. c. || 2. tum] jam a. c. || 4. Et hinc Synodus – 7. qui consubstantiali subscripserint] add. || 4. et hinc Synodus] Sulpitio a. c.

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(15) «Yo, Osio de Córdoba, creo que el Hijo de Dios es ὁμοούσιος al Padre y estoy de acuerdo en todo con la fe arriba escrita y la suscribo. (16) Yo, Eusebio de Cesarea, creo que el Hijo es el Verbo en todo semejante al Padre, y tomando ὁμοούσιος en este sentido estoy de acuerdo con la fe arriba escrita y la suscribo. (17) Yo, Eusebio de Nicomedia, creo que el Hijo es ὁμοιούσιος, y de este modo estoy de acuerdo con la fe arriba escrita y la suscribo, pero no así el anatema». 84. (1) Y para que este hecho no se apoye sólo en Filostorgio, Sulpicio, más antiguo que Filostorgio, da fe de que los obispos eusebianos, en la época del Concilio de Milán y en lo sucesivo, esgrimían contra los obispos occidentales las Actas de Nicea en defensa de la semejanza: (2) «Los arrianos», dice, «predicaban no como antes, a escondidas, sino abierta y públicamente la abominación de su herejía: es más, incluso interpretando a su favor el Sínodo de Nicea, que habían corrompido con la adición de una sola letra, habían arrojado cierta oscuridad sobre la verdad. (3) Pues donde estaba escrito ὁμοούσιος, “que es de una única sustancia con Él”, decían que estaba escrito ὁμοιούσιος, “que es de semejante sustancia”, concediendo la semejanza mientras que sustraían la unidad» (Sulp. l. 2, c. 56). (4) Y de ahí que el Sínodo de Iliria, reunido al comienzo del gobierno de Valentiniano y Valente, compusiera un símbolo cuyo resumen era éste: «Creemos de acuerdo con el gran y ortodoxo sínodo que el Hijo es consustancial al Padre. (5) Y no entendemos consustancial de la forma como exponían en otro tiempo algunos que no suscribieron sinceramente ni de corazón, ni como ahora algunos que recurren a aquellos padres para quitarle fuerza a esta palabra y siguen las huellas de quienes escribieron que con la palabra “consustancial” se quería significar “semejante”, en tanto que el Hijo no es semejante a ninguna de las criaturas que por él mismo fueron hechas, sino que es semejante sólo al Padre. (6) Pues quienes lo explican así enseñan de modo impío que el Hijo de Dios es una criatura excelsa y

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praecellentem impie docent» (Theod. l. 4, c. 8). (7) De patribus Nicaenis hic perspicue agitur, quippe qui consubstantiali subscripserint.

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(8) Episcoporum igitur totius pene orbis proxime post tempora Concilii Nicaeni hac de re testimonium habemus. (9) Neque hoc quenquam movere debet quod Severus dicit hos corrupisse synodum. (10) Actorum plura erant exemplaria in manibus tam Athanasianorum quam Eusebianorum. (11) Unde hos si fraudulenter egissent, detegere facillimum fuisset, cum tamen nemo fraudem ejusmodi detexerit unquam nedum Acta concilii ab Eusebianis discrepantia in medium proferre potuerit, sed suspiciones fraudis postliminio in vulgus tantum spargere. (12) Quae quidem praxes, his temporibus frequentissimae, licet ad resupinum vulgus decipiendum satis valere solerent, ad sapientes tamen movendos valere non debent. (13) Horum est non ad suspiciones et rumores sed / ad fundamenta rumorum attendere. (14) Quin imo Sulpitius seipsum confutat, dum ait Eusebianos, allegando Concilium Nicaenum quasi ὁμοιούσιον ibi scriptum fuisset, caliginem injecisse veritati. (15) Hoc enim perinde est ac si dixisset Occidentis episcopos in Concilio Mediolanensi et subsequenti Ariminensi, ubi ὁμοούσιον rejecerunt, circumventos ac deceptos et quasi caligine occaecatos fuisse ab Eusebianis corrumpentibus concilium. (16) Sulpitii igitur confessione occidentales ea tempestate refellere non potuerunt allegationem Eusebianorum, sed per eam concussi et confusi cessere. (17) Atque ita tam occidentalium acquiescentium quam Eusebianorum allegantium, hoc est totius orbis, hac in re consensum habemus.

Yah. 19 84. 8. episcoporum igitur] testimonium igitur (hab del.) (habemus add.) a. c. | igitur] add. | pene orbis] Orientis a. c. | proxime] habemus a. c. | hac de re] neque a. c. || 11. ejusmodi detexerit] fraudis convicerit a. c. || 12. quae] quae quae a. c. | decipiendum] add. || 14. ὁμοιούσιον] hom a. c. || 15. ὁμοούσιον] **** **** (cedentes add.) a. c. | et quasi caligine occaecatos] add. || 17. acquiescentium] * a. c. | hac in re] testimonium a. c.

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sobresaliente» (Teod. l. 4, c. 8). (7) Se trata aquí de manera evidente de los padres de Nicea, quienes suscribieron el término «consustancial». (8) Así que sobre este hecho tenemos el testimonio de los obispos de casi todo el mundo en los tiempos inmediatamente posteriores al Concilio de Nicea. (9) Y no debe convencer a nadie lo que dice Severo de que éstos habían corrompido el sínodo. (10) Había muchos ejemplares de las Actas en manos tanto de los atanasianos como de los eusebianos. (11) De ahí que, si éstos hubieran actuado de forma fraudulenta, habría sido facilísimo descubrirlos; y sin embargo nadie descubrió nunca un fraude de ese tipo, ni mucho menos pudo sacar a relucir las Actas del concilio diferentes de las de los eusebianos, sino sólo sembrar a posteriori sospechas de fraude entre el vulgo. (12) Estas prácticas, sin duda muy frecuentes en estos tiempos, aunque suelan ser muy efectivas para engañar al vulgo pasivo, no deben sin embargo llegar a convencer a los que tienen inteligencia. (13) De éstos es propio no atender a sospechas y rumores sino al fundamento de los rumores. (14) Es más, incluso Sulpicio se refuta a sí mismo cuando dice que los eusebianos, a base de alegar el Concilio de Nicea como si estuviera allí escrito ὁμοιούσιος, arrojaban oscuridad sobre la verdad. (15) En efecto esto es como si dijera que los obispos de Occidente, en el Concilio de Milán y en el siguiente de Rímini, en los que rechazaron el término ὁμοούσιος, estaban rodeados y engañados, y como obcecados de oscuridad por los eusebianos que corrompían el concilio. (16) Así que, con la confesión de Sulpicio, los occidentales en aquella época no pudieron refutar la alegación de los eusebianos, sino que cedieron convencidos y confundidos por ésta. (17) Y así sobre este asunto tenemos el consenso tanto de los occidentales por su concesión como de los eusebianos por su alegación: esto es, el consenso de todo el mundo.

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[f. 45r]

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85. (1) Animadverte igitur. Tempora de quibus Sulpitius haec refert erant Concilio Nicaeno proxima. (2) Actorum concilii exemplaria in plurium manibus servabantur. (3) Episcopos enim Romae, Carthaginis et Alexandriae ea habuisse non est dubium, neque Mediolanensem, Trevirensem, Arelatensem, Cordubensem aliosque metropolitanos et magni nominis episcopos vel aliquos eorum iisdem caruisse probabile est. (4) Praeterea Hosius in vivis erat testis ocularis, cui uni occidentales magis fidem adhibere parati erant quam Eusebianis universis. (5) Hosio Athanasius et alius quidem (apud Socratem l. 1, c. 10) adjici possunt. (6) Neque hos solos fuisse hujusmodi testes verisimile est. (7) Considerate igitur quam improbabile sit Eusebianos corruptionem synodi aggressos fuisse. (8) Difficile fuisset tantam multitudinem inter se convenire de corruptione omnium exemplarium quorum ipsi erant custodes, qui tamen consensus ad securitatem pernecessarius erat. (9) Difficultatem augebat quod, si unius literae adjectione Acta solummodo corrupissent, contextus / procul dubio fraudem prodidisset, sin hunc etiam immutassent, fraus fuisset magis conspicua. (10) Adhaec praepollentes auctoritate imperatoria et aliis argumentis non opus habebant ejusmodi fucis. (11) Plura erant Actorum exemplaria in manibus adversariorum, ex quibus se redarguendos certo expectarent. (12) Testes praeterea in vivis erant qui fraudem aperirent. (13) Occidentales insuper propriis Actorum exemplaribus ac testibus fidem certo erant adhibituri, et sic ab Eusebianorum tanquam perfidiae manifestae convictorum communione magis abhorrerent, et causa Eusebianorum, quae in vado erat, novis procellis jactata ad portum aegerrime appulisset. Yah. 19 85. 5. Socr. Sch. HE 1, 10, 5. 85. 1. Sulpitius] Eusebius a. c. || 3. Romae] Alexandriae a. c. | ea] scripsi : eos leg. | Cordubensem] scripsi : Cordibensem leg. | metropolitanos] metropolitanos aut a. c. || 4. Hosius] * a. c. || 5. Hosio – possunt] erant et alii quidam in vivis qui ** de Athanasio nihil dicam a. c. | Athanasius et alius – adjici possunt] Athanasius adjici potest a. c. | Athanasius] Athanasium a. c. || 6. hos solos fuisse] Hosium unicum testem s* a. c. | testes] testem a. c. | verisimile] scripsi : veresimile leg. || 8. fuisset] erat a. c. | qui tamen] quod tamen a. c. : difficulta a. c. || 9. unius literae] unius tantum literae a. c. | fraus – conspicua] discrepantiam actorum nimis conspicuam reddidissent a. c. || 13. jactata] concitatis a. c. | ad portum aegerrime] aegrius ad portum a. c.

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85. (1) Advierte, pues: los tiempos de los que Sulpicio refiere eso eran los inmediatamente posteriores al Concilio de Nicea. (2) Muchos tenían en sus manos ejemplares de las Actas del Concilio. (3) En efecto no hay duda de que los tuvieron los obispos de Roma, Cartago y Alejandría, y no es probable que carecieran de ellos los obispos de Milán, Tréveris, Arlés, Córdoba y otros obispos metropolitanos y de gran nombre, e incluso algunos otros. (4) Además Osio estaba entre los vivos como testigo ocular, a quien los occidentales estaban dispuestos a prestar más crédito que a todos los eusebianos juntos. (5) A Osio pueden añadirse Atanasio y otro más (en Sócrates l. 1, c. 10).108 (6) Y no es verosímil que éstos fueran los únicos testigos de este tipo. (7) Considerad, pues, qué improbable es que los eusebianos hubieran intentado una corrupción del sínodo. (8) Habría sido difícil que tamaña multitud se pusiera de acuerdo sobre la corrupción de todos los ejemplares de los que ellos mismos eran guardianes, un acuerdo que, sin embargo, era de lo más necesario por razones de seguridad. (9) Aumentaba la dificultad el hecho de que si hubiesen corrompido las Actas únicamente mediante la adición de una sola letra, el contexto habría revelado el fraude fuera de toda duda, y si hubiesen cambiado también éste, el fraude se habría hecho más notorio. (10) Además, al ser muy poderosos gracias a la autoridad del emperador y por otras razones, no tenían necesidad de trucos de ese tipo. (11) Había muchos ejemplares de las Actas en manos de los adversarios, de quienes sin duda esperarían una refutación. (12) Además había testigos vivos que descubrirían el fraude. (13) Asimismo, los occidentales iban sin duda a prestar crédito a sus propios ejemplares de las Actas y a sus testigos, de forma que aborrecerían más la comunión de los eusebianos como convictos de una perfidia manifiesta, y la causa de éstos, que ya estaba varada, zarandeada por nuevas tempestades muy a duras penas habría llegado a puerto.

 Un hombre llamado Auxanon, sacerdote novaciano (cf. Sócr. 1, 10, 5; 1, 13, 2).

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(14) Eusebianos igitur, nisi mente captos, contra tot rationes tale facinus molitos fuisse fingi non potest. (15) Absurdissimum est tantam imprudentiam viris prudentibus (vel, ut loquuntur Athanasiani, callidissimis) adscribere. (16) Sed fraudi successum tribuere qualis hic contigit, absurdius est. (17) Ubi episcopus Romanus corrumpendo Nicaena decreta suprematum in Ecclesias Africae vendicare studuit, Afri mox eum ex propriis Actorum exemplaribus iisque aliarum Ecclesiarum redarguunt et refellunt. (18) At contra Eusebianos nihil tale gestum legitur. (19) Acta nulla in contrarium producta. (20) Hosius ipse in partes Eusebianorum cessit. (21) Athanasius hac in re siluit, siquid forte de ea audiverat jam latebras captans. (22) Episcopi totius Occidentis, partim in Concilio Mediolanensi, ubi coepta est disputatio de fide, partim in Ariminensi, ubi finita est, manus dedere. (23) Allegationem Eusebianorum / jam omnes agnovere, vocem homousii rejicientes et postea, ubi ad vocem istam reversi sunt, praecedentem lapsum non pernegantes sed in excusationem tantum praetendentes dolum Eusebianorum, quasi hi corrupissent synodum et caliginem injecissent veritati. (24) Sed hoc satis est quod in conciliis ubi aderant Eusebiani et eos facie ad faciem collata confutare oportuit, tacuerunt occidentales et manus dedere. (25) Hoc satis ostendit hos nihil habuisse quod opponerent allegationi Eusebianorum, sed postea fraudem Eusebianis sine fundamento, imo contra conscientiam tribuisse, in sui excusationem fumum venditantes. (26) Aut in conciliis facie ad faciem collata fraudem detegisse deberent, aut postea siluisse. (27) Totius orbis igitur consensu decretum Nicaenum fuit de homoeusio.

Yah. 19 85. 14. nisi] scripsi : nise leg. : contra a. c. || 15. tantam] hoc eis ascribere, nisi * a. c. || 16. sed fraudi] nec minus a. c. | tribuere] tribuere absurdius est a. c. || 17. vendicare studuit] vendicasset a. c. || 21. Athanasius – captans] Athanasius hoc ipso tempore (et deinceps add.) multa contra Eusebianos scripsit per dimidiam partem operum scripsit contra Eusebianos, res gestas fuse narrans et eorum argumentis respondens iisque nulla in re parcens, de (hac del.) dolo vero (hac in re add.) ne verbum quidem habet a. c. || 22. coepta] coepta* a. c. : dispu a. c. || 23. tantum] prae a. c. || 24. sed hoc satis est quod] add. | tacuerunt] si quid fraudulenter egissent, nihil a. c. | manus dedere] assensum praebuere a. c. : manus dedere a. c. || 25. Eusebianorum] Ori a. c. | sed postea] neque postea de a. c. | sine fundamento] ex animo vel certa aliqua rerum notitia tribuisse, sed in sui excusationem famam (solummodo add.) apud suos vendidisse a. c. | imo contra conscientiam] add.

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(14) Así que, como no fuera que estuviesen afectados de la cabeza, no es posible imaginar que los eusebianos hubieran maquinado contra tantas razones tal fechoría. (15) Es de lo más absurdo atribuir tan gran imprudencia a unos hombres prudentes (o, como dicen los atanasianos, muy astutos). (16) Pero más absurdo es atribuir éxito a un fraude como el que aquí se da. (17) Cuando el obispo de Roma se afanó por reivindicar su supremacía sobre las Iglesias de África mediante la falsificación de los decretos de Nicea, los africanos en seguida le responden y lo rechazan con sus propios ejemplares de las Actas y con los de otras Iglesias. (18) Pero no se lee que contra los eusebianos se llevara a cabo nada parecido. (19) No se esgrimió ningún Acta en sentido contrario. (20) El propio Osio cedió al partido de los eusebianos. (21) Atanasio guardó silencio sobre este hecho y corría a esconderse en cuanto oía por casualidad una palabra de ello. (22) Los obispos de todo Occidente, en parte en el Concilio de Milán, donde se comenzó la disputa sobre la fe, en parte en el de Rímini, donde se terminó, se rindieron. (23) Ya reconocían todos la alegación de los eusebianos y rechazaban la palabra «homousio», y después, cuando volvieron a esa palabra, no negaron el lapsus previo sino que se limitaban a achacarlo al engaño de los eusebianos, que habrían corrompido el sínodo y arrojado oscuridad sobre la verdad. (24) Pero basta el hecho de que en los concilios donde estaban presentes los eusebianos y donde habrían tenido que refutarlos cara a cara, los occidentales se callaron y se rindieron. (25) Ello muestra suficientemente que éstos no habían tenido nada que oponer a la alegación de los eusebianos, sino que después les atribuyeron a éstos un fraude sin fundamento, es más, contra su conciencia, vendiendo humo para excusarse. (26) O bien tenían que haber descubierto el fraude en los concilios cara a cara, o bien callarse después. (27) Así que, con el consenso de todo el orbe, el decreto de Nicea quería decir «homoeusio».

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[f. 47r]

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86. (1) In ipso quidem symbolo patres homousion posuerant, neque hoc unquam negabant Eusebiani, sed cum occidentales exponerent vocem illam de unitate substantiae, Eusebiani ex Actis synodi ostendebant vocem non de unitate sed de similitudine substantiae a synodo ipsa expositam fuisse. (2) Et hoc est quod testatur Sulpitius. (3) Non enim dicit Eusebianos synodum absolute pro se allegasse sed tantum pro se interpretatos fuisse. (4) Cum igitur Actorum ea pars quae sententiam synodi exponebat, hoc est, disputationes et dicta episcoporum ac synodi, subscriptiones item ut ex Philostorgio constat, istiusmodi fuerit, nil mirum est quod soli canones cum symbolo et epistolis synodicis ad posteros transmitterentur. (5) Atque hactenus de sententia synodi, quam fusius exponere opus erat propter praejudicia / quibuscum veritas historiae hac in parte luctabitur. 87. (1) Praeter hanc litem de fide et alteram de Paschale, concilium tertiam, quae fuit inter Alexandrum et Meletium, composuit, statuendo «ut is in civitate sua maneret, nec ullam haberet aut manus imponendi aut eligendi potestatem, nec hujus rei causa in vico aut in urbe ulla compareret, sed nudum honoris sui nomen retineret. (2) Ii vero qui ab ipso constituti erant, sanctiore ordinatione confirmati, ad communionem admitterentur, ea lege ut honorem quidem ac ministerium suum retinerent, secundo tamen semper loco sint ab iis omnibus qui in unaquaque paroecia et Ecclesia versantur ab Alexandro prius ordinati, adeo ut his quidem nulla facultas suppeteret quos visum fuisset eligendi aut nomen cujuspiam suggerendi aut omnino quicquam gerendi sine consensu episcopi catholicae Ecclesiae, qui Alexandro subjectus erat». (3) Ita synodus in epistola ad Aegyptios (apud Socr. l. 1, c. 9). (4) Qua de causa, cum episcopus Alexandrinus hactenus nulla lege ecclesiastica, sed ex consuetudine tantum, auctoritatem in totam Aegyptum, Libyam ac Pentapolim exercuerat,

Yah. 19 87. 1-3. Socr. Sch. HE 1, 9, 6-7 || 4-5. Rufin. Hist. 6 86. 1. a Synodo ipsa] add. || 4. disputationes] quae a. c. | fuerit] fuerint a. c. | soli canones] symbolum solum et a. c. | symbolo et] add. || 87. 2. Alexandro1] carissi a. c. | suppeteret] supperet a. c. | erat] est a. c. || 4. ex consuetudine tantum] solum (ut vid.) ex consuetudine a. c.

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86. (1) Es cierto que en el propio símbolo los padres pusieron la palabra «homousio», pero esto no lo negaban nunca los eusebianos, sino que cuando los occidentales explicaban aquella palabra en relación a la unidad de sustancia, los eusebianos, basándose en las Actas del sínodo, mostraban que la palabra había sido explicada por el propio sínodo no en relación a la unidad sino a la semejanza de sustancia. (2) Y esto es lo que atestigua Sulpicio. (3) En efecto no dice que los eusebianos alegasen en su favor el sínodo de forma absoluta, sino sólo que lo habían interpretado a su favor. (4) Por tanto, dado que la parte de las Actas que explicaba el parecer del sínodo, esto es, los debates y las palabras de los obispos y del sínodo, así como las suscripciones según consta por Filostorgio, fueron de ese modo, no es nada sorprendente que se transmitieran a la posteridad sólo los cánones junto con el símbolo y las epístolas sinódicas. (5) Y hasta aquí sobre el parecer del sínodo, que había que desarrollar con algo más de profusión debido a los prejuicios con los que se enfrentará en esta parte la verdad de la historia. 87. (1) Además de esta lucha sobre la fe y la otra sobre la Pascua, el concilio resolvió una tercera entre Alejandro y Melecio, con el dictamen de que «éste permaneciera en su ciudad y no tuviera ninguna capacidad ni de ordenar sacerdotes ni de elegir, ni por esa razón se personase en ningún pueblo o ciudad, sino que conservara sólo el nombre a título honorífico. (2) Pero que aquellos que habían sido ordenados por él, confirmados por una ordenación más santa, fuesen admitidos a la comunión, con la condición de que conservarían su honor y ministerio, pero estarían siempre por detrás de todos aquellos que en cada parroquia e iglesia hubiera ordenado antes Alejandro, de tal modo que no les quedaría a éstos ninguna facultad de elegir a quienes a ellos les pareciera ni de sugerir el nombre de nadie, o de llevar a cabo nada en absoluto sin el consenso del obispo de la Iglesia católica, el cual estaba sujeto a Alejandro». (3) Así dice el sínodo en la carta a los egipcios (en Sócr. l. 1, c. 9). (4) Y por esta razón, aunque hasta este momento el obispo de Alejandría había ejercido su autoridad sobre todo Egipto, Libia y Pentápolis no en virtud de ninguna ley eclesiástica sino sólo de la costumbre, los

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patres in canone sexto has regiones ei subdunt ad exemplum episcopi Romani et episcopi Antiocheni, quibus urbes vicinae in Occidente et in Oriente parebant. (5) Et in canone quarto constituunt etiam ut ordinationes sine consensu metropolitani irritae sint. 88. (1) Alios praeterea canones ad viginti circiter constituit et inter caeteros constituisset usum uxorum clericis interdicendum, ni Paphnutius fortiter restitisset (Socr. l. 1, c. 11). (2) Rebus omnibus terminatis imperator vicennalia celebrans episcopos honorifice excepit in convivio, dein muneribus onustos domum remisit (Euseb. Vit. Const.). [f. 48r]

89. (1) De numero episcoporum variae sunt sententiae. (2) Scriptores quidem Arabici ponunt duo millia et amplius, ex quibus volunt solos 318 in fidem homousianam conspirasse. (3) Sed ejus opinionis nullum in scriptoribus antiquioribus et ideo fide dignioribus fundamentum extat. (4) Athanasius et ejus sequaces ponunt 318, imperator Constantinus 300, Eustathius Antiochenus 270, Eusebius Caesareae 250, alii his pauciores, alii plures. (5) Sed Constantino, Eustathio et Eusebio, qui concilio et partibus minus studuere, potius fidendum esse videtur. (6) Et forte Eusebius posuerit solos episcopos, Eustathius adjecerit etiam legatos absentium (nam et alii quidam praeter pontificem Romanum legatos miserant [{...}], et nominatim episcopus Byzantii), Constantinus autem proximo rotundo numero usus fuerit. (7) Quantae vir fidei fuerit Athanasius in sequentibus patebit. (8) Quod plures episcopi non convenerint tribuendum videtur epistolae Constantini contra Arium paulo ante per urbes universas expositae, qua certe timidiores et cautiores quique ex Eusebianis

Yah. 19 87. 4-5. Rufin. Hist. 6 || 88. 1. Socr. Sch. HE 1, 11 || 2. Eus. VC 3, 15-16 || 89. 2. Cf. Eutych. Ann. (1658), 440-3 || 4. Ath. Al. Ep.Afr. 2 | Socr. Sch. HE 1, 9, 21; 1, 9, 24 | Thdt. HE 1, 8, 1 | Eus. VC 3, 8 87. 4. vicinae] vicinae subjectae erant a. c. | parebant] subjectae era a. c. || 5. sint] sint. Alios a. c. || 88. 1. usum] ** a. c. || 2. rebus omnibus] d et hi demum his rebus termininati (sic) a. c. | vicennalia] episcopos a. c. | muneribus] donis manibus a. c. || 89. 3. in scriptoribus] extat fundamentum apud a. c. || 5. qui concilio et partibus minus studuere potius] add. | potius] magis a. c. || 7. quantae vir fidei] quanta fides Athan a. c.

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padres someten en el canon sexto estas regiones a su jurisdicción, igual que la de los obispos de Roma y Antioquía, a los que obedecían las ciudades vecinas de Occidente y Oriente. (5) Y en el canon cuarto establecen que las ordenaciones sin el acuerdo del obispo metropolitano carecen de validez. 88. (1) Además estableció otros canones, unos veinte, y entre ellos habría establecido la prohibición a los clérigos de tener mujeres si Pafnucio no se hubiera resistido firmemente (Sócr. l. 1, c. 11). (2) Dadas todas las cuestiones por terminadas, el emperador invitó a los obispos a un banquete en honor de sus vicenales,109 y luego los despidió a sus casas cargados de regalos (Eusebio, Vida de Constantino). 89. (1) Sobre el número de los obispos hay opiniones diversas. (2) Es cierto que los escritores árabes ponen dos mil y más, de los que pretenden que sólo trescientos dieciocho estuvieron de acuerdo en la fe homousiana.110 (3) Pero no hay fundamento para esta opinión en los escritores más antiguos y por ello más dignos de crédito. (4) Atanasio y sus secuaces ponen trescientos dieciocho. El emperador Constantino, trescientos; Eustacio de Antioquía, doscientos setenta; Eusebio de Cesarea, doscientos cincuenta; otros menos que éstos, otros más. (5) Pero parece que hay que prestar más crédito a Constantino, Eustacio y Eusebio, que tratan con más neutralidad el concilio y sus partidos. (6) Y quizá Eusebio haya contado sólo a los obispos y Eustacio haya añadido también a los legados de los ausentes (pues también algunos otros, además del pontífice romano, habían enviado legados [{...}], y se cita explícitamente al obispo de Bizancio); y por su parte Constantino debió de preferir el número redondo más cercano. (7) Cuánto crédito merece Atanasio quedará claro más adelante. (8) Parece que el hecho de que no se reunieran más obispos debe atribuirse a la carta de Constantino contra Arrio divulgada poco antes por todas las ciudades, ante la que con seguridad los eusebianos más temerosos y cautos se quedaron quietos, asustados.

109  Constantino fue proclamado emperador por el ejército en York en el verano de 306. En el verano de 325, fecha de la celebración del Concilio de Nicea, se cumplían veinte años (de acuerdo con el cómputo inclusivo romano). 110  Con «escritores árabes» podría referirse a Eutiquio de Alejandría.

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deterriti quieverunt. (9) Et licet eadem epistola alteram partem erigeret et numerum eorum augeret, ex praecedentibus tamen haud difficile est percipere majorem partem concilii Eusebianos fuisse. (10) Qui enim potuit minor pars contra majorem, eamque auctoritate imperatoria fultam, stare, ita ut imperator ipse in concilium venire coactus sit, neque tum cedere sed contra efficere ut imperator cum suis de quibusdam vocibus decederent et reliquarum interpretationem ad sententiam Eusebianorum accomodarent?

[f. 49r]

90. (1) Restat horum omnium chronologia determinanda. (2) Scilicet Constantinus anno 323 vicit Licinium primo in Thracia V Non. Julii, deinde in Bithynia apud Chaludonem, mox et Nicomediam, quo se receperat Licinius, XIV Kal. Octob. (ut probat Gothofredus in Chron. Cod. Theod.). (3) Postea ubi Nicomediae per quinque fere menses egisset, inde cum Licinio digressus in Macedoniam Thessalonicam repedavit (Gothofred. ib.). (4) Ubi vero vicerat / Licinium, legibus promulgatis finem imponit persecutioni Licinianae et Christianis privilegia indulget. (5) Dein tempore hujus pacis, cum Ecclesiae status toto orbe felicissimus videretur, incipit bellum ecclesiasticum primum inter Alexandrum et Arium, mox inter episcopos, dein inter populos, et imperator antequam Nicomedia digressus est, id est, ante mensem Martium anni 324, de turbis audit. (6) Quae omnia Eusebius in Vita Constantini (lib. 2) ordine narrat, et praeterea capite 61 ejusdem libri expresse scribit has lites coepisse tempore hujus altissimae pacis Ecclesiis a Constantino Licinium persecutorem vincente redditae, ut initio narravimus. (7) Et rursus initio libri sequentis, narrationem concludens, idem sic repetit: «Hoc modo», inquit, «daemon, bonorum omnium inimicus, qui Ecclesiae faelicitati semper invidere solet, pacis ac laetitiae tempore tumultus

Yah. 19 90. 2. Goth. Chron. xxiii || 6. Eus. VC 2, 61, 3; Eus. VC 3, 1, 1 89. 10. contra] add. || 90. 2. Constantinus] * a. c. | probat] post a. c. ut uid. || 5. toto orbe] per orbem a. c. |felicissimus] unius a. c. ut vid. | inter Alexandrum et Arium] Alexandriae, mox a. c. || 6. expresse] verbis discretis (ut vid.) a. c. | has] his a. c. | ut initio narravimus] add.

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(9) Y pese a que la misma carta diera ánimos a la otra parte y aumentase su número, sin embargo de lo precedente no es difícil percibir que la mayor parte del concilio fue eusebiana. (10) ¿Cómo, si no, pudo ocurrir que la menor parte se mantuviera contra la mayor, que además estaba apoyada en la autoridad imperial, de tal forma que el propio emperador se viese obligado a acudir al concilio, y que ni aun entonces cedieran, sino que por el contrario lograsen que el emperador y los suyos desistieran de algunos vocablos y adaptaran la interpretación de los demás al parecer de los eusebianos? 90. (1) Queda por determinar la cronología de todos estos hechos. (2) A saber, Constantino venció en el año 323 a Licinio, primero en Tracia, el día quinto antes de las nonas de julio, después en Bitinia cerca de Calidón,111 luego también cerca de Nicomedia, donde se había retirado Licinio, el día decimocuarto antes de las calendas de octubre (según confirma Godofredo en el Cronicón del Código Teodosiano). (3) Después, tras pasar casi cinco meses en Nicomedia, marchó de ahí con Licinio a Macedonia y se retiró a Tesalónica. (4) Pero cuando había vencido a Licinio, con la promulgación de leyes pone fin a la persecución liciniana y concede privilegios a los cristianos. (5) Luego, en el tiempo de esta paz, cuando el estado de la Iglesia en todo el mundo parecía el más feliz, comienza la guerra eclesiástica primero entre Alejandro y Arrio, luego entre los obispos, después entre los pueblos, y antes de partir de Nicomedia, esto es, antes del mes de marzo del año 324, el emperador se entera de las revueltas. (6) Todas esto lo cuenta Eusebio por su orden en el libro segundo de la Vida de Constantino, y además en el capítulo 61 del mismo libro escribe expresamente que estas luchas comenzaron en el tiempo de esta profundísima paz devuelta a las Iglesias por Constantino al vencer al perseguidor Licinio, según narramos al principio.112 (7) Y de nuevo al comienzo del libro siguiente, al concluir la narración, repite así lo mismo: «De esta forma», dice, «el diablo, enemigo de todo lo bueno, que siempre suele envidiar la felicidad de la Iglesia, en un tiempo de paz y alegría suscitaba en ella tumul-

111  Así escribe, por error, Chaludonem (Calidón, en Etolia) por Chalcedonem (Calcedonia, en Bitinia). 112  Cf. 28.

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[f. 50r]

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et intestina bella in ea excitabat». (8) Idem confirmatur testimonio aliorum antiquorum auctorum, qui omnes ducunt initium harum discordiarum a tempore victi et caesi Licinii, ita ut inter persecutionem ejus quam Constantinus cessare fecit et has lites modica pax Ecclesiarum intercesserit (Socr. l. 1, c. 4; Sozom. l. 1, c. 7, 15; Theod. l. 1, c. 2; Ruffin l. 1, c. 1; Gelasius Cyzic. {...}). (9) Insuper Theodoretus historiam suam sic concludit: «Quinque», inquit, «ac centum annorum spatio res gestas haec historia complectitur, ab Arii quidem vesania ducens exordium, desinens vero in obitu praestantissimorum virorum Theodori ac Theodoti». (10) Haec ille. Obierunt autem Theodorus et Theodotus anno 428. (11) Theodotus enim anno 426 interfuit Synodo Constantinopolitano quae jussu Theodosii Junioris congregata est in ordinatione Sisinii, patriarchae Constantinopolitani, ut docet Photius in Bibliotheca, cap. 52. (12) Theodoto praeterea Antiochensem Ecclesiam regente mortuus est Theodorus iste Mopsuestenus, et hic pervenit ad annum 428. (13) Namque Nestorius, qui / hoc anno Constantinopolitanum episcopatum suscepit, Theodorum Mopsuestenum in itinere convenit, ut testatur Theodulus apud Evagrium (lib. 1 historiae, cap. 2). (14) Ab anno igitur 428 subduc annos 105 et relinquetur annus 323 pro initio contentionis Alexandrinorum. (15) Cum igitur hic annus tot indiciis notetur, miror unde recentiores initium ejus referant ad annum 320. 91. (1) Collatis igitur praefatis omnibus, dicendum videtur quod Arius excommunicatus sit circa mensem Octobrem anni 323 non multo post initium disputationis, quodque legati ejus in Orientem pervenere mense sequenti, et quod Alexander, ubi epistolas aliquas ab episcopis acceperat, scripsisse epistolam encyclicam initio anni sequentis et non multo post Arium expulisse urbe, concitatis turbis, quarum fama ad imperatoris aures pervenit ante mensem Martium,

Yah. 19 90. 8. Socr. Sch. HE 1, 4, 5-6; Soz. HE 1, 7, 5 - 1, 15, 1; Thdt. HE 1, 2, 1-7; Rufin. Hist. 1, 1; Gel. Cyz. HE 2, 1, 16 || 9. Thdt. HE 5, 42, 3 || 11. Phot. Bibl. 52 || 13. Evagr. Sch. HE 1, 2 90. 12. Antiochensem] scripsi : Atiochensem leg. | iste Mopsuestenus] iste Mopsu a. c. || 13. hoc anno] ad ann a. c. | Evagrium] Evagr*ium a. c. | contentionis] * a. c. || 91. 1. imperatoris aures] aures imperatoris a. c. | Hosio Alexandriam misso] misso Alexandriam Hosio a. c.

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tos y guerras intestinas». (8) Lo mismo queda confirmado por el testimonio de otros autores antiguos, todos los cuales sitúan el comienzo de estas discordias en el momento en que fue vencido y muerto Licinio, de tal forma que entre su persecución, que Constantino hizo cesar, y estas luchas, medió una breve paz de las Iglesias (Sócr. l. 1, c. 4; Sozóm. l. 1, c. 7, 15; Teod. l. 1, c. 2; Rufin. l. 1, c. 1; Gelasio de Cícico {...}). (9) Además Teodoreto concluye así su historia: «Esta historia comprende lo llevado a cabo en el espacio de ciento cinco años, comenzando desde la locura de Arrio y terminando con la muerte de los destacadísimos varones Teodoro y Teódoto». (10) Esto escribe él. Teodoro y Teódoto murieron en el año 428. (11) Teódoto, en efecto, asistió en el año 426 al Sínodo de Constantinopla que se congregó por orden de Teodosio el Joven para la ordenación de Sisinio, patriarca de Constantinopla, según informa Focio en la Biblioteca, cap. 52. (12) Además, mientras Teódoto regía la Iglesia de Antioquía murió ese Teodoro de Mopsuestia, y éste llegó al año 428. (13) Pues en efecto Nestorio, que asumió ese año el obispado de Constantinopla, se encontró en el camino con Teodoro de Mopsuestia, según atestigua Teódulo en Evagrio, lib. 1 de la Historia, cap. 2. (14) Así que al año 428 quítale 105, y sale el año 323 como inicio de la lucha de los alejandrinos. (15) Dado, pues, que este año está marcado por tantos indicios, me sorprende que los más recientes adelanten su inicio hasta el año 320. 91. (1) Así que, poniendo en relación todos los datos mencionados, parece que debe decirse que Arrio fue excomulgado en torno al mes de octubre del año 323, no mucho después del comienzo de la disputa, y que sus legados llegaron a Oriente al mes siguiente, y que Alejandro, después de recibir algunas cartas de obispos, escribió su carta encíclica al comienzo del año siguiente y no mucho después expulsó a Arrio de la ciudad, con levantamiento de disturbios, cuya fama llegó a oídos del emperador antes del mes de marzo, cuando,

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ubi, Hosio Alexandriam misso, digressus est Nicomediam; dein ante autumnum concilia in Oriente et Aegypto congregantur, populis interim ubique quasi uno impetu ab episcopis Aegypti et Libyae deficientibus et episcopis Orientis et Alexandro quaquaversum literas mittentibus. (2) Redeunte dein Hosio Concilium Nicaenum indictum videtur sub autumno. (3) Convenit autem anno sequenti Paulino et Juliano css., i. e. an. 325, 11 Kal. Junii (Socr. l. 1, c. 13), finitum est 8 Kal. Sept. ejusdem anni (vide Baron. an. 325. § 8), incipiente jam vicessimo anno Constantini, cujus celebrationi concilium interfuit. 92. (1) Finita synodo et episcopis domum redeuntibus, alii per orbem episcopi, audientes quae gesta fuerant, conturbati sunt et literis ad invicem datis conquesti sunt de voce homousii, quarum literarum Socrates nonnullas viderat, ut ipse testatur his verbis: (2) «Sicut nos», inquit, «ex variis epistolis deprehendimus quas episcopi post absolutam synodum ad sese mutuo scripserunt, vox consubstantialis quorundam animos conturbabat» (Socr. l. 1, c. 23). [f. 51r]

93. (1) Finito concilio non tantum sex episcopi cum Ario et aseclis exularunt sed et aliis idem periculum imminebat. (2) Nam «siquis decretis synodi refragaretur eum exilio domandum esse imperator pronunciavit, utpote Dei judicium convellere conantem» (Sozom. l. 1, c. 20). (3) Unde hi a singulis civitatibus proscripti et ejecti sunt.ak (4) Neque hoc tantum, sed ad mortes usque processit Caesaris impetus. (5) Cum enim Arius tanquam Ebionita ab Alexandro condemnatus fuisset et quo fictam accusationem dilueret suamque fidem manifestaret omnibus non tantum libellum fidei ad episcopos miserat, sed et alium librum vulgaverat continentem fusiorem  ὑπὸ τῶν καθ᾿ἑκάστην πόλιν ἀπεκηρύχθησαν (Julius papa apud Athanas. Apol. 2, pag. 742).

ak

Yah. 19 91. 3. Socr. Sch. HE 1, 13, 12 | Baron. Ann. 3, 325, 8 || 92. 2. Socr. Sch. HE 1, 23, 6 || 93. 2. Soz. HE 1, 20, 2 91. 1. dein] et a. c. | ante autumnum] tempore aestivo a. c. | quasi] quas* a. c. : ab a. c. || 3. Paulino et Juliano css] add. | 11 Kal] men a. c. | finitum] finitum* a. c. || 92. 1. alii] reliqui episcopi a. c. | voce] homo a. c. || 93. 1. Cf. intr. 4, 2, 4, § 23 | aseclis] as*clis a. c. || 3. hi] multi a. c. || 5. Arius] Arius ab Alexandro a. c. | non tantum] * a. c. | librum] prolixiorem a. c.

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después de enviar a Osio, se dirige a Nicomedia; luego, antes del otoño, se congregan concilios en Oriente y en Egipto, mientras que en todas partes, como por un impulso unánime, los pueblos hacían defección de sus obispos en Egipto y Libia, y los obipos de Oriente y Alejandro enviaban cartas a todas partes. (2) Después, a la vuelta de Osio, parece que el Concilio de Nicea se anunció a comienzos del otoño. (3) Se reunió al año siguiente, bajo el consulado de Paulino y Juliano (Sócr. l. 1, c. 13), esto es, en el año 325, el día once antes de las calendas de junio, y terminó el día ocho antes de las calendas de septiembre del mismo año (véase Baron. an. 325. §. 8), cuando comenzaba ya el vigésimo año de Constantino, a cuya celebración asistió el concilio. 92. (1) Concluido el sínodo y ya de vuelta a sus ciudades los obispos, otros obispos a lo largo del mundo, al oír lo que se había llevado a cabo, se sintieron turbados y se quejaron con cartas entre ellos por el término «homousio», cartas éstas de las que Sócrates vio algunas, como él mismo atestigua con estas palabras: (2) «Según nosotros deducimos», dice, «de varias cartas que los obispos se escribieron entre sí después de la conclusión del sínodo, el término “consustancial” turbaba los ánimos de algunos» (Sócr. l. 1, c. 23). 93. (1) Concluido el concilio no sólo los seis obispos junto con Arrio y sus seguidores marcharon al exilio, sino que también sobre otros pendía el mismo peligro. (2) Pues «si alguien se opusiera a los decretos del sínodo el emperador declaró que debía ser sometido con el exilio, como quien intentaba desacreditar el juicio de Dios» (Sozóm. l. 1, c. 20). (3) De ahí que éstos fueran proscritos y expulsados de cada ciudad.ak (4) Y no sólo a esto, sino incluso a asesinatos llegó el ímpetu del César. (5) En efecto, como Arrio, tras ser condenado como ebionita por Alejandro, para deshacer esta acusación fingida y manifestar a todos su fe no sólo había enviado su «escrito de la fe» a los obispos sino que había difunfido también otro libro

ak  ὑπὸ τῶν καθ᾿ἑκάστην πόλιν ἀπεκηρύχθησαν (el papa Julio en Atanasio, Apología segunda, p. 742) [«eran proscritos por los de cada ciudad».]

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explicationem et professionem fidei suae, ut ex fragmento ejus quod extat apud Athanasium constat (Epist. de Synodis Arimini et Seleuciae), populus autem ejus lectione (sicut episcopi lectione alterius libelli) ubique ad Arium deficeret, imperator edictum sequens edidit (apud Socr. l. 1, c. 9): (6) «Victor Constantinus Maximus Augustus episcopis et plebibus:

[f. 52r]

(7) Cum malos et impios homines imitatus sit Arius, eandem cum illis poenam infamiae meretur subire. (8) Quemadmodum ergo Porphyrius, verae pietatis inimicus, compositis adversus Christianam religionem nefariis voluminibus, dignam mercedem retulit,al ut et ipse infamis sit apud posteros multisque appetitus opprobriis et impii ejus libri penitus fuerint aboliti, ita nunc placuit Arium sectatoresque ejus Porphyrianos vocari, ut cujus imitati sunt mores, ejus etiam vocabulo appellerentur. (9) Praeterea siquis forte liber ab Ario conscriptus reperiatur, flammis eum absumi praecipimus, ut non solum prava illius doctrina funditus aboleatur, sed ne monumentum quidem ejus ullum posteritati relinquatur. (10) Illud etiam denuncio, quod siquis librum ab Ario / compositum occultasse deprehensus sit nec eum statim oblatum igne combusserit, mortis poenam subibit. (11) Simulatque enim in hoc facinore fuerit deprehensus, capitali supplicio ferietur. Divinitas vos servet». (12) Multas quoque alias, addit Sozomenes, imperator per singulas civitates direxit epistolas contra Arium et eos qui idem cum illo sentiebant (Sozom. l. 1, c. 21).

 Hic Porphyrius a Constantino exulaverat et jam in vivis erat, nec multo post, cum librum eleganter compositum ad Constantinum miserat, ab exilio revocatus est. al

Yah. 19 93. 5. Cf. Ath. Al. Syn. 15 || 6-11. Socr. Sch. HE 1, 9, 30-1 || 12. Soz. HE 1, 21, 4 93. 5. de synodis] * a. c. | Seleuciae] scripsi : Seleciae leg. | ad Arium deficeret] deficeret ad Arium a. c. || 12. Sozomenes] scripsi : Sozomines a. c. || al. exulaverat] exulave*rat a. c. | eleganter] scripsi : eliganter a. c.

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que contenía una exposición y profesión de su fe más profusas,113 según consta por un fragmento de éste conservado en Atanasio (Carta sobre los Sínodos de Rímini y Seleucia), y como el pueblo, al leerlo (así como los obispos al leer el otro escrito) se pasaba a Arrio en todas partes, el emperador proclamó el siguiente edicto (en Sócr. l. 1, c. 9): (6) «El vencedor Constantino Máximo Augusto a los obispos y a las gentes: (7) Dado que Arrio ha imitado a los impíos y a los malvados, merece sufrir con aquéllos el castigo de la infamia. (8) Así que del mismo modo que Porfirio, enemigo de la verdadera piedad, al redactar unos sacrílegos volúmenes contra la religión cristiana se llevó su justa recompensa, de forma que él mismo es infame a ojos de la posteridad y objeto de muchos oprobios y sus impíos libros han sido suprimidos,al de la misma forma ahora hemos decidido llamar a Arrio y a sus seguidores porfirianos, para que reciban el mismo nombre de aquel cuyas costumbres han decidido imitar. (9) Además, si por azar se encuentra algún libro escrito por Arrio, declaramos que sea entregado a las llamas, para que no sólo sea borrada su malvada doctrina desde sus cimientos, sino que ni siquiera quede ningún recuerdo suyo para la posteridad. (10) También proclamo que, si se descubre que alguien ha ocultado un libro escrito por Arrio y no lo entrega al fuego inmediatamente, sufrirá la pena de muerte. (11) En el momento mismo en que se le sorprenda en este crimen será castigado con el suplicio capital. Que la divinidad os guarde». (12) También otras muchas cartas, añade Sozómeno, dirigió el emperador a cada ciudad contra Arrio y quienes sentían con él (Sozóm. l. 1, c. 21).

 Este Porfirio había sido enviado al exilio por Constantino y todavía vivía; no mucho después, al enviarle a Constantino un libro elegantemente compuesto, se le levantó el exilio. al

 El poema Talía.

113

366

[f. 53r]

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94. (1) Hoc pacto Ecclesiae pacificatae sunt. (2) «Verum cunctis inter se pacem colentibus apud solos Aegyptios implacabilis contentionis furor ardebat, adeo ut molestiam quidem exhiberent imperatori, non ideo tamen eum ad iracundiam excitarent. (3) Illos enim ut patres, aut potius ut prophetas Dei, omni honore imperator afficiens, iterum ad se vocavit, iterum arbiter eorundem fuit, iterum eos muneribus ac donis honoravit. (4) Sententiam quoque quam arbiter dixerat per epistolam significavit, confirmans et sanciens ea quae a synodo decreta fuerant, eosque adhortans ut concordiae studerent nec Ecclesiae corpus distrahere ac discerpere vellent, sed futurum Dei judicium animo reputarent». Haec Euseb. Vit. Const. l. 3, c. 23. (5) De hoc Eusebii loco Socrates vero (l. 1, c. 23) ita scribit: post compositas lites Arii «alius denuo tumultus in Ecclesiis exortus est. (6) Pacem enim Ecclesiae domestici ejus iterum perturbarunt. (7) Eusebius quidem Pamphili scribit Aegyptios statim post synodum mutuas inter se rixas ac seditiones agitasse, causam tamen facti non adjungit... (9) Verum sicut nos ex variis epistolis deprehendimus quas episcopi post absolutam synodum ad sese mutuo scripserunt, vox consubstantialis quorundam animos conturbabat, quam illi diu multumque versantes et scrupulosius examinantes, intestinum inter se bellum excitaverunt. (10) Eaque res nocturnae pugnae haudquaquam / dissimilis erat. (11) Neque enim utrique satis intelligere videbantur cur sese invicem calumniis appetere instituissent. (12) Etenim qui consubstantialis vocem aversabantur, Sabellii ac Montani dogma ab iis qui vocem illam probabant induci arbitrabantur, atque idcirco impios illos vocabant, utpote qui Filii Dei existentiam tollerent. (13) Contra vero illi qui consubstantialis vocem tuebantur, cum multorum deorum cultum adversarios introducere censerent, eos tanquam superstitionem gentilium invehentes aversabantur».

Yah. 19 94. 2-4. Eus. VC 3, 23 || 5-13. Socr. Sch. HE 1, 23, 5-7 94. 1. Ecclesiae] Ecclesiae inter se a. c. || 2. ideo] tamen a. c. | excitarent] e**itarent a. c. || 5. Eusebii loco] loco vero Eusebii a. c. | vero] add. | compositas] * a. c. || 7. Eusebius] scrib a. c. | seditiones] seditiones inter se agitasse a. c. || 12. impios] improbos a. c.

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94. (1) De esta forma las Iglesias quedaron pacificadas. (2) «Pero, cuando todos cultivaban la paz mutua, sólo entre los egipcios ardía un implacable furor de contienda, hasta el punto de crearle molestia al emperador, aunque no tanta como para suscitar su cólera. (3) En efecto, tratándolos el emperador con todo honor como a padres, o más bien como a profetas de Dios, los llamó de nuevo junto a sí, de nuevo fue su árbitro, de nuevo los honró con dones y regalos. (4) También la sentencia que como árbitro había dicho la consignó en una carta, confirmando y sancionando lo que había sido decretado por el sínodo y animándolos a que se afanasen por la concordia y no quisieran arrastrar y destrozar el cuerpo de la Iglesia, sino que reflexionasen en su alma sobre el futuro juicio de Dios». Esto escribe Euseb., Vida de Const. l. 3, c. 23. (5) Por su parte Sócrates (l. 1, c. 23) escribe así sobre este lugar de Eusebio: después de arreglar las luchas de Arrio, «de nuevo surgió otro tumulto en la Iglesia. (6) En efecto, otra vez la paz de la Iglesia quedó conturbada por sus siervos. (7) Eusebio de Pánfilo escribe que los egipcios inmediatamente después del sínodo agitaron entre sí riñas y sediciones, sin embargo no añade la causa de este hecho... (9) Pero según deducimos nosotros de varias cartas que se escribieron los obispos entre ellos después de la conclusión del sínodo, ocurría que el término “consustancial” turbaba los ánimos de algunos; y al darle muchas vueltas durante largo tiempo y examinándolo con demasiados escrúpulos provocaron entre sí una guerra intestina. (10) Y este hecho no era diferente a una pelea nocturna. (11) En efecto, parecía que ninguno de los dos bandos entendía muy bien por qué habían decidido atacarse con calumnias el uno al otro. (12) De hecho, los que rechazaban el término “consustancial” consideraban que quienes lo aprobaban estaban introduciendo el dogma de Sabelio y Montano, y por ello los llamaban impíos, en la idea de que le quitaban la existencia al Hijo de Dios. (13) Por su parte, en cambio, los que observaban el término “consustancial”, puesto que opinaban que sus adversarios estaban introduciendo el culto de muchos dioses, los rechazaban como si introdujeran la superstición de los paganos».

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(14) Haec ille, ex quibus constet multos per orbem episcopos Acta concilii moleste tulisse, scientes interpretationem vocis pro Sabellianismo et similibus opinionibus tuendis in proclivi esse, imo videntes vocem sic a plerisque usurpari. (15) Quinetiam ex episcopis Aegypti, quorum plerique falsis Alexandri accusationibus fidem adhibentes, Arium tanquam Ebionitam condemnaverant, haud paucos decreta Nicaena aversatos fuisse, Socrates hic aperte tradit, dum lites quae in Aegypto denuo contigere hinc derivet. (16) At licet Socrates ex literis episcoporum quarum aliquas viderat, recte doceat episcopos secretiori murmuratione latens quoddam et quasi nocturnum bellum gessisse, unde et aperta illa contentio Aegyptiorum augeri posset, tamen contentionis illius alia fuit origo, ea scilicet quam hic trado. [f. 52v]

[f. 53r]

95. (1) Quinque mensibus a concilio nondum completis moritur Alexander (Athanas. Apolog. 2, post med.; Theod. l. 1, c. 26). / (2) «Eo mortuo, congregati in Thebaide et universa Aegypto quadraginta quatuor episcopi, dato sibi invicem jurejurando, statuere ut nullus ordenaretur antequam jurgia quae inter ipsos erant dirimissent,am atque ita communi tum suffragio ordinaretur is qui Alexandrinam Ecclesiam administraturus esset» (Eusebiani et Concilium Tyri apud Sozom. l. 2, c. 17 et 25). (3) «Cum autem plures designarentur episcopi / et aliquantulum temporis in hac altercatione tereretur, Athanasius cum populi parte» (cujus scilicet affectionem ipse sibi per gesta sub Alexandro conciliaverat) «sub vesperem in ecclesiam quae Dionysii dicitur advolant, cumque ibi quosdam episcoporum

am

 πρὶν τὰ ἐν αὐτοῖς ἐγκλήματα διαλύσωσιν (Sozom lib. 2, c. 25).

Yah. 19 95. 1. Ath. Apol. sec. 59, 3; Thdt. HE 1, 26, 1 || 2. Soz. HE 2, 17, 4; 2, 25, 6 || 3. Philost. HE 2, 11 94. 14. acta concilii] quae in consilio (sic) gesta fuerunt a. c. | pro Sabellianismo] ** in a. c. | tuendis] add. || 15. falsis Alexandri accusationibus] Alexandri falsis accusationibus a. c. | in Aegypto] add. | denuo] ibi a. c. || 16. scilicet] ut sequatur a. c. || 95. 1. quinque mensibus... nondum completis] quinto mense... currente a. c. || 2. suffragio] consilio a. c. || 3. cum autem ] et cum a. c. | ipse sibi] add. | conciliaverat] (contra Arium add.) in causa fidei conciliaverat a. c. | episcoporum] episcoporum Aegypti a. c.

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(14) Esto escribe él, de cuyas palabras puede constar que muchos obispos a lo largo del mundo sobrellevaban con molestia las Actas del concilio, sabedores de que la interpretación del término era proclive a una observación sabeliana o similar, e incluso al ver que muchísimos usaban el término así. (15) Es más, Sócrates transmite aquí abiertamente, al derivar de ahí las luchas que acaecieron de nuevo en Egipto, que incluso no pocos de los obispos egipcios, cuya mayoría había condenado a Arrio como ebionita prestando crédito a las falsas acusaciones de Alejandro, habían rechazado los decretos de Nicea. (16) Sin embargo, aunque Sócrates, a partir de cartas de obispos que había visto en parte, opine correctamente que los obispos luchaban con murmullo sordo en una especie de guerra oculta y como nocturna, de donde pudo verse aumentada aquella disputa abierta de los egipcios, no obstante dicha disputa tuvo otro origen: a saber, el que cuento a continuación. 95. (1) No pasados aún cinco meses desde el concilio muere Alejandro (Atanasio, Apología segunda, después de la mitad; Teod. l. 1, c. 26). (2) «Muerto él se congregaron en Tebaida y en todo Egipto cuarenta y cuatro obispos, que prestando juramento entre sí decidieron que no se ordenase a nadie hasta que dirimieran los conflictos que había entre ellos,am y así, en común sufragio, eligieran entonces al que habría de administrar la Iglesia alejandrina» (los eusebianos y el Concilio de Tiro en Sozóm. l. 2, c. 17 y 25). (3) «Al haberse designado varios obispos y perderse algún tiempo en este altercado, Atanasio, con una parte del pueblo» (cuyo afecto, claro, se había ganado por lo llevado a cabo bajo Alejandro) «al caer la tarde salieron volando para la iglesia que se llama de Dionisio, y al

am  πρὶν τὰ ἐν αὐτοῖς ἐγκλήματα διαλύσωσιν (Sozóm. lib. 2, c. 25) [«antes de resolver las acusaciones existentes entre ellos»].

370 [f. 54r]

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/ reperisset,an januas una cum suae factionis hominibus firmissime occlusit atque ita ordinatus est, multum licet reclamantibus ordinatoribus» (Philostorg. l. 2, c. 11). (4) «Inclusi enim populi clamoribus vociferationibusque postulabant Athanasium Ecclesiae episcopum dari, et episcopos ut facerent per multos dies ac noctes jurejurando obtestati sunt, cum interea nec ipsi ab ecclesia discederent nec episcopis discedendi facultatem permitterent» (ut Athanasius ipse, una cum episcopis Aegypti in epistola synodica ad Ecclesias confessus est, apud Athanasium, Apolog. 2). (5) «Cum igitur vis ordinatoribus inferretur ejusmodi, quae voluntatem ipsorum potentiamque superabat, confectum est id quod volebat Athanasius. (6) Sed reliqua epicoporum qui tum aderant multitudo Athanasium hujus rei causa anathemati subjecere. (7) Hic vero cum res suas prius confirmasset, totius civitatis nomine litteras ad imperatorem de ordinatione sua scripsit. (8) Qui cum eas litteras ab Alexandrinorum curia scriptas esse existimaret, electionem illam suo suffragio comprobavit» (Philostorg. l. 2, c. 11). 96. (1) Praeter vim illatam ordinatoribus, et aliae quaedam rationes contra electionem faciebant. (2) Athanasius enim per aetatem haud capax erat episcopatus, vixdum annos viginti quinque natus. (3) Unde Meletiani etiam tribus abhinc annis inclamabant: «Hem scelera! Illene presbyter est aut illene puer?» (Constantinus apud Athanas. in Apol. 2, p. 780). (4) Et praeterea Athanasius erat tantum diaconus, cum tamen electio fieri deberet ex presbyteris Alexandrinis. (5) Marcus enim Evangelista, qui Ecclesiam Alexandrinam fundabat, constituebat ibidem duodecim presbyteros et praeceperat ut ex his episcopus eligeretur. (6) Eaque consuetudo  [ff. 54r/53v] Duos ponit Philostorgius, septem tamen / numerabant Meletiani, et Athanasiani contendebant plures fuisse. Quo plures eo plures perjuri. an

Yah. 19 95. 4. Ath. Al. Apol. sec. 6, 5 || 5-8. Philost. HE 2, 11; am. Soz. HE 2, 25, 5 || 96. 3. Ath. Al. Apol. sec. 62, 3 || 5-6. Eutych. Ann. (1642), xxix-xxxi, cf. Eutych. Ann. 150 95. 4. inclusi... populi] inclusa... multitudo a. c. | postulabant] postulabat a. c. | una] add. | confessus est] add. || 5. volebat Athanasius] Athanasius volebat a. c. || 96. 3. Unde Meletiani – Apol. 2, p. 788] add. || 5. ibidem] add. || an. septem tamen] sed plures fuere a. c.

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encontrar allí a algunos obispos,an cerró las puertas firmísimamente con gente de su facción, y fue así como se ordenó, aunque con muchas protestas de los ordenantes» (Filostorgio, l. 2, c. 11). (4) «En efecto, el pueblo, encerrado, pedía con gritos y vociferaciones que Atanasio fuera nombrado obispo de la Iglesia, y durante muchos días y noches exigían con juramento a los obispos que lo hiciesen, mientras entre tanto ni ellos mismos se marchaban de la iglesia ni dejaban marcharse a los obispos» (según el propio Atanasio junto con los obispos egipcios confesó en su carta sinódica a las Iglesias, en Atanasio, Apología segunda). (5) «Así que, puesto que se les hacía de este modo violencia a los ordenantes, una violencia que superaba la voluntad y la capacidad de éstos, se hizo lo que quería Atanasio. (6) Pero la restante multitud de obispos que estaba presente entonces impuso el anatema a Atanasio por este motivo. (7) Éste, en cambio, después de asegurar sus asuntos, escribió al emperador una carta sobre su ordenación en nombre de toda la ciudad. (8) Y el emperador, al pensar que la carta había sido escrita por la curia de Alejandría, aprobó aquella elección con su sufragio» (Filostorg. l. 2, c. 11). 96. (1) Además de la violencia ejercida contra los ordenantes, había también algunas otras razones en contra de la elección. (2) En efecto, Atanasio no era apto para el obispado por su edad, pues tenía apenas veinticinco años. (3) De ahí que los melecianos, tres años después, exclamasen: «¡Oh crimen! ¿Es ése un presbítero o un muchacho?» (Constantino en Atanasio, Apología segunda, p. 780). (4) Y además Atanasio era sólo diácono, cuando la elección debía hacerse entre los presbíteros alejandrinos. (5) En efecto el evangelista Marcos, que fundó la Iglesia de Alejandría, constituyó allí a doce presbíteros, y estableció que se eligiese al obispo de entre éstos. (6) Y esa

 Filostorgio escribe dos, sin embargo los melecianos contaban siete, y los atanasianos afirmaban que habían sido más. Mientras más, más perjuros. an

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mansit ad usque tempora Alexandri et tunc abrogata fuit, ut refert Eutychius in Annalibus. (7) Abrogationis vero nullum antiquius occurrit exemplum quam inordinata electio Athanasii. [f. 55r]

[f. 56v]

[f. 57v]

[f. 56v]

97. (1) Hujus igitur electionis occasione ardebat apud Aegyptios implacabilis ille contentionis furor cujus causam / Eusebius modeste reticuit. (2) Imperator itaque, ut pacem denuo componeret, advocat ad se episcopos Aegypti, dissidia suaviter componit, conciliatorum animos muneribus delinit et sedat. (3) / Et episcopis domum redeuntibus, «sententiam quam arbiter dixerat per epistolam significat [Aegyptiis], confirmans et sanciens ea quae a Synodo [Nicaena] decreta fuerant, eosque adhortans ut concordiae studerent». (4) Quibus Eusebii verbis confirmantur quod ex Socrate modo docuimus, nempe quod sacerdotum Aegyptiorum plurimi / hac tempestate decreta Nicaena aegre ferrent. (5) Cur enim imperator, dum litem hanc novam componere studet, confirmaret et sanciret decreta Nicaena, simul adhortans ut concordiae studerent, nisi quod animadverteret fidem illam huic dissentioni ministrasse, tam episcopis quam plebibus qui in Athanasium insurrexerant, ordinationem ejus ob fidem istam molestius habentibus, et ideo eidem majori cum studio impugnantibus, licet metu imperatoris non ausi essent fidem ipsam aperte impugnare? 98. (1) Post hujus epistolae commemorationem Eusebius sic pergit: «Sed et alia plurima», inquit, «ejusmodi scripsit imperator, ac paene innumerabiles / exaravit epistolas, nunc episcopis

Yah. 19 96. 5-6. Eutych. Ann. (1642), xxix-xxxi, cf. Eutych. Ann. 150 || 97. 3. Eus. VC 3, 23 || 98. 1-4. Eus. VC 3, 24, 1; 3, 25; 3, 41, 2 - 3, 42, 1 96. 7. vero] add. | nullum antiquius... exemplum] non alia... occasio a. c. || 97. 2. episcopos] ae a. c. | suaviter – sedat. Et] add. | conciliatorum] aegre ferentium a. c. | et] dein a. c. || 3. et episcopis – 99. 4. sanctio occurrit] app. IX a. c. || 97. 3. episcopis] episcopis igitur a. c. | redeuntibus] redeuntibus imperator ut ex Eusebio audivistis a. c. | significat] significaret a. c. || 4. – 98. 1. quibus Eusebii verbis – ac paene innumerabiles] add. || 4. sacerdotum] imperator Aegyptiorum a. c. || 97. 5. cum] cum cum a. c. | studio] animositate a. c. || 98. 1. post] posthaec a. c. | hujus epistolae commemorationem] add. | sed et alia – innumerabiles] sed et alia plurima, pergit Eusebius, ejusmodi scripsit, ac paene innumerabiles a. c.

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costumbre permaneció hasta los tiempos de Alejandro y quedó abrogada entonces según refiere Eutiquio en sus Anales.114 (7) Sin embargo no hay ningún ejemplo más antiguo de la abrogación que esta elección sin ordenar de Atanasio. 97. (1) Así que fue con motivo de esta elección por lo que ardía entre los egipcios aquel implacable furor de contienda cuya causa se calló Eusebio modestamente. (2) De modo que el emperador, para componer de nuevo la paz, llama ante sí a los obispos de Egipto, compone suavemente las desavenencias, suaviza y calma con regalos los ánimos de los asistentes al concilio. (3) Y mientras los obispos estaban regresando a sus ciudades «les comunica [a los egipcios] mediante una carta el parecer que había emitido como árbitro, confirmando y sancionando lo que había sido decretado por el Sínodo de Nicea y animándolos a que se afanasen por la concordia». (4) Con estas palabras de Eusebio se confirma lo que acabamos de saber por Sócrates: a saber, que muchísimos de los sacerdotes egipcios por aquella época sobrellevaban mal los decretos de Nicea. (5) En efecto, ¿por qué el emperador, en su afán por poner fin a esta nueva lucha, iba a confirmar y sancionar los decretos de Nicea, animándolos a la vez a que se afanasen por la concordia, sino porque se daba cuenta de que aquella fe era la que provocaba esta disensión, sumándose la circunstancia de que tanto a los obispos como a la plebe que se había levantado en contra de Atanasio les molestaba especialmente la ordenación de éste por causa de esa fe, y por ello impugnaban la ordenación con mayor afán, aunque por miedo al emperador no se habían atrevido a impugnar abiertamente la propia fe? 98. (1) Después de la mención de esta carta Eusebio sigue así: «Pero el emperador escribió también otras muchas cosas», sigue Eusebio, «del mismo estilo, y redactó casi innumerables cartas, ora

114  El pasaje en cuestión se encuentra en la recensión antioquena del texto de Eutiquio, según informa su editor actual, que no lo incluye en su texto crítico (cf. Breydy 1985, 45, nota 3).

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praescribens ea quae ad Ecclesiarum Dei utilitatem spectabant, nunc ipsas plebes per literas compellens... (2) His ita gestis imperator Deo carus aliud quiddam imprimis memorabile aggressus est in Palaestina: beatissimum illum dominicae resurrectionis locum qui est in Hierosolymis illustrem ac venerabilem cunctis mortalibus efficere officii sui esse existimavit. (3) Confestim igitur oratorium ibidem extrui mandavit», etc. (4) «Matris autem suae [Helenae] tantum bonum humano generi procurabatur... quae in Orientem properavit ut terram veneratione dignam perlustraret». Haec Euseb. in Vit. Const. l. 3, c. 23, 24, 25, 42, 43. (5) Porro isthaec Helenae expeditio contigit anno 326, ut Eusebius et Rufinus satis indicant, et ex epistola Constantini ad Macarium, episc. Hierosolymitanum, quam ipsa Helena (uti narrat Theodoritus l. 1, c. 18) secum in Orientem pertulit, colligi potest, ubi scilicet imperator ait se basilicae illius excitandae negotium Draciliano dedisse. (6) Dracilianus enim vices egit praefecti praetorio in Palaestina et vicinis locis anno 326, ut ex lege 1 de haereticis C. Theod. ad illum inscripta constat. (7) Quo eodem anno Helena etiam moritur. (8) Mortua est enim ante jacta fundamenta Constantinopoleos (Euseb. ib.) ac duodecimo anno ante Constantinum (Cedrenus), qui obiit anno 337. (9) Conciliatio itaque Aegyptiorum quae expeditionem Helenae praecessit necessario incidet in tempus vernum anni 326.

Yah. 19 98. 1-4. Eus. VC 3, 24, 1; 3, 25; 3, 41, 2 - 3, 42, 1 || 5. Thdt. HE 1, 18, 1 || 6. Cod. Theod. 16, 5, 1 || 8. Eus. VC 3, 46 - 3, 48 | Cedr. Comp., PG 121, 565A-B 98. 2. beatissimum] quidnam a. c. || 4. Matris] * Eu a. c. || 5. isthaec] haec a. c. | expeditio] peregrinatio a. c. | indicant] insinuant a. c. | et ex epistola – Helena etiam moritur] add. | quam ipsa – pertulit] add. | scilicet] add. || 7. quo] anno a. c. | Helena] vel ineunte (initio a. c. ut vid.) a. c. : vel sequente (sequenti a. c.) a. c. | etiam] add. | moritur] ibidem moritur ad (ut vid.) a. c. || 8. est] add. | ante] antequam a. c. | anno 337] anno 337, Maii 22 a. c. || 9. conciliatio... praecessit... incidet] conciliatio... et relegatio (exil a. c.) Eusebii **... praecessere... incident a. c. | tempus vernum] initium a. c. | anni 326] anni 326. Scribit septimo circiter mense post Concilium Nicaenum, non tertio ut vult Philosto a. c. : anni 326. Scribit quidem Philostorgius Eusebium (* del.) a. c. : anni 326. Hinc igitur exilium Eusebii quod Philostorgius scribit tribus mensibus post Concilium Nicaenum expletis contigisse, (* del.) in septimum potius vel octavum mensem rejiciendum esse. Compositis (igitur del.) istis litibus, dum Helena pergit in Orientem imperator ipse tendit in Italiam et vicennalia sua celebrat Romae a. c.

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prescribiéndoles a los obispos lo que se refería al provecho de las Iglesias de Dios, ora exhortando por carta a la propia plebe... (2) Llevados así a cabo estos hechos, el emperador, grato a Dios, acometió otra empresa de las más memorables en Palestina: consideró que era su deber hacer ilustre y venerable para todos los mortales aquel santísimo lugar de la resurrección del Señor que está en Jerusalén. (3) Así que de inmediato ordenó construir allí mismo un oratorio», etc. (4) «... de su madre [Helena] se procuraba tan gran bien para el género humano... que corrió a Oriente para hollar la tierra digna de veneración». Esto dice Euseb. en Vida de Const. l. 3, c. 23, 24, 25, 42 y 43. (5) Pues bien, esa expedición de Helena tuvo lugar en el año 326, según dan suficientes indicios Eusebio y Rufino, y puede deducirse de la carta de Constantino a Macario, obispo de Jerusalén, que la propia Helena (según cuenta Teodoreto, l. 1, c. 18) se llevó consigo a Oriente, donde el emperador dice, a saber, que ha asignado a Draciliano la tarea de levantar la basílica. (6) En efecto, Draciliano desempeñó el cargo de prefecto del pretorio en Palestina y en los lugares vecinos en el año 326, como consta de la Ley primera sobre los herejes del Código de Teodosio, a él dirigida. (7) Y ese mismo año muere también Helena. (8) En efecto, murió antes de que se echasen los cimientos de Constantinopla (Eusebio, ib.), y doce años antes que Constantino (Cedreno), que murió en el año 337. (9) Así que la reconciliación de los egipcios que precedió a la expedición de Helena necesariamente habrá de tener lugar antes de la primavera del año 326.

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[f. 57v]

99. (1) Posthaec imperator iterum factus est arbiter Aegyptiorum, ut in sequentibus dicetur, sed judicium istud multis modis ab hoc distinguitur. (2) Hoc contigit ante expeditionem Helenae, illud postea. In hoc imperator ad se vocavit dissidentes episcopos, in illo episcopi unius partis ultro venerunt et solus Athanasius ex altera parte citatus est. (3) In hoc pax composita est atque dissidentes donis pacantur et conglutinantur, in illo Athanasii adversarii cum ira dimittuntur et opprimuntur. (4) In epistola hoc tempore scripta ad Aegyptios imperator confirmat et sancit ea quae a Synodo Nicaena decreta fuerant; in ea quam imperator illo tempore scripsit ad eosdem nulla talis confirmatio et sanctio occurrit.

[f. 56r]

100. (1) Compositis autem praedictis litibus, / dum Helena pergit in Orientem, imperator ipse tendit in Italiam et viccennalia sua celebrat Romae. (2) Interim gaudia haec maestissimis quibusdam casibus temperantur. (3) Nam Constantinus vix Italiam ingressus fuerat, cum Crispum Caesarem, filium suum primogenitum, ob falsam criminis suspicionem veneno sustulit,ao dein propriam etiam conjugem Faustam balneo calido suffocavit, atque alios quosdam genere proximos (gentiles apud Sozom. lib. 1, c. 5) et amicos innumeros (Eutrop. l. 10) occidi jussit, de quibus consule Baronium ad annum 324 sect. 5 et / sequ., qui utique testimoniorum (quae ibi adducit) multitudine et evidentia victus cogitur haec agnoscere. (4) Rejicit tamen factum ad annum 324, Chronicon Eusebii secutus, quod certo erroneum est et hic proculdubio ab Hieronymo interpolatum, nam Eusebius imperatorem summis semper laudibus extollere et ejus vitia omnia celare solitus est.

[f. 57r]

ao  Artemius martyr sub Juliano, Hieronymus, Ammianus, Orosius, Aurel. Victor, Eutropius aliique apud Baronium, an. 324.

Yah. 19 100. 3. Soz. HE 1, 5, 1 | Baron. Ann. 3, 324, 1-12 99. 3. conglutinantur] adstringuntur a. c. om. del. || 100. 1. compositis – litibus] his gestis imperator ex Oriente redit a. c. | autem] add. || 3. adducit] nomen a. c. | agnoscere] scripsi : agnosere leg. || 4. proculdubio] forte a. c.

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99. (1) Después de esto el emperador actuó de nuevo como árbitro de los egipcios, según se dirá más adelante,115 pero ese juicio se distingue de éste en muchos aspectos. (2) Éste tuvo lugar antes de la expedición de Helena, aquél después. En éste el emperador llamó junto a sí a los obispos en discordia; en aquél los obispos de un solo partido vinieron por su propia iniciativa y sólo Atanasio fue citado del otro partido. (3) En éste se compuso la paz y se aplacó con regalos y se dio unidad a los que estaban en discordia; en aquél se despidió con ira y se reprimió a los adversarios de Atanasio. (4) En la carta escrita en este tiempo a los egipcios el emperador confirma y sanciona lo que había decretado el Sínodo de Nicea; en la que escribió el emperador en aquel tiempo a los mismos no se encuentra tal confirmación y sanción. 100. (1) Pues bien, arregladas las luchas antes mencionadas, mientras Helena se dirige al Oriente, el propio emperador marcha a Italia y celebra sus vicenales en Roma. (2) Entre tanto estas alegrías se ven enfriadas por ciertos sucesos luctuosísimos. (3) Pues apenas había llegado a Italia cuando Constantino eliminó con veneno a su hijo primogénito, el césar Crispo, por la sospecha de una acusación falsa;ao luego ahogó a su propia mujer, Fausta, en un baño caliente, y mandó matar a algunos otros familiares (gentiles, en Sozóm. lib. 1, c. 5) y a innumerables amigos (Eutrop. l. 10); sobre esto consulta a Baronio en el año 324, sección 5 y siguientes, que, sin duda vencido por la multitud de testimonios (que aduce ahí mismo) y por la evidencia, se ve obligado a reconocer estos hechos. (4) Sin embargo, desplaza el suceso al año 324, siguiendo la Crónica de Eusebio, que con seguridad está equivocada y contiene en ese lugar una interpolación introducida fuera de toda duda por Jerónimo, pues Eusebio solía elevar al emperador siempre con las mayores alabanzas y ocultar todos sus vicios.

 Artemio, mártir bajo Juliano, Jerónimo, Amiano, Orosio, Aurelio Víctor, Eutropio y otros, en Baronio, an. 324. ao

 Cf. 104-105.

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(5) Tempus verum sic colligitur. (6) Sozomenes, lib. 1, c. 25, ex legibus a Constantino et Crispo simul editis et notas temporum nominaque legislatorum ferentibus, expresse testatur Crispum desiisse anno vicesimo Constantini, qui quidem annus coepit 8 Kal. Aug. A. C. 425, dum Synodus Nicaena sederet, quae et faesto vicennalium Nicaeae celebrato interfuit. (7) Tradit etiam Zosimus Constantinum haec facinora patrasse tunc cum Romam profectus esset, et Gothofredus ex legibus Constantini loca ac tempora quibus dabantur ferentibus cogitur agnoscere Constantinum non advenisse Romam ante mensem Julium anni 326, proindeque rejicere facinora haec in tempora proxime post Concilium illud Nicaenum, et repudiare celeberrimum illud figmentum de baptismo Constantini, quem Romae anno 324 ex occasione horum scelerum ad reatum ante sessionem synodi diluendum celebrari volunt. (8) Praeterea Marcellinus Polae in Istria peremptum Crispum scribit, atqui Pola proxima est Aquileiae, ubi Constantinum mense Aprili anni 326 positum fuisse testatur Lex un. Siquis eam cujus tutor (Cod. Theod). (9) Huic etiam tempori favet illud Baronii ann. 324 § 27 quo docet ex Zosimo Osium jam ex Aegypto Romam rediisse. (10) Scilicet Osius sub finem anni 324 ad imperatorem reversus et comitatum secutus, primo Nicaeam, dein Romam perrexerat. (11) Denique Idaciana consularia facinus in consulatum Constantini imp. 7 et Constantii caes. (huic anno scilicet congruentem) referunt, quo et Constantinum Romae vicennalia edidisse scribunt. [f. 58r]

101. (1) Tam immania vero erant haec scelera, ut Ablavius, hoc ipso anno 326 praefectus praetorio, ut docet Lex 6 de episcopis et Lex 5 de naviculariis (quod superiorem chronologiam confirmat),

Yah. 19 100. 6. Soz. HE 1, 5, 2 || 7. Baron Ann. 3, 324, 10 | Goth. Chron. xxiv || 8. Amm. 14, 11, 20 | Cod. Theod. 9, 8, 1 || 9. Baron. Ann. 3, 324, 27 || 101. 1. Cod. Theod. 16, 2, 6; Cod. Theod. 13, 5, 5 || 1-2. Baron. Ann. 3, 324, 9 100. 6. 425] sic perperam pro 325 | quae et] q qu a. c. || 8. Marcellinus] Marcellinus tradit a. c. | scribit] docet a. c. | siquis] * a. c. || 10. sub finem – ad imperatorem] add. | imperatorem] comitatum a. c. om. del. | reversus] rediens a. c. | et comitatum] primo Nicae a. c. || 11. denique] adhaec Ida a. c. || 101. 1. hoc ipso – praefectus praetorio] (post haec add.) consul a. c. : vir apud Constantinum praecipuus et a. c. | hoc ipso] hoc autem ipso a. c. | docet] docet ** a. c. | superiorem] add.

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(5) En cuanto al tiempo, se calcula así. (6) Sozómeno (lib. 1, c. 25), a partir de las leyes promulgadas juntamente por Constantino y Crispo y que llevan escritas las fechas y los nombres de los legisladores, atestigua expresamente que Crispo murió en el año vigésimo de Constantino, año que empezó el día octavo antes de las calendas de agosto del A. C. 425,116 mientras estaba reunido el Sínodo de Nicea, que también asistió a la celebración festiva de los vicenales. (7) Transmite también Zósimo que Constantino perpetró estos crímenes en la época en que había marchado a Roma, y Godofredo, a partir de las leyes de Constantino, que llevan los lugares y las fechas en que fueron promulgadas, se ve obligado a reconocer que Constantino no llegó a Roma antes del mes de julio del año 326, y por ello a desplazar estos crímenes hasta los tiempos inmediatamente posteriores a aquel Concilio de Nicea y rechazar ese celebérrimo invento del bautismo de Constantino, que pretenden que se celebró en Roma en el año 324 por motivo de estos crímenes para lavar su culpabilidad ante la sesión de un sínodo. (8) Además, Marcelino escribe que Crispo había sido asesinado en Pola, Istria; ahora bien, Pola está muy cerca de Aquilea, donde Constantino se había instalado el mes de abril del año 326, según prueba la ley «Si a alguna cuyo tutor» (Código Teodosiano). (9) También esta fecha se ve favorecida por aquel lugar de Baronio (an. 324. § 27) donde informa, a partir de Zósimo, de que Osio ya había partido de Egipto para Roma. (10) Pues bien, Osio volvió junto al emperador hacia finales del año 324, y siguiendo su cortejo se dirigió primero a Nicea y luego a Roma. (11) Finalmente, los Cómputos consulares de Idacio refieren el crimen al séptimo consulado del emperador Constantino y del césar Constancio (consulado que corresponde a este año), por lo cual también escriben que Constantino festejó sus vicenales en Roma. 101. (1) Pero tan enormes eran estos crímenes que Ablavio, prefecto del pretorio ese mismo año 326, según informa la Ley 6 sobre los obispos y la Ley 5 sobre los navieros (que confirma la cronología

 Evidente errata por 325.

