Flexibilidad laboral y subjetividades : hacia una comprensión psicosocial del empleo contemporáneo
 9789562829779, 9562829774

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Hacia una comprensión psicosocial dei empleo contemporáneo ALVARO SOTO (editor)

Solo Roy, A lvaro (Editor) Flexibilidad Laboral y Subjetividades: Hacia una comprensión psicosocial dei empleo contemporáneo [texto impreco] / Alvaro Soto R o y 1* ed. Santiago: LOM Ediciones; Univcreidad Alboreo Hurlado, 2008, 346 p.r 21x16 rm .- (Colección Ciencias Humanas)

R.P.1: 170.622 ISBN: 978-956-282-977-9

1. Flexibilidad Laboral [. Título, ir. Serie. Dow cy: 344.83 Culter ;S 7 l8 f

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Puente*. Agencia Catalogrófica Chilcnn

© LOM Ediciones Primera edición, 2008.

I.S.B,N: 978*956“282-977*9 Registro de Propiedad Intelectual >í“: 170.622 Diseilo, Composición y Diagrajoacióu: Editorial LOM, Concha y Toro 2 3 , Santiago Fono: (56-2) 68S 52 73 Fax: (56-2) 696 63 88 web: www.loin.c1 c-raeil: [email protected] Impreso «1 los talleres de LOM Miguel de Atero.2888, Quinta Normal Fonos: 7 16 9684 * 716 9695 / Fax: 716 8304 impreso en Santiago de Cfeíte

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. 2aiifian, 1998. M. Pagis et alü, 1998. P. Virno, 1994.2001.

este respecto: "La preocupación lancinante de ios gestores de intensificar el vínculo subjetivo al trabajo tiende sacralizar la actividad profesional"57. Añadía que la prescripción subjetiva corresponde a un determinado "uso de sí" en el trabajo: "La exigencia que se extiende, es la de tener que ponerse a prueba permanentemente. El papel de cada uno se define, ya no como el deber de realizar tal o cual gama de operaciones, sino por el derecho, simultáneamente dado y recogido, de hacer valer las propias capacidades en conjunto para alcanzar los objetivos prescritos. (...) La indeterminación operatoria, la ambigüedad en las atribuciones, la opacidad, devuelven al sujeto a sí mismo para lograr alcanzar resultados que no solo permanecen prescritos, sino que además se amplían a todo el sistema. Ahora bien, fijarse objetivos, optar, anticipar y reaccionar, opone al sujeto a sí mismo, y ello va mucho más allá que realizar o desempeñar una tarea visible y prescrita. (...) Hacer uso de sí, es entonces gestionar un sistema que, a cambio, se prueba en este uso"58. Este movimiento corresponde a ttna verdadera "política de la subjetivación" propia a las empresas capitalistas. La empresa es un lugar privilegiado -casi podría hablarse de un laboratorio- en donde se difunden las prescripciones normativas y las técnicas de sí, encaminadas a transformar a cada asalariado en empresario de sus propias tareas y, más profundamente, en empresario de su propia vida: un sujeto que emprende su vida, tal como se lleva «na sucesión de proyectos o como se administra un portafolio de acciones59. Este sujeto "empresario de sí mismo" (lo que los autores anglosajones inspirados por M. Foucault llaman el entreprising selfj está llamado a ser activo, calculador y competitivo - más que pasivo y dependiente- ya que debe constituirse en empresa que debe hacerse crecer y fructificar. Vive como sí debiera administrarse a si mismo y "desarrollar su potencial" en cruces de oportunidades, adaptándose a la inestabilidad permanente de las formas de vida, en la perspectiva de una capitalización del sentido de su existencia. Todas las dimensiones de su vida se convierten entonces en capitales que deben invertirse con consideración: los recursos financieros, y también la salud, la red de relaciones, las aptitudes cognoscitivas e incluso los recursos afectivos y emocionales son capitales preciosos, susceptibles ser utilizados por el mercado para el buen funcionamiento de !a empresa. La "forma empresa" que moviliza al sujeto, basada en un conjunto de normas de vida como la energía, la Clot/Rochcx/Schwarte, 1990. p.77. /bid. p. m , 145. Cf. N.Rose, 1996; A. Ehrenberg, 1991, 1995, 1998.

