El Funcionalismo En La Teoria Linguistica

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EN LA TEORÍA LINGÜÍSTICA: la

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Ricardo Mairal Lilian Guerrero Carlos González Vergara (coords.)

Prólogo

Introducción: la Gramática del Papel y la Referencia Dentro de la amplia gama de modelos que se enmarcan en la corriente funcionalista1, en este volumen presentamos una selección de trabajos de investigación en tomo a la Gra­ mática del Papel y la Referencia (Role and Reference Grammar, en adelante RRG por sus siglas en inglés), uno de los paradigmas funcionales que nació a principios de los ochenta (Foley y Van Valin, 1984) y que ha revisado y actualizado sus principios teóricos de ma­ nera continua (Van Valin, 1993, 2001, 2005, 2008; Van Valin y LaPolla, 1997). Una de las características fundamentales que distinguen este modelo de otras propuestas teóricas es el deseo de diseñar una teoría lingüística que dé cuenta no sólo de las estructuras gra­ maticales de lenguas como el inglés, alemán o español, sino que ofrezca herramientas de análisis y de descripción válidas para lenguas tan diversas como el dyirbal, el lakhota, el tagalo, el chino mandarín, el chichewa, el mapuche, el náhuatl, etcétera2. La RRG es una teoría que se inscribe en la visión funcionalista de los fenómenos lingüís­ ticos, pues define el lenguaje como un sistema de acción comunicativa de carácter social. En este marco, la RRG considera que el análisis de las funciones comunicativas de las ex­ presiones lingüísticas cumple un papel esencial en las propuestas teóricas y en la descripción gramatical, pero difiere de otros modelos funcionales al no hacer suyo el postulado de que toda estructura gramatical puede reducirse al discurso. En cambio, propone que el lenguaje constituye un sistema en el sentido estructuralista tradicional del término. La RRG se define a sí misma como un modelo de corte “estmctural-funcionalista” (Van Valin, 1993: 1) y, en consecuencia, toma en consideración la formalización de los aspectos sintácticos más relevantes, pero también atiende aspectos cognitivos y las funciones pragmáticas de las ex­ presiones lingüísticas. Además, el modelo de la RRG comparte rasgos con la visión de los estu­ dios lingüísticos cognitivos, pues considera esencial el estudio del papel que desempeña el len­ guaje en procesos tales como la conceptualización y el razonamiento. Según la RRG, el análisis de las estructuras gramaticales se encuentra determinado de manera esencial por consideraciones semánticas, pragmáticas y cognitivas, y, por lo tanto, la sintaxis no es un componente autónomo. En otras palabras, desde la perspectiva de las relaciones paradigmáticas y sintagmáticas que de-

1 Para una clasificación de los modelos funcionales en (i) moderados, (ii) conservadores y (iii) extremos, véase el trabajo de Nichols (1984). Además, para una contextualización de los modelos funcionales con relación a los modelos formales, constructivistas y cognitivos, remitimos al lector a los trabajos de Mairal y Van Valin (2001), Butler (2003), Butler y Gonzálvez-García (2005) y Gonzálvez-García y Butler (2006). 2 Para la exposición de la propuesta de la RRG, además de los trabajos fundacionales de Van Valin (1993; 2005) y Van Valin y LaPolla (1997), así como todos aquellos mencionados en el texto, remitimos al lector a Butler (2003: §2.4, §8.2, §9.3, y los capítulos 4 y 7). Véase también la página electrónica de este modelo, que incluye, además de una breve introducción al mismo y un listado de bibliografía actualizada, un repertorio de artículos, tesis, guías de presen­ taciones y ponencias, etc.: http://linguistics.buffalo.edu/people/faculty/vanvalin/rrg.html.

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finen un sistema estructural, la RRG no solamente considera pertinentes las relaciones de coa­ parición y combinación sintácticas, sino también las que se establecen en términos semánticos y pragmáticos. En consecuencia, uno de los objetivos explícitos que se plantea la teoría es ex­ plicar la interacción de los niveles sintáctico, semántico y pragmático en los diferentes sistemas gramaticales existentes en las diversas lenguas. En este sentido, busca satisfacer los requisitos de una buena gramática: descripción, explicación, adecuación psicológica y tipológica. La aproximación de la RRG al proceso de adquisición de la lengua materna no acepta la propuesta de que el sistema gramatical es arbitrario y, en consecuencia, no susceptible de ser aprendido, sino que -por el contrario- sostiene que este se encuentra relativamen­ te motivado, tanto pragmática como semánticamente. Así, se postula que existe suficien­ te información disponible en el entorno lingüístico del niño como para que sea posible la construcción de una gramática. En su estructura interna, la RRG es una teoría de carácter monoestratal, i. e., no consi­ dera distintos niveles sintácticos ni reglas de derivación, pues manifiesta que no existe evidencia empírica que requiera de una manera absoluta la postulación de diferentes niveles sintácticos. Propone, por lo tanto, una sola representación sintáctica, de tal forma que el análisis parta de la estructura real, tal como se expresa en el contexto discursivo. El análisis propone tres componentes en el sistema de representación (Figura 1): a) un componente de representación semántica que analiza el significado de las expresiones lingüísticas -este nivel se encuentra relacionado con un lexicón, en el que se almacenan predicados, argu­ mentos y sus representaciones significativas correspondientes-; b) una representación de la estructura sintáctica de las oraciones basada en distinciones que se plantean como univer­ salmente válidas -este nivel se vincula con un inventario que contiene el conjunto de plan­ tillas que representan las estructuras sintácticas posibles de una lengua específica-, y c) una representación de la estructura informativa del enunciado, el cual da cuenta de la variación lingüística a partir de factores discursivo-pragmáticos. Los componentes sintáctico y se­ mántico se relacionan por medio de un algoritmo de enlace de carácter bidireccional, en cuya formulación ejercen influencia factores relacionados con la estructura informativa. Contribuciones sobre distintos aspectos semánticos, sintácticos y pragmáticos -sea al nivel de la cláusula simple o de las construcciones complejas- pueden encontrarse en Farrell (2005), Zeitoun y Van Valin (2007), Van Valin (2008), Kailuweit et al. (2008), Guerrero, Ibáñez y Belloro (2009), Pavey (2010), Nakamura (en prensa). Entre los estu­ dios sobre el español dentro del modelo destacan los trabajos de París (1999), Ibáñez (2005,2008,2009), González-Vergara (2006a, 2009), Belloro (2004,2007,2009), MoraBustos (2006,2009), González Orta (2008), Pino Moreno (2008), Felíu Arquiola (2008), Bogard (2009), Jiménez-Briones (2009), Montes y Rodríguez (2009), Vázquez Laslop (2009), entre otros. Una primera introducción en español sobre algunos aspectos básicos que caracterizan al modelo se encuentra en González Vergara (2006b). El presente volu­ men constituye la primera publicación monográfica sobre la RRG en español3. 3 Como todo modelo teórico, en la RRG aparecen una serie de conceptos, etiquetas y términos que difícilmente encuentran una traducción válida y compartida en las variantes del español. Para algunos términos, ya se han genera­ lizado algunas versiones españolas; este es el caso del término ‘papeles semánticos’ como traducción de semantic roles, o predicados de ‘logro’ y ‘realización’ por achievements y accomplishments, respectivamente. En cambio, los intentos de traducción de los macropapeles Actor y Undergoer han sido menos exitosos. Por un lado, algunas de las traducciones propuestas para Undergoer, o tienen poco sentido, si son traducciones literales como «sobrellevador», o no se libran de una fuerte connotación pacientiva y de afectación, como en «padecedor», la cual no forma parte del concepto original. Por tal motivo, y con el fin de conservar cierta sistematicidad en los textos sobre RRG escritos tanto en inglés como en español, se conservan los términos Actor y Undergoer como parte del metalenguaje de la teoría.

Prólogo

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Analizador

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R epr e se n t a c ió n s in t á c t ic a

Inventario Sintáctico

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F ig u r a 1 .

Componentes básicos de la RRG.

La estructura de este libro Hemos dividido este volumen en cuatro grandes bloques, cada uno de los cuales se xupa de diferentes componentes de los que consta la RRG. En primer lugar, comen­ zamos con varios trabajos sobre el componente léxico, pues uno de los aspectos que ha recibido un tratamiento más tangencial dentro del modelo es la morfología. En este -entido, los dos primeros capítulos nos ofrecen avances en este terreno. Francisco Cortés y Eulalia Sosa, en el capítulo titulado «La morfología derivativa», presentan una descripción de un modelo de formación de palabras que pasaría a formar parte de a estructura general de la RRG. La necesidad de dicho modelo se motiva a partir de la revisión crítica que se hace de las reglas léxicas como mecanismos inadecuados para un tratamiento correcto de la naturaleza de los mecanismos de creación léxica. Tras abordar la formación de palabras como un conjunto de procesos de doble naturaleza, es decir, como procesos de construcción de material lexicológico, por un lado, y como procesos de construcción de estructuras gramaticales en el nivel de la palabra, por otro, >e desarrolla una propuesta integral que satisface ambas perspectivas. Con respecto a la primera perspectiva, la formación de palabras supone la construcción de material semántico a partir de la relación latente entre los componentes de la palabra compleja. Siguiendo propuestas previas de estos autores (Cortés y Sosa, 2008, 2010), se ofrecen dos tipos de operaciones que actúan sobre las representaciones léxicas tanto de los ’exemas como de los afijos derivativos: la coindización, entendida en términos simila­ res a como la define Lieber (2004), y el ligamiento o especificación de qualia tal como >e entiende en la Teoría del Lexicón Generativo (Pustejovsky, 1995; Jonston y Busa, 1996 y 1999; Batiukova, 2008; de Miguel, 2009). Para la segunda perspectiva, la que aborda la morfología derivativa como creación de estructuras morfosintácticas internas a la palabra, se señala que la propuesta de la Estructura Jerárquica de la Palabra de Martín Arista (2008, 2009), con ligeras modificaciones, es la teoría más sólida desde este tipo de enfoque.

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El segundo capítulo, que lleva por título «La morfología flexiva», del que es autor Javier Martín Arista, parte de la evolución de la teoría propuesta por Foley y Van Valin en la primera mitad de la década de 1980 y aborda el tema del complejo tiempo-aspec­ to-modalidad (TAM), dado que las propuestas relativas al complejo TAM han contri­ buido significativamente al desarrollo de la teoría de la RRG e inspirado avances de otras escuelas funcionalistas. El capítulo define el ámbito y el alcance de la flexión y se detiene en los parámetros morfológicos básicos del español, el esquema constructi­ vo de la pasiva, las categorías flexivas y su expresión morfemática. A propósito de la concordancia en la frase nominal, este capítulo concluye que es necesario definir un argumento morfológico destacado (AMD) que garantice la continuidad de la concor­ dancia en el ámbito de la frase nominal. Se contaría así con un controlador morfológi­ co que desempeñase la función de la que es responsable el argumento con macropapel semántico que se encarga del control de la concordancia en el ámbito de la oración. La propuesta se basa en la naturaleza del género gramatical y es coincidente con el alcan­ ce de la determinación, que constituye un operador del nivel de la frase nominal, por tanto con alcance sobre el centro y el núcleo. Una consecuencia importante de recono­ cer un AMD en la frase nominal e identificarlo con el artículo u otro determinante es que, en ausencia de determinante y siendo el género gramatical, nos encontraríamos ante un pivote morfológico que coincidiría con el determinante omitido. En los tres capítulos que siguen y cierran los estudios relativos al léxico, se presen­ tan tres cuestiones que afectan a la propia estructura interna de las entradas léxicas, los criterios para la clasificación de los aktionsarten -una cuestión realmente delicada dada la complejidad de las pruebas diagnósticas que se ofrecen- y la naturaleza de los macropapeles. Así, por lo que se refiere al formato de las entradas léxicas, Ricardo Mairal, Carlos Periñán y María Beatriz Pérez, en el capítulo titulado «La representa­ ción léxica. Hacia un enfoque ontológico», optan por un enfoque conceptualista, lo que, en opinión de los autores, permite solventar muchos de los problemas que presen­ tan las estructuras lógicas, a saber, la falta de un procedimiento pautado que nos per­ mita determinar la naturaleza ontológica de los primitivos que conforman las repre­ sentaciones y, además, proporcionar un sistema que nos permita descomponer semánticamente los predicados de estado y actividad. A la vera de estas observaciones, los autores presentan el formato de un sistema de representación léxica alternativo, lo que denominan estructuras lógico-conceptuales (de aquí en adelante, EELLCC). Una ELC no está formada por primitivos sino por unidades conceptuales tomadas directa­ mente de FunGramKB, una base de conocimiento léxico-conceptual que incorpora un módulo ontológico como parte de su arquitectura. El capítulo siguiente, escrito por Rocío Jiménez, Carlos González y Francisco Cor­ tés, se titula «Las clases léxicas. Revisión de la tipología de predicados verbales» y trata de la noción de aktionsart, uno de los conceptos fundamentales para el sistema de representación semántica y los mecanismos de enlace de la RRG. Este capítulo co­ mienza con una revisión de las clases de predicados propuestas en la RRG y las prue­ bas para su detección formuladas en Van Valin y LaPolla (1997) y Van Valin (2005). Se postula luego la pregunta de cuántos son los tipos aspectuales de predicados reco­ nocidos actualmente en la teoría y cuáles de ellos se deben distinguir para establecer la relación entre la representación semántica y la sintáctica. Los autores proponen que uno de los problemas esenciales en la determinación del aktionsart es el orden en que se aplican los tests de compatibilidad sintáctica en una lengua, lo que puede llevar a resultados diversos. Para solucionar esto, se propone un algoritmo de aplicación de

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estas pruebas para el español y se discuten algunos casos. Finalmente, se plantea la cuestión de si la noción de aktionsart y su uso en la RRG es propiamente léxica o si más bien refleja propiedades sintácticas, es decir, derivadas de las propiedades léxicas del predicado y de los argumentos, para concluir con la discusión del caso particular de- las alternancias entre actividades y realizaciones activas, para las que se propone cue se fundamentan en procesos que ocurren de manera externa al léxico. Cierra esta sección la contribución de Rolf Kailuweit, quien, en su capítulo titulado Macropapeles: entre semántica y sintaxis», analiza la función de los macropapeles y cestaca su función como categorías que participan en la interfaz semántico-sintáctica. El autor se detiene en el análisis del enlace en los verbos de emoción, los verbos causativos, los verbos de dicción y los verbos de alternancia locativa, y postula que el enfoque de una jerarquía basada en las estructuras lógicas toca sus límites. Así, propone una reesmcturación del componente semántico de la RRG y formula un catálogo de 27 papeles -emánticos caracterizados por los rasgos de agente: «causar un evento» [c] (fuerte) y - estado mental» [m] (débil) y el rasgo de paciente: «resultado» [r] (fuerte). Estos papeles >e pueden situar en una jerarquía de actividad de escalas más finas. Una vez establecida la diferencia de actividad entre los argumentos de un predicado, las reglas de atribución ce los macropapeles previstas en la RRG son suficientes para explicar el enlace. La segunda parte de este volumen incluye seis contribuciones en torno a la morfosintaxis, semántica y pragmática de la cláusula simple. La sección se inicia con el car rulo titulado «El clítico se en las oraciones no reflexivas del español», en el que Carlos González Vergara plantea que este morfema del español, de usos y funciones aparentemente tan distintos, puede explicarse en la perspectiva de la RRG de una for­ ma simple como la manifestación morfológica de un único fenómeno léxico. El autor postula dos reglas específicas basadas en este fenómeno y estudia de manera detenida su interacción con las distintas clases de predicado planteadas en la RRG, observando v dando cuenta también de algunos fenómenos relacionados, como las oraciones con se discordantes (por ejemplo, Se arrienda estas habitaciones), las oraciones pasivas con se y complemento agente (como en El país se construyó por mucha gente traba­ dor a) o la agramaticalidad de expresiones como *Pedro se come y *Pedro se come dulces. Siguen a este capítulo otros dos muy relacionados con el tema del clítico se, pero abordados a partir de otras lenguas romances. En el primero de ellos, «Una explicación unificada de las construcciones con si en italiano», Delia Bentley presenta una proruesta en que apoya la explicación de Van Valin (1990) sobre el si del italiano como un elemento que marca la supresión del argumento central directo de mayor jerarquía en la estructura lógica del predicado frente a explicaciones alternativas que ven este morfema en relación con las características aspectuales de la predicación. La autora propone una tipología de oraciones reflexivas con si basada en el principio formulado 'U relación con las nociones de causatividad y correferencia; poco después, postula de qué manera esta visión puede extenderse a las construcciones pasivas e impersona­ te- con si, para, finalmente, poner a prueba su explicación con el análisis de estructuras paralelas en otros dialectos del italiano. El tercer capítulo dedicado al clítico se está a cargo de Ranko Matasovic en «Las construcciones reflexivas del croata desde una perspectiva histórica». Su acento está ruesto en el desarrollo histórico de la sintaxis de los verbos reflexivos del croata y su *eiación con otras lenguas eslavas. Para ello, propone una descripción del marcador reñexivo se del croata y su estatus sintáctico en el modelo de la RRG, señalando que

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su función primaria es indicar que el verbo con el que se relaciona se encuentra mar­ cado con respecto a su transitividad-M, es decir, la cantidad de macropapeles que toma. El autor propone que el argumento que se suprime en la estructura lógica tiene directa relación con las características de aktionsart del predicado básico no reflexivo: en el caso de los estados o procesos basados en estados, es el Actor el suprimido, mientras que, en las actividades y otros predicados basados en ellas, es el Undergoer. Para el autor, finalmente, algunas clases de verbos reflexivos encuentran su origen en el protoeslavo, mientras que otras se introducen de manera específica, aunque con desarrollos paralelos, en cada una de las lenguas derivadas de este. El siguiente capítulo de esta sección es «Argumentos, adjuntos y frases preposiciona­ les en español», de Sergio Ibáñez Cerda, quien afronta la tarea de caracterizar distintos tipos de frases preposicionales (FPs) desde un marco semiótico pero sin descuidar las propiedades de codificación y comportamiento. El autor revisa la propuesta tripartita que incluye FPs introducidas por una preposición predicativa (adjuntos), FPs introducidas por una preposición no predicativa (argumento central oblicuo) y el caso intermedio de FPs introducidas por una preposición predicativa variable que introduce un argumento semántico del verbo (argumento-adjunto) en términos del estatus semántico (±argumento), el estatus sintáctico (±central) y el nivel categorial (±preposición predicativa) de la frase, y concluye con una propuesta de ocho tipos lógicos de FPs que codifican diferentes tipos de argumentos y adjuntos, con diferentes propiedades de centralidad o de perificidad. En relación justamente con la noción de periferia, Armando Mora-Bustos presen­ ta el capítulo «Los adjuntos periféricos». En él, el autor propone que diferentes unidades léxicas, frasales y oracionales (como, por ejemplo, aquí, en la delegación o donde trabaja su papá), que funcionan sintácticamente en la periferia del núcleo, el centro o la cláusula, constituyen una clase gramatical, postulando que su ámbito de acción depende tanto de su naturaleza semántica como de la correlación existente entre esta y los estratos de la cláusula. Detalla luego los diferentes tipos de adjuntos periféricos, las relaciones que establecen con la estructura de la cláusula y su expre­ sión tanto en la representación sintáctica como en la estructura lógica de las oracio­ nes. El autor finaliza su exposición presentando la compleja manera en que interactúan los adjuntos con algunos de los operadores de los diferentes estratos de la estructura de la cláusula. En el último capítulo de esta sección, Valeria A. Belloro revisa con meticulosidad los conceptos que definen la Estructura Informativa dentro del modelo. Como un pri­ mer paso, la autora distingue los dos tipos de componentes pragmático-discursivos fundamentales que afectan la morfosintaxis oracional: las relaciones pragmáticas entre los referentes (p. e., «tópico» y «foco») y los estatus pragmáticos de los referentes o su nivel de «accesibilidad cognitiva» (i.e., «inferible», «dado», «nuevo», etc.). Con datos de distintas lenguas, se muestra que cada lengua hace uso de algún recurso gramatical (p. e., orden de constituyentes, prosodia, marcas particulares) para codificar la estruc­ tura focal de las oraciones, el primer componente, y en cada lengua existen asociacio­ nes convencionales entre la forma de una oración y la estructura focal correspondiente, las cuales resultan de cómo se resuelve en cada una la posible oposición de restric­ ciones estructurales sintácticas y pragmáticas. Respecto a las propiedades pragmáticas de los referentes, el segundo componente, Belloro identifica algunas inconsistencias en los niveles de accesibilidad reconocidos por la RRG, reinterpreta tales niveles, los redefine y provee evidencia para cuatro propiedades pragmáticas, activo, accesible, in­ activo y nuevo, las cuales impactan en la codificación morfosintáctica de los referentes.

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La tercera sección de este volumen está dedicada al estudio de las construcciones complejas. La RRG se distingue de manera importante del resto de las teorías sintácticas en este aspecto, pues, más que una clasificación bipartita entre subordinación y coordi­ nación, reconoce distintas combinaciones en términos de las unidades que pueden estar involucradas ( n ú c l e o , c e n t r o , c l á u s u l a , o r a c ió n ) y el tipo de nexo que estas unidades establezcan (coordinación, subordinación, cosubordinación), lo que resulta hasta en once tipos de combinaciones sintácticas. Esta sección incluye cuatro capítulos, dos de ellos centrados en construcciones complejas del español y otros dos que parten de obser­ vaciones tipológicas en que el español es una de varias lenguas descritas. En el primer capítulo de esta sección, «De sujetos, pivotes y controladores: el ar­ gumento sintácticamente privilegiado», de Robert D. Van Valin y Lilián Guerrero, se retoma uno de los conceptos únicos de la RRG, la propuesta del Argumento Sintác­ ticamente Privilegiado (Privileged Syntactic Argument, PSA) y su interacción con las nociones de controlador y pivote. Aunque estas tres categorías suelen coincidir con la noción tradicional de «sujeto» gramatical, en esta contribución se provee evi­ dencia relevante para demostrar que el PSA -y, como resultado, las relaciones entre controladores y pivotes- puede no coincidir con el «sujeto» tradicional. En la prime­ ra parte del artículo, se define el PSA a partir de distintas propiedades de comporta­ miento en diferentes lenguas; en la segunda, el análisis se centra en las propiedades de control en cláusulas de propósito en inglés y varios tipos de cláusulas, incluyendo el encadenamiento de cláusulas, en barai. Lo novedoso de esta contribución es la discusión de este término crucial para la RRG dentro del dominio de la construcción compleja. También entre las construcciones complejas, la subordinación adverbial es la que menos atención ha recibido en la literatura, si se compara con construcciones coordi­ nadas o construcciones completivas. En el capítulo «Subordinación periférica y subor­ dinación dependiente: clasificación estructural de la subordinación adverbial en espa­ ñol», Carmen Conti Jiménez comenta las diversas propuestas interpretativas que afectan de forma sustancial la clasificación interna de este tipo de construcciones y muestra que, tradicionalmente, se han catalogado a partir de criterios semánticos que contemplan tanto el significado de la conjunción o locución conjuntiva empleada, como el sentido que adquiere la subordinada en su contexto y en relación con la deno­ minada oración principal. El objetivo esencial de la contribución de Conti es analizar este tipo de construcciones a partir de sus propiedades morfosintácticas y estructurales. Para ello, introduce primero la teoría de unión de cláusulas de la RRG en términos de nexos y junturas y, después, da cuenta del grado de integración de la subordinada, por un lado, y del nivel estructural en el que se produce la adjunción, por otro, en distintos tipos de relaciones adverbiales. De acuerdo con estos criterios, Conti propone una clasificación de estas subordinadas en cláusulas subordinadas periféricas y en cláusulas y oraciones subordinadas oracionales. En el tercer capítulo de esta sección, Luis París examina en detalle los rasgos sintácti­ cos y semánticos de las construcciones causativas del tipo . Este tipo de construcción causativa es particularmente interesante, pues se sitúa en los límites de la oración simple (junturas a nivel nuclear) y la oración compleja (juntura a nivel central). El autor pone especial atención en la codificación y distribución del causee, el argumen­ to causado, y la asignación de macrorroles. La noción de afectación causal inherente a este tipo de construcciones, y al causee en particular, es imprecisa y los intentos por delimitarla semánticamente a parámetros específicos como [±voluntario] resultan en una

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sobreespecificación. Más adelante, París sugiere que el mayor o menor grado de afecta­ ción de ese participante puede motivarse en parámetros puramente pragmáticos como la individuación del causee reportada en el enunciado en cuestión. Por último, en «Más sobre controladores y pivotes: el caso de las cláusulas de pro­ pósito», Lilián Guerrero explora las propiedades morfosintácticas y semánticas de un tipo de cláusulas adverbiales, las que expresan una relación de propósito, y extiende la discusión de la relación controlador-pivote al nivel de la construcción compleja. A partir de datos de distintas lenguas, incluido el español, la autora propone que este tipo de cláusulas complejas pueden definirse a partir del tipo de control semántico que es­ tablecen los argumentos de la unidad principal y la unidad dependiente, y no en térmi­ nos del tipo de pivote. Parte de la evidencia para esta propuesta proviene de la obser­ vación de que, con mucha frecuencia, en una cláusula de propósito un argumento de la unidad principal controla la identidad referencial de un argumento de la unidad depen­ diente. El pivote puede ser un argumento sintácticamente ausente, como en inglés, pero también puede expresarse explícitamente en lenguas particulares. Como corolario final, este volumen concluye con una sección dedicada a las aplica­ ciones de la RRG en el ámbito del Procesamiento del Lenguaje Natural (PLN). A partir de la noción de ELC propuesta en el capítulo sobre representaciones léxicas, Carlos Periñán y Ricardo Mairal, en este capítulo que lleva por título «La dimensión computacional de la RRG: la estructura lógico conceptual y su aplicación en el procesamien­ to del lenguaje natural», se centran en el alcance explicativo que esta nueva representa­ ción tiene para el desarrollo de aplicaciones en PLN, un aspecto que ha recibido una atención muy ancilar en el marco de la RRG. Mantienen que una ELC puede actuar como una interlingua que ha servido como basamento para el desarrollo de aplicaciones en traducción automática y sistemas de recuperación y extracción de la información.

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I. En torno

al léxico

El funcionalismo en la teoría lingüística

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función es expresar las relaciones que se establecen entre la base verbal (p. e., destroy) y el correspondiente derivado nominal de acción (p. e., destruction). Estos ejemplos muestran cómo estas reglas, por una parte, dan cuenta de la existen­ cia de una relación entre la estructura lógica de la base y el correspondiente lexema derivado y, por otra, en el caso de la Regla (1), estipulan cierto contenido semántico asociado al proceso derivativo. Tanto desde una perspectiva léxico-semántica como desde un enfoque centrado en la morfosintaxis de estos procesos, este tratamiento de los procesos de creación léxica muestra, sin embargo, importantes deficiencias. Tal como señalan Mairal Usón y Cortés Rodríguez (2000-2001: 273-274), las reglas léxicas conceden un papel relevante a las regularidades en el léxico, esto es, a la infor­ mación redundante, lo que se traduce en un menor potencial descriptivo tanto desde el punto de vista semántico como desde el morfológico. Así, volviendo a las reglas en (1) y (2), dichas reglas no expresan hechos tales como que no todas las formaciones agentivas son de verbales y que, incluso en el caso de que lo sean, estas no presentan un único significado. Asimismo, estas reglas generalizan en exceso los procesos derivati­ vos al considerar, como hace Nunes (1993), que la representación del nominal deriva­ do viene dada por la representación de su correspondiente base verbal. En este sentido, la investigación de ambos tipos de nominales ha demostrado que el proceso derivativo es complejo y que, en la unión de un determinado afijo a un tipo concreto de base, se produce algo más que un mero cambio de categoría gramatical. Otro inconveniente de las reglas léxicas es que estas ofrecen una visión excesiva­ mente «sintacticista» de la lexicogénesis. Un indicio de este carácter marcadamente sintagmático es el hecho de que en el modelo de la RRG se utiliza el mismo tipo de re­ glas para explicar fenómenos tales como la diátesis verbal, en particular la que se ma­ nifiesta como una alternancia de telicidad en ciertos verbos de actividad. A este respec­ to, obsérvese la similitud entre la regla asociada a los verbos de movimiento que se muestra a continuación y la regla léxica representada en (2) (Van Valin y LaPolla, 1997: 111; Van Valin, 2005: 47): (3)

Verbos de movimiento: do' (x, [precT (x)]) do' (x, [precT (x)]) & BECOME be-loc' (y, x)

En líneas generales podemos afirmar que, si bien estas carencias de las reglas léxicas derivativas no han sido expuestas siempre de forma explícita en los estudios sobre morfología desarrollados en el marco de la RRG, es notorio que todos estos trabajos coincidan, no obstante, en diseñar constructos teóricos muy alejados de dichas reglas y establecer mecanismos de distinta naturaleza para dar cuenta de la derivación, e in­ cluso en alguna ocasión, de los procesos morfológicos en general (véase Martín Arista, 2006, 2008 y 2009; Everett, 2002; Nolan, 2010; Boutin, 2010; Cortés y Mairal, 2005; Cortés y Sosa, 2008). En esta línea, en el apartado 2 presentamos una concepción dual de la formación de palabras, ya enunciada por Martín Mingorance (1998 [1985]), que nos servirá como marco de referencia para desarrollar una propuesta de morfología derivativa en la RRG. En el apartado 3, el objetivo prioritario es desarrollar el mecanismo de construc­ ción de la estructura semántica de una palabra morfológicamente compleja. La pro­ puesta que mostramos aquí elabora las ideas que esbozamos en Cortés y Sosa (2008) e integra ciertos componentes y aspectos desarrollados por Nolan (2010). Abordamos,

La morfología derivativa

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. :: otinuación, algunas condiciones para el diseño del mecanismo de enlace entre las -presentaciones semánticas y la estructura morfosintáctica correspondiente. Para ello, náopiamos, aunque introduciendo alguna modificación necesaria, la Estructura Jerár__..a de la Palabra desarrollada por Martín Arista (2008, 2009) en el seno de la RRG que describimos brevemente en el apartado 4.

2 Hacia un modelo integral de la morfología derivativa en la RRG Martín Mingorance considera la formación de palabras como un fenómeno de dos caras _ actúan simultáneamente y de forma complementaria: cualquier proceso lexicogené'■:cc es a la vez un proceso de «lexicalización de estructuras sintácticas» y un proceso :e gramaticalización del léxico primario» (Martín Mingorance, 1998 [1985]: 62). Se£ún el primero, la formación de palabras consiste en una suerte de sintaxis de la palabra, manera que los lexemas complejos constituyen la expresión formal de un conjunto ie relaciones y procesos gramaticales. Esta perspectiva viene a coincidir con lo que Scekauer (2005b: 207) designa como «enfoque semasiológico» de la formación de pay que contempla la creación de lexemas complejos como un conjunto de procesos : -edas de carácter combinatorio. A partir de este enfoque, se distinguen dos estrategias laméntales en el campo de la formación de palabras. Por una parte, aquella que esisblece un paralelismo con las reglas sintácticas y que llega incluso a considerar que la :: — ación de palabras es básicamente sintaxis. En esta línea se sitúan las propuestas de i Semántica Generativa y, posteriormente, las de Hale y Keyser (1993), así como los rebajos de Everett (2002) y de Martín Arista (2008 y 2009). Por otra parte, existe un r~:;que que concibe las reglas de formación de palabras como reglas de carácter com: matorio, aunque claramente diferenciadas de la sintaxis. A esta vertiente pertenecen las -egias léxicas desarrolladas en el marco de los estudios lexicistas en los que se incluyen :e>ce sus inicios con Halle (1973) y Aronoff (1976) hasta formulaciones más recientes : :^ o Zwicky (1985) o Spencer (1998). Estas reglas, en su versión «fuerte», han sido . i optadas también por modelos gramaticales tales como la Gramática Léxico Funcional. ia Gramática Sintagmática Nuclear (Head-Driven Phrase Structure Grammar) o el -- grama Minimista (véase Scalise y Guevara, 2005: 170 ss.). Frente a esta vertiente e\icista «fuerte», cabe distinguir una visión lexicista «débil» como la que encontramos en las reglas léxicas de la RRG y las reglas de formación de predicados de la Gramática Funcional de Dik (1997)2. Bajo la perspectiva de la formación de palabras como «gramaticalización del léxico», >e considera la palabra compleja como resultado de un fenómeno lexicológico (Coseriu, 1 9 ~ 8 ) o léxico-semántico (Lieber, 2004), de carácter esencialmente «onomasiológico» S.ekauer, 2005b: 207; Stekauer, 2005a; Grzega, 2009: 217). Así, se asume que lo que >uhvace en primer término a la derivación léxica y a la composición es la creación de -^terial semántico. De esto se deduce, a su vez, una condición fundamental: el diseño

: Las versiones denominadas «fuertes» del lexicismo consideran que tanto las reglas de formación de palabras como as Je la flexión son presintácticas; es decir, se aplican en el lexicón. Las versiones «débiles» se caracterizan por consúerar que la flexión es parte de la sintaxis.

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El funcionalismo en la teoría lingüística

de una teoría morfológica suficientemente robusta depende del desarrollo de un siste­ ma de representación capaz de dar cuenta de los procesos de composición semántica que tienen lugar en la creación léxica. A este respecto cabe destacar la obra de Lieber en la que se establecen ciertos prerrequisitos que condicionan, según esta autora, la idoneidad de una teoría de representación semántica (véase Lieber, 2004: 4). Específicamente, Lie­ ber señala que las representaciones léxicas semánticas deben ser de carácter decomposicional y contener primitivos semánticos con la suficiente «granularidad descriptiva». Añade, asimismo, que estas representaciones deben propiciar el análisis de las estructu­ ras semánticas asociadas al nivel de la palabra, y no sólo el de aquellas estructuras sin­ tácticas que se hallan por encima de este nivel. Por último, Lieber considera que ha de ser un sistema de representación unitario, esto es, capaz de describir el significado de las palabras complejas en los mismos términos en que se describe el de las palabras simples, y que abarque las distintas categorías gramaticales. Lieber evalúa diversas propuestas de representación semántica (como son Szymanek, 1985; Jackendoff, 1990,1991; Pustejovsky, 1995; Wierzbicka, 1996) y señala que todas carecen de alguno de estos prerrequisitos, lo que le lleva a realizar su propia propuesta. Concretamente, sus representaciones, deliberadamente basadas en una me­ táfora anatómica, incluyen un Esqueleto Semántico-Gramatical y un Cuerpo Semántico-Pragmático, componentes que coinciden respectivamente con lo que Rappaport y Levin (1998) denominan event structure templates y lo que distinguen como constants (en Rappaport y Levin, 1998) o roots (en Levin y Rappaport, 2005: 71). El Esqueleto contiene aquellas propiedades y rasgos semánticos que tienen relevancia sintáctica y que se representan a través de los correspondientes primitivos semánticos. Tal como Lieber (2004: 22-23) lo describe, el Esqueleto constituye una extensión de las Estruc­ turas Léxicas Conceptuales propuestas por Jackendoff (1987, 1990), mientras que el Cuerpo recoge, de manera similar a las Estructuras de Qualia de Pustejovsky (1995), la información semántica de carácter enciclopédico, no decomposicional. Una orientación similar a la de los trabajos de Lieber es la que se encuentra en las contribuciones de Mairal y Ruiz de Mendoza (Ruiz de Mendoza y Mairal, 2007a, 2007b; Mairal y Ruiz de Mendoza, 2008). Mairal y Ruiz de Mendoza proponen un sistema de representación léxica que aspira a codificar todos los aspectos de carácter sintáctico, semántico, pragmático y discursivo relevantes que intervienen en la cons­ trucción del significado. Así, este modelo aporta, esencialmente, una mayor cohesión al sistema de representación semántica a través de primitivos y un mayor potencial explicativo sobre los procesos de creación léxica. El elemento central de este sistema de representación son las plantillas léxicas. Como ejemplo ilustrativo, se muestra a continuación el formato más reciente de la plantilla léxica correspondiente al verbo captar (Mairal y Faber, 2007; Mairal y Ruiz de Mendoza, 2008; Cortés Rodríguez, 2009): (4)

captar:

eventstr: know' (x, y) qualiastr: {Qp: manner : MagnObstr think' (x, y) Qt: Culm know' (x,y )}] Como puede observarse, las plantillas léxicas contienen dos componentes o módu­ los, de manera semejante a lo que ocurría en el modelo de Lieber. El primero de ellos comprende la «estructura de evento» (eventstr) e incorpora las Estructuras Lógicas del

La morfología derivativa

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sistema de representación semántica de la RRG. Este componente, pues, recoge el tipo de predicado o aktionsart asociado al verbo y que, en este caso, se expresa como know/ (x, y), predicado que define captar como un verbo de estado. Además, en con­ sonancia con los trabajos sobre arquitectura léxica (Faber y Mairal, 1999) así como con los estudios sobre el Metalenguaje Semántico Natural (Wierzbicka, 1996; Goddard y Wierzbicka, 2002), know' simboliza, en realidad, un primitivo semántico que caracte­ riza a todos los verbos pertenecientes al dominio verbal de Cognición. El segundo componente representado en (4) muestra la «estructura de qualia» (qualiastr). Esta se diseña a partir de la teoría de qualia desarrollada por Pustejovsky (1995)3 e incorpora los Operadores Semánticos y las Funciones Léxicas que se distin­ guen en la Lexicología Explicativa y Combinatoria (véanse Mel’cuk, 1989; Mel’cuk, Cías y Polguére, 1995; Mel’cuk y Wanner, 1996; Alonso y Tutin, 1996). Así, en la plantilla léxica de captar se especifica, por un lado, un Quale Formal (QF) que expresa que el proceso de comprensión que conlleva «captar algo» implica cierto grado de dificultad. Esta información se codifica a través de la función semántica de «modo» (manner) unida a las Funciones Léxicas Magn, que significa intensidad, y Obstr, que indica obstrucción, i. e., dificultad, y que actúan como modificadores del predicado think' (Faber y Mairal, 1999: 286). Por otro lado, a través del Quale Télico (QT), que se codifica como el evento {Culm know' (x, y)} y en donde la Función Léxica Culm señala la «culminación» de una entidad o evento, se expresa justamente el hecho de que captar conlleva la realización del acto de comprensión. Entre las ventajas que ofrece este tipo de representación, destaca especialmente el hecho de que las plantillas léxicas, a diferencia de las propuestas precedentes, dan cuenta de las operaciones de enlace entre la semántica y la sintaxis. En este sentido, debe observarse que los qualia (p. e., QT: Culm know' (x, y )) codifican todo el potencial semántico relativo a una entrada léxica y que este, además, se formaliza en función de la estructura eventiva, argumental y aspectual, asociada al predicado. Esto permite discernir la manera en que se interrelacionan los subeventos que conforman la semántica de un predicado dado. En este nivel intervienen los mecanismos de focalización o explotación de qualia descritos por Pustejovsky (1995: 101-104) y que per­ miten explicar fenómenos de diátesis o alternancia sintáctica tanto con respecto al léxico primario (p. e., la alternancia causativa-incoativa; véase Cortés, 2009) como en los procesos de formación de palabras, tal como veremos en el apartado siguiente. En conjunto, pues, la representación léxica diseñada en los trabajos de Mairal y Ruiz de Mendoza ofrece una propuesta sólida para una adecuada comprensión e interpreta­ ción, no sólo de los lexemas simples, sino también de los elementos participantes en los procesos de formación de palabras en el seno de la RRG. Este sistema de represen­ tación supone, asimismo, un enriquecimiento con respecto a la propuesta de Lieber, ya que introduce un conjunto de mecanismos que intervienen en la interacción entre los componentes Esqueleto y Cuerpo, un aspecto que, como veremos, tiene una importan­ cia capital en el análisis de los procesos léxicogenésicos.

3 Tal como los define Pustejovsky (1995: 76, 85-86), los qualia expresan aspectos concretos del significado de los predicados. Así, el Quale Constitutivo (Qc) indica la relación entre un objeto y sus partes constitutivas; el Quale Formal (Qf) especifica rasgos (p. e., dimensión, orientación, forma, etc.) que distinguen un objeto de otros que pertenecen a su mismo dominio conceptual; el Quale Agentivo (QA) hace referencia a cualquiera de los factores que intervienen en el origen o creación del objeto, y el Quale Télico (QT) expresa el propósito o la función del mismo.

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El funcionalismo en la teoría lingüística

3. La formación de palabras como combinatoria semántico-léxica Este apartado tiene como objetivo presentar una teoría unificada de la morfología derivativa que, estando fundamentada en una perspectiva léxico-semántica, pueda integrarse en la RRG. Aunque, según hemos expuesto anteriormente, el desarrollo de esta perspectiva desempeña un papel determinante en una comprensión integral de la formación de palabras, las propuestas de modelos morfológicos, incluso aquellas aso­ ciadas a gramáticas de corte explicativo, con frecuencia se centran exclusivamente en las características morfosintácticas de la palabra compleja, tales como la relación entre las estructuras arguméntales de sus componentes, sus posibles equivalentes ora­ cionales o la herencia de rasgos categoriales. Una de las grandes dificultades con las que se enfrenta un enfoque como el que planteamos aquí viene dada por la polisemia que manifiesta un gran número de proce­ sos derivativos. Batiukova (2008) hace referencia a la dificultad de delimitar, en mu­ chas ocasiones, cuál es la aportación semántica de un morfema derivativo, dada la gran variedad de significados que muestran las palabras formadas con afijos. Jackendoff (2009: 117) llama la atención sobre este mismo hecho en relación a la composición. Así, señala que un compuesto inglés como box car (literalmente, ‘caja-coche’) puede tener diversas paráfrasis, creándose diferentes perspectivas de significado (‘coche que transporta cajas/que se asemeja a una caja/que sirve de caja’). Estos hechos, no obstante, no deben llevarnos a concluir que las unidades resultantes de la composición y, en general, de la morfología derivativa son ambiguas, sino más bien «promiscuas», como las denomina el propio Jackendoff (op. cit.). Este calificativo sugiere que un lexema complejo como box car no es semánticamente ambiguo o «vago» sino que de facto puede tener todos los significados que se describen en sus paráfrasis. Esta perspectiva se adopta tanto en la morfología compositiva del modelo de Arquitectura Paralela de Jackendoff (2009) como en los trabajos de Batiukova (2008) y de Johnston y Busa (1999), enmarcados en la Teoría del Lexicón Generativo de Pustejovsky (1995). También en esta misma línea se encuentra nuestro planteamien­ to (Cortés, 2006a, 2006b; Cortés y Sosa, 2008, 2010), según el cual las palabras com­ plejas muestran prima facie una estructura «infraespecificada» tanto semántica como gramaticalmente. Ahora bien, como señala Jackendoff (2009: 116), «it is important to recognize the limits of compositionality of compounds». Es decir, si bien un lexema morfológicamente complejo puede ser interpretado de formas diferentes mediante una diversidad de estrategias o combinaciones semánticas (de ahí su «promiscuidad» se­ mántica), siendo todas estas interpretaciones parte de su significado potencial, creemos que es posible, e incluso deseable, establecer qué mecanismos concretos activan la red de posibles significados de una palabra compleja4.

4 Lieber (2004: 53) excluye este cometido de su teoría cuando señala que [...] lexical semantics fixes only so much of the interpretation of a newly coined compound, namely that the second stem determines the overall headedness of the compound, and that the compound as a whole has only a single referent. The rest is free and involves context and encyclopedic knowledge. En nuestra opinion, que la semántica de las palabras complejas englobe conocimiento enciclopédico no implica que la interpretación sea «libre». Parece más bien que la teoría semántica de Lieber no desarrolla los mecanismos

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Con el propósito de aproximamos a una descripción de estos límites, utilizamos la estructura de qualia como parte de las plantillas léxicas. Creemos, al igual que Batiuko­ va (2008), que los mecanismos generativos propuestos en el modelo de Pustejovsky (1995, 2006) ciertamente constituyen un instrumento adecuado para restringir los tipos posibles de interpretación semántica de un lexema complejo, ya que los qualia permiten articular una tipología de unificación de los significados de sus componentes5. 3.1. Las representaciones semánticas en la morfología: Plantillas de Construc­ ciones Morfológicas y Plantillas de Afijos

En el planteamiento expuesto anteriormente sobre la «promiscuidad semántica» en la morfología, hemos asumido que todos los miembros de un palabra compleja son uni­ dades léxicas provistas de una representación semántica, es decir, de una plantilla léxica. En efecto, partimos de que en el lexicón coexisten dos tipos de morfemas léxi­ cos (lexemas, según Nolan, 2010): la palabra, que se define como un morfema libre, y los afijos derivacionales, que son morfemas o lexemas trabados. El argumento que motiva esta distinción es que la diferencia entre ellos es únicamente de carácter distribucional y, por tanto, desde la perspectiva de su representación semántica, ambos tipos de morfemas pueden ser interpretados por medio de plantillas léxicas6. Son varios los autores que descartan una distinción entre la composición y la derivación afijal, al considerar que no es funcionalmente explicativa. Dentro de la RRG, mantienen esta posición Martín Arista (2008) y Nolan (2010: 231), quienes consideran la composi­ ción y la derivación como fenómenos equivalentes. Asimismo, la morfología construccionista de Booij (2005) no sólo descarta esta distinción sino que utiliza un único sistema de «esquemas» para describir estos dos patrones de formación de palabras. Aunque nuestra perspectiva parte de estas mismas consideraciones, introduce, no obstante, un matiz importante: si bien desde un punto de vista funcional no existen dife­ rencias relevantes entre la afijación y la composición, sí se observa entre ellas una di­ ferencia significativa en cuanto al grado de infraespecificación gramatical. Así, los afijos

adecuados para dar cuenta de la estructura semántica de la composición. A este respecto, Stekauer (2005b: 62) se­ ñala que [...] a context-free meaning-prediction process need not content itself with general interpretation statements like ‘A is somehow associated with B’. La debilidad del modelo de Lieber radica precisamente en limitar el significado de los afijos y de las patrones com­ positivos al Esqueleto (estructura eventiva) de sus representaciones semánticas, excluyendo el Cuerpo de las entradas ‘éxicas, en donde precisamente se hace referencia a ese conocimiento enciclopédico, algo que en nuestra propuesta queda recogido en la estructura de qualia. 5 Es notorio que Jackendoff (2009) también recurra al mecanismo de la Cocomposición de Pustejovsky como ele­ mento productivo/interpretativo de la semántica de los compuestos. 6 Van Valin (2005: 161) ofrece una visión similar del componente lexicón: [I]t is necessary to think of the lexicon as having at lest two parts, one the traditional storehouse of words and morphe­ mes, and the second a «workshop» where lexical rules and other lexical processes create new lexical forms which would not otherwise be stored. La diferencia con nuestra propuesta viene dada por el tipo de procesos que generan nuevas piezas léxicas. Desde esta perspectiva, queda claro que los afijos flexivos no cuentan con una representación en el lexicón. Boutin (2010) propone un interesante enfoque «realizativo» para la flexión (véase Spencer, 1998,2004) en el seno de la RRG. En este, los afijos flexivos constituyen exponentes de «reglas de realización» de ciertos rasgos gramaticales.