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postea vero consul, vir apud Constantinum praecipuus, disticho Palatinis foribus affixo, vocarit haec tempora Neroniana, uti Sidonius Apollinaris, auctor gravissimus, refert his verbis (Sidon. l. 5, epist. 8): (2) «Ut mihi», inquit, «non figuratius Constantini domum vitamque videatur vel pupugisse versu gemello consul Ablavius, vel momordisse disticho tali clam Palatinis foribus appenso: Saturni aurea saecula quis requirat? Sunt haec gemmea, sed Neroniana. Quia scilicet praedictus Augustus iisdem ferme temporibus extinxerat conjugem Faustam calore balnei, filium Crispum frigore veneni».

[f. 59r]

(3) Ad hoc distichon alludens Baronius (Baron. an. 324. § 35), dum de causa fugae Romani pontificis agit, vocat haec tempora infaelicissima atque ea plane quae ore domesticorum meruerint Neroniana vocari: (4) «Quibus facile erat», inquit, «fluctuantem Constantini animum... levissimis suspicionibus in quosque optimos agitari adeo ut, si deploratissimis hisce temporibus carissimus filius Caesarum primus, amantissima uxor augusta et alii complures necem ab irato principe subire coacti sint, quid mirum si Romanus pontifex fugam capessere adactus sit, vel in ea quam antea ob furorem gentilium captasset, sese cum suis hactenus continuare? (5) Tempora plane (ut eadem saepe repetamus quae Ablavius testatur) Neroniana erant». (6) Haec Baronius (Baron. an. 324. 17, 19, 27, 35), qui et ex Glyca (Mich. Glyc. Hist. l. 4), Zosimo (Zosim. l. 2) et traditione gentilium apud Sozomenem (Sozom. l. 1, c. 5), scribit imperatorem ad gentilismum fere rediisse, et jam demum post haec / facinora se totum ad Christianam religionem convertisse, ubi flamines et Sopatrum, philosophum gentilem, de expiatione peccatorum consulens, responsum tulisset non esse traditum lustrationis modum qui tam foeda piacula posset eluere, ab Osio vero confirmatum audivisset religionem Christianorum habere vim abolendi quodcumque peccatum.

Yah. 19 101. 6. Baron. Ann. 3, 324, 17-35 101. 1 postea] postea a. c. ut uid. || 4. subire] subire * a. c.

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arriba antes establecida), y luego cónsul, un hombre de influencia ante Constantino, llamó a estos tiempos «neronianos» en un dístico clavado en la puerta del Palatino, según refiere Sidonio Apolinar, autor muy serio,117 con estas palabras (Sidon. l. 5, epíst. 8): (2) «De modo que no me parece que se tomara demasiada licencia poética el cónsul Ablavio cuando atacó con un verso doble la casa y la vida de Constantino y lo zahirió con este dístico colgado a escondidas en la puerta del Palatino: ¿Quién va a buscar los áureos siglos de Saturno? Estos siglos son de gemas, pero de gemas neronianas. Puesto que dicho Augusto aproximadamente en esos mismos tiempos había asesinado a su esposa Fausta con el calor del baño, y a su hijo Crispo con el frío del veneno». (3) Baronio, que alude a este dístico cuando trata sobre la huida del pontífice romano, llama a estos tiempos infelicísimos y dignos de ser llamados neronianos por sus súbditos: (4) «En esos tiempos era fácil», dice, «que el fluctuante ánimo de Constantino... se agitase con las más ligeras sospechas contra los mejores, hasta tal punto que, si en estos tiempos tan deplorados fueron obligados a sufrir la muerte por el airado príncipe en primer lugar su hijo, el mayor de los césares, y su amantísima y augusta esposa y luego otros muchísimos, ¿qué hay de asombroso si el pontífice romano se viera empujado a emprender la huida, o bien a refugiarse con los suyos en el sitio donde antes se había escondido por el furor de los paganos? (5) Los tiempos eran del todo neronianos, para repetir una vez más aquello que atestigua Ablavio». (6) Esto escribe Baronio, que también, a partir de Glica, Zósimo y la tradición de los paganos en Sozómeno, escribe que el emperador casi regresó al paganismo, y sólo después de estos crímenes se convirtió por entero a la religión cristiana, cuando, al consultar a los flámines y al filósofo Sópatro sobre la expiación de sus pecados, obtuvo la respuesta de que no se había transmitido ninguna forma de lustración que fuera capaz de lavar pecados tan horrendos, pero sin embargo oyó de Osio la confirmación de que la religión de los cristianos tenía el poder de borrar cualquier pecado.

 Así, auctor gravissimus lo llama Baronio en el pasaje citado.

117

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[f. 60r]

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102. (1) Neque sane isthaec a veritate prorsus aliena esse videntur. (2) Nam qui auruspices non multo ante de aedibus suis fulmine tactis consuli voluit et eorum sententias ad se transferri, quid mirum si se aliis gentilium ritibus aliquando immiscuerit, et praesertim hoc tempore ubi deterrimus factus est? (3) Neque est quod quisquam objectet pietatem ejus erga Christianos, nam certe in ipsa Synodo Nicaena nimium lusit et sub praetextu religionis paci reipublicae studuit, ut ex hoc unico argumento satis manifestum est: (4) quod, postquam Hosio auscultans et Eusebium propter societatem cum Licinio aversatus deterruisset episcopos haud paucos Eusebio adhaerentes ne venirent ad concilium, dein caeteros utriusque partis, inter se vehementer contendentes, in sententiam, non in quam illi sponte conspiraverant sed quam ipse prius elegerat, partim fraudulentis interpretationibus, partim vero metu exilii uno die pertraxerat, non erubuit consensum horum episcoporum pro decisione Dei ipsius inspirante Spiritu Sancto patribus infusa venditare. (5) Nam in epistola quam finita Synodo scripsit ad Aegyptios, haec fatus est: «Cum», inquit, «trecenti et amplius episcopi, tum ob modestiam, tum ob solertiam admirandi, unam omnes et eandem fidem, / quae juxta veritatem et examen divinae legis sola fides potest esse, unanimi sententia confirmarint... revertamur ad carissimos fratres nostros a quorum consortio impudens ille diaboli minister [Arius] nos separavit... (6) Nam quod trecentis placuit episcopis nihil aliud existimandum est quam Dei sententia, praesertim cum in tantorum virorum mentibus insidens Spiritus Sanctus divinam voluntatem aperuerit. (7) Quocirca nemo vestrum ambigat, nemo differat sed omnes ad veritatis viam redite». (8) Haec ille, quae confer cum epistola quam scripsit contra Arium ante sessionem synodi, et dic sodes siquid aliud imperator quam histrionem egerit, paci reipublicae quomodocunque consulens.

Yah. 19 102. 5-7. Socr. Sch. HE 1, 9, 21-25 102. 4. se vehementer] sentententiam (sic) a. c. | decisione] deci*sione a. c. || 6. aperuerit] apperuerit a. c. || 7. omnes] omnes * a. c.

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102. (1) Y eso no parece enteramente ajeno a la verdad. (2) Pues si quiso consultar a los arúspices no mucho antes porque su casa había sido tocada por un rayo y quiso que le transmitiesen el parecer de éstos, ¿qué tiene de sorprendente que alguna vez participase en otros ritos de los paganos, y especialmente en aquel tiempo en que degeneró tanto? (3) Y tampoco hay razón para que alguien aduzca en contra su piedad hacia los cristianos, pues desde luego en el propio Sínodo de Nicea se comportó con enorme frivolidad, y so pretexto de la religión se afanaba por la paz del estado, como se pone suficientemente de manifiesto por este único argumento: (4) al prestar oídos a Osio y abominar de Eusebio por causa de su amistad con Licinio, disuadió con amenazas a no pocos obispos del partido de Eusebio de acudir al concilio, y luego a los demás de ambos partidos, que disputaban entre sí con vehemencia, los llevó en un solo día a aceptar no el parecer en el que ellos por su voluntad se habían puesto de acuerdo, sino el que él mismo había elegido antes, y ello en parte con interpretaciones fraudulentas y en parte con el miedo al exilio; y a continuación no le dio vergüenza decir públicamente que se había llegado al consenso de estos obispos por la decisión de Dios, que había sido insuflada en los padres por inspiración del Espíritu Santo. (5) Pues en la carta que al concluir el sínodo escribió a los egipcios dijo lo siguiente: «Puesto que», dice, «más de trescientos obispos, admirables tanto por su mesura como por su inteligencia, han confirmado todos con parecer unánime una misma fe, la única fe posible conforme a la verdad y al examen de la ley divina... volvámonos hacia nuestros queridísimos hermanos de cuya concordia nos separó aquel desvergonzado ministro del diablo [Arrio]... (6) Pues lo que pareció bien a trescientos obispos no debe considerarse sino el parecer de Dios; especialmente cuando el Espíritu Santo dio a conocer la voluntad divina instalándose en las mentes de tan grandes varones. (7) Por ello, que ninguno de vosotros dude, que ninguno difiera, sino volved todos al camino de la verdad». (8) Esto escribe él; compáralo con la carta que escribió contra Arrio antes de la sesión del sínodo y di por favor si el emperador hizo otra cosa distinta que el papel de un actor, empeñado sólo en mirar por la paz del estado fuera como fuese.

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[f. 61r]

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103. (1) Haud crediderim tamen cum Baronio quod imperator post admissa praefata scelera declinaverit ad religionem gentilium. (2) Ex lustratione quam ambiebat, hoc non potest concludi, siquidem se ritibus gentilium superioribus annis immiscuerit, ubi ingentia beneficia quibus Christianos afficiebat satis ostendebant eum tum Christianum fuisse; sed hoc potius dicendum videtur, quod cum fuerit princeps nominis ac gloriae studiosissimus et hactenus utriusque religionis arbitrum se praebuerit, atque populus gentilis hac tempestate multo numerosior extiterit quam Christianus, apud illos se purgare statuit, non tam religionis gratia quam ad infamiam delendam. (3) Quod cum assequi non posset, odium omne convertit in istam religionem, opes idolis mox detrahit, inhibet sacrificia, idola ipsa cum aris evertit, et sui nominis urbem Christianam extruit quae Romae gentilis esset aemula. / (4) Unde non mirum est si gentiles eum a tempore lustrationis denegatae ab eorum religione ad Christianam se contulisse scripserint. (5) Caeterum infaelicia illa facinora quae elui desiderabat, an magno Dei judicio vel secus evenerint, sit aliorum judicium. 104. (1) In contentione illa quae nata est ex ordinatione Athanasii, Meletiani simul cum caeteris commoti fuerant. (2) Hi quidem tempore ordinationis aberant Alexandria, ut episcopi Aegyptii in epistola synodica apud Athanasium testantur (in Apologia secunda), omnem quippe eligendi et ordinandi potestatem Synodus Nicaena eis ademerat, aliudve quicquam sine consensu aliorum episcoporum agendi. (3) Hi igitur cum titulum tantum, non auctoritatem episcopalem, ex decreto synodali sortirentur, non adierant imperatorem cum caeteris, quantum animadverto, neque una conciliati fuerant, sed Athanasium tenentes excommunicatum seorsim collectas agebant. (4) Et contra Athanasius eos vi aggressus ad communionem impellere cogitabat, unde mox gravissimaeque

Yah. 19 104. 2. Cf. Ath. Al. Apol. sec. 59, 4 103. 3. sui nominis] add. || 5. caeterum] caeterum * a. c. | an magno] casu aliquo a. c. | an] add. | sit aliorum] penes alios esto a. c. || 104. 1. in] in * a. c. | nata] secuta a. c. | ex] add. | simul] cum a. c. || 2. aberant] aberant * a. c. | ademerat] ademerant, ut et a. c. | consensu] consensu ep a. c. | agendi] ge a. c. || 3. quantum animadverto] add. | tenentes... agebant] tenebant... agentes a. c.

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103. (1) Sin embargo, yo no creería como Baronio que el emperador se volviera a la religión de los paganos después de cometer los crímenes antes mencionados. (2) De la purificación que deseaba no puede concluirse esto, dado que había participado de los ritos de los paganos en los años anteriores, en los que los enormes beneficios con los que obsequiaba a los cristianos prueban suficientemente que era cristiano por entonces, sino que más bien parece que debe decirse que, al ser un príncipe tan deseoso de renombre y de gloria, y como hasta ese momento se había prestado como árbitro entre ambas religiones y el pueblo pagano era en esa época mucho más numeroso que el cristiano, decidió purificarse entre aquéllos no tanto por razón de religión sino para borrar su infamia. (3) Al no lograrlo volvió todo su odio contra esa religión, retiró y prohibió en seguida las ofrendas a los ídolos, prohíbe los sacrificios, derrumba los propios ídolos junto con sus altares y hace construir una ciudad cristiana con su propio nombre para que rivalizase con la Roma pagana. (4) Por lo que no resulta sorprendente que los paganos escribieran que se pasó de su religión a la cristiana desde el momento en que se le negó la purificación. (5) Por lo demás, si aquellos infelices crímenes que deseaba purificar acontecieron de acuerdo con el gran juicio de Dios o no, dejo que otros lo juzguen. 104. (1) En aquella contienda que nació de la ordenación de Atanasio los melecianos habían quedado tan turbados como los demás. (2) Éstos por cierto no estaban en Alejandría en el momento de la ordenación, según atestiguan los obispos egipcios en la carta sinódica que recoge Atanasio (en la Apología segunda), pues el Sínodo de Nicea les había quitado toda facultad de elegir y de ordenar así como de llevar nada a cabo sin el consenso de los demás obispos. (3) Así que éstos, dado que por el decreto sinodal se les había asignado sólo el título de obispos pero no la autoridad episcopal, no se habían dirigido al emperador junto con los demás, por cuanto puedo deducir, ni se habían puesto de acuerdo con ellos, sino que manteniendo excomulgado a Atanasio celebraban sus reuniones por separado. (4) Por el contrario Atanasio, atacándolos con violencia, pensaba forzarlos a la comunión, por lo que en seguida surgieron

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inter hos turbae conflatae sunt. (5) Qua de causa Athanasius sic in eos invehitur (Apol. 2): «A Synodo Nicaena», inquit, «nondum quinque menses praeterierant cum beatus Alexander mortem obiit. (6) Meletiani autem, quos et quietos et gratos esse oportuit quod aliquo saltem modo recepti essent, more canum, non obliti vomitus sui, rursus Ecclesias perturbare incoeperunt». (7) Ita ille, commotionem reliquorum episcoporum qui mox ad concordiam et amicitiam rediere tacens.

[f. 62r]

(8) Epiphanius vero quae Athanasius vicissim in Meletianos gesserat sic perstringit: «Athanasius», inquit, «mox ut episcopus creatus est, vehementi religionis ardore aestuans ac deplorando Ecclesiae statu commotus, cum ubique conventicula ac populi divortia a Meletianis fierent..., Ecclesias consociare et ad concordiam redigere cupiens, increpandi, comminandi et hortandi finem nullum faciebat, auscultante nemine. (9) Ex quo omnes illae contra / ipsum turbae conflatae ac comparatae sunt ob eximium illius ardorem ac studium divinitus in eum a Deo collatum» (Epiphan. Haeres. 69). (10) In alio loco idem Epiphanius haec plenius describit, in Alexandrum tamen conferens quae conveniebant Athanasio: (11) «Alexander», inquit, «post Meletii confessoris obitum, adversus Ecclesiae schisma vehementi quodam ardore succensus, Meletianos, qui privatos conventus habebant, agitare ac vexare iisque vim adhibere coeperat, ne ab una eademque Ecclesia contumaciter desciscerent; illi contra detrectantes tumultuari ac perturbare omnia. (12) Quare persequente eos et urgente acrius Alexandro, nonnulli e sectae primariis ac pietate et virtute facile principes, ut iis incommodis mederentur, ad comitatum profecti sunt ut imperatori supplicarent ab eoque privatorum conventuum sine illo impedimento facultatem obtinerent. (13) Ex his praecipui erant Paphnutius quidam, vir magnus et anachoreta et confessor; cum eo erat et Joannes, illorum

Yah. 19 104. 5-6. Ath. Al. Apol. sec. 59, 3-4 || 8-9. Epiph. Const. Haer. 68, 7, 5-7 || 10-15. Epiph. Const. Haer. 68, 5-6, 2 104. 7. et amicitiam] add. | rediere] redierunt a. c. || 8. ecclesias] ille ecclesias a. c. | faciebat] scripsi : facienbat (sic) leg. || 9. divinitus... a Deo] divinitus a Deo... a. c. || 12. Alexandro] scripsi : Alexando leg.

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tumultos entre éstos, y muy graves. (5) Por esta razón Atanasio arremete así contra ellos (Apol. seg.): «Desde el Sínodo de Nicea», dice, «todavía no habían transcurrido cinco meses cuando el bienaventurado Alejandro encontró la muerte. (6) Y los melecianos, que hubiera convenido que se hubiesen estado quietos y agradecidos, porque al menos se les había readmitido de algún modo, en vez de eso, como perros, sin olvidar su vómito, empezaron de nuevo a perturbar las iglesias». (7) Así escribe él, sin mencionar la conmoción de los restantes obispos que en seguida volvieron a la concordia y a la amistad. (8) Pero Epifanio resume así lo que a su vez Atanasio había llevado a cabo contra los melecianos: «Atanasio», dice, «en cuanto fue hecho obispo, inflamado por el vehemente ardor de la religión y conmovido por la deplorable situación de la Iglesia, puesto que por todas partes los melecianos creaban conventículos y dividían al pueblo..., en su deseo de unir las Iglesias y reconducirlas a la concordia no dejaba de increpar, amenazar y exhortar, sin que nadie le prestara oídos. (9) Y por causa de ello se avivaron y aprestaron contra él todas aquellas turbas, debido a su elevado ardor y afán puesto en él divinamente por Dios» (Epif. Herejías, 69). (10) En otro lugar el mismo Epifanio describe esto con más detalle, aunque atribuyendo a Alejandro lo que correspondía a Atanasio: (11) «Alejandro», dice, «después de la muerte del confesor Melecio, encendido por un vehemente ardor contra el cisma de la Iglesia, empezó a agitar y a hostigar a los melecianos, que celebraban reuniones exclusivas, y a emplear la violencia contra ellos para que no intentasen contumazmente separarse de la única y la misma Iglesia; ellos, por el contrario, resistiéndose, lo alborotaban y perturbaban todo. (12) Por ello, puesto que Alejandro los perseguía y apremiaba con demasiada dureza, algunos principales de la secta, líderes fácilmente por su piedad y virtud, para remediar estas molestias marcharon a la corte para suplicar al emperador y obtener de él la facultad de celebrar sin aquel impedimento sus reuniones exclusivas. (13) De éstos el más notable era un cierto Pafnucio, gran varón, anacoreta y confesor; con él estaba también Juan, obispo de ellos, y asimismo también

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episcopus, necnon et Callinicus, Peleusii episcopus, cum aliis quibusdam qui hujus concilii participes fuerant, qui cum ad imperatorem venissent et adire vellent, pulsi ac rejecti sunt. (14) Nam Palatini, audito Meletianorum nomine, quid hoc sibi vellet ignorantes adire principem minime permiserunt. (15) Inter haec Paphnutius, Joannes et caeteri, Constantinopoli et Nicomediae diutius moram habentes, cum Eusebio, Nicomediae episcopo, familiaritatem contrahunt eique rem omnem aperiunt..., per hunc conciliari se imperatori ac perduci postulantes». Ita Epiphan. Haeres. 68.

[f. 63r]

(16) Caeterum Meletius obiit statim post Alexandrum, relinquens sucessorem Joannem, cum Athanasium pro episcopo non agnosceret. (17) Epiphanius vero per errorem / produxit vitam Alexandri ad annos aliquot ultra Concilium Nicaenum et inde huic adscripsit praefata, quae sedente Athanasio gesta sunt. (18) Et quidem profectio Paphnutii, Joannis et sociorum ad imperatorem contigit anno 328, quo solo inter Concilium Nicaenum et Tyrium constitit imperator Nicomediae, ut ex legibus ejus tempora et loca ubi consistebat ferentibus videre est apud Gothofredum in Chron. Cod. Theod; quo etiam primum Constantinopoli consistere coepit, fundamenta ejus jaciens. 105. (1) Profecti sunt autem Meletiani ad imperatorem non tantum libertatis impetrandae gratia, sed maxime ut Athanasio crimina quaedam objicerent, sicut refert Athanasius ipse ad hunc modum: (2) «Meletiani», ait, «tale crimen per Isionem, Eudaemonem et Callinicum de vestibus lineis ementiuntur quasi ego canonem ejusmodi tributi Aegyptiis inducerem et primus omnium exigerem. (3) Sed id frustra fuit, presbyteri enim nostri Apis et Macarius, qui ibi forte praesentes aderant, eos audiente imperatore de calumnia Yah. 19 104. 10-15. Epiph. Const. Haer. 68, 5-6, 2 || 18. Goth. Chron. xxx || 105. 1-6. Ath. Al. Apol. sec. 60, 2-4 104. 15. conciliari] conciliari * a. c. || 17. errorem] inadvertentiam a. c. : errorem a. c. || 18. Joannis] add. | quo solo... imperator] quo imperator solo... a. c. | Nicomediae] Nicomediae quam Constantinopoli a. c. | legibus] datis a. c. | ejus] add. | apud Gothofredum] in Goth a. c. || 105. 1. gratia] gratiae a. c. | objicerent] scripsi : objiceret leg. || 2. ait] ait *** a. c.

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Calínico, obispo de Peleusio, junto con algunos otros que habían participado en esta reunión; y cuando éstos habían llegado donde estaba el emperador y quisieron tener audiencia con él fueron expulsados y rechazados. (14) Pues al oír en el Palatino el nombre de los melecianos, al no saber qué quería decir eso no les permitieron comparecer ante el príncipe. (15) Entre tanto, Pafnucio, Juan y los demás, demorándose más tiempo en Constantinopla y Nicomedia, contrajeron familiaridad con Eusebio, el obispo de Nicomedia, y le revelaron todo el asunto..., pidiéndole que sirviera de intermediario para reconciliarse con el emperador y poder llegar hasta él». Así escribe Epifanio, Herejías, 68. (16) Por lo demás, Melecio murió inmediatamente después de Alejandro y dejó como sucesor a Juan, dado que no reconocía a Atanasio como obispo. (17) Sin embargo Epifanio por error alargó en sus escritos la vida de Alejandro hasta algunos años más allá del Concilio de Nicea, y de ahí que le adscribiera a éste los hechos antes mencionados, que se llevaron a cabo bajo el obispado de Atanasio. (18) Y sin duda la marcha de Pafnucio, Juan y sus aliados ante el emperador ocurrió en el año 328, el único entre el Concilio de Nicea y el de Tiro en el que el emperador residió en Nicomedia, como puede verse por sus leyes, que llevan las fechas y los lugares en que estaba residiendo, en Godofredo, Cronicón del Código Teodosiano; éste fue también el año en el que echó los cimientos de Constantinopla y empezó a residir en ella. 105. (1) Los melecianos marcharon ante el emperador no sólo para conseguir libertad, sino sobre todo para formular ciertas acusaciones contra Atanasio, según refiere el propio Atanasio del modo siguiente: (2) «Los melecianos», dice, «se inventan la siguiente acusación a través de Isión, Eudemon y Calínico: que yo les había impuesto el canon de un tributo sobre las ropas de lino a los egipcios y que había sido el primero en exigir un tributo así. (3) Pero eso fue en vano, pues nuestros presbíteros Apis y Macario, que por casualidad se hallaban allí presentes, los rebatieron en audiencia

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vicerunt. (4) Imperator autem damnato Isione me literis ad se accersit. (5) Re cognita Eusebius iis auctor est ne loco se moveant. (6) Ex ejus consilio rem apud Caesarem novis criminibus tentant, accusantes Macarium de calice; mihi autem non quodvis crimen, sed quod maximum omnium est imposuere, quasi hostis imperatoris crumenam auri Philumeno cuidam misissem». (7) Haec ille, in quibus tamen referendis insignis vafricies elucescit. (8) Cur enim, quaeso, imperator Athanasium advocaret si Apis et Macarius accusationem de lineis vestibus modo delevissent, reliqua autem crimina nondum fuissent objecta, sed Meletiani condemnati ac dimissi jam domum redituri essent? (9) Certe imperator accersivit Athanasium ut accusationibus Meletianorum responderet. (10) Potuit tamen, audita parte accusationum, caeteras differri jubere ad usque adventum Athanasii, ut pars utraque simul audiretur. [f. 64r]

(11) Sed magis miror quod Athanasius finxerit Meletianos, audita Athanasii citatione, discessum fugamve ornasse et solis / Eusebii monitis detentos e loco non movisse. (12) Si hi Athanasium ea de causa accusaverant ut is in judicium vocaretur, scientes absentem non posse judicari, si imperator eorum opera Athanasium accersiverat ut inter utrumque ille judicaret, nonne aeque persistere tenerentur atque Athanasius accedere? (13) Nonne hunc congressum expectabant? (14) Quomodo igitur ad fugam parati? (15) Quam puerile hoc commentum? (16) Sed si fuisset, unde, quaeso, innotuerint Athanasio secreta concilia adversariorum? (17) Qui talia ascribit adversariis quorum notitiam habere non possit (quod Athanasio familiare est), eo ipso ostendit se fingere. Yah. 19 105. 1-6. Ath. Al. Apol. sec. 60, 2-4 105. 6. misissem] mississem a. c. || 8. objecta] objecta * a. c. | condemnati ac] add. | dimissi] dismissi a. c. || 9. certe] non a. c. | accusationibus] ob a. c. ut uid. || 10. potuit tamen] licet forte a. c. | jubere] scripsi : juberet leg. || 11. discessum fugamve ornasse] discessum ornasse a. c. om. del. : discessuros fuisse a. c. || 12. si hi] cum a. c. | accusaverant] accusavissent a. c. | si2] et a. c. | accersiverat] accersivisset a. c. | ut inter utrumque... judicaret, nonne] add. | judicaret] jam judicaret a. c. | accedere] accedere * a. c. || 14. parati] parati? sed si ita fuisset a. c. || 16. innotuerint – adversariorum] adversariorum secreta concilia Athanasio innotuerint a. c. | Athanasio] * Athanasio a. c. || 17. qui] certe qui a. c. | notitiam] notitiam ad eum a. c. | possit] potest a. c. | quod] * a. c. | eo] hoc a. c. |

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ante el emperador probando que era una calumnia. (4) Y el emperador, condenado Isión, me hizo llamar por medio de una carta. (5) Al enterarse del hecho, Eusebio fue el que los convenció de que no se movieran del lugar. (6) Por decisión suya probaron suerte ante el César con nuevas acusaciones, acusando a Macario de lo del cáliz, y contra mí dirigieron no cualquier acusación, sino la mayor de todas: que como enemigo del emperador le había enviado a cierto Filomeno una bolsa con oro». (7) Esto escribe él; sin embargo, en el relato se deja ver su insigne astucia. (8) En efecto, ¿por qué, pregunto, el emperador iba a llamar a Atanasio si Apis y Macario ya habían borrado la acusación de las ropas de lino y las demás acusaciones todavía no se habían formulado, sino que los melecianos, condenados y despedidos, ya iban a regresar a su país? (9) Sin duda el emperador hizo venir a Atanasio para que respondiera a las acusaciones de los melecianos. (10) Sin embargo sí pudo ser que, una vez oída una parte de las acusaciones, ordenara diferir las demás hasta la llegada de Atanasio, para escuchar a ambas partes a la vez. (11) Pero más me sorprende que Atanasio se inventara que los melecianos, al oír que se le había citado, preparasen su marcha, o su huida, y que finalmente no se movieran sólo porque los detuvieron los consejos de Eusebio. (12) Si éstos habían acusado a Atanasio para que fuera llamado a juicio, sabiendo que no podía juzgarse a un ausente; si el emperador, por causa de ellos, había hecho venir a Atanasio para juzgar él entre ambos, ¿no estaban tan obligados a quedarse como Atanasio a venir? (13) ¿No estaban esperando ese encuentro? (14) ¿Cómo, pues, iban a preparar la huida? (15) ¿Cuán pueril es este invento? (16) Pero si hubiese sido así, ¿cómo, pregunto, iba a conocer Atanasio las reuniones secretas de sus adversarios? (17) Quien atribuye a sus adversarios cosas de las que no puede tener conocimiento (cosa que es habitual en Atanasio), por eso mismo muestra que está inventándoselas.

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106. (1) Jam vero, quod ad objecta crimina attinet, qualia fuerint illa duo de vestibus lineis ac de crumena auri, nemo satis prodidit (neque enim Athanasius in referendis adversariorum accusationibus omnino sincerus esse solet); (2) illud vero de calice Athanasius cum suis sequacibus hoc modo describunt. 107. (1) «Mareotis regio quaedam Alexandrina est ubi Meletius ab initio schisma non induxerat. (2) In pago quodam istius regionis Ischyras quidam, quem Colluthi presbyterum perhibebant, ad Meletianos defecerat et populos ibi congregabat. (3) Cum id Athanasio tum Ecclesias perlustranti renunciatum esset, ille Macarium presbyterum ablegat ad Ischyram accersendum» (Athanas. Apolog. 2). (4) «Ischyras autem morbo decumbebat in cubiculo» (Athanas. ib. et Acta Tyria ibidem a Julio papa et Concilio Serdicensi citata). (5) «Quare Macarius cum quibusdam de populo in locum sacrum irrumpens mysticum calicem confregit, unde jurgium et pugna inter hos et populos Meletianorum conflata» (Epiphan Haeres. 68), gentilibus etiam concurrentibus qui postea una cum Christianis testes hujus rei extitere. (6) «Mensam sacram praeterea idem Macarius evertit» (Aegyptii apud Athanas. Apol 2). (7) Haec Athanasiani, et recte quidem nisi quod Athanasius post mortem testium ad crimen minuendum finxit se non adfuisse ubi Macarius calicem fregit, uterque enim a Meletianis de hoc crimine accusabantur. [f. 65r]

108. (1) «Imperator igitur Psammathiae causa audita Meletianos ut calumniosos rejecit, Athanasium in patriam redeuntem cum epistola ad populos remisit» (Athanas. Apolog. 2). (2) In qua tamen epistola non affirmat Meletianos falsitatis convictos fuisse, sed eos

Yah. 19 107. 1-4. Ath. Al. Apol. sec. 63 || 5. Epiph. Const. Haer. 68, 7, 6. || 6. Cf. Ath. Al. Apol. sec. 83, 2 || 108. 1. Ath. Al. Apol. sec. 60, 4 106. 1. omnino] * a. c. || 2. Athanasius – describunt] hujusmodi erat a. c. | cum suis] * a. c. | sequacibus] add. || 107. 3. tum] scripsi : tun a. c. || 5. mysticum] add. | etiam] praeterea a. c. || 7. haec Athanasiani – accusabantur] et summam hujus criminis Meletiani in Athanasium referebant aeque ac in Macarium (quasi del.) (sive quod hic adfuit ut mihi videtur sive quod add.) hujus (tantum add.) mandatis obtemperans Macarius locum sacrum violavit a. c. | adfuisse] adfuisset a. c. ut uid. || 108. 1. redeuntem] scripsi : redeuntum leg.

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106. (1) Pues bien, en cuanto atañe a las acusaciones que se formularon, nadie ha aclarado suficientemente en qué consistían esas dos sobre las ropas de lino y sobre la bolsa de oro (y Atanasio, en efecto, no suele ser claro en absoluto a la hora de referir las acusaciones de sus adversarios); (2) en cuanto a la del cáliz, Atanasio y sus secuaces la describen del modo siguiente. 107. (1) «Mareótide es una región alejandrina donde Melecio no había introducido el cisma desde el comienzo. (2) En cierta aldea de esa región un tal Isquiras, a quien presentaban como presbítero de Coluto, se había pasado a los melecianos y estaba congregando allí a gente. (3) Cuando se le anunció esto a Atanasio, que estaba entonces recorriendo las Iglesias, manda al presbítero Macario que haga venir a Isquiras» (Atanas. Apol. seg.). (4) «Pero Isquiras yacía enfermo» (Atanasio ahí mismo y las Actas de Tiro citadas ahí por el papa Julio y el Concilio de Sárdica). (5) «Por ello Macario, irrumpiendo con algunos del pueblo en el lugar sagrado, rompió el cáliz del misterio, por lo que se formó un altercado entre éstos y la gente de los melecianos» (Epifanio, Herejías, 68), concurriendo también paganos que después fueron testigos de este hecho junto con los cristianos. (6) «Además, el mismo Macario derribó una mesa sagrada» (los egipcios en Atanasio, Apol. seg.). (7) Esto dicen los atanasianos, y sin duda con razón, salvo que Atanasio, después de la muerte de los testigos, para disminuir la acusación se inventó que él no estaba presente cuando Melecio rompió el cáliz, pues los melecianos acusaban de esto a los dos. 108. (1) «Así que el emperador, al oír la causa en Psamatia, rechazó a los melecianos como calumniadores y reenvió a Atanasio a su patria con una carta al pueblo» (Atanasio, Apol. seg.). (2) Sin embargo en esta carta no afirma que los melecianos fuesen convictos

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tantum ut invidiosos et fidei circumventores accusat et in Athanasio propriam existimationem attingi asserit, ut videre est in ipsa epistola quae extat apud Athanasium in Apol. 2. (3) Erat autem Psammathia suburbanum Nicomediae (Socr. l. 1, c. 27), ubi imperator, uti diximus, consistebat anno 328. [f. 64v]

109. (1) Eodem tempore vel non multo post Eusebius Nicomediae et Theogonius Nicaeae in exilium missi sunt, eo quod cum Alexandrinis quibusdam, qui ob fidem deportati fuerant in Bithyniam, communicabant et causa Meletianorum non desisterent favere. (2) Philostorgius quidem refert horum exilium ad tertium mensem a Concilio Niceno, sed in eo certe fallitur, nam Athanasius scribit Eusebium ab ipsa morte Alexandri consilium et foedera secreto iniisse cum Meletianis. (3) Figmentum quidem est hoc Athanasii, ut fere sunt omnia quae contra inimicos scribit. (4) Etenim, praeterquam quod Epiphanius rem aliter describit, unde, quaeso, secretissima Eusebii et Meletianorum consilia innotescerent? (5) Qui ea de inimicis refert quorum notitiam habere non potest, hoc ipso demonstrat se somniari. (6) Sed quamvis hoc figmentum sit, tamen figmento non locus fuisset si Eusebius eo tempore exulasset. (7) Exulantibus autem Eusebio et Theogonio, imperator misit ad Nicomedienses epistolam cujus priorem partem supra posui, reliquam quae ad praesens negotium spectat hic subjicio (extat apud Theod. l. 1, c. 20) : (8) «... Id unum», inquit, «metuo, id recogito, quod vos in societatem criminis vocari video. (9) Per institutionem enim ac perversam Eusebii doctrinam conscientiam a veritate aversam induistis.ap (10) Sed haudquaquam tarda erit curatio, si episcopo  NB In civitatibus Eusebianorum concordia et unanimitas, in Athanasianis solis populorum discordia. ap

Yah. 19 108. 3. Socr. Sch. 1, 27, 10 || 109. 2. Philost. HE 2, 7 || 8-17. Tdht. HE 1, 20, 3-10 108. 3. suburbanum] * suburb* a. c. | anno] anno anno a. c. || 109. 1. Alexandrinis] ex a. c. | fuerant] fuerant com a. c. | communicabant] communicati fuerant a. c. | non desisterent favere] favere non desisterent a. c. || 2. a concilio] post a. c. | scribit] certe scribit a. c. | Eusebium] ab a. c. | et foedera] add. || 3. inimicos] Eu a. c. || 4. praeterquam] quamvis * a. c. | unde] * a. c. || 6. quamvis] fi a. c. | figmentum] somnium a. c. : figmentum a. c. || ap. Athanasianis] reliquis a. c.

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de falsedad, sino que sólo los acusa como envidiosos y comerciantes de la fe, y afirma que en Atanasio tocan su propia estima, como puede verse en Atanasio, Apol. seg. (3) Psamatia, por cierto, era un arrabal de Nicomedia (Sócr. l. 1, c. 27), donde, como hemos dicho, residía el emperador en el año 328. 109. (1) En ese mismo tiempo o no mucho después, Eusebio de Nicomedia y Teogonio de Nicea fueron enviados al exilio porque mantenían comunión con unos alejandrinos que habían sido exiliados a Bitinia por causa de su fe, y porque no dejaban de apoyar la causa de los melecianos. (2) Filostorgio sitúa el exilio de éstos en el tercer mes después del Concilio de Nicea, pero en eso sin duda se equivoca, pues Atanasio escribe que Eusebio desde la misma muerte de Alejandro se confabuló con los melecianos e hizo pactos secretos con ellos. (3) Sin duda ésta es una invención de Atanasio, como lo es casi todo cuanto escribe contra sus enemigos. (4) Pues en efecto, aparte de que Epifanio describe el asunto de otra forma, ¿cómo, pregunto yo, se había enterado de estos secretísimos planes de Eusebio y los melecianos? (5) Quien refiere de los enemigos aquello de lo que no puede tener conocimiento, por esto mismo demuestra que está soñando.118 (6) Pero aunque esto sea una invención, sin embargo no habría habido lugar para esa invención si Eusebio hubiese estado en el exilio en ese tiempo. (7) Encontrándose pues en el exilio Eusebio y Teogonio, el emperador envía a los nicomedienses una carta cuya primera parte reproduje arriba,119 y la restante, que se refiere a este asunto, la añado aquí (se conserva en Teod. l. 1, c. 20): (8) «Sólo eso», dice, «temo, sólo tengo esto en el pensamiento: que veo que os llaman a una alianza con el crimen.ap (9) En efecto, por la institución y la perversa doctrina de Eusebio habéis adoptado una consciencia apartada de la verdad. (10) Pero en modo alguno llegará tarde la cura, si ahora por fin aceptáis a un obispo fiel y

 Nótese que en las ciudades de los eusebianos hay concordia y unanimidad, sólo en las atanasianas hay discordia entre el pueblo. ap

 Cf. 105, 17.  Cf. 32, 41-46.

118 119

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[f. 65v]

[f. 65r]

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fideli ac syncero nunc tandem accepto, ad Deum oculos convertatis. (11) Quod quidem jam in vestra est potestate et ex vestro judicio pendere jamdudum oportuit, nisi supra memoratus Eusebius, illis tunc mire eum adjuvantibus, huc venisset et rectum ordinem disciplinae conturbasset...aq (12) Quid nuper una cum Theogonio, dementiae suae socio, admiserit, quaeso, accipite. (13) Alexandrinos quosdam qui a nostra fide desciverant huc abduci praeceperam, propterea quod eorum opera ac ministerio discordiae fax excitabatur. (14) Verum isti egregii scilicet episcopi, quos synodi clementia ad agendam paenitentiam servaverat, non solum / istos susceperunt et apud se tuto degere jusserunt, sed etiam malitiae illorum socios se ac participes adjunxerunt. (15) Quamobrem adversus ingratos istos id agere decrevi: abreptos videlicet quam longissime deportari jussi... (16) Siquis vero mentionem illarum pestium facere aut in laudem eorum temere excitari praesumpserit, statim opera famuli Dei, hoc est nostri, audacia ejus comprimetur. (17) Divinitas vos conservet, fratres dilectissimi». 110. (1) Hac tempestate, scilicet anno / 329 vel 339,ar celebratum est Concilium Antiochenum episcoporum 250 (Niceph. l. 8, c. 45), in quo Eustathius, urbis illius episcopus, depositus fuit ob Sabellianismum (Socr. l. 1, c. 24; Sozom l. 2, c. 18), stuprum (Philostorg.

 Sensus esse videtur quod Eusebius, ubi primum Meletianis favere deprehensus est, relegandus fuisset, nisi mox perrexisset ad imperatorem, aliis episcopis Orientis eum valde adjuvantibus, et effecisset ut causa Meletianorum, cujus patrocinio rectum ordinem disciplinae conturbavit, prius audiretur. aq

 Vide ea quae de tempore hujus concilii Valesius annotationibus in Vit. Const. l. 3, c. 59 disputavit contra Baronium.

ar

Yah. 19 109. 8-17. Tdht. HE 1, 20, 3-10 || 110. 1. Niceph. HE 8, 45 | Socr. Sch. HE 1, 24; Soz. HE 2, 18, 4 – 2, 19, 1 | Philost. HE 2, 7; Thdt. HE 1, 21, 9 | Ath. Al. H.Ar.Ep. 4, 1 || ar. Vales. Annot. in Eus. 1127C-D 109. 15. videlicet] scilicet a. c. || 17. fratres] scripsi : frates leg. || 110. 1. hac] *** a. c. | scilicet] nempe in f. 65r a. c. | 339] sic perperam pro 330 (cf. fontem) | episcoporum – c. 45] add. | c. 27] c. 27 * a. c. || aq. mox] add. | cujus] * a. c.

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honrado y volvéis los ojos a Dios, (11) algo que está en vuestras manos y que ya desde hace tiempo debería haber dependido de vuestro juicio, si no fuera porque el antes mencionado Eusebio, con la asombrosa ayuda de aquéllos entonces, llegó aquí y perturbó el orden recto de la disciplina...aq (12) Enteraos, por favor, de lo que hace poco ha hecho con Teogonio, aliado de su demencia. (13) Había dado yo instrucciones para que fuesen traídos aquí ciertos alejandrinos que se habían separado de nuestra fe, porque por obra y ayuda de ellos se avivaba la antorcha de la discordia. (14) Pues bien, esos egregios obispos, a los que la clemencia del sínodo había salvado para que hiciesen penitencia, no sólo recibieron a éstos y ordenaron que se ocultasen seguros con ellos, sino que incluso se los asociaron como aliados y partícipes de su malicia. (15) Por ello he decretado que se haga lo siguiente contra esos ingratos: he ordenado, por supuesto, que se los lleven y los deporten lo más lejos posible... (16) Pero si alguien se permite hacer mención de esas calamidades o exaltarse temerariamente en su alabanza, de inmediato, por obra de este siervo de Dios, es decir, por la mía, su osadía será reprimida. (17) Que la divinidad os guarde, queridísimos hermanos». 110. (1) En esta época, a saber, en el año 329 o en el 339,120 se celebró el Concilio de Antioquía, con doscientos cincuenta obispos (Nicéf., l. 8, c. 45),ar en el que Eustacio, obispo de aquella ciudad, fue depuesto por sabelianismo (Sócr. l. 1, c. 24; Sozóm. l. 2. c. 18), estupro (Filos-

 Parece que el sentido es que Eusebio tenía que haber sido relegado en cuanto se descubrió que favorecía a los melecianos, si no hubiese sido porque a duras penas se dirigió al emperador, con la gran ayuda de mucho otros obispos de Oriente, e hizo que la causa de los melecianos, con cuyo patrocinio perturbó el orden recto de la disciplina, se escuchase primero. aq

 Véase lo que acerca de la fecha de este concilio disputa Valesio contra Baronio en las anotaciones a la Vida Const. l. 3, c. 59. ar

120  Newton escribe por errata 339 en lugar de 330, como se lee en Valesio. Nicéforo no da fecha ni número de asistentes.

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l. 2, c. 27; Theod. l. 1, c. 27) et contumelias in matrem imperatoris (Athanas. Ad Solitarios sub initio, p. 812). (2) Posthaec quidam ex Eusebianorum inimicis famam sparsere quasi mulier, quae ab Eustathio gravida erat, fassa fuisset se quidem ab Eustathio gravidam, at non ab hoc Eustathio, sed ab Eusebianis conductam fuisse ut hunc accusaret. (3) Et hanc mulieris confessionem ut vere factam Theodoritus post centum annos primus retulit, quae tamen si vera fuisset ad omnium aures statim pervolasset et tempore Constantii, ubi contentiones inter Eusebianos et Athanasianos maxime efferbuere, ab omnibus contra Eusebianos objecta fuisset, quod certe non evenit. (4) Aegyptii in Concilio Alexandrino decem abhinc annis celebrato Eusebianos de gestis contra suos in epistola ad Ecclesias fuse accusarunt (apud Athanas. Apol. 2). (5) Idem fusius fecere tam occidentales quam Aegyptii in Concilio Serdicensi in aliis duabus epistolis, ut et Julius papa in alia prolixa epistola contra orientales. (6) Athanasius autem Eusebianis in nihilo pepercit et / eosdem praeterea alicubi de hac depositione Eustathii ut potuit reprehendit. (7) Nec tamen Athanasius vel alius quisquam his temporibus confessionem mulieris eis objicere novit. (8) Qua arcana igitur traditione Theodoritus post centum annos hanc mulieris confessionem didicerit, relinquo aliis disquirendum. 111. (1) Hoc tempore, nempe septendecim annis ante Synodum Sardicensem (Epist. Synod. Sard. Orient.), a Synodo itidem Antiochena (Epist. 2 Synod. Sard. Occid.) depositus est Asclepas, episcopus Gazae. (2) Causa non memoratur, sententiae vero in eum latae subscripsit Athanasius.

Yah. 19 110. 4. Ath. Al. Apol. sec. 3-19 || 5. Ath. Al. Apol. sec. 37-47; 21-35 || 6. Cf. Ath. Al. H. Ar. 4 || 111. 1. Baron. Ann. 3, 347, 83; Baron. Ann. 3, 347, 34 110. 2. at] sed a. c. | sed ab Eusebianis – accusaret] add. || 3. post] post a. c. | primus] add. | contentiones] hae contentiones a. c. | contra Eusebianos] add. | quod certe non evenit] sed in horum temporum scriptis ** nihil tale occurrit a. c. : quod tamen a. c. | certe] tamen a. c. || 6. hac] add. || 8. igitur traditione Theodoritus] traditione Theodoritus igitur a. c. | mulieris confessionem] confessionem mulieris a. c. || 111. 1. hoc tempore – Athanasius] add.

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torgio, l. 2, c. 27; Teod. l. 1, c. 27) y agravios a la madre del emperador (Atanasio, A los solitarios, hacia el comienzo, p. 812).121 (2) Después de esto algunos enemigos de los eusebianos sembraron el rumor de que la mujer que estaba embarazada de Eustacio había confesado que estaba embarazada de Eustacio aunque no de ese Eustacio, sino que los eusebianos le habían pagado para que acusase a éste. (3) Y Teodoreto es el primero, cien años después, que recoge esta confesión de la mujer como si hubiese ocurrido realmente, cuando sin embargo de haber sido verdad hubiera volado en seguida a oídos de todos y en tiempos de Constancio, cuando las contiendas entre eusebianos y atanasianos estaban en el punto de mayor efervescencia, todos la hubieran esgrimido contra los eusebianos, algo que sin duda no ocurrió. (4) Los egipcios en el Concilio de Alejandría, celebrado diez años después de esto, acusaron profusamente a los eusebianos de lo que habían llevado a cabo contra los suyos en su carta a las Iglesias (en Atanasio, Apol. seg.). (5) Lo mismo hicieron con mayor profusión tanto los occidentales como los egipcios en el Concilio de Sárdica en otras dos cartas, así como también el papa Julio en otra prolija carta contra los orientales. (6) Atanasio, por su parte, no perdona en nada a los eusebianos y además en alguna parte los censura como puede por esta deposición de Eustacio. (7) Sin embargo, ni Atanasio ni ningún otro en esos tiempos supo echarles la confesión de la mujer en cara. (8) Así que dejo para otros la disquisición sobre la arcana tradición a través de la cual Teodoreto tuvo cien años después noticia de esta confesión de la mujer. 111. (1) En este tiempo, es decir diecisiete años antes del Sínodo de Sárdica (Epíst. Sínod. Sárd. Orient.), fue asimismo depuesto por el Sínodo de Antioquía Asclepas, obispo de Gaza (Epíst. 2 Sínod. Sárd. Occid.) (2) No se recuerda la causa, pero Atanasio suscribió la sentencia emitida contra él.

 Cf. 49, 17; 65, 1.

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112. (1) «Cum Meletiani aliquantisper quievissent, iidem denuo acrius insurgunt, et crimini de calice addunt aliud de Arsenio quodam Meletianorum episcopo, dicentes eum ab Athanasio interfectum esse... (2) Caeterum imperator jam antea Psammathiae de calice audierat. (3) Quapropter Antiochiam literas ad Dalmatium censorem misit, ut cognosceret de causa homicidii. (4) Censor igitur Athanasio perscribit ut se pararet ad criminis defensionem» (Athanas. Apol. 2 p. 781, 782). (5) Quare Athanasius fingit Arsenium in vivis esse et in ejus rei testimonium sequentem epistolam quasi ab ipso Arsenio ad se scriptam producit (apud Athanas. Apol. 2): (6) «Athanasio beatissimo papae Arsenius episcopus civitatis Hypselitarum cui aliquando praefuit Meletius, una cum presbyteris et diaconis in Domino S. P. D. [f. 84r]

[f. 85r]

(7) Et nos quoque diligentes pacem et unanimitatem / cum Ecclesia catholica cui tu per Dei gratiam praefectus es, volentesque ecclesiastico canoni pro veteri instituto subjici, scribimus tibi, papa dilecte, promittimusque in nomine Domini nos deinceps non communicaturos cum schismaticis, aut cum iis quibus nondum pax est cum Ecclesia catholica sive episcopi sint / sive presbyteri sive diaconi, neque cum illis in concilio coituros, neque literas pacatas ad illos daturos neque invicem ab illis accepturos, neque citra tuam metropolitani episcopi sententiam, ullum de episcopis aut alio dogmate communi et ecclesiastico decretum edituros, sed cessuros canonibus ante susceptis ad exemplar et modum episcoporum Ammoniani, Tyranni, Plusiani

Yah. 19 112. 1-4. Ath. Al. Apol. sec. 65, 1-2 || 6-11. Ath. Al. Apol. sec. 66 112. 1. iidem] add. || 4. Athanas. Apol. 2 – 7. pacem et unanimitatem] Athanasius * Quare Athanasius certiores facit ejus rei comministros in sacris per Aegyptum et diaconum amandat qui de Arsenio cognosceret (Athanas. Apol. 2, p. 781, 782) quasi scilicet Arsenius in vivis reperiendus esset, atque ita fabulam componit quasi diaconus ille primum audivisset Arsenius latere apud Pinnem presbyterum cujusdam monasterii, dein Pinnes iste cum se detectum esse sentiret, ante adventum diaconi curavisset Arsenium in navem conjici una cum monacho Helia qui eum alio aveheret, atque ideo diaconus, elapso Arsenio, Pinnem et Heliam comprehensos secum Alexandriam deportavisset, et hi rem omnem Alexandriae confessi fuissent. Deinde quo haec omnia veriora viderentur a. c. || 5. apud Athanas. Apol. 2] transfer (vide a. c.) huc epistolam totam paulo post descriptam in mg., cf. intr. 4. 2. 4. § 27.

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112. (1) «Después de haberse estado tranquilos durante un breve tiempo, los melecianos se levantaron de nuevo con mayor violencia, y a la acusación del cáliz añaden otra sobre un tal Arsenio, obispo de los melecianos, diciendo que había sido asesinado por Atanasio... (2) Pero el emperador ya antes había escuchado en Psamatia la causa del cáliz. (3) Por ello envió una carta a Antioquía, al censor Dalmacio, para que hiciera averiguaciones sobre la causa del homicidio. (4) El censor, pues, escribe a Atanasio que se prepare para defenderse de la acusación» (Atanasio, Apol. seg. pp. 781, 782). (5) Por ello Atanasio se inventa que Arsenio está entre los vivos y como prueba de este hecho aporta la carta siguiente, como si se la hubiese escrito el propio Arsenio (en Atanas. Apol. seg.): (6) «Al muy bienaventurado padre Atanasio, Arsenio, obispo de la ciudad de Hípsele, cuyo obispado antes ocupó Melecio, junto con sus presbíteros y diáconos le desea mucha salud en el Señor: (7) Tanto porque también nosotros apreciamos la paz y la unanimidad con la Iglesia católica, a cuyo frente estás tú por la gracia de Dios, como porque deseamos estar sujetos al canon eclesiástico de acuerdo con la norma antigua, te escribimos, querido padre, y prometemos en nombre del Señor que de aquí en adelante no vamos a mantener comunicación con los cismáticos ni con quienes todavía no están en paz con la Iglesia católica, ya sean obispos, presbíteros o diáconos, y que no nos reuniremos con ellos en ningún concilio, ni les enviaremos cartas de paz ni las aceptaremos de ellos, ni emitiremos sin tu parecer de obispo metropolitano ningún decreto referente a los obispos o a otro dogma común de la Iglesia, sino que nos atendremos a los cánones adoptados con anterioridad siguiendo el ejemplo de los obispos Amoniano, Tirano, Plusiano y los demás.

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et reliquorum episcoporum. (8) Praeterea obsecramus tuam humanitatem, ut nobis quamprimum rescribas et de nobis ad nostros in sacris collegas, indicesque nos jam stare pristinis decretis, pacemque agere cum catholica Ecclesia et regionum istarum episcopis conjunctos esse; (9) credimusque tuis precibus et gratis et efficacibus apud Deum, istam pacem firmam indissolubilemque perpetuo futuram, secundum Dei voluntatem Domini omnium per Jesum Christum Dominum nostrum. (10) Totum coetum sacrorum virorum qui sub tua jurisdictione est, nos et qui nobiscum sunt, salutamus, et quamprimum Deus permiserit excurram ad tuam humanitatem. (11) Valere te exopto multis temporibus, papa beatissime». [f. 66r]

(12) Haec igitur Athanasius perscribens imperatori persuadet ei Arsenium in vivis esse. (13) Quapropter imperator inhibet judicium censoris et contra Meletianos sic rescribit (apud Athanas. Apol. 2): (14) «Victor Constantinus Maximus Augustus papae Athanasio.

[f. 67r]

(15) Literis tuae prudentiae perlectis, in eam veni sententiam ut putarim te scriptis nostris adhortandum ut populum Dei ad modestiam et misericordiam adduceres. / (16) Meo enim in animo haec inter praecipua habeo, ut et veritatem colam et in mente justitiam semper conservem iisque potissimum gaudeam qui recta vitae via incedunt. (17) De illis autem omni execratione dignis Meletianis, imanibus inquam et nefariis hominibus, qui vesania correpti stupent et solummodo invidia et aemulatione et tumultibus ad scelera motum habent, nefariam suam mentem declarantes, ista mihi dicenda puto. (18) Vides enim homines illos quos ipsi ferro interfectos aiebant in medio versari et vita frui. (19) Quo ipso nullum unquam fuerit gravius praejudicium quodque tam clare eorum causam oneret, quam eos, quos ipsi necatos asseverabant, vivere et luce frui, qui ipsi pro se causam dicere possunt. (20) Deinde id quoque additum fuit Meletianorum criminibus, te, nefario impetu irrumpentem

Yah. 19 112. 6-11. Ath. Al. Apol. sec. 66 || 14-27. Ath. Al. Apol. sec. 68 112. 9. gratis] gratias a. c. || 12. Athanasius] add. || 17. tumultibus] scripsi : tumulibus leg.

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(8) Asimismo, rogamos a tu bondad que nos escribas lo antes posible, así como que escribas de nosotros a nuestros compañeros de sacerdocio y les hagas saber que ya nosotros nos ceñimos a los antiguos decretos y que estamos en paz con la Iglesia católica y unidos a los obispos de esas regiones; (9) y confiamos en que, por medio de tus ruegos, en tanto que gratos a Dios y eficaces ante Él, esta paz será estable e inquebrantable por siempre, de acuerdo con la voluntad de Dios, Señor de todas las cosas, por Jesucristo nuestro Señor. (10) Saludamos a toda la comunidad de santos varones que está bajo tu jurisdicción, nosotros y quienes están con nosotros, y tan pronto como Dios lo permita iré corriendo junto a tu bondad. (11) Te deseo salud por mucho tiempo, bienaventurado padre». (12) Así que Atanasio, escribiéndole esto al emperador, lo persuade de que Arsenio está entre los vivos. (13) Por ello el emperador detiene la investigación del censor y escribe así contra los melecianos (en Atanas. Apol. seg.): (14) «El vencedor Constantino Máximo Augusto al padre Atanasio. (15) Leída la carta de tu prudencia he llegado al parecer de que debo exhortarte con nuestros escritos a que conduzcas al pueblo de Dios a la modestia y la misericordia. (16) En efecto, tengo en mi ánimo entre lo principal cultivar la verdad y conservar siempre en mente la justicia y complacerme sobre todo en quienes marchan por la vía recta de la vida. (17) En cambio, de aquellos melecianos dignos de toda execración, personas, digo, desmesuradas e impías, que están paralizados por su locura y sólo se ponen en movimiento para el crimen, con envidia, rivalidad y disturbios, revelando así su ánimo impío, creo que debo decir lo siguiente. (18) En efecto, ves que aquellas personas que ellos decían que habían sido asesinadas con hierro se mueven a sus anchas y gozan de vida. (19) Y nunca podría haber un antecedente más grave que ese mismo y que lastrase tan claramente su causa: que quienes ellos afirmaban que habían sido asesinados viven y gozan de la luz y pueden defender su causa por sí mismos. (20) Luego también se añadió a las acusaciones de los melecianos aquello de que tú, irrum-

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rapientemque poculum quod in sacratissimo loco repositum erat, confregisse, quo scelere nullum unquam profecto gravius esse posset, siquidem id ita factum et contestatum esset.

[f. 68r]

[f. 68v]

(21) At quodnam hoc genus criminationis? (22) Quaeve ista desultoria personarum transmutatio et reorum diversitas, ut nunc in hunc, nunc in alium crimen conferant? (23) Quae res ipsa luce clarior est, ipsos tuae prudentiae insidias tetendisse... (24) Hanc igitur non asperitatem sed veritatem jure appellavero. (25) Postremo etiam illud adjungimus, ut operam des quo ista quae scripsimus subinde ad populum recitentur, ut res in omnium notitiam veniat, et praecipue ut illi qui ita agunt et ad istum modum conversantur resciscere possint quod ista, quae nunc a nobis emendationis causa dicuntur, re ipsa et factis demonstrabuntur vera esse. (26) Jam cum in hoc negotio tanta sit malitiae importunitas, certum habeant me ita decrevisse atque hujus esse sententiae: / si quid tale iterum moverint, non pro more Ecclesiarum sed pro legibus publicis memet meapte opera causae cognitionem suscepturum, ac deinde cognoscent se non solum humani generis, sed etiam divinae disciplinae latrones esse. (27) Deus te servet, frater dilecte». 113. (1) Ita quidem imperator sed hoc parum profuit Athanasio. (2) Meletiani enim in medium proferebant cadaver Arsenii, ut quotquot eum norant, viderent interfectum, et figmenta Athanasii exponentes quibus judicium effugere conatus erat, persistebant in accusatione, petendo ut res demum in judicio tractaretur. (3) Instabant et episcopi Orientis, / «a quibus interpellatus imperator, apud Caesaream Palaestinae synodum fieri jussit. (4) Ad hanc synodum vocatus Athanasius, non paruit... longi temporis mora synodum fatigans et imperatoris praecepta despiciens» (Sozom. l. 2, c. 25). (5) «Hinc Eusebiani praeter alia crimina tyrannidis etiam et contumaciae coram imperatore eum accusant» (Theod. l. 1, c. 28).

Yah. 19 112. 14-27. Ath. Al. Apol. sec. 68 || 113. 3-4. Soz. HE 2, 25, 1 || 5. Thdt. HE 1, 28, 3 112. 26. malitiae] importunitas a. c. || 113. 2. figmenta] sic (add.) figmenta a. c. | exponentes] retegentes a. c. | persistebant] postulabant denuo a. c. || 3. a quibus interpellatus – 8. apud Socr. l. 1, c. 25] app. X a. c.

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piendo con impío ímpetu y arrebatando el cáliz que estaba puesto en el lugar más sagrado, lo rompiste, un crimen más grave que el cual, en verdad, no podría encontrarse ninguno, si es que hubiera ocurrido así y se hubiera probado. (21) ¿Pero cuál es esta clase de incriminación? (22) ¿O qué es este acrobático cambio de personas y diversidad de reos, que llevan la acusación ora a éste, ora al otro? (23) Y este hecho es más claro que la propia luz: que ellos han tendido asechanzas contra tu prudencia... (24) A esto no lo llamaré aspereza, sino, con derecho, la verdad. (25) En último lugar también añadimos lo siguiente: que pongas medios para que esto que hemos escrito le sea en seguida leído al pueblo, para que el hecho llegue a conocimiento de todos y principalmente para que aquellos que actúan así y se comportan de esa manera puedan saber que lo que ahora decimos por motivo de rectificación será demostrado por la propia realidad y por los hechos. (26) Pero ahora, dado que en este asunto supone tan gran obstáculo su maldad, que tengan por seguro que he decretado así y que dictamino lo siguiente: si vuelven a maquinar algo semejante, yo mismo por mis propios medios me encargaré de juzgar la causa no según el modo eclesiástico sino por el derecho público, y luego sabrán que son ladrones no sólo del género humano sino también de la divina disciplina. (27) Que Dios te guarde, querido hermano». 113. (1) Así, es cierto, escribió el emperador, pero esto de poco le sirvió a Atanasio: (2) en efecto, los melecianos llevaban por delante el cadáver de Arsenio, para que cuantos lo conocían lo viesen muerto, y dejando en evidencia los inventos de Atanasio con los que había intentado rehuir el juicio persistían en la acusación, solicitando que el asunto se llevase de una vez a juicio. (3) Insistían también los obispos de Oriente, «y al ser el emperador interpelado por éstos, ordenó que se celebrara un Sínodo en Cesarea de Palestina. (4) Convocado Atanasio a este sínodo, no compareció..., fatigando al sínodo con una larga demora y despreciando los mandatos del emperador» (Sozóm. l. 2, c. 25). (5) «Por ello los eusebianos, además de otras acusaciones de tiranía, lo acusan también incluso de contumacia

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(6) Cumque per hanc novam tergiversationem confirmaretur eum causae suae diffidere et ideo fabulam de reperto Arsenio antea composuisse, ut judicium censoris etiam effugeret, imperator indicit Synodum Tyri in annum sequentem, quae causam demum cognosceret; (7) et Eusebiani, ut mihi videtur, jam confidentiores facti, injurias Ario illatas etiam inculcare coeperunt, exponentes quomodo hic calumniis circumventus et oppressus fuerat, idque factione Athanasii Alexandri animum inflammantis. (8) Atque ita tandem effecerunt ut imperator Arium revocaret ab exilio et cunctantem acceleraret his literis (apud Socr. l. 1, c. 25): [f. 69r]

(9) «Victor Constantinus Maximus Augustus Ario. (10) Jampridem gravitati tuae significatum est ut ad comitatum nostrum venires, quo majestatis nostrae conspectu perfrui posses. (11) Sed mirari satis non possumus, quod confestim id non praestiteris. (12) Conscenso igitur vehiculo publico, ad comitatum nostrum venire accelera, ut nostram clementiam ac beneficentiam expertus in patriam reverti possis. (13) Data ante diem quintum Calendarum Decembrium». 114. (1) «Arius igitur», pergit Socrates, «acceptis imperatoris literis haud multo post Constantinopolim venit. (2) Erat cum illo etiam Euzoius, quem Alexander diaconatus honore exuerat tunc cum Arium ejusque socios deponeret. (3) Eos imperator ad conspectum suum admisit... et libellum fidei suae tradere eos jubet. (4) Illi ergo compositum ab se libellum obtulerunt imperatori, qui sic se habet: (5) “Religiosissimo Deique amantissimo domino nostro imperatori Constantino Arius et Euzoius. (6) Sicut praecepit Deo carissima pietas tua, domine imperator, fidem nostram exponimus, scriptisque profitemur coram Deo nos

Yah. 19 113. 9-13. Socr. Sch. HE 1, 25, 7-8 || 114. 1-11. Socr. Sch. HE 1, 25, 10-26, 7 113. 6. antea] add. | imperator – cognosceret] add. || 7. Alexandri] Alexandrum a. c. || 8. exilio] ** a. c. | acceleraret] acceleravit a. c. in f. 69r || 9. Maximus] Maximi a. c. || 13. Calendarum] scripsi : Calendarium leg. || 114. 1. imperatoris] imperatoriis a. c. || 4. qui sic se habet] ut sequitur a. c.

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contra el emperador» (Teod. l. 1, c. 28). (6) Y al confirmarse por esta nueva tergiversación que desconfiaba de su causa y que por este motivo, para huir también del juicio del censor, se había inventado la historia del descubrimiento de Arsenio, el emperador convoca el Sínodo de Tiro al año siguiente, para que éste juzgara de una vez la causa; (7) y los eusebianos, según me parece, cobrando ya más confianza, empezaron también a insistir en las injurias vertidas contra Arrio, explicando cómo habían acosado y suprimido a éste con calumnias, y ello por obra de la facción de Atanasio, que inflamaba el ánimo de Alejandro. (8) Y así consiguieron finalmente que el emperador levantase el exilio de Arrio, y que, al vacilar éste, acelerara su vuelta con esta carta: (9) «El vencedor Constantino Máximo Augusto a Arrio. (10) Ya antes se le ha señalado a tu gravedad que viniese a nuestra corte para poder disfrutar de la visión de nuestra majestad. (11) Pero todavía no podemos salir de nuestro asombro porque no lo hayas hecho de inmediato. (12) Sube, pues, a un vehículo oficial y date prisa en venir a nuestra corte, para que conozcas nuestra clemencia y benevolencia y puedas volver a tu patria. (13) Dada el día quinto antes de las calendas de diciembre». 114. (1) «Así que Arrio», sigue Sócrates, «no mucho después de recibir la carta del emperador llegó a Constantinopla. (2) Iba con él también Euzoyo, a quien Alejandro había despojado del honor del diaconato cuando depuso a Arrio y a sus aliados. (3) El emperador los admitió a su presencia... y les mandó que le entregasen la confesión de su fe. (4) Así que ellos le ofrecieron al emperador la confesión que habían compuesto, que reza así: (5) “Al religiosísimo y amantísimo de Dios, emperador Constantino, señor nuestro, Arrio y Euzoyo: (6) Así como ha pedido tu piedad queridísima a Dios, señor emperador, exponemos nuestra fe, y confesamos con nuestro escri-

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[f. 70r]

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et illos qui nobiscum sunt ita credere uti subjectum est. (7) Credimus in unum Deum, Patrem omnipotentem, et in Dominum Jesum Christum, Filium ejus, qui ex eo genitus est ante omnia saecula, Deum Verbum per quem omnia facta sunt quae in caelo et quae in terra; qui descendit et incarnatus est; qui passus est et resurrexit et ascendit ad caelos et iterum venturus est ut judicet vivos ac mortuos. (8) Et in Spiritum Sanctum, in carnis resurrectionem et in vitam venturi saeculi, regnumque / caelorum et in unam catholicam Ecclesiam Dei, quae a primis cardinibus ad ultimos usque terrarum fines porrigitur. (9) Hanc fidem ex sanctis Evangeliis accepimus, Domino discipulis suis dicente ‘ite et docete omnes gentes, baptizantes eos in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti’. (10) Nisi haec ita credimus ac nisi vere suscipimus Patrem et Filium et Spiritum Sanctum, sicut omnis catholica Ecclesia et Scripturae docent, quibus per omnia credimus, judex noster est Deus nunc et in futuro judicio. (11) Quapropter pietatem tuam rogamus, Deo carissime imperator, ut cum ecclesiastici simus et fidem ac sensum Ecclesiae sanctarumque Scripturarum teneamus, per pacificam ac religiosam pietatem tuam uniamur matri nostrae Ecclesiae, sublatis videlicet quaestionibus ac disputationibus superfluis, ut et nos et Ecclesia mutuam inter nos pacem servantes, solennes preces pro pacato imperio majestatis tuae et pro universa stirpe tuae simul omnes ad Deum fundamus”». (12) Haec illi. Cum autem imperator isthaec communicaret cum episcopis quos secum habuit atque illi subinde Arium benigniter tractarent, Eusebius et Theogonius, his auditis, supplicem epistolam mittunt ad episcopos illos, ut sequitur (apud Socr. l. 1, c. 14). (13) «Nos quidem a pietate vestra dudum condemnati indicta causa, judicium sanctitatis vestrae placide et cum silentio ferre

Yah. 19 114. 1-11. Socr. Sch. HE 1, 25, 10-26, 7 || 13-19. Socr. Sch. HE 1, 14, 2-6 114. 7. ad caelos] et a. c. | ac] et a. c. || 10. judicio] saeculo a. c. || 11. superfluis] * a. c. || 12. haec illi] haec illi a. c. | isthaec communicaret... secum habuit] isthaec... secum habuit a. c. : ... secum habuit isthaec communicaret a. c. | quos secum habuit] suis a. c. : quos ** secum haberet circum a. c.

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to ante Dios que nosotros y los que están con nosotros creemos como sigue. (7) Creemos en un solo Dios Padre todopoderoso y en el Señor Jesucristo su Hijo, que fue engendrado por Él antes de todos los siglos, Verbo de Dios por quien fue hecho todo cuanto hay en el cielo y en la tierra, que descendió y se encarnó, que padeció y resucitó y ascendió a los cielos, y de nuevo va a venir para juzgar a vivos y a muertos. (8) Y en el Espíritu Santo, en la resurrección de la carne y en la vida del siglo futuro, y en el reino de los cielos y en la única Iglesia católica de Dios, que se extiende desde los primeros hasta los últimos confines de la tierra. (9) Esta fe la hemos recibido de los santos Evangelios, pues le dice el Señor a sus discípulos: ‘id y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo’.122 (10) Y si no creemos esto así y si no aceptamos verdaderamente al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, así como enseñan toda la Iglesia católica y las Escrituras, en las cuales creemos en todo punto, es Dios nuestro juez, ahora y en el juicio que está por venir. (11) Por ello rogamos a tu piedad, emperador queridísimo a Dios, puesto que somos eclesiásticos y mantenemos la fe y el sentir de la Iglesia y de las Santas Escrituras, que por medio de tu pacífica y religiosa piedad seamos unidos a nuestra madre Iglesia, eliminadas, por supuesto, las cuestiones y las disputas superfluas, de modo que, guardando tanto nosotros como la Iglesia una paz mutua, elevemos todos ruegos a Dios por el imperio pacificado de tu majestad y por toda tu estirpe”». (12) Esto escribieron ellos. Y como el emperador se lo comunicó a los obispos que estaban con él y éstos a continuación trataron benignamente a Arrio, al oírlo Eusebio y Teogonio envían una carta de súplica a aquellos obispos, como sigue (en Sócr. l. 1, c. 14): (13) «Nosotros, cierto es, condenados en juicio hace poco por vuestra piedad, debemos soportar la sentencia de vuestra santidad

 Mt. 28, 19.

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[f. 71r]

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debemus. (14) Sed quoniam absurdum est, argumentum calumniae adversus semetipsum silentio suo praebere, idcirco significavimus vobis nos et in fide unanimes conspirasse et, notione homousii diligenter examinata, omni studio in pacem incubuisse, nullam unquam haeresim secutos. (15) Cumque ob securitatem et tranquilitatem Ecclesiarum ea suggessissemus quae nobis in mentem veniebant et eos quibus a nobis satisfieri oportebat confirmassemus, fidei quidem subscripsisse, / anathematismo vero noluisse subscribere; non quod fidem reprehenderemus, sed quia minime credebamus illum qui accusatus fuerat ejusmodi esse, cum partim ex iis quae ad nos per literas scripserat, partim ex ejus sermonibus in conspectu nostro habitis, compertum haberemus illum talem non esse. (16) Quod si sanctissimo concilio vestro satisfactum est, non repugnantes sed consentientes iis quae a vobis decreta sunt, etiam hoc libello consensum nostrum confirmamus, non quidem taedio exilii, sed ut suspicionem vitemus haereseos. (17) Nam si in conspectum vestrum nos venire patiemini, invenietis nos in omnibus concordes et decretis vestris inhaerentes, quando et eum ipsum qui ob ista accusabatur placuit reverentiae vestrae humaniter tractare et ab exilio revocare. (18) Porro absurdum fuerit, cum is qui reus esse videbatur revocatus sit, seque de illis quae ipsi objiciebantur purgaverit, nos silere et argumentum adversus nosmetipsos ultro suppeditare. (19) Vos ergo, sicut reverentiam vestram Christi amantissimam decet, imperatorem Deo carissimum admonere dignemini eique preces nostras offerre, et in nostra causa ea quae vobis congruunt mature decernere». (20) Haec Eusebius et Theogonius, quibus mox Ecclesias suas receperunt. 115. (1) Caeterum ex his omnibus opportunum erit observare sequentia: primo, quod Arius et Eusebius revocati sunt mediatione episcoporum. (2) Scribit quidem Ruffinus et post eum alii quod «Constantia, Licinii relicta, cum diem obitura visitaretur a fratre atque

Yah. 19 114. 13-19. Socr. Sch. HE 1, 14, 2-6 || 115. 2-3. Rufin. 1, 11 114. 14. homousii] consubstantial* a. c. || 19. vestram] scripsi : vestra leg. || 20. quibus] qui a. c.

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plácidamente y en silencio. (14) Pero puesto que es absurdo dar argumento para la calumnia contra uno mismo con el silencio propio, por ello os escribimos que hemos consentido unánimes en la fe y que, tras examinar en detalle la noción de “homousio”, nos hemos inclinado con todo nuestro afán por la paz, sin que hayamos seguido nunca ninguna herejía. (15) Y que, después de aconsejar lo que habíamos pensado en razón de la seguridad y la tranquilidad de las Iglesias, y después de satisfacer a quienes teníamos que convencer, hemos suscrito la fe, pero no hemos querido suscribir el anatema; no porque censurásemos la fe, sino porque en absoluto creíamos que aquel que había sido acusado fuera de esa manera, al tener probado, en parte por lo que nos había escrito por carta, en parte por sus palabras pronunciadas en nuestra presencia, que él no era de esa manera. (16) Y si se ha dado satisfacción a vuestro concilio, nosotros, sin rechazar lo decretado por vosotros sino manifestando nuestro acuerdo con ello, también mediante esta confesión os confirmamos nuestro acuerdo, no por hastío del exilio, sino para evitar la sospecha de herejía. (17) Pues si toleráis que vayamos a vuestra presencia, nos encontraréis concordes en todo y adeptos a vuestros decretos, ahora que también ha complacido a vuestra reverencia tratar humanamente y llamar del exilio al hombre mismo al que se acusaba de eso. (18) Además, sería absurdo, cuando ha sido revocado quien parecía reo y se ha purificado de aquello que se le imputaba, que nosotros nos quedásemos callados y aportáramos con nuestro silencio un argumento contra nosotros mismos. (19) Así que vosotros, como conviene a vuestra reverencia amantísima de Cristo, dignaos aconsejar al emperador queridísimo a Dios y ofrecerle nuestras súplicas, y dignaos decidir a tiempo en nuestra causa lo que os cuadra». (20) Esto escribieron Eusebio y Teogonio, y con ello recuperaron en seguida sus Iglesias. 115. (1) Por lo demás, a partir de todo esto será oportuno observar lo siguiente: primero, que a Arrio y a Eusebio se les llamó del exilio por mediación de los obispos. (2) Escribe Rufino y otros después de él que «Constancia, la viuda de Licinio, al recibir en los

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[f. 72r]

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ab eo blande religioseque compellaretur, extremam ab eo gratiam poposcit, ut presbyterum quendam in familiaritatem reciperet, et quae sibi ab eo pro spe et salute suggererentur audiret; se quidem / jam ex hac luce discedentem nihil curare, pro fratris vero statu esse sollicitam, ne forte pro innocentium poenis regni sui pateretur excidium. (3) Quibus ille monitis a sorore susceptis accomodavit aurem presbytero et interim accersiri de exilio Arium jubet» (Ruffin. l. 1, c. 11). (4) Et paulo post addit Ruffinus hunc presbyterum eum ipsum fuisse cui Constantinus moriens testamentum tradidit, hoc est, Eusebium Nicomediae (Philostorg. l. 2, c. 16). (5) Quamvis Ruffinus in eo erret quod ponit Arium revocatum mediatione presbyteri, potuit tamen Constantia pro Ario et Eusebio apud fratrem intercedere; sed hos non tam Eusebiae quam episcoporum mediatione revocatos fuisse clarum est, cum Eusebius et Theogonius in praefata epistola ad episcopos dicant ipsos revocasse Arium ab exilio, et ideo non scribant ad imperatorem ut ille sedaret episcopos, sed ad hos episcopos ut illi pro se agerent apud imperatorem. 116. (1) Secundo observandum est episcopos pro Ario apud imperatorem egisse et effecisse ut ab exilio revocaretur hoc argumento, quod calumniis circumventus et oppressus fuerat. (2) Supra audivistis Arium ab Alexandro accusatum quasi Filium praedicaret nudum hominem, natura sua caeteris hominibus aequalem et sola virtute exaltatum, tempus etiam creatum fuisse ante Filium et Filium mutari posse ut diabolus; Arium tamen his omnibus contraria docuisse et Eusebium Caesareae ideo reprehendisse Alexandrum quasi calumnias struentem Ario, quod et alios plures Eusebianorum factitasse non est dubium. (3) Alexander his non obstantibus in accusationibus perstitit et in sui defensionem hoc etiam addidit, quod Arius cum sociis dissimulando / haeresin de qua condemnatus fuerat fucum faciebat Yah. 19 115. 2-3. Rufin. 1, 11 || 4. Philost. HE 2, 16 115. 2. suggererentur] scripsi : suggereretur leg. || 4. eum ipsum] eundem a. c. om. del. || 5. Eusebiae] sic perperam pro Constantiae | revocatos] revocatum a. c. ut uid. | et Theogonius] add. | dicant] dicat a. c. || 116. 1. pro Ario – et effecisse] pro Ario apud imperatorem agentes praevaluisse et persuasisse imperatori a. c. : hoc argumento persuasisse imperatori quod a. c. || 2. natura] ** a. c. | reprehendisse] Alexandrum a. c. || 3. Alexander... perstitit... addidit] Alexandrum... perstitisse... addidisse a. c. | haeresin] sententiam a. c.

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momentos previos a su muerte la visita de su hermano y dirigirse éste a ella suave y religiosamente, ella le pidió un último favor: que contara entre sus allegados a cierto presbítero y que escuchara los consejos de éste por su esperanza y salvación; que ella, decía, no se preocupaba ya de nada para sí misma, dado que se marchaba de esta vida, pero que sí estaba preocupada por la situación de su hermano, no fuera a sufrir la ruina de su reino por haber castigado a inocentes. (3) Él aceptó estos consejos de su hermana y prestó oídos al presbítero, y entre tanto ordenó llamar a Arrio del exilio» (Rufino, l. 1, c. 11). (4) Y poco después añade Rufino que este presbítero era el mismo a quien Constantino en trance de muerte le entregó su testamento, esto es, Eusebio de Nicomedia (Filostorgio, l. 2, c. 16). (5) Aunque Rufino se equivoca al presentar la revocación del exilio de Arrio por mediación del presbítero, sin embargo es posible que Constancia intercediera ante su hermano en favor de Arrio y Eusebio; pero está claro que el exilio de éstos se revocó no tanto por mediación de Eusebia123 como de los obispos, puesto que Eusebio y Teogonio dicen en la carta a los obispos antes mencionada que eran ellos los que habían llamado a Arrio del exilio, y por ello no escriben al emperador para que éste intercediera ante los obispos, sino a estos obispos para que ellos actuasen en su favor ante el emperador. 116. (1) En segundo lugar hay que observar que los obispos actuaron en favor de Arrio ante el emperador y lograron que fuera llamado del exilio con este argumento: que había sido acosado y suprimido con calumnias. (2) Habéis oído más arriba que Arrio había sido acusado por Alejandro de predicar que el Hijo era un ser humano sin más, igual por su naturaleza al resto de los humanos y exaltado sólo por su virtud, que también el tiempo había sido creado antes que el Hijo, y que el Hijo podía transformarse como el diablo; que, sin embargo, Arrio había enseñado lo contrario de todo esto, y que por ello Eusebio de Cesarea había censurado a Alejandro por levantar calumnias contra Arrio, censura que sin duda repitieron también otros muchos eusebianos. (3) Alejandro, pese a esto, persistió en sus acusaciones y en su defensa añadió también que Arrio inventaba mentiras disimulando con sus aliados la herejía por la que

 Lapsus; se refiere a Constancia.