iniciativa, la ambición o el dinamismo, se generaliza a todas las formas de su conducta y a todas Has esferas de su existencia60. Por último, el entreprising self que se propone como modelo de subjetivación es un sujeto nómada, que no debe contar más con la seguridad garantizada propia a las carreras planificadas, la promoción a la antigüedad o los estatutos garantizados por el derecho, todos aspectos criticados con insistencia. Al contrario, ejerce su libertad rebotando de proyecto en proyecto. Su carrera, "post industrial", es un "correr incesante desde un proyecto a otro", escribe R. Moss Kanter, un autor eminente del neomanagemenh "Las personas ya no harán carrera, sino que pasarán de un proyecto a otro. El éxito en un proyecto dado Íes permitirá acceder a olios proyectos, más interesantes. (...) Cada proyecto, que es por definición diferente, nuevo, innovador, se presenta como una oportunidad de aprender y de enriquecer las propias competencias, que son a su vez activos.para encontrar otros compromisos"61. Lo que importa es que nunca falte proyecto para desarrollar actividad, mantener el nivel de su propia "empleabilidad", acumular las competencias necesarias para su inserción profesional, incluso "volverse deseable" a través de la participación en nuevos proyectos42. Como conclusión a este punto, es necesario destacar que la figura de un sujeto "empresario de sí mismo", que se despliega en el registro ideológico e imaginario, incumbe en primer lugar a los cuadros y directivos, que pueden encontrar en ella un modelo excitante de realización personal. No tendrá la misma influencia sobre Sa vida de asalariados para los cuales la prescripción a la responsabilidad, en un contexto de intensificación del trabajo y de precarización profesional, corre el riesgo de significar más bien mayor opresión y explotación brutal. Para que este modelo de realización sí sea significativo en la experiencia de los asalariados, es necesario que pueda personificarse en dispositivos concretos de organización, de control y de evaluación de la producción. Este es el tema que se analizará a continuación, a partir de una investigación realizada en una gran empresa belga del sector de fabricaciones metálicas. Este trabajo de terreno permitirá constatar la implementación de una "política de subjetivación", la que alcanza incluso los talleres industriales de una fábrica de antigua tradición obrera. La flexibilidad técnica y funcional N, Rose, 1992; Q Burche», 1993, Citado en Boltanski¡, ChiapeUo, op. p. 144. T. Périlleux, 2003, 2005. Cf, así también las propuestas del empresariado francás analizadas por J,D. Reynaudt ‘'El asalariado licuó una responsabilidad en la gestión de sus propias competen' cías, ( ...) Corresponde a la empresa velar, facilitar esta responsabHizaoión y dar los medios para el desarrollo de su portafolio de competencias’* (informe del Medef 1998, citado en Rcynand, 2001. p. 13).

impone nuevas pruebas a los trabajadores y la prescripción subjetiva se extiende a todos los puestos de trabajo, lo que tiene importantes consecuencias en las posibilidades de subjetivación, así como en la vida en colectivo.

Someterse a la prueba del trabajo flexible El análisis se centrará ahora en los dos talleres industriales donde se realizó la investigación. La fábrica, de más de 100 años, no estaba precisamente a la punta en las nuevas técnicas de producción y gestión. Esto es precisamente lo que da interés a este caso; la masiva y brutal introducción de dispositivos técnicos y organizacionales flexibles, en yn contexto de viejas tradiciones tayloristas, muestra hasta qué punto de ahora en adelante la prescripción subjetiva prueba a los trabajadores, incluso en una actividad industrial "clásica". Los dos talleres en cuestión se ubican en el principio del proceso de producción de la fábrica, en la fase de fabricación de las piezas. El primero, construido al principio del s. XX, se organizaba según un modelo taylorista, para caracterizarlo rápidamente. Sus características eran las siguientes: la producción se organizaba en grandes series planificadas por las oficinas de métodos, según el principio "1 máquina = 1 operación"; la estructuración jerárquica era muy fuerte, con una base de mano de obra femenina de escasa calificación y contratada con bajos sueldos; la presencia sindical era masiva. El segundo taller se abrió en 1993 para sustituir al primero. Se organizó sobre un modelo flexible: una flexibilidad técnica, con la introducción de máquinasherramientas con controlador numérico (MOCN) altamente adaptables, y una flexibilidad organizacional basada en una transformación profunda de las estructuras de trabajo. Los dos talleres funcionaron en paralelo durante varios tiñeses, lo que dio la oportunidad de observar las condiciones del paso entre uno y otro. Esta parte de la investigación se situó en el marco de análisis teórico de L. Boltanski y L. Thévenot (1991). Estos autores proponen una sociología de b s regímenes de acción que da un lugar central a las competencias críticas de los actores, a su "sentido de lo justo" y a las convenciones generales -que ellos llaman las Cites- a las cuales se apela al momento de legitimar las pruebas de la vida cotidiana. El concepto de prueba es aquí central. Tiene el doble sentido de "examinación" y de "dolor resistido". Una prueba es un momento de evaluación, que se termina en un juicio, basado en un principio de justicia. Se basa en una escala de medida legitimada y concluye en una distribución de lugares sobre una escala de grandeza que se considera justa (piénsese en un examen). A través de las pruebas, los actores pueden dirimir sus desacuerdos