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El funcionalismo en la teoría lingüística

derivativos suelen especificar cuál es su estatus gramatical, tanto con respecto a la pala­ bra que actúa como base como con respecto a la estructura interna de la palabra comple­ ja. Por el contrario, los elementos que forman un compuesto son más «opacos» estructu­ ralmente, especialmente en español, ya que el Núcleo puede ser tanto el elemento inicial (p. e., hombre anuncio) como el final (p. z.,puticlub). Incluso en inglés, donde existe la convención de que el Núcleo es el elemento ubicado «a la derecha» de la estructura (como se postulaba ya en la Regla del Núcleo a la Derecha de Williams, 1981), «com­ pounding is only barely syntactic» (Jackendoff, 2009: 14). Pese a este matiz diferencial, en términos generales asumimos también que no hay una distinción funcionalmente re­ levante entrela composición y la derivación, y que la variación en el grado de especifi­ cidad gramatical no es sino una consecuencia de ladiferencia distribucional entre los lexemas libres y los trabados. Otro aspecto distintivo de nuestra propuesta es el hecho de que los diferentes patro­ nes de formación de palabras pueden agruparse paradigmáticamente constituyendo clases derivativas de forma similar a lo que ocurre con los lexemas simples en el lexi­ cón primario. Así, por ejemplo, la investigación revela que la derivación verbal cons­ tituye una clase derivativa fundamental tanto en español como en inglés (véase Cortés, 2006a). Esta clase morfológica es particularmente amplia en español, incluyendo nu­ merosas subclases, a saber, causativos, reversad vos, incoativos y también, aunque sólo parcialmente, privativos y locativos. Entre estas se establecen, además, múltiples interrelaciones y solapamientos. La Construcción Morfológica correspondiente a estas «verbalizaciones» se representa a través de la siguiente plantilla: (5)

[a BASE+ fU ‘Pv* [LT1(—a BASE[LT2]...)], IFF: a LT2 * [... do' (x ,...)] BASE

L

\

>

/J

La variable qpv denota el tipo de construcción morfológica y, a la vez, la categoría de la palabra que se «construye» (en este caso > CLAUSULA

F. ilocutiva

CLAUSULA ORACION

F ig u r a 7 .

Control de la concordancia de número por el PSA.

ya ha dado respuesta a la necesidad de mantener la continuidad de los rasgos flexivos. Por ejemplo, en una expresión del tipo Evidentemente, el cantante ha estado magnifi­ cando sus éxitos, el participante que recibe el macropapel de agente y al que, por de­ fecto, se le asigna la función de PSA controla el número singular del auxiliar ha y del posesivo sus. La figura 7 representa el control del número por el PSA. En la frase nominal, la expresión del género natural y el número está garantizada con los operadores previstos en la RRG, pero el género gramatical plantea problemas adicionales. En efecto, dado que el género en español es mixto entre el natural (basado en el sexo) y el gra­ matical (resultado del patrón flexivo que históricamente se aplicaba a un sustantivo dado en

56

El funcionalismo en la teoría lingüística REFERENCIA FNX1 CENTROn1 NUC. N Los. otros, tres osos, negros. AMD (controlador) N

/ ! '

i /

/' />

/

>

y

t

/

NUCn

/



Numeral

CENTROn

Cuantificación

CENTROn

Determinación

FN

Deixis

FN F ig u r a 8 .

Control de la concordancia por el AMD.

función de su tema) es necesario diseñar un mecanismo que se ocupe de garantizar la conti­ nuidad de los rasgos de género no previsibles a la vista de la semántica del nombre. En la figura 8 se representa una propuesta consistente en identificar un argumento morfológicamen­ te destacado (AMD) en la frase nominal que se encargue de controlar el género gramatical.

5. Conclusión: el argumento morfológico destacado Dada la figura 7, la conclusión más importante que se puede extraer de este trabajo es que es necesario definir un argumento morfológico destacado (AMD) que garantice la conti­ nuidad de la concordancia en el ámbito de la frase nominal. En otras palabras, es preciso contar con un controlador morfológico que desempeñe la función de la que es responsa­ ble el argumento con macropapel semántico que se encarga del control de la concordan­ cia en el ámbito de la oración. Evidentemente, el término argumento, que se ha preferido

La morfología fiexiva

57

por analogía con el argumento sintáctico destacado (PSA), se usa con considerable flexibilidad para hacer referencia al elemento privilegiado desde el punto de vista mor­ fológico en el ámbito de la frase nominal. No estamos ante un argumento en el sentido de complemento obligatorio del núcleo. De hecho, el AMD no se representa en la pro­ yección de los constituyentes. Semánticamente, sin embargo, el nombre precisa del de­ terminante para poder ser clasificado sobre la base del género gramatical. Cuando el género es natural, el nombre no requiere el determinante, puesto que la semántica esta­ blece sin lugar a dudas el género. Esta propuesta, por tanto, se basa en la naturaleza del género gramatical que, siendo un producto de una evolución diacrónica que se manifies­ ta únicamente en la selección del artículo determinado o indeterminado, no parece atribuible a la naturaleza semántica del núcleo de la frase. La propuesta es coincidente con el alcance de la determinación, que es un operador del nivel de la frase nominal, por tanto con alcance sobre el centro y el núcleo. Por último, una consecuencia destacable de reconocer un AMD en la frase nominal e identificarlo con el artículo u otro determinan­ te es que, en ausencia de determinante y siendo el género gramatical, nos encontramos ante un pivote morfológico que coincide con el determinante omitido.

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B aerm an,

Las clases léxicas. Revisión de la tipología de predicados verbales1 F rancisco C ortés R odríguez C arlos G onzález V ergara Rocío J iménez B riones

1 Introducción 5 tuviéramos que escoger un tema de la Lingüística en continuo estado de revisión y _:raalización, ese sería, sin lugar a dudas, el del aspecto. Sirva a modo de ejemplo la .afusión terminológica entre los conceptos «aspectualidad», «aspecto» y «aspecto iéxico» o aktionsart (‘modo de acción’)2. Aunque no ausente de controversia, en este capítulo, no obstante, nos centramos en malizar la influencia del aspecto léxico o aktionsart en la creación de una tipología de clases verbales dentro de la Gramática del Papel y la Referencia (RRG de aquí en adelanj£ Tras un breve repaso de las clases léxicas ya establecidas y de los tests empleados para r D3 isección 2), proponemos una aplicación secuenciada de estos tests para así solventar ims principales problemas que algunas de estas pruebas lingüísticas acarrean en su uso >ección 3). Por último, concluimos este capítulo con un breve apunte sobre tres subclases r-bales que, a la luz de nuestro análisis, necesitarían un estudio más profundo dentro de a RRG: las realizaciones activas de movimiento, de consumo y de creación (sección 4).

Este capítulo forma parte del trabajo realizado en el marco de la investigación ligada a los proyectos coordinados insHiciados por el Ministerio de Educación y Ciencia de España FFI2008-05035-C02-02 y- FFI2008-05035-C02-01, así ¿nao a los proyectos FFI2010-1761O/FILO, FFI2011-29798-C02-01 y FFI2011-29798-C02-02 financiados por el Mi11samo de Ciencia e Innovación de España. En palabras de Dik (1997: 221): «when we consider how the term «aspect» is used in the literature, we find that a am ber of different semantic distinctions are covered by this term, and that it is not altogether clear what the common neaominator of these distinctions could be». Siguiendo a este mismo autor, así como a Van Valin y LaPolla (1997), De t f s x l i 1999) y Cortés Rodríguez (2011), entre otros, emplearemos «aspecto» para referirnos a las distinciones aspée­ n se - Tadicionales expresadas gramaticalmente (véase la influencia del tiempo pasado o el imperfectivo) mientras que erecto léxico» o aktionsart, como su nombre indica, hará referencia a las distinciones puramente léxicas; es decir, a sm rr?piedades semánticas que son intrínsecas a cada unidad léxica. Por ejemplo, el aktionsart del verbo tener, puesto aue : rdifica un tipo eventivo atélico, sin un final inherente, y donde no sucede nada, siempre será el de un estado, iniientemente de si aparece en una oración en pasado o en progresivo. Por su parte, «aspectualidad» se entenderá : ¡¡nao el término «paraguas» que englobaría a los dos anteriores y a otros fenómenos tales como el significado aspectual anesraido componencialmente en una cláusula (cf. sección 4).

60

El funcionalismo en la teoría lingüística

2. Las clases léxicas en la RRG Como bien apuntan Levin y Rappaport (2005: 86-87), «there is a long tradition in both linguistics and philosophy of classifying verbs according to lexical aspect (sometimes referred to as “aktionsart”). Such classifications distinguish among verbs [...] in terms of the internal temporal properties of the events they describe». Este es precisamente el pun­ to de vista adoptado en la clasificación verbal propuesta en la RRG, tal como se detalla en 2.1 y 2.2, empleando para tal fin los trabajos de Van Valin y LaPolla (1997), Butler (2003), Van Valin (2005), González Vergara (2006) y Mairal y Cortés (2006). 2.1. Tipología de clases léxicas y estructuras lógicas

La RRG emplea las distinciones tradicionales de aktionsart de Vendler (1967) de esta­ dos, logros, realizaciones y actividades, con algunas incorporaciones como los semelfactivos (Smith, 1997) o los usos télicos de las actividades (véanse realizaciones acti­ vas), para su tipología de clases léxicas, principalmente de verbos. Es importante resaltar que el aktionsart se refiere a las propiedades lingüísticas de los predicados, no a lo que ese verbo pueda denotar en «el mundo real» (véase n. 2). Es decir, aunque es evidente que uno no puede correr indefinidamente, no hay nada en las propiedades temporales internas del verbo correr que así lo contradiga, con lo que, de acuerdo a las pruebas lingüísticas explicadas en 2.2, correr es una actividad. No obstante, es cierto que existe un marcado paralelismo entre las propiedades de los verbos y las de los estados de cosas (EEdeCC de aquí en adelante) que conceptualizan «which can be the case in some world» (Dik, 1997: 105), de manera que las si­ tuaciones se expresan mediante predicados de estado, los eventos mediante verbos de logro, etc., tal como se puede observar en la siguiente tabla, donde también se incluyen los rasgos paramétricos empleados para la clasificación: [+/-estático], [+/-dinámico], [+/-télico] y [+/-puntual].

EEdeCC

Rasgos

aktionsart

Situación

Estado

[+est.]

[-din.]

[-tél.]

[-punt.]

Acción

Actividad

[-est.]

[+din.]

t-tél.]

[-punt.]

Proceso

Realización

[-est.]

[-din.]

[+tél.]

[-punt.]

Evento

Logro

[-est.]

[-din.]

[+tél.J

[+punt.]



Semelfactivo

[-est.]

[+/—din.]

[-tél.]

-

Realización activa

[-est]

[+din.]

[+tél.]

T abla 1.

[+pUnt]

[-estado resultante]

[-punt.]

Clases léxicas en la RRG (adaptado de Van Valin, 2005: 33).

El rasgo inicial para definir las clases de la RRG es el de la estaticidad [+/-estático], que distingue a los verbos que codifican que algo ‘está sucediendo u ocurriendo’ de los que no, lo que en términos prácticos implica diferenciar los estados [-estático] del resto [+estático]: actividades, realizaciones, logros, semelfactivos y realizaciones activas.

Las clases léxicas. Revisión de la tipología de predicados verbales

61

Respecto al rasgo [+/-dinámico], en la RRG aparece en exclusiva ligado a acciones con participantes que hacen algo o que son instigadores (doers, effectors), con lo que no lodos los verbos [-estáticos] son equiparados automáticamente con el rasgo [+dinámico]3. Esto explica que las realizaciones y los logros sean [-dinámicos], aunque [-estáticos]. En 22 daremos cuenta de los adverbios empleados para identificar este rasgo. El rasgo relativo a la telicidad o [+/-télico] está unido a la noción de punto final inhe­ rente: si un verbo representa un EdeC con un final inherente, como los logros, las reali­ zaciones y las realizaciones activas (por ejemplo, congelarse, aprender, pintar un cua­ dro, engullir o devorar), será [+télico]. Por el contrario, si el EdeC presentado por un erbo no tiene un final inherente, este será clasificado como [-télico]: los estados (ateso­ ran. las actividades (barrer) y los semelfactivos (toser). Por último, el hecho de que un evento tenga duración interna o no, es decir, que sea instantáneo o no, queda plasmado mediante el parámetro [+/-puntual]. Solo los logros > los semelfactivos como estallar y estornudar son [+puntual]; el resto implican dura­ ro n temporal en su consecución, con lo que son [-puntual]. Cada una de las seis clases mencionadas también cuenta con una contrapartida cau­ sativa, es decir, inducida por otro EdeC distinto, tal como se ilustra en los siguientes ejemplos: 1)

El niño está alegre. El regalo alegró al niño. El ovillo rodó por el salón. El niño rodó el ovillo por el salón. La sopa se calentó. Me calenté la sopa en el microondas. El espejo se hizo añicos. La bruja hizo añicos el espejo. Siempre toso en primavera. No se expresa de forma sintética en español, sino con paráfrasis: El humo me hace toser. f. Realización activa: El elefante paseó hasta la carpa. f ’. Realización activa causativa: El domador paseó al elefante hasta la carpa. a. Estado: a’. Estado causativo: b. Actividad: b \ Actividad causativa: c. Realización: c \ Realización causativa: d. Logro: d’. Logro causativo: e. Semelfactivo: e \ Semelfactivo causativo:

.Antes de acometer las pruebas lingüísticas empleadas para identificar cada una de sc>s clases, se torna imprescindible apuntar que la RRG representa formalmente cada ipc de aktionsart en una estructura lógica (o EL) donde se codifica la información fe ■ : : -semántica y la información argumental de los predicados en el lexicón4. Para El rasgo de dinamicidad no es entendido por igual en otros modelos de corte funcional como la Gramática Funaniciii ic Dik (1997: 107-108), donde se equipara con la noción de cambio, empleando la combinación o no con ad■snacs le velocidad (p. e., rápidamente) para su identificación: xTne substance was red quickly [-dinámico]. The substance reddened quickly [+dinámico]. K róstante, como observa Butler (2003: 411), la posición de la RRG al respecto parece la acertada, puesto que en m "CSX -: como The bomb exploded quickly el adverbio se podría interpretar en relación al tiempo que pasa hasta que ú smsbc - la explosión) sucede y no la velocidad a la que esta ocurre, errando así en su clasificación. " Ez d capítulo de Mairal, Periñán y Pérez en este mismo volumen, se puede encontrar un excelente resumen de la ■Mriaorc? de las estructuras lógicas como sistemas de representación léxica, pasando por las plantillas léxicas del Modelo IIébbl-' " I :c>:mccional, hasta las actuales estructuras lógico-conceptuales, basadas en una semántica ontológica.

El funcionalismo en la teoría lingüística

62

ello, se emplea el sistema de descomposición léxica de Dowty (1979), que incluye los siguientes elementos en su metalenguaje: (2) a. Constantes: expresan el significado idiosincrásico del predicado y están consideradas como primitivos semánticos. Aparecen en negrita seguidas de un apóstrofo (’). b. Variables: son los argumentos de los predicados que se completarán poste­ riormente con expresiones lingüísticas. Se simbolizan usando x, y, zc. Operadores: constituyen los modificadores de las constantes y expresan as­ pectos semánticos. Aparecen en mayúsculas: BECOME, INGR, CAUSE... La siguiente tabla plasma los distintos tipos de estructuras lógicas identificados en la RRG, donde los predicados de estado y de actividad son considerados básicos, de­ rivándose el resto de clases a partir de estos más la adición del operador correspondien­ te. En la sección 3.2 se detallan los diferentes tipos de clases léxicas que se pueden derivar en la RRG.

Estructura lógica

Clase verbal

Ejemplo Instanciación de la estructura lógica

estado

predicado' (x) o (x, y)

tener

have' (x ,y )

actividad

do' (x, [predicado'

barrer

do'

logro

INGR predicado' (x) o (x, y), o INGR do' (x, [predicado' (x) o (X, y)])

hacerse añicos

INGR

shattered'

semelfactivo

SEML predicado' (x) o (x, y) SEML do' (x, [predicado' (x) o (x,y)])

toser

SEML

do'

realización

BECOME predicado' (x) o (x, y), o BECOME do' (x, [predicado' (x) o (x, y)])

recibir

BECOME

realización activa

do'

(x, [predicado/ (x, (y))] & INGR predicado/ (z, x) o (y))

pasear hasta...

do'

causativa

a CAUSE B, donde a , B son ESTRUCTURAS LÓGICAS de cualquier tipo

matar

[do' (x, 0 )] [dead' (y)]

T abla 2 .

(x) o (x, y)])

[sweep' (x)])

(x,

(x, (y,x)

(x,

(x)

[cough' (x)])

have' (x, y)

[walk' (x)]) & INGR be-LOC' CAUSE [BECOME

Estructuras lógicas en la RRG (adaptado de Van Valin, 2005: 45).

2.2. Tests para la determinación de la clase léxica de un predicado

Con el fin de establecer de manera rigurosa el tipo de clase léxica a la que pertenece un verbo, la RRG propone las siguientes pruebas sintácticas y semánticas, cada una de las cuales evalúa uno o varios de los rasgos paramétricos identificados en la tabla 1: a) Prueba 1: respuestas a preguntas como «¿Qué ha pasado?/¿Qué está pasando?». Evalúa el rasgo de estaticidad, de manera que, como solo los verbos [-estático]

Las clases léxicas. Revisión de la tipología de predicados verbales

63

pueden emplearse como respuestas a esas preguntas, es una buena forma de distin­ guir a los estados del resto de clases: (3)

—¿Qué está pasando? — *Sus obras abundan en galicismos (DRAE) = estado — El niño está llorando = [-est.]

Esta prueba plantea problemas cuando nos encontramos con la variante causativa de un estado, puesto que en algunos contextos sí que se pueden emplear como respues­ ta a estas preguntas: (4)

—¿Qué ha pasado? — Los manifestantes han herido a un policía.

b) Prueba 2: compatibilidad con el aspecto progresivo. Evalúa los rasgos de estaticidad y puntualidad, mostrando si un evento está en progreso, incompleto o a la mitad. Solo los verbos de actividad, realización y realización activa pueden aparecer plenamente en formas progresivas: Están bebiendo, secándose, corriendo un kiló­ metro. Por el contrario, la mayor parte de los estados, así como los logros con suje­ to singular, no son compatibles con el progresivo: *Está teniendo una casa, *Está estallando. Hay que tener mucha precaución con los predicados semelfactivos, ya que pueden ocurrir con el progresivo pero con una lectura iterativa y no propiamen­ te progresiva (resulta imposible añadir (solo) una vez): *Está estornudando/parpa­ deando una vez. c) Prueba 3: coaparición con adverbios dinámicos. Juzga el rasgo de dinamicidad, que, como se explicó en 2.1, en la RRG es un parámetro que se asocia exclusiva­ mente a acciones con participantes instigadores. Los verbos con el rasgo ^dinám i­ co] son aquellos que pueden coaparecer con adverbiales como con mucha fuerza! violencia/delicadeza; con toda su furia!energía!dureza; ?a propósito!deliberada­ mente; ?con cuidado5... Solo las actividades y las realizaciones activas son total­ mente compatibles (bailar, correr, saltar con mucha energía), así como los semel­ factivos derivados de actividades (no así los derivados de estados): Tosió una vez con mucha fuerza , *He glimpsed the robber strongly6. d) Prueba 4: coaparición con «adverbios de ritmo». Evalúa el rasgo de puntualidad en verbos [-estáticos], con lo que no se aplica a los estados. Discrimina los verbos con duración temporal y aquellos que no la tienen, mediante adverbiales del tipo lentamente, rápidamente, pausadamente, velozmente, poco a poco , con rapidez! lentitud... Solo las actividades, las realizaciones y las realizaciones activas pueden

5 Si se utilizan adverbiales que requieren sujetos controladores del evento con verbos cuya semántica es incompa­ tible con ese tipo de participantes (temblar; estremecerse, etc.), el resultado será negativo pero por el adverbial emplea­ do, no por el aktionsart del verbo: *Se estremeció a propósito, pero Se estremeció con fuerza. 6 Aunque este ejemplo se podría traducir al español como *‘Vislumbró/oteó/atisbó al ladrón con fuerza’, se ha in­ cluido la oración con el predicado inglés glimpse (semelfactivo de estado) y no sus traducciones, ya que estas se comportan como actividades en las pruebas lingüísticas pertinentes. De hecho, hasta la fecha no hemos identificado ningún semelfactivo con base de estado en español (véase nota siguiente sobre esta cuestión). En la sección 3.1 se re­ calca la necesidad de clasificar los predicados lingüísticamente y no de acuerdo a nuestras intuiciones conceptuales o a posibles traducciones.

El funcionalismo en la teoría lingüística

64

ocurrir con estos adverbiales (p. e., Corre despacio, Se secó muy deprisa), aunque algún semelfactivo también puede aparecer pero con una interpretación iterativa ( Estornudó pausadamente pero *Estornudó pausadamente solo una vez). De hecho, los adverbiales de ritmo que son verdaderamente discriminatorios para clasificar un predicado son los del tipo lentamente, con lentitud, etc., puesto que rápidamente y sus sinónimos son siempre compatibles con los logros: El neumático se reventó rápidamente. e) Prueba 5: compatibilidad con expresiones durativas. Solamente los estados, las actividades, las realizaciones y las realizaciones activas pueden aparecer en expre­ siones como o , las cuales evalúan la propiedad de duración interna de los predicados: Corrió duran­ te una hora o Pasó veinte minutos barriendo el salón. Los logros y los semelfacti­ vos, dada su condición de [+puntuales], carecen, pues, de duración intrínseca. Aun así, algunos pueden ocurrir con expresiones durativas muy cortas: La luz centelleó solo una vez durante un segundo o El neumático se reventó en un segundo. f) Prueba 6: compatibilidad con expresiones de término. Evalúa los rasgos de telicidad y de duración interna del predicado, expresando el punto final inherente del evento. Por lo tanto, solo las realizaciones y realizaciones activas pueden combinarse de ma­ nera plena con expresiones como (La ropa se secó en una hora) o (Le llevó un año enriquecerse de esa manera). Como se apuntó con las pruebas (d) y (e), los logros y los semelfactivos podrían apa­ recer con expresiones de término cortas: La luz centelleó en un segundo. g) Prueba 7: uso del predicado como modificador estativo. Se utiliza el participio del predicado verbal para distinguir entre las dos únicas clases que son puntuales: los logros y los semelfactivos. De esta manera, solamente los logros pueden dar forma a adjetivos de naturaleza estativa, ya que implican un estado resultante del que los semelfactivos carecen: El jarrón hecho añicos pero *£7 niño estornudado. h) Prueba 8: paráfrasis causativa. Aunque no es exactamente una prueba lingüística, se emplea para determinar si un verbo es o no inherentemente causativo: . Si se quiere emplear adecuadamente, siempre hay que man­ tener el mismo número de sintagmas nominales (SSNN) que en la oración de parti­ da: El sol derritió el hielo -> El sol hizo¡causó que el hielo se derritiera. Esto im­ plica que la paráfrasis solamente es pertinente en los verbos que poseen más de un argumento: María corrió hasta el parque *María hizo que María corriera hasta el parque. A nuestro modo de ver, esta es una de las pruebas más débiles de la RRG, pues hay casos en los que varias paráfrasis son, en principio, válidas, no teniendo ningún otro test para elegir entre ellas. Sirvan como ejemplo los siguientes verbos: (5)

a.

El ejército de Satanás ha ido atesorando en Suiza la fortuna con la que pensaba emprender la conquista del poder político. (CREA) a’. El ejército de Satanás ha hecho/causado que la fortuna esté atesorada = estado causativo, a” . El ejército de Satanás ha hecho/causado que la fortuna llegue a estar atesorada en Suiza = realización causativa.

La siguiente tabla resume las pruebas explicadas. Aunque es cierto que Van Valin (2005: 40) es consciente de que estos tests no son perfectos e infalibles, sino que, en algunos casos, se encuentran bastantes excepciones en su aplicación (cf. el símbolo *

Las clases léxicas. Revisión de la tipología de predicados verbales

65

después del «Sí/No»), creemos que muchas de las incongruencias mostradas en el uso de estas pruebas se pueden solventar con elegancia si se secuencia su aplicación. Esta es la propuesta que pasamos a desarrollar en la sección 3. Clase

Test 1

Test 2

Test 3

Test 4

Test 5

Testó

Test 7

Test 8

¿Qué ha pasado?

Progresivo

Dinámico

Ritmo

Durante X tiempo

En X tiempo

Mod. estativo

Hacer/ causar

Estado

No

No*

No

No

Sí*

No



No

Actividad











No

No

No

Realización





No



Irrelev.*





No

Logro



No*

No

No*

No*

No*



No

Semelfactivo



No*

No*

No*

Sí*

No*

No

No

Realización activa









Irrelev.*





No

Estado causativo

No*

Sí*

Sí*

No



No





Actividad causativa











No





Realización causativa





Sí*



Irrelev.*







Logro causativo



No

Sí*

No*

No

No*





Semelfactivo causativo



No*

Sí*

No*

No*

No*

No



Realización activa causativa









Irrelev.*







T abla 3.

Pruebas para establecer las clases verbales (adaptadas de Van Valin, 2005: 39).

3. Algunas observaciones sobre la naturaleza y la determinación de las clases léxicas Tras la presentación del modelo estándar de clases léxicas de la RRG, dedicaremos esta sección a la discusión de algunos aspectos problemáticos sobre la naturaleza del aktionsart y sus formas de determinación, aplicados especialmente a casos del español. Concluiremos este apartado con una nueva propuesta metodológica para la determina­ ción de las clases léxicas. 3.1. Sobre la naturaleza del aktionsart

Una primera cuestión que nos parece importante destacar es que, si bien las clases léxicas descritas en la sección precedente pueden plantearse como universales, la adscripción de un predicado a alguna de ellas es una cuestión exclusivamente lingüística; en otras pala­ bras, es perfectamente posible que un EdeC que en una lengua se codifica como una

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El funcionalismo en la teoría lingüística

actividad, en otra sea un estado, por ejemplo, o que lo que una lengua escoge expresar como un logro (por lo tanto, puntual), en otra se exprese como una realización (es decir, con duración). Esta es una cuestión fundamental, apuntada con claridad en Van Valin y LaPolla (1997: 86), pero que se olvida con frecuencia. Así, no es extraño ceder a la ten­ tación de clasificar un verbo como un estado porque nos parece que «no está pasando nada» u otro como un logro porque «es instantáneo». Esta forma de proceder nos parece errónea porque tales juicios no apuntan hacia la naturaleza de la clase léxica a la que un predicado pertenece en una lengua, sino más bien a la naturaleza del concepto que subyace a tal predicado, y si bien ambas nociones pueden coincidir, no siempre ni necesa­ riamente lo hacen. Un claro ejemplo de esto se plantea en Van Valin y LaPolla (ibid.) para el caso de morir. Si pensamos en el EdeC «morir», podemos intuir que se trata de una transformación en la que una entidad pasa de un estado de «vivo» a un estado de «no vivo», lo que en nuestra experiencia parece suceder de manera instantánea. Sin cuestio­ nar la veracidad de estas apreciaciones, lo importante es que no resultan pertinentes para la determinación del aktionsart de un predicado, ya que son juicios realizados en relación con el concepto de ‘morir’ y no sobre su manifestación en una lengua en particular. En inglés, por ejemplo, die es compatible con expresiones adverbiales de duración como quickly, slowly o suddenly (prueba 4), mientras que en mandarín el verbo sí no puede combinarse con expresiones equivalentes: *7a sí de kuái (‘El murió rápidamente’) es agramatical. De esta comparación se concluye que el concepto de ‘morir’ es una realiza­ ción en inglés (die), pero un logro en mandarín (sí) (véase n. 6). Debemos, entonces, abandonar el enfoque de la intuición conceptual y adoptar de manera estricta una pers­ pectiva basada en pruebas lingüísticas de compatibilidad. En consecuencia, resultará esencial encontrar las mejores pruebas que en cada lengua particular nos permitan distin­ guir los diferentes tipos de clases léxicas. No resulta fácil, sin embargo, olvidar las intuiciones conceptuales y guiarse única­ mente por los datos lingüísticos. Para ejemplificar esto, preguntémonos a qué clase léxica pertenece el verbo morir en español. Nuestra respuesta intuitiva será probable­ mente que se trata de un logro, ya que el paso de la vida a la muerte nos parece instan­ táneo. ¿Pero es así como se comporta el verbo? Veamos los ejemplos de (6). (6)

a. Ana Vanessa murió lentamente y agonizó debido a la cantidad de tierra que aspiró. (El Día, 28 de junio de 2007) b.Lo bueno es que murió rápidamente y no sufrió dolor. (El Mercurio de Antofagasta, 17 de enero de 2003) c. Franco se estuvo muriendo durante casi cincuenta días. (Adolfo Suárez: ambición y destino, Gregorio Morán) d.Pablo Neruda, el poeta de la gente, yace consumido por la enfermedad, que le lleva muriendo varios días. (La hora de la verdad, 31 de julio de 2008)

Como se puede apreciar en los ejemplos anteriores, en español no es raro que morir aparezca con adverbios de ritmo ([6a] y [6b]), con expresiones durativas como «durante X días» ([6c] y [6d]) o con una perífrasis progresiva ([6c] y [6d]). Todas las pruebas nos llevan a pensar, entonces, que morir tiene duración interna y es, en consecuencia, una realización y no un logro. Sin embargo, se puede contraargumentar que quizá deberíamos considerar que en casos como los de (6a), (6c) y (6d) no estamos realmente tratando con el verbo morir, sino que el significado que se quiere expresar aquí es más bien el de ‘agonizar’. Esto nos dejaría solo con el caso de (6b),

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en que la compatibilidad con rápidamente es la esperable para una transición instan­ tánea, lo que nos llevaría a concluir que se trata de un logro y no de una realización. ¿Qué razonamiento hay que seguir? Nuestra propuesta es que solamente la primera línea de argumentación es válida para la determinación del aktionsart de un predica­ do. Considerar que, cuando en un predicado se expresa algo, «en realidad» se quiere decir algo diferente, no es otra cosa que dejarnos llevar por la intuición conceptual y acomodar luego los hechos lingüísticos según esa conveniencia. En otras palabras, si en español un verbo es compatible con una perífrasis progresiva, con adverbios de ritmo y expresiones de duración, debemos obligadamente clasificarlo como una rea­ lización (con duración interna), por mucho que nuestra intuición conceptual nos diga algo distinto. Es importantísimo, por lo tanto, que en cada lengua se definan con claridad las pruebas que permitan juzgar de manera inequívoca la clase léxica de cada predicado. 3.2. ¿Cuántas clases léxicas hay? ¿Cuántas necesitamos?

Un segundo punto sobre el que conviene detenerse es el de cuántos y cuáles son los tipos de aktionsart que se plantean en la RRG. Desde una perspectiva interna a la teo­ ría, esta es una pregunta fundamental, puesto que del tipo de aktionsart que tenga un predicado dependerá la conformación de su estructura lógica; esta determinará la asig­ nación de los macropapeles de Actor y Undergoer, los que - a su vez- serán esenciales para la determinación del argumento sintáctico privilegiado y la codificación morfosintáctica de este y de los otros argumentos. En otras palabras, en el modelo de enlace de la RRG la determinación del aktionsart de un predicado es el cimiento sobre el que se fundamenta buena parte de nuestro modelo teórico. A primera vista, esta parece una cuestión sencilla de resolver. Siguiendo las propues­ tas de Van Valin y LaPolla (1997), tenemos estados, actividades, realizaciones, logros y realizaciones activas, cada uno con su contraparte causativa. En el modelo del 2005 t Van Valin, 2005) se agregan los semelfactivos y se insinúa la posibilidad de una sép­ tima clase: los procesos, que señalan transformaciones que tienen lugar en el tiempo pero que (a diferencia de las realizaciones) no alcanzan un estado resultante definitivo. Este sería el caso de verbos como engordar (ya que quien engorda no necesariamente llega a estar gordo, sino más bien ‘más gordo que antes’). En conclusión, tal como se plantea en la sección 2, obtendríamos entre seis y siete clases, con sus correspondientes formas causativas; es decir, entre doce y catorce clases. Por un lado, tendríamos los estados ([+estáticos]) y, por el otro, todas las otras formas ([-estáticos]), en sus cate­ gorías correspondientes. Hasta aquí la cuestión parece relativamente clara. Sin embargo, si observamos los esquemas planteados en la Tabla 2, veremos que las estructuras lógicas allí especifica­ das no corresponden con claridad al esquema que hemos propuesto, sino que las clases rarecen organizarse ahí de una forma distinta. Según la Tabla 2, la distinción esencial entre las categorías no es la de estados frente a todas las demás, como señalábamos recién, sino que se establecen dos clases fundamentales: estados y actividades. Todas as otras categorías, por su parte, se forman tomando uno de estos dos predicados como ?ase y agregando uno o más operadores para conformar su significado (BECOME, ;\G R , SEML, etc.). Dicho de otra forma, existirían realizaciones con base de estado \ realizaciones con base de actividad; semelfactivos de estado y semelfactivos de ac::vidad; y así para todas las clases que podemos denominar como «secundarias» o

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«derivadas». Van Valin (2005: 42), de hecho, plantea explícitamente que, en el modelo de descomposición léxica de la RRG, estados y actividades son las clases básicas, y que realizaciones, logros y semelfactivos pueden tener una u otra como predicados centrales. El español toser, por ejemplo, sería un semelfactivo de actividad: SEML do' (x, [cough' (x)]), mientras que el inglés glimpse sería un ejemplo de semelfactivo con base de estado: SEML see' (x, y)7; el español estallar sería un ejemplo de logro con base de estado: INGR pop' (x), mientras que el ruso zaplakat (lit. ‘romper/echarse a llorar’) es un logro de actividad: INGR do' (x, [cry' (x)]). Entonces, en teoría al menos, tendríamos un total de once clases léxicas (dos bási­ cas: estados y actividades; ocho derivadas: realizaciones, logros, semelfactivos, proce­ sos, y la realización activa, que tiene un estatus particular) o veintidós, si contamos sus contrapartes causativas. Por supuesto, esto no quiere decir que en todas las lenguas se den todas estas posibilidades expresadas en ítems léxicos únicos, sino que, más bien al contrario, las lenguas parecen escoger un subconjunto de entre estas categorías para armar sus clases léxicas propias. No parece fácil, entonces, responder a la pregunta de cuántos y cuáles son los tipos de aktionsart propuestos en la RRG, y creemos que esta es una cuestión fundamental que debe resolverse. Una cuestión anexa, pero quizás igualmente importante, es la de cuántas clases léxi­ cas necesitamos en la práctica. Es decir, dejando fuera la descripción detallada de los tipos de aktionsart del lexicón, ¿cuántos de ellos son pertinentes para el resto de las operaciones del sistema de enlace de la RRG? Si seguimos los principios defectivos para la asignación de macropapeles (Van Valin, 2005: 63), parece que las únicas cate­ gorías que cumplen este requisito son las básicas de estado y de actividad. En otras palabras, para el sistema de enlace resulta indiferente si un predicado es realización, logro, semelfactivo o proceso. Lo único pertinente para la asignación de macropapeles es si el predicado básico es de estado o de actividad, o si es causativo o no. Todas las otras distinciones nos permiten proponer una clasificación léxica más detallada de los predicados de una lengua, pero no tienen influencia en la conexión entre la es­ tructura lógica y los restantes niveles de análisis. En consecuencia, parece que el mo­ delo de clases léxicas de la RRG se ve tensado por dos exigencias opuestas: describir en detalle las diferencias aspectuales de los diferentes predicados de las lenguas, por una parte, y trabajar solamente con un puñado de estas distinciones en las relaciones con el resto del modelo, por otra. ¿Cuántas clases necesitamos en el modelo, entonces? No es nuestra intención formular soluciones aquí, pero creemos que es valioso poder, al menos, plantear la pregunta.

7 Como ya se comentó en la nota 6, no hemos encontrado ningún ejemplo de semelfactivo con base de estado en español; incluso en inglés los ejemplos son lo suficientemente escasos como para poder plantearnos que son tan solo un subtipo «puntual» dentro del grupo de estados no permanentes como son residir o vivir. De hecho, los semelfactivos de estado se comportan de modo prácticamente idéntico a los estados transitorios con respecto a las pruebas de deter­ minación del aktionsart. Incluso en trabajos como los de Rothstein (2004 y 2007) solo se consideran semelfactivos los de base de actividad, pues son los que muestran un comportamiento peculiar cuando aparecen en forma progresiva. En estas ocasiones, los semelfactivos de actividad dan el mismo tipo de respuestas ante los tests que las actividades; es decir, en cuanto predicados, los semelfactivos de base dinámica tienen ciertos rasgos aspectuales que varían cuando aparecen en predicaciones con aspecto progresivo. Este tipo de variaciones entre la estructura léxica de ciertas unidades léxicas y el comportamiento gramatical es el que ha llevado a Cortés Rodríguez (2011) a diferenciar los siguientes dominios aspectuales dentro de la estructura multicapa de la oración en la RRG: aktionsart (nivel del predicado), as­ pecto gramatical (capa del núcleo) y aspectualidad (nivel del centro).

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3.3. Una propuesta metodológica para la determinación de las clases aspectuales

Un problema metodológico que suele surgir con frecuencia al intentar determinar el aktionsart de un predicado es delimitar qué pruebas son pertinentes aplicar y en qué orden plantearlas. Supongamos, por ejemplo, que un analista quiere discernir la clase léxica del verbo español destrozar; que aparece en, por ejemplo, El niño destrozó el espejo. ¿Qué prueba se aplica en primer lugar? Sigamos el orden establecido en Van Valin y LaPolla (1997), ligeramente diferente del planteado en la sección 2, y veamos hasta dónde nos lleva. La primera prueba es la compatibilidad con el progresivo. ¿Es gramatical una oración como El niño está destrozando el espejo! Parece que sí, por lo que el predicado debería ser una actividad, realización o realización activa. La segunda prueba es la compatibilidad con adverbios dinámicos, que nos permiten distinguir entre realizaciones, por una parte, y actividades y realizaciones activas, por otra. ¿Es grama­ tical una oración como El niño destrozó el espejo con mucha fuerzalviolencialenergía! No parece haber problemas con esta oración, por lo que las opciones que nos quedan son las de actividad o realización activa. ¿Cómo distinguir entre una actividad y una realización activa? Las pruebas 3 y 4 no son pertinentes para efectuar esa distinción, pero sí la 5: la compatibilidad con expresiones de término como en una hora. ¿Es gramatical El niño destrozó el espejo en una hora? Nuevamente, la respuesta es afir­ mativa. Esto nos llevaría a concluir que el verbo destrozar es una realización activa (o quizás mejor dicho, como se propone en Van Valin [2005] y Pavey [2010], un «logro activo», denominación que refleja mejor la estructura lógica del predicado) y que, en consecuencia, la EL de la oración El niño destrozó el espejo sería algo similar a do' (niño, [destroy' (niño, espejo)]) & INGR destroyed' (espejo). Pero, ¿qué pasaría ahora si aplicáramos las pruebas en un orden diferente? Si apli­ camos en primer lugar la prueba de la paráfrasis causativa obtenemos que El niño destrozó el espejo puede parafrasearse sin problemas como El niño causó que el espe­ jo llegara a estar destrozado, por lo que determinaríamos que el aktionsart de este predicado es causativo. Si luego de eso aplicamos la prueba de compatibilidad con el progresivo (que da resultado positivo), obtenemos que puede tratarse de una actividad causativa, de una realización causativa o de una realización activa causativa. Para dis­ tinguir entre ellas, podemos ahora aplicar la prueba de compatibilidad con expresiones de término; como la expresión es compatible con en una hora, descartamos la posibi­ lidad de una actividad causativa. ¿Cómo distinguir ahora entre realización causativa y realización activa causativa? Las pruebas no nos son de mucha ayuda aquí, ya que ambas se comportan de la misma manera. Así, obtenemos que el aktionsart de destro­ zar en El niño destrozó el espejo es una realización causativa ([do' (niño, 0)] CAUSE [BECOME destroyed' (espejo)]) o una realización activa causativa (([do' (niño, 0)] CAUSE [do' (niño, [destroy' (niño, espejo)]) & INGR destroyed' (espejo)]), aunque esta última opción podría descartarse posteriormente por la violación de la restricción de integridad (completeness constraint)8.

8 Según esta restricción, todos los argumentos realizados de forma explícita en la representación semántica de una oración deben también realizarse sintácticamente, y todos las expresiones referenciales de la representación sin­ táctica de una oración deben estar ligadas a una posición argumental de una estructura lógica en la representación semántica de la oración (Van Valin y LaPolla, 1997: 325).

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¿Cuál es la clase léxica de destrozar, entonces? ¿Un logro activo o una realización causativa? Parece que esta decisión depende de manera crucial del orden en que se apliquen las pruebas de compatibilidad. Teniendo esto en consideración, nos ha pare­ cido conveniente plantear un algoritmo de determinación del aktionsart de un predi­ cado que cumpla con dos propósitos fundamentales: 1) establecer un orden preciso para la aplicación de las pruebas y 2) indicar con claridad los rasgos del predicado que fueron determinantes para su clasificación. Nuestra propuesta se construye básica­ mente a partir de la determinación de la presencia de los siguientes rasgos, en el orden que se especifica: [+/-causativo], [+/-estático], [+/-dinámico], [+/—télico], [+/-puntual]. Cada rasgo se determina por una prueba específica: (i) paráfrasis causativa (causatividad)9; (ii) compatibilidad como respuesta a «¿Qué ha pasado?» (estaticidad); (iii) compatibilidad con adverbios dinámicos (dinamicidad); (iv) compatibilidad con expresiones de término (telicidad); (v) compatibilidad con expresiones de dura­ ción (puntualidad). La propuesta definitiva se configura en un diagrama como el de la figura 1. En ella, como puede notarse, hemos incluido también las clases léxicas de semelfactivos y procesos, discutidos en Van Valin (2005). Sometamos, a manera de prueba, un verbo cualquiera a este algoritmo; por ejemplo, criticar en Pedro criticó a María. El primer rasgo por determinar es el de causatividad. ¿Es posible parafrasear la expresión como Pedro causó que María llegara a ser cri­ ticada? Parece que la paráfrasis es impropia, por lo que el predicado se señala como [-causativo]. ¿Es una buena respuesta a «¿Qué ha ocurrido?»? Parece ser que sí es el caso, por lo que se indica como [-estático]. ¿Es gramatical una oración como Pedro criticó a María con dureza!con fuerza!con energía? Nuevamente, la respuesta es sí, por lo que se señala como [+dinámico]. ¿Resulta gramatical Pedro criticó a María en veinte minutos? La expresión parece, a lo menos, dudosa, por lo que señalamos el predicado como [—télico]. Finalmente, ¿resulta compatible la expresión con, por ejem­ plo, durante una hora? Nos parece que sí, por lo que el predicado sería también [-pun­ tual]. En conclusión, un verbo como el español criticar tendría los rasgos [-causativo], [-estático], [+dinámico], [-télico], [-puntual]; en otras palabras, como se puede apre­ ciar en la Tabla 1, se trata de una actividad. Por supuesto, creemos que aún hay mucho que mejorar en nuestro plantea­ miento, y cuestiones como las expuestas al inicio de este apartado aún quedan pendien­ tes de solución; sin embargo, estimamos que la aplicación de este algoritmo puede resolver algunos de los problemas que con frecuencia se suscitan al trabajar con el aktionsart, si bien es necesario establecer ciertas puntualizaciones también de corte metodológico para la determinación de la clase léxica de un predicado mediante este algoritmo. En la siguiente sección abordamos algunas de dichas puntualizaciones. 3.4. Puntualizaciones para la aplicación del algoritmo

La primera cuestión relevante a tener en cuenta para la aplicación secuenciada de las pruebas tal como se expresa en la figura 1 es el ámbito de aplicación de las mismas.

9 Además del orden de aplicación, hay que considerar el ámbito de aplicación de las pruebas. Concretamente, si la prueba de la paráfrasis causativa es posible, consideramos que el resto de las pruebas se aplicarán solo al evento causado; es decir, al EdeC descrito después del verbo causar o hacer que de la paráfrasis (véase sección 3.4. para una explicación 4é^U 2t- - - - - ► r



[-télico] ir

[-puntual]

[+télico] \r SÍ

f

proceso

[+puntual]

[-puntual]

[+puntual]

(semelfactivo

actividad

logro

F ig u r a 1.

Algoritmo para la determinación del

a k t io n s a r t

[-puntual]

(realización de un predicado.