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et episcopos recte sentientes in sui patrocinium et errorem fictis verbis traducere conabatur. (4) «Cum», inquit, «ex coetu Ecclesiae quae Christi divinitatem adorat, eos ejeceramus, ipsi contra nos huc et illuc discurrentes ad collegas nostros idem nobiscum sentientes proficisci instituerunt, specie quidem pacem et concordiam expetere se simulantes, reipsa vero quosdam eorum blandis sermonibus in errorem suum traducere conantes. (5) A quibus etiam verbosiores epistolas flagitant, ut eas legentes hominibus quos ipsi deceperunt, eos pertinaciter in errore perseverare faciant absque ullo paenitentiae sensu, in impietate obduratos, quasi qui episcopos idem secum sentientes ac sibi suffragantes habeant. (6) Ea porro quae apud nos perperam docuerunt et egerunt et quorum causa a nobis sunt expulsi, nequaquam illis confitentur, sed vel silentio ista tradunt, vel fictis sermonibus et libellis conscriptis velantes fucum faciunt. (7) Probabilibus itaque et ad assentationem compositis colloquiis pestiferam suam doctrinam obtegentes, simpliciorem quemque et fraudi expositum circumveniunt, neque interim parcunt pietatem nostram apud omnes calumniari. (8) Unde fit ut nonnulli, literis eorum subscribentes, in Ecclesiam eos recipiant». (9) Haec Alexander ad Alexandrum Byzantii exponens et asserens in sequentibus quod Arius, quicquid praetenderit, eadem revera docuit cum Ebione, Artema et Paulo Samosateno. (10) Ea igitur tempestate cardo disputationis in hac quaestione versabatur: utrum Arius ea credidit quae praedicabat, vel Ebionita fuit et fidem Eusebianorum fictis tantum verbis praetendens decipiebat orbem. (11) Unde expectandum esset ut in Concilio Nicaeno haec Alexandri accusatio tandem probaretur. (12) Illud ante

Yah. 19 116. 4-8. Thdt. HE 1, 4, 7-9 116. 3. traducere] traducebat a. c. || 9. et asserens] ex sequ a. c. | quod] quomodo a. c. | quicquid praetenderit] add. | revera] plane a. c. | docuit] docuerat a. c. | Ebione] Ebione, hoc solum excepto quod filium a. c. | Artema] et Artema a. c. || 10. credidit] ita credidit a. c. | vel Ebionita fuit] existimabant Eusebiani a. c. : vel ut contra a. c. | orbem] orbem, ut contendebat Alex a. c. || 11. in concilio Nicaeno haec Alexandri accusatio] haec Alexandri accusatio in concilio Nicaeno a. c. | tandem] add.

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había sido condenado y con palabras fingidas intentaba atraerse como patrones a los obispos que creían correctamente. (4) «Después de expulsarlos», dice, «del seno de la Iglesia que adora la divinidad de Cristo, ellos se han dirigido corriendo aquí y allá hacia cada uno de nuestros colegas que creen como nosotros hablando en nuestra contra y fingiendo que desean la paz y la concordia, pero intentando en realidad atraer a su error a algunos con sus melifluas palabras. (5) Y a éstos les piden también cartas más extensas, para leérselas a quienes ellos han engañado y hacerlos perseverar pertinazmente en el error sin ningún sentido de arrepentimiento, obcecados en la impiedad por creer que tienen a obispos que comparten su creencia y los apoyan. (6) Y además aquello que ante nosotros enseñaron e hicieron erróneamente y por causa de lo cual los expulsamos, en absoluto lo confiesan, sino que o bien pasan por ello en silencio o bien se inventan mentiras, velándolo con palabras fingidas y confesiones firmadas. (7) Así que, cubriendo su pestífera doctrina con discursos aprobables y compuestos para el asentimiento, embaucan a los más simples y expuestos al engaño, y entre tanto no se privan de calumniar nuestra piedad delante de todos. (8) De ello resulta que algunos, firmando sus cartas, los reciben en la Iglesia». (9) Esto le expone Alejandro a Alejandro de Bizancio, y afirma a continuación que Arrio, fingiera lo que fingiese, de hecho enseñaba lo mismo que Ebión, Artemas y Pablo de Samósata. (10) Así que en esa época el eje de la disputa radicaba en esta cuestión: si Arrio creía lo que predicaba o si era ebionita y engañaba al mundo fingiendo sólo de palabra la fe de los eusebianos. (11) Por ello, se habría esperado que en el Concilio de Nicea se probase finalmente esta acusación de Alejandro. (12) Esto tendría que haberse

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omnia faciendum fuit, tum ut Alexander se purgaret ab infamia calumniatoris qua laborabat / apud Eusebianos, tum ut ipse Arium non tantum haereticum esse, sed et fraudis artificem demonstraret atque Eusebianos incaute hominem defendisse, tum denique quod istius accusationis probatione contentio feliciter composita fuisset. (13) Ipsi enim Eusebiani, videntes Arium et socios apertae haereseos et sycophantiae convictos, juste depositos esse confessi fuissent neque amplius pro receptione eorum contendissent. (14) Hujus itaque accusationis probationi Alexander, inquam, et socii apprime incubuissent, si modo potuissent probare. (15) Sed omnia secus evenerunt: nihil prorsus suscipiunt probandum, pergunt tantum accusare, et quasi ferre non possent blasphemias Arii, praecludunt aures, bili indulgent, tumultibus implent omnia. (16) Ad usque diem quo imperator in synodum venit perpetui tumultus. (17) Eo die nulla accusationum probatio, sed quid contra Arium statuendum esset solummodo decernitur. (18) Atque ita hominem causa inaudita condemnant, quasi eorum omnium reum de quibus Alexander eum accusaverat. (19) Unde illud «erat quando non erat» in hoc ipso concilio, dum de fide disputabant coram imperatore, interpretati sunt quasi Arius per id intelligeret tempus creatum fuisse ante Filium, ut ex literis Eusebii ad Caesarienses suos patet, cum tamen hoc a mente Arii adeo alienum fuerit, ut eorum qui sic interpretati sunt perversitatem magis quam ignorantiam demonstret. (20) Quis enim nisi perversus, audiens Arium docentem Filium fuisse ante mundum conditum et ante omnia saecula atque omnia per eum creata esse, contenderet eum dicto illo «erat quando non erat» aliquid amplius / intellexisse quam Deum Deive increatam aeternitatem fuisse ubi Filius non erat, vel, ut compendiosius dicam, Filium non fuisse ab aeterno?

Yah. 19 116. 12. calumniatoris] accusatoris a. c. | contentio... composita fuisset] contentionem... composuissent a. c. || 13. eorum] ej a. c. || 15. probandum] probandum* a. c. | implent omnia] omnia implent a. c. || 16. ad usque] aut a. c. || 18. accusaverat] condemnaverat a. c. || 19. adeo] prorsus a. c. | fuerit] fuisse certum sit a. c. | eorum... perversitatem] malitiam eorum... a. c. | perversitatem] perversitatem, (ne dicam add.) malitiam a. c. | magis] magis demonstret a. c. || 20. Deum] Deum summum (add.) a. c. | compendiosius] scripsi : compendius leg.

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hecho antes que ninguna otra cosa, tanto para que Alejandro se viera libre de la infamia de calumniador que sufría entre los eusebianos, como para que se demostrase que Arrio no sólo era hereje sino también maquinador de un fraude, y que los eusebianos lo habían defendido incautamente, y también para que, al probar esa acusación, la contienda se hubiera resuelto felizmente. (13) En efecto, los propios eusebianos, al ver que Arrio y sus aliados eran culpables de herejía abierta y de tejer intrigas, habrían confesado que los habían depuesto con justicia y no hubieran disputado más a favor de su recepción. (14) De modo que Alejandro, digo, y sus aliados, habrían insistido principalmente en probar esta acusación, si es que hubiesen podido probarla. (15) Pero todo ocurrió de otra manera: no intentaron probar absolutamente nada, insistieron sólo en acusar, y como si no pudiesen soportar las blasfemias de Arrio, cierran los oídos, dan rienda suelta a su bilis, lo llenan todo de tumultos. (16) Hasta el día en que el emperador llegó al sínodo, continuos tumultos. (17) Ese día no se procedió a la prueba de las acusaciones, sino que sólo se discute qué había que decidir contra Arrio. (18) Y así condenan al hombre sin haber oído la causa, como si fuese culpable de todo aquello de cuanto lo había acusado Alejandro. (19) De ahí que en ese mismo concilio, en la discusión de la fe habida ante el emperador, interpretaran aquello de «hubo un tiempo en que no existía» como si Arrio entendiera por ello que el tiempo había sido creado antes que el Hijo, según queda claro por la carta de Eusebio a sus cesarienses, cuando sin embargo esto fue tan ajeno a la mente de Arrio que demuestra la perversidad, más que la ignorancia, de quienes así lo interpretaron. (20) En efecto, ¿quién, sino alguien perverso, oyendo que Arrio enseñaba que el Hijo había sido creado antes que el mundo y antes de todos los siglos y que todo había sido creado por él, iba a empeñarse en afirmar que aquél, con las palabras «hubo un tiempo en que no existía», había entendido otra cosa distinta a que Dios, o la increada eternidad de Dios, existía cuando el Hijo no existía, o, para decirlo en pocas palabras, que el Hijo no existía desde la eternidad?

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(21) Rursus etsi Arius in libello fidei quem Alexandro obtulit ipso initio, antequam causam exponebat externis episcopis, expresse scripsit Filium esse immutabilem, in Concilio tamen Nicaeno anathemate percutitur siquis Filium mutabilem praedicet, quasi haec esset sententia Arii. (22) Cum igitur res ad hunc modum gestae fuerint, non mirum si episcopi Orientis, ubi primum fiduciam apud imperatorem nacti, falsas accusationes quibus Arius opprimebatur et quodnam erat tantorum dissidiorum verum fundamentum exponere inciperent. (23) Quibus probe intellectis, non magis mirum est si imperator insuper ad se vocavit Arium, ut hominis dispositionem et fidem ex eo ipso addisceret. (24) Jam vero res ita gestas Eusebius et Theogonius in praefata epistola bis testantur et primo his verbis: (25) «Fidei», inquiunt, «subscripsimus, anathematismo vero noluimus subscribere, non quod fidem reprehenderemus, sed quia minime credebamus illum qui accusatus fuerat ejusmodi esse, cum partim ex iis quae ad nos per literas scripserat, partim ex ejus sermonibus in conspectu nostro habitis compertum haberemus illum talem non esse».

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(26) Haec illi, non docentes quid imperator et episcopi sentire debent de Ario, sed ex iis quae jam ante sentiebant apologiam pro se ipsis scribentes, quatenus scilicet illi etiam jam compertum haberent Arium non talem esse qualem synodus accusante Alexandro condemnaverat, proinde se non ultra culpandos ab illis quod anathematismo nollent subscribere, cum hoc fecerint non quod fidem reprehenderent, sed quia minime credebant / illum qui accusatus fuerat ejusmodi esse, ex litteris et sermonibus compertum habentes illum talem non esse, sicut illi omnes (nempe imperator cum episcopis) re examinata jam satis compertum habent. (27) Et Yah. 19 116. 25. Socr. Sch. HE. 1, 14, 3 116. 21. quem] quam a. c. | Alexandro] obtu a. c. | antequam] anqu a. c. || 22. ubi] quam a. c. | falsas] perfi* a. c. | et quodnam – fundamentum] add. | exponere inciperent] aperire in a. c. | inciperent] scripsi : inciperet leg. || 23. non magis] nil a. c. | insuper] add. | Arium] Arium ipsum a. c. | eo] add. || 25. inquiunt] inquit a. c. || 26. scilicet illi] ipsi a. c. | accusante Alexandro] accusationibus A a. c. | illis] ipsis a. c. | omnes] etiam a. c.

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(21) De nuevo, aunque Arrio en la confesión de la fe que le presentó a Alejandro al comienzo mismo, antes de exponer su causa a obispos externos, escribió expresamente que el Hijo es inmutable, sin embargo en el Concilio Niceno se castigó con el anatema a quien quiera que predicase que el Hijo era mudable, como si ése hubiese sido el parecer de Arrio. (22) Así que, puesto que las cosas ocurrieron así, no es de extrañar que los obispos de Oriente, en cuanto hallaron crédito ante el emperador, empezaran a exponer las acusaciones falsas con las que Arrio se veía hostigado y cuál era el verdadero fundamento de tan grandes discordias. (23) Y al entenderlas bien, no es más extraño que el emperador además llamase junto a sí a Arrio, para conocer la disposición y la fe del hombre por él mismo. (24) Pues bien, de hecho Eusebio y Teogonio prueban por dos veces en la carta antes mencionada que las cosas ocurrieron así, y en primer lugar con estas palabras: (25) «Suscribimos la fe», dicen, «pero no quisimos suscribir el anatema, no porque censurásemos la fe, sino porque en absoluto creíamos que quien había sido acusado fuera de esa manera, dado que teníamos comprobado que él no era así, en parte por lo que nos había escrito en una carta, en parte por las palabras pronunciadas en nuestra presencia». (26) Esto escriben aquéllos, sin indicar qué debían creer de Arrio el emperador y los obispos, sino escribiendo una apología de sí mismos a partir de lo que ya antes creían, en tanto que ellos, claro, también tenían ya comprobado que Arrio no era tal como lo había condenado el sínodo por la acusación de Alejandro, y por ello no tenían que seguir culpándolos a ellos porque no quisieran suscribir el anatema, puesto que eso lo habían hecho no porque censurasen la fe sino porque en absoluto creían que el acusado fuera de esa manera, teniendo comprobado por sus cartas y sus palabras que él no era así, del mismo modo que todos ellos (es decir, el emperador con los obispos) lo tenían ya suficientemente comprobado después de haber examinado el asunto. (27) Y para que nadie dude que éste

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nequis dubitet hunc esse sensum genuinum verborum Eusebii et Theogonii, iidem in hac ipsa epistola mox hoc subjiciunt: (28) «Absurdum fuerit», inquiunt, «cum is qui reus esse videbatur [nempe Arium] revocatus sit de exilio seque de illis quae ipsi objiciebantur purgaverit, nos silere», quo nihil expressius dici potest. (29) Ad easdem calumnias et purgationem Arii alludens Concilium Hierosolymitanum, paucis abhinc mensibus collectum, ita scribit ad Aegyptios (apud Athanas. de Synod. Arim. et Seleuc.): (30) «Imperator», inquit, «auctor fuit ut simplici et placido animo reciperemus Arianos, quos aliquandiu improba invidentia extra Ecclesiam detinuit, et viris istis de rectitudine fidei in literis suis testimonium praebet, quam cum antea audiverat, ipse eandem ex viva eorum voce cognovit cognitamque approbavit», etc. (31) Primo, inquiunt, imperator audivit fidem eorum non eam esse de qua per improbam invidentiam condemnati et extra Ecclesiam detenti fuerant, sed veram et orthodoxam, episcopis scilicet hoc ei suggerentibus; postea idem ex viva eorum voce cognovit.

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117. (1) Cum antea ex eo quod imperator probavit fidem Arii supponi soleat Arium resipuisse et ad fidem imperatoris accessisse, unde et formula fidei quam obtulit imperatori ab Athanasianis vocatur libellus paenitentiae, idcirco jam tertio loco ostendemus imperatorem e contra accessisse ad fidem Arii. (2) Certe hoc testantur antiquiores et fide digniores auctores. (3) Sic Sulpitius lib. 2, c. 50, «Duobus», inquit, «Ariis acerrimis perfidiae hujus auctoribus, imperator etiam depravatur, dumque sibi religionis officium videtur / implere vim persecutionis exercuit [sc. relegando Athanasium]». (4) Hieronymus itidem in Chronico Eusebii dicit Constantinum in dogma Arianum declinasse. (5) Lucifer Calaritanus autem his antiquior saepius Arianismi Constantinum insimulat, et lib. 1 Pro

Yah. 19 116. 28. Socr. Sch. HE 1, 14, 6 || 30. Ath. Al. Syn. 21, 3 || 117. 3. Sulp. Sev. Chron. 2, 35, 1 || 4. Hier. Chron. 36 (PL 27, 499) 116. 27. hoc] add. || 28. absurdum – cum is] a a. c. | is... revocatus sit] eum... jam revocatum a. c. | purgaverit] purgasse a. c. | nos silere] add. | quo – potest] quibus nihil expressius dici potest a. c. || 29. Seleuc.] scripsi : Seluc leg. || 31. episcopis] sug a. c. || 117. 1. formula] formulam a. c. || 4. Arianum] Eusebii a. c.

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es el sentido genuino de las palabras de Eusebio y Teogonio, ellos mismos añaden en seguida en esta misma carta lo siguiente: (28) «Sería absurdo», dicen, «cuando quien parecía culpable [es decir, Arrio] ha sido llamado del exilio y se ha visto libre de aquello de lo que se le acusaba, que nosotros nos quedásemos callados»: más expresamente que eso no puede decirse nada. (29) El Concilio de Jerusalén, reunido pocos meses después, escribe así a los egipcios aludiendo a las mismas calumnias y purificación de Arrio (en Atanasio, Sobre los Sínodos de Arím. y Seleuc.): (30) «El emperador», dice, «fue el responsable de que recibiésemos con ánimo sencillo y sereno a los arrianos, a los que por algún tiempo mantuvo fuera de la Iglesia una malvada envidia, y él presta testimonio en sus cartas de la rectitud de la fe de estos varones, una fe que ya había oído antes y que él mismo escuchó después por ellos de viva voz y una vez escuchada la aprobó», etc. (31) En primer lugar, dicen, el emperador oyó que la fe de éstos no era aquella por la que habían sido condenados y mantenidos fuera de la Iglesia por obra de la malvada envidia, sino que era la verdadera y la ortodoxa, a saber: según le informaban los obispos; después la escuchó de ellos de viva voz. 117. (1) Puesto que antes, debido a que el emperador aprobó la fe de Arrio, se ha supuesto habitualmente que Arrio se había retractado y acercado a la fe del emperador, y por ello también la fórmula de fe que le presentó al emperador la llaman los atanasianos escrito de arrepentimiento, por ello en tercer lugar vamos a mostrar ahora que, por el contrario, fue el emperador el que se acercó a la fe de Arrio. (2) Sin duda de esto dan fe los autores más antiguos y más dignos de crédito. (3) Así Sulpicio, lib. 2, c. 50, dice: «Por culpa de estos dos acérrimos Arrios,124 autores de esta perfidia, el emperador también degenera y, creyendo que hacía un bien a la religión, ejerció la violencia de la persecución [con la relegación de Atanasio, se entiende]». (4) Asimismo Jerónimo, en la Crónica de Eusebio, dice que Constantino se desvió al dogma arriano. (5) Lucífero de Cagliari, por su parte, más antiguo que ellos, acusa muchas veces a Constantino de arrianismo,

 Eusebio y Teogonio.

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Athanasio Constantium filius ejus sic inducit loquentem: (6) «Nisi pater meus bene fecisset conferre se ad Arianos, non ejus filii regnaremus».

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(7) Sed praestat audire Constantinum ipsum, qui in Oratione ad sanctorum coetum fidem suam satis expressit. (8) Etenim in capite primo sic Filium Dei allocutus est: Ποῖον δ᾿ὅλως σὸν δημιοόργημα, εἴπερ ὁ τῶν πάντων καὶ τῆς σῆς οὐσίας αἴτιος; Οὗτος γάρ σε ἐκόσμησεν, ἐπεὶ κόσμος φύσεως, κατὰ φύσιν ζωή, «quodnam toto et absolute est opificium tuum, siquidem ille omnium auctor, tuae quoque substantiae opifex fuit? Hic enim est qui te ornavit, quippe ornamentum naturae est vita naturae congrua». (9) In nono autem capite adhuc plenius loquitur: «Plato», inquit, «primum quidem Deum supra omnem substantiam [οὐσίαν] esse docuit, recte omnino. (10) Huic alterum subjecit, καὶ δύο οὐσίας τῷ ἀριθμῷ διεῖλε, “et duas substantias numero distinxit”, cum una sit utriusque perfectio et secundi Dei substantia [οὐσία] ex primo proficiscatur Deo. (11) Hic enim opifex est et moderator universorum ac proinde omnia transcendit; ille vero qui secundus ab eo est, mandatis ejus inserviens, omnium rerum constitutionem ad eum tanquam ad causam refert. (12) Itaque juxta accuratissimam philosophandi rationem unus fuerit qui omnium rerum curam gerit et qui universis consulit: Deus scilicet sermo, a quo exornata sunt cuncta. (13) Qui cum vere sit Deus idem etiam est Filius Dei. (14) Quod enim aliud nomen praeter Filii appellationem ei quispiam imponens non simul summo scelere sese obstrinxerit? (15) Quippe ille qui est omnium Pater, merito etiam sermonis sui Pater existimatur. (16) Et hactenus quidem Plato / recte sensit». (17) Vides hic quomodo Constantinus Platonicam philosophiam, perinde atque alius quisquam Eusebianorum, cum approbatione describit, quam tamen antea, ubi inter hanc et fidem falso attributam Arianis nondum satis distinguere didicerat, edicto suo condemnaverat in Porphyrio Platonico, sanciens ut Ariani Porphyriani vocitarentur. Yah. 19 117. 6. Lucif. Reg. apost. 6 || 8. Eus. Or.Const. 1, 2 || 9-16. Eus. Or.Const. 9, 3-5 117. 8. sic – allocutus est] haec fatus est s** a. c. | πάντων] παντῶν a. c. | quodnam toto et absolute] quale omnino a. c. | toto] *toto* a. c. | quoque] etiam a. c. || 11. ille] * a. c. || 15. merito] recte a. c.

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y en el lib. 1 A favor de Atanasio, introduce a Constancio, el hijo de aquél, hablando así: (6) «Si mi padre no hubiera hecho bien pasándose a los arrianos, no habríamos reinado nosotros, sus hijos».125 (7) Pero conviene escuchar al propio Constantino, que en el Discurso a la comunidad de los santos expresó suficientemente su fe. (8) Y en efecto en el capítulo primero se dirige así al Hijo de Dios: Ποῖον δ᾿ὅλως σὸν δημιοόργημα, εἴπερ ὁ τῶν πάντων καὶ τῆς σῆς οὐσίας αἴτιος; Οὗτος γάρ σε ἐκόσμησεν, ἐπεὶ κόσμος φύσεως, κατὰ φύσιν ζωή, «¿Cuál no será enteramente obra tuya, si el autor de todo es también artífice de tu sustancia? Pues éste es quien te ornó, puesto que el ornamento de la naturaleza es una vida conforme a la naturaleza». (9) En el capítulo noveno todavía habla más por extenso: «Platón», dice, «creyó que el primer Dios estaba por encima de toda sustancia [οὐσία], con toda razón. (10) A éste subordinó al otro, καὶ δύο οὐσίας τῷ ἀριθμῷ διεῖλε, “y distinguió dos sustancias en número”, siendo una la perfección de ambos y proviniendo del primero la sustancia [οὐσία] del segundo Dios. (11) En efecto éste es el artífice y moderador de todo, y por ello lo trasciende todo. Por su parte, aquél que va después de Él remite a Él como causa la constitución de todas las cosas, de acuerdo con sus mandatos. (12) Así que conforme al más exacto razonamiento filosófico, uno solo sería el que se cuida de todas las cosas y el que toma las decisiones para éstas: a saber, la palabra de Dios, por la que todo está ornado. (13) El cual, siendo verdaderamente Dios, es también el Hijo de Dios. (14) En efecto, ¿qué otro nombre sino la denominación de Hijo podría imponerle nadie sin hacerse al mismo tiempo culpable del mayor crimen? (15) Y es que aquél que es Padre de todo, con razón es considerado también Padre de su palabra. (16) Y hasta aquí sin duda Platón creyó correctamente». (17) Ves aquí cómo Constantino describe con aprobación la filosofía platónica, igual que cualquier otro eusebiano, filosofía que antes, sin embargo, cuando todavía no había aprendido a distinguir bien entre ésta y la fe falsamente atribuida a los arrianos, había condenado con su edicto en la figura del platónico Porfirio, decretando que los arrianos fueran llamados porfirianos.

 No en esta obra sino en Sobre los reyes apóstatas.

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[f. 79r]

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(18) Adhaec in libello fidei quem Arius obtulit imperatori, vox homousii caeteraque omnia quae Synodus Nicaena ad cautionem fidei sanxerat prorsus omittuntur, neque aliquid amplius ponitur quam quod Eusebiani omnes et Arius ipse ab initio statuerant. (19) Cum Eusebius Caesareae hujusmodi symbolum offerebat imperatori in Synodo Nicaena, respondet imperator homousion inserendum esse. (20) Neque potuit res tunc componi sine hujus et aliarum vocum adjectione. (21) Ab eo tempore vox ista facta est criterion fidei, et imperator in eo totus fuit ut decreta Nicaena reciperentur. (22) Certe igitur si Arius ut paenitens et decreta Nicaena amplectens accessisset, imperator non jussisset eum suo more fidem componere, sed ipsi potius symbolo Nicaeno subscribere, praesertim cum Arius princeps fuerit eorum contra quos hoc symbolum a tot patribus compositum et sancitum fuerat. (23) Cum igitur imperator aliter fecerit atque Arius noluerit quicquam eorum ponere quae in symbolo Nicaeno vel anathematismo contra eum decreta fuerant, imo contra ista nonnihil suggesserit, petendo ut «sublatis quaestionibus ac disputationibus superfluis» uniretur Ecclesiae, / quid clarius esse potest quam Arium in fide sua perstitisse, et ipsum potius imperatorem paenitentem factum decretis Nicaenis jam non amplius mordicus inhaesisse, sed illi ipsi Arii fidei, quam antea perperam intellectam tanta synodi solennitate damnaverat, tot epistolis publicis defamaverat, tot edictis per orbem oppresserat, jam demum post rerum probam examinationem, despecto nomine ac gloria cujus erat studiosissimus, modeste succubuisse? (24) Hoc etiam confirmat Synodus Hierosolymitana, ad quam Arius et Euzoius ab

Yah. 19 117. 23. Socr. Sch. HE 1, 26, 7 117. 18. homousii] homousii plane omittitur a. c. | sanxerat] san*xerat a. c. || 19. hujusmodi symbolum offerebat] fidei formulam huic sem a. c. | offerebat] scripsi : offerrebat leg. | Nicaena] Nicaenae a. c. || 20. sine... adjectione] sine adjectione... a. c. || 21. fidei] fidei, et exagitantur quotquot eam non admittunt a. c. || 22. ipsi] * a. c. | potius] add. | Arius] Arius signifi a. c. | eorum] eorum qui a. c. | contra quos hoc symbolum... compositum] in quorum damnationem hoc symbolum componebatur a. c. || 23. fuerant] fuerant, aut aliquid amplius quod a. c. | jam] add. | mordicus] add. | illi ipsi... fidei] in illam ipsam... fidem a. c.

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(18) Además, en la confesión de fe que Arrio presentó al emperador se omiten completamente la palabra «homousio» y todo lo demás que el Sínodo de Nicea había sancionado como garantía de fe, y no se pone otra cosa más que lo que todos los eusebianos y el propio Arrio habían establecido desde el principio. (19) Cuando Eusebio de Cesarea le presentó al emperador un símbolo de este estilo en el Sínodo de Nicea, le responde el emperador que había que añadir la palabra «homousio». (20) Y entonces no pudo resolverse el asunto sin la adición de ésta y otras palabras. (21) Desde aquel tiempo esa palabra se hizo criterio de fe, y el emperador empeñó todas sus fuerzas para que los decretos de Nicea fuesen aceptados. (22) Así que, sin duda, si Arrio se hubiese acercado como penitente y adepto a los decretos de Nicea, el emperador no le habría mandado hacer una exposición de su fe a su manera, sino más bien suscribir el propio símbolo de Nicea, especialmente al haber sido Arrio el principal de aquellos contra los cuales tantos padres habían compuesto y sancionado este símbolo. (23) Por ello, dado que el emperador actuó de otro modo y Arrio no quiso poner nada de lo que se había decretado en el símbolo de Nicea o incluso en el anatema contra él, es más, incluso sugirió algo en contra de ello al pedir que la Iglesia se uniera «eliminando las cuestiones y las disputas superfluas», ¿cómo podría estar más claro que Arrio persistió en su fe y que fue más bien el emperador, arrepintiéndose, quien dejó ya de aferrarse con tenacidad a los decretos de Nicea y de una vez por todas, después de un examen honrado de la realidad, dejó de mirar por su renombre y por la gloria, de la que tanto se preocupaba, y se rindió humildemente a aquella misma fe de Arrio, la misma fe que antes, al entenderla erróneamente, había condenado con la solemnidad de tan gran sínodo, la que había difamado con tantas cartas oficiales, la que había hostigado con tantos edictos por todo el mundo? (24) Esto también queda confirmado por el Sínodo de Jerusalén, al que el empera-

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imperatore subinde missi sunt. (25) Nam in epistola ad Aegyptios patres illi non dicunt hos ob malam fidem extra Ecclesiam detentos jam resipuisse, sed improba invidentia extra Ecclesiam detentos fuisse et eorum fidei rectitudinem jam demum imperatori innotuisse. (26) Atque hoc dicunt non de Ario et Euzoio solis sed de Arianis omnibus qui per Aegyptum aut alibi fugiebant communionem Athanasianorum, significantes imperatorem, per ea quae ex Ario et Euzoio audiverat, rectitudinem fidei sectae totius collegisse. (27) Fucum ergo faciunt egregie qui fidem ab his duobus oblatam imperatori vocant libellum paenitentiae.

[f. 80r]

118. (1) Atque idem de epistola Eusebii et Theogonii intelligendum est. (2) Hi enim nullam novam confessionem scribebant sed confirmabant tantum quae gesserant in Concilio Nicaeno, idque juxta receptam expositionem Eusebianorum, qui utique Arium modo revocaverant et humaniter tractaverant. (3) Nam Eusebiani erant ad quos scribebant, et praeterea fidem quam Arius ab initio docebat Eusebius et Theogonius aperte profitentur, dum dicunt se non subscripsisse anathematismo quia non credebant eum qui accusatus erat ejusmodi esse, et addunt Arium se jam purgasse, hoc est non mutasse / sententiam, sed ostendisse falsa esse de quibus accusabantur seque recte credidisse ab initio. (4) Eam ipsam fidem ergo quam Eusebiani ad quos scribebant quamque Arius et socii ab initio professi sunt Eusebius et Theogonius hac epistola profitentur, et proinde crasse errant qui epistolam eorum vocant libellum paenitentiae.

Yah. 19 117. 25. Ath. Al. Syn. 21, 3 117. 25. patres illi] add. | resipuisse] paen a. c. | fuisse] add. || 26. aut alibi] add. | Athanasianorum] scripsi : Athanasiorum leg. : Athanasii a. c. | significantes] quasi a. c. | sectae] reliq a. c. | collegisse] collegerat a. c. || 27. fucum] fuc a. c. ut uid. | egregie qui] egregie qui libellum paenitentiae vocant a. c. || 118. 1. Theogonii] Theogonii ad episcopos a. c. | intelligendum est] intelligendum est quam aliqui libellum paenitentiae itidiem vocant a. c. || 2. Nicaeno] Nicaeno, et hinc obiter cum a. c. | qui utique – tractaverant] add. | qui utique Arium... revocaverant] quorum utique opera Arius... revocatus erat et se purgaverat a. c. || 3. Eusebius et Theogonius] add.

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dor envió de inmediato a Arrio y a Euzoyo. (25) Pues en la carta a los egipcios aquellos padres no dicen que éstos, mantenidos fuera de la Iglesia por su mala fe, ya se hubiesen arrepentido, sino que una maligna envidia los había mantenido fuera de la Iglesia, y que ya por fin la rectitud de su fe había sido revelada al emperador. (26) Y esto lo dicen no sólo de Arrio y de Euzoyo sino de todos los arrianos que por Egipto o en otra parte rehuían la comunión de los atanasianos, indicando que el emperador, por lo que había oído de Arrio y Euzoyo, había deducido la rectitud de la fe de todo el grupo. (27) Así que distorsionan notablemente la verdad quienes llaman escrito de arrepentimiento a la fe presentada por estos dos al emperador. 118. (1) Y lo mismo hay que entender de la carta de Eusebio y Teogonio. (2) En efecto, éstos no escribían ninguna nueva confesión sino que sólo confirmaban lo que habían llevado a cabo en el Concilio de Nicea, y ello conforme a la interpretación transmitida de los eusebianos, que sin duda acababan de llamar de vuelta a Arrio y lo habían tratado humanamente. (3) Pues eusebianos eran a quienes escribían, y además Eusebio y Teogonio profesan abiertamente la fe que Arrio había enseñado desde el comienzo cuando dicen que no habían suscrito el anatema porque no creían que quien había sido acusado fuera de ese modo, y añaden que Arrio ya se había justificado, esto es, no que hubiese cambiado de parecer sino que había mostrado que era falso aquello de lo que se le acusaba y que había creído correctamente desde el comienzo. (4) Así que esa propia fe, la de los eusebianos a quienes escribían y la que profesaron desde el comienzo Arrio y sus aliados, es la que profesan Eusebio y Teogonio en esta carta, y por ello cometen un craso error quienes llaman a su carta escrito de arrepentimiento.

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[f. 81r]

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119. (1) Ex eo autem quod exprimant hanc fidem per vocem homousii, validum habemus argumentum quod orientales his ipsis temporibus quae a Concilio Nicaeno proxima erant, per vocem illam nihil amplius intelligere solerent quam similitudinem substantiae; quinetiam hanc interpretationem, uti supra etiam probavimus, a concilio ipso concessam ac decretam. (2) Relege enim totam epistolam Eusebii et Theogonii et dic sodes annon hic sit ipsissimus sensus: quod in concilio isto Arium qui accusatus erat, scirent non ejusmodi esse, sed orthodoxum, cum partim ex literis, partim ex sermonibus hoc compertum haberent. (3) Et ideo se non subscripsisse anathematismo, in fide tamen unanimes conspirasse notione homousii juxta sententiam et interpretationem concilii diligenter examinata. (4) «Quare cum Arius, qui reus esse videbatur, revocatus sit seque de illis quae ipsi objiciebantur purgaverit, demonstrans se non ejusmodi fuisse sed rectam sententiam tenuisse ab initio, absurdum fuerit nos silere et argumentum adversus nosmet ipsos ultra suppeditare, quasi in eo quod anathemati noluimus subscribere, vel quod postea communicavimus cum hujusmodi viris quorum orthodoxia jam deprehenditur, haeresin aliquam secuti essemus. (5) Quod si igitur in his non / peccavimus, sanctissimo autem concilio vestro per subscriptionem nostram juxta fidem in istis viris jam demum agnitam satisfactum est, non repugnantes, sed consentientes iis quae a vobis decreta sunt, etiam hoc libello consensum nostrum confirmamus: non quidem taedio exilii, sed ut suspicionem vitemus haereseos, ne scilicet pro ejusmodi haereticis habeamur qualis Arius olim habebatur, qui inter alia Filium Patri dissimilem et reliquis hominibus aequalem dicebatur praedicasse. (6) Cum igitur sententiam sanctissimi concilii vestri teneamus, si in conspectum vestrum nos venire patiemini, invenietis nos in omnibus concordes et decretis vestris mordicus inhaerentes».

Yah. 19 119. 1. Orientales] Orientales per vocem illam nihil amplius a. c. | quinetiam] quinimmo a. c. | probavimus] proba*vimus a. c. || 2. relege – Eusebii] animum enim adverte ad verba Eusebii a. c. | scirent] add. || 4. ultra] add. || 5. concilio vestro] vestro concilio a. c. | pro ejusmodi haereticis habeamur] putetis nos ejusmo a. c. | et reliquis hominibus aequalem] add.

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119. (1) Por otra parte, del hecho de que expresen esta fe mediante la palabra «homousio», tenemos un poderoso argumento de que los orientales en estos mismos tiempos inmediatamente posteriores al Concilio de Nicea no solían entender por aquella palabra más que semejanza de sustancia; es más, esta interpretación, según más arriba también hemos probado, fue concedida y decretada por el propio concilio. (2) Vuelve a leer pues toda la carta de Eusebio y Teogonio y di por favor si no es éste el mismísimo sentido: que en ese concilio sabían que Arrio, el acusado, no era de ese modo, sino ortodoxo, al tenerlo comprobado en parte por sus cartas, en parte por sus palabras. (3) Y que por ello no suscribieron el anatema, pero en la fe en cambio habían estado unánimamente de acuerdo tras examinar cuidadosamente la noción de «homousio» conforme al parecer y la interpretación del concilio. (4) «Por ello, dado que Arrio, que parecía culpable, ha sido llamado del exilio y se ha justificado de los cargos de los que lo acusaban, demostrando que él no era de ese modo, sino que mantuvo el parecer recto desde el comienzo, sería absurdo que nosotros nos quedásemos callados y aportáramos además un argumento contra nosotros mismos, como si por el hecho de que no quisimos suscribir el anatema o de que después mantuvimos comunión con varones de esa clase, cuya ortodoxia ya es manifiesta, hubiésemos seguido alguna herejía. (5) Así que si en eso no hemos errado, y se ha satisfecho a vuestro santísimo concilio, mediante nuestra suscripción conforme a la fe ya por fin reconocida en esos varones, confirmamos nuestro acuerdo también con este escrito, en el que no rechazamos lo que habéis decretado sino que mostramos nuestro acuerdo con ello, y no por hastío del exilio, sino para evitar la sospecha de herejía, no sea que se nos tenga por herejes tal y como se tenía a Arrio en otro tiempo, de quien se decía entre otras cosas que había predicado que el Hijo era distinto al Padre e igual al resto de los seres humanos. (6) Así que dado que nos atenemos al parecer de vuestro santísimo concilio, si toleráis que acudamos a vuestra presencia, nos hallaréis concordes en todo y adeptos a vuestros decretos».

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[f. 80v]

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(7) Hoc, inquam, sensu Eusebius et Theogonius dictabant epistolam, et quidem sincere proculdubio, cum verba sua suppliciter accommodarent ad conscientiam imperatoris et episcoporum, qui gesta Nicaena callebant optime. / (8) Sed ad Athanasium redeamus. 120. (1) Tempore statuto, conveniunt episcopi in urbe Tyro, et imprimis ab imperatore postulant ut ex iis qui non convenerant, aliqui, praeter generalem synodi indictionem, specialibus adhuc literis citarentur. (2) Memores etiam turbarum quas istud genus hominum concitaverat in Synodo Nicaena, petunt etiam ut aliquis adesset cum manu militari, qui pacem conservaret et modestiae inspector esset. (3) Quibus impletis imperator rescribit ad hunc modum (apud Theod. l. 1, c. 29).

[f. 81r]

(4) «Constantinus Augustus sanctae synodo congregatae in urbe Tyro.

[f. 82r]

(5) Congruum plane et felicitati temporum nostrorum / consentaneum erat, ut Ecclesia catholica expers seditionis esset et

Yah. 19 120. 4-15. Thdt. HE 1, 29 119. 7. hoc... sensu] h**... sensu a. c. ut uid. | dictabant epistolam] scribebant epistolam a. c. : suggerebant a. c. | proculdubio] add. | suppliciter] supplicites (sic) facti a. c. | callebant optime] optime callebant a. c. || 8. sed ad Athanasium redeamus – rescribit ad hunc modum] sed ad Athanasium redeamus. / (Cum imperatoris esset significare indictionem synodi metropolitanis episcopis significare add.) ad ampliandum (hanc add.) synodum et majorem (ei add.) auctoritatem conciliandam, postulabant Eusebiani ut episcopi plurium provinciarum convocarentur. Memores etiam (imperator del.) turbarum quas istud genus hominum concitaverat (concitaverant a. c.) in synodo Nicaena, ab imperatore petunt (etiam ut del.) etiam ut aliquis cum manu militari adesset (ut Dionysius exconsulis qui pac* cum militibus, qui a. c.) a. c. : imperator mittit Dionysium exconsulem qui pacem conservaret et modestiae inspector esset (qui pac* cum militibus, qui a. c.). Dein convenientibus episcopis imperator (imperator a. c.) sequentem epistolam ad eos dirigit synodum dirigit a. c. : quare igitur cum imperatoris (etiam add.) et episcopi illarum revocatione isthaec agnoverint, communi omnium consensu vox homousii prout in synodo exposita fuit quadrabat cum (nihil ultra add.) fidem Eusebianorum exprimebat et proinde de sola similitud* Cum igitur hi relaxando (hos ut uid.) istos ab exilio, suffragio suo sinceritatem suplicantionis (sic) ** a. c. || 120. 1. praeter generalem synodi indictionem] add. || 2. adesset cum manu militari qui] cum manu militari adesset qui a. c. | rescribit ad hunc modum] sequentem epistolam ad synodum dirigit in f. 81r a. c.

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(7) En este sentido, digo, dictaban su carta Eusebio y Teogonio, y con seguridad sinceramente, fuera de toda duda, dado que acomodaban sus palabras, como suplicantes, a la conciencia del emperador y de los obispos, que sabían a la perfección lo que se había llevado a cabo en Nicea. (8) Pero volvamos a Atanasio. 120. (1) En la fecha fijada, se reúnen los obispos en la ciudad de Tiro, y en primer lugar solicitan al emperador que, de entre los que no habían acudido, a algunos se les cite, aparte de por la convocatoria general del sínodo, también mediante un escrito especial para ello. (2) Como además conservaban el recuerdo de las revueltas que esa clase de personas había suscitado en el Sínodo de Nicea, piden asimismo que se halle presente alguien al mando de una fuerza militar, a fin de que mantenga la paz y controle el orden. (3) Concedidas estas peticiones, el emperador responde de este modo (en Teod. l. 1, c. 29): (4) «Constantino Augusto al santo sínodo reunido en la ciudad de Tiro: (5) Hubiera sido del todo acorde y coherente con la prosperidad de nuestra época que la Iglesia católica no padeciera discordias y

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[f. 83r]

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Christi famuli ab omni nunc probro vacui essent ac liberi. (6) Sed quoniam nonnulli,as improbae contentionis stimulis agitati, ne dicam vitam professione sua indignam agentes cuncta turbare conantur, quod malum quavis calamitate gravius mihi videtur, idcirco vos sponte, ut aiunt, currentes adhortor, ut absque ulla dilatione in unum coeuntes, synodum constituatis, et ope vestra indigentibusat subveniatis, fratribus periclitantibus medicinam adhibeatis, dissidentia inter se membra ad concordiam revocetis, delicta denique, dum tempus adhuc patitur, corrigatis: quo scilicet tot ac tantis provinciis per vos restituatur concordia, quam, proh scelus! paucorum hominum arrogantia evertit. (7) Id porro summo omnium Domino ac Deo acceptum esse mihique prae omnibus votis optabile, vobis postremo ipsis, siquidem concordiam restitueritis, honorificum imprimis et gloriosum. (8) Nolite ergo cunctari, sed alacritatem animi vestri magis ac magis intendentes, date operam ut praesentes dissentiones convenienti sententia terminetis, cum omni, ut par est, sinceritate et fide, quam Servator ille quem colimus, in omni negotio tantum non inclamans et a nobis praecipue flagitat, in unum convenientes. (9) Caeterum quantum ad religionem nostram pertinet, nihil quod mearum partium sit, vobis deerit. (10) Cuncta siquidem quae literis vestris significastis a me impleta sunt. (11) Scripsi ad quos voluistis episcopos, ut venientes communi vobiscum cura ac sollicitudine fungerentur. (12) Misi etiam Dionysium ex consulari, qui et episcopos illos qui vobiscum adesse debent / commoneat, et omnium quae gerentur, maxime vero modestiae inspector sit. (13) Siquis vero, quod minime arbitramur, praeceptum nostrum etiamnum violare praesumens adesse renuerit, mittetur quamprimum a nobis aliquis qui imperiali auctoritate hominem in

 Athanasium cum sociis intelligit.

as

 Iis quos Athanasius opprimebat.

at

Yah. 19 120. 4-15. Thdt. HE 1, 29 120. 6. mihi] add. | periclitantibus] scripsi : prericlitantibus leg. || 11. quos] quod a. c. || 13. a nobis aliquis] aliquis a nobis a. c. || as. Athanasium] Athanasius a. c. || at. quos] quod a. c.

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que los siervos de Cristo se vieran ahora libres y alejados de todo oprobio. (6) Sin embargo, dado que algunos,as aguijoneados por un vergonzoso afán de polémica, por no decir llevando una vida indigna de aquello que profesan, intentan turbarlo todo (algo que me parece un mal mayor que cualquier desastre), por ello os exhorto a vosotros, que, como suele decirse, ya estáis corriendo por vosotros mismos, a que os reunáis sin ninguna dilación, constituyáis un sínodo y socorráis con vuestra ayuda a quienes están sin recursos,at llevéis remedio a los hermanos que peligran, devolváis la concordia a los miembros en disensión y corrijáis, en fin, las faltas en la medida en que el tiempo aún lo permita, para que a través de vosotros se restablezca la concordia en tantas y tan grandes provincias, una concordia que, ¡oh crimen!, se ha venido abajo por culpa de la arrogancia de unos pocos individuos. (7) Que esto, por lo demás, es grato al supremo Señor y Dios de todas las cosas, y deseable para mí antes que ningún otro deseo, y honroso y glorioso por encima de cualquier cosa para vosotros mismos, en fin, si llegáis a restablecer la concordia. (8) No vaciléis, pues, sino esforzaos, intensificando más y más la vivacidad de vuestro espíritu, para poner término a las disensiones existentes con un veredicto adecuado, reuniéndoos, como conviene, con toda la integridad y la buena fe que aquel Salvador a quien adoramos demanda particularmente de nosotros en todo asunto, casi alzando la voz. (9) Por lo demás, en cuanto atañe a nuestra religión, nada os faltará de mi parte. (10) He llevado a cabo cuanto me indicasteis en vuestra carta. (11) He escrito a los obispos que queríais para que acudan a compartir con vosotros vuestra preocupación y tribulación. (12) He enviado también al ex cónsul Dionisio, para que inste a acudir a aquellos obispos que deben asistir a vuestra reunión y para que vigile todo lo que se lleve a cabo, pero particularmente el orden. (13) Si alguien, pese a ello, cosa que no creemos, empeñado en la presunción de que puede incumplir nuestro mandato, se niega a asistir, en seguida se enviará de nuestra

 Se refiere a Atanasio y sus aliados.

as at

 A aquellos a los que estaba hostigando Atanasio.

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exilium pellens docebit imperatoris sanctionibus pro veritate editis minime esse repugnandum. (14) Quod superest, vestrae sanctitatis erit providere ut nec odio nec gratia, sed juxta ecclesiasticas et apostolicas regulas, delictis et iis quae per errorem contigerunt conveniens remedium exquiratis, quo et Ecclesiam omni probro liberetis et meas curas levetis et, pacis amoenitate turbatis nunc Ecclesiis restituta, vobis ipsis maximam gloriam comparetis. (15) Divinitas vos servet, fratres carissimi». Ita imperator. (16) «Sed tum quidem quamvis venire compelleretur, quatuorau circiter mensium spatio profectionem suam distulit. (17) Postea vero majore vi adhibita coactus Tyrum venit» (Sozom. l. 2, c. 25). (18) «Eo enim Macarius, et vinctus quidem, per milites deductus est, Athanasio vero imperator scripsit ut adesset, atque adeo necessitatem veniendi ei injunxit ut nisi veniret invitus adduceretur» (Athanas. Apol. 2, p. 188). [f. 85r]

121. (1) Et in synodum venit cum triginta septem circiter episcopis Aegyptiis et hominum multitudine stipatus. (2) Et imprimis hi episcopi nova methodo judicium effugere cogitant. (3) Caeteros enim episcopos dicteriis, cavillationibus et ad speciem compositis accusationibus adorti, turbas conantur excitare et omnia confundere. (4) Narrat quidem Philostorgius (Philostorg. l. 2, c. 12) «Athanasium, cum imperatoris minis aegre cessisset, tandem vero venisset Tyrum,

 In Sozomene scribitur triginta. Certe per errorem scribae. Baronius an. 3{...} putat legendum esse tres. Suspicor magis literam Δ inferiori parte disparente in Λ vel τριάκοντα mutatam fuisse.

au

Yah. 19 120. 16-17. Soz. HE 2, 25, 1 || 18. Ath. Al. Apol. sec. 71, 2 || 121. 4-8. Philost. HE 2, 11 || au. Baron. Ann. 3, 335, 6 120. 16. sed tum quidem – Apol. 2, p. 188] Sed hoc non obstante Athanasius moras trahit. Quare imperato (sic) Tyrum a. c. || 17. Sozom. l. 2, c. 25] eo enim a. c. || 18. et vinctus] sed vinctus a. c. | Apol. 2, p. 188] Apol. 2, p. 188 + app. XI a. c. || 121. 1. et in synodum – Aegyptiis] et triginta septem circiter episcopi Aegyptii in synodum veniunt cum a. c. : his compositis Athanasius post vim (ut uid.) in synodum ven a. c. || 2. imprimis hi episcopi] add. || 4. narrat quidem Philostorgius] Philostorgius utique enim (a. c. ut uid.) siqua ei fides narrat a. c. || au. in Sozomene scribitur triginta] Baronius Sozomenes ponit triginta sed a. c. | certe] sed a. c. | scribae] scribae ut (mecum add.) putat (etiam add.) *** a. c. | vel τριάκοντα] add.

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parte a alguien que le enseñará, empujándolo al exilio por la autoridad imperial, que de ningún modo cabe rechazar las disposiciones que el emperador adopta en favor de la verdad. (14) Con respecto al resto, de vuestra santidad dependerá que logréis hallar sin odio ni favor, sino de acuerdo con las reglas eclesiásticas y apostólicas, el remedio para las faltas y para lo que ha ocurrido por error, de forma que libréis a la Iglesia de todo oprobio y aliviéis mis preocupaciones, y de forma que, una vez restituida la serenidad de la paz a las iglesias ahora atribuladas, os procuréis para vosotros mismos la mayor gloria. (15) Que la Divinidad os guarde, queridísimos hermanos». Así escribió el emperador. (16) «Pero incluso entonces, aunque se le urgía a acudir, aplazó su marcha por espacio de cuatro meses.au (17) Después, en cambio, obligado por la intensificación de las presiones, fue a Tiro» (Sozom. l. 2 c. 25). (18) Y en efecto Macario, incluso encadenado, fue llevado allí a manos de militares, pero a Atanasio el emperador le escribió ordenándole que asistiera, y le impuso de tal manera la necesidad de ir que lo amenazó con que, si no lo hacía, sería llevado por la fuerza (Atanas. Apol. seg. p. 188). 121. (1) Y llegó al sínodo con unos treinta y siete obispos egipcios y escoltado por una multitud de personas. (2) Y en primer lugar estos obispos planean rehuir el juicio con un nuevo sistema: (3) intentan alborotar a las masas y confundirlo todo atacando a los demás obispos con denigraciones, infundios y acusaciones amañadas. (4) Cuenta de hecho Filostorgio (Filostorg. l. 2, c. 12) que «Atanasio, después de ceder, aunque a duras penas, a las amenazas del empe-

 En Sozómeno está escrito treinta. Sin duda por error del copista. Baronio, an. 3{...} cree que hay que leer tres. Sospecho más bien que la letra Δ, al borrarse su trazo inferior, se ha cambiado en Λ, o sea τριάκοντα. au

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[f. 86r]

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se quidem sistere in judicio noluisse, sed meretricem quandam, quae ipso ventris tumore intemperantiam suam prodebat, mercede conduxisse et adversus Eusebium / per fraudem submisisse, tumultu illo ac motu qui ex hujusmodi calumnia, ut verisimile est, excitandus erat, elusurum se judicium et damnationem subterfugiturum esse arbitrantem. (5) Eusebium autem subinde quaesivisse ex meretrice utrum stupratorem suum nosset. (6) Quae cum affirmasset illum sibi probe notum esse, rursus Eusebium quaesivisse num ille in prasenti episcoporum consessu versaretur. (7) Eam vero respondisse: “Bona verba, domine. Neque enim ego tantopere insanio, ut tales viros foedae libidinis insimulem”. (8) Ex iis vero cum veritas in lucem prodire coepisset, totam fraudis machinationem patefactam fuisse». Haec Philostorgius. (9) Athanasiani vero historiam vertunt quasi Eusebianorum aliquis meretricem conduxisset quae accusaret Athanasium adulterii, ea autem detecta fuisset cum Timotheo cuidam tamquam Athanasio per ignorantiam allocuta esset (Sozom. l. 2 c. 25; Theod. l. 1 c. 30). (10) Sed hanc narrationem falsam esse ex eo satis convincitur, quod scriptores his temporibus proximi, nempe Synodus Alexandrina in epistola ad Ecclesias, Julius papa cum Athanasio et quinquaginta episcopis occidentalibus in epistola ad orientales, et Synodus Serdicensis in epistolis ad Ecclesias (qui omnes hanc Synodum Tyri pro viribus defamare et convellere conantur), denique Athanasius ipse in omnibus operibus, ubi Eusebianis in nihilo parcit, hanc historiam alto silentio obruerunt, quod certe neutiquam fecissent si res Eusebianis, non autem sibimetipsis in opprobrium cessisset. (11) A recentioribus itaque in excusationem Athanasii adinventa est ista Theodoriti et Sozomenis narratio.

Yah. 19 121. 4-8. Philost. HE 2, 11 || 9. Soz. HE 2, 25, 8-10 | Thdt. HE 1, 30, 4-6 || 10. Cf. Ath. Al. Apol. sec. 3-19; 21-35; 41-50 121. 4. Eusebium] Eusebium (illum add.) qui in synodo praesidebat Caesariensem a. c. || 10. episcopis] epis*copis a. c. | omnibus operibus] apologiis (et del.) epistolis et orationibus a. c. | certe] add. | cessisset] cessit a. c.

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rador y viajar finalmente a Tiro, no quiso con todo comparecer en juicio, sino que compró los servicios de cierta prostituta que delataba su intemperancia por la propia hinchazón de su vientre, y la envió con engaños contra Eusebio, pensando que, merced a aquel alboroto y al tumulto que, como era lógico, una calumnia semejante habría de levantar, podría evitar el juicio y escapar a la condena. (5) Ahora bien, Eusebio le preguntó entonces a la prostituta si sabía quién era el que la había dejado embarazada. (6) Y como ella respondiera que lo conocía muy bien, a su vez le preguntó Eusebio si de veras se encontraba aquél entre los obispos allí reunidos. (7) Y ella respondió: “Calla, señor: no estoy yo tan loca como para inventarme vergonzosas acusaciones de lujuria contra tales varones”. (8) A causa de aquellas palabras, como la verdad empezara a salir a la luz, se descubrió todo el ardid del engaño». Esto lo cuenta Filostorgio. (9) Ahora bien, los atanasianos cambian la historia como si alguno de los eusebianos hubiera pagado a la prostituta para que acusara a Atanasio de adulterio, y que ésta habría sido descubierta al dirigirse por ignorancia a un tal Timoteo, confundiéndolo con Atanasio (Sozóm. l. 2 c. 25; Teod. l. 1 c. 30). (10) Sin embargo, que esa historia es falsa se deduce bien por el hecho de que los escritores cercanos a esa época, a saber, el Sínodo de Alejandría en su carta a las Iglesias, el papa Julio con Atanasio y cincuenta obispos occidentales en su carta a los orientales, así como el Sínodo de Sárdica en sus cartas a las Iglesias (autores todos que intentan con todas sus fuerzas difamar y borrar este Sínodo de Tiro), y, por fin, el propio Atanasio en todas sus obras, en las que no perdona en un solo punto a los eusebianos, pasan sobre esta historia en profundo silencio, algo que desde luego no habrían hecho de ningún modo si el asunto redundara en oprobio de los eusebianos y no de ellos mismos. (11) Así pues, esa historia de Teodoreto y Sozómeno fue inventada por autores más recientes para justificar a Atanasio.

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[f. 87r]

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122. (1) Caeterum hujusmodi accusationes ad judicium fugiendum factas esse, satis demonstrat alia narratio Epiphanii: (2) «Potamon», inquit, «episcopus Aegyptius, qui oculo in / persecutione propter veritatem orbatus erat, cum vidisset Eusebium sedentem et judicantem et Athanasium stantem... invectus est voce magna contra Eusebium et dixit: (3) “Tu sedes, Eusebi, et Athanasius innocens stans a te judicatur? (4) Quis tulerit talia? Dic mihi tu, nonne mecum fuisti in carcere tempore persecutionis? (5) Et ego quidem oculum amisi pro veritate, tu vero nihil mutilatum in corpore habere videris, neque testimonium propter confessionem tribuisti, sed stetisti vivens nulla parte detruncata. (6) Quomodo discessisti e carcere, nisi quod promisisti persecutoribus id quod nefarium est te facturum esse?”». Haec Epiphan. Haeres. 68. (7) Caeterum quod ad accusationem attinet, certe plurimi erant confessores qui cum Eusebio nullam notam confessionis ferebant in corpore, quandoquidem gentiles permulti, barbaritatem persecutionis execrati, his ultro faverent, et ipsi etiam milites clamarent plurimos sacrificasse qui non sacrificabant, mox extrudentes eos et reclamantium ora nonnumquam pugno obfirmantes. (8) Innumeri praeterea nunc in uno, nunc in alio carcere detenti, vel in exilium missi, aut ad metalla damnati, sub finem persecutionis illaesi evasere. (9) Quae cum ita fuerint, Eusebii causa Deo permittenda est et defectus modestiae et charitatis in Potamone potius notandus, qui episcopum, contra quem accusatio sine duobus vel tribus testibus non audienda est, in tanto consessu, tam levi suspicionis argumento, ad turbas concitandas calumniare ausus est.

[f. 88r]

123. (1) Hujusmodi dicteriis et cavillationibus reliquos etiam episcopos aggressi sunt Aegyptii, ut illi ipsi in epistola synodica paulo post commemorant: (2) «Nonne», inquiunt, «Eusebius Eusebianique studio Arianismi ad id concilium perrexerunt reliquis ejusdem secum sententiae adductis? (3) Nonne et / nos contra eosdem homines eo nomine, quod Arianicae opinionis essent,

Yah. 19 122. 2-6. Epiph. Const. Haer. 68, 8, 2-4 || 123. 2-8. Ath. Al. Apol. sec. 8, 2-3 122. 2. episcopus] add. || 123. 1. et cavillationibus] add.

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122. (1) Por lo demás, que se inventaron acusaciones de este tipo para evitar el juicio lo demuestra bien otro episodio que cuenta Epifanio. (2) «Potamón», dice, «un obispo egipcio que durante la persecución había perdido un ojo por defender la verdad, al ver a Eusebio sentado y ejerciendo como juez y a Atanasio de pie... se abalanzó a voz en grito contra Eusebio y le dijo: (3) “¿Tú estás sentado, Eusebio, y Atanasio, inocente, está de pie y tú lo juzgas? (4) ¿Quién podría soportar cosa semejante? Dime, ¿no estuviste tú conmigo en la cárcel en la época de la persecución? (5) Y yo desde luego perdí un ojo por la verdad, pero tú, por el contrario, no parece que tengas ninguna parte del cuerpo mutilada, ni diste testimonio de tu confesión, sino que saliste vivo sin ninguna parte de tu cuerpo truncada. (6) ¿Cómo te marchaste de la cárcel, si no fue porque les prometiste a los perseguidores que harías aquello que es un crimen hacer?”» Esto lo cuenta Epifanio, Herejías, 68. (7) Por lo demás, en cuanto atañe a la acusación, sin duda había muchos confesores que, al igual que Eusebio, no llevaban en el cuerpo ninguna marca de su confesión, habida cuenta de que muchísimos gentiles que condenaban la barbarie de la persecución favorecían ocultamente a aquéllos, e incluso los propios soldados declaraban que habían sacrificado muchos que en realidad no sacrificaban, haciéndolos huir en seguida y cerrando, a veces con el puño, las bocas de quienes reclamaban. (8) Además, muchísimos, detenidos ora en una, ora en otra cárcel, o bien enviados al exilio, o condenados a las minas, al final de la persecución escaparon ilesos. (9) Al haber sido esto así, el caso de Eusebio debe dejársele a Dios, y más bien debe señalársele falta de mesura y de caridad a Potamón, que osó calumniar a un obispo, contra el cual no puede presentarse acusación si no hay dos o tres testigos, en tan gran asamblea y con tan leve motivo de sospecha, con el objeto de incitar a las masas. 123. (1) Con denigraciones e infundios de este tipo atacaron los egipcios también a los demás obispos, según ellos mismos recuerdan poco después en su carta del sínodo: (2) «¿Es que Eusebio y los eusebianos», dicen, «no acudieron a este concilio como partidarios del arrianismo, trayendo consigo a los demás que comparten su parecer? (3) ¿Es que nosotros no hemos divulgado escritos contra

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scripta evulgavimus? (4) Nonne Eusebius, Caesareae Palaestinae episcopus, de immolatione idolorum a nostris confessoribus accusatus fuit? (5) Nunquid non de Georgio probatum fuit, eum ab ordine sui sacerdotii a beato Alexandro rejectum fuisse? (6) Nonne caeteri de aliis atque aliis criminibus notam censuramque passi sunt? (7) Quo jure igitur isti contra nos synodum ullam constituere potuerunt? (8) Aut qua fronte talem conventum synodum appellare audent, cui comes praesidit?» Etc. [f. 89r]

(9) Haec illi, ex quibus quinam fuerint qui turbas illas stupendas excitarunt in Concilio Nicaeno satis deprehenditur. (10) Si in quenquam aliquid haberent objiciendum, certe non tumultuarie procedendum esset sed tempus idoneum expectandum quo causa in medium proferretur et a synodo tranquille tractaretur, et interea Athanasius non aliorum accusatione sed causae propriae justificatione defendendus. (11) Nam quicquid in buccam venerit evomere et in obvios quosque latrare rixantium est et tumultuantium, atque adeo non decet modestos episcopos ut in infima plebe turpe

Yah. 19 123. 2-8. Ath. Al. Apol. sec. 8, 2-3 123. 5. probatum] pro*batum a. c. || 8. etc.] etc. Haec illi, ex quibus quinam fuerint qui turbas illas excitaverunt in Concilio Nicaeno (Aegyptiis scil. del.) satis deprehenditur a. c. : etc. Ubi speculator aderat (apparebat etc. a. c.) et carcerarius vice diaconorum Ecclesiae nos introducebat? Ubi comes verba faciebat, caeteri praesentes in silentio erant vel potius comiti obsequium suum accommodabant? Ubi quod communiter episcopis placuit ab illo impediebatur? Ille imperio utebatur, nos a militibus ducebamur vel potius jussis (sententiisque del.) Eusebianorum sententiisque ipse comes inserviebat». Haec illi. Cum (qui a. c.) (viris add.) ecclesiasticis parere nollent (noluerint a. c.) exclamant quod alii aderant. Ipsa imperatoris edicta rebelles diu spreverant, conqueruntur quod imperator per ministros tandem coegit eos ad obedientiam. Synodum Nicaenam tumultibus impleverant; quod hic similia conati ad modestiam compellerentur, exclamant dicentes (contendunt a. c.) synodum non esse ubi comes praesedebat et (non del.) silentium (episcopis add.) imponebatur. Quis unquam audivit tantam petulantiam? Aut licebit episcopos dicteriis et cavillationibus ad rixas ciendas et fugiendum judicium convellere, aut judicium synodi rejiciendum erit quia hoc non licuit (licebat cum libertate rixare a. c.). Merito igitur Eusebius iis talia conantibus respondit «Si huc accedentes apud nos talia loquamini contradictorie (talia contra nos dicitis a. c. om. del.), vera sunt profecto quae accusatores vestri objiciunt. Nam si hic tyrannidem exercetis, multo id magis in patria vestra facitis», Epiphan. Haer. 68 a. c. || 10. non aliorum] non aliorum dilata aliorum a a. c.

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esos mismos hombres en razón de su creencia arriana? (4) ¿Es que Eusebio, obispo de Cesarea de Palestina, no ha sido acusado por nuestros confesores de ofrecer sacrificios a ídolos? (5) ¿Es que acaso respecto a Jorge no quedó probado que había sido depuesto de su cargo sacerdotal por el bienaventurado Alejandro? (6) ¿Es que los demás, por unas y otras acusaciones, no han sufrido la señal y la censura? (7) Entonces, ¿con qué derecho han podido ésos constituir contra nosotros sínodo alguno? (8) ¿O con qué desfachatez se atreven a llamar sínodo a tal reunión, que preside un oficial?» Etc. (9) Esto escriben aquéllos, de los cual bien puede deducirse quiénes fueron los que suscitaron aquellas pasmosas revueltas en el Concilio de Nicea. (10) Si tenían algo que reprocharle a alguien, de ningún modo tenían que haber actuado creando tumulto, sino que debían haber esperado el momento oportuno para exponer el caso y que lo tratase con tranquilidad el sínodo, y entre tanto a Atanasio tenían que haberlo defendido no acusando a otros, sino explicando su propia causa. (11) Porque expulsar todo lo que se le venga a uno a la boca y ladrar contra quien se tiene delante es propio de gente con afán de riñas y de alborotadores, y les cuadra tan poco a unos moderados obispos, que hasta entre el pueblo más bajo se tiene por

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habeatur, etsi forte magna ex parte vera fuerint quae litigantes objiciant. (12) Accusatos vero sic se erigere in judices legitima auctoritate constitutos multo intollerabilius est. (13) Cum igitur ad hunc modum se gesserint Aegyptii, merito Eusebius iis respondit: (14) «Si huc accedentes, apud nos talia loquamini contradictorie, vera sunt profecto quae accusatores vestri objiciunt. (15) Nam si hic tyrannidem exercetis, multo id magis in patria vestra facitis» (Epiphan. Haeres. 68). 124. (1) Caeterum cum Eusebiani mores hujus generis hominum dudum perspectos haberent et ideo comitem adesse curassent qui modestiae inspector esset, ab eo compescitur haec Aegytiorum petulantia, et Athanasius tandem, cum tergiversationibus nullus amplius locus superasset, cogitur accusationibus respondere. (2) De caede igitur Arsenii adducuntur testes et ipsum cadaver in medio ponitur, ut qui vivum noverant, mortuum viderent et agnoscerent.

[f. 90r]

125. (1) Post multos tamen annos, ubi gesta concilii e memoriis hominum pene exciderant, Athanasius, quo rei evidentiam minueret, famam spargit inter suos quasi non corpus sed brachium tantum a corpore aliquo resectum et sale conditum in concilium adductum fuisset et Athanasius accusatus quod ad usus / magicos illud resecuisset. (2) Deinde in harum fabularum confutationem narrant Athanasiani Arsenium ipsum ad Tyrum clam venisse, ut quae illic gererentur coram spectaret, sed mox ab Athanasii amicis detectum et in concilium adductum atque illic pro Arsenio agnitum fuisse et utramque manum ostensam omnibus; (3) tunc Eusebianos veneficium esse exclamasse, sed hoc non obstante Arsenium ipsum inter caeteros episcopos mox subscripsisse condemnationi Athanasii (Socr. l. 1, c. 29, 32; Ruffin. l. 1, c. 15, 17; Sozom. l. 2, c. 25; Theod. l. 1, c. 30). (4) Sed hujus commenti falsitas ex multis reprehenditur.

Yah. 19 123. 14-15. Epiph. Const. Haer. 68, 8, 5 || 125. 1-3. Socr. Sch. HE 1, 29; 1, 32, 3; Rufin. Hist. 1, 15-17; Soz. HE 2, 25, 7-12; Thdt. HE 1, 30 124. 1. Athanasius] Athathanasius a. c. ut uid.

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vergonzoso, incluso aunque se diera la casualidad de que en gran parte fuese verdad lo que se reprochasen en su litigio. (12) Pero mucho más intolerable es que los acusados se erijan así en jueces constituidos con legítima autoridad. (13) Así que, al haberse comportado los egipcios de ese modo, con razón les respondió Eusebio: (14) «Si al llegar aquí replicáis ante nosotros de tal manera, desde luego es cierto aquello que vuestros acusadores os reprochan: (15) pues si aquí ejercéis la tiranía, mucho más lo hacéis en vuestra patria» (Epifanio, Herejías, 68). 124. (1) Por lo demás, como los eusebianos tenían desde hacía tiempo bien observadas las costumbres de este tipo de personas y por ello se habían preocupado de que asistiera un oficial para que controlase el orden, reprimió él esta soberbia de los egipcios, y por fin Atanasio, una vez que ya no quedó más lugar para la tergiversación, se ve obligado a responder a las acusaciones. (2) Así pues, traen testigos del asesinato de Arsenio y el propio cadáver se coloca en el centro, para que quienes lo habían conocido en vida viesen al muerto y lo reconocieran. 125. (1) Sin embargo, muchos años después, cuando lo llevado a cabo en el concilio se había borrado casi por completo de la memoria de los hombres, Atanasio, para disminuir la evidencia del hecho, hizo correr entre los suyos el rumor de que no se había llevado el cuerpo al concilio, sino sólo un brazo, cortado de algún cuerpo y conservado en sal, y de que se acusó a Atanasio de haberlo cortado para usos mágicos. (2) Luego, como refutación de estas habladurías, cuentan los atanasianos que el propio Arsenio había viajado a Tiro a escondidas, para ver en persona lo que se llevaba allí a cabo, pero que en seguida fue descubierto por los amigos de Atanasio, llevado al concilio y reconocido allí como Arsenio, y que se mostraron a todos sus dos manos; (3) que los eusebianos gritaron que se trataba de un encantamiento, pero que, pese a ello, el propio Arsenio firmó luego con los demás obispos la condena de Atanasio (Sócr. l. 1. c. 29, 32; Rufin. l. 1, c. 15, 17; Sozóm. l. 2, c. 25; Teod. l. 1, c. 30). (4) Pero la falsedad de esta invención se desprende de muchos indicios.

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126. (1) Primo ridiculum est, idque multiplici respectu, et imprimis quoad ostentationem manus. (2) Fuerintne Meletiani adeo inepti ut in testimonium contra Athanasium manum solam circumducerent? (3) Ecquis manum Arsenii agnosceret? Ecquod inde testimonium contra Athanasium? (4) Potuitne imperator tam futili argumento a promulgata sententia divelli et cogi rem novo episcoporum judicio tractandam permittere? (5) Ad mulierum lachrymas commovendas spectaculum quidem idoneum haec manus, sed coram judice non tam reatus Athanasii quam stultitiae accusatorum argumentum extitisset, idque eo magis quod hanc manum ad usus magicos resectam contendisse dicuntur. (6) Persuadeant igitur nobis Meletianos et Eusebianos (quos in historiis ut callidissimum genus hominum describunt,) ut et imperatorem ipsum fuisse mortalium omnium stollidissimos, vel desinant hujusmodi ineptias eis ascribere.

[f. 91r]

(7) Secundo commentum in eo ridiculum est quod idem Arsenius de cujus caede Athanasius accusabatur, ut refert Socrates, inter episcopos Concilii Tyrii subscripsisse dicitur condemnationi Athanasii. (8) Si Arsenius ad istud impudentiae processisset ut hoc faceret, fingi tamen non potest Eusebianos ad istud stultitiae processisse ut id permitterent. (9) Arsenium tanti sceleris / tam aperte convictum, impunitum solummodo dimittere aeternam infamiam Eusebianis conciliasset. (10) Hoc ipso enim confessi fuissent se nefandorum conciliorum participes fuisse. (11) Sed eum in communionem recipere, in concilium insuper admittere, judicem Athanasii constituere et in ejus rei testimonium aeternum permittere ut subscriptio ejus in Actis concilii reperiretur, adeo non congruit astutis hominibus, ut stollidissimis sine majori stultitia adscribi nequeat. (12) Sed dixeris forte Socratem ab errante fama circumstantiam illam accepisse. (13) Et recte quidem: nam Julius

Yah. 19 126. 7. Socr. Sch. HE 1, 32, 3 126. 1. et imprimis] 1. Quare a. c. ut uid. || 7. ut refert Socrates] add. | inter episcopos... dicitur] dicitur inter episcopos... a. c. || 9. tanti sceleris] tanti sceleris impunitum a. c. || 10. hoc] a a. c. ut uid.

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126. (1) En primer lugar, es ridícula, y ello desde varias perspectivas, y ante todo en lo que se refiere a la exhibición de la mano. (2) ¿Habrían sido los melecianos tan ineptos como para basar la acusación contra Atanasio sólo en la exhibición de una mano? (3) ¿Es que alguien habría podido reconocer la mano de Arsenio? ¿Es que de ahí sale algún testimonio contra Atanasio? (4) ¿Pudo el emperador, por un argumento tan fútil, apartarse de su veredicto ya anunciado y verse obligado a trasladar nuevamente el caso al juicio de los obispos? (5) Esa mano desde luego era un espectáculo idóneo para despertar lágrimas en las mujeres, pero ante un juez habría servido como argumento más que de la culpabilidad de Atanasio, de la estupidez de sus acusadores; y tanto más si se afirma que sostenían que esa mano había sido cortada para fines mágicos. (6) Así pues, o bien que nos convenzan de que los melecianos y los eusebianos, a los que describen en las Historias como los más astutos de los hombres, de igual modo que también el propio emperador, fueron los más tontos de todos los mortales, o bien que renuncien a atribuirles estupideces de este tipo. (7) En segundo lugar, la invención es ridícula en el punto en que se dice que el mismo Arsenio por cuyo asesinato era acusado Atanasio, según cuenta Sócrates, firmó con los demás obispos del Concilio de Tiro la condena de Atanasio. (8) Aunque Arsenio hubiera alcanzado tal grado de desvergüenza como para hacer eso, no puede suponerse sin embargo que los eusebianos hubiesen alcanzado tal grado de estupidez como para permitirlo: (9) el hecho de que Arsenio, culpable tan públicamente de un crimen tan grande, fuese sin más despedido impunemente, les habría reportado eterna infamia a los eusebianos. (10) Por esto mismo, en efecto, hubiesen confesado que habían sido partícipes de unos concilios infames. (11) Pero aceptarlo entre ellos, admitirlo además en el concilio y constituirlo en juez de Atanasio, y permitir, como testimonio perpetuo del hecho, que su firma figurase en las Actas del Concilio, les cuadra bien poco a unos hombres astutos, hasta tal punto que podría atribuírsele a los más tontos sin que cupiera grado de estupidez mayor. (12) Pero podrías decir que quizás Sócrates incluyó esa anécdota haciéndose eco de un rumor que andaba circulando. (13) Y lo dirías

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papa et patres Serdicenses qui viderant Acta Tyria, subscriptionem Arsenii neutiquam viderunt. (14) Deerat enim illis testimonium tam luculentum quod Arsenius in vivis esset.

[f. 92r]

(15) Tertio commentum ridiculum est respectu judicii imperatoris. (16) Si imperator ubi primum ex Athanasio audiverat Arsenium in vivis esse, ita commotus fuerit in Meletianos ut non amplius more ecclesiastico sed imperali scelera eorum vindicanda pronunciaverit nisi deinceps conquiescerent; (17) si ipse (ut mox audietis) ob solam rerum inique gestarum suspicionem quam Athanasius ad eum confugiens ingesserat, iratus jussit Concilium Tyrium ad se venire et rationem gestorum reddere, quomodo, quaeso, effingi possit Arsenium in vivis deprehensum et ab omnibus medio in concilio agnitum fuisse, et imperatorem tamen jam non Eusebianis, non Meletianis fabulae contextoribus, nedum ipsi Arsenio succensuisse, sed audita causa Eusebianis tanquam recte judicantibus aurem praebuisse et Athanasium ut reum condemnasse? (18) Haec sane neutiquam consistunt. (19) Dic, sodes, noveritne imperator Arsenium in vivis / esse, vel non noverit. (20) Si novit, quo, quaeso, praetextu, qua fronte condemnare potuit Athanasium, praesertim cum in hac caedis accusatione cardo judicii versaretur? (21) Quod si non novit, quomodo, quaeso, ignorare potuit, cum Athanasius ipse adesset qui rem omnem aperiret, cum gestorum testes essent innumeri, cum concilium ipsum quae in medio facta fuerant negare non posset? (22) Omni igitur ex parte insipida et ridicula est haec fabula, quod unicum satis esse posset ad confutationem ejus. 127. (1) Sed secundo fabula haec sibi ipsi contradicit. Nam Athanasius epistolam tanquam ab Arsenio scriptam produxit in Concilio Tyri, in qua Arsenius se cum Athanasio amicitiam et communionem modis omnibus in posterum servare ultro promittit

Yah. 19 127. 1. Ath. Al. Apol. sec. 69; 8, 4 126. 16. primum] add. || 17. ob solam... suspicionem] scripsi : ob sola... suspicionem leg. || 20. praesertim] add. | cardo judicii versaretur] judicium maxime penderet a. c. || 21. aperiret] apperiret a. c. || 127. 1. produxit in concilio... in qua] in concilio... produxit in qua a. c. | Tyri] add. | modis omnibus] add.

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con razón: pues el papa Julio y los padres de Sárdica, que habían visto las Actas de Tiro, de ningún modo vieron la firma de Arsenio. (14) En efecto, falta en ellos un testimonio tan claro de que Arsenio estaba entre los vivos. (15) En tercer lugar, la invención es ridícula con respecto al juicio del emperador. (16) Si el emperador, en cuanto oyó de Atanasio que Arsenio estaba entre los vivos, hubiese quedado tan mal dispuesto contra los melecianos como para declarar que, si en lo sucesivo no se apaciguaban, sus crímenes no deberían ya ser castigados según el uso eclesiástico sino según el uso imperial; (17) si él mismo (como pronto oiréis), por la sola sospecha de que las cosas se habían llevado de forma irregular (sospecha sembrada por Atanasio cuando corrió a refugiarse junto a él), ordenó, irritado, que el Concilio de Tiro acudiera a su presencia y le diera cuenta de lo allí ocurrido: ¿cómo, pregunto, podría simularse que Arsenio había sido hallado entre los vivos y reconocido en mitad del concilio, y que sin embargo el emperador no sólo no se encolerizase contra los eusebianos ni los melecianos, urdidores de la intriga, ni tan siquiera con el propio Arsenio, sino que, después de escuchar la causa, prestara oídos a los eusebianos en la idea de que juzgaban correctamente, y condenase a Atanasio como culpable? (18) Desde luego eso no es consistente en absoluto. (19) Di, por favor, si sabía o no sabía el emperador que Arsenio estaba entre los vivos. (20) Si lo sabía, ¿con qué pretexto, pregunto, con qué desfachatez pudo condenar a Atanasio, especialmente al constituir esa acusación de asesinato el eje del juicio? (21) Y si no lo sabía, ¿cómo, pregunto, pudo ignorarlo, si estaba ahí el propio Atanasio para desvelarle todo el asunto, si los testigos de lo ocurrido eran innumerables, si el propio concilio no podía negar lo que se había llevado a cabo en él? (22) Así que, se mire por donde se mire, esta fábula es insulsa y ridícula, lo cual por sí solo basta para refutarla. 127. (1) Pero es que, en segundo lugar, la propia historia se contradice a sí misma. En efecto, Atanasio presentó en el Concilio de Tiro una carta supuestamente escrita por Arsenio, en la que Arsenio se compromete a mantener en lo sucesivo por todos los medios

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[f. 92v]

[f. 92r]

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et quamprimum licebit ad eum excurrere; et postea in Concilio Alexandrino idem Athanasius cum octoginta episcopis Aegyptiis citat hanc epistolam quasi ex ea constaret Arsenium eousque amicitiam et communionem Athanasii expectare. (2) Atque idem postea Julius papa rursus affirmat. (3) Socrates vero et alii scriptores ecclesiastici qui historiam de manu Arsenii describunt e contra referunt Arsenium ad usque Concilium Tyri cum Meletianis fecisse, et ideo clam venisse Tyrum, ab Athanasianis vero casu detectum et comprehensum et invito adductum in concilium, et subinde se denuo se Eusebianis adjunxisse. (4) Imo et auctor fabulae Athanasius idem perscribit in Apologia: «Arsenius», inquit, «primum quidem in Aegypto dum ibi occultaretur repertus est, postmodum eundem Tyri se abstrudentem nostri invenerunt et, quod mireris, repertus deprehensusque noluit / se agnoscere Arsenium esse, nisi in juidicio a Paulo ejus loci episcopo convictus. (5) Ab eo enim tempore pudore impeditus seipsum negare non est ausus. (6) Id autem ideo faciebat quod pacta Eusebio servata cuperet, ne se reperto argumentum fabulae dissolveretur». (7) Viderit jam lector quomodo hae fabulae de epistola Arsenii deque Arsenio Tyri conspecto inter se constare possint. (8) Certe si alterutra vera fuisset Athanasius fidem ei non abrogasset narratione contraria. 128. (1) Tertio loco redarguitur haec fabula ex eo quod Synodus Sardicensis in epistola priori apud Athanasium, Apol. 2, expresse testatur non manum Arsenii sed corpus in medio productum fuisse. (2) «Deplangebant», inquit, «Eusebiani caedem Athanasium fecisse, et Arsenium Meletianum episcopum e medio sustulisse, quam rem

Yah. 19 127. 2. Ath. Al. Apol. sec. 27, 3 || 3. Socr. Sch. HE 1, 29; Soz. HE 2, 25, 10-12; Rufin. Hist. 1, 15-17; Thdt. HE 1, 30 || 4-6. Ath. Al. Apol. sec. 65, 3 || 128. 2. Ath. Al. Apol. sec. 38, 1 127. 1. licebit] liceat a. c. | citat] citant a. c. || 2. postea] postea (rursus add.) affirmat a. c. | papa] papa cum quinquaginta episcopis in concilio Romano a. c. || 3. e contra] add. | ad usque concilium Tyri] adhuc a. c. | fecisse] facientem a. c. | et ideo] add. | Tyrum] ad con a. c. | ab Athanasianis vero] et a. c. | comprehensum] deprehen a. c. | et invito adductum] ab Athanasianis vi (ut uid.) ad a. c. | subinde se denuo] postea in condemnationem Athanasii conspirasse a. c. || 4. imo et auctor – deprehensus noluit] add. || 128. 1. ex eo] add.