y conseguir un acuerdo sin sucumbir a la violencia. Ahora bien, ninguna sociedad posee una única definición única de lo justo y de lo injusto. Boltanski y Thévenot pusieron en evidencia seis principios superiores de justicia, cada uno de los cuales da a tipos de prueba diferentes65. Al mismo tiempo, la prueba permite que los actores exploren el material' del cual están hechos, de modo que puedan demostrar sus capacidades. En las pruebas/los sujetos son probados en sus poderes de hablar y de actuar: en este sentido, la prueba como "examinación" es también una prueba de "resistencia" subjetiva. A partir de esta perspectiva, ¿qué puede observarse en el trabajo de terreno realizado? Se revisarán tres constataciones, que poneh el acento en una ruptura en relación a las convenciones industriales formalizadas. Destacan la emergencia de nuevas pruebas, lo que tiene incidencias para los trabajadores, tanto en la manera de probarse como en la forma de constituirse en colectivos. Las tres constataciones permitirán observar además cómo los sindicatos dejaron de estar al tanto, durante un período relativamente largo, de’ las transformaciones de la organización del trabajo. Primera constatación: las pruebas de naturaleza "doméstica", que evalúan la capacidad de los individuos para mantenerse dentro de un ordenjerarquizado, se han descalificado profundamente. La crítica a las pesadumbres burocráticas y la crítica a los pequeños jefes rindieron aquí resultado. Los principios vinculados a la experiencia en e! oficio y a la antigüedad, que estructuraba las carreras y las relaciones al interior de los colectivos de trabajo, perdieron toda legitimidad desde la perspectiva déla gestión. Las líneasjerárquicas se aplanaron fuertemente (de 9 a 4 niveles), lo que contribuyó a deshacer algunas esperanzas de carrera. Se recompusieron algunos oficios, a partir del trabajo de la gerencia de los recursos humanos, que "redefinió" dos de ellos, el de "conductor de centros de fabricación" y el de "colocador a punto" de los programas informáticos de fabricación, sobre la base de seis funciones de primer rango en las cuales aparece el criterio de la autonomía61. Desaparecieron estatus como el de ajustador o técnico, así como las promociones vinculadas: a la antigüedad: para las progresiones salariales, la gerencia propone el principio según el cual "solamente la competencia efectiva 43

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Como ejemplo ilustrativo, el principio “cívico" es el que se compromete en la prueba típica de las elecciones; el principio “com erciar se personifica en la prueba de Ja conclusión de.un negó* CLO... .i “Polivalentes y polifiwciooalcs”, tos oficios dé la fabricación se describen sobre la base do las seis siguientes funciones: fabricar, controlar, mantener» seguir» comunicar, mejorar. Cada una de estas funciones tía Jugar a criterios de evaluación y de promoción (que se negociaron paritariamente).

y medida debe reconocerse y tomarse en cuenta para la progresión salarial" (doc. del DRH). Pero sobre todo, se volvió difícil la pertenencia duradera a colectivos de trabajo estables. De ahora en adelante, lo que cuenta a los ojos de la gerencia es la movilidad de los trabajadores en equipos "a geometría variable", suficientemente flexibles para reaccionar a las demandas de los clientes. El trabajador debe volverse nómada entre puestos de trabajo y entre equipos rápidamente recompuestos. En este espíritu, nadie más debe reposarse en su experiencia de oficio, en la antigüedad en su función, en la fijación a su puesto de trabajo o su rango dentro de la jerarquía. Segunda constatación: en cuanto al trabajo y al contenido de las tareas, las pruebas "industriales" cambiaron radicalmente de naturaleza. En el taller taylorista, se prescribían formalmente las tareas y las cuotas de producción eran estables y predeterminadas: un número de piezas a fabricarse, un volumen de expedientes a tratarse, etc. Los puestos estaban definidos a partir de criterios objetivados: cargas y esfuerzos, rapidez y destreza en la colocación de las piezas, trabajo ai contacto del aceite, etc. Estos criterios permitían establecer matrices de calificaciones negociadas. Los tiempos productivos, llamados "tiempos de tasación" en la fábrica, se traducían en el número de piezas que debían producirse. Apesar de la dureza de las condiciones de trabajo, muchas veces mencionada, los trabajadores expresaron recurrentemente que tales criterios formales daban también continencia a su actividad: con tales normas, "uno sabe a qué atenerse", se sabe cuando se termina el día y se cumple el contrato. En el taller flexible, los criterios industriales se suspendieron en favor de objetivos que ya no tienen el mismo filo, pero que intensifican la prescripción subjetiva. Se eliminaron tanto los ritmos de producción como el cronometraje para cada puesto. La gerencia resalta ahora la norma de la regulación del flujo de producción completo. Se debe mejorar el rendimiento de las máquinas, anticipar los incidentes y las averías, practicar un autocontrol de la calidad, evitar las rupturas en el flujo productivo. En su puesto de trabajo, aquél que se ahora llama "operador" no debe atenerse más a criterios de producción predeterminados, sino convertirse en el empresario de sus propias tareas: debe tomar iniciativas, distribuyendo su atención en múltiples tareas modulares y sin continencia firme. De heclio, el nuevo imperativo que se le asigna es el "supervisar el compromiso de las máquinas", es decir, velar por el rendimiento máximo de las máquinas, evitando las interrupciones y averías. Esta norma se inscribe en los objetivos operacionales atribuidos al nuevo taller: tender el flujo de producción, reducir los plazos de entrega (de 8 a 2 meses), reducir el tiempo de tránsito a menos de una semana, reducir los costes de producción en un 30%. A los ojos de los operadores, esta nueva norma industrial es menos