Obsérvese que la primera prueba, la paráfrasis causativa, no parece discriminar entre diferentes clases, pues tanto si el resultado es positivo como negativo el algoritmo nos remite a la aplicación subsiguiente de la prueba número 2. Sin embargo, el re­ sultado de la paráfrasis causativa va a determinar de forma crucial qué secciones de la predicación se someterán al escrutinio de las pruebas subsiguientes. Ya vimos cómo en el caso de criticar los ejemplos no superaban la paráfrasis, por lo que el verbo no es causativo, y a partir de ahí se procedía a someter las oraciones prototí-

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picas con este verbo al resto de las pruebas. Consideremos, en cambio, los verbos transitivos romper y botar en oraciones como Mi hermano rompió el cuadro y La entrenadora está botando el balón. Es fácil comprobar que en ambos casos es facti­ ble parafrasear las oraciones como Mi hermano causó que el cuadro se rompiera y La entrenadora hizo que el balón botara, con lo que se evidencia que romper y botar son verbos de naturaleza causativa. La determinación del tipo exacto de evento cau­ sativo quedará a cargo de los resultados que vayamos obteniendo en la aplicación de los tests siguientes. Pero, dado que el diagnóstico obtenido de la paráfrasis causativa es positivo, hay que tener la cautela de aplicar el resto de las pruebas del algoritmo al sube vento causado en las paráfrasis; es decir, a la predicación que subyace a la oración subordinada de los verbos causar y hacer que en la paráfrasis causativa. Así pues, de las paráfrasis utilizadas {Mi hermano causó que el cuadro se rompiera y La entrenadora hizo que el balón botara) solo tendremos en cuenta las predicacio­ nes romperse{WTRAmmvo) el cuadro y botar(WTRAmmvo) el balón como material para aplicar las pruebas 2 a 5 del algoritmo. Los resultados de este proceso nos darán que romperse{iNTRANSmwo) el cuadro y botar(imRANSmwo) el balón codifican una realización y una actividad, respectivamente. A estos resultados les uniremos el valor positivo de la paráfrasis causativa, y podremos colegir que romper{TRANSmwo) es una realización cau­ sativa, botariTRAmmwo) es una actividad causativa, y además que sus usos intransitivos corresponden a variantes no causativas. Como ya se indicó, la prueba de la paráfrasis causativa es una de las menos consis­ tentes de entre las propuestas por la RRG, sobre todo porque existen con frecuencia casos en los que hay varias paráfrasis posibles. Como regla general, y siguiendo el procedimiento que acabamos de describir, no existirá especial problema en el caso de los verbos con variantes intransitivas, pues estas codifican regularmente la versión no causativa de su correspondiente variante transitiva. Sin embargo, existen muchos ver­ bos causativos cuyo subevento causado codifica un estado resultante que bien puede o no ir precedido de un proceso que conduce a dicho estado, y, en principio, pueden obtenerse paráfrasis diferentes pero igualmente válidas, como era el caso de atesorar en el ejemplo (5), repetido ahora aquí como (7): (7)

a.

El ejército de Satanás ha ido atesorando en Suiza la fortuna con la que pensaba emprender la conquista del poder político. (CREA) a’. El ejército de Satanás ha hecho/causado que la fortuna esté atesorada = estado causativo. a” . El ejército de Satanás ha hecho/causado que la fortuna llegue a estar atesorada en Suiza = realización (= proceso + estado) causativa.

Nos encontraríamos, pues, en un área de indeterminación entre los estados causati­ vos y las realizaciones causativas. Existe, no obstante, una diferencia interesante entre ambos tipos de eventos con respecto a sus preferencias por diferentes formas del as­ pecto verbal para describir EEdeCC con referencia temporal de presente ‘ahora’. Las realizaciones causativas ocurren preferentemente en aspecto progresivo y en presente para hablar de un evento ocurriendo «en tiempo real»; los estados causativos -en línea con los no causativos- tienden a presentarse en formas simples para la referencia tem­ poral de presente. Las siguientes oraciones con los verbos matar (realización causati­ va) y ofender (estado causativo) nos muestran los diferentes efectos interpretativos de ambas clases verbales:

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(8) a. ?E1 águila mata al conejo. b. ?E1 águila mata al conejo (en este preciso instante). c. El águila está matando al conejo (en este preciso instante). (9) a. b. c. d.

El tamaño del paquete ofende a Chona. El tamaño del paquete ofende a Chona (?en este preciso instante). ?E1 paquete está ofendiendo a Chona (en este preciso instante). El ogro está ofendiendo a Chona.

En el caso de las oraciones de matar, la opción (8c) parece ser la menos marcada para describir un evento que está ocurriendo justo en el momento en que se emite dicho enunciado. Las opciones (8a) y (8b) son posibles solo en contextos marcados, como cuando hay un cierto matiz de «dramatismo» asociado a lo que se describe; esto ocurre, por ejemplo, en un intercambio en que hay un interlocutor que pregunta ¿Qué hace el águila en este preciso instante?. En este contexto, una respuesta como (8a) (y [8b]) vendría a focalizar el momento justo en que el conejo muere. Las interpretacio­ nes de (9a), (9b) y (9c) son diferentes. Un estado causativo como ofender tiende a aparecer en presente simple para narraciones de presente «real» como ocurre en (9a). Dada, además, la naturaleza temporal irrestricta de los estados, la inclusión de un adverbial como en este preciso instante, como en (9b), puede provocar un conflicto interpretativo y llevar a interpretaciones «dramáticas» como la de (8b); pero en este caso la responsabilidad de dicha interpretación recae en la acotación temporal que impone el adverbial sobre el evento de estado y no en el tiempo verbal. La oración (9d) es aceptable si se entiende, como se explica en Van Valin y LaPolla (1997: 100) que hay un componente de actividad implícito en el evento causante (el ogro vendría a equivaler a lo que el ogro hace). (9c) es solo interpretable bajo estas mismas condi­ ciones: Lo que el paquete hace causa que Chona esté ofendida. Obsérvese además que, cuanto menor es la posibilidad de interpretaciones de actividad, más difícil es su aparición en forma progresiva, como en ??El tamaño del paquete está ofendiendo a Chona entendido como Lo que hace el tamaño del paquete causa que Chona esté ofendida. Podríamos, por tanto, considerar la interacción del aspecto morfológico con tiem­ pos presentes como un test subsidiario del algoritmo propuesto, concretamente para la discriminación entre estas dos clases léxicas: las realizaciones causativas y los es­ tados causativos.

4. Los límites entre léxico y gramática en las clases lógicas: el caso de las realizaciones activas La valiosa serie de ventajas asociadas a la clasificación de las piezas léxicas en térmi­ nos de sus rasgos aspectuales ha quedado reflejada reiteradamente en la miríada de trabajos sobre la motivación en el tipo de aktionsart de un buen número de alternancias oracionales en diversas lenguas. Baste como ejemplo mencionar cómo las construccio­ nes medias en inglés requieren que el predicado base contenga una actividad en su estructura lógica, por lo que quedan excluidos tanto los estados como las realizaciones y los logros (Cortés Rodríguez, 2010):

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(10) *This girl loves easily/*This school sees easily (estados). (11) *This race wins easily/*This town arrives easily (logros). (12) *Lemon trees bloom easily/*The temperature soars quickly (realizaciones).

Todos los demás tipos de predicados pueden subsumirse en este tipo de construcción: (13) This piano plays beautifully/This meat cuts like butter (actividades). (14) Reindeer.. don’t frighten easily (BNC K27) (estados causativos). (15) [...] because I can’t help it if Pitt has the kind of bones that break easily, can I? (BNC ALH 5) (realizaciones causativas). (16) [...] groups of stinging cells known as nettle-cells or nematocysts, which explode at the slightest touch (BNC CNV9, 10) (logros causativos). (17) These lights would not flash/If the laser is using nitrogen or air as anassist gasthen

you will have a very hard nitrided edge on the holes... that probablywill not tap easily!10(semelfactivos). A pesar del valor de la clasificación de las piezas léxicas en términos de sus propie­ dades aspectuales, hay que tener en cuenta que las pruebas para la asignación de un determinado predicado a una clase léxica no actúan sobre los ítems léxicos en sí mis­ mos sino sobre diferentes estructuras oracionales con el ítem en cuestión como predi­ cado central. Tanto desde el punto de vista teórico como metodológico, este condicio­ nante puede suponer en ocasiones un inconveniente grave y, de hecho, ha dado origen a diferentes posicionamientos con respecto al lugar que ocupan los rasgos aspectuales en los modelos gramaticales. En líneas generales, algunos enfoques integran la infor­ mación aspectual como parte de los rasgos semánticos de los predicados, aun cuando no hay mecanismos estrictamente léxicos para dilucidar el aktionsart (cf., p. e., Rappaport y Levin, 1998; Levin y Rappaport, 2005). Otros mantienen, en cambio, un en­ foque composicional señalando que las propiedades aspectuales son de naturaleza sintáctica, pues resultan de la combinación de las propiedades del predicado y de las de los argumentos (p. e., Verkuyl, 1993; Borer, 2003, 2005; Rothstein, 2004, 2008). La RRG mantiene una posición eminentemente lexicista, tal como se puede inferir de lo expuesto hasta ahora en este capítulo, si bien se ve obligada a admitir un cierto grado de «incoherencia» teórica cuando se integra en su clasificación de clases verba­ les a las realizaciones activas, aun cuando se las describe generalmente como «usos» télicos de ciertos predicados de actividad, motivados por las estructuras de complementación de dichos predicados. Los siguientes ejemplos de Van Valin (2005: 33) ilustran los tres tipos centrales de realizaciones activas que se reconocen en la RRG: (18) a. a’ (19) a. a’ (20) a. a’

10 2010).

The soldiers marched in the park (actividad). The soldiers marched to the park (realización activa). Dana ate fish (actividad). Dana ate the fish (realización activa). Leslie painted (for several hours) (actividad). Leslie painted Mary’s portrait (realización activa).

http://www.practicalmachinist.com/vb/general/tapping-laser-cut-holes-a36-179254/ (extraído el 19 de agosto de

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Hay dos tipos básicos de realizaciones activas: las que son alternancias télicas de cier­ tos verbos de movimiento, y las que son variantes de verbos de consumo o de creación. En el caso de las realizaciones activas de movimiento, la estructura codifica un despla­ zamiento que se completa cuando el sujeto llega a un lugar concreto. La representa­ ción lógica sería del tipo expresado en (21a). En los otros dos casos, las alternancias describen un cambio de estado en vez de un cambio de lugar, y dicho estado resultante hace referencia a la creación o al consumo de un objeto ([21b] y [21c], cf. Van Valin, 2005: 44): (21) a. do' (soldiers, [march' (soldiers)]) & INGR be-at' (park, soldiers) b. do' (Dana, [eat' (Dana, fish)]) & INGR consumed' (fish) c. do' (Leslie, [paint' (Leslie, Mary’s portrait)]) & INGR exist' (Mary’s portrait) De forma general, el formato de las realizaciones activas sería el siguiente: (22) do' (x, [predicate^ (x, (y))]) & INGR predicate/ (z, x) o (y) A pesar de incluir las realizaciones activas en el listado de estructuras lógicas que se corresponden con ciertas clases verbales, es importante enfatizar que en la RRG no se considera que estas sean necesariamente representaciones de unidades léxicas en sentido estricto. La siguiente cita describe sucintamente este factor clave (el subrayado es nuestro): A crucial point to be emphasized is that it is necessary to distinguish the basic lexical meaning of a verb, e.g. drink as an activity verb, from its meaning in a particular context, e.g. drink a glass of beer as an active accomplishment predication. The former would have ‘do' (x, [drink' (x, y)])’ as its representation in its lexical entry in the lexicon, whe­ reas the latter would have ‘do' (x, [drink' (x, y)]) & INGR consumed' (y)’ as the repre­ sentation of the core of the clause in which drink appears. (Van Valin, 2005: 47) En estas líneas se establece una distinción fundamental entre predicado y predi­ cación, distinción que se correlaciona con dos tipos de estructuras semánticas: la en­ trada léxica de un verbo y la representación del centro sintáctico de una cláusula. Debiera colegirse, pues, que la representación léxica del predicado correspondería a su significado básico como actividad11 y que el componente gramatical (exterior al léxico) se ocupa de ensamblar la estructura semántica de las cláusulas, entre las que se incluirían las realizaciones activas en tanto que predicaciones de naturaleza télica

11 En Van Valin y LaPolla (1997: 99-112), se nos ofrece una explicación muy interesante que confirma la interpre­ tación básica de los verbos de movimiento, consumo y creación como actividades. Hay dos tipos de evidencia que favorecen esta interpretación. Primero, el contenido semántico central de los verbos -los rasgos que los caracterizan como miembros de sus respectivas clases- se encuentra en el componente de actividad {comer, tragar, engullir, etc., codifican diversos modos de llevar a cabo la actividad básica de comer); el componente télico de las correspondientes realizaciones activas es, en cambio, muy genérico. Segundo, los verbos inherentemente télicos como matar o romper se comportan como actividades con respecto a las pruebas del aktionsart cuando tienen complementos no específicos i nombres incontables o plurales indeterminados), pero siempre con un significado iterativo. Por el contrario, los verbos como comer o beber en contextos similares (p. e., comer galletas) pueden tener una interpretación iterativa o pueden reflejar un solo evento.

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que se construyen en torno a los predicados de actividad. Las únicas excepciones a esta situación vendrían dadas por los casos de realizaciones activas realmente lexicalizadas (como son ciertos verbos de movimiento que incluyen en su significado léxico básico un componente de destino, como es el caso de entrar o salir; o algunos verbos inherentemente télicos de consumo y creación, como devorar o engullir). Sin embar­ go, este no es el caso. La RRG prefiere considerar las realizaciones activas como fe­ nómenos léxicos y ofrece en principio dos análisis posibles (cf. Van Valin y LaPolla, 1997: 178-184): a) tratarlas como casos de polisemia verbal, lo cual daría lugar a una proliferación de entradas léxicas, que a su vez iría en contra de los criterios de economía y moti­ vación, pues supone sacrificar cualquier generalización posible, o b) postular una regla léxica que relacione las dos estructuras lógicas de cada uno de los casos mencionados. Este es el análisis por el que se opta, y las reglas propuestas son las siguientes (Van Valin, 2005: 47): bl. Verbos de movimiento: do' (x, [pred' (x)]) do' (x, [pred' (x)]) & INGR be-LOC' (y, x) b2. Verbos de consumo/creación: do' (x, [pred/ (x, y)]) do' (x, [pred/ (x, y)]) & INGR pred/ (y)

Después de activar alguna de estas reglas léxicas se procedería a la construcción de la estructura semántica de la oración y, a continuación, al enlace de esta con su corres­ pondiente estructura sintáctica. Así, un verbo como march será sometido a la regla léxica (bl): (23) do' (x, [march' (x)])

do' (x, [march' (x)]) & INGR be-LOC' (y, x)

y a partir de la estructura resultante -do' (x, [march' (x)]) & INGR be-LOC' (y, x)- se construirá la estructura semántica del centro de una oración como The soldiers mar­ ched to the park. A partir de ahí se procederá con el resto del enlace semántica-sintaxis, como ilustra la figura 2 (Van Valin, 2004: 16), en la página siguiente. Si bien parece que el análisis de la alternancia actividades/realizaciones activas ba­ sado en reglas léxicas es visiblemente mejor que el de la polisemia verbal, creemos que deja varios problemas aún pendientes de resolución: a) El poder descriptivo de las estructuras lógicas como sistemas (parciales) de repre­ sentación léxica queda reducido de forma drástica; de hecho, este debilitamiento parece estar reconocido en la afirmación de Van Valin (2005: 47) de que «a given logical structure is intended to represent a particular meaning or interpretation of a lexical item; it is not necessarily the case that there is a single logical structure un­ derlying all of the senses of a particular verbal lexical item». Si se admite esta interpretación de qué es una EL sin establecer ninguna restric­ ción, se corre un riesgo serio de obtener lo que en Pustejovsky (1995) se describe como un «lexicón enumerador de sentidos» (sense enumerative lexicons) incapaz de, entre otros factores, explicar la permeabilidad entre los distintos sentidos de una palabra o la posibilidad de un ítem léxico de aparecer en distintos entornos sintácti-

Las clases léxicas. Revisión de la tipología de predicados verbales

77

SENTENCE SYNTACTIC INVENTORY

CLAUSE CORE NP

NUC

PP

PRED V The soldiers marched to the park

\

LEXICON------- ► do' (soldiers, [march' (soldiers)]) & INGR be-at' (park, soldiers) F ig u r a 2 .

Enlace semántica-sintaxis en la RRG.

cos. Creemos que es más deseable contar con entradas léxicas robustas que puedan dar cuenta del significado de una unidad léxica en todos los entornos sintácticos (esto es, las construcciones y alternancias) en los que pueda insertarse, b) El análisis de las realizaciones activas en términos de reglas léxicastiene justifi­ cación en las lenguas donde este cambio de los rasgos aspectuales deunpredicado cuenta con marca morfológica. Es lo que ocurre, por ejemplo, en las lenguas eslavas que tienen afijos derivativos (im)perfectivos para la creación de verbos, como es el ruso (los ejemplos son de Van Valin, 2004: 4): 24) Ja

jé-l

(kas-u)

decjaf minut (atélico)

I sg.nom comer.iMPF-PAST kasha-acc ‘Comí kasha durante diez minutos.’

25) Ja

s ”-jé-l

za decjat ' minut (télico)

(kas-u)

I sg.nom PRFV-comer-PAST kasha-acc ‘Comí el kasha en diez minutos.’

-

diez minutos

en diez minutos

También en Van Valin (2004: 4) encontramos ejemplos de sufijación derivativa (a) ca en pirahá: 26 1 (xápiso) xaho-aí- ‘eat(bark)’ / (bark)

comer-ATÉLico

/

xápiso

xaho-áo- ‘eat the bark’

bark

comer-TÉuco

Este tipo de patrones derivativos no existe, sin embargo, en todas las lenguas. Así, m ir.alisis de la alternancia actividad/realización activa en inglés o español en térmiics ie una regla léxica podría suponer la imposición en estas lenguas de un rasgo es­

78

El funcionalismo en la teoría lingüística

tructural inexistente en las mismas. Nos parece más adecuado admitir que, mientras que las lenguas eslavas codifican ciertas oposiciones aspectuales mediante procedi­ mientos léxicos (concretamente, mediante fenómenos de morfología derivativa), otras lenguas recurren a procesos de naturaleza sintáctica para expresar dichas distinciones; incluso puede haber casos en que se recurra a procesos de morfología flexiva para obtener efectos similares, como ocurre probablemente en el dyirbal o el sama, en los que los sufijos de antipasivos dotan a los verbos télicos de interpretaciones atélicas (cf. sobre esto de nuevo Van Valin, 2004: 4-5). Centrándonos en los casos del español y del inglés, y como ya hemos señalado, la gran mayoría de ejemplos de realizaciones activas pueden analizarse como fenómenos posléxicos que se obtienen de la contribución simultánea de diferentes constituyentes de la cláusula. En el caso de las alternancias basadas en verbos de creación o de con­ sumo, los argumentos tema son tan responsables como el predicado de la interpreta­ ción final de la predicación subyacente del centro de la cláusula. En el caso de las al­ ternancias télicas con predicados de movimiento, el cálculo aspectual combina o bien dos o bien tres elementos: el predicado, la preposición o partícula, y el complemento de dicha preposición, o de la partícula si esta es transitiva. Quizá la propuesta de análisis que más se ajusta al comportamiento del español y el inglés para estos casos es la que se ofrece en Van Valin (2004: 35-37), donde se recurre al proceso de la cocomposición, tal como se describe en la Teoría del Lexicón Generativo de Pustejovsky (1995), para explicar el enlace sintaxis-semántica de rea­ lizaciones activas de movimiento como en la oración inglesa Sam ran to the park (figura 3). El enlace tiene lugar en los siguientes términos: Sam se enlaza directamente a la posición x de la estructura lógica del verbo run; el sintagma preposicional se enlaza mediante la extracción desde el léxico de la estructura lógica de la preposición to, que es & INGR be-at' (y, z); dado que y debe ser un argumento locativo, el objeto de to saturará dicha posición. Con respecto al argumento z, Sam saturará dicha posi­ ción argumental ya que to requiere una entidad individual y no un evento, por lo que run queda bloqueado para dicha posición12. Las dos estructuras lógicas se combinan mediante el operador de secuenciación temporal «&». De esta forma, la EL del sin­ tagma preposicional es el responsable de añadir un componente de telicidad (el destino del movimiento) a un predicado de movimiento inherentemente atélico, creando un centro sintáctico al que le corresponde una predicación dinámica y a la vez télica. Parece colegirse, pues, que en el enlace semántica-sintaxis debería existir un proce­ so paralelo que «construya» la estructura semántica del centro mediante la conjunción de las estructuras lógicas de los dos elementos predicativos, el verbo run y la preposi­ ción to. Sin embargo, no es así como se establece; como vimos en (23) y en la figura 2, se recurre a una regla léxica que opera sobre la estructura básica del predicado verbal, dejando de lado el papel predicativo de la preposición. 12 El signo «?» en la representación sintáctica es debido a que el estatus del sintagma preposicional (SP) como ar­ gumento o como adjunto aún está sin determinar. De hecho, no es una preposición que marca un argumento oblicuo, pues su significado no se deriva de la estructura lógica del verbo, y no es un adjunto, pues no toma una estructura ló­ gica como argumento. En cambio, la preposición comparte un argumento con la estructura lógica del verbo, por lo que nos encontramos ante una preposición que marca lo que se considera como un argumento-adjunto en la RRG (Van Valin y LaPolla, 1997: 159-162).

Las clases léxicas. Revisión de la tipología de predicados verbales

79

SENTENCE PARSER

-► CLAUSE

' ? PP

I

CORE NUC

NP

I

PRED

to

the park

to

NP

do' (x, [run' (x)])

INGR be-at' (y, z) do' (Sam, [run' (Sam)]) & INGR be-at' (park, Sam) F ig u r a 3 .

Enlace sintaxis-semántica de realizaciones activas de movimiento.

En nuestra opinión, los análisis ofrecidos en las figuras 2 y 3 muestran la incohe­ rencia de la RRG a la que aludimos anteriormente a la hora de explicar la construc­ ción de la estructura semántica de las realizaciones activas de movimiento en len­ guas como el español o el inglés, en las que queda claro que la alternancia se construye en territorio externo al léxico. Si admitimos que las realizaciones activas son alternancias motivadas en el dominio de la estructura semántica del centro, el corolario es reconocer que el concepto de «telicidad» se debe desdoblar en, por un lado, telicidad léxica (que denominaremos «Telicidad-L»), que hará referencia a un rasgo aspectual perteneciente al dominio del aktionsart de un lexema, y telicidad sintáctica (o «Telicidad-S»), que afecta a las predicaciones, entendidas estas como las estructuras semánticas de los centros de las cláusulas, y, por tanto, pertenece al ámbito de lo que denominamos «aspectualidad» (véase nota 2). Es a nuestro concep­ to de Telicidad-S al que autores como Dowty (1979), Krifka (1998), Verkuyl (1993, 1999) o Rothstein (2001,2004,2008) se refieren cuando consideran que la dicotomía ¿télico/télico diferencia sintagmas verbales en vez de verbos. Creemos, no obstante,

80

El funcionalismo en la teoría lingüística

que las lenguas difieren precisamente en cuanto a los dominios de actuación de la telicidad y que lo que en unas es léxico en otras es composicional. Así pues, nos parece que la caracterización de verbos como march, walk y run, o nadar y pasear. como predicados L-atélicos que se pueden «construir» en predicaciones S-télicas es coherente con la RRG, a la vez que se respetan las diferencias entre lenguas como el español y el inglés y otras, como las eslavas o el pirahá. Estas últimas, a diferencia de aquellas, cuentan con mecanismos léxicos -como son los procesos de afijación derivativa- para derivar predicados L-télicos a partir de predicados L-atélicos, como vimos en los ejemplos (24) y (25). En estos casos será obviamente factible explicar estos procesos mediante reglas de naturaleza léxica. Tomemos, por último, en consideración cómo se analizarían las alternancias de actividades/realizaciones activas relativas a verbos de consumo o de creación. A di­ ferencia de lo propuesto en Van Valin (2004) para el enlace sintaxis-semántica de las realizaciones activas de movimiento, las que se basan en verbos de consumo y crea­ ción no admiten el análisis cocomposicional, pues existen aparentemente dos proble­ mas: (i) debería haber algo que bloquee la inserción de un argumento referencial en la posición y de la estructura lógica de los verbos de consumo y creación (por ejem­ plo, do' (x, [eat' (x, y)]); esto se resuelve sin mayor dificultad si se postula una restricción de selección en el segundo argumento que especifique que este debe ser una expresión no cuantificada. Así, un sintagma como una ración de tortilla españo­ la no podría enlazarse al argumento tema de la estructura lógica de comer. En prin­ cipio esto nos llevaría a una violación de la restricción de integridad, esencialmente si se asume de nuevo que el único elemento léxico que proyecta su estructura lógica en el centro es el verbo; pero si admitimos, como hicimos en el caso de las realiza­ ciones activas de movimiento, que otros elementos del centro contribuyen a la cons­ trucción de la estructura semántica de la cláusula, el problema queda drásticamente reducido. En concreto, sería admisible que los SSNN con poder referencial pudieran contribuir a la formación de la estructura semántica del centro de la cláusula. Si así lo hiciéramos, podríamos encarar el segundo problema que se plantea en Van Valin (2004: 35): ¿de qué forma los SSNN referenciales motivan la adición de la estructu­ ra & INGR pred' (y) a la predicación? En el caso de las alternancias de movimiento no había problema, porque se recurre al material léxico de la preposición que gobier­ na el SP del centro. Pero en estos otros tipos de realizaciones activas, «is there any non ad-hoc way to account for this? And how is the nature of the additional predica­ te specified?» (Van Valin, 2004: 35). Aunque en Van Valin (ibid.) la respuesta a ambas preguntas es negativa, creemos que la cuantificación del SN puede activar un proceso de cocomposición semántica entre la estructura lógica del verbo y alguna de las estructuras lógicas codifica­ das como material subléxico en la estructura de qualia del núcleo nominal del SN. Además, en este proceso de cocomposición, las restricciones de selección del argu­ mento tema de la EL del verbo quedarían satisfechas igualmente mediante la unifi­ cación de algún quale de dicho sustantivo. El gráfico de la figura 4 mostraría el proceso de enlace semántica-sintaxis de la realización activa Velázquez pintó el cuadro “Las Meninas”. La representación semántica del centro resultaría de las siguientes operaciones: (i) El enlace del argumento referencial cuantificado el cuadro “Las Meninas ” contra­ dice inicialmente la restricción de «cumulatividad» del argumento y en la EL del

Las clases léxicas. Revisión de la tipologia de predicados verbales

81

ORACIÓN CLÁUSULA CENTRO FN

FN

NUC PRED V

Velázquez

pintó

el cuadro «Las Meninas»

MR: Undergoer

MR: Actor

/ pintar: do' (x, [paint' (x, ycuM)]) agentivo

= LS A

LEXICON

COCOMPOSICIÓN & INGR exist' (yqant)

cuadro

picture' (x) = {canvas', frame', brushstrokes'...} formal = phjTsfái;m' (x); artpiece' (x) télico = do' (y, [see' (y, x)]) agentivo = artifact' (x), do' (y, [paint' (y, x)]) const

do' (Velázquez, [paint' (Velázquez, y:ección 3: p. e., la naturaleza de los primitivos, la representación de aquellos factores del s gnificado que trascienden el ámbito gramatical, etc. Como parte de la nueva orientación :ntológica, postulamos una base de conocimiento léxico-conceptual, FunGramKB, en jgar de una mera base de datos léxica. De esta forma, se dota de significación semánti­ ca al léxico, es decir, el modelo ya no comienza en el componente léxico sino en el nivel

100

El funcionalismo en la teoría lingüística

conceptual. Por consiguiente, el componente léxico deja de ser el motor de arranque de la maquinaria lingüística para ser recipiendario de todo el caudal de información que k aporta el nivel conceptual y, más en particular, la ontología. En la sección 4, explicamos el formato de las EELLCC y señalamos las ventajas metodológicas que obtenemos al adoptar un enfoque de representación léxica como este. Como coda a este capítulo, nos gustaría adelantar la línea central del capítulo final de este volumen, donde destacamos la potencialidad de este formalismo en el ámbitc del procesamiento del lenguaje natural, lo que significa abrir una puerta hasta ahora d econocida para la RRG: su implementación computacional.

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El funcionalismo en la teoría lingüística

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5

Macropapeles: entre semántica y sintaxis

R

olf

K

a il u w e it

1. Introducción. El descubrimiento de los papeles semánticos En la gramática tradicional se define a menudo al sujeto como «la persona que hace ligo». Incluso Tesniére (1959) describió sus tres actantes sintácticos en términos se­ mánticos: el primer actante es el que hace algo, el segundo el que soporta la acción y el rercero el que se aprovecha de ella. Sin embargo, es evidente que el sujeto (primer jetante) de verbos como sufrir; gustar o quedar no es «activo». Las funciones sintácti­ ca y semántica de un constituyente son básicamente independientes. Los papeles se~ínticos como categorías gramaticales independientes de las funciones sintácticas -jeron introducidos por Gruber (1965, 1976) y Fillmore (1968). Separando los niveles sintáctico y semántico, se puede explicar fácilmente la diátesis pasiva que en la obra de Tesniére no tenía una descripción satisfactoria. Tesniére llama al agente de pasivo un : rntra-agente, pero deja sin definición el estatus del sujeto de la construcción pasiva. No se atreve a decir que se trata de un segundo actante. 1

1)

a. El muchacho (AGENTE) come una manzana (PACIENTE). b. La manzana (PACIENTE) es comida por el muchacho (AGENTE).

El enfoque de Gruber es localista. Introduce el papel semántico TEMA que define como el objeto que está situado o movido. Además reconoce el papel de AGENTE y papeles locativos LUGAR (location), ORIGEN (source), VÍA (path) y META goal). Debido a que el papel TEMA es el que está en el centro de su teoría, los generativistas llaman papeles temáticos (Q-roles) a las funciones semánticas. En cambio, el enfoque de Fillmore no es localista. Llama casos profundos a sus pá­ reles semánticos, concepto problemático, ya que el caso es una categoría del nivel de expresión, i. e., morfosintáctico, y no una categoría de contenido. Fillmore introduce rápeles tales como experiencer, instrument, force, beneficiary, que tienen su función en _ descripción de ciertos tipos de predicados. Modificó su lista varias veces sin poder r>:ablecer un conjunto homogéneo.

104

El funcionalismo en la teoría lingüística

Las cuestiones abiertas acerca del número y del grado de abstracción de los papeles semánticos provocaron críticas muy duras en los años 80 y 90. Hubo cierto acuerdo sobre el hecho de que la función de los papeles consiste en explicar la relación siste­ mática entre el nivel semántico y sintáctico de la oración (enlace). No obstante, autoras como Rappaport Hovav y Levin (1988), Grimshaw (1990) y Tenny (1994) se mostra­ ron cada vez más escépticas en cuanto a la potencia explicativa de papeles temáticos. Inspirándose en las clases de aktionsart de Vendler (1967) y Dowty (1979), sus enfo­ ques se centraron en el análisis de las propiedades aspectuales de los verbos y en la estructura eventiva de la proposición. No obstante, queda la duda de si se puede redu­ cir la semántica sintácticamente pertinente a las cuestiones de aspecto verbal. Sobre todo los criterios participad vos de sensación, percepción y control se muestran impres­ cindibles al explicar el comportamiento sintáctico de ciertos verbos de estado: (2)

a. María se abstuvo del alcohol, b. Juan creyó en la justicia.

Con esos verbos no se deduce de ningún criterio aspectual o eventivo qué argumento desempeña la función de sujeto. Jacques Francois (1997: 119) hace hincapié en que, a partir de los años noventa, tanto los criterios aspectuales como los criterios participad vos son imprescindibles para las teorías de enlace. Ya no se puede analizar el significado léxico pertinente a la sintaxis sin indagar a la vez si un evento es dinámico o estático, télico o atélico, puntual o no puntual, y si sus participantes lo causan y/o lo controlan.

2. Papeles semánticos generalizados A partir de los años ochenta, se desarrollaron varias teorías de papeles semánticos generalizados que intentan reducir el número de los papeles pertinentes para el enlace a dos (o tres). Los enfoques más importantes son el de macropapeles de la RRG (Foley y Van Valin, 1984; Van Valin, 1993; Van Valin y LaPolla, 1997; Van Valin, 2005) y el de pro torróles de Dowty (1991). La descripción semántica de la RRG consiste en un análisis decomposicional llama­ do estructura lógica (logical structure). La estructura lógica se compone de predicados de estado (precT (...)) y de actividad (do' (x, [precT (...)]))• Los argumentos de estos predicados se pueden clasificar según las relaciones temáticas a la manera fillmoriana (véase figura 1). No obstante, la denominación de los papeles no es pertinente. Lo que importa es su posición en una jerarquía de actividad ilustrada en la figura 2. La jerarquía de actividad se extiende entre los polos activo y pasivo que definen a las realizaciones prototípicas de los macropapeles Actor y Undergoer (véase figura 3). De esta manera la jerarquía establece un orden sistemático entre los papeles semánti­ cos combinando criterios de aktionsart y de participación. El grado de actividad dis­ minuye de izquierda a derecha. El PACIENTE representa argumentos que soportan un cambio de estado, que resultan muertos, rotos, destruidos, etc. Son Undergoer prototípicos. El TEMA se revela como menos pasivo. Representa, en el sentido de Gruber, argumentos movidos, poseídos, vistos, etc. El LUGAR, en que se encuentra algo en el sentido literal o figurativo, está

Macropapeles: entre semántica y sintaxis I. S

105

tate v e r b s

A. Single argument 1. State or condition 2. Existence B. Two arguments 1. Pure location 2. Perception 3. Cognition 4. Desire 5. Propositional Att. 6. Possession 7. Internal Experience 8. Emotion 9. Attrib./Identific.

broken' (x) exist' (x)

x = PATIENT x = ENTITY

be-LOC' (x, y) hear' (x, y) know' (x, y) want' (x, y) consider' (x, y) have' (x, y) feel' (x, y) love' (x, y) be' (x, y)

x = LOCATION, y = THEME x = PERCEIVER, y = STIMULUS x = COGNIZER, y = CONTENT x = WANTER, y = DESIRE x = JUDGER, y = JUDGMENT x = POSSESSOR, y = POSSESSED x = EXPERIENCER, y = SENSATION x = EMOTER, y = TARGET x = ATTRIBUTANT, y = ATTRIBUTE

do' do' do' do' do'

x = EFFECTOR x = MOVER x = ST-MOVER x = L-EMITTER x = S-EMITTER

, A c tiv ity v er b s

Single argument 1. Unspecified action 2. Motion 3. Static motion 4. Light emission 5. Sound emission B. One or two arguments 1. Performance A .

(x, 0) (x, [walk' (x)]) (x, [spin' (x)l) (x, [shine' (x)]) (x, [gurgle' (x)])

do' (x, [sing' (x, (y))]) x = PERFORMER, y = PERFORMANCE 2. Consumption do' (x, [eat' (x, (y))]) x = CONSUMER, y = CONSUMED 3. Creation do' (x, [write' (x, (y))]) x = CREATOR, y = CREATION 4. Directed perception do' (x, [see' (x, (y))]) x = OBSERVER, y = STIMULUS 5. Use do' (x, [use' (x, y)]) x = USER, y = IMPLEMENT F i g . 1 . Definiciones

de papeles semánticos según su posición en la estructura lógica (Van Valin y LaPolla, 1997:115).

en el centro de la jerarquía. El argumento dinámico de las actividades, el EFECTOR, se encuentra más cerca del polo activo. Por fin, el AGENTE humano, que controla la ac­ ción verbal, es el Actor prototípico. El AGENTE es un caso especial del EFECTOR: (3)

a. {María/La enfermedad} ha matado a Pedro. [do' ( x ,...)] CAUSE ... b. {María/*La enfermedad} ha asesinado a Pedro. [DO (x, ...)] CAUSE ...

Como hemos visto ya, los papeles temáticos tradicionales no tienen ninguna función teórica en la RRG. Se mantienen como meras etiquetas para las posiciones en un con­ tinuo constituido por las posiciones arguméntales de los predicados de actividad y de estado. En su lugar se recurre a los dos papeles semánticos generalizados: Actor y Undergoer. En Foley y Van Valin (1984: 29) el Actor se define como «the argument

106

El funcionalismo en la teoría lingüística

Arg. of

1st arg. of do' ( x ,...)

DO AGENT

1st arg. of pred' (x, y)

2nd arg. of pred' (x, y)

Arg. of state pred' (x)

EFFECTOR

LOCATION

THEME

PATIENT

MOVER

PERCEIVER

STIMULUS

ENTITY

ST-M OVER

COGNIZER

CONTENT

L-EMITTER

w anter

DESIRE

S-EMITTER

JUDGER

JUDGEMENT POSSESSED

PERFORMER

POSSESSOR

CONSUMER

EXPERIENCER

SENSATION

CREATOR

EMOTER

TARGET

SPEAKER

ATTRIBUTANT

OBSERVER

ATTRIBUTE PERFORMANCE

USER

CONSUMED CREATION LOCUS IMPLEMENT

F ig . 2 .

Relaciones temáticas y posiciones de argumentos en las estructuras lógicas.

which expresses the participant which performs, effects, instigates or controls the si­ tuation denoted by the predicate», el Undergoer como «the argument which expresses the participant which [...] is affected by it in some way». Por defecto, los macropapeles se asignan como sigue. Si el predicado es transitivo, se le asigna el macropapel Actor al argumento más activo en la jerarquía y el macropapel Undergoer al argumento más pasivo. Las actividades intransitivas sólo constan del macropapel Actor para el argumento más activo y los esta­ dos intransitivos, del macropapel Undergoer para el argumento más pasivo. Puesto que la intransitividad está considerada un mero hecho sintáctico en la RRG, es decir, el hecho de que un predicado tenga un objeto directo o no, los macropapeles son categorías de interfaz entre la semántica y la sintaxis. Por un lado, su asignación no depende exclusi­ vamente de criterios semánticos; por otro, aseguran el enlace: la atribución de funciones sintácticas (sujeto, objeto directo, etc.). En las lenguas acusativas, como el español, los verbos transitivos realizan en su construcción activa el Actor como sujeto y el Undergoer como objeto directo. Los verbos intransitivos realizan su único macropapel, sea Actor o

ACTOR

UNDERGOER

------------------------------------------------------------------------------- ► M----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Argumento de DO

1.° argumento de 1.° argumento do' (x,...) de pred' (x, y)

2.° argumento de Argumento de pred' (x, y) pred' (x)

agente

efectuador

tem a

lugar

p a c ie n t e

----- ► = realización menos prototípica del macropapel F ig . 3 .

Jerarquía Actor-Undergoer (cf. Van Valin y LaPolla, 1997: 127,146).

Macropapeles: entre semántica y sintaxis

107

Undergoer, como sujeto. Con estas reglas se puede describir la diferencia sintáctica entre los verbos de sentimiento del tipo querer y los del tipo gustar: (4)

a. querer = love' (x = 1.° arg. de pred' => Actor => sujeto; y = 2.° arg. de pred' => Undergoer => objeto directo), b. gustar = IMP like' (x = 1.° arg. de pred' => objeto indirecto; y = 2.° arg. de pred' => Undergoer => sujeto).

Obsérvese que el verbo inglés like (‘gustar’) se comporta sintácticamente como el español querer, dada su transitividad. Lenguas como el francés(aimer bien ~ plaire) o el alemán (mógen ~ gefalien) disponen de dosverbos paraexpresar el placer que se distinguen por su respectiva transitividad e intransitividad. El componente sintáctico de los macropapeles se evidencia también con el hecho de que se permita la asignación excepcional del macropapel pasivo al primer argumento de pred' (x, y). De esta manera se puede conseguir una descripción sencilla y elegan­ te de los verbos de alternancia locativa: (5) (6)

a. b. a. b.

Juan cargó los sacos en el camión, Juan cargó el camión con los sacos. Juan barrió las migas del suelo, Juan barrió el suelo de migas.

Mientras teoría lexicistas como la de Levin y Rappaport Hovav (1988) proponen dos entradas léxicas diferentes aunque asociadas para cada verbo, la RRG asume una sola estructura lógica para ambas construcciones (Van Valin y LaPolla, 1997: 336): (7)

[do' (x, 0)] CAUSE [BECOME estar-LOC' (y, z ) ]

Una actividad no especificada (0) de x es la causa del hecho de que una entidad z se desplace a un lugar ;y. Según las reglas de asignación de macropapeles, es la entidad z el primer candidato para el macropapel Undergoer. No obstante, como se desprende de los ejemplos (5b) y (6b), los verbos de alternancia locativa permiten también la asocia­ ción del Undergoer al argumento de LUGAR y. En eso se podría ver una operación sin­ táctica (cf. Kailuweit, 2007b). Asignado el macropapel pasivo, el argumento de LUGAR >e realiza como objeto directo en la construcción activa y como sujeto en la construcción aasiva. Sin embargo, las dos opciones para el segundo macropapel no corresponden a interpretaciones semánticas idénticas. Como ya observó Anderson (1971), el argumento de LUGAR que desempeña la función de objeto directo recibe una interpretación holística. En (5b) el camión está totalmente lleno, en (6b) el suelo totalmente limpio. En el marco de la RRG, el efecto holístico puede relacionarse con el carácter híbri­ do de los macropapeles. La asignación excepcional del macropapel pasivo no solo ^leva a realización directa del argumento, sino también a un cambio de interpretación según la semántica inherente de este macropapel. Eso se puede explicar de la siguien:e manera. El macropapel pasivo prototípico es el argumento situado más a la derecha en la jerarquía Actor-Undergoer: i 8)

Juanito rompió la ventana. [do' (Juanito, 0)] CAUSE [INGR broken' (ventana)]

108

El funcionalismo en la teoría lingüística

El argumento pred' (y) está completamente afectado. No se deja modificar por adverbios del tipo un poco. Vale lo mismo para otras instancias de pred' (y): (9)

a. Juanito rompió (*un poco) la ventana. b. María mató (*un poco) a Pedro. c. Marta se comió (*un poco) la manzana.

No obstante, el segundo argumento de pred' (x, y) no es un macropapel pasivo prototípico. Predicados de estados bivalentes se expresan a menudo por construcciones alternativas transitivas e intransitivas: (10) a. poseer [have7 (x, y)] : pertenecer [have' (x, y)] [MR1] b. Alemán mogen, francés aimer (bien) [like' (x, y)] : alemán gefalien, francés plaire [like' (x, y)] [MR1]

Eso se explica por el hecho de que el contraste semántico entre las dos posiciones no sea tan grande como para que las construcciones tengan un alto grado de transitivi­ dad. En cambio, los verbos bivalentes que incluyen en su estructura lógica un estado monovalente pred' (y) nunca permiten construcciones intransitivas. El primer argumento de pred' (x, y) es una posición neutra en actividad por su se­ mántica inherente. Por eso se presta también para la función de Actor como en los ejemplos recién considerados: poseer, mogen, aimer. En cambio, si se realiza excep­ cionalmente el primer argumento de pred' (x, y) como Undergoer, es decir, en contra del grado de actividad inherente de las posiciones, se le atribuyen a este argumento los rasgos prototípicos de Undergoer. Así, cuando aparece como Undergoer el argumento de lugar de los verbos de alternancia locativa, se da el efecto holístico. Parece un ar­ gumento enteramente afectado en analogía con los argumentos de pred' (y) de romper, matar o comer. Acabamos de ver que a las diferentes posiciones de la jerarquía Actor-Undergoer se les puede atribuir rasgos semánticos inherentes que definen su grado de actividad. De esta manera la jerarquía de la RRG, que parece bastante técnica y formal a primera vista, se acerca a la teoría de protorroles de Dowty (1991). Hay cierta ironía en el he­ cho de que el mismo Dowty, cuyo formalismo rígido desarrollado en su libro de 1979 se aplica en las estructuras lógicas de la RRG, aprovechara los macropapeles de Foley y Van Valin (1984) para elaborar su propia y muy conocida teoría de protorroles y enlace, que, en comparación con el enfoque de la RRG, se revela como mucho más vaga e informal (cf. Kailuweit, 2004). Dowty distingue dos catálogos de propiedades que se deducen del significado léxico del predicado: (11) Propiedades del protoagente (Dowty, 1991: 572): • Volitional involvement in the event or state. • Sentience (and/or perception). • Causing an event or change of state in another participant. • Movement (relative to the position of another participant). • (Exists independently of the event named by the verb.) (12) Propiedades del protopaciente (ibid.) • Change of state.

Macropapeles: entre semántica y sintaxis

109

• Incremental theme. • Causally affected. • Stationary relative to another participant. (Existence not independent of the event.)

En las construcciones transitivas el argumento con más propiedades de agente se -ealiza como sujeto y el argumento con más propiedades de paciente como objeto di­ lecto. No obstante, un cálculo preciso de los rasgos no es posible porque Dowty afirma ¿ue la lista no está completa y el peso relativo que tenga cada propiedad queda por -cagar. En el fondo, Dowty se basa en el mismo continuo de actividad que engendra _ erarquía de la RRG. Una ventaja de su enfoque es la mayor flexibilidad en la com: nación de los rasgos pertinentes. Por otro lado, es evidente que las diferentes propieivjes de agente y paciente no tienen el mismo peso. El que causa un evento es un ícente más prototípico que el que simplemente se mueve o percibe algo.