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la amistad y la comunión con Atanasio, y a correr hacia a él en cuanto fuera posible; y después, en el Concilio de Alejandría, el mismo Atanasio con ochenta obispos egipcios cita esta carta como si por ella constara que Arsenio ansiase la amistad y la comunión con Atanasio. (2) Y más tarde el papa Julio afirma otra vez lo mismo. (3) Sin embargo, Sócrates y otros escritores eclesiásticos que narran la historia de la mano de Arsenio, por el contrario, refieren que Arsenio había estado colaborando con los melecianos hasta el Concilio de Tiro y que por ello había ido allá a escondidas, pero que fue descubierto por casualidad, atrapado por los atanasianos y llevado a la fuerza al concilio, y que después se unió de nuevo a los eusebianos. (4) Es más, incluso el autor de la historia, Atanasio, escribe lo mismo en su Apología: «Arsenio», dice, «primeramente fue hallado en Egipto mientras estaba allí escondido, y luego los nuestros lo encontraron mientras viajaba en secreto a Tiro y, cosa asombrosa, una vez encontrado y prendido no quiso reconocer que era Arsenio antes de ser hallado culpable en juicio por Pablo, obispo del lugar. (5) En efecto, desde entonces, impedido por la vergüenza, no se ha atrevido a negarse a sí mismo. (6) Pero eso lo hacía porque deseaba mantener el acuerdo que tenía con Eusebio, no fuera a desmoronarse el fundamento de la historia si lo descubrían». (7) Ya podrá ver el lector cómo pueden ser coherentes entre sí estas dos historias, la de la carta de Arsenio y la del descubrimiento de Arsenio en Tiro. (8) Desde luego, si una de las dos fuese cierta, Atanasio no le habría quitado credibilidad con la narración contraria. 128. (1) En tercer lugar esta historia es refutada por el hecho de que el Sínodo de Sárdica, en su primera carta recogida en Atanasio, Apol. seg., da testimonio expreso de que no fue la mano de Arsenio sino todo el cuerpo lo que fue expuesto en el medio. (2) «Se quejaban los eusebianos amargamente», dice, «de que Atanasio había cometido un asesinato y que había eliminado a Arsenio, obispo meleciano; este hecho lo lamentaban con gemidos fingidos y falsas lágrimas,

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[f. 93r]

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fictitio gemitu et falsis lachrymis, ut vera videretur, deplorabant, καὶ ἠξίων τοῦ ζῶντος ὡς τεθνηκότος τὸ σῶμα ἀποδοθῆναι, “jusseruntque ejus qui viveret, quasi qui extinctus esset, cadaver exhiberi”». (3) Certe multum interest inter τὸ σῶμα καὶ τῆν χεῖρα, «cadaver et manum». (4) Cum igitur haec epistola ab Athanasio ipso et aliis trecentis episcopis / Athanasianis ex Aegypto, Occidente totoque orbe collectis scripta fuerit, negari non potest τὸ σῶμα, corpus vel cadaver Arsenii in medio productum fuisse in demonstrationem occisi hominis quem in vivis esse praedicabant, et proinde fabulam de manu post tempora Concilii Sardicensis excogitatam fuisse. (5) Qua autem tempestate excogitata fuit dicemus in sequentibus. 129. (1) Argumentum quartum ex eo habemus quod Athanasius in ipso Concilio Tyrio condemnatus fuit homicidii. (2) Hoc ipsum episcopi illi octoginta orientales qui ad Concilium Sardicense venere satis testati sunt in epistola quam in reditu scripsere ad Ecclesias quaeque extat apud Baronium anno 347. (3) Ibi enim inter alia Athanasii facinora de quibus in Concilio Tyri accusatus et depositus fuerat referunt episcopum ab eo caesum, quod certe neutiquam fecissent si res in proprium opprobrium purgato Athanasio cessisset. (4) Quinetiam Athanasius ipse et alii octoginta episcopi Aegyptii in epistola synodica hoc ipsum confessi sunt (apud Athanas. Apol. 2). (5) De Arsenii enim caede verba facientes et asserentes Arsenium se in vivis esse per scripta declarasse, addunt: (6) «Sed hoc nihil Athanasio profuit, qui oppressus calumnia ὡς τὸν ζῶντα πεφονευκὼς, “quasi verus homicida” ab illis in exilium actus est. (7) Non enim parens imperatorum sed horum calumniae illum in exilium exterminaverunt». (8) Exulavit itaque Athanasius propter caedem Arsenii, de hac caede coram imperatore accusatus et a concilio aeque ac ab imperatore de eadem condemnatus. (9) Viderit

Yah. 19 129. 3. Baron. 3, 347, 79 || 6-7. Ath. Al. Apol. sec. 9, 1 128. 3. καὶ] et a. c. || 129. 3. depositus fuerat] condemnatus fu* depo* a. c. || 5. se] add. || 6. actus est] exterminaverunt a. c.

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para que pareciese cierto, καὶ ἠξίων τοῦ ζῶντος ὡς τεθνηκότος τὸ σῶμα ἀποδοθῆναι, “y mandaron que se expusiera el cadáver del vivo como si estuviera muerto”». (3) Desde luego hay mucha diferencia entre τὸ σῶμα καὶ τῆν χεῖρα: «cadáver» y «mano». (4) Así que, dado que esta carta fue escrita por el propio Atanasio y otros trescientos obispos atanasianos reunidos de Egipto, de Occidente y de todo el mundo, no puede negarse que fue τὸ σῶμα, o sea el «cuerpo» o el «cadáver» de Arsenio lo que fue expuesto en el medio para demostrar que había sido asesinado el hombre que ellos proclamaban que estaba entre los vivos; y por ello, que la historia de la mano fue inventada después de la época del Concilio de Sárdica. (5) Pero en qué momento se inventó lo diremos más adelante. 129. (1) El cuarto argumento lo obtenemos del hecho de que Atanasio fue condenado por homicidio en el propio Concilio de Tiro. (2) De esto mismo dan testimonio aquellos ochenta obispos orientales que acudieron al Concilio de Sárdica, en la carta que a su vuelta escribieron a las iglesias y que está recogida en Baronio, año 347. (3) En efecto, ahí, entre otros crímenes de Atanasio por los que en el Concilio de Tiro había sido acusado y depuesto, incluyen el asesinato de un obispo, algo que desde luego de ningún modo habrían hecho si hubiese redundado en oprobio propio una vez exculpado Atanasio. (4) Es más, incluso el propio Atanasio y otros ochenta obispos egipcios confiesan esto mismo en la carta sinódica (en Atanasio, Apol. seg.): (5) en efecto, en el momento en que se refieren al asesinato de Arsenio y afirman que Arsenio había declarado en un escrito que estaba entre los vivos, añaden: (6) «Pero esto de nada le sirvió a Atanasio, que, hostigado por la calumnia, fue empujado por aquellos al exilio ὡς τὸν ζῶντα πεφονευκὼς, “como si fuera un verdadero homicida”.126 (7) Y en efecto, no fue el padre de los emperadores127 sino las calumnias de éstos las que lo condenaron al exilio». (8) Así que Atanasio sufrió exilio a causa del asesinato de Arsenio, acusado ante el emperador de este asesinato y condenado por el mismo tanto por el concilio como por el emperador. (9) Habrá 126  La traducción del griego no es ésa, sino «como quien había matado a quien estaba vivo». A la vista del aparato crítico de Opitz 1935-1941 no puede determinarse qué texto griego tradujo Petrus Nannius como verus homicida. 127  El emperador Constantino el Grande, padre de Constantino II, Constante y Constancio.

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jam lector quomodo Athanasius ab omnibus homicidii hujus condemnatus fuerit, et tamen Arsenius vivus in media synodo productus atque ab omnibus quotquot hominem norant, tam Eusebianis quam / Athanasianis, pro Arsenio agnitus. 130. (1) Denique ex eo redarguitur haec fabula quod Athanasiani ipsi qui proxime post Concilium Tyrium pro Athanasio scripsere et pro viribus vindicantes eum ab hac caede contenderunt Arsenium in vivis esse, in ejus rei probationem nunquam asseruerunt Arsenium vivum in Concilio Tyrio productum fuisse. (2) Quod tamen praecipuum est, et ab omnibus eo tempore apprime inculcatum et ingeminatum fuisset aeque ac a scriptoribus recentioribus inculcari solet, si modo verum fuisset. (3) Sed ipsas proferamus defensiones Athanasii, et imprimis illam quam Athanasius ipse cum octoginta episcopis Aegyptiis in Synodo Alexandrina quinque abhinc annis celebrata in epistola ad Ecclesias composuere: (4) «Arsenium quendam», inquiunt, «occisum ab Athanasio criminabantur, et poculum mysticum fractum esse. (5) At Arsenius iste in vita superest et nostrae communioni adjungi precatur, neque alia expectat testimonia ut vivus esse doceatur, sed ipse sese confitetur vivere, propriis literis ad coepiscopum nostrum Athanasium scribens, quem isti Arsenii interfectorem asseverabant.av (6) Nec puduit impios hominem tanta intercapedine locorum et itineribus terrae marique disjunctum, ab eo occisum comminisci, cujus per illa tempora locus ubi agebat nemini mortalium cognitus fuit, adeo ille nullo dum attactus malo ab accusatoribus celabatur; quem quoad licuit in alium orbem transtulerant occisuri eum libenter, ut vel homine vere extincto vel caede conficta Athanasium vere occidere  [f. 93v] Ἀλλ' 'Αρσένιος μὲν ζῇ, καὶ μεθ' ἡμῶν εὔχεται συνάγεσθαι, καὶ οὐκ ἄλλας ἀναμένει μαρτυρίας, ἵνα ζῶν φανῇ, ἀλλ' ἀυτὸς ὁμολογεῖ ζῇν, οἰκείοις γράμμασι πρὸς τὸν συνεπίσκοπον ἡμῶν Ἀθανάσιον γράφων, ὅν αὐτοῦ φονέα διεβεβαιοῶντο.

av

Yah. 19 130. 4-10. Ath. Al. Apol. sec. 8, 4-9, 1 129. 9. productus] p* a. c. || 130. 1. redarguitur] * a. c. | pro Athanasio scripsere] scripsere pro Athanasio a. c. | vindicantes] vindicarunt a. c. || 4. quendam] add. || 5. nostrae communioni] nobiscum a. c. | communioni adjungi precatur] communione frui desiderat a. c. | propriis literis] idque in literis suis a. c. | scribens] perscripsit a. c.

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visto ya el lector cómo Atanasio fue condenado por todos a causa de este homicidio: y sin embargo Arsenio apareció vivo en mitad del sínodo y fue reconocido como Arsenio por todos cuantos conocían al hombre, tanto eusebianos como atanasianos. 130. (1) Por último, esta fábula se refuta por el hecho de que los propios atanasianos más cercanos en el tiempo al Concilio de Tiro que escribieron a favor de Atanasio y que, defendiéndolo con todas sus fuerzas, se empeñaron en afirmar que Arsenio estaba entre los vivos, nunca alegaron como prueba de ello que Arsenio hubiese sido llevado vivo al Concilio de Tiro. (2) Este dato, sin embargo, resulta fundamental y habría sido recalcado y reiterado en primer lugar por todos los autores de aquel tiempo, al igual que suelen recalcarlo los escritores más recientes, si es que hubiera sido cierto. (3) Pero traigamos los propios argumentos de defensa de Atanasio, y en primer lugar aquel que el propio Atanasio y los ochenta obispos egipcios del Sínodo de Alejandría, celebrado cinco años después, escribieron en su carta a las Iglesias: (4) «Acusaban a Atanasio», dicen, «de haber matado a un hombre llamado Arsenio y de haber roto un cáliz sagrado. (5) Pero ese Arsenio está con vida y pide que lo aceptemos en nuestra comunión, y no espera otras pruebas para que se crea que está con vida, sino que él mismo confiesa que lo está, escribiendo de su propio puño y letra a nuestro compañero el obispo Atanasio, de quien ésos afirmaban que era el asesino de Arsenio.av (6) Y no les dio vergüenza a los impíos inventar que aquel hombre, separado por tanta distancia geográfica y por caminos de tierra y mar, había sido asesinado por él, cuando en aquel tiempo ningún mortal conocía su paradero: hasta tal punto lo mantenían escondido los acusadores, sin que le hubiese ocurrido nada malo; y es que, en la medida en que les fue posible, se lo habían llevado a otra parte del mundo, dispuestos a matarlo sin reparos, de forma que, o bien por haber fallecido el hombre realmente, o bien simu-

 Ἀλλ' 'Αρσένιος μὲν ζῇ, καὶ μεθ' ἡμῶν εὔχεται συνάγεσθαι, καὶ οὐκ ἄλλας ἀναμένει μαρτυρίας, ἵνα ζῶν φανῇ, ἀλλ' ἀυτὸς ὁμολογεῖ ζῇν, οἰκείοις γράμμασι πρὸς τὸν συνεπίσκοπον ἡμῶν Ἀθανάσιον γράφων, ὅν αὐτοῦ φονέα διεβεβαιοῶντο. av

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possent. (7) Sed divinae hic providentiae gratiae agendae sunt, quae nihil injusti invalescere sinit, sed sub omnium oculos Arsenium produxit vivum et aperte calumnias eorum / et figmenta reprehendentem. (8) Qui nos nequaquam ut interfectores suos aversatur aut ut injuriosos odit, nihil enim mali a nobis passus est, sed nostrae communionis avidus in nostra grege conversari cupit, quod ipsius scripta declarant. (9) Sed hoc nihil Athanasio profuit, qui oppressus calumnia quasi verus homicida ab illis in exilium actus est. (10) Non enim parens imperatorum sed horum calumniae illum in exilium exterminaverunt». (11) Et paulo post: «Si Caesare indigebant et ab eo Acta robur accipere voluerunt, quo jure ipsi judicium Caesaris irritum fecere? (12) Aut quomodo cum Caesar Meletianos sycophantas nefarios, Athanasium vero innocentessimum suis scriptis pronunciarit, et caedem de vivo homine confictam tragice deflerit, ipsi Meletianos verum dicere et Athanasium reum esse definiunt, et nulla cum verecundia hominem vivum pro occiso venditant, vivum quidem post judicium imperatoris, et quando illi ipsi ad sententiam conflandam in unum coirent, et usque nunc apud nos existentem?». (13) Haec illi, in quibus, etsi in id incumbant ut contra Concilium Tyri probent Arsenium in vivis esse, tamen adeo non asserunt Arsenium adventasse Tyrum ut nec a seipsis alicubi visum dicant vel testem quemvis citent qui eum viderat, sed e contra vim omnem argumenti in epistola Arsenii collocant, dicentes eum non alia expectare testimonia quod in vivis sit. (14) Asserunt quidem quod Deus ob omnium oculos Arsenium produxerat vivum et aperte calumnias Eusebianorum redarguentem eumque apud se existere: (15) at hoc non de persona Arsenii sub omnium oculos posita, sed de manifestatione ejus per epistolam illam ob omnium oculos positam deque fama vel opinione quod a tempore fraudis detectae alicubi apud se ageret intelligendum esse contextus satis docet. Yah. 19 130. 4-10. Ath. Al. Apol. sec. 8, 4-9, 1 || 11. Ath. Al. Apol. sec. 10, 2-3 130. 7. sinit] sinit, Athanasium a. c. | Arsenium] Athanasium a. c. | produxit] subjecit a. c. : subduxit a. c. || 130. 11. et paulo post – apud nos existentem] hactenus illi a. c. || 12. venditant] imputantes a. c. | apud nos] nobiscum a. c. || 14. ob omnium oculos] add. | eumque apud se existere] add. || 15. deque fama – apud se ageret] add. | vel opinione] a qua ****nt a. c.

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lando el asesinato, pudiesen matar de verdad a Atanasio. (7) Pero aquí hay que dar las gracias a la divina providencia, que no deja que prevalezca ninguna injusticia, sino que ante los ojos de todos trajo a Arsenio vivo y censurando abiertamente las calumnias e invenciones de éstos. (8) Él no siente en absoluto aversión contra nosotros como si fuéramos sus asesinos ni nos odia como injuriosos, pues nada malo ha sufrido de nuestra parte, sino que ansioso de nuestra comunión desea integrarse en nuestro grupo, según revelan sus propios escritos. (9) Pero esto de nada le sirvió a Atanasio, que, hostigado por la calumnia, fue empujado por aquellos al exilio como si fuera un verdadero homicida. (10) Y es que no fue el padre de los emperadores sino las calumnias de éstos las que lo condenaron al exilio». (11) Y poco después: «Si necesitaban al César y quisieron que sus acciones tomaran fuerza de la autoridad de aquél, ¿con qué derecho han invalidado ellos mismos el juicio del César? (12) ¿O cómo, cuando el César en sus escritos ha declarado a los melecianos intrigantes criminales y a Atanasio completamente inocente, y ha lamentado trágicamente la simulación del asesinato de una persona viva, ellos afirman que los melecianos dicen la verdad y que Atanasio es culpable, y sin ninguna vergüenza van divulgando que está muerto un hombre vivo, vivo desde luego después del juicio del emperador, así como en el momento en que ellos mismos se reunieron para fraguar su mentira, y vivo entre nosotros hasta el momento presente?». (13) Esto escriben ellos, en cuyos escritos, por más que insistan en probar contra el Concilio de Tiro que Arsenio estaba entre los vivos, sin embargo nunca llevan su afirmación de que Arsenio fue a Tiro hasta el punto de decir que uno de ellos mismos lo vio en alguna parte o citar a cualquier testigo que lo hubiera visto, sino que por el contrario concentran toda la fuerza del argumento en la carta de Arsenio, diciendo que él no esperaba otra prueba de estar entre los vivos. (14) Alegan desde luego que Dios había traído a Arsenio ante los ojos de todos, vivo y rebatiendo abiertamente las calumnias de los eusebianos, y que estaba entre ellos: (15) pero el contexto da prueba suficiente de que con ello no debe entenderse la propia persona de Arsenio expuesta a los ojos de todos, sino su manifestación a través de aquella carta expuesta ante los ojos de todos, así como el rumor y la creencia según la cual desde el descubrimiento del

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[f. 95v]

[f. 95r]

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(16) Nam si is in eorum medio versatus fuisset ab omnibus videndus, aut in sua persona cum eis communicasset unquam, non dixissent eum ut illorum communioni adjungeretur precari quodque istius communionis avidus in eorum grege conversari cuperet, neque in ejus rei testimonium citassent epistolam ejus ante tempora Concilii Tyri scriptam, sed eorum communionis participem eum factum fuisse affirmassent ejusque rei seipsos cum aliis innumeris testes oculares existere, locum praeterea ubi ageret et ab omnibus videndus esset nominarent, neque declinassent ejus rei probationem ocularem dicendo eum non alia praeter epistolam testimonia expectare quod viveret, sed jactassent / se Arsenium producere posse et lubenter producturos eum coram imperatore et adversariis aliisque quibusvis testibus, ut res toti orbi in confusionem adversariorum innotesceret. (17) Cum igitur Athanasiani arguendo Arsenium in vivis esse non dicant eum adfuisse Concilio Tyrio, sed tantum eo tempore ac deinceps usque ad Concilium Alexandrinum apud se extitisse, non / cum eis unquam communicasse sed eorum communionem tantum expetere, idque per epistolam; (18) cum nec ab ipsis visum dicant Arsenium nec ab alio quovis teste oculari, sed per epistolam significasse se in vivis esse, neque alia praeter hanc epistolam testimonia quod in vivis sit expectare, rei probationem ocularem declinantes, quodque non obstante hac epistola patres Tyrii eum oppresserint, quid clarius esse possit quam quod Arsenius nusquam comparuit, quodque Athanasius defensionem suam in Concilio Tyrio per solam Arsenii epistolam molitus sit, et quod Athanasiani hac tempestate nullo alio usi sint testimonio praeter illam epistolam ad probandum Arsenium in vivis esse?

Yah. 19 130. 16. ab omnibus videndus] add. | istius] eorum a. c. | cuperet] cupit a. c. | tempora] * a. c. | sed eorum] sed affir a. c. | eum... fuisse] add. | innotesceret] innotesceret. Neutiquam igitur omisissent Arsenium in concilio Tyrio a. c. || 17. sed tantum – extitisse] add. | cum eis unquam communicasse] in eorum medio versare vel a. c. || 18. dicant] add. | rei – declinantes] add. | et quod] et quod denique a. c. | testimonio] argumento a. c.

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engaño estaba con ellos en alguna parte. (16) Pues si se hubiera movido entre ellos a la vista de todos o hubiera hablado alguien con él personalmente, no habrían dicho que rogaba que lo admitiesen en su comunión, ni que deseaba, ansioso de esa comunión, integrarse en su grupo, ni habrían citado como prueba de ello una carta escrita antes de los días del Concilio de Tiro, sino que habrían asegurado que lo habían hecho partícipe de su comunión y que de ello eran testigos oculares ellos mismos así como otras innumerables personas, y además habrían referido el lugar en el que estaba y en el que podía verlo cualquiera, y no habrían rechazado la prueba ocular diciendo que él no esperaba más pruebas de su vida aparte de la carta, sino que habrían asegurado que podían traer a Arsenio y que lo iban a traer gustosos ante el emperador y sus adversarios y todos los testigos que quisieran para dar a conocer el asunto a todo el mundo, para confusión de sus adversarios. (17) Así pues, dado que los atanasianos, en su defensa de que Arsenio estaba entre los vivos, no dicen que acudió al Concilio de Tiro, sino sólo, en ese tiempo y después hasta el Concilio de Alejandría, que estaba con ellos; y no que había establecido contacto con ellos en ningún momento, sino sólo que deseaba su comunión, y eso por medio de una carta; (18) y dado que no dicen que fuera visto por ellos ni por ningún otro testigo ocular, sino que mediante una carta había notificado que estaba vivo, y que no esperaba más prueba del hecho de que estaba vivo aparte de la carta, rechazando abiertamente la prueba ocular; y dado que pese a esta carta los padres de Tiro lo condenaron: ¿cómo podría estar más claro que Arsenio no apareció en ninguna parte, y que Atanasio construyó su defensa en el Concilio de Tiro sólo sobre la carta de Arsenio, y que los atanasianos de esa época no usaron ningún otro argumento aparte de aquella carta para probar que Arsenio estaba entre los vivos?

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131. (1) Athanasium proximo loco defenderunt episcopi quinquaginta occidentales una cum Julio papa in Concilio Romano septem annis circiter post Concilium Tyrium celebrato, cui et Athanasius ipse interfuit. (2) Illi autem de calice fracto verba plurima facientes haec solummodo loquuntur de Arsenio: (3) «Quin et Arsenius episcopus», inquunt, «aliquando dictus ab Athanasio interfectus, quem jam cognovimus in vita esse et cum Athanasio amicitiam fovere, is ipse affirmat ea quae acta sunt Mareotae in absentia alterius partis acta fuisse». (4) Ex quibus nihil amplius colligere liceat quam aliam aliquam epistolam quasi ab Arsenio scriptam ad decipiendos occidentales effictam fuisse. (5) Non enim dicunt Eusebianos vel Aegyptios vel seipsos vidisse Arsenium (quod praecipuum erat, si modo quisquam eum viderat), sed tantum se jam cognoscere Arsenium in vita esse et cum Athanasio amicitiam fovere. [f. 97r]

132. (1) Tertio loco tam Aegyptii quam occidentales cum universa turba Athanasiana ad numerum trecentorum episcoporum pro Athanasio fuse scripsere in Concilio Sardicensi, duplici epistola. (2) Priori epistola Athanasium sic defendunt: «Quin et illa», inquiunt, «calumnia qua postmodum usi sunt Eusebiani manifesta apparuit. (3) Vociferabantur enim et misere deplangebant caedem Athanasium fecisse et Arsenium Meletianum episcopum ejus opera e medio sublatum, quam rem fictitio gemitu et falsis lacrimis, ut vera videretur, deplorabant, jusseruntque ejus qui viveret quasi qui extinctus esset cadaver exhiberi. (4) Sed figmenta eorum non latuerunt. Notum enim erat omnibus hominem incolumen esse et inter vivos recenseri. (5) Verum ne sic quidem, cum vidissent figmenta sua renudari (ipse enim vivus Arsenius monstravit se non sublatum vel mortuum fuisse), quiescere potuerunt, sed novas Yah. 19 131. 3. Ath. Al. Apol. sec. 27, 3-4 || 132. 2-5. Ath. Al. Apol. sec. 38, 1-2 131. 1. Athanasium proximo loco defenderunt] qui proxime Athanasium defenderunt fuere a. c. | quinquaginta] add. | una cum] qui a. c. | concilio Romano] concilio Romano cui Athan a. c. | Athanasius] scripsi : Athathanasius leg. || 2. illi autem] et illi a. c. | plurima] add. : multa a. c. | solummodo] aliter a. c. || 3. episcopus] add. || 4. aliquam] qu a. c. || 132. 2. priori epistola] priori epistola haec hi a. c. || 2. quin – 3. deplangebant] cum vociferebantur, inquiunt, Eusebiani et misere deplangerent a. c. || 2. apparuit] apparuit, cum a. c. || 3. fictitio] scripsi : fictio leg. || 5. ipse enim – mortuum fuisse] ipso Arsenio se vivum et minime interfectum exhibente a. c. | non sublatum] min a. c.

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131. (1) A continuación, defendieron a Atanasio cincuenta obispos occidentales junto con el papa Julio en el Concilio de Roma, celebrado unos siete años después del Concilio de Tiro, y a él asistió también el propio Atanasio. (2) Pero ellos, mientras que del cáliz roto hablan muchísimo, sobre Arsenio sólo dicen lo siguiente: (3) «Es más, también el obispo Arsenio», dicen, «de quien alguna vez se dijo que había sido asesinado por Atanasio pero que ya sabemos que está con vida y que goza de la amistad de Atanasio, él mismo afirma que lo que se llevó a cabo en Mareota lo fue en ausencia de la otra parte». (4) De lo que sólo se puede deducir que se inventó alguna otra carta supuestamente escrita por Arsenio para engañar a los occidentales. (5) Pues no dicen que los eusebianos o los egipcios o ellos mismos hubieran visto a Arsenio (que era lo principal, si es que alguno lo había visto), sino sólo que ellos ya sabían que Arsenio estaba con vida y que buscaba la amistad de Atanasio. 132. (1) En tercer lugar, tanto los egipcios como los occidentales y toda la muchedumbre atanasiana, hasta un número de trescientos obispos, escribieron profusamente a favor de Atanasio en el Concilio de Sárdica, en dos cartas. (2) En la primera carta defienden así a Atanasio: «Es más», dicen, «incluso aquella calumnia de la que luego se valieron los eusebianos quedó al descubierto. (3) En efecto, vociferaban y se quejaban amargamente los eusebianos de que Atanasio había cometido un asesinato y que por su obra había sido eliminado Arsenio, obispo meleciano; este hecho lo lamentaban con gemidos fingidos y falsas lágrimas, para que pareciese cierto, y pidieron que se expusiera el cadáver del vivo como si estuviera muerto. (4) Pero sus mentiras no quedaron ocultas. En efecto, era sabido por todos que aquella persona estaba incólume y se contaba entre los vivos. (5) Pero ni siquiera así, viendo que sus mentiras quedaban desarmadas (pues el mismo Arsenio, vivo, dio muestras de que no había sido eliminado ni asesinado), pudieron apaciguarse, sino que,

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sycophantias veteribus accumulantes, omnibus machinis id egere ut hominem calumniis involverent». (6) In altera vero epistola haec scribunt: «Deprehendimus», inquiunt, «ex Actis [Tyriis] Eusebianos meros sycophantas esse et insidias nostris coepiscopis struxisse. Arsenius enim, quem necatum aiebant ab Athanasio, vivit et in vivis esse comprobatur [ἐξετάζεται]. (7) Quae vero de isto deque aliis in vulgus sparserant vana esse apparent». (8) Haec illi, generalibus terminis ludentes et fucum facientes, quasi ex eo solo quod Athanasiani epistolam Arsenii ut sinceram reciperent, asserere liceret rem comprobatam et omnibus notam esse Arsenium vivere. [f. 98r]

133. (1) Hisce tribus conciliis complexi videmur omnem Athanasii defensionem quam amici ejus ea tempestate / afferre potuerunt. (2) «Judicatum est», inquit Athanasius, «non semel secundum nos sed saepius. (3) Primum quidem in nostra provincia cum ad id coiissent propemodum centum episcopi. (4) Secundo Romae nobis caeterisque adversariis Eusebii ad ejus criminosas literas in judicio comparentibus numero quinquaginta et amplius. (5) Tertio iterum in magna Synodo Sardicensi ad edictum religiosissimorum principum Constantii et Constantis, ubi adversarii ceciderunt ut sycophantae, nostram vero innocentiam plures quam trecenti episcopi comprobarunt... (6) Nemo igitur rem a tot episcopis excussam exploratamque et clarissimis documentis convictam denuo putarit sub judicium revocari debere». (7) Haec Athanasius initio Apologiae secundae. (8) Cum igitur Athanasiani in tribus istis conciliis Athanasium de industria defendentes non asseruerunt Arsenium Tyri apparuisse (quod praecipuum erat), nec a seipsis visum unquam vel ab alio Yah. 19 132. 6-7. Ath. Al. Apol. sec. 44, 2 || 133. 2-6. Ath. Al. Apol. sec. 1, 2-4 133. 1. afferre] afferebant a. c. || 2. est] esse a. c. || 5. comprobarunt] comprobarunt a. c. ut uid. || 7. secundae] secundae, satis a. c. || 8. cum igitur Athanasiani] qu* lec a. c. : quare cum ea omnia produxerim quae tria ista concilia (a tribus istis conciliis a. c.) de causa Arsenii scripsere, videor totam Athanasii defensionem citasse quam amici ejus eo tempore afferre potuerunt (proxime post concilium Tyri isthac [ut uid.] de causa toties concurrentes affirmare potuerunt a. c.) a. c. | in tribus istis conciliis] in his **** in allatis a. c. | Athanasium de industria defendentes] add. | defendentes] ** a. c.

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sumando nuevas intrigas a las anteriores, se las valieron por todos los medios para enredar al hombre con calumnias». (6) Y en la otra carta escriben: «Deducimos», dicen, «de las Actas [de Tiro] que los eusebianos son unos meros intrigantes y que han tendido asechanzas a nuestros coepíscopos. En efecto, Arsenio, al que decían que había matado Atanasio, está vivo, y está comprobado [ἐξετάζεται] que está entre los vivos. (7) Y lo que sobre él y sobre otros habían difundido entre el vulgo resulta ser vano». (8) Esto escriben aquellos, jugando con términos generales e inventando mentiras, como si sólo por el hecho de que los atanasianos dieran por verdadera la carta de Arsenio pudiese alegarse que era cosa comprobada y sabida de todos que Arsenio vivía. 133. (1) Con estos tres concilios parece que hemos abarcado toda la defensa de Atanasio que sus amigos pudieron construir en aquel tiempo. (2) «Se ha juzgado a mi favor», dice Atanasio, «no sólo una vez, sino bastantes veces. (3) En primer lugar en nuestra provincia, tras reunirse allí unos cien obispos. (4) En segundo lugar en Roma, cuando, ante la carta acusadora de Eusebio, comparecimos en juicio nosotros y los demás adversarios de aquél, unos cincuenta o más. (5) Por tercera vez en el gran Sínodo de Sárdica, de acuerdo con el edicto de los muy religiosos príncipes Constancio y Constante, donde nuestros adversarios cayeron como intrigantes y nuestra inocencia quedó comprobada por más de trescientos obispos. (6) Así que nadie podría pensar que un asunto tratado e investigado por tantos obispos, y documentado tan claramente, hubiera que someterlo de nuevo a juicio». Esto dice Atanasio al comienzo de su Apología segunda. (8) Así que, puesto que los atanasianos, en esos tres concilios en los que defendieron afanosamente a Atanasio, no alegaron que Arsenio apareciese en Tiro (que era lo principal), ni que hubiese sido

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[f. 99r]

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quovis teste oculari, sed in terminis tantum generalibus dicant Arsenium vivere et hoc comprobatum et omnibus notum esse, ipso scilicet Arsenio id per scripta demonstrante, quid clarius esse possit quam Arsenium neutiquam apparauisse Tyri, neque quemvis testem ocularem vel documentum aliquod quod in vivis esset praeter epistolam illam tempore illorum conciliorum extitisse, et proinde narratiunculam de manu mortui sale condita deque Arsenio cum duobus manibus apparente post ista tempora excogitatam fuisse? (9) Ista enim concilia in causa fracti calicis, ubi major datur copia expostulandi, adeo prolixe et particulariter Athanasium defendunt, ut plane demonstrent se nihil momenti alicujus omisisse quod in defensionem Athanasii / afferre potuere, et multo minus illud omisisse quod praecipuum erat quodque solum ad victoriam de adversariis reportandam suffecisset. 134. (1) Cum igitur haec epistola unicum extiterit argumentum quod Arsenius in vivis esset, videamus jam demum cujusnam illa sit auctoritatis. (2) Eam satis suspectam quidem reddit licentia fingendi quam Athanasiani in fabula modo detecta de manu Arsenii usurparunt. (3) Plane vero adulterinum esse hisce colligo argumentis. (4) 1. Ex eo quod Arsenius se nunquam obtulit videndum. (5) Promisit quidem in epistola illa se quamprimum liceret conventurum Athanasium, et numquam tamen convenit, etsi manifestatio ejus per plures annos desideraretur ejusque defectu causa Athanasii caderet. (6) Potuitne Arsenius in vivis esse et amicitiam cum Athanasio fovere, ut dicebatur, atque communionem ejus per epistolam illam expetere reprobatis Meletianis, et tamen permittere ut Athanasius de morte ejus in jus vocaretur et condemnatus semel atque iterum pelleretur, utque totus orbis hac de causa longo tempore gravissime concuteretur,

Yah. 19 133. 8. tantum generalibus dicant] generalibus dicant tantum a. c. | vivere] in vivis a. c. | quemvis] quidvis a. c. | ocularem] add. | aliquod] add. | tempore... extitisse] extitisse extitisse (sic) tempore a. c. | et proinde] sed a. c. | mortui] add. | Arsenio] (vivo add.) Arsenio a. c. : Arsenio (vivo add.) a. c. | excogitatam fuisse] excogitatam fuisse. / Cum itaque epistola illa tempore istarum (ut uid.) aliis causis aliis cau a. c. || 9. solum... suffecisset] solum suffecisset... a. c. | suffecisset] suffeci**sset a. c. || 134. 3. hisce] ex hisce a. c. || 5. numquam] ta a. c. || 6. illam] add. | Athanasius] Athanasius condemnaretur a. c. | condemnatus] condemnaretur a. c. | semel] et a. c. ut uid. | hac] hac tempestate a. c.

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visto en ningún momento por ellos mismos ni por ningún otro testigo ocular, sino que en términos sólo generales dicen que Arsenio está vivo y que eso está comprobado y es sabido por todos, dando prueba de ello evidentemente el propio Arsenio a través de un escrito: ¿cómo podría estar más claro que Arsenio de ningún modo apareció en Tiro, y que en el tiempo de aquellos concilios no había ningún testigo ocular ni ninguna prueba de que estuviese vivo salvo la carta, y que por ello, después de esa época, se inventó la historieta de la mano del muerto conservada en sal y de la aparición de Arsenio con sus dos manos? (9) Y es que esos concilios, al respecto de la acusación del cáliz roto, donde hay más posibilidad de argumentación, defienden a Atanasio con tanta prolijidad y detalle que demuestran claramente que no omitieron ningún punto en absoluto que pudieran sumar a la defensa de Atanasio, y mucho menos aquello que era lo principal y que por sí solo habría bastado para obtener la victoria sobre sus adversarios. 134. (1) De modo que, dado que en esta carta se basó el único argumento de que Arsenio estaba entre los vivos, veamos ya cuál es su autoridad. (2) Desde luego ya la hace bastante sospechosa la facilidad para mentir de que hicieron gala los atanasianos en la fábula de la mano de Arsenio que acabamos de poner en evidencia. (3) Pero deduzco que es del todo espuria por los siguientes argumentos: (4) 1. Porque Arsenio nunca se dejó ver. (5) Prometió sin duda en aquella carta que en cuanto pudiese se reuniría con Atanasio, y sin embargo nunca lo hizo, pese a que su manifestación se echó en falta durante varios años y por su ausencia se vino abajo la causa de Atanasio. (6) ¿Podía ser que Arsenio estuviese entre los vivos y buscase la amistad de Atanasio, según se decía, y que solicitara por carta su comunión, renegando de los melecianos, y que sin embargo permitiese que Atanasio fuera llamado a juicio por su muerte y condenado al exilio una y otra vez, y que el mundo entero sufriera durante largo tiempo tan graves convulsiones por esta razón, cuan-

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cum per solam sui manifestationem coram testibus idoneis his malis remedium afferre licuisset? (7) Ante haec omnia ipse sponte promisit se conventurum Athanasium idque nulla alia de causa quam ut cum eo communicaret. (8) Jam vero ne gravissimae quidem rationes quae vel ad adamantinum cor perfringendum sufficerent eum flectere potuerunt. (9) Haec sane neutiquam consistunt.

[f. 100r]

135. (1) 2. Convincitur falsitas epistolae ex eo quod Arsenius in ea petit ut Athanasius vicissim ad se scriberet. (2) Certe Athanasius, si potuit rescribere, novit ubi gentium Arsenius diversatus esset, potuitque / eum accersire vel etiam per vim adducere; (3) neque hoc certe facere omisisset, cum defectu Arsenii tantopere constringeretur ut ad Concilium Caesareae non ausus fuerit accedere neque Tyrum venerit antequam cogeretur, et subinde defectu Arsenii bis exularit. (4) Multitudo satellitum quibus stipatus Athanasius Tyrum venit, major multitudo quae Sardicam confluxit satis evincit Athanasium summe sollicitum fuisse de causa sua. (5) Dic sodes igitur quare tantas comparavit multitudines defensorum inutilium et Arsenium, qui solus suffecisset, nisi quod nesciretur prorsus ubi gentium Arsenius vivus reperiri posset. 136. (1) Denique fictam esse epistolam illam constat ex cadavere Arsenii, quod in confutationem ejus Meletiani in medium produxere, eo ipso demonstrantes Arsenium demortuum esse et proinde nullam epistolam scripsisse. (2) Hac sane circumstantia Athanasius adeo confundebatur ut post multos annos, ubi se a toto orbe condemnatum videret, ipsam obliterare conatus fuerit mutando historiam et fingendo non corpus Arsenii sed manum tantum in Synodo Tyri productum fuisse. (3) Et hujusmodi quidem artificiis causam denuo erexit, quae jam detecta novum reatus argumentum suppeditant. (4) Quisquis enim se dolis defendere satagit, reatus conscientiam prodit.

Yah. 19 134. 8. perfringendum] flectendum a. c. || 135. 1. convincitur] ex a. c. ut uid. | scriberet] rescriberet a. c. || 4. major] major erat a. c. || 136. 1. ejus] illius a. c. | eo ipso] * a. c. || 2. videret] videret, ut causam erigeret mutarit a. c. | productum] sic (sc. corpus) || 3. et hujusmodi – jam detecta] hujus***modi quidem artificiis causam quidem denuo erigere conatus est (erigere putabat add.) nec frustra, sed eam jam detecta a. c. | et] add. | quidem] add. || 4. quisquis] quis a. c.

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do tan sólo dejándose ver ante los testigos adecuados podía poner remedio a estos males? (7) Antes de todo esto, él mismo prometió por su propia voluntad que se reuniría con Atanasio y ello por ninguna otra razón más que para reconciliarse con él; (8) pero sin embargo ni siquiera tan graves razones, que habrían bastado para romper incluso un corazón de piedra, pudieron convencerlo. (9) Desde luego esto no se sostiene de ningún modo. 135. (1) 2. Se comprueba la falsedad de la carta por el hecho de que en ella Arsenio pide que a su vez Atanasio le responda. (2) Sin duda Atanasio, si podía responderle, sabía en qué apartado lugar se encontraba Arsenio y podía hacerlo venir o incluso traerlo por la fuerza; (3) y sin duda no habría dejado de hacerlo, puesto que por la ausencia de Arsenio se veía agobiado de tal manera que no se atrevió a acudir al Concilio de Cesarea ni fue a Tiro antes de que lo obligasen, y a continuación, por la ausencia de Arsenio, fue exiliado dos veces. (4) La multitud de acompañantes de los que llegó rodeado Atanasio a Tiro, y la multitud mayor que acudió a Sárdica, dan buena muestra de lo enormemente preocupado que estaba Atanasio por su causa. (5) Di entonces, por favor: ¿por qué se procuró tan grandes muchedumbres de defensores inútiles, y a Arsenio, con el que sólo habría bastado, a no ser porque se ignoraba enteramente en qué lugar del mundo podía encontrarse vivo a Arsenio? 136. (1) Por último, que aquella carta estaba falsificada se infiere del cadáver de Arsenio, que como refutación de Atanasio pusieron en medio los melecianos, demostrando con esto mismo que Arsenio estaba muerto y que por ello no había escrito ninguna carta. (2) Esta circunstancia perturbaba tanto a Atanasio que muchos años después, como se viera condenado por el mundo entero, intentó borrarla cambiando la historia e inventándose que no se había expuesto el cuerpo de Arsenio sino sólo una mano en el Sínodo de Tiro; (3) y con este tipo de artificios erigió de nuevo su defensa, artificios que, ya descubiertos, aportan un nuevo argumento de su culpabilidad. (4) En efecto, quien se toma tanto trabajo en defenderse con engaños traiciona su conciencia de culpabilidad.

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[f. 101r]

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137. (1) Caeterum ubi causa Athanasii hac sola epistola suffulta ceciderat, universis Occidentis (ut in sequentibus dicetur) aeque ac Orientis episcopis tandem subscribentibus condemnationi ejus, ipse, ut causam restitueret, non tantum fabulam illam de manu mortui sale condita inter monachos suos disseminare instituit, sed et aliam quandam de testibus duobus excogitat. (2) Fingit enim se quamprimum de caede Arsenii accusaretur atque jussus esset se defendere coram censore Dalmatio, «certos fecisse ejus rei / comministros in sacris per Aegyptum, et diaconum amandasse qui de Arsenio cognosceret, quasi scilicet Arsenius in vivis reperiendus esset» (Athan. Apol. 2). (3) Atque ita fabulam componit quasi diaconus ille primum audivisset Arsenium latere apud Pinnem presbyterum cujusdam monasterii in Thebaide, dein Pinnes iste cum se detectum esse sentiret, ante adventum diaconi curavisset Arsenium in navem conjici una cum monacho Helia qui eum alio aveheret; (4) atque ideo diaconus, elapso Arsenio, Pinnem et Heliam comprehensos secum Alexandriam deportavisset, et hi rem omnem Alexandriae confessi fuissent, atque sequentem scripsisset epistolam ad Joannem quendam Meletianum qui de caede Arsenii testimonium praebebat (apud Athanas. Apol. 2). (5) «Dilecto fratri Joanni, Pinnes presbyter domicilii Ptemengyris, quae est in Anteopolita nomo, salutem. (6) Scire te volumus Athanasium misisse in Thebaidem diaconum suum ut omnia scrutaretur ad Arsenium quaerendum. (7) Primum autem obvii repertique Pecysius presbyter, Sylvanus Heliae frater, et Tapenacerameus, et Paulus monachus Hypseles confessi sunt eum apud nos esse. (8) Id cum rescivissemus, curavimus illum in navem conjici ut ad partes inferiores cum monacho Helia aveheretur. (9) Non ita diu post diaconus cum quibusdam superveniens Arseniumque quaerens, in nostras aedes irrupit: verum illum,

Yah. 19 137. 2-13. Ath. Al. Apol. sec. 65, 1-4; 67 137. 1. in sequentibus] dice a. c. | de testibus... excogitat] excogitat de testibus a. c. || 2. jussus esset] jussit a. c. ut uid. | fecisse] fecisset a. c. | in sacris] per a. c. || 3. presbyterum] quendam presbyterum a. c. | monasterii] scripsi (coll. fonte) : masterii leg. || 4. atque] et a. c. | scripsisset] add. || 6. misisse] mississe a. c. ut vid. || 8. rescivissemus] scripsi (revisseremus apud fontem, gr. μαθόντες) : rescivisseremus leg.

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137. (1) Por lo demás, cuando la causa de Atanasio, apoyada sólo en esta carta, se había venido abajo, y al suscribir su condena finalmente todos los obispos de Occidente (como se dirá a continuación)128 y de Oriente, él mismo, para enderezar su causa, no sólo decide difundir entre sus monjes aquel cuento de la mano del muerto conservada en sal, sino que se inventa otra acerca de dos testigos. (2) En efecto, compone un relato según el cual, en cuanto fue acusado del asesinato de Arsenio y fue instado a defenderse ante el censor Dalmacio, «informó de ello a unos compañeros de sacerdocio en Egipto y envió a un diácono para que hiciera averiguaciones sobre Arsenio, como si a Arsenio, claro está, hubiera que buscarlo entre los vivos» (Atanasio, Apol. seg.). (3) Y arregló una historia según la cual aquel diácono habría oído primero que Arsenio se hallaba oculto en casa de Pines, presbítero de cierto monasterio en Tebaida, y que luego ese Pines, al enterarse de que había sido descubierto, antes de la llegada del diácono se habría preocupado de embarcar a Arsenio junto con el monje Elías para que se lo llevase a otra parte; (4) y que por ello el diácono, al escapársele Arsenio, habría retenido a Pines y Elías y se los habría llevado consigo a Alejandría, y éstos allí lo habrían confesado todo, y a continuación habría escrito una carta a Juan, cierto meleciano, que prestaba testimonio sobre la muerte de Arsenio (en Atanasio, Apol. seg.): (5) «A su querido hermano Juan, el presbítero Pines de la casa de Pteméngiris, que está en el nomo de Anteópolis, salud. (6) Queremos que sepas que Atanasio envió a Tebaida a un diácono suyo para que lo revolviese todo en busca de Arsenio. (7) Al encontrarse primero con el presbítero Pecisio, con Silvano, el hermano de Elías, y con Tapenacerameo y con Pablo el monje de Hípsele, éstos confesaron que estaba en nuestra casa. (8) Al enterarnos de esto, nos cuidamos de embarcarlo para que se fuera con el monje Elías a la parte baja del país. (9) No mucho después el diácono irrumpió con otra gente en nuestra casa, de improviso, en busca de

 No se dice.

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ablegatum jam ad partes inferiores, quemadmodum dixi, non invenerunt, me autem cum monacho Helia, qui Arsenium avexerat, secum Alexandriam deportarunt ducique nos obtulerunt. (10) Ibi minime licuit inficias ire sed confessus sum eum vivere et interfectum non esse. (11) Eadem quoque monachus qui eum avexerat fassus est. (12) Haec ideo tibi significavi, pater, ut scires Athanasium tibi accusandum non / esse. (13) Dixerunt enim eum vivere et apud nos in abditis haberi, resque innotuit universae Aegypto, neque celari potest». 138. (1) Caeterum et hanc epistolam cum tota fabula confictam esse, idque diu post tempora Concilii Tyri, hisce argumentis colligo. (2) 1. Quod in epistolis praefatorum trium Conciliorum Alexandrini, Romani et Sardicensis, quae Athanasium de industria defenderunt, idque prolixe satis ubi materia pertulit, ne verbum quidem habetur de Pinne illo et Elia aliove quovis teste oculari, cum tamen historia ista, si vel vera vel tunc excogitata fuisset, magis ad rem fecisset quam defensio per epistolam Arsenii, cui soli insistunt. (3) 2. Quod Athanasius ipse et alii octoginta episcopi Aegyptii in praedicto Concilio Alexandrino quaedam huic fabulae contraria scripsere ad hunc modum (in epistola apud Ath. Apol 2): (4) «Arsenius», inquiunt, «in vita superest, neque alia expectat testimonia ut vivus esse doceatur, sed ipse sese confitetur vivere, idque in literis suis ad coepiscopum nostrum Athanasium perscripsit, quem isti Arsenii interfectorem asseverabant. (5) Nec puduit impios hominem tanta intercapedine locorum et itineribus terra marique disjunctum ab eo occisum comminisci, cujus per illa tempora locus ubi agebat nemini mortalium cognitus fuit, adeo ille nullo dum attactus malo ab accusatoribus celabatur; quem quoad licuit in alium orbem transtulerant occisuri eum libenter, ut vel homine vere extincto vel caede conficta Athanasium vere occidere possent.

Yah. 19 137. 2-13. Ath. Al. Apol. sec. 65, 1-4; 67 || 138. 4-7. Ath. Al. Apol. sec. 8, 4-5 138. 1. hisce argumentis] hisce duobus argumentis a. c. || 2. et Elia] vel a. c. || 3. quaedam huic fabulae contraria] add. | hunc modum] hunc modum in epistola ad ecclesias a. c.

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Arsenio, pero no lo encontraron, dado que a éste, como he dicho, se le había mandado ya a la parte baja del país; sin embargo, a mí y al monje Elías, que se había llevado a Arsenio, nos llevaron consigo a Alejandría y nos presentaron ante el general. (10) Allí no hubo lugar para negar la verdad, sino que confesé que estaba vivo y no muerto. (11) Lo mismo confesó también el monje que se lo había llevado. (12) Esto te lo he contado, padre, para que sepas que no debes acusar a Atanasio. (13) En efecto, han dicho que está vivo y que lo tenemos escondido, y de ello se ha enterado todo Egipto, y no puede ocultarse». 138. (1) Por lo demás, deduzco por los siguientes argumentos que también esta carta es inventada, junto con toda la historia, y que lo fue después de la época del Concilio de Tiro: (2) 1. Porque en las cartas de los tres concilios antes mencionados, el de Alejandría, el de Roma y el de Sárdica, que defienden afanosamente a Atanasio y con gran prolijidad cuando lo permite el caso, no se encuentra ni siquiera una palabra de aquel Pines ni de Elías ni de ningún otro testigo ocular, cuando sin embargo esa historia, bien fuese verdadera, bien estuviese ya inventada por aquella época, habría contribuido más a sus fines que la defensa mediante la carta de Arsenio, que es lo único en lo que se apoyan. (3) 2. Porque el propio Atanasio y otros ochenta obispos egipcios escribieron en el mencionado Concilio de Alejandría ciertas cosas que contradicen este cuento, del siguiente modo (en la carta de At. Apol. seg.): (4) «Arsenio», dicen, «está con vida, y no espera otras pruebas para que se crea que está con vida, sino que él mismo confiesa que lo está y lo ha escrito con detalle en su carta dirigida a nuestro coepíscopo Atanasio, de quien ésos afirmaban que era el asesino de Arsenio. (5) Y no les dio vergüenza a los impíos inventar que aquel hombre, separado por tanta distancia geográfica y por caminos de tierra y mar, había sido asesinado por él, cuando en aquel tiempo ningún mortal conocía su paradero: hasta tal punto lo mantenían escondido los acusadores, sin que le hubiese ocurrido nada malo; y es que, en la medida en que les fue posible, se lo habían llevado a otra parte del mundo, dispuestos a matarlo sin reparos, de forma que, o bien por haber sido eliminado el hombre realmente, o bien simulando el asesinato, pudiesen matar de verdad a Atanasio.

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[f. 103r]

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(6) Sed divinae hic providentiae gratiae agendae sunt quae nihil injusti invalescere sinit, sed sub omnium oculos Arsenium produxit vivum et aperte calumnias eorum et figmenta reprehendentem. (7) Qui... nostrae communionis avidus / in nostro grege conversari cupit quod ipsius scripta declarant». (8) Ad hunc modum Athanasius cum suis rem describebant tempore Concilii Alexandrini. (9) Haec autem, inquam, narratio contraria est illi de Pinne et Helia, idque dupliciter. (10) Primum in eo quod vim omnem defensionis, uti dixi, collocantes in epistola Arsenii, dicant eum nulla alia testimonia quod in vivis esset expectare. (11) Aliorum enim testimoniorum expectationem non sic exclusissent, si alia illa Pinnis et Heliae testimonia viva tunc excogitata et inter Athanasianos propagata fuissent. (12) Secundo in eo quod describant Meletianos Arsenium in regiones remotissimas terra marique a provincia Alexandrinorum dissitas et quasi in altero orbe sitas transtulisse, antequam accusabant Athanasium de caede ejus, quodque per ea tempora locus ubi agebat nemini mortalium cognitus erat, donec tandem divina providentia eum omnibus manifestavit calumnias Meletianorum literis suis reprehendentem et Athanasii communionem optantem. (13) Etenim in fabula de Pinne et Helia dicitur Arsenium non in ultimas regiones vel trans mare abductum fuisse, sed in monasterio Thebaidis, hoc est intra dioecesin Alexandrinam delituisse, neque ipsum se primum detexisse reprehendentem calumnias Meletianorum per epistolam, sed a diacono Athanasii detectum fuisse. (14) Certe igitur si historia ista de Pinne et Helia tempore Concilii Alexandrini adinventa et recepta fuisset, Athanasius cum suis in concilio isto talia quae ei tam manifesto contrariantur neutiquam scripsissent, nedum eam alto silentio praeterivissent. (15) Proinde postea adinventam fuisse

Yah. 19 138. 4-7. Ath. Al. Apol. sec. 8, 4-5 138. 6. reprehendentem] redarguentem a. c. || 7. ipsius] add. || 9. haec] hac a. c. ut vid. | inquam narratio] descriptio a. c. || 10. expectare] expectare, quod utique non dixissent a. c. || 11. expectationem] exspectationem a. c. ut vid. | alia] ab a. c. ut uid. | inter Athanasianos] ab Athan a. c. || 12. in2 ] add. || 13. Alexandrinam] Alexandrinensem a. c. ut uid. ||14. igitur] add. ||15. adinventam] scripsi : adinvintam leg.

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(6) Pero aquí hay que dar las gracias a la divina providencia, que no deja que prevalezca ninguna injusticia, sino que ante los ojos de todos trajo a Arsenio vivo y censurando abiertamente sus calumnias e invenciones. (7) Y él... ansioso de nuestra comunión, desea integrarse en nuestro grupo, según revelan sus propios escritos». (8) De esta forma describían el asunto Atanasio y los suyos en la época del Concilio de Alejandría. (9) Pero este relato, como digo, es contrario al de Pines y Elías, y lo es doblemente. (10) Primero en que, poniendo toda la fuerza de la defensa, como he dicho, en la carta de Arsenio, dicen que él no espera ninguna otra prueba de estar con vida. (11) En efecto, no habrían descartado así la espera de otras pruebas si aquellas otras pruebas manifiestas de Pines y Elías hubiesen estado inventadas entonces y difundidas entre los atanasianos. (12) En segundo lugar, en que afirman que los melecianos, antes de acusar a Atanasio de la muerte de Arsenio, se lo habían llevado a unas tierras alejadísimas por tierra y por mar de la provincia de los alejandrinos, como situadas en otra parte del mundo, y que por aquel entonces ningún mortal sabía dónde se encontraba, hasta que por fin la divina providencia lo sacó a la luz ante todos censurando las calumnias de los melecianos en su carta, y deseando la comunión con Atanasio. (13) Y resulta que en la fábula de Pines y Elías se dice que Arsenio no estaba apartado en las tierras más alejadas ni al otro lado del mar, sino que se ocultaba en un monasterio de Tebaida, o sea, dentro de la diócesis de Alejandría, y que no se descubrió él primero censurando por carta las calumnias de los melecianos, sino que fue descubierto por un diácono de Atanasio. (14) Así pues, sin duda, si esa historia de Pines y Elías hubiera sido inventada y transmitida en la época del Concilio de Alejandría, Atanasio y los suyos nunca habrían escrito en ese concilio nada tan manifiestamente contradictorio con ella, ni la habrían pasado por alto en tan profundo silencio. (15) Por ello es necesario que haya sido inventada posteriormente.

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necesse est. (16) Quo autem tempore tam haec quam altera fabula de manu Arsenii aliisque multis adinventa fuit et quomodo per orbem ope monachorum propagata, patebit in sequentibus. [f. 104r]

139. (1) Hactenus de causa caedis. (2) Restat fracti calicis et ecclesiae dirutae causa expendenda. (3) In hujus facti probationem adducti sunt testes. (4) Rem pernegat Athanasius. (5) Ad pleniorem rei cognitionem mittit concilium in Mareotem sex episcopos, Theognium, Marim, Theodorum, Macedonium, Ursasium et Valentem, qui ruinarum spectatores essent et incolarum ea de re testimonia audirent atque omnia referrent ad concilium. (6) Hi Ischyram, loci violati presbyterum, secum adducunt, qui testes gestorum indicaret. (7) Contendunt episcopi Aegyptii qui una cum Athanasio Tyrum venerant aliquos de seipsis una mittendos esse, eaque describit ad synodum, affirmans Meletianos ante 4 dies vesperi misisse qui suae factionis homines de tota Aegypto subornarent et Mareotem congregarent; (8) proinde se mittendos esse qui peregrinos et haereticos homines de numero testium secludi curarent. (9) At synodus, horum animum turbulentum et factiosum experta, solos duxit mittendos esse quos in actis ob notam hominum probationem et prudentiam ipsa posset confidere. (10) Hi ubi ventum est Alexandriam Philagrio, Aegypti praefecto, dant literas a concilio. (11) Et mox turbas concitant Alexandrini, sed strictis militum gladiis repressi sunt, et monachi una cum sacris virginibus, qui seditionis auctores erant, partim flagris caesi, partim fustibus in pedes impactis contusi. (12) Inde qui missi erant una cum Philagrio praefecto proficiscuntur Mareotem locumque speculantur

Yah. 19 138. 16. aliisque multis] add. | fuit] add. | propagata] sparsa (ut uid.) fuere *** a. c. || 139. 1. hactenus] chor a. c. ut uid. || 2. fracti calicis – causa] causa fracti calicis a. c. || 5. Theognium] ** a. c. | Ursasium] Ursacium a. c. ut uid. | incolarum ea de re testimonia] rem omnem a. c. || 7. contendunt episcopi – 10. ubi ventum est] e contra Athanasiani insidias sibi strui clamitant. Ubi ventum est a. c. || 7. congregarent] congregarent. Ubi nullo a. c. || 8. homines] add. || 9. in] ipsa a. c. | ipsa posset] posset ipsa a. c. || 10. a concilio] ad concilium a. c. || 11. et mox] inter a. c. || 12. una cum Philagrio – Mareotem] Mareotem proficiscuntur una cum Philagrio praefecto a. c. | Mareotem] Mareotem, et loco speculato auditisque incolarum testimoniis rem omnem referunt ad concilium, vera esse confirmantes quae testes antea Tyri asseruerant **** a. c. | speculantur] speculantur et quae regionis incolae a. c.

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(16) Ahora bien, en qué época fue inventada tanto esta historia como la de la mano de Arsenio y otras muchas, y cómo fueron divulgadas por todo el mundo por obra de los monjes, quedará desvelado más adelante.129 139. (1) Hasta aquí el juicio por asesinato. (2) Queda por valorar el juicio del cáliz roto y de la iglesia derruida. (3) Para probar este hecho se trajeron testigos. (4) Atanasio lo niega totalmente. (5) Para conocer el hecho con más detalle, el concilio envía a Mareótide a seis obispos, Teognio, Maris, Teodoro, Macedonio, Ursacio y Valente, para que vieran las ruinas y escuchasen los testimonios de los habitantes sobre el asunto y se lo refiriesen todo al concilio. (6) Éstos se llevan consigo a Isquiras, presbítero del lugar profanado, para que señale a los testigos de lo ocurrido. (7) Protestan los obispos egipcios que habían venido a Tiro con Atanasio diciendo que había que enviar juntamente a algunos de ellos mismos, y se lo solicita al sínodo, afirmando que los melecianos habían enviado hacía cuatro días por la tarde a individuos de su facción para que sobornasen a gente de todo Egipto y los congregasen en Mareótide; (8) por tanto había que enviarlos a ellos para que se encargasen de quitar del número de los testigos a los extranjeros y a los herejes. (9) Pero el sínodo, que conocía el ánimo turbulento y faccioso de éstos, consideró que sólo había que enviar a aquellos en cuyos actos podía confiar debido a su conocida honradez y prudencia. (10) Cuando llegaron a Alejandría entregan una carta del concilio a Filagrio, prefecto de Egipto. (11) Y en seguida los alejandrinos suscitan disturbios, pero fueron reprimidos por las espadas desenvainadas de los soldados, y los monjes y las vírgenes consagradas, que eran los culpables de la sedición, salieron heridos, en parte azotados, en parte golpeados con fustas en los pies. (12) A continuación los enviados marchan a Mareótide junto con el prefecto Filagrio, inspeccionan el lugar e interrogan a los habitantes, no a escondidas

 No llega a desvelarse en este texto.

129

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[f. 104v]

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et incolas examinant non clanculum sed coram populo, adstantibus tam gentilibus et Judaeis quam Christianis. (13) Adducti sunt testes omnis generis, tam catechumeni quam baptizati, tam gentiles quam Christiani. (14) Conveniebant etiam presbyteri ac diaconi regionis Mareoticae qui in Athanasii comitatu inhaeserant ubi poculum confractum est et ecclesia subversa, atque adeo scelerum socii erant. (15) / At hi discedere rursus compelluntur. (16) Qua de causa non commemoratur: proculdubio quod pro more turbulenter et seditiose se gererent. (17) Hinc autem graviter commoti, quosdam de suis miserunt ad concilium cum litteris haec continentibus (apud Athan. Apol. 2). (18) «Sanctae synodo beatorum episcoporum catholicae Ecclesiae, Mareotici omnes presbyteri et diaconi, in Domino salutem. (19) Admiramur quomodo Ischyras pro ecclesiastico habeatur, qui nunquam ex sacris comministris fuit sed primum jactavit se Colluthi presbyterum, verum ita ut neminem haberet qui ipsi crederet, exceptis duntaxat cognatis suis. (20) Neque enim ecclesiam obtinuit unquam neque clericus ab ullis, nisi qui longius ab illius pago habitarent, unquam sit creditus, solis duntaxat ejus cognatis exceptis. (21) Idemque cum talem sibi titulum vendicasset, in Alexandrina Synodo in praesentia patris nostri Hosii depositus est et in ordinem laicorum redactus, atque in eo statu reliquum jam inde tempus permansit; ad istum igitur modum inanis illa fama presbyterii excussa est... (22) Ante omnia vero dicimus illum nullam unquam ecclesiam in Mareote habuisse, qua in re Deum testem facimus, neque calicem ullum confractum esse neque mensam a nostro episcopo Athanasio vel alio quovis qui cum illo degunt eversam esse, nihilque in istis verbis esse nisi calumniam; et ista

Yah. 19 139. 18-32. Ath. Al. Apol. sec. 74-75 139. 12. incolas] incolas iisdemque a. c. ut uid. | sed] sed **** a. c. | christianis] christianis. Conveniunt presbyteri et diaconi regionis Maeroticae cla a. c. || 13. christiani] christiani **** a. c. || 14. etiam] add. | poculum] facin a. c. | socii erant] socii erant. + app. XII a. c. || 15. discedere] scripsi : dicedere leg. || 16. pro more] add. | gererent] gerent a. c. ut uid. || 17. commoti] commoti script* litteras ali a. c. || 22. eversam] confractam a. c. | adhaesimus] adhaesimus. Nunquam enim ille a. c.

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sino en público, con la presencia tanto de paganos y judíos como de cristianos. (13) Se trajeron testigos de todo tipo, tanto catecúmenos como bautizados, tanto paganos como cristianos. (14) Acudían también presbíteros y diáconos de la región de Mareótide que habían formado parte del séquito de Atanasio cuando fue roto el cáliz y destruida la iglesia, y por tanto eran cómplices de los crímenes. (15) Pero éstos son instados a volverse. (16) No se recuerda por qué razón: sin duda porque según su costumbre se comportarían con ánimo turbulento y sedicioso. (17) Y alterados por esto seriamente, enviaron a algunos de ellos al concilio con una carta que contenía lo siguiente (en Atan., Apol. seg.). (18) «Al santo sínodo de bienaventurados obispos de la Iglesia católica todos los presbíteros de Mareótide y diáconos, salud en el Señor. (19) Nos preguntamos con admiración cómo es que se tiene por eclesiástico a Isquiras, que nunca estuvo entre los santos compañeros de servicio, sino que primero se jactó de ser presbítero de Coluto, aunque sin que lo creyese nadie salvo sus parientes. (20) Y en efecto no obtuvo ninguna iglesia ni nadie, a no ser los que habitaban demasiado lejos de su aldea, ha creído nunca que fuese un clérigo, con la sola excepción de sus parientes. (21) Y al arrogarse tal título el sínodo de Alejandría lo depuso en presencia de nuestro padre Osio y lo reintegró en el orden de los laicos, y en ese estado ha permanecido ya desde entonces; así pues, de ese modo desapareció aquella vacía fama de que era presbítero... (22) Pero ante todo afirmamos que él no tuvo nunca una iglesia en Mareótide, y de ello ponemos a Dios por testigo, y que ni nuestro obispo Atanasio ni ninguno de los que estaban con él rompió ningún cáliz ni volcó ningún altar, y que nada hay en estas palabras sino calumnia; y eso

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quidem ut conscii pro testimonio loquimur, utpote qui nec longis finibus ab episcopo distamus et comites ei in lustranda Mareote adhaesimus...

[f. 105r]

[f. 106r]

(23) Haec et Ischyras ipse sua manu testatum confitetur. (24) Nam cum ille post defectionem ad Meletianos nobis reconciliari et conjungi vellet, quemadmodum et Pistus, qui ipse quoque talia de Athanasio scripserat in vulgus, neutrum tamen, quamvis propria manu testarentur nihil tale factum esse et se subornatos a certis hominibus ut talia dicerent, recipere voluerunt... (25) Verum cum eo res tenderet ut eorum sycophantia in Athanasium in apertum proditura videretur, qui cum Theogonio conspirant, inimici existentes, cognatos ejus et Ariomanitas ita instituere, ut quae ipsi vellent loquerentur. (26) Nemo enim ex populo quicquam contra Athanasium locutus fuisset nisi terrore Philagrii, Aegypti praefecti, importunitateque / Arianorum vehementer instantium, victi coactique essent ad ea facienda quae ipsis liberet. (27) Siquidem nos ad calumnias refutandas eo venientes non admiserunt, nobisque rejectis eos quos idoneos putaverunt ad calumniam instruendam receperunt, qui metu Philagrii praefecti in partes eorum concesserunt, atque ideo nimirum erat quod nos summotos volebant, ne scilicet subornatos ab ipsis / criminatores aut de Ecclesia non esse, aut, si essent, Ariomanitas esse doceremus. (28) Scitis autem, dilecti patres, in sacris literis praecipi non valere inimicorum testimonia. (29) Caeterum a nobis vera dici attestatur manus ipsa Ischyrae, attestantur quoque ipsorum facta qui, nobis nihil istiusmodi criminum consciis, praesidio Philagrii et armorum temore ea confecere quae voluerunt. (30) Haec ut coram Deo testamur, haec ut certi de futuro judicio Dei loquimur. (31) Nostra quidem omnium voluntas fuit ad vos excurrendi, sed tamen in eo acquievimus ut nonnulli ex nostris istuc venirent cum literis

Yah. 19 139. 18-32. Ath. Al. Apol. sec. 74-75 139. 25. conspirant] sunt a. c.

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lo damos como testimonio porque lo sabemos, dado que no nos separa mucha distancia del obispo e íbamos acompañándolo cuando recorría Mareótide... (23) Esto lo confiesa incluso el propio Isquiras, dando fe con su propia mano. (24) Pues éste, después de pasarse a los melecianos, quiso luego reconciliarse y unirse con nosotros, del mismo modo que Pisto, que también había divulgado por escrito semejantes cosas sobre Atanasio; sin embargo no quisieron aceptarlos a ninguno de los dos, a pesar de que daban fe con su propia mano de que no se había hecho nada tal y de que habían sido sobornados por ciertas personas para decirlo... (25) Pero cuando el asunto evolucionó de tal manera que parecía que su intriga contra Atanasio iba a salir a relucir, los que conspiran con Teogonio, hostiles a nosotros, instruyeron a sus parientes y a los ariomanitas para que dijeran lo que ellos querían. (26) En efecto, nadie del pueblo habría dicho nada contra Atanasio si el terror a Filagrio, el prefecto de Egipto, y la importunidad de los arrianos, que los urgían con vehemencia, no los hubieran vencido y obligado a hacer lo que a éstos les pareciera. (27) Pues en efecto no nos admitieron a nosotros, que íbamos allí a refutar sus calumnias, y una vez rechazados nosotros admitieron a quienes consideraron idóneos para instruirlos en la calumnia, gente que por miedo al prefecto Filagrio se había pasado a su partido, y por ello no era de extrañar que a nosotros quisiesen apartarnos, a saber, para que no revelásemos que los acusadores estaban sobornados por ellos o que no eran de la Iglesia, o si lo eran, que eran ariomanitas. (28) Y sabéis, queridos padres, que en la Sagrada Escritura se enseña que no valen los testimonios de los enemigos. (29) Pero la propia mano de Isquiras atestigua que decimos la verdad, y lo atestiguan también sus propios hechos, puesto que, sin saber nosotros nada de esas acusaciones, han llevado a cabo lo que han querido con la defensa armada de Filagrio y el temor a las armas. (30) Esto lo testificamos como ante Dios, como seguros del futuro juicio de Dios. (31) Nuestra voluntad fue acudir todos corriendo hacia vosotros, pero acordamos que sólo algunos de nosotros fueran allá con la carta de los demás

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nostrorum qui hic remanserunt. (32) Ingenuus, Theon, Ammonas, Heraclius, Bocco, Trypho, Petrus, Hierax, Serapion, Marcus, Pollarion, Gaius, Dioscorus, Demetrius, Thyrsus, presbyteri; Pistus, Apollos, Serras, Pistus, Polynicus, Ammonius, Maurus, Hephaestus, Apollos, Metopas, Apollos, Seropas, Meliphthongus, Lucius, Gregoras, diaconi». 140. (1) Hujusmodi quaerelis hoc genus hominum, qui ipsi scelerum participes fuerant ideoque propriam causam agebant, episcopos Aegyptios aliosque per orbem concitabant contra synodum. (2) Proinde operae pretium fuerit epistolam hanc examinare. (3) Tota enim Athanasii defensio inititur testimoniis horum presbyterorum et diaconorum Mareoticorum, et propterea vel stabit vel corruet pro synceritate vel perfidia horum testium.

[f. 107r]

141. (1) Imprimis igitur asserunt Ischyram se olim jactitasse presbyterum Colluthi et in Synodo Alexandrino coram Hosio depositum et in ordinem laicorum redactum. (2) At hoc totum calumnia est. (3) Colluthus quidem in concilio isto de ordine episcopi ad ordinem presbyteri dejectus fuit, ejusque presbyteri facti sunt laici. / (4) Quam recte vix dixerim, siquidem Hosius et Alexander, qui eos dejecerunt, Sabelliani fuerint, statuentes Filium esse internam illam Patris sapientiam et rationem sine qua Pater insipiens fuerit et irrationalis. (5) Sed Ischyram nominatim depositum fuisse pernego. (6) Sic enim Athanasius cum episcopis Aegyptiis quinque abhinc annis de Ischyra scripsere: (7) «Ischyras», inquiunt, «neque ab Ecclesia ordinatus est presbyter neque cum a Meletio constitutos presbyteros Alexander in Ecclesiam recipiebat, in eorum numero unquam habitus

Yah. 19 141. 7-10. Ath. Al. Apol. sec. 11, 7-12, 1 139. 32. Bocco] Bocco* a. c. | Hephaestus] scripsi : Hephaest*us leg. | diaconi] *diaconi a. c. || 140. 1. quaerelis] praetextubus (sic ut uid.) a. c. | hominum] hominum Epi a. c. | Aegyptios] Aegyptios et quotquot cum Athanasio faciebant a. c. | synodum] decreta a. c. ut uid. || 2. hanc examinare] hanc paulum expendere et examinare a. c. || 141. 1. se olim jactitasse] fuisse a. c. || 3. isto] isto * a. c. | dejectus] redactus a. c. | ejusque] quique ab eo a. c. || 4. quam] at a. c. | filium] fil*ium a. c. | Patris] add. || 5. sed Ischyram nominatim depositum fuisse] sed Ischyrae (Ischyram a. c.) inter nomen inter presbyteros depositos extitis repertum fuisse a. c. || 6. Athanasius] Athanasius quo a. c.

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que se han quedado aquí. (32) Ingenuo, Teón, Ammonas, Heraclio, Bocón, Trifón, Pedro, Hiérax, Serapión, Marcos, Polarión, Gayo, Dióscoro, Tirso, presbíteros; Pisto, Apolo, Serras, Pisto, Polinico, Amonio, Mauro, Hefesto, Apolo, Metopas, Apolo, Seropas, Meliftongo, Lucio, Gregoras, diáconos». 140. (1) Con tales quejas esta clase de personas, que habían sido ellas mismas partícipes de los crímenes y por ello defendían su propia causa, incitaban contra el sínodo a los obispos egipcios y a otros por el mundo. (2) Por ello valdría la pena examinar esta carta. (3) En efecto, toda la defensa de Atanasio se apoya en los testimonios de estos presbíteros y diáconos de Mareótide, y por tanto se mantendrá firme o se caerá según la sinceridad o la perfidia de estos testigos. 141. (1) En primer lugar, pues, afirman que Isquiras se había arrogado en otro tiempo ser presbítero de Coluto y que el Sínodo de Alejandría lo había depuesto ante Osio y reintegrado al orden de los laicos. (2) Pero todo esto es una calumnia. (3) Coluto, sí, fue degradado de la orden de los obispos a la de los presbíteros en ese concilio, y sus presbíteros se convirtieron en laicos. (4) No sabría decir con qué grado de acierto, pues Osio y Alejandro, que los expulsaron, eran sabelianos, dado que establecían que el Hijo es aquella sabiduría y razón interna del Padre sin la cual el Padre sería ignorante e irracional. (5) Pero niego totalmente que Isquiras fuera depuesto por su nombre. (6) En efecto, así escribieron Atanasio y los obispos egipcios sobre Isquiras cinco años después: (7) «Isquiras», dicen, «ni fue ordenado presbítero por la Iglesia, ni, cuando Alejandro recibía en la Iglesia a los presbíteros ordenados por Melecio, se contó él nunca entre éstos, ni fue nombrado por él.

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fuit aut ab eo creatus. (8) Quo pacto igitur presbyter Ischyras? (9) Aut quo tandem auctore constitutus? (10) Nunquid scilicet a Collutho? Id enim restat». (11) Certe si in priori Concilio Alexandrino Ischyras ut presbyter Colluthi depositus fuisset, vel si populari fama certisque testimoniis constitisset Ischyram se aliquando pro presbytero Colluthi venditasse ac deinceps, deposito Collutho, sponte se presbyteratu abdicasse, posterius hocce concilium neutiquam illud tacuisset et ratiocinio tantum collegisset Ischyram a Collutho ordinatum fuisse, idque tam futili, nempe quod nomen ejus non reperiretur in catalogo clericorum quos Meletius tradiderat Alexandro; quasi Athanasius, tot fraudum artifex, non posset nomen ejus expungere. (12) Certe catalogus iste imperfectus est, nam Arsenii, qui episcopus Meletianorum fuit, nomen in eo non occurrit. (13) Caeterum Ischyram pro presbytero Meletii a plebibus habitum et a Meletianis agnitum fuisse et accusationem quod Ischyras se presbyterum Colluthi olim jactitasset ne quidem apud Athanasianos fidem obtinuisse ex eo colligo, quod Concilium Alexandrinum disputat contra ordinationem Meletii et accusationem istam reticet, quodque Julius papa et Concilium Sardicense, cui Hosius interfuit, ne verbum quidem habent de ordinatione ejus Colluthi, sed contra presbyteratum Ischyrae hoc solo utuntur argumento, quod nomen ejus non extaret in catalogo presbyterorum Meletii.

Yah. 19 141. 7-10. Ath. Al. Apol. sec. 11, 7-12, 1 141. 11. in priori Concilio Alexandrino] prius Concilium Alexandrinum a. c. | aliquando] aliquando presbyt a. c. | deinceps] add. | ratiocinio] ratiociniis a. c. | tantum] tantum collegisset ad** a. c. | futili] futili argumento a. c. || 12. certe catalogus – in eo non occurrit] add. || 13. a plebibus] add. | habitum] habitum fuisse a. c. | et a Meletianis agnitum – cui Hosius interfuit] et idem hic agnitum fuisse a Meletianis satis colligo ex eo quod hocce concilium (hocce add.) Alexandrinum **** disputatio quodque Julius papa et concilium Sardicense hoc solo argumento contra presbyteratum ejus **** disputantes a. c. | disputat contra ordinationem Meletii] contra ordinationem Meletii disputat a. c. | de ordinatione] de ordinatione ejusdem (ut uid.) a. c. | presbyteratum Ischyrae] presbyteratum ejus disputantes a. c. : ordinatinem ejus Ischyrae a. c.

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(8) Así que, ¿de qué manera es presbítero Isquiras? (9) ¿O quién fue el que lo ordenó, en fin? (10) ¿Coluto, acaso? Pues sólo queda esa solución». (11) Sin duda, si el anterior Concilio de Alejandría hubiera depuesto a Isquiras como presbítero de Coluto, o si la voz del pueblo y testimonios seguros hubiesen establecido que Isquiras se había arrogado alguna vez ser presbítero de Coluto y que después, una vez depuesto Coluto, había renunciado por su propia voluntad al presbiterado, este concilio posterior en ningún caso se lo habría callado y no habría tenido que deducir que Isquiras había sido ordenado por Coluto por un mero razonamiento, y además uno tan fútil como que su nombre no apareciera en el catálogo de clérigos que Melecio había entregado a Alejandro: como si Atanasio, artífice de tantos fraudes, no pudiera quitar de ahí el nombre de éste. (12) Sin duda ese catálogo era imperfecto, pues el nombre de Arsenio, que había sido obispo de los melecianos, no figura en él. (13) Por lo demás, el hecho de que el pueblo tuvo a Isquiras por presbítero, que fue reconocido por los melecianos y que la acusación de que en otro tiempo Isquiras se había arrogado ser presbítero de Coluto no obtuvo crédito ni siquiera entre los atanasianos, lo deduzco a partir del hecho de que el Concilio de Alejandría disputa contra la ordenación de Melecio y se calla esa acusación, y de que el papa Julio y el Concilio de Sárdica, al que asistió Osio, no dicen ni una sola palabra sobre la ordenación de este Coluto, sino que contra el presbítero Isquiras sólo usan el argumento de que el nombre de éste no se encontraba en el catálogo de los presbíteros de Melecio.