tangible. Para ellos, de ahora en adelante consiste en estar constantemente vigilantes, disponibles, al acecho para evitar que las máquinas se detengan. La economía de los tiempos productivos osciló: es ahora el obrero que puede esperar la máquina, y no al revés. Eso requiere nuevas cualidades: autonomía en la gestión de imprevistos, anticipación de los problemas, capacidad de arbitrar -solo- entre la calidad de las piezas, la cantidad y el costo de las herramientas... Además, de ahora en adelante su actividad se rige directamente por una dimensión comercial, ya que deben velar expresamente por el costo de las herramientas y defectos, exigencia que se suma a las antiguas exigencias industriales, lo que es una clara señal de la intensificación del trabajo. A través de estos cambios normativos, ia gerencia buscó, según sus propios términos, la "destaylorización de las tareas", la "responsabilizaeión de cada uno" y la explotación de la "creatividad" de los ejecutantes. Ei gerente de recursos humanos afirma que es necesario "pasar de una alienación a vina implicación activa". En adelante, la evaluación de los asalariados buscará abarcar tanto las actitudes de compromiso en el trabajo como las normas formales de producción. Tercera constatación: las modalidades del control cambiaron en el taller. El control vertical directo no desapa reció, pero se redobló a partir de un control horizontal e indirecto, a la vez más penetrante y más distante, que se ejerce a través del canal de las nuevas tecnologías de la información. En el taller, eí control taylorista se ejercía por la presencia física del capataz o el ajustador. Era un control meticuloso, basado en la codificación de gestos y la sanción de las brechas respecto a las normas prescritas. Hacía sentir la arbitrariedad de los jefes sobre los obreros y obreras. Pero tal como lo mostró la sociología del trabajo desde sus orígenes, podía también autorizar una negociación de la intensidad del trabajo en cada puesto. Y cerraba los ojos sobre los acuerdos oficiosos, o incluso ocultos (los "trucos") que los colectivos de trabajo adoptaban para atenuar las deficiencias de la organización prescrita de las tareas. En efecto, los "ejecutantes" paralizan la organización cuando se atienen a lo prescrito -como en la huelga de celo- por lo que deben aplicar su ingenio e inteligencia práctica para hacer frente a los imprevistos y lograr sacar Ja producción según las normas de tiempo y calidad previstas. De alguna manera, el control del taller taylorista generaba prácticas de trasgresión o trucos, a veces tolerados, a veces sancionados, pero jamás eliminados completamente por la jefatura45. En el taller flexible, el control que pasa por los medios informáticos permite una visibilidad mucho mayor de las **

La ülcralma acerca de las Irsnsgresioncs o los normas presentas en o¡ lrab¡yo es inmensa. Ver por ejemplo M. de Ccrteau, 1990; F. Chaleauraynaud, 1991; C. Dejours, 1993.

