Erotismo Viajes Y Otras Cosas

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. solo unos días, cuando volví y me volví a reír tanto, la necesidad de compartirlo se hizo mayor y pensé. Bueno, al fin y al cabo ¿Quién podría reprocharme esa necesidad que a veces siento de compartir mi alegría? Había sido un día especialmente pesado en la oficina. Eran las ocho de la tarde de un lunes frío y desapacible, uno de esos días que sientes que podrían desaparecer de tu vida sin dejar rastro. Iba de camino a casa pensando en la cena de los niños, en el baño, en los deberes... Intentaba encontrar algo que me hiciese salvar ese lunes para el recuerdo, algo que no fuera el capítulo del CSI de la noche , que era lo único que en ese momento me hacía desear que llegara la noche. Son raros en mí los momentos de melancolía y tristeza y me duran poco, pero quizás por eso mismo cuando los sufro los siento tan intensamente. Pensando en lo rutinarios que a veces se hacen los días y quizás buscando con la vista algo que me hiciera despertar de ese estado de ánimo mi mirada tropezó con el enorme cartel SEXYLANDSEX- SHOP- que hay justo enfrente de mi casa. Llevaba allí años y nunca se me había ocurrido entrar. Quizás sea porque no tiene escaparates ni nada que pueda llamar la atención aparte de ese enorme cartel en letras rosas. Se me escapó la sonrisa en ese momento. ¿Por qué no? Quizás fuera el momento de echar un vistazo y que ese lunes del CSI se convirtiera de pronto en el lunes del Sex-Shop...

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Canela y clavo No soy golosa ni dulzona, pero un toquecito dulce sí que tengo, aunque me salga más veces el fuerte sabor del clavo... que mezclado con el jugo del limón o la naranja ahuyenta las moscas y moscones... Y además también le dedico mi pequeño homenaje a un autor que siempre me ha encantado : Jorge Amado.

Me arreglé un poco el pelo mirándome en el cristal y sonreí. Ya era buena señal que en ese momento, antes de entrar, pensara en mi aspecto físico, cosa que no hubiera hecho de haber entrado en cualquier otra tienda. Entré decidida y con esa sonrisa de anticipación que se me sale cuando el cuerpo me pide hacer alguna travesura. El Sex-Shop estaba vacío y la verdad es que tenía un aspecto bastante siniestro. Sin ventanas a la calle, oscuro, parecía un bunker. Al fondo del amplio local, el dependiente hablaba por teléfono con alguien pero me dedicó una mirada curiosa al verme entrar. Pasé de largo por las estanterías de películas porno hasta llegar a la zona de los aparatos. Jamás hubiera pensado que podía haber tanto tipo de aparatos con forma de pene.... Eso fue lo primero que me llamó la atención. Al fin y al cabo un pene es un pene ... ¿No? Sin embargo contemplando esa inmensa variedad de formas, tamaños, colores, texturas y protuberancias se me ocurrió que quizás había subestimado la imaginación de los diseñadores de artefactos eróticos.

Así que en lugar de "Gabriela, clavo y canela" y salvando las distancias ... seré Alia, canela y clavo.

Alia

Autor:

Erotismo

Visita al Sexyland- Relato en dos capítulos. PRIMERA VISITA

Me reí tanto después de mi primera visita al sex-shop de mi barrio que pensé en contar la historia, pero la verdad es que ando muy liada en otras cosas y con otras cosas y dejé que ese primer impulso se desvaneciera. Luego, hace

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Sonó una voz suave a mi espalda:

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. - No mujer, quiero decir que si le pongo las pilas para que veas como vibra. Está prohibido probar los productos. Y ahora si que se estaba riendo. - ¡Ah! Me quitas un peso de encima. Dije yo riéndome también.

- ¿Puedo ayudarte? El dependiente, un hombre joven y de aspecto serio me miraba con una expresión completamente neutra. Ni una sonrisa cómplice, ni una mirada que reflejara la más mínima curiosidad. Su cara no reflejaba más que la justa amabilidad profesional que se puede encontrar uno en cualquier tienda.

Lo sacó de la cajita y le puso las pilas. Le dio a la ruletilla que tenía en la base y me lo pasó. No tenía tres velocidades sino que la intensidad de las vibraciones iba aumentando hasta llegar al máximo conforme le ibas dando a la ruleta. Lo miré y lo remiré y allí estaba: MADE IN CHINA.

- Pues sí. Dije yo decidida devolviéndole una mirada totalmente natural. La misma que le podría dedicar al ferretero de mi barrio. – Busco un vibrador.

- ¡Ah! ¿Es chino? - Si, ¿Algún problema? - Pues sí, francamente, me da un poco de yuyu que sea chino y no porque sea racista en tema de vibradores, es que me imagino a los pobres niños ensamblándolos con sus manecitas... - No nos consta que empleen a niños para fabricarlos. - Ya, eso mismo dice Nike con las zapatillas. Mira, te lo digo en serio, yo no me introduzco nada en el cuerpo que sea Made in China. - Pero... ¿No me has dicho que lo querías para la zona externa? - Hombre, tampoco es cuestión de cerrarse posibilidades de entrada... - Tengo la solución. ¿Por qué no te compras una funda también? - ¿Cómo un condon? Dije yo interesada. - No, mira, me dijo enseñándome un paquetito transparente perfectamente sellado en el que se veía una foto de un tío con pinta de macarra y una especie de funda de silicona azul con unas protuberancias. - ¿Estás seguro que esto es para mujeres? Dije señalando la foto del tío. - Olvidate del hombre. Esta funda sirve para ponerla en el dedo o en un vibrador. ¿Ves estas perlitas? Pues esas se mueven cuando se lo pones al vibrador. Según mis clientas el resultado es muy satisfactorio y además la funda es mucho más higiénica porque la puedes lavar sin problemas. Está hecho en Japón. ¿Lo ves? - Vale, me lo llevo.

Su expresión no cambió en lo más mínimo. Solo me preguntó: - ¿Tienes idea del tipo? Hay muchas clases y tamaños. - El tamaño no importa. Dije yo y en ese momento casi se me escapó la sonrisa. Toda mi vida sosteniendo lo contrario ... – Verás, estoy buscando algo de uso más bien externo. Dije yo con un tono totalmente profesional. - O sea que quieres algo más bien clitoriano que vaginal. ¿No? Me dijo con la misma expresión que mi carnicero me pregunta si quiero ternera de primera o de segunda. - ¡Exacto! Es que yo soy más bien clitoriana, aunque tampoco es que desprecie lo vaginal, ni mucho menos. Le contesté yo sosteniéndole la mirada con total seriedad. - Comprendo. Pues entonces estos pequeños están muy bien. Me dijo señalándome unos objetos metálicos más o menos del tamaño de un tubo de pasta de dientes pero más gruesos. - ¿Lo puedo sacar de la caja? Pregunté. - Claro, los hay también con estrías, por si te interesa. - ¿Las estrías? No, gracias. He conseguido evitarlas toda mi vida, no voy ahora a pagar por ellas... Una sonrisa como un flash se había insinuado en su cara esta vez, pero duró tan poco que casi me pareció un espejismo. Saqué el vibrador de la cajita y lo sostuve en mi mano con cara de duda. - ¿Vibra? - Claro que vibra. - Pero es que yo lo quiero con tres velocidades, como las batidoras. Que no es lo mismo hacer una mayonesa que dejar el huevo a punto de nieve. Dije yo con perfecta seriedad. Esta vez la sonrisa le duró más y yo se la devolví. - ¿Lo quieres probar? Me dijo poniéndose serio. - ¿AQUÍ? Y esta vez no pude evitar la cara de estupefacción.

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En ese momento entró un vejestorio mirándose los pies. - ¿Tiene cambio? Dijo sin levantar la vista. - ¿Para la cabina? Le preguntó el dependiente. - Mmmmmmmmmmm Contestó el vejete sin levantar la cabeza. - Un segundo que termine de atender a la señora. El vejete se acercó mirando al suelo y le dijo algo en un susurro. Apenas

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pude captar la palabra ... “... agra...”

Tengo que reconocer que no tuve la necesidad de volver a Sexyland a compartir mis experiencias con el dependiente. Sin embargo más de una vez

- Entiendo. Un momento. Dijo el dependiente y mirándome con cara de: “Es una urgencia, lo siento” le dio el cambio al caballero que entró al fondo del local a toda prisa. - ¿Necesitas algo más? ¿Lubricante? - No gracias, de lubricante voy bien servida. Le dije con mi mejor sonrisa. - Bueno, pues si te apetece vuelves y me cuentas. Dijo con cara profesional. - ¿Cómo????? - Quiero decir que me dices si te ha ido bien o si quieres probar otra cosa. No es necesario dar detalles, pero agradezco los comentarios de las clientas, más que nada para poder aconsejar ... Y esta vez no me engañó su expresión de inocencia, se lo estaba pasando tan bien como yo. - Vale, pues... En ese momento entró un chaval jovencito que preguntó con desenvoltura: - ¿Tienes condones de sabores? - ¿Qué sabor prefieres? Dijo el dependiente sin inmutarse. - No es para mí el sabor, dijo mirándome ruborizado. Es para mi novia y no sé... - Yo de ti lo compraba de naranja o de limón, es más refrescante... Dije yo, que siempre estoy dispuesta a echar una mano o dar un consejo. - Me quedan de mandarina. Dijo el dependiente mirándome con cara de guasa. - Está bien, de mandarina... Aunque a mí me da igual. Remachó el chaval por si teníamos alguna duda.

me acordé de él. No precisamente cuando estaba con Bob, con el que he llegado a un grado de compenetración inaudito teniendo en cuenta el poco tiempo que llevamos teniendo relaciones. De mi vuelta al sex-shop tiene más bien la culpa mi hermana o quizás haya sido el entusiasmo con el que suelo contar todo lo que me produce alegría o placer. Algo contagioso, ya lo tengo comprobado. El caso es que mi hermana pequeña, la que fue conmigo a Jamaica, estuvo una semana de visita y en nuestra puesta al día salió el tema de Bob, como no podía ser menos. Ella se mostró muy interesada y me pidió que se lo presentara. Hice la presentación en la cocina. Estabamos solas tomando un café de media mañana. - Bob, aquí mi hermana. - Niña, éste es Bob. ¿Qué te parece? - Un poco bajito ¿No? Me dijo mirándome con cara de cachondeo. ¿Tú no has sostenido siempre que el tamaño Sí que importa? - Sí, pero hay que reconocer que se lo tienes que perdonar todo por el interés que pone la criaturita. No se cansa nunca, está siempre disponible y además

Le pagamos los dos a la vez y salí de allí con una bolsita en la mano y una sonrisa en los labios que se convirtió en franca risa nada más traspasar el umbral. Ya no me pareció que hiciera tan mal día. En realidad toda la melancolía de ese lunes lluvioso había desaparecido. Ahora estaba pensado en otra cosa:

no se queja cuando lo ignoro. Te digo que es una joya. - Yo quiero uno. ¿Dónde lo has comprado? - En el Sexyland ese de enfrente de mi casa. - ¿Lo has comprado al lado de tu casa? Me dio riendo. Y además, seguro que

- ¡Le llamaré Bob! Me gustan los nombres cortos.

le dijiste que era para ti...

Alia

lo de la “Despedida de soltera”... Está muy visto.

- Mujer, eso de que es un regalo para una amiga no hay quien se lo trague y

SEGUNDA VISITA

Así que en cuanto nos terminamos el café nos fuimos sin perder tiempo al sex-shop, que estas cosas hay que cogerlas en caliente... Si la primera vez

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iba decidida, ahora que sabía exactamente lo que quería, entré como una

cursilería! Mira. Dije yo sacando el vibrador de la caja. – Es una funda que se

bala, con mi hermana pisándome los talones. La primera sorpresa fue que el

pone aquí. Así. ¿Ves? Le explicaba yo escenificándolo como si estuviera

dependiente era otro. Uno más joven y con cara de pardillo. Nos recibió con

poniendo un condón. También la puedes usar con el dedo, pero con el

una sonrisa en la boca que yo, después de haber conocido al anterior,

vibrador es mejor porque tiene unas bolitas pequeñas por aquí. Dije yo

consideré muy poco profesional.

señalando la punta y por aquí, seguía yo mostrándole el cuerpo del vibrador y cuando vibra, las bolitas vibran también y acarician con la misma

Me fui directa a la estantería donde estaban los vibradores y cogí un gemelo

intensidad que vibra. ¿Entiendes?

de mi Bob, pero la funda no estaba por ninguna parte. El dependiente nos

- Ya... Pues ... yo creo que no tenemos de eso... Su voz sonaba un poco

dejó mirar un rato sin intentar acercarse ni preguntarnos. Al fin fui yo la que

entrecortada, pero yo estaba tan entusiasmada explicándole el

me dirigí a él.

funcionamiento que ni lo miraba a la cara. - Pero si quedaban un montón hace solo dos o tres semanas... ¿Tantos

- Oye. ¿Dónde tienes las fundas de los vibradores?

habéis vendido? Dije yo sorpendida.

- ¿Fundas? Me contestó con mirada perpleja.

- No sabría decirte, yo es que soy nuevo. ¿Sabes? Me dijo en tono de

- Si hombre. Unas fundas que se ponen en el vibrador.

disculpa.

- Yo creo que no tenemos de eso...

- ¡Ahhhh! Pues entonces será mejor que eche yo misma un vistazo a ver si la

- ¿Cómo que no? Si la compré aquí el otro día.

encuentro. - Sí, sí, será lo mejor. Yo mientras te voy metiendo el ... esto, el vibrador en

Pensé que el tío debía de ser nuevo y no tenía ni idea. Me lo confirmó la cara

la caja. Dijo el pobre tremendamente azorado.

de desconcierto que tenía, y su pregunta.

- ¡Aquí está! ¡Mira! ¿Lo ves? ¡Es esto! Dije yo encantada con la cajita transparente de la funda en la mano. ¿Ves las bolitas?

- ¿Son preservativos lo que buscas?

- ¿Quieres probarlo? Le dije con mirada aviesa a mi hermana que estaba mordiéndose los labios para no reirse...

Tuve claro que a éste habría que darle explicaciones.

- ¿Aquiiiií? Lo siento pero no se pueden probar los productos. Me dijo el pobre hombre poniendo cara de shock.

- Mira, busco una funda azul de silicona que va con unas bolitas...

- No hombre, noooooo. Me refiero a que le pongas las pilas para ver como

- ¿Bolitas? ¿Quieres decir con testículos?

vibra. Dije yo poniendo mi más inocente mirada... - ¡Ah, claro! ¡Que tonto soy! Dijo el pobre poniéndose más rojo que una

Aquí mi hermana soltó la primera carcajada, que no hizo más que aumentar

amapola. Voy a ponerle las pilas ahora mismo.

el azoramiento del pobre hombre. El pobre en su azoramiento no atinaba a abrir el vibrador, que se le cayó al - No hombre. ¿Cómo voy a llamarle a unos testículos, bolitas? ¡Por Dios que

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suelo con las prisas.

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- ¿Necesitas ayuda? Dije yo solícita.

- Hombre, a ver si te crees que nosotras contamos todo lo que nos pasa...

- No, no es necesario, es que estoy nervioso, un poco nervioso. - ¿Y eso? Pregunté yo.

- ¡Ay! ¡Que chupa más increíble! ¡Que chula es! Es que...¡Que nervioso

- Es esa chupa motera que llevas. Desde que has entrado no puedo dejar de

estoy!

mirarla. Es guapísima. - ¡Ah! ¿Te gusta? Dije yo encantada.

A estas alturas mi hermana y yo ya no podíamos aguantarnos más la risa.

- Me gusta mucho, me gusta mucho. Decía mientras luchaba con el vibrador

Así que pagamos deprisa y salimos de allí casi corriendo.

y las pilas. – Es que a mí me gustan mucho las motos. - Ya. ¿Qué, atinas con el vibrador?

- ¡Adios guapísimas! ¡Simpatiquísimas! ¡Volved pronto! Decía el pobre

- ¡Pero que chupa más guapa! ¿Dónde te la has comprado?

atolondradamente. Creo que las carcajadas se tuvieron que oir en toda la manzana cuando

Desde luego, la chupa es guapa, pero a mi ya me estaba pareciendo extraño

conseguimos salir de allí.

tanto entusiasmo. - ¡Que obsesión con la chupa! Decía yo entre hipidos. - Es una cazadora de mujer y no creo que tengan de hombre. La compré en

- Pobrecico. Que recalentón tenía. Decía mi hermana descojonada. ¡Andá! Me

una boutique de mujer.

he dejado el bolso. Tenemos que volver.

- Claro, claro. ¡Que tonto soy! Es que estoy un poco nervioso ¿Sabes? - Ya... ya lo veo... Te deben de gustar mucho las motos... Dije yo

Cuando volvimos nos lo encontramos con el bolso en la mano.

reprimiendo una sonrisa. - Mucho, mucho. ¡Ay! ¡Que nervioso estoy!

- ¡No falta nada! Nos dijo el infeliz nada más vernos. - ¿Es que lo has registrado? Dijo mi hermana riendo.

Por fin consiguió poner las pilas y eso al parecer lo tranquilizó un poquito

- Noooo. Dijo el pobre poniéndose colorado otra vez. Quiero decir que no...

porque atinó a decir:

- ¿Qué no has robado nada? ¿No? Dije yo riendo también. - Eso... no, quiero decir ... que no he tocado nada... ¡Ufff! ¡Que ...

- ¡Vaya! Yo aquí gastando bromas con la chupa y a lo mejor vuestros

- NERVIOSO ESTÁS . Dijimos a coro mi hermana y yo riendo.

maridos o vuestro novios se enfadarían si se enteraran... Dijo el pobre con una ingenuidad que desarmaba.

Cuando salimos mi hermana me dijo:

Pero yo ya tenía las ganas de cachondeo en el cuerpo, así que sin piedad le

- No tenía ni idea de que fuera tan divertido comprar en un sex-shop. Te lo

respondí con mirada insinuante:

juro. Si lo llego a saber ...

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. bolitas... Suena genial... - O sea que quieres que te lo regale con chupa incluida. - Mujer... ya que te pones... - Si quieres podemos ir juntas y eliges. - No, que a mí me da mucho corte. Lo dejo en tus manos, uno igualito que el tuyo y el de tu hermana. YO mientras le voy pensando el nombre.

La historia termina con una llamada telefónica de mi hermana. Hacía dos días que se había ido a su casa y yo la echaba de menos enormemente. Como siempre. - Oye, que ya he probado al gemelo de Bob.

Así que me temo que quizás haya un tercer episodio en el tema de la visita al Sexyland. Estoy pensando que voy a pedirle algún descuento porque ¿No harán precios especiales para las buenas clientas? Y digo yo que quizás pueda ganarme un dinerillo como comercial de productos eróticos... Este va a ser el tercero que compro y quizás haya un cuarto porque mi amiga Rosi se mostró también interesadísima cuando se lo enseñé. Recuerdo que lo cogió con curiosidad...

- ¿Y? Dije yo interesada. ¿Qué tal? - Ufffff. Demasiado rápido nena. No duro ná. Al segundo he terminado. Eso de las bolitas es tremendo... Las pilas me van a durar años. - ¿Es que has empezado a la velocidad máxima? Dije yo. - ¿No se hace así? - No seas burra mujer. Se empieza con una suave, dale un poco de cuartelillo al pobre ... que lo vas a hacer eyaculador precoz... ¿Le has puesto ya

- Yo de tí no lo toquetearía tanto...

nombre?

Ella lo dejó caer como si quemara, mientras yo me reía de lo lindo.

- Sí, Angel.

- ¿No lo has lavado?

- ¿Por su bondad y generosidad? Pregunté yo riéndome. - No, por Angel Nieto. Pequeñito, rápido y con chupa motera...

- Creo que la última vez solo le dí una duchita rápida... Una de las cosas que más me gustan de Bob, es que no es de esos que sale como alma que lleva el diablo a lavarse nada más terminar... Ya sabes que soy de las que piensan, como el Woody Allen, que el sexo tiene que ser algo guarrillo para ser bueno... ¡Ya sabes!

Alia Ayer mismo vino mi cuñada a verme, me preguntó por mi hermana y al comentarle que había hablado con ella por teléfono hacía poco salió el tema de Bob y de Ángel, claro.

- Mujer... - Me encanta que ahora tenga un ligero aroma a mí en lugar de a silicona.

Ella se reía con todas sus ganas cuando le contaba mis peripecias en el sexshop. Al final me dijo.

- ¿Y donde lo guardas? Me dijo interesada.

- ¿Sabes que el próximo viernes es mi santo? - Claro, Viernes de Dolores. Ella se llama Lola. ¿Y? - Pues ya sabes lo que quiero que me regales ... - ¿Un gemelito de mi Bob? ¿O prefieres un hermanito mayor...? Dije yo con mirada sugerente. - Noooo. Me dijo ella totamente convencida. A mi los rabos me gustan de carne y hueso, para las vibraciones prefiero algo más amanoso y lo de las

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- ¿Donde va a ser? En el cajón de la lencería. Lo suelo envolver en encajes y satén, para que se le vaya educando el gusto... - ¿Y da resultado? - Ya lo creo, últimamente disfruta muchísimo también acariciando los

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pezones. Tiene una mentalidad muy abierta, ya te digo.

Se detuvo un segundo ante el cartel de la puerta que indicaba: PASEN SIN LLAMAR. Volvió a secarse las manos y carraspeó. Se obligó a entrar con decisión a una luminosa y perfectamente decorada recepción-recibidor. Una joven rubia y atractiva que se encontraba detrás de un mostrador de madera clara le dedicó la primera sonrisa del día. Ésta sonrisa le dio el coraje que necesitaba.

- mmmmmmmmmmm - ¿Y dices que lo venden ahí enfrente? Alia

- ¿Puedo ayudarle? Dijo con una voz dulce y cantarina. - Tengo una cita con Doña Amalia de la Torre. Dijo modulando perfectamente su cuidada voz de barítono. - ¿Amalia? Espere un momento. Dijo mientras ojeaba una especie de registro. Luego habló brevemente por lo que claramente era un teléfono interno. – Amalia. Aquí está el señor con el que estabas citada. Señor... Dijo mientras me miraba interrogante. - Señor Castaño. Alfredo Castaño. Dijo mientras venía a su mente de nuevo el mismo pensamiento de siempre cuando decía su nombre: “¿Por qué tendré un nombre tan vulgar?... Sin embargo Amelia de la Torre... Con ese nombre ya...” - Es la oficina del fondo, siguiendo ese pasillo. Amelia lo está esperando. Terminó la recepcionista con otra sonrisa, esta vez un poco más cálida. ¿O era su imaginación?

Entrevista de trabajo (2) A mi Exilio por ser fuente de inspiración siempre. Sonrió satisfecho a la imagen que le devolvió el espejo del ascensor mientras subía a la séptima planta, donde tendría la entrevista de trabajo. Un hombre joven, quizás un poco demasiado joven y por eso precisamente se había engominado el pelo y llevaba esas gafas que lo hacían parecer más serio. Una figura esbelta bajo el traje de chaqueta de impecable corte. Se ajustó por enésima vez el nudo de la corbata en un gesto mecánico de nerviosismo. Estaba perfecto. Se había levantado muy temprano precisamente para que no se le escapara ningún detalle. La camisa perfectamente planchada, la manicura recién hecha, el afeitado bien apurado y ese toque de after-shave carisimo que guardaba para las grandes ocasiones. ¿Por qué entonces estaba tan nervioso? Sacó un pañuelo inmaculado del bolsillo superior de la chaqueta y se secó cuidadosamente la humedad de las manos.

Siguió el pasillo con decisión, reprimiendo el deseo que de pronto sintió de entrar al servicio. Debía de haber vaciado la vejiga y darse un último vistazo. Las manos le sudaban de nuevo. Frente a la puerta desnuda de cualquier nombre o número volvió a ajustarse la corbata, se estiró la chaqueta y tocó suavemente con los nudillos. Una voz grave y bien modulada contestó un “Adelante”. Abrió con suavidad y tuvo que guiñar un poco los ojos ante la deslumbrante luz natural que inundaba la habitación a través de las enormes cristaleras que estaban al fondo del amplio despacho. Le costó un momento adaptar la vista a la luminosidad de la habitación, momento en el que quedó inmóvil, viendo a contraluz una esbelta y oscura figura de mujer recortada frente a la ventana. Estaba sentada y silenciosa. Por fin pudo distinguirla más claramente. No supo si era la sola fuerza de la personalidad que emanaba esa mujer la que lo dejó de pronto tan cohibido o era el conjunto de ese despacho tan lujosamente amueblado en el que ella parecía reinar. Hubo un silencio que duró probablemente unos segundos pero que él le pareció eterno hasta que la voz de ella volvió a sonar, una voz tan fría y profesional como el

En un principio le había alegrado que el entrevistador fuera una mujer. Conocía su atractivo y pensó que quizás esto fuera una ventaja. Sin embargo conforme se iba acercando la hora, cada vez se sentía más inseguro. Le gustaban las mujeres y sabía como desplegar ese encanto que lo había convertido en cada uno de sus anteriores trabajos en el “hombre más apetecible” de la oficina, título que llevaba con falso despreocupamiento y más falsa aún modestia. Sin embargo esto era otra cosa. No estaba acostumbrado a tratar a mujeres con poder o al menos con más poder que él y esto lo hacía sentirse en terreno desconocido. Nunca había tenido una jefa y no sabía hasta que punto podría ser seductor y respetuoso al mismo tiempo. De todas formas quizás Amalia de la Torre era una mujer demasiado mayor para que cualquiera de las cosas que ahora le preocupaban tuviera la menor importancia.

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reflejo verde de sus ojos que lo miraban con el mismo gesto neutro con que se mira un sillón antes de sentarnos, preguntándonos si será cómodo.

- Tu C.V es impresionante. Nada que objetar a tus titulaciones, tu experiencia y referencias... El problema es ... Dejó pasar unos segundos antes de continuar con la misma voz fría y neutra. - El problema es que este trabajo es un tanto especial ... dijo levantando la vista hacia mí. - Especial ¿En que sentido? - Es un puesto de absoluta confianza. Serías mi secretario particular. Viajarás conmigo, te encargarás de todas mis cosas. Sólo recibirías órdenes de mí y solo responderías ante mí. ¿Has trabajado alguna vez para una mujer? - No creo que eso sea un problema. Dije yo cogiendo algo de confianza ahora que pareciamos movernos en terreno conocido. – Soy una persona bastante flexible y aunque soy perfectamente capaz de tomar decisiones y no temo a la responsabilidad, tampoco tengo problemas de disciplina y mucho menos para acatar órdenes de cualquier superior, sea hombre o mujer. - Eso está muy bien.

- Siéntate por favor. En esa silla. Aunque su voz era suave, el tono no podía ser más frío. Le di las gracias mientras me sentaba en la silla de piel frente a su mesa. No sin antes contemplar de reojo un par de magníficas e interminables piernas que asomaban cruzadas por debajo de la mesa y que terminaban en unos zapatos negros de punta muy fina y altísimos tacones. Hasta me pareció descubrir el filo de una liga a medio muslo, justo donde empezaba la falda gris que llevaba. Era justo lo que esperaba o más bien no lo era. Es decir, era una perfecta fantasía que no hubiera querido encontrarme en la realidad. Aproveché para estudiarla mientras ella estudiaba mi C.V con foto que tenía en ese momento sobre su mesa. Tenía la cara larga y angulosa, de pómulos marcados y barbilla terminada en punta, un poco afilada de más quizás, la nariz larga y ligeramente aguileña y los ojos grandes y de un verde demasiado claro, demasiado frío bajo unas cejas finas y rectas y oscuras pestañas que me parecieron postizas de tan largas. La boca pequeña y de labios más bien finos pero perfectamente dibujados y el pelo liso y negro que le descansaba sobre los hombros en una cuidada melena. Llevaba una chaqueta tipo sastre a juego con la falda y sin nada debajo, o al menos que yo pudiera ver desde el lugar en que me hallaba. Su piel tenía el color aceitunado que tienen las morenas en invierno, aclarándose un poco justo donde terminaba el escote en V de la chaqueta.

¿Era mi imaginación? O su voz realmente se había dulcificado un punto. - Te diré lo que espero de ti. Continuó ella. Espero que sigas mis órdenes al pie de la letra, sin cuestionarlas jamás y sin actuar nunca por propia iniciativa a no ser que yo te lo pida explícitamente. ¿Crees que serás capaz? Dijo inclinando un poco el cuerpo hacia mí y dejando ver que debajo de esa chaqueta, ahuecada por la postura, no llevaba más que un sujetador negro tan transparente que pude ver perfectamente una aréola oscura. El corazón se me aceleró de pronto y noté una incomodidad en el tiro del pantalón. Tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para dejar de mirar ese redondel oscuro y para no intentar recolocarme el pantalón. Carraspeé un poco.

- ¿Y bien? Su pregunta me hizo volver a la realidad y mirarla a la cara de nuevo. - ¿Perdón? Dije yo desorientado. - ¿Qué nota me pones? Me dijo con la misma entonación con que me había dicho que me sentara. - Perdone yo... Estaba azorado como un niño. Quizás me había pillado mirándole el escote, quizás esperaba una broma, quizás estaba ofendida... - No pidas nunca perdón por mirar a un mujer y por favor háblame de tú.

- Entiendo perfectamente. Le aseguro... te aseguro que no te decepcionaré si me das una oportunidad. Carraspeé. Me notaba la voz ronca de pronto. - Está bien. Dijo echando el cuerpo hacia atrás y recostándose en el sillón de cuero. - ¡Desnúdate! Creí que no había entendido bien y balbuceé... ¿Cómo?

Si su voz o su mirada cuando me habló hubiera tenido al menos un poco de calor, quizás hubiera podido responder. Me sentía furioso con ella y conmigo mismo. ¿Qué esperaba esta mujer? ¿Cómo la tenía que tratar?

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- Empezamos bien. Dijo con un tono de impaciencia en la voz. Te daré esta explicación y será la última. Si no estás dispuesto a seguir mis órdenes sin cuestionarlas no trabajarás aquí. Me gusta la gente bella y bien formada.

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Pasaremos mucho tiempo juntos, a veces en hoteles, piscinas y playas. Me gusta trabajar mientras me relajo y me gusta que la gente que esté a mi alrededor sea gente hermosa. ¿Lo entiendes? - Si claro...

que acabó con mis dudas. Acerqué la cara por debajo de la mesa y besé ese sexo con suavidad. Olvidé a quién pertenecía. No existía más que esos labios rojos que palpitaban y llamaban a los míos. Percibí un suave aroma marino, parecido y completamente distinto al mismo tiempo al de cualquier otra mujer. Besé el sexo suavemente con los labios, la piel estaba suave y su perfecta accesibilidad me excitó aún más. Metí la cabeza entre sus piernas y empecé a acariciarlo con la punta de la lengua. Oí un jadeo que me hizo agarrarle los muslos y atraerla hacia mí. Su culo ya no reposaba en la silla, estaba en el aire sujeto solo por mis manos mientras mi cabeza se hundía más y más entre sus piernas. Me lo comí como un niño se come un cucurucho, a boca llena, cayéndome sus jugos por las comisuras, con hambre, con gula. Ahora los gemidos eran más fuertes su clítoris jugaba con mi lengua y ella movía el culo entre mis manos, imponiéndome su ritmo. Me estaba follando la boca. Me agarró del pelo moviendo mi cabeza como si fuese un muñeco. Sentí su orgasmo en la punta de la lengua a la vez que me apretaba la cabeza con sus muslos, tan fuerte que apenas podía respirar. Por fin se relajó y yo la deposité otra vez en la silla.

Fueron solo unos segundos de duda en los que pensé en mi dignidad, en lo zorra que era esa mujer en el magnífico sueldo y en las oportunidades que me daría este trabajo. Me puse de pie y empecé a desnudarme tratando de hacerlo con naturalidad. En ese momento me alegré de mis horas de gimnasio y hasta de que en ese momento la sintiera morcillona entre las piernas... Iba a ver la zorra esa ... Chaqueta, corbata, camisa, cinturón, cremallera ... Al llegar aquí la miré a los ojos y pregunté: - ¿El pantalón también? - El pantalón sobre todo. Contestó con una voz por primera vez algo cálida. Me quité los zapatos y los calcetines y antes de quitarme el pantalón le miré las piernas sin prisa. Si quería un espectáculo le iba a dar uno de primera... Ella pareció adivinar mis pensamientos porque descruzó las piernas lentamente. Llevaba medias cortas y negras y pude ver la piel fina y blanca de los muslos en contraste con la oscuridad de las medias. Nada más de momento, pero suficiente. Me quité los pantalones despacio. Los boxers ajustados de lycra blanca no podían ocultar la erección que estaba sufriendo o disfrutando en esos momentos.... La miré a la cara interrogativamente mientras esperaba con las manos en la ancha goma de la cintura. Sus ojos ya no reflejaban esa frialdad del pincipio. Estaban tan brillantes como sus labios que en ese momento mordisqueaba... Me quedé expectante, deseando y no deseando a la vez continuar con aquello. Mirándome a los ojos empujó una pluma que había encima de su mesa, deslizándola por su superficie hasta que cayó al suelo justo a sus pies. Sonrío con sonrisa de gata y levantó las cejas interrogativamente.

Salí de debajo de la mesa a cuatro patas y le miré la cara. Estaba desmadejada en la silla con los ojos cerrados, le brillaba la barbilla. Me acerqué a ella despacio, tenia tal estado de excitación que pensaba que con el más mínimo roce eyacularía sin remedio. Cogí su mano y la puse encima del bulto del calzoncillo. La mirada que me dirigió me dejó helado. - Te dije que no aceptaría iniciativas a no ser que yo te lo dijera explícitamente. ¿Hay algo en esa frase que no entendieras? Su voz era ahora como el filo de un cuchillo. - Yo pensé que... - No te voy a pagar para que pienses. ¿Entendido? - Perfectamente entendido. Dije comiéndome la humillación y la rabia. - Entonces vístete y vete. El servicio de los visitantes está junto a la mesa de recepción. Te llamaremos cuando acabe el proceso de selección. Dijo otra vez con ese tono perfectamente neutro y profesional.

- ¡Cógelo! Me agaché bajo la mesa y en ese momento ella abrió aún más las piernas para lo que tuvo que levantarse aún más la estrecha falda. Su sexo estaba abierto y húmedo, lo pude comprobar perfectamente porque iba completamente rasurada. Era como una herida roja que contrastaba con la piel blanca. Sentía la presión del calzoncillo cada vez más fuerte y eso fue lo

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Me lavé la boca sin mirarme en el espejo. No pude mirar a la rubia recepcionista cuando salí. Bajé los siete pisos en el ascensor huyendo de mi reflejo aunque todavía sentía su olor y su sabor en mis labios. A la semana justa de esta entrevista recibí una carta de la empresa:

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. Por fin nos separamos para respirar. Su mano había subido a mi pecho como por casualidad. No lo acariciaba, solo estaba allí caliente a través de la fina camiseta blanca y quieta.

“Sentimos comunicarle que no ha sido seleccionado para el puesto de secretario personal al que se presentó. No obstante sus datos han sido incluidos en nuestros archivos y será considerado para cualquier otro puesto que pueda encajar en su perfil profesional. Atentamente... D. Miguel López. – Recursos humanos-“

- ¡Que bien besas! Me dijo con los ojos brillantes.

Alia

El orgullo me hizo confesar en un segundo lo que tanto había luchado por disimular.

Mi primer beso

- Es el primero.

Lo recuerdo perfectamente. Mi primer beso con lengua. Irrepetible. Estaba más preocupada de que no se me notara que era el primero que de saborearlo realmente.

Sonrío con una sonrisa mezcla de orgullo y deseo.

Quince años, un cuerpo de Lolita y mi primer novio, un madrileño bajito de 19 años con unos ojos verdes increíbles.

- Pues se te da muy bien, besas de maravilla. - ¿En serio? Pregunté solo para que lo repitiera. - Te lo juro. Tienes unos labios hechos para besar. Me dijo con cara de experto, o así me lo pareció a mí.

Fue en Madrid, en uno de los jardines de la Politécnica, su universidad. Hacía primero de "Teleco". Todo un partido.

El primer beso y la primera vez que me dijeron que besaba bien. El segundo fue todavía mejor y su mano lo celebró con la primera caricia en mi pecho.

Recuerdo la ropa que llevaba yo, pero no tengo ni idea de lo que el llevaba puesto. Sólo recuerdo que hacía un sol radiante y que nos sentamos en el cesped. Me cogió de la cintura mientras se acercaba a mi cara despacio, dándome tiempo a que volviera la cara si no quería el beso. Era todo un caballero ese chico. El corazón me retumbaba mientras pensaba:"Ahora". Ahora me va a dar el beso y yo tengo que abrir la boca, que no se me olvide. Me habían explicado más o menos como iba la cosa de los labios y la lengua, pero no es lo mismo la teoría que la práctica, así que estaba nerviosa. Cerré los ojos cuando sus labios estaban a menos de un milímetro de mi boca. Me los había humedecido antes como me habían dicho que hiciera. Él empezó a besarme los labios con suavidad, sin sacar la lengua, solo labios acariciando labios. Yo mientras me preguntaba cuando habría que abrir la boca, cual sería la señal. Cuando su lengua por fin rozó el borde de mi boca lo supe instintivamente y entreabrí los labios un poco. Sus labios invadieron mi boca que se abrió más y más y de pronto nuestras lenguas jugaban juntas como si se conocieran de toda la vida. Tenía el corazón acelerado pero ya no estaba nerviosa. No tenía baremo para comparar, pero sabía por instinto que ese estaba siendo un buen beso. Suave, húmedo, jugosoy excitante...

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Alia

¿Qué es un coño sin un marco? No hay nada más sugerente hablando de coños que el marco precisamente, bien sea en forma de rombo o de triángulo o incluso de trapecio... ¿Qué es un coño sin un marco? Un mejillón probablemente... El coño velado... Ese coño vislumbrado como una sombra oscura bajo las bragas. El coño durmiente, como el corazón de una manzana ... El coño visto por encima del hombro, es un valle entre montañas...

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. El coño desconcertante... ¿Donde coño está...?

El coño furtivo, ese coño que imaginas más que ves, asomando un segundo por debajo de la falda cuando cruzas las piernas ...

El coño intocable... ¡Ahí no!

El coño fugitivo, es el coño que se escapa a tu mirada bajo un pantalón casi

El coño fallero ... Ese coño con fanfarria que hace exclamar a la dueña...

transparente...

¡Oye, que eso es aire!

El coño mimo, ese coño bien marcado bajo unas mallas que parece que te

El coño indiscreto... ¿Tú no eres rubia?

habla... El coño torturado, con esa costura del pantalón que lo divide en dos mitades

El coño ... en todas sus formas y variedades...

simétricas. Alia El coño liberado, el coño salvaje de playa nudista entre dos columnas morenas El coño tímido que apenas asoma entre las piernas bien apretadas.

¿Es mejor probar sin preguntar?

El coño descarado, que te invita y te sonríe ...

Hoy me ha llamado una amiga, con la que no hablaba hacía tiempo. La última vez que había hablado con ella, se quejaba amargamente de que llevaba casi seis meses sin practicar sexo.

El coño agradecido, con gotitas que brillan como el rocío mañanero ...

- Venga mujer, tú estás estupenda. No puede ser tan dificil. A mí no me vengas con quejas, no vuelvas a llamarme si no es para darme una buena noticia...

El coño saciado que se expande entre las ingles ... El coño chivato, que te avisa con ese ... clis, clis, clis cuando anda buscando

Esas fueron mis ultimas palabras, así que hoy, cuando he escuchado su voz, lo primero que le he preguntado ha sido:

compañía... El coño lánguido, que se escurre entre las manos ...

-

El coño travieso que juega al escondite con la lengua...

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¿Has triunfado, si o no? Siiiiii ¡Por fin he triunfado! ¿Y qué tal? Le pregunto yo encantada. Bueno, la verdad es que estuvo muy bien, un tío muy cariñoso y

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encantador.

que me da más vergüenza preguntar que hacerlo, si te digo la verdad. ¿Cómo se puede preguntar, te meto un dedo en el culo? - Desde luego es raro que se pueda en la primera cita mujer. Puede que no le guste. No a todos los hombres les gusta o puede que lo dejaras acojonao... - ¿Tú crees? Me pregunta ella. - Y tanto... El pobre debió pensar que si se dejaba meter el dedo a la primera de cambio, lo mismo la próxima vez dios sabe lo que le meterías... - ¡Ah! Ahora que lo pienso... ¿Qué habrá pensado de mí? - Demasiado tarde para pensar esas cosas, mona... Pero si te ha vuelto a llamar, seguramente es porque se lo ha estado pensando y quiere que lo intentes de nuevo... Digo yo entre hipidos de risa... - Pues lo lleva claro. Ahora como no me lo pida explicitamente... - Así que ... ¿Le vas a dar otra oportunidad al pobre? - Bueno... Ahora que parece que no es tan raro ... Lo llamaré. - Bien, ya me contarás... y ojito con el tuyo... - ¿Con mi dedo? - NO, con tu culo. Que cuando una abre la veda, aunque sea en culo ajeno... nunca se puede saber... - Bueno... ya te contaré... - Sí, por favor, que me tienes en ascuas...

En el tono de su voz detecté que había algo que no encajaba del todo. - ¿No te ha vuelto a llamar? - Sí, me ha llamado varias veces, pero yo... casi que le he tomado un poco de manía. - ¿Por qué? ¿Qué tiene de malo? - Es que ... a mi los tíos melindrosos.... - ¿Cómo de melindroso? Le pregunto intrigada. Mi amiga es todo menos una mujer fatal, de hecho es la típica mujer que termina haciéndose la mejor amiga de todos los que le gustan. - Pues ya sabes... de esos que te ponen pegas... - ¿No quería hacerte sexo oral? (En realidad, no lo dije con esas palabras, pero aquí quedaría un poco vulgar escribir lo que le dije) - Sí, eso sin ningún problema, en realidad era todo un experto... - ¿Entonces? Pregunté yo exasperada. ¿Me quieres decir en qué te puso pegas? - Bueno, veras... el caso es que cuando le fui a meter el dedo en el culo, lo apretó... - ¿El culo? Dije yo ahora partiéndome de risa. - Sí, puso las nalgas como una piedra...

Lo que me he podido reir imaginando la cara que tenía que tener el tipo...

Aquí yo ya no podía aguantar el descojone imaginando la situación, tanto que apenas atinaba a hablar. - No te rías, que la cosa no tuvo gracia. - Pero mujer... ¿Era la primera vez que os acostábais? - Sí... - ¿Y cómo se te ocurre intentar meterle un dedo en el culo sin preguntar? - ¿Eso se pregunta? Me dice ella pasmada. - ¡Joer! ¡Pues claro! Es decir, yo desde luego no le meto en el culo a nadie sin saber si le gusta y menos en la primera cita... - Chica... pues me dejas... yo creí que ... - ¿Has estado leyendo el Cosmopolitan o qué? - No... estuve hablando con una amiga... y me dijo que eso les gustaba mucho a todos los tíos... - Pues no sé... yo desde luego no voy metiendo el dedo en culos sin invitación. A lo peor es que estoy obsoleta... - No te rías, que ahora me dejas peor de lo que estaba. Aunque la verdad es

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Alia Por lo menos era una sola y el mal solo fue hecho una vez... Tenías que ver al tipo que me vendio a mi la Larousse... Me convenció en un ratito y llevo media vida pagando... Ahora, por fin, cuando al parecer había conseguido echar a los Planeta de mi casa... Ayer me llaman por teléfono con esa voz meliflua que emplean, era un mujer... - Oiga... Ha sido usted seleccionada por el grupo Planeta... Por ser cliente VIP... y... - NO VOY A COMPAR NADA.

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. sabes explorar. Mis lunares aparecen como pequeños altos en tu recorrido, en el que tu te detienes un instante más... Recorro con mis manos las rutas de tus besos y veo como mis pezones apenas visibles despiertan al contacto y se yerguen anhelantes buscando tu boca.

- No se preocupe, sigue ella ignorando mi tono. No queremos venderle nada, somos de Atención al Cliente, solo queremos darle un regalo... - Se lo agradezco enormemente, pero no se molesten. Tengo prohibidos los regalos sorpresa, tengo delicado el corazón...

Y yo te espero...

Ella ignora la ironía, como la han entrenado y sigue...

He preparado la estancia con esmero de artista. La luz del atardecer se filtra por la ventana reflejándose en mi piel trigueña que se ve dorada sobre la colcha granate. Echada boca abajo con la cabeza vuelta y la pelvis un poco levantada, imagino lo que atrapará tu mirada cuando entres en el cuarto...

- Yo le digo lo que es el regalo ahora mismo, por eso no se preocupe, usted solo tiene que estar en su casa y recogerlo, se lo llevará un compañero en mano... - Oiga, de verdad que prefiero que no me hagan ningún regalo, es más, creo que no estaré...

A las siete y media de ayer, estaba en mi casa y sonó el timbre de la puerta. Con infinita cautela me acerqué a la mirilla... Ahí estaba, si no era el mismo guaperas encantador, debía de ser un clon...

Juego a estar dormida y tú juegas conmigo, oigo el susurro de tus pantalones y de tu ropa interior cuando cae al suelo y te echas a mi lado. Noto tu firme y poderosa presencia en mi costado e inconscientemente abro ligeramente las piernas con un suave suspiro, pero no abro los ojos, permanezco quieta. Siento tu sonrisa en mi nuca y tus labios bajan a lo largo de mi espalda y sé que has notado este estremecimiento que me recorre de pies a cabeza. Clavo las uñas en las palmas de mis manos para reprimir el deseo casi irrefrenable, porque quiero alargar esta dulce agonía...

Dejé sonar el timbre... una, dos, tres, cuatro veces... Por fín oí el ascensor... Uffff

Abro los ojos y no me reconozco en el espejo, los ojos brillantes, los labios húmedos y el corazón palpitante. Tu solo pensamiento me transforma.

Hay veces que es mejor ser cobarde que gilipollas.

Ven pronto amor, que yo te espero...

Besos y despedidas, me voy de puente a la playa...

Tus labios siguen la línea de mi espalda y dibujas con la punta de la lengua la redondez de mis nalgas. Mi sexo jugoso se abre como mi boca y noto tu húmeda caricia mientras subes suavemente mis caderas. El clítoris travieso sale a jugar con tu lengua, salta, se esconde, se ofrece... y yo mordiéndome los labios intento resistir, pero no, ya estoy gimiendo, ya no duermo, ya estoy despierta.

- A las siete y media estará mi compañero a verla... y cortó la maldita.

Alia ***************

Frente al espejo

Tu sexo inflamado golpea mi vientre y mi boca ansiosa busca tu boca que sabe a sexo y a mí. Lamo suavemente tus orejas, el contorno de tu boca, el hueco delicioso de tu cuello y busco tus pezones que chupo, absorbo, mordisqueo. Mis manos

Desnuda ante el espejo miro mi cuerpo que siento como un mapa geográfico creado con tus manos y con tus labios. Suaves ondulaciones, montañas ya conquistadas, valles fértiles y hermosas cavernas que tú sabia y dulcemente

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incansables acarician tus costados y tus nalgas, palpan, pellizcan arañan y noto tu sexo ya inmenso pidiendo clemencia. Mis pechos desbordan tus manos, asomando entre tus dedos dos botones tan rojos como cerezas y los muerdes y yo grito, pero aprieto aún más si cabe contra ellos tu cabeza.

gustaría yo, llevara lo que llevara. Sin embargo seguía desnuda, contemplando indecisa la cubierta multicolor que cubría la cama. Sujetadores, bodys, tangas, corsets... Si al menos pudiera pedirle su consejo a alguien... pero ¿A quién le preguntas sobre lo más adecuado para seducir a tu amante? Al final me decidí por un conjunto rojo. El rojo no ha sido nunca mi color favorito, demasiado agresivo, poco sutil. Además no estaba lo suficientemente morena como para que el rojo destacara el color suavemente dorado de mi piel. Mejor el negro, pero ... me ha visto casi siempre de negro... Qué absurdo no querer caer en la rutina con un amante al que veía tan poco. Sin embargo y quizás precisamente por lo poco que podía verlo, lo soñaba tanto y fantaseaba tanto con él. Era eso quizás el origen de mi miedo en cada ocasión, descubrir de pronto que esa mirada con la que me inflamaba podía haber cambiado.

Oigo un ruido, abro los ojos, pero no, aún no, aún te espero amor... Mis nalgas aprisionan tu pene que forcejea, me aprieto más contra ti y tu mirada suplica gracia. Al fin lo libero, lo cojo y muy suavemente lo beso, con los labios húmedos, solo con ellos. Beso tu glande y recorro muy despacio la distancia hasta tus tiernas delicias, que me encantan, que lamo, beso, acaricio y ya con la boca abierta subo la misma distancia y te metes en mi boca. Ya suspiras y te quejas quedamente mientras miras y me dices:-¡Para ya! -Se lo que quieres, pero espera...

Llegué al hotel antes que él, como siempre. Primero llegaba yo y lo esperaba allí. Me gustaba preparar en soledad su llegada. Cerrar un poco la persiana. Ni demasiada luz ni penumbra u oscuridad. Mirarme en el espejo que había junto a la cama y probar posturitas sensuales hasta decidirme sobre con cual lo recibiría cuando llamara suavemente a la puerta. Chuparme y morderme los labios hasta que aparecieran rojos y jugosos, ahuecarme el pelo ... Pero esa mañana cuando me llamó para confirmar la cita y la hora lo había notado nervioso, inseguro. Me dijo no se qué sobre una discusión con su mujer que lo había deprimido, un problema en el trabajo. No sabía si al final podría acudir a la cita. Sabía que era cierto, sabía que tenía mujer y jefe ... pero aún así ... Me tragué la angustia de la duda como pude. Una amante no puede más que ser comprensiva con las circunstancias adversas. ¿Para qué si no, sirve una amante? Para las exigencias y las frustraciones compartidas están las esposas o los maridos.

Me alzas en vilo, yo pataleo pero no puedo pararte, tu eres tan grande y yo tan pequeña. En mi entras suavemente pero sin soltar tu presa y siento que me invades, que me atraviesas, duro, caliente y subes, subes hasta que abro la boca por temor a que no quepas. Una muñeca parezco entre tus manos tan grandes, que me suben y me bajan y por fin grito y tus gritos persiguen los míos que se escapan juntos por la ventana abierta. Oigo un ruido, no puede ser, es temprano... - ¿Qué haces ahí plantada frente al espejo? Te vas a enfriar... ¿Estás loca? ¿Has preparado la cena? ¿Y la tele, está ya puesta?

Sonó mi móvil cuando yo esperaba que sonara la puerta...

Alia

- Lo siento mucho. Empezó él, en un tono compungido. – Creo que no podré verte hoy.... Permanecí callada aunque sabía cual tenía que haber sido mi respuesta automática. “No te preocupes cariño, lo entiendo. Ya será otra vez”. Pero no pude. Tenía un nudo en la garganta y notaba picor en los ojos. Tantas semanas aguardando este momento... Sentí una extraña pena por mí misma.

AMANTES ¡Qué tontería! Sabía perfectamente que a él le daría igual la ropa interior que llevara. Bueno, no era eso exactamente. Él sabía apreciar siempre el esmero con que me adornaba en cada encuentro. Quería decir que sabía que le

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- ¿Me oyes? Me preguntó extrañado de mi silencio. Lo siento mucho. - Lo sé. Apenas atiné a contestar. Pero esa contestación lacónica seguía sin ser lo que él esperaba. - ¿Estás bien? Su voz sonaba ahora más preocupada que compungida. - NO. Le contesté sin poder evitarlo. Sabía lo que tenía que decir, pero no pude. - ¿Qué te pasa? Ya sabes que no es culpa mía... Ahora su voz sonaba un poco suplicante. - Lo sé. Pero sencillamente no puedo decirte que no pasa nada, que no importa, que lo entiendo. No puedo. Sabía que me fallaría la voz si seguía hablando y callé. Creo que mi silencio lo preocupó más que si hubiera estallado en reproches. - Escucha... Voy a tratar de arreglarlo. Me escaparé del trabajo. Espérame.

labios y cuello. Deslicé mis manos por su pecho hasta llegar a sus pequeños pezones que acaricié con los dedos suavemente, dando suaves tirones hasta que se pusieron duros y entonces deslicé mi boca hasta ellos y los lamí, los absorbí, los mordisqueé suavemente. Mis manos luchaban con su cinturón ahora, con los botones de su pantalón que bajé sin dejar de saborearle el pecho. Toqué la suave lycra de su calzoncillo buscando algo que encontré enseguida. Un bulto grande y duro que apreté por encima de la tela ...

El tiempo se hizo interminable hasta que oí el suave golpe en la puerta y abrí tal y como estaba. Me olvidé de la postura sensual o de morderme los labios. Abrí y allí estaba esa mirada inflamable, pícara, sensual y un poco tímida. Una combinación irresistible que me hizo abrazarlo y olvidarme de todo en ese instante.