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[f. 108r]

[f. 107v]

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142. (1) Alterum in quo clerici Mareotici fraudulenter egere est quod asserant Ischyram nullam unquam ecclesiam in Mareote habuisse, ea in re Deum testem / invocantes. (2) Quis enim ista legens putaret Ischyram sacellum vel domunculum aliquod habuisse Deo dicatum, in quo preces coram populo celebrare soleret? (3) Et tamen idem clerici Mareotici in alia epistola paulo post ad curiosum et praefectum Aegypti data locum Deo dicatum sic agnoscunt (apud Athanas. Apol. 2): (4) «Dicit», inquiunt, «Ischyras se eam ecclesiam habere, quae nunquam ecclesia fuit, sed domuncula parva domestica cujusdam pupilli, nomine Isionis [οἰκητικὸν οἰκημάτιον μικρὸν ὀρφανοῦ παιδίου, Ισίωνος τοὖνομα]». (5) Non magnitudo sed dedicatio domum Dei efficit. / (6) Sed audi jam vafriciem horum clericorum. (7) Domuncula haec non erat ecclesia quae diruta dicebatur, sed locus in quo Ischyras synaxes celebrabat post dirutam Yah. 19 142. 4-10. Ath. Al. Apol. sec. 76, 3-4 142. 1. Mareotici] Ale a. c. | habuisse] habuisse et a. c. || 2. Ischyram] Ischyram illam vel a. c. | coram populo celebrare] agere a. c. | celebrare] scripsi : celebare leg. || 3. clerici Mareotici] Aegyptii a. c. | in alia epistola paulo post] paulo post in alia epistola a. c. | locum] *** a. c. | Deo] Domino a. c. ut uid. | sic agnoscunt] prorsus negare non amplius liceret, sic minuunt a. c. : ubi sic agnoscunt a. c. || 4. ecclesia] ecclesiam a. c. | parva domestica] in praediis a. c. | Ισίωνος] scripsi (coll. fonte) : Ισίανος leg. | τοὖνομα] scripsi : τούνομα leg. || 5. non magnitudo – efficit] add. | non magnitudo] certe non magnitudo a. c. | dedicatio] dedicatio fidei a. c. ut uid. | Dei] add. || 6. sed audi jam vafriciem – 16. praesente depositus fuit] E villis Mareoticis describit Athanasius hanc ubi habitabat Ischyras minimam fuisse. Unde non mirum esse ecclesia parva fuerit: prasertim cum eccliae (sic) decima persecutione passim subversae vixdum restituerentur. At non magnitudo sed dedicatio (consecratio a. c.) ecclesiam efficit. Et nisi locus hic ad populum congregandum dedicatus fuisset deerit ratio cur Athanasius eum drrui (sic) eccle* juberet. Omnino nis (sic) Ischyras hoc in vico munere sacerdotali hoc in vico diu functus fuisset non potuisset vix innotuisset apud exteros, ut fatetur presbyteri **** ante depositionem Colluthi et hi **** latet in f. 108r a. c. : Non fuit ista domuncula Ecclesia ubi calix fractus dicebatur sed locus in quo Ischyras post diruptam Ecclesiam synaxes peragebat. Nam Ischyras ab his ipsis presbyteris dicitur domunculam istam (ecclesiam istam a. c.) habuisse tempore concilii Tyri, quando Ecclesia diruta dicebatur (et accusatur ab illis quod tunc non haberet (haberent a. c.) ec*clesiam add.) Fucum ergo faciunt presbyteri (dum del.) negantes domunculam illam ecclesiam esse et silentio praetermittentes *domum illam quam Ischyras dicebat Ecclesiam fuisse et ab Athanasio dirutam jacere (Athanasium diruisse et Fuit ergo ecclesia sed et ecclesiam vocabat a. c.). Non obstantibus ergo cavillationibus horum presbyterorum habuit Ischyras ecclesiam (in synodo Al in del.) (Sed et ex eo quod ante add.) Synodum Alexandrinam in qua Colluthus depositus fuit in f. 108r a. c. || 6. sed] quinimo in f. 108r a. c. || 7. haec non] scripsi : haec non non leg.

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142. (1) En segundo lugar, los clérigos de Mareótide actuaron de forma fraudulenta al afirmar que Isquiras no tuvo nunca una iglesia en Mareótide, invocando en esto a Dios como testigo. (2) En efecto, ¿quién, al leer esto, creería que Isquiras tenía un pequeño santuario o alguna casita consagrada a Dios en la que solía celebrar plegarias ante el pueblo? (3) Y sin embargo los clérigos de Mareótide reconocen tal lugar consagrado a Dios en otra carta enviada poco después al inspector y al prefecto de Egipto (en Atanasio, Apol. seg.): (4) «Dice Isquiras», escriben, «que él tiene una iglesia, pero ésta nunca fue iglesia, sino una pequeña casita privada de cierto pupilo, de nombre Isión [οἰκητικὸν οἰκημάτιον μικρὸν ὀρφανοῦ παιδίου, Ισίωνος τοὖνομα]». (5) Sin duda no es el tamaño sino la consagración lo que hace casa de Dios. (6) Pero escucha ahora la astucia de estos clérigos. (7) Esta casita no era la iglesia que se decía derruida, sino un lugar en el que Isquiras celebraba asambleas después de la destrucción de

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ecclesiam. (8) Sicut enim non est probabile Athanasium diruere voluisse possessionem privati hominis vel Ischyram tale quid fingere, sic hi clerici de possessione ista loquuntur tanquam domuncula non diruta quam Ischyras tunc habebat. (9) Sic enim scribunt: «ἣν τε λέγει ἔχειν ἐκκλησίαν, μῆδὲ πώποτε ἐκκλησίαν γεγενῆσθαι, ἀλλ᾿οἰκητικὸν οἰκημάτιον μικρὸν, “quam dicit se habere ecclesiam, nunquam ecclesiam factam fuisse sed domunculam domesticam parvam”». (10) Et paulo post: «Non est Ischyras presbyter οὔτε ἐκκλησίαν ἔχει, “neque habet ecclesiam”». (11) Ita illi, quasi Ischyras non accusasset Athanasium de diruta aliqua ecclesia, sed afirmasset domunculam quae in praediis Isionis extabat, ecclesiam esse et in ea calicem confractum, et ad rem fuisset haec negare. (12) Dirutam ecclesiam cujus ruinae factum testabantur non ausi sunt attingere, sed hac in parte altam simulantes ignorantiam, objectionem immutant et corrumpunt, quo locus aliquis respondendi daretur. (13) Viderit itaque lector num hi veram accusationem ignorare potuerunt vel non potius scientes dissimularint, et more cavillantium oblique responderint. (14) Si posterius, hoc ipso conscientiam reatus prodidere.

[f. 108r]

(15) Non obstantibus ergo cavillationibus horum clericorum, habuit Ischyras ecclesiam. (16) Sed et ex eo quod ante Synodum Alexandrinam, in qua Colluthus Hosio praesente depositus fuit, / Ischyras ab eis qui longius ab hoc pago suo habitabant pro presbytero habebatur, sequitur eum munere sacerdotali in pago illo functum fuisse ante depressionem Meletianorum in Concilio Nicaeno, atque adeo ecclesiam notam jure tenuisse.

Yah. 19 142. 9. μικρὸν] add. : μικρὸν o leg. | factam] add. | domesticam] scripsi : domestiam leg. || 11. domunculam] sac a. c. ut uid. || 12. testabantur] locutae sunt a. c. || 13. ignorare potuerunt] ignorarent a. c. | non potius] add. | scientes] scientes cav a. c. ut uid. | dissimularint] dissimularunt a. c. | more cavillantium] add. || 14. si] nam si a. c. | prodidere] fatentur a. c. : produnt a. c. || 15. ergo] add. | cavillationibus horum clericorum] horum presbyterorum cavillationibus a. c. || 16. Ischyras] sacerd a. c. | ab hoc] ab pa a. c. | habebatur] fuit a. c. | sequitur] sequatur a. c. ut uid. | functum] diu functum a. c. | ante depressionem – Nicaeno] add.

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la iglesia. (8) En efecto, así como no es probable que Atanasio hubiese querido derruir la propiedad de un particular, o que Isquiras se inventase algo así, del mismo modo estos clérigos hablan de esa propiedad como de una casita no destruida que Isquiras tenía entonces. (9) Así en efecto escriben: «ἣν τε λέγει ἔχειν ἐκκλησίαν, μῆδὲ πώποτε ἐκκλησίαν γεγενῆσθαι, ἀλλ᾿οἰκητικὸν οἰκημάτιον μικρὸν, “la iglesia que dice que tiene no ha sido nunca una iglesia sino una pequeña casita privada”. (10) Y poco después: «No es Isquiras presbítero οὔτε ἐκκλησίαν ἔχει, “ni tiene una iglesia”». (11) Así escriben ellos, como si Isquiras no hubiera acusado a Atanasio de la destrucción de una iglesia, sino que hubiese afirmado que la casita que estaba en el terreno de Isión era una iglesia y en ella se había roto el cáliz, y como si negar esto fuera pertinente. (12) No se atrevieron a mencionar la iglesia destruida cuyas ruinas daban fe del hecho, sino que fingiendo una profunda ignorancia al respecto transforman la objeción y la corrompen para tener algo que replicar. (13) Así que verá el lector si pudieron éstos ignorar la verdadera acusación o si no fue más bien que, sabiéndola, la disimularon y como infundiosos respondieron de forma oblicua. (14) Si fue con posterioridad, por eso mismo traicionaron su consciencia de culpa. (15) Así que, pese a los infundios de estos clérigos, Isquiras tuvo una iglesia. (16) Pero también del hecho de que antes del Sínodo de Alejandría, en el que Coluto fue depuesto en presencia de Osio, quienes vivían más bien lejos de su aldea tenían a Isquiras por presbítero, se sigue que había desempeñado el cargo de sacerdote en aquella aldea antes del hundimiento de los melecianos en el Concilio de Nicea, y que hasta entonces había estado al cargo legítimamente de una iglesia conocida.

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143. (1) Tertio loco perfidissime agunt clerici Mareotici citando confessionem Ischyrae. (2) Ea enim conficta fuerat ab his ipsis presbyteris ac diaconis Mareoticis. (3) Idem merito suspicandum est de confessione Pisti, sed ea non extat. (4) Illa vero quam Ischyrae tribuerunt sic se habet: (5) «Beato papae Athanasio Ischyras, in Domino salutem. [f. 109r]

(6) Quoniam me, domine praesul, in te adeundo ut in Ecclesiam reciperer, objurgasti me de iis quae / antea locutus fueram, quasi ego ultro hoc fecissem et non vi potius huc adductus essem, ideo hanc satisfactionem tibi scripto porrigendam putavi, ut cognosceres vim mihi factam esse, tum ab Isaac et Heraclide, Isaac porro Leotis et a sociis eorum, etiam verberibus caesum esse. (7) Ego autem, Deo in testem adhibito, pro excusatione mea dico me nihil eorum quae illi a te facta jactitant conscium esse, neque ullum calicem confractum scire, aut sacram mensam subversam esse, meque ad omnia ista calumnianda eorum vi adactum esse. (8) Hanc autem pro me excusationem facio, tibique eam scripto trado, optans me unum eorum esse qui ad tuos conventus pertinent et tuis judiciis parent. (9) Valere te in Christo exopto. (10) Tradidi autem manum meam tibi episcopo Athanasio in praesentia presbyterorum Ammonae Dicellae, Heraclii Phasci, Bocconis Chenebri, Achillae Myrsenes, Didymi Taphosiris, et Justi a Bomotheo; diaconorum autem, eorum qui Alexandrini erant, Pauli, Petri et Olympii, Mareoticorum vero Ammonii, Pisti, Demetrii et Gaii».

Yah. 19 143. 5-6. Ath. Al. Apol. sec. 64 143. 1. clerici] presbyteri a. c. | confessionem] scriptum a. c. | Ischyrae] Ischyrae quod subornatus fuerat a. c. || 2. conficta fuerat... diaconis Maeroticis] diaconis Mareoticis conficta fuerat a. c. || 3. merito] add. | suspicandum] **** a. c. | sed] sed *** a. c. | extat] extat *** a. c. || 6. ut in ecclesiam... objurgasti] objurgasti ut in ecclesiam... a. c. | tum ab Isaac et Heraclide] tum ab Heraclide tum ab Isaac a. c. | Heraclide Isaac] Heraclide et ab Isaac a. c. | porro] etiam a. c. | Leotis] sic perperam pro Letus | a sociis] sociis a. c. || 10. presbyterorum] episc a. c. | Ammonii] Olympii a. c.

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143. (1) En tercer lugar los clérigos de Mareótide actúan de la manera más pérfida al citar la confesión de Isquiras. (2) En efecto, ésta había sido inventada por los propios presbíteros y diáconos de Mareótide. (3) Lo mismo hay que sospechar con razón de la confesión de Pisto, pero ésta no se ha conservado. (4) Por su parte, la que atribuyeron a Isquiras reza así: (5) «Al bienaventurado padre Atanasio Isquiras le desea salud en el Señor. (6) Dado que, mi señor prelado, cuando me dirigí a ti para que me recibieses en la Iglesia me reprochaste lo que antes había dicho, como si lo hubiese hecho por mi propia voluntad y no hubiese sido más bien obligado a hacerlo por la fuerza, por ello consideré que debía enviarte por escrito esta satisfacción, para que supieses que se me hizo violencia, tanto por parte de Isaac y Heraclides como por parte de Isaac de Letópolis130 y sus aliados, y que incluso me azotaron. (7) Pero yo, poniendo a Dios como testigo, para disculparme digo que no soy consciente de lo que ellos van divulgando que has hecho, ni sé de ningún cáliz roto ni de ninguna mesa volcada, y que me ha obligado su violencia a decir todas estas calumnias. (8) Y mando esta carta en disculpa mía y te la entrego por escrito deseando ser uno de los que van contigo y obedecen tus juicios. (9) Deseo que tengas salud en Cristo. (10) Te he dado mi mano, obispo Atanasio, en presencia de los presbíteros Amonas de Dicela, Heraclio de Fasco, Bocón de Quénebro, Aquilas de Mírsene, Dídimo de Tafosiris y Justo de Bomoteo, y de los diáconos Pablo, Pedro y Olimpio (de Alejandría) y Amonio, Pisto, Demetrio y Gayo (de Mareótide)».

130  La forma Leotis escrita por Newton está en lugar de la correcta Letus (polis), «Ciudad de Leto».

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[f. 110r]

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144. (1) Ex nominibus subscriptis quorum pars reperitur in calce praecedentis epistolae constat hos fuisse clericos Mareoticos et Alexandrinos Athanasio adhaerentes, adeoque hanc epistolam, si modo fictitia sit, istorum clericorum fraude et conspiratione compositam fuisse. (2) Jam vero fictitiam esse ex his colligo. (3) Scribit Athanasius (Apol. 2) Ischyram «cum a suis reprehenderetur ad se lamentabundum accessisse, ut gratiam cum eo iniret et in communionem reciperetur, eaque de causa hanc epistolam ultro scripsisse». (4) At improbabile est Ischyram, ubi coeperat Athanasium publice accusare, sponte omnia tam aperte et rotunde retrahere voluisse, et proprium facinus, nemine cogente, nulla de causa quam ut ex animo amicorum gratiam et communionem cum Athanasio iniret, confessum esse. (5) Hoc enim perinde est ac si quis, ut gratiam cum pio aliquo et magno episcopo iniret, confiteretur se gratia omni et communione Christianorum atque hominum / societate prorsus indignum esse; quo nihil ineptius effingi potest. (6) Deinde improbabile est Athanasium, postquam haec Ischyras confessus fuisset et Pistus eadem confirmasset, has confessiones negligere voluisse, et non potius advocatis ad se Ischyra et Pisto se testimoniis eorum viva voce prolatis coram praefecto Aegypti et populo Alexandrino purgare, et conjurationem Isaaci, Heraclidis, alterius Isaaci et sociorum opprimere. (7) Athanasius enim, epistola Ischyrae, subjungit: «cum haec confessus fuisset Ischyras, aeque tamen illi istiusmodi crimina passim jactitarunt». (8) Quis igitur nisi stupidissimus tantam conjurationem, spretis testibus, neglexisset?

Yah. 19 144. 3. Ath. Al. Apol. sec. 63, 5 || 7. Ath. Al. Apol. sec. 65, 1 144. 1. subscriptis] subscriptis constat a. c. | calce] a. c. | istorum clericorum] horum fraude (Mareoticorum add.) a. c. | clericorum] scripsi : clerecorum leg. | et conspiratione] add. || 3. scribit Athanasius – scripsisse. At] add. || 4. et rotunde] add. | ex animo amicorum] add. || 5. ineptius] magis a. c. || 6. Ischyras] Ischyras et Pistus **** a. c. | fuisset] fuerat a. c. | confirmasset] confirmasset has negligere a. c. | non potius] non potius eorum beneficio a. c. | se2] add. | testimoniis eorum] eorum testimoniis a. c. | viva] * viva a. c. | prolatis] add. : perlectis a. c. ut uid. | purgare] se purgare a. c. || 7. Athanasius enim – subjungit] scribit enim Athanasius a. c.

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144. (1) De los nombres arriba escritos, que en parte se encuentran al final de la carta precedente, consta que éstos eran los clérigos de Mareótide y Alejandría que apoyaban a Atanasio, y en consecuencia que esta carta, de ser ficticia, habría sido compuesta por fraude y conspiración de esos clérigos. (2) Pues bien, deduzco por lo siguiente que es ficticia: (3) escribe Atanasio (Apol. seg.) que Isquiras, «al ser censurado por los suyos se acercó a él quejumbroso para hallar su gracia y ser recibido en comunión, y por esta causa escribió esta carta por su propia voluntad». (4) Pero es improbable que Isquiras, una vez que había empezado a acusar a Atanasio públicamente, por su propia iniciativa quisiera dar marcha atrás en todo tan abierta y rotundamente y confesase el crimen propio, sin que nadie lo obligara y sin ningún otro motivo que, por consejo de sus amigos, hallar la gracia y la comunión de Atanasio. (5) En efecto, esto es como si alguien, para hallar la gracia de algún piadoso y gran obispo, confesase que era completamente indigno de toda gracia y comunión con cristianos y de sociedad con los seres humanos: y no puede inventarse nada más torpe que esto. (6) Luego, es improbable que Atanasio, después que Isquiras hubiera confesado esto y Pisto lo confirmase, quisiese pasar por alto estas confesiones, y no prefiriera más bien llamar a Isquiras y a Pisto junto a sí y librarse de la acusación con los testimonios de éstos, declarándoselos de viva voz al prefecto de Egipto y al pueblo de Alejandría, y arruinar la conjura de Isaac, Heraclides, el otro Isaac y sus aliados. (7) En efecto, Atanasio en la carta de Isquiras añade: «después de confesar esto Isquiras, ellos sin embargo continuaban difundiendo las acusaciones del mismo modo por todas partes». (8) ¿Quién, pues, si no el más estúpido, se hubiera despreocupado de tan gran conjura despreciando a los testigos?

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(9) Rursus postquam Ischyras, consciis amicis suis qui Athanasio adhaerebant, confessionem subornationis propria manu coram tot testibus conscriptam miserat Athanasio, et hoc Pistus insuper fecerat, qua, quaeso, fronte ausus fuerit idem Ischyras, etsi mortalium impudentissimus, Athanasium denuo accusare, perinde ac si nihil unquam confessus fuisset? (10) Qualem successum ex istiusmodi patefacta conjuratione expectarint Meletiani? (11) Praesertim cum imperator et quotquot cum eo faciebant hos ab initio suspectos haberent tanquam homines schismaticos in Concilio Nicaeno oppressos, atque adeo in concilium istud ejusque propugnatores nihil non molituros. [f. 111r]

(12) Adhaec tradit Athanasius in Apologia hanc confessionem ab Ischyra scriptam fuisse antequam imperator causam cognosceret Psammathiae et postea. (13) At si ista tunc composita fuisset et innotuisset imperatori, certe ipse mentionem ejus fecisset in epistolis quas istis temporibus scripsit ad Aegyptios pro Athanasio, siquidem hoc longe clarius et validius argumentum fuisset contra accusatores Athanasii quam istud de desultoria personarum accusatione, cui soli

Yah. 19 144. 9. rursus] scripsi : rusus leg. | postquam] qua quaeso fronte potuit Ischyras etsi mortalium impudentissimus fingatur postquam a. c. | Ischyras consciis – adhaerebant] add. | et hoc] atque idem a. c. | insuper] insuper idem a. c. | fecerat, qua quaeso – impudentissimus] fecisset (atque hoc amicos Ischyrae latere non poterit qui adhaerebant Athanasio add.) ausus fuisset Athanasium denuo accusare perinde ac si nihil unquam confessus fuisset a. c. | ausus fuerit] add. | impudentissimus ] omnium impudentissimus fingatur ausus esset a. c. | Athanasium] ad haec ausus fuisset Athanasium a. c. | fuisset] fuisset * a. c. || 10. qualem successum – non molituros] aut si hoc ausus fuisset idque tanta cum confidentia ut post multas difficultates superatas judicium imperatoris procuraret neque tum quidem minis imperatoris (sed del.) deterreretur sed synodum amplissimam semel atque iterum ea de re convocari efficeret (effecerat a. c.) atque (* a. c.) Athanasium ab ipso tandem Imperatore condemnari (atque del.) et haec omnia, cum imperator Meletianos ab initio suspectos haberet, tanquam homines schismaticos in concilio Nicaeno oppressos, (atque add.) adeo concilio ejusque propugnatoribus infensos? Viderit lector quomodo hujusmodi homines suspectissimi, nulla fulti veritate, sed ad fraudem compositis accusationibus, iisque a principalibus accusationibus in conspectu multorum testium patefactis (patefactare a. c. ut uid.) (potuere del.) ingentem (contra del.) (illam add.) factionem Athanasianam auspiciis imperatoriis erectam, (confidenter add.) aggredi, tandemque subvertere potuere a. c. | conjuratione] accusatione a. c. || 11. eo faciebant] adhaerebant a. c. | istud] add. || 12. confessionem... scriptam] literas... scriptas a. c. || 13. certe] certe ist* a. c. | imperator] add.

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(9) Y de nuevo, después de que Isquiras, con el conocimiento de sus amigos, que apoyaban a Atanasio, hubiera enviado a éste una confesión de soborno firmada con su propia mano ante tantos testigos, y esto después de que también Pisto lo hiciera, ¿con qué desvergüenza, pregunto, se habría atrevido el mismo Isquiras, aunque fuera el más desvergonzado de los mortales, a renovar sus acusaciones contra Atanasio como si nunca hubiera confesado nada? (10) ¿Qué clase de éxito esperaban los melecianos de una conjura descubierta de ese modo? (11) Especialmente cuando el emperador y cuantos obraban con él sospechaban de ellos desde el comienzo por considerarlos cismáticos vencidos en el Concilio de Nicea y que, en consecuencia, no iban a dejar de tramar algo contra el concilio y sus defensores. (12) Además, cuenta Atanasio en la Apología que esta confesión de Isquiras estaba escrita antes y después de que el emperador juzgase la causa en Psamatia. (13) Pero si hubiese estado compuesta entonces y el emperador hubiese tenido noticia de ella, sin duda él mismo habría hecho mención de ella en las cartas que en esos tiempos escribió a los egipcios en favor de Atanasio, dado que esto hubiera sido con mucho un argumento más claro y más poderoso contra los acusadores de Atanasio que aquello de la «acrobática acusación de personas»,131 que es lo único en lo que el emperador

 Cf. 112, 22.

131

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imperator insistit. (14) Rectius igitur dixeris confessionem istam compositam fuisse sub initio Concilii Tyri et majorem antiquitatem non nisi post multos annos ei ascriptam. (15) Sed et ipsius confessionis compositio inartificiosa est et inepta. In ea enim dicitur Ischyras vim passus ab Isaaco, Heraclide, altero Isaaco et sociis, atque verberibus caesus, et sic ad Athanasium calumniandum eorum vi addactus. (16) Atqui soleantne homines vi et verberibus falsos testes comparare, annon potius blanditiis et muneribus? (17) Quisquis aliquem verberat, ex eo non socium conciliorum sed hostem expectet.

[f. 112r]

(18) Denique ex conclusione confessionis fraus manifestatur. (19) Ea sic concludit: «Tradidi autem manum meam tibi episcopo Athanasio in praesentia presbyterorum Ammonae Dicellae, Heraclide Phasci», etc. (20) Ex his verbis patet auctorem confessionis subscriptiones istas Ammonae, Heraclidis et caeterorum subjunxisse ad fidem impetrandam confessioni ac demonstrandum quod ea scripta fuit manu ipsius Ischyrae. (21) / Sed ad cujus fidem impetrandam? An Athanasii? Certe non. (22) Soleantne accusati absolutionem spernere vel fidem testibus se absolventibus difficulter adhibere? (23) Soleantne testes solliciti esse de fide eorum quos absolvunt? (24) Qui pro aliquo affert testimonium nunquam sollicitus est de fide ejus pro quo testimonium affert, sed de fide aliorum apud quos ipse cupit hunc per suum testimonium absolvi. (25) Non igitur adjecti sunt testes ad impetrandam fidem Athanasii, sed ad impetrandam fidem aliorum apud quos autor confessionis cuperet Athanasium purgari. (26) Proinde auctor iste alius fuit ab Ischyra. (27) Hic enim confessionem ad placandum Athanasium et

Yah. 19 144. 14. majorem] majorem ei a. c. || 15. ipsius] ipsius epis a. c. | ab Isaaco] ab Heraclide Isaaco a. c. || 16. homines] add. || 20. confessionis] epistolae a. c. | impetrandam confessioni] faciendam confessioni a. c. | Ischyrae] Ischyrae. At hoc non potuit esse concilium Ischyrae ad impetrandam fidem Athanasii Ischyras enim nosset (novit a. c.) Athanasium nihil magis expetere nihil promptius amplecti quam ejusmodi confessionem atque difficultatem non esse in fide ejus (impetranda sed in gratia consequenda pe del.) a. c. || 22. vel fidem] soleant a. c. || 24. affert testimonium] testimonium affert a. c. | nunquam] scripsi : iter. leg. || 25. ad impetrandam fidem Athanasii sed] iter. a. c. || 26. alius fuit ab Ischyra] non fuit Ischryas a. c.

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insiste. (14) Así que dirías más correctamente que esa confesión fue escrita al comienzo del Concilio de Tiro y que sólo después de muchos años se le atribuyó mayor antigüedad. (15) Pero es que también la composición de la propia carta está falta de ingenio y es torpe. En efecto, en ella se dice que Isquiras sufrió violencia de parte de Isaac, Heraclides, el otro Isaac y sus aliados, y fue azotado, y así fue obligado por la violencia de éstos a calumniar a Atanasio. (16) ¿Es que suele la gente comprar falsos testigos con violencia y flagelaciones, y no más bien con lisonjas y regalos? (17) Quienquiera que azota a alguien, que no espere por ello a un aliado de sus propósitos, sino a un enemigo. (18) Finalmente, el fraude se manifiesta en la conclusión de la confesión. (19) Concluye ésta así: «Te he dado mi mano, obispo Atanasio, en presencia de los presbíteros Amonas de Dicela, Heraclides de Fasco», etc. (20) Por estas palabras queda claro que el autor de la carta de confesión añadió estas firmas de Amonas, Heraclides y los demás para obtener crédito para la confesión y demostrar que había sido escrita de mano del propio Isquiras. (21) ¿Pero para obtener el crédito de quién? ¿De Atanasio? No, sin duda. (22) ¿Es que suelen los acusados despreciar una absolución, o mostrarse reacios a prestar crédito a testigos que le ofrecen la absolución? (23) ¿Suelen los testigos preocuparse de obtener crédito ante aquellos a quienes absuelven? (24) Quien presta testimonio en favor de alguien nunca está preocupado de su crédito ante aquél por quien presta testimonio, sino del crédito de otros ante los cuales desea éste que aquél sea absuelto.(25) Así que no se añadieron testigos para lograr el crédito de Atanasio, sino para lograr el crédito de otros ante los cuales el autor de la confesión desearía que Atanasio se viera libre de culpa. (26) Por ello, ese autor fue otro distinto de Isquiras. (27) En efecto, éste finge que ha escrito la confesión para aplacar a Atanasio y con-

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[f. 113r]

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communionem ejus consequendam scripsisse fingitur, atque adeo non nisi de fide Athanasii sollicitus esse posset. (28) Sed et epistolas a nobis scriptas esse nunquam confirmamus testibus. (29) Veritatem eorum quae scribimus possumus quidem testibus confirmare, atque ita potuit Ischyras de vi sibi ab Isaacis duobus, Heraclide et sociis illata, non absurde testes in epistola citasse; sed quod quisquam sua manu epistolam aliquam scripsit testibus confirmare prorsus abhorret ab usu. (30) Nemo dubitat unquam de auctore epistolae acceptae, nisi forsan ubi fides sibi in damnum cedere possit, quod non fuit causa Athanasii. (31) Nemo mittens epistolam suspicatur accipientem de se auctore dubitaturum esse, nisi hoc sibi prius significetur et postuletur ut signo aliquo ostendat se epistolam scripsisse, quod non fuit causa / Ischyrae. (32) Testes igitur hic adjicere alienum fuit a rei natura et non nisi commentum imperitorum hominum, qui non aliter sperabant epistolam pro legitima venditari posse. (33) Sed fingamus Athanasium aegre crediturum fuisse epistolae, atque hoc Ischyrae innotuisse eumque propterea sollicitum fuisse de fide Athanasii. (34) Talia quidem fingere absurdum est, sed fingamus tamen. (35) Anne igitur Ischyras epistolam testibus confirmaret? Certe non. (36) Qui cum Athanasio non ita pridem collocutus fuerat, non opus habuit testibus, sed partem aliquam colloquii istius circumstantiamve commemorando signum certissimum dare posset, quod is ipse qui istorum conscius erat epistolam scripsit. (37) Cum igitur Ischyras initio epistolae istiusmodi nonnulla commemoret quae ad suspicionem Athanasii tollendam sufficere possent, et plura

Yah. 19 144. 27. communionem] scripsi : commuionem leg. || 28. sed et] sed et confessio illa epistola fuit a. c. | epistolas] epistolas vero a. c. | a nobis scriptas esse] add. || 29. scripsit] scripsi : scipsit leg. || 30. fides] damnum a. c. || 31. mittens] scripsi : mettens leg. | suspicatur] suspicatur auctor a. c. | scripsisse] scripsi : scipsisse leg. || 32. commentum] commentum per a. c. || 35. certe non] certe non fidem scripto ficilius (sic) impetrare posset a. c. : neutiquam fidem scripto facilius impetrare posset a. c. || 36. circumstantiamve] add. : vel circumstantiam a. c. | qui istorum conscius erat] scr a. c. || 37. Ischryas initio epistolae] igitur in Ischyras initio auctor epistolae nonn a. c. | istiusmodi] add. | quae ad suspicionem Athanasii tollendam sufficere possent et] quae ipse inter se et Athanasium in colloquio isto (ut fingitur) (commemorat del.) intercesserant et a. c.

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seguir su comunión, y en ese sentido no podría estar preocupado sino del crédito de Atanasio. (28) Pero nunca confirmamos con testigos que una carta ha sido escrita por nosotros. (29) Podemos, sí, confirmar la verdad de lo que escribimos con testigos, y así no habría sido inoportuno que Isquiras citase testigos de la violencia que le hicieron los dos Isaac, Heraclides y sus aliados; pero se aparta completamente de lo habitual que alguien confirme con testigos que ha escrito una carta con su propia mano. (30) Nadie duda nunca del autor de una carta que ha recibido, a no ser acaso cuando el crédito le podría parar en daño, que no era el caso de Atanasio. (31) Nadie, al enviar una carta, sospecha que quien la recibe va a dudar de que él sea el autor, a no ser que éste se lo haga saber antes y le pida que muestre con algún signo que ha escrito él la carta, que no era el caso de Isquiras. (32) Así que añadir aquí testigos era algo ajeno a la naturaleza de la acción y no fue sino un invento de personas poco hábiles que no esperaban poder divulgar la carta como auténtica de otra forma. (33) Pero supongamos que Atanasio iba a creer la carta con dificultad, y que esto había llegado al conocimiento de Isquiras y por ello estaba éste preocupado por obtener el crédito de Atanasio. (34) Sin duda es absurdo suponer algo así, pero supongámoslo de todas formas. (35) ¿Iba, pues, Isquiras a confirmar la carta con testigos? Sin duda no. (36) Dado que había hablado con Atanasio hacía no tanto tiempo, no tenía necesidad de testigos, sino que con la mención de alguna parte de esa conversación o de alguna circunstancia podría dar una señal segurísima de que él mismo, que conocía esos detalles, era el que escribía la carta. (37) Así que, puesto que Isquiras al comienzo de la carta hace mención de algunos detalles de este tipo que podrían haber bastado para quitarle la sospecha a Atanasio,

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magisque particularia commemorare potuisset si de fide Athanasii dubitasset, superfluum omnino fuit testes adjicere et consiliis Ischyrae neutiquam consentaneum, sed iis potius tribuendum qui opus habebant testibus, hoc est qui fidem ambiebant, non Athanasii eorumve qui ab ore Athanasii pendebant, sed aliorum qui sine testibus epistolam pro genuina aegre agnoscerent. [f. 114r]

(38) Quin et alia ratione non tantum superfluum fuit testes adjicere, sed et alienum a scopo epistolae. (39) Qui dubitantem adire potest et viva voce scriptum suum agnoscere, non opus habet testibus neque de iisdem sollicitus esse solet, nisi forte scriptum testibus confirmare mallet quam dubitantem adire. (40) At Ischyras certe juxta tenorem epistolae nihil magis ambiebat quam ut adiret Athanasium et, rebus suis cum eo tandem compositis, reciperetur in favorem et communionem. (41) Hic enim scopus fuit epistolae. (42) Quamobrem epistolam ita composuisset, ut Athanasius ea non obstante opus haberet ejus colloquio, adeoque testes de industria omisisset, imo et confessionem suspendisset ejusque spem potius fecisset, ut Athanasius vivo ejus testimonio magis indigeret et ambiret. (43) Aut si forte Ischyras minus speraret se per propriam epistolam accessum ad Athanasium impetrare posse, subscriptiones clericorum Mareoticorum neutiquam comparasset, sed postulasset potius ut hi etiam scriberent et propriis epistolis pro se intercederent apud Athanasium.

Yah. 19 144. 37. commemorare] * commemorare a. c. | superfluum omnino – potius tribuendum] adjectio testium (ad fidem Athanasii del.) ad fidem impetrandam Athanasii eorumque qui ab ore Athanasii pendebant superflua fuit et non eo (ideo a. c.) fine ab Ischyra facta, sed ab aliis istius (add.) a. c. | testibus] hujusmodi testibus ad a. c. | hoc est] hoc est ab iis a. c. | qui] apud quos a. c. | sine testibus epistolam] epistolam sine testibus a. c. | agnoscerent] agnosceret a. c. || 38. quin] quin imo testes adjicere alienum erat (fuit a. c.) a scopo epistolae. Ambiebat enim Ischyras * amicitiam et communionem Athanasii ut fingitur. Et ad hanc obtinendam a. c. : cum enim Ischyras amicitiam et communionem Athanasii per epistolam illam ambiret certe nihil magis desiderare posset quam ut in colloquium veniret cum Athanasio siquidem eo pacto et non aliter res suas cum eo componeret speraret. Quin * a. c. || 40. juxta tenorem epistolae] add. | eo tandem] add. | favorem] gratiam a. c. || 42. colloquio] colloquio et vivum ejus a. c. | omisisset] omisisset ut a. c. | imo] at a. c. || 43. scriberent] scriberet a. c.

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y habría podido mencionar más cosas y más particulares si hubiera dudado del crédito de Atanasio, añadir testigos era absolutamente superfluo y en nada acorde a los propósitos de Isquiras, sino que más bien hay que atribuírselo a quienes tenían necesidad de testigos, es decir, quienes buscaban crédito, no de Atanasio ni de quienes estaban a las órdenes de Atanasio, sino de otras personas que sin testigos a duras penas iban a reconocer la carta como auténtica. (38) Es más, también por otra razón no sólo fue superfluo añadir testigos, sino incluso ajeno a la finalidad de la carta. (39) Quien puede ir a ver al que duda y dar fe de su escrito de viva voz no tiene necesidad de testigos ni suele preocuparse por ellos, a no ser que por algún azar prefiriese confirmar su escrito con testigos en vez de ir a ver al que alberga dudas. (40) Pero sin duda Isquiras, de acuerdo con el tenor de la carta, no buscaba más que ir junto a Atanasio y, resueltos finalmente sus asuntos con él, ser recibido en su favor y comunión. (41) En efecto ésta era la finalidad de la carta. (42) Debido a ello, habría compuesto ésta de forma que Atanasio, a pesar de ella, tuviera necesidad de hablar con él, y en consecuencia habría omitido testigos conscientemente; es más, incluso habría dejado en suspenso la confesión y más bien la habría sugerido, para que Atanasio necesitara y buscase más ese testimonio vivo. (43) O si por casualidad Isquiras hubiera tenido poca esperanza de conseguir llegar hasta Atanasio mediante su propia carta, en absoluto se habría procurado las firmas de los clérigos de Mareótide, sino que más bien les hubiera pedido a éstos que también escribiesen e intercedieran por él ante Atanasio con sus propias cartas.

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(44) Denique haec epistola absurdior et magis suspecta redditur ex multitudine testium. (45) Cur quaeso undecim adjecti sunt cum duo tresve ad Athanasium persuadendum sufficere possent? (46) Certe viri scelera tam foeda confitentis pudor et modestia testes quam paucissimos adhibendos esse moneret.

[f. 115r]

145. (1) Omni igitur ex parte aliena est haec epistola a causa Ischyrae, eique inneptissime tribuitur; cum consiliis vero amicorum Athanasii optime quadrat. (2) Hi utique cum viderent epistolam quam prius Arsenio adscripserant male succedere, hanc Ischyrae testibus quamplurimis confirmandam esse duxerunt, neutiquam / animadvertentes quam absurdum fuerit hujusmodi epistola Ischyrae tribuere, sed hoc unicum agentes, ut tot clericorum testimoniis fidem ei facerent. 146. (1) Interim cum epistola illa fingi non posset nisi consciis illis quorum nomina suscripta reperiuntur, hinc satis liquet clericos Mareoticos qui Athanasio adhaerebant conjurationem iniisse et causam Athanasii mendaciis fraudibusque defendendam suscepisse. (2) Nec mirum, cum hi ipsi in praecedente epistola quam ad Concilium Tyri scripsere confessi fuerint se in Athanasii comitatu haesisse ubi poculum fractum et mensa subversa dicebatur, adeoque scelerum socios fuisse propriamque causam aeque ac illam Athanasii egisse. 147. (1) In eadem epistola clamitant hi presbyteri Mareotici testes a Theogonio et sociis ita institutos fuisse, ut quae ipsi vellent loquerentur; neminem ex populo quicquam contra Athanasium locutum fuisse, nisi terrore Philagrii, Aegypti praefecti, importunitateque Arianorum vehementer instantium victi coactique fuissent ad ea facienda quae ipsis liberet; se rejectos, eosque quos idoneos putabant ad calumniam instruendam receptos esse, qui metu Philagrii praefecti in partes eorum concesserant; et episcopos

Yah. 19 144. 44. testium] testium. Si Athanasius manum Ischyrae nesciret a. c. || 45. undecim adjecti – persuadendum] non duo tresve a. c. || 145. 2. prius] add. | tot clericorum testimoniis] testimoniis tot clericorum a. c. || 146. 1. causam] ob a. c. ut uid. || 2. aeque] iter. a. c. | egisse] *** a. c. || 147. 1. a Theogonio et sociis] ab Ario **** a. c. | neminem] et neminem a. c. | se rejectos] et (ut uid.) se rejectos esse a. c.

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(44) Finalmente esta carta se vuelve más absurda y más sospechosa por la cantidad de testigos. (45) ¿Por qué, pregunto, se añadieron once, si dos o tres habrían podido bastar para convencer a Atanasio? (46) Sin duda el pudor y la mesura de un hombre que confesaba crímenes tan vergonzosos le habrían aconsejado a valerse de los menos testigos posibles. 145. (1) Así que se mire por donde se mire esta carta es ajena a la causa de Isquiras y se le atribuye de la forma más torpe; en cambio, cuadra a la perfección con los propósitos de los amigos de Atanasio. (2) Éstos, sin duda, al ver que la carta que antes le habían atribuido a Arsenio no tenía éxito, creyeron que debían confirmar ésta de Isquiras con los más testigos posibles, sin darse cuenta en absoluto de lo absurdo que sería atribuirle una carta de este tipo a Isquiras, sino centrándose únicamente en darle credibilidad con los testimonios de tantos clérigos. 146. (1) Entre tanto, dado que aquella carta no podría haberse inventado sin la complicidad de aquellos cuyos nombres se encuentran en la firma, se evidencia suficientemente que los clérigos de Mareótide que apoyaban a Atanasio habían formado una conjura y habían emprendido la defensa de la causa de Atanasio con mentiras y fraudes. (2) Y no es de extrañar, dado que estos mismos habían confesado en la carta precedente escrita al Concilio de Tiro que ellos habían formado parte del séquito de Atanasio cuando se decía que habían roto el cáliz y volcado la mesa, y en consecuencia eran cómplices de los crímenes y defendían su propia causa al mismo tiempo que la de Atanasio. 147. (1) En la misma carta denuncian estos presbíteros de Mareótide que los testigos habían sido instruidos por Teogonio y sus aliados de tal manera que dijesen lo que éstos querían; que nadie del pueblo habría dicho nada contra Atanasio si no hubieran sido vencidos y obligados a hacer lo que a éstos les apetecía por el terror a Filagrio, prefecto de Egipto, y la insistencia de los arrianos, que los instaban con vehemencia; que a ellos los habían expulsado y habían recibido a los que consideraban idóneos para construir la calumnia, gente que por miedo al prefecto Filagrio se había pasado a su par-

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[f. 116r]

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praesidio Philagrii et armorum terrore ea confecisse quae voluerunt. (2) Quae omnia perinde sunt ac si dixissent Ischyram, ubi cum sex episcopis iter suscepit in Aegyptum, consilia sua in testibus non tum paratis sed postea vi et armis praefecti cogendis et comparandis fundasse, quo nihil durius et absurdius effingi possit. (3) Testes vero nullos fuisse coactos sed libere testimonia dedisse ex eo satis constat, quod a praefecto et episcopis examinati sunt in conspectu populi. (4) Aderant / enim tam gentiles et Judaei quam Christiani, ut Julius papa ex Actis Tyriis commemorat. (5) Neque quemquam e testibus subornatum esse vel vi coactum defensores Athanasii postea probare potuerunt vel (quantum scio) probandum susceperunt. (6) Neque quae scirent locuti sunt clerici Mareotici sed quae vehementia passionis ingesserat. (7) Aberant enim ubi testes examinati sunt et inde de gestis illis generaliter tantum loquuntur, nullam testis coacti vel subornati instantiam afferre et exponere valentes. 148. (1) Objiciunt praeterea hi presbyteri quod e testibus aliqui non erant de Ecclesia, seque semotos dicunt ne hos indicarent. (2) Quam objectionem Julius papa explicans ait gentiles et catechumenos de corpore et sanguine Christi interrogatos fuisse. (3) Sed qualis haec objectio? (4) Si quaestio revera fuisset de mysteriis Christianorum, nefas fuisset exteros interrogare. (5) Sed quaestio fuit de facto. (6) Certe non interrogati sunt gentiles de consecratione et sanctitate ecclesiae, mensae et poculi, vel de natura mysteriorum quibus haec inserviunt, sed an aedes tali in loco diruta fuit in qua convenire solerent Christiani, an mensa aliqua in tali regione istius

Yah. 19 147. 4. Ath. Al. Apol. sec. 31, 1 147. 2. dixissent] Isch a. c. || 3. fuisse coactos] coactos fuisse a. c. || 5. postea] ex hoc tempore a. c. : ex hoc a. c. | potuerunt] potuerunt unquam a. c. | quantum scio] add. || 6. vehementia] suspicio et vehementia a. c. | ingesserat] inge a. c. : ingesserant a. c. || 7. ubi testes examinati sunt et inde] et eorum quae gesta fuerant notitiam non habebant unde factum est quod a. c. | et2] ex a. c. || 148. 1. objiciunt] contra testes a. c. | e testibus aliqui] aliqui eorum a. c. | de] ex a. c. ut uid. || 4. si quaestio] * si quaestio a. c. | mysteriis] corpore et sanguine Christi vel de fide aut disciplina a. c. : myste a. c. || 6. sunt gentiles] sunt gentiles an * domus ** aedes * diruta fuerit altare ** Dei vere sacrum vel (an add.) poculum Deo vere consecratum (fuerit add.) ad celebranda vera mysteria a. c. | ecclesiae, mensae et poculi vel] ecclesiae dirutae mensae subversae et poculi confracti sed a. c. | an1] add. | in qua] ubi a. c.

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tido; y que los obispos hicieron lo que ellos quisieron por la guarnición de Filagrio y el miedo a las armas. (2) Todo lo cual es como si dijeran que Isquiras, cuando emprendió el camino a Egipto con los seis obispos, había basado sus propósitos en testigos que todavía no había buscado, sino que habría que procurarse y reunir después por la fuerza y las armas del prefecto: y no se podría inventar nada más forzado y absurdo que esto. (3) En cambio, que no se obligó a ningún testigo, sino que dieron sus testimonios libremente, consta de sobra por el hecho de que fueron interrogados por el prefecto y los obispos públicamente. (4) Estaban presentes tanto paganos como judíos y cristianos, según menciona el papa Julio basándose en las Actas de Tiro. (5) Y que alguno de los testigos hubiera sido sobornado u obligado por la fuerza, los defensores de Atanasio no pudieron después probarlo ni, por cuanto sé, ni siquiera se propusieron probarlo. (6) Y tampoco dijeron los clérigos de Mareótide lo que sabían, sino lo que les inspiraba su vehemente apasionamiento. (7) En efecto, estaban lejos de donde se había interrogado a los testigos y por ello sólo hablan de forma general de aquellos hechos, sin poder aducir ni explicar ningún ejemplo de testigo obligado o sobornado. 148. (1) Objetan además estos presbíteros que algunos de los testigos no eran de la Iglesia, y dicen que ellos habían sido excluidos para que no señalasen a éstos. (2) Y desarrollando esta objeción el papa Julio dice que habían interrogado a paganos y a catecúmenos sobre el cuerpo y la sangre de Cristo. (3) ¿Pero qué clase de objeción es ésa? (4) Si la cuestión hubiese sido realmente sobre los misterios de los cristianos, habría sido sacrílego interrogar a externos. (5) Pero la cuestión fue sobre un hecho. (6) Sin duda los paganos no fueron interrogados sobre la consagración y la santidad de la iglesia, de la mesa y el cáliz, o sobre la naturaleza de los misterios para los que éstos sirven, sino si había sido derruido en tal lugar un edificio en el que solían reunirse los cristianos, si alguna mesa había sido vol-

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[f. 117r]

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aedis subversa et an poculum ibidem confractum, atque quibus circumstantiis haec subversa et confracta sunt. / (7) Horum autem testes esse possent quotquot aderant, gentiles aeque ac Christiani, haeretici aeque ac orthodoxi. (8) Aderat autem omne genus hominum. (9) Nam testatur Epiphanius ex calice confracto consecuta esse jurgia et pugnas, et in ejusmodi tumultibus adesse solet confusa multitudo. (10) Et non religio cujusvis sed perfidia irritum facit testimonium de facto. (11) Aut si religio objicienda sit, hoc ipso tolletur testimonium clericorum Mareoticorum, quippe qui Athanasio adhaerebant docenti cum Paulo Samosateno Filium esse internam illam sapientiam et rationem Patris, a qua Pater denominatur sapiens et rationalis. 149. (1) Dum haec geruntur Mareotae, Athanasius de aliis praeterea criminibus accusatur: «ut quod Ischyram», ait Sozomenes, «saepenumero in vinculis detinuisset, eumque calumniatus apud Hyginum, praefectum Aegypti, quod imperatoris imagines saxis appetierat, in carcerem trudi fecisset; (2) Callinicum vero episcopum Ecclesiae catholicae apud Pelusium, qui cum Alexandro collectas celebraverat, deposuisset, eo quod communicare cum ipso recusaverat, nisi prius de mystico poculo quod confractum ab ipso suspicio erat

Yah. 19 149. 1-8. Soz. HE 2, 25, 3-7 148. 6. quibus circumstantiis] qua praeterea fuerit forma et figura *** eorundem et quomodo quove tempore et a quibus personis a. c. | subversa] gesta sunt a. c. || 7. orthodoxi] orthodoxi quandoquidem non religio cujusvis sed perfidia solummodo testimonium de facto i* reddit invalidum a. c. : non enim religio cujusvis sed perfidia irritum facit testimonium de facto a. c. || 8. aderat] aderant a. c. || 9. ejusmodi] add. | tumultibus] tumultibus autem a. c. | multitudo] multitudo. (Et non religio cujusvis sed perfidia tantum testimonium de facto reddere potest invalidum. Si quemvis e testibus [aliquando add.] perfidum fuisse ostendere potuissent ita ut testimonium ejus del.) de facto ne quidem in causis (in quaestionibus del.) civilibus (de facto del.) deinceps (nil del.) valeret merito fuissent audiendi sed dum ** religionem solummodo objectant ut (inepti *** del.) cavillatores jure (merito **** reprimuntur [ut uid.] sunt rejecti sunt repudiati sunt siquidem ejusmodi quaestiones non de facto non pendeant ex del.) veritate (religionis sed ex sensu. Cum itaque del.) a. c. || 11. hoc ipso] certe hoc ipso a. c. | Athanasio] Atha**nasio a. c. | cum P. Samosateno] add. | denominatur] **** a. c. || 149. 1. Athanasius] Athanasius Tyri a. c. || 2. communicare cum ipso] cum ipso communicare a. c.

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cada en tal sitio de ese edificio y si ahí mismo se había roto un vaso, y en qué circunstancias se habían volcado y roto estas cosas. (7) De esto podrían ser testigos todos cuantos hubiera presentes, tanto paganos como cristianos, tanto herejes como ortodoxos. (8) Y estaba presente toda clase de gente. (9) Pues da fe Epifanio de que tras la ruptura del cáliz siguieron riñas y peleas, y en esa clase de tumultos suele haber una muchedumbre confusa. (10) Y no es la religión de alguien sino su perfidia lo que invalida el testimonio acerca de un hecho. (11) O, si hay que objetar la religión, por eso mismo que se quite el testimonio de los clérigos de Mareótide, ya que eran partidarios de Atanasio, quien creía junto con Pablo de Samósata que el Hijo es aquella sabiduría interna y la razón del Padre por la que el Padre es llamado sabio y racional. 149. (1) Mientras esto se llevaba a cabo en Mareótide, se presentan además contra Atanasio otras acusaciones: «como que en numerosas ocasiones», dice Sozómeno, «había apresado y detenido a Isquiras y había hecho que lo encerrasen en la cárcel denunciándolo ante Higino, prefecto de Egipto, con la calumnia de que había atacado con piedras las estatuas del emperador; (2) que a Calinico, obispo de la Iglesia católica en Pelusio, que había celebrado asambleas con Alejandro, lo había depuesto porque se había negado a mantener la comunión con él si no le ofrecía antes una aclaración satisfactoria acerca del cáliz místico que se sospechaba que había

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[f. 118r]

[f. 119r]

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sibi satisfactum fuisset; (3) et Marco cuidam, qui presbyterii dignitate / exutus fuerat, Ecclesiam Pelusii regendam commisisset, ipsum vero Callinicum militarem custodiam et tormenta ac judicia subire fecisset. (4) Euplus praeterea, Isaac, Achillas et Hermem, partis Joannis, eum de verberibus illatis accusabant. (5) Omnes porro in commune ei objectabant quod quorundam perjurio ad episcopatum pervenisset, cum omnes episcopi inter se pepigissent neminem ordinandum esse priusquam jurgia quae inter ipsos erant diremissent. (6) Et ipsos quidem ab eo deceptos, idcirco a communione ejus recessisse; illum vero nequaquam dignatum esse ipsis satisfacere, sed vi ipsos cogere et in carcerem conjecisse... (7) Et ex numero eorum qui amici putabantur insperati prodibant accusatores. (8) Lectus est etiam libellus popularium acclamationum, quasi plebs Alexandriae propter illum ad ecclesiam convenire detrectaret» (Sozom. l. 2, c. 25). (9) Accusatus est praeterea Athanasius quod diebus sacratissimis Paschae tyrannico more saeviit, ducibus atque comitibus junctus, qui propter ipsum aliquos in custodiam recludebant, aliquos vero verberibus flagellisque vexabant, caeteros diversis tormentis ad communionem ejus sacrilegam adigebant (nec actus commissi ab innocentibus unquam fuerant), sperans hoc modo suos suamque praevalere posse factionem, ut per duces et judices perque carceres ipsos, verbera diversaque tormenta invitos ad communionem suam cogeret, nolentes adigeret, repugnantes atque resistentes sibi tyranni eo more terreret (Epist. Concil. Sardicens. Orient. apud Baron. an. 347 § 79). (10) Denique accusatus est quod ad Concilium Caesariense anno superiori ab imperatore ut causam diceret citatus, et auctoritatem concilii / et imperatoris mandata contumax et rebellis contempserat.

Yah. 19 149. 1-8. Soz. HE 2, 25, 3-7 || 9. Baron. Ann. 3, 347, 79 149. 4. Hermem] Hermem episcopi a. c. || 5. pervenisset] pervenisset **** a. c. | inter se pepigissent – diremissent] prius consensissent ut nullus ordinaretur qui non prius objecta sibi crimina coram ipsis diluisset a. c. || 6. conjecisse] scripsi : conjicisse leg. ut uid. : conjicere a. c. || 7. et ex numero – accusatores] add.

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roto. (3) Y que había encomendado el gobierno de la Iglesia de Pelusio a cierto Marcos, a quien habían privado de la dignidad de presbítero, mientras que al propio Calinico le había hecho sufrir custodia militar, tormentos y juicios. (4) Además Euplo, Isaac, Aquilas y Hermes, del partido de Juan, lo acusaban de haberlos azotado. (5) Por añadidura, todos en común lo acusaban de haber llegado al obispado por el perjurio de algunos, a pesar de que todos los obispos habían acordado entre sí que no había que ordenar a nadie hasta que no se dirimieran los conflictos que había entre ellos. (6) Y que ellos se habían apartado de su comunión porque él los había engañado, pero en cambio él no se había dignado disculparse de ningún modo, sino que los obligaba por la fuerza y los arrojaba a la cárcel... (7) Y del número de quienes creía amigos salían inesperados acusadores. (8) Se leyó también el escrito de las aclamaciones populares, como si la plebe de Alejandría hubiese rechazado por su causa reunirse en la iglesia» (Sozóm. l. 2, c. 25). (9) Fue acusado además Atanasio de ensañarse como un tirano durante los días santísimos de la Pascua, en unión de generales y oficiales que a sus órdenes ponían a algunos en prisión, vejaban a otros con azotes y látigos y empujaban a los demás con diversos tormentos a la sacrílega comunión con él (y los inocentes no habían cometido crimen alguno), con la esperanza de que de esa manera podrían prevalecer los suyos y su facción: a saber, obligándolos a acceder a su comunión contra su voluntad mediante generales, jueces y las propias cárceles, mediante flagelaciones y tormentos diversos, imponiéndosela sin su consentimiento, aterrorizando de esa manera tiránica a los que lo rechazaban y se le resistían (Epíst. Concil. Sárd. Orient. en Baron. an. 347 § 79). (10) Finalmente fue acusado de que el año anterior, cuando había sido citado por el emperador en el Concilio de Cesarea para defender su causa, había despreciado contumaz y rebelde tanto la autoridad del concilio como los mandatos del emperador.

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[f. 118v] [f. 120v]

[f. 121r]

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150. (1) «Interim sex episcopi oculata fide cuncta aspicientes atque vera cognoscentes ad concilium ex Aegypto redeunt et Athanasii crimina quae ab accusatoribus objiciebantur suo testimonio vera confirmant. (2) Unde in Athanasium dignam pro criminibus sententiam dicunt, propter quod Tyro fugiens imperatorem appellat» (Epist. Concil. Sardicens. Orient. apud Baron. an. 347 §. 80). / (3) «Synodus autem episcopatum ei abrogavit interdixitque ne posthac Alexandriae habitaret, ne forte, / ut aiebant, tumultus ac seditiones illic agens excitaret. (4) Joannem vero et eos qui cum illo erant, tanquam injuste vexatos, in communionem recepit, suumque in clero gradum singulis restituit. (5) Deinde gesta imperatori significant et ad omnes ubique episcopos scribunt ne communione jungantur cum Athanasio, neve ad eum literas (6) plures episcopi Tyrum convenissent, ipse ultitudine advenisset et turbas ac sedi excitaret, nunc quidem objectis cri, nunc singulos episcopos , ora 132 151. (1) «tirio del Salvador, que el religiosísimo emperador edificó para Dios, rey de todas las cosas, y su Cristo, (2) la carta del mismo religiosísimo emperador nos causó, por la gracia de Dios, una mayor alegría en nuestros ánimos, pues con ella, exhortándonos a lo que convenía, expulsó toda la malquerencia de la Iglesia de Dios y alejó todo el odio, por cuya causa los miembros de Cristo habían estado en discordia; y él fue el responsable de que con ánimo sencillo y sereno acogiésemos a los arrianos, a los que por algún tiempo la malvada envidia había mantenido fuera de la Iglesia. (3) Y en su carta el emperador queridísimo a Dios da testimonio de la rectitud de la fe de esos hombres, fe de la que antes había oído y que luego escuchó él mismo de viva voz por ellos, y una vez escuchada la aprobó y nos manifestó el hecho, adjuntando a su propia carta un escrito con las ortodoxas opiniones de esos hombres, que todos reconocimos que eran sanas y eclesiásticas. (4) Por esta razón nos animó a que aceptáramos a esos hombres y se unieran a la Iglesia de Dios, según sabréis vosotros por las copias de su carta que hemos enviado a vuestra piedad. (5) Y creemos que en vosotros mismos, como si recuperaseis miembros de vuestro propio cuerpo, se va a generar un gran gozo y alegría por este hecho, al reconocer y recibir en vuestras propias entrañas a quienes son hermanos y padres vuestros, pues os han sido restituidos no sólo los presbíteros arrianos, sino todo el pueblo, con toda la multitud que a causa de esos hombres estaba en discordia con vosotros desde

132  El folio 121 está arrancado. En la laguna, de la que cabe restablecer el final de la cita de Sozómeno y el principio de la carta del Concilio de Jerusalén con que comienza el siguiente capítulo, se habría debido mencionar el traslado de los obispos de Tiro a Jerusalén por orden de Constantino, con motivo de la consagración de la Iglesia del Santo Sepulcro. Este concilio además iba a rehabilitar a Arrio, ya reconciliado con el emperador. Cf. apartado 4.2.4, § 35, del estudio introductorio.

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[f. 123r] [f. 122v]

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(6) decetque vos, cognitis quae hic acta sunt quodque isti viri nobiscum communicaverunt et a tanta sacra synodo recepti sunt, quam promptissime eos, ut membra Ecclesiae coeant et in pace sint, consalutare, maxime quod promulgata et publice edita eorum fides indubitatam et apud omnes approbatam apostolicam traditionem / et doctrinam complectatur». / Haec episcopi ad Ecclesias. (7) Templum vero quod imperator Hierosolymis in loco passionis aedificaverat dedicant Sept. 13, Constantio et Albino css., A. C. 335 (ut docet Valesius in epistola de anastasi et martyrio, in calce Annot. in Euseb.). (8) «Ex eo vero tempore», inquit Sozomenes, «solemnem quotannis festivitatem admodum splendide Hierosolymitana celebrat Ecclesia, adeo ut baptismi quoque sacramenta eo die tradantur et per continuos septem dies collectae fiant, multique ex omni fere terrarum orbe conveniant qui hujus festivitatis tempore ad sacra loca perlustranda undique accurrunt» (Sozom. l. 2, c. 26).

[f. 123r]

152. (1) Fuit autem haec synodus / ipsa Nicaena major, Eusebius enim in Vita Constantini, ubi ex universis provinciis, Macedonia, Pannonia, Maesia, Bithynia, Cilicia, Cappadocia, Syria, Mesopotamia, Phoenice, Arabia, Palaestina, Aegypto, Libya, Thebaide, ipsa etiam Perside collectam commemoraverat, praecipuis cujusque provinciae episcopis coeuntibus, quos ex omnibus itidem provinciis innumerabilis hominum multitudo sequebatur, paulo post addit: (2) «Hanc omnium quas novimus maximam synodum secundam

Yah. 19 151. 7. Vales. Annot. in Eus. 1196D || 8. Soz. HE 2, 26, 4 151. 6. ad ecclesias] ad ecclesias. / His gestis episcopi (synodus a. c) dedicationem basilicae solenniter absolvunt (absolvunt idibus mensis septembris add.) (de tempore consule Valesi [Valesium a. c.] annot. in Euseb. Vit. [Vitam a. c.] Constant. l. 4, c. 45 in mg.) ac deinde domum revertuntur, Eusebio Caesariensi Constantinopolim denuo pergente, ubi imperatoris tricennalia panegyrico concelebrat quod extat in operibus ejus. (His gestis Concilium Hierosolymitanum dissolvitur add.) a. c. : ad ecclesias. / His gestis Synodus dedicationem basilicae concelebrat ac deinde missis (denuo reliquibus add.) Constantinopolim ubi Eusebius triennalia imperatoris panegyrico quod (* del.) concelebrat, singuli domum revertuntur in in (sic) imperatoris tricennalibus concelebrat (maxima cum solemnitate add.) ac deinde dissolvitur, Eusebio Caesariensi Constantinopolim denuo pergente, ubi a. c. || 6. ecclesias] Aegypti a. c. || 152. 1. Arabia] Arapia a. c. | quos ex omnibus – sequebatur] add. || 2. omnium] omnium inquit

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hacía tiempo; (6) y conviene que vosotros, una vez sabido lo que se ha llevado aquí a cabo y que esos hombres han entrado en comunión con nosotros y han sido acogidos por tan gran sínodo sagrado, los saludéis lo antes posible para que se unan como miembros de la Iglesia y estén en paz, especialmente porque su fe, promulgada y dada a la luz pública, abraza la tradición y la doctrina apostólica nunca puesta en duda y aprobada por todos». Esto escribieron los obispos a las Iglesias. (7) Por lo demás, el templo que el emperador edificó en Jerusalén en el lugar de la Pasión lo consagran el trece de septiembre bajo el consulado de Constancio y Albino, en el año 335 (según informa Valesio al final del comentario a la carta de Eusebio sobre la Resurrección y el Martirio). (8) «Desde aquel tiempo», dice Sozómeno, «la Iglesia de Jerusalén celebra cada año una solemne festividad de modo muy espléndido, tanto que incluso se celebran ese día sacramentos de bautismo, y durante siete días seguidos se celebran asambleas y se reúnen muchos de casi todo el mundo que acuden desde todas partes para visitar los santos lugares en las fechas de esa festividad» (Sozóm. l. 2, c. 26). 152. (1) Este sínodo fue mayor que el propio de Nicea. En efecto, Eusebio, en la Vida de Constantino, donde había mencionado la reunión de representantes de todas las provincias, de Macedonia, Panonia, Mesia, Bitinia, Cilicia, Capadocia, Siria, Mesopotamia, Fenicia, Arabia, Palestina, Egipto, Libia, Tebaida e incluso la propia Pérside, y que se reunieron los principales obispos de cada provincia, a los que acompañaba una innumerable multitud de personas asimismo de todas las provincias, añade un poco después: (2) «Éste, el mayor sínodo de todos los que conocemos, es el segundo que congregó el emperador,

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[f. 122v]

[f. 123r] [f. 122v]

[f. 123v]

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congregavit imperator Hierosolymis, post primam illam quam in urbe Bithyniae nobilissima collegerat [ταύτην μεγίστην ὧν ἴσμεν σύνοδον δευτέραν συνεκρότει βασιλεὺς ἐν αὐτοῖς Ἱεροσολύμοις, μετὰ τῆν πρώτην ἐκείνην, ἣν ἐπὶ τῆς Βιθυνῶν διαφανῶς πεποίετο πόλεως]» (Euseb. Vida Const. l. 4, c. 47). (3) Haec Eusebius, hoc ipso fere tempore quando per multitudinem testium per totum orbem sparsorum non licuit fingere. / (4) Ei adstipulator Constantinus, qui, cum 49 episcopi Aegyptii adhaererent Athanasio, hos pro nullis habuit prae multitudine reliquorum, ut ex subsequenti responso quod Antonio monacho datum est percipies. (5) Post multos vero annos Athanasiani concilium minuere, ita ut Socrates demum tradiderit non nisi sexaginta episcopos in eo convenisse. / (6) Alia quoque ratione Baronius concilium minuere conatur. (7) Cum enim Constantinus in literis ad patres Tyrios diceret se scripsisse ad quos patres isti vellent, ut coeuntes levarent eorum curas, infert Baronius synodum non generalem fuisse sed Arianorum delectu conflatam. (8) Verisimilior quidem est inferentia quam innumerae aliae ejusdem auctoris, at miror tamen quod sic infert. (9) Nam cum imperator sententiam prius dixisset pro Athanasio, non omnino probabile est ipsum propriam sententiam subdolis rationibus retrahi voluisse et opem suam in id contulisse. (10) Vidimus certe quantum succensuit synodo ob solam quam Athanasius injecit iniqui judicii suspicionem. (11) Paci praeterea Ecclesiarum et imperii apprime consulebat, quae ex conciliis subdola ratione collectis neutiquam speranda erat. (12) Adhaec neque Athanasius / neque scriptor quivis antiquus hoc objecit, quod tamen maximum fuisset argumentum contra hanc synodum et a contrariis Alexandriae, Romae et Sardicae Conciliis neutiquam omittendum, si modo locum habuisset. (13) Si non objectum est ab iis qui concilio interfuerant et optime intellexerant literas imperatorias vel cum

Yah. 19 152. 2. Eus. VC 4, 47, 1 || 5. Socr. Sch. HE 1, 28, 2 || 6-7. Baron. Ann. 3, 335, 3 152. 2. δευτέραν] δεύτεραν a. c. | per totum orbem sparsorum] toto orbe a. c. || 3. licuit] licuerit a. c.|| 7. Constantinus] scripsi : Constantinos leg. || 9. probabile est] probabile est quod a. c. || 12. scriptor] scripsi : sciptor leg. | synodum et] synodum et neutiquam omittendum a. c. | neutiquam] scripsi : netiquam leg. || 13. si non objectum] magis * a. c.

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en Jerusalén, después de aquel primero que había reunido en la muy noble ciudad de Bitinia [ταύτην μεγίστην ὧν ἴσμεν σύνοδον δευτέραν συνεκρότει βασιλεὺς ἐν αὐτοῖς Ἱεροσολύμοις, μετὰ τῆν πρώτην ἐκείνην, ἣν ἐπὶ τῆς Βιθυνῶν διαφανῶς πεποίετο πόλεως]» (Euseb. Vida Const. l. 4, c. 47). (3) Esto lo escribe Eusebio más o menos en ese mismo tiempo, cuando no le era posible inventárselo debido a la multitud de testigos esparcidos por todo el mundo. (4) Lo respalda Constantino, quien, aunque apoyaban a Atanasio cuarenta y nueve obispos egipcios, los tuvo en nada en comparación con la multitud de los restantes, como verás por la respuesta siguiente dada al monje Antonio.133 (5) Sin embargo, después de muchos años los atanasianos empequeñecieron este concilio, hasta el punto de que Sócrates acaba por transmitir que sólo se reunieron en él sesenta obispos. (6) También por otro motivo intenta Baronio empequeñecer el concilio. (7) En efecto, dado que Constantino decía en su carta a los padres de Tiro que había escrito a los padres que ellos querían para que, reuniéndose, aligerasen sus preocupaciones,134 infiere Baronio que el sínodo no fue general sino constituido a elección de los arrianos. (8) Sin duda esta inferencia es más verosímil que otras innumerables del mismo autor, pero con todo me asombra que infiera así. (9) Pues dado que el emperador había dictado antes sentencia a favor de Atanasio, no es en absoluto probable que quisiese echarse atrás en su propia sentencia por razones engañosas y que pusiese todo su empeño en ello. (10) Hemos visto bien cuánto se irritó contra el sínodo por la sola sospecha de juicio injusto que sembró en él Atanasio. (11) Además, velaba en primer lugar por la paz de las Iglesias y del imperio, y en ningún modo podía esperarse la paz de concilios reunidos por una razón engañosa. (12) Además, ni Atanasio ni ningún escritor antiguo hace esta objeción, que sin embargo habría sido el mayor argumento contra este sínodo y en absoluto lo habrían omitido los concilios contrarios de Alejandría, Roma y Sárdica, si es que hubiera habido lugar para él. (13) Si no se objetó por parte de quienes habían participado en el concilio y habían entendido a la

 Cf. 154, 7.  Cf. 120, 11.

133 134

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intelligentibus conversati erant, quonam, quaeso, fundamento objecerint posteri? (14) Magis itaque credendum est verborum istorum sensum fuisse hujusmodi: quod orientales, cum viderent factionem Athanasii, decem annorum tyrannide praevalidam et pertinace admodum evasisse, adeo ut sine autoritate et viribus longe maximis aegre posset opprimi, synodum ad id ambirent quae ex amplitudine et universalitate robur sibi et auctoritatem apud omnes conciliaret, et ideo peterent episcopos plurium provinciarum citari. (15) Hunc sensum confirmat et amplitudo synodi et episcoporum ex longinquis provinciis concursus, inter quos reperti sunt etiam fidei Athanasianae fautores, ut ex Macedonia Alexander Thessalonicae et ex Thracia Paulus Constantinopoleos, qui tamen una cum caeteris sententiam in Athanasium latam subscriptionibus suis firmarunt. [f. 118v]

153. (1) Dum praefata Hierosolymis geruntur, Athanasius, qui Tyro clam se duxerat, Constantinopolim veniens postulat ab imperatore ut vel nova synodus indiceretur vel ipse causam audiret. (2) Unde imperator graviter commotus, synodum ad se venire et gestorum rationem reddere jubet his literis (apud Athan. Apol. 2 et Sozom. l. 2, c. 28).

[f. 119r]

(3) «Victor Constantinus Magnus Augustus episcopis qui Tyrum convenerant. (4) Equidem nescio quaenam sint a concilio vestro cum tumultu ac procella judicata. (5) Videtur tamen turbulenta quadam confusione

Yah. 19 153. 3-18. Ath. Al. Apol. sec. 86, 2-12; Soz. HE 2, 28, 2-12 152. 13. erant] sunt a. c. ut uid. || 14. conciliaret] obtineret a. c. | plurium provinciarum] ex pluribus provinc a. c. || 15. confirmat] confirmant a. c. | concursus] concursus idque sine a. c. | inter quos] inter quos nonnulli a. c. | etiam] add. | ut] ut * a. c. | cum] scripsi : iter. leg. | latam subscriptionibus... firmarunt] subscriptionibus... tulere a. c. | suis] add. | firmarunt] firmarunt. Accusabatur praeterea (Marcellus del.) quod somnitati (sic) Hierosolymitanae noluit interesse, quasi (quod a. c.) synodi communionem refugeret, non autem potuit accusari nisi citatus fuisset. Unde obiter colligere videor solos provinciarum (episcopo del.) metropolitanos citatos fuisse, eosque rem subordinatis episcopis indicasse, nam si imperator subordinatos etiam citasse certe a. c. || 153. 1. praefata Hierosolymis geruntur] synodus Hierosolymam properat a. c. | veniens postulant] venit postulans a. c.

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perfección la carta imperial, o la habían discutido con quienes la entendían, ¿con qué fundamento, pregunto, podrían objetarlo los posteriores? (14) Así que hay que creer más bien que el sentido de esas palabras fue el siguiente: que los orientales, al ver que la facción de Atanasio, tras diez años de tiranía, había llegado a ser tan fuerte y tan pertinaz que a duras penas podría ser reprimida sin autoridad y sin las máximas fuerzas, buscaban para ello un sínodo cuya autoridad y fuerza pudiera ser reconocida por todos debido a su tamaño y universalidad, y por ello pidieron que se citase a obispos de más provincias. (15) Este sentido queda confirmado también por el tamaño del sínodo y la concurrencia de obispos de provincias lejanas, entre los cuales también se hallaban partidarios de la fe atanasiana, como Alejandro de Tesalónica, de Macedonia, y Pablo de Constantinopla, de Tracia, que sin embargo firmaron con sus suscripciones junto con los demás el parecer emitido contra Atanasio. 153. (1) Mientras lo mencionado se lleva a cabo en Jerusalén, Atanasio, que se había escapado a escondidas de Tiro, llega a Constantinopla y pide al emperador que o bien convoque un nuevo sínodo o bien escuche él mismo su causa. (2) Por lo que el emperador, turbado gravemente, ordena al sínodo que venga junto a él y le dé cuenta de lo llevado a cabo, con esta carta (en Atan. Apol. seg. y en Sozóm. l. 2, c. 28). (3) «El vencedor Constantino Magno Augusto a los obispos que se reunieron en Tiro. (4) Yo sin duda ignoro qué cosas ha juzgado exactamente vuestro concilio con tumulto y agitación. (5) Parece sin embargo que de algún

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veritas quodammodo fuisse perversa, dum vos ob mutuam inter vos contentionem, quam quidem insuperabilem esse vultis, ea quae Deo accepta sunt minime perspicitis. (6) Verum divina providentia perficiet ut et ista contentionis mala manifestissime deprehensa dissipentur et nobis perspicue demonstretur an vos isthic congregati aliquam veritatis curam gesseritis et utrum judicia vestra absque cujusquam odio et gratia tuleritis. (7) Proinde vos omnes ad pietatem meam confestim venire volo, ut rerum a vobis gestarum rationem coram me per vosmetipsos accurate reddatis. (8) Porro qua de causa haec ad vos scribenda esse censuerim vosque ad me his literis accersiverim, ex his quae subjiciam intelligetis.

[f. 120r]

(9) Ingredienti mihi cognominem et omni ex parte felicem patriam meam Constantinopolim ac forte tum in equo sedenti, repente Athanasius episcopus una cum quibusdam aliis quos circa se habebat, in medio aggeris publici adeo inexpectatus occurrit, ut / stuporis quoque occasionem praeberet. (10) Testis est mihi Deus omnium speculator, me primo aspectu quisnam esset agnoscere minime potuisse, nisi quidam nostrorum quisnam ille et quid passus esset percontatus nobis renunciasset. (11) Ac tum quidem nec collocutus sum cum illo nec familiariter congressus. (12) Cum autem ille quidem id postularet, ego vero recusarem ac propemodum juberem illum submoveri, ille majori cum libertate nihil aliud a nobis postulavit, quam vestrum adventum, ut vobis praesentibus de his quae passus fuerat, libere conqueri posset. (13) Quod cum mihi aequum et temporibus meis congruum videretur, libens haec ad vos scribi jussi, ut quotquot ad synodum in urbe Tyro collectam convenistis sine cunctatione ad comitatum clementiae nostrae properetis, sinceritatem atque integritatem judicii vestri rebus ipsis demonstraturi coram me, quem ingenuum esse famulum Dei nequaquam ipsi negaveritis.

Yah. 19 153. 3-18. Ath. Al. Apol. sec. 86, 2-12; Soz. HE 2, 28, 2-12 153. 9. equo] aequo a. c. || 12. quidem] quidem * a. c.

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modo la verdad se ha visto pervertida por cierta confusión, debido a que estáis inmersos en vuestra mutua contienda, que queréis que sea insuperable, y no veis por ello lo que es grato a Dios. (6) Pero la divina providencia logrará que esos males de la contienda, puestos clarísimamente de manifiesto, se disipen, y se nos demuestre con transparencia si vosotros, ahí reunidos, os habéis preocupado en algo de la verdad y si habéis emitido vuestro juicio sin odio ni favor hacia nadie. (7) Por ello quiero que todos vosotros vengáis inmediatamente ante mi piedad para que me deis cuenta detalladamente por vosotros mismos de lo que habéis llevado a cabo. (8) Y, más allá, por qué motivo he decidido que debía escribiros esto y haceros llamar mediante esta carta, lo entenderéis por lo siguiente que voy a añadir. (9) Cuando estaba entrando en Constantinopla, la patria que lleva mi nombre y en todo feliz, y hallándome por ventura a caballo, de repente el obispo Atanasio junto con algunas otras personas que tenía a su alrededor me sale al encuentro en medio de una calzada pública, tan inesperadamente que incluso produjo estupor. (10) Por testigo tengo a Dios, que todo lo ve, de que de momento, al verlo, no habría podido reconocer quién era, si no hubiera sido porque uno de los nuestros me lo anunció, informándome de quién era y de qué le había ocurrido. (11) Y entonces ni hablé ni me reuní con él familiarmente. (12) Pero al pedírmelo él y yo rehusar y casi ordenar que se lo llevaran, él nos pidió con mayor libertad no otra cosa que vuestra venida, para que en vuestra presencia se pudiera quejar libremente de lo que le había ocurrido. (13) Y al parecerme esto justo y acorde con mis tiempos, con gusto ordené que os escribieran esto, para que cuantos os disteis cita en el sínodo reunido en la ciudad de Tiro os apresuréis a venir ante mi clemencia para demostrarme con hechos la sinceridad y la integridad de vuestro juicio, a mí, que no podréis negar que soy un sincero siervo de Dios.

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[f. 120v]

[f. 123r]

[f. 124r]

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(14) Mea certe opera, divino numini inserviente, ubique terrarum pax viget, ipsis etiam barbaris Dei nomen sincere venerantibus, qui ad hoc usque tempus veritatem ignoraverant: porro qui veritatem ignorat, is Deum quoque ignoret necesse est. (15) Verumtamen, sicut antea dixi, ipsi etiam barbari, mea opera, qui ingenuus sum Dei famulus, Deum jam agnoverunt, eumque venerari didicerunt, cujus quoque providentia me ubique protegi ac servari, rerum ipsarum experimento didicerunt. (16) Quae res praecipue ad notitiam Dei eos induxit, et illi quidem metu nostri Deum venerantur. (17) Nos autem, qui sacramenta clementiae ejus ostentare videmur, non enim dicam custodire, nos, inquam, nihil aliud agimus quam quae ad discordiam et odium pertinent, et ut absolute dicam, quae ad humani generis perniciem tendunt. (18) Verum accurrite ut dixi, et universi » / (19) καὶ γράφει μὲν βασιλεὺς ἀγανακτῶν καὶ προκαλεσάμενος αὐτοὺς, ἐπαγγελλόμενός τε αὐτὸς ἀκροάσασθαι ὁ καὶ τὴν συνόδον κελεύσας γενέσθαι (Epist. Synod. Alexand.). 154. (1) Interim ubi Arius cum sociis Alexandriam venit, urbs ista in gravem tumultum conjicitur, insurgentibus Athanasianis (Socr. l. 1, c. 37). (2) Quare Arius revertitur Constantinopolim et imperator, animadverso quod sine vi et armis Arius restitui non posset et novus episcopus in locum Athanasii subrogari, a proposito destitit. / (3) Neque alium episcopum subrogari permisit, etsi id

Yah. 19 153. 3-18. Ath. Al. Apol. sec. 86, 2-12; Soz. HE 2, 28, 2-12 || 19. Ath. Al. Apol. sec. 9, 3 || 154. 1. Socr. Sch. HE 1, 37, 1 153. 19. ἀγανακτῶν] καὶ ἀγανακτῶν a. c. | σύνοδον] scripsi : συνόδον leg. || 154. 1. interim ubi Arius – venit] Ario cum sociis Alexandriam (praef del. ut uid.) veniente a. c. | insurgentibus Athanasianis] insurgentibus Athanasianis qui (cum Arii et sociorum *** sociis add.) reditum Arii et episcopi sui Athanasii exilium graviter ferebant moleste ferre**nt insurgentibus a. c. | animadverso] animadversa a. c.

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(14) Sin duda por obra mía, de mí que sirvo a la divinidad, reina la paz en todas las tierras e incluso los bárbaros veneran sinceramente el nombre de Dios, cuando hasta este tiempo desconocían la verdad; y quien ignora la verdad es necesario que ignore también a Dios. (15) Sin embargo, como antes he dicho, los propios bárbaros, por obra mía, de mí que soy un sincero siervo de Dios, ya han conocido a Dios y han aprendido a venerarlo, y han aprendido por experiencia de la propia realidad que también por su providencia yo gozo en todas partes de su protección y custodia. (16) Y principalmente este hecho es el que los ha llevado al conocimiento de Dios, y sin duda por miedo a nosotros veneran ellos a Dios. (17) Pero nosotros, que parece que ostentamos los sacramentos de su clemencia, por no decir que la custodiamos, nosotros, digo, no tratamos de otra cosa que lo que atañe a la discordia y al odio, y, para decirlo de una vez, lo que conduce a la ruina del género humano. (18) Pero, como he dicho, venid corriendo y » 135 (19) καὶ γράφει μὲν βασιλεὺς ἀγανακτῶν καὶ προκαλεσάμενος αὐτοὺς, ἐπαγγελλόμενός τε αὐτὸς ἀκροάσασθαι ὁ καὶ τὴν συνόδον κελεύσας γενέσθαι (Epíst. Sínodo Alejand.).136 154. (1) Entre tanto, cuando Arrio llegó a Alejandría con sus aliados, esa ciudad se lanza a un grave tumulto con la insurrección de los atanasianos (Sócr. l. 1, c. 37). (2) Por ello Arrio regresa a Constantinopla, y el emperador, al darse cuenta de que no podría restituir a Arrio sin la fuerza y las armas ni nombrar a un nuevo obispo en lugar de Atanasio, desiste de su propósito. (3) Y no permitió que se nombrase a un nuevo obispo aunque lo deseaban enormemente

 Para esta laguna, cf. apartado 4.2.4, § 36, del estudio introductorio.  «Y escribe el emperador irritado y desafiándolos, anunciando que él mismo prestará atención y ordenando que se haga el sínodo». 135 136

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plurimum desiderarent Eusebiani. (4) «Cum autem populus urbis Alexandriae qui Athanasio adhaerebat assidue vociferaretur Deumque in supplicationibus publicis oraret pro reditu Athanasii, et magnus Antonius monachus frequentes de eo literas ad imperatorem scripsisset, rogans ne Meletianis fidem haberet sed eorum accusationes calumniarum loco ducere, imperator tamen flecti non potuit. (5) Verum ad Alexandrinos quidem literas scribens dementiam illis et levitatem exprobravit, clericis vero et sacris virginibus ut quiescerent praecepit, affirmans se nequaquam mutaturum sententiam nec revocaturum esse Athanasium, utpote seditiosum et ecclesiastico judicio condemnatum. (6) Antonio autem rescripsit se adduci non posse ut sententiam synodi despiceret: (7) “Etenim”, inquit, “quamvis pauci quidem per odium aut gratiam judicaverint, haudquaquam credibile est tantam prudentium ac bonorum episcoporum multitudinem pari modo affectam fuisse”. (8) Athanasium enim contumeliosum et arrogantem esse, discordiaeque et seditionis auctorem... (9) Cum igitur imperator Ecclesiam duas in partes divisam esse accepisset, et alios quidem Athanasium, alios vero Joannem fovere, gravissime indignatus est et Joannem quoque multavit exilio» (Sozom. l. 2, c. 31). 155. (1) Alios quoque praeter Athanasium et Joannem plures episcopos Aegyptios exulasse scribunt aliqui atque id colligere videntur ex his Aegyptiorum verbis: (2) «Quomodo», inquiunt, «Eusebiani, qui calamitatum misereri docent, ne in exilio quidem

Yah. 19 154. 4-9. Soz. 2, 31, 2-4 || 155. 2-4. Ath. Al. Apol. sec. 4, 3; 7, 5 154. 3. Eusebiani] Eusebiani. (Quare synodus tandem sine creatione novi episcopi dissolvitur add.) Quamdiu synodus haec duravit non constat. ecclesiam vero Hierosolymis dedicavit Septemb. 13 Constantio et Albino coss AC 335 ut docet Valesius in epistola de Anastasi quae extat in (calc del.) calce annotationum in Euseb. Ex eo vero tempore, inquit Sozomenes, solemnem quotannis festivitatem admodum splendide Hierosolymitana celebrat ecclesia adeo ut baptismi quoque sacramenta eo die tradantur et per continuos septem dies collectae fiant, multique ex omni fere terrarum orbe conveniant qui hujus festivitatis tempore ad sacra loca perlustranda undique accurrunt. Sozom. l. 2. c. 26 a. c. || 5. exprobravit] scripsi : exprobrobravit leg. | nequaquam] nequaquam sententiam a. c. || 9. duas] di a. c. | vero] add. || 155. 1. alios quoque... et Joannem] ... et Joannem alios quoque a. c. | Athanasium] Athana a. c.

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los eusebianos. (4) «Aunque el pueblo de la ciudad de Alejandría, que apoyaba a Atanasio, vociferaba persistentemente y rezaba a Dios en oraciones públicas por el regreso de Atanasio, y el gran monje Antonio le escribía frecuentes cartas sobre él al emperador rogándole que no confiase en los melecianos y considerase sus acusaciones como calumnias, sin embargo no fue posible doblegar al emperador. (5) Al contrario, en cartas a los alejandrinos reprobaba su locura y ligereza, mientras que ordenaba a los clérigos y a las sagradas vírgenes que se apaciguaran, afirmando que de ninguna manera iba a cambiar de parecer ni llamar a Atanasio del exilio, como sedicioso y condenado por un juicio eclesiástico. (6) Por otra parte respondió a Antonio que no era posible hacer que despreciase el parecer del sínodo. (7) “Y en efecto”, dijo, “aunque fuera verdad que unos pocos hubiesen juzgado por odio o favor, de ningún modo es creíble que tamaña multitud de prudentes y buenos obispos estuviera afectada por los mismos sentimientos”. (8) En efecto, Atanasio, decía, era conflictivo y arrogante, y responsable de discordia y sedición... (9) Así que, cuando el emperador recibió la noticia de que la Iglesia estaba dividida en dos partes y unos favorecían a Atanasio y otros a Juan, se indignó muy seriamente y castigó también a Juan con el exilio» (Sozóm. l. 2, c. 31). 155. (1) Escriben algunos que también otros muchos obispos además de Atanasio y Juan marcharon al exilio, y parece que lo deducen de estas palabras de los egipcios: (2) «¿Cómo los eusebianos», dicen, «que enseñan a compadecerse de las calamidades, ni siquiera con el

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[f. 125r] [f. 124v]

[f. 125r]

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nostrum quiescunt? (3) Omnium enim confessionis communis episcoporum nostrorum exterminatio facta est, et illos pro exulibus habuimus / omnes, atque nunc tanquam cum Athanasio patriae redditos, qui iterum pro superioribus doloribus lacrimisque quibus ejus vicem miserati sunt, maximam hilaritatem recipiunt». / (4) Et paulo post ad haec verba respicientes: «Nostram», inquiunt, «laetitiam [sc. quae contigit in ordinatione Athanasii], quid opus est scribere, cum jam antea testati simus quicquid ei acciderit nobis videri accidere». / Ita Aegyptii in epistola synodica, apud Athanasium. (5) Quis igitur non videt priora verba figurate accipienda esse, quasi dicere vellent, in Athanasio exulante omnes se pro exulibus habuisse ob maerorem et tristitiam quam inde coeperunt, et in Athanasio reduce omnes patriae restitutos esse ob gaudium subsecutum? (6) Attamen praeter Athanasium presbyteri quatuor Alexandrini, qui Tyrum non venerant, exularunt, ut Aegyptii in eadem epistola synodica docent. (7) Qua de causa non dicitur, sed Alexandrinorum in sex episcopos insurrectio causam satis aperit. (8) Non mirum est enim si imperator istiusmodi seditionem ultus sit quorundam exilio. 156. (1) Interim in Concilio Constantinopolitano praeter Athanasium Marcellus quidam episcopus Ancyrae in judicium vocatur. (2) «Hic enim cum adversus Asterium quendam scribere vellet, Christum perinde ac Paulus Samosatensis nudum hominem

Yah. 19 155. 2-4. Ath. Al. Apol. sec. 4, 3; 7, 5 || 6. Ath. Al. Apol. sec. 17, 6 || 156. 2-8. Socr. Sch. 1, 36, 4-9 155. 3. confessionis] scripsi : confessione leg. | nostrorum] nostrorum ** a. c. | qui] add. | recipiunt] recipientes a. c. || 4. sc. quae] quae sc. a. c. | simus] si**mus a. c. | Aegyptii] ** a. c. | apud Ath] sed a. c. || 5. igitur] add. | priora] haec a. c. | quasi] quasi in Athanasio a. c. | ob... ob] propter... propter a. c. || 7. qua de causa] qua de causa exularunt a. c. | Alexandrinorum... insurrectio] insurrectio Alexandrinorum... a. c. | in sex episcopos] in Arium a. c. : **** a. c. | insurrectio] insurrectio facta a. c. || 8. istiusmodi] ** a. c. | seditionem] seditiones a. c. : seditionem tam gravem a. c. | exilio] exilio. / Finita Synodo Hierosolymitana pergit Eusebius Caesariensis Constantinopolim et (**** del.) panegyrico quod in operibus ejus extat (Euseb. Vit Const. l. 4 c. 46) (conce del.) celebrat imperatoris tricennalia. (coeunt et alii del.) Eusebium comitati sunt et alii episcopi ad causam a. c.|| 156. 1. interim in concilio – Athanasium] add. | Athanasium] causam Athanasii a. c. | Marcellus quidam] Marcelli cujusdam a. c. | in judicium vocatur] dijudicandam a. c.

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exilio de los nuestros se apaciguan? (3) En efecto, se ha producido el exterminio de todos los obispos de nuestra misma confesión, y a todos ellos los hemos tenido por exiliados primero y ahora como si regresasen junto con Atanasio a la patria, ellos que de nuevo, en lugar de los anteriores dolores y lágrimas con las que en su momento le mostraron compasión, reciben ahora la mayor alegría». (4) Y poco después, refiriéndose a las palabras anteriores: «Nuestra alegría», dicen (es decir, la que les produce la ordenación de Atanasio), «¿qué necesidad hay de describirla, cuando ya antes hemos atestiguado que cualquier cosa que a él le ocurra nos parece que nos ocurre a nosotros?». Así escriben los egipcios en la carta sinódica, en Atanasio. (5) Así que, ¿quién no ve que las palabras anteriores hay que tomarlas en sentido figurado, como si quisieran decir que al estar Atanasio en el exilio todos se tuvieron por exiliados debido al pesar y la tristeza que recibieron de ello, y con la vuelta de Atanasio todos se sintieron como restituidos a la patria por el gozo que de ahí se produjo? (6) Sin embargo, además de Atanasio, sí que marcharon al exilio cuatro presbíteros de Alejandría que no habían ido a Tiro, según informan los egipcios en la misma carta sinódica. (7) No se dice por qué causa, pero la insurrección de los alejandrinos contra los seis obispos la revela con bastante claridad.137 (8) En efecto, no es de extrañar que el emperador castigase una sedición de este tipo con el exilio de algunos. 156. (1) Entre tanto, en el Concilio de Constantinopla, además de Atanasio, cierto Marcelo de Ancira es llamado a juicio. (2) «En efecto éste, en un escrito que quería dirigir contra un tal Asterio, no dudó en afirmar, igual que Pablo de Samósata, que Cristo era un

 Se refiere a los seis obispos que el Concilio de Tiro envió a Mareótide; cf. 139, 5.

137

524

[f. 126r]

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esse non dubitavit asserere. (3) Quod cum intellixissent episcopi qui tum Hierosolymis erant congregati... ab eo exigerunt ut libri a se conscripti rationem redderet. (4) Cumque deprehendissent illum Pauli Samosatensis errore implicatum esse, jusserunt ut mutarent sententiam. (5) Ille pudore suffusus librum suum se combusturum promisit. (6) Verum concilio cum festinatione dimisso eo quod imperator episcopos Constantinopolim evocasset, cum Eusebiani Constantinopolim venissent Marcelli causa iterum discussa est. (7) Et cum ille improbum librum sicut / antea promiserat comburere recusaret, episcopi qui aderant ipsum quidem deposuerunt, Basilium vero ejus loco Ancyram miserunt. (8) Porro hunc Marcelli librum Eusebius tribus voluminibus confutavit, pravam ejus opinionem coarguens» (Socr. l. 1, c. 36).

[f. 125v]

157. (1) Paulum praeterea, episcopum Constantinopolitanum, a presbytero suo Macedonio de turpi vivendi ratione accusatum deposuit haec synodus et imperator relegavit in Pontum, ut Athanasius in Epistola ad solitarios commemorat, affirmans «se in ea accusatione praesentem fuisse». (2) Huic successit Eusebius Nicomediensis in episcopatu, sed hoc tempore an paulo post mortem Constantini non dixerim.

[f. 126r]

158. (1) Hac tempestate moritur Arius. Annis vero abhinc viginti et amplius Athanasius famam sparsit quasi in latrina visceribus effusis periisset. (2) Et primo quidem libellum in quo commentum

Yah. 19 156. 2-8. Socr. Sch. 1, 36, 4-9 || 157. 1. Ath. Al. H.Ar. 7, 1-2 156. 6. evocasset] convocasset a. c. || 157. 1. Paulum... episcopum Constantinopolitanum] Paulus... episcopus Constantinopolitanus a. c. | commemorat] commemorat inquiens. De Paulo (calumniis add.) in Orientales (in Eusebianos a. c.) pro more sic debacchatus. De Paulo vero Constantinopolitano episcopo* nemini arbitror ignotum (ignotus a. c.) esse. Quanto enim clarior civitas tanto minus factum celari poterit. Etiam huic quoque crimen objectum est. Idque falsum esse inde colligas quod qui illum reum fecit Macedonius qui nunc illius loco episcopus est ordinatus nobis in ea accusatione praesentibus cum reo suo cujus presbyter erat communicavit. Se qui a. c. || 158. 1. hac tempestate moritur Arius] hac tempore (sic) hac tempestate moritur Arium (sic). Genus mortis Athanasius in epistola ad Serapionem sic describit a. c. | annis vero abhinc viginti et amplius] post viginti et quinque annos a. c. : annis vero abhinc viginti et quinque a. c. | sparsit] spargit a. c. || 2. et primo quidem] add. : imprimis enim a. c. | libellum] chartam a. c. : libellum enim a. c.

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mero ser humano. (3) Al enterarse de esto los obispos que estaban entonces reunidos en Jerusalén... le exigieron que diera cuenta del libro que había escrito. (4) Y al descubrir que estaba él inmerso en el error de Pablo de Samósata, le ordenaron que cambiase de parecer. (5) Él, profundamente avergonzado, prometió que iba a quemar su libro. (6) Pero como el concilio se clausuró con apresuramiento porque el emperador los había llamado a Constantinopla, cuando llegaron allí los eusebianos se discutió de nuevo la causa de Marcelo. (7) Y dado que él, así como antes había prometido quemarlo, ahora se negaba a quemar ese libro ímprobo, los obispos que estaban presentes lo depusieron y enviaron a Ancira en su lugar a Basilio. Después Eusebio confutó en tres volúmenes este libro de Marcelo, refutando su depravada opinión» (Sócr. l. 1, c. 36). 157. (1) Además, este sínodo depuso a Pablo, obispo de Constantinopla, acusado por su presbítero Macedonio de vivir de forma vergonzosa, y el emperador lo relegó al Ponto, como recuerda Atanasio en la Epístola a los solitarios, afirmando que «él estuvo presente en esa acusación». (2) A éste le sucedió Eusebio de Nicomedia en el obispado, pero no sabría decir si en ese tiempo o poco después de la muerte de Constantino. 158. (1) En esta época muere Arrio. Más de veinte años después, Atanasio divulgó el rumor de que había perecido en una letrina con las entrañas derramadas. (2) Y primero hizo circular por el desierto

526

[f. 126v]

[f. 127r]

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hoc descripserat per eremum mittit a monachis legendum. (3) Deinde ad eosdem monachos epistolam mittens quae inscribitur Ad solitarios, ea de re haec loquitur. (4) «In plenam», inquit, «condemnationem haeresis Arianorum sufficit Domini judicium de morte Arii, quam jam ante per alios didicistis. (5) Quae enim Deus statuit, quis dissipabit? (6) Et quem ipse condemnavit, quis justum pronunciavit? (7) Quis enim ex tanto signo non cognoscit Deo odiosam esse hanc haeresin, etiamsi homines propugnatores habeat? (8) Cum igitur nostra illa legeritis, orate pro nobis et invicem ad id exhortamini, et statim ista ipsa ad nos remittite nullumque ejus exemplar edite aut vobis describite, sed contenti estote ut probi trapezitae sola lectione, etiamsi saepe legere cupiatis. (9) Non enim tutum est ad posteros pervenire nostra ista scripta quae ut balbutientes et indocti / confecimus». (10) Et postea: «Si Constantinus Arium sub oculos suos admisit, eum tamen cum perjurum et effusis visceribus disruptum jacere cognovisset, nulla benevolentia prosecutus est, sed eum re cognita damnatum et pro haeretico habuit». (11) His initiis in eremo spargi coepit fama de infaelici interitu Arii, quae cum ad aures monachi cujusdam extra eremum degentis quem Athanasius ad episcopatum evexerat, Serapionis nomine, pervenisset, petiit is ab Athanasio mortis ejusdem descriptionem. (12) Et ejus postulatis Athanasius ad hunc modum, in epistola quae Ad Serapionem inscribitur, respondet.

Yah. 19 158. 4-9. Ath. Al. H.Ar.Ep. 3, 2; Ath. Al. Ep.Episc. 19, 1-3 || 10. Cf. Ath. Al. Ep.Episc. 19, 4 158. 2. per eremum mittit] per e a. c. : imprimis a. c. | legendum] legendum mandans eis ut (neque chartam de a. c.) nemini rem aperirent neque ** libellum describerent sed lectum restituerent et quae ex eo didicerant libelli** nullum ederent exemplum neque describerent sed lectum ad (re a. c.) se remitterent a. c. || 3. ad eosdem monachos epistolam] epistolam ad eosdem monachos a. c. | mittens] add. | solitarios] solitarium a. c. ut uid. || 5. dissipabit] dissipapit a. c. || 10. cognovisset] cognovit a. c. || 11. in eremo] add. | monachi] monacho a. c. | extra eremum degentis] add. | degentis] de*gentis a. c. | Serapionis nomine] nomine Serapionis a. c. | Athanasius] le a. c.

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el libelo en el que había descrito esta mentira, para que lo leyesen los monjes. (3) Luego, enviándoles a los mismos monjes una epístola, la que se titula A los solitarios, habla así de este asunto: (4) «Para plena condenación», dice, «de la herejía de los arrianos, basta el juicio del Señor sobre la muerte de Arrio, de la que ya antes os habéis enterado por otros. (5) En efecto, lo que Dios ha establecido, ¿quién lo disipará? (6) Y aquel a quien Él mismo ha condenado, ¿quién lo declarará justo? (7) En efecto, ¿quién no entiende por un signo tan grande que es odiosa a Dios esta herejía, aunque haya hombres que la defiendan? (8) Así que cuando hayáis leído aquel escrito nuestro, orad por nosotros y exhortaos entre vosotros a hacerlo, y reenviadnos en seguida ese mismo escrito, y no divulguéis ninguna copia ni la hagáis para vosotros, sino conformaos, como banqueros honrados, con leerlo una sola vez, aunque tengáis ganas de leerlo más veces. (9) En efecto, no es seguro que lleguen a la posteridad esos escritos nuestros, que hemos redactado como balbucientes y faltos de instrucción». (10) Y después: «Si Constantino admitió a Arrio bajo su mirada, sin embargo cuando supo que yacía como perjuro y destrozado con las entrañas derramadas no lo ha tratado con ninguna benevolencia, sino que, conocido el hecho, lo tuvo por condenado y hereje». (11) Con estos comienzos empezó a divulgarse en el desierto el rumor del infeliz fallecimiento de Arrio, y cuando hubo llegado a los oídos de cierto monje que habitaba fuera del desierto y al que Atanasio había elevado al obispado, llamado Serapión, le pidió éste a Atanasio una descripción de esa misma muerte. (12) Y a sus peticiones respondió Atanasio del modo siguiente, en la epístola que se titula A Serapión.

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(13) «Athanasius Serapioni fratri et collegae, in Domino salutem. (14) Legi literas tuae reverentiae, quibus adhortaris ut tibi scriberem ea quae contra me hoc tempore acta sunt et de impiissima haeresi Arianorum, causa authoreque earum rerum quas patimur, et quo fine Arius vitam clauserit. (15) Ex tribus istis postulationibus duo quidem libenter feci misique tuae pietati ea quae ad monachos scripsi.aw (16) Inde enim tum nostra adversa tum res haereseos cognoscere poteris. (17) De tertio autem capite, nimirum de morte Arii, multa mecum perpendi, metuens ne si id agerem hominis morti insultare viderer. (18) Veruntamen quia disputatio apud vos de haeresi habita in hanc quaestionem desiit, an in communione Ecclesiae diem suum obierit Arius, ut quaestio de morte dissolvatur dicam quod res est, in pari numero collocans et rem gestam indicare et contentiosos compescere. (19) Persuadeo enim mihi, cognito mortis ejus miraculo, non ausuros esse qui prius dubii erant rem denuo in dubium vocare sitne Ariana haeresis Deo odiosa an non.

[f. 128r]

(20) Ego quidem non aderam Constantinopoli cum ille vita defunctus est. (21) Aderat autem Macarius presbyter, qui mihi rem narravit. Accersitus autem erat ab imperatore Constantino Arius opera et studio Eusebianorum, quem ingredientem imperator interrogavit an fidem catholicae Ecclesiae servaret. (22) Ille autem se recte credere jurejurando affirmavit et libellum fidei suae porrexit, suppressis iis ob / quae de Ecclesia rejectus erat per Alexandrum episcopum et adductis in speciem verbis Scripturae. (23) Illum igitur ita juratum se nihil eorum ob quae ab Alexandro rejectus erat fecisse, a se dimisit imperator his verbis: “Si recta est tua fides, bene jurasti; si autem impia est et tamen jurasti, Deus e caelo te judicet”. (24) Ita

 Sc. Epistolam ad solitarios.

aw

Yah. 19 158. 13-40. Ath. Al. Ep.Mort.Ar. 158. 18. in communione] communione celebrata cum (ut uid.) a. c. || 21. qui mihi rem narravit] et ex ejus relatu didici a. c. || 22. et libellum – porrexit] add. || 23. e caelo te judicet] te ex juramento tuo dijudicet a. c.

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(13) «Atanasio a su hermano y colega Serapión, salud en el Señor. (14) He leído la carta de tu reverencia en la que me animas a escribirte lo que se ha llevado a cabo contra mí en este tiempo, así como sobre la muy impía herejía de los arrianos, la causa y la responsable de todo lo que estamos sufriendo, y con qué final terminó Arrio su vida. (15) De estas tres peticiones, dos las he satisfecho con gusto y he enviado a tu piedad lo que escribí a los monjes.aw (16) De ahí podrás conocer nuestras adversidades así como la realidad de la herejía. (17) En cuanto al tercer punto, o sea la muerte de Arrio, sopesé muchas razones en mi interior, pues temía que, si accedía a tu petición, pareciese que me regodeaba con la muerte de una persona. (18) Sin embargo, dado que la disputa mantenida entre vosotros acerca de la herejía se ha detenido en esta cuestión, si Arrio falleció en comunión con la Iglesia, para resolver la cuestión sobre su muerte referiré los sucesos, con el objetivo doble de informar sobre lo sucedido y acallar a los contenciosos. (19) En efecto, estoy persuadido de que al conocer el milagro de su muerte, quienes antes estaban dudosos no van a atreverse a poner de nuevo en duda si la herejía arriana es odiosa a Dios o no. (20) Yo, es cierto, no estaba en Constantinopla cuando él falleció. (21) Estaba en cambio el presbítero Macario, que me lo contó. El emperador Constantino había hecho llamar a Arrio por obra y empeño de los eusebianos, y cuando entró el emperador le preguntó si guardaba la fe de la Iglesia católica. (22) Él afirmó con juramento que creía correctamente y le entregó la confesión de su fe, de la que había suprimido aquello por lo que lo había expulsado de la Iglesia el obispo Alejandro, y había añadido por aparentar palabras de la Escritura. (23) Así que al jurar él que no había hecho nada de aquello por lo que Alejandro lo había expulsado, el emperador lo despidió con estas palabras: “Si tu fe es correcta, has hecho bien en jurar; si en cambio es impía y sin embargo has jurado, que Dios desde el cielo te juzgue”. (24) Al ser despedido así por el príncipe, los euse-

 Es decir, la Carta a los solitarios.

aw

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[f. 129r]

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eum digressum a principe voluerunt Eusebiani consueta ipsis violentia in Ecclesiam introducere, sed reclamabat Constantinopolitanus episcopus, beatus Alexander, non debere, inquiens, haeresis inventorem in communionem recipi. (25) Ibi jam minabundi Eusebiani: “Quemadmodum”, inquiunt, “eum vobis invitis curavimus ab imperatore evocari, ita crastino die, etiamsi vobis minime ex sententia sit, in communionem Ecclesiae adducemus”. (26) Sabbatum autem erat cum haec loquerentur. (27) Quibus auditis Alexander magno cum maerore ecclesiam intravit, et porrectis ad Deum manibus lamentatus est, pronus in vultum cadens, humique jacens oravit. (28) Aderat autem cum eo Macarius, ipse quoque Deum orans et Alexandri vocem audiens. (29) Postulabat autem horum alterutrum: “Si Arius”, inquit, “crastino die in synaxim introducetur, nunc dimittas quaeso servum tuum, Domine, et non pium una cum impio perdas; (30) sin autem Ecclesiae tuae parces, novi autem quod ei parces, respice in verba Eusebianorum neque des in exitium et vituperium haereditatem tuam, et tolle Arium, ne, eo recepto in Ecclesiam, videatur simul cum eo et haeresis recipi, neve deinde impietas pro pietate habeatur”. (31) Haec precatus episcopus, plurimum cogitabundus et anxius inde recessit, et res mira incredibilisque evenit. (32) Nam cum / Eusebiani minas intentassent, episcopus quidem preces ad Deum fuderat, Arius vero Eusebianorum praesidio confidebat et multa blatterans in secessum abiit quasi ad usum alvei, et derepente, juxta quod scriptum est, pronus factus, medius crepuit collapsusque protenus animam exhalavit, utroque et communione et vita fraudatus. (33) Hic finis Arii. Eusebiani autem magnopere confusi socium conjurationis sepelierunt. (34) Beatae vero memoriae Alexander,

Yah. 19 158. 13-40. Ath. Al. Ep.Mort.Ar. 158. 24. consueta ipsis violentia] solita sua vi a. c. | reclamabat] contradicebat a. c. || 26. sabbatum] sabbat*um a. c. || 27. oravit] ita oravit a. c. || 28. ipse quoque – vocem audiens] socius orationis qui ejus verba excepit a. c. || 30. ei] add. || 32. nam cum Eusebiani – confidebat et] Eusebianis minantibus episcopus orabat. Arius autem Eusebianis fretus a. c. | collapsusque – exhalavit] add.

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bianos quisieron introducirlo en la Iglesia con su violencia acostumbrada, pero protestaba el obispo de Constantinopla, el bienaventurado Alejandro, diciendo que no debía recibirse en comunión al causante de una herejía. (25) Entonces los eusebianos, adoptando ya un tono amenazante, dicen: “Igual que contra vuestra voluntad nos hemos preocupado de que el emperador lo hiciera venir, del mismo modo mañana, aunque estéis en contra, lo traeremos a la comunión de la Iglesia”. (26) Era sábado cuando dijeron esto. (27) Al oírlo Alejandro entró con gran pesar en la iglesia, y alargando a Dios sus manos se lamentó, postrándose, y tendido en el suelo oró. (28) Estaba con él Macario, orando él mismo a Dios y oyendo la voz de Alejandro. (29) Y pedía una de estas dos cosas: “Si mañana”, dijo, “introducen a Arrio en la asamblea, entonces te pido que dejes partir a tu siervo, Señor, y no pierdas al piadoso junto con el impío; (30) pero si perdonas a tu Iglesia, y sé que la perdonas, mira las palabras de los eusebianos y no entregues tu heredad a la destrucción y al vituperio, y llévate a Arrio, para que no parezca, al ser recibido él en la Iglesia, que se recibe junto con él a la herejía, y en consecuencia se tenga la impiedad por piedad”. (31) Tras suplicar esto el obispo se retiró muy pensativo y angustiado, y ocurrió una cosa asombrosa e increíble. (32) Pues después de tender los eusebianos sus amenazas contra él, el obispo había elevado sus súplicas a Dios, en cambio Arrio confiaba en la guardia de los eusebianos y diciendo muchos disparates se retiró como para hacer uso del baño, y de repente, según lo que está escrito, cayendo de frente se abrió por la mitad y derrumbándose expiró,138 frustrado en sus esperanzas tanto de comunión como de vida. (33) Éste fue el fin de Arrio. Los eusebianos, gravemente confundidos, enterraron a su aliado de conjura. (34) Por su parte Alejandro,

 Como Judas (Hch. 1, 18).

138

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gaudente Ecclesia, cum pietate et sana fide communionem celebravit una cum omnibus fratribus, Deum orans et impense glorificans, non quod morte hominis laetaretur, absit, omnibus enim constitutum est semel mori, sed quod miraculum istud cunctis mortalium praestantius apparuerat. (35) Ipse siquidem Dominus judicem se praebens minis Eusebianorum et Alexandri precibus haeresin Arianam condemnavit, ostendens eam indignam esse communione Ecclesiae, omnibusque manifestam reddidit eam, tametsi ab imperatore et ab omnibus mortalibus adjuvetur, ab Ecclesia tamen damnatam esse; declaratumque est officinam Arianorum non Deo gratam sed impiam et inimicam esse... (36) Hoc igitur sufficit ad cohibendos contentiosos. (37) Ista igitur illis, qui tum hanc quaestionem moverant, recitentur una cum iis quae compendio de haeresi hac ad monachos scripta sunt, ut inde edocti magis ac magis impietatem ac malitiam Arianorum reprobent. (38) Nemini autem harum literarum exemplar edas aut tibi ipsi transcribas, nam hoc ipsum monachis quoque injunxi. (39) Sed pro tuo candore siquis scriptis deest, addas, atque ita ea ad nos quamprimum remittas. (40) Ex epistola mea ad fratres cognoscere poteris quid in scriptis meis sim passus; quapropter tutum non est scripta edi idiotae». Haec Athanasius ad Serapionem. [f. 130r]

(41) Quam timide vero et circumspecte haec disseminavit, scripta ipsa hic citata satis / docent, quatenus haec vel in lucem emitti vel a sui ipsius gregalibus describi prorsus inhibet. (42) In causam praetendit quidem scripta indocta et inerudita esse, sed causam longe aliam fuisse quis non videt? (43) Veritus est utique ne scripta, si statim in manus externorum hominum venirent, redargueretur ab Eusebianis et fabula ipso exordio dissolveretur. (44) Scripta igitur Yah. 19 158. 13-40. Ath. Al. Ep.Mort.Ar. 158. 34. Ecclesia] Ecclesi* a. c. | Deum orans – glorificans] preces fundens et magnopere glorificans Deum a. c. | miraculum – apparuerat] ea res humana judicia superaverit a. c. || 36. sufficit] suffici*t a. c. || 37. quae compendio] quae de a. c. || 39. addas] addes a. c. || 41. disseminavit] gessit ex a. c. | quatenus haec] ubi eadem a. c. | vel] vel dein a. c. ut uid. || 42. in causam] et causam a. c. | causam longe aliam fuisse] **riorem causam a. c. || 43. scripta] si scripta a. c. | si statim] add. | externorum hominum] Eusebianorum veniret a. c. | redargueretur ab Eusebianis] Eusebiani confutarentur a. c.

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de bienaventurada memoria, con la alegría de la Iglesia, celebró la comunión con todos los hermanos con piedad y sana fe, orando a Dios y glorificándolo enormemente, no porque se alegrara de la muerte de una persona, no lo quiera Dios, pues todos hemos de morir una vez,139 sino porque se había manifestado ese milagro tan visible para todos los mortales. (35) Puesto que el propio Señor, prestándose como juez de las amenazas de los eusebianos y de las súplicas de Alejandro, condenó la herejía arriana, mostrando que era indigna de la comunión con la Iglesia, e hizo manifiesto para todos que, aunque tuviera el respaldo del emperador y de todos los mortales, sin embargo estaba condenada por la Iglesia; y se declaró que la maquinación de los arrianos no era grata a Dios sino impía y enemiga... (36) Así que esto basta para acallar a los contenciosos. (37) Por tanto, que se les lea esto a los que habían removido entonces esa cuestión, junto con aquello que se escribió como resumen de esta herejía a los monjes, para que instruidos por ello reprueben más y más la impiedad y la malicia de los arrianos. (38) No hagas copia de esta carta para nadie, ni te la copies para ti mismo, pues esto mismo se lo he prohibido también a los monjes. (39) Pero, de acuerdo con tu bondad, añádele lo que te parezca que falte y envíanoslo lo antes posible. (40) De mi epístola a los hermanos podrás conocer lo que he sufrido por mis escritos; por ello no es seguro que se difundan los escritos de alguien que no es experto». Esto le escribe Atanasio a Serapión. (41) Pero qué tímida y cautelosamente difundió esta historia lo muestran suficientemente el propio escrito citado aquí, en la medida en que prohíbe completamente que se dé a la luz o lo copien sus propios adeptos. (42) Como pretexto argumenta, es cierto, que es un escrito indocto y sin elaboración, pero, ¿quién no ve que la verdadera causa fue muy distinta? (43) Temió sin duda que si el escrito llegaba en seguida a manos de gente externa fuera refutado por los eusebianos y la historia quedase anulada en el mismo comienzo.

 Heb. 9, 27.

139

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a sui gregalibus solummodo legi voluit, ut res in horum animis confirmaretur antequam locus daretur confutationi, neque eadem ab his ipsis describi permisit, ne originis hujus famae vestigium aliquod extaret apud posteros, sed hi crederent famam hanc statim a morte Arii per orbem volasse. (45) Et certe dolo Athanasii ita credi mox coeptum est, ut e scriptoribus ecclesiasticis qui subinde floruerunt constare potest. (46) Sic enim hac de re scribit Socrates: «Cum Arius», inquit Socr. l. 1, c. 38, «ita periisset, ingens terror ac maestitia animos eorum qui cum Eusebio Nicomediensi erant occupavit, famaque hujus rei non per totam modo civitatem, sed per universum, ut ita dicam, orbem terrarum dispersa est». (47) Ut hoc, inquam, crederetur, quis non videt Athanasium scriptorum, quibus ipse famam post multos annos coepit spargere, editionem ac descriptionem prohibuisse? (48) Et certe nisi scripta illa praeter mentem Athanasii in lucem prodiissent et ad manus nostras pervenissent, origo famae istius nos latuisset.

[f. 131r]

(49) Eorum vero beneficio clare discimus Athanasium omnium primum famam viginti annis et amplius post mortem Arii spargere / coepisse: tempore nempe Concilii Mediolanensis aut paulo post, quando ipse e sede Alexandrina modo ejectus epistolam scripsit ad solitarios. (50) Quo solo satis demonstratur rem totam commentitiam

Yah. 19 158. 46. Socr. Sch. HE 1, 38, 10 158. 44. a sui – voluit ut] edi inhibuit ne a. c. | confutationi] confutatione a. c. | originis hujus famae] initii rumoris hujus a. c. | aliquod extaret apud posteros] extaret aliquod apud posteros a. c. : aliquod apud posteros extaret a. c. | sed hi crederent – ita periisset] et certe nisi haec scripta praeter mentem Athanasii tandem id (del. ut uid.) venissent in lucem impossibile fuisset originem ejus patefacere origo ejus in aeternum (posteros omnes add.) nos latuisset. Etenim ecclesiastici historici qui centum annis circiter post mortem Arii scripsere rem describunt quasi fama ejus ab ipso mortis tempore per orbem dimanare coepisset a. c. | famam hanc] famam rei a. c. || 45. ut e] ut in a. c. | constare potest] videre licet a. c. || 46. cum Arius – ita periisset] cum Arius inquit ita Athanasium a. c. : cum haec inquit Socrates ita accidissent a. c. : cum Arius sic periisset a. c. | erant] add. | non] non modo a. c. || 47. crederetur] crederetur Athanasius a. c. | scriptorum] scriptis a. c. ut uid. | ipse] ipse primus omnium a. c. | post multos annos] viginti annis et amplius post mortem Arii a. c. | origo] originem a. c. || 49. coepisse] A* a. c. | Mediolanensis] **** a. c.

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(44) Así que sólo quiso que lo leyeran sus adeptos para que el asunto se grabase en sus ánimos antes de que hubiera lugar para la refutación, y no permitió que lo copiasen ellos mismos para que no le quedase a la posteridad ningún vestigio del origen de este rumor, sino que ésta creyese que el mismo se había difundido por el mundo inmediatamente después de la muerte de Arrio. (45) Y sin duda por el engaño de Atanasio empezó a creerse así en seguida, como puede constar por los escritores eclesiásticos que florecieron después. (46) En efecto, así escribe Sócrates de este asunto: «Tras morir Arrio de este modo», dice Sócr. l. 1, c. 38, «se instaló un enorme terror y tristeza en los ánimos de quienes estaban con Eusebio de Nicomedia, y la fama de este hecho se dispersó no sólo por toda la ciudad sino también, por así decir, por todo el mundo». (47) ¿Quién no ve, digo yo, que conseguir que se creyera esto fue la razón por la que Atanasio prohibió la publicación y la copia de los escritos en los que él mismo había empezado a difundir el rumor muchos años después? (48) Y sin duda, si aquellos escritos no hubieran salido a la luz contra las intenciones de Atanasio y hubiesen llegado a nuestras manos, el origen de este rumor nos habría pasado desapercibido. (49) Pero gracias a ellos descubrimos claramente que fue Atanasio el primero que empezó a difundir el rumor más de veinte años después de la muerte de Arrio: pues fue en el tiempo del Concilio de Milán, o poco después, cuando él mismo acababa de ser expulsado de la sede alejandrina, cuando escribió la Carta a los solitarios. (50) Y sólo con este hecho se demuestra suficientemente

536

[f. 132r]

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esse. (51) Nam si ea vera fuisset, fama ejus statim a morte Arii per orbem dimanasset, praesertim si imperator eo ipso tempore notitiam ejus habuisset et ea propter Arium cum sui suffragatoribus ut haereticos et a Deo condemnatos execratus fuisset, atque de eodem Alexander cum tota sua Ecclesia solenni precum et eucharistiae celebratione Deo gratias egissent, ut refert Athanasius. (52) E contra vero per primos viginti annos altum fuit hujus rei silentium. (53) Synodus Alexandrina, cui Athanasius ipse interfuit et moderabatur quaeque in Eusebianos omni convitiorum genere immodestissime saevit, hunc Arii exitum ignoravit prorsus. (54) Ignoravit et Synodus Romana et Sardicensis quae et ipsae Eusebianis in nihilo parcunt. (55) Inter ipsos Athanasii et Macarii gregales et socios tam alta fuit hujus rei ignorantia, ut illi ipsi disputare solerent utrum Arius in communione Ecclesiae mortuus sit an non, donec tandem Athanasius commentum tanquam arcanum quoddam quod a Macario acceperat inter proprios episcopos et monachos coepit spargere: arcanum, inquam, quod non a fama aliqua, quae unquam obtinuerat, non a testium multitudine, sed a solo Macario, Eusebianorum hoste acerrimo, et ab ipsis ob scelera excommunicato, solus acceperat. (56) Et primo quidem hoc arcanum timide et circumspecte proposuit, veritus ne scripta quibus origo famae proderetur / inciderent vel ad posteros pervenirent. (57) Postea vero, ubi famam sparserat, in Oratione prima mortem Arii confidenter objectat Eusebianis tanquam rem notam et receptam, neque jam amplius veritus est quae de hac re scripserat in lucem edere. (58) Et quamvis tanti viri auctoritate et sui gregalium praedicatione ab hoc tempore per orbem propagari coepit haec, non tamen statim ab omnibus recepta est.

Yah. 19 158. 57. Ath. Al. Ep.Episc. 19, 1-4 158. 51. fuisset] fuisset ** Alexander cum toto imperator a. c. | statim a morte Arii] ab ipsa Arii morte a. c. | notitiam] scripsi : notiam leg. | ea propter] add. | cum1] ** a. c. | de eodem] eodem a. c. ut uid. : de re a. c. || 53. immodestissime] add. || 54. parcunt] parcunt. Ad usque ultimam Athanasii ejectionem * tam altum fuit a. c. || 55. Athanasii] Athanasii socios a. c. | alta] altam a. c. | arcanum inquam] commentum inquam a. c. || 57. confidenter objectat] objicit confidenter a. c. | Eusebianis] Arianis a. c. || 58. auctoritate] auctoritate ** a. c. | propagari] **** a. c.

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que todo el asunto es mentira. (51) Pues si hubiera sido verdad, su fama hubiera corrido por el mundo inmediatamente después de la muerte de Arrio, especialmente si el emperador en ese mismo tiempo hubiese tenido noticia de ello y por su causa hubiese abominado de Arrio junto con sus partidarios como herejes y condenados por Dios, y si por el mismo motivo Alejandro hubiese dado las gracias a Dios con su Iglesia mediante la celebración solemne de súplicas y de la eucaristía, como refiere Atanasio. (52) Por el contrario, durante los primeros veinte años hubo un profundo silencio acerca de este hecho. (53) El Sínodo de Alejandría, al que asistió y que moderaba el propio Atanasio, y que se ensañó de la manera más desmedida contra los eusebianos atribuyéndoles todo tipo de faltas, ignoró por completo este fallecimiento de Arrio. (54) Lo ignoraron también el Sínodo de Roma y el de Sárdica, que tampoco perdonan en nada a los eusebianos. (55) Entre los propios adeptos y aliados de Atanasio y Macario fue tan profunda la ignorancia sobre ello que ellos mismos solían discutir si Arrio había muerto o no en comunión con la Iglesia, hasta que finalmente Atanasio empezó a difundir la mentira entre sus propios obispos y monjes, como si fuera una especie de arcano que había sabido por Macario: un arcano, digo, porque lo había sabido, él solo, no por una fama que el hecho nunca tuvo, ni por una multitud de testigos, sino sólo por Macario, enemigo acérrimo de los eusebianos y excomulgado por estos mismos a causa de sus crímenes. (56) Y en primer lugar presentó este arcano tímida y cautelosamente, temiendo que los escritos en los que se traicionaba el origen del rumor cayesen o llegaran a la posteridad. (57) Pero después, cuando había difundido el rumor, les echa en cara confiadamente la muerte de Arrio a los eusebianos en el Discurso primero, como si fuera un hecho conocido y aceptado; y ya no tuvo miedo de dar a la luz lo que había escrito de este asunto. (58) Y aunque por la autoridad de tan gran varón y la predicación de sus adeptos esto empezó a difundirse por el mundo desde entonces, sin embargo no fue recibido inmediatamente por todos.

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(59) Theodoritus enim, qui historiam centum annis post mortem Arii composuit, dicit se ideo rem istam descripsisse quia non erat omnibus cognita (Theod. l. 1, c. 13). 159. (1) Hisce satis detegitur commentum. (2) Sunt tamen alia ejusdem non levia indicia, quae breviter percurram. 160. (1) 1. Dicit Athanasius Constantinum, cognita morte Arii, haeresim agnovisse ac tanquam divino judicio damnatum execrasse. Quod falsum est. (2) Nam supra audivistis Constantinum in Oratione ad sanctorum coetum eadem cum Eusebianis sapientem, eumque in fide ista mortuum esse hoc ipso satis demonstratur, quod ubi sensit se moriturum esse, ab Eusebio Nicomediensi, Eusebianorum principe, baptizatus fuit, et eidem Eusebio testamentum ultimum sine consanguineorum notitia conservandum et in manus filiorum tradendum commisit. [f. 133r]

161. (1) Secundo in hoc mendax est Athanasius quod / affirmet Arium non receptum fuisse ab Eusebianis in communionem, sed ab eis in Concilio Constantinopolitano recipiendum fuisse. (2) Non enim Arius tantum sed et Ariani omnes antea recepti fuerant in Concilio Tyrio, adeoque Eusebiani de eorum receptione non possent amplius esse solliciti.

Yah. 19 158. 59. Thdt. HE 1, 13, 5 158. 59. centum] nonaginta duobus a. c. | composuit] scripsit a. c. | ideo... istam] add. || 160. 1. 1 dicit Athanasius – 2. tradendum commisit, secundo in hoc – 161. 2. esse solliciti, tertio dicit Athanasius – 162. 25. ut in eodem reciperentur] tertio (secundo a. c.) dicit Athanasius – ut in eodem reciperentur, 1 (secundo a. c.) dicit Athanasius – tradendum commisit, secundo (tertio a. c.) in hoc – esse solliciti a. c. || 160. 1. cognita] ** a. c. | haeresim] haeretic a. c. || 2. fuit] fuerit a. c. | sine consanguineorum] a consanguineis de a. c. | commisit] commit a. c. : commisit. Quae duo demonstrant hunc Eusebium a (e a. c.) reditu ab exilio in summo apud Constantinum honore et existimatione semper extitisse a. c. || 161. 1. affirmet Arium – recipiendum fuisse] Eusebianos Constantinopoli sollicitos fuisse de receptione ejus Eusebianos sed pridie quam ab hisce (ut uid.) recipiendus erat periisse sed a. c. | Eusebianis] scripsi : Eusebienis leg. || 2. antea] add. | fuerant] sunt a. c. | solliciti] solliciti. + app. XIII a. c.

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(59) En efecto, Teodoreto, que compuso su historia cien años después de la muerte de Arrio, dice que ha contado ese hecho porque no era conocido por todos (Teod. l. 1, c. 13). 159. (1) Con esto queda descubierta suficientemente la mentira. (2) Hay sin embargo algunos otros indicios no leves, que examinaré brevemente. 160. (1) 1. Dice Atanasio que Constantino, al enterarse de la muerte de Arrio, reconoció la herejía y lo execró como condenado por el juicio divino. Pero esto es falso. (2) Pues más arriba habéis escuchado que Constantino en el Discurso a la asamblea de los santos creía lo mismo que los eusebianos, y queda suficientemente demostrado que murió en esa fe por este mismo hecho: que, cuando se dio cuenta de que iba a morir, fue bautizado por Eusebio de Nicomedia, el principal de los eusebianos, y al mismo Eusebio le confió su testamento final, sin que lo supiesen sus parientes, para que lo conservara y lo transmitiera a las manos de sus hijos. 161. (1) En segundo lugar, Atanasio miente al afirmar que Arrio no fue recibido por los eusebianos en comunión sino que esperaba la recepción de éstos en el Concilio de Constantinopla. (2) En efecto, no sólo Arrio sino todos los arrianos habían sido recibidos antes en el Concilio de Tiro, y en consecuencia los eusebianos no podían seguir preocupados por su recepción.

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162. (1) Tertio dicit Athanasius se historiam a Macario, qui interfuit, didicisse. (2) At Macarius iste tum modo in Concilio Tyrio ejusdem sceleris cum Athanasio convictus fuit et, multo magis, easdem excommunicationis et exilii poenas luit. (3) Quomodo igitur potuit hic paulo post adesse Constantinopoli et in medio Eusebianorum atque sub ipsius imperatoris oculis communionem cum Alexandro, urbis istius episcopo, exercere? (4) Quinetiam Alexander, cujus precibus Arius dicitur extinctus, mortuus erat, et Paulus in ejus locum suffectus ante Concilium Hierosolymitanum, ut Valesius in Observationibus ecclesiasticis, l. 2, c. 1, abunde satis probat. (5) Sed dices obitum Arii non in hoc Concilio Constantinopolitano, sed in alio quodam quod praecessit Concilium Hierosolymitanum contigisse. (6) Et ita quidem sentit Valesius, animadverso quod historia / mortis ejus non possit aliter consistere. (7) At respondeo ne sic quidem rem consistere. (8) Eusebius et Theogonius, in epistola eorum supra recitata quam ex occasione Arii alicujus tunc evocati scripsere, satis describunt Arium istum fuisse illum ipsum quem Athanasiani apprime accusabant, hoc est Arium principalem, eumque se purgasse, innocentem ostendisse et benigniter receptum fuisse ab episcopis: quod perinde est ac si dixisset non Arium tantum, sed causam Arii purgatam fuisse. (9) Similiter Athanasius mortem Arii describens dicit hunc Arium, ubi imperator eum evocabat, ea negasse de quibus accusabatur ab Alexandro et fidem scripsisse sacris literis conformem. (10) Et Synodus Hierosolymitana pariter scribit imperatorem prius ex fama, jam vero ex viva Arianorum voce, rectitudinem fidei illorum virorum hactenus per invidentiam oppressorum didicisse. (11) Quae omnia congruunt illi evocationi Yah. 19 162. 4. Vales. Observat. 2, 1 || 6. Vales. Observat. 2, 2 162. 3. hic] hic jam a. c. | in medio] in medio im a. c. | atque] add. | ipsius] * a. c. | exercere] * a. c. || 4. quinetiam Alexander – 6. quod historia mortis] add. || 4. et Paulus – suffectus ante] ante a. c. || 5. dices] dices quidem a. c. | Constantinopolitano] add. || 7. rem] res a. c. ut uid. || 8. recitata] re a. c. | alicujus tunc] add. | fuisse illum ipsum] eundem fuisse a. c. | Arium] add. | ostendisse] ** probasse a. c. | dixisset] scripsi : dixiss** leg. || 9. similiter] similiter synodus Hierosolymitana scribit imperatorem ub a. c. | mortem Arii describens] add. | describens] scripsi : describ** leg. | Alexandro] Athanas a. c. || 10. synodus] pari a. c. | Hierosolymitana] Alexandrina a. c. | pariter] scripsi : paritur leg. | Arianorum] illorum a. c. | hactenus per invidentiam oppressorum] add.

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162. (1) En tercer lugar, dice Atanasio que se enteró de la historia por Macario, que estuvo presente. (2) Sin embargo, ese Macario acababa de ser declarado culpable en el Concilio de Tiro del mismo crimen que Atanasio, y aún más, había recibido el mismo castigo de excomunión y exilio. (3) Así que, ¿cómo podía éste poco después encontrarse en Constantinopla y mantener la comunión con Alejandro, el obispo de esa ciudad, en medio de los eusebianos y ante los ojos del propio emperador? (4) Es más, incluso Alejandro, por cuyas súplicas se dice que había fallecido Arrio, estaba muerto, y Pablo había sido nombrado en su lugar antes del Concilio de Jerusalén, como prueba Valesio con abundancia suficiente en sus Observaciones eclesiásticas, l. 2, c. 1. (5) Pero dirás que la muerte de Arrio no ocurrió en este Concilio de Constantinopla sino en algún otro que precedió al Concilio de Jerusalén. (6) Y sin duda así le parece a Valesio, al darse cuenta de que la historia de su muerte no podría cuadrar de otra manera. (7) Sin embargo, respondo que la historia no cuadra ni siquiera así. (8) Eusebio y Teogonio, en su epístola antes reproducida que escribieron en ocasión de la revocación del exilio de cierto Arrio, describen suficientemente que ese Arrio era aquel mismo al que los atanasianos acusaban antes que a nadie, es decir, el Arrio principal, y que había quedado libre de culpa, se había mostrado inocente y había sido recibido con benevolencia por los obispos, que equivale a decir que no sólo Arrio sino la causa de Arrio había quedado libre de culpa. (9) De semejante modo Atanasio, al describir la muerte de Arrio, dice que este Arrio, cuando el emperador lo llamó del exilio, negó aquello de lo que lo acusaba Alejandro y escribió su fe conforme a las Sagradas Escrituras. (10) Y el Sínodo de Jerusalén escribe de modo parecido que el emperador había escuchado primero por la fama y luego de viva voz de los arrianos la rectitud de la fe de aquellos hombres, que hasta entonces habían sido hostigados por la envidia. (11) Todo lo cual cuadra con aquella llamada de Arrio del

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Arii, ubi ipse cum Euzoio porrexit imperatori symbolum supra recensitum: quippe quod expressiones sacris literis consentientes, omissis iis omnibus de quibus Arius condemnabatur, solummodo continet. (12) Arius itaque non multo ante Synodum Hierosolymitanum evocatus est et symbolum quod imperator literis suis Tyrum missis adjunxit fuit illud ipsum quod Arius et Euzoius ei porrexerant. (13) Nam si imperator tunc primum viva Arianorum voce didicerit quod antea solummodo per famam audiverat (ut synodus testatur), certe Arius et Euzoius non ante hoc tempus venerunt in conspectum imperatoris ad se purgandos. (14) Quod si imperator horum symbolum literis suis annexit, certe viri ipsi symbolum comitati sunt, siquidem symbolum missum est ad episcopos, ut ex ejus occasione viri denuo examinarentur. (15) Quinetiam Athanasius ipse testatur Arium interfuisse Concilio Hierosolymitano. (16) Cum enim in epistola de Synodis Arimini et Seleusiae recitasset epistolam Concilii Hierosolymitani, qua Ariani recepti sunt, immediate subjungit: (17) «Talem synodorum exordium fuit in quo quam celerrime sua studia, quae ulterius dissimulare nequibant, prodidere, siquidem eo ipso quod dicerent depulsam esse omnem invidiam et quod post Athanasii exilium scribebant Ἄρειον καὶ τοὺς σὺν αὐτῷ, “Arium et eos qui cum illo erant” recipiendos esse, satis indicarunt se non alia de causa Athanasio insidias struxisse quam ut Arianos reducerent». (18) Quis non videt ex his non / tantum Arium hic receptum fuisse, sed etiam hanc primam fuisse synodum in qua Eusebiani receptionem Arianorum aggressi sunt? (19) Ex sequentibus tamen Athanasii verbis videtur Valesius colligere priorem aliquam hujusmodi synodum fuisse, sed non recte, nam verba sic tantum sonant: quod «patres Hierosolymitani Arianos [ubique per Ecclesias] in communionem recipiendos esse statuissent, cum ipsi prius [non in priori concilio sed in hoc ipso] hoc fecissent». Yah. 19 162. 17-20. Ath. Al. Syn. 22, 1-4 162. 12. porrexerant] porrexerat a. c. || 13. viva] ex viva a. c. | Arianorum] illorum a. c. | voce] voce fidem a. c. | quod] quam a. c. | solummodo per famam] solum a. c. | ante hoc tempus] nisi hoc tempore a. c. || 14. missum] missum fecerit a. c. | ex ejus occasione] illi causam hor a. c. || 15. Hierosolymitano] Tyrio a. c. || 16. synodis] synod* a. c. | recitasset] **** a. c. | qua Ariani recepti sunt] add. || 17. insidias] **sidias leg. || 18. ex his] add. | hic] add. || 19. esse statuissent cum] add. | fecissent] facientes a. c.

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exilio cuando él mismo le entregó junto con Euzoyo al emperador el credo recogido más arriba, pues contiene sólo expresiones acordes con las Sagradas Escrituras, con la omisión de aquello por lo que se condenaba a Arrio. (12) Así que Arrio fue llamado del exilio no mucho antes del Sínodo de Jerusalén, y el credo que el emperador añadió a su carta enviada a Tiro fue aquel mismo credo que Arrio y Euzoyo le habían entregado. (13) Pues si fue entonces cuando el emperador escuchó de viva voz de los arrianos lo que antes sólo había oído por la fama (como da fe el sínodo), sin duda Arrio y Euzoyo no vinieron antes de ese momento a presencia del emperador para justificarse. (14) Y si el emperador añadió a su carta el credo de éstos, sin duda los propios hombres acompañaron al credo, dado que el credo se envió a los obispos para que de acuerdo con él se les juzgase de nuevo. (15) Es más, incluso el propio Atanasio atestigua que Arrio asistió al Concilio de Jerusalén. (16) En efecto, tras repetir en la Carta sobre los Sínodos de Rímini y Seleucia la carta del Concilio de Jerusalén por la que fueron recibidos los arrianos, añade inmediatamente: (17) «Éste fue el primer sínodo en el que pusieron en evidencia con la mayor celeridad sus afanes, que en adelante no podían disimular, dado que justamente al decir que se había eliminado toda la envidia y dado que después del exilio de Atanasio escribían que Ἄρειον καὶ τοὺς σὺν αὐτῷ, “Arrio y los que estaban con él”, debían ser recibidos, dieron suficiente prueba de que habían tendido asechanzas contra Atanasio con la sola intención de traer de vuelta a los arrianos». (18) ¿Quién no ve por estas palabras que no sólo Arrio fue recibido entonces sino que también éste fue el primer sínodo en el que los eusebianos intentaron la recepción de los arrianos? (19) Sin embargo, de las palabras siguientes de Atanasio, parece que Valesio deduce que hubo algún sínodo anterior de este tipo, pero incorrectamente, pues las palabras sólo rezan así: que «los padres de Jerusalén habían establecido que había que recibir a los arrianos en comunión [en todas las Iglesias], dado que ellos mismos lo habían hecho en primer lugar [no en un concilio anterior sino en este mismo]».

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(20) His adde quod episcopi orientales paulo post in Concilio Antiocheno dicunt se Arium recepisse. (21) In eodem consentiunt Ruffinus, Socrates, et Sozomenes: scribunt eum Tyri receptum, inde profectum in Aegyptum et reversum Constantinopolim. (22) Theodoritus quidem silentio praetermittit ejus receptionem sed, quod perinde est, tradit eum ex Aegypto rediisse Constantinopolim et ibi mox occubuisse. (23) Denique fabulam ipsam de interitu Arii Athanasius clare accommodavit ad tempora post Hierosolymitanum Concilium. (24) Affirmat enim ille Constantinum a tempore mortis Arii habuisse hominem pro condemnato et haeretico. (25) Quod nullo modo intelligi potest de temporibus ante Concilium Hierosolymitanum, siquidem imperator benigne commendavit causam Arianorum isti concilio et auctor fuit ut in eodem reciperentur. [f. 133r] [f. 134r]

163. (1) Denique commentum Athanasii inartificiosum / est et impium in quantum Alexander inducitur mortem Ario solennibus precibus a Deo postulans. (2) Doctrinam non Christi, sed eorum qui docent haereticos occidendos esse sapiunt hae preces. (3) Nisi enim licitum fuerit haereticum ob haeresin occidere, illicitum erit mortem ejus appetere; et homicida is erit in corde, qui appetit, aeque ac adulter est in corde qui congressum adulterinum discupit. (4) Viderit itaque lector probus utrum Deus precibus tam improbis annuerit, annon potius Athanasius pro modulo pietatis suae fabulam composuerit: fabulam quidem a vera religione tam longe distantem,

Yah. 19 162. 21. Rufin. Hist. 1, 11-13; Socr. Sch. HE 1, 37, 1-3; Soz. HE 2, 29, 1 || 22. Thdt. HE 1, 14, 1 162. 21. in eodem consentiunt] quod fidem ejus rectam esse sentirent idem scribunt historici omnes a. c. || 22. silentio praetermittit] omittit a. c. | et ibi] et * a. c. || 23. interitu] morte a. c. || 24. ille] add. | a tempore] ab eo tempore a. c. | mortis Arii] Arium a. c. | hominem] Arium a. c. | pro condemnato] pro homine a. c. || 25. modo] modo ** a. c. | benigne] a. c. || 163. 1. denique] quarto a. c. | solennibus] add. || 3. fuerit] fuerit *** a. c. | ob haeresin] **** **** occidere et ecclesia commodum a. c. | homicida] homi**cida a. c. | is] add. | qui congressum adulterinum discupit] teste Christo qui faeminam discupit a. c. : qui adulterinum congressum a. c. || 4. quidem] quidem quae a. c. | distantem] distat a. c.

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(20) Añádase a esto que los obispos orientales dicen poco después en el Concilio de Antioquía que habían recibido a Arrio. (21) En lo mismo están de acuerdo Rufino, Sócrates y Sozómeno: escriben que él, una vez recibido en Tiro, de ahí se marchó a Egipto y luego regresó a Constantinopla. (22) Teodoreto, es cierto, pasa en silencio por su recepción, pero cuenta, lo que es lo mismo, que volvió de Egipto a Constantinopla y allí en seguida murió. (23) Finalmente, Atanasio adaptó claramente la propia historia de la muerte de Arrio a los tiempos después del Concilio de Jerusalén. (24) En efecto, afirma él que Constantino, desde el momento de la muerte de Arrio, lo tuvo por persona condenada y hereje. (25) Algo que de ninguna manera puede entenderse si se trata de los tiempos anteriores al Concilio de Jerusalén, dado que el emperador encomendó con benevolencia la causa de los arrianos a ese concilio y fue el responsable de que fueran recibidos en el mismo. 163. (1) Finalmente la mentira de Atanasio es tosca e impía porque presenta a Alejandro pidiéndole a Dios la muerte de Arrio con solemnes oraciones. (2) Estas oraciones no evocan la doctrina de Cristo sino la de quienes piensan que hay que matar a los herejes. (3) En efecto, a no ser que fuese lícito matar a un hereje por causa de su herejía, será ilícito desear su muerte, y será homicida quien lo desee en su corazón, igual que es adúltero quien en su corazón desea un adulterio. (4) Así que ya verá el buen lector si Dios asintió a unas oraciones tan ímprobas, o si no fue más bien que Atanasio compuso la historia según la medida de su piedad: una historia, sin duda, tan alejada de la verdadera religión que por ella aprendemos

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ut inde discamus Athanasium ne verbis quidem ad artem compositis veram pietatem exprimere et exhibere novisse. (5) Nemini mirum igitur esse debet quod hic Athanasius Arsenium occiderit aliosque diversimode persecutus fuerit. (6) Quid enim non audebit, qui ob Ecclesiae commodum haereticorum mortem appetere pium esse ducit atque mortui memoriam tan foeda calumnia violare ausus sit? Crimen apud ipsos gentiles in execratissimis semper habitum. 164. (1) Caeterum per hanc calumniam Athanasius se patrem pontificiorum praebuit triplici respectu: quatenus scilicet religionem promovendam esse statuit per pias fraudes, per caedem haereticorum et per ficta miracula: (2) per pias fraudes, dum his artificiis religionem et nomen Arii infame reddere conatus est; (3) per caedem, dum mortem haeretici appetere et precibus ambire pro pietate habuit; (4) per ficta miracula, quale erat quod Deus, Alexandri precibus annuens, Arium sustulit. (5) Utinam vero solus hanc religionem sapuisset et non genus hominum (monachos intelligo) iisdem moribus imbutum immisisset in Ecclesias! Sed ad rem. [f. 137r]

165. (1) Postquam hoc Athanasii figmentum / (2) «tuebat episcopos, salvis et permanentibus integris sacerdotibus per pugnas et caedes gentilium; nihil respiciens leges, desperationi tribuens totum: unde per vim, per caedem, per bellum Alexandrinorum basilicas depraedatur» (Concil. Sardicens.

Yah. 19 165. 2. Baron. Ann. 3, 347, 88 163. 4. exprimere et exhibere novisse] depingere novisse et multo minus actionibus suis * actiones suas ad hujus normam componere (componeret a. c. ut uid.) novisse a. c. || 5. diversimode] diverse a. c. | fuerit] fuit a. c. ut uid. || 6. ducit] duxit a. c. | atque mortui – semper habitum] add. | atque] ** atque a. c. | violare] vio*lare a. c. | in execratissimis] execratissimum a. c. ut uid. | in execratissimis semper] semper in execratissimis a. c. || 164. 1. calumniam] fabulam a. c. | praebuit triplici respectu] triplici respectu praebuit a. c. | statuit] putat a. c. : docuit a. c. || 2. religionem et nomen Arii] nomen Eusebianorum et religionem Eusebianorum a. c. || 3. pro pietate] pium esse a. c. || 4. quale] hujusmodi enim a. c. || 5. vero] add. | imbutum] eruditum in ecclesias a. c. || 165. 1. postquam] discrepantiam a. c. | figmentum] figmentum tot insidiis detexi vix a. c. || 2. tuebat episcopos – 7. sit exponere] app. XIV a. c. om. del., cf. intr. 4. 2. 4. § 40

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que Atanasio ni siquiera con palabras compuestas artificiosamente supo expresar y exhibir la verdadera piedad. (5) Así que a nadie le debe resultar sorprendente que este Atanasio matase a Arsenio y persiguiera a otros de modos diversos. (6) En efecto, ¿a qué no se atreverá quien considera que es piadoso desear la muerte de los herejes por el bien de la Iglesia, y quien se ha atrevido a violar la memoria de un muerto con una calumnia tan repugnante? Un crimen que entre los propios paganos se ha tenido siempre entre los más execrables. 164. (1) Por lo demás, con esta calumnia Atanasio se presenta como padre de los papistas, en tres aspectos: a saber, en la medida en que decidió que había que promover la religión mediante fraudes piadosos, mediante la muerte de herejes y mediante milagros inventados. (2) Mediante fraudes piadosos, al intentar con estos artificios volver infames la religión y el nombre de Arrio; (3) mediante el asesinato, al tener como piadoso el desear la muerte de un hereje y buscarla mediante oraciones; (4) mediante milagros fingidos, cual era el que Dios se llevase a Arrio asintiendo a las oraciones de Alejandro. (5) ¡Ojalá sólo él hubiera profesado esta religión y no hubiese introducido en las Iglesias a una clase de personas imbuida en la misma moral (a los monjes, me refiero)! Pero volvamos al tema. 165. (1) Después de que este invento de Atanasio 140 (2) «nombraba obispos a algunos de los infieles, quedando a salvo e intactos los sacerdotes mediante luchas y asesinatos de paganos, sin respetar en nada las leyes, dándolo todo a la desesperación; de donde a causa de la violencia, el asesinato y la guerra depreda las basílicas de los alejandrinos» (Concilio Sárd. Orient.). (3) Así que

140  Se interrumpe bruscamente la narración. Se reanuda en el momento en que Atanasio está de regreso en Alejandría tras la muerte de Constantino (337) y los obispos egipcios vuelven a denunciarlo, ahora ante los emperadores Constantino II, Constante y Constancio. Cf. apartado 4.2.4, § 40, del estudio introductorio.

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Oriental). (3) Episcopi igitur orientales his rebus valde conturbati vulnus non negligendum duxerunt sed, missis ad singulos tres imperatores per legatos epistolis, haec nova Athanasii facinora praeter ea de quibus condemnatus fuerat aperiunt (Epist. Synod. Alexandr.). (4) Ad Julium quoque, Romanae urbis pontificem, eadem perscribunt per legatos Macarium presbyterum et Martyrium Hesychiamque diaconos, per quos mittunt etiam Acta Tyria, eo ut iniqui judicii suspicio omnis tolleretur. (5) E contra Athanasius synodum octoginta episcoporum Aegyptiorum convocat Alexandriae (Sulpitius) et horum nomine mittit ad Ecclesias epistolam illam quae extat in Athanasii Apologia secunda sub initio. (6) Prolixior est epistola quam quae hic describatur, et quicquid ad historiam spectat alibi citavi. (7) Quare satis fuerit scopum et argumentum ejus hic breviter describere et quid de iisdem sentiendum sit exponere. 166. (1) Imprimis igitur de judicio Synodi Tyri deque novis Eusebianorum accusationibus generaliter conqueruntur, tanquam de saeva quadam ac truculenta persecutione qua sanguis Athanasii appeteretur, et persecutionem hanc pro viribus ampliantes ita rem exprimunt quasi in uno Athanasio exulassent omnes. (2) Deinde ad

Yah. 19 165. 3. Ath. Al. Apol. sec. 3, 5 || 5. Sulp. Sev. Chron. 2, 36, 2 || 166. – 171. Cf. Ath. Al. Apol. sec. 3-19 165. 3. Orientales] scripsi : Orientalis leg. : Orientis a. c. || 4. quoque] add. | eadem perscribunt per legatos] legatos mittunt a. c. : eadem perscribunt misso ad eum a. c. | perscribunt] **** a. c. | Macarium presbyterum – Hesychiamque diaconos] Macario presbytero et Martyrio Hesychiaque diaconis a. c. | per quos mittunt etiam] missos insuper a. c. | acta] acta concilii a. c. | eo ut] quibus a. c. || 5. octoginta] add. | Aegyptiorum] **** a. c. | mittit ad ecclesias] add. | illam quae – sub initio] ad eum apologeticam ad ecclesias a. c. | extat... sub initio] extat initio a. c. || 6. prolixior] ex a. c. | epistola] haec epistola a. c. | et quicquid] et ex eadem quae a. c. | spectat] spectant a. c. || 7. alibi] alibi a. c. : suis in locis a. c. | fuerit] fuerit si a. c. | argumentum] per (ut uid.) contenta a. c. | describere] describam a. c. | et quid – sit exponere] add. || 166. 1. imprimis igitur – Athanasii appeteretur] imprimis itaque de (accusatione add.) Eusebianorum (Eusebianis a. c. ut uid.) (conqueruntur del.) conqueruntur tanquam de saevis et truculentis sanguinem ** persecutoribus vehementissime conqueruntur p** a. c. | accusationibus] genere a. c.

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los obispos orientales, muy perturbados por esto, consideraron que no debían descuidar la herida, sino que enviando epístolas mediante legados a cada uno de los tres emperadores descubren estos nuevos crímenes de Atanasio, además de aquellos por los que ya había sido condenado (Carta del Sínodo de Alejandría). (4) También le describen lo mismo a Julio, el pontífice de la ciudad de Roma, a través de los legados Macario, presbítero, y Martirio y Hesiquias, diáconos, a través de quienes envían también las Actas de Tiro, para quitarle toda sospecha de juicio injusto. (5) Por el contrario Atanasio convoca en Alejandría un sínodo de ochenta obispos egipcios (Sulpicio) y en nombre de éstos envía a las Iglesias aquella epístola que se ha conservado en la Apología segunda de Atanasio, al comienzo. (6) La epístola es demasiado larga como para reproducirla aquí, y todo lo que hace a la historia lo he citado en otra parte.141 (7) Por ello será suficiente describir aquí brevemente su finalidad y argumento, y exponer lo que debe pensarse de los mismos. 166. (1) En primer lugar, pues, se quejan en términos generales del juicio del Sínodo de Tiro y de las nuevas acusaciones de los eusebianos, como si se tratase de una especie de cruel y salvaje persecución con la que deseasen la sangre de Atanasio, y amplificando esta persecución con todas sus fuerzas presentan el asunto como si sólo con Atanasio estuviesen todos exiliados. (2) Luego,

141  Cf. 65, 5-7; 95, 4; 110, 4; 121, 10; 123, 2-8; 129, 6-7; 130, 4-11; 138, 4-7; 141, 7-10; 153, 19; 155, 2-4; 155, 6; 165, 3.

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[f. 138r]

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particularia descendentes affirmant Athanasii reditum a caedibus et carceribus immunem fuisse, et Eusebianos caedem eorum Athanasio tribuisse qui per judices sublati erant, idque antequam Athanasius in Aegyptum venerat, atque hoc / Eusebianos in literis suis accusatricibus agnovisse. (3) At hic candorem in Aegyptiis desiderare videor. (4) Potuerunt enim Eusebiani, recensendo mala omnia quae restitutio Athanasii attulerant, ea etiam adnumerare quae factione et studio sui gregalium fama adventus ejus vel literis acceptis erectorum perpetrata fuerint. (5) Sed quod horum crimen ipsi Athanasio expresse referrent, et tamen in iisdem literis agnoscerent haec in tribunalibus ante adventum Athanasii in Aegyptum perpetrata, consistere non potest. 167. (1) Posthaec Aegyptii, affirmantes Athanasium ob solam fidem persecutum esse, dicunt Eusebianos ante Concilium Nicaenum iras in eum vertisse eo quod assiduus esset apud Alexandrum et ab eo in pretio haberetur; (2) dein odium eorum magnopere crevisse ob ea quae gessit in concilio isto, ideo postquam episcopus factus esset insidias in eum struxisse. (3) Tum de ordinatione ejus disserentes, de eadem objectionem Meletianorum referunt, sed corrupte admodum, quasi ea constitisset in paucitate ordinatorum et in obscuritate loci ubi ordinatus est, et non in vi ordinatoribus illata. (4) Vim vero in qua objectio vere constitit agnoscunt quidem, sed ita tamen quasi ea in Athanasii

Yah. 19 166. – 171. Cf. Ath. Al. Apol. sec. 3-19 166. 2. Eusebianos] Athana a. c. | Athanasius] Athanasium a. c. | venerat] scripsi : venerant leg. || 4. recensendo] dum a. c. | factione] * sui gre * a. c. | acceptis] add. | erectorum] erectorum in Alexand ante a. c. | fuerint] sunt a. c. || 5. horum crimen – referrent] haec ipsi Athanasio ascri a. c. : de his Athanasium ipsum accus* a. c. | iisdem] scripsi : iidem leg. | in tribunalibus] in tribunalibus perpetr a. c. || 167. 1. ante Concilium Nicaenum] ante Concilium Nicaenum cum viderent eum * apud Alexandrum assiduum esse (est a. c. ut uid.) et in pretio haberi a. c. | eo quod] quod quod (sic) esset eum a. c. | assiduus] assiduum a. c. | ab eo] add. || 2. ideo] et ideo a. c. || 3. de eadem] add. | Meletianorum – admodum] deformant (ut uid.) (**** add.) ea de re mutilant et **** imperfecte referunt vel potius **** (Meletianorum add.) tantum (ut uid.) corrupte (tamen add.) referunt a. c. | ea] add. | in paucitate] (tantum add.) in paucitate a. c. : in paucitate ** a. c. | in obscuritate] obscuritate a. c. || 4. vero in qua] tamen vero in a. c. | ea] add.

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descendiendo a cuestiones particulares, afirman que el regreso de Atanasio estuvo limpio de asesinatos y cárceles, y que los eusebianos le habían atribuido a Atanasio el asesinato de gente que había sido condenada por los jueces, y ello antes de que Atanasio llegase a Egipto, y que esto lo reconocían los eusebianos en sus cartas acusadoras. (3) Pero aquí me parece que echo en falta buena fe en los egipcios. (4) En efecto, los eusebianos pudieron, en su enumeración de todos los males que había acarreado la restitución de Atanasio, contar también lo que había perpetrado la facción y el afán de sus adeptos al anunciarse su llegada o recibirse cartas de los restablecidos. (5) Pero no puede encajar que acusaran expresamente de estos hechos al propio Atanasio y que sin embargo reconociesen en la misma carta que esto se había perpetrado en los tribunales antes de la llegada de Atanasio. 167. (1) Después los egipcios, en su afirmación de que Atanasio era perseguido sólo por causa de su fe, dicen que los eusebianos, antes del Concilio de Nicea, volcaron en él su cólera porque estaba siempre junto a Alejandro y éste lo apreciaba; (2) que luego su odio creció enormemente por lo que se llevó a cabo en ese concilio, y por esa razón desde que fue hecho obispo le tendieron asechanzas. (3) Entonces, hablando de su ordenación, refieren la objeción de los melecianos sobre la misma, pero de manera corrupta, como si hubiese consistido ésta en el escaso número de ordenantes y en la oscuridad del lugar donde fue ordenado, y no en la violencia ejercida contra los ordenantes. (4) Esta violencia, en la que consiste de verdad la objeción, sí que la reconocen, pero como si redundase en

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[f. 139r]

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laudem cessisset. (5) Dicunt enim «omnem multitudinem omnemque populum catholicae Ecclesiae in unum coactum, quasi in speciem unius corporis et animae clamoribus vociferationibusque postulasse Athanasium Ecclesiae episcopum dari, idque publicis votis a Christo expetisse, et ordinatores ut facerent per multos dies et noctes jurejurando obtestatos fuisse, cum interea nec ipsi ab Ecclesia discederent neque ordinatoribus discedendi facultatem permitterent. (6) Atque hoc», aiunt, «nostrum est totiusque civitatis et universae / provinciae testimonium». (7) Hoc modo veram objectionem, cui respondere non possent, dissimulant et fuco obducunt. (8) Certe enim objectio in hoc consistit, quod cum episcopus ab universo populo ordinari deberet,ax solis exceptis qui criminis alicujus convicti et nominatim excommunicati fuerant, qui certe non multi esse possent, ad electionem Athanasii concurrit tantum pars aliqua populi quae cum eo faciebat, caeteris exclusis; (9) deinde, cum penes ordinatores esse deberet electum vel probare vel rejicere, haec pars populi una cum Athanasio ecclesiam ubi episcopi aliqui collecti erant occupans, foras clausit ac clausas tenuit per plures dies, donec tandem perpetuis clamoribus flexerit et compulerit plurimum reluctantes episcopos ut ordinarent Athanasium, idque contra juramentum quoddam quo se paulo ante obstrinxerant, uti tradunt nonnulli. (10) Hanc fuisse veram objectionem lector quivis candidus ex ipsis Aegyptiorum verbis facile collegerit.  Hujus rei exemplum habetis in electione Ambrosii, qui {...}.

ax

Yah. 19 166. – 171. Cf. Ath. Al. Apol. sec. 3-19 167. 5. omnemque populum] add. || 6. hoc] add. || 7. cui] et a. c. ut uid. || 8. episcopus] elec a. c. | ab universo – ordinari deberet] ordinandus esset ab universo populo a. c. | ad electionem Athanasii] Athanasius ordinandus (esset add.) a. c. | aliqua] add. || 9. esse deberet] esset a. c. | vel probare] probare a. c. | una cum Athanasio – uti tradunt nonnulli] vociferationibus et exclamationibus coegit (**** add.) eos in ecclesia per plures dies plurimum r** conclusos (donec tandem vociferationibus et exclamationibus efficeret ut Athanasius ordinaretur add.) Athanasius (Athanasium a. c.) tandem ordinare idque contra juramentum quoddam ut aliqui scribunt ordinatorum uti a. c. | occupans] occupan**s a. c. | flexerit] effe a. c. | episcopos] ordinatorum a. c. | ordinarent Athanasium] Athanasium ordinarent a. c. || 10. hanc fuisse – facile collegerit] add.

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alabanza de Atanasio. (5) En efecto, dicen que «toda la multitud y todo el pueblo de la Iglesia católica reunido en uno solo, como si de un solo cuerpo y alma se tratase, pidió con gritos y vociferaciones que se nombrase a Atanasio obispo de la Iglesia, y le pidieron eso mismo a Cristo con votos públicos, y exigían con juramento a los ordenantes que lo hiciesen durante muchos días y noches, mientras que entre tanto ni ellos mismos se marchaban de la iglesia ni dejaban marcharse a los ordenantes. (6) Y esto», dicen, «es nuestro testimonio y el de toda la ciudad y la totalidad de la provincia». (7) De esta forma disimulan la verdadera objeción, a la que no podían responder, y la ocultan con humo. (8) En efecto, la objeción consistió sin duda en que, mientras que un obispo debía ser ordenado por todo el pueblo,ax a excepción sólo de quienes eran convictos de algún crimen y habían sido excomulgados personalmente, que sin duda no podían ser muchos, sin embargo en la elección de Atanasio convino sólo una cierta parte del pueblo que colaboraba con él, excluidos los restantes; (9) y luego, cuando debía depender de los ordenantes aprobar o rechazar al elegido, esta parte del pueblo, ocupando junto con Atanasio la iglesia donde se habían reunido algunos obispos, cerraron las puertas durante varios días hasta que finalmente, con el griterío constante, doblegó y empujó a los obispos, que se oponían en grado sumo, a que ordenasen a Atanasio, y ello en contra de cierto juramento con el que un poco antes se habían obligado, según transmiten algunos. (10) Que ésta fue la verdadera objeción cualquier lector imparcial lo deducirá fácilmente de las propias palabras de los egipcios.142

 Un ejemplo de esto lo tenéis en la elección de Ambrosio, quien {...}.142

ax

142  Según la tradición Ambrosio fue elegido de forma unánime por el pueblo de Milán, pese a que éste se encontraba dividido entre «arrianos» y «católicos» y Ambrosio era sólo un catecúmeno.

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168. (1) Ex occasione hujus objectionis Aegyptii proximo loco reprehendunt Eusebium quod is de sede in sedem transierat, cum tamen hoc non raro fieret in Oriente. (2) Sic enim Eustathius traslatus est a Concilio Nicaeno de sede Beroensi in Antiochensem, et Gregorius Nazianzenus de Nazianzo venit Constantinopolim et in ea sede per ipsum episcopum Alexandrinum confirmatus est.