operaciones de fabricación, en un horizonte de "transparencia total", incluso si no se ha implementado sistemáticamente. Como ejemplo, un "diario" informatizado integrado al controlador numérico permite hacer seguimiento del conjunto de ciclos de producción, casi al segundo, y describir todos los incidentes desde el comienzo del taller. Estos nuevos medios informatizados son. además apoyados por una reorientación de las actitudes de los obreros hacia la cooperación con los técnicos y la puesta en evidencia de los incidentes críticos. Dado que el control de la calidad se realiza durante la producción, por el propio productor, la jefatura hace hincapié en la necesidad de hacer visibles los errores para, solucionarlos, muy en contra de la antigua práctica del secreto predominante en el taller taylorista. "Es necesario que el operador pueda explicarle lo que pasa al ajustador, sin ocultar sus errores", indica un capataz. La ambigüedad es propia en los nuevos tipos de control. Se podría decir que los medios del control sobrepasan su aplicación efectiva. Por ejemplo, son pocos los capataces, que controlan regularmente el "diario" de las operaciones de fabricación, pero puede constatarse que los revisan cuándo sehaproducido un incidente o una falla importante en las máquinas. Ásí, ha crecido formidablemente la fuerza del control potencial. Los obreros no saben ni’cuando ni cómo se utilizará, ni con. qué consecuencias precisas. Es muy revelador constatar que se mantiene una ambigüedad sobre las sanciones que se tomarían en caso de incidentes o defectos, lo que en muchos obreros puede suscitar una inquietud por equivocarse, asociada a la cuestión lancinante de su propia responsabilidad en la gestión de la producción. Varios de los testimonios recogidos en terreno describen los sentimientos de miedo probados por los operadores, en función de las responsabilidades adoptadas respecto a máquinas complejas y costosas: miedo de equivocarse, miedo de los daños, "pánico cuando uno se encuentra delante de una máquina de 300.000 euros..." (conductor de controlador numérico). Al poner en marcha un programa de fabricación, cada tino sabe las pesadas consecuencias financieras que un mal control de ios parámetros técnicos podría implicar. La ausencia de claridad sobre las sanciones impuestas en caso de error puede reforzar estos sentimientos de "pánico". Desde el punto de vista de la gestión, si la codificación informática permite una visibilidad perfecta de la ejecución de las secuencias técnicas, se puede pensar qué lo que se busca no es la visibilidad en sí, sino la posibilidad de visibilidad, con sus efectos reales de amenaza y disuasión. Las tres constataciones que se han presentado permiten diagnosticar una cierta "des-formalización" de las pruebas del trabajo. Éstas se vuelven más difusas, contienen una incertidumbre creciente respecto a sus modalidades y sus efectos. Las pruebas formalizadas, que podían darle sentido al paso de un

umbral en la biografía de las personas puestas a la prueba, se vueiven problemáticas en las condiciones de trabajo actuales. Los promotores de la flexibilidad han desplazado y vuelto más difusas las pruebas profesionales. Al llevar al extremo la lógica de la organización flexible, nunca se sabe exactamente cuándo se está en prueba, ni tampoco si el resultado de la prueba podrá cristalizarse en un rastro duradero. Identificar las pruebas importantes se vuelve en sí una prueba. En consecuencia, mientras se intensifica la prescripción subjetiva, las anclas existm dales se ponen en cuestión. La difusión de las pruebas y su multiplicación no se combinan con garantías de seguridad profesional. Esta evolución oculta múltiples ambivalencias. Por una parte, la pérdida de continencia de las tareas, la ambigüeidad en las atribuciones y el carácter más difuso del control pueden asociarse a una actividad más interesante y más compleja. Es posible que el retroceso de las convenciones domésticas suscite trayectorias de pruebas más abiertas, con el cuestionamiento de los umbrales rígidos asociados a las carreras. Por otra parte, la dinámica del "nada se adquiere nunca" puede aumentar también la inquietud de no hacer nunca lo suficiente, implicando una incapacidad para proyectarse en el futuro, sobre todo cuando es necesario hacer frente a algunas experiencias de fracasó, incapacidad que se acentúa por el sentimiento de aislamiento frecuente en el puesto de trabajo. Esta dinámica puede suscitar en los operadores el sentimiento de estar sometidos constantemente a prueba, lo que para ellos puede significar como que jamás se termina de rendir pruebas, y todo ocurre como si se pudiera -y se debiera- borrar todo el pasado para renovarse sin casar, desvincularse de toda inscripción colectiva duradera, hacerse y rehacerse uno mismo. A cada asalariado se le atribuye la responsabilidad de administrar sus propias competencias, su empleabilidad y su vida en proyectos...Este texto no permite desarrollar el relato de trabajadores de la fábrica, que se muestran ambivalentes ante los cambios introducidos por la flexibilidad. Algunos se aferran a las oportunidades de progresión salarial que les ofrece la reestructuración délos talleres. Otros consideran que se les ha despojado su antiguo conocimiento técnico y que se les redujo al estado de "aprieta-botones" (es el caso de antiguos ajustadores calificados que se convirtieron en conductores de controlador numérico). Otros perdieron lo fundamental de sus soportes existenciales en la nueva configuración productiva44. Estas diferentes posiciones, no excluyentes En la obra aceres de las tensiones de ¡(¡flexibilidad, se ofrece el relato de «a (¿mico socializado a i el antiguo universo productivo, dcscstabiltzjdo por las exigencias impuestos a la jefatura, que vio todos los soportes de su grandeza hundirse brutalmente: su relato es do un sufrimiento intimo que no encuentra ningtma posibilidad do expresión pública (PáriHeux, 2 0 0 ), pp. 133-176).