3 Predicados causativos Mientras Dowty incluye el rasgo causativo en sus listas de propiedades de protopapefes. la jerarquía Actor-Undergoer no nos dice nada sobre la causatividad. Eso se explipor el hecho de que en 1984, al establecer la jerarquía, Foley y Van Valin conside­ raron realizaciones todas las construcciones causativas1. *13) Joan broke the glass. [DO (Joan)] CAUSE [BECOME broken' (glass)] (Foley y Van Valin, 1984: 52)

Según Van Valin y LaPolla (1997), las realizaciones pueden ser no causativas, así ::m o los logros pueden ser también causativos: ^4) a. The ice melted (télico = realización). b. The balloon popped (télico + puntual = logro) (Ibid.: 107)

Pero también las otras clases contienen verbos (o construcciones) causativos y no :^ i sativos: TEMA, el enlace de los verbos de tipo temere no es proble­ mático. En cambio, los verbos del tipo preoccupare y piacere plantean un problema. Según Belletti y Rizzi (1988), los verbos del tipo preoccupare y piacere son inacusativos. Generan el EXPERIMENTADOR en una posición estructural más alta que el TEMA y, mientras que asignan respectivamente un acusativo y un dativo inherente al EXPERIMENTADOR, el TEMA tiene que moverse a la posición de sujeto en la es­ tructura superficial, ya que el verbo no le puede asignar acusativo estructural. Indepen­ diente del enfoque sintáctico de inacusatividad, que no se corrobora en el marco de la RRG2, es dudoso que los verbos del tipo preoccupare sean inacusativos. Primero, estos verbos son transitivos y, por consiguiente, forman los tiempos compuestos con el auxiliar avere en contraposición a los verbos italianos del tipo piacere, que lo hacen con essere, tal como los otros verbos inacusativos italianos. Segundo, los verbos del tipo preoccupare constituyen el grupo más extenso de los verbos de sentimiento, sien­ do varios centenares, mientras que el número de los verbos del tipo temere y piacere no sobrepasa unas decenas. Es poco convincente que el grupo más grande tenga un comportamiento sintáctico marcado. Ya hemos visto que el enlace de los verbos del tipo piacere/gustar se explica, según el enfoque de la RRG, con su calidad de estados bivalentes intransitivos. Si un predi­ cado estativo pred' (x, y) se emplea en una construcción intransitiva, se le asigna un solo macropapel, el de Undergoer que se atribuye a su argumento y. Este argumento desempeña la función de sujeto. Los verbos del tipo preocupar no violan las reglas de enlace si se los considera causativos. Eso es la solución que propone Grimshaw (1990). En línea con el enfoque de Dowty (1979) y de Foley y Van Valin (1984), para Grimshaw la causatividad se junta a la aktionsart de las realizaciones. Por eso pretende que los verbos del tipo preocupar sean realizaciones, lo que es evidentemente falso. Con la prueba de en x tiempo se evidencia que estos verbos no son télicos: (27) *Esto le preocupa a Juan en diez minutos.

2 Van Valin (1990) explica el comportamiento «inacusativo» de una parte de los verbos intransitivos por el hecho de que tengan un predicado estativo en la estructura lógica.

114

El funcionalismo en la teoría lingüística

Como hemos visto, dentro del enfoque de la RRG se ha mostrado que todas las clases de aktionsart permiten construcciones causativas y no causativas. De este modo los verbos del tipo preocupar se pueden describir como estados causativos: (28) Bill’s owning a gun frightens Mary (estado causativo). [have' (Bill, gun)l CAUSE [feel' (Martha, [afraid'])]

Llama la atención el hecho de que la RRG distinga entre dos estructuras lógicas para las tres clases de Belletti y Rizzi. Mientras los verbos del tipo temere y piacere están descritos como estados bivalentes de un predicado único -fe a r' (x, y), like' (x, y)-, los verbos del tipo preoccupare corresponden a una estructura lógica más compleja. Se basa en una predicación adjetival del tipo: (29) Pat is angry at Kelly. [feel' (Pat, [angry.at' (Kelly)])]

El primer argumento de feel' (x, y) representa al EXPERIMENTADOR, el segundo corresponde a un predicado monovalente incrustado al que se atribuye el papel semán­ tico SENSACION. Puede tener un argumento propio interno, pero por ser incrustado no es accesible para la asignación de macropapeles (Van Valin y LaPolla 1997: 115156). La estructura lógica de los verbos del tipo preocupar se deriva de la de los pre­ dicados adjetivales (cf. ibid.: 107 y 402). (30) The photo in the newspaper upsets James. [be-in' (newspaper, photo)] CAUSE [feel' (James, [upset-about' (be-in' (newspaper, photo))])

Van Valin y LaPolla {ibid.: 115) llaman a los papeles semánticos de los verbos del tipo fear' (x, y) y like' (x, y) EMOCIONADOR (emoter) y META (target). Así, la persona a la que se atribuye una emoción puede recibir, según el caso, dos papeles diferentes: el de EXPERIMENTADOR o el de EMOCIONADOR. La distinción no es arbitraria. El EMOCIONADOR es el papel que corresponde a emociones no episódicas que provienen de un juicio subjetivo que se orienta hacia un CORRELATO (la META de la emoción). En cambio, el papel EXPERIMENTADOR está limitado a los sentimientos episódicos en los que se experimenta una SENSACIÓN (cf. Kailuweit, 2005). Como veremos a continuación, el enlace de los verbos de emoción plantea todavía más problemas. Ya hemos visto que el alemán y el francés disponen de dos verbos para expresar el placer: plaire y gefalien se oponen a aimer bien y mogen. En ambas lenguas los dos verbos no son sinónimos: los primeros son episódicos y designan placeres momentáneos; los segundos no son episódicos, denotan preferencias generales. En cambio, el italiano piacere y el español gustar designan tanto placeres momentáneos como preferencias generales. (31) a. Ce qu’il a fait a plu á Marie (‘Lo que hizo le gustó a María’). b. Mais je l’aimais mieux avec ses cheveux libre : Ma a me piaceva di piü con i capelli liberi. (Koch, 2001: 67)

Macropapeles: entre semántica y sintaxis

115

Se podría pensar en representar las estructuras lógicas de las construcciones episó­ dicas de placer de la manera siguiente: (32) Ce qu’il a fait a plu á Marie. [feel' (Marie, pleased-with' ([do' (il, 0)]))] [MR1]

Sin embargo, según Koch (2001), las diferencias están en el nivel de la estructura informativa y no en en el nivel semántico. Por eso mantengo la representación like' (x, y) para todos los verbos del tipo gustar. Whitley (1995) hizo hincapié en la existencia de una cuarta clase sintáctica de verbos de emoción. Se trata de verbos que realizan el EXPERIMENTADOR como sujeto y el CORRELATO3 como complemento preposicional: gozar de, sufrir de, tener a, rabiar contra, etc. Llama la atención que el segundo argumento de los verbos del tipo temer por no es un CORRELATO. Si temo algo, algo se refiere al CORRELATO del miedo; si temo por alguien, el CORRELATO del miedo queda implícito. Es algo que afecta a la persona por la cual temo. Se puede recuperar esta información a través de esta persona. Por eso, y en línea con Pesetzky (1995)4, llamo PUNTO DE REFERENCIA al papel de este argumento. A primera vista, la RRG parece ofrecer un análisis adecuado para estos verbos. La estructura lógica de be angry at podría servir también para el verbo español poco usual rabiar contra: (33) Quise rabiar contra ella. (DAVIES, Eduardo Barrios) [feel' (yo, [angry.at' (ella)])]

No convence este análisis para los verbos intransitivos nominativos no episódicos: sufrir de o temer por. Estos verbos no muestran evidencia morfológica de la incorpo­ ración de un predicado adjetival. En casos como tener a ni siquiera sabríamos de qué predicado adjetival se podría formar la estructura lógica. Que el argumento incrustado no sea accesible para la asignación de macropapeles también es problemático. Este argumento es obligatorio en casos como el italiano tenere a (‘tener a’), confidare in (‘fiar en’) o simpatizzare con (‘simpatizar con’). No es convincente que un argumento obligatorio no sea accesible. Además, si la estructura [angry.at' (y)] con el segundo argumento incrustado recibiera el papel semántico SENSACIÓN, [angry.at' (Paul)] y [angry.at' (Mary)] serían dos emociones diferentes. Si tratamos entonces los predicados adjetivales no como estados monovalentes sino como estados bivalentes, ¿qué estructura lógica les podríamos atribuir? (34) a. conscious.of(y)'(x) o know'(x, y) b. eager.to(y)'(x) o want'(x, y) c. fond.of(y)'(x) o Iike'(x, y)

3Utilizamos para los dos papeles centrales de los verbos de emoción los términos EXPERIMENTADOR y CORRE­ LATO (cf. Kailuweit, 2005). A continuación, volveremos sobre los diferentes tipos de EXPERIMENTADORES y CORRELATOS como se han propuesto en el marco de la RRG y en otros trabajos. 4 Pesetzky (1995) llega a la misma distinción, aunque utiliza el término TARGET para el CORRELATO y el térmi­ no poco transparente SUBJECT MATTER OF EMOTION para el PUNTO DE REFERENCIA.

116

El funcionalismo en la teoría lingüística

Si les atribuimos las estructuras pred' (x, y), seleccionarían como sujeto el argu­ mento más activo. Eso los distinguiría de predicados verbales intransitivos como per­ tenecer o gustar. Hay también adjetivos que permiten ambas perspectivas: (35) a. Fue una semana triste para la familia González. (CREA, Julio Feo) b. Yo no estoy resentido, sólo un poco triste de que en la repartición de colores a mí me haya tocado éste. (CREA, Roberto Quesada)

Así, parece que el orden de los argumentos no está determinado. No obstante. explicación del enlace de los verbos transitivos causativos del tipo upset (‘enfadar’) no cambiaría mucho por el análisis bivalente del predicado adjetivo incrustado que desig­ na el estado emocional del EXPERIMENTADOR. Independientemente del orden ce los argumentos, James es el único candidato para el macropapel pasivo: (36) The photo in the newspaper upsets James. a. [be-in' (newspaper, photo)] CAUSE [feel' (James, [angry.about' (be-in'(newspaper, photo))])] b. [be-in' (newspaper, photo)] CAUSE [angry' (James, (be-in' (newspaper, photo)))] c. [be-in' (newspaper, photo)] CAUSE [angry.about' (be-in' (newspaper, photo), James)]

Para los verbos del tipo rabiar contra se perfila otra solución. La selección de ur Actor parece más bien explicable por el comportamiento emocional que caracteriza e EXPERIMENTADOR. Podrían clasificarse como actividades atípicas: (37) rabiar contra: do' (x, rage' (x, y))

En cambio, los verbos del tipo sufrir de o temer por expresan sentimientos no epi­ sódicos. Denotan las características de un EXPERIMENTADOR y no el hecho de que sufra un cambio en una situación determinada. Por eso, el EXPERIMENTADOR tier e una fuerte afinidad a la función informativa de tópico que corresponde al sujeto en caso no marcado. La afinidad de EXPERIMENTADOR de los verbos no episódicos con el tópico se puede demostrar fácilmente comparando las construcciones de place’ en inglés, francés e italiano: (38) a. John disliked oranges. b. Jean n’aimait pas les oranges. c. A Gianni non piacevano le arance. (39) a. The concert was liked by everybody. b. Le concert a plu á tout le monde. c. II concerto é piaciuto a tutti.

El inglés, lengua de poca variabilidad sintáctica, recurre a la construcción pasiva para designar placeres momentáneos (i.e., episódicos). El francés expresa la diferencia entre preferencias generales y placeres momentáneos de manera léxica por el contras­ te entre aimer y plaire. El italiano modifica el orden de constituyentes.

Macropapeles: entre semántica y sintaxis

117

El portugués se sirve del verbo intransitivo gostar de para designar las preferencias generales frente al verbo agradar que se usa para los placeres momentáneos: (40) Joan gostava de laranjas. (41) Carla agradava aos americanos.

El verbo portugués gostar de representa entonces el caso prototípico para una regla adicio­ nal de enlace que también sirve para solucionar los casos problemáticos de sufrir de o tener a. (42) Regla del tópico: las exigencias informativas se superponen a la regla de enlace de los verbos intransitivos de estado. Si por la estructura informativa inherente del predicado un argumento muestra una gran afinidad con la función del tópico, este argumento tiene que realizarse como sujeto en la diátesis no marcada.

Esta regla se aplica a los verbos que denotan emociones no episódicas. Si estos verbos son intransitivos, como el portugués gostar de, el argumento más activo, i. e., el EXPE­ RIMENTADOR, se realiza como sujeto, en contra de la regla de base según la cual los estados intransitivos asignan el macropapel Undergoer a su argumento más pasivo de modo que este ejerce la función de sujeto. En cambio, verbos como piacere en italiano o gustar en español, que denotan placeres generales así como momentáneos, no tienen una estructura informativa inherente, así que el orden de los constituyentes refleja la estruc­ tura informativa según el contexto. En cuanto a los verbos episódicos de la segunda clase de Belletti y Rizzi (1998), i. z.,preoccupare, los datos son también más complejos de lo que se pensaba. Hay que distinguir una clase causativa y otra no causativa. Mientras que la clase causativa5 permite un AGENTE-CAUSADOR para el segundo argumento, la clase no causativa no lo hace. Se puede evidenciar la diferencia mediante las conocidas pruebas de agentividad (cf. Kailuweit, 2005, 2007a): (43) a. b. c. d.

María fue escandalizada/intimidada por Juan. Se deja fácilmente escandalizar/intimidar. Juan escandalizó/intimidó a María de propósito. ¡No me escandalices/intimides!

(44) a. b. c. d.

*Juan fue preocupado/interesado por María. *Juan se deja fácilmente preocupar/interesar. *Juan preocupó/interesó a María a propósito. *¡No me preocupes! *¡Interésame!

En español, la diferencia afecta también al uso de los pronombres acusativo y dati­ vo. Observamos el siguiente contraste en el español de España: (45) a. Este asunto le/lo asusta, a Juan. b. Este asunto le/*lo preocupa, a Juan.

5

La causatividad de esta clase se analizó según los diferentes enfoques en Pesetzky ([1988] 1995), Grimshaw

1 1990) y Van Valin y LaPolla (1997). Todos estos estudios ignoran la clase no causativa.

118

El funcionalismo en la teoría lingüística

y en el español de Chile y Argentina: (46) a. Este asunto *le/lo asusta, a Juan, b. Este asunto le/lo preocupa, a Juan.

Escandalizar e intimidar son verbos causativos,preocupar e interesar no lo son. Para otros verbos, p. e. asombrar; divertir o indignar, los resultados no son unívocos. Los dos grupos forman un continuo. En Kailuweit (2005) hemos mostrado que la mayoría de los verbos con EXPERIMENTADOR acusativo en francés e italiano es causativa, pero una minoría significativa no lo es. Ambos grupos tienen en común que denotan episodios emocionales más o menos breves en los que el EXPERIMENTADOR se ve afectado por un cambio de su estado emocional en un momento determinado. Este cambio se puede reflejar en reacciones físicas no controladas: temblor, palidez, rubor, etcétera. Para la clase causativa podemos proponer una estructura lógica del tipo (47) [.. .x. ..] CAUSE [(afraid.of (y, z)] x« y // a = referencia (parcialmente) idéntica6

aunque queda abierto el orden de los argumentos EXPERIMENTADOR y CORRELATO. Así se podría proponer la estructura lógica pred' (x, y) para los verbos no causativos. (48) preocupar, interesar worry' (x, y), interest' (x, y)

Si en el español de España estos verbos son intransitivos, su enlace se explica de la misma manera que el enlace de los verbos dativos prototípicos como gustar o pertenecer. Más problemático es el enlace de sus variantes americanas, que son transitivas, ya que seleccionan un objeto en acusativo. Podríamos imaginamos que estamos ante un caso de asignación excepcional del macropapel pasivo, fenómeno que más arriba se describió con la alternancia locativa de los verbos trivalentes del tipo cargar. El problema reside en que, con verbos bivalentes, la asignación excepcional del Undergoer al argumento más activo encerraría la asignación del macropapel Actor al argumento más pasivo, efecto poco de­ seable ya que despojaría la asignación de macropapeles de su base semántica. Por fin, hay diferentes tipos de verbos de emoción trivalentes. Los verbos que reali­ zan el EXPERIMENTADOR en acusativo no son problemáticos: (49) interesar (a) alguien por algo / incitar (a) alguien contra alguien [...x...] CAUSE [(interest' (y, z)] / [...x...] CAUSE [(angry' (y, z)]

En cambio, no hay manera de describir los verbos del tipo envidiar (verbos de esta­ do no causativos trivalentes) en términos de la jerarquía de macropapeles de Van Valin y LaPolla (1997). No sirve la estructura lógica propuesta para hablar, ya que en el caso de envidiar no se trata de una actividad. El francés dispone de otro verbo de sentimien­ to trivalente: en vouloir á q. de qc.. (‘rabiar contra alguien por algo’). Podríamos con­ siderar este verbo muy usual como una actividad atípica aplicando una estructura lógi­ ca parecida a la que hemos propuesto para hablar:

6 Es decir, una propiedad de x es lo que provocar el asusto de z.

Macropapeles: entre semántica y sintaxis

119

(50) On peut lui en vouloir de beaucoup de phrases - Je ne luí en veux méme pas de ces phrases dont vous parlez. (FRANTEXT: DROIT, M.) do' (x, [...(x, y, z)])

No obstante, resulta difícil decir cuál será la semántica interna de la parte de la es­ tructura que arregla la distribución del segundo y del tercer argumento. Resumimos: la jerarquía de macropapeles basada en las estructuras lógicas no parece suficientemente flexible para representar las diferencias semánticas de las clases de verbos de emoción. La distinción fundamental entre emociones episódicas y no episódicas no se refleja de manera convincente en las estructuras lógicas. No me parece posible precisar la semántica interna y el orden de los argumentos de los verbos episódicos bivalentes causa­ tivos (tipo asustar) y no causativos (tipo preocupar). El problema se complica todavía más con los verbos trivalentes causativos (tipo interesar a alguien por algo/incitar a al­ guien contra alguien), no causativos estáticos (tipo envidiar algo a alguien) y de compor­ tamiento emocional (tipo francés en vouloir á quelqu’un de quelque chose).

6. Hacia una alternativa a las estructuras lógicas En Kailuweit (2005 y 2007a) me inspiré en los estudios de Rozwadowska (1988) y Reinhardt (2002), que intentan reducir lo más posible el número de rasgos pertinentes para la determinación de los papeles semánticos. Para representar los diferentes tipos de EXPERIMENTADOR recurrí a un cálculo que combina tres rasgos y tres valores: los dos rasgos de agente de Reinhardt (2002): «causar un evento» [c] y «estado men­ tal» [m] (el último corresponde a «sensación» y «percepción» en Dowty, 1991). Ade­ más, un tercer rasgo presente en Rozwadowska (1988), que es de paciente y que lla­ mamos «resultado» [r] («cambio de estado» en Dowty, 1991). (51) a. Rasgos de agente: «causar un evento» [c] (fuerte); «estado mental» [m] (débil), b. Rasgo de paciente: «resultado» [r] (fuerte).

Los rasgos [c] y [r] (rasgos fuertes) tienen el doble peso del rasgo [m]. Atribuimos a los valores +, ± y - de los primeros los valores numéricos 4, 2 y 0 respectivamente y a los del último los valores numéricos 2, 1 y 0. Si queremos calcular el grado de actividad de un argumento, tenemos que sumar los valores numéricos de los rasgos [c] y [m] y substraer el del rasgo [r]. +c 4

±c 2

-c 0

+m 2

±m 1

-m 0

-r 0

± -2

+c -4

Fig. 6. Rasgos y valores numéricos.

De esta manera, el cálculo de rasgo nos permite diferenciar entre un CORRELATO que es al mismo tiempo un CAUSADOR [+c -m -r] y un CORRELATO que no lo es [-c -m -r]. En cuanto al EXPERIMENTADOR, podemos distinguir cuatro tipos. El rasgo definitorio es [+m]. Los diferentes valores para los rasgos [c] y [r] marcan las diferencias.

120

El funcionalismo en la teoría lingüística 1

2

3

Cambio de estado en el EXPERI­ MENTADOR

Cambio de estado en el EXPERI­ MENTADOR

Cambio de estado y de juicio subje­ tivo del EXPERI­ MENTADOR

Comportamiento Juicio subjetivo del EXPERI­ emocional del EXPERIMENTA­ MENTADOR DOR

correlato

CORRELATO no causativo

CORRELATO no causativo

CORRELATO no causativo

causativo [-C +m +r]

[-C +m +r]

[+c -m -r]

[-c -m -r]

[±c +m +r] [-c - m -r]

4

[±c +m ±r] [-c - m -r]

5

CORRELATO no causativo

[±c +m -r] [-c - m -r]

Fig.7. Contrastes de actividad entre EXPERIMENTADOR y CORRELATO.

Los verbos que denotan un cambio de estado en un episodio emocional tienen un EXPERIMENTADOR ([-c +m +r]), que es consciente de su sentimiento [+m] pero no contribuye con ninguna actividad mental [-c]. Los verbos episódicos del tipo repugnar; que seleccionan un dativo no solo en el es­ pañol de España sino también en el español de América, en francés y en italiano, tienen un EXPERIMENTADOR [±c +m +r] más activo, que, por un lado, sufre un cambio de estado pero, por otro, se caracteriza por un componente de juicio. Los verbos que denotan emociones no episódicas tienen un EXPERIMENTADOR con un componente de juicio más importante, que está representado por [±c +m -r]. El EXPERIMENTADOR de los verbos del tipo rabiar contra está representado por los [±c +m ±r]. Aquí [±c] se refiere al comportamiento emocional; [±r] indica que el sentimiento implica un cambio de esta­ do en el EXPERIMENTADOR, ya que un sentimiento como p. e. «rabia» nace en una situación determinada. En cuanto al PUNTO DE REFERENCIA (temer por alguien), lo distinguimos del CORRELATO por el rasgo [±m]. Puede ser una persona consciente o no, mientras que el CORRELATO es siempre un estado de cosas. En el caso de los verbos transitivos, el argumento con el valor numérico más alto recibe el macropapel Actor y se realiza como sujeto, y el argumento con el valor más bajo recibe el macropapel Undergoer y se realiza como objeto acusativo. Así podemos explicar el enlace de las diferentes clases de verbos de emoción: V erbos

transitivos bivalentes

I. asustar ([-c +m +r]EXP= -2 => Undergoer, [+c -m -r]COR+CAU= 4 => Actor) II. preocupar (esp. de América) ([-c +m +r]EXP= -2 => Undergoer, [-c -m -r] Actort) III. querer ([±c +m -r]EXP= 4 => Actor, [-c -m -r]COR= 0 => Undergoer)

COR

V erbos

intransitivos bivalentes

IV. gustar (IMP [±c +m -r]EXP= 4, [-c -m -r]COR= 0 => Undergoer) V. rabiar contra (IMP [±c +m ±r]EXP= 2 => Actor, [-c ±m -r]PUN=1) VI. sufrir de, temer por (lMPjóp]co [±c +m -r]EXP= 4 => Actor, [—c -m -r]C0R= 0 / [-c ±m°-r]PUN= 1) VII. repugnar ([±c +m (+r)]EXP= 4 =>, [-c -m -r]COR= 0 => Undergoer) VII. preocupar (esp. de Europa) ([-c +m (+r)]EXP= 2 =>, [-c -m -r]COR= 0 => Undergoer)

= 0 =>

Macropapeles: entre semántica y sintaxis

121

V e r b o s t r iv a l e n te s

IX. interesar a alguien por algo I incitar a alguien contra alguien ([+c ±m -r]CAU= 6 => Actor) [-c +m +r]EXP = -2 => Undergoer, [-c -m -r]COR = 0 / [—c ±m -r]PUN= 1) X. envidiar algo a alguien ([±c +m -r]EXP= 4 => Actor, [-c -m -r]COR= 0 => Undergoer, [-c ±m -r]PUN=1)

El enlace de los verbos del tipo gustar se explica con la regla de los estados intran­ sitivos, el enlace de los verbos del tipo rabiar contra con la regla de actividades. Los verbos del tipo sufrir de y temer por son estados, pero en su enlace se superpone la regla del tópico. Para los verbos del tipo repugnar se da un empate: (52) repugnar (IMP [±c +m + r ] EXP = 0 => ?, [-c -m

-r]co R

= 0 => ?)

Por eso estipulamos que en estos casos el rasgo [r] se suprime. (53) Regla de empate: si dos argumentos tienen el mismo valor numérico, hay que calcular sin tener en cuenta el rasgo [r].

En el español de España, las construcciones dativas son las únicas posibles de los verbos del tipo preocupar. Proponemos entonces la siguiente regla general: (54) En el español de España el valor [r] del EXPERIMENTADOR no influye en la atribución de macropapeles.

De esta manera se explica la proximidad semántica entre los tipos preocupar, repug­ nar e incluso gustar en sus usos episódicos. En mi análisis (Kailuweit, 2005), todos los verbos episódicos denotan un cambio de estado en el EXPERIMENTADOR, pero fo­ calizan al mismo tiempo el estado emocional de duración indeterminada que resulta. Por eso no es fácil analizarlos como realizaciones o estados. Si hacemos hincapié en que el componente de cambio está menos presente en repugnar y gustar y que hay incluso una clara tendencia en el español de España a sustraerlo con los verbos del tipo preocupar, se explica el orden EXPERIMENTADOR > CORRELATO en la jerarquía de actividad. La atribución del macropapel Undergoer al argumento más pasivo sigue la regla sintáctica de la RRG para los verbos estáticos intransitivos.

7. Conclusión Hemos visto que el problema de enlace, sobre todo con los verbos de emoción, pero también con los causativos, los de hablar o los de alternancia locativa, es tan complejo que el enfoque de una jerarquía basada en las estructuras lógicas toca sus límites, ya que solo se distinguen cinco grados de actividad. Aunque cambie el componente semántico de la RRG de manera considerable, quisiera proponer un análisis que se restringe a un catálogo de 27 papeles semánticos caracterizados por los rasgos de agente: «causar un evento» [c] (fuerte) y «estado mental» [m] (débil) y el rasgo de paciente: «resultado» [r] (fuerte). Estos papeles se pueden situar en una jerarquía de actividad de escalas más

122

El funcionalismo en la teoría lingüística

finas. Una vez establecida la diferencia de actividad entre los argumentos de un predi­ cado, las reglas de atribución de macropapeles previstas en la RRG son suficientes para explicar el enlace. Los macropapeles figuran como categorías de transición entre los niveles sintáctico, semántico e incluso pragmático (estructuras informativas inherentes), como se comprueba analizando el enlace de los verbos sufrir de, tener a o del portugués gostar de. Falta todavía una obra más extensa que pueda corroborar que este enfoque es manejable para un gran número de clases de predicados7.

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7 Este será el objetivo del proyecto Constructional Schemas and the Lexicon del Freiburg Institute for Advanced Studies. En Kailuweit (2010) mostré que el cálculo de rasgo sirve para distinguir los diferentes tipos de construcciones anticausativas en las leguas románicas.

Macropapeles: entre semántica y sintaxis

123

— (2008), «A RRG description of locative alternation verbs in English, French, Ger­ man and Italian», en R. Kailuweit et. al. (eds.), New Applications of Role and Refe­ rence Grammar, Newcastle upon Tyne, Cambrige Scholars Publishing, pp. 328-355. — (2010), «Romance Anticausatives. A Constructionist RRG Approach», en W. Naka­ mura (ed.), Proceedings of the 10th International Conference on Role and Referen­ ce Grammar (RRG 2009) [http://linguistics.buffalo.edu/people/faculty/vanvalin/rrg/ ProceedingsofRRG2009_02 .pdf]. K o c h , P. (2001), «As you like it. Les métataxes actantielles entre expérient et phénoméne», en L. Sch0sler (ed.), La valence. Perspectives romanes et diachroniques, Stuttgart, Steiner, pp. 59-81. P e s e t z k y , D. (1995), Zero syntax. Experiencers and cascades, Cambridge, Mass./Londres, MIT-Press. R a ppa po rt H ovav , M., y L e v in , B. (1988), «What to do with Theta Roles», en W. Wil­ kins (ed.), Thematic relations (Syntax and Semantics, vol. 21), Nueva York, Acade­ mic Press, pp. 7-36. R e in h a r t , T. (2002): «The Theta system - an overview», Theoretical Linguistics 28,3, pp. 229-290. R o z w a d o w s k a , B. (1988), «Thematic restrictions on derived nomináis», en W. Wilkins (ed.), Thematic relations (Syntax and Semantics, vol. 21), Nueva York, Academic Press, pp. 147-165. T e n n y , C. (1994), Aspectual roles and the syntax-semantics interface, Dordrecht, Kluwer Academic Publishers. IfesNiÉRE, L. (1959), Eléments de syntaxe structurale, Pans, Klincksiek. V an V a l in , R. D., J r . (1990), «Semantic parameters of split intransitivity», Language 66, 2 , pp. 221-260. — (1993), «A synopsis of Role and Reference Grammar», en id. (ed.), Advances in Role and Reference Grammar, Amsterdam, Benjamins, pp. 1-164. — (2005), Exploring the Syntax-Semantics Interface, Cambridge, Cambridge Univer­ sity Press. — y L a P o l l a , R. J . (1997), Syntax. Structure, Meaning and Function, Cambridge, Cambridge University Press. V e n d l e r , Z. (1967), Linguistics in Philosophy, Nueva York, Cornell University Press. W h it l e y , S. M. (1995), «Gustar and other Psych Verbs. A problem in transitivity», Hispania 78, pp. 573-585.

II. M o rfo sin taxis ,

s em á n t ic a y

PRAGMÁTICA DE LA CLÁUSULA SIMPLE

El clítico se en las oraciones no reflexivas del español C arlos G onzález V ergara

1. Introducción El se es un tema de investigación recurrente en los estudios gramaticales españoles, pues en apariencia se presenta en tipos oracionales muy diferentes, cumpliendo funciones asismismo muy disímiles. No es raro, por ejemplo, encontrar textos descriptivos que nos hablen de la existencia de diez o más tipos de se diferentes (véanse, por ejemplo, Contre­ ras, 1964, y Montes Giraldo, 2003). El propósito de este capítulo es proponer una expli­ cación unitaria para la manifestación de se en todas las construcciones no reflexivas con se, es decir, aquellas que tradicionalmente han sido conocidas como «impersonales refle­ jas», «pasivas reflejas», «oraciones de se inherente», «oraciones de interés» y «construc­ ciones medias». Según nuestra perspectiva, fundamentada en los principios teóricos de la Gramática del Papel y la Referencia (RRG), el se que todos estos tipos oracionales mani­ fiestan puede explicarse a partir de un único fenómeno léxico1.

2. El papel de se en las oraciones no reflexivas Nuestra propuesta con respecto al papel que desempeña el morfema se en las oraciones no reflexivas es la siguiente: se es la manifestación morfológica de un fenómeno léxico que modifica la estructura lógica de la oración mediante la disminución de la importan­ cia del argumento de macropapel Actor y el privilegio del argumento de macropapel Undergoer, cuando este está presente. En otras palabras, se trata de un fenómeno que interviene en la estructura lógica con el fin de que la jerarquía natural de los argumentos que se encuentran en ella no se materialice sintácticamente. Este fenómeno léxico puede adoptar dos manifestaciones, las cuales dependen del tipo de aktionsart del predicado. La primera afecta a predicados de todo tipo y consiste Para profundizar en los fundamentos teóricos de esta propuesta, véanse Centineo (1995), Van Valin y LaPolla ^997). Bentley (2004), Van Valin (2005) y González Vergara (2006, 2009).

128

El funcionalismo en la teoría lingüística

en la inespecificación del argumento de mayor jerarquía de la estructura lógica, aquel argumento que naturalmente asumiría el macropapel de Actor; esto tiene generalmente como consecuencia que el argumento con macropapel de menor jerarquía -el Under­ goer- sea el más destacado de la estructura lógica si se halla presente. Cuando el fenó­ meno léxico adopta esta manifestación, puede generar diferentes consecuencias sintác­ ticas en la oración real. Todas ellas, sin embargo, tienen en común que el argumento semántico que originalmente se presentaría como el argumento sintáctico privilegiado de la oración (Privileged Syntactic Argument o PSA) no pueda seleccionarse para este papel luego de que la estructura lógica ha sufrido el proceso descrito. Esta primera manifestación del fenómeno puede articularse en forma de una regla léxica como la que se plantea en (1). En ella se presenta, en primer lugar, la descripción general de la regla y, a continuación, su formulación específica para los predicados de acuerdo con los distintos tipos de aktionsart: (a) estados, (b) actividades, (c) realiza­ ciones activas, (d) realizaciones y logros, (e) semelfactivos y (f) predicados causativos. (1)

Regla léxica de inespecificación del argumento de mayor jerarquía. Dada una estructura lógica cualquiera, vuélvase inespecífico el argumento x del predicado. a. pred' (x, y) pred' (0, y) b. do' (x, [pred' (x(, y))]) do' (0, [pred' (0 (, y))]) c. do' (x, [pred/ (x, y)]) & INGR pred2' (y) do' (0, [pred/ (0, y)]) & INGR pred/ (y) / do' (x, [pred' (x)]) & INGR be-LOC' (y, x) ^ do' (0, [pred' (0)]) & INGR be-LOC' (y, 0) d. BECOME/INGR pred' (x, y) ** BECOME/INGR pred' (0, y) e. SEML pred' (x, y) ^ SEML pred' (0, y) / SEML do' (x, [pred' (x(, y))]) SEML do' (0, [pred' (0 (, y))]) f. [do' (x, 0)] CAUSE [(BECOME/INGR) pred' (y)] [do' (0, 0)] CAUSE [(BECOME/INGR) pred' (y)] / [do' (x, 0)] CAUSE do' (y, [pred' (y)]) [do' (0, 0)] CAUSE do' (y [pred' (y)])

La segunda manifestación posible de este fenómeno léxico general afecta solo a algunos de los predicados listados originalmente como actividades que son suscepti­ bles de variar sus aktionsarten a realizaciones activas; se trata específicamente de los verbos de creación, consumo y desplazamiento. Estos predicados, como todas las ac­ tividades, poseen un primer argumento que asume el macropapel de Actor. En las es­ tructuras lógicas de estos verbos, el fenómeno léxico puede manifestarse en la apari­ ción necesaria de un argumento completamente referencial de menor jerarquía. Esto tiene como consecuencia el cambio obligatorio del aktionsart del predicado de activi­ dad a realización activa, es decir, una actividad delimitada en el tiempo cuyo límite se encuentra definido por la presencia del argumento de menor jerarquía. Esta manifestación puede articularse en la forma de la regla léxica presentada en (2). En (a) se describe la regla que se aplica a los predicados de consumo y creación, mien­ tras que la de (b) rige los verbos de desplazamiento. (2)

Regla léxica de asignación obligatoria de un argumento de menor jerarquía en predicados de actividad. Dada una estructura lógica de actividad do' (x, [pred' (x(, y))]), añádase un argumento completamente referencial y. a. do' (x, [pred' (x(, y))]) ** do' (x, [pred/ (x, y)]) & INGR pred2' (y) b. do' (x, [pred' (x)]) do' (x, [pred' (x)]) & INGR be-LOC' (y, x)

El clítico se en las oraciones no reflexi vas del español

129

Proponemos que las construcciones españolas conocidas tradicionalmente como «pasivas reflejas», «impersonales reflejas» y «medias», así como algunas de las que forman parte de la categoría de «oraciones de se intrínseco», tienen como base el fe­ nómeno léxico descrito en su primera manifestación; es decir, el que se produce me­ diante la aplicación de la regla de inespecificación del argumento de mayor jerarquía y macropapel Actor de la estructura lógica. La combinación de las consecuencias sin­ tácticas de este fenómeno léxico con factores como la estructura informativa, los ope­ radores de diferentes niveles o los rasgos del argumento Undergoer dan como resulta­ do los tipos de oración que han sido clasificados en las categorías mencionadas. Por su parte, los predicados que sufren la segunda manifestación de este fenómeno, es decir, el que se produce por la aplicación de la regla de asignación obligatoria de un argu­ mento de menor jerarquía, son el fundamento de las construcciones denominadas como «oraciones de interés». Cada una de estas construcciones puede describirse en términos de esquemas construccionales, tal como se plantea en González Vergara (2006 y 2009).

3. La inespecificación del argumento de mayor jerarquía en distintos tipos de predicado A continuación analizaremos cómo se aplica la regla léxica de inespecificación del argumento de mayor jerarquía y macropapel Actor formulada en (1) a los distintos ti­ pos de predicado según sus aktionsarten. 3.1. Predicados de estado

Los estados son predicados que describen estados de cosas inherentemente no dinámi­ cos y no delimitados temporalmente. En cuanto a sus macropapeles, pueden tanto presentar un solo macropapel (M-intransitivos) como poseer dos macropapeles (Mtransitivos). En esta sección sólo nos referiremos a los predicados de estado M-transitivos, ya que los estados M-intransitivos (así como los verbos de realización, logro y semelfactivos basados en ellos) no pueden sufrir la aplicación de la regla léxica de (1), pues sus estructuras lógicas ya tienen como argumento privilegiado el argumento de más baja jerarquía (para mayores detalles en relación con la incompatibilidad de se con este tipo de predicados, véase González Vergara, 2006). Las estructuras lógicas de los estados se representan en forma de predicados sim­ ples, como se observa en (3): (3)

a. Pedro ama el misterio, love' (Pedro, misterio) b. María oye a los pescadores, hear' (María, pescadores)

En su enlace por defecto, el argumento de mayor jerarquía del predicado de estado recibe el macropapel de Actor, mientras que al de menor jerarquía se le asigna el ma­ cropapel de Undergoer. El Actor se selecciona como PSA de la oración, materializán­ dose como argumento central directo en caso nominativo y en el morfema personal del

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El funcionalismo en la teoría lingüística

verbo, mientras que el Undergoer aparece como un argumento central directo en caso acusativo. A continuación puede observarse de qué forma se aplica la regla de (la) a las estruc­ turas lógicas de los ejemplos de (3) y cómo son las representaciones sintácticas que se enlazan con estas estructuras lógicas. Tras cada caso presentamos en su contexto ora­ ciones de estructuras lógicas equivalentes tomadas del Corpus de Referencia del Espa­ ñol Actual (CREA). Se ha respetado la escritura original de los textos. (4)

a. Sé ama el misterio. love'(0, misterio) a’.[...] la conciencia de un pueblo que ama su cultura, con la misma profundidad con la que se ama el misterio de la propia vida. (CREA) b. Se oye a los pescadores. hear' (0, pescadores) b’.[...] y empieza a caminar por la orilla del mar, y ya es el atardecer, y se oye a los pescadores que cantan las canciones de él, porque las escucharon y las aprendieron [...] (CREA)

Cada una de las estructuras lógicas expuestas en (4) ha sufrido la inespecificación del argumento de mayor jerarquía y las oraciones resultantes presentan el morfema se. En (4a) puede apreciarse que el PSA corresponde al argumento de macropapel Under­ goer, mientras que el ejemplo de (4b) no presenta PSA, lo que se aprecia en la discor­ dancia entre el morfema verbal de tercera persona singular -defectivo en español- y el rasgo de pluralidad del argumento Undergoer. ¿Qué es lo que diferencia el argumento que se selecciona como PSA del argumento que no recibe esta selección? En una primera aproximación, parece ser que la distinción pertinente se basa en que este último hace referencia a entes animados, mientras que el primero refiere a entes inanimados. Sin embargo, tal como lo evidencia el ejemplo de (5), tomado igualmente del CREA, también es posible hallar casos en los que un argu­ mento Undergoer animado se selecciona como PSA* ¿Cómo puede explicarse esto? (5)

¿Qué se piensa hacer con aquellos curanderos que pasan de cinco mil y que están diseminados por todos los valles, caseríos, cantones y pueblos én donde no se conocen los médicos pero ni en fotografía? (CREA)

Si observamos esta oración, podemos damos cuenta de que el sintagma los médicos no hace referencia a unos entes específicos, sino que se trata de la descripción de una clase. Parece ser, entonces, que tanto el rasgo de animacidad como la referencialidad plena del SN influyen en que el Undergoer pueda aparecer como PSA en este tipo de construcciones. En otras palabras, si el argumento de menor jerarquía es tanto plenamen­ te referencial como f+animado] no se selecciona como PSA y, consecuentemente, se materializa como argumento central directo en caso acusativo, como se observa en (5); en cambio, sí puede ser PSA de la oración si se trata de un argumento [+animado] no plenamente referencial (4b), o bien si se trata de un argumento referencial [-animado], como se aprecia en (4a). Si el argumento de menor jerarquía del ejemplo anterior no se marcara como no disponible para ser seleccionado como PSA en estas construcciones, sino que se le

El clítico se en las oraciones no reflexivas del español

131

asignara tanto el macropapel de Undergoer como el papel de PSA y se materializara como SN en nominativo y en el morfema personal del verbo, la oración resultante tendría una interpretación reflexiva o recíproca, como se ve en (6): u;, so vy\\*V\ fOSBO vjfnnq Ss no faup oh Binouo gornsh ¿offi^boq ,(9-) nulnagínq o¿ ocooo (6) Se oyen los músicos = ‘los músicos se oyen {a sí mismos/entre ellos}’ Un tipo especial de predicados biargumentales de estado corresponde a las construc­ ciones atributivas (7a) e identificacionales (7b). En ellas, según Van Valin y LaPólla (1997: 102) y Van Valin (2005: 48), el segundo argumento del predicado de estado no corresponde a una entidad referencial sino al atributo o identificador respectivo. Su comportamiento con respecto a la regla léxica de (la), sin embargo, es la misma que la de los otros predicados de estado biargumentales y sus estructuras lógicas sufren igualmente la inespecificación del argumento de mayor jerarquía. Esto es lo que se observa en los siguientes ejemplos: (7)

a. Pedro es pobre. be' (Pedro, [poor']) a’. Se es pobre, be' (0, [poor']) a” . Se es pobre cuando se es necesitado, menesteroso y falto de lo necesario para vivir o que lo tiene con mucha escasez. (CREA) b. María es presidente. be' (María, [president']) b \ Se es presidente, be' (0, [president']) b” . No se es presidente de la República: se está en la presidencia de la República. Y, sin embargo, muchos políticos olvidan esta distinción. (CREA)

Un caso interesante para su discusión es el que plantea el verbo de estado sentir. Este puede utilizarse para describir estados emocionales como se aprecia en (8a). Dado que se trata de un predicado de estado biargumental, en él la regla léxica de (la) se aplica directamente, lo que da como resultado una oración como la de (8b): (8)

B V 108*

X 1 OLI

[0

a. Pedro siente tristeza. feel' (Pedro, tristeza)

|( V

()

.O

b. Se siente tristeza. feel' (0, tristeza) b’. Pues se siente tristeza, pero es la realidad; pero no importa: si para torear es necesario que toreen los españoles, que traigan a los españoles... (CREA) Sin embargo, además de esta aplicación canónica de la regla de (la), el verbo sentir puede combinarse con el morfema se de una manera diferente, como se puede observar en una oración como Pedro se siente triste. Esta alternancia parece plantear un desafío a nuestra propuesta, ya que el argumento Pedro, que es el PSA de la oración sin mor­ fema se de (8a), conserva este papel en la oración que sí lo presenta. A pesar de su

132

El funcionalismo en la teoría lingüística

aparente semejanza, ambas oraciones poseen, no obstante, representaciones semánti­ cas muy diferentes y, al analizarlas, sí se aprecia la influencia del fenómeno léxico del que se es evidencia. Si observamos las estructuras lógicas de ambas oraciones, tal como se presentan en (9), podemos darnos cuenta de que, en el primer caso, Pedro es el argumento de mayor jerarquía y macropapel Actor de un predicado de estado biargumental. En la oración de (9b), por su parte, el argumento tristeza se ha transformado en un predicado: sacT, y el argumento Pedro, en consecuencia, ha pasado de ser el argumento de mayor jerarquía de un predicado de estado biargumental -y, por lo tanto, el Actor- a ser el argumento único de un predicado de estado monoargumental: el Undergoer. En consecuencia, aunque en la alternancia entre sentir y sentirse el morfe­ ma se no es evidencia de la aplicación de la regla de inespecificación del argumento de mayor jerarquía, sí señala que se ha producido una alteración mayor de la estructura argumental del predicado, el que ha pasado de ser un estado biargumental a ser un estado monoargumental, con lo que su argumento único y el que selecciona como PSA es el Undergoer, En otras palabras, esta aparición del morfema se no obedece a la regla específica de (la), pero sí es marca del fenómeno léxico general que indica la dismi­ nución de la importancia del argumento de macropapel Actor: (9)

a. Pedro siente tristeza, feel' (Pedro, tristeza) b. Pedro se siente triste, feel' (Pedro, [sad'])

3.2. Predicados de actividad

Las actividades son predicados dinámicos, no delimitados en el tiempo. Las estructura? lógicas de este tipo de verbos contienen siempre un predicado de actividad generaliza­ da de dos argumento: do'. El predicado que describe la actividad específica concurre con el predicado do' ocupando la posición de segundo argumento. Así, la estructura lógica de un predicado de actividad monoargumental como trabajar corresponde a do (x, [work' (x)]), en la que se observa que el primer argumento del predicado de acti­ vidad generalizada es también el argumento único del predicado de actividad específ.ca. La estructura lógica de un predicado de actividad biargumental como pintar alg: por su parte, corresponde a do' (x, [paint' (x, y)]), en el que podemos observar que el primer argumento de do' es también el primer argumento de paint'. El primer argumento del predicado de actividad do' es, por defecto, el argumento ce mayor jerarquía de cualquier estructura lógica y, por consiguiente, se trata del argu­ mento que asume el macropapel de Actor2. En consecuencia, el proceso léxico de inespecificación del argumento de mayor jerarquía siempre puede cumplirse con e?.; tipo de predicados, tanto en el caso de los monoargumentales como con los biargume- -

2 Esto no es totalmente exacto. Los verbos del tipo de asesinar, cuyo primer argumento manifiesta necesariair-ers intencionalidad, poseen una estructura lógica del siguiente tipo: DO (x, [do' (x,...)]). El argumento de DO se encjatra en una posición superior a la del primer argumento de do' en la jerarquía Actor-Undergoer. Para los efectos de k* aspectos relacionados con la oraciones no reflexivas con se, sin embargo, tal distinción no parece pertinente y tar.:: d primer argumento de DO como el primer argumento de do' se consideran equivalentes en cuanto a jerarquía.

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tales. A continuación puede observarse cómo se aplica la regla léxica de (Ib) en un predicado de actividad monoargumental: (10) a. Pedro trabaja. do' (Juan, [work' (Juan)]) a’. Se trabaja. do' (0, [work' (0)]) a” . Aquí todo es manual. No hay detectores de metales, no conocemos del manejo de explosivos, no sabemos qué son los rayos x para requisas, no tenemos siquiera perros amaestrados. Aquí se trabaja con las uñas. (CREA) La estructura lógica de la oración de (10a’) ha sufrido la aplicación de la regla léxi­ ca de (Ib) y, por lo tanto, su argumento de mayor jerarquía -el que asumiría el macro­ papel de Actor- ha sido inespecificado. Al carecer la estructura lógica de argumentos específicos, no ocurre el proceso de asignación de macropapeles y, por consiguiente, la oración carece de PSA. El morfema de persona del verbo se presenta en tercera perso­ na singular, su conjugación defectiva. El morfema se, por su parte, aparece como evi­ dencia del proceso léxico de inespecificación del argumento de mayor jerarquía de la estructura lógica. Con respecto a los predicados de actividad biargumentales, existe una diferencia importante entre las estructuras lógicas de los verbos de actividad y las de los verbos de estado y sus derivados. Esta diferencia tiene que ver con la naturaleza del segundo argumento del predicado. Según Van Valin y LaPolla (1997: 149) y Van Valin (2005: 63-64), si este no es completamente referencial, se trata de un argumento inherente, que sirve para caracterizar la naturaleza de la acción más que para referirse a alguno de los participantes en ella y, en consecuencia, no asume ningún macropapel. En este tipo de actividades, en consecuencia, a pesar de que la estructura lógica presente dos argumentos, su carácter es M-intransitivo o de predicado de un solo macropapel. Tal característica no se señala de manera explícita en la estructura lógica de los predicados particulares, ya que se trata de una propiedad común a todas las actividades biargu­ mentales cuyo segundo argumento no es completamente referencial. En (11) se presen­ ta un ejemplo de este tipo de verbos de actividad: (11) Pedro come cosas baratas. do' (Pedro, [eat' (Pedro, cosas baratas)]) El argumento cosas baratas no hace referencia a entes específicos e individualiza­ dos de la realidad extralingüística, sino que más bien caracteriza el tipo de actividad del predicado en el que aparece. En otras palabras, un hablante puede expresar que Pedro come cosas baratas sin que se haya producido el consumo de ciertas cosas ba­ ratas específicas. Las oraciones de este tipo se presentan generalmente en aspecto imperfecto, lo que se relaciona claramente con la propuesta de que no describen un suceso en particular que haya tenido lugar en el tiempo, sino una actividad de natura­ leza generalizada. El carácter no referencial de los argumentos como cosas baratas y el hecho de que no asuman un macropapel se comprueba en que no pueden aparecer como PSA de una oración de verbo en voz pasiva basada en la misma estructura lógica de las activas correspondientes, como se aprecia en la agramaticalidad de *Cosas baratas son comi-

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das (por Pedro). En consecuencia, dado que cuando el segundo argumento de una actividad no es completamente referencial el predicado es M-intransitivo, las estruc­ turas lógicas de estas oraciones se comportan de manera equivalente a las de las ora­ ciones con verbos de actividad monoargumental ya analizados. De esta manera, la aplicación de la regla léxica de (Ib) inespecifica el argumento de mayor jerarquía de la estructura lógica y -como el argumento no referencial no recibe macropapel y, por lo tanto, tampoco puede ser seleccionado como PSA- la oración no presenta PSA. El morfema de persona del verbo se fija en su forma defectiva de tercera persona singular y el argumento no referencial permanece inalterado. Esto es lo que se observa en (12): (AHSO) .asrifi ?jú noo mpA .¿obfíTtéaBíns ^on^q (12) a. Se come cosas baratas. do' (0, [eat' (0, cosas baratas)]) ;/ r í a’. [...] he comido pues en sitios de estudiantes, y, claro, pues allí, se come, pues, no, no es la cocina típica del país y la cocina buena, ¿no?, sino que se come cosas baratas [...] (CREA)

Dado su carácter discordante, oraciones como las de (12) han sido objeto de diver­ sos análisis en los estudios gramaticales españoles (véanse, por ejemplo, Bello, 1847; §792; Lenz, 1935: §162; Otero, 1968: 1.848-1.849; 1972; 1999: 1.476, y 2002i 188190; Fernández Ramírez, 1964: 285; Contreras, 1973; Mendikoetxea, 1999: 1.676, entre otros). Nuestra propuesta es que la falta de concordancia que se observa en ellas es consecuencia directa de la naturaleza no referencial del segundo argumento, la que lo inhabilita para recibir macropapel y, por consiguiente, para ser seleccionado como PSA de la oración. Es interesante notar que, de manera similar a lo que planteábamos para el ejemplo de (11), estas construcciones discordantes con se también se presentan generalmente con aspecto imperfecto, utilizándose para describir actividades de carác­ ter generalizado. ¿Qué sucede, entonces, en aquellas oraciones construidas con se basadas en predi­ cados de actividad biargumentales que, sin embargo, sí presentan concordancia entre el morfema de persona del verbo y el SN? Nuestra propuesta es que estas oraciones no tienen estructura lógica de actividades biargumentales, sino que se trata de predicados de realización activa o bien de predicados causativos. Se derivan, en consecuencia, de oraciones como la de (13): (13) Pedro comió esas hamburguesas en mal estado. do' (Pedro, [eat' (Pedro, hamburguesa)] & INGR consumed' (esas hamburguesas en mal estado) En este ejemplo, el segundo argumento esa hamburguesa en mal estado sí es plena­ mente referencial. No se trata de un argumento que solo caracterice la actividad de «comer», sino que se refiere a un participante específico del estado de cosas. Un pre­ dicado como este, en consecuencia, tiene carácter M-transitivo. A diferencia de activi­ dades como la de (11), estas oraciones no describen usualmente eventos generalizados sino sucesos que han ocurrido de manera precisa en el tiempo; por esto, no suelen presentarse con aspecto imperfecto. Desde nuestra perspectiva, entonces, las oraciones concordadas con se como (14) no son predicados de actividad sino realizaciones acti­ vas o causativas que han sufrido el fenómeno de inespecificación del argumento de mayor jerarquía, y, dado que su argumento de menor jerarquía sí es referencial, este

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recibe el macrorrol de padecedor y se encuentra habilitado para seleccionarse como PSA de la oración. Es por esto que -siguiendo el comentario de Mendikoetxea (1999: 1.676)- una oración como *Se alquila estos cuartos resulta agramatical. Este juicio se basa, desde nuestra perspectiva, en que el argumento estos cuartos es plenamente re­ ferencial y, por lo tanto, se encuentra habilitado para recibir macropapel y ser seleccio­ nado como PSA oracional. Por consiguiente, la discordancia en esta oración no se permite. (14) Aún no se han comido esas hamburguesas en mal estado ( = ‘nadie las ha comido’). do' (0, [eat' (0, hamburguesa)] & INGR consumed' (esas hamburguesas en mal estado) ■ -,.. máfro i )Í . H 3 í( £

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En conclusión, desde nuestro punto de vista, las oraciones discordantes con se como las de (14) y las concordantes con se como las de (12) son ambas clases de construc­ ciones posibles en español pero distintas, ya que sus predicados pertenecen a distintos tipos de aktionsarten: actividades, por una parte, y realizaciones activas o causativas, por otra. Sin embargo, ambos tipos se asemejan en que el m orfem a se que contienen es una marca de que sus estructuras lógicas han sufrido la aplicación de la regla de inespecificación del argumento de mayor jerarquía: 3.3. Predicados de realización activa (nfibA)

9iOVll :& ([(íibdA ,,(>)) 's i s á i s \ ,Q ) "oh

Las realizaciones activas corresponden a un tipo de aktionsart complejo, que conjuga las propiedades de dos clases: las actividades y los logros. Pueden definirse como el uso télico de verbos de actividad. Este tipo de patrón se asocia comúnmente con verbos que in­ dican consumo, creación o desplazamiento, ejemplos de los cuales se presentan en (15): (15) a. Pedro fumó varios puros. do' (Pedro, [smoke' (Pedro, puros)]) & INGR consumed' (varios puros) b. Dios creó a Adán. do' (Dios, [create' (Dios, Adán)]) & INGR exist' (Adán) c. María camina hasta la cascada. do' (María, [walk' (María)]) & INGR be-at' (cascada, María) Este tipo de predicados tiene siempre una naturaleza biargumental, pero no siempre M-transitiva (como veremos más adelante para el caso de los verbos de desplazamien­ to). Su argumento de mayor jerarquía corresponde al primer argumento del predicado de actividad -al que se le asigna el macropapel de Actor-, mientras que el de menor jerarquía es el argumento único del predicado de logro en los verbos de consumo y creación -el que asume el macropapel de Undergoer- y el primer argumento del pre­ dicado de logro en los verbos de desplazamiento. En estos últimos, no es el segundo argumento del predicado de logro el argumento de menor jerarquía, como cabría espe­ rar por las especificaciones de la jerarquía Actor-Undergoer, puesto que este argumen­ to es correferente con el primer argumento del predicado de actividad ( María en el ejemplo [15c]). La regla de (le) presenta dos variantes. La primera de ellas muestra su aplicación en los predicados de consumo y creación, mientras que la segunda lo hace en relación con los predicados de desplazamiento. En ambas, sin embargo, el fenómeno léxico descrito es el mismo.

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Presentamos a continuación un ejemplo de predicado de realización activa de con­ sumo que ha sufrido la aplicación de la regla de (le): (16) a. Se fumaron varios puros. do' (0, [smoke' (0, puros)]) & INGR consumed' (varios puros) a’. Asimismo numerosos estudios han encontrado una estrecha correlación entre el cáncer de pulmón y fumar puros y pipas, correlación que se incrementa cuando se inhala el humo y cuando se fuman más de cinco puros ylo pipas al día. (CREA) En (16a) se puede apreciar que el argumento de mayor jerarquía de la estructura lógica ha sido inespecificado. Esto desencadena la presencia del morfema se , mientras que el argumento de menor jerarquía -el Undergoer- se selecciona como PSA y se materializa como argumento central directo y en el morfema personal del verbo. Si el argumento de menor jerarquía presenta el rasgo [+animado], queda inhabilita­ do para seleccionarse como PSA en estas construcciones, tal como presenciamos que ocurría en el caso de los predicados de estado como el de (4b). A continuación ofrece­ mos una oración con verbo de realización activa de creación cuyo segundo argumento (Adán) cumple con esta característica. (17) a. Se creó a Adán. do' (0, [create' (0, Adán)]) & INGR exist' (Adán) a’. [...] si yo quisiera creer que en el Medio Oriente está la raíz, el origen de la cul­ tura, podría equivocarme, porque, según el Génesis, primero se creó a Adán y de ahí se creó a la mujer [...] («Acta de la sesión plenaria n.° 106». Asamblea Legis­ lativa de la República de Costa Rica [http://www.asamblea.go.cr/actas/act2004/ actal06.doc]) De manera similar a lo que planteábamos para el ejemplo (4b), si el argumento Adán no se presentara como inhabilitado para seleccionarse como PSA, sino que recibiera este papel, la oración resultante tendría carácter reflexivo: ‘Adán se creó a sí mismo’ y su estructura lógica sería de tipo causativo. Finalmente, en (18) ofrecemos una oración de verbo de realización activa de despla­ zamiento, cuya estructura lógica ha sufrido la aplicación de la regla léxica de (le): (18) a. Se camina hasta la cascada. do' (0, [walk' (0)]) & INGR be-at' (cascada, 0) a’. Aquí, los dos riachuelos fluyen unidos; se cruza una vez más el arroyo y se camina hasta la pequeña cascada. La huella apenas se ve, así que hay que tener cuidado. («Trekking en Sendero Toro» [http://www.trekkingchile.com/ES/trekking-torotrail.html]) Las realizaciones activas de desplazamiento constituyen un caso especial, ya que, como puede apreciarse en el ejemplo, cuando se ha inespecificado el argumento de mayor jerarquía, el argumento restante - cascada en este caso- no aparece como PSA de la oración, indiferentemente de que se trate de un ente referencial y posea el rasgo [-animado]. Esto sucede porque -según se propone en Van Valin y LaPolla (1997: 159)-, en una oración como esta, el argumento «cascada» no integra desde un punto de vista estricto la estructura lógica del verbo caminar; sino que se trata de parte de un

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argumento-adjunto que corresponde a la estructura lógica de la adposición predicativa hasta (INGR be-at'). Esta sección de la estructura lógica se relaciona con el predicado de actividad mediante un argumento compartido (x), el que en el ejemplo de (18) ha sido inespecificado. En consecuencia, esta oración no presenta PSA, ya que el de ma­ yor jerarquía ha sufrido inespecificación y el de menor jerarquía no pertenece a la es­ tructura lógica del verbo propiamente tal y, por lo tanto, no recibe macropapel. Por consiguiente, las realizaciones activas de desplazamiento son verbos M-intransitivos a pesar de presentar dos argumentos en sus estructuras lógicas. 3.4. Predicados de realización y de logro

En español, los predicados de realización y de logro corresponden a verbos que indican cambios que conducen a un estado resultante. Se diferencian entre sí en que las reali­ zaciones manifiestan una duración de la que los logros, caracterizados como puntuales o instantáneos, carecen. Consideramos que esta distinción, aunque importante, no ofrece consecuencias en cuanto a su participación en las construcciones con se, por lo que trataremos estos predicados de manera conjunta. Como en español las realizaciones y logros monoargumentales se basan en predica­ dos de estado monoargumental, no son compatibles con el fenómeno léxico de inespe­ cificación del argumento de mayor jerarquía, dado que su argumento único es el de menor jerarquía posible. Por consiguiente, analizaremos aquí solamente el caso de los predicados de realización y logro biargumentales, cuyo carácter es M-transitivo, como los que se presentan en (19): (19) a. Juan aprendió muchas lecciones. BECOME know' (Juan, muchas lecciones) b. María reconoció a Femando. INGR know' (María, Fernando) El ejemplo de (19a) corresponde a una oración con verbo de realización con segun­ do argumento inanimado (muchas lecciones), mientras que el de (19b) es una oración con verbo de logro y segundo argumento animado (Fernando). En cada una, el primer argumento del predicado (Juan y María, respectivamente) recibe el macropapel de Actor, y el segundo argumento, el de Undergoer. El Actor se selecciona como PSA y aparece en la construcción sintáctica como argumento central directo en caso nomina­ tivo y en el morfema personal del verbo, mientras que el Undergoer se materializa como argumento central directo en caso acusativo. En las estructuras lógicas correspondientes a los predicados de realización y de logro, el fenómeno léxico de inespecificación del argumento de mayor jerarquía se formula como la regla de (Id). A continuación se puede observar cómo esta regla afecta a las estructuras lógicas de los ejemplos y cuáles son sus consecuencias sintácticas: (20) a. Se aprendieron muchas lecciones. BECOME know' (0, muchas lecciones) a’. En la década de los 80 los sistemas operativos para computadoras personales evolucionaron de una manera lenta pero se recogieron muchas experiencias y se aprendieron muchas lecciones. (CREA)

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El funcionalismo en la teoría lingüística b. Se reconoció a Fernando. INGR know ' (0, Fernando) b \ ¿Esto qué es? Explíquenos un poco a ver quién es quién. Aquí este....ve reconoce a Fernando por el ojo estrábico [...] (GREA)

En el ejemplo de (20a), que presenta un predicado de realización, la regla léxica de (Id) inespeeifica el argumento de mayor jerarquía {Juan en la oración original), lo que desencadena la aparición del morfema se en el núcleo. Al argumento de menor jerar­ quía (muchas lecciones), que posee el rasgo [-animado], se le asigna el macropapel de Undergoer y es seleccionado como PSA, por lo que se materializa en la oración como argumento central directo en caso nominativo y en el morfema de persona del verbo. El ejemplo de (20b), por su parte, cuya estructura lógica corresponde a un predicado de logro, sigue esencialmente el mismo patrón de enlace que el ejemplo anterior; sin embargo, dado que su argumento Undergoer es referencial y [+animado], este se en­ cuentra inhabilitado para seleccionarse como PSA en este tipo de construcciones (ya que en este caso la interpretación resultante sería reflexiva), por lo que toma la prepo­ sición a y se proyecta como argumento central directo en caso acusativo. La oración no presenta PSA y, como consecuencia, el morfema personal del verbo asume su forma defectiva de tercera persona singular. Si bien, como hemos señalado más arriba, los predicados de realización y de logro monoargumentales no pueden sufrir el proceso léxico de inespecificación del argumen­ to de mayor jerarquía, ya que su argumento único es el de menor jerarquía posible, sí existen casos en que verbos de este tipo aparecen en combinación con un morfema se, como se observa en los ejemplos de (21): (21) a. Pedro se murió. b. La Virgen se apareció. c. El atleta se creció.

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Lo primero que debemos observar con relación a estos casos es que el morfema se que aquí se muestra no corresponde a la materialización morfológica de una regla de inespecificación del argumento de mayor jerarquía del predicado de realización o de logro como la.de (Id), ya que los argumentos que se presentan en estas oraciones son los mismos que aparecen junto al verbo correspondiente sin se (Pedro [se] murió; La Virgen [se] apareció; El atleta [se] creció). La diferencia que señala se para estos verbos se plantea, entonces, desde una perspectiva ligeramente diferente y que, desde nuestra perspectiva, tiene relación con el fenómeno de la alternancia causativa, como se plantea en González Vergara (2006: 201 ss.). 3.5. Predicados semelfactivos ZñÍOÍiOUOOr¿ñOO 0 0 2 09ÍÍÍIJD V

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Los verbos semelfactivos son predicados que refieren estados de cosas tanto diná­ micos como estáticos, de carácter puntual y que, a diferencia de los logros, no po­ seen un estado resultante. En sus estructuras lógicas, los semelfactivos se basan en predicados de estado o de actividad a los que se añade el operador SEML, que se­ ñala justamente las condiciones de puntualidad y carencia de estado resultante. En (22) se ofrece un ejemplo de este tipo de predicados con su estructura lógica corres­ pondiente:

El clítico se en las oraciones no reflexivas del español (22) María brinca. SEML do' (María, [bounce/ (María)])

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139 (c£

Esta oración posee una estructura lógica basada en un predicado de actividad mo­ noargumental. El argumento único de esta estructura lógica recibe el macropapel de Actor y se selecciona como PSA oracional, materializándose como argumento central directo en caso nominativo y en el morfema personal del verbo. Esto es por lo que respecta a los verbos semelfactivos fundados en predicados de actividad. En un semelfactivo que se base en un predicado de estado monoargumental, el fenómeno léxico de inespecificación del argumento de mayor jerarquía no puede producirse, ya que su argumento único es el de menor jerarquía posible, como ya he­ mos comentado. Por su parte, un verbo semelfactivo basado en un predicado de estado biargumental podría en principio sufrir la inespecificación de su argumento de mayor jerarquía, con las consecuencias correspondientes en el enlace. Sin embargo, aunque teóricamente este tipo de predicados pueden existir, no hemos sido capaces de hallar ejemplos de ellos en español. En las estructuras lógicas de los verbos semelfactivos, el fenómeno de inespecificación del argumento de mayor jerarquía puede describirse como la regla de (le). A continuación se presenta la oración con verbo semelfactivo de (22) tras la aplicación de esta regla léxica: (23) a. Se brinca. SEML do' (0, [bounce' (0)]) a’. [...] ya van a ver compadre como es que es / como se canta y se brinca en un solo pie. («Parranda en el cafetal». Jorge Celedón [http://www.elvallenato.com/letras/ letras/1599/Parranda%20en%20el%20Cafetal.htm]) En la estructura lógica de este ejemplo puede observarse que el argumento único ha sido inespecificado, lo que desencadena la manifestación del morfema se. Al ca­ recer de argumentos, la oración no presenta PSA y el verbo se conjuga en su forma defectiva. Un fenómeno interesante se produce cuando se aplica la regla de (Id) a una oración de predicado semelfactivo fundado en una actividad biargumental, como la que se presenta en el ejemplo de (24). (24) Los enfermos de tuberculosis tosen sangre- **' - • /»*• > '• 4- - >■ SEML do' (enfermos de tuberculosis, [cough' (enfermos de tuberculosis, sangre)]) De manera similar a lo planteado para (11), el predicado de actividad biargumental que se encuentra en la base de este semelfactivo posee un segundo argumento de ca­ rácter inherente -es decir* de naturaleza no referencia^-, que se utiliza para caracterizar la actividad «toser». Es por este motivo que una oración de este tipo suele presentarse con aspecto imperfecto. El argumento «sangre», por lo tanto, no recibe macropapel sino que forma parte del predicado verbal. Dado su carácter M-intransitivo, si se apli­ ca la regla de (Id) a este ejemplo, se obtiene como resultado una oración en la que tras la inespecificación del primer argumento no queda en la estructura ningún argumento con macropapel que pueda seleccionarse como PSA. En consecuencia, la oración ejemplificada en (25) no presenta PSA, sino que se comporta de manera idéntica a un semelfactivo basado en un predicado de actividad monoargumental.

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(25) Se tose sangre. SEML do' (0, [cough' (0, sangre)]) Por otra parte, si el segundo argumento de esta oración tuviera carácter referencial, se alteraría completamente el aktionsart del predicado, ya que la oración presentaría un estado resultante. El predicado pasaría, entonces, de ser semelfactivo a ser una rea­ lización activa, como se presenta en el ejemplo de (26a), o una realización o logro causativos. En el caso del ejemplo de (26a), la regla léxica pertinente que se podría aplicar sería la de (le), la cual generaría una oración como la de (26b), en la que se observa que el segundo argumento (un charco de sangre espesa ) sí adquiere macropa­ pel y se encuentra habilitado, en consecuencia, para ser seleccionado como PSA de la oración. (26) a. Pedro tosió un charco de sangre espesa. do' (Pedro, [cough' (Pedro, sangre)]) & INGR exist' (charco de sangre espesa) b. Se tosió un charco de sangre espesa. do' (0, [cough' (0, sangre)]) & INGR exist' (charco de sangre espesa) Dada la similitud que presenta la oración de verbo semelfactivo Se tose sangre con el ejemplo de actividad presentado en (12) (Se come cosas baratas), sería esperable que aquella mostrara también una discordancia como la observada en este. Lamenta­ blemente, dado que los sintagmas nominales que pueden ocupar la segunda posición argumental de este predicado en particular corresponden siempre a nombres de entida­ des no contables como sangre o flema, que aparecen en singular, esta predicción no ha podido ser comprobada. 3.6. Estructuras causativas

Las estructuras causativas corresponden a predicados complejos formados por dos esta­ dos de cosas, de los cuales el primero refiere la causa, mientras que el segundo describe por lo general el cambio llevado a cabo u originado por el estado de cosas causante. Un ejemplo de oración con estructura lógica causativa es el que se ofrece en (27): (27) El calentamiento de la Tierra está derritiendo los casquetes polares. [BECOME warm' (Tierra)] CAUSE [BECOME melted' (casquetes polares)] La estructura lógica de este ejemplo describe un estado de cosas que está, a su vez, compuesto por dos estados de cosas. El primero de ellos, parafraseable como La Tierra se calienta , corresponde a una realización monoargumental. El segundo, parafraseable a su vez como Los casquetes polares se derriten , es asimismo una realización monoar­ gumental. Entre ambos estados de cosas media una relación causal que va desde el primero al segundo y que se representa en la estructura lógica por medio del operador CAUSE. Tanto el estado de cosas causante como el que describe el cambio provocado por el primero pueden corresponder a predicados de cualquier tipo de aktionsart. Es muy frecuente, sin embargo, que un predicado causativo se exprese de manera sintética, es decir, sin una alusión detallada a la forma en que se desarrolla el evento causante.

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Cuando esto ocurre, el aktionsart del estado de cosas causante se define como una actividad no especificada, lo que se expresa en la estructura lógica mediante la inespe­ cificación del predicado de actividad específica, correspondiente al segundo argumen­ to del predicado de actividad generalizada. La inespecificación de este argumento en la estructura lógica tiene la consecuencia sintáctica de que el estado de cosas causante se expresa metonímicamente por medio del argumento del predicado de actividad. En los ejemplos de (28) se puede observar, en primer lugar, una oración causativa con ambos estados de cosas especificados y, en segundo término, cómo la inespecificación del predicado de actividad específica se manifiesta sintácticamente en la aparición del argumento «Pedro» como la causa del estado de cosas resultante. (28) a. La patada de Pedro rompió el jarrón. [do' (Pedro, [kick' (Pedro, jarrón)])] CAUSE [INGR broken' (jarrón)] b. Pedro rompió el jarrón. [do' (Pedro, 0)] CAUSE [INGR broken' (jarrón)] En la estructura lógica de la oración de (28b) puede apreciarse que el estado de cosas causante está representado por la actividad no especificada do' (Pedro, 0 ) -parafraseable como Pedro hace algo-, mientras que el estado de cosas que des­ cribe el cambio corresponde al predicado de logro INGR broken' (jarrón) -es decir, el jarrón se rompe—; ambos se encuentran unidos por medio del operador CAUSE. En este tipo de estructuras, el argumento de mayor jerarquía corresponde al argu­ mento único del predicado de actividad que describe el estado de cosas causante: Pedro, en el ejemplo de (28b). Este, en consecuencia, recibe el macropapel de Actor y se selecciona como PSA de la oración, materializándose en forma de argumento central directo en caso nominativo y en el morfema personal del verbo. El ar­ gumento de menor jerarquía corresponde al argumento único del predicado de logro que refiere el estado de cosas resultante -el jarrón, en el ejemplo-, que toma el macropapel de Undergoer y se materializa como argumento central directo en acusativo. En las estructuras lógicas causativas de este tipo, el fenómeno léxico que venimos discutiendo se manifiesta de la manera en que se describe en la regla de (lf), la que presenta dos alternativas; la primera se aplica a predicados causativos cuyo estado de cosas resultante es un estado o se basa en un estado, mientras que la segunda se­ ñala la variante pertinente a los verbos causativos cuya consecuencia corresponde a una actividad. La aplicación de la regla léxica de (lf) a una estructura lógica como la del ejemplo de (28b) tiene el siguiente resultado: (29) a. Se rompió el jarrón. [do' (0, 0)] CAUSE [INGR broken' (jarrón)] a’. Se rompió el jarrón de porcelana donde íbamos secando las rosas del siete de ene­ ro. («Up-town & Down-town» [http://negativoderecuerdos.blogspot.com/2011/07/ up-town-down-town .html]) a” . En un determinado momento, al parecer por las vibraciones de la maquinaria que se utiliza para desatascar el alcantarillado, se rompió una bolsa de agua (agua que queda retenida en las tuberías por la suciedad de las mismas). (CREA)

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En el ejemplo de (29a) se puede apreciar que la aplicación de la regla de (lf) inéspecifica el argumento de mayor jerarquía, que en estas oraciones equivale al primer argu­ mento del predicado de actividad generalizada, el cual describe el estado de cosas cau­ sante. Esto desencadena la aparición del morfema se. El argumento de menor jerarquía, el argumento único del predicado de logro que describe el estado de cosas resultante, recibe el macropapel de Undergoer y es seleccionado como PSA, materializándose como argumento central directo en nominativo y en el morfema personal del verbo. Resulta importante notar que, al inespecificar el primer argumento del predicado de actividad, este predicado -que representa el estado de cosas causante- no mantiene ningún argumento específico que proyectar en la sintaxis, por lo que una de las inter­ pretaciones que origina la oración de (29a) es la de ‘el jarrón se rompió por sí solo’; es decir, la descripción de un estado de cosas espontáneo, posibilidad en la que la influen­ cia de un estado de cosas causante parece desaparecer. Esta interpretación se hace in­ cluso más presente cuando en la sintaxis el argumento se muestra antepuesto al verbo, es decir, en una estructura de foco predicativo: El jarrón se rompió. Para uña descrip­ ción más detallada de la forma en que interactúa el morfema se con la estructura infor­ mativa en construcciones como estas, véase González Vergara (2009). Una cuestión interesante que puede observarse en el ejemplo de (29a”) es que, a pesar de que la presencia del morfema se señala que el argumento del estado de cosas causan­ te se ha inespecificado, igualmente la oración expresa una causa: las vibraciones de la maquinaria. En (30a) se reproduce esta oración de una manera simplificada. El argumen­ to las vibraciones, sin embargo, no es seleccionado aquí como parte del estado de cosas causante directo o principal, ya que, si así fuera, la oración adoptaría la forma y la estruc­ tura lógica que se observan en (30b), sino que este argumento se presenta como parte dé un estado de cosas causante secundario, razón por la que se manifiesta en un SP perifé­ rico . Las estructuras lógicas postuladas dan razón de estas diferencias. ~i£ 13 .odiav h b iñiiocisq Bmáhom fe na ^ ovdBnimon caso rrj oJoenib IsiJnao (30) a. La bolsa de agua se rompió por las vibraciones. [do' ( 0 ,0 )]CAUSE [[do' (vibraciones, 0)] CAUSE [INGR broken' (bolsa de agua)]]3 .OVíJB^UDB b. Las vibraciones rompieron la bolsa de agua. [do' (vibraciones, 0)] CAUSE [INGR broken' (bolsa de agua)] obste o o y do aovÜBííUBo aobBoiboiq b BoilqB sr¿ B'iomhq x>l ;?.£Vü£ni3JÍB 20b BJnazsnq Como puede apreciarse en la estructura lógica dé (30a), esta oración presenta una cadena causal. En ella, el estado de cosas causante principal presenta inespecificado su argumento, el de mayor jerarquía de la estructura, lo que se manifiesta en la aparición del morfema se. El argumento del estado dé cosas resultante, el de menor jerarquía, recibe el macropapel de Undergoer y se selecciona cómo PSA oracional. Por sú parte, al argumento vibraciones, dado que integra un estado de cosas causante secundario, no se le asigna el macropapel de Actor, sino que se marca como argumento causante sin macropapel y se materializa en la sintaxis corrió un SP periférico con preposición por. Visto este antecedente, puede plantearse que las diferentes oraciones que la gramáti­ ca tradicional presenta como «pasivas con se con complemento agente» (véanse, í [ííTürí. nwoí-nwob-awoí-qu ____ i_______ _ •-.ócn/xj Ib .oinsmom obfinirrmtebni/ nñ ."b 3 La relación principal entre causante y causado se marca mediánte él uso de cursiva en el bperador CAUSE princi­ pal (Van Valin y LaPolla, 1997: 121).

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por ejemplo, RAE, 1931: §275a, y 1973: §3.5.3; Gili Gaya, 1943: §57; Contreras, 1964 102; Cartagena, 1972: 117; Molina Redondo, 1974: 25; Arce-Arenales, 1989: 199; Vera Luján, 1990: 97; Sánchez López, 2002: 59-61, entre otros) corresponden al tipo de estructura recién analizado. Se trataría, entonces, de oraciones de estructura lógica causativa en las que el argumento del predicado del estado de cosas causante primario ha sido inespecificado, pero que presentan un estado de cosas causante secundario que se representa en la sintaxis por medio del SP introducido por la adposición p o r4. Esto explicaría también el hecho de que los argumentos que se manifiestan en este SP no suelen ser agentivos ni referirse a entes específicos, sino que señalan más bien «cau­ sas» abstractas o inespecíficas. Si el argumento del estado de cosas causante tiene propiedades similares a las de un agente que origina directamente el estado de cosas resultante, entonces la tendencia es expresar ese argumento como Actor y PSA de la oración, y no como parte de la periferia. Es por este motivo, quizás, que una oración como (31a) resulta más aceptable que (31b). Dado que el argumento el ministro tiene el rasgo [+animado], propiedad prototípica de los agentes, resulta más natural que este asuma el macropapel de Actor y se seleccione como PSA de la oración, como se ob­ serva en (31c). (31) a. Se prohíbe fumar por orden ministerial. [do' (0, 0)] CAUSE [[do' (orden ministerial, 0)] CAUSE [INGR forbidden' (fumar) ]] b. ?Se prohíbe fumar por el ministro. [do' (0, 0)] CAUSE [[do' (ministro, 0)] CAUSE [INGR forbidden' (fumar)]] c. El ministro prohíbe fumar. [do' (ministro, 0)] CAUSE [INGR forbidden' (fumar)] ,«&» Tobmaqo lab oibam loq bfibi vitos ab Is anu obfíoibaiq oPñ ,aínam£viíaaq2ai ?o) En conclusión, la regla léxica de inespecificación del argumento de mayor jerarquía aplicada a las distintas clases verbales según sus aktionsarten parece capaz de expli­ car la presencia del morfema se en parte importante de los tipos oracionales no re­ flexivos con se, así como también varios de los fenómenos vinculados con ellos, como la alternancia entre estructuras concordantes y discordantes o la tendencia a no pre­ sentar un SP agentivo en las oraciones de «pasiva refleja». En un artículo de próxima aparición analizaremos cómo la aplicación de esta regla en la estructuras causativas puede dar cuenta también de algunos de los fenómenos relacionados con las alternan­ cias causativas. nu ab aaimmj ioq bqsqoiosm adbai on ofqmaja lamhq lab vy> olnamugiB 13 -lav ansq omoo ,B¡oaauoí aoo na ^ssilsnaífím ¿ / air aiarLní oJn mu m 4 Uno de los valores de la adposición por es el; de marca de un sintagma con valor causal, ,1o que explica su selección para introducir un SP con valor de ‘causa secundaria’. En este caso, sin embargo, sería también posible una oración en la qué este Valor fuera introducido por la adpósicion con: La bolsa cíe agua se rompió con las Vibraciones: Esto se puede explicar si consideramos el siguiente principio introducido por Van Valin y LaPolla (1997: 381) con respecto a la asignación de la preposición with, adaptado para el caso del español (traducción nuestra): «Dados dos argumentos x e y. en una estruc­ tura lógica -siendo x de menor o igual jerarquía que y - y un papel gramatical específico (macropapel, núcleo de SN), asígnese con al argumento y si y solo si este no se selecciona para tal papel». Este es justamente el caso de la estructura lógica presentada en (^Oá). Él argumento inespecificado 0 es de igual jerarquíá que él argumento vibraciones (ambos son el primer argumento de un predicado dé actividad), pero este último no* se selecciona para el macropapel de actor por en­ contrarse en segunda posición en una cadena causal. Estonio habilita para presentarse ert un SP con la adposición con.

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4. La asignación obligatoria de un argumento de menor jerarquía en los predicados de actividad Como presentábamos al inicio de este capítulo, la segunda manifestación posible del fenómeno léxico que resta importancia a los argumento de macropapel Actor ocurre en las estructuras lógicas de aquellos predicados listados originalmente como actividades que pueden variar sus aktionsarten a realizaciones activas. Se trata, en líneas generales, de los verbos de consumo, creación y desplazamiento. Las estructuras lógicas de estos verbos presentan tanto un predicado de actividad generalizada do' como un predicado de actividad específica pred', que aparece en la posición de segundo argumento del anterior. El primer argumento (x) se manifiesta dos veces en la estructura: tanto en la posición de primer argumento del predicado de acti­ vidad generalizada como en la de primer argumento del predicado de actividad espe­ cífica. Así, por ejemplo, el verbo beber posee una estructura lógica do' (x, [drink' (x(, y))]), como se observa en el ejemplo de (32): (32) Pedro bebe. do' (Pedro, [drink' (Pedro)]) Como hemos visto, cuando se presenta, el segundo argumento de los predicados de actividad puede ser de dos clases: referencial o no referencial. Si el segundo argumento es no referencial, se considera que actúa como caracterizador de la actividad y, por lo tanto, no asume macropapel. En cambio, si se trata de un argumento referencial, el aktionsart del predicado se transforma en realización activa, agregando a la estructura lógica un predicado de logro que describe el consumo, la entrada en existencia o la lle­ gada a una ubicación, en relación con los verbos de consumo, creación y desplazamien­ to, respectivamente. Este predicado se une al de actividad por medio del operador «&», cuyo significado es ‘y entonces’. En (33a) se presenta un ejemplo de oración con verbo de actividad con segundo argumento no referencial y en (33b), una oración con verbo de actividad y segundo argumento completamente referencial: (33) a. Pedro bebe cerveza. do' (Pedro, [drink' (Pedro, cerveza)]) b. Pedro bebió una jarra de cerveza. do' (Pedro, [drink' (Pedro, cerveza)]) & INGR consumed’ (jarra de cerveza) El argumento cerveza del primer ejemplo no recibe macropapel por tratarse de un argumento inherente y se materializa, en consecuencia, como parte del predicado ver­ bal. El argumento una jarra de cerveza del segundo ejemplo, por su parte, es un argu­ mento completamente referencial y, por lo tanto, sí asume el macropapel de Undergoer, materializándose como argumento central directo en caso acusativo. Las oraciones cuyos aktionsarten son de realización activa, como la de (33b), pue­ den presentarse en una construcción con el morfema se, como se aprecia en (34a). La diferencia entre ambos tipos es que, mientras el verbo de la oración sin se puede alter­ nar su aktionsart entre actividad y realización activa, el de la construcción con se co­ rresponde necesariamente a una realización activa. Efectivamente, este tipo de oracio-

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nes presenta de manera obligatoria un segundo argumento completamente referencial. Si este no está presente o si se trata de un argumento no referencial, la oración tiene un resultado agramatical, como se observa en (39b) y (39c). (39) a. Pedro se bebió una jarra de cerveza. a’. Según el libro de récordsmundiales Guinness, Steven Petrocino es el campeón en «beer chugging». El 22 de junio de 1977, se bebió un litro de cerveza en 1.3 se­ gundos. («10 mejores records de cerveza en el mundo» [http://cabotown.com/wtf/ item/303-10-mejores-records-de-cerveza-en-el-mundo] b. *Pedro se bebió. c. *Pedro se bebe cerveza. Proponemos, en consecuencia, que los verbos de actividad de consumo, creación y desplazamiento pueden sufrir una segunda manifestación del fenómeno léxico que disminuye la importancia de los argumentos de macropapel Actor. Este proceso, en vez de inespecificar el argumento de mayor jerarquía, como sucede en los casos revi­ sados hasta el momento, altera el aspecto léxico del predicado haciendo que necesa­ riamente se manifieste como realización activa. Esto se logra volviendo obligatoria la presencia de un segundo argumento de menor jerarquía que delimita el predicado, argumento que en los casos de los verbos de creación y consumo asume el macropapel de Undergoer. El proceso descrito puede formularse como la regla de (2), reproducida aquí como (40): (40) Regla léxica de asignación obligatoria de un argumento de menor jerarquía en predi­ cados de actividad. Dada una estructura lógica de actividad do' (x, [precT (x(, y))]), añádase un argumento completamente referencial y. a. do' (x, [pred' (x(, y))]) ** do' (x, [pred/ (x, y)]) & INGR pred2' (y) b. do' (x, [pred' (x)]) ~ do' (x, [pred' (x)]) & INGR be-LOC' (y, x) Las dos alternativas de esta regla léxica corresponden a las que se aplican a los predi­ cados de consumo y creación (40a) y a los de desplazamiento (40b), respectivamente. ¿Por qué el proceso léxico que disminuye la importancia de los argumentos de mayor jerarquía y macropapel Actor adopta esta segunda manifestación con los predicados de actividad? Puede que la razón se encuentre en el especial estatus que posee el argumento de macropapel Actor en estos predicados. Como hemos visto, el argumento de mayor jerarquía de las actividades manifiesta una gran relevancia. Se trata, en primer lugar, del argumento que se encuentra en la posición más alta en la jerarquía Actor-Undergoer, y, en segundo término, es el primer argumento tanto del predicado de actividad generaliza­ da como del predicado de actividad específica, por lo que aparece listado dos veces en la estructura lógica. Proponemos, entonces, que esta variante del fenómeno léxico comen­ tado se origina posiblemente en la resistencia que pueden presentar los predicados de actividad a dejar inespecífico el argumento de mayor jerarquía. De esta manera, el pro­ ceso que busca disminuir la importancia del argumento Actor por medio de su inespecificación se enfrenta con la relevancia intrínseca que posee este en la estructura lógica de los verbos de actividad, lo que hace surgir una segunda alternativa: la alteración del as­ pecto léxico del predicado de actividad a realización activa por medio de la adición ne­ cesaria de un segundo argumento de menor jerarquía. Por este motivo, denominamos este tipo de oraciones como «construcciones aspectuales con se».

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Algunos autores, como Gutiérrez Ordóñez (1999: 1907) y Sánchez López (2002: 108), han llamado la atención sobre la naturaleza no necesaria de se en este tipo de oraciones. Desde nuestra perspectiva, esta característica -que ha llevado a la califica­ ción de este morfema como elemento superfluo o expletivo- es más aparente que real si consideramos que su presencia fuerza el cambio del aspecto léxico del verbo y, con ello, introduce una variación en la descripción lingüística del estado de cosas, cuestión que desde nuestra perspectiva tiene un carácter fundamental. Esta opinión es cercana a la manifestada en Otero (1999: 1.472), de Miguel (1999: 2.995-2.997) y de Miguel y Fernández Lagunilla (2000): El cambio aspectual que señala se en estos predicados es más relevante, además, que una mera transitivización de la oración. Esto puede comprobarse al observar que ciertos verbos que no parecen poder presentarse como sintácticamente intransitivos también admiten la presencia del morfema se. Es el caso del verbo devorar, ejemplificado en (41): (41) a. Los niños devoraron *(las golosinas), b. Los niños se devoraron las golosinas. -B¿aaan aup obrraioBíi obBoibatq lab oaixal ato ao s la BiaílB .olfiamom lo zobBg Los verbos de creación en construcciones aspectuales con se siguen el mismo pa­ trón que los ejemplos de verbos de consumo que hemos analizado. Los verbos de desplazamiento, por su parte, constituyen un caso especial dentro del grupo de predi­ cados que varía su aktionsart entre actividad y realización activa* Como hemos ex­ puesto antes, la distinción que se establece, por ejemplo, entre ir como predicado de actividad e ir como predicado de realización activa se basa en la presencia en el últi­ mo caso de un argumento que señala el punto de llegada del desplazamiento y vuelve télico, por consiguiente, el predicado. Este argumento no forma parte del predicado de actividad propiamente tal, sino que integra la estructura lógica del predicado INGR be-at’ como integrante de un SP central de argumento-adjunto. El otro argumento de la estructura lógica de este predicado es correferente con el argumento de mayor je­ rarquía del predicado de actividad. Estas características pueden observarse en el ejemplo de (42b): .ajnaniBv ¡taaqna*í „(d0£) otnairmr;.BÍqaab ab ¿o! b / (b0£) noionoio 7 ornuanoo ab gobBO (42) a. Pedro irá. do' (Pedro, [move .away.from .reference .point' (Pedro)]) oJnamugís la aup iBroaq^a 1a na aTínauana nósBi b! aup abatid VbBbivbaB b. Pedro irá hasta la estación. do' (Pedro, | move .away.from .reference.point' (Pedro)}) & INGR be-at' (estación, Pedro) -BsilBianag bBbiviloB ab obBaibaiq lab olíiBt olnamugiB lamhq la aa foninnaí obnugag na En los verbos de desplazamiento -como en los restantes miembros de esta clase-, la regla léxica de (40) obliga a la adición de un argumento de menor jerarquía en la es­ tructura lógica. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en un ejemplo como el de (42b)r el argumento que señala la telicidad del predicado no indica el punto de llegada del desplazamiento, sino el punto de partida de este. Así puede observarse en la ora­ ción de (43a): -?b lab noiainaiis b! t&vüBínailB Bbnuga^ bou aoBfí aup oí fbfibivi)aB ab ¿ocha/ '¿o\ (43) a. Pedro se fue de España. do' (Pedro, (move .away.from .reference .point' (Pedro)]) & INGR NOT be-at' (España, Pedro)

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a’. En 1958 cogió el trompo y sé fue de España a un París añorado y visto desde aquí con los tonos dorados de tierra de promisión y libertad. (CREA) (0 ib 3 ‘! .srto iso tisíl) IK-H) 3 0 M I & (-n b a q

M

)

Corno se aprecia en el ejemplo, cuando los verbos de desplazamiento se combinan con ré, se encuentran delimitados en su punto de origen. En otras palabras, este tipo de pre­ dicados indica el cambio de ubicación como el abandono de un lugar, lo que se señala en su estructura lógica por medio de los operadores y el predicado INGR NOT be-LO C \ A diferencia de lo que ocurre en los verbos de consumo y creación, el argumento de menor jerarquía que tuerza el cambio de aktionsart no recibe en esta ocasión el macropapel de L'ndergoer. ya que ño se trata de un argumento del predicado verbal propiamente tal. Es importante insistir en que. aunque al argumento de menor jerarquía que señala el lugar de origen del desplazamiento no se le asigne el macropapel de Undergoer, su presencia como parte del predicado que indica el abandono de un lugar y la condición télica del aktionsart es fundamental. Esta es también la opinión de Mendikoetxea (1999: 1.640), de Migue! (1999: 2.986) y Sánchez López (2002: 118). Así, incluso cuando la oración con se de verbo de desplazamiento expresa un punto de llegada, no es este el que delimita primordialmente el estado de cosas, sino el punto de partida, como se ob­ serva en (44a). En el ejemplo de (44b), por su parte, se puede apreciar que, incluso cuando por razones discursivas no se manifiesta de manera explícita el punto de ori­ gen. la presencia del morfema se señala sü incidencia en la estructura lógica y, por lo tanto^la delimitación del evento en su punto inicial. Esto es aún más claro en un caso como el de (44c). en el que la oración no presenta explícitamente ningún argumento que señale delimitación ni en el origen ni en el destino, pero igualmente el estado de cosas se interpreta como delimitado debido a la presencia del morfema se. /¿vv\V}moívA ?,o\ xr?m\ ‘$'i ovvAod. \\\\ o ?sy\oYü&i\\\oqiJ (44) a. Pedro se fue de la fiesta hasta la estación. do' (Pedro, [move .away.from .reference .point' (Pedro)]) & INGR NOT be-at' (fiesta, Pedro) & INGR be-at' (estación, Pedro) f onvo '»a oib >(nóíBiBíTí) 'bsaingnoa 510 MI ü> ([(fiótew n .oiba^) vnui] fo*ib3ri) vob ; b. Pedro se fue hasta la,estación. uq >i > • ^oh ; ¡ •: L.¡ ^ i; do' (Pedro, [move .away.from .reference .point' (Pedro)]) & INGR NOT be-at' (0, Pedro) & INGR be-at' (estación, Pedro) c. Pedro se fue. do' (Pedro, fmove.away.from.reference.point' (Pedro)]) & INGR NOT be-at' nú orí i (0, Pedro) lonom ob otnamugis b ¡?. rm uoo alnsmfilos oP3 ns siooiqfi omoo forfuJHnoo En los ejemplos de (45) queremos llamar la atención sobre el hecho de que, mientras un verbo de desplazamiento como ir es una actividad que hace referencia a un estadó de cosas no delimitado, en una construcción aspectual con se se trata de una realización activa que expresa un límite en su origen y señala el ingreso en un nuevo estado por el hecho de no encontrarse en un estado anterior. Es por esto que la oración del segundo ejemplo puede señalar el abandono definitivo de un lugar, lectura que resulta imposible con la primera construcción. (íodiul oh ob oiuí 5 .oí oiim 02 oiboS* . (45) a. Pedro fue a Barcelona (*para siempre). do' (Pedro, [move .away.from .reference .point' (Pedro)]) & INGR be-at' (Barce­ lona,Pedro)

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El funcionalismo en la teoría lingüística b. Pedro se fue a Barcelona (para siempre). do' (Pedro, [move.away.from.reference.point' (Pedro)]) & INGR NOT be-at' (0, Pedro) & INGR be-at' (Barcelona, Pedro) b \ También hemos sabido ahora que se llama José Luis Rodríguez y que, en 1966, cuando tenía dieciocho años, se fue a Barcelona para seguir trabajando en un oficio u otro, como venía haciendo desde niño [...] (CREA)

Hasta aquí hemos visto cómo la presencia del morfema se en los verbos de consumo, creación y desplazamiento señala que sus estructuras lógicas han experimentado el fenó­ meno léxico que resta importancia al argumento de macropapel Actor por medio de la aparición obligatoria de un segundo argumento de menor jerarquía que delimita el estado de cosas ¿Qué sucede, sin embargo, con aquellos verbos que también presentan este se en una construcción aspectual, pero que no pertenecen a las categorías antes citadas o cuya aktionsart original no es de actividad? Nuestra propuesta es que, cuando estos verbos se combinan con el se que señala la aplicación de la regla léxica de (40), el aspecto léxico de algunos de ellos cambia al de una realización activa, ya que son percibidos como una clase de verbo de consumo. Revisaremos a continuación ejemplos de este fenómeno. Un primer caso que resulta interesante es el de verbos como correr o caminar. A pesar de tratarse de predicados de desplazamiento, en su combinación con el se de la construc­ ción aspectual, estos verbos se comportan de manera más próxima a la de los verbos de consumo. Sus estructuras lógicas presentan un segundo argumento de menor jerarquía que señala la distancia o el tipo de trayectoria específica recorrida, el cual es visto como afectado por un cambio de estado equivalente a un consumo. La relación entre, por ejemplo, «correr un trayectoria» y la clase de verbos de consumo ha originado incluso metáforas del tipo un auto que devora carreteras o un bólido que se traga los kilómetros. Un ejemplo de este tipo de predicados con su estructura lógica se presenta en (46). (46) a. Pedro se corrió una maratón. do' (Pedro, [run' (Pedro, maratón)]) & INGR consumed' (maratón) a’. [...] la toma de la tía corriendo la repitieron 800 veces, al final la tía con las tonterías se corrió una maratón. («Lancia Forum» [http://www.viva-lancia.com/lancia_fora/ read .php?91,469583,469584#msg-469584]) Otros verbos de actividad, como los de percepción dirigida mirar y escuchar tam­ bién muestran un comportamiento semejante en las construcciones aspectuales con se. Es decir, su segundo argumento parece sufrir un cambio de estado calificable como un consumo, como se aprecia en (47a). Esto solamente ocurre si el argumento de menor jerarquía hace referencia a un ente de por sí delimitado en el tiempo. Es por esto que la oración de (47a” ) resulta agramatical. (47) a. Pedro se miró esa película. do' (Pedro, [see' (Pedro, película)]) & INGR consumed' (película) a’. Claro, la mina bajó la radio, se puso el canal Volver y se miro las pelis de Palito Ortega. (Foro de estadísticas de fútbol) a” . *Pedro se miró la tele. Incluso un verbo de estado como creer parece adquirir características similares a los predicados de realización activa de consumo cuando aparecen en una construcción

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aspectual con se con un segundo argumento que señala el ente que sufre el cambio de estado de manera similar a la de un objeto consumido. Es el caso del ejemplo de (48a). Nuevamente, la relación entre este predicado y los verbos de consumo aparece en me­ táforas del tipo Te tragaste todo lo que te dijo. (48) a. Pedro se creyó tus desvarios. do' (Pedro, [believe' (Pedro, desvarios)]) & INGR consumed' (tus desvarios) a’. Freud se creyó los desvarios de su amigo y llegó a estar convencido de que mori­ ría a los 51 años [...]. (CREA) Un aspecto interesante de la construcción aspectual con se es el valor «afectivo» que manifiestan las oraciones que participan de ella, cuestión observada por Bello (1847: §758) y recogida por estudiosos como Arce-Arenales (1989: 286) y Gutiérrez Ordóñez. Este último autor (1999: 1.914) propone que esta apreciación se origina en el hecho de que este se cumple la función de un marcador de foco que señala que toda la oración representa un estado de cosas inesperado, que va en contra de las expectativas del oyente. En términos de la RRG, esto implica que estas oraciones manifiestan una es­ tructura informativa de foco oracional. Si esta propuesta es efectiva, contribuiría a explicar por qué las oraciones que presentan este morfema aparecen frecuentemente en imperativo, modo verbal que también se relaciona con las oraciones de foco oracional, como se observa en los siguientes ejemplos de verbos de consumo (49a), creación (49b) y desplazamiento (49c): (49) a.

¡Léete ese libro! do' ([2, sg], [read' ([2, sg], libro)]) & INGR consumed' (libro)

a’. Anda, lee la historia, déjate de tanto Napoleón que te tiene loco, no ves más que visiones, y léete, por una vez, la historia de tu patria , [...]. (CREA) b. ¡Piénsate tu respuesta! do' ([2, sg], [think' ([2, sg], respuesta)]) & INGR exist' (tu respuesta) b’. Recuerda que darás más puntos a los otros jugadores si terminas con una clasifica­ ción inferior a la suya. Así que piénsate muy bien la respuesta antes de contestar. (Preguntas frecuentes. Sitio web de la UEFA [http://es.uclquiz.uefa.com/help/faq. html]) c.

¡Vete de mi vida! do' ([2, sg], [move.away.from.reference.point' ([2, sg])]) & INGR NOT be-at' (mi vida, [2, sg]) c’. Y, entonces, la vieja dio aquel grito enorme: «¡Satanás, vete de una vez de mi vida\». (CREA) En síntesis, nuestra principal propuesta en esta sección es que los predicados de actividad pueden sufrir, como segunda manifestación del fenómeno léxico que anali­ zamos, el cambio de sus aktionsarten en realizaciones activas por medio de la adición obligatoria de un argumento de menor jerarquía, que vuelve télico el predicado. Que esta regla se aplique exclusivamente a este tipo de predicados puede explicarse por la importancia intrínseca que en ellos tiene el argumento de macropapel Actor, lo que dificulta su inespecificación.

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5. Conclusión Én este capítulo hemos descrito el fenómeno que, a nuestro juicio, explica la aparición del clítico se en las oraciones no reflexivas del español; este es un fenómeno léxico que interviene en la estructura lógica de la oración para que la jerarquía que se da por defecto entre sus argumentos no se manifieste sintácticamente. Hemos visto cómo este fenómeno da lugar a dos reglas léxicas específicas y de qué manera estas reglas interactúan con los diferentes tipos de predicados propuestos en la RRG para originar diferentes construcciones sintácticas con interpretaciones distintas. Finalmente, he­ mos señalado que nuestra explicación sirve también como base para describir con mayor precisión otros fenómenos relacionados con el se, como por ejemplo las «ora­ ciones con se sin concordancia», la tendencia de las oraciones con se a no presentar complemento agente o la imposibilidad de construir expresiones como *Me bebí o *Me bebí cerveza. fiOIOB’JO £1 iiuoí oup fílEfI32 3Up OOOl 30 TODáOTBffl ffü 30 flOIOfil [H1U3 3J83 30p

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En la jerarquía en (25), cada asociación de la relación gramatical de sujeto (SU) con una posición argumental se encuentra más marcada que aquella que está a su izquierda. Dejando de lado las construcciones con si, la evidencia indica que tanto el italiano como el sardo ubican el umbral del marcado del sujeto entre el 1.° arg. de precT y el 2.° arg. de precT: se selecciona haber cuando el sujeto es el 1.° arg. de precT (cf. [26a], [27a]). (26) a. Maria ha visto Giovanni. María haber.3sG visto Juan ‘María vio a Juan.’ (italiano) b. Maria é stata qui. María ser.3sG estado aquí ‘María ha estado aquí.’ (27) a. Maria at bidu a María haber.3sG visto a ’María vio a Juan.’ (sardo) b. Maria est abbarrada María ser.3sG estado ‘María ha estado aquí.’

Juanne.

Juan

inoghe.

aquí

10 Algunas discrepancias entre la selección del operador de perfecto en italiano y en sardo se encuentran en predi­ cados de cambio de estado, que, en sardo, y solo muy marginalmente en italiano, requieren haber más que ser, como se podría esperar: S ’abba at budditu, ‘El agua ha hervido’ (Jones, 1993: 107). Esto se debe, probablemente, a que estas predicaciones son construidas como procesos más que como resultados (véase el componente PROC de los predicados de realización y logro: PROC pred' [Van Valin, 2005: 44]), conceptualizando tales procesos como un tipo de actividad. Nuestra discusión no pretende representar exhaustivamente todas las variables del sardo; nos apoyamos en el tratamien­ to de Jones (1993) en el nuorés y en nuestros datos de primera mano de un limitado número de variedades del logudorés y del sardo del norte.

Una explicación unificada de las construcciones con si en italiano

167

ORACIÓN CLAUSULA CENTRO

CENTROd

PRED nucr

nucr

N

N

Maria

due Lbri

Actor

Undergoer

[[do' (0., 0)] CAUSE [BECOME have' (0., libri)]] PURP [have' (M.., libri)] F ig u r a 1.

Proyección de la semántica a la sintaxis en los reflexivos no monádicos.

Con respecto a las reflexivas con SE, el argumento que se asigna a la relación gra­ matical de sujeto puede ser un arg. de pred' o un 2.° arg. de pred' (cf. [28a-c]). La única excepción es la estructura de (24), que conocemos como reflexiva no monádica, en la que el sujeto es un 1.° arg. de pred': María en la estructura lógica PURP [have' (Maria., libri)] de (28d) (véase figura 1). (28) a. María si é lavata. María r f l s e r .3 s G lavada ‘María s e lavó.’ a . do' (0. [wash (0., Maria.)]) & BECOME clean' (Maria.) b. Maria si é vista (alio Maria r f l s e r .3 s G v i s t a e n . e l ‘María s e v i o ( e n e l e s p e j o ) . ’ b \ see' (0., Maria.) María si é pentita. María r f l ser.3sG arrepentida ‘María se arrepintió.’ c . BECOME repentant' (Maria) [0] c.

specchio). esp ejo

168

El funcionalismo en la teoría lingüística d. Maria si é comprata due libri. María r f l s e r .3 s G comprada dos libros ‘María compró dos libros para sí misma.’ d \ [[do' (0., 0)] CAUSE [BECOME have' (0., libri)]] PURP [have' (M.., libri)]

Para explicar el contraste ilustrado en (24a-b), nuestra propuesta es que, mientras que el italiano es sensible a la supresión argumental, el sardo no lo es. La sensibilidad para la supresión argumental se formaliza al asumir que cualquier elección de sujeto que difiera de la posición de argumento central directo de mayor jerarquía que se encuentre dispo­ nible en la estructura lógica es la alternativa de menor jerarquía en italiano pero no en sardo. Por lo tanto, en italiano, la selección de sujeto es sensible a la escala de (29), en la que el umbral de marcado se sitúa entre SU/1. arg. de pred' y SU/2.° arg. de pred'. umbral de marcado

í (29) SU/arg. de DO > SU /1arg. de do' > SU/1,° arg. de pred' > SU/2.° arg. de pred' > SU/arg. de pred' > SU/distinto de la posición de argumento central directo de mayor jerarquía

La regla de selección del operador de perfecto puede formularse de esta manera: «Seleccione el auxiliar marcado (ser) si el sujeto se ubica bajo el umbral de marcado. De otra manera, seleccione el auxiliar no marcado (haber)». En sardo, la evidencia de reflexivos clíticos, que seleccionan ser; con la excepción de los no monádicos (cf. [23b], [24b]), indica que el umbral de marcado es el mismo que en italiano, pero la supresión es irrelevante. La regla de selección del operador de perfecto puede formularse de la misma manera que en italiano. Sin embargo, la escala pertinente es como en (25) y, como resultado, el sujeto de los reflexivos no monádicos aparece como no marcado, a diferencia del sujeto de las otras clases reflexivas. Para concluir la discusión sobre las microvariaciones interdialectales, nos enfoca­ mos ahora en la correferencia en la estructura lógica, en particular en nuestra afirma­ ción de que habría que establecer una distinción entre los tipos reflexivos en los que el argumento suprimido es correferente con el argumento de menor jerarquía que funcio­ na como sujeto de la cláusula, y los tipos reflexivos en los que no hay tal correferencia. La selección del operador de perfecto en el dialecto romance de La Pli de Mareo (Trentino Alto Adige, Italia) ofrece evidencia que apoya esta afirmación. El dialecto en cuestión muestra patrones de operador de perfecto que son comparables con los italia­ nos, con una excepción significativa, que se encuentra en los reflexivos clíticos. Obsér­ vense los datos en (30a-b). (30) a. [Ial0m s 8 Jt0’dada] La luzr f l s e r .3 s G apagada ‘Se apagó la luz.’ (La Pli de Mareo; Manzini y Savoia, 2005/11: 631) a . [do' (0, 0)] CAUSE [BECOME off' (10m)] b. [i m a la’e] SCL r f l haber. Isg lavado ‘Me lavé.’ b’. do' (0., [wash (0., I sg.)]) & BECOME clean' (Isa)

Una explicación unificada de las construcciones con si en italiano

169

Mientras que las estructuras reflexivas clíticas que, en nuestra propuesta, no implican correferencia en la estructura lógica, por ejemplo las anticausativas (cf. [30a], [30a’]), seleccionan ser, aquellas con correferencia en la estructura lógica eligen haber (cf. [30b], [30b’]). El contraste entre (30a) y (30b) se entiende al asumir que, en este dialecto, la regla de selección de operador de perfecto funciona de la siguiente manera: «Seleccione el auxiliar marcado (ser) si el sujeto tiene una jerarquía inferior al umbral de marcado en .a jerarquía de selección de sujeto y no está coindizado con un argumento de mayor je­ rarquía. De otro modo, seleccione el auxiliar no marcado (haber)». En sistemas como el je La Pli de Mareo, esperaríamos que las reflexivas inherentes se marcaran como las anticausativas, es decir, con el perfecto ser, y de forma diferente de los reflexivas con correferencia en la estructura lógica; esto, de hecho, parecería ser el caso a la luz de las observaciones de Manzini y Savoia (2005/11: 624).

5. Conclusión En este capítulo hemos profundizado la propuesta de Van Valin (1990) sobre los si ^personal y reflexivo del italiano, señalando que esta pone las bases para una verda­ dera explicación unificada de las construcciones con si en italiano. La misma propues­ ta demuestra ser una hipótesis fuerte de base para el análisis de las microvariaciones en las construcciones con SE en romance.

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H atcher,

Las construcciones reflexivas del croata desde una perspectiva histórica1 R anko M atasovic

1. La definición de los verbos reflexivos Los verbos reflexivos del croata (VR) son verbos formados con un marcador reflexivo (RM) cuya función principal es indicar reflexividad semántica o correferencia de dos argumentos de un verbo en particular (como en Juan se vio en el espejo). Un VR puede distinguirse de una forma reflexiva de un verbo no reflexivo (VNR), pues su significado no es semánticamente ni reflexivo ni recíproco. En las lenguas eslavas, que distinguen entre pronombres reflexivos acentuados y no acentuados, un VR no puede parafrasear­ se usando un pronombre acentuado2: (1) a. Ivan se vid-i-o Juan.NOM.SG r m ver-ppp-SG.MASc ‘Ivan se vio en el espejo.’ (croata)

u zrcal-u. en espejo-Loc.sG

b. Ivan je vidio Juan.NOM.sG aux .3 sg ver-ppp-SG.MASC ‘Ivan se vio en el espejo a sí mismo.’ (2)

sebe él-mismo

u zrcalu. en espejo-Loc.sG

a. Ivani Marija suse udar-al-i. Juan.NOM.sG y Maria.NOM.sG aux.3pl rm pegar-ppp-PL.MASC ‘Juan y María se estaban pegando.’

1Versión española: Francisca Gallegos. 2Abreviaturas: 1) Glosas: a c c = acusativo; a o r = aoristo; a u x = verbo auxiliar; dat = dativo; g e n = genitivo; in s t = instrumen­ tal; l o c = locativo; r m = marcador reflexivo; n o m = nominativo; sg = singular; ppp = participio pasado pasivo; p r e s = presente; pl = plural; v n r = verbo no reflexivo; v r = verbo reflexivo. 2) Textos del eslavo eclesiástico antiguo {Old Church Slave [OCS]): Ass. = Codex Assemanius; Euch. Sin. = Euchologium Sinaiticum; Mar. = Codex Marianus; Sava = Libro de Sava; Supr. = Codex Suprasliensis; Zogr. = Codex Zographensis.

172

El funcionalismo en la teoría lingüística b.

Ivan

i Marija

Ju an .N O M .S G

y M a n a .N O M .S G a u x . 3 p l .

‘J u a n y

(3 )

a.

Ivan

María se

Juan rm ‘Juan se r i ó .’

(4 )

su

udar-al-1

jedn-o

p eg a r-p p p -P L .M A S C

u n o -N E U T .S G

s e e s ta b a n p e g a n d o e n tr e

sí.’

smij-a-o. reír-ppp-MASc.SG

b.

*Ivan je smijao sebe.

a.

Ivan

i Marija

se

borili.

Juan ‘Juan

María a u x .3 p l rm María e s ta b a n p e l e a n d o .’

pelear-ppp-PL.MASC

b.

su

y

y

drug-oga. o tro -A C C .S G

*Ivan i Marija su borili jedno drugoga.

Tanto (la) y (Ib), por un lado, como (2a) y (2b), por otro, son sinónimos cercanos, pero (3a) no puede ser parafraseada como (3b), como tampoco (4a) puede ser parafra­ seada como (4b). Los verbos reflexivos existen en todas las lenguas eslavas y en algunas europeas. Su existencia parece ser un rasgo del Sprachbund europeo, aunque algunas lenguas de la periferia de Europa no los presentan (p. e., el irlandés moderno y el galo, el vasco, el albano y el griego moderno). La gama de significados expresados por los VR ha sido extensamente estudiada por Genusiené (1987). Estos tienden a desarro­ llar la siguiente jerarquía (Haspelmath, 1990; Kemmer, 1993; Cennamo, 1993; Heine y Miyashita, 2008) (todos los ejemplos son del croata; se han subrayado los VR): 1. Reflexivos referenciales (semánticos): Ivan se vidio u zrcalu, ‘Juan se vio en el espejo’. 2. Reflexivos recíprocos: Ivan i Marija su se borili. ‘Juan se peleó con María’. 3. Autocausativos (verbos de movimiento corporal): Ivan se dignuo. ‘Juan se puso de pie’ vs. Ivan je dignuo knjigu sa stola, ‘Juan recogió el libro de la mesa’. 4. Decausativos: Ivan se probudio. ‘Juan se despertó’ vs. Ivan je probudio Mariju ‘Juan despertó a María’. 5. Pasivos: Kuca se gradi uz more, ‘La casa se está construyendo a orillas del mar’. 6. Impersonales: Govori se o krizi, ‘Se habla de la crisis’. La evolución de los múltiples significados asociados a los VR ha sido extensamen­ te estudiada y su sintaxis histórica se encuentra muy bien descrita para algunas len­ guas europeas, especialmente para las romances (Cennamo, 1993). Sin embargo, la sintaxis histórica de los VR en las lenguas eslavas ha sido más bien pasada por alto, con la posible excepción del ruso. Los VR constituyen una extensa parte del léxico de todas las lenguas eslavas, pero hay una variación considerable en las lenguas in­ dividualizadas en términos del significado que expresan y la sintaxis de los VR en particular, especialmente en la expresión de sus argumentos. El objetivo de este ca­ pítulo es describir las reglas más importantes y las tendencias en el desarrollo de los VR en el croata. Nuestro enfoque usará el sistema de descomposición léxica desa­ rrollado en la Gramática del Papel y la Referencia (RRG), al que dedicaremos ahora nuestra atención.

Las construcciones reflexivas del croata desde una perspectiva histórica

173

2. Clases de verbos y estructuras lógicas en la RRG La clasificación semántica de los predicados en la RRG se basa en características se­ mánticas que definen las propiedades temporales, teleológicas y dinámicas de los eventos. Los tipos básicos de predicados semánticos se denominan aktionsarten Dowty, 1979). Se distinguen las siete clases siguientes, que se ejemplifican con verbos reflexivos del croata. Estado [+estático] [-dinámico] [-télico] [-puntual]: bojati se, ‘temer’. Actividad [-estático] [+dinámico] [-télico] [-puntual]: penjati se, ‘trepar’. Logro [-estático] [-dinámico] [+télico] [+puntual]: popeti se, ‘treparse’. Semelfactivo [-estático] [+/-dinámico] [-télico] [+puntual]: rasprsnuti se, ‘estallar’. 5. Realización [-estático] [-dinámico] [+télico] [-puntual]: ohladiti se, ‘enfriarse’. 6. Realización activa [-estático] [+dinámico] [+télico] [-puntual]: najesti se, ‘co­ mer hasta hartarse’. 7. Proceso [-estático] [-dinámico] [-télico] [-puntual]: hladiti se, ‘refrescarse’.

1. 2. 3. 4.

Actualmente, en los trabajos realizados en RRG, los procesos no se distinguen claramente de los logros y los estados3, y pueden existir lenguas donde no haya nece­ sidad de considerar los procesos como un aktionsart diferente; por ejemplo, si todos los verbos no estáticos, no dinámicos y no puntuales son inherentemente (es decir, por su significado léxico) atélicos. En las lenguas eslavas, en general, los procesos deben ser considerados como un aktionsart especial, ya que verbos tales como el croata hladiti se claramente se comportan como verbos atélicos (no existe un estado final que -e pueda alcanzar) y difieren de los estados en que sus argumentos sufren un cambio. Existen pruebas sintácticas que nos permiten determinar el aktionsart de cada verbo en una lengua dada; por ejemplo, solo los verbos que pertenecen a aktionsarten con el rasgo [+dinámico] (actividades y realizaciones) pueden ser modificados por adver?ios de modo tales como energéticamente, vigorosamente, gentilmente, etc. (Van Yalin, 2005: 39). Hay contrapartes causativas para cada una de las siete clases de predicados. Estas son representadas por medio de la adición del operador CAUSE al predicado básico: el inglés kill = CAUSE (BECOME deacT). En muchas de las lenguas que tienen cau­ sativos morfológicos, el verbo to kill es, de hecho, la forma causativizada del verbo to die (cf. los verbos turcos ólmek, ‘morir’, vs. oldürmek, ‘matar’, donde -dVr- es el sufijo causativo). Los aktionsarten se representan formalmente por el uso de estados y procesos como rnmitivos, mientras que las otras clases se derivan de la aplicación de operadores sobre los primitivos. Los operadores se escriben en letra mayúscula, mientras que los elementos de metalenguaje semántico se destacan en negrita.

Véase Van Valin (2005: 33). La existencia de la clase de predicados caracterizada como [-estático] [-dinámico] :rl;co] y [-puntual] se encuentra predicha, en algún sentido, por la teoría, pero esto no implica que tales predicados recesos como distintos de las realizaciones y los estados) deban existir en todas las lenguas. Como las lenguas eslavas s tos tienen, hemos añadido los procesos como un aktionsart separado en la lista de Van Valin.

174

El funcionalismo en la teoría lingüística Clase de aktionsart

Estructura lógica

Estado/proceso

predicate' (x) o (x,y)

Actividad

do' (x, [predicate' (x) o (x, y)])

Logro

INGR predicate' (x) o (x, y), o INGR do' (x, [predicate' (x) o (x, y)])

Semelfactivo

SEML predicate' (x) o (x, y), o SEML do' (x, [predicate' (x) o (x, y)])

Realización

BECOME predicate' (x) o (x, y), o BECOME do' (x, [predicate'(x) o (x, y)])

Realización activa

do' (x, [predicate^ (x, (y))]) & INGR predicate/ (z, x) o (y)

Causativo

a CAUSE (3, donde a, (3 son estructuras lógicas de cualquier tipo T a bla 1.

Tipos de

a k t io n s a r t e n

en la RRG.

Un sistema similar para expresar estructuras lógicas se encuentra en Rappaport Hovav y Levin (1998). Sin embargo, el sistema de la RRG resulta preferible por las razo­ nes claramente expuestas por Van Valin (2005). En la RRG, los papeles temáticos y las relaciones de los verbos no se estipulan; en su lugar, estos se derivan de la posición de los argumentos en la estructura lógica del verbo. El número de relaciones temáticas que un verbo toma constituye la valencia de un verbo. Sin embargo, las reglas de la sintaxis no se concentran en los papeles semán­ ticos como tales, sino más bien en generalizaciones que se efectúan sobre estos, los que se denominan «macropapeles». La RRG reconoce solo dos macropapeles: Actor y Undergoer. El estatus de Actor y Undergoer se asigna a los argumentos del verbo sobre la base de la siguiente jerarquía: m ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- ►

1 Argumento de DO (Agente)

2 Primer argumento de do'(x...)

3 Primer argumento de do'(x...)

4 Segundo argumento de pred'(x,y)

5 Argumento de estado pred'(x...)

Para cada verbo el Actor es siempre el argumento más cercano al lado izquierdo de la jerarquía y el Undergoer es el argumento más cercano al lado derecho de la jerarquía. El número de macropapeles que un verbo selecciona puede ser igual o menor que la valencia del verbo. La valencia de un verbo es el número de argumentos que este toma en su representación léxica, es decir, en su estructura lógica. Así, llover tiene valencia 0, dormir tiene valencia 1 y matar tiene una valencia igual a 2. En la tabla 2 se dan ejemplos de verbos con distinta valencia y número de macro­ papeles:

Las construcciones reflexivas del croata desde una perspectiva histórica Verbo

Valencia

Número de macropapeles

kisiti, ‘llover’

0

0

smijati se, ‘re ír’

1

1

svidati se, ‘gustar’

2

1

otvoriti, ‘abrir’

2

2

dati, ‘d ar’

3

2

T abla 2 .

175

Valencia y macropapeles de verbos croatas.

En croata no hay VR avalentes, es decir, verbos sin argumentos en su estructura ló­ gica. Los verbos metereológicos son de por sí avalentes (p. e., kisiti, ‘llover’, snijeziti, ‘nevar’), pero nunca son reflexivos4. La mayoría de los VR representan intransitivos derivados, incluso cuando no hay una contraparte transitiva. Este es el caso de los re­ flexiva tantum bivalentes (verbos sin contraparte reflexiva) como, por ejemplo, el croa­ ta bojati sef ‘temer’, el polaco bojac sieLy el ruso bojáfsja . Con estos verbos, el RM indica que el verbo es M-intransitivo, pese a que tiene dos argumentos (es bivalente). Este estatus excepcional se indica formalmente en la representación léxica de un verbo añadiendo el número de macropaples entre corchetes: bojati se [MR1].

3. El estatus del marcador reflexivo El RM en croata es un pronombre clítico, originalmente el reflejo del pronombre clítico reflexivo del protoeslavo *seLen acusativo singular, correspondiente al polaco sieL, el checo se, el ruso -sja, etc. Esta sección examina su estatus sintáctico, es decir, cómo debe ser representado en la proyección de constituyentes. En la RRG, se distinguen tres tipos de construcciones reflexivas (Van Valin y LaPo11a, 1997): a)

Los reflexivos léxicos: son usualmente morfemas ligados a los verbos y no necesariamente coocurren con algún sintagma referencial correferente en la cláusula. Esto es lo que ocurre en cabardiano: (5)

zd-z-aw-thas' rm

- 1 S G U - P R E S - la v a r

‘Me

b)

la v o .’ (c a b a r d ia n o )

Reflexivos clíticos: no son morfemas dependientes, sino palabras no acentua­ das independientes, y su posición en la oración está sujeta a reglas sintácticas

4 Verbos como oblaciti se, ‘nublarse’, no son excepciones, ya que pueden construirse con un sujeto explícito; p. e., Nebo se oblaci, ‘El cielo se está nublando’, a diferencia de los verbos verdaderamente avalentes, que no muestran este comportamiento (así, es agramatical *Kisa kisi o su equivalente en español *La lluvia llueve).

176

El funcionalismo en la teoría lingüística y fonológicas. Pueden coaparecer con expresiones correferenciales en la cláu­ sula, pero no necesariamente (por ejemplo, en construcciones impersonales). Este tipo de reflexivos se encuentra en muchas lenguas europeas, incluyendo las romances: (6)

La d e f ( f .s g

)

‘La p u e r t a

c)

porta

si

é

p u e rta

rm

aux

apert-a. . 3 s g .p r e s

a b ie r t a ( p p p ) - F E M .S G

s e a b r ió .’ (ita lia n o )

Reflexivos correferenciales: son palabras acentuadas independientes, que tie­ nen que coaparecer con expresiones correferenciales independientes a las que se ligan, como en el inglés John saw himself.

Al igual que los RM clíticos de las lenguas romances, el croata se también es un clíti­ co reflexivo, en oposición al reflexivo correferencial sebe, que es el pronombre totalmen­ te acentuado. Sintácticamente, el comportamiento del RM en el croata es muy similar al del pronombre clítico objeto. La posición del RM en la cadena clítica del croata es exac­ tamente la misma que la posición de los pronombres clíticos en el acusativo: (7 )

(8 )

Dao sam di A U X .lS G .P R E S ‘Se lo di a é l . ’ b. *Dao mu sam ga. c. *Dao ga mu sam. a.

mu

ga.

é l .DAT

é l.A C C

Predao sam mu rendí a u x .I s g é l .d a t ‘Me rendí ante é l . ’ b. *Predao sam se mu. a.

se. rm

En el croata, el RM debe omitirse en las coordinaciones; por ejemplo: (9 )

Najeli su se i napili comieron a u x . 3 p l r m y bebieron ‘Comieron y bebieron hasta hartarse.’

*se. * rm

El eslavo también omite libremente el RM en las coordinaciones (bal se je smejati *se, ‘Él temía reír’) y lo mismo parece pasar en polaco (nájese síq i napic wódki, ‘comer hasta hartarse y beber vodka’), pero no en ruso (naest’sja i napifsja vodki). Los objetos directos también se pueden omitir en la coordinación en croata, como en (10): (1 0 )

Vid-im S e e -I S G .P R E S

‘Lo v e o

ga

i

cuj-em.

a -él

y

o ír - ls G .P R E S

y l o o i g o ’ ( l i t . ‘l o v e o y o i g o ’)

En eslavo eclesiástico antiguo (Old Church Slavic u OCS), la repetición del RM es la norma (Marguliés, 1924: 38):

Las construcciones reflexivas del croata desde una perspectiva histórica (11) On él.NOM

ze

naceL-tb

rotiti

c o m e n z a r .3 s G .A O R

pcl

p r o m e te r

rm

177

seLikleLti set. y

ju ra r

rm

‘E m p e z ó a p r o m e t e r y j u r a r . ’ ( M a r c o s 1 9 , 7 1 )

Sin embargo, también existen ejemplos como el siguiente (Lucas 6, 23): (1 2 )

Vi>zdrad-uite

seL

r e g o c ij a r .2 p L .iM P

rm

v'b tb denb e n e s e d ía

i vi?zigr-aite y j u g a r - iM P .2 p L

‘R e g o c í j a t e y j u e g a e n e s e d í a .’

Los VR eslavos siempre son MR-intransitivos, excepto en las construcciones im­ personales, donde son MR-atransitivos. No obstante, la distinción que hace la RRG sobre diferentes tipos de transitividad es pertinente aquí, porque podemos argumen­ tar que estos verbos se manifiestan sintácticamente como transitivos: el RM es, al menos en el eslavo del sur y (probablemente) en el del oeste, un objeto expletivo, comparable a los sujetos expletivos del inglés it rains y del alemán es regnet. En el eslavo del este, el RM se ha gramaticalizado un paso más allá y se ha vuelto par­ te del predicado, dando como resultado que los VR del ruso sean sintácticamente intransitivos.

Prozor

se

r a z b io

Okno

r a z b ilo -

s’

. Representaciones simplificada del croata Prozor s e razbio, ‘La ventana se rompióy del ruso Okno razbilos (idem).

F ig u r a 1

La función primaria de un RM es suprimir al menos un argumento con macropapel del verbo no reflexivo básico. El RM no reduce la valencia de un verbo no re­ flexivo, afecta solo su transidvidad-M, de ahí que su función sea principalmente sintáctica más que semántica. Cabe destacar que suprimir un argumento con macropapel puede significar dos cosas: (i) el argumento con macropapel puede descender a la categoría de argumento central sin macropapel, o (ii) el argumento con macro­ papel puede no expresarse. En la próxima sección, observaremos cómo los argumen­ tos con macropapel se suprimen en diferentes clases de VR en croata.

178

El funcionalismo en la teoría lingüística

4. Variación en la expresión de argumentos en construcciones reflexivas Como vimos anteriormente en la tabla 1, en croata existen ejemplos de VR en todos los tipos básicos (es decir, no causativos) de predicados. En este sentido, los VR no representan una clase homogénea de verbos. En la siguiente clasificación, empezare­ mos siempre con la forma básica imperfectiva, la cual puede ser cambiada a perfectiva, usualmente por medio de la prefijación. Las formas perfectivas que se derivan son regularmente realizaciones, semelfactivos o logros, mientras que los imperfectivos básicos son estados, procesos o actividades; por ejemplo, de znojiti se, ‘sudar’ (imper­ fectivo, proceso), podemos derivar oznojiti se, ‘estar sudado’ (perfectivo, realización); de koristiti se, ‘usar’ (imperfectivo, actividad), podemos derivar okoristiti se, ‘obtener ganancias’ (perfectivo, logro), etc. Teniendo esto en cuenta, no presentaremos más ejemplos de estos perfectivos derivados, sino que más bien nos limitaremos a los ver­ bos reflexivos básicos que expresan actividad, procesos y estados con un número va­ riado de argumentos. 4.1. Actividades/procesos/estados monovalentes

Estos verbos no están (al menos sincrónicamente) derivados de algún verbo no reflexivo básico, lo que significa que son reflexiva tantum. Son bastante numerosos en el croata. Entre ellos, tenemos zuriti se, ‘apurarse’ (estado), hihotati se, ‘reírse a carcajadas’ (acti­ vidad), y znojiti se, ‘sudar’ (proceso). La observación de cognados etimológicos, tales como el croata smijati se, ‘reír’, el ruso smeját’sja (idem) y el polaco smijac siec (idem) (Derksen, 2008: 456), o el croata spotaknuti se, ‘tropezar’, el ruso spotknúVsja (idem) y el polaco potknqc sieL(idem), nos permite ver que esta clase probablemente se ha hereda­ do del protoeslavo. 4.2. Actividades/procesos/estados bivalentes

Los estados y actividades bivalentes (M-intransitivos) pueden conservar el argumento con macropapel suprimido como un argumento directo central en caso oblicuo o dejar­ lo sin expresar. Los VR derivados de verbos no reflexivos con predicados de estado/ proceso en su estructura lógica pueden tener argumentos centrales sin macropapel en dativo, y aquellos derivados de verbos no reflexivos con predicados de actividad en sus estructuras lógicas pueden tener argumentos centrales sin macropapel en caso instru­ mental o genitivo. El argumento suprimido con verbos de estado/proceso es el Actor y con verbos de actividad es el Undergoer. En lo que sigue, sugerimos la estructura ló­ gica en el formalismo de la RRG para todos los verbos discutidos. Los VR bivalentes derivados de predicados de estado usualmente expresan estados mentales. Pueden ser reflexiva tantum y expresar el argumento experimentador en caso dativo: (13) Ivan-u Juan-DAT.sG

se rm

svida

ov-a

gusta

esta-NOM.SG.F

like' (x, y) [MR1] ‘A Juan le gusta esta casa.’

kuc-a.

casa-NOM.SG

Las construcciones reflexivas del croata desde una perspectiva histórica

179

Estos también pueden derivarse de verbos no reflexivos, en cuyo caso el argumento suprimido (el Undergoer del verbo básico) nuevamente aparece en dativo. En el croata, estos verbos tienen interpretación «desiderativa» (14a) y (14b). (14) a. Ivan

slusa

J u a n .N O M .S G

glazb-u.

e s c u c h a r - 3 s G .P R E S

m ú s i c a - acc.sg

hear' (x, y) ‘Juan escucha música.’ (croata) b. Ivanu J u a n -D A T .S G

se

slus-a

rm

e s c u c h a r - 3 sg .pres

glazb-a. m ú s i c a - N O M .s G

want.to.hear' (x, y) [MR1] ‘Ivan quiere escuchar un poco de música.’

Los verbos de actividad M-intransitivos se derivan de los verbos no reflexivos bási­ cos de actividad porla supresión del argumento Undergoer. Esteargumento puede dejarse sin expresión en la sintaxis (15b), o recibir el casooblicuo,pordefecto genitivo (15c) o instrumental (16b): (15) a. Ivan J u a n .N O M .S G

igr-a

nogomet.

j u g a r - 3 s G .P R E S

f ú t b o l .acc.sg

do' (x, [play' (x, y)]) ‘Juan está jugando fútbol.’ (croata) b. Ivan J u a n .N O M .S G

se

igr-a.

rm

j u g a r - 3 s G .P R E S

do' (x, [play' (x, 0)]) ‘Juan está jugando.’ c. Ivan J u a n .N O M .S G

se

igra

skrivac-a.

rm

ju g a r - 3 s G .P R E S

escon dite-G E N .S G

do' (x, [play' (x, y)]) [MR1] ‘Juan está jugando al escondite.’ (16) a. Ivan J u a n .N O M

korist-i

stube.

u s a r -3 s G .P R E S

escaleras-a c c . p l

do' (x, [use' (x, y)]) ‘Juan usa las escaleras.’ (croata) b. Ivan Juan.NOM

se

koristi

rm

usar-3sG.PRES

stubama. escaleras-iN S T .P L

do' (x, [use' (x, y)]) [MR1] ‘Juan usa las escaleras.’

Una subcategoría especial de estos VR la conforman los reflexivo-causativos: (17) a. Ivan J u a n .N O M .S G

brij-e a f e it a r - 3 s G .P R E S

do' (x, [shave' (x, y)]) ‘Juan afeita a Pedro.’ (croata)

Petr-a.

Pedro-acc.sg

ya sea

180

El funcionalismo en la teoría lingüística

b. Ivan Juan.NOM.SG

se

brije

kod Petra.

rm

afeitar-3sG.PRES

en Pedro-GEN.SG

[do' (x, 0)] CAUSE [BECOME shaven' (x)] ‘Ivan se afeita donde Pedro/con Pedro.’

Es probable que los VR bivalentes sean heredados del protoeslavo: encontramos tales cognados etimológicos en el croata bojati se, ‘estar asustado’ (estado), en el ruso bojaVsja (idem) y el polaco bojac sieL (idem) (ESSJa II: 163); en el croata starati se, ‘cuidar de (alguien)’ (estado), el ruso staráfsja (idem), el polaco starac sieL (idem); en el croata napiti seL, ‘beber hasta hartarse’ (realización activa), el ruso napít’sja (idem), el polaco napic sieL(idem) (ESSJa XXII: 215), etcétera. 4.3. Decausativos

Los verbos causativos tienen siempre el argumento Actor en sus estructuras lógicas. De acuerdo con las reglas universales de enlace postuladas por la RRG, son siempre M-transitivos. Los reflexivos decausativos siempre suprimen un argumento con ma­ cropapel y se transforman en M-intransitivos. El argumento con macropapel que se suprima dependerá de la estructura lógica de la base a la que el operador CAUSE se aplique. Los verbos causativos se construyen a partir de los verbos básicos con estructuras lógicas más simples. Estos pueden ser estados, actividades, procesos o cualquiera de estos predicados modificados por los operadores INGR (para logros), SEML (para semelfactivos) o BECOME (para realizaciones). En el croata, los MR añadidos a cau­ sativos generalmente cancelan el operador CAUSE en la estructura lógica del verbo; por ejemplo, en el croata vratiti, ‘regresar’ (realización causativa): [do' (x, 0)] CAUSE [INGR retu rn ' (y)] > vratiti se, ‘regresarse’: INGR retu rn ' (x). Los verbos decausativos suprimen el Undergoer si el verbo contiene un predicado de actividad en su estructura lógica: (18) a .Ivan je Juan.NOM.SG aux. 3 s g .p r e s

dignu-o

knjig-u

sa stol-a.

levantar-ppp.SG.M

libro-acc.sg

de mesa-GEN.SG

[do' (x, 0)] CAUSE [move.upward' (y)] ‘Juan levantó el libro de la mesa.’ b. Ivan Juan.NOM.SG

se

dignuo

s kreveta.

rm

levantar-ppp.sG

de cama-GEN.SG

do' (x, [move.upward' (x)]) ‘Juan se levantó de la cama.’

Los decausativos formados a partir de verbos de actividad aparecen con frecuen­ cia en OCS y en las lenguas modernas (cf. OCS gospodi ne dvizi seL, ‘Señor, no te muevas’ [Mar. 221.4; de dvignqti, ‘mover’], OCS kosnqxh seL dvbrexh, ‘Toqué las puertas’ [Supr. 297.18; de kosnqti, ‘tocar’], etc). Los cognados etimológicos inclu­ yen el croata kretati se, ‘mover’, vs. el ruso krjátat’sja, ‘moverse, empezar a mover­ se’ (ESSJa XII: 230), el croata baviti se, ‘comprometerse con algo’, el polaco bawic siec, ‘convertirse’, etcétera.

Las construcciones reflexivas del croata desde una perspectiva histórica

181

Si el verbo básico causativo contiene el predicado de estado/proceso, el VR suprime el Actor: (19) a. Ivan je Juan.NOM.SG aux.3sg.pres

hladio u hladnjaku. pivo frío-ppp.SG.M

Cerveza.ACC.SG

e n refrigerad or-L oc.S G

[do' (x, 0)] CAUSE [INGR cool' (y)] ‘Juan estaba enfriando la cerveza en el refrigerador.’ b.

Pivo

se

hladil-o

beer.NOM.SG

rm

M

o - p p p . s g .n

u hladnjaku. e n refrig era d o r-L o c.S G

INGR cool' (x) ‘La cerveza se estaba enfriando en el refrigerador.’

También pueden encontrarse decausativos de predicados de estado bivalente. El segundo argumento del verbo bivalente básico puede dejarse sin expresar o puede expresarse en el caso indirecto (usualmente el mismo caso en el que está con el verbo causativo). (20) Casa

napunila pivom. lleno cerveza-iN ST .SG BECOME filled .with'(x, y) [MR1] ‘El vaso se llenó de cerveza.’ (croata) vaso-NOM .SG

se

rm

Van Valin y LaPolla (1997: 413 ss.), siguiendo a Centineo (1996), sostienen que los reflexivos decausativos en italiano contienen un predicado de actividad en sus estructuras lógicas, por lo que su único macropapel es, de hecho, siempre el Actor. Si este análisis se extiende al eslavo5, significaría que la estructura lógica correcta del verbo en (20) sería [do' (x, 0)] CAUSE [BECOME filled.with' (x, y)]. Esto no contradice nuestra afirmación, ya que el argumento Actor del verbo reflexivo aún estaría obligatoriamente no expresado, es decir, se suprimiría bajo nuestra definición del término. Sin embargo, no es completamente seguro que el análisis propuesto para los verbos reflexivos en italiano sea válido para el croata y las otras lenguas eslavas, puesto que los verbos reflexivos decausativos eslavos suenan extraños si se combi­ nan con adverbios de modo, lo que no debería ocurrir si tuvieran predicados de acti­ vidad en su estructura lógica: croata ??Casa se jako/snazno napunila, ‘El vaso se llenó con fuerza’. Los decausativos formados a partir de bases verbales que contienen predicados de estado son las clases más comunes de verbos reflexivos en eslavo y probablemente una de las clases más antiguas (cf. OCS jekoze vbseiplbti ego obnaziti seL, ‘así que todo su cuerpo estaba desnudo’ [de obnaziti, ‘desvestir’], el checo tak obohatil se sevc, ‘así, el zapatero se hizo rico’ [de obohatiti, ‘enriquecer’], el ruso Ja vstrevozilsja, ‘Me preocu­ pé’, etc.). Los cognados etimológicos incluyen, por ejemplo, el croata uciti se, ‘estu­ diar’ (ruso ucifsja, polaco uczyc siej, el croata gaditi se, ‘estar disgustado’ (ruso

5 Van Valin y LaPolla (1997: 413) sugieren de hecho este análisis para los verbos reflexivos croatas tales como otvoriti se, ‘abrir’.