[f. 140r]

[f. 139v]

(3) Commemorant praeterea Aegyptii superiorem Eusebii et Theogonii depositionem ob communionem cum Arianis. (4) Deinde ad ordinationem Athanasii reversi haec scribunt: (5) «Praesentibus accusationibus», inquiunt, «similia sunt quae tunc finxere Eusebiani: fuisse scilicet in Athanasii introitu seditiones, luctus, populorumque lamentationes indigne ferentium illius creationem. (6) Nihil enim horum contigit, sed omnia contraria, gaudia scilicet, animorumque alacritates et populorum desiderio videndi hominis accursus. (7) Ubique per Ecclesias laetitiae et gratulationes ad Dominum». (8) Et similiter paulo ante dicunt: «Omnem multitudinem omnemque / populum catholicae Ecclesiae in unum collectum clamoribus postulasse ut Athanasius ordinaretur». (9) Quis non stuperet haec legens et conferens cum perpetuis dissidiis Aegyptiorum? / (10) Potuitne urbs Alexandrinorum studium diversarum sententiarum in pectore fovere, et tamen dissentionis minister praecipuus ex una parte sine luctu alterius in episcopatum promoveri? (11) Potuit diaconus in istum gradum promoveri contra canonem apostolicum istius Ecclesiae et tamen non probi omnes dolere violationem canonis, nec ipsi duodecim presbyteri, ex quorum numero episcopus eligendus erat, violationem Yah. 19 166. – 171. Ath. Al. Apol. sec. 3-19 168. 1. proximo loco] vicissim a. c. | transierat] pergeret a. c. : perrexerat a. c. || 2. Antiochensem] Anti a. c. ut uid. || 2-3. et in ea – et Theogonii] Eusebio praeterea et Philo Theogonio objiciunt praeterea **** Aegyptii **** **** **** superiorem a. c. || 3. praeterea] scripsi : praetera leg. || 4. scribunt] scribunt. Contra Athanasium episcopum inquiunt mendacia fingere non reformidant Eusebiani, * hisce prorsus similia quae a. c. || 5. accusationibus] mendaciis a. c. | lamentationes] acclamationes a. c. || 8. dicunt] dicebant a. c. || 9. stuperet] stupeat a. c. | stuperet haec legens] haec legens stuperet a. c. || 10. alterius] alterius eligi* a. c. || 11. potuit] potuitne a. c. | apostolicum] add. | et tamen non] et tamen presbyteri duodecim ex quorum numero episcopus erat eligendus non dolere **** vim (ut uid.) illatam abrogationem privilegii ** probi omnes violationem canonis a. c.

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168. (1) Con ocasión de esta objeción los egipcios censuran a continuación a Eusebio por haber ido de sede en sede, cuando esto no raramente se hacía en Oriente. (2) En efecto, así fue trasladado Eustacio por el Concilio de Nicea de la sede de Berea a la de Antioquía, y Gregorio Nacianceno llegó de la de Nacianzo a la de Constantinopla y fue confirmado en esa sede por el propio obispo alejandrino. (3) Recuerdan además los egipcios la anterior deposición de Eusebio y Teogonio por su comunión con los arrianos. (4) Luego, volviendo a la ordenación de Atanasio, escriben lo siguiente: (5) «A las presentes acusaciones», dicen, «son semejantes las que se inventaron entonces los eusebianos: a saber, que hubo con la entrada de Atanasio sediciones, duelos, lamentos de la gente que llevaba a mal su nombramiento. (6) En efecto, no ocurrió nada de esto, sino todo lo contrario, a saber, expresiones de gozo y alegría de las almas, y deseo de la gente de ver la llegada del hombre. (7) Por todas las Iglesias, alegría y gracias al Señor». (8) Y de semejante manera dicen poco antes: «Toda la multitud y todo el pueblo de la Iglesia católica, reunido en uno solo, pidieron con clamores que se nombrase a Atanasio». (9) ¿Quién no se quedaría boquiabierto al leer esto y compararlo con las continuas discordias de los egipcios? (10) ¿Es que pudo la ciudad de los alejandrinos alimentar en su interior el afán por pareceres diversos y sin embargo el principal ministro de la disensión pudo ser promovido al obispado por una parte sin el duelo de la otra? (11) ¿Pudo ser promovido a tal grado un diácono en contra del canon apostólico de esa Iglesia y sin embargo que todos los hombres de bien no se quejasen de la violación del canon, y que ni siquiera los propios doce presbíteros de cuyo número había que elegir al

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privilegii? (12) Potuit puer ordinari vixdum viginti quinque annos natus, idque factione tumultuantis populi, reluctantibus plurimum ordinatoribus, et tamen nemo probus inveniri qui facinus doleret, nemo prorsus ejusdem sententiae cum ordinatoribus? (13) Imo vero non tantum ordinatores diu reluctati, sed et alii quamplurimi Athanasium aversati sunt eumque ut sedis invasorem excommunicarunt, et facta est inde dissentio gravis, quae sedari non posset antequam imperator ipse episcopos utriusque partis evocaret et tam donis et muneribus deliniret quam verborum lenociniis. [f. 140r]

(14) Eusebianis igitur haec objicientibus, audi quam probe respondent Aegyptii: / exclusis de catholica Ecclesia quotquot Athanasium vel ob calumnias Ario illatas vel ob violentam electionem et scelera aversati sunt, propriam tantum factionem vocant Ecclesiam universam, et quia horum nemo Athanasium aversatus esset, Eusebianos reprehendunt ut falsos accusatores, quasi hi dixissent illos ipsos qui per vim effecerant ut Athanasius ordinaretur ordinationem ejus luxisse. (15) Et quamvis ex hac ordinatione tanta per totam Aegyptum consecuta fuerint dissidia, ut Constantinus ipse rem minime negligendam putarit, hi tamen, quia multi anni jam elapsi fuerant et Ecclesiae occidentales ad quas mittebant hanc epistolam longinquae erant et res Aegyptiorum minime callebant, omnem illam contentionem alto involvunt silentio deque ordinatione Athanasii loquuntur quasi tranquillissima et Christianis omnibus gratissima fuisset. (16) Ex his viderit lector quanta fides in caeteris debeatur huic synodo.

Yah. 19 166. – 171. Ath. Al. Apol. sec. 3-19 168. 12. natus idque] natus et a. c. | nemo] nemo inveniri ejusdem sententiae cum ordinatoribus a. c. | doleret] scripsi : dolerent leg. || 13. imo] imo alii a. c. | tantum ordinatores diu reluctati sed] ordinatores tantum sed a. c. | diu] diu plurim a. c. | aversati] aversati* a. c. | sunt] sunt ** a. c. | quae] ita ut a. c. | deliniret] * a. c. || 14. Eusebianis] audi igitur a. c. | exclusis] sed his exclusis a. c. | quotquot] istis quotquot a. c. | et scelera] aut scelera a. c. | ipsos] ipsos ordinationem a. c. | ordinationem ejus] eandem ejusdem ordinationem a. c. | luxisse] lux*isse a. c. || 15. ipse rem – putarit] episcopos litigantes se vocaret contentionis se judicem praeberet ac (et a. c.) donis muneribus placaret a. c. | ad quas] ad a. c. : aliaeque a. c. | omnem illam] tam tam illa a. c. | contentionem] contention a. c. : disputationem a. c. | alto involvunt silentio] silunt a. c. | silentio] silentio quasi a. c. | loquuntur] locuti sunt a. c. | Christianis] *** a. c.

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obispo se quejasen de la violación de su privilegio? (12) ¿Pudo ordenarse un muchacho de apenas veinticinco años, y ello merced a la facción tumultuosa del pueblo, con la fuerte resistencia de los ordenantes, y sin embargo que no se encontrara a ninguna persona de bien que lamentase la fechoría, absolutamente nadie del mismo parecer que los ordenantes? (13) Es más, no sólo los ordenantes se resistieron largo tiempo, sino que incluso otros muchos atanasianos se apartaron de él y lo excomulgaron como invasor de la sede, y se originó de ello una grave disensión que no pudo calmarse hasta que el propio emperador llamó ante sí a los obispos de ambos partidos y los aplacó tanto con regalos y obsequios como con palabras de adulación. (14) Escucha, pues, con qué honradez responden los egipcios a estas objeciones de los eusebianos: excluyendo de la Iglesia católica a cuantos se apartaron de Atanasio o bien por las calumnias lanzadas contra Arrio o bien por la violenta elección y por sus crímenes, sólo a su propia facción la llaman la totalidad de la Iglesia, y dado que de éstos nadie se había apartado de Atanasio, censuran a los eusebianos como falsos acusadores, como si éstos hubieran dicho que ellos mismos, los que habían hecho uso de la fuerza para que Atanasio fuera ordenado, se habían dolido de su ordenación. (15) Y aunque de esta ordenación se habían seguido por Egipto discordias tan grandes que el propio Constantino consideró que no había que descuidar el asunto, sin embargo éstos, dado que habían pasado ya muchos años y las Iglesias occidentales a las que enviaban esta epístola estaban muy lejos y no tenían ni idea de la situación de los egipcios, envuelven aquella contienda en un profundo silencio y hablan de la ordenación de Atanasio como si hubiera sido la más apacible y la más grata para todos los cristianos. (16) De aquí verá el lector cuánto crédito se le debe en lo demás a este sínodo.

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[f. 141r]

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169. (1) Posthaec ad Concilium Tyri transeunt Aegyptii et imprimis hoc reprehendunt, quod Eusebius, Georgius aliique patres de aliis atque aliis criminibus notam censuramque ab Aegyptiis passi sunt, quodque comes cum militibus praesidebat in concilio et loquendi, id est cavillandi et rixandi, libertatem tollebat. (2) Sed seipsos potius culpare debuerint, qui per invictam petulantiam et rixandi tumultuandique studium jam ante se infames reddiderant apud orientales, ita ut hi necessitate quadam / compulsi fuerint modestiae inspectatorem ab imperatore postulare. 170. (1) Deinde de Arsenio verba facientes dicunt hunc in vivis esse et communionem illorum expetere, neque aliae expectare testimonia quod viveret, sed ipsum hoc confessum esse, propriis literis ad Athanasium scribendo. (2) Deinde quamvis ex his pateat eos nec vidisse Arsenium neque aliud habuisse argumentum praeter literas ejus quod viveret, affirmant tamen Arsenium sub omnium oculos productum esse vivum et aperte calumnias Eusebianorum reprehendentem, per literas scilicet quae sub omnium oculos productae erant. (3) Imo vi harum literarum addunt Arsenium, quo tempore imperator causam primum judicabat et deinceps, inter se extitisse: vi, inquam, harum literarum, nam si revera nossent ubinam gentium esset, evocassent eum et vivum ostentassent, jam vero e contra scribunt quod Arsenius μεθ’ἡμῶν εὔχεται συνάγεσθαι, «nobiscum communione conjungi exoptat», et literas citando in quibus hoc exoptabat addunt eum οὐκ ἄλλας ἀναμένειν μαρτυρίας ἵνα ζῶν φανῇ, «non alia expectare testimonia quod in vivis esset».

Yah. 19 166. – 171. Ath. Al. Apol. sec. 3-19 169. 1. posthaec] posthaec ad** a. c. | Tyri] ** a. c. | imprimis] add. | quod] quod Dionysius comes in co p** cum militibus in eo praesidebat a. c. | aliique] caeterique a. c. | patres] add. | concilio] consilio a. c. | id est cavillandi et rixandi] add. | tollebat] Epi ****bat a. c. || 2. seipsos] sed a. c. | jam ante] quod jam ante a. c. | reddiderant] scripsi : reddierant leg. || 170. 1. deinde] deinde **** a. c. | neque] et a. c. || 2. literas] ill epistolam ej a. c. | per literas] quasi a. c. || 3. vi] virt a. c. | addunt] addunt postea a. c. | judicabat] ** a. c. | extitisse] **** **** **** a. c. | harum] i* a. c. | revera] add. | nossent] nosset a. c. | e contra] e* contra a. c. | expectare] add.

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169. (1) Después pasan los egipcios al Concilio de Tiro y en primer lugar censuran esto: que Eusebio, Jorge y otros padres habían sufrido la marca y la censura por tales y tales acusaciones de los egipcios, así como que un oficial con soldados presidía el concilio y les quitaba la libertad de hablar, es decir, de decir infundios y reñir. (2) Pero más bien habrían debido culparse a sí mismos, que por su invencible arrogancia y su afán de riñas y tumultos ya antes se habían hecho infames ante los orientales, de tal forma que éstos se vieron empujados como por cierta necesidad a solicitar del emperador un inspector de la moderación. 170. (1) Luego, hablando de Arsenio, dicen que éste se encuentra entre los vivos y que desea su comunión, y que no espera otros testimonios de que está vivo, sino que él mismo lo confiesa escribiéndole a Atanasio de puño y letra. (2) Luego, aunque quede claro por eso que ellos ni habían visto a Arsenio ni tenían otro argumento de que vivía aparte de su carta, afirman sin embargo que Arsenio fue traído ante los ojos de todos vivo y censurando abiertamente las calumnias de los eusebianos: a saber, mediante la carta que se había traído ante los ojos de todos. (3) Es más, en virtud de esta carta añaden que Arsenio había estado entre ellos en el tiempo en que el emperador juzgó por primera vez la causa y después; en virtud, digo, de esta carta, pues si realmente hubiesen sabido en qué lugar estaba lo habrían llamado y lo habrían mostrado vivo, pero en cambio escriben que Arsenio μεθ’ἡμῶν εὔχεται συνάγεσθαι, «desea unirse en comunión a nosotros», y al citar la carta en la que deseaba eso añaden que οὐκ ἄλλας ἀναμένειν μαρτυρίας ἵνα ζῶν φανῇ, «no espera otros testimonios de que está

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[f. 142r]

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(4) Quae utique neutiquam dixissent si Arsenius votum communicandi cum eis explevisset unquam, vel alio quovis praeter literas istas indicio se vivere demonstrasset. (5) Imo literas quas Eusebiani ut fictas dudum improbaverant neutiquam citassent in testimonium quod Arsenius viveret, sed e contra, si nossent ubinam gentium Arsenius esset, vindicassent literas istas a cavillationibus Eusebianorum evocando Arsenium et ostentando. (6) Hoc enim factu facilius fuisset quam octoginta episcopos congregare, et hoc unico Athanasium plane vindicassent et confusis Eusebianis liti finem imposuissent. (7) Sed tantum abfuit ut hoc facerent, ut e contra, postulantibus ut Arsenius, quem in vivis esse toties jactabant, in medium tandem produceretur, / respondent Arsenium non alia expectare testimonia praeter literas quibus id pridem indicaverat Athanasio. (8) Perspicuus enim verborum istorum scopus est ut lectores docerentur non alia petere testimonia vel defectu aliorum fluctuare, sed literis istis tanquam sufficienti testimonio acquiescere. (9) Hinc igitur viderit iterum lector quali cum studio hi Aegyptii Athanasium defenderint: etenim si causam Athanasii non quomodocumque defendendam, sed cum judicio et aequitate discutiendam suscepissent, {...}. 171. (1) Proximo loco Aegyptii, describentes quomodo Athanasius Tyro fugiens postulavit ab imperatore ut ipse causam audiret, dicunt quod Eusebiani, ubi Constantinopolim venissent, nihil inter accusandum de objectis Tyri criminibus meminere, sed frumentum ab Athanasio navesque detentas calumniati sunt, eumque gloriatum esse dixere quod frumenti deportationem ex Alexandria ConstanYah. 19 166. – 171. Ath. Al. Apol. sec. 3-19 169. 4. dixissent] dixissent si ** neque epistolam ab Eusebianis repudiatam ** omnino citassent si * a. c. | explevisset] scripsi : explevissent leg. | vel] vel ill* ips* aliud quodvis quod praet a. c. | literas] literas ab a. c. || 170. 5. improbaverant] **** a. c. | in testimonium – e contra] sed Arsenium ipsum a. c. | Arsenius] add. | vindicassent – et ostentando] evocassent (eum add.) et **** omnibus ostentassent omni vind a. c. | Eusebianorum] Eusebianorum et a. c. || 6. plane] satis a. c. || 7. sed] imo a. c. | Arsenius... produceretur] Arsenium... producerent a. c. | testimonia] testimonia quod * in vivis esset a. c. | indicaverat] perscri a. c. || 8. perspicuus] perspicuum a. c. | lectores] ab iisdem a. c. | petere – aliorum] (expectare add.) testimonia expectare sed literis istis acquiescere vel defectu aliorum a. c. || 9. etenim si] etenim si Arsenium hi a. c. | discutiendam] dijudic a. c. || 171. 1. Aegyptii] describ a. c.

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entre los vivos». (4) Y sin duda eso no lo habrían dicho en ningún caso si Arsenio hubiese cumplido alguna vez el voto de comunión con ellos, o bien hubiera demostrado que estaba vivo con algún indicio cualquiera además de esa carta. (5) Es más, en modo alguno habrían citado como testimonio de que Arsenio estaba vivo la carta que los eusebianos ya hacía tiempo que habían probado que era falsa, sino que por el contrario, si hubieran sabido en qué lugar estaba Arsenio, habrían reivindicado esa carta de los infundios de los eusebianos llamando y mostrando a Arsenio. (6) En efecto, esto hubiera sido más fácil de hacer que reunir a ochenta obispos y defender a Atanasio, y con este único argumento habrían confundido a los eusebianos y puesto fin a la disputa. (7) Pero tan lejos estuvieron de hacer eso, que al contrario, cuando les pedían que trajesen de una vez a Arsenio, que tantas veces decían que estaba entre los vivos, responden que Arsenio no espera otros testimonios más que la carta por la que ya antes se lo había indicado a Atanasio. (8) En efecto, la evidente finalidad de esas palabras es instruir a los lectores para que no pidan otros testimonios o duden por la falta de otros, sino que se apacigüen con esa carta como si fuera testimonio suficiente. (9) A partir de ahí habrá visto de nuevo el lector con qué afán estos egipcios defendieron a Atanasio: y en efecto, si se hubiesen propuesto no defender de cualquier forma la causa de Atanasio sino discutirla con juicio y equidad, {...}.143 171. (1) A continuación los egipcios, al describir cómo Atanasio, tras huir de Tiro, pidió al emperador que él mismo escuchase su causa, dicen que los eusebianos, cuando hubieron llegado a Constantinopla, en el transcurso de su acusación no hicieron mención alguna de las acusaciones formuladas en Tiro, sino que dijeron la calumnia de que Atanasio mantenía detenidas naves y trigo y se gloriaba de ser capaz de impedir el transporte de trigo de Alejandría

 Cf. apartado 4.2.4, § 42, del estudio introductorio.

143

562 [f. 143r]

Historia Ecclesiastica

tinopolim impedire / posset. (2) At quisquam mortalium crediderit Constantinum irato animo patres Tyrios ad se vocasse ut rationem gestorum redderent et concilium insuper indixisse Constantinopoli ut ipse denuo causam Athanasii audiret ac inter hunc et patres Tyrios judicaret, et tamen ubi concilium novum convenit ac de Tyriis patribus aliqui advenere qui rationem gestorum redderent, ne verbum quidem de gestis istis exegisse sed audita nova quadam et prorsus ridicula accusatione, Athanasium sine ulteriori rerum examinatione protinus in exilium misisse? (3) Neque Eusebiani tam stolidi erant ut accusationem tam ridiculam confingerent, neque imperator tam animo imbecilli ut vel isti accusationi acquiesceret vel gesta Tyria post tantos apparatus praetermitteret. (4) Sed Aegyptii potius haec finxere quibus imperatoris judicium eludere et simul Eusebianos tergiversationis et fictae accusationis insimulare possent. (5) Audiamus enim quid Sardicensis orientalium Synodus hac de re scribit: (6) «In Athanasium», inquiunt, «dignam pro criminibus sententiam dicunt [patres], propter quod Tyro fugiens imperatorem appellat. (7) Audit etiam imperator, quique interrogatione habita omnia ejus flagitia recognoscens, sua illum sententia in exilium deportavit». (8) Hoc testimonium verum esse non tantum auctoritas patrum sed et ipsa rei ratio confirmat. (9) Qualis vero fuerit accusatio de frumento non facile est statuere. (10) Nam probabile est aliqualem fuisse, sed Aegyptios corrupta relatione ridiculam reddidisse, quo falsa videretur.

Yah. 19 166. – 171. Ath. Al. Apol. sec. 3-19 171. 2. patres Tyrios] Eusebianos a. c. | concilium] con a. c. | Constantinopoli] add. | Athanasii audiret] audiret Athanasii a. c. | ac1] et a. c. | concilium] concilium a. c. | ac2] et a. c. ut uid. || 3. accusationi] add. | gesta] in**** a. c. | praetermitteret] non inquireret a. c. || 4. haec finxere] add. | eludere] *** a. c. : eluderent a. c. | Eusebianos] ter a. c. | fictae] falsae a. c. || 8. non tantum auctoritas – rei ratio] ipsa rei ratio praeter actoritatem (sic) tot tot (sic) patrum istorum a. c. | ipsa] per ipsa a. c.

Historia Eclesiástica

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a Constantinopla. (2) ¿Pero quién de los mortales iba a creer que Constantino, encolerizado, llamó a los padres de Tiro para que le dieran cuenta de lo llevado a cabo, y fijó además un concilio en Constantinopla para escuchar él mismo otra vez la causa de Atanasio y juzgar entre éste y los padres de Tiro, y sin embargo cuando se reunió el nuevo concilio y llegaron algunos de los padres de Tiro para darle cuenta de lo llevado a cabo, no les exigió ni una sola palabra de esos sucesos, sino que, tras escuchar una acusación nueva y completamente ridícula, mandó a Atanasio al exilio directamente, sin un posterior examen de los hechos? (3) Ni los eusebianos eran tan tontos como para inventarse una acusación tan ridícula, ni el emperador tenía un ánimo tan simple como para tomarse con calma esa acusación o bien pasar por alto lo que se había llevado a cabo en Tiro después de tanto aparato. (4) Pero, más probablemente, los egipcios se inventaron esto para eludir el juicio del emperador y al mismo tiempo acusar falsamente a los eusebianos de tergiversación y acusación en falso. (5) En efecto, escuchemos qué escribe de este asunto el Concilio de Sárdica de los orientales: (6) «Contra Atanasio», dicen, «dictan [los padres] una sentencia acorde con las acusaciones, por lo que, huyendo de Tiro, apela al emperador. (7) Lo escucha también el emperador, y éste, tras interrogarlo, reconoció todos sus crímenes y lo mandó al exilio con su propia sentencia». (8) Que este testimonio es cierto lo confirma no sólo la autoridad de los padres sino también la propia lógica de lo ocurrido. (9) Por su parte, no es fácil establecer de qué tipo fue la acusación sobre el trigo. (10) Pues es probable que hubiese alguna, pero que los egipcios, refiriéndola de forma corrupta, la volvieran ridícula para que pareciese falsa.

Apéndices al texto latino ₍partes suprimidas₎

Appendix I

[Yah. 19, ff. 16r-21r; cf. 30. 1 - 53. 10] [f. 16r]

[f. 17r]

(1) Dicta autem quae Ario in hac epistola tribuit sunt hujusmodi: (2) Deus non semper fuit Pater, fuit tempus quando Filius non erat; ipse extraneus, alienus et semotus est a Dei substantia; fuit ex non extantibus; non similis est Patri secundum substantiam; λόγος dicitur καταχρηστικῶς, quippe cum et ipse extiterit per proprium Dei λόγον et per sapientiam quae in Deo est, in qua Deus tum caetera omnia, tum eum ipsum fecit; non perfecte et exacte novit Patrem neque eum posset perfecte videre, nam neque propriam substantiam novit qualis sit; propter nos factus est ut ejus / tanquam instrumenti cujusdam opera Deus nos crearet, neque extitisset unquam nisi Deus nos creare voluisset; est natura mutabilis perinde ac reliqua rationalia; (3) et interroganti num mutari posset sicut ipse diabolus mutatus est, non veritus est Arius cum sociis respondere: «Certe potest». Haec Alexander de Arianis. (4) At Arius et socii in epistolis quaquaversum missis non asserebant haec omnia, imo aliqua asserebant his contraria. (5) Scribebant enim Filium fuisse ante tempora et secula perfectum Deum unigenitum immutabilem [Arii Epist. ad Euseb. apud {...}], et licet creatum non tamen unam ex creaturis [hoc est univoce Yah. 19 1. dicta autem – 16. quamobrem suapte] del. || 2. Deus non semper fuit pater] Deus non semper fuit pater (quia del.) filius non semper fuit proinde a. c. | λόγος] scripsi : λογὸς leg. | καταχρηστικῶς] scripsi : καταχρησικῶς leg. | quippe cum et ipse – tum eum ipsum fecit] add. | λόγον] scripsi : λογὸν leg. | Patrem] qualis sit a. c. | posset] potest a. c. | perinde] est a. c. ut vid. || 3. interroganti num] add. | posset] potest a. c. | Arius] A*** a. c. || 4. imo] sed a. c. || 5. scribebant] agnoscebant a. c.: scribebant a. c.

568

Historia Ecclesiastica

loquendo], sed diverso et ineffabili modo progenitum et in genere suo singularem. [Vide Euseb. Epist. ad Alexandr. {...}] (6) Et hinc Alexander in epistola ad Alexandrum, episcopum Byzantii, sic conquestus est: (7) «Ea porro quae apud nos perperam docuerunt et egerunt et quorum causa a nobis sunt expulsi, nequaquam illis confitentur, sed vel silentio ista tradunt, vel fictis sermonibus et libellis conscriptis velantes fucum faciunt». (8) Vicissim Eusebius ad Alexandrum scribens reprehendit eum quasi non recte exhibentem sententiam Arii. [f. 16v]

[f. 17r]

[f. 18r]

(9) «Eorum», inquit, «qui ab Ecclesia defecerunt haec sunt nomina: Arius, Achillas, Aithales, Carpones, alter Arius, Sarmates, Euzoius, Lucius, Julianus, Menas, Helladius, Gaius, cumque his Secundus et Theonas, qui aliquando episcopi sunt appellati. (10) Ea vero quae sine ulla scripturarum authoritate commenti temere effutiunt sunt hujusmodi: / (11) Deus, inquiunt, non semper fuit Pater, sed tempus extitit cum Deus minime esset Pater. (12) Verbum Dei non semper fuit, sed ortum est ex non extantibus. (13) Deus enim, qui est, illum, qui non erat, ex nihilo procreavit. (14) Proinde tempus fuit quando non erat, quippe Filius creatura est et factura. (15) Neque vero similis est Patri secundum substantiam neque verus ac naturalis Dei λόγος nec vera ejusdem sapientia, sed unus est ex operibus et creaturis, καταχρηστικῶς autem λόγος et sapientia, quippe cum et ipse extiterit per proprium Dei Verbum et per sapientiam quae in Deo est, in qua Deus tum caetera omnia, tum eum ipsum fecit. (16) Quamobrem suapte / natura conversioni obnoxius est ac mutationi, perinde ac reliqua rationalia. (17) Extraneum et alienum est Verbum ac semotum a Dei substantia. (18) Invisibilis atque inenarrabilis est Filio Pater. (19) Neque enim perfecte et exacte Filius novit Patrem, neque eum perfecte videre potest. (20) Nam nec suam ipsius substantiam novit filius cujusmodi sit. (21) Propter nos enim factus est ut per eum tanquam per instrumentum Deus nos crearet. (22) Nec ipse extitisset Yah. 19 9. aliquando] ali a. c. || 10. vero] inquit in f. 17r a. c. || 12. non extantibus] nihilo a. c. || 13. nihilo] eo quod non est a. c. || 15. verus ac naturalis... λόγος] verum ac genuinum... verbum a. c. | λόγος] scripsi : λογὸς leg. | unus] unum a. c. | καταχρηστικῶς] scripsi : καταχρησικῶς leg. : ** a. c. | λόγος] scripsi : λογὸς leg. || 16. rationalia] * a. c. || 21. per eum – instrumentum] ejus tanquam instrumenti cujusdam opera a. c.

Appendix I

569

unquam nisi Deus nos creare voluisset. (23) Et cum quidam eos interrogasset utrum Dei Verbum mutari posset sicut mutatus est diabolus, ipsi non veriti sunt respondere: (24) “Certe potest, est enim mutabilis naturae, genitus et mutabilis existens”. (25) Haec igitur dicentem Arium et summa cum impudentia affirmantem, nos quidem, una cum Aegypti ac Libyae episcopis fere centum in unum congregatis, tum ipsum, tum eos qui illi adhaeserunt anathemate perculimus. (26) Eusebius vero eos suscepit, impietatem pietati et veritati studens miscere mendacium. (27) Sed nequaquam praevalebit... (28) Quis enim Joannem audiens dicentem “in principio erat Verbum”, non condemnet eos qui asserunt “fuit tempus cum non esset”, aut quis audiens haec verba ex Evangelio, “unigenitus Filius” et “per ipsum facta sunt omnia”, istos non oderit affirmantes Filium esse unum ex creaturis? (29) Enimvero quomodo potest unus esse ex illis quae per ipsum facta sunt? (30) Quomodo postest esse unigenitus qui juxta illorum sententiam una cum reliquis omnibus in creaturarum ordine censetur? (31) Qua ratione ortus sit ex nihilo cum pater dicat: “eructavit cor meum Verbum bonum” et alibi “ex utero ante luciferum genui te”? (32) Aut quomodo substantia dissimilis est Patri, cum sit imago perfecta et splendor Patris cumque ipse dicat: “qui vidit me vidit Patrem”? (33) Quod si Filius ratio Patris est ac sapientia, quomodo fuit tempus cum non esset? (34) Perinde enim est ac si dicerent Deum aliquando rationis ac sapientiae expertem fuisse». Etc. [f. 19r]

(35) Vides hic accusationes quarum intuitu fuit quod Arius sub initio excommunicatus erat, et merito si haec vera sunt et veritas non simul profligata fuisset. (36) Quid enim non meretur qui formam sanorum verborum deserit et veritatem, adjunctis sacrarum rerum humanum captum superantium novis ac temerariis definitionibus, in disputationem trahit et expressionibus scandalum afferentibus et ex parte etiam blasphemis defamat et contaminat?

Yah. 19 28. Joannem] Johannem a. c. | qui asserunt] dicen a. c. || 35. vides hic – 38. Alexandrum rescripserunt] del. : caeterum Arius cum sociis v in mg. || 35. vides hic accusationes quarum] harum itaque accusationum a. c. || 36. qui formam] f* a. c.

570

Historia Ecclesiastica

(37) Caeterum qualiscumque fuerit Arii temeritas in privatis illis disputationibus ante excommunicationem ejus habitis, doctrina quam asseruit coram mundo paulo aliter se habuit quam hic ab Alexandro describitur. (38) Nam ubi notitiam harum Alexandri literarum nactus est, sive quod antea ex parte paenituerat, sive quod jam doleret sensum ejus male representatum fuisse, ipse cum sociis haec ad Alexandrum rescripserunt. (39) «Beato papae et episcopo nostro Alexandro presbyteri et diaconi salutem in Domino (apud Epiphan. Haeres. 69):

[f. 20r]

(40) Fides quam a majoribus accepimus et a te didicimus, beatissime papa, ejusmodi est. (41) Credimus unum Deum, solum ingenitum, solum aeternum, solum principio carentem, solum verum, solum immortalem, solum sapientem, solum bonum, solum praepotentem, solum judicem, omnium moderatorem et administratorem immotum et immutabilem, justum, bonum, Legis et prophetarum ac Novi Testamenti pariter Deum, qui unigenitum Filium ante sempiterna tempora genuit [πρὸ χρόνων αἰωνίων], per quem et secula et reliqua procreavit omnia. (42) Genuisse porro dicimus reipsa, non specie tenus, ac propria voluntate subsistentem illum talem / condidisse, ut neque converti neque mutari possit, perfectam Dei creaturam sed non tanquam rerum creatarum aliquam, foetum [γένημα] sed non tanquam unum e caeteris. (43) Nec quemadmodum Valentinus asseverabat emissionem quandam illum esse Patris foetum, aut ut Manichaeus eundem illum foetum partem esse dixit Patri consubstantialem. (44) Neque ut Sabellius, qui unitatem dividens Filium-Patrem [υἱοπάτορα] dixit. (45) Non item ut Hieracas lucernam a lucerna aut lampadem in duas partes divisam. (46) Neque vero ejusmodi ut cum prius fuisset, postea sit genitus ac denuo creatus in Filium. (47) Quemadmodum tu ipse, beatissime papa, media in ecclesia et consessu saepenumero qui

Yah. 19 37. quam] quam deinceps a. c. || 38. rescripserunt] rescripsit a. c. || 41. judicem, omnium moderatorem] sic interpunxi (coll. fonte) : judicem omnium, moderatorem leg. | testamenti] pariter a. c. || 42. foetum] foetum * a. c. : facturam a. c. | caeteris] facturis a. c. || 43. Valentinus] Valenti**nus a. c. || 44. dividens] divisit a. c.

Appendix I

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haec assererent refutasti. (48) Sed, ut diximus, Dei voluntate ante tempora et saecula omnia creatus est, et vitam et existentiam a Patre accepit ac gloriam Patris coexistentis cum illo. (49) Neque enim existimandum est Patrem, cum omnium rerum ei possessionem traderet, sibi ipsi quod ingenita quadam in se ratione continebat ademisse. (50) Fons enim ille omnium est.

[f. 21r]

(51) Quamobrem tres sunt substantiae [ὑποστάσεις]: Pater, Filius et Spiritus Sanctus. (52) Et quidem Deus cum rerum omnium causa sit, solus ex omnibus principii est expers. (53) Filius vero, sine tempore genitus a Patre et ante saecula creatus ac fundatus, non erat antequam gigneretur, sed sine tempore et ante omnia genitus solus a solo Patre productus est [ὑπέστη]. (54) Non enim aeternus aut coaeternus aut coingenitus est cum Patre. (55) Neque simul cum Patre existentiam habuit, ut nonulli de his secundum aliquid loquuntur, constituentes ingenita duo principia. (56) Verum sicut unitas et principium omnium ante omnia Deus est. (57) Quare etiam ipso Christo prior est, ut a te didicimus cum id media in ecclesia praedicares. (58) Igitur quatenus a Deo ut esset consecutus est, nec non et vitam et splendorem caeteraque quae in ipsum collata / , hac ratione principium illius Deus est. (59) Est enim illo prior ac princeps, utpote Deus ipsius qui ante ipsum fuerit, a quo etiam ille prodierit. (60) Quod si istiusmodi loquendi rationes “ex utero” et “a Patre exivi et venio” quasi consubstantialis partem aut emissionem cum nonnullis accipiamus, compositus erit ac divisibilis Pater et mutabilis. (61) Imo illorum opinione corpus et, quoad in ipsis est, quae corpori consentanea sunt, patietur expers corporis Deus. (62) Benevalere te optamus in Domino, beatissime papa, Arius, Ethales, Achilles, Carpones, Sarmatas, Arius presbyteri; diaconi Euzoius, Lucius, Julius, Menas, Helladius, Caius; episcopi Secundus Pentapolis, Theonas Africanus, Pistus».

Yah. 19 48. est] add. | vitam... a Patre accepit] ut viveret atque esset a Patre accepisse... a. c. | coexistentis cum illo] συνυποστήσαντος αὐτῷ a. c. || 49. in se ratione] ratione a. c. || 55. simul cum Patre] cum Patre extitit a. c. | habuit] habet a. c. | nonnulli] nonnulli* a. c. || secundum] loquuntur a. c. | aliquid] scripsi (coll. fonte) : aliqui* leg. || 62. Pistus] Pistus. / Praeterea in epistola ad Eusebium Nicomediensem Arius haec scripsit a. c.

572 [f. 20v]

Historia Ecclesiastica

(63) Extat praeterea pars epistolae Eusebii Pamphili ad Alexandrum in qua reprehendit eum ob malam representationem sententiae Arii in epistola ejus supra memorata (apud Nic. Conc. secund. Act. 6. et Baron. a. 318. 54). (64) Epistola sic incipit: «Quanto labore et diligentia in has literas inciderim», et dein sic pergit: (65) «Arium ejusque studiosos accusant hae litterae quod Filium ex non ente instar unius omnium esse dixerint. (66) Illi vero epistolium attulerunt quod ad te scripserunt, in quo fidem suam exponentes his verbis confitentur quae sentiunt: (67) “Legis, prophetarum et Novi Testamenti Deum ante sempiterna secula sibi Filium unigenitum generasse, per quem et secula et omnia fecit”. (68) Generasse autem non [videtur]a sed in veritate propriae voluntati substituisse immutabilem et inalterabilem creaturam Dei perfectam, veruntamen non ut unam creaturarum. (69) Tua vero epistola accusat eos quasi dixerint quod Filius foetus tanquam unus omnium, cum tamen hoc non dixerint sed aperte pronuncient “non ut unam creaturarum”. (70) Vide ne dederis statim illis occasionem ut ea etiam calumnientur et assumant quaecumque voluerint. (71) Iterum accusas eos quod dixerint quod qui est non existentem genuit. (72) Miror sane si quispiam aliter dicere poterit. (73) Nam si unus est qui est, manifestum est quod ex eo genitum est omne quod est, estque id post illum. (74) Si vero qui est non unus sit sed et Filius sit qui est, quomodo eum qui est, qui est genuit? (75) Sic enim qui est duo fuerint». (76) Non multo post Arius pulsus est Alexandria et tunc scripsit Eusebio Nicomediensi in hunc modum (apud Epiphan. haeres 69 et Theod l. 1, c. 5): (77) «... Omnem adversus nos movet machinam Alexander papa, adeo ut nos etiam velut impios urbe expulerit, quia non assentimur ista publice praedicanti “semper Deus, semper

 Apparenter.

a

Yah. 19 70. assumant] assument a. c. || 76. non multo post] per hoc tempus vel a. c. | pulsus] ejectus a. c. || 77. Alexander] episcopus a. c. | expulerit] expulerit et a. c. ut vid. | quia non assentimur – semper filius] add. | publice] praedic a. c.

Appendix I

[f. 21r]

573

Filius”... (78) Et quoniam Eusebius frater tuus, episcopus Caesareae, et Theodotus [Laodecaeae] et Paulinus [Tyri], Athanasius [Anazarbi], Gregorius [Beriti] et Aetius [Lyddae], omnes denique per Orientem episcopi asserunt Deum principii omnis expertem existere ante Filium, anathemate damnati sunt, exceptis duntaxat Philogonio Antiochiae, Hellanico Tripoleos et Macario [Hierosolymorum], hominibus haerecticis nec eruditis in fide, qui Filium esse dicunt alter eructationem, alter projectionem, alter coingenitum, (79) quas impietates ne audire quidem possumus etiamsi mille mortes nobis minentur haeretici... (80) Nos vero quid dicamus et quid sentiamus, / professi sumus et nunc profitemur: (81) Filium non esse ingenitum nec partem ingeniti ullo modo neque ex aliqua subjecta materia, sed voluntate et consilio substitisse ante omnia tempora et secula plenum Deum [πλήρης θεὸς] unigenitum, immutabilem, et antequam gigneretur aut crearetur aut statueretur aut fundaretur, non erat: ingenitus enim non erat. (82) Persecutionem patimur propterea quod dixerimus eum esse ex non extantibus. (83) Quod ideo diximus quia nec pars Dei est, nec ex ulla subjecta materia. (84) Ob id exagitamur, reliqua tu nosti».

Yah. 19 78. asserunt] exceptis a. c. || 80. professi] et professi jam a. c. || 81. plenum Deum] πλήρης θεὸς perfe a. c.

Appendix II

[Yah. 12, ff. 17r-18r; cf. 42. 1-6] [f. 17r]

[f. 18r]

(1) Postquam autem qui pro receptione Arii contendebant, Alexandrum saepius deprecati minime flectere possent, collecta apud Bithyniam synodo (episcoporum ducentorum et quinquaginta),a ad omnes / ubique episcopos scripsere ut cum Arii fautoribus tanquam recte sentientibus communicarent, darentque operam ut Alexander cum iisdem communicaret. (2) Sed cum conatis illorum non ex voto succederet, Alexandro nullatenus cedente, Arius legatos mittit ad Paulinum, episcopum Tyri, et ad Eusebium Pamphili, qui Caesariensem in Palaestina regebat Ecclesiam, et ad Patrophilum, Scythopolitanum antistitem, petitque ut sibi una cum suis concederetur plebem ipsis adhaerentem in Ecclesia colligere, eundem quem prius presbyterorum obtinentibus gradum. (3) Hunc enim morem esse Alexandriae, ut sub uno episcopo qui omnibus praeest, presbyteri separatim ecclesias obtineant, et populum ad illas convenire solitum colligant. (4) Illi vero una cum aliis episcopis  [ff. 17r/18r] Nicetas in Thesauro orthodoxae fidei, lib. 5, / cap. 4. In titulo tamen capitis ponuntur tantum episcopi ducenti. Collectum fuit hoc concilium Nicomediae Bithynae (Nicetas ib.), et numerus ducentorum et quinquaginta episcoporum confirmatur etiam a Philostorgio, lib. 2, c. 7, licet hic res gestas male ordine narrans refert concilium hoc Nicomediense ad tempora post Concilium Nicaenum, et cum Antiochena in qua Eustathius depositus est confundit. a

Yah. 12 1. apud Bithyniam] in Bit a. c. || 3. ut] qui quidem a. c. || a. a Philostorgio] apud P a. c. | narrans] referens a. c. | Nicomediense] ad a. c.

576

Historia Ecclesiastica

in Palaestina congregati, Arii petitioni subscripserunt, hortantes ut plebem quidem colligerent sicut ante facere consueverant, Alexandro tamen subjecti essent, ac sine intermissione ei supplicarent ut ejus pace et comunione fruerentur. (5) Cum autem multis quoque in Aegypto conciliis celebratis contentio nihilominus invalescens ad ipsum usque Palatium pervenisset, imperator Constantinus... hujus rei culpam palam Ario tribuebat et Alexandro (Sozom. l. 1, c. 15, 16), litteras mittens ad utrumque per Hosium episcopum Cordubae, quae Hispaniae civitas est, quem quidem imperator et amabat et colebat plurimum (Socr. l. 1, c. 7). Litterae istae extant apud Euseb. de vita Constant. l. 2, c. 63, et Socr. l. 1, c. 7. (6) Nos quaedam excerpsimus quibus argumentum earum pateat.

Yah. 12 5. Ario] add. | Euseb.] Eusebium a. c.

Appendix III

[Yah. 12, f. 17r; cf. 42. 5-7] [f. 17r]

(1) Postquam illustri contra hostes parta victoria vere triumphassem, illud potissimum conquirere instituebam quod omnium facile praestantissimum judicarem. (2) Sed, o praeclarissimam et vere divinam providentiam, quale et quam lethale vulnus auribus meis, imo vero ipsi animo inflictum fuit cum audivissem seditionem inter vos concitatam tantum habere acerbitatis. (3) Ac mihi de principio et causa istarum rerum accurate cogitanti, valde exilis et neutiquam tanta cogitatione digna visa est... (4) Inde igitur praesentis controversiae fundamentum intelligo jactum esse, quod tu, Alexander, de loco quodam in sacris literis scripto quaerebas, imo vero de inani quaestionis particula sciscitabaris, quid quisque illorum sentiret, tuque, Ari, istud quod neque initio animo complecti, etc.

Yah. 12 1. postquam] (Victor Constantinus Maximus Augustus Alexandro et Ario add.). Cum insania quaedam intollerabilis propter temerariam (temeritatem a. c.) levitatem quorundam religionem a populo observatam in varias sectas discindere molientium universam Africam occuparet, hunc morbum, cum ipse levare cuperem, nullum aliud remedium ei curando satis idoneum inveniebam quam ut quosdam ex vestrum numero adjutores ad conciliationem hominum inter se dissentientium mitterem, quo invidia communis totius orbis inimica, quae sacris nostris conventibus adversatur, penitus restinguerentur... Nam simulac a. c. || 2. fuit] f*uit a. c. | tantum] multo plus a. c. | acerbitatis] acerbitatis quam eas res quas ibidem ante gestas fuisse cognovimus, adeo ut jam vestrae Ecclesiae membra ex quibus sperabam alii medicinam petendam fore multo majore curatione egeant a. c.

Appendix IV

[Yah. 12, ff. 20r-21r; cf. 42. 29 - 45. 6] [f. 20r]

(1) Haec Constantinus, culpans magis Alexandrum quod de nugis litigaret, accusans vero opinionem Arii quasi talem quam ne animo quidem complecti debuerat.

[f. 21r]

(2) Convocat igitur Alexander Concilium episcoporum / suorum. (3) Huic Osius intererat, et contra receptionem Arii res geritur.

[f. 20v]

(4) Revertitur itaque Hosius re infecta et Arius quidem per literas respondet imperatori. (5) Sed «Alexander ipse mox pergit Nicomediam, ubi imperator diversabatur, et cum Hosio et episcopis qui una cum illo erant res suas ex animo componit» (Philostorgius l. 1, c. 7 apud Photium). (6) Quod quidem eo facilius praestitit, quod Constantinus Eusebio infensus erat propter amicitias quas Eusebius cum Licinio, imperatore suo sed hoste Constantini, modo coluerat. (7) In literis ad Constantinum datis Arius causam suam explicans dixerat multitudinem et particulariter totam Libyam secum sentire,

Yah. 12 1. vero] tamen a. c. | animo] qui a. c. ut uid. || 3. intererat] intereat a. c. : intererat, qui partes agens episcopi Romani idem sentiebat (et add. del. ut uid.) cum Alexandro a. c. || 4-8. revertitur – epistolam] Quare imperator videns conciliationem rei frustra expectari, statuit pacem oppressione Arii consequendam esse. Rescripserat jam Arius et in literis causam suam explicans dixerat multitudinem et particulariter totam Libyam secum sentire, se tamen depositis istis armis, fidei suae confidere et supplicem venire ut in Ecclesiam et officium sacerdotale restitueretur. Quare imperator arrepta inde occasione in f. 21r a. c. || 4. per literas] respon a. c. || 6. quod quidem – modo coluerat] add. | coluerat] gesserat a. c. || 7. in literis] in literis (igitur add.) a. c. | Constantinum] imperatorem a. c. | datis... dixerat] datis cum... dixisset a. c.

Appendix IV

579

se tamen depositis istis armis, fidei suae confidere et supplicem venire ut in Ecclesiam et officium sacerdotale restitueretur. (8) Haec igitur in malum sensum vertuntur, et imperator, decreta Arii oppressione, acrem retorquet in eum epistolam.

Yah. 12 8. igitur] add.

Appendix V

[Yah. 12, ff. 27r-34r; cf. 51. 1 - 103. 5] [f. 27v]

[f. 28r]

(1) His peractis advenit dies ille solennis quo praesente imperatore omnia concludenda erant. (2) Imperator itaque in pompa maxima synodum ingressus moderatorem egit et cessare fecit disputationes totamque synodum ad suam sententiam pertraxit, nam hactenus a multis diversimode disputabatur. (3) Subscribunt ergo fidei consubstantialitatis. (4) Septendecim erant Arii fautores. (5) Et hi, exceptis Secundo et Theona, una cum caeteris ad subscribendum adducuntur, ita tamen ut per vocem homousii intelligerent similitudinem substantiae. (6) Neque hoc fecerunt clanculum sed sententia coram synodo et imperatore declarata, ut ex epistola Eusebii Pamphili [apud Theod. l. 1, c. 12] sub finem synodi ad Caesarienses, qui ubi recensuerat Nicaenum symbolum, sic pergit: (7) «Cum haec ab illis dictata esset fidei formula, id quod ab / illis dictum erat, “ex substantia Patris” et “consubstantialis”, non praetermisimus absque examine. (8) Hinc igitur variae quaestiones ortae sunt et responsiones, et quaenam esset eorum verborum sensus accurate expendebatur. (9) Et has quidem voces, “ex substantia”, fassi sunt hoc significare: Filium quidem esse ex Patre, sed non tanquam partem ipsius Patris. (10) Hunc sensum ut nos quoque amplecteremur aequum omnino videbatur, cum pia doctrina praedicet, Filium ex Patre esse, non Yah. 12 1. his peractis – 7. quod ab] del. || 1. ille] * a. c. || 3. subscribunt ergo] conveniunt ergo a. c. || 5. exceptis Secundo et Theona] add. | intelligerent] nihil a a. c. || 6. coram] * a. c. | sub finem synodi ad Caesarienses] ad Caesarienses sub finem synodi a. c. || 7. fidei] add.

Appendix V

[f. 29r]

581

tamen partem esse illius substantiae». (11) Et paulo post: «Nam neque per divisionem substantiae, neque per abscissionem, neque per quamvis passionem aut mutationem paternae naturae ac virtutis id posse consistere, ingenitam enim Patris naturam ab his omnibus alienam esse, verum hoc consubstantialem esse Patri nihil aliud significare quam Filium Dei nullam cum creaturis ab ipso factis similitudinem habere, sed solius Patris, a quo genitus est, per omnia similem esse, nec ex alia quadam hypostasi aut substantia, sed ex Patre esse. (12) Quod quidem cum ita expositum fuisset, jure merito approbandum esse censuimus, quandoquidem nonnullos ex veteribus insignes episcopos et disertos scriptores in explicanda Patris ac Filii divinitate hoc vocabulum consubstantialis usos esse cognovimus. (13) Atque haec dicta sunt de fide quae Nicaeae promulgata est. (14) Cui quidem consensimus omnes non leviter et inconsulto, sed juxta sensus allatos, qui coram ipso religiosissimo imperatore discussi et ob rationes superius expositas ab omnibus comprobati sunt... (15) Quin et istud “priusquam gigneretur non erat” anathemate damnare haud incongruum / duximus, eo quod apud omnes in confesso sit illum esse Filium Dei etiam ante corporalem nativitatem. (16) Jam vero imperator noster Deo charissimus ratiocinando adstruebat, etiam secundum divinam ipsius generationem illum esse ante omnia saecula, propterea quod priusquam actu gigneretur, potentia erat in Patre, ingenita quadam ratione, cum Pater semper sit Pater». (17) Haec Eusebius, quae hic protuli ut sentiretis imperatorem coram concilio non exegisse ut Filius agnosceretur genitus ab aeterno, sed primo potentia existens in Patre, deinde actu genitus, idque non ex aliqua materia sed ex substantia Patris, existens substantia de substantia, absque tamen aliqua divisione aut alteratione paternae substantiae sed modo quodam mystico; et hoc significari per vocem homousii. (18) An vero hoc fecerit imperator ex propria sententia, vel id agendo ut Eusebius et caeteri pacis gratia quomodocunque subscriberent, suo cuique sensu concesso, haud Yah. 12 11. per quamvis passionem] add. | naturae ac virtutis] essentiae substantiae ** virtutis a. c. || 14. expositas] memoratas a. c. || 16. propterea quod] nam a. c. || 17. potentia existens] existens potentia a. c. | homousii] homo**usii a. c. || 18. imperator] add.

582

Historia Ecclesiastica

dixerim. (19) Eusebium vero gesta fideliter retulisse nullus dubito, siquidem in literis publicis non auderet calumniosus esse in imperatorem, et neque Athanasius, qui has literas viderat et citaverat, neque alius quisquam ejus temporis scriptor, quod sciam, haec ita gesta esse negavit unquam, sed Eusebianos in sensu insincero subscripsisse tantum conquesti sunt qui ab hoc sensu forte recesserunt posteri, quibus iste sensus displicuit. (20) Hac causa sic festinanter terminata, concilium se convertit ad alia negotia ecclesiastica et constitutis viginti canonibus tandem dissolvitur. (21) Coepit anno 20mo Constantini, A.C. 325,a 18 Kal Iul. / 11 Kal. Iun.b (22) Finitum est 8 Kal. Sept. ejusdem anni. (23) Inter caeteras constitutiones, usum uxorum clero interdixisset haec synodus nisi Paphnutius fortiter restitisset (Socr. l. 1, c. 11).

[f. 30r]

(24) Arius itaque et quotquot subscribere recusarunt in exilium missi sunt (Ruffin. l. 1. c. 5, Philostorg. l. 1, c. 9, Sozom. l. 1, c. 20 in / titulo et c. 21, Socr. l. 1, c. 8). (25) Ruffinus autem, l. 1, c. 5, et Acta synodi dicunt undecim tantum subscripsisse, et reliquos sex exilio multatos, ex quibus duos fuisse ex Aegyptica dioecesi, nempe Theonam et Secundum, testantur literae Concil. Nic ad Aegypt. apud Theod. l. 1, c. 6. (26) Aliis etiam idem periculum imminebat, nam «siquis decretis synodi refragaretur, eum exilio damnandum esse imperator  Vide Baron. a 325 § 8.

a

 Socrates ponit initium 11 Kal. Jun.

b

Yah. 12 19. literis publicis] literis saltem publicis a. c. | Eusebianos] eos a. c. | in sensu... tantum] tantum in sensu... a. c. | forte] add. | posteri – displicuit] add. | posteri] posteri illi a. c. | displicuit] forte displicuit a. c. || 20. concilium] concilium postea (et inter caetera nisi Paphnutius restitisset abrogasset nuptias cleri interdixisset uxores clero [Socr. l. 1, c. 11] add.) a. c. || 21. 11 Kal. Jun.] add. || 23. inter caeteras – Socr. l. 1, c. 11] add. || 24. et quotquot – missi sunt] cum caeteris qui nolebant subscribere, inter quos erant duo episcopi (diacoeseos [sic] Aegypticae add.), Theonas Marmoricae (sic) et Secundus Ptolemaidis, damnati sunt (epist. Concil. Nic. ad Aegypt. apud Theod. [Soc a. c.] l. 1, c. 6) et in exililum missi sunt multati sunt (** Philostorgi a. c.) a. c. || 25. autem] add. | nempe Theonam et Secundum] add. || 26. aliis – nam] aliis etiam qui quicquam audebant contra decretum synodi idem imminebat periculum, nam a. c.

Appendix V

583

pronunciavit, utpote Dei judicium convellere conantem» (Sozom. l. 1, c. 20). (27) Unde et Alexandrini aliqui paulo post exularunt, deinde et Eusebius Nicomediae et Theogonius Nicaeae, propterea quod cum exulibus istis communicabant, ut ex epistola Constantini ad Nicomedienses patet, ubi haec leguntur (apud Theod. l. 1, c 20): (28) «Alexandrinos quosdam qui a nostra fide desciverant istuc abduci praeceperam, propterea quod eorum opera ac ministerio discordiae fax excitabatur. (29) Verum isti egregii episcopi, quos synodi clementia ad agendam poenitentiam servaverat, non solum istos susceperunt et apud se tuto jusserunt, sed etiam malitiae illorum socios se ac participes adjunxerunt. (30) Quamobrem adversus ingratos istos id agere decrevi. (31) Abreptos videlicet quam longissime deportari jussi... (32) Siquis vero mentionem illarum pestium facere aut in laudem eorum temere excitari praesumpserit, statim opera famuli Dei, hoc est nostri, audacia ejus comprimetur». (33) Horum vero duorum exilium contigit tribus mensibus post Concilium Nicaenum exactis (Philostorg. l. 1, c. 9)c. (34) Quinetiam fautores Arii a singulis civitatibus proscripti et ejecti suntd, neque hoc tantum sed ad mortes usque processit Caesaris impetus, ut ex hoc ejus edicto constat. (35) «Victor Constantinus Maximus Augustus episcopis et plebibus.

[f. 31r]

(36) Cum malos et impios homines imitatus sit Arius eandem cum illis poenam infamiae meretur subire. (37) Quemadmodum ergo Porphyrius, verae pietatis inimicus, compositis adversus Christianam religionem nefariis voluminibus dignam mercedem retulit, ut et ipse in/famis sit apud posteros, multisque appetitus opprobriis et impii ejus libri penitus fuerint aboliti, ita nunc placuit  [f. 29v] See Sozom. l. 2, c. 32.

c

 ὑπὸ τῶν καθ’ἑκάστην πόλιν ἀπεκηρύχθησαν. Iulius papa apud Athanas., Apol. 2, pag 742.

d

Yah. 12 26. utpote – conantem] add. || 27. exularunt] exulasse commemorantur a. c. || 33. exactis] add. || 34. quinetiam – mortes usque] quinetiam fautores Arii a singulis civitatibus proscripti et ejecti sunt. Neque hoc tantum sed ad mortes usque in f. 29v a. c. | ad mortes] quinetiam a. c. | Caesaris impetus] imperatoris ira a. c. || 37. placuit Arium] Arium placuit a. c. | c. see] sic

584

Historia Ecclesiastica

Arium sectoresque ejus Porphyrianos vocari, ut cujus imitati sunt mores, ejus etiam vocabulo appellentur. (38) Praeterea siquis forte liber ab Ario conscriptus reperiatur, flammis eum absumi praecipimus, ut non solum prava illius doctrina funditus aboleatur sed ne monumentum quidem ejus ullum posteritati relinquatur. (39) Illud etiam denuncio, quod siquis librum ab Ario compositum occultasse deprehensus sit nec eum statim oblatum igne combusserit, mortis poenam subibit. (40) Simulatque enim in hoc facinore fuerit deprehensus, capitali supplicio ferietur. (41) Divinitas vos servet». (42) «Multas quoque alias», inquit Sozomenes (Sozom. l. 1, c. 21), «imperator per singulas civitates direxit epistolas contra Arium et eos qui idem cum illo sentiebant». (43) Nec mirum est sane imperatorem tam severe et tyrannice in his rebus se gessisse, cum ante annum integrum elapsum Crispume Caesarem, filium suum primogenitum, egregiae spei juvenem, ob falsam suspicionem veneno sustulerit et mox propriam etiam uxorem Faustam balneo calido interfecerit, atque alios quosdam genere proximosf et amicos innumerosg occidi jusserit, de quibus consule Baronium a. 324 § 5 et sequ., qui multitudine et evidentia testimoniorum (quae ibi nominat) victus cogitur haec agnoscere. (44) Rejicit tamen factum ad annum 324, Chronicon Eusebii secutus, quod certo errat, forte hic ab Hieronymo interpolatum. (45) Nam Sozomenes, l. 1, c. 5, ex legibus a Constantino et Crispo simul editis et notas temporum nominaque legislatorum ferentibus, expresse testatur Crispum desiisse anno vicesimo Constantini, qui quidem annus coepit 8 Kal. Aug. A.C 425,  Eusebius, Artemius martyr sub Iuliano, Hieronymus, Ammianus, Orosius, Aurelius Victor, Eutropius, aliique apud Baronium a. 324. e

f

 Gentiles apud Sozom. l. 1, c. 5.  Eutrop. l. 10.

g

Yah. 12 43. Caesarem] add. | ob falsam suspicionem] add. | balneo calido – genere proximos] una cum aliis innumeris amicis quibusdam genere proximis a. c. | occidi jusserit] add. | et evidentia – ibi nominat] testium a. c. || 44. factum] add. | certo] add. | chronicon] chronicon interpolatum a. c. | forte hic – interpolatum] et nisi fallor interpolatum fuit a. c. || 45. Sozomenes l. 1, c. 5] Sozomenes l. 1, c. 5 expresse testatur a. c. | qui quidem] hoc est a. c.

Appendix V

[f. 32r]

585

dum Concilium Nicaenum sederet, quod et faesto vicennalium interfuit. (46) Tradit etiam Zosimus Constantinum haec facinora patrasse tunc cum Romam profectus esset, et Gotho/fredus ex legibus Constantini, loca et tempora quibus dabantur ferentibus, cogitur agnoscere Constantinum non advenisse Romam ante {...} anni {...}, proindeque rejicere facinora haec in tempora proxime post Concilium Nicaenum, et repudiare celeberrimum illud figmentum de baptismo Constantini, quem Romae anno 324 ex occasione horum scelerum ad reatum ante sessionem synodi diluendum celebrari fingunt. (47) Huic etiam tempori favet illud Baronii a. 324 § 27, quo docet ex Zosimo Osium jam ex Aegypto Romam rediisse, quod sane non nisi post Concilium Nicaenum contigisse est, siquidem Osius, comitatum imperatoris secutus postquam ex Egypto rediit Nicomediam, cum reliquo comitatu perrexit inde Nicaeam. (48) Tam inmania vero erant haec scelera, ut Ablavius consul, vir apud Constantinum praecipuus, disticho Palatinis foribus affixo vocarit haec tempora Neroniana, quemadmodum Sidonius Apollinaris, author gravissimus, refert, haec obiter locutus (Sidon. l. 5, ep. 8): (49) «Ut mihi», inquit, «non figuratius Constantini domum vitamque videatur vel pupugisse versu gemello consul Ablavius, vel momordisse disticho tali clam Palatinis foribus appenso: Saturni aurea saecla quis requirat? Sunt haec gemmea, sed Neroniana, quia scilicet praedictus Augustus iisdem ferme temporibus extinxerat conjugem Faustam calore balnei, filium Crispum frigore veneni». (50) Ad hoc distichon Baronius alludens (Baron. a. 324 § 35), dum de causa fugae Romani pontificis agit, vocat haec tempora Yah. 12 45. dum concilium – sederet] sedente concilio Nicaeno a. c. | et] * a. c. | faesto] faest* a. c. | interfuit] interfuere a. c. ut uid. || 46. Constantinum] haec facinora a a. c. | celeberrimum illud figmentum] figmentum illud add. | quem Romae – celebrari fingunt] quem volunt **** Romae A. C. 324 celebratum esse (Romae A. C. 324 celebrato a. c.) quo tantorum scelerum reatum (reatus a. c. ut uid.) ante concilium Nicaenum ablueretur a. c. | occasione] scilicet a. c. | sessionem] sessio a. c. | celebrari fingunt] ablui fingitur a. c. || 47. verisimile] del. : probabile a. c. | comitatum imperatoris] curiam a. c. | postquam – Nicomediam] tus concilio isti interfuerit | cum reliquo – Nicaeam] inde cum reliquo Nicaeam perrexit a. c. || 49. saecla] sae*cla a. c.

586

[f. 33r]

Historia Ecclesiastica

infaelicissima atque ea plane quae ore domesticorum meruerunt Neroniana vocari. (51) «Quibus facile erat», inquit, «fluctuantem Constantini animum... levissimis suspicionibus in quosque optimos agitari, adeo ut si deploratissimis hisce temporibus carissimus filius, Caesarum primus, amantissima uxor Augusta et alii complures necem ab irato principe subire / coacti sint, quid mirum si Romanus pontifex fugam capessere adactus sit, vel in ea quam antea ob furorem gentilium captasset, sese cum suis hactenus continuare? (52) Tempora plane (ut eadem saepe repetamus quae Ablavius testatur) Neroniana erant». (53) Haec Baronius (Baron. a. 324 § 17, 19, 27, 35), qui et ex Glyca (Mich. Glyc. Hist. l. 4), Zosimo (Zosim. l. 2) et traditione gentilium apud Sozomenem (Sozom. l. 1, c. 5) scribit imperatorem ad gentilismum fere rediisse et jam demum post haec facinora se totum ad Christianam religionem convertisse, ubi flamines et Sopatrum, philosophum gentilem, de expiatione peccatorum consulens responsum tulisset non esse traditum lustrationis modum qui tam foeda piacula posset eluere, ab Osio vero confirmatum audivisset religionem Christianorum habere vim abolendi quodcumque peccatum. (54) Neque sane isthaec a veritate prorsus aliena esse videntur. (55) Nam qui auruspices de aedibus suis fulmine tactis consuli voluit et eorum sententias ad se transferri, quid mirum si se aliis gentium ritibus aliquando immiscuerit, et praesertim hoc tempore, ubi deterrimus factus est, etsi forte non tam religionis gratia quam infamiae tollendae isthaec fecerit? (56) Vir utique nominis ac gloriae studiosissimus. (57) Et quamvis in Christianam religionem esset propensior, tamen hactenus ita sese erga gentilem gessit, ut de utraque bene mereri videretur tanquam arbiter utriusque; jam vero Romae consistens concepit odium istud implacabile in gentilem religionem quod eum mox impulit ad detrahendas diis opes, ad fundendam novam urbem Constantino-

Yah. 12 51. animum] animum in deteriora propelli a. c. | complures] iter. leg. || 53. 19] 1* a. c. | hist. l. 4] l. 4 hist. | et Sopatrum – gentilem] add. | gentilem] gentilem * a. c. | Christianorum] Christianam a. c. ut uid. || 55. infamiae tollendae] blandiendo populum a. c. || 56. nominis ac gloriae] dominii ac florentis reipublicae a. c. || 57. in Christianam religionem] * erga Christianism a. c. | tanquam arbiter utriusque] tanquam utriusque religionis arbiter a. c. | mox] add. | diis opes] opes deorum a. c. | ad fundendam] et fundendam a. c.

Appendix V

[f. 34r]

587

polim, quae Christiana esset, aliaque facienda quibus res gentilium pro viribus imminueret, eas Christianorum augeret. (58) Unde non mirum si gentiles eum hoc tempore ab eorum religione ad Christianam se contulisse tradiderunt. (59) Causam vero hujus tantae mutationis nemo afferet probabiliorem, quam quod princeps, infamiae impatientissimus, videret se / apud gentiles pro tyranno scelerato et perdito semper habitum iri, et apud solos Christianos per doctrinam paenitentiae bene audire posse. (60) Caeterum immania Constantini facinora quae his ansam dederunt, siquidem mox secuta fuerint Concilium Nicaenum, non possum non tribuere magno Dei judicio, quod imperator praetextu religionis defendendae, gratia vero pacis quomodocunque restituendae, veritatem subvertisset, innocentes et pios per totum orbem oppressisset et in Deum ipsum arrogans et audacter blasphemus extitisset, venditando decretum concilii pro sententia Dei ipsius inspirante Spiritu Sancto patribus infusah, etsi sciret se propria authoritate effectam dedisse, quippe qui anno praecedente oppressionem Arii publicis litteris vehementer minitatus esset et concilium hocce in eum finem convocasset, violentiam suam hoc fuco obducturus. (61) Sciebat enim amicos Arii metu perculsos non libenter accessuros ad concilium et Arium a caeteris certo condemnatum iri.

 Vide epist. Constantini apud Socr. l. 1, c. 9.

h

Yah. 12 57. facienda] pro viribus facienda a. c. | eas] add. || 58. non mirum si] add. | eorum] ** a. c. || 59. infamiae] contumeliarum et imminutae famae a. c. || 60. inspirante] e** inspirata a. c. | Spiritu Sancto] Spiritus Sancti a. c. | vehementer] vementer a. c. || 61. sciebat] * a. c. | amicos] fam a. c. | non] ** a. c. | libenter] **** a. c. | et Arium] caeterosque a. c. | certo] certo a. c. ut uid.

Appendix VI

[Yah. 19, ff. 34r-35v; cf. 72. 1 - 74. 5] [f. 34r]

[f. 35v]

(1) Alexander itaque a doctrina Eusebianorum duas confitentium inaequales et similes substantias nondum plene recesserat, sed dum hos fugere conatus est in Sabellianismum ex parte tantum inciderat, et utriusque sententiae terminos contradictorios nectendo, mediam quandam doctrinam composuerat, nomen substantiae divinis tribuebat attributis et sic Deum unum simplicissimum distinguens in duas substantias, earum similitudinem et nexum essentialem per vocem ὁμοoυσίου videtur intellexisse, dum Sabelliani, Samosateni et similes, / Filium referentes ad substantiam Patris, eandem vocem de unica utriusque substantia interpretarentur. (2) Expositis horum sententiis, videamus jam ex altera parte quo sensu Eusebiani subscripserint.

Yah. 19 1. inaequales et similes] add. | nondum] nond esse Patris et filii a. c. | plene] plane a. c. | recesserat] recessisse videtur a. c. | inciderat] incidisse a. c. | composuerat] composuisse a. c. | divinis tribuebat] tribuens divinis a. c. | tribuebat] tribuit a. c. | et sic] add. | distinguens] add. | substantias] *** a. c. | earum] atque a. c. | Filium] eandem vocem de unitate substantiae unica **** Patris et Filii substantia interpretarentur, referentes filium ad patrem ut (attri del.) sapientiam hominis ad hominem solemus referre a. c.

Appendix VII

[Yah. 19, f. 37r; cf. 76. 1] [f. 37r]

(1) Expositis singulorum opinionibus, mens decretorum concilii totius facilius eruetur. (2) Symbolum in favorem opinionis Hosii, qui id concepit, aptatum fuisse manifestum est, hoc est ita ut Filius sit ex substantia Patris, non ut alia substantia sed ut hujus substantiae virtus, proprietas vel attributum, et Patri homousios, ut hominis sapientia vel facultas cogitandi est homousios homini. (3) Si symbolum ex mente Hosii, qui id concepit, exponendum sit, sensus erit quod Filius sit ex substantia Patris, non ut substantia ex substantia sed ut virtus, proprietas vel attributum ex substantia, cujus est virtus, proprietas vel attributum, verbi gratia ut facultas cogitandi in homine est ex substantia hominis [quodque Filius sit Patri ὁμοούσιος, ut facultas communem habens cum eo substantiam]. Et sic d...

Yah. 19 1. singulorum] omnium a. c. | mens – eruetur] haud difficile erit communis sententia consilii facilius eruetur. Et a. c. | totius] add. | facilius] **** a. c. || 2. symbolum] nam cum symbolum ab Hosio compositum fuerit (certe del.) est et (clarum del.) ejus erit a. c. : symbolum enim a. c. | in favorem opinionis] ad sententiam a. c. om. del. | qui id concepit] auctor a. c. | fuisse] **** a. c. | aptatum] add. | virtus] add. | proprietas] virtus sap a. c. | vel attributum] sapientia (facultas add.) essentialis* a. c. | hominis] virtus (et add.) sapientia hominis est homousios homini a. c. | vel facultas] add. | cogitandi] **** a. c. || 3. si symbolum] attamen Hosius a. c. | qui] qui* a. c. | substantia1] Patre non ut a. c. | ex substantia3] (oritur add.) substantiae (alicujus add.) ex illa substantia (oriunda est del.) oriri (dicitur del.) originem dicit a. c. | substantia3] illa substantia a. c. : substantia quavis a. c. | quodque] atque (et ** add.) * ὁμοούσιον intelligi significari **** igitur a. c. | Patri] con a. c. | facultas] qui (con del.) illa a. c. | communem] hominis est consubstantialis homini ὁμοούσιος homini a. c.

Appendix VIII

[Yah. 19, ff. 41r-43r; cf. 79. 6 - 84. 17] [f. 41r]

... sententiam concederent? (1) Certe igitur non concesserunt, sed praefatam eorum interpretationem totis viribus potius impugnarunt. (2) Cumque Hosiani hac in parte silere cogerentur, nec aliam interpretationem afferre possent, respondet imperator «divinis arcanisque rationibus id esse intelligendum». (3) Hoc enim responsum demonstrat Hosianos interpretatione vocis haesisse. (4) Istantibus igitur Eusebianis et dicentibus id «neque per divisionem substantiae, neque per abscissionem, nec per mutationem paternae essentiae atque virtutis id posse constare», et non acquiescentibus donec aliqua perspicua interpretatio daretur, coacti sunt tandem Hosiani vocem de similitudine substantiarum exponere. (5) Adde quod Alexander antea docuerat Filium non aequalem esse Patri et ejusdem cum eo substantiae, sed minorem et similem esse. (6) Hoc equidem solo vult inferiorem esse Patre quod non sit ingenitus, sed hanc inaequalitatem non tantum nominis et relationis esse confessus est, sed et naturae ipsius; quatenus scilicet rem quae per aliud subsistit, natura sua inferiorem esse oporteat quam res quae propria vi et natura subsistere potis est. (7) Etenim in praefata epistola ad Alexandrum Byzantii scribit: «Multum interesse inter Patrem ingenitum et res ab illo creatas ex nihilo tam rationales quam rationis expertes, ὧν μεσιτεύουσα φύσις μονοφυὴς, Yah. 19 1. certe igitur – 16. perfecta colligitur] del. || 1. potius] add. || 4. Hosiani] add. || 5. esse Patri] add. | cum eo] add. | esse] esse a. c. || 6. Patre] Patri a. c. | sed] attamen a. c. | quae1] add. | rem] res a. c. | subsistit] subsistentiam a. c. ut uid. | oporteat] scripsi : opoteat leg.

Appendix VIII [f. 42r]

[f. 43r]

591

“inter quae media est natura unigenita”». / (8) Insuper in eadem epistola has inaequales naturas sic praedicat similes: «Dominus dicit», ait, «“Ego et Pater unum sumus”, non quo seipsum Patrem renunciet, nec quo duas substantia naturas unam esse demonstret, sed quoniam Patris Filius expressam Patris similitudinem exactissime servat, quippe qui per omnia similitudinem ejus a natura impressam habeat, sitque imago Patris nulla in re dissimilis et primitivi exemplaris expressa figura. (9) Unde etiam Philippo tunc videre cupienti Dominus abunde commonstrat. (10) Dicenti enim: “Ostende nobis Patrem”, respondet: “Qui vidit me vidit et Patrem”, quippe cum per purissimum et animatum speculum divinae imaginis ipse conspiciatur Pater. (11) Quibus simile est quod dicitur in Psalmis: “In lumine tuo videbimus lumen”». (12) Haec Alexander, dicta illa, «Ego et Pater unum sumus» et «Qui videt me videt Patrem», in quibus scilicet posteri unitatem naturarum fundarunt, non de unitate sed de similitudine exponens. (13) Quod singulariter expendendum est. (14) Hanc similitudinem Alexander saepius inculcat, de unitate vero vel aequalitate ne verbum quidem facit. (15) Omnimodam tantum asserit similitudinem, eamque non aequalis ad aequalem sed minoris ad majorem; nam et ex inaequalitate hanc similitudinem in eadem epistola colligit: «Est», inquit, «Filius imago Patris exactissima et in nullo discrepans, quippe liquet eum imaginem esse plene omnia continentem, quibus maxima similitudo declaratur, sicut ipse Dominus docuit cum ait: “Pater major me est”». (16) Ita ille, quasi dicere vellet quod Filius, nisi major / homine fuisset Deoque similis, inepte admonuisset discipulos de majoritate Patris, proinde ex hac inaequalitatis comparatione similitudo illa perfecta colligitur.

Yah. 19 8. insuper] has igitur duas naturas Patris et Filii (* del.) non praedicabat (eandem esse aut add.) inter se aequales, ut fecerunt posteri, sed similes tantum licet essentiali nexu conjunctos, ut patet ex eadem epistola a (* del.) a. c. | epistola] enim epistola a. c. | has inaequales – praedicat similes] sic insuper scribit a. c. | ait] add. | imago Patris] Patris imago a. c. || 9. unde etiam] haec Alexander, illud ego et Pater unum sumus in quo posteri unitatem naturarum fundarunt non de unitate sed de similitudine exponens. Quod singulariter expendendum est a. c. || 16. inaequalitatis comparatione] comparatione inaequalitatis similitudo colligitur a. c.

592

Historia Ecclesiastica

(17) Alexander itaque nondum longe ab Eusebianis recesserat. (18) Cum his professus est minoritatem et similitudinem Filii, ab his recessit quatenus cum Sabellianis, Samosatenis et similibus docuit Filium esse internum illum et essentialem λόγον et sapientiam Patris. (19) Quamobrem cum Eusebiani nihil tale admitterent sed fortiter resistentes ea quae offendiculo erant efficerent expungi, quid mirum si Alexander cum suis ad similitudinem Filii recurrerent, nihil amplius ab episcopis extorquere valentes? (20) Filium esse essentialem illam sapientiam qua pater sapit, a concilio non admittitur. (21) Super hac doctrina fundabant essentialem connexionem Filii cum Patre, nullam aliam essentialem sapientiam admittentes. (22) Explosa igitur hac doctrina haerent, neque ὁμοούσιον aliter exponere valent. (23) Instant Eusebiani (Socr. l. 1, c. 8, et Euseb. ib.): «Nam quoniam ὁμοούσιον illud esse aiebant quod ex alio est vel partitione vel fluxu vel eruptione..., nullo autem ex his modo esse Filium Dei, idcirco in eam fidem se consentire non posse asseverabant». (24) Respondet imperator «non his modis sed divinis arcanisque rationibus id esse intelligendum». (25) Non acquiescunt Eusebiani sed claram expositionem postulant. (26) Coguntur igitur Alexandri suffragatores vocem clare exponere, ne defectu expositionis eadem rejiceretur, sicut aliae voces modo rejectae fuerant. (27) Cum igitur per homousion haec duo intelligerent, similitudinem et nexum essentialem Filii cum Patre...

Yah. 19 19. efficerent expungi] expungi fecissent a. c. | recurrerent] scripsi : recurrent leg. || 22. ὁμοούσιον] rem a. c. || 23. instant Eusebiani] quare divinis arcanisque rationibus id esse intelligendum respondet imperator. Non acquiescunt Eusebiani, sed claram expositionem postulant a. c. || 24. respondet imperator] cogitur igitur Alexander cum suis vocem clare exponere, ne scilicet defectu expositionis (vox del.) eadem rejiceretur, sicut aliae quaedam voces modo explosa fuerant a. c. || 26. Alexandri suffragatores] Hosiani a. c.

Appendix IX [Yah. 19, ff. 55r-56r; cf. 97. 3 - 99. 4] [f. 55r]

... delinit et sedat. (1) Conveniunt et alii nonulli ex Oriente, nam et Eusebius Nicomediae et Theogonius Nicaeae aderant, quippe qui causam contra Athanasium susceperunt, et depositi sunt a caeteris, propterea quod communicaverant cum Alexandrinis quos imperator tanquam fidei Nicaenae aversatos Nicomediae exulare jusserat. (2) Quippe cum imperator Alexandrinos quosdam a fide Nicaena alienos in urbibus Bithyniae exulare jusserat, propterea quod eorum ministerio ordinatio Athanasii impugnabatur, Eusebius iste et Theogonius contra Athanasium negotium suscipientes, illuc pergebant, cum his insuper communicabant et iis aurem praebentes contra Athanasium negotium susceperant, qua de causa in hac synodo depositi sunt. (3) Nam sententia episcopali depositos fuisse Eusebius ipse et Theogonius in epistola ad episcopos quae sequetur agnoscunt, aliud vero concilium quo deponerentur non occurrit. (4) Litibus igitur denuo compositis et his de gradu dejectis, reliqui episcopi donis onusti domum redeunt, ut ex altero Eusebio supra audivistis, hos vero imperator relegat in Gallias, mittens ad Nicomedienses epistolam cujus priorem partem supra posui, reliquam quae ad praesens negotium spectat hic subjicio (apud Theod. l. 1, c. 20). (5) «... Id unum», inquit, «metuo, id recogito, quod vos in societatem criminis vocari video. (6) Per institutionem enim ac Yah. 19 1. Nicomediae] Nicomediae aderat a. c. | quippe qui – susceperunt] add. | communicaverant cum Alexandrinis] cum nonnullis communicaverant a. c. | tanquam fidei Nicaenae aversatos] add. | jusserat] jusserat et cum iis conspirans conubium coep a. c. || 2. in urbibus] in urbibus ad se abripi a. c. | eorum ministerio] hae lites a. c. | contra Athanasium – pergebant] add. | insuper] add. | communicabant et] communicabant et aurem a. c. | qua de causa] ac a. c. || 4. denuo] add.

594

[f. 56r]

Historia Ecclesiastica

perversam Eusebii doctrinam conscientiam a veritate aversam induistis. (7) Sed haudquaquam tarda erit curatio, si episcopo fideli ac syncero nunc tandem accepto ad Deum oculos convertatis. (8) Quod quidem jam in vestra est potestate et ex vestro judicio pendere jam dudum oportuit, nisi supra memoratus Eusebius, illis tunc mire eum adjuvantibusa, huc venisset et rectum ordinem disciplinae conturbasset... (9) Quid nuper una cum Theogonio, dementiae suae socio, admiserit, quaeso accipite. / (10) Alexandrinos quosdam qui a nostra fide desciverant, huc abduci praeceperam, propterea quod eorum opera ac ministerio discordiae fax excitabatur. (11) Verum isti egregii scilicet episcopi, quos Synodi [Nicaenae] clementia ad agendam paenitentiam servaverat, non solum istos susceperunt et apud se tuto degere jusserunt, sed etiam malitiae illorum socios se ac participes adjunxerunt. (12) Quamobrem adversus ingratos istos id agere decrevi: abreptos videlicet quam longissime deportari jussi... (13) Siquis vero mentionem illarum pestium facere aut in laudem eorum temere excitari praesumpserit, statim opera famuli Dei, hoc est nostri, audacia ejus comprimetur. (14) Divinitas vos conservet, fratres dilectissimi». (15) Haec Constantinus, ex quibus constat hos qui contra Athanasium faciebant ab imperatore pro nova insurrectione Arianorum habitos esse. (16) Dicit enim eos qui discordiae facem excitabant a fide Nicaena descivisse. (17) Patet etiam Eusebium mox causam suscepisse, imperatorem vero iram suam distulisse ubi viderat magnam vim episcoporum idem agere. (18) Hos igitur lenitate potius sedandos esse ducit, ideoque ad se vocat in Pannoniam, ut opinor, ubi scilicet agebat mense Februario et Martio anni 326, et benigne tractando conciliat; dein Eusebium et Theogonium, qui pariter advenerant, ab Athanasianis depositos, opprimit, propterea quod communicaverant cum aliquibus qui decreta Nicaena apertius aversarentur et eos, ut imperator insinuare videtur, hospitio exceperant.  Episcopis qui contra Athanasium decertabant.

a

Yah. 19 8. mire] vehementer a. c. || 9. accipite] scripsi : accipete leg. || 17. distulisse] aliquamdiu a. c. || 18. in Pannoniam – anni 326] add. | pariter] simul a. c. | advenerant] advenerant (et cum aliquibus qui decreta Nicaena apertius aversarentur add.) a. c. | qui – exceperant] add. | decreta] scripsi : decretata leg.

Appendix X

[Yah. 19, ff. 68r-69r; cf. 113. 3-8] [f. 68r]

[f. 69r]

... episcopi Orientis. (1) Sed et aliud quoddam insperatum evenit. (2) Imperator deserit fidem Hosianam, quam hactenus sub vocibus Nicaenis tenuerat, et se convertit ad Eusebianos. (3) Occasionem sic narrat Rufinus:a (4) «Constantia», inquit, «Licinio relicta, cum diem obitura visitaretur a fratre Constantino atque ab eo blande religioseque compellaretur, extremam dicitur ab eo gratiam poposcisse, ut presbyterum quendam in familiaritatem reciperet et quae sibi ab eo pro spe et salute suggererentur audiret; se quidem jam ex hac luce discedentem nihil curare, pro fratris vero statu esse sollicitam, ne forte pro innocentium poenis regni sui pateretur excidium. (5) Quibus ille monitis a sorore susceptis et fidelem pro se germanae sollicitudinem credens accomodavit aurem presbytero et interim accersiri de exilio Arium jubet». (6) Haec Rufinus, qui et postea addit hunc presbyterum fuisse cui Constantinus moriens testamentum tradidit, hoc est, Eusebium Nicomediae (Philostorg. l. 2, c. 16). (7) Et quidam tale quiddam factum fuisse verisimile est, cum Constantia ante tempora Concilii Nicaeni Eusebiana / fuerit et  Ruffin. l. 1, c. 11.

a

Yah. 19 2. deserit] * a. c. | Hosianam] Nicaena (sic) vel potius Hosianam a. c. | hactenus] hactenus imperator a. c. | vocibus] verbis a. c. | tenuerat] propag* a. c. | et se] se a. c. || 3. occasionem] cujus a. c. || 4. Constantia] cum a. c. | Licinio] scripsi : Licinia leg.: Constant* a. c. | quendam] add. || 6. Rufinus] Rufinus (l. 1, c. 11) a. c. | hoc est] hoc est, ut Philostorgius refert a. c. || 7. quidam tale quiddam] sic | verisimile] veresimile a. c. | Constantia] Constantius a. c. | ante] * a. c. | concilii] consilii a. c. | subinde] add.

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Historia Ecclesiastica

subinde Constantino carissima, atque Eusebium consanguineum prae caeteris dilexisse videtur, sicut etiam Constantinus eum ab hoc tempore dilexit. (8) Caeterum in eo Ruffinus et ejus sequaces errant, quod Arium mediatione hujus presbyteri ab exilio revocatum tradant. (9) Imperator, consultis episcopis quos circum se habebat, primo revocavit Arium, et cunctantem acceleravit his literis.

Yah. 19 7. atque] et a. c. || 8. mediatione] iter. a. c. | ab exilio] add. || 9. consultis – habebat] add.

Appendix XI

[Yah. 19, ff. 83r-84r; cf. 120. 18] [f. 83r]

... (Athanas. Apol. 2 p. 188). (1) Cum igitur judicium diutius declinare non posset, res suas ut potuit componit, et quia nusquam aderant syncerus Pinnes et syncerus Helias quos paulo ante praetenderat comprehensos fuisse et Alexandriam deductos atque ibi confessos Arsenium in vivis esse, defectum horum vivorum testium supplere cogitat sequenti epistola, quam fingit a Pinne illo ad Joannem quendam Meletianum, qui caedis Arsenii testimonium praebebat, esse scriptam (apud Athanas. Apol. 2). (2) «Dilecto fratri Joanni Pinnes presbyter salutem.

[f. 84r]

(3) Scire te volumus Athanasium misisse in Thebaidem diaconum suum ut omnia scrutaretur / ad Arsenium quaerendum. (4) Primum autem obvii repertique Pecysius presbyter, Silvanus Heliae frater et Tapenacerameus, et Paulus, monachus Hypseles, confessi sunt eum apud nos esse. (5) Id cum rescivissemus, curavimus illum in navem conjici ut ad partes inferiores cum monacho Helia aveheretur. (6) Non ita diu post diaconus cum quibusdam superveniens Arseniumque quaerens in nostras aedes irrupit, verum illum ablegatum jam ad partes inferiores, quemadmodum dixi, non invenerunt, me autem cum monacho Helia, qui Arsenium avexerat, secum Alexandriam deportaverunt ducique nos obtulerunt. (7) Ibi minime licuit inficias ire sed confessus sum eum vivere et interfectum Yah. 19 1. cum igitur – res suas] res suas igitur a. c. | componit] componit Athanasius a. c. | aderant] aderat a. c. | syncerus... syncerus] add. | Pinnes] Pinnes ille a. c. | confessos] confessos fuisse a. c. | horum] add. | qui] qui Athanasium a. c. || 5. rescivissemus] scripsi (revisseremus apud fontem, gr. μαθόντες) : rescivisseremus leg.

598

Historia Ecclesiastica

non esse. (8) Eadem quoque monachus qui eum avexerat fassus est. (9) Haec ideo tibi significavi, pater, ut scires Athanasium tibi accusandum non esse. (10) Dixerunt enim eum vivere et apud nos in abditis haberi, resque innotuit universae Aegypto, neque celari potest. (11) Sequentem praeterea epistolam quasi ab Arsenio scriptam Athanasius composuit.

Yah. 19 11. sequentem ... epistolam] cf. 112, 6-11

Appendix XII

[Yah. 19, ff. 104r-105r; cf. 139. 14] [f. 104r]

[f. 105r]

... scelerum socii erant. (1) Hi clamabant se interesse debere examinationi testium ut ex eis gentiles, haereticos et hostes Athanasii rejiciendos indicarent. (2) Hos omnes rejiciendos esse clamabant, hoc est omnes praeter suae factionis homines, / qui certe in exigua illa pago non multi esse possent, praesertim si eos excipias qui cum Athanasio conspirantes, vel participes erant facinoris vel amore Athanasii metuve tacerent. (3) Hoc pacto diminuto admodum numero testium sperabant se posse judicium evadere. (4) At in quaestionibus de facto non erronea testium religio sed mens perfida solummodo testimonium irritum facit. (5) Proinde clerici illi Mareotici, cum neminem perfidiae convincerent sed tantum de religione testium cavillarentur, ut inepti rerum perturbatores abire jussi sunt. (6) Qui ideo graviter commoti scripto protestantur contra acta episcoporum sex in Mareota, et aliam insuper epistolam perscribunt ad synodum in qua conqueruntur de episcopis ad hunc modum. (7) «Ideo», inquiunt, «nos summotos esse volebant, ne subornatos ab ipsis criminatores aut de Ecclesia non esse, aut si Yah. 19 1. haereticos] **** Arianos et a. c. || 1. rejiciendos indicarent – 2. factionis homines] rejicerent. Interim de peregrinis nullas jam neque postea querelas reperio. Mera erat (videtur a. c. : erat a. c.) illa suspitio Aegyptiorum episcoporum ad turbandam synodum injecta **** a. c. || 4. at] at testium a. c. | erronea testium religio] error in religione a. c. | irritum facit] irritum facit. Gentiles et haeretici quivis, nisi suis in personis perfidiae convicti fuerint, testes esse possent in **** causis civilibus (de facto del.) ubi quaestio est de facto a. c. || 6. commoti] commoti per a. c. | episcoporum sex in Mareota] epis**** Mareotica a. c. || 7. de ecclesia non esse] ecclesiasticos non esse a. c.

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essent, Ariomanitas esse doceremus. (8) Scitis autem dilecti fratres non valere inimicorum testimonia». (9) Ita illi. Interim de testibus peregrinis nullae jam vel postea quaerelae. (10) Mera erat illa suspicio Aegyptiorum episcoporum ad turbandam synodum excogitata. (11) In eadem epistola clerici Alexandrini...

Yah. 19 9. peregrinis] scripsi : perigrinis leg. | vel] neque a. c.

Appendix XIII

[Yah. 19, f. 133r; cf. 161. 2] [f. 133r]

... amplius esse solliciti. (1) Haec duo, receptionem Arii in Concilio Tyrio et designatam ejus receptionem in Concilio Constantinopolitano, Valesius sentiens non posse consistere, conjectatus est alterum Arium Tyri receptum fuisse, alterum Constantinopoli recipiendum. (2) Sed pace tanti viri, Arius principalis, qui dicitur Constantinopoli defunctus, fuit receptus Tyri. (3) Hoc testantur ecclesiastici historici omnes, Ruffinus, Socrates et Sozomenes, ut et ex parte Theodoritus, quippe qui hunc Arium de Alexandria (quo missus fuerat a Concilio Hierosolymitano) Constantinopolim reversum esse et ibi foeda morte occubuisse docet. (4) Sed et (quod majus est) Eusebius et Theogonius in superiori epistola, quam exules sub initio Concilii Tyri scripsere, satis describunt Arium illum qui tunc una cum Euzoio de exilio revocatus fuerat et postea missus erat Tyrum eum ipsum fuisse quem Athanasiani apprime accusabant, hoc est Arium principalem. (5) Congruit et symbolum quod Arius ille una cum Euzoio porrexit imperatori cum symbolo quod Athanasius describit principalem Arium imperatori porrexisse, nempe expressiones de sacris literis desumptas, omissis illis de quibus Arius accusabatur, solummodo continet. (6) Sed supponamus (licet non concedimus) Yah. 19 1. Arium] A*rium a. c. || 3. testantur] non tantum testantur a. c. | qui] add. | quo missus – Hierosolymitano] add. | reversum esse] reversum esse docet a. c. || 4. describunt] insinuant a. c. | fuerat] fuerat a. c. ut uid. | et postea missus erat Tyrum] illum a. c. | missus] missus Tyrum a. c. | Athanasiani] Athan a. c. | accusabant] accusabant et pro reo a. c. | est] est* a. c. || 5. expressiones] expressionibus a. c. | de sacris – omissis illis] add. | solummodo] omissis a. c. || 6. supponamus licet non concedimus] tamen a. c. ut uid.

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hunc alterum Arium fuisse, ut vult Valesius. (7) Quid inde sequetur? (8) Certe Concilium Tyri non hunc vel illum Arianum tanquam poenitentem recepit, sed Arianos omnes tanquam qui recte sentirent et solummodo per calumnias et falsas accusationes fuerant depositi. (9) Ipsam causam declarant justam et ideo non dicunt «recipimus Arium et Euzoium», sed generaliter τοὺς περὶ Ἄρειον, «Arianos», hoc est quotquot eo nomine fuerant depositi, sententiam Concilii Nicaeni retrahentes, ut grave schisma Aegyptiorum tandem componeretur.

Yah. 19 8. certe] nam a. c. | omnes tanquam – fuerant depositi] omnes tanquam (qui fuerant add.) per calumniam depositi **** absolvit (abso*lvit a. c.) a. c. | sentirent] sentientes a. c. | solummodo per calumnias... accusationes] per calumnias... accusationes solummodo add. | fuerant depositi] depositi fuerant a. c. | depositi] depositos a. c. || 9. generaliter τοὺς περὶ Ἄρειον] add. | eo nomine] eo nomine fue a. c. : in causa ista a. c. | depositi] (unquam add.) depositi a. c. : depositi sive aderant ipsam a. c. | grave] add.

Appendix XIV

[Yah. 19, ff. 135r-136r; cf. 165. 2-7] [f. 135r]

(1) «tuebat episcopos et permanentibus integris sacerdotibus per pugnas et caedes gentilium, nihil respiciens leges, desperationi tribuens totum, unde per vim, per caedem, per bellum, Alexandrinorum basilicas depraedatur» (Concil. Sardic. Orient). (2) His rebus conturbati admodum Orientales episcopi vulnus non negligendum duxerunt, sed missis ad singulos tres imperatores per ipsorum aliquos epistolis, haec nova Athanasii facinora, praeter ea de quibus condemnatus fuerat, aperiunt. (3) Ad Julium quoque Romanae urbis pontificem eadem perscribunt per legatos Macarium presbyterum et Martyrium Hesychiumque diaconos, per quos mittunt etiam ad eundem Julium Acta Tyria, sperantes ut iniqui judicii suspicione omni candide sublata Occidentales acquiescerent. (4) At Julius altiora concilia volvebat in mente. (5) Impugnando et opprimendo Ecclesias Orientis sperabat se propriam auctoritatem per totum orbem extendere posse. (6) Neque tempus magis opportunum expectandum videbatur, quam cum Occidens fere tota cum Aegyptiorum parte bellicosiori sub ejus auspiciis contra hominum olim damnatorum susceptores militatura erat. (7) His

Yah. 19 1. tuebat episcopos] tot insidiis detexi vix a. c. || 3. omni] omne a. c. || 4. at Julius – in mente] at Julius altius (altior a. c. ut uid.) concilium agitabat (jam coeperat a. c.) in m a. c. || 5. impugnando et – extendere posse] impugnatis et oppressis (impugnando et subvertendo a. c.) ecclesiis orientalibus (fore add. iter.) sperabat se (del. ut uid.) (fore se add. del. ut uid.) se propriam auctoritatem per prop totum (orbem add.) extendere posse (extenderet a. c.) a. c. || 6. magis] maj a. c. | expectandum] sp a. c. ut uid. | auspiciis] auspiciis tanquam pro decretis a. c. | erat] erant a. c.

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[f. 136r]

Historia Ecclesiastica

enim victis, quae regio non veneraretur victoris auctoritatem? (8) Mittit ergo Julius ad Athanasium Acta Tyria cum literis orientalium.a (9) Et Athanasius aliquos vicissim mittit ad Julium qui se legatis orientalium opponerent, deinde convocat episcopos Aegyptios, quotquot ad sui partes pertrahere / posset, resque suas ut potuit exponens persuadet eis ut sequentibus literis subscriberent.

 Athanasius in fine Apol. 2 scribit Julium ad se misisse Acta illa, et in fine epist. subsequentis Synodus Alexandrina citat literas orientalium ad Julium datas. a

Yah. 19 7. enim] add. | veneraretur] venerat a. c. || 8. acta Tyria] legatos qui acta Tyria ad eum literis pergerent eique etiam **** a. c. : acta Tyria per legatos qui simul aperirent et orientalium querelas novas per eos simul exponerent (**** a. c.) (novas apert a. c.) per nuncium simul exponit a. c. || 9. Athanasius] Athanasius autem a. c. | se... opponerent] ... opponerentur a. c. : ... se opponerent a. c. | deinde] subinde a. c. : interea a. c. | Aegyptios] **** a. c. | resque suas] acta Tyria celans ** a. c. : et celatis actis Tyriis (quamvis acta Tyria in mg.) a. c. | exponens] exponit a. c. || a. synodus] synodi a. c. : co a. c.

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Índices

1. Índice de nombres en el estudio preliminar₁ Alejandro de Alejandría, 88-91, 93, 95, 108, 109, 111, 116, 149. Ambrosio de Milán, 87, 92, 96, 98. Amiano Marcelino, 96, 97. Ana de Inglaterra, 50. Aristóteles, 37. Arrio, 88-91, 93-95, 102, 104, 106, 109, 111, 115. Arsenio de Hípsele, 90, 94, 103, 113. Atanasio de Alejandría, 44, 73, 87-97, 99, 101-105, 108, 113-116, 134, 135. Auxencio de Milán, 87, 92. Babson (familia), 63. Bacon, Francis, 24. Baronio, César, 71, 96, 98, 99, 116, 128, 134. Annales Ecclesiastici, 71, 96, 98, 99. Barrow, Isaac, 39, 43. Basilio de Cesarea, 96, 98. Bellarmino, Roberto, 31. Bibliotheca fratrum Polonorum, 29. Biddle, John, 32. Bochart, Samuel, 71 Boyle, Robert, 40. Brahe, Tycho, 31. Bruno, Giordano, 30, 31. Bull, George, 48 Calvino, Juan, 27. Carolina, princesa de Gales, 52, 54. Carlos V, 27. Castillejo, José, 63. Chaloner, William, 50.

Charleton, Walter, 32. Cicerón, 47. Clarke, Samuel, 50-52. Clemente VII, 27. Conduitt (Barton), Catherine (madre), 50, 55, 59, 60. Conduitt, Catherine (hija), 59. Conduitt, John, 50, 55, 56, 59. Constancio (emperador), 86, 87, 92, 103. Constantino I el Grande, 88-93, 96, 101, 108, 109, 111, 114, 116, 135. Copérnico, Nicolás, 26, 31, 32. Cornarius, Janus, 97. Cromwell, Oliver, 32, 36. Cusa, Nicolás de, 30. Dámaso (papa), 92, 130. Descartes, René, 24, 31, 32, 37, 38, 41, 52. Dionisio de Alejandría, 104. Diocleciano, 90, 199, 209. Einstein, Albert, 62. Ekins (familia), 60. Epicuro, 24, 32, 46. Epifanio de Salamina, 96, 97. Erasmo de Róterdam, 24, 26, 53. Euclides, 38. Eusebio de Cesarea, 93, 96, 97, 99, 101, 106, 108, 134, 135. Eusebio de Nicomedia, 89, 90, 93, 94. Eusebio de Vercelli, 87, 92. Eutiquio de Alejandría, 96, 98, 134, 149.

 No se incluyen los autores citados en la bibliografía.

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616 Evagrio Escolástico, 96, 97. Fatio de Duillier, Nicolás, 49. Filostorgio de Capadocia, 96, 97, 100, 101, 134, 135. Flamsteed, John, 45, 49. Focio de Constantinopla, 98. Francis, Alban, 47. Galilei, Galileo, 24, 31, 32, 37. Gassendi, Pierre, 24, 32, 37. Gelasio de Cícico, 96, 98. Gelenius, Sigismundus, 97. Gothofredus, Jacobus, 96, 134. Gregorio de Nacianzo, 96, 98. Gregorio Presbítero, 96. Gregory, David, 45, 47. Grey, Zachary, 99. Guillermo III de Inglaterra, 47, 48. Halley, Edmond, 45, 46, 60. Hilario de Poitiers, 87, 92, 96, 98. Homero, 51. Hooke, Robert, 39, 40, 45, 46, 50. Hornius, Georgius, 98. Huygens, Christiaan, 39, 49. Index librorum prohibitorum, 31. Isquiras, 90, 94, 103. Jaime I de Inglaterra, 32. Jaime II de Inglaterra, 47, 48, 73, 101. Jerónimo, 96. Jorge de Alejandría, 87. Jorge Cedreno, 96, 98. Juliano (emperador), 85, 87, 92, 96, 98. Julio César, 51. Kepler, Johannes, 24, 31, 46. Keynes, John Maynard, 61. Leibniz, Gottfried Wilhelm, 52. Liberio, 87, 92. Licinio, 88, 89. Locke, John, 47-49, 55, 60, 72. Lopin, Jacques, 97. Lucifer de Cagliari, 96, 98. Lucrecio, 30, 46, 47 Lutero, Martín, 24, 26. Macrobio, 47. Maier, Michael, 40. María II de Inglaterra, 47. Mede, Joseph, 42, 71. Médicis (familia), 31. Médicis, Isabel de, 29. Melecio de Alejandría, 90. Mercator, Nicolaus, 39. Moisés, 44.

Historia Ecclesiastica Montague, Charles, 49. Montfaucon, Bernard, 97. More, Henry, 38, 42. Morellus, Petrus, 98. Nannius, Petrus, 96. Newton, Isaac (obras) Chronology of Ancient Kingdoms Amended, 54, 59, 67, 99. De analysi per aequationes numero terminorum infinitas, 39. De gravitatione et aequipondio fluidorum, 41. De mundi systemate, 47, 59. “Discourse of Observations”, 40. Historical Account of Two Notable Corruptions, 48, 49, 51, 60, 66, 72, 102. “Hypothesis Explaining the Properties of Light”, 40. Irenicum, 53. “New Theory about Light and Colours”, 39. Observations upon the Prophecies, 59. Of the Church, 53, 54, 66, 70, 74. Optice, 50, 52. Opticks, 50, 51, 72. Paradoxical Questions, 49, 59, 66, 69, 71, 72, 86, 102, 104-106. Philosophiae naturalis principia mathematica, 26, 41, 44, 46, 47, 50, 52, 53, 55, 59, 60, 67, 85, 101, 106, 126, 128. Questiones quaedam philosophicae, 37. Theologia gentilis origines philosophicae, 44, 54, 67, 71. Nicéforo Calisto, 96, 98. Nicetas Coniates, 96, 98. Noé, 44, 53. Oporinus, Joannes, 97. Osiander, Andreas, 26. Ovidio, 36. Osio de Córdoba, 89. Pablo III, 26. Pablo de Constantinopla, 99. Pablo de Samósata, 104. Paracelso, 28. Pardies, Gaston, 39, 40. Pedro II de Alejandría, 87. Pellet, Thomas, 59. Petavius, Dionysius, 97. Philosophical Transactions, 39.

1. Índice de nombres en el estudio preliminar Píndaro, 36. Pío V, 30. Piscator, Johannes, 96. Platón, 37. Plutarco, 47. Pococke, Edward, 98. Prunaeus, Jacobus Billius, 98. Quijote, 37. Raków, 29, 33 Reina, Casiodoro, 24. Rufino de Aquileya, 96, 97. Sabinus, Georgius, 36. Salomón, 44, 58, 73. Sand, Christoph, 29, 33, 43, 48, 71. Sendivogius, Michael, 40. Selden, John, 98. Servet, Miguel, 27, 28. Sigismundo II de Polonia, 29. Smith Newton, Hannah, 36, 37. Socino, Fausto, 28-30.

617

Socino, Lelio, 28. Sócrates Escolástico, 84, 96, 97, 99, 101, 114, 134, 135. Sozómeno de Gaza, 96, 97, 99, 101, 134, 135. Stephanus, Henricus, 36. Sulpicio Severo, 67, 96. Sykes, Arthur, 60. Teodoreto de Ciro, 96, 97, 100, 135. Teodosio I, 44, 85, 87, 92. Teofilacto Simocates, 26. Teogonio de Nicea, 94. Valente (emperador), 103, 104. Valesius, Henricus, 96, 97, 99. Vesta, 44. Vossius, Gerardus, 44, 71. Wallop, John, 59. Whiston, William, 51, 52, 72. Wilkins, John, 32. Yahuda, Abraham, 61, 62.

2. Índice de obras citadas en el texto latino Ambr. Fid. = Ambrosius, De fide ad Gratianum Augustum: 49, 7, 13. Amm. = Ammianus Marcellinus, Res gestae: 1, 2; 2, 5; 11, e; 17, 4; 32, 47; 100, 8. Ath. Al. Apol. Sec. = Athanasius Alexandrinus, Apologia secunda contra Arianos: 64, 8, 10; 65, 5-7; 95, 4; 96, 3; 104, 2, 5, 6; 105, 1-6; 107, 6; 108, 1; 110, 4, 5; 112, 1-4, 6-11, 14-27; 120, 18; 121, 10; 123, 2-8; 127, 1, 2, 4-6; 128, 2; 129, 6-7; 130, 4-11; 131, 3; 132, 2-7; 133, 2-6; 137, 2-13; 138, 4-7; 139, 18-32; 141, 7-10; 142, 4-10; 143, 5-6; 144, 3, 7; 147, 4; 153, 3-18, 19; 155, 2-4, 6; 165, 3; 166-171. — Ar.1 = Oratio prima contra Arianos: 67, 7-10. — Ar.2 = Oratio secunda contra Arianos: 67, 11-13. — Ar.3 = Oratio tertia contra Arianos: 67, 15-23. — Decr. = De decretis Nicaenae Synodi: 48, 4; 49, 9-12; 67, 2, 4. — Ep.Afr. = Epistula ad Afros: 6, 5-7; 89, 4. — Ep.Epict. = Epistula ad Epictetum: 6, 13. — Ep.Episc. = Epistula ad episcopos Aegypti et Libyae: 48, 3; 158, 4-10, 57. — Ep.Mort.Ar. = Epistula ad Serapionem de morte Arii: 158, 13-40. — Ep.Serap.IIa = Epistula II ad Serapionem: 67, 5. — Gent. = Contra gentes: 67, 1. — H.Ar. = Historia Arianorum ad monachos: 49, 15; 56, 1; 110, 6; 157, 1.

— H.Ar.Ep. = Ad historiam Arianorum ad monachos epistula: 49, 17; 65, 1; 110, 1; 158, 4-9. — Inc. = De Incarnatione: 67, 1. — Syn. = Epistula de Synodis Arimini et Seleuciae: 93, 5; 116, 30; 117, 25; 151, 1-6; 162, 17-20. — VAnton. = Vita Antonii: 27, 10. Ps. Ath. Al. Ar.4 = Pseudo Athanasius Alexandrinus, Oratio quarta contra Arianos: 67, 32-33. Baron. Ann. = Baronius, Annales ecclesiastici: 4, 3, 5-9; 5, 2-6; 6, 10; 7, 1-4, 6; 8, 5, 11; 9, 4-17; 14, 4; 36, 2-13; 45, 9, 11-60; 68, 11-15; 91, 3; 100, 3, 9; 101, 1, 2, 6; 111, 1; 121, au; 129, 3; 149, 9; 150, 1, 2; 152, 6, 7; 165, 2. Basil. Ep. = Basilius Caesariensis, Epistulae: 9, 9-17. Cedr. Comp. = Georgius Cedrenus, Compendium historiarum: 98, 6. Cod. Theod. = Codex Theodosianus: 14, 12, 13; 98, 6; 100, 8; 101, 1. Epiph. Const. Haer. = Epiphanius Constantiensis, Panarion seu adversus LXXX haereses: 30-31; 38, 41; 40, 2-9; 41, 5; 45, 7; 64, 9; 104, 8-15; 107, 5; 122, 2-6; 124, 14, 15. Eus. Or.Const. = Constantini imperatoris oratio ad coetum sanctorum: 117, 8-16. — VC = Eusebius Caesariensis, De vita Constantini: 28, 2-8, i; 29, k; 32, 3-5, 7-37; 42, 1-31; 52, 1-5; 56, 2; 63, 4; 88, 2; 89, 4; 90, 6; 94, 2-4; 97; 98, 1-4, 8; 152, 2. Eutych. Ann. = Eutychius Alexandrinus, Annales: 1, 2; 89, 2; 96, 5-6.

620 Evagr. Sch. HE = Evagrius Scholasticus, Historia ecclesiastica: 90, 13. Gel. Cyz. HE = Gelasius Cyzicenus, Historia ecclesiastica: 60, 10; 90, 8. Goth. Chron. = Gothofredus, Chronicon: 28, i; 90, 2; 100, 7; 104, 18. — Dissert. = Dissertationes in Philostorgium: 64, 10. Gr. Naz., Carm. 2, 1, 11 = Gregorius Nazianzenus, Carmen de vita sua: 11, 2-5. — Or. = Orationes: 1, 2, 3; 3, 8; 45, 4-5; 46, 7-10. Gr. Presb. v. Gr. Naz. = Gregorius Presbyter, Vita Gregorii Nazianzeni: 20, 3-7. Hier. Chron. = Hieronymus, Chronicon: 7, 6; 117, 4. — c. Vigil. = Adversus Vigilantium: 14, f. — c. Lucif. = Altercatio Luciferiani et orthodoxi: 1, 4, 5; 58, 1-2. — c. Joh. = Contra Johannem: 17, 5. — epist. = Epistulae: 9, 4-8; 14, 4-8. Hil. Coll. Antiar. = Hilarius Pictaviensis, Collectanea antiariana Parisina: 4, 5-9. — c. Aux. = contra Auxentium: 7, 1-4. Jul. Ep. = Julianus imperator, Epistulae: 1, 1; 2, 2-5. Lucif. Reg. apost. = Lucifer Caralitanus (vulgo Calaritanus), De regibus apostaticis: 117, 6. Nic. Chon. Thes. = Nicetas Choniates, Thesaurus orthodoxae fidei: 60, 8; 64, 4; 83, 11, 13. Niceph. HE = Nicephorus Callistus, Historia ecclesiastica: 64, 6; 77, 23; 110, 1. Philost. HE = Philostorgius, Historia ecclestiastica: 62, 6; 64, 4; 65, 1; 83, 13; 95, 3, 5-8; 109, 2; 110, 1; 115, 4; 121, 4-8. Phot. Bibl. = Photius, Myriobiblion sive Bibliotheca: 90, 11. Rufin. Hist. = Rufinus, Historia ecclesiastica: 1, 3; 3, 10; 27, 1-9; 51,

Historia Ecclesiastica 1, 2; 53, 1-5; 60, 2-7; 61, 2; 65, 2, 3; 87, 4, 5; 90, 8; 115, 2, 3; 125, 1-3; 127, 3; 162, 21. Socr. Sch. HE = Socrates Scholasticus, Historia ecclesiastica: 1, 1; 3, 10; 5, 2-6; 8, 2-4, 6, 8-10, 12; 15, 2-4; 16, h; 27, 1-9; 28, i; 29, 3-8, k; 32, 3-5; 34, 3-47; 35, 1-7; 38, 43; 41, 2-4; 42, 4; 48, 6; 49, 15, 17, ah; 52, 1-5; 53, 10; 55, 3; 56, 2, 3; 59, 2; 61, 4-6; 64, 6, 7; 65, 1-3; 68, 3, 5; 71, 5, 6; 76, 12; 85, 5; 87, 3; 88, 1; 89, 4; 90, 8; 91, 3; 92, 2; 93, 6-11; 94, 5-13; 102, 5-7; 108, 3; 110, 1; 113, 9-13; 114, 1-11, 13-19; 116, 25, 28; 117, 23; 125, 1-3; 126, 7; 127, 3; 152, 5; 154, 1; 156, 2-8; 158, 46; 162, 21. Soz. HE = Sozomenus Salaminius, Historia ecclesiastica: 3, 2; 8, 6; 8, 8-10, 12, b; 16, 8-10; 27, 1-9; 28, i; 29, 2-8; 33, 7; 37, 1-3; 43, 1-5; 49, 18; 60, 9; 65, 3; 82, 2-7; 90, 8; 93, 2, 12; 95, 2, am; 100, 3, 6; 110, 1; 113, 3, 4; 120, 16, 17; 121, 9; 125, 1-3; 127, 3; 149, 1-8; 150, 3-6; 151, 8; 153, 3-18; 154, 4-9; 162, 21. Sulp. Sev. Chron. = Sulpicius Severus, Chronica: 6, 3; 27, 13; 45, 2, 3; 49, 15; 56, 4; 84, 3; 117, 3; 165, 5. Thdt. HE = Theodoretus, Historia Ecclesiastica: 3, 6; 6, 8, 10; 8, 12; 16, 4; 19, 3; 28, j; 32, 41-46; 33, 11-29; 38, 8-30, 39; 39, 2-7; 40, 2-9; 44, 1116; 47, 4; 49, 17; 50, 1-3; 53, 6, 7; 62, 4, 5; 64, 10; 65, 1; 71, 9; 72, 3, 8, 12; 77, 3-20; 84, 4-6; 89, 4; 90, 8, 9; 95, 1; 98, 5; 110, 1; 113, 5; 116, 4-8; 120, 4-15; 121, 9; 125, 1-3; 127, 3; 158, 59; 162, 22. Vales. Annot. in Eus. = Henricus Valesius, Annotationes in Eusebii Vitam Constantini: 110, r; 151, 7. — Annot. in Soz. = Annotationes in Sozomenum: 58, 4; 83, 6. — Observat. = Observationum in historias Socratis et Sozomeni ecclesiasticas libri duo: 162, 4, 6.

3. Índice de nombres en el texto latino₁

Ablavius (praetorio praefectus): 101, 1, 2; 5; app. V, 48, 49, 52. Achillas (Arianus): 29, 3; 34, 9; 38, 8, 13, 23; app. I, 9. Achillas (Meletianus): 149, 4. Achillas (Athanasianus): 143, 10. Aegyptus: 1, 2; 3, 6; 4, 1; 6, 5; 8, 1, 4, 9, 11; 10, 2, 5; 13, 2, 5; 14, 1, 7, 9, f; 18, 6; 20, 5; 22; 28, 6; 32, 38; 33, 6; 34, 24; 38, 27; 39, 2, 4; 43, 1; 65, 4; 87, 4; 91, 1; 94, 14, 15; 95, 2, 4; 97, 2; 100, 9; 117, 26; 127, 4; 128, 4; 137, 2, 13; 139, 7, 10, 26; 142, 3; 144, 6; 147, 1, 2; 149, 1; 150, 1; 151, 1; 152, 1; 162, 21, 22; 166, 2, 5; 168, 15. Aetius (episcopus Lyddae): 40, 5; app. I, 78. Africa: 32, 8, 11; 85, 17. Aithales (Arianus): 29, 3; 34, 9. Albinus (consul): 151, 7. Alexander (episcopus Alexandriae): 25, 3; 26, 1; 27, 1, 10-11, 14; 29, 1-3, 6-8; 30, 2, 3; 32, 1, 7, 14, 38; 33, 2, 4, 7, 8, 26; 34, 1-3; 35, 1, 3, 7; 36, 1; 38, 1, 3, 4, 10-13, 18-20, 25, 26, 32, 34, 36, 39, 43; 39, 1, 8; 40, 2; 41, 1, 2, 5; 42, 6, 7, w; 43, 2, 3, 5; 44, 2, 5; 45, 1; 65, 1, 3, 5, 6, 8; 68, 1, 7; 69, 3; 71, 3, 5, 7; 72, 5, 6; 73; 74, 1, 4; 76, 4, 5, 8; 77, 1, 2; 79, 6, 11, 12, 14; 80, 3-6; 81, 2; 82, 9; 87, 1, 2; 90, 5; 91, 1; 93, 5; 94, 15; 95, 1, 3; 96, 6; 104, 5, 10-12, 16, 17; 109, 2; 113, 7; 114, 2; 116,

2, 3, 9, 11, 12, 14, 18, 21, 26; 123, 5; 141, 4, 7, 11; 149, 2; 158, 22, 23; 162, 9; 167, 1; app. I, 3, 6, 8, 37-39, 63, 77; app. II, 1, 2, 4, 5; app. III, 4; app. IV, 1, 2, 5; app. VI, 1; app. VIII, 5, 12, 14, 17, 19, 26. Alexander (episcopus Byzantii): 39, 2; 71, 9; 72, 2, 12; 116, 9; app. I, 6; app. VIII, 7. Alexander (episcopus Constantinopoleos): 158, 24, 27, 28, 34, 35, 51; 162, 3, 4; 163, 1; 164, 4. Alexander (episcopus Thessalonicae): 65, 2; 152, 15. Alexandria: 1, 2, 3; 3, 5; 6, 4; 8, 4, 8; 14, 1, 12; 20, 3; 25, 3, 6; 27, 1; 29, 1, 5, l; 32, 5; 38, 2; 40, 1; 42, 4; 43, 4; 45, 1, 33, 55; 46, 6, 11; 49, 17; 85, 3; 91, 1; 104, 2; 137, 4, 9; 139, 10; 149, 8; 150, 3; 151, 1; 152, 12; 154, 1, 4; 165, 5; 171, 1; app. I, 76; app. II, 3; app. XI, 1, 6; app. XIII, 3. Concilium primum (Alexandro episcopo): 40, s; 141, 1, 11; 142, 16. Concilium secundum (A. C. 338): 65, 4; 110, 4; 121, 10; 127, 1; 130, 3, 17; 138, 3, 8, 14; 139, 21; 141, 13; 152, 12; 158, 53; 165, 5; app. XIV, a. Concilium tertium (A. C. 362): 1, 3; 3, 10; 4, 1, 6; 5, 1. Concilium quartum: 6, 4. Ambrosius (episcopus Mediolani): 7, 6; 167, 8.

1  Las referencias indirectas (por ejemplo, imperator por Constantinus) se consignan entre paréntesis. No se incluyen las referencias a autores recogidas en el índice de obras citadas.

622 Ammonas (presbyter Athanasianus): 139, 32; 143, 10; 144, 19, 20. Ammonianus (episcopus Athanasianus): 112, 7. Ammonius (Arianus): 40, 3. Ammonius (Athanasianus): 139, 32; 143, 10. Anazarbus: 40, 5; app. I, 78. Ancyra: 65, 2; 74, 2; 156, 1, 7. Antiochia: 3, 10; 22; 38, 21; 40, 5; 50, 3; 65, 1; 74, 2; 112, 3; app. I, 78. Concilium: 110, 1; 111, 1; 162, 20. Antonius (monachus): 27, 10; 152, 4; 154, 4, 6. Apion (diaconus Alexandri): 38, 27; 39, 4. Apis (presbyter Athanasianus): 105, 3, 8. Apollos (diaconus Athanasianus): 139, 32. Apollos (diaconus Athanasianus alter): 139, 32. Aquileia: 100, 8. Arabia: 152, 1. Ariminum (concilium): 4, 1, 2; 5, 2, 3, 6; 7, 4; 16, 3-4; 23; 25, 5; 84, 15, 22. Arius (presbyter Alexandriae): 4, 6; 5, 4; 25, 3; 26, 1; 29, 3, 5, 7, 8; 30, 2, 9; 32, 7; 33, 7; 34, 9, 24; 35, 7; 36, 1, 3; 38, 1, 3, 4, 8, 10, 13, 18-20, 23; 39, 2, 3, 8; 40, 1, 2, t; 41, 2, s; 42, 1, 6, w; 43, 2, 3, 5; 45, 4, 5, 7, 9, 10, 12, 14, z, aa, 50, 59; 46, 1, 2, 4, 11; 47, 1, 4; 48, ae, 2, 3, 6; 49, 1-3; 50, 1; 51, 1; 58, 2, 4; 60, 3, 6, 8, 9; 63, 1; 64, 4, 6, 8; 65, 5; 68, 10; 69, 2; 71, 5, 7; 78, 7; 79, 6, 11; 89, 8; 90, 5, 9; 91, 1; 93, 1, 5, 7-10, 12; 94, 5, 15; 102, 5, 8; 113, 7-9; 114, 1, 2, 5, 12; 115, 1, 3, 5; 116, 1-3, 9, 10, 12, 13, 15, 17, 19-23, 26, 28-29; 117, 1, 3, 18, 22-24, 26; 118, 2-4; 119, 2, 4, 5; 154, 1, 2; 158, 1, 4, 10, 11, 14, 17, 18, 21, 29, 30, 32, 33, 44, 46, 49, 51, 53, 55, 57, 59; 160, 1; 161, 1, 2; 162, 4, 5, 8, 9, 11-13, 15, 17, 18, 20, 23, 24; 163, 1; 164, 2, 4; 168, 14; app. I, 1, 3, 4, 8, 9, 25, 35, 37, 62, 63, 65, 76; app. II, 1, 2, 4, 5; app. IV, 1, 2, 4, 7, 8; app. V, 3, 24; app. V, 34, 3639, 42, 60, 61; app. X, 5, 8, 9; app. XIII, 1-5, 9.

Historia Ecclesiastica Arius (alter): 29, 3; 30, 9; 34, 9; app. I, 9, 62; app. XIII, 6. Arsenius (episcopus Hypseles): 112, 1, 5, 6, 12; 113, 2, 6; 124, 2; 125, 2, 3; 126, 3, 7-9, 13, 14, 16, 17, 19; 127, 1-4, 7; 128, 1, 2, 4; 129, 5, 8, 9; 130, 1, 4, 5, 7, 13-18; 131, 2-5; 132, 3, 5, 6, 8; 133, 8; 134, 1, 2, 4, 6; 135, 1-3, 5; 136, 1, 2; 137, 2-4, 6, 9; 138, 2, 4, 6, 10, 12, 13, 16; 141, 12; 145, 2; 163, 5; 170, 1-5, 7; app. XI, 1, 3, 6, 11. Artemas (haeresiarcha): 38, 21; 116, 9. Artemius (martyr Arianus): 1, 2; 100, ao; app. V, e. Asclepas (episcopus Gazae): 111, 1. Asia: 38, 27; 39, 2. Asia Minor: 10, 2; 83, 7. Asterius (haeresiarcha): 156, 2. Athanasius (episcopus Alexandriae): 1, 3, 8; 2, 1, 4, 6; 3, 1, 2, 5, 6, 8; 6, 4, 12; 8, 1-3, 6; 16, g; 18, 3, 6; 19, 3; 22; 27, 6, 8, 9; 46, 6, 10, ac; 49, 8, 9; 64, 8, 9, 10; 65, 3-5, 8; 66, 2; 67, ai, 31, 35; 68, 1; 77, 22; 85, 5, 21; 89, 4, 7; 93, 5; 95, 3-6; 96, 2, 4, 7; 97, 5; 99, 2, 3; 104, 1-5, 8, 10, 16, 17; 105, 1, 8-12, 16, 17; 106, 1, 2; 107, 3, 7; 108, 1, 2; 109, 2, 3; 110, 6, 7; 111, 2; 112, 1, 4-6, 12, 14; 113, 1, 2, 4, 7; 117, 3, 5; 119, 8; 120, as, at, 18; 121, 4, 9-11; 122, 2-3; 123, 10; 124, 1; 125, 1-3; 126, 2, 3, 5, 7, 11, 16, 17, 20, 21; 127, 1, 4, 8; 128, 1, 2, 4; 129, 1, 3, 4, 6, 8, 9; 130, 1, 3-6, 9, 12, 18; 131, 1, 3, 5; 132, 1-3, 6; 133, 1, 2, 7-9; 134, 5-7; 135, 1, 2, 4; 136, 2; 137, 1, 6, 12; 138, 2-5, 8, 12-14; 139, 4, 7, 14, 22, 24-26; 140, 3; 141, 6, 11; 142, 8, 11; 143, 5, 9; 144, 1, 3, 4, 6, 7, 9, 12, 13, 15, 19, 21, 25, 27, 30, 33, 35, 37, 40, 42, 43, 45; 145, 1; 146, 1, 2; 147, 1, 5; 148, 11; 149, 1, 9; 150, 1, 2, 5; 152, 4, 9-11, 14, 15; 153, 1, 9; 154, 2, 4, 5, 8, 9; 155, 1, 3-6; 156, 1; 157, 1; 158, 1, 11-13, 40, 45, 47-49, 51, 53, 55; 160, 1; 161, 1; 162, 1, 2, 9, 15, 17, 19, 23; 163, 1, 4, 5; 164, 1; 165, 1, 3, 5; 166, 1, 2, 4, 5; 167, 1, 4, 5, 8, 9; 168, 4, 5, 8, 13-15; 170, 1, 6, 7, 9; 171, 1, 2, 6; app. V, 19; app. IX, 1, 2, 15, 18, a;

3. Índice de nombres en el texto latino app. XI, 3, 9, 11; app. XII, 1, 2; app. XIII, 4, 5; app. XIV, 2, 8, 9, a. Athanasius (episcopus Anazarbi): 40, 5; app. I, 78. Auxentius (episcopus Mediolani): 6, 6, 12, 13; 7, 1, 4, 5, a. Basilius (episcopus Caesareae): 11, 1; 156, 7. Bithynia: 43, 2; 44, 1; 47, 1; 90, 2; 109, 1; 152, 1, 2; app. II, 1; app. IX, 2. Bocco (presbyter Athanasianus): 139, 32; 143, 10. Bomotheus (Aegypti): 143, 10. Byzantium: 38, 6, 38; 39, 2; 71, 9; 72, 2, 12; 89, 6; 116, 9; app. I, 6; app. VIII, 7. Caelestinus (episcopus Romae): 15, 1. Caesarea (Palaestinae): 38, 25; 40, 5; 53, 9; 64, 2; 77, 2; 83, 16; 89, 4; 116, 2; 117, 19; 123, 4; 150, 5; app. I, 78. Concilium: 113, 3-4; 135, 3; 149, 10. Callinicus (Meletianus episcopus): 104, 13; 105, 2; 149, 2, 3. Calydon (Chaludon): 90, 2. Cappadocia: 38, 27; 39, 2, 4; 152, 1 Carpones (presbyter Arianus): 29, 3; 30, 10; 34, 9; app. I, 9, 62. Carthago: 85, 3. Chalcedon: 59, 2. Concilium: 83, 2, 7. Chenebri (Aegypti): 143, 9. Cilicia: 152, 1. Colluthus (presbyter Alexandrinus): 38, 5, 8, 9; 107, 2; 139, 19; 141, 1, 3, 10, 11, 13, 16. Constans (imperator): (129, 7); (130, 10); 133, 5; (165, 3). Constantia (sive Constantina, Constantini soror): 62, 6-8; 115, 2, 5; app. X, 4, 7. Constantinopolis: 11, 1; 18, 2, 3; 20, 4; 22; 98, 8; 104, 15, 18; 114, 1, 5; 152, 15; 153, 1, 9; 154, 2; 156, 6; 158, 20; 162, 3, 21, 22; 168, 2; 171, 1, 2; app. V, 57; app. XIII, 1-3. Concilium primum (sub Constantino I Magno): 156, 1; 161, 1. Concilium secundum (sub Theodosio I Magno): 13, 5. Concilium tertium (sub Theodosio II): 90, 11. Constantinus I Magnus (imperator): 3, 1, 2; 25, 2; 28, 1; 29, 1; 32, (3, 5), 7,

623

(35, 38, 39), 47; (33, 8); (34, 2); (35, 4, p); (38, 32); 42, (2, 4, w), 6, (29); 44, (7), 17; 45, (6, 9, 11), 12, z, 56; 46, 2; (47, 1, 3); (48, 1); (49, 16, 17, ah); (51, 1); (52, 1, 2, 4); (53, 1, 8); (54, 2, 4); (56, 2, 4); (57, 1); 60, 4; 62, (2), 3, (6-8); (63, 4, 5, 9, 10); (64, 3); (65, 1); 68, 9; (76, 5, 6, 14); 77, (14, 17, 21), 23; 78, (1), 3, (4); (79, 1, 9, 16); (81, 3); (82, 5, 7); (85, 10); (88, 2); 89, 4-6, 8, (10); 90, 2, (5), 6, 8; 91, (1), 2; 93, (2), (5), 6, al, 12; (94, 2, 3); (95, 7); 96, 3; (97, 2, 5); 98, (1, 2), 5, 8; (99, 1, 2, 4); 100, (1), 3, (4), 5-8, (10), 11; 101, 1, 2, 4, (5); (102, 8); (103, 1); (104, 3, 12, 13, 15, 18); (105, 1, 3, 4, 6, 8, 9, 12); (108, 1, 3); (109, 7, aq); (110, 1); 112, (2, 12, 13), 14; 113, (1, 3-6, 8), 9; 114, (1, 3, 4), 5, (6), 11, 12, 19; 115, 4, (5); (116, 1, 16, 19, 22, 23, 26, 30, 31); 117, (1), 3-5, 7, 17, (18, 19, 21-27); (119, 7); 120, (1, 3), 4, (13, 15, 18); (121, 4); (126, 4, 6, 15-17, 19); (129, 7, 8); (130, 10, 12, 16); (144, 11-13); (149, 1, 10); (150, 2, 5); (151, 1-3, 7); 152, (2), 4, 7, (9); 153, (1, 2), 3; (154, 2, 4, 9); (155, 8); (156, 6); 157, (1), 2; 158, 10, 21, (23, 25, 35, 51); 160, 1, 2; 162, (3, 9-14), 24, (25); 168, (13), 15; (169, 2); (170, 3); 171, (1), 2, (3, 4, 6, 7); app. II, 5; app. IV, 1, (4, 5), 6, 7, (8); app. V, (1, 2, 6, 14, 16-19), 20, (26), 27, 35, (42, 43), 45, 46, (47), 48, 49, 51, (53), 60; (app. VIII, 2, 24); app. IX, (1, 2, 4), 15, (17, 18); app. X, (1), 4, 6, 7, (9); (app. XIII, 5); (app. XIV, 2). Constantinus II (imperator): (129, 7); (130, 10); (165, 3). Constantius (imperator): 1, 1, 2; 2, 3; 3, 3, 5-7; (5, 2); 8, 2; 10, 1; 12, 3; 14, 1; 16, h; 23; 24, 1, 2; 25, 5; 41, 3; 46, 5; 82, 5; 110, 3; (129, 7); (130, 10); 133, 5; 151, 7; (165, 3). Corduba: 32, 5; 42, 4; 83, 15; app. II, 5. Crispus (Constantini filius): 100, 3, 6, 8; 101, 2; app. V, 43. Dalmatius (censor): 112, 3; 137, 2. Damasus (episcopus Romae): 6, 1, 5, 6, 8, 9; 8, 9; 9, 4; 14, 3, 7, 12; 16, 2, g, 7; 17, 3, 5.

624 Demetrius (diaconus Athanasianus): 143, 10. Demetrius (presbyter Athanasianus): 139, 32. Demophilus (episcopus Constantinopoleos): 18, 3. Dicella (Aegypti): 143, 10; 144, 18. Didymus (presbyter Athanasianus): 143, 10. Diocletianus (imperator): 35, 5. Dionysius (ecclesia Dionysii): 95, 3. Dionysius (consularis): 120, 12. Dioscorus (presbyter Athanasianus): 139, 32. Dracilianus (praetorio praefectus): 98, 5, 6. Ebion (haeresiarcha): 38, 21; 116, 9. Ephesus: 60, 10. Concilium: 83, 2, 7. Eudaemon (Meletianus): 105, 2. Euplus (Meletianus): 149, 4. Eusebius (episcopus Caesareae): 30, 2; 32, 12, 13; 36, 1, 2; 37; 38, 1, 25; 40, 5; 43, 3; 53, 9; 54, 1; 57, 1, 2; 63, 3; 64, 2; 77, 2, 21-23; 79, 1, 4; 80, 4, 6; 81, 1; 82, 9; 83, 2, 16; 89, 4-6; 94, 7; 97, 1, 4; 100, 4; 116, 2, 19; 117, 19; 123, 4; 152, 1, 3; 156, 8; app. I, 8, 63, 78; app. II, 2; app. V, 6, 17-19; app. IX, 4. Eusebius (episcopus Nicomediae): 3, 6; 29, 8; 32, 38, 40, 41, 46, 47; 32, 10, 11; 34, 2, 7, 25; 35, 3, 4, 6, p; 40, 1, 2, 9, s, t; 42, w; 44, 8-11, 16, 17; 47, 4; 49, 7, 13; 50, 3; 59, 2, 3; 60, 7, 10; 61, 1, 3, 6; 62, 3-6, 8; 83, 6, 11, 17; 102, 4; 104, 15; 105, 5, 11; 109, 1, 2, 4, 6, 7, 9, 11, aq; 114, 12, 20; 115, 1, 4, 5; 116, 24, 27; 118, 1, 3, 4; 119, 2, 7; 121, 4-6; 122, 2, 3, 7, 9; 123, 2, 13; 127, 6; 133, 4; 157, 2; 158, 46; 160, 2; 162, 8; 168, 1, 3; 169, 1; app. I, 26, 76; app. IV, 6; app. V, 27; app. IX, 1-3, 6, 8, 17, 18; app. X, 6, 7; app. XIII, 4. Eusebius (episcopus Vercellae): 5, 1; 7, 2, 3. Eustathius (episcopus Antiochiae): 38, 39; 49, 17; 50, 3; 65, 1; 74, 2; 77, 1; 89, 4-6; 110, 1, 2, 6; 168, 2; app. II, a. Euzoius (diaconus Arianus): 29, 3; 30, 10; 34, 9; 114, 2, 5; 117, 24, 26; 162,

Historia Ecclesiastica 11-13; app. I, 9, 62; app. XIII, 4, 5, 9 Fausta (uxor Constantini): 100, 3; 101, 2; app. V, 43. Gaius (diaconus Arianus): 29, 3; 31, 10; 34, 9; app. I, 9, 62 Gaius (diaconus Athanasianus): 143, 10. Gaius (episcopus Pannoniae): 6, 13. Gaius (presbyter Athanasianus): 139, 32. Galatia: 65, 2. Gallia: 6, 3-5; app. IX, 4. Concilium: 6, 4, 10, 13 Georgius (episcopus Alexandriae): 1, 2; 3, 8; 8, 6. Georgius (episcopus Laodiceae): 123, 5; 169, 1. Gomorra: 46, 8. Gratianus (imperator): 8, 12; 11, 1; 14, 11, 13. Gregoras (diaconus Athanasianus): 139, 32. Gregorius (episcopus Beryti): 40, 3; app. I, 78. Gregorius (episcopus Nazianzi): 11, 6; 18, 1; 19, 1; 20, 6; 21, 1; 168, 1. Helena (mater Constantini): 98, 4, 5, 7, 9; 99, 2; 100, 1. Helia (monachus): 137, 3, 4, 7-9; 138, 9, 11, 13, 14; app. XI, 1, 4-6. Helia (propheta): 46, 8. Helladius (diaconus Arianus): 29, 3; 31, 10; 34, 9; app. I, 9, 62. Hellanicus (episcopus Tripoleos): 40, 5; app. I, 78. Hephaestus (diaconus Athanasianus): 139, 32. Heraclea: 60, 10. Heraclides (Meletianus): 143, 6; 144, 6, 15, 19, 20, 29. Heraclius (presbyter Athanasianus): 139, 32; 143, 10. Hermes (Meletianus): 149, 4. Hesychia (diaconus Alexandrinus): 165, 4. Hieracas (haeresiarcha): 30, 9; app. I, 45. Hierax (presbyter Athanasianus): 139, 32. Hieronymus (presbyter Stridonensis): 14, 3; 100, 4; app. V, 44.

3. Índice de nombres en el texto latino Hierosolyma: 9, b; 40, 5; 65, 2; 98, 2; 151, 1, 7; 152, 2; 153, 1; 156, 3; app. I, 78. Concilium: 116, 29; 117, 24; 162, 4, 5, 10, 12, 15, 16, 23, 25. Hilarius (episcopus Pictaviensis): 5, 1; 6, 4, 8; 7, 2-4. Hispania: 32, 5; 42, 4; app. II, 5. Concilium: 6, 13. Hosius (episcopus Cordubae): 32, 5, 38; 42, 4; 45, 2; 49, 15, ag, ah; 56, 1; 65, 1; 74, 3, 5; 76, 1, 5, 7, 9; 77, 1; 80, 3-5; 83, 15; 85, 4, 5, 20; 91, 1, 2; 102, 4; 139, 21; 141, 1, 4, 13; 142, 16; app. II, 5; app. IV, 4, 5; app. VII, 2, 3. Hyginus (praefectus Aegypti): 149, 1. Hypsele (Aegypti): 137, 7; app. XI, 4. Illyricum: 7, 5. Concilium: 6, 9; 9, 10; 14, 1; 16, 3; 84, 4. Isaac (Meletianus): 143, 6; 144, 6, 15, 29; 149, 4 ? Isaac (Meletianus alter): 143, 6; 144, 6, 15, 29; 149, 4 ? Ischyras (Meletianus presbyter): 107, 2-4; 139, 6, 19, 23, 29; 141, 1, 5-8, 11, 13; 142, 1, 2, 4, 7, 8, 10, 11, 15, 16; 143, 1, 4, 5; 144, 2, 4, 6, 7, 9, 12, 15, 20, 26, 29, 31, 33, 35, 37, 40, 43; 145, 1, 2; 147, 2; 149, 1. Ision (Ischyrae pupillus): 105, 2, 4; 142, 4, 11. Ismael: 46, 8. Israel: 46, 8. Istria: 100, 8. Italia: 4, 4; 6, 5; 7, 5, 6; 8, 9; 100, 1, 3. Jacobus Nisibenus (monachus): 65, 2. Joannes (Evangelista): 34, 30; 67, 9; app. I, 28. Joannes (Meletianus episcopus): 104, 13, 15, 16, 18; 149, 4; 150, 4; 154, 9; 155, 1. Joannes (Meletianus): 137, 4, 5; app. XI, 1, 2. Jovianus (imperator): (2, 5); 3, 7. Julianus (consul): 91, 3. Julianus (imperator): 1, 1, 2; 2, 1, 6; 3, 4; 8, 2; 9, 1; 12, 3; 100, ao. Julianus (sive Julius, diaconus Arianus): 29, 3; 31, 10; 34, 9; app. I, 9, 62.

625

Julius I (episcopus Romae): 16, 5, h; 107, 5; 110, 5; 121, 10; 126, 13; 127, 2; 131, 1; 141, 13; 147, 4; 148, 2; 165, 4; app. XIV, 3, 4, 8. Justus (presbyter Athanasianus): 143, 10. Laodicea: 40, 5. Letopolis (Aegypti): 143, 6. Liberius (episcopus Romae): 4, 1, 4; 5, 1; 6, 1. Libya: 151, 1; 152, 1; app. I, 25; app. IV, 7. Licinius (imperator): 27, 14; 28, 1; 29, 1; 32, 3, 40, 47; 42, 2; 44, 9, 17; 90, 2-4, 6, 8; 102, 4; 115, 2; app. IV, 6; app. X, 4. Lucianus (episcopus Antiochiae): 38, 22; 40, 7. Lucifer (episcopus Caralis): 3, 10. Lucius (episcopus Alexandriae): 8, 6, 8, 10. Lucius (diaconus Arianus): 29, 3; 31, 10; 34, 9; app. I, 9, 62. Lucius (diaconus Athanasianus): 139, 32. Lycia: 38, 27; 39, 2, 4. Lydda: 40, 5; app. I, 78 Macarius (episcopus Hierosolymae): 40, 5; 65, 2; 98, 5; app. I, 78 Macarius (presbyter Athanasianus): 105, 3, 5, 8; 107, 3, 5-7; 120, 18; 158, 21, 28, 55; 162, 1, 2; app. XIV, 3. Macarius (presbyter alter): 165, 4. Macedonia: 90, 3; 152, 1, 15. Macedonius (episcopus): 139, 5. Macedonius (presbyter Constantinopoleos): 157, 1. Maesia: 152, 1. Manichaeus (haeresiarcha): 30, 7; app. I, 43. Marcellus (episcopus Ancyrae): 65, 2; 74, 2; 77, 1; 156, 1, 6, 8. Marcus (Evangelista): 46, 10; 96, 5. Marcus (presbyter): 139, 32; 149, 3. Mareotis (Aegypti): 34, 1; 107, 1. Maris (episcopus Chalcedonis): 59, 2, 4; 139, 5. Marmarica: 59, 1; 60, 10. Martyrius (diaconus): 165, 4; app. XIV, 3. Maurus (diaconus Athanasianus): 139, 32.

626 Maximus (presbyter): 19, 1; 20, 3, 5-7; 21, 3. Mediolanum: 7, 6. Meletius (episcopus Alexandriae): 64, 5; 87, 1; 104, 11, 16; 107, 1; 112, 6; 141, 7, 11, 13. Meletius (episcopus Antiochiae): 3, 10. Meliphthongus (diaconus Athanasianus): 139, 32. Menas (Arianus): 31, 10; 34, 9; app. I, 9, 62. Menophantus (episcopus Ephesi): 60, 10; 64, 10. Mesopotamia: 152, 1. Montanus (haeresiarcha): 94, 12. Myrsene (Aegypti): 143, 10. Narcissus (episcopus Neronidis): 60, 10. Nazianzus: 168, 2. Neronis: 60, 10. Nestorius (episcopus Constantinopoleos): 90, 13. Nicaea (Concilium A. C. 325): 4, 7; 5, 3, 6; 6, 13; 13, 2; 25, 4; 33, 2, 4; 39, 8; 44, 3; 45, 11; 46, 4; 47, 1, 4; 48, 1, ae; 49, 14; 56, 4; 58, 4; 59, 2; 60, 10; 62, 4; 64, 8; 65, 2, 3, 6; 67, 2; 68, 7, 10; 77, 3, 14; 78, 7; 82, 1, 7, 8; 83, 6; 84, 2, 8, 14; 85, 1; 91, 2; 97, 3; 100, 6, 7, 10; 102, 3; 104, 2, 5, 17, 18; 109, 1, 2; 116, 11, 21; 117, 18, 19; 118, 2; 119, 1; 120, 2; 123, 9; 142, 16; 144, 11; 152, 1; 167, 1; app. V, 2, 6, 13, 20, 23, 26, 33, 45-47, 60; app. IX, 1; app. VII, 1; app. IX, 11; app. XIII, 9. Concilium alterum: 83, 2. Nicomedia: 30, m; 32, n, 33, 38-40; 33, 2, 10; 34, 7; 35, 4, p; 40, 3; 42, 2, 27; 44, 1, 2, 7, 9; 59, 2; 60, 7, 10; 83, 6, 17; 90, 2, 3, 5; 91, 1; 104, 15, 18; 108, 3; 109, 1; 115, 4; app. II, a; app. IV, 5; app. V, 27, 47; app. IX, 1; app. X, 6. Concilium: 28, 1; (34, 2); (43, 2); 44, 1; (app. II, 1, a). Olympius (diaconus Athanasianus): 143, 10. Orosius (scriptor ecclesiasticus): 100, ao; app. V, e. Palaestina: 3, 6; 38, 1; 98, 2, 6; 113, 3; 123, 4; 152, 1; app. II, 2, 4. Concilium: 38, 3-4, 10, 25; 43, 3, 5.

Historia Ecclesiastica Pamphylia: 38, 27; 39, 4. Pannonia: 152, 1; app. IX, 18. Paphnutius (episcopus Thebaidos): 65, 2; 88, 1; 104, 13, 15, 18; app. V, 23. Paternus (episcopus Petrocorici): 6, 3. Patrophilus (episcopus Scythopoleos): 38, 1, 25; 43, 3; 60, 10; app. II, 2. Paulinus (consul): 91, 3. Paulinus (episcopus Tyri): 32, 10, 11; 38, 1, 25; 40, 3; 43, 3; app. I, 78; app. II, 2. Paulus (Apostolus): 34, 40. Paulus (diaconus): 143, 9. Paulus (episcopus Constantinopoleos): 152, 15; 157, 1; 162, 4. Paulus (episcopus Tyri): 127, 4. Paulus (monachus): 137, 7; app. XI, 4. Paulus (haeresiarcha, episcopus Samosatae): 38, 21; 65, 2; 76, 4; 116, 9; 156, 2, 4. Pecysius (presbyter): 137, 7; app. XI, 4. Pelusium (Aegypti): 149, 2, 3. Pentapolis: 22; 38, 27; 39, 2, 4; 87, 4; 151, 1; app. I, 62. Persis: 152, 1. Petrus (Apostolus): 14, 12. Petrus (diaconus): 143, 10. Petrus II (episcopus Alexandriae): 8, 6, 8-10; 14, 7; 16, 2; 18, 3, 6; 19, 1, 5; 20, 1, 3, 6; 21, 2; 22. Petrus (presbyter): 139, 32. Phascus (presbyter): 143, 10; 144, 19. Philadelphia: 10, 3, 5. Philagrius (Aegypti praefecti): 139, 10, 12, 26, 27, 29; 147, 1. Philippus (Jn. 14, 9): 72, 4; app. VIII, 9. Philogonius (episcopus Antiochiae): 38, 39; 40, 5; app. I, 78. Philumenus (Aegyptius): 105, 6. Phocas (imperator): 16, 12. Phoenice: 152, 1. Pinnes (presbyter): 137, 3-5; 138, 2, 9, 13, 14; app. XI, 1, 2. Pistus (diaconus Athanasianus): 139, 32; 143, 10. Pistus (diaconus alter Athanasianus): 139, 32. Pistus (Meletianus): 139, 24; 143, 3; 144, 6, 9. Pistus (episcopus): 31, 10.

3. Índice de nombres en el texto latino Plato: 117, 9, 16. Plusianus (episcopus Athanasianus): 112, 7. Pola: 100, 8. Pollarion (presbyter Athanasianus): 139, 32. Polynicus (diaconus Athanasianus): 139, 32. Pontus: 157, 1. Porphyrius (philosophus Platonicus): 93, 8, al; 117, 17; app. V, 37. Potamon (episcopus): 122, 2, 9. Praetextatus (vir consularis): 17, 5. Protogenes (episcopus Sardicae): 65, 2. Psammathia (suburbanum Nicomediae): 108, 1, 3; 112, 2; 144, 12. Ptemengyris (Aegypti): 137, 5. Ptolemais: 59, 1; 60, 10. Ravenna: 16, 12. Roma: 6, 5-8, 10, 13; 8, 6; 9, 4; 14, 1; 16, 3, 9, 12; 25, 6; 85, 3; 100, 1, 7, 9-11; 103, 3; 133, 4; 152, 12; app. V, 46, 47, 57. Concilium prius (Julio papa): 131, 1; 133, 4; 152, 12; 158, 54. Concilium alterum (Liberio papa): 6, 8, 10, 13 Romania: 45, 7. Sabellius (haeresiarcha): 30, 8; 67, 31; 76, 4; 94, 12; app. I, 44. Sardica (Serdica; concilium): 16, 5, g, h; 25, 4; 26, 1; 65, 1, 2; 74, 3; 107, 4; 110, 5; 111, 1; 121, 10; 128, 1, 4; 129, 2; 132, 1; 133, 5; 135, 4; 138, 2; 143, 13; 152, 12; 158, 54; 171, 5. Sarmates (Arianus): 29, 3; 34, 9; app. I, 9. Saturninus (episcopus Arelati): 6, 3. Scythopolis: 38, 25; 60, 10. Secundus (episcopus Ptolemaidis): 29, 3; 31, 10; 34, 9; 59, 1, 2; 60, 10. Serapion (monachus): 67, 5; 158, 11, 13, 40. Serapion (presbyter): 139, 29. Seropas (diaconus Athanasianus): 139, 32. Serras (diaconus Athanasianus): 139, 32. Sibylla (Erythraea): (43, 50). Sidonius Apollinaris (scriptor ecclesiasticus): 101, 1; app. V, 48.

627

Sisinius (patriarcha): 90, 11. Sodoma: 46, 8. Solomon: 67, 19. Sopatrus (philosophus gentilis): 101, 6; app. V, 53. Spiridion (episcopus Cypri): 65, 2. Sylvanus (Heliae monachi frater): 137, 7. Syria: 38, 24, 27; 39, 2, 4; 152, 1. Tapenacerameus (Meletianus): 137, 7; app. XI, 4. Taphosiris (Aegypti): 143, 10. Thebais: 9, 10; 28, 6; 38, 27; 39, 2, 4; 65, 2; 95, 2; 137, 3, 6; 138, 13; 151, 1; 152, 1; app. XI, 3. Theodulus: 90, 13. Theodorus (episcopus Heracleae): 60, 10; 139, 5. Theodorus (episcopus Mopsuestiae): 90, 9, 10, 12, 13. Theodosius I (imperator): 8, 13; 9, b; 11, 1; 14, 10, 11, 13. Theodosius II (imperator): 90, 11. Theodotus (episcopus Laodiceae): 40, 5; app. I, 78. Theodotus (episcopus Antiochiae): 90, 9-12. Theogonius (Theognis, Theognius, episcopus Nicaeae): 3, 6; 59, 2; 60, 10; 61, 3, 6; 109, 1, 7, 12; 114, 12, 20; 115, 5; 116, 24, 27; 118, 1, 3, 4; 119, 2, 7; 139, 5, 25; 147, 1; 162, 8; 168, 3; app. V, 27; app. IX, 1-3, 9, 18; app. XIII, 4. Theon (presbyter Athanasianus): 139, 32. Theonas (episcopus Libyae): 29, 3; 31, 10; 34, 9; 59, 1, 2; 60, 10; app. I, 9, 62; app. V, 5, 25. Thessalonica: 14, 13; 65, 2; 90, 3; 152, 15. Thracia: 8, 9; 32, 39; 83, 7; 90, 1; 152, 15. Thyrsus (presbyter Athanasianus): 139, 32. Tripolis: 40, 5; app. I, 78. Trypho (presbyter Athanasianus): 139, 32. Tyrannus (episcopus Athanasianus): 112, 7. Tyrus (concilium): 95, 1; 104, 18; 113, 6; 120, 1, 4, 16, 17; 121, 4, 10; 125, 2;

628 126, 7, 17; 127, 1, 3, 4, 7; 129, 1, 3; 130, 1, 13, 16-18; 131, 1; 133, 8; 135, 3, 4; 136, 2; 138, 1; 139, 7; 144, 14; 146, 2; 150, 2, 6; 153, 1, 3, 13; 155, 6; 161, 2; 162, 2, 12, 21; 166, 1; 169, 1; 171, 1, 6; app. I, 78; app. II, 2; app. XIII, 1, 2, 4, 8. Ursacius (episcopus): 6, 7, 11, 13; 139, 5. Ursicinus (Romanus): 17, 3.

Historia Ecclesiastica Valens (episcopus): 6, 7, 11; 139, 5. Valens (imperator): 3, 7, 11; 7, 1; 8, 2, (3, 4, 6), 9, 10, 12; 11, 1; 16, 8; 18, 3; (19, 4, 5); 84, 4. Valentinianus (imperator): 7, 1, 4; (9, 13); 14, 11; 84, 4. Valentinus (haeresiarcha): 30, 7; app. I, 43. Zosimus (scriptor ecclesiasticus): 100, 7, 9; 101, 6; app. V, 46.

Colección Nueva Roma (Títulos publicados)  1. Inmaculada Pérez Martín, El patriarca Gregorio de Chipre (ca. 1240-1290) y la transmisión de los textos clásicos en Bizancio. Madrid, 1996, pp. XX+429+32 láms. ISBN: 84-00-07588-9.  2. José M.ª Egea, La Crónica de Morea. Estudio preliminar, texto y traducción. Madrid, 1996, pp. LXXVIII+545. ISBN: 84-00-07615-X.  3. Pedro Bádenas, Antonio Bravo, Inmaculada Pérez Martín (eds.), El cielo en la tierra. Estudios sobre el monasterio bizantino. Madrid, 1997, pp. XII+356+34 láms. ISBN: 84-00-07650-8.  4. Francisco Javier Juez Gálvez, Blasii Kleiner Archivium Tripartitum Inclytae Provinciae Bulgariae. Madrid, 1997, pp. VII+438+7 láms. ISBN: 84-00-07690-7.  5. José Martínez Gázquez, Historia Barlae et Iosaphat (Bibl. Nacional de Nápoles VIII.B.10). Madrid, 1997, pp. XXXIX+208+12 láms. ISBN: 84-00-07708-3.  6. Francisco Javier Ortolá, Florio y Platzia Flora: una novela bizantina de época paleóloga. Madrid, 1998, pp. XIV+404+4 láms. ISBN: 84-00-07781-4.  7. Teresa Martínez Manzano. Constantino Láscaris, semblanza de un humanista bizantino. Madrid, 1998, pp. XII+246+13 láms. ISBN: 84-00-07761-X.  8. Francisco María Fernández Jiménez, El humanismo bizantino en San Simeón el Nuevo Teólogo. La renovación de la mística bizantina. Madrid, 2000, pp. XVI+303. ISBN: 84-00-07859-4.  9. Jorge Ameruzes de Trebisonda, El diálogo de la fe con el sultán de los turcos. Edición de Óscar de la Cruz. Madrid, 2000, pp. 234+7 láms. ISBN: 84-00-07970-1. 10. Eusebi Ayensa Prat, Baladas Griegas. Estudio formal, temático y comparativo. Madrid, 2000, pp. XX+424+6 láms. ISBN: 84-0007861-6. 11. Nicanor GÓmez Villegas, Gregorio de Nacianzo en Constantinopla. Ortodoxia, heterodoxia y régimen Teodosiano en una capital cristiana. Madrid, 2000, pp. 234+2 mapas. ISBN: 84-00-07987-6. 12. Óscar de la Cruz Palma, Barlaam et Iosaphat. Version vulgata latina. Madrid, 2001, pp. 578+8 láms. ISBN: 84-00-07925-6.

13. Vicente Fernández González, La ciudad de las ideas. La traducción y recepción españolas de la poesía de Constantino Cavafis. Madrid, 2001, pp. XXVI+462. ISBN: 84-00-0603-4. 14. Juan Signes CodoÑer, Carmen CodoÑer Merino, Arantxa Domingo Malvadi, Biblioteca y epistolario de Hernán Núñez de Guzmán (El pinciano). Una aproximación al humanismo español del siglo xvi. Madrid, 2001, pp. XX+534-+24 láms. ISBN: 84-00-07921-3. 15. Inmaculada Pérez Martín, Miguel Atiliates, Historia. Madrid, 2002, pp. LXXI+229+386+4 láms.+4 mapas. ISBN: 84-00-08014-9. 16. Miguel Cortés Arrese, El descubrimiento del arte bizantino en España. Madrid, 2002, pp. XV+211+21 láms. ISBN: 84-00-08040-8. 17. Rubén Florio, Waltharius: Edición revisada, introducción, comentario y traducción castellana. Madrid y Bellaterra, 2002, pp. 196. ISBN: 84-00-08063-7. 18. María LÓpez Villalba, Traducir la revolución. La nueva constitución política de Rigas de Velestino. Madrid, 2003, pp. 224. ISBN: 84-00-08174-9. 19. Pedro Bádenas de la PeÑa, Inmaculada Pérez Martín (eds.), Constantinopla 1453. Mitos y Realidades. Madrid, 2003, pp. 592. ISBN: 84-00-08207-9. 20. Eneas Silvio Piccolomini, Epístola a Mehmet II. Introducción, edición y traducción de Domingo F. Sanz. Madrid, 2004, pp. 204. ISBN: 84-00-08213-3. 21. Enrique Montero Carrelle, Alberto Alonso Guardo, Los «Libros de Suertes» medievales: Las Sortes Sanctorum y los Prenostica Socratis Basilei. Estudio, traducción y edición crítica. Madrid, 2004, pp. 304. ISBN: 84-00-08216-8. 22. Juana Torres Prieto, Raúl Glaber. Historias del primer milenio. Madrid, 2004, pp. 304. ISBN: 84-00-08233-8. 23. Eusebi Ayensa Prat, Cancionero griego de frontera. Madrid, 2004, pp. 320. ISBN: 84-00-08249-4. 24. Inmaculada Pérez Martín, Pedro Bádenas de la PeÑa (eds.), Bizancio y la Península Ibérica. De la Antigüedad Tardía a la Edad Moderna. Madrid, 2004, pp. 568. ISBN: 84-00-08283-4. 25. Concepción Neira Faleiro, La ‘Notitia Dignitatum’. Nueva edición crítica y comentario histórico. Madrid, 2005, pp. 697. ISBN: 84-00-08415-2.

26. Óscar de la Cruz Palma, La traducción latina del Corán atribuida al patriarca de Constantinopla Cirilo Lúcaris (1572-1638). Madrid, 2006, pp. 352. ISBN: 84-00-08468-3. 27. Pablo A. Cavallero, La antapódosis o retribución de Liutprando de Cremona. Madrid, 2007, pp. LXXII+368. ISBN: 978-84-00-08524-7. 28. Juan Signes CodoÑer, Francisco Javier Andrés Santos, La Introducción al derecho (Eisagoge) del patriarca Focio. Madrid, 2007, pp. 571. ISBN: 978-84-00-08560-5. 29. Enrique Santos Marinas, La cultura material de los primitivos eslavos. Un estudio sobre el léxico de los evangelios. Madrid, 2008, pp. 426. ISBN: 978-84-00-08649-7. 30. David Hernández de la Fuente, «Bakkhos Anax». Un estudio sobre Nono de Panópolis. Madrid, 2008, pp. 288. ISBN: 978-84-0008693-0. 31. Alberto Conejero LÓpez, Carmina Urbana Orientalium Graecorum. Poéticas de la identidad en la canción urbana greco-oriental. Madrid, 2008, pp. 544. ISBN: 978-84-00-08696-1. 32. Antonio García Masegosa, Interpretatio Alcorani litteralis. Parte I: La traducción latina; introducción y edición crítica. Madrid, 2009, pp. 544. ISBN: 978-84-00-08876-7. 33. Patricia Varona Codeso, Miguel III (842-867). Construcción histórica y literaria de un reinado. Madrid, 2009, pp. 396. ISBN: 97884-00-08964-1. 34. Eneas Silvio Piccolomini (Papa Pío II), Descripción de Asia, ed. de Domingo F. Sanz. Madrid, 2010, pp. 548. ISBN: 978-84-0009243-6. 35. Loukia Stephou, Die neugrieschische Metaphrase von Stephanites und Ichnelates. Madrid, 2011, pp. 334. ISBN: 978-84-00-09402-7. 36. Alberto del Campo Echevarría, La teoría platónica de las Ideas en Bizancio (siglos ix-xi). Madrid, 2012, pp. 422. ISBN: 978-84-0009509-3. 37. Antoni Biosca i Bas, Historia de José y Asenet. Madrid, 2012, pp. 184. ISBN: 978-84-00-09511-6.

NUEVA RO MA

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Pablo Toribio Pérez (Sevilla, 1984) se licenció en Filología Clásica en la Universidad de Sevilla en 2007 y obtuvo, entre otros, el Primer Premio Nacional de Fin de Carrera. Se doctoró en 2011 en la misma Universidad con la tesis en la que se basa este libro, que llevó a cabo en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC (Madrid) gracias al programa JAE, como miembro del proyecto «Edición crítica de textos inéditos de Isaac Newton en lengua latina» (FFI2010-19084). Ha realizado estancias de investigación en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), en la Universidad de Leiden (Países Bajos), en la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel) y en la Universidad de Rostock (Alemania). Su tesis ha recibido los premios de la Fundación Pastor y de la Sociedad Española de Estudios Clásicos. En la actualidad es miembro del grupo de investigación de la Junta de Andalucía «Antonio Tovar» (HUM-173) y trabaja como investigador post-doctoral en el Instituto Leibniz de Historia Europea, en Maguncia (Alemania).

Historia Ecclesiastica (De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis)

La presente Historia Ecclesiastica es el texto escrito en latín por Isaac Newton (1642-1727) más extenso identificado hasta la fecha, sólo por detrás de sus célebres Principia (1687). Esta obra inacabada, que hasta el día de hoy había permanecido desatendida por la crítica, puede leerse en este libro por primera vez. En ella se aprecia el heterodoxo pensamiento de su autor sobre interpretación del Apocalipsis e historia de la Iglesia antigua: Newton entendía esta última como la historia de una corrupción dogmática y política (cifrada en la profesión de una Trinidad idolátrica), cuya profecía se encontraba en las Escrituras. El autor de la edición ha restituido el texto a partir de tres manuscritos de la colección Yahuda de la Biblioteca Nacional de Israel (Jerusalén), la principal colección de manuscritos teológicos newtonianos. El conjunto de dichos manuscritos, no publicado en vida del autor debido en gran parte al daño que le habría acarreado el conocimiento público de su «herejía», fue subastado en Londres en julio de 1936 y se encuentra en la actualidad repartido en una treintena de bibliotecas del Reino Unido, los Estados Unidos, Israel y Suiza.

Isaac Newton

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ISBN: 978-84-00-09736-3 GOBIERNO DE ESPAÑA

MINISTERIO DE ECONOMÍA Y COMPETITIVIDAD

CSIC

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Historia Ecclesiastica (De origine schismatico Ecclesiae papisticae bicornis) Isaac Newton

Edición crítica, traducción y estudio de Pablo Toribio Pérez CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS

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