entre si, parecen habitadas por ciertos afectos predominantes: miedo, resignación, sentimiento de aislamiento, sentimiento de intensificación del trabajo, tanto como excitación de la exploración técnica o de la ganancia salarial. En el taller flexible se mantienen también lógicas de resistencia, a través de la ironía o el desvío de las normas de control, por ejemplo, pero se pudo observar que la "gramática déla protesta", en la cual los trabajadores y los representantes sindicales inscribían sus reivindicaciones, perdió lugar en las nuevas pruebas del trabajo67. Sin detallar estas diferentes actitudes de los asalariados ante los cambios de organización del trabajo, en las conclusiones se retomará la reflexión acerca de la manera en que la flexibilidad -en el trabajo y en la existenciaafecta a los sujetos, individual y colectivamente, a tal punto que daría cuenta de una mutación en los procesos de subjetivación.

Conclusiones, ¿hada una mutación en la subjetivación? Es necesario avanzar con prudencia al extraer observaciones globales sobre los vínculos entre el trabajo flexible y la subjetivación, ya que resulta difícil generalizar. Las maneras de probarse uno mismo' en las pruebas profesionales -lo que podría llamarse los "umbrales de tolerancia" o de "soportabilidad" de las pruebas- dependen de la historia de las relaciones de trabajo y de la historia personal de cada trabajador® Una misma prueba es dramatizada de manera completamente singular por cada sujeto, una misma norma se contradice cada vez de manera particular. Este punto ha sido claramente puesto en evidencia por la clínica del trabajo®. Este texto abordó en primer lugar la vertiente del sometimiento a las normas de la empresa capitalista, abordando dos dimensiones que es necesario retomar sintéticamente: la de las solicitudes ideológicas y la de las pruebas profesionales, ambas asociadas a la flexibilidad técnica y funcional. Las solicitudes ideológicas forman parte de un conjunto de promesas que se cristalizan en una figura valorizada de sujeto, es decir, un modelo o una imagen ideal de realización de sí. En el marco de la empresa flexible, éstas interpelan al individuo en sujeto "empresario de su propia vida". Al prometer autonomía y creatividad, hacen reflejar la imagen de un individuo adaptable y nómada, T. Ptfrillcux, 2001, Para observaciones que vayan también en el sentido de «no descalificación de las actitudes pratestotaríos en beneficio „ 117-138C f. Y, S ch w artz, 1997; Y. C lo t, 19Í>S; C . D ejo u rs, 1993a, 1993b, 1998, 2000.

movilizado por una actividad excitante, com petitiva, organizada flexiblemente a lo largo de una existencia también flexible. Se ha indicado que estas solicitudes conciernen en primer lugar a ejecutivos y directivos que pueden encontrar ahí una imagen donde reconocerse (alienarse). Para que movilicen también a los asalariados, es necesario que se encam en en dispositivos concretos de control y de evaluación de la producción. Estas solicitudes subjetivas fueron analizadas en dos talleres industriales, que dan cuenta de un desplazamiento de ¡as pruebas profesionales con el objetivo de flexibilizar el trabajo, la producción... y la existencia completa. La flexibilidad rompe con las normas formales de trabajo industrial y con las estructuras domésticas de los colectivos obreros. Se asocia a una prescripción subjetiva creciente así com o a un control difuso al interior del táller. Desde el punto de vista de las trayectorias biográficas, la flexibilidad d isuelv e las antiguas convenciones que garantizaban una determ inada seguridad existencial: prom ociones vinculadas a la antigüedad, carreras planeadas, estatus garantizados por el derecho, etc. En definitiva, en las nuevas pruebas de la producción flexible el asalariado debe: com prom eter cualidades cad a v ez m ás p erso n ales, no aten erse m ás a o b jetiv o s de prod ucción form alm ente prescritos, pasar a ser móvil en el m arco de equipos a geometría variable, llevar la preocupación de su empleabUidad y gestionar su "capital" de com petencias. Estas observaciones perm iten despejar dos dinám icas fundamentales en torno a las cuales se juega el fenómeno: i) la de la constitución de los colectivos, vinculada a la dificultad de vivir una "vida en colectivo" en equipos que son constantemente recompuestos; ii) la de la consistencia subjetiva de un individuo que se negocia70 en la flexibilidad para responder a los im perativos propios ai emprendimlento de si mismo. Esto último se Vincula a la dificultad de los trabajadores para proyectarse más allá de perspectivas temporales precarias (o a la negativa a com prom eterse en vínculos duraderos, si se toman las cosas desde el punto de vista de los propios individuos). A este respecto es posible hablar de una desestabilización de los soportes existeaciales, a través de la cual el sujeto de la disciplina industrial debería dar paso a un individuo negociado. El sujeto de la disciplina era un sujeto conformista, integrado en un orden social jerarquizado, som etido a las normas formales de la organización doméstica e industrial. Era también un sujeto trasgresor, en cuanto estaba expuesto a las normas y prohibiciones de la disciplina contra la cual se rebelaba. Este ideal-tipo heredado del fordismo parece desaparecer en Nota det traductor: La expresión í 'qffoirtr resulta de difícil traducción al español, en cuanto el concepto affaire posee la connotación tic negocio, así como la de asunto, fa expresión tic indivi­ duo que se negocia o de individuo vngochdo deberá entenderse entonces en eí sentido de \m individuo que se ubica y se transa en un mercado de intercambios.