182

El funcionalismo en la teoría lingüística

gádit’sja, polaco gadic sieL, ESSJa I: 69), etc. La clase tiene claramente un origen protoeslavo. 4.4. Pasivas-reflejas

Los pasivos e impersonales pueden, en principio, derivarse a partir de todas las clasede verbos no reflexivos. En la pasiva-refleja, el Actor del verbo no reflexivo se suprime y el Undergoer se mantiene como el único argumento con macropapel en caso nomi­ nativo; el Actor suprimido no puede expresarse en croata (22), pero sí puede aparece: como argumento central sin macropapel en caso instrumental en ruso (21): (21) Dom

stroi-t-sja

c a s a - N O M . s g c o n s t r u i r - 3 s G .p r e s - r m

(raboc-imi). ( t r a b a j a d o r - iN S T . p l)

do' (x, [build' (x, 0)])

‘La casa está siendo construida (por los trabajadores).’ (ruso) (2 2 )

Kuc-a ca sa -N O M .s g

se rm

grad-i (*radnic-ima/*od radnik-a).

c o n s t r u ir - 3 s G .P R E S

( t r a b a j a d o r - iN S T .P L / p o r

t r a b a j a d o r - G E N .P L )

do' (x, [build' (x, 0)])

‘La casa está siendo construida (*por los trabajadores).’ (croata) El pasivo reflexivo se encuentra en todas las lenguas eslavas y es bastante común ya en el OCS: bési izgonejfb set, ‘los demonios serán perseguidos’ (Supr. 136.18). Con tod¿ probabilidad, la construcción pasiva reflexiva se remonta al protoeslavo, y la prohibi­ ción contra la expresión del argumento degradado en caso oblicuo es una innovación del croata. 4.5. Impersonales reflejas

En las construcciones impersonales reflejas, el Undergoer original no recibe caso no­ minativo, sino que se elimina o se mantiene en caso acusativo: (2 3 ) a.

Kuc-u

se

grad-i

uz more.

c a s a -a c c .s g

rm

c o n s t r u ir - 3 s G .P R E S

c e r c a m a r .A C C .S G

do' (x, [build' (x, 0)]) [MR1]

‘La casa se está construyendo a orillas del mar.’ (croata) Contrástese esto con la construcción pasiva refleja: b. Kuca ca sa -N O M . s g

se rm

gradi

uz more.

c o n s t r u ir - 3 s G .P R E S

c e r c a m a r .A C C .S G

do' (x, [build' (x, 0)])

‘La casa se está construyendo a orillas del mar.’ En una cláusula compleja pueden unirse dos construcciones impersonales. Una pre­ senta los verbos modales moci, ‘poder’, y smjeti, ‘estar autorizado’, y la otra, cualquier verbo impersonal matriz. En el croata, si el infinitivo incrustado está en pasiva refleja.

Las construcciones reflexivas del croata desde una perspectiva histórica

183

su RM se deja sin expresar y el Undergoer del verbo incrustado aparece en nominativo (24a): (2 4 )

a.

Smij-e

p e r m i t ir - 3 s G .P R E S

‘Se p e r m i t e

se

gradi-ti

kuc-a.

rm

c o n s tr u ir -iN F

c a s a - N O M .s g

c o n s tr u ir u n a c a s a .’ (c r o a ta )

El mismo argumento puede aparecer en acusativo, si el infinitivo incrustado está en impersonal refleja (24b): (2 4 )

b.

Smij-e

se

p e r m i t ir - 3 s G .P R E S

rm

gradi-ti c o n s tr u ir -iN F

kuc-u. c a s a - a c c .s g

‘S e p e r m ite c o n s tr u ir u n a c a s a .’

Los impersonales reflejos son relativamente escasos en el OCS tli^céte i otvnzetb seLvami>, ‘Golpea y se te abrirá’ (Mar. 19, 9). Todas las lenguas eslavas modernas tie­ nen esta construcción: cf. ruso kak govarivalos’ v starinu, ‘como se decía antiguamen­ te’, polaco a mnie siec bardzo spieszy, ‘pero estoy en un gran apuro’, tutaj sieLtañczyto, ‘la gente bailó aquí’. Los impersonales reflexivos con Undergoer degradado en acusativo tienen una distribución muy limitada en eslavo. No se encuentran en el OCS ni, hasta donde conozco, en el eslavo oriental ni occidental, por lo que esta construcción es probable­ mente no protoeslava. En ruso (dialectal) y en polaco, hay construcciones impersona­ les comparables con participio pasado y el Undergoer en acusativo, pero sin el RM, por ejemplo, el polaco Bito Piotra (golpeado .n o m .s g .n e u t . Pedro-Acc.SG.), ‘Pedro fue golpeado’. Podemos concluir nuestro estudio de las variadas clases de VR postulando que los VR derivados de VR con predicado de actividad en su estructura lógica suprimen el Undergoer, mientras que aquellos que contienen un estado o proceso en su estructura lógica suprimen el Actor. Esto se ilustra en la tabla 3. Tipo de

VR

monovalente monovalente bivalente bivalente decausativizado decausativizado estado/proceso actividad estado/proceso actividad estado/proceso actividad znojiti se smijati se slusati se igrati se razbiti se kosnuti se ‘sudar’

‘reír’

‘oír’

‘jugar’

‘romper’

‘tocar’

A

U

A

U

A = supresión del Actor; U = supresión del Undergoer. T a b la 3 .

Tipos de alternancia de expresión del argumento en los VR del eslavo.

Casi todos los tipos posibles pueden postularse para el protoeslavo. Los VR mono­ de actividad y los VR bivalentes de estado son más bien escasos y general­ mente representan un residuo de la etapa anterior, cuando los reflexivos balto-eslávicos sistemáticamente remplazaron a las medias del protoindoeuropeo. Hay, sin duda, algu­ nos cognados etimológicos que enlazan los monovalentes protoeslavos y los bivalentes reflexiva tantum con los media tantum del sánscrito, es decir, verbos que tienen solo flexión parcial en el tiempo presente, por ejemplo: protoeslavo *bojati seL, ‘temer’, vs. sánscrito bhayate (idem) (< protoindoeuropeo *bheyHetor); protoeslavo *smbjati seL, v a le n te s

184

El funcionalismo en la teoría lingüística

‘reír’, sánscrito smayate (idem) (< protoindoeuropeo *smeyHetor), etc. Los decau­ sativos son claramente la clase más numerosa de VR en todas las lenguas eslavas. Las construcciones pasivas e impersonales con VR pueden atribuirse al protoeslavo, pero el caso específico del VR impersonal con argumento Undergoer en caso acusativo es con toda probabilidad un desarrollo posterior al protoeslavo al que nunca se llegó en eslavo oriental. La reflexivización del eslavo puede representarse como una operación sobre la es­ tructura argumental de los verbos: VNR básico

VR derivado

Macropapel suprimido

precT (...)

pred' (...)

Actor

do' (...) CAUSE pred' (...)

pred' (...)

Actor

do' (...) pred' (...)

do' (...) pred' (...)

Undergoer

do' (...) CAUSE pred' (...)

do' (...) pred' (...)

Undergoer

Cabe mencionar que la pasiva refleja es diferente de los otros tipos de construccio­ nes reflexivas enumeradas anteriormente. Estas representan una voz de modulación argumental, en la que los argumentos con macropapel reciben realizaciones no canó­ nicas; la pasiva refleja, por otro lado, tal como los otros tipos de construcciones pasi­ vas, es una voz de modulación de argumento sintáctico privilegiado (PSA) (Van Valin. 2005: 116): los argumentos no defectivos (Undergoer de verbos bivalentes) sirven como PSA al controlar la concordancia con el verbo. Si el RM tiene dos funciones igualmente importantes (expresar reflexividad semán­ tica y suprimir un argumento con macropapel), entonces se plantea una interrogante: ¿cómo saben los hablantes cuál es la interpretación correcta? Con una cierta cantidad de verbos, de hecho, ocurre esta ambigüedad (cf. [25] y [26], ambos del croata). (25) Ivan se vidi = ‘Ivan se ve a sí mismo’ o ‘Se ve a Iván’. (26) Neprijatelj se ubija = ‘El enemigo es matado’ o ‘Se mata al enemigo’.

Por otro lado, la interpretación semántica reflexiva es imposible cuando se cumple al menos una de las siguientes condiciones: 1. El VR es monovalente; es decir, si pertenece a los reflexiva tantum (zuriti se. ‘apurarse’; hihotati se, ‘estallar en carcajadas’). 2. El Undergoer del VR es inanimado (e incapaz de acción o percepción); por ejem­ plo, Kuca se gradi no puede significar ‘*La casa se construye a sí misma’ porque el Undergoer argumento del verbo construir es necesariamente inanimado. Finalmente, la interpretación semántica reflexiva es la preferida si el verbo subcategoriza al argumento Actor como un instigador consciente de la acción o como un ex­

Las construcciones reflexivas del croata desde una perspectiva histórica

185

perimentador atento. Así, por ejemplo, el significado del croata gledati,‘mirar’, implica que el experimentador está atento, mientras que el significado de vidjeti, ‘ver’, no. Por consiguiente, la interpretación por defecto de gledati se es semánticamente reflexiva, ‘mirarse a sí mismo’, mientras que vidjeti se no tiene interpretación por defecto (ambas ‘verse a sí mismo’ y ‘ser visto’ son posibles).

5. Alternancias de verbos reflexivos con (sinónimos) no reflexivos En todas las lenguas eslavas, encontramos alternancias de VR con verbos no reflexivos sinónimos o cuasi-sinónimos. Tales alternancias son especialmente comunes con ver­ bos monovalentes y ya aparecen en el OCS: cf .pasti and pasti sec, ‘caer’: i nepade se. *y él no cayó’ (Mar. 21.2), pero i zvézdy nacbnqth padati si) nebese, ‘y las estrellas comenzarán a caer desde el cielo’; proslbziti y proslbziti seL, ‘derramar lágrimas’: i proslbzi se I s u s i ‘y Jesús comenzó a derramar lágrimas’, pero i proslbzi I s u s k , a ne v-bsplaka, ‘y las lágrimas se asomaron a los ojos de Jesús, pero no lloró’ (Supr. 316.9); wzlakati y vbzlakati set, ‘dar hambre’, cf. egda vhzlaka samrb (Zogr. 149) y egda \*~bzalka [sic] seLsami>, ‘cuando le dio hambre’ (Mar. 215.4). Tales alternancias también son comunes en el croata (cf. zuriti/zuriti se, ‘apurarse’; hohotati, hihotati/hohotati se, hihotati se, ‘estallar en carcajadas’; hvastati/hvastati se, ‘vanagloriarse’; odmoritUodmoriti se, ‘relajarse’; setati/setati se, ‘dar un paseo’; brinuti/brinuti se, ‘preocuparse’; hvastati/hvastati se, ‘alardear’, etc.), en checo (zachechtat y zachechtat se, ‘soltar una risa estruendosa’), en ruso (belét’sja vs. b e l é t ‘parecer blanco’; xmúrit’, xmúrifsja, ‘parecer oscuro’; svetit’, svetit’sja, ‘brillar’; brezzit\ brezzit’sja, ‘brillar débilmente’ [Gerritsen, 1990: 43]). El hecho de que tales alternan­ cias sean comunes con verbos monovalentes y prácticamente no se den con verbos bivalentes y (especialmente) decausativos puede explicarse si recordamos que la fun­ ción primordial del RM es señalar la supresión de un argumento con macropapel de un verbo. No obstante, el único argumento con macropapel de los verbos monovalentes no puede suprimirse, lo que significa que el RM de tales verbos no tiene función algu­ na. Solo marca un patrón sintáctico particular y puede ser visto como un residuo del periodo en el que el verbo en cuestión era bivalente y el RM era un marcador de su excepcional estatus de macropapel. Por esta razón, el RM se pierde fácilmente con los verbos monovalentes, mientras tiende a mantenerse con los bivalentes.

6. Conclusiones Además de expresar el reflexivo semántico, la función primaria del RM en el eslavo es indicar que el verbo está marcado con respecto al número de macropapeles que toma. Esto significa que el RM disminuye el número de argumentos con macropapel en la estructura lógica del verbo. La valencia del verbo generalmente no se ve afectada. La identidad del argumento con macropapel suprimido puede predecirse a partir de la estructura lógica del verbo no reflexivo básico. El argumento suprimido es regular­ mente el argumento de mayor jerarquía en la jerarquía Actor-Undergoer (el Actor) para

186

El funcionalismo en la teoría lingüística

los verbos con predicados de estado o proceso en su estructura lógica, y es el argumen­ to de jerarquía más baja (el Undergoer) para verbos con predicados de actividad en su estructura lógica. Hay evidencia de que algunas clases de VR son de origen protoeslavo (p. e., los decausativos y monovalentes reflexiva tantum), mientras que otros representan innova­ ciones paralelas en la historia de las lenguas eslavas particulares (verbos bivalentes de estado y actividad e impersonales). Si la contraparte MR-transitiva de un VR (MR-intransitivo) se pierde, el RM del VR restante se vuelve superfluo; puede permanecer como objeto expletivo, por ejemplo como un rasgo de un patrón sintáctico en particular, o puede también perderse. En concordancia con esto, las alternancias de los VR y los verbos no reflexivos (cuasi) sinónimos son comunes con los verbos monovalentes, pero escasos con los VR decau­ sativos y bivalentes.

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Argumentos, adjuntos y frases preposicionales en español S ergio I b á ñ e z C e r d a

1. Introducción El tema de la estructura argumental oracional y de la distinción entre argumentos y adjuntos ha sido ampliamente tratado en la literatura, pero sigue siendo un tópico de -mplia discusión. Determinar cuántos y qué participantes constituyen la base de la estructura oracional y cómo se distinguen estos de los elementos facultativos o libres >igue siendo un objetivo fundamental de todas las teorías gramaticales. El tema es par­ ticularmente espinoso en lo relativo a los complementos oracionales que, en lenguas como el español o el inglés, vienen marcados o introducidos por una preposición, es lecir, en lo tocante a los llamados oblicuos. El problema fundamental es cómo distin­ guir la función que tales complementos cumplen con relación al predicado verbal que funge como núcleo oracional, esto es, si codifican participantes arguméntales o adjunios, y si son centrales o periféricos, cuando formalmente son idénticos, es decir, cuando constituyen en ambos casos frases preposicionales. En tal contexto, y dentro del marco general de la Gramática del Papel y la Referencia RRG), este trabajo explora un esquema de análisis de la estructura argumental oracio­ nal en el que se toma como punto de partida la idea de que los valores léxico-semánti­ cos y los valores sintácticos que la conforman se definen de manera autónoma o sepa-ada, aunque operen de forma interrelacionada. En este sentido, se propone que el estatus de un participante oracional como argumento o como adjunto es una función de la semántica léxica, con independencia completa del tipo de codificación morfosintác::ca que muestre en su proyección oracional; paralelamente, se postula que el carácter ce un participante como elemento central o periférico en una construcción específica es ^dependiente de su estatus como argumento o como adjunto. La RRG (Van Valin, 2005), siguiendo algunas ideas de Jolly (1993), hace una proruesta interesante que permite distinguir la existencia de al menos tres tipos distintos ce frases preposicionales (FPs), según su estatus funcional dentro de la oración: 1) FPs que van introducidas por una preposición predicativa y que fungen como adjuntos, esto es. como modificadores periféricos de la predicación; 2) FPs introducidas por una pre­ posición no predicativa, que identifica, a manera de marca de caso, uno de los argumen­

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El funcionalismo en la teoría lingüística

tos verbales; estas FPs tienen el estatus de argumento oblicuo central, y 3) el caso in­ termedio de FPs introducidas por una preposición predicativa, con posibilidad de variación, que, sin embargo, marca un argumento verbal; estas FPs tienen el estatus de argumentos-adjuntos centrales. Los tres tipos de FP que la RRG propone se ejem­ plifican, para el inglés, en las oraciones de (1): (1)

a. John walks everyday in the park. b. Peter gave the book to Mary. c. Leslie put the book inionlbehindlunder the box.

Siguiendo este esquema general, en este trabajo presento una caracterización de grano más fino de los distintos tipos de FPs que pueden existir en las lenguas y de las funciones que cumplen, haciendo uso de tres rasgos combinatorios: a) la naturaleza semántica ce participante que codifican (±argumento); b) su comportamiento sintáctico, en términos de (±centrales), y c) la naturaleza de su preposición (±predicativa). El objetivo principal es desarrollar un sistema expandido de tipos de FPs mediante la consideración de estos rasgos como parte de tres niveles diferentes de análisis: el semántico, el sintáctico y el intrasintagmático, niveles que, como estipula la RRG, constituyen representaciones pa­ ralelas, no derivables una de otra. La combinación de los tres rasgos mencionados da como resultado ocho tipos lógicos de FPs que codifican diferentes tipos de argumentos y adjuntos, con diferentes propiedades de centralidad o de perificidad. Uno de los subti­ pos, sin embargo, es descartable de antemano, debido a que, en primera instancia, no parece tener lógica en términos funcionales: se trata de aquel que agruparía FPs introdu­ cidas por una preposición no predicativa, pero que codifican un adjunto en la periferia. El sistema, que se ilustra con datos del español, evidencia que es posible considerar que un participante pueda tener, de forma paralela, un distinto estatus semántico y sin­ táctico; es decir, que puede tener el estatus semántico de argumento pero el carácter sintáctico de periférico, o, de manera contraria, una identidad semántica como adjunto y un estatus oracional como participante central.

2. La distinción de los niveles semántico y sintáctico de la estructura argumental 2.1 La estructura oracional en la Gramática del Papel y la Referencia

La RRG es un modelo que se inscribe en una visión funcionalista del estudio del lengua­ je; esto es, privilegia un acercamiento al estudio de las formas gramaticales de la lengua desde el contenido, o desde las representaciones semántico-conceptuales, y desde la función pragmática que en el proceso comunicativo tienen tales formas. En este marco general, la RRG considera que la estructura oracional tiene una base propiamente semán­ tica. Así, parte de la idea de que en las lenguas existen dos distinciones u oposiciones universales: 1) la que se da entre los elementos predicativos y los no predicativos, y 2) la que dentro de los miembros de esta última clase, la de los no predicativos, distingue a los que son argumentos de los que son no argumentos. Estas oposiciones se diagraman en la figura 1:

Argumentos, adjuntos y frases preposicionales en español

P redicado

F ig u r a 1

+ A rgumentos

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No ARGUMENTOS

. Oposiciones semánticas universales de la estructura oracional en RRG1.

Es importante señalar que estas distinciones lingüísticas están motivadas por el hecho de que en la comunicación los seres humanos intercambiamos representaciones concep­ tuales acerca del mundo, representaciones que dan cuenta de: a) estados de cosas: situa­ ciones, estados, eventos, acciones, etc., y b) los participantes involucrados en tales estados de cosas: personas, animales, cosas, etc. Grosso modo, los estados de cosas se equivalen en la lengua con los predicados y los participantes con los elementos no predicativos: los argumentos y los no argumentos. Esta última distinción entre argumentos y no argumentos se fundamenta en la idea de que los estados de cosas determinan qué y cuántos participantes están intrínseca­ mente implicados en ellos. La misma naturaleza de la situación, del evento o de la acción condiciona la presencia de los elementos que son necesarios para que tal estado de cosas tenga lugar. En este contexto, los participantes inherentemente requeridos por el predicado son los argumentos, mientras que los participantes oracionales que no lo son, son los no arguméntales. Ahora bien, con base en estas oposiciones semánticas, la RRG propone que la es­ tructura sintáctica de la cláusula tiene una organización estratificada en la que se dis­ tinguen tres unidades: a) el núcleo (nucleus), que es instanciación del predicado; b) el centro (core), que contiene el núcleo y los argumentos del predicado, y c) la periferia periphery), en la que se ubican los elementos no arguméntales. C láusula

C entro P eriferia N úcleo

F ig u r a

2. Componentes de la estructura estratificada de la cláusula.

Dentro de esta estructura estratificada, los argumentos, que como tales pertenecen al centro, pueden clasificarse, según su codificación morfosintáctica, en: 1) argumentos centrales directos, que son aquellos que no llevan marca morfológica y que se consiaera tienen caso directo2; 2) argumentos centrales oblicuos, que son los que aparecen marcados, bien por un caso morfológico no directo, bien por una preposición. Por su rarte, los no argumentos, ubicados en la periferia, tienen el estatus de adjuntos. Las figuras y las traducciones técnicas de los conceptos de la RRG están tomados de González (2006), trabajo que rresenta una primera introducción general de esta teoría en lengua española. 2 Casos directos son básicamente el nominativo y el acusativo, en las lenguas que privilegian un sistema de alinea.:?n. justamente, nominativo-acusativo. De forma similar, en lenguas absolutivo-ergativas, los casos directos son el ¿resolutivo y el ergativo.

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El funcionalismo en la teoría lingüística

En este esquema general, una oración como Juan dio un libro a María en la biblio­ teca tiene la siguiente estructura: C láusula

C entro

Juan dio un libro a María \

P eriferia

en la biblioteca

núcleo

F ig u r a 3 .

Estructura jerarquizada de la oración Juan dio un libro a María en la biblioteca.

Utilizando las nociones arriba establecidas, diremos que Juan y el libro constituyen argumentos centrales directos y que a María es un argumento central oblicuo, en razón de que todos ellos son participantes exigidos semánticamente por el predicado dar. Por su parte, en la biblioteca es un adjunto. Una cuarta categoría de elementos asociados al predicado, derivada justamente de la propuesta de Jolly (1993) arriba esbozada, es la de los argumentos-adjuntos en el centro. Se trata, como ya mencionamos, de una clase intermedia conformada por FPs que están introducidas por una preposición predicativa, pero que, al mismo tiempo, instancian a un argumento regido por el predicado. La estructura jerarquizada de la cláusula no está condicionada por el orden lineal de los elementos que en ella aparecen. En este sentido, es aplicable a cualquier tipo de sis­ tema gramatical y permite identificar las similitudes semánticas estructurales que son comunes a todas las lenguas. En el siguiente apartado enmarcamos estos postulados generales de la RRG en un marco semiótico más amplio que permite ver cómo se interrelacionan la semántica y la sintaxis, dando lugar a un esquema de posibilidades más amplio para la determina­ ción del tipo de complementos que pueden darse dentro de la estructura oracional, al menos en el caso de aquellos que se codifican como FPs. 2.2 Un marco semiótico para la redefinición del concepto de argumento

Las nociones de argumento y adjunto han sido usadas con variadas connotaciones durante las últimas décadas, desde su introducción en el análisis de la estructura ora­ cional por Tesniére en 19593. La dicotomía, que ha sido muy útil en las teorías grama­ ticales modernas, ha sido utilizada para referir tanto una distinción sintáctica como un¿ de tipo semántico. Es el caso, sin embargo, que la mayoría de las teorías o marcos de trabajo la usan con un sentido sintáctico, lo que normalmente va aparejado de un¿ noción muy reducida de lo que es la estructura argumental; a saber, el mínimo de par­

3 Aunque, como es conocido, Tesniére se refería a esta distinción en términos de actante, para argumento, y as circunstante, para adjunto.

Argumentos, adjuntos y frases preposicionales en español

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ticipantes que son estrictamente necesarios para producir una oración gramatical. Esta definición, claramente, solo tiene sentido desde el punto de vista del proceso de pro­ ducción o emisión de la oración. Contrario a esto, y siguiendo lo postulado por la RRG, aquí quiero proponer que la distinción entre argumento y adjunto tiene que considerarse exclusivamente desde el punto de vista semántico y que tiene que verse a los ojos de un contexto semiótico más amplio, en el cual las lenguas son consideradas artefactos interactivos e instrumentos de comunicación. Considero la comunicación como un proceso que sirve para el logro de la cooperación entre los miembros de una comunidad. La cooperación tiene lugar en la implementación de acciones compartidas, cuya última meta es la satisfacción de las nece­ sidades biológicas, psicológicas, sociales y culturales de los miembros de tal comunidad. Básicamente, como un instrumento que sirve para la consecución de metas compartidas, el lenguaje implica el compartir representaciones mentales comunes acerca de la reali­ dad. Tales representaciones están basadas en esquemas o marcos cognitivos y/o sensoriomotores (Arbib, 1987; Cervantes-Pérez, 1985) acerca de estados de cosas (situaciones, eventos, acciones, procesos, etc.) que son relevantes para una comunidad dada. Tales esquemas son la base para la elaboración y el uso de las estructuras lingüísticas que usa­ mos en la construcción dialógica de instancias concretas de tales representaciones en el proceso interactivo. Siguiendo esta idea, y en consonancia con lo postulado por la RRG, se puede decir que una oración, o una cláusula, es el artefacto lingüístico por excelencia para la repre­ sentación de estados de cosas y para la comunicación de tales representaciones. Pero lo importante aquí es considerar que la representación semiótico-lingüística que impli­ ca la estructura oracional, está enmarcada por un conjunto de valores semióticos más amplio (no sólo sintácticos, sino de corte semántico, cognitivo y pragmático), que hace de la cláusula como tal, en cuanto artefacto semiótico, una construcción dialógica que emerge como resultado de la interacción lingüística entre los dos interlocutores en el proceso comunicativo. En este sentido, la cláusula es una herramienta lingüística que tiene que ser generada e interpretada en un contexto comunicativo específico, y como tal no es sólo el producto del proceso de emisión sino también, de forma muy impor­ tante, es el resultado de la interpretación, y en este sentido es un producto conjunto del emisor y el receptor; es un constructo compartido. En este marco de ideas, propongo tomar al pie de la letra el postulado de la RRG sobre la base semántica de la estructura de la cláusula. En este sentido, considero que el estatus de cualquier participante oracional como argumento o adjunto debe ser ex­ clusivamente una función de la semántica léxica del predicado verbal que funge como núcleo de la cláusula en cuestión. Lo que quiero decir con esto es que, sin considerar qué es lo que es explícitamente codificado cuando una cláusula es producida, un argumento es un rasgo semántico que desempeña su función en la interpretación que de esta se hace en un contexto comuni­ cativo concreto. Esto es, un argumento es todo participante que desempeña un papel determinado en el estado de cosas denotado por un predicado, y que es tomado en consideración por el oyente en el proceso de construir, junto con el emisor en el pro­ ceso comunicativo, una representación mental compartida del estado de cosas denota­ do. El punto de anclaje en este proceso de construcción conjunta entre emisor y recep­ tor son los esquemas compartidos a través de la semántica léxica. Esto significa que, si un participante no es explícitamente codificado, y es un argu­ mento, el interprete tiene que encontrar un referente posible para él en el contexto

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El funcionalismo en la teoría lingüística

discursivo, sea esto en el contexto textual, en términos fóricos, sea en cualquier ccrc contexto semiótico, como el situacional, gestual o cognitivo (en términos de represen­ tar información cognitiva previamente activada por cualquier medio semiótico). De manera complementaria, un adjunto es todo participante susceptible de aparec­ en la cláusula, pero que no está implicado en modo alguno por la semántica léxica ce predicado núcleo. A manera de resumen, pues, podemos decir que el estatus de un participante co n : argumento o como adjunto debe ser considerado como una función de la semántica léxi­ ca y de la semántica de marcos. En esto, la sintaxis no desempeña ningún papel. 2.3. El estatus sintáctico de un participante como central o periférico

¿Cuál es, entonces, el papel de la sintaxis en relación con la estructura argumenta Como se hace mención de manera recurrente en la literatura, la función de la sintaxis es señalar o marcar la jerarquía semántica y pragmática relativa de los participantes ce la cláusula. Tal jerarquía aparece en la cláusula en la forma de los privilegios de com­ portamiento y de codificación formal que muestran los participantes de la misma, sean estos argumentos o adjuntos. Estos privilegios resultan en una mayor, o menor, prorr.:nencia y accesibilidad en el contexto de la comunicación. Ahora bien, siguiendo la distinción que la RRG propone (Van Valin, 2005), pódeme* decir que el gozar de más, o menos, de tales privilegios formales define el estatus de un participante como central o como no central o periférico. ¿Y cuáles son los rasgos forma­ les que definen el estatus central de un participante? Aquellos mismos que en el contexto de la RRG, y de la mayoría de las teorías sintácticas, se consideran como propiedades sintácticas privilegiadas, esto es, codificación sintáctica obligatoria, orden oracional pri\ ilegiado, caso directo o no marcado y, de manera especial, las funciones de controlador > de pivote. En términos de la RRG, un controlador es el elemento sintáctico que en una de­ terminada oración controla la referencia de un elemento omitido en una cláusula coordi­ nada o subordinada. Un pivote es la función que tiene el elemento omitido (Van Valin. 2005; pero véase Van Valin y Guerrero, en este volumen, y Guerrero, en este volumen >. Todas las características sintácticas enumeradas arriba definen lo que en la RRG se conoce como «argumento sintácticamente privilegiado» (Privileged Syntactic Argu­ ment [PSA]). Esta noción se propone como una alternativa a categorías como las de sujeto y objeto directo que, de acuerdo con numerosos estudios, no son universalmen­ te válidas. El concepto tiene dos usos diferenciados: en primer lugar, su uso más fre­ cuente en la literatura pertinente es para referir al participante que en una lengua dada, y en la mayoría de las construcciones de la misma, tiene acceso a los más importantes tratamientos y comportamientos formales; en segundo lugar, el término se utiliza para referir al participante que en una construcción específica, en una lengua específica, tiene acceso a los mencionados privilegios sintácticos. Es decir, con respecto al primer uso se puede hablar del PSA de una lengua dada, y con respecto al segundo uso, sóle del PSA de la construcción en cuestión. Atendiendo a este segundo uso, que en este trabajo privilegiamos, es importante considerar que las propiedades sintácticas privilegiadas pueden estar, y usualmente lo están, divididas entre varios de los argumentos de una misma construcción. Así, por ejemplo, en una oración dada, mientras uno de los argumentos puede estar controlando la concordancia verbal, otro puede estar controlando el referente de un elemento elidi­ do en una cláusula subordinada o coordinada. Por ejemplo, en Juan dio un libro a

Argumentos, adjuntos y frases preposicionales en español

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Pedro para leer la frase nominal Juan controla la concordancia de tercera persona singular con el núcleo verbal, mientras que la FP a Pedro controla, de forma obligato­ ria, la referencia del elemento omitido, el pivote, en la cláusula subordinada final. En este sentido, se puede considerar que la asignación de propiedades sintácticas privilegiadas es gradual y que lo importante para el análisis de la interfase entre la semántica y la sintaxis es el número y carácter de las propiedades que recibe cada uno de los participantes proyectados en la oración. Con esta idea por detrás, se puede decir que mostrar una o varias de las propiedades sintácticas privilegiadas es un indicador directo del estatus de un participante oracional como central. Ahora bien, siguiendo la propuesta de que el estatus argumental de un participante es un valor léxico-semántico, el estatus sintáctico de tal participante como central o no central debe ser considerado como cosa aparte. Así, aunque es esperable que los argu­ mentos sean participantes centrales, este no siempre es el caso, de manera que un ar­ gumento puede ser central en una construcción pero quedar fuera del centro en otra, dado un particular interés comunicativo en el que dicho participante no tenga un rol prominente. Este es claramente el caso en construcciones de voz; por ejemplo, normal­ mente se considera que, en la construcción pasiva de lenguas como el español o el inglés, el argumento agente es codificado como un participante periférico o no central. Como los ejemplos de (2) muestran, también hay casos de construcciones directas en las cuales el mismo argumento puede ser alternativamente codificado como periférico o como central: (2)

a. b. c. d.

Pedro habló con María (en francés). Mauricio le declaró su amor a Tere (con un gesto). Pedro habla francés perfectamente. El gesto de Mauricio lo declaró todo.

En francés y con un gesto codifican participantes que en Ibáñez (2008) reciben, respectivamente, el nombre de lenguaje y código. En el referido trabajo se propone que estos forman parte de un marco semántico extendido, el de la «comunicación», a partir del cual se define la estructura argumental particular de cada uno de los llamados ver­ bos dicendi o verbos de «decir». Tales participantes están más o menos implicados semánticamente por ítems verbales particulares, en construcciones particulares, pero en general constituyen formantes semánticos que pueden ser focalizados en la proyec­ ción de los verbos del marco; son, pues, en el sentido que en este trabajo hemos desa­ rrollado, argumentos. Como puede verse en (2a) y (2b), estos pueden ser codificados como FPs, y en tal caso no son sintácticamente obligatorios, por lo que podemos considerarlos periféricos; como veremos más adelante (§3.4), en este caso es adecuado llamarlos argumentos en la periferia. No obstante, en otro tipo de construcciones direc­ tas, como en (2c) y (2d), tales participantes también pueden ser codificados en las tradicionalmente llamadas funciones de sujeto y objeto directo. En estos casos tienen el estatus de argumentos centrales. Más allá de esto, la independencia del estatus argumental y del estatus central de un participante dado es ejemplificado por el caso de elementos oracionales que claramen­ te no son requeridos semánticamente por el núcleo verbal, pero que en ciertas cons­ trucciones muestran comportamientos sintácticos privilegiados, lo cual los hace cen­ trales. Es el caso, según se muestra en Mora (2009), de algunas FPs temporales, locales y de modo, como las que se presentan en (3).

194 (3)

El funcionalismo en la teoría lingüística a. b. c. d. e. f.

La mujer viste con elegancia. María actuó en el momento adecuado. El puente fue construido en el lado este de la ciudad. *La mujer viste. *María actuó. *E1 puente fue construido.

Como se puede ver en estos ejemplos, las FPs en cursiva, que codifican lo que pode­ mos considerar claros ejemplos de participante facultativos (adjuntos), son obligatorias para la gramaticalidad de las cláusulas en las que aparecen. Esto significa que en térmi­ nos sintácticos son centrales. Volveré a estos ejemplos en §3.6. Para resumir esta parte, podemos decir que el valor argumental de un participante y su estatus sintáctico como central o periférico son independientes. El único rasgo sintáctico obligatorio que un participante relacionado léxicamente con un verbo debe tener es la posibilidad intrínseca de poder ser codificado como elemento oracional central en algu­ nas de las posibilidades construccionales (la diátesis) del predicado verbal en cuestión.

3. El sistema combinatorio de rasgos de tres niveles Además de su estatus semántico y sintáctico, existe otro tipo de información necesaria para poder establecer de forma clara la identidad funcional de una FP. Se trata de la ya muy tratada distinción, que aquí se retoma de Jolly (1993), entre preposiciones predi­ cativas y preposiciones no predicativas. Las preposiciones predicativas son aquellas que determinan el valor semántico de la FP que introducen y posibilitan así la intro­ ducción de un participante no regido en la cláusula en la que aparecen. En este sentido, las FPs encabezadas por estas preposiciones codifican participantes que tienen un es­ tatus claro como adjuntos. Por su parte, las preposiciones no predicativas son aquellas que introducen FPs cuyo referente es claramente un argumento regido y licenciado por el núcleo verbal; en este sentido, funcionan como marcas de caso vacías de contenido semántico. Ahora bien, si combinamos esta información categorial relativa a las preposiciones con el valor semántico y el estatus sintáctico de los participantes codificados por una FP, llegamos a un sistema de ocho tipos lógicos de FPs. Los rasgos combinatorios pueden definirse de la siguiente manera: a) tomando en cuenta la naturaleza léxicosemántica del participante que codifican, una FP puede, entonces, ser (±argumento); b) con referencia a sus propiedades sintácticas, una FP puede funcionar como (±central), y c) considerando la naturaleza de su preposición, la FP puede ser (±predicativa). La combinación de rasgos nos da el siguiente sistema de FPs: 1.

(+) Argumento (+) Central (-) Preposición predicativa

2. (-) Argumento (-) Central (+) Preposición predicativa

(nivel semántico) (nivel sintáctico) (nivel categorial) 3. (+) Argumento (+) Central (+) Preposición predicativa

Argumentos, adjuntos y frases preposicionales en español 4. (+) Argumento (-) Central (-) Preposición predicativa

5. (+) Argumento (-) Central (+) Preposición predicativa

6. (-) Argumento (+) Central (+) Preposición predicativa

7. (-) Argumento (+) Central (-) Preposición predicativa

8.

195

(-) Argumento (-) Central (-) Preposición predicativa

De estas ocho posibilidades lógicas, solo el último tipo es, aparentemente, descartable de manifestación real, dadas ciertas razones funcionales: no hay forma, parece ser, en la que un participante claramente adjunto desde el punto de vista semántico y sin propiedades sintácticas centrales pueda aparecer introducido por una preposición no predicativa. En la siguiente sección muestro ejemplos de cada uno de los otros siete tipos de FPs y propongo, extendiendo la nomenclatura usual en la RRG, nombres ten­ tativos para cada uno de ellos. 3.1. Argumento oblicuo central

(+) Argumento (+) Central (-) Preposición predicativa Este tipo se corresponde con el de los argumentos centrales oblicuos canónicos en la RRG. Como la especificación de rasgos muestra, se trata en este caso de argumentos semánticos, con propiedades sintácticas tales que le otorgan el estatus de central. Están codificados mediante una FP introducida por una preposición no predicativa. De acuer­ do con Van Valin (2005), el ejemplo más claro de este tipo de FPs es el de los argu­ mentos recipientes de los verbos de transferencia: (4)

Toño dio un libro a Froilán.

Como es normalmente asumido, verbos del tipo de dar exigen tres participantes semánticos para poder generar oraciones plenas de sentido. De la misma forma, nor­ malmente se asume que la preposición a de estos verbos es vacía y actúa más como una marca de caso que como un ítem con valor semántico propio. El estatus sintáctico central de este tipo de participantes se deduce del hecho de que su elisión resulta en agramaticalidad oracional, como muestra (5a), y en el hecho de que, en tales casos de elisión, tal participante requiere ser sustituido por el pronombre átono le. Igualmente, a posibilidad de ser reduplicable por el clítico pronominal le en (5b), hecho altamente recuente en la mayoría de los dialectos del español, permite que el clítico pronominal ?ueda ser considerado como una marca de concordancia con el predicado verbal. (5) a. ?Luisa dio el libro. b. Luisa les dijo la noticia a sus hermanos.

196

El funcionalismo en la teoría lingüística

Más allá de este tipo de casos, en otros trabajos (Ibáñez 2005, 2009) he mostrado que en español los argumentos meta y fuente de los verbos intransitivos de movimien­ to -(6a) y (6b), respectivamente- y los argumentos meta de los verbos de cambio de locación, como el de (6c), pertenecen también a la categoría de argumentos oblicuos centrales: (6)

a. Juan fue al cine. b. Tere salió de la ciudad. c. Adriana puso el vaso en la mesa.

Esto es así, básicamente porque: 1) son argumentos en el sentido de ser semántica­ mente requeridos por los predicados con los que aparecen; 2) aunque parecen ser op­ cionales en ciertos contextos, tienden fuertemente, en términos de frecuencia, a apare­ cer explícitamente codificados (del 70 por 100 al 90 por 100 de los casos); 3) pueden controlar pivotes en oraciones coordinadas y en oraciones subordinadas (véase Ibáñez, 2009), y 4) son codificados con lo que podríamos considerar, al menos en términos de frecuencia, preposiciones canónicas: de, en el caso de verbos como salir y partir; a , con verbos de meta como ir y venir; y en con verbos de cambio de locación como po­ ner y colocar. Más importante aún, estas preposiciones son predecibles de la estructu­ ra lógica que define la entrada léxica de cada uno de los verbos en cuestión. De la misma forma, las FPs obligatorias de los llamados suplementos (Alarcos 1968. et al .), como los que aparecen en cursiva en (7), pueden ser considerados argumentos oblicuos centrales. Además de ser obligatorios, son semánticamente requeridos y son introducidos por preposiciones no predicativas, carentes de valor semántico específico. Se trata de preposiciones impuestas léxicamente por los distintos verbos y que deben ser listadas en cada una de sus entradas léxicas. (7)

a. b. c. d.

Juan carece de oportunidades. Juan aspira a un buen empleo. *Juan carece. *Juan aspira.

3.2. Adjuntos periféricos

(-) Argumento (-) Central (+) Preposición predicativa Estos son los participantes periféricos canónicos de cualquier teoría sintáctica. De los rasgos especificados podemos ver que se trata de participantes que no son regidos semánticamente por los predicados con los que aparecen, esto es, no son argumentos sino adjuntos. Su preposición es predicativa y como tal licencia la presencia del parti­ cipante en la oración. El ejemplo más claro de este tipo de FPs es el de los adjuntos locativos (8a) y temporales (8b) que funcionan como escenarios (settings) del estado de cosas denotado por el núcleo verbal: (8)

a. Marta corría en el parque para ejercitarse. b. Julia horneó el pastel después del trabajo.

Argumentos, adjuntos y frases preposicionales en español

197

Como se puede ver en los ejemplos de (9), se trata de elementos oracionales que no pueden funcionar como controladores de pivotes en oraciones coordinadas. Por ello, podemos decir que sintácticamente no son centrales y que más bien son periféricos. (9)

a. b. c. d.

Marta corría en el parque para ejercitarse. Julia cenó en la sala. Marta corría en el parque. y / se veía bien. Julia cenó en la sala nueva,j Jy — i. L.*j se veía bien.

Van Valin y Lapolla (1997) consideran la preposición que introduce a este tipo de FPs como un predicado de dos lugares; uno de sus argumentos es la frase nominal introducida por la preposición y el otro es todo el centro de la cláusula en la que la FP aparece. Una representación estándar en la RRG para una cláusula como la de (8b) es la estructura lógica en (10): (10) be-after' (trabajo, [[do' (Julia, 0)] CAUSE [BECOME baked' (pastel)]]) En Ibáñez (2009) se muestra que existen adjuntos periféricos que pueden tener una representación distinta a la de (10). Sin embargo, por razones de espacio, dejo la ejemplificación de tales casos fuera de este trabajo y remito al lector interesado a la lectura del trabajo referido. 3.3. Argumento-adjunto central

(+) Argumento (+) Central (+) Preposición predicativa La especificación de rasgos en cuestión implica: 1) que el participante es un argumento, es decir, que es licenciado por la semántica verbal; 2) que tiene ciertas propiedades sintác­ ticas que lo hacen ser central, y 3) que su preposición es predicativa; este rasgo es, de hecho, lo que diferencia este tipo de FP de los argumentos oblicuos centrales canónicos. Tal como lo propone Van Valin (2005), es este último rasgo el que les confiere el nombre de argumentos-adjuntos centrales. Siguiendo esta nomenclatura, en Ibáñez (2009) se pro­ pone que este tipo de FP en español puede ser ejemplificado por las metas de los verbos intransitivos de movimiento (lia) y de los verbos de cambio de lugar del tipo de poner (11b), pero solo en los casos en que tales metas van introducidas por preposiciones no canónicas, porque, como señalé en §3.1., cuando tales metas se codifican con las preposi­ ciones canónicas a y enyconstituyen casos de argumentos oblicuos centrales. (11) a. En la mañana, Juan fue para la casa nueva. b. Juan puso un pez dentro de la pecera nueva. El uso de preposiciones no canónicas como para o dentro agrega una especificación semántica al referente del argumento verbal, y esta es la razón por la cual son predica­ tivas. No obstante, como se muestra en el mismo trabajo referido, tanto los argumentos como las posibilidades de variabilidad de la preposición son rasgos léxicos del predi­ cado núcleo. Más allá de esto, estas FPs de meta con preposición no canónica pueden

198

El funcionalismo en la teoría lingüística

igualmente funcionar como controladores de pivotes, tal como se muestra en los ejem­ plos de (12), y es por ello que las podemos considerar como centrales. (12) a. En la mañana, Juan, fue para la casa nueva, y se veía bien. b. Juan, puso un pezh dentro de la pecera nueva, y #i/h/. se ve bien. 3.4. Argumento en la periferia

(+) Argumento (-) Central (-) Preposición predicativa Como es esperable del principio de iconicidad en las correlaciones semántico-sintácticas, los argumentos semánticos de un verbo aparecen canónicamente codificados como centrales. Sin embargo, hay casos en los que los argumentos se proyectan como perifé­ ricos. Es el caso de FPs como las de los ejemplos de (2), que aquí se repiten como (13): (13) a. Pedro habló con María (en francés). b. Mauricio le declaró su amor a Tere (con un gesto). c. Pedro hablafrancés perfectamente. d. El gesto del hombre lo declaró todo. Como ya se mencionó, las FPs en cursiva codifican participantes arguméntales que forman parte de un marco lingüístico-cognitivo que define la estructura argumental de los verbos de «decir» o de «comunicación». Según se puede ver en los ejemplos (13a) y (13b), tales argumentos pueden ser codificados como FPs, pero en este caso no son sintácticamente obligatorios y son por tanto periféricos, esto es, son argumentos en la periferia. Sin embargo, pueden también ser codificados, en otras construcciones de diátesis directa, como sujeto u objeto directo, como en (13c) y (13d), y en estos casos sí son argumentos centrales. Otro ejemplo de este tipo de FPs es el caso de los argumentos locativos de verbos que semánticamente requieren cuatro argumentos: además de dicho locativo, un afectuador y dos temas, que pueden ser codificados como dos frases sintácticas independientes o como un solo complemento cuyo referente es plural. Véanse los ejemplos de (14): (14) a. El presidente reunió a los gobernadores con los alcaldes (en el salón principal). b. El presidente reunió a los gobernadores y a los alcaldes (en el salón principal). c. El salón principal reúne a los gobernadores y a los alcaldes. Lo importante acerca de este tipo de verbos, entre los cuales se encuentran juntar; agrupar, incluir, etc., es que su argumento locativo puede ser codificado como una FP introducida por la preposición en o puede ser codificado como sujeto oracional. En este último caso se trata de un argumento central, pero en el primero es un argumento pe­ riférico, puesto que es opcional y no puede funcionar como controlador de pivote, como se muestra en el ejemplo (15): (15) El presidente, reunió a los gobernadores con los alcaldes en el salón principal, y se veía bien.

Argumentos, adjuntos y frases preposicionales en español

199

3.5. Argumento-adjunto en la periferia

(+) Argumento (-) Central (+) Preposición predicativa La especificación de rasgos establecida implica que este tipo de FPs codifican un participante argumental que es introducido por una preposición no canónica, predica­ tiva, y como resultado no tienen propiedades centrales; son FPs periféricas. En este sentido, son diferentes de las FPs analizadas en §3.3., a las cuales se les asignó el es­ tatus de argumentos-adjuntos centrales. Compárense los ejemplos en (16): (16) a. Israel, llegó al edificio, y i7j estaba sucio. b. Julio, llegó hasta el edificio.^ y estaba sucio. c. Lola, salió a la calle, yJ ... estaba sucia. d. Marisa, salió para la cabaña, y .^. estaba sucia. e. Ramón, partió al bosque, y estaba sucio. f. Toño, partió para el bosque . y estaba sucio. i

j

i/j

Por un lado, las oraciones (16a) y (16b) tienen un predicado núcleo que inherente­ mente focaliza un argumento meta. Este puede ser codificado como una FP introducida por la preposición no predicativa a, como en (16a), o por una preposición predicativa no canónica, como hasta, en (16b). En ambos casos el argumento meta puede ser con­ trolador de pivote y por ello podemos decir que es central. Se trata, por tanto, en el primer caso, de un argumento oblicuo central y, en el segundo, de un argumento-ad­ junto central. Por otro lado, las FPs en (16c) y (16e) son, como se propone en Ibáñez 12005), participantes arguméntales, aunque los predicados con los que aparecen inhe­ rentemente focalizan un argumento fuente. Estas metas pertenecen a un esquema (fra­ me) extendido del movimiento, que permite que verbos como salir y partir frecuente­ mente sean codificados con ellas. Se da, incluso, el caso de que en datos de corpus salir aparece más con metas (hasta en un 60 por 100 de los casos) que con fuentes. Es por eso que la meta puede funcionar como un argumento central con estos verbos, pero solo en los casos en que tales metas van introducidas por la preposición canónica a, puesto que, cuando son introducidas por otro tipo de preposiciones, como en los ejem­ plos (16d) y (16f), ya no pueden funcionar como controladores de pivotes, lo que se­ ñala que no son centrales. Uno puede decir que en estos ejemplos la meta es un argu­ mento, pero que no está sintácticamente focalizado. Así las cosas, en estos últimos casos las metas son argumentos-adjuntos en la periferia. 3.6. Adjuntos centrales

(-) Argumento (+) Centrales (+) Preposición predicativa Este tipo de FPs codifica lo que, desde la especificación de rasgos, es un participan­ te adjunto o, lo que es lo mismo, un participante que no es semánticamente exigido. Sin embargo, el rasgo (+) central indica que, contra lo esperado de los adjuntos, estas

200

El funcionalismo en la teoría lingüística

FPs tienen ciertas propiedades sintácticas que les otorgan el estatus de centrales. Como ejemplificamos antes, este es el caso de FPs como las de (3), repetidas aquí como (17): (17) a. b. c. d. e. f.

La mujer viste con elegancia. María actuó en el momento adecuado. El puente fue construido en el lado este de la ciudad. *La mujer viste. *María actuó. *E1 puente fue construido.

Como puede verse en estos ejemplos, estas FPs son sintácticamente obligatorias para la gramaticalidad de las oraciones en cuestión. Además, como se muestra en Mora (2009), estas FPs tienen ciertas restricciones de movimiento y de orden: básicamente aparecen en una posición pos verbal adyacente. Sin embargo, pueden ocurrir antes del verbo, pero solamente si el sujeto oracional también se mueve a una posición posverbal, como en (18a). Como el mismo Mora muestra en ejemplos como los de (18d-f). esta no es una restricción para los adverbios libres: (18) a. b. c. d. e. f.

Con elegancia viste la mujer. V.Con elegancia la mujer viste. ?? La mujer con elegancia viste. Pedro se afeita cuidadosamente. Cuidadosamente Pedro se afeita. Pedro cuidadosamente se afeita.

Otros diagnósticos que Mora muestra para establecer el estatus central de estas FPs son el alcance de la negación y la posibilidad de extracción. Por razones de espacio, dejaré los ejemplos pertinentes fuera de este trabajo. Lo que sí es necesario recalcar aquí, es que FPs como las de (17) no son semánticamente requeridas por los respecti­ vos verbos núcleo. Más bien, 1) tienen que ser codificadas por la operación de algún condicionamiento sintáctico del tipo «un predicado de dos argumentos tiene que ser proyectado en un templete sintáctico de dos valencias, sin consideración de que uno de los elementos no sea un argumento», o 2) como Goldberg y Ackerman (2001) propo­ nen, esas FP son impuestas por condiciones pragmáticas, en términos de la relativa relevancia comunicativa de la información que codifican. Dejaré este asunto para fu­ turas investigaciones. 3.7. Adjuntos-argumentos centrales

(-) Argumentos (+) Centrales (-) Preposición predicativa El caso de los adjuntos-argumentos centrales puede ser ilustrado en español cor aquellas FPs que aparecen en una de las manifestaciones de la construcción de dativo Como ha sido ya señalado por Gutiérrez Ordóñez (1978,1999) y por Demonte (199— entre otros, en español existen dos tipos de construcciones de dativo: a) la que se form¿ con FPs que codifican participantes semánticamente requeridos por los predicados

Argumentos, adjuntos y frases preposicionales en español

201

núcleo, que propiamente son argumentos centrales oblicuos, como los de (19a) y (19b), y 2) la que presenta FPs que codifican participantes que no son argumentos verbales, como las que aparecen en (19c) y (19d): (19) a. b. c. d. e. f.

Susana (le) dio un regalo a María. Dulce (le) ofreció un vaso de vino a Julio. Mario le pintó la casa a Rosa. Ramiro le trabajó dos años al Sr. Rodríguez . *Mario pintó la casa a Rosa. *Ramiro trabajó dos años al Sr. Rodríguez.

Como se puede ver en los últimos ejemplos (19e) y (19f), la presencia de las FPs depende de la co-presencia del clítico le, mientras que este no es el caso en los ejem­ plos (19a) y (19b). Sin embargo, ambas construcciones son similares con respecto a ciertos comportamientos sintácticos: en las dos las FPs pueden ser controladoras de pivotes en oraciones subordinadas finales: (20) a. Juan, dio un libro a Pedro, para _ leer. b. Juan, le hizo un traje a Pedro, para _ usar en la fiesta. En Ibáñez (2003) se arguye que, como en los ejemplos de (19c) y (19d) la presencia de la FP depende de la co-presencia del clítico le, se trata de una construcción de tipo aplicativo; esto es, una en la que el participante codificado mediante la FP, un adjunto semántico, es introducido como participante central mediante el recurso, en este caso, del clítico le. En este sentido, este tipo de FP es una especie de adjunto central; pero como su preposición a no es predicativa, sino que es impuesta por la presencia de un esquema construccional asociado al proceso de voz en cuestión, es en realidad un adunto-argumento central.

4. Conclusiones A manera de conclusión, he tratado de mostrar que en un marco de análisis como el :ue provee la Gramática del Papel y la Referencia, es posible definir un esquema des.nptivo que dé cuenta, de forma exhaustiva, de los tipos funcionales de FPs que pue:en existir en las distintas lenguas del mundo. En particular, la RRG plantea la exisencia paralela de dos representaciones de la estructura de la cláusula: una, de base exica, para dar cuenta de la semántica de la cláusula, y una sintáctica, de tipo consruccional, que contiene los valores que emergen de las propiedades de codificación. En el presente trabajo, he sugerido la utilización de las herramientas de análisis de la RRG en un marco semiótico más amplio, donde la cláusula misma se entiende como zn artefacto lingüístico-comunicativo cuyos valores semánticos, sintácticos y pragmá:cos emergen plenamente en el proceso dialógico. En este contexto, he propuesto una jednición extensiva de los conceptos de argumento y adjunto, por un lado, y de parti. rante central y periférico, por otro. De forma concreta, he planteado que, por una Twie. el estatus de un participante como argumento o como adjunto es estrictamente m valor léxico-semántico. La proyección de este valor se da no solo en la construcción multante del proceso de emisión, sino también, de forma muy importante, en el pro-

202

El funcionalismo en la teoría lingüística

ceso de interpretación. Así, cuando un argumento no está explícitamente codificado es, sin embargo, necesariamente interpretado. Por otra, el estatus sintáctico de un partici­ pante depende exclusivamente de sus propiedades formales y comportamentales, y se define en términos de centralidad o no centralidad. En este esquema de cosas, ha sido posible plantear, mediante la combinación de los valores semánticos y sintácticos de los participantes, más la identidad de la preposición (como predicativa o no predicati­ va) que introduce la frase, el referido sistema ampliado de tipos de FPs. El rendimien­ to descriptivo del sistema ha sido ejemplificado de forma positiva con datos del espa­ ñol. Por supuesto, se requiere un detallado trabajo tipológico para establecer si las categorías propuestas son útiles para la descripción empírica de las diferentes clases de FPs que pueden existir en otro tipo de lenguas.

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B elloro ,

Los adjuntos periféricos

A rmando M ora-B ustos

1. Introducción El propósito de este trabajo es dar cuenta de las unidades léxicas, frasales y oracionales, como en (1), que funcionan dentro de la estructura de la cláusula como adjuntos peri­ féricos, es decir, cuyo estatus sintáctico de periferia se mantiene sin importar su posi­ ción dentro de la cláusula. (1)

a. b. c. d. e.

Aquí trabajan los empleados mexicanos. María caminaba alegremente. Vamos a presentar el examen el lunes. Lolita lee en la delegación. Pedro estudia en donde trabaja su papá.

En general, estas unidades gramaticales periféricas, como las de (1), han sido clasifica­ das a partir de diferentes criterios gramaticales, ya sean semánticos, distribucionales o morfológicos, estos últimos fundamentados en la productividad. Estas clasificaciones se han ido incrementando de manera vertiginosa en los últimos años, tras la idea de que los adjuntos deben estudiarse a partir de su comportamiento gramatical más que de sus pro­ piedades semánticas. En este trabajo, todas las unidades gramaticales como las de (1) serán consideradas como adjuntos y, dado que constituyen una clase natural, su función es la de modificar una de las capas de la oración, esto es, el núcleo, el centro o la cláusu­ la; igualmente anclan o escenifican al o los participante(s) del estado de cosas que está(n) expresado(s) en la oración. Estos adjuntos forman un clase gramatical, pues tienen, o muestran, propiedades lingüísticas comunes, ya que son sensibles a la sustitución, a la unión y al desplazamiento; a este respecto, no se olvide que debe haber afinidad o com­ patibilidad entre la unidad sustituidora con la sustituida, la del coordinante con el coordi­ nado o la de la pregunta con la respuesta (Bosque y Gutiérrez-Rexach, 2009). Aquí, descarto la posición que señala que los adjuntos son unidades que se agregan a la oración opcionalmente; nótese que no hay equivalencia semántica o la simplificación es excesiva en el contraste Todos los días ceno en la casa de mi mamá frente a Ceno.

204

El funcionalismo en la teoría lingüística

Bajo estos criterios, en este trabajo no son objeto de estudio los complementos o los adjuntos que aparecen con verbos de movimiento (Ibañez, 2009), como en (2a), los adjuntos obligatorios (Mora-Bustos, 2009a), como en (2b), los complemen­ tos de régimen prepositivo (Jiménez, 2009), como en (2c), los argumentos adjuntos (Jolly, 1993), como en (2d), argumentos oblicuos del centro (Belloro, 2007), como en (2e), ni los adverbios preposicionales (Di Tullio, 2005, y Alcina y Blecua, 1994), como en (2f). (2)

a. b. c. d. e. f.

Juan fue a la universidad. El niño se comporta mal. Hablaron con el intendente. Puso el pastel sobre la mesa. A María le duele la cabeza. Los trabajadores durmieron dentro de la mina.

Este trabajo consta de los siguientes epígrafes: los adjuntos periféricos y la estructura de la cláusula, los adjuntos periféricos y los operadores, conclusión y referencias.

2. Adjuntos periféricos y la estructura de la cláusula Para este análisis, tomo como punto de referencia a Foley y Van Valin (1984), Van Valin y LaPolla (1997) y Van Valin (2005). Aunque las unidades gramaticales objeto de estudio -adverbios léxicos, adverbios derivados, frases prepositivas, frases nomina­ les adverbializadas y oraciones circunstanciales-, tienen propiedades lingüísticas par­ ticulares, aquí las incluyo bajo la etiqueta de adjuntos periféricos. Todas estas unidades gramaticales se caracterizan porque toman la estructura lógica del verbo principal o una subparte de esta como su argumento o uno de sus argumentos. Los adjuntos pre­ posicionales1, como en (3), son por naturaleza predicativos, introducen una frase no­ minal dentro de la cláusula y básicamente esta frase prepositiva es un adjunto perifé­ rico que modifica al centro, no introducen ni marcan argumentos del verbo. (3)

a. Los mecánicos repararon el carro en París. a’, be-en' (París, [[do' (mecánicos, 0)] CAUSE [BECOME reparado' (carro)]])2 b. Rosa estudia durante las vacaciones. b \ be-durante' (vacaciones, [do' (Rosa, [estudiar' (Rosa)])])

En las representaciones de la estructura lógica de los eventos de (3a’) y (3b’), estos son tratados como una entidad que está ubicada con respecto a un punto de referencia

1Las características de las preposiciones que marcan argumento (argument-marking prepositions) y los argumentos adjuntos preposicionales (argument-adjunct prepositions) pueden verse en Van Valin y La Polla (1997) y Van Valin (2005). Igualmente, aquí se puede encontrar la descripción de las preposiciones no predicativas. 2 A pesar de que los predicados primitivos que forman parte del mentalenguaje de la RRG se suelen expresar con términos del inglés en las estructuras lógicas, en la presentación de este capítulo se ha optado por señalar algunos de ellos en español para dar mayor claridad a la exposición. [Nota de los editores]

Los adjuntos periféricos

Los mecánicos

repararon

el carro

en F ig u r a 1.

205

París

Estructura de la frase prepositiva predicativa.

espacial y temporal. Estas frases prepositivas son siempre predicativas, es decir, las ocurrencias de las frases nominales París y las vacaciones son licenciadas por sus respectivas preposiciones; estas FNs3 complemento no están relacionadas con el signi­ ficado del verbo, reparar y estudiar; sino que son demandadas por en y durante; estas preposiciones predicativas siempre licencian sus respectivos complementos y aparecen en la periferia. Su configuración estructural implica una disposición específica de todos sus componentes dentro de la estructura de las capas, como en la figura 1. La preposi­ ción predicativa aparece en el núcleo y su argumento semántico es tratado como un argumento estructural del centro. Las preposiciones, respecto de su significado, han sido reclasificadas en varios gru­ pos: lugar (en, a, de, tras, entre, hacia, por y con), tiempo (a, en, de, por, desde, con, sobre y para), causa y finalidad (por, para, a, sobre y de), instrumento (con, de, a y en) y modo (de, a, por, con y en)4 (RAE, 2009; Gómez Torrego, 2002; Alcina y Blecua, 1994). Las frases prepositivas predicativas con carácter de adjunto periférico, como en (4), van a tener la misma representación en la estructura lógica.

3 A breviatu ras: a s p = a sp e cto ; d e c = d eclarativa; d i r = d ire ccio n a l; e c q = cu a n tific a c ió n d el e v e n to ; e l = estructura ló g ica ; esT = estatu s; e v id = e v id e n c ia l; f a d v = frase ad verb ial; f i = fu erza ilo cu tiv a ; f n = fra se n o m in a l; f n s = fra ses n o m in a les; fp = frase p rep o sitiv a ; fp s = fra ses p rep o sitiv a s; f o c = fo c o ; h s = h earsay; i n t = in terro g a tiv o ; i t e r = itera­ tiv o ; m o d = m od alid ad ; n e g = n e g a c ió n ; o b l = o b lig a c ió n ; p as = p asad o ; p f = p e r fe c tiv o ; pg = p ro g re siv o ; p r e = p resen ­ te; p r e t = p retérito; r e = real; t n s = tie m p o .

4 Un cierto número de preposiciones introducen argumentos-adjuntos, los cuales generalmente aparecen con verbos de movimiento o moción, en donde se específica la fuente, la ruta o la meta; también especifican al beneficiario, la causa o la finalidad; a este respecto véanse Van Valin y LaPolla (1997) e Ibáñez (2009).

206 (4)

El funcionalismo en la teoría lingüística a. La viuda lloró en/ante/bajo/contra/sobre/tras/entre/hasta!el Monumento. b. Los alumnos barren a las nueve/en el verano/de noche/por o durante el día/ desde ayer/con este tiempo/sobre las oncdpara mañana. c. Trabajamos con mano suave/a las patadas/en serio/por caridad.

Tanto en las frases prepositivas locativas de (4a) como en las temporales de (4b) y en las modales de (4c), aparece en núcleo del centro un amplio conjunto de preposiciones, lo que implicaría que en la estructura lógica estén representadas por el primitivo be' más la respectiva preposición; por ejemplo la representación de las FPs de (4a) serían las siguientes: be-en', be-ante', be-bajo', be-contra', be-sobre', be-tras', be-entre' y be-hasta' (z, [do' (x, [pred' (x)])]). La misma representación, solo que con diferente preposición, se presentaría para las frases prepositivas de tiempo de (4b) y modo de (4c). Todas estas representaciones pueden ser remplazadas, para cada una de las res­ pectivas clases, por una sola forma; be-loc' para la referencia locativa, como en (5b), be-tem' para la temporal, como en (5d), y be-mod' para la de modo, como en (5f). (5)

a. La viuda lloró en el monumento. a’, be-loc' (monumento, [do' (viuda, [llorar' (viuda)])]) b. Los alumnos barren a las nueve. b \ be-tem' (nueve, [do' (alumnos, [barrer' (alumnos)])]) c. Trabajamos por caridad. c’. be-mod' (caridad, [do' (nosotros, [trabajar' (nosotros)])])

En todos los casos de (5), las actividades realizadas por sus respectivos actores están ubicadas con respecto a un punto de referencia específico, ya sea locativo, temporal o modal; por esta razón la preposición, dentro de la estructura lógica, aparece en la par­ te más prominente, ya que en primer lugar toma como argumento la frase nominal que expresa la locación, el tiempo o el modo, y como segundo argumento toma la estruc­ tura lógica de cada uno de los verbos principales. Esta clase de frase prepositiva no tiene ninguna relación directa con los operadores, ya que su función es la de escenifi­ car, ubicar o establecer las condiciones bajo las cuales se está llevando a cabo un de­ terminado estado de cosas. La representación de las frases nominales adverbializadas (bare NP adverbs, Larson, 1985) en la estructura lógica es similar a la que aparece con las frases prepositivas, como en (6). (6)

a. Los futbolistas debutaron el lunes/ese día/estas vacaciones. a’, be-tem' (lunes, [do' (futbolistas, [debutar' (futbolistas)])])

Estas FNs adverbializadas, de manera similar a las FPs, están representadas por be más el respectivo modificador; en (6a’), este primitivo semántico está acompañado por un modificador temporal tem ' , lo cual indica que el evento es tratado como una entidad ubicada con respecto a un punto de referencia temporal específico. Igualmen­ te, esta frase modifica al centro como un todo y, contrario a la FP, solo toma la estruc­ tura lógica del verbo de la cláusula como uno de sus argumentos, como se ilustra en (6a’).

Los adjuntos periféricos

207

-PERIFERIA FP CENTRO. Las ranas

croan

NUCI

CLAUSULA

PRED

CENTRO

después que F ig u r a 2 .

FN

NUC

3sg

llueve

Subordinación a d - c e n t r a l .

Otra de las unidades gramaticales que aquí he considerado dentro de los adjuntos periféricos son las oraciones subordinadas adverbiales, como en (7). En las gramáticas de referencia de la lengua española, no existe un acuerdo sobre su tipificación y, en general, se han considerado para su clasificación criterios semánticos; de ahí que se haya caracterizado la oración de (7a) como temporal, (7b) locativa, (7c) modal, (7d) de cantidad y (7e) causal, entre otras. (7)

a. b. c. d. e.

Las ranas croan después que llueve. Lo compré en donde me dijiste. Las orquídeas florecen como si fuera invierno. Madrugo cuanto puedo. No trabajé porque estaba enfermo.

Para los fines de este trabajo, se retoma la explicación a través de la cual se describen estas oraciones a partir de las propiedades estructurales internas como la relación de la subordinada con la oración superordinada, el tipo de subordinante y la flexión verbal (Di Tullio, 2005, y Rodríguez Ramalle, 2005). De esta manera, las oraciones subordinadas adverbiales se clasifican en dos grupos; en el primero se encuentra la subordinación ad-central y en el segundo la subordinación ad-clausal (Bickel, 2003; Van Valin, 2005). Las primeras construcciones se carac­ terizan porque modifican el centro matriz y aparecen en la periferia, como en la figura 2. Esta subordinación ad-central, respecto al ámbito o alcance de la modificación, es similar a la relación que se presenta entre una frase prepositiva y la oración matriz, como en (8) y (9).

208 (8)

El funcionalismo en la teoría lingüística a. Lo compré durante la clase. b. [ [ lo compré] [ durante la clase]] c. be-tem' (clase, [comprado' (lsg, 3sg)]) "-CLAUSULA l CENTRO

(9)

r

J

LPERJFERIA

JJ

a. Lo compré después que tú saliste de la clase. b. [ . [ lo compré] [ después que tú saliste]] c. be-tem' ([BECOME be-loc' (clase, 2sg)], [comprado' (lsg, 3sg)]) •-CLÁUSULA l CENTRO

*

J

LPERIFERIA

*



JJ

Las construcciones de (8a) y (9a) difieren en el tipo de complemento que modifica al centro matriz, pero la manera en que lo modifican es similar, como en (8b) y (9b); en la representación lógica de (8c) y (9c), la frase prepositiva y la oración subordinada aparecen en la periferia y modifican al centro. De otra parte, no todas las oraciones subordinadas adverbiales aparecen en la periferia del centro, como en (10a), sino que aparecen en la periferia de la cláusula, como en (10b). (10) a- l Lills„u ^centroLos ladrones huyeron] b- [a,™,, Los ladrones huyeron]

[„FRIFW lAcuando llegó la policía]] porque llegó la policía]]

A diferencia de la subordinación ad-central, la subordinada ad-clausal, ilustrada en la figura 3, no expresa una referencia temporal, espacial o de modalidad, ni tampoco escenifica el estado de cosas codificado en el verbo del centro matriz, sino que esta denota la razón, la condición, el fin, la consecuencia, entre otras cosas, de todo el even­ to codificado en toda la cláusula. ORACIÓN CLÁUSULA CENTRO **------------------------------------------------------- PERIFERIA FN

NUC

CLM

PRED

porque

V

--------- CLAUSULA

I CENTRO NUC

Los ladrones huyeron

FN

PRED V

I

lle g ó

F ig u r a 3 .

la p o lic ía

Subordinación a d - c l a u s a l .

No se debe perder de vista que el objetivo de este trabajo no es describir en detalle la estructura interna y externa de las construcciones subordinadas adverbiales; no obs­

Los adjuntos periféricos

209

tante, no hay que olvidar que la tendencia es que algunas clases de subordinadas se ubiquen en una posición prominente, al inicio de la cláusula (fronted); igualmente, se deberá clarificar si es posible que aparezcan en una posición dislocada (left-detachedposition) o en una posición pre- o post-central (precore o postcore slot). También, se deberá explicitar el tipo de juntura, la integración semántica y la relación interclausal que se presentan en estas construcciones (Guerrero, 2009; Van Valin, 2005; Marcovecchio, 2001). Después de haber descrito las FPs, las FNs adverbiales y las construcciones subor­ dinadas adverbiales, voy a presentar el comportamiento de los adverbios. Estas unida­ des léxicas se caracterizan porque pueden modificar cualquier capa de la cláusula: cláusula, centro y núcleo; su posición dentro de la cláusula no está restringida a la periferia. Semánticamente, se los trata como predicados de un lugar (one-place predi­ cates); esto es, toman la estructura lógica o una subparte como su argumento. Dentro de los adverbios modificadores de la cláusula, de acuerdo con Herranz y Brucart (1987), Rodríguez Ramalle (2003), Torner Castells (2007) y la RAE (2009), entre otros, se encuentran los adverbios modificadores del acto de habla o enunciación, como en (lia ), los adverbios de tópico, como en (11b), y los adverbios del contenido proposicional o del enunciado, los cuales se subdividen en evaluativos, como en (11c), modales o de modalización, como en (lid ), y evidencíales, como en (lie). (11) a. b. c. d. e.

Francamente/sinceramente, Italia no iba a pasar a la final del mundial de fútbol. Históricamente!cuidadosamente, los invitados colocan las flores sobre la mesa. Afortunadamente¡milagrosámente, hemos conseguido la medicina. Posiblemente!quizás, Brasil gane el mundial de fútbol. Evidentemente!efectivamente, la mayoría de los reclusos escaparon de la cárcel.

Cada una de estas clases de adverbios ha sido descrita y caracterizada ampliamente; de modo específico, Rodríguez Ramalle (2003) muestra los matices semánticos y sin­ tácticos de algunos de estos grupos y señala las razones y justificaciones de orden lingüístico del porqué de esta división específica de los adverbios que modifican la cláusula. Dentro de la estructura de las capas de la cláusula, estos adverbios, junto con los temporales, tienden a ubicarse en una posición dislocada a la izquierda (left-detached position); también es posible ubicarlos en una posición dislocada a la derecha iright-detachedposition). El criterio que justifica esta posición es de orden prosódico5; estos adverbios aparecen en un grupo melódico independiente del de la cláusula, en consecuencia se encuentran fuera de esta y tienen alcance sobre toda la cláusula que los sigue o los precede, como en (12). Estos adverbios toman toda la estructura lógica como su argumento. (12) a. Sinceramente, yo rompí la ventana. a’, sincero' ([do' (ls, 0)] CAUSE [BECOMEroto'(ventana)]) b. b\

Los invitados entraron cuidadosamente. cuidadoso' (do' (invitados, [entrar' (invitados)]))

Habla Tópico

5 En Mora-Bustos (2010a) se presenta la correlación entre prosodia y la distribución de los adverbios terminados en -mente dentro de la oración espontánea.

210

El funcionalismo en la teoría lingüística c. Milagrosamente, tomamos la medicina. c \ milagro' (do' (lp, [tomar' (lp, medicina)]))

Evaluación

d. Quizás, Brasil gane el campeonato. d \ quizás' (do' (Brasil, [ganar' (brasil, campeonato)]))

Modales

e. Los reclusos se escaparon, evidentemente. e \ evidente' (BECOME escapado' (reclusos))

Evidencíales

Estos adverbios pueden coaparecer entre sí, es decir, en una construcción es posible la presencia de adverbios que pertenecen a más de una clase semántica, como en Qui­ zás cuidadosamente, hoy se pueda mostrar los hechos que lo inculpan al acusado evidentemente. Este hecho tiene implicaciones importantes respecto con sus alcances y con la correlación y covariación que se presenta con la proyección de los operadores, la cual será desarrollada más adelante. De manera similar a lo que ocurre con los adverbios modificadores de la cláusula, el repertorio de los adverbios que modifican a una subparte de la estructura lógica es muy grande y disperso; al menos este hecho es descrito desde una perspectiva semán­ tica que es la que generalmente se encuentra en la mayoría de los estudios dedicados al adverbio. Como ya fue dicho más arriba, el lineamiento que se sigue en este trabajo para la clasificación de los adverbios, depende de su modificación sobre la estructura lógica y de su relación con los operadores. Así, los adverbios que modifican al núcleo son los de aspecto, de foco (ya, todavía, sólo, solamente, incluso, completamente, in­ definidamente, otra vez) y de negación (no, nada, apenas, nunca, jamás); adverbios que modifican al centro: de cantidad (mucho, poco, demasiado, bastante, suficiente), de velocidad (lentamente, rápido, despacio), de modo (bien, mal, regular, cuidadosa­ mente, voluntariamente), de lugar (aquí, allí, delante, atrás, arriba, afuera), cuantificadores del evento, esto es, adverbios de frecuencia y habitualidad (diariamente, siempre, semanalmente, frecuentemente, a menudo), de expresión de grado (horrible­ mente, enormemente, tremendamente, inmensamente) y de tiempo (hoy, mañana, ayer). Algunos adverbios se van a encontrar en más de un grupo, como por ejemplo los de negación, los de foco y los de modo, ya que al menos van a modificar, depen­ diendo de su alcance, a dos diferentes partes de la estructura lógica, al núcleo o al centro. Los adverbios de negación y los de foco son los únicos que tienen la posibilidad de modificar a las tres capas de la cláusula. Los adverbios aspectuales que modifican al núcleo verbal son básicamente de dos tipos; los primeros, como en (13a), están condicionados por el modo de acción o aktionsart del verbo. El sentido léxico denotado por el verbo puede variar en los con­ textos en los que son modificados. Si aparece un adverbio del tipo completamente se expresará un sentido de acabado, otra vez de repetición y todavía de fase. Los segun­ dos, como en (13c), están directamente relacionados entre tiempo y aspecto. El adver­ bio ya ancla el momento de la enunciación con el contenido expresado por la cláusula, de tal modo que el referente del estado de cosas, sin importar el tiempo gramatical de la flexión del verbo, denota un sentido puntual o acabado en un punto específico del eje temporal. (13) a. La ropa se secó completamente. b. BECOME (completo' (seca' (ropa)))

Los adjuntos periféricos

211

c. Los niños ya saben matemáticas. d. saber' (ya' (niños, matemáticas))

Los adverbios de negación han sido ampliamente estudiados, no solo en la lengua española (Bosque, 1980; RAE, 2009) sino translingüísticamente. Estos adverbios se caracterizan porque pueden modificar todo el estado de cosas expresado en la cláusula como en (14a); en este ejemplo, la improbabilidad de que se lleve a cabo una actividad se encuentra anclada a un lugar y a un tiempo específicos. De otra parte, en (14b) la negación modifica al centro, la acción expresada en el verbo es falsa; en la forma lógi­ ca, como en (14b’), se reescribe este verbo como un evento que no alcanza el telos o la meta. Ya en (14c) se muestra que la negación tiene alcance sobre el núcleo del verbo de la oración subordinada, pues, además de negar el contenido del deseo del verbo de la oración matriz, motiva el cambio de la flexión de modo del verbo de la subordinada Mora-Bustos, 2008). (14)

a. Nunca te bañes temprano en la alberca. a’, nunca' [temprano' (be-loc' (alberca [do' (2p.s, [bañar' (2p.s)])]))] b. Pedro no mató al perro. b \ no' [do' (Pedro, 0)] CAUSE [BECOME NOT muerto' (perro)] c. Prefiero que no gane. c \ [preferir' (lp.s, 0)] [no' (do' (3p.s, [ganar' (3p.s)]))]

Otro grupo de adverbios que tiene la posibilidad de modificar la cláusula, el centro ; el núcleo son los de foco, como en (15). La función básica de este grupo de adverbios la de poner en una escena comunicativa la información impredecible, no presupues:jl o que no ha pasado por el proceso de aserción (Lambrecht, 1994; Van Valin y LaPo1997). El dominio focal o la estructura focal en cada una de las oraciones de (15) r> diferente; el alcance del foco en (15a) es sobre toda la cláusula, este foco es amplio, -^entras que en (15b) y (15c) el foco es estrecho; en el primer caso, la información : realizada corresponde al centro y en el segundo, al núcleo. 15) a. Precisamente, Lola horneó el pastel. a’, preciso' ([do' (Lola, 0)] CAUSE [BECOME horneado' (pastel)]) b. También Lola horneó el pastel. b \ (también' [do' (Lola, 0)] CAUSE [BECOME horneado' (pastel)]) c. Lola solo horneó el pastel. c \ [do' (Lola, 0)] CAUSE [BECOME [solo' horneado' (pastel)]]

Un gran número de clasificaciones semánticas de los adverbios modifican el cenr :: en este grupo incluyo a los adverbios de cantidad, como en (16a), expresión de irado, como en (16b), habitualidad, como en (16c), y frecuencia, como en (16d). Esta . ase. de adverbios presenta heterogeneidad en su comportamiento sintáctico, son . -patibles con los adverbios de manera y, entre otras características, son sensibles it ~odo de acción del verbo nuclear; no obstante, los he agrupado bajo la idea de que

212

El funcionalismo en la teoría lingüística

sirven de respuesta a preguntas que implican cantidad o cuantificación: ¿cuánto? y ¿con qué frecuencia? (Kovacci, 1999; Rodríguez Romalle, 2003; Lizárraga y MoraBustos, 2009). (16) a. Las orquídeas florean mucho/demasiado/poco!excesivamente. a’, mucho' (do' (orquídeas, [florear' (orquídeas)])) b. Los impuestos incrementaron terriblemente/tremendamente/enormemente. b \ terrible' (BECOME incrementados' (impuestos)) c. El avión aterriza usualmente/habitualmente/ocasionalmente. c \ habitual' (do' (avión, [aterrizar' (avión)])) & BECOME aterrizado' (avión) d. Rosa estornuda diariamente/semanalmente/mensualmente. d \ diariamente' (do' (rosa, [estornudar' (Rosa)]))

Los adverbios de lugar, considerados igualmente como adverbios gramaticales, han sido clasificados en dos grupos; en el primero se encuentran los adverbios demostrati­ vos, como en (17a), y en el segundo los de relación locativa, como en (17b). El signi­ ficado de estos adverbios está determinado exclusivamente por el contexto discursivo, ya que su sentido se obtiene a partir de la referencia deíctica o anafórica. La interpre­ tación de estas unidades léxicas está intrincada en el conocimiento y las necesidades de los interlocutores del acto de habla. Su representación dentro de la estructura lógica está codificada por el operador loe' que subsume o integra los dos grupos de adverbios locativos. En la estructura lógica, tanto de (17a) como de (17b), loe' representa que estos adverbios anclan el estado de cosas expresado en el centro a una escena o situa­ ción comunicativa específica. (17) a. Aquí/allá/acá/allí arde el bosque. a’, loe' (aquí, [do' (bosque, [arder' (bosque)])]) b. El balón rueda afuera/atrás/adentro. b \ loe' (afuera, [do' (balón, [rodar' (balón)])])

Las propiedades lingüísticas de los adverbios de modo han sido descritas abundan­ temente (Lema, 1997; Kovacci, 1999; Rodríguez Romalle, 2001; Torner Castells, 2003; RAE, 2009, entre otros). Dado que la mayoría de estos adverbios se derivan de adjetivos, las propiedades que estos denotan se extienden a diferentes partes de la ora­ ción. Los adverbios de manera de la acción verbal son susceptibles al modo de acción del verbo, como en (18a); esto quiere decir que, por ejemplo, un adverbio como labo­ riosamente no puede aparecer con un accomplishment como en *E7 bibliotecario en­ contró el libro laboriosamente. Un grupo de estos adverbios de modo está orientado al Actor, como en (18b), otro grupo, al Undergoer, como en (18c), y los adverbios celerativos (Torner Castells, 2003) o de velocidad modifican los verbos que denotan un sentido durativo o dinámico, como en (18d). Los adverbios de modo están representa­ dos en la estructura lógica como predicados de un lugar (one-place predicates); estos modifican diferentes partes de la estructura lógica. Los adverbios de manera de la ac­ ción verbal y los celerativos toman la estructura lógica del centro como su argumento,

Los adjuntos periféricos

213

como en (18a’) y (18d’), mientras que atentamente y mortalmente toman como argu­ mento al Actor y al Undergoer, como en (18b’) y (18c’) respectivamente. Finalmente, los adverbios de tiempo, como en (18e) y (18e’), modifican el centro. (18) a. El conserje barre laboriosamente. a’, laboriosamente' (do' (conserje, [barrer' (conserje)])) b. Los diputados escuchan atentamente al presidente. b \ do' (atentamente' (diputados, [escuchar' (diputados, presidente)])) c. Golpearon al borracho mortalmente. c \ do' (3.pl, [golpear’ (3.pl, (mortalmente' (borracho)))]) & BECOME golpeado' (borracho) d. Los ladrones huyeron deprisa. d \ deprisa' (do' (ladrones, [huir' (ladrones)])) e. Marina preparó unos tamales hoy. e’. hoy' ([do' (Marina, 0)] CAUSE [BECOME preparado' (tamales)])

Un hecho lingüístico que sin lugar a dudas ha generado muchos estudios sobre los adverbios es el referente a la flexibilidad posicional, criterio que se ha considerado para delimitar subclases de adverbios (Greenbaum, 1969, y Jackendoff, 1972) y que hoy en día sigue ocupando un lugar importante en diferentes marcos teóricos (Lema, 1997; Van Valin y LaPolla, 1997; Cinque, 1999; Rodríguez Ramalle, 2003; Ernst, 2002; Torner Castells, 2003, y Mora-Bustos, 2010, entre otros). A este respecto, los adverbios los he clasificado en cuatro grandes grupos: los adverbios que tienen mo­ vilidad a lo largo de todas las capas de la cláusula y que su alcance no varía, como los adverbios de modalidad, como en (19a); los adverbios con movilidad restringida, con diferente alcance, que modifican diferentes partes de la estructura lógica, como los de modo en (19b); los adverbios de movilidad libre que modifican la parte de la estructura lógica adyacente, como los de foco de (19c), y los adverbios flexibles 4ue enfocan o realzan una parte de la estructura lógica, como los de frecuencia de (19d). (19) a. (Quizás) compre (pro) (quizás) un carro (quizás) el lunes (quizás). a’, quizás' (be-tem' (lunes, [do' (ls, 0)] CAUSE [BECOME comprado' (carro)])) b. El niño (espectacularmente) hizo el gol (espectacularmente). b \ [do' (niño, 0)] CAUSE [espectacular' (BECOME hecho' (gol))] b” . [espectacular' (do' (niño, 0))] CAUSE [BECOME hecho' (gol)] c. (Sólo) María (sólo) escribe (sólo) una carta (sólo) con un lápiz. c \ do' (María, [escribir' (María, Carta) Ause' (sólo' (María, lápiz))]) d. El hombre siempre apresurado y habitualmente aturdido come en la calle. d \ be-loc' (la calle, [do' (hombre (siempre' [apresurado'] Ahabitual' [aturdido']), [comer' (hombre)])])

214

El funcionalismo en la teoría lingüística

Los adverbios interaccionan de manera importante con los operadores, tema que será desarrollado más adelante; solo a partir de esta interacción se puede dar cuenta de que los adverbios de modalidad tienen la posibilidad de ubicarse en cualquier posición dentro de la cláusula y toman como argumento toda la estructura lógica, como en (19a’). Estos adverbios condicionan, en ciertos contextos, la flexión morfológica de modo del verbo matriz, hecho que les permite tener una estrecha relación con el ope­ rador estatus (Mora-Bustos, 2009). El movimiento de los adverbios de modo está res­ tringido por el modo de acción del verbo; esta restricción, junto con la interacción con el operador tiempo, implica que tomen como argumento el centro, como en (19b’), esto es: ‘la manera de hacer el gol es espectacular’; o, también, estos adverbios toman como argumento toda la estructura lógica, como en (19b” ), ‘el evento de hacer el gol es es­ pectacular’. En este último ejemplo, todo el hecho de haber metido el gol es espec­ tacular (Van Valin, 2005). Los adverbios de foco y los de enfoque o realce comparten rasgos; sin embargo, los primeros toman como argumento una parte de la estructura lógica, como en (19c’); esta parte corresponde a un argumento o un adjunto, mientras que los segundos toman como argumento una subparte de ese argumento o del adjunto, como en (19d’) (Lizárraga y Mora-Bustos, 2009). Los adverbios, respecto a la parte que toman como su argumento, se estratifican si­ guiendo un principio jerárquico, como en (20). (20)

CLÁUSULA

> CENTRO >

NÚCLEO

Esto implica que, cuando haya múltiples adverbios en la oración, estos están some­ tidos a una restricción ejercida por la estructura de la capa de la cláusula, como en (2Id). Esta estratificación icónica igualmente está relacionada con la proyección de los operadores. Los adverbios relacionados con los operadores más externos toman como argumento la cláusula, y los adverbios implicados con los operadores más internos, de manera gradual, toman el centro o el núcleo como su argumento. (21) a. Afortunadamente, hoy Marina sólo preparó completamente un tamal. b. Hoy Marina, afortunadamente, sólo preparó un tamal completamente. c. *Completamente, hoy Marina sólo preparó un tamal, afortunadamente. d. afortunadamente [enunciado: clausal] > hoy [temporal: centro] > sólo [foco: centro] > completamente [aspecto: núcleo]

En una misma oración pueden aparecer varios adverbios de diferente clase semán­ tica que modifican diferentes capas de la cláusula, como en (21). Estos adverbios pueden ocurrir en diferentes posiciones, como en (21a) y (21b), pero en las dos posi­ ciones los adverbios presentan restricciones. Los adverbios del centro y el núcleo de­ ben estar próximos, si no adyacentes, al núcleo o al centro, de lo contrario se generan construcciones anómalas, como en (21c). Los adverbios de la cláusula se ubican en lo^ extremos de la oración o en el interior de esta pero de una forma parentética. La posi­ ción de los adverbios de foco y de enfoque está restringida a la estructura de la cláu­ sula. La posición adyacente a una determinada capa de la cláusula, o a una subparte. determina el alcance de cada uno de estos adverbios. Todos los adjuntos periféricos presentados, desde el punto de vista distribucional, se caracterizan porque son unidades estrictamente periféricas; los adverbios léxicos pre­ sentan mayor flexibilidad para distribuirse a lo largo de toda la oración, mientras que

Los adjuntos periféricos

215

PERIFERIA PERIFERIA PERIFERIA FP

PERIFERIA

ADV

Efectivamente,

los caballos

corren F ig u r a

ADV

F. ADV

lentamente

una y otra vez

en el potrero

4. Estructura de (22a).

ORACIÓN CLAUSULA

PERIFERIA C L M ------ ►CLAUSULA

I

I

porque

CENTRO FN

comen

I

I

PRED

V

CENTRO FN

NUC

FP

PRED

después de que

ellos

F ig u r a 5 .

corren

FN

PRED

CLAUSULA Los caballos

NUC

en el parque

Estructura de (22b).

ellos

tienen

hambre

216

El funcionalismo en la teoría lingüística

las frases prepositivas, las frases nominales adverbializadas y las oraciones subordina­ das tienen mayores restricciones de movilidad. Las oraciones subordinadas adverbiales y las frases prepositivas tienden a ubicarse en posición pos verbal. No obstante, cada una de las capas de la cláusula tiene la posibilidad de ser modificada por un adjunto de diferente naturaleza estructural, como en (22): (22) a. Efectivamente, los caballos corren lentamente una y otra vez en el potrero. b. Los caballos comen después de que corren en el parque porque tienen hambre.

En las figuras 4 y 5 están representadas las estructuras de las oraciones (22a) y (22b), respectivamente. En la primera, aparece un adverbio evidencial, efectivamente, modi­ ficando la cláusula; uno de velocidad, lentamente, el centro; una frase adverbial, una y otra vez, el núcleo, y una frase prepositiva, en el potrero, el centro. En la segunda, el centro y la cláusula están modificados por oraciones adverbiales.

3. Los adjuntos periféricos y los operadores Para dar cuenta de la relación entre adjuntos y operadores, presento un breve panorama de estos últimos. Los rasgos gramaticales como el aspecto, los direccionales, la negación, la cuantificación eventiva, la modalidad, el tiempo, los evidencíales y la fuerza ilocucionaria, a pesar de su importancia dentro de la oración, no están adheridos a ninguna capa o estructura de la cláusula. Estos elementos gramaticales representan categorías que son cualitativamente diferentes de los predicados, los argumentos y las periferias. Estos ras­ gos no se consideran elementos constituyentes de la estructura estratificada de la cláusu­ la, sino que son vistos como «operadores», cuya función es la de modificar los diferentes estratos; es decir, modifican el núcleo, el centro o la cláusula (Van Valin, 2005). Los operadores están ordenados según el estrato que modifican en la tabla 1. Operadores nucleares

Operadores del centro

Operadores de la cláusula

Aspecto Negación Direccionales

Direccionales Cuantificación del evento Modalidad Negación interna

Estatus Tiempo Evidencíales Fuerza ilocucionaria

T a b l a 1 . Los

operadores en los niveles de la estructura de la cláusula.

Dado que los operadores son cualitativamente distintos de los constituyentes que forman parte de la estructura estratificada de la cláusula, se los representa formal­ mente como parte de una organización diferente, denominada «proyección de opera­ dores». El punto de conexión entre esta y la proyección de constituyentes es el nú­ cleo. Con el fin de especificar las diferencias entre las restricciones tanto de los predicados como de los argumentos frente a los operadores se ha propuesto una proyección gramatical, la cual consiste en que haya una proyección de constituyentes y una proyección de operadores (Johnson, 1987, y Van Valin, 2005). Estas dos pro­ yecciones se unen a través del núcleo, que es el elemento central de la cláusula,

Los adjuntos periféricos

217

:anto para definir el estatus de los posibles argumentos como para determinar la rrientación de los operadores. Para distinguir los operadores de otros elementos centro de la representación semántica se ha diseñado la escala de (23). Esta proyec;ión es invariable para cada lengua y no presenta ningún tipo de restricciones. Las razones que dan cuenta de por qué el operador estatus se encuentra por encima del ie tiempo están expuestas en Mora-Bustos (2009). (23) v

'

FI

DEC
ECQ

DIR

ASP

Hay un rango de valores para cada operador que depende del sistema de operadores ce cada lengua en cuestión; por ejemplo, en una como el español, con un sistema de ::empo que consta de tiempos simples y compuestos, habrá nueve valores para este rperador de tiempo (presente, copretérito, pretérito, futuro, pospretérito, antepresente, uitecopretérito, antefuturo y antepospretérito), dos para el operador estatus (indicativo \ subjuntivo) y al menos cinco para el aspecto (perfectivo, imperfectivo, progresivo, :erativo y continuo). En (24) se esquematiza una representación de la oración ¿Ha srado llorando el niño?. Los operadores sin especificación han sido omitidos para que la representación sea más sencilla. (24) ¿Ha estado llorando el niño? ~* +HARDEN_00

SUPERORDINATE:

+CHANGE_00

THEMATIC FRAME:

(si: +HUMAN_OG)Tbeme R e f e r e n •■*■[ e l ; t.e 2 : a +BE_Q1 ( x 2 ) Theme