Terminó de desnudarse y ahora él era el que estaba gloriosamente desnudo y yo todavía desvestida de rojo. Me bajó el sujetador dejando mis pechos desnudos por encima de los aros y los besó con delicadeza. Gemí un poco sin poderlo evitar. De todas formas él sabía lo que yo sentía cuando me acariciaba el pecho con la boca o con las manos. Fue deslizando su boca hacia abajo y yo estuve a punto de suplicar “No, todavía no...” pero su aliento en el interior de mis muslos me cortó la respiración y las palabras no llegaron a brotar. El leve roce de su boca en mi sexo, aún por encima del fino tejido del tanga me dejó sin aliento y me hizo levantar la pelvis de forma involuntaria. Me corrió el tanga lo suficiente para acariciar con sus labios la humedad de mi vagina que acarició suavemente con la lengua con sabios movimientos largos y lentos. Me quitó el tanga por fin y me agarró el culo pero ya no necesitaba las manos. Yo era la que alzaba la pelvis para encontrarme con su lengua. Deslizó sus manos hasta mis pechos y los dejó allí. Su lengua había encontrado ya el camino ascendente hasta el mismo centro del placer y ahora la movía con movimientos más rápidos y mis gemidos se habían hecho ya incontrolables. Sentía sus labios y su lengua moviéndose entre mis piernas, pero también sus manos calientes en mis pechos. No conocía el misterio de que sus manos tuvieran tal magia para mí, que no se me acabara la excitación de notarlas allí, calentándolos, sopesándolos, acariciándolos. Por fin noté esa sensación a la altura de mi estómago que me avisa del orgasmo, esa mezcla de ansiedad porque llegue y a la vez de pena porque no dure más el placer hasta conseguirlo. Una contracción, dos, tres... la cuarta la tuve abrazando ya el principio de su pene mientras me penetraba.... cinco... seis... A cada embestida notaba

- Me estás poniendo muy burro... Me dijo separándome la cabeza de su pecho y deslizando su mano por mi tanga. Sentí su dedo separar delicadamente mis labios, lo sentí empujar un poco dentro de mí ... ¡Ufffff! Estás tan mojada ya, me dijo mirándome a los ojos. Lo miré sonriendo y agarrando ya la carne desnuda con mi mano.

Nos abrazamos fuerte y nos besamos, pegando nuestros cuerpos, como si no pudiéramos creer el milagro de poder tocarnos realmente. Me echó sobre la cama sin mediar palabra. Sabía lo que quería hacer. Siempre le gustaba hacer lo mismo, sin embargo a mí me parecía igual de excitante cada vez. No temes una rutina que deseas tan ardientemente. Desnudarme y dejarme sólo con el tanga y el sujetador mientras él permanece completamente vestido. Contemplarme así, echada y semidesnuda y a pesar de mis débiles protestas de que me dejara tocarlo o desnudarlo, hacerme llegar al orgasmo solo con la magia de su lengua. Después de eso, su mirada siempre cambiaba. El débil reflejo de timidez o inseguridad en su mirada desaparecía dando lugar a ese oscuro conocimiento que tiene un hombre cuando sabe que te ha hecho gemir de placer, ese conocimiento que da verte desmadejada y a su merced. Cuando sabe que estarás dispuesta a darle lo que te pida. Pero esta vez fue diferente porque yo quería que fuera diferente. Tenía necesidad de tocarlo, de sentirlo, de abrazarlo, quería verlo a él tan deseoso de mí como me hacía a mí estarlo de él. Dejé que me desnudara en rojo pero no le dejé tumbarme esta vez. Me puse de pie en la cama y le desabroché la camisa con prisas, casi con ansia, le pegué mi cuerpo mientras lo besaba en

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como si tocara el fondo y fuera a abrirse un hueco en mi interior.

Me hice un ovillo en la cama tapándome con la sábana, oyendo y sin querer oír la conversación que tenía de espaldas a mí.

- Me encanta follarte cuando te acabas de correr... Me dijo con voz ronca. - Te noto enorme, parece que me vayas a traspasar. Le contesté yo sin aliento. - ¿Te hago daño? Todavía no estoy del todo dentro. - No. Mentí yo por miedo a que parase. Era una mezcla de dolor y placer que me cortaba la respiración.

- No, ahora no puedo. He tenido un problema con el coche y lo he tenido que llevar al taller... Sí, estoy esperando... no puedo quedarme sin coche... No hay problema. Lo haré no te preocupes... Me abrazaba a mi misma intentando darme calor, mientras ensayaba una sonrisa cómplice para cuando me mirara. No sabía si sería su mujer o su jefe, aunque sí sabía quién prefería que fuera. Cuando por fin colgó y se volvió hacia mí, supe que había hablado con su jefe porque todavía tenía una media erección entre las piernas. Lo miré a los ojos y tuve la certeza de que a pesar de que su cuerpo aún conservaba el recuerdo del mío, su mente ya no estaba allí. Había volado a otra realidad ajena a mi cuerpo y a mí.

Me besó sin que yo se lo pidiera, sabía que me encantaba saborearme en su boca, reconocer mi olor y mi sabor en sus labios y en su lengua, arrancarle con un beso todo lo que de mí guardaba en la boca. Se separó un momento y me puso boca abajo. Me levantó el culo y quedé de espaldas a él, de rodillas y con la cabeza apoyada en mis brazos. Me agarró el culo y me penetró por detrás. Miré al espejo junto a la cama y la imagen de su cuerpo erguido y moreno embistiendo la redondez de mi culo me dejó sin aliento. Me contempló mirándolo en el espejo y me dijo con esa mirada tan conocida de amo del universo:

- ¡Qué putada! ¡Qué inoportuno! Con lo bestia que estaba... me dijo con más tristeza que frustración. El empleo del pasado me hubiera dicho lo que ya había leído en sus ojos.

- ¡Que culo tienes! - ¿Te gusta más que mis tetas? Le susurré jadeante. - Cuando estás de espaldas, sí...

Lo tumbé en la cama y él se dejó hacer con docilidad. Le cogí con delicadeza infinita esa media erección que se iba extinguiendo por momentos y la metí con suavidad en mi boca. Le lamí suavemente la punta, haciendo círculos con la lengua, lo besé con delicadeza con los labios y lo recorrí de arriba abajo con mi lengua. Relajé la garganta y lo dejé entrar en mí más profundamente. Lo notaba crecer contra mi boca más y más mientras le acariciaba los testículos con suavidad, con la yema de los dedos... Él gemía suavemente con los ojos cerrados.

Ahora si parecía que saldría por el otro lado de mi cuerpo. Se echó sobre mí y me agarró con fuerza los pechos mientras seguía empujando cada vez más fuerte. El sonido de la carne golpeando contra carne ahogaba mis gemidos cada vez mayores. Entonces sonó su teléfono móvil. Se quedó inmóvil un momento y solo dijo:

- Ven. Me dijo cuando ya estaba duro y totalmente erecto otra vez. - Quiero que te corras en mi boca. Sabes que me gusta tu sabor. - NO, quiero tenerte abrazada. Me gusta estar en tu boca, pero me gusta más estar dentro de ti. ¡Ven!

- Lo tengo que coger. No le dije nada. El mío también lo había tenido que dejar encendido. Se salió de mí tan rápido y tan bruscamente que esperé oír el mismo sonido de cuando abres el corcho de una botella. Saltó de la cama y contestó sereno.

El seguía tumbado boca arriba. Me hizo sentarme a horcajadas sobre él y cabalgarlo mientras me acariciaba los pechos con la boca.

- ¿Sí?

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- Muévete tú como quieras, como más te haga disfrutar.

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No le discutí, solo empecé a mover las caderas y le impuse mi ritmo mientras le apretaba la cabeza contra mi pecho. Cuando llegué al orgasmo me agarró por el culo y moviéndome ahora él, se corrió por fin en un apretado abrazo.

- Qué mierda que no te tengamos más tiempo. Ahora sí que me ibas a tener que pedir clemencia. Me dijo dándome un apretón en el culo. Toda la tristeza y la lejanía había desaparecido por completo de su cara.

Cuando abrió los ojos y me miró, me acordé de aquella frase latina: Post coitum, anima triste

Se metió en el coche para irse. Cuando ya nos habíamos despedido y besado, cuando ya me alejaba, me volví un momento para echarle una última mirada y en esa mirada puse todas las palabras que no había dicho nunca y quizás las que no pudiera decir jamás. Él tocó el claxon y supe que me había comprendido. Alia

Pero yo sabía que esa tristeza había arrancado mucho antes aunque la sinfonía de la carne se la hubiera hecho olvidar por un momento. - ¿Nos vamos? Necesito que me de el aire. Lo siento. ¿Nos vamos a comer a algún sitio?

Excursión mañanera

Salimos enseguida. Era como si tuviera prisa por encontrarse fuera y a la luz del sol.

Esta mañana he hecho una excursión con el colegio de mis hijos y me he acordado de vosotros. Creo que ha sido por lo mucho que he disfrutado siendo totalmente inconsecuente y mostrando una absoluta falta de toda coherencia humana.

Buscamos una plaza soleada y allí empezamos a comer, en una terraza al aire libre, sin importarnos que nos viera nadie, sentados uno frente a otro. Comenzamos a hablar de todo y de nada y de pronto me descubrí riendo y él reía conmigo. El sol que nos tapaba la sombrilla se iba filtrando poco a poco oblicuamente, haciéndonos juntarnos más y más hasta que nos vimos casi pegados, rozando nuestras piernas por debajo de la mesa y riéndonos como dos chiquillos. Había una señora mayor que no nos quitaba la vista de encima sonriendo ante nuestras risas. Cuando se incorporó para irse me dirigió una sonrisa llena de sabiduría y bondad y nos dijo:

Hemos ido a visitar la Academia de los pilotos de San Javier. Los niños, las profesoras, un par de padres, un par de madres y yo. Bueno, pues puedo asegurar que todas las mujeres del grupo, hemos sido afectadas por ese derroche de testosterona que debe ser ese sitio. Estoy convencida que se transmitía por el aire. Sin saber cómo, yo, que como hija de militar odio esa vida desde lo más profundo de mis entrañas, así como los uniformes, las marchas militares y todo lo que huela a castrense, me he visto desfilando por allí sacando pecho y haciendo posturitas con la cámara en la mano, haciéndole fotos a los aviones de la Patrulla Águila y poniendo cara de: ¡Ohhhhhh! ¿Sois pilotos de verdad? Infamante.

- ¡Qué gloria da veros tan felices! Nos miramos casi sorprendidos de vernos juntos y a la luz de una mañana brillante y sonreímos felices. Casi ni nos habíamos dado cuenta ... - Tu sabes que no es un encoñamiento lo que tengo contigo. ¿Verdad? Había una total seriedad en su voz y en su mirada. - Lo sé. - El sexo está genial, pero eres tú lo que yo quiero. - Le apreté el brazo en un mudo asentimiento. A veces las palabras sobran.

Todos esos muchachos en la flor de la edad, con esos monos puestos y esos culos prietos con braguetas gigantes ... esos andares tan viriles, los cascos en la mano y las gafas de sol puestas... ¡Señor! Yo creo que todas hemos estado esta mañana en la base con la música de Top gun en la cabeza y esperando que algún mozo parecido a Tom Cruise nos invitara a dar una vuelta... ¡En fín! Teniendo en cuenta lo mucho que le ha favorecido a Deckard tener una máquina de 250 Kgs entre las piernas... ¿Cómo poder resistirse a un artefacto semejante?

Mientras lo acompañaba a su coche había vuelto a su cara esa mirada que me encendía por dentro.

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. Todo lo adivinaba él. Sabía lo que significaba la intensidad de cada gemido, el significado de cada suspiro, incluso sabía muy bien cuando no tenía que hacer caso a mis súplicas para llevarme mucho más lejos de lo que yo estaba deseando en ese momento. Y hablaba, hablaba mucho. Le gustaba casi retransmitir cada una de las sensaciones que experimentaba y eso a mi, en cuanto conseguí superar la extrañeza o cuando me convencí de que no esperaba que yo le contestara aunque a veces se expresara con preguntas, me excitaba enormemente. Nunca empleaba un vocabulario grosero, aunque tampoco usaba ridículos eufemismos, sencillamente tenía el don de expresarse de una forma apasionada y natural. Algunas veces casi poética.

Y yo me pregunto. ¿Estarán las mujeres también más sexys manejando alguna maquinaria? Yo personalmente creo que la lavadora y la secadora me favorecen. Alguna vez he sido atacada cuando estaba llenándolas de ropa, sin embargo el microondas y el frigorífico no parecen despertar ningún instinto lujurioso en nadie. Claro que tampoco lo despiertan los que manejan la hormigonera... ¡En fín! Tiene que ser cosa de la primavera. Eso espero. Alia

Tus pezones son increíbles. Me lo dicen todo. Cuando los acaricio pasando la lengua por alrededor y se recogen, se agrandan, se ponen duros. Me dicen que los mordisquee un poco, me dicen que los absorba, me dicen todo lo que quieren y ¿Sabes? Es justo lo que más me gusta ...

************ Palabras

Y yo me alegraba infinitamente de que mis pezones supieran hablar por mí y que hablaran tan bien. Y los tocaba para comprobar que sí, que justamente así era como estaban y entonces él paraba de hablar y me acariciaba a la vez con los labios mis dedos exploradores y el pezón. Y yo le tocaba la lengua con los dedos a la vez que me acariciaba en un intento de descubrir yo también ese lenguaje íntimo que él tan bien sabía interpretar. Hacía resbalar mi dedo por fín hacia el otro pecho y era yo, imitando a su lengua con mis dedos la que hacía que me siguiese su boca al otro pecho. Daba vueltas alrededor y él me seguía, pellizcaba un poco el pezón y ya estaban allí sus dientes acariciando y su boca succionando mi pezón y mi dedo. Era como si me hiciera a mi compartir también sus sensaciones y no solo las mías.

Siempre que me han preguntando: ¿Te gusta que te hablen cuando follas? Yo siempre digo lo mismo: Depende qué y en que momento... A mí el que me digan cosas como: ¿Te gusta zorra? ¿Esto es lo que quieres, putita? Y cosas por el estilo, me dejan más fría que el hielo. Sin embargo, por lo frecuente que resulta leer estas cosas en relatos eróticos o verlas en películas porno, imagino que habrá a quién le ponen. A mí no, desde luego y no hablo por experiencia. Jamás me han dicho nada parecido ni siquiera amantes ocasionales que no conocían mis gustos. Por lo tanto llego a la conclusión que no debe ser tan frecuente como nos lo hacen creer o quizás sea que a mí ya se me note que no me van ese tipo de cosas y que los hombres al fin y al cabo son más perceptivos de lo que pudiera parecer... Sin embargo si hay cosas que me gusta que me digan y esto me hace recordar al amante que tuve que más hablaba y el que me hizo aficionarme a escuchar ...

Rozar la entrada a ti como ahora, tan húmeda pero aún cerrada, es como una promesa. Se entra sin llamar, solo tienes que esperar a que se vaya abriendo la puerta. ¿Ves? Ya se va abriendo, sólo con el roce de mi carne en la entrada. No, no suspires, que yo entiendo mejor a tu cuerpo que tú misma. Tú eres demasiado impaciente. Y ya que no podía hacerle entrar como estaba deseando, iba yo misma a comprobar y lo tocaba a él, duro y caliente y me tocaba yo, caliente y húmeda, tan húmeda ... y lo apartaba a él un poco, no podía creer que todavía no estuviera abierta para él y entraba mi dedo sin ningún esfuerzo, deslizándose y entonces entraba él conmigo, solo la punta y yo sabía en ese

Era un amante maravilloso. Uno de los mejores amantes que he tenido jamás. De esos que se quedan en la memoria no importa el tiempo que pase. Desinhibido, apasionado y con una sensibilidad enorme a las respuestas de mi cuerpo. Jamás le tuve que decir lo que me gustaba o no me gustaba.

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momento y antes de que lo dijera, qué era justamente lo que estaba sintiendo.

- Y después de que terminó la mamada ... ¿Te despertaste o seguiste soñando? - Tías, que es la pura verdad ¿Por quién me tomáis? Dijo el tío poniendo cara de dignidad ofendida.

Tan caliente, tan jugoso, tan suave. Tan apretado y a la vez tan acogedor... Lo cogía con mi mano, solo para sentir como se iba deslizando dentro de mí, centímetro a centímetro hasta que mi mano quedaba ya abrazando sus duros testículos pegados a mi cuerpo y yo a veces me adelantaba y lo decía yo, para que supiera que yo también sabía lo que estaba sintiendo.

Yo preferí pensar que era una pregunta retórica, así que no contesté, pero lo hizo mi primo, que a veces resulta tan ingenuo que da pena. - Oye, que esas cosas pasan mucho. Dijo muy convencido. A mí no es la primera vez que me lo cuentan colegas que les ha pasado. - ¿Ah sí? ¿Te ha pasado a ti por un casual? Preguntamos nosotras. - No, a mí no. Que tengo una mala suerte... Dijo el pobre infeliz con toda el alma. - Pero bueno, vamos a ver ¿A ti te parece normal que una tía te haga una mamada en plan hobby? Sin conocerte de nada y en un servicio público de una discoteca. - No, si a mí normal no me parece. ¡Ojalá me pareciera! Pero me lo han contado tantas veces... Insistía mi primo que al parecer no quería perder la esperanza de que algún día le tocara a él ... - Vamos a ver. Juzga por ti mismo. Imagina que estás en una discoteca y ves una tía que te gusta. ¿Te imaginas a ti mismo arrastrándola al servicio sin mediar palabra para hacerle una limpieza de bajos? Dijo mi hermana implacable... - Y además en una discoteca y después de bailar... Todo resudadito... Dije yo con sonrisa maligna. - En su jugo diría yo. Contestó mi hermana. Riéndose ya abiertamente. - Pues a mí me ha pasado. Insistía el amigo careándose por nuestra incredulidad. Porque vosotras no os guste ... - Oye guapo. Contesté yo picada. Yo no digo que no me guste, ni que no fuera capaz de hacer una mamada en un servicio público, pero desde luego en otro contexto. Pero así, como ver un tío y sin mediar palabra, arrastrarlo al primer servicio y atacarle la bragueta... Solo me lo creo en una peli porno... - A ver si va a ser eso... ¿No estarías viendo una peli? Dijo mi hermana. - Oye, yo no digo que pase todos los días, pero pasar, pasa... Decía el otro erre que erre... ¿Por qué no va a haber tías que les guste eso? - No, si hay gente para tó... Alguna habrá que le guste, eso no lo dudo. Hay hasta algunos que les gusta que les peguen... No te digo más... Lo que no

- “Es como envainar una espada. Simplemente encaja.” Creo que fue por él por lo que empecé a tener fantasías sexuales en las que yo era un hombre. La magia de las palabras. Alia ***********

Leyendas sexuales urbanas A propósito de lo que nos ha contado el querido Roderick de su amigo el de las bananas sin pelar. Me he acordado de todas esas “Leyendas urbanas de sexo” que corren de boca en boca ( Tómese casi literalmente la expresión) pero que casi siempre le pasan a otros... Una de las más frecuentes resulta ser aquella del hombre o muchacho que se encuentra en un sitio más o menos público, puede ser discoteca o pub, que en las dos versiones lo he oído y una bella desconocida lo atrae al servicio más próximo para hacerle una viciosa y espectacular mamada (fellatio para los bien hablados), después de la cual, la desconocida desaparece sin dejar rastro. Esta historia me la han contado varias veces, siempre hombres que decían les había pasado a un íntimo amigo suyo. La última vez sin embargo, fue algo diferente porque el que lo contaba hablaba en primera persona. Estábamos mi hermana, una amiga, mi primo, el amigo de mi primo que era el que lo contaba y yo. El caso es que nosotras estábamos escuchando la historia intentando por todos los medios poner cara de poker, mientras nos dábamos pellizcos por lo bajini y conteníamos la risa. Por fin mi hermana dijo lo que estaba en la mente de todas:

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me creo es que lo contéis como una cosa que lo raro es que no te pase... Dije yo. - ¡Ya lo tengo!. Ya tengo la solución al enigma. Dijo mi hermana.

- ¿Y tú pudiste después de que vomitara? ¡Ya te vale, ya! Dijo mi hermana - Bueno... en realidad entre lo borracho que iba y la vomitona se me quitaron las ganas... - ¡JO! ¿Y me quieres decir en que se parece la historia a lo que has contado al principio? Dije yo muerta de risa. - Bueno... la intención es lo que cuenta ¿No? ... Intención había...

Yo que conozco a mi hermana esperé a que diera la solución con una sonrisa anticipada. - Veréis. ¡Es siempre la misma! Al igual que en cada discoteca hay un diskjockey, o uno que guarda la puerta, hay también una que se dedica a hacerles mamadas a los tíos en los servicios. La cosa es tener la suerte de que te toque...

Alia

Aquí hasta mi primo soltó la risa y ante nuestra carcajada general, el amigo estaba ya que trinaba... - Me jode mucho que no me creáis. Sobre todo tú Antonio. Decía mirando a mi primo. - No, si a mi me encantaría creerte. Te lo juro... - A ver... Dijo mi hermana compadeciéndose del amigo. Aquí falta algo que no nos has contado. Cuéntanos TODA la historia. Tiene que haber algo más... - Bueno... el caso es que ... desconocida total no era... Dijo dubitativo... - ¡Ahhhhhh! Dijimos todas a coro... – Sigue, sigue... - El caso es que la había invitado a beber... - ¿Cuántas copas? Preguntó mi primo. - Unas cuantas... Dijo el otro lacónico. Al parecer la elocuencia le había desaparecido de pronto. - Ya... ¿Y a que fuisteis al servicio? Contestó mi primo con cara de escepticismo. - Bueno... estaba ... algo mareada... Soltó al fin el otro como quien se arranca una muela. - ¡Acabáramos! Dijo mi primo. Te pasaste la noche invitándola a copas... y estaba como una cuba... - ¿Y pudo hacerlo en ese estado? Preguntó mi hermana escéptica. - Bueno... después de vomitar pudo... Es que al arrodillarse se mareó aún más... - Es la historia más penosa que me han contado en mi vida. Dijo mi primo con cara compungida. Y vosotras sois unas brujas que me acabáis de tirar por tierra uno de mis sueños incumplidos.

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Justo delante de mí una pareja de turistas españoles de mediana edad. De él sólo alcanzo a ver su calva sonrosada, enmarcada por una franja de cabellos grises encima de una nuca gruesa y tostada por el sol. De ella, su perfil de mujer sumisa y su permanente recién hecha.

Viajes

La voz del hombre se impone a la voz que explica, a la luna, al Sena… Veo su nuca enrojeciendo por momentos mientras protesta airadamente de que no

ESTAMPAS DE PARÍS

se hagan los comentarios del tour en español.

EL SENA

De nada sirve que le diga que todos los comentarios están escritos en el

El Sena es verde y silencioso, no tiene brisa ni huele pero sus puentes me

folleto que lleva escrito en español, que le traduzca algo de lo que dice la

parecen coronas a la luz del atardecer.

guía para que se calle. Él sólo está concentrado en su agravio al “español”, no puede ver ni oír otra cosa.

En la Playa de París recién inaugurada no hay arena y las sombrillas están

Me lo imagino en su casa cómodo y descansado, escuchando la televisión en

cerradas.

un perfecto español. Viajar es caro y fatigoso. ¿Por qué viaja?

Pasa una pareja perfecta paseando por su orilla. Alguien a quién seguro han

La mujer ha sacado un muñequito de goma del bolso y lo aprieta con los

gritado alguna vez por el color de su piel grita: “Maricones”. Ellos sonríen y

dedos estrujándolo con cara impasible mientras su marido sigue incansable

se sueltan las manos.

con su perorata. Nuestras miradas se cruzan y leo en sus ojos que el muñequito es la cabeza del marido. Sonrío y ella me devuelve una sonrisa

Paseo nocturno

llena de complicidad.

La noche es preciosa, la luna llena colgada del cielo de París, la brisa es

LE SACRÈ COEUR

fresca y agradable. El bateau se desliza con suavidad, sin embargo a mí me parece que va demasiado rápido. No da tiempo a contemplar cada maravilla

Es aquello que se eleva grandioso sobre una marea de bermudas, mochilas y

que aparece a una y otra orilla.

riñoneras. Sentarse en los escalones es gratis. ¡Menos mal!

Una voz va explicando a toda velocidad en inglés y francés datos sin

Mientras subo la interminable pendiente con el sol cayendo a plomo sobre mi

importancia sobre lo que vemos aparecer. ¿Qué importa la fecha o quién lo

cabeza pienso que las vistas desde allí tienen que ser preciosas y el

construyó? La magia y la belleza no se puede contar ni explicar.

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pensamiento de lo bueno que este ejercicio es para las nalgas me consuela:

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Se está muy fresquito dentro. Mientras contemplo las maravillosas vidrieras y

Un pequeño monumento para cada abismo del horror. No hay nombres. No

oigo a unas monjas cantar angélicamente en el altar, un pensamiento impío

habría suficiente mármol ni piedra que pueda contenerlos a todos. Sólo los

ronda mi cabeza:

nombres por siempre malditos:

“Si esto fuera una mezquita me podría quitar los zapatos…” ¡Qué dolor de

“Auschwitz, Sorvivor, Treblinka…”

pies!

El monumento de los que murieron ayer, de los que morirán mañana en otra parte del mundo, quizás a manos de algún superviviente de este horror,

EL METRO

todavía no se ha construido.

Pienso muy seriamente que nadie con un acordeón puede pasar hambre en

TRATTORIA EN PARÍS

París mientras exista el Metro. EL CEMENTERIO DE PÈRE LACHAISE

Noche fresca, luna llena. Cena en la terraza de un pequeño restaurante italiano. Hay música en el aire que huele a especias.

La tumba de Oscar Wilde es un santuario pagano. Un ser alado que no

Frente a mi mesa se sienta una extraña pareja. Èl un hombre moreno

parece un ángel la guarda.

aceitunado vestido de negro. Su camisa medio abierta deja entrever una

Besos rojos, rosas, anaranjados, frescos y desvaídos. Flores secas, mensajes

gruesa cadena de oro. Sus dedos llenos de pesados anillos se mueven

en trozos de papel y billetes de metro, fotografías, pedrecitas, una colilla de

nerviosos.

un canuto con los labios marcados, palabras en todos los idiomas… Me acuerdo de Lorca que no tiene tumba y escribo un mensaje de amor para

Ella, una anciana reseca vestida de negro de pies a cabeza. Lleva un moño

los dos. Lo firmo con mis labios y me alejo triste.

tan apretado en la nuca que parece achinarle los ojos que son como aceitunas negras.

Un barrio residencial tranquilo. Cruces, estrellas de seis puntas y símbolos exóticos conviven en perfecta armonía. Princesas rusas, artistas,

El hombre no me quita los ojos de encima mientras la mama me observa con

revolucionarios, padres de la patria y mártires.

mirada aviesa.

“Mamá, no te olvidamos”… “Pequeño Claude, luz de mi vida”…. Una foto luminoso me atrae a una tumba reciente. Una mujer jóven y

Enciendo un cigarrillo y los miro con descaro sonriendo. La madre agarra al

hermosa con un niño en los brazos, un perrito pequeño los mira.

hijo posesivamente del brazo, su mano parece una garra. Miro las manos del

Leo: “ Mi Dominique, el pequeño Pierre y nuestro perrito Claus. Aquí

hombre y compruebo que ninguno de sus anillos es una alianza.

reposan.” Siento un nudo en la garganta y me alejo rápido avergonzada. Me siento

La anciana se levanta con decisión y se lo lleva casi arrastrando. Los veo

como una intrusa en el dolor ajeno.

alejarse mientras el hombre va volviendo la cabeza.

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FRANCESES Los franceses me parecen guapos, mucho más que las francesas. Claro que

Los perros que pasean por los Campos Elíseos no olfatean ni se acercan a los

reconozco que es una opinión muy discutible.

impecables árboles. Acompañan a sus dueños con la gracia y el donaire de

Hoy me he equivocado en la salida del metro siguiendo una espléndida

un caballo andaluz.

espalda, una nuca y un perfil de refilón. Una familia de algún país bañado en petróleo pasea. El padre lleva de la En el metro he encontrado también un hombre con la cara de Asterix. He

mano a una niña que parece una princesita vestida de Armani. La mujer,

buscado inconscientemente una silueta gorda a su lado. No estaba Obelix,

cubierta con un manto negro camina detrás con pasos cansinos. La niña trota

iba solo. Luego ha preguntado por una parada de metro con acento

feliz ajena al destino que la sigue.

manchego. Así es París. RESTAURANTE FRANCES Los franceses plantan cuatro mesas del tamaño de chinchetas en un palmo de acera y lo llaman “La Terraza”. Pero luego te ponen una chocolatina en el

Restaurante elegante, fotografías de famosos en las paredes, camarero nov y

platito del café, junto al azúcar y miras a cualquier parte y te olvidas del

maître con pinta de duque en el exilio. Exactamente como lo imaginaba. No

tamaño de la mesa.

he reservado mesa y el maître me mira como si hubiese cometido un pecado mortal pero me da mesa.

No compro lo que me ofrecen ni me dejo hacer un retrato, pero les regalo una sonrisa y siempre me la devuelven.

Menú en francés solamente. No tengo ni idea de lo que significan la mayor parte de los larguísimos nombres de los platos. Me arriesgo y pido uno de

EN LOS CAMPOS ELISEOS

nombre interminable.

Salen dos mujeres árabes de un hotel de lujo. El chofer uniformado les abre

Le pido que me aconseje un vino. Pregunta sólo: “ ¿Color?” Digo: Rojo.

la puerta de la limusina. Apenas se les pueden ver los ojos entre el negro

Sus cejas se arquean en un ángulo imposible y me pregunto la causa.

ropaje que llevan.

Cuando veo los cubiertos de pescado tengo que aguantar la risa. He pedido

Me recuerdan a dos polillas que fueran a comprarse brillantes alas de

pescado sin saberlo. Me trae un vino abierto y no lo sirve. Luego me

mariposa para ser clavadas en la pared.

pregunta: “¿Está bien el vino?”

Cuanto más cara es la tienda menos ropa hay en ella. Las dependientas son

El momento de la venganza ha llegado. Le digo con mi mejor cara de asco

etéreas, creo que las veré flotar de un momento a otro. No me extraña que

refinado: “Bastante mediocre” . Lo que además es cierto. Pienso que sus

hablen tan bajo. ¿Cuándo sería la última vez que hicieron una buena comida?

cejas saldrán disparadas al infinito. “¿Mediocre?” Repite sin terminar de creer

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lo que oye. Empecé en Jerez de la Frontera que era donde tenía el hotel. Por cierto un Nos ponemos a discutir en una mezcla de español, inglés y francés sobre

hotel estupendo que fue la primera sorpresa, que con esto de los bancoteles

vinos franceses y españoles. Al final me guiña un ojo y me dice que la

y las ofertas una ya no se puede fiar de nada. Aunque también hay que decir

próxima vez me servirá Burdeos.

que gracias a los benditos bancoteles, la chusmilla de clase media como una servidora, por ejemplo, puede acceder a lugares que ciertamente no le

El pescado está delicioso y el postre es un alimento para dioses. Me reconcilio

corresponden. La prueba fehaciente de lo que digo la obtuve el primer día

con el camarero y con París.

cuando me percaté que el hotel solo regalaba copias del ABC y del Mundo... de El País ni rastro... Reclamación que después de algunas dudas dejé por

En la mesa junto a mí, cena un anciano de porte distinguido con su perro. El

escrito en el Buzón de Sugerencias... La “rojaza” que hay en mí venció

perro es pequeñito y no parece distinguido, tiene pinta de chucho, pero sus

finalmente a la “advenediza” latente. Al hotel no le faltaba detalle, que hasta

modales son impecables. Sentado en su silla permanece atento a todos los

piscina climatizada con jacuzzi tenía. Doy fé de ello que me masajeé el

movimientos de su amo que lo besa y le habla con cariño. Espero ver al perro

cuerpo entero con los chorritos. Me hubiera gustado, eso sí, que el jacuzzi

de un momento a otro coger cuchillo y tenedor, pero parece que ha cenado

hubiera estado un poquito más íntimo pero eso no fue obstáculo para que lo

ya. Tengo la seguridad que a él le hubieran servido Burdeos a la primera

disfrutara al máximo. Sí, es verdad que quedaba un poco raro verme en

porque me mira con cara de diversión.

ciertas posturas, pero es lo que yo digo, si una quiere que el chorrillo le

Cuando termina de cenar el anciano, el perro baja de la silla serenamente. Le

masajee los abductores no le queda más remedio que olvidarse de posibles

digo al anciano con una sonrisa señalando al perro: “Es todo un caballero” Me

espectadores y ponerse piernas arriba y cabeza abajo.

sonríe y contesta: “She is a lady”. Jerez huele a flores y a vino. Tiene encanto y empaque de ciudad de señorío. No había demasiados turistas, la Semana Santa había acabado ya. Algunos FIN

alemanes e ingleses, algún grupo de jubilados, algunos americanos y poco más. Así que nos sentimos afortunados ese primer día en que llegamos casi a

Alia

la hora de comer buscando el famoso “Juanito” que nos habían recomendado por sus tapas. Siguiendo las estupendas indicaciones del personal del hotel llegamos a la primera. El sitio me encantó. Una callecita empedrada con

Paseo por Cádiz

mesas en la puerta. Hacía un día precioso de sol primaveral y en esa callecita

Maravillosa provincia, no solo ciudad, a la que prometo ir de nuevo con más

¿Estaría tan cerca? Entramos en el Juanito que posee un patio interior

entoldada de “Fino La Ina” corría una brisa que me hizo recordar el mar cubierto que en ese momento estaba totalmente atestado de gente y en el

tiempo en cuanto pueda. Tanto que ofrecer y tan pocos días para disfrutar...

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que hacía bastante calor. Fuera sin embargo, había varias mesas vacías, pero

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no las que estaban justo frente a la puerta. Preguntamos a uno de los

y todo lo demás son las mismas de Juanito.

atareados camareros que en ese momento salía del local.

- ¿Es el mismo jefe? - Sí, y la misma sociedad limitada: Artichoke, S.L. Dijo el pobre con una

- ¿Todas las mesas son de Juanito? La calle estaba llena de mesas y se veían

paciencia infinita.

otros dos locales más, uno enfrente y otro justo al lado. - Todas las de las sillas verdes. Os podéis sentar en cualquiera.

Mi acompañante me miró suplicante. Leí en su mirada el ruego... “Por Dios, no le pidas la escritura de la sociedad”...

Elegimos una mesa y nos pusimos a observar lo que nos rodeaba. Nos fijamos que la mesa en la que estábamos, a pesar de disponer de unas sillas

- Está bien. Concedí yo al fin. Pidamos.

verdes y de los mismos manteles de las de Juanito, estaba justo enfrente de otro local llamado “Las almenas de Juanito”... Justo frente a nosotros estaba

Pedimos y la verdad que todo lo que nos recomendaron estaba delicioso y

el otro local de las sillas rojas. Exactamente iguales pero rojas, el local no

además el camarero era un jerezano gracioso y guapo de lo más profesional.

tenía nombre, solo el del toldo que compartían. Mientras degustábamos las famosas alcachofas tapa estrella “Primer premio - Debe de ser el mismo Juanito ¿No? Pregunté yo algo amoscada. La verdad

nacional gastronómico de tapas” según el camarero repetía sin cesar. Nos

es que no me hacía mucha gracia llegar y que me dieran gato por liebre. A

dedicamos a mirar a nuestro alrededor. Las mesas se iban ocupando poco a

mí me habían recomendado el “Juanito” y no me iba a conformar con un

poco y al parecer todo el personal venía buscando las delicias de Juanito,

primo tocayo por muchas almenas que tuviera.

porque podíamos ver como todos seguían el mismo proceso que nosotros.

- Mujer... Los camareros van igual y las sillas y mesas son idénticas... Me

Primero miraban encantados el letrero de “Juanito”, entraban al local, salían

dijo mi acompañante que me conoce y procura evitar todo motivo de

y miraban alrededor, cuchicheaban entre sí y casi podía oír la misma

conflicto cuando va conmigo.

pregunta que nos habíamos hecho nosotros... ¿Serán todas estas mesas de

- Hummm... Dije yo con un mohín de escepticismo. - ¿Tu te acuerdas de la

Juanito? Esos locales parecen otros... Pero las sillas son iguales...

ginebra “Lirios” y de las zapatillas “Adedas”? ¿Y que me dices del helado “Hacen-dado”? No, yo me voy a asegurar...

Yo los miraba con gesto resabiado... esperando la pregunta al camarero, pero al parecer la gente es más reacia a preguntar que yo, sobre todo los

Así que en cuanto el camarero se acercó a nuestra mesa se lo pregunté:

extranjeros, porque terminaban sentándose con inquieto culo en una de las

- Oye, no es nada personal, pero ... ¿Este es el verdadero y auténtico

sillas verdes, sin dejar de mirar alrededor con cara de sospecha... Los del

Juanito? ¿O es algún pariente suyo?

otro local, el de las sillas rojas, miraban a estos clientes despistados con cara

- Este es el mismo Juanito. Me dijo muy convencido.

de poker... Asi nos dimos cuenta el porqué no tenía nombre el local. Sin duda

- Pero... Ahí pone “Las almenas de ...”

era un lugar parasitario del famoso Juanito. Captaban a los guiris despistados

- Sí, porque se amplió, pero la comida, los menús, los camareros, las mesas

que no se fijaban en el color de las sillas y no preguntaban. En cuanto se

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sentaban les ponían una tapa de aceitunas delante, antes de que se dieran

Todos, jóvenes y maduros olían a after-shave caro o carísimo...

cuenta del error. Así vimos caer a varios pardillos, todos extranjeros, reconozco que para nuestro alborozo... que hay que ver como me pude

Reconozco que al principio mi acompañante me llamaba exagerada, pero

divertir viendo sus caras de desconcierto cuando se daban cuenta de su error

aseguro que al tercer día de verlos y olerlos terminó dándome la razón ...

y ya se habían zampado las aceitunas del “falso Juanito”... - Pues si que ... ¡Joer! No ... si los señoritos jerezanos siempre han tenido Comimos de maravilla y además sorprendentemente barato para un sitio tan

fama ...

conocido y seguimos camino por esas calles de empedrado destrozatacones pero con tanto encanto. Perdernos por las calles para aparecer en hermosas

Una cosa si que me llamó la atención mucho, no solo de Jerez sino de Cádiz y

plazas inesperadas y luminosas. Sentarnos en una terraza bebiendo

de todos los sitios donde estuvimos en este viaje. La poca o casi nula

manzanillas y vino fino y Jerez dulce (Que me repatea llamarlo Sherry ¡Qué

presencia de extranjeros en trabajos que en mi tierra hacen ellos ya casi

le voy a hacer!) y ver pasar a la gente sin prisa, algo mareados ya de tanto

exclusivamente, como por ejemplo la hostelería. Todos los camareros, en

degustar los néctares de Jerez... ¡Qué delicia!

sitios caros y baratos, eran andaluces. No vimos sudamericanos o ucranianos atendiendo mesas en restaurantes y bares y eso en verdad me sorprendió

Jerez tiene mucho que ver y disfrutar aparte de la comida, bebida y el

por el contraste con lo que cada vez es más frecuente en casi todas partes.

encanto y simpatía de la gente, pero no voy a contar lo que vi allí porque

Por cierto y hablando de camareros... Un diez por la gracia, la amabilidad y la

para eso está cualquier guía de viajes. Solo comentaré alguna cosa que me

profesionalidad de casi todos ellos... Una verdadera delicia comer y beber en

llamó la atención especialmente o alguna anécdota ... Por ejemplo ... una de

Andalucía.

las especies que creía casi extinguida por completo, vive y se desarrolla en Jerez, como el Águila real, el Halcón peregrino o el Oso pardo... ¿Lo

Al día siguiente nos fuimos a Cádiz. No conocía la ciudad que me entusiasmó

adivinan? Pues sí... “El señorito andaluz” ¡Como lo oyen! Una especie de

y me sorprendió enormemente. No sé lo que esperaba. Sí sé que había

simbiosis entre Bertín Osborne y Mario Conde. Una especie de macho joven

estado en Granada, Sevilla y Córdoba, así que conocía la belleza que pueden

con cabello engominado, ricillos en el cogote, pantalón de marca, camisa a

tener las ciudades andaluzas, quizás por eso no estaba preparada para ese

rayas perfectamente planchada y ¡Por supuesto! El sempiterno suéter echado

resplandor blanco de Cádiz, con ese mar por todas partes... Azul y blanco...

como al descuido por la espalda y anudado al pecho... ¡Dios mío! Yo creía

Ese olor, esa luz, ese aroma a mar mezclado con árboles en floración. ¿Cómo

que todos esos especimenes se encontraban protegidos en la reserva de la

se llaman esos árboles de flores lilas que hay en todas las plazas? Las plazas

calle Génova gritando “Pujol enano, habla castellano” pero no... al parecer

son grandes y preciosas, tienen árboles en flor y bancos sombreados donde

hay otra reserva en Jerez de la Frontera. Como variación de la misma especie

reposar los pies cansados... Cruce de culturas. Tierra de marinos, soñadores

pero en modalidad madura, encontré la variante de chaqueta de punto tipo

y aventureros. Tierra de cantantes y poetas... Fenicios, cartagineses,

blazer bien abrochadita y con camisa y corbata a juego en lugar de la

romanos ... Todos enamorados de ese pedazo de tierra rodeada de azul. El

modalidad de suéter-toquilla. Una cosa hay que reconocerles sin embargo...

mar le da otra dimensión a la ciudad, forma parte de ella, se huele, se siente,

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se vive ... Cádiz... ¡Qué maravilla!

de folklorica famosa y playas de arena fina. San Lucar de Barrameda bulle de vida y color, con fama de ser uno de los lugares más pobres de España y sin

En una de esas amplias plazas floridas comí el sabroso pescaíto frito y las

embargo qué alegría en las calles, que tertulias en las plazas. Allí, tomando

famosas y deliciosas tortillitas de camarones... Casi me pongo enferma de

un aperitivo en uno de los bares con mesas de formica en la puerta que no se

tanto comer, porque reconozco que no llegué a calibrar bien en todo el viaje

puede llamar “terraza”, y sillas desvencijadas encontré el auténtico doble de

la diferencia entre las “tapas” y las “medias raciones”... Lo mismo pedía

“Jaime de Mora y Aragón”. El mismo porte, el mismo bigote y barba y hasta

varias cosas y me quedaba con hambre que de pronto me ponían una media

la misma voz. No paró de hablar de todo lo humano y lo divino frente a un

ración con la que podía comer un regimiento... Recuerdo que lo único que me

finito que bebía a pequeños sorbos, sin prisas. En San Lucar de Barrameda

amargó un rato esa comida en la plaza fue un concierto de tangos tocados

me pegaron el único “clavado” de todo el viaje, claro que la culpa fue mía. Ya

con arcordeón casi al lado de mi oreja... Desde que los músicos callejeros

debería yo saber que hay que huir siempre de las “Zonas de restaurantes”,

han descubierto los sintetizadores y la tecnología, es una auténtica tortura

especialmente si están frente a la playa. Aquí la aglomeración de

comer a veces al aire libre... El buen hombre no se cansaba, dale que te pego

restaurantes en lugar de actuar como sana competencia se convierte en una

al tango. Bendito silencio que tan poco valoramos hasta que lo perdemos. Al

especie de oligopolio, donde todos se ponen de acuerdo en asaltar al turista.

final, viendo que no nos íbamos a librar de la música ratonera a todo

Tradición de bandoleros también hay en Andalucía, esto no es bueno

volumen tomé la única determinación posible. Me acerqué a él con una

olvidarlo. Una sopa de marisco con tres almejas tristes como tres barquitas

sonrisa falsa en los labios y un billete de 10€ en la mano. El hombre me miró

en alta mar y una gamba muerta en su más tierna infancia, seguida por una

con una sonrisa de oreja a oreja que desapareció cuando le dije con el tono

fritura de pescado en una fuente hecha sin duda para mayores alardes de

más suave que pude encontrar...

generosidad, que los escasos pescaditos que allí habían fueron engullidos sin llegar a quererse siquiera, que como bien dicen, el roce hace el cariño... Y

- ¿Le importaría por favor, irse a tocar a la otra punta de la plaza? No es que

por todo ésto, un chusco de pan duro metido en una bolsa de celofán y

no me guste el tango que me encanta... pero verá... tengo un dolor de

media botella de fino casi tuvimos que sacar la tarjeta oro... ¡En fin...!

cabeza... A pesar de los pesares, lo único que en realidad me apenó al dejar San Lucar Por la cara que puso, estoy segura que no le hizo mucha gracia mi

fue el no llegar a conocer “El Museo del Mar” ni a su dueño. La primera

propuesta, eso que le dieran dinero porque callara no debe de ser el sueño

noticia que tuve de éste museo fue mirando el pueblo desde arriba. Allí, entre

de ningún músico, pero ¡Qué puñetas! Una tiene derecho a intentar

los abigarrados tejados y paredes blancas, destacada como un grano

conservar su paz mental a cualquier precio... El caso es que agarró el billete

gigantesco en la cara de Nicole Kidman lo que parecía ser una especie de

y se fue con la música a otra parte, literalmente. Eso sí, no me dio las gracias

barco-chatarrería. ¿Un barco en dique seco? Me fijé bien. Encima de una

el puñetero...

casa, habían convertido una terraza en una copia de un barco, lleno de redes y objetos diversos. No había un solo espacio desocupado, redes, timones,

Chipiona, ciudad pequeñita y coqueta con un paseo marítimo de lujo, avenida

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caracolas y sobre todo carteles, tan grandes que los podía leer desde arriba a

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la distancia a la que me encontraba:

verdes y húmedas que le parece, a una mujer de secano como yo, haber sido transportada de pronto al norte de España. Y es que Cádiz, aparte del

- S.O.S. ME QUIEREN ECHAR- QUIEREN TIRAR MI MUNDO Y MI VIDA—MI

maravilloso mar y los pueblos de secano tiene una de los espacios naturales

MUSEO Y MI ALMA-

y verdes más hermosos que he tenido la suerte de contemplar. La Sierra de Grazalema me cogió por sorpresa, no esperaba ese esplendor de bosque

Adiviné una historia y un personaje. No sé porqué siento esa atracción

verde, con esa atmósfera filtrada por la humedad que se respira en el aire y

irresistible hacia las personas excéntricas, tienen para mí una magia especial.

que casi parece que puedas tocar. Y es que ya el nombre tiene duende y

Tenía que ver el museo, tenía que escuchar la historia de ese hombre que

misterio .... Grazalema... ¡Qué preciosidad de nombre! Puedes imaginar

había convertido su casa en un barco-museo enclavado en medio de un

perfectamente que te hablen del “Misterio de Grazalema” o el “Tesoro de

pueblo y al que ahora querían echar... Me dirigí hacia allí decidida. Fue un

Grazalema”... Sólo escuchar estas sílabas mágicas y ya puedes imaginar mil

poco difícil encontrar la entrada entre las intrincado y laberíntico entramado

historias maravillosas ...

de calles estrechas tan propio de los pueblos andaluces, pero llegué. Miré la

Yo, que en cuestión de fauna y vegetación poseo una de las más extensas

fachada de la casa. Pintada de azul, con dibujos pintados con torpeza y

ignorancias que puede tener ser humano y que no distingo más que los

anuncios de venta de objetos de la mar: Caracolas, mandíbulas de tiburones,

árboles que han poblado mi infancia, me sorprendí de ver todos los árboles

redes, restos de barcos... Toda una vida coleccionando cosas... 1 € para

con la corteza pelada casi hasta la altura de las ramas. Mi comentario

ayudar a mantenerlo.

espontáneo fue:

ABIERTO- LOS NIÑOS NO PUEDEN ENTRAR SOLOS, SÍ ACOMPAÑADOS.

- ¡Qué barbaridad! Pues si que los conejos son aquí salvajes... ¿Has visto como tienen los árboles de pelados?

Y un último y lacónico mensaje escrito con pintura blanca sobre azul: SI TE

- Mujer... esos son alcornocales y les quitan la corteza para sacar el corcho...

ENTERAS QUE MI BARCO HA SIDO HUNDIDO: DI QUE HE MUERTO. - Ya decía yo... Dije yo, que en lugar de sonrojarme como hubiera tenido que La puerta estaba cerrada y llamé varias veces, pero nadie contestó. Quizás

hacer, me partía de risa de la burrada que había pensado y soltado. Y es que

fue porque eran las cuatro de la tarde, hora de la siesta... Me fui de allí

me imaginaba a una especie de monos trepadores con cabezas de conejo

compungida por no poder hablar con Garrido y conocer su historia, quizás le

devorando árboles, eso sí, con una simetría perfecta...

invente una algún día ... Así, por una carretera serpenteante que bordeaba la sierra llegamos al fin al Casi siempre que pienso en Andalucía viene a mi mente casi

pueblecito que posee tan maravilloso nombre. Visto desde arriba, desde la

instantáneamente casitas blancas en campos secos donde se expanden

carretera crees estar viendo un pueblo encantado, casi te parece increíble

centenarios olivos. Sin embargo que corta se queda esta descripción típica.

que en ese pueblo blanco que parece imaginado y creado por un artista

Andalucía está también hecha de ríos caudalosos, fértiles valles y sierras tan

pueda vivir gente de verdad. Cuando por fin entramos en el pueblo,

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conteniendo casi el aliento para que la sensación de ensoñación no se

esos comentarios que el que no me conoce celebra como el mejor chiste.

disipara, un algo que no supe de momento interpretar hizo que se rompiera todo el encanto de golpe. ¿Qué era? El pueblo era precioso, todas las casas

- Qué cantidad de ciegos hay aquí de excursión... Aunque la verdad es que la

uniformemente blancas, todas las calles maravillosamente empedradas,

ONCE es un auténtico coladero, porque yo diría que la mayoría no necesitaría

todos los carteles idénticos, en placas de hierro negro forjado, todas las

llevar el bastón blanco. Juraría que uno hasta me ha mirado el escote...

ventanas enrejadas, hasta los tiestos de flores me parecieron iguales... ¿Qué

- ¿Qué ciegos?

era? De pronto reconocí esa sensación que tuve también en algún pueblecito

- ¿No los ves con los bastones blancos?

de Cantabria y también en ese Lanzarote de pueblos de diseño... Sí, era todo

- ¡Qué bastones blancos! Son los palos de las banderas del Partido

tan ... perfecto, tan artificialmente perfecto. No lo sentías palpitar, era como

Andalucista mujer... ¡Ya te vale! Será mejor que te pongas tú las gafas...

una postal en tres dimensiones... Ni un desconchado en la pared, ni un cartel de color, ni una prenda de ropa, ni una sábana siquiera secándose al sol, ni

Y así, rodeada de falsos ciegos con falsos bastones blancos (Las banderas

un anciano desoficiado echándose la partida o viendo a la gente pasar desde

que eran de plástico habían quedado desperdigadas por toda Ronda) terminé

la puerta de algún bar “de toda la vida”. De pronto me acordé del “Puerto de

mi corto viaje por Cádiz. ¿En qué sitio podría terminar mejor? Contemplando

Santa María” y de lo poco que me había impresionado ese pueblo. Me acordé

admirada el Tajo de Ronda, el valle verde y el agua corriendo a sus pies,

de mujeres mayores con permanentes caseras, mujeres gordas cargadas con

paseando por las preciosas calles y comiendo exquisitamente en un sitio que

bolsas gigantescas que venían del mercado, de los ancianos desaliñados y sin

prometí recomendar llamado “La leyenda”.

afeitar que dejaban pasar las horas charlando junto al puerto, del olor a pescado, de la ropa tendida, de los carteles desvaídos con roña de solera de

No. No conocí al Juanito ni me atendió nadie con pluma, pero... ¿Recuerdas

décadas anunciando el menú del día ... de las risas de los grupos de

que estábamos en las Almenas de Juanito? Ahora, que ya estaba convencida

adolescentes en la edad del pavo, del abuelo tomando el sol en la puerta de

de que no me había equivocado, vuelven las dudas... ¿Sería el verdadero

su casa ... y añoré de pronto estar allí y quise desaparecer de ese pueblo de

Juanito?

diseño para turistas finos... Por supuesto sé que este sentimiento mío es más romántico que práctico, probablemente ese pueblo sea ahora más próspero

Por cierto que cuando estaba en "Las Almenas de Juanito" me entraron ganas

que nunca, pero ...

de ir al servicio y como el de mujeres estaba estropeado entré al de los hombres. Ningún problema que yo no soy sexista en absoluto. El problemilla

Y por la ruta de los “pueblos blancos” llegué a Ronda, ya en la provincia de

fue que en el servicio de hombres había esa especie de "pila de agua

Málaga, de vuelta a casa. Otra maravilla de ciudad blanca que tuve que

bendita" que adosan a la pared y que sólo (Lo sé por experiencia) puede ser

compartir por uno de esos azares de la vida, con el Partido Andalucista en

usado por hombres... y luego había una puerta con un water propiamente

pleno que se encontraba allí, imagino que en reunión de hermanamiento.

dicho, pero la puerta que daba al lavabo y a la "pila" no tenía pestillo. Así que

Grupos de gentes de todas las edades portando banderas y pegatinas en

entré con ciertos reparos... Mira que si cuando estaba en el water entraba

pleno fervor patriótico. En uno de mis legendarios despistes solté otro de

algún tío a mear...