favor de un individuo que debe negociarse en el emprendimiento de sí, despojándose de los colectivos estables y de todo vínculo duradero. Pero aquel individuo corre el riesgo de convertirse en un sujeto "flotante", que navega sobre la existencia creyendo poder hacer tábula rasa de su pasado, siempre preso entre "la euforia del posible y la depresión de ideal"’1. La alternancia ende euforia y depresión se perfila así como la principal consecuencia sociopatológica de la flexibilidad. El discurso del mamgement hace reflejar la posibilidad de actividades excitantes y de carreras permanentemente recompuestas en el marco de una flexibilidad a la vez técnica y existencial. De este modo justifica la erosión de las antiguas convenciones domésticas, vinculadas principalmente a la antigüedad, a los oficios y a los estatus profesionales. Para cada individuo se abriría una "edad de posibilidades ilimitadas"”, en la cual la idea de "cruces de oportunidades" es la expresión "managerial", y la depresión, la cara clínica negativa. Algunos analistas no dudaron en asociar esta evolución a lo que ellos consideran como una mutación antropológica mayor73. Se debe continuar la investigación sociológica para precisar este diagnóstico5,4y detallar las mediaciones que hacen operativa a la flexibilidad en la constitución misma de la subjetividad. No puede ignorar los juegos socioexistenciales que se ligan a la reconversión de las normas de trabajo en el horizonte de la flexibilidad. Tomar nota de tales elementos en juego, y afrontarlos a la luz de las situaciones de trabajo, implica abrir un programa de trabajo que se focalice en la pregunta acerca del cambio del vínculo social y de sus incidencias sobre la subjetivación. Eso requiere pensar conjuntamente en las condiciones de emergencia del sujeto y en los cambios que pesan sobre la organización de la producción, así como en las mediaciones que los articulan.

. Y. C'lot ot alil, op. cil., p. 146. A. Ehrenberg, 1999. Acerca de la alternancia entre la euforia de los proyectos excitantes y la depresión de ideal, ver igualmente N. Aubert, V. de Gauiejac, 1991 el N. Aubert, 2004. Cambio que asocian “a la interiorización del modelo de mercado”, refiriéndose a la propuesta de M Gauchet: '‘Estamos asistiendo a una verdadera interiorización del modelo del mercado, un acontecimiento con consecuencias antropológicas incalculables, que apenas comienza a entreverse” (Gauchel, 1998:87). Cf. C. Melraan, J.P. Lebru'n, 2002; D.R. Dufour, 2003. Sobre todo sogün los sectores de actividad, las categorías de trabajadores, las épocas históricas.

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Flexibilidad y nuevas formas de identidad profesional A lvaro S o t o 1

Introducción El presente artículo sintetiza algunos resultados de «na investigación realizada en una gran empresa minera que opera en Chile75. Concretamente, se ha realizado un estudio monográfico en una unidad productiva cuya evolución -coherente a la evolución global de la empresa-ha estado fuertemente marcada por la transformación tecnológica, la reestructuración del empleo, la implementación de un osado programa de negocios, así como de un estricto sistema de racionalización de la gestión, dimensiones de innovación que se acercan estrechamente a las lógicas de modernización implementadas en todas las empresas del sector minero de la economía chilena. El principal objetivo de esta monografía ha sido comprender las formas de significación y de acción que asumen los actores de terreno frente al llamado de la empresa a adquirir nuevas responsabilidades y a desarrollar un trabajo más autónomo en el marco de formas más flexibles de empleo y de producción. Esto ha implicado caracterizar ias lógicas de gestión de personas en la empresa, el rol de las instancias de representación sindical, así como las características del trabajo productivo que se realiza en terreno. Psicólogo. P. Universidad Católica de Chile. Docior en Ciencias Codales, orientación Ciencias del Trabajo, Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Académico, Escuela de Psicología Uni­ versidad Alberto Hurtado. Soto, A. (2004) La Participación directa en el trabajo y las transformaciones sacíales en la empresa contemporánea. Tesis de doctorado en C iencias Sociales orientación ciencias del Tra­ bajo, Université calholiqno de Louvain, Louvnin-lo-Ncuve, Bélgica.

