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Spanish Pages [48] Year 1981
El moviiniento • campesino hondureño una perspectiva general
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COLECCION
Este tralfajo intenta bosquejar 1 en apretada síntesis, un panorama general del conjunto de prácticas sociales de los campesinos, organizados o no, en la prosecución de sus intereses de clase, que constituye lo que denominamos movimiento campesino. La definición de campesino que aquí adoptamos incluye al conjunto de pequeños preductores agrícolas, ya ti-abajen individual o colectivamente la tierra, a los arrendatarios, a los semiproletarios, etc. · · No incluye, ciertamente, a los obreros agrícolas, aquellos que derivan sus medios de subsistencia exclusivamente de un salario. Aunque hay que reconocer que buena parte de los actores que se movilizan en este breve esbozo histórico, son campesinos, que tienen que completar el producto que arrancan a la tierra que cultivan para sí con actividades de contenido salarial. Esto remite a la consideración siguiente: la comprensión del carácter de ias prácticas sociales del campesinado hondureño sólo es posible si tenemos en cuenta, que éstas se desarrollan en el marco de una formación social concreta, y entremezcladas en una compleja red de luchas y alianzas políticas, en las cuales los campesinos actúan como importantes actores sociales. -1-
Hacia el último cuarto del siglo XIX, Honduras, a diferencia de otros países del área centroamericana (i. e., Costa Rica, Guatemala, El Salvador), no ha conseguido crear una sólida economía agrícola de exportación. El Estado Liberal estimula e impulsa cultivos comerciales (tabaco, café, caña de azúcar, cacao), vía exenciones arancela' rias, fácil dotación de tierras, etc., sin mayor éxito. El peso de la deuda externa( 1 ) 3
_ . f' nciera y crediticiamente la producción de impide al Estado Hondureno est1mul_a~ • ma ue un territorio ~l¡ruplo_ crea al t.ransrenglones comerciales y romper las d1f1cul~des q ional . porte Y a la comercialización interna e mternac . I · - iniciada en 1876 no cump e con éxito En breve, la reforma liberal hond ur~a igue activar procesos de acumula. las tareas burguesas a ella encomend ªdas. 0 cons de la producción capitalista en el ción primith•a de capital que per.~itan el despegu~a tierra se convierta masivamente agro. No consigue crear las cond1c1one~ p:r: queasivos procesos de expropiación cam. en una mercancía. No genera la nece~ida I e C:munales O ejidales, como sí ocurnó
pesina. de apropiación de tierr~s ~~c1ona es,
eo los países mencionados al prmc1p10.
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Como la reforma liberal hondur:ña no tiene éxit~s7in c~:::al~a~:s~: acti,•idad agricola capitalista con capacidad de autoexpa • • . h b mpleado para este propósito permaneceran en poder del rras que pud1eran a erse e . . · al b Estado. Es así que todavía en 1950 solamente el 48% del t~rr1tor10 nac10n •esta a constituido por tierras de propiedad privada. El resto de las tierras permanec1an en poder del Estado. ya en calidad de tierras nacionales o ejidales. De tal suerte que, hacia finales del siglo XIX, la formación social hondureña queda definida por el predominio avasallador de formas precapitalistas de explotación de la tierra('), estrechamente relacionadas entre sí: la gran propiedad terrateniente y la pequeña parcela campesina. La primera, dedica parte de sus tierras a la explotación extensiva de la ganadería. El resto de las mismas se ceden renUsticamente a los campesinos. La segunda, donde se asienta la tradicional "milpa", reproduce la fuerza de trabajo de la familia campesina. Tanto la explotación ganadera tradicional como la pequeña parcela campesina se caracterizan por tener un bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas.
l!a sea cediendo parte de sus tierras a cambio de re™'¡,.s moderadas en trabajo o en especie, ? mediante otros me~anismos económicos e idllológicos complementarios o suplementarios, los terratenientes consiguen obtener de los campesinos formas variadas !ie lealtad personal, que luego explotan políticamente . . Co~o el régim_en d~moli~e~al de selección y alternabilidad presidencial ha tenido poca v1genc1a en la h1stor1a pohhca del país en muy poca · · • s ocasiones 1os campesmos 4
se verán movilizados como electores. Como, en Ja mayorla de los casos, la guerra civil será el expediente por medio del cual se dirimen las rencillas intraoligárquicas; serán los campesinos. movilizados polfticamentc por los terratenientes, los que han de decidir. en los campos de batalla. cuáles serán las facciones que han de acceder al control Y usufructo personal de los beneficios que se derivan de la gestión del aparato estatal. Uno de estos beneficios será precisamente la obtención de grandes extensiones de tierra, principal fuente de riqueza y de dominación politica en el país.
1. Esta adscripción al bando politico de los terratenientes, que en el pasado condujo a las luchas fratricidas que llenaron los campos hondureños de sangre campesina. aún pervive en aquellas zonas de bajo desarrollo capitalista, en las cuales, mediante mecanismos diversos, los terratenientes todavía subyugan no sólo económica, sino también política e ideológicamente a los campesinos. Un residuo general de esta dominación política e ideológica secular es la adscripción familiar de los campesinos a los partidos politicos tradicionales, que se manifiesta en la siguiente expresión, muy usual en el campo hondureño: "soy liberal/nacionalista porque toda la vida nuestra familia ha sido liberal/ nacionalista". En una dimensión individual, esta adscripción partidaria ha dado lugar, aquí y allá en el territorio nacional, a violentos y sangrientos enfrentamientos entre campesinos ·pertenecientes a bandos poUticos diferentes. En breve, puede decirse que durante buena parte del siglo XIX, y, por lo menos en las primeras cuatro décadas del presente siglo, en casi todas las regiones del país los campesinos serán movilizados por los terratenientes en la defensa de lo.s intereses de estos últimos; ya como electores o, mayoritariamente, como soldados en las tropas de aquellos caudillos-terratenientes que se disputaban en los campos de batalla el usufructo del aparato estatal. Desde esta perspectiva, la movilización campesina se convierte en la piedra de toque que explica los vaivenes y la pervivencia de lo dominación oligárquica en el país. Como veremos más adelante, ya en la década del 50 y, sobre todo, a partir de la década del 60, una vez que ha sido sancionado legalmente el proceso de reforma agraria en el país, los campesinos pasan a jugar un papel politico diferente en relación a la dominación oligárquica. Se convierten, en forma creciente, en el ariete que golpea la base de sustentación de la dominación oligárquica en el país, el latifundio improductivo, deviniendo de hecho en una fuente de cuestionamiento permanente de la misma. Desde
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,. la movilización campesina por intereses clasi~tas se inserta en el punlo dr ' 1st·11 • 1 ectos polltlcos de aquellas fuerzas sociales que luchan Por · uc le abren proy pstructurales del poder ohg · á rqmco · en el ·pa1s. • flSPR"'° q · . · os b debllilllr o d!'-"trmr 1as ases . N