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. La catedral de Cádiz no me pareció especialmente bonita, al menos vista

¡Dicho y hecho! Acababa yo de poner el culo en pompa y los músculos en

desde el exterior. La fachada de la catedral de Murcia, por poner un ejemplo,

tensión para no tener que rozar la tapadera cuando oigo que se abre la

me parece mucho más hermosa, aunque el barroco no sea mi estilo

puerta del servicio. ¡Mierda! Yo había puesto el pestillo pero tenía un tío

preferido. Sin embargo lucía el sol, una brisa fresca acariciaba la piel y para

meando fuera ... ¿Que haría? Avisar de que estaba allí o esperar a que

la gente que disfrutaba del luminoso día sentada en las mesas de un

terminara... Opté por lo último y aguzando el oído esperé...

restaurante cercano en esa plaza cuadrada donde se encuentra, estoy segura que era un momento delicioso. A veces no es la belleza de lo que ves lo que

Primero oí un chorrito poderoso y largo... (Qué ganas tenía el pobre) y

hace que algo se quede grabado en tu memoria, sino todo un conjunto de

esperé a oir el segundo chorrito, el del lavabo...

cosas que te hacen sentirlo a ti de otra manera.

Esperé y esperé y al final oí como se cerraba la puerta...

Decidí subir a la torre de la catedral, desde esa altura debía ser maravillosa la vista y al parecer hacía poco había sido rehabilitada. La angosta y serpenteante rampa que llevaba a la torre, estaba oscura y olía mucho a

¡Será guarro! No se había lavado las manos...

humedad. Mientras subía oía las risas cómplices de una pareja de novios que Salí de allí deprisa (Después de haberme lavado las manos, of course) y nada

habían subido justo antes que yo. No los podía ver ni ellos a mí, las continuas

más sentarme pregunté a mi acompañante:

vueltas y revueltas lo hacían imposible, sin embargo me los imaginaba dándose achuchones aprovechando la estrechez y la soledad. Seguramente

- ¿Has visto entrar a alguien en el servicio después de mí?

ellos tendrían un recuerdo especial para esta escalera. Llegué sin aliento

- No me he fijado ¿Por qué?

arriba y quedé totalmente cegada por el derroche de luz que me esperaba.

- Porque el muy guarro ha meado y se ha ido sin lavarse las manos.

Las vistas eran y no eran lo que esperaba. He visto muchas vistas de

- ¿Y tú como lo sabes? No, mejor no me lo cuentes que estoy comiendo. Con

ciudades desde altas torres. La vista de Paris desde la torre de Montparnase

tal que no fuera el camarero... Dijo mirando con cariño la última alcachofa

todavía la tengo grabada en la memoria, sin embargo lo que de verdad

que quedaba en el plato.

convirtió esa vista en algo mágico, fue el mar.... Aunque en Cádiz esté tan presente el mar en todas partes formando parte indivisible de la ciudad,

- O el cocinero... que me parece que entreví un mandil blanco... Dije yo

desde esa torre el mar tenía otro protagonismo. No era ya que le diera otra

mintiendo como una bellaca...

dimensión a la ciudad, es que realmente la envolvía en un estrecho abrazo

- ¡No jodas!

azul. La belleza de ese azul enmarcando una ciudad tan blanca era

- Para mí que es el ingrediente secreto de las alcachofas... Primer premio

sobrecogedora o al menos lo fue para mí. Hasta ese momento no me di

nacional de tapa... Dije yo maliciosa.

realmente cuenta del significado de vivir en un sitio donde el abrazo del mar pueda ser a la vez, tan protector y tan amenazador al mismo tiempo. Fuente de riquezas, prosperidad y cultura, protagonista del comercio desde tiempo

¡Qué buena estaba esa última alcachofa! Me supo a gloria.

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inmemorial y a la vez vehículo indiscutible de invasiones y saqueos de

creyente y además ... el día era tan maravilloso...

corsarios, piratas ... Hasta a los rubios vikingos de tan al norte, los trajo en

De camino a Ronda, por los pueblos blancos, una pareja de guardias civiles

volandas este mar...

jóvenes y con brillantes chalecos amarillos cortaron la carretera y nos hicieron parar a todos en el arcén. Hacía un día radiante de sol en aquella

No se cuanto tiempo pasé allí, contemplando la ciudad desde todos los

carretera y yo me preguntaba ¿Por qué nos irrita tanto que nos hagan

puntos cardinales y desde todos ellos, el blanco y el azul... “La tacita de

esperar incluso cuando no tenemos prisa? Me rodeaba ese paisaje verde

plata” Siempre me había parecido muy cursi ese nombre... ya no.

andaluz que no dejaba de sorprenderme. ¿Qué estábamos esperando?

Cuando bajé de la torre, entré en la catedral. En realidad no me apetecía

Por fin lo vi aparecer. Un hombre joven, enjuto y muy bronceado venía

especialmente ver la catedral por dentro en ese momento, pero ya se sabe

corriendo, llevaba un número en el pecho y conforme se acercaba más y más

que una no puede dejar de sufrir esos resabios de turista: “Si una pasa por

a mí pude distinguir en sus rasgos el enorme esfuerzo físico que estaba

una catedral o una iglesia, tiene que entrar a verla...” Sin embargo me

realizando aunque por su manera de correr, grácil y aparentemente relajada,

impidió la entrada un cordón rojo y una taquilla donde cobraban la entrada...

nadie lo hubiera adivinado. Detrás de él, siguiendo su estela venían otros dos, éstos aparentaban todavía más sufrimiento, las bocas abiertas, las zancadas menos ligeras... Era obviamente una maratón, así que me tendría

- ¿Cobran entrada por entrar a la catedral? Dije yo sorprendida.

que tomar las cosas con calma. Quité a “Los Rolling” y puse a “Presuntos

- Sí, a no ser que sea horario de misa.

implicados”. Al fin y al cabo siempre me produce un placer insano estar cómodamente relajada mientras otros echan el bofe. Conforme iban pasando

Esto acabo con mis dudas. Había pagado por subir a la torre, pero no iba a

más y más corredores, cada vez mayores, cada vez más cansados. Me

pagar por entrar en la catedral. No fue cuestión de principios. No me

sorprendía de nuevo en el extraño placer de aguantar semejante sufrimiento,

interesaba lo suficiente.

aún cuando sabes que no ganarás, que tu triunfo será tan solo conseguir llegar al final de la carrera.

Al salir había un corrillo de mujeres discutiendo el asunto. El Papa estaba agonizando y a ellas les parecía indignante que no las dejaran entrar a rezar

Yo no soy deportista. Mi idea de sudar gozosamente en un maratón se

por él sin pagar.

reduce a estar bien acompañada y que me digan o yo diga por fin:

- ¡Hasta la catedral de Moscú está abierta a los fieles en estos momentos!

- Deberíamos ya dormir un poco... ¿No?

Dijo una viejecita indignada, nombrando Moscú como el colmo y la cuna del ateísmo militante. Me dirigió una mirada esperando mi asentimiento.

Hombres de todas las edades, de todos los físicos imaginables. Grandes, pequeños, delgados, gorditos y hasta una mujer vi de pronto corriendo en la

Me alejé de allí. No podía compartir la indignación ni el sentimiento. No soy

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lejanía. La única mujer de la carrera ... Me bajé del coche para contemplarla

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mejor. No era muy joven, quizás estuviera en los treintaitantos y además

- ¿Probamos a ligárnoslos?

tenía el culo muy gordo. Definitivamente un físico no apto para ganar maratones, sin embargo allí estaba corriendo y no era la última ... Le lancé

Y alli fuimos. Hablaban inglés por supuesto, así que entrar en conversación no fue nada difícil. Me temo que las mujeres no tenemos que ser ni ingeniosas ni originales para entrarle a un tío. Si estás medio buena, lo demás no es demasiado importante...

un ¡Ánimo que tú puedes! Y me esbozó apenas una sonrisa mezclada con una mueca de cansancio. La vi alejarse corriendo. ¿Estaría intentando probar algo ? O quizás sencillamente se estaba probando a ella misma, como todos ...

Nos ponemos a hablar y a derrochar simpatía. Uno de estos días inspirados. Ji, ji, ja, ja... Ellos apenas hablan, solo escuchan y se ríen ... y mi hermana y yo, como un duo cómico. Dándonos réplicas y contrarréplicas y ellos sin parar de reirse...

Me acordé entonces de la primera vez que salté en paracaídas, intentando recordar si lo hice para probarme algo a mí misma o a los demás. Con la mano en el corazón no podría responder a eso...

Al cabo de más de media hora, mi hermana me hace un gesto furtivo...

Si un árbol cae en mitad del bosque y no lo oye nadie ¿Ha caído?

- Perdonad un momento, nos vamos al baño... - ¿Qué pasa? - Estos tíos son un muermazo... Dice mi hermana. - Y que lo digas!!! ¡Qué sosos por Dios! - Se ríen... Eso sí. - Sí, pero coño, yo ya estoy harta de entretenerlos sin que pongan nada de su parte. - ¿Los plantamos? - LOS PLANTAMOS. Yo es que ya ni los veo tan guapos... - ¡Amos no jodas! Guapos son. Mucho. Pero otra cosa es que los tengamos que aguantar por guapos...

Si nadie se hubiera enterado de mi “hazaña” ¿La habría realizado? O mejor ¿Me hubiera apetecido siquiera hacerla? Que extraño que necesitemos a veces vernos en el reflejo de los ojos de los demás para poder reconocernos. Alia

- Ni que fueramos tíos.... No me gusta hacer generalizaciones porque quizás conocimos a los suecos

¿Brasil o los fiordos noruegos?

más sosos de toda Escandinavia, sin embargo... Besos,

¿Nórdicos? mmmmmmm Sin duda son muy guapos. Aunque desde luego no me llevaría ninguno a Brasil si hubiera ido.

Alia

La única experienca con nórdicos fue en una discoteca en Londres. Tres suecos de exposición, rubios y guapos hasta decir basta acodados en la barra. Mi hermana, una amiga y yo, contemplándolos...

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Viaje de estudios a Noruega

-

confesar. Agua, montañas, lagos, fiordos, nieve... Sí, un paisaje maravilloso pero me ha faltado algo. Más vida, el bullicio de la gente, el pulso de las ciudades para mí era demasiado lento, demasiado frío. Me he dado cuenta

Introducción-

que puedo pasar horas en una terraza contemplando la vida bullir sin que me aburra, pero que soy incapaz de disfrutar con la misma intensidad horas y Yo pensaba que había contratado un viaje semi-organizado a los

horas de naturaleza, por muy bella que sea. El paisaje, siendo tan hermoso

fiordos noruegos, pero en lugar de eso, la cosa ha resultado

como es, terminaba haciéndoseme monónoto, incluso a una criatura de

talmente como un viaje de estudios y como todos los viajes de

secano como soy yo. La única ciudad que verdaderamente me impactó en

estudios, tal y como yo los recordaba, con sus cosas buenas y malas.

todo el viaje fue Bergen, ciudad maravillosa que disfruté en un día espléndido

No ha faltado nada. Las interminables jornadas de autobús con

de sol.

juergas y risas, el contar y recontar el dinero a ver si te alcanza, los bocadillos, el botellón, la profesora ansiosa y dictatorial, el conductor

Así que esta crónica de mi viaje es más bien anecdótica, las pequeñas

cómplice de los chicos, los empollones, los pelotas y los díscolos...

historias de un viaje en autobús porque apenas conseguí sentirme en

De todo ha habido en este viaje y es que ... Noruega, mis queridos

momentos integrada con la naturaleza que me rodeaba o con el país. Sólo en

amiguitos, es un país que pone a los españoles en su sitio... ¿Qué os

algunos momentos mágicos de este viaje, tuve esa sensación que me asalta

creíais? ¿Qué porque estéis en el “primer mundo” y manejéis euros

tan a menudo en mis viajes de estar viviendo algo perfecto, de no querer

sois ricos? ¡JA!

cambiarme por nadie y desear que ese momento se eternice.

Por supuesto que vaya por delante que esta crónica no es más que

El baño en las aguas heladas de un fiordo, una barbacoa frente a un lago con

una visión personalísma y parcial de una turista que solo ha conocido

las montañas nevadas al fondo, una siesta entre los árboles escuchando el

una pequeña parte del país a vista de pájaro. No pretende ser un

murmullo de una cascada, jugar en la nieve unas horas después de haber

estudio de Noruega, sus costumbres o sus gentes, sino más bien el

tomado el sol en bañador...

relato de un viaje en autobús y lo que allí aconteció a esta humilde En fin, no quiero adelantar nada. Ya veremos por donde me lleva la

turista

inspiración. He tomado apuntes... Además, tendré que aprender a insertar las fotos aquí si el Coman está de

Alia

vacaciones... Sí, yo también he estado en los fiordos del Sur y tengo que decir que me he dado cuenta en este viaje que mi espíritu necesita más alimento en los viajes

Un besazo,

que la simple naturaleza. Una limitación que tengo y que no me importa

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Alia

más ineptos que Barcelona, al menos en el número, aclaro que las que se perdieron en Madrid, aparecieron antes de finalizar el viaje proviniendo de Praga, mientras que la que se perdió en Barcelona, sigue perdida hasta la fecha... Precisamente la de mi amiga Anne...

- Primer día: La gente del grupo de pie y esperando en el pequeño aeropuerto de Oslo, se Después de apenas dos horas de sueño, por la hora infernal en la que salía el

impacientaba con el retraso, mientras las que habían perdido las maletas se

avión y con una mala leche proporcional al madrugón, la que suscribe

angustiaban rellenando impresos... El representante de Iberojet, que era el

arrastraba con cara de pena su maleta hasta el aeropuerto. Esta vez mi

mayorista con el que íbamos, fue el primer noruego que conocí en ese

maleta era enorme, después de mi terrible experiencia de sofocante calor en

viaje ... y debo decir que pertenecía a ese grupo de noruegos a los que yo

San Petersburgo, ya jamás daré por sentado que en el Norte hace frío.

llamé... “pansíos”... Palabro que yo creía de dominio generalizado y resultó

Llevaba desde bañador y pareo hasta jerséis, chubasqueros y botas. Estaba

ser un gran desconocido para los no murcianos. Viene a ser un tío de esos

preparada para cualquier contingencia, o eso pensaba yo...

que algunos dicen que le falta un hervor y yo prefiero decir que le falta el gratinado. Un tipo más largo que alto, blanquinoso y con una boca tendente

El viaje se me hizo corto porque me lo pasé durmiendo. Apenas abrí un ojo

a la caída de labio inferior con la subsiguiente expresión bobalicona en el

para destapar la repugnante comida que nos pusieron en el avión y después

rostro. Al pobre hombre se le veía sobrepasado por las circunstancias. La

de comerme el pan con mantequilla y el quesito con los ojos cerrados para

gente con las maletas perdidas le agobiaba para que hiciera algo y los que

no espabilarme del todo, me volví a dormir. Por fin llegamos a Oslo. Parte de

tenían sus maletas y esperaban empezaban a ponerse ya impertinentes...

nuestros compañeros de viaje se habían reunido con nosotros en Barcelona, donde el avión hacía una escala y con esa emoción que siempre me invade

Al final nos subimos al autobús cansados y cabreados, más cabreados aún,

cuando llego a un destino por primera vez nos dirigimos a la cinta de

cuando descubrimos que el hotel donde estábamos alojados estaba justo

equipajes ... y allí empezó el caos. Se habían perdido 6 maletas, cuatro de

encadios que en noruego se traduce a casi una hora de la ciudad y en ese

ellas pertenecían a un grupo de granadinas que estaban justo detrás de mí

momento, en el primer “recuento” de los muchos que se darían en el viaje

en la cola de facturación, otra maleta de una pareja que estaba detrás de

fue la primera vez que oímos hablar del que luego se convirtió en entrañable

ellas en la cola y la maleta de mi amiga Anne, mi amiga escocesa, una de

Sr. Garrido. Indudable protagonista del viaje precisamente por su no

mis compañeras de viaje. Tú has oído hablar de que las maletas se pierden,

presencia. Fue como ese entrañable personaje de Merys, para los fans del

pero la verdad es que nunca me había tocado en suerte experimentarlo casi

doctor “Frazier Crane”. Un personaje que siempre está presente pero al que

es mis propias carnes. La hazaña había sido realizada sin duda por Spanair,

nunca se le llega a ver la cara... Algo como mi señor Herreros en mi viaje a

la compañía aérea con la que viajamos y digo “hazaña” porque ya es difícil

Jamaica.

perder no solo 5 maletas facturadas en Madrid, sino también otra facturada en Barcelona y aunque ahora pueda parecer que en Madrid fueron todavía

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- “A ver...” Dijo el pansío en un español bastante pobre.- Vamos a pasar

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lista.

Suéter y falda parecían haber visto mejores tiempos y en los pies unas zapatillitas que sin duda eran la mar de cómodas, en la cintura bien

Y así empezó este viaje nostálgico al pasado.... Pasando lista como en el

apretadita, lucía una riñonera negra con cremallera, como las que usan las

cole, con la dificultad añadida que era casi imposible reconocer los apellidos

gitanas que venden en el mercado.

españoles en el dialecto que al parecer hablaba el noruego... - A mí me dijeron en la tienda que no tenía que descambiar el dinero, que - Sr. Guarido. Repetía el guía noruego por quinta vez...

aquí todo el mundo cogía los leuros.

- ¿No será Garrido? Salió una voz de las últimas filas.

En vista de que la guía se desentendía del asunto, le pegunté que le pasaba.

- ¿No es lo mismo? - Que hoy es domingo y está todo cerrado y no puedo descambiar el dinero. El señor Garrido, o Guarrido, como también empezamos a llamarle los de la

- ¿No tiene ninguna tarjeta?

cola del autobús, estaba missing. No se sabía si lo había perdido también la

- Yo no uso de eso, yo tengo el dinero conmigo.

Compañía Aérea en el momento de la facturación de los equipajes o por el

- Pero ¿Viaja sola? Pregunté yo no dando crédito todavía a mis ojos.

contrario, había escapado con las maletas de las granadinas, repletas de todo

- Sí. Pero en la tienda me dijeron que aquí no había que descambiar dinero.

tipo de manjares como después tuvimos la suerte de comprobar.

- Lo mejor sería que alguien le prestara dinero hasta mañana. Dijo la guía. - ¿Podrías tú prestarme el dinero de aquí?

Después de comprobar que el señor Garrido no vendría salimos para el hotel.

- Ejem... En fin, me parece que no es de mi grupo. ¿Está usted con el grupo

Era medio día y todavía teníamos tiempo de visitar Oslo esa tarde antes de la

de “Noruega Espectacular” ¿No es así?

hora de la cena. Las ocho en punto. Ni antes ni después... Regla totalmente inflexible como pudimos comprobar durante todo el viaje.

Por cierto, el grupo de Noruega Espectacular, era un viaje más caro que el mío.

El hotel estaba bastante bien y después de ducharnos y cambiarnos de ropa

- Sí, en ese. Dijo ella.

(Los que tenían maletas) nos fuimos en autobús a Oslo que además nos

- Pues entonces sería mejor que se lo prestara alguien de su grupo ¿No? Yo

regalaba con un día espléndido de sol.

no sé si voy a coincidir con usted más en este viaje, llevamos destinos distintos. ¿No sería mejor uno de su propio grupo?

Reconozco que cuando se dirigió a la guía y me fijé en ella, miré instintivamente a su alrededor, esperando ver aparecer a toda una familia

Varias cabezas que en ese momento seguían nuestra conversación, giraron

gitana, porque la señora que estaba hablando en ese momento, tenía toda la

misteriosamente a la vez y se pusieron a mirar por la ventanilla. Adiviné que

pinta, el habla y las maneras de una matriarca gitana. Era una señora de

debían ser los compañeros de viaje de la señora.

unos cincuenta y tantos o sesenta, morena de piel, bajita y gorda. Llevaba el pelo recogido en una coleta de pelo rizado atado con un cordón de zapatos.

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- Miraaaa, déjamelo tú, que tienes cara de humanidad... Me decía la buena

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mujer, mientras me sujetaba la mano por la muñeca, como si me fuera a dar

jardines con fuentes, tranvía y carriles de bicicleta, pero una ausencia total

la buenaventura.

de edificios antiguos o monumentos de ningún tipo y los pocos edificios

- Yo es que no tengo muchas coronas cambiadas...

oficiales o más modernos que vimos, eran francamente feos, incluyendo el

- Yo te doy los leuros y tú me las descambias. Dijo mientras abría la riñonera

Ayuntamiento o la Central de trenes y autobuses. Me recordaron a los

y sacaba un fajo de billetes de euros.

edificios soviéticos de Moscú, ninguna concesión a la belleza, moles de color

- Bueno... yo se las cambiaré...

marrón o grisáceo, sin un adorno. Aún en esa mañana radiante se veía con poca gente. Apenas en el puerto, en los chiringuitos flotantes donde se sirven

Y ese fue el primer enigma del viaje. ¿Qué puñetas haría una mujer como

las famosas gambas, había algo de bullicio y de vida, en el resto de la ciudad

esa, que no hablaba una palabra de inglés, sin una tarjeta de crédito... ¿Qué

apenas te tropezabas con gente en las calles o en las tiendas. Me pareció una

demonios hacía viajando sola en Noruega? Porque además era Noruega...

ciudad pequeña, luego supe que en realidad el centro lo es, puesto que la

que no es un destino muy común precisamente... No me atrevía a indagar

ciudad, hecha sobre todo de edificios y casas bajas, tiene una extensión

más. Estábamos llegando a Oslo y andábamos muy atareados mirando por

enorme. Espacio es precisamente lo que le sobra al país. Apenas 4 millones y

las ventanillas. Aún así comenté a mis acompañantes mi extrañeza.

medio de personas pueblan Noruega y Oslo cuenta con 500.000.

- ¿Vosotros creéis que logrará volver sola en autobús?

Comimos cerca del puerto un bocadillo, mientras hacíamos cuentas de lo

- Yo no me preocuparía mucho. Parece que no le faltan recursos.

carísimo que estaba todo. Ya sabíamos que los países nórdicos son caros para nosotros, pero Noruega se llevaba la palma, por menos de 20 euros no

La buena mujer se había quedado con las coronas y ahora que ya habíamos

comías otra cosa que no fueran bocadillos y de la cerveza mejor no hablar...

llegado se estaba intentando acoplar con una pareja de mujeres mayores que

El billete de autobús del hotel a Oslo costaba 6 euros. Esa mañana

viajaban en su grupo. Pensé que a lo largo del viaje, tenía que descubrir el

estábamos un poco melancólicos. El asunto de la maleta de Anne nos tenía

misterio de la extraña pasajera, aunque no fuera nada más que para contarlo

algo amargados a todos. Es horrible encontrarte en un país sin tan siquiera

aquí...

una muda de ropa, ni un cepillo de dientes... Sobre todo un país donde todo es tan caro... No anduvimos mucho ese día, estábamos realmente cansados

Teníamos tiempo de visitar un poco la ciudad y comer, antes de averiguar el

del viaje y al día siguiente había proyectada una visita guíada a la ciudad. Así

tema del autobús de vuelta.

que nos limitamos a sentarnos en las escalinatas del puerto y oír tocar y cantar la Bossa Nova a ritmo noruego. En el puerto había siempre algún

Mi primera impresión de Oslo, aquella primera mañana, fue su aspecto

músico tocando y cantando. Imagino que serían funcionarios, porque no

provinciano con todo lo que eso conlleva de bueno y de malo. No me pareció

pedían dinero, siempre tocaban desde el mismo barco anclado en el puerto y

la capital de un país, o al menos las capitales a las que yo estaba

se iban rotando. El ritmo algo cansino en todo lo que tocaban, fuera Jazz o

acostumbrada. Era una ciudad eminentemente funcional, pero que parecía

Bossa nova me hizo pensar que esos tenían sueldo fijo.

muy cómoda para vivir. Grandes aceras, muchas calles peatonales, plazas y

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Por fin decidimos volver al hotel y cenar allí. Las 150 coronas que nos

fuerza a los asientos porque en cada curva amenazábamos con salir

cobraban los del hotel por cenar en el buffet a los que no llevábamos media

despedidos del asiento, mientras nos mirábamos con risa nerviosa.

pensión nos parecieron una ganga, vistos los precios de los restaurantes y además estábamos que nos caíamos de sueño. Así que nos dirigimos a la

- No se detiene en ninguna parada. ¿Cómo sabe donde nos lleva?

Central de Autobuses. Cuando llegamos había una cola interminable de

- No te preocupes, que el conductor es un cachondo. Me dice Anne, que es

gente, el 90% españoles alojados en los hoteles de las afueras. Había solo

todavía más famosa que yo por sus despistes.

una autobús cada hora y obviamente no habían previsto la avalancha de

- ¿Y en qué notas que es un cachondo? Pregunté yo intrigada.

turistas que querrían volver al mismo tiempo: La famosa hora de la Cena...

- En que les hace la seña de auto-stop a todos los que esperan en las

El caso es que allí estábamos...

paradas. - ¿Auto-stop? Lo que les dice con ese gesto es que viene otro autobús detrás.

- No cabemos. Nos dejan en tierra seguro.

Dije yo muerta de risa. - ¿El autobús que va lleno? Porque el nuestro iba medio vacío.

Comentaba Anne, mientras veíamos el autobús llenarse. Cuando el autobús

- Justo. Ese.

parecía uno de la India y solo faltaba que los pasajeros se acostasen en el

- Entonces no es un cachondo, es un ca ...

techo, aún quedaban unas 10 personas esperando en la cola, entre ellos

- Ya te digo...

nuestro grupo. De pronto, cuando ya nos dábamos por abandonados, apareció otro autobús que como una aparición milagrosa paró frente a

De pronto se oyó un timbre insistente, alguien de dentro del autobús quería

nosotros y nos pitó con una sonrisa en los labios. De pronto, los últimos, o

bajar y el conductor no había parado. Eran noruegos, que empezaron a

sea nosotros, éramos los primeros y allí subimos llenos de alborozo, mientras

vociferar algo... probablemente algo como:

el chofer nos hacía gestos para que subiéramos sin perder tiempo ni para pagar. Nos sentamos allí, mientras veíamos que del otro autobús escapaba la

- ¡QUEREMOS BAJARRRRR!

gente que estaba de pie corriendo y se metía en el nuestro. El conductor no se inmutó. Paró un segundo junto a una especie de monte a - ¡Qué maravilla de noruegos! ¿Te has fijado?

la orilla de la carretera y vimos a los noruegos desaparecer en él, saltando

- ¡Qué eficacia! ¡Y encima no nos han cobrado!

como las cabras, antes de que la puerta se volviera a cerrar.

Eso fue lo que pensamos antes de empezar el viaje con un gran acelerón y

- ¡Esto parece un secuestro! Dije yo. ¿Dónde nos lleva? ¿Sabrás reconocer la

que la sospecha de que nos había tocado un conductor suicida en suerte,

parada?

empezara a tomar cuerpo en nuestros cerebros. El conductor iba lo que aquí se dice “a toda leche”. Adelantó sin problemas al autobús que iba delante e

- Al menos no nos ha cobrado... Dijo Anne para consolarse.

inició una carrera frenética sin hacer una sola parada. Íbamos agarrados con

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El autobús maldito volvió a coger velocidad mientras nosotros ya, nos habíamos resignado a nuestro destino... que haga lo que quiera.... Todo

- Me llamo Gogo y nuestro chófer es Eric. – Venga, vamos a saludar a Eric-

aquello me parecía totalmente surrealista.

Todos juntos-- ¡Bueeeeenos días Eric! - Bueeeeenos días Eric. Repetimos todos como niños educados.

Por fin paró y para nuestra sorpresa justo enfrente del hotel, como si fuera

- ¿Eric y Gogo? Sonó una voz desde la cola del autobús.... ¡Vaya pareja!

un taxi. Bajamos de allí en tropel. Apenas creyendo nuestra suerte. Me volví

- Sí, parece el nombre artístico de una pareja de funambulistas de los años

un momento para echarle un último vistazo al chofer... quería quedarme con

cincuenta... Soltó otro.

su cara. Con una sonrisa pícara me despidió mientras me guiñaba un ojo. Aquí nos reímos todos, pero por poco tiempo. Tocaba el pasar lista y como no !.... Estos noruegos están locos...

podia ser de otra forma...

Alia

- ¡Sr Guarido! ¡Falta el señor Guarido! Dijo Gogo en tono de reproche... ¿Alguien conoce al Sr. Guarido?

Segundo día

- El señor Garrido no está. Dijo uno de los empollones de primera fila. – No iba en el avión.

Después de desayunar y con nuestras maletas a cuestas nos subimos de nuevo en el autobús. La guía que nos acompañará todo el viaje, nos advierte

La noticia no gustó nada a Gogo. Eso de que le hubiera desaparecido un

que no volveremos al hotel pues vamos directamente después de la visita

cliente que iba en la lista oficial, era algo que ella no podía tolerar.

guiada a Oslo, a nuestro siguiente destino que al parecer es Cristiansen (O al menos así es como sonaba).

- ¡Sr Guarido! ¿Están seguros que no estaba en el hotel? ¿No lo conoce nadie?

Cuando nos sentamos en el autobús, los asientos delanteros ya han sido

Y volvía a contarnos una y otra vez, sin que por ello el Sr. Guarrido diera

ocupados por los más puntuales, así que como no podía ser de otra forma, la

señales de vida...

cabecera del autobús estaba ya ocupada por los catalanes y vascos, mientras que en la cola quedábamos andaluces, alicantinos, valencianos y

- ¿Se habrá ido también a Praga con nuestras maletas? Soltó una de las

murcianos... Excepto un par de chicos bilbaínos que viajaban juntos y que se

granadinas.

colocaron de primeras y con perfecta puntualidad directamente en la cola del

Gogo miraba el reloj y nos contaba, pero el Sr. Guarido seguía sin aparecer.

autobús. Siempre hay una excepción que confirma la regla...

Por fin su germánico sentido de la puntualidad ganó y el autobús arrancó. Nos estaba esperando en Oslo una guía local para llevarnos a ver la ciudad.

La guía, una noruega de edad indefinida, entre 50 y 60 años, se presentó lo primero.

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Gogo mientras tanto, nos iba explicando que los sitios en el autobús no eran

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fijos. - ¿Monjes? Contestaba otro... - Hay que rotar y que los últimos se pongan también en los asientos

- Sí, sí... pero... ¿Qué más? Seguía ella impaciente...

delanteros...

- ¡Venga! ¡Venga! Si es muy fácil...

- ¿Y por qué hay que rotar? A nosotros nos gusta la cola del autobús. - Porque es bueno rotar. Contestó Gogo como se le contesta a un niño

- ¿Piedras? Contestó un incauto de la cola.

pesado... - ¿Cómo que piedras? ¿Cómo que piedras? Contestaba ella indignada. Llegamos al centro de Oslo y allí nos estaba esperando la otra guía y esa si

¡TESOROS! ¿Qué iban a buscar? ¡Tesoros!

era una guía maravillosa. Nos contaba las historias de los vikingos, que al parecer eran su especialidad igual que se le cuenta un cuento a un niño y

- ¡Tesoros! Contestábamos los demás encantados de saber por fin la

nosotras la escuchábamos como niños, con la boca abierta... Era una

respuesta correcta.

francesa pequeñita de unos cincuenta años a la que se le notaba que adoraba enseñar. Debió de ser una maravillosa maestra en otra vida.

- Esta tía nos deja para septiembre... Dije yo por lo bajini...

Nos llevó al museo vikingo y creo realmente que la visita fue tan interesante

Después de la visita al museo vikingo nos llevaron al Parque Vigeland. Sólo

porque estaba ella, que nos iba explicando cómo hacían los barcos, como

por disfrutar de ese maravilloso parque hubiera merecido la pena la visita a

vivían, como morían... y además, nos trataba exactamente igual que a un

Oslo. El Parque Vigeland, contemplado en una mañana radiante de sol como

grupo de estudiantes. De pronto sacaba un dedo y preguntaba...

la que disfrutábamos ese día, fue un auténtico deslumbramiento, un verdadero lujo. Un parque de una extensión enorme, en un entorno que ya

- Tú. Vamos a ver... Cuando los vikingos llegaban a un convento... ¿ Qué

era un lujo para los sentidos. Verde que te quiero verde... era a la vez

encontraban?

majestuoso y acogedor. Poblado de figuras humanas increibles esculpidas en granito suave, que se dejaban acariciar. Allí todo se podía tocar y disfrutar.

El interpelado, enrojecía y ponía cara de póquer, exactamente igual que

Podías tumbarte en el césped escuchando el ruido de la maravillosa fuente

cuando te preguntan en el cole y no te has estudiado la lección.

central. Podías acariciar las estatuas o incluso subirte a ellas como hacían los niños noruegos, sin miedo a que les riñeran. El parque Vigeland es para

- ¿Monjas? Contestaba dubitativo...

disfrutarlo, no para contemplarlo. Siempre abierto, de día y de noche, sin

- ¿Qué más? Preguntaba ella implacable mirando en derredor...

vallas, sin muros, abierto a la ciudad y para su disfrute.

Los empollones de la primera fila que también estaban en primera fila en el

Las figuras son maravillosas, realistas y a la vez alegóricas. Me recordaron

museo, miraban al suelo...

algo a las estatuas de Rodin, pero Vigeland retrataba todo lo que le rodeaba.

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Los niños, los ancianos, el cuerpo humano era su vehículo para representar al mundo, la vida... La rueda de la vida representada desde el nacimiento a la muerte, pasando por cada fase...

Figuras desnudas donde se encuentra la belleza que hay en cada etapa de la vida. Verdaderamente revolucionario esa representación de la vejez, reflejada sin complejos. Cuerpos de ancianos desnudos que no pretenden ocultar lo que son. Las relaciones entre los niños, entre los hermanos, entre los padres, la maternidad, la vejez, todo estaba representado allí en un despliegue increíble

Para mí Vigeland fue un verdadero genio, al que quizás no se le haya

de belleza.

conocido más solo porque no trabajo fuera de Noruega. Allí, solo, realizó está obra magna en la que trabajó subvencionado por el gobierno Noruego, toda

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su vida.

...y Otras Cosas

Una maravilla que nadie que vaya a Oslo puede perderse. Nos fuimos de allí con tristeza. Me hubiera gustado pasar el día allí, disfrutando del tibio sol,

Una mañana en Urgencias

junto a la fuente, rodeada de esas estatuas en granito y bronce, en perfecta armonía con la naturaleza que la rodeaba.

De todas formas me tenía que levantar hoy muy temprano porque mis peques se iban de excursión a Málaga. Así que por lo menos el sobresalto de

Pero Frau Gogo, como ya empezábamos a llamarla en la cola del autobús,

la llamada de mi madre a hora tan temprana ha sido menor. Le he notado

tenía un horario que seguir y ¡Vive Dios que no se lo iba a alterar nadie! Ni

enseguida que la cosa era grave por el tono entre asustado y quejumbroso.

siquiera Vigeland...

- ¿Hija? - Si, ¿Qué pasa? - Que me estoy preparando para ir a urgencias. He tenido una angina de pecho esta noche. Si no conociera a mi madre, esa frase me habría dejado hecha polvo, pero la conozco demasiado. - ¿Con quién has estado hablando mamá? - Con mi hermano Manolo y con mi hermana Luisa. ¡Lo sabía! Mi madre cuando tiene cualquier síntoma de alguna enfermedad lo primero que hace es asesorarse con la familia. Entre 6 hermanos, es difícil que alguno de ellos no haya tenido los mismos síntomas que ella en alguna ocasión. - ¿Ha sido él el que te ha dado el diagnóstico? Le digo yo un pelín borde. - Los síntomas son exactamente los mismos. Me dice ella con una seguridad pasmosa. - ¿Y eso ha sido después de terminar la carrera de medicina? ¿O es que ha

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hecho un Master acelerado?

pienso que tenía que haber comprado el periódico, pero nos llaman

- No empieces con tus ironías, hija, que no está el horno para bollos. ¿Puedes

enseguida. Está claro que el dolor en el pecho y el ahogo ha dado resultado.

venir a por mí? - Ahora mismo, espera que voy.

La médico es una mujer joven que no creo que llegue a los treinta. Le dice a mi madre nada más verla.

Recojo a mi madre y la verdad es que no le veo muy mala cara a pesar de la cara de mártir que lleva. Me va contando del tremendo dolor que le empezó

- Siéntate y cuéntame en pocas palabras que te pasa.

en la espalda y que se le ha pasado al pecho, de la noche sin pegar ojo y del presentimiento malo que tiene. Todo esto aderezado con todo lujo de detalles

Miro de reojo a mi madre que ha torcido el gesto. La pobre no termina de

de lo que estaba haciendo cuando empezó, lo que pensó, lo que hizo, a quién

acostumbrarse a que una jovenzuela le hable de tú y con tan poca ceremonia

se lo dijo, como siguió, qué estaban poniendo en la televisión, las veces que

por muy médico que sea. Le empieza a explicar todo lo sucintamente que

se levantó ... Yo la escucho con toda la paciencia del mundo, pero al llegar a

puede los síntomas, pero la médico la interrumpe prácticamente a la segunda

la puerta de Urgencias le digo:

frase.

- Déjame hablar a mí. ¿Vale?

- ¿Qué te has tomado para el dolor?

- ¿No quieres que yo explique todos los síntomas?

- Pues no me he atrevido a tomarme nada...

- Eso mejor al doctor. Aquí hay que ser conciso. Tú sólo conserva esa

- ¿Y eso por qué? Las medicinas están para tomarlas... Le contesta en el

expresión que tienes ahora mismo. Le digo yo guiñándole un ojo.

mismo tono que se le dice a un niño por qué no ha abierto una piruleta que le acaban de dar.

Aún a horas tan tempranas, urgencias estaba ya a tope. Madres y padres con

- Es que padezco del estómago... Dice la pobre excusándose.

niños y personas mayores formaban la mayoría de los presentes. Me acerco

- ¡Valiente tontería! Eso no tiene nada que ver.

al mostrador y digo alargándole la tarjeta de mi madre. A mí la doctora está empezando a tocarme las narices, francamente. Así que - Fuerte dolor en el pecho toda la noche y sensación de ahogo.

me alejo de la puerta y me pongo de pie detrás de mi madre. Le pongo las manos en los hombros y se los aprieto un poquito. Noto como ella se

Miro a mi madre que está intentando componer lo que ella cree que es una

endereza en la silla bajo mis manos.

sensación de ahogo sin conseguirlo demasiado. Más bien parece que necesite ir al servicio con urgencia. Nos indican que aguardemos en la sala de espera.

- ¿Qué medicinas tomas?

Nada más llegar allí, mi madre saluda a un señor mayor que tiene a su mujer

- Pues tomo ... fulanita para el colesterol... Empieza mi madre.

en observación y que al parecer es un pariente lejano. Me presenta y se

- No hace falta que me digas para qué son las medicinas, dice ella riéndose

ponen a hablar de sus respectivos achaques y los de sus familiares. Yo

como si mi madre hubiera contado un chiste. – Eso ya lo sé...

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Yo ya no puedo aguantar más y replico:

- Será que no quiere que me enfríe ... a mi edad... Me dice aguantando la risa.

- No lo dice porque crea que no lo sabe usted, le digo recalcando el usted, lo dice para recordárselo a ella misma. Es más fácil acordarte de todo lo que

De camino a Rayos, mi madre se vuelve a tropezar con una pareja de

tomas, acordándote de cada dolencia.

conocidos a los que saluda y me presenta. Son más o menos de la edad de mi madre y vienen a hacerle unas pruebas a él. Le hacen la radiografía y

Algo en mi tono le borra la sonrisita suficiente de la cara y mi madre me echa

volvemos a la sala de espera, donde también están sus conocidos sentados al

una mirada de agradecimiento. Me repatea que traten a las personas

fondo. Mi madre los saluda con la mano y nos sentamos.

mayores como si fuesen tontos, no digo niños porque a los niños no los tratan con esa condescendencia insultante.

- Mamá, cuando te aburras, te vienes para acá, no te van a faltar amistades para charlar... ¿De qué conoces a ese matrimonio? Le pregunto yo para

- No me gusta esta doctora. Me susurra mi madre aprovechándo que se ha

hacerla hablar.

alejado un poco. - A mí tampoco.

Ella se ríe. Se le está pasando ya el miedo y está mucho más animada.

Escribe algo y nos manda a hacerle un electro y una radiografía de torax. Mi

- No son pareja, son hermanos, solteros los dos. Él era compañero de tu

madre me coge del brazo como se agarraría a un marido. El enfermero que

padre en el ejército ....

hace los electros es joven, juraría que es el mismo que me hizo el electro a mí hace años. La hace acostarse en una camilla y le dice que se desabroche

La forma en que termina la frase me hace pensar que ahí hay una historia

la blusa.

que no me cuenta. La conozco demasiado bien.

- ¿Me quito el sujetador? Pregunta mi madre. Antes de que yo le diga que sí,

- ¿Y? Le digo yo animándola a seguir.

que se lo tiene que quitar contesta el enfermero. - No hace falta, con que se lo desabroche es suficiente. Son menos de cinco

Suelta una risita y pone cara de medio vergonzosa medio pícara. Se acerca a

minutos lo que tarda.

mí y me dice muy bajito.

Lo miro atónita y me acuerdo que a mi me dejó desnuda de cintura para

- Es que ahí donde lo ves ... tan bajito, tan flacucho y tan poca cosa...

arriba y me tuvo incorporada en la camilla y con los cables puestos más de un cuarto de hora. Se lo comento a mi madre por lo bajini y ella ríe por

Aquí se interrumpe y me da tiempo a mirarlo con un poco de más atención.

primera vez esa mañana.

En efecto, es bajito y muy delgado, con una cara larga, grandes ojeras negras y un pelo blanco como la nieve. No se parece a su hermana que es

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más robusta y dentona.

- Me lo creo perfectamente. De hecho a mí ya esa cara no se me despinta...

- ¿Y? La animo yo de nuevo.

Nos reímos las dos. A mi madre le brillan los ojos y ya no parece que tenga

- Pues bien... Tu padre me contó que tenía... un ... aparato ... enorme... Me

ni el recuerdo del dolor.

dice tapándose la risa con la mano. - Me imagino que no estás hablando del arma reglamentaria ¿Verdad? Le

Nos llaman y la doctora nos dice que deben de ser gases, que no aparece

digo mientras vuelvo a mirar con curiosidad al hombre.

nada ni en la radiografía ni en el electro.

- ¡No lo mires! Que va a saber que hablamos de él. Dice mi madre sofocada. - Bien, pero... ¿Cómo de enorme? Insisto yo...

Nos acercamos a despedirnos de la pareja. El hombre da un beso a mi madre

- Decía tu padre que las ... ¡Ya sabes!

y otro a mí y nos dice:

- No, no sé. ¿Las qué? - Las P U T A S . Mi madre siempre deletrea ciertas palabras, lo que nunca

- ¡Hala! A mejorarse...

deja de producirme una inmensa ternura.

- Sí, porque lo que es él ... no creo que tenga mejora... Le susurro a mi

- Sí, las putas, qué...

madre al oído.

- Shhhhhh. ¡Hija, no seas grosera!

- ¡Eres tremenda, hija! Me dice mi madre apretándome el brazo y

- Vale, las señoritas de vida alegre ¡Sigue!

aguantando la risa.

- Pues bien, como era soltero pues se surtía con ellas... y tu padre me contó que le obligaban a atarse un pañuelo ahí... Me dice mirandose

Hace un día precioso mientras acompaño paseando a mi madre a su casa. Va

significativamente la entrepierna.

agarrada de mi brazo contándome cosas de cuando era joven.

- ¿Para hacer de tope? Pregunto yo alucinada. - Sí. Dice mi madre soltando la risa.

- Tenemos que pasear más juntas. Me dice contenta.

- Vuelvo a mirar al hombre que parece cualquier cosa menos un protagonista jubilado de una peli X.

Casi ha merecido la pena el viaje a urgencias.

- ¿Cómo se llama ese portento? Digo yo por preguntar algo. - No me acuerdo dice mi madre. - Pero bien que te acuerdas del aparato ... ¿Eh?

Alia

Mi madre se ríe con vergüenza y me confiesa bajito. Te juro que desde que me lo contó tu padre, hace más de 50 años, no lo he vuelto a ver sin

Típicos... tópicos...

acordarme de eso...

Estos días que tanto se ha estado hablando de amistad y sobre todo de Japón y los japoneses me he estado acordando un montón de mi amiga

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Takako. Esa amiga del alma que compartió cuitas conmigo en Londres.

recogernos al Aeropuerto de Alicante , sencillamente se olvidó de nosotras. El

Recuerdo haber contado en alguna ocasión como nos conocimos... No nos

despiste en mi familia es congénito. El caso es que allí nos encontrábamos

vemos mucho, cada dos años más o menos y tampoco hablamos mucho por

nosotras dos, a las tantas de la madrugada solas ya en el Aeropuerto vacío a

teléfono, pero cuando lo hacemos o cuando nos vemos es como si no hiciera

esas horas... No conseguíamos localizar a mi madre puesto que en el campo

ni un día que nos separamos....

no había teléfono y entonces los teléfonos móviles eran unos cacharros enormes que sólo veíamos en las películas americanas... Dejamos al fin un

Mi amiga Takako me rompió todos los esquemas de lo que yo pensaba que

mensaje en el contestador telefónico de mi hermana y rogando para que

eran las “sumisas” mujeres japonesas. Rabiosamente independiente,

alguien nos escuchara nos dispusimos a esperar a que la mañana nos trajera

espontánea, alegre, apasionada, tremendamente divertida y con un carácter

mejores perspectivas.

endemoniado, así es ella ... Takako es alta y preciosa y hablo de standards occidentales. Cuando venía a verme y la miraban, siempre decía: “Es porque

Al fin apareció el único habitante al parecer del aeropuerto a esas horas. La

me encuentran exótica”... Y yo le contestaba: ¡Una mierda! Que en inglés

verdad es que no recuerdo si era un policía, un funcionario de aduanas o un

viene a ser : Bullshit!!!! No he visto jamás que mirasen de ese modo a la

guardia jurado. Lo que sí recuerdo es que llevaba un uniforme marrón y era

dueña del restaurante chino de mi barrio... Ella reía y me pegaba. Tiene esa

de mediana edad. Se acercó a nosotras y se interesó por nuestra suerte. Yo

maldita costumbre de darte palos cuando algo le hace gracia... Cuando estoy

le estaba explicando nuestro problema mientras le iba traduciendo a ella toda

especialmente inspirada termino hecha polvo con ella.

la conversación. Cuando terminé de contarle nuestras cuitas al amabilísimo “funcionario", el buen hombre, sin duda apiadado por nuestra situación, nos

El caso es que mientras que ella me rompió todos los tópicos que tenía sobre

hizo una propuesta de lo más generosa. Nos ofreció llevarnos a un hotel de

japoneses y japoneses, yo al parecer se los reforcé... Hasta que vino a

Alicante a las dos, ya que le faltaba poco para terminar su turno, nos pagaría

España conmigo la primera vez y conoció a mi madre y a mi hermana mayor,

la habitación y por supuesto se quedaría con nosotras, imagino que para que

ella pensaba que yo representaba el prototipo de la mujer, no sólo española,

no nos sintiéramos solas... Nos confesó que él vivía en Alicante, pero que no

sino latina... ¡Qué responsabilidad! Siempre me decía que tenía que ir con

podía llevarnos a su casa... Su mujer no entendería la situación... Takako me

ella a Japón, que tendría un éxito impresionante entre los varones japoneses

miraba con ojos como platos mientras le iba traduciendo la propuesta del

porque era la “Típica mujer latina” .

buen hombre. Al fin me preguntó:

- Exótica ... ¿No? Le preguntaba yo con malicia y ella por supuesto se reía y me pegaba...

- ¿Está diciendo lo que pienso que está diciendo? ¿O es algún matíz cultural que no termino de captar?

Recuerdo la primera vez que vino a España. La había invitado a pasar las

- No, hija mía... Está diciendo justo lo que estás pensando...

vacaciones en casa de mi madre, nosotras vivíamos en Londres por aquél

- ¡Esto es España! Me dijo totalmente convencida a la vez que divertida.

entonces. Veniamos en un vuelo charter nocturno y mi madre que estaba en

- ¿Qué puñetas va a ser esto España? Esto es un sinvergüenza que espera

el campo veraneando y que era la que se suponía que tenía que venir a

poder aprovecharse de la situación....

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- Tú dirás lo que quieras... pero el pensar que un funcionario en Japón nos

Alia

hiciera esta misma propuesta es algo que no me cabe siquiera en la cabeza... ¡Esto es España!

DOS HISTORIAS

Ante semejantes argumentos y sin conocer Japón tuve que callarme

Primera Historia: La niña y el caballero.

prudentemente. Cuando volví a ver a Amanda después de tanto tiempo, una mezcla de Al final apareció mi hermana que había escuchado el recado en el

sentimientos me embargó, alegría, dolor, vergüenza... pero sobre todo

contestador y venía a recogernos. Nos despedimos del “funcionario” y nos

curiosidad. ¿Qué habría sido de ella en todos estos años? Los recuerdos de la

fuimos con viento fresco...

última noche en que estuvimos juntas estuvieron presentes en toda nuestra conversación, aunque ninguna de las dos hizo mención alguna sobre lo

A la semana de estar en Murcia, cuando salíamos a la calle desde casa de mi

sucedido esa noche, una noche que marcaría nuestras existencias para

madre y al pasar frente a la portería ví que había una prenda de ropa justo

siempre. La noche en que perdimos la inocencia.

encima del mostrador. El portero siempre dejaba encima del mostrador la ropa que se caía al patio de luces desde las cuerdas de tender. Eran unas

Amanda y yo fuimos las mejores amigas del mundo durante varios años.

bragas diminutas, negras con adornos en rojo... Las reconocí al instante y le

Nuestra amistad comenzó en el colegio. Yo acababa de llegar nueva a la

dije al portero. ¡Ah! Son mías, gracias... Recogiéndo las bragas las metí con

ciudad y me sentía aislada y sola y ella lo estaba siempre por su carácter

toda naturalidad en el bolso.

huraño e introvertido. Nos unió la soledad, la rebeldía hacia todo lo que significara disciplina y sobre todo el rechazo hacia las monjas y todo lo que

Recuerdo la cara que puso Takako... Cuando salimos me dijo muerta de risa:

significaba por aquel entonces la enseñanza religiosa. Amanda significaba para mí mucho más que una profunda amistad, por muy

- El funcionario en el Aeropuerto ofreciéndonos relaciones sexuales y el

valiosa que fuera, ella era también parte de un universo totalmente

portero con tus bragas encima del mostrador y tú recogiéndolas como si tal

desconocido por mí hasta entonces. Un mundo brillante hecho de música y

cosa ... ¡Te juro que no se lo van a creer cuando lo cuente en mi casa!

cosas preciosas, donde jamás se oían gritos y todo parecía discurrir de forma

- ¿Esto también es España? Le pregunté yo con retintín.

plácida y armoniosa. Su madre me pareció una reina hermosísima, fría y delicada y su padre... su padre fue para mí la materialización de todo lo

- Off course, darling... You are JUST like Spain...

maravilloso que en mi imaginación puede encarnar un hombre: culto, atractivo, sofisticado y sensible.

Preferí tomarlo como un piropo... Recuerdo perfectamente el dia que lo conocí, que fue el primer dia que entré

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en su casa. Era el cumpleaños de Amanda y nosotras aunque ya amigas,

solemne el que hice esa tarde: Crecería para él y me convertiría en una

todavía no habíamos alcanzado el grado de intimidad que tuvimos después.

hermosa princesa solo por él.

Pero ese dia yo había tenido el honor de ser invitada a ese inaccesible santuario que para mí era su casa. Ella me enseñaba la casa con la rapidez y

Recuerdo los años que siguieron como una espera interminable. Amanda y yo

la despreocupación del que lo ha tenido todo siempre y todo le resulta

éramos más amigas que nunca, yo me convertí en una imagen cotidiana en

natural, mientras que yo, con ojos abiertos como platos, intentaba absorber

la casa, y al menos una vez en semana dormía con ella y nos pasábamos la

a un tiempo todas las maravillas que veía: Las cortinas, los cuadros, el piano,

noche entre risas, confidencias y anhelos compartidos. Seguía adorando a su

la biblioteca... No sabía que podía haber gente que viviera entre tantas

padre en silencio, ahora que lo conocía más no podía evitar pensar que era el

maravillas y pudiera ser como Amanda. Le dije espontáneamente: “Pero

ser más extraordinario de la tierra.

Amanda, yo sería totalmente feliz solo con poder vivir aquí”. Ella me miró con algo parecido a la tristeza y me dijo: “No seas tonta, esto no tiene nada que

Pero poco a poco las cosas fueron cambiando entre nosotras. A los catorce yo

ver con la felicidad”. No la creí entonces.

ya no era una niña, al menos físicamente, mi cuerpo se desarrollaba muy deprisa, y los chicos se fijaban en mí ya, mientras que Amanda seguía siendo

Cuando su padre llegó a la fiesta, recuerdo que su madre nos colocó a todas

la misma chica desgarbada y huesuda que yo conocí. Su amistad empezó a

las niñas juntas y en fila y fue presentándonos una a una a su marido: Esta

ser absorbente y acaparadora, sus ataques de celos hacían que nuestras

niña es..... hija de... Esta otra es... hija de... ¿Recuerdas? Y él recordaba

peleas fueran continuas, terminando siempre en una escena de gritos,

siempre e iba estrechando la mano a cada niña con aire solemne. Yo me

llantos, perdones, abrazos y besos que nos dejaban agotadas física y

sentía como si estuviera en una audiencia real y llevara el vestido

emocionalmente, pero yo no podía renunciar a Amanda, no podía renunciar a

inapropiado, las manos me sudaban, no paraba de secármelas en la falda,

su mundo ni a su padre. Sobre todo a él, que parecía no darse cuenta de que

tenía la boca seca y el corazón palpitante cuando me llegó el turno. La madre

yo ya no era “su otra niña” como me llamaba siempre.

titubeó un momento, yo no tenía pedigrí, fue solo un momento pero enrojecí hasta la raíz del cabello, por primera vez en mi vida era consciente de la

Fue la noche de mi decimoquinto cumpleaños cuando sucedió todo. Esa

llamada “diferencia de clase”. Amanda saltó al momento y dijo: Papá esta es

noche dormía con Amanda y yo me sentía muy mayor, preparada para la

la amiga de la que te hablé, la que es tan lista y escribe esas redacciones tan

seducción tanto tiempo soñada e imaginada. Todo se había desarrollado

bonitas... Él me miró atentamente y por primera vez desde que entró dejó

como si algún ángel hubiera decidido facilitarme el camino. Su madre se

ver su sonrisa perfecta, una sonrisa arrebatadora que me deslumbró y me

había acostado temprano con “jaqueca” lo que según Amanda significaba

dijo con voz profunda: “Encantado de conocerte, creo que vas a ser una

bronca con su padre y pastillas para dormir. Amanda parecía deprimida y con

magnífica influencia para Amanda, necesita más gente inteligente a su

ganas de acostarse temprano, así que dije que tenía sueño, y antes de las

alrededor.

once ya estábamos con la luz apagada.

Desde ese mismo instante supe que lo amaría y que haría que me amara costase lo que costase. Tenía doce años entonces, pero fue un juramento

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El tiempo pasó interminable, despierta e inmóvil esperaba a que Amanda se

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durmiera, sabía que su padre estaría leyendo en la biblioteca a esas horas,

redondos... " ¡Vete ahora mismo a la cama! "Exclamó con una voz ronca y

como cada noche. Sentía un calor y una inquietud en el cuerpo que me hacía

que me sonó desconocida. Me quedé inmóvil, la cabeza vencida, los brazos

insoportable la obligada inmovilidad en mi cama. Me apreté los pechos bajo

desmayados. No podía moverme, las lágrimas me cegaban y una sensación

la sábana, me dolían como algo demasiado lleno que esperara solo un

de rechazo me invadió como una losa. “¿Me oyes?” me volvió a decir.

mágico toque para desbordarse, como notaba en ese momento mi cuerpo, demasiado lleno, anhelando algo a la vez desconocido e intuido.

Por fin levanté el rostro hacia él. No se lo que vio en mis ojos, quizás mi alma de niña entregada asomada a ellos. No sé que fue, pero su cara cambió y

Por fin escuché la respiración profunda de mi amiga y me deslicé con enorme

una mezcla de ternura y algo que no reconocí apareció en su mirada. Se

lentitud fuera de la cama. Toda la casa estaba en silencio y a oscuras, solo

levantó de pronto y acercándose me cogió en brazos como a una niña y me

salía un pequeño resplandor de la puerta entreabierta de la biblioteca. Me

llevó al sillón. Me secó la cara con su pañuelo mientras yo me acurrucaba en

paré un segundo junto a la puerta y el espejo del pasillo me devolvió una

su regazo y comenzó a acariciarme el pelo mientras con voz susurrante me

imagen que no reconocí. Una jovencísima novia descalza, vestida con un

decía: “No llores por favor, no lo soporto...” Mi llanto había cesado y una

blanco camisón corto de finos tirantes rematados en un lazo de raso azul, el

sensación de enorme bienestar me invadió. Alcé la cara hacia él y mirándolo

pecho, redondo y desafiante parecía querer salir del fino camisón

a los ojos sonreí. “No lloro, soy feliz” le dije, y rodeando su cuello con mis

acompasado a mi respiración entrecortada. Pero era la cara transfigurada la

brazos le di un tímido beso en el hueco del cuello y allí quedaron mis labios

que no reconocí, nunca me había visto tan bella. Los ojos brillantes parecían

pegados, temerosos del próximo movimiento.

perdidos en un sueño imposible, mientras que los labios húmedos y entreabiertos suplicaban mudos un beso.

Me levantó el pelo suavemente mientras empezaba a acariciarme suavemente la nuca, la curva del cuello, los hombros. Noté su aliento en mi

Cuando entré en la biblioteca, él estaba sentado en su sillón favorito leyendo,

cuello mientras aspiraba mi aroma. “Hueles a limpio” me dijo. Volví la cabeza

levantó la vista hacia mí, mientras se quitaba las gafas que usaba para leer.

hacia él y acercándome más todavía lo besé en los labios dubitativamente. El se quedó quieto un instante, pero al fin noté sus labios moviéndose sobre los

En un instante su cara que primero había reflejado sorpresa al verme, se

míos, besándome, paladeando sin prisa solo los labios, durante un tiempo

tornó en severidad mientras me preguntaba con voz seca "¿Qué haces aquí a

interminable, hasta que irrumpió en mi boca explorando con su lengua, yo

estas horas? ¿Y Amanda?" . El corazón me dio un vuelco, todas las fantasías

me dejaba hacer lánguida intentando acompasarme a los movimientos de su

alimentadas por libros y películas se me vinieron abajo en un segundo.

lengua.

Estaba enfadado, no seducido. Me quedé allí parada y balbucí: “Amanda duerme, yo no podía dormir. Vengo a por un libro...”

Recuerdo que pensaba: “Dios, haz que no pare, haz que no termine nunca”.

Él seguía mirándome con cara ceñuda, pero advertí que sus ojos habían

Sus manos se habían detenido en mis hombros y recuerdo que fui yo, la que

volado sobre mi cuerpo perfectamente visible tras el fino camisón: el pecho

tirando de las cintas de raso azul, dejé que el camisón se deslizara hasta mi

lleno y arrogante, las estrechas caderas, la curva del vientre, los muslos

cintura. Paró de besarme y me contempló casi fascinado, “¡Dios mío!”

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susurró y alargando las manos como con miedo las posó delicadamente sobre

Al llegar al dormitorio y ver que la luz de la habitación estaba encendida,

mis pechos. Recuerdo el contacto suavísimo de sus manos sobre mi piel,

presentí que alguna escena horrible me esperaba con Amanda, sentí la

suaves y la vez ardientes, sus manos parecían despedir llamas que no

tentación de volver a la biblioteca, pero el pensamiento de que de alguna

quemaban y cuando creía que no podría haber nada más excitante ni más

forma pudiera estropear los momentos maravillosos vividos esa noche me

dulce que sus caricias, noté su boca cerrándose sobre un pezón, que acarició

frenó. Entraría y le haría frente a Amanda, pasase lo que pasase, me sentía

sabiamente con la lengua, absorbió y mordió ligeramente mientras su mano

exaltada, llena de vida y poderosa. Había conseguido por fin lo que me había

se deslizaba ascendente desde los muslos hasta mi sexo.

jurado tres años antes. Había leído en los ojos de él su amor y su deseo y creía que ya nada podría separarnos. Era una niña

Yo no era tan ingenua para no saber qué significaba el duro contacto que sentía bajo las nalgas, pero no sentí ningún temor, al contrario, este contacto

Cuando entré en el dormitorio, no estaba preparada para lo que vi, la cara de

me excitaba tanto como sus caricias en mi sexo húmedo. Cerré los ojos

Amanda era una máscara de furia, esperaba una cara de dolor o de reproche,

extasiada y estirando el cuerpo hacia atrás sobre el brazo del sillón murmuré:

pero en su cara había algo más parecido al odio. “¿Dónde estabas?” me

“Haz conmigo lo que quieras” Estaba rendida, entregada por completo.

preguntó como si masticara las palabras, una nota cercana al histerismo me

Entonces paró. Oí una especie de gemido y abrí los ojos. Allí estaba él, con

asustó. – “ Estaba en la biblioteca, fui a leer un rato, no quería molestarte.”

una mirada como enloquecida, con las mandíbulas apretadas poniéndome

Contesté, intentando disimular mi temor. “¡Mentirosa!” escupió más que

otra vez el camisón con manos temblorosas. “Vete por favor, vete a la cama

gritó. “¡Estabas con él!” “No me mientas” . Se levantó de la cama y se acercó

ahora mismo” me dijo con voz enronquecida. “Pero yo quiero...” Protesté.

hacia mí. Yo retrocedí hasta la pared en silencio. “Si te vieras... pareces...”

“Sssssss, vete, mañana hablaremos despacio de esto”. Vi en su cara que no

“¡Pareces una puta novia!” Me dijo acusadora. Instintivamente me toqué los

podría convencerle esta vez, pero no estaba enfadado, parecía solo

labios, pero no dije una sola palabra. Ella se acercó aún más y agarrándome

trastornado y un poco triste. Me dijo: “Corre pequeña, mañana hablamos.”

de los hombros me zarandeó. Estaba fuera de sí, y yo sentí verdadero miedo. Amanda era una buena deportista, una magnifica jugadora de tenis. Su

Mi corazón galopaba mientras volvía a mi habitación, tan feliz y exaltada

aspecto delgado era engañoso, yo conocía su fuerza. “¡Suéltame, me haces

como no recuerdo haberme sentido jamás después. Así estaba cuando al

daño!” Intenté imprimir a mi voz un tono enérgico, pero no lo logré, tenía

entrar en la habitación encontré a Amanda esperándome.

miedo y ella lo notó. Seguía asiéndome de los hombros cada vez más fuerte. “¡Tu eres mía!” me dijo como una furia “ “¿Lo entiendes?”

Alia

Entonces rompí a llorar, por segunda vez aquella noche mis lágrimas habían obrado el milagro. Amanda aflojó sus manos mientras el llanto, incontenible

Segunda historia: Amanda

ahora, me sacudía entera. El miedo había desaparecido, era pena lo que sentía, pena por ella y por mí. Comprendí de pronto un montón de cosas que habían sido inexplicables hasta entonces. Ella me quería como yo a su padre

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y yo la quería a ella también, era mi mejor amiga y no soportaba su dolor.

lengua la areola que sentí como seda y succioné primero con suavidad y luego con fuerza apretando con mi mano su pecho pequeño, como si quisiera

Su cara cambió de la rabia a la tristeza y abrazándome me dijo: “No llores,

alimentarme de él. Oí un gemido ronco y era ella que me apartaba la cara de

no soporto verte llorar”. Las mismas palabras y con el mismo tono que su

su pecho, casi con brusquedad en su prisa por tumbarme en la cama de

padre. Nos fuimos a la cama abrazadas, ahora ella lloraba conmigo. Se

espaldas. Casi se abalanzó sobre mí y era su boca esta vez la que parecía

acostó a mi lado y me abrazó con fuerza. Nuestras lágrimas se mezclaron

quererme devorar el pecho, apretándolo con las manos, amasándolo con los

mejilla con mejilla y yo ya no sabía a quién de las dos pertenecían las que

dedos, mientras con labios y dientes parecía querer saciar un hambre negada

mojaban mis labios. Con una ternura infinita empezó a beberlas,

por tanto tiempo. “Me haces daño” Gemí yo suavemente. “Perdona, lo he

suavemente. Notaba sus labios recorriendo mi cara, mientras yo, con los ojos

esperado tanto, tanto...” Me dijo mientras volvía la suavidad a sus manos y a

cerrados me dejaba llevar dulcemente, sin resistencia. Después de la

su boca.

excitación y las emociones de aquella noche, sus caricias, tan suaves, eran como un bálsamo para mi.

Nos amamos en silencio, fue una sinfonía interminable de caricias y besos, explorando, maravillándonos con cada nuevo rincón de placer. Besos en la

Por segunda vez esa noche me dejé besar y finalmente también yo la besé.

axila que bajaban suavemente por los costados, en el ombligo, en las

Sus besos eran tan dulces, diferentes, menos exigentes pero más tiernos.

caderas, en el interior de los muslos, esa zona de piel finísima donde cada

Sus labios más suaves y más húmedos se deslizaron por mi cuello mientras

beso te produce un estremecimiento de pies a cabeza. Hasta llegar a la ingle

yo le acariciaba el pelo. “Déjame que te quiera” me susurró. “Por favor... por

y al sexo. Un pudor instintivo me hizo decir quedamente: “No Amanda, ahí

favor...”. Su voz sonaba tan tierna y a la vez tan herida... Nos desnudamos

no” Cerré las piernas dejando atrapada entre mis muslos su cabeza.

la una a la otra sin vergüenza, conocíamos muy bien nuestros cuerpos y sin

“Déjame” susurró ella, “Es tan suave...” Me dijo separándome suavemente

embargo yo la veía esa noche distinta. Su cuerpo casi como el de un

las piernas. Y mientras lo besaba no pude reprimir el movimiento involuntario

muchacho me pareció hermoso. Su piel era blanquísima, casi transparente,

de mi cuerpo acoplándose a su boca, ni un gemido, ni tirarle del pelo

sus pechos estaban apenas desarrollados, pero sus pezones eran de mujer,

mientras sentía el primer orgasmo de mi vida en su boca.

rosas aréolas y rojos y grandes pezones que acaricié extrañada con la punta de los dedos, no me había fijado nunca en ellos. Las piernas larguísimas

Luego hubo pasión, caricias hechas de piel sobre piel, pecho que acariciaba

terminaban en un pubis pequeño de vello dorado, su vientre plano, sus

pecho, vientre con vientre y sexo con sexo. Nuestros cuerpos se acoplaban a

caderas estrechas y su culo pequeño y musculoso. Éramos totalmente

la perfección y en cada roce y en cada movimiento las dos sabíamos

distintas, donde yo era toda curvas, ella era líneas casi rectas y su blancura

exactamente lo que sentía la otra.

contrastaba con mi piel dorada. Maravillada contemplé como esos pezones se hacían más grandes aún al contacto de mis dedos y sentí un deseo

Estaba ya amaneciendo cuando nos quedamos dormidas, exhaustas,

irrefrenable de saber como los sentiría en la boca. Acuné su pecho pequeño

abrazadas la una a la otra. Fue una noche interminable que jamás pude

con mi mano y acerqué los labios despacio, casi con curiosidad. Recorrí con la

olvidar.

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. hasta amasar un auténtico alijo de colores que luego enterrábamos en el

A la mañana siguiente, el padre de Amanda me llevó a mi casa en coche. En

solar que había frente a mi casa. Esconder y encontrar tesoros. A veces

sus ojos leí que sabía lo que había sucedido esa noche entre Amanda y yo.

éramos piratas y el tesoro era el botín de mil peripecias en el mar. Hacíamos

No se si nos oyó o adivinó, pero su mirada era distinta y su expresión seria.

un mapa contando los pasos y poníamos una gran cruz roja que señalaba

Estaba tan avergonzada que apenas me atreví a mirarlo a la cara, ni una

donde habíamos escondido el tesoro. Otras éramos reinas destronadas por

palabra le dije y solo cuando bajé por fin del coche cabizbaja y

bárbaros que se veían obligadas a guardar sus joyas en algún lugar oculto

tremendamente triste, me sujetó un momento por la muñeca, suave pero

para poder rescatarlo después.

firmemente y me dijo con una dulzura increíble: “Recuerda siempre pequeña que no has hecho nada malo, eres un precioso regalo, no te avergüences

Este juego de los tesoros lo rescaté luego, cuando tuve a mis hijos y se

nunca.”

convirtió también en uno de sus juegos favoritos. Los cristales verdes son esmeraldas, los rojos son rubíes, los azules zafiros, amatistas, diamantes

Después de ese día, no volví a ver a Amanda ni a su padre. A ella la

maravillosos ...

mandaron a un colegio en Suiza y solo pudo despedirse de mi por teléfono. Estaba llorando.

- Mamá, ¡Mira! Me dice uno de mis hijos enseñándome una piedra blanca que brilla a la luz del sol como una joya. ¿Y esto? ¿Es valioso?

Cuando volví a ver a Amanda después de tanto tiempo. Ella preguntó al fin:

- Valiosísimo. Guárdalo. ¿No ves esas vetas que recorren la piedra? Eso son

“¿Encontraste a tu príncipe azul?”

restos de un mineral inapreciable y muy raro, que se esconde entre las

“No, pero he besado a muchos sapos” Contesté riendo yo. Ella rió también y

piedras.

yo pregunté entonces: “¿Y tú? “Yo he besado a muchas princesas, pero ninguna tan dulce como la primera.”

Estos días de vacaciones en la playa teníamos una invitada, una niña un poco menor que ellos con la que se llevan de maravilla y a la que dejan que los mangonee a placer. A mí me hace gracia ver como sus juegos cambian tanto

Fin

cuando ella está con ellos. De pronto, los muñecos del “Señor de los Anillos” se vuelven distintos y los sonidos de sus juegos cambian de relatos épicos de

Alia

batallas y gestas heroicas a conversaciones domésticas que me hacen reír. - ¡Aragorn! Oigo decir a la niña que tiene entre sus manos la muñeca Eowing.

Magia

Te he dicho mil veces que estoy harta de quedarme todo el día en la casa con

Recuerdo que cuando yo era pequeña, uno de mis juegos favoritos y al que

el niño, mientras tú andas por ahí peleándote con tus amigotes.

jugaba interminablemente con mi hermana pequeña era el de los “Tesoros”. El juego de los tesoros consistía en ir recogiendo trozos de cristal pequeñitos

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El niño es un muñequito de Homer Simpson al que ha puesto un pañal hecho

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de papel higiénico.

- Sois muy jóvenes para tener niños mujer. Mejor será que lo adopte algún orco.

- Pero Eowing, si no mato a los orcos, vendrán y nos destrozarán la casa y se llevarán al niño.

Mis niños que conocen mi sentido del humor se ríen ante la mirada

- Excusas, siempre tienes muchas excusas. Anda, vamos a dar un paseo con

escandalizada de la niña. Al final se llega a un acuerdo. Aragorn y Eowing se

el bebé que ya le he dado la comida.

van a dar un tiempo para pensar en su relación y mientras dejan al niño al cuidado de Gandalf que resulta ser un ama de cría estupendo. Mientras han

El otro niño viene corriendo a protestarme a mí, que siempre soy el árbitro

decidido hacer un viaje de aventura los tres juntos.

supremo de sus conflictos. - ¿Nos podemos llevar los juguetes a la playa? Me preguntan los tres con los - ¡Mamá! Ya están haciendo “grupitos” esos dos y a mi me dejan fuera.

pantalones llenos de bultos. - Ya sabéis que NO. En la playa los perdéis y además, en la playa se puede

Les he dicho mil veces que tienen que jugar los tres y que no me gusta que

jugar a otras cosas muy divertidas. Así que sacad los muñecos de los bolsillos

hagan grupitos y dejen a uno de los gemelos fuera. Tres es siempre un

que no cuela.

número conflictivo, sobre todo cuando hay una niña por medio. - ¡A los tesoros! Dicen los niños entusiasmados. - Vamos a ver... ¿Es que no podéis jugar los tres juntos? Pregunto yo al

- ¿Los tesoros? Pregunta la niña.

matrimonio culpable.

- Si, es muy muy guay. Dicen mis hijos alborozados.

- ¿Y que vamos a hacer? Me dice la niña muy convencida. Nosotros estamos casados y tenemos que salir juntos.

Hace un día precioso y los niños nada más llegar se van en busca de

- Claro. Protesta el otro. ¿Y yo qué hago? A mi me ha tocado de mujer la

esmeraldas, rubíes, diamantes ... Al poco vienen los tres corriendo hacia

llorona.

donde yo me encuentro leyendo.

La llorona es la princesa Arwen, a la que mis niños no tienen ninguna

- ¿Qué pasa? Digo yo mirando las caras de mis hijos enfurruñadas.

simpatía. Dicen que se pasa la vida llorando, soñando y susurrando...Si por

- Dice ésta que ésto no son tesoros, que son trozos de botella rotos. Me dice

ellos hubiera sido hubieran cambiado la historia y hubieran casado a Aragorn

mi hijo totalmente agraviado. Dile tú lo que son en realidad...

con Eowing sin dudarlo.

- ¡Es que lo son! ¿No ves la forma que tiene éste? ¿Para que queremos recoger porquerías de la playa?

- Bueno, yo creo que lo mejor es que no os caséis. ¿No sería mucho más divertido tener dos novios con los que pasear?

- La magia de las cosas está en la imaginación cariño. Le digo a la niña. Si

- ¿Y el niño qué? Me dice la niña muy seria.

para ti son diamantes y esmeraldas, entonces son diamantes y esmeraldas.

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¿No crees?

Hablamos, reimos, bailamos y como un suspiro pasó el tiempo sin sentir. De pronto eran las 4 de la mañana. Estabamos en Cartagena y a mi amigo, al

La niña está enfurruñada y no quiere dar su brazo a torcer.

que le encantan los planes improvisados propuso de pronto:

- ¡Pero es que son cristales de botella! Dice terca.

- Vámonos a la charca a bañarnos.

- Y cuando tú cuidas y hablas a tus muñecos y les das de comer. ¿Acaso no

- ¿Las charcas de aguas termales?

sabes que son muñecos y no niños?

- Sí. Hay luna llena y va a ser maravilloso estar metido en el agua caliente

- Si claro, pero...

contemplando el cielo.

- Pero para ti son bebés de verdad cuando juegas. ¿No? - Si...

Inmediatamente secundé el plan. Me encantan los planes locos a horas

- Pues esto es lo mismo. Vosotros los convertís en tesoros de verdad.

intespestivas. Pero por supuesto siempre hay alguna voz de la conciencia. Alguna de esas personas que parecen haber venido al mundo especialmente

Se alejan cabizbajos los tres. El juego ha perdido la gracia de pronto y me

para mostrarte el lado oscuro de todo plan.

quedo triste mirándolos. ¿Será cosa de las niña ese empeño en convertir lo mágico en algo cotidiano?

- ¿Como que charcas termales? Serán charcas fecales... Yo no me fiaría de esas aguas ni loco. ¿Están homologadas? ¡Dios sabe si no serán aguas

No, yo era una niña cuando jugaba con mi hermana y veíamos las

sulfurosas o algo peor! Yo si no es en un sitio con garantías sanitarias...

esmeraldas, rubíes y diamantes y todavía los veo. - ¡Mira que eres aguafiestas! Me he bañado allí muchas veces y nunca me ha Alia

pasado nada.

Magia (2)

- Esa es otra. A las cuatro de la mañana y en un sitio tan desolado como ese,

Ayer pase una noche estupenda. Eramos un grupo para cenar, un grupo

que me recuerda a la "Matanza de Texas" y tan solitario. Lo mismo nos

pequeño de amigos, una reunión íntima. El anfitrión, un amigo mío del alma

asaltan, violan a las mujeres y nos roban la ropa...

con el que comparto penas y alegrías desde hace 25 años, se había esmerado en la cena. Quería seducir a una amiga mía que también estaba

- Hombre, lo de la ropa sería lo de menos ... ¿No? Dije yo algo picada de que

allí y como seductor experto que es y conocedor del mundo femenino no

pusiera al mismo nivel nuestra posible violación y la pérdida de la ropa.

había ahorrado detalle. Una cena que parecía un menú de degustación de restaurante de postín, vino de Gran Reserva, conversación brillante y

- Mejor sería llegar a un acuerdo con ellos. Nosotros violamos a las mujeres y

divertida, música estupenda, copas, hierbas...

ellos que se queden la ropa. Apuntó mi amigo práctico.

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- Además, no tenemos bañadores. Dijo mi amiga.

siempre les hago reir. Quizás por eso me echan de menos cuando estoy

- ¿Y para que puñetas necesitamos bañadores? Sólo toallas para cuando

tiempo sin ir, o al menos eso me gusta pensar a mí cuando me lo dicen...

salgamos. Yo te arroparía con la toalla y ya verías como no pasabas frío. Dijo mi amigo insinuante.

Pues bien yo estaba en la carnicería. No había mucha gente y quizás por eso se oía tan bien la conversación de una de las clientas con uno de los

En fin, la cosa es que a pesar de mi entusiasmo por vivir una aventura

carniceros jóvenes, el más guapo para más inri... La cosa ha empezado con

nocturna y el entusiasmo de mi amigo, sospecho que entre otras razones por

la estatua de Franco. La buena señora, una de las momias peperas que se

contemplar el espectáculo de varias mujeres desnudas a la luz de la luna, la

ponen de interventoras en mi mesa electoral, estaba dando un mitin a voz en

cosa no terminó de cuajar. Los inconvenientes, tan bien enumerados por el

grito, como siempre. La soberbia de la que suelen hacer gala en un barrio

Pepito Grillo de la reunión vencieron nuestro entusiasmo.

pepero por antonomasia como el mío no deja de sorprenderme. Allí estaba ella, con su pelo rubio bien cardado y ese perfume espeso y mareante ... ¡En

Y en ese momento me sorprendí pensando. ¡Qué pena! Seguro que hubiera

fin! Que si que poca vergüenza quitar la estatua de Franco, que si adonde

salido un relato estupendo de esa excursión. Eso es lo bueno de los relatos,

vamos a llegar, que si aquí no hay lo que tiene que haber... que si todo el

ni siquiera te tiene que salir bien el plan, lo importante es vivir, vivir para

mundo se calla... (Esto me ha hecho gracia porque no dejan de hablar del

contarlo...

tema...) En resumen, era como escuchar la COPE, pero en versión carnicería.

Besos, El carnicero le daba la razón, por supuesto esto no me ha extrañado, al fin y Alia

al cabo en su negocio el cliente siempre tiene la razón, pero para mí gusto que le estaba dando la razón con demasiado gusto... El caso es que yo iba

Pasión

notando como se me hacía un nudo en el estómago, porque la buena señora

Que raro que con este título vaya a hablar de la carnicería de mi barrio, pero

animada sin duda por la "comprensión" de su interlocutor se iba poniendo

la vida es algo impredecible, al menos para mí, o al menos eso me gustaría

cada vez más soberbia, cada vez más radical, cada vez más irrespetuosa. El

que fuera...

nudo iba subiendo por mi cuerpo como una bola caliente... ya estaba a la altura del pecho, notaba una presión y un calor... Me he quitado la chaqueta

Yo soy una clienta VIP de la carnicería de mi barrio. Lo sé. No sólo porque

dejando al descubierto solo la camiseta escotada que llevaba, pero ¡Nada! El

soy de las que compran sin preguntar el precio, además no soy nada

calor iba subiendo y el nudo lo tenía ya en la garganta... La señora había

follonera y soy bastante dócil. Me llevo lo que me recomiendan, pruebo lo

llegado ya en su lista de agravios al 11M... ¡Cómo no! Y cuando ha empezado

que me dan a probar y además pago religiosamente. Soy una clienta que

a decir que la sangre de los caídos estaba ahogando a los canallas que

además les da vidilla... Lo noto por las sonrisas que me dedican todos en

estaban encubriendo a los verdaderos asesinos... (Zapatero a la cabeza) ...

cuanto me ven aparecer. Me meto con los carniceros jóvenes y les hago reír,

la bola ardiente ya no me dejaba respirar...

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- ¡Señora por Dios! Deje de hablar de política que me está poniendo mala...

Tu te encuentras allí encerrada y su merced... Y ellos aprovechándose de la

He dicho con voz entrecortada.

coyuntura, con la COPE a todo volumen y encima haciendo comentarios propios ...

- ¿Quéeeee? Dice la señora mirándome atónita. - Pues que no me parece este el mejor sitio para soltar un mítin...

Dos veces me he bajado de un taxi por no poder resistir más el tormento.

- Pues si no te gusta te vas. Dice la otra mirando alrededor como pidiendo

La primera hace ya bastante tiempo. Iba con mi jefe de por aquél entonces,

apoyos...

el que tenía la cara de culo y vocación de acosador y al taxista le dio por hacer comentarios machistas... Ufffff

- Eso justamente es lo que voy a hacer. He dicho dandome la vuelta y saliendo con la cabeza muy alta.

Que si todas las mujeres eran unas putas (Mejorando lo presente claro... decía el muy guarro guiñándome un ojo por el espejo retrovisor) ... que si lo

He salido de allí con el cuerpo encendido y la sangre burbujeándome en la

único que les interesaba era el dinero... que si los hombres eran todos unos

cabeza. ¿Qué haría ahora? ¿Como me desahogaría? En ese momento me he

cornudos y unos calzonazos ... ¡En fin! Para que repetir las lindezas que ese

dado cuenta que lo único, lo único que me pedía el cuerpo hacer, aparte de

pedazo de animal soltaba por su boca... El mierdecilla de mi jefe me miraba

tirarle del moño a la señora era... A ver...

de reojo preguntándose cuando iba a saltar, mientras miraba al suelo sin atreverse a decir esta boca es mía...

Los músculos tensos como las cuerdas de una guitarra, los ojos echando chispas y el corazón retumbándome en el pecho... ¡Qué calor!

Al final, como no podía ser menos, exploté y le dije que o bien cerraba la boca o me bajaba. El taxista miró a mi jefe esperando que este interviniera a

¡Ya lo sé! Ahora mismo, ahora mismito arrancaría la ropa y echaría un

su favor o al mío y éste no atinó más que a decir:

polvazo salvaje. Nada de hacer el amor, nada de caricias suaves... Clavaría las uñas, mordería y no habría cama lo suficientemente grande que me

- Mujer, que este hombre está hablando de broma, no te lo tomes así...

contuviera. Estaba claro que lo que no quería es que el taxista lo tomara por cornudo o Sin embargo me he ido al Corte Inglés a comprar la carne... ¡Pena!

por calzonazos...

Alia

- ¡Pare el taxi! - Aquí en medio no puedo parar. Dijo el muy bestia.

Los taxistas:

- O para o me tiro en marcha. A ver como lo explica luego...

¡Los taxistas por supuesto!

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Y paró, vaya si paró y el subnormal de mi ex jefe hizo amago de bajarse conmigo... ¡A buenas horas! Le cerré la puerta en las narices.

- ¡Hay cosas que no se pueden tolerar! ¡Faltaría más!

La segunda fue hace poco y precisamente por la maldita COPE... ¡En fin!

Por supuesto nos fuimos sin pagar... ¡Y como llovía!

Y hubo una tercera hace todavía más tiempo, pero esa vez fue mi madre la

Alia

que armó la bulla... y no fue por política precisamente. El tío iba con un casette a todo volumen con la preciosa canción esa de:

Una partida de petanca

"Una vieja y un viejo

Ayer, precisamente ayer, en ese mismo Jueves Santo y probablemente más o

van pal Albacete

menos a la misma hora y bajo el mismo sol, estaba yo en la playa

y en mitad del camino

entreteniendome contemplando una partida de petanca y casualmente

va y se la mete

pensaba que la petanca que ahora parece haberse puesto tan de moda en la

va y se la mete..."

playa, al menos en una playa popular y proletaria como la mía, me parecía el golf de los pobres. Se practica al aire libre también y necesita de buen

Yo veía que a mi madre se estaba poniendo de todos los colores... y cuando

tiempo, pero al contrario del golf, no requiere cesped ni ropa especialmente

empezó a murmurar aquello de:

diseñada, sus movimientos no tienen nombre de coreografía de élite, aunque imagino que también tendrán su misterio y desde luego no se necesita

- Que falta de respeto... a una señora... es que no se puede aguantar...

ningún carísmo palo numerado y con nombre extranjero ni bolsa de piel que lo contenga. Unas bolas, un poco de tierra ... y ya tienes el juego montado.

Supe que la cosa no podía terminar bien... Lo practicaban un grupo de hombres relativamente jóvenes, al menos para - Mamá, que está lloviendo... Dije yo en un murmullo.

mí, que me doy cuenta que voy haciendo con los años, lo mismo de lo que

- Como si estuviera tronando. Dijo mi madre ya lanzada.

me reía tanto en mi madre. Voy considerando jóvenes cada vez a gente de

- ¡Oiga usted! ¡Que falta de respeto! ¡Ponerle esa grosería a una señora y

más edad. El aspecto de la mayoría no podía ser más desalentador, con

además con mi hija que es soltera! (Je,je,je, cosas de madre...)

respecto a la estética se refiere. A saber, bañadores bermuda floreados, caídos bajo la prominente barriga al descubierto. Calvas incipientes y algo

Tengo que reconocer que el buen hombre tuvo por lo menos el decoro de

más que incipientes más o menos disimuladas bajo absurdas gorras con

avergonzarse y apagar el cassette, pero demasiado tarde. Mi madre estaba

visera de colores chillones y letreros llamativos de "Chapa y pintura Manolo"

ya fuera de sí y ya no aceptaba disculpas ni gaitas. En el primer semáforo se

o "Pollos asados Mirador"...

bajó y tirando de mí dijo:

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Se estaban divirtiendo de lo lindo, bajo la despreocupada y poco atenta

sus mujeres que con una servilleta de papel les limpiaban la boca y las

mirada de un grupo de mujeres que charlaban bajo una enorme sombrilla de

manos de las grasientas patatas, con el mismo gesto brusco, falsamente

Cerveza El Águila. Mi mirada se dirigió curiosa de ellos a ellas . Sin duda los

regañón pero lleno de ternura con que se le hace a un niño.

primeros calores anuales las habían cogido poco preparadas para los bañadores y bikinis, puesto que aparte del blanco verdoso normal y

Reconozco que todo este espectáculo lo ví con esa sonrisa condescendiente

comprensible después de este invierno crudo que hemos soportado, se les

que dedicamos a algo que vemos con cierta comprensiva ternura, pero

veía con una tremenda falta de un buen rasurado, o al menos un recorte de

siempre desde fuera. Espectáculo de un mundo ajeno al nuestro, con el que

altos y bajos. Pelos largos y negrísimos contrastaban con la piel blanca en

podemos ser comprensivos pero que no creemos compartir.

ingles, axilas y piernas, el mismo color que se podía ver en los dos dedos de raya que llevaban en el pajizo y oxigenado rubio de la cabeza. Celulitis,

Pues bien, después de leer el relato de Delicado, he pensado de pronto que

barrigas testigos de más de un parto más o menos reciente y bañadores y

en realidad me es mucho más ajeno y más hostil ese mundo de campos de

bikinis de oferta en el Carrefour.

golf, tetas siliconadas, gigolós de vergas de exhibición y duchas de porcelanosa que ese otro al que hace tan poco miraba con condescendencia.

Ellos y ellas formaban grupos separados y sin embargo perfectamente avenidos. De vez en cuando, uno o una de uno u otro grupo le gritaba alguna

Gracias Delicado, por hacerme sentir tan integrada en mi universo.

broma a su consorte entre las risas de los dos grupos. Besos mil, - Lleva cuidao Pepe, que la barriga no te deja ver la bola... - No te preocupes que llevo el periscopio fuera ...

Alia

- A buena cosa le dices tu periscopio... será microscopio... - No me decías eso anoche...

HISTORIAS DE MI CAMPO

- ¡Ah! ¿Eras tú? ¿Creí que era el niño que quería mear...

El campo para mí es todavía ese sitio mágico donde pasaba los veranos en mi niñez. Un campo de secano árido y yermo que sólo cuando llegaba febrero

Reconozco que las bromas no eran demasiado finas y carecían de la menor

se nos mostraba radiante vestido de flores de almendro, flores blancas y

sutileza, sin embargo ellos las celebraban con ese genuino entusiasmo que

rosadas entre ramas oscuras y flacas como brazos amorosos de abuelo.

resulta contagioso y te hace sonreir. En los veranos durante el día todo lo llenaba esa luz deslumbrante del sur y Cuando terminaron la partida, con más pena que gloria por lo que pude ver,

ese sol implacable que pesa como un pecado. Pero nosotros eramos niños

se acercaron a la sombrilla y de una de esas neveras de viaje, salieron botes

entonces y el sol y el calor eran nuestros compañeros de juegos. Corríamos

de cerveza y bolsas de patatas fritas que las mujeres distribuyeron y ellos

de sombra en sombra, raquíticas sombras en las que ni siquiera cabían

devoraron en cuestión de segundos. Luego se echaron en la arena junto a

nuestros cuerpecillos de niño. Al que se quedaba fuera de la sombra se le

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regalaban tantas collejas como aguantara sin amagar un puchero.

las conversaciones, las peleas... El panadero poseía el canto alegre que dividía nuestras mañanas de sol. Todo en las mañanas ocurría siempre antes

La magia sin embargo llegaba al caer la tarde. Comenzaba con unos

o después del panadero.

atardeceres en tonos anaranjados y rosados que convertían el cielo en un inmenso lienzo de finísimas pinceladas e infinitos matices. Sin entender del

El panadero traía sus tesoros en la parte de atrás de su furgoneta blanca,

todo el significado de ese nudo en la garganta que sentíamos, aprendimos a

con una sonrisa pícara nos enseñaba primero los rollitos de naranja.

esperar cada día sobre “la loma de la cabra” ese regalo diario del cielo.

- ¿Queréis ésto? Todos los dias protagonizaba la misma obra y todos los días nosotros contestabamos exáctamente lo mismo entre risas complices.

Luego, al caer la noche todo se trasformaba milagrosamente. El aire se volvía

- NOOOOOOOO - Gritabamos a coro.

fresco, un aroma de pino y jazmín que te llegaba en deliciosas ráfagas, te

- ¿Qué? No oigo...

hacía levantar la cabeza un momento, parando la conversación o los juegos

- NOOOOOOOOOO

para disfrutar en silencio de ese obsequio fugaz. - ¿Queréis ésto? A los rollitos de naranja siempre le seguían las tortas de anís La oscuridad total enmarcaba unas estrellas que nunca han sido después tan

y el bizcocho casero en una secuencia que jamás variaba un ápice.

hermosas como esas que conservo en mi memoria de niña. La oscuridad como cómplice en juegos interminables de tinieblas, cuentos de terror o

- NOOOOOOOOO

historias fantásticas. La oscuridad que envuelve sin producir temor, el origen de paseos a la luz de la luna en apretado abrazo y de risas que estallaban a

- ¿Entonces? ¿Qué podré tener yo por aquí que quieran unos niños de capital

cada tropezón en el camino de tierra.

como vosotros...? Aquí siempre guiñaba un ojo.

El mundo de mi niñez desaparecerá pronto. Mi campo ha sido “recalificado”.

- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡BAZOKAAAAAAA!!!!!!!!!! Gritábamos hasta desgallitarnos.

Qué palabra más absurda para describir el fin de una parte de mi misma. Mis nietos no conocerán más que el pálido reflejo que conserve mi memoria y

¡Ah! ¡Queréis los chicles! Esta frase la repetía a diario exáctamente con el

cuando falle, sólo quedarán las palabras que aquí escriba.

mismo falso tono de sorpresa y cada vez nos provocaba la misma explosión de risas.

Alia

El panadero

Y es que el panadero llevaba los chicles Bazoka. Esos chicles de fresa que te llenaban la boca de azucar. Tenían unas estampitas dentro con viñetas que

El panadero llegaba cada dia tocando la bocina. Como un flautista de

leíamos una y otra vez e intercambiabamos como tesoros.

Hamellín sobre ruedas, al sonido de la bocina de su vieja furgoneta toda la chiquillería corría alborozada detrás. Los juegos se quedaban en suspenso,

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El panadero de ahora lleva todas las chucherías del mundo pero ya no

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arrastra a ningún niño detrás de su todo terreno.

fue un amor, truncado de raíz por el padre de la joven, lo que precipitó los acontecimientos.

Ya no tiene los chicles Bazoka. La joven, para aquellos entonces y en aquellos lugares era, un buen partido. Hija única de un pequeño propietario de lo que hoy nos parecería una Alia

heredad miserable, en ese tiempo era envidiado por muchos por ser el poseedor y no arrendatario o aparcero de un pequeño pedazo de tierra

La casa de la loca

poblada de almendros y algarrobos. El padre tenía para su única hija algunas pretensiones, no demasiado ambiciosas, era un hombre realista y poco dado a las fantasías, pero la muchacha era joven y sana y eso era más de lo que nadie podría soñar en una esposa con dote.

Pertenezco a una larga estirpe de contadoras de historias: Mi bisabuela, mi abuela, mi tía... en cada generación de mi familia ha salido como mínimo una

La tierra de aquél hombre lindaba con la de otro propietario, un hombre de

mujer que podía hechizar a pequeños y grandes relatando historias. Yo,

mediana edad y viudo por más señas que andaba buscando un buen apaño

como humilde descendiente de esta estirpe, no pretendo hechizaros pero sí

(Como decía siempre mi abuela poniendo cara de circunstancias). Así que el

compartir con vosotros algo de un mundo que se va difuminando día a día.

apaño era sin duda aquella moza joven y robusta que además vendría con un pedazo de tierra incluido en el lote.

Esta historia es una historia de mi abuela y habla sobre mi campo que también fue el suyo.

Pues bien... ( al llegar a este punto mi abuela siempre sabía hacer la pausa justa) , el diablo que todo lo enreda para ver si los pobres humanos

Un poco alejada del grupo de casas que han formado siempre nuestra

terminamos cayendo en sus redes, hizo que aquella joven hubiera puesto sus

pequeñísima aldea familiar se encuentra, en mitad del campo, la llamada por

ojos en el joven cabrero que llevaba la leche a la casa diariamente. El joven,

todos "Casa de la loca" Mi abuela nos contaba esta historia triste y juraba

apuesto sin duda, pero sin nada que no fueran sus manos como única

que era verdad que así se la había contado a ella su madre y ella sabía que

propiedad, pensó que no sería tan mal negocio hacer un casamiento con una

era cierta porque cuando la contaba, su madre nunca empezaba como todas

propietaria y así la rondó a escondidas durante meses, susurrando palabras

sus historias: "Cuando Dios andaba por el mundo..." sino "Cuando yo era

de hombre en su oído y rozando atrevido su mano cuando le entregaba la

moza sucedió..."

leche por las mañanas. Encuentros ardorosos y fugaces a la luz de las estrellas ("Sí niños, esas mismas que nos están mirando ahora" y aquí todos

Pues bien, cuando mi bisabuela era moza sucedió que una joven de los

levantábamos la cabeza hacia esos mudos testigos) y bajo la luna creciente

alrededores perdió la razón. Múltiples versiones de este hecho infausto

del mes de junio, bajo el gran almendro que hay junto a la casa, se juraron

circularon por aquellos contornos en esos días, pero todas coincidían en que

amor eterno.

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Pero nada es eterno en la vida y menos el amor cuando no lo acompaña la

Una noche, precisamente de luna llena, nos armamos de valor todos los

suerte y así, aunque nadie supo a ciencia cierta quién los descubrió a su

niños y decidimos investigar la casa de la loca. Nadie nos echó en falta, en mi

padre, el padre se enteró y como era un hombre práctico y con pocas

campo nadie te echaba en falta hasta la hora de comer o de dormir,

inclinaciones dramáticas hizo un aparte con el cabrero. Nadie supo de qué

teníamos completa libertad para ir y venir a nuestro antojo.

hablaron... aunque las malas lenguas hablaban de cientos de reales, cosa imposible porque ¿De dónde iba a sacar un pequeño propietario tales

Por supuesto de noche... ¿Habrá algo más excitante que el sabor del miedo

tesoros? Lo que hablaron no se sabrá nunca a ciencia cierta pero lo que sí se

contenido? Salimos decididos, hechos una piña y cogidos de la mano unos

sabe es que al día siguiente de aquella charla fue otra mano, envejecida y

con otros. Conforme nos acercábamos a aquella viejísima casa a la que

flaca la que llevó la leche a la moza.

teníamos prohibido el acceso (No por los fantasmas sino por las ruinas) nuestros pasos se fueron haciendo más y más lentos. La idea no nos parecía

Su locura no sobrevino de la noche a la mañana, más bien fue un lento

tan buena en ese momento. La casa tenía un aspecto siniestro en la noche

deslizamiento fuera de la realidad. Cantaba y murmuraba sola cada vez con

clara y... ¡Había un balcón! Un balcón con rejas y nos pareció imposible que

más frecuencia y así un poquito más cada día, terminó una noche corriendo

ningún ser humano fuera capaz de escapar de aquellas rejas... Aún así

desnuda como una bacante por los campos bajo la luz de la luna llena.

entramos en tropel después de que mi primo, que siempre tenía que ser el

Después de eso la encerraron en un cuartito pequeño en el primer piso de la

más valiente, entró decidido en la casa. Nos daba tanto miedo entrar como

casa, con rejas en el balcón para que no pudiera seguir ninguna otra noche a

permanecer fuera sin él.

la luna, pero ella que como todos los locos era astuta... (La voz de mi abuela bajaba aquí de tono hasta tornarse en susurro conspiratorio)... adelgazó y

Vimos la planta baja en ruinas y frente a una lata oxidada de atún y una

adelgazó y se quedo tan flaca que al fin pudo escapar a través de las rejas,

botella de vino vacía empezamos a perder un poco el miedo... era tan real y

como un pájaro, saltar al campo y ahorcarse bajo el mismo almendro en el

ordinario todo... ¿Qué fantasma podría vivir en aquella casa que parecía un

que le habían jurado amor eterno.

basurero? Vimos la estrecha escalera que subía al piso de arriba y muy despacio, con cautela, fuimos subiendo peldaño a peldaño, parándonos en

Se hacía un silencio sepulcral al llegar a aquél punto. (La voz de mi abuela se

cada uno por si escuchábamos algún sonido aparte de nuestras respiraciones

hacía tétrica y misteriosa cuando después de dejar pasar un lapso de tiempo

contenidas y el retumbar de nuestros corazones.

en silencio continuaba...) ¡Esta es la habitación! ¿Veis el balcón? Esto parece una alacena ... En ese Desde entonces la casa está maldita, la loca busca a su amor y gime

momento con un estruendo que nos pareció espantoso salió algo vivo de allí,

desesperada porque se cree todavía viva y encerrada en aquella habitación

algo grande que nos saltó a la cara y salió por el balcón, entre las rejas, con

pequeña, con una reja en la ventana que intenta en vano traspasar...

un poderoso batir de alas... Corrimos, bajamos tropezando por las escaleras, el pánico nos agarrotaba pero volamos todos juntos, empujándonos, gritando

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como posesos, mi primo el valiente el primero hasta para la huída... Salimos

privilegio y responsabilidad es la libertad, siempre.

de la casa y corrimos, corrimos como no recuerdo haber corrido antes ni después de aquello... Pálidos y jadeantes llegamos al grupo de casas, a mi

Todos sabíamos ya montar en bicicleta mejor o peor cuando al fin nos

campo.

compraban la nuestra. Era uno de los requisitos indispensables para ser el orgulloso poseedor de una propia. Aprendíamos todos de la misma forma y

Mi primo que había recuperado el color poco a poco fue el primero en hablar:

con la misma bicicleta. Una bicicleta pequeña que nadie recordaba siquiera

- Era una lechuza. Dijo sin el menor asomo de duda.

cuando o quién compró en un pasado que se remontaba para nosotros a la mitología del campo. Una bicicleta de la que no quedaba ni el recuerdo del

No volvimos jamás a visitar de noche la casa de la loca, aunque nunca

color que algún día vistió. Ahora era de un color óxido uniformemente

dudamos de las sabias palabras de mi primo.

repartido, sin frenos, sin guardabarros y con un sillín tan duro que hacía que en las caídas de culo, siempre se te antojara ese suelo de tierra algo blando y

Era una lechuza. ¿Qué podría ser si no?

acogedor.

Alia

El sistema de aprendizaje era tan simple como efectivo. Nos dejábamos caer por la cuesta de las palas. Era una pendiente bastante empinada que

La bicicleta

arrancaba justo donde estaba mi casa y terminaba en unas chumberas a las que ibas directamente si no aprendías rápido a dar la curva cerrada o a

Cuando yo era niña la bicicleta nada tenía que ver con ese juguete de ahora

frenar con los pies. No recuerdo a ningún niño que le costara más de dos

que se les compra a los niños cuando aún no han aprendido a correr siquiera.

encuentros con las palas el aprender a montar en bicicleta.

Ese juguete que se va quedando pequeño al mismo ritmo que los niños crecen. La bicicleta en mi campo era algo inapreciable. Un regalo valiosísimo

Al grito de ¡Las palaaaaaaaas! Alguna de las madres, no importaba quién,

por el que suspirabas durante años y que cuando al final conseguías tenía un

para esos menesteres las madres eran algo comunitario, así que en esos

significado de gran trascendencia. Era un voto de confianza, un paso

momentos de emergencia la que menos ocupada estuviera era la que salía

reconocido al mundo de los adultos. Era la puerta que se te abría de pronto

con el alcohol, que quemaba más que el orgullo herido, la mercromina y las

hacia un mundo mucho más grande y lleno de peligros.

pinzas de depilar. Allí, en el porche de Maria Luisa, el más cercano a las palas

Con la bicicleta podías ir al pueblecito más cercano, podías llegar a la

y que además contaba con una hermosa parra de sombra, era dónde se

carretera asfaltada que era el límite donde acababa la libertad de los niños

procedía a curar las rozaduras, consolar al accidentado y quitar, entre

pequeños.

lamentos de uno y chanzas de los demás, esas pinchas diminutas con que te castigaban las chumberas por tu torpeza.

La bicicleta había que ganársela, tenías que demostrar ser merecedor de semejante privilegio, un privilegio y a la vez una responsabilidad. Como

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Sólo recuerdo una vez, en que uno de mis primos, sin duda intoxicado por

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alguna película americana, pidió a su madre que lo ayudara a aprender a montar en bici sujetándole el sillín por detrás como había visto en la tele... El

Al caer la tarde, cuando ya los niños andábamos corriendo y jugando

incauto hizo su petición en el corrillo de las madres, a la fresca de la tarde.

bocadillo en mano (Menos mi primo el mimadito que engullía su cena en la

Aún recuerdo el regocijo general de todas...

mesa mientras loco de impaciencia nos escuchaba gritar fuera), cuando ya todas las tareas estaban hechas, entonces llegaba el momento del corrillo de

• "Eloisa, te veo haciendo la comida de tiros largos como en las películas

los mayores. Mis tías, mi madre, mi abuela... Era un universo femenino

americanas..."

dónde se hablaba de las cosas realmente importantes de la vida: Amores, desamores, historias humanas presentes y pasadas, pasiones, anécdotas

• "Sí, decía otra con guasa... con uno de esos delantalitos blancos de

familiares, nacimientos y muertes.

volantes... tan monos..." (Carcajada general) Estas conversaciones de mujeres tenían una atracción poderosísima para Aquí cortó mi abuela las risas con una sentencia que era inapelable:

nosotros, incrementada además por el hecho de que los niños normalmente

• "De toda la vida de Dios los niños han aprendido a montar en la cuesta de

estábamos excluidos de ellas, lo que les daba ese halo de misterio que tienen

las palas... ¿No estarás consintiendo demasiado a ese niño?"

las cosas prohibidas. Sin consideración alguna nos echaban del corrillo con cajas destempladas. No se temía herir los sentimientos de los niños por aquél

Mi tía agachó la cabeza en señal de muda aquiescencia. Mi primo era sin

entonces y a nosotros se nos tenía prohibido interrumpir a los adultos a no

duda un niño bastante mimado.

ser que fuera por causa mayor, que en mi campo significaba el derramamiento de sangre como mínimo.

Mi primera bicicleta fue una Orbea verde hierba de ruedas grandes y pintura reluciente que me enamoró desde el primer momento que puse mis ojos en

- ¿Qué hacéis aquí sopando en las conversaciones de los mayores?

ella.

- ¡Hala! ¡ Al campo a jugar! - ¡Anda que no habrá campo!

Alia Únicamente había una ocasión especial, que todos esperábamos con ilusión La palabra

cada año, en la que a los niños se nos permitía estar en el corrillo y esta ocasión llegaba todos los finales de agosto, cuando se recogía la almendra y se ponía el zarzo de descascarar en el porche de mi tía Encarna, bajo el pino

Si había algo que se cultivaba en mi campo, era el arte de la conversación.

centenario. La almendra se descascaraba a mano, todavía no habían

En un lugar olvidado por el progreso, dónde no había llegado siquiera la

inventado esas horribles y ruidosas máquinas que sustituyen eficacia por

electricidad, era normal que se volviera a lo más básico del ser humano: La

amor y ruido por conversación.

palabra.

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El zarzo de descascarar era una especie de mesa enorme con un marco de madera alto y una superficie de trama de alambre que formaba una tupida red por donde se colaba la tierra y el polvo. Grandes y chicos tenían su sitio alrededor de aquél zarzo y entre interminables conversaciones y risas,

Alia

veíamos alborozados cómo los grandes montones del centro iban disminuyendo al tiempo que aumentaban las montañitas de almendras

LOS PRIMOS DEL CAMPO

limpias que ibas echando por un lado y las cáscaras por otro, en los grandes capazos de esparto.

Mi madre todavía tuvo unos primos auténticamente del campo. Las historias de estos primos llenarían un anecdotario completo y sus historias eran

Sin que la conversación interfiriera un momento con el continuo movimiento

siempre de las preferidas de los pequeños.

de las manos, las historias, relatos, chistes y bromas se desgranaban sin fin en nuestros atentos oídos. Los niños nos quedábamos mudos, pretendiendo

Los primos de mi madre se habían criado aislados en la finca que su padre

hacernos invisibles para no romper el hechizo, para que se olvidaran de

poseía en pleno campo de Cartagena. Cuando los niños tenían 8 y 10 años,

nosotros, como con frecuencia pasaba, y la conversación se desviara a

mi abuelo fue a hablar con el padre para convencerlo de que debía llevar a

relatos más escabrosos que normalmente estarían vetados a nuestros oídos.

los niños al colegio para que aprendieran a leer, a escribir y contar. Las

A veces, cuanto más interesante estaba una historia, alguna madre,

cuatro reglas, como se decía por aquél entonces. Tan convincente al parecer

normalmente por culpa de alguno de los pequeños que había hecho algún

fue mi abuelo, que mandaron a los niños directamente del campo a Los

movimiento inoportuno, se percataba de nuestros ojos abiertos como platos y

Maristas, el mejor colegio que por aquél entonces que tenía Murcia. El

con un gesto de cabeza nos señalaba... Shhhhhh ¡Los críos!

hermano mayor de mi madre iba a ese colegio por aquél entonces y el padre pensó que ¿Qué mejor sitio que con su primo?

- ¡Los zagalicos! Decía mi abuela en tono burlón. - ¡Noooooooooo! ¡Terminad la historia! Decíamos todos a la vez mientras

Así que allí llegaron los dos primos vestidos de domingo, con sus zapatos en

hinchábamos a pescozones al culpable del entuerto.

lugar de las alpargatas y una capaza de buen tamaño para la hora del

- Si nosotros no entendeeeemos... Decía con acento lastimero mi prima Eva,

almuerzo. Debía de ser todo un espectáculo ver a estos en el recreo, debajo

que era la más ingenua.

de la sombra de la morera del patio y en cuclillas, sacar la hogaza de pan redondo que se traían a diario, la longaniza y el queso que comían como

A pesar de ese horrible polvillo que suelta la piel de la almendra colándose

comían los del campo, con la navaja, cortando pedacitos de longaniza encima

por todos los poros del cuerpo, a pesar de los pequeños piojos y demás

del trozo de pan y llevándosela a la boca con la punta de la navaja.

bichos que te encontrabas a cada momento entre los montones, a pesar de ser un trabajo pesado y monótono, a pesar de todo eso, atesoro en la

El primer problema fue convencerlos de que no podían tener toda la mañana

memoria el recuerdo de esos días de júbilo por el mágico poder de la palabra.

la longaniza dentro del aula porque los aromas que despedía esa capaza

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impedían a los demás alumnos concentrarse en nada que no fuera la hora del

día dándose paseos por las calles vestidos de señoritos. Al principio

almuerzo. La dificultad estribaba sobre todo en que los curas no entendían ni

pensamos que estaban en fiestas, pero cuando se nos acabó la comida y

una palabra de lo que ellos decían y para comunicarse tenían que llamar al

viendo que allí la gente no trabajaba nunca, decidimos volvernos por donde

primo para que hiciese de intérprete.

habíamos venido.

- ¡Ven hijo mío! Le decían a mi tío. Tu primo me está diciendo algo y no

Y así terminó la aventura de los primos del campo en Barcelona.

podemos entenderlo. A ver si tú…

Recuerdo que mi padre solía tomarle el pelo a mi madre a costa de sus

Y allí llegaba mi tío de intérprete...

primos del campo, pero mi padre tenía sus propios primos de la huerta, que

- “Mano, me mecao un cuaenno”

en otro estilo, también merecían un capitulo aparte. Así que cuando mi padre

- ¿Qué dice? Decía el cura desesperado.

se reía de los primos de mi madre, ella contaba la historia que contaba mi

- Dice: “Hermano, me he mercado un cuaderno” Dice que se ha comprado un

abuela paterna de su sobrino que fue a hacer la mili a Madrid.

cuaderno. Era el primer viaje que hacía en su vida, así que no es de extrañar que le Aunque el periodo escolar les duró poco, fue lo suficiente para que se diesen

intentase sacar el mayor fruto posible. Se pasó los seis primeros meses sin

cuenta de que ellos no querían pasarse toda la vida levantándose a las 6 de

volver a casa y a su vuelta dejó un recuerdo imborrable en toda su familia.

la mañana para atender la tierra y los animales, así que cuando cumplieron 15 y 17 decidieron emigrar a Cataluña. Todavía se comentaba la despedida

Allí estaban los padres y el hermano en la estación esperando ansiosos la

que se les hizo cuando partieron a Barcelona. Toda la familia al completo en

llegada del hijo pródigo. Él, sin duda consciente de su importancia, nada más

la estación del tren. La madre y la abuela llorando. “¡Hijos, cuidaros mucho!”.

llegar el tren a la estación cuando vio a su familia esperándole se dirigió a su

El padre serio y orgulloso y los hermanos y hermanas envidiosos por la

hermano y le soltó con muchas eses:

aventura que iban a vivir. Iban cargados de comida y de buenos consejos: “

- “Nada más llegar, saber que lo has hecho muy mal con papá y mamá”

No os fiéis de nadie que allí son todos forasteros…”

El hermano que no había oído en su vida llamar a sus padres otra cosa que no fuera “la mama y el papa” se quedó de piedra y solo atinó a responder:

Todavía no había pasado una semana después de esta despedida cuando

- “¡Joder! ¡Qué imbécil ha venío mi hermano!

volvieron los aventureros, tristes y cabizbajos. A todo esto, el viajero bajó del tren muy estirado y dándole la maleta al - ¿Qué ha pasado? ¿Por qué habéis vuelto tan pronto?

hermano echó a andar por delante sin dirigirle la palabra a nadie. Los padres

- ¿Qué ha pasado? Contestaban ellos muy serios.

iban detrás encortaicos como dicen en la huerta. Tan impresionados por las

Nos hemos tenido que volver cuando se nos acabó la comida.

palabras del hijo que no se atrevían a abrir la boca. Al llegar a la casa y ver a

- Pero hijos… ¿No habéis buscado trabajo?

la abuela que estaba esperándolo en el porche, preguntó:

- ¿Qué trabajo madre? En Barcelona no trabaja nadie. Allí se pasan todo el

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- ¿Quién es esa anciana que veo junto a la puerta?

nuez como le había dado la familia y su único consejo fue que le encontraran

La pobre abuela temiendo que su nieto hubiera venido con alguna clase de

al mozo alguna ocupación y seguro que así se olvidaría de las nueces

enfermedad mental le dijo muy emocionada.

moscadas y de los misterios.

- ¡Hijo! ¡Soy tu abuela! ¿No te acuerdas de mí? Y él respondió muy serio:

Eso hicieron y así mi abuelo fue el encargado de encontrarle un trabajo de

- Seríais muy niña cuando partí…

aprendiz con un pintor amigo suyo y la historia de la nuez moscada dio su fruto porque a partir de ahí el primo de mi madre se dedicó a pintar óleos.

Creo que hasta que no llegaron sus amigos del pueblo y lo corrieron a gorrazos no pudo volver el pobre a su ser.

Mi madre contaba como estaban todos de orgullosos del talento del hijo. Hacía unos cuadros enormes que pintaba de encargo para los vecinos de los

Sin embargo había que reconocerle a mi padre, que el caso de su primo

alrededores. Los vendía por metros. Cuanto más grandes mejor. Según mi

había sido una enajenación mental transitoria, mientras que con los primos

madre que llegó a verlos eran cuadros de escenas de campo con muchos

de mi madre las historias continuaban cada vez más sorprendentes, porque

árboles y muchos ríos y muchas montañas nevadas porque la imaginación

después de que volvieran de Barcelona, el mayor empezó a sufrir pesadillas.

estaba claro que no le faltaba. La madre le hacía de representante y había

Tenía a sus pobres padres en vilo. A la hora de levantarse el pobre muchacho

puesto un cartel en la puerta que ponía:

decía que se encontraba débil ya que se pasaba las noches soñando que había una nuez moscada enterrada en alguna parte y que él tenía que

“CUADROS HECHOS A MANO” NO SE FIA.

encontrar aquella nuez moscada o no podría descansar. Y allí, fue donde mi madre pudo ver, cubriendo toda una pared del salón de Los padres estaban desesperados con la historia de la nuez moscada perdida.

la casa, una muestra del talento artístico del mozo. Un paisaje que recordaba

El hijo no podía trabajar ni ayudar en nada. Se levantaba a las 10 de la

sospechosamente la campiña suiza pero con almendros y unas cabritas

mañana después de pasar la noche, según él, en una continua pesadilla. Así

pastando en la lejanía.

que emprendió toda la familia la búsqueda de la nuez moscada con la

Mi madre siempre contaba que buscando desesperadamente algo que decir

esperanza de que al encontrarla todo pudiera volver a la normalidad. Al final

murmuró…

fue el mismo enfermo el que la encontró enterrada debajo de un almendro

- Las cabritas le han salido muy bien…

junto a la casa. Allí fue encontrada, como si la acabaran de colocar.

La madre la miró entre alarmada e irritada. - Son caballos. Dijo cortante.

El que se encontrara la nuez precisamente en el sitio en que el enfermo predijo los llenó a todos de un temor reverencial. ¿Qué significaría esto?

Así que fue mi madre la que esa noche tuvo una pesadilla horrible en la que

Llamaron al cura del pueblo para pedirle consejo no fuera a ser cosa de algún

todo el pueblo se veía invadido por extraños animales con cuerpo de cabra y

mal de ojo pero el cura no pareció darle tanta importancia al hallazgo de la

cabeza de caballo que buscaban nueces moscadas debajo de los almendros.

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. Ese verano fue extraordinario, por primera vez ante mis ojos de niña con ínfulas de mujer, se descubrió un fenómeno mágico y extraño que luego se

Alia

repetiría cada verano pero nunca más con el mismo deslumbramiento del secreto por fin desvelado.

Mi primo Paco Paco y Fran se enamoraron, con un amor que fue el primero de los muchos El verano que cambiaron el Stop en el cruce de Casa Pelada, fue el mismo en

que surgieron después cada verano en mi campo, cuando primas y primos se

que se enamoró mi primo Paco.

descubrían de pronto poseedores de ese dulce misterio oculto hasta

Una orden que posiblemente viniera de un despacho de la capital, que

entonces. Enamoramientos ligados a la tierra, cuya fecha de caducidad era

pasaría por las manos de varios funcionarios hasta que fue firmada con la

marcada por los almendros. A finales de agosto, cuando la almendra era

misma despreocupación que otras cientos de órdenes o circulares que salen

recogida por fin de los árboles, era el momento de la partida, de las

cada día: “Cambio de Stop en el cruce...” Una ligera mirada, una firma rápida

despedidas y de las promesas nunca cumplidas de que el amor perdurara

mientras se piensa en algún asunto de más importancia. Una acción sin

hasta el próximo verano.

embargo que cambió nuestra vida para siempre. Fran era todo lo contrario a mi primo Paco, todo lo que en él asemejaba a la Mi primo Paco era el mayor de todos los primos. Alto y sólido como una torre,

fuerza y solidez de una roca, en ella era etéreo, delicado y nervioso. Su

era admirado y querido tanto por ser el mayor y “más grande” como por ese

cuerpo sin ser menudo era tan esbelto que producía la sensación de una

carácter dulce que va unido tan frecuentemente a los hombres de físico

engañosa fragilidad. Rubia, de piel blanquísima, en su rostro de forma

desmedido. Es como si la naturaleza compensara ese cuerpo amenazador con

triangular resaltaban sobre todo sus cejas, que como pinceladas más oscuras

una sensibilidad que lo desarma. Jamás en todos los años que viví a su lado

enmarcaban unos ojos cambiantes que podían ser grises o verdes con

tuvo una palabra brusca para ningún niño. Ni siquiera cuando estudiaba en el

chispitas doradas, dependiendo del momento del día o de su estado de

porche las que le habían quedado para septiembre y andábamos

ánimo.

revoloteando a su alrededor, se impacientaba. Nos miraba con cara seria pero con esa risa que no podían ocultar aquellos ojazos negros.

Fran era como un hada traviesa que repartía luz y alegría a todos nosotros y todos, grandes y chicos, la adorábamos incondicionalmente. Es por eso por lo

- ¡Hala a jugar, folloneros! ¿No veis que estoy estudiando? ¿Haréis que me

que notamos tanto el cambio que se produjo en ella ese verano. Sin apenas

levante?

darnos cuenta al principio, se tornó más lánguida, más pensativa, más seria. Ya no reía tanto como antes y cuando lo hacía, su risa era más honda y

No nos movíamos hasta que al fin se levantaba lentamente y con

menos cascabelera. Se quedaba pensativa y absorta muy a menudo y ya no

movimientos torpes de oso amaestrado nos hacía huir como conejos.

intervenía en nuestros juegos tanto como antes. Recuerdo que el descubrimiento del secreto de su cambio, vino a mí como

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una revelación, fue una intrusión involuntaria en un cruce de miradas. Fran y

Habían cambiado el Stop del cruce el día anterior y la Casa Pelada impidió

Paco se miraron y esa simple mirada contó la historia.

que Paco viera el camión que no paró.

“Fran y Paco se quieren” Recuerdo que pensé entre excitada por el

La policía dijo que murió en el acto, que fue demasiado rápido para que

descubrimiento y asombrada por comprender o llegar a intuir lo que

sufriera, que había sido su gran corpulencia la que salvó a Fran, que había

significaba. Guardé este secreto como un tesoro, de alguna manera lo sentía

tenido mucha suerte...

también mío si no lo desvelaba y todavía ahora lo conservo en el recuerdo

¡Qué sabrá la policía! Yo sé que lo que salvó a Fran fue el enorme corazón de

como el primer secreto de mi vida adulta.

Paco. Lo sé, igual que Fran lo sabe, aunque nunca pudiera recordar lo que pasó.

El verano discurrió cálido, perezoso y rápido a la vez, como todos los veranos de mi campo. Fran y Paco disimulaban su amor como podían aunque cada

Han pasado casi treinta años desde que cambiaron el Stop del cruce de Casa

mirada, cada roce casual, cada risa lo proclamara a gritos. Los adultos,

Pelada pero no hay una vez que al pasar por ese cruce, no recuerde a mi

demasiado ocupados con las cosas cotidianas de la vida, lo ignoraron o

primo Paco y la cara de Fran agarrada a su cintura.

quizás eligieron no saberlo, para ellos quizás, era sólo cosas de adolescentes que jugaban a estar enamorados pero yo veía la angustia con que los dos

FIN

miraban a veces a los almendros, eterno recordatorio de la fugacidad del

Alia

verano. EL TÍO FRANCISCO Faltaba tan solo una semana para que acabara el verano cuando apareció esa moto abandonada en el camino. Recuerdo que llegamos alborozados a

El Tío Francisco, como grandes y chicos lo llaman, es todo un personaje de

darle la nueva a Paco, con sus 16 años cumplidos era el único de nosotros

mi campo, aunque en realidad sea un auténtico prototipo de la huerta de

que sabría que hacer con ella. Recuerdo la mirada orgullosa que le dirigió a

Murcia. A sus noventa y siete años el Tío Francisco no ha perdido un ápice de

Fran.

su humor socarrón y su forma de hablar sentenciosa y pausada, típica del

- Debe de ser una moto robada que han dejado abandonada, está sin

huertano de mi tierra. Es un hombre enjuto y pequeño, siempre vestido de

gasolina. Tengo una lata en casa. ¿La probamos?

negro de los pies a la cabeza, indumentaria que acaba en un sombrero negro calado que para mi sorpresa llevaba incluso en la foto de su boda. Recuerdo

La última vez que vi a Paco fue montado en esa moto con Fran agarrada a su

esa foto desvaída de color sepia. Un hombre joven y menudo de luto

cintura. Si la felicidad tuviera una cara, sería la de Fran en ese exacto

permanente, con una cara seria bajo el sombrero de fieltro y a su lado una

momento, con la cabeza vuelta diciéndonos adiós con la mano mientras Paco

mujer muy robusta, más alta que él que se aferra a su brazo con ojos de

aceleraba.

susto. Todavía recuerdo al Tío Francisco llevando a su mujer a todas partes en la barra de su bicicleta, era tan tierno verlos... Él tan menudo y tan serio

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con su sombrero calado llevando a esa mujerona recatada y compuesta con

seguro que al Cementerio si llego, que por eso ya tengo apalabrá la parcelica.

su pañuelo anudado en la cabeza. El Tío Francisco es un hombre tranquilo que desde su, casi ya, siglo de

Sentado a la puerta de su casa, en una silla baja de anea, de la que ahora

existencia, mira todo desde una perspectiva entre humorística y descreída

hay que ayudarlo a levantarse, con su cayado en la mano. Siempre atento a

con sus ojillos, glaucos ya, pero llenos todavía de una viva inteligencia. Su

los que pasan y saludan.

piel se ha ido volviendo fina, hasta parecer casi transparente en su fragilidad. En la huerta el sol excesivo de mi tierra mitigado por naranjos y limoneros,

- ¡A la paz de Dios Tío Francisco!

se vuelve menos implacable y ni la tierra ni los rostros humanos muestran los

- ¡Vaya usted con él! Contesta siempre llevándose la mano al ala del

surcos profundos de mi campo. Mis hijos le tocan la cara sorprendidos de que

sombrero, para después invariablemente preguntar: - ¿Y quién era ese?

no tenga ni una arruga en su cara sonrosada y le dicen asombrados. Y es que el Tío Francisco, que atesora recuerdos que ya nadie guarda, ha - ¡Tío Francisco! Estás mucho más joven que el Papa...

perdido la cuenta de las caras, han sido tantas a lo largo de los años, pero eso no lo reconocerá jamás.

El Tío Francisco sonríe satisfecho ante esta comparación porque si hay algo en lo que el Tío Francisco ha evolucionado con los años ha sido en las

- ¡Tío! ¿Sabes quién soy? Le digo yo para provocarle.

opiniones que expresa sobre los curas y la religión en general.

- Hija, es que ahora mismo sin las gafas... - Soy la hija de la melliza, la madre de los gemelos... ¿Se acuerda de mí?

- ¿Cómo que vais a rezarle a ese San Antonio? Les dice casi indignado a las

- ¿Cómo no voy a acordarme? Es que hija, estás tan guapa que creí que eras

beatas sobrinas que lo miman en su viudez sin hijos. – Me acuerdo

una moza...

perfectamente cuando el Tío Nicolás hizo ese San Antonio de un pedazo de

- ¡Tío! Le digo yo dándole un beso. Vaya piropo que me ha echado.

madera tan mala y tan verde que de seguro no le sirvió para nada con más fuste. Así que luego, cuando los “rojos” quisieron quemarlo y no prendía le

Y él, con una mirada pícara en el semblante me dice con palabras que

puesieron la fama de santo... Ni el Nicolás tuvo jamás nada de santo ni ese

suenan a sentencia:

pedazo de madera renegrío, nada de San Antonio... ¡Santos! Dice bufando. - Yo no soy embustero. Sus sobrinas lo dan como caso perdido y rezan por él, aunque saben que de todas formas irá derechico al cielo. Toda su vida trabajando su tierra sin

Esa tarde vino el cura de la pedanía a verlo. Un curita joven y vestido de

deberle nada a naide

paisano que con toda la ilusión de su primer destino, pasa a ver a todos los parroquianos que no pueden ir a la Iglesia.

- ¿Al Cielo? Dice con esa cachaza suya. Al Cielo no se si llegaré, pero de

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- Buenas tardes Don Francisco. ¿Qué tal está? ¿Quiere recibir hoy la

buen carácter, muy religiosa también, tanto que en el pueblo tenía fama de

Comunión? Traigo las Formas consagradas aquí. Le dice al Tío Francisco

beata. Recuerdo rosarios interminables a los que me unía cada día al caer la

echándose mano al bolsillo y sacando un paquetito envuelto en papel Albal.

noche, sencillamente porque habría hecho cualquier cosa por el privilegio de

- Perdone usted señor Cura, pero no me encuentro esta tarde preparado para

estar en compañía de Fran, pero sobre todo recuerdo siestas largas y

recibir al Señor. Contesta con voz firme.

calurosas en la casa del campo, con todas las ventanas cerradas para resguardar el poco fresco que esa antigua casa podía conservar.

El cura se marcha con el aspecto del que acaba de hacer una buena obra,

Lánguidamente echadas en cojines por el suelo, escuchábamos la radio. Su

después de despedirse de las sobrinas. Nada más doblar la esquina, el Tío

madre era una auténtica fanática a todo lo que fueran seriales radiofónicos.

Francisco bufa indignado.

Así que oíamos a “Lucecita”, “La madre de oro” y toda una serie de folletines que se iban desgranando tan perezosamente como nosotras vivíamos cada

- ¡Habrase visto el curita! Me acuerdo cuando desde la punta del camino

siesta. Cuando terminaba el serial, su madre nos contaba su serial particular,

oíamos a los monaguillos con las campanillas anunciando que venía el

la misma historia una y otra vez, de cuando se enamoró de ella un caballero

Santísimo y todos se arrodillaban hasta que llegaba el cura engalanado, con

muy rico que al final terminó abandonándola por otra mujer. El final de la

todos los manteos puestos y el Cáliz en la mano ... y ahora viene éste a

historia no le entusiasmaba tanto como revivir una y otra vez como se

darme la Comunión de un bolsillo, cómo si estuviera repartiendo pirulís...

conocieron, como se enamoraron y el tiempo maravilloso que había durado el

¡Habrase visto!

romance, la mejor época de su vida.

Y es que mi Tío Francisco es todo un personaje.

El padre de Fran siempre fue todo un enigma para todos nosotros, incluso para su propia familia. Raramente paraba por casa y cuando lo hacía era por

IN MEMORIAM

poco tiempo. Era viajante de tejidos o eso decía, pero extrañamente no recuerdo jamás haber visto en esa casa nada parecido a una muestra de tela

Siempre pensé que mi prima Fran debió nacer cuando sus padres estaban

o de vestido. Era un hombre gordo y coloradote, afable, con una voz

todavía enamorados.

profunda, esa dicción algo engolada típica entre los que se dedican a vender y la verborrea hueca de los representantes. Cuando sus hijas y yo éramos

Su madre había sido una mujer guapísima, una mujer de la época en la que

pequeñas, nos quedábamos embobadas con los proyectos que nos contaba,

las mujeres tenían muchas curvas y cinturas inverosímiles. Ojos verdes, piel

con el mismo lenguaje y la misma convicción del que le habla a un consejo

blanca y pelo negro, mi madre cuenta que podía haberse casado con quién

de accionistas. Todo eran proyectos extraordinarios.

quisiera y sin embargo eligió a uno con el que no le llegaron las fantasías románticas que tenía, ni al segundo vástago. La recuerdo como una mujer ya

- ¡Dos! Decía muy convencido, el año que viene hago dos piscinas, una que

avejada, o al menos así la veía yo con mis ojos de niña. Era cariñosa y de

mire al norte y otra al sur. Un chalet nuevo, una pista de tenis y el establo para los caballos.

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Era por los dichosos caballos por lo que al parecer mis primas jamás tuvieron

Fran no tenía fantasías exóticas o extraordinarias, no tenía ambiciones

bicicleta. ¿Para que comprar una bicicleta cuando al año siguiente iban a

profesionales ni esperaba al príncipe azul como su madre. Ella era de

tener caballos...?

placeres sencillos, ambiciones modestas y alegría fácil. Una casa con jardín, un hombre que no la cambiara por nadie a su lado y un montón de niños a su

No recuerdo que edad tenían sus hijas cuando ya solo escuchaban los

alrededor.

discursos de su padre con esa mirada entre apenada y escéptica, solo sé que

Una criatura de luz, de esas que vienen a este mundo a regalar alegría a los

cuando yo dejé de creerme las fantasías del padre de Fran, hacía mucho que

que le rodean. Sus ojos chispeantes, su belleza, su alegría de vivir, su risa

ella ya las había enterrado.

cantarina, sus movimientos suaves, su dulzura, su simpatía y sobre todo y por encima de todo ... su bondad. Ya sé que todas las pérdidas son

Siempre pensé que ella, esa flor exótica en esa familia, debía haber sido

irreparables para alguien, pero hay algunas que lloramos de una manera

engendrada en algún viaje al mundo de los sueños de dos personas tan fuera

especial, porque hoy el mundo es un poco más oscuro, más frío, más injusto

de la realidad, cada uno a su estilo, como lo eran sus padres, ella debió de

y más hostil de lo que lo era ayer.

ser un milagro que no se pudo volver a repetir porque Fran era rubia y delgada, la única rubia y delgada en una familia de físicos rotundos y

Esa que estaba en un ataúd, no era ella. La miré de refilón y enseguida me dí

robustos, morenos, de buen color y buen yantar. Ella sin embargo siempre se

cuenta de que era una muñeca que apenas parecía humana. A los de la

veía tan pálida, tan rubia, tan lánguida ... Siempre a reposo, siempre con

funeraria se les ha escapado y colocaron esa muñeca horrible por no dejar el

algún problema de salud, cuando no era la anemia, era el estómago que ella

ataúd vacío. No la miré. Me acerqué a la ventana, casi sin poder respirar, un

sobrellevaba siempre con la misma alegría ... Yo nunca creí realmente en la

dolor enorme me atenazó la garganta, estaba un poco mareada, la abrí y un

supuesta mala salud de Fran. Sus padres no entendían como podían tener a

chorro de aire frío me golpeó la cara. Cerré los ojos y respiré profundamente.

una ninfa de aspecto tan frágil y etéreo en una casa poblada de “Venus” de

El aire era limpio y me ensanchó el pecho.

Rubens. La última vez que la había visto le pregunté: ¿Cómo estás? Y ella me respondió: Estoy. Jamás la oí quejarse de las promesas incumplidas de su familia, o de las

Todavía estaba intentando recuperarse de la última embestida del monstruo.

estrecheces económicas que padecían junto a los delirios de grandeza del padre. No se quejaba nunca. En el fondo y a pesar de todo, su casa era una

No estaba en ese ataúd, estaba ahí fuera, se escapó por la ventana.

casa feliz y yo que lo sabía, lo envidiaba enormemente. Al fin y al cabo ¿Qué importaba una bicicleta al lado de poder disfrutar de una casa tan cálida y acogedora como la suya ? Porque todas lasa casas en las que Fran vivió, eran

Alia

luminosas y alegres, como ella misma.

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RECORDANDO A FRAN

distancia prudencial se ponían a decirnos burradas mientras nos bañábamos. Jamás se atrevieron a acercarse a nosotras. Pero hasta ese inocente baño,

El campo que compartía cada verano con mi prima Fran, se fue haciendo

terminaron por arruinarlo. El panadero, que aparte de traer el pan, traía

cada vez más lento y espeso conforme nos íbamos haciendo mayores. Lo que

todos los chismes de la comarca, el mismo que nos repartía los chicles

fue un auténtico paraíso en nuestra niñez, era ya un puro aburrimiento

bazoka cuando eramos niñas, se encargó de distribuir el rumor de que las

cuando estábamos ya en la adolescencia. Después de la muerte de mi primo

“chicas de Lo Trullols” se bañaban desnudas en el pantano y que los mozos

Paco, el campo se quedó mucho más vacío, ya no había más primos mayores

del pueblo estaban tan alterados, y con razón, (Siempre añadía esa coletilla)

que trajeran a sus amigos a coger la almendra en verano o a estudiar las

que no se extrañaría que un día pudiera suceder una desgracia... que ya se

asignaturas pendientes. Las primas mayores, que éramos Fran, su hermana

sabe que cuando a un hombre se le provoca...

Charo y yo, nos quedamos sin ningún elemento masculino con el que alegrar

Por supuesto jamás nos bañamos desnudas, pero eso daba igual, a partir de

los lentos días del verano.

entonces se nos prohibió bañarnos en el pantano.

El pueblo más cercano que estaba a unos 5 kilómetros de nuestras casas, era

Fue algún tiempo después de este incidente cuando un día el más lanzado y

poco mas que una aldea de campo. Me encantaría poder decir que en esa

se suponía que el más sofisticado del pueblo nos propuso llevarnos un día a

aldea vivían gente noble y sencilla de esa que entiende la vida por intuición y

la playa. La playa estaba solo a 20 kilómetros de nuestro campo, así que no

mantiene los valores esenciales de el ser humano. Esa gente maravillosa de

sería un viaje largo.

la que tanto se puede aprender y en la que sueñan los que viven en la ciudad, mayormente. Sin embargo lo único que nos llegaba a nosotras, las

- Ya veréis, os llevamos a tomar algo por la tarde y a bailar un poco y luego,

veraneantes, de la gente que vivía en ese pueblo, eran los cotilleos

antes de que se haga tarde volvemos... ¿Vale?

malintencionados, las miradas de reojo, las preguntas indiscretas y las bestialidades que nos decían los mozos en las fiestas del pueblo. Los mozos

En ese momento le dimos largas, pero quedamos en que nos lo pensaríamos.

nos miraban con un deseo mal disimulado, acompañado por cierto complejo de pueblerinos que trataban de esconder con una actitud de “machito prepotente” y las mozas por supuesto nos trataban con ese desprecio que

De vuelta a casa íbamos dándole vueltas al asunto. Sabíamos que los del

viene de la mal disimulada envidia a nuestra libertad, nuestro desparpajo de

pueblo eran unos cafres y que en el pueblo iban a contar disparates de

“chicas de la capital” y al deseo que adivinaban en los mozos del pueblo.

nosotras si nos subíamos en su coche, pero por otra parte... ¡La playa! Llevábamos ya más de un mes encerradas en el campo día a día... Recuerdo

Nosotras sabíamos que para ellos eramos una especie de “trofeo” que

que Charo, la hermana de Fran era las más decidida a ir creía que en la playa

llevaban varios años intentando conseguir. Cuando nos íbamos a bañarnos al

podría encontrar a alguno de sus amigos pijos, porque Charo era muy pija

pantano, antes de hacer la piscina, se corría la voz en el pueblo y veíamos

por aquél entonces, pero mucho, mucho. Además de la clase más ingrata.

venir las motos y los coches de los mozos. Rodeaban el pantano y a una

Pija y sin un duro. Era pura vocación lo que tenía. Fran estaba dudosa, no se

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fiaba de los del pueblo y yo, como la más joven estaba lanzada a ir, para mí

techo como una parabólica desenrollada. La música de “Las Grecas” se oía a

cualquier cosa podía ser una aventura maravillosa, tantas ganas tenía de

toda voz saliendo de las ventanillas del coche y de esa máquina infernal, que

comerme la vida a mordiscos. Charo intentaba convencer a Fran pero fueron

nos pareció una nave espacial de alguna película de serie B, salió el que nos

mis palabras las que la decidieron, como siempre.

había invitado, los otros dos se quedaron sentados dentro, estuvimos a punto de salir corriendo ... No sabría por donde empezar para describir el aspecto

- Mira Fran, necesitamos salir y ver otros seres humanos. Tú ya me tienes

que llevaba. Para empezar se había puesto algo en el pelo que en lugar de

muy preocupada.

parecer como acostumbraba, una especie de melena leonina tipo afro, ahora

- ¿Yo? Dijo Fran con esa mirada inocente que ponía.

iba engominado y pegado a la cabeza para dejar libre los rizos que le caían

- El otro día comentabas lo bueno que estaba “Koji” el protagonista de

hasta los hombros y dos caracolillos que se había dejado en la frente. Era

Mazinger Z... ¡Y es un dibujo animado! ¡Y además un crío por amor de Dios!

una especie de peinado Superman combinado con Chiquetete. Luego llevaba

Yo no sé a que nueva aberración seremos capaces de llegar si no salimos de

una camisa blanca ajustadísima con todos los botones delanteros abiertos

aquí... Me veo teniendo sueños eróticos con las tetas viajeras de la Afrodita

hasta el ombligo, dejando ver toda una melena de pelo negro y rizado en el

2.

que resaltaba un pesado medallón de oro colgando de una gruesa cadena que brillaba entre el negro felpudo que llevaba en el pecho. Los pantalones

Por supuesto que las risas terminaron con nuestras dudas, porque además

eran vaqueros y blancos como la nieve, tan ajustados, que en la parte

era verdad que si llegábamos a mirar con ojos lujuriosos al tal Koji, eramos

delantera era posible distinguir a la perfección a que bulto correspondía

capaces de cualquier cosa... Así que les dijimos que sí, que iríamos con ellos

exactamente cada una de los órganos sexuales del dueño. En la nalga

a la playa. Había que vernos. Tres muchachas en flor primorosamente

izquierda llevaba pegada una pegatina enorme de los morros y la lengua

arregladas, bueno mi prima Charo iba por aquél entonces con el uniforme

saliendo de los Rolling Stone. Oí el suave gemido que se le escapó a Charo de

completo de “pija”. Vaqueros Levis Strausse etiqueta roja, polo Lacoste,

la garganta ante semejante imagen.

zapatos castellanos y ese bolsito en forma de cubo que era el summun del pijerío por aquél entonces.

- Bueno, pues ya estamos aquí... ¿Nos vamos? Dijo Fran con su dulzura habitual.

Habíamos quedado en el cruce del camino para que nuestros padres no se

- No sé, dijo Charo, a lo mejor no cabemos todos en el coche. No sabíamos

enteraran de con quién nos íbamos. Llevábamos la ropa de vestir escondida

que te ibas a traer a dos amigos... Estaba claro que Charo estaba intentando

en una bolsa de plástico y allí, en medio del camino, en cuanto vimos

encontrar alguna manera de escabullirse.

desaparecer las casas nos pusimos la ropa nueva entre risas y emoción mal

- ¡Ná! ¡Aquí cabemos tós! En cuanto nos apretemos un poco.

contenida. Cuando vimos aparecer el coche torcimos el gesto. Al coche, que era un 850 bastante baqueteado y pintado de un rojo furioso con anchas rayas negras, le había salido una especie de alerones a los lados pintados con

Y así, un poco más que apretados, con mi prima Charo en el asiento

llamaradas rojas y amarillas y una antena gigantesca le salía disparada del

delantero porque era la que tenía el culo más gordo y los dos amigos del

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campo, Fran y yo apretujadas en los asientos de atrás nos fuimos a la playa,

empezó a rodar el coche, las manos de los mozos empezaron con una

acompañados de los berridos de las Grecas:

frenética actividad. Que si brazo pasado por los hombros, que si roce del muslo en el culo... Fran y yo nos defendíamos como podíamos del ataque

- Te estoy amando locamenteeeeee , pero no se cómo te lo voy a

combinado, al principio con buenas palabras.

deciiiiiiiirrrrrr - Que no hombre, que no nos hemos metido en el coche para que nos Cantaron los tres a grito pelado todo el camino hasta la playa, que a

magreeis, que eso no estaba en el trato. Decía yo nerviosa, mientras quitaba

nosotras, las que íbamos intentando no movernos ni respirar en el asiento

manos y piernas a dos manos.

trasero, se nos hizo interminable. Al fin llegamos, aparcaron en el sitio más

- No seáis así... decía Fran con dulzura. ¿No véis que no queremos?

visible que pudieron, después de varios acelerones y frenazos totalmente innecesarios y allí, en medio del paseo de la playa por la tarde, justo cuando

Charo, en el asiento delantero y como una reina, daba órdenes.

más gente había, allí salimos los tres primores de ese coche que parecía una maqueta de una película de Ed Wood.

- ¡Que paréis! ¡Que no seáis cafres! ¡Dejadlas en paz!

Aún ahora, no puedo dejar de reír acordándome de esa tarde espeluznante.

Al final terminamos pegando manotazos y collejas como si nos estuviéramos

Nosotras intentando pasar desapercibidas, escondiéndonos por las esquinas y

peleando con niños.

en cada portal que veíamos y ellos orgullosos y sacando pecho, hablando a grito pelado y balanceando el enorme llavero de BMW en el que llevaban las

Y así, algo magreadas pero sanas y salvas llegamos por fin a nuestro campo.

llaves del 850 maldito. Algo avergonzada reconozco que intentamos darnos el piro varias veces. En tres ocasiones nos metimos en el aseo con la vana

- Me siento un poco culpable. Dijo Fran con voz mansa.

esperanza de quitárnoslos de encima aunque fuera un ratico, pero no... Ellos

- ¿Queeeeeeé? Contestamos nosotras. ¡Si ha sido una pesadillaaaaa!

no nos quitaban el ojo de encima y nos esperaban pacientemente justo en la

- Ya, ya lo sé, pero ... ¡Pobres! No les hemos hecho mucho caso...

puerta de cada servicio en el que entramos. Fue imposible perdernos.

- Mira Fran, dije yo por fin. Con el placer que esos van a tener, contando yo

Reconozco que la que más sufrió fue Charo, el solo pensamiento de que

que sé los disparates que nos han hecho esta noche, están más que pagados

algún amigo la pudiera ver en semejante compañía le producía tal inquietud

por la tarde que nos han hecho pasar. Así que ... ¡Anda ya!

y tal desasosiego, que creímos que terminaría dándole un ataque. ¡Ay Fran! Al fin la tarde interminable acabó y nos volvimos a meter al coche, esta vez con la alegría de saber que la pesadilla estaba llegando a su fin. Esta vez conducía el amigo y pronto supimos por qué. Al parecer se habían hecho a la

Alia

idea de que la salida no había sido como esperaban, porque en cuanto

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La llegada al campo

vieja, la más vieja y con más solera de todo el campo, se trabajaba muchísimo. No tenían agua corriente, ni luz y la casa se estaba cayendo a pedazos. Sin embargo estaba siempre como los chorros del oro y ese primer

Recuerdo que el momento de más emoción cada verano en el campo era

día era siempre de limpieza y organización, no había tiempo para

precisamente el día en que llegaban por fin “las primas”. Normalmente

conversaciones, eso vendría después. Así que en cuanto nos habíamos dicho

nosotros llegábamos antes y solía pasar al menos 15 días hasta que Fran y

las primeras frases de alegría y nos habíamos dado las noticias más

su familia empezaran el veraneo en el campo.

candentes, mi tía nos miraba con cara de circunstancias y con voz dulce nos decía:

Nosotras, mis hermanas y yo, éramos generalmente las primeras en distribuir la noticia:

- ¡Hala! Ahora iros que tenemos que trabajar y cuando más las entretengáis más tardaremos.

- ¡Han llegado por fin! ¡Han llegado las primas! Gritábamos de casa en casa. Y allí íbamos todos en comandita. Besos, abrazos, auténtica alegría

Así que la mañana nos la pasábamos echando viajes infructuosos, muertas

desbordada al tenerlas por fin allí ...

de impaciencia.

- Fran... ¿Tienes algún novio este verano?

- ¿Habéis terminado ya? - Noooo, todavía nos falta. Venid dentro de un rato.

Esa era la primera pregunta obligada... porque Fran era nuestra única esperanza de tener a alguien que nos sacara del campo. Siempre tenía algun

Nos íbamos de allí cabizbajas y maldiciendo por lo bajo.

“pretendiente” como decía su madre, que venía a verla con coche y nos llevaba a la playa, porque además, todos los “pretendientes” de Fran, eran

- ¡Vaya mierda de limpieza! Y es que todo en esa casa daba tanto trabajo. El

siempre encantadores, no fallaba jamás. Nunca ponían mala cara cuando se

agua tenía que ser sacada cubo a cubo del aljibe que estaba fuera de la casa.

enteraban que la salida con Fran sería además con dos carabinas, su

Barrer, fregar paredes, techos, suelos... lavar las sábanas, las fundas de los

hermana y yo. En realidad nunca supe si es que ella tenía un olfato infalible

colchones, las cortinas... porque en esa casa se lavaba todo mil veces antes

para detectar a hombres buenos o es que era una de esas personas que

de terminar el verano y nosotras muertas de impaciencia esperando.

sacan siempre lo mejor de cada uno. - ¿Habéis terminado ya? - Sí, estoy saliendo con un chico, y creo que vendrá a verme. Contestaba ella con un gesto pícaro.

Al final siempre terminábamos poniéndonos en faena para que acabaran antes.

Pero la conversación duraba muy poco ese primer día porque en esa casa

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- Venga. ¿Qué os queda? Os ayudamos.

muerte... Charo siempre fue una optimista nata.

- ¡Tía! Mándanos algo que queremos ayudar. Después del baño, llegaba por fin ese momento tan esperado. Reunidas en Mi tía, que jamás nos mandaba hacer nada si no lo pedíamos, se encargaba

su porche, antes de cenar, nos contaban por fin todo lo que había pasado

de darnos trabajo enseguida.

durante el invierno en el que rara vez nos veíamos. Noticias que dábamos peleándonos por hablar, quitándonos la palabra de la boca, riendo por todo,

- ¡Venga! ¡Sacudid los colchones! Que ya veréis que pronto terminamos entre

felices de estar juntas por fin otro verano.

todas. Alia Y aún recuerdo esos malditos colchones enormes rellenos de borra y lana,

FRAN Y CHARO

que se amazacotaban y había que apalear sin piedad todos los días al hacer las camas, para después pasarte la noche luchando para no ser tragada por

Fran y yo siempre tuvimos algo en común, por eso nos entendíamos de

ellos, porque te hundías sin remedio y luego por la mañana dejaban el bulto

maravilla. A las dos nos gustaban mucho los chicos. No es que no le gustasen

del cuerpo perfectamente marcado.

a Charo, que le gustaban, sin embargo digamos que las expectativas que siempre tuvo respecto a los chicos, excedían con mucho a las nuestras y

Por fin, casi al caer la tarde terminábamos contentas y sudorosas y entonces

desde luego a sus posibilidades. A Charo siempre le gustaron los más

era el momento del baño, que por fin nos habíamos ganado. El patio interior

guapos, los más altos, los mejor vestidos y los más pijos. Sin embargo Fran y

de su casa se convertía de pronto en una especie de baño árabe para

yo éramos más accesibles, sobre todo Fran, que su buen corazón terminaba

mujeres. Se cerraba la casa a cal y canto, para que su hermano pequeño o

siempre haciéndonos la pascua a su hermana y a mí. Cuando salíamos a ligar

algún otro primo no se colara y entonces se calentaba agua y se iban

siempre teníamos el mismo problema, en cuanto nos descuidábamos un

llenando barreños y palanganas. Nos quedábamos todas con ropa interior

segundo ya había ligado Fran, con el primero pringadillo que se le hubiera

solamente, que mi tía era demasiado pudorosa como para consentir

acercado. Daba igual si eran unos criajos de 15, unos colgaos o unos del

desnudos en su patio y entre risas y bromas nos íbamos lavando por partes.

campo más profundo, Fran siempre tenía una sonrisa para todo y el mundo,

Con un trapito pequeño de toalla y una pastilla de jabón de olor. Nos

y como toda mujer sabe por experiencia, dedicarle una sonrisa a uno que

restregábamos la espalda unas a otras, nos mirábamos y remirábamos sin

viene a ligar, es no poder quitártelo de encima jamás. Su hermana y yo nos

pudor alguno.

indignábamos y le reprochábamos:

- Creo que te han crecido las tetas Fran... Decía yo con ojo crítico.

- ¿Otra vez? Por favor Fran... ¿No ves que son unas criaturitas y no nos las

- Sí ¿Verdad? Contestaba ella con ilusión. A ti también.

vamos a poder quitar de encima?

- Pues yo, en cuanto me quite estos dos kilitos que me sobran... Decía Charo

- ¿Y que quieres que haga yo? Decía con su sonrisa más ingenua. Yo no sirvo

amarrándose los dos michelines que le adornaban la cintura... Estaré de

para darles desplantes a nadie.

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- Mujer, no es cuestión de ensañarse, solo de ponerse seria y decir que estás

inconfundible de una tremenda bofetada. Se oyó un aullido y luego empezó el

esperando a alguien. Algo así, decía yo con suavidad. Siempre fui incapaz de

tumulto. El abofeteado gritaba amargamente:

reñirle en serio a Fran. - ¡Que yo no he hecho ná! Sin embargo Charo no tenía ningún problema ni con dar desplantes ni con

Los amigos del que no había hecho ná nos gritaban a nosotras y Charo les

reñirle a su hermana, pero como sabía que Fran no tenía remedio, lo que

gritaba a ellos:

solía hacer es vigilarla con ojos de lince y espantarle ella misma los moscones. La cosa solía ser como sigue: Un incauto se intentaba acercar a

- ¡Sinvergüenzas! ¡Voy a llamar a la policía!

Fran y entonces, si no cumplía las expectativas mínimas, Charo se lanzaba

Se paró la película, encendieron las luces y el acomodador tuvo que llevarse

como una tanqueta cargada y se interponía ante el intruso y su hermana.

casi a rastras al abofeteado que seguía clamando su inocencia.

- ¿Dónde te crees que vas? Decía con ímpetu.

- ¡Que yo no he hecho ná!

- ¿Y a ti que te importa? Solía decir el pobre incauto.

Fran y yo estábamos hundidas en los asientos intentado desaparecer con las

- Me importa mucho. Es mi hermana y tiene novio.

caras casi tan rojas de vergüenza como el abofeteado. Mientras, el resto del

- Pues que me lo diga ella. Decía el pobre con toda la lógica del mundo.

público comentaba la jugada. Cuando por fin apagaron las luces oí como Fran

- Ella no tiene que decir nada que para eso estoy yo. ¡Aire!

le decía a su hermana:

- Jolín Charo, pobrecito... ¿Has visto la cara que se le ha quedado? . Protestaba Fran una vez que el moscón hubiera desaparecido de vista.

- Charo, te has pasado. No ha sido para tanto, el pobre ...

- A ti te da pena todo el mundo menos nosotras. Cortaba Charo implacable.

- Pero ¿Te ha tocado o no te ha tocado? Cortó Charo. - Tocar, tocar... me ha rozado. Confesó Fran en un murmullo.

Fran era la mayor y sin embargo siempre fue Charo la que se sentía

- ¿Muslo o pechuga?

protectora. Guardaba a su hermana como un perro fiel. Recuerdo una vez en

- Mujer... así pareces la camarera de un restaurante...

el cine de verano. Charo estaba en medio y nos tenía a mí y a su hermana a

- ¡Contesta! ¿Teta o muslo?

cada lado. Junto a Fran se había sentado un muchacho un poco mayor que

- Te... ta... Contestó la pobre Fran con un hilo de voz...

nosotras que iba con tres amigos. En mitad de la película oímos apenas un

- ¿Y todavía lo llamas pobre al muy guarro? Bufó Charo.

murmullo que venía de Fran.

- Es que solo ha sido un roce... dijo Fran como disculpándose. - ¿Con la mano o con el brazo? Preguntó Charo implacable.

- Ay, creo que me voy a tener que cambiar de sitio.

- Con la ... mano. - ¿Ves? Si ha sido con la mano no ha podido ser casualidad. ¿Qué pintaba su

Charo no necesitó más conociendo a su hermana. Se levantó como si hubiera

mano en tu teta? Sentenció Charo.

llevado un resorte en el trasero y lo siguiente que oímos fue el chasquido

- ¿Rozada o apretada? Intervine yo. Porque esa diferencia a mí me parecía

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. su vecino ex militar. - Pues sí, la otra mañana me encontré con los cinco perros correteando felices en mi parcela. Al parecer allí los habían atraído los ladrones. Le habían desconectado la alarma y le habían robado todo lo de valor, incluyendo la pistola de debajo de la almohada.... - Si que son profesionales, sí... De todas formas, siempre he pensado que los perros fieros, solo sirven para despedazar a algún niño que se cuele en la parcela buscando una pelota... pero desde luego a los ladrones... - No sabes lo mejor... han montado una patrulla ciudadana... - ¿Quéeeee? ¿Una especie de somatén? Pregunté yo ahogándome de risa. - Cuando te cuente las aventuras de la patrulla ciudadana ...

primordial. - Solo rozada... no apretada... - Bueno, si no apretó y solo rozó ... no sé si le tenías que haber dado una tan gorda... - Eso es lo que yo digo... quizás hubiera sido mejor darle un aviso antes de soltarle semejante guantazo. Dijo la pobre Fran. - Sí hombre, como a los toreros. Tres avisos si te parece y luego le dejas que te clave la banderilla. ¡Mira que sois blandas! Así aprenderá a estarse con las manos quietas. Verás como ya no nos molesta nadie. Cortó Charo.

PATRULLA CIUDADANA – Primer capítulo-

Así era Charo. Así éramos Fran y yo cuando todavía pensábamos que había

Después de una reunión en la que se establecieron las bases y los componentes de la patrulla anti-cacos. Se decide que la primera noche van a salir dos aguerridos vecinos. El primero patrullará en coche y el segundo saldrá a pie con su perro. Las horas de madrugada son las más peligrosas así que consta en acta que la patrulla empezará a las doce de la noche. Los dos patrulleros estarán en contacto con el móvil. Móvil que también servirá para llamar a la policía si fuese necesario.

una gran diferencia entre rozar o apretar... Alia

Patrulla ciudadana - Crónica-

1

El primer patrullero se dirige en coche hacia la derecha, mientras que el segundo, vestido con chándal oscuro, riñonera negra, gafas de sol y gorra se dirige con su perro hacia la izquierda. La noche se presenta tranquila al parecer. El patrullero del coche se harta de dar vueltas y más vueltas a las solitarias travesías y avenidas de la urbanización. Se siente orgulloso de que el resto de sus vecinos puedan dormir tranquilos mientras él vigila... A las 4 de la mañana suena el móvil... Mira el número. Es el de su compañero de patrulla, el del perro. ¿Habrá conseguido ver a los ladrones?

Yo sabía que habían estado robando en su Urbanización. Al fin y al cabo vive en un sitio privilegiado, una urbanización de lujo donde también vive el alcalde del pueblo. ¿Cómo no iba a salir en el periódico local? Por eso leí la noticia con interés. Al parecer son una banda de ladrones muy profesionales que entran en los chalets cuando la gente duerme y sólo roban dinero y joyas. Así que cuando vinieron a pasar el día a la playa conmigo fue lo primero que les pregunté. - ¿Os han robado a vosotros también? - Son profesionales, mujer. ¿Para qué iban a entrar en nuestra casa? Han pasado por nuestra parcela para robarle al vecino. Eso sí. Pero a nosotros ni se molestaron. - ¿Han robado al vecino de los perros? - Sí, el de los cinco perros, tres de ellos rollwailers entrenados, alarma y pistola debajo de la almohada. - - ¡No jodas! Y aquí reconozco que solté la risa. No me cae demasiado bien

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- Aquí Bravo llamando a Tango... ¿Todo bien por ahí? - Déjate de ostias y ven pacá inmediatamente... Oye la voz cabreada y nerviosa de su amigo el del perro. - ¿Dónde estás Tango? - En el cuartel de la Guardia Civil. Ven enseguida, me han detenido. El patrullero se dirige a toda velocidad al cuartel de la Guardia Civil. Donde se encuentra cabizbajo y con cara de vergüenza el intrépido patrullero del perro.

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Al parecer había intentado “detener” a una pareja de la Guardia Civil que estaba patrullando de incógnito.

Llamamos a la policía local que está más cerca. Todos se ponen de acuerdo y llaman a la policía local. En 10 escasos minutos se presenta todo un operativo. Dos coches de la policía. No olvidemos que en esta urbanización vive el alcalde... Dos agentes se acercan con precaución al vehículo, que todavía sigue a oscuras, mientras el resto de los agentes y la guardia ciudadana vigilan. Enfocan con la linterna y ordenan salir del coche de inmediato y con las manos en alto. Sale primero un hombre con el sello de culpable en el rostro. Lleva la camisa abierta y el cinturón desabrochado. Mira al operativo policial y a los vecinos y suelta un gemido ahogado... Luego sale una mujer algo despeinada y sin zapatos tapándose la cara con las manos...

- ¿Cómo coño lo iba yo a saber? Tenían pinta de punkies y me parecieron sospechosos. Me acerqué sigiloso a vigilarles y me detuvieron a mí. Contaba el pobre quejumbroso. - ¿Por qué no te identificaste? - Es que se me olvidó echar el carnet de identidad y no llevaba ninguna documentación encima. - ¿Te vas de patrulla con esas pintas y sin documentación? No me extraña que te detuvieran. ¿ Y el perro? - Está detenido me temo... Yo creo que de esto... no es necesario que se enteren los demás....

PATRULLA CIUDADANA – Segundo capítulo-

- No parecen ladrones. Dice Tango mientras los policías intentan poner cara de poker. - Al menos no es el alcalde. Dice Bravo aliviado. - ¿Los conocen? Pregunta un policía. - Conozco al marido... de ella... Dice Bravo. Al hombre no lo conozco de nada. - Es mi vecino. Dice Tango. Su mujer es muy amiga de la mía...

Segunda noche en la vida de los intrépidos patrulleros. Esta vez son tres y todos van identificados. Deciden salir en coche los tres, cada uno por su lado. La noche está tranquila al parecer. Suena el móvil de nuevo. Uno de los patrulleros.

Los intrépidos patrulleros vuelven de nuevo cabizbajos a sus hogares. Han detenido a una pareja de vecinos adúlteros en pleno arrebato primaveral. No creen que nadie vaya a agradecerles el detalle. Bueno, quizás la Iglesia... pero eso no los consuela nada....

- Alfa llamando a Tango. He localizado un coche sospechoso. Venid a la tercera Avenida, os espero camuflado.

- Será mejor no hablar de esto. Dice Tango.

- No te preocupes, soy una tumba...

PATRULLA CIUDADANA- Tercer capítulo-

Los patrulleros encuentran el coche del que ha llamado medio escondido entre las sombras.

Esto se está poniendo serio. Es la tercera noche y no han hecho más que el ridículo. Ha sido avisada la Guardia Civil, la policía local y la policía nacional de la salida de los patrulleros. Nadie quiere más sorpresas. Al alcalde también lo han avisado, no vaya a ser que ...

- ¿Qué pasa? - Esos dos coches aparcados con la luz apagada. Han llegado por separado y de uno de ellos ha salido un hombre que se ha metido en el segundo coche y allí están, de reunión en el segundo coche. Seguramente estarán poniéndose de acuerdo. Desde aquí no se ve nada. - Yo creo que lo mejor es llamar a la Guardia Civil. Dice uno. - ¡NOOOO! A la Guardia Civil, no. Dice Tango. – Mejor será no molestarlos...

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Pasan toda la noche patrullando en tres coches. Hay un tráfico inusual, al parecer todos se han puesto de acuerdo. La Guardia Civil y la policía se saludan al cruzarse en los coches. Los patrulleros no se inmutan. Un poco de profesionalidad, por favor....

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. cimientos de alguna casa en construcción.

Por fin se hace la mañana. Los patrulleros están satisfechos. No ha habido novedad. Se encuentran a la policía desayunando en el bar que abre más temprano del pueblo.

Los otros, como es natural, se defendían diciendo que todo eso no eran más que "mariconadas", que ellos sabían perfectamente lo que hacían y que iban a ser un ejemplo para toda la comunidad.

- ¿Todavía aquí? Preguntan los patrulleros. Ha sido una noche tranquila. ¿Verdad? - Nos acaban de avisar de la Central. Esta noche han robado 4 chalets... Dice el policía mohíno. - ¿Quéeeeeee? Pero si hemos estado toda la noche.... Dice Tango con voz ahogada. - Son profesionales. Contesta la policía. No se preocupen, los cogeremos...

Se votó y como no podía ser de otra forma en una urbanización de lujo, ganaron los "Defiendase usted mismo". Alguno de ellos por cierto, tan exaltado estaba que incluso habló de llevar armas... - ¿Qué armas? - Yo tengo un rifle con arpón de pesca submarina. Dijo uno. - ¿Vas a ir por la calle paseando con un rifle de pesca submarina al hombro? - ¿Por qué no? - Hombre, imagino que tendrás que ir vestido de buzo para poder camuflarte y con esas pintas me imagino que será al primero que detengan tus compañeros. - Bueno, pues yo tengo un cuchillo de monte. Soltó otro ingénuo. - ¿Piensas acampar en medio de la calle? Reían los "progres". - Igual podemos jugar a hacer señales en los árboles de la urbanización... Soltó otro riendo. - Yo le pediré el tirachinas a mi hijo y así podré hacerle frente al que lleva la pistola que te robó. - Eso es un golpe bajo. Soltó el de los perros que andaba de lo más mohíno desde que se convirtió en la risión de la urbanización.

BALANCE FINAL: CACOS: 3 – PATRULLA: 0 Les seguiré informando. Alia El caso es que hubo una reunión previa de toda la comunidad de vecinos de la urbanización, donde se votó lo de la patrulla ciudadana que tuvo que ser la pera. No sé lo que hubiera dado por estar allí...

Al final se decidió la cordura relativa. O sea irían armados de móviles y llamarían a la policía en cuanto vieran algo sospechoso. Por el momento dejarían el arpón, el cuchillo de monte y el tirachinas para mejor ocasión.

Al parecer los vecinos se dividieron rapidamente entre "progresistas" no tengo ni idea de si eran o no de la Señorita Pepis y los "Tenemos derecho a defender nuestos hogares". Los primeros eran por unanimidad los 4 o 5 vecinos que votan a Izquierda Unida más dos o tres más que estaban a favor del "talante". En el otro bando estaban casi todos los peperos y alguno más simpatizante del "talante" pero con ganas de jugar a polis...

- ¡Suerte compañeros! Que la próxima reunión sea para hablar de los detenidos. - Con que no seáis vosotros...

Los progresistas se echaban las manos a la cabeza, nombraban a los camisas viejas y hasta a los milicianos republicanos... Predecían un nefasto futuro para los patrulleros que ebrios de poder, se dedicarían a apalear a inocentes transeuntes por la simple sospecha de ser delincuentes. Quizás hasta algún pobre inmigrante sin papeles del que luego esconderían el cuerpo en los

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Continuara… Efectivamente, una cosa es tener que adular a un hombre o mostrarse sumisa para que tenga una erección... Cosa totalmente innecesaria, al menos

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. bien cincuentones... ¿Sigo? ¿O me vais a estar interrumpiendo? Nos dijo algo

en mi caso , y otra muy distinta es ir de "loba" con alguien con quién no tienes demasiada confianza.

irritado. - Está bien, sigue. Pero que conste que a mí el asunto de las rusas no me

Hay que pensar que los hombres necesitan la imprescindible colaboración de un miembro que a veces se empeña en tener vida propia. Cosa que a nosotras no nos pasa. Ellos pueden sufrir la presión de tener que "estar a la altura" y el sentirse presionado no creo que sea lo mejor para la líbido de nadie, hombres o mujeres... Sólo que a ellos se les nota más.

cuadra. Pues bien, continuó el “amigo”, el caso es que mi amigo echa un vistazo alrededor y viendo una pareja de buen ver acodada en la barra, se acerca y saca a bailar a la mujer, dejando a la suya acompañada por el marido de la

Creo que hay una gran diferencia entre ser activa, apasionada y tomar iniciativas a comportarse como una loba en celo avasallando al partenaire. Estupendo para un relato erótico sin duda, pero bastante contraproducente en la realidad... Al menos esa es mi opinión.

otra. - ¿Era rusa la mujer? - ¡Qué no era rusa, pesada! Era española. - Bien, sigue.

Me lo contó un amigo ...

Se ponen a magrearse y besarse en la pista mientras los que se quedan en la

Este fin de semana nos estuvo hablando un amigo de un nuevo local, o al

barra los observan atentos. Al terminar el baile, se acercan a los otros dos

menos lo era para mí, que han montado en una pedanía de Murcia cuya

que quedaron en la barra y que al parecer han hecho buenas migas y se

especialidad al parecer es el intercambio de parejas. Nada nuevo bajo el sol,

dirigen hacia las “habitaciones privadas”.

yo ya sabía que existían locales de este tipo, donde parejas que quieren vivir nuevas experiencias van de caza. El tema era que al parecer la cosa va un

- ¿Entonces es como un burdel para parejas?

poco más allá en éste.

- No exactamente.

Según contaba que le había contado un amigo que fue con su legítima. El

Había una especie de sala privada común con divanes y sofás y luego

local era una especie de disco-pub con música y pista de baile. En él se

habitaciones individuales para los que prefieren la intimidad, pero el grupo en

encontraban como una docena de parejas en su mayoría treintones y

el que iba mi amigo se quedó en la primera sala, después de que le dieran

cuarentones, aunque también había varias rusas bastante espectaculares.

una toalla.

Justo en éste momento interrumpimos mi hermana y yo la explicación:

- ¿Para compartir? ¿O le dieron a cada uno la suya?

- ¿Cómo que rusas? ¿Qué pintan las rusas espectaculares en un bar de

- Una para cada uno.

intercambio de parejas? - Las rusas iban emparejadas con varios con pinta de cuarentones o más

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En esta sala semi-privada se encontraban al menos una docena de personas

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más o menos distribuidas en semi-círculo. Había una rusa haciendole una

rusas...

felación a uno, otros tres magreándose en grupo y un par en plena fornicación, los demás se dedicaban a mirar. Se acercaron al grupo y sin

- No, las mujeres pueden también elegir...

mediar más palabras se pusieron a magrearse ellos también. - ¡Pues menos mal! - Eso no es intercambio de parejas, eso me parece más bien una orgía civilizada porque a todo esto. ¿Qué pintaban las rusas?

- Yo creo que es algo arriesgado ir a un local de estas características siendo

- Al parecer hay quien no teniendo mujer que intercambiar o no queriendo

Murcia una ciudad relativamente pequeña. ¿No crees? Dijo mi hermana.

intercambiar la suya, contratan a una prostituta para así poder tener derecho a intercambiarse con la mujer de alguien. Cuanto más buena esté la que

- Al fin y al cabo todo el que va, va a lo mismo que tú. ¿No? Además, al

contratan, más opción tendrán ellos de pillar algo bueno también.

parecer son en su mayoría gente de Alicante y los de aquí se van a uno que hay en Alicante.

- Pero se supone que el que va allí va por el morbo de acostarse con mujer ajena y ver como la suya se acuesta con otro ¿No? ¿Entonces si las rusas son

- Divino, o sea que si los de Murcia van a Alicante y los de Alicante a Murcia,

prostitutas donde está el morbo?

si yo quiero intercambiarme con alguien de Alicante tendré que quedarme en Murcia ¿NO? Porque bonito estaría que terminara intercambiándome con mi vecino y a ver luego cómo le hablo yo del tiempo cuando nos tropecemos en

- El morbo no está, por eso es por lo que están tan buenas... para que el otro

el ascensor.

se olvide del morbo... - En todo caso, me parece alucinante que sepas con tanto detalle el - O sea que al final hay quien va a acostarse con una prostituta con

funcionamiento del chiringuito sin haber ido jamás... Dije yo maliciosa.

bendición conyugal y como moneda de cambio ya está la mujer. ¿No? - Pues lleva tú cuidado a quién se lo cuentas, no vayan a pensar lo mismo de ti... - Bueno, algunos de ellos sí. Saludos, - ¿Y hay algún ruso macizo contratado también para intercambiar? Alia - Pues no creo. Al menos mi amigo no vio ninguno...

Carta abieta a Jayel (Alias el maño)

- O sea que las mujeres se quedan con el cincuentón y los maridos con las

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Mi querido Jayel,

No me cabe la menor duda de Juan Pablo II será canonizado algún día y casi estoy segura de cual será ese primer “milagro” que ayudará a ponerle el halo

Te escribo para advertirte, para que no te pille por sorpresa los

dorado alrededor de su cabeza... El PNH triunfará al fin, por obra y gracia de

acontecimientos que se te avecinan. Ya sé que creías (¡Oh infelice!) que te

Dios.

habías librado al fin del tan aclamado y donostado PHN. Imagino que ya habías guardado las pancartas, habías borrado las direcciones web de

¿Lo dudas? ¿Acaso no crees en los milagros so ... hereje?

favoritos sobre la lucha contra el PHN. Te habías relajado al fin y pensabas que ya, cual guerrero que puede permitirse un merecido reposo después de

¡Ánimo y muchos besos! (Que falta te van a hacer)

tan ardua y larga batalla, estabas ya seguro... Alia Pues no, mi querido maño. Vuelve a sacar el Kit del anti-trasvasista de

Respuesta de Jayel:

dondequiera que lo tengas guardado. Desempolva tu faja y saca el trabuco de nuevo. Una nueva batalla se aproxima y ésta, te lo garantizo, será mucho más dura que nada que hayas conocido... porque se puede luchar contra el

A la atención de Alia, alias "La Canalillo".

politiqueo, contra los intereses económicos o incluso contra los “cojones” del

Interna 69 - XXX - 69

señor Trillo, pero... ¿Se puede luchar contra la postrera y última voluntad del

Sentenciada a dos años, cuatro meses y un día de prisión por el Magistrado

Santo Padre? NOOOOO.

de la Audiencia Nacional Gaspar Garza Grande que la halló culpable de los delitos de Tentativa de Trasvase, Canalización Ilícita y Abusos Sexuales a un

Imaginate la escena. El pobre Juan Pablo en plena agonía, apenas podía

Magistrado de la Audiencia Nacional, si bien este último cargo, lejos de una

hablar, los obispos, cardenales y monjitas alrededor intentando adivinar sus

condena se saldó con una propuesta de concesión a la encausada de la Gran

últimos deseos. Según palabras de sus propios cardenales más cerca ya de

Cruz del Mérito Civil a instancias de la víctima.

Dios que de los hombres... Y en esos postreros momentos ¿Qué hace? Firma el traslado de unos cuantos obispos... ¿Me sigues? Uno de ellos ... el obispo

Centro Penitenciario de Máxima Seguridad por un Tubo "Monegros II".

de Murcia, uno de los personajes de la Región que más se ha implicado a

Pabellón de Reincidentes, Recalcitrantes y Contumaces.

favor del PHN y el “Agua para todos” . Un obispo que no ha perdido

Galería de Hidroterroristas Murcianos.

oportunidad para dejar bien claro de parte de quién estaba Dios en este

Sección Peligrosos del Cagalse.

espinoso asunto... Pues bien, este obispo ha sido trasladado por gracia y firma de Juan Pablo II, en prácticamente su última acción y decisión como

Querida amiga:

cabeza visible de la Iglesia... ni mas ni menos que a Aragón.... Podríamos decir que casi ha sido una de las últimas voluntades de Su Santidad....

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Ante todo, recibe este obsequio, que el tabaco siempre viene bien en el

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talego.

las archiviandas y archicaldos que engalanarán diariamente su archimesa, se

Ya sé que lo habitual en estos casos es mandar dos o tres cartoncicos de

dará curso a los preceptos de dar de comer al hambriendo y dar de beber al

Marlboro o similar, pero es que una mujer tan sensual como tú no puede

sediento..., y este parece que viene con sed atrasada.

rebajarse a encender algo que no sea, o bien un puro de los de quitarse el cachirulo, o bien uno de aquellos largos cigarrillos mentolados liados en

- Puesto que habrá dejado en Murcia sus paramentos episcopales, le

oscuro al final de una boquilla telescópica de plata..., y un artilugio así, a

revestiremos aquí con los nuestros, arzobispales, de manera que vestiremos

buen seguro que está prohibído por las autoridades penitenciarias y,

al desnudo.

seguramente mal visto por las eclesiásticas... - Siendo, como es, público y notorio que el Plan Hidrológico, más que Y hablando del clero, permíteme interrumpir tus meditaciones sobre cómo

Nacional es Irracional, entiendo que a acoger entre nosotros al obispo

mejor argumentar la causa de beatificación del futuro San Juan Pablo II,

trasvasista, que es como decir "volao", estaremos cumpliendo el deber de

Papa y Trasvasista, de gran devoción en Levante, para dar cumplida

atender a los enfermos.

respuesta a tu atenta carta del pasado día seis. Dices, y dices bien, y es que decir bien no es en ti cosa que pueda ya sorprender, que le ha sido dado a la

De esa manera se ejercitarán en él cuantas obras de misericordia de tipo

Archidiócesis Caesaravgvstana, un nuevo archiprelado en la persona del

corporal son exigibles a un buen cristiano..., y aunque soy ateo, ya he dejado

hasta fechas recientes Episcopvs Mvrtiensis, famoso por haberse llevado a su

claro en múltiples ocasiones que todavía hay clases y que para asuntos como

feligresía al huerto (hidrológico, que no seré yo quien calumnie a tan santo

este a mí que me cuenten como católico y güelfo..., no, golfo, no..., g - ü - e

varón) con el asuntillo ese, más demagógico que teológico, del "agua para

- l - f - o.

todos (menos pa los de Aragón, of course)" Bueno, faltará la obra de misericordia corporal de enterrar a los muertos..., Dicen que ya está en la Inmortal Ciudad y que, si bien continuará D. Elías

pero tampoco es plan de matarlo, aquí no matamos ni a los hidrotopos que

Yanes como Arzobispo Emérito, pronto comenzará a arzobispear a diestro y

nos cuela el Vaticano..., por ahora.

siniestro para mayor gloria de Dios y alegría de su archigrey que no dudará en cumplir para con él las obligaciones básicas de todo buen cristiano, a

Quedan, y no por citarse al final se consideran de menor importancia, las

saber:

obras de misericordia de índole espiritural:

- Puesto que a partir de ahora se alojará en nuestro Archipalacio Arzobispal,

- Acogiéndole con alegría en la Archidiócesis se cumplen nada menos que

Archineoclásico del bueno, la Archidiócesis Aragonesa cumplirá el precepto de

tres: Consolar al triste, perdonar las injurias y sufrir con paciencia los

dar posada al peregrino.

defectos del "prójimo" ese que nos mandan.

- Visto que es de las limosnas de sus nuevos archifeligreses de donde saldrán

- Mostrándole la realidad de Aragón, de sus secarrales, de su casi secular

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postergamiento en materia de regadíos y de su necesidad de aprovechar el

oleoducto ). Que una no pude más que crecer física y espiritualmente ante el

agua en lugar de trasladarla a cientos de kilómetros, cumpliremos otras tres:

martirio.

Corregir al que yerra, dar buen consejo al que tanto lo necesita y, sobre todo, sobre todo, sobre todo, enseñar al que no sabe.

Tu carta hizo tal mella en mi quebrantado espíritu que he dado por seguir al pie de la letra tus sabios consejos hasta tal punto que creo que seré

- Por supuesto que como buenos archifieles rogaremos al Señor por él y, si

canonizada aún antes que nuestro querido Papa puesto que aún en este

pese a tal acogida se pone farruco, por todos sus muertos.

humilde recinto en que me encuentro, rodeada de las más pobres y desdichadas criaturas de la tierra he comenzado ya mi campaña de

Cumplidas cuantas obras espirituales y corporales cabe ejercitar sobre un

purificación.

prelado, queda tan sólo una..., la de visitar y "consolar" a los cautivos..., pero tú nunca me dices cuando toca "visavís".

Dar de comer al hambriento. Pues ¿No es tal renunciar a la nutritiva comida carcelaria a favor de otras más desfavorecidas? Reconozco que algún alma

Un beso.

envidiosa, que de todo tiene que haber en la viña del señor, me reprocha mi frugal comida y cena diaria en el despacho del Director, pero ¿Cómo podría si

Jayel.

no cumplir con los mandatos de : Enseñar al que no sabe y dar de beber al sediento? La más mínima ecuanimidad reconocería que el sacrificio de tener

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que compartir comida compensa con creces los beneficios de seguir tan

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santos mandatos. He de decir además, que mi obra está empezando a dar

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sus frutos. El señor director está avanzando muchísimo en aprender lo que

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no sabía, aunque no parece que todavía haya encontrado la forma de que sacie la sed de beber que le acomete cada vez que nos encontramos juntos.

Respuesta de Alia a Jayel:

Esto sin embargo ha servido para que entienda mejor ahora, que hay tipos de sed que no pueden ser saciadas ni con el Plan Hidrológico Nacional, sin

Mi estimadísimo Jayel (Alias el maño)

embargo se puede intentar y lo intenta con gran denuedo. Lo del vestir al desnudo no ha resultado problema alguno. En ninguna parte de las Escrituras

Acuso recibo del obsequio que tuviste a bien enviarme, así como de tan

dice que no se le pueda desnudar antes. ¿No? Y en cuanto a dar posada al

hermosa misiva que ha sido solaz y consuelo entre estas cuatro paredes en

peregrino que era el mandato que más me preocupaba, he conseguido por fin

las que tan injustamente he sido confinada.

hallar la solución a tal problema, sin duda inspirada por altas instancias, pues en ninguna parte especifica que el peregrino tenga que tener brazos, ni

De tal manera me han inflamado las hermosas palabras que me dedicaste

piernas, ni ojos o incluso cara... peregrino es a mi entender todo aquél que

que ahora en lugar de ser Alia (La canalillos) he pasado a ser Alia (del

deseando llegar un santo lugar necesita de cobijo. ¿Y no es el cuerpo de esta

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humilde sierva cobijo y templo al mismo tiempo?

El limpiabotas:

El director, alma descarriada pero en proceso de redención, empieza a ver

Me acuerdo de la única vez que un limpiabotas me limpió los zapatos. Fue en

con buenos ojos ya, esta tarea mía de purificación y por propia iniciativa nos

Estambul donde esa profesión es tan apreciada que esos pequeños tronos

ha puesto hilo musical en la ducha y es un hermosura ver el agua cayendo

dorados que utilizan para que pongas los pies son vendidos como souvenirs a

mientras se escucha:

los turistas.

En la huerta del Segura, cuando ríe una huertaaaaaaaaana....

El que me cogió de la mano con una sonrisa en los labios señalándome los

Resplandece de hermosura toda la vega murciaaaaaaana ...

pies no era un niño, era un hombre joven. No era un mendigo que tiene que poner cara de pena para que le den una limosna. Era un hombre con ese

Intenté que lo pusiera también cuando sonara la cisterna del water, pero a él

orgullo del que sabe que es bueno en lo que hace. Ojos negros envueltos en

le ha parecido mejor ponernos allí una jota aragonesa ... Y nadie ha tenido a

círculos oscuros, piel morena aceitunada, labios oscuros y sonrisa radiante.

bien protestar, que de virtuosos es también compartir la alegría recordando

Mientras yo hacía gestos de negación con cabeza y manos, él me empujaba

otros lugares, aunque anden yerros y descarriados.

suavemente hacia la desvencijada silla sin que ni por un momento se le borrara la sonrisa. Por fin me dí por vencida y me senté. ¿Quién podría

Así pues mi querido Jayel (Alias el maño), espero que te sientas feliz al saber

negarse ante semejante sonrisa? Con delicadeza infinita posó uno de mis pies

que tu palabras no cayeron en saco roto, sino que fructificaron en tierra fértil

sobre ese altar bruñido que despedía reflejos de oro a la luz del sol. Rozó un

y que pronto será de regadío...

segundo mis tobillo al colocar el pie, tan levemente que lo sentí como una caricia y empezó a limpiarme el zapato con delicadeza y esmero. Yo lo

Unas últimas palabras de agradecimiento por los puros de parte de Petra la

miraba trabajar encantada. Ningún movimiento innecesario, ni un gesto

mellá y de Juanita la mostacho, compañeras de celda a las que le regalé tus

torpe. Sus manos se movían rápidas, sin ninguna duda. Manos curtidas que

puros, que ya ves que lo mío es compartir generosamente. Tan agradecidas

me hicieron pensar que quizás había tenido otro trabajo más duro que le

andan por tu regalo que están esperando ansiosas ese prometido visavís

había dejado en ellas el recuerdo. Le cogí una mano al vuelo y miró hacia mí,

para agradecértelo personalmente.

con esos ojos negros llenos de sopresa. Le pasé los dedos suavemente por las callosas palmas y le pregunté en inglés.

Esperando con ansia tu visita. - ¿Qué hacías antes de trabajar en ésto? Tuya sin restricciones (De agua claro) Creo que entendió más mis gestos que mis palabras y sonrió de nuevo. Alia - Skin. Me dijo mientras hacía un gesto con las manos como cuando estiras la

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masa del pan con el rodillo. Se rozó la palma de la mano todavía con el cepillo en ella. - HARD WORK-

Recuerdo que de niña lo que más me dolía que me dijeran, y lo hacían bastante a menudo, era ese consabido: "Ésta es que es igualita que su padre"...

Me acordé entonces del terrible olor que había en los sitios donde curtían las pieles y en lo duro que debía ser el trabajo de curtidor.

A mí no me gustaba mi padre, por supuesto esa idea no me la planteaba tan claramente por aquél entonces, porque el no querer a un padre es tan aberrante para un niño y te crea tanto sentido de culpa que tiendes a rechazarlo siempre. A los padres hay que quererlos siempre y si no lo haces, algo muy malo hay en tí, te debe de faltar algo...

Volvió al trabajo y esta vez no dejó de sonreir mientras me bajaba un pie y me subía el otro. Tenía una mirada soñadora ahora y pensé que quizás estaba pensando que era afortunado por poder trabajar al aire libre, en esa mañana brillante y perfumada, viendo pasar a la gente a su alrededor,

El caso es que el que me dijeran que me parecía a lo que yo más rechazaba me llenaba de dolor. La ira rápida, eso que tanto se ve, era precísamente en lo que más recordaba a mi padre. El carácter fuerte y tormentoso.

enfrente del mar. No sé lo que me pidió cuando satisfecho contempló su obra acabada. Le abrí

Con el tiempo he llegado a perdonarme que no me gustara mi padre, he llegado a comprender también que tenia cosas buenas en las que también me parecía y que sin embargo nunca me remarcaban. He llegado a aceptar que sí, que tengo cosas de mi padre, pero no soy él. He llegado a curarme lo suficiente como para reconocer en mí cosas de él que no me hacen peor persona sino todo lo contrario. Al final resulta que no ha sido tan malo que me pareciera a él porque yo no soy él y no estoy destinada a repetir sus mismos errores.

el monedero con monedas y billetes pequeños y se lo mostré. Me miró serio por un momento y después de dudar un momento cogió uno de los billetes pequeños, se lo pasó por la frente y murmuró algo que me sonó como una plegaria. Volví la cabeza y allí estaba él, señalando la silla y sonriendo a un extranjero que lo rechazaba con gesto brusco, mezcla de aprensión y vergüenza. Su

Besos,

sonrisa no se borró ni un segundo.

Alia

Para limpiar los zapatos hay que arrodillarse, porque los zapatos andan por el mundo pegados al suelo, igual que hay que arrodillarse para que te cojan el

Mujeres florero

dobladillo de unos pantalones. ¿Qué hay de humillante en ello más que los prejuicios que llevamos nosotros dentro?

Fue en una Feria en la que mi empresa tenía un stand y allí estabamos, mi compañera y yo, rodeadas de folletos y de hombres enchaquetados

Alia

componiendo nuestra mejor sonrisa de mujeres eficientes, atractivas y amables que es lo que se espera que seas en este tipo de sitios. Trajes de chaqueta, medias, tacones y un poco de escote, por muy profesional que

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seas ¿Quién podría renunciar a la alegría de un escote bonito? Sugerente sin

“colocó” en una esquina bien visible, les dio una carpeta de la empresa para

llegar a ser provocador... En fín, no quiero salirme del tema.

que se viera el nombre y las dejó plantadas durante un cuarto de hora. Ellas estuvieron allí como estatuas sin hablar con nadie ni entre ellas y al cuarto

El caso es que ya nos conocíamos casi todos, ya que la feria se repite todos

de hora las “recogió” y se las volvió a llevar por el pasillo de nuevo, esta vez,

los años y en los ratos en que no hay visitantes todos los que estamos en los

parándose de vez en cuando en algún stand para saludar, mientras ellas se

stands nos dedicamos a visitar a los vecinos a intercambiar publicidad y

quedaban detrás con sonrisa y postura de telecupón . Y así durante toda la

todos esos pequeños regalos que tanta ilusión te hacen sólo porque son

mañana, cada 15 minutos había un paseillo del trio por el pasillo y una

gratis: Bolígrafos, encendedores, pins... En fín... todo se estaba

parada de esquina en esquina...

desarrollando como estaba previsto hasta que lo vimos aparecer a ÉL.... Cuando el imbécil paró en nuestro stand y nos preguntó en tono retador que Ese “Él” con mayúsculas era un comercial de una empresa importante de

nos parecía la idea que había tenido para llamar la atención... yo, me dirigí a

seguros y el tio más pesado que he tenido la desgracia de aguantar en mi

ellas directamente y les pregunté ¿Qué tal la mañana? ¿Se os está haciendo

vida. El año pasado nos había tocado de vecino de mesa en la comida de la

muy pesado? Fue un sobresalto lo que tuvieron al escucharme. Según me

feria y la experiencia había sido de lo más horrible. El típico vendedor con esa

dijeron era la primera persona que les había dirigido la palabra... ¿No os han

verborrea hueca plagada de lugares comunes, tópicos y una reserva

dado ninguna instrucción de qué decir o de cómo repartir folletos? Les

inagotable de chistes malos... Era casi una caricatura del vendedor de

pregunté. No, nada. Contestaron al unísono. Solo tenemos que pasear y

seguros.

sonreir...

En fín, lo vimos aparecer al principio de un largo pasillo en el que se

Así que le dije entre dientes al imbécil. ¿Qué me parece? Me parece que el

encontraban todos los stands a ambos lados y así, nosotras que estabamos

año que viene puedes alquilar un mono que tire cacahuetes detrás de ti y

casi al final pudimos ver el espectáculo. Iba él delante muy recto y mirando

probablemente obtendrás exáctamente el mismo resultado con bastante

al frente y justo detrás como si de sus guardaespaldas se tratara dos chicas

menos gasto... Me miró con su cara de gilipollas y un matiz de desconcierto

altísimas, con tacones debían de medir más de metro ochenta, andando con

que lo hacía parecer todavía más idiota si eso fuera posible.

paso de modelo como si de una pasarela se tratara y desde luego no podían quejarse de la expectación que despertaron. Las cabezas de todos los

¿Eso quiere decir que no te gustan? Bueno, ya imaginamos que las mujeres

hombres giraron a la vez al paso del trio y esa sincronía de movimientos y de

os pondríais celosas, pero como sois tan pocas...

atuendo te recordaban esas películas musicales antiguas, como si de una coreografía cutre se tratara.

A veces me pregunto... ¿De verdad que es tan dificil comprender a las mujeres?

El espectáculo no sé si era más cómico que patético o patético que cómico porque después de hacer el paseillo el impresentable las colocó y digo bien

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Yo de verdad creo que o bien algunos hombres subestiman a su género o es

Esos no son florero, eso son profesionales con vistas...

que yo he tenido mucha suerte y los sobrevaloro porque de verdad que aparte de lo anécdotico de la situación y de las risas, miradas y comentarios no creo que ningún hombre con dos dedos de frente se vaya a hacer un seguro en una empresa sólo porque hay dos chicas más o menos guapas paseándose con una carpeta de la compañía. Por lo tanto disiento en que el imbécil sea un buen comercial. Ni práctico ni listo. Su idea de publicidad me parece tan zafia como su conversación y sus chistes. Cuando uno se hace un seguro busca una empresa que sea solvente, eficaz y desde luego barata, si además en ella trabaja una tia buenísima pues... ¡Miel sobre hojuelas! A nadie le amarga un dulce pero de ahí a hacer clientes a base darse paseos... Que me digan que poner una tia buena junto a un deportivo crea una idea subconsciente de que con lo uno vas a conseguir lo otro... me lo creo pero ¿Una compañía de seguros? ¡Anda hombre! digo... ¡Anda bestia! A mí el tio de la pepsi-cola light... hummmm ¡Qué quieres que te diga! Sin embargo no me bebo ese brebaje con gusto a medicina ni borracha. Ahora, reconozco avergonzada haberle comprado ni más ni menos que una enciclopedia (que todavía estoy pagando) a un mocetón que además de simpático y encantador estaba que crujía de bueno. ¡Ay! ¡Qué debil es la carne! Este al menos me tuvo que comer la orejita (Ojo que he dicho la orejita) por más de una hora. Seguro que si solo se hubiera paseado enfrente mío no me vende ni un peine. ¡Faltaría más!

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. - ¿Nos vamos a la playa, Juanjo? Estoy sola con los críos.

Saludos,

- Vale, te recojo después de comer. - Iremos a Calblanque. ¿No? Lo digo porque no tengo aquí ningún bikini ni

Alia

bañador.

***********

- Ni falta que te hará.

Amigos y cuerpos desnudos El sábado pasado llamé por teléfono a mi amigo Juanjo. Ya sé que decir

Juanjo siempre lleva en su coche lo que él llama su “kit de supervivencia” en

amigo es no explicar nada, sobre todo cuando se refiere a Juanjo y mí. Nos

el que no falta jamás una toalla y una jarapa grande para tumbarse en la

queremos desde hace más de 20 años y esos han sido muchos años, muchos

arena. Nunca lleva bañador, Juanjo siempre va a playas donde se pueda

momentos, muchas risas, muchas lágrimas, momentos inolvidables, tristezas

bañar desnudo. Hemos discutido muchas veces este asunto entre risas y

y alegrías. Conocí a Juanjo cuando yo era todavía casi una adolescente y él

aunque él siempre lo ha negado yo siempre he sospechado que hay algo de

un joven que salía con una de mis primas más queridas. Desde entonces no

exhibicionismo en esa afición que tiene a desnudarse.

ha habido una etapa de mi vida en la que él no haya estado presente. No ha habido acontecimiento que él no haya compartido conmigo. En la riqueza y

- Juanjo, reconoce que si no tuvieras ese cuerpazo y ese pedazo de polla tan

en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, en la alegría y en la pena...

bonita, no te gustaría desnudarte tanto e público.

Un contrato sin firma y sin obligación de fidelidad mutua, un acuerdo hecho de amor solamente. Todos mis novios han sido amigos de Juanjo y yo lo he

Él se ríe, claro, y lo niega, lo niega siempre.

sido también de todas las mujeres de su vida. Algunos han pasado por nuestras vidas sin dejar más que un vago recuerdo en la memoria, de otros

Porque Juanjo tiene un cuerpo precioso del que yo siempre he estado muy

compartimos las heridas que dejaron o el recuerdo inolvidable de lo que nos

orgullosa, como hubiera contribuido en algo a que lo consiguiera. A él le ha

dieron, pero Juanjo y yo seguimos en el mismo tren, no importa cuanta

gustado siempre que se lo diga y desde luego que le hiciera propaganda a

gente suba o se baje en la siguiente parada.

mis amigas cuando lo han conocido.

Hemos conocido nuestros cuerpos jóvenes desnudos bailando a la luz de una

- Este es Juanjo. Aquí donde lo ves, siempre ha parecido mayor de lo que es,

hoguera en la playa. Hemos dormido juntos agotados al fin después de una

con tantas canas y esa cara tan angulosa, pero tiene un cuerpazo... que no

noche interminable de charla. Hemos hablado de todo lo divino y lo humano,

te lo imaginas vestido... Un pecho, un vientre liso, una curva plaxiteliana,

hemos compartido experiencias y comentado técnicas sexuales, hemos

unos muslazos y unas piernas de futbolista y un culo para comérselo...

discutido como fieras y nos hemos reído como dementes, hasta compartimos

- Niña, como representante no tienes precio.... y se ríe, claro que se ríe.

una vez protagonismo en una película corta. Somos amigos para siempre aunque nunca fuimos amantes.

Al llegar a la playa, el se queda desnudo enseguida y yo esta vez me dejo el tanga puesto. Los críos se van corriendo a bañarse a pesar de que el agua

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está en esta época del año todavía muy fría.

- Hummmmm. No sé. Quizás tengas razón. Aunque para mí siempre ha sido muy importante el cuerpo para excitarme.

- ¿Por qué te dejas las bragas? Me pregunta sorprendido.

- Sí, pero eso es después. Yo me puedo ir a la cama con una tía que me

- No son bragas, es una braga tanga.

guste poco físicamente, solo por el sexo y luego volverme loco con el cuerpo

- Como quieras llamarlo. Yo soy de la escuela antigua, todo lo que tapa el

y ya pensar en ella físicamente como el conjunto. Sin embargo vosotras ...

coño son bragas para mí, aunque no tape el culo.

- Creo que te equivocas. Quiero decir, que por supuesto a mí me tiene que

- No quiero que los críos se fijen, con el sexo de actriz porno que llevo en

gustar un tío bastante para que me vaya a la cama, pero si una vez allí

verano, y luego me frían a preguntas sobre depilaciones. Ya los conoces.

descubro que además tiene un cuerpazo... A mí eso me pone muchísmo y es

- Pues que sepas que vas mucho más “ indecente” que si no llevaras nada.

un punto importante para que valore seguir acostándome con él, lo que me

- Ya lo sé, pero al menos no son transparentes.

excita que me guste su cuerpo. No acaricias igual un cuerpo que te atrae

- De momento. Ahora que si te metes al agua con ellas, avisa que me ponga

mucho, no lo haces con el mismo deseo.

boca abajo, que yo tampoco quiero tener que contestar preguntas.

- Si pero al final, tengo que conseguir llevármela a la cama. ¿No?

- ¡Vamos tío! Si me tienes más vista que el tebeo.

- O traerla a una playa nudista... que al final es lo que siempre haces ... ¿O

- Hay cosas a las que uno no se acostumbra nunca. A dios gracias. Me dice

no?

con esa sonrisa pícara que siempre me hace reir.

- Siempre que puedo. Sí. Me contesta riendo.

Los críos han salido del agua quitándose los bañadores como hacen siempre y ahora juegan a tirarse arena. Tumbados en la jarapa, Juanjo y yo

Alia

disfrutamos del sol y del silencio. Es maravilloso estar con alguien con quién el silencio no es algo que tengas que llenar.

************

- ¿Qué tal vas de ligues? Juanjo ahora está en una etapa de “soltero”.

Qué nos erotiza

- No me como una rosca últimamente. - Pues hijo, estás de muerte. De todos los tíos que nos rodean, incluyendo el

Hay muchísimas cosas que erotizan y que seducen, pero dependen mucho

grupo de jovencitos que hay ahí atrás, tú eres el que más bueno estás de

también de la persona y del momento.

cuerpo. Le digo yo para animarlo. - Sí, eso lo sé, pero a una mujer la conoces vestido y si le gustas, ya no

Está claro que lo que en un hombre es... "Una timidez encantadora" en otro

importa que tengas más barriga o el culo caído cuando te ve desnudo.

es: "Una sosería insoportable".

- Bueno, imagino que a vosotros os pasa igual. ¿No? - Sí, pero si luego la tía está cañón desnuda, creo que a nosotros nos influye

Lo que para uno es: "Una seguridad en si mismo cautivadora" para otro es :

más para que la veas después de otra manera.

"Soberbia, prepotencia y chulería..." En fín...

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. pero sin embargo lo que expresamos es más un desahogo nuestro que un

Creo que la seducción está hecha de muchas cosas y para decir una... A mí

intento de seducción del otro.

me erotiza muchísmo la contención... Sin embargo la seducción es algo distinto y busca algo distinto también. El El notar que le gustas a un hombre, que le gustas mucho... pero que es

seductor para empezar no solo intenta "encantar" para el juego amoroso sino

capaz de contenerse sin llegar a poder disimularlo del todo... hummmm

que intentará seducir a toda persona que le interese, sea hombre o mujer. Con su encanto se ganará el deseo, pero también la buena voluntad, la

Una mirada furtiva que captas un segundo, un roce casual que se prolonga

simpatía o la admiración de los que lo rodean.

un segundo más de lo necesario, una mano un poco temblorosa, un silencio...

En el caso concreto del "juego amoroso" el seductor te provoca el deseo de ser amada o deseada o admirada por él, pretenderá muchas veces dejarse

Hay una escena de una película que ilustra exáctamente lo que intento

seducir cuando en realidad es él el que te envuelve.

explicar. La película es "Único testigo" esa antigua película de Harrison Ford, en la que

Mientras que en el romanticismo tu pretendes que a través de tus

un niño presencia un asesinato y tiene que esconderse él también con la

sentimientos el otro te corresponda, con la seducción lo que pretendes es que

familia del niño "Amish". ¿Os acordáis?

sea el otro el que sienta la necesidad de ser amado o deseado por tí.

Pues bien, hay una escena en la que está él y la madre del niño en una

... Es el juego de desvelar para volver a ocultar...

especie de pajar, arreglando el coche, al fin suena esa canción maravillosa de (Creo que Sam Cook(ISABEL AYUDA)) "What a wonderful world"

Exáctamente eso.

... I don´t know much about History... Besos, Empiezan a bailar y se percibe un momento mágico en el que se nota perfectamente la contención de él que está loco por abrazarla y besarla pero

Alia

no lo hace... Hay una tensión sexual que se palpa sin que llegue a verse absolutamente nada... ufffff

*****************

Creo que el romanticismo es algo que tiene que ver con los sentimientos de

La mili

uno mismo hacia la otra persona. Cuando nos ponemos románticos No es que yo sea una nostálgica, creo que la mili, salvando las distancias, era

intentamos que la otra persona penetre o comprenda nuestros sentimientos

también un coñazo para las mujeres...

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. más cafres también. Preguntaba continuamente a los demás sobre como

Lo que me ha hecho recordar el pasado ha sido precisamente su comentario

comportarse, no quería meter la pata....

de la gente que allí conoció. La mili era casi la única oportunidad para los ricos de tratar con algún pobre y de los pobres de comer con algún pijo.

- ¿Y dices tú que hay que hablarle de usted a todo el mundo? - ¿Habrá que darles la mano?

Normalmente nos pasamos la vida moviéndonos en los mismos círculos sociales, ya desde el colegio se van seleccionando nuestras amistades, el

Los otros le respondían con una mezcla de paternalismo y burla de la que él

cole, el instituto, la universidad ... Al final casi nos creemos que toda la gente

por supuesto no se percataba, estaba demasiado emocionado y feliz para

es igual que nosotros, pero de pronto te encontrabas en la mili con el otro

percatarse de nada.

tipo de gente, con el que en circunstancias normales nunca te hubieras relacionado.

Por fin, después de agotar las preguntas de la mili, la agarró conmigo. Me miraba con la mirada fija y los ojos como platos. El que yo en ese momento

Recuerdo un viaje en tren por la noche, fue un viaje de pesadilla. El correo

estuviera con un libro en la mano, haciendo como que leía, no pareció

Murcia- Madrid en segunda clase, era de lo peorcito que te podía pasar,

incomodarle en lo más mínimo.

especialmente con el tren tomado por un montón de reclutas que iban a incorporarse a filas. Yo acababa de regresar de Londres y todavía conservaba

- Y tú como te llamas. De donde eres porque tú no eres de aquí ¿No? Te se

ese ... no sé qué ... aunque pueda sonar pretencioso, así es, ese toque entre

nota. ¿Y a que te fuiste? ¿Y donde vas ahora? ¿Tienes novio? ¿Y trabajas?

moderno y excéntrico que agarras cuando vuelves de una larga estancia en el extranjero. La ropa que traes es diferente, el corte de pelo ... no sé que

Y así, sin cortarse un pelo, me hizo un interrogatorio que duró una hora larga

es, pero la gente lo nota.

y de allí, como ya parecía haber cogido confianza, empezaron los piropos, que si que guapa, que si yo fuera tu novio no te dejaria viajar sola, que si ....

El caso es que alli estaba yo, toda moderna y sofisticada (O eso me lo parecía a mí, claro) rodeada de un montón de reclutas que se incorporaban por primera vez a la mili. El que me tocó al lado, no dejaba de hablar, estaba

¡Vaya noche! No me dejó el tío pegar ojo, era insufrible, pero a la vez...

superexcitado, la mili para él era una aventura maravillosa, la primera vez que salía de su pueblo, que por lo que dijo debía de ser más bien aldea de la

No sé, se me ha olvidado mucha gente que ha pasado más tiempo por mi

provincia de Jaén... Lo de madrugar no le preocupaba, él se levantaba a

vida y sin embargo siempre que se habla de la "mili" me acuerdo de Tomás.

atender a los animales al salir el sol y el trabajo... ¿Qué trabajo? ¿Acaso

¡Qué tío!

había olivos en los cuarteles? Saludos, Era la criatura más ingénua que me he tropezado en mi vida, y uno de los

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Alia 12. ¿Has tenido alguna fractura?: Eso dijeron. Robo con fractura. Dejaron la casa hecha un asco los muy cabrones.

Un test Cutre

13. ¿Salchichas o Hamburguesas?: Prefiero las salchichas aunque haya que manipularlas más para dejarlas al punto.

1.¿Que hora es?: Una hora menos en Canarias 14. ¿Bollito o barra de pan? Barra de pan siempre. Eso del bollito... me suena 2. Nombre: Para los amigos ...

a fantasía lésbica menorera.

3. ¿Cuando es tu cumpleaños?: Últimamente parece que demasiado a

15. ¿Cerveza o vino?: Vino tinto.

menudo. 16. ¿El vaso medio lleno o medio vacío?: A rebosar o vacío, no me van los 4. Signo del Zodiaco: Virgo hasta los 16.

términos medios.

5. Años: Estás estupenda ... para tu edad...

17. Color de ropa interior favorito: Negro. 18. Numero favorito: El 12 desde que me tocó un album de animales en el

6. Tatuajes: Hay cosas que es un pecado intentar adornar.

cole. Todavía conservo la esperanza de que se repita.

7. ¿Estuviste o (estás) enamorado?: Casi siempre a diferentes niveles.

19. Color favorito: Rojo

8. ¿De quien?: Algunos hombres y alguna comadreja.

20. Supersticioso: No, que da mala suerte.

9. ¿Has estado en otro continente?: No creo en Corporación Dermoestética.

21. Tipo de música preferencia: Depende del momento.

10. ¿Amaste tanto a alguien como para llorar?: ¿Se mide el amor por litros?

22. Canciones favoritas: Va en rachas.

11. ¿Estuviste en un choque de autos?: De hecho fui la protagonista.

23. Dia -o- Noche: Noche

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. 36. Mejor sentimiento: ¿Mio o de los demás? A veces son hasta contrarios.

24. Tema de conversación más detestado: Últimos modelos de móviles,

37. Lo primero que piensas cuando te despiertas: Un poquito más porfa...

últimos modelos de coches ... En general las conversaciones que les pirran a mis amigos pijos.

38. Las tormentas te gustan o te asustan: Me gustan porque me asustan.

25. ¿Disney Land o Warner Madrid o Port Aventura?: El Café del foro.

39. Si pudieras ser otra persona ¿quien serías?: Lo que me faltaba ... acostumbrarme ahora a otra...

26. Restaurante de comida rápida: Me gustaba el “Kentucky fried chicken”, 40. Algo que tienes puesto siempre y no te lo quitas ni para dormir: Las

pero es que entonces pasaba mucha hambre...

dioptrías.... 27. ¿Cuando fue tu última visita al hospital?: La conté aquí y no me gusta 41. ¿Que hay en las paredes de tu habitación?: El puto gotelé de los cojones.

repetirme.

¿Por qué será tan cara la pintura lisa? 29.¿ Como te ves en diez años?: Haciendome a la idea. 42. ¿Que hay debajo de tu cama?: Un tendedero que no me atrevo a tirar por si se rompe la secadora.

30.¿Quien te cae mejor y peor de este foro? : Todavía no he terminado el ranking definitivo.

43. Escribe algo a la persona que creo este post: ¿Te parece poco lo que llevo escrito?

32. ¿Quién piensas que tardará más en responder a este post?: Ni idea. ¿Importa?

50. ¿Quién te gustaría que respondiera a tu respuesta?: Me conformo con que me aguanten hasta el final.

33. ¿Que cambiarías de tu vida?: Todavía me estoy adaptando a los cambios.

51. ¿Qué le dirías a alguien y no te atreves?: ¿En público o en privado? La cosa varía mucho. Aquí en público... Hummmmmmm Me pones a mil cuando

34. ¿Tienes ordenador en casa?: Dos. Casi todo lo tengo a pares.

te leo... 35. CD preferido: Tengo al menos una docena de favoritos. Como un sultán insaciable.

52. Deporte favorito: Creo que todavía no lo han inventado pero no pierdo la esperanza.

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54. Tímido o extrovertido: Juzga tú mismo...

Quedada en Madrid

55. Tu apodo: Mis hijos me llaman “EA”. No me preguntes por qué.

Cuando vayas a Madrid, chulona mía... (crónica colectiva

56. ¿Que te gusta que te regalen?: Risas ABRAZO. (por Suerte) 57. ¿Te gusta leer?: Más que un gusto es una necesidad. 58. ¿Hablas algún idioma?: Algunos practico, con resultados variados me

Ayer di un abrazo, o me lo dieron, que eso nunca se sabe. Nada que ver con

temo ...

aquellos abrazos eternos y solemnes con los que se trata de ahogar el dolor de un adiós. Fue tan solo un abrazo simple y perfecto, un abrazo caluroso,

59. Tu pasatiempo favorito: Soñar despierta.

sentido, acogedor, un abrazo que debía darse, un gran abrazo que aguardó humilde y paciente el tiempo que hizo falta esperar hasta que vio llegado su

60. ¿COLECCIONAS ALGO?: No me gustan las colecciones de ningún tipo.

momento, un abrazo sin prisas, maduro, pletórico, con todo su sabor.

64.¿ Tienes alguna fobia?: A la sangre.

Y sin embargo, aunque suene estúpido, también el más sencillo de los abrazos tiene sus enemigos. La proverbial torpeza de la que hacemos gala

65. Tu programa de TV favorito: Los documentales de la 2, como todo el

los hombres desde el principio de los tiempos puede desbaratar en apenas un

mundo....

instante la magia de un abrazo largamente deseado. Una palabra que nunca tuvo que decirse, que se coló de tapadillo y a traición porque no llegó a

68. Equipo: El que va perdiendo.

tiempo la frase precisa y adecuada. Torpezas y tropiezos... torpezas de un hombre acostumbrado a escribir en compañía de un paquete de tabaco y de

69. Manda un mensaje a todos tus amigos: No me gustan los correos

la tecla de borrar, tropiezos que no se pueden volver atrás.

masivos. Afortunadamente el mundo está salpicado de mujeres grandes, tan grandes 70. ¿Que hora es? : Una hora menos en Canarias.

como sus abrazos, que saben perdonar al mismo tiempo que te reprenden, que comprenden la imperfección humana, que saben dejar abiertas las ventanas para que pueda entrar por ellas una segunda oportunidad.

Alia Llegado el momento creí rodear con mis brazos a una gran mujer grande, y

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. sitio céntrico. Mi amigo Juanjo se quedaba en casa de unos familiares que viven encadios... Habíamos quedado en la parada de taxis de Atocha, así que lo primero que hice al llegar fue darme una vuelta entre los taxis aparcados, conocía a Sofía por foto, así que me di cuenta enseguida que todavía no había llegado. Me senté en un banco intentando dominar mi impaciencia y por fin la vi aparecer. Nos reconocimos al instante y nos abrazamos como dos viejas amigas que llevan mucho tiempo sin verse. Nos sentamos en el banco a esperar a Juanjo, en ese momento me alegré de que nuestro primer encuentro fuera a solas. Empezamos a hablar con toda naturalidad, como viejas amigas y yo la miraba intentando encajarla con la idea que me había hecho de ella. Sí, era Sofía y no lo era... Era Sofía, pero era mucho más. Para empezar mucho más atractiva de las fotos que había visto de ella, porque Sofía tiene una de esas caras demasiado personales para dejarse atrapar en un gesto congelado. Una cara camaleónica, una cara con personalidad, distinta con cada expresión que hacía, llena de ángulos, luces y sombras, una cara para hacerle un boceto. Sus ojos misteriosos, oscuros, profundos y a la vez cálidos. Su sonrisa de labios perfilados y provocadores, luminosa, tierna, su risa cercana enmarcada en una melena oscura que ella se recogía de vez en cuando con un gesto natural y gracioso. Mientras la miraba, la Sofía de los foros se iba haciendo de carne y hueso y así descubrí la cara que pone cuando escribe un comentario pícaro en el foro, o la sonrisa de complicidad cuando está de acuerdo en lo que digo, o la falsa seriedad con la que habla muchas veces... o la sonrisa tímida cuando le dices un piropo... Después de conocernos meses, de intercambiar risas, comentarios y experiencias, es extraño que fuera redescubriendo en ella, mirada a mirada, palabra a palabra, gesto a gesto, otra vez, a esa Sofía que ya creía conocer.´

descubrí que no era más que una chiquilla rubia y traviesa cuando la sentí pegada a mi pecho. Pensé por un momento que éramos dos mundos distintos, pero mi cara y su cuello encajaron la una en la otra como dos piezas de puzzle recién recortadas. Eran dos cuerpos que parecían conocerse de siempre. Las apariencias pueden engañar, los abrazos sinceros no. Hay abrazos inolvidables que duran apenas unos segundos. Gracias por todo, rubia. ************* Alia: Este fin de semana me lo pasé en Madrid. Al parecer y por lo que me han contado, mi amigo Juanjo y yo debimos ser los únicos murcianos que no fuimos a Madrid en autobús y subvencionados por la Santa Madre Iglesia. Ni siquiera había caído en la cuenta cuando me invitaron al viaje en que coincidiría con la manifestación multitudinaria de la “Defensa de la familia”. Así que ese fin de semana, sin duda influenciada inconscientemente por esa hecatombe social pronosticada por el clero, aproveché para abandonar a mi familia, liarme la manta a la cabeza y largarme a Madrid con mi amigo Juanjo. Allí tenía varias citas concertadas. La primera con Sofía... Si imaginan que una mujer solo se puede sentir nerviosa en una “cita a ciegas” cuando se va a encontrar con un hombre, se equivocan. Habíamos quedado con Sofía el mismo viernes de nuestra llegada y seguro que ella ni imagina el esmero con que me arreglé esa misma tarde para ella... Me probé dos vestidos, me cabreé con una onda rebelde de pelo que no se domesticaba ni con gomina y al final terminé poniéndome unas sandalias preciosas de tacón alto sabiendo que muy probablemente me harían andar coja toda la noche... ¡En fin! La única diferencia en que ella fuera una mujer, estribó en que no me preocupó la lencería ni que no estuviera recién depilada...

Alia .... Continuará.... ************** Dejamos la responsabilidad de hacernos de guía esa noche a Sofía, aunque para decir la verdad, todos los “madrileños” que he conocido este fin de semana, son más de pueblo que yo... ¿Hay alguien que viva en el centro de Madrid? Empiezo a dudarlo ... El caso es que por fin llegó Juanjo y nos

Llegué yo la primera a la cita puesto que era la única que se alojaba en un

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dirigimos al metro y entonces fue cuando pasó el incidente de la sandalia ... pero eso mejor lo dejo para que lo cuente Sofía porque las primeras palabras que soltó riendo fueron:

pequeño... Y después del café nos fuimos paseando a Chueca. Sofía intentaba llevarnos a un local que no encontramos, pero ¿Qué importaba? En realidad da lo mismo donde vayas cuando el placer está en la compañía que llevas. Así que nos tomábamos a guasa que nos quisieran echar de todos sitios, no porque tuviéramos pinta de pancarteros defensores de la familia, que todo hay que decirlo, sino porque al parecer el barrio entero se estaba preparando para el Carnaval del día siguiente, o al menos esa fue la conclusión a la que llegamos nosotros. Terminamos metiéndonos en el primer sitio en el que no vimos a la gente recogiendo mesas y con ganas de echarte y allí entre Juanjo y yo convencimos a Sofía para que se uniera a la comida del día siguiente. Habíamos quedado con Yushka y con Suerte pero no queríamos renunciar a Sofía. La velada se nos había hecho corta. Como pasa siempre que disfrutas, su compañía nos había sabido a poco y para ser justos, ella se dejó convencer enseguida... Nos despedimos con un “Hasta mañana” que me supo a gloria.

- “Qué cosas te pasan” - ¿Has visto? Para que veas que no me invento nada de lo que cuento en los foros... es que a mí siempre me pasan estas cosas... - Pues que sepas que esto lo voy a contar YO. Nos llevó a un sitio pequeñito e íntimo para cenar. Allí hablamos y reímos de todo y de nada. A veces se nos escapaban comentarios sobre vosotros y sobre los foros, pero fueron pocos porque Juanjo ponía cara de aburrimiento cada vez que salía el tema forero.... - ¿Ya estáis otra vez hablando en clave? Ahora pienso que fue una suerte que conociera a Sofía con Juanjo porque quizás sin él nos hubiéramos centrado casi sin querer en hablar casi exclusivamente de los foros y así hablamos de las cosas de verdad, de las que importan, de las cosas que una habla cuando puede mirar a los ojos al otro y las palabras van acompañadas de todos los matices del mundo, de sonrisas, de gestos, de humanidad ... Entre Juanjo y yo hay una complicidad hecha de media vida compartida, sin embargo cualquiera que hubiera escuchado nuestra conversación en aquél restaurante hubiera pensado que los tres éramos amigos de toda la vida, tal fue la naturalidad de nuestro encuentro y lo cómodos que nos sentíamos en nuestra mutua compañía.

......................................... pu es eso, lo que ya sabéis.... Alia *********************

Suerte:

Después de cenar, Juanjo eligió un pequeño Café que conocía. “Un Café con encanto” – Nos dijo y así fue. Un local pequeño con preciosas fotos en las paredes y curiosamente, en ese local tan pequeño elegido por Juanjo que no tiene nada que ver con los foros, había expuestas dos fotos que habían sido avatares en esta casa. Sofía nos hizo fijarnos en el primero.

DE CÓMO DIMOS CON NUESTROS HUESOS, DE CHIRIPA POR SUPUESTO, CON UN RINCÓN BUENO, BONITO Y BARATO EN LA CAPITAL DEL REINO DONDE YANTAR Y FOLGAR (REÍR, QUIERO DECIR) SIN COMPLEJOS. ASÍ, COMO SUELE DECIRSE, “CON DOS FOGONES”.

- ¿A qué te recuerda esa foto? - ¡Eres tú!

Introducción.

Era esa foto de una mujer vestida de blanco con una copa de cocktail justo a la altura del sexo y al otro lado del local estaba la foto de una mujer con sombrero, que tanto tiempo llevó Mari s.a. de avatar... El mundo es tan

Por entre las paredes de mi conciencia aun resonaban con humillante crueldad los ecos de aquella palabra:

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-¡¡¡Tintorrero!!!

*****************

Suerte:

La última vez que presumí de clase, glamour y elegancia castiza me llamaron “tintorrero”. La última vez que me atreví a hacer de cicerone gastronómico en mi propia ciudad recibí por parte de mis invitados foráneos el calificativo despiadado de “tintorrero”. Ya lo dice el dicho: “nadie es profeta en su tierra”. Y aunque debo reconocer que en el restaurante que elegí en aquella ocasión la comida la sirvieron tarde, mal y fría, y que aquel vino de la casa tenía un sospechoso parecido al tinto Don Simón, lo de “tintorrero” me pareció ¿para qué negarlo? innecesario.

DE CÓMO DIMOS CON NUESTROS HUESOS, DE CHIRIPA POR SUPUESTO, CON UN RINCÓN BUENO, BONITO Y BARATO EN LA CAPITAL DEL REINO DONDE YANTAR Y FOLGAR (REÍR, QUIERO DECIR) SIN COMPLEJOS. ASÍ, COMO SUELE DECIRSE, “CON DOS FOGONES”. 2.- Decidiendo, que es gerundio.

Pero ya puestos, siempre es mejor labrarse fama de tintorrero antes que de cobarde, así que, aun a riesgo de volver a meter la pata, acepté de inmediato la indecente proposición de Alia, Sofía, Yushka y el adscrito Juanjo para comer con ellos en Madrid aquella tormentosa tarde de manifestaciones y carnaval.

Mientras aguardaba en la sala de espera a embarcar, algo en mi interior me decía que un McDonalds no era la clase de restaurante que mis amigos esperaban pisar un día como aquel. No me pregunten cómo lo supe, digamos que hay seres humanos que tenemos el don de la intuición especialmente desarrollado.

Yo estaba prácticamente en las nubes, casi, casi tocando el cielo; en concreto, para ser más exactos, me encontraba en un aeropuerto de España a 600 kilómetros de Madrid a punto de coger un vuelo regular de Iberia. La verdad es que cuando las cosas deciden torcerse no las endereza ni el famoso Uri Geller, pero ¿quién dijo miedo?

Descartada esa posibilidad, y mientras mi avión entraba en pista para el despegue, comencé a recorrer mentalmente todas las calles del centro de la ciudad buscando alguna casa de comidas medianamente digna. Tampoco hubo suerte, todas las que recordaba haber visitado entraban de lleno dentro de la categoría de “indignas” en el mejor de los casos, o directamente en la de “absolutamente desaconsejables”.

**********************

Yushka:

Tres baches aéreos más tarde tuve una idea brillantísima: rehuir la cita y no dar señales de vida en varios meses. Ciertamente quedaría fatal con mis invitados pero al menos ellos no tendrían motivo alguno para reprocharme mi mala elección. Un arrebato de pudor, unido al hecho de que ellos sabrían dónde encontrarme para darme mi merecido, me ayudaron a desestimar también esta posibilidad.

Y lo bien que nos pasamos. Vaya jartá de reir. Me veís con esta gente con sus ocurrencias, con su facilidad de palabra, con su gran personalidad, con su increible calidez, pués yo que ya no sabía si reír o llorar, opté por reír. Poco podré añadir a lo que las plumas maestro describen, algo pensaré, algo se les pasará por alto y allí atacaré. La verdad es que fue un día inolvidable, además así sin planear demasiado. Sólo surgió y vaya que bien surgíó.

El avión tomaba tierra ya en Barajas cuando mi compañero de asiento, compadecido por la angustia que se reflejaba en mi cara y los sudores fríos que me tenían permanentemente estremecido, me dijo sentencioso:

Gracias de corazón.

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-Hay un italiano apañado en Marqués de Urquijo.

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. DECIR) SIN COMPLEJOS. ASÍ, COMO SUELE DECIRSE, “CON DOS FOGONES”.

Solo alcancé a besarle en los morros en señal de agradecimiento antes de que me diera dos bofetones. Con las mejillas aún coloradas salí del avión, me eché un pitillo en un smoking point, recogí las maletas, nueva visita al smoking point para calmar los nervios que me provocaba la cita, acudí al parking a recoger mi coche, me equivoqué de sitio, tuve que volver a la terminal desandando el camino, mientras tanto me detuve otras dos veces en otro smoking point porque la situación se hacía ya agónica por momentos, pregunté en información cómo se llegaba al bloque E del P-2, Planta 1, Color amarillo, me indicaron que tenía un cartel donde lo indicaba apenas a tres metros de mis narices, le di las gracias y me fui urgentemente a buscar un nuevo smoking point para que se me pasara el bochorno, y tras dos horas de visita turística al caótico aeropuerto de Barajas y smoking points anexos, finalmente encontré mi coche. Ahora sí puedo llamar a Alia.

3.- El nudo. Toda buena historia ha de contar, dicen los manuales de la técnica narrativa, con su presentación, su nudo y su desenlace. Y para nudo el que tenía yo en ese momento en el estómago. Conducía a 315 por hora por la autovía a bordo de mi Seat Panda jadeando por los nervios. Sería la adrenalina o las sirenas del coche de la Guardia Civil que a duras penas trataba de darme alcance, el caso es que en ese estado de excitación me sobrevino una brillantísima idea: “La cocina de Ana”, ¡perfecto!, un restaurante maravilloso, barato, con aire acondicionado, bien atendido, bien presentado y situado justo al lado del lugar de nuestra cita.

- Hola, ya lo tengo.

-¡Ah!, enhorabuena- dijo con un tonillo que me pareció lejanamente sarcástico.

No había tiempo que perder, ya llegaba un cuarto de hora tarde y aun tenía que encontrar aparcamiento. Con la habilidad que me caracteriza tomé la curva de la Calle Reyes con tanta velocidad que mi maltrecho turismo dio tres vueltas de campana, tropezó con el bordillo de la acera, salió volando por los aires y terminó por aterrizar sobre un contenedor de escombros, con tan buen tino que la puerta del conductor quedó mirando hacia arriba con lo que pude salir de ahí sin problemas.

- Quedamos en una hora en Plaza España, debajo del hotel.

-¡Chúpate esa, James Bond!.

- Vale ¿cómo nos reconoceremos?- preguntó Alia.

Salí corriendo hacia el lugar de la cita. Entre los nervios, las carreras y el maldito fumeque llegué sin oxígeno y con un cierto color violáceo en mi piel. Ahí estaban todos, encantadores, maravillosamente guapos y guapas, hartos de esperarme y con cara de pocos amigos. A Alia la confundí con su amigo Juanjo, a Juanjo le confundí con el del kiosko de prensa, a Sofía la confundí con Yushka y a Yushka la confundí con Alia. Para ser mi primera quedada colectiva no estaba mal, al menos no me confundí conmigo mismo. Yo sabía quién era yo,.... o al menos eso creía.

- ¿El qué? ¿el virus del Ébola?- me dijo con su particular sentido del humor. - No, no, el sitio.

- Fácil, yo llevo los calzoncillos de color lila. Antes de que se cortara la comunicación creí reconocer de fondo el sonido de unas risas. **************************

Suerte:

**********************

DE CÓMO DIMOS CON NUESTROS HUESOS, DE CHIRIPA POR SUPUESTO, CON UN RINCÓN BUENO, BONITO Y BARATO EN LA CAPITAL DEL REINO DONDE YANTAR Y FOLGAR (REÍR, QUIERO

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Sofia:

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. tren y, allá por Santa Eugenia me suena el móvil:

Viernes 17, a no sé que hora del día -podría buscarlo, pero tengo mucha pereza- mensajito privao:

- ¿Ande andas? - Ando onde ando, anda tú...

Que nos ponemos en marcha a eso de las nosecuantas, y llegamos a Madrid a eso de las ocho ¿quedamos hoy?

- Que si tardas mucho me ligo algún taxista, digo.

Mira tú, que prudente nos ha salío la loca del barrio. Pues sí hija, claro que quedamos, yo me apunto a un bombardeo y eso lo sabe todo el mundo.

- Lígate dos, que los números pares no me gustan... Para cuando mis trapos desembarcan en Atocha, desenfundo el móvil:

El problema es saber dónde quedamos, porque Madrid está intransitable y yo tengo que calcular el tiempo, porque acostumbro a utilizar el autobús, y la entrada de la Nacional 2 por Av América, con tanta obra...

- A ver ¿ya has ligao prenda? (así, sin coma, porque la prenda no es ella, sino el pesetas)

¿Donde estás alojada?

- Aquí me tienes, más sola que la una.

Aquí, al ladito de Atocha.

Subo las escaleras y salgo a la luz del sol poniente. Madrid tiene una espléndida luz al sol poniente. Y allí, bajo la marquesina del autobús, al principio de la fila de taxis, está ella, como Penélope:

Perfecto. Una de tren y listos. Aparco mis escrúpulos -esquivo el tren de cercanías siempre que puedo- en aras de la comodidad y la rapidez.

Sentada en un banco del andén, esperando que llegue el primer tren, con sus zapatitos de tacón y... vaya por dios, sin menear el abanico.

Tengo muchas ganas de verla. No hay fotografías de Alia, pero de tanto leerla mi cabeza ya tiene hecha su imagen mental y mucho tendría que fallarme el radar para no reconocerla al primer golpe de vista.

Me reconoce, se nota en que le desaparece la cara de susto que se le había instalado en la cara al ver a una loca con los trapos aleteando a su alrededor precipitarse sobre su anatomía. De su anatomía mejor no hablemos. El verde

Hace calor, estoy vaga, y pese a que llevamos idea de dirigirnos al centro utilizando el metro, servidora sabe que nuestro amadísimo alcalde tiene la ciudad convertida en un puro socavón alternativo, lleno de valla, excavadoras y asfalto levantado por todas partes. Eso sin contar con que la línea 3 tiene cortadas justo las estaciones del centro de la ciudad, para ampliar los andenes unos palmos más. Abro el armario en busca de algo que ponerme. Lo vuelvo a cerrar. Va a ser algo ligerito. Digamos unos pantalones que no son pantalones y una blusa que apenas es blusa. Eso y las chancletas, que no estoy dispuesta a empezar a quejarme de los pies al primer paso.

conjunta muy mal con mi tono de piel... Abrazo, beso, más abrazos, más besos... que guapa estás, que bien te queda ese vestido tan abrazadico al body, 'fite tú que sandalias tope guay (verás lo bien que te lo vas a pasar caminando con ellas por Madriz)... - Oye ¿No ibamos a ser tres?

Caminemos, tal vez nos veremos... después.

- Es que Juanjo está en la otra punta de Madrid y aún no ha llegado.

Convertida ya en una especie de banderín flotante me subo al bus, luego al

- Ah...

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Alia:

¿Por qué tendré yo la sensación de que pretende escaquearme a Juanjo? Seguro que en el último minuto ha pensao: quita p'allá, que esta tiene más hambre que el perro de un maestro escuela...

Ring... Ring... Ring....

Pues no. Resulta que es verdad y Juanjo viene, despacico, como corresponde, pero viene. De hecho, está viniendo ya mismo... vamos, el móvil dice que ya ha llegao. La cuestión es ¿donde? Porque él no nos ve. Nosotras no le vemos. No puede ser el hombre invisible ¿ein?

- ¿Yushka? Digo en tono dubitativo. No he hablado nunca por telefono con ella ...

- Pregúntale que ve. -le susurro a Alia.

- Soy Alia de los foros.

- Dice que ve una parada de taxis.

Y aquí empezamos las dos a reirnos como locas.

- 'sa jodío Mayo. Alguna cosa más...

Ustedes se preguntarán: ¿De qué?

- Un edificio circular.

No podría responder. El caso es que nos vamos familiarizando con nuestras voces por medio de la risa... ¿Qué mejor forma?

- Sí...

- Coño, pues es lo mismo que vemos nosotras. - Espera, dice que ve un autobús

- Oye que voy a Madrid este fin de semana y querría verte... ¿Cuando podrías?

- Ah... brillante, claro. Nosotras no vemos autobuses.

- Tú solo dime día y hora y allí estaré...

Algo me hace mirar a través de la cristalera del "edificio circular" y observo que un autobús arranca en ese preciso instante.

Yo pienso... hummmmmm ... Si con los hombres pudiera ser todo tan

- Dile que si el autobús acaba de arrancar.

- Tengo unas ganas locas de conocerte en persona. Le digo yo, mientras seguimos riéndonos como dos adolescentes ... - Y yoooooo. Me contesta ella también.

sencillo...

- Que sí. - Ea, pues que ejerza de detective privao y ... siga a ese bus.

Su voz es cálida y transmite una alegría contagiosa. Su risa es fácil, igual que la mía.

Y es que el bus viene en nuestra dirección. Con un poco de suerte, el insurrecto vendrá a dar con su cuerpo en nuestros brazos.

- ¿Va a ir alguien más? Me pregunta ella. - Yo solo he quedado con Astroluz de momento, pero va a ser un encuentro individual...

********************

- ¡Ah! Me contesta ella lacónica... ¡Vale! pero... ¡Nada de fotos! A ver si

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ahora voy a ver un reportaje en el foro...

enseñarme el laqueao de uñas, lleno de margaritas como el campo.

- De eso nada. La tranquilizo yo. ¿Tú has visto acaso fotos mías en el foro? Pues eso, que les tengo la misma fobia que tú. Así que no te preocupes, como no vayan los del "Aquí hay tomate" no quedará ningún documento grafico del encuentro.

En fin, da igual. Vamos p'al metro y nos llegamos a Gran Vía sobre ruedas. Pero no. Siempre pensé que lo de Alia era pura exageración. Que esas cosas que cuenta no le pasaban a ella... que la decoración era más abundante que el bizcocho.

- Pues cuando llegues me llamas. Aquí estaré...

JA.

- ¡Vale! Lo último que oigo es su risa...

Apenas Juanjo y yo habíamos bajado una decena de escalones, una vocecita nos llama desde la retaguardia.

................

- Eyyyyyy, que se me acaba de romper la correa del zapato. Nos damos la vuelta y... BINGO. Allí tenemos a la señora, con el zapato en huelga de correa caída. Ni corta ni perezosa desabrocha la correílla del empeine y termina de quitarse el inútil artefacto del pie, para mostrárnoslo como quien muestra un trofeo.

Alia **************

Sofia:

- Bueno. A ver ahora...

Cuarto y mitad de abrazos después, intentamos ponernos de acuerdo para ver hacia que zona encaminamos nuestros pinreles.

- Malamente. No va a caminar descalza sobre el asfalto. - Vamos al hotel, y te pones otros.

Primer problema. Los tacones de Alia. Madrid a pie, en obras y con tacones...

- ¿Descalza? Por cerca que quede el hotel, se va a dejar los pies hechos una pena.

- ¿A quien se le ocurre ponerse esos zapatos, criatura?

- Pues en brazos va a ser que no...

- Es que soy muy chica, y te imaginaba más alta...

- Pues cogemos un taxi...

Sabía yo que la gente lee lo que quiere y se cree la mitad de la mitad. ¿Habré llegao a decir veces que mido palmo y medio? ¿Habré llegao a decir veces que tengo que usar banquetilla hasta para dar un beso (o una bofetá, según se tercie), o pedir a los ojomeneados que se agachen?

- Pues... Pues más nos vale. Porque como a la señora no le gusta quedarse coja del pie derecho, se ha desnudao los dos pies y, como se verá más adelante, no será lo único que desnude, no, menuda habilidad para desembarazarse de

- Maritú, a mí no me vengas con cuentos. Tú lo que querías era lucir esas peanas estilizadas y esbeltas enfundadas en cuero y strass, y de paso

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estorbos tiene la señora...

tubo de Loctite antes que un viaje. De pronto, en mi mente se abre un rayo de luz...

Llegados a este punto, queda convencer a un taxista que lleva no sabemos cuanto tiempo en la parada de Atocha, esperando enganchar un vuelo a Marte, para que te lleve dos esquinas más allá.

Oiga, el Loctite... lo estará usté ofreciendo para pegar la correílla del zapato, ¿verdad?

Nos subimos los tres, con el zapato ondeando, y na más decirle a donde vamos empieza el chorreo de quejas.

Porque mucho me temo que lo que intenta es pegarle la boca con la gotita mágica a la señora Alia, o a Juanjo o... no quisiera pecar de malpensada, a mí misma (horror, pavor).

Que si podríamos haber ido a pie

Al final, a regañadientes, nos lleva hasta el Hotel y desaparece tragado por la riada de coches (después de pellizcar un bolsillo, eso sí).

Que no hay justicia en el mundo... Que si podríamos haber cogido un taxi que fuera circulando...

Así que aquí estamos. Las nueve de la noche y en el vestíbulo de un hotel, con una habitación vacía a nuestra disposición.

Que no tenemos dos deos de frente...

¿Montamos un trío?

Que si despues de una hora perdida...

Bueno. De momento no. De momento lo primero que necesitamos es que Alia recuerde el número de su habitación que, no se sabe bien cómo, se le ha olvidado.

Que no debería cogernos...

- Lo llevará la llave. -sugiere Juanjo, al quite.

Que si...

- ¿En la llave? No. Es un cachito plástico en blanco.

Que no...

No problemo. Una mujer siempre pregunta...

Que caiga un chaparrón...

Allá va, descalza y con su meneíllo de cadera, directa al mostrador de Recepción...

Vamos, que un pesetas es un pesetas aquí y en cualquier parte. Argumentamos que, claro, esos piececitos no pueden internarse sobre el áspero, arduo, ardiente, et astra asfalto, so pena de quedar hechos un higo. Que ha sido un accidente. Que, total, yastamos dentro. Que la pasta es la pasta y todo por la pasta...

El personal entrante, el saliente y el estacionao, la miran de hito en hito. ¿Qué quieren? No todos los días aparece Polvorilla cruzando el hall de mármol y cristales ahumados de un hotel capitalino, céntrico y con concierge de charretera y volantes a la puerta, descalza de ambos dos pieses y con los zapatos abrazados en la mano.

Nos ofrece un tubo de Loctite.

**********************

Hay que joderse las reacciones de los taxistas de este pueblo. Te ofrecen un

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Sofia:

De vuelta a la calle. ¿Qué puede ofrecer una paleta de pueblo que no conoce Madrid a un par de "turistas accidentales" para que no adivinen del todo la verdad? Pues, evidentemente, solo dispone de lo que alguien le ha ofrecido previamente a ella misma y ha disfrutado. Nos internamos bajo tierra a pillar la Linea 1 para, llegados a Gran Vía, ir a buscar un local escondido tras el parapeto de una valla que mucho me temo va a estar o bien cerrado por desaguisado total de la acera, o bien hasta la bandera de gente tapeando, porque es viernes.

Vuelve sobre sus pasos con la sonrisa luciendo de oreja a oreja. 515 Compartimos el ascensor con una pareja de guiris. Bueno, lo mismo son chulapos, pero el aspecto es absolutamente guiri, incluidos los calcetines del yayo... me pregunto si cuando yo sea vieja también me importará todo un ardite y saldré a la calle con esas pintas.

Para mi sorpresa y alegría ni una cosa ni la otra. La puerta está abierta, la barra razonablemente ocupada y el comedor despejado. Hoy cenaremos, no sé si a gusto de los consumidores, pero con hambre no nos vamos a ir...

Me pregunto por qué me lo pregunto. YA salgo a la calle con unas pintas no mucho más allá.

Yo, de momento, me estoy dando una ración de vista, para ir abriendo boca.

Cuando, por fin, alcanzamos la puerta de la habitación, la llave no funciona. Bueno, la llave sí funciona, solo que es muy suya... hay que meterla en la dirección correcta y sacarla antes de pretender abrir, pero claro, cuando una es una mujer con lo que hay que tener, las puertas se las dan abiertas

*****************

Suerte:

siempre y se maneja mal con las manijas...

DE CÓMO DIMOS CON NUESTROS HUESOS, DE CHIRIPA POR SUPUESTO, CON UN RINCÓN BUENO, BONITO Y BARATO EN LA CAPITAL DEL REINO DONDE YANTAR Y FOLGAR (REÍR, QUIERO DECIR) SIN COMPLEJOS. ASÍ, COMO SUELE DECIRSE, “CON DOS FOGONES”.

Las camas son tentadoras pero servidora se apalanca en un sillón. Eso deja a Juanjo, irremediablemente, al borde de la cama. Un empujoncito y... Ehem.

4.- El desenlace.

Pues no. Una persona seria, circunspecta, severa casi, como servidora, no puede dejarse arrastrar por semejantes ímpetus. Existe una reputación de señorita Rottenmeier que es necesario mantener a toda costa. Así que cambio el objetivo de la cámara y lo desvío sobre unos libros chiquitos... me gustan los libros... que digo yo que...

“De derrota en derrota hasta la victoria final”. Creo que el autor de esta frase histórica me conocía mejor que yo mismo cuando inventó la frasecita de marras. Mientras subíamos aquella escalinata infinita bajo el abrasador sol de Madrid me relamía de gusto sabiendo que, por fin, iba a quedar delante de mis amigos como el mejor guía turístico-gastronómico de la capital del reino.

- Ya estoy - Uhm... ah, muy bien. Esos zapatos deberías haberte puesto desde el principio. Muy majos. Esto... ¿nos vamos?

Fiel a mi costumbre me equivoqué. Una vez coronada la ascensión peldaño a peldaño, descubrí que donde un año atrás se levantaba la encantadora “Cocina de Ana” había ahora un local de comida rápida (en concreto de huevos fritos con patatas). Bueno, en el mejor de los casos –me dije-

Por el rabillo del ojo pesco una sonrisa de Juanjo. Serio, lo que se dice serio, me da a mí que... "va a ser que no".

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siempre es mejor eso que una MacChurri Alpargata requemada, con pepino artificial, loncha reseca de sucedáneo de queso, lechuga sintética y salsas recicladas de ketchup y mostaza. El que no se conforma es porque no quiere.

- ¿Qué? ¿No me ibas a llamar? - Claro, te me has adelantado. No quería despertarte... Dije yo intentando disimular que tenía la boca llena con una porra madrileña, que hay que ver el tamañito que tienen las porras... - Vale. ¿Dónde quedamos? A mi me da igual. ¿Quedamos en el hotel a la una? - ¿A la una? ¿No es muy tarde? - Hija, es que yo vivo encadios y tardo más de una hora en llegar ... (Otra que viene del pueblo... pensé yo) - Vale...

-¡Ja!. Incluso eso me salió mal también. El restaurante de los huevos (fritos) también estaba cerrado. Solo la buena estrella o el Santo Ángel de la Guarda que guían los destinos de mis acompañantes, solo la influencia benéfica de los astros que iluminan el recto camino de Alia, Yushka, Sofía y Juanjo fue capaz de obrar el milagro. Una luz semejante al cometa que dirigió los pasos de los Reyes Magos de Oriente hacia el portal de Belén (aunque bien pudiera ser el reflejo del sol en el parabrisas de un taxi) nos indicó el cartelón azul desvaído de la calle San Bernardino, y un poco más allá el luminoso de un restaurante regentado por dos amigos míos, un tres B de lujo (Bueno, bonito y barato).

- Ring, ring... - Oye, ¿Dónde quedamos? Era Juanjo. - Pues en mi hotel. ¿Vale? Yo he quedado aquí con mi amiga la finlandesa. - ¿Y no podíamos quedar a medio camino? ¿Qué tal en Sol?

Estaba abierto, entramos, estaba libre la mejor mesa del restaurante, la camarera nos recibió con su mejor sonrisa, nos sentamos y nos dispusimos a pasar un momento mágico.

- Vale, dentro de media hora debajo del reloj. Dije yo. - Bueno, podemos quedar en la Mallorquina, que queda más capitalino... Dijo Juanjo. Seguro que todo el mundo queda debajo del reloj... ¿Has llamado ya a Sofía? Quedamos en llamarla... ¿Recuerdas?

Cuando el Servicio de Emergencias del 112 me tuvo que rescatar de los servicios de señoras (por despiste, claro) envuelto en lágrimas y preso de un incontenible ataque de risa floja solo acerté a balbucear.... “son mis amigos, son mis amigos, no me los merezco”.

- ¡Que siiiiii! Así que volví a llamar a Yushka y quedé con ella y con Sofía a la una bajo el reloj de Sol.

Gracias chicos. ********************

Para allá salí yo y esta vez me importaba más ir cómoda que causar buena impresión, que el numerito de la sandalia todavía retumbaba en mi cerebro. Así que me puse unos pantalones de lino blanco y uno de esos blusones de seda y tirantes que tan de moda ha puesto la “pija” de “Aquí no hay quien viva”. De hecho fueron mis hijos los que me lo dijeron por primera vez:

Alia: Pues veréis, a la mañana siguiente me levanté tarde. Serían las 11 cuando salí a desayunar y en ello estaba cuando sonó el móvil, por la risa supe enseguida que era Yushka.

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- Mamá, te pareces a la “pija” de “Aquí no hay quién viva”. - Sí, dijo el otro. Sólo que mamá no tiene las tetas así... Dijo haciendo un

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gesto que podía significar dos figas a punto de caer del árbol.

-

Y así me fui al Metro y por supuesto llegué a Sol sin contratiempos, que una a pesar de sus crónicos despistes, es una mujer de mundo... Allí estaba Juanjo esperándome y me recibió con un:

Feliz como niña con camiseta nueva salí de allí balanceando la bolsa en mis manos.

- ¿Has quedado con Sofía? - Que siiiii. Que estará aquí dentro de una hora, con Yushka, bajo el reloj de sol...

-

Así que como teníamos tiempo, nos pusimos a callejear por los alrededores de Sol. La calle Carretas, con su famoso cine gay, tan cerca de donde yo iba a los 16 años a una academia de la calle Cádiz, justo bajo un restaurante gallego. Todavía recuerdo el olor de la empanada gallega a las 8 de la mañana... Desde entonces no he podido volver a probarla... Y allí en una de esas callejuelas, Juanjo descubrió una pequeña tienda llena de tesoros y yo otra.

Ven a darme tu opinión sobre los posters... ¡Llegamos tarde! Dije yo. Mujer... Yo te he ayudado con la camiseta... ¿Quieres darle un plantón a Sofía? Contesté yo implacable. ¡Vamos! Dijo él.

Y a todo esto Sofía que llamaba diciendo que ya estaba en la estación de Sol. Llegamos a todo correr y allí estaban juntitas. Sofía radiante como una mañana veraniega, vestida con un blusón multicolor que la favorecía extraordinariamente y una nueva cabeza ... Es decir, no solo se había cambiado el peinado, sino que ahora lucía rizos donde ayer era pelo liso y además llevaba el pelo recogido, lo que hacía que su cuello y hombros lucieran mucho más que la noche anterior. Estaba guapísima... Sonreí para mí misma... Junto a ella estaba una mujer que no podía ser otra que Yushka. Alta y muy rubia, parecía propiamente una diputada europea del partido ecologista... Llevaba vaqueros y un blusón verde de corte chilaba y aspecto hippy, con sandalias de cuero. Nos abrazamos a lo bestia.... No sé si debería decir que su cuerpo encajó en el mío como una pieza de puzzle... pero la verdad es que como me llevaba más de una cabeza de altura solo noté sus brazos apretando y los míos devolviendo el apretón fuerte, muy fuerte. Yo llevaba las gafas de sol y mirándome a la cara me dijo:

- ¡Mira que posters de películas antiguas! - ¡Mira que camisetas tan sexis! Aquí cada uno que adivine qué frase corresponde a quién. Nos separamos y mientras yo me probaba dos camisetas preciosas, Juanjo estaba mirando los posters en la tienda de enfrente ... Desde el otro lado de la calle grité. - ¡Juanjoooooo! ¡Ven aquí! ¡Te necesito! Dije yo imperiosa. El pobre se dejó lo que llevaba entre manos y me dijo: - ¿Qué pasa? - ¿Con cual te gusto más? Con ésta o con la que llevaba puesta. Dije yo señalándome la nueva camiseta, que era una preciosidad verde atada al cuello con un tirante finísimo y que me dejaba lucir generosamente mi bronceado sureño en hombros y escote. - ¿Para eso me has hecho venir? ¿Por qué no le has preguntado a la dependienta?

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Necesito una opinión de hombre. Corté yo. Esa, la nueva es mucho más ... ¿Más ...? Dije yo animándole... Más sexy. ME QUEDO LAS DOS¡¡¡¡ y ésta me la llevo puesta.

- A ver... Mientras me quitaba las gafas y cuando por fin nuestros ojos se encontraron me dijo: - ¡Qué guapa! A mí me entró un no sé qué, qué se yo... No porque me dijera guapa. Las mujeres nos decimos guapas con mayor o menor motivo continuamente.. es que lo dijo en un tono que no significaba ese guapa dicho como un piropo,

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sino... eres como te imaginaba... eres tú...

de ojos, incluidos los de las jefas, mirandome entre graciosos (compis) y reproche (jefas). - Pera, pera, que salgo de la sala dije riendome.

Y es que Yushka es ... completamente diferente a como a veces puede aparecer en el foro, tan dura... Ella es... una explosión de alegría y vitalidad que se contagia. Una de esas personas que dicen lo que piensan sin reservas. Una persona hecha para ser feliz y disfrutar. Una de esas personas que disfrutan de cada pequeño regalo que da la vida y por eso, por eso se mantiene firme ante las adversidades sin que en su cara hubiera ni un solo rastro de amargura. Los ojos brillante y la sonrisa a flor de boca. Esa es Yushka. Nada que ver con la “peleona” del foro. Nada que ver... A mí ya no me la vuelve a dar... Ahora ya me conozco su risa.

El resto más o menos como lo cuenta Alia. ******************

Alia: Nos sentamos en una terraza, casi en la primera que encontramos con sombra. Hacía ya un calor enorme y teníamos que hacer tiempo para la cita con Suerte que era en la puerta del Hotel Plaza... Por un momento pensé si es que pensaba llevarnos al Plaza a comer... ¡No! No puede ser... Si hubiera sido Delicado... Aunque por otra parte... ¿Son los camareros del Plaza mujeres de interminables piernas?

......................................................... Alia *******************

Allí estuvimos charlando, quitándonos la palabra de la boca, riéndonos de todo como si nos conociéramos de toda la vida. Bueno, en realidad casi era así, si no de toda la vida, al menos de mucho tiempo. Es curioso comprobar que con lo mucho que discutimos en el foro, lo poco que nos cuesta reírnos y ponernos de acuerdo cara a cara... Sólo recuerdo que no estuviéramos de acuerdo en algo y fue precisamente en el tema de los foreros... je,je,je, El caso es que Sofía, que es una bendita más dada a las quedadas que el resto de los que estabamos allí, sostenía que todo el mundo que había conocido tenía cara a cara algo interesante que aportar, hasta los que eran más insufribles en el foro o insulsos y por eso le gustaba conocer a la gente en persona. Yushka y yo opinábamos sin embargo que hay gente que sencillamente no tendríamos ningún interés en conocer.

Yushka: La historia verdadera de la llamada de Alia. Brrrrrrr, brrrrrrrr. Mi teléfono fibrando en la mesa en el trabajo donde evidentemente no tenemos permiso hablar por el móvil. Lo miro, un número raro, pero como tampoco veo demasiado decidí responder. Nunca se sabe. - Diga, susurré al parato bien escondida detrás del ordenador. - Holaaaaaaa, ¿sabes quién soy?

- Mira, es que simplemente no me interesa la arqueología y eso de estar excavando para encontrar la momia enterrada... Esa perla fue mía.

- Estoooooooo, logicamente no lo sabía. Empecé revisar las voces de mi memoría. - ¿Maruja? - Maruja, Maruja, pero que dices de Maruja, anda que mira esta, oí un grito que me hizo sospechar que no era mi cuñada de Huesca. - Soy Alia del foro.

Pero hasta de eso nos reíamos y es que cara a cara, importa mucho menos o nada quién lleva la razón o se lleva el gato al agua y mucho más divertirse y conocerse.

- ¡Coño! exclamé al tiempo que me levanté de pie. De repente vi 200 pares

Al final llegó la hora de nuestra cita con Suerte en el Hotel Plaza... Nos había

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dicho que estaba bastante cerca de donde nos encontrábamos pero la cosa era que nuestro grupo contaba con una murciana, un cartagenero y dos madrileñas de pueblo... y asi... ¡No había forma! Creo que bajo ese sol abrasador de las dos de la tarde y escuchando los gemidos unas veces de Yushka y otras míos de :

mala, sino yo, como para darle semejante recibimiento? Quizás fue por eso por lo que no me dio el famoso abrazo de puzzle que es su especialidad y se conformó con los dos besos de rigor. Eso sí, a mí la primera... Pero claro, al mentarme mi sobrina me ablandó y apiadándome de él, confesé.... - Es mentira. Acabábamos de llegar... - ¿Cómo? De eso nada. Llevamos más de media hora esperando... Dijo Yushka con ese brillo en los ojos que tiene cuando vacila... ¡Mala!

- ¡Joder que calor! Ni que estuviéramos en San Petersburgo (Esa era mi aportación) Conseguimos batir el record de cómo llegar de el punto A al punto B (El Plaza) dando la mayor cantidad de vueltas posibles y subiendo el mayor número de cuestas posibles... Al final llegamos a la famosa puerta del Plaza con 20 minutos de retraso.

Después de eso nos fuimos en grupito siguiendo a nuestro cicerone que ya había besado y abrazado a todos los demás... Bueno, en realidad ahora no recuerdo que besara a Juanjo... pero lo verificaré...

- ¿Será ese? Dice Sofía señalando a un tipo trajeado con pinta de ejecutivo y hablando por el móvil... - ¡Qué va! ¿Cómo va a ser ese?

Suerte es ...inteligente, gracioso, chispeante, divertido y sobre todo, sobre todo... Tiene una voz precioooooooosa.... Y quién diga lo contrario miente. ¡Ea!

Pero teniendo en cuenta que ni ella ni yo llevábamos las gafas, creí oportuno acercarme un poquito para verlo mejor, algo así como ponerme a 30 cms de su cara. La mirada de sorpresa que me dirigió me convenció que no podía ser él. Además de que era imposible que semejante lechuguino se atreviera a llevar calzoncillos lilas. Dirigí mi mirada alrededor y allí estaba, haciendo señas con las manos desde lejos ...

****************

Sofia: Comer, charlar, beber, charlar, fumar, charlar, charlar, charlar... bueno, la verdad es que la cosa estuvo muy bien, aunque tuvimos que rescatar un par de veces los ojos de nuestro acompañante, que se iban solos hacia las hechuras de la camarera rubia.

- ¡Soy yo! Decía con grandes aspavientos... - ¡Es ese! Grité yo. El que saluda con las manos... Llegaba el pobre sudando y yo, como siempre pienso que la mejor entrada es un buen ataque lo recibí con falsa cara de mosqueo y diciéndole con el dedito índice tieso...

¿Por qué les gustarán tanto las rubias a los hombres? ¿O solo lo hacen ver cuando están con morenas, para que no se les suban a la chepa? En fin, no sé, a lo que iba...

- ¿Qué horas son éstas? Llevamos media hora esperando... (Cosa totalmente falsa por cierto)

Cuando terminamos el ágape, rematado por una ración de bienmesabe que, la verdad, dejaba bastante que desear comparándola con el bienmesabe de los Sures, decidimos ir a tomar café a otra parte, y después a tomar helado a otra parte, y después a tomar copas a otra parte... el asunto era, a todas luces, ir viendo diferentes partes y bajando la cena. Nosotras, para que no se nos acusase de querer llevar el mando de la fiesta como quien aferra el

El pobre que se lo creyó me miró compungido y me dijo... - He tardado más por pasar a traerte una sorpresa para tu sobrina... Ni por un momento me confundió con nadie. Doy fé. ¿Quién podría ser tan

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mando de la tele, decidimos que esta vez fuese Juanjo quien eligiese el local. (Así, de paso, si no nos gustaba podíamos criticarle).

El caso es que en Chueca todos los locales andaban más o menos a lo mismo. Que "es tarde, vamos a cerrar", que te encuentras la persiana ya arrastrando, que el local que busco no aparece, que ni heladería, ni copas ni ná... que asco, por todos los demonios!

Nos llevó al Café de Opera, también razonablemente vacío, sin llegar a la desertización. Ahí fue donde empecé a escamarme, pero no reaccioné a tiempo... cosas del valium.

No nos quedó otra solución que recoger velas. A fin de cuentas yo tenía que regresar al nido, Alia tenía que regresar al hotel y Juanjo tenía que volver a la quinta puñeta, donde le tenían alojado... así que después de regalarnos con sendas coca-colas light en un VIPS, donde nos miraron con cara de querer asesinarnos previa advertencia de que a las dos cerraban, no nos quedó otra que tomar cada uno para nuestro destino...

Les ahorraré la conversación entre Alia y el camarero, un tanto deportiva, que concluyó con una alusión al rayado azulgrana del delantal que la susodicha perpetró sin un pestañeo y el camarero esquivó aduciendo haberle robado la prenda a un carnicero. Surrealista total. Cuando vi la fotografía que antaño había usado de avatar me trajo el recuerdo de Paco Delicado y el comentario que hiciera en su día al respecto. No menos curioso resultó ver la pamela de Marisa contemplándonos... Juanjo, que contempla estas cosas con la mirada escéptica de quien no está metido hasta las cachas en el barro, nos miraba y meneaba la cabeza.

Desafortunadamente, el mío quedaba en la misma dirección que el de Alia, es decir... en la dirección contraria que el de Juanjo... ya es tener la suerte de canto... Y, como era de esperar, a los cinco segundos de verle marchar, tuvimos que llamarle al móvil porque la señá Alia se había vuelto a olvidar del nombre de su Hotel, y yo ni siquiera me había fijado.

Casi podía oír las ruedecitas de sus pensamientos: "Vaya par de piradas..." Agotados los cafés, salimos en busca de los helaos... y allí empezó la mala suerte. Todo estaba cerrando, como si a madrileños y foráneos les hubiera dado de repente un "golpe de gracia". Evidentemente el sermón de los curas sobre el vicio y el fornicio tenía que estar haciendo efecto, porque si no, no se entendía.

Algunos hombres llevan el cielo ganao... ****************

Sofia:

Y en estas oí a Juanjo proponer, como quien no quiere la cosa: Llegué a casa a las tres. Mi madre dormía. Mi hijo no estaba. Me tiré en plancha sobre la cama y pensé que lo mismo al día siguiente tocaba comida. ¿Quienes? ¿Cuando? ¿Como?... en eso estaba cuando el pastillamen hizo efecto y me quedé como un leño.

- ¿Nos acercamos hasta Chueca? Evidentemente, Chueca pillaba cerca. Algún local de copeo conocía por la zona, porque me habían llevado en otras ocasiones. El problema estaba, como no, en mi maldita memoria, que no sirve de gran cosa cuando se la necesita. Además, seguro que en un barrio tan "movidito" no tendríamos problemas para encontrar un antro. Como mucho, los podríamos tener para rescatar a nuestro acompañante de alguna voracidad temeraria. Pero visto por las anécdotas que explicaba que sabía salir con bien de cualquier "acaso"... tiramos millas.

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Mediaba una luminosa mañana de sábado cuando sonó el móvil. - ¿Te vienes? - ¿Quienes van a ...?

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- Yushka, y nosotros dos... y con suerte lo mismo aparece Suerte.

Esperaba una pareja de dos, porque sabía que los demás iban a venir -si lo hacían- bastante después. Así que dando vueltas y vueltas estaba y contemplando el paso de peatones cuando vi aproximarse una rubia a toda vela.

- ¿A que hora? - Cuando quieras. Nosotros vamos a ir hacia allá, y hemos quedado con la rubia a la una y media.

Entonces lo supe. No me pregunten como -las fotografías nunca son justas, y menos las que solo muestran un cacho de humanidad- pero lo supe. Esa era Yushka. Imposible que fuera otra.

La tentación no vive arriba, vive dentro. Así que contesté afirmativamente y me puse en marcha hacia el kilómetro cero.

Así que no me lo pensé mucho y, metiendo la directa, avancé to tieso.

Claro que primero tenía que adecentarme. Y adecentarme pasaba por la ducha. Y la ducha implicaba mojarme el cabezón... lo que quiere decir que luego no me reconoce ni Dios, con la cabeza de loca que llevo.

Bueno. Lo admito otra vez. Soy un tapón. Así que no es de extrañar que siempre acaben abrazándome el cogote... inevitable. Lo que sí es de extrañar es recibir un abrazo semejante de alguien que no tiene ni idea de a quien abraza.

En fin, la cosa es que me resigné, me dejé puestos los rizos, me puse unos pantalones del mismo "género" que la noche anterior (más que nada por ver si se repetía cierta maniobra) y un chal de colorines. Peineta, mantilla y samba, lista para la manifestación.

Porque, para ser sinceros, la finlandesa no me había reconocido. - Hola, eres Yushka, ¿verdad?

Al menos ahora conocía el aspecto de ambos. Uno siempre se siente algo más confiado cuando piensa que la persona con la que ha quedado no le va a pasar justo al lado sin que se dé ni cuenta. Eso me hizo cavilar en que si me veían con las pintas tan cambiadas no iban a reconocerme. Así pues, cuando llegué a Atocha llamé a Alia:

- Síiiiiiiiiiiiiiiii -abrazo, abrazo, risas, risas, más abrazos. - ¿Sabes quien soy? - ¿Alia?

- Estooo... que ya llego, el tiempo de coger el Metro y alcanzar Sol. Pero tengo que confesarte algo... he cambiado la cabeza.

- Estoooo... no.

De repente me encontré hablando con un señor algo alarmado por la sustitución sustitutiva. No reproduciré aquí lo que me dijo Juanjo. Me niego,

Echa un poquillo hacia atrás (para examinarme mejor, claro).

me niego, no saldrá una palabra de mi boca cerrada.

- ¿Astroluz?

- Nos llamas cuando salgas del Metro, que estamos por aquí.

- Uhmmmmm... pues... tampoco... soy Sofía. (Aclaración rápida, más que nada para evitar que acabase la cosa en identificarme con Juanjo, o con Suerte...

Y así lo hice, claro. El caso es que "por aquí" no debía ser un lugar muy próximo, porque los minutos iban pasando y... en fin, menos mal que al sol de Sol se coloca mucho personal.

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A saber como me imaginaba. Supongo que de tamaño normal, claro. ¿Ustedes han visto alguna vez a Mari Carmen con Doña Rogelia? ¿Eh? ¿La

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recuerdan? Bueno, pues imagínense una Mari Carmen finlandesa y sonriente... y ya tienen la foto.

planes con mucho adelanto y con demasiado esmero. Ya tenía a todas mis chicas repartidas en el fin de semana y no había habido ningún problema. Organización perfecta ... me decía yo.

*********************

Había quedado en llamar a Astroluz por la tarde para concretar la hora de la cena del sábado... SOLICAS y sin cámaras, que yo soy siempre fiel a mi palabra... y todo se estaba desarrolando tan ricamente... Eso pensaba yo...

Alia: Con Astroluz me puse de acuerdo con mps en el foro. La verdad es que se mostró asombrosamente dócil a mi propuesta de vernos...

............................

Eso sí. Lo primero que dijo la niña fue:

Alia

- ¿Estaremos solas? Ya sabes que le tengo alergia a las quedadas multitudinarias...

***************

- Solicas tú y yo... A no ser que liguemos claro...

Astroluz:

Y así ella me escribió su número de teléfono que yo primorosamente copié en mi agenda telefónica y yo le di el mío.

Ahora me toca a mí.

En realidad fue a la primera que contacté, aunque sabía que Yushka también iba a querer verme, porque ya habíamos tenido un intento que al final fue abortado...

LA AUSENTE Un día recibí un mp de Alia diciéndome que viajaría a Madrid el fin de semana del 27 y que le gustaría mucho conocerme.

El caso es que ya en Madrid me llamó.

Le contesté que éstaría encantada de verla si estábamos las dos solas porque soy alérgica a las quedadas. Me contestó que ella también y que me tendría al tanto de su venida.

Sin ningún problema quedamos a cenar para el sábado. Yo había quedado con Sofía el viernes por la noche y con Yushka el sábado por la mañana a comer y a última hora se había apuntado Suerte que en un principio no iba a poder venir porque estaba fuera...

El viernes 17 entré de casualidad en el foro por la mañana y tenía un mp de Alia diciendo que por la tarde saldría para Madrid y dándome su número de móvil. Le mandé el mío y le dije que nos llamábamos.

Así que yo estaba de lo más contenta... - ¿Te das cuenta lo bien que me salen las cosas con lo caótica que soy? Le decía a Juanjo.

La llamé justo cuando llegaba al hotel y me alegré de saber que no había venido sola y que ya había quedado para cenar con Sofía, porque yo esa noche no podía quedar con ella. Bueno, me alegré relativamente porque me

Él me daba la razón porque como a mí, no le gusta demasiado organizar

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hubiera gustado cenar con ellos, total tres no éramos una quedada y conocer a Sofía también me hacía ilusión.

poco. Ya me había dado cuenta que el pobre se sofocaba con los piropos...

- Entonces podemos comer mañana, dije.

falsa modestia.

Pero la niña ya tenía lleno el carnet de baile y había quedado con Yushka y Suerte.

Al final llegamos al restaurante que según nos dijo era de unos amigos.

- Bueno, pues quedamos para cenar. Cuando terminéis me llamas.

- ¿Con dos fogones, se llama? Dije yo. Pues con poco que te equivoques...

- La verdad es que se me da mejor el Comandante Cousteau... Dijo él con

- Sí, esa es precisamente la broma del nombrecito... Es el chiste de la casa.

Y en eso quedamos. Con todo controlado, a la mañana siguiente me fui a la piscina y mientras tomaba el sol pensaba alternativamente en qué me pondría y si sería conveniente reservar mesa en algún sitio porque con las manis el centro estaría de bote en bote. Todo organizado, creía yo...

El restaurante estaba muy bien, pequeñito, coqueto y tranquilo. Nos

***********************

me había traído Suerte...

Alia:

- ¡Ahhhhh! ¡Qué encanto de hombre! Dije con voz semi-orgásmica.

sentamos en una mesa junto a la ventana. Juanjo y Sofía en un lado de la mesa, frente a mí y yo con Suerte a mi izquierda y Yushka a mi derecha. Nada más llegar saqué del sobre la supuesta sorpresa para mi sobrina que

Eran las reseñas de prensa del campeonato de Judo en el que mi sobrina se

Allí íbamos de expedición toda la compañía con Suerte a la cabeza.... Juro

había hecho campeona de España que se las había conseguido no sé qué

que parecía saber donde iba, aunque después de los rodeos para llegar al

amiga suya... Más reblandecía que un flan caducado miraba y remiraba todos

Hotel Plaza con Sofía y Yushka de guías locales... yo no hubiera puesto la

los papelicos y las fotos...

mano en el fuego.

- ¡Qué maravilla! ¡Qué detalle! ¡Qué encanto! Qué... ¡Joder, qué completo! Si

- ¿Os habéis fijado la voz tan bonita que tiene Suerte? Si parece un locutor

hasta lleva lo que le dieron de comer a las atletas... Fíjate: Ensalada verde

de radio...

de primero... - Me temo que estás leyendo el menú del restaurante. Me dijo Suerte con

Suerte a todo esto ponía cara de circunstancias ... Hay que ver lo mal que

fingida seriedad.

encajan los hombres los piropos...

- ¡Ohhhh! ¡Qué despiste! Dije yo mientras veía a Sofía y a Juanjo descojonarse... A Yushka no la ví, pero la oía... vaya si la oía...

- Anda, dinos algo como los locutores... Algo como... Con la primavera la vida vuelve a bullir en el Serengueti... Dije yo, más que nada por incordiar un

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A todo esto mientras pedíamos la comida, Sofía y Juanjo se habían lanzado

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. enamora. Y toda su ser radiando una mezcla de calidez y fuerza. Me alegro de verdad de haberla conocido, tanto que hemos discutido en el foro y precisamente por eso. Últimamente la había visto tan triste que me daba lastima. Y la encuentro toda llena de vida, haciendo proyectos y con ganas de seguir adelante.

de lleno al flirteo más descarado que había contemplado en mucho tiempo... Lo siento, pero tengo que decirlo... La verdad es la verdad... esa Sofía tan recatada y tímida que nos quiere vender en los foros... es una auténtica máquina de seducción con turbo incorporado... que si una miradita por aquí, que si una risita por allá, que si un ...

Un rato estuvimos charlando y riéndonos de todo y ya llegaron Alia y Juanjo. Más besos y abrazos. Alia, ¿qué decir de Alia? Es exactamente la que se muestra en el foro. Es una auténtica torbellina, guapísima, habla con los codos, no para de moverse, se le ocurren las cosas más inverosímiles, todo a su alrededor es una fiesta. Y su amigo Juanjo majísimo, uno de esos hombres que dejan huella.

¡En fin! Ya saben... Armas de mujer, que unas crian la fama y otras... y Juanjo... para que decirlo... estaba en ascuas... el culo no le cabía en el asiento...

................................... mañana sigo......

Después de los saludos nos pusimos en marcha, sin parar de hablar. Raro que no me quedé afónica ese día. Nos sentamos en una terraza en un callejón para tomar unas cañas. Y hablando de todo. Curiosamente de lo que menos hablamos era de los foreros, es como si el foro en aquellos momentos hubiera perdido su importancia como el factor unificador y lo que tuvimos en común eran otras cosas que íbamos descubriendo mientras hablamos.

Alia

****************

Es allí donde me enteré que Suerte iba unirse a nosotros. Me dio una ilusión porque le aprecio de verdad. Además me sentí de lo más honrada de estar al mismo tiempo con los 3 mejores plumas del foro, es como si algo de su talento me iba contagiar. ¡Qué honor!

Yushka: Pues yo había quedado con Alia y como mucho con su gente de Murcia, su hermana, su prima y su amigo Juanjo. Ni me imaginé que iba haber más gente del foro. Así que cuando llegué toda acalorada a la Puerta del Sol, debajo del reloj donde nos habíamos quedado como unos auténticos turistas no era de extrañar que a lo que buscaba era a un grupo de turistas sureños mirando y señalando con el dedo y haciendo fotos de todo. Y dentro del grupo a Alia, o a alguien que se le parecía, o que parecía a la imagen que yo había hecho de ella. Veo a acercarse una muchacha con cara risueña y con un ligero aire de conocida pero no lo suficiente para reconocerla. "¿Eres Alia?, pregunté inseguro porque la verdad no me cuadraba con ella. Que no, que era Sofíaaaaaaaaaaa. Abrazos, besos, más abrazos. ¡Que alegría! A partir de ese momento era como si nos hubiéramos conocido desde la infancia. Es muchísima más guapa que las fotos que ha puesto en el foro, tiene la cara llena de expresiones, unos ojos picaros y una sonrisa que

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Pues nada, nos pusimos en marcha "hacía" Plaza de España. Digo hacía entrecomillado porque la verdad no sé quien se hizo las veces de Capitán pero en vez de acercarnos nos íbamos alejando. Intenté un par de veces indicar con el dedo hacía derecha, que es por allí, pero nada. Nos dimos más vueltas que una peonza, con un calor insoportable y casi sin sombras. Me creía que me iba a morir. Roja como un tomate, sudando como un pollito. Seguro que perdimos las calorías de las cañas. Por fin llegamos a la Plaza de España y nos pusimos a adivinar quien de los tipos allí fuera Suerte. Pero no había llegado, menos mal (ji ji ji) pero no tardó mucho. Llegó tan acalorado como nosotros pidiendo disculpas por llegar tarde, y claro que nosotros pusimos una cara de haber estado allí esperando en pleno sol al menos media hora. (ji ji ji).

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Por suerte Suerte (que bien le pega el nick) había pensado en el sitio donde comer porque yo para estas cosas soy un auténtica desastre. Cuando hace falta no me acuerdo ni un sitio donde ir. Luego después sí, el día siguiente me acuerdo al menos media docena. Nos metimos en un sitio pequeño, acogedor. Comimos de maravilla, aunque si os digo la verdad, ni me acuerdo lo que comí. Solo sé que era lo mismo que Alia y que era riquísimo.

llama realmente el restaurante de mis amigos en la Calle San Bernardino, publicidad gratuita de la que espero sacar provecho algún día

Del resto poco más que exageraciones, invenciones, retorcimientos de la realidad, un poco de ciencia ficción (especialmente en lo que se refiere a la velocidad de mi supuesto Seat Panda) y muchas ganas de reirme de mí mismo.

De Suerte lo que más me llamó la atención es su voz. ¡Que voz tiene!, de esas que puedes estar escuchando horas y horas sin cansar. Y si encima añades que lo que dice con esa voz es de lo más interesante, pues el resultado es un encanto de hombre. Por lo demás, es posible que era de los presentes el que menos pareció a la imagen que tenía de él. Pero sorprendentemente rápido conseguí encajar su ser forero y su ser real en una misma persona.

Ahora bien, contemplando lo que las grandes plumas-comensales están contando por aquí me doy por vencido. Son mujeres muy bien dotadas en todos los sentidos (entre ellos el literario) y es preferible dejarles a ellas que concluyan brillantemente su labor de cronista. Si no les importa permítanme a mí ejercer de pintor de la Corte y obsequiarles a todos ustedes con unos retratos, o mejor dicho apenas unos esbozos, de cada uno de ellos, que es otra forma distinta y subjetiva de contar lo que pasó pero sin contarlo, que

Y ya dejo que ellos escriban el resto, con el strip tease incluido. Solo decir que la cara del tío en la mesa del lado era un cuadro. Nunca he visto a unos ojos que se abrían tanto (ji ji ji).

nunca se diga de mí que alguna vez hice lo que la gente me solicitaba Espero que les agrade.

Me voy al sobre. Mañana tengo que madrugar como todos los días a las 5 y cuarto. Buenas noches.

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*******************

Suerte:

Suerte:

ESBOZO NÚMERO 1 SOFÍA.

Visto está que de nada sirve la libre creación literaria cuando la gente prefiere el "qué pasó" antes que el "que pudo pasar". Reconozco que yo en estos casos siempre me muevo mejor en los imposibles, cuanto más absurdos mejor, pero es cierto también que hay momentos especiales que merecen por sí solos retratarlos de la manera más fidedigna.

Por algún lado tiene guardada una niña, no sé muy bien dónde, pero ahí dentro de ella está escondida –seguro- esa pequeñaja que a veces se enfurruña, o que hace como que se enfada y protesta, aunque tú sabes que no, que lo único que quiere es que le den su chocolatina, que se la tiene merecida. Y luego ves que se pone seria, o dulce y tierna, o se le pinta la cara de una sensatez pasmosa y deja flotando en el aire una verdad irrefutable o cambia de tercio e improvisa una poesía.

De mi relato imposible, padre yo me acuso, solo se ajusta a la realidad mi viaje desde lejanas tierras, la comedura de tarro por no fallar en la elección del restaurante, las prisas y agobios en el conducir, el desastroso bochorno que intuí cuando comprobé la desaparición de mi querida Cocina de Ana y la prodigiosa fortuna de encontrar abierto el C2F (Con Dos Fogones) que así se

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Hoy quiso dejarse un hombro al aire, el izquierdo, el más alejado de las indiscretas miradas masculinas. Una de dos, o se sentó en el sitio equivocado de la mesa o la niña que guarda dentro se puso a jugar al “a-que-no-me-pillas”. Da lo mismo, así al contraluz de la ventana luce más atractiva.

rincón del mundo, y dijiste alto y claro para que todos pudieran escucharlo la palabra GRACIAS; a mí, Yushka, a mí me diste las gracias, que es como decirme TE QUIERO, o más incluso porque el querer a veces es posesión, pero las gracias son siempre libres. No te extrañes si luego veo en ti a una joven muchacha rubia, no te quejes si te apretujo tu cuerpo grande y te llamo Yushkita, que mira que dicho aquí suena raro, pero es lo que sucede cuando sacas de paseo el candor que llevas dentro.

Si el sol se reflejara en su sonrisa tendríamos que cerrar los ojos, no deja nunca de reír,…. ni de hablar, a veces le pueden las ganas y encabalga su conversación con la de otra persona, es como un caballito que quisiera galopar después de hacerse una herida, aún solo le dejan trotar pero ya sueña con el día en el que el viento golpee con furia sus crines.

Otro día, si quieres, te repito aquello del abrazo y lo de las piezas del puzzle, ahora no, que alguna amiga tuya anda por aquí atenta y va a terminar por tomárselo a chufla, sí ella, la misma que te recomendó que desnudaras tu cuerpo como ya lo hiciste con tu alma. Es buena gente te lo digo yo, muy buena, y tal vez deberías seguir sus consejos ¿quién sabe? tal vez la próxima sea en una playa desierta, los cinco, sin ropa que nos oculte y sin nicks que nos protejan.

Luego en la calle prosigue su cháchara, parece que hablara sola, y se enfada porque no nadie le hace caso; no es eso Sofía, es que pensé que charlabas sola, que le contabas historias a las baldosas, a las aceras o a las esquinas, mucha gente lo hace ¿sabes? y algunos, los mejores, entienden lo que le responden ellas.

ESBOZO NÚMERO 3 Juanjo

Ella finge un mohín de rabia, ¡pues ahora no te lo repito, que te lo cuenten las aceras!, pero le puede la risa y la ternura, y termina por confesar que ha aprendido a abrir las puertas y a ventilar la casa. Es verdad, huele a frescor y a brisa marina.

Tierra y mar, su rostro y su voz guardan los secretos de ambos elementos, medio pirata medio poeta, algo de loco ha de tener pues no es corriente ese andar sereno, locura mediterránea de las que curten y hacen fuerte, locura envidiable que ayuda a echarse el mundo por montera.

¿Te he dicho ya que fue un placer conocerte, Sofía?

ESBOZO NÚMERO 2 Yushka.

Una voz suave y pausada, con acento de tierra seca; con ella pronuncia las palabras justas, ni muchas ni pocas, tan solo las precisas, no es por timidez sino más bien ahorro de energía porque hasta para susurrarle a su amiga una travesura al oído se muestra escueto. Cuando llega la risa ya es otra cosa, la derrocha a manos llenas pero sin aspavientos. Da la sensación de estar enamorado, o algo parecido pues nunca se sabe qué apellidos ponerle a ciertos sentimientos.

Lo hiciste, bien que lo hiciste, puede que te costara un horror, casi tanto como cuando por fin aprendiste a pronunciar la palabra NARANJA, ¿te acuerdas? que parece muy sencillo pero estoy seguro de que no lo es tanto para una finlandesa. Sí, claro que lo hiciste, echándole el coraje que nunca te ha faltado y rompiendo los moldes que te atan a tu sobrenombre, mandaste guardar silencio al gallinero en que habíamos convertido aquel

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Comparto con Juanjo alguna broma intrascendente, y me digo que

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sería una suerte tenerle por amigo pues se muestra experto en el noble arte de la amistad sin condiciones, en la extraña ciencia que nos enseña a darlo todo sin exigir nada. Escucha más que habla, pero hasta su silencio te hace compañía.

Cerca de Alia uno vuelve a sentirse un niño. Viene a ser el torbellino que creíamos olvidado en la infancia, en el que clavábamos hipnotizados la mirada, nada más existía en el mundo salvo él, tal era la capacidad del remolino para cautivar, tal es la capacidad de Alia que, si se sentara en un extremo de la mesa, el corazón mismo del universo terminaría por moverse a donde ella se encuentra.

Será que con los hombres hubo algún defecto de fabricación en la cadena de montaje o será simplemente que nos hicieron así, raros, el caso es que al llegar la despedida en vez de darle el abrazo que me pide el corazón nos limitamos a darnos cortésmente la mano.

A ratos el río se envalentona, se encabrita y suelta espuma; en otras se vuelve paz y poesía. Ella juega a hacerte rabiar, se enfurruña, se ríe de sus ocurrencias, bromea, te acaricia con la mirada, te vuelve a chinchar, pone morros, habla, habla mucho, busca tu complicidad, te regaña o juega a hacerlo, te propone un acertijo y te ayuda a resolverlo, se marcha y regresa, te lanza un beso… nunca sabes dónde se encuentra, si va o si viene, y así es imposible que nadie nunca la pueda atar. De todas formas ¿quién querría hacerlo?

Pero no hay nada que no pueda solucionarse si hay voluntad para ello. Tal vez la próxima vez hablemos largo y tendido entre almendros y bajo las estrellas de cosas mucho más trascendentes para la vida de un hombre, por ejemplo de si ese pelo que le crece bajo los labios es barba o perilla.

ESBOZO NÚMERO 4 Alia.

Finalmente llega el adiós, o el hasta luego, que nunca se sabe, y decido que no debería marcharme sin hacer un último intento de subirme a la roca del remolino, y le robo por sorpresa un beso, y grito para dentro ¡Soy el Rey del Río!

De pequeños cantaban las viejas mujeres del pueblo…

Aunque no sepas dónde se encuentra ese río, aunque hayas olvidado ya el camino, hay ocasiones, especialmente los días de tormenta, en que te acuerdas de él y lo echas de menos.

Si te bañas en el río, niño, ten cuidado con el remolino…

***************

Y jamás hicimos caso, claro, ¿quién prefiere renunciar a la tentación de batirse contra un torbellino, pelear contra su fuerza, jugar a ser héroe, darse por vencido y dejar que te arrastre feliz la corriente? Y vuelta a empezar de nuevo, remontar el río, pelear con su caudal, ponerte en pie sobre la roca que corona el remolino, resistir sus embates, salir victorioso y gritar al cielo emocionado “¡Soy el Rey del Río!”. Y al regresar al pueblo siempre la misma pregunta, siempre la misma respuesta.

Sofia: El placer, querido Suerte, fue mío. Ah... en la óptica me han dicho que si os llevo a todos de la manita os harán un sustancioso descuento en las gafas. Cuatro clientes de golpe y tan perjudicaos de la visual son un negocio, con descuento y todo. Yushka ¿ves como al final sois Alia y tú las equivocadas y yo tengo razón? Cualquiera, por mal que pueda caernos, por mucho que discutamos con él (ella) en el foro, puede esconder detrás de sus letras una maravillosa

-“¿Fuiste al remolino, niño?”. -“No abuela, no fui al remolino”.

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persona que no podemos arriesgarnos a juzgar con pocos elementos.

Cuando por fin confirmamos que Suerte venía de camino emprendimos la marcha hacia el Hotel Plaza. Claro que, torpe que es una, yo solo tenía una idea aproximada de hacia donde caía la Plaza de España. Pero ya saben, uno pregunta, porque preguntando se llega a Roma... y a poco estuvimos de llegar a Roma antes que a la Plaza de España, porque la respuesta que me dió la petarda a quien le pregunté iba derecho al sitio pero tirando torcido.

¿Imaginas si nosotras dos nos hubiéramos dejado arrastrar por esa idea preconcebida de que como habíamos discutido tanto antes no merecía la pena conocernos? Yo me hubiera perdido un abrazo increíble y más aún, aquella caricia suave sobre mi brazo izquierdo cuando, en el callejón de San Ginés, ante unas cervezas, me preguntaste con tanto cariño "¿que te pasa?".

Por fin, veinte minutos después de la hora acordada alcanzamos la puerta del Plaza. Sufríamos interiormente -exteriormente nos estábamos tronchandopor si Suerte, sometido al sol de justicia que caía en esos momentos sobre la capital, había quedado reducido a un charquito sobre los adoquines.

Está claro que no podemos ser amigos de todo el mundo, y que siempre habrá quien nos caiga mejor o peor, y que de algunos, al cabo del tiempo, acabaremos por pasar y dejarlos por imposibles. Pero eso, a priori, no se puede juzgar solo por lo que dejamos en el foro.

Mais non. El puñetero se las ingenió para llegar cinco minutos más tarde que nosotros, lo que le ahorró la espera.

Ea, ahora ya podeis volver a decir las dos que estoy como una chota... me va a dar igual...

ni puuuuuuuuuuuuuuto caso.

El chico, hay que reconocerlo, tiene una voz que se te cuela hasta las vísceras. Entra por los oídos y va haciendo vibrar todas las terminaciones

Y voy a ver si sigo con la historia o me dedico a ponerle guindas a las vuestras, según para lo que me dé el rato de ciber.

nerviosas, hasta llegar a la punta de los pies. Eso es un arma letal... y no esas que llevaba el Mel Gibson (por cierto que el culillo, así, a simple vista... tenía una cierta retirada

************

Sofia:

Nos dejamos llevar en busca de algo con que llenar las tripas. Acabamos, como ya han dejado dicho más arriba, Con Dos Fogones. A mí me gusta ese tipo de locales, pequeños y recoletos, pero con clase, en los que disfrutas sin que te atropellen el bolsillo a lo bestia.

Reunidos bajo el Sol nos encaminamos, calle Arenal arriba, hacia el callejón de San Ginés, a tomar unas cañas. Nuestras rubias parecían tener mucho de que hablar, caminaban unos pasos atrás. Juanjo y una servidora, azuzados por la sed, llevábamos algo de delantera. Por fin nos acomodamos los cuatro alrededor de una mesa y pedimos algo con qué remojar nuestros gaznates y recuperar el aliento. Madrid nos estaba quemando las plantas de los pies.

¿El menú? Bueno, el menú consistió en un poco de todo -muy sabroso- un algo de vino -fresquito y frutal-, un aquel de agua, dulces finales y mucha, mucha, mucha, risa y conversación. El foro, en honor a Juanjo y gracias a él, procuramos dejarlo bastante de lado, porque criticar a los ausentes está feo

Entonces llegó el fin de fiesta a cargo de (como no) Alia.

Como bien explica Suerte, tener a Yushka al lado es como tener al lado a una jovencita rubia y risueña, uno no puede llamarla sino Yushkita, no sale otra cosa. Tiene el tacto cuidadoso y tierno, una piel suave, acariciante, unos ojos rialleros y... bastante más pimienta debajo de la lengua de la que muchos pudieran imaginar.

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Ustedesvosotros hacerse una idea: Yushka y servidora, tímidas criaturicas (lo ha dicho Suerte por ahí arriba y no miente, Yushka es una chiquilla y yo llevo una niña escondida dentro), dos caballeros y nuestra Alia... sentada

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frente por frente de la cristalera que da a la calle y con dos individuos sentados a su espalda -preciosa espalda, es cierto- y, en estas, se nos ocurre alabarle la blusita... sí, esa blusita que explicó que acababa de comprarse y ponerse.

otros compromisos por atender. Abrazos y besos, de los que se dan de corazón... después, unos cafés y un granizado que compartimos los que quedábamos, allá por la Gran Vía y esta vez fui yo quien tuve que dejarles, bien a mi pesar, porque tenía compras que hacer con vistas a mis vacaciones y solo me quedaba la tarde para hacerlas.

Así que la señora decide pedirle a Juanjo que le acerque la bolsa con el resto de sus compras, para enseñarnos la otra camiseta que se ha comprado. Lo de camiseta es una exageración. Es medio trapito, rosa fucsia, compuesto por un bikini rosa del tipo cortinilla, y un lienzo del mismo color que cae sobre el pecho y se sujeta detrás con cintas.

Pero ahora m'he quedao con sus caras y... ellos con la mía. Ahora sé que volveré a verles a todos muy pronto, en cualquier lugar. ¿Creían que ya había terminado?

Yushka y yo torcemos un algo el gesto... ¿eso?. Los chicos lo miran con expresión de... "cosas más raras se compran las mujeres"... la doña se mosquea...

Pues no. La cosa no terminó ahí. Tuvo colofón, epílogo, por decirlo de alguna forma, en cuanto a mi participación. ¿A cargo de quien? Pues de quien iba a

- Pero si es muy bonito. Es que así, sin poner, no se aprecia, pero yo me lo coloco ahorita mismo y lo veis...

Llego a casa por la tarde y, a poco de conectarme al Internés, recibo un SOS al móvil. Sí, ya leen bien. Un SOS, no un SMS.

Supongo que ninguno acabábamos de creernos que iba a ser capaz de quitarse la camiseta y ponerse la otra. Supongo que los chicos pensaron que, retándola, conseguirían ponerla colorada o hacerla desistir o... llevarse una ración de buenas vistas.

- Oye... que... estoooo... que estoy intentando comunicar con [i]Astroluz y resulta que el número que tengo lo debo haber pillao mal, porque me sale un señor y dice que él no se llama así...

ser, si no de Alia...

- Vayapordiosyporlavirgen... ¿ y ahora?

El caso es que tiró del trapo y con una habilidad digna de aparecer en el record Guinness de lo que sea, consiguió en menos de cinco minutos colocarse la camiseta rosa, quitarse la camiseta verde, dejar alucinando a uno de los tipos que tenía a sus espaldas -al pobre se le levantaron hasta las orejas, y la mesa bailoteaba cosa fina- y... dejar con las ganas a Suerte y Juanjo, al menos en esta ocasión, porque ni un solo cachito de carne más allá de lo razonable quedó expuesto a la vista.

- Tú no tendrás su teléfono ¿eh? - Pues no, jamía, y mira que lo siento. - ¿Y ahora que hago? Mira que si se cree que me he largao sin querer verla...

La tía... parece Houdini...

Aysshhhhhh... siempre igual, MacGyver, me van a terminar llamando MacGyver...

Me dolía la tripa y tenía que ser de la risa, porque la comida estaba buenísima y nos atendieron muy bien. Los chupitos, a cargo de la casa, no fueron desde luego de Mistol. Un lujo de comida, ya digo.

- Bueno... solo puedo ofrecerte mandarle un mp por el foro, para que me chive el número o para que se ponga en contacto contigo o para... Eso, o un correo...

Y llegó la hora de despedirse de Suerte, que venía de viaje, cansado y con

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- Vaaaaleeee, espero que resulte... ¡Gracias!

cuando recibo una vibración... nada del otro mundo, era tan solo el movil que llevaba pegado al pecho, un SMS, Alia otra vez...

Yo también lo esperaba, que caramba... aunque a medida que la tarde fue pasando y no veía aparecer una respuesta empecé a pensar que la cosa no iba muy bien encaminada...

¿Dnde es la mani gay? Comprenderán que en ese momento no podía alternar el popular canto del Renacimiento Mas vale trocar placer por dolores con una llamada telefónica, así que supuse (lo de suponer es puramente retórico) que Alia tendría recursos suficientes como para dar con la información que buscaba por otros caminos. No hace falta que les diga que acerté ¿no?

Me da que algo falló en el último minuto. Es un pálpito, una intuición... *****************

Suerte:

************

Maticemos, Sofía.

Alia:

Cierto es que la escena del striptease no puede denominarse propiamente como un "integral", pero de ahí a decir que nos quedáramos con las ganas, media un abismo. No, hay ocasiones -y ésta es una de ellas- que resulta casi más placentero admirar el borde mismo de unos senos y la habilidad de su propietaria para casi ocultarlos que la contemplación plena del objeto de babeo... perdón, quiero decir, que la contemplación plena el objeto de estudio.

En fin, habíamos dejado la cosa en el momento en que Juanjo y Sofía se dedicaban a friltrear descaradamente mientras Yushka y yo nos hacíamos guiños cómplices... - Estos dos se gustan ... Digo yo por lo bajini a Yushka... - Si... y hacen muy buena pareja... Me contesta ella con la risa bailándole en la cara.

Por lo demás he de añadir al relato dos llamadas más que recibí aquella tarde y de las que usted tal vez no esté informada. La primera fue tal que así....

Yo, como es de suponer, estaba que no cabía en el pellejo de gusto... Vamos, como si yo misma hubiera parido a esas dos criaturitas, como si fuese mérito mío... ¡Dios santo! Cómo me gusta el celestinaje...

-Riiiinggg-¿Sí? -¿Astroluz? -Alia, cariño, ¿tu crees que con esta voz me puedo llamar Astroluz?. -¡Uy!

A todo esto Juanjo saca mi camiseta recién comprada y cogiéndola de una punta dice: - ¿Y esto que se supone que es? Reconozco que la pregunta no era tan absurda como pudiera suponer. En la mano, esa camiseta tan sexy, podía ser cualquier cosa ... un braguero articulado para pérdidas de orina, un tanga con faldita ... un sujetador con tirantes... ¡En fin! Cualquier cosa...

...y entonces vino una atropellada explicación similar a la que ya ha narrado Alia sobre el asunto. Nos despidimos con un emocionado... ¡¡¡Anda queeeeeeee!!!! Media hora después me encontraba cantando sobre un escenario (sí, que esto de la voz de lo que tanto se ha hablado no es como para desperdiciarlo)

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La cosa es que para despejar dudas me lo puse en un pis pas... que una

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tiene mucha práctica en ponerse y quitarse ropa. La cosa no tuvo nada de streap-tease, lo juro, porque no enseñé nada y además los mirones de la mesa de al lado estaban a mi espalda, o sea que ni siquiera era consciente de que miraban hasta que me volví para dejar la camiseta en la bolsa y claro, algo tenía que decir cuando descubrí sus caras...

-

- ¿Me está bien, verdad? Les dije con una sonrisa.

Y luego hablan de nuestra facilidad de palabra...

Y ellos asintieron entusiastamente con enérgicos movimientos de cabeza.

Luego nos fuimos a una cafetería, y allí seguíamos con nuestras risas. La verdad es que no veíamos el momento de separarnos... ¿Cómo aprende una a terminar una fiesta cuando está disfrutando? A todo esto, la puñetera “camiseta-braguero” que sin duda estaba hecha pera menos protuberancias que las mías, no paraba de abrirse dejándome prácticamente en bikini y yo venga tirones para tapar aquello y Yushka venga tirones para que lo enseñara...

Por fin, después de la comida y el postre, que por cierto era un helado de cactus... - ¿A qué sabe? Me preguntó Juanjo. - Mmmmmmmm Teniendo en cuenta que nunca he mordido un cactus y no sé como sabe, yo diría que sabe a cactus...

Ejem... Dije yo por no decir nada... Ya, ya... Contestó Yushka. ¡Qué hombre! Ya lo creo....

- No te tapes mujer, si estás muy bien... Decía la misma que había sostenido minutos antes que ella no se desnudaba en la playa ni loca...

Salimos de nuevo al sol y al calor, así que no era cosa de alargar las despedidas, además de que Suerte tenía prisa, había quedado con no se quién para no se qué asunto... el caso es que se despidió primero de Sofía y Juanjo, cosa normal porque iban emparejaditos desde la Puerta del Sol... dejándonos a Yushka y a mí en la retaguardia todo el rato... luego se despidió de Yushka... (No, no pienso volver a nombrar el puzzle...) y por fin de mí. Yo me lancé a darle dos besos de los míos, besos sonoros uno en cada mejilla y cuando ya me volvía para irme...

Al final fue Sofía la que decidió la disolución de aquella compañía... ¡Ay! ¡Malditas compras! Yushka, Juanjo y yo nos quedamos un rato más, sin ganas de separarnos todavía... Me supo a poco. Hice jurar a Sofía y a Yushka que vendrían a Murcia a verme. Me lo juraron las dos por lo más sagrao... Ustedes son testigos...

¿Recuerdan ustedes la famosa escena de John Wayne y Mauren O’Hara en “Un hombre Tranquilo? El “caderazas” como lo llamaba mi abuela, la agarra a ella de una mano y en un impetuoso giro, le planta un besazo en tó el morro a la susodicha... Pues bien, salvando las distancias, fue algo así... solo que aquí todo el morro lo ponía Suerte, que menudos morros tiene por cierto... y en lugar de besazo, fue más bien un “pico” porque juro por lo más sagrao que no sacó la lengua...

Pero yo había quedado con Astroluz a cenar, así que no podía alargar más la cosa... ......................................... Continuará............................... Alia **************

Yushka y yo nos quedamos atónitas mirándolo ...

Alia:

- ¡Qué menos! ¿NO? Dijo el tío sin cortarse un pelo... Y allí nos dejó a las dos, como si nos hubieran salido raíces...

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Otra vez nos quedábamos solicos Juanjo y yo. Él serio y meditabundo y yo melancólica, como siempre me dejan las despedidas, pero contenta pensando en la cita con Astroluz...

hermana mientras se ponía la ropa un poco precipitadamente. Mi hermana es bastante más pudorosa que yo ... - ¿Qué tal? Nos dice mostrándonos un conjunto que hubiera estado estupendo para asistir un concierto de polkas... - Estás muy bien. Dijo Juanjo. Aunque yo creo que todavía la estaba viendo en ropa interior... - Estás muy rancia. Dije yo con mirada crítica. ¿A quién vas a ver? ¿A un ex profesor jubilado? - ¡Ay! ¡Cómo eres! Dijo mi hermana frunciendo el ceño. - Si es un hombre de menos de 70 años, te recomiendo éste. Dije yo sacando un vestido mío, verde, vaporoso, escotado y semi-transparente. - ¡Ese! ¡Ese! Aplaudió Juanjo, con el que siempre puedo contar para estas cosas ...

- Será mejor que nos echemos la siesta hasta la cita de esta noche. ¿No crees? - Es que ir y volver... Dijo el pobre Juanjo que tardaba como una hora desde donde estaba alojado al centro. - No hombre, te quedas en el hotel conmigo... Yo estaba compartiendo una habitación triple con mi hermana y mi prima que era con las que había venido a Madrid. “Juntas pero no revueltas”, ese fue nuestro lema. Nada difícil de conseguir porque las tres teníamos planes por separado.

Y así salió mi hermana de allí. Divina vestida con mi vestido verde... pero esa es otra historia....

- ¿Y tu hermana y tu prima? - Mi prima tenía una cita a las cinco, o sea que no estará y aunque esté mi hermana, sobra una cama. ¿No? Además, no será la primera vez que compartimos cama. - Vale. Estoy fundido. He dormido poquísimo esta noche.

Nada más salir mi hermana y quedarnos a solas, me dijo Juanjo:. - ¿Sabes? Me estoy arrepintiendo de no haberle propuesto a Sofía quedar ella y yo esta noche, los dos solos. - ¿Y por qué no lo has hecho? - No sé... Como decía que estaba tan ocupada... - ¡Anda ya! Parece mentira que te hayas cortado... - ¿La llamo ahora? - Mejor espera a que pase la siesta. ¿No?

Nos dirigimos a mi hotel y aunque intenté abrir con la dichosa tarjeta, al final toqué la puerta. La cabeza de mi hermana asomó entre la puerta entreabierta. - Espera un segundico que me vista... Dijo la pobre al ver a Juanjo. - ¿Para qué? Dije yo. – No seas petarda que hace calor aquí fuera. - Es verdad... pero es que voy con tanga... Dijo la pobre avergonzándose de que le diera vergüenza. - Mejor que mejor. Dijo Juanjo.

Así que nos acostamos y nos echamos una siesta bien merecida. A eso de las 7 y media, me despertó la tele. - Voy a llamar ahora mismo a Astroluz. - ¿Se llama así? - ¡Qué va! Se llama ... se llama... ¡Joder! Si lo sé... espera... se llama... Empieza por A. - Pues qué bien. Dijo Juanjo riendo. - Bueno da igual. Ella ya sabe quién es y tengo su número grabado en el móvil.

Por fin nos abrió y efectivamente, allí estaba mi hermana con un conjuntito negro de tanga y sujetador de esos que te las ponen en plan amígdalas... - ¡Por Dios niña! ¿Y tú querías que me lo perdiera? Dijo Juanjo sin cortarse un pelo, como es su costumbre. - Es más pava... Corroboré yo. - Estás pa un pecado. Menudo cuerpazo tienes. Continuó Juanjo. - Me estaba vistiendo para una cita. Así me dais vuestra opinión. Dijo mi

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- Ring... Ring.... Ring…

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- Digui

- ¿Qué vas a hacer?

Me quedé un momento cortada… Era una voz de hombre y además contestaba con un “digui”...

- Si al menos supiera su apellido... la podía buscar en la guía... - Si al menos recordaras su nombre... Machacó el maldito.

- ¿Astroluz? Dije yo sin saber que decir... - ¿Qué? Dijo la voz. - Esto... ¿Es tuyo ese teléfono? - Pues sí. ¿Quién es? - Verás... ¿Seguro que no es el teléfono de una amiga? - Pues no. Es mi teléfono. Te lo juro. Dijo la voz . - Verás... es que no sé si me he equivocado de hombre o de teléfono. Dije yo. - Para mí que te has equivocado de teléfono. ¿A quién llamas? - A una mujer. - Definitivamente, yo soy un hombre. - ¡Joder! El taco me había salido del alma. - Mujer... hay cosas peores... Dijo el tío en tono de cachondeo. - Si puedo servirte en algo... - Verás... es que tengo que contactar a un amiga ... ¿Seguro que no conoces a Astroluz? - Seguro, aunque me gustaría conocerla... Aquí ya nos estábamos riendo los dos.

- Había grabado su número aquí y no lo tengo en otra parte... ¡Qué putada! ¿Qué hago? - ¿Te llamará ella? - Es que había quedado en llamarla yo... ¡Qué putada! A lo mejor me llama ella... Voy a llamar a Sofía a ver si tiene ella el número. - Si quieres la llamo yo. Se ofreció Juanjo. - Pues no, que esto es muy serio. Después de contactar con Sofía y quedar en que le mandaría un mp al foro. Seguíamos esperando... Astroluz no llamaba y yo me estaba poniendo muy nerviosa. - ¡Ya lo tengo! Dije yo alborozada. Tiene que estar su número en la lista de llamadas aceptadas. - Si no lo has borrado... Con lo que te gusta andar trasteando el móvil y lo desastre que eres... Dijo Juanjo escéptico. - Aquí está. Este número no lo tengo en mi agenda y es de esta mañana. - ¿Astroluz?

- ¿Eres catalán? - ¿Tanto se nota? - Hombre, lo digo por el “Digui” - Sí. Soy catalán. ¿Es esa Astroluz catalana? Por cierto, vaya nombrecito... - Pues no, es madrileña. Así que definitivamente me he convencido de que tú no eres ella. Encantada de conocerte de todas formas. Ha sido un placer. - No mujer. El placer ha sido mío. Llama cuando quieras, aunque encuentres a Astroluz... - Adios... - Adeu

Pero no. Era Suerte que me había llamado por la mañana para ultimar la cita... - ¡JODER! Como no llame estoy jodida... Con las ganas que tenía de verla... - Lo normal es que llame. Dijo Juanjo. – Si tiene interés... - No, interés tenía, que se le notaba. No me puso ninguna pega la pobre, al contrario... Si no llama tiene que ser por otra cosa... - ¿Por qué? - Es muy prudente. Lo mismo piensa que me he liado con algo...

- No era ella. Le dije a Juanjo. - Ya, eso ya lo he adivinado yo solito...

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- O con alguien... - O con alguien... Con la fama que tengo en el foro... ¡JODERRRRRR!

FIN

El tiempo pasaba y Astroluz no llamaba... Eran las 9 y media ya ... - ¿Qué hacemos? - Pues vamos pal Carnaval a hacer acto de presencia. La mani gay ha terminado ya... Y mientras vamos esperamos a ver si llama. Siempre podremos coger un taxi y encontrarnos donde sea.

******************

Astroluz: Véis?, lo que yo decía. La murciana se fue a bailar Samba a La Castellana.

Como ya imagináis a estas alturas... La pendona no llamó hasta las 11 y media. Justo cuando estábamos en plena vorágine brasileña y yo había dejado de mirar el móvil... A la una de la madrugada, cuando lo volví a mirar... allí estaba....(5 llamadas perdidas)

________________________________

- ¡PORCA MISERIA! Ahora no la voy a llamar. Estará durmiendo... ¡Joderrrrr! - ¡Coño! Ya me acuerdo de su nombre, se llama ... - A buenas horas... Dijo Juanjo

Cuando volví de la piscina me duché y me arreglé el pelo para estar lista cuando Alia llamase. A eso de las seis de la tarde vi que sólo me quedaban dos cigarrillos y tenía que bajar a comprar tabaco.

A la mañana siguiente, justo cuando acababa de conectar el móvil, llamó, pero ya estabamos de camino a casa ...

- Seguro que me llama mientras bajo, pensé.

- ¡Otra vez será! ¡Lo prometo!

Y me llevé el móvil.

Casi enseguida volvió a sonar el móvil.

En la terraza del bar estaban unos vecinos amigos que insistieron en que me sentase un rato. Les dije que bueno pero que seguramente tendría que salir corriendo a cambiarme porque había quedado con una amiga para cenar y me iba a llamar de un momento a otro.

Ring... Ring... Ring.... Era Yushka. -

¿Qué tal estás? En el coche, de vuelta a casa... ¿Tan pronto? Queremos llegar a comer... ¿Qué tal lo pasaste anoche? Me dice la muy ladina, como al descuido. Tienes curiosidad ¿Eh? Le digo yo riéndome maliciosa... Pues sí, para que negarlo. ¿Qué tal con Astroluz?

Me preguntaron si mi amiga era guapa y lógicamente les contesté - No lo sé, no la he visto nunca. (Risas)

Y entonces le conté mis penas... y ella se reía. Claro... ¿Cómo no iba a reírse?

Tuve que explicar que la conocía de un Foro de Internet y se extrañaron mucho de que yo hiciera esas cosas Si supieran otras cosas que hago, se caerían de espaldas primero y me retirarían el saludo después.

- Ya verás la próxima vez....

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Prohibida la venta de este material. Este material es propiedad de sus autores. fatal con el padre de la criaturita bautizable, de hecho apenas si nos hablamos. Nuestros comunes amigos, después de la última bronca que tuvimos en un restaurante chino, él y yo, nos sientan siempre separados, de extremo a extremo de la mesa y procuran por todos los medios que nuestros cuerpos entren en contacto lo menos posible, cosa fácil, porque yo le huyo como a la peste desde el incidente del chino. Solo aclarar que juro por lo más sagrado que no intentaba clavarle los palillos, ni ponérselos de banderillas, ni amenazarle con ellos, era simplemente que los llevaba en la mano durante la discusión... Fue normal por tanto que me sorprendiera la invitación. Estuve tentada en no ir, pero por otra parte quizás significaba un intento de tregua, una firma de paz, el intento de una negociación. Así que fui, más que nada porque así le pondría más fáciles las cosas a mis amigos, porque aunque son muy pijos, los quiero de verdad. Mis niños tampoco querían ir, no se llevan demasiado bien con los niños pijos, que ya tienen una pandillita consolidada y según ellos son excluidos, pero en fin, seguro que la comida y bebida sería buena y allí estarían los demás para poner distancias.

Entre cañas y conversación sobre nuestros respectivos vástagos, que a su vez son amigos, fue pasando el tiempo y Alia sin llamar. Un par de veces pensé en llamarla yo pero tenía la idea de que Yushka, Suerte y ella se conocían de tiempo atrás y estarían pasándolo muy bien juntos, o que se habían metido en el follón de Carlinhos Brown y no podían salir; no estaba segura de si llamar o no y el caso es que no llamé. Subí a casa después de las once (y después de comprar más tabaco) y me conecté para echar un vistazo al Foro. Había un mensaje de Sofía en el que me decía que Alia no tenía bien mi número de teléfono. Le contesté y llamé a Alia de inmediato. Buzón de voz. Le dejé mi número. El domingo por la mañana Alia seguía sin llamar y a mediodía la llamé de nuevo. Esta vez contestó ella. Estaba ya camino de Murcia y me explicó que nunca oye los mensajes del buzón, o sea que igualito que yo que tampoco les

Por supuesto nos invitaron a la celebración, porque como soy una anticlerical declarada, de hecho la única del grupo, no se me obligaba a asistir a la ceremonia, cosa que les agradecí enormemente por cierto. Era un restaurante con un jardín grande, a las afueras de Murcia. Un sitio donde pudiéramos soltar a los niños. Un sitio donde la gente normal pone a sus hijos con ropa cómada y tú vas con vaqueros, pero como los conozco, puse a mis hijos de punto en blanco y yo me puse mi vestido nuevo. Un vestido floreado, de esos suaves y ligeros, de tela sedosa que te acaricia el cuerpo, con colores muy alegres, los hombros y la espalda al aire y unas preciosas sandalias de tacón alto y las uñas de los pies pintadas a mano con florecitas... Hago esta aclaración porque prometí a la que me las pintó, que diría a todo el mundo que las flores eran pintadas a mano y no de pegatina. El caso es que allí aparecimos todos de gala y por supuesto acertamos. Los niños iban todos hechos un primor y los padres con sus mejores galas. El aparcamiento estaba lleno de todo- terrenos, signo evidente que el restaurante estaba lleno de pijos que no pisan el campo y necesitan un todoterreno para subirse en el bordillo cuando aparcan. Justo mis amigos.

hago mucho caso. A todo esto, la tarde anterior me llegó un mensaje de esos que dicen llámame al tal tal tal no tengo saldo, y pensé yastá, Alía se ha olvidado el móvil en alguna parte y me llama desde teléfono ajeno y llamé. Pues no, era un tío que se había equivocado. Y así fue como mi encuentro con Alia quedó pendiente para una próxima vez. ****************** **************

Celebración mañanera

Después de los primeros saludos de rigor. Besos y ligero contacto visual de los hombres con mi escote, esta vez más sobaquero que de canalillo y las típicas frases de rigor con las mujeres, del tipo: Estás divina, estás más delgada, no qué va, me sobran 3 kilos, tú estás loca, estás más delgada que

El sábado fui invitada a la celebración de un bautizo. Para empezar no comprendo por qué demonios me invitaron, porque la verdad es que me llevo

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el año pasado, ¿Te has cortado el pelo? Estás muy bien, te rejuvenece, y a ti ese color... (En fin, que las quiero aunque les tome el pelo de vez en cuando) . Al final se pusieron todos los hombres en una esquina y las mujeres en otra. Mi amigo abogado Manolo, me miró con ojos de cordero degollao, normal, mi conversación suele ser más entretenida que la que iba a tener con los hombres, eso seguro. La última vez que lo vi, nos pasamos toda la comida hablando de películas porno. Pero al final, por culpa con mi famoso desencuentro con el que invitaba, terminé en el grupo de las mujeres. No me importó en absoluto, yo sé como manejar la conversación si empiezan con los típicos temas que me sacan de quicio, así que sin apenas dejarles tiempo a que cogieran la temática de las cuidadoras, las señoras de la limpieza y las chachas les solté a bocajarro:

- ¡Un empresario! ¿Joven? - Ya lo creo, más joven que yo... Treintaytantos... y además estaba bueno. Aquí ya las tengo enganchadas a la historia y dejan de comer para escuchar mejor, se me arremolinan alrededor. - Cuenta, cuenta... ¿Cómo fue? - Pues verás, yo estaba en la cola de información y él iba delante. Me preguntó. ¿Te toca a ti? Y yo le dije: No, te toca a ti... Eso hablamos. - ¿Eso hablaste??????? Eso no es ligar... Suelta la escéptica de Pituca. A no ser que porque nombrara la palabra tocar... - Espera mujer, que luego cuando salí me estaba esperando fuera, estaba hablando por el teléfono móvil y me hizo una seña para que me esperara. - Y tú lo hiciste... - ¡Por quién me tomas! ¿Cómo voy a esperar a un cretino hablando por el móvil? - ¿Entonces? - Entonces colgó el móvil y me alcanzó, me dijo que me llevaba al Centro en su coche. - ¿Qué coche? - Un todo... terreno... Digo yo amoscada... ¿Quieres que siga o no? Porque si no paráis de interrumpirme... - Sigue, sigue... dice Inma ansiosa. - Yo le dije que no subía en coches de desconocidos y entonces me invitó a un café para que nos conociéramos... - ¿Y tú fuiste? - ¿Por qué no? Tomamos un café y charlamos. - ¡Qué valor! Mira que tomarte un café... - Peor hubiera sido un carajillo ¿NO? Eran las 12 de la mañana y era una cafetería abierta ... - ¿Y que más? ¿Te dijo algo más? - Me habló de sus dos casas, de sus dos coches, de su barquito y de su mujer. - ¡OHHHHHHH! Esto fue a coro. - ¿Y qué paso? - Pues nada, que me llevó al centro en coche. - ¿Te subiste en el coche? - En el todo-terreno, sí. - ¡Qué peligro!

- Oye, últimamente estoy rodeada de mujeres que engañan a sus maridos. Es tremendo como están las mujeres... ¿No habéis oído nada de esto? Ese es un buen tema de conversación para animar un bautizo y doy gracias a Dios si existe, de que retrasara el parto de la infanta Cristina, porque estoy segura que de haber parido un día antes, no les hubiera podido sacar otro tema de conversación. Empezaron un poco tímidas, siempre les cuesta un poco al principio soltarse, pero al final todas tuvieron alguna historia que contar, no de ellas por supuesto, pero historias al fin mucho más entretenidas que las de los problemas con el servicio. Me contaron encantadas de que yo no lo supiese, que ahora las casadas con posibles van a ligar a la cafetería del Corte Inglés. - ¿No lo sabías? Me dice Pituca claramente burlándose de mí. – Pues sí que estás tú enterada de lo que se cuece... Creo que te estás quedando antigua... Clara provocación por su parte... Me quedé alucinada, he ido muchas veces a comer allí y jamás me había fijado ni había tenido la más mínima noticia, pero estaba claro que algo tenía yo que contar para salvaguardar mi mala reputación, que la reputación es lo único que tiene una. Así que me acordé de mi ligue en el INEM y se lo conté encantada.. - ¿Ligaste en la Oficina de Empleo? Decía Inma con los ojos como platos. ¿A un parado? - Mujer, era un empresario... Digo yo con modesta mirada...

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- Me puse el cinturón. Digo yo lacónica.

bastante gamberros y que ellos preferían mantenerse al margen. Yo les he dicho, continuó la camarera por lo bajini, que me llamen si se meten con ellos... Nos tienen a todos asombrados.

- Ya sabes a lo que me refiero ... ¿Yyyyyyyyy? - Y nada, cuando estábamos en el coche me pidió el número de teléfono y yo le dije que mejor que me diera el suyo. Me lo dio y le di dos besos por el paseo. - ¿Y como se despidió? - Me dijo: “Sé que no me vas a llamar...” - ¿Y lo has llamado? - ¿Yooooo? ¿Estás loca? ¿Qué pinto yo con semejante pijo que además era un total cretino? - ¿Y entonces? - Entonces nada. Sencillamente me encantó ligar en la Oficina de Empleo. Me fui a mi casa encantada de la vida y por supuesto se lo conté a todo dios, incluyendo a mi madre. - Chica, estás muy loca. Dice Mar poniendo cara de envidia, sana, por supuesto. - Anda, que si tu ligaras en las colas del INEM, no irías tanto a comprar al Corte Inglés. Digo yo maliciosamente. - No lo digas ni de broma, a ver si te oye Manolo y se lo cree.

Yo que los conozco muy bien recé interiormente porque el asombro y el buen comportamiento llegara al menos hasta los postres. La comida se estaba desarrollando sin ningún incidente lamentable y tenía la esperanza de que siguiese así la cosa... Por fin llegó el niño bautizado, un bebé realmente precioso al que le había comprado un conjunto muy pijo y muy náutico que a la madre le encantó. El mío, el único regalo que no llevaba la bolsa de “Tous” por cierto. Tienda preferida de la madre del niño. El caso es que me asomé al cochecito y en uno de esos impulsos totalmente espontáneos que son tan propios de mí, suelto, me temo que con un punto de asombro en la voz: - ¡Qué niño más precioso!. - No se parece a ninguno de los dos. Si algo he aprendido con mis meteduras de pata de este estilo, es que es mucho peor intentar arreglarlo, así que ante la risa de la madre y la cara de mala leche del padre, sonreí con mi mejor cara de inocencia y remaché.

Total, que roto el hielo, ya nos estábamos divirtiendo de lo lindo, mientras los hombres nos miraban de soslayo con esa mirada de sospecha que dice ¿De que estarán hablando esas que se ríen tanto? Y es que yo creo que siempre que nos oyen reír piensan que ellos son la causa... ¿Por qué será?

- Qué precioso os ha salido. Todos los niños deberían ser más guapos que los padres. ¿No creéis? Me senté rápidamente esperando que la cosa quedara allí, pero no. Ahora eran mis niños los que habían creado el problema. Al parecer le habían llamado leproso a un niño y la madre estaba totalmente descompuesta. El niño en cuestión tiene la cara manchada y la madre tiene un problema realmente gordo con el tema. Llamé corriendo a los niños. Desde que vieron hace dos días una película en la que salía un leproso, han estado medio obsesionados con la palabrita y se vienen llamando leprosos uno a otro desde entonces, pero en esta ocasión habían metido el dedo en la llaga.

De pronto viene una camarera de esas de mandil negro y blusa impecable blanca y pregunta. ¿Quién es la madre de los gemelos? A mí, esta pregunta me suele poner bastante nerviosa, porque no suele ir acompañada de nada bueno, así que miré inquieta a la mesa de los niños y allí estaban comportándose como dos gentelmen ingleses en una celebración del Manchester United. Serios y formales hacían caso omiso del bullicio de los demás, como si la cosa no fuera con ellos. Respiré aliviada.

- ¿Habéis llamado leproso a Tono? - Él nos estaba tirando piedras y nos llamaba enanos. - Bueno, pero vosotros no sois enanos. - ¿Y él es leproso acaso? - No, pero es horrible que se lo hayáis dicho. Le habéis hecho sentirse muy mal y eso está fatal.

- ¿Pasa algo? - No, qué va. Sólo quería felicitarla. ¡Qué niños tan educados! Y tan monos, tan igualitos. ¡Qué bien hablan! ¡Qué manera de expresarse! Les he preguntado que por qué estaban tan callados y tan formales y me han dicho que estaban algo aturdidos con el ruido y el jaleo de los demás. Que eran

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- ¡Pero si no es leproso! Seguían ellos emperrados. - No, pero como tiene pecas... Dije yo sin saber realmente explicarles por qué era algo tan grave. - ¿Por unas pecuchas de nada? Demasiado susceptible diría yo.... (Qué pedantitos son estos niños a veces) - ¡Oh Dios! Bueno, me da igual, habéis hecho mal en insultar y ahora iréis a pedir disculpas. ¿Entendido? - ¡Vaya justicia! . Nosotros que somos las víctimas del brutal ataque con piedras que sí hacen daño y tenemos que pedir disculpas por una palabrita de nada.... - ¡A PEDIR DISCULPAS AHORA MISMO! Corté yo en seco, porque si los dejo hablar, son capaces de convencerme.

- ¿Puedo mirar? Y arrodillándose me cogió el pie delicadamente y se puso a inspeccionar los dedos de los pies.... – Preciosos— - Será preciosas... ¿No estábamos hablando de las sandalias? Digo yo riendo. - ¿Ya estás sobando pies? Le dice su mujer que sabe que no se puede resistir a los pies femeninos. No lo dejes, ya sabes que para él es como si te tocara los pechos... - Mujer, tanto como eso... Dice el pobre Rafa sonrojado. - Déjalo mujer, si no hace daño a nadie y es el único que se ha fijado en la pintura de uñas. A su mujer le hace gracia esta manía del marido y para los demás es sobre todo una fuente continua de bromas y chirigotas a su costa y a mí además me hace acordarme de Delicado y su devoción a los pies femeninos y hasta me da un poco de ternura. ¡Qué cosas!

Yo mientras tanto fui a disculparme con la madre que estaba a punto de llorar. Intenté convencerla de que los niños no querían de verdad herir, que ellos no le habían dado tanta importancia a las pecas, pero ella seguía con lo mismo:

Por fin en el coche y al vuelta aprovechaba yo para volver a darle la tabarra a mis niños con lo del insulto...

- Siempre se meten con los diferentes...

- ¡Qué pena! Con lo bien que estabais quedando como los niños mejor educados, que hasta los camareros me han felicitado y todo y al final tenéis que echarlo todo a rodar con el insulto... - ¡Bufff! Menos mal que no se han enterado los camareros... Dice uno. - Desde luego. Confirma el otro.

Me dio muchísima pena la madre, aunque su hijo me la dio más. Creo que el problema del niño no es tan grave como la madre se lo toma, pero es bien cierto lo que siempre comenta mi hermana que trabaja con niños disminuidos, a mayor nivel cultural y económico de los padres, mucho peor llevan cualquier problema físico y psíquico de los hijos. Las expectativas son siempre mucho mayores y el palo más difícil de superar. Miré a la madre del niño, que es un bellezón aparte de rica e imaginé que su niño no ha resultado lo que ella imaginaba. Sin embargo es un niño inteligente y sensible, solo que no es guapo y las manchas en la cara, que son como pecas grandes le afean.

Bueno, pues mientras hayamos quedado bien con los camareros... Alia

Por fin llegó el final de la comida y todo el grupo se juntó para el café y cava. Los hombres estaban deseando cambiarse de sitio, sabían que nosotras nos lo habíamos pasado mucho mejor que ellos y por supuesto llegó Rafa, el fetichista, al que había estado esperando desde que llegué. - ¡Qué sandalias más bonitas llevas! ¿Llevas florecitas en las uñas de los pies? - Sí, pintadas a mano. Aclaré yo, como había prometido.

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Alia

Sabana

Diseño Cubierta e Ilustración:

Astroluz

(cuadro cubierta "nudo rosso", de Modigliani )

Diseño Edición:

Dace

Ediciones El Café del Foro 2005

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