El presente análisis pondrá foco en el surgimiento de nuevos actores en la empresa contemporánea producto de las lógicas flexibles de empleo y de organización del trabajo que han caracterizado a los procesos de modernización de las empresas chilenas. El análisis se sostendrá en el concepto de identidad profesional desarrollado principalmente en la sociología francófona de los años 80 y 90.

Algunos elementos sobre identidad profesional Los trabajos de Renaud Sainsaulieúi (1977, 1997) y de ClaudeiDubar (1991, 1994, 2000) en tomo a la identidad profesional en la empresa ofrecen una base imprescindible para comprender las transformaciones en las lógicas sociales de acción desarrolladas por los sujetos en el trabajo. El primer autor centra la comprensión del fenómeno identitario en torno a las relaciones interpersonales, de conflicto y de reconocimiento que se establecen en el trabajo, donde los sujetos logran confrontar sus deseos de reconocimiento en un contexto en el cual el acceso al poder es desigual; cambiante y complejo. La identidad en el trabajo representa al mismo tiempo la permanencia de los medios sociales para obtener reconocimiento y la capacidad del sujeto para atribuir un sentido durable a su propia experiencia. Para Dubar, por su parte, la identidad profesional es básicamente un asunto de transacción, no solo entre la persona y su entorno sino también en términos de procesos subjetivos de conciliación entre lo heredado y lo deseado por la persona. El proceso identitario es por una parte biográfico, en cuanto la persona construye en el tiempo su identidad en función del valor atribuido a las categorías ofrecidas por las instituciones, y al mismo tiempo relácional, es decir, centrado en el reconocimiento por parte del entorno de las identidades que el individuo le propone a través de su acción, en un momento dado y en un espacio determinado de legitimación. La identidad profesional implica así una verdadera negociación entre la persona y su entorno, a través de un complejo proceso comunicacional basado en la calidad de las relaciones con los demás. Ambos autores coinciden en que la implicación privilegiada en un espació de reconocimiento identitario particular va a.depender estrechamente de.la naturaleza de las relaciones de poder que.caracterizan a este espacio, así como del lugar que en él ocupa el individuo y su grupo de pertenencia. La noción de "forma identitaria" representa, en ese sentido, las configuraciones típicas de identificación y de categorización de los individuos en relación con los demás y en la duración de una vida, las que permiten definirse a sí mismos e identificar a los demás. Las formas identitarías representan diferentes lógicas

de acción, justificaciones de las personas acerca de sus acciones en el campo profesional en un amplio sentido: las prácticas de trabajo o de formación, las racionalidades prácticas, o la búsqueda de empleo (Dubar, 1992). Esta base conceptual permite situar el cuestionamiento acerca del impacto efectivo a nivel de las identidades profesionales en la empresa provocado por las transformaciones en los modelos de gestión de personas y de organización del trabajo. Por una parte, cabe, señalar que la "ideologíatnanagerial" ÍLeJSoff. 1995) propone la unificación de. ceferenóas sa tomo a. la imagen de la comunidad de empresa y a los valores organizacionales, en pos de una efectiva "movilización subjetiva" de las personas al interior de ja empresa (Linhart, 1991; Velte, 200), expresada en una diversidad'de actitudes como la alta implicación, iniciativa y responsabilizadón áé los-trabajadores en torno a la empresa. Por otro, los cambios efectivos en las lógicas de organización de la producción dan pistas acerca de una efectiva transformación de las relaciones estratégicas en los espacios cotidianos de trabajo, y en ese sentido, de cambios profundos en los fenómenos de atribución y apropiación identitaria en la empresa. Al empezarla década de los noventa, Dubar (1991) constataba la existencia de cuatro formas ídentitarias básicas observables en las empresas europeas, generadas como resultado de la aplicación de los modelos de gestión de la movilización de las personas en la empresa. Dos de estas formas ¡dentitarias daban cuenta de identidades colectivas resultantes del no-reconocimiento por parte de la empresa de las lógicas de acción de los-sujetus desarrolladas en la empresa tradicional (taylorista-fordista). LaTidentidad fuera del trabajo" thorstram'l), característica de los excluidos de los pro cesos ae movilización propios a los nuevos modelos-de gestión ..de identidad de: