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Spanish Pages 860 Year 2018
BERND MARQUARDT
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO PASADO, PRESENTE Y FUTURO EN PERSPECTIVA MUNDIAL TOMO 2
EL ESTADO DE LA DOBLE REVOLUCIÓN ILUSTRADA E INDUSTRIAL (1776-2050) La gran transformación al Estado constitucional, democrático, social y ambiental
Bogotá - Colombia 2018
PRÓLOGO La presente Teoría integral del Estado: pasado, presente y futuro en perspectiva mundial, publicada en dos tomos, es la obra sucesora de la Historia mundial del Estado, editada entre 2012 y 2014 en cuatro tomos, la cual –según múltiples avisos estudiantiles– ya no está accesible en el mercado de libros. Se mantiene las interpretaciones generales, pero de modo reconceptualizado, reorganizado y actualizado en forma de los siguientes tomos: 1.
La era preilustrada y preindustrial: desde la sociedad pre-estatal hasta el Estado de la paz interna 3000 a.C.-1775 d.C.
2. El Estado de la doble revolución ilustrada e industrial (1776-2050) En ello, las líneas de los anteriores tomos 1-3 fueron reestructuradas y comprimidas en un solo libro para tratar la era preilustrada y preindustrial en una sola argumentación con un hilo conductor común. De igual forma, se quiere superar la división no tan práctica del material entre dos editoriales. Además, el quinto tomo, previsto en la edición anterior, fue publicado aparte bajo la denominación Historia constitucional comparada de Iberoamérica en la editorial Ibáñez (2016). Se continúa con el adjetivo mundial en el subtítulo que había reemplazado, en la edición anterior, el título original de la Historia universal del Estado, con el objetivo de subrayar claramente la orientación global y no eurocéntrica. El segundo tomo tiene en cuenta un total de 294 Estados en todo el planeta, de estos 92 en Asia (el 31,3 %), 86 en Europa (el 29,3 %), 63 en África (el 21,4 %), 35 en América (el 11,9 %) y 18 en Oceanía (el 6,1 %). En la esfera de las fuentes primarias, el segundo tomo trabaja con 368 documentos del derecho constitucional y de la legislación de 1776 a 2016, 124 documentos del derecho internacional público de 1772 hasta 2015, 65 sentencias de 1803 a 2017 y 91 autores históricos de 330 a.C. a 1950 d.C. Por su parte, la bibliografía secundaria se compone de 1.494 libros y artículos de investigación en alemán, castellano, francés, inglés, italiano y portugués, de ellos 250 de los últimos años de 2013 a 2017, además de 40 artículos de prensa y 169 y reportes, rankings y bases de datos de organizaciones gubernamentales, internacionales y privadas. Por lo tanto, el libro contiene 2.138 notas a pie de página.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
Como sus predecesores, la Teoría integral del Estado trabaja con visualizaciones, usando en el segundo tomo un total de 174 imágenes y fotos, de estas 32 del autor mismo, tomadas en Alemania, Argentina, Bosnia, Chile, Colombia, Croacia, EE.UU., Eslovenia, Francia, Grecia, Hungría, Israel, Italia, Kosovo, Rusia, Suiza y Turquía. De igual forma, se ha incluido 57 mapas para ilustrar las dimensiones geográficas y geopolíticas de la estatalidad en su momento y lugar, todas elaboradas por parte del autor. El autor pretende agradecer a los miembros de su grupo de investigación CC-Constitucionalismo Comparado (categoría A1 en Colciencias) por las discusiones y reflexiones críticas que han posibilitada esta obra. Entre ellos, destacan investigadores como DAVID ERNESTO LLINÁS ALFARO, JUAN FERNANDO ROMERO TOBÓN, NATALIA RUIZ MORATO, JOSÉ MANUEL SUÁREZ DELGADO, MARCELA PATRICIA BORJA ALVARADO, EDUARDO ROMERO RODRÍGUEZ, MARÍA ROSALBA BUITRAGO GUZMÁN, y MARIELA INÉS SÁNCHEZ CARDONA, sin dejar de mencionar PATRICIA BASTITAS MORA quien falleció recientemente. En particular, se reconoce el apoyo valioso de JOHN MARIO MONTENEGRO GALINDO, CARLOS ANDRÉS PÉREZ GARZÓN, LAURA MARÍA POVEDA CHICUAZUQUE y SONIA LORENA RUSSI NOGUERA en la revisión y corrección del manuscrito. Del mismo modo, se agradece la retroalimentación de múltiples estudiantes de pregrado hasta el doctorado en Universidades como la Nacional de Colombia en Bogotá, Santo Tomás, Libre, de Medellín, Surcolombiana, UPTC, Industrial de Santander, de la Guajira, de Nariño, de los Llanos, etc., que han participado en las asignaturas Teorías del Estado y Sistemas del Derecho, con base en las ediciones anteriores de esta Teoría integral del Estado. Es muy importante agradecer al editor GUSTAVO IBÁÑEZ por su trabajo profesional. A través de la cooperación con esta editorial, se vuelve a las raíces de la primera edición castellana publicada un decenio antes en 2007. Con respecto a las investigaciones realizadas en la Universidad Nacional de Colombia, no se puede dejar de mencionar el apoyo del decano de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales GENARO SÁNCHEZ MONCALEANO, del vicedecano de investigación ALEJO VARGAS VELÁSQUEZ y del director del instituto Unijus ANDRÉ-NOËL ROTH. Bogotá, enero 5, de 2018
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Bernd Marquardt
CONTENIDO ‒ESTRUCTURA GENERAL‒
CAPÍTULO I DISEÑO TEÓRICO Y METODOLÓGICO: HACIA LA TEORÍA HISTÓRICA, COMPARADA, SOCIO-AMBIENTAL Y SOCIO-JURÍDICA DEL ESTADO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.
Introducción .......................................................................................................................... 1 ¿Europa ha inventado el Estado?....................................................................................... 5 El debate sobre la definición y el origen del Estado ....................................................... 6 El modelo escalonado: cuatro etapas y tres transformaciones fundamentales ........... 9 Sistemas de energía y complejidad social ......................................................................... 11 Reproducción y aceleración ............................................................................................... 13 La escuela socio-cultural y transnacional de la historia del derecho............................ 15 Teorías de la democracia liberal, social y ambiental....................................................... 19 El lugar del segundo tomo en la serie .............................................................................. 20
CAPÍTULO II EUROPA CON LAS AMÉRICAS COMO LA CUNA DE LA TERCERA TRANSFORMACIÓN BÁSICA DE LA HISTORIA MUNDIAL DEL ESTADO 1. La ruptura fundamental alrededor de 1800: gran transformación, Sattelzeit y doble-revolución .................................................................................................................. 23 2. La revolución ilustrada ....................................................................................................... 25 3. La revolución industrial y la transformación a la sociedad industrial.......................... 34
CAPÍTULO III LA PRIMERA REVOLUCIÓN PARCIAL (PODER Y EFICIENCIA): EL LEVIATÁN SOBERANO DEL ESTADO NACIÓN LEGISLATIVO-ADMINISTRATIVO 1. 2. 3. 4.
Las tres grandes victorias del poder estatal .................................................................... 47 El Estado Nación ............................................................................................................... 67 El Estado legislador ........................................................................................................... 99 La máquina estatal: el potente Estado administrativo ................................................ 111
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
5. 6. 7. 8.
El Estado tributario.......................................................................................................... 141 La segunda formación del Estado de la paz interna ................................................... 143 El Estado intransigente y su derecho antiterrorista .................................................... 162 El Estado militarizado en el régimen internacional de la anarquía de la soberanía (1772-1945)...................................................................................................... 177 9. Resumen intermedio: el triunfo del Estado Leviatán ................................................. 230
CAPÍTULO IV LA TRANSFORMACIÓN A LA SOCIEDAD INDUSTRIAL Y EL ESTADO 1. La ampliación del poder estatal ...................................................................................... 231 2. El crecimiento exponencial de los deberes estatales ................................................... 236 3. La separación de poderes entre el Estado y el mercado............................................. 269
CAPÍTULO V LA SEGUNDA REVOLUCIÓN PARCIAL (DISEÑO SISTÉMICO Y VALORES): LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL 1. La república: del Rey hereditario al gobierno cíclico .................................................. 277 2. La democracia representativa: de la legitimación celestial a la legitimación popular de poder .............................................................................................................. 297 3. La res pública como Estado constitucional.................................................................. 311 4. Del Estado liberal hacia la democracia social .............................................................. 326 5. La ampliación al Estado constitucional ecológico ...................................................... 354
CAPÍTULO VI LA GRAN TRANSCULTURACIÓN DEL PLANETA Y LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO TIPO DE ESTADO 1. La estatalización de las sociedades pre-estatales .......................................................... 362 2. La inclusión del cinturón de las civilizaciones al nuevo modelo universal ............. 389 3. La mundialización del derecho internacional público ................................................ 434
CAPÍTULO VII LA COMPETENCIA SISTÉMICA ENTRE SIETE MODELOS DEL ESTADO MODERNO 1. La monarquía autocrática moderna ............................................................................... 439 2. El Estado constitucional republicano-democrático de tipo liberal .......................... 451 VIII
CONTENIDO
3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.
La monarquía liberal ........................................................................................................ 463 La democracia popular comunista ................................................................................. 472 La autocracia republicana ................................................................................................ 481 El Estado constitucional, democrático, social y ambiental ........................................ 500 La demo-autocracia híbrida ............................................................................................ 520 Las proporciones de los siete modelos en el mundo de hoy ..................................... 530 Sobre el éxito de la gran transformación estatal en los últimos dos siglos y medio .................................................................................................................................. 532
CAPÍTULO VIII EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO 1. 2. 3. 4.
Panorama ........................................................................................................................... 543 La eficacia escalonada de los poderes estatales en el mundo .................................... 547 El Estado pos-bélico en la comunidad de la paz mundial ......................................... 556 ¿Globalización difusa-anónima o sistema mundo centrado? el Estado Nación en el sistema económico internacional ........................................................... 583 5. Tendencias de la estatalidad industrial .......................................................................... 623 6. La consolidación del sistema de Estados por nuevos niveles del poder público ................................................................................................................................ 642
CAPÍTULO IX EL ESTADO INDUSTRIAL HÁBIL PARA EL FUTURO Y SUS RETOS 1. La tercera fase de la gran transformación industrial: el diseño de la entrada a la era post-fósil-energética ............................................................................................. 668 2. La crisis climática antropogénica y la detención de la carbonización de la atmósfera terrestre ............................................................................................................ 674 3. Las huellas ecológicas extensas y la promoción del desarrollo sostenible............... 677 4. El manejo de la transformación demográfica .............................................................. 681 5. El control de las grandes migraciones ........................................................................... 686 6. La desaceleración de la colonización del espacio natural .......................................... 688 7. La descontaminación del aire, agua y suelo .................................................................. 692 8. La precaución frente a riesgos tecnológicos incalculables ........................................ 695 9. La realización de la justicia social en la dimensión global .......................................... 698 10. La domesticación de autocracias empresariales ........................................................... 701 11. La defensa de la paz mundial .......................................................................................... 704 12. El cuidado frente a la expansión de las autocracias republicanas ............................. 706 13. El fortalecimiento del poder estatal en las zonas por fuera del núcleo industrial............................................................................................................................. 708 14. Proporcionar los cinco niveles de poder ...................................................................... 712
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
15. Equilibrar el triángulo de valores liberales, sociales y ambientales ........................... 713 16. Detrás del horizonte......................................................................................................... 716
CAPÍTULO X COMENTARIOS FINALES BIBLIOGRAFÍA 1. Fuentes primarias ............................................................................................................. 721 2. Bibliografía secundaria ..................................................................................................... 754 3. Abreviaturas ...................................................................................................................... 823 ÍNDICE DE ESTADOS ACERCA DEL AUTOR
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CONTENIDO ‒ESTRUCTURA DETALLADA‒ Prólogo......................................................................................................................................... V
CAPÍTULO I DISEÑO TEÓRICO Y METODOLÓGICO: HACIA LA TEORÍA HISTÓRICA, COMPARADA, SOCIO-AMBIENTAL Y SOCIO-JURÍDICA DEL ESTADO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.
Introducción .......................................................................................................................... 1 ¿Europa ha inventado el Estado?....................................................................................... 5 El debate sobre la definición y el origen del Estado ....................................................... 6 El modelo escalonado: cuatro etapas y tres transformaciones fundamentales ........... 9 Sistemas de energía y complejidad social ......................................................................... 11 Reproducción y aceleración ............................................................................................... 13 La escuela socio-cultural y transnacional de la historia del derecho............................ 15 Teorías de la democracia liberal, social y ambiental....................................................... 19 El lugar del segundo tomo en la serie .............................................................................. 20
CAPÍTULO II EUROPA CON LAS AMÉRICAS COMO LA CUNA DE LA TERCERA TRANSFORMACIÓN BÁSICA DE LA HISTORIA MUNDIAL DEL ESTADO 1. La ruptura fundamental alrededor de 1800: gran transformación, Sattelzeit y doble-revolución .................................................................................................................. 23 2. La revolución ilustrada ....................................................................................................... 25 A) Puntos de partida: las tres revoluciones ilustradas ................................................... 25 B) El marco paradigmático del social-newtonianismo.................................................. 28 C) Los ejércitos de transformación: derecho natural vs. divino .................................. 32 3. La revolución industrial y la transformación a la sociedad industrial.......................... 34 A) El núcleo: la transformación del sistema de energía ................................................ 34 B) Revoluciones parciales: tránsito, demografía, urbanización y nuevas clases sociales ................................................................................................................. 36 C) El archipiélago industrial del siglo XIX ..................................................................... 37 D) Los cuatro factores favorables para una transformación temprana ...................... 39 E) La segunda revolución fósil-energética: del carbón mineral al petróleo ............... 43 XI
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
CAPÍTULO III LA PRIMERA REVOLUCIÓN PARCIAL (PODER Y EFICIENCIA): EL LEVIATÁN SOBERANO DEL ESTADO NACIÓN LEGISLATIVO-ADMINISTRATIVO 1. Las tres grandes victorias del poder estatal .................................................................... 47 A) La conquista de la soberanía externa en las relaciones internacionales ............... 47 a) La desconstrucción de la comunidad del Ius Publicum Europaeum en las particiones de Polonia-Lituania y las guerras revolucionarias (1772-1815) .............................................................................................................. 47 b) Panorama empírico de los cambios territoriales a la fuerza ............................. 51 B) La victoria del Estado sobre la Iglesia ....................................................................... 54 a) Los grandes catalizadores: del culto a la razón al combate cultural ............... 54 b) Soluciones diversificadas para el papel de la religión dentro del Estado soberano ..................................................................................................... 61 C) La imposición de la soberanía del Estado frente al sistema segmentariofeudal .............................................................................................................................. 62 2. El Estado Nación ............................................................................................................... 67 A) El Estado territorial de la sociedad de masas individualizada ............................... 67 B) Los siete deberes fundamentales del ser nacional ................................................... 70 C) La invención y escenificación de la identidad colectiva.......................................... 72 D) Construyendo nación: políticas públicas de la homogeneización étnica ............. 75 a) La estandarización lingüística ............................................................................... 76 b) La definición y asimilación de las minorías ........................................................ 76 c) Políticas de expansión y separación ..................................................................... 79 d) Limpiezas étnicas y genocidios ............................................................................. 81 e) Memoricidio ............................................................................................................ 86 f) Ejemplos y resultados ............................................................................................ 86 g) Síntesis ...................................................................................................................... 89 E) La atenuación del unitarismo nacional en el modelo federal................................. 90 a) El federalismo en Europa ..................................................................................... 90 b) El federalismo en las Américas ............................................................................ 94 3. El Estado legislador ........................................................................................................... 99 A) El derecho civil ........................................................................................................... 100 B) El derecho penal ......................................................................................................... 104 C) El derecho constitucional y administrativo ............................................................ 107 D) Observaciones generales ........................................................................................... 109 4. La máquina estatal: el potente Estado administrativo ................................................ 111 A) La penetración burocrática del territorio ................................................................ 111 B) Los ministerios gubernamentales y consejos de Estado ...................................... 113 C) Los funcionarios públicos ......................................................................................... 114 D) Once ámbitos típicos de actuación .......................................................................... 115 XII
CONTENIDO
a) b) c) d) e) f) g) h) i)
5. 6.
7.
8.
La policía ................................................................................................................ 116 La organización judicial ....................................................................................... 118 El castigo público ................................................................................................. 119 La administración militar ..................................................................................... 120 Los registros públicos .......................................................................................... 121 La salud pública .................................................................................................... 122 El Estado educador .............................................................................................. 124 El régimen energético y de materiales claves ................................................... 127 La infraestructura pública: ferrocarriles, autopistas, canales, correo y telecomunicación .................................................................................................. 129 j) La administración del Estado cultural ............................................................... 134 k) Las autoridades para las reformas agrarias ....................................................... 136 l) Observaciones finales .......................................................................................... 137 E) El Estado de derecho: legalidad y justicia administrativa..................................... 137 F) Aspectos de la cultura y calidad administrativa...................................................... 139 El Estado tributario.......................................................................................................... 141 La segunda formación del Estado de la paz interna ................................................... 143 A) La caída de facto del monopolio de la violencia legítima ..................................... 143 B) La primera guerra de transformación europea y americana: la cuestión liberal, o derecho natural versus derecho divino (1789-1870)............................. 143 C) El constitucionalismo de paz en el siglo XIX ........................................................ 150 D) La repacificación exitosa en la ‘belle époque’ (aprox. 1870-1916) ...................... 154 E) La segunda guerra de transformación europea: izquierda, derecha y las cuestiones social y étnica (1917-1950)..................................................................... 157 F) La llegada a la paz constitucional y sus once pilares ............................................. 159 El Estado intransigente y su derecho antiterrorista .................................................... 162 A) Las cuatro grandes estructuras de persecución del siglo XIX ............................. 162 B) Delitos políticos: castigar o perdonar ...................................................................... 164 C) El derecho penal y policial del enemigo en el siglo XX ....................................... 168 D) La tentación de la soberanía y el lado oscuro del Estado criminal ..................... 170 El Estado militarizado en el régimen internacional de la anarquía de la soberanía (1772-1945)...................................................................................................... 177 A) La consolidación de la anarquía de la soberanía (1814-1913).............................. 177 a) Los principios dirigentes del Congreso de Viena ............................................ 177 b) La pentarquía europea entre la cooperación y la guerra fría multipolar (1815-1847) ............................................................................................................ 180 c) El segundo pico bélico en la mitad del siglo XIX (1848-1871)..................... 182 d) La seudo paz armada (1871-1913) ..................................................................... 184 B) 1914-1945: la explosión de la anarquía de la soberanía en las grandes guerras pentarquicas ................................................................................................... 188 a) 1914: caminos cortos y largos a la Gran Guerra.............................................. 188 b) 1918-1920: las ‘paces’ de que no crearon la paz .............................................. 198
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
c) 1939: el combate final de la Nueva Guerra de los Treinta Años .................. 206 d) 1945: dos imperios exitosos y dos victorias pírricas ....................................... 218 C) Los inicios del camino hacia la superación de la anarquía de la soberanía ........ 223 D) Elementos de explicación y conclusiones ............................................................... 226 9. Resumen intermedio: el triunfo del Estado Leviatán ................................................. 230
CAPÍTULO IV LA TRANSFORMACIÓN A LA SOCIEDAD INDUSTRIAL Y EL ESTADO 1. La ampliación del poder estatal ...................................................................................... 231 A) La esfera militar........................................................................................................... 231 B) Las esferas no militares .............................................................................................. 235 2. El crecimiento exponencial de los deberes estatales ................................................... 236 A) El Estado educador y científico ............................................................................... 236 B) La urbanización industrial ......................................................................................... 236 C) El tránsito fósil-energético ....................................................................................... 241 D) El régimen de energía fósil ........................................................................................ 242 E) El derecho de la seguridad tecnológica ................................................................... 243 F) El manejo de la cuestión ecológica .......................................................................... 244 G) Los bancos centrales y el dinero de papel .............................................................. 247 H) La estandarización de las medidas y unidades ....................................................... 249 I) La posibilitación de las sociedades anónimas......................................................... 250 J) La protección de los fabricantes e inventores por la definición de bienes inmateriales .................................................................................................................. 251 K) El derecho penal industrial ....................................................................................... 252 L) La corrección de las fallas de la competencia libre................................................ 253 M) La protección de los consumidores ......................................................................... 254 N) Las relaciones internacionales del Estado industrial ............................................. 256 O) La fósil-energización de la agricultura ..................................................................... 259 P) El acompañamiento de las transformaciones sociales .......................................... 260 Q) La promoción y dirección central de la economía industrial ............................... 261 R) Estrategias comparativas ........................................................................................... 265 S) Conclusión intermedia: el crecimiento duradero de los ingresos y gastos estatales......................................................................................................................... 267 3. La separación de poderes entre el Estado y el mercado............................................. 269
CAPÍTULO V LA SEGUNDA REVOLUCIÓN PARCIAL (DISEÑO SISTÉMICO Y VALORES): LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
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CONTENIDO
1. La república: del Rey hereditario al gobierno cíclico .................................................. 277 A) La desconstrucción irreversible del Reino dinástico ............................................. 277 B) El nuevo diseño institucional del gobierno republicano y sus tres subpoderes ......................................................................................................................... 284 a) El sistema presidencial ......................................................................................... 285 b) El sistema parlamentario ..................................................................................... 288 c) Ventajas y desventajas sistémicas ....................................................................... 290 d) El ascenso de la rama judicial: los guardianes de la constitución .................. 291 C) De la perspectiva de los tres poderes a la de las seis funciones .......................... 296 2. La democracia representativa: de la legitimación celestial a la legitimación popular de poder .............................................................................................................. 297 A) La soberanía popular .................................................................................................. 297 B) La democracia electiva y el camino largo al sufragio universal ........................... 298 C) El Estado de los partidos políticos .......................................................................... 304 D) Limites sistémicos ....................................................................................................... 306 E) La variante de la democracia semi-directa .............................................................. 309 3. La res pública como Estado constitucional.................................................................. 311 A) Un sistema de valores con 20 componentes .......................................................... 311 B) El Estado garantista de los derechos humanos y fundamentales ....................... 314 a) El origen en las tres revoluciones ilustradas (1776-1825) .............................. 315 b) La dicotomía intercontinental del largo siglo XIX: las Américas liberales y la Europa soberanista ........................................................................ 318 c) Contenidos y conflictos de transformación ..................................................... 322 d) La llegada en la era de la dignidad humana y la mentalidad proiushumana .............................................................................................................. 323 4. Del Estado liberal hacia la democracia social .............................................................. 326 A) Las precondiciones ..................................................................................................... 326 a) Los vacíos en el paradigma fundador del social-newtonianismo .................. 326 b) La cuestión social de la transformación a la sociedad industrial ................... 327 c) Volviendo al holismo aristotélico: el todo es más que la suma de sus partes....................................................................................................................... 329 B) Primeros avances en el largo siglo XIX .................................................................. 333 a) Estatalidad educadora, salud pública y niños trabajadores ............................ 333 b) El seguro social público ....................................................................................... 334 C) Los orígenes del constitucionalismo social y la primera ola de difusión (1917-1945) .................................................................................................................. 335 a) Tres revoluciones sociales y la constitucionalización originaria .................... 335 b) El camino nórdico ................................................................................................ 339 c) La ola de difusión del constitucionalismo social en Europa y América ...... 339 d) El debate sobre la reforma social rural.............................................................. 340 d) El ascenso cualitativo del Estado social europeo entre 1946 y 1973 ................. 340 E) El desafiador sistémico: las democracias populares (1917-1990) ....................... 345
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
F)
Los derechos humanos sociales y su consagración por la comunidad de Estados ......................................................................................................................... 346 G) Panorama tipologizador y cualitativo ...................................................................... 348 H) Reflexiones sobre la eficacia general y escalonada ................................................ 350 I) Las causas de las divergencias en la solidaridad social .......................................... 352 J) Conclusiones intermedias .......................................................................................... 353 5. La ampliación al Estado constitucional ecológico ...................................................... 354 A) La revolución ecológica-ambiental de los años 70 ................................................ 354 B) El constitucionalismo ecológico y el derecho ambiental...................................... 357 C) Las teorías del Estado constitucional ecológico .................................................... 359
CAPÍTULO VI LA GRAN TRANSCULTURACIÓN DEL PLANETA Y LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO TIPO DE ESTADO 1. La estatalización de las sociedades pre-estatales .......................................................... 362 A) Las zonas de la colonización desplazadora............................................................. 363 a) La colonización anglófona: Norteamérica, Australia, Nueva Zelanda y Liberia ..................................................................................................................... 364 b) Otros casos: la Sudáfrica neo-neerlandesa, la Patagonia hispanoamericana y la Siberia rusa ..................................................................... 367 c) La expansión genética y cultural de lo europeo en el mundo........................ 368 B) Las zonas del imperialismo no desplazador: el África subsahariana, Oceanía y la Amazonia .............................................................................................. 369 a) Conquistas civilizadoras: desde la Conferencia de Berlín de 1885 hasta la década de 1950 ........................................................................................ 369 b) Experimentos estatales en manos propias (1800-1924) ................................. 373 c) Las dictaduras soberanas (desde 1957).............................................................. 375 d) Problemas del Estado multitribal sin nación real ............................................ 381 e) Casos especiales .................................................................................................... 386 C) La llegada del poder estatal a las zonas más retiradas ........................................... 388 2. La inclusión del cinturón de las civilizaciones al nuevo modelo universal ............. 389 A) La primera fase: armas y modelos irresistibles (1810-1940) ................................ 389 a) La auto-europeización por élites cooptadas: los casos otomano, persa, afgano, etíope, siamés, japonés y chino............................................................. 389 b) Las conquistas directas por parte de los imperios industriales de Europa: Birmania, la India fluvial-costera e Indonesia................................... 404 c) Los Estados protegidos entre la dependencia y la conservación de la tradición. ................................................................................................................ 408 d) Los nichos retirados de la conservación pasajera del antiguo régimen ........ 411 B) Después del punto de no retorno: los Estados soberanos entre la teoría euro-descendiente y la búsqueda del camino propio (1940-2000)...................... 412 XVI
CONTENIDO
a) b) c) d) e)
Asia para los asiáticos........................................................................................... 412 La formación definitiva de los Estados............................................................. 413 La violencia de transformación .......................................................................... 416 La búsqueda de la forma de Estado adecuada ................................................. 417 La adopción de elementos constitucionales, democráticos e iusfundamentales .................................................................................................. 419 f) Reyes republicanos ............................................................................................... 426 g) La militarización.................................................................................................... 429 h) La estatalidad industrial ....................................................................................... 429 3. La mundialización del derecho internacional público ................................................ 434 A) La cooptación de primeros imperios asiáticos a la comunidad del derecho internacional eurocéntrico ......................................................................... 434 B) La inclusión sistemática a la comunidad internacional del siglo XX .................. 435
CAPÍTULO VII LA COMPETENCIA SISTÉMICA ENTRE SIETE MODELOS DEL ESTADO MODERNO 1. La monarquía autocrática moderna ............................................................................... 439 A) Origen y perfil ............................................................................................................. 439 B) El modelo exitoso de Europa continental (1814-1918) ....................................... 442 C) La adopción en Asia y África del Norte (desde 1876) .......................................... 450 2. El Estado constitucional republicano-democrático de tipo liberal .......................... 451 A) La primera ola de transformación (1776-1825): la transformación originaria, especialmente en las Américas ............................................................... 451 B) La segunda ola de transformación (1848-1865): el alto liberalismo americano y europeo .................................................................................................. 455 C) La tercera ola de transformación (1870-1911): el alto nacionalismo .................. 459 D) El balance provisional a finales del primer siglo de transformación .................. 461 3. La monarquía liberal ........................................................................................................ 463 A) Los orígenes en Noruega, Gran Bretaña y Canadá ............................................... 463 B) La liberalización de varias monarquías autocráticas de Europa continental (desde aprox. 1918) ............................................................................... 468 4. La democracia popular comunista ................................................................................. 472 A) La rama soviética en Rusia y Europa oriental (1917-1991) ................................. 472 B) La rama confuciana de la democracia popular: el universismo chino que incluye un pilar comunista (desde 1949) ................................................................. 477 5. La autocracia republicana ................................................................................................ 481 A) La dictadura nacional y anti-constitucional ............................................................ 481 a) La gran ola europea de 1920 a 1945 y sus sobrantes hasta 1980 .................. 481 b) La ola latinoamericana (1949-1990) ................................................................... 489 c) La adopción en Asia (desde 1920) ..................................................................... 490 XVII
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8. 9.
d) El neo-autocratismo en Rusia y Bielorrusia (desde 1991) .............................. 491 La dictadura de desarrollo en las ex-zonas pre-estatales pobres ......................... 493 La república islámica (desde 1956) .......................................................................... 494 Nuevos gobiernos hereditarios................................................................................. 499 El Estado constitucional, democrático, social y ambiental ........................................ 500 A) La transformación de la transformación ................................................................. 500 B) La cuarta ola de transformación (1917-1940): la introducción del constitucionalismo social-demócrata....................................................................... 501 C) La quinta ola de transformación (1945-1973): el Estado social de Derecho y de la dignidad humana ........................................................................... 504 D) La sexta ola de transformación (1974-1991) .......................................................... 509 a) La transformación mediterránea ........................................................................ 509 b) La redemocratización latinoamericana .............................................................. 511 c) Los inicios del pluralismo tridimensional ......................................................... 511 E) La séptima ola de transformación (1989-1992): de la estatalidad soviética al tercer camino ........................................................................................................... 512 a) Una transformación inesperada y la cuestión de interpretación ................... 512 b) Efectos ambiguos: apropiaciones salvajes, desindustrialización y antidesarrollo................................................................................................................ 515 c) La zona exitosa: el este de Europa central........................................................ 517 F) Diferencias finas ......................................................................................................... 519 La demo-autocracia híbrida ............................................................................................ 520 A) El Imperio de Japón: el Estado empresario disciplinado ..................................... 520 B) La Unión de la India: entre el mito de la democracia más grande del mundo y el republicanismo hindú .......................................................................... 522 C) Turquía: entre el kemalismo y el neo-islamismo.................................................... 526 D) Ucrania: entre Rusia y la Unión Europea ............................................................... 528 Las proporciones de los siete modelos en el mundo de hoy ..................................... 530 Sobre el éxito de la gran transformación estatal en los últimos dos siglos y medio .................................................................................................................................. 532 A) Las 18 condiciones de éxito del Estado constitucional, democrático, social y ambiental ........................................................................................................ 532 B) El núcleo occidental y las calidades escalonadas ................................................... 539 C) Más allá de Occidente: el neo-pluralismo multi-sistémico ................................... 541 B) C) D)
CAPÍTULO VIII EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO 1. Panorama ........................................................................................................................... 543 2. La eficacia escalonada de los poderes estatales en el mundo .................................... 547 3. El Estado pos-bélico en la comunidad de la paz mundial ......................................... 556 A) La supresión del ius ad bellum de los Estados ahora no tan soberanos ............ 556 XVIII
CONTENIDO
B) C) D) E) F) G)
La justicia de la paz mundial ..................................................................................... 562 Contextualización: hacía la mentalidad post-heroica ............................................ 566 La transformación del sistema imperial .................................................................. 571 La paz de los Estados comerciales ........................................................................... 576 Contra-tendencias en los márgenes del ius contra bellum ................................... 578 Síntesis .......................................................................................................................... 582 4. ¿Globalización difusa-anónima o sistema mundo centrado? el Estado Nación en el sistema económico internacional ........................................................... 583 A) La expansión mundial del economicismo anarco-liberal: avances y límites ...... 584 a) De Bretton Woods al ‘Consenso’ de Washington........................................... 585 b) La ideología política-económica del anarco-liberalismo ................................. 587 c) La revolución de los maniobristas financieros y el capitalismo offshore .................................................................................................................. 589 d) Estados y tentaciones financieras: el endeudamiento público....................... 590 e) Estados ganadores y Estados perdedores ......................................................... 591 f) Tendencias correctivas ......................................................................................... 594 g) Energía fósil y capitalismo estatal ...................................................................... 595 h) La crisis del sistema anarco-liberal a partir de 2007 ........................................ 596 i) Síntesis .................................................................................................................... 598 B) La configuración del sistema mundo de la era industrial ..................................... 598 a) Hacia las siete zonas de la civilización industrial sin igualdad material ........ 598 b) Los 23 pilares sistémicos del dominio mundial del núcleo industrial .......... 602 c) Eco-colonialismo y huellas ecológicas .............................................................. 612 C) La otra globalización .................................................................................................. 614 a) Valores iushumanos ............................................................................................. 614 b) El derecho para la protección del planeta tierra .............................................. 615 D) Estado nación y ‘multiculti’: la transformación de los pueblos estatales en la era de las grandes migraciones.............................................................................. 619 E) ¿Un mundo abierto o un planeta cerrado? ............................................................. 621 5. Tendencias de la estatalidad industrial .......................................................................... 623 A) La ‘Nueva Gestión Pública’ ante el Estado de Derecho ...................................... 623 B) Privatizaciones y re-nacionalizaciones..................................................................... 625 C) Amenaza y confirmación de la estatalidad social................................................... 630 D) Gobierno transparente............................................................................................... 634 E) Gobierno electrónico ................................................................................................. 635 F) La estatalidad ambiental de los nuevos deberes: la economía cíclica y la sostenibilidad energética ............................................................................................ 637 G) La expansión del derecho público frente al derecho civil .................................... 639 H) Conclusión intermedia ............................................................................................... 641 6. La consolidación del sistema de Estados por nuevos niveles del poder público ................................................................................................................................ 642 A) Las Naciones Unidas.................................................................................................. 642
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B)
Las federaciones continentales ................................................................................. 645 a) Los EE.UU. y Australia ....................................................................................... 645 b) La Unión de la India (1949) ................................................................................ 646 c) La Unión Europea (1992) ................................................................................... 647 d) Otros ejemplos entre Brasil y el Sudeste asiático ............................................ 652 e) La continentalización del poder judicial: las dos jurisdicciones hemisféricas de derechos humanos ................................................................... 655 f) Resumen intermedio ............................................................................................ 659 C) El regionalismo histórico y étnico .......................................................................... 659 D) Conclusión intermedia ............................................................................................... 666
CAPÍTULO IX EL ESTADO INDUSTRIAL HÁBIL PARA EL FUTURO Y SUS RETOS 1. La tercera fase de la gran transformación industrial: el diseño de la entrada a la era post-fósil-energética ............................................................................................. 668 2. La crisis climática antropogénica y la detención de la carbonización de la atmósfera terrestre ............................................................................................................ 674 3. Las huellas ecológicas extensas y la promoción del desarrollo sostenible............... 677 4. El manejo de la transformación demográfica .............................................................. 681 5. El control de las grandes migraciones ........................................................................... 686 6. La desaceleración de la colonización del espacio natural .......................................... 688 7. La descontaminación del aire, agua y suelo .................................................................. 692 8. La precaución frente a riesgos tecnológicos incalculables ........................................ 695 9. La realización de la justicia social en la dimensión global .......................................... 698 10. La domesticación de autocracias empresariales ........................................................... 701 11. La defensa de la paz mundial .......................................................................................... 704 12. El cuidado frente a la expansión de las autocracias republicanas ............................. 706 13. El fortalecimiento del poder estatal en las zonas por fuera del núcleo industrial............................................................................................................................. 708 14. Proporcionar los cinco niveles de poder ...................................................................... 712 15. Equilibrar el triángulo de valores liberales, sociales y ambientales ........................... 713 A) El debate de la jerarquía ............................................................................................ 713 B) Once principios de lo sostenible .............................................................................. 714 C) Del homo economicus al homo ecológico-social ................................................. 714 16. Detrás del horizonte......................................................................................................... 716
CAPÍTULO X COMENTARIOS FINALES
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CONTENIDO
BIBLIOGRAFÍA 1. Fuentes primarias ............................................................................................................. 721 A) Derecho constitucional y legislación ....................................................................... 721 B) Fuentes del Derecho internacional público ............................................................ 738 C) Sentencias..................................................................................................................... 745 D) Autores históricos (hasta 1950) ................................................................................ 749 2. Bibliografía secundaria ..................................................................................................... 754 A) Libros y artículos de investigación ........................................................................... 754 B) Prensa ........................................................................................................................... 813 C) Reportes, rankings y bases de datos de organizaciones gubernamentales, internacionales y privadas .......................................................................................... 815 3. Abreviaturas ...................................................................................................................... 823 ÍNDICE DE ESTADOS ACERCA DEL AUTOR
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CAPÍTULO I
DISEÑO TEÓRICO Y METODOLÓGICO: HACIA LA TEORÍA HISTÓRICA, COMPARADA, SOCIO-CULTURAL, AMBIENTAL Y SOCIO-JURÍDICA DEL ESTADO 1. INTRODUCCIÓN Esta Teoría integral del Estado en dos tomos se dedica a la historia, el presente y el futuro de lo público en perspectiva mundial. Tiene el objetivo de analizar la evolución socio-cultural del sistema político-jurídico del Estado y sus grandes transformaciones. ¿Por qué hacerlo? ¿Acaso el Estado no se disuelve con la globalización? Esta hipótesis, popularizada en los años 90 del siglo XX, parece impugnable; en lugar de eso, se pretende argumentar que el Estado es uno de los sistemas principales del ordenamiento del mundo contemporáneo. Durante su recorrido de cinco milenios, el Estado ha tendido a diferentes manifestaciones: Estado conquistador, Estado dinástico, Estado esclavista, Estado feudal, Estado legislador, Estado administrativo, Estado de la paz interna, Estado absolutista, Estado nación, Estado constitucional, Estado social, Estado industrial, Estado de Derecho, Estado criminal y muchas otras. ¿De dónde viene? ¿A dónde va? Esta obra quiere ofrecer respuestas a estos interrogantes, partiendo de los siguientes diez postulados metodológicos:
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El autor considera pertinente un acceso desde una perspectiva de la historia mundial, a través de conceptos comparativos de la historia estructural y de la teoría de los sistemas. En consecuencia, se aspira a desarrollar categorías con un nivel de abstracción adecuado a la complejidad de la materia.
Este libro se distancia del unilateralismo de la historia del pensamiento. La historia real del Estado es mucho más que la antigua historia de las ideas políticas desde ARISTÓTELES hasta JOHN RAWLS1. ARISTÓTELES, La política, Politeia, 7ª reimpr., Bogotá, Panamericana, 2014 (de aprox. 330 a.C.); JOHN RAWLS, Teoría de la justicia, 2ª ed., 7ª reimpr., México, FCE, 2010 (título original en inglés de 1971).
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
En contra de patrones extendidos en la bibliografía existente, es importante evitar una orientación eurocéntrica. En lugar de este reduccionismo geopolítico, es preciso entender a Europa de modo integral en la historia de las grandes civilizaciones del mundo.
No se puede entender la evolución de un Estado específico como algo único e incomparable en el espíritu nacionalista de la historia patria del siglo XIX y XX. Los Estados concretos se deben entender como ejemplos de modelos más extendidos en sus respectivas zonas y épocas.
El concepto de Estado no se limita a los fundamentos de la frecuentemente citada teoría estatal del siglo nacionalista entre 1850 y 1950, sino que es más amplio. El antónimo del Estado es la sociedad pre-estatal. Por lo tanto, es necesario hacer las diferenciaciones entre los tipos político-jurídicos dentro del concepto del Estado, no por fuera del mismo.
La complejidad histórica y contemporánea del Estado se puede comprender solamente a través de una mirada interdisciplinaria. Por consiguiente, es necesario utilizar ramas científicas que van desde la antropología jurídica y política, que ha aguzado la perspectiva sobre los inicios del Estado, hasta la ciencia del constitucionalismo comparado. Se considera importante la historia del derecho, incluyendo la constitucional que se ha dedicado más detalladamente que otras ramas historiográficas a las estructuras internas del Estado.
Respecto al hecho de que no se puede aislar el Estado de sus fundamentos en la respectiva sociedad y configuración cultural, se entienden como cardinales los enfoques de la sociología histórica y nueva historia cultural.
Es transversal para este estudio la perspectiva de la historia ambiental y de los sistemas de energía. Así pues, se considera que las bases físicas de una sociedad y los regímenes socio-metabólicos son una clave primordial para diferenciar entre las épocas de transformación y de reproducción socio-cultural.
Según los estudios de transformación, se fija la atención en la diferenciación entre las fases de la transformación acelerada y de la reproducción relativamente estática. En otras palabras, no se adopta el concepto lineal y simplificador de una corriente de progreso natural, eterno, amplio, persistente y no diferenciable desde las formas sociales simples a las complejas.
Este libro usa el concepto de historia de modo amplio para los desarrollos socio-culturales en cuanto a las dimensiones del tiempo, incluyendo los actuales y las miradas hacia el futuro. Por lo tanto, la triada terminológica de pasado, presente y futuro va a ser concentrada en la palabra historia.
Los estudios de la historia universal están avanzando nuevamente desde hace algún tiempo, en oposición a las tendencias de la micro-historiografía posmoderna. El rena2
DISEÑO TEÓRICO Y METODOLÓGICO
cimiento de la macro perspectiva integrada y de las grandes líneas existe tanto en la bibliografía angloamericana como en la alemana. Por ejemplo, la red de investigadores El camino especial de Europa –a la cual pertenece también el autor de esta obra– ha publicado en el inicio del siglo XXI una colección de 14 tomos2. Sin embargo, grandes partes de la nueva literatura sobre la historia universal, que preguntan por el carácter de las civilizaciones industriales y agrarias, así como por las transformaciones entre distintos modelos civilizatorios, están fuertemente influenciadas por conceptos económicos, sociales y ambientales, que prácticamente ignoran al Estado3. Por otra parte, la literatura especial sobre la historia estatal, a saber, la historiografía constitucional, está tradicionalmente limitada a la perspectiva nacional. Hay una gran variedad de historias constitucionales francesas, alemanas, austríacas, suizas, españolas, mexicanas, colombianas, venezolanas, etc.4, pero la perspectiva comparada es todavía un desiderátum5. Son más internacionales las ciencias políticas, pero en este ámbito domina hasta ahora el
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La introducción metodológica se encuentra en: ROLF P. SIEFERLE, “El camino especial de Europa”, en ÍD. & BERND MARQUARDT, La Revolución Industrial en Europa y América Latina, Bogotá, UNAL, 2009, págs. 1-92 (título original en alemán de 2004, trad. en inglés de 2001); ÍD., “Las instituciones estatales, la revolución industrial y el camino especial de Europa”, en revista Pensamiento Jurídico, núm. 24, Bogotá, UNAL, 2009, págs. 219-240. Comp. ERIC L. JONES, The European Miracle, 3ª ed., Cambridge, Univ. Press, 2003; J. DONALD HUGHES, An Environmental History of the World, 2a ed., Nueva York, Routledge, 2009; HUBERT KIESEWETTER, Das einzigartige Europa, 2a ed., Stuttgart, Steiner, 2006; DAVID S. LANDES, The Wealth and Poverty of Nations, Londres, Little, Brown, 1998 (trad. en español de 1999); KARL POLANYI, La gran transformación, 2ª ed., México, FCE, 2003 (título original en inglés de 1944); KENNETH POMERANZ, The Great Divergence, Princeton, Univ. Press, 2000. Esto es válido, en principio, también para JARED DIAMOND, Guns, Germs, and Steel, Nueva York, Norton, 1997 (trad. en español de 2007), que limita su capítulo sobre el Estado (págs. 265-292) a culturas prehistóricas y procede para sociedades más desarrolladas bajo el título “cleptocracia” (en griego el “gobierno de los saqueadores”). También en la historia universal de JOACHIM RADKAU, Nature and Power, A Global History of the Environment, Cambridge, Univ. Press, 2008 (título original en alemán de 2002), el aspecto del poder, mencionado en el título, no tiene ningún perfil claro. Véase p. ej. WILHELM BRAUNEDER, Österreichische Verfassungsgeschichte, 11a ed., Viena, Manz, 2009; ALLAN R. BREWER-C., Historia constitucional de Venezuela, 2 tomos, Caracas, Alfa, 2008; PETER C. HARTMANN, Französische Verfassungsgeschichte der Neuzeit, 2a ed., Berlín, Duncker & Humblot, 2003; LUIS DE LA HIDALGA, Historia del derecho constitucional mexicano, México, Porrúa, 2002; MICHAEL KOTULLA, Deutsche Verfassungsgeschichte, Heidelberg, Springer, 2008; ALFRED KÖLZ, Neuere schweizerische Verfassungsgeschichte, 2 t., Berna, Stämpfli, 1992 y 2004; MARCEL MORABITO, Histoire constitutionnelle de la France, 1789-1958, 14a ed., Issy-les-Moulineaux, LGDJ, 2016; HERNÁN A. OLANO G., Constitucionalismo histórico, Historia de Colombia a partir de sus constituciones y reformas, Bogotá, Doctrina y Ley, 2007; JORDI SOLÉ T. & ELISEO AJA, Constituciones y períodos constituyentes en España (1808-1936), Madrid, Siglo XXI, 2009; JAIME VIDAL P., Historia constitucional de Colombia, t. 1, Bogotá, Academia de Jurisprudencia, 2010; DIETMAR WILLOWEIT, Deutsche Verfassungsgeschichte, 7a ed., Múnich, Beck, 2013. Discutido como déficit en: HORST DIPPEL, “Constitucionalismo moderno, Introducción a una historia que necesita ser escrita”, en revista Historia Constitucional, núm. 6, Madrid & Oviedo, CEPC & Univ. de Oviedo, 2005, págs. 181-200; ÍD., “Modern Constitutionalism, An Introduction to a History in Need of Writing”, en revista Tijdschrift voor Rechtsgeschiedenis, The Legal History Review, vol. LXXIII, Leiden & Boston, Martinus Nijhoff Publ., 2005, págs. 153-169.
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enfoque en la historia de las ideas políticas6. Sus antiguos protagonistas – MACHIAVELLI (1513), BODIN (1576) y HOBBES (1651)7– son sin duda pensadores interesantes, pero de sus escrituras aspiracionales no se puede deducir nada serio sobre la historia mundial del Estado, ni sobre los Estados en la realidad de los siglos XVI y XVII. En los inicios del tercer milenio, historiadores como THOMAS ERTMAN (1999), MARTIN VAN CREVELD (1999), CHARLES TILLY (2000), WOLFGANG REINHARD (2000, 2007), HANS FENSKE (2001) y HORST DIPPEL (2005)8 han abierto las puertas para una historiografía del Estado más comparada, por lo menos en inglés y en alemán. Sin embargo, ellos tienden a visiones eurocéntricas y tampoco establecen conexiones con la nueva historiografía universal sobre las transformaciones socioeconómicas y socio-ambientales. Hay que precisar que esta teoría del Estado recoge los resultados de una multitud de estudios temáticos y conceptuales del autor sobre la formación y transformación del Estado, en forma de monografías y artículos científicos, a los que él mismo llegó en el período de 23 años comprendido entre 1995 y 2018, durante su presencia investigativa y académica en dos continentes, precisamente en las universidades de Sankt Gallen y Zürich en Suiza, Linz en Austria, así como Nacional, Los Andes, Santo Tomás, Libre y Medellín en Colombia9. También fue fructuosa la participación en redes y proyectos transnacionales de investigadores como El camino especial de Europa (Sankt Gallen) o The rise of modern constitutionalism (Kassel)10, de igual forma la estancia de investigación en el Instituto Max Planck para el derecho público comparado y derecho internacional público (Heidelberg), así como la fundación y dirección del grupo de investigación Constitucionalismo Comparado desde 2006 (A1 en Colciencias, Bogotá). 6
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Ejemplos: KLAUS ADOMEIT, Rechts- und Staatsphilosophie II, 2a ed., Heidelberg, C.F. Müller, 2002; THOMAS FLEINER & LIDIJA BASTA, Constitutional Democracy in a Multicultural and Globalized World, Berlín, Springer, 2009 (título original en alemán de, 2004); ALOIS RIKLIN, Machtteilung, Geschichte der Mischverfassung, Darmstadt, WBG, 2006; ANTONIO TRUYOL Y SERRA, Historia de la filosofía del derecho y del Estado, t. 1, 14ª ed., Madrid, Alianza, 2004; REINHOLD ZIPPELIUS, Geschichte der Staatsideen, 10a ed., Múnich, Beck, 2003. NICCOLÒ MACHIAVELLI, De Principatibus, 1513 (título en italiano: Il Principe, Florencia, A. Blado d’Asola, 1532; en español: El príncipe, Bogotá, Cupido, 2004); JEAN BODIN, Les Six Livres de la République, París, Jacques du Puys, 1577 (1ª ed. de 1576; en latín: De republica libri sex, París, J. du Puys, 1586; en español: Los seis libros de la República, Madrid, CEC, 1992; comp. ULRICH SPECK, “Jean Bodin”, en MICHAEL STOLLEIS [Ed.], Juristen, Múnich, Beck, 1995, págs. 90-92); THOMAS HOBBES, Leviathan, Londres, A. Crooke, 1651 (trad. en español de 2007). THOMAS ERTMAN, Birth of the Leviathan, reimpr. Cambridge, Univ. Press, 1999; MARTIN V. CREVELD, The Rise and Decline of the State, Cambridge, Univ. Press, 1999; CHARLES TILLY, Coercion, Capital and European States, AD 990-1992, reimpr., Oxford, Blackwell, 2000; WOLFGANG REINHARD, Geschichte der Staatsgewalt, 2a ed., Múnich, Beck, 2000; ÍD, Geschichte des modernen Staates, Múnich, Beck, 2007; HANS FENSKE, Der moderne Verfassungsstaat, Paderborn, Schöningh, 2001; DIPPEL, Constitucionalismo moderno, op. cit., págs. 181-200. Véase la bibliografía en la parte final de este libro. The rise of modern constitutionalism, http://www.uni-kassel.de/~dippel/projekt/ (5.1.2018).
DISEÑO TEÓRICO Y METODOLÓGICO
2. ¿EUROPA HA INVENTADO EL ESTADO? Una de las percepciones tan extendidas como problemáticas sobre el origen del Estado proclama: “¡Europa ha inventado el Estado!” Con esta frase provocativa el historiador WOLFGANG REINHARD inicia su notable libro sobre la Historia del poder estatal (2000)11. De modo semejante, MARTIN VAN CREVELD plantea en The Rise and Decline of the State la cuna del Estado como europea, afirmando que los asiáticos fueron entre los últimos que lo adoptaron (1999)12. Dicho postulado coincide con el enfoque geopolítico en múltiples libros ‘clásicos’ dedicados a las teorías del Estado, que desconocen amplia o completamente los desarrollos en la mayor parte del planeta13. De todas maneras, la hipótesis del origen europeo es cuestionable. El autor coincide con REINHARD en que la terminología actual de las teorías del Estado y de la ciencia constitucional surgió en la Europa moderna, y fue exportada a las demás partes del mundo en los siglos XIX a XXI a través de los medios de poder de la revolución industrial. Del mismo modo, debe admitirse que en Europa se sitúa el origen mundial de la tercera transición fundamental del Estado alrededor de 1800 d.C., la cual ha influenciado determinantemente al modelo contemporáneo del Estado industrial y constitucional. Sin embargo, el resto del constructo eurocéntrico de REINHARD es dudoso, teniendo en cuenta que Europa no fue la pionera, sino una atrasada en la historia mundial del Estado. Precisamente, Europa tenía que recuperar un atraso de varios milenios frente a las antiguas civilizaciones entre Asia menor y China. Todavía para el año 1700 d. C., resultaría difícil comprobar que el sistema institucional del Rey francés LUIS XIV (1643-1715) fue más desarrollado que el del Emperador chino KANGXI (16621722)14. 11 12 13
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REINHARD, Geschichte Staatsgewalt, op. cit., pág. 15; ÍD., Geschichte mod. Staat, op. cit., págs. 7, 32 y ss. CREVELD, The Rise and Decline of the State, op. cit., págs. 59 y ss, 315 y ss. Comp. ARTHUR BENZ, Der moderne Staat, Múnich, Oldenbourg, 2001, pág. 10; JOHANN C. BLUNTSCHLI, Allgem. Staatsrecht, Múnich, Anstalt, 1852; GEORG JELLINEK, Allgemeine Staatslehre, 3a ed., 7a reimpr., Bad Homburg, Gentner, 1960 (1ª ed. de 1905, trad. en español de 2000); RAYMOND CARRÉ DE MALBERG, Teoría general del Estado, 2ª reimpr. de la 2ª ed., México, FCE, 2001 (título original en francés de 1922); HANS KELSEN, Teoría general del Estado, 2ª ed., México, Coyoacán, 2005 (título original en alemán de 1925); HERMANN HELLER, Teoría del Estado, México, FCE, 1998 (título original en alemán de 1934); KARL DOEHRING, Allgem. Staatslehre, 3a ed., Heidelberg, Müller, 2004; WALTER HALLER & ALFRED KÖLZ, Allgem. Staatsrecht, 3a ed., Basilea, Helbing & Lichtenhahn, 2004; MARTIN KRIELE, Einführung in die Staatslehre, 5a ed., Opladen, WV, 1994 (trad. en español de 1980); FRANCISCO A. PACHECO F., Introducción a la Teoría del Estado, 2ª ed., 8ª reimpr., San José, Euned, 2007; PETER PERNTHALER, Allgem. Staatslehre, 2a ed., Berlín, Springer, 1996; BURKHARD SCHÖBENER & MATTHIAS KNAUFF, Allgem. Staatslehre, 3ª ed., Múnich, Beck, 2016; REINHOLD ZIPPELIUS, Allgem. Staatslehre, 16a ed., Múnich, Beck, 2010. Comp. capítulos IV y VI y GUIDO MÜHLEMANN, Chinas Experimente mit westlichen Staatsideen, Zürich, Schulthess, 2006, págs. 82 y ss.
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3. EL DEBATE SOBRE LA DEFINICIÓN Y EL ORIGEN DEL ESTADO Si el autor se atreve aquí a proponer una historia mundial de la formación y transformación del Estado, surge la pregunta de qué este libro entiende por Estado. Cabe anotar que para grandes partes de la bibliografía, son determinantes las interpretaciones de la escuela alemana de la teoría del Estado formuladas entre 1880 y 1950. En este marco, la doctrina de los tres elementos, desarrollada por el constitucionalista e iusinternacionalista de Heidelberg GEORG JELLINEK (1851-1911), entiende por un Estado el “cuerpo equipado con el poder soberano originario de un pueblo sedentario”15, es decir, el dominio sobre el territorio y la gente, en el que tres elementos, concretamente (1) el territorio estatal delimitado, (2) el pueblo de la sociedad individualizada y (3) el poder estatal soberano, forman un sistema político-jurídico densamente consolidado16. De tal manera, JELLINEK describe acertadamente el tipo particular del Estado propio de su tiempo, a saber, el Estado Nación o Estado de la sociedad de masas individualizada, basándose en la ideología del nacionalismo y en el pensamiento de la Ilustración europea. Este modelo específico sirve igualmente como base de la conocida sociología estatal de MAX WEBER (1864-1920), que se concentra en un Estado racionalista e institucionalizado con un aparato administrativo dominante17. Cabe resaltar que el lenguaje acentuadamente soberanista de las teorías del Estado formuladas entre 1880 y 1950, alrededor de ideas como el monopolio de la violencia legítima, la exclusividad del ius ad bellum, el monopolio legislativo, el monopolio judicial o el monopolio tributario, caracterizó solamente estos siete decenios mismos, pero ya en el presente ha sido superado por el ius contra bellum de las Naciones Unidas con la prohibición de la guerra internacional y por el origen supranacional de grandes partes del derecho en la Unión Europea o las Naciones Unidas. Por ejemplo, en el citado caso alemán, existió el monopolio legislativo solamente entre la superación de las últimas partes del ius commune y Espejo Sajón no estatal por el Código Civil de 1896 y el inicio de la integración europea en 1951. 15
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JELLINEK, Allgemeine Staatslehre, op. cit., pág. 433. Adoptado como concepto del Estado en el derecho internacional público por la convención de Montevideo de 1993. Al respecto: CARRÉ DE MALBERG, Teoría general del Estado, op. cit., págs. 80 y ss, 149 y ss; ALBERTO R. DALLA V., Teoría política y constitucional, México, UNAM, 2006, págs. 1-9; DOEHRING, Allgem. Staatslehre, op. cit., págs. 21 y ss; HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., págs. 6 y ss; MATTHIAS HERDEGEN, Derecho internacional público, México, UNAM & KAS, 2005 (título original en alemán), págs. 70 y s; KNUT IPSEN, Völkerrecht, 6ª ed., Múnich, Beck, 2014, págs. 49 y ss; KELSEN, Teoría general del Estado, op. cit., págs. 123 y ss (con un enfoque propio en el Estado como sistema normativo); ÍD., Teoría pura del derecho, 14ª ed., México, Porrúa, 2005 (título original en alemán de 1934), págs. 291 y ss; SCHÖBENER & K., Allgem. Staatslehre, op. cit., págs. 85 y ss; DIETMAR WILLOWEIT, “Staat”, en ADALBERT ERLER & EKKEHARD KAUFMANN (Eds.), Handwörterbuch zur deutschen Rechtsgeschichte, t. 4, Berlín, Schmidt, 1971-1998, págs. 1796 y ss. MAX WEBER, Economía y Sociedad, 17ª reimpr. de la 2a ed., México, FCE, 2008 (título original en alemán de 1922), págs. 1047 y ss.
DISEÑO TEÓRICO Y METODOLÓGICO
De todas maneras, si la perspectiva de JELLINEK está asociada sólo a un tipo particular de Estado de una época específica, no se puede usar la misma como el marco de una teoría mundial que compara varios milenios, pues esto tendría en rigor la consecuencia de que no se podría hablar de la existencia de ningún Estado antes de las revoluciones ilustradas de 1776 a 1824 y, en tal sentido, la Francia del Rey LUIS XIV, el Imperio Romano del Emperador JUSTINIANO y el Egipto del faraón RAMSÉS II no habrían sido, por falta de la ciudadanía y del pueblo nacional, más que sociedades preestatales. Sin embargo, ningún autor defiende la conclusión mencionada respecto a la Francia ‘absolutista’. Varios autores europeos del espectro de la historia constitucional y del derecho, como el constitucionalista alemán ERNST W. BÖCKENFÖRDE18, afirman que el Estado se originó en las transformaciones políticas europeas en el inicio de la modernidad temprana, es decir, en el siglo XVI, en el que las guerras religiosas, la construcción del monopolio de la violencia legítima, el surgimiento de la teoría de la soberanía, asociada a JEAN BODIN (1530-1596)19, ciertas tendencias de centralización y el llamado absolutismo, se presentan como determinantes de la evolución política-jurídica. Sin embargo, la teoría de BODIN es vista muchas veces descuidadamente desde la perspectiva de la reinterpretación radicalizada de la soberanía del siglo XIX, lo que tiene como consecuencia la proyección de contenidos modernos en tiempos pretransformadoras. A favor de la relevancia del siglo XVI, se puede argumentar que las raíces del término Estado para la denominación de conjuntos políticos extensos, se encuentran en esta época en las lenguas romances del sur de Europa20, mientras en los siglos precedentes habían sido usuales expresiones como dominio, imperio (imperium) o reino (regnum), que también después seguirían siendo utilizadas paralelamente al término Estado por mucho tiempo. Una tercera hipótesis sobre el origen del Estado remite a la Edad Media europea. Por ejemplo, el historiador constitucional HEINRICH MITTEIS (1889-1952) de Praga, presenta en su clásico libro El Estado de la Baja Edad Media, del que han sido publicadas once ediciones (la última en 1986), una teoría según la cual la estatalidad tuvo su origen en los Reinos feudales de los siglos XII y XIII. DIETMAR WILLOWEIT y 18
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ERNST W. BÖCKENFÖRDE, “The Rise of the State as a Process of Secularization”, en ÍD., State, society, and liberty, Nueva York, Berg, 1991, págs. 26-46 (título original en alemán de 1991). Similar: JOSEBA ARREGI A., Dos modelos de Estado, Madrid, INAP, 2005, págs. 37-48; HELLER, Teoría del Estado, op. cit., págs. 165 y ss; GERHARD OESTREICH, Verfassungsgeschichte, 6a ed., Múnich, DTV, 1986, págs. 12 y ss; PACHECO F., Introducción a la Teoría del Estado, op. cit., págs. 109 y ss; PERNTHALER, Allgem. Staatslehre, op. cit., págs. 1 y ss; REINHARD, Geschichte des modernen Staates, op. cit., pág. 14; STEPHAN SCHLAK, “Reseña de STEFAN BREUER, Der Staat, Reinbek, Rowohlt, 1998”, en H-SOZ-U-KULT, Kommunikation und Fachinformation für die Geschichtswissenschaften, Berlín, Humboldt-Universität, 2000. BODIN, Les Six Livres de la République/ De republica libri sex, op. cit. EBERHARD ISENMANN, “Staat, Westen”, en ROBERT AUTY et al. (Eds.), Lexikon des Mittelalters, t. 7, Múnich, DTV, 2002, págs. 2151-2156.
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ULRIKE SEIF hablan igualmente, pero con más cuidado, de “primeras estructuras estatales” en el siglo XIII d.C. (2003)21. Esta rama de pensamiento ha sido criticada por el historiador austríaco OTTO BRUNNER (1898-1982) en su obra notable sobre el Territorio y dominio (1939), donde se propone una terminología más cercana a las fuentes históricas22. Sin embargo, esta terminología culturalista, localista y específica, sin abstracciones y poco comprensible para el lector moderno, no sirve mucho para un enfoque de la historia mundial y comparativa. Por su parte, el constitucionalista y ex Presidente alemán ROMAN HERZOG va aún más lejos en el pasado con su estudio sobre los Estados de la prehistoria y de la antigüedad (1998)23, en el que señala como elemento característico del Estado “la organización permanente del dominio político” y habla de “nueve mil años de la historia del Estado”24. Más plausiblemente, el historiador del derecho UWE WESEL de Berlín, supone la transformación de sociedades pre-estatales a proto-Estados en la historia temprana del Oriente próximo, calificando “los milenios segundo y tercero a.C. como la época clave para el surgimiento del Estado” (2006), lo que comparten autores como ÁLVAREZ, BLUNTSCHLI, HALLER, HINTZE, KÖLZ y NARANJO25. Concepciones correspondientes se encuentran en la antropología política. Por ejemplo, el estadounidense JARED DIAMOND presenta un esquema de la evolución universal de la organización social, consistente en cuatro categorías: grupo, tribu, jefatura tribal y Estado (1997)26. Sin embargo, lo que parece problemático en este modelo, es la tendencia a clasificar como Estado a toda jefatura tribal prehistórica que haya sometido a otras dos y logrado, de esta forma, más de 20 mil habitantes. Eso se considera tan radical como situar las raíces del Estado en el siglo XVI d. C., solo que en la otra dirección del tiempo. 21
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HEINRICH MITTEIS, Der Staat des hohen Mittelalters, 11a ed., Colonia, Böhlau, 1987; DIETMAR WILLOWEIT & ULRIKE SEIF (Eds.), Europäische Verfassungsgeschichte, Múnich, Beck, 2003, pág. 49. Similar: THEODOR MAYER, “Die Ausbildung der Grundlagen des modernen Staates im hohen Mittelalter”, en revista Historische Zeitschrift, vol. 159, núm. 3, Múnich, Oldenbourg, 1939, págs. 457-487; JOSEPH R. STRAYER, On the Medieval Origins of the Modern State, Princeton, Univ. Press, 1973, págs. 57 y ss. Sobre “la formación de los Estados después de 800 d.C.”: MATHIAS SCHMOECKEL, Auf der Suche nach der verlorenen Ordnung, Colonia, Böhlau, 2005, págs. 105 y ss. En cambio, parte de “una sociedad sin Estado”: PAOLO GROSSI, Europa y el derecho, Barcelona, Crítica, 2008, pág. 19. OTTO BRUNNER, Land und Herrschaft, 5a ed., Darmstadt, WBG, 1984. ROMAN HERZOG, Staaten der Frühzeit, 2a ed., Múnich, Beck, 1998, pág. 10. HERZOG, Staaten der Frühzeit, op. cit., pág. 70. UWE WESEL, Geschichte des Rechts, Von den Frühformen bis zur Gegenwart, 4a ed., Múnich, Beck, 2014, pág. 48. Similar: LUIS F. ÁLVAREZ L., La historia del derecho internacional público, 4a reimpr., Bogotá, Univ. Javeriana, 2006, págs. 28 y s; BLUNTSCHLI, Allgem. Staatsrecht, op. cit., págs. 128 y ss; HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., págs. 1 y ss; OTTO HINTZE, Staat und Verfassung, 2a ed., Göttingen, V. & R., 1962 (1902-1932; trad. en español de 1968), págs. 38 y ss; VLADIMIRO NARANJO M., Teoría constitucional e instituciones políticas, 12a ed., Bogotá, Temis, 2014, págs. 156 y ss. DIAMOND, Guns, Germs, and Steel, op. cit., págs. 268 y ss.
DISEÑO TEÓRICO Y METODOLÓGICO
4. EL MODELO ESCALONADO: CUATRO ETAPAS Y TRES TRANSFORMACIONES FUNDAMENTALES
Se puede precisar: cuanto más estrecho se define el concepto del Estado, tanto más tardío se marca el inicio del proceso de su formación; cuanto más amplio, tanto más temprano. Todas las propuestas en la bibliografía existente, respecto a Europa alrededor de 1800 d.C., 1500 d.C. o en la Baja Edad Media y en cuanto a la historia mundial alrededor de 3000 a.C. o incluso 10000 a.C., advierten con buenas razones transformaciones importantes de la organización política. Esta observación puede reestructurarse para desarrollar un modelo de la evolución social con varios escalones, desde la sociedad pre-estatal hasta el Estado de la sociedad industrial contemporánea, lo que no ha afectado a todas las partes del mundo en fases sincronizadas. Siguiendo con esta perspectiva, es necesario diferenciar entre cuatro escalones, que son separados entre sí por tres transformaciones fundamentales:
primero, la época de las sociedades pre-estatales –sin estatalidad– con varias subetapas;
segundo, la época del Estado dinástico;
tercero, la época del Estado de la paz interna y de la organización judicial;
cuarto, la época del Estado de la doble-revolución ilustrada e industrial.
A la pregunta de si se puede usar para estos escalones el término Estado, se responde aquí con un sí cauteloso, remitiéndonos hasta el nacimiento de los Reinos dinásticos en el tercer milenio a.C., con lo que se evitan terminologías saturadas y exageradas al estilo de ‘Reinos no estatales con algunas características estatales’. En este modelo, es tan banal como fundamental la afirmación de que el tipo de gobierno del último escalón es el que más corresponde al concepto actual de Estado y el del primer escalón es el más alejado. En otras palabras, no se parte de un concepto moderno del Estado como idea objetiva e inmutable27. Sigue la definición: Como común denominador del término genérico ‘Estado’, se quiere entender aquí una comunidad jurídico-política duradera con una extensión supralocal, una densidad mínima de población y algún grado de complejidad de la organización social, que coordina la convivencia humana en el interior mediante el derecho y la justicia, y brinda protección militar y diplomática frente al exterior.
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También SCHÖBENER & K., Allgem. Staatslehre, op. cit., págs. 23 y ss diferencian entre “el Estado en el sentido estrecho” (moderno) y “el Estado en el sentido amplio” (incluyendo las formas anteriores).
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
Visto así, el antónimo de Estado en sus diferentes formas de aparición es solamente la sociedad pre-estatal28, es decir, aquella forma social que aún no ha conocido ninguna organización política-jurídica compleja. Esta definición amplia quiere hacer viable la aproximación histórica a largo plazo, pero no sirve para definir todas las particularidades de la época contemporánea. Por lo tanto, quien quiere conocer las características precisas del Estado del siglo XXI29 o quien quiere preguntarse por el carácter estatal de las naciones no tan soberanas del presente, de organizaciones supranacionales como la Unión Europea o de las Naciones Unidas, debería leer los capítulos correspondientes del segundo tomo de esta Teoría integral del Estado30. Hay que indicar que se formulan en el presente libro conceptos con un alto grado de abstracción en alguna cercanía a los tipos ideales de la sociología política de MAX WEBER (1864-1920)31. Por supuesto, se trata de simplificaciones que no pueden exponer toda la diversidad de los casos concretos, pero son simplificaciones intencionadas. Se considera que la contra-propuesta posmoderna de tratar todo caso de modo detallista y aislado según sus particularidades, bloquearía la estructuración y sistematización del material. El valor explicativo de los conceptos abstractos es generar una mayor visibilidad de las grandes líneas y dinámicas profundas de la macrohistoria mundial32.
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Concepto de UWE WESEL, Frühformen des Rechts in vorstaatlichen Gesellschaften, Fráncfort, Suhrkamp, 1985; ÍD., Geschichte des Rechts, F./ G., op. cit., pág. 17. Comp. capítulo VIII. Véase capítulos VIII.6.B.c y VIII.4.C. WEBER, Economía y sociedad, op. cit., pág. 17. Comp. las justificaciones de las obras citadas en la nota a pie de pág. 3.
DISEÑO TEÓRICO Y METODOLÓGICO
5. SISTEMAS DE ENERGÍA Y COMPLEJIDAD SOCIAL Entre las ramas principales de la historiografía, la presente Teoría integral del Estado considera valiosa tanto la historia social33 como la cultural34, pero dedica una atención especial a conceptos derivados de la historia ambiental que combinan la historia con enfoques de las ciencias naturales. Tomando como evidente que el desarrollo del Estado debe discutirse en una estrecha relación con la evolución de la historia mundial y el aumento de la complejidad civilizatoria, se entiende como uno de los conceptos líderes de la historia global del presente, la Teoría de los sistemas de energía y del metabolismo social del historiador alemán ROLF PETER SIEFERLE, desarrollada desde los años 198035 y traducida en 2009 a la lengua castellana36. Es una teoría socio-ambiental y de sistemas que analiza los fundamentos físicos y energéticos de las sociedades humanas, partiendo de la observación de que la energía no es simplemente un recurso entre muchos otros, sino la fuerza motriz de las sociedades humanas que determina tanto sus posibilidades como sus límites37. En consecuencia, se divide la historia humana en al menos tres grandes regímenes energéticos, cada uno con varias subetapas: primero, el régimen de energía solar no modelado con base en la fotosíntesis vegetal y sin optimización artificial del metabolismo social; segundo, el régimen de energía solar modelado, basado análogamente en la transformación fotosintética de la energía radial del sol en biomasa, pero con un control activo de los flujos de energía por parte del ser humano; y tercero, el régimen fósil-energético de la época industrial que se fundamenta en el carbón mineral y el petróleo. Todos estos regímenes de energía mostraron una capacidad de carga diferente y, por eso, una densidad de población muy distinta: el primero pudo alimentar alrededor de 0,1 personas por kilómetro cuadrado38; el segundo, en la variante de la baja complejidad, hasta dos 33 34
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Véase WEHLER, Dt. Gesellschaftsgeschichte, 5 tomos, op. cit. Comp. PETER BURKE, ¿Qué es la historia cultural? Barcelona, Paidós, 2006 (título original en inglés de 2004), págs. 47 y ss, 97 y ss, 125 y ss. P. ej. en ROLF P. SIEFERLE, The Subterranean Forest, Energy Systems and the Industrial Revolution, 2ª ed., Cambridge, White Horse Press, 2010 (título original en alemán de 1982), págs. 1-46; ÍD. et al., Das Ende der Fläche, Colonia, Böhlau, 2006; ÍD., Europe’s Special Course, op. cit., págs. 17 y ss; ÍD., Rückblick auf die Natur, Múnich, Luchterhand, 1997, págs. 79 y ss; ÍD., “Was ist Umweltgeschichte?” en BERND MARQUARDT & ALOIS NIEDERSTÄTTER (Eds.), Das Recht im kulturgeschichtlichen Wandel, Constanza, UVK, 2002, págs. 355-382, 367 y ss. SIEFERLE, El camino especial, op. cit., págs. 13 y ss; ÍD., Las instituciones estatales, op. cit., págs. 219 y ss. Al respecto: MARINA FISCHER-K., “Society’s Metabolism, On the Childhood and Adolescence of a rising Conceptual Star”, en MICHAEL R. REDCLIFT & GRAHAM WOODGATE (Eds.), The International Handbook of Environmental Sociology, Cheltenham, E. Elgar, 1997, págs. 119-137 (trad. en español de 2002). Similar: EDMUND BURKE, “The Big History, Human History, Energy Regimes, and the Environment”, en ÍD. & KENNETH POMERANZ (Eds.), The Environment and World History, Berkeley, Univ. of California, 2009, págs. 33-53; POMERANZ, The Great Divergence, op. cit. MASSIMO LIVI B., A Concise History of World Population, 6a ed., Chichester, Wiley-Blackwell, 2017 (título original en italiano de 2011), págs. 19 y ss; SIEFERLE, Rückblick, op. cit., pág. 35.
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personas39 y, en la de la alta complejidad bajo buenas condiciones ecozonales, alrededor de treinta personas40; mientras el tercero alcanza incluso el aprovisionamiento de más de cien personas. De tal manera, los sistemas de energía afectan inmediatamente la complejidad social y la categoría del pueblo de la estatalidad. Si se relaciona con los regímenes mencionados la historia política-jurídica, se da como resultado el siguiente panorama: AUMENTO DE LA COMPLEJIDAD CIVILIZATORIA & ETAPAS DE LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA
2.
3.
CAZADORES Y RECOLECTORES
Sistema de energía solar no modelado
Al menos dos millones de años
SOCIEDADES AGRARIAS SIMPLES
Sistema de energía solar modelado con leña como transmisor primario de energía (renovable)
Desde aprox. 10000 a. C.
CIVILIZACIONES AGRARIAS Sistema de energía solar modelado con leña como transmisor primario de energía (renovable)
Grado elevado de complejidad
Desde aprox. 3000 a. C.
1ª fase: comunidades locales (‘tribus’)
2ª fase: jefaturas tribales locales 1ª fase: Reinos dinásticos (1ª transición básica hasta el Estado) Subfases: a. Principados regionales sin ciudad b. Principados regionales con ciudad c. Reinos supraregionales
2ª fase: Estados de la paz interna
(2ª transición básica hasta el Estado)
4.
CULTURAS INDUSTRIALES
3ª transición básica de la historia del Estado
Sistema de energía fósil (crecimiento cuantitativo, pero no renovable) Desde aprox. 1800 d. C.
ESTATAL
Grupos móviles pequeños
PRE-ESTATAL
1.
Revolución de la soberanía Estado constitucional republicano-democrático
Tabla 1
Todo esto quiere profundizarse detalladamente en los dos tomos de la presente obra sobre la Teoría integral del Estado.
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HELMUT JÄGER, Einführung in die Umweltgeschichte, Darmstadt, WBG, 1994, pág. 17. LIVI B., A Concise History of World Population, op. cit., pág. 22.
DISEÑO TEÓRICO Y METODOLÓGICO
6. REPRODUCCIÓN Y ACELERACIÓN Preguntando por la estructuración profunda de los meta-procesos socio-culturales en el tiempo, algunos observadores se imaginan el flujo de la historia como un gran progreso eterno al estilo de un largo proceso salvador y emancipador, otros como un descenso perpetuo en el sentido de la expulsión del paraíso bíblico y terceros parten de un modelo cíclico. Hay que señalar que el enfoque transformador de esta Teoría integral del Estado tiene dudas con cada una de las tres ofertas conceptuales. Desmitificando el modelo más popularizado, cabe destacar que es imposible comprobar la simplificación de una modernización perpetua al estilo de un ascenso lineal y progresista de la humanidad, permanente y lento, superando estratos bajos para alcanzar formas cada vez más perfectas y sofisticadas. En vez de esto, se debe diferenciar estrictamente entre dos modalidades del tiempo, distinguiendo las épocas de la reproducción de condiciones relativamente estables de las otras épocas de la transformación acelerada41. Las cuatro etapas básicas de la organización jurídica-política siguieron, después de su estabilización, a la primera de ambas dinámicas, pero las transiciones de la una a la otra etapa a la segunda. Se pueden caracterizar estas últimas con agudeza como las revoluciones de la formación del Estado, en una analogía con los conceptos investigativos de la revolución neolítica –según el arqueólogo australiano VERE GORDON CHILDE (1936)42–, de la revolución urbana –del mismo autor (1950)43– y de la revolución industrial –según el economista francés ADOLPHE BLANQUI (1837)44– que marcaron las tres rupturas más fundamentales de la historia de la humanidad alrededor de 10000 a.C., 3000 a.C. y 1800 d. C.45. Todavía no ha terminado la 41 42
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SIEFERLE, El camino especial, op. cit., págs. 11 y ss, 78 y s; ÍD., Europe’s Special Course, op. cit., págs. 14 y s. Véase: VERE GORDON CHILDE, Man makes himself, Londres, Watts, 1936. Al respecto: LINDA MANZANILLA (Ed.), Studies in the Neolithic and urban revolutions, Oxford, B.A.R., 1987. VERE GORDON CHILDE, “The Urban Revolution”, en revista Town Planing Review, vol. 21, Liverpool, Univ. Press 1950, págs. 3-17; también en: THOMAS C. PATTERSON & CHARLES E. ORSER (Eds.), Foundations of social archaeology, Selected writings of V. Gordon Childe, Lanham, Rowman & Littlefield, 2004, págs. 107-116. Al respecto: MICHAEL E. SMITH, “V. Gordon Childe and the Urban Revolution, A historical perspective on a Revolution in Urban Studies”, en revista Town Planning Review, núm. 80, Liverpool, Univ. Press, 2009, págs. 2-29. ADOLPHE BLANQUI, Histoire d’économie politique en Europe, Depuis les anciens jusqu’à nos jours, París, Guillaumin, 1837, págs. 180 y ss. Comp. también: FRIEDRICH ENGELS, La situación de la clase obrera en Inglaterra, Buenos Aires, Futuro, 1965 (título original en alemán de 1845); KIESEWETTER, Das einzigartige Europa, op. cit., págs. 11 y ss; LANDES, The Wealth and Poverty of Nations, op. cit., cap. 13. Al respecto: ERIC HOBSBAWM, La era de la revolución, 1789-1848, 3ª impr., Barcelona, Critica, 2005 (título original en inglés de 1962), págs. 9 y ss; REINHART KOSELLECK, Estratos del tiempo, Estudios sobre la historia, Barcelona, Paidós, 2001 (título original en alemán de 2000), págs. 9 y ss, 19, 130, 162; ÍD., Futures past, On the semantics of historical time, Nueva York, Columbia Univ. Press, 1985 (título original en alemán de 2000), págs. XIV y ss, 269 y ss; POLANYI, La gran transformación, op. cit., págs. 25 y ss; SIEFERLE, El camino especial, op. cit., págs. 3 y ss, 41 y ss, 59 y ss, 78 y s; HANS U. WEHLER, Deutsche Gesellschaftsgeschichte, t. 2, 3a ed., Múnich, Beck, 1996, págs. 589 y ss.
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última fase de la transformación acelerada que ha perdurado ahora un poco más que dos siglos. El carácter de lo revolucionario, es decir, del cambio rápido y esencial, casi como una sedición contra el mundo anterior, resulta de una macroperspectiva que acentúa el contraste con aquellas condiciones socio-culturales, que eran relativamente estables y reproductoras antes del cambio fundamental y lo fueron también posteriormente. Se habla de procesos de transformación acelerados, a pesar de que ningún ser humano ha visto el inicio y el fin en su vida particular, de modo que aparecen en la experiencia subjetiva de la persona involucrada más como evoluciones. No obstante, el concepto de evolución borraría el momento de la velocidad aumentada y la fundamentalidad del cambio. Los nuevos sistemas políticos-jurídicos se formaron en fases de transformación con una rapidez excepcional de la adaptación, del aprendizaje y de la retroalimentación, que extendían el horizonte de la vida personal y necesitaron superar cada vez una multitud de resistencias de los defensores del respectivo antiguo régimen, armonizando numerosos módulos diferentes hasta un nuevo modelo político-jurídico equilibrado.
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DISEÑO TEÓRICO Y METODOLÓGICO
7. LA ESCUELA SOCIO-CULTURAL Y TRANSNACIONAL DE LA HISTORIA DEL DERECHO
De modo complementario, hay que relacionar la historia mundial del Estado con una ciencia que ha estudiado –más que otras– las estructuras internas de la estatalidad. Se trata de la historia del derecho, incluyendo de su sub-rama de la historia constitucional. En esta obra, se pretende trabajar con los rasgos contemporáneos de la Escuela socio-cultural y transnacional de la Historia del Derecho. La denominación es del autor de este libro que la ha diseñado desde 201146, pero entre los precursores desde la década de 1980, hay que indicar tanto el Instituto Max Planck para la Historia Europea del Derecho en Fráncfort del Meno –en particular bajo la dirección de MICHAEL STOLLEIS y THOMAS DUVE– como la escuela suiza en el cuadrilátero de las facultades de derecho de Zürich (SCHOTT y SENN), Sankt Gallen (BURMEISTER y GSCHWEND), Lucerna (LUMINATI) y Berna (CARONI)47. En este ámbito, se ha diseñado el ideal de un tipo pluralista, interdisciplinario, internacional y contextualizante del historiador del derecho que actúa en el pentágono entre el derecho, la historia, lo socioeconómico, la cultura y la política. Se pretende analizar las dimensiones históricas del desarrollo jurídico bajo la premisa de la necesidad de contextualizar el derecho según sus precondiciones y efectos en la sociedad y cultura concreta, incluyendo una mirada transnacional y comparada. En este 46
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Por primera vez de modo explícito en: BERND MARQUARDT, Los dos siglos del Estado constitucional en América Latina (1810-2010), t. 1, Bogotá, UNAL, 2011, pág. 22. Sobre los métodos y escuelas: PIO CARONI, La soledad del historiador del derecho, 2ª ed., Madrid, Univ. Carlos III, 2014 (título original en alemán de 2005); JUAN ALMONACID, Génesis del derecho comercial colombiano, Bogotá, UNAL, 2014, págs. 81 y ss; BEATRIZ BERNAL G., Historia del derecho, México, UNAM, 2010, págs.11 y ss; HELMUT COING, “Las tareas del historiador del derecho”, en MARÍA DEL REFUGIO GONZÁLEZ (Ed.), Historia del Derecho, México, Univ. Autónoma Metropolitana, 1992, págs. 47-91; THOMAS DUVE, “European Legal History, Concepts, Methods, Challenges”, en ÍD. (Ed.), Entanglements in Legal History, Fráncfort, MPI for European Legal History, 2014, págs. 29-66; SUSANNE HÄHNCHEN, Rechtsgeschichte, 5a ed., Heidelberg, Müller, 2016, págs 1 y ss; MICHELE LUMINATI et al. (Eds.), Mit den Augen der Rechtsgeschichte, Berlin, Viena, Lit, 2008, págs. 1 y ss; BERND MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, Bogotá, Ibáñez, 2016, págs. 21 y ss; MAGDALENA MARTÍNEZ, Historia del Derecho, Una reflexión sobre el concepto y el método, Alicante, Univ., 2012; JOSÉ OROZCO & VERÓNICA VALENCIA, Historia del derecho universal y mexicano, 2a ed., México, Porrúa, 2016, 9 y ss; JUAN PAMPILLO, Historia general del derecho, México, Oxford Univ. Press, 2008, págs. XVII y ss; DANIEL SANDOVAL, “Apuntes para una metodología de la historia crítica del derecho”, en Revista Brasileira de Estudos Políticos, núm. 109, Belo Horizonte, Univ. Federal, 2014, págs. 139-175; SCHMOECKEL, Auf der Suche, op. cit., págs. 1 y ss; CLAUSDIETER SCHOTT, “Die Rechtsgeschichte, Restposten eines verstaubten Bildungsideals?” en revista Plädoyer, núm. 4, Zürich, Plädoyer, 1999, págs. 30-31; MARCEL SENN, Rechtshistorisches Selbstverständnis im Wandel, Zürich, Schulthess, 1982; ÍD., Rechtsgeschichte, 4a ed., Zürich, Schulthess, 2007, págs. 4-18; ÍD. & LUKAS GSCHWEND, Rechtsgeschichte II, Juristische Zeitgeschichte, 3a ed., Zürich, Schulthess, 2010, págs. 1-24; MICHAEL STOLLEIS, La historia del derecho como obra de arte, Granada, Comares, 2009 (título original en alemán de 1997); FRANCISCO TÓMAS Y VALIENTE, “La historiografía jurídica en Europa continental, 1900-1975”, en GONZÁLEZ, Historia del Derecho, op. cit., págs. 92-133.
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marco, la Escuela socio-cultural y transnacional se opone al enfoque unilateral en las normas como tales y analiza la relación entre norma y realidad al estilo de una sociología histórica y ciencia cultural. La finalidad es la autenticidad y transparencia máxima posible. Con respecto a otras escuelas más antiguas –como las Instituciones del Derecho Romano48 o la Escuela histórica del Derecho49– se pretende superar: la orientación unilateralmente civilista; el enfoque aislado en la perspectiva de la historia patria particular; el normacentrismo descontextualizado; la no-metodología (el mito de lo objetivo y descriptivo de la historiografía); la finalidad de un mero apoyo a la dogmática y doctrina jurídica y la invisibilidad de las grandes transformaciones. Un enfoque particular de la escuela propuesta es la apertura mundial, pues la escuela del Instituto Max Planck se ha limitado al reemplazo de lo nacional por lo europeo, de modo que ha dejado abierto el desafío de la comparación global. De todas maneras, el fin pedagógico es el jurista crítico, que puede analizar con la distancia y seguridad adecuada, una variedad de sistemas de derecho. En ello, la Escuela socio-cultural y transnacional de la Historia del Derecho se abre a los debates metodológicos de la historia general, teniendo en cuenta, primero, la historia de sociedad o social orientada en la ciencia hermana de la sociología, la teoría de modernización y la teoría de sistemas –bajo una sensibilidad para las injusticias sociales y la intención de visibilizar la influencia significativa de factores económicos50–; segundo, la nueva historia cultural conectada con la antropología que pretende entender las culturas del pasado según sus condiciones propias en vez de lamentar simplemente defectos de modernización, bajo una apertura hacia el constructivismo51; tercero, la historia de mentalidades derivada de la psicología social que busca acercarse a los autoconceptos, actitudes, valores y comportamientos de una época; cuarto, la historia ambiental que combina la historia con enfoques de las ciencias naturales y pregunta por las interacciones entre naturaleza y sociedad en una cierta época, analizando precondiciones y limitaciones que resultan de la esfera socio-ambiental o preguntando por el impacto de la actividad humana en el ambiente52; y quinto, por supuesto la historia política relacionada con las ramas de las ciencias políticas, en particular en términos institucionales e internacionales. Especialmente el lector jurídico debe repensar que ninguna obra histórica es simplemente descriptiva, sino llena de premisas metodológicas que son relevantes para el resultado de interpretación. 48
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Comp. p. ej. FABIO ESPITIA, Historia del derecho romano, 5ª ed., Bogotá, Univ. Externado, 2016; PETER STEIN, El derecho romano en la historia de Europa, Madrid, Siglo XXI, 2001 (título original en alemán de 1996). Según el constructo del espíritu del pueblo de FRIEDRICH C. V. SAVIGNY (1779-1861). Comp. las tendencias en JOHANN C. BLUNTSCHLI, Geschichte des schweizerischen Bundesrechtes, t. 1, 2a ed., Stuttgart, Meyer & Zeller, 1875. Al respecto: STEIN, El derecho romano en la historia, op. cit., págs. 161 y ss. Véase en particular WEHLER, Dt. Gesellschaftsgeschichte, 5 tomos, op. cit. Comp. BURKE, ¿Qué es la historia cultural? op. cit., págs. 47 y ss, 97 y ss, 125 y ss. Véase SIEFERLE, El camino especial, op. cit.; ÍD., Was ist Umweltgeschichte? págs. 355-382.
DISEÑO TEÓRICO Y METODOLÓGICO
Además, para las últimas fases de la historia mundial del Estado, después de 1950, se consideran muy relevantes los debates de la historia jurídica del tiempo reciente que tienen en cuenta la distancia reducida del observador más involucrado y el carácter político del tema investigado que todavía es un asunto ‘caliente’. En particular, esta rama se dedica a revisar experiencias traumáticas como la estatalidad criminal en los regímenes dictatoriales y de estado de sitio53. El gran logro general fue abrir la historia del derecho a la perspectiva del lado oscuro del derecho, rompiendo con la tradicional santificación unilateral del derecho. Para esta Teoría integral del Estado, la historia constitucional es la sub-rama más relevante de la historia del derecho54. Precisamente, no se entiende la misma como la mera historia de los textos constitucionales modernos a partir de 1776, sino que se considera el significado más amplio de la Verfassungsgeschichte centroeuropea, que pretende ser la ciencia de las instituciones políticas en sociedades organizadas de modo estatal55. En cambio, la presente obra reserva el término Estado constitucional para un desarrollo específico a partir de 1776, introduciendo, respecto a los siglos anteriores, la categoría de las tendencias proto-constitucionales en caso de una diferenciación y limitación notable del poder público. A través del enfoque amplio de la Verfassungsgeschichte, se supera también la separación artificial según la cual la Teoría del Estado trata únicamente de fenómenos de acumulación de poder, mientras que la Teoría constitucional versa exclusivamente sobre la limitación del poder, pues en realidad estos son dos temas que se encuentran estrechamente ligados y son interdependientes. De igual forma, esta Teoría integral del Estado considera relevantes los estudios sobre la historia del derecho internacional público56, la historia del derecho penal57, la historia de la legislación y la de la organización judicial. 53
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Comp. los debates en MARCELA P. BORJA A., “El avance de los estudios del derecho hacia la historia del tiempo presente”, en BERND MARQUARDT (Ed.), El Estado constitucional de los valores (anuario V de Constitucionalismo Comparado), Bogotá, Ibáñez, 2015, págs. 141-164; SENN & G., Rechtsgeschichte II, op. cit., págs. 1 y ss; THOMAS VORMBAUM, Juristische Zeitgeschichte, Berlín, Lit, 2011, págs. 3 y ss. Hay múltiples obras nacionales. Comp. nota a pie de página 4. Véase HANS BOLDT, Dt. Verfassungsgeschichte, t. 1, 2a ed., Múnich, DTV, 1990, pág. 5; BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., pág. 17; KOTULLA, Dt. Verfassungsgeschichte, op. cit., pág. 1; OESTREICH, Verf.geschichte, op. cit., pág. 16; HANS C. PEYER, Verfassungsgeschichte der alten Schweiz, 2a ed., Zürich, Schulthess, 1980, pág. 2; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 1 y ss. Similar en castellano: BERNARDINO BRAVO L., Constitución y reconstitución, Santiago, Abeledo Perrot, 2010; ÍD., El juez entre el derecho y la ley en el mundo hispánico, 2ª ed., Santiago, Legal, 2009, págs. 3 y ss. Nueva visión mundial: BARDO FASSBENDER & ANNE PETERS (Eds.), The Oxford Handbook of the History of International Law, Oxford, Univ. Press, 2012. Obras clásicas más o menos eurocéntricas: ÁLVAREZ L., La historia del derecho internacional público, op. cit.; WILHELM G. GREWE, The Epochs of International Law, Berlín, de Gruyter, 2000 (título original en alemán de 1988); ANTONIO TRUYOL Y SERRA, Historia del derecho internacional público, Madrid, Tecnos, 1998; ALEXANDER ORAKHELASHVILI (Ed.), Research Handbook on the Theory and History of International Law, Cheltenham, Elgar, 2011; KARL H. ZIEGLER, Völkerrechtsgeschichte, 2a ed., Múnich, Beck, 2007. Recomendable en este espectro: RANDALL LESAFFER (Ed.), Peace Treaties and International Law in European History, Cambridge, Univ. Press, 2004.
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Precisamente, el presente libro emplea varios métodos del Constitucionalismo Comparado58 para evitar enfoques unilateralmente nacionales. De tal manera, juegan un papel los debates contemporáneos del derecho comparado59 que pretenden tener en cuenta adecuadamente el mundo no europeo60 y que han planteado varias ofertas terminológicas: en vez de las más mecanicistas –como el trasplante jurídico61 o los lugares de producción y recepción62–, se considera más adecuado partir de fenómenos como la difusión, adopción y transculturación de patrones del derecho político en el espacio global63. Además del autor y de los miembros de su grupo de investigación64, en particular ARTOLA, BRAVO LIRA, DIPPEL, FENSKE, FIORAVANTI, GARGARELLA y PRETTENTHALER han trabajado comparativamente sobre los desarrollos históricos del derecho público, por lo menos en cuanto a Europa y las Américas65.
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Véase HINRICH RÜPING & GÜNTER JEROUSCHEK, Grundriss Strafrechtsgeschichte, 6a ed., Múnich, Beck, 2011; EBERHARD SCHMIDT, Einführung i.d. Geschichte der dt. Strafrechtspflege, 3a ed., Göttingen, V. & R., 1995; THOMAS VORMBAUM, A Modern History of German Criminal Law, Berlín, Springer, 2014 (título original en alemán). Perfil: MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 3-69. Obras clásicas, pero con un enfoque civilista: RENÉ DAVID & CAMILLE JAUFFRET, Los grandes sistemas jurídicos contemporáneos, 11ª ed., México, UNAM, 2010 (título original en francés de 2002); KONRAD ZWEIGERT & HEIN KÖTZ, An Introduction to Comparative Law, 3a ed., Oxford, Univ. Press, 1998 (título original en alemán de 1996); UWE KISCHEL, Rechtsvergleichung, Múnich, Beck, 2015. Justificación de la nueva historia del derecho en perspectiva global en: THOMAS DUVE, “Global Legal History, A Methodological Approach”, en Research Paper Series, núm. 4, Fráncfort, MPI for European Legal History, 2016, págs. 1-23, 2 y ss. Véase también: PHILIP C. MCCARTY, “Globalizing Legal History”, en revista Rechtsgeschichte, Legal History, núm. 22, Fráncfort, Klostermann, 2014, págs. 283-291. ALAN WATSON, Legal Transplants, 2a ed., Athens, Univ. of Georgia, 1993, págs. 21 y ss. Más amplio: LENA FOLJANTY, “Legal Transfers as Processes of Cultural Translation”, en revista Kritische Vierteljahresschrift für Gesetzgebung und Rechtswissenschaft, núm. 2, Baden Baden, Nomos, 2015, págs. 89-107; MICHAEL STOLLEIS, “Transfer normativer Ordnungen”, en revista Rechtsgeschichte, Legal History, núm 20, Fráncfort, Klostermann, 2012, págs. 72-84. DIEGO E. LÓPEZ M., Teoría impura del derecho, Bogotá, Legis, 2004, págs. 15 y ss. Véase tb.: LUCIO PEGORARO, Derecho constitucional comparado, t. 1, Buenos Aires, Astrea, 2016; ARMIN V. BOGDANDY, “Ius Constitutionale Commune Latinoamericanum conceptual”, en ÍD. et al. (Eds.), Ius Constitutionale Commune en derechos humanos en América Latina, México, Porrúa, 2013, págs. 1-24; SUJIT CHOUDHRY (Ed.), The Migration of Constitutional Ideas, Cambridge, Univ. Press, 2011; RAN HIRSCHL, Comparative Matters, Oxford, Univ. Press, 2014; CHRISTIAN STARCK, “Rechtsvergleichung im öffentl. Recht”, en revista Juristenzeitung, vol. 52, núm. 21, Tübingen, Mohr S., 1997, págs. 1021-1030; MARK TUSHNET, Advanced Introduction to Comparative Constitutional Law, Cheltenham, Elgar, 2014. Comp. los anuarios: BERND MARQUARDT (Ed.), Dinámicas globales y locales (anuario II de CC), Bogotá, Temis, 2012; ÍD. (Ed.), Entre el Estado y el mercado (anuario III de CC), Bogotá, Temis, 2013; ÍD. (Ed.), El Estado constitucional en el tiempo y en el espacio (anuario IV de CC), Bogotá, UNAL, 2015; ÍD., El Estado constitucional de los valores (anuario V de CC), op. cit.; ÍD. (Ed.), Paz a través del derecho y de la constitución (anuario VI de CC), Bogotá, Ibáñez, 2016. MIGUEL ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, Barcelona, Crítica, 2005; BRAVO L., Constitución y reconstitución, op. cit.; DIPPEL, Constitucionalismo moderno, op. cit., págs. 181 y ss; FENSKE, Der moderne Verf. staat, op. cit.; MAURIZIO FIORAVANTI, Constitución, De la antigüedad a nuestros días, 2ª reimpr., Madrid,
DISEÑO TEÓRICO Y METODOLÓGICO
8. TEORÍAS DE LA DEMOCRACIA LIBERAL, SOCIAL Y AMBIENTAL Para el segundo tomo, es esencial retomar los debates teóricos sobre los elementos estructurales de los nuevos sistemas jurídico-políticos que se inspiraron en la última de las grandes transformaciones de la historia mundial, a saber, la ilustrada e industrial. En vez de presentarlos al estilo de un extenso panorama introductorio, quiere limitarse al aviso sistemático que va a ser profundizado en los capítulos correspondientes de esta obra. En este contexto, se indican tanto las teorías liberales, legitimadoras, participativas y críticas de la democracia66, como la fundamentación de la estatalidad social67 y la gran reforma hacia el Estado constitucional ecológico68.
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Trotta, 2011; ROBERTO GARGARELLA, La sala de máquinas de la Constitución, Buenos Aires, Katz, 2014; ANITA PRETTENTHALER, Verfassungsgeschichte Europas, Darmstadt, WBG, 2013. Comp. cap. V.2 y COLIN CROUCH, Post-Democracy, Cambridge, Polity Press, 2004; JON ELSTER (Ed.), Deliberative Democracy, Cambridge, Univ. Press 1998; FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit.; PAUL GINSBORG, Democracy, Londres, Profile Books, 2008; JÜRGEN HABERMAS, Facticidad y validez, Madrid, Trotta, 1998 (título original en alemán de 1992), cap. VII-VIII; OTTFRIED HÖFFE, Ist die Demokratie zukunftsfähig? Bonn, BPB, 2009; MARTIN KRIELE, Die demokratische Weltrevolution, Berlín, Duncker & Humblot, 1997; WOLFGANG MERKEL et al., Defekte Demokratien, tomo 1, Wiesbaden, VS, 2003; JAN-W. MÜLLER, Contesting Democracy, New Haven, Yale Univ., 2011; PIERRE ROSANVALLÓN, La legitimidad democrática, Buenos Aires, Manantial, 2009; MANFRED G. SCHMIDT, Demokratietheorien, 5ª ed., Wiesbaden, VS, 2010. Véase cap. V.4 y RODOLFO ARANGO, El concepto de derechos sociales fundamentales, 2ª ed., Bogotá, Legis, 2012, págs. 242 y ss; BUITRAGO, Análisis comparado de los inicios del constitucionalismo social, op. cit., págs. 391-422; GØSTA ESPING, The 3 Worlds of Welfare Capitalism, Princeton, Univ. Press, 1990; ANDREAS FISCHER-L. & KOLJA MÖLLER, Der Kampf um globale soziale Rechte, Bonn, BPB, 2012; HERMANN HELLER, Rechtsstaat oder Diktatur? Tübingen, Mohr, 1930 (trad. en español de 1985), págs. 9, 23 y ss; BERND MARQUARDT, “Democracia social”, en ÍD. (Ed.), Constitucionalismo científico, tomo 2, Bogotá, Temis, 2013, págs. 3-68; THOMAS MEYER, The Theory of Social Democracy, Cambridge, Polity Press, 2007 (título original en alemán de 2005); ÍD., Soziale Demokratie, Wiesbaden, VS, 2009; FRANK PILZ, Der Sozialstaat, Bonn, BPB, 2009; THOMAS W. POGGE, Politics as usual, Cambridge, Polity Press, 2010; ÍD., La pobreza en el mundo y los derechos humanos, Barcelona, Paidós, 2005 (versión actualizada en inglés de 2008); JUAN F. ROMERO T., “Constitucionalismo social en América Latina”, en MARQUARDT, Constitucionalismo Científico II, Bogotá, Temis, 2013, op. cit., págs. 69-97; AMARTYA SEN, The Idea of Justice, Harvard Univ. Press, 2009, págs. 379 y ss. Comp. cap. V.5 y IVO APPEL, Staatliche Zukunfts- und Entwicklungsvorsorge, Tübingen, Mohr Siebeck, 2005; KLAUS BOSSELMANN, Im Namen der Natur, Berna, Scherz, 1992; ÍD., The Principle of Sustainability, Aldershot, Ashgate, 2008; CHRISTIAN CALLIESS, Rechtsstaat und Umweltstaat, Tübingen, Mohr Siebeck, 2001; MICHAEL KLOEPFER (Ed.), Umweltstaat als Zukunft, Bonn, Economica, 1994; BERND MARQUARDT, Umwelt und Recht in Mitteleuropa, Zürich, Schulthess, 2003, págs. 609 y ss; ÍD., “Die Verankerung des Nachhaltigkeitsprinzips im Recht Deutschlands und der Schweiz”, en revista Umweltrecht in der Praxis, vol. 17, núm. 3, Zürich, VfU, 2003, págs. 201-234; ÍD., “La cuestión ecológica de la revolución industrial y la habilidad para el futuro de la civilización industrial”, en revista Pensamiento Jurídico, núm. 25, Bogotá, UNAL, 2008, págs. 29-76, 60 y ss; ÍD., “La perspectiva comparada, La evolución y las transformaciones del derecho y de las políticas ambientales en Europa Central”, en ÍD. & CATALINA TORO (Eds.), 15 años de la política ambiental en Colombia, Bogotá, UNAL, 2010, págs. 37-88; GREGORIO MESA, Derechos ambientales en perspectiva de integralidad, 2ª ed., Bogotá, UNAL, 2010; ID. et al., Elementos para una teoría de la justicia ambiental, Bogotá, UNAL, 2011, págs. 25 y ss; EDUARDO
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9. EL LUGAR DEL SEGUNDO TOMO EN LA SERIE En el primer tomo de la Teoría integral del Estado se ha presentado la transformación de las sociedades pre-estatales a las sociedades estatales de la primera generación, a saber, los Reinos dinásticos, que dominaron las partes más desarrolladas del mundo en los cinco milenios entre 3000 a. C. y 1800 d. C. También se ha profundizado el caso de Europa como una rezagada que entró relativamente tarde a esta dinámica políticojurídica. Subsiguientemente, el tema ha sido la transformación del Reino dinástico al Estado de la paz interna y de la organización judicial, profundizado en el caso de la Europa latina de la modernidad temprana. Se trató de una transformación todavía por dentro del modelo del Reino dinástico sin trascender los límites del mismo. Después se ha revisado los desarrollos estatales en las demás zonas del mundo en la misma época, mirando a América, Asia y África. Ahora, en este segundo tomo se pretende presentar la gran transformación del Reino tradicional al Estado verdaderamente moderno de la doble revolución industrial e ilustrada, que empezó entre 1776 y 1825 en Europa y las zonas neo-europeas en las Américas. En términos del tiempo, se va a analizar en este libro el largo siglo XIX (1776-1916)69, el siglo posterior y la situación actual, para terminar con una mirada cuidadosa de las tendencias esperadas hasta la mitad del siglo XXI. Según los conceptos centrales de los respectivos debates más controvertidos, se puede hablar también del siglo liberal, del siglo social y de los inicios de un siglo ambiental. El libro intenta tocar todo Estado de los siglos XIX a XXI, con la excepción de algunos micro-Estados en lugares isleños entre el mar Caribe y Oceanía. Sin embargo, se van a tratar con una atención mayor varios Estados que sirven como líderes conceptuales o modelos ilustrativos de los desarrollos generales de la época. Entre los top diez se señalan en Europa: Alemania, Francia y Gran Bretaña; en América: Colombia,
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ROMERO R., Desarrollo sostenible, Bogotá, Produmedios, 2012; RUDOLF STEINBERG, Der ökologische Verfassungsstaat, Fráncfort, Suhrkamp, 1998. El largo siglo XIX a partir de 1776 o 1789 es un concepto de la historia universal acuñado por ERIC HOBSBAWM, Historia del siglo XX, 1914-1991, 13ª ed., Barcelona, Crítica, 2009 (título original en inglés de 1994), págs. 13 y ss. En términos estrictos, es válido para Occidente (Europa y las Américas), mientras el antiguo régimen de otras partes del mundo perduró más tiempo, por ejemplo en Japón hasta 1868 o en China hasta 1912. Ya en América Latina, el largo siglo XIX inició gradualmente más tarde en 1810. El concepto del largo siglo XIX fue retomado ampliamente, p. ej. en los títulos de FRANZ J. BAUER, Das lange 19. Jahrhundert (1789-1917), Stuttgart, Reclam, 2004; DAVID BLACKBOURN, History of Germany 1780-1918, The Long 19th Century, Chichester, Wiley, 2003; MAARTEN V. GINDERACHTER, Nationhood from Below, Europe in the Long 19th Century, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2012; MATTHIAS V. HELLFELD, Das lange 19. Jahrhundert, Bonn, Dietz, 2015; LASZLO PÉTER, Hungary’s Long 19th Century, Leiden, Brill, 2012. En pro de la perspectiva de la delimitación abierta según la respectiva zona mundial: JÜRGEN OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, Princeton, Univ. Press, 2014 (título original en alemán de 2011), págs. 906 y ss.
DISEÑO TEÓRICO Y METODOLÓGICO
EE.UU. y México; en una categoría geopolítica propia: Rusia; además en Asia: China, India y Turquía. En los nueve apartados de esta obra, sigue a esta introducción metodológica el segundo capítulo que contextualizará la tercera transformación básica de la historia mundial del Estado en sus lugares de origen en Europa y los Estados neo-europeos de las dos Américas, perfilando tanto la profundidad de la ruptura sistémica alrededor de 1800, como el carácter e impacto de las revoluciones ilustradas e industriales. Los capítulos III a V profundizaran esta transformación originaria en Europa y América. De estos, el tercer capítulo va a dedicarse a la primera revolución parcial, enfocada en el aumento del poder estatal y su eficacia. De tal manera, se analizará la creación de un novedoso Leviatán soberano en forma del Estado Nación legislativo-administrativo. Subsiguientemente, el cuarto capítulo se dedicará a la interacción íntima entre la transformación a la sociedad industrial y el fortalecimiento de un Estado mucho más activo y potente que todos sus predecesores. En cambio, el quinto capítulo desarrollará la segunda revolución parcial enfocada en el diseño sistémico y los valores centrales del Estado de la tercera transformación básica, es decir, se presentará la república constitucional democrática, social y ambiental. Después, saldrá el sexto capítulo del entorno europeo-americano para discutir la gran transculturación del planeta en forma de la difusión mundial del nuevo tipo de Estado. El séptimo capítulo se dedicará a la diferenciación fina del Estado de la tercera transformación básica, analizando la diversificación en siete variaciones con perfiles propios. En seguida, el capítulo VIII brindará un panorama de los últimos desarrollos de la estatalidad moderna a principios del sexto milenio de la existencia de estructuras estatales en el mundo. Finalmente, el décimo capítulo discutirá los doce retos más urgentes del futuro si el Estado quiere ser sostenible para manejar eficazmente el bien común del siglo XXI.
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CAPÍTULO II
EUROPA CON LAS AMÉRICAS COMO LA CUNA DE LA TERCERA TRANSFORMACIÓN BÁSICA DE LA HISTORIA MUNDIAL DEL ESTADO 1. LA RUPTURA FUNDAMENTAL ALREDEDOR DE 1800: GRAN TRANSFORMACIÓN, SATTELZEIT Y DOBLE-REVOLUCIÓN El medio siglo alrededor del año 1800, concretamente entre 1776 y 1825, debe entenderse como una ruptura clave de la historia mundial, mucho más profunda que, por ejemplo, el reemplazo de la Edad Media por la así llamada modernidad temprana alrededor de 1500. En una de las diez civilizaciones agrarias del cinturón mediterráneo-surasiático, la europea, se formó un nuevo modelo político, social, económico y ambiental sustancialmente diferente del modelo universal vigente hasta ese momento, terminando con la época de cinco milenios del Reino dinástico. En el año 1775, el Sacro Imperio Romano y los Reinos de Europa todavía no habían salido del espectro tradicional70, pero ya en 1825 algunos Estados occidentales contenían en sí mismos los rasgos del futuro, especialmente los jóvenes Estados hijos de Europa en las dos Américas. La tercera transición básica del Estado fue una parte inherente de lo que el sociólogo austríaco KARL POLANYI llamó, en 1944, “la gran transformación”71. Ésta modificó por completo el carácter de la civilización europea y es comparable, en su profundidad, solo con la revolución neolítica ocurrida diez mil años antes72. Varios historiadores como ROLF PETER SIEFERLE73, ERIC HOBSBAWM74 y HANS ULRICH WEHLER han advertido el carácter universal del cambio75. El historiador alemán REINHART KOSELLECK ha caracterizado la época alrededor de 1800 con el famoso término historiográfico de la Sattelzeit, el cual no se puede traducir sin que pierda su carácter metafórico, pero que puede ser entendido como la “época bisagra” entre el viejo y el 70 71 72 73 74
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Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, págs. 240 y ss. POLANYI, La gran transformación, op. cit., págs. 25 y ss, 49 y ss. Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, págs. 27 y ss. SIEFERLE, El camino especial, op. cit., págs. 3 y ss, 41 y ss, 59 y ss, 78 y s. HOBSBAWM, La era de la revolución, op. cit., págs. 9 y ss. Véase tb. ÍD., La era del imperio, Barcelona, Crítica, 2001 (título original en inglés de 1987), págs. 21 y ss. WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 2, op. cit., págs. 589 y ss.
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nuevo sistema76. La civilización agraria de la Europa latina, que se había desarrollado paulatina y continuamente desde la época del primer Emperador CARLOMAGNO (800 - 814) y de la colonización medieval de los bosques en el lado norte de los Alpes77, desapareció para ser reemplazada, en la interacción de la doble revolución ilustrada e industrial, como la llaman ERIC HOBSBAWM78 y HANS ULRICH WEHLER79, por un nuevo tipo de civilización. La misma ha recibido varias denominaciones como la civilización moderna, burguesa, capitalista, industrial o tecnológica. SIEFERLE habla de la civilización post-agraria80, en vista de la seguridad del punto de partida y de la inseguridad sobre el resultado de la futura estabilización post-transformatoria. En este libro, se usa la denominación civilización ilustrada-industrial como una hipótesis de trabajo útil. De todos modos, la misma se distinguió de su predecesora en casi todo sentido, en sus ideologías y creencias, en su sistema energético y económico, en su estructura social y también en sus modelos de la organización política y estatal. Visto en términos geopolíticos, ambas revoluciones tuvieron lugares de origen diferentes: la revolución político-mental de la Ilustración empezó en 1776 en la América anglosajona y en 1789 en Francia, mientras la revolución energética-material de la industrialización se inició en la misma época en el Reino de Gran Bretaña81, contrincante frecuente de los otros dos en el campo de las relaciones internacionales. Cabe resaltar que el punto de unión entre las dos revoluciones se dio por primera vez en la década de 1840 en los Estados Unidos de América. De acuerdo con la pregunta de investigación acerca de la formación y transformación del Estado, es preciso distinguir otras dos revoluciones parciales que interactuaron en una mezcla entre cooperación y confrontación: en primer lugar, la revolución de la soberanía que radicalizó el concepto de la soberanía estatal y extendió el poder directivo del Estado a esferas hasta entonces inimaginables y, en segundo lugar, la revolución del diseño sistémico o constitucional que reemplazó la monarquía dinástica por la república constitucional, democrática, social y ambiental. La primera será analizada en el capítulo III y la segunda lo será en el capítulo V.
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KOSELLECK, Estratos del tiempo, op. cit., págs. 9 y ss, 19, 130, 162; ÍD., Futures past, op. cit., págs. XIV y ss, 269 y ss. Similar: OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, op. cit., págs. 58 y ss. Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, págs. 129 y ss. HOBSBAWM, La era de la revolución, op. cit., págs. 9 y s En el subtítulo de: WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 2, op. cit., como Doppelrevolution. SIEFERLE, El camino especial, op. cit. PETER N. STEARNS, The Industrial Revolution in World History, 4ª ed., Boulder, Westview Press, 2012, págs. 17 y ss.
LA 3ª TRANSFORMACIÓN BÁSICA DE LA HISTORIA MUNDIAL DEL ESTADO
2. LA REVOLUCIÓN ILUSTRADA
Sección preliminar, capítulo I, art. 17 de la Constitución de la República de Tunja de 1811 en la actual Colombia82
“La ilustración es absolutamente necesaria para sostener un buen gobierno, y para la felicidad común: el pueblo, pues, tiene derecho a que el Gobierno favorezca con el mayor esfuerzo los progresos de ilustración pública facilitando la instrucción a todas las clases de los ciudadanos.”
En términos políticos y mentales, las raíces del Estado de la tercera trasformación básica se encuentran en la Ilustración europea que tuvo su auge desde los años 176083. A pesar de varios precursores intelectuales más antiguos84, ocurrió la politización en formaciones y redes sociales de la élite educada en la época indicada, cuando se establecieron cada vez más sociedades secretas transnacionales (francmasones, illuminati, etc.) que se reforzaron en cultos de la exclusividad, del secreto y del conocimiento superior bajo una ideologización y adoctrinamiento casi irresistible85. De todos modos, el paso a la fase revolucionaria tuvo que esperar hasta 1776, para oscilar desde ese entonces, hasta 1825, como un gran oleaje destructivo y creativo a lo largo de la civilización europea-occidental. A)
PUNTOS DE PARTIDA: LAS TRES REVOLUCIONES ILUSTRADAS
Hay que señalar tres revoluciones concretas que deben entenderse como los núcleos de un nuevo modelo de la organización social, política y jurídica. La primera tuvo lugar en la periferia extrema de la civilización europea en la América británica (desde 1776); la segunda ocurrió en una de las monarquías más importantes de la Europa latina, el Reino de Francia (desde 1789); y la tercera estalló también en la zona neo-europea, en Hispano-América (1810-1825)86. Estas tres revoluciones fueron impulsadas por el mismo factor pull, es decir, por la atracción de la ideología política de la Ilustración en la perspectiva de sus seguidores educados y políticamente interesados, mientras que los factores push de crisis fueron cada vez específicos, como las quejas de los anglo-americanos frente al autocratismo legislativo, tributario y aduanero del king 82
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Constitución de la República de Tunja de 1811, ed. por BERND MARQUARDT (Ed.), El bicentenario del constitucionalismo moderno en Colombia, Bogotá, 2ª ed., Ibáñez, 2011, págs. 391-422; e ÍD. (Ed.), Constitutional Documents of Colombia and Panamá, Berlín, De Gruyter, 2010, págs. 651-672. REINHOLD ZIPPELIUS, “Die Entstehung des demokratischen Rechtstaates aus dem Geiste der Aufklärung”, en revista JZ, núm. 23, Tübingen, Mohr Siebeck, 1999, págs. 1125-1184. P. ej., KOPERNIKUS (*1473), BACON (*1561), KEPLER (*1571), DESCARTES (*1596), LOCKE (*1632) y LEIBNIZ (*1646); FLORIS COHEN, The Rise of Modern Science explained, Cambridge, Univ. Press, 2015. WOLFGANG HARDTWIG, Genossenschaft, Sekte, Verein, Múnich, Beck, 1997, págs. 304 y ss; HELMUT REINALTER, Die Freimaurer, 5a ed., Múnich, Beck, 2005, págs. 14 y ss, 49 y ss. Similar: ALLAN R. BREWER-C., Reflexiones sobre la revolución norteamericana (1776), la revolución francesa (1789) y la revolución hispanoamericana (1810-1830), 2ª ed., Bogotá, Univ. Externado, 2008.
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in parliament en Londres87, los descontentos de muchos franceses con la negación del protoconstitucionalismo, el autocratismo no participativo y la decadencia de la élite noble del Reino cristianismo de Versalles88, así como la crisis estatal de la Monarquía española bihemisférica provocada por la usurpación napoleónica al trono madrileño89. Los promotores principales fueron tanto los comerciantes y publicistas de las ciudades como los miembros frustrados de la élite noble, clerical y jurídica que creían en la visión de un nuevo Estado jurídico-comercial, en vez del Estado feudal de los guerreros y sacerdotes. Interpretada desde una perspectiva de la teoría de evolución, la célula originaria de la revolución ilustrada en las trece provincias de la América británica, representó una mutación al azar del modelo protoconstitucional de la estatalidad europea, el cual ya había tenido en los siglos anteriores, en comparación con las autocracias agudas en los Imperios Otomano, Ruso, Mogol o Chino, un carácter relativamente participativo y propicio para limitar el poder público. Dicha mutación se preparó paso a paso en los siglos XVII y XVIII, de e modo silencioso a los oídos del mundo, en un retirado nicho periférico de la civilización europea al otro lado del mar, encañonada entre la costa atlántica y los territorios pre-estatales de los cazadores y recolectores indígenas, donde interactuaron factores como una rama cultural todavía joven y no consolidada, la experiencia existencial de una naturaleza salvaje, la poca densidad institucional y simbólica, la cultura rebelde de los emigrantes del protestantismo disidente, la protesta política contra defectos concretos, el ánimo de arriesgarse de experimentos políticos más allá de los límites sistémicos, la falta de una presión correctora eficiente en vista de la distancia transoceánica de la capital británica en Londres, varios malentendidos y también una buena puntería. No obstante, el hecho de la independización como tal, puede interpretarse todavía dentro de un patrón extendido de las antiguas civilizaciones agrarias, pues la hostilidad del espacio preindustrial, con sus restricciones de transporte y comunicación, había promovido desde siempre que las periferias de las grandes monarquías se emanciparan tarde o temprano, aprovechándose de la primera 87
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“No tax without representation”. Comp. HORST DIPPEL, Geschichte der USA, 7a ed., Múnich, Beck, 2005, págs. 18 y ss; FENSKE, Verf.staat, op. cit., págs. 89 y s; FIORAVANTI, Constitución, op. cit., págs. 104 y ss; JACK P. GREENE, The Constitutional Origins of the American Revolution, Cambridge, Univ. Press, 2011, pág. 79; ANDREAS KLEY, Verf.geschichte der Neuzeit, Berna, Stämpfli, 2004, págs. 80 y ss. Sobre la Revolución francesa: FENSKE, Der moderne Verf.staat, op. cit., págs. 147 y ss; HARTMANN, Franz. Verf.geschichte, op. cit., págs. 58 y ss; HEINZ HAUPT, “Von der französischen Revolution bis zum Ende der Julimonarchie”, en ERNST HINRICHS (Ed.), Kl. Geschichte Frankreichs, Bonn, BPB, 2005, págs. 255-310, 257 y ss; NARANJO, Teoría constitucional, op. cit., págs. 581 y ss; ROGER PRICE, Historia de Francia, Madrid, Cambridge Univ. Press, 1998, págs. 83 y ss. HANS J. KÖNIG, Kl. Geschichte Lateinamerikas, Stuttgart, Reclam, 2006, págs. 207 y ss; ANNICK LEMPÉRIÈRE, “Revolución y Estado en América Hispánica (1808-1825)”, en MARÍA T. CALDERÓN & CLÉMENT THIBAUD (Eds.), Las revoluciones en el mundo atlántico, Bogotá, Univ. Externado, 2006, págs. 55-77; MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 70 y ss; CARLOS MOLINA B., Bicentenario constitucional colombiano, t. 1, 1810, Medellín, Univ. de, 2013, págs. 211 y ss; JAVIER OCAMPO L., El proceso ideológico de la emancipación, Medellín, La Carreta, 2010, págs. 19 y ss.
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oportunidad seria90, es así que la fecha norteamericana, aproximadamente 170 años después de la fundación de las colonias, no sorprende mucho. Sin embargo, no se trató simplemente de una independencia entre muchas otras, que copiara el modelo del centro con la mera particularidad del gobernante propio, sino que se transformaron profundamente los fundamentos de legitimidad, los valores públicos y la estructura del sistema estatal. De todos modos, las bases de la revolución norteamericana se codificaron tanto en la Declaration of Rights de la república de facto de Virginia en 1776, como en las constituciones escritas de los trece nuevos Estados republicanos, especialmente Virginia, Maryland, Delaware y Pensilvania, pero también
Img. 1-2: Textos fundadores: la Constitución del Common-Wealth of Pennsylvania de 1776 y la Declaración francesa de los derechos del hombre en sociedad de 178991
en la federal Constitution of the United States de 1787 y sus primeras diez enmiendas de 179192. Una vez establecido, el nuevo modelo estatal irradió un gran atractivo hacia los movimientos de los ilustradores social-newtonianos en el exterior. 90 91 92
Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 84 y ss, 109 y ss. The Constitution of Pennsylvania de 1776, op. cit.; Déclaration des Droits de l’Homme en Société de 1789, op. cit. Declaration of Rights made by the representatives of the good people of Virginia de 1776, ed. por HORST DIPPEL (Ed.), Constitutional Documents of the US of America 1776-1860, V-W, Múnich, Saur 2009, págs. 81-83. The Constitution of the Common-Wealth of Pennsylvania de 1776, Philadelphia, J. Dunlap, 1776. Constitution of the United States de 1787, ed. por DIPPEL, Constitutional Documents of the USA, National & A-F, op. cit., págs. 45-69. Véase ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., págs. 17 y s, 33, 53; CAROL BERKIN et al., Making America, 5a ed., Boston, Wadsworth, 2011, págs. 123 y ss; DIPPEL, Constitucionalismo moderno, op. cit., págs. 45 y ss; ÍD., “El surgimiento del constitucionalismo moderno”, en revista PJ, núm. 23, Bogotá, UNAL, 2008, págs. 13-32, 15 y ss; ÍD., “Human Rights”, en Boletim da Facultade de Direito, núm. 84, Coimbra, Univ., 2008, págs. 341-367, 346 y ss; FENSKE, Verf.staat, op. cit., págs. 106 y ss; FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit., págs. 144 y ss; LAWRENCE FRIEDMAN, A History of
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En perspectiva global, hay que añadir entre los documentos fundadores del nuevo modelo estatal, la Declaración de los Derechos del Hombre en Sociedad de 1789, las constituciones republicanas de la Revolución francesa de 1793 y 179593 y las primeras constituciones de la zona andina de 1810 y 1811 promulgadas por Estados nuevos como Socorro, Cundinamarca, Mérida, Tunja y Venezuela94. Estos textos casi sincrónicos de lugares muy lejanos sentaron los precedentes del posterior desarrollo de la estatalidad ilustrada95. En el capítulo VII.2 se volverá sobre el tema en detalle. B)
EL MARCO PARADIGMÁTICO DEL SOCIAL-NEWTONIANISMO
Considerando que la Ilustración jugó un papel fundamental en esta transición básica del Estado, surge la pregunta acerca de cómo logró imponerse tan explosivamente. Vale la pena observar sus denominaciones en diferentes lenguas: en italiano se hablaba del illumunismo, en inglés del enlightenment, en francés de los lumières y en alemán de la Aufklärung, enfocándose en la exigencia trascendental de traer la luz a la oscuridad y subrayando de tal manera el carácter de una religión secular que quería apropiarse de las funciones de la religión cristiana tradicional con respecto a la explicación de las estructuras profundas del mundo, a ofrecer el sentido de la vida y a transmitir los valores básicos de la convivencia social. Autoproclamando la pretensión salvadora de traer una verdad universal, la Ilustración no solo fue, como ha planteado su mitología propia, un proceso objetivo y neutral en el crecimiento de comprensión, similar a la hipótesis de IMMANUEL KANT de “la salida de la inmadurez de la que uno mismo es
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American Law, N. York, Simon & S., 1985, pág. 117; NAZARIO GONZÁLEZ, Los derechos humanos en la historia, Barcelona, Univ. Autónoma, 1998, págs. 47 y ss; MICHAEL GROSSBERG et al., History of Law in America, t. 1, Cambridge, Univ. Press, 2008, págs. 482 y ss; NARANJO, Teoría constitucional, op. cit., págs. 598 y ss; EDWARD WHITE, Law in American History, t. 1, Oxford, Univ. Press, 2012, págs. 177 y ss. Déclaration des Droits de l’Homme en Société, Versailles, Baudoin, 1789, Acte constitutionnel de la République Française de 1793 y Constitution de la République Française de 1795, eds. por STEPHANE CAPORAL (Ed.), Constitutional Documents of France and Corsica, Berlin, De Gruyter, 2010, págs. 29-32, 95-132. Al respecto: ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., págs. 53 y s; DIPPEL, Constitucionaismo moderno, op. cit., págs. 57 y ss; FIORAVANTI, Constitución, op. cit., págs. 116 y ss; FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit., págs. 232, 433; GODECHOT, L’histoire constitutionnelle de la France, op. cit., págs. 45 y ss, 51 y s; GONZÁLEZ, Los ddhh en la historia, op. cit., págs. 73 y ss; DIETER GRIMM, Constitucionalismo y derechos fundamentales, Madrid, Trotta, 2006 (título original en alemán), págs. 90 y ss; HARTMANN, Franz. Verf. geschichte, op. cit., págs. 58 y ss; KLEY, Verf.geschichte, op. cit., págs. 118 y s. Constitución del Estado de Socorro de 1810 y de Cundinamarca de 1811, eds. por MARQUARDT, El bicentenario, op. cit., págs. 21-24, 435-480. Constitución Federal para los Estados de Venezuela de 1811, ed. por PEDRO V. SOSA (Ed.), “Constitutional Documents of Venezuela”, en DIPPEL, Constitutions Online, op. cit. Al respecto: MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 75 y ss; CARLOS RESTREPO P., “Las primeras constituciones políticas de Colombia y Venezuela”, en JOSÉ L. SOBERANES F. (Ed.), El primer constitucionalismo iberoamericano, Madrid, Marcial Pons, 1992, págs. 75-146. Para EE.UU. y Francia: WERNER FROTSCHER & BODO PIEROTH, Verf.geschichte, 15a ed., Múnich, Beck, 2016, págs. 9 y ss, 26 y ss; KLEY, Verf.geschichte, op. cit., págs. 81 y ss, 90-97, 106-136, 182 y ss; REINHARD, Geschichte Staatsgewalt, op. cit., págs. 413 y s, 487.
LA 3ª TRANSFORMACIÓN BÁSICA DE LA HISTORIA MUNDIAL DEL ESTADO
culpable” (1784)96: aunque el racionalismo ilustrador pretendió reemplazar la creencia por el conocimiento, se trató de una teoría científica inocente que reflejó muy poco sobre sus propias bases paradigmáticas. De acuerdo con su conciencia misionera, el programa político de los ilustradores se unió con la figura filosófica de un derecho natural por encima del ser fáctico, con el cual se pudo reclamar el reemplazo de todo el derecho positivo contrario a las normas suprapositivas universales afirmadas97 y la cual se convirtió en la clave para legitimar la revolución antisistémica contra las monarquías del antiguo régimen europeo y su normatividad pública, penal y civil crecida durante un milenio. La naturaleza del derecho natural de la Ilustración fue la de las ciencias naturales de entonces. Análogamente al constructo de naturaleza en la ciencia líder de finales del siglo XVIII, la física elaborada un siglo antes por ISAAC NEWTON en la Philosophiae Naturalis Principia Mathematica de 168798, con su concepto del planeta tierra como una gran máquina, similar al mecanismo de un reloj supradimensional con ruedas dentadas engranadas99, la teoría jurídica y social de la Ilustración recibió una figuración mecanicista, atomista y racionalista, transfiriendo de tal manera la naturaleza newtoniana, en un sentido exigente, a la sociedad humana que debía reestructurarse alrededor de su entidad atómica, el individuo, caracterizado como razonable, autónomo e igualitario. En este sentido, puede caracterizarse el perfil ideológico del derecho natural de la Ilustración con exactitud como social-newtonianismo. Precisamente, se derrocaron los estamentos y colectividades comunales como fundamentos de la organización social, reemplazándolos por el nuevo rango central de los individuos con derechos fuertes de autonomía, que deberían gravitar y centrifugar como los átomos en la física mecánica. Además, natural y racional se entendió como la superación de lo supranatural, sustituyendo la naturaleza mágica de las civilizaciones agrarias, llena de espíritus divinos y diabólicos, por una naturaleza explicable científicamente. MAX WEBER habla en este contexto del “desencanto del mundo”100. En cuanto a la metamorfosis del Estado, el 96
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IMMANUEL KANT, “Beantwortung der Frage: Was ist Aufklärung?” en Berlinische Monatsschrift, núm. 12, Berlín, Haube & S., 1784 (trad. ¿Qué es la ilustración? Madrid, Alianza, 2007), págs. 481-494. Respecto al derecho natural ilustrado: BERND RÜTHERS, Rechtstheorie, 2ª ed., Múnich, Beck, 2005 (trad. en español de 2009), págs. 305 y ss; SENN, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 243 y ss, 269 y ss. En general: KURT SEELMANN, Rechtsphilosophie, 4ª ed., Múnich, Beck, 2007, págs. 134 y ss. ISAAC NEWTON, Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica, Londres, Royal Society, 1687. Al respecto: COHEN, The Rise of Modern Science explained, op. cit., págs. 240 y ss. Comp. GÜNTER HAGER, “Naturverständnis u. Umweltrecht”, en revista JZ, vol. 53, núm. 5, Tübingen, Mohr & S., 1998, págs. 223-230; STEFAN HEILAND, “Naturverständnis und Umgang mit Natur”, en BAYER. AKADEMIE (Ed.), Wir und die Natur, Laufen, ANL, 2001, págs. 5-17, 8; KARL LOEWENSTEIN, Verf.lehre, 4a ed., Tübingen, Mohr S., 2000, pág. 110; MARQUARDT, Umwelt u. Recht, op. cit., págs. 274 y ss; GEORG W. OESTERDIEKHOFF, Der europ. Rationalismus, Stuttgart, Breuninger, 2001, págs. 109 y ss; MANFRED GEIER, Aufklärung, Reinbek, Rowohlt, 2012, págs. 149 y ss. MAX WEBER, “Rationalisierung, Fortschritt und Entzauberung der Welt”, 1922, en Textlogde, Historische Texte und Wörterbücher, http://www.textlog.de/2321.html (5.1.2018). Al respecto: NORA RABOTNIKOF, Max Weber, desencanto, política y democracia, México, UNAM, 1989.
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social-newtonianismo tuvo como consecuencias, entre otras, la estructura individual de los derechos fundamentales y de la propiedad privada, la figuración mecanicista de la separación de poderes101 y la visión general del Estado como una gran máquina, condicionada por la actividad legislativa y manejada por una extensa y rigurosa administración pública.
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Entre los textos claves de la Ilustración política para la reorganización del Estado, casi al estilo de escrituras proféticas sagradas, se cuentan los siguientes103: primero, El espíritu de las Leyes (1748) del jurista francés CHARLES DE MONTESQUIEU con su fundamentación del Estado codificador y de la separación horizontal-funcional y tridimensional de poderes104; segundo, El Contrato Social (1762) del filósofo suizo JEAN JACQUES ROUSSEAU con sus reflexiones sobre la teoría contractual y la soberanía popular105; tercero, De los delitos y las penas (1764) del jurista milanés CESARE BECCARIA sobre la humanización y mayor utilidad del derecho penal público106; cuarto, la serie de los 85 ensayos de los tres Federalistas angloamericanos alrededor del tema de la separación vertical de poderes (1787-1788)107; quinto, la Declaración de los Derechos del Hombre en Sociedad de GILBERT DU MOTIER MARQUÉS DE LA FAYETTE y de la Asamblea Nacional francesa (1789)108; sexto,
LOEWENSTEIN, Verf.lehre, op. cit., pág. 110. CHARLES DE MONTESQUIEU, De l’esprit des lois, Ginebra, Barillot et fils, 1748 (trad. en español: El espíritu de las leyes, México, Ed. Porrúa, 2013). HANS HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, 4a ed., Heidelberg, C.F. Müller, 2004, pág. 541 y ss. Comp. PETER HÄBERLE, El Estado constitucional, Buenos Aires, Astrea, 2007, págs. 136 y ss. MONTESQUIEU, De l’esprit des lois, op. cit. Véase ADOMEIT, Rechts-/Staatsphilosophie II, op. cit., págs. 69 y ss; NARANJO, Teoría constitucional, op. cit., págs. 260 y s; ZIPPELIUS, Staatsideen, op. cit., págs. 122 y ss. JEAN J. ROUSSEAU, Du contrat social ou Principes du droit politique, Ámsterdam, Marc. M. Rey, 1762 (en español: El contrato social, Bogotá, Universales, 2005). Comp. ADOMEIT, Rechts- u. Staatsphilosophie II, op. cit., págs. 84 y ss; HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., págs. 59 y ss; CHRISTOPH FREI, “Der beste Staat bei Rousseau”, en ROLAND KLEY & S. MÖCKLI (Eds.), Geisteswissenschaftliche Dimensionen der Politik, Berna, Haupt, 2000, págs. 207-237; ZIPPELIUS, Geschichte Staatsideen, op. cit., págs. 106 y ss. CESARE BECCARIA, Dei delitti e delle pene, Livorno, M. Coltellini, 1764 (ed. española: Tratado de los delitos y de las penas, Madrid, J. Ibarra, 1774). Véase SCHMIDT, Geschichte Strafrechtspflege, op. cit., págs. 218 y s. ALEXANDER HAMILTON et al., The Federalist, 2 tomos, Nueva York, McLean, 1788. Al respecto: DAVID F. EPSTEIN, La teoría política de «el federalista», Buenos Aires, Latinoamericano, 1987; FIORAVANTI, Constitución, op. cit., pág. 107; NARANJO, Teoría constitucional, op. cit., pág. 603. Déclaration des Droits de l’Homme en Société de 1789, op. cit.
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los textos “del primer y más profundo teórico de la Revolución francesa”109 EMMANUEL J. SIEYÈS sobre “el tercer estado” (1788), la democracia representativa y el poder constituyente110; séptimo, la literatura económica de tipo fisiocrático y liberal, desde FRANÇOIS QUESNAY (1768)111 hasta ADAM SMITH (1776), que resultó muy importante para diseñar una revolución de los comerciantes112. Estos libros fueron traducidos a los principales idiomas de Europa y se difundieron rápidamente en las aulas de las Universidades y en el estamento jurídico-administrativo del Estado. Por ejemplo, el ilustrador ANTONIO NARIÑO (1765-1823) de Bogotá reeditó en español la declaración francesa de los derechos humanos apenas cuatro años después de su publicación original113. Cabe destacar que las obras teóricas indicadas no fueron leídas de forma pura, sino que pasaron por las gafas del espíritu de la época y de un nuevo consenso en proceso de formación. De tal manera, los seguidores de MONTESQUIEU desconocieron en su ídolo la conservación del pensamiento monarquista y el enfoque neo-aristotélico de la constitución mixta del antiguo régimen. De todos modos, en las discusiones inter-universitarias e intra-elitistas, se pusieron radicalmente en duda las condiciones de legitimidad de Europa como la Cristiandad, la translatio imperii, las dos espadas, el derecho divino de la monarquía dinástica, los estamentos, las microestructuras del segmentarismo, la propiedad feudal-comunal, los gremios artesanales y el teatro de horror en el derecho penal, a los cuales se opuso la utopía política de un futuro mundo más libre, igual, humano y prospero. La Ilustración logró ser identificada con promesas atractivas como: la del autogobierno del pueblo, el Estado racional eficiente y controlado, la libertad para la autorrealización individual, la prosperidad económica y la ciudadanía igualitaria sin privilegios para ningún tipo de nobleza hereditaria. En las Américas, se añadió la esperanza del autogobierno en Estados propios, legitimado por el argumento ilustrado del derecho a la resistencia. Detrás de todo se manifestó la creencia secular-religiosa de la autosalvación por la afirmada tendencia natural de las sociedades ilustradas al progreso, avanzando de manera lineal y permanente en dirección de la luz.
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RIKLIN, Machtteilung, op. cit., pág. 317. EMMANUEL J. SIEYÈS, Qu’est-ce que le Tiers état? 1789 (en español: El tercer estado y otros escritos, Madrid, Espasa Calpe, 1991). Al respecto: FIORAVANTI, Constitución, op. cit., págs. 111 y ss; NARANJO, Teoría constitucional, op. cit., págs. 366 y s; SCHÖBENER & K., Allgem. Staatslehre, op. cit., págs. 180 y s; ZIPPELIUS, Staatsideen, op. cit., págs. 112 y s. FRANÇOIS QUESNAY, Physiocratie, ou Constitution naturelle du gouvernement, París, A. Leyde, 1768. ADAM SMITH, An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations, Londres, Strahan & C., 1776; ed. española: La riqueza de las naciones, Barcelona, Orbis, 1996. Sobre SMITH: TORSTEN KOPP, Die Entdeckung der Nationalökonomie in der schott. Aufklärung, St. Gallen, Univ. (tesis doctoral), 1995. Los Derechos del Hombre de A. Nariño de 1793, ed. por MARQUARDT, El bicentenario, op. cit., págs. 13-15. En general: DIANA SOTO A. et al. (Eds.), Recepción y difusión de textos ilustrados, Bogotá, 12 Calles, 2003.
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C)
LOS EJÉRCITOS DE TRANSFORMACIÓN: DERECHO NATURAL VS. DIVINO
Es bien conocido que la Ilustración social-newtoniana exigió de sus contrincantes, las religiones tradicionales de la Europa latina, un nuevo estilo tolerante con el objeto estratégico de romper con el monopolio de interpretación de los clérigos y para configurar la tolerancia como un estilo positivo de las interacciones interpersonales de la sociedad social-newtoniana. No obstante, la Ilustración política nunca fue tolerante con sistemas de valores opositores y sus respectivos defensores, pues se presentó como un agresivo movimiento impositor de nuevas doctrinas de la salvación humana por medio de verdades absolutas. En su configuración básica, autolegitimada en un supuesto derecho natural universal, existió la tendencia a difundirse mundialmente y reprimir todos los modelos culturales contradictorios. Por ello, es necesario reconocer en la historia de la imposición de la Ilustración, un proceso elemental de la política de poder. No fueron las discusiones entre los profesores y estudiantes universitarios, sino los ejércitos revolucionarios de GEORGE WASHINGTON (1732-1799), NAPOLEÓN BONAPARTE (1769-1821), SIMÓN BOLÍVAR (1783-1830), JOSÉ DE SAN MARTÍN (1778-1850) y BERNARDO O’ HIGGINS (1776-1842), y los de sus respectivos contrincantes, los que decidieron en el campo de batalla sobre la victoria o la derrota de los postulados de la Ilustración social-newtoniana. En este proceso bélico existió una diferencia, a la vez trivial y fundamental, entre Europa y sus incipientes Estados hijos de las dos Américas. Así, mientras que en la América anglosajona y en Hispano-América los ejércitos de la liberación vencieron militarmente en nombre de la revolución ilustrada desde la primera ola de transformación, con la consecuencia de que después de la batalla de Ayacucho de 1824 no existió más ningún contrapoder serio en el amplio espacio entre Nueva Inglaterra y Chile114, su equivalente del viejo mundo fracasó inicialmente. Por una parte, en la ex monarquía más autocrática de Europa con ningún antecedente protoconstitucional, faltaron todas las precondiciones culturales para una estabilización fácil, de modo que la Revolución francesa se perdió en el terror (1793-1794)115 y alzó su General exitoso a un nuevo trono monárquico (1804). Por otra parte, la revolución perdió la gran guerra civil europea, combatida por 26 años (1789-1815) al estilo de un conflicto interestatal sobre las futuras bases de Europa. En ello, la Francia revolucionaria lideró triunfalmente por años la guerra ideológica de difusión en contra de los representantes del antiguo régimen, especialmente el defensor supremo de la Cristiandad, el Sacro Emperador Romano, cuyo Estado de casi mil años fue eliminado sistemáticamente en los sucesos revueltos de 1803 a 1806116, de modo que el nuevo Emperador proveniente de la revolución, NAPOLEÓN BONAPARTE, reinó en 1810 casi todo el continente europeo. En esta gran 114 115 116
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MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 163 y ss. PATRICE GUENIFFEY, La Politique de la Terreur, París, Fayard, 2000. WOLFGANG BURGDORF, Ein Weltbild verliert seine Welt, Múnich, Oldenbourg, 2006, págs. 98 y ss; BRIGITTE MAZOHL W., Zeitenwende 1806, Viena, Böhlau, 2006, págs. 217 y ss.
LA 3ª TRANSFORMACIÓN BÁSICA DE LA HISTORIA MUNDIAL DEL ESTADO
guerra civil europea chocaron dos constructos absolutos de la legitimidad política, el derecho natural de la Ilustración social-newtoniana y el derecho divino de la Cristiandad latina, en una especie de guerra santa entre una religión secular y otra religión teísta. Al fin, en la Batalla de las Naciones de Leipzig de 1813, en la de Arcis de 1814 y en la de Waterloo de 1815, ganó la así llamada Santa Alianza117, a la cual pertenecían el ex Sacro Imperio Romano –renombrado en su antiguo centro sudoriental con el nombre de la dinastía imperial en Austria– así como Gran Bretaña, Prusia y Rusia. El efecto fue que el programa político de la revolución ilustrada, el liberalismo, se volvió a encontrar en un rol oposicional que se manifestó, durante los agitados decenios de 1820 a 1868, en varias olas de revoluciones sucesoras118, aunque todas fracasaron militarmente de nuevo. No obstante, el hecho de que en los Estados europeos del siglo XIX la llamada restauración venció una y otra vez sobre la revolución, no debe confundirse con la suposición de que el antiguo régimen fue renovado efectivamente. Múltiples elementos constitutivos de la modernidad temprana como la Cristiandad, el Sacro Imperio Romano, Polonia-Lituania, Venecia, Malta y el segmentarismo, no fueron reactivados. Todos los sistemas políticos de la restauración representaron modelos de transición que habían dado pasos afuera del antiguo régimen, sin llegar al nuevo régimen en la profundidad del éxito americano. El hecho de que se había iniciado una profunda transformación irrefrenable, lo ilustra también la aparente excepción –el Reino de Gran Bretaña– que en la primera ola de transformación no sufrió ni ocupaciones militares, ni revoluciones y, por eso, continuó con su antiguo régimen hasta la reforma constitucional moderada de 1832, pero con esta empezó una política imparable de cambios en pequeños pasos hacia una novedosa monarquía liberal parlamentaria. Como consecuencia de los divergentes resultados provisionales obtenidos en el continente europeo y en el americano, respecto al desafío de equilibrar los poderes del pasado y del futuro, los dos componentes de la tercera transformación básica del Estado siguieron en ambos lados del océano Atlántico diferentes rutas y dinámicas. Así, la revolución del diseño sistémico o constitucional, es decir, la transformación del Reino dinástico hasta el Estado constitucional republicano-democrático, se realizó durante el largo siglo XIX (1776-1916) primordialmente en los Estados neo-europeos del doble continente americano, mientras la segunda revolución parcial, es decir, la revolución de la soberanía, pudo triunfar mucho más en Europa. De tal manera, se formaron en el continente europeo Estados híbridos de transformación, especialmente la monarquía autocrática moderna, vinculada al principio monárquico, es decir, a la soberanía del monarca, que predominó en esta zona hasta la nueva aceleración bélica en la Primera Guerra Mundial119.
117
118 119
Fuentes: WILHELM G. GREWE, Fontes Historiae Iuris Gentium, t. 3-1, Berlín, De Gruyter, 1992, págs. 107 y ss. En 1820, 1830, 1848 y 1868 (España); HOBSBAWM, La era de la revolución, op. cit., págs. 116 y ss. Comp. capítulos VII.3.A y VII.1.A-B.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
3. LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LA TRANSFORMACIÓN A LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
La relación mutua entre el Estado y la revolución industrial no sólo pertenece a los temas más interesantes de la ciencia contemporánea, sino también a los menos investigados. Precisamente, el predominio de las ciencias económicas en los estudios industriales ha llevado a enfoques unilaterales en las fuerzas del mercado que tienden a hacer invisible el papel del Estado. En particular, los años 90 tendieron a sobreponer las ciencias del Estado y la economía política por un pensamiento acentuado del mercado puro, pero en la tradición de obras antiguas como El Estado de la sociedad industrial del constitucionalista ERNST FORSTHOFF (1971), varios investigadores de los últimos años proponen otra vez una creciente consideración del papel estatal120. A)
EL NÚCLEO: LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA DE ENERGÍA
Si se pregunta por la esencia de la revolución industrial, es necesario reconocer que en los últimos decenios historiadores como ROLF PETER SIEFERLE se han dirigido en contra de los autores de la economía histórica de corte (neo) liberal121, con el argumento de que faltan análisis de las bases físicas y energéticas. Según la perspectiva de la Teoría de los Sistemas de Energía y del Metabolismo Social, no son tan centrales categorías como el crecimiento económico, la acumulación de capital o la fundación de empresas, sino más bien se dirige la mirada a los regímenes social-metabólicos en el sentido de las corrientes de energía y materiales en las sociedades humanas. Se ha comprobado que la energía no es simplemente un recurso entre otros, sino la fuerza motriz que determina las posibilidades y los limites de toda actividad social. La escuela de SIEFERLE destaca que el nivel cuantitativo de la energía renovable disponible en las civilizaciones agrarias, nunca habría podido soportar la transformación a la sociedad industrial122. 120
121
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ERNST FORSTHOFF, El Estado de la sociedad industrial, Madrid, IEP, 1975 (título alemán de 1971); MAZZUCATO, The Entrepreneurial State, Londres, Anthem Press, 2013. Véase p. ej. DARON ACEMOGLU & JAMES A. ROBINSON, Por qué fracasan los países, Barcelona, Planeta, 2012, págs. 91 y ss; FELIX BUTSCHEK, Europa und die industrielle Revolution, Colonia, Böhlau, 2002, págs. 147 y ss; ÍD., Industrialisierung, Colonia, Böhlau, 2006, págs 115 y ss; KIESEWETTER, Das einzigartige Europa, op. cit., págs. 32 y ss; ÍD., Industrielle Revolution in Deutschland, Stuttgart, Steiner, 2004, págs. 22 y ss; LANDES, The Wealth and Poverty, op. cit., págs. 186 y ss; DOUGLASS C. NORTH, Structure and Change in Economic History, Nueva York, Norton, 1981; ÍD. & ROBERT P. THOMAS, The Rise of the Western World, Cambridge, Univ. Press, 1999, págs. 19 y ss, 146 y ss. SIEFERLE, El camino especial, op. cit., págs. 41 y ss; ÍD., Das Ende der Fläche, op. cit.; ÍD., Rückblick, op. cit.; ÍD., The Subterranean Forest, op. cit., págs. 1 y ss; ÍD., “Why did industrialization start in Europe and not in China?” en ÍD. & HELGA BREUNINGER (Eds.), Agriculture, Population and Economic Development in China and Europe, Stuttgart, Breuninger, 2003, págs. 7-89. Al respecto: FISCHER-K., Society’s Metabolism, op. cit., págs. 119-137. Similar: BURKE, The Big History, op. cit., págs. 33-53; JOHN R. MCNEILL, Something New under the Sun, Nueva York, Norton, 2001, págs 10 y ss, 297 y ss; OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, op. cit., págs. 651 y ss; EDWARD A. WRIGLEY, Continuity, Chance and Change, Cambridge, Univ. Press, 1998, págs. 68 y ss.
LA 3ª TRANSFORMACIÓN BÁSICA DE LA HISTORIA MUNDIAL DEL ESTADO
Con SIEFERLE es preciso ver el núcleo de la industrialización en una revolución energética. Ésta sustituyó el régimen de la energía solar de las civilizaciones agrarias, basado durante los diez milenios en la transformación fotosintética de la energía radial del sol en biomasa, especialmente en el marco de los bosques que se renovaban cíclicamente y que eran utilizados como el combustible primario, así como en forma de plantas agrarias para la alimentación de la población. La sustitución indicada se dio por el nuevo régimen de energía fósil, basado en el uso sistemático del bosque subterráneo, depositado en la corteza terrestre como un resultado de la sobreproducción de biomasa en la era paleozoica del planeta123. Primero, los europeos del largo siglo XIX aprendieron a aprovecharse del carbón mineral y, en la segunda etapa a partir de los años 1920, se impuso el enfoque en el petróleo y gas natural. LA REVOLUCIÓN FÓSIL- ENERGÉTICA 1850 - 2018 EL CRECIMIENTO EXPONENCIAL DEL CONSUMO MUNDIAL DE ENERGÍA Cantidad
Emisiones de dióxido de carbono (CO2) de la combustión energética en mil millones de toneladas por año
Año
Gráfico
1124
El sistema fósil-energético posibilitó la nueva experiencia de un potencial exponencial de crecimiento de las cantidades de energía que fluyeron en las sociedades de transformación125, lo que llevó a cambios fundamentales en todas las esferas de la existencia humana. Ya alrededor de 1850, la pionera de la industrialización, Gran Bretaña, había superado sustancialmente las capacidades del régimen energético agrario-solar, 123 124
125
SIEFERLE, The Subterranean Forest, op. cit. Gráfico: BERND MARQUARDT. Fuente de datos de CO2: BUNDEAMT FÜR STATISTIK (Ed.), Umwelt Schweiz 2002, Statistiken und Analysen, Neuchâtel, BFS, 2002, pág. 96, con base en el IPCC; T.A. BODEN et al., Global, Regional, and National Fossil-Fuel CO2 Emissions, Oak Ridge, CDIAC, http://cdiac. ornl.gov/trends/emis/em_cont.html (5.1.2018); ROBIN HUTTENBACH, A Response to Climate Change, http:/ /petrolog.typepad.com/climate_change/2010/01/cumulative-emissions-of-co2.html (5.1.2018). SIEFERLE, El camino especial, op. cit., pág. 52.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
de modo que el consumo de carbón mineral correspondía ahora a una superficie virtual de bosques que habrían llenado hipotéticamente todo el territorio de Gran Bretaña y, cien años después, el de cinco Gran Bretañas126. Las ciencias económicas evaluaron posteriormente este crecimiento físico del metabolismo energético de modo semejante, pero menos exacto, según criterios monetarios como el crecimiento económico del Producto Interno Bruto. B)
REVOLUCIONES PARCIALES: TRÁNSITO, DEMOGRAFÍA, URBANIZACIÓN Y NUEVAS CLASES SOCIALES
La transformación del sistema de energía posibilitó varias revoluciones parciales. Entre éstas, la presente obra pretende acentuar: primero, la transformación del sistema de tránsito y de movilidad, que reemplazó el modelo agrario, compuesto por el caballo y el barco a vela, por los nuevos medios de transporte fósil-energéticos, en particular el barco de vapor y el ferrocarril de vapor, que ofrecieron más capacidades cuantitativas y de velocidad, de modo que comprimieron drásticamente la hostilidad del espacio geográfico preindustrial. De tal manera, realizaron una nueva experiencia de cercanía y posibilitaron corrientes de energía y materiales hasta entonces desconocidos –tanto en el espacio nacional como en lo global127–. En segundo lugar, hay que indicar la revolución demográfica que multiplicó la población mundial desde el año de 1800 por el factor 7,5128. El contexto principal fue la ampliación de la capacidad alimenticia por la subvención energética de la agricultura, a saber, en el siglo XIX la afluencia de sal de potasa (‘kali’) alemán, guano peruano y salitre chileno y, desde la Primera Guerra Mundial, la introducción de enormes cantidades de fertilizantes artificiales, producidos industrialmente según el Proceso de Haber-Bosch bajo un consumo alto de energía fósil129. 126
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36
FRIDOLIN KRAUSMANN, et al., Long-term Industrial Transformation, Viena, IFF Social Ecology, 2003 (título original en alemán de 2003), pág. 60; SIEFERLE, El camino especial, op. cit., págs. 53 y s. STEFAN BAJOHR, Weltgeschichte des demokratischen Zeitalters, Wiesbaden, Springer, 2014, pág. 149; PETER FÄßLER, Globalisierung, Colonia, Böhlau, 2007, págs. 74 y ss, 178 y ss; BERND MARQUARDT, “La revolución industrial en Am. Latina”, en ÍD. & S., La revolución industrial, op. cit., págs. 126 y ss. Actualmente, la tierra tiene 7,5 millones de habitantes. Al respecto: LESTER R. BROWN, Beyond Malthus, Nueva York, Norton, 1999, págs. 17 y ss, 31 y ss; HOBSBAWM, La era del imperio, op. cit., pág. 352; ÍD., Historia del siglo XX, op. cit., págs. 432 y ss; LIVI B., A Concise History of World Population, op. cit., págs. 66 y ss, 114 y ss; MARQUARDT, La revolución industrial, op. cit., págs. 131 y ss; MCNEILL, Something New, op. cit., págs. 8 y ss, 270 y ss; DAGMAR RÖHRLICH, Die Spur des Menschen, Bonn, BPB, 2009, págs. 94 y ss; UN DESA (Ed.), World Population Prospects, 2017, Nueva York, UN, 2017, pág. 1; UNPF (Ed.), State of World Population 2011, Nueva York, UNPF, 2011, págs. 2 y s. La muy popularizada Teoría de la transición demográfica (BAJOHR, Weltgeschichte, op. cit., págs. 183 y s) –el paradigma poblacional del desarrollismo desde los años 50– subestima factores socio-ambientales como la capacidad alimenticia. Básico: VACLAV SMIL, Enriching the Earth, Cambridge, MIT Press, 2004, págs. 40 y ss, 61 y ss, 133 y ss. Véase también: KIESEWETTER, Das einzigartige Europa, op. cit., págs. 103 y ss; MCNEILL, Something New, op. cit., págs. 22 y ss; DAVID R. MONTGOMERY, Dirt, Berkeley, Univ. of California Press, 2008, págs. 185 y s,196 y ss; ANTHONY N. PENNA, The Human Footprint, Oxford, Blackwell, 2010, págs. 77 y ss; RADKAU, Nature and Power, op. cit., págs. 191 y s.
LA 3ª TRANSFORMACIÓN BÁSICA DE LA HISTORIA MUNDIAL DEL ESTADO LA REVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA DE LA ERA INDUSTRIAL Población mundial en mil millones
Año
Gráfico
2130
En tercer lugar, debe señalarse la revolución de la urbanización que convirtió las ciudades amuralladas, con sus entre cinco mil y 20 mil habitantes, en metrópolis que tenían entre 500 mil y cinco millones de habitantes –o aun más– y se fundamentaron en huellas ecológicas amplias de aprovisionamiento. La otra cara de la moneda fue la caída del campesinado que había sido durante diez milenios la base de todas las sociedades desarrolladas, disminuyéndose del 80-90% de la población a una pequeña minoría de menos del 3% en Europa occidental y Norteamérica131. Cuarto, se alude el ascenso de nuevas clases sociales, ya que los emprendedores competitivos ocuparon la función primaria en vez de la antigua élite guerrera y los obreros y empleados asalariados asumieron el papel masivo de la población campesina. C)
EL ARCHIPIÉLAGO INDUSTRIAL DEL SIGLO XIX
La transformación industrial fue compuesta precisamente por dos revoluciones fósilenergéticas consecutivas, que tuvieron distintos puntos de partida y diferentes dinámicas de difusión en el mundo. La primera de éstas, basada en el recurso energético del carbón mineral, se inició alrededor de 1800 en el Reino de Gran Bretaña132. Todavía en el año de la revolución transnacional del liberalismo europeo de 1848, la frontera 130 131
132
Gráfico: BERND MARQUARDT. Población empleada en la agricultura: mundo 28,8%; América del Norte 1,5% (EE.UU. 1,5%); Europa occidental 2,1% (Alemania 1,4%); Europa oriental 9,8% (Ucrania 15,7%); América Latina 15, 6% (Colombia 13,5%); Asia occidental 21,5% (Irán 16,6%); Asia oriental 24,8% (China 27%); Asia del sur 43,4% (India 44,3%); África subsahariana 55,6 (Congo 65,3%); ILO, Employment by Sector, 11/ 2016, http://www.ilo.org/ilostat (5.1.18). Comp. HOBSBAWM, Era del imperio, op. cit., pág. 352 y s; MARQUARDT, La revolución industrial, op. cit., págs. 135 y ss; MCNEILL, Something New, op. cit., págs. 276 y ss. Alrededor de Glasgow y Newcastle, en Inglaterra central y en la región capitalina de Londres.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
entre los Estados ya industrializados y los que contaban con un régimen solar-agrario, fue ubicada en el Canal de la Mancha entre Gran Bretaña y el resto del mundo133. Desde la década de 1840, las demás potencias europeas, en particular Francia, Prusia134, el Imperio Austríaco135, el Imperio Ruso136 y también los Estados del noreste estadounidense como Pensilvania137, adoptaron la transformación del sistema de energía, seguidos desde aproximadamente 1885 por el Imperio de Japón como el único caso temprano por fuera de la cultura occidental138. A finales del largo siglo XIX, los primeros cinco Estados en la extracción de carbón mineral fueron los Estados Unidos, Gran Bretaña, el Imperio Alemán, Francia y el Imperio Ruso139. Sin embargo, alrededor de 1900, también en el interior de los Estados mencionados, existían todavía grandes “disparidades de desarrollo en el proceso industrial”140. En el caso prusiano, pueden señalarse zonas industriales fuertes como la Megápolis del Ruhr, el Área urbana de Silesia superior141 y la Cuenca del Sarre, que se distinguieron fundamentalmente de las zonas agrarias en Prusia oriental o Pomerania oriental. En una macroperspectiva global, el mundo de la transformación industrial era alrededor de 1900 todavía un archipiélago en un entorno agrario extenso, compuesto especialmente por tres ‘islas’ desarrolladas: primero, se indica el triángulo intra-europeo con sus puntos en Escocia meridional, Marsella y Varsovia; segundo, se señala el manufacturing belt en el noreste de los EE.UU. entre Nueva York y Chicago; y tercero, se alude la costa sur de 133
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Comp. HOBSBAWM, La era de la revolución, op. cit., págs. 173 y ss; LANDES, The Wealth and Poverty, op. cit., págs. 213 y ss; MCNEILL, The Rise of the West, op. cit., págs. 732 y ss; TONI PIERENKEMPER, La industrialización en el siglo XIX, Madrid, Siglo XXI, 2001 (título alemán de 1996), págs 1 y ss; SIEFERLE, El camino especial, op. cit., págs. 59 y ss; STEARNS, The Industrial Revolution, op. cit., págs. 21 y ss. HANS W. HAHN, Die industrielle Revolution in Deutschland, Múnich, Oldenbourg, 2011, págs. 24 y ss, 39 y ss; KIESEWETTER, Industrielle Revolution, op. cit., págs. 68 y ss; MCNEILL, The Rise of the West, op. cit., págs. 737 y ss; PIERENKEMPER, La industrialización en el siglo XIX, op. cit., págs. 59 y ss, 83 y ss; STEARNS, The Industrial Revolution, op. cit., págs. 57 y ss, 60 y ss; HANS U. WEHLER, The German Empire, 4a ed., Oxford, Berg, 1997 (título original en alemán de 1994), págs. 32 y ss. En particular, en la Cuenca de Teplitz-Komotau, Kladno y Pilsen (Bohemia del Norte), en Silesia austríaca, en Moravia, en la zona capitalina de Viena, en Linz, en Estiria (Erzberg) y en la costa adriática de Trieste y Pula. Véase KARL M. BROUSEK, Die Grossindustrie Böhmens, Múnich, Oldenbg, 1987, págs. 107 y ss, 120 y ss; ALICE TEICHOVA, Wirtschaftsgeschichte der ČSR, Viena, Böhlau, 1988, págs. 36 y s. En particular, en la Cuenca de Dabrowa (Polonia occidental), en la Cuenca del Donéts (Ucrania), en la zona de Tula (200 km al sur de Moscú) y en los Montes Urales. Véase MANFRED ALEXANDER, Kl. Geschichte Polens, Bonn, BPB, 2005, págs. 239 y ss; HANS-H. NOLTE, Kl. Geschichte Russlands, Bonn, BPB, 2006, págs. 150 y ss; PIERENKEMPER, La industrialización, op. cit., págs. 121 y ss; STEARNS, The Industrial Revolution, op. cit., págs. 89 y ss, 121yss. BERKIN et al., Making America, op. cit., págs. 377 y ss; STEARNS, The Ind. Revolution, op. cit., págs. 61 y ss. SIEFERLE, Why did Industrialization start in Europe and not in China? op. cit., págs. 26 y ss. HANS POHL, Aufbruch der Weltwirtschaft, Stuttgart, Steiner, 1989, págs. 127, 131. Véase también: WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 67, 595, 612. HARALD FRANK, Regionale Entwicklungsdisparitäten im dt. Industrialisierungsprozess, Berlín, Münster, Lit, 1994, pág. 40. En 1921 fue dividida entre Prusia y Polonia. Desde 1945 es por completo parte de Polonia.
LA 3ª TRANSFORMACIÓN BÁSICA DE LA HISTORIA MUNDIAL DEL ESTADO
isla japonesa de Honshu. Sin embargo, el modelo del archipiélago no es completamente correcto, pues la difusión de varios elementos infraestructurales de la industrialización, especialmente el barco de vapor, el ferrocarril de vapor, el tranvía, la electricidad, la telegrafía y la maquinaria hidráulica urbana, había alcanzado en 1900 también a las grandes ciudades de Escandinavia, España, Portugal, California y América Latina. EL TRIÁNGULO INDUSTRIAL EUROPEO EN 1910
Gran Bretaña
Imperio Austríaco
Bélgica y alrededores
Italia
Imperio Alemán
Francia
1. 2. 3. 4. 5.
6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13.
Zona Zona Zona Zona
industrial de Glasgow industrial de Newcastle industrial de Inglaterra central capitalina de Londres
Sillon industriel de Valonia Megápolis del Ruhr Ciudades hanseáticas Zona capitalina de Berlín Zona industrial sajona Aglomeración de Silesia superior Zona industrial del Rin superior Zona industrial del Sarre y de Lorena Ciudades bávaras (Múnich, Núremberg)
14. Cuenca de Teplitz-Komotau, Kladno y Pilsen 15. Zona capitalina de Viena 16. Zona industrial de Estiria (Erzberg) 17. Zona de Istria (Trieste, Pula, Fiume) 18. 19. 20. 21.
Zona industrial lombarda (Turín, Milano) Zona capitalina de París Zona industrial de Lyon Zona del Golfo de León (Marsella, Tolón)
España 22.
Zona industrial de Vizcaya
Imperio Ruso 23. 24. 25.
Zona industrial de Tula Cuenca del Donéts Cuenca de Dabrowa, Varsovia y Lodz
Mapa 1142 D)
LOS CUATRO FACTORES FAVORABLES PARA UNA TRANSFORMACIÓN TEMPRANA
Hay que preguntarse qué factores favorecieron una salida temprana del régimen agrario. ¿Por qué los Estados indicados y no otros fueron los protagonistas originarios de la transformación industrial? Para acercarse a una respuesta equilibrada, es importante dejar aparte los tapaojos del capitalismo científico y estudiar empíricamente las experiencias históricas. En este sentido, se pretenden discutir cuatro factores primordiales. 142
Mapa: BERND MARQUARDT.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
En primer lugar, como el requisito más básico de una industrialización temprana, quiere evaluarse la posesión de recursos fósil-energéticos –concretamente de carbón mineral– por dentro del propio sector de la corteza terrestre, precisamente en zonas centrales o bien accesibles del respectivo Estado con una habilidad de crear un clúster industrial en la zona minera misma143. En contra de una teoría famosa sobre la era del petróleo, no se articuló ninguna maldición de los recursos naturales144, sino la fase fundadora se caracterizó por una bendición de los recursos fósil-energéticos. Segundo, si se evalúan panorámicamente los primeros Estados industrializados, se puede reconocer fácilmente una identidad con las grandes potencias que tenían ambiciones militares145. En el continente europeo, se trató exactamente de los miembros del modelo pentárquico de balance de poderes, una especie de guerra fría, que caracterizó el sistema internacional entre el Congreso de Viena de 1815 y el final de la Primera Guerra Mundial en 1918. Cuando el Reino de Gran Bretaña fue la primera potencia industrializada con los nuevos medios de poder del carbón y del acero en sus manos, las otras potencias sintieron una presión para copiarlo con el fin de no descender al segundo o tercer rango del sistema internacional europeo. En otras palabras, las cinco potencias primarias y sus imitadores, especialmente el Reino de Italia, vivían en una carrera permanente por la adquisición de armamentos cada vez más eficientes para no arriesgarse a ser el botín de guerra de los otros146. El enorme impacto puede confirmarse por el hecho de que una de las potencias primarias del año 1780, la Monarquía española, perdió en el transcurso del largo siglo XIX toda relevancia militar e internacional, casi sin guerras ni flota naval moderna, así en vista de su amplia permanencia por fuera de la transformación del sistema de energía147, mientras la potencia pentárquica menos exitosa en la carrera armamentista industrial, la monarquía dual de AustriaHungría, fue extinguido completamente por las potencias victoriosas de 1918148. El tercer factor estimulante, puede identificarse en la afectación por la crisis existencial del antiguo sistema de energía agrario-solar, causada por el crecimiento de la 143
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Véase KIESEWETTER, Das einzigartige Europa, op. cit., págs. 62 y ss; ÍD., Industrielle Revolution, op. cit., págs. 213 y ss; MARQUARDT, La revolución industrial, op. cit., págs. 140 y ss; SIEFERLE, El camino especial, op. cit., pág. 51; ÍD., Rückblick, op. cit., págs. 143 y ss. ERICH FOLLATH et al., Der neue kalte Krieg, Bonn, BPB, 2007, págs. 70 y ss; MACARTAN HUMPHREYS et al., Escaping the Resource Curse, Nueva York, Columbia Univ. Press, 2007. MARQUARDT, La revolución industrial, op. cit., págs. 142 y ss. Comp. capítulo IV.1. Después de derrota de Trafalgar (1805), la potencia naval más grande de la era preindustrial implosionó y fue, en los años 1830, casi inexistente. La derrota en la guerra de 1898 (pérdida de Cuba) subrayó el descenso. Comp. WALTHER BERNECKER, España entre tradición y modernidad, 2ª ed., Madrid, Siglo XXI, 2009 (trad. del alemán), págs. 4, 198 y ss; JOSÉ NIETO, Historia de España, Madrid, Libsa, 2008, págs. 336 y ss; JOSEPH PÉREZ, Historia de España, nueva ed., Barcelona, Crítica, 2014, pág. 500. MANFRIED RAUCHENSTEINER, The 1st World War and the End of the Habsburg Monarchy, Viena, Böhlau, 2014 (título original en alemán de 2013).
LA 3ª TRANSFORMACIÓN BÁSICA DE LA HISTORIA MUNDIAL DEL ESTADO
población europea en el siglo XVIII en vista de la desaparición natural de la Peste negra, del estimulo por la introducción del poder nutritivo de la papa americana y de la disolución de los sistemas tradicionales del control poblacional. La escasez socio-ambiental de leña y de alimento con la perspectiva negra de entrar a una trampa maltusiana de capacidad de carga, motivó el desarrollo de estrategias que rompieron y superaron los límites estrechos del antiguo sistema de energía agrario-solar149. El cuarto factor decisivo de la transformación industrial, puede reconocerse en la revolución mental de la Ilustración social-newtoniana. La misma preparó intelectualmente la perspectiva de la naturaleza como una gran máquina en analogía al reloj, lo que la industrialización transformó en una realidad tecnológica cada vez más amplia y precisa. La cientificación del pensamiento europeo, llevado a cabo por la Ilustración, articuló un impacto decisivo150. Vale la pena revisar el modelo de los cuatro factores en el contra-ejemplo iberoamericano: en esta zona de la cultura occidental, quedaron ausentes tanto la competencia militar internacional como la crisis demográfica del antiguo sistema de energía solar-agrario, pues el equilibrio óptimo entre enormes superficies utilizables para la agricultura, un buen nivel del input energético por la radiación intensa del sol tropical y la densidad baja de la población abastecida, indicaron una enorme riqueza socio-ambiental según la lógica del sistema de energía tradicional que se pudo usar, bajo las nuevas condiciones de transporte, para la exportación lucrativa. Tampoco hubo carbón mineral en zonas alcanzables. Iberoamérica sólo contó con el cuarto factor, pero la Ilustración en sí misma no fue suficiente. Pero sin presión existencial, no pareció atractivo adoptar ampliamente el paquete de la industrialización inglesa o prusiana, pues el mismo se presentó inicialmente como un infierno terrestre, caracterizado por la plaga de hollín y humo y el pauperismo masivo en barrios miserables. En cambio, China contó con problemas demográficos y existencias de carbón, pero faltó la Ilustración con la posibilidad de imaginarse el nuevo mundo de las máquinas151. En contraste, no sirven mucho aquellas teorías que ven el estimulo clave en la acumulación previa de capital152, pues los Estados con el capital preindustrial más grande – 149
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Se recuerda la visión dramática del famoso Ensayo sobre el principio de la población y relacionados, publicado en 1798 por THOMAS MALTHUS (1766-1834), que mostró la consecuencia del desarrollo demográfico de su tiempo bajo la suposición de condiciones agro-civilizatorios y pre-industriales continuadas. Véase LIVI B., A Concise History of World Population, op. cit., págs. 66 y ss; MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 255 y ss; SIEFERLE, The Subterranean Forest, op. cit., págs. 34 y ss, 41 y ss, 78 y ss. MARQUARDT, La revolución industrial, op. cit., págs. 146 y ss; FERGUSON, Civilization, op. cit., págs. 50 y ss; COHEN, The Rise of Modern Science explained, op. cit., págs. 240 y ss, 269 y ss. OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, op. cit., págs. 658 y ss; SIEFERLE, Why did Industrialization start in Europe and not in China? op. cit., págs. 7-89. Originalmente planteado por KARL MARX. Retomado p. ej. en KIESEWETTER, Das einzigartige Europa, op. cit., págs. 106 y ss; LANDES, The Wealth and Poverty of Nations, op. cit., págs. 256 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
las repúblicas andinas con sus recursos mineros de oro y plata– obviamente no entraron al grupo pionero. Tampoco sirve la teoría del cambio institucional con su enfoque en la imposición del derecho económico liberal inclusive las garantías de la propiedad privada y de la libertad de industria153, pues las repúblicas latinoamericanas del siglo XIX fueron protagonistas en esta disciplina154, pero no en la industrialización. De igual forma, no convence la teoría confesional de la ética protestante155, pues entre los Estados tempranamente industrializados, hubo al lado de los protestantes también católicos, ortodoxos y sintoístas156. Además, falta toda base empírica para las hipótesis sobre supuestas culturas emprendedoras pre-existentes, pues incluso empresas pre-industriales tan espectaculares como la Compañía Británica de las Indias Orientales (1600-1858 [1874]) buscaron todavía feudalizarse, en este caso a partir de 1765 como co-nawabs de Bengala157. En su núcleo, las teorías en mención pretenden afirmar condiciones específicas para el papel pionero de Gran Bretaña, pero olvidan que el Reino isleño solo tuvo que acumular capital porque fue pobre en recursos propios de metales nobles, mientras la proyección exagerada de un orden liberal, propietarista y de patentes al antiguo régimen inglés, descontextualiza fuertemente el papel de este país en el marco general del proto-constitucionalismo europeo158. Aunque no va a satisfacer a todos, el papel pionero británico dentro del marco general de los cuatro factores estimulantes, muestra elementos casuales, pues no fue predestinado que el súbdito escocés JAMES WATT inventara, en 1769, una máquina de vapor eficiente para sacar provecho de la energía fósil, pero la misma estimuló una retroalimentación positiva159. La particularidad estructural más relevante de Gran Bretaña, fue ser involucrada en una crisis socio-ambiental del sistema solar-energético aún más intensa que el resto de Europa, en vista del alto grado de deforestación de las islas en combinación con un crecimiento marcado de la población. Además, la constelación británica se caracterizó por la política ambiciosa de armamento naval de JORGE III (1760-1820)160 y la demanda de los astilleros en madera de construcción. La progresiva perspectiva de escasez motivó necesariamente a averiguar estrategias de sustitución161. 153
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42
NORTH, Structure and Change, op. cit.; ÍD. & T., The Rise, op. cit., págs 19 y ss. Similar: ACEMOGLU & R., Por qué fracasan, op. cit., págs. 91 y ss; FERGUSON, Civilization, op. cit., págs. 96 y ss. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 280 y ss. MAX WEBER, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, México, FCE, 2003 (título alemán de 1905). Es más útil enfocarse en el desarrollo de una ética laboral europea como tal, independiente de la cuestión religiosa; FERGUSON, Civilization, op. cit., págs. 256 y ss. Véase BERND MARQUARDT, Historia del Estado moderno en Asia y África del Norte, Bogotá, UNAL, 2014, págs. 145 y ss. Comp MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 308 y ss, 365 y ss. SIEFERLE, El camino especial, op. cit., págs. 47 y ss. Bajo la experiencia de guerras navales casi permanentes: Guerras anglo-españolas (1761-1763, 17961808); guerra de independencia de EE.UU. (1775-1783); guerras anglo-francesas (1793-1815). UGO BARDI, Extracted, White River J., Chelsea Green, 2014, pág. 144; SIEFERLE, Subterranean Forest, op. cit., págs. 34 y ss, 78 y ss; KRAUSMANN, Long-Term Industrial Transformation, op. cit., págs. 22, 25, 43.
LA 3ª TRANSFORMACIÓN BÁSICA DE LA HISTORIA MUNDIAL DEL ESTADO
E)
LA SEGUNDA REVOLUCIÓN FÓSIL-ENERGÉTICA: DEL CARBÓN MINERAL AL PETRÓLEO
La gran transformación se aceleró sustancialmente en el marco de la segunda revolución fósil-energética, basada en el petróleo como la nueva fuente energética primaria en vez del carbón mineral. La misma empezó a anunciarse después de la Primera Guerra Mundial en los EE.UU. y se difundió, especialmente entre 1950162 y 1973, a los demás antiguos centros de la transformación industrial. Mientras la primera revolución fósilenergética había tenido un enfoque dominante en el armamento y el transporte ferroviario con el Estado como el comprador principal, la segunda llevó a la industrialización de los hogares y a la sociedad de consumo masivo163. Ahora crecieron exponencialmente tanto el consumo de energía como las corrientes de materiales y energía164. Paralelamente, el patrón industrial se expandió a las demás zonas del planeta, en intensidades muy escalonadas, y terminó así con el carácter insular del archipiélago industrial. En la actualidad, solo en 16 de los 197 Estados soberanos de la tierra se ocupan todavía dos tercios o más del respectivo pueblo en el sector agrario, similar como en la era preindustrial, entre ellos Chad, Etiopía, Papúa Nueva Guinea y Laos 165. Nada de esto puede describirse adecuadamente con el modelo binario de las teorías de desarrollo que han afirmado una dicotomía entre Estados industrializados y subdesarrollados166, pues con base en el Índice de desarrollo humano del 2016 podrían reconstruirse diferencias muy graduales. Visto así, Austria ha alcanzado un grado cualitativo de transformación que coincide con el 96% del nivel de Alemania, Chile el 91%, Rusia el 87%, China el 80%, Colombia el 79%, India el 67% y Congo (RD) el 46%167. Respecto a la cuestión de la difusión, se ha anotado: “la transferencia de la tecnología es fácil, la transferencia de instituciones es difícil, la transferencia de patrones culturales-mentales es casi imposible o, por lo menos, demora mucho”. Por eso, es importante preguntarse por los elementos de la mentalidad industrial168. La misma se 162 163
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Hasta la década de 1940, el impacto del petróleo se articuló primordialmente en el campo militar. ARNE ANDERSEN, Der Traum vom guten Leben, Fráncfort, Campus, 1997; ÍD, “Vom Industrialismus zum Konsumismus”, en HERMANN BEHRENS et al. (Eds.), Wirtschaftsgeschichte und Umwelt, Marburg, BdWi, 1996, págs. 205-240; FERGUSON, Civilization, op. cit., págs. 196 y ss; HOBSBAWM, Historia del siglo XX, op. cit., págs. 260 y ss; CHRISTIAN PFISTER, Das 1950er Syndrom, Berna, Haupt, 1995, págs. 5195; SIEFERLE, Rückblick, op. cit., págs. 186 y ss; JOAQUIM SEMPERE, Mejor con menos, Barcelona, Crítica, 2009, págs. 29 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 5, op. cit., págs. 48 y ss, 76 y ss. Nada sería más equivoco que afirmar una supuesta sociedad posindustrial (véase el debate en STEARNS, The Industrial Revolution in World History, op. cit., págs. 205 y s): las respectivas teorías indican correctamente el ascenso de la información y de los servicios, pero subestiman que el consumo de energía fósil y el metabolismo de materiales crece ahora más rápidamente que nunca. ILO, Employment by sector, op. cit. Panorama crítico: FRANZ NUSCHELER, Entwicklungspolitik, 5a ed., Bonn, BPB, 2005, págs. 98 y ss. UNDP (Ed.), Human Development Report 2016, Nueva York, UNDP, 2016, págs. 198 y ss. ROLF. P. SIEFERLE, “Deutschland, Schlaraffenland”, en revista Tumult, 2015-2016, págs. 23-28, 24.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050) LA DIFUSIÓN DE LA REVOLUCIÓN DE LA URBANIZACIÓN
Población urbanizada por encima del 50% antes de 1950 Antes de 2018
Predominancia agraria conservada
Antes de 1975
Antes de 2000 Mapa 2169
compone por ciertas actitudes y preferencias culturales, establecidos en los últimos 220 años, que incluyen, aparte de los valores del Estado de derecho: la interacción social con disposición a la cooperación (en vez de bloqueos crónicos), la confianza (en vez de una cultura de la desconfianza), la transparencia, el juego limpio, la ética laboral alrededor del deber profesional, la precisión, el enfoque al logro (y no a la mediocridad), la estimación del mérito (en vez de redes de amistades), la apreciación de la estructura organizacional (en vez de redes personales) y la valoración de la educación exigente. Si se evalúa la revolución fósil-energética de modo cuantitativo y comparativo según el total de la energía fósil quemada por país, precisamente analizando las respectivas emisiones de dióxido de carbono acumuladas en el siglo y medio entre 1850 y 2005, los EE.UU alcanzan el primer puesto dominante con una cuota del 28% del total de las emisiones del planeta, seguidos por Alemania en el segundo puesto con el 10%, China y Rusia con el 8%, Gran Bretaña con el 6%, Japón con el 5%, Francia con el 3% e India, Canadá, Polonia y Ucrania con el 2%170. Hay que precisar que India e China entran a causa de su población grande en la dimensión de un sexto a quinto de los habitantes de la tierra, respectivamente. 169 170
44
Mapa: B. MARQUARDT. Fuente: UN DESA, World Urbanization Prospects 2014, op. cit., págs. 20 y ss. La Unión Europea alcanza el 29%. Comp. WORLD BANK (Ed.), World Development Report, Development and Climate Change, Washington, WB, 2010, pág. 362. Similar: WORLD RESOURCES INSTITUTE (Ed.), Climate Analysis Indicators Tool, 8.0, Cumulative Emissions, 1850-2005, Washington, WRI, 2010. Comp. FRANK ACKERMAN et al., Climate Protection and Development, Nueva York, United Nations, 2012, pág. 10; KEVIN A. BAUMERT et al., Navigating the Numbers, Washington, WRI, 2005, págs. 31 y ss; BODEN et al., Global, Regional, and National Fossil-Fuel CO2 Emissions, op. cit.; NIKLAS HÖHNE et al., “Contributions of Individual Countries’ Emissions to Climate Change and their Uncertainty”, en revista Climatic Change, vol. 106, núm 3, Nueva York, Springer, 2011, págs. 359-391; HUTTENBACH, A Response to Climate Change, op. cit.
CAPÍTULO III
LA PRIMERA REVOLUCIÓN PARCIAL (PODER Y EFICIENCIA): EL LEVIATÁN SOBERANO DEL ESTADO NACIÓN LEGISLATIVO-ADMINISTRATIVO Quien tenga la suposición de que los Reyes franceses del siglo XVII, bajo la influencia de la obra literaria de JEAN BODIN de 1576, habrían realizado el Estado soberano con el poder directivo omnipotente171, tendrá grandes dificultades para concebir, en su significado profundo, la revolución de la soberanía dada alrededor de 1800. En el cuarto capítulo del primer tomo de la Teoría integral del Estado, se ha comprobado que el Reino de la segunda transformación básica del Estado no había sido soberano en el sentido de los superlativos del siglo XIX y que el término de BODIN solo había sido usado en un sentido mucho más moderado e impreciso, en una cercanía a las ideas del Estado judicial, de la monarquía limitada, del monopolio del Estado de la paz interna a definir la violencia permitida y de la pertenencia inmediata al cuerpo supraestatal de la Cristiandad latina172. Tampoco el famoso Leviatán de THOMAS HOBBES de 1651 era un reflejo de las realidades de su época, sino que fue un libro radical que presentaba una opinión minoritaria, aunque es preciso distinguir esto del fenómeno de la adopción de HOBBES en el largo siglo XIX (1776-1916), cuando su libro sobre el Estado monstruo, que devoraba a todos los demás poderes políticos173, se volvió útil como una atractiva obra pro171
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BODIN, Les Six Livres de la République, op. cit. Al respecto: FIORAVANTI, Constitución, op. cit., págs. 72 y s; HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., págs. 12-14; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 419 y ss; KRIELE, Einführung Staatslehre, op. cit., págs. 46 y ss; MALBERG, Teoría general del Estado, op. cit., págs. 85 y ss; JACQUES MARITAIN, El hombre y el Estado, 2ª ed., Madrid, FHD, 2002, págs. 43 y ss; PETER C. MAYER-T., Jean Bodin, Düsseldorf, Parerga, 2000; HELMUT QUARITSCH, Souveränität, Berlín, Duncker & H., 1986, págs. 46 y s; REINHARD, Geschichte Staatsgewalt, op. cit., pág. 12; ZIPPELIUS, Geschichte der Staatsideen, op. cit., págs. 90 y ss. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, págs. 274 y ss, 303 y ss, 331 y ss. HOBBES, Leviathan, op. cit. Sobre HOBBES y el Estado Leviatán: ADOMEIT, Rechts- und Staatsphilosophie II, op. cit., págs. 39 y ss; ALTINI, La fábrica de la soberanía, op. cit., págs. 89 y ss; HORST BREDEKAMP, Thomas Hobbes, Der Leviathan, 3a ed., Berlín, Akademie, 2006; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 439 y ss; MALBERG, Teoría general del Estado, op. cit., pág. 875; MARITAIN, El hombre y el Estado,
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
fética. Especialmente respecto a las monarquías autocráticas, basadas en el principio de la soberanía del monarca (1814-1918), puede reconstruirse una tendencia fuerte a edificar una legitimidad histórica supuestamente proveniente de los siglos anteriores. Pero también a los liberales ilustrados les gustó aludir a la tradición de un Estado Leviatán, pues pretendieron legitimar su modelo salvador a través del contraste con una escalofriante y negra antítesis174. Para el interés investigativo de esta Teoría integral del Estado es muy importante distinguir exactamente entre las realidades de las respectivas épocas y los mitos y proyecciones que los actores y observadores involucrados usaban, pues de lo contrario, la radicalización del concepto de la soberanía estatal en la gran transformación alrededor de 1800 no va a ser entendible. Fueron precisamente varios teóricos de la Revolución francesa, como el Abbé HENRI GRÉGOIRE (1795)175, los que –siguiendo los Principios de la ley natural de EMER DE VATTEL (1758)176– consolidaron la soberanía hasta los grados de agudeza y exclusividad propios del siglo XIX. La nueva soberanía nacional no toleraba otros dioses al lado de sí mismo. A lo largo del tercer capítulo, se pretende analizar la expansión de la soberanía estatal en ocho dimensiones: las tres grandes victorias del poder estatal, el Estado Nación, el Estado legislador, la máquina estatal del potente Estado administrativo, el Estado tributario, la segunda formación del Estado de la paz interna, el Estado intransigente y el Estado militarizado, para concluir con la visión integral del triunfo del Estado Leviatán.
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op. cit., págs. 48 y ss; LEOPOLDO MÚNERA R., “Las dimensiones del Estado”, en VÍCTOR M. MONCAYO et al., Constitución política y reorganización del Estado, Bogotá, UNAL, 1994, págs. 11-26; REINHARD, Geschichte der Staatsgewalt, op. cit., pág. 115; CARL SCHMITT, Der Leviathan in der Staatslehre des Thomas Hobbes, 2a ed., Stuttgart, Klett Cotta, 1995; ZIPPELIUS, Geschichte der Staatsideen, op. cit., págs. 92 y ss. Resumen crítico: “En la oscuridad interna del Leviatán el Estado oculta a la sociedad como en un eclipse total. […] El mito de Hobbes es una fantasía concreta que invade y absorbe el mundo social con aparatos e instituciones”; de MÚNERA R., Las dimensiones del Estado, op. cit., págs. 11-26. La déclaration du droit des gens de l’abbé Grégoire, Étude sur le droit international public intermédiaire, 1793/ 1795, Impr. P. Barbey, 1912. Al respecto: WILHELM G. GREWE, The Epochs of International Law, Berlín, De Gruyter, 2000 (título original en alemán de 1988), págs. 415 y ss. EMER DE VATTEL, Le droit des gens ou principes de la loi naturelle, Londres, 1758; en español: El Derecho de gentes, ó, Principios de la ley natural, Madrid, Ibarra, 1822.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
1. LAS TRES GRANDES VICTORIAS DEL PODER ESTATAL La revolución de la soberanía articuló dos direcciones de expansión, una hacia abajo y otra hacia arriba. En los siguientes subcapítulos se profundizarán las tres grandes victorias del poder estatal, a saber, la disolución de la comunidad rudimentaria de paz de la Cristiandad latina en la anarquía de la soberanía interestatal, la soberanización del Estado frente a organizaciones espirituales como la Iglesia católica y la soberanización contra la estructura segmentaria y feudal. A)
LA CONQUISTA DE LA SOBERANÍA EXTERNA EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES
Cuando estalló la primera ola de revoluciones anti-sistémicas de corte ilustrado (1776-1825), el concepto milenario de Europa como una Cristiandad integrada alrededor de un Sacrum Romanum Imperium y una Sancta Romana Ecclesia con múltiples normas limitadoras para los diversos poderes estatales, se convirtió en algo incompatible con el nuevo pensamiento secular, mecanicista, atomista, contractualista y soberanista del programa social-newtoniano. Mientras la teoría constitucional se orientó en la libertad del ciudadano, la teoría iusinternacional empezó a enfocarse en la libertad de los Estados. a) La desconstrucción de la comunidad del Ius Publicum Europaeum en las particiones de Polonia-Lituania y las guerras revolucionarias (1772-1815) A diferencia de la Cristiandad latina que había sido, hasta el tercio central del siglo XVIII, un sistema de Estados con un derecho común bajo la prohibición de la usurpación y de la conquista libre entre los miembros, los tratados de 1772, 1793 y 1795 que se celebraron en la capital rusa de San Petersburgo, iniciaron el colapso del régimen tradicional. Ahora dos monarquías europeas, el Sacro Imperio Romano y el ex vasallo polaco de Prusia, en colaboración con el Imperio Ruso que tradicionalmente había estado fuera de la Cristiandad latina, ya no respetaron las limitaciones del Ius Publicum Europaeum y, por meros intereses expansivos, extinguieron el gran Reino de Polonia-Lituania del mapa político177. Una fuerza motriz evidente fue el joven Reino de Prusia que ganó, de tal manera, la independencia completa de sus territorios orientales, 177
Traité de Saint-Pétersbourg entre la Russie, la Prusse et le Saint-Empire Romain Germanique (Autriche) de 1772,; Traité de Saint-Pétersbourg entre la Russie et la Prusse de 1793; Traité de Grodno entre la Russie et la Pologne de 1793; Traité de Grodno entre la Prusse et la Pologne de 1793; Déclaration entre la Russie et le Saint-Empire Romain Germanique (Autriche) de 1795; Traité de Saint-Pétersbourg entre la Russie et la Prusse de 1795, eds. por GREWE, Fontes, t. 2, op. cit., págs. 613-645. Véase NORMAN DAVIES, God’s Playground, A History of Poland, t. 1, Oxford, Univ. Press, 2005, págs. 386 y ss; OLIVER DÖRR, Die Inkorporation als Tatbestand der Staatensukzession, Berlín, Duncker & H., 1995, págs. 199 y ss, 204 y ss; GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., págs. 338 y ss; JERZY LUKOWSKI, The Partitions of Poland, Londres & Nueva York, Longman, 1999, págs. 52 y ss, 128 y ss, 159 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
la conexión territorial con sus feudos romano-germánicos alrededor de Berlín, la zona central del Reino suprimido con la ex capital de Varsovia y el ascenso al círculo de las grandes potencias europeas en lugar de Polonia-Lituania178. No obstante, el cambio paradigmático tuvo que ver primariamente con la entrada de conceptos orientales por la puerta rusa, pues el Zar nunca había aceptado limitaciones del derecho a la guerra.
Img. 4: Alegoría dedicada a la primera partición de Polonia-Lituania en 1772: “la torta de los Reyes” CATALINA II de Rusia, JOSÉ II del Sacro Imperio Romano y FEDERICO II de Prusia. El segundo por la izquierda, es el último Rey polaco ESTANISLAO II horrorizado179
Solo pocos años después, el torbellino de la gran transformación destruyó por completo estas limitaciones de la soberanía en el marco de la Guerra civil europea de 1792 a 1815 que fue la primera guerra ideológica del continente. Ahora, no se combatía por la sucesión al trono, sino porque el Estado de la Revolución francesa pretendía difundir militarmente sus teorías estatales, políticas, jurídicas, sociales y económicas con el fin de liberar el continente, brevemente bajo un diseño republicano y después en forma del neo-imperio del general coronado NAPOLEÓN BONAPARTE, mientras que la contracoalición, llamada la Santa Alianza, intentaba evitar esta transformación y revocar los desarrollos internos de Francia. En sus fundamentos de legitimidad, se trató de un choque entre dos conceptos absolutos e intolerantes, en los cuales el derecho natural de la Ilustración política combatió la servidumbre y la magia supranatural, mientras el derecho divino del antiguo régimen luchó contra la supuesta llegada del anticristo. Cabe acentuar que el ejército revolucionario no estuvo dispuesto a respetar ninguna legitimidad o limitación histórica: por una parte, se emitió una señal inequívoca con la usurpación de un trono imperial –inexistente hasta entonces– por parte del mi178 179
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Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 452 y ss. Grabado en cobre de 1773 de JEAN-M. MOREAU LE JEUNE (1741-1814).
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
litar NAPOLEÓN BONAPARTE (1804), quien no dispuso de ningún derecho dinástico; por otra parte, se produjo una espectacular ruptura –en comparación con el último milenio–, a saber, la destrucción sistemática del Sacro Imperio Romano por ser un símbolo del pasado (1803-1806)180. La expansión napoleónica fue acompañada por la exportación de familiares a otros tronos –por ejemplo de JOSÉ BONAPARTE a España (1808-1813)–, la creación de nuevos Reinos artificiales –por ejemplo de Westfalia para JERÓNIMO BONAPARTE (1807-1813)– y la elevación de varios ex principados vasallos ampliados del extinguido Sacro Imperio Romano al estatus de Reinos soberanos –por ejemplo de los territorios de Baviera y Sajonia en 1806–. De tal manera, el concepto de frontera se transformó en algo arbitrario según la voluntad del conquistador exitoso181. La interacción entre la radicalización de la soberanía y la secularización frente a la perspectiva cristiana, tuvo como consecuencia que las bases de legitimidad del Ius Publicum Europaeum fueran destruidas: el derecho sólo podía fundamentarse ahora en la legislación soberana y positiva del Estado Nación, lo cual negaba la posibilidad de un nivel de derecho supraestatal autónomo. En su lugar, se estableció la débil comunidad del derecho internacional contractual, asociada en la terminología del largo siglo XIX con la comunidad de los autoproclamados Estados civilizados de Europa y las Américas, que fueron totalmente soberanos y se vincularon entre sí solo a través de tratados internacionales182. De este modo, se dio inicio a una época que el iusinternacionalista alemán OTTO KIMMINICH ha caracterizado con exactitud como la era de la “anarquía de la soberanía”183 entre Estados nacionales iguales y fuertemente separados. De tal manera, quiere identificarse un sistema intermedio de un siglo y medio –de 1772 a 1945– que había roto con las limitaciones anteriores del derecho a la guerra, enfocándose en el ius ad bellum libre184, sin haber llegado al ius contra bellum contemporáneo. En esta época, los Estados se concedieron mutuamente una autorización a la guerra libre, incluidos los derechos a la conquista, a la anexión y a la destrucción completa de los Estados vecinos. No se imposibilitó la creación de nuevos Estados por preocupaciones de legitimidad, sino que estos fueron reconocidos según el principio de la efectividad, siempre y 180
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Declaración de independencia de los Estados de la Confederación de Rin de 1806 y Abdicación del Sacro Emperador Romano Francisco II de 1806, ed. por. GREWE, Fontes, t. 2, op. cit., págs. 692-693, 694-696. Comp. BURGDORF, Ein Weltbild verliert seine Welt, op. cit., págs. 98 y ss; MAZOHL W., Zeitenwende 1806, op. cit., págs. 217 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 225 y ss. MARK JARRETT, The Congress of Vienna and its Legacy, Londres, Tauris, 2013, págs. 19 y ss, 25 y ss. HEINHARD STEIGER, “Peace treaties from Paris to Versailles”, en RANDALL LESAFFER (Ed.), Peace Treaties and International Law in European History, Cambridge, Univ. Press, 2004, págs. 59-99, 66 y ss; KARL H. ZIEGLER, Völkerrechtsgeschichte, 2a ed., Múnich, Beck, 2007, pág. 186. OTTO KIMMINICH, Einführung in das Völkerrecht, 4a ed., Múnich, K.G. Saur, 1990, pág. 74. HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág. 21; ANGELIKA NUSSBERGER, Das Völkerrecht, Bonn, BPB, 2010, pág. 62.
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cuando pareciera oportuno por evaluaciones políticas y si esto no fuera impedido por ninguna potencia más fuerte185. La construcción de la anarquía de la soberanía fue concluida por el Acta del Congreso de Viena de 1815186, con el cual se inició un gran juego de cálculos de poder, en el llamado concierto europeo conformado por la pentarquía de las cinco potencias primarias de Austria, Francia, Gran Bretaña, Prusia y Rusia, las cuales se intimidaron mutuamente en una especie de guerra fría, denominada balance de poderes187, que explotó, finalmente, en las grandes guerras intra-pentarquicas de 1914 a 1945. En la era de la anarquía de la soberanía, el motivo principal de la guerra ya no fue reclamar un derecho disputado de la sucesión al trono, sino la pura expansión territorial, típicamente legitimada por la perfección de la unidad nacional o la materialización de supuestas fronteras naturales, además de la lucha por zonas industriales y mineras, la revancha o el ánimo de obtener respeto militar y grandeza. Desde la revolución de 1789, jugó un papel adicional la guerra ideológica, utilizada para difundir o impedir la nueva religión secular del liberalismo ilustrado y su respectivo sistema político-jurídico y, a partir de la revolución rusa de 1917, para propagar o evitar la democracia popular de corte comunista. Sintetizando, es preciso hablar del Sistema de San Petersburgo y de Viena de las relaciones internacionales, predominante entre 1772 y 1945, que la antigua bibliografía del Estado Nación había proyectado erróneamente, como el supuesto Sistema de Westfalia, hasta la paz romanogermánica-francesa-sueca de 1648, según la finalidad de construir 185
186
187
50
CHRISTIAN HILLGRUBER, Die Aufnahme neuer Staaten in die Völkerrechtsgemeinschaft, Fráncfort, Lang, 1998, págs. 21-42. Acte principal du Congrès de Vienne signé le 9 juin 1815, Hildburghausen, Comptoir für Literatur, 1815, ed. por GÖTTINGER DIGITALISIERUNGSZENTRUM, http://resolver.sub.uni-goettingen.de/purl?PPN546672 892 (5.1.2018). Trad. española: ALEJANDRO DEL CANTILLO (Ed.), Tratados, convenios y declaraciones de paz y de comercio, Madrid, Alegría y Charlain, 1843, págs. 745-783. Comp. HEINZ DUCHHARDT, Der Wiener Kongress, Múnich, Beck, 2013; JARRETT, The Congress of Vienna, op. cit., págs. 69 y ss; DAVID KING, Vienna, 1814, Nueva York, Three Rivers Press, 2008; THIERRY LENTZ, Le congrès de Vienne, Une refondation de l’Europe, 1814-1815, París, Perrin, 2013; ROSARIO DE LA TORRE DEL RÍO, El Congreso de Viena (1814-1815), Madrid, Univ. Complutense, 2015; ANTONIO TRUYOL Y SERRA, Historia del derecho internacional público, Madrid, Tecnos, 1998 (título original en francés), págs. 99 y ss. Al respecto: WINFRIED BAUMGART, Europäisches Konzert und nationale Bewegung, Paderborn, Schöningh, 1999; ANSELM DOERING-M., “Internationale Geschichte als Systemgeschichte”, en WILFRIED LOTH & JÜRGEN OSTERHAMMEL (Eds.), Internationale Geschichte, Múnich, Oldenbourg, 2000, págs. 93-116; HENRY KISSINGER, Diplomacy, Nueva York, Rockefeller, 1994, págs. 78 y ss, 168 y ss; SÖNKE NEITZEL, Weltkrieg und Revolution, Bonn, BPB, 2008, págs. 13 y ss; PIERRE RENOUVIN, Historia de las relaciones internacionales (siglos XIX y XX), 3a ed., Madrid, Akal, 1998, págs. 11 y ss, 37 y ss, 69 y ss, 145 y ss; STEIGER, Peace Treaties, op. cit., págs. 59-99; TRUYOL Y SERRA, Historia del derecho internacional público, op. cit., págs. 102 y ss; PABLO VALLEJO M., Historia de las relaciones internacionales, 2a ed., Medellín, Eafit, 2007, págs. 205 y ss; WOLFGANG GRAF VITZTHUM et al., Völkerrecht, 3a ed., Berlín, De Gruyter, 2004, pág. 50; ZIEGLER, Völkerrechtsgeschichte, op. cit., págs. 172 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
más legitimidad histórica para algo estimado188. En efecto, el sistema en mención se originó entre el Tratado de San Petersburgo de 1772 y el Congreso de Viena de 1815, para ser reemplazado, a partir de 1945, por el régimen de la paz mundial de las Naciones Unidas189. El capítulo III.8 va a profundizar la problemática del Estado militarizado en el régimen internacional de la anarquía de la soberanía. b) Panorama empírico de los cambios territoriales a la fuerza Para evaluar adecuadamente el alcance del régimen internacional de la anarquía de la soberanía, parece oportuno revisar con lentes empíricos las manifestaciones de la nopaz. Se detecta que los 174 años que van de 1772 a 1945, fueron la fase de la historia europea con el pico absoluto de fenómenos violentos asociados a cambios de las fronteras estatales, a la desmembración o la eliminación de Estados y a la fundación de nuevos Estados desprovistos de tradición. Esta observación corresponde a todos los imperios, reinos y repúblicas de Europa, incluyendo los Estados ibéricos si se tienen en cuenta las partes americanas de los mismos. Las tablas en las siguientes páginas, pretenden dibujar una visión panorámica sobre los cambios en la estructura territorial de la época de la anarquía de la soberanía, presentando un total 51 transformaciones en Europa –incluyendo los Balcanes otomanos– y las zonas neo-europeas en las Américas. Las columnas 3 y 4 indican cada vez los ganadores territoriales y eventuales caídas de Estados En este marco, se exponen por lo menos 50 exterminaciones a la fuerza de Estados, de los cuales algunos sufrieron una variedad de destrucciones. Fueron incluidas cuatro descuartizaciones de Estados grandes, a saber, la del Sacro Imperio Romano Germánico (1806), la del Imperio Austríaco (1919), la del Reino de Hungría (1920) y la del Imperio Otomano (1912/1923), así como una tridivisión, precisamente del Reino de Polonia-Lituania (1772/1795). De modo adicional, se detecta como consecuencia de la geopolítica a gran escala, una multitud de amputaciones territoriales significativas, así por ejemplo tres veces en contextos alemanes (1866, 1919 y 1945). En el papel excepcional de países europeos que nunca se expandieron a costa de sus vecinos durante la ventana de observación, se indican Portugal y España190.
188
189
190
Comp. los debates en: MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 431 y ss; ÍD., Ius contra bellum, La promoción del potencial humano a la paz mediante el derecho público –interno e internacional–, Bogotá, Ibáñez, 2017, págs. 92 y ss; ÍD., “El mito del sistema de Westfalia”, en revista PJ, núm. 20, Bogotá, UNAL, 2007, págs. 103-134. Carta de las Naciones Unidas de 1945, ed. por NACIONES UNIDAS, http://www.un.org/es/charter-unitednations/ (5.1.2018). Comp. capítulo VIII.3.A. Al respecto, véase en detalle los múltiples tratados de paz de 1772 a 1945, ed. por GREWE, Fontes, tomos 2 y 3, op. cit., y la bibliografía citada a lo largo de este capítulo y del capítulo III.8.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
LA ANARQUÍA DE LA SOBERANÍA (1772 - 1945) Años
Contexto
Ganadores
1772/ 1795
Tridivisión del Reino de Polonia-Lituania
Sacro Imperio Romano (Austria), Prusia y Rusia
1776/ 1804
Revoluciones ilustradas en la América británica y francesa
EE.UU., Haití
Conquista francesa de Europa: difusión de la Ilustración política 1792/ 1812
&
Descuartización del Sacro Imperio Romano-Germánico
Gran Francia Estados satélites de NAPOLEÓN: Westfalia, Berg, Wurtemberg, Baden, Baviera, Wurzburgo, Varsovia, República Helvética, Italia, etc. Gran Bretaña en el caso de Malta
1795
Centralización de la confederación neerlandesa
Estado unitario de la República Batavia
1798/ 1803
División del territorio de la ciudad-Estado de Berna
Nuevo Estado de Vaud
1801
Homogeneización de la Unión dinástica británica
Gran Bretaña
1808/ 1809
Anexión del tercio oriental de Suecia (Finlandia, islas de Åland)
Imperio Ruso
1808/ 1837
Nivelación de la Monarquía española compuesta
Estado unitario de España
1810/ 1826
Revolución ilustrada en los virreinatos americanos de la Monarquía española
Repúblicas hispanoamericanas: Colombia, Chile, México, etc.
1812
División del principado de Moldavia
Imperio Ruso
1814
Transferencia de Noruega desde la unión con Dinamarca a Suecia
Suecia
1814/ 1815
Desmontaje de las conquistas francesas: nuevo orden territorial para Europa en el
Congreso de Viena
Imperio Austríaco, Prusia, Imperio Ruso, Países Bajos, Hanóver, Suiza, Cerdeña-Piamonte, Estados Pontificios, Islas Jónicas
Caída de Estados Reino de Polonia (1795) Gran ducado de Lituania (1795) Ducado de Curlandia (1795)
Sacro Imperio Romano (1806) Liga de la Alemania superior (1798) Italia imperial (1797) Estados Pontificios (1797) República de Venecia (1797) República de Ragusa (1806) Reino de Baja Navarra (1791) Teocracia de Malta (1798) Siete repúblicas neerlandesas
Reino de Irlanda Anti-Reino de Francia (en las islas Normandas)
Coronas particulares de Aragón, Castilla y Navarra
Reino de Westfalia Ducados de Berg y Varsovia Reino de Italia
1822
División dinástica de la Monarquía portuguesa
Imperio de Brasil
1830
Independencia de Grecia (del sur) del Imperio Otomano
Nuevo Estado de Grecia
1831
División de los Países Bajos Unidos
Nuevo Reino de Bélgica
1831/67
Homogeneización de la unión ruso-polaca
Imperio Ruso
1839
Cesión de Luxemburgo occidental
Bélgica
1846
Anexión de Cracovia
Imperio Austríaco
1848
Anexión del 90% del Principado de Mónaco
Cerdeña-Piamonte
1848/57
Asunto de Neuchâtel, desprusianización
Suiza
1849
Abdicaciones en dos principados de Hohenzollern en Suabia
Prusia
1859
Unión de los principados rumanos
Nuevo Estado de Rumania
Valaquia y Moldavia
1859/ 1860
Resurgimiento de Italia
Gran Cerdeña-Piamonte (Reino de Italia)
Reino de las dos Sicilias Gran Ducado de Toscana Ducados de Parma y Módena
1860
Expansión de Francia a Saboya y Niza
Francia
1860/ 1866
Anexión del Reino Lombardo-Véneto (austríaco)
Gran Cerdeña-Piamonte (Reino de Italia)
Tabla 2
52
Polonia del Congreso Ciudad libre de Cracovia
Reino Lombardo-Véneto
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
LA ANARQUÍA DE LA SOBERANÍA (1772 - 1945) Años
Contexto
Ganadores
1864
Incorporación de las Islas Jónicas a Grecia
Grecia
1864
Guerra entre la Federación Germánica y Dinamarca (pregunta de Schleswig-Holstein)
Estados federados de Prusia y Austria
1866/ 1871
Fundación del Imperio Alemán (Gran Prusia): guerras prusianas contra la Federación Germánica y Francia
Gran-Prusia (nuevo Estado federal en Europa central; exclusión de Austria, Luxemburgo y Liechtenstein)
1867
Independencia de Serbia del Imperio Otomano
Nuevo Estado de Serbia
1870
Anexión de los Estados Pontificios
Italia
1878
Congreso anti-otomano de Berlín
Rumania, Bulgaria, Montenegro, Grecia, Gran Bretaña (Chipre)
1905
Disolución de la unión sueco-noruega
Noruega (dinastía propia)
1908
Anexión de la Bosnia otomana por Austria e independencia de Bulgaria
Imperio Austríaco, Bulgaria Turquía, Grecia, Serbia, Bulgaria, Albania, Italia (Rodas y 11 islas, Libia), Gran Bretaña (Irak, Palestina), Francia (Siria, Líbano), Arabia Saudita
Caída de Estados EU de las Islas Jónicas
Federación Germánica; Reino de Hanóver, Electorado de Hesse-Kassel, etc.
Estados Pontificios
1912/ 1923
Descuartización del resto del Imperio
1916/ 1918
Desmontaje de la expansión rusa en Europa central y oriental desde 1721
Nuevos Estados: Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Ucrania. Anexión rumana de Besarabia
1918/ 1921
Guerras de integración de Polonia, p. ej. con Checoslovaquia y Lituania
Ganancias de Polonia, inclusive la capital lituana de Vilna
1918
Eliminación de Montenegro
Gran-Serbia (Yugoslavia)
Montenegro
Descuartización del Imperio Austríaco por
Austria pierde el 72% de su territorio.
Imperio Austríaco (potencia de pentarquía), con la monarquía parcial de Bohemia
Otomano
Imperio Otomano
los vencedores de la Primera Guerra Mundial
Ganadores: Italia, Checoslovaquia, Polonia, Gran-Serbia (Yugoslavia)
1919
Reducción del Imperio Alemán por los ganadores de la Primera Guerra Mundial
Polonia, Danzig, Dinamarca, Bélgica, Protectorado del Sarre, Francia
1919-21
División de Ucrania
Polonia y Rusia soviética
1920
Descuartización del Reino de Hungría
Hungría es reducida al 29% de su territorio. La mayor parte se divide entre Reino de Hungría Checoslovaquia, Rumania y Gran Serbia (Yugoslavia)
1922
Independencia irlandesa de Gran Bretaña, guerra de independencia desde 1916/1919
Estado Libre Irlandés
1923
Anexión del territorio prusiano de Memel
Lituania
1935/ 1939
Expansión del Imperio Alemán y de Hungría según signos etno-nacionalistas
Imperio Alemán, Hungría, Eslovaquia (independencia)
Sarre, Austria, Checoslovaquia, Danzig
1939/ 1942
Conquista de Europa continental por la coalición militar del Eje fascista
Imperio Alemán, Italia, Hungría, Croacia (indep.), Rumania y Bulgaria
Polonia (dividida entre Hitler y Stalin), Yugoslavia, Albania
1939/ 1945
Expansión occidental de Rusia contra Polonia, los Estados bálticos, Alemania (Königsberg), Finlandia (Carelia), Hungría (Rutenia subcarpática) y Rumania (Moldavia)
Rusia soviética
Estonia, Letonia, Lituania, pasajeramente Polonia
1944
Independencia de la Islandia danesa
Islandia
1945
Desplazamiento este-oeste de Polonia (líneas Curzon y Oder-Neisse)
Repúblicas soviéticas de Ucrania, Bielorrusia y Lituania
1945
2a fundación de los Estados multinacionales
Checoslovaquia y Yugoslavia
Eslovaquia, Croacia, M.negro
1945/ 1949
División y amputación del Imperio Alemán por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial
Sucesores: RFA, RDA, Austria, Sarre Otros ganadores: Checoslovaquia, Polonia y Rusia
Imperio Alemán Estados federados de Prusia, Lippe, Schaumburg, etc.
1945/ 1947
Cesiones de Italia: Istría, Fiume, valles fronterizos alpinos, Rodas e islas egeas
Yugoslavia, Territorio libre de Trieste, Francia y Grecia
1919
Ucrania
Tabla 3
53
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
B)
LA VICTORIA DEL ESTADO SOBRE LA IGLESIA
En la medida en que el Estado quiso imponer su expectativa de soberanía, él tuvo que desafiar la Iglesia universal proveniente del Medioevo europeo, lo que significó necesariamente un choque duro entre una tradicional e intolerante religión teocéntrica y una nueva religión secular no menos universalista. Visto a largo plazo, puede contrastarse el punto de partida alrededor del año 1770 cuando la Iglesia romana se mostraba casi intocable, con un provisional punto final hoy en día en el que se comprueba una victoria casi absoluta del Estado moderno. Sin embargo, el camino hacia este resultado fue muy conflictivo y ambiguo, con muchos avances, retrocesos y dinámicas diferentes en cada uno de los Estados occidentales. En ello, el lugar de Dios todopoderoso fue reclamado por un Estado todopoderoso, que se edificó sobre una base trascendente de la soberanía en el sentido de un poder marcado por superlativos, como absoluto, indivisible, originario y perpetuo. a) Los grandes catalizadores: del culto a la razón al combate cultural
Img. 5: Símbolo de un cambio cultural a la fuerza: el Estado de la Revolución francesa dejo de la famosa iglesia abacial de Cluny del siglo XI solo la nave transversal del sur. Después de la disolución institucional en 1790, se derrumbó los edificios en 1810191
191
54
El continente europeo fue afectado por la primera gran ola ilustrada de secularización en los años de la transformación revolucionaria de 1789 a 1814, durante los cuales se experimentó incluso con la descristianización completa de Francia mediante un culto a la razón (1793-1801), la captura de dos Papas y la primera eliminación de los Estados Pontificios (1798-1801, 1807-1814). En el Congreso de Viena de 1815, la Santa Alianza restauró la Iglesia papal en su núcleo, pero sin restituir los bienes eclesiásticos secularizados: siguiendo el golpe inicial de Francia de 1789, el Sacro Imperio Romano transfirió por la revolucionaria Conclusión Principal de la Delegación Imperial Extraordinaria de 1803 a manos seculares sus extensos principados eclesiásticos que comprendieron un territorio comparable con el tamaño de Portugal192, mientras la desamortización española sucedió paulatinamente entre 1798 y 1855193. De tal manera, el poder estatal no solo consolidó su poder interno, sino se apropió también de enormes riquezas materiales y culturales, utilizando por ejemplo
De A. MALO de 1915. Comp. BRUNO MARGUERY, La destruction de l’abbaye de Cluny, 1789-1823, Cluny, Centre d’études clunisiennes, 1985.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
los edificios ostentosos de los monasterios como palacios secundarios, sedes administrativas, cárceles, cuarteles, museos, fábricas o incluso canteras. En este marco, se disolvió a la fuerza la cultura monástica de miles de monjes y monjas que había incluido, en algunas zonas, hasta el 5% de la población. De igual forma, el Estado soberano derrumbó el sistema de las penas de muerte para delitos de la fe. En efecto, después del último proceso de brujería en 1782 en Suiza194, el último caso de conducción a la hoguera de un ser humano por herejía, se dio en 1826 en España, en donde fue quemado un maestro ilustrado por introducir un cambio moderado en una oración195. Hay que constatar una diferencia significativa entre los Estados católicos y protestantes, ya que solo los primeros tuvieron que enfrentarse a una institución supranacional con fuertes atributos de soberanía. En cambio, las teocracias protestantes ya habían conocido, desde el siglo XVI, el liderazgo unido de lo temporal y de lo espiritual en manos del monarca196, de modo que el Estado luterano o calvinista pudo secularizarse por abandonar expresa o implícitamente la aplicación aguda de sus funciones espirituales. Así por ejemplo, la Gran Bretaña anglicana eliminó la prohibición para los católicos de entrar al parlamento en 1829197 e introdujo el matrimonio civil en 1836. En el grupo de los Estados protestantes, los primeros en declararse independientes de toda religión oficial, fueron los jóvenes Estados Unidos que, a través de la primera enmienda constitucional de 1791, se separaron de la iglesia anglicana, ahora extranjera, transfiriendo la religión a la esfera privada, aunque no de modo antirreligioso, sino ante la falta de consenso de las múltiples sectas protestantes fundamentalistas y con grandes ambigüedades hasta el siglo XX198. 192
193
194
195
196 197
198
Conclusión Principal de la Delegación Imperial Extraordinaria de 1803, ed. por ARNO BUSCHMANN, Kaiser u. Reich, t. 2, 2a ed., Baden Baden, Nomos, 1994, págs. 317-375. Al respecto: MANFRED HEIM, “Kirche im Umbruch”, en PETER HARTMANN (Ed.), Das Heilige Römische Reich und sein Ende 1806, Ratisbona, Pustet, 2006, págs. 112-121; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 224 y s. Comp. NIETO, Historia de España, op. cit., págs. 327 y ss; FRANCISCO TOMÁS Y VALIENTE, El marco político de la desamortización en España, Barcelona, Ariel 1989. Caso de ANNA GÖLDI en 1782 en Glarus (Suiza). Al respecto: WOLFGANG BEHRINGER, Witches and Witch-Hunts, Cambridge, Polity, 2004, págs. 139, 190 y ss. El autor de delito fue C. RIPOLL y el proceso se dio en Valencia. Comp. ANTONIO J. MARTÍNEZ, “La última víctima de la fe”, en diario Público, de 1.9.2008, http://especiales.publico.es/hemeroteca/147712/laultima-victima-de-la-fe (5.1.2018) Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 418 y ss. An Act for the Relief of His Majesty’s Roman Catholic Subjects de 1829, c.7 10 Geo 4. Véase THEODORE F. THOMAS, A Concise History of the Common Law, 5a ed., New Jersey, Lawbook Ex., 2001, pág. 707; WASSON, A History of Modern Britain, op. cit., págs. 129, 353, 359. GROSSBERG et al., History of Law in America, t. 2, op. cit., págs. 417 y ss; CHRISTIAN STARCK, Jurisdicción constitucional y derechos fundamentales, Madrid, Dykinson, 2011, págs. 260 y s; OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, op. cit., pág. 884. Solo hasta 1961, la Corte Suprema prohibió exámenes religiosos como requisitos de acceso a cargos públicos. Sentencia: U.S. SUPREME COURT, Torcaso vs. Watkins, 367 U.S. 488 (1961).
55
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
Entre las zonas europeas que ya habían experimentado en el antiguo régimen una política de la tolerancia interconfesional199, la Constitución de la Federación Germánica de 1815200 prohibió –en la lógica del triconfesionalismo del Sacro Imperio Romano– la discriminación confesional, y la mayoría de los Estados federados rechazó, motivados además por el hecho de que las nuevas fronteras estatales no eran congruentes con las delimitaciones confesionales, el establecimiento de una religión estatal exclusiva, mientras las constituciones particulares promulgaron la superioridad del poder estatal soberano por encima de las dos o tres confesiones, cuyos representantes fueron integrados a la administración estatal. Esto condujo a curiosidades como que el Rey católico de Baviera asumiera la función paralela de summus episcopus protestante de su Estado201. Entre los demás éxitos tempranos de los Estados centroeuropeos, hay que anotar las bulas de circunscripción, con las que la Santa Sede igualó las fronteras de las diócesis a las nuevas fronteras estatales202. Cabe mencionar que también el Reino de Hungría confirmó, por su proyecto de constitución de 1848 y la práctica establecida, la igualdad de las cinco confesiones tradicionales del país203. Para los Estados católicos surgió la delicada cuestión de liberarse de ambas versiones de la antigua teoría de las dos espadas204 –tanto la del derecho canónico con la superioridad de la Iglesia divina supranacional, como la monárquica con la igualdad cooperativa– pues ahora el Estado quiso imponer su superioridad. El poder estatal pretendió elevar su derecho público al rango de la verdadera norma de normas, mientras la Santa Sede continuó reclamando la superioridad del derecho canónico205, justificándose con la legitimidad divina por encima del ser humano. Hay que tener en cuenta que la Iglesia romana dispuso todavía de una organización administrativa y judicial que penetró todos los territorios estatales con presencia de sus parroquias hasta las aldeas más pequeñas y aisladas. Una variedad de atribuciones que hoy se entienden como seculares, estuvieron todavía en manos eclesiásticas, por ejemplo, el derecho matrimonial. Es evidente que la religión secular de la Ilustración occidental no solo necesitaba imponerse contra la institucionalidad de la Iglesia romana, sino paralelamente contra las percepciones religiosas y mágicas en las cabezas del pueblo. Ni en 1820 ni en 1860, 199 200
201
202
203 204 205
56
Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 420 y ss. Constitución de la Federación Germánica de 1815 y 1820, Die Deutsche Bundes-Acte de 1815 y Wiener Schlussakte de 1820, ed. por WERNER HEUN (Ed.), German Constitutional Documents 1806-1849, National & States A-B, Múnich, K. G. Saur Verlag, 2006, págs. 23-48. KATHARINA KUNTER, 500 Jahre Protestantismus, Bonn, BPB, 2013, págs. 152 y ss; STARCK, Jurisdicción constitucional y derechos fundamentales, op. cit., pág.264. En 1817 para el Reino de Baviera (concordato), en 1821 para Prusia (De salute animarum), en 1821 en Alemania suroccidental (Provida solersque), en 1824 en Hanóver (Impensa Romanorum Pontificum). PÉTER, Hungary’s Long 19th Century, op. cit. págs. 405 y ss. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 149 y ss. P. ej. en la Carta encíclica Diuturnum illud del Papa LEÓN III de 1881, ed. por LA SANTA SEDE, http:// w2.vatican.va/content/leo-xiii/es/encyclicals/documents/hf_l-xiii_enc_29061881_diuturnum.html (5.1.2018).
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
la mayoría de la población, que todavía vivía según las lógicas de la era preindustrial en el campo, había interiorizado las ideas socio-culturales de las élites urbanas educadas, ni en Europa ni en América Latina. Sin embargo, los jóvenes Estados constitucionales republicano-democráticos de HispanoAmérica llegaron tempranamente a resultados considerables, pues, en contraste con Europa, resultaron exitosos tanto la transformación ilustrada originaria de 1810 a 1824, como el movimiento liberal de la generación de 1848. En la primera fase, todas las repúblicas de Hispano-América reconocieron todavía el catolicismo como su religión oficial sin sostener la libertad individual de culto en lo público. Sin embargo, se legalizó rápidamente la presencia de extranjeros protestantes y judíos por tratados internacionales como el colombo-británico de 1825206. Además, varias de las jóvenes repúblicas del Nuevo Mundo sometieron la Iglesia a un patronato estatal en la esfera nacional, así Colombia a través de una ley de 1824, o Chile en sus constituciones políticas de 1822 y 1833207, sobre todo porque la Santa Sede –benévola con los Reyes católicos de España– esperó hasta las décadas de 1830 y 1840 para iniciar relaciones diplomáticas con las nuevas repúblicas formadas de manera revolucionaria208. Para poder proveer los obispados, el Estado reclamó tener derechos de investidura, tratando a los obispos como una especie de funcionarios públicos. La Iglesia universal nunca aceptó estas normas unilaterales, pues, en la perspectiva romana, subvertían revolucionariamente la jerarquía entre Estado e Iglesia. De igual forma, las nuevas repúblicas hispanoamericanas eliminaron inmediatamente aquellas instituciones y normas eclesiásticas que fueron contradictorias al núcleo de los valores de la Ilustración política. Especialmente, se cerraron las cortes penales de la Iglesia romana para delitos con componentes religiosos, es decir, los Tribunales del Santo Oficio de la Inquisición en Cartagena de Indias, Lima y México. Además, se reemplazaron las Universidades eclesiásticas por Universidades estatales, tal como sucedió en Colombia por la legislación educativa de 1826209. El alto liberalismo, a partir de 1848, fue un catalizador principal en el rediseño de las relaciones entre Estado y religión. En ese entonces, las repúblicas de Colombia (1851-1886) y México (desde 1857) se transformaron en los primeros Estados laicos 206
207
208
209
Art. 12 del Tratado entre Colombia y su majestad, el rey del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda de 1825, en Colección de Leyes de la Republica de Colombia, 1825 y 1826, Bogotá, P. Cubides, 1826, págs. 237-245. Ley colombiana que declara que toca a la república el ejercicio del derecho de patronato de 1824 y art. 97 de la Constitución de Chile de 1822 y art. 82 de la de 1833, ed. por ALAN BRONFMAN (Ed.), Documentos constitucionales de Chile 1811-1833, Múnich, Saur, 2006, págs. 43-65, 199-218. Comp. J. FRANCISCO ARENAS F., “La Iglesia universal y el Estado soberano”, en revista PJ, núm. 23, Bogotá, UNAL, 2008, págs. 109-140, 114 y ss. Comp. p.ej. la Ley colombiana de 1832 estableciendo una legación permanente cerca a la Santa Sede, en LINO DE POMBO (Ed.), Recopilación de Leyes de la Nueva Granada, Bogotá, Z. Salazar, 1845, págs. 413 y ss. Ley colombiana de 1826 sobre organización y arreglo de la instrucción pública, en Colección de Leyes, 1825 y 1826, op. cit., págs. 290-308.
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exitosos de la zona católica. El aspecto central fue la conversión de la religión de una cuestión pública a un asunto privado, lo cual se llevó a cabo a través de medidas concretas como: el reconocimiento del derecho fundamental a la libertad de culto, la anulación de la identidad religiosa del Estado, la eliminación del patronato estatal visto ahora como una interdependencia ilegítima, la sumisión del clero al derecho estatal, la supresión de los derechos tributarios de la Iglesia en forma de los diezmos, la transferencia del derecho matrimonial de la esfera canónica al derecho civil estatal, la introducción del divorcio –que había sido negado por la Iglesia–, la expulsión de la Compañía de Jesús que fue declarada enemigo público y, no menos importante, la expropiación de los inmensos bienes de las así llamadas manos muertas210. El alto liberalismo colombiano estuvo desafiado por las sublevaciones conservadoras de 1851 y 1876/ 1877 que fracasaron rápidamente211, mientras en México se escaló la dinámica destructiva de una guerra civil compleja a largo plazo, compuesta por la Guerra de Reforma (1857-1861) y su prolongación en la Guerra Maximilanea-Juarista (1862-1867) que terminó, al fin, con la victoria de la república liberal sobre los rebeldes clericales212. En general, el siglo XIX hispanoamericano estuvo acompañado por una variedad de nuevas guerras religiosas internas, en las cuales chocaron las verdades y creencias absolutas de la nueva religión secular de la Ilustración liberal y de la religión tradicional del catolicismo conservador213. En la reacción eclesiástica a estas políticas estatales, se destaca el papel ofensivo del Papa PÍO IX (1846-1878), quien en el Índice de los principales errores de nuestro siglo, contenido en su encíclica Quanta Cura de 1864, declaró como erróneo: el naturalismo, el racionalismo, el liberalismo, el laicismo, la libertad de culto, la soberanía estatal y la soberanía popular, es decir, todas las creencias del Estado ilustrado214. No obstante, la historia militar demostró en dónde estaba efectivamente el poder, pues en los dos guerras de 1860 y 1870 el joven Estado Nación de Italia logró conquistar y anexionar los Estados Pontificios215 –que tenían una edad de mil años– y pudo designar la vieja capital espiritual de la Cristiandad latina, Roma, como su capital nacional, la cual fue aceptado rápidamente por los demás Estados europeos, quienes enviaron sus embaja210 211
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MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 273 y ss. LUIS J. ORTIZ M., “Los radicales en la guerra civil de 1876-1877”, en RUBÉN SIERRA M. (Ed.), El radicalismo colombiano del siglo XIX, Bogotá, UNAL, 2006, págs. 221-252. ALICIA HERNÁNDEZ CH., México, Una breve historia, México, FCE, 2000, págs. 219 y ss; KÖNIG, Kl. Geschichte Lat.amerikas, op. cit., págs. 442 y ss. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 296 y ss. Encíclica Quanta cura y Syllabus del Papa PÍO IX de 1864, ed. por PROYECTO FILOSOFÍA EN ESPAÑOL, Filosofía administrativa, http://www.filosofia.org/mfa/far864a.htm (5.1.2018). Carta de protesta del Papa contra la “usurpación violenta” ed. por: GREWE, Fontes, t. 3-1, op. cit., págs. 193 y ss. Al respecto: WOLFGANG ALTGELD, “Das Risorgimento”, en ÍD. & RUDOLF LILL (Eds.), Kl. italienische Geschichte, Bonn, BPB, 2005, págs. 257-324, 319; CHRISTOPHER DUGGAN, Historia de Italia, Cambridge, Univ. Presss, 1996., págs. 182, 195 y s, 202 y ss; FERDINAND SEIBT, Die Begründung Europas, Bonn, BPB, 2005, pág. 357.
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dores a la nueva sede gubernamental216. La excomunión papal al Rey de Italia y la prohibición a los italianos católicos de participar en las elecciones del Estado hereje217, no mostraron ningún resultado, de modo que la misma Santa Sede se encerró en el Vaticano como prisionera de Italia durante casi 60 años y aceptó, en los Pactos Lateranenses de 1929, la pérdida de su Estado tradicional a cambio del reconocimiento de un derecho soberano únicamente sobre el palacio del Vaticano, que tenía apenas 0,44 km2218.
Img. 6: El último combate en la historia milenaria de los Estados Pontificios: en 1870, el papa PÍO IX bendijo por última vez el ejército de la Santa Sede en la Plaza de San Pedro en Roma219
Ante el anuncio reaccionario de la provocativa teoría de la infalibilidad pontificia (ex cathedra hablada)220, siguió en la década de 1870 el combate cultural (Kulturkampf) centroeuropeo, en el cual el Imperio Alemán promulgó varias leyes anti-eclesiásticas. Con éstas, se impuso el matrimonio civil obligatorio (1875), se eliminó la jurisdicción eclesiástica en materias seculares (1877), se suspendió el control espiritual de las escuelas populares a favor del Estado (1872), se prohibió la presencia de los jesuitas (18721917), se cerraron los monasterios (1875-1887), se quitaron los pagos públicos para sacerdotes desleales (1875-1880) y se despolitizó la Iglesia romana mediante el establecimiento del delito especial del abuso del púlpito (1871-1953). El combate cultural fue acompañado por una política represiva del enemigo público contra sacerdotes y obispos
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HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., pág. 705. Bula Non expedit del Papa PÍO IX, de 10.9.1874. Pactos Lateranenses de 1929, ed. por GREWE, Fontes, t. 3-2, op. cit., págs. 895-905. Al respecto: HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág 90; STEPHAN HOBE, Einführung in das Völkerrecht, 10a ed., Tübingen, Narr Francke, 2014, pág. 154. Del archivo privado de la familia BURZAGLI. Constitución dógmatica Pastor Aeternus sobre la iglesia de Cristo del Concilio Lateranense de 1870, ed. por CATHOLIC.NET, http://es.catholic.net/op/articulos/19352/constitucin-dogmtica-pastor-aeternus.html (5.1.18).
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tradicionales221. El país vecino de Suiza desarrolló una política paralela, con la consecuencia de que la federación semi-católica no tuvo relaciones diplomáticas con la Santa Sede durante 47 años (1873-1920). En la misma época, la Santa Sede perdió los conflictos semejantes con las repúblicas americanas de Chile, Argentina y Uruguay que impusieron, entre 1865 y 1885, sus leyes laicas222. Posiblemente, el enérgico papa PÍO IX (1846-1878) hubiera tenido la oportunidad de ganar uno o dos de los juegos diplomáticos de ajedrez, pero no frente a la acción coordinada de casi todos los Estados. La espada principal del poder estatal no fue de hierro, sino de papel, precisamente la ley soberana. La única gran victoria eclesiástica de la época fue la restauración colombiana de 1886223.
Img. 7: El caricaturista de 1875 percibe el conflicto estatal-papal como un partido de ajedrez, aquí entre el canciller alemán BISMARCK y el Papa PÍO IX224
Otro elemento de la soberanización del Estado frente a la Iglesia, fue la depuración del derecho público de la moral confesional. Se acabó con la criminalización de los siete pecados capitales en las leyes de la buena policía y se suprimieron delitos como vestirse vanidosamente y beber en exceso. Además, el poder estatal suizo eliminó, en 1852, las cortes de justicia especiales de moral y de matrimonio. En particular, los poderes estatales desmontaron el control religioso sobre la esfera sexual. No obstante, las penas públicas para conductas como el adulterio, la fornicación, la prostitución adulta, la homosexualidad adulta y el aborto en los primeros meses, solo se atenuaron paso por paso, para alcanzar la despenalización definitiva no anterior a la segunda mitad del 221
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Gesetz alemana über die Beurkundung des Personenstandes und die Eheschließung, en RGBl., 1874, núm. 4, págs. 23 y ss; Gerichtsverf.gesetz alemana, en RGBl., 1877, págs. 41 y ss; Gesetz prusiana betr. die Beaufsichtigung des Unterrichts- u. Erziehungswesens de 1872, en Pr.GS, 1872, págs. 183 y ss; Gesetz betreffend den Orden der Gesellschaft Jesu, en RGBl., 1872, núm. 22, págs. 253 y ss. Comp. FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 225 y ss; KOTULLA, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 558 y ss; WEHLER, The German Empire, op. cit., págs. 91, 102, 116 y ss; ÍD., Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 892 y ss. BERNARDINO BRAVO L., Historia de las instituciones políticas de Chile e Hispanoamérica, 2ª ed., Santiago, Bello, 1996, págs. 198 y ss; MARQUARDT, Historia const. comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 277 y ss. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 309 y ss. De Kladderadatsch, Humoristisch-satirisches Wochenblatt, Berlín, 1875, pág. 278.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
siglo XX225. Ya en el siglo XIX, el derecho penal estatal se liberó de los fines de la protección del dogma religioso contra desviaciones y de la defensa colectiva frente a la cólera divina, de modo que en los casos en los que se conservaron delitos religiosos, estos sirvieron ahora para la protección de la libertad de culto o para la conservación de la paz pública con penas moderadas226. Sin embargo, una ley penal especial para la protección del dogma religioso existió todavía, entre 1925 y 1967, en el Estado norteamericano de Tennessee que prohibió la enseñanza de la teoría de evolución de CHARLES DARWIN en las Universidades y colegios públicos, pues ésta era interpretada como una ofensa al libro Génesis de la Biblia. La prohibición fue confirmada en la sentencia de los simios de 1925, la cual fue objeto de una amplia burla por parte de la prensa por ser expresión de un fundamentalismo preilustrado227. b) Soluciones diversificadas para el papel de la religión dentro del Estado soberano Cabe destacar que un verdadero Estado laico con una separación completa entre Estado e Iglesia al estilo de una reducción de ésta, a un mero sujeto subordinado del derecho civil, con el cual ni siquiera podía celebrarse un concordato clásico, se constituyó en EE.UU. en 1791, en México en 1857, en Colombia de 1850 a 1886 228 y en Brasil en 1891. En los inicios del siglo XX, siguieron la república liberal de Francia con la legislación laica de 1905229, Ecuador en 1906, Portugal de 1911 a 1926, Uruguay en 1918, Rusia en el mismo año y Chile en 1925. Entre los ejemplos más tardíos de la disolución de la confesionalidad del Estado, hay que indicar a Polonia de 1952 a 1997, Quebec en 1960, España en 1978, Italia en 1984 y dos antiguos precursores reincidentes, Portugal en 1976 y Colombia en 1991. En cambio, el constitucionalismo social-liberal de Alemania de 1919 y 1949 estableció una separación de carácter parcial y muy vago, afirmando la misma para subrayar la eliminación del régimen teocrático de los monarcas alemanes abdicados, pero basándose paralelamente en la perspectiva de las “corporaciones del derecho público”, en virtud del cual se caracterizó a las veintitrés iglesias protestantes de los Estados federados (Landeskirchen) y a la Iglesia romana como entidades autónomas, pero incluidas al 225
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Se despenalizó el adulterio en Alemania con la reforma penal de 1969, en España en 1978, en Suiza en 1989, en Argentina en 1995, en Austria en 1996 y en México en 2011. Siguió la fornicación en Alemania en 1973 y en Suiza en 1992. En 2001, Alemania legalizó la prostitución. Similar: Austria, Suiza, Países Bajos, México, Colombia. Descriminalización de la homosexualidad: en Suiza en 1942, en Alemania en 1969, en Austria en 1971, en España en 1979, en Colombia en 1981 y en Chile en 1999. Del aborto (en los primeros 3 meses): en Austria en 1974, en Alemania en 1992 y en Suiza en 2002. Así p. ej. el art. 261 del Código Penal suizo de 1937 y el art. 166 de la reforma penal alemana de 1969. MARIE SAGENSCHNEIDER, 50 Klassiker Prozesse, 2ª ed., Hildesheim, Gerstenberg, 2005, págs. 166 y ss. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 273 y ss. Loi concernant la séparation des Églises et de l’État, en Journal officiel, de 11.12.1905. Comp. VOLKER WICK, Die Trennung von Staat und Kirche, Tübingen, Mohr Siebeck, 2007, págs. 29 y ss.
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sector estatal. El Estado alemán se obligó incluso a recaudar los impuestos eclesiásticos. En este sentido, se trata de un modelo de la conexión sutil entre Estado e Iglesia, en vez de una verdadera privatización de la religión230. En contraste, en varias monarquías protestantes tradicionales del siglo XVI, especialmente en Gran Bretaña y Dinamarca, se entiende todavía hoy el respectivo protestantismo como la confesión oficial del Estado, con el monarca como jefe secular y eclesiástico. En Suecia fue así hasta 2000 y en Noruega hasta 2012. También la mayor parte de los cantones suizos, Liechtenstein, Malta e Islandia han conservado el concepto de la religión oficial. Otro vestigio de la Cristiandad preilustrada, es que el Papa tiene todavía hoy el carácter de sujeto del derecho internacional público231, siendo el único líder religioso del mundo que tiene tal carácter, lo que parece también como un monumento ambiguo de la globalización del derecho internacional europeo ocurrida en el contexto del imperialismo industrial del siglo XIX. A pesar de todas las ambivalencias y particularidades nacionales, no se debe perder de vista la macro-perspectiva que permite advertir que, desde la era revolucionaria alrededor de 1800, la religión ha sido desplazada desde el núcleo cultural de la Cristiandad hasta la periferia de la Comunidad ilustrada. Finalmente, ella no es un rival serio del poder estatal en ningún país europeo y americano. En la actualidad, un Estado como Alemania se caracteriza por el 36% de la población sin confesión, mientras solo el 52% de los europeos confirma que cree en Dios232. C)
LA IMPOSICIÓN DE LA SOBERANÍA DEL ESTADO FRENTE AL SISTEMA SEGMENTARIO-FEUDAL
Mientras la Cristiandad latina del antiguo régimen había sido un complejo sistema vertical con varios niveles de poder233, el nuevo modelo político, impuesto en la primera mitad del largo siglo XIX, se basó en un sistema horizontal binario, en el cual existieron solo dos condiciones básicas: la de soberanía y la de no soberanía. En cada 230
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Cita del art. 137 núm. 5 de la Verf. d. Dt. Reiches, en RGBl., 1919, págs. 1383 y ss (ed. española: ELOY GARCÍA [Dir.], La Constitución de Weimar, Madrid, Tecnos, 2010, págs. 149-336). Comp. CARL H. BRUNSCHWILER, “Modelle des Verhältnisses zwischen Staat und Kirche”, en HERBERT WILLE & GEORGES BAUR (Eds.), Staat und Kirche, Vaduz, Akadem. Gesellschaft, 1999, págs. 29-52, 44 y ss; JOSEF JURINA, Der Rechtsstatus der Kirchen u. Religionsgemeinschaften, Berlín, D & H, 1972, págs. 71 y ss; KUNTER, 500 Jahre Protestantismus, op. cit., pág. 152; STARCK, Jurisdicción const. y ddff, op. cit., págs. 264 y s. Del mismo modo, la Orden militar de San Juan (de Malta), un rezago de la guerra santa antiislámica; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág. 91. FG WELTANSCHAUUNGEN, Religionszugehörigkeiten in Deutschland 2015, 2016, https://fowid.de/meldung/ religionszugehoerigkeiten-deutschland-2015 (5.1.2018); EUROP. COMMISSION, Special Eurobarometer, Social Values, Science and Technology, 2005, http://ec.europa.eu/commfrontoffice/publicopinion/archives/ebs/ebs_225_ report_en.pdf (5.1.2018), pág. 9. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, op. cit., t. 1, págs. 141 y ss, 169 y ss, 272 y s, 475 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
unidad territorial se impuso un único nivel de gobierno, que absorbió los derechos y deberes de todos los demás niveles de poder y se convirtió así en el Estado unitario dirigido centralmente desde la capital.
Img. 8: La sumisión simbólica del antiguo régimen: en 1806, el último canciller del Sacro Imperio Romano y arzobispo KARL THEODOR VON DALBERG hace una reverencia ante el líder militar de la Revolución francesa, NAPOLEÓN BONAPARTE. En el trasfondo hubo tres rupturas fundamentales: primero, la caída de la estatalidad romano-imperial; segundo, la victoria del poder revolucionario sobre la Iglesia; tercero, el hundimiento del segmentarismo feudal con principados eclesiásticos autónomos234
De tal manera, terminó definitivamente la época de los señoríos locales autónomos, formados en la fase medieval de la gran deforestación y colonización agraria235. Entre el inicio de su eliminación en la Revolución francesa de 1789 y el clímax en los años de la revolución liberal y la contrarrevolución de 1848 a 1850, estos señoríos jurisdiccionales fueron destruidos en toda la Europa continental por leyes estatales de una calidad interventora inimaginable hasta ese entonces, por ejemplo, en Prusia entre 1807 y 1850, en España entre 1811 y 1837 y en Austria en 1849236. El Rey actuó por sí mismo como un revolucionario al estilo de una “revolución desde arriba”237 y reclamó, como núcleo de su soberanía, el no-ser-vinculado a ningún orden normativo inalienable de cualquiera legitimidad histórica. Así el poder local y sus competencias fueron absorbidos por el Estado central, los señores nobles degradados a personas privadas, 234 235 236
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Entrevue de Napoléon et du prince Dalberg a Aschaffenbourg, 2.10.1806, de JEAN-B. DEBRET, 1812. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 132 y ss. En Prusia por la legislación de 1807, 1811, 1816, 1821 y 1850: Oktoberedikt, en PrGS, 1807, págs. 170 y ss; Regulierungsedikt, en Pr.GS, 1811, págs. 281 y ss; Deklaration, en Pr.GS, 1816, págs. 154 y ss; Gemeinheitsteilungsordnung, en Pr.GS, 1821, págs. 53 y ss; Ablösungsordnung, en Pr.GS, 1821, págs. 77 y ss; Gesetz betr. die Ablösung, Eisleben, Reichardt, 1850. Al respecto: REINHART KOSELLECK, Preußen zwischen Reform u. Revolution, Stuttgart, Klett, 1967; ULRICH EISENHARDT, Dt. Rechtsgeschichte, 6a ed., Múnich, Beck, 2013, págs. 268 y s; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, op. cit., t. 1, págs. 409 y ss, y t. 2, págs. 665 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 233 y ss. En España: SALVADOR DE MOXÓ, La disolución del régimen señorial en España, Madrid, EHM, 1965. Sobre Austria: BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., págs. 125, 134. En alemán: Revolution von oben; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 1, op. cit., pág. 57.
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las comunidades reducidas a unidades administrativas del Estado, los consejos comunales con competencias judiciales eliminados, los campesinos señoriales transformados en súbditos generales e inmediatos del Estado, y el sustrato económico del segmentarismo –las tierras comunales– fueron separadas en parcelas de propiedad privada individual con delimitaciones cortantes238, en particular con el fin de promover el cultivo masivo de la papa americana con su alta eficiencia energética frente a la rotación trienal de cereales. Un famoso eufemismo alemán de 1887 habló de la liberación de los campesinos, pese a que los agricultores sometidos a dichas regulaciones, estuvieron normalmente en contra de los nuevos conceptos de las élites ilustradas, lo que se articuló por ejemplo en la sublevación campesina centroeuropea de 1848239. En ello, la descomunalización de los terrenos y la privatización de la naturaleza agraria, se convirtieron en los procesos más complejos, acompañados por múltiples disputas sobre la justicia de mediación y el reparto concreto, que llevaron a fuertes resistencias campesinas y una lentitud ejecutiva que se extendió durante todo el siglo XIX240. De todos modos, el lenguaje emancipatorio no es adecuado para describir el reemplazo del estatus del súbdito señorial por el nuevo estatus del súbdito inmediato del Estado, pues el último se caracterizó por muchos más deberes tributarios y servicios militares. Igualmente, los conglomerados señoriales de mayor rango y tamaño, como los principados electorales de Palatinado renano (1798/ 1803), Colonia (1798/ 1803) y Maguncia (1798/ 1803), los ducados de Béjar (1811/ 1837), Condé-Chantilly (1789), Medina Sidonia (1811/ 1837), Orleans (1789) o Teschen (1849), los principados de Esterházy (1849), Fürstenberg (1806/ 1849), Hohenlohe (1806/ 1849) y Lobkowitz (1849), los principado-obispados de Cracovia (1790), Münster (1803) y Trento (1803), las príncipe-abadías de Sankt Gallen (1798) o Stablo (1795), desaparecieron para siempre del mapa político-jurídico. Ningún autor ha contado jamás los señoríos autónomos disueltos, pero parece realista pensar que alcanzan un número de cinco cifras. Llama la atención que casi no se opuso la clase señorial de los nobles. No ocurrieron sublevaciones de la antigua élite guerrera al estilo de las rebeliones del siglo XVII, sino los señores abdicaron más o menos tranquilamente de su trono local. Este hecho puede explicarse tanto por el alto grado de difusión del pensamiento social-newtoniano 238
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La privatización de la tierra tiene un antecedente en el Reino de Gran Bretaña, donde el parlamento impulsó, desde los años 1750, un movimiento de enclosure que se prolongó, hasta los años 1860. En alemán: Bauernbefreiung. Clásico: GEORG F. KNAPP, Die Bauernbefreiung und der Ursprung der Landarbeiter in den älteren Theilen Preußens, 2 t., Leipzig, Duncker & H., 1887. Similar en 1889: RICHARD SCHRÖDER, Lehrbuch der dt. Rechtsgeschichte, Leipzig, Veit, 1889, pág. 748. Comp. CHRISTOF DIPPER, Die Bauernbefreiung in Deutschland, Stuttgart, Kohlhammer, 1980, págs. 144, 168 y ss; BERND MARQUARDT, Das Röm.-Dt. Reich als segmentäres Verfassungssystem, Zürich, Schulthess, 1999. págs. 474 y ss. Sobre la desegmentarización en detalle: MARQUARDT, Segmentäres Verf.system, op. cit., págs. 431-506; ÍD., Umwelt u. Recht, op. cit., págs. 285-296.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
en la élite de entonces, como mediante la observación que fue económicamente muy atractivo recibir por la reforma agraria liberal el 20 o 50% de los territorios señoriales como propiedad privada absoluta, entrando –bajo la descarga de las funciones públicas– a la privacidad de la sociedad de mercado y transformándose, de tal manera, en una clase latifundista bien situada. Como un símbolo de esta transformación, puede servir el conde prusiano GUIDO HENCKEL VON DONNERSMARCK (1830-1916) que se transformó de señor feudal en un magnate de carbón y hierro de la revolución industrial y en uno de los europeos más ricos de su tiempo. Paralelamente, la ex clase señorial continuó durante el primer siglo de transformación con el liderazgo del militar estatal y pudo transformar su representación en las asambleas estamentales del antiguo régimen en sedes personales en las primeras cámaras de los nuevos parlamentos. Resumiendo, la mal llamada liberación de los campesinos fue prácticamente una liberación de élites pre-existentes, transformándolas en una clase agro-capitalista bien situada241. De igual forma, sacó provecho de la propietarización el Estado mismo, pues alcanzó a convertir –en los extensos señoríos de la corona– equivalentes agradables de los hasta entonces derechos del castillo local en propiedad absoluta estatal. Además, la individualización territorial de los ex señoríos eclesiásticos –nacionalizados en la secularización y desamortización– favoreció, en cuanto a las partes no entregadas a los súbditos campesinos, tanto el incremento de los bienes estatales como –mediante la venta– el complemento de los latifundios de la nobleza y de los demás económicamente potentes, pero después de una pausa, también las iglesias católica y protestantes lograron recuperar bienes significativos. En una perspectiva a largo plazo, cabe destacar que los decenios posteriores continuaron con la desconstrucción de la nobleza. Entre 1918 y 1920, la legislación soberana de varios Estados europeos como la del Imperio Alemán, Austria y Checoslovaquia, abolió los títulos nobiliarios242, como lo habían hecho las repúblicas hispanoamericanas ya un siglo antes. Con la excepción de Gran Bretaña, los nobles perdieron sus cámaras parlamentarias particulares y fueron reemplazados en el liderazgo militar por una nueva élite funcional243. De igual forma, en la mitad oriental de Europa la gran mayoría de los grandes latifundistas del siglo XIX, perdió sus haciendas en la ola de reformas agrarias sociales de 1917 a 1950, a veces bajo un enfoque étno-social en aquellos nuevos Estados que pretendieron marginar las antiguas élites con un perfil lingüísticocultural incompatible con la nueva nación titular244 y, a veces, con un enfoque socia241
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Comp. MARQUARDT, Segmentäres Verf.system, op. cit., págs. 476 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, op. cit., t. 1, págs. 378 y ss, 409 y ss, t. 2, págs. 33 y ss, 145 y ss, 665 y ss, t. 3, págs. 40 y ss, 167 y ss. P. ej., Gesetz auastríaca über die Aufhebung des Adels de 1919, en StGBl., núm. 211, 1919; Gesetz prusiana über die Aufhebung der Standesvorrechte de 1920, en Pr. GS, 1920, págs. 367 y ss. WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, op. cit., t. 4, págs. 323 y ss, 747 y ss, t. 5, págs. 165 y ss. En Checoslovaquia en 1919, en Estonia en 1920, en Letonia en 1922, en Lituania en 1922, en Finlandia en 1922, en Polonia en 1925, en Yugoslavia, en Rumania y en Grecia.
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lista de la redistribución igualitaria de la propiedad raíz245. No obstante, aunque muchos Estados de hoy tratan la distribución de la propiedad raíz como un secreto público que se excluye de la multitud de las estadísticas oficiales, debe señalarse que las estimaciones sobre los propietarios más grandes de países como Alemania (parte occidental) y Austria indican en el primer puesto el Estado mismo –la federación, los Estados miembros, los municipios y el ferrocarril público–, seguido por las ex élites perseverantes de la (ex) nobleza y las iglesias246. Una perspectiva completa del combate estatal frente a las autonomías del antiguo régimen, tiene que incluir las políticas comunales, pues de modo paralelo a la des-feudalización originaria, se estatalizó a las ciudades autónomas247 –por ejemplo Danzig (1793/ 1814), Colonia (1794), Génova (1797/ 1805), Augsburgo (1805), Nurémberg (1806), Ragusa (1808) y Fráncfort del Meno (1866)– y sus sub-unidades con autonomía parcial, especialmente los gremios artesanales248. El poder estatal tampoco dejo espacio para la existencia particular de los territorios con autonomía especial –como Curlandia (1795)– y la estructura diversificada en las monarquías compuestas –como la británica (1801), ibérica (1837) o prusiana (1848, 1851)– que fueron niveladas y homogeneizadas internamente hasta convertirse en Estados unitarios. Ningún poder público independiente se salvó de la garganta devoradora del Estado, que se parecía crecientemente al monstruo hobbesiano del Leviatán. Sin embargo, la victoria del Estado Leviatán frente a las microestructuras territoriales no fue de un cien por ciento. Sobrevivieron algunos elementos del segmentarismo, transferidos sutilmente en formas jurídicas acordes con la nueva época: además del federalismo, sobre el cual se volverá en el capítulo III.2.E, en algunos Estados como Suiza, Austria, Baviera, Liechtenstein, México y Perú se conservó en considerable medida la propiedad comunal, llamada Allmende, ejido o resguardo249. Adicionalmente, en Suiza y Gran Bretaña pervivieron estructuras de autoadministración comunal, las cuales también se renovaron cuidadosa y parcialmente en varios Estados de la Federación Germánica, después de una interrupción de algunos decenios leviatanistas del absolutismo burocrático250.
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Así en la Rusia comunista a partir de 1917. Entre 1945 y 1950, se eliminaron los latifundios de Sicilia (Italia), Hungría, Albania, Prusia (lado oriental del río Elba) y Mecklemburgo. RED. STERN, “Wem gehört Deutschland?” en revista Stern, de 9.2.2008; ANDREAS WETZ, “Grundbesitz, Wem gehört Österreich?” en periódico Die Presse, de 18.6.2011. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 185 y ss, 481 y ss. Continuaron Hamburgo, Brema y Lübeck; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 223 y s. Sobre la política del Estado liberal frente a las tierras comunales en Hispano-América: MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 281 y ss. HANS C. KRAUS, “Selfgovernment”, en HELMUT NEUHAUS (Ed.), Selbstverwaltung in der Geschichte Europas, Berlín, Duncker & H., 2010, págs. 213-246, 220 y ss; KARL KROESCHELL, Dt. Rechtsgeschichte, t. 3, 3a ed., Wiesbaden, WDV, 2001, págs. 201 y s; WILLOWEIT, Verf.geschichte, op. cit., pág. 280.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
2. EL ESTADO NACIÓN A)
EL ESTADO TERRITORIAL DE LA SOCIEDAD DE MASAS INDIVIDUALIZADA
La deconstrucción del segmentarismo europeo, entre los años 1789 y 1851, concentró el poder estatal, al estilo de una implosión, en un foco virtual, a saber, en el monarca y, en los sistemas republicanos, en el pueblo soberano como categoría abstracta. En contraste con el sistema político del antiguo régimen con sus varios niveles de poder, se puede describir el nuevo tipo normal como el homogeneizado Estado territorial de la sociedad de masas individualizada, el cual contaba con un territorio uniforme, un pueblo uniforme y un amplio poder estatal uniforme. Se produjo precisamente el tipo de Estado que la teoría estatal del siglo XIX, recogida en la famosa obra de GEORG JELLINEK (1851-1911), describió con la Teoría de los tres elementos251. Mientras los Reinos dinásticos con su patrón de organización feudal, segmentario y estamental no habían conocido ningún pueblo estatal uniforme, en el siglo XIX se reemplazó la diversidad de las múltiples pertenencias locales por la exclusiva afiliación política-jurídica en el pueblo estatal que, según el modelo de la Revolución francesa, se describió en la mayoría de los idiomas europeos mediante el término conceptual de la nación. En este sentido, no ocurrió ningún despertar de las naciones, sino una transformación de campesinos señoriales en franceses, españoles, austríacos, prusianos, etc.252 Fue inmanente a este proceso la anulación de las diferencias ante la ley entre los súbditos de los señoríos locales y sus vecinos del próximo señorío, entre éstos y los ciudadanos urbanos, pero también entre los campesinos y sus antiguos señores. El Estado soberano solo conoció una sociedad completa de individuos nacionales con iguales derechos. Como ya indica la terminología, la pertenencia a la nueva nación estatal se estableció primordialmente a través del nacimiento. El modelo estándar de Europa, siguió al ius sanguinis patrilinear –la transmisión por la sangre253–, mientras las repúblicas neo-europeas en las dos Américas se enfocaron en el ius soli –el derecho del nacimiento en el respectivo suelo en beneficio de los hijos de migrantes– con una naturalización facilitada para promover la inmigración en vista de una baja densidad poblacional254. De todos modos, la nación se configuró como la identidad clave del Estado territorial de la sociedad de masas individualizada, por lo cual se habla del Estado Nación. Sin duda, la nación es aquel término político de los siglos XIX y XX que resultó máximamente mi251 252 253
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JELLINEK, Allgem. Staatslehre, op. cit., pág. 433; HALLER & K., Allgem. Staatslehre, op. cit., págs. 6 y ss. Véase también EUGEN WEBER, Peasants into Frenchmen, Stanford, Univ. Press, 1976. Comp. p. ej. el Código Civil de Cerdeña-Piamonte de 1837 y la Ley de los súbditos de Prusia de 1842. VITO F. GIRONDA, Die Politik der Staatsbürgerschaft, Göttingen, V. & R., 2010, págs. 311 y ss; DIETER GOSEWINKEL, Einbürgern und Ausschliessen, 2a ed., Göttingen, V. & R., 2003, págs. 67 y ss. Francia aceptó desde 1851/1889 el ius soli para la tercera generación de inmigrantes, para extender el servicio militar. REGULA ARGAST, Staatsbürgerschaft und Nation, Göttingen, V. & R., 2007, pág. 176.
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tologizado e ideologizado. Cuando la Revolución francesa transfirió la soberanía del monarca a la nación o el pueblo, se trasladó también el aura de lo legendario, eterno, intocable y absoluto a la unidad abstracta de la multitud de naturales255. Cabe destacar que los nuevos pueblos estatales vivieron, en la transformación a la sociedad fósil-energética e industrial, un desarrollo altamente dinámico. En vista del aumento del volumen nutricional, posibilitado por la subvención energética de la agricultura mediante la sal de potasa alemana, los nitratos suramericanos y el Proceso de Haber-Bosch256, la población del continente europeo se quintuplicó, la de Alemania se sextuplicó y la de Inglaterra incluso se multiplicó por nueve. De tal manera, el concepto del Estado de la sociedad de masas recibió un peso mucho más profundo. También factores como la caída del campesinado, la génesis de una nueva élite determinada por sus capacidades de mercado, el pauperismo urbano y las enormes corrientes migratorias, reconfiguraron sustancialmente la estructura de los pueblos estatales. Sin embargo, fue aún mayor la dinámica de crecimiento en los Estados neo-europeos, pues en el punto de partida el grado de la colonización agraria fue menor o incluso inexistente. Así, el tamaño de la nación se multiplicó en el ejemplo de Colombia por el factor 38, en los EE.UU. por 83 y en Australia incluso por 733257. Al inicio de la gran transformación, los Estados occidentales más poblados fueron el Sacro Imperio Romano, la Monarquía española y Francia, pero en 1850 la Federación Germánica, Fran255
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Respecto al modelo francés: FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit., págs. 285 y ss 292 y ss; HABERMAS, Faktizität und Geltung, op. cit., págs. 632 y ss. SMIL, Enriching the Earth, op. cit., págs. 61 y ss, 133 y ss. Hubo 141 millones habitantes de Europa en 1750, 188 millones en 1800, 277 millones en 1850 y 404 millones en 1900, en contraste con los 740 millones de hoy. En “Alemania” se pueden contrastar 16 millones en 1750 (teniendo como base las fronteras de 1914; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 1, op. cit., pág. 69) con 103 millones actuales en el mismo territorio (83 millones en Alemania y 20 millones en aprox. la mitad de Polonia). En Inglaterra vivieron, en 1750, aprox. 5,7 millones de personas; hoy son 53 millones. En Colombia se puede contrastar 1,3 millones de habitantes en 1825 con los 49 millones de hoy. Todavía en la actualidad, Colombia está, si se compara la densidad por kilómetro cuadrado (42), mucho menos poblada que Alemania (231) o Suiza (180). En los EE.UU. se pueden comparar 3,9 millones del censo de 1790 con los 325,6 millones de hoy. En la Australia de 1820, se contaron 33.543 habitantes; hoy en día son 24,6 millones. Véase: AUSTRALIAN BUREAU OF STATISTICS, Australian Historical Population Statistics, 2008, http://www.abs.gov.au/ausstats/[email protected]/DetailsPage/ 3105.0.65.0012008?OpenDocument (5.1.2018); DANE, Reloj de población, http://www.dane.gov.co/reloj/ (5. 1.2018); JOSEF EHMER, Bevölkerungsgeschichte und historische Demographie, Múnich, Oldenbourg, 2004, págs. 6 y ss; PHILIPP GASSERT, “Geschichte”, en PETER LÖSCHE (Ed.), Länderbericht USA, 5a ed., Bonn, BPB, 2008, págs. 25-93, 51 y s; HOBSBAWM, La era del imperio, op. cit., pág. 352; JULIE JEFFERIES “The UK population”, en Focus on People and Migration, 2005, http:/ons.gov.uk/ons/rel/fertilityanalysis/focus-on-people-and-migration/december-2005/index.html (5.1.2018), págs 2 y ss; LIVI B., A Concise History of World Population, op. cit., págs. 25, 66 y ss; JAVIER OCAMPO L., Historia básica de Colombia, 6ª ed., Bogotá, Plaza & Janes, 1997, págs. 227, 275 y ss, 300 y s; MARCO PALACIOS & FRANK SAFFORD, Colombia, País fragmentado, sociedad divida, Bogotá, Norma, 2002, pág. 504; US CENSUS BUREAU, Selected Historical Decennial Census Population, https://www.census.gov/population/www/censusdata/hiscendata.html (5. 1.2018); ÍD., U.S. & World Population Clocks, https://www.census.gov/popclock/ (5.1.2018).
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
cia y EE.UU., en 1900 los EE.UU., el Imperio Alemán y la monarquía dual de Austria-Hungría, mientras al finalizar se cuentan los pueblos más masivos de Occidente en tres países americanos, a saber, los EE.UU., Brasil y México. De igual forma, puede describirse la transformación expuesta como la imposición de una organización social individualizada. La masificación y la individualización no fueron antónimos, sino las dos caras de la misma moneda, en comparación con el sistema segmentario de la era preindustrial. En lugar de los grupos locales autónomos, la nueva unidad básica del Estado fue el individuo con un propio ámbito de autonomía, circunscrito por el concepto de libertad. Como consecuencia, la garantía de la libertad individual pasó a ocupar el lugar de las garantías de la autonomía señorial y comunal en el círculo de las finalidades del Estado, estableciendo, desde el prototipo de la república norteamericana de Virginia en 1776258, garantías de derechos fundamentales liberales. Con eso, se combinó la visión de una sociedad del derecho privado con las instituciones claves de la propiedad raíz individual, de la libertad industrial y de la libertad contractual. En 1804, se codificó el prototipo de la sociedad liberal de mercado en forma del Código Civil del Estado de la Revolución francesa259. El Estado territorial de la sociedad de masas individualizada negó la existencia de estamentos jurídicos, pero conoció dentro de la santificada igualdad legal las clases sociales de facto. Mientras la primacía tradicional de la clase guerrera noble se desvaneció cada vez más, para perder en la era de las grandes guerras industriales todo perfil propio, surgieron en el largo siglo XIX en la multitud de los ámbitos locales los respectivos notables honorables –los jueces, profesores, maestros, el jefe de estación de tren, el jefe de correo, abogados, médicos, el terrateniente principal y el propietario de la primera fábrica– bajo el predominio de los funcionarios del Estado mismo. En el nivel central del Estado, se perfilaron nuevas élites administrativas y judiciales bajo el monopolio de facto de los juristas, acompañadas por las élites sociales de los grandes burgueses industriales. No obstante, en el transcurso del siglo XX se perfiló la clase más llamativa del industrialismo, es decir, el estamento empresarial de facto que era, en la época de las sociedades anónimas, menos una clase de propietarios y más una clase de emprendedores y gerentes con una amplia habilitad a posicionar sus intereses en la institucionalidad del Estado. El sucesor más autentico del guerrero valiente, es el top-manager con la capacidad de imponerse y de conquistar mediante estrategias los mercados desconocidos260. Pero este prestigio particular solo existe fácticamente, no jurídicamente. Como otra característica llamativa del Estado territorial masificado e individualizado, es preciso aludir la conversión de las fronteras estatales –que en el antiguo régimen casi no habían sido perceptibles– en tajantes líneas de separación. Creciente258 259 260
Declaration of Rights made by the Representatives of the Good People of Virginia de 1776, op. cit. Véase capítulo III.3.A. WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 106 y ss, 700 y ss, t. 5, op. cit., págs. 132 y ss.
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mente, la frontera nacional separó zonas de ciudadanía, territorios lingüísticos, zonas de la legislación y de la administración uniforme, territorios económicos, monetarios y aduaneros e, igualmente, en el siglo XX, zonas de señalización particular en el tránsito y comunidades de telespectadores divergentes. Los puestos de aduanas, que en el antiguo régimen se habían repartido descentralizadamente en el territorio del Estado, se concentraron en las fronteras exteriores261, donde el Estado Nación recaudaba partes significativas de su presupuesto. Se erigieron controles fronterizos sistemáticos para vigilar el tránsito de mercancías y personas, equipados con barreras, banderas y otros símbolos del Estado Nación. Desde la Primera Guerra Mundial, los viajes se empezaron a hacer más difíciles por los requisitos de visado para la entrada y la salida. En este sentido, el Estado moderno se presentó menos liberal que todos sus antepasados. B)
LOS SIETE DEBERES FUNDAMENTALES DEL SER NACIONAL
El Estado de la sociedad de masas estableció para sus miembros individualizados un canon de por lo menos siete deberes fundamentales262. En primer lugar, insistió en el deber a la paz en consecuencia del Estado de la paz interna, formado en la modernidad temprana263. Segundo, exigió la lealtad constitucional y obediencia normativa en cuanto a las órdenes soberanas establecidas, bien bajo la forma de la ley abstracta y general, o de las decisiones concretas de las ramas administrativa y judicial. En tercer lugar, el Estado estableció un deber tributario general de toda la población residente, sin privilegios estamentales de la élite, que llevó en el moderno Estado industrial, bajo el régimen de la progresión tributaria, a una tasa de más del 40 por ciento de los ingresos de los pudientes264. En cuarto lugar, en cumplimiento de las metas ilustradas de construir una sociedad de educados, el Estado estableció la enseñanza obligatoria que tuvo su origen tanto en Austria en 1774 como en Baviera en 1802 y se difundió a Gran Bretaña en 1870, a España en 1908 y a Colombia en 1930265. Como quinto deber, muchos Estados europeos y latinoamericanos establecieron, desde los años 1870, el servicio militar obligatorio también en tiempos de paz, siguiendo el modelo de una nación en armas, propio de la república de la Revolución francesa de 1793 y el modelo más duradero del Reino de Prusia de 1814. Lo adoptaron Suiza en 261
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P. ej. en Suiza mediante la constitución federal de 1848; ALBERT HAUSER, Schweizer. Wirtschafts- u. Sozialgeschichte, Zürich, Erlenbach, 1961, pág. 285. VOLKMAR GÖTZ et al., Grundpflichten als verf.rechtliche Dimension, Berlín, de Gruyter, 1983, págs. 9 y ss, 21 y ss; HASSO HOFMANN, “Grundpflichten und Grundrechte”, en JOSEF ISENSEE & PAUL KIRCHHOFF (Eds.), Handbuch des Staatsrechts der BRD, t. 9, 3a ed., Heidelberg, Müller, 2011, págs. 699-732, 700 y ss; ANDREAS KLEY, Grundpflichten Privater im schweizer. Verf.recht, St. Gallen, Univ. (tesis doctoral), 1989, págs. 34 y ss. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 257 y ss. Comp. capítulo III.5. Comp. HOBSBAWM, La era del imperio, op. cit., pág. 354.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
1848, Austria en 1868, Chile en 1900, Colombia en 1911 y España en 1912266. La sustitución del ejército de mercenarios por un ejército popular, no solo se hizo pensando en contar con combatientes más baratos, sino también en establecer un instrumento de integración y disciplina social, en el que cada ciudadano masculino debía trabajar al menos una vez en su vida, durante dos o tres años, como funcionario uniformado del Estado. Inmanentemente, el Estado le exigió a su población masculina, bajo la amenaza de la pena de muerte, matar por él y, dado el caso, también morir por él267. Como sexto deber fundamental, se puede nombrar la obligación de someterse a una expropiación con indemnización en nombre del bien común. El Estado utilizó la expropiación en primer lugar para la reforma agraria liberal y capitalista del largo siglo XIX contra el segmentarismo del antiguo régimen, es decir, para la separación de las tierras feudales, la repartición de las tierras comunales y la secularización de los bienes de la Iglesia268. Además, jugó un papel importante en las Américas para la liberación de los esclavos (1804-1888)269, ya que estos no tenían la condición jurídica de personas, sino la de bienes. Asimismo, fue instrumentalizada desde los años 1830, para la construcción de los ferrocarriles y, de 1870 a 1970, para la nacionalización selectiva de industrias claves, por ejemplo, empresas de ferrocarriles o de energía270. A partir de 1917, se inició una ola de reformas agrarias sociales cuyo fin era redistribuir o limitar los latifundios provenientes de las reformas agrarias liberales del siglo anterior. Tales políticas públicas tuvieron éxito en Europa oriental271, pero en España e Hispano-América provocaron golpes de Estado y guerras civiles272. Cabe destacar que ningún Estado del antiguo régimen se había atrevido a un grado de intervención comparable con el del Estado soberano que afirmó solemnemente en sus derechos fundamentales la consagración de la propiedad. 266
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INES-J. WERKNER et al., Die Wehrpflicht und Ihre Hintergründe, Wiesbaden, VS, 2004, págs. 47 y ss; SAÚL RODRÍGUEZ, “Algunas consideraciones sobre servicio militar y democracia en Colombia”, en ALEJO VARGAS (Ed.), Perspectivas de la seguridad y la defensa, Bogotá, UNAL, 2008, págs. 25-50, 27 y ss. A veces, con privilegios para los educados: p. ej. en Prusia, desde 1814, el servicio militar para estos era solo de un año. Las excepciones del servicio militar obligatorio, fueron Gran Bretaña, sus dominios de poblamiento (como Canadá) y los EE.UU., donde sólo existió en tiempos de guerra y posguerra. Sobre la abolición, véase cap. VIII.3.C. Comp. MÜLLER, Militärgeschichte, op. cit., págs. 163 y ss, 212 y ss, 258 y ss; NEUGEBAUER et al., Grundkurs Militärgeschichte, t. 2, op. cit., págs. 1 y ss, 296 y ss. Véase capítulo III.1.B-C. Comp. capítulo V.3.B. Véase capítulos III.4.D.i, IV.2.Q, III.4.D.h y IV.2.D y IV.2.Q y JOSUA RASTER, Enteignung und Eisenbahnbau, Zurich, Schulthess, 2003 Comp capítulo III.1.C. Reformas agrarias sociales: México a partir de 1917, España en 1932, Guatemala en 1952, Bolivia en 1953, Cuba en 1959, Chile en 1967, Perú en 1969, Nicaragua en 1981, Venezuela en 2001. Golpes de Estado y guerras civiles en contra de dichas reformas: España en 1936, Guatemala en 1954 y Chile en 1973. Comp. BERNECKER, España entre tradición y modernidad, op. cit., págs. 262 y ss; OLIVIER DABÈNE, América Latina en el siglo XX, Madrid, Síntesis, 2000, págs. 116 y ss; HERNÁNDEZ, México, op. cit., págs. 382 y ss; MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 441 y ss.
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En séptimo lugar, se señala el deber de asumir un cargo honorifico para el bien común, por ejemplo como jurado o escrutador. Un octavo deber fundamental para discutir es el sufragio obligatorio, pero falta la práctica uniforme, pues hay Estados que lo aplican273, otros hablan de un deber cívico sin concreción y otros prefieren el sufragio voluntario. En términos generales, el Estado Nación europeo construyo la interacción con su pueblo individualizado mediante el disciplinamiento social274, despidiéndose del campesino laxo del antiguo régimen con poca predisposición a aceptar horarios, reglas y autoridades. Ahora el Leviatán promovió sistemáticamente el autocontrol de instintos, la fidelidad del súbdito/ciudadano obediente, la disciplina normativa y tributaria, la disciplina militar, la disciplina escolar y la disciplina higiénica, lo que fue acompañado por la disciplina del reloj ferroviario (horario, puntualidad), la de fábrica (interacción, cadena), la familiar de la etiqueta sobre la mesa (niñez quieta) y, en el siglo XX, también por la disciplina en el tránsito motorizado (prevención, reglas complejas). C)
LA INVENCIÓN Y ESCENIFICACIÓN DE LA IDENTIDAD COLECTIVA
Img. 9: El Estado Nación se autocelebró en festivos nacionales bajo sus banderas. Aquí la capital francesa de París en 1910275 273 274
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La ideología estatal ascendente del nacionalismo, tuvo en general una estructura paralela en todos los Estados, aunque los nacionalismos singulares mostraron muchas veces relaciones excluyentes y conflictivas entre sí. Toda nación, entendida en el sentido de la categoría colectiva de los co-titulares del poder estatal o, por lo menos, de los inmediatamente subordinados al mismo, constituida por una multitud de miembros individualizados e igualados, se describió sistemáticamente a sí misma con superlativos solemnes y elevados como aquella categoría de identidad pública, que absorbió todas las demás esferas de identidad del ser humano y requirió una lealtad absoluta, evaluando la mera duda como traición. Desde la Revolución francesa, la nación (el pueblo) adoptó atributos similares a los del monarca, cuando fue elevada a la categoría de soberano, o ganó una co-soberanía, o recibió al menos una expectativa prometedora de soberanía.
P. ej., Argentina, Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay. Comp. NORBERT ELIAS, El proceso de la civilización, México, FCE, 1987 (título original en alemán de 1939), págs. 229 y ss; GERHARD OESTREICH, Geist und Gestalt des frühmodernen Staates, Berlín, Duncker & H., 1969 (con projecciones exageradas). CHILDE HASSAM, July Fourteenth, Rue Daunou, de 1910.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
Si la nación representó una categoría novedosa del largo siglo XIX, la misma fue evidentemente inventada, diseñada, desarrollada y perfeccionada al estilo de un proceso intelectual, comunicativo, educativo y simbólico, teniendo en cuenta la psicología de masas. En este ámbito, el Estado Nación introdujo sistemáticamente colegios públicos, en los cuales se formó la futura generación en la asignatura de historia nacional, diseñada desde sus comienzos con una intención integradora, a través de narraciones más o menos ficticias de una nación eterna que vino linealmente de un pasado lejano y glorioso, o que estuvo predestinada desde siempre, reinterpretando para ello figuras históricas como si hubieran peleado orgullosa o trágicamente por la unidad nacional276. Cuando la historiografía nacional interpretó el curso de la historia como dirigido a la finalidad del Estado Nación actual, se produjeron consciente e inconscientemente mitos nacionales que mezclaron difusamente datos ciertos con imaginaciones del horizonte de los observadores. Esta invención de la nación pudo funcionar tranquilamente donde el Estado concreto llenó una carcasa continuada del antiguo régimen –por ejemplo en Portugal o Inglaterra–, pero se comprobó muy complicada si el Estado para legitimar fue un producto artificial de la era de la gran transformación, creado recientemente en contra del anterior sistema de Estados. Por ejemplo, el mito nacional del Imperio Alemán (1871-1945) hizo invisible los últimos seis siglos del Sacro Imperio Romano, afirmando una caída permanente del Imperio medieval desde los días de los Hohenstaufen hasta la supuesta salvación nacional por Prusia, con el salvador GUILLERMO I (1871-1888) en el papel de Barbablanca como el sucesor inmediato de FEDERICO I Barbarroja (1152-1190), bajo la proyección de una supuesta soberanía de vasallos como Brandeburgo hasta la Paz de Westfalia (1648) y bajo la identificación de supuestas raíces naturales de la nación en las tribus germánicas, interpretando a personas como el guerrero tribal germánico HERMANN, el Emperador Barbarroja, el reformador LUTHER y el Rey prusiano FEDERICO II como héroes nacionales277. La idea básica de este constructo fue ocultar el papel histórico de Prusia como un rebelde autorreferencial y destructivo frente al antiguo Imperio vienés. En la misma época, el mito nacional del Estado federal suizo de 1848 se configuró bajo una lógica de resistencia, contando una narración heroica de la independencia desde la Liga de los pueblos del bosque de 1291, la sublevación del rebelde legendario WILHELM TELL y la Guerra Suaba de 1499, ocultando que hasta la ruptura de 1798 no existió nada más que una ambigua autonomía especial de una liga de ciudades y pueblos, muy diferente de toda estructura nacional278.
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BENEDICT ANDERSON, Imagined Communities, 3a ed., Londres, Verso, 2006, págs. 6 y ss; PATRICK J. GEARY, The Myth of Nations, Princeton, Univ. Press, 2002. Comp. HERFRIED MÜNKLER, Die Deutschen und ihre Mythen, Berlín, Rowohlt, 2009, págs. 37 y ss, 181 y ss, 233 y ss; WOLFGANG HARDTWIG, “Die Krise des Geschichtsbewusstseins in Kaiserreich und Weimarer Rep.”, en anuario Jb. des Historischen Kollegs, Múnich, Oldenbourg, 2001, págs. 47-76, 65. BERND MARQUARDT, Die alte Eidgenossenschaft und das H. Röm. Reich, Zürich, Dike, 2007, págs. 7 y ss.
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Por su parte, el nacionalismo étnico de Rumania –fundada en 1861/1878– se enfocó en una supuesta presencia continuada del idioma rumano en el reclamado territorio desde la presencia breve del Imperio Romano antiguo (106-271 d.C.) –negando la más probable inmigración medieval de pastores románicos de los Balcanes–, se fascinó por una supuesta resistencia anti-otomana heroica, presentó una unión dinástica casual de cuatro meses en 1600 como la primera unificación nacional e ignoró por completo la división tradicional de los rumano-parlantes en ambos lados de la antigua frontera inter-civilizatoria entre la Valaquia oriental y la Transilvania occidental sin identidad ni historia común279. Otro cuento llamativo, fue el mito fundador del Estado neo-europeo de Israel –creado en 1948–, pues el nacionalismo sionista justificó la república de inmigrantes de lengua judeoalemana y judeoespañola por su supuesta descendencia étnica de los súbditos del Reino de Judea de la antigüedad mediterránea, expulsados violentamente por la diáspora romana de 70 d.C., aunque con cierta probabilidad los palestinos árabes entran mucho más al perfil de esta descendencia280. Además, el Estado Nación se autoescenificó ritual y simbólicamente. Siguiendo los modelos de los Estados Unidos de 1870, del Imperio Alemán de 1872, de Francia de 1880 y de Suiza de 1891, se celebraron anualmente grandes festividades nacionales conmemorativas, enfocadas en un evento clave del respectivo mito fundador, trasladando de tal manera una dimensión sacra a la esfera secular con el fin de glorificar la grandeza del Estado y la unidad de todos sus ciudadanos281. Otros símbolos de la identidad colectiva fueron las banderas nacionales omnipresentes, los frecuentes desfiles militares en la capital y en las demás ciudades, las ceremonias de cambio de guardia, los himnos nacionales282, los muesos nacionales283, los teatros nacionales, las mo-
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LUCIAN BOIA, History and Myth in Romanian Consciousness, Budapest, Central European Univ. Press, 2001, págs 31 y ss, 46 y ss, 83 y ss, 113 y ss, 129 y ss, 155 y ss; HILKE GERDES, Rumänien, Bonn, BPB, 2008, págs. 36 y ss. SHLOMO SAND, The Invention of the Jewish People, Londres, Verso, 2010, págs. 23 y ss, 129 y ss, 250 y ss, 314 y ss. Los EE. UU. eligieron en 1870 el Independence Day de 1776 como fiesta nacional; Alemania, en 1872, el Día de (la batalla de) Sedan de 1870, conmemorando la victoria decisiva para la fundación de Estado (hasta 1919); Francia, en 1880, el día de la Toma de la Bastilla como símbolo de la fundación del Estado revolucionario en 1789; Suiza, en 1891 el día del Rütlischwur de los supuestos rebeldes antiimperiales de 1291. Comp. KLEY, Verf.geschichte, op. cit., págs. 165 y s. Adviértase el art. 2 de la constitución francesa de 1946: “L’emblème national est le drapeau tricolore, bleu, blanc, rouge à trois bandes verticales d’égales dimensions. L’hymne national est La Marseillaise”; Constitution de la IVe République, ed. por JEAN P. MAURY (Ed.), Collection des constitutions françaises, Univ. de Perpignan, 2005, http://mjp.univ-perp.fr/france/france.htm (5.1.2018). P. ej. la Galería Nacional en Londres de 1824, el Museo Nacional de Colombia en Bogotá de 1824, el Museo Nacional Húngaro en Budapest de 1846, el Museo Nacional Germano en Núremberg de 1852, el Museo Nacional Bávaro en Múnich de 1855, la Galería Nacional en Berlín de 1861, el Museo Nacional Sueco en Estocolmo de 1866, el Museo Nacional Romano en Roma de 1889, el Museo Nacional Suizo en Zurich de 1898, el Museo Nacional en Varsovia de 1916, etc.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
nedas nacionales, las reconstrucciones románticas de la arquitectura medieval, así como grandes monumentos conmemorativos y estatuas nacionales omnipresentes284.
Img. 10-11: El Estado Nación se manifestó en una arquitectura pública de monumentos nacionales. De 1885 a 1911, el Reino de Italia erigió el Monumento nacional de Roma (arriba) en homenaje a su fundador reciente VÍCTOR MANUEL II, así como el Imperio Alemán lo hizo, de 1892 a 1896, en la Porta Westfalica para GUILLERMO I (derecha)285
La etiqueta nacional se difundió, además, en alegorías, autores, comidas, bebidas, parques, animales, lemas y marcas nacionales. Finalmente, en la era de la televisión de los últimos dos tercios del siglo XX, entraron los equipos nacionales deportivos en la función de los símbolos nacionales más visibles y estimados. La incitación colectiva alcanzó su máxima radicalidad en el alto nacionalismo de 1880 a 1950, mientras el Estado Nación se ha tranquilizado desde entonces a un estilo más discreto y abierto. D)
CONSTRUYENDO NACIÓN: POLÍTICAS PÚBLICAS DE LA HOMOGENEIZACIÓN ÉTNICA
Teniendo en cuenta que el tipo europeo del Estado Nación, basado en un único pueblo con el mismo nombre y un idioma nacional uniforme, no había existido desde siempre, sino fue un constructo novedoso de la era de la gran transformación, hay que analizar las respectivas estrategias efectuadas. En términos generales, el Estado Nación 284
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En el Imperio Alemán, se encuentran, p. ej., la Sala de la Liberación de 1815 en Kelheim, la Walhalla de 1842 en Donaustauf, la Columna de Victoria de 1873 en Berlín, el Monumento a Hermann de 1875 en Detmold, el Monumento de Niederwald de 1883 en Rüdesheim, el Monumento al Emperador Guillermo I de 1895 en Porta Westfalica, el Monumento del Kyffhäuser de 1896, el Monumento a la Batalla de las Naciones de 1913 en Leipzig, y aprox. 240 Torres de Bismarck en todo el territorio nacional. En Suiza, está la Capilla de Tell de 1880 en el Lago de los 4 Cantones. En Italia, hay el Monumento Nazionale a Vittorio Emanuele II de 1911 en Roma. En los EE.UU., hay el Monumento a Washington de 1884 en Washington, la Estatua de la Libertad de 1886 en Nueva York, el Lincoln Memorial de 1922 en Washington, el Monte Rushmore de 1941 (a 4 Presidentes) en Dakota del Sur. En Colombia, existe el Monumento a Bolívar en el Puente de Boyacá de 1939 y cientos de Estatuas de Bolívar. Fotos: BERND MARQUARDT.
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se manifestó desde la Revolución francesa de 1789 en políticas públicas del idioma oficial y de la cultura unitaria, expandiendo de tal manera la revolución de la soberanía a las esferas más intimas de la identidad humana. En particular, usó estrategias de la estandarización lingüística, de la homogeneización de las minorías, del cambio militar de las fronteras, de la limpieza étnica, del genocidio y del memoricidio. Esto se desarrolló en el largo siglo XIX entre 1789 y 1916 todavía con una intensidad media, pero explotó entre 1918 y 1950 en excesos con tendencias traumáticas. a) La estandarización lingüística Como tarea prioritaria, el Estado Nación se vio obligado a definir la estructura de su idioma oficial para superar la diversidad tradicional de escrituras y dialectos, ahora mal vista. Así por ejemplo, desde 1780, la Real Academia Española ha publicado veintidós Diccionarios de la lengua castellana, llamada española a partir de la 15ª edición de 1925 según la denominación del Estado. En el caso alemán fue más difícil, pues la facultad para definir la estructura lingüística fue dividida entre más de dos docenas de Estados. Después de que Baviera, Austria y Prusia habían publicado sus propias normas lingüísticas en 1879 y 1880, los veintiséis Estados federados del Imperio Alemán y Austria celebraron la conferencia interestatal en 1901 en la que se concretaron normas ortográficas comunes, las cuales también fueron aceptadas posteriormente por Suiza286. Otros Estados eliminaron lo confundible se su identidad lingüística, por ejemplo los Países Bajos, que reemplazaron la referencia bajo alemana (nederduits) por neerlandesa (nederlands) a partir de la constitución de 1815287. b) La definición y asimilación de las minorías De modo paralelo, los Estados nacionales del largo siglo XIX redefinieron como minorías incomodas los parlantes de otros idiomas, como ocurrió con los occitanos, bretones, alsacianos y flamencos de Francia a partir del nacionalismo lingüístico de la revolución ilustrada de 1789288, los flamencos de Bélgica desde el acto fundador de 1830289, los catalanes y vascos de España, los sicilianos y valleaostanos de Italia, los bajo alemanes, frisones, daneses, sorbios, casubios y polacos del Imperio Alemán290, 286 287 288
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WERNER KÖNIG, DTV-Atlas Deutsche Sprache, 12a ed., Múnich, DTV, 1998, pág. 108. P. ej., la iglesia protestante se llamó, hasta 1816, Iglesia Reformada Bajo-alemana. NINA JANICH & ALBRECHT GREULE, Sprachkulturen in Europa, Tübingen, Narr, 2002, págs. 16, 187; WEBER, Peasants into Frenchmen, op. cit. En el Reino de Bélgica, los flamencos formaron la mayoría de aprox. el 60%, pero la minoría francesa pudo definir el Estado como francófono. A partir de 1898, hubo avances del flamenco, pero la verdadera igualdad tuvo que esperar hasta la legislación lingüística de 1962. Según las particularidades fonéticas y gramaticales, el bajo alemán no es un mero dialecto del alemán, sino un idioma propio. Véase JANICH & G., Sprachkulturen, op. cit., págs. 75 y ss, 291.
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los eslovacos y rumanos de Hungría o los celtas de Gran Bretaña291. Aunque habitaron a veces más de la mitad del respectivo territorio estatal, empezaron tiempos difíciles para sus patrones lingüísticos y culturales. El Estado Nación inició una política discriminatoria de asimilación y homogeneización292, que utilizó medios de la clasificación del idioma nacional como único oficial293, tanto en la constitución, legislación, jurisprudencia, administración pública y militar como en el nuevo aparato de la educación pública, es decir, en las Universidades y, con un peso aun mayor, en la educación primaria de las masas. La educación popular en el idioma nacional, contuvo asignaturas estratégicas como historia nacional y geografía nacional. Esto fue complementado por una política de información que sistemáticamente discriminó idiomas minoritarios, tratándolos como rústicos, ineducados, primitivos, no patriotas, anticuados o meros dialectos del idioma oficial294. Con medidas no tan diferentes, varios Estados americanos hicieron desaparecer – no genéticamente– sus minorías étnicas. Por ejemplo, en la República de Colombia, fundada en 1819, el pueblo muisca del altiplano cundiboyacense se disolvió en pocas generaciones en la hispanidad del Estado Nación colombiano295. Muchas veces el chauvisnismo europeo nacionalizó artificialmente los nombres tradicionales de las regiones –por ejemplo italianizando el botín de guerra Südtirol a Alto Adige en 1919 –, de las ciudades –por ejemplo eslovaquizando Presburgo a Bratislava en 1919 o noruegizando Cristiania a Oslo en 1925–, de los pueblos, plazas, calles, edificios, bosques y campos, así como se borraron las inscripciones históricas en los idiomas pre-nacionalistas ahora indeseados. Se subrayaron estos cambios tanto por la introducción de la señalización oficial como por la difusión de los atlas nacionales. Fue siempre una intervención muy llamativa, si una Universidad prestigiosa tuviera 291
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JANICH & G., Sprachkulturen, op. cit., pág. 86; MICHAEL MANN, The Dark Side of Democracy, Cambridge, Univ. Press, 2006, pág. 61. SCHULZE, Staat und Nation, op. cit., pág. 173. Constitucionalizado en el inicio del siglo XX, p. ej. en las cartas griega de 1911 (art. 107), austríaca de 1920 (art. 8), estonia de 1920 (art. 5) y turca de 1923 (art. 2). Fue precisa la Constitución de la Rep. Española de 1931: “El castellano es el idioma oficial de la República. Todo español tiene obligación de saberlo” (art. 4); ed. por CONGRESO DE LOS DIPUTADOS, http://www.congreso.es/docu/constituciones/ 1931/1931_cd.pdf (5.1.2018). Además, el gobierno británico-australiano consideró adecuado, hasta 1969, privar a los aborígenes de sus hijos con el fin de anglicarlos en guarderías educativas, produciendo las llamadas generaciones robadas; FRANK G. CLARKE, The History of Australia, Westport, Greenwood, 2002, pág. 198; ALBRECHT HAGEMANN, Kl. Geschichte Australiens, Múnich, Beck, 2004, págs. 99 y ss; STUART MACINTYRE, A Concise History of Australia, Melbourne, Cambridge Univ. Press, 2009, págs. 190, 267. Los muiscas representaron en 1851 todavía un tercio de la población de las tierras altas, pero colapsaron hasta el 7% en 1912 y hasta 0 en la actualidad. Comp. PALACIOS & S., Colombia, op. cit., pág. 483; MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 211 y ss; OCAMPO L., Historia básica, op. cit., pág. 227; THOMAS FISCHER, “Indianervölker in Kolumbien”, en WERNER ALTMANN et al. (Eds.), Kolumbien heute, Fráncfort, Vervuert, 1997, págs. 59-88.
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que cambiar su lenguaje tradicional de enseñanza296. Paralelamente, los registros oficiales nacionalizaron los nombres de las personas, haciendo por ejemplo de un Peter alsaciano un Pierre francés. De igual forma, se intentó asimilar minorías mediante la inmigración dirigida de miembros del pueblo nacional a los territorios de aquellas y por la implantación de construcciones simbólicas al estilo nacional, así por ejemplo mediante una arquitectura neo-europea y neo-ortodoxa en el marco de la des-otomanización de los Balcanes297 o por catedrales ortodoxas rusas en los territorios de expansión del Imperio de San Petersburgo298. Tampoco pueden subestimarse los efectos profundos de la transformación a la sociedad industrial, pues tanto la creciente deslocalización del ser humano como la necesidad de comunicaciones supralocales, reforzaron las tendencias asimiladoras, lo que ganó finalmente una fuerza irresistible en la era de la radio (desde 1920), del cine sonoro (1927) y de la televisión (1935). Asimismo, fue relevante la disolución de las tierras comunales destruyó el núcleo de las antiguas culturas campesinas encerradas en sí mismas. De modo paralelo, se difundieron nuevos conceptos hasta entonces desconocidos como la francofonización, la castellanización, la italianización, la germanización, la magiarización, la eslovaquización, la chequificación, la polonización, la rusificación, etc. Entre los idiomas europeos más grandes que –casi– desaparecieron en estas dinámicas, se cuentan el occitano, el bajo alemán y el celta británico. La dinámica de transculturación se presentó aun más complejo en vista de las migraciones urbanizadoras masivas de la transformación a la sociedad industrial. Si una ciudad se ubicó en las cercanías de una frontera lingüística o en una isla lingüística, a veces los antiguos habitantes se transformaron en minoría. El ejemplo más llamativo fue la Praga austríaca, donde los alemanes –predominantes desde la plena Edad Media– perdieron su estatus alrededor de 1860 a causa de la inmigración de campesinos checos a los nuevos barrios del crecimiento urbano-industrial. En 1880, solo alcanzaron el 296
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P. ej., la Univ. de Estrasburgo (de 1621) –con una tradición latina y alemana– fue francofonizada en 1789, 1919 y 1945 y germanizada en 1871 y 1941. Además, la Universitas Carolo-Ferdinandea de Praga (de 1348) se fundamentó hasta 1882 en el alemán, pero se encontró dividida, de 1882 a 1920, en dos universidades, la alemana y la checa. En 1920, el nuevo gobierno checo definió la checa la única sucesora legítima de la tradición de 1348, pero sin tocar la existencia de la otra. En 1939, el gobierno alemán cerró la universidad checa. En 1945, el gobierno checo reanimó la universidad checa y cerró para siempre la alemana. Por su parte, la Universidad báltica de Tartu (Dorpat) enseñó hasta 1893 en alemán, después en ruso y desde 1919 en estón. P. ej., en la nueva capital búlgara de Sofía se construyo: de 1880 a 1882, el Palacio Real al estilo del historismo francés (2o imperio); en 1884, el parlamento en formas del neo-renacimiento; en 1910, el Teatro Nacional en formas neoclásicas; y de 1882 a 1912, la catedral al estilo neo-bizantino. Se estableció catedrales ortodoxas con una apariencia muy rusa, nombradas casi siempre Alejandro Newski, en las provincias católicas, protestantes y musulmanas: ejemplos fueron las de Tallin de 1894 y de Varsovia, terminada en 1912, que el nuevo Estado Nación polaco derrumbó en 1924.
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20% de la población urbana y, en 1910, el 11%299. Dicho fenómeno afectó a nueve de las 28 capitales de la Unión Europea actual, pues seis perdieron de tal manera el alemán (Reval/Tallin, Riga, Praga, Presburgo/Bratislava300, Budapest y Laibach/Ljubljana), una el flamenco (Bruselas), otra el sueco (Helsinki) y otra el polaco (Vilna). Esto ocurrió en Praga y Ljubljana ante un poder imperial no nacionalista –el austríaco– que toleró, entre 1848 y 1918, todo tipo de cambio a través de migraciones internas. A veces pudieron observarse variantes agudas de la política nacionalista de asimilación que prohibieron completamente los idiomas minoritarios en el espacio público y en la prensa, y persiguieron a todo patrimonio cultural particular en las construcciones y en el estilo de ropaje. En la Cataluña española, donde las frecuentes repeticiones de las prohibiciones legislativas del catalán escolar y administrativo durante todo el siglo XIX solo habían subrayado la falta de imposición eficaz, empezaron con los inicios del siglo XX tiempos más duros que llevaron, en el marco de la dictadura nacionalista de 1939, a la prohibición completa de usar el catalán en público301. Como un ejemplo análogo, puede citarse la política de la Italia fascista respecto a su botín de guerra germanohablante de Tirol del Sur entre 1921 y 1944302. c) Políticas de expansión y separación La tercera emanación de la ideología del nacionalismo, consistió en su instrumentalización para legitimar políticas militares de expansión o separación. Por ejemplo, el Reino expansivo de Cerdeña-Piamonte, en los años 1859 a 1870, creó Italia como un Estado Nación completamente artificial y sin antecedentes históricos. El mismo devoró, entre otros, el tradicional Reino de las dos Sicilias, que contaba con ocho millones de hablantes de los idiomas napolitano y siciliano. El parlamentario MASSIMO D'AZEGLIO comentó en 1861: “Hemos hecho Italia, ahora tenemos que hacer los italianos”303. La creación de este nuevo Estado se autolegitimó por el argumento del supuesto risorgimento de un origen común, afirmando que las etnias de la península mediterránea solo hablarían vulgarizaciones de la lengua nacional italiana. De este modo, 299 300
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GARY B. COHEN, The Politics of Ethnic Survival, West Lafayette, Purdue Univ., 2006, págs. 65 y ss, 70. Según el censo de 1910, el 41,9 de la población de la ex capital húngara se compuso por alemanes, el 40,5 por húngaros y el 14,9% por eslovacos. Después de la fundación de la ČSR, el censo de 1930 contó el 29,8% de eslovacos, el 28,1% de alemanes y el 16,2% de húngaros. Pero en 1950, el 90,2% se compuso por eslovacos. Comp. PETER SALNER, “Ethnic polarisation in an ethnically homogeneous town”, en revista Czech Sociological Review, núm. 9, 2, Praga, UC, 2001, págs. 235-246, 241. FRANCESC FERRER I G., “La repressió de la llengua catalana”, en revista Serra d’Or, Barcelona, Abadia de Montserrat, 2002, págs 18-21; THOMAS GERGEN, “Sprachengesetzgebung in Katalonien in Geschichte und jüngster Gegenwart”, en Revista de Llengua i Dret, núm. 49, Barcelona, Escola d’Administració Pública de Catalunya, 2008, págs. 143-178. GEORG GROTE, I bin a Südtiroler, Bozen, Athesia, 2009, págs. 46 y ss, 84 y ss; ROLF STEININGER, Südtirol im 20. Jh., Innsbruck, Studien, 1997, págs. 120 y ss, 158 y ss. Comp. FLEINER, Constitutional Democracy, op. cit., pág. 186.
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se alcanzó el resultado aspirado en forma de la generalización del idioma regional toscano, como si se tratara de una lengua intemporal y natural, a pesar de que en realidad la única raíz lingüística unificada había existido un milenio y medio antes, con el Imperio Romano y su idioma latín304.
Img. 12: Una conquista que veló bajo la bandera de la unificación nacional: en 1860 entran las tropas del Rey VÍCTOR MANUEL II de Cerdeña-Piamonte a la capital del Reino vencido de las Sicilias, bajo el aplauso escenificado de todos305
En teoría, puede pensarse también en una variante desintegradora de la política nacionalista, si una de las minorías fuertes adoptaba la lógica lenguacéntrica para reclamar el derecho de separarse al estilo de un Estado propio o de unificarse con la nación titular de uno de los Estados vecinos. Sin embargo, esto nunca se logró con fuerzas propias en contra de los poderes estatales consolidados de la era industrial, sino solo fue viable en constelaciones internacionales bélicas en las cuales grandes potencias vencedoras lo impusieron. En particular, esto fue el caso en los años de 1918 a 1920, cuando la coalición bélica de la Entente adoptó el interés estratégico de eliminar la existencia de lo último que había quedado del Sacro Imperio Romano –el Imperio Austrohúngaro–, bajo el rechazo agudo del perfil multiétnico y plurilingüístico de la constitución austríaca de 1867 con su derecho humano cultural colectivo de la igualdad étnica en la educación, en la administración y en la vida pública306. A través de la 304
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ALTGELD, Risorgimento, op. cit., págs. 317 y ss; DUGGAN, Italia, op. cit., págs. 165 y ss; FENSKE, Verf.staat, op. cit., págs. 338 y ss; JANICH & G., Sprachkulturen, op. cit., pág. 109; REINHARD, Staatsgewalt, op. cit., págs. 449 y ss; MÁXIMO VIGLIONE (Ed.), La rivoluzione italiana, Roma, Minotauro, 2001. J. J. STORY, Victor Emanuel & Garibaldi’s Grand Entry into Naples, Nottingham, 1860. Art. 19 de la Ley fundamental del Estado austríaco sobre los derechos de los ciudadanos de 1867, en RGBl. 1867, núm 142, págs. 394 y ss. La Corte imperial desarrolló una jurisprudencia amplia en pro de los derechos de las minorías. Véase ILSE REITER, “Die autochthonen Volksgruppen Österreichs”, en revista Forum Historiae Iuris, Berlín, 2001; GERALD STOURZH, “Schutz der Verfassung in der österr. Dez.verf. von 1867”, en THOMAS SIMON et al. (Eds.), Schutz der Verfassung, Berlín, Duncker & H., 2014, págs. 223-241, 233 y ss. En castellano: FRANCISCO SOSA & IGOR SOSA, El Estado fragmentado, 4a ed., Madrid, Trotta, 2007 (con un enfoque en los movimientos separatistas).
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revolucionarización de las minorías, se logró ganar la Gran Guerra europea, provocando la implosión imperial. Consecuentemente, la coalición anglo-francesa promovió la nueva fórmula de la autodeterminación de los pueblos como una espada internacional anti-austríaca, anti-rusa y anti-otomana. De tal manera, los diseñadores de las paces vencedoras de 1919 y 1920307 justificaron la fundación de varios nuevos Estados (seudo) ‘nacionales’ sin raíces históricas, como Yugoslavia y Checoslovaquia –que tuvo un carácter multiétnico análogo con sus checos (52,5%), alemanes (24,7%), eslovacos (15,1%), húngaros (5,1%) y ucranios (0,8%)308– pero que –a diferencia del Imperio desintegrado– prometió una política exterior agradecida a sus creadores. El hecho de que el Estado sucesor principal del Imperio –que en 1918 pretendió denominarse en la misma lógica nacionalista “Austria Alemana”309– solo recibiera los territorios de seis de los diez millones de ciudadanos de lengua alemana, subraya la aplicación estratégica del principio en mención310, lo que resultó, entre otros, del deseo geopolítico de separar la zona industrial en Bohemia del Norte de la influencia vienesa. Fue comparable el destino del segundo Estado de los Habsburgo, el Reino de Hungría que, durante nueve siglos, había tenido fronteras muy estables, pero que en el Tratado de Trianon de 1920 perdió el 71% de su territorio tradicional, de modo que en la nueva Hungría vivieron solo ocho de los once millones y medio de húngaros étnicos. Estos casos ilustran que en lugar de la proclamada autodeterminación, la consigna política fue más bien la eliminación de una potencia competidora de la pentarquía europea y la creación de un cordon sanitaire de Estados leales a la Entente anglo-francesa en manos de las anteriores minorías311. d) Limpiezas étnicas y genocidios A veces, los poderes estatales radicalizaron la mitificación de la nación propia en proceso de construcción, hasta limpiezas étnicas y genocidios. La mayor parte de los 307
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Traité de paix entre les Puissances alliées et associées et l’Autriche, signé à Saint-Germain-en-Laye de 1919, en StGBl. für Österreich, núm. 303, 1920, págs. 995 y ss & Traité de paix entre les Puissances alliées et associées et la Hongrie Traité de Trianon de 1920, ed. por MAURY, Digithèque, op. cit. Nacionalidades de Checoslovaquia según el censo de 1921; TEICHOVA, Wirtschaftsgeschichte der ČSR, op. cit., pág. 14. También fueron multiétnicos: Yugoslavia (serbios 46%) y Polonia (polacos 69%, ucranianos 14%, judíos 8%, alemanes 4%, bielorrusos 4%). Comp. JIŘÍ KOŘALKA, “Minderheitenstatus als Notausweg”, en UMBERTO CORSINI & DAVIDE ZAFFI (Eds.), Die Minderheiten zwischen den beiden Weltkriegen, Berlín, Duncker & H., 1997, págs. 95-115, 96; WILLIAM MAHONEY, The History of the Czech Republic and Slovakia, Westport, Greenwood, 2011, pág. 146. Stgbl. für Deutschösterreich, Viena, 1918. Comp. BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., págs. 187 y ss. DAVID RAIČ, Statehood and the Law of Self-Determination, La Haya, Kluwer, 2002, págs. 188y ss; JÖRG FISCH, Das Selbstbestimmungsrecht der Völker, Múnich, Beck, 2010, págs. 175 y ss. Comp. GERDES, Rumänien, op. cit., pág. 35; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 114 y ss; MIKLÓS MOLNÁR, A Concise History of Hungary, Cambridge, Univ. Press, 2001, págs. 262 y ss; PETER SUGAR et al., A History of Hungary, Bloomington, Ind. Univ. Press, 1994, págs. XIV, 267 y ss, 295 y ss.
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casos tuvo que ver con contextos bélicos, muchas veces después de cambios de las fronteras estatales. Al respecto, MICHAEL MANN habla del “lado oscuro de la democracia”, PHILIPP THER del “lado oscuro de los Estados nación” y CHRISTIAN GERLACH de “las sociedades extremamente violentas”312. Originalmente, la política pública de la limpieza étnica313 se configuró en los Estados neo-europeos anglófonos –en particular en los EE.UU. y la Australia británica– que se expandieron a costa de sociedades pre-estatales estigmatizadas como primitivas, las cuales fueron expulsadas sistemáticamente de sus territorios, pues resultaban atractivos para su ocupación por parte de colonos europeos. El punto de partida fue la ley estadounidense de 1830, llamada Indian Removal Act, por la cual se expulsó a las Cinco Tribus Civilizadas, cuando ellos intentaron transculturarse de la pre-estatalidad a una especie de nación paralela con una constitución propia (1827)314. También la construcción de la colonia británica de poblamiento en Australia, se realizó, de 1800 a 1928, bajo políticas genocidas con múltiples masacres en los aborígenes, cometidas o toleradas por las fuerzas oficiales315. Como el primer ejemplo intra-europeo, se indica la desceltización de las islas Británicas por la actuación del Reino Unido de Gran Bretaña. Respecto a la población originaria de Irlanda, el gobierno se aprovechó –entre 1845 y 1849– de la Gran Hambruna Irlandesa, causada socio-ecológicamente por el ataque microbiológico a una monocultura de papas, pues dejó morir un millón de súbditos indeseados de lengua celta y religión católica mediante el rechazo sistemático del apoyo posible y obligatorio, mientras un gran número de sobrevivientes se sintió presionado a la emigración a Norteamérica316. La misma monarquía efectuó en Escocia la expulsión de una parte significativa de los gaélicos en forma de los highland clearances mediante el permiso generoso a los latifundistas ingleses de apropiarse sistemática y violentamente de las tierras campesinas para criar ovejas, de modo que la población celta tuvo que emigrar a América317. 312
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MANN, The Dark Side of Democracy, op. cit.; PHILIPP THER, The Dark Side of Nation-States, Nueva York, Berghahn Books, 2014 (título original en alemán de 2012), págs. 69 y ss; CHRISTIAN GERLACH, Extremely Violent Societies, Cambridge, Univ. Press, 2010. De la expresión serbia etničko čišćenje de las Guerras Yugoslavas (1991-1999). Indian Removal Act de 1830, en Statutes at Large, 21st Congress, 1st Session, págs. 414 y ss; Constitution of the Cherokee Nation de 1827, ed. por DIGITAL HISTORY, http://www.digitalhistory.uh.edu/active_learning/explorations/indian_removal/cherokee_constitution.cfm (5.1.2018). Comp. GROSSBERG et al., History of Law in America, t. 2, op. cit., págs. 219 y ss, 230, 352; MANN, The Dark Side of Democracy, op. cit., págs. 86 y ss. BERND STÖVER, United States of America, 2a ed., Múnich, Beck, 2013, págs. 134 y ss. El último caso fue el Coniston-Massaker de 1928. En la Caledon Bay Crisis de 1932 cambió la política. FRANCIS BOYLE, “The Great Irish Famine was Genocide”, en GLOBAL RESEARCH (Ed.), Crimes against Humanity, 2010, http://www.globalresearch.ca/the-great-irish-famine-was-genocide/ (5.1.18); EDWARD J. O’BOYLE, “Classical Economics and the Great Irish Famine”, en revista Forum for Social Economics, t. 35, núm. 2, Heidelberg, Springer, 2006, págs. 21-53; MANN, Dark Side of Democracy, op. cit., pág. 61. Prohibición legal por el Crofters’ Holdings Act de 1886. JANICH & G., Sprachkulturen, op. cit., pág. 86; ERIC RICHARDS, A History of the Highland Clearances, 2 tomos, Beckenhem, Croom Helm, 1985.
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Fue aun más cruel la violencia étnica, cometida por poderes estatales, en la disolución de los grandes imperios multiétnicos en varios Estados naciones artificiales y ahistóricos: por una parte, la muerte forzada del Imperio Otomano, ejecutada entre 1878 y 1923, fue acompañada por la expulsión de grandes partes de la población musulmana de los Balcanes por parte de los Estados neo-europeos de Grecia, Serbia y Bulgaria que ascendieron bajo la presión internacional de las grandes potencias europeas. Después de las escalaciones de la violencia étnica en las Guerras de los Balcanes de 1912 y 1913, siguió entre 1919 y 1923 la separación nacionalista de las dos etnias centrales en los hasta entonces paisajes centrales del Imperio Otomano, en lo que la población otomana de Macedonia meridional fue expulsada por Grecia, mientras los griegos de las costas de Asia menor lo fueron por el nuevo Estado Nación de Turquía318. Por otra parte, ahora los cristianos orientales fueron perseguidos por el gobierno turco que reemplazó, en vista de la experiencia anterior, su tolerancia étnica-religiosa acostumbrada por un étno-nacionalismo importado desde Europa, incluyendo la realización del genocidio de aproximadamente 1 a 1,5 millones de armenios en los años de la Primera Guerra Mundial, los cuales se estigmatizaron en Constantinopla como una especie de quinta columna del Imperio Ruso en la zona del frente militar319. TRANSCULTURACIÓN A LA FUERZA: DEL EYALET OTOMANO DE RUMELIA AL REINO NEO-EUROPEO DE BULGARIA
Aprox. 1870: Monastir (Bitola) otomana
1912: víctimas de la limpieza étnica
1914: Sofía, el Teatro Nacional
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El intercambio fue legitimado por el Tratado de Lausana de 1923, ed. por GREWE, Fontes, t. 3, op. cit., págs. 1167 y ss. Comp. MARIE-J. CALIC, Geschichte Juogoslawiens im 20. Jh., Bonn, BPB, 2010, pág. 67; GUSTAVO CORNI & TAMÁS STARK, Peoples on the Move, Nueva York, Berg, 2008, págs. 6 y ss; EDGAR HÖSCH, Geschichte der Balkanländer, 4a ed., Múnich, Beck, 2002, págs. 199, 205; ÍD., Geschichte des Balkans, 2a ed., Múnich, Beck, 2007, pág. 54; MANN, Dark Side of Democracy, op. cit., págs. 93 y ss; NORMAN M. NAIMARK, Fires of Hatred, Harvard, Univ. Press, 2001, pág. 17; OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, op. cit., págs. 141 y ss; THER, The Dark Side of Nation-States, op. cit., págs. 59 y ss. GERLACH, Extremely Violent Societies, op. cit., págs. 92 y ss; GUENTER LEWY, The Armenian Massacres in Ottoman Turkey, Salt Lake City, Univ. of Utah, 2005, págs. 90 y ss, 131 y ss, 245 y ss; MANN, Dark Side of Democracy, op. cit., págs. 140 y ss; NAIMARK, Fires of Hatred, op. cit., págs. 17 y ss; RUMMEL, Death by Government, op. cit., págs. 209 y ss; SIBYLLE THELEN, Die Armenierfrage in der Türkei, Bonn, BPB, 2011, págs. 14 y ss. Img. 13: de EDWARD LEAR (1812-1888); img. 14: Muhajirs en Constantinopla, de FREDERICK MOORE; img. 15: postal del Teatro Nacional de Sofía.
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De igual forma, la ejecución ex post de la supresión del Sacro Imperio Romano Germánico (1806) y de sus sucesores austrohúngaro (1919) y prusiano-alemán (1945), se manifestó, a fin de cuentas, en la pos-derrota total de 1945 a 1949 y en la esfera de responsabilidad de las tres potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial, en forma de la expulsión de aproximadamente 15 millones de alemanes étnicos de la zona amplia entre Bohemia y Prusia oriental –incluyendo la aceptación de cerca de dos millones de muertos por violencia–. En el caso de Checoslovaquia, el poder público expulsó –veinticinco años después de la fundación del Estado– el 29,8% de la población nativa321 de su territorio, reemplazando de este modo la identidad tradicional del Reino de Bohemia –caracterizada desde la colonización agraria de la plena Edad Media por la vida conjunta de los alemanes y checos– por un Estado unilateral de los últimos. En este caso, las limpiezas étnicas fueron juridificadas al estilo de un derecho de la convivencia negada en forma de los decretos del Presidente BENEŠ de 1945 a 1946. De modo paralelo, Polonia recibió en su desplazamiento occidental el territorio de la Alemania oriental bajo el permiso de expulsar a ocho millones de alemanes –el equivalente numérico de aproximadamente todos los portugueses o peruanos de entonces–, lo que Polonia manejó, en su terminología nacionalista, como los supuestos territorios recuperados de una Polonia originaria del año 1100, aunque la misma solo había sido una etapa breve en la dinámica primaria de la estatalización europea. La meta principal consistió en construir Estados nacionales étnicamente homogeneizados para los checos y polacos en fronteras ahistóricas que se definieron según la finalidad geopolítica de la debilitación perpetua de la zona germanófona322. De modo paralelo, se realizaron transferencias forzadas según criterios étno-lingüísticos para adaptar la estructura nacional a las nuevas fronteras exigidas por el dictador ruso STALIN entre Polonia, Ucrania, Bielorrusia y Lituania323. Por su parte, el Estado independiente de Croacia cometió, de 1941 a 1945, un genocidio bajo el fin de eliminar la minoría de los serbios ortodoxos de la Vojna Krajina y Bos321 322
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En 1921, se contó un 24,7% de alemanes y un 5,1% de húngaros; TEICHOVA, ČSR, op. cit., pág. 14. Comp. STEFAN AUST & STEPHAN BURGDORFF (Eds.), Die Flucht, Bonn, BPB, 2005, págs. 103 y ss, 116 y ss, 152 y ss; DETLEF BRANDES et al., Lexikon der Vertreibungen, Viena, Böhlau, 2010, págs. 133 y ss, 144 y ss; CORNI & S., Peoples on the Move, op. cit., págs. 86 y ss, 96 y ss; DAVIES, God’s Playground, t. 2, op. cit., págs. 367 y ss; BERND FAULENBACH, “Die Vertreibung der Deutschen aus den Gebieten jenseits von Oder und Neiße”, en revista APuZ, B 51-52, Bonn, BPB, 2002, págs. 44-54; ANNETTE GROßBONGARDT et al., Die Deutschen im Osten Europas, Bonn, BPB, 2011, págs. 201 y ss; JERZY HOLZER, Polen und Europa, Bonn, BPB, 2007, págs. 52 y ss; GRZEGORZ HRYCIUK et al., Umsiedlungen, Vertreibungen u. Fluchtbewegungen 1939-1959, Bonn, BPB, 2012, págs. 14 y ss, 84 y ss, 168 y ss, 188 y ss; MAHONEY, The History of the Czech Republic, op. cit., págs. 193 y ss; NAIMARK, Fires of Hatred, op. cit., págs. 114 y ss, 124 y ss; RUDOLPH J. RUMMEL, Death by Government, New Brunswick, Transaction, 1997, págs. 297 y ss; FERDINAND SEIBT, Deutschland und die Tschechen, 2a ed., Múnich, Piper, 1995; THER, The Dark Side of Nation-States, op. cit., págs. 143 y ss; 168 y ss; ALFRED M. DE ZAYAS, Nemesis at Potsdam, 6a ed., Rockland, Picton, 2003, págs. 6 y ss, 60 y ss, 103 y ss. ANDREAS KAPPELER, Geschichte der Ukraine, 4a ed., Bonn, BPB, 2015, págs. 224 y ss; TIMOTHY SNYDER, “To resolve the Ukrainian Question once and for all”, en JCWS, núm 1/2, 1999, págs. 86-120.
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nia. Subsiguientemente, la Yugoslavia gran-serbia de TITO presionó al éxodo de los italianos de Istría, Fiume y Dalmacia, lo que fue acompañado por las masacres de las foibe. Nuevos excesos siguieron en las Guerras de Croacia y de Bosnia (1991-1995)324. EL ESTADO NACIÓN (SIGLOS XIX Y XX) HOMOGENEIZACIÓN INTERNA Y LIMPIEZA ÉTNICA
Zonas del genocidio y/o de la limpieza étnica (expulsión de la población) Zonas de la homogeneización étnica (por educación popular, idioma administrativo, prohibición, etc.) Zonas con una presión fuerte de la homogeneización que, finalmente, fracasó
Mapa 3325
Asimismo, vale la pena mencionar el surgimiento del Estado Nación neo-europeo de Israel en 1948. Dicha creación artificial de la la coalición vencedora de la Segunda Guerra Mundial en manos de migrantes judíos, predominantemente de origen europeo, fue acompañada por la expulsión de grandes partes de la población árabe de Palestina326. 324
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CALIC, Geschichte Juogoslawiens, op. cit., págs. 173, 178 y s; CORNI & S., Peoples on the Move, op. cit., págs. 103 y ss; MANN, The Dark Side of Democracy, op. cit., págs. 294 y ss; JAN W. HONIG & NORBERT BOTH, Srebenica, Record of a War Crime, Londres, Penguin, 1996, págs. 28 y ss, 48 y ss, 139 y ss. Las fronteras entre los Estados son las actuales. Mapa: BERND MARQUARDT. ILAN PAPPE, A History of Modern Palestina, 2ª ed., Cambridge, Univ. Press, 2006, págs. 128 y ss; ÍD, The Ethnic Cleansing of Palestine, 4a ed., Oxford, Oneworld, 2011, págs. 10 y ss, 39 y ss.págs. 29 y ss.
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No obstante, como el arquetipo de la violencia estatal parece la revocación de la asimilación judía, iniciada por el Imperio Alemán nacionalsocialista en forma de dos políticas anti-judías consecutivas: la primera, de 1933 a 1940, consistió en la presión a la emigración de los judíos alemanes por un montón de medidas discriminatorias, mientras que la segunda se radicalizó, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, hacia el religiocidio sistemático de los judíos europeos, efectuado de 1941 a 1945. Este judeocidio se transformó en un proyecto europeo, en el cual colaboraron también los gobiernos cómplices de Croacia, Eslovaquia, Francia (Vichy), Hungría, Italia (República Social) y Rumania. A fin de cuentas, las dos terceras partes de los judíos europeos murieron en fusilamientos masivos y, de modo industrial, en fábricas estatales de la muerte327. e) Memoricidio Típicamente, los poderes estatales triunfantes flanquearon sus políticas nacionalistas por la estrategia del memoricidio, enfocada en la eliminación de la memoria histórica de los hechos y la situación anterior a la homogeneización étnica. De tal manera, se bagatelizó, se ocultó y se negó328. A veces, los representantes de la nueva composición se justificaron mediante la afirmación de supuestos actos hostiles primarios o traiciones por parte de las víctimas, o se les presentó como huéspedes foráneos con una mera presencia pasajera. f) Ejemplos y resultados Algunas regiones de Europa sufrieron una variedad de transformaciones étnicas. Un ejemplo significativo es la Polonia mayor occidental (Posnania) que contuvo en el punto de partida de la Segunda Partición Polaca de 1793 una población mixta del 75% de 327
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Aquí no se retoma el término holocausto, pues su carácter seudo-religioso y originado en una serie de televisión. Véase BURKHARD ASMUSS (Ed.), Holocaust, Berlín, DHM, 2002, págs. 151 y ss; WOLFGANG BENZ, A Concise History of the 3rd Reich, Berkeley, Univ. of California Press, 2006 (título original en alemán de 2000), págs 213 y ss; ÍD., The Holocaust, Nueva York, Columbia Univ. Press, 1999; ZYGMUNT BAUMAN, Modernity and the Holocaust, nueva ed., Cambridge, Polity Press, 2007 (trad. en español de 2010); MICHAEL BRENNER, A Short History of the Jews, Princeton, Univ. Press, 2010 (título original en alemán de 2008), págs. 319 y ss; SAUL FRIEDLÄNDER, ¿Por qué el holocausto? Barcelona, Gedisa, 2004; CHRISTIAN GERLACH, The Extermination of the European Jews, Cambridge, Univ. Press, 2010, págs. 66 y ss, 141 y ss, 311 y ss; RAUL HILBERG, La destrucción de los judíos europeos, Madrid, Akal, 2005 (título original en inglés de 2003 [1961]); MANN, The Dark Side of Democracy, op. cit., págs. 180278; BEATE MEYER, “Ausgrenzung und Vernichtung der dt. Juden”, en ARNO HERZIG & CAY RADEMACHER (Eds.), Die Geschichte der Juden in Deutschland, Bonn, BPB, 2008, págs. 196-217; MARQUARDT, Ius contra bellum, op. cit., págs. 256 y ss; HANS MOMMSEN, Das NS-Regime und die Auslöschung des Judentums in Europa, Bonn, BPB, 2014, págs. 107 y ss, 152 y ss, 181 y ss; NAIMARK, Fires of Hatred, op. cit., págs. 62 y ss, 73 y ss; TIMOTHY SNYDER, Tierras de sangre, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2011 (título inglés de 2010), págs. 229 y ss; THER, The Dark Side of Nation-States, op. cit., págs. 129 y ss. Así hasta hoy en Turquía; THELEN, Die Armenierfrage in der Türkei, op. cit., págs. 31 y ss.
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polacos y el 25% de alemanes. Incluida al Reino de Prusia con su ciudadanía supraétnica, el porcentaje de los alemanes creció hasta el 38,1% en 1910, debido a la migración urbanizadora de cientos de miles de polacos étnicos a la megápolis industrial del Ruhr en la Prusia renana. Seguidamente, en los inicios de la República de Polonia, la población alemana de Posnania se cayó al 17% según el censo de 1921, pero a partir de 1939, en el Imperio Alemán la misma creció otra vez por la política de trasladar alemanes étnicos de las islas lingüísticas de Europa oriental a esta región, mientras que la segunda República de Polonia los dejó desaparecer por la limpieza étnica efectuada de 1945 a 1948329. También otras transnacionalizaciones se desarrollaron en una interacción compleja de varios poderes estatales sucesivos: por ejemplo, Livonia –la Estonia y Letonia de hoy– fue percibida hasta la segunda mitad del siglo XIX como un país bajo alemán que –a pesar de la inclusión del ex Estado de la Orden Teutónica al Imperio Ruso– usó el bajo alemán como idioma administrativo, lengua universitaria, idioma para denominar ciudades y pueblos, lengua de la élite noble e idioma de los comerciantes y académicos en las ciudades, mientras el campesinado usó los idiomas letón y estón. Con la des-segmentarización de la década de 1860, se inició la gran transformación livona y, en la década de 1890, empezó una política pública de la rusificación, eliminando el papel del alemán como idioma oficial (1891), suprimiendo la escritura latina, promoviendo la inmigración de rusos e introduciendo una arquitectura rusa. Los Estados nacionales de Letonia y Estonia, formados en 1918 en el vacío de poder de finales de la Primera Guerra Mundial, elevaron el letón y estón al nivel de idiomas oficiales, nacionalizaron las denominaciones de las ciudades y expropiaron, por las reformas agrarias de 1919 a 1922, a la antigua élite alemana. Empezó así, la emigración alemana, que se intensificó en las dictaduras nacionales desde 1934. A partir de 1939, el Imperio Alemán acordó con los Estados bálticos la transferencia de los alemanes a Alemania para crear territorios lingüísticos homogéneos. El posterior gobierno soviético (1945-1990) intentó rusificar, de modo que los Estados definitivos de Letonia y Estonia, refundados en 1990, son ahora Estados nacionales de los pueblos titulares con fuertes minorías rusas marginadas330. 329
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La provincia hermana de Prusia occidental (Pomerelia) compartió estos cambios de fronteras, pero la relación lingüística fue al revés, con el 64,5% de alemanes en 1910. Comp. ALEXANDER, Kl. Geschichte Polens, op. cit., págs. 277 y ss; WINSON CHU, The German Minority in Interwar Poland, Cambridge, Univ. Press, 2012, págs. 21 y ss, 63 y ss; DAVIES, God’s Playground, t. 2, op. cit., págs. 191, 299 y ss; GOSEWINKEL, Einbürgern und Ausschliessen, op. cit., págs. 211 y ss; GROßBONGARDT et al., Die Deutschen im Osten Europas, op. cit., págs. 59 y ss, 147 y ss, 163 y ss; ULRICH HERBERT, Geschichte der Ausländerpolitik in Deutschland, Bonn, BPB, 2003, págs. 74 y ss; HOLZER, Polen und Europa, op. cit., págs. 29 y ss; HRYCIUK et al., Umsiedlungen, op. cit., págs. 22 y ss, 64 y ss, 160 y ss, 170; ALBERT S. KOTOWSKI, Polens Politik gegenüber seiner dt. Minderheit 1919-1939, Wiesbaden, Harrassowitz, 1998, págs. 35, 51 y ss. Véase MICHAEL GARLEFF et al., Staatliche Einheit und nationale Vielfalt im Baltikum, Múnich, Oldenbourg, 2005, págs 13 y ss, 35 y ss; ANDREJS PLAKANS, A Concise History of the Baltic States, Cambridge, Univ. Press, 2011, págs. 215 y ss, 223 y ss, 300 y ss, 336 y ss, 402 y ss; RALPH TUCHTENHAGEN, Geschichte der baltischen Länder, Múnch, Beck, 2005, págs. 63 y ss, 79 y ss.
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Lo artificial en la construcción de las naciones estatales, pudo articular grados de intensidad muy diferentes. Por ejemplo, el Estado noruego –independiente desde 1814/1905– decidió escenificar su identidad nacional en contra del antiguo idioma oficial danés, de modo que el parlamento adoptó, entre 1862 y 1917, modificaciones del danés escrito bajo la denominación propia idioma del Reino (riksmål), pero paralelamente se permitió la difusión del artificial idioma del país (landsmål), lo que llevó, bajo un estilo político relajado y permisivo, a una comunalización de la política lingüística con el efecto de una nueva división del país en zonas de ambos nuevos idiomas nacionales331. Fue más decidida y exitosa la política del Estado neo-europeo de Israel, creado en 1948, de fundamentarse en la lengua construida del neo-hebreo, derivado del idioma litúrgico de los judíos, en vez de continuar con el extendido judeoalemán y judeoespañol de los inmigrantes fundadores332. El tercer ejemplo de construir nación mediante un idioma artificial, puede reconocerse en el exclave lejano de la cultura europea en el archipiélago de las Filipinas que había sido, de 1565 a 1899, una gobernación ultramarina de la Monarquía española. A partir de la ocupación japonesa (1942-1945) y la constitución dictatorial de 1973, el gobierno filipino remplazó el español –oficial durante toda la modernidad temprana– por el idioma artificial del filipino, derivado de los lenguajes malayo-polinesios de las zonas rurales de las islas. Así, los filipinos de hoy no pueden leer los textos históricos de sus propios archivos333. Por otra parte, hubo casos de la formación tardía del Estado nacional que tropezaron con transformaciones lingüísticas irrevocables. Así, cuando el nuevo Estado de Irlanda, fundado en 1922, intentó definir el irlandés celta como el idioma nacional y la primera lengua oficial, fracasó, pues después de un siglo de anglicización intensiva, ni los promotores de la independencia, ni el pueblo, quisieron aprender una lengua que era muy diferente del bien conocido inglés, de modo que el irlandés celta terminó siendo hablado por algunos campesinos de penínsulas retiradas334. La gran excepción estable frente al agresivo nacionalismo lingüístico, fue la Suiza republicana. Desde la formación del Estado Nación federal en 1848, el mismo definió 331
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GREGG BUCKEN-K., Elites, Language, and the Politics of Identity, Albany, State Univ., 2003, págs 1 y ss; JANICH & G., Sprachkulturen, op. cit., págs. 180 y ss. PAPPE, A History of Modern Palestina, op. cit., págs. 49 y ss, 93 y ss, 108 y ss. En la constitución revolucionaria de 1899, el español fue todavía el único idioma oficial (art. 93). En la constitución de 1935, fueron idiomas oficiales el inglés y el español (art. 14 núm. 3); en la de 1973, el inglés y el filipino (art. 15 núm. 3). Textos const.: CHAN ROBLES (Ed.), Constitutions of the Republic of the Philippines, http://www.chanrobles.com/philsupremelaw.htm#.WYuhBunkWM8 (5.1.2018). JOHN O’BEIRNE R., A Short History of Ireland, 3a ed., Cambridge, Univ. Press, 2012, págs. 132 y s, 173 y ss, 256 y s; JANICH & G., Sprachkulturen, op. cit., pág. 86 y s.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
exitosamente su estructura nacional como de voluntad y plurilingüe, admitiendo tres idiomas principales. Esta federación alpina reconoció la competencia de los Estados federados para definir su propia lengua administrativa y escolar, integrando y respetando muy exitosamente una minoría de un tercio no germanohablante de la población335. Igualmente, la federalización se convirtió en el modelo de éxito de Canadá, entregando en 1867 a los québécois francófonos su propio marco estatal autónomo336, de modo que fracasaron los referendos de independencia de 1980 y 1995. Fueron también exitosas las concesiones del pequeño Gran Ducado de Luxemburgo de 1868 para el uso libre de los idiomas alemán y francés337; del Estado de Sudáfrica, independizado desde 1910, al bilingüismo neerlandés (llamado afrikaans) e inglés338; y de la nueva república de Finlandia que reconoció, en su Forma de gobierno de 1919, al lado del finés de la nación titular, el tradicional idioma gubernamental sueco como segundo idioma oficial339. g) Síntesis En la experiencia general del continente europeo, la época introductoria y aguda del Estado Nación, entre 1789 y 1950 aproximadamente, acabó con grandes partes de la diversidad lingüística del antiguo régimen. Las zonas de idiomas que atravesaron las fronteras estatales desaparecieron, así como se disolvieron las zonas de una mezcla lingüística estamental y la mayor parte de las islas lingüísticas, mientras diversos idiomas grandes –como el occitano, el bajo alemán y el celta– y muchas lenguas pequeñas 335
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Así art. 109 de la Constitución federal suiza de 1848, op. cit., y art. 116 de la carta del 1874. De los 26 cantones (Estados federados) de hoy, 17 son germanohablantes, 4 francófonos y uno habla italiano. Al respecto: URS ALTERMATT, “Sprachenblöcke oder Sprachenvielfalt”, en Universitas Friburgensis, Special Dies academicus, Friburgo, Universidad, 1996, págs. 5-11; FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit., págs. 594 y ss; ERNST WEIBEL, “Sprachgruppen und Sprachprobleme in der Schweiz”, en HANS G. WEHLING (Ed.), Die Schweiz, Stuttgart, Kohlhammer, 1988, págs. 79-99. Art. 133 de British North America Act de 1867, 30 & 31 Vic., c. 3. Originalmente, Quebec se identificó como bilingue, pero la Loi 22 sur la langue officielle de 1974 declaró el francés el único idioma oficial. Art. 29 de la Verf. des Ghzm. Luxemburg de 1868, ed. por WEBMASTER VERFASSUNGEN EU (Ed.), Verfassungen der EU, http://www.verfassungen.eu/lu/luxemb68.htm (5.1.2018). Según el británico Act to constitute the Union of South Africa de 1909 (9 Edw. VII c. 9), el Official Languages of the Union Act de 1925, el art. 108 de la Grondwet van die Republiek van Suid-Afrika de 1961 (ley 32, Pretoria, Staatsdrukker, 1967) y el art. 89 de la de 1983, bajo la exclusión estricta de los idiomas africanos. Desde la constitución de 1996, hay 11 idiomas oficiales; cap. 1, art. 6 de la Grondwet van die Republiek van Suid-Afrika de 1996, ed. por REP. SUID-AFRIKA, http://www.justice.gov. za/legislation/constitution/SAConstitution-web-afr.pdf (5.1.2018). Hasta 1994, dominó el neerlandés, pero desde entonces de impone cada vez más el inglés, pues no es tan asociado con el régimen anterior de apartheid. Comp. ALBRECHT HAGEMANN, Kl. Geschichte Südafrikas, 3a ed., Múnich, Beck, 2007, págs. 59 y ss. Art. 14 de la Forma de gobierno de Finlandia de 1919, ed. por WEBMASTER VERF. EU, Verfassungen EU, op. cit. Concretado por la ley lingüística de 1922; FRED SINGLETON, A Short History of Finland, 2a ed., Cambridge, Univ. Press, 1998, págs. 73 y ss, 113 y ss, 159.
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murieron o fueron limitados a lo folclórico. De los idiomas principales de Europa, debe indicarse como aquellos que más perdieron territorialmente, las lenguas imperiales del antiguo régimen, en particular el alemán y el otomano, pues la Europa nacional se formó en contra de la tradición de dichos Imperios. No obstante, en una perspectiva completa hay que reconocer también el fracaso de varios intentos de homogeneización, tal como el de Italia en contra de los alemanes de Tirol del Sur y el de España en contra de los catalanes de la costa oriental, pues en ambos casos, las minorías pudieron fortalecerse en el mito de la resistencia contra la persecución por dictaduras nacionalistas y lograron imponer los primeros estatutos sustanciales de la autonomía étnica (1972, 1979)340. Resumiendo, construir las naciones fue un proceso con una fuerza elemental de la gran transformación, que significó para millones de destinos personales un sufrimiento traumático. Pero se trató precisamente de un proceso de la destrucción constructiva, del cual nació algo nuevo. Muchas veces los nietos de los directamente afectos no miraron tan mal a las nuevas identidades colectivas, sino que se aprovecharon de las oportunidades y promesas de la época post-agraria. Donde ningún contra-nacionalismo se apropió de una minoría, todo pudo suceder incluso muy tranquilamente en el cambio de las generaciones. Al fin, todos los nuevos Estados nacionales discutidos en este capítulo, ganaron una habilidad de funcionar según las lógicas post-segmentarias de la sociedad de masas. Tanto en Alemania como en Polonia, en Chequia como en Italia, ningún observador serio podría tener muchas dudas sobre esta afirmación. E)
LA ATENUACIÓN DEL UNITARISMO NACIONAL EN EL MODELO FEDERAL
La lógica pura de la teoría de la soberanía según la cual la misma era indivisible y, por eso, solo podía existir un nivel de gobierno, no se impuso hasta sus últimas consecuencias. La primacía del Estado unitario y centralizado se modificó en algunos casos por el federalismo, un nuevo modelo de la separación vertical de poder entre dos niveles públicos, que dejó espacio para el unitarismo solo en el nivel regional y que se puede interpretar como un intento exitoso de reintegrar un elemento estructural del segmentarismo tradicional en una forma adaptada al Estado moderno.
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Statuto Speciale per il Trentino-Alto Adige, Sonderstatut für Trentino-Südtirol de 1972, http://www.regione.taa. it/normativa/statuto_speciale.pdf (5.1.2018); Estatuto de autonomía de Cataluña de 1979, en BOE, núm. 306, de 22.12.1979, págs. 29363-29370. Véase GROTE, I bin a Südtiroler, op. cit., págs. 189 y ss, 216 y ss; STEININGER, Südtirol, op. cit., págs. 506 y ss; GERGEN, Sprachengesetzgebung, op. cit., págs. 161 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
a) El federalismo monárquico y republicano en Europa Respecto a Europa central, el Congreso de Viena de 1815 instauró dos sistemas de separación vertical de poderes, teniendo en cuenta la larga antehistoria proto-federal de la zona: el más grande fue la Federación Germánica con un territorio extenso de 630 mil kilómetros cuadrados, el pueblo mas numeroso de Europa y 39 Estados miembros, basada en sus dos leyes constitucionales de 1815 y 1820341 y presidida –en la tradición del Sacro Imperio Romano Germánico– por el Emperador habsburgo, que fue ahora el Emperador del Estado federado de Austria. Su hermana pequeña fue la Confederación Helvética según el Pacto federal de los 22 cantones de 1815342. En vista del aprecio de la época para el concepto de soberanía, surgió la pregunta del lugar de la misma en ambos sistemas federales: tanto en el caso de la Federación Germánica como en el de la Suiza originaria, varios constitucionalistas del siglo XIX como GEORG JELLINEK (1882) han identificado esta calidad unilateralmente con los Estados unitarios federados343, para mantener el carácter indivisible de un constructo absoluto y, en Alemania, también para honrar a los monarcas federados con este atributo. En otras palabras, se repugnó una co-soberanía de la federación como tal y su carácter estatal. Sin embargo, el observador del presente gana fácilmente la impresión de la existencia de elementos estatales significativos en el nivel central de la Federación Germánica: primero, era la Federación la que tenía la facultad de garantizar la paz y seguridad interna en todo su territorio; segundo, los Estados federados no disponían del derecho más prominente de la soberanía, es decir, el ius ad bellum; tercero, la Federación tenía atributos para ordenar y liderar ejecuciones federales en contra de Estados miembros desobedientes y para definir normas generales sobre la homogeneidad política de las estructuras internas de los mismos; cuarto, aquella tenía la subjetividad del derecho internacional europeo y el carácter jurídico de la indisolubilidad; y quinto, existía en forma de la asamblea federal un órgano permanente con facultades legislativas según el principio mayoritario344. 341
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En latin: Foedus Germanicum. En alemán: Deutscher Bund. En francés: Confédération Germanique. Normatividad suprema: Constitución de la Federación Germánica (Acta federal y final) de 1815 y 1820, op. cit. Bundes-Vertrag zwischen den 22 Cantonen der Schweiz de 1815, ed. por RAINER SCHWEIZER & ULRICH ZELGER (Eds.), “Constitutional Documents of Switzerland”, en DIPPEL, Constitutions online, op. cit. GEORG JELLINEK, Die Lehre von der Staatenverbindung, reimpr. de la ed. Viena 1882, ed. por WALTER PAULY, Goldbach, Keip, 1996, págs. 175 y ss, 278, 281 y ss. Sobre las dos federaciones de 1815: ARTOLA, Constitucionalismo, op. cit., págs. 94 y ss; ALEXANDER BÖHMER, Die EU im Lichte der Reichsverf. von 1871, Berlín, Duncker & H., 1999, págs. 32 y ss; HANS BOLDT, Dt. Verf.geschichte, t. 2, Múnich, DTV, 1990, págs. 136 y ss; WILHELM BRAUNEDER, “El origen de los Estados federales”, en revista PJ, num. 23, Bogotá, UNAL, 2008, págs. 73-108, 78 y ss; WERNER FROTSCHER, “Ringen um den Verf.staat”, en HELMUT NEUHAUS (Ed.), Verf.änderungen, Berlín, D & H, 2012, págs. 89-116, 90 y ss; ÍD. & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 116 y ss; ANNA GAMPER, Regionen mit Gesetzgebungshoheit, Fráncfort, Lang, 2004, págs. 47-68; DIETER GRIMM, “Was the German Empire a Sovereign State?” en SVEN MÜLLER & CORNELIUS TORP (Eds.), Imperial Germany Revisted, Nueva York, Berghahn, 2013, págs. 51-66, 52 y ss; BERND GRZESZICK, Vom Reich zur Bun-
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Posteriormente, las respectivas historiografías nacionales desarrollaron un patrón de narración de la supuesta consolidación de meras confederaciones –sin perfil estatal del nivel central– a federaciones –con un perfil estatal del nivel central–, identificando la respectiva transformación en el caso suizo con la Constitución Federal de 1848345 y, en el caso alemán, primero con la constitución no realizada del Imperio Germánico de 1849, compuesto por 39 Estados federados346, y definitivamente con la Constitución del Imperio Alemán de 1871 que comprendió 25 Estados miembros347. Sin embargo, llama la atención que la constitución suiza continuó en los idiomas romances con la autodenominación confederación y evitó cuidadosamente el término de la nación bajo el constructo salomónico que la soberanía era dividida entre la federación y los Estados miembros348. De modo semejante, el Imperio Alemán de 1871 conservó en realidad muchos elementos confederales, pues los monarcas federados continuaron presentándose en sus constituciones propias como soberanos y prolongaron tener embajadas propias en el exterior. Además, hasta la Ley sobre la ciudadanía imperial de 1913349 solo existió la ciudadanía particular de los Estados miembros, y la constitución federal no entendió al Emperador, sino a la asamblea de los monarcas asociados en forma del Consejo Federal (Bundesrat) como el soberano de la entidad conjunta350. Visto con la distancia del observador de hoy, las cuatro uniones de Estados en mención representaron formas intermedias entre la confederación pura y la federación pura, solo que en 1815 predominaron un poco más los elementos confederales y en las respectivas organizaciones sucesoras los federales.
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desstaatsidee, Berlín, D & H, 1996; HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., págs. 143 y ss; KOTULLA, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 329 y ss, 385 y ss, 401 y s; MICHAEL KUSCHNICK, Integration in Staatenverbindungen, Berlín, De Gruyter, 1999, págs. 20 y ss, 44 y s; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 249 y ss. Art. 3 de la Bundesverf. der schweizer. Eidgenossenschaft de 1848, ed. por SCHWEIZER & Z., Constitutional Documents of Switzerland, op. cit. BRAUNEDER, El origen de los Estados federales, op. cit., págs. 81 y ss. §§ 6 y ss y 86 y ss de la Verf. des Dt. Reiches de 1849, en RGBl de 1849, ed. por HEUN, German Constitutional Documents, National, op. cit., págs. 71-101. Al respecto: FROTSCHER, Ringen um den Verf.staat, op. cit., págs. 110 y ss. Arts. 1 y 6 de la Verf. des Dt. Reiches de 1871, en BGBl. Norddt. Bund, núm. 16, 1871, págs. 63-85. Véase FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 208 y ss; KOTULLA, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 527 y ss. Así el art. 3 de las tres constituciones suizas de 1848, 1874 y 1999. Al respecto: THOMAS FLEINER et al., Swiss Constitutional Law, La Haya, Kluwer Law, 2005, págs. 120 y ss; RAINER SCHWEIZER, “Wissenschaft vom Verf.recht, Schweiz”, en ARMIN V. BOGDANDY et al. (Eds.), Handbuch Ius Publicum Europaeum, t. 2, Heidelberg, Müller, 2007, págs. 715-745. Sobre la teoría de la soberanía dividida: FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit., págs. 559 y ss. Reichs- u. Staatsangehörigkeitsgesetz de 1913, en RGBl. 1913, págs. 583-593. Comp. GOSEWINKEL, Einbürgern u. Ausschliessen, op. cit., págs. 278 y ss; ÍD., “Die Nationalisierung der Staatsangehörigkeit im Dt. Reich”, en MÜLLER & T., Das Kaiserreich in der Kontroverse, op. cit., págs. 392-405. BÖHMER, EU/ Reichsverf. 1871, op. cit., págs. 204 y s; BOLDT, Dt. Verf.geschichte, t. 2, op. cit., págs. 178182; BRAUNEDER, Origen de los Estados federales, op. cit., págs. 86 y ss; GRIMM, Was the German Empire a Sovereign State? op. cit., págs. 51, 57 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 288 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
De todos modos, para satisfacer las emociones colectivas del alto nacionalismo, la ciencia jurídica oficiosa del Imperio Alemán de 1871 diferenció salomónicamente entre la estatalidad y la soberanía, afirmando que la soberanía residiría exclusivamente en el nivel imperial, lo que se presentó en la propaganda política como la fundación de un nuevo Estado Nación. Uno de los intereses políticos fue ocultar la división bélica de la antigua Federación Germánica, pues en la realidad del año 1866, el monarca federado del segundo rango, el Rey de Prusia, se había sublevado contra el deber de paz de la Federación Germánica con el resultado de vencer militarmente a las tropas de la ejecución federal, lo que había llevado a la disolución de la federación formalmente indisoluble, a la anexión de cinco Estados federados por Prusia351 y a la realización del modelo hegemónico prusiano, el cual fue viabilizado bajo el precio de la exclusión de un tercio del territorio de la Federación Germánica, inclusive su antiguo centro austríaco, mientras se integraron ahora grandes territorios que vinieron de una tradición cultural no germánica, especialmente polaca352. No obstante, la supremacía del Reino de Prusia en la nueva (con-) federación fue muy obvia, pues el territorio del Estado miembro hegemónico fue idéntico con tres cuartos de la federación y el Rey prusiano sirvió hereditariamente como el Emperador. De modo paralelo, el canciller prusiano asumió siempre la función del canciller imperial. Este hecho encubrió que los así llamados Reyes pájaros (Zaunkönige), como los de Baviera o Wurtemberg, fueron, más allá de sus deberes de la lealtad militar, mucho más independientes que originalmente los respectivos principados electorales en el Sacro Imperio Romano del antiguo régimen353. El tercer ejemplo del federalismo europeo del siglo XIX, puede reconocerse en el Imperio de Austria, donde la disolución de la Federación Germánica llevó a las leyes fundamentales de 1867354. Las mismas diferenciaron entre las dos monarquías principales de los Habsburgo, a saber, el Imperio de Austria y el Reino de Hungría. En el primero, se convirtió una monarquía compuesta –de doce ex principados del Sacro Imperio Romano y tres territorios adicionales– después de un experimento breve con el unitarismo (1852-1860), en un Estado más moderno con tendencias federales. De todos modos, los territorios particulares tenían sus asambleas representativas propias (Landtage) con facultades normativizantes y tributarias355.
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Hanóver, Hesse-Kassel, Nassau, Fráncfort y Hesse-Homburgo. DOERING-M., Die dt. Frage, op. cit., págs. 38 y ss; THOMAS NIPPERDEY, Dt. Geschichte, t. 1, Múnich, Beck, 1994, pág. 791; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 293 y ss. ALBERT FUNK, Föderalismus in Deutschland, Bonn, BPB, 2010, págs. 219 y ss; FRANK-L. KROLL, Geburt der Moderne, Bonn, BPB, 2013, págs. 97 y ss; LOEWENSTEIN, Verf.lehre, op. cit., págs. 318 y s. Staatsgrundgesetz austríaca über die allgem. Rechte der Staatsbürger de 1867, op. cit. Al respecto: BRAUNEDER, El origen de los Estados federales, op. cit., págs. 96 y ss; ÍD., Österr. Verf.geschichte, op. cit., págs. 154, 175; THOMAS SIMON, “Die Föderalisierung Österreichs nach 1860”, en NEUHAUS, Selbstverwaltung, op. cit., págs. 257-283.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
Durante medio siglo existió una cuarta federación europea, la de los siete Estados Unidos de las Islas Jónicas (1815-1864). Se trató de un experimento republicano en las partes más orientales del anterior Estado costero de Venecia356. Finalmente, fue absorbido por el Estado Nación unitario y monárquico de Grecia. Resumiendo, las diferencias entre las federaciones europeas discutidas se encontraron menos en la pregunta ambigua en qué nivel reside la soberanía y más en lo siguiente: hubo federaciones inter-monárquicas (Federación Germánica, Imperio Alemán) con uno de los monarcas como presidente hereditario (Austria hasta 1866, Prusia desde 1871), además una federación dinástica en manos del mismo jefe de Estado (Austria desde 1867), así como existieron federaciones republicanas (Confederación Helvética, Islas Jónicas). Una de estas se caracterizó por un Estado miembro hegemónico (Prusia en el Imperio Alemán), la otra por un dualismo entre un Estado jurídicamente prioritario y otro Estado militarmente potente (Austria y Prusia en la Federación Germánica), mientras los casos republicanos se presentaron menos asimétricos en vista de la ausencia de un Estado miembro dominante (Suiza). En 1918, las federaciones monárquicas perdieron su centro dinástico por la republicanización y, paralelamente, se empezaron a deconstruir las asimetrías de la estructura territorial. Esto ocurrió en Alemania especialmente mediante la disolución del gran Estado de Prusia a partir de 1947 en, finalmente, nueve Bundesländer particulares con nombres y fronteras nuevas357. Mientras el unitarismo se justificó a través de la supuesta racionalidad de la dirección uniforme desde el centro, en los Estados federados se estimaron las siguientes ventajas: la diversidad de las autonomías culturales sin excesos de homogeneización; la cercanía del Estado concreto al ciudadano; el paralelismo multi-central de varias estructuras capitalinas con su perfil político, cultural y económico elevado358 en vez de la concentración unicentral según el modelo de París; la evitación de la vaciación del territorio; además, a partir de la democratización, la ampliación de la participación ciudadana por poder elegir instituciones centrales y regionales. Por eso, Europa central nunca puso en duda el federalismo, excepto la fase dictatorial (1933-1945). b) El federalismo republicano en las Américas De igual forma, varios Estados neo-europeos en las Américas adoptaron el federalismo. Puede reconocerse el modelo original del Nuevo Mundo en los Estados Unidos 356
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Cap. 4 de la Constituzione degli Stati Uniti delle Isole Jonie de 1817, ed. por MICHAIL TSAPOGAS (Ed.), “Constitutional Documents of Greece”, en DIPPEL, Constitutions online, op. cit. Law No. 46 of the Control Council for Germany, Abolition of the State of Prussia de 1947, en Official Gazette of the Control Council for Germany, 1947, pág. 262. Comp. CLARK, Iron Kingdom, op. cit., cap. 17; FUNK, Föderalismus, op. cit., págs. 293 y ss; HÄBERLE, El Estado constitucional, op. cit., págs. 404 y ss; WERNER KÜNZEL et al., Geschichte der dt. Länder, Bonn, BPB, 2008, págs. 27 y ss. Instituciones gubernamentales, universidades, teatros, museos, hospitales y grandes almacenes.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
de América bajo su Constitución de 1787359, en la que se fundó un Estado marco compuesto por trece Estados federados. Esta decisión fue motivada por el anterior modo de gobierno británico sin centro americano, el proceso descentralizado de la formación de Estados soberanos en 1776 y probables influencias de un cierto aprecio para la Suiza del antiguo régimen. La federación creció continuamente mediante la colonización de territorios pre-estatales, alcanzando en 1821 un número de 24 Estados federados hasta el curso inferior del río Missouri, en 1850 fueron 31 Estados hasta Texas e inclusive el Estado apartado de California y, en 1912, se contó 48 Estados que llenaron todo el territorio continental entre los dos océanos. En esta dinámica, un Estado federal periférico con una población pequeña de 3,9 millones de habitantes (1790) –solo muy poco por encima de la de los Países Bajos de entonces– creció exponencialmente al papel de la potencia más poblada de la cultura europea-occidental con 76,2 millones de habitantes en 1900360. LOS ESTADOS FEDERALES DEL SIGLO XIX: EUROPA Y AMÉRICA
Línea negra: frontera de la Federación Germánica Gris oscuro: Imperio Alemán Gris medio: Imperio Austríaco (hasta 1866 en la Federación Germánica) Gris medio-claro: Reino de Hungría Gris claro: Suiza
Mapas 4-5361 359
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Art. 4 de la Constitution of the United States de 1787, op. cit. Al respecto: ARTOLA, Constitucionalismo, op. cit., págs. 96 y ss; FRIEDMAN, A History of American Law, op. cit., págs. 117 y s; GROSSBERG et al., The History of Law in America, t. 1, op. cit., págs. 518 y ss; KLEY, Verf.geschichte, op. cit., pág. 96; WHITE, Law in American History, t. 1, op. cit., págs. 185 y ss. US CENSUS BUREAU, Selected Historical Decennial Census Population and Housing Counts, op. cit.; GASSERT, Geschichte, op. cit., págs. 51 y s. Sobre la expansión y el federalismo: BERKIN et al., Making America, op. cit., págs. 246 y ss, 324 y ss; DIPPEL, Geschichte der USA, op. cit., págs. 43 y ss; ANDREAS FALKE, “Föderalismus und Kommunalpolitik”, en LÖSCHE, USA, op. cit., págs. 160-195; GASSERT, Geschichte, op. cit., págs. 46 y ss; STÖVER, United States of America, op. cit., págs. 134 y ss. EE.UU. en 1900. Mapas: BERND MARQUARDT.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
Mirando a América Latina, los Estados Unidos Mexicanos adoptaron el federalismo gracias a su constitución fundadora de 1824 hasta 1835 y definitivamente en 1846362; la República Federal de Centro-América lo hizo de modo paralelo con su carta originaria de 1824363 hasta su disolución bélica en 1840; Colombia conoció un sistema confederal de 1811 a 1815, un sistema regional de 1832 a 1842 y un modelo federal de 1853 a 1886364, para continuar con el modelo de una autonomía regional moderada a partir de 1886; Venezuela experimentó con una confederación de 1811 a 1812, un modelo regionalista de 1858 a 1864 y el federalismo desde 1864 bajo la denominación Estados Unidos de Venezuela365; Argentina conoció varias ligas confederales entre 1815 y 1852 y, a partir de la carta de 1853, un sistema federal bajo la denominación exagerada de Confederación Argentina366. Por su parte, el Canadá bilingüe fue transformado en un sistema federal, cuando recibió su autonomía en condición de Dominio británico en 1867367, mientras los extensos Estados Unidos do Brasil se federalizaron después de la caída de la monarquía en 1891368. 362
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Arts. 4 y 157 y ss de la Constitución federal de los EU Mexicanos de 1824, ed. por SEBASTIAN DORSCH (Ed.), “Constitutional Documents of Mexico”, en DIPPEL, Constitutions online, op. cit. Comp. JORGE CARPIZO, Federalismo en Latinoamérica, México, UNAM, 1973, págs. 27 y ss; LUIS DE LA HIDALGA, Historia del derecho constitucional mexicano, México, Porrúa, 2002, págs. 99 y s, 149 y s; MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 136 y ss, 264 y ss. Con Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Arts. 177 y ss de la Constitución de la Rep. Federal de Centro-América de 1824, ed. por JORGE GARCÍA (Ed.), “Const. Documents of the FR of Central America”, en DIPPEL, Constitutions online, op. cit. Véase JORGE M. GARCÍA L., “El federalismo en Centroamérica”, en DIEGO VALADÉS & JOSÉ M. SERNA (Eds.), Federalismo y regionalismo, México, UNAM, 2005, págs. 219-229; MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 140 y ss. Acta de la Confederación de la Nueva Granada de 1811; Constitución política de 1853; Constitución política de 1858; Constitución de 1863, eds. por MARQUARDT, El bicentenario, op. cit., págs. 67-82, 1045-1058, 11031126, 1177-1226. Al respecto: ALFONSO GÓMEZ, El federalismo en Colombia, Bogotá, Univ. Externado, 1997, págs. 227-247; MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 82 y ss, 249 y ss; JOSÉ M. SAMPER, Derecho público interno de Colombia, t. 1, Bogotá, La Luz, 1886, págs. 162 y ss, 188 y ss. Constitución federal para Venezuela de 1811, op. cit; Constituciones de Venezuela de 1858, de 1864, etc., eds. por BIBL. VIRT. CERVANTES, Constituciones hispanoamericanas, op. cit. Véase p. ej. CATALINA BANKO, Las luchas federalistas en Venezuela, Caracas, M. Avila, 1996; ALLAN R. BREWER-C., “El «Estado federal descentralizado» y la centralización de la federación en Venezuela”, en VALADÉS & S., Federalismo, op. cit., págs. 717-750, 719 y ss. ÍD., Historia constitucional de Venezuela, t. 1, Caracas, Alfa, 2008, págs. 419 y ss; CARPIZO, Federalismo, op. cit., págs. 28 y s; MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 82 y ss, 262 y s. Tratado entre los Gobiernos de Buenos Ayres, Santa-Fe y Entre-Rios, en Registro Oficial de Buenos Aires, 1831, págs. 1-9; arts. 1 y 101 y ss de la Constitución para la Confederación Argentina de 1853, ed. por HORST DIPPEL (Ed.), Constitutions of the World, 1850 to the Present, parte 2, Múnich, Saur, 2005, I.I. 1, mf. núm. 34, 1-9. Comp. CARPIZO, Federalismo, op. cit., págs. 23 y s; JOSÉ C. CHIARAMONTE, “La cuestión de la soberanía en la génesis y constitución del Estado argentino”, en revista Historia Constitucional, núm. 2, Madrid & Oviedo, CEPC & Univ., 2001, págs. 107-133; TULIA FALLETI & EDWARD L. GIBSON, “Unity by the Stick”, en ÍD., Federalism and Democracy in Latin America, JHU, 2004, págs. 226-254, 230 y ss; MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 121 y ss, 265 y s. Arts. 3 y ss y 58 y ss de The British North America Act de 1867, op. cit. Comp. NIALL FERGUSON, Empire, The Rise and Demise of the British World Order, Nueva York, Basic Books, 2003, págs. 50 y ss; DE-
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA CUATRO CONSTITUCIONES FEDERALES DE AMÉRICA LATINA DE 1853 A 1864
Img. 16-19: Las portadas de la Constitución para la Confederación Argentina de 1853, la Constitución federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1857, la Constitución de los Estados Unidos de Colombia de 1863 y la Constitución de los Estados Unidos de Venezuela de 1864
Cuatro de las cinco federaciones latinoamericanas adoptaron el estilo de denominación de los EE.UU, llamándose Estados Unidos Mexicanos, Estados Unidos de Colombia (1863-1886), Estados Unidos de Venezuela y Estados Unidos do Brasil. En cambio, Argentina utilizó el estilo suizo de identificarse como una confederación, a pesar de que se trató de una verdadera federación. En los cinco sistemas –en México solo a partir de 1874– hubo una representación simétrica de los Estados miembros en el Congreso nacional por un numero igualitario de senadores. El modelo predominante para configurar la separación vertical de poderes, fue el de la soberanía dividida con una delegación desde abajo hacia arriba, lo que se manifestó precisamente en una suposición general de atribuciones de los Estados federados, con la mera excepción de las facultades enumerativas que la constitución transfirió explícitamente a la Unión. Como la sede de las instituciones de la Unión, México confirmó en la carta de 1857 la existencia de un Distrito federal en Ciudad de México por fuera de la organización de los Estados miembros, análogamente Venezuela en 1864 en Caracas, y Argentina nacionalizó en 1880 a Buenos Aires a la fuerza, mientras un intento similar en Bogotá quedó en un episodio breve de 1861 a 1864. Teniendo en cuenta todos estos ejemplos, se puede formular cuidadosamente una regla sobre el federalismo americano: en las repúblicas con territorios muy extensos, caracterizadas por una multitud de centros urbanos con grandes distancias entre sí, el HAYES, Canada, An Illustrated History, Vanvouver, Douglas & M., 2008, pág. 146; GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., pág. 442. Arts. 1 y ss de la Constituição da República dos Estados Unidos do Brasil de 1891, ed. por PRESIDÊNCIA DA REPÚBLICA (Ed.), Constituições, http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/constituicao/constituicao91.htm (5.1. 2018). Comp. JOSÉ A. DA SILVA, Constituciones iberoamericanas, Brasil, México, UNAM, 2006, págs. 34 y ss; PAULO FERREIRA DA CUNHA, “Do constitucionalismo brasileiro”, en revista Historia Constitucional, núm. 8, Madrid, CEPC, 2007, págs. 263-271, 265. REK 368
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
federalismo o al menos una rama de regionalismo tenía buenas oportunidades de ser exitoso, si las condiciones políticas eran favorables. Esto lo justificó el constitucionalista colombiano CERBELEÓN PINZÓN (1813-1870) en 1864: “Una gran República compuesta de pequeñas Repúblicas, consulta mejor el gobierno propio popular, y […] reúne las ventajas de las naciones grandes a las que son propias de las pequeñas […] En lo exterior, de muchos, uno; en lo interior, cada uno […] libre e independiente en su suelo”369.
No obstante, las guerras civiles entre federalistas, unitaristas y, a veces, separatistas, subrayaron el carácter altamente controvertido de la división de la soberanía. Los unitaristas americanos difamaban el federalismo como un abandono erróneo de la unidad nacional, mientras que los federalistas criticaban en su contramodelo la falta de autonomía y autogobierno. El ejemplo para apoyar la primera perspectiva, fue la República federal de Centro-América que, en la rebelión conservadora de 1838 a 1841 contra el elegido gobierno liberal, se desintegró en los cinco pequeños Estados unitarios que existen todavía hoy370. En cambio, México (1836, 1840) y Colombia (1830, 1903) tuvieron la otra experiencia de perder grandes territorios por el rechazo del federalismo y, en esta constelación, los autonomistas periféricos de Texas, Yucatán, Venezuela, Ecuador y Panamá se convirtieron en separatistas371. Por su parte, los EE.UU. pudieron evitar la división –ante diferencias culturales y socio-económicas– solo mediante la victoria militar en la guerra civil más brutal del siglo XIX (1861-1865)372. Además, hay que evaluar a Colombia como el único Estado de la historia universal que liquidó, en condiciones relativamente democráticas, un sistema federal consolidado (1886), no como consecuencia de una discusión sobre las ventajas y desventajas de los sistemas, sino por la victoria de los unitaristas en el campo de batalla de la guerra civil373.
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CERBELEÓN PINZÓN, Catecismo republicano para educación pública, Bogotá, Mosaico, 1864, págs. 56 y s. JORGE M. GARCÍA L., “De Bayona a la República Federal”, en JOSÉ SOBERANES F. (Ed.), El primer constitucionalismo iberoamericano, Madrid, M. Pons, 1992, págs. 45-73; ÍD., El federalismo en Centroamérica, op. cit., págs. 219-229; ÍD. & ERNESTO DE LA TORRE, Desarrollo histórico del constitucionalismo hispanoamericano, México, UNAM, 1976, págs. 138 y ss, 158 y ss; MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 143y ss. Las fechas mexicanas señalan la independencia de Texas y de Yucatán, respectivamente. En 1846, se restauró el federalismo, inclusive Yucatán, pero sin Texas. En Colombia: independencia de Venezuela y Ecuador en 1830 y de Panamá en 1903. Comp. HERNÁNDEZ, México, Una breve historia, op. cit., págs. 208 y ss; HIDALGA, Historia del derecho constitucional mexicano, op. cit., págs. 149 y s; HILLGRUBER, Die Aufnahme neuer Staaten, op. cit., págs. 117 y ss; KÖNIG, Kl. Geschichte Lateinamerikas, op. cit., págs. 399 y ss; MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 114 y ss, 140, 314 y ss. DIPPEL, Geschichte USA, op. cit., págs. 54 y ss; GROSSBERG et al., History of Law in America, t. 2, op. cit., págs. 313 y ss; JAMES M. MCPHERSON, Battle Cry of Freedom, Nueva York, Oxford Univ. Press, 2003. RODOLFO ARANGO, “La construcción de la nacionalidad”, en RUBÉN SIERRA M. (Ed.), Miguel A. Caro y la cultura de su época, Bogotá, UNAL, 2002, págs. 125-154; MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 314 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
3. EL ESTADO LEGISLADOR Los paradigmas racionalistas, mecanicistas y progresistas de la Ilustración socialnewtoniana se manifestaron en el paso a una dirección planeada y previsora de la sociedad a través de las leyes establecidas por el Estado en forma de un procedimiento determinado por su derecho constitucional en las bases de legitimidad de la soberanía, sea la popular o la monárquica. Aunque ya en los Reinos europeos de los siglos XVI y XVII había crecido, gracias a la imprenta, la actividad de normativizar y recopilar, este derecho escrito todavía buscaba su punto de partida en las grandes líneas de la legitimidad histórica y del orden divino, pero no en la planeación activa de una aceleración transformadora. Además, sus compilaciones habían sido realizadas solo esporádicamente en el transcurso de varios siglos, no tenían ningún carácter completo y tampoco habían alcanzado una validez amplia, pues no había sido posible superar eficientemente la lógica segmentaria de la prioridad del derecho particular tradicional de las entidades autónomas más pequeñas374. Todo este contexto se disolvió en la transición del siglo XVIII al XIX, en la que el Espíritu de las Leyes del filósofo francés CHARLES DE MONTESQUIEU, publicado en 1748375, empezó a inundar los Estados europeos y americanos. Inició la época de las codificaciones del derecho racionalista, es decir, de leyes extensas que reclamaban ser completas, sistemáticamente estructuradas, comprensibles para todos y que pretendieron gozar de una validez amplia y uniforme para toda la población en el territorio estatal, para las cortes de justicia que las aplicaban y, en el caso del derecho público, también para el aparato administrativo que las ejecutaba. Ahora, las desviaciones del poder público frente a la norma eran denunciadas como una arbitrariedad que violaba el principio de la igualdad legal, y el uso de redes de relaciones personales empezó a ser visto como un acto de corrupción. El primer gran proyecto piloto del Estado codificador tuvo lugar en Polonia-Lituania, cuando después de las particiones de 1793 y 1795 los dos poderes divisorios occidentales convirtieron los territorios anexionados en “campos de experimentación legislativa”376, en las cuales el Rey prusiano y el Sacro Emperador Romano pusieron en vigor, a modo de prueba, los proyectos de codificaciones racionalistas, que en sus propios países todavía no se podían imponer. Por una parte, hay que señalar el perfeccionista Derecho territorial general para los Estados prusianos, el cual contaba con 19.194 artículos y estuvo vigente desde el año 1794 hasta 1899377 y, por otra parte, se trató del 374 375 376 377
Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 169 y ss, 402 y s. MONTESQUIEU, De l’esprit des lois, op. cit. RUDOLF HOKE, Österr. u. dt. Rechtsgeschichte, Viena, Böhlau, 1992, págs. 263 y ss, 271 y ss. En alemán: Allgem. Landrecht für die Preuß. Staaten, ed. por HANS HATTENHAUER, 3a ed., Neuwied, Luchterhand, 1996. Al respecto: ÍD., Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., pág. 492; DIETHELM KLIPPEL (Ed.), Dt. Rechts- u. Gerichtskarte 1896, Goldbach, Keip, 1996, págs. IX y ss; STEPHAN MEDER, Rechts-
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
anteproyecto del Código civil general para los Países alemanes hereditarios de la casa de Austria378, que fue introducido en 1797 como el Código para Polonia del sur379. No obstante, se trató de codificaciones de una etapa muy temprana de la gran transformación en la que se recogieron todavía muchas lógicas del antiguo régimen, incluyendo el sistema señorial y comunal. Superficialmente, puede parecer contradictorio que la época de la Ilustración se haya remitido, por un lado, al derecho natural y que, por el otro, haya creado el Estado legislativo moderno. La contradicción se resuelve en la medida en que nunca se planeó manejar el Estado post-transformador por normas suprapositivas. Cuando los autodesignados traedores de la luz reclamaron descubrir por su razón un derecho racional absolutamente verdadero, su intención fue romper revolucionariamente la legitimidad del derecho preexistente de la Europa latina del antiguo régimen, pero después del triunfo, dicho derecho natural fue transformado en la forma del derecho positivo legible, aplicable y vinculante para las futuras generaciones. A)
EL DERECHO CIVIL
El proyecto más ambicioso del Estado legislador ilustrado, fue la codificación del derecho civil, también denominado derecho burgués o derecho privado. En contra de la comprensión del antiguo régimen, en esta categoría no entró ningún antónimo del derecho canónico, sino que se especificó el derecho no público bajo el ideal liberal de la separación entre Estado y sociedad. La codificación fundadora del liberalismo ilustrado, puede reconocerse en el Código Civil del Estado de la Revolución francesa de 1804 con sus tres libros sobre personas, bienes y adquisición de propiedad, subdivididos en un total de 2.281 artículos380. Con esto, el Estado francés pretendió edificar el nuevo orden básico de la sociedad liberal de mercado, la cual se autorregularía según la lógica individua-
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geschichte, 5a ed., Colonia, Böhlau, 2014, págs. 279 y ss; HANS SCHLOSSER, Neuere Europ. Rechtsgeschichte, 2a ed., Múnich, Beck, 2014, págs. 211 y ss; WESEL, Geschichte des Rechts, F/ G, op. cit., pág. 403. En alemán: Allgem. bürgerliches Gesetzbuch für die gesamten Dt. Erbländer der Österr. Monarchie de 1811, Viena, Hof-/ Statsdruckerei, 1811. Al respecto: URSULA FLOßMANN, Österr. Privatrechtsgeschichte, 6a ed., Viena, Springer, 2008, págs. 13 y ss; SCHLOSSER, Neuere Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 237 y ss. Exactamente: Westgalizisches Gesetzbuch = Código de Galitzia transcarpata u occidental (no confundirse con la Galicia española); KROESCHELL, Dt. Rechtsgeschichte, t. 3, op. cit., pág. 69. Code civil des français, París, Impr. République, 1804, ed. por GERHARD KÖBLER (Ed.), Fontes, http:// www.koeblergerhard.de/Fontes/CodeCivil1804.pdf (5.1.2018). Al respecto: BERNAL G., Historia del derecho, op. cit., págs. 188 Y S; RAOUL V. CAENEGEM, An Historical Introduction to Private Law, Cambridge, Univ. Press, 1996, págs. 122 y ss, 147 y ss; DAVID & J., Los grandes sistemas jurídicos, op. cit., págs. 43 y ss; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 637 y ss; GUILLERMO F. MARGADANT, Panorama de la historia universal del derecho, 6a reimpr. de la 7a ed., México, Porrúa, 2013, págs. 328 y ss; MEDER, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 283 y ss; HANS SCHLOSSER, Grundzüge der Neueren Privatrechtsgeschichte, 9a ed., Heidelberg, Müller, 2001, págs. 130 y ss; SENN, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 293 y s; STEIN, El derecho romano, op. cit., págs. 158 y ss; ZWEIGERT & K., Comparative Law, op. cit., págs. 85 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
lista de la autonomía privada mediante una variedad de libertades, en particular la libertad industrial, la libertad de profesión, la libertad contractual y la libertad de propiedad. Se negó tanto el sistema estamental y gremial como la propiedad relativa e inmóvil del tipo señorial-comunal, dedicándola al destino de la individualización y privatización. Además, se liberó la persona de muchos vínculos tradicionales en las esferas del derecho matrimonial y de herencias, por ejemplo en forma del desmonte del antiguo control poblacional por consensos de matrimonio que habían sido reservados a sucesiones en fuentes con capacidades de subsistencia. De tal manera, el Estado retomó los rasgos principales del programa económico de la fisiocracia francesa y de La Riqueza de las Naciones del escocés ADAM SMITH de 1776, para transferirlas en una realidad socioeconómica381. En este sentido, hay que rebatir el mito jurídico, según el cual la codificación napoleónica se fundamentaría en la larga tradición del derecho romano, pues –aunque no se puede negar la continuidad de varios constructos técnicos– toda la parte ideológica no se basó en esa tradición, sino que fue construida en contra de la misma, para introducir las nuevas creencias del liberalismo económico y social. De igual forma, el título preliminar subrayó el nuevo espíritu de las leyes cuando propagó el dominio de la ley para el futuro, a partir de la promulgación estatal, de modo igualitario en todo el territorio con la nueva obligación estricta del juez de aplicarla.
Img. 20-22: El Estado codificador: aquí el Code Civil des Français de 1804 con las portadas de las traducciones para dos Estados satélites del sistema napoleónico, el Reino de Italia (1806) y el Ducado de Varsovia en Polonia central (1813)382
381 382
SMITH, La riqueza de las naciones, op. cit. Al respecto: WESEL, Geschichte des Rechts, F/ G, op. cit., pág. 445. Code civil des français, op. cit.; Codici di Napoleone il Grande per Regno d’Italia, Milan, Stamperia Reale, 1806; Kodex Napoleona, Varsovia, 1813.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
Respecto a su concepto general y las instituciones jurídicas claves, la codificación napoleónica sirvió como modelo e inspiración en muchos Estados europeos y americanos, transformándose en la ley más exitosa de todos los tiempos. Como consecuencia de la expansión militar del Imperio napoleónico de la Ilustración, el Code Civil continuó siendo válido en Bélgica, Prusia renana (hasta 1899), Suiza occidental (hasta 1912) y Polonia central (hasta 1946). Además, se inspiraron en este código modelo las repúblicas ilustradas de Luisiana (1808, 1825), Haití (1825), Oaxaca (1827), Bolivia (1830), Costa Rica (1841), Perú (1852), Chile (1855), los Estados federados de Colombia (1858/ 1864), El Salvador (1859), Ecuador (1860), Venezuela (1862), Nicaragua (1867), Uruguay (1868), Argentina (1869), México (1870), Paraguay (1876), Guatemala (1877), Honduras (1880) y Brasil (1916), así como las monarquías de Baden (1810), Países Bajos (1838), Italia (1865), Romania (1864), Quebec (1865), Portugal (1867) y España (1889). Como la codificación americana más influyente, puede evaluarse el Código Civil de la República de Chile de 1855, redactado por el filósofo venezolano ANDRÉS BELLO (17811865), con 2.524 artículos que se estructuraron, aparte del título preliminar, en forma de cuatro libros, a saber, sobre personas, bienes, sucesiones y obligaciones. Por ejemplo, el Código Civil de Cundinamarca de 1859 adoptó esta estructura, pero no al estilo de una simple copia, sino con múltiples variaciones y ajustes que dejaron crecer la norma un 10% para alcanzar un total de 2.770 artículos383. Por su parte, en Europa central se consolidó una familia particular de la legislación civil, denominada círculo jurídico alemán384, que se fundamentó también en la autonomía privada del liberalismo, pero retomó en las partes no ideológicas más constructos técnicos de la tradición no romana de los espejos jurídicos medievales. Esta familia se constituyó por el Código civil general para los Países alemanes hereditarios de la Monarquía austríaca de 1811, por varios códigos de los demás Estados de la Federación Germánica como el sajón de 1863, por el Código Civil del Cantón suizo de Zürich de 1855, 383
384
102
Código Civil de la República de Chile, Santiago, Impr. Nacional, 1856 y Código Civil de Cundinamarca de 1859, en 12 Códigos de Cundinamarca, t. 2, Bogotá, Echeverría, 1859, págs. 1-322. Siguió el Código civil colombiano de 1873, adoptado por la Ley 57 de 1887, Bogotá, Impr. Nacional, 1895. Comp. BERNAL, Historia del derecho, op. cit., págs. 193 y ss; JUAN P. PAMPILLO et al., La familia jurídica iberoamericana, México, Porrúa, 2016, págs. 150 y ss; BERNARDINO BRAVO, “La difusión del Código de Bello en los países de derecho castellano y portugués”, en Revista de estudios histórico-jurídicos, núm. 7, Valparaíso, Univ. Católica, 1982, págs. 71-106; EUGEN BUCHER, “Zu Europa gehört auch Lateinamerika!” en revista ZEuP, núm. 3, Múnich, Beck, 2004, págs. 515-547; ESPITIA, Historia del derecho romano, op. cit., cap. 3.IV.I.C.; IVÁN JAKSIC, Andrés Bello, Cambridge, Univ. Press, 2006, págs. 174 y ss; MARGADANT, Panorama, op. cit., págs. 372 y s; SCHLOSSER, Grundzüge, op. cit., págs. 132 y ss; ÍD., Neuere Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 234 y ss; ZWEIGERT & K., Comparative Law, op. cit., págs. 98 y ss; VICTOR M. URIBE, “Derecho y cultura legal durante la era de la revolución”, en CALDERÓN & T., Las revoluciones, op. cit., págs. 251-297, 292. Actualmente, incluye –aparte de Alemania, Austria y Suiza– a Estonia, Letonia, la Rep. Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Croacia y Bosnia y, por fuera de su zona original, Grecia y Turquía.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
por el Código Civil del Imperio Alemán de 1896 y por el Código Civil Suizo de 1907385. Con un enfoque ideológico aparte, creció a partir del Código Civil ruso de 1922 la familia del derecho socialista en la cual predominó la propiedad popular386. Al fin, solo Escandinavia, Gran Bretaña y sus Estados hijos renunciaron a codificar el derecho civil, pero retomaron el espíritu liberal por la interpretación jurisprudencial387. En general, el largo siglo XIX trató los códigos civiles como los caballos de desfile de la actividad legislativa del Estado Nación. Fueron vistos como los símbolos de la unificación nacional interna, pues regularon la interacción pacífica de los miembros individualizados de la nueva sociedad nacional en casi todas las situaciones de la vida cotidiana. Estas codificaciones del derecho socioeconómico general fueron acompañadas y, parcialmente, precedidas por las codificaciones sistemáticas del derecho mercantil liberal, tal como sucedió con el Código de comercio de Francia de 1807, de España de 1829, de Bolivia de 1834, de Colombia de 1853 y 1859, de México de 1854, del Estado de Buenos Aires de 1859, de la Federación Germánica de 1861, de Venezuela de 1862, de Chile e Italia de 1865 y de Uruguay de 1866. Algunos de estos –por ejemplo, el código español de 1829– retomaron fuertes lógicas del antiguo régimen, mientras los códigos americanos del alto liberalismo de la década de 1850, se enfocaron en imponer radicalmente el liberalismo económico contra el metabolismo restringido del antiguo régimen. Cabe destacar que los códigos de comercio fueron muy importantes para la transformación a la sociedad industrial, pues establecieron las reglas para el tipo de empresa industrial más exitosa: la sociedad anónima388.
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386 387 388
ABGB de 1811, op. cit.; Bürgerl. Gesetzbuch de 1896, en RGBl., 1896, págs. 195 y ss; Schweizer. ZGB de 1907, en SS, núm. 210. Comp. EISENHARDT, Dt. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 339 y ss; HÄHNCHEN, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 331 y ss; ADOLF LAUFS, Rechtsentwicklung in Deutschland, 6a ed., Berlín, De Gruyter, 2006, págs. 289 y ss; MARGADANT, Panorama, op. cit., págs. 321 y ss, 325; MEDER, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 287 y ss, 343 y ss; RENÉ PAHUD DE M., Schweizer. Rechtsgeschichte, Zürich, Dike, 2007, págs. 221 y ss; SCHLOSSER, Neuere Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 296 y ss; SENN, Rechtsgeschichte, op. cit., pág. 294, 315 y s; STEIN, El derecho romano en la historia, op. cit., págs. 166 y ss; ZWEIGERT & K., Comparative Law, op. cit., págs. 143 y ss, 157 y ss, 167 y ss. VALENTIN PETEV, Sozialistisches Zivilrecht, Berlín, De Gruyter, 1975, pág. 29. ZWEIGERT & K., Comparative Law, op. cit., págs. 180 y ss, 276 y ss. Code de Commerce de 1807, París, Chambre de Commerce et d’Industrie, 1807; Código mercantil Santa Cruz de 1834, Sucre, López, 1859; Código de Comercio de la Nueva Granada de 1853, en Codificación Nacional, t. XV, Bogotá, Impr. Nacional, 1929, págs. 351 y ss; Código de Comercio de Cundinamarca de 1859, en 12 Códigos, t. 2, op. cit., págs. 323-394; Allgem. Dt. Handelsgesetzbuch, en RGBl. austríaco, núm. 1, 1863 (válido en el Imperio Alemán hasta 1900, en Austria hasta 1938 y en Liechtenstein hasta hoy); Código de Comercio de Chile de 1865. Comp. GUILLERMO AGUILAR Á., “Codificación en México”, en JOSÉ M. ABASCAL Z., et al., Centenario del Código de Comercio, México, UNAM, 1991, págs. 69-83; ALMONACID S., Génesis del derecho comercial colombiano, op. cit., págs. 119 y ss, 151 y ss, 211 y ss; MEDER, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 337 y ss; SCHLOSSER, Neuere Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 281 y ss;
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B)
EL DERECHO PENAL
El derecho penal fue la segunda materia principal de los Estados legisladores de la gran transformación ilustrada. En el espíritu de pensadores críticos y visionarios como MONTESQUIEU (1748), VOLTAIRE (1762), BECARIA (1764)389 y SONNENFELS (1775), el Estado reestructuró su poder punitivo, racionalizando, secularizando y humanizando el derecho penal de la Cristiandad latina. La justificación y la finalidad de la pena pública, perdieron su orientación celestial y se enfocaron en lo útil para la seguridad colectiva, para prevenir delitos y para educar al delincuente. En contra de la nueva tendencia utilitarista, psicológica y preventiva de los teóricos ilustrados, el filósofo prusiano IMMANUEL KANT formuló en 1797 la teoría penal del imperativo categórico como un deber estatal absoluto de vengar delitos al estilo de un talión estatalizado390, mientras el jurista sajón-bávaro ANSELM VON FEUERBACH presentó en 1801 la teoría relativa de la prevención general para evitar futuros delitos mediante la coacción psicológica por la amenaza general con el castigo en la norma del Estado391. Podría ser una sorpresa, pero la ola de las codificaciones penales modernas empezó en el antiguo Sacro Imperio Romano durante sus últimos decenios de existencia, precisamente en forma de la Josefina del Sacro Emperador Romano JOSÉ II de 1787 y la Franciscana del último Sacro Emperador Romano FRANCISCO II de 1803. Ésta última continúo como la ley penal del Estado sucesor principal, el Imperio Austríaco y sus metamorfosis, hasta 1974. Lo que fue el Code Civil napoleónico para el derecho privado, fue la Franciscana para el derecho penal. De igual forma, hay que indicar los tres Codes Penales de la revolución francesa de 1791, 1795 y 1810, el Strafgesetzbuch del Reino de Baviera de 1813, preparado personalmente por FEUERBACH, así como los códigos penales del Cantón suizo de Sankt Gallen de 1807, de Sicilia de 1810, de España de 1822, de Haití de 1826, de Brasil de 1830, de los Estados Pontificios de 1832, de Grecia de 1833, de Bolivia de 1834, de la Nueva Granada de 1837, de Sajonia de 1838, de Hanóver de 1840, de Costa Rica de 1841, de Prusia de 1851, de Portugal de 1852, de Toscana de 1853, de Cerdeña-Piamonte de 1859, de Perú de 1862, de Suecia de 1864, de Dinamarca de 1866, de Bélgica de 1867, del Imperio Alemán y de México de 1871, de California de 1872, de Chile de 1874, de Hungría de 1878, de Honduras de 1880, de Argentina de 1886, de Italia de 1889, de Canadá de 1892, de Nueva Zelanda de
389 390 391
104
MATHIAS SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte der Wirtschaft seit dem 19. Jh., Tübingen, Mohr S., 2008, págs. 101 y ss; WESEL, Geschichte des Rechts, F/ G, op. cit., págs. 450 y ss. BECCARIA, Dei delitti e delle pene, op. cit. IMMANUEL KANT, Metaphys. Anfangsgründe d. Rechtslehre, Königsberg, Nicolovius, 1797, págs. 195 y ss. P. J. ANSELM V. FEUERBACH, Lehrbuch des gemeinen in Deutschland gültigen peinlichen Rechts, reimpr. de la ed. de 1847, Aalen, Scientia, 1973. Sobre la discusión entre BECCARIA, KANT y FEUERBACH: OLIVER ROSBACH, “Strafrecht und Gesellschaft bei Anselm von Feuerbach”, en revista Forum Historiae Iuris, Berlín, 2000; SCHMIDT, Strafrechtspflege, op. cit., págs. 274 y ss; SCHMOECKEL, Auf der Suche, op. cit., págs. 360 y s; VORMBAUM, A Modern History of Criminal Law, op. cit., págs. 32 y ss. Sobre los debates teóricos siguientes: MICHELE PIFFERI, Reinventing Punishment, Oxford, Univ. Press, 2016, págs. 13 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
1893, de Finlandia de 1894, de Nueva Gales del Sur de 1900 y de Suiza de 1938392. Si se busca el código penal del siglo XIX que realizó el derecho penal mínimo más acentuado según el pensamiento liberal de la Ilustración, el candidato más prometedor es el Código penal de los Estados Unidos de Colombia de 1873393 –vigente durante un poco más de un decenio–. Al resumir las tendencias innovadoras en contraste con el antiguo régimen, hay que indicar, en primer lugar, el nuevo enfoque en la proporcionalidad entre delito y pena. En ello, el Estado renunció a usar el castigo al estilo de un teatro del terror, trasladando la pena de muerte de las fiestas populares del antiguo régimen, al interior escondido de las cárceles y eliminando las formas más brutales como la rueda y el desmembramiento. Esto llevó, por lo menos a mediano plazo, al reconocimiento del derecho a la vida. La primera ola de abolición de la pena de muerte ocurrió en el republicanismo hispanoamericano, precisamente en Colombia (1863 a 1886 y desde 1909), Venezuela (desde 1864), Costa Rica (1877), Ecuador (1897) y Uruguay (1907), y la segunda ola siguió, a partir de 1949, en la mayor parte de los Estados europeos394. De igual forma, desaparecieron paso a paso las penas corporales, las penas de honor como la picota, las penas de exclusión social, las penas de marcación con sellos, el envío al servicio mortal en las galeras y las demás penas de trabajo forzado. En general, se introdujo la pena de privación de la libertad como la nueva pena estándar para delitos graves, inclusive la cadena perpetúa. La misma fue presentada como un gran progreso de humanización. Sin embargo, no debe subestimarse que el nuevo enfoque punitivo en el valor central de la era liberal, provocó también críticas, pues ahora, por largos periodos de la vida, se privó de toda dignidad al degenerar al ser humano a una especie de animal aislado en una jaula395. 392
393 394 395
Allgem. Gesetzbuch über Verbrechen und derselben Bestrafung, Josefina, Viena, Trattner, 1787; Strafgesetz über Verbrechen und schwere Polizeiübertretungen für die deutschen Erblande, Franciscana, Viena, 1803; Code pénal francés de 1791, de 1795 y de 1810 (hasta 1994), ed. por KÖBLER, Fontes, op. cit.; Código criminal do Império do Brasil de 1830, Rio de Janeiro, Laemmert, 1863; Código Penal de la Nueva Granada de 1837, en Colección de las leyes i decretos, Bogotá, Cualla, 1837, págs. 93-229. Comp. BERNARDINO BRAVO L., “Bicentenario del Código Penal de Austria”, en revista de Estudios histórico-jurídicos, núm. 26, Valparaíso, Univ. Católica, 2004, págs. 115-155; EISENHARDT, Dt. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 333 y ss; KARL HÄRTER, “Veränderungen, Reformen und Beharren im Strafrecht”, en GEORG SCHMIDT-V. R. et al. (Eds.), Altes Reich und Neues Recht, Wetzlar, GRKGF, 2006, págs. 103-114; PAHUD, Rechtsgeschichte CH, op. cit., págs. 231 y ss; AURA H. PEÑAS F., Génesis del sistema penal colombiano, Bogotá, Doctrina y Ley, 2006, págs. 91 y ss; RÜPING & J., Strafrechtsgeschichte, op. cit., págs. 74 y ss, 84 y ss; SCHMIDT, Strafrechtspflege, op. cit., págs. 261 y ss; URIBE, Derecho y cultura legal, op. cit., págs. 288 y ss; VORMBAUM, A Modern History of Criminal Law, op. cit., págs. 65 y ss; UWE WESEL, Geschichte des Rechts in Europa, Múnich, Beck, 2010, págs. 459 y ss. Código penal de los Estados Unidos de Colombia, Ley 112 de 1873, Bogotá, M. Rivas, 1873. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 191 y ss. MICHEL FOUCAULT, Vigilar y castigar, 2ª reimpr. de la 2ª ed., México, Siglo XXI, 2013 (título original en francés de 1975), págs. 85 y ss, 121 y ss.
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Además, el poder penal fue vinculado estrictamente a la norma positiva del Estado por principios como la máxima de FEUERBACH nullum crimen sine lege y nulla poena sine lege, según la cual no hay delito ni pena sin definición previa por la ley. El Estado garantista prohibió la analogía penal y estableció la presunción de inocencia. En general, los poderes estatales reemplazaron el proceso penal inquisitorio por el nuevo tipo del proceso ilustrado, eliminando las irracionalidades, especialmente la tortura procesal dedicada a presionar a confesiones, pues la misma mostró una baja capacidad para diferenciar entre culpables e inocentes. Además, en el racionalismo ilustrado desapareció el fundamento mágico de la tortura que había pretendido superar el poder de supuestos demonios en el interior del interrogado. Después de la limitación visionaria en Prusia en 1740, la misma fue suprimida: en Dinamarca en 1770, en Suecia e Inglaterra (Peine forte et dure) en 1772, en Austria y Polonia-Lituania en 1776, en el Palatinado electoral en 1779, en Francia en 1789, en Baviera en 1806, en Wurtemberg en 1809, en Hispano-América en 1810/1821, en España en 1814, en los Estados Pontificios en 1815, en Hanóver en 1822, in Sajonia-Coburg-Gotha en 1828, en Baden en 1831 y en el cantón suizo de Glarus en 1851396. Sin embargo, varios Estados europeos continuaron durante algunos decenios con el sustituto semejante de la pena procesal para la mentira y desobediencia397. Finalmente, hay que reconocer en las nuevas pruebas tecnológicas de la era industrial, basadas en la física, la química, la biología y la medicina, el avance que convirtió la confesión en un ritual innecesario398. De modo complementario, el Estado ilustrado despenalizó el núcleo de los delitos religiosos como herejía, blasfemia y brujería y eliminó las respectivas jurisdicciones especiales –en particular, los tribunales de la santa inquisición– como incompatibles con el monopolio judicial del Estado soberano. No sorprende que desaparecieran elementos tan teatrales y mágicos como el castigo de cadáveres399. Igualmente, se renunció a los delitos policiales de la ética cristiana, tales como castigar las borracheras, las fiestas matrimoniales excesivas o los vestidos indiscretos. No obstante, nada sería mas equivoco que entender la historia del derecho penal de los siglos XIX y XX como una gran deconstrucción. Cabe destacar que la revolución democrática hizo necesaria la introducción de nuevos delitos electorales, mientras 396
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Véase MEYERS, Gr. Konversations-Lexikon, 4a ed., 16 t., Leipzig, Bibliograph. Institut, 1885-1890, t. 15, pág. 770; MATHIAS SCHMOECKEL, Humanität und Staatsraison, Colonia, Böhlau, 2000, págs 19 y ss, 50 y ss; FRANCISCO TOMÁS Y V., La tortura judicial en España, Barcelona, Crítica, 2000, págs. 7, 93 y ss. KARL HÄRTER, “Die Folter als Instrument policeylicher Ermittlung”, en NICOLA WILLENBERG & KARSTEN ALTENHAIN (Eds.), Die Geschichte der Folter seit ihrer Abschaffung, Göttingen, V & R, 2011, págs. 83-114, 99 y ss, 104 y ss; NICOLA WILLENBERG, “Lügen- und Ungehorsamsstrafen”, en ÍD. & A., Die Geschichte der Folter seit ihrer Abschaffung, op. cit., págs. 115-146. LUKAS GSCHWEND, Justitias Griff zur Lupe, Graz, Leykam, 2004, págs. 11 y ss. HARALD MAIHOLD, “Ein Schauspiel für den Pöbel”, en Rechtsgeschichtliche Vorträge, núm. 29, Budapest, Rechtsgeschichtliche Forschungsgruppe, 2005.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
la revolución de la soberanía justificó la expansión del derecho penal político y la revolución industrial llevó a la tipificación de delitos tecnológicos y ambientales hasta entonces desconocidos400. C)
EL DERECHO CONSTITUCIONAL Y ADMINISTRATIVO
Otro pilar del Estado codificador fue el derecho constitucional. En el ritual solemne del acto constituyente, el Estado elaboró su norma de normas que unificó las bases de la legitimad y de la limitación del poder público, los valores principales y las estructuras de la organización política en forma de documentos construidos sistemáticamente con la exigencia de ser comprensibles para todos. Aunque no debe desconocerse la antehistoria del proto-constitucionalismo del Sacro Imperio Romano y de varios Reinos del antiguo régimen europeo, hay que reconocer contrastes notables en cuanto a la nueva legitimación post-celestial del Estado, de los contenidos ilustrados y liberales, de los derechos individuales consagrados, de la parte orgánica basada en la separación de poderes, de la completitud integradora y de las formas estilísticas usadas401.
Img. 23: En 1812, la asamblea constituyente de Cádiz proyectó con la Constitución política de la Monarquía española, el programa de una futura monarquía liberal en la España bicontinental, compuesta por las provincias ibéricas y americanas. Otras constituciones españolas siguieron en 1834, 1837, 1845, 1869, 1876, 1931 y 1978402
Después de que las constituciones ilustradas habían ganado su perfil en las tres revoluciones originarias de Norteamérica (desde 1776), Francia (desde 1789) e HispanoAmérica (desde 1810), se desarrollaron tres grandes familias constitucionales del largo siglo XIX: la primera fue la familia del republicanismo ilustrado con una difusión prioritaria 400 401 402
Véase en detalle los capítulos III.7.A y IV.2.K. Véase capítulo V.3.A. Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 303 y ss. Constitución política de la Monarquía española de 1812, ed. por CLARA ÁLVAREZ A. et al., Constitutional Documents of Portugal and Spain, Berlín, De Gruyter, 2010, págs. 345-390. Al respecto: DIPPEL, El surgimiento del constitucionalismo moderno, op. cit., pág. 20; IGNACIO FERNÁNDEZ, “La Constitución española de 1812 y su proyección”, en revista Fundamentos, núm. 2, Oviedo, JPPA, 2000, págs. 359-457; PEÑA, Historia politica del constitucionalismo espanol, op. cit., págs. 53 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
en las dos Américas, compuesta por las dos sub-familias de los EE.UU. e HispanoAmérica, pero incluyendo a partir de 1848 también a Suiza; segundo, se advierte la familia de la monarquía constitucional con una difusión prioritaria en Europa continental (1814-1918) que contuvo también el Imperio de Brasil de 1822 a 1889; y en tercer lugar, se señala el grupo de la monarquía liberal con Noruega (1814) y los dominios británicos entre Canadá (1867) y Australia (1900)403. Sin lugar a dudas, se puede contar el número más grande de constituciones visionarias del siglo XIX –que ya anticipaban los rasgos del consenso universal del futuro– en Hispano-América404. Pese a que el Estado ilustrado había pensado originalmente en el predomino del derecho privado, se perfiló el derecho público –que operó mediante actos administrativos y sanciones– como el verdadero sector de crecimiento debido a la necesidad de responder a los desafíos de la transformación a la sociedad industrial405. Aunque las leyes policiales sirvieron –en la tradición de la buena policía del antiguo régimen– como los puntos de partida de una legislación general orientada al bien común, éstas se limitaron cada vez más a normas de la seguridad interna. Como ejemplos, se menciona las leyes de policía de Colombia de 1841, de Prusia en 1850 o de Baviera de 1861. En vista del carácter dinámico de una materia en construcción y diferenciación permanente, los poderes estatales renunciaron típicamente a la gran codificación unida. Así, los poderes legislativos establecieron una gran variedad de leyes especializadas como aquellas del orden territorial, municipales, de funcionarios públicos, de construcciones urbanas, de industria, de energía, de minería, de electricidad, de ferrocarril, del uso del agua, de emisiones, de basura, agrarias, forestales, de educación, universitarias, de prensa, de reunión, de correo, de gastronomía, de extranjería, de la seguridad social y de tributos406. Uno de los elementos claves fue el desarrollo de las leyes generales que estandarizaron el procedimiento administrativo. Esto ocurrió en Prusia en 1883, en España en 1889, en Liechtenstein en 1922, en Austria en 1925, en Turingia en 1926, en Checoslovaquia 403
404 405 406
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Comp. en detalle capítulos VII.2.A-B, VII.1.A-B, VII.3.A y MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 169 y ss. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 62 y ss. MICHAEL STOLLEIS, Konstitution und Intervention, Fráncfort, Suhrkamp, 2001, págs. 265 y ss. Territorio: p. ej. Ley sobre división territorial colomb. de 1824, en Colección de Leyes 1823, op. cit., págs. 150 y ss y Ley sobre régimen político y municipal de 1834. Municipios: p. ej. Austria en 1849, 1859 y 1862; Baviera en 1808 y 1818; Hanóver en 1851; Prusia en 1808, 1831 y 1850; Sajonia en 1832 y 1838; Wurtemberg en 1822. Funcionarios: p. ej. en la Ley imperial alemana de funcionarios públicos de 1873, en RGBl., 1873, págs. 61 y ss. Industria: p. ej. la Gewerbeordnung de Prusia de 1845, de Austria de 1859, de Sajonia de 1861, de Wurtemberg de 1862, de la Fed. Nortealemana de 1869. Ferrocariles: p. ej. la Ley prus. sobre empresas de ferrocarril de 1838. Agua: p. ej. Baviera en 1852, Austria en 1869, Baden en 1899, Wurtemberg en 1900, Prusia en 1913. Comp. MARQUARDT, Umwelt u. Recht, op. cit., págs. 389 y ss; SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte Wirtschaft, op. cit., págs. 82; ÓSCAR VARGAS, “Estudio sobre los antecedentes, derogatorias y vigencia de la Ley 4a de 1913”, en SENADO DE LA REP. (Ed.), Ley 4a de 1913, Bogotá, Senado, 2013, págs. 19 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 235 y s, 276 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
en 1928, en EE.UU. en 1946, en Suiza en 1968, etc.407. De igual forma, se señala la legislación dedicada a lo contencioso administrativo, por ejemplo en Francia en 1872, en Austria y Prusia en 1875 y en Colombia en 1913408. Los EE.UU. unificaron su derecho administrativo, a partir de 1926, en el extenso United States Code que alcanzó finalmente 50 títulos. Solo el Reino tradicionalista de Gran Bretaña negó originalmente la existencia del derecho administrativo como tal e intentó aplicar las reglas generales derivadas del common law isleño, hasta que las realidades de la estatalidad industrial obligaron a su reconocimiento –pero muy tarde, en la década de 1960–409. D)
OBSERVACIONES GENERALES
Una tarea clave del Estado legislador fue la publicación de las leyes y la difusión amplia del conocimiento sobre los contenidos de las mismas. Por eso, la monarquía prusiana fundó la Colección de las leyes para los Estados reales de Prusia en 1810. Del mismo modo, Colombia usó las Gacetas y Colecciones de leyes a partir de 1821 y publicó el Diario oficial desde 1864. En el caso de Austria, se elaboró el Boletín de las leyes imperiales en 1848 que fue publicado, a partir de 1890, no solo en alemán, sino también en los demás idiomas de la monarquía compuesta, por ejemplo checo e italiano, para alcanzar eficientemente a toda la población410. Es importante advertir que el Estado legislador no se realizó en todo Occidente con la misma intensidad. La gran excepción fue el Reino de Gran Bretaña, donde no ocurrió ninguna revolución ilustrada directa y se ha renunciado hasta hoy tanto a una constitución escrita como a un código civil y un código penal, pues se ha preferido continuar con el estilo jurídico del antiguo régimen, basado primordialmente en la jurisprudencia y los precedentes, con algunos complementos como la legislación sobre la unificación de procesal de 1832 y 1833411. En cambio, los EE.UU.412 y Escandinavia413 solo han renunciado a los códigos civiles modernos, pero no a las demás emanaciones de la estatalidad codificadora. 407
408 409 410 411 412 413
Gesetz prusiana über die allgem. Landesverwaltung de 1883, en PrGS, 1883, págs. 195 y ss; Ley española de procedimiento administrativo de 1889; Bundesgesetz austríaca über das allgem. Verwaltungsverfahren de 1925, en BGBl., 1925, 274, págs. 945 y ss. Véase LUIS F. CRESPO, Mitos y ritos de la administración española, Madrid, INAP, 2003, págs. 185 y ss; HARTMUT MAURER, Derecho administrativo, P. general, Madrid, Marcial Pons, 2011 (título alemán de 2011), págs. 133 y ss; SEGISMUNDO ROYO, “El procedimiento administrativo como garantía jurídica”, en revista REP, núm. 48, Madrid, CEPC, 1949, págs. 55-120, 68. LIBARDO RODRÍGUEZ, Un siglo de jurisdicción administrativa, Bogotá, Temis, 2013, págs. 47 y ss. JENS SCHNEIDER (Ed.), Verwaltungsrecht in Europa, t. 1, Osnabrück, Univ.verlag, 2007, págs. 63 y ss. Ed.: ÖSTERR. NATIONALBIBLIOTHEK, Alex, Historische Rechts- und Gesetzestexte online. CAENEGEM, Private Law, op. cit., págs. 159 y ss; THOMAS, Common Law, op. cit., págs. 74 y ss. Excepciones: los Códigos Civiles de Luisiana de 1808 y 1825 y el de California de 1872. Han continuado en vigor los códigos pre-ilustradas de 1660 a 1734 bajo múltiples reformas parciales y de interpretación; SCHLOSSER, Grundzüge, op. cit., págs. 226 y ss.
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En general, el Estado codificador del largo siglo XIX articuló una intensidad interventora completamente desconocida hasta entonces en ámbitos tradicionalmente inalcanzables, así por la anulación de estructuras de derecho con una tradición de múltiples siglos, como el ius commune romano-canónico, las Siete Partidas españolas, el Espejo Sajón noralemán y miles de derechos locales particulares que contenían las respectivas estructuras socioeconómicos preliberales. En este marco, se redistribuyó casi todo kilometro cuadrado de propiedad agraria y forestal. Como fuente de legitimidad, el Estado legislador recurrió al constructo de la soberanía ilimitada, aprovechándose de un nuevo patrón estándar en proceso de difusión: por la articulación originaria de la soberanía nacional (o popular) en la forma típica de la asamblea constituyente, se legitimó la constitucionalización del orden básico del Estado, inclusive la institucionalización de un poder legislativo explícito y la regulación de sus procedimientos de renovación y actuación. En este marco del poder constituido, fue factible crear múltiples leyes definidas como legítimas y obligatorias en todo el territorio estatal para los nacionales, otros habitantes, jueces y funcionarios públicos. El Estado legislador del largo siglo XIX tuvo que romper con el alto grado de autonomía de la jurisprudencia del antiguo régimen, reemplazándola por un nuevo tipo de juez vinculado normativamente que operaba lógica, mecánica y matemáticamente. Aunque no fueron viables los intentos puros de crear autómatas de subsunción, basados en la prohibición estricta de todo tipo de interpretación, es obvio que las codificaciones limitaron fuertemente el espacio constructivo e interpretativo del togado. La teoría jurídica líder con base en FRIEDRICH CARL VON SAVIGNY (1779-1861), se enfocó en la ley positiva, permitiendo su interpretación de modo gramatical, lógico, sistemático e histórico414. Como la posición teórica predominante del Estado legislador soberano, se perfiló el positivismo jurídico, combinado con un diseño seudo-matemático, un alto grado de mecanización dogmática y la lógica de los silogismos, así muy acentuadamente a partir de la jurisprudencia de conceptos de la segunda mitad del siglo XIX415. Para profesionalizar y disciplinar los jueces en el espíritu estatal, varios Estados centroeuropeos introdujeron, según el modelo prusiano de 1869, el examen estatal en derecho en vez del examen universitario, típicamente acompañado por el requisito adicional de servir durante algunos años como referendario del Estado y pasar por un segundo examen estatal416. 414 415
416
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Todavía faltó la posterior reina de la hermenéutica jurídica, la interpretación teleológica. Comp. HÄHNCHEN, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 330 y s; KELSEN, General Theory of Law and State, op. cit., págs. 412 y ss; ÍD., Teoría pura del derecho, op. cit., págs. 15 y ss; KROESCHELL, Dt. Rechtsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 247 y ss; MEDER, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 321 y ss; REGINA OGOREK, Aufklärung über Justiz 2, 2a ed., Fráncfort, Klostermann, 2008, págs. 39 y ss; JUAN P. PAMPILLO B., Historia general del derecho, México, Oxford Univ. Press, 2008, págs. 243 y ss, 253 y ss; RÜTHERS, Rechtstheorie, op. cit., págs. 174 y ss, 311 y ss, 318 y ss; SCHLOSSER, Grundzüge, op. cit., págs. 146 y ss, 154 y ss; SEELMANN, Rechtsphilosophie, op. cit., págs. 31 y ss; SENN, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 332, 346 y ss, 377 y ss. SANDRA FISCHER, Juristen in Westfalen, Berlín, Lit, 2012, págs. 25 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
4. LA MÁQUINA ESTATAL: EL POTENTE ESTADO ADMINISTRATIVO Entre los desarrollos más llamativos del largo siglo XIX, se encuentra la construcción y consolidación de la estatalidad administrativa aguda y potente con cadenas jerárquicas de orden y obediencia. Aunque ya el antiguo régimen europeo había conocido autoridades de los monarcas, éstas habían tenido competencias restringidas y su capacidad de actuar eficientemente había quedado muy limitada, sobre todo porque el control territorial no había podido superar ni la velocidad del caballo ni la lógica descentralizada del modelo segmentario y feudal417. Ahora, esta estatalidad segmentaria fue eliminada y reemplazada por una penetración burocrática del territorio. El Estado soberano, por medio de su ilimitada competencia de definir competencias, se apropió de crecientes tareas relevantes para mejorar el bien común, las cuales condicionó por medio de su derecho público y cuya ejecución entregó a aparatos burocráticos dirigidos centralmente. Estos aparatos crecieron rápidamente hasta contar con personales de cientos de miles de empleados públicos. Las bases paradigmáticas del Estado administrativo moderno, pueden identificarse en las perspectivas mecanicistas y racionalistas de la naturaleza, formuladas por la Ilustración social-newtoniana. Según el ideal derivado de la teoría mecánica, el Estado debería funcionar como una gran máquina de gobierno. Una metáfora extendida para expresar dicho ideal, era la de la maquinaria del reloj418. A)
LA PENETRACIÓN BUROCRÁTICA DEL TERRITORIO
El modelo originario del Estado administrativo moderno, se desarrolló en el centralismo de la Revolución francesa de 1789 con sus 83 departamentos –creados artificialmente en contra de la tradición territorial bajo la adopción de nombres neutrales de ríos y montañas–, 557 distritos, más de tres mil cantones y 41 mil communes419. En el caso del Reino de Prusia, la administración territorial operó, desde la reforma administrativa de 1815, a través de cinco niveles jerárquicos, compuestos por diez grandes provincias en manos de los presidentes supremos (Oberpräsidenten), las regiones administrativas (Regierungsbezirke) dirigidas por los presidentes regionales, los distritos rurales y urbanos (Land- y Stadtkreise) en manos de los jefes de distrito (Landräte), las autoridades (Ämter) administradas por los hombres encargados (Amtmänner) y las comuni417 418
419
Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 169 y ss, 475 y ss. MICHAEL STOLLEIS, Public Law in Germany, t. 2, Nueva York, Berghahn, 2001 (título original en alemán de 1992), pág. 92. Sobre la revolución administrativa: FRÉDÉRIC BLUCHE, Le bonapartisme, Aux origines de la droite autoritaire (1800-1850), París, Nouvelles Latines, 1980, págs. 75 y ss; CHARLES-J. BONNIN, Principios de Administración Pública, México, FCE, 2004, págs. 61 y ss, 72 y ss; EDUARDO GARCÍA DE E., Revolución francesa y administración contemporánea, Madrid, Civitas, 2005; MARIE-V. OZOUF-M., La Formation des départements, París, EHESS, 1989; LUCIANO VANDELLI, El poder local, Madrid, MAP, 1992, págs. 26-57.
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dades (Gemeinden) en manos de los alcaldes420, mientras la República de (Gran) Colombia estableció, por las leyes territoriales de 1824 y 1825, una estructura con doce departamentos en manos de los intendentes, 37 provincias en manos de los gobernadores, diversos cantones en manos de los jefes municipales y múltiples parroquias en manos de los alcaldes parroquiales421. Si un Estado optó por el modelo federal, se modificó solo el carácter del nivel más alto, pero los Estados federados establecieron una burocracia interna con un perfil análogo a lo expuesto. En general, se pretendía que la administración estatal tuviera una presencia homogénea en todo el territorio. La instancia más baja fue la comunidad local, denominada ahora en muchos Estados –siguiendo la terminología de la revolución francesa– municipio, la cual fue privada de sus derechos tradicionales de autonomía y estatalizada422, de tal modo que la mayoría de la población recibió por primera vez un contacto inmediato con los órganos de la estatalidad general.
Img. 24: La arquitectura ostentosa del Estado administrativo del largo siglo XIX, también en el nivel distrital: el edificio gubernamental prusiano de Minden, construido en 1901 al estilo de un palacio señorial del renacimiento423
La radicalidad de la burocratización alcanzó un primer pico en la fase de la ruptura sistémica alrededor de 1800, pero a veces resurgieron ciertas estructuras de la autoadministración participativa. Por ejemplo, el Reino de Prusia nunca acabó con las asambleas representativas de los ex principados de la monarquía compuesta, que continuaron como dietas estamentales de cada provincia al lado del respectivo presidente supremo, originalmente con competencias débiles de tipo consultivo, pero se trató del marco que se fortaleció, en la reforma de 1875, para introducir un modelo de autoadministración regional con ciertas características semi-federales. Algo similar puede señalarse en cuanto al Imperio Austríaco, donde se experimentó, en consecuencia de la desegmentarización de 1849, con el unitarismo agudo –precisamente entre 1852 y 1860–, para 420
421
422
423
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HANS P. BULL, Allgem. Verwaltungsrecht, 4ª ed., Heidelberg, Müller, 1993, págs. 79 y ss; NIPPERDEY, Dt. Geschichte, op. cit., págs. 37 y ss. Art. 1 de la Ley de 1825 sobre la organización y régimen político y económico de los departamentos y provincias, en Colección de Leyes, 1825 y 1826, op. cit., págs. 13-40. WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., pág. 232. Respecto a la presencia del Estado en las aldeas locales: RUTH DÖRNER, Staat und Nation im Dorf, Múnich, M-Press, 2006. Minden in Westfalen, Das neue Regierungsgebäude mit Monumental-Brunnen, postal de aprox. 1901.
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reactivar en el próximo paso las asambleas representativas de los Länder424. Después de interrupciones más o menos largas, todos los Estados centroeuropeos volvieron a entender un cierto grado de autonomía comunal con órganos elegidos como legítimo y eficaz425.
Img. 25: El Estado administrativo en América: el Palacio de la Gobernación de Cundinamarca, construido de 1918 a 1933 en la capital colombiana de Bogotá426 B)
LOS MINISTERIOS GUBERNAMENTALES Y CONSEJOS DE ESTADO
En el nivel central, el Estado administrativo moderno creó el colegio de ministros que puede verse como un buen espejo de las prioridades públicas. La Francia revolucionaria de 1789, se enfocó en los asuntos interiores, la justicia427, las finanzas públicas, la guerra, la marina y las relaciones exteriores. En Prusia existieron, a partir de las reformas de 1808, los mismos departamentos –menos la marina– que fueron rápidamente diversificados, introduciendo en 1817 la educación y la salud, en 1848 tanto el comercio y la industria como la agricultura y los bosques, en 1873 los trabajos públicos y en 1919 el bienestar público428. En el nivel de la federación alemana, se agregó los asuntos postales en 1880, el transporte y los asuntos laborales en 1919 y el ministerio ambiental en 1986. La República de Colombia bajo su primera constitución de 1821, partió de los cinco secretarios del despacho del interior, de hacienda, de guerra, de marina y de relaciones exteriores, a lo que se agregó la instrucción pública en 1880, el fomento en 1886, las obras públicas en 1905, la agricultura y el comercio en 1914, el trabajo, la higiene y la previsión social en 1938, las minas y el petróleo en 1940 y el medioambiente en 1993429. Adicionalmente, algunos Estados crearon los consejos de 424 425 426 427
428 429
BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., págs. 128 y ss, 134 y ss, 147 y ss, 175 y ss. WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., pág. 280. De GUMERCINDO CUÉLLAR J., lugar: Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá. El ministerio de justicia se creó en Francia en 1790, en Prusia en 1808, en Suecia en 1809, en Noruega en 1814, en Suiza en 1848, en Austria en 1848/ 1867, en los EE.UU. en 1870, en el Imperio Alemán en 1877 y en Gran Bretaña en 2007. WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 229 y s. Art. 136 de la Constitución de la República de Colombia de 1821, op. cit. y ENRIQUE J. ARBOLEDA P., “Los ministerios y el consejo de ministros”, en revista Credencial Historia, núm. 145, Bogotá, 2002.
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Estado en la tradición de los antiguos consejos de los monarcas como órganos consultivos del respectivo jefe de Estado que asesoraron, prepararon o revisaron los proyectos legislativos, así Francia a partir de 1799 y Colombia desde 1821430.
Img. 26: Desde 1875, el Palais Royal parisino sirve como la sede del Conseil d'État de Francia431 C)
LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS
El Estado del largo siglo XIX terminó definitivamente con la práctica de ocupar a la nobleza hereditaria en los cargos públicos y dejó también de arrendar estos al mejor postor, empleando en su lugar a funcionarios públicos calificados profesionalmente, en una relación especial de servicio y lealtad. Partiendo de las primeras leyes de los servidores públicos, como los de Baviera de 1805 y de Baden de 1818, se formó un derecho público especial de los funcionarios, con deberes aumentados de la lealtad jurada al Estado y a su derecho, la responsabilidad para la constitucionalidad y la legalidad, la prohibición de aceptar condecoraciones de otros Estados y regalos de los ciudadanos, las obligaciones de poner a disposición todo su esfuerzo personal, de seguir órdenes de sus superiores, a la discreción y de actuar respetuosamente, pero todo esto bajo el privilegio de la seguridad laboral ampliada en una relación mutua de por vida, con una remuneración adecuada y varios beneficios sociales como la alimentación en la vejez sin olvidar la viudez432. El acceso a la carrera y la promoción dependieron del mérito, excluyendo influencias monetarias y políticas. La formación universitaria en derecho fue la calificación normal para entrar a los cargos altos, a veces con requisitos adicio430
431 432
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En Colombia con una proyección desde 1817 (sin control territorial). En 1821, “Consejo de Gobierno” (arts. 133-135 CP) y desde 1828 “Consejo de Estado” (arts. 8-10 Decreto Orgánico). Véase DANILO ROJAS B. et al., Consejo de Estado de Colombia 1817-2017, Bogotá, Ibáñez, 2017, págs. 30 y ss. Postal de aprox. 1910. Comp los §§ 1-15, 34-39 de la Ley alemana de los funcionarios públicos de 1873, op. cit., págs. 61 y ss; BOLDT, Dt. Verf.geschichte, t. 2, op. cit., págs. 63 y s; BULL, Allgem. Verwaltungsrecht, op. cit., págs. 280 y ss; HANS HATTENHAUER, Geschichte des Beamtentums, Colonia, Heymann, 1980; RUDOLF SUMMER, “Betrachtungen zur Geschichte des dt. Beamtenrechts”, en MATTHIAS PECHSTEIN (Ed.), Beiträge zum Beamtenrecht, Tübingen, Mohr S., 2007, págs. 295-314; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., pág. 232.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
nales como exámenes estatales y un servicio preparatorio de varios años en el servicio público. Mediante el derecho disciplinario y el derecho penal especial de delitos de funcionarios, se criminalizaron la admisión de regalos y la corruptibilidad433. La variante más acentuada fue la de Europa central. Mediante la formación exigente, la ética laboral específica, los rituales de juramento y el enorme prestigio social de la representación del Estado, se consolidó el servicio público como un estamento de funcionarios públicos. Sus directores gubernamentales, jueces, profesores, maestros, jefes de estación, funcionarios postales, etc., formaron el núcleo de la respectiva élite local, en conjunto con los empresarios y terratenientes. En cambio, el acceso a los cargos estadounidenses funcionó en grandes fases del siglo XIX gracias al sistema de botín del respectivo ganador electoral, hasta que el Civil Service Reform Act de 1883 obligó a orientarse en el modelo europeo de mérito434. El crecimiento del personal estatal fue enorme. Por ejemplo, entre 1913 y 1939 la cantidad de empleados en la administración y justicia alemana se multiplicó por el factor 3,3 para alcanzar 1,5 millones de personas y, en 1970, incluso 2,6 millones. Al fin, Francia cuenta con 5,2 millones de funcionarios públicos que encarnan el 8% de la población, Alemania con 4,5 millones (5,5%), Italia con 3,4 millones (5,8%), Gran Bretaña con 2,8 millones (4,6%) y España con 2,6 millones (5,5%). Echando un vistazo a América Latina, creció el número de funcionarios colombianos de 88 mil en 1937 a 438 mil en 1970 y 1,1 millones en 2005, lo que significa el 2,6% de la población y un nivel por debajo del promedio europeo435. D)
ONCE ÁMBITOS TÍPICOS DE ACTUACIÓN
A continuación, se pretende ilustrar el perfil del Estado administrativo de los siglos XIX y XX a través de los once ámbitos más típicos.
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P. ej. por los §§ 355 y ss, 443 y ss del Código Penal del Reino de Baviera de 1813, los §§ 308 y ss del Código Penal de Prusia de 1851 y los §§ 331 y ss del Código Penal del Imperio Alemán de 1871. An act to regulate and improve the civil service of the United States de 1883, ch. 27, 22 Stat. 403. WOLFRAM FISCHER, “Wirtschaftsgeschichte Deutschlands 1919-1945”, en WILLI ALBERS (Ed.), Handwörterbuch der Wirtschaftswissenschaft, t. 9, Stuttgart, Fischer, 1982, págs. 83-100, 96; MATTHIAS KLUMPP, Modern Public Budgeting, Fráncfort, Lang, 2009, pág. 38; DIRECTION GÉNÉRALE DE L’ADMINISTRATION ET DE LA FONCTION PUBLIQUE, Administration and the Civil Service in the EU 27 Member States, https://www.fonction-publique.gouv.fr/files/files/publications/etudes_perspectives/Administration_and_the _Civil_service_in_the_27_EU_Member_states.pdf (5.1.2018); RED. EL PAÍS, “Los funcionarios en España y en Europa”, en periódico El País, de 28.5.2010, https://elpais.com/elpais/2010/05/28/media/127504 2089_720215.html (5.1.2018); DAVID F. CAMARGO H., Funcionarios públicos, Evolución y prospectiva, 2005, cap. 5.2., www.eumed.net/libros/2005/dfch-fun/ (5.1.2018); HERMES F. MARTÍNEZ., “¿Son competitivos los salarios públicos en Colombia?” en serie Archivos de Economía, núm. 350, Bogotá, DNP, 2008, http ://www.banrep.gov.co/sites/default/files/eventos/archivos/martinez_docum_0.pdf (5.1.18).
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a) La policía El primero de ellos es la construcción de una organización administrativa para el cumplimiento del fin estatal tradicional de garantizar la seguridad interna, a saber, la policía. Aunque ya el Estado de la paz interna de los siglos XVI a XVIII había conocido una legislación de la buena policía orientada al bien común436, había faltado la policía como institución moderna, dirigida centralmente, porque la ejecución de estas leyes se había delegado a los poderes autónomos del segmentarismo o se había entregado la misma de modo selectivo a los militares. El origen de la policía moderna, puede reconocerse en la gendarmería nacional, creada desde 1791 por el Estado de la Revolución francesa y adoptada por muchos Estados de Europa, por ejemplo, en 1809 por Prusia, en 1812 por Baviera, en 1814 por Cerdeña-Piamonte y en 1849 por Austria. Desde entonces, en muchos puestos pequeños estaban presentes algunos agentes de policía, educados y profesionalizados en calidad de funcionarios públicos in situ, a los que el Estado confiaba dos deberes básicos, uno represivo y el otro preventivo, a saber, la persecución de la criminalidad y la defensa de peligros bajo el fin de garantizar la seguridad y el orden público437. Se diversificó la policía en varias subramas temáticas, incluyendo la policía criminal para el combate de los delitos más graves, según el modelo de la Sûreté Nationale francesa de 1811, el Scotland Yard británico de 1829, el NYPD neoyorkino de 1844, la Kripo prusiana de 1820/1872 y el servicio criminal austríaco de 1872. La policía institucional fue uniformada, pero separada de las fuerzas armadas, pues se prefirió típicamente la subordinación civil bajo el respectivo ministerio de asuntos interiores. Finalmente, la policía alcanzó una cobertura entre 180 y 550 agentes por cada 100 mil habitantes438. Debido a los métodos racionales de investigación policial, a las nuevas tecnologías de comunicación de la era industrial y a la interacción supralocal coordinada, se alcanzaron rápidamente éxitos notables. Así, el fenómeno del bandolerismo rural –que había sido en la gran guerra civil europea de 1792 a 1815, también en vista de la caída de los poderes estatales tradicionales, una verdadera plaga con innumerables bandas de 436 437
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Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 371 y ss, 390 y ss. HANS BOLDT, “Geschichte der Polizei in Deutschland”, en HANS LISKEN et al., (Eds.), Handbuch des Polizeirechts, 2a ed., Múnich, Beck, 1996, págs. 1-39; KLAUS GROEBEN, “Die Erfüllung von allgemeinen und besonderen polizeilichen Aufgaben”, en KURT A. JESERICH et al. (Eds.), Dt. Verw.geschichte, t. 3, Stuttgart, DVA, 1984, págs. 435-451; KARIN HACHENBERG, Die Entwicklung der Polizei in Köln von 1794 bis 1871, Colonia, Böhlau, 1997; JAKOB J. NOLTE, “Die Institutionalisierung der politischen Polizei in Preussen”, en Working Papers des Arbeitskreises Policey/ Polizei im vormodernen Europa, núm. 11, Viena, 2006, págs. 1 y ss; REINHARD, Geschichte Staatsgewalt, op. cit., págs. 367 y ss. En 2010: Italia 549,9; Uruguay 507,4; México 485,9; Portugal 419,4; Austria 328,6; Perú 323; España 313; Alemania 303,8; Noruega 248,3; Colombia 229,2; EE.UU. 223,6; Suiza 222,6; Francia 210,2; Dinamarca 197,8; Chile 187,6; STEFAN HARRENDORF et al., International Statistics on Crime and Justice, Helsinki, HEUNI & UNODC, 2010, págs. 136 y s.
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atracadores a caballo–, colapsó en Europa central en la primera mitad del siglo XIX, así como los brigantes de la Italia meridional lo hicieron en la década de 1860439. En general, el Estado policial hizo desaparecer la clase sub-campesina de los errantes, estigmatizada como proclive al crimen, la cual representó aproximadamente el 10% de la población europea alrededor de 1800. Obviamente, los yeniches centroeuropeos y mercheros ibéricos no solo desaparecieron por el aumento de la eficacia represiva, sino mucho más por políticas preventivas, pues cuando el poder estatal presionó a los municipios a aceptar la nacionalidad general, se disolvió el precario estatus jurídico-social del segmentarismo de no-pertenecer-a-ninguna-comunidad, que había significado la exclusión de fuentes legales de subsistencia, lo que se complementó en la legislación federal suiza de 1850 por ordenar el registro de todos los errantes, su domiciliación en los pueblos y, a partir de 1926, también la privación de sus hijos para hacerlos sedentarios mediante guarderías educativas. Al fin, la clase social de los errantes se disolvió en la urbanización y subsiguiente política social del siglo XX440.
Img. 27: El Estado policial de los siglos XIX y XX combatió la clase sub-campesina pobre de los errantes con medios mixtos de integración y represión: se ven dos yeniches en el valle suizo de Muotathal alrededor de 1890441
Sin embargo, la sociedad industrial provocó con la urbanización nuevos problemas de criminalidad masiva, en particular las pandillas urbanas que se organizaron en la alienación y el anonimato de los barrios miserables de las ciudades cada vez más grandes. Entre 1840 y 1940, casi todas las ciudades industriales mostraron bandas y a veces guerras de pandillas, así de modo más dramático en las ciudades estadounidenses de Nueva York y Chicago con sus gangs étnicos de inmigrantes. La sociedad burguesa reclamó el rearme policial frente al nuevo riesgo de seguridad, pero esto tuvo su pre439
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ERIC HOBSBAWM, Rebeldes primitivos, Barcelona, Ariel, 1983; KROESCHELL, Dt. Rechtsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 102 y s; ASTRID KÜNTZEL, “Räuber und Gauner im Rheinland 1798-1814”, ed. por PORTAL RHEIN. GESCHICHTE, 2012, http://www.rheinische-geschichte.lvr.de/themen/Epochen%C3%BCbergreifend/Seiten/RaeuberundGaunerimRheinland1798-18 14.aspx (5.1.2018). Respecto a la política anti-errante en Suiza: LUKAS GSCHWEND, “Das «Hilfswerk für die Kinder der Landstrasse» der Pro Juventute”, en anuario JJZG, t. 6, Berlín, BVV, 2005, págs. 161-179. Yeniches suizos en el valle alpino de Muotathal alrededor de 1890.
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cio: en el caso del NYPD neoyorkino se ha contado, entre 1849 y 2017, un tributo de 827 policías muertos en servicio, la mayor parte por armas de fuego442. De todos modos, como las políticas preventivas más exitosas frente a este fenómeno, se comprobaron la mejora estructural de los slums, la revalorización del ambiente urbano, la educación para la paz ciudadana y una política socio-económica que evitó el pauperismo.
Img. 28: Un problema difícil para la policía moderna: las pandillas de la urbanización industrial. Aquí un combate de 1904 entre la policía de París y una pandilla urbana443
b) La organización judicial El segundo ámbito del Estado administrativo del largo siglo XIX, radicó en el perfeccionamiento de una organización judicial racional y eficiente que se basó –según la propuesta de la Francia revolucionaria– en el monopolio judicial estricto del Estado, negando las autonomías tradicionales del segmentarismo y las justicias especiales como la eclesiástica. La jerarquía jurisdiccional con recursos como la apelación no fue nada nuevo, pero sí la rigurosidad sin dejar espacios para paralelismos y excepciones, imponiendo vías jurídicas uniformes desde el juzgado municipal hasta una sola corte suprema en vez de varias. Se obligó el aparato a fallar exclusiva y uniformemente según el derecho codificado racionalmente por el Estado y no según diversos derechos locales ni evaluaciones sumarias. En el espíritu de la separación de los poderes y con el fin de garantizar la imparcialidad, se apartó la justicia de los –demás– órganos de la administración pública, fortaleciendo la misma mediante el principio de la independencia del juez frente a eventuales instrucciones ejecutivas444.
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NYPD, Memorials, Fallen Heroes, http://www1.nyc.gov/site/nypd/about/memorials/fallen-heroes.page (5.1. 2018). Para comparar: en Alemania se han asesianado desde 1945 más de 400 policias en servicio, generalemente en patrullajes de rutina y en mayor medida por delincuentes individuales; http://www. besoldung-polizeibeamte.de/Polizeimord.html (5.1.2018). Rencontre d’Apaches et d’agents de pólice, place de la Bastille, 1904, Bibliothèque nationale de France. KROESCHELL, Dt. Rechtsgeschichte, t. 3, op. cit., pág. 192.
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Igualmente, el Estado del siglo XIX pretendió garantizar una buena presencia de los jueces y fiscales en todo el territorio; además, los profesionalizó por una educación universitaria en derecho, según estándares cualitativos exigentes y definidos por parte del poder estatal. Estimulado por la aguda crítica de la Ilustración frente a las arbitrariedades de la justicia de la modernidad temprana, el Estado intentó eliminar sistemáticamente las carencias en términos de eficiencia y objetividad a través de reformas del derecho procesal, así en la rama penal mediante la introducción del proceso ilustrado que garantizó el carácter oral y público de la fase principal del juicio. En el marco de la supresión del proceso penal inquisitorio, se separó de la función de juzgar una autoridad particular para la investigación y acusación pública, así en 1790 en Francia el ministère public y en 1849 en Prusia el abogado del Estado (Staatsanwalt), por una parte para fortalecer la neutralidad del juez penal y, por la otra, para compensar la nueva independencia judicial por opciones gubernamentales de evitar acusaciones indeseadas y de interponer recursos a costa del condenado por consideraciones políticas445.
Img. 29: El Palacio de Justicia, construido de 1890 a 1897 al estilo neobarroco en Múnich, sirvió como el Ministerio de Justicia y sede de la Corte suprema del Reino de Baviera 446
c) El castigo público La intensificación del poder estatal se manifestó ilustrativamente en una esfera complementaria de la seguridad interna: la del castigo público. Se construyó una administración carcelaria con la que se reemplazó el sistema punitivo de la organización segmentaria, enfocado en las penas de exclusión social, por el sistema del Estado terri445
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PETER COLLIN, Wächter der Gesetze oder Organ der Staatsregierung, Fráncfort, Klostermann, 2000, págs. 1 y ss; SCHMIDT, Strafrechtspflege, op. cit., pág. 330; VORMBAUM, History Criminal Law, op. cit., págs. 85 y ss. Foto: BERND MARQUARDT.
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torial de masas, basado en las penas penitenciarias de inclusión447. No es ninguna casualidad que la pena privativa de la libertad surgiera en la misma época en la que la libertad individual ascendió al máximo valor. La cárcel del Estado que degradaba al condenado por gran parte de su vida a la condición de cuasi-animal aislado en una jaula estrecha y geométrica donde no existía ningún espacio de desarrollo humano, tuvo como fin lograr la máxima intimidación. Con los edificios de las cárceles, tan escalofriantes como imponentes, el Estado moderno escenificó eficazmente su omnipotencia, por ejemplo en forma de la fortaleza hacia el interior del Eastern State Penitentiary, construido en 1829 por el Estado norteamericano de Filadelfia para 450 prisioneros, o en Petonville en Londres, edificado en 1842 por parte del Reino de Gran Bretaña para 520 cautivos, o en Moabit en Berlín, establecido por el Reino de Prusia en 1849448. Una variante aún más intimidante, puede reconocerse en la deportación a alejados campos penales de trabajo forzado, practicada por ejemplo en Gran Bretaña (en Australia, 1788-1857), Francia (en la isla del Diablo, 1852-1953), Rusia (en Siberia, siglo XIX1990), Panamá (en la isla Coibra, 1919-2004) y Colombia (en la isla Gorgona, 19591982). A fin de cuentas, cada 151o ciudadano de los EE.UU. vive en la cárcel, en Rusia cada 234o, en Colombia cada 437o, en Gran Bretaña cada 685o, en Alemania cada 1.321o y en Suecia solo cada 1.878o 449.
Img. 30-31: El Estado encarcelador del siglo XIX: la prisión filadelfiana Eastern State Penitentiary de 1829 y la cárcel británica Petonville de 1842450
d) La administración militar La administración militar dedicada a la seguridad externa, contuvo un componente de reclutamiento, presente en todo el territorio estatal, que correspondió a la sustitución de los ejércitos de mercenarios del antiguo régimen por los ejércitos populares del na447 448
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MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 404 y ss. Véase FOUCAULT, Vigilar y castigar, op. cit.; RÜPING & J., Strafrechtsgeschichte, op. cit., pág. 78; SCHMIDT, Strafrechtspflege, op. cit., págs. 346 y ss; VORMBAUM, History Criminal Law, op. cit., págs. 99 y ss; WESEL, Geschichte des Rechts, op. cit., págs. 464 y ss. INSTITUTE FOR CRIMINAL POLICY RESEARCH, World Prison Brief, http://www.prisonstudies.org/ (5.1.18). Litografía de P.S. DUVAL de 1855 y de JOSHUA JEBB de 1844.
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cionalismo democrático, basados en el servicio militar obligatorio de todos los nacionales masculinos y adultos. El nuevo aparato militar fue obligado a educar a un gran volumen de población en ciclos anuales en disciplina, obediencia, táctica y armas modernas. Además, el Estado requirió la capacidad de movilizar rápidamente la reserva entrenada en caso de una guerra, tal como sucedió por ejemplo en el Estado militar de Prusia que –desde sus guerras exitosas contra la Federación Germánica en 1866 y contra el Imperio Francés en 1870– fue reconocido como el modelo del servicio militar eficiente. En 1870, pudo llamar a filas en pocos días un ejército compuesto por 1,45 millones de soldados, equiparlos industrialmente y transportarlos rápida y precisamente con ferrocarriles a las fronteras. En la Primera Guerra Mundial, el Imperio Alemán logró movilizar incluso 13,2 millones de soldados y en la Segunda la cifra gigantesca de 18,2 millones. Este número fue superado solamente por el Ejército Rojo de la Rusia soviética en la guerra de 1941 a 1945 con 34 millones de ciudadanos en armas. Paralelamente, los EE.UU. alcanzaron aproximadamente 16 millones451. e) Los registros públicos De igual forma, el Estado administrativo empezó a registrar su pueblo. Por medio de las autoridades de registro civil, introducidos en 1792 en el marco de la Revolución francesa, el poder estatal comenzó a recolectar sistemáticamente la información sobre los nacimientos, matrimonios y defunciones de las personas. En una relación estrecha con la introducción del matrimonio civil en vez del eclesiástico, se formaron register offices, registros civiles, oficinas del estado civil (Standesämter), etc., así en 1837 en Gran Bretaña, en 1852 (1938) en Colombia, en 1870 en España, en 1875 en el Imperio Alemán, en 1876 en Suiza y en 1884 en Chile. De modo complementario, la constitución estadounidense de 1787 ordenó censos de población en intervalos de diez años, lo que fue adoptado por Gran Bretaña a partir de 1801, Colombia en 1825, Prusia en 1834, Perú en 1836, Suiza desde 1850, Hungría en 1870 y México en 1895. Puede reconocerse un modelo más amplio de recolección de datos y vigilancia, en las Oficinas municipales del registro residencial de los habitantes, introducidas a partir de 1938 en el Imperio Alemán al estilo de un registro obligatorio, con el fin de tener permanentemente datos actualizados y completos sobre el lugar de residencia y otras características de todas las personas presentes. Varios Estados sin registro residencial sistemático, crearon por lo menos un registro electoral en el cual los electores tuvieron que inscribirse para poder votar, pero la falta de completitud limitó la eficiencia. De igual forma, para la identificación ciudadana se introdujeron los documentos de identidad, así por ejemplo Chile en 1924, Rusia en 1932, el Imperio Alemán en 1938, 451
Comp. MÜLLER, Militärgeschichte, op. cit., págs. 163 y ss, 212 y ss, 258 y ss; NEUGEBAUER et al., Grundkurs, t. 2, op. cit., págs. 1 y ss, 296 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., págs. 4, 942.
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Francia en 1940, Venezuela en 1942, Suiza en 1955, Colombia en 1961 y Argentina en 1968, mientras los EE.UU. y Gran Bretaña rechazaron este modelo. Algunos Estados los combinaron con números de identidad de por vida. Un registro especial fue el de condenas, establecido por ejemplo en Chile en 1925. Además, se entregaron libretas militares a los reclutas. Otros registros públicos se dedicaron a los miembros del seguro social, a los titulares de permisos de conducción, a los vehículos matriculados, a los barcos, a las propiedades raíces, a las empresas y a las asociaciones. De tal manera, el derecho civil recibió una fuerte dimensión pública. En otras palabras, se construyó un Estado en el que nadie se podía esconder en el anonimato, así al menos en caso de una sincronización eficiente de las diferentes bases de datos. De tal manera, el Estado militar encontró a sus reclutas, el Estado tributario a sus tributantes y el Estado de la seguridad interna a sus delincuentes. f) La salud pública El sexto escenario es el de la salud pública para prevenir y controlar epidemias y otras enfermedades mortales, aspecto en el cual el Estado de la era industrial fue más exitoso que todos sus predecesores. En Prusia existió desde 1817 un ministerio dedicado a los asuntos de la salud. El empoderamiento del creciente número de facultades de medicina en las Universidades públicas por la introducción de conceptos de las ciencias naturales, especialmente la microbiología, generó un conocimiento con mucha relevancia socio-ecológica. En la década de 1840, el Estado empezó a eliminar, por medio de la revolución higiénica, peligros estructurales para la salud pública, obligando a su administración comunal a construir sistemáticamente redes de cañerías para el abastecimiento con agua potable y canales para la eliminación de las aguas sucias452.
Img. 32: Certificado del Estado prusiano de 1821 sobre la vacunación de viruela de una niña de cuatro meses453
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FRANZ BRÜGGEMEIER, Industrie-Natur, Fráncfort, Campus, 1995, págs. 105 y ss; JÜRGEN BÜSCHENFELD, Flüsse als Kloaken, Stuttgart, Klett-Cotta, 1997, págs. 26 y ss; GEORG FRANZ-W., Die technische Revolution, Tübingen, Hohenrain, 1988, págs. 238 y ss; THOMAS KLUGE, Wasser und Gesellschaft, Opladen, Leske & Budrich, 2000, pág. 27; MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 380 y s, 391 y ss. Fuente: Historisches Archiv, Ebm. Köln.
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Un fin estatal prioritario consistió en la lucha contra la viruela, es decir, una enfermedad infecciosa que había causado miles de niños muertos por año. Después del desarrollo médico de la vacuna preventiva contra la viruela en 1796, el Reino de Baviera fue en 1807 el primer Estado significativo que introdujo legislativamente la vacunación obligatoria a cuenta del presupuesto público, seguido por Baden en 1809/ 1815, Suecia en 1816, Hanóver en 1821, el Cantón de Zürich en 1836 y Gran Bretaña en 1853, mientras que Prusia y Sajonia prefirieron una política voluntaria de la motivación pública, hasta que el Imperio Alemán unificó el modelo obligatorio en 1874. Siguieron Suiza y Buenos Aires en 1886, Venezuela en 1898, España en 1903, Argentina en 1904, Colombia en 1922 y Austria en 1938454. Prácticamente, se empezó a reconocer una especie de derecho humano a la vida frente a microorganismos mortales, aunque sin llegar en este momento a la respectiva teorización. A mediano plazo, la suma de estas políticas públicas puede ser considerada un gran éxito, pues desde 1977 el mundo es libre de la viruela455. El Estado del largo siglo XIX, orientado a la salud pública, se comprometió además, retomando el modelo de la Viena austríaca de 1784, a la creación de una red de hospitales públicos456 que se combinaron con las facultades de medicina de las Universidades estatales. Fueron acompañados por una creciente infraestructura pública de estaciones termales para la recreación. El sistema de salud fue complementado por el seguro social obligatorio según el modelo fundador del Imperio Alemán de 1883, adoptado por Austria en 1888, por Suiza y Gran Bretaña en 1911, por Chile en 1924, por Francia en 1928, por los Países Bajos en 1931, por México e Italia en 1943, por Colombia en 1946 y por EE.UU. en 1965457, para garantizar el acceso de la población a los servicios de salud. No obstante, el camino a la cobertura universal fue largo. Finalmente, los gastos públicos de salud alcanzaron en los Estados más industrializados alrededor
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BÄRBEL J. HESS, Seuchengesetzgebung in den dt. Staaten und im Kaiserreich, Heidelberg, Univ. (tesis doctoral), 2009, págs. 91 y ss, 104 y ss, 120 y ss, 134 y ss, 144 y ss, 222 y ss; MARIA S. DI LISCIA, “Marcados en la piel”, en revista Ciência & Saúde Coletiva, vol. 16, núm. 2, 2011, págs. 409-422; VIDAL RODRÍGUEZ L., La viruela en Venezuela, Caracas, Ateproca, 2012, pág. 146; Ley colombiana 99 por la cual se adicionan las leyes sobre higiene pública de 1922; ALEXANDER HIERSCHE, Sanitätspolizeiliche Bekämpfung übertragbarer Krankheiten, Viena, Univ. (tesis doctoral), 2010, pág. 29. ABBAS M. BEHBEHANI, “The Smallpox Story”, en revista Microbiology and Molecular Biology Review, núm. 47 (4), Washington, Am. Society for Microbiology, 1983, págs. 455-509; WHO (Ed.), State of the World’s Vaccines and Immunization, 3a ed., Ginebra, WHO, 2009, pág. 79. A veces existen raíces en el antiguo régimen como refugios para la peste, la lepra y los pobres. P. ej. la Charité de Berlín nació en 1710 como casa de peste y se transformó en 1810 en un hospital moderno. P. ej. Ley chilena 4.054 sobre seguro obligatorio de enfermedades de 1924, en DO, de 26.9.1924; Ley mexicana del Seguro Social de 1943, en DO, de 19.1.1943; Ley colombiana 90 por la cual se establece el seguro social obligatorio de 1946, en DO, núm. 26.322, de 7.1.1947. Comp. SEBASTIAN BRÄNDLI, “Gesundheitswesen”, en HLS, de 6.12.2012, http://www.hls-dhs-dss.ch/textes/d/D16593.php, (5.1.2018); EBERHARD EICHENHOFER, Geschichte des Sozialstaats in Europa, Múnich, Beck, 2007, págs. 52 y ss; FRANK OSCHMIANSKY & JÜRGEN KÜHL, “Wohlfahrtsstaatl. Grundmodelle”, en BPB (Ed.), Arbeitsmarktpolitik, de 1.6.10.
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del 7% del Producto Interno Bruto458. Los efectos generales pueden medirse en los enormes avances de la expectativa de vida que ha subido de menos de 40 años en 1800 hasta más de 80 años en los Estados del núcleo industrial contemporáneos459. g) El Estado educador Después de que en el antiguo régimen algunos vasallos protestantes del Sacro Imperio Romano habían experimentado con campañas de alfabetización para poder leer la Biblia en alemán, en 1774 la Sacra Emperatriz Romana MARÍA TERESA introdujo en el Circulo Imperial Austríaco la enseñanza obligatoria de seis años en colegios populares, lo que fue prolongado después de la transición de 1804/1806 por el Imperio Austríaco. Siguieron Prusia en 1794, Baviera en 1802, Sajonia en 1835 y Suiza en 1874. En el modelo obligatorio, el Estado prohibió a los padres impedir la educación de sus hijos con argumentos de una supuesta prioridad de emplearlos en el trabajo rural, artesanal o industrial. Desde 1834, los Estados centroeuropeos crearon un sistema tridimensional de escuelas públicas, con los gimnasios (liceos) en el tope que calificaron, después de 13 años, con la matura o el abitur a la entrada en las Universidades.
Img. 33: El Estado educador en una de las constituciones maternas de Hispano-América, la de Tunja de 1811460
Partiendo de Europa central, el concepto del Estado educador se difundió hacia el mundo. Fue muy idealista la Constitución de la República andina de Tunja de 1811 que promulgó una escuela pública en “todos los pueblos” para enseñar a los niños, aparte a leer y contar, también “los principales derechos y deberes del hombre en la sociedad”, es decir, los valores centrales de la Ilustración política. En Colombia siguió la Ley sobre organización y arreglo de la instrucción pública de 1826 con la misma intención de querer introducir “en todas las parroquias […] lo menos una escuela de primeras letras”461. Como ejemplos de adopción de la educación obligatoria, se señalan Massa458 459
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LAURENT FREYSSON, General Government Expenditure Trends 2005-10, Luxembg, Eurostat, 2011, pág 9. Suiza 83,1 años; Francia 82,4; Suecia 82,3; Chile 82; Alemania 81,1; Gran Bretaña 80,8; Cuba 79,6; EE.UU. 79,2; México 77; Argentina 76,5; Hungría 75,3; Brasil 74,7; Venezuela 74,4; Letonia 74,3; Colombia 74,2; Ucrania 71,1; Rusia 70,3; UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 198 y ss. Constitución de la República de Tunja de 1811, op. cit. Art. 20 de la Ley de 1826 sobre la instrucción pública, en Colección de Leyes, 1825-26, op. cit., págs. 290-308.
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chusetts en 1852, Gran Bretaña en 1870, Italia en 1877, Francia en 1882 y España en 1908. Con la educación pública, el Estado moderno ganó un enorme poder sobre el pensamiento de la generación joven, disciplinándola en historia nacional, geografía nacional, literatura nacional, valores constitucionales o conductas del buen ciudadano, y todo esto bajo ciertas formas de adiestramiento seudo-militar para fortalecer el autocontrol de la emocionalidad. Por eso, resultó importante eliminar el co-control espiritual de los inicios de educación primaria, tal como sucedió en Prusia en el Combate cultural de la década de 1870, en Baviera en 1919 y en Colombia en 1936.
Img. 34: Un colegio popular del Imperio Austríaco en 1917: a la izquierda los niños, a la derecha las niñas, muchos sin zapatos, pero disciplinados462
No sorprende que la realización de la rama administrativa para la educación primaria, presente con miles de escuelas en todas las comunidades del territorio estatal, resultó ser un proyecto de bicentenario que tuvo que imponerse frente a la hostilidad del espacio, los limites presupuestales y las resistencias en la población rural. Por ejemplo, en el Estado fundador, la doble monarquía Austria-Hungría, el censo de 1880 mostró enormes disparidades de cobertura, con una alfabetización notable de más del 90% en las zonas centrales de Baja y Alta Austria, Bohemia y Tirol, que se puede contrastar con el 60% en los Alpes orientales, el 40% en Hungría, el 23% en la Polonia austríaca y solo el 12% en la Dalmacia mediterránea. En general, los Estados germanohablantes, escandinavos y del noreste estadounidense representaron el segmento más rápido y profundo, seguidos por Europa noroccidental, mientras que los procesos en la Europa mediterránea, Europa oriental y América Latina resultaron más lentos. Pero también en el último caso hubo diferencias notables: hasta 1950, puede destacarse una inclusión exitosa de aproximadamente cuatro quintos de la sociedad a la alfabetización en Argentina, Chile, Costa Rica y Uruguay, seguidos por dos tercios en Colombia, Panamá y Paraguay, mientras que continuó en Brasil, Ecuador, México, Perú y la República Dominicana la exclusión de la mitad de los ciudadanos y en Bolivia, El Salva462
Fuente: Österr. Schulbücher, http://members.aon.at/zeitlupe/schulbuch1.html (5.1.2018).
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dor, Guatemala, Honduras y Nicaragua incluso la de dos tercios463. De todos modos, como resultado de dos siglos, el éxito de alfabetización de más del 90 por ciento de los adolescentes, es propio de todos los Estados europeos y americanos, desde Suiza hasta Colombia, con la excepción de Haití464. Asimismo, el Estado reorganizó la enseñanza superior en las Universidades, que resultaron más estatalizadas que en el antiguo régimen465 y financiadas públicamente, siguiendo las reformas educativas francesas de los años 1806 a 1811 y de la nueva Universidad de la capital prusiana, la Alma Mater Berolinensis de 1810, basada en las ideas pedagógicas de WILHELM VON HUMBOLDT466. Por ejemplo, la joven República de Colombia fundó, entre 1826 y 1828, cinco Universidades públicas para reemplazar las antiguas Universidades eclesiásticas467. También los demás Estados europeos y americanos establecieron una gran cantidad de nuevas Universidades públicas, especialmente en sus capitales, por ejemplo en Oslo en 1811, en Buenos Aires en 1821, en Múnich en 1826, en Berna en 1834, en Londres y Madrid en 1836, en Atenas en 1837, en Santiago de Chile en 1843, en Montevideo en 1849, en Bucarest en 1864, en Estocolmo en 1878 y en Sofía en 1888. En estas instituciones, los Estados no solo formaron a sus futuras élites judiciales y administrativas en las ciencias gubernamentales, en particular derecho y Ciencias del Estado, sino que promovieron también las investigaciones consideradas progresistas, referidas a la transformación industrial, tanto en la quinta facultad de las ciencias naturales como en las materias de ingeniería y del capitalismo científico, las cuales se llevaron a cabo, parcialmente, en especializadas Universidades técnicas –por ejemplo, en París desde 1794, en Praga desde 1806, en Dresde desde 1828 o en Londres desde 1838– y comerciales –así en Londres desde 1895 y en 463
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PABLO GENTILI, “Marchas y contramarchas”, en Revista Iberoamericana de Educación, núm. 49, Madrid, OEI, 2009, págs. 19-57, 26; LYDIA GROßPIETSCH, “Geistliche Schulaufsicht (19./20. Jh.)”, en BAYER. STAATSBIBLIOTHEK et al. (Eds.), Hist. Lexikon Bayerns, http://www.historisches-lexikon-bayerns. de/artikel/artikel_44597 (5.1.2018); art. 14 del Acto legislativo 1 col. de 1936, en DO núm. 23.263, Bogotá, 1936, págs. 333-337; IGNAZ HÁTSEK, “%-Verhältnis der des Lesens und Schreibens kundigen Bevölkerung in Österreich-Ungarn”, en Petermanns Geograph. Mitteilungen, Gotha, Perthes, 1884; HOBSBAWM, La era del imperio, op. cit., pág. 354; OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, op. cit., págs. 788 y ss; MARÍA T. RAMÍREZ & JUANA P. TÉLLEZ, “La educación primaria y secundaria en Colombia”, en JAMES ROBINSON et al. (Eds.), Economía colombiana del siglo XX, Bogotá, Banco de la Rep. & FCE, 2007, págs. 459-515; HANS WOLLER, Geschichte Italiens im 20. Jh., Bonn, BPB, 2011, pág. 36. Italia 99,2%, Argentina y España 98,1%, Grecia 97,7%, Chile 97,3%, Portugal 95,7%, Venezuela 95,4%, Colombia 94,7%, México 94,4%, Malta 91,1%, Brasil 92,6%. Para comparar: Egipto 75,2%, India 72,1%, Etiopia 49,1%; UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 230 y ss. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 373 y ss. En detalle: WALTER RÜEGG et al., A History of the University in Europe, t. 3, Cambridge, Univ. Press, 2004 (título original en alemán de 2004), págs. 6 y ss, 33 y ss. En Bogotá (Univ. Central, antecedente de la Univ. Nacional), Caracas, Quito, Popayán y Cartagena. Comp. MARIO AGUILERA P. et al., Universidad Nacional de Colombia, Génesis y Reconstitución, Bogotá, UNAL, 2001, págs. 27 y ss; IVÁN F. PACHECO A., Educación culpable, educación redentora, IESALC, 2002, págs. 5 y s; DIANA E. SOTO A., “Aproximación histórica a la Universidad colombiana”, en Revista Histórica de la Educación Latinoamericana, vol. 7, Tunja, UPTC, 2005, págs. 99-136, 110 y ss.
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Viena desde 1898–. Ahora, los exámenes y diplomas públicos abrieron el acceso a una gran variedad de profesiones de alto perfil, solicitados tanto por el Estado como por la industria. En ello, el moderno tipo de la Universidad investigativa se configuró, en la primera mitad del siglo XIX, en los Estados del norte alemán –en Göttingen, Leipzig y Berlín–, para ser adoptado, en el último cuarto del mismo siglo, en los EE.UU., mientras los demás Estados europeos esperaron hasta la primera mitad del siglo XX para acoger este acelerador nuclear de la transformación industrial. En la sucesiva dinámica de la gran transformación, las Universidades se convirtieron en instituciones masivas: por ejemplo, los estudiantes alemanes se multiplicaron, entre 1890 a 2000, de 35 mil a dos millones y los estadounidenses de 15 mil a 16 millones468.
Img. 35-36: El Estado científico: el Reino de Hanóver construyó, en 1837, el Aula de su Universidad prestigiosa de Göttingen, mientras la República de Argentina edificó, de1942 a 1949 la Facultad de Derecho de la Universidad pública de Buenos Aires469
Finalmente, los gastos para la educación alcanzaron el 7 al 15% del total de las expensas estatales470. En esta promoción estatal del capital humano, ascendió una nueva configuración mental, el pensamiento formal-operativo-cooperativo, que se difundió, en el cambio generacional, al estilo de una socialización cada vez más masiva como una de las grandes condiciones de éxito de la transformación ilustrada e industrial. h) El régimen energético y de materiales claves La octava esfera notable fue la administración del régimen energético y de materiales claves. En los inicios de la revolución fósil-energética –por lo menos durante la primera mitad del siglo XIX–, se continuaron con la lógica pre-industrial de considerar los bosques como las fuentes energéticas más importantes, manejados ahora en mu468
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KARL H. BURMEISTER, Geschichte der Univ. St. Gallen, Berna, Stämpfli, 1998, págs. 25 y ss; STEFAN FISCH, Geschichte der europ. Universität, Múnich, Beck, 2015, págs. 39 y ss; KATHRYN M. OLESKO & CHRISTOPH STUPP, “Wissen, Universität und Forschung”, en CHRISTOF MAUCH & KIRAN K. PATEL (Eds.), Wettlauf um die Moderne, Bonn, BPB, 2008, págs. 392-424, 396; OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, op. cit., págs. 798 y ss. Fotos: BERND MARQUARDT. OECD, Public spending on education, 2017, doi: 10.1787/f99b45d0-en (5.1.2018).
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chas partes por el Estado soberano como bosques públicos en manos de la administración forestal, mientras los bosques privados se subordinaban a la vigilancia de la misma471. Desde 1852, los Estados centroeuropeos promulgaron una nueva generación de leyes forestales, orientadas tanto a la explotación eficaz como a la protección de la substancia bajo el ideal de la reproducción sostenible472. A partir de ese momento, la burocracia forestal administra en Europa central aproximadamente una sexta parte del respectivo territorio estatal473. No obstante, con la aceleración de la revolución industrial, la función energética de los bosques fue sustituida profunda e irreversiblemente por el patrón fósil-energético, lo que redimensionó el papel de la administración forestal en el sistema público a un régimen de materiales, de funciones ecológicas, de la estética paisajista y de la salud pública por recreación474. De todas maneras, el Estado soberano reclamó inmediatamente un control profundo de las nuevas energías primarias, es decir, el carbón mineral y, después, el petróleo. Al respecto, se instrumentalizaron las tradicionales jura regalía de minería475. En Europa continental y América Latina, el Estado asumió el poder de disposición sobre las riquezas del subsuelo, separadas de la propiedad en los respectivos terrenos. Este poder de disposición se realizó originalmente en sistemas mixtos y cooperativos entre el Estado minero y los concesionarios particulares. En estos, el Estado legisló los códigos de minería476 y organizó varios niveles administrativos –en el Reino de Prusia con las direcciones superiores de minería y las direcciones de minería– pero se entregó el nivel local a empresarios privados, que recibieron según la antigua lógica feudal de la propiedad dividida un derecho derivado del derecho originario del Estado, inclusive la obligación de pagar impuestos especiales al titular superior. El modelo pretendió combinar la prioridad del bien común con la fuerza de motivación del empresariado. Sin embargo, bajo la experiencia de fallos de mercado y ante la economía de guerra de 1914 a 1918, varios poderes estatales europeos empezaron a trabajar con una gestión más directa en forma de empresas públicas de energía con monopolios regionales de aprovisionamiento. Aparte de las minas de carbón, jugaron un papel clave las cen471
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Este fue el modelo típico en los Estados de Europa central y oriental; AUGUST BERNHARDT, Geschichte des Waldeigentums, t. 2, Aalen, Scientia, 1966, págs. 240 y ss. ÍD., t. 3, págs. 52 y ss; WALTER KREMSER, Niedersächsische Forstgeschichte, Rotenburg, Heimatbund, 1990, págs. 696 y ss. P. ej., en Baviera y Austria en 1852, en Waldeck en 1853, en Baden en 1854, en Wurtemberg en 1859, en Brunswick en 1861, en Liechtenstein en 1865, en Suiza en 1876/1902, en Sajonia en 1923. En Alemania, el 54% de los bosques están hoy en manos públicas (el 34% bosques estatales + el 20% comunales), lo que equivale al 15% del territorio nacional. En Suiza, el 73% de los bosques está en manos públicas (especialmente bosques comunales); en Gran Bretaña, el 43%; en España, el 33%; en Francia, el 25%; en Austria, el 18%; KARL R. VOLZ, “Wem gehört eigentlich der Wald”, en LPB BADEN-WÜRTTEMBERG (Ed.), Der deutsche Wald, Stuttgart, LPB, 2001, págs. 51-58. Sobre la transformación de los bosques MARQUARDT, Umwelt u. Recht, op. cit., págs. 341 y ss, 350 y ss. Derechos y prerrogativas del Rey. P. ej., las leyes de la minería de Sajonia de 1851 y 1868, de Austria de 1854 y de Prusia de 1865.
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trales eléctricas para transformar la energía fósil en corriente eléctrica y distribuirla para alumbrar las ciudades y fábricas en las noches. En el Imperio Alemán y sus Estados federados, pueden mencionarse como ejemplos de empresas públicas a gran escala: las Usinas Imperiales de 1917, la Usina de Baviera de 1921, la Usina de Baden de 1921, las Empresas Industriales Unidas de 1923, la Preussag de 1923, la Preußen Elektra de 1927, las Empresas Unidas de Electricidad y Minería de 1929 y las Empresas Imperiales de 1937, mientras en el caso de la Empresa de Electricidad de Renania y Westfalia, originalmente privada, las administraciones comunales de Prusia compraron acciones –desde 1905– para convertirla en una empresa energética mixta con el fin de poder dirigirla según lógicas e intereses públicos477. Por su parte, las minas prusianas de carbón del Sarre sufrieron un destino político de ping-pong: en 1919 fueron entregadas al Estado francés, en 1935 al gobierno alemán, en 1945 de nuevo al Estado francés y en 1957 al manejo común entre la RF Alemana y el nuevo Estado federado del Sarre. En 1946 y 1947, también Gran Bretaña y Francia nacionalizaron su minería de carbón y la producción de electricidad478. Cuando la segunda generación de energía fósil –especialmente el petróleo, pero también el gas natural– empezó a sustituir el carbón mineral, los países con recursos significativos elaboraron políticas análogas: los Estados Unidos Mexicanos usaron su propiedad superior en el subsuelo en 1938 para establecer el manejo inmediato en forma de la empresa estatal Pemex479, Colombia en 1951 (Ecopetrol), Brasil en 1953 (Petrobras), Perú en 1969 (Petroperú), Bolivia en 1969 (Yacimientos petrolíferos fiscales bolivianos), Ecuador en 1972 (Petroecuador), Noruega en 1972 (Statoil), Canadá en 1975 (Petro-Canada) y Venezuela en 1976 (Petróleos de Venezuela). Sin embargo, la idea principal fue menos el consumo propio, sino la exportación lucrativa a los Estados del núcleo industrial480. i) La infraestructura pública: ferrocarriles, autopistas, canales, correo y telecomunicación Como noveno escenario, el Estado administrativo del largo siglo XIX se comprometió con el proyecto de tránsito más grande de la historia hasta ese entonces. Cuando la revolución fósil-energética abrió la opción de sustituir el caballo por el fe477
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Reichs-Elektrowerke: en 1949 propiedad popular de la RDA; Bayernwerk: hasta 1994 pública; Badenwerk: hasta 1999; VIAG: hasta 1986/88; Preussag: hasta 1959; VEBA: hasta 1965/87; Reichswerke: después de 1945 divididas en la empresa estatal alemana Salzgitter AG (hasta 1989) y la austríaca Voest en Linz (hasta 1995/2005). Véase WERNER ABELSHAUSER, Dt. Wirtschaftsgeschichte, 2a ed., Bonn, BPB, 2011, pág. 505; SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte der Wirtschaft, op. cit., pág. 223. Sobre RWE: ÍD., Chronik, http:/ /www.rwe.com/ (5.1.2018); WOLFGANG LÖWER, “Energiewirtschaft u. Energieversorgung”, en KURT JESERICH et al. (Eds.), Dt. Verwaltungsgeschichte, t. 5, Stuttgart, DVA, 1987, págs. 817-843. Coal Industry Nationalization Act 1946, 1946 c. 59 (9 & 10 Geo 6); Electricity Act 1947, 1947 c. 54 (10 & 11 Geo 6); Charbonnages de France de 1946; Électricité de France de 1946. Decreto que expropia a las compañías petroleras de 1938, en DO, de 19.3.1938. Véase SIEFERLE & M., La revolución industrial, op. cit., págs. 219 y s.
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rrocarril de vapor y de comprimir así el territorio del Estado Nación –medido por el tiempo de viaje– al tamaño de una hasta entonces provincia, el poder estatal activó sus deberes tradicionales en las vías públicas para promover y dirigir la nueva tecnología de transporte y comunicación. Varios Estados impusieron desde el principio el modelo del ferrocarril estatal conducido administrativamente, así en el modelo centroeuropeo del primer ferrocarril belga (1835), el Ferrocarril estatal del Ducado de Brunswick (1838), el Ferrocarril estatal del Gran Ducado de Baden (1840) y el Ferrocarril estatal del Reino de Hanóver (1843)481.
Img. 37: El Estado de tránsito se manifestó en proyectos tecnológicos costosos: en 1897, el Reino de Prusia concluyó para su Ferrocarril BergischMärkisch el Puente de Müngsten con una longitud de 465 metros y una altura de 107 metros482
Otros Estados escogieron inicialmente el modelo mixto público-privado con concesiones, en el cual el Estado evitaba los gastos de construcción. Acorde con este modelo, el respectivo ferrocarril era autorizado públicamente y comprometido al servicio previamente definido, trazado por expropiaciones públicas, regulado por las leyes de ferrocarril y supervisado por las autoridades del Estado, mientras la financiación y el servicio estaban en manos de una sociedad anónima como concesionaria privada, tal como sucedió desde 1830 en EE.UU.483, a partir de 1847 en Suiza y desde 1851 en Colombia. Sin embargo, en la experiencia del largo siglo XIX, el modelo semi-privado mostró ser un gran fracaso: primero, los concesionarios no lograron conectar las líneas particulares y tampoco integraron las periferias no rentables, de modo que la red nacional quedó muy incompleto; y segundo, el sector privado mostró fuertes tendencias a bancarrotas, sea por una mentalidad jugadora o por el enorme gasto financiero inherente a la construcción de vías de acero, túneles, puentes, locomotoras, vagones y estaciones. Por estas causas, paso a paso entre 1841 y 1972, los ferrocarriles de conce-
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Siguieron el Ferrocarril estatal de Wurtemberg en 1843; el Ferrocarril estatal de Baviera en 1844; el Ferrocarril imperial de Rusia en 1847/1895, los Ferrocarriles estatales de Noruega en 1854; los Statens Järnvägar de Suecia en 1856, el Ferrocarril estatal de Finlandia en 1862, el Ferrocarril estatal de Oldenburgo en 1864. Postal de 1912. Véase p. ej. el Pacific Railway Act de 1862; DIPPEL, Geschichte der USA, op. cit., pág. 67. Para Gran Bretaña: WASSON, A History of Modern Britain, op. cit., págs. 172, 201, 297.
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sión fueron transformados mundialmente en ferrocarriles estatales484. En estos últimos, el pasajero no fue un simple cliente de empresa, sino un usuario de un servicio público en el cual él fue un co-titular. La red más densa de ferrocarriles se realizó en el Imperio Alemán, cuyos Estados federados alcanzaron en el pico de 1914 una extensión de 62 mil kilómetros ferroviarios, en lo que el Reino de Baviera usó, a partir de 1908, locomotoras de vapor del tipo S 3/6 con una velocidad llamativa hasta 120 kilómetros por hora485. Con los Trenes voladores diesel de la década de 1930, el Ferrocarril Imperial Alemán creó la primera red de alta velocidad al nivel mundial con velocidades medias similares a las actuales, lo que el Ferrovie dello Stato italiano repitió, en los años 50, con el elegante Settebello.
Img. 38: La infraestructura pública compleja y su administración regional: la estación central y la dirección zonal del Ferrocarril Imperial Alemán (19201949) en Colonia486
La administración ferroviaria debe ser evaluada como uno de los grandes educadores del Estado administrativo. El sistema tecnológico más complejo de la revolución industrial requirió, por su propia lógica, una nueva cultura de la planeación, precisión, puntualidad y prevención. Hubo que proyectar el horario de trenes, garantizar la pun484
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En el Imperio Austríaco dicha nacionalización se dio paso a paso entre 1841 y 1884 (kkStB), en Hungría, en 1848/1890 (MAV), en Prusia desde 1851 (K.P.St.E.); en Dinamarca en 1867 (DSB), en Italia entre 1869 y 1905 (FS), en Sajonia en 1869 (K. Sächs. Sts. E. B.); en Mecklemburgo en 1870/ 1889 (M.F.F.E.), en Rumania en 1880/1888 (CFR), en Chile en 1884 (EFE), en Bulgaria en 1888 (BDZ), en Serbia en 1889 (ŽS), en Suiza en 1902 y 1909 (SBB), en México en 1909 y 1937 (FNM), en Argentina en 1909 y 1948 (FA), en Uruguay en 1915 y 1949 (AFE), en Canadá, en 1918 (CN), en Checoslovaquia en 1918 (CSD [antes parte de kkStB y MAV]), en Polonia en 1918/1926 (PKP [antes otros ferrocarriles estatales]), en Lituania en 1919 (LG [antes otros ferrocarriles estatales]), en Francia en 1937 (SNCF), en Países Bajos en 1938 (NS); en España en 1941 (RENFE), en Irlanda en 1945 (CIÉ), en Gran Bretaña en 1948 (BR), en Portugal en 1951 (CCFP), en Colombia en 1954 (FNC), en Brasil en 1957 (RFFSA), en EE.UU. en 1971 (AMTRAK), en Perú en 1972 (ENAFER). Comp. BD HANNOVER (Ed.), 140 Jahre Eisenbahndirektion Hannover, Hanóver, BD, 1983, págs. 7-44; BRAVO, Historia de las instituciones políticas de Chile, op. cit., págs. 233 y s; LOTHAR GALL et al., Die Eisenbahn in Deutschland, Múnich, Beck, 1999, págs. 28 y ss, 55 y ss, 75 y ss; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 674 y s; KIESEWETTER, Industrielle Revolution, op. cit., págs. 236 y ss; PAHUD, Rechtsgeschichte CH, op. cit., págs. 263 y ss; RASTER, Enteignung, op. cit.; RALF ROTH, Das Jh. der Eisenbahn, Ostfildern, Thorbecke, 2005; SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte Wirtschaft, op. cit., págs. 170, 217, 224; SENN, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 344 y s; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 68 y ss. Foto de 1940.
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tualidad de los mismos sobre cientos de kilómetros, avalar el alcance de los trenes de conexión, manejar el adelantamiento de trenes de mercancías, asegurar el respeto de la señalización ferroviaria y de la velocidad por sistemas del control inductivo (1934) y lineal, así como velar por la seguridad de circulación en las estaciones a través de enclavamientos complejos en los que la tecnología tuvo que anticipar posibles errores humanos. De igual forma, el ferrocarril sometió la población a la lógica del reloj, pues quien llegó sólo dos minutos tarde, se vio castigado por la pérdida de su transporte. Reconociendo la importancia del sector de tránsito, se creó típicamente un ministerio dentro del gobierno nacional para manejar los asuntos relacionados con los ferrocarriles, tal como sucedió en Alemania en 1873, en Suiza en 1879, en Austria en 1896 y en Italia en 1916. A fin de cuentas, la planificación, las obras de construcción y el mantenimiento, así como el transporte de bienes y de personas bajo el principio de la igualdad óptima de acceso en todo el territorio, parecían optimizarse según los principios racionales de la organización administrativa y fiscal en manos del Estado.
Img. 39 y mapa 6: El Estado de tránsito del siglo XX: a la izquierda, se ve la Autobahn de Berlín a Múnich, construida de 1934 a 1938. Fue la primera autopista interurbana a gran distancia del mundo. A la derecha, se va la red de las autopistas imperiales en un mapa oficial de 1939487
Por lo demás, la administración estatal construyó una red creciente de carreteras para el uso público que, primero, fue apta para carrozas de caballos y, desde los años 1910, en el marco de la motorización, también lo fue para automóviles, lo que llevó a rutas nacionales pavimentadas488. Rápidamente, se alcanzó el tamaño y la capacidad de la autopista con duplicación de calzadas en ambas direcciones, cuyas bases fueron sentadas originalmente en la red de las Autobahnen alemanas de 1932 a 1941, instauradas en aquel tiempo con los medios de poder del Estado autocrático: la primera ruta a larga distancia, se abrió en 1938 de Berlín a Múnich (529 km) y, en 1940, existieron 487
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Img. 39: Archivo federal alemán, 146-1979-096-13A; mapa 6: Niedersächsische Landesbehörde für Strassenbau und Verkehr. Redes nacionales de carreteras numeradas existieron en Francia desde 1811, en los EE.UU. desde 1924, en Gran Bretaña desde 1931, en Alemania y Argentina desde 1932, y en Suiza desde 1960.
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3.700 kilómetros489. Los EE.UU. copiaron el modelo en 1940 con el Pennsylvania Turnpike, pero esperaron hasta el Federal-Aid Highway Act de 1956 para iniciar la red sistemática de los Interstates490. Complementariamente a las obras públicas en infraestructura, el Estado se dedicó a las reglas de tránsito, la señalización, la matrícula de los vehículos, los permisos de conducción, la responsabilidad civil en caso de accidentes, las penas públicas para eventuales fugas del lugar de un accidente y se organizó la vigilancia tecnológica de los automóviles491. Además, el Estado de los siglos XIX y XX estableció una administración de las vías fluviales que desarrolló la rectificación de los ríos principales –por ejemplo la corrección del Rin superior (1817-1876)– y construyó canales artificiales –como la conexión prusiana de los 570 kilométros de la megápolis industrial del Ruhr a Berlín (1892-1938)– para transportar bienes masivos con barcos de vapor. Igualmente, cuando al final de la Primera Guerra Mundial se inició el tráfico aéreo civil, el Estado reclamó la soberanía aérea, que se realizó en la legislación aeronáutica, tal como sucedió en Gran Bretaña en 1920, en Alemania en 1922492 y en Suiza en 1948. Desde entonces, el Estado manejó o concesionó y vigiló los aeropuertos, coordinó la seguridad del espacio aéreo público, autorizó y controló los aviones, educó a los pilotos y también fue, la mayoría de veces, el dueño o promotor de aerolíneas nacionales o paraestatales según el modelo de la aerolínea real de los Países Bajos de 1919. Igualmente, el Estado del largo siglo XIX intensificó el correo público como una administración especial de la esfera de tránsito, transformando los correos monárquicos del antiguo régimen –que el Estado delegatorio había entregado a vasallos como los Thurn y Taxis493– en un servicio público manejado directamente bajo las leyes de correo por las autoridades estatales, tal como sucedió en EE.UU. en 1775, en Baviera y Prusia en 1808, en Suiza en 1849 y en Chile en 1852. Para concretar el reclamado monopolio postal, los Estados no solo crearon redes de oficinas locales y de buzones de correos para el envío de cartas y de paquetes pequeños, aprovechándose eficientemente de los vagones de correo en los ferrocarriles, sino que se confió a la administración de correos el manejo exclusivo de las nuevas tecnologías de la telecomunicación eléctrica de la era industrial, entregando tanto el nuevo derecho regalía de la telegrafía para la transmisión de textos cifrados –en Francia en 1837, en Austria en 1847, en 489
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La italiana Autostrada dei laghi de 1924 todavía no tenía doble calzada. FRIEDRICH HENNING, Das industrialisierte Deutschland, 6a ed., Paderborn, Schöningh, 1988, págs. 161 y ss; WOLFGANG SACHS, “Die auto-mobile Gesellschaft”, en FRANZ BRÜGGEMEIER et al. (Eds.), Besiegte Natur, Múnich, Beck, 1987, págs. 106-123, 116 y ss. Varios de los otros Estados de Europa occidental siguieron en las décadas de 1950 a 1980, España desde la de 1980, Europa oriental y América Latina desde la de 1990. En el Imperio Alemán desde 1909; RGBl. 1909, pág. 437. Luftverkehrsgesetz de 1922, en RGBl. I, 1922, págs. 681 y ss. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 371 y ss.
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Prusia en 1849494, en Baviera en 1850, en Suiza en 1851, en Cerdeña-Piamonte en 1853 y en Chile en 1859– como el del teléfono para la transmisión de la palabra hablada –en Austria en 1887 y en el Imperio Alemán en 1892– las cuales requirieron grandes inversiones para la respectiva infraestructura495. Además, los Estados occidentales hicieron disponibles para sus pueblos la radiodifusión pública –en Alemania desde 1920 y en Suiza desde 1931– y la televisión pública –en Alemania desde 1935 y en Suiza desde 1939– preparando de tal manera la verdadera revolución de los medios masivos de comunicación que siguió en la década de 1950496.
Img. 40: De 1907 a 1919, el Reino de España construyó en su capital de Madrid el Palacio de Correos y Telégrafos497
j) La administración del Estado cultural A veces se subestima que el Estado moderno se dedicó ampliamente a la cultura y formó las respectivas ramas de la administración pública. Son llamativos los palacios, castillos y jardines estatales provenientes del pasado monárquico, que fueron transformados –típicamente en la republicanización– en lugares del acceso público, entregándolos a autoridades especializadas, así por ejemplo en Baviera en 1918 y en Prusia en 1927. Se trató de un elemento del concepto más amplio de la administración del patrimonio cultural, derivado del romanticismo cultural y nacionalismo historicista del siglo XIX que pretendió conservar la arquitectura del antiguo régimen frente a las transformaciones rápidas de la era industrial. Cabe destacar que Francia elaboró una primera lista de objetos relevantes en 1840 y promulgó subsiguientemente las leyes de 1887 de 1913 para la conservación de los monumentos históricos. De igual forma, pueden mencionarse las leyes de los Estados alemanes a partir de 1902, como las de Hesse de 1902 y de Sajonia de 1909. El estatus de patrimonio cultural o monumento nacional fue otorgado por el respectivo ministerio o una autoridad subordinada, estableciendo una limitación sustancial de la propiedad privada. Varios Estados crearon autoridades especializadas, 494
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La Constitución de la Federación Noretealemana de 1867 previo en sus art. 48 y ss el carácter público del correo y telégrafo. Lo mismo se repitió en el art. 48 y ss de la Constitución del Imperio Alemán de 1871. Al respecto: ANTON A. HUURDEMAN, The Worldwide History of Telecommunications, Chichester, Wiley, 2003, págs. 72 y ss; SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte der Wirtschaft, op. cit., págs. 217 y ss. WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 5, op. cit., págs. 394 y ss. Del interbellum; lugar: Museo de Historia de Madrid.
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así Baviera en 1908 y Austria en 1911. El enfoque fue complementado por la creciente prohibición de exportación de bienes culturales. De igual forma, los Estados crearon en sus capitales los museos nacionales que pusieron a disposición del pueblo el arte recolectado, democratizando y ampliando las colecciones preexistentes de los monarcas. Entraron a la primera categoría: el Louvre de París (1793), el Rijksmuseum en Ámsterdam (1800), el Museo del Prado en Madrid (1819), la Isla de los Museos en Berlín (1830), el Museo Británico en Londres (1848 [1759]), el Museo Nacional Germánico en Núremberg (1853), el Museo Nacional de Baviera en Múnich (1855), los Museos del Foro Imperial en Viena (1889) y el Albertinum en Dresde (1891). Presentaron la pintura occidental, la escultura, las antigüedades orientales y mediterráneas, el arte islámico, así como la ciencia y la tecnología. Múltiples antigüedades fueron importadas bajo circunstancias cuestionables, aprovechándose del desinterés de los gobiernos orientales y, a veces, usando los métodos del robo y contrabando. En la Segunda Guerra Mundial, se trató los museos como las verdaderas cámaras de tesoro del Estado moderno, pues tanto el Eje fascista como los Aliados –en particular, la Unión Soviética– robaron sistemáticamente el arte de los enemigos498. De todos modos, los museos hicieron parte de los edificios más representativos de la arquitectura pública del siglo XIX. La administración regional y local juntó múltiples museos presentes en todo el territorio.
Img. 41-42: El Estado cultural: a la izquierda, el museo estatal más famoso del mundo: el Louvre de París, fundado en 1793; a la derecha, la Ópera Semper del Reino de Sajonia, construida de 1871 a 1878499
Algo similar puede decirse sobre los teatros estatales, creados –a veces en raíces más antiguas del palacio monárquico– para la diversión de los burgueses y aburguesados. Pueden indicarse los de Múnich de 1818, de Berlín de 1821, de Varsovia de 1833, de San Petersburgo de 1860, de Viena de 1888 o de Bogotá de 1892. Se agregaron las óperas estatales y nacionales, como las de Milano de 1778, de Dresde de 1841, de Berlín de 1844, de Hanóver de 1852, de Viena de 1869, de París de 1875 o de Budapest de 1884. 498 499
MICHAEL ANTON, Illegaler Kulturgüterverkehr, Berlín, De Gruyter, 2010, págs. 273 y ss, 347 y ss. Fotos: BERND MARQUARDT.
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Otra manifestación del Estado cultural fueron las bibliotecas nacionales que recolectaron la producción bibliográfica del respectivo país, bajo una catalogación sistemática y el deber del depósito legal. Ampliando las bibliotecas de palacio y las colecciones de manuscritos del antiguo régimen, pueden señalarse las de Austria (SIR) de 1722, de Prusia de 1780, de Sajonia de 1788, de Portugal de 1796, de EE.UU. de 1800, de Hungría de 1802, de los Países Bajos de 1806, de Brasil de 1810, de Colombia de 1822, de Baviera de 1828, de Grecia de 1832, de España de 1836, de Bélgica de 1837, de Suiza de 1895, de Alemania de 1912 o de Australia de 1960. Se añadieron los archivos estatales para los investigadores científicos. Paralelamente, el Estado ilustrado puso a disposición de su pueblo, cada vez más educado, una amplia oferta de literatura en una multitud de bibliotecas municipales con salas de lectura y servicios de prestación. De tal manera, el turista cultural, el amante de los museos, el visitante de teatro, el fan de ópera y el lector, fueron típicamente usuarios de un servicio público. k) Las autoridades para las reformas agrarias Por último, hay que indicar la rama de la administración pública que probablemente fue la más poderosa y autocrática del largo siglo XIX, a saber, las autoridades para la desegmentarización. Con el fin de imponer la transformación liberal de la propiedad raíz desde el modelo tradicional –que había mezclado elementos señoriales, comunales y de parentesco según ideales de subsistencia500– hasta el nuevo modelo ilustrado de la sociedad de mercado con la propiedad privada absoluta e individual en su centro, por ejemplo el Reino de Prusia instauró, a partir de 1817, una administración especial, las comisiones generales. Estas tenían un poder casi dictatorial –incluso desempeñaban funciones judiciales– para implantar desde arriba el núcleo socioeconómico de la visión de una novedosa sociedad de mercado y de un nuevo ser humano individualizado, sin dejar a la voluntad contraria de la población rural afectada alguna oportunidad de defenderse501. Tampoco la república liberal de Colombia dejó a sus campesinos oportunidades viables para salvaguardar las estimadas tierras comunales502. Mientras estas políticas públicas respetaron por lo menos los rasgos generales de la estatalidad de derecho, el Reino de Gran Bretaña posibilitó en Escocia, mediante una política de dejar de proteger, una reforma agraria liberal según la arbitrariedad de los más fuertes, permitiendo una especie de etnocidio anti-celta en beneficio de agrocapitalistas anglófonos que se transformaron en terratenientes bien situados503. Otro tema clave de la reforma agraria liberal fue la redistribución de los terrenos eclesiásticos, los 500 501 502 503
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Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 169 y ss. Así: KOSELLECK, Preußen, op. cit., pág. 495. Comp. DIPPER, Bauernbefreiung, op. cit., págs. 144, 168 y ss. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 281 y ss. RICHARDS, A History of the Highland Clearances, op. cit.
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cuales fueron expropiados legislativamente para trasladarlas de las así llamadas manos muertas al mercado libre, tal como sucedió en Francia en 1789, en Alemania en 1803, en España en 1835/1855, en México en 1859 y en Colombia en 1861504. Ningún Estado de la historia mundial ha expropiado legislativa y administrativamente más terrenos que el liberal, el cual, en su ética de los derechos fundamentales, declaró la propiedad raíz sagrada, pero esto no se entendió en ese entonces de modo garantista, sino como un programa y deber iusnaturalista para imponer un nuevo régimen de tierras. De igual forma, las reformas agrarias sociales del siglo XX requirieron autoridades con fuertes capacidades de intervención para redistribuir la propiedad raíz en contra de la voluntad de los regulados. Fue semejante con la concentración parcelaria para posibilitar la industrialización de la agricultura desde los años 1950. l) Observaciones finales En los once ámbitos señalados, se puede apreciar que el Estado administrativo de los siglo XIX y XX actuó generalmente por medio de un aparato burocrático jerárquico que operaba con una dinámica de arriba hacia abajo y, frente al ciudadano, por medio de actos administrativos impositivos. No obstante, en algunas materias existieron estrategias delegativas y cooperativas con concesiones a particulares, como había sucedido anteriormente en los Reinos tradicionales. De otro lado, no se puede dejar de mencionar que el Estado administrativo y tributario ideado en el siglo XIX, tuvo la capacidad de transformarse en el siglo XX en un Estado social y ambiental cada vez más activo, aspecto sobre el cual se volverá más adelante. E)
EL ESTADO DE DERECHO: LEGALIDAD Y JUSTICIA ADMINISTRATIVA
En la interacción de las dimensiones del Estado legislador y administrativo, se desarrolló uno de los principios claves del derecho constitucional moderno: la legalidad de los órganos estatales. La idea básica ya era inmanente al modelo de la separación de poderes, inspirado por MONTESQUIEU y materializado primero en la ola originaria del republicanismo de las dos Américas (1776-1824), donde se obligó a los poderes ejecutivo y judicial a servir dentro del marco normativo del poder legislativo. No obstante, a largo plazo se difundió un término especial, presentado en 1829 por el constitucionalista suabo ROBERT VON MOHL (1799-1875) en su obra Derecho Constitucional del Reino de Wurtemberg: el Rechtsstaat o Estado de Derecho505. En sus inicios, no fue nada más 504
505
Ley mexicana sobre nacionalización de bienes eclesiásticos de 1859, ed. por CÁMARA DE DIPUTADOS. Al respecto: SOBERANES F., Los bienes eclesiásticos, op. cit., págs. 61 y ss. Decreto colombiano sobre la desamortización de bienes de manos muertas de 1861, Bogotá, Imprenta de la Nación, 1862, págs. 1-6. ROBERT V. MOHL, Das Staatsrecht des Königreiches Württemberg, 2 t., 2a ed., Tübingen, Laupp, 1840. Otro texto fundador: OTTO BÄHR, Der Rechtsstaat, Kassel, Wigand, 1864.
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que el hermano pequeño de la separación de poderes, pues con esta figura las monarquías europeas –todavía hostiles a la separación formal de poderes– intentaron obligar a la administración pública para que no solo ejecutara la respectiva política interna del gobierno, sino para que fuera dirigida, enmarcada y limitada por la legislación previa. En otras palabras, ninguna actividad del aparato burocrático podía infringir la ley positiva, así como las intervenciones en los derechos fundamentales de los ciudadanos solo eran permitidas en virtud de la autorización abstracta dada por una ley precisa y previa del parlamento. En este sentido, la actividad del Estado administrativo debía ser previsible506. Originalmente, se exceptuaron del requisito de la base legal las llamadas relaciones especiales de sujeción, es decir, el Estado esperó una subordinación más amplia y menos garantista de los funcionarios, jueces, reclutas, estudiantes y prisioneros507. Con el fin de mejorar la protección del ciudadano frente a un comportamiento irregular de la administración pública, se creó la jurisdicción contencioso administrativa. La misma fue prevista por primera vez en el § 182 de la constitución –no realizada– del Imperio Germánico de 1849. Concretamente, fue introducida en el Gran Ducado de Baden en 1863, en el Imperio Austríaco desde 1867, en la República Francesa en 1872, en el Reino de Prusia en 1875, en el Reino de Baviera en 1879, en la Monarquía española en 1888, en el Cantón suizo de Berna en 1893, en la República de Colombia en 1913, en Suiza en 1929 y en México en 1936508. El modelo centroeuropeo entregó la materia a tribunales administrativos especializados, establecidos de 506
507
508
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Véase ERNST W. BÖCKENFÖRDE, State, Society, and Liberty, N. York, Berg, 1991, págs. 47-70; MARTIN LOUGHLIN, Foundations of Public Law, Oxford, Univ. Press, 2010, págs. 318 y ss; EDIN ŠARČEVIĆ, Der Rechtsstaat, Leipzig, Univ.verlag, 1996, págs. 11 y s, 15 y ss, 101 y ss, 210 y ss; SCHÖBENER & K., Allgem. Staatslehre, op. cit., págs. 217 y ss; STOLLEIS, Public Law in Germany, t. 2, op. cit., págs. 229 y ss. Besondere Gewaltverhältnisse. En Alemania hasta la sentencia del Tribunal Constitucional BVerfGE 33, 1 de 1972; BULL, Allgem. Verw.recht, op. cit., págs. 118 y ss. El Verwaltungsgerichtshof austríaco fue previsto en la Constitución austríaca de 1867, op. cit., pero la legislación concreta siguió en 1875. Francia: art. 9 de la Ley de 24.5.1872. Antes, el Conseil d’État fue un órgano consultivo. Prusia: Preuss. Oberverwaltungsgericht según la Verwaltungsgerichtsgesetz de 1875, en Pr.Gs 1875, págs. 375 y ss. España: Ley sobre el ejercicio de la jurisdicción contencioso-administrativa de 1888, en Gaceta de Madrid, núm. 258, de 14.9.1888, pág. 773. Colombia: art. 42 de la reforma constitucional de 1910 y Ley 130 de 1913. Suiza: Bundesgesetz über die eidgenössische Verwaltungs und Disziplinarrechtspflege de 1929. Véase BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., pág. 75; BULL, Allgem. Verwaltungsrecht, op. cit., págs. 39, 328 y ss; MARTIN IBLER, Rechtspflegender Rechtsschutz im Verwaltungsrecht, Tübingen, Mohr Siebeck, 1999, págs. 207 y ss; KROESCHELL, Dt. Rechtsgeschichte, t. 3, op. cit., pág. 192; MIGUEL MALAGÓN, Los modelos de control administrativo en Colombia, 1ª reimpr., Bogotá, Uniandes, 2014, págs. 184 y ss; ALINA NETTEL B., “La jurisdicción contencioso administrativa en los Estados democráticos”, en JORGE FERNÁNDEZ & F. OTERO (Eds.), Justicia contenciosa administrativa, México, UNAM, 2013, págs. 15-34, 19 y ss, 22 y ss; OGOREK, Aufklärung 2, op. cit., págs. 248 y s; RODRÍGUEZ, Un siglo de jurisdicción administrativa, op. cit., págs. 47 y ss; ROJAS B. et al., Consejo de Estado, op. cit., pág. 49; MICHAEL STOLLEIS, Öffentl. Recht in Deutschland, Múnich, Beck, 2014, pág. 79; ÍD., Public Law in Germany, t. 2, op. cit., pág. 217; JOSÉ VÁZQUEZ, Evolución y perspectiva de los órganos de jurisdicción administrativa, México, UNAM, 1991, pág. 42, 71; JAIME VIDAL, Derecho administrativo, 13ª ed., Bogotá, Legis, 2008, págs. 547 y ss; WESEL, Geschichte des Rechts in Europa, op. cit., págs. 451 y ss.
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modo paralelo a la justicia ordinaria, pero dentro de la esfera judicial, es decir, ellos fueron independientes de las autoridades gubernativas, mientras el modelo francés y colombiano prefirió conferir la temática al Consejo de Estado, es decir, a un cuerpo consultivo de la jefatura del Estado –con raíces lejanas en los consejos transversales de los monarcas-jueces del antiguo régimen– que tuvo que esperar, en el caso colombiano hasta 1991, para ser una institución de la rama judicial, apartada del poder ejecutivo. España ancló la materia contencioso-administrativa, en 1888, en el Consejo de Estado, para transferirla, en 1904, a una sala especializada de la Corte Suprema. Puede verse como llamativo que el Tribunal Superior Administrativo del Reino de Prusia negó, en su famosa Sentencia sobre Kreuzberg de 1882, el concepto de las facultades ilimitadas de la policía, eliminando de tal manera la autorización general para intervenir libremente en nombre del bien común en derechos constitucionales como la propiedad y vinculando futuras intervenciones al marco de la autorización previa por la ley positiva509. Un camino diferente hacia un manejo mediador de conflictos administrativos, pudo reconocerse en Suecia, donde se introdujo por la constitución de 1809 el Ombudsman (fiduciario) judicial del parlamento para supervisar la administración pública con la tarea principal de mediar entre las autoridades denunciadas y la población afectada510.
Img. 43: El colosal Palacio de justicia del Reino de Bélgica en Bruselas, construido de 1866 a 1883, es considerado el edificio público más grande del siglo XIX511 F)
ASPECTOS DE LA CULTURA Y CALIDAD ADMINISTRATIVA
El Estado administrativo del largo siglo XIX manifestó su seguridad en sí mismo en una expresiva arquitectura ostentosa, que adoptó elementos de la arquitectura de los palacios de los monarcas de la fase tardía del antiguo régimen. No solo en la capital se 509
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Pr. OVG, Kreuzberg, de 14.6.1882, en PrOVGE, 9, págs. 353 y ss. Comp. VOLKMAR GÖTZ, Allgem. Polizei- u. Ordnungsrecht, 13a ed., Göttingen, V. & R., 2001, pág. 18; KROESCHELL, Dt. Rechtsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 198 y ss; WESEL, Geschichte des Rechts, op. cit., pág. 452. Art. 96 de la Forma de Gobierno del Reino de Suecia de 1809; PARLIAMENTARY OMBUDSMEN (Suecia), The Office was established in 1809, https://www.jo.se/en/About-JO/History/ (5.1.2018). De aprox. 1910, autor desconocido.
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construyeron edificios representativos, sino que en todas las ciudades de alguna importancia se establecieron los cinco palacios, a saber, el palacio de gobierno, el palacio de justicia512, la estación de ferrocarril, la dirección del correo y el cuartel. Los edificios de las Universidades, colegios o balnearios termales no se quedaron atrás. Por medio de la arquitectura clasicista, historicista o romántica de los edificios públicos, el Estado escenificó eficazmente, a la vista de todos, la omnipotencia de su soberanía. El gran desafío cualitativo del Estado administrativo consistió en optimizar los procesos para elaborar decisiones, efectuando los valores de la estatalidad de Derecho bajo una coordinación racional y eficiente de las subunidades involucradas. Respecto a esto, todos los Estados pasaron por procesos de aprendizaje que, a veces, fueron dolorosos e hicieron necesarias reformas. En última instancia, la calidad dependió menos de decisiones sistémicas entre supuestos modelos como el francés o el alemán, sino mucho más de la respectiva cultura administrativa. Algunos Estados adoptaron una ética y mentalidad administrativa del respeto, cumplimiento, precisión, eficacia, puntualidad e interacción productiva; otros se enfocaron en el pragmatismo; otros tendieron a esconder detrás de una fachada de formalismo una cierta incompetencia caótica; y otros se mostraron satisfechos con una cultura relajada de la mediocridad que no cuestionó absurdos, errores y tumores del personalismo y de la corrupción. Las mismas diferencias culturales se repitieron en la disposición de cooperación y obediencia de los ciudadanos frente a actuaciones administrativas513. También en el diseño institucional hay que detectar diferencias entre los Estados particulares. Respecto a la profundidad de la máquina administrativa, se pueden distinguir variantes intensas y costosas, así como modelos moderados y baratos, los cuales estaban divididos generalmente por el océano Atlántico. De tal manera, en el lado oriental del mar, se desarrolló el estatismo europeo, caracterizado por su punto de partida Francia y por el aun más acentuado Reino de Prusia, mientras que en el lado occidental se subrayó la libertad americana, propia de los EE.UU., con su enfoque en el Estado delegatorio que prefirió servicios amplios del sector privado, mientras las autoridades policiales locales –los sheriffs– eran elegidos y el pueblo tenía el derecho a cargar armas. Si se compara la cobertura con jueces profesionales, Europa cuenta hoy en día con diez a 30 jueces por cada 100 mil habitantes, mientras las dos Américas muestran cifras por debajo de diez jueces por 100 mil habitantes514. 512 513
514
140
Véase KLEMENS KLEMMER et al., Dt. Gerichtsgebäude, Múnich, Beck, 1993. Respecto a la sociología administrativa: MANFED REHBINDER, Rechtssoziologie, 5a ed., Múnich, Beck, 2003 (trad. de la ed. anterior al español de 1981), págs. 214 y ss. Rep. Checa 29,2; Grecia 28,4; Hungría 28,2; Alemania 24,5; Austria 20,2; Portugal 17,4; Suiza 16,5; Finlandia 17,1; Bélgica 14,9; Países Bajos 12,7; Francia 11,9; Colombia 11,7; Italia 11; España 10,1; Bolivia 9,1; Perú 8,3; Brasil 8,2; Venezuela 6,8; Chile 6,5; EE.UU 5,8; Guatemala 5; CEPEJ, European Judicial Systems, Estrasburgo, CEPEJ, 2008, pág. 108; CEJA, Reporte de la Justicia, 4ª ed., 2008-2009, http://http://biblioteca.cejamericas.org/handle/2015/5486 (5.1.2018); HARRENDORF et al., International Statistics on Crime and Justice, op. cit., págs. 118 y ss.
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5. EL ESTADO TRIBUTARIO Para sostener materialmente un Estado que asumía cada vez más deberes públicos, hubo que intensificar sustancialmente las finanzas públicas y fue necesario diseñar y difundir las respectivas autoridades de recaudación en el territorio. Se introdujo un deber tributario general para toda la población bajo la eliminación estricta de las lógicas segmentarias y demás privilegios, especialmente la tradicional exención tributaria de la élite noble. En los Estados en desarrollo industrial, siguiendo los primeros pasos británicos de 1798 y 1842, se impuso paulatinamente el impuesto general sobre los ingresos con una tarifa escalonada según criterios de la capacidad económica. En Prusia, se pasó por el camino intermedio de la tributación según clases, hasta que el parlamento introdujo, por la Ley tributaria de 1891, un modelo con tres pilares: el principal era el impuesto general sobre la renta, reforzado con el deber de declaración y diseñado con una progresión moderada en beneficio de las clases bajas –es decir, el rico pagaba más porcentaje de su ingreso al Estado que el pobre, mientras el indigente incluso no pagaba nada–; el segundo pilar consistió en el impuesto empresarial cobrado de toda industria significativa y el tercero residió en el impuesto sobre los bienes. En el Imperio Alemán, siguió la gran reforma republicana y socialdemócrata de 1919 que introdujo, primero, el impuesto general sobre la renta cobrado en la fuente como un impuesto sobre los salarios con una progresión acentuada desde la tasa del 10% para los pobres hasta la del 60% para los ricos; segundo, el impuesto de sociedades de capital y, tercero, el impuesto de herencias y donaciones con una progresión hasta el 90%, mientras que se degradaron los impuestos indirectos sobre el consumo –vistos como no sociales– a un mero rango secundario. En otras palabras, el Estado industrial ya no se financió por bienes, bosques y minas en manos públicas, sino que obtuvo ganancias de toda producción de valores dentro de sus fronteras515. La población y, en particular, las élites se acostumbraron al hecho de que el moderno Estado industrial recibió, para poder cumplir adecuadamente con sus deberes, hasta el 60 por ciento de los ingresos altos516. Paralelamente, crecieron los impuestos empresariales hasta alcanzar, alrededor de 1980, un pico del 50% en Europa norocci515
516
SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte der Wirtschaft, op. cit., págs. 287, 292 y ss, 297 y ss; HANS-P. ULLMANN, Der dt. Steuerstaat, Múnich, Beck, 2005, págs. 45 y ss, 97 y ss; ÍD., “Aufstieg und Krise des dt. Steuerstaates”, en revista APuZ, núm. 10-11, Bonn, BPB, 2013, págs. 3-8, 6; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 885 y ss, 1034 y ss. La tasa marginal máxima sobre la renta es en Suecia el 56,6%, en los Países Bajos el 52%, en Dinamarca el 51,5%, en Francia el 50,7%, en Austria, Gran Bretaña y Japón el 50%, en Alemania el 47,5%, en Italia el 47,2%, en Canadá (Ontario) el 46,4%, en España el 45%, en EE.UU. (N. York) el 43,4%, en Suiza (Zürich) el 40%. En 2007, el 10% más rico de los alemanes pagó el 51,8% del total del impuesto sobre la renta. BMF, Die wichtigsten Steuern im internationalen Vergleich, 2012, pág 12; BPB, Steuer- und Abgabenlast von Durchschnittsverdienern, de 11.6.2014, http://www.bpb.de/nachschlagen/zahlenund-fakten/soziale-situation-in-deutschland/61896/steuer-und-abgabenlast (5.1.2018).
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dental, aunque la subsiguiente competencia fiscal tranquilizó las tasas de tal manera que el Estado industrial absorbió de un cuarto a un tercio de las ganancias empresariales517. Una precondición indispensable fue la fiabilidad de un aparato burocrático sin defectos de corrupción. De todos modos, la carga impositiva, entendida como el porcentaje de los ingresos públicos en el Producto Interno Bruto (PIB), creció en el ejemplo de Alemania del 8,1% en 1913 al 26% en 1937, el 31% en 1965 y el 36,1% en 2017, lo que puede compararse con el 50,9% en Dinamarca, el 45,2% en Francia, el 43,6% en Italia, el 43% en Austria o el 32,6% en Gran Bretaña518. Es indudable que las dinámicas de la modernización fiscal divergieron en los Estados diferentes. Por ejemplo, España esperó hasta la democratización de 1975 para introducir un sistema tributario con los rasgos descritos de la estatalidad industrial, saliendo de una carga impositiva de solo el 17,1% del PIB en 1974 para alcanzar en 2017 por lo menos el 33,2%519. Por su parte, las repúblicas liberales de Hispano-América optaron por financiarse durante el largo siglo XIX con aduanas cobradas del comercio exterior, aprovechándose del crecimiento del metabolismo de materiales en el régimen de transporte globalizado de la gran transformación fósil-energética. Aunque adoptaron en el siglo XX elementos del modelo industrial descrito, han continuado hasta la fecha con un proteccionismo tributario agudo de las élites bien situadas, bajo un enfoque desproporcional en impuestos indirectos sobre el consumo, de modo que la carga tributaria de Chile alcanza en el 2013 solo el 17,3% del Producto Interno Bruto, la de Perú el 14,5%, la de Colombia el 14,4% y la de México el 9,6%, es decir, hay que destacar valores comparables con los que los Estados más avanzados habían mostrado un siglo antes. Hasta la fecha, los Estados latinoamericanos solo usan la mitad o incluso menos de su capacidad tributaria. El efecto es una subdotación notoria del sector público con vacíos cuantitativos y cualitativos en la justicia, la policía, las Universidades, los colegios, los servicios de salud, el transporte urbano, las autopistas y los ferrocarriles520. 517
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Actualmente, la tributación empresarial alcanza: en EE.UU. (Nueva York) y Japón el 40% de las ganancias, en Francia el 34%, en Italia el 31%, en Alemania y España el 30%, en Canadá (Ontario) el 28%, en Gran Bretaña el 26%, en Austria y Dinamarca el 25%; BMF, Die wichtigsten Steuern, op. cit.; BPB, Unternehmenssteuern im internationalen Vergleich, de 11.10.2010, http://www.bpb.de/nachschlagen/zahlen-und-fakten/globalisierung/52650/unternehmenssteuern (5.1.2018). FISCHER, Wirtschaftsgeschichte Deutschlands, op. cit., pág. 96; THE HERITAGE FOUNDATION, The 2017 Index of Economic Freedom, http://www.heritage.org/index/explore?view=by-variables (5.1.2018); OECD, Revenue Statistics 1965-2015, http://stats.oecd.org/Index.aspx?QueryId=21699 (5.1.2018). HERITAGE FOUNDATION, The 2017 Index of Economic Freedom, op. cit.; OECD, Revenue Statistics, op. cit. La tasa marginal máxima oficial es solo del 28% y realmente aún menor. Los impuestos indirectos alcanzan en América Latina el 55,6% de los ingresos públicos, en comparación con el 17% en EE. UU., el 20% en Japón y el 30% en la U. Europea. OSCAR CETRÁNGOLO & JUAN GÓMEZ, La tributación directa en América Latina, Santiago, CEPAL, 2008, págs. 15, 28, 51 y s; ANDREAS BOECKH & MÓNICA RUBIOLO, “Finanzkrisen”, en rev. Peripherie, año 19, núm. 73-74, Leverkusen, Budr., 1999, págs. 53-76; HERITAGE F. & WSJ, 2013 Index of Economic Freedom, op. cit.; OECD, Revenue Statistics, op. cit.
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6. LA SEGUNDA FORMACIÓN DEL ESTADO DE LA PAZ INTERNA A)
LA CAÍDA DE FACTO DEL MONOPOLIO DE LA VIOLENCIA LEGÍTIMA DEL ANTIGUO RÉGIMEN
Cabe destacar que hubo poca probabilidad que el primer Estado de la paz interna de Occidente sobreviviera a la caída revolucionaria del antiguo régimen en la gran transformación y la primera fase de la doble revolución ilustrada e industrial, pues con el desplome del anterior modelo de Estado y sus instituciones, se hundieron necesariamente los respectivos acuerdos entre los monarcas y las élites nobles de una civilización agraria preilustrada y preindustrial. A pesar de que nadie estuvo dispuesto a reconstruir oficialmente un ius ad bellum de entes subestatales, el traspaso sistémico de la monarquía dinástica hasta el nuevo tipo ideal del Estado constitucional republicano democrático, llevó a la necesidad de facto de construir el Estado de la paz interna por segunda vez con base en acuerdos entre nuevos actores que se perfilaron en las revoluciones fundadoras del régimen de la Ilustración política y las respectivas contrarrevoluciones. B)
LA PRIMERA GUERRA DE TRANSFORMACIÓN EUROPEA Y AMERICANA: LA CUESTIÓN LIBERAL, O DERECHO NATURAL VERSUS DERECHO DIVINO (1789-1870)
La tercera transformación fundamental de la historia mundial del Estado, alrededor del año 1800, estuvo acompañado por una ola de violencia política interna como no se había presentado en los Estados occidentales desde las rebeliones confesionales y políticas de la nobleza en los siglos XVI y XVII521. A pesar de que la estatalidad del largo siglo XIX (1776-1916) pasó, en términos generales, por el proceso de la revolución de la soberanía interna, el poder pacificador real se presentó inicialmente más débil que en la auto-exigencia del poder público. Independiente de los reclamos continuados del monopolio de la violencia legítima, la lista de constelaciones de la violencia política resulta impresionante. Conforme con el historiador inglés ERIC HOBSBAWM, se puede detectar, en cuanto al continente europeo, una época de las revoluciones con las cuatro olas principales de 1789, 1820, 1830 y 1848522. La primera provocó la gran guerra civil europea de 1792 a 1815 entre los seguidores del derecho natural de la Ilustración y el derecho divino de los defensores de la Cristiandad latina, la cual afectó a casi todo el continente y combinó elementos de la guerra internacional con múltiples sublevaciones internas contra poderes estatales nuevos y antiguos, pero también la gran revolución de 1848 a 1849 alcanzó verdaderas dimensiones continentales por estallar de modo paralelo en múltiples Estados europeos. 521 522
Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 295 y ss. HOBSBAWM, La era de la revolución, op. cit., págs. 61 y ss, 116 y ss.
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Cabe destacar que el punto de partida de la era de las revoluciones, Francia, fue sacudida por la violencia política desde la revolución originaria de 1789 durante ocho decenios, en los cuales se dieron varias orgías estatales de sangre, como el Gobierno de terror de 1793 a 1794, incluyendo el democidio ideológico en los defensores campesinos de la legitimidad del antiguo régimen en el Vendée523, además la masacre de París de junio de 1848 y la eliminación militar de la Comuna parisina en 1871. De 1791 a 1875, se produjeron doce cambios constitucionales significativos –muchas veces verdaderas rupturas sistémicas– en contextos conflictivos y altamente violentos524. Tampoco el espacio interno de la Monarquía española tuvo tranquilidad desde la toma de poder de JOSÉ BONAPARTE en 1808 y las respectivas rebeliones contra el usurpador, pasando por la restauración militar del borbón FERNANDO VII en 1814, la revolución liberal peninsular de 1820 y su hermana más exitosa en la América española, la contrarrevolución de 1823, las Guerras carlistas (1833-1840, 1846-1849), el golpe de Estado reaccionario de 1843, la revolución liberal de 1854, la contrarrevolución de 1856, la revolución liberal de 1868, la contrarrevolución de 1874 y la derrota definitiva de los carlistas ultra-conservadores en 1876525. No fue menos turbulenta la experiencia del Reino de Portugal con las guerras revolucionarias de 1808 a 1811, la revolución liberal de 1820 a 1822, la contrarrevolución de 1824, la Guerra miguelista de 1828 a 1834, la revolución de 1836, el golpe de Estado de 1842 y la guerra civil de 1846 a 1847526. Del mismo modo, las olas de violencia afectaron a Europa central, primero en forma de la rebelión de los príncipes de 1805 a 1806 contra el Sacro Imperio Romano Germánico y los siguientes diez años bélicos y, a continuación, por las revoluciones liberales de 1830 y 1848 y la dura contrarrevolución de las antiguas élites en 1849. En el marco de la Federación Germánica, se experimentó también la rebelión del Estado federado de Prusia en 1866, que ganó contra las tropas de la ejecución federal y eliminó dicha federación del mapa europeo527. Por su parte, en el sistema republicano de la Confederación Suiza, no sólo ocurrieron las sublevaciones liberales de 1844 y 1845 y la Guerra de la Confederación separada de 1847, es decir, la rebelión armada de un grupo de ocho cantones católicos y conservadores que llevó –como la gran excepción europea– a la victoria liberal, sino hay que contar también con el golpe de Estado en el cantón de Zürich de 1839 y una serie de intervenciones militares de la federación en 523
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GUENIFFEY, La Politique de la Terreur, op. cit.; REYNALD SECHER, Le génocide franco-français, La VendéeVengé, París, Presses Univ. de France, 1986. Cambios de 1789, 1792/1793, 1795, 1799, 1804, 1814, 1815 (dos veces), 1830, 1848, 1852, 1870. Véase GODECHOT, L’histoire constitutionnelle de la France, op. cit., págs. 48 y ss; HARTMANN, Franz. Verf.geschichte, op. cit., págs. 58 y ss; KRIELE, Einführung Staatslehre, op. cit., pág. 176. BERNECKER, España entre tradición y modernidad, op. cit., págs. 24 y ss; NIETO, Historia de España, op. cit., págs. 307 y ss, 325 y ss; PÉREZ, Historia de España, op. cit., págs. 439 y ss; SOLÉ & A., Constituciones y períodos constituyentes en España, op. cit., págs. 9-77. JAMES M. ANDERSON, The History of Portugal, Westport, Greenwood, 2000, págs. 126-140. GOLO MANN, Dt. Geschichte des 19./20. Jhs., 11a ed., Fráncfort, Fischer, 2008, págs. 316 y ss; NIPPERDEY, Dt. Geschichte, t. 1, op. cit., pág. 791; WEHLER, Dt. Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 292 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
Estados particulares, por ejemplo, frente a una rebelión pro-monárquica en Neuchâtel en 1856, contra un golpe de Estado en Ginebra en 1864 y para suprimir un gobierno radical en Ticino en 1890528.
Img. 44: La victoria de la contrarrevolución europea en 1849: en esta caricatura, NAPOLEÓN III de Francia, FEDERICO GUILLERMO IV de Prusia y FRANCISCO JOSÉ I de Austria limpian el continente con escoba y espada de los liberales, presionándolos a la emigración a Suiza y las Américas529
No hay muchas dudas que los rebeldes europeos del largo siglo XIX sólo lograron vencer contra el poder estatal en proceso de una creciente soberanización interna, cuando hubo constelaciones internacionales benevolentes: primero, la rebelión de los príncipes de 1805 a 1806 frente al Sacro Imperio Romano Germánico fue motivada y respaldada por las tropas del nuevo Emperador francés NAPOLEÓN BONAPARTE530; segundo, la rebelión de los ítalo-nacionalistas de 1860 a 1861 contra el Reino de las dos Sicilias fue motivada y respaldada por la intervención militar del Reino del Cerdeña-Piamonte531; tercero, la rebelión del Estado miembro de Prusia de 1866 frente a la Federación Germánica se basó en un Estado federado atípico que fue por sí mismo una potencia europea y que contó, en este momento, con la ventaja de haber adoptado 528 529
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KÖLZ, Neuere CH Verf.geschichte, t. 2, op. cit., págs. 225, 389 y ss, 426 y ss, 546. El mapa no diferencia entre Prusia y Austria, sino muestra la Federación Germánica como una unidad. Caricatura de FERDINAND SCHRÖDER (1818-1857). BURGDORF, Ein Weltbild verliert seine Welt, op. cit., págs. 98 y ss; FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 82 y ss; KOTULLA, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 225y ss, 230 y ss; MAZOHL, Zeitenwende 1806, op. cit., págs. 247 y ss, 256; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 224 y s. ALTGELD, Risorgimento, op. cit., págs. 257-324, 306 y ss; DUGGAN, Historia de Italia, op. cit., págs. 165 y ss; FENSKE, Verf.staat, op. cit., págs. 338 y ss; REINHARD, Geschichte Staatsgewalt, op. cit., págs. 449 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
primero las tecnologías militares irresistibles de la transformación industrial532. En los casos indicados, se formaron rápidamente poderes estatales alternativos más fuertes. En los seis decenios de 1789 a 1849, la principal estructura de violencia consistió en las sublevaciones de la Ilustración y su hijo político, el liberalismo, en contra del antiguo régimen y el proyecto alternativo de las antiguas élites en forma de la monarquía autocrática moderna. Otro denominador común puede reconocerse en el triunfo en serie de la contrarrevolución, excepto el caso suizo, con el efecto de que, alrededor de 1850, la monarquía autocrática moderna estuvo en el cénit de su éxito. Puede aplicarse el concepto de la violencia transformadora, pues las rebeliones buscaron acelerar la gran transformación de los regímenes políticos-jurídicos hacia el modo post-agrario. Aunque las revoluciones europeas fueron suprimidas, entraron múltiples elementos del liberalismo político y jurídico en porciones pequeñas por la puerta trasera. Dirigiendo la mirada al otro lado del océano Atlántico, precisamente a la parte norteña, la violencia política de la era posrevolucionaria se concentró en los cuatro años de la guerra reintegradora de los Estados Unidos de América, combatida de 1861 a 1865 contra los once separatistas Estados Confederados de América. No se fundamentó solamente en la muy citada cuestión ética y económica de la esclavitud, donde el sur interpretó al abolicionismo norteño como un ataque al principio constitucional de la propiedad, sino mucho más en las asimetrías culturales y socioeconómicas. Se trató de la guerra civil del siglo XIX con el mayor número de víctimas en la dimensión de aproximadamente 620 mil muertos. La marcha hacia el mar del general SHERMAN de 1864, es considerada el primer ejemplo de una guerra total de la era industrial que buscó la destrucción sistemática de las ciudades, infraestructura y cosechas del enemigo según la finalidad de la intimidación máxima para prevenir toda futura sublevación. No obstante, la paz fue benigna. Originalmente, el ex Presidente del sur, JEFFERSON DAVIS, fue arrestado, pero ya en 1868 el Presidente común ANDREW JOHNSON proclamó una amnistía general533. Revisando los cuatro virreinatos americanos de la Monarquía española, se descubre que no se logró prolongar la paz interna sólida que había caracterizado a la fase anterior. Las dos revoluciones liberales y burguesas de 1810/1811 y 1819/1821 fueron finalmente exitosas, de modo que los sediciosos alcanzaron la transformación básica al nuevo régimen del republicanismo ilustrado en el marco de nuevos Estados constitucionales, fuera de la Monarquía española, pero no es exagerado apuntar que, en casi 532
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Frieden von Prag zwischen Preußen und Österreich, Paz austro-prusiana de Praga de 1866, ed. por GREWE, Fontes, t. 3-1, op. cit., págs. 75-77. Véase NIPPERDEY, Dt. Geschichte, op. cit., pág. 791; MANN, Dt. Geschichte, op. cit., págs. 316 y ss; WEHLER, Dt. Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 293 y ss. Véase LAURA F. EDWARDS, A Legal History of the Civil War and Reconstruction, Cambridge, Univ. Press, 2015, págs. 90 y ss; GROSSBERG et al., History of Law in America, t. 2, op. cit., págs. 313 y ss; MCPHERSON, Battle Cry of Freedom, op. cit.; STÖVER, US of America, op. cit., págs. 197 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
todas las repúblicas hispanoamericanas del siglo XIX, las normas sobre la paz pública quedaron como un elemento débil de la calidad constitucional. Por ejemplo, los Estados Unidos Mexicanos fueron afectados durante cuatro decenios y medio, a partir de la fundación de la república ilustrada en 1822, por la violencia política entre los liberales ilustrados y los conservadores clericales, hasta la victoria definitiva del Presidente liberal BENITO JUÁREZ en 1867534. No fue mejor en la Confederación Argentina, donde se estableció, a partir de 1815, una constelación de la violencia endémica entre varias alianzas de Estados confederados, incluyendo el choque frecuente entre el Pacto Federal de 1831 y la Liga Unitaria del interior. Incluso después de la Constitución de 1853 que buscó pacificar dicha conflictividad bipolar, estallaron otras guerras por el motivo de la reintegración del Estado separatista de Buenos Aires entre 1859 y 1861 y los subsiguientes conflictos armados de 1863, 1866, 1867, 1874 y 1880. Hay autores que indican cifras en la dimensión de 67 ejecuciones federales llevadas a cabo entre 1862 y 1916535.
Img. 45: En la Batalla de Puebla de 1862, las fuerzas armadas del gobierno de México vencieron a los rebeldes conservadores y al ejército auxiliar francés536
Echando un vistazo al caso de la Nueva Granada y Colombia, se pueden comprobar once enfrentamientos bélicos en los nueve decenios transcurridos entre 1811 y 1902537, mientras en la república vecina de Venezuela, se cuentan al menos doce gue534
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HERNÁNDEZ, México, Una breve historia, op. cit., págs. 220 y ss; HIDALGA, Historia del derecho constitucional mexicano, op. cit., págs. 246 y ss, 308 y ss; ROBERT L. SCHEINA, Latin America’s Wars, The Age of the Caudillo, Dulles, Brassey’s, 2003, págs. 295 y ss, 303 y ss. GABRIEL NEGRETTO & JOSÉ AGUILAR, “Rethinking the Legacy of the Liberal State in Latin America”, en revista JLAS, t. 32, Cambridge, Univ. Press, 2000, págs. 361-397, 380; FERNANDO LÓPEZ, La formación del Estado y la democracia en América Latina, Bogotá, Norma, 2003, págs. 220 y ss. Oleo del siglo XIX. 1811-1816, 1826-1830, 1839-1841, 1860-1861, 1876-1877, 1885, 1895 y 1899-1902. MIGUEL BORJA, Espacio y guerra, Bogotá, UNAL, 2010, págs. 51 y ss; BRAVO, Constitución y reconstitución, op. cit., págs.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
rras civiles, revoluciones y golpes de Estado, culminando en la sangrienta Guerra Federal de 1858 a 1864538. También la república gauchesca de Uruguay sufrió, entre 1836 y 1904, numerosas guerras civiles entre los colorados liberales y los blancos conservadores, con un total de treinta años bélicos539. La historia constitucional de Chile se desarrolló más pacíficamente, pero sólo en términos graduales, si se piensan en las constelaciones guerreras de 1830, 1851, 1859 y 1891540, mientras que Bolivia se presentó como el Estado plusmarquista en sucesiones inconstitucionales en la dignidad presidencial, especialmente entre 1839 y 1880. Preguntando por los elementos comunes del nivel elevado de la violencia política en el siglo XIX iberoamericano, pueden indicarse por lo menos cinco componentes: primero, se denuncia que el rebelde típico no fue ningún desconocido del sistema político-jurídico, sino se trató de un miembro de la clase política que ya había ascendido al círculo interior del poder, con habilidades de liderazgo al estilo de convocar y organizar seguidores; segundo, muchas veces se sublevaron gobiernos de Estados federados, ex Presidentes, futuros Presidentes, o líderes militares; tercero, el tema clave fue la promoción o el rechazo de elementos controvertidos de la gran transformación al nuevo modelo del Estado ilustrado-liberal; cuarto, los temas más controvertidos deben reconocerse en los pares laicismo-clericalismo y federalismo-unitarismo. En quinto lugar, llama la atención que también después de las revoluciones ilustradas originarias de 1810 a 1824, el poder estatal iberoamericano no actuó tan consolidado e invencible como el de las monarquías autocráticas modernas de Europa de entonces. Los rebeldes iberoamericanos pudieron calcular con una cierta probabilidad de éxito, seguramente por debajo del 50%, pero nunca competieron en absoluta inferioridad de condiciones. Normalmente, la teoría del Estado tiende a la suposición de que el monopolio de la violencia legítima y la soberanía interna fueron creados en el contexto de las Guerras religiosas del siglo XVI y figuran desde entonces ininterrumpidamente como características bien establecidas de la estatalidad europea y americana541. No obstante, en esta hipótesis
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81, 95 y s; MELBA CALLE, Constitución y guerra, Bogotá, Ibáñez, 2014, págs. 61 y ss; LÓPEZ, La formación del Estado, op. cit., pág. 171; IVÁN OROZCO, Combatientes, rebeldes y terroristas, 2a ed., Bogotá, Temis, 2006, págs. 100 y ss; JUANITA RIVERA et al., Las guerras civiles desde 1830, 2ª ed., Bogotá, Museo Nacional, 2001; SCHEINA, Latin America’s Wars, op. cit., págs. 271 y ss. De 1826, 1830/1831, 1835/1836, 1846/1847, 1853/1854, 1858, 1859-1863, 1867/1868, 1878, 1879, 1892, 1898, 1901-1903; BANKO, Las luchas federalistas en Venezuela, op. cit., págs. 166 y ss; SCHEINA, Latin America’s Wars, op. cit., págs. 235 y ss; GRACIELA SORIANO, “Tiempos y destiempos de Revolución”, en CALDERÓN & T., Las Revoluciones, op. cit., págs. 145-168, 163. 1836-1838, 1839-1851, 1863-1872, 1897-1898, 1903-1904. Comp. JUAN J. ARTEAGA, Breve historia contemporánea del Uruguay, Buenos Aires, FCE, 2008, págs. 63 y ss, 93; BRAVO, Constitución y reconstitución, op. cit., págs. 86, 98; LÓPEZ, La formación del Estado, op. cit., pág. 109. Al respecto: BRAVO, Constitución y reconstitución, op. cit., págs. 82 y ss; ÍD., Historia de las instituciones políticas de Chile, op. cit., págs. 155, 222; SCHEINA, Latin America’s Wars, op. cit., págs. 289 y ss, 397 y ss. Véase KRIELE, Einführung Staatslehre, op. cit., págs. 46 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
optimista, se subestima fácilmente que el carácter pacífico del último siglo y medio del antiguo régimen, no estuvo vinculado de modo abstracto a la fuerza del poder estatal como tal, sino a un acuerdo gubernamental de las élites de una civilización agraria pre-industrial, es decir, entre la dinastía del monarca y las dinastías de los segmentos feudales autónomos. Con la eliminación revolucionaria y contrarrevolucionaria del antiguo régimen en el medio siglo después de 1776, de sus élites de poder, instituciones políticas, percepciones de derecho y de honor, se suprimió necesariamente este arreglo político. Aunque la antigua élite noble había aprendido e interiorizado una cultura de paz con sus semejantes y un fuerte autocontrol de instintos negativos, los nuevos actores burgueses idealistas no sabían mucho de esto cuando entraron por primera vez al sistema político, mientras la antigua élite –donde quedó todavía intacta– se radicalizó para suprimir las sublevaciones de una supuesta plebe. De todas maneras, en la era de la doble-revolución ilustrada e industrial del largo siglo XIX, surgió una comprensión política idealista y polarizante, cuyos actores ambiciosos prefirieron plantear exigencias máximas en sus disputas sistémicas, dedicadas a cuestiones como la profundidad de la transformación ilustrada, el grado de cambio aceptado, la forma del Estado deseado, el equilibrio de poderes, la amplitud de los derechos fundamentales, la autonomía regional y la limitación de la esfera religiosa. De tal manera, chocaron con toda fuerza supuestas verdades absolutas e ideas supremas de legitimidad, en particular el exigente derecho natural de la Ilustración política y el derecho divino de los defensores del antiguo régimen, mientras se estigmatizó el respectivo lado opuesto como diabólico o reaccionario. Frente a metas tan sacralizadas, se desvaneció la pregunta por la vía institucional correcta según el derecho político positivizado. En este sentido, se puede advertir una resurrección de varias características de la época de las Guerras religiosas, transferidas ahora a una constelación conflictiva altamente ideologizada entre percepciones secular-religiosas y tradicional-religiosas sobre los fundamentos culturales de Occidente. El desfile triunfal del nuevo modelo del Estado constitucional republicano-democrático durante el bicentenario de la gran transformación, claramente visible al hacer un ejercicio retrospectivo, fue mucho menos perceptible para los protagonistas y sus adversarios del siglo XIX. Respecto al republicanismo naciente de Hispanoamérica a partir de la década de 1810, nadie debería idealizar la situación fundadora de la democracia constitucional por suponer un contexto favorable para la paz interna. En contra de un mito extendido, la democracia liberal no funciona automáticamente por su supuesta superioridad sistémica y de legitimidad a partir del momento de su introducción, sino hubo que pasar por el proceso de aprendizaje de los elementos esenciales de la cultura democrática. En la primera generación de transformación, faltaron típicamente del espectro de las virtudes del buen demócrata, la moderación, la tolerancia y la habilitad a manejar las frustraciones, lo que se mejoró en la segunda generación desde los años 1840542. 542
MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 167 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
C)
EL CONSTITUCIONALISMO DE PAZ EN EL SIGLO XIX
Una gran variedad de textos constitucionales del largo siglo XIX no habló muy explícitamente sobre el tema de la paz interna, sino pensó la convivencia pacífica como inmanente en la categoría del Estado. Más esporádica e implícitamente, aparecieron términos como la seguridad, orden y tranquilidad al estilo de señalar las respectivas facultades protectoras de órganos estatales, en particular de la rama ejecutiva. En las siguientes páginas, se profundizarán los sistemas federales, pues estos se articularon con mayor claridad sobre el tema ya que se dedicaron a prevenir la violencia de actores específicos, los Estados federados. Por ejemplo, el sucesor del Sacro Imperio Romano, la Federación Germánica presidida por Austria, definió, en su constitución federal de 1815, la finalidad de la “seguridad interna de Alemania”, estipulando la garantía de la inviolabilidad de la posesión territorial dentro de la Federación, el deber a la lealtad en la guerra federal, la prohibición de alianzas internacionales en contra de la seguridad de la Federación y el deber a la paz: “Los miembros de la Federación se obligan a no hacer la guerra entre sí bajo ninguna excusa, ni buscar resolver sus conflictos con violencia”. Esta última norma previó la solución mediadora y, subsidiariamente, judicial de dichos conflictos e insistió en el carácter obligatorio de las respectivas decisiones, bajo la facultad federal de ordenar la ejecución contra un Estado miembro desobediente. Se detectan cuatro casos de la aplicación real de ejecuciones federales: contra el ducado de Brunswick en 1830, frente a la ciudad libre de Fráncfort del Meno en 1834, contra los ducados de Holstein y Lauenburgo en 1863 y frente al Reino de Prusia en 1866. Además, se descubren las intervenciones federales de 1848 contra los revolucionarios liberales en Baden y de 1850 para asegurar la contrarrevolución en Hesse-Kassel. Dicho sistema entregó el ius ad bellum exclusivamente a la Federación como tal, bajo la autorrestricción explícita a fines defensivos543. La segunda federación inter-monárquica de la zona, fundada en 1871 y ahora liderada por Prusia bajo la denominación Imperio Alemán, tampoco suprimió los ejércitos permanentes de los Reinos federados de Baviera, Wurtemberg y Sajonia, pero previó la ejecución federal contra Estados “miembros que no cumplen con sus deberes según la constitución” y estipuló la facultad del Emperador de “declarar el estado de guerra” dentro del territorio común en caso de peligros para la seguridad pública544.
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Art. 2 AF, art. 11 núm. 1-4 AF, arts. 31-35 AS de la Constitución de la Federación Germánica de 1815 y 1820, op. cit. (AF = Acta federal; AS = Acta suplementaria). Comp. JÜRGEN ANGELOW, Von Wien nach Königsgrätz, Múnich, Oldenbourg, 1996, págs. 52 y s; FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 116 y ss; KOTULLA, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 357 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 249 y ss. Arts. 19 y 68 de la Verf. des Dt. Reiches de 1871, op. cit. Véase KOTULLA, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 531 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 281 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA CUATRO CONSTITUCIONES FEDERALES DE EUROPA DE 1815 A 1871
Img. 46-49: Las portadas del Acta federal de la Federación Germánica, de 1815, del Pacto federal suizo del mismo año, de la Constitución federal suiza de 1848 y de la Constitución del Imperio Alemán de 1871
Esta constitución federal adoptó explícitamente la Ley prusiana sobre el estado de sitio de 1851. En el espíritu del principio monárquico de la monarquía autocrática moderna, se reservó al monarca la facultad de diagnosticar libremente una emergencia estatal y de declarar el estado de sitio para suspender pasajeramente los derechos constitucionales, incluyendo las opciones del palacio de dirigir operaciones internas de las fuerzas armadas según lógicas bélicas y de emplear tribunales militares frente a personas civiles545. Dicho estado de sitio tiene una historia previa, basándose en el antepasado de la proscripción imperial del Sacro Imperio Romano, aunque la forma moderna fue introducida por primera vez en Francia en el clima revolucionario de 1791 y constitucionalizada en el mismo país por la revolución liberal de 1848 para suprimir movimientos de oposición. De igual forma, fue previsto en el artículo 20 de la Ley fundamental sobre los derechos de los ciudadanos del Imperio Austríaco de 1867. Se trata de un instrumento de pacificación que suspende la normalidad constitucional y legitima múltiples medidas excepcionales para superar una crisis existencial –como una sublevación–, según la estrategia de concentrar pasajeramente el poder en el jefe de Estado, sin frenar la eficiencia por facultades de control o libertades de los sediciosos546. De todos modos, ningún elemento del constitucionalismo moderno resultó más ambiguo y peligroso para la calidad de los demás valores del Estado constitucional. De igual forma, el Pacto federal suizo de 1815 buscó “el manejo de tranquilidad y orden” y previó tribunales arbitrales para resolver los conflictos entre los Estados miembros547. La Constitución federal de 1848 repitió la misma finalidad, con la respectiva facultad de la asamblea federal y del gobierno colectivo, pero buscó más consolidación por encima de los “cantones soberanos”, reservando el ius ad bellum exclusivamente 545 546
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Preuß. Gesetz über den Belagerungszustand, Ley sobre el estado de sitio de 1851, en PrGS, 1851, págs. 451 y ss. Comp. GIORGIO AGAMBEN, Estado de excepción, Buenos Aires, Hidalgo, 2005 (título original en italiano de 2003), págs. 39 y ss. Arts. 1 y 5 del Bundes-Vertrag zwischen den 22 Cantonen der Schweiz de 1815, op. cit.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
para la Federación bajo el deber explícito de los cantones a la paz, sin autodefensa ni armamento, mientras se declaró la asamblea federal la autoridad competente para resolver dichos conflictos constitucionales y la corte federal para solucionar las demás disputas inter-cantonales. Para la imposición, la Constitución federal de 1848 previó el instrumento de la intervención federal que se aplicó nueve veces entre 1855 y 1890548. No se indicaron explícitamente facultades de estado de sitio, pero la federación reclamó, a partir de 1849, un derecho extraconstitucional de declarar la emergencia del Estado. De modo complementario, la constitución señalada autorizó la asamblea federal a otorgar amnistías e indultos para delitos políticos549. En síntesis, el diseño general de la paz pública en las constituciones federales de Europa central se orientó todavía con los rasgos de las paces territoriales del siglo XVI. De modo comparativo, se examina la ganatía de la paz interna en algunas constituciones del alto liberalismo hispanoamericano (aprox. 1848 - década de 1880). En particular, la Constitución para la Confederación Argentina de 1853 se dedicó explícitamente a la estatalidad pacificadora. En vista de la experiencia destructiva de tres decenios de las guerras entre alianzas de provincias federadas que habían actuado fácticamente como Estados soberanos, sin gobierno central, se pretendió establecer un Estado federal según el fin primordial de “consolidar la paz interior” (preámbulo). En este espíritu, la federación reclamó la facultad de intervenir “en el territorio de cualquiera de las provincias, al solo efecto de restablecer el orden público perturbado por la sedición”. Se mencionaron los desafíos de la “conmoción interior” y de la “perturbación del orden” y se autorizó al Congreso o, en las pausas parlamentarias, al Presidente, a declarar el “estado de sitio” para suspender pasajeramente “las garantías constitucionales”. Especialmente, se reglamentó el deber de los Estados federados a la paz: “Las provincias […] no pueden […] armar buques de guerra o levantar ejércitos. […] Ninguna provincia puede declarar ni hacer la guerra a otra provincia. Sus quejas deben ser sometidas a la Corte suprema de justicia y dirimidas por ella. Sus hostilidades de hecho son actos de guerra civil, calificados de sedición o asonada, que el Gobierno federal debe sofocar y reprimir conforme a la ley”550.
Por lo tanto, hubo una orientación prioritaria hacia el concepto de la pacificación por cortes de justicia, en la cual la decisión del juez federal reemplazó obligatoriamente la decisión destructiva a través de la suerte en la guerra, mientras se realizaron subsidiariamente ejecuciones federales en contra de aquellas provincias que violaron el deber absoluto a la paz interna. Esto coincidió con los modelos clásicos del antiguo 548 549
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Arts. 2, 3, 8, 14, 16, 74, 90, 101 y 104 de la Bundesverf. der schweizer. Eidgenossenschaft de 1848, op. cit. ANDREAS KLEY, “Vollmachtenregime”, en HLS, de 26.8.2013, http://www.hls-dhs-dss.ch/textes/d/D1 0094.php (5.1.2018). Arts. 6, 23, 64, 83, 104 y 106 de la Constitución para la Confederación Argentina de 1853, op. cit.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
régimen europeo, por ejemplo la Paz eterna en la tierra del Sacro Imperio Romano Germánico de 1495. Además, la Confederación Argentina criminalizó los actos de rebelión como delitos frente a la seguridad de la nación. Los estudios sobre las rebeliones provinciales de 1860 a 1880 indican que la justicia federal no sólo castigó, sino también defendió, en el espíritu de la moderación, los derechos constitucionales de los rebeldes y sus simpatizantes frente a las lógicas ejecutivas del vencedor militar551. Con una tendencia semejante, la Constitución federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1857 se dedicó a las situaciones de la “perturbación grave de la paz pública”, autorizando al Presidente en conjunto con el Congreso a “suspender las garantías otorgadas en esta Constitución”. Como en Argentina, el poder constituyente del país azteca prohibió a los Estados miembros “tener […] tropa permanente, ni buques de guerra”, mientras la Unión les prometió protección en caso de una sublevación. De modo complementario, se confirmó la facultad de los tribunales de la federación para conocer los conflictos entre los Estados, pero no se precisó tan claramente como en el Cono sur el deber federal a la paz, que fue pensado aparentemente como inmanente al carácter estatal de la federación552. Por su parte, la Constitución de los Estados Unidos de Venezuela de 1864 obligó al colectivo de los Estados federados a la defensa “contra toda violencia que dañe […] la integridad de la Unión” y a “someterse a la decisión de l[a …] Alta Corte Federal”. Además, se autorizó al Presidente “en el caso de sublevación […,] con el objeto de restablecer el orden constitucional, […] hacer uso de la fuerza pública”, pero en contraste a Argentina y México, sin el derecho de suspender las garantías constitucionales. No se prohibieron ejércitos particulares de los Estados miembros, pero se encargó el Presidente a “disponer de la fuerza pública para poner término a la colisión armada entre dos o más Estados”. Aunque Venezuela negó el ius ad bellum de los Estados federados, la unión reguló el ius in bello, declarando las pocas normas del derecho internacional humanitario incipiente como obligatorias en caso de una guerra civil para evitar excesos y desbordes553. Revisando la Nueva Granada, la carta federal de 1858 especificó “la competencia exclusiva del Gobierno general” para “el orden y la tranquilidad interior” y, aunque aceptó la existencia de “la milicia de los diferentes Estados”, obligó al Presidente a “impedir cualquier agresión armada de un Estado […] contra otro […]; haciendo, para 551
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EDUARDO ZIMMERMANN, “Die Härten des Krieges mildern”, en revista Rechtsgeschichte, núm. 16, Fráncfort, Klostermann, 2010, págs. 166-189. Arts. 29, 97, 112 y 116 de la Constitución federal de los EU Mexicanos de 1857, ed. por DIPPEL, Constitutions of the World, 1850-Present, parte 2, op. cit., I.I. 7, mf. núm. 924, 1-24. Arts. 13, 72, 93 y 120 de la Constitución de los Estados Unidos de Venezuela de 1864, op. cit.
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ello, uso de la fuerza pública de la Confederación”. En el caso normal, la Corte Suprema fue la institución prevista para resolver los conflictos entre los Estados miembros. Cinco años más tarde, la Constitución de los Estados Unidos de Colombia de 1863 estipuló “las relaciones pacíficas entre los Estados” federados, aunque no prohibió milicias particulares y garantizó un derecho fundamental innecesario y contraproducente “de tener armas y municiones”. No obstante, requirió que “por ningún motivo, pueda un Estado declarar ni hacer la guerra a otro Estado” y, por eso, los mismos necesitaron “someterse a la decisión [central…] en todas las controversias”. La vía normal para resolver conflictos interestatales, fue la judicial ante la Corte Suprema Federal. De acuerdo con esto, el Código penal de los Estados Unidos de Colombia de 1873 definió, en su título sobre los delitos contra la paz, el de la perturbación de la paz interior por parte de los Estados, amenazando los dirigentes con la pena de expulsión hasta por seis años y una multa de hasta la décima parte de los bienes. En relación con la ejecución federal, la Constitución de los Estados Unidos de Colombia de 1863 estipuló la prioridad de los “medios de conciliación que la paz nacional y la conveniencia pública exijan” y se limitó la intervención militar a la “expresa autorización del Congreso”, aunque fue reconocido paralelamente un deber general del Presidente como guardián de “la conservación del orden general”. Un año antes que en Venezuela, se adoptaron ambiguamente las normas rudimentarias del ius in bello del derecho internacional público de corte europeo en caso de las prohibidas guerras civiles, aparentemente teniendo en cuenta una realidad incómoda con fines de humanizarla y para evitar excesos bélicos. La opción de suspender algunos derechos fundamentales por medio de la figura del estado de sitio, no existió en ninguna constitución del alto liberalismo colombiano554. D)
LA REPACIFICACIÓN EXITOSA EN LA ‘BELLE ÉPOQUE’ (APROX. 1870-1916)
En el continente europeo, la era de las revoluciones liberales terminó en 1868, cuando estalló la última insurrección de este tipo en España. Después de ocho años de la guerra civil, la constitución monárquica de 1876 llevó a la paz bajo signos de la monarquía autocrática moderna. También Francia salió del ciclo de violencia con la supresión de la revolución parisina de 1871 y las leyes constitucionales de 1875. En el contexto alemán, se indica como la última guerra interna del siglo XIX el conflicto federal de
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Art. 15 núm. 4, art. 43 núm. 5 y 11 y art. 49 núm. 7 de la Constitución política para la Confederación Granadina de 1858, op. cit.; art. 8 incl. núm. 8, art. 15 núm. 15, art. 19, art. 66 núm. 19, art. 70 núm. 6, art. 91 de la Constitución política para los EU de Colombia de 1863, op. cit.; arts. 175-176 del Código penal de Colombia de 1873, op. cit. Comp. FRANCISCO BARBOSA, “Del derecho de gentes al derecho humanitario 1821-1863”, en ÍD. (Ed.), Historia del derecho público en Colombia, Bogotá, Univ. Externado, 2012, págs. 413-453, 440 y ss; M. MARTINA SÁNCHEZ T., “La vigencia del delito político en Colombia”, en MARQUARDT, El Estado constitucional de los valores, op. cit., págs. 471-518, 497 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
1866, pero a partir de la constitución del Imperio Alemán de 1871, hubo paz555. En Italia, se señala como el último caso, la sublevación de los partisanos llamados brigantes contra la anexión del Reino de las dos Sicilias (1861-1868)556. A partir de la década de 1870, funcionó el Estado de la paz interna en Europa por cuatro decenios durante una fase que la historiografía cultural llama la belle époque, la época bonita557. Un poco más tarde, a finales del largo siglo XIX, se tranquilizó también la ola de la violencia interna en las repúblicas hispanoamericanas. En la era del alto nacionalismo, estalló todavía la Revolución liberal de ELOY ALFARO en el Ecuador (1895), seguida en Colombia por la sangrienta Guerra de los Mil Días (1899-1902) al estilo de la insurrección de los liberales contra el régimen excluyente y represivo del Partido Nacional, para concluir con la mortífera Guerra Civil Mexicana (1910-1917) con sediciosos liberales anti-reeleccionistas y rebeldes agro-sociales del campo. La independencia del ex Estado federado de Panamá de Colombia en el marco de la Guerra de los Mil Días, parece el último caso de una guerra federal en la lógica del siglo XIX558. En un proceso de aprendizaje ante las diversas revoluciones liberales de 1789 a 1868, las monarquías autocráticas modernas de Europa cambiaron sucesivamente la estrategia represiva y buscaron cada vez más la prevención de una nueva insurrección liberal mediante la inclusión de la oposición liberal al sistema político. La idea clave consistió en otorgar algunas concesiones a las exigencias políticas de los liberales, que no pusieron en peligro el carácter de la monarquía autocrática moderna como tal, pero que satisficieron a ellos para que fueran cooptados del espectro de una oposición antisistémica a un papel intra-sistémico. En términos ideológicos, el denominador común con el cual se logró el acercamiento de las diversas ramas políticas, fue el nacionalismo agudo del fin de siècle. En el perfil de la belle époque, destaca la mentalidad de la autocoacción de los instintos mediante la socialización estricta en los modales que alcanzaron ahora el máximo de complejidad de todos los tiempos. Durante la fase más acelerada de la transformación industrial, el civismo de la sociedad aristo-burguesa desarrolló múltiples rituales de cortesía, respeto y moderación enfocados en el ideal del caballero y dama educados y cultos, bajo la precisión de una red densa de etiquetas sobre la mesa, de conversación, de vestimenta, del baile, del paseo dominical, en el teatro, en la ópera, en el museo, en 555
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Constitución de la Monarquía española de 1876, ed. por BIBL. VIRT. CERVANTES, Const. hispanoamericanas, op. cit. Véase SOLÉ & A., Constituciones y períodos constituyentes, op. cit., págs. 70 y ss; Lois constitutionnelles de 1875, ed. por JEAN P. MAURY (Ed.), Constitution de la IIIe République, Univ. de Perpignan, 1998, http: //mjp.univ-perp. fr/ france/co1875.htm (5.1.2018); Verf. des Dt. Reiches de 1871, op. cit. ALTGELD, Risorgimento, op. cit., págs. 315 y ss. De igual forma, se habla del fin de siècle. A veces, se presenta con connotaciones nacionales la era fundadora y periodo guillermino (en Alemania) o la época victoriana (fase tardía, en Gran Bretaña). Comp. OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, op. cit., págs. 58 y ss, 311 y ss. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 317 y ss, 355 y ss, 379 y ss.
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el café, en el colegio, en la universidad, en el bulevar y en el tranvía, mientras el no respeto de estas reglas sociales fue estigmatizado como rústico y bárbaro. El resultado fue una personalidad altamente disciplinada y autocontrolada al estilo del buen ciudadano o súbdito en armonía con sus semejantes. En este marco, las tendencias humanas a competir fueron dirigidas desde la fuerza a la esfera comercial. En general, cambió el entorno de la vida. Las ciudades perdieron su carácter militar de fortalezas amuralladas y adoptaron –con la desfortificación– la nueva amplitud de espacios civiles, caracterizados por la iluminación nocturna, grandes bulevares, parques públicos, el transporte urbano y las estaciones de ferrocarril como las catedrales de la modernidad. Entre los lugares más típicos de la belle époque, se detectan las estaciones balnearias elegantes en las costas y termales, incluyendo lugares tan simbólicos como Abbazia en el Imperio Austríaco o Niza en Francia. La tendencia general del fin de siecle fue optimista. Ante la apariencia de lo elegante, elocuente, feliz y cultivado, la ausencia de la paz interna pareció cada vez menos imaginable.
Img. 50-51: Lugares típicos de la cultura aristo-burguesa de la belle époque: las estaciones balnearias elegantes en las costas. A la izquierda, la ciudad mundana de Abbazia en la costa mediterránea del Imperio Austríaco (hoy Opatija en Croacia), donde se divirtió desde la década de 1880 la élite vienesa; a la derecha, Sellin en la isla báltica de Rügen del Reino de Prusia, donde su encontró la élite berlinesa 559
Sin embargo, mientras el disciplinamiento fundamental de tipo aristo-burgués sirvió para la paz intra-societal de la élite y semi-élite política, jurídica, administrativa y económica, no evitó el escalado paralelo y colectivo de un nacionalismo agresivo que promovió, finalmente, el belicismo internacional. Tampoco debe olvidarse que la belle époque no fue una era bonita para toda la sociedad, sino principalmente para la minoría pequeña de los aristo-burgueses letrados y la clase media que alcanzaron, en su conjunto, no más del 15% de la población560, mientras se acumuló mucha ira en el creciente proletariado industrial. Además, vale la pena anotar que, desde los años 70 del siglo XIX, ningún oponente anti-sistémico pudo esperar encender una sublevación exitosa, pues la transfor559 560
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Fotos: BERND MARQUARDT. WEHLER, Dt. Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 763 y s.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
mación industrial entregó a los Estados europeos cada vez más recursos de poder como el sustrato tecnológico de la reclamada soberanía interna: las fuerzas armadas y la policía se convirtieron en irresistibles. E)
LA SEGUNDA GUERRA DE TRANSFORMACIÓN EUROPEA: IZQUIERDA, DERECHA Y LAS CUESTIONES SOCIAL Y ÉTNICA (1917-1950)
No obstante, la paz interna de la belle époque se hundió en la gran ola de revoluciones sociales y étnicas de 1917 a 1919 que conmovieron a Europa oriental y central. La cultura aristo-burguesa del fin de siècle había subestimado en qué medida sus portadores fueron una minoría relativamente pequeña, mientras la transformación industrial había creado un nuevo tipo normal en vez de los campesinos de subsistencia, los obreros asalariados y urbanizados que entraron cada vez más al papel mayoritario del respectivo demos y acumularon mucha ira por ser excluidos de las oportunidades de la belle époque. Normalmente, el monopolio de la violencia legítima se había convertido en invencible por todo tipo de rebelde, pero hubo una constelación excepcional no prevista: cuando los ejércitos populares vencidos y frustrados de los tres Imperios Ruso, Austríaco y Alemán volvieron a sus viejos y nuevos países, los proletarios uniformados tenían las armas en sus manos. No fue menos dramática la vuelta del ejército italiano, aunque Italia se encontró en el lado de los vencedores, pues se percibió a sí mismo como traicionado por sus propios aliados en los tratados parisinos. Cuando terminó la Gran Guerra, el poder estatal se cayó casi completamente en el hasta entonces Imperio Ruso, Imperio Austríaco, Reino de Hungría y, parcialmente, también en Alemania y Italia, mientras múltiples ejércitos de proletarios socialistas y étno-chauvinistas pudieron moverse en enormes espacios sin instituciones, normas o fronteras reconocidas. La nueva violencia política afectó a Rusia de 1917 a 1923, los Estados bálticos de 1917 a 1921, Finlandia de 1917 a 1920 y de 1929 a 1932, Ucrania de 1917 a 1921, Alemania de 1918 a 1923 y de 1929 a 1933, Austria de 1918 a 1919 y de 1927 a 1934, Hungría de 1918 a 1921, Albania de 1918 a 1924 e Italia de 1920 a 1922. Fuera de la zona nuclear de la neo-violencia, se agregaron los casos de Irlanda entre 1919 y 1923 y de España entre 1930 y 1939. Tampoco Portugal logró estabilizarse internamente entre 1910 y 1926. La guerra civil rusa entre los bandos comunista, nacionalista y separatista causó aproximadamente diez millones de muertos –las dos terceras partes del número de víctimas de la Primera Guerra Mundial– y es considerada una de las dos guerras civiles más letales del siglo XX, al lado de la china. Excepto las constelaciones ibéricas, la mayor parte de los conflictos indicados desembocó en o fue absorbida por las dinámicas de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). En este conflicto internacional, estallaron nuevas guerras civiles en Italia, Croacia, Polonia, Ucrania y Rusia. En la última fase, siguieron la Guerra Civil Griega (1944-1949), la
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
resistencia anti-soviética de los partisanos ucranianos y bálticos y la violencia de la reorganización étnica en el este de Europa central hasta aproximadamente 1950561.
Img. 52: La Revolución rusa de 1917 en su autoimagen562
En ese entonces, las dinámicas de enfrentamiento salieron del esquema liberal-conservador acostumbrado del siglo XIX, pues en vez de la cuestión liberal de la Ilustración, se comprobaron como centrales dos nuevas temáticas líderes de la conflictividad europea. La primera fue la cuestión social de la transformación a la sociedad industrial que tematizó las condiciones de existencia de la nueva mayoría de los obreros asalariados y urbanizados, según la meta de salir de las condiciones socioeconómicas precarias de la belle époque. La segunda temática conflictiva dirigente fue la cuestión étnica del alto nacionalismo, radicalizada a un étno-centrismo chauvinista, pues en vista del territorialismo ilimitado de los tratados internacionales de 1918 a 1920, ahora casi nadie estuvo feliz con la composición étno-lingüística y las fronteras estatales redefinidas, de modo que empezó la época clave de la homogeneización del respectivo espacio interno, del perfeccionamiento de la unidad nacional hacia el exterior y de exigencias de separatismo. Por lo tanto, se enfrentaron cuatro nuevas corrientes políticas en Europa: el socialliberalismo de los socialdemócratas que combinaron el socialismo con el liberalismo democrático, el comunismo al estilo de la izquierda acentuada, el social-fascismo que combinó el socialismo con el nacionalismo y el fascismo católico que combinó el conservadurismo clerical con el nacionalismo autocrático. En esta dinámica, ascendieron múltiples miembros de las clases media-bajas y populares al liderazgo político, militar y po561
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Comp. ANDERSON, The History of Portugal, op. cit., págs. 141 y ss; BERNECKER, España entre tradición y modernidad, op. cit., págs. 262 y ss; CALIC, Geschichte Jugoslawiens, op. cit., págs. 154 y ss; DUGGAN, Historia de Italia, op. cit., págs. 278 y ss; HEIKO HAUMANN et al., Die Russische Revolution 1917, Colonia, Böhlau, 2016, págs. 13 y ss; BERT HOPPE, Geschichte Russlands, Stuttgart, Theiss, 2009, págs. 116 y ss; KAPPELER, Geschichte d. Ukraine, op. cit., págs. 167-185; MOLNÁR, A Concise History of Hungary, op. cit. págs. 250 y ss; NIETO, Historia de España, op. cit., págs. 387 y ss; NOLTE, Kl. Geschichte Russlands, op. cit., págs. 174 y ss; PÉREZ, Historia de España, op. cit., págs. 605 y ss; SUGAR et al., A History of Hungary, op. cit., págs. 310 y ss; THER, The Dark Side of Nation-States, op. cit., págs. 119 y ss; WOLLER, Geschichte Italiens, op. cit., págs. 95 y ss, 192 y ss. El Bolchevique (1920) del pintor ruso BORÍS KUSTÓDIEV (1878-1927).
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
licial sin disponer ni de la socialización a la moderación de la belle époque ni la respectiva auto-coacción frente a instintos negativos, sino con disposiciones a imponer su ira, ego e ideología con cualquier tipo de medida. Consiguientemente, aprecieron nuevos actores violentos, en particular movimientos de sublevación socialistas y étnicos y grupos paramilitares seudo-privados, que reclamaron defender lo que en su interpretación era el ‘verdadero’ Estado nacional, así por ejemplo, los Freikorps en Alemania (cuerpos libres, 1918-1923), los Heimwehren en Austria (defensores de la patria, 1918-1936) o el Royal Irish Constabulary Reserve Force en la Irlanda británica (1920-1921)563. Muchos de estos grupos operaron con estrategias de la pequeña guerra como atentados, asesinatos y masacres nocturnas. Tampoco se pueden subestimar aquellos segmentos de las fuerzas armadas estatales que efectuaron, después de la Primera Guerra Mundial, una política interna por cuenta propia. Solo uno de estos conflictos internos fue superado por un acuerdo de paz sostenible, el de la Irlanda británica mediante el Tratado anglo-irlandés de 1921. En vista del empate estructural y asimétrico entre el Reino Unido y la guerrilla étno-irlandésa Sinn Féin (‘nosotros mismos’), además a la luz del principio de autodeterminación de los Tratados parisinos, se salió del conflicto mediante una autonomía amplia dentro del Imperio Británico y la retirada del ejército inglés bajo la amnistía para los rebeldes. Aunque los hasta entonces rebeldes continuaron durante un año adicional con una nueva guerra civil intra-irlandesa entre promotores y enemigos del acuerdo, se trató de un modelo para futuros conflictos semejantes564. F)
LA LLEGADA A LA PAZ CONSTITUCIONAL Y SUS ONCE PILARES
Después de haber pasado por las experiencias traumáticas con la violencia de transformación entre 1917 y 1950, el viejo mundo entró en un fuerte anhelo para construir la convivencia en paz. Se formó una nueva mentalidad post-heroica565 y pro-iushumana, en el marco de un Estado civilista que desviolentizó sus modos de actuación y que se procupó de la educación para la paz, todo relacionado con nuevos fenómenos como la democracia social y la sociedad hedonista del consumo masivo. Sin embargo, todavía escalaron cuatro conflictos significativos en contextos occidentales: primero, Colombia fue afectada por la sangrienta guerra civil socio-política
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WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., págs. 385 y ss; FRANCIS L. CARSTEN, The Rise of Fascism, Berkeley, Univ. of California Press, 1982, págs. 223 y ss; O’BEIRNE RANELAGH, A Short History of Ireland, op. cit., págs. 301 y s. Articles of Agreement for a Treaty between Great Britain and Ireland de 1921, en NATIONAL ARCHIVES OF IRELAND (Ed.), Treaty Exhibition, http://treaty.nationalarchives.ie/ (5.1.2018). Comp. BARTLETT, Ireland, A History, op. cit., págs. 401 y ss. Concepto acentuado por MÜNKLER, Viejas y nuevas guerras, op. cit., págs. 35, 94, 144, 173.
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llamada expresivamente La Violencia (1949-1953)566; segundo, estalló el conflicto étnico de Irlanda del Norte que el poder estatal británico fue incapaz de reprimir militarmente (1969-1998)567; tercero, el Estado gran-serbio de Yugoslavia fue desmembrado por la guerra sobre la no homogeneidad de la unión artificial de territorios provenientes de la tradición occidental-latina y la oriental-balcánica (1991-1999)568; cuarto, hay que indicar las sublevaciones religioso-étnicos de los palestinos en Israel (desde 1987)569. Aparte de estos casos agudos, pueden señalarse varias revoluciones y golpes de Estado en América Latina, así como el neo-terrorismo político de guerrillas urbanas alrededor de la década de 1970 en Italia (Brigadas Rojas, 1970-1988), Alemania (RAF, 1970-1998) y España (ETA, 1960-2011)570. En su núcleo, la cultura del Estado de la paz interna de la segunda mitad del siglo XX y de inicios del siglo XXI, se fundamenta en once pilares interdependientes. Los primeros ocho son materializados en el derecho público y los últimos tres entran más en dimensiones socio-culturales. En el papel del primer pilar, hay que indicar el principio Paz por constitución como tal con su modo de crear, mediante asambleas constituyentes de alta legitimidad, una especie de contrato social para la futura convivencia armónica, uniendo las corrientes diferentes de pensamiento de modo pluralista, integral, respetuoso y solemne, así como creando un poder público bien calculable y auto-restringido en el uso de su poder. En segundo lugar, se señala el concepto Paz por participación en la forma moderna de la democracia representativa que ofrece a la oposición oportunidades equitativas de articularse, organizarse y ganar el gobierno mediante elecciones, de modo que no se entre al camino de la sublevación, pues acepta la legitimidad mayoritaria y espera a su próxima oportunidad intra-sistémica en cuatro años, lo que funciona eficazmente si la respectiva democracia logra evitar la apariencia de exclusiones políticas, sociales, étnicas o confesionales. En tercer lugar, el Estado constitucional adoptó el modelo de Paz por la cultura de la dignidad humana, reconociendo el valor inherente a todo ser humano y promoviendo la cultura del respeto mutuo, de la empatía y de la tolerancia, sin hacer del otro un mero instrumento de intereses de poder públicos o privados. En el núcleo de esta revolución humanitaria, las sociedades aprendieron e interiorizaron colectivamente el sistema de valores de los derechos humanos y fundamentales. 566
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Comp. MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 459 y ss; SAFFORD & P., Colombia, op. cit., págs. 629 y ss; DAVID ROLL, Un siglo de ambigüedad, Bogotá, Cerec, 2001, págs. 135 y ss. O’BEIRNE R., A Short History of Ireland, op. cit., págs. 300 y ss; FRANK OTTO, Der Nordirlandkonflikt, 2a ed., Múnich, Beck, 2010, págs. 83 y ss; WASSON, A History of Modern Britain, op. cit., págs. 305 y ss. CALIC, Geschichte Juogoslawiens, op. cit., págs. 297 y ss, 308 y ss; ALEKSANDAR PAVKOVIĆ & PETER RADAN, Creating New States, Aldershot, Ashgate, 2007, págs. 143 y ss; LAURA SILVER & ALLAN LITTLE, The Death of Yugoslavia, 2ª ed., Londres, Penguin, 1996, págs. 25 y ss. PAPPE, A History of Modern Palestine, op. cit., págs. 228 y ss, 275 y ss. DUGGAN, Historia de Italia, op. cit., págs. 393 y s; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 5, op. cit., págs. 319 y s; NIETO, Historia de España, op. cit., págs. 427 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
Como el cuarto pilar, el Estado constitucional contemporáneo renovó y perfeccionó la idea del antiguo régimen de Paz por cortes de justicia en la variante moderna que posibilita amparar derechos fundamentales violados por abusos de poder ante los magistrados supremos, así a partir de los precursores hispanoamericanos del siglo XIX con una difusión geográfica y profundidad cada vez más amplia, lo que ha llevado al garantismo acentuado en inicios del siglo XXI en países tan diferentes como Alemania o Colombia. Los derechos inmanentes a la dignidad humana sólo son fuertes si es viable defenderlos ante los jueces. En quinto lugar, pretende aludirse el concepto Paz por humanización del derecho penal, pues el Estado constitucional moderno rechazó el teatro de terror mortal de la era pre-ilustrada y se presentó a sus ciudadanos bajo la menor violencia pública necesaria como un modelo de lo racional, auto-controlado y moderado. En vez del talión estatalizado, el poder punitivo se orientó ampliamente en el ideal humanista de la resocialización de los malhechores. En sexto lugar, se promovió la Paz social a partir de 1917, abriendo el camino hacia la cultura de la solidaridad entre los estratos divergentes del demos por medio de la dedicación del poder público al bienestar de los desfavorecidos sin estrangular a los económicamente potentes. Como el séptimo elemento, no debe subestimarse el concepto de la Paz pos-feudal por funcionarios públicos que entregó la organización estatal a una clase profesionalizada en aquella ciencia de la paz que se llama derecho, sin reservar espacios para el liderazgo en manos de la clase guerrera de los nobles. En octavo lugar, se comprobó esencial el concepto Paz por educación, pues el Estado educador formó sistemáticamente la sociedad en valores relacionados con la paz republicana, la constitución, la democracia y la convivencia ciudadana. Cuanto mayor sea el nivel general de educación de la población, menor será la disposición a la violencia. En el rango del noveno pilar, jugó un papel el fenómeno del reemplazo de la mentalidad dominante del guerrero noble por la nueva personalidad post-agraria del emprendedor, comerciante y profesional asalariado que prefiere competir en formas económicas sin medirse en la capacidad a la violencia física. La nueva visión central del líder proactivo y exitoso, fue el manager y gerente en vez del caballero u oficial en batalla. En décimo lugar, quiere señalarse la capacidad pacificadora de la sociedad hedonista del consumo masivo que se difundió con base en las libertades constitucionales en el marco de la segunda revolución fósil-energética a partir de aproximadamente 1950. Por centrar las necesidades humanas en virtudes consumistas, el componente bélico de las posibilidades de la personalidad humana resultó cada vez más marginado. De igual forma, pueblos saturados no se rebelan y tampoco están abiertos para ideologías radicales. En undécimo lugar, al estilo de la suma de lo anteriormente expuesto, hay que indicar, la configuración de la mentalidad post-heroica en finales del siglo XX e inicios del siglo XXI. La reputación de los antiguos rituales de la masculinidad fuerte, se convirtió en una visión de lo atrasado, primitivo e inhumano.
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7. EL ESTADO INTRANSIGENTE Y SU DERECHO ANTITERRORISTA Durante el largo siglo XIX, los Estados europeos pretendieron velar por la paz interna mediante la detección preventiva de personas consideradas políticamente peligrosas y neutralizarlos mediante el derecho penal político. Para el control de los llamados enemigos públicos, las monarquías autocráticas modernas institucionalizaron, de modo paralelo a la policía regular, una policía política secreta como la prusiana de 1848 a 1918, encargada de la protección del Estado, que trabajó con los métodos del servicio secreto, vigilando y censurando la prensa, las cartas privadas, los libros, las asambleas y las clases universitarias. De modo complementario, los códigos penales estipularon un arsenal de delitos políticos como lesa majestad, traición, sedición, incitación para la lucha de clases, abuso de púlpito, perturbación de la paz pública o rebelión571. A veces, se criminalizó la simple expresión de una opinión indeseada, o incluso meros indicios de una opinión crítica, o conocer a alguien ya observado. A)
LAS CUATRO GRANDES ESTRUCTURAS DE PERSECUCIÓN
En la Europa del siglo XIX, se generaron cuatro grandes estructuras de persecución de ramas políticas estigmatizadas como enemigos anti-sistémicos: la primera, de 1814 y 1860, se caracterizó por la persecución de los llamados demagogos liberales para prevenir una nueva revolución como la francesa de 1789, lo que no estuvo fuera de lo probable, en vista de las olas revolucionarias de 1820, 1830 y 1848. De tal manera, la Federación Germánica de la era del caudillo KLEMENS VON METTERNICH estableció, en 1819, una Ley de prensa represiva y una Ley de las Universidades restrictiva, con las respectivas normas penales especiales, lo que fue acompañada, en términos institucionales, por la Comisión Central Investigativa de Maguncia para vigilar los hijos intelectuales de 1789 con raíces en la burguesía académica, las corporaciones estudiantiles y los profesores universitarios. Múltiples intelectuales fueron objeto de molestas investigaciones, de privaciones administrativas del derecho a estudiar o a enseñar en la Universidad y de penas públicas como la expatriación, la cárcel e incluso la pena de muerte572. Como ejemplos, se indican los procesos penales y disciplinarios de la década de 1820 contra el padre de la gimnasia FRIEDRICH JAHN, el poeta y profesor ERNST M. ARNDT, el profesor FRIEDRICH G. WELCKER, el filólogo y escritor CHRISTIAN 571
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P. ej. Anreizung zum Klassenkampf, de 1871-1960 en el § 130 del Código penal alemán; Landfriedensbruch, desde 1871 en el § 125 del Código penal alemán. Comp. PHILIP CZECH, Der Kaiser ist ein Lump und Spitzbube, Viena, Böhlau, 2010, págs. 143 y ss, 197 y s; ANDREA HARTMANN, Majestätsbeleidigung und Verunglimpfung, Berlín, BWV, 2006, págs. 90 y ss, 118 y ss; EIKE WOLGAST, Geschichte der Menschenund Bürgerrechte, Stuttgart, Kohlhammer, 2009, págs. 116 y s. FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 125 y ss; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., pág. 649; KOTULLA, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 362 y ss; JAKOB NOLTE, Demagogen und Denunzianten, Berlín, Duncker & H., 2007; ÍD., Die Institutionalisierung der politischen Polizei, op. cit.; VORMBAUM, History of Criminal Law, op. cit., pág. 76; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., pág. 251.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
SARTORIUS y el jurista y escritor E.T.A. HOFFMANN573. Otro caso famoso fueron los Siete de Gotinga, es decir, siete estimados profesores de la primera Universidad pública del Reino de Hanóver que perdieron, en 1837, su empleo por su crítica pública de la revocación de la constitución por el nuevo Rey ERNESTO AUGUSTO I (1837-1851)574. Se alcanzó el pico persecutorio en la contrarrevolución de 1848/1849 con sus sentencias de muerte por tribunales militares y la huida masiva de liberales europeos hacia América. Cabe destacar de modo comparativo que esta estructura de persecución no existió en las Américas donde el liberalismo fue intra y pro-sistémico. En el papel de la segunda estructura de persecución, se señala la ofensiva estatal contra los sacerdotes católicos insumisos en el combate cultural de la década de 1870. En el marco de la imposición de las exigencias de soberanización del poder estatal frente a las facultades tradicionales de la Santa Sede, por ejemplo el Reino de Prusia destituyó, enjuició, condenó y exilió a sus seis obispos principales de Tréveris, Colonia, Münster, Paderborn, Breslau y Gniezno-Posnania (1874). En vez de promover la libertad de expresión, el Imperio Alemán introdujo, en la primera reforma de su Código Penal de 1871, el delito especial del abuso del púlpito, un delito de opinión con el cual se criminalizó cualquier articulación política en las prédicas (art. 130a), lo que la opinión pública concibió como el artículo de mordaza. De igual forma, los jesuitas fueron declarados ilegales en 1835 y 1869 en España, en 1848 en Suiza, en 1850 en Colombia, en 1868 en México, en 1872 en Alemania y en 1880 en Francia575. Durante los últimos decenios del siglo XIX, subieron cada vez más los socialdemócratas –que defendieron los intereses de la nueva clase obrera en la transformación a la sociedad industrial– al papel de los enemigos públicos de preferencia. En Alemania, se indica la polémica Ley contra los peligros públicos por las aspiraciones de la Socialdemocracia que suspendió, en 1878, casi todos los derechos fundamentales de la izquierda política. De tal manera, el Estado prohibió todas las organizaciones socialistas y las respectivas publicaciones, limitó la participación electoral, disolvió alrededor de 200 asociaciones de ellos, expulsó aproximadamente 900 agitadores de sus ciudades, controló las urbes principales con el pequeño estado de sitio, persiguió a un montón de periódicos y condenó a casi 1.500 personas a penas privativas de la libertad (hasta 1890). Dirigiendo la mirada al Reino de Italia, se detecta que el gobierno romano per573
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Siguió en 1833 el poeta FRITZ REUTER. Los prusianos fueron rehabilitados por la amnistía en la entronización de FEDERICO GUILLERMO IV en 1840. Comp. SCHMIDT, Strafrechtspflege, op. cit., pág. 332. Los más famosos fueron el jurista JACOB y el antropólogo WILHELM GRIMM, los Hermanos Grimm de los Cuentos de hadas. Véase DIETER BROSIUS, Niedersachsen, 4ª ed., Hamburgo, Ellert & R., 2013, pág. 152; FROTSCHER & P., Verf. geschichte, op. cit., págs. 141 y s; MICHAEL RÖMLING, Göttingen, Soest, Tertulla, 2012, págs. 184 y ss; KLAUS TENFELDE, “Menschenrechte in Deutschland bis 1918”, en FRANZ HUTTER & CARSTEN TESSMER (Eds.), Menschenrechte, Múnich, Beck, 1997, págs. 48-72, 55. Decreto neogranadino de expulsión de los jesuitas de 1850, en GO, de 21.5.1850; FROTSCHER & P., Verf. geschichte, op. cit., págs. 225 y ss; KÖLZ, Neuere CH Verf.geschichte, t. 2, op. cit., págs. 568-572; VORMBAUM, History Criminal Law, op. cit., págs. 132 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., pág. 896.
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siguió, a partir de 1889, a los socialistas, inclusive la legislación represiva de 1894 y las supresiones sangrientas de los movimientos rurales siciliano y lunigiana en el mismo año o la masacre militar de los manifestantes pacíficos de Milán en 1898. El jefe militar responsable de los cerca de 200 muertos de Milán, no fue castigado, sino que recibió de manos del Rey una medalla prestigiosa y un puesto en el Senado576. Fue diferente la cuarta estructura de persecución, pues mostró un enfoque más étnico de la consolidación intolerante del Estado Nación. Un ejemplo llamativo fue la anexión del Reino de las dos Sicilias por parte de Cerdeña-Piamonte bajo la nueva denominación Reino de Italia, donde estalló la Guerra de los Brigantes (1861-1868) con base en la resistencia guerrillera y asimétrica contra la invención e imposición de una nueva nación ahistórica. En esta primera verdadera guerra de guerrillas, el poder estatal aplicó medidas represivas muy violentas hasta el exterminio de la población masculina de municipios considerados sospechosos577. La opinión predominante en la ciencia ha evaluado críticamente los modos de actuación de los Estados europeos del largo siglo XIX frente a sus auténticos y supuestos enemigos públicos. El derecho antiterrorista no llevó a sociedades más pacíficas, sino a más violencia, con el Estado mismo como el modelo de la conflictividad intolerante. Además, el transcurso de la historia ha revelado a múltiples de los demagogos perseguidos como protagonistas del futuro, mientras que la protección del Estado era mirada con cierta sospecha por sus tendencias hostiles a los derechos humanos y fundamentales. B)
DELITOS POLÍTICOS: CASTIGAR O PERDONAR
Cabe destacar que los poderes legislativos del largo siglo XIX diseñaron la categoría del delito político, no sólo en el sentido de denominar así o de modo semejante un capítulo del respectivo código penal, sino introdujeron un tratamiento diferente de la criminalidad común. Como una orientación general, puede enunciarse que regímenes autocráticos tendieron a discriminar los delitos políticos como más graves, mientras regímenes liberales pretendieron privilegiarlos puesto que supusieron una motivación menos reprochable y más honorable del delincuente político. También fue relevante la percepción situacional de amenazas por enemigos públicos578. 576
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Gesetz gegen die gemeingefährlichen Bestrebungen der Sozialdemokratie, en RGBl., 1878, págs. 351 y ss; BEATE ALTHAMMER, Das Bismarckreich, Paderborn, Schöningh, 2009, pág. 145; HARTMANN, Majestätsbeleidigung, op. cit., págs 100 y ss; FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 231 y ss; VORMBAUM, A Modern History of Criminal Law, op. cit., págs. 134 y s; WEHLER, The German Empire, op. cit., pág. 102; RUDOLF LILL, “Integrationspolitik oder Imperialismus?” en ÍD. & A., Kl. italienische Geschichte, op. cit., págs. 325-370, 336; FENSKE, Verf.staat, op. cit., pág. 344; WOLLER, Italien, op. cit., págs. 31 y ss. ALTGELD, Risorgimento, op. cit., págs. 315 y ss; HOBSBAWM, Rebeldes primitivos, op. cit.; ALDO DE JACO, Briganti e piemontesi, Nápoles, Rocco Curto, 1998. SÁNCHEZ T., La vigencia del delito político, op. cit., págs. 489 y ss, 504.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
En la Europa de las monarquías autocráticas modernas del largo siglo XIX, predominó la estatalidad intransigente, que concluyó la desvalorización del delincuente político, que había empezado en la Edad media con la idea del guerrero valiente, pasando por el rebelde ambiguo del siglo XVI, para terminar ahora con la estigmatización del delincuente más reprochable que el criminal común. Entre los más rígidos, se detecta el Reino de Gran Bretaña que ejecutó varios dirigentes rebeldes: en 1803, a los irlandeses ROBERT EMMET y THOMAS RUSSELL; en 1820, a los escoses JOHN BAIRD y ANDREW HARDIE; en 1839, a los canadienses CHEVALIER DE LORIMIER y CHARLES HINDELANG; y en 1916, murieron fusilados los 15 líderes del Alzamiento de Pascua en Irlanda. Para ‘pacificar’ esta última sublevación étnica, se usaron armas de guerra pesadas que transformaron el centro de la ciudad de Dublín en un campo de ruinas579. De igual forma, el Estado líder de la Federación Germánica, el Imperio Austríaco, dejó ejecutar a los dirigentes de la revolución vienesa en 1848, entre ellos el jefe de la fracción democrática en la Asamblea Nacional Alemana de Fráncfort del Meno, el publicista ROBERT BLUM, bajo la violación de su inmunidad parlamentaria580. En los ejemplos planteados, la diferencia estamental, social y a veces étnica, estableció típicamente una percepción de distancia que evitó la solidaridad de una sola clase política y, de tal manera, el tratamiento privilegiado. No obstante, en la segunda mitad del siglo XIX, varios Estados europeos aplicaron, en los delitos políticos, el castigo especial del arresto en fortaleza como un modo de privación de libertad que fue considerado honorable. 1848: DEL PARLAMENTO LIBERAL REBELDE AL FUSILAMIENTO
Img. 53-54: El camino de ROBERT BLUM: en 1848, fue líder democrático en la Asamblea Nacional Alemana de Fráncfort del Meno y, poco después, fue ejecutado por la justicia militar austríaca581
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BARTLETT, Ireland, A History, op. cit., págs. 379 y ss. HELLFELD, Das lange 19. Jh., op. cit., pág. 143. De LUDWIG VON ELLIOTT (1848) y CARL CONSTANTIN HEINRICH STEFFECK (1849).
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En contraste, varios Estados republicanos del alto liberalismo de la mitad del siglo XIX adoptaron la perspectiva privilegiada y abolieron la pena capital para los delitos políticos. En primer lugar, se cita a Suiza con el artículo 54 de su constitución federal de 1848582. En Iberoamérica, pueden añadirse la Ley neogranadina aboliendo la pena de muerte i eterna en delitos políticos de 1849583, la carta mexicana de 1857 (art. 23) y la constitución peruana de 1860 (art. 16). De tal manera, el republicanismo liberal aspiró ser el modelo creíble de la no venganza dentro de la clase política. Para ilustrar las tensiones entre el ideal de la no venganza y los instintos del vencedor que busca amplificar ritualmente su victoria, se considera ilustrativo echar una mirada al proceso penal político más famoso del siglo XIX americano, que se dio en México: después de que el gobierno de BENITO JUÁREZ había defendido exitosamente la constitución liberal de 1857 durante un decenio de la guerra civil, en 1867, un tribunal militar condenó a muerte a MAXIMILIANO de Habsburgo, quien había sido
Img. 55: Un proceso penal político del siglo XIX: la ejecución del Emperador MAXIMILIANO de México y de sus generales como rebeldes (1867)584
traído al país en calidad de ‘Emperador’ por la oposición conservadora, declarándole responsable de delitos contra la independencia y seguridad de la nación, el orden y la paz pública, el derecho de gentes y las garantías individuales. En este juicio, se legitimaron las atribuciones de la justicia excepcional militar por un decreto de estado de sitio, establecido conforme a la constitución. Lo más llamativo es que se declaró in582
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Art. 54 de la Bundesverf. der Schweizer. Eidgenossenschaft de 1848, op. cit. De igual forma, pueden citarse las constituciones –fracasadas– de la revolución europea de 1848, p. ej. el art. 5 de la Constitution de la Rép. française de 1848, ed. por CAPORAL, Constitutional documents of France, op. cit., págs. 213-223. Ley aboliendo la pena de muerte i eterna en delitos políticos de 1849, en JOSÉ A. DE PLAZA (Ed.), Apéndice a la recopilación de leyes de la Nueva Granada, 1845-49, Neo Granadino, 1850, pág. 109. EDOUARD MANET, Exécution de l’Empereur Maximilien du Mexique, óleo sobre tela, 1868/1869.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
aplicable la disposición de la carta en la que se proscribía la pena de muerte para delitos políticos, a pesar de que los únicos delitos imaginables del hermano del Emperador austríaco habían mostrado un perfil plenamente político. El tribunal argumentó que la actuación de MAXIMILIANO encajaba en una excepción establecida en la constitución para el “traidor a la patria en la guerra extranjera” (art. 23), teniendo en cuenta que aquel había recibido la ayuda militar de los Estados europeos de Francia y Austria, a pesar de las dificultades de imaginarse un austríaco como traidor de una patria llamada México. Esta argumentación jurídica no fue ni necesaria ni elegante, pero se inspiró seguramente en el escalado bélico. En particular, la sentencia de muerte de 1867 demostró que los defensores del alto liberalismo tampoco se abstuvieron de sacrificar el núcleo de su ética iusfundamental oficial en nombre de su defensa585. Por eso, dicha condena demostró que fue más sabio abolir la pena de muerte por completo para prevenir argumentaciones abusivas. Este nivel de des-violentización se alcanzó en las constituciones santandereana de 1857, colombiana de 1863 (art. 15 núm. 1) y venezolana de 1864 (art. 14 núm. 1) en el papel de los pioneros del mundo, además en dos momentos breves en el Perú, en 1856 y 1867586. De todas maneras, el Código penal colombiano de 1873 materializó el concepto del castigo liberal, configurando el delito político privilegiado por definir la pena máxima para líderes rebeldes como seis años de expulsión como una especie de amnistía abstracta587. Los debates de entonces fueron acompañados por la oscilación entre la tendencia de castigar a los delincuentes políticos y la variante opuesta de perdonar. Las amnistías generales e indultos concretos, fueron una antigua facultad de los monarcas, relacionada con su papel anterior como jueces supremos. Llama la atención que las monarquías autocráticas modernas de Europa combinaran su intransigencia general con una tendencia generosa en este sentido, por ejemplo el Reino de Prusia en las entronizaciones de los nuevos monarcas en 1840 y 1861 cuando se reintegraron tanto a los demagogos liberales condenados en la década de 1820 como a los revolucionarios liberales de 1848, de modo que un montón de intelectuales pudo regresar de sus exilios en el exterior588. Entre los demás ejemplos de amnistías de pacificación, se descubren la otorgada por parte del Reino de Dinamarca a los rebeldes de Schleswig y Holstein en 1851/ 585
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REP. MEXICANA, Querétaro 1867, Causa de F. Maximiliano de Hapsburgo, México, Villanueva, 1868. Véase: PATRICIA GALEANA, “La ecuanimidad en el juicio”, en JORGE MAGALLÓN, Proceso y ejecución vs. F. Maximiliano de Habsburgo, México, UNAM, 2005, págs. XIII-XXI; RICARDO GARCÍA, La constitución de 1857 y las leyes de reforma, México, Económica, 1906, págs. 38 y ss; HERNÁNDEZ, México, op. cit., págs. 220 y ss; MAGALLÓN I., Proceso y ejecución vs. F. Maximiliano de Habsburgo, op. cit., págs. 357-630. Art. 16 CP 1856 y art. 15 CP de 1867; MARQUARDT, Historia const. comparada, op. cit., págs. 191 y ss. Art. 181 del Código penal de los EU de Colombia de 1873, op. cit. En 1861/1862 regresaron, entre otros: el vicepresidente de la Asamblea Nacional de 1848 W. LOEWE (exilio en EE.UU.), el escritor O. RUPIUS (exilio en EE.UU.), el economista H. BETA (exilio en Londres), el parlamentario de 1848 L. BUCHER (exilio en Londres), el filosofo M. HESS (exilio en París), el editor E. WELLER (exilio en Suiza), el socialista W. LIEBKNECHT (exilio en Londres), etc.
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1852, la concedida por los EE.UU. en 1868 a los rebeldes del sur después de la Guerra de Secesión y la conferida por parte del Imperio Británico en la Paz de Vereeniging de 1902 a los colonos de origen holandés después de la Guerra de los Bóeres en Sudáfrica. Ante las voces de la actualidad que estigmatizan las amnistías e indultos como impunidad, cuando justifican con connotaciones neo-arcaicas una sed de venganza de ‘las víctimas’ que el Estado debe imponer, vale la pena indicar la consistencia con la psicología de la paz: reconciliar, perdonar, olvidar y reintegrar son patrones de una cultura de la paz positiva con mejores opciones de éxito que castigar mecánicamente y provocar, de tal manera, nuevos vengadores de supuestas injusticias sufridas. Si seguidores de una ética política deben desaprender comportamientos agresivos, se considera prometedor educarlos mediante el modelo creíble de la no venganza. C)
EL DERECHO PENAL Y POLICIAL DEL ENEMIGO EN EL SIGLO XX
El siglo XX prolongó las políticas del enemigo público. Por ejemplo, en la primera república alemana de 1919, las cortes de justicia brillaron por la impunidad frente a la delincuencia política de la derecha –así, en el juicio polémico sobre la ejecución extralegal de los líderes socialistas ROSA LUXEMBURG y KARL LIEBKNECHT (1919)–. Se ha reconstruido que los juzgados, de 1918 a 1921, condenaron por 13 asesinatos políticos de autores de la izquierda a ocho penas de muerte y 176 años y diez meses de prisión, mientras los 314 asesinatos políticos de delincuentes de la derecha no recibieron ninguna pena de muerte, sólo una pena de por vida y 31 años de prisión589. No sorprende que el derecho antiterrorista fuera radicalizado en regímenes autocráticos, como la dictadura nacionalsocialista (1933-1945), hacia el terror estatal. Ya el Decreto presidencial para la protección del pueblo y del Estado de 1933, amplió la esfera de la pena de muerte a múltiples delitos. Luego se promulgaron normas ejecutivas como el Decreto-ley sobre la pena de muerte retroactiva de 1933 para poder ejecutar al supuesto terrorista responsable del incendio del Reichstag, el Decreto-ley sobre los delincuentes habituales peligrosos de 1933 que introdujo la bidimensionalidad criminal entre las penas y el internamiento preventivo, el Decreto-ley contra ataques verbales pérfidos al Estado y partido de 1934 que criminalizó toda expresión de opiniones críticas contra el régimen, así como las reformas penales de 1934, 1935, 1939, 1941 y 1943. Las características principales de las mismas, pueden resumirse en la extensión de los comportamientos vistos como reprochables, el control penal de opiniones y convicciones, la extensión de la aplicación de la pena de muerte –posibilitando aproximadamente 16 mil ejecuciones–, la
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HEINRICH HANNOVER et al., Polit. Justiz 1918-1933, Fráncfort, Fischer, 1966, pág. 18; RALPH ANGERMUND, Dt. Richterschaft 1919-1945, Fráncfort, Fischer, 1990, págs. 31 y ss; KLAUS SCHÖNEHOVEN, “Republik ohne Rechtsschutz”, en HUTTER & T., Menschenrechte, op. cit., págs. 73-88; WESEL, Geschichte des Rechts F/ G, op. cit., págs. 479y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
ampliación de las competencias de la fiscalía, la reducción del formalismo procesal y la deconstrucción de las garantías penales. Precisamente, la Alemania nacionalsocialista negó la presunción de inocencia y el principio nullum crimen, nulla poena sine lege en beneficio de nullum crimen sine poena. De modo consecuente, se eliminó las prohibiciones penales de la retroactividad y analogía. A partir de la reforma de 1935, el § 2 del Código Penal posibilitó castigar con base en la mera “idea general de una ley penal y de la opinión pública sana”. Además, la autocracia republicana amplió la finalidad del castigo público, basado en la prevención general, por el concepto absoluto de la expiación al estilo del principio neo-kantiano del talión estatalizado y, más tarde, por la higiene popular contra supuestos parásitos del pueblo. En cuanto a los delitos políticos, puede constatarse una orientación en la dicotomía schmittiana de amigo y enemigo, lo cual justificó un derecho penal del enemigo enfocado a la neutralización y destrucción del mismo. Todavía el juez penal dispuso de normas escritas detalladas que generaron la impresión de actuar dentro del marco acostumbrado del derecho positivizado del Estado codificador, pero los contenidos de las reformas no fueron iuspositivistas en el sentido de la predeterminación exacta del juez, sino que ocurrió una desestructuración y flexibilización del derecho penal que abrió amplios espacios para tomar casi cualquier decisión según evaluaciones políticas y, a veces, meramente sádicas. Es evidente que el derecho penal político fue aplicado de modo selectivo para perseguir a los oponentes de la izquierda, especialmente a los ex miembros de los Partidos Socialdemócrata y Comunista, aunque ninguna ley formal estipuló que las respectivas opiniones políticas eran el núcleo de la alta traición terrorista. A partir de la Ordenanza contra parásitos del pueblo de 1939, se legalizó la arbitrariedad penal, pues esta norma permitió tado aceleración procesal e interpretó la situación de guerra como suficiente para cualquier agravación de la pena. De modo complementario, la dictadura de HITLER modificó el perfil del derecho de policía, entre otros, por la unificación con las tropas paramilitares del partido nazi, las Schutzstaffeln –SS– (1936). Además, a través de los tres Decretos-leyes sobre la policía secreta del Estado (Gestapo) de 1933 a 1936 los agentes fueron liberados de toda limitación normativa y, además, del control de la justicia administrativa, de modo que la Gestapo pudo actuar como un instrumento del terror estatal. Entre otros, fue declarada competente para ordenar la detención de protección, un instrumento policial proveniente del derecho del Reino de Prusia que había sido introducido para contener la revolución liberal de 1848 mediante arrestos preventivos sin sospecha concreta y fuera del control de los jueces. De tal manera, la policía política pudo dirigir sus enemigos públicos a campos de internamiento –llamados campos de concentración– más allá del sistema republicano de prisiones y con el estatus de distritos de un derecho propio, bajo un régimen disciplinario duro que previó ejecuciones por meros discursos, gritos o el
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rechazo del trabajo forzoso590. Bajo estas condiciones, la policía secreta del Estado reactivó, sin autorización normativa, la tortura de investigación, abolida en Prusia a partir de 1740 en el papel del pionero mundial, aplicando el método interrogatorio intensificado a sospechosos de delitos políticos para concebir informaciones591. Al estilo de una síntesis, se ha hablado del ius barbarum penal y policial592. El mismo fue calificado, después de la caída militar del régimen nazi, por parte del filósofo del derecho GUSTAV RADBRUCH, en 1946, como injusticia legal593. Sin embargo, hasta 1939, la violencia persecutora quedó dentro del patrón que se observa también en otras dictaduras modernas, con un nivel sólo gradualmente por encima de las monarquías autocráticas modernas acostumbradas, es decir, las grandes matanzas empezaron en la violentización de la Segunda Guerra Mundial. No debe subestimarse los patrones comunes y continuidades en el derecho occidental dedicado a la protección del Estado a lo largo de los siglos XIX a XXI hasta el derecho antiterrorista de hoy. Esta perspectiva deja aparecer el ius barbarum nazi más como una radicalización de varias tendencias generales –y no como una antítesis o ruptura de las mismas–. D)
LA TENTACIÓN DE LA SOBERANÍA Y EL LADO OSCURO DEL ESTADO CRIMINAL
Cabe destacar que ya los inicios de la tercera transformación básica se marcaron por una violencia estatal sin ejemplo contra la propia población. El Estado de la Revolución francesa no sólo promulgó declaraciones de derechos del hombre con un sonido bonito, sino impuso las verdades absolutas de su nuevo modelo liberal mediante la persecución sangrienta de toda oposición: especialmente en 1793 y 1794, se ejecutaron alrededor de 16 mil penas de muerte, predominantemente por delitos de opinión contra el espíritu revolucionario. De modo paralelo, se suprimió la contrarrevolución de
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En contra de un cliché popularizado, la ciencia diferencia los campos de concentración a partir de 1933 de los campos de exterminio de la guerra: en los primeros, la mayoría de los detenidos sobrevivió (aprox. el 80%), mientras en los últimos, casi todos murieron. En detalle: BERND MARQUARDT, “Los jueces del Estado anti-constitucional”, en revista PJ, núm. 41, Bogotá, UNAL, 2015, págs. 15-82, 36 y ss; ÍD, “La justicia y el derecho en la injusticia”, en ÍD., El Estado constitucional de los valores, op. cit., págs. 23-140, 52 y ss. Además: ANGERMUND, Dt. Richterschaft, op. cit., págs. 158 y ss; FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 326 y ss, 333 y ss; INGO MÜLLER, Furchtbare Juristen, nueva ed., Berlín, Tiamat, 2014 (trad. en español de 2009), págs. 144 y ss, 225 y ss; SCHMIDT, Strafrechtsgeschichte, op. cit., págs. 269, 430 y ss, 434, 436 y ss, 443; VORMBAUM, A Modern History of Criminal Law, op. cit., págs. 172-207; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., págs. 630 y s, 906; WESEL, Geschichte des Rechts, F/ G, op. cit., págs. 490, 497, 499. Según el título de HANS-G. HERMANN et al. (Eds.), Von den Leges Barbarorum bis zum ius barbarum des Nationalsozialismus, Colonia, Böhlau, 2008. GUSTAV RADBRUCH, “Gesetzliches Unrecht und übergesetzliches Recht”, en revista Süddeutsche Juristenzeitung, t. 1, Tübingen, Mohr, 1946, págs. 105-108.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
los campesinos del Vendée mediante un democidio que eliminó cerca del 15% de la población zonal, incluyendo medidas excesivas como el ahogamiento masivo de Nantes594.
Img. 56: La terreur del Estado de la revolución francesa de 1793: el ahogamiento masivo de los campesinos contrarrevolucionarios en el Loire595
En busca de la época más abusiva del poder estatal en los cinco milenios de su historia general, no hay grandes dudas de que los tres decenios y medio posteriores a las revoluciones anti-imperiales y sociales a partir de 1917, fueron los más excesivos, con las nuevas autocracias republicanas, ideologizadas e industrializadas en el papel de los actores más prominentes. A veces, el concepto de la soberanía ilimitada se convirtió en pura energía criminal y la máquina estatal fue usada sin escrúpulos, provocando un número de víctimas hasta entonces inconcebible. No era tan difícil aprovecharse de la maquinaria del Estado administrativo y judicial; por ejemplo, en la Alemania nacionalsocialista (1933-1945) se permitía que los funcionarios públicos que ejecutaban las órdenes y expectativas, conservaran la imagen general de actuar bajo un legalismo formal, de conformidad con el estilo general acostumbrado, lo que se complementaba por una especie de iusnaturalismo ideológico que definió cuatro nuevas fuentes supremas del derecho por encima de toda ley positiva: el programa del partido único, la percepción mundial nacionalsocialista, el sentimiento popular sano y la voluntad del caudillo. Esto abría cada vez más el camino a disolver el derecho en la política, transformando el Estado de Derecho en su contrario, el Estado antijurídico596. 594
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GUENIFFEY, La Politique de la Terreur, op. cit.; WINFRIED SCHULZE, “Die Zahl der Opfer der Französischen Revolution”, en revista GWU, núm. 59, Seelze, Friedrich, 2008, págs. 140-152; SECHER, Le génocide franco-français, op. cit.; JOHANNES WETZEL, “Die dunkle Seite der Revolution”, en Die Welt, de 2.7.2008, http://www.welt.de/welt_print/article2168373/Die-dunkle-Seite-der-Revolution.html (5.1.2018). De 1816 de JEAN DUPLESSIS-B. (1747-1818) y SAMUEL GYSIN (1786-1844). Comp. MARQUARDT, Los jueces del Estado anti-constitucional, op. cit., págs. 45 y ss; BERND RÜTHERS, Die unbegrenzte Auslegung, 7a ed., Tübingen, Mohr Siebeck, 2012, págs. 91 y ss, 101 y ss, 175 y ss; ÍD., Entartetes Recht, 2a ed., Múnich, Beck, 1989, págs. 19 y ss; MICHAEL STOLLEIS, The Law under the Swastika, Chicago, Univ. Press, 1998 (título original en alemán de 1994); MANFRED WALTHER, “Hat der juristische Positivismus die dt. Juristen wehrlos gemacht?” en revista Kritische Justiz, núm. 21, Baden Baden, Nomos, 1988, págs. 263-280; WESEL, Geschichte des Rechts, F/ G, op. cit., págs. 493-506; FABIAN WITTRECK, Nat.soz. Rechtslehre und Naturrecht, Tübingen, Mohr Siebeck, 2008, págs. 1 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
Como el denominador común de los abusos de 1917 a 1950, puede indicarse la violencia transformadora para acelerar o frenar elementos de la gran transformación según ideologías intolerantes. Los excesos más grandes de la violencia estatal, se detectan en las fases picos de las grandes guerras internacionales de 1917 a 1918 y de 1941 a 1945 y, lo que se subestima a veces, también en las respectivas posguerras de 1918 a 1923 y de 1945 a 1950597, a lo que se suman otras constelaciones del Estado y contra-Estado como partidos de una guerra civil, por ejemplo la española de 1936 a 1939. La forma más masiva de la violencia estatal fue el democidio, incluyendo sus formas no mortales de la expulsión, deportación y presión a la emigración. Según el cálculo del politólogo estadounidense RUDOLPH J. RUMMEL, causaron en el siglo XX aproximadamente 170 millones de víctimas598. Hay que distinguir cuatro formas básicas que, a veces, se combinaron: los etnocidios en beneficio de la homogeneización nacionalista, los biocidios en beneficio de la pureza genética y/o civilizadora de tipo euro-racista, los politicidios para eliminar ramas políticas e ideológicas indeseadas y los clascidos para exterminar clases y élites indeseadas. Respecto a los etnocidios, se señalan todos los casos discutidos en el capítulo sobre el Estado Nación, con la zona principal en el este de la línea Stettin-Trieste; en cuanto a los biocidios, el ejemplo primordial fue el judeocidio contra los hebreos europeos en el marco de la biopolítica de la Alemania nacionalsocialista y sus gobiernos cómplices entre Francia y Rumania, efectuado de 1941 a 1945 en el marco de la conquista de Europa por el Eje fascista, con cálculos de alrededor de 5,6 millones de asesinados de la fe mosaica599; como politicidios, se indican la persecución de los monarquistas, liberales y comunistas no-estalinistas en la Rusia del dictador IÓSIF STALIN (1922/19271953)600, la persecución de los socialdemócratas y comunistas en la Alemania nacionalsocialista o la persecución de los fascistas en casi toda la Europa en los años después de la derrota del Eje601; y en la categoría de los clascidos contra antiguas élites nobles y 597 598 599
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Detallado: KEITH LOWE, Savage Continent, Londres, Penguin Books, 2013. El término democidio es más amplio que genocidio; RUMMEL, Death by Government, op. cit., pág. 1. Comp. ASMUSS, Holocaust, op. cit., pág. 105; BAUMAN, Modernity and the Holocaust, op. cit.; BENZ, A Concise History of the 3rd Reich, op. cit., págs 213 y ss; ÍD., The Holocaust, op. cit.; BRENNER, A Short History of the Jews, op. cit., págs. 319 y ss; FRIEDLÄNDER, ¿Por qué el holocausto? op. cit.; GERLACH, The Extermination, op. cit.; HILBERG, La destrucción de los judíos europeos, op. cit.; MANN, The Dark Side of Democracy, op. cit., págs. 180-278; MARQUARDT, Ius contra bellum, op. cit., págs. 256 y ss; MOMMSEN, Das NS-Regime und die Auslöschung des Judentums, op. cit.; NAIMARK, Fires of Hatred, op. cit., págs. 57 y ss; SNYDER, Tierras de sangre, op. cit., págs. 229 y ss; THER, The Dark Side of Nation-States, op. cit., págs. 129 y ss. HOBSBAWM, Historia del siglo XX, op. cit., págs. 390 y ss. Véase tb.: JÖRG BABEROWSKI, Verbrannte Erde, 3a ed., Múnich, Beck, 2012 (trad. en inglés de 2016), págs. 172 y ss, 212 y ss, 317 y ss; ROBERT SERVICE, History of Modern Russia, Harvard, Univ. Press, 2005, págs. 210 y ss. Casos y cifras en IAN KERSHAW, Descenso a los infiernos, Europa 1914-1949, Barcelona, Crítica, 2016 (título original en inglés de 2015); cap. 10; WOLLER, Geschichte Italiens, op. cit., págs. 217; CALIC, Geschichte Jugoslawiens, op. cit., pág. 173; RUMMEL, Death by Government, op. cit., págs. 340 y ss; KAPPELER, Geschichte der Ukraine, op. cit., págs. 224 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
burgueses, se indica como el ejemplo principal la Rusia soviética, pero también todos los nuevos Estados de Europa oriental donde también el perfil étnico de las ex élites fue indeseado. Se estima que, en la combinación de varios modos de persecución, el estalinismo fue el gobierno más mortal. Es metodológicamente difícil reconstruir la dimensión cuantitativa de las víctimas, ocultada intencionalmente en aquel tiempo, pero la bibliografía especializada parte de 10 a 42 millones de muertos602.
Img. 57-58: El Estado burocrático criminal: de 1941 a 1945, el Imperio Alemán exterminó aprox. 5,6 millones de judíos. A la izquierda, se ve un protocolo administrativo de 1942, que proyectó la llamada solución final para 11 millones de europeos de una religión específica, diferenciados detalladamente por países; arriba, el crematorio del campo de exterminio industrial de Auschwitz603
De igual forma, hay que apuntar la violencia estatal contra la población civil de Estados enemigos en las guerras internacionales. Mientras en los años de paz de 1933 a 1939, la violencia de la Alemania nacionalsocialista no había sobrepasado el promedio de la violencia dictatorial, se inició en 1941 el judeocidio, del cual el 96,5% de las víctimas se originó fuera de Alemania misma. Además, se indica la guerra nuclear que dirigieron los Estados Unidos, en 1945, contra la población civil urbana de Japón para vencer rápidamente por la intimidación del enemigo a través de una brutalidad máxima, lo que representó la masacre particular más grande de la historia mundial, pues pulverizó dos ciudades industriales y causó aproximadamente 200 mil víctimas en dos breves momentos604. Aún más sistemático fue el urbanicidio bélico de las ciudades del Imperio Alemán, pues las fuerzas aéreas británicas y estadounidenses destruyeron, entre 1940 y 1945, casi todas las ciudades grandes y medias del Estado enemigo, en total por lo menos 160 urbes en grados hasta el 99%, bajo el uso de bombas incendiarias para quemar las casas con sus habitantes –en este momento, mujeres, niños y 602 603 604
NOLTE, Russland, op. cit., págs. 230 y ss; RUMMEL, Death by Government, op. cit., págs. 4, 8, 79 y ss. Img. 57: Del Protocolo de Wannsee de 20.1.1942; img. 58: del pintor francés DAVID OLÉRE de 1946. El bombardeo de Tokio con armas ‘convencionales’ llevó también a aprox. 100 mil muertos y una capital devastada; FLORIAN COULMAS, Hiroshima, Múnich, Beck, 2005, págs. 23 y ss, 98 y ss; YUKI TANAKA & MARILYN YOUNG, Bombing Civilians, Nueva York, New Press, 2009, págs. 97 y ss.
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ancianos– en tormentas ígneas, con tendencias adicionales a un culturicidio en vista del enfoque en eliminar para siempre los centros históricos605. EL URBANICIDO BÉLICO DE LA ERA INDUSTRIAL
El soberanismo del Estado industrial sin límites: la guerra nuclear del Presidente estadounidense HARRY S. TRUMAN contra la población civil de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en Japón en 1945
Culturicidio estatal: catedral medieval alemana devastada por la fuerza aérea británica en 1945. La de Minden en la foto, construida de 952 a 1290, tuvo el destino común con las de Breslau, Halberstadt, Hildesheim, Königsberg, Lübeck, Münster, Paderborn, Viena y Wurzburgo, mientras los alemanes destruyeron la inglesa en Coventry y los rusos la polaca en Gniezno
Img. 59-60606
Tampoco repúblicas con largas tradiciones constitucionales se abstuvieron de usar medios del terror interno. En la democracia tradicional de Colombia, establecida desde hace casi 130 años, el autogolpe de Estado de 1949, llevado a cabo por el Presidente conservador MARIANO OSPINA, inició una ola dura de persecuciones de la ex mayoría social-liberal del Congreso que él había cerrado inconstitucionalmente, movilizando las fuerzas oficiales y varias escuadrones paramilitares para torturar y matar a los seguidores de la oposición. Estimulado por las tensiones de la gran transformación a la sociedad industrial y por la ideología antisocialista de los inicios de la Guerra Fría, el
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Véase Area Bombing Directive británica de 1942, General Directive 5, S. 46368/ D.C.A.S. y STEPHAN BURGDORFF et al., Als Feuer vom Himmel fiel, Bonn, BPB, 2004, págs. 12 y ss; ANTHONY C. GRAYLING, Among the Dead Cities, nueva ed., Londres, Bloomsbury, 2014; RICHARD BESSEL, “The War to end all Wars”, en ALF LÜDTKE & BERND WEISBROD (Eds.), No Man’s Land of Violence, Göttingen, Wallstein, 2006, págs. 69-100, 74 y s; JÖRG FRIEDRICH, The Fire, Nueva York, Columbia Univ. Press, 2006 (título original en alemán de 2002); NIALL FERGUSON, The War of the World, Londres, Penguin, 2007, págs. 562 y ss; RICHARD OVERY, The Bombing War, Londres, Penguin, 2013, cap. 6-7, 10; TANAKA & Y., Bombing Civilians, op. cit., págs. 30 y ss. Comp.: “Il est interdit d’attaquer ou de bom-barder, par quelque moyen que ce soit, des villes, villages, habitations ou bâtiments qui ne sont pas défendus”; art. 25 de la Convention (IV) de la Haye concernant les lois et coutumes de la guerre sur terre de 1907, ed. por CRUZ ROJA, https://ihl-databases.icrc.org/applic/ihl/ihl-search.nsf/content.xsp (5.1.2018). Img. 59: Atomic Cloud rising over Nagasaki, 9.8.1945, ed. por NATIONAL ARCHIVES, https://catalog.archives.gov/id/535795 (5.1.2018); img. 60: de 1948, lugar: Kommunalarchiv Minden.
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conflicto interno nombrado La Violencia (1949-1953) costó entre 150 mil y 300 mil vidas607. Mientras los autores positivistas de finales del siglo XIX habían negado la posibilidad de un Estado criminal, las experiencias traumáticas de 1917 a 1950 la comprobaron insistentemente. No obstante, el tema continuó siendo sensible. Todos los casos aludidos han mostrado dificultades en el manejo social-psicológico del pasado, con ocultamientos, silencios, hojas de vida limpiadas, apologías, imputaciones, sentimientos de vergüenza y suicidios608. En particular, se advierte de intentos de compensar seudo-matemáticamente las cifras de las víctimas o de descontextualizar por hipótesis de supuestas singularidades, pues todas fueron víctimas del mismo tipo de actor: el Estado moderno. Cabe anotar que la reconstrucción cuantitativa de las víctimas nunca puede ser exacta, pues en vista de la escasez de las fuentes sin confirmación doble, se trata más de aproximaciones, convenciones y plausibilidades609. Pero nada sería más equivoco que invocar la inocencia del Estado moderno según la garantía penal in dubio pro reo. De todos modos, el fenómeno del siglo XX de Estados que asesinaron, lesionaron, secuestraron, expulsaron y robaron en masa, no es explicable unidimensionalmente. Por lo menos once factores resultan necesarios para su comprensión. Primero, cabe acentuar la santificación del carácter absoluto de la soberanía del poder estatal, de modo que la orden estatal de matar fue cumplida con la misma precisión y rutina como otras órdenes estatales de matar, por ejemplo al soldado extranjero en las campañas militares, pues el origen en el Estado divinizado llevó a la creencia y certeza de actuar en nombre de lo bueno y necesario, confiando en la delegación del derecho y deber para matar por la autoridad máxima existente. El marco jurídico-administrativo tenía el efecto de que los funcionarios, jueces y soldados involucrados se autoestimaban como legitimados y obligados y no tenían dudas de pertenecer a la sociedad de los dignos y honorables610, pues la gran maquinaria anónima absorbía anticipadamente todo posible sentimiento de culpabilidad de sus ruedecitas y liberó así la “banalidad del mal”611 en personas sin peculiaridades psicológicas. En este ámbito, ningún lector debería partir cómodamente de la conciencia tranquila de ser con evidencia persona mejor: si el Estado como tal –y no sólo un superior anormal– ordena ¡matarás!, especialmente en el marco de conflictos percibidos como existenciales, hay una probabilidad alta que la mayor parte de los ciudadanos va a obedecer. Donde lo jurídico 607
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GERMÁN GUZMÁN C. et al., La Violencia en Colombia, 2 t., 3ª ed., Bogotá, Taurus, 2016; MARQUARDT, Historia const. comparada, op. cit., págs. 459 y ss, 473 y ss; OROZCO, Combatientes, op. cit., págs. 136-141; ROLL, Siglo de ambigüedad, op. cit., págs. 152 y ss; SAFFORD & P., Colombia, op. cit., págs. 629 y ss. ULRIKE JUREIT & CHRISTIAN SCHNEIDER, Gefühlte Opfer, Bonn, BPB, 2010, págs 17 y ss, 105 y ss. Sobre los problemas de reconstrucción: HOBSBAWM, Historia del siglo XX, op. cit., pág. 392. RAPHAEL GROSS, Anständig geblieben, Bonn, BPB, 2010, págs. 7 y ss, 37 y ss, 69 y ss, 237 y ss. HANNAH ARENDT, Eichmann en Jerusalén, Barcelona, Lumen, 1999 (título original en inglés de 1963).
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organizado no limita la violencia, sino promueve la misma, el hijo o padre más atento, cariñoso y culto, puede convertirse en la antítesis de su autoimagen civil. Segundo, ningún gobierno mortal –incluyendo HITLER o STALIN– actuaba con una consciencia de ilicitud, sino que se percibía a sí mismo como luchando en nombre de valores superiores. Tercero, la competencia tri-ideológica entre el liberalismo, el comunismo y el fascismo ganaba, por lo menos entre 1917 y 1950, un perfil secular-religioso al estilo de un combate final sobre la materialización de la única verdad absoluta. En ello, se articulaban dos axiomas transformadores de la Ilustración misma, a saber, la creencia progresista en una misión humana de crear un futuro dorado, así como la visión universalista de un deber a imponer los ‘verdaderos’ valores de modo intransigente, lo que hacía justificable eliminar cada interés particular, divergente y enfrenador. Cuarto, los conceptos del nacionalismo, racismo y clasismo posibilitaban la estigmatización de partes del pueblo como inferior, marginal, desleal y enemigo interno. Quinto, jugaban un papel los efectos de la gran transformación en la psique humana y social, pues llevaron a profundas confusiones, deformaciones, alienaciones y pérdidas de valores sin poder anclar y estabilizar con la misma velocidad los nuevos valores. Sexto, eran decisivas la burocracia y tecnología industrial, que abrían nuevas dimensiones de una eficiencia mortal y que simultáneamente distanciaban y anonimizaban la relación de percepción entre victimario y víctima. Séptimo, el Estado criminal se basaba muchas veces en nuevas élites que habían ascendido rápidamente desde las clases bajas hacía el núcleo de poder, sin haber interiorizado la moderación típica de una élite gubernamental establecida. Octavo, donde perduraron antiguas élites gubernamentales –por ejemplo en los estamentos jurídico y militar– se trató de personas con una socialización en los sistemas monárquicos del largo siglo XIX que miraron con más simpatía a la autocracia que a la democracia. Noveno, el Estado podía conseguir el consenso y la lealtad del pueblo propio por subsidios de bienestar en dimensiones hasta entonces desconocidas612. Decimo, el paso a la guerra nacional con ejércitos populares contribuía a identificar como enemigo externo no sólo a las fuerzas armadas del Estado vecino, sino a su pueblo completo. Undécimo, algunos gobiernos complices participaron por meros cálculos de una política exterior benevolente a su hegemón, así varios gobiernos europeos en el judeocidio. Todo lo descrito retomaba y re-mezclaba los elementos claves del nuevo modelo de Estado soberanizado, acumulando los respectivos superlativos al estilo del Estado total613. Sin embargo, en la retrospección de las generaciones posteriores a 1950, quedó la imagen insistente de que el Estado padre podía degenerarse hasta el criminal más cruel, capaz de hacer todo lo abominable que su propia ley penal evaluaba éticamente reprochable. 612 613
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GÖTZ ALY, La utopía nazi, 2ª ed., Barcelona, Crítica, 2008 (título alemán de 2005), págs. 51 y ss. Comp. p. ej. ERNST FORSTHOFF, Der totale Staat, Hamburgo, HVA, 1933.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
8. EL ESTADO MILITARIZADO EN EL RÉGIMEN INTERNACIONAL DE LA ANARQUÍA DE LA SOBERANÍA (1772-1945) El octavo subcapítulo aspira profundizar lo indicado en el capítulo III.A, es decir, la radicalización de la soberanía externa de los Estados occidentales hasta el sistema de la anarquía de la soberanía, llevado a cabo entre los tratados de San Petersburgo a partir de 1772 y el Congreso de Viena de 1814/1815, para discutir posteriormente la disfuncionalidad y explosión de la anarquía de la soberanía en las grandes guerras pentarquicas de 1914 a 1945. A)
LA CONSOLIDACIÓN DE LA ANARQUÍA DE LA SOBERANÍA (1814-1913)
a) Los principios dirigentes del Congreso de Viena Cuando terminó la gran guerra de transformación de 1792 a 1815, los Estados europeos reorganizaron su sistema a través del Congreso de Viena. Tuvieron que manejar tanto la derrota militar de NAPOLEÓN BONAPARTE como las ambiciones de la Santa Alianza victoriosa a dominar una Europa gradualmente modernizada. El principio clave fue la restauración, pero no debe malentenderse esta palabra al estilo de un supuesto retorno al antiguo régimen. En su núcleo, se trató de una ideología anti-revolucionaria que satanizó el pensamiento iusnatural y liberal de la Revolución francesa, sin querer revocar el aumento del poder estatal logrado en los últimos años bélicos. Revisando el Acta principal del Congreso de Viena de 1815614, pactado entre las cuatro grandes potencias victoriosas de Austria, Prusia, Rusia e Inglaterra, con la Francia vencida bajo la inclusión de otros monarcas afectados, se detecta como la idea más central la de las múltiples cesiones territoriales a gran escala. Parecen llamativos seis elementos del Acta: primero, a pesar de la restauración de los Estados Pontificios en Italia central, se confirmó la disolución del Sacro Imperio Romano, negando el concepto milenario de una Europa agrupada alrededor de un imperio primario proveniente de la teoría medieval de la translatio imperii. Tampoco se reactivaron ni PoloniaLituania, ni Ragusa, ni Venecia, ni Malta, ni Génova. En este sentido, se redujo el significado del principio de la legitimidad a la revocación de las conquistas napoleónicas y el restablecimiento selectivo de algunas dinastías destronadas como la española. Para hacer la ruptura estructural más aguantable, se fundó la Federación Germánica en vez del ex imperio central de la Cristiandad latina, liderada en la tradición de sus antiguos gobernantes por el nuevo impero dinástico de la casa de Austria de 1804. Como el segundo resultado del Congreso, las potencias acordaron una nueva estructura territorial en las tres cuartas partes de Europa ubicadas entre Finlandia y 614
Acte principal du Congrès de Vienne de 1815, op. cit.
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Génova, Bélgica y los Cárpatos, proyectándola sobre el tablero de dibujo según los intereses de los miembros de la coalición vencedora. El ejemplo más espectacular fue el traslado occidental del Reino de Prusia que había ocupado, en 1800, una zona que recuerda aproximadamente a la Polonia de hoy, pero, en 1815, gobernó a Westfalia y Renania, lo que se transformó, pocos decenios más tarde, en una ganancia enorme de la lotería geopolítica, pues se trató de las zonas mineras que promovieron el ascenso de Prusia a la primera potencia industrial del continente. Aparte de la expansión de Prusia al río Rin y de Rusia a Polonia central y Finlandia, se confirmó la supervivencia de tres Reinos de la gracia napoleónica –Baviera, Wurtemberg y Sajonia, aunque el último bajo la reducción a la mitad del territorio de 1806– y se creó un cuarto Reino novedoso en Hanóver, todos en fronteras que no mostraron ninguna similitud con las de los anteriores principados vasallos del Sacro Imperio Romano Germánico615.
Img. 61: En las negociaciones del Congreso de Viena de 1814 a 1815, los monarcas europeos construyeron geométrica y arbitrariamente fronteras estatales novedosas. En las sillas detrás de la mesa, aparecen los Emperadores ALEJANDRO I de Rusia y FRANCISCO I Austria616
En tercer lugar, los documentos vieneses remodelaron la zona del extinguido Sacro Imperio Romano por combinar diseños iusinternacionales y constitucionales, especialmente en forma del documento complementario del Acta Federal Germánico de 39 Estados, que fundó la Federación Germánica al estilo de un sistema sui generis que mezcló elementos de una confederación internacional con aquellos de un Estado federal de la paz interna617. De todos modos, la Federación Germánica negó el ius ad bellum 615
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Comp. DÖRR, Inkorporation, op. cit., págs. 231 y ss; DUCHHARDT, Wiener Kongress, op. cit., págs. 80 y ss, 104 y ss; JARRETT, Congress of Vienna, op. cit., págs. 96 y ss; KING, Vienna, 1814, op. cit., págs. 313 y ss; LENTZ, 1815, Le congrès de Vienne, op. cit., cap. VIII y ss; STEIGER, Peace Treaties, op. cit., págs. 87 y ss. Der große Wiener Friedens Congress, lugar: Biblioteca Nacional, Viena, Austria. Constitución de la Federación Germánica de 1815 y 1820, op. cit.
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soberano de los Estados miembros, eliminando de tal manera la posibilidad de la guerra legal entre dos potencias primarias de Europa, Austria y Prusia618.
Mapa 7: El territorialismo ilimitado: los cambios entre 1772 y 1815619
Cuarto, en cuanto a la Francia vencida, el Congreso de Viena aplicó el principio de la no humillación, así en la tradición de las paces del antiguo régimen, pero también en vista de la orientación ideológica de las guerras de 1792 a 1815 en las cuales el régimen revolucionario había sido el enemigo, pero no la Francia borbónica que se pretendió restaurar. Sin embargo, hasta 1818, la mayor parte del territorio francés permaneció ocupado por los ejércitos de la coalición anti-napoleónica. Además, en vez del olvido perpetuo y de las amnistías mutuas de las paces del antiguo régimen europeo, los vencedores obligaron a Francia a pagar reparaciones, con lo que empezó la nueva tradición de obligar al vencido a indemnizar los gastos de guerra de los triunfadores620. Además, en el papel del quinto elemento, los vencedores pretendieron establecer un régimen internacional basado en el equilibrio de las cinco potencias primarias que incluyó la Francia cooptada. El subcapítulo B) va a profundizar el tema. 618
619 620
BRAUNEDER, El origen de los Estados federales, op. cit., págs. 73-108, 78 y ss; DUCHHARDT, Der Wiener Kongress, op. cit., págs. 100 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 249 y ss. Mapa: BERND MARQUARDT. Traité de paix entre la France, l’Autriche, la Russie, la Grande-Bretagne et la Prusse de 1814, ed. por JEAN-P. MAURY (Ed.), Digithèque de matériaux juridiques et politiques, http://mjp.univ-perp.fr/traites/1814paris.htm (5.1.18); Traité de paix signé à Paris, entre la France d’une part, l’Autriche, la Grande-Bretagne, la Prusse et la Russie de l’autre, à la suite de la défaite de Napoléon à Waterloo de 1815, ed. por MAURY, Digithèque, op. cit. Comp. TORRE, El Congreso de Viena, op. cit., págs. 41 y ss; STEIGER, Peace Treaties, op. cit., págs. 84 y s.
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El sexto resultado del Congreso de Viena consistió en la decisión básica de la historia constitucional de Europa para el próximo siglo: de las ideas de 1789 se adoptó el concepto de constitución como tal, pero no en el sentido de la soberanía popular revolucionaria, sino en la variante del principio monárquico que afirmó la soberanía del monarca, abriendo el camino a la monarquía autocrática moderna que pudo gobernar mucho más central y jerárquicamente que los Reinos del antiguo régimen, ya que su aparato administrativo riguroso reemplazó las autonomías señoriales de la Edad media. En vez de la Carta jacobina de 1793, la Charte constitutionnelle francesa de 1814 se convirtió en la verdadera constitución modelo de éxito para un siglo europeo621. Se anota que los documentos de Viena no expusieron abiertamente la transformación a la anarquía de la soberanía, sino la escondieron detrás de una retórica seudo-legitimista y restaurativa. La tensión entre el principio de legitimidad histórico y el futuro principio de efectividad, se resolvió a través del gran consenso de todos los monarcas participantes, aunque sin consultar ni a ex titulares extinguidos ni a los pueblos afectados. De todos modos, apareció repetidas veces la terminología de la propiedad soberana y la presentación de los monarcas como los soberanos. Condensando los cambios territoriales más importantes instalados entre 1772 y 1815 con efectos de una cierta durabilidad, vale la pena señalar la tridivisión del gran Reino de Polonia-Lituania, el desmembramiento del Sacro Imperio Romano Germánico, la expansión occidental del Reino de Prusia y la expansión significativa del Imperio Ruso al interior de Europa622, pero también el traslado de Noruega de manos danesas al Reino de Suecia y la creación del Reino de los Países Bajos Unidos que contuvo el ex Círculo imperial de Borgoña. Aparte de Sicilia, los Estados Pontificios y Hungría, casi ningún Estado de 1815 mostró fronteras semejantes con las de 1771, tampoco los ibéricos en vista del inicio del desmembramiento de la estatalidad bihemisférica. De tal manera, la época indicada parece como un primer gran remolino o maelstrom que devoró la antigua Europa al estilo de una destrucción creativa de la cuál salieron los contornos de la nueva Europa del siglo XIX. b) La pentarquía europea entre la cooperación y la guerra fría multipolar (1815-1847) En el centro de la Europa pos-vienesa, estuvo la pentarquía o concierto europeo, basado en la responsabilidad compartida de cinco potencias que se reconocieron mutuamente como las primarias, a saber, Austria, Francia, Gran Bretaña, Prusia y Rusia, las cuales se enfocaron en la tarea común de la prevención del resurgimiento del liberalismo 621
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Charte Constitutionelle de 1814, ed. por CAPORAL, Constitutional documents of France, op. cit., págs. 177-182. Comp. GODECHOT, L’histoire constitutionnelle de la France, op. cit., págs. 59 y ss; WERNER HEUN, “La estructura del constitucionalismo alemán del siglo XIX”, en revista PJ, núm. 28, Bogotá, UNAL, 2010, págs. 43-68. LENTZ, 1815, Le congrès de Vienne, op. cit., cap. VIII y ss.
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ilustrado. Si se compara con el antiguo régimen, lo más sorprendente fue la salida tan silenciosa como profunda de España del círculo de las potencias primarias, pues la pérdida de los virreinatos americanos entre 1811 y 1825 fue acompañada por un desplome de reputación y el subsiguiente auto-aislamiento. De todos modos, los congresos inter-monárquicos realizados en la ciudad prusiana de Aquisgrán en 1818 y en las tres ciudades austríacas de Troppau (Opava) en 1820, Laibach (Ljubljana) en 1821 y Verona en 1822, subrayaron la cooperación cercana entre Austria, Prusia y Rusia como el núcleo de la Santa Alianza. También la Francia borbónica se presentó pro-sistémica cuando, en 1823, participó en la supresión del trienio liberal en España. De tal manera, se estableció el equilibrio de poderes, una especie de guerra fría multipolar entre las cinco grandes potencias que se observaron mutuamente con desconfianza y se intimidaron para prevenir toda ventaja adicional de una de ellas. En su estructura mecanicista, el modelo retomó inconscientemente un axioma paradigmático del social-newtonianismo ilustrado. No obstante, la pentarquía europea mostró durante tres decenios y medio la tendencia de una desviolentización de las relaciones internacionales. Entre otros, se evitó que la crisis oriental y renana de 1840 entre Francia y la Santa Alianza escalara a la guerra. Más bien, el potencial de violencia de la era de transformación se trasladó al interior de los Estados en forma de las olas revolucionarias y contrarrevolucionarias de 1820 y 1830, la Guerra de los dos hermanos PEDRO y MIGUEL en Portugal (1828-1834) y la Primera guerra carlista en España (1833-1840)623. Entre los desarrollos claves de la era de la anarquía de la soberanía, destaca la pérdida de los contornos clásicos del derecho internacional europeo hacia el exterior. Puede decirse que América ya estaba desde el siglo XVI dentro de la Cristiandad, pero en consecuencia de la disolución de la Monarquía española aparecieron, en la década de 1820, actores propios como Colombia, México y Perú, además Brasil, que se reconocieron como miembros de dicha comunidad, al igual que los Estados Unidos pocos años antes624. De igual forma, se asimilaron –como ya expuesto- el ortodoxo Imperio Ruso– y los Estados sucesores del Imperio Otomano con una orientación cristiana-oriental en los Balcanes, así a partir de la creación de Grecia por tres miembros de la pentarquía en 1830625. 623
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Sobre la pentarquía: BAUMGART, Europ. Konzert, op. cit.; DOERING-M., Internationale Geschichte, op. cit., págs. 93-116; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág. 19; JARRETT, The Congress of Vienna, op. cit., págs. 209 y ss; KISSINGER, Diplomacy, op. cit., págs. 78 y ss; REINHARD, Geschichte Staatsgewalt, op. cit., pág. 381; RENOUVIN, Historia de las relaciones internacionales, op. cit., págs. 11 y ss, 37 y ss, 69 y ss, 145 y ss; STEIGER, Peace Treaties, op. cit., págs. 59 y ss; TRUYOL Y SERRA, Historia del derecho internacional público, op. cit., págs. 102 y ss; VITZTHUM et al., Völkerrecht, op. cit., pág. 50; ZIEGLER, Völkerrechtsgeschichte, op. cit., págs. 172 y ss. GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., págs. 497 y ss; HILGGRUBER, Die Aufnahme neuer Staaten, op. cit., págs. 21-42; TRUYOL Y SERRA, Historia del derecho internacional público, op. cit., pág. 107. Tratado entre Francia, Gran Bretaña y Rusia sobre la independencia de Grecia de 1830, ed. por GREWE, Fontes, t. 3-1, op. cit., págs. 153 y ss.
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c) El segundo pico bélico en la mitad del siglo XIX (1848-1871) Desde la revolución liberal transnacional de 1848, la guerra fría multipolar se convirtió en una nueva ola de guerras calientes. Puede verse en la contrarrevolución de 1848 un impulso de violentización, a pesar de que, en la supresión de los liberales, cooperaron todavía varios monarcas con apoyos militares. En la guerra de 1848 a 1851 entre la Federación Germánica y Dinamarca, se evitó el escalado ante las intervenciones de Gran Bretaña y Rusia que insistieron en el estatus quo, pero en la Guerra de Crimea de 1853 a 1856 la Francia de NAPOLEÓN III y la Gran Bretaña victoriana se enfrentaron al Imperio Ruso para detener la expansión del mismo a costa del Imperio Otomano, en lo que también Austria tomó partido contra Rusia, aunque sin combatir. En consecuencia, la Santa Alianza se disolvió.
Img. 62: La paz del mundo, acordada en 1856 en París entre los monarcas de Cerdeña-Piamonte, Gran Bretaña, Francia, el Imperio Otomano, Rusia, Prusia y Austria 626
Sobre todo, la Guerra franco-austríaca de 1859 llevó a un nuevo territorialismo militar, pues la capa de protección de NAPOLEÓN III posibilitó el belicismo eliminatorio del Reino de Cerdeña-Piamonte en la península italiana que anexionó la Lombardía austríaca, el Gran Ducado de Toscana, los Ducados de Parma y Módena y el Reino de las dos Sicilias con su tradición de nueve siglos, mientras VÍCTOR MANUEL I agradeció a su protector francés mediante la cesión de Saboya y Niza. El mismo Rey guerrero se apropió, en 1866, de la Venecia austríaca y eliminó, en 1870, los Estados Pontificios del Papa romano con su tradición milenaria. Del mismo modo, mostró efectos territoriales la Guerra entre la Federación Germánica y Dinamarca de 1864, pues resolvió la doble-pertenencia del Ducado de Holstein en el sentido germánico y trasladó Schleswig de su historia milenaria dentro de Dinamarca a un nuevo contexto alemán. El próximo paso fue la guerra del Reino de Prusia contra la Federación Germánica de 1866 –una guerra ilegal ante el derecho de paz federal– que terminó con la eliminación 626
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La paix du monde, Congrès de Paris, 1856, litografía de CHARLES VERNIER (1831-1892).
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA LOS CAMBIOS TERRITORIALES EN EUROPA CENTRAL EN LAS PACES DE 1866 Y 1871: DE LA FEDERACIÓN GERMÁNICA A LA FEDERACIÓN GRAN-PRUSIANA, LLAMADA IMPERIO ALEMÁN
Mapas 8-9627
de dicha federación, la derogación del liderazgo austríaco en Europa central y la anexión de tres Estados monárquicos significativos por parte de Prusia, a saber, el Reino de Hanóver, el Electorado de Hesse-Kassel y el Ducado de Nassau. En la subsiguiente Guerra franco-prusiana de 1870, se enfrentaron dos monarcas guerreros – NAPOLEÓN III de Francia y GUILLERMO I de Prusia– lo que terminó con el traslado de dos territorios provenientes del contexto histórico del Sacro Imperio Romano y predominantemente germanohablantes (86,8%) –Alsacia y Lorena del norte– de manos francesas a los Hohenzollern prusianos628. En las guerras de 1848 a 1871, pudo percibirse un nuevo tipo de motivo de guerra, derivado del marco ideológico del alto nacionalismo, que justificó la unificación violenta de territorios según criterios étno-lingüísticos. De todos modos, con la victoria prusiana de 1871, terminó la erupción bélica de la mitad del siglo XIX dentro de Europa629. 627 628
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Mapas: BERND MARQUARDT. Traité de paix signé à Paris entre la Sardaigne, l’Autriche, la France, le Royaume Uni de la Grande Bretagne, la Prusse, la Russie et la Turquie de 1856, ed. por BAYER. STAATSBIBLIOTHEK digital, http://reader.digitalesammlungen.de/resolve/display/bsb10557776.html (5.1.2018); Traité de Zürich entre la France et l’Autriche de 1859, ed. por GREWE, Fontes, t. 3, op. cit., págs. 55-69; Traité de Turin entre la France et la Sardaigne de 1860, en Recueil des traités de la France, t. 8, pág. 32, http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k 960724.image.f 44 (5.1.2018); Traité de Vienne entre l’Italie et l’Autriche de 1866; Regio Decreto italiano núm. 5.903 di annessione de los Estados Pontificios de 1870 & legge núm. 6.165 de 1870; Traité de paix de Vienne entre l’Autriche, la Prusse et le Danemark de 1864, ed. por INTERNET ARCHIVE, http://web.archive. org/web/2011071 9132918/http://www.ambwien.um.dk/NR/rdonlyres/AB922586-4291-44C2-BFFA-0FF1424170A2/0/ Fredstraktat1864.pdf (5.1.2018); Paz austro-prusiana de Praga de 1866, ed. por GREWE, Fontes, t. 3-1, op. cit., págs. 75-77; Gesetz prusiana betreffend die Vereinigung des Kgr. Hannover, des Kfsm. Hessen, des Hzm. Nassau und der Fr. Stadt Frankfurt mit der Preuß. Monarchie de 1866, en GS Preußen, 1866, págs. 555-556; Traité entre la France et l’Allemagne signé à Francfort de 1871, ed. por MAURY, Digithèque, op. cit. Sobre las guerras de 1848-1871: MANN, Dt. Geschichte, op. cit., págs. 316 y ss, 344 y ss; NIPPERDEY, Dt. Geschichte, op. cit., t. 1, págs. 768 y ss, t. 2, págs. 12 y ss, 55 y ss; RENOUVIN, Historia de las relaciones in-
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Sin embargo, hay que ver las continuidades en las políticas ofensivas de la anarquía de la soberanía por tres potencias de la pentarquía –Gran Bretaña, Francia y Rusia– hacia el exterior de Europa. Ellos se aprovecharon de su ventaja de armamiento, posibilitada durante una ventana de oportunidades de varios decenios a causa de la entrada originaria a la transformación industrial, para amenazar y conquistar cualquier Estado de interés en las demás partes del mundo. Después de que ya CARLOS X de Francia había conquistado, en 1830, el vasallo argelino del Imperio Otomano, siguió entre 1858 y 1867 la conquista de Cochinchina –la parte sureña de Vietnam– por NAPOLEÓN III con la subsiguiente dependencia del Reino de Camboya de Francia. En 1860, las coronas de Gran Bretaña y Francia tomaron incluso la capital china de Beijing para imponer el narcotráfico libre en beneficio del respectivo cuasi-monopolio mundial de VICTORIA de Gran Bretaña. Dicha reina se apropió, en 1858, de la línea de sucesión del Imperio Mogol en la India y eliminó, en 1885, el Reino de Birmania en el Sudeste asiático. Por su parte, el Imperio Ruso expandió, a partir de 1865, frente a los kanatos y emiratos de Asia central, eliminando el Kanato de Kokand en 1876 y subordinando los de Bujará y Jiva en 1873. La rivalidad anglo-rusa en Asia, fue percibida como el Great Game. En el resultado del imperialismo industrial, el Imperio Británico, el Imperio Ruso y Francia se apropiaron de zonas hegemónicas extensas, gobernando en 1914 un 18% de la superficie terrestre del planeta, un 15% y un 8%, respectivamente630. d) La seudo paz armada (1871-1913) Entre 1871 y 1913, la Europa occidental y central vivió cada vez más en una especie de seudo paz armada, sin guerras directas entre las potencias, pero con rivalidades fuertes y comportamientos que coincidieron más con una cultura de la guerra que una cultura de la paz631. En primer lugar, se indica las carreras armamentistas con armas industriales cada vez más mortales y costosas, en ciclos de la innovación tecnológica muy acelerados, inclusive la franco-alemana de los ejércitos terrestres y la anglo-alemana de las fuerzas navales. En segundo lugar, quiere anotarse la transformación de la pentarquía multipolar en un dualismo entre dos coaliciones de Estados, con la Triple Alianza central constituida a partir de 1879/1882 entre el Imperio Alemán, la monarquía dual de Austria-Hungría y el Reino de Italia y por la Triple Entente creada en 1894, 1904 y 1907 entre las grandes potencias imperialistas de Francia, Rusia y Gran Bre-
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ternacionales, op. cit., págs. 283 y ss, 301 y ss; CHRISTIAN TOMUSCHAT, “The 1871 Peace Treaty between France and Germany”, en LESAFFER, Peace Treaties, op. cit., págs. 382-396; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 221 y ss, 280 y ss, 301 y ss. FERGUSON, Empire, op. cit., págs. 93 y ss, 137 y ss, 185 y ss; OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, op. cit., págs. 450 y s; ÍD. & JANSEN, Kolonialismus, 7a ed., Múnich, Beck, 2012, págs. 38 y ss; RENOUVIN, Historia de las relaciones internac., op. cit., págs. 357 y ss, 391 y ss; STEIGER, Peace Treaties, op. cit., pág. 97. “Vivir en paz, pero preparando la guerra”; SHEEHAN, Soldiers gone, op. cit., tít. cap. I.1,
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taña. Se trató de las coaliciones que se enfrentaron, finalmente, en la Primera Guerra Mundial, bajo el cambio de bando de Italia632.
Img. 63: La carrera naval sin límite según una caricatura de 1909, al estilo de un partido de póker entre el Rey EDUARDO VII de Gran Bretaña, el Presidente EMILE LOUBET de Francia, el Emperador GUILLERMO II de Alemania, el Emperador MEIJI de Japón y el Tío Sam de EE.UU.633
En este época, se mostró agresiva la política conjunta pero no coordinada de cuatro de las cinco potencias de la pentarquía –sin Prusia– frente al contrincante más tradicional de la Europa cristiana, el Imperio Otomano musulmán, que todavía en 1877, dominó en los Balcanes hasta 300 kilómetros antes de llegar a Venecia y, en 1912, la parte central de la península balcánica. La política anti-otomana se aprovechó del estilo tolerante del Imperio multiétnico y tri-religioso, pues Europa pretendió transformar las minorías étno-religiosas en Estados soberanos, bajo la exportación del nacionalismo europeo en un espíritu separatista, lo que llevó, en un primer paso, a la autonomía de los principados de Serbia (1817) y Bulgaria (1878) y, en un segundo paso, a la soberanía de los Reinos de Grecia (1830), Serbia (1878), Rumania (1878) y Bulgaria (1908), bajo la entrega de dichas creaciones artificiales a dinastías exportadas de Europa o, en el caso serbio, a una dinastía propia pero europeizada. Cabe destacar que las tensiones intra-pentarquicas de 1878 sobre la delimitación de los intereses imperialistas, provocaron casi una guerra entre el Imperio Ruso y las potencias occidentales, la cual fue evitada en el Congreso de Berlín por Prusia-Alemania en 632
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Entente cordiale, Accord franco-britannique de 1904, ed. por MAURY, Digithèque, op. cit.; Zweibund-Vertrag zwischen Deutschland und Österreich-Ungarn de 1879, en Reichs- u. Staatsanzeiger, de 3.2.1888, ed. por Dt. Geschichte in Dokumenten, http://germanhistorydocs.ghi-dc.org/sub_document.cfm?document_id=1856&language =german (5.1.2018). Véase CHRISTOPHER CLARK, The Sleepwalkers, Londres, Penguin, 2013 (trad. española de 2014), págs. 121 y ss; LUDGER GREVELHÖRSTER, Der 1. Weltkrieg und das Ende des Kaiserreiches, 3a ed., Münster, Aschendorff, 2016, págs. 12 y ss; GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., págs. 438 y ss; OLIVER JANZ, 14, Der Große Krieg, Bonn, BPB, 2013, págs. 40 y ss; KISSINGER, Diplomacy, op. cit., págs. 168 y ss, 201 y ss; MARGARET MACMILLAN, 1914, De la paz a la guerra, Madrid, Turner, 2014, págs. 155 y ss, 193 y ss, 223 y ss, 273 y ss; NEITZEL, Weltkrieg u. Revolution, op. cit., págs. 13 y ss; STEIGER, Peace Treaties, op. cit., pág. 97. De LOUIS GLACKENS en la portada de la revista Puck de EE.UU., vol. 66, núm. 1.699, de 22.9.1909.
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el papel del supuesto intermediario honesto634. En esta oportunidad, el Imperio Austríaco se aprovechó directamente por la ocupación del valiato de Bosnia a pesar de la resistencia de la población civil musulmana635, mientras Gran Bretaña lo hizo en cuanto al sanjacado en la isla anatolia de Chipre. La expansión europea en los Balcanes se vio acompañada por un imperialismo cultural en forma de arquitectura anti-otomana, parcialmente neobizantina, y de constituciones y leyes según inspiraciones europeas, aunque las mismas no alcanzaron ninguna eficacia sustancial. Sólo poco después, las monarquías neo-europeas de Serbia, Bulgaria y Grecia se aprovecharon de la luz verde del Imperio Ruso y dirigieron guerras coordinadas contra la Sublime Puerta. En la ofensiva de 1912 a 1913, conquistaron el corazón de los Balcanes otomanos, con los valiatos de Edirne, Salónica, Ioannina, Monastir, Kosovo, Shkodra y el archipiélago del Egeo y, en la fase posterior, se enfrentaron mutuamente sobre la redistribución del botín territorial. Esto ocurrió bajo una de las peores catástrofes humanitarias del largo siglo XIX en forma de limpiezas étno-religiosas masivas contra la población musulmana de los Balcanes. En el Tratado de Londres de 1913, elaborado bajo el liderazgo de las grandes potencias europeas, se ejecutó la destrucción de la parte occidental del Imperio Otomano636. En efecto, las políticas de la pentarquía no sólo transformaron a los Balcanes en una zona neo-europea, sino también en un polvorín con tendencias explosivas. Así pues, no es sorpresa que la Primera Guerra Mundial empezara en la ex provincia otomana de Bosnia con la participación prominente de un pequeño Estado vecino con la reputación de un nido de terrorismo, Serbia. Quizá sorprenda al lector, pero la fase de la seudo paz armada (1871-1913) elaboró algunas reglas del ius in bello. Por iniciativa del Zar ruso NICOLÁS II y de su iusinternacionalista germanobáltico FRIEDRICH VON MARTENS, en 1899 y 1907, se reunieron las dos conferencias internacionales de La Haya que precisaron el Reglamento relativo a las leyes y costumbres de la guerra terrestre. El mismo obligó solemnemente a las leyes de la 634 635
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Acte du Congrès de Berlin, 13 juillet 1878, ed. por MAURY, Digithèque, op. cit. Hasta la anexión formal por la proclamación imperial-austríaca de 1908, Bosnia perteneció jurídicamente al Imperio Otomano. Traité de paix signé à Londres entre la Bulgarie, la Grèce, le Monténégro, la Serbie et la Turquie de 1913, ed. por MAURY, Digithèque, op. cit.; Traité de paix signé à Bucarest entre la Grèce, le Monténégro, la Roumanie, la Serbie et, d’autre part, la Bulgarie de 1913, ed. por MAURY, Digithèque, op. cit. Comp. CALIC, Geschichte Jugoslawiens, op. cit., págs. 66 y ss; FREDERICK B. CHARY, The History of Bulgaria, Greenwood, ABC Clio, 2011, págs. 33 y ss, 47 y ss; CLARK, The Sleepwalkers, op. cit., págs. 42 y ss, 242 y ss; SURAIYA FAROQHI, Geschichte des Osmanischen Reiches, 5a ed., Múnich, Beck, 2010, pág. 98; NIALL FERGUSON, The Pity of War, Nueva York, Basic Books, 1999, págs. 143 y ss; JANZ, 14, Der Große Krieg, op. cit., págs. 55 y ss; KLAUS KREISER & CHRISTOPH K. NEUMANN, Kleine Geschichte der Türkei, Bonn, BPB, 2008, págs. 339, 355 y s, 361; MACMILLAN, 1914, op. cit., págs. 489 y ss, 557 y ss; HERFRIED MÜNKLER, Der Große Krieg, 5a ed., Berlín, Rowohlt, 2014, págs. 40 y ss; OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, op. cit., págs. 141 y ss; THER, The Dark Side of Nation-States, op. cit., págs. 59 y ss.
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humanidad (cláusula Martens), pero los contenidos precisos se refirieron a varias reglas muy básicas de la mentalidad heroica del buen guerrero que no pone sustancias venenosas en los pozos ni devastación a ciudades no defendidas637. Fue menos un derecho internacional humanitario y más una autocelebración del supuesto carácter civilizado de la comunidad de los Estados europeos. Es preciso advertir que el ius in bello no alcanzó ninguna eficacia real hasta 1945, pues las potencias europeas se orientaron en la eficiencia militar y fueron tentadas por la velocidad aumentada de la transformación industrial del armamento y las zonas grises inmanentes a nuevas tecnologías bélicas todavía desconocidas en 1899 y 1907. En particular, se señalan la introducción no previsible de los aviones militares (desde 1911), submarinos (1914), gases venenosos de guerra (1915) y tanques motorizados (1916) que caracterizaron a las campañas en ambas guerras mundiales. Las leyes y costumbres de la guerra tampoco fijaron mecanismos de sanción. En particular, no se tocó ni un milímetro del ius ad bellum consagrado en la anarquía de la soberanía638. Se observa que en todos los Estados europeos de fin de siglo, se desplegaron patrones culturales paralelos que afectaron la habilidad para la paz en un sentido negativo. Por una parte, hay que advertir el ascenso del nacionalismo chauvinista que glorificó el Estado propio y sus supuestos fines naturales de brillar, dominar, imponerse y alcanzar un territorio predestinado. Por otra parte, los actores insistieron en una mentalidad heroica acentuada con un enfoque en el honor y su defensa mecanicista frente a cualquier insulto percibido. Ya las comunicaciones fracasadas alrededor del Telegrama de Ems de 1870 –que llevaron a la guerra franco-prusiana–, ponen en duda toda suposición de un racionalismo de paz en la alta diplomacia de entonces, pues parece que los involucrados estuvieron muy dispuestos a malentender y dejar escalar639. Se detecta una era de lógicas paranoicas de prestigio, desconfianza, violencia preventiva, venganza, valentía, no retirada, disciplina y miedos de posturas débiles. Lo dicho fue acentuado por el espíritu seudo-científico del darwinismo social que transformó la supervivencia del más fuerte en una especie de ley natural y justificó de tal manera el belicismo agresivo640. Así como los estudiantes universitarios de entonces insistieron en la satisfacción de ofensas triviales con sus armas de filo, lo hicieron los Estados con sus cañones y ametralladoras industriales. Según un concepto asociado con el longevo primer ministro prusiano OTTO VON BISMARCK (1862-1890), la cultura europea de la paz armada se decoró con el eufemismo Realpolitik, la supuesta política realista. No obstante, quedó 637
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Convention (II) de la Haye concernant les lois et coutumes de la guerre sur terre de 1899, ed. por CRUZ ROJA, op. cit.; Convention (IV) de la Haye, guerre sur terre de 1907, op. cit. Sobre el ius in bello de La Haya: JOST DÜLFFER, Frieden stiften, Colonia, Böhlau, 2008, págs. 77 y ss; GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., págs. 211, 513, 625; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 741 y ss, 762 y s; NUSSBERGER, Das Völkerrecht, op. cit., pág. 65. KOTULLA, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 513 y s; NIPPERDEY, Dt. Geschichte, t. 2, op. cit., págs. 59 y ss; WEHLER, Dt. Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 317 y ss. JANZ, 14, Der Große Krieg, op. cit., pág. 23.
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ausente toda reflexión autocrítica de las premisas ideológicas y antropológicas, de modo que, en la retrospectiva, ninguna estrategia parece menos realista para alcanzar la convivencia pacífica que la que reclamó el racionalismo para su bando.
Img. 64: La paz armada en la Europa de 1877: el caricaturista muestra cómo Francia y Alemania se amenazan mutuamente con sus cañones, mientras Rusia aparece como el gran pulpo que quiere devorar todo. Inglaterra mira atentamente en armas al continente y en Austria-Hungría compiten la paz y la guerra. España descansa sin interesarse para las relaciones internacionales, mientras el Imperio Otomano parece vencido en la tierra641 B)
1914-1945: LA EXPLOSIÓN DE LA ANARQUÍA DE LA SOBERANÍA EN LAS GRANDES GUERRAS PENTARQUICAS
a) 1914: caminos cortos y largos a la Gran Guerra Entre las grandes controversias sobre la Primera Guerra Mundial, se detecta la cuestión de culpa, preguntando si uno de los miembros de la pentarquía europea tuvo una responsabilidad mayor que los demás. El debate tiene su origen en el Tratado de Versalles de 1919, pues la Entente victoriosa obligó a Alemania a firmar el artículo 231 con la hipótesis de la culpa unilateral de dicho país vencido. Sin embargo, la afirmación fue un anacronismo, pues en el derecho internacional público de la anarquía de la soberanía de 1914, no fue prohibida la guerra y la misma tampoco fue mal vista en la extendida mentalidad heroica de los europeos de entonces. Posteriormente, dicho artí641
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FRED W. ROSE, Serio-Comic War Map for the Year 1877, Londres, 1877.
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culo desarrolló su historia propia: en la Alemania del interbellum, fue rechazado con una unanimidad enorme en todo el espectro político, mientras en Gran Bretaña se difundió la perspectiva relajada de la entrada irreflexiva a la guerra bajo signos de una supuesta inocencia colectiva. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial y la respectiva responsabilidad evidente de la dictadura nazi, llevó a una reactivación de la perspectiva del artículo 231, no inmediatamente sino alrededor de 1960 y tampoco de modo universal sino predominantemente en Alemania misma. En particular, el historiador FRITZ FISCHER dibujó, en 1961, la imagen de la planeación sistemática de la Gran Guerra por parte de Alemania y su supuesto “zarpazo por el poder mundial”642. El libro de FISCHER ayudó a revocar la extendida hipótesis de inocencia en la historiografía alemana de entonces, pero se caracterizó por un auto-centrismo en el país propio sin tener en cuenta a los demás Estados europeos en perspectiva comparada. De todas formas, en los debates transnacionales que acompañaron el centenario de 2014, empezó a dominar la perspectiva de la responsabilidad compartida de cinco jefes de Estado junto con el estamento diplomático europeo, así por ejemplo en los Sonámbulos del historiador CHRISTOPHER CLARK (2013) y en la Gran Guerra del politólogo HERFRIED MÜNKLER (2014)643. La perspectiva de CLARK ha sido resumida de modo metafórico e insistente en una reseña de ANDREAS KILB (2013): piénsese en un cruce de cinco carreteras donde se acercan con alta velocidad cinco camiones llenos de explosivos; los conductores están conectados por radiotelefonía y la usan para insultarse y amenazarse con mucha intolerancia e ira, insistiendo en la prioridad propia; además, satanizan algunos de los demás, recuerdan otros a antiguas amistades y quitan los seguros de sus pistolas; ya pueden ver las caras de sus colegas y reconocen el drama mortal cada vez más cercano; nadie frena; wumm644. En esta perspectiva, la pregunta clave no es la de supuestos países buenos y malos, sino la de la explicación del fracaso sistémico de la pentarquía y de la anarquía de la soberanía que no dispuso de herramientas eficaces para evitar el escalado de una crisis regional en los Balcanes a “la catástrofe originaria del siglo XX”645. Cabe resaltar que la bibliografía especializada diferencia entre motivos y desarrollos inmediatos que desembocaron directamente en la guerra de 1914 y las precondiciones estructurales que se habían desarrollado en una ventana de tiempo más larga de varios 642
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FRITZ FISCHER, Griff nach der Weltmacht, Düsseldorf, Droste, 1961. Extracto español: ÍD., “El zarpazo por el poder mundial”, en LUIS BOSEMBERG et al. (Eds.), Alemania en el siglo XX, Bogotá, Uniandes, 2009, págs. 20-34. Críticos: NIPPERDEY, Dt. Geschichte, t. 2, op. cit., págs. 695 y ss; MANN, Dt. Geschichte, op. cit., pág. 589. CLARK, The Sleepwalkers, op. cit.; MÜNKLER, Der Große Krieg, op. cit. Véase también HANS FENSKE, Der Anfang vom Ende des alten Europa, Múnich, Olzog, 2013, págs. 11 y ss; GREVELHÖRSTER, Der 1. Weltkrieg, op. cit., págs. 11 y ss, 149 y s. ANDREAS KILB, “Die Selbstzerstörung Europas”, en FAZ, de 9.9.2013, http://www.faz.net/aktuell/ feuilleton/buecher/themen/ausbruch-des-ersten-weltkriegs-die-selbstzerstoerung-europas-12563968.html (5.1.18). GEORGE F. KENNAN, The Decline of Bismarck’s European Order, Princeton, Univ. Press, 1979, pág. 3.
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decenios646. En cuanto a los primeros, es evidente el impacto del atentado de Sarajevo, en el cual un terrorista bosnio de etnia serbia, GAVRILO PRINCIP, asesinó al heredero del Imperio Austríaco y Reino de Hungría, FRANCISCO FERNANDO (27.6.1914). Este acto terrorista nació en el contexto de las resistencias frente a la anexión de la ex provincia otomana de Bosnia por parte de Austria, pero tampoco hay dudas serias sobre el involucramiento profundo del Reino vecino de Serbia mediante la organización secreta y paraestatal de la Mano Negra en la esfera de responsabilidad del jefe del servicio secreto y de otros militares de dicha monarquía balcánica. Por eso, el Imperio vienés reaccionó con un ultimátum dirigido a Serbia (23.7.), insistiendo en una investigación criminal en Belgrado bajo la participación de expertos austríacos. El tono fue estricto, pero las exigencias no se diferenciaron del estilo típico de los grandes imperios. Se entendió como una admisión de culpa la negativa serbia frente a la expectativa de la participación de los criminalistas de Viena (25.7.), de modo que la monarquía dual de Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia (28.7.) para disciplinar el nido de terrorismo y vengar el heredero muerto. Cuando los barcos fluviales austríacos dispararon a la capital serbia (29.7.), estalló la Tercera Guerra de los Balcanes. No estuvo fuera de toda plausibilidad imaginarse una limitación del conflicto a esta zona del continente. Por consiguiente, hay que revisar las actuaciones y comunicaciones que llevaron al escaldo del conflicto puntual austríaco-serbio a una crisis general de la pentarquía europea. En ello, llaman la atención las declaraciones tempranas del Imperio Ruso en pro de una capa de protección para Serbia que desembocaron, a partir del 25 de julio, en la movilización del ejército zarista. Por su parte, el Imperio Alemán declaró desde los inicios su solidaridad incondicional con Austria (5.-6.7.), comunicó un ultimátum a Rusia para revocar la movilización militar del Zar (31.7.) y movilizó sus tropas propias el 1 de agosto. La cuarta potencia de la pentarquía, la República Francesa, acordó, en su visita presidencial en San Petersburgo (20.-23.7.), una cooperación cercana con el Zar y Autócrata, rechazó la solicitud alemana de una declaración de neutralidad (31.7.) e inició la movilización del ejército propio (1.8.). En este escenario de la activación de las alianzas europeas y ante las preparaciones de las fuerzas armadas en ambas fronteras, el Imperio Alemán asumió la iniciativa para no ser aplastado en el escenario de una guerra de dos frentes, declarando la guerra a Rusia (1.8.) y Francia (3.8.) e iniciando el mismo día el ataque militar ‘preventivo’ al contrincante interpretado como más fuerte, Francia. En particular, Alemania no quiso perder su ventaja de la eficacia administrativa que permitió una movilización militar más rápida. El 4 de abril, también Gran Bretaña se solidarizó con su alianza de la Entente y declaró la guerra a Alemania, oficialmente a causa de la violación de la neutralidad belga en el ataque alemán a Francia, aunque esto nunca fue creíble, teniendo en 646
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La terminología corto/ largo se basa precisamente en MÜNKLER, Der Große Krieg, op. cit., págs. 25 y ss.
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cuenta la violación análoga de la neutralidad griega en el ataque británico de 1915 en los Balcanes. Sólo pocos días después, Francia intentó la invasión en Alsacia (14.8.) y Rusia en la Prusia oriental (17.8.). Todo el proceso indicado fue acompañado por varios ultimátums y otros gestos orgullosos de amenaza, por la desconfianza estructural y por la creencia en la honestidad de la misión propia647.
Img. 65: La cadena de las amenazas en 1914: con Serbia, Austria, Rusia, Alemania, Francia y Gran Bretaña 648
En cuanto a las seis precondiciones estructurales de la Primera Guerra Mundial a mediano y largo plazo, hay que subrayar, en primer lugar, las fallas constructivas del sistema internacional que se fundamentó en la anarquía de la soberanía de 1772/1815, en la cual los Estados se cedieron mutuamente el derecho a la guerra y a la conquista libre hasta la eliminación completa de monarquías y repúblicas incómodas. Este régimen fue casi predestinado a explotar, tarde o temprano, en cualquiera de las múltiples crisis diplomáticas, especialmente desde la división de la pentarquía en dos bloques de Estados a finales del siglo XIX. La lógica del equilibrio de poderes con su fundamento en la intimidación mutua no fue hábil en promover valores positivos de la paz, pues la cultura de la violencia se orientó a valores heroicos, de honor y socialdarwinistas que recomendaron actuaciones orgullosas y maximalistas en vez de la moderación cooperativa. Parece llamativa la enorme facilidad con la cual las interacciones complementarias de la pentarquía desembocaron casi de modo natural en la Gran Guerra. Desde lejos, se impone 647
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Sobre la crisis de julio de 1918: CALIC, Geschichte Jugoslawiens, op. cit., págs. 70 y ss; CLARK, The Sleepwalkers, op. cit., págs. 367 y ss, 433 y ss, 451 y ss, 469 y ss, 506 y ss, 541 y ss; FENSKE, Der Anfang vom Ende, op. cit., págs. 17 y ss; FERGUSON, The Pity of War, op. cit., págs. 162 y ss; JANZ, 14, Der Große Krieg, op. cit., págs. 59 y ss, 63 y ss; KISSINGER, Diplomacy, op. cit., págs. 201 y ss; JÖRN LEONHARD, Die Büchse der Pandora, 3a ed., Múnich, Beck, 2014, págs. 84 y ss; MACMILLAN, 1914, op. cit., págs. 647 y ss, 681 y ss; MANN, Dt. Geschichte, op. cit., págs. 571 y ss; MÜNKLER, Der Große Krieg, op. cit., págs. 28 y ss, 82 y ss; NEITZEL, Weltkrieg u. Revolution, op. cit., págs. 19 y ss; NIPPERDEY, Dt. Geschichte, t. 2, op. cit., págs. 683 y ss; RENOUVIN, Historia de las relaciones internacionales, op. cit., págs. 623 y ss. A Chain of Friendship, del periódico estadounidense Brooklyn Eagle, de julio de 1914.
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la imagen de la entrada consciente a una especie de mundial para determinar el verdadero campeón de la anarquía de la soberanía. Como la segunda precondición, se advierte el marco ideológico común del alto nacionalismo con sus tendencias a la sobre-evaluación arrogante del propio país y muchas tentaciones a justificar políticas expansivas o separatistas según criterios étno-lingüísticos. Los colegios transmitieron a los adolescentes una educación para la guerra, especialmente en las asignaturas idioma e historia nacionales, que prepararon de modo pérfido la movilización mental e implantaron el militarismo nacionalista y heroico con ideas de la guerra como una gran fiesta y que sería dulce y honorable morir por la patria649. Tercero, el imperialismo mundial de la pentarquía (aprox. 1870-1914) promovió un pensamiento militar a gran escala con la confianza en la invencibilidad propia. En ello, Gran Bretaña, Francia y Rusia actuaron como los grandes tres, mientras Austria-Hungría fue el único Estado de la pentarquía que renunció a dichas políticas mundiales. Por su parte, el Imperio Alemán se presentó ambiguo, pues participó en la carrera por África y Oceanía, pero, en cuanto a la vecindad islámica, operó más como un promotor de la preservación de la independencia, lo que agravó las divergencias con los grandes tres. En el papel de la cuarta precondición a largo plazo, se indican las carreras armamentistas de las potencias europeas con armas industriales cada vez más mortales y costosas. El ejemplo más famoso fue la carrera naval entre Gran Bretaña y Alemania de 1898 a 1914, pero también Francia, Rusia, Austria, Italia y EE.UU. se equiparon con múltiples acorazados blindados con cañones de gran calibre (28-38 cm), aparte del espiral permanente de aumentar e industrializar los ejércitos terrestres. Los debates parlamentarios y públicos sobre los respectivos presupuestos militares, radicalizaron las histerias nacionalistas y militaristas650. Como el quinto pilar, se advierte la explosividad del polvorín político en los Balcanes post-otomanos. La creciente disolución forzada de la potencia islámica primaria, llevó a más conflictos consecutivos que beneficios, pues todos los Estados neo-europeos de esta zona mostraron enormes tensiones entre sí y, además, empezaron a articular pretensiones territoriales frente a la potencia europea vecina, la austríaca. Adoptaron perfectamente la lógica de la anarquía de la soberanía, con la particularidad adicional de una disposición al terrorismo internacional en el caso de Serbia. Sexto, la Europa de inicios del siglo XX se caracterizó por crecientes miedos y celos colectivos frente al ascenso del Imperio Alemán como la primera potencia industrial con fuerzas económicas, capacidades de armamento y habilidades organizaciona649
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ULRICH HERRMANN, “1914, Erziehung für Verdun”, en periódico Die Zeit, de 30.1.2014, http://www. zeit.de/2014/06/erster-weltkrieg-erziehung-kaiserreich (5.1.2018); LUTZ RAPHAEL, Imperiale Gewalt und mobilisierte Nation, Bonn, BPB, 2014, págs. 55 y ss. JANZ, 14, Der Große Krieg, op. cit., págs. 43 y ss; MACMILLAN, 1914, op. cit., págs. 155 y ss.
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les superiores a cada una de las co-potencias particulares. Por su parte, Alemania misma fue irritada por la velocidad de su transformación industrial y las respectivas dinámicas no planeadas que llevaron a un peso político cada vez más acentuado y motivaron a reivindicaciones del reconocimiento correspondiente. Ninguna declaración de guerra, ultimátum o movilización amenazante de los años de 1914 a 1916, salió efectivamente de decisiones democráticas. En el caso austríaco, el Emperador FRANCISCO JOSÉ (1848-1916) tomó la decisión para la guerra dentro del palacio de Hofburg, suprimió durante tres años el Consejo imperial (parlamento) y gobernó mediante el derecho de emergencia de la constitución de 1867651. Tampoco el Emperador alemán GUILLERMO II (1888-1918) consultó previamente la cámara elegida, es decir, no desconoció la primera cámara del Consejo federal de los co-monarcas asociados, pero informó a la dieta de modo ex post bajo la aceptación general de la facultad tributaria de la misma, requirió la solidaridad absoluta (Burgfrieden) para el presupuesto de guerra y la recibió sin dificultades. Para posibilitar la legislación ejecutiva durante la guerra, se escondió una ley habilitante dentro de una norma dedicada oficialmente a la prolongación de los plazos en materia de cheques y letras de cambio652. En el caso del Imperio Ruso, la duma estatal promovió su propia disolución durante la guerra, aunque se reactivó más tarde en vista de la presencia personal del Zar NICOLÁS II (1894-1917) en el frente. Tampoco el parlamento británico votó una aprobación formal para la guerra, sino la decisión fue una prerrogativa del Rey JORGE V (1910-1936) bajo la consulta del privy council –no del gabinete–. La corona dependió de la autorización del presupuesto bélico por el parlamento, pero este se comportó del mismo modo sumiso como la asamblea alemana. A través del Defence of the Realm Act de 1914, las cámaras británicas delegaron poderes especiales al gobierno. También las demás monarquías que entraron a la guerra –la otomana, la italiana, la búlgara y la rumana– fueron lideradas por los ministros, diplomáticos y militares de sus jefes coronados. De igual forma, el Presidente de la República Francesa, RAYMOND POINCARÉ (1913-1920), logró dominar la política exterior de su país y requirió la subordinación del sistema político mediante la figura de la union sacrée al estilo de un nacionalismo sacralizado. A diferencia de los demás casos, el parlamento francés sólo toleró de facto la dictadura de emergencia del poder ejecutivo y no delegó ninguna ley habilitante formal653. De todas maneras, la única decisión democrática para la guerra con base en el respectivo Congreso elegido, fue la de los EE.UU. en 1917.
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BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., pág. 163. Gesetz über die Ermächtigung des Bundesrats, en RGBl., 1914, págs. 327 y ss. Comp. HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., pág. 760; KOTULLA, Dt. Verf.geschichte, op. cit., pág. 570 y s; WEHLER, Dt. Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., págs. 44 y s. HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., pág. 761.
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Es una tarea ardua reconstruir con precisión las metas bélicas de las potencias grandes y pequeñas, en vista de articulaciones contradictorias, afirmaciones propagandísticas, voces radicales oficiosas y privadas, contra-opiniones mucho más moderadas y las tendencias gubernamentales a dejarse abierta la libertad política para el momento de la victoria. Varias de las metas no fueron tan claras en la crisis de julio de 1914, sino que se trató de productos posteriores de la guerra en marcha. Hay más claridad en los casos de los tratados de la diplomacia secreta como el de Londres de 1915 y el de Bucarest de 1916 con los cuales la Entente quiso ganar a Italia y Rumania para una participación en su lado. Se afilan en la misma categoría los Acuerdos Sykes-Picot de 1916 entre Gran Bretaña y Francia sobre la futura partición de los valiatos sirios y mesopotámicos del Imperio Otomano654. Cabe enfatizar que la monarquía dual de Austria-Hungría estaba territorialmente saturada y no esperó ningún crecimiento territorial. No obstante, pretendió disciplinar el terrorismo serbio y quiso defender el honor dinástico de los Habsburgo. Eventualmente, existió un motivo secundario de estabilizarse internamente frente a las tensiones étnicas mediante la solidarización en la experiencia bélica, aunque es preciso no sobrevalorar dichas tensiones que todavía quedaron dentro del espectro de pretensiones de autonomía sin separatismo serio. Por el contrario, el pequeño Reino de Serbia se caracterizó por deseos territoriales ambiciosos, por lo menos en cuanto a la provincia ex otomana y ahora austríaca de Bosnia, pero crecientemente bajo la tendencia híper-nacionalista de querer unificar todos los eslavos meridionales bajo la corona de la dinastía Karadordević655. Mirando al Imperio Ruso, se observa políticas paneslavistas que se enfocaron en la inclusión de todas las poblaciones eslavas a una comunidad de Estados de habla eslava bajo el liderazgo del Zar. Puede reconocerse en la monarquía dual de Austria-Hungría con su 45% de súbditos eslavos el contrincante natural de este proyecto geopolítico. Además, el gobierno petersburgués busco la disolución definitiva del Imperio Otomano para realizar su sueño ideológico de la sucesión bizantina mediante la conquista de Constantinopla, lo que fue reconocido en 1915 por parte de la diplomacia secreta de la Entente656. En las políticas anti-otomanas de Rusia, existió una antigua competitividad con Austria-Hungría y una nueva con Alemania, pues GUILLERMO II apoyó la modernización industrial y militar de la Sublime Puerta desde la construcción de ferro654
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Patto di Londra, Francia, Gran Bretagna, Italia e Russia de 1915, en ISGI (Ed.), Prassi Italiana di Diritto Internazionale, http://www.prassi.cnr.it/prassi/attiInternazionali.html?id=350 (5.1.2018); The Sykes-Picot Agreement de 1916, ed. por YALE LAW SCHOOL (Ed.), The Avalon Project, http://avalon.law.yale.edu/20th_century/sykes.asp (5.1.2018); ALBERT HOURANI, A History of the Arab Peoples, nueva ed., Londres, Faber & F., 2013, cap. 19; GERHARD SCHWEIZER, Syrien verstehen, Stuttgart, Klett-Cotta, 2015, pág. 270. CALIC, Geschichte Jugoslawiens, op. cit., págs. 77 y ss. The Constantinople Agreement de 1915, ed. por BIRZEIT UNIV., http://muqtafi2.birzeit.edu/en/InterDocs/ images/280.pdf (5.1.2018).
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carriles (de Bagdad y de Hiyaz) hasta la entrega de acorazados de la última generación –el Goeben y el Breslau de 1911 en 1914–657. Por su parte, Francia articuló conceptos revanchistas en cuanto a la derrota militar de 1870 contra Prusia. En particular, el gobierno parisino quiso reconquistar AlsaciaLorena, perdida en dicha guerra, independiente del perfil cultural alemán y de la antehistoria compleja y variada de esta zona. Además, se articularon ambiciones codiciosas en supuestas frontières naturelles que se orientaron en el modelo de la expansión napoleónica hacia el curso completo del río Rin (1797-1814). Fue visto crucial contener el potencial industrial alemán a una capacidad menor que la francesa. De igual forma, en Francia, se propuso la partición de los Imperios centrales en un montón de Estados regionales, por lo menos del austrohúngaro y del otomano, pero eventualmente también del alemán, despidiéndose así del ideal de la pentarquía equilibrada en beneficio de la hegemonía propia de París658. En el caso del Imperio Alemán, predominó inicialmente la solidaridad con la dinastía hermana en Viena según el lema de la lealtad de los nibelungos, sin disponer de otros fines propios. No hubo ninguna opción a una expansión de tipo étno-lingüístico o histórico, pues los únicos territorios germanoparlantes fuera de las fronteras imperiales fueron los del aliado austríaco y de la Suiza neutral, con la excepción marginal del ex Estado federado (hasta 1866) de Luxemburgo que todavía pertenecía al territorio aduanero alemán. Frente al Imperio Ruso, se empezó a pensar en una separación de las provincias europeas conquistadas por el Zar a partir de 1721, pero no para anexionarlas, sino con el fin de formar Estados soberanos en manos de dinastías exportadas bajo algún tipo de dependencia política de Alemania. También para Bélgica fue debatido el destino dentro de la zona de hegemonía alemana, teniendo en cuenta la tradición del Sacro Imperio Romano y de la cercanía lingüística de la población flamenca del norte659. El Reino Unido de Gran Bretaña no pronunció fines territoriales frente a sus contrincantes europeos. Como justificación oficial, planteó la defensa de la neutralidad belga, pero la credibilidad es baja, en vista de la no disposición a respetar la neutralidad de Grecia. Fue más importante la pretensión de salvaguardar el equilibrio franco-alemán en el continente para no arriesgarse a una descalificación relativa que hubiera sido inmanente a una toma alemana de París660. Se detecta una reedición de la política britá657
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Comp. SEAN MCMEEKIN, The Russian Origins of 1st World War, Harvard, Univ. Press, 2011, págs. 6 y ss, 76 y ss, 194 y ss; RAPHAEL, Imperiale Gewalt, op. cit., pág. 48. Comp. Entente Reply to President Wilson’s Peace Note, January 10, 1917, en Official Communications and Speeches relating to Peace Proposals 1916-1917, Washington, The Endowment, 1917, págs. 47-50, 49 y s; FENSKE, Der Anfang vom Ende, op. cit., pág. 33; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., pág. 761; PETER JACKSON, Beyond the Balance of Power, Cambridge, Univ. Press, 2013, págs. 52 y ss, 130, 150. NIPPERDEY, Dt. Geschichte, 2, op. cit., págs. 802 y ss; WEHLER, Dt. Ges.geschichte, 4, op. cit., págs. 26 y ss. FERGUSON, The Pity of War, op. cit., op. cit., págs. 162 y ss.
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nica clásica de enfrentarse con la potencia continental con el proyecto hegemónico más prometedor. Un motivo adicional consistió en la ambición de ganar la carrera naval con Alemania, precisamente en conservar el two power standard de disponer de una flota superior a la suma de las dos potencias competidoras más fuertes, pues el ascenso alemán a dos tercios de la fuerza inglesa afectó el núcleo de la autoestima del Imperio marítimo dominante. En esta lógica, fue prioritario evitar que Alemania conquistara la flota francesa y los puertos atlánticos. Eventualmente, el Reino anglosajón pensó en restablecer –en vista de antiguos vínculos dinásticos– el Reino de Hanóver, extinguido en 1866 por parte de Prusia, pero dentro del contexto alemán. Además, hay que constatar fines imperialistas frente al Imperio Otomano en cuanto al Estado vasallo egipcio y el Creciente fértil. A estas, perteneció la adopción del concepto sionista de crear en Palestina una zona de poblamiento para migrantes judíos de Europa661. Analizando las potencias que entraron más tarde a la guerra, pueden indicarse en el caso del Imperio Otomano (29.10.1914) los motivos de vengar las humillaciones rusas durante el siglo anterior, recuperar la Anatolia nororiental perdida en 1878 y reentrar a los Balcanes perdidos en 1913. El bando alemán y austríaco fue casi predestinado, pues sólo las potencias centrales estuvieron dispuestas a aceptar el imperio islámico como una gran potencia entre iguales, mientras Gran Bretaña y Francia parecieron sospechosas por sus políticas imperialistas en Oriente, incluyendo la presencia poco transparente de un cónsul general con tropas inglesas en el virreinato otomano de Egipto desde 1882 y la transformación tramposa de Creta en un protectorado anglofrancés-ruso-italiano en 1898662. Además, fue involucrado el Imperio Persa que manejó originalmente una política pro-alemana para liberarse de las esferas de influencia del Convenio anglo-ruso de 1907. Sin embargo, la toma rusa de Teherán llevó, en 1915, a la instalación de un contra-gobierno y los subsiguientes combates ‘internas’ entre dos Persias. Al contrario, el Reino de Italia refutó el casus foederis de su alianza austro-alemana (3.5.1915), buscando la mejor opción para el sacro egoísmo nacionalista, primero, a través de intentos de chantaje frente a Austria que no resultaron exitosos y, después de recibir en el tratado secreto de Londres concesiones benevolentes de la Entente, mediante la declaración de guerra a Austria (23.5.1915). Precisamente, los fines irredentistas de Roma se dirigieron a la expansión étno-lingüística a Trento, Istría y Dalmacia y a la expansión geoestratégica al Tirol del Sur germanófono, buscando la frontera en la cadena principal de los Alpes663. 661
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Balfour Declaration de 1917, ed. por YALE LAW SCHOOL, The Avalon Project, op. cit. Comp. HEINZ HALM, Die Araber, 4a ed., Múnich, Beck, 2015, págs. 103 y ss, 108 y s. Alliance germano-ottomane, 2 août 1914, ed. por YALE LAW SCHOOL, The Avalon Project, op. cit.; FAROQHI, Geschichte des Osman. Reiches, op. cit., págs. 98 y s; KREISER & N., Türkei, op. cit., págs. 364 y ss. Patto di Londra de 1915, op. cit. Véase RAPHAEL, Imperiale Gewalt, op. cit., pág. 48; WOLLER, Geschichte Italiens, op. cit., págs. 64 y ss.
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De igual forma, el Reino de Rumania se alió con la Entente (17.8.1916), sin tener en cuenta los vínculos dinásticos con Alemania, pues predominó el motivo de ganar militarmente una Gran Rumania a costa de la mitad oriental del Reino de Hungría. Por su parte, el Reino neo-europeo de Bulgaria se solidarizó con las potencias centrales (14.10.1915) para incorporarse la parte serbia del botín macedonio de la guerra antiotomana de 1913. La incompatibilidad evidente con los fines otomanos fue superada por el apoyo alemán en la batalla de Galípoli. En el caso del Reino de Grecia neutral, hay que constatar la invasión militar de la Macedonia griega (5.10.1915) por la Entente, el establecimiento de un gobierno marioneta en esta zona, la expulsión del Rey proalemán por amenazas duras y la subsiguiente declaración de guerra del gobierno golpista en el lado de la Entente (27.6.1917) bajo la visión de expandir a la Tracia occidental en manos búlgaras664. Resumiendo, ninguna de estas pretensiones parece inocente o solamente defensiva. Todas se caracterizaron por un chauvinismo nacionalista más o menos radicalizado. Sólo hubo qué esperar cuál territorialismo lograba imponerse militarmente y cuáles Estados resultarían mutilados. Desde la perspectiva de hoy, ninguno de estos motivos es conveniente para dejar combatir 64 millones de hombres jóvenes en la guerra popular industrializada y sacarificar la vida de casi 15 millones de ellos665. De la composición de los participantes, resultó la trayectoria geopolítica de la Gran Guerra: en contra de la denominación típica, no fue todo el mundo, sino primordialmente Europa y el Oriente próximo, es decir, la zona entre el mar Céltico y las montañas de Persia. En cambio, las acciones militares en las colonias africanas y oceánicas sólo alcanzaron un significado marginal. América Latina fue afectada de modo indirecto por la caída del comercio complementario intercontinenta. Con la declaración de guerra de los Estados Unidos de América (6.4.1917), se ampliaron las motivaciones bélicas. No tenían fines de expansión, sino de convertir la guerra de hegemonía de la pentarquía europea en una guerra ideológica para imponer transformaciones sistémicas dentro del viejo mundo. Precisamente, iniciaron una cruzada por la democracia contra el autocratismo del Congreso de Viena. El Presidente WOODROW WILSON estipuló: “The world must be made safe for democracy”666, a través de la promoción de constituciones similares a la estadounidense. Esto pudo ganar un papel significativo en vista del potencial industrial y militar de los EE.UU. Sin embargo, hubo un abismo enorme entre la ideología comunicada y la decisión 664
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KEITH HITCHINS, A Concise History of Romania, Cambridge, Univ. Press, 2014, págs. 152 y ss; CHARY, The History of Bulgaria, op. cit., págs. 53 y s; RICHARD CLOGG, A Concise History of Greece, 3a ed., Cambridge, Univ. Press, 2013, págs. 85 y ss. HANS H. NOLTE, Weltgeschichte, Bonn, BPB, 2009, pág. 291; RAPHAEL, Imperiale Gewalt, op. cit., pág. 44. WOODROW WILSON, The Essential Political Writings, Oxford, Lexington, 2005, pág. 256. Comp. DONALD E. SCHMIDT, The Folly of War, Nueva York, Algora, 2005, págs. 10 y ss, 68 y ss; FENSKE, Der Anfang vom Ende, op. cit., págs. 47 y s; STÖVER, US of America, op. cit., págs. 264 y ss.
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concreta, pues el Imperio Austríaco de entonces fue seguramente más democratizado que Gran Bretaña en vista de su sufragio más amplio y también más constitucionalizado a causa de su amparo iusfundamental. b) 1918-1920: las ‘paces’ de que no crearon la paz No es tan fácil responder la pregunta por qué las potencias centrales perdieron la Gran Guerra, pues el mapa de los frentes militares de 1918 muestra a todas dentro de los territorios de la Entente, más cercanos a París que a la frontera alemana. Para acercarse al tema, hay que tener en cuenta la dinámica atípica del final de la Gran Guerra que no se desarrolló con la misma evidencia militar como, por ejemplo, la derrota del Eje en 1945.
Mapa 10: Las dos alianzas de la Gran Guerra y los frentes en 1917/ 1918667
Según la opinión predominante, la Gran Guerra fue decidida en el frente occidental en el norte de Francia. En pro puede indicarse el despliegue de los EE.UU. con su enorme potencial industrial y la respectiva llegada de tropas nuevas, lo que modificó el equilibrio en dicho frente. De igual forma, es cierto que la Entente ganó terreno en la Ofensiva de los Cien Días del verano de 1918, pero nada más allá de otras oscilaciones de los múltiples frentes en los cuatro años anteriores. De tal manera, la hipótesis de las llanuras francesas coincide bien con la comprensión del bando franco-inglés de la defensa heroica in situ, pero no convence por completo. Resultó mucho más decisivo que la Entente se enfocara no sólo en el contrincante más fuerte, sino de modo paralelo en la puerta trasera que resultó el talón de Aquiles de la 667
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Mapa: BERND MARQUARDT.
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coalición central. Puede parecer irónico, pero la guerra fue decidida en su zona de origen balcánica, donde la Entente logró iniciar una reacción en cadena. En el teatro macedonio, fue vencido el Reino de Bulgaria (14.-29.9.1918) y la Entente reconquistó el Reino de Serbia, con el efecto de una amenaza inmediata de la frontera austrohúngara en los ríos Danubio y Sava y, del mismo modo, de la capital otomana de Constantinopla. En consecuencia, la Sublime puerta solicitó el 30 de octubre el armisticio de Mudros. Además, Hungría revocó ahora sus tropas del frente italiano para poder defender sus fronteras sudorientales amenazadas. Paralelamente, mostró resultados la política de la Entente de revolucionar las minorías étnicas de la monarquía dual de AustriaHungría, de modo que el águila bicéfala perdió sorprendentemente la Batalla de Vittorio Veneto (24.10.-3.11.) en Italia –en contra de la dinámica exitosa de los meses anteriores–, así en vista de la huida masiva de sus tropas multinacionales desilusionadas. A partir del 29 de octubre, Austria buscó el armisticio con la Entente. En esta constelación nueva, se empeoraron dramáticamente las expectativas del ejército alemán en su frente principal en el norte de Francia, pues no dispuso de recursos militares suficientes para establecer adicionalmente un nuevo frente del sur en los Alpes668. Entre los factores principales, se acentúa la pérdida de motivación de partes sustanciales de los respectivos ejércitos populares compuestos por casi todos los ciudadanos masculinos en servicio militar, pues los extensos combates con armas industriales, las trincheras deshumanizantes, las experiencias traumáticas de la guerra en las rocas alpinas y las dificultades agroambientales y logísticas de alimentar los frentes voraces, llevaron a frustraciones de alto nivel que se articularon, primero, en el Ejército Imperial Ruso (1917), después, en el Ejército Imperial y Real de Austria-Hungría (1918) y, tendencialmente también, en el Ejército Imperial Alemán (1918)669. Precisamente, varias potencias adoptaron la estrategia de la revolucionarización del pueblo del enemigo para vencer, así primero Alemania que promovió la segunda fase de la Revolución rusa para dominar en el frente oriental (1917) y, después, lo hicieron las potencias occidentales cuando impulsaron los movimientos étnicos dentro de la monarquía dual de Austria-Hungría. Esta última revolucionarización crucial fue promovida por plantear el concepto novedoso de la autodeterminación de los pueblos, las ofertas de apoyar un separatismo posbélico, la creación de gobiernos en el exilio, el equipamiento de tropas de étnodesertores, la recomendación de formar regímenes de facto en provincias aisladas, el uso intervencionista del instrumento de reconocimiento para elevar minorías rebeldes al 668
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Mudros Agreement, Armistice with Turkey de 1918, ed. por DT. HIST. INSTITUT (Ed.), German History in Documents, http://germanhistorydocs.ghi-dc.org/pdf/eng/armistice_turk_eng.pdf (5.1.2018); Armistice de Villa Giusti de 1918, versión italiana ed. por ASSOCIAZIONE STORICA CIMEETRINCEE (Ed.), L’armistizio di Villa Giusti, http://www.cimeetrincee.it/armistiz.htm (5.1.2018). Comp. CALIC, Geschichte Jugoslawiens, op. cit., pág. 76; CHARY, The History of Bulgaria, op. cit., págs. 54 y s; KREISER & N., Türkei, op. cit., pág. 377; MÜNKLER, Der Große Krieg, op. cit., págs. 687 y ss, 703 y ss, 718 y ss. FERGUSON, The Pity of War, op. cit., págs. 339 y ss, 367 y ss; MÜNKLER, Der Große Krieg, op. cit., págs. 593 y ss, 616 y ss, 707 y ss.
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estatus de Estados beligerantes y la declaración estadounidense de 18 de octubre de 1918 enfocada en la partición de la monarquía habsburga670. Bajo esta influencia, segmentos de los movimientos de la autonomía intra-austríaca se convirtieron en rebeldes separatistas. A partir de 1916, existió un Consejo Nacional Checo (MASARYK) en París y, desde 1917, combatió una Legión Checoslovaca en el lado de la Entente contra su propio gobierno en Viena. En verano de 1918, la Entente promovió dicho Consejo como un gobierno legítimo dentro de la alianza. El 18 de octubre de 1918, siguió la declaración de independencia del proyecto de Estado señalado. Además, la Entente estableció en Londres el Comité Yugoslavo (1915) como el supuesto representante de los eslavos del sur de la Monarquía habsburga. Bajo el protectorado anglo-francés, el Comité acordó la formación de un futuro Reino común con el gobierno expulsado de Serbia en la Declaración de Corfú de 1917. Además, se constituyó un Consejo Nacional en nombre de los rumanos de Hungría oriental en París (1918)671. Por lo tanto, la guerra fue decidida en la batalla ya indicada de Vittorio Veneto, cuando el ejército vienés se desplomó por motines y deserciones masivas de los soldados no germanoparlantes y la proclamación paralela de gobiernos separatistas en ciudades con una larga pertenencia imperial como Praga y Laibach (Ljubljana)672. De igual forma, tenían efectos las actuaciones y mentalidades del liderazgo militar. Es bien conocido que después de la guerra, los círculos militares alemanes ensuciaron a los demócratas con la Leyenda de la puñalada por la espalda, declarando los nuevos líderes civiles responsables de la derrota, pero fue precisamente el liderazgo militar mismo, en particular el general ERICH LUDENDORFF, donde se extinguió la voluntad a continuar con la guerra después del fracaso del último intento de conquistar a París en la Ofensiva de primavera de 1918. La lógica fue la del honor mosqueado: si no se pudo alcanzar la victoria, era mejor considerado desistir –y transmitir la apariencia de la responsabilidad a los republicanos despreciados–. Es preciso señalar que, en vista del lugar avanzado del ejército alemán dentro del territorio de Francia, los generales de los Hohenzollern esperaron una paz benigna y honorable en la lógica del empate según la tradición de los siglos anteriores. Sin embargo, se pudo saber muy bien que la Entente había rechazado, en los años anteriores, varias iniciativas de paz de las potencias centrales673 y que la misma insistió en el escenario de una paz con una apariencia heroica ante la opinión pública de sus pueblos en 670 671
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RAUCHENSTEINER, The 1st World War, op. cit., págs. 993 y s. Comp. BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., pág. 168; FENSKE, Der Anfang vom Ende, op. cit., págs. 73 y s; HILLGRUBER, Die Aufnahme neuer Staaten, op. cit., pág. 191; MARGARET MACMILLAN, Paris 1919, Nueva York, Random House, 2003, págs. 114 y ss; RENOUVIN, Historia de las relaciones internacionales, op. cit., págs. 728 y ss. MÜNKLER, Der Große Krieg, op. cit., págs. 729 y ss; RAUCHENSTEINER, The 1st World War, op. cit., págs. 944 y ss, 955 y ss, 992 y ss. FENSKE, Der Anfang vom Ende, op. cit., págs. 39 y ss, 49 y ss.
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armas. Además, en el acercamiento al armisticio, el comandante en jefe francés FERDINAND FOCHE actúo como un estratega brillante, posponiendo la firma hasta que segmentos significativos de las tropas alemanas desmoralizadas habían vuelto al interior de su país, con el efecto adicional de provocar una presión de revolucionarización. Cuando Alemania se convirtió en indefensa con la retirada de sus aproximadamente 200 divisiones de los frentes occidentales, el comandante en jefe PAUL VON HINDENBURG tuvo que autorizar cualquier firma. Con el Armisticio de Compiègne de 11 de noviembre de 1918, el Imperio Alemán se entregó a la benevolencia de la Entente674. A finales de la Gran Guerra, las potencias europeas firmaron seis paces significativas: la de Brest lituano impuesta por el Imperio Alemán frente a Rusia (marzo de 1918) y las parisinas impuestas por la Entente frente a Alemania (1919), Austria (1919), Bulgaria (1919), Hungría (1920) y el Imperio Otomano (1920). En primer lugar, el Tratado de Brest lituano desplomó las conquistas rusas en Europa oriental realizadas a partir de 1721675. En ello, las potencias centrales renunciaron a efectuar anexiones, excepto la devolución de Anatolia nororiental al Imperio Otomano676, pero crearon los nuevos Estados de Finlandia, Estonia, Livonia, Curlandia, Lituania, Polonia y Ucrania según conceptos étno-centristas. No se habló de culpa, ni se justificaron reparaciones, pero ambos lados se concedieron mutuamente la amnistía. De tal manera, la tendencia general fue más respetuosa que la de los tratados posteriores. A pesar de que la Entente revocó ex post los acuerdos de Brest lituano, la creación de los nuevos Estados fue un hecho irreversible, excepto la unificación de Livonia y Curlandia a Letonia y la reconquista rusa de Ucrania (1920) que fue convertida en un Estado federado soviético (1922)677. En segundo lugar, los cinco tratados parisinos678 se enfocaron en el concepto de la paz vencedora, unilateral e impuesta en vez de bilateral y acordada. En este marco, se continuaron con la gran redistribución territorial de Europa. El Imperio Alemán fue limitado al 86% de su territorio anterior a la guerra, Austria al 28%, Hungría al 29% y 674
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Armistice signé à Rethondes de 1918, ed. por MAURY, Digithèque, op. cit. Comp. FENSKE, Der Anfang vom Ende, op. cit., págs. 76 y s; WEHLER, Dt. Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., págs. 174 y ss. Friedensvertrag zwischen Deutschland, Österreich-Ungarn, Bulgarien und der Türkei einerseits und Rußland andererseits de 1918, en HELMUT ALTRICHTER et al. (Eds.), 100(0) Schlüsseldokumente, http://www.1000dokumente.de/index.html?c=dokument_de&dokument=0011_bre&object=facsimile&pimage=1&v=100&nav=&l =de (5.1.2018). Véase FENSKE, Anfang vom Ende, op. cit., págs. 53 y ss, 64 y ss; LEONHARD, Büchse der Pandora, op. cit., págs. 814 y ss; RENOUVIN, Historia de las relaciones internacionales, op. cit., págs. 720 y ss. FAROQHI, Geschichte d. Osman. Reiches, op. cit., pág. 100; KREISER & N., Türkei, op. cit., pág. 370. KAPPELER, Geschichte der Ukraine, op. cit., págs. 183 y ss. Traité de paix entre les Puissances alliées et associées et l’Allemagne, Traité de Versailles de 1919, ed. por GREWE, Fontes, t. 3-2, op. cit., págs. 683-700; Traité de paix signé à Saint-Germain-en-Laye de 1919, op. cit.; Traité de paix entre les puissances alliées et associées et la Bulgarie, Traité de Neuilly-sur-Seine de 1919, ed. por MAURY, Digithèque, op. cit.; Traité de paix de Trianon de 1920, op. cit.; Traité de Sèvres entre les Alliés et l’Empire ottoman de 1920, versión inglesa en UK Treaty Series, núm. 11 de 1920, en UK Treaties Online, http:/ /treaties.fco.gov.uk/docs/pdf/1920/TS0011.pdf (5.1.2018).
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el Imperio Otomano de Sèvres a aproximadamente el 20% en comparación con las fronteras alrededor de 1910679. Los últimos tres casos encarnaron verdaderas descuartizaciones de Estados y las radicalizaciones más llamativas de toda la era de la anarquía de la soberanía.
Mapa 11: El territorialismo sin límites de la anarquía de la soberanía: los cambios territoriales efectuados entre 1910 y 1923680
La pretensión principal fue eliminar los respectivos Estados de la esfera de las potencias significativas. A diferencia de Brest lituano, los aliados de la Entente se aprovecharon inmediatamente, así Francia –respecto a Alsacia-Lorena, el Sarre, Líbano y Siria–, Gran Bretaña –en cuanto a Mesopotamia, Palestina y Transjordania–, Italia –recibiendo Trento, Tirol del Sur, Tarvis, el Litoral austríaco, Istría, Fiume, Zara y Dodecaneso–, Serbia –creciendo por Carniola, Estiria del Sur, Croacia, Dalmacia, Bosnia, Panonia del Sur y Montenegro681– y Rumania –absorbiendo Transilvania, Panonia oriental y Bukovina–. Además, la Entente fundó el Estado artificial de Checoslovaquia y promovió la extensión de Polonia que ya había resurgido por la iniciativa austroalemana de 1916. Llama la atención que Alemania consiguió un tratamiento gradualmente mejor que sus socios de armas, pues el deseo francés de la frontera del río Rin fue suavizado a una mera ocupación militar de Renania –hasta 1930– y tampoco se limitó el poder prusiano a su papel anterior a 1871 mediante paces particulares con los Estados federados del sur alemán. De tal manera, puede reconocerse una última apli679
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TOMUSCHAT, The 1871 Peace Treaty and the 1919 Peace Treaty, op. cit., pág. 390; KREISER & N., Türkei, op. cit., págs. 378 y ss; ANDREW MANGO, Atatürk, Londres, Murray, 1999, págs. 284 y ss. Mapa: BERND MARQUARDT. CALIC, Geschichte Jugoslawiens, op. cit., págs. 81 y ss.
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cación del equilibrio de poderes del Sistema de Viena, pues Gran Bretaña no quiso permitir un crecimiento del poder continental de Francia en dimensiones desproporcionadas. Por lo general, el sistema internacional de la anarquía de la soberanía reconoció un derecho amplio del vencedor a imponer sus deseos territoriales. Sin embargo, en la fase final de la Primera Guerra Mundial, ascendió una nueva estrella de la retórica territorial de la era nacional: la autodeterminación de los pueblos, basada en una propuesta de LENIN que fue popularizada por el Presidente estadounidense WILSON. Si esta última quiso ser un principio jurídico, contradijo el derecho del vencedor, pero también fue posible instrumentalizarla de modo táctico y unilateral para entregar una legitimidad adicional al derecho del vencedor. Si la Entente habría permitido hipotéticamente la primera variante, se hubiera consolidado, en Europa central, un Estado alemán aun más grande y fuerte con la misma población que Francia y Gran Bretaña en conjunto, pues los respectivos deseos de los alemanes austríacos fueron comunicados y conocidos, además de la imposibilidad de ganar referéndums de cesión pro-Entente en lugares germanófonos reclamados como Tirol del Sur, Estiria del Sur, Bohemia-Moravia exterior, Silesia austríaca y superior, Eupen, Pomerelia-Danzig, el territorio de Memel y, con menos evidencia, Alsacia –donde hubo un proyecto de independencia–, pero la Entente quiso evitar la unidad estatal de la zona lingüística más grande de Europa, de modo que los tratados parisinos se orientaron en la variante estratégica y unilateral de la autodeterminación. Además, la Entente se vio obligada a cumplir con sus tratados secretos por los cuales había ganado el apoyo militar de Italia y Rumania y las sublevaciones checa y yugoslava682. En los tratados parisinos, se autorizaron la fundación o expansión de Estados seudo-nacionales sin raíces históricas en manos de ex minorías, como Checoslovaquia –que tuvo también un carácter multiétnico acentuado con su mixtura de checos (52,5%), alemanes (24,7%), eslovacos (15,1%), húngaros (5,1%) y ucranios (0,8%)683– y Yugoslavia. El hecho de que el Estado sucesor principal del Imperio Austríaco –que pretendió denominarse en la misma lógica nacionalista Austria Alemana– sólo recibiera los territorios de seis de los diez millones de habitantes de lengua alemana, subrayó la aplicación selectiva del principio de la autodeterminación. Algo semejante pasó con el segundo Estado de la doble monarquía habsburga, el Reino de Hungría, que perdió el 71% de su territorio tradicional en el Tratado de Trianón de 1920, de modo que en la nueva Hungría vivieron sólo ocho de los once millones y medio de húngaros 682
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JOST DÜLFFER, “ Die Diskussion um das Selbstbestimmungsrecht”, en JÖRG FISCH (Ed.), Die Verteilung der Welt, Múnich, Oldenbourg, 2010, págs. 113-140; FISCH, Das Selbstbestimmungsrecht, op. cit., págs. 144-181; HOBSBAWM, Historia del siglo XX, op. cit., pág. 39; RAPHAEL, Imperiale Gewalt, op. cit., págs. 68 y s; RAIČ, Statehood and the Law of Self-Determination, op. cit., págs. 188-198; TOMUSCHAT, The 1871 and the 1919 Peace Treaty, op. cit., pág. 390. Nacionalidades de Checoslovaquia según el censo de 1921. Comp. TEICHOVA, Wirtschaftsgeschichte der ČSR, op. cit., págs. 14 y s.
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étnicos684. Es evidente el objetivo de la Entente de extinguir aquella potencia de la pentarquía que se había convertido en la más débil, mientras los nuevos Estados de la gracia de los vencedores prometieron una excelente perspectiva de lealtad a París y Londres. EL PROBLEMA DE LA AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS ENTRE 1918 Y 1923 Plebiscitos
Cambios territoriales a la fuerza sin orientarse en la mayoría lingüística de la zona afectada
A. Schleswig del Norte: dividido entre Dinamarca y Alemania B. Prusia oriental del sur: confirmación de la pertenencia alemana
1. Eupen-Malmedy: a Bélgica
C. Silesia superior: dividida entre Alemania (71 %) y Polonia
4. Estiria del Sur: a Yugoslavia
2. Alsacia-Lorena: a Francia 3. Tirol del Sur: a Italia 5. Sudetes: a Checoslovaquia 6. Prusia occidental: a Polonia y la ciudad-Estado de Danzig
D. Ödenburgo: confirmación de la pertenencia húngara
7. Territorio del Memel:a Lituania
E. Carintia sudoriental: confirmación de la pertenencia austríaca
8. Hungría superior meridional: a Checoslovaquia 9. Transilvania del Norte: a Rumania
Gris oscuro: otros cambios territoriales por los tratados de 1918 a 1920
10. Panonia del Sur: a Yugoslavia
Mapa 12685
En el Jus Publicum Europaeum, las paces se habían orientado en la estrategia psicológica de la no humillación del vencido para abrir la perspectiva de una futura paz duradera. Todavía en el Congreso de Viena de 1815, la Francia vencida había recibido una paz muy humilde y reintegradora que evitó conflictos consecutivos durante varios decenios. En 1919 y 1920, los creadores de los tratados parisinos se despidieron de estas costumbres establecidas, experimentado con el nuevo concepto de la paz vencedora cuyos resultados no fueron negociados entre co-potencias iguales, sino definidos por el lado victorioso e impuestos mediante amenazas militares y la estrategia del hambre en forma del bloqueo marítimo británico. El punto más controvertido fue la fijación de la responsabilidad unilateral de los vencidos de una supuesta guerra de agresión para poder obligarlos a pagar reparaciones que refinanciaran la guerra del otro bando686, a pesar de que la comunidad europea de 1914 había entendido el ius ad bellum como inherente a la soberanía estatal y en contra de la situación política de 1914 en la cual la pentarquía había buscado colectiva y benevolentemente identificar el verdadero campeón mundial de la anarquía de la soberanía. Los vencidos de entonces no lo entendieron, al igual que un hipotético aficionado al 684
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MOLNÁR, A Concise History of Hungary, op. cit., págs. 250 y ss, 262 y ss; SUGAR et al., A History of Hungary, op. cit., págs. 315 y s. Mapa: BERND MARQUARDT. Art. 231 TV, art. 177 TSG, art. 231 TS.
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futbol de hoy no entendería porqué el perdedor de la copa mundial debe ser declarado culpable de la existencia del evento y, además, condenado a pagarlo. En la misma línea, la Entente negó la fórmula clásica de la amnistía mutua. Más bien, se aprovechó del ius in bello de 1899 y 1907 para dejar brillar la supuesta misión justa propia, anunciando un proceso penal contra el Emperador alemán GUILLERMO II por supuestos crímenes de guerra, pese a que la experiencia de la Gran Guerra no había comprobado culturas de la violencia nacionales, sino patrones comunes que tendieron en situaciones similares a actuaciones semejantes. De todas maneras, el juicio no resultó viable, pues el Hohenzollern recibió el asilo político bajo la capa de protección de la Reina GUILLERMINA de Países Bajos. Paralelamente, se exigió la extradición de militares de los vencidos a la justicia penal aliada, aunque la persecución real fracasó en las resistencias pos-parisinas687. De todos modos, los tratados salieron conceptualmente de la antigua tradición de las paces reconciliadoras con su perdón recíproco, buscando ahora el fortalecimiento simbólico de la victoria por medios penales que se orientaron en el criterio no penal del éxito en la guerra. Se generó la impresión de lo excesivo y obsesivo también en vista de las enormes compensaciones para los gastos de guerra de los victoriosos, la exclusión del comercio mundial por la entrega de la flota mercante, la confiscación de los transatlánticos prestigiosos, la desmilitarización a meros ejércitos de tercer rango, el desarme marítimo, las amputaciones territoriales y las alienaciones de varias zonas mineras e industriales, con efecto de que muchos centroeuropeos percibieron una paz violenta y un dictado de paz688. Es útil recordar que, en las sociedades nacionalizadas de entonces, los negociadores necesitaron tener en cuenta la opinión pública y no fueron libres para elaborar un pacto de caballeros como en 1815. Según esta mirada, pueden explicarse el desenfreno y la desmesura por la incitación, emocionalización e ideologización nacionalista e imperialista de los pueblos, además por la satanización máxima de las potencias enemigas como hunos, bestias, carniceros y vampiros mediante la propaganda retórica y visual que redujo la complejidad a una supuesta cruzada de los buenos altruistas contra los malos689, en general por el espíritu chauvinista de la anarquía de la soberanía, pero también por la enorme brutalización de la primera guerra industrial y tecnologizada con su sufrimiento colectivo y las devastaciones completas de las zonas de los frentes militares, bajo el sacrificio de grandes partes de los ciudadanos masculinos en los ejércitos populares –inclusive 1,33 millones de franceses y 0,9 millones de británicos muertos o,
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Arts. 227-228 TV, art. 173 TSG, art. 226 TS. Comp. MACMILLAN, Paris 1919, op. cit., págs. 161 y ss, 166 y ss, 180 y ss; TOMUSCHAT, The 1871 and the 1919 Peace Treaty, op. cit., págs. 384 y s, 387 y s, 391, 393 y s; TRUYOL Y SERRA, Historia del derecho internacional público, op. cit., pág. 129. RAPHAEL, Imperiale Gewalt, op. cit., págs. 61 y s.
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en otras palabras, el exterminio de cada quinto joven francés en la edad del servicio militar obligatorio690– que requirieron una justificación ex post. No obstante, estas dimensiones de víctimas existieron de manera igualitaria o incluso mayor en el otro bando –con 2,0 millones de alemanes, 1,7 millones de otomanos y 1,1 millones de austríacos y húngaros muertos691–, de modo que las paces vencedoras promovieron sentimientos colectivos de frustración, ira y traición. De tal manera, no se constituyeron condiciones para la pacificación eficaz del sistema de Estados europeos, sino por el contrario para el ascenso de movimientos radicalizados que buscaron la revocación y revancha en la próxima oportunidad. El único caso de una defensa exitosa frente a la humillación parisina, ocurrió en el hasta entonces Imperio Otomano por el contra-gobierno sedicioso del militar MUSTAFA KEMAL ATATÜRK. En la Guerra de liberación turca de 1919 a 1923, los defensores de la dignidad nacional lograron revocar el más duro de los tratados parisinos –el de Sèvres de 1920– y alcanzaron a duplicar el territorio conservado. De tal manera, la nueva dictadura republicana de Turquía recibió por el Tratado de Lausana de 1923 condiciones más equilibradas, tanto eliminando las cesiones previstas en beneficio de Grecia y Armenia como suprimiendo las zonas de influencia de Francia e Italia en Asia menor y terminando la ententización de la ex capital Constantinopla692. c) 1939: el combate final de la Nueva Guerra de los Treinta Años A diferencia de la Primera Guerra Mundial, la Segunda encarna mucho más un problema de investigación, pues la cientificación es dificultada por el cruce con mitos modernos, en particular la popularizada simplificación en blanco y negro de una cruzada de los buenos altruistas contras los malos absolutos. Esta visión ignora que nadie combatió para apoyar a los judíos u otros perseguidos, sino la Segunda Guerra Mundial fue un conflicto entre intereses hegemónicos de los cuales algunos se impusieron, mientras otros fracasaron. Varios observadores parten de una Segunda Guerra de los Treinta Años por indicar un gran contexto conflictivo desde la catástrofe originaria de 1914 hasta la victoria de los Aliados en 1945. Para HATTENHAUER y TRAVERSO se trató de “la guerra civil europea” y CASANOVA habla de “Europa contra Europa 1914-1945”, mien690
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Británicos inclusive dominios en ultramar. Cifras según STATISTA (Ed.), Gefallene Soldaten im 1. Weltkrieg nach Ländern, 1914-1918, https://de.statista.com/statistik/daten/studie/251868/umfrage/militaerische-verluste-im-ersten-weltkrieg-1914-bis-1918/ (5.1.18). Similar: GREVELHÖRSTER, Der 1. Weltkrieg, op. cit., pág. 135; RAPHAEL, Imperiale Gewalt, op. cit., pág. 44; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., pág. 232. Cifras según STATISTA, Gefallene Soldaten, op. cit. Similar: GREVELHÖRSTER, Der 1. Weltkrieg, op. cit., pág. 135; RAPHAEL, Imperiale Gewalt, op. cit., pág. 44. Accord relatif à la restitution réciproque des internés civils et à l’échange des prisonniers de guerre, signé à Lausanne, de 1923, ed. por GREWE, Fontes, t. 3-2, op. cit., págs. 719-729. Comp. KREISER & N., Türkei, op. cit., págs. 378 y ss, 396 y ss; MANGO, Atatürk, op. cit., págs. 306 y ss, 387 y ss; THER, The Dark Side, op. cit., págs. 74 y ss; TRUYOL Y SERRA, Historia del derecho internacional público, op. cit., pág. 128.
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tras KERSHAW detecta un largo “viaje de ida y vuelta al infierno”693. En pro de la perspectiva señalada, puede aludirse la interconexión temática entre ambas guerras mundiales incluyendo la continuidad de prácticamente las mismas alianzas. No hay muchas dudas que el dictador agresivo HITLER fue una especie de hijo de Versalles.
Img. 66: En esta caricatura de 1930, sale del Tratado de Versalles el dictador HITLER694
También el llamado interbellum se presentó crónicamente violento. Después de los tratados parisinos, la primera subfase difusa de 1918 a 1925 se caracterizó por múltiples conflictos bélicos derivados de la Primera Guerra Mundial, incluyendo la Guerra civil rusa (1917-1923) bajo la participación activa de la Entente, las cinco Guerras de la unificación polaca (1918-1921)695, las guerras en defensa de la independencia de la zona báltica y finesa (1918-1920), la Guerra ruso-ucraniana (1917-1921), la Guerra rumano-húngara (1918-1919), la Guerra serbio-montenegrina (1919), la Guerra de independencia irlandesa contra Gran Bretaña (1919-1923), la Guerra de independencia turca frente a la Entente (1919-1923) inclusive la Guerra greco-turca, el conflicto italiano-yugoslavo sobre la ciudad-Estado libre de Fiume (1919-1924), la Guerra italiano-albana (1920), la ocupación italiana de la isla griega de Corfú (1923), la invasión y anexión del territorio prusiano de Memel por Lituania (1923) y la invasión de Francia y Bélgica en la megápolis industrial del Ruhr en Alemania (1923-1925)696. La siguiente subfase de la tranquilidad relativa y engañosa, de 1926 hasta agosto de 1939, se presentó menos bélica, aunque hay que anotar la continuación de la ocupación francesa en la Renania alemana hasta 1930, la transformación forzada de Albania en un protectorado italiano (1927), el genocidio ucraniano (19321933) y las intromisiones fácticas de varias potencias –Alemania, Francia, Italia y Rusia– en la Guerra civil española de 1936 a 1939. De igual forma, se detectan múltiples 693
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HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 757 y ss; ENZO TRAVERSO, A sangre y fuego, De la guerra civil europea, 1914-1945, Valencia, Univ. de València, 2009, subtítulo; JULIÁN CASANOVA, Europa contra Europa 1914-1945, Barcelona, Crítica, 2012, título; KERSHAW, Descenso a los infiernos, op. cit.; Comp. HOBSBAWM, Historia del siglo XX, op. cit., págs. 29 y s (era de las catástrofes y de la guerra total); DOMENICO LOSURDO, Kampf um die Geschichte, 3a ed., Colonia, PapyRossa, 2013, págs. 12 y ss. Del periódico estadounidense St. Louis Dispatch de 18.10.1930. Con Lituania, Checoslovaquia, Ucrania, la Unión Soviética y en Silesia. KAPPELER, Geschichte der Ukraine, op. cit., págs. 176 y ss; RAPHAEL, Imperiale Gewalt, op. cit., pág. 40.
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conflictos étnicos persistentes del territorialismo parisino, con tendencias del rechazo latente hasta la violencia abierta, lo que llevó a Estados frágiles y semi-fallidos. En vista de los conflictos concretos y potenciales de crisis no resueltos entre 1926 y 1939, puede reconocerse más un cese de fuego parcial y relativo y ninguna paz eficaz. Especialmente en las capitales de los perdedores humillados de 1918 –Berlín, Viena, Budapest y Moscú–, sobrevivió una enorme frustración latente sobre las paces vencedoras. La dinámica internacional más acentuada del llamado interbellum resultó de la política alemana enfocada en la revisión diplomática del Tratado de Versalles, pues, después de los primeros acercamientos, a partir de 1923, se impuso, en 1933, un gobierno nacionalista y dictatorial con un enfoque acentuadamente anti-versaillais que retomó el espíritu de la autodeterminación de los pueblos para revocar las fronteras ‘artificiales’ de los tratados parisinos. Mejor dicho, ahora se exigió dicha autodeterminación como un principio jurídico estrictamente relacionado con identidades histórico-lingüísticas y se recibió en este momento, a causa de una cierta evidencia de las contradicciones de 1919, la benevolencia y el consenso de la ex Entente occidental para la realización de ciertas revisiones étno-territoriales (apaciguamiento). Esta política de unificación nacional no fue inventada por la dictadura nacionalsocialista, sino la misma se orientó en un programa previsto tanto en la Constitución de Weimar de 1919 como en la Ley fundamental sobre la forma de gobierno de la Austria Alemana de 1918697 que puede resumirse en la idea de reunificar los territorios de habla alemana de la tradición de la ex Federación Germánica disuelta en 1866 y del anterior Sacro Imperio Romano. Precisamente, el Imperio Alemán logró crecer por el territorio del Sarre en 1935, por Austria y la zona exterior de Bohemia, Moravia y Silesia austríaca en 1938 y por el territorio báltico de Memel en 1939698. De todas maneras, desde 1938 el Gran Imperio Alemán del austríaco HITLER actuó como el sucesor de dos potencias vencidas y humilladas 20 años antes, la prusiana y la austríaca. A diferencia de las unificaciones de 1938 que se fundamentaron primordialmente en patrones de identidad austríacas, resultó más difícil la reconstrucción prusiana de 1939: entraron en tensiones duras tanto las negociaciones en cuanto al destino de la ciudad-Estado semi-soberana de Danzig –una creación de 1920 bajo la protección de 697
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Art. 61 núm. 3 de la Verf. des Dt. Reiches de 1919, op. cit., págs. 1383 y ss; § 2 de la Gesetz austríaca über die Staats- und Regierungsform de 1918, en StGBl. für Deutschösterreich, núm. 5, 1918, pág. 4. Comp. WILHELM BRAUNEDER, Deutsch-Österreich 1918, Die Republik entsteht, Viena, Amalthea, 2000. Gesetz alemana über die Wiedervereinigung Österreichs mit dem Dt. Reich de 1938, en RGBl. I, 1938, págs. 237-238; Accord conclu à Munich entre l’Allemagne, le Royaume-Uni, la France et l’Italie de 1938, ed. por MAURY, Digithèque, op. cit.; Gesetz alemana über die Wiedervereinigung des Memellandes de 1939, en RGBl. I, 1939, pág. 559. Comp. AG ÖSTERR. RG (Ed.), Rechts- u. Verf.geschichte, 3a ed., Viena, Facultas, 2014, págs. 292 y ss; BENZ, A Concise History of the 3rd Reich, op. cit., págs. 155 y ss; BRAUNEDER, Österr. Verf. geschichte, op. cit., págs. 248 y ss; DÖRR, Inkorporation, op. cit., págs. 327 y ss, 339 y ss; FISCH, Das Selbstbestimmungsrecht, op. cit., págs. 191 y s; HOKE, Österr. u. dt. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 494 y ss; MANN, Dt. Geschichte, op. cit., págs. 873 y ss, 889 y ss; PRETTENTHALER, Verf.geschichte Europas, op. cit., pág. 131.
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la Sociedad de Naciones, con ciertos derechos de Polonia y poblada por un 95% de alemanes étnicos– como la controversia con la república vecina sobre el proyecto de la autopista de Berlín a Königsberg que tuvo que pasar por el corredor polaco versaillais. En general, muchos alemanes de entonces rechazaron el corredor polaco en la antigua provincia de Prusia occidental –cuna de la Prusia histórica– como una creación injusta699. Tampoco Hungría estuvo dispuesta a aceptar que había perdido, en 1920, el 71% de su territorio tradicional en la cuenca de los montes Cárpatos, de modo que efectuó del mismo modo políticas antiparisinas. Por las sentencias de arbitraje de Viena de 1938 y 1940, en las cuales mediadores alemanes e italianos reorganizaron las fronteras entre sus aliados húngaro, eslovaco y rumano según criterios étnicos, el gobierno de HORTHY logró un éxito, pues su país fue ampliado a un territorio que unificó ahora 11,5 millones de húngaros étnicos en vez de los ocho millones de Trianón, pero sin restaurar por completo el territorio prebélico de la Corona de San Esteban700. Además, se denuncia el interés imperial de la Rusia soviética en manos del dictador STALIN que buscó recuperar las pérdidas territoriales en consecuencia del Tratado de Brest lituano de 1918. Mediante las cláusulas secretas del Tratado de no agresión entre Alemania y la URSS de 1939, Moscú ganó un aliado para efectuar la Cuarta partición de Polonia y la incorporación de los Estados bálticos, en alguna cercanía a la situación territorial anterior de 1918701. Visto panorámicamente, el sistema de Brest lituano y París fue desafiado por haber creado la promesa de una Europa de Estados ‘naciones’, pero sin naciones correspondientes en la geopolítica establecida. En la arbitrariedad de fronteras declaradas como ‘nacionales’ sin cumplir, puede verse el peor problema para la sostenibilidad de la paz en la era pos-parisina. No sorprende que, en el rectángulo entre Berlín, Viena, Budapest y Moscú, se retroalimentó decisivamente la futura explosión de la pentarquía europea. Por lo menos la dictadura de HITLER había acumulado tanto odio que estuvo dispuesta a provocar la batalla final del campeonato mundial de la anarquía de la soberanía, actuando según la lógica del riesgo máximo, todo o nada. Se considera cardinal evitar la trampa de justificar o exculpar algunos participantes como los supuestos buenos guerreros que no existen en los ojos de la pazología moderna. 699
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CHU, The German Minority in Interwar Poland, op. cit., págs. 21 y ss, 63 y ss; RENOUVIN, Historia de las relaciones internacionales, op. cit., págs. 1081 y ss; GERHARD SCHREIBER, Der 2. Weltkrieg, Múnich, Beck, 2013, pág. 18; NICHOLAS STARGARDT, The German War, Londres, Vintage, 2016, págs. 23 y ss. Arbitral award establishing the Czechoslovak-Hungarian boundary de 1938, ed. por UN, Reports of International Arbitral Awards, t. 28, Nueva York, UN, 2007, págs. 401-406; Award relating to the Territory ceded by Romania to Hungary de 1940, ed. por UN, Reports of International Arbitral Awards, t. 28, op. cit., págs. 407-412. Comp. ROLF MÜLLER, An der Seite der Wehrmacht, 2a ed., Fráncfort, Fischer, 2014, págs. 38 y ss; RAPHAEL, Imperiale Gewalt, op. cit., pág. 66; SUGAR et al., A History of Hungary, op. cit., págs. 339 y ss. Pero con variaciones: Rusia recibió Leópolis (Lemberg, Lwiw) de la antigua Polonia austríaca.
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No hay dudas que también las antiguas potencias imperialistas de Gran Bretaña y Francia tenían intereses internacionales con potenciales de escalado. A estos perteneció la defensa de un resto de su botín de Versalles, por lo menos la existencia de la parte norte del cordón sanitario de Estados amables entre Alemania y Rusia, lo que motivó la declaración de garantía para Polonia en 1939702. En un sentido más amplio, Londres y París quisieron conservar su papel como los centros de las potencias primarias de Europa, en particular frente al desafiador berlinés, tomado más en serio que el de Moscú. El problema no fue tanto el experimento breve con la política de apaciguamiento (appeasement) en 1938, sino mucho más la reactivación del neo-pentarquismo con sus lógicas del equilibrio de poderes mecanicista e imperialismo orgulloso703. No debe subestimarse que Gran Bretaña y Francia fueron los declarantes de la guerra pentarquica de 1939, que europeizó el conflicto alemán-polaco, con una justificación al estilo de la guerra justa en pro de Polonia que invirtió mucha energía retórica para evitar la apariencia como violadores de las nuevas limitaciones del ius ad bellum según el Pacto BriandKellog de 1928704. Prácticamente, Londres reeditó su política clásica de enfrentarse con la potencia continental con el proyecto hegemónico más prometedor. A fin de cuentas, el conflicto sobre la ciudad báltica de Danzig y la autopista del corredor polaco se comprobó como la chispa que dejó caer la metapreferencia para la paz de los años anteriores y la respectiva estructura comunicativa. Subieron tensiones insuperables de la neo-pentarquía europea que se estructuró de nuevo y rápidamente en dos alianzas que se amenazaron, intimidaron y se encerraron en imperativos de orgullo sin escape fácil. El efecto de la vuelta a los comportamientos anti-paz, fue una nueva fase violenta de la anarquía de la soberanía en casi la misma constelación bipolar como la de 1914, con Italia como suplente de la Austria incorporada a Alemania y la particularidad de la alianza ruso-alemana durante la fase inicial (1939-1941). En los primeros siete meses, ambos contrincantes principales esperaron todavía en la frontera franco-alemana con la activación de la guerra (guerra de broma), hasta que la dictadura alemana decidió vengar la humillación de 1919 por la guerra relámpago que tomó a París, con los tanques motorizados de la era industrial, en cinco semanas. La interconexión con Versalles fue bien visible en el ritual de armisticio que se realizó en el mismo lugar –el bosque de Compiègne– y en el mismo vagón de ferrocarril –reco-
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Statement by the british Prime Minister in the House of Commons on March 31, 1939 to guarantee Polish independence, ed. por YALE LAW SCHOOL, The Avalon Project, op. cit. Desde una perspectiva pacifista: NICHOLSON BAKER, Human Smoke, N. York, Simon & S., 2009. Exagerado: PAT BUCHANAN, Churchill, Hitler and the Unnecessary War, N. York, Crown, 2008. Comp capítulo VIII.9.B. Réplica de la ciencia alemana de entonces: CARL BILFINGER, “Die Kriegserklärungen der Westmächte und der Kelloggpakt”, en revista ZaöRV, núm. 10, Heidelberg, MPI AöRV, 1940, págs. 1-23. Comentario moderno: ANDREAS TOPPE, Militär und Kriegsvölkerrecht, Múnich, Oldenbourg, 2008, págs. 58 y ss.
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gido de un museo–, bajo referencias explícitas en el preámbulo y condiciones humillantes análogas705. Condensando, el modelo analítico de la Nueva Guerra de los Treinta Años (1914-1945) es útil para hacer visibles las interdependencias sistémicas entre ambas guerras industrializadas y las largas líneas conflictivas. La contextualización abre horizontes más allá del extendido personalismo con su enfoque unilateral en la actuación del dictador HITLER como el punto de gravitación y centrifugación del conflicto global de 1939 a 1945706, pues se evita la reducción de la complejidad a una especie de película de Hollywood con su contraste agudo de los buenos altruistas frente al malo absoluto. De todas maneras, se considera esencial no abusar de la perspectiva de conexión para exculpar dicho régimen anti-constitucional, nacionalista, eco-imperialista y belicista que mezcló visiones de la expansión neo-napoleónica con disposiciones a la violencia cada vez más monstruosas, así por lo menos desde la Operación Barbarroja de 1941 contra la Rusia soviética y la subsiguiente política del espacio vital alimenticio707. Es indudable que la guerra de los dictadores proletarios HITLER y STALIN ascendió al papel de la dinámica principal de la Segunda Guerra Mundial y asumió un estilo esencialmente más brutalizado que la guerra de los monarcas de 1914. De igual forma, debe indicarse el carácter mucho más ideológico del segundo enfrentamiento, al estilo de un choque tridimensional entre los constructos posmonárquicos del liberalismo, comunismo y fascismo, mientras la primera sólo se había presentado ideologizada a partir de 1917 por la activación de la cruzada de los Estados Unidos en pro de la democracia. En ello, es cierto que la nueva guerra estadounidense, a partir de 1941, llevó esta democratización wilsoniana a su éxito decisivo mediante la implantación duradera de la misma en Alemania occidental, Austria e Italia. Según esta perspectiva de la gran transformación a largo plazo, pueden conectarse incluso las tres grandes guerras de 1792 a 1815, 1917 a 1918 y 1941 a 1945 bajo la figura de las guerras de transformación que fueron el marco violento para imponer en Europa las ideas de 1789, esto a diferencia del éxito mucho más temprano en las dos Américas en las revoluciones ilustradas de la primera ola de transformación entre 1776 y 1825. Considerando estas observaciones, parece más adecuado teorizar la unidad de la época de 1914 a 1945 por el concepto de la última ola escalativa del sistema internacional de la anarquía de la soberanía con un pico absoluto
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2o armisticio de Compiègne, en revista ZaöRV, núm. 10, Heidelberg, MPI AöRV, 1940, págs. 851-856. Véase FRÖHLICH, Der 2. Weltkrieg, op. cit., pág. 56; RENOUVIN, Historia de las relaciones internacionales, op. cit., págs. 1141 y ss; SCHMIDT, Der 2. Weltkrieg, op. cit., págs. 49 y ss. La bibliografía alemana tiende a esta variación ex post del culto del Führer. P. ej. ELKE FRÖHLICH, Der 2. Weltkrieg, Bonn, BPB, 2014, págs. 12 y ss presenta el 1er capítulo caudillo-céntrico como “La voluntad y el camino de Hitler a la guerra”. Similar: SCHMIDT, Der 2. Weltkrieg, op. cit., págs. 10 y ss. En cambio, es difícil comprobar la hipótesis popularizada de una guerra de espacio vital étnica, pues al revés los nazis trasladaron los alemanes de las islas lingüísticas del este europeo a las antiguas zonas prusianas pre-1919 reconquistadas en 1939 y a algunos pequeños territorios cercanos.
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de la violencia de europeos contra europeos que se realizó en el preludio inmediato de la pacificación fundamental de las relaciones internacionales. Dirigiendo la mirada a la cuestión del respeto del ius in bello ‘humanitario’, previsto en las Convenciones de La Haya relativas a las leyes y costumbres de la guerra terrestre de 1899 y 1907 y en el Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra de 1929708, hay que observar, en particular, las potencias que ocuparon territorios extranjeros. Durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, fueron los Estados centrales del Eje quienes promulgaron diversas medidas especiales de seguridad. En la guerra del oeste, pueden señalarse las alemanas Directivas de Noche y Niebla de 1941 que viabilizaron –bajo la participación de cortes penales clandestinas– el traslado secreto de aproximadamente siete mil enemigos políticos a prisiones y campos de internamiento en el interior del Estado ocupante con el subsiguiente aislamiento completo709. Sin duda, resultó más violenta la guerra inter-dictatorial e ideológica en el este, donde el Imperio Alemán buscó la pacificación de los territorios ocupados a través de la Ordenanza para el ejercicio de la justicia de guerra en Rusia de 1941 que delegó un poder penal especial a las fuerzas armadas en combate contra STALIN, posibilitando el fusilamiento o ahorcamiento inmediato de combatientes irregulares y civilistas sospechosos. Una orden de 1942 precisó que las campañas para combatir el bandolerismo – exactamente los partisanos pro-comunistas– podrían incluir todo tipo de medida contra mujeres y niños para optimizar la intimidación. También mostraron un gran potencial de violencia, las Directivas para el tratamiento de los comisarios políticos de 1941 que obligaron a los oficiales de la Wehrmacht a efectuar la ejecución inmediata de los comisarios políticos de STALIN como supuestos enemigos de la humanidad y delincuentes peligrosos. Adicionalmente, las Directivas para el manejo de la economía en los territorios orientales ocupados de 1941, dirigieron la productividad agraria de estas ecozonas a Alemania, conceptualmente como la respuesta anticipada a una imaginada crisis de sostenibilidad ambiental ante la suposición de una futura escasez de recursos en un planeta limitado y prácticamente para superar la escasez alimenticia causada por el bloqueo marítimo británico, dando la prioridad a la satisfacción del pueblo propio por aceptar la desnutrición de partes de la población del este. Los menos favorecidos de esta jerarquía alimenticia fueron los prisioneros de guerra del este europeo, de los cuales murió una cuota alta por la desnutrición y las subsiguientes epidemias en cautiverio710. 708
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Convention II & IV de la Haye de 1899 y 1907, op. cit.; Convention relative au traitement des prisonniers de guerre de 1929, ed. por CRUZ ROJA, op. cit. Richtlinien alemanas für die Verfolgung von Straftaten gegen das Reich in den besetzten Gebieten de 1941, ed. por MARTIN MOLL (Ed.), Führer-Erlasse 1939-1945, Stuttgart, Steiner, 1997, págs. 125-126. Comp. LOTHAR GRUCHMANN, “Nacht- und Nebel-Justiz”, en revista VfZ, núm. 29-3, Múnich, IfZ, 1981, págs. 342-396; MÜLLER, Furchtbare Juristen, op. cit., págs. 216 y ss. Erlass über die Ausübung der Kriegsgerichtsbarkeit im Gebiet Barbarossa de 1941, en ALTRICHTER et al., 100(0) Schlüsseldokumente, op. cit.; Befehl alemana zur Bekämpfung von Partisanen und -verdächtigen de 1942, ed. por ULRIKE JUREIT et al., Verbrechen d. Wehrmacht, Hamburgo, IfS, 2002, pág. 179; Richtlinien für die
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Dichas últimas violentizaciones de la guerra intra-pentarquica, pueden contextualizarse en cinco dimensiones: primero, se indica el combate ideológico entre el nacionalsocialismo y el comunismo como enemigos a muerte, dirigido, por un lado, como una cruzada anti-bolchevique y, por el otro, como una campaña anti-fascista sin poder imaginarse la convivencia pacífica; segundo, se señala la meta nazi de conquistar espacios vitales ante una esperada crisis socio-ambiental del suministro de la población densa y creciente de Europa central y occidental, lo que se correspondió con un expansionismo de la revolución mundial soviética en dirección contraria; tercero, se anota las retroalimentaciones de violencia con las cuales los dictadores STALIN y HITLER se estimularon mutuamente; cuarto, se apunta la debilidad del poder estatal de ocupación, pues los invasores no pudieron evitar la formación de múltiples organizaciones paramilitares nacionalistas, guerrillas comunistas y bandas criminales comunes; y quinto, se alude la adopción de múltiples conflictos particulares como el polaco-ucraniano, el serbio-croata, las guerras de independencia de diversas minorías étnicas y la sublevación de los nacionalistas rusos frente al comunismo. La cruzada anti-bolchevique del Imperio Alemán contó con un apoyo muy europeo, incluyendo desde el inicio los socios húngaro, eslovaco, rumano y fines, después también contingentes italianos, españoles y croatas, además voluntarios holandeses, belgas, franceses, noruegos, daneses, bálticos, bielorrusos, ucranianos y rusos. Todas estas dinámicas transfirieron Europa oriental, de 1941 a 1945, en la zona nuclear de la muerte que TIMOTHY SNYDER ha calificado como las apocalípticas tierras de sangre711. Los dos adversarios de Europa oriental no estuvieron dispuestos a limitar su eficiencia bélica según los estándares jóvenes y rudimentarios del derecho internacional humanitario. El lado alemán se justificó con la falta de reciprocidad, pues la Rusia soviética había revocado la adhesión prerrevolucionaria del Imperio Ruso al sistema de La Haya, indicando precisamente la cláusula si omnes de la convención 1907 que estipuló la no aplicabilidad de la normatividad entre potencias no contratantes, así como en guerras con participantes fuera del acuerdo. Adicionalmente, las ordenanzas oficiales del ejército alemán argumentaron con la peligrosidad del bolchevismo y su supuesta enemistad frente a la humanidad. Acentuando la misma perspeciva aun más, algunos iuspublicistas pro-nazis pretendieron limitar la validez del derecho internacio-
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Behandlung polit. Kommissare de 1941, ed. por ALTRICHTER et al., 100(0) Schlüsseldokumente, op. cit.; Richtlinien für die Führung der Wirtschaft in den neubesetzten Ostgebiete de 1941, en Bundesarchiv, RW 31/128. Contexto comparativo: LOSURDO, Kampf um die Geschichte, op. cit., págs. 236, 282; ENZO TRAVERSO, La violencia nazi, Una genealogía europea, Buenos Aires, FCE, 2003. Interpretación ambiental: CARL AMERY, Hitler als Vorläufer, Múnich, Luchterhand, 1998 (ambientalista); TIMOTHY SNYDER, Black Earth, Nueva York, T. Duggan, 2015, págs. 319 y ss (anti-ambientalista). En general: SCHMIDT, Der 2. Weltkrieg, op. cit., págs. 104 y ss. Pérdidas por encima del 20% de la población, se calculan para Bielorrusia y Prusia oriental, de 1520% también para Ucrania y Polonia. Véase SNYDER, Tierras de sangre, op. cit., págs. 9 y ss; CALIC, Geschichte Jugoslawiens, op. cit., págs. 137 y ss; KAPPELER, Geschichte Ukraine, op. cit., págs. 216 y ss; MÜLLER, An der Seite der Wehrmachrt, op. cit., págs. 11 y ss; THER, The Dark Side, op. cit., págs. 87-142.
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nal público a pueblos que pertenecieron a la misma rama del constructo seudo-biológico de ‘razas’712. Tampoco deben ignorarse varios aspectos arcaicos de dicho ius in bello: por una parte, el mismo excluyó las actividades de partisanos de toda protección, de modo que la perspectiva alemana de criminales correspondió con el derecho común y, por otra parte, la comunidad de los Estados soberanos se autorizó mutuamente a emplear represalias duras, incluyendo la ejecución pacificadora de rehenes civiles, si no se sobrepasaron las limitaciones poco precisas de la proporcionalidad. Img. 67: La guerra total en términos de la satanización del otro bando: propaganda alemana de la cruzada anti-bolchevique contra la Rusia soviética. Dice: “Muerte a la plaga judía-bolchevique de asesinos”. Los nazis creyeron ser los salvadores heroicos contra un enemigo diabólico que había asesinado excesivamente a su propia población civil, tematizando la deskulakización de 1929 a 1933, el genocidio ucraniano de 1932 a 1933 y la Gran Purga de 1936 a 1939. No obstante, la proclamada intervención humanitaria adoptó y perfeccionó, al estilo de una profecía autorrealizada, su propia imagen de enemigo713
En cambio, en la guerra occidental, tanto el Eje como sus contrincantes buscaron la imagen pública de cumplir con el ius in bello humanitario, mientras criticaron el respectivo otro lado por violaciones. De tal manera, se justificaron reacciones vengativas, así por ejemplo en forma de varias autorizaciones alemanas de 1943 y 1944 que legitimaron la ejecución de tripulaciones de aeronaves militares derribadas que habían participado en los bombardeos contra la población civil urbana, pero precisamente al estilo de permitir la ‘justicia’ popular y pública del linchamiento de delincuentes de guerra capturados in flagranti. Ningún partido de guerra quedó inocente en las prácticas deshumanizantes y, por eso, se advierte del mito de la supuesta guerra mejor de los buenos714. Evidentemente, también en el lado de los Aliados ocurrieron excesos de violencia como el urbanicidio sistemático y completo de aproximadamente 160 ciudades alemanas y sus habitantes civiles –en este momento mujeres, niños y ancianos– desde el aire por parte de Gran
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DAN DINER, “Rassistisches Völkerrecht”, en VfZ, vol. 37, núm. 1, Múnich, Oldenbourg, 1989, págs. 23-56. Con comentarios en polaco, de 1941 o 1942. Sobre el terror rojo: BABEROWSKI, Verbrannte Erde, op. cit., págs. 172 y ss, 212 y ss. Así también NEITZEL, Zeitalter der Weltkriege, op. cit., pág. 39.
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Bretaña según el Area Bombing Directive de 1942715 bajo el apoyo de los EE.UU., lo que ignoró la protección de la población civil por la Convención de La Haya de 1907 que prohibió atacar o bombardear ciudades abiertas que no fueran usadas militarmente como fortalezas amuralladas. En segundo lugar, se señala la guerra de humillación del Ejército Rojo que aplicó sistemáticamente la violación sexual de varios millones de mujeres y niñas de los enemigos alemanes, húngaros, eslovacos, rumanos y polacos (19441945)716. De igual forma, ningún partido de guerra estuvo dispuesto a respetar la prohibición de la ejecución de rendidos desarmados y prisioneros de guerra –pues también los EE.UU. maximizaron a veces la eficiencia militar al no tomar prisioneros, con un tratamiento de los capturados de las Waffen-SS no tan diferente como el de los comisarios soviéticos en manos alemanas717–. Además, en la guerra submarina ilimitada, todas las banderas hundieron libremente a buques no militares y, además, terminaron con la práctica de salvar a los sobrevivientes718, hasta que en 1945 los submarinos rusos S-13 y L-3 hundieron en el mar Báltico tres buques de evacuación alemanes –Wilhelm Gustloff, Steuben y Goya– con alrededor de 20 mil personas civiles desplazados a bordo, causando de tal manera las catástrofes marítimas más mortales de todos los tiempos. De todos modos, el ius in bello se caracterizó por problema estructural: el mismo había sido acordado en la época anterior a la Primera Guerra Mundial según orientaciones en la guerra preindustrial con caballos y navíos de línea a vela. Por lo tanto, no contuvo normas ni claras ni practicables para la guerra tecnologizada de la era industrial, por ejemplo desde el aire y debajo del agua, de modo que muchas estrategias militarmente plausibles entraron en la incertidumbre de vacíos normativos, zonas grises y analogías cuestionables719. Ante el carácter novedoso del belicismo con armas industriales, tampoco fueron comprobables costumbres internacionales establecidas. De tal 715
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Area Bombing Directive británica de 1942, op. cit. También los alemanes bombardearon algunas ciudades enemigas, pero hay que guardar las proporciones: la radicalidad del urbanicidio sistemático y completo fue muy particular. Comp. GRAYLING, Among the Dead Cities, op. cit.; BESSEL, The War to end all Wars, op. cit., págs. 69-100, págs. 74 y s; FRIEDRICH, The Fire, op. cit.; FERGUSON, The War of the World, op. cit., págs. 562 y ss; OVERY, The Bombing War, op. cit., cap. 6-7, 10. Hubo prácticas semejantes de los ejércitos estadounidense y francés, aunque en dimensiones menores. Sobre las violaciones sexuales: JÖRG BABEROWSKI, Räume der Gewalt, Bonn, BPB, 2016, pág. 157; ÍD., Verbrannte Erde, op. cit., págs. 437 y ss; ANTONY BEEVOR, Berlín, La caída, 1945, Barcelona, Crítica, 2012 (título inglés de 2007), págs. 40 y ss; MIRIAM GEBHARDT, Als die Soldaten kamen, Bonn, BPB, 2015, págs. 17 y ss, 45 y ss, 115 y ss; NORMAN M. NAIMARK, The Russians in Germany, Harvard, Univ., 1995, págs. 69 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., pág. 941. El D-Day de 1944 fue acompañado por órdenes aliadas de no tomar prisioneros. En 1944 y 1945, fue una sentencia de muerte de facto rendirse en uniforme de SS. Comp. ANTONY BEEVOR, D-Day, Londres, Penguin, 2012 (trad. española de 2009); FERGUSON, The War of the World, op. cit., cap. 15. Es ilustrativo reconstruir la interacción destructiva: cuando en 1942 submarinos alemanes pretendieron salvar los sobrevivientes del buque inglés hundido Laconia e intentaron escoltarlos bajo la bandera de la Cruz Roja hacia la seguridad, fueron atacados desde el aire por los EE.UU., de modo que el liderazgo alemán prohibió toda futura salvación de náufragos de naciones enemigas. DÜLFFER, Gewaltkonflikte und Völkerrecht, op. cit., págs. 5 y s.
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manera, la soberanía externa del Leviatán divinizado no logró y tampoco quiso aceptar limitaciones significativas. Lo enunciado tuvo lugar en la retroalimentación de violentización de la guerra más sangrienta de todos los tiempos en la cual murieron 39 millones de europeos. Según los Estados involucrados, se calculan 20,6 millones de muertos de la Rusia soviética, 7,5 millones del Imperio Alemán y 5,6 millones de Polonia, para mencionar los tres países más afectados720. En cuanto al exterminio de las generaciones jóvenes obligadas al servicio militar, Rusia y Alemania perdieron aproximadamente el 30% de las vidas, en comparación con la dimensión del 3% en Gran Bretaña y EE.UU.721 Aproximándose a elementos de explicación, parecen los más relevantes: primero, las tentaciones tecnológicas del belicismo industrial; segundo, los círculos viciosos de la guerra popular entre pueblos estatales en armas que se percibieron mutuamente y en su totalidad como enemigos; tercero, el anonimato de las relaciones burocráticas-tecnológicas de la estatalidad moderna; cuarto, la insensibilización profunda por la experiencia omnipresente de la violencia mortal; y, quinto, las mentalidades del combate existencial y final entre ideologías salvadoras. Por consiguiente, se cayeron todas las limitaciones éticas y mecanismos de autocontrol de afectos negativos –así lo más acentuado en el escenario apocalíptico de la guerra de los dictadores proletarios HITLER y STALIN que convirtieron Europa oriental en las tierras de sangre722–. En ello, tres ideologías salvadoras –el fascismo y el comunismo, pero también el liberalismo– combatieron según el fin de la eliminación completa del respectivo enemigo ideológico satanizado, en vez de buscar la mera contención o reconciliación del status quo ante bellum. También la competencia entre las diversas visiones del imperialismo global, se acercó a un combate final entre proyectos de hegemonía a gran escala como ‘la Europa alemana’, ‘el Asia japonesa’, el imperialismo anglo-francés, la ‘revolución mundial’ soviética o el globalismo estadounidense. A partir de 1941, ninguno de los partidos en guerra estuvo dispuesto a conversaciones de tregua o de paz, ni en situaciones favorables ni en apuros dramáticos. Pese a que la Wehrmacht fue vencida según lógicas militares a finales de 1944, no estuvo dispuesta a rendirse y continuó defendiendo todo kilómetro cuadrado de su país bajo una mortalidad propia cada vez más alta. Esto no fue simplemente una especie de mentalidad heroica y valiente del militarismo prusiano y austríaco con tendencias a un suicidio colectivo, sino resultó tanto de la convicción extendida de combatir 720
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Cifras según ERNST BRUCKMÜLLER et al., Putzger, Atlas und Chronik zur Weltgeschichte, Gr. Ausgabe, Berlín, Cornelsen, 2002, pág. 239. Cifras de Alemania incluyendo Austria. Véase también FRÖHLICH, Der 2. Weltkrieg, op. cit., pág. 12; WEHLER, Dt. Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., pág. 944. WEHLER, Dt. Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., págs. 942 y s. SNYDER, Tierras de sangre, op. cit., págs. 9 y ss; BESSEL, The War to end all Wars, op. cit., págs. 69-100.
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una supuesta guerra justa de defensa (contra los tratados parisinos) como de la perplejidad frente a enemigos que buscaron la victoria ilimitada sin disposición a acuerdos, por lo menos insistiendo en la sumisión total, el castigo, amputaciones territoriales, limpiezas étnicas y la transformación del sistema. Desde la Conferencia de Casablanca de 1943, no hubo dudas que los Aliados insistieron en la rendición incondicional y, desde la Declaración de Moscú del mismo año, fue claro el fin de castigar al Eje723. Cabe anotar que sólo por un segundo histórico, la Europa de 1945 se salvó frente al autoexterminio en la guerra atómica, preparada por la carrera nuclear muy avanzada entre los EE.UU. y Alemania724. Este ataque fundamental y paralelo a toda dignidad humana, no fue un mero accidente casual de la historia contemporánea de Europa, sino la consecuencia lógica del sistema de la anarquía de la soberanía. Además, es notable la dinámica general de la Segunda Guerra Mundial en la cual las potencias centrales se expandieron muy rápida y exitosamente durante los primeros años bélicos y se hundieron aun más aceleradamente en el último año del enfrentamiento. Esta dicotomía atípica de inflación e implosión no puede ser evidenciada por causas clásicas como las estratégicas militares elegidas. En lugar de eso, resultó decisiva la relación entre la guerra y la transformación industrial. Por una parte, la dictadura nazi logró concentrar, hasta 1941, casi toda la capacidad de producción industrial de Europa continental en sus manos725, lo que significó a primera vista una buena perspectiva de éxito. Por otra parte, la guerra fue decidida precisamente en el frente energético, teniendo en cuenta que la energía es la fuerza motriz que define tanto las posibilidades como las limitaciones de la maquinaria bélica de una potencia industrial. A fin de cuentas, resultó crucial el acceso al recurso central de la era fósil-energética, el petróleo, que fue indispensable para la tracción de los aviones de combate, tanques motorizados, submarinos, acorazados y medios de transporte. Durante del año 1944, fue cada vez más evidente la derrota del Eje en el frente petrolero ante una escasez notoria e insuperable de la sangre vital de la guerra industrial: primero, Alemania poseyó una riqueza de la falsa energía fósil –especialmente el lignito– y tuvo que desarrollar procesos químicos complejos para licuar el mismo en keroseno, gasolina y gasoil, pero no logró acercarse a las capacidades de extracción de sus contrincantes en ultramar; más bien, perdió muchas fábricas de hidrogenación en la guerra aérea de 1944 y tampoco logró ganar la carrera contrarreloj de trasladar la producción en gigantescas cuevas artificiales construidas en el interior de las zonas 723 724
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RAPHAEL, Imperiale Gewalt, op. cit., págs. 235, 270; SCHMIDT, Der 2. Weltkrieg, op. cit., pág. 125. Es casi imposible evaluar el estado real del desarrollo nuclear alemán en 1945, pues después de la rendición, los EE.UU. y la URSS desmontaron las instalaciones, secuestraron a los científicos y trataron el asunto como un secreto militar estricto. Por ejemplo, la campaña contra Noruega de 1940 tuvo la finalidad de apropiarse del acceso a la minería de hiero de Kiruna que fue decisiva para la producción de acero bélico.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050) LA ‘GUERRA ALEMANA’ EN EUROPA: EXPANSIÓN E IMPLOSIÓN 1942
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LA EXPANSIÓN MÁXIMA: EUROPA CONTINENTAL EN MANOS DE LOS ESTADOS FASCISTAS
LA CONQUISTA ALIADA EN LOS ÚLTIMOS CUATRO MESES
El Imperio Alemán (en negro), sus ocho co-potencias del Eje (gris oscuro) y los territorios ocupados (gris medio) frente a Gran Bretaña y Rusia (gris claro)
Los territorios en manos de la Wehrmacht el 1 de enero de 1945, el 15 de marzo y el 1 de mayo, bajo la indicación de las ciudades más destruidas desde el aire
Mapas 13-14726
montañosas; segundo, Alemania invadió a los Balcanes en 1940 para asegurar las rutas de transporte de los campos petrolíferos de su socio rumano en Ploiesti, pero perdió esta fuente de energía en la ofensiva soviética de 1944; y tercero, fracasó en la campaña militar de 1942 en conquistar los campos petrolíferos soviéticos de Azerbaiyán727. Al fin, no fue posible competir con las capacidades energéticas superiores de los Estados Unidos, la Rusia soviética y Gran Bretaña que tenían acceso a los enormes recursos texanos, mexicanos, venezolanos, caucásicos y –a partir de la invasión militar del Irán pro-alemán en 1941– también del golfo Pérsico728. d) 1945: dos imperios exitosos y dos victorias pírricas En contraste con las guerras anteriores, la Segunda Guerra Mundial no terminó con un tratado de paz entre los Aliados y Alemania, sino con el Acuerdo de Potsdam de 726 727
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Mapas: BERND MARQUARDT. Comp. DIETRICH EICHHOLTZ, Krieg um Öl, Leipzig, UV, 2006, págs. 26 y ss, 40 y ss, 80 y ss, 121 y ss; RAINER KARLSCH & RAYMOND G. STOKES, Faktor Öl, Múnich, Beck, 2003, págs. 133 y ss, 171 y ss, 203 y ss, 213 y ss, 232 y ss; SCHMIDT, Der 2. Wk., op. cit., págs. 170 y s; THOMAS SEIFERT & K. WERNER, Schwarzbuch Öl, Bonn, BPB, 2006, págs. 121 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., pág. 917; LUTZ ZÜNDORF, Das Weltsystem des Erdöls, Wiesbaden, VS, 2008, págs. 108 y ss, 132 y ss, 140. Comp. JANA FORSMANN, Testfall für die ‘Großen Drei’, Colonia, Böhlau, 2009, págs. 21 y ss.
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1945 entre la Rusia soviética, los Estados Unidos de América y Gran Bretaña al estilo de un contrato en daño de tercero. En el núcleo de sus contenidos, se trató de una reedición de la paz vencedora de Versalles de 1919 bajo cinco radicalizaciones: más humillación –bajo una estigmatización absoluta de los vencidos–, más pérdidas territoriales –ahora inclusive la limpieza étnica de 15 millones de alemanes étnicos–, más desindustrialización, más desmilitarización y más procesos penales contra los vencidos para aumentar ritualmente la victoria –bajo la amnistía estructural para todo acto semejante de los Aliados mismos–. Prusia resultó eliminado del mapa. En cierto sentido, las limpiezas étnicas retomaron las críticas anti-versallesas de los años 30, según las cuales no podría funcionar una Europa de Estados ‘naciones’ sin naciones reales correspondientes, pero cambiaron la dirección de ajuste: en vez de trasladar fronteras según criterios étnicos, se modificó la presencia de los pueblos en ciertas zonas europeas. De igual forma, los Aliados iniciaron la partición del botín centroeuropeo entre los bandos occidental y oriental. El iusinternacionalista DE ZAYAS habla de “Nemesis at Potsdam”, indicando la presencia de la diosa griega de la ira y venganza. En este momento, el concepto aliado consistió en concluir una especie de guerra de exterminio729.
Img. 68: “Trouble with some of the pieces”. Esta caricatura inglesa de febrero de 1945 muestra ROOSEVELT de EE.UU., STALIN de Rusia y CHURCHILL de Gran Bretaña en la última aplicación del territorialismo ilimitado de la anarquía de la soberanía730 729
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Protocol of the Proceedings, August l, 1945, The Berlin (Potsdam) Conference of the Three Heads of Government, ed. por YALE LAW SCHOOL, The Avalon Project, op. cit.; Law No. 46 of the Control Council for Germany, Abolition of the State of Prussia de 1947, op. cit. Al respecto: WILFRIED FIEDLER, “Die völkerrechtlichen Präzedenzwirkungen des Potsdamer Abkommens für die Entwicklung des allgemeinen Völkerrechts”, en HEINER TIMMERMANN (Ed.), Potsdam 1945, Berlín, Duncker & H., 1997, págs. 293-303; KISSINGER, Diplomacy, op. cit., págs. 433 y ss; NORMAN PAECH, “Das Potsdamer Abkommen von 1945”, en revista Blätter, núm. 7, Berlín, Red. Blätter, 2005, págs. 864 y ss; EDGAR WOLFRUM, Die geglückte Demokratie, Bonn, BPB, 2007, págs. 20 y ss; ZAYAS, Nemesis at Potsdam, op. cit. En cuanto a las limpiezas étnicas, comp. capítulo III.2.D.d. De E.H. SHEPARD en la revista británica Punch, de 7.2.1945.
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Paralelamente, los Estados de Croacia y Eslovaquia fueron eliminados sin preguntar a los afectados731. De igual forma, se confirmó la pérdida de la independencia de Estonia, Letonia y Lituania en la consecuencia del pacto HITLER-STALIN de 1939. En cambio, cinco ex aliados de la Alemania nazi –Italia, Hungría, Rumania, Bulgaria y Finlandia– recibieron, en la conferencia de París de 1947, tratados de paz formales que fijaron, en la misma lógica como el antepasado parisino en 1919 y 1920, la responsabilidad de los vencidos para una guerra de agresión, las respectivas reparaciones significativas y limitaciones de armamento. Con la excepción del caso de Bulgaria, los Tratados de París de 1947 contuvieron pérdidas territoriales de algún peso732: la frontera imperial de Rusia se ubicó ahora sólo a 200 kilómetros de Budapest, es decir, la dictadura estalinista no sólo alcanzó la revisión completa del Tratado de Brest lituano, sino cumplió también con la visión espantosa de finales del siglo XIX, la del gran pulpo del este que devora grandes partes de Europa, ahora hasta la cortina de hierro en la línea de Lübeck a Trieste. En este marco, la Alemania central y cinco ex miembros menores del Eje se convirtieron en Estados satélites del Imperio rojo de Moscú733. Contextualizando el Acuerdo de Potsdam y los Tratados de París en las dimensiones de la historia mundial de la paz, puede reconocerse una última sublevación contra el modelo paralelamente naciente de la paz eterna mundial e iushumana de las Naciones Unidas. En el último momento viable, los Aliados pretendieron asegurarse botines bélicos que nunca más pudieron esperar en el futuro. De todos modos, se inició un cambio paradigmático significativo. A diferencia de la situación de 1919, los alemanes y austríacos sobrevivientes de los últimos cinco meses de la guerra –que habían convertido el espacio interior del Imperio Alemán en un apocalíptico No Man’s Land of Violence734– interiorizaron la insostenibilidad absoluta del camino bélico y renunciaron a las variantes prusiana y austríaca del militarismo europeo735, mientras también las fuerzas de ocupación aliadas percibieron insistentemente los efectos psicológicos de un país industrial moderno totalmente devastado. En un proceso cognitivo de reflexión, los Aliados occidentales se distanciaron del concepto de Versalles 2.0 para no repetir los mismos errores. Puede decirse que el triángulo de factores sistémicos, compuesto por el ius contra bellum creíble de las Naciones Unidas a 731 732
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CALIC, Geschichte Jugoslawiens, op. cit., págs. 171 y ss. Italia perdió, en particular, dos zonas italohablantes, es decir, la península de Istría y los puertos de Fiume (Rijeka) y Zara (Zadar) en Dalmacia a Yugoslavia que efectuó limpiezas étnicas. Paris Peace Treaties de 1947, en UN Treaty Series, vol. 49, 1950, https://treaties.un.org/doc/Publication/UNTS/Volume%2049/v49.pdf (5.1.2018). Para Italia: WOLLER, Geschichte Italiens, op. cit., págs. 222 y ss. Hungría, Rumania y Bulgaria, pero también Eslovaquia y Croacia en su nuevo contexto checoslovaco y yugoslavo. Comp. ANNE APPLEBAUM, Iron Curtain, Nueva York, Anchor, 2013, págs. 3 y ss. HOPPE, Geschichte Russlands, op. cit., págs. 143 y ss. Según el título de LÜDTKE & W., No Man’s Land of Violence, op. cit. Comp. el capítulo “renouncing war” en KONRAD H. JARAUSCH, After Hitler, Recivilizing Germans, 1945-1995, Nueva York, Oxford Univ. Press, 2006 (título original en alemán de 2004), págs. 23 y ss.
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partir de 1945, la polarización intra-aliada por la Guerra Fría noratlántico-euroasiática desde 1946736 y la integración paulatina de Europa occidental como una comunidad de paz en consecuencia del acercamiento francés a Alemania occidental a partir de 1950, llevaron a una dinámica muy diferente de la prevista por los vencedores de la primera hora, lo que va a ser profundizado en el capítulo VIII.3 de este libro. En efecto, la maldición de Versalles 2.0 no pudo realizarse. Hay que recapitular que en las guerras eliminatorias de la pentarquía europea, salió primero Austria por la derrota sufrida en 1918, después Francia con su rendición de 1940, Alemania por la capitulación de 1945 y Gran Bretaña de modo indirecto por ser adelantada subliminalmente en el mismo contexto. En términos panorámicos, puede reconocerse una auto-deconstrucción colectiva del significado que la Europa no rusa había alcanzado en el mundo alrededor de 1910737. Mientras el largo siglo XIX había sido acompañado por el ascenso de Europa de una de las diez civilizaciones preindustriales –por ejemplo la china o la india– al papel del dominador industrial y militar del planeta, las guerras pentarquicas llevaron a un descenso relativo en vista del adelantamiento profundo por la potencia neo-europea de los Estados Unidos de América. Todavía en 1914, las potencias europeas percibieron a los EE.UU. como un Estado periférico entre las demás repúblicas americanas, pues tampoco la victoria sobre España en 1898 valió mucho en vista del descenso español, es decir, la reputación se limitó a la de un receptor de la emigración masiva de los europeos más pobres y de un lugar para la vida aventurera en el salvaje oeste, sin sensibilidad para los éxitos de la transformación a la sociedad industrial en esta federación y los respectivos impactos de poder. No obstante, a partir de 1917, los europeos tuvieron que registrar que este potencial industrial fue un factor decisivo en la Gran Guerra. En los años del interbellum, los EE.UU. volvieron a un cierto grado de auto-aislamiento, pero de la Segunda Guerra Mundial salieron con la reputación de la única potencia mundial738 al lado de la Rusia soviética, mientras la Europa clásica se encontró durante la Guerra Fría (1946-1989) en el nuevo papel de la división en dos zonas de influencia de ambas superpotencias. Aunque Gran Bretaña había luchado, en 1914, contra el Imperio Alemán para conservar el two power standard de una fuerza naval superior a la suma de las dos potencias competidoras siguientes, perdió rápidamente dicha dominancia marítima, pues tuvo que aceptar, en el Tratado naval de Washington de 1922739 –que veló bajo la bandera del 736 737
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KATHARINA HOCHMUTH et al., Krieg der Welten, Berlín, Metropol, 2017, págs. 21 y ss. Similar: DÜLFFER, Frieden, op. cit., págs. 189 y ss; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., pág. 822; RAPHAEL, Imperiale Gewalt, op. cit., pág. 297; EBERHARD SANDSCHNEIDER, Der erfolgreiche Abstieg Europas, Bonn, BPB, 2011, págs. 13 y ss, 135 y ss; SCHMIDT, Der 2. Weltkrieg, op. cit., págs. 183 y s. STÖVER, United States of America, op. cit., págs. 363 y ss, 411 y ss. Limitation of Armament, Treaty between the US of America, the British Empire, France, Italy, and Japan, signed at Washington de 1922, en Papers Relating to the Foreign Relations of the US, vol. 1, 1922, págs. 247-266.
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desarme colectivo–, la paridad de los EE.UU. En el mismo año, Gran Bretaña entró al círculo de los perdedores territoriales, pues estuvo indefensa frente al movimiento de independencia de Irlanda, ya que el co-promotor de la autodeterminación de los pueblos no pudo negar la respectiva lógica solicitada por su propia isla separatista740. Además, como una consecuencia de la guerra, se disolvió el poder británico en ultramar, al inicio de modo imperceptible pero paulatino, pues hubo que agradecer los esfuerzos bélicos de los dominios de poblamiento de Canadá, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda mediante la concesión de una autonomía amplia incluyendo la participación en las relaciones internacionales, prevista por primera vez en las co-firmas de los tratados parisinos y entregada de modo explícito por el Estatuto de Westminster de 1931741. De la victoria de 1945, Gran Bretaña salió de modo degradado, con la mera reputación del socio menor de los Estados Unidos de América. Por eso, el historiador escocés NIALL FERGUSON ha calificado el ciclo bélico iniciado en 1914 como “the greatest error of modern history”742, pues Gran Bretaña no pudo perder más que por sus dos victorias pírricas. En la consecuencia de la Nueva Guerra de los Treinta Años, Francia y Gran Bretaña necesitaron despedirse irreversiblemente de su significado global que habían edificado alrededor de 1914, contentándose a partir de los adhesiones de 1957 y 1973, respectivamente, con el papel limitado de Estados miembros dentro de la Comunidad y Unión Europea. De igual forma, la Entente y los Aliados fracasaron en su meta bélica de detener el ascenso de Alemania al papel de la potencia industrial y el motor económico más fuerte de Europa. Ni la derrota de 1918, ni la gran derrota de 1945, ni las respectivas destrucciones, amputaciones y castigos fuertes, han parado significativamente esta dinámica robusta a largo plazo desde finales del siglo XIX. Los datos comparativos de MADDISON presentan la capacidad económica de Alemania, a partir de 1950, por encima de Francia y, desde 1955, superior a Gran Bretaña, lo que alcanzó en los años 70 dimensiones muy significativas743. El papel central de Alemania en la Unión Europea de 2018, no es tan diferente del papel que la Entente de 1914 quiso evitar con medios militares744. Por ejemplo, la Lista de Forbes de las personas más poderosas del mundo de 2015, ha clasificado a la cancillera federal ANGELA MERKEL como la segunda persona más poderosa del mundo, después del Presidente ruso y antes del Presidente estadouni-
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BARTLETT, Ireland, A History, op. cit., págs. 377 y ss. Statute of Westminster británico de 1931, chapter 22 & 23 Geo. 5 c. 4. FERGUSON, The Pity of War, op. cit., pág. 462. Medida en el producto interno bruto según la paridad de poder adquisitivo; ANGUS MADDISON, The World Economy, París, OECD, 2006, págs. 272 y s. Comp. JARAUSCH, After Hitler, op. cit., págs. 87 y ss. FERGUSON, The Pity of War, op. cit., págs. 460 y ss; HOBSBAWM, Historia del siglo XX, op. cit., pág. 38; TONY JUDT, Postwar, A History of Europe since 1945, Londres, Random House, 2007, págs. 354 y ss; HERIBERT DIETER, Deutschland in der Weltwirtschaft, Bonn, BPB, 2013, págs. 81 y ss; ANDREAS RÖDDER, 21.0, Eine kurze Geschichte der Gegenwart, Múnich, Beck, 2015, págs. 264 y s.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
dense, dejando para el primer ministro inglés nada más que el octavo rango745. En otras palabras, en las realidades de la era industrial desarrollada, las guerras entre las potencias industriales dejaron de ser ganables. C)
LOS INICIOS DEL CAMINO HACIA LA SUPERACIÓN DE LA ANARQUÍA DE LA SOBERANÍA
Cabe destacar que la era de la anarquía de la soberanía logró desarrollar –de modo paralelo al gran escalado bélico– las herramientas principales que sirvieron, finalmente, para la superación de las delimitaciones sistémicas y prepararon la entrada al régimen internacional del ius contra bellum y de la paz mundial. Ya en el largo siglo XIX, se estableció una excepción zonal de la anarquía de la soberanía, en el ámbito de las repúblicas neo-europeas en las dos Américas. Por una parte, se considera exagerada la teoría idealista de las relaciones internacionales que sostiene que desaparecerían todas las guerras entre las democracias746, pues la mirada empírica muestra fenómenos como la guerra de conquista de los Estados Unidos de América contra la amplia parte septentrional de México, motivada por la ganancia de territorios de colonización para nuevos inmigrantes provenientes del noroccidente europeo (1846-1848)747, o la Guerra del Salitre de Chile contra Bolivia y Perú (1879-1884) para apropiarse de los nitratos fertilizantes del desierto de Atacama, que prometían ganancias significativas en el comercio internacional de entonces748. Pero por otra parte, no hay duda seria de que, en el doble continente americano republicano, se dieron sustancialmente menos guerras internacionales que en la Europa autocrática de entonces, lo cual tuvo como consecuencia una estabilidad mucho más alta de las fronteras estatales749. 745
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En cambio, el Presidente francés estuvo en el rango núm. 16. En la actualización de 2016, MERKEL descendió al tercer puesto (adelantada por TRUMP de EE.UU.) FORBES MAGAZINE (Ed.), The World’s Most Powerful People, 2015 & 2016, http://www.forbes.com/powerful-people/ (5.1.2018). Comp. DÜLFFER, Frieden stiften, op. cit., págs. 24 y ss; JÜRGEN HABERMAS, “Kants Idee des Ewigen Friedens”, en revista Kritische Justiz, vol. 28, núm. 3, Baden Baden, Nomos, 1995, págs. 293-319, 398; ANDREAS HASENCLEVER, “Liberale Ansätze zum demokratischen Frieden”, en SIEGFRIED SCHIEDER et al. (Eds.), Theorien der Internationalen Beziehungen, Opladen, Leske & B., 2003, págs. 199225; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 61 y s; HERFRIED MÜNKLER, Viejas y nuevas guerras, Madrid, Siglo XXI, 2005 (título original en alemán de 2002), pág. 155; STEVEN PINKER, Los ángeles que llevamos dentro, Barcelona, Paidós, 2012 (tít. original en inglés de 2011), págs. 374 y ss. El Tratado de paz entre México y los EU.UU. de 1848, en US Statutes at Large, 1848, págs. 922 y ss, destinó una venta forzada de la mitad del territorio mexicano por 15 millones de dólares. Comp. HERNÁNDEZ, México, op. cit., págs. 208-214; KÖNIG, Kl. Geschichte Lateinamerikas, op. cit., págs. 399 y ss. Con el Tratado chileno-peruano de Ancón de 1883 y el Pacto de Valparaíso entre Bolivia y Chile de 1884, Chile ganó los territorios de salitre, pero Bolivia perdió su acceso al mar; ARMANDO DE RAMÓN, Historia de Chile, 5a ed., Santiago, Catalonia, 2010, págs. 97 y ss. En contra de la teoría democrática pueden señalarse España y Portugal que fueron, en largas fases de los siglos XIX y XX, Estados autocráticos, pero sin participar en las guerras después de 1815.
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En todo caso, en Hispanoamérica, no se dio ninguna carrera armamentista. Tampoco se observan juegos de grandes alianzas internacionales. Más bien, se puede atestiguar una renuncia a toda política exterior de fuerza. El potencial conflictivo de tipo étnico y religioso quedó prácticamente ausente en vista de una enorme homogeneidad castellano-católica en estos ámbitos, mientras las discrepancias de tipo político-ideológico se enfrentaron en los respectivos escenarios internos. De igual forma, las grandes distancias con enormes espacios poco poblados evitaron conflictos fronterizos serios; donde el espacio interno no fue conquistado por completo, pareció poco atractivo dedicarse al crecimiento territorial con medios violentos. Además, la orientación oficial y simbólica en el principio uti possidetis iuris pretendió apaciguar las relaciones internacionales entre las repúblicas jóvenes por orientarse en las delimitaciones administrativas internas de la anterior Monarquía española, aunque faltó la claridad afirmada en múltiples zonas periféricas sin presencia institucional efectiva750. El desarrollo zonal se resumió en la Primera Conferencia Panamericana que adoptó, en 1890, la siguiente decisión visionaria de una nueva cultura de la paz internacional: “El principio de conquista queda eliminado del Derecho público americano. 751 […] Las cesiones de territorio […] serán nulas […]” .
Puede reconocerse la primera negación abierta del Sistema de San Petersburgo y Viena de la anarquía de la soberanía según los tratados europeos entre 1772 y 1815 y, en este sentido, de una anticipación regional del ius contra bellum que se convirtió, después de 1945, en una característica general del régimen mundial de las Naciones Unidas. Fue un paso aun más prometedor la creación de la Sociedad de Naciones con sede en la ciudad suiza de Ginebra por los tratados parisinos de 1919, basada en una propuesta del Presidente estadounidense WOODROW WILSON que, por su parte, retomó ideas debatidas en la filosofía pacifista de Europa a partir de la obra Sobre la paz perpetua del pensador prusiano IMMANUEL KANT de 1795752. El Pacto de la Sociedad de Naciones estableció “la cooperación entre las naciones para garantizarles la paz y la seguridad” (preámbulo), según el ideal del “mantenimiento de la paz” en el mundo. Por tal fin, “(l)os miembros de la sociedad se compromet(ieron) a respetar y a mantener contra toda agresión exterior la integridad territorial y la independencia política presente de todos los miembros de la sociedad”753. Se trató de un modelo de paz confederal, estable750
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Comp. MARCO G. MONROY C., Derecho internacional público, 5ª ed., Bogotá, Temis, 2002, págs. 296 y ss, 310 y ss; ALBERTO VERGARA M., Derecho internacional público, 3a ed., Bogotá, G & B, 2002, págs. 427 y ss, 463 y ss. Acta de la Primera Conferencia Panamericana de 1890, ed. por GREWE, Fontes, t. 3, op. cit., págs. 243 y s. Al respecto: ÍD., The Epochs of International Law, op. cit., págs. 578, 587, 599. IMMANUEL KANT, Zum ewigen Frieden, Königsberg, F. Nicolovius, 1795. Arts. 8 y 10 del Pacte de la Société des Nations de 1919, ed. por GREWE, Fontes, t. 3-2, op. cit., págs. 810822.
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ciendo una especie de garantía colectiva de seguridad entre los miembros. La bibliografía de entonces habló de una “comunidad para la paz”754 y esperó “el camino hacia la paz mundial”755. No debe subestimarse que se trató originalmente de un club de los vencedores, Gran Bretaña y Francia con sus demás aliados, lo que se ve por ejemplo en la entrega de seis votos al Imperio Británico –para el Reino Unido mismo, Australia, Canadá, India, Nueva Zelanda y Sudáfrica–, del mismo modo en la pertenencia de los tres secretarios generales de 1920 a 1946 a este dúo vencedor y, además, en el camuflaje de varios botines anglo-franceses de la Gran Guerra como mandatos de la Sociedad de Naciones. También el manejo de los conflictos territoriales de Silesia superior (1921-1922) y Memel (1923-1924) en el espíritu no neutral de debilitar a Alemania, subrayó dicha tendencia originaria. Los Estados Unidos de América no se adhirieron, pues los contenidos egotistas de los cinco tratados parisinos de 1919 a 1920 se alejaron fuertemente de un orden apto para promover la paz europea. Sin embargo, a partir de 1920, la Sociedad de Naciones cooptó a los vencidos, incluyendo Austria (1920), Hungría (1922), Alemania (1926) y Turquía (1932). Por tal asociación horizontal e institucionalizada de los diversos Estados, se pretendió superar la lógica excluyente y ad hoc del anterior concierto de las potencias primarias756. En el año 1928, la Sociedad de Naciones fue complementada por el instrumento multilateral del Tratado general de renuncia a la guerra como instrumento de política nacional (Tratado de París o Pacto Briand-Kellog)757, con el cual las potencias de Alemania, EE.UU., Francia, Gran Bretaña, Italia y otros “condena(ro)n la guerra como medio de solución de controversias internacionales” y acordaron “la solución de todas las controversias o conflictos [...] por medios pacíficos”. También la Rusia soviética adoptó el pacto. Puede reconocerse una interiorización crítica y ambiciosa de los horrores de la Gran Guerra industrial y de su alta mortalidad con varios millones de víctimas en ambos lados, es decir, en vista de la deshumanización absoluta en las trincheras del norte de 754 755 756
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FRANZ VON LISZT & MAX FLEISCHMANN, Das Völkerrecht, 12a ed., Berlín, Springer, 1925, pág. 398. MATTHIAS ERZBERGER, Der Völkerbund, Berlín, Hobbing, 1918, título. Comp. ÁLVAREZ L., La historia del derecho internacional público, op. cit., págs. 131 y ss; DÜLFFER, Frieden stiften, op. cit., págs. 174 y ss; GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., págs. 576 y ss, 585 y ss; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 774 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág. 22; PAUL KENNEDY, The Parliament of Man, Nueva York, Vintage, 2007, págs. 10 y ss; MACMILLAN, Paris 1919, op. cit., págs. 53 y ss; RENÉ MÜLLER, “Der Völkerbund”, en CHRISTIAN HENRICH-F. (Ed.), Die ‘Schaffung’ Europas in der Zwischenkriegszeit, Münster, Lit, 2014, págs. 105-116; TRUYOL Y SERRA, Historia del derecho internacional público, op. cit., págs. 129 y s; PRETTENTHALER-Z., Verf. geschichte Europas, op. cit., págs. 100 y s; ZIEGLER, Völkerrechtsgeschichte, op. cit., págs. 196 y ss, 200 y ss. Traité général de renonciation à la guerre comme instrument de politique nationale de 1928, en Recueil des Traités de la Sociedad de Naciones, núm. 2137. Trad. por COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS DEL DISTRITO FEDERAL, México, http://directorio.cdhdf.org.mx/transparencia/2014/art_14/fr _I/tratado_renuncia_guerra. pdf (5.1.2018). El intento fallido del Protocolo de Ginebra de 1924 había tenido la misma intención.
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Francia y de los Alpes orientales, había iniciado un proceso intelectual y cultural de la deslegitimación de la guerra como medio de la política estatal. En términos jurídicos, el Pacto Briand-Kellog señaló el punto final de la anarquía de la soberanía entre las grandes potencias, pero la práctica inter-estatal todavía no cumplió con esta promesa758. Está claro que la eficacia fue desastrosa: por una parte, la Sociedad de Naciones nunca logró salir de su papel en la sombra, pues, en ningún momento, participaron paralelamente todas las grandes potencias y tampoco se superó el auto-centrismo de los Estados imperialistas; además, sólo se logró resolver algunos conflictos territoriales entre potencias menores, como la disputa sueco-finesa sobre las islas Åland en 1921 o la colombo-peruana sobre Leticia en 1934. Por otra parte, las potencias principales tampoco respetaron la prohibición general de la guerra de 1928, si la misma restringió opciones políticas prometedoras, teniendo en cuenta la reanimación benevolente y colectiva de la pentarquía a finales de los años 30, así como la reacción en cadena de 1939, cuando Alemania y Rusia eliminaron Polonia, Rusia además los Estados bálticos, mientras Gran Bretaña y Francia declararon la guerra a Alemania759. Para materializar las ideas visionarias de un parlamento de la humanidad y de la prohibición general de la guerra, hubo que esperar la etapa final de la gran guerra mundial con una brutalidad industrial y tecnológica aun mayor que entre 1914 y 1918. D)
ELEMENTOS DE EXPLICACIÓN Y CONCLUSIONES
En busca de una narración adecuada para el siglo y medio de la anarquía de la soberanía, es básico evitar las trampas de la historiografía patria y del vencedor que se identifica con una u otra perspectiva partidiaria. La narración de este capítulo es una advertencia de los peligros del nacionalismo chauvinista y belicismo vengativo que fue estructuralmente ciego en concebir la perspectiva común de las guerras de europeos contra europeos. Si los millones de muertos de las guerras mundiales deberían tener algún tipo de sentido, no puede ser el de las atribuciones autocéntricas de los gobiernos combatientes, conservado en miles de monumentos locales a los soldados caídos, sino el de haber dejado la vida en el gran proceso de la deslegitimación de la guerra como tal y
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Al respecto: ÁLVAREZ L., La historia del derecho internacional público, op. cit., págs. 134, 136; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., pág. 776; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág. 22; RANDALL LESAFFER, “Kellogg-Briand Pact (1928)”, en RÜDIGER WOLFRUM (Ed.), The Max Planck Encyclopedia of Public International Law, t. 6, Oxford, Univ. Press, 2011, pág. 579; NUSSBERGER, Das Völkerrecht, op. cit., págs. 65 y ss; TOMUSCHAT, The 1871 and the 1919 Peace Treaty, op. cit., pág. 395; TRUYOL Y SERRA, Historia del derecho internacional público, op. cit., pág. 130; ZIEGLER, Völkerrechtsgeschichte, op. cit., págs. 203 y s. Véase BILFINGER, Die Kriegserklärungen der Westmächte, op. cit., págs. 1-23; TOPPE, Militär und Kriegsvölkerrecht, op. cit., págs. 58 y ss.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
de haber preparado el camino a la mentalidad post-heroica760 y pacificación fundamental después de 1945. De todos modos, se considera cardinal contextualizar el aumento significativo de la violencia internacional en el preludio de la pacificación fundamental del mundo. Se pretende dirigir la mirada a los siguientes nueve factores interdependientes. Primero, ningún Estado del siglo y medio de la anarquía de la soberanía (1772-1945) actuaba con una consciencia de ilicitud, sino que todos se percibían a sí mismos como combatiendo conforme al Derecho de los Estados civilizados en nombre de intereses superiores del poder soberano, en lo que el concepto del Derecho de los Estados civilizados sirvió como una capa de camuflaje para ocultar el carácter anárquico y arbitrario del uso libre de la fuerza. En segundo lugar, se retomó la constante antropológica de la metapreferencia para la paz, sin disponer de parámetros de la cultura de la paz positiva. Esto ocurrió bajo la elevación subconsciente de la ética heroica de la clase guerrera del antiguo régimen a la lógica de confrontaciones entre naciones soberanas, que ahora creían en un supuesto deber natural a defender los intereses y el honor de la respectiva patria, sin ser conscientes del carácter construido de la variación propia y excluyente de la ideología nacionalista común que se pretendió imponer frente a todo el mundo. Tercero, los paradigmas atomistas y competitivos del social-newtonianismo de la Ilustración motivaban a entender también las relaciones internacionales como un juego de libre competencia. De modo paralelo a la idea central de la libertad de la persona, se establecieron conceptos de la libertad ilimitada de los Estados. Por lo tanto, se interpretaron restricciones por tradiciones de moderación como revestidas a la antigua. En cuarto lugar, el paradigma de la soberanía nacional proveniente de la Revolución francesa y el derivado nacionalismo chauvinista, provocaban auto-percepciones colectivas que entendían los supuestos intereses del respectivo pueblo estatal –desde la satisfacción de una ofensa hasta el perfeccionamiento de las supuestas fronteras naturales según argumentaciones etnohistóricas– como superior a todo otro fin político, divinizando a la propia nación soberana según los superlativos de aquella teoría que BODIN había formulado para honrar a su monarca. Quinto, el paso de la guerra inter-monárquica con ejércitos de mercenarios y soldados profesionales a la guerra nacional con los ejércitos populares del servicio militar obligatorio, compuestos por todos los ciudadanos masculinos adultos entre 18 y 45 años (a veces 15 a 60), contribuía a identificar como enemigo exterior no sólo a las fuerzas armadas del Estado vecino, sino a su pueblo completo. Con el pueblo en armas, se establecía una fuerte motivación hacia la guerra total. En vista de la necesidad de justificar la guerra ante la nación propia que se incitaba a odiar el respectivo pueblo vecino, la guerra popular impedía gentleman agreements que en el pasado habían sido aptos para salir de las trampas de violencia.
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Término según MÜNKLER, Viejas y nuevas guerras, op. cit., págs. 35, 94, 144, 173.
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En sexto lugar, era decisiva la tecnología industrial de armamento en combinación con la burocracia moderna, pues abrían nuevas dimensiones de la eficiencia mortal. De modo simultáneo, distanciaban y anonimizaban la relación de percepción entre victimario y víctima. Séptimo, se considera cierto que la psique humana mostraba enormes dificultades en interiorizar la dinámica, velocidad y profundidad de la gran transformación acelerada desde la civilización agraria hasta la civilización industrial. En consecuencia, ascendieron confusiones, deformaciones, alienaciones y pérdidas de valores tradicionales sin poder anclar y estabilizar con la misma velocidad los valores centrales del nuevo régimen. En octavo lugar, la época de la gran transformación era un periodo de grandes confrontaciones sistémicas entre fines ideológicos sacralizados. El liberalismo ilustrado y republicano quería imponerse a la fuerza en las guerras de transformación de 1792 a 1815, de 1917 a 1918 y de 1941 a 1945, el comunismo seguía entre 1917 y 1950 y también el fascismo lo intentaba en las décadas de 1930 y 1940. Todo esto sucedía bajo un perfil secular-religioso al estilo de un combate final sobre la única verdad absoluta. Noveno, se indica que continuaban en el liderazgo militar élites tradicionales, en particular con un origen en la nobleza guerrera. Estos actores creían todavía en guerras heroicas y caballerescas sin percibir que sus patrones acostumbrados del antiguo régimen podían desarrollar en la era de las armas industriales efectos monstruosos. No obstante, resultaban aun más violentos los trepadores sociales de la era industrial, es decir, los dictadores proletarios y los militares con un ascenso rápido de las clases bajas al centro de poder y sin socialización básica en la moderación estatal. Compendiando, durante el siglo y medio de la anarquía de la soberanía, el Estado Nación soberano con ejércitos populares y armas industriales en sus manos, se convertía en un vecino peligroso para competir en un entorno hostil que se componía por actores análogos de la misma agresividad. Precisamente, la narración de este texto ha mostrado el ascenso de un sistema internacional disfuncional desde finales del siglo XVIII, llamado la anarquía de la soberanía con el ius ad bellum libre en su núcleo, así como su doble explosión entre 1914 y 1945, pero también la perspectiva de su futura superación en vista de los respectivos sufrimientos inaguantables. Se considera importante la lección de que el ius contra bellum de las Naciones Unidas no tiene alternativa. En caso de que el lector pregunte por lo que ha permanecido de las grandes guerras pentarquicas de 1914 a 1945 y de los largos procesos de reflexión sobre los errores en el escalado y la pacificación, el autor señala siete elementos principales: primero, el reconocimiento de la necesidad de cooperar en una asociación colectiva de los Estados del mundo (Naciones Unidas) y, con un grado superior de consolidación, en una organización específica de los Estados europeos (Unión Europea) que reemplace definitivamente la antigua pentarquía semi-cooperativa y semi-intimidadora; segundo, el concepto del ius contra bellum que limita la soberanía de los Estados a actuaciones no 228
LA REVOLUCIÓN DE LA SOBERANÍA
bélicas; tercero, la entrada a un proceso de aprendizaje irreversible que ha formado una cultura de la paz con valores positivos y una mentalidad post-heroica; de tal manera, también es evidente la disfuncionalidad absoluta de paces vencedoras y humillantes; cuarto, los alemanes y franceses han aprendido a superar su enemistad hereditaria en beneficio de un liderazgo cooperativo dentro de la Unión Europea; quinto, se ha delimitado la autodeterminación de los pueblos a un concepto de autonomía, sin promover ni un separatismo conflictivo ni anexiones irredentistas; sexto, fue un éxito duradero la victoria del modelo estatal de la república constitucional y democrática sobre la monarquía autocrática del largo siglo XIX; séptimo, de las disposiciones territoriales de los vencedores de 1918 y 1945 y de la respectiva reestructuración étnica, resulta el núcleo del sistema de Estados nacionales europeos: han sobrevivido varios Estados nuevos – por ejemplo, Finlandia y ‘Gran’ Rumania–, mientras otras creaciones de entonces resultaron reactivados después de interrupciones –entre ellos, Estonia y Ucrania– y también las carcasas de los Estados más artificiales –Yugoslavia y Checoslovaquia– sirvieron como el marco indudable de las posteriores divisiones en los años 90. A pesar de múltiples injusticias reclamadas en los decenios fundadores, el núcleo de este sistema de Estados es estimado en la actualidad.
Img. 69: La República de Eslovenia es uno de los hijos indirectos de las guerras pentarquicas: el ducado de Carniola con su pertenencia milenaria al Sacro Imperio Romano y el Imperio Austríaco, fue regalado a Yugoslavia en 1919 y 1945, recibió un cierto papel propio como Estado federado en 1945 y la soberanía en 1991. El catalizador yugoslavo hizo de una región bajo un sello élite de corte alemán, un Estado nación con base en el anterior idioma campesino, mientras la antigua lengua élite fue suprimida y, en vez de ésta, se usa hoy en día el inglés como idioma internacional. La capital de Ljubljana en la foto muestra todavía la apariencia de la antigua Laibach austríaca, pero los contenidos son nuevos761 761
Foto: BERND MARQUARDT.
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9. RESUMEN INTERMEDIO: EL TRIUNFO DEL ESTADO LEVIATÁN A pesar de que durante cinco milenios el Estado agro-civilizatorio se había presentado activo en el campo de batalla, éste se había ostentado al mismo tiempo muy limitado en sus competencias y en su estructura de organización. En contraste, la revolución de la soberanía del largo siglo XIX y del breve siglo XX creó teórica y prácticamente un bloque del poder público con una eficiencia hasta entonces inimaginable. En Europa, el nuevo Estado soberano absorbió las competencias de la estructura supraestatal rudimentaria de paz de la Cristiandad latina (cap. I.A.) y eliminó las funciones políticas de los supra y copoderes espirituales (cap. III.1.B.), al paso que las atribuciones gubernamentales del autónomo segmentarismo señorial y comunal fueron devoradas por el Estado Leviatán (cap. III.1.B.). El Estado territorial de la sociedad individualizada de masas (cap. III.2.A) concentró su poder estatal en un foco virtual y figuró un pueblo estatal de nacionales individualizados e igualados en una relación inmediata con el poder estatal. El Estado legislador (cap. III.3), administrativo (cap. III.4) y tributario (cap. III.5) fue empujado por el racionalismo ilustrador a una dimensión de eficiencia hasta entonces impensable, conectando eficazmente el triángulo entre el poder estatal, el pueblo estatal y el territorio estatal, mientras que el nacionalismo sirvió como una ideología fuerte de integración (cap. III.2.B). Sin embargo, la revolución industrial fue la verdadera clave del crecimiento exponencial del poder estatal, como mostrará detalladamente el siguiente capítulo IV. No obstante, la historia de la revolución de la soberanía es incomprensible si no se ven también sus graves excesos. Tanto la anarquía de la soberanía interestatal (cap. III.1.A y III.8), como la política de la homogeneización étnica del nacionalismo (cap. III.2.D), generaron desgracia, alienación y muerte a numerosos seres humanos. Donde el Estado ideologizado pensó tener un deber sagrado de crear una sociedad y un ser humano nuevos, el resultado práctico fue muchas veces el Estado asesino y que priva de la libertad (cap. III.7). En este sentido, encontrar los límites de la revolución de la soberanía e institucionalizarlos eficazmente, resultó ser un proceso tan difícil, como largo. Este tema será discutido en el capítulo V dedicado a la revolución del diseño sistémico o constitucional.
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CAPÍTULO IV
LA TRANSFORMACIÓN A LA SOCIEDAD INDUSTRIAL Y EL ESTADO En el capítulo IV de esta Teoría integral del Estado se pretende responder a los cuestionamientos acerca de cómo la revolución fósil-energética e industrial influyó en el desarrollo del Estado y cómo el Estado moderno, a su vez, afectó la revolución industrial. Ahora bien, no se puede suponer que este tema haya sido suficientemente investigado, pues el predominio de las ciencias económicas en las investigaciones industriales ha llevado a perspectivas muy lejanas al Estado, en las cuales se prefiere presentar las fuerzas del mercado libre como las únicas favorables, aunque nada puede ser más equívoco.
1. LA AMPLIACIÓN DEL PODER ESTATAL A)
LA ESFERA MILITAR
En todo caso, la revolución industrial dio medios de poder cada vez más eficientes a los Estados. Así, se pueden nombrar varias tecnologías de muerte producidas a gran escala, como el fusil de retrocarga (1840), que contaba con cartuchos y permitía un aumento en la frecuencia de los tiros; la ametralladora (1861), que tenía el ritmo mortal de disparar 200 y más balas por minuto; además, el cañón o mortero de acero fundido (1860), equipado con proyectiles de artillería para alcances largos de más de veinte kilómetros (en 1918: 130 km)762. Sin embargo, el arma más simbólica del Estado de la revolución industrial fue la flota de batalla que, desde los años 1860, constaba de barcos a vapor cada vez más rápidos y grandes, construidos con acero, blindados y con alta potencia de disparar. Durante la primera fase de aceleración, las potencias marítimas dominantes renovaron sus buques primarios en periodos de aproximadamente diez años. El Naval Defence Act británico de 1889 y las Leyes Navales alemanas de 1898 a 1912763, acentuaron normati762 763
Récord del Cañón de París, construida en 1918 por la empresa alemana Krupp. Naval Defence Act brit. de 1889, 52-53 Vict, 8; Flottengesetz alemana de 1898, en RGBl., págs. 165 y ss.
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vamente esta prioridad estatal. A partir de 1906, los Dreadnought británicos alcanzaron un desplazamiento de veinte mil toneladas y, en los años 1940, existieron en Japón acorazados de la clase Yamato de setenta mil toneladas. En 1914, Gran Bretaña contó con 61 acorazados, el Imperio AleImg. 70-71: Un símbolo de poder del Estado de la revolución industrial fue su arma más compleja, la flota de batalla, fabricada industrialmente. A la izquierda, se ve el primer navío en línea de vapor, el buque francés Napoleón de 1852 (hasta 1876), que muestra todavía la apariencia de la era del viento. A la derecha, se reconoce la flota del Imperio Austrohúngaro en el mar Adriático en 1913, liderada por el acorazado Viribus Unitis (1912-1918). Las imágenes subrayan la enorme transformación tecnológica en medio siglo764
mán con 42, los EE.UU. con 34, el Imperio de Japón con 24, Francia con 21, el Imperio Austríaco con 15, Italia con once, el Imperio Ruso con once, Argentina con dos, Brasil con dos, Suecia con uno y España también con uno765. A partir de 1941, se sustituyeron los acorazados por los portaaviones como la nueva clase primaria de buques de guerra que alcanzaron, en 1975, con el Nimitz estadounidense un desplazamiento de 100 mil toneladas. En cuanto a las campañas terrestres, se introdujeron los carros de combate o tanques motorizados, es decir, vehículos acorazados de ataque con tracción de orugas e impulsados por energía fósil que sustituyeron, desde la mitad de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la caballería que hasta entonces había sido dominante en la táctica militar desde las primeras fases del Estado dinástico766. Paralelamente, el desa764
765
766
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Img. 70: pintura de aprox. 1860 de BARTHÉLÉMY LAUVERGNE (1805-1871); img. 71: pintura de 1913 de AUGUST V. RAMBERG (1866-1947), lugar: Heeresgeschichtliches Museum, Viena. Las cifras en la bibliografía no son uniformes a causa de los modos divergentes de clasificar. En la Primera Guerra Mundial, se usaron los navíos como una fleet-in-being para proteger las costas contra invasiones. La única guerra moderna que funcionó realmente como una guerra naval, fue la estadounidense-japonesa de 1941 a 1945. Véase HOBSBAWM, La era del imperio, op. cit., págs. 327 y s; ROBERT K. MASSIE, Dreadnought, Britain, Germany and the coming of the Great War, Nueva York, Random House, 1991, págs. 160 y ss, 373 y ss; ANTHONY PRESTON & JOHN BATCHELOR, Schlachtschiffe 18561919, Múnich, Heyne, 1977, págs. 35 y ss, 45 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 1129 y ss; ÍD., The German Empire, op. cit., págs. 163 y ss. El primer tanque del mundo fue el Mark I británico de 1916. En la batalla de Cambrai de 1917, por primera vez los británicos utilizaron masivamente tanques, aunque sin éxito. Perdieron la mayor
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
rrollo industrial abrió la guerra aérea (1913)767, la guerra submarina (1914)768 y la guerra con gases tóxicos (1915). Desde 1941, los aviones de combate alemanes sobrepasaron la frontera mágica de la velocidad de 1.000 km/h, lo que las fuerzas británicas y estadounidenses repitieron en 1947-1948. A finales de la Segunda Guerra Mundial, siguieron la guerra con misiles balísticos –en 1944 por parte del Imperio Alemán– y la guerra nuclear –en 1945 en manos estadounidenses–.
Img. 72: Los caballos de acero de la revolución industrial: a partir de 1916, Gran Bretaña produjo los tanques Mark769
Una serie de innovaciones claves de la revolución industrial fueron impulsadas mucho más por la carrera armamentista de los Estados que por la frecuentemente citada competencia de mercado del sector privado. No es casual que, al finalizar el siglo XIX, las empresas industriales más grandes fueran las fábricas de armamento que trabajaron para un único cliente, su propio Estado imperial, por ejemplo: Krupp, Rheinmetall, Mauser y los tres Astilleros imperiales en el Imperio Alemán770, Škoda, Stabilimento Tecnico Triestino y el Arsenal imperial en el Imperio Austríaco771, Armstron-Whitworth y
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parte de los 476 tanques empleados en la contraofensiva alemana. En la batalla de Villers-Bretonneux de 1918, ocurrió el primer duelo entre tanques (británicos y alemanes). El desarrollo empezó con el Morane-Saulnier L francés de 1913, el Vickers F.B.5 inglés de 1914, el Fokker Eindecker alemán de 1915 el Albatros alemán de 1916, el SPAD S.VII francés de 1916, el Sopwith Triplane inglés de 1916. Los combates aéreos empezaron en 1914. La guerra submarina se inició en 1914, cuando el U 9 alemán hundió a cuatro cruceros acorazados británicos: Aboukir, Hogue, Cressy y Hawke. La Guerra del Atlántico de 1939 a 1945 fue dominada por los 863 submarinos alemanes que hundieren 149 buques de guerra y 2.882 buques mercantes, mientras la defensa de los Aliados llevó a la pérdida de 711 submarinos; CHRISTOPHER THIEL, Der dt. UBootkrieg im 2. Weltkrieg, Berlín, Epubli, 2011, págs. 95 y ss. De 1917, img. 102-00292 del Archivo Federal Alemán. Se ve un taller alemán para el mantenimiento de tanques británicos capturados, ubicado en Charleroi en Bélgica. Respecto a Krupp: HOBSBAWM, La era del imperio, op. cit., pág. 316; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., pág. 623. La empresa estatal Kaiserl. Werft Wilhelmshafen (1853-1918) continuó hasta 1945 como la Reichsmarinewerft y Kriegsmarinewerft. La Kaiserl. Werft Kiel (1867-1918) fue remplazado, en 1925, por los Dt. Werke. Después de 1945, fueron desmontados. La tercera fue la Kaiserl. Werft Danzig (1854-1919). En Pilsen (hoy Rep. Checa), en Trieste (actualmente Italia) y en Pula (hoy Croacia). Sobre la empresa de EMIL VON ŠKODA: BROUSEK, Die Grossindustrie Böhmens, op. cit., págs. 63, 89, 97, 118, 136, 162.
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Vickers en el Imperio Británico772, Schneider en Francia o Bethlehem Steel y Colt en los EE.UU. que formaron, junto con las respectivas empresas proveedoras mineras, electrónicas, químicas, etc., un extenso clúster militar-industrial. De ellos, los Astilleros y el Arsenal imperial fueron empresas estatales. Por lo menos desde los inicios del siglo XX, la respectiva investigación científica a gran escala fue llevada a cabo en las Universidades estatales y una variedad cada vez más diferenciado de institutos e instalaciones experimentales en manos públicas que se dedicaron, por ejemplo, a la aviación, la inteligencia, la química o la radioactividad.
Img. 73: Así se venció en la guerra de la era industrial: en 1943, las fuerzas aéreas estadounidenses bombardearon la industria petrolera del Imperio Alemán, ubicada en Ploiesti en el Reino de Rumania773
Empezando con el enfrentamiento militar entre los EE.UU. y los Estados Confederados de América (1861-1865), las grandes guerras fueron decididas por el potencial productivo de la industria nacional. En particular, resultó crucial el acceso a fuentes de energía fósil para la tracción de los navíos, aviones y tanques. Cabe destacar que el Imperio Alemán perdió la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) –después de éxitos militares notables– en el frente petrolero, pues experimentó una desventaja geopolítica mortal del acceso a la sangre vital de la guerra industrial: finalmente, poseyó aviones, tanques y submarinos del espectro más moderno, pero no tuvo la energía para ponerlos en marcha, mientras los contrincantes pudieron aprovecharse fácilmente del golfo Pérsico, del Cáucaso y del golfo de México774. También en la paralela Guerra del Pacífico, el petróleo jugó un papel clave, primero en forma del embargo energético de EE.UU. de 1941 que presionó Japón a la ofensiva militar y, segundo, por la conquista japonesa de los campo petrolíferos en Borneo y Sumatra, pero tampoco Japón logró rivalizar con las capacidades energéticas e industriales superiores de los EE.UU. 772 773 774
234
HOBSBAWM, La era del imperio, op. cit., págs. 316 y s. De la 44th Bomb Group Photograph Collection, 1.8.1943. Comp. KARLSCH & S., Faktor Öl, op. cit., págs. 133 y ss, 171 y ss, 203 y ss, 213 y ss, 232 y ss; EICHHOLTZ, Krieg um Öl, op. cit., págs. 26 y ss, 40 y ss, 46 y ss, 80 y ss, 121 y ss; SEIFERT & W., Schwarzbuch Öl, op. cit., págs. 121 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., pág. 917.
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
B)
LAS ESFERAS NO MILITARES
Un efecto político no menos fundamental de la industrialización, radicó en la capacidad de atravesar el territorio estatal más eficientemente gracias a los nuevos sistemas de transporte fósil-energéticos. Ahora el Estado anuló la hostilidad del espacio por el cuarteto constituido por el ferrocarril de vapor, el barco de vapor, el camión motorizado y el avión. A partir de los años 1840, el caballo dejó de ser la medida de la velocidad, pues ahora era posible trasladar personas, recursos e informaciones –inclusive ejércitos– en un día o pocas horas por todo el territorio estatal. De manera retroalimentativa, la demanda estatal o para-estatal de los vehículos y vías de ferrocarril, impulsó continuamente la rueda de la innovación tecnológica. De igual forma, hay que señalar la relevancia de la revolución de comunicación con los elementos claves de la telegrafía óptica (1794), la telegrafía eléctrica (1833)775, el teléfono (1876)776, la radiotransmisión (1897), la telefotografía (1907), el telefax (1964) y el internet (1990), cada vez con efectos enormes para la eficiencia del Estado administrativo. Ya en la segunda mitad del siglo XIX, el Estado pudo comunicarse en pocos segundos con toda autoridad cercana o lejana en su territorio y, en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), el poder estatal logró comunicarse a la misma velocidad con sus buques de guerra en alta mar. No deben subestimarse aquellas innovaciones tecnológicas que revolucionaron las oficinas del poder público. Hay que aludir la máquina de escribir (1868), los clasificadores (1886), el mimeógrafo para duplicar documentos (1887), la tabuladora mecánica para procesar datos de tarjetas perforadas (1890), la memoria de tambor electromagnética (1932), el computador institucional (1956), la fotocopiadora (1959), el banco de datos relacional (1970) y el computador personal para cada puesto de trabajo (1984). De modo paralelo, la revolución industrial posibilitó el aumento de la eficiencia en la materia tradicional del derecho penal. En la esfera del derecho probatorio, la lupa del criminalista reemplazó la tortura del verdugo. Además, varios métodos de la investigación criminalística como la medicina forense (1804), la fotografía policial (1850), el sistema biométrico de las huellas dactilares (1895), la identificación balística de armas de fuego (1902) y la huella genética (1984), revolucionaron la identificación de los delincuentes. Asimismo, la multitud de registros públicos hizo cada vez más difícil esconderse en el anonimato777. 775
776 777
HUURDEMAN, The Worldwide History of Telecommunications, op. cit., págs. 34 y ss, 48 y ss; TOM STANDAGE, The Victorian Internet, Nueva York, Walker, 1998. HUURDEMAN, The Worldwide History of Telecommunications, op. cit., págs. 153 y ss. Comp. GSCHWEND, Justitias Griff zur Lupe, op. cit., págs. 11 y ss, 19 y ss, 52 y ss; MILOŠ VEC, “Kurze Geschichte des Technikrechts”, en MARTIN SCHULTE (Ed.), Handbuch des Technikrechts, Berlín, Springer, 2003, págs. 3-60, 56.
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2. EL CRECIMIENTO EXPONENCIAL DE LOS DEBERES ESTATALES Una consecuencia general de la transformación a la sociedad industrial, fue que planteó muchos problemas y temáticas nuevas en cuya solución intervino el Estado, lo que se articuló en una profunda y permanente dinámica del crecimiento de los deberes públicos. En la perspectiva del año 1900, la época de los sencillos Reinos agrocivilizatorios había pasado irreversiblemente. A continuación, se ilustrará este crecimiento de las tareas estatales en diecinueve ejes temáticos. A)
EL ESTADO EDUCADOR Y CIENTÍFICO
En primer lugar, la estatalidad industrial se dedicó como Estado educador a la creación de las condiciones mentales de la sociedad industrial, estableciendo un sistema planeado, escalonado y exigente de la calificación de sus ciudadanos en forma de colegios y Universidades públicas, descrito en el capítulo III.4.D.g. Además, todo Estado moderno estableció su academia de la ciencia. Para promover grandes proyectos de la investigación científica según el respectivo interés nacional, muchas veces militar, los Estados fundaron institutos especializados, como los Institutos del Emperador Guillermo en Alemania desde 1911 (hoy Institutos Max Planck)778, de los cuales el Instituto para la Fisicoquímica y la Electroquímica fue central en el desarrollo del Proceso Haber-Bosch que resultó clave para la superación del hambre en el mundo. Paralelamente, varios Estados crearon departamentos del desarrollo tecnológico ferroviario. No es dudoso que tanto la megaciencia alemana de 1911 a 1945, como la big science estadounidense desde 1945 fuera muy comprometido con el desarrollo de tecnologías militares. Pero también es cierto que en estos ámbitos estatales nacieron varias grandes innovaciones claves con un significado general, con un desarrollo originario tan costoso como riesgoso, lo que es todavía válido para el internet (arpanet) y el GPS779. B)
LA URBANIZACIÓN INDUSTRIAL
De igual forma, el Estado fue uno de los actores principales de la urbanización industrial. Entre 1760 y 1919, se derrocaron las murallas medievales780 y las ciudades 778 779
780
236
FISCH, Geschichte der europ. Universität, op. cit., págs. 94 y s. MAZZUCATO, The Entrepreneurial State, op. cit., págs. 63 y ss, 79 y ss, 207 y ss; WILLIAM H. JANEWAY, Doing Capitalism in the Innovation Economy, Cambridge, Univ. Press, 2012, págs. 209 y ss. Derrocamiento de las murallas. Londres 1760, Presburgo 1775, Hanóver 1780, Fráncfort 1804-1818, Hamburgo 1820-1837, Zürich 1833-1834, Viena 1857-1863, Luxemburgo 1867, Florencia y Copenhague 1870, Praga 1874, etc.
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
expandieron en sus alrededores, lo que se vio impulsado y acompañado no solo por la introducción de la libertad de circulación en el marco de la ciudadanía nacional, sino también por una planificación estatal intensiva, tanto de las redes viales, para lo cual se realizaron las respectivas expropiaciones, como de la estratificación zonal con barrios residenciales de lujo, barrios de clase media, áreas de estación del ferrocarril, barrios de fábricas, barrios obreros y zonas verdes. Por ejemplo, entre 1852 y 1870 el Emperador francés NAPOLEÓN III estableció el núcleo de la París moderna con una red de largas avenidas anchas y monumentales con fachadas representativas y decorativas al estilo ecléctico, y lo hizo no solo en las zonas de ampliación urbana, sino reestructuró también el centro histórico de la capital francesa. Otro proyecto piloto de la época fue el Ring de Viena, ordenado en 1857 por el Emperador FRANCISCO JOSÉ de Austria como una avenida circular pomposa al estilo historicista en lugar de las antiguas fortificaciones capitalinas781.
Img. 74: La planeación pública de la revolución de la urbanización del siglo XIX: en nombre del Emperador NAPOLEÓN III de Francia, el barón HAUSSMANN (1809-1891) diseñó la París ecléctica con sus avenidas ostentosas como la Avenue de l’Opéra782
Inicialmente, el poder estatal trabajó con decretos ejecutivos y planes administrativos de ampliación urbana, autorizados por el respectivo monarca, pero en 1868 en Baden y en 1875 en Prusia se introdujeron leyes generales de planificación urbana que delegaron la responsabilidad en esta materia a la rama comunal de la administración estatal, teniendo en cuenta criterios predefinidos de la estética uniforme, las necesidades de tránsito, la seguridad contra incendios y la salud pública783. Entre las medidas en este ámbito, se descubren la obligación para los constructores privados de obtener un permiso público previo, así como el saneamiento policial de los barrios miserables de los pobres que muchas veces se habían formado salvajemente en la dinámica temprana de la industrialización y que se vieron afectados por el cólera, el tifus y la criminalidad, de modo que se ordenó en las décadas de 1880 y 1890 el derribo y posterior rehabilitación del Gängeviertel de Hamburgo y de los Five Points de Nueva York784. 781 782 783
784
ROLF TOMAN, et al., Historia de la arquitectura, Bath, Parragon, sin fecha (aprox. 2010), págs. 257 y s. CAMILLE PISSARRO, Avenue de l’Opera, 1898. Straßen und Baufluchtengesetz de 1875, en Pr.GS., 1875, págs. 561 y ss. Comp. STADT MINDEN (Ed.), Minden, Minden, Stadt, 1979, págs. 87 y ss. MIKE DAVIS, Planet of Slums, Londres, Verso, 2006, pág. 16.
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Además, el crecimiento sobre los límites de las tierras comunales de la ciudad medieval, exigió intervenciones significativas en la estructura territorial de los municipios, que solo pudieron ser ordenadas por el poder estatal. Así por ejemplo, la monarquía austríaca realizó dos grandes anexiones de comunidades vecinas para su capital Viena, la primera en 1850 y la segunda en 1890; el Estado de Baviera hizo lo mismo para Múnich en varios pasos entre 1854 y 1942; el Estado de Prusia para su capital de Berlín en 1861 y 1920; el Estado americano de Nueva York para su capital del mismo nombre en 1874 y 1897; el Reino de Gran Bretaña en 1889 y 1965 para Londres; el Cantón suizo de Zürich para su capital del mismo nombre en 1893 y 1934; la Checoslovaquia en 1920 para Praga y el Estado colombiano en 1954 para su capital Bogotá785. En esta revolución de la urbanización786, Berlín creció de 2,2 km2 dentro de las murallas de 1730 a una extensión de 14 km2 en 1825, a 59 km2 en 1861 y a 891 km2 en 1920, es decir, el territorio urbano se multiplicó por el factor 405787. Hasta 1950, las aglomeraciones más grandes de Europa fueron Londres con 8,4 millones de habitantes, París con 6,3 millones, la Megápolis del Ruhr con 5,3 millones y Berlín con 3,3 millones, lo que fue superado por Nueva York con 12,3 millones. También Buenos Aires y Moscú alcanzaron en este momento la dimensión de cinco millones788. LA URBANIZACIÓN DE LA ERA INDUSTRIAL: COMPARACIÓN DE BERLÍN Y BOGOTÁ
En 1910 (1) En 1950 (2) En 1970 (3) En 1730 (1) – en 1820 (2) – en 1861 (3) – en 1970 (4)
En 2010 (4)
Mapas 15-16789
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Véase p. ej. Gesetz prusiana über die Bildung einer neuen Stadtgemeinde Berlin de 1920, en Pr.Gs., 1920, págs. 123 y ss; An Act to unite the City of New York, Nueva York, Baker & V., 1897; JAIR PRECIADO et al., Historia ambiental de Bogotá, Bogotá, Univ. Distrital, 2005, pág. 206. Comp. capítulo II.3.B. LUISENSTÄDTISCHER BILDUNGSVEREIN (Ed.), Berliner Stadtentwicklung, Stadtgebietsfläche, 2004, http:// www.luise-berlin.de/stadtentwicklung/texte/3_01_stadtgefl.htm (5.1.2018). Véase HOBSBAWM, La era del imperio, op. cit., pág. 352 y s; HARTMUT KAELBLE, Sozialgeschichte Europas, Bonn, BPB, 2007, pág. 362; MCNEILL, Something New, op. cit., págs. 276 y ss; JOCHEN OLTMER, Migration, Bonn, BPB, 2017, págs. 83 y ss; UN DESA, World Urbanization Prospects 2011, op. cit., pág. 216. Mapas: BERND MARQUARDT.
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
De igual forma, el Estado promovió la urbanización por la creación de las bases infraestructurales para el aprovisionamiento de la población creciente desde huellas ecológicas cada vez más amplias. En las ciudades grandes, el poder público planificó y construyó varias estaciones ferroviarias –así seis en Viena o siete en Berlín hacia todas las direcciones–, por los cuales el ferrocarril de mercancías dejo entrar alimentos y energía –por ejemplo, el carbón de calefacción– en cantidades hasta entonces inimaginables790. De otra parte, siguiendo a los precursores de la Viena imperial de 1835 a 1841 y de la ciudad-Estado de Hamburgo de 1842 a 1848, las administraciones comunales construyeron sistemáticamente las maquinarias hidráulicas urbanas para el abastecimiento de agua potable limpia y para la eliminación de aguas usadas sucias, las cuales empezaron a funcionar entre 1870 y 1914, tanto en la mayoría de las ciudades de Europa noroccidental y central, como en primeras ciudades suramericanas, incluyendo Bogotá791. Por esta revolución higiénica, el Estado pretendió eliminar peligros socio-ambientales de la salud pública, especialmente el cólera, que se difundió desde 1830 con una enorme mortalidad en los nuevos barrios marginales del industrialismo. La solución consistió en promover activamente una especie de derecho humano no verbalizado al agua limpia. Dichas maquinarias hidráulicas se componían, por el lado del input, de una central de captación y de tratamiento, una torre de agua para producir presión y para almacenar, varias estaciones de bombeo y redes complejas de distribución. A veces, se preferían cañerías a larga distancia para la conducción de agua limpia desde nacientes lejanas en las montañas (para Viena desde 1873) o represas que recolectaron agua potable (para la megápolis industrial del Ruhr a partir de 1904792). Por el lado del output, se establecían redes de alcantarillados sanitarios, campos para el recibimiento de aguas con excrementos humanos (en Berlín en 1874) y también plantas de tratamiento de aguas residuales para descontaminarlas antes de verterlas a los ríos (en Fráncfort del Meno en 1887), las cuales se impusieron en el siglo XX como un modelo exitoso. Cabe resaltar que los fines socio-ambientales requirieron una obligación estricta de conectarse a las redes de abastecimiento y usar el sistema793. Los éxitos fueron notables, pues después de la última pandemia de Hamburgo en 1892, el cólera desapareció de Europa noroccidental. De otro lado, según el modelo de Londres de 1812, se implantó el servicio de la iluminación urbana por empresas públicas de carbón mineral gasificado794 que –tam790 791 792 793
794
En Viena: Nordbahnhof, Nordwestbahnhof, Franz Josefs Bahnhof, Westbahnhof, Südbahnhof, y Ostbahnhof. PRECIADO B. et al., Historia ambiental de Bogotá, op. cit., págs. 64 y ss. Ennepetalsperre de 1904, Fürwiggetalsperre de 1904, Möhnetalsperre de 1913, etc. Comp. BRÜGGEMEIER & T., Industrie-Natur, op. cit., págs. 105 y ss; BÜSCHENFELD, Flüsse als Kloaken, op. cit., págs. 26 y ss; FRANZ, Die technische Revolution, op. cit., págs. 238 y ss; KLUGE, Wasser und Gesellschaft, op. cit., pág. 27; SILKE R. LASKOWSKI, Das Menschenrecht auf Wasser, Tübingen, Mohr Siebeck, 2010, págs. 466 y ss; MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 380 y s, 391 y ss. En Hanóver en 1825, en Brema en 1854 y en Bogotá en 1876.
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bién en los casos en los cuales se prefirió inicialmente un sistema concesionario– fueron rápidamente municipalizados. Desde los años 1880, se sumó el abastecimiento de corriente eléctrica por medio de empresas municipales, por lo cual las calles, las viviendas y las naves de producción se iluminaron también durante la noche795. Como parte de este proceso de urbanización, se instituyó la recolección pública de basuras – en Hanóver en 1861– con la deposición en vertederos o, en raros casos, la incineración –en Hamburgo en 1896796–. De igual forma, los Estados organizaron sistemas del transporte urbano masivo: primero, el tranvía de caballos –implantado en Nueva York en 1832, en Buenos Aires en 1863 y en Praga en 1875–, que fue poco después electrificado –en Berlín en 1881, en Budapest en 1887, en Praga en 1891, en Viena y Buenos Aires en 1897, en Madrid en 1899, en Zürich, México y Santiago en 1900 y en Bogotá en 1907–; segundo, subterráneos y metros –en Londres en 1890, en Budapest en 1896, en París en 1900, en Berlín en 1902, en Nueva York y Atenas en 1904 y en Buenos Aires en 1913–; tercero, ferrocarriles urbanos –en Berlín en 1882, en Viena en 1898 y en Copenhague en 1934– y, desde la década de 1950, redes de autobuses urbanos797. En el proceso de la motorización masiva, siguió el establecimiento público de las autopistas de circunvalación urbana según el modelo berlinés de 1936-1939.
Img. 75-76: El Estado industrial se dedicó al transporte urbano multisistémico: al lado de los tranvías, se ven el metro de Berlín de 1902 y el tren monorraíl suspendido de Wuppertal de 1901 que usa el espacio por encima del río Wupper798
Además, el Estado industrial se dedicó a la planeación de los barrios de los obreros pobres. Para evitar una slumificación caótica, en muchas ciudades de la segunda mitad 795
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En 1884, se fundó la empresa pública de electricidad de Berlín. En 1910, casi todas las ciudades alemanas tuvieron sus propias usinas; SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte der Wirtschaft, op. cit., pág. 221; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., pág. 524. THOMAS ORMOND, “Der Kreislauf des Abfallrechts”, en revista Forum Historiae Iuris, Berlín, 1998, http://www.forhistiur.de/1998-10-ormond/ (5.1.2018). FRANZ-W., Die technische Revolution, op. cit., pág. 199; PRECIADO et al., Historia ambiental de Bogotá, op. cit., págs. 98 y ss; SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte der Wirtschaft, op. cit., pág. 221; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 525 y s. Postal de aprox. 1910 (estación Kottbuser Tor) y foto de BERND MARQUARDT.
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
del siglo XIX como Viena, Berlín, Hamburgo o Nueva York, el poder público obligó a construir grandes bloques de pisos –llamados cuarteles de arrendamiento (Mietskasernen) o tenements– con una fechada uniformizada y la conexión a la maquinaria hidráulica, pero con una angostura aplastante en traspatios sin luz ni plantas verdes. No obstante, después de que la constitución alemana de 1919 introdujo el derecho social a una vivienda digna, empezó la construcción masiva de viviendas públicas para obreros, tanto de rentas moderadas como de calidad humana. Un buen ejemplo es la ciudad-Estado federada de Viena en Austria que construyó viviendas municipales cómodas, de 1919 a 1934, para la decima parte de su población según el lema “luz, aire y sol”799. Por lo demás, se hizo evidente el problema del sobrecrecimiento urbano que devoró extensos paisajes agrarios. Por lo tanto, en la segunda mitad del siglo XX, la legislación de la planificación urbana y de ordenamiento territorial se dedicó a optimizar la creciente escasez y a evitar excesos de suburbanización. C)
EL TRÁNSITO FÓSIL-ENERGÉTICO
Por otra parte, el Estado emprendedor, a través de la ampliación y transformación de las tradicionales jura regalía sobre las vías de tránsito, incluyó en sus competencias varias funciones de la revolución infraestructural, explicadas detalladamente en el subcapítulo III.4.D.i sobre el Estado administrativo, como la regulación, construcción, organización y el servicio público de los ferrocarriles, la creación de carreteras públicas eficientes, la canalización de los ríos hasta convertirlos en vías navegables y la instalación de sistemas postales y de telecomunicación. Se habla sobre logros fundadores de la primera categoría. En el monstruoso proyecto de la modificación del curso de los grandes ríos salvajes de Europa, por ejemplo del Rin superior entre 1817 y 1876 y del Danubio desde 1870, el poder estatal convirtió –en nombre de la navegabilidad con barcos de vapor, de la seguridad contra inundaciones, de la
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Img. 77-78: La industrialización de la naturaleza: por fines de tránsito, el Estado austríaco cambió radicalmente, de 1870 a 1875, el paisaje fluvial del río Danubio en las cercanías de Viena800
Art. 155 de la Verf. des Dt. Reiches de 1919, op. cit. LILLI & WERNER T. BAUER, “Von Bettgehern und Untermietern”, en revista Quer, núm. 1, Viena, Quer Verlag, 2011. En 1850 y 1981. Cit. por STADT WIEN, http://www.wien.gv.at/bezirke/brigittenau/geschichte-kultur/geschichte/zeittafel.html y https://www.wien.gv.at/umwelt/gewaesser/hochwasserschutz/index.html (5.1.2018).
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prevención de la malaria y de la obtención de las últimas tierras colonizables– los paisajes fluviales con sus meandros, islas, humedales, terrenos aluviales y bosques de ribera, en paisajes agro-industriales alrededor de monótonos canales rectos con presas dedicados al uso industrial801. En vista de las nuevas posibilidades tecnológicas, el Estado industrial sometió también la naturaleza a su soberanía ilimitada. D)
EL RÉGIMEN DE ENERGÍA FÓSIL
Como el cuarto eje del crecimiento de los deberes estatales, es oportuno señalar el régimen de energía fósil –ya discutido en el capítulo III.4.D.h sobre el Estado administrativo– que fue, desde la minería de carbón hasta el aprovisionamiento con electricidad, altamente dirigido por el poder estatal, bien por las jura regalía de minería, por el otorgamiento de derechos de explotación en forma de concesiones, por la legislación temática o por los servicios públicos de electricidad. La constitución alemana de 1919 precisó que “todas las riquezas naturales y todos los poderes de la naturaleza utilizables económicamente están sujetos al control del Estado”802. También en esta esfera, el Estado industrial realizó grandes intromisiones en el medio ambiente, la más radical en la minería de lignito a cielo abierto. Así, para la explotación del hermano del carbón mi
Img. 79: La naturaleza industrial de los paisajes energéticos con su devastación ambiental: desde la década de 1980, la República Federal Alemana dejó crecer la mina de lignito a cielo abierto de Garzweiler a 110 km² y una profundidad de 210 metros, bajo el sacrificio de 17 aldeas. La mina gigantesca y sus centrales eléctricas son en manos de la sociedad mixta –pública y privada– RWE803 801
802 803
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CHRISTOPH BERNHARDT, “Die Rheinkorrektion”, en LPB (Ed.), Der Rhein, Stuttgart, LPB, 2000, págs. 76-81; MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 388 y s. Art. 155 de la Verf. des Dt. Reiches de 1919, op. cit. Cit. por la revista Der Spiegel, http://www.spiegel.de/wirtschaft/bild-926610-553854.html (5.1.2018).
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
neral, interpretada desde la década de 1920 como prioritaria en beneficio del bien común, la estatalidad alemana sacrificó enormes superficies inclusive más de 100 pueblos del Rin inferior y de Alemania central, muchas veces con una edad de siete siglos, expropió las respectivas tierras agrícolas y trasladó la población a otros lugares804. Profundizando el ejemplo alemán, cabe resaltar que la Ley de la economía energética de 1935 negó el modelo de mercado para el suministro con energía eléctrica. En su lugar, se subdividió el territorio estatal en zonas demarcadas de aprovisionamiento con derechos exclusivos de la respectiva empresa pública o para-estatal (hasta 1998)805. E)
EL DERECHO DE LA SEGURIDAD TECNOLÓGICA
Por lo demás, el Estado desarrolló un derecho de la tecnología que estaba vinculado a la idea de la seguridad frente a los nuevos riesgos de la época de las máquinas. El inicio de este derecho fue el control público de las calderas de vapor contra las frecuentes y temibles explosiones y estuvo presente en la legislación prusiana desde 1831806. A partir de 1866, el mismo Reino europeo delegó el control de calderas a aso-
Img. 80: Un problema de la seguridad tecnológica del siglo XIX: las frecuentes explosiones de calderas de vapor. Aquí en 1881 en Eschweiler 807
ciaciones de supervisión tecnológica, concesionadas para funcionar como una administración inmediata del poder estatal. Desde entonces, los Estados han decretado miles de reglas tecnológicas orientadas a la prevención de riesgos industriales808. En la 804
805
806 807 808
ABELSHAUSER, Dt. Wirtschaftsgeschichte, op. cit., págs. 419 y ss; HENNING, Das industrialisierte Deutschland, op. cit., pág. 157. Gesetz über die Elektrizitäts- und Gasversorgung de 1935, en RGBl. I, págs. 1451 y ss. Valida en la RFA hasta 1998 y en Austria hasta 2000; SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte der Wirtschaft, op. cit., págs. 224 y s. SENN & G., Rechtsgeschichte II, op. cit., págs. 233 y ss. Explosión de la empresa Eschweiler Pümpchen cerca de Aquisgrán en 1881. P. ej., en la prusiana Technische Anleitung hinsichtlich der Genehmigung gewerblicher Anlagen de 1895.
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década de 1950, se incluyeron la seguridad nuclear y la inspección obligatoria de automóviles, en los años 70 siguieron las sustancias químicas peligrosas y, en la década de 1990, también la tecnología genética809. Igualmente, los Estados legislaron por una ampliación de la responsabilidad civil por daños ocasionados en operación de los ferrocarriles, minas y fábricas que usaban tecnologías peligrosas, intensificando la clásica responsabilidad por culpa a la más amplia responsabilidad objetiva por establecer riesgos, tal como sucedió todavía de manera muy rudimentaria en las leyes alemanas y suizas de responsabilidad civil de 1871 y 1875, respectivamente. De todos modos, el concepto se difundió sucesivamente en múltiples esferas donde el público fue expuesto a peligros tecnológicos810. F)
EL MANEJO DE LA CUESTIÓN ECOLÓGICA
Desde la mitad del siglo XIX, la transformación industrial se manifestó en una cuestión ambiental cada vez más palpable, denominada la plaga de hollín y humo. Ésta se caracterizó por crecientes emisiones de aguas contaminadas por parte de las fábricas fósil-energéticas y ciudades industriales, lo que convirtió varios ríos europeos como el Rin o el Támesis en cloacas negras sin vida de peces. Paralelamente, las fábricas, plan-
Img. 81: El infierno ambiental y social en los inicios de la transformación industrial: las minas y fábricas de cobre de Hafod en el Valle inferior de Swansea en el Gales británico en 1865811 809 810
811
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Véase capítulo IX.7. OLAF V. GADOW, Die Zähmung des Automobils durch die Gefährdungshaftung, Berlín, Duncker & H., 2002, págs. 72 y ss; NILS JANSEN, Die Struktur des Haftungsrechts, Tübingen, Mohr S., 2003, págs. 369 y ss; PAHUD, Rechtsgeschichte CH, op. cit., pág. 266; SENN & G., Rechtsgeschichte II, op. cit., págs. 250 y s. De LOUIS SIMONIN, “Une visite aux grandes usines du pays de Galles”, en revista Le Tour du Monde, Nouveau Journal de Voyages, vol. 12, París, Hachette, 1865, págs. 321-352, 333.
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
tas energéticas y calefacciones privadas, contaminaron permanentemente el aire urbano con sustancias venenosas, mientras el suelo fue perforado con miles de huecos por la minería energética y de materiales y se vio intoxicado por enormes residuos y escombreras812. Ante estas observaciones preocupantes, los Estados empezaron a reconocer un deber público de protección, convirtiéndose de tal manera en rudimentarios Estados ambientales de primera generación. Sin embargo, el objetivo de protección originario no fue tanto el ambiente natural como tal, sino en una perspectiva antropocéntrica la salud y calidad de vida de la población. De todos modos, las monarquías centroeuropeas empezaron a usar los instrumentos del Estado legislador y administrativo para combatir las aberraciones más extremas. Entre los ejemplos de la primera generación del derecho público de protección frente a la problemática ambiental por la contaminación del aire y del agua, pueden destacarse la Ley de industria del Reino de Prusia de 1845, la Ley de industria del Imperio Austríaco de 1859, la Ley de industria de la Federación Alemana del Norte de 1869, la Ley de aguas del Gran Ducado de Baden de 1899 y la Ley de aguas del Reino de Prusia de 1913813. El Estado semi-liberal de finales del largo siglo XIX tomó el constructo de la libertad de industria como punto de partida, precisándola en la legislación de industria por la necesidad de la previa autorización pública para comenzar con actividades industriales, la cual era otorgada normalmente en el caso del cumplimiento de los requisitos vecinales y ambientales de la norma. La autorización pública se entendió, como lo formuló en 1895 el padre del derecho administrativo liberal, OTTO MAYER (18461924), como la confirmación del supuesto estado natural de la libertad de industria814. El objetivo era equilibrar las políticas públicas de la promoción de la industrialización y de la protección de la población contra excesos de la misma. Lo que todavía faltaba, era la definición legislativa de valores límite para emisiones máximas permitidas, en el Imperio Alemán con la mera excepción de la limitación del ácido sulfúrico a partir de 1895815. Por eso, las autoridades locales quedaron relativa812
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MARTIN HAHN, “Über die Russ- und Rauchplage in den Großstädten (1911)”, en GÜNTER BAYERL et al. (Eds.), Quellentexte zur Geschichte der Umwelt, Göttingen, Muster-Schmidt, 1998, pág. 335; GERD SPELSBERG, Rauchplage, Aquisgran, Alano, 1984, págs. 78 y ss. Gewerbeordnung prusiana, en Pr.GS., 1845, págs. 41 y ss. Österr. Gewerbeordnung de 1859, en RGBl., 1859, págs. 620 y ss; Reichsgewerbeordnung de 1869, en BGBl. des Norddt. Bundes, 1869, págs. 245 y ss; Wassergesetz des Ghzm. Baden de 1899, en Badisches GuV, 1899, págs. 309 y ss; Wassergesetz des Kgr. Preußen de 1913, en Pr.GS., 1913, págs. 53 y ss. Detallado: MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 376 y ss, 397 y ss. Resumen en español: ÍD., Evolución y transformaciones, op. cit., pág. 48. Véase también: VEC, Kurze Geschichte des Technikrechts, op. cit., pág. 24; OTTO MAYER, Dt. Verwaltungsrecht, t. 1, 3a ed., Múnich, Duncker & H., 1924 (trad. española de 1949), págs. 239, 244. Comp. KROESCHELL, Dt. Rechtsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 203 y s. MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., pág. 381.
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mente libres en el procedimiento de autorizar nuevas industrias. Varias investigaciones sobre la eficacia del derecho protector de agua y aire de la primera generación, han puesto en evidencia que la mayoría de veces las autoridades dieron un trato preferencial a la expectativa del desarrollo industrial frente al aspecto de protección, mientras que los pocos requisitos realmente establecidos para las empresas, como por ejemplo la altura mínima de las chimeneas contaminantes, tuvieron un efecto protector muy limitado, en este caso la difusión de las emisiones a un territorio más amplio816. Tampoco la aplicación del antiguo derecho de vecindad mostró resultados de protección convincentes, pues aquellos vecinos que demandaban contra las emisiones de una empresa industrial cercana, eran refutados desde el Código Civil alemán de 1896 con el argumento de que tenían que tolerar una contaminación típica según lo usual en el lugar. En 1913, el tribunal superior del Reino de Prusia en Breslavia rechazó una demanda de obreros industriales contra la contaminación industrial del aire, argumentando que en zonas industriales no sería usual poder abrir las ventanas de las viviendas. Fácticamente, se crearon con estas argumentaciones jurídicas zonas especiales del proteccionismo industrial con estándares ambientales muy por debajo del promedio nacional817. Sin embargo, la transformación industrial mostró una doble-cara, es decir, la creciente tensión ambiental en las zonas de la urbanización industrial y de la minería, fue acompañada por una distensión no menos profunda en las zonas rurales sobrevivientes, tanto por el éxodo migratorio de la población agraria como por la transformación fósil-energética, pues la caída de la presión energética a los bosques de leña los dejo regenerar sustancialmente. El Estado acompañó este proceso tanto mediante leyes dedicadas a la protección forestal –siguiendo los modelos austríaco y bávaro de 1852– que salvaguardaron la cobertura existente818, como por leyes más cua816
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Mapa 17: Los 103 parques naturales y 16 parques nacionales establecidos en Alemania de 1958 a 2017819
HANS BENÖHR, “Umweltrecht in Deutschland im 19. Jh.”, en MICHAEL KLOEPFER (Ed.), Umweltstaat als Zukunft, Bonn, Economica, 1994, págs. 108-110, 145-171; BRÜGGEMEIER & T., Industrie-Natur, op. cit., págs. 145 y s; MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 376 y ss, 389 y ss, 397 y ss. Comp. el art. 906 del BGB de 1896, op. cit. Véase FRANZ J. BRÜGGEMEIER, Das unendliche Meer der Lüfte, Essen, Klartext, 1996, págs. 228 y ss; ÍD. & THOMAS ROMMELSPACHER, Blauer Himmel über der Ruhr, Essen, Klartext, 1992, págs. 168 y ss; NORBERT KOCH, Die Entwicklung des dt. privaten Immissionsschutzrechts, Fráncfort, Lang, 2004; GUDRUN LIES, Immissionsschutz im 19. Jh., Berlín, Duncker & H., 2002; MARQUARDT, Evolución y transformaciones, op. cit., pág. 48. Cobertura conservada: en Alemania el 32% del territorio; en Austria el 47%; en España el 36%; en Francia el 29%; en Suiza el 31%; FAO (Ed.), Evaluación de los recursos forestales mundiales 2010, Roma, FAO, 2010, págs. 232 y s.
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
litativas para la conservación natural, así en Suecia en 1909, en Dinamarca en 1917 y en varios Estados alemanes a partir de 1920820. Las variaciones re-federalizadas de la Ley imperial de la conservación natural de 1935 –originalmente una manifestación del proto-ambientalismo nacionalsocialista821– abrieron el paso al programa alemán de Parques naturales de 1956, que llevó a un total de 103 áreas protegidas que cobran el 27,8% del territorio de un Estado altamente industrializado (mapa 17)822. A pesar de buscar la convivencia con el turismo y la agricultura, los parqués naturales fueron exitosos al estilo de una estructura verde paralela en contraste al industrialismo urbano. También en Austria, Eslovaquia, Estonia, Gran Bretaña, Polonia y Suiza, las áreas protegidas superaron finalmente el 20% del respectivo territorio estatal823. Cabe anotar que los Estados centroeuropeos y nórdicos evitaron la propietarización completa del ambiente. Varios países como Suiza (1907), Baviera (1946), Suecia, Finlandia y Escocia promovieron el Derecho al traspaso libre de la naturaleza forestal y agraria, mientras Alemania, Austria y la República Checa reconocieron este derecho de los excursionistas y ciclistas por lo menos en los senderos forestales824. Aunque la eficacia de los inicios de la estatalidad ambiental fue frágil, no debe subestimarse que los elementos descritos sirvieron como las raíces que se podrían fortalecer, en los años 1970, para construir el moderno Estado protector del medioambiente. El capítulo V.5 va a dedicarse detalladamente al tema. G)
LOS BANCOS CENTRALES Y EL DINERO DE PAPEL
Como la séptima dimensión del Estado industrial, se alude que el mismo puso a disposición del capitalismo industrial, en extensión de las regalías tradicionales de monedas825, el medio clave de pago, de comparación de valores y del depósito de valores. En el transcurso del siglo XIX y, en particular, en la transición del siglo XIX al XX, las antiguas casas de monedas fueron reemplazadas por los bancos centrales de los Estados modernos, donde el poder público produjo ahora dinero de papel826. El Estado emisor 819 820 821
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Mapa BERND MARQUARDT. MARQUARDT, Evolución y transformaciones, op. cit., págs. 50 y s. Reichsnaturschutzgesetz de 1935, en RGBl. 1, 1935, págs. 821 y ss. Comp. MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 410 y ss; JOACHIM RADKAU & FRANK UEKÖTTER, Naturschutz und Nationalsozialismus, Fráncfort, Campus, 2003, págs 41 y ss, 77 y ss. BA FÜR NATURSCHUTZ, Naturparke, http://www.bfn.de/0308_np.html (5.1.2018). Para 2014: WORLD BANK, Terrestrial Protected Areas (% of total land area), http://data.worldbank.org/indicator/er.lnd.ptld.zs (5.1.2018). MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., pág. 355. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 365 y ss, 394 y ss. Ejemplos: el Banque de France en 1800; el Nationalbank del Imperio Austríaco de 1816; la Nationalbank de Dinamarca de 1818; el Banco Bávaro de 1835, Prusia en 1847; Bélgica en 1850; Hanóver en 1854;
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obligó a aceptar los billetes, originalmente bajo la garantía explicita de cambiarlos en cualquier momento en oro o plata. Con la suspensión del estándar de oro y la virtualización completa del dinero después de la Primera Guerra Mundial827, el Estado ganó más independencia frente a la falta de recursos propios de metales de moneda. Sin embargo, se hizo dependiente del riesgo de la devaluación psicótica del poder adquisitivo, lo más grave en las híper-inflaciones alemana (1922-1923) y húngara (1945-1946). En vista de estas experiencias, el Estado fue confrontado con la nueva necesidad de efectuar políticas públicas de estabilidad de precios828. En este marco, se estableció el control público de los bancos privados, así por ejemplo en las legislaciones estadounidense de 1933, alemana y suiza de 1934829. De igual forma, algunos Estados crearon bancos públicos especializados de fomento, como la alemana KfW de 1948, dedicada a financiar la promoción estatal de la transformación industrial.
Img. 82: Billete de un peso del Banco Nacional de la República de Colombia de 1895
Img. 83: En la híper-inflación de 1946, Hungría emitió billetes de 100.000.000 B-pengő (cien trillones de pengő)
Además, en Suiza, Austria y Alemania los respectivos Estados federados fundaron sus propios bancos públicos para promover la economía y financiar deberes del bien común830. Igualmente, siguiendo los ejemplos del Reino de Wurtemberg de 1818, del Imperio Austríaco de 1819, del Reino Lombardo-Véneto de 1822, de la Monarquía española de 1838 y del Imperio de Brasil de 1861, el poder estatal estableció las cajas de ahorros públicas como institutos financieros sociales y éticos para los depósitos de los pobres y micro-créditos sin usura. Paralelamente, varios Estados promovieron el concepto del banco social sin ánimo de lucro en forma de las cooperativas de ahorro y crédito
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España en 1856; Perú en 1872; el Imperio Alemán en 1876; Colombia en 1881 (1923); Argentina en 1890 (1935); Italia en 1893; Suiza en 1907; los EE.UU. en 1913; Costa Rica en 1914; México en 1925; Chile en 1925; Ecuador en 1927; Canadá en 1935. Comp. BRAVO L., Historia de las instituciones políticas, op. cit., pág. 286; KIESEWETTER, Industrielle Revolution, op. cit., págs. 269 y ss; NIALL FERGUSON, Der Aufstieg des Geldes, Bonn, BPB, 2012 (título original en inglés de 2008), págs. 53 y s. SIEFERLE, Rückblick auf die Natur, op. cit., pág. 199. Véase HARRISON A. AMANKWAH et al., German Hyperinflation 1922/23, Colonia, Eul, 2010, págs. 39 y ss, 45 y ss; BAJOHR, Weltgeschichte, op. cit., págs. 155 y s. Banking Act estadounidense de 1933, PubL 73-66, 48 Stat. 162; Kreditwesengesetz alemana de 1934; Bankengesetz suiza de 1934. Bancos del cantón (Kantonalbanken), Bancos del Land (Landesbanken), etc.
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
según una propuesta del dirigente cooperativista alemán FRIEDRICH W. RAIFFEISEN (1818-1888), estipulando las bases en la respectiva legislación cooperativa, así Prusia en 1867, Austria en 1873 y Suiza en 1881831. H)
LA ESTANDARIZACIÓN DE LAS MEDIDAS Y UNIDADES
De forma simultánea, el Estado industrial del siglo XIX se dedicó a la estandarización de los hasta entonces diferenciados sistemas de medidas, pesas y husos horarios, homogeneizando la diversidad interna y trabajando en la unificación internacional. Se trató de una precondición inevitable de la interconexión supralocal de la economía, el tránsito a larga distancia y el intercambio tecnológico. Entre 1875 y 1877, diecisiete Estados americanos y europeos –de Argentina al Imperio Ruso– firmaron la Convención internacional del metro, retomando el sistema métrico decimal del Estado de la Revolución francesa de 1793, con el metro para la longitud, el kilogramo para el peso y el segundo para el tiempo. En 1879, la comunidad internacional adoptó de la Revolución francesa también el litro para calcular el volumen de fluidos. Además, la Asociación de las administraciones de ferrocarriles alemanes –inclusive los austríacos– estandarizó, en 1891, la hora ferroviaria centroeuropea que se normalizó, dos años después, en la legislación alemana y que se difundió posteriormente en casi todo el continente europeo, a Francia en 1940 y a España en 1942. En la Conferencia Internacional del Meridiano de 1884, once Estados europeos, once Estados americanos y tres otros prepararon la homogeneización mundial en forma de 24 zonas de tiempo. La introducción de la corriente eléctrica requirió medidas adicionales, de modo que el parlamento alemán legisló, en 1898, la obligatoriedad del ohm para la resistencia, el ampere para la intensidad y el volt para la tensión eléctrica832. En 1948, la Conferencia General de Pesas y Medidas confirmó este modelo a escala mundial. Además, el Instituto Alemán de Normalización estandarizó, en 1922, los tamaños de papel para máquinas de escribir (Din A4), lo que se retomó mundialmente, en 1975, en el marco de la Organización Internacional de Normalización833. Los países que se auto-excluyeron de esta estandarización mundial, fueron Gran Bretaña y EE.UU.834 De igual forma, la cooperación interestatal de la civilización industrial se dedicó a la compatibilización de la telecomunicación. Después de que se había formado, en 831
832
833 834
Comp. FERGUSON, Der Aufstieg des Geldes, op. cit., pág. 53; KIESEWETTER, Industrielle Revolution, op. cit., págs. 278 y ss; SENN & G., Rechtsgeschichte II, op. cit., págs. 212 y ss. MILOŠ VEC, “Der Stomklau vor dem Reichsgericht”, en ULRICH FALK et al. (Eds.), Fälle aus der Rechtsgeschichte, Múnich, Beck, 2008, págs. 284-306, 287. ISO 216. Solo los EE.UU. y pocos seguidores prefieren estándares como carta y legal. Gran Bretaña empezó la metricación en 1965, pero la misma quedó incompleta. Los EE.UU. nunca lo hicieron. Algunos países latinoamericanos usan parcialmente mediadas estadounidenses, p.ej. el galón.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
1850, la asociación centroeuropea de telegrafía y, en 1852, la asociación romance, los dos se unieron en la Unión Telegráfica Internacional de 1865835 que asumió posteriormente la compatibilización de los sistemas del teléfono y de la radiotransmisión. Siguió la Unión Postal Universal de 1874/ 1878 para regularizar el correo a escala europea, mediterránea y americana, después mundial836. Una última gran estandarización internacional concernió el tránsito motorizado, en forma de las convenciones sobre circulación vial de París de 1926, de Ginebra de 1949 y de Viena de 1968, para imponer un mínimo de reglas y señales uniformes. Sin embargo, incluso respecto a una regla tan básica como la circulación por la derecha, algunos Estados como Gran Bretaña rechazaron la unificación global. I)
LA POSIBILITACIÓN DE LAS SOCIEDADES ANÓNIMAS
De igual forma, fue el Estado el que hizo posible el tipo empresarial más exitoso y opulento desde el siglo XIX, la sociedad anónima, constituida por un gran número de inversores que no se conocen entre sí. Esto camino se abrió a través de la estipulación legislativa de las condiciones de fundación, los requisitos de registro, los principios de la organización y las reglas de responsabilidad. Ejemplos de normas en este sentido se elaboraron en Francia en 1807837, en Prusia a partir de 1843838 y en Gran Bretaña en 1844. En el último tercio del siglo XIX, los Estados renunciaron a la necesidad de una concesión pública –Francia en 1867, la Federación Alemana del Norte en 1870, Suiza en 1881 e Italia en 1882– y facilitaron, de tal manera, la fundación de este tipo de sociedad empresarial839. Un segundo tipo de sociedad de capital, viabilizado por la legislación del Estado industrial, puede reconocerse en la sociedad de responsabilidad limitada, que se volvió popular en Europa después de su introducción alemana en 1892840. 835
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Miembros fundadores: Baden, Baviera, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Grecia, ciudad de Hamburgo, Hanóver, Imperio Austrohúngaro, Imperio Otomano, Italia, Países Bajos, Portugal, Prusia, Rusia, Sajonia, Suecia-Noruega, Suiza, Wurtemberg. Además: Luxemburgo en 1866; Convención internacional de telegrafía de 1865, ed. por GREWE, Fontes, t. 3-1, op. cit., págs. 535-537. Comp. SENN & G., Rechtsgeschichte II, op. cit., págs. 203 y ss. Miembros fundadores: Bélgica, Dinamarca, Grecia, Gran Bretaña, EE.UU., España, Alemania, Austria-Hungría, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Rumania, Rusia, Serbia, Suecia-Noruega, Suiza, Imperio Otomano, Egipto. Además: Francia en 1876, Brasil en 1877, Argentina en 1878, Perú en 1879, Colombia y Chile en 1881; Convención para la formación de la unión postal universal de 1878, ed. por GREWE, Fontes, t. 3, op. cit., págs. 538-545. Code de Commerce de 1807, op. cit. Gesetz über die Aktiengesellschaften de 1843, en Pr.GS., 1843, págs. 341 y ss. Siguieron el Código de comercio de la Federación Germánica de 1861, op. cit. y la Gesetz betreffend die Kommanditgesellschaften auf Aktien und die Aktiengesellschaften de 1884, en RGBl., 1884, págs. 123 y ss. Comp. SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte Wirtschaft, op. cit., págs. 167 y ss, 176 y ss; SENN & G., Rechtsgeschichte II, op. cit., págs. 205 y ss; WESEL, Geschichte des Rechts, F/ G, op. cit., págs. 450 y s. Gesetz betreffend die Gesellschaften mit beschränkter Haftung de 1892, en RGBl., 1892, págs. 477 y ss. Véase SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte der Wirtschaft, op. cit., págs. 180 y ss.
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
De tal manera, el poder estatal reemplazó sutilmente el empresario propietario-patriarcal por un colectivo señorial bajo la ficción de la persona jurídica. El mismo se virtualizó cada vez más hacia meras multitudes de inversionistas de capital, adoptando características de cuentas de ahorro de mayor rentabilidad y riesgo, de modo que se reemplazó el capitalismo de propietarios por el capitalismo de gerentes con los managers como el nuevo grupo dirigente más relevante841. De modo paralelo, los Estados de Europa continental organizaron las bolsas de valores para el comercio con acciones, por ejemplo Alemania a través de la Ley de bolsas de valores de 1896. Se estableció la pertenencia general a la esfera del derecho público, a pesar de las transacciones según el derecho privado, bajo la supervisión del ministerio de economía del Estado federado que veló por el bien común, pero bajo una cierta autoadministración de los participantes de mercado842. J)
LA PROTECCIÓN DE LOS FABRICANTES E INVENTORES POR LA DEFINICIÓN DE BIENES INMATERIALES
Asimismo, el Estado industrial adoptó políticas públicas para la protección de los fabricantes e inventores, pues solo el poder público estaba en condiciones de asignar derechos exclusivos sobre bienes inmateriales a personas o empresas concretas. Estos derechos se proyectaron en la protección legislativa, administrativa y penal de innovaciones tecnológicas por medio de patentes, en la protección de la identificación de productos comerciales a través de marcas y en la protección de los derechos de autor, ejemplo de lo cual es la legislación de los EE.UU. a partir de 1790, de Francia desde 1791, de Austria desde 1794, del Imperio Alemán entre 1870 y 1877 y de Suiza de 1879 a 1907843. En contra de una caracterización extendida de los interesados, nunca se trató de una especie de propiedad intelectual, sino de un derecho público de la protección industrial y de la consignación estatal de monopolios de explotación económica a empresas especificas por un plazo de protección, en caso de patentes de 13 a 20 años. Con ello, empezó una ola profunda de apropiación del conocimiento, de la cultura y del arte por parte del estamento empresarial de facto. En la segunda mitad del siglo XX, 841 842
843
JÜRGEN KOCKA, Geschichte des Kapitalismus, Múnich, Beck, 2013, págs. 84 y ss. Börsengesetz alemana de 1896, en RGBl., 1896, págs. 157 y ss. Comp. PETER COLLIN, Privat-staatliche Regelungsstrukturen im frühen Industrie- und Sozialstaat, Berlín, De Gruyter, 2016, pág. 54. Alemania: Gesetz, betreffend das Urheberrecht de 1870, en BGBl., 1870, págs. 339 y ss; Gesetz über den Markenschutz de 1874, en RGBl., 1874, págs. 143 y ss; Patentgesetz de 1877, en RGBl., 1877, págs. 501 y ss. Suiza: Markenrechtsgesetz de 1879; Urheberrechtsgesetz de 1883; Patentgesetze de 1888 y 1907. Comp. HAJOON CHANG, Bad Samaritans, Nueva York, Bloomsbury, 2007, pág. 119; EISENHARDT, Dt. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 326 y ss; PAHUD, Rechtsgeschichte CH, op. cit., págs. 261, 268 y s; SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte der Wirtschaft, op. cit., págs. 138 y ss; MARGRIT SECKELMANN, Industrialisierung, Internationalisierung und Patentrecht im Dt. Reich, Fráncfort, Klostermann, 2006, págs. 42 y ss, 107 y ss; SENN & G., Rechtsgeschichte II, op. cit., págs. 250 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
se incluyeron también productos químicos y farmacéuticos844. Sin embargo, quedo muy limitada la eficacia de los intentos paralelos por frenar la difusión libre de la transformación industrial, pues ningún Estado con ambiciones a entrar a la gran transformación estuvo dispuesto a aceptar el proteccionismo nacional de otros Estados más avanzados. Por eso, jugó un papel clave la internacionalización, pero el Convenio de París para la protección de la propiedad industrial de 1883 quedo originalmente en un club muy limitado, compuesto predominantemente por los Estados ya industrializados845. El deseo de los Estados más industrializados para cementar su ventaja inicial, se formalizó mucho más tarde con la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual de 1967, los tratados bi y multilaterales de libre comercio de los EE.UU. desde 1994 y el Acuerdo sobre los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio de 1994846. K)
EL DERECHO PENAL INDUSTRIAL
Por otra parte, cuando los productores de electricidad no pudieron defenderse ante las cortes penales contra el hurto de corriente, pues el delito de hurto estaba reservado tradicionalmente para cosas corporales y el derecho penal ilustrado prohibía las analogías, el Estado tuvo que actualizarse legislativamente frente al desarrollo tecnológico, tal como lo hizo el Imperio Alemán, que en el año 1900 tipificó ese nuevo delito. En general, la transformación industrial llevó a la creación de un montón de nuevos delitos penales, tales como la intervención peligrosa al tránsito ferroviario y aéreo, los delitos en la circulación motorizada –inclusive la fuga en caso de un accidente–, la falsificación de grabaciones tecnológicas, la violación del secreto de telecomunicación, los delitos contra el medioambiente, la provocación de una explosión nuclear, la liberación de radiaciones ionizantes, el abuso de tarjetas de crédito y los delitos informáticos847. 844 845
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252
CHANG, Bad Samaritans, op. cit., pág. 123 y s. Convenio de París para la protección de la propiedad industrial de 1883, en Wipo, http://www.wipo.int/treaties/ en/ip/paris/trtdocs_wo020.html (5.1.2018). Ratificación: Bélgica, Brasil, España, Francia, Gran Bretaña, Italia, Países Bajos, Portugal, Rep. Dominicana y Suiza en 1884, Noruega y Suecia en 1885, EE.UU. en 1887, Dinamarca en 1894, Japón en 1899, Alemania y México en 1903, Cuba en 1904, Austria y Hungría en 1908, Polonia en 1919, Romania en 1920, Grecia en 1924, Australia en 1925, Argentina en 1966, Uruguay en 1967, Chile en 1991, Singapur en 1994, Perú en 1995, Colombia en 1996, India en 1998; http://www.wipo.int/treaties/en/ShowResults.jsp?lang=en&treaty_id=2 (5.1.2018). CORINNA HEINEKE, “Adventure Trips, Die Globalisierung geistiger Eigentumsrechte”, en JEANETTE HOFMANN (Ed.), Wissen und geistiges Eigentum, Bonn, BPB, 2006, págs. 141-163; HOBE, Völkerrecht, op. cit., págs. 384 y s; HANNES SIEGRIST, “Geschichte des geistigen Eigentums und der Urheberrechte”, en HOFMANN, Wissen und geistiges Eigentum, op. cit., págs. 64-80. Gesetz betreffend die Bestrafung der Entziehung elektrischer Arbeit de 1900, en RGBl., 1900, págs. 228 y ss. Comp. VEC, Der Stomklau vor dem Reichsgericht, op. cit., págs. 298 y s; SENN & G., Rechtsgeschichte II, op. cit., pág. 245. Comp. capítulo VIII.5.D.
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
L)
LA CORRECCIÓN DE LAS FALLAS DE LA COMPETENCIA LIBRE
Desde los años 1870, resultó necesario que, en beneficio del interés común, el Estado asumiera alguna responsabilidad frente a las deficiencias de la anarquía del mercado848. Una de las formas de hacerlo fueron las leyes contra la competencia ilícita, como las promulgadas por el Imperio Alemán en 1896849 y por Suiza en 1943 para desterrar prácticas engañosas en publicidades comerciales. Por su parte, los EE.UU. afirmaron que el mercado libre funcionara óptimamente entre una multitud de pequeñas y medianas empresas. Por eso, lucharon contra el fenómeno de la formación de empresas dominantes y carteles corporativistas de empresarios que tenían por objeto dominar un ramo de la economía y fijar los precios. Con fundamento en el Sherman Antitrust Act de 1890851, por la demanda del gobierno de THEODORE ROOSEVELT, la Corte Suprema de los EE.UU. disolvió, en 1911, el monopolio petrolero de la poderosa Standard Oil Company de JOHN D. ROCKEFELLER, dividiéndola en 34 empresas más pequeñas, entre ellas Esso (Exxon) y Socony (Mobil)852. Siguieron los aplastamientos del monopolio de American Tobacco en 1911, del monopolio químico de PuPont en 1912 y del monopolio telecomunicativo de AT&T en 1982. En cambio, la Corte imperial alemana legitimó, en 1897, los entrelazaImg. 84: Estados Unidos versus Standard Oil: el mientos empresariales contra la competencia caricaturista de 1906 muestra el Presidente nociva, considerándolos favorables para la ecoTHEODORE ROOSEVELT como el niño HÉRnomía, lo que la colectivista Ley sobre los carteles CULES combatiendo el monstruo Hidra, a la obligatorios de 1933 confirmó853, con el efecto derecha con la cabeza del empresario JOHN de que la industria alemana de entonces fue D. ROCKEFELLER850 848 849
850 851
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853
STOLLEIS, Konstitution und Intervention, op. cit., págs. 265 y ss, 276 y ss, 280 y s. Gesetz gegen den unlauteren Wettbewerb de 1896, en RGBl., 1896, págs 145 y ss. Comp. SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte Wirtschaft, op. cit., págs. 127 y ss. De Puck Magazine del 23.5.1906. Sherman Act de 1890, ch. 647, 26 Stat. 209, 15 USC § 1-7. En 1914, siguió el Clayton-Act. Comp. BERKIN, Making America, op. cit., págs. 460, 498; FRIEDMAN, A History of Am. Law, op. cit., págs. 463 y ss. US SUPREME COURT, The Standard Oil Company of New Jersey versus The US, 221 U.S. 1, en Find Law, http://caselaw.findlaw.com/us-supreme-court/221/1.html (5.1.2018). Véase GROSSBERG et al., History of Law in America, t. 2, op. cit., págs. 662 y s; HOBSBAWM, La era del imperio, op. cit., págs. 51 y s. No obstante, en 1999 se reunificaron Exxon y Mobil a ExxonMobil. REICHSGERICHT, VI ZIVILSENAT, sentencia Holzstoffkartell, de 4 de febrero de 1897, ed. por KROESCHELL, Dt. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 208 y ss. Al respecto: SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte der Wirtschaft, op. cit., págs. 243 y ss, 262; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 632 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
dominada por cuatro grandes conglomerados, a saber, las empresas públicas del Estado fundadas desde 1923854, el Grupo de Empresas de la Industria Química (IG Farben) de 1925, las Empresas Unidas de Acero de 1926 y la tradicional empresa militar Krupp. Fue después de la Segunda Guerra Mundial que el gobierno militar estadounidense disolvió, según la lógica del Sherman Antitrust Act, tres de los grandes carteles mencionados. Lo mismo ocurrió en el contexto de la ocupación estadounidense de Japón con conglomerados masivos como Mitsubishi. Sin embargo, en el caso de Alemania, hubo que esperar hasta 1957 para ver la adopción de una legislación anti-cartelista855 que llevó, por lo menos, a algunas intervenciones medias, aunque no impidió ni la fusión de nuevas mega-empresas como ThyssenKrupp en 1999 y E-ON en 2000, ni frenó el reemplazo de monopolios públicos por monopolios privados en la ola de privatizaciones en la misma época. En realidad, se trata de una de las normatividades menos eficaces de la estatalidad industrial. M)
LA PROTECCIÓN DE LOS CONSUMIDORES
Además, el Estado industrial asumió la responsabilidad para ciertos defectos de mercado relevantes para la población urbanizada en su papel de consumidores. Aunque las reglamentaciones tradicionales de consumo según el derecho ético-cristiano de la buena policía856 se cayeron en los inicios del largo siglo XIX, el Estado desarrolló en la industrialización un nuevo derecho orientado en la protección del consumidor, que se manifestó en la legislación de alimentos de Gran Bretaña de 1875, de Alemania de 1879, de Suiza de 1905, de EE.UU. de 1906 y de Canadá de 1920857. La idea principal consistió en proteger la salud humana contra adulteraciones y engaños por parte de productores y distribuidores, especialmente en el ámbito del precario aprovisionamiento de las clases bajas urbanas que habían recibido muchas veces alimentos inferiores y peligrosos. Por esta razón, el Estado fundó entidades administrativas dedicadas al control de alimentos. De igual forma, se presentaron peligros masivos con el ascenso de los medicamentos producidos sintéticamente por la industria química, de modo que el poder legislativo británico de 1868, el alemán de 1901 y el estadounidense de 1906 empe854
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856 857
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Viag de 1923, Veba de 1929 y Reichswerke Hermann Göring de 1937; SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte der Wirtschaft, op. cit., pág. 223. Gesetz gegen Wettbewerbsbeschränkungen de 1957, en BGBl. I, 1957, págs. 1081 y ss. Comp. ABELSHAUSER, Dt. Wirtschaftsgeschichte, op. cit., págs. 173 y ss. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 390 y ss. Sale of Food and Drugs Act británico de 1875, c. 63; Gesetz alemana betreffend den Verkehr mit Nahrungsmitteln de 1879, en RGBl., 1879, págs. 145 y ss; Pure Food and Drug Act estadounidense de 1906, en US Statutes at Large, 59th Cong., Sess. I, c. 3.915, págs. 768-772; Food and Drugs Act canadiense de 1920. Comp. FRIEDMAN, A History of American Law, op. cit., pág. 461; GROSSBERG et al., History of Law, t. 2, op. cit., págs. 400, 536; JUTTA GRÜNE, Anfänge staatlicher Lebensmittelüberwachung in Deutschland, Stuttgart, Steiner, 1992, págs. 24 y ss, 43 y ss; VEC, Kurze Geschichte des Technikrechts, op. cit., pág. 31.
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
zaron con la creación de un modelo protector que se compuso, finalmente, por los requisitos de la aprobación pública de nuevos medicamentes –introducida en 1938 en EE.UU. en vista de la muerte de más de 100 personas por el Elíxir sulfanilamida toxico–, la prescripción obligatoria por médicos aprobados, la monopolización de la venta en las farmacias858 y, a veces, la prohibición de publicidades859. Cuando aumentó el consumo de alcohol en vista de las nuevas tecnologías de refrigeración, el poder estatal intervino, o por impuestos especiales de consumo, o en los EE.UU. por una prohibición constitucional de todo tipo de consumo entre 1919 y 1933860. Igualmente, se prohibió el consumo del narco-producto opio, importado de Asia, mediante la Convención internacional del opio de 1912. Además, se limitaron los potenciales adictivos de los juegos de azar que ascendieron en la cultura capitalista861. Asimismo, cuando el cine abrió sus puertas, empezó la censura de películas con el fin de proteger a los adolescentes, tal como sucedió en la Ley de cines alemana de 1920862. También fue débil el papel del cliente típico frente a los bancos, de modo que la legislación alemana empezó, a partir de la Ley de Deposito de 1896, a limitar la autonomía privada de los mismos, lo que el Banking Act estadounidense de 1933 amplió a una garantía estatal para todos los depósitos en caso de una quiebra bancaria863. Al fin, el derecho protector del consumidor ganó su verdadero significativo clave en el marco de la revolución del consumo masivo de las décadas después de 1950 –que fue, por su parte, una materialización de la segunda revolución fósil-energética con base en el petróleo–864. Un paso importante fue la responsabilidad civil del fabricante para daños causados por su producto, desarrollada por la Corte Federal de Justicia alemana en 1968, pues no se consideró aceptable que varias vacunas de la industria química contra la gripe de pollo habían matado a los animales en vez de protegerlos865, lo que la Unión Europea amplió, en 1985, por la Directiva en materia de responsabilidad por los daños causados 858
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Pharmacy Act británico de 1868; Decreto alemán sobre el trafico con medicinas de 1901; Pure Food and Drug Act estadounidense de 1906; Federal Food, Drug and Cosmetic Act estadounidense de 1938; Gesetz alemana über den Verkehr mit Arzneimitteln de 1961, en BGBl. I, 1961, págs. 533 y ss. Comp. HERBERT BÜTTNER, Die Arzneimittelsicherheit bei Humanmedizin, Bonn, Univ. (tesis doctoral), 2009, pág. 17. P. ej., en Austria en 1925 (Spezialitätenordnung) y en Alemania en 1965 (Heilmittelwerbegesetz). 18a enmienda a la Constitución de los EU y Ley seca de 1919. Eliminada por la 21a enmienda de 1933. GROSSBERG et al., History of Law in America, t. 3, op. cit., págs. 202 y ss. Los juegos de azar fueron prohibidos en Alemania de 1871 a 1933 y en los EE.UU. hasta 1931 Lichtspielgesetz de 1920, en RGBl., 1920, págs. 953 y ss. En la Corporación federal de seguro de depósitos hasta $100.000; Banking Act de 1933, op. cit.; GROSSBERG, History of Law, t. 3, op. cit., págs. 272 y s; SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte Wirtschaft, op. cit., págs. 132 y ss. ANDERSEN, Industrialismus Konsumismus, op. cit., págs. 205-240; KAELBLE, Sozialgeschichte, op. cit., págs. 88 y ss; PFISTER, 1950er Syndrom, op. cit., págs. 51-95; SIEFERLE, Rückblick, op. cit., págs. 186 y ss. Estrategia: inversión de la prueba; CORTE FEDERAL DE JUSTICIA alemana, Hühnerpestfall, sentencia VI ZR 212/66, de 26.11.1968. Véase WESEL, Geschichte des Rechts, F/ G, op. cit., pág. 569.
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por productos defectuosos. Para la sociedad de consumo, fue un avance la alemana Ley sobre condiciones generales de la contratación de 1976 que anuló las frecuentes clausulas preformuladas, con las cuales las empresas abusaron de su poder de mercado para privar a sus clientes de oportunidades equilibradas. Siguieron Gran Bretaña con el Unfair Contract Terms Act de 1977 y la Unión Europea como tal en 1993. Últimamente, algunos Estados unificaron la materia, por ejemplo Francia por el Code de la consommation de 1978, Austria por la Ley sobre la protección de los consumidores de 1979, Gran Bretaña en 1987, Argentina en 1993, España en 2007 y Colombia en 2011866. De tal manera, ganó la dignidad humana frente a la autonomía privada del empresario más fuerte. Además, el creciente consumo de productos industriales inorgánicos hizo necesaria una política pública de residuos. En el siglo XIX, se basaba en vertederos locales que alcanzaron sus límites en la explosión de consumo después de 1950. Por esta razón, los Estados de la década de 1970 iniciaron una legislación que retomó crecientemente aspectos socio-ambientales. La Alemania federal se orienta, desde 1994, en la economía circular con un enfoque en la responsabilidad de los productores y en el reciclaje867. N)
LAS RELACIONES INTERNACIONALES DEL ESTADO INDUSTRIAL
Por lo demás, el Estado industrial estableció un nuevo modelo de relaciones internacionales, enfocadas en el intercambio económico en vez de las alianzas militares clásicas. La idea básica fue promover la venta de los productos industriales nacionales en otros países y recibir bienes no disponibles en la economía propia. El ejemplo clásico fueron los tratados de navegación y comercio entre los Estados europeos y americanos, contraídos desde la década de 1820868, que ganaron en el transcurso del siglo XIX la estructura de cambiar la ventaja industrial del sistema fósil-energético en desarrollo con la ventaja agro-ecológica de un sistema solar-energético todavía eficiente, lo que tuvo su fundamento teórico en la teoría de la ventaja comparativa de DAVID RICARDO (1772-1823). La Europa noroccidental vendió, por ejemplo, locomotoras y recibió salitre de Chile para fertilizar los campos agrarios y alimentar la creciente población. En sus orígenes, se trató de una política de seguridad para superar las limitaciones ali866
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256
Directiva europea 85/374/CEE en materia de responsabilidad por los daños causados por productos defectuosos de 1985, en DO, L 210, de 7.8.1985; Gesetz alemana zur Regelung der AGB, en BGBl. I, 1976, págs. 946 y ss (desde 2002 §§ 305-310 del BGB); Konsumentenschutzgesetz austríaca de 1979, en BGBl., núm. 140, 1979; Estatuto del Consumidor, ley colombiana 1.480 de 2011, en DO, núm. 48.220, de 12.10.2011. Comp. MEDER, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 456 y ss, 466 y ss. Gesetz zur Förderung der Kreislaufwirtschaft de 1994, en BGBl. I, 1994, págs. 2705 y ss. Véase MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 520 y ss; ORMOND, Der Kreislauf des Abfallrechts, op. cit. Ejemplos: Convención colombo-estadounidense de 1824, en Colección de leyes, 1825 y 1826, op. cit., págs. 4459; Tratado colombo-británico de 1825, op. cit., págs. 237-245; Tratado colombo-neerlandés de 1829, en LINO DE POMBO (Ed.), Recopilación de Leyes, Bogotá, Salazar, 1845, págs. 437 y ss; Tratado neogranadino-hanseático de 1854, en Leyes i decretos de la N. Granada en 1857, Bogotá, Impr. del Estado, 1857, págs. 2432; Tratado neogranadino-francés de 1856, en Leyes i decretos de 1857, op. cit., págs. 98-112.
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
menticias del antiguo sistema agrario-solar de Europa, amenazado por el crecimiento demográfico de entonces869. A partir del Tratado anglo-francés de comercio de 1860, el pionero industrial de Gran Bretaña intentó asegurar su ventaja de desarrollo por una política librecambista870, motivando a otros Estados a aceptar contractualmente tasas aduaneras bajas y el efecto dómino de las clausulas de la nación más favorecida, es decir, la difusión automática del estándar más favorable en una creciente red de tratados comerciales. Sin embargo, desde la década de 1870, los Estados con industrias emergentes como Alemania y EE.UU., interiorizaron la necesidad de blindar sus crecientes industrias mediante tarifas proteccionistas contra la competición mortal de los más avanzados871. En este contexto, los sistemas de armas fabricados industrialmente nunca fueron considerados mercancías, sino productos políticos relevantes para la seguridad del Estado que solo pudieron venderse con autorizaciones públicas, de modo que las pocas ventas de acorazados se dirigieron típicamente a países lejanos sin perspectiva de amenaza872. De modo paralelo, pueden indicarse los impactos de los tratados de paz entre Estados industrializados con su atención especial al destino de las zonas industriales. En los Tratados parisinos de 1919, Austria fue separada de casi todas sus zonas industriales, mientras el Imperio Alemán perdió el 26% de sus reservas de carbón mineral y el 80% de las de mineral de hierro873. Después de 1945, Francia se apropió durante doce años del protectorado de la zona industrial del Sarre e impuso el control aliado de las industrias de carbón y acero de la Cuenca del Ruhr, así hasta 1952874. Como un elemento clave se evidenció el diseño del sistema global de aprovisionamiento con petróleo. En las guerras mundiales, las grandes potencias del núcleo industrial aprendieron el significado estratégico del mismo como la fuerza motriz de su capacidad militar, pero los recursos principales de ubicaron típicamente en lugares muy lejanos del planeta. Por eso, se buscaron tratados –inicialmente desiguales– sobre concesiones petrolíferas en beneficio de las empresas estatales y para-estatales propias, como la Anglo-Persian Oil Company en manos del gobierno británico. Entre 1910 y 869 870
871
872
873 874
SMIL, Enriching the Earth, op. cit., págs. 40 y ss; SIEFERLE & M., La revolución industrial, op. cit., pág. 134. Tratado anglo-francés de comercio de 1860, ed. por GREWE, Fontes, t. 3-1, op. cit., págs. 534-537. Comp. HA-JOON CHANG, Kicking away the Ladder, Londres, Anthem, 2002, págs. 23 y ss, 37 y ss; ÍD., Bad Samaritans, op. cit., págs. 31 y ss, 40 y ss. EE.UU. de 1864 a 1945; Alemania de 1879 a 1945; Suecia desde 1880; Japón desde 1911; Francia desde aprox.1914; Gran Bretaña desde 1932; CHANG, Kicking away, op. cit., págs. 28 y ss, 33 y ss, 39 y ss; ÍD., Bad Samaritans, op. cit., págs. 38 y ss, 40 y ss; HOBSBAWM, Era del imperio, op. cit., págs. 57 y ss. P. ej., Gran Bretaña vendió, en 1910, el São Paulo y Minas Geraes a Brasil y, en 1920, el Almirante Latorre a Chile; PRESTON & B., Schlachtschiffe, op. cit. págs. 32 y ss. Traité de paix signé à Saint-Germain-en-Laye de 1919, op. cit.; Traité de Versailles de 1919, op. cit. ABELSHAUSER, Dt. Wirtschaftsgeschichte, op. cit., págs. 75 y ss, 157 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., pág. 241.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
1940, Gran Bretaña fue la potencia industrial más exitosa en la carrera por el petróleo oriental, pero alrededor de 1945 los EE.UU. lograron dominar el acceso, mientras que empezó en 1951 –cuando Irán siguió el precursor mexicano de 1938– la ola de la revocación de las concesiones y de la nacionalización de la extracción para dirigir las respectivas ganancias de exportación al presupuesto nacional del Estado minero875. LA GLOBALIZACIÓN DEL RÉGIMEN ENERGÉTICO: EL METABOLISMO MUNDIAL DE PETRÓLEO
Mapa 18876
No obstante, desde la segunda revolución de tránsito de la era del petróleo después de 1950, el derecho comercial internacional posibilitó que los Estados más industrializados pudieran apropiarse, por precios cómodos, de casi cualquier recurso mineral y natural de todo el planeta para hacerlo disponible en la fabricación industrial propia de productos cada vez más complejos. En particular, se señala la relevancia de los tratados de protección de inversiones, de los cuales por ejemplo la República Federal Alemana firmó 147 a partir de 1959 y cuya eficacia explotadora superó la del modelo de la conquista territorial que Occidente había preferido en el siglo anterior877. 875
876 877
258
HELMUT MEJCHER, Zeithorizonte im Nahen Osten, Berlín, Lit, 2012, págs. 1-23; ZÜNDORF, Das Weltsystem des Erdöls, op. cit., págs. 59 y ss, 125 y ss, 175 y ss; KONRAD W. WATRIN, Machtwechsel im Nahen Osten, Fráncfort, Campus, 1989. Mapa: BERND MARQUARDT. P. ej., con Pakistán (desde 1959), Grecia (1961), Turquía (1962), Camerún (1962), Tanzania (1965), Zambia (1966), Chad (1967), Ruanda (1967), Chile (1991), México (1998); BMWE, Investitionsschutzverträge, http://www.bmwi.de/Navigation/DE/Service/Investitionsschutzvertraege/investitionsschutzvertraege.ht ml (5.1.2018). Véase ANDREAS V. ARNAULD, Völkerrecht, Heidelberg, Müller, 2012, págs. 964 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág. 390. Sobre los efectos, véase capítulo VI.3.B.
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
O)
LA FÓSIL-ENERGIZACIÓN DE LA AGRICULTURA
Otro desafío clave del Estado industrial fue la alimentación de la creciente población urbanizada. Pueden destacarse ocho pasos de desarrollo: el primero fue la apertura del sistema solar-energético tradicional –basado en grandes partes de Europa en tierras comunales con su sistema de rotación diseñado para cereales– para el cultivo masivo de nuevas plantas agrarias con una eficiencia superior en la conversión de la energía radial del sol en biomasa, especialmente la papa americana, lo que el Estado realizó a través de la disolución y privatización de las tierras comunales desde arriba. Segundo, según el creciente conocimiento químico, en particular por recomendación del investigador JUSTUS VON LIEBIG (1803-1873), se elaboraron nuevas soluciones para superar la escasez de fertilizantes del antiguo régimen, aprovechándose de sales potásicas (kali), obtenidas por la minería industrial, así desde 1861 en la Zona minera de kali del norte alemán. El Estado alemán promovió activamente la industria de kali por la minería pública, la delegación de concesiones, la apertura del monopolio estatal en el comercio de sal (1883) y organizó las respectivas empresas por la ley de la economía de kali en un sindicato obligatorio (1910, 1919). Hasta 1918, dicho Estado poseyó el monopolio mundial en kali que se compartió, a partir de los cambios territoriales del año indicado, con Francia. Tercero, se complementó la minería local por la importación masiva de salitre, extraído por la minería de nitratos en Chile. Cuarto, se empezó a importar alimentos de varias zonas todavía poco pobladas de las Américas y Australia. Quinto, en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), bajo la experiencia del hundimiento de los flujos del metabolismo global de energía y materiales, el bloque militarindustrial del Imperio Alemán desarrolló el Proceso Haber-Bosch con la habilidad de transformar el nitrógeno del aire –mediante la inversión de enormes cantidades de energía fósil– en fertilizantes industriales. Se trató de la invención clave de la transformación industrial que posibilitó la revolución demográfica y evitó hambrunas878. El Estado alemán patrocinó el nuevo tesoro de la industria química y su productor, la empresa BASF, normativizando a partir de 1918 una gran cantidad de medidas para facilitar la difusión eficiente, inclusive poniendo a disposición tarifas especiales en los ferrocarriles públicos. La desventaja ambiental fue la contaminación de los suelos con nutrientes, en particular la eutrofización de los ríos y lagos. Sexto, desde la década de 1920, la agricultura aprendió aplicar insecticidas y herbicidas, ofrecidos por la industria química, lo que el Estado sometió a procedimientos de control y autorización, imponiendo estándares cualitativos para la protección de la salud y, decenios más tarde, también al ambiente879. Así, muchos productos promete878
879
MCNEILL, Something new, op. cit., págs. 22 y ss, 212 y ss; MONTGOMERY, Dirt, op. cit., págs. 196 y ss; PENNA, The Human Footprint, op. cit., págs. 77 y ss; SIEFERLE & M., La revolución industrial, op. cit., pág. 134; SMIL, Enriching the Earth, op. cit., págs. 61 y ss, 133 y ss. En 1968, la RF Alemana promulgó la Ley de protección de plantas.
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dores de la fase inicial, resultaron prohibidos por su carácter venenoso. Séptimo, se perfeccionó la subvención fósil-energética de la agricultura a través del reemplazo de los caballos y bueyes por tractores y cosechadoras impulsados por energía fósil, como sucedió en Europa de modo masivo después de 1950, lo que el Estado promovió por la legislación de la concentración parcelaria que creó paisajes aptos para grandes maquinas agro-industriales, por ejemplo en Alemania a partir de 1953880. Octavo, los poderes estatales empezaron a promover y proteger la agricultura industrializada por garantías de precios mínimos, pagos directos, aduanas de salvaguardia y privilegios como la exención amplia de las leyes de conservación ambiental. A través de la subvención fósil-energética de la agricultura, los Estados del núcleo industrial superaron la crisis alimenticia de finales del antiguo régimen, garantizaron su supuesta autarquía y, finalmente, varios países de medio tamaño con una alta densidad poblacional, como Alemania, pudieron presentarse al mundo en el grupo de los productores más grandes en cereales y animales agrícolas. Sin embargo, se trató de una mera seudo-autarquía, pues se basó en la importación permanente de la energía fósil traída desde el golfo Pérsico y otras fuentes de riqueza muy lejanas881. P)
EL ACOMPAÑAMIENTO DE LAS TRANSFORMACIONES SOCIALES
El capítulo V.4 analizará detalladamente como el Estado industrial se dedicó al combate del pauperismo por entrar en la garantía de existencia para el nuevo tipo normal del obrero asalariado. Por lo tanto, este subcapítulo profundiza otro acompañamiento legislativo de una transformación social estimulada por la revolución industrial: la nivelación de la diferencia agro-civilizatoria entre los géneros y la asignación de nuevos derechos a las mujeres en el marco de la individualización y de la difusión del trabajo asalariado. En una primera subfase, la sociedad de transformación del siglo XIX propagó un papel de la mujer como esposa, madre, educadora, dama social y cultural, pero entre 1885 y 1925 la mayor parte de los Estados europeos abrió las Universidades para ellas, inclusive la carrera estatal de derecho, con la posibilidad de entrar a la respectiva carrera profesional882. También la introducción del matrimonio civil con la opción de divorciarse, tal como sucedió en Inglaterra en 1857, en México en 1859, en Suiza en 1874 y en Alemania en 1875, fortaleció la independencia de la mujer. Finalmente, las grandes guerras industriales (1914-1945) fueron un catalizador decisivo, pues promovieron la entrada de las mujeres a las empresas en vez de sus esposos en armas, lo que se perpetuó en los posteriores años de paz. 880 881 882
260
MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., pág. 968; MCNEILL, Something new, op. cit., págs. 216 y ss. JOSEF REICHHOFF, Tanz um das goldene Kalb, 3a ed., Bonn, BPB, 2011, págs. 24 y ss, 39 y ss, 139 y ss. A partir de 1922, las alemanas pudieron entrar a las profesiones jurídicas; ODA CORDES, Frauen als Wegbereiter des Rechts, Hamburgo, Diplomica, 2012, págs. 21 y ss. En Colombia, el Decreto 227 de 1933 abrió a las Universidades y la reforma constitucional de 1936 a empleos públicos (art. 8).
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
De todos modos, el carácter patriarcal del derecho de familia y de matrimonio fue reformado solo desde la década de 1950 por una jurisprudencia constitucional y legislación que transformó una célula social dirigida jerárquicamente por el padre de familia, en una relación interindividual construida sobre la base de la igualdad entre los géneros. En ello, las esposas alemanas tuvieron que esperar hasta 1976 para que el legislador eliminara el deber tradicional de ellas de manejar el interior del hogar familiar883, mientras Colombia lo hizo en 1974 con el Decreto por el cual se otorgan iguales derechos y obligaciones a las mujeres884. Por su parte, Suiza constitucionalizó la igualdad de género en 1981 y despatriarcalizó su derecho civil en 1988885. Teniendo en cuenta el impacto de la historia tecnológica, no debe subestimarse la relevancia de la industrialización de las viviendas por electrodomésticos como las lavadoras automáticas, los lavavajillas, las planchas eléctricas de ropa, las aspiradoras y los refrigeradores, ya que liberaron sustancialmente el tiempo para salir de la función burguesa de ama de casa y entrar al mercado laboral. De tal manera, las décadas de 1960 a 2010 representan el periodo de mayor aceleración en la reconfiguración de la estructura familiar a una relación entre compañeros, basada en la atracción sexual, sin liderazgo jerárquico, con dos salarios y dos hijos, mientras muchas personas de ambos géneros se individualizaron absolutamente en la vida single886. Q)
LA PROMOCIÓN Y DIRECCIÓN CENTRAL DE LA ECONOMÍA INDUSTRIAL
Como un tema macro, surgió la cuestión acerca de en qué medida el Estado intentó promover y dirigir centralmente la economía industrial. Al respecto, se observa que ya los Estados del siglo XIX promovieron la organización corporativa de la economía a través de las cámaras de comercio, excepcionalmente en formas del derecho privado –así en Suiza– pero típicamente como corporaciones del derecho público, bajo el ideal de la autoadministración con representantes elegidos, según el modelo de la cámara de comercio de Wuppertal de 1830 en la naciente Megápolis del Ruhr. Fueron interfaces importantes entre Estado y mercado según el
883
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885 886
Pasos en Alemania: art. 117 de la Ley fundamental de 1949 (efectos en 1953); Gleichberechtigungsgesetz de 1957, en BGBl. I, 1957, págs. 609 y ss; sentencia BVerfGE 10 (1959), págs. 59 y ss; 1. Gesetz zur Reform des Ehe- und Familienrechts de 1976, en BGBl. I, 1976, págs. 1421 y ss. Al respecto: EISENHARDT, Dt. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 461 y ss; KROESCHELL, Dt. Rechtsgeschichte, t. 3, op. cit., pág. 283 y ss; MEDER, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 467 y ss; WESEL, Geschichte des Rechts, E., op. cit., págs. 626 y ss. En DO, núm. 34.327, de 2.6.1975. Ya la la Ley 28 sobre régimen patrimonial en el matrimonio de 1932, eliminó el estatus cuasi-menor de la mujer, reconociendo la libre disposición de sus bienes. Por la Ley 75 de 1968, el legislador suprimió el carácter unilateral de la patria potestad sobre los hijos. En México, la reforma constitucional de 1974 resumió: “El varón y la mujer son iguales ante la ley”. PAHUD, Rechtsgeschichte CH, op. cit., págs. 248 y s. Véase además FLOßMANN, Österr. Privatrechtsgeschichte, op. cit., pág. 72.
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interés público de la promoción del desarrollo industrial, bajo la posibilidad antagonista de coordinar los intereses empresariales y de asesorar al sector público. Una cierta tendencia de confiar más en el Estado que en la mano oculta del mercado, se produjo desde el auge de la industrialización alrededor de 1875, pues el Estado se presentó exitoso en el manejo de ferrocarriles y telégrafos, mientras muchas sociedades anónimas del sector privado no convencieron en vista de tendencias a bancarrotas y vacíos cualitativos en zonas y sectores no lucrativos. Una enorme aceleración de esta tendencia se dio en la económica bélica de la Gran Guerra (1914-1918) y el respecto derecho administrativo bélico, pues el primer gran choque entre las potencias industriales requirió en los Estados involucrados la coordinación eficaz de toda su capacidad industrial para imponer o defender el respectivo interés nacional. En este contexto, se disminuyó significativamente la diferencia entre el derecho público y privado. La Gran Depresión de 1929 subrayó plausiblemente los límites estructurales del mercado libre y, en los años de 1939 a 1945, se presentó por segunda vez la presión de enfocar toda la capacidad industrial en la economía bélica. También los esfuerzos de reconstrucción en la posguerra de 1918 y 1945 requirieron la coordinación eficiente.
Img. 85: El destino de una empresa estratégica en Austria entre Estado y mercado: la empresa siderúrgica de Donawitz en Estiria, fundada en 1837, fue en manos estatales hasta 1869, después en las de una sociedad de acciones –la ÖAMG– que produjo para las fuerzas armadas del Imperio Austrohúngaro. En 1938, fue nacionalizada para servir en las Empresas Imperiales de la economía bélica del Estado alemán. Después de 1945, continuó siendo estatalizada en la República de Austria, hasta que fue privatizada paso por paso entre 1995 y 2005887 887
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Postal de aprox. 1960.
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La Rusia soviética de 1922 retomó y agudizó estos enfoques en forma de la economía completamente planificada y dirigida. El programa de industrialización del dictador STALIN apareció, ante los ojos del mundo sorprendido, como el milagro económico de las décadas de 1930 y 1940. En vista de estos éxitos visibles, la idea de algún grado de estatismo económico se difundió significativamente. La variante hispanoamericana e ibérica, se resumió en la estrategia de la industrialización por sustitución de importaciones. A fin de cuentas, la época de 1914 a 1973 se convirtió en la época del predominio de la economía pública y de una autonomía limitada del mercado888. Más allá de los servicios públicos clásicos, el Estado industrial de entonces produjo directamente por cuenta propia. Siguiendo los ejemplos alemanes de las décadas de 1920 y 1930, Francia nacionalizó sus industrias claves en 1946 y Gran Bretaña hizo lo mismo entre 1946 y 1951889. En 1950, el Estado federal industrializado de Renania del Norte-Westfalia, constitucionalizó el siguiente ideal: “Se debe transferir en propiedad pública, las empresas grandes de materias primas y las empresas que tienen por su posición monopolista un significado especial”. Esto correspondió con el fin de la economía según la Constitución de Baviera de 1946: “Toda actividad económica sirve para el bien común y para la garantía de una vida digna de todos y para el aumento perpetuado de la calidad de vida de todas las clases del pueblo”890. Ahora, Estados como la Baja Sajonia alemana, Francia y Checoslovaquia produjeron por su propia cuenta automóviles como Volkswagen (desde 1937)891, Renault (desde 1945)892 y Skoda (19381990), mientras Gran Bretaña nacionalizó en la crisis industrial de los años 70 casi todas las marcas nacionales en la British Leyland (hasta 1988)893. Igualmente, el poder estatal manejó aerolíneas nacionales como British Airways (1939-1987), Iberia (19402001), Air France (1945-hoy)894, Alitalia (1946-2007) o Lufthansa (1953-1997), los aero888
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892 893 894
BAJOHR, Weltgeschichte, op. cit., págs. 158 y s; 261 y ss, 399 y ss; HOBSBAWM, La era del imperio, op. cit., pág. 62; FERGUSON, The Pity of War, op. cit., cap. 5 y 9; JAN-O. HESSE et al., Die Große Depression, Bonn, BPB, 2015, págs. 11 y ss, 177 y ss; KOCKA, Geschichte des Kapitalismus, op. cit., págs. 115 y ss; NOLTE, Russland, op. cit., págs. 233 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., págs. 47 y ss, 691 y ss. Charbonnages de France de 1946 y Électricité de France de 1946; Coal Industry Nationalization Act británico de 1946, c. 59 (9 & 10 Geo 6); Electricity Act británico de 1947, c. 54 (10 & 11 Geo 6); WILLIAM ASHWORTH et al., History of the British Coal Industry, t. 5, Oxford, Clarendon Press, 1986; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., págs. 268 y ss. Arts. 27 de la Constitución de Renania del Norte-Westfalia de 1950, en GS NRW 1950, págs. 127 y ss, y art. 151 de la Constitución del Estado libre de Baviera de 1946, en GuV Bay., núm. 23, 1946. De 1937 a 1945, fue en manos del Imperio Alemán, después en las del gobierno militar británico, desde 1949 en las de la RF Alemana y el Estado federado de Baja Sajonia. En 1960, fue parcialmente privatizado, pero el Estado de Baja Sajonia se ha quedado con los derechos de voto mayores del 20,2%, mientras la Ley sobre Volkswagen de 1960 (en BGBl. I, 1960, págs. 585 y ss) prohíbe superar las acciones públicas y entrega al Estado un derecho de veto. En 2013, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea confirmó dicha ley. Véase CHANG, Bad Samaritans, op. cit., pág. 98. Parcialmente, fue privatizado en 1996. Actualmente, el Estado posee el 15,4% de las acciones. CHANG, Bad Samaritans, op. cit., pág. 94. Parcialmente, fue privatizada en 1999. Actualmente, el Estado posee el 17,6% de las acciones.
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puertos como Fráncfort (desde 1936)895, Zürich (desde 1953) o París CDG (desde 1974), construyó aviones bajo marcas como Airbus (desde 1970) y Embraer (19691994), manejó puertos marítimos, cocinó en restaurantes de autopista para los conductores en viaje, produjo bebidas alcohólicas en cervecerías, viñedos y destilerías estatales, fabricó porcelana, ofreció loterías y manejó casinos896. Es cierto que el ejercicio de la industria por parte del Estado se presentó con la intensidad máxima en los países socialistas, pero no existió de ningún modo solamente allá. Partiendo del paradigma racionalista de las habilidades humanas del control social y ambiental, surgió el nuevo campo político de la planeación sistemática del desarrollo industrial en el espacio nacional con estrategias e intensidades diversificadas. Por ejemplo, en 1946, Francia introdujo el Commissariat Général du Plan que elaboró, hasta 2006, once planes de varios años para la economía nacional, así como Argentina legisló, entre 1946 y 1955, dos planes quinquenales y también Japón usó, entre 1955 y 1980, varios planes quinquenales. Por su parte, Colombia estableció en 1952 un Consejo Nacional de Planificación Económica. En cambio, la RF Alemana promulgó, en 1967, una Ley para la promoción de la estabilidad y del crecimiento de la economía en el espíritu teórico de JOHN MAYNARD KEYNES que pretendió dirigir la economía nacional por políticas de coyuntura en el cuadrado mágico del crecimiento económico, la estabilidad de los precios, el empleo elevado y la balanza del comercio exterior, aplicando una mezcla de políticas fiscales, políticas monetarias, políticas de rentas, políticas de demanda y políticas de oferta897. Cabe resaltar que el régimen estatal establecido de Europa occidental, se vio afectado por el descenso imparable del acero y carbón en la dinámica sustitutiva de la segunda revolución fósil-energética. Después de un cuarto de siglo de expansión exponencial, la crisis económica de 1973 marcó la saturación de la segunda revolución fósil-energética. Bajo este nuevo escenario, el paradigma de la prioridad pública fue modificado a un nuevo equilibrio con menos manejo directo por parte del poder estatal. En los años 80, Estados como Alemania y Austria empezaron a vender sus grandes empresas de energía, minería y acero al sector privado898. 895
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De la sociedad Fraport, el 31,3% de las acciones están en manos del Estado federado de Hesse y el 20% de la ciudad Fráncfort del Meno. Ejemplos: Tank & Rast alemana de 1951 a 1998, Autogrill italiano de 1977 a 1994, cervecera Budweiser del Estado checo (desde 1945), cervecera Weihenstephan del Estado de Baviera (hasta hoy), Cervecería Nacional Badense Rothaus (hasta hoy), viñedo Hofkeller Würzburg del Estado de Baviera (hasta hoy), viñedo Meersburg del Estado de Baden (hasta hoy), viñedo Eberbach del Estado de Hesse (hasta hoy), Fábrica de Licores de Antioquia en Colombia (hasta hoy), Staatliche Porzellan-Manufaktur Meissen (hasta hoy), Française des Jeux (hasta hoy) y Spielbanken Bayern (hasta hoy). Gesetz zur Förderung der Stabilität und des Wachstums der Wirtschaft de 1967, en BGBl. I, 1967, págs. 582 y ss. Comp. ABELSHAUSER, Dt. Wirtschaftsgeschichte, op. cit., págs. 372 y ss. P. ej., Alemania privatizó la Veba en 1987 (con primeros pasos en 1965), la Viag en 1996/1988 y partes de la Salzgitter AG en 1989 (pero el 25,6% de las acciones están todavía en manos del Estado
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
Desde entonces, la estatalidad económica se enfocó cada vez más en un modelo con tres pilares: primero, la política económica ministerial orientada en la contabilidad nacional y el aumento del Producto Interno Bruto, acompañada por el establecimiento de ciertos deberes empresariales para el bien común a través de la legislación; segundo, la prioridad del manejo privado de empresas por sociedades anónimas –oficialmente bajo preferencia del modelo ‘democrático’ de una multitud de acciones ‘populares’–; y tercero, la participación del Estado en las ganancias empresariales por el derecho tributario, es decir, bajo la recepción anual y automática de la tercera o cuarta parte de los lucros899 sin empeño o riesgo propio. De igual forma, puede interpretarse el cambio así: mientras el Estado industrial en proceso de construcción y desarrollo prefirió la eficiencia de la dirección central, el Estado desarrollado pensó en relajarse y permitir más libertades de sus ciudadanos –o, precisamente, del sector de sus oligarcas–. De todos modos, es un mito de mercado afirmar la eficiencia superior de la anarquía libre, pues la prueba empírica muestra las tasas de crecimiento más altas en la fase de la prioridad de lo público. R)
ESTRATEGIAS COMPARATIVAS
De igual forma, el Estrado industrial empezó a evaluar oficialmente su capacidad económica en términos monetarios a través de la contabilidad nacional. El modelo elaborado en 1947 por los EE.UU., se difundió rápidamente, introduciendo nuevos criterios cualitativos como el Producto Interno Bruto –PIB– y la tasa de crecimiento económico900. Según el estudio cuantitativo de ANGUS MADDISON, la riqueza de 25 Estados seleccionados de la era industrial –medida en forma del Producto Interno Bruto en dólares internacionales de 1990 según el poder adquisitivo– se ha desarrollado entre 1913 y 2000 como expuesto en la siguiente tabla 4901.
899
900
901
federado de la Baja Sajonia). De Veba y Viag resultó una de las empresas más grandes de la Alemania actual: E-ON (con una participación restante de Baviera). Por su parte, Austria privatizó dos tercios de la OMV desde 1987 y la Voest (ex Empresas imperiales del nacionalsocialismo) entre 1995 y 2005. Comp. ABELSHAUSER, Dt. Wirtschaftsgeschichte, op. cit., pág. 505; KOCKA, Geschichte des Kapitalismus, op. cit., págs. 117 y ss; SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte der Wirtschaft, op. cit., pág. 212. Actualmente, la tributación empresarial alcanza el siguiente porcentaje de las ganancias: en EE.UU. (Nueva York) y Japón el 40%, en Francia el 34%, en Italia el 31%, en Alemania y España el 30%, en Canadá (Ontario) el 28%, en Gran Bretaña el 26%, en Austria y Dinamarca el 25%; BMF, Die wichtigsten Steuern im internationalen Vergleich, op. cit. UN STATISTICS DIVISION, Historic Versions of the System of National Accounts, http://unstats.un.org/unsd/ nationalaccount/hsna.asp (5.1.2018). MADDISON, The World Economy, op. cit., págs. 272 y ss, 425 y ss, 462 y ss, 476 y ss, 510 y ss, 549 y ss, 589 y ss.
265
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050) EL PRODUCTO INTERNO BRUTO PER CAPITA DE 1913 A 2000 –-en 100 millones de dólares internacionales Geary-Khamis de 1990– 1913
1. EE.UU. 2. Alemania 3. Rusia 4. Gran. Bretaña 5. Francia 6. Italia 7. Japón 8. España 9. Canadá 10. Bélgica 11. Argentina 12. México Australia 14. Brasil 15. Suecia 16. Suiza 17. Dinamarca 18. Chile 19. Grecia 20. Portugal 21. Colombia 22. Venezuela
1939
518 237 232 224 144 95 72 42 35 32 29 25 25 19 17 16 12 9 9 7 6 3
1. EE.UU. 2. Rusia 3. Alemania 4. Gran. Bretaña 5. Japón 6. Francia 7. Italia 8. Argentina 9. Canadá 10. Brasil 11. España 12. Bélgica 13. Australia 14. México 15. Suecia 16. Suiza 17. Dinamarca 18. Grecia 19. Colombia 20. Venezuela Chile 22. Portugal
1955
863 430 375 301 204 201 155 58 55 51 49 43 41 37 32 27 22 19 17 16 16 13
1. EE.UU. 2. Alemania 3. Gran Bretaña 4. China 5. Francia 6. India 7. Japón 8. Italia 9. Rusia 10. Canadá 11. Brasil 12. Argentina 13. México 14. España 15. Australia 16. Bélgica 17. Suiza 18. Venezuela 19. Suecia 20. Dinamarca 21. Colombia 22. Chile 23. Portugal 24. Grecia 25. Congo (RD)
1975
1808 407 401 350 275 265 248 227 196 131 118 99 90 89 74 56 54 54 55 33 32 27 22 20 1
1. EE.UU. 2. Japón 3. Alemania 4. China 5. Francia 6. G. Bretaña 7. Italia 8. India 9. Brasil 10. Canadá 11. España 12. México 13. Rusia 14. Argentina 15. Australia 16. Venezuela 17. Bélgica 18. Suecia 19. Suiza 20. Colombia 21. Grecia 22. Dinamarca 23. Portugal 24. Chile 25. Congo (RD)
2000
3516 1266 947 801 699 666 597 545 456 332 323 313 254 212 181 133 122 116 110 87 70 69 61 44 3
1. EE.UU. 7942 2. China 4329 3. Japón 2669 4. India 1924 5. Alemania 1528 6. Francia 1236 7. G. Bretaña 1179 8. Italia 1081 9. Brasil 975 10. Rusia 753 11. México 724 12. Canadá 694 13. España 611 14. Australia 413 15. Argentina 320 16. Bélgica 212 17. Colombia 202 18. Venezuela 198 19. Suecia 180 20. Suiza 160 21. Chile 149 22. Portugal 141 23. Grecia 128 24. Dinamarca 122 25. Congo (RD) 3
Tabla 4
Dentro de los primeros cinco puestos, se encuentran durante toda la época los EE.UU. y Alemania; de los demás Estados pioneros de la transformación industrial, Gran Bretaña y Francia entran tres veces a los primeros cinco; igualmente Japón; Rusia dos veces; mientras los buenos puestos de China e India se explican más por el tamaño poblacional y no tanto por el peso industrial902. Si se calculan per cápita, salen los últimos dos, mientras entran varios Estados cercanos a las grandes locomotoras industriales con una mera industrialización moderada y poca población, pero caracterizados por relaciones de intercambio eficientes y sin pauperismo de tipo urbano-industrial –por ejemplo, Dinamarca, Suecia y Canadá–, además dos servidores bancarios en lugares centrales –Suiza y Luxemburgo–, a veces un productor petrolero –Venezuela– o incluso dos exportadores agro-mineros –Australia y Argentina–. Los ejemplos exitosos en el marco de la segunda revolución fósil-energética, fueron fortalecidos por factores como un sector público bien configurado con base en la estatalidad legislativa, administrativa y garantista, además de un sistema de educación exi902
266
China tuvo que esperar hasta el siglo XXI para ser percibida como potencia industrial.
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
gente que prepara y promueve pedagógicamente los valores de la sociedad industrial. Fue clave la mentalidad industrial alrededor de elementos como la interacción social con disposición a la cooperación eficaz, la confianza, la transparencia y el juego limpio, la ética laboral próxima al deber profesional, la precisión, el enfoque al logro, la estimación del mérito, la apreciación de la estructura organizacional y la valoración de la educación exigente. Sin embargo, la transferencia de estos elementos se comprobó mucho más difícil que el traspaso tecnológico e institucional903. Esta adaptación funcionó óptimamente en el noroccidente de Europa, EE.UU., los dominios británicos y Japón en un proceso complejo de aprendizaje –incluyendo tanto el reloj del ferrocarril como la experiencia elemental de los ejércitos populares en las guerras industriales–, pero no tanto en América Latina, por ejemplo. S)
CONCLUSIÓN INTERMEDIA: EL CRECIMIENTO DURADERO DE LOS INGRESOS Y GASTOS ESTATALES
Sintetizando, no debe desconocerse que, en el transcurso de los últimos dos siglos, quedó muy limitado el número de Estados emprendedores del segmento top que impusieron efectivamente el desarrollo tecnológico innovador de la gran transformación en el papel fundador, entre ellos los EE.UU., Alemania, Gran Bretaña, Francia y Rusia, seguidos por otro segmento exitoso de imitadores y desarrolladores de productos de conexión, en particular en el este asiático. En cambio, la mayor parte de los Estados fue más en el papel del receptor de la difusión comercial de tecnologías elaboradas en otros lugares. Además, el análisis contenido en los subcapítulos anteriores, confirma la hipótesis del crecimiento exponencial de las funciones y actividades estatales, promovido por la transformación a la sociedad industrial. Parece ilustrativo que la parte de los gastos estatales904 en el Producto Interno Bruto ha crecido continuamente, partiendo en el caso de Alemania del 17,7% en 1913, pasando por el 36,6% en 1932, hasta que se estabilizó en la década de 1990 y alcanza el 44% en el 2017, lo que es un valor medio del espectro industrial entre los EE.UU. con el 37,8% y Francia con el 56,9%905. 903 904 905
SIEFERLE, Schlaraffenland, op. cit., págs. 24 y ss. Véase también FERGUSON, Civilization, op. cit. En alemán se habla de la Staatsquote (literalmente la quota del Estado). El promedio de la Unión Europea es del 50%. THE HERITAGE FOUNDATION, The 2017 Index of Economic Freedom, op. cit. Véase también FISCHER, Wirtschaftsgeschichte, op. cit., pág. 96; FREYSSON, General Government Expenditure Trends, op. cit., pág. 2; HAHLEN, Entwicklungen Sozialstaat, op. cit., pág. 1050; MANFRED G. SCHMIDT, “Balance zwischen Staat und Markt”, en revista Forschungsmagazin Ruperto Carola, núm. 2, Heidelberg, Univ., 1995, http://www.uni-heidelberg.de/uni/presse/rc10/1.html (5.1.2018); TU CHEMNITZ, Staatsquoten im internationalen Vergleich, 2008, https://www.tu-chemnitz.de/wirtschaft/vwl2/ downloads/material/Staatsquoten%20im%20internationalen%20Vergleich.pdf (5.1.2018); STATISTA, EU, Staatsquoten in den Mitgliedsstaaten 2016, http://de.statista.com/statistik/daten/studie/6769/umfrage/staatsquoten-der-eu-laender/ (5.1.2018); WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., pág. 269.
267
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
En perspectiva comparada, se constata una estatalidad menos elaborada en América Latina, con gastos públicos en la mera dimensión del 28,8% del Producto Interno Bruto906, lo que corresponde con los datos que los países industrialmente más avanzados habían mostrado un siglo antes en la década de 1920. Estas discrepancias denuncian desigualdades notables en la calidad que la estatalidad industrial ha alcanzado en lugares diferentes del mundo907.
906 907
268
CEPAL, Panorama social de América Latina, op. cit., pág. 157. Véase capítulo VIII.2.
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
3. LA SEPARACIÓN DE PODERES ENTRE EL ESTADO Y EL MERCADO En este lugar, se considera oportuno discutir de modo transversal en qué medida el Estado occidental de los siglos XIX y XX ha promovido decisivamente la transformación a la sociedad industrial. En ello, se pretende precisar la relación sistémica entre las categorías del Estado y del mercado. En primer lugar, es oportuno advertir –en contra de un extendido mito fundador– que el mercado libre no es ningún estado natural, sino que el mismo es una innovación de una fase específica de la historia occidental, creada por actores concretos en contra de resistencias fuertes. Los origines de la sociedad de mercado no se encuentran en un supuesto dejar intervenir, sino más bien en intervenciones estatales con una profundidad hasta entonces desconocida. El Estado fue el gran creador que ordenó mediante sus leyes, decretos y actos administrativos la disolución de las estructuras jurídicas y socioeconómicas provenientes del antiguo régimen europeo, suspendiendo el segmentarismo/ feudalismo, la propiedad inmóvil y colectiva en forma de tierras comunales, la extendida propiedad raíz de las manos muertas, las restricciones de la comercialización de tierras en el derecho de sucesiones, los gremios de la producción artesanal urbana, la exclusividad de los mercados intra-urbanos, las murallas de las ciudades, las reglas del derecho comercial moral con sus precios justos, el derecho de emporio de las ciudades, las barreras aduaneras intra-estatales, las restricciones de consumo por la buena policía, el carácter hereditario de las profesiones, las reglas del control demográfico, las ciudadanías exclusivamente locales y las restricciones de la emigración local. Nada de esto puede entenderse como una simple definición de derechos de propiedad, sino que se trató de un proceso complejo de destrucción constructiva: no hubo ninguna otra fase de la historia mundial con más cambios forzados en la estructura de la propiedad raíz que la reforma agraria liberal. En este contexto, el Estado introdujo activamente una constitución económica orientada a la competencia libre, basada en la garantía de dos libertades santificadas, a saber, la de la propiedad individual y la de la industria, al lado de los demás en el derecho civil liberal, como la libertad contractual y la autonomía privada en general. De tal manera, fue el Estado el que impuso condiciones favorables para la industrialización en el sentido de una economía de mercado contra el sistema agrario existente. Son condiciones que nunca se habrían dado por sí solas. A diferencia del antiguo régimen, este mercado ya no es un lugar urbano circunscrito para cambiar exclusivamente en esta plaza las mercancías bajo la paz particular del monarca, sino un constructo abstracto que deslocaliza la oferta y demanda y hace de la misma un principio general de la organización de las relaciones socio-culturales. En vez del mercado integrado en la sociedad, se ha creado la sociedad de mercado o sociedad de derecho civil. De tal manera, se busca establecer una estructura aceleradora que abre máximamente los canales del metabolismo social de la civilización fósil-energética en proceso de implementación.
269
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
En este proceso, fue precisamente el Estado el que configuró el mercado moderno por el derecho económico general de los códigos civiles y el derecho económico específico de los códigos comerciales. El Estado hizo posible y viable los tipos más exitosos de empresas industriales –las sociedades anónimas y limitadas– a través de la definición exacta de las reglas entre múltiples inversionistas que no se conocen entre sí, asegurando la confianza ineludible de que el socio débil no sería la víctima de la arbitrariedad del poderoso. El Estado estableció patentes, protegió marcas, promovió la venta internacional de productos nacionales a través de sus embajadas y abrió posibilidades de exportación por tratados internacionales con enfoques comerciales. De igual forma, el Estado detectó las fallas de mercado en caso de monopolios de producción, bancarios especulativos, alimentos engañosas y publicidades fraudulentas, interviniendo y estructurando las relaciones comerciales en el interés del bien común mediante la protección del ciudadano débil, sería en beneficio del competidor pequeño o para proteger el consumidor. Además, se corrigieron los abusos de poder en los mercados laboral y de arrendamiento. El Estado patrocinó tanto la industrialización frente a las resistencias latentes de los “enemigos del progreso”908 y opositores antitecnológicos, como la protección de su pueblo contra los excesos de la industrialización limitando la plaga de hollín y humo909. Sin este diseño básico por parte del Estado, el mercado sería nada más que una anarquía arbitraria, pero con este diseño público el mismo se transformó en un motor útil y productivo de la sociedad industrial. En particular, el Estado del largo siglo XIX fijó procedimientos administrativos de autorización de industrias que promovieron la fundación de éstas. El Estado de Derecho fue un aliado transparente y confiable de la empresa inversora, tanto en relación con los permisos calculables como en cuanto a la consistencia material de los actos administrativos. Además, el poder público desarrolló condiciones favorables a través de su creciente eficiencia en los ámbitos de la seguridad, de la justicia y de la infraestructura. La construcción pública de los ferrocarriles, de las carreteras y de las redes de telecomunicación, estableció fundamentos infraestructurales, así como la electrificación y la estandarización de las medidas, sin las cuales la historia de la industrialización sería impensable. Asimismo, en el ámbito educativo el Estado promovió y difundió el racionalismo ilustrado, creando de este modo el ambiente intelectual propicio para la industrialización, mientras que en las Universidades públicas tuvo lugar la investigación tecnológica, jurídica y económica adecuada. En resumen, es necesario remarcar la hipótesis de que sin la capacidad dirigente del Estado soberano y eficiente de la tercera transformación básica, nunca se habría podido iniciar y desarrollar la transformación a la sociedad industrial.
908 909
270
Véase ROLF P. SIEFERLE, Fortschrittsfeinde? Múnich, Beck, 1984. HAHN, Über die Russ- und Rauchplage, op. cit., pág. 335; SPELSBERG, Rauchplage, op. cit., págs. 78 y ss.
EL ESTADO DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
En este contexto, se constituyó un espectro típico de la separación de poderes entre el Estado y el mercado910 que buscó evitar concentraciones de poder en ambos lados, equilibrándolos según conceptos como la economía social de mercado (1947)911. Mientras la primera revolución fósil-energética –con su perfil de carbón y acero y su enfoque en los sectores del armamento y el transporte ferroviario– había favorecido estructuralmente al Estado, en la segunda revolución fósil-energética –con su perfil de petróleo y material sintético y su enfoque en la industrialización de las viviendas y el consumo masivo– el mercado pudo ganar terreno. Por ejemplo, mientras en la fase final de la primera revolución fósil-energética se había podido establecer el modelo soviético del Estado social sin mercado como una alternativa seria sin déficit de eficiencia en la competición inter-sistémica, el mismo tuvo menos éxito ante el consumismo de la segunda revolución fósil-energética. Sin embargo, tampoco se comprobó que los modelos con un desequilibrio unilateral en beneficio del mercado fueran los más exitosos: no hay dudas que América Latina introdujo temprana y ampliamente las recomendaciones de la teoría liberal, estableciendo ya desde la década de 1820 constituciones económicas liberales acentuadas con base en la libertad de propiedad y de industria, casi no interviniendo en la actividad comercial de la burguesía económica, permitiendo la privatización de partes del sistema educativo y dejando los tributos en un nivel tan bajo como en ninguna otra zona de Occidente, pero en contra de las visiones de teorías como la del cambio institucional912, el resultado práctico del laissez faire no fue el liderazgo brillante en el proceso industrial, pues las élites latinoamericanas del siglo XIX prefirieron usar su libertad para comercializar a gran escala la ventaja competitiva solar-energética de una zona mundial con grandes superficies naturales escasamente pobladas que parecieron como el último paraíso para la agricultura. Mientras tanto, el social-darwinismo de mercado del siglo XX impidió elaborar la solidaridad social mínima que sería la precondición para el desarrollo de un poder adquisitivo de las masas y la subsiguiente demanda amplia de bienes de consumo. A fin de cuentas, los modelos exitosos fueron aquellos que evitaron el unilateralismo y equilibraron armoniosamente entre el Estado y el mercado. Surge la pregunta por qué el Estado no ha constitucionalizado explícita y claramente la separación de poderes entre el Estado y el mercado. Por una parte, puede pensarse en un déficit que oculta una dimensión clave de la estatalidad moderna, pues las termi910
911
912
Así explícitamente PETER G. KIELMANSEGG, Die Grammatik der Freiheit, Baden Baden, Nomos, 2013, pág. 183. “Interdependencia mutua” en RÖDDER, 21.0, op. cit., pág. 223; “combinación” en KOCKA, Geschichte des Kapitalismus, op. cit., pág. 114; “complementariedad” en ROLF G. HEINZE, Rückkehr des Staates? Wiesbaden, VS, 2009, pág. 214. Según ALFRED MÜLLER-A., Wirtschaftslenkung und Marktwirtschaft, Hamburgo, VWS, 1947. Comp. ABELSHAUSER, Dt. Wirtschaftsgeschichte, op. cit., págs. 187 y ss. NORTH, Structure and Change, op. cit.; ÍD. & T., The Rise of the Western World, op. cit., págs 19 y ss; ACEMOGLU & R., Por qué fracasan los países, op. cit., págs. 91 y ss. Crítico: GERMAN BURGOS, Crecimiento económico sin Estado de Derecho, Bogotá, UNAL, 2007, págs. 106 y ss.
271
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
nologías constitucionales establecidas alrededor del derecho de propiedad son incompletas e invitan a malentendidos. Pero por otra parte, debe reconocerse el intento serio y valioso de evitar una neo-feudalización913 formal. Solo algunas constituciones corporativistas de la década de 1930 –como la austríaca de 1934914– pretendieron reconocer la existencia legal de un estamento empresarial con influencias canalizadas, mientras la rama principal del constitucionalismo occidental rechaza dar al empresario privilegios formales por encima de los derechos de los demás ciudadanos. Si bien es cierto que en términos sociológicos existe un estamento empresarial de facto, ningún miembro puede reclamar más derechos que un sujeto normal del derecho civil subordinado, es decir, el Estado moderno trata la búsqueda de influencias que sobrepasan el lobbying comunicativo y el financiamiento de partidos políticos, como irregular bajo la criminalización del cohecho.
913
914
272
Sobre tendencias neo-feudales: SIGHARD NECKEL, “Die Refeudalisierung des modernen Kapitalismus”, en HEINZ BUDE & PHILIPP STAAB (Eds.), Kapitalismus und Ungleichheit, Fráncfort, Campus, 2017, págs. 157-174. Verf. des Bundesstaates Österreich, en BGBl., 1934 núm. 239.
CAPÍTULO V
LA SEGUNDA REVOLUCIÓN PARCIAL (DISEÑO SISTÉMICO Y VALORES): LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL El Estado de la doble revolución ilustrada e industrial no solo aumentó sustancialmente su soberanía, sus facultades y su eficiencia sino que además modificó y profundizó paralelamente su estructura institucional, sus valores centrales, su estilo de legitimación y sus estrategias de la limitación de poder. En el primer tomo de la Teoría integral del Estado, se ha planteado que Europa no ha inventado el Estado como tal, pero sí el Estado limitado. Ya en los siglos XIII a XVIII, la Europa latina había mostrado rasgos de un protoconstitucionalismo y proto-parlamentarismo, con elementos extendidos como la monarquía electiva, las leyes fundamentales, las asambleas estamentales, la inviolabilidad de derechos adquiridos, el control a ciertos abusos de poder por parte de la justicia y la autonomía comunal915. La transformación en Europa al Estado constitucional moderno no fue predestinada, pero tampoco es una casualidad que el mismo se desarrollara, alrededor de 1800, en los Estados europeos y neo-europeos y no en China. La Ilustración social-newtoniana formó, a partir de 1776, como su nuevo modelo de referencia el Estado constitucional republicano-democrático que superó sustancialmente las lógicas sistémicas del antiguo régimen. En el transcurso del siglo XX, Occidente perfeccionó este tipo ideal hacia la democracia social y ambiental. Hay que acentuar seis elementos sistémicos e interdependientes como constitutivos:
915
En primer lugar, la res publica es una comunidad política-jurídica que ha roto con el modelo tradicional del Reino dinástico –que había sido predominante durante los últimos cinco milenios de las civilizaciones agrarias, entre el Egipto faraónico, la China imperial y la Monarquía española de los Reyes católicos–. Ahora se impone la no monarquía.
Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 213 y ss, 218 y ss, 303 y ss.
273
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
En segundo lugar, entre las dos variantes del republicanismo, a saber, la democrática y la aristocrática, el Estado ilustrado se ha identificado con la primera. La democracia es el elemento más ideologizado y mitologizado que, con frecuencia, se iguala con la totalidad del modelo, se identifica con el bien político absoluto y se entiende, en la perspectiva popular, como el autogobierno del pueblo, aunque la soberanía popular es precisamente un constructo que legitima al poder político desde el pueblo y le concede a éste ciertas competencias, especialmente las de participar en elecciones cíclicas e impecables de los principales órganos estatales según el principio mayoritario.
Tercero, la república de la Ilustración política es un Estado constitucional en el sentido de la existencia de un texto constitucional formalizado que pretende ser la codificación completa, comprensible y autentica del derecho político, dedicándose a la organización estatal, sus valores más escenciales, la legitimación del poder y la limitación del mismo. Normalmente, es creada por una asamblea constituyente, reclama la prioridad por encima de las otras leyes y muestra como calidades mínimas una estructura estatal basada en la separación funcional-tridimensional de poderes y un catálogo de derechos fundamentales916.
Cuarto, se trata de un Estado moderno en el sentido del soberano Estado Nación o Estado territorial de la sociedad de masas, basado en la pertenencia inmediata de ciudadanos individualizados con derechos iguales. En otras palabras, su precondición clave es la eliminación de los poderes intermediarios del segmentarismo-feudalismo que había existido, en el caso europeo, desde la gran deforestación y colonización medieval917. La soberanía interna aumentada, está limitada por las primeras tres características señaladas.
Quinto, con el elemento social del siglo XX, la república se enfoque en la seguridad y justicia social, igualdad material y amplia inclusión a las oportunidades de la modernidad industrial.
Sexto, el componente ambiental de finales del siglo XX, pretende velar por la sostenibilidad de la sociedad industrial, vinculando el enorme metabolismo energético y de materiales a las posibilidades reales de un planeta limitado.
Sorprendentemente, la historia mundial del nuevo modelo de Estado, es decir, sus raíces concretas, países protagonistas, dinámicas de ascenso, desafíos, transformaciones y, en general, su difusión en el espacio global, es poco investigada. Respecto a esto, el historiador HORST DIPPEL de Kassel ha subrayado: 916
917
274
HÄBERLE, El Estado constitucional, op. cit.; LOEWENSTEIN, Verf.lehre, op. cit.; PHILIPPE MASTRONARDI, Verfassungslehre, Berna, Haupt, 2007; NARANJO M., Teoría constitucional, op. cit.; ÁLVARO ECHEVERRI, Política y constitución en Suramerica, Bogotá, Ibáñez, 2015. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 132 y ss, 169 y ss.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
“La historia del constitucionalismo moderno es una historia que necesita ser escrita. […] Debemos admitir, y no sin dificultad, que a pesar de MCILWAIN, FIORAVANTI, y numerosos otros académicos, definitivamente no sabemos cómo llegó a suceder todo esto” (2005)918.
Eventualmente, algunos lectores dudan el desiderátum según DIPPEL e indican la larga tradición de las asignaturas universitarias sobre la teoría e historia constitucional y la variedad de publicaciones dedicadas al constitucionalismo histórico en países como Alemania, Austria, Chile, Colombia, España, Francia, México, Suiza y Venezuela919. Sin embargo, en la bibliografía existente pueden comprobarse por lo menos tres problemas profundos: primero, predominan tradicionalmente los enfoques nacionales de una multitud de historiografías constitucionales aisladas que no contextualizan su objeto de investigación en el marco de la difusión global de un nuevo tipo de Estado920; segundo, se debe criticar la extendida reducción de la perspectiva comparada a tres Estados de moda –Inglaterra, Francia y EE.UU.921– que ignora más de 190 países de la tierra, sobreestimando tanto un régimen tradicionalista sin constitución formalizada ni separación de poderes hasta hoy como un Estado que prefirió gobiernos monárquicos más o menos autocráticos hasta la década de 1870 y, además, un modelo de la exclusión racista de la población afrodescendiente hasta 1965922. Como el tercer problema debe destacarse la división del constitucionalismo en dos ramas científicas altamente separadas, compuestas por recopilaciones jurídicas sin contextualización socio-cultural y obras de teoría política con poco análisis de las fuentes primarias923. Es posible describir la difusión global del nuevo modelo estatal a partir de 1776 por el modelo de las olas de transformación con complejos intervalos consecutivos, sincrónicos y contrarios. Una primera propuesta en esta dirección fue la del politólogo nor918
919
920
921
922 923
DIPPEL, Constitucionalismo moderno, op. cit., núm. 2 y 39; en inglés: ÍD., Modern Constitutionalism, op. cit., págs. 153-169. Resumen: ÍD., El surgimiento del constitucionalismo moderno, op. cit., págs. 14 y ss. Comp. p. ej. BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit.; BREWER-C., Historia constitucional de Venezuela, op. cit.; FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit.; GODECHOT, L’histoire constitutionnelle de la France, op. cit.; GRIMM, Dt. Verf.geschichte, op. cit.; HARTMANN, Franz. Verf.geschichte, op. cit.; HIDALGA, Historia del derecho constitucional mexicano, op. cit.; KÖLZ, Neuere CH Verf.geschichte, 2 t., op. cit.; KOTULLA, Dt. Verfassungsgeschichte, op. cit.; MORABITO, Histoire constitutionnelle de la France, op. cit.; OLANO G., Constitucionalismo histórico, op. cit.; PEÑA G., Historia política del constitucionalismo español, op. cit.; SOLÉ & A., Constituciones y períodos constituyentes, op. cit.; VIDAL P., Historia constitucional de Colombia, t. 1, op. cit.; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit. Ampliación hacia la perspectiva comparada en: ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit.; BRAVO L., Constitución y reconstitución, op. cit.; FENSKE, Der moderne Verf.staat, op. cit.; GARGARELLA, La sala de máquinas de la constitución, op. cit.; MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit.; PRETTENTHALER, Verf.geschichte Europas, op. cit. Así p. ej. en FIORAVANTI, Constitución, op. cit., págs. 85 y ss, 100 y ss; KLEY, Verf.geschichte, op. cit., págs. 35 y ss; KRIELE, Einführung, op. cit., págs. 93 y ss; NARANJO, Teoría constitucional, op. cit., págs. 46 y ss Véase capítulos VII.3.A, VII.2.C, V.2.B y VII.2.D. Crítica detallada: MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 6 y ss.
275
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
teamericano SAMUEL HUNTINGTON en 1991, aunque hay que anotar varios reparos metodológicos: en primera instancia, su modelo de la democratización mundial en tres fases924, enfocado en la transición contemporánea de 1990, muestra el déficit de tratar todo el desarrollo entre 1776 y 1918 como una fase gruesa e imprecisa de 142 años. Más adecuadamente, se puede estructurar la historia de más de 240 años de la imposición del Estado constitucional republicano-democrático y de sus ampliaciones socio-ambientales en siete fases principales, cada una con un perfil característico y estimulada por contextos específicos de sincronización925: LAS SIETE OLAS DE TRANSFORMACIÓN (1776 - 2018) LAS OLAS
ÉPOCA
PERFIL
FACTORES DE SINCRONIZACIÓN
Primera ola de transformación
1776 - 1825
Transformación originaria
Segunda ola de transformación
1848 - 1865
Alto liberalismo
Tercera ola de transformación
1870 - 1911
Alto nacionalismo
Cuarta ola de transformación
1917 - 1940
Constitucionalismo socialdemócrata
Quinta ola de transformación
1945 - 1973
Estado social de derecho
Movimiento liberal transnacional
Estímulo de la transformación francesa
Primera Guerra Mundial Sociedad industrial Revoluciones sociales
Segunda Guerra Mundial Guerra Fría Segunda revolución fósilenergética Consumismo masivo
Sexta ola de transformación
Séptima ola de transformación
1974 - 1991
Constitucionalismo tridimensional liberal-socialambiental
1989 - 1991
"
Atractivo de la Ilustración política Revoluciones ilustradas Crisis del antiguo régimen
Democratización mediterránea y redemocratización latinoamericana Revolución ecológica Transición del comunismo soviético
Tabla 5
En segundo lugar, es importante no malentender el modelo de las olas como un determinismo lineal que imponga de modo dirigido e inescapable un solo modelo de Estado –el demo-liberal– en todo el mundo, pues todavía no se conocen las dinámicas del futuro. Por lo tanto, el capítulo VII va a dedicarse detalladamente a la diversificación y los modelos estatales alternativos de la era de la gran transformación. 924
925
276
SAMUEL P. HUNTINGTON, The Third Wave, Norman, Univ. of Oklahoma, 1991, págs. 14-24. Al respecto también: WOLFGANG MERKEL, Systemtransformation, Opladen, Leske & Budrich, 1999, pág. 175; ÍD & PETER THIERRY, “Systemwechsel”, en HANS J. LAUTH (Ed.), Vergleichende Regierungslehre, Wiesbaden, Westdt. Verlag, 2002, págs. 181-209; GUILLERMO O’DONNELL & PHILIPPE C. SCHMITTER, Transitions from Authoritarian Rule, 2a ed., Baltimore, Hopkins, 2013; STEFAN MARSCHALL, Demokratie, Opladen, Budrich, 2014, págs. 79 y ss; SCHMIDT, Demokratietheorien, op. cit., págs. 436 y ss. Véase en detalle capítulos VII.2.A-D. y VII.6.A-D.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
1. LA REPÚBLICA: DEL REY HEREDITARIO AL GOBIERNO CÍCLICO A)
LA DESCONSTRUCCIÓN IRREVERSIBLE DEL REINO DINÁSTICO
La tercera transformación básica de la historia mundial del Estado se caracterizó por la dinámica fundamental de la sustitución del tipo normal del Estado agrario con cinco milenios de edad, las monarquías dinásticas, por el gobierno cíclico del republicanismo, así primero en Occidente y después en todo el mundo. La primera republicanización ilustrada de una monarquía establecida in situ, puede observarse en el Reino cristianísimo de Francia en el año revolucionario de 1792, con la ejecución dramática del Rey borbón LUIS XVI, de su esposa MARÍA ANTONIETA de Habsburgo-Lorena y el dejar morir en la prisión al sucesor al trono LUIS (XVII) cuando tenía diez años926. Sin embargo, el primer republicanismo de la Revolución francesa fue rápidamente adelantado por la redinastización, pues el militarismo revolucionario permitió el ascenso de su general NAPOLEÓN a una nueva dignidad monárquica aun más acentuada, la de Emperador, reclamando de tal manera el liderazgo en el sistema inter-monárquico europeo (1804-1814/1815)927. Este ascenso se relacionó con la abdicación forzada más simbólica de la Cristiandad latina: en 1806, el último Sacro Emperador Romano, el Habsburgo FRANCISCO II, tuvo que renunciar a la corona suprema de Europa –hasta entonces la única imperial en el círculo de los Reinos según la tradición de legitimidad de la translatio imperii medieval–928. Siguió la difusión de familiares de NAPOLEÓN a otros tronos europeos libremente creados y derogados: del hermano mayor JOSÉ BONAPARTE en los Reinos de Nápoles (1806-1808) y España (18081813)929, del hermano menor LUIS BONAPARTE en el Reino de Holanda (1806-1810), del otro hermano menor JERÓNIMO BONAPARTE en el Reino de Westfalia (18071813), del sobrino LUIS NAPOLEÓN BONAPARTE en el Gran Ducado de Berg (18091813), del hijastro EUGÈNE DE BEAUHARNAIS en el Reino de Italia (1805-1814) y el Gran Ducado de Fráncfort (1813) y de dos generales en el Gran Ducado de Berg (1806-1808) y el Reino de Nápoles (1808-1815) y en el Principado de Pontecorvo (1806-1810) y el Reino de Suecia (desde 1810). Con estas carreras no sucedió nada desconocido en monarquías asiáticas como China o Birmania, pero para la Europa latina se trató de una fuerte ruptura sistémica, pues se negó el principio de legitimidad que había prohibido toda usurpación al trono, lo que tuvo consecuencias significativas de deslegitimación a mediano plazo. Efectuaron un paso más adelante las revoluciones ilustradas en las provincias americanas del Reino de Gran Bretaña (1776) y en los virreinatos americanos de la Mo926 927 928 929
HAUPT, Von der franz. Revolution, op. cit., pág. 260; PRICE, Historia de Francia, op. cit., págs. 112 y s. PRICE, Historia de Francia, op. cit., pág. 124. Abdicación del Sacro Emperador Romano Francisco II de 1806, op. cit. BERNECKER, España entre tradición y modernidad, op. cit., págs. 11 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
narquía española (1810-1825). En estos casos, los revolucionarios ilustrados dejaron casi un continente sin monarca, con excepción de Brasil, Canadá y pasajeramente Haití. La constitución de la nueva república de Tunja en los Andes americanos promulgó el espíritu republicano de modo acentuado: “Todos los Reyes son iguales a los demás hombres” (1811)930. Para reconstruir adecuadamente la gran transformación, hay que diferenciar entre dos subfenómenos de la desmonarquización, a saber, la caída de la variante tradicional de la monarquía sin tocar la existencia del respectivo trono y la eliminación del sistema monárquico como tal, pues muchas monarquías no desaparecieron en una sola ruptura cortante, sino que se transformaron por decenios significativos en la monarquía autocrática moderna o pudieron ganar incluso rasgos sincréticos de una monarquía liberal. En cuanto al primer subfenómeno, se comprobó inicialmente como el bastión de preservación del modelo estatal de la fase tardía del régimen agrario, el sucesor de la monarquía más simbólica de la Cristiandad latina, el Imperio Austríaco931 en la tradición del Sacro Imperio Romano Germánico (800-1806), pues el mismo rechazó por decenios adicionales tanto la idea de la constitución formal –hasta 1861/1867932– como el concepto de la des-feudalización –hasta la llamada liberación de los campesinos a partir de 1848–. Las dinámicas concretas difirieron de país a país, pero después de 1917, la estatalidad tradicional fue limitada a lugares cada vez más aislados del planeta como Arabia del sur, el Tíbet del Dalai Lama, Bután, Afganistán o los Reinos semi-soberanos de los maharajás en el subcontinente de la India. La última monarquía de tipo tradicional existió hasta 2008 en el país cerrado del Rey dragón de Bután en el Himalaya933. Respecto al segundo subfenómeno de la desaparición de la monarquía como tal, puede relacionarse la dinámica con las siete olas de la gran transformación. La siguiente tabla 6 indica una concentración en la cuarta y quinta ola, con un primer pico europeo alrededor de 1918 y el cenit mundial entre 1945 y 1973. En la primera década del siglo XX, pudieron contarse en Europa todavía tres Imperios, 18 Reinos, siete Gran Ducados, cinco ducados y ocho principados, en total 41 monarquías934, en comparación 930 931 932
933
934
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Constitución de Tunja de 1811, op. cit., págs. 391-422. En la unión austrohúngara, hay que diferenciar entre el Imperio Austríaco y el Reino de Hungría. La constitución de 1861 fue incompleta y suspendida en 1865. Siguieron las 6 leyes de la Constitución del Estado de 1867, en RGBl., 1867, núm. 141-147, págs. 389 y ss, 394 y ss, 397, 398 y ss, 400, 401 y ss, 407 y ss. Comp. BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., págs. 134 y ss, 154 y ss. Constitution of the Kingdom of Bhutan de 2008, ed. por NATIONAL COUNCIL OF BHUTAN, http://www. nationalcouncil.bt/assets/uploads/files/Constitution of Bhutan English.pdf (5.1.2018). Comp. MARQUARDT, Historia del Estado moderno en Asia y África del Norte, op. cit., págs. 191 y ss, 195 y ss. 3 Imperios: Austria, Alemania, Rusia; 14 Reinos soberanos: Gran Bretaña, Noruega, Suecia, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica, España, Portugal, Italia, Serbia, Montenegro, Bulgaria, Rumania, Grecia; 3 Reinos en federaciones: Baviera, Wurtemberg, Sajonia(sin contar a Prusia por su identidad con la corona del Imperio Alemán); 1 Reino con estatalidad propia sin dinastía propia: Hungría; 1 Gran Ducado soberano: Luxemburgo; 6 Gran Ducados en federaciones: Baden, Hesse-Darmstadt, Oldemburgo, Mecklemburgo-Schwerin, Mecklemburgo-Strelitz, Sajonia-Weimar-Eisenach; 5 ducados
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
con solo dos repúblicas935, mientras un siglo después, la relación se presenta de modo inverso. LA CAÍDA MUNDIAL DE LOS TRONOS (1776 - 2008) 1ª y 2ª ola de transformación 1776 - 1870
3ª ola de transformación 1870 - 1912
1776
América británica
1870
1798
Principados eclesiásticos de Suiza
Imperio de Francia
1889
Imperio de Brasil
1810/ 1825 Virreinatos americanos de la Monarquía española
1900
Sultanado de Sulu
1911
Reino de Portugal
1848
1912/ 1945 Imperio de China
Principado de Neuchâtel (Suiza)
------Bajo la inclusión pasajera en monarquías sucesoras 1795/1815 Polonia-Lituania 1806
1849
1859
Sacro Imperio Romano con tres electorados y múltiples principados Principados mediatizados en la Federación Germánica Gran Ducado de Toscana
4ª ola de transformación 1917 - 1944 1917
1918
Ducados de Módena y Parma
Imperio Ruso, con:
1945/1955 Imperio de Vietnam
1974
Imperio de Etiopía
1945 (1910) Reino de Corea
1975
Reino de Sikkim
- G. Ducado de Finlandia
1946
Reino de Italia
1975
Reino de Laos
Imperio Alemán, incluyendo las monarquías federadas:
1946
Reino de Albania
1979
Imperio Persa
1946
Reino de Bulgaria
2008
Reino de Nepal
- Reino de Baviera
1946
Reino de Sarawak
- Reino de Wurtemberg - Reino de Sajonia
1947
Reino de Rumania
1947-1949 (1956) Reinos de la India: Hyderabad, Cachemira, Mewar, Marwar, Jaipur y aprox. 200 otros
1961
Reino de Ruanda
1861
Reino de las dos Sicilias
1866
Reino de Hanóver
1950, 1959 Reino de Tíbet
1966
Reino de (B)Urundi
1952
1967
Veinte sultanados de Arabia del Sur
- 18 principados 1918
Imperio Austriaco, con: - Reino de Bohemia
1918, 1949 Reino de Hungría 1918
Reino de Montenegro Emiratos de Bujará y Jiva
1866
Electorado de Hesse-Kassel
1920 1923
Imperio Otomano
1870
Estados Pontificios
1931
Reino de España (renovado en 1975)
1876
Kanato de Kokand
1937, 1949 Reino de Irlanda 1941
Reino de Yugoslavia
Reino de Birmania
1944
Reino de Islandia
1885
6ª y 7ª ola de transformación desde 1974
- Reino de Polonia
- Reino de Prusia 1859
5ª ola de transformación 1945 - 1973
Reino de Egipto
1955, 1969, 1974 Reinos en Pakistán como Kalat, Bahawalpur, etc. 1957
Reino de Túnez
1958
Reino de Irak
1969
Reino de Libia
1962/ 1970 Reino de Yemen
1973 (1924-1935) Grecia 1973
Reino de Afganistán
Tabla 6
En muchas transformaciones concretas, la guerra industrial funcionó como el gran catalizador de la desmonarquización: en 1870, el trono de NAPOLEÓN III de Francia no sobrevivió a la guerra perdida contra Prusia, que incluso produjo su captura personal936, mientras en 1918 y 1945, el doble triunfo militar del grupo de los Estados ilustrados liberales devoró los tronos de los Habsburgo en Viena, de los Hohenzollern en Berlín, de los Wittelsbach en Múnich, de los Wettin en Dresde, de los Gottorp en San Petersburgo y de los Saboya en Roma937. El concepto de legitimidad de la gracia divina de los Reyes-comandantes, no logró sobrevivir las realidades deshumanizantes de
935 936
937
federados: Brunswick, Anhalt, Sajonia-Coburgo-Gotha, Sajonia-Altenburgo, Sajonia-Meiningen; 3 principados soberanos: Liechtenstein, Mónaco, Andorra; 7 principados federados: Lippe, Schaumburg, Waldeck, 2 Schwarzburgo, 2 Reuss. Francia y Suiza. Sin contar ciudades-Estado como Hamburgo o Brema. Comp. HARTMANN, Franz. Verf.geschichte, op. cit. págs. 115 y ss; CHARLOTTE TACKE, “Von der 2. Republik bis zum 1. Weltkrieg”, en HINRICHS, Kl. Geschichte Frankreichs, op. cit., págs. 311-360, 331; VOLKER SELLIN, Gewalt u. Legitimität, Múnich, Oldenbourg, 2011, págs. 118 y ss. Al respecto: BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., págs. 199; CLARK, Iron Kingdom, op. cit., cap. 17; GERHARD HARTMANN & KARL SCHNITH, Die Kaiser, Wiesbaden, Marix, 2006, págs. 736 y ss, 782 y ss; SUSAN RICHTER et al., Thronverzicht, Colonia, Böhlau, 2010, págs. 127 y ss, 141 y ss, 152 y ss, 267 y ss; SELLIN, Gewalt u. Legitimität, op. cit., págs. 120 y ss, 130 y ss, 137 y ss; WEHLER, The German Empire, op. cit., págs. 222 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
la guerra industrial entre ejércitos populares que combatieron en trincheras y con gases tóxicos. Las subsiguientes revoluciones implementaron esta desilusión. Si se busca una fecha clave, hay que señalar el año 1918, pues con la caída colectiva de las monarquías provenientes de la tradición del Sacro Imperio Romano, se colapsó el corazón de la Europa monárquica donde se originaron casi todas las demás dinastías del continente. Hasta 1918, nuevos Estados europeos se constituyeron típicamente como monarquías –todavía Albania en 1914, Polonia en 1916 y Finlandia en 1918938–, pero luego de dicha fecha, nunca más sucedió. En el torbellino acelerador de la derrota militar de la coalición cesárea, se combinaron y amplificaron factores internacionales como la cruzada estadounidense para el republicanismo con las metamorfosis internas en el marco del crecimiento notable de la complejidad gubernamental y social estimulado por la gran transformación industrial.
Img. 86: La caída de la monarquía más tradicional de Europa: la proclamación de la República de Austria alemana en frente del parlamento imperial de Viena el 12 de noviembre de 1918939
Incluso el liderazgo militar se escapaba de las manos monárquicas. Durante la Primera Guerra Mundial, el Emperador GUILLERMO II de Alemania tuvo que aceptar la formación de una especie de dictadura militar de los generales del Liderazgo Supremo del Ejército (1917-1918), así como en 1916 el Rey de Rumania, FERNANDO de Hohenzollern, un familiar de dicho Emperador alemán, se vio presionado a ejecutar la lógica de expansión nacional de su primer ministro ION BRĂTIANU en contra de sus raíces dinásticas, mientras en la posguerra VÍCTOR MANUEL III de Italia no logró impedir su 938
939
280
En Albania GUILLERMO de Wied (6 meses en 1914, virtualmente hasta 1924), ZOG I (1928-1939) y VÍCTOR M. III de Italia (1939-1943); en Polonia el Reino de Regencia previsto para la entrega a los Habsburgo (1916-1918; DAVIES, God’s Playground, t. 2, op. cit., págs. 284 y ss); en Finlandia FEDERICO CARLOS de Hesse-Kassel (2 meses en 1918; SINGLETON, A Short History of Finland, op. cit., pág. 111). Foto de prensa del 12.11.1918, lugar: ÖNB, Viena.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
degradación como marioneta del líder paramilitar BENITO MUSSOLINI (1922-1943)940. En la era de la creciente libertad de prensa, se hundió también el mito del buen monarca, pues los debates públicos sobre hechos delicados como la incapacitación gubernamental de LUIS II de Baviera (1886)941 y el suicidio ampliado del príncipe heredero RODOLFO de Austria (1889), dejaron implosionar la reputación dinástica. El concepto del derecho dinástico divino murió también en la perspectiva de varios Reyes. Aunque no es comprobable el famoso dicho de abdicación irónico del último Rey de Sajonia FEDERICO AUGUSTO III de 1918, “entonces produzcan sus bobadas por sí solos”942, el mismo subraya adecuadamente el estado de ánimo de quien empieza a comprender que la habilidad para gobernar se había alejado más y más de su control, en vista del crecimiento exponencial de las complejidades en la sociedad industrial, así como de quien tampoco tiene un verdadero interés por el trabajo detallado de la nueva generación de los profesionales políticos, jurídicos y económicos. Igualmente, la alta frecuencia de magnicidios y atentados contra monarcas entre 1852 y 1934943, tuvo que estimular la impresión de que la vida de un Rey era crecientemente peligrosa por ser un blanco político para cualquier liberal, socialista, separatista o anarquista frustrado. En otras palabras, la opción de salida a la vida privada como un particular acomodado, parecía ahora oportuna. Esta resignación colectiva frente a los nuevos líderes republicanos, tuvo un carácter implosivo y en muchos casos asombrosamente silencioso944. Si se pregunta por el destino personal de los monarcas destituidos, cabe destacar que en Rusia fue asesinado el Zar NICOLÁS II con todos sus hijos en 1918945. En otros casos predominó el exilio forzado, según el modelo de la Ley sobre la expulsión y expropiación de los Habsburgo de la República de Austria de 1919 (hasta 1963)946, lo que fue 940
941 942 943
944 945
946
SELLIN, Gewalt u. Legitimität, op. cit., pág. 130; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., págs. 112 y ss; GERDES, Rumänien, op. cit., pág. 35; WOLLER, Geschichte Italiens, op. cit., págs. 95 y ss. HEINZ HÄFNER, Ein König wird beseitigt, Ludwig II. von Bayern, Múnich, Beck, 2008, págs. 221 y ss. En alemán: “Macht Euren Dreck alleene”; HÄFNER, Ein König wird beseitigt, op. cit., pág. 218. Magnicidios de monarcas: del príncipe MIHAILO de Serbia en 1868; del Zar ALEJANDRO I de Rusia en 1881; del Rey LUIS II de Baviera en 1886 (posiblemente suicidio); de la Emperatriz ISABELA de Austria en 1898; del Rey UMBERTO I de Italia en 1900; del Rey ALEJANDRO I de Serbia en 1903; del Rey CARLOS I de Portugal en 1908; del Rey JORGE I de Grecia en 1913; del sucesor al trono FRANCISCO F. de Austria y Hungría en 1914; del Zar NICOLÁS II de Rusia en 1918; del Rey ALEJANDRO I de Yugoslavia en 1934. Atentados contra monarcas: contra la Reina ISABELA II de España en 1852; el Emperador FRANCISCO JOSÉ I de Austria en 1853; el Emperador NAPOLEÓN III de Francia en 1855 y 1858; el Rey GUILLERMO I de Prusia en 1861; el Rey UMBERTO I de Italia en 1878; el Emperador alemán GUILLERMO I en 1878 y 1883 y su sucesor GUILLERMO II en 1901. LOTHAR MACHTAN, Die Abdankung, Berlín, Propyläen, 2008, págs. 15 y ss. WALTER MOSS, A History of Russia, t. 2, 2a ed., Londres, Anthem, 2005, págs. 186 y ss, 213; SERVICE, History of Modern Russia, op. cit., pág. 107. Gesetz betreffend die Landesverweisung und die Übernahme des Vermögens des Hauses Habsburg-L. de 1919, en StGBl., núm. 208, 1919. El último Emperador CARLOS I fue internado en la isla portuguesa de Ma-
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
adoptado en Italia por constitución en 1947 respecto a la casa de Saboya (hasta 2001)947, mientras GUILLERMO II de Alemania eligió en 1918 el autoexilio de por vida948. En monarquías federadas que no fueron directamente los blancos principales de revolución, varias dinastías continuaron viviendo en su palacio, tal como en los principados alemanes de Schaumburg en Bückeburg y de Lippe en Detmold. Visto jurídicamente, las dinastías se disolvieron con el resto de la nobleza en el pueblo estatal uniforme de su país de origen o de refugio y, visto sociológicamente, casi todos se integraron al segmento más alto de la clase comercial de la burguesía educada y acomodada. En las ambigüedades del bicentenario de la gran transformación, llaman la atención varias contra-tendencias por formar nuevos tronos, típicamente en variantes de la monarquía modernizada. Los ejemplos más exitosos fueron el Reino de los Países Bajos en manos de los Orange-Nassau, creado en el Congreso de Viena de 1815 en contra de la tradición semi-republicana de la modernidad temprana949, y el Reino de Bélgica en manos de los Sajonia-Coburgo y Gotha, separado en 1830 de la pertenencia breve al Estado neerlandés, en vista de la identidad propia del ex Círculo de Borgoña del Sacro Imperio Romano950. Además, una línea lateral de los Braganza lusitanos formó la monarquía más longeva de América, el Imperio de Brasil (1808/1822-1889)951. En cambio, quedaron de corta vida en México los gobiernos del Emperador revolucionario AGUSTÍN ITURBIDE (1822-1823)952 y del Habsburgo importado MAXIMILIANO (18641867)953, así como en Haití varios monarcas extravagantes de origen esclavo: JACQUES I (1804-1806), HENRI I (1811-1820) y FAUSTIN I (1849-1859)954. También en la expansión europea a costa del Imperio Otomano en los Balcanes, se formaron varios tronos nuevos en manos de dinastías importadas, así en Serbia en 1815 (soberano en 1878, hasta 1941), en Grecia en 1832 (hasta 1973), en Montenegro en 1852 (soberano
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deira. Murió con solo 35 años. Comp. BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., págs. 199, 267; SUGAR et al., A History of Hungary, op. cit., págs. 318 y ss. Art. XIII de las normas transitorias de la Costituzione della Repubblica Italiana, en Gazzetta Ufficiale, de 27.12.1947, págs. 298 y ss. Revovado por la ley constitucional núm. 1 de 2001. Vivió hasta 1941 en Doorn en los Países Bajos; SELLIN, Gewalt und Legitimität, op. cit., pág. 136. Grondwet voor het Koninkrijk der Nederlanden de 1815 ed por FRED STEVENS et al (Eds.), Constitutional Documents of Belgium, Luxembourg and the Netherlands 1789-1848, Múnich, K. G. Saur 2005, págs. 619642. Comp. GEERT MAK, Geschichte der Niederlande, Bonn, BPB, 2013, pág. 130. Constitution de la Belgique de 1831, ed. por STEVENS et al., Constitutional Documents of Benelux, op. cit., págs. 71-97. En el antiguo régimen, se había tratado de territorios del Sacro Imperio Romano, en particular del resto del Círculo Imperial de Borgoña –en manos de la dinastía imperial– y del principado-obispado de Lieja; MAK, Geschichte der Niederlande, op. cit., págs. 132 y ss. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 154 y ss. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 135 y s. Véase capítulo III.6.B. FENSKE, Der moderne Verf.staat, op. cit., págs. 444 y s; MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 159 y ss.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
en 1878, hasta 1918), en Rumania en 1859 (soberano en 1878, hasta 1946) y en Bulgaria en 1878 (soberano en 1908, hasta 1946). De estos, se entregaron Grecia, Rumania y Bulgaria a dinastías de origen alemán955. Por su parte, en el Reino de Noruega –que había sido durante medio milenio un país secundario de las monarquías compuestas danesa y sueca– el parlamento logró todavía en 1905 la instalación de una dinastía particular, proveniente de la línea de Glucksburgo de la casa alemana de los Oldemburgo956. Cabe destacar que los tronos de Países Bajos, Bélgica y Noruega lograron sobrevivir por no pertenecer al círculo de los perdedores de las guerras mundiales. Sintetizando, hay que advertir que el Reino dinástico había sido la expresión política de un tipo de civilización específico, la agraria, y con la desaparición de este mundo tradicional en la doble revolución industrial e ilustrada cayó casi automáticamente. El crecimiento de la complejidad tecnológica, social, organizacional y política en la revolución industrial, no pudo ser asumido por los Reyes-comandantes y -jueces con su socialización pre-industrial. Igualmente, en la era del secularismo, ya no se consideró plausible la legitimidad divina de los Reyes, así como se disolvió la fuerza persuasiva del modelo de herencia, derivado del modo de sucesión en la propiedad agraria. Asimismo, surgieron tensiones indisolubles con los pilares del constitucionalismo ilustrado, especialmente con la separación de poderes, la soberanía popular y la igualdad interindividual. Además, se puede deducir que el Reino dinástico no pudo sobrevivir sin su fundamento en la élite noble, pues la compleja desconstrucción de la misma –desde la disolución de los señoríos locales, pasando por la aburguesización socioeconómica hasta la despolitización de las representaciones estamentales– eliminó tanto el pequeño modelo básico de la monarquía territorial como las redes de apoyo leales de la corona. La ruptura más profunda puede reconocerse en la introducción del cambio cíclico de gobierno. Con la renuncia al principio dinástico, se reemplazó la perspectiva del gobierno duradero con un derecho divino inalienable por la del gobierno a corto plazo con un cargo confiado y delegado. La experiencia de la naturaleza agraria eterna, que había estado detrás del modelo pre-ilustrado y pre-industrial, fue eliminada y reemplazada por el principio de la frecuente competición entre candidatos con programas políticos ambiciosos, orientándose en el meta-objetivo de acelerar al máximo la gran transformación a través de la apertura para las mejores ideas del momento actual. En ello, se cambió la dinámica cultural de la reproducción al crecimiento, con lo cual se 955
956
En Grecia, las casas de Baviera (1832-1862) y Glucksburgo (desde 1863); en Rumania, los Hohenzollern-Sigmaringen (desde 1866); en Bulgaria, los Battenberg (1879-1886) y Sajonia-Coburgo-Gotha (desde 1887); CHARY, The History of Bulgaria, op. cit., págs. 35 y ss; CLOGG, A Concise History of Greece, op. cit., págs. 46 y ss; GERDES, Rumänien, op. cit., págs. 33 y ss; HÖSCH, Geschichte des Balkans, op. cit., pág. 64; HOLM SUNDHAUSEN, “Grundzüge der Verf.geschichte des Balkanraumes im 19. Jh.”, en MARTIN KIRSCH et al. (Eds.), Verf.wandel um 1848, Berlín, D & H, 2001, págs. 249-266. PAVKOVIĆ & R., Creating New States, op. cit., págs. 68 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
consideró ahora la permanencia como la antítesis del paradigma ilustrado del progreso lineal hacia un supuesto futuro dorado. LA GRAN TRANSFORMACIÓN EN LOS JEFES DE ESTADO: EL EJEMPLO FRANCÉS
Siglo XVIII: el longevo Rey cristianísimo LUIS XV (17151774) del antiguo régimen
En 1855: el Emperador uniformado NAPOLEÓN III (1852-1870)
En 1880: el Presidente republicano JULES GRÉVY (18791887)
Img. 87-89957
Cuando desapareció el Reino dinástico, también se disolvió el estilo tradicional de la autoescenificación del Estado. No se eliminó por completo el teatro político en el palacio central con sus audiencias, fiestas y ceremonias, pero se sustituyó su apariencia altamente ritualizada, sacralizada y colorida, por un carácter más discreto, visto ahora como racional, caracterizado por trajes uniformes en tonos negros y grises. B)
EL NUEVO DISEÑO INSTITUCIONAL DEL GOBIERNO REPUBLICANO Y SUS TRES SUB-PODERES
La mayor parte de los monarcas europeos del antiguo régimen había sido parte de un modelo bipolar de gobierno, en conjunto con una asamblea representativa de la nobleza y de las ciudades. En ello, la justicia había sido la función primaria del monarca mismo, aunque también bajo una creciente institucionalización. La transformación ilustrada retomó algunos rasgos de este modelo, para modificar y perfeccionar la constitución mixta neo-aristotélica958 a la separación tridimensional, horizontal y funcional de poderes bajo signos republicanos, incluyendo un perfil propio de la justicia. El esquema triple del poder legislativo, poder ejecutivo y poder judicial, apareció en las constituciones norteamericanas a partir de 1776, con inspiraciones en el texto fundador del 957
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Img. 87: oleo de LOUIS-M. VAN LOO (1707-1771); img. 88: de FRANZ X. WINTERHALTER (18051873); img. 89: de LÉON BONNAT (1833-1922). Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 357 y ss, 334 y ss.
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Espíritu de las Leyes, escrito en 1748 por el jurista francés CHARLES DE MONTESQUIEU quien se fundamentó intelectualmente en la anterior teoría de la constitución mixta959. De todos modos, no debe subestimarse el perfil novedoso del modelo ilustrado en el espíritu del racionalismo, atomismo, mecanismo y propietarismo social-newtoniano. El constitucionalista KARL LOEWENSTEIN ha anotado que la separación de poderes fue un “producto artificial condicionado por el racionalismo especulativo de la época de la Ilustración”, es decir, se trató de una “transferencia de los principios mecanicistas de la física newtoniana” que debía conducir al “equilibrio de poderes”960. Durante más de un siglo, el contramodelo más marcado de la separación de poderes, residió en la unidad de poder según el principio monárquico que se prefirió en las monarquías autocráticas modernas –mal llamadas monarquías constitucionales– de Europa continental entre 1804 y 1918961. Sin embargo, tampoco estas pudieron evitar tendencias latentes de una parlamentarización a largo plazo, que se anunciaron en las constituciones del Imperio Austríaco de 1867, del Imperio Alemán de 1871 y de la Monarquía española de 1876. No obstante, las relaciones entre el soberano sagrado y la asamblea consultiva perduraron asimétricas y, además, bajo el principio monárquico el parlamento nunca alcanzó a ser una institución de representación popular, pues la cámara electa fue normalmente solo la segunda, al lado de la primera cámara de la nobleza hereditaria. En estos casos, la sujeción de los órganos estatales a las leyes acordadas entre el monarca y la asamblea, se construyó por las figuras del Estado de Derecho y del positivismo jurídico962. a) El sistema presidencial Es un lugar común de la teoría política la idea según la cual el republicanismo moderno desarrolló dos modelos principales de la separación de poderes, el sistema presidencial y el sistema parlamentario, que se pueden contrastar en el presente en los casos de EE.UU. y Alemania o Colombia e Italia963. No obstante, en buena parte del largo siglo XIX no existió un paralelismo de los dos modelos, pues las repúblicas que se institucionalizaron entre Maine y Santiago de Chile, escogieron un esquema presidencialista o, dicho de modo más exacto, dualista, basado en la “interdependencia y coordina959
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MONTESQUIEU, De l’esprit des lois, op. cit. Comp. KLEY, Verf.geschichte, op. cit., págs. 90 y s; RIKLIN, Machtteilung, op. cit., págs. 360 y s, 363 y ss. LOEWENSTEIN, Verf.lehre, op. cit., pág. 110. Comp en detalle capítulo VII.1. Staatsgrundgesetz austríaca de 1867, op. cit.; Verf. des Dt. Reiches de 1871, op. cit.; Constitución de la Monarquía española de 1876, op. cit. Comp. capítulo V.2.B y BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., págs. 165 y s; FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 204 y ss; PEÑA G., Historia política, op. cit., págs. 219 y ss; SOLÉ & A., Constituciones y períodos constituyentes, op. cit., págs. 75 y ss. HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., págs. 194 y ss; WERNER HEUN, The Constitution of Germany, Oxford, Hart, 2011, págs. 85 y ss, 122 y s; ZIPPELIUS, Teoría general del Estado, op. cit., págs. 413 y ss.
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ción”964 de los dos polos más políticos con una legitimidad electiva propia, a saber, el jefe de Estado con el título de Presidente y la asamblea denominada Congreso.
Img. 90: El Capitolio es la sede del poder legislativo de los. EE. UU. Fue construido entre 1793 y 1863 al estilo clasicista. La foto muestra el estado alrededor de 1880965
El presidencialismo americano nació con vencedores militares como GEORGE WASHINGTON y SIMÓN BOLÍVAR, lo que promovió un perfil de Presidente cercano al monarca tradicional, como figura integradora de la unidad estatal, definidor de las líneas de la política, responsable de la salvaguardia de la paz interna y externa, cabeza de la administración y jefe supremo de las fuerzas armadas. No obstante, en comparación con las competencias clásicas de los monarcas del antiguo régimen, faltó la de juez supremo, función cedida a una justicia independiente, así como, en contraste con el perfil del principio monárquico de aquel tiempo, no tuvo ningún poder constituyente y legislativo superior. Típicamente, se prohibió la reelección inmediata, así en Colombia durante todo el periodo de 1830 a 2004 y desde 2015966, mientras los EE.UU. esperaron a la 22a Enmienda a la Constitución de 1951 para prohibir por lo menos la segunda reelección967. De todos modos, la configuración dualista no impidió la posibilidad de una predominancia política del Congreso, como lo subrayan los casos de Colombia entre 1853 y 1885 y de Chile entre 1891 y 1924968. La espada de control del Congreso frente al Presidente, fue la destitución judicial en el procedimiento de la acusación calificada por la Cámara de Representantes ante el Senado (impeachment). En los EE.UU. fracasó el intento de 1868 de destituir a ANDREW JOHNSON, motivado por el no respeto de los derechos del Congreso, mientras fue indirectamente exitosa la destitución de 1978 de RICHARD NIXON en vista del 964 965 966 967
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LOEWENSTEIN, Verf.lehre, op. cit., pág. 110. Lugar: Library of Congress, Washington. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 234 y ss. Solo se elegió FRANKLIN D. ROOSEVELT por 3 periodos (en 1936, 1940 y 1944). Comp. 22nd Amendment to the US Constitution, 1951, ed. por NATIONAL ARCHIVES (Ed.), Constitution, https: //www.archives. gov/founding-docs/amendments-11-27 (5.1.2018). Véase BERKIN et al., Making America, op. cit., pág. 988. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 231 y ss, 349 y ss.
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espionaje de la prensa en el escándalo de Watergate, pues llevó a la renuncia anticipada del mandatario969. En cambio, en Colombia el Senado pudo destituir al Presidente liberal-moderado JOSÉ M. OBANDO por rebelión y alta traición en 1855, así como al liberal TOMÁS C. DE MOSQUERA en 1867, después de que había intentado cerrar el Congreso en un conflicto interorgánico mediante un decreto de estado de sitio, para el cual no existía ninguna competencia constitucional970.
Img. 91: El juicio de impeachment de 1868 en el Senado estadunidense sobre el Presidente ANDREW JACKSON971
Ya en la fase temprana se perfilaron variaciones adicionales de la separación de poderes. La primera república duradera de Europa, Suiza, con base en su tradición de ciudades-Estado del antiguo régimen, se decidió en su Constitución federal de 1848 por un jefe de Estado colegial, es decir, un consejo de siete cabezas como “máxima autoridad ejecutiva y directora”. Este Consejo federal era elegido por el parlamento pero no dependía de su confianza. La regla de estabilidad no codificada de reelegir los co-jefes de Estado hasta su renuncia voluntaria o muerte, llevó a que varios cargos tuvieran una duración notable, en el caso del radical liberal KARL SCHENK de 31 años (18641895) y de su compañero de partido ADOLF DEUCHER de 29 años (1869-1912), lo que superó a los periodos de gobierno en otras repúblicas democráticas972. 969 970
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BERKIN et al., Making America, op. cit., págs. 451, 465, 899 y s, 952; DIPPEL, USA, op. cit., pág. 127. IGNACIO ARIZMENDI P., Manual de historia presidencial, Bogotá, Planeta, 2004, págs. 189 y ss; JUAN R. BRAVO A., “La constitución de 1863”, en VIDAL P., Historia constitucional, t. 1, op. cit., págs. 225-272; GONZALO TORRES Z., Juzgamiento del presidente de la república, Bogotá, Temis, 2009, págs. 70-73. De THEODORE R. DAVIS (1840-1894), en Harper’s Weekly, de 11 de abril de 1868. Otros co-jefes de Estado con tiempos de gobierno notables fueron: W. M. NAEFF del Partido Radical Democrático (1848-1875), J. M. KNÜSEL del PRD (1855-1875), EMIL WELTI del PRD (1867-1891), E. MÜLLER del PRD (1895-1919), G. MOTTA del PDC (1911-1940), E. SCHULTHESS del PRD (19121935), P. ETTER del PDC (1934-1959). Solo cuatro veces fracasó la reelección de un concejal federal (1854, 1872, 2003, 2007). Art. 83 de la Bundesverf. der schweizer. Eidgenossenschaft de 1848, op. cit. Similar: art. 95 de la de 1874 y art. 174 de la de 1999. Al respecto: WILHELM BRAUNEDER, “Die Wahl des Staatsoberhaupts in Republiken”, en ÍD. (Ed.), Wahlen und Wahlrecht, Berlín, Duncker & Humblot, 1997, págs. 197-256, 210 y s; BERNHARD EHRENZELLER et al. (Eds.), Die schweizer. Bundesverfassung,
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Img. 92: La Casa Federal en Berna, erigida de 1852 a 1902, es la sede del parlamento republicano más tradicional de Europa: Suiza973
b) El sistema parlamentario En contraste, en sistemas parlamentarios la separación de poderes es menos marcada, debido a la prevalencia nominal de un poder parcial, la asamblea. En estos, la persona ejecutiva principal, el jefe de gobierno –que debe distinguirse del jefe de Estado en meras funciones ceremoniales– es elegido por la asamblea y depende de la confianza de la mayoría parlamentaria, pues puede ser destituido por la misma mediante la moción de censura. Este modelo da menos poder al pueblo electoral, pues el mismo vota solo en constelaciones con dos partidos dominantes para un gobierno previsible, mientras se entrega típicamente la decisión en cuanto al liderazgo ejecutivo a los negocios de coalición entre los partidos de la clase política. Inicialmente, las características del parlamentarismo no se formaron en el republicanismo, sino en una monarquía liberalizada, Gran Bretaña, donde desde la década de 1830, con el retiro de la corona en la selección del primer ministro, se transformó la monarquía bipolar en una monarquía parlamentaria con un carácter todavía semi-estamental. Cuando Francia en 1870 y Portugal en 1911 definitivamente se republicanizaron, se realizó por primera vez el matrimonio entre la república y el modelo parlamentario, aunque en ambos casos se dio el resultado poco convincente de una enorme inestabilidad de los gobiernos: Francia consumió entre 1871 y 1917 cincuenta y uno gobiernos y Portugal entre 1911 y 1926 cuarenta y uno. Ante la situación fundadora, faltó toda cultura de disciplina parlamentaria, de modo que la multitud de los partidos pequeños
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Zurich, Schulthess, 2002, págs. 1730 y ss; FLEINER et al., Swiss Constitutional Law, op. cit., págs. 82 y ss; HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., págs. 216 y ss; LOEWENSTEIN, Verf.lehre, op. cit., pág. 123; PAHUD, Rechtsgeschichte CH, op. cit., pág. 177; SCHMIDT, Demokratietherorien, op. cit., págs. 309 y s. Foto: BERND MARQUARDT.
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y medios de la respectiva coalición gubernamental perdió frecuentemente su capacidad de actuar solidariamente en conflictos temáticos y personales974. Cuando en 1918 las monarquías autocráticas de Europa continental se republicanizaron, casi nunca adoptaron el modelo de la separación de poderes establecido en las Américas, pues Estados como Austria, Checoslovaquia, Estonia o Letonia prefirieron el parlamentarismo, mientras el Imperio Alemán y Finlandia eligieron el sistema mixto del semi-presidencialismo, al igual que lo hizo Austria en la reforma constitucional de 1929975. La decisión europea en contra del dualismo americano se dio, en primer lugar, por el carácter de la anterior monarquía moderna, en la que ya había existido un jefe de gobierno para facilitar el trabajo del jefe coronado; en segundo lugar, por la ambición política de los parlamentos, que hasta entonces habían estado como órganos consultivos en la segunda línea y que querían gobernar; en tercer lugar, por la desconfianza frente a un poder ejecutivo fuerte, perfilada en la experiencia del principio monárquico agudo. Después de la ola de las dictaduras europeas entre 1920 a 1945976, la tendencia a preferir el sistema parlamentario se fortaleció, empezando con Austria (1945) y alcanzando también a Francia (1946), Italia (1947) y Alemania occidental (1949)977. Mientras Francia adoptó en 1958 un sistema semi-presidencialista con longevos Presidentes fuertes como CHARLES DE GAULLE (1959-1969)978, se desarrolló en el parlamentarismo austríaco e italiano una práctica cooperativa entre el gobierno y el jefe de Estado y en el parlamentarismo alemán la dominancia del canciller federal979. En vista de la no adopción de la prohibición de la reelección después del primer o segundo turno según el sistema presidencial de las Américas, los ejecutivos de los sistemas parlamentarios pudieron acentuar aun más a periodos históricos significativos. Esto es especialmente el caso en Alemania con tres cancilleres federales de cuatro turnos 974
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Lois constitutionnelles de 1875, op. cit.; Constituição Política da República Portuguesa, Coimbra, F. França Amado, 1911. Al respecto: ANDERSON, The History of Portugal, op. cit., págs. 141 y ss; BRAUNEDER, Die Wahl, op. cit., págs. 208 y ss; FENSKE, Verf.staat, op. cit., pág. 353; GODECHOT, L’histoire constitutionnelle de la France, op. cit., págs. 66 y ss; HARTMANN, Franz. Verf.geschichte, op. cit., págs. 115 y ss; LOEWENSTEIN, Verf.lehre, op. cit., págs. 87 y ss. BRAUNEDER, Die Wahl des Staatsoberhaupts, op. cit., págs. 211-239; LOEWENSTEIN, Verf.lehre, op. cit., págs. 90 y ss; SCHMIDT, Demokratietherorien, op. cit., pág. 314. Véase capítulo VII.4.A. Constitution de la IVe Rép. de 1946, op. cit.; Costituzione della Rep. Italiana de 1947, en Gazzetta Ufficiale, 1947, págs. 298 y ss; GG für die BRD, en BGBl. I, 1949, págs. 1 y ss. Comp. BRAUNEDER, Die Wahl, op. cit., págs. 240 y ss, 248 y ss; GODECHOT, L’histoire constitutionnelle, op. cit., págs. 69 y ss; HEUN, The Constitution of Germany, op. cit., págs. 85 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 394 y ss. Comp. HARTMANN, Franz. Verf.geschichte, op. cit., págs. 147 y ss, 158 y ss. HEUN, The Constitution of Germany, op. cit., págs. 134 y ss; ALFRED KATZ, Staatsrecht, 18a ed., Heidelberg, C.F. Müller, 2010, pág. 214; MANFRED G. SCHMIDT, Political Institutions in the FR of Germany, Oxford, Univ. Press, 2003, págs. 27 y ss.
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consecutivos, es decir, KONRAD ADENAUER durante 14 años (1949-1963), HELMUT KOHL durante 16 años (1982-1998) y ANGELA MERKEL otra vez por 16 años (desde 2005)980. Teniendo en cuenta los sistemas mixtos, puede indicarse también el Presidente finlandés URHO KEKKONEN que alcanzó un periodo de gobierno de 25 años (19561982) y, de tal manera, el record mundial de permanencia en sistemas democráticos981. Fue muy diferente en Italia, de 1953 a 2001, con aproximadamente una nueva cara por año y, a veces, dos982. En la experiencia práctica del sistema parlamentario, la separación de poderes no se equilibrió entre asamblea y gobierno, sino fácticamente entre coalición y oposición. Casi nunca se estableció una predominancia real de la asamblea, sino se desarrolló típicamente una cultura informal de la disciplina de partido y de coalición que se enfocó en la solidaridad al liderazgo en la coalición y en el Estado. En el caso alemán se detecta que un parlamentarismo jurídico funciona fácticamente como un hiper-presidencialismo con una mayoría parlamentaria garantizada de los longevos gobernantes. En 2012 y 2015, la revista Forbes evaluó la cancillera federal alemana ANGELA MERKEL como la segunda persona más poderosa del mundo, después del Presidente estadounidense o ruso983, lo que ilustra que la caracterización del sistema parlamentario por un supuesto poder ejecutivo débil, es nada más que un mito político. c) Ventajas y desventajas sistémicas En vista de los hallazgos empíricos, es necesario tener cuidado con aquellas teorías que advierten, en el uno o en el otro modelo de la separación de poderes, riesgos estructurales de inestabilidad y de caída en la dictadura984. Cabe destacar que los problemas e inestabilidades en las fases iniciales de una transformación concreta –por ejemplo en la década de 1820 en Hispano-América o en la década de 1920 en Europa continental– resultaron de la falta de aprendizaje cultural en situaciones fundadoras, mientras las crisis tardías –como la ola dictatorial latinoamericana en la década de 1970– encuentran explicaciones plausibles en las constelaciones internacionales y circunstancias socioeconómicas de entonces985. En otras palabras, todos los modelos indicados en este subcapítulo han probado su capacidad de funcionar, si sus protagonistas lograron elaborar, en el cambio generacional, la mentalidad pro-sistémica de la competitividad no 980 981 982 983 984
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SCHMIDT, Political Institutions, op. cit., págs. 183 y ss. SINGLETON, A Short History of Finland, op. cit., págs. 157 y ss. WOLLER, Geschichte Italiens, op. cit., pág. 250. FORBES MAGAZINE, The World’s Most Powerful People, op. cit. Crítica del presidencialismo: JUAN J. LINZ, Las crisis del presidencialismo, Madrid, Alianza, 1998. Discusión más equilibrada: DETLEF NOLTE, “Presidentialism revisted”, en revista Lateinamerika-Analysen, núm. 7, Hamburgo, IIK, 2004, págs. 55-84. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 167 y ss, 429 y ss.
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egocéntrica incluyendo la disciplina social frente a impulsos personales, bajo el consenso de los gobernantes y gobernados en no renegociar la decisión sistémica986. d) El ascenso de la rama judicial: los guardianes de la constitución Respecto al tercer poder –que se independizó de una función primordial de los jefes de Estado de la era pre-ilustrada– vale la pena profundizar dos fenómenos, a saber, tanto la elaboración institucional de la justicia constitucional, como la transformación de la misma en una justicia política crítica con un perfil propio dentro del modelo horizontal-tridimensional. Con frecuencia, la bibliografía especializada parte de la relevancia fundadora de la sentencia estadounidense Marbury versus Madison de 1803, que se preocupó de una designación controvertida de un juez federal, donde la Corte Suprema reclamó por primera vez el derecho a controlar leyes federales por su constitucionalidad y a declararlas nulas en dado caso, lo que se aplicó por segunda vez en el judicial review de 1857, aunque en un caso cínico, pues los jueces defendieron los derechos de propiedad de los esclavistas frente a la dignidad humana de los esclavizados987. De todas maneras, se considera aun más importante el desarrollo originario del amparo constitucional en las repúblicas de Hispano-América. El mismo apareció por primera vez en la Constitución de Cundinamarca de 1811 según la idea de que los jueces deben “velar sobre el cumplimiento exacto de esta Constitución e impedir que se atropellen los derechos imprescriptibles del pueblo y del ciudadano”. En 1814, un ciudadano cundinamarqués denunció una ordenanza local que restringió, en la tradición de la buena policía del antiguo régimen, las fiestas, juegos y consumos, por ser contraria a las garantías constitucionales de Cundinamarca y solicitó su nulidad988. Siguieron los Estados Unidos Mexicanos, por primera vez en la Constitución Política del Estado de Yucatán de 1841 y definitivamente en la Constitución federal de 1857989. Paralelamente, Co986 987
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Respecto a las precondiciones culturales: SCHMIDT, Demokratietheorien, op. cit., págs. 420 y ss. US SUPREME COURT, Marbury versus Madison, 5 US 137 (1803), en Find Law, http://caselaw.findlaw.com/ us-supreme-court/5/137.html (5.1.2018); ÍD., Dred Scott v. Sandford, 60 US 393 (1856), en Find Law, op. cit. Al respecto: MARÍA Á. AHUMADA, “Marbury versus Madison”, en revista Fundamentos, núm. 4, Oviedo, JPA, 2006, págs. 109-150; ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., pág. 71; FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit., págs. 146, 188; ANDREW NAPOLITANO, Dred Scott’s Revenge, Nashville, Nelson, 2009, págs. 51 y ss; AXEL TSCHENTSCHER, “Supreme Court und Schweizer. Bundesgericht”, en SIMON et al., Schutz der Verf., op. cit., págs. 187-212, 200. Título VII art. 4 de la Constitución de Cundinamarca de 1811, op. cit. Véase DAVID E. LLINÁS A., Estado indiano, Estado responsable, Bogotá, Ibáñez, 2013, págs. 140-142. Art. 101 de la Constitución federal de México de 1857, op. cit. Véase JOSÉ BARRAGÁN B., Primera ley de amparo de 1861, México, UNAM, 1987, págs. 11 y ss, 66 y ss, 85 y ss; JOSÉ DE J. LÓPEZ, “La jurisprudencia de la Corte y la historia del derecho en México”, en Anuario Mex. de Historia del Derecho, núm. 13, México, UNAM, 2001, págs. 241-254, 245 y ss; ENRIQUE RABELL G., “La inconstitucionalidad de leyes en México”, en SUPREMA CORTE & UNAM (Eds.), La actualidad de la defensa de la constitución, México, SC & UNAM, 1997, págs. 211-244; TANIA VIVAS, “El amparo mexicano y la acción de tutela colombiana”, en revista PJ, núm. 33, Bogotá, UNAL, 2012, págs. 13-66, 26 y ss.
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lombia introdujo el amparo de derechos fundamentales como una medida para revisar actos de los Estados federados (1853-1886)990. Eventualmente, el papel precursor de Hispano-América sorprenda a observadores no familiarizados con la materia, pero el mismo es muy plausible, si se tiene en cuenta la antehistoria del control judicial de la administración pública en el proto-constitucionalismo de los virreinatos americanos de la Monarquía española de los siglos XVI a XVIII991. Dirigiendo la mirada a Europa, el amparo constitucional fue previsto en la Carta de la Iglesia de San Pablo del Imperio Germánico federal de 1849 en forma de “la demanda del ciudadano por la violación de los derechos garantizados en esta constitución”, pero la misma nunca entró completamente en vigor y los restos de las garantías fueron suspendidos por la Federación Germánica en 1851992. Sin embargo, el Estado federado principal de dicho proyecto, el Imperio Austríaco, empezó con el control judicial del respeto de los derechos fundamentales por parte de la Corte Imperial en Viena a partir de 1867993, mientras la Constitución Federal Suiza introdujo, en 1874, el recurso de derecho público que encarnó, de modo similar al ejemplo colombiano, el control federal por el Tribunal Federal en Lausana frente a actos públicos de los Estados federados994. Otro camino hacia un cierto grado de protección de los derechos fundamentales, ascendió en forma del hermano pequeño de la justicia constitucional que tiene en cuenta que toda violación estatal de un derecho constitucional se basa típicamente en un órgano administrativo. Se señala la jurisdicción contencioso-administrativa, creada en varios Estados europeos en la década de 1870, con sentencias protectoras como las prusianas de 1876 y 1882 que defendieron las libertades de reunión y de propiedad995. En general, no sorprende que los inicios europeos del control constitucional ocurrieran en los países centroeuropeos, teniendo en cuenta la antehistoria del control protoconstitucional en el Sacro Imperio Romano de los siglos XVI-XVIII. 990
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Art. 42 núm. 6 de la CP de 1853, op. cit.; art. 50 de la de 1858, op. cit.; art. 72 de la de 1863, op. cit. Comp. GERMÁN LÓPEZ, La justicia constitucional colombiana, Neiva, USCO, 2005, págs. 71 y ss; LAUREANO GÓMEZ, El control constitucional en Colombia, Bucaramanga, Unab, 2001, págs. 79 y s; CARLOS RESTREPO (Ed.), Control de Constitucionalidad, Bogotá, Univ. Externado, 2006, págs. 241 y ss, 285 y ss. Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, págs. 506 y ss. Los EE.UU. adoptaron el modelo en 1871 por el Civil Rights Act (ch. 31, 17 Stat. 13) en forma de la Civil action for deprivation of rights. § 126g de la Verf. des Dt. Reiches de 1849, op. cit. Comp. KÜHNE, Die Reichsverf., op. cit., págs. 197 y ss; NORBERT LÖSING, “La jurisdicción constitucional como contribución al Estado de Derecho”, en WINFRIED HASSEMER (Ed.), La jurisdicción constitucional, Caracas, U. Bello, 2005, págs. 53-104, 74 y s. Se entendió como derechos políticos a todos, menos la propiedad. Véase KURT HELLER, Der Verf.gerichtshof, Viena, Vlg. Österr., 2010, págs. 188 y ss; STOURZH, Schutz d.Verfassung, op. cit., págs. 231 y ss. Art. 113 III de la Bundesverf. der Schweiz de 1874, op. cit. Véase ANDREAS KLEY, “Staatsrechtliche Beschwerde”, en HLS, de 24.2.2012, op. cit.; ANDREA SCHULER, “Die Verf.beschwerde nach schweizer., dt. u. österr. Recht”, en anuario JöR, t. 19, Tübingen, Mohr Siebeck, 1970, págs. 129-199, 134 y ss; TSCHENTSCHER, Supreme Court und BG, op. cit., págs. 201 y ss. Pr. OVG, Stargard, 26.9.1876, en PrOVGE, 1, págs. 347 y ss; ÍD., Kreuzberg, 1882, op. cit. Comp. capítulos III.4.E y V.3.B.b
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El próximo paso significativo consistió en el desarrollo de los tribunales constitucionales especializados, diferenciados de las cortes supremas. El primer ejemplo apareció en 1919 en la República federal de Austria que adoptó la respectiva propuesta presentada por el constitucionalista praguense y vienés HANS KELSEN (1881-1973). En 1921, Checoslovaquia introdujo un tribunal semejante, aunque faltó el amparo iusfundamental del ciudadano. Sin embargo, ambos tuvieron grandes problemas para defenderse del creciente antiliberalismo del interbellum: el checo murió en 1931 y el austríaco tampoco sobrevivió el ascenso del fascismo en el golpe de Estado de 1933. Por eso, la activación tuvo que esperar hasta la posguerra. En ese entonces, debe indicarse la creación de tribunales constitucionales especializados en Austria en 1946, en la República Federal Alemana en 1951, en Italia en 1955, en España y Perú en 1980, en Portugal en 1983, en Bélgica en 1984, en Guatemala en 1985, en Polonia en 1986, en Hungría en 1989, en Colombia en 1991, en Rumania en 1992, en Lituania en 1993, en Ucrania en 1996, en Bolivia en 1998 y en Ecuador en 2008996. En cambio, Francia continuó rechazando el control constitucional, pues en la tradición de la Revolución francesa –que había diseñado la legitimidad democrática como judicialmente incontrolable– se evitó equipar el Consejo Constitucional de 1959 tanto con la potestad de resolver las quejas de los ciudadanos sobre la violación de sus derechos fundamentales como con la facultad del control de normas ya promulgadas. De igual forma, Gran Bretaña se ha abstenido de la apertura al amparo constitucional, reservando la defensa de ciertas libertades civiles a los procesos civiles y penales ordinarios. Hasta la mitad del siglo XX, la justicia constitucional mostró una tendencia pasiva, pues anticipó típicamente las expectativas del respectivo gobierno. De tal manera, las funciones de control se limitaron al disciplinamiento esporádico de Estados federados en manos de la oposición y a asuntos no tan políticos. No obstante, a partir de la década de 1950, se inició en muchos Estados occidentales un cambio significativo del papel de las altas cortes en el equilibrio de poderes, cuando los respectivos magistrados interiorizaron la idea de ser los guardianes de las normas constitucionales frente a violaciones por todo tipo de órgano estatal997. Por ejemplo, la Corte Suprema de los EE.UU. impuso en varias sentencias la igualdad legal frente a la legislación racista de los Estados del sur (1954, 1964, 1967, 1968) y contra la discriminación de la mujer (1971, 1973), despenalizó ciertas formas del aborto (1973) y decidió fácticamente la
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Comp. BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., págs. 201, 223; HELLER, Der VGH, op. cit., págs. 149 y ss, 186 y ss, 208 y ss; WERNER HEUN, Verfassung und Verfassungsgerichtsbarkeit im europ. Vergleich, Tübingen, Mohr S., 2014; JANA OSTERKAMP, Verf.gerichtsbarkeit in der Tschechoslowakei, Fráncfort, Klostermann, 2009; EWALD WIEDERIN, “Der österr. Verf.gerichtshof als Schöpfung H. Kelsens”, en SIMON et al., Schutz der Verfassung, op. cit., págs. 283-306; HORST SÄCKER, Das Bundesverf.gericht, 6ª ed., Bonn, BPB, 2003, págs. 17 y ss; LÓPEZ D., La justicia constitucional colombiana, op. cit., pág. 73 y ss. Según HANS KELSEN, ¿Quien debe ser el defensor de la constitución? Madrid, Tecnos, 1995 (de 1930/1931).
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elección presidencial de 2000998. Con una tendencia análoga, el Tribunal Constitucional de la República Federal Alemana completó la estatalidad social (1951, 1959, 1967, 1992, 1999, 2004, 2010), subrayó el papel esencial de la libertad de opinión en la democracia (1958, 1972, 1984, 1995), ordenó la despatriarcalización del derecho de familia (1959), consolidó la televisión al estilo de la predominancia de lo público, federal y autónomo (desde 1961), definió la Universidad pública social a través del derecho a la admisión y el deber estatal a crear las capacidades solicitadas (1972), fortaleció la autonomía universitaria (1973), ordenó la legislación de aborto según ciertos estándares éticos (1975, 1993), perfiló la auto-determinación informacional de la persona frente a la informática moderna (1983), fortaleció la nueva cultura democrática de las manifestaciones estudiantiles frente a policías socializados pre-democráticamente y descriminalizó las sentadas (1985), disciplinó la financiación de los partidos políticos (1992), prohibió la mayoría de las prácticas policiales de la vigilancia secreta en viviendas privadas (2004), impidió en la legislación antiterrorista la autorización a derribar aviones de pasajeros (2005) y eliminó en el derecho penal el internamiento compulsivo a largo plazo (2011)999. En general, los tribunales constitucionales modernos obligan a las dos otras ramas de poder a anticipar en sus decisiones la probable interpretación de los jueces como la última palabra, juridificando de tal manera la esfera política. De igual forma, llama la atención que los poderes judiciales ganaron la capacidad de juzgar a ex jefes de Estado y de gobierno tiránicos o corruptos. No obstante, en la primera ola, que ocurrió en la caída bélica de las dictaduras nacionalistas de Europa, incluyendo las ejecuciones de QUISLING de Noruega (1945), CIRILO de Bulgaria (1945), SZÁLASI de Hungría (1946), ANTONESCU de Romania (1946) y TISO de Eslovaquia (1947) y la sanción de por vida de PÉTAIN de Francia (1946), no se materializó ninguna nueva autoestima judicial, sino los jueces fueron usados, de modo paralelo a 998
999
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Sentencias 347 US 483 (1954), 349 US 294 (1955); 379 US 241 (1964); 388 US 1 (1967); 392 US 409 (1968); 400 US 542 (1971); 411 US 677 (1973); 410 US 113 (1973); 531 US 98 (2000). Sentencias: BVerfGE 1 (1951), págs. 97 y ss; 9 (1959), págs. 124 y ss; 22 (1967), págs. 180 y ss; 87 (1992), págs. 153 y ss; 100 (1999), págs. 271 y ss; 110 (2004), págs. 412 y ss; 175 (2010), págs. 175 y ss // BVerfGE 7 (1958), págs. 198; 33 (1972), págs. 52 y ss; 66 (1984), págs. 116 y ss; 93 (1995), págs. 266 y ss // BVerfGE 10 (1959), págs. 59 y ss // BVerfGE 12 (1961), págs. 205 y ss; 31 (1971), págs. 314 y ss; 57 (1981), págs. 295 y ss; 73 (1986), págs. 118 y ss; 74 (1987), págs. 297 y ss; 83 (1991), págs. 238 y ss; 87 (1992), págs. 181 y ss; 90 (1994), págs. 60 y ss; 92 (1995), págs. 203 y ss; 97 (1998), págs. 228 y ss; 97 (1998), págs. 298 y ss; 119 (2007), págs. 181 y ss; 121 (2008), págs. 30 y ss // BVerfGE 33 (1972), págs 303 y ss; 35 (1973), págs. 79 y ss // BVerfGE 39 (1975), págs. 1 y ss; 88 (1993), págs. 203 y ss // BVerfGE 69 (1985), págs. 315 y ss; 85 (1992), págs. 264 y ss; 109 (2004), págs. 279 y ss; 115 (2005), págs. 118 y ss. Comp. EISENHARDT, Dt. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 452 y ss; HÄBERLE, El Estado constitucional, op. cit., págs. 282 y ss; ÍD., “Das Bundesverf.gericht”, en PETER BADURA et al. (Eds.), FS 50 Jahre BVerfG, t. 1, Tübingen, Mohr S., 2001, págs. 311 y ss; HEUN, The Constitution of Germany, op. cit., págs. 167 y ss; CHRISTIAN RATH, Der Schiedsrichterstaat, Bonn, BPB, 2013; SÄCKER, Das BVerfG, op. cit., págs. 17 y ss, 101 y ss; SCHMIDT, Political institutions, op. cit., págs. 117 y ss; STOLLEIS, Geschichte des öffentl. Rechts, t. 4, op. cit., págs. 145 y ss, 216 y ss; HANS VORLÄNDER, “Regiert Karlsruhe mit?” & UWE WESEL, “Recht, Gerechtigkeit u. Rechtsstaat im Wandel”, ambos en revista APuZ, núm. 35-36, Bonn, BPB, 2011, págs. 15-23, 41-47, 45 y ss.
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los juicios aliados en Núremberg y Tokio, como un anexo de la coalición triunfadora para subrayar la ilegitimidad del proyecto histórico vencido. En formas menos dependientes, surgió desde la década de 1970 la justicia transicional, cuando tribunales de Estados constitucionales (re)activados condenaron a anteriores autócratas como PAPADOPOULOS de Grecia (1975), VIDELA de Argentina (1985), HONECKER de la RD Alemana (1992), KRENZ del mismo Estado (1997), FUJIMORI de Perú (2009) y BORDABERRY de Uruguay (2010). Sin embargo, en el ejemplo de la unificación alemana todos los jueces vinieron de la una Alemania y todos los condenados de la élite de la otra, la comunista, de modo que surgió otra vez la tendencia de ajustar simbólicamente cuentas a un modelo estatal alternativo fracasado. El objetivo consistió menos en otorgar justicia neutral y más en crear una opinión pública favorable para el modelo demo-liberal naciente. Los críticos se enfocaron en tres argumentos: primero, para establecer el Estado de Derecho, sus protagonistas sacrificaron su principio clave de la prohibición de la retroactividad; segundo, se redujo la complejidad y fatalidad de las grandes dinámicas de la historia política a una especie de mafianovela dicotómica entre victimarios y víctimas, extendiendo el modelo penal –creado para sancionar violaciones interpersonales cotidianas– al metanivel de la gran dinámica histórica que es más un asunto de evaluación científica de los historiadores; tercero, las superpotencias detrás de los autócratas nacionales quedaron fuera del alcance de este manejo del pasado1000. De todas maneras, sin contexto de transición política pueden añadirse varios juicios de corrupción contra ex gobernantes como los de ALEMÁN en Nicaragua (2002), CHIRAC de Francia (2011) y BERLUSCONI de Italia (2012, 2013), mientras KOHL de Alemania alcanzó el levantamiento de su juicio de desfalco por un pago voluntario anticipado a la tesorería (2001)1001. Nada de esto hubiera sido posible en el antiguo régimen, donde el jefe de Estado había ocupado el papel del juez supremo. Los críticos del ascenso de la tercera rama hablan del activismo judicial, los partidiarios del garantismo. De todos modos, el Estado moderno confía varias de sus decisiones más políticas a una especie de consejo de los sabios, lo que significa un elemento aristocrático en el modelo estatal de la tercera transformación básica. La legitimidad democrática del guardián de la constitución es solamente indirecta, otorgado por el poder constituyente y por la confianza que el pueblo expresa a los jueces, pues la percepción de sus 1000
1001
RONALD GAMARRA, Juzgar a un jefe de Estado, Lima, Coord. Nacional de Ddhh, 2010; JOHN LAUGHLAND, History of Political Trials, Oxford, Lang, 2008, págs. 77 y ss, 91 y ss, 119 y ss, 175 y ss, 195 y ss; RUTI G. TEITEL, “Transitional Justice Genealogy”, en revista HHRJ, núm. 16, Cambridge, Harvard Univ. Press, 2003, págs. 69-94; UWE WESEL, Ein Staat vor Gericht, Fráncfort, Eichborn, 1994; ÍD., Geschichte des Rechts, F/ G, op. cit., págs. 580 y ss. Red. SÜDDEUTSCHE, “Korruptionsprozess”, en periódico Süddeutsche Zeitung, de 15.12.2011, http:// www.sueddeutsche.de/politik/korruptionsprozess-gericht-spricht-frankreichs-ex-praesident-chirac-schuldig-1.1235384 (5.1.2018); HANS-J. SCHLAMP, “Hausarrest oder Sozialarbeit”, en revista Der Spiegel, de 8.4.2014, http://www.spiegel.de/politik/ausland/berlusconi-hausarrest-oder-sozialarbeit-fuer-italiens-ex-premier-a-963084. html (5.1.2018); LG BONN, Resolucion de 28.2.2001 (caso Kohl), ed. por JURAWELT, http://www.jurawelt. com/gerichtsurteile/strafrecht/lg/1362 (5.1.2018).
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decisiones equilibradas sin intereses partidarios ni enriquecimientos corruptivos, los deja aparecer como los sucesores colectivos del mito milenario de los buenos Reyesjueces por encima del mar revuelto de lo banal de la cotidianeidad. En la experiencia de la mayor parte de los Estados, las cortes se han perfilado como las instituciones más confiables, pues los procedimientos, la ponderación cuidadosa, el racionalismo de argumentación y la ética profesional se integran a un estilo consistente que protege eficazmente a los derechos fundamentales y humanos. C)
DE LA PERSPECTIVA DE LOS TRES PODERES A LA DE LAS SEIS FUNCIONES
En contra de la teoría predominante, también es viable describir los modelos de la separación de poderes de la tercera transformación básica por la antigua teoría neo-aristotélica de la constitución mixta: partiendo de la suposición de la imposibilidad de realizar formas puras de la monarquía, aristocracia y democracia, parece útil identificar las mezclas concretas entre los elementos monocráticos –en forma de los Presidentes, cancilleres y primeros ministros del ejecutivo–, los elementos aristocráticos –en forma de las cortes supremas y tribunales constitucionales–, los elementos demo-oligárquicos –en forma de los Congresos y parlamentos–, así como los elementos democráticos – en el cuarto poder electoral que no se perfiló en la teoría fundadora–1002. Esta perspectiva contradice el paradigma de la democracia pura en los regímenes constitucionales modernos. Precisamente, el politólogo suizo RIKLIN propone caracterizar el Estado de la tercera transformación básica por seis funciones claves, repartidos cada vez entre varios órganos1003: la función electiva: primariamente en manos de la ciudadanía y secundariamente del parlamento y del gobierno; la función de liderazgo: en manos del gobierno y del parlamento; la función de la política exterior: en manos del gobierno y del parlamento; la función de la legislación: primariamente en manos del parlamento y secundariamente del gobierno, de la administración pública y de la justicia constitucional; la función de la ejecución: primariamente en manos del gobierno con la administración pública y secundariamente del parlamento en cuanto a tareas de control; la función judicial: primariamente en manos de las cortes de justicia y –respecto a la elección de jueces, el impeachment, los indultos y amnistías– del gobierno y/o parlamento. 1002
1003
296
Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 334 y ss; RIKLIN, Machtteilung, op. cit., págs. 401 y ss; DOLPH STERNBERGER, “Die neue Politie”, en anuario JöR, NF, t. 33, Tübingen, Mohr, 1984, págs. 1-40. RIKLIN, Machtteilung, op. cit., pág. 422.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
2. LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA: DE LA LEGITIMACIÓN CELESTIAL A LA LEGITIMACIÓN POPULAR DE PODER A)
LA SOBERANÍA POPULAR
Mientras el antiguo régimen había legitimado el poder público desde el cielo y la cima monárquica del Estado, la tercera transformación básica empezó a legitimar el poder político desde abajo, enfocándose en los constructos de la soberanía popular o nacional, aplicada originariamente a través de la asamblea constituyente como pouvoir constituant1004 y, después, de modo cíclico por la transmisión del poder a representantes del pueblo. El Estado hispanoamericano de la Nueva Granada, por ejemplo, se definió en 1853 como una “República democrática libre” constituida “por autoridad del Pueblo”. Del mismo modo, México se identificó en su constitución de 1857 como una “República representativa, democrática, federal”, cuya “soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo”. La Nueva Granada describió su soberano en la constitución de 1832 de modo contractualista, compuesto “de todos los granadinos reunidos bajo de un mismo pacto de asociación política para su común utilidad”1005. En el sentido estricto, el término democracia significa un modo de legitimación del poder estatal, combinado con ciertas facultades del pueblo, en particular elegir a sus representantes1006. No obstante la palabra ha sido tanto un éxito que muchos políticos, publicistas y el hombre común la usan como un sinónimo para el modelo de Estado de la tercera transformación como tal. Se trata de una convención lingüística que contiene una afirmación: la negación de la mezcla aristotélica de las formas del Estado en beneficio de la supuesta pureza de una de estas. Sin embargo, medida en las realidades políticas, la democracia pura es del mismo modo una ficción dogmática como la anterior de la monarquía pura de JEAN BODIN1007. Aunque esta ‘democracia’ designa más derechos al pueblo que todas las anteriores formas de gobierno, los mismos quedan en su diseño y alcance concreto muy lejanos de los atributos absolutos de la teoría de soberanía; más bien, en perspectiva realista, se puede hablar de la soberanía estatal o posiblemente también de la soberanía constitucional1008. En su patrón de justificación, la democracia ilustrada reclamó un carácter universal a través de la figura del derecho natural y, para subrayar dicha universalidad en términos de tiempo, se construyó un patrón de narración que buscó el origen en un pasado lejano, presentando solemnemente un arco de más de 2.500 años desde las poleis griegas de la 1004 1005
1006 1007 1008
NARANJO, Teoría const., op. cit., págs. 362 y ss; SCHÖBENER & K., Allg. Staatslehre, op. cit., págs. 180 y s. Preámbulo y art. 1 de la CP de la N. Granada de 1853, op. cit.; arts. 39-40 de la CF de México de 1857, op. cit.; art. 5 de la CP de la N. Granada de 1832, en MARQUARDT, Bicentenario, op. cit., págs. 875 y ss. KRIELE, Einführung in die Staatslehre, op. cit., pág. 276. STERNBERGER, Die neue Politie, op. cit., págs. 1-40. MATTHIAS EBERL, Verfassung und Richterspruch, Berlín, De Gruyter, 2006, págs. 348 y ss.
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antigüedad mediterránea, pasando por la ciudad-Estado de Roma y otros casos, hasta la introducción de la república ilustrada a partir de 1776. Especialmente, las revoluciones ilustradas en las Américas, se vistieron con un traje greco y romanocéntrico1009. No obstante, se trata de un constructo ahistórico y mitologizante que ignora tanto la discontinuidad histórica como la diferencia sistémica entre ciudades-Estado preilustradas y democracias territoriales, entre oligarquías directas de pocos y democracias representativas con un sufragio amplio. Hay que recordar que la soberanía popular del Estado Nación se fundamentó en el nuevo tipo socio-cultural de la sociedad de masas individualizada y negó, de tal manera, el tradicional Estado agrario con su estructura segmentaria y orden estamental hereditario. En este espíritu, por ejemplo la constitución de la Nueva Granada de 1853 declaró: “no deb[e] ser reconocida ninguna distinción proveniente del nacimiento, de título nobiliario, […] fuero o clase”. Según el mandamiento ilustrado de “la igualdad de todos los derechos individuales”, no pudo existir ningún tratamiento público diferente al del nacional o ciudadano1010. B)
LA DEMOCRACIA ELECTIVA Y EL CAMINO LARGO AL SUFRAGIO UNIVERSAL
Es preciso subrayar que la soberanía popular del republicanismo ilustrado no significó ningún autogobierno del pueblo, el cual resulta impensable en democracias supralocales, sino más bien se modeló, bajo el espíritu del teórico francés EMMANUEL JOSEPH SIEYÈS (1748-1836), un sistema popular representativo, es decir, primordialmente una democracia electoral, circunscrita en la Constitución de Colombia de 1821 de modo restrictivo: “El Pueblo no ejercerá por si mismo otras atribuciones de la Soberanía que la de las elecciones primarias”, lo que la carta neogranadina del alto liberalismo andino de 1853 describió de forma más optimista en términos de la delegación del poder legislativo, ejecutivo y judicial por parte del pueblo1011. Es preciso advertir que la representación del pueblo soberano se realizará, en su articulación llamada la originaria, bajo la forma de un pouvoir constituant por el envío de diputados elegidos a una asamblea constituyente y, de manera regular, a través de las elecciones cíclicas, por medio de las cuales se transmitió la legitimación para el desempeño del poder estatal de forma temporal, según el principio mayoritario. En ello, el Estado republicano del siglo XIX estableció la elección popular directa o indirecta del Congreso y del Presidente, pero solo excep1009
1010
1011
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Sobre la adopción de la antigüedad: GEORGES LOMNÉ, “Invención estética y revolución política”, en MARÍA T. CALDERÓN et al. (Eds.), Las revoluciones en el Mundo Atlántico, Bogotá, Univ. Externado, 2006, págs. 100-120. Véase también HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., págs. 55 y ss. Art. 5 núm. 10 de la CP de la Nueva Granada de 1853, op. cit. Al respecto: BENITO ALÁEZ, Nacionalidad, ciudadanía y democracia, Madrid, CEPC, 2006, págs. 33 y ss; ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., págs. 113 y ss. Art. 10 de la Constitución de Colombia de 1821, ed. por MARQUARDT, El bicentenario, op. cit., págs. 645714. “Delega el poder” en arts. 16, 26 y 41 de la CP de la Nueva Granada de 1853, op. cit.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
cionalmente de los jueces supremos1012. Lo cíclico de la transmisión del poder público constituyó una fuerte ruptura con el principio dinástico de las civilizaciones agrarias de los últimos cinco milenios, en las que había dominado el cargo vitalicio y hereditario de los Reyes y de los miembros nobles de las asambleas estamentales1013. En las constituciones americanas y europeas de los primeros decenios de la gran transformación (1776-1847), todavía no existía ningún sufragio completamente individualizado para todos los nacionales adultos. Después del fracaso inmediato de los primeros intentos franceses de la universalización del voto en la constitución jacobina nunca válida de 17931014, la primera mitad del siglo XIX estuvo todavía caracterizada por conceptos pre-industriales, en las que la casa completa con capacidades a sostenerse –la del latifundista, comerciante, jurista, funcionario, artesano y campesino– era pensada como la célula básica de la sociedad y del Estado bajo la representación exclusiva por el respectivo pater familias. En este sentido, para la elección de los órganos representativos del pueblo las constituciones de Colombia de 1821 y de Chile de 1833, instauraron un sufragio calificado de los padres de familia con capacidad de subsistencia y de los intelectuales1015. A pesar de toda la retórica democrática, el Estado ilustrado de las primeras generaciones fue prácticamente una república de la pequeña minoría burguesa bajo inclusión de las antiguas élites a la clase comercial y jurídica ahora dominante. La subsiguiente historia puede ser entendida como la de la realización paulatina de la profecía democrática por la individualización y universalización del sufragio, entregando el voto paso a paso a los jóvenes (hijos mayores de edad), dependientes (ex esclavos, sirvientes, obreros), minorías (p. ej. judíos) y mujeres. Entre los protagonistas del sufragio universal masculino, hay que indicar las repúblicas hispanoamericanas de Colombia (1853-1886), México (1857) y Venezuela (1858-1904). En Europa se puede aludir a Suiza en el papel de precursor según la constitución federal de 1848. Sin embargo, la regla general del sufragio universal masculino suizo quedo perforada, pues hasta 1879 se permitió la exclusión de los judíos y, hasta 1915, se toleró el censo tributario de algunos cantones que pretendieron excluir a los más pobres1016. En cambio, cuando el Reino de Prusia estableció por la constitución de 1850 una cámara popular de diputados, se manejó el acceso a través de un sufragio de tres clases, que dependió de la capacidad de pagar impuestos y privilegió, hasta 1918, al sector latifundista e industrial. Los efectos fueron notables: en el círculo electoral de la ciudad 1012 1013 1014 1015 1016
P. ej. en el art. 13 de la CP de la Nueva Granada de 1853, op. cit. Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 84 y ss. Acte constitutionnel de la République Française de 1793, op. cit., págs. 95-104. Al respecto: SAMUEL VALENZUELA, Democratización vía reforma, Buenos Aires, IDES, 1985, pág. 11. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 220 y ss; TOMAS POLEDNA, “Stimm- und Wahlrecht”, en HLS, de 6.8.2014, op. cit.
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industrial de Essen, el voto del gran armero ALFRED KRUPP (1812-1887), único elector de su clase, tenía el mismo valor que el de todos sus obreros juntos, quienes eran considerados sufragantes de tercera clase1017. Este modelo predemocrático fue copiado, en 1873, por el Imperio Austríaco con cuatro clases (hasta 1907)1018, así como por el Principado de Lippe en 1876 y por el Reino de Sajonia en 1898, aunque este último lo sustituyó, en 1909, por otro sufragio predemocrático, el de múltiples votos, que entregó votos adicionales a los ricos, educados y ancianos. En ese entonces, tampoco fue universal e igual el sufragio de los hombres adultos en los Reinos de Baviera, Bélgica, Dinamarca, Gran Bretaña, Hungría, Italia, Noruega, Países Bajos, Portugal, Rumania y Suecia1019. Hasta 1861, los súbditos del Reino borbón de las dos Sicilia no dispusieron de ningún sufragio y, hasta 1870, sucedió lo mismo con aquellos de los Estados Pontificios, mientras Rusia renunció al sufragio hasta 1906. Por su parte, el Estado políticamente menos moderno de Europa, el Gran Ducado de Mecklemburgo en el mar Báltico, dominado según el Acuerdo hereditario de 1755 por terratenientes nobles sin tendencias hacia la transformación industrial, no conoció ningún sufragio del pueblo hasta finales de la Primera Guerra Mundial en 19181020. Cabe destacar que en los parlamentos europeos del largo siglo XIX, las cámaras populares elegidas fueron nada más que las segundas cámaras al lado de un cuerpo prioritario no democrático. La primera cámara del sistema bicameral, se orientó en las asambleas estamentales del proto-constitucionalismo del antiguo régimen bajo modificaciones graduales, expresando un perfil noble, vitalicio, hereditario, latifundista, corporativista, designado, monarquista y conservador. Entran a este grupo: la Cámara de los Pares y el Senado de Francia (1814-1848, 1852-1870), la Primera Cámara de los Países Bajos (1815-1917), el Consejo imperial de Baviera (1818-1918), la Primera Cámara de la Dieta de Wurtemberg (1819-1918), la Cámara de los Pares de las Cortes de Portugal (1826-1910), la Primera Cámara de Sajonia (1831-1918), el Senado belga (1831-1921), el Senado de las Cortes españolas (1834/1837-1923), el Senato del Regno de Cerdeña-Piamonte e Italia (1848/ 1860-1922), el Lansting danés (1849-1915), la Cámara de los Señores de Prusia (18501918), el Senado rumano (1859-1940), la Cámara de los Señores de Austria (1861-1918), la Cámara de los Magnates de Hungría (1865-1918), el Consejo de Estado ruso (1906-1917), 1017
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Art. 71 de la Verf.urkunde für den Preuß. Staat de 1850, en Pr. GS 1850, págs. 17-35. Comp. FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 183 y ss; GRIMM, Verf.geschichte, op. cit., pág. 214; WERNER HEUN, “El principio monárquico y el constitucionalismo alemán del siglo XIX”, en rev. Fundamentos, núm. 2, Oviedo, JPPA, 2000, págs. 559-586, 583; DIETER NOHLEN, Sistemas electorales y partidos políticos, México, FCE, 1994, pág. 25; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 199 y ss. BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., págs. 159 y s. Véase ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., págs. 113 y ss; BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., pág. 160; FENSKE, Verf.staat, op. cit., págs. 390, 422, 427 y s; HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., págs. 234 y ss; REINHARD, Geschichte Staatsgewalt, op. cit., págs. 431 y ss; SCHMIDT, Demokratietheorien, op. cit., págs. 390 y ss; WASSON, A History of Modern Britain, op. cit., págs. 166, 248. NOLTE, Kl. Geschichte Russlands, op. cit., págs. 155 y ss; SERVICE, Modern Russia, op. cit., pág. 15; BERND KASTEN et al., Die Großherzöge von Mecklenburg-S., Rostock, Hinstorff, 2015, págs. 9 y s, 33, 106 y ss.
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así como la Casa de los Nobles sueca –que, a pesar de las limitaciones de 1866, continuó existiendo como una entidad pública hasta 2003– y la Cámara de los Lores británica – que existe hasta hoy, aunque a partir de la reforma de 1911 con funciones cada vez más limitadas–1021. La etapa principal de la imposición del sufragio universal masculino, ocurrió entre la introducción en el Imperio Austríaco en 1907 y la adopción sueca en 19211022, es decir, en el ámbito de la cuarta ola de transformación. En cambio, llama la atención la lentitud de la democratización del sufragio en dos puntos de partida de la transformación ilustrada, pues en los EE.UU. se excluyó continuamente, hasta el Voting Rights Act de 1965, a través de una variedad de discriminaciones racistas, aproximadamente al 13% de la población, especialmente a los americanos de origen africano en los Estados del sur1023, mientras Francia excluyó, hasta la Loi Lamine Guèye de 1946, según criterios 1021
1022
1023
P. ej. art. 24 y ss de la Charte Constitutionelle francesa de 1814, op. cit.; tít. IV de la Constitution francesa de 1852, ed. por CONSEIL CONSTITUTIONNEL, Les Constitutions de la France, op. cit.; art. 55 de la Grondwet voor het Koninkrijk der Nederlanden de 1815, op. cit.; art. VI 2 de la Verf.-Urkunde des Kgr. Baiern de 1818, ed. por HEUN, German Constitutional Documents, B, op. cit., págs. 15-120; art. 129 de la Verf.-Urkunde für das Kgr. Württemberg de 1819, ed. por HEUN, German Constitutional Documents, S- W, op. cit., págs. 277-301; art. 39 de la CP da Monarchia Portugueza de 1826 ed. por ÁLVAREZ et al., Constitutional documents, op. cit., págs. 109-124; tít. II de la Constitution de la Belgique de 1831, op. cit.; art. 63 de la Verf. urkunde des Kgr. Sachsen de 1831, ed. por HEUN, German Constitutional Documents, N-S, op. cit., págs. 153178; tít. III de las Constituciones de la Monarquía española de 1837, 1845 y 1876, ed. por ÁLVAREZ et al., Constitutional documents, op. cit., págs. 399-406, 461-474, 493-500; art. 33 del Statuto e Legge fondamentale di Carlo A., Re di Sardegna de 1848, ed. por JOERG LUTHER (Ed.), Constitutional Documents of Italy and Malta 1787-1850, M.-V., Berlín, De Gruyter, 2010, págs. 249-262; art. 39 de la Danmarks Riges Grundlov de 1849, ed. por THOMAS RIIS et al. (Eds.), Constitutional Documents of Denmark, Norway and Sweden 1809-1849, Múnich, Saur, 2008, págs. 57-65; art. 65 de la Verf.urkunde für den Preuß. Staat de 1850, op. cit.; art. 2 y ss de la GG über die Reichsvertretung austríaca de 1861/1867; etc. Comp. HEUN, La estructura del constitucionalismo alemán del siglo XIX, op. cit., pág. 54; ÍD., El principio monárquico, op. cit., pág. 583; GISELA RIESCHER et al., 2. Kammern, 2a ed., Múnich, Oldenbourg, 2010, págs. 267 y ss, 389 y ss, 407 y ss, 469 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 236 y ss. Antes: los Reino de Grecia en 1877 y de España en 1890. Siguieron los Reinos de Suecia en 1911, de Italia en 1912 y de Dinamarca en 1915. Comp. ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., págs. 113 y ss; BERNECKER, España entre tradición y modernidad, op. cit., pág. 146; BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., pág. 160; FENSKE, Verf.staat, op. cit., págs. 390, 422, 427 y s; HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., págs. 234 y ss; BO LIDEGAARD, A Short History of Denmark, Copenhague, Gyldendal, 2009, págs. 67 y s; REINHARD, Geschichte Staatsgewalt, op. cit., págs. 431 y ss; SCHMIDT, Demokratietheorien, op. cit., págs. 390 y ss; SOLÉ & A., Constituciones y períodos constituyentes, op. cit., pág. 83; WASSON, Modern Britain, op. cit., págs. 166, 248; WOLLER, Geschichte Italiens, op. cit., págs. 37 y s. Voting Rights Act de 1965, An Act to enforce the 15th Amendment to the Constitution of the US, ed. por YALE LAW SCHOOL, The Avalon Project, op. cit. Hasta entonces, la Enmienda XV a la constitución de 1870 (ed. por NAT. ARCHIVES (Ed.), Constitution of the US, Amendments 11-27, op. cit.), no ganó ninguna realidad, sino que su espíritu fue negado por los Estados federados del sur, que evitaron la colisión directa con la norma suprema que prohibió discriminaciones racistas, introduciendo requisitos más indirectas –p. ej. la alfabetización– que tuvieron los mismos efectos de excluir a los negros. Véase: BERKIN et al., Making America, op. cit., págs. 461, 670, 679; DIPPEL, Geschichte USA, op. cit., pág. 64; EGON FLAIG, Weltgeschichte der Sklaverei, Múnich, Beck, 2009, págs. 209 y s; FRIEDMAN, A History of
301
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
religiosos, a la amplia población musulmana de sus tres departamentos transmediterráneos en Argelia, que no fueron consideradas colonias, sino que encarnaron partes integrales del Estado francés entre 1848 y 19621024. En muchos Estados del siglo XIX, las prácticas electivas mostraron elementos de la dirección manipulativa sin verdadera libertad de los no burgueses, pues se caracterizaron por fenómenos clientelistas de la compra de votos por parte de los líderes de la respectiva clase política, compuesta por políticos, juristas, industriales y terratenientes. El Reino de Gran Bretaña reaccionó con el Act for the Better Prevention of Corrupt and Illegal Practices at Parliamentary Elections de 1883, pero hubo que esperar el siglo XX para que estas costumbres desaparecieron de la multitud de las esferas locales1025. Img. 93: Crítica satírica de 1867 sobre la calidad electoral en tres países: las elecciones violentas en EE.UU., las elecciones alcoholizadas de Gran Bretaña y las elecciones sobre-disciplinadas de las clases altas de Prusia1026
La siguiente tabla 7 intenta dar un panorama de la democratización electoral, estructurando las reformas de modo cronológico según el orden de la introducción del sufragio universal masculino. En esta, se cuentan como fases sin sufragio también las fases de dictaduras consolidadas, en las cuales el sufragio continuó teóricamente, pero no tuvo ninguna relevancia en la dirección democrática del Estado. De modo comparativo, se mencione también la adopción del sufragio femenino, pero no en el sentido de cuando las primeras mujeres pudieron votar, sino con el mismo enfoque de la universalización en el grupo de todas las mujeres adultas:
1024
1025
1026
302
American Law, op. cit., págs. 505 y ss; KLEY, Verf.geschichte, op. cit., págs. 101 y s; LOEWENSTEIN, Verf. lehre, op. cit., págs. 276 y s; NAPOLITANO, Dred Scott’s Revenge, op. cit., págs. 120 y ss. “À partir du 1er juin 1946, tous les ressortissants des territoires d’outre-mer (Algérie comprise) ont la qualité de citoyen, au même titre que les nationaux français de la métropole et des territoires d’outre-mer. Des lois particulières établiront les conditions dans lesquelles ils exerceront leurs droits de citoyens”; Loi N° 46-940 du 7 mai 1946, tendant à proclamer citoyens tous les ressortissants des territoires d’outre-mer, ed. por JEAN P. MAURY (Ed.), Grandes lois de la République, Perpignan, Université, 2010, http:// mjp.univ-perp.fr/france/loi1946-940.htm (5.1.2018). An Act for the Better Prevention of Corrupt and Illegal Practices at Parliamentary Elections de 1883, 46 & 47 Vict. c.51. Siguió el Parliamentary Elections Corrupt Practices Act de 1885, 48 & 49 Vict. c. 56. Comp. CHANG, Bad Samaritans, op. cit., pág. 148. De la revista Kladderadatsch, de 13.1.1867.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
LA UNIVERSALIZACIÓN DEL SUFRAGIO (1848 - 2018) Estados europeos
Estados neo-europeos
3ª fase: desde 1945
2ª fase: 1900 - 1921 (hombres)
1ª fase: 1848 - 1900 (hombres)
Suiza
Sufragio universal masculino
Sufragio universal femenino
1848
1971 (1990 en Appenzell)
Colombia
1853-1886, 1936
(1853-1854 Vélez), 1954
México
1857
1953
Argentina
1857-1955, 1983
1947-1955, 1983
Venezuela
1858-1904, 1947
1947
(1849), 1869-1933, 1949
1918-1933, 1949
1877-1936, 1946-1967, 1974
1952-1967, 1974
1879
1893
España
(1869), 1890-1923, 19311939, 1977
1931-1939, 1977
Noruega
1898
1913
Austria
1907-1934, 1945
1918-1934, 1945
Portugal
1911-1926, 1976
1976
Suecia
1911
1921
Italia
1912-1922, 1946
1946
Alemania (Federación) Grecia Nueva Zelanda
Costa Rica
1913
1949
Dinamarca
1915
1915
Países Bajos
1917
1919
Uruguay
1918-1973, 1985
1932-1973, 1985
Gran Bretaña
1918
1928
Bélgica
1919
1948
Francia
1946 (1870-1940 cristianos y judíos)
1946
Bolivia
1952
1952
Australia
1962 aborígenes (desde 1856 blancos en algunos Estados, desde 1901 en la unión)
1962 aborígenes (desde 1894 blancas en algunos Estados, desde 1902 en la unión)
Estados Unidos de América
1965 Voting Rights Act (en 1924 indígenas, en 1943 sino-americanos)
1965 (en 1920 las mujeres blancas)
Chile
1970-1973, 1989
1970-1973, 1989
Perú
1979
1979
Brasil
1985
1985
Tabla 7
La universalización completa tuvo que incluir a las mujeres. Esta ampliación se dio en dos olas principales: los Estados europeos y americanos con idiomas germánicos lo hicieron normalmente entre 1913 y 1920, mientras los Estados con idiomas romances, 303
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
tradiciones del derecho civil napoleónico y un perfil católico siguieron principalmente entre 1946 y 19761027, aunque esta regla nunca fue estricta, pues el último cantón suizo de habla alemana –Appenzell– no fue dispuesto a abrirse antes de 19901028. Otra extensión consistió en la inclusión de los adolecentes al sufragio activo, pues a partir de la década de 1970, todos los Estados bajaron la edad mínima de 21 a 18 años y algunos incluso a 16 años. En 1985, Brasil terminó como uno de los últimos países occidentales con la exclusión de los analfabetos. También se cayeron las exclusiones racistas de las poblaciones no euro-descendientes entre Australia en 1962 y Sudáfrica en 19941029. En términos estrictos, Francia no fue una democracia electoral completa antes de 1946, los EE.UU. no antes de 1965 y Suiza no antes de 1990. De igual forma, en Europa y América Latina se democratizó el derecho electoral por la introducción de la representación proporcional en vez del escrutinio mayoritario uninominal. Además, la democracia electoral se intensificó, a partir de 1950, por el ascenso tecnológico de la televisión masiva y la entrada de los debates políticos a las salas de estar de los electores. Sin embargo, con las grandes migraciones transnacionales de la segunda mitad del siglo XX, motivadas por las disparidades de desarrollo en el mundo, se formó otra vez un grupo sin derechos políticos –los inmigrantes residentes sin nacionalización– lo que significa que, en 2010, el 22% de los habitantes suizos no tiene voto, el 12,3% de los de España, el 8,7% de los de Alemania y el 7% de los de Gran Bretaña1030. También vuelven a veces los espíritus excluyentes del nacionalismo, en particular en Estonia, Letonia y Lituania, que han excluido, a partir de 1991, partes sustanciales de su población del voto mediante la figura de la no ciudadanía, aplicada a la gran minoría rusa, lo que afectó originalmente el 27% del pueblo residente de Letonia y, en la actualidad, todavía el 12%1031. C)
EL ESTADO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
En la estatalidad electoral se formaron por lo menos dos partidos políticos que compitieron por el acceso a las instituciones. Por eso, la bibliografía habla también del Estado de partidos1032. Originalmente las respectivas élites con intereses políticos se orga1027 1028 1029 1030
1031
1032
304
Véase MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 513 y ss. PAHUD, Rechtsgeschichte CH, op. cit., pág. 248. Liechtenstein introdujo el voto femenino en 1984. HAGEMANN, Australien, op. cit., págs. 80 y ss; ÍD., Südafrika, op. cit., págs. 97 y ss. Voto nacional. Comp. KATYA VASILEVA, “6,5% of the EU population are foreigners and 9,4% are born abroad”, en Eurostat, Statistics in Focus, núm. 34, Luxemburgo, Eurostat, 2011, pág. 2. Estadística gubernamental, http://www.pmlp.gov.lv/lv/assets/documents/statistika/IRD2016/ISVP_Latvija_ pec_VPD.pdf (5.1.2018); VLADIMIRS BUZAJEVS et al., Citizens of a Non-Existent State, 2a ed., Riga, Latvian Human Rights Committee, 2011, págs. 3 y ss. Comp. EVERHARD HOLTMANN, Der Parteienstaat in Deutschland, 2a ed., Bonn BPB, 2017, págs. 13 y ss; SCHMIDT, Demokratietheorien, op. cit., págs. 356 y ss; KIELMANSEGG, Freiheit, op. cit., págs. 71 y ss.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
nizaron bipolarmente en las ramas liberal y conservadora. La primera fue más idealistas en el espíritu de la Ilustración política con una percepción humana optimista y enfoques orientados a la liberalización progresiva de la sociedad a su punto máximo, el iusfundamentalismo amplio, el Estado delgado, el federalismo y el laicismo, mientras la segunda se presentó más reservada en el sentido del buen orden con una percepción humana más pesimista, que sostenía elementos del orden socio-legal del antiguo régimen, de los limites a los derechos fundamentales, del Estado Nación sólido, del unitarismo y, retomando la identidad clave del antiguo régimen, del confesionalismo. En este marco, los gobiernos británicos fluctuaron de 1858 y 1924 entre los partidos conservador y liberal bajo una ventaja liberal, así como los Presidentes estadounidenses oscilaron, de 1861 a 1933, entre los republicanos conservadores y los demócratas liberales bajo una ventaja conservadora. En cambio, Suiza fue dominado durante casi cien años (1848-1943) por un partido de tipo liberal, llamado Partido Radical Democrático1033 y constituye, de tal manera, el récord mundial en la permanencia no competitiva. En una dimensión semejante, todos los Presidentes de Uruguay, de 1865 a 1959, fueron miembros del liberal Partido Colorado (94 años)1034; en Costa Rica hubo una hegemonía liberal de 1835 a 1890 (55 años), en Honduras de 1847 a 1903 (56 años), en México de 1855 a 1911 (56 años)1035 y, en Colombia, se cuenta los decenios de 1849 a 1886 como la era liberal (37 años)1036. En los partidos políticos del largo siglo XIX, se organizaron típicamente los letrados y económicamente potentados, es decir, la nueva clase política de los honorables burgueses, precisamente los funcionarios públicos directivos, jueces, abogados, profesores universitarios, maestros, altos militares, médicos, grandes agricultores y empresarios. Como instancias de mediación y de filtro entre el Estado y la sociedad, estos realizaron por medio de la designación de los candidatos una selección previa de los elegibles y depuraron contenidos indeseados. Para el ascenso al liderazgo dentro del partido, fue decisiva una mezcla entre mérito, carisma y patronazgo. A partir de las revoluciones sociales de 1917-1919, empezó el descenso de los partidos liberales, mientras ascendieron nuevos partidos con un enfoque social, tanto en forma de los socialdemócratas como en la de su hermano confesional de los cristianodemócratas. Ambos se organizaron mucho más al estilo de partidos populares, basados en una amplia afiliación de varias clases sociales1037, aunque formaron también una 1033
1034 1035
1036 1037
En alemán: Freisinnig-Demokratische Partei. Hasta 1891, todos los 7 miembros de la jefatura colectiva del Bundesrat fueron liberales; hasta 1919, 6; hasta 1929, 5; y hasta 1943, 4; HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., pág. 345; DANIEL V. MOSER-L., “FDP”, en HLS, op. cit. ARTEAGA, Breve historia contemporánea del Uruguay, op. cit., págs. 81 y ss. Solo se tiene en cuenta la línea oficial de la legitimidad, de tal modo que no se incluye el contra-gobierno del llamado emperador MAXIMILIANO de Habsburgo. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 227 y ss. P. ej., en la actualidad alemana tanto el Partido Socialdemócrata como la Unión Demócrata Cristiana tienen aprox. 435 mil miembros; https://bundestagswahl-2017.com/parteien/ (5.1.2018).
305
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
élite funcional y filtraron los contenidos promovidos. Los antiguos partidos liberales sobrevivieron, donde se transformaron fácticamente en partidos socialdemócratas, así en la década de 1930 en Colombia y EE.UU. En Gran Bretaña, hubo a partir de 1924, en vez del ping-pong conservador-liberal, cambios frecuentes entre los conservadores y el Partido Laboral con los primeros en el 60% de los años gubernamentales. A partir de 1949 fue similar en la República Federal Alemana entre los cristianodemócratas y los socialdemócratas, bajo una ventaja de los primeros durante el 71% de todos los años gubernamentales. Por su parte, Suecia fue gobernada de 1932 a 1976, de 1982 a 1991, de 1994 a 2006 y desde 2014 por los socialdemócratas, es decir, el 81% del tiempo a partir 1932. También Noruega ha sido dominada el 70 % del tiempo desde 1945 por los gobiernos socialdemócratas. En la ciudad-Estado austríaca de Viena, los socialdemócratas alcanzaron incluso un periodo de gobierno del 100% a partir de 1919, si se excluye la era dictatorial (1934-1945). En cambio, Bélgica ha permanecido desde 1949 durante el 75% de los años en manos cristianodemócratas; Luxemburgo casi duraderamente desde 1918, alcanzando el 93% de la era indicada; e Italia fue continuamente, de 1946 a 1981, en manos de los cristianodemócratas y, otra vez, de 1982 a 1983 y de 1987 a 1992. Desde 1950, se establecieron patrones de una ventaja conservadora en la mayor parte de los Estados anglo-parlantes, de una ventaja cristianodemócrata en Alemania, Italia y los países Benelux y de una ventaja socialdemócrata en Escandinavia, Austria, Portugal, Argentina, Venezuela y Costa Rica. De todos modos, la estatalidad de partidos otorgó al republicanismo moderno un carácter oligo-democrático1038. D)
LIMITES SISTÉMICOS
Normalmente, las democracias europeas y neo-europeas no se consolidaron como democracias deliberativas o radicales en el espíritu de las respectivas teorías idealistas1039, sino que las democracias representativas y electorales limitaron el papel del pueblo –más allá de las elecciones– a la función efectiva de observadores y mirones, no tan diferentes de otros sistemas políticos de la tercera transformación básica. En los rituales de elección, el ciudadano tuvo que decidirse entre paquetes programáticos completos y carismas personales, sin tener acceso inmediato a temas controvertidos, aunque tampoco debe subestimarse el poder popular de sancionar un mal gobierno por el sufragio negativo. Bajo una creciente armonización programática en las retroalimentaciones intrasistémicas, de modo que casi todos unieron finalmente elementos liberales, sociales y am1038
1039
306
Cálculos hasta 2014. Comp. HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., págs. 51 y ss; SCHMIDT, Demokratietheorien, op. cit., págs. 360 y ss; ÍD., Political Institutions, op. cit., págs. 134 y ss; STERNBERGER, Die neue Politie, op. cit., págs. 22 y ss; WOLLER, Geschichte Italiens, op. cit., págs. 214 y ss, 366 y s. Comp. ELSTER, Deliberative Democracy, op. cit.; HABERMAS, Facticidad y validez, op. cit., págs. 363 y ss; DOUGLAS LUMMIS, Radical Democracy, Ithaca, Cornell Univ., 1996; OSCAR MEJÍA Q., “Estado autoritario y Democracia radical en America Latina”, en JAIRO ESTRADO A. (Ed.), Izquierda y socialismo en América Latina, Bogotá, UNAL, 2008, págs. 163-184; CHANTAL MOUFFE, The Democratic Paradox, Londres, Verso, 2000; LARS TØNDER et al., Radical Democracy, Manchester, Univ. Press, 2005.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
bientales, se disminuyeron las posibilidades del ciudadano a elegir entre verdaderas alternativas de contenido, mientras el elector particular se convirtió fácilmente en un átomo dentro de una masa dirigida desde arriba por la psicología de masas. El poder gubernamental se sostuvo fácticamente en manos de una clase política cerrada que se basaba, en mezclas variadas, en los descendientes de la élite administrativa-judicial con una formación jurídica incluyendo el doctorado, en los hijos de los grandes burgueses industriales y en los pupilos leales del partido1040. Para varios analistas críticos, la palabra democracia es un eufemismo para empacar regímenes oligárquicos, plutocráticos y econocráticos, en particular en vista de sus modos de interactuar con el estamento empresarial de facto. Por una parte, se ha evitado toda neofeudalización formal, tratando al empresario, gerente, multimillonario e inversionista como cualquier otro sujeto de derecho civil subordinado; pero por otra parte, se permite consejos de sombra al estilo del lobbying de las asociaciones económicas1041, abriéndose de tal manera para influencias particulares muy lejanas de los canales oficiales de la democracia participativa1042. Tampoco debe subestimarse la fluctuación personal entre el liderazgo empresarial y estatal. Se juntan varios fenómenos de la corrupción legalizada, como en los EE.UU. el financiamiento de campañas electorales (campaign finance)1043 o en la República Federal Alemana las excesivas donaciones a un partido (Parteispenden)1044, efectuados por empresas industriales con una enorme capacidad financiera, lo que genera la impresión de la compra de futuras políticas benevolentes en vez de una autentica representación del pueblo. En ello, los partidos cercanos a la industria son privilegiados, mientras los partidos sociales y ecológicos tienen desventajas.
1040
1041
1042
1043
1044
Comp. CROUCH, Post-Democracy, op. cit., págs. 70 y ss; HOLTMANN, Der Parteienstaat, op. cit., págs. 71 y ss, 221 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 5, op. cit., págs. 124 y ss. En el caso alemán, se formaron en 1876 el Centralverband dt. Industrieller y en 1895 el Bund der Industriellen. En 1919, siguió el Reichsverband. Véase SCHMIDT, Political Institutions, op. cit., págs. 159 y ss. SASCHA ADAMEK & KIM OTTO, Der gekaufte Staat, Colonia, Kiepenheuer & Witsch, 2008; CHRYSTIA FREELAND, Plutocrats, Londres, Penguin, 2012; HANS J. KRYSMANSKI, Hirten & Wölfe, 5a ed., Münster, Dampfboot, 2013; CLAUS OFFE & PHILIPPE C. SCHMITTER, “Las paradojas y los dilemas de la democracia liberal”, en Revista Int. de Filosofía Política, núm. 6, México, UAM, 1995, págs. 5-30; 21 y ss; PETRA PINZLER, Der Unfreihandel, Reinbek, Rowohlt, 2016, págs. 32 y ss, 40 y ss, 184 y ss. Reglamentación: Tillman Act de1907, 34 Stat. 86; Federal Election Campaign Act de 1971, Pub.L. 92225, 86 Stat. 3; Bipartisan Campaign Reform Act de 2002, Pub.L. 107-155, 116 Stat. 81. En 2010, la justicia suprema quitó las restricciones principales: US SUPREME COURT, Citizens United v. Federal Election Commission, 558 U.S. 310, 2010. Véase PETER LÖSCHE, “Verbände, Gewerkschaften und das System der Arbeitsbeziehungen”, en ÍD. (Ed.), Länderbericht USA, op. cit., págs. 274-314, 296. Fueron limitadas en 1992 por el Tribunal Constitucional; BVerfGE 85 (1992), págs. 264 y ss. Desde 2002, la Ley de partidos políticos contiene un delito específico de la ocultación de donaciones. En cambio, Austria y Suiza no conocen ninguna legislación de limitación o publicidad. Comp. p. ej. las evaluaciones en Group of States against Corruption, http://www.coe.int/t/dghl/monitoring/greco/default_en.asp (5. 1.2018); PETER EIGEN, Das Netz der Korruption, Fráncfort, Campus, 2003, págs. 148 y ss; HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., págs. 349 y ss; HOLTMANN, Der Parteienstaat, op. cit., págs. 207 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
La impresión de que algunos intereses particulares tienen un impacto mucho más grande que las necesidades del 99% del pueblo, esta subrayada por los frecuentes escándalos de cohecho y corrupción entre industria y liderazgo político, como en la RF Alemana en los casos de Casinos de Baviera (1955-1962), Starfighter-Strauss (1966), Hispano-Suiza (1967), Helaba-Osswald (1976), Garski-Stobbe (1981), Flick (1981/84), Barschel (1987), Privatización de Leuna (1990/1991), Treuhand (1990-1994), Traumschiff-Späth (1991), Amigo-Streibl (1993), Möllemann (1993 y 2003), Fondos del Partido CDU-Kohl (1999), QMF-Sajonia (2004), RWE-Arentz (2005, Presidente Wulff (2012), Plagios en doctorados ministeriales (2011) y CumEx (2016), o en los EE.UU en los escándalos de Abramoff (2006), Jefferson (2009) y Porteous (2010), o en Colombia en los casos de Empresas europeas-Metro de Medellín (1984-1995), Proceso 8.000-Samper (1994), Parapolítica (desde 2006), Yidispolítica (2008), Carrusel de contratación-Moreno (2011) y Cartel de la toga (2017), para mencionar solo algunos ejemplos con un alto impacto público1045. En 2001, el ex canciller federal alemán HELMUT KOHL (1982-1998) tuvo un sumario en su contra, mientras su ex ministro de interior MANFRED KANTHER fue condenado por desfalco (2005), así como en 2012 el Presidente alemán CHRISTIAN WULFF (2010-2012) se vio presionado a renunciar a su cargo en vista de debates sobre la recepción de pagos cuestionables. En 2011, la justicia francesa condenó al ex Presidente JACQUES CHIRAC (1995-2007) por corrupción a dos años de prisión condicional, mientras el ex primer ministro italiano SILVIO BERLUSCONI (1994-1995, 2001-2006, 2008-2011) recibió, en 2012 y 2013, un total de once años –virtuales– por fraude fiscal y abuso de poder1046. Desde la segunda mitad del siglo XX, puede reconocerse una puerta adicional para influencias desproporcionales de poderes económicos en forma del poder de opinión de la televisión privada en manos de grandes consorcios industriales y financiada por los comerciales de otros segmentos de la clase empresarial, así muy fuerte en países como EE.UU. y Colombia, pero desde la década de 1980 también crecientemente en varios Estados europeos, aunque allá solo como un segundo pilar paralelo a la televisión pública autónoma que por la ley está obligada a la neutralidad crítica1047. A veces, los empresarios acomodados se dejaron elegir directamente al poder ejecutivo, por ejemplo SILVIO BERLUSCONI en Italia (1994-1995, 2001-2006, 2008-2011), PAUL MARTIN en Canadá (2003-2006), SEBASTIÁN PIÑERA en Chile (2010-2014), ROSEN PLEVNELIEV en Bulgaria (2012-2017), HORACIO CARTES en Paraguay (2013-2018), MAURICIO MACRI en Argentina (desde 2015) y DONALD TRUMP en los EE.UU. (desde 2017).
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El Índice de percepción de la corrupción de la ONG TRANSPARENCIA INTERNACIONAL (http://transparencia. org.es/wp-content/uploads/2017/01/tabla_sintetica_ipc-2016.pdf) es solamente una aproximación, pues mide percepciones según las respectivas culturas nacionales. LG BONN, Resolucion de 28.2.2001, op. cit.; LG WIESBADEN, Sentencia de 18.4.2005, Az. 6 Js 320.4/0016 KLs; Red. SÜDDEUTSCHE, Korruptionsprozess, op. cit.; SCHLAMP, Hausarrest oder Sozialarbeit, op. cit. HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., págs. 361 y s.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
En concordancia con lo expuesto, en las repúblicas más tradicionales –los EE.UU., las de Hispano-América y Suiza– se ha establecido una amplia apatía electoral, que alcanza la dimensión de una abstinencia de un tercio hasta más de la mitad del pueblo electoral1048. En Alemania se habla desde los años 1980 del desencanto político (Politikverdrossenheit) y en Italia del qualunquismo. Un número significativo de ciudadanos percibe un bloque de poder omnipotente que no cumple con su gran promesa del sistema participativo, de modo que parece irrelevante la marcación electoral cada cuatro años en pro del uno u otro político semejante. E)
LA VARIANTE DE LA DEMOCRACIA SEMI-DIRECTA
Puede reconocerse en Suiza una especie de Estado modelo que se atrevió a más democracia, pues la constitución de 1874 introdujo el referéndum facultativo –es decir, 30 mil personas con derecho al voto o ocho cantones pudieron someter una ley parlamentaria al referéndum– mientras la reforma constitucional de 1891 desarrolló la iniciativa popular normativa –formalmente enfocada en la revisión parcial de la constitución a solicitud de 50 mil votantes, pero prácticamente para proponer cualquier cambio normativo–. Esta democracia semi-directa llevó a una cultura política muy específica que ejerce varias veces al año el domingo de referéndum, con la respectiva inclusión del pueblo a los principales debates legislativos del país. Desde 1891, los suizos han votado sobre 209 iniciativas populares, de las cuales 22 resultaron exitosas1049. No obstante, hay que anotar de modo crítico la alta presencia de temas de xenofobia frente a minorías y extranjeros, desde la primera iniciativa popular de 1893 con el contenido antisemítico de prohibir los ritos judíos de carnear, hasta la aprobación de la prohibición de minaretes musulmanes en 2009. En otras palabras, la democracia radical no lleva necesariamente a la racionalidad política según los consensos en las élites intelectuales, sino puede promover también un populismo en contra de los valores esenciales del constitucionalismo moderno. La democracia semi-directa tampoco permite el control judicial de estas decisiones, pues valoriza el principio democrático como superior1050. De todos modos, una perspectiva completa de la democracia suiza debe tener en cuenta el sistema de concordancia, es decir, que el jefe de Estado colectivo en forma del Consejo Fe1048
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Entre 1945 y 1999, la participación electoral alcanzó en EE.UU. el 55,8% y en Suiza el 56,6%. MARK N. FRANKLIN, Voter Turnout and the Dynamics of Electoral Competition in Established Democracies since 1945, Cambridge, Univ. Press, 2004, pág. 11. Entre 1990 y 2002, la participación electoral alcanzó en Colombia el 33,3% y en Venezuela el 45,7%, en comparación con el 43,3% en EE.UU; PNUD (Ed.), La democracia en América Latina, Nueva York, PNUD, 2004, pág. 84. Art. 89/1874 y art. 121/1891. Lista y estadística oficial del gobierno suizo: CH EIDGENOSSENSCHAFT, Politik, https://www.bfs.admin. ch/bfs/de/home/statistiken/politik.html (5.1.2018). Sobre la democracia semi-directa en Suiza: EHRENZELLER et al., Bundesverf. CH, op. cit., págs. 1437 y ss; FLEINER et al., Swiss Constitutional Law, op. cit., págs. 62 y ss; HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., págs. 82 y ss; KLEY, Verf.geschichte, op. cit., pág. 164; KÖLZ, Neuere Verf. geschichte, t. 2, op. cit., págs. 627 y ss, 660 y ss; SCHMIDT, Demokratietheorien, op. cit., págs. 342 y ss.
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deral de siete cabezas ha incluido, a partir de 1891, los partidos de oposición y se compuso, de 1959 a 2003, según la fórmula mágica informal –independiente de todo resultado electoral– de una proporción fijada entre cuatro partidos sistémicos que encarnaron alrededor del 80% de los diputados parlamentarios1051. Img. 94: El elemento más directo en la democracia semi-directa de Suiza: la asamblea territorial de los cantones rurales con la votación directa del pueblo del Estado federado. Se ve la última celebración en Appenzell AR en 1996, antes de la abolición. Solo ha sobrevivido en dos cantones. El motivo de la renuncia a este ritual medieval, fue la presión federal que impuso, en 1989/1990, el voto femenino en la última zona de Europa1052
En perspectiva comparada, Suiza ha realizado más de la mitad de todos los referéndums nacionales del mundo. Desde 1921, la pequeña monarquía vecina de Liechtenstein usa el mismo modelo de la democracia semi-directa con efectos análogos1053. De igual forma, varios Estados federados del salvaje oeste de los EE.UU. adoptaron tempranamente la legislación popular, partiendo de Dakota del Sur en 1898 e incluyendo a Oregón en 1902, a California en 1911 y finalmente a 27 Estados, con un alto nivel de actividad en la fase fundadora que se impulsó de nuevo desde la década de 19701054. Además, puede comprobarse algún grado de relevancia de la legislación popular en Italia, Irlanda, Nueva Zelanda, Australia y Dinamarca, así como en varios Estados federados de Alemania1055. Probablemente, es aun más importante la tendencia de finales del siglo XX a posibilitar en el nivel municipal la iniciativa y el referéndum de ciudadanos. Se considera trascendental diferenciar estos referéndums de los plebiscitos que en algunos Estados el poder ejecutivo ha utilizado para superar el poder legislativo o para posibilitar una reelección constitucionalmente no prevista. De modo panorámico, queda la impresión que la mayor parte de los Estados democráticos del mundo no confía mucho en la capacidad política de su supuesto soberano.
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EHRENZELLER et al., Bundesverf. CH, op. cit., págs. 1535 y s, 1733 y ss, 1752 y s. Foto: BERND MARQUARDT. WILFRIED MARXER, “Initiative & Referendum”, en BRUNHART, Hlfl, op. cit., págs. 389-390, 743-746. INITIATIVE & REFERENDUM INSTITUTE AT THE UNIV. OF SOUTHERN CALIFORNIA, State-by-State List of Initiative and Referendum Provisions, http://www.iandrinstitute.org/states.cfm (5.1.2018); CAROLINE J. TOLBERT & DANIEL A. SMITH, “Representation and Direct Democracy in the US”, en revista Representation, t. 42, núm. 1, Milton Park, Taylor & Francis, 2006, págs. 25-44. SCHMIDT, Demokratietheorien, op. cit., págs. 340 y s.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
3. LA RES PÚBLICA COMO ESTADO CONSTITUCIONAL En esta Teoría integral del Estado, no se quiere entender el constitucionalismo moderno al estilo iuspositivista como una mera ciencia de normas supremas con cualquier contenido arbitrario de poderes constituyentes soberanos, sino más bien como un sistema de valores que se formó en el proceso histórico, se transformó en ciclos complejos de retroalimentación y, en general, se difundió en movimientos de adopción y transculturación en el continente europeo, en el mundo neo-europeo de las dos Américas y en las otras partes del planeta. Este sistema de valores no viene de la tradición de un país específico, tampoco de la antehistoria inglesa del antiguo régimen, sino es –a pesar de ciertas precondiciones en el proto-constitucionalismo europeo– un hijo de la gran transformación alrededor de 1800, es decir, nació en las tres revoluciones ilustradas del medio siglo entre 1776 y 1825 en Norteamérica, Francia e Hispano-América. Hay que reconocer el intento ambicioso de civilizar la revolución de la soberanía del largo siglo XIX mediante fines y derechos intocables, la legitimación precisa de poder, las reglas de limitación del mismo y los principios de organización tridimensional con pesos y contrapesos. A)
UN SISTEMA DE VALORES CON 20 COMPONENTES
Si se entiende el constitucionalismo moderno como un sistema de valores, pueden elaborarse criterios cualitativos de transformación, según el fin de evaluar el lugar de los Estados particulares en momentos precisos de la historia. El constitucionalista colombiano CERBELEÓN PINZÓN (1813-1870), presentó ya en 1839 una propuesta de siete principios de “toda buena constitución […]: 1.o la responsabilidad de todos los funcionarios públicos, 2. o su alterabilidad, la libertad de la imprenta de censura publica, 4. o la publicación de todos los actos de gobierno, 5.o el derecho de representación y asociación, 6.o la prohibición general de ejercer cualquiera autoridad no delegada por la constitución o la ley, o de ejercerla de otra manera de la que la constitución o la ley prescriben, 7.o la inviolabilidad de la constitución”1056. 3.o
A continuación, se quiere presentar, con fundamento en el análisis de más de 600 fuentes primarias1057, un modelo comparativo más preciso que contiene veinte indicadores principales para evaluar cualitativamente la introducción, evolución y difusión global de la estatalidad constitucional. En esto, se distinguen entre el largo siglo XIX (1776-1916) con la predominancia de valores liberales y el siglo desde 1917 como la era del complemento pluralista con valores sociales y ambientales. Para el primero, se 1056 1057
CERBELEÓN PINZÓN, Tratado de ciencia constitucional, Bogotá, N. Gómez, 1839, reed., pág. 90. Comp. la lista de las fuentes primarias en la parte final de esta obra y en MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
proponen trece indicadores de transformación, mientras al segundo se suman siete criterios cualitativos adicionales1058: Criterios cualitativos de transformación para el largo siglo XIX (1776-1916): 1)
El autovínculo normativo del poder estatal por una constitución formal al estilo de una codificación completa y transparente del derecho político. 2) El republicanismo en lugar de la monarquía dinástica del antiguo régimen. 3) El reconocimiento de los derechos humanos –con base en el derecho natural– como derechos fundamentales. 4) La especial garantía del derecho a la vida, es decir, la abolición de la pena de muerte. 5) El reconocimiento de la pertenencia a la nación sin excepciones, incluyendo tanto los Img. 95: A la caída de la monarquía carioca, siguió la Consex esclavos liberados como las minorías relititucion de los Estados Unidos de giosas y étnicas, por ejemplo los judíos euBrasil de 18911059 ropeos y los indígenas americanos. 6) La creación de una democracia electoral material con por lo menos dos opciones de un perfil propio, basada en la inclusión del pueblo en el proceso político mediante el sufragio universal masculino. 7) El desarrollo de un modelo de la separación horizontal de poderes con un balance equilibrado entre los dos poderes más políticos, el ejecutivo y el legislativo. Esto es típicamente violado, si la rama ejecutiva se apropia de un papel predominante en la normativización. 8) Un jefe de Estado refrenado temporal e institucionalmente. Entre los subindicadores se encuentran especialmente: los cambios de gobierno en la forma establecida en la constitución; en ciclos adecuados y cortos (por ejemplo de cuatro años); bajo la responsabilidad por lo menos en caso de delitos. 9) El control judicial, es decir, la realización de la supremacía constitucional a través de la posibilidad de defenderla ante una corte suprema o constitucional. 10) La separación vertical de poderes por el federalismo o regionalismo con sus opciones extendidas de la participación y de la inclusión de la oposición en la responsabilidad política. 1058 1059
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Comp. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 42 y ss. De la Imprenta Nacional de Brasil de 1891.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
11) La emancipación del Estado del poder de organizaciones supranacionales religiosas como la Iglesia católica. 12) La eficacia del Estado protector y su habilidad a garantizar la paz interna y seguridad colectiva. 13) La vigencia de la constitución durante un periodo real, es decir, la misma no fracasa inmediatamente y tampoco es un mero texto semántico y fingido. Criterios cualitativos adicionales del siglo desde 1917: 14) La realización de la igualdad entre los géneros, especialmente por medio del sufragio femenino. 15) La inviolabilidad eficaz del núcleo constitucional, es decir, la no elusión por las nuevas estrategias del estado de sitio y de las facultades especiales; además, la renuncia a intervenciones anti-democráticas en forma de prohibiciones de partidos políticos indeseados. 16) El constitucionalismo social para garantizar la seguridad y justicia socioeconómica contra los riesgos del empobrecimiento y de la marginación en la sociedad industrial. 17) El constitucionalismo económico con el fin de promover y acelerar la transformación industrial. 18) Desde 1945, la habilidad de cooperar pacíficamente en el ámbito internacional. 19) Desde la década de 1970, el constitucionalismo ecológico, orientado a la sostenibilidad y la viabilización del futuro de la sociedad industrial, reconociendo los límites ecosistémicos de las actividades humanas en un planeta limitado. 20) Desde los años 1980, la subordinación material bajo una jurisdicción supranacional en derechos humanos, como la del Tribunal Europeo y de la Corte Interamericana. Los 20 componentes cualitativos del constitucionalismo moderno se han impuesto en la mayoría de los Estados occidentales, pero en momentos y ritmos diferentes. Cabe destacar que el criterio más básico, el de elaborar una constitución formal escrita, faltaba en 1775 en todo el mundo, pero en 2018 solo en tres de los 197 Estados del planeta (Gran Bretaña, Nueva Zelanda e Israel1060), alcanzando a Colombia en 1810, Baviera en 1818, Portugal en 1822, Perú en 1823, México en 1824, Paraguay en 1844, Dinamarca en 1849, Prusia en 1850, Austria en 1867, Bulgaria en 1879, Rusia en 1906, Mecklemburgo en 1920, Hungría en 1949 y el Sultanado árabe de Omán en 19961061. En la esfera del quinto criterio, los judíos tuvieron que esperar su liberación –después del papel precursor de la revolución francesa de 1791– en Wurtemberg hasta 1828, en 1060 1061
De 1958 a 1992, la knéset de Israel ha elaborado once Leyes fundamentales temáticas. Véase los textos constitucionales en la bibliografía final.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
Bélgica hasta 1830, en Suecia hasta 1838, en Gran Bretaña hasta 1858, en Austria y Hungría hasta 1867, en Prusia hasta 1869, en Italia hasta 1870, en Rusia hasta 1917, en Polonia hasta 1921, en Rumania hasta 1923 y en España hasta 1924, para ser integrados completamente a la respectiva comunidad nacional de ciudadanos, lo que se suprimió por el dominio fascista en casi toda la Europa a partir de 1933/1941, es decir, los sobrevivientes del judeocidio nazi recibieron la ciudadanía en 19451062. En cuanto a la posibilidad del noveno criterio de amparar los derechos fundamentales, hay que indicar el papel líder del Estado mexicano de Yucatán en 1841, seguido por Colombia en 1853, México en 1857, Austria en 1867, EE.UU. en 1871, Suiza en 1874, El Salvador en 1886, Checoslovaquia en 1920, Alemania en 1951, Italia en 1955 y España en 19801063. A veces, el orden de países puede sorprender al lector, por ejemplo en cuanto al papel líder de Hispano-América en la abolición de la pena de muerte y la introducción de la justicia constitucional. Es preciso señalar que el Estado constitucional nació en la civilización europea y neo-europea y pudo desarrollarse en la forma más pura adentro de la misma. En el sentido de que este modelo estimuló a todo el mundo, puede hablarse de un nuevo modelo universal que se difundió desde este punto de partida. Sin embargo, no deben ignorarse las variaciones significativas en el proceso de la transculturación mundial. Si se aplican los veinte indicadores de transformación, fácilmente estas variaciones parecen como un déficit, aunque las mismas pueden ser adecuadas para la respectiva estatalidad no europea, especialmente en caso de una larga tradición propia, como en Egipto o China. En este sentido, es importante no entrar a la trampa del universalismo intolerante de la Ilustración misma –que tiende a imponerse mundialmente bajo la eliminación de toda alternativa–. En este sentido, se recomienda aplicar los veinte criterios cualitativos solamente para comparaciones al interior de la cultura occidental de Europa, las dos Américas, Australia y Nueva Zelanda, pero sin extenderlos a los demás cinco sextos de la población mundial. B)
EL ESTADO GARANTISTA DE LOS DERECHOS HUMANOS Y FUNDAMENTALES
En el núcleo de la revolución de los valores, estuvieron y están los derechos del hombre o derechos humanos, entendidos como manifestaciones de la personalidad y dignidad del ser humano que reclaman una validez universal y supraestatal al estilo de los principios básicos del derecho natural innegable que no se fundamentan en la soberanía del Estado moderno, sino limitan la misma. En la transformación al derecho positivo de un 1062
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Al respecto: BRENNER, A Short History of the Jews, op. cit., págs. 189 y ss; ÍD., Jewish Emancipation reconsidered, Tübingen, Mohr S., 2003; GOSEWINKEL, Einbürgern und Ausschliessen, op. cit., págs. 57, 66, 75, 99, 147, 369 y ss; KÖLZ, Neuere CH Verf.geschichte, t. 2, op. cit., pág. 507; DIETMAR MÜLLER, Staatsbürger auf Widerruf, Wiesbaden, Harrassowitz, 2005, págs. 209 y ss, 249 y ss, 270 y ss, 454 y ss; OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, op. cit., págs. 865 y ss. Comp. capítulo V.1.B.d.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
Estado concreto, se denominan dichos principios derechos fundamentales. En la historia de la gran transformación, los derechos liberales fueron los primeros (1776-1916), seguidos por los derechos sociales (desde 1917) y los derechos ambientales (desde 1971), pero esto no significa ninguna jerarquía en términos materiales. Precisamente, se discute en las siguientes páginas la primera generación que quedó la única durante más de un siglo, mientras los derechos de la segunda y tercera generación van a ser tratados en los capítulos V.4.F y V.5. La liberal parte de derechos inviolables de la persona representan, por un lado, derechos subjetivos de defensa frente al Estado (status negativus) y, por otro lado, los valores centrales del Estado ilustrado, que reconoce en la garantía de la libertad e igualdad su fin estatal prioritario. a) El origen en las tres revoluciones ilustradas (1776-1825) Las versiones originarias de los derechos humanos y fundamentales fueron elaboradas en las revoluciones ilustradas alrededor de 1800. Como el texto pionero puede identificarse la Declaración de los Derechos del Estado angloamericano de Virginia de 1776, redactada principalmente por el latifundista GEORGE MASON (1725-1792), aunque se comprobó más influyente la Declaración de los Derechos del Hombre en Sociedad de 1789, promulgada por la Asamblea nacional de la Revolución francesa, y su sucesora aun más idealista de 1793. La tercera raíz del Estado iusfundamental notoriamente subestimada, fueron varias docenas de constituciones iberoamericanas a partir del inicio de la revolución ilustrada zonal en 1810, incluyendo el texto modelo de la Declaración de los derechos del hombre que se incorporó en la Constitución de la República de Tunja de 18111064. Las bases paradigmáticas de todos estos textos fundadores, pueden reconocerse en los debates iusnaturalistas de los filósofos y juristas de la segunda mitad del siglo XVIII, inspirados por la Ilustración política. Por parte de ellos, la hipótesis social-newtoniana de que el ser humano tendría una naturaleza individual, igual a los átomos, y la sociedad podría ser conducida óptimamente por medio de la gravitación y centrifugación de sus partes más pequeñas, los individuos autónomos, fue traducida en exigentes frases del derecho natural. Visto sistémicamente, los derechos del hombre mar1064
Declaration of Rights of Virginia de 1776, op. cit., págs. 81-83; Déclaration des Droits de l’Homme en Société de 1789, op. cit.; Déclaration des Droits de l’homme de 1793, ed. por CAPORAL, Constitutional documents, op. cit. págs. 91-93; Constitución de la Rep. de Tunja de 1811, op. cit. Véase ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., págs. 45 y ss, 53 y s; DIPPEL, Constitucionalismo moderno, op. cit., págs. 45 y ss; ÍD., Human Rights, op. cit., págs. 346 y ss; MAUTIZIO FIORAVANTI, Los derechos fundamentales, 6ª ed., Madrid, Trotta, 2009, págs. 55 y ss; FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit., págs. 144 y ss, 232, 433; GODECHOT, L’histoire constitutionnelle de la France, op. cit., págs. 45 y ss; GONZÁLEZ, Los ddhh en la historia, op. cit., págs. 47 y ss, 73 y ss, 105 y ss; GRIMM, Constitucionalismo y ddff, op. cit., págs. 90 y ss; HÄBERLE, El Estado constitucional, op. cit., pág. 176; HARTMANN, Franz. Verf.geschichte, op. cit., págs. 58 y ss; JORGE I. HÜBNER G., Los derechos humanos, Santiago, Jurídica, 1993, págs. 42 y ss; KLEY, Verf.geschichte, op. cit., págs. 118 y s; MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 75 y ss, 184 y ss; WOLGAST, Geschichte der Menschen- und Bürgerrechte, op. cit., págs. 37 y ss, 53 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
caron por su exigencia de normas absolutas y suprapositivas, por fuera del poder dispositivo del Estado, el límite de la revolución de la soberanía que tuvo lugar paralelamente en el transcurso del largo siglo XIX1065. La justificación universalista de los valores centrales de la estatalidad moderna, motivó a construir una historia previa para subrayar la universalidad en términos de tiempo. Especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, se difundió el mito inglés del supuesto nacimiento en la Carta Magna de 12151066, estrechamente ligada con el interés de entonces de fundamentar la ética de las Naciones Unidas en raíces provenientes de la tradición de los vencedores angloparlantes de 1945, aunque el documento citado no había protegido algo similar a los posteriores derechos humanos, sino mucho más su antítesis, es decir, derechos estamentales con un enfoque particular en la pequeña minoría de 25 barones primarios1067. Otras narraciones buscan raíces en las ciudades-Estado esclavistas de la antigüedad griega, aunque no detectan mucho más que denominadores triviales y atemporales, tales como “el derecho es obligatorio”, “los seres humanos son titulares de derechos” y “partes del derecho son sobrepositivas”1068. Es cierto que el Estado ha tenido desde sus inicios orientales el ideal de proteger al débil contra la arbitrariedad del poderoso, y tampoco es falso advertir que el Espejo Sajón de 1225 había indicado con precisión que el derecho originario de la humanidad pre-estatal había sido la caza libre de los animales1069. Tampoco es negable que la figura argumentativa del derecho natural había sido utilizada en varios contextos anteriores, pero con contenidos cada vez diferentes1070. De todas maneras, ya el protoconstitucionalismo de la Cristiandad europea de los siglos XVI a XVIII había llevado a una estatalidad limitada que fue dispuesta a respetar derechos. En el caso del Sacro Imperio Romano Germánico de los siglos XVI a XVIII, puede aludirse un montón de demandas de súbditos ante el Consejo Imperial Áulico en Viena para defender sus derechos contra abusos del poder gubernamental local. Paralelamente, la Monarquía española conoció mecanismos de la defensa judicial de derechos de súbditos violados administrativamente. Las capitulaciones electivas que se elaboraron estandarizadamente en las sucesiones de las monarquías electivas, tales como el Sacro Imperio Romano y Polonia-Lituania, excepcionalmente también en Inglaterra en forma de la Bill of Rights de 16891071, contuvieron catálogos de derechos según la lógica cultural de entonces, pero no se pueden ignorar que anterior a las re1065 1066 1067 1068
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STOLLEIS, Konstitution und Intervention, op. cit., pags. 22 y ss. P. ej. en FLEINER, Menschenrechte, op. cit., p. 25; NARANJO M., Teoría constitucional, op. cit., págs. 515 y ss. Crítico: WOLGAST, Geschichte der Menschen- und Bürgerrechte, op. cit., págs. 20 y ss. Crítico también: HEINER BIELEFELDT, “Ideengeschichte(n) der Menschenrechte”, en NICOLE JANZ & THOMAS RISSE (Eds.), Menschenrechte, Baden Baden, Nomos, 2007, págs. 177-188. Comp. BERND MARQUARDT, Derechos humanos y fundamentales, Bogotá, Ibáñez, 2015, pág. 8. RÜTHERS, Rechtstheorie, op. cit., págs. 294 y ss; SEELMANN, Rechtsphilosophie, op. cit., págs. 134 y ss. MANFRED GEIER, Aufklärung, Bonn, BPB, 2012, págs. 25 y ss.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
voluciones ilustradas, habían sido protegidos otros contenidos y entidades: en lugar de las esferas burguesas de la autonomía individual, se había salvaguardado las esferas comunales y estamentales de una civilización agraria. En síntesis, es posible reconstruir varias precondiciones europeas del Estado iusfundamental1072, pero no es viable confirmar la hipótesis de la gran universalidad desde siempre, que destruiría la perceptibilidad del origen en el contexto preciso de la gran transformación alrededor de 1800. Los derechos del hombre, codificados a partir de 1776 cientos de veces por una gran variedad de Estados americanos y europeos, deben entenderse como una expresión de la percepción mundial y humana de la Ilustración política y sus promotores liberales. Analizando los contenidos de los catálogos de derechos fundamentales del largo siglo XIX, se evidencia una visión del ciudadano libre con siete dimensiones acentuadas: primero, se trata del ciudadano político y comunicativo que articula su opinión de manera oral y escrita y se reúne con sus conciudadanos sin necesidad de temer a intervenciones estatales; segundo, puede detectarse el ciudadano de mercado económicamente activo y competitivo, usando las libertades de propiedad y de industria; tercero, debe identifi- Img. 96: Los inicios del derecho carse el ciudadano de mérito sin patrocinio por privilegios a la vida en el debate de la Ilusestamentales; cuarto, hay que registrar el ciudadano edu- tración: en la portada de la obra cado, leyendo periódicos y libros no censurados, escri- De los delitos y las penas de BECCARIA (1764), Justicia rechaza a las biendo cartas sin control y escogiendo la educación de cabezas de los ejecutados del su preferencia; quinto, hay que indicar el ciudadano laico verdugo1073 que usa su racionalidad para manejar los asuntos religiosos con autonomía sin presión pública a la homogeneidad; sexto, debe señalarse el ciudadano de privacidad en su hogar; y séptimo, se trató del ciudadano de dignidad con seguridad frente al poder punitivo e investigativo del Estado. En palabras breves, el constitucionalismo liberal perfiló al burgués letrado como modelo del ser humano, en concordancia con la nueva élite de comerciantes y juristas en vez de los guerreros nobles del antiguo régimen. Originalmente, se trató de una minoría pequeña que alcanzó, en el caso alemán de la mitad del siglo XIX, dimensiones del 3% de la población y creció, hasta 1914, a un máximo del 5% de burgueses mayores y el 15% de burgueses menores. En este sentido, nunca existió el famoso tercer estado de los ideólogos de la Revolución francesa. La aburguesisación general fue un proceso lento, es decir, tuvo que esperar a la segunda revolución fósil-energética y consumista de la década 1950, para que se convirtió en mayoría la clase media con atributos (post) burgueses1074. 1072 1073 1074
Véase en detalle MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 218 y ss, 322 y s. BECCARIA, Dei delitti e delle pene, op. cit. WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, op. cit., t. 3, págs. 112 y ss; t. 4, págs. 184 y ss; t. 5, págs. 110 y ss.
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Para enfatizar la especificidad de los derechos humanos liberales en su lugar y época concreta, debe reflexionarse que, por ejemplo, la consagración de la libertad de prensa hubiera sorprendido a la población campesina no alfabetizada del siglo XVI. Todavía en la era de transformación, irritó a la mayoría del pueblo rural, como subrayaron los debates polémicos sobre el supuesto carácter prioritario de la libertad no codificada de emborracharse que reemplazó la ética cristiana de la buena policía1075. Igualmente, la libertad de culto debe verse como una expresión del programa anti-religioso de la Ilustración que, a su turno, hubiera sido considerado peligroso, herético y reprochable en la perspectiva de los anteriores europeos de la época de la fe, orientados en convivir en una comunidad devota, bien protegida frente a los riesgos de la cólera divina. También el derecho a no ser torturado procesalmente, tiene su origen en la superación ilustrada de la antigua magia penal que había creído en la necesidad de la pregunta dolorosa para superar el poder del demonio adentro del delincuente, así como las nuevas tecnologías de la transformación industrial posibilitaron la sustitución tranquila del potro del verdugo por la lupa del criminalista1076. Además, las libertades de propiedad y de industria, se arraigaron en el programa económico fisiócrata y liberal de autores como FRANÇOIS QUESNAY (1768) y ADAM SMITH (1776)1077, que estipularon lo contrario a los modelos estandarizados de la propiedad mixta feudal-comunal y de los gremios artesanales que habían sido apreciados en los siglos anteriores. Más bien, se entendió la nueva libertad de propiedad como un deber absoluto del Estado a imponer la privatización e individualización de las tierras comunales –típicamente en contra de la voluntad de la población rural ‘liberada’ desde arriba– sometiendo los suelos y agricultores tanto al mercado de tierras como al mercado de productos agrarios. Una de las justificaciones principales pretendió disolver la rotación comunal orientada en cereales, para poder imponer el cultivo masivo de la papa americana con su capacidad superior en transformar la energía radial del sol en biomasa, asegurando de tal manera la alimentación de la creciente población europea1078. Resumiendo, los contenidos precisos de los derechos liberales no se basaron en largas líneas provenientes de un pasado eterno, sino rompieron revolucionariamente con el antiguo régimen. b) La dicotomía intercontinental del largo siglo XIX: las Américas liberales y la Europa soberanista En vista del éxito de las revoluciones originarias anglo e hispanoamericana, no sorprende que el republicanismo americano fuera, en el largo siglo XIX, el centro mundial de las codificaciones idealistas de los derechos fundamentales de corte liberal en textos constitucionales. A esta observación entran tanto los EE.UU. con su Carta de Derechos 1075 1076 1077 1078
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RUTH DÖRNER, Staat und Nation im Dorf, Múnich, Meidenbauer, 2006, págs. 59 y ss. GSCHWEND, Justitias Griff zur Lupe, op. cit., págs. 11 y ss, 19 y ss, 52 y ss. QUESNAY, Physiocratie, op. cit.; SMITH, Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations, op. cit. Comp. capítulos III 1.C, III.2.A, III.4.D.j.
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de 17911079 como las repúblicas hispanoamericanas a partir de de la declaración tunjana de 18111080. El máximo de idealismo, se alcanzó en el alto liberalismo hispanoamericano de las décadas de 1850 y 1860. En contraste, el continente europeo siguió en los primeros dos tercios del siglo XIX la dinámica de los fracasos repetidos de las revoluciones ilustradas y liberales. Sin duda, pueden detectarse algunos catálogos idealistas de derechos fundamentales en los picos revolucionarios de 1789 a 1793 y 1848, por ejemplo en la Constitution de la République française del último año o en los Derechos fundamentales del pueblo alemán incluidos a la Constitución del Imperio Germánico de 1849 con sus 59 parágrafos muy detallados, pero ambos intentos fracasaron inmediatamente en la dinámica contrarrevolucionaria1081. Analizando los textos constitucionales que las monarquías europeas pusieron en vigor, como la prusiana de 18501082, se detecta en éstas un carácter defensivo frente a un concepto liberal-revolucionario no estimado. Se fundamentaron en la teoría soberanista del positivismo jurídico, es decir, se entendieron los pocos derechos fundamentales como creaciones del Estado y objetivos programáticos vagos. El enfoque no fue garantista, sino el de satisfacer y pacificar la oposición liberal con un mero mínimo de concesiones. Estos derechos no articularon ningún carácter obligatorio para la legislación dual entre monarca y parlamento, pues ante la soberanía institucional del principio monárquico faltó toda prioridad de la constitución1083, es decir, se posibilitaron modificaciones arbitrarias de los respectivos derechos por cualquier ley administrativa o penal. Prácticamente, existió nada más que un derecho administrativo de prensa y de reunión en el marco del principio legalista de la prioridad de la ley, que no desistió al control policial y penal de supuestos abusos por la llamada demagogia1084. Además, los monarcas de la Europa del largo siglo XIX se reservaron la facultad de diagnosticar libremente una emergencia estatal y de declarar el estado de sitio para suspender pasajeramente los derechos de la constitución, incluyendo las opciones del palacio de dirigir operaciones internas de las fuerzas armadas según lógicas bélicas y de emplear tri1079
1080 1081
1082
1083 1084
Bill of Rights, Amendments of 1789/1791, ed. por DIPPEL, Const. Documents of the USA, National & A-F, op. cit., págs. 81-84. FRIEDMAN, A History of American Law, op. cit., pág. 117; GROSSBERG et al., History of Law in America, t. 1, op. cit., págs. 522 y ss; WHITE, Law in American History, t. 1, op. cit., pág. 185. Detallado: MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 184 y ss. Arts. 2-13 de la Constitution de la Rép. française de 1848, op. cit.; §§ 130-189 de la Verf. des Dt. Reiches de 1849, op. cit., págs. 71-101. Al respecto DIPPEL, Constitucionalismo moderno, op. cit., págs. 163 y ss; FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 154 y ss; GODECHOT, L’histoire constitutionnelle de la France, op. cit., págs. 62 y ss; GONZÁLEZ, Los ddhh en la historia, op. cit., págs. 142 y ss; GRIMM, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 175 y ss, 194 y ss; JÖRG D. KÜHNE, Die Reichsverf. der Paulskirche, 2a ed., Neuwied, Luchterhand, 1998, págs. 159 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 261 y ss. Verf.urkunde Preußen de 1850, op. cit., tít. II: de los derechos de los prusianos. Comp. THORSTEN KINGREEN & RALF POSCHER, Grundrechte, Staatsrecht II, 33ª ed., Heidelberg, Müller, 2017, págs. 9 y s. GRIMM, Constitucionalismo y ddff, op. cit., pags. 138 y ss, 144 y s. KÜHNE, Die Reichsverf. der Paulskirche, op. cit., págs. 391 y ss, 408 y s.
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bunales militares frente a personas civiles. En dicho espíritu, las constituciones del Imperio Alemán de 1871 y de la República Francesa de 1875, renunciaron completamente a positivizar derechos fundamentales1085. La jurisprudencia administrativa y penal del último tercio del siglo XIX subrayó las ambigüedades de transformación. Por ejemplo, en 1876 el Tribunal Supremo Administrativo del Reino de Prusia defendió la libertad de reunión de los súbditos polacohablantes de Starogard en Pomerelia contra el concepto germanizante de la autoridad local, distanciándose del requisito del idioma alemán. En este caso, los jueces argumentaron que la interpretación restrictiva excluiría por completo a grupos étnicos extensos de la libertad de reunión1086. Los límites de dichas vías jurídicas, fueron ilustrados en 1881 por el Tribunal Imperial alemán, cuando dio el visto bueno para la práctica extendida de condenar a periodistas críticos por los delitos de lesa majestad, injuria o calumnia, argumentando que en la ley de prensa no existía ninguna autorización general de presentar injusticias a lo público1087. En cambio, algunas constituciones del último tercio del siglo XIX, como la del Imperio Austríaco de 1867 y la de la Monarquía española de 1876, adoptaron el idealismo relativo a los derechos humanos1088. Además, la Corte imperial austríaca de 1867 fue el primer tribunal europeo en el cual el ciudadano pudo defender derechos fundamentales garantizados por una constitución escrita. En las garantías austríacas, jugó un papel importante la anticipación del constitucionalismo étnico que sorprende para la era del liberalismo y nacionalismo: “(C)ada grupo étnico tiene un derecho inviolable a conservar y cultivar su nacionalidad e idioma. Será reconocida por el Estado la igualdad de derechos de todos los idiomas usuales en el país, en la escuela la administración y la vida pública”. Según este artículo 19 de la Ley fundamental del Estado sobre los derechos de los ciudadanos de 1867, la Corte imperial desarrolló una jurisprudencia amplia en pro de las minorías, transformando el Imperio Austríaco en una visión llamativa de la estatalidad pos-nacionalista estimada un siglo y medio después1089. 1085
1086
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Verf. des Dt. Reiches de 1871, op. cit. & Lois constitutionnelles de 1875, op. cit. Comp. KINGREEN & P., Grundrechte, op. cit., pág. 10; TENFELDE, Menschenrechte in Deutschland, op. cit., págs. 66 y ss. Pr. OVG, Stargard, 1876, op. cit. Comp. MICHAEL KOTULLA, “Die konstitutionellen Grundrechte in der Rechtsprechung des Preuß. Oberverwaltungsgerichts bis 1918”, en HEINZ MOHNHAUPT (Ed.), Vorträge zur Justizforschung, 2, Fráncfort, Klostermann, 1993, págs. 331-368; KROESCHELL, Dt. Rechtsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 225 y ss; GOSEWINKEL, Einbürgern u. Ausschliessen, op. cit., págs. 216 y s. JÖRG REQUATE, “Politischer Massenmarkt und nationale Öffentlichkeiten”, en KIRSCH et al., Verf. staat/ Massengesellschaft, op. cit., págs. 145-168, 151. Staatsgrundgesetz austríaca über die allgem. Rechte de 1867, op. cit. (es válida hasta hoy); tít. I de la Const. de la Monarquía española de 1876, op. cit. Comp. JUAN M. BILBAO et al., Lecciones de derecho constitucional I, Valladolid, Lex Nova, 2010, págs. 194 y ss; BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., págs. 155 y ss; PEÑA G., Historia política del constitucionalismo español, op. cit., págs. 219 y ss; SOLÉ & A., Constituciones y períodos constituyentes, op. cit., págs. 75 y ss; STOURZH, Schutz der Verfassung, op. cit., págs. 223 y ss. STOURZH, Schutz der Verfassung, op. cit., págs. 231 y ss.
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De todos modos, los alemanes tuvieron que esperar hasta la Constitución de Weimar de 1919 y, definitivamente, hasta la Ley fundamental de 19491090, así como los franceses hasta la Constitution de la IVe République de 1946 –que reactivó la antigua Déclaration des Droits de l’Homme de 17891091– para obtener derechos fundamentales comparables a los de los colombianos de 1853 o de los mexicanos de 1857. El país clásico que se negó constantemente al derecho constitucional codificado, el Reino Unido de Gran Bretaña, esperó incluso hasta 1998 para promulgar un Human Rights Act que adoptó nada más que la Convención Europea de Derechos Humanos de 19501092. Hipotéticamente, podría esperarse un desarrollo más idealista en la primera república duradera de Europa en manos liberales. No obstante, los derechos fundamentales de la Constitución Federal Suiza de 1848 parecen cortos e incompletos. Un cuarto de siglo después, la constituyente federal de 1874 impuso las libertades de culto, de residencia y de industria, de modo que la comunidad religiosa discriminada de los judíos recibió la ciudadanía sin restricciones en 1879. Con la misma tendencia reservada, la Corte Federal Suiza esperó hasta los años de 1959 a 1970 para reconocer las libertades esenciales de propiedad, de opinión y de reunión al estilo de derechos de libertad no codificados. Al fin, la propiedad fue constitucionalizada en la reforma de 1969, mientras varios otros derechos liberales siguieron aun más tarde en el marco de la tercera Constitución federal de 19991093. Sería muy incompleto escribir una mera historia normativa de los derechos fundamentales. La idea básica consistió en limitar la paralela revolución de la soberanía, de modo que se programó una relación de tensión, pues muchos Estados de ese entonces no solo perfeccionaron su monopolio de la violencia, sino que lo utilizaron también para políticas represivas de la seguridad interna y de la homogeneización nacional. Para tener una idea de las realidades, se recomienda repetir la lectura de los capítulos sobre la construcción de naciones mediante políticas de homogeneización étnica (III.2.D), el tratamiento de los supuestos enemigos públicos (III.7.A) y la estatalidad delictiva
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Verf. des Dt. Reiches de 1919, op. cit. & GG für die BRD de 1949, op. cit. Comp. ROBERT ALEXY, A Theory of Constitutional Rights, Oxford, Univ. Press, 2010 (título original en alemán de 1986), pág. 30; HEUN, The Constitution of Germany, op. cit., págs. 191 y ss; KINGREEN & P., Grundrechte, op. cit., págs. 10 y ss; MICHAEL STOLLEIS, A History of Public Law in Germany 1914-1945, t. 3, Oxford, Univ. Press, 2004 (título original en alemán de 2002), págs. 45 y ss. Constitution de la IVe République de 1946, op. cit. Comp. FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit., pág. 433; GODECHOT, L’histoire constitutionnelle de la France, op. cit., págs. 45, 69 y ss; HARTMANN, Franz. Verf.geschichte, op. cit., págs. 132 y ss. An Act británico to give further Effect to Rights and Freedoms guaranteed under the European Convention on Human Rights de 1998, en Statute Book 1998, c.42. Véase KLEY, Verf.geschichte, op. cit., pág. 71. Bundesverf. der CH Eidgenossenschaft de 1848, op. cit., y de 1999, en AS, 1999, págs. 2556 y ss. Comp. KLEY, Verf.geschichte, op. cit., págs. 158 y s, 165; KÖLZ, Neuere CH Verf.geschichte seit 1848, op. cit., pág. 507; PAHUD, Rechtsgeschichte CH, op. cit., págs. 178 y s, 182 y s, 186 y s.
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(III.7.B). Precisamente, los derechos humanos y los democidios no pertenecen a épocas diferentes, sino son hermanos hostiles de la misma era. Sin reclamar completitud, se encuentran como los últimos asesinatos masivos y masacres cometidos por fuerzas oficiales en algunos países selectos los siguientes: en Francia la guerra sucia en los departamentos argelinos de 1954 a 1962 y la masacre urbana contra los musulmanes en París de 1961, en EE.UU. los masacres de manifestantes en Orangeburg, Kent State University y Jackson State College de 1968 a 1970, en Gran Bretaña el Domingo Sangriento contra manifestantes de Derry en 1972, en Chile la primera fase sangrienta de la dictadura militar de 1973 a 1980, en España la matanza pos-dictatorial de Vitoria-Gasteiz de trabajadores vascos en huelga en 1976 y en Argentina el terror de la Dictadura de la reorganización nacional de 1976 a 19821094. c) Contenidos y conflictos de transformación La historia real de los derechos humanos es la del núcleo de las grandes transformaciones sociales. Subsiguientemente, se quiere señalar dos ejemplos. Es persuasivo acentuar la dificultad originaria de la Ilustración liberal en concebir todo ser humano como hombre con derechos iguales, si se observa la abolición lenta de la esclavitud en América. Después de que los esclavos de Haití se habían liberado de modo revolucionario de la inconsecuencia de la revolución francesa en 1804, siguieron hasta la mitad del siglo XIX las liberaciones normativas en Chile en 1823, en Centroamérica en 1824, en México en 1829, en Bolivia en 1831, en el Caribe británico en 1834, en Uruguay en 1842, en Colombia y Ecuador en 1851, en Argentina en 1853, en Venezuela y Perú en 1854, mientras la última parte de la ola occidental alcanzó los Países Bajos (en Surinam) en 1863, los EE.UU. en 1865, España (en Cuba) en 1886 y el Imperio de Brasil en 1888. En todos estos Estados, se eliminó un modelo económico altamente lucrativo por razones idealistas de tipo iushumano1095. 1094
1095
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Francia: RAPHAËLLE BRANCHE, “Torture and other Violations of the Law by the French Army during the Algerian War”, en ADAM JONES (Ed.), Genocide, War Crimes and the West, Londres, Zed Books, 2004, págs. 134-145; JEAN-LUC EINAUDI, La bataille de Paris, 17.10.1961, París, Eds. du Seuil 1991. EE.UU.: MICHAEL SONTHEIMER, “Kent-State-Massaker, Schüsse auf Studenten”, en revista Der Spiegel, de 3.5.2010, http://www.spiegel.de/einestages/kent-state-massaker-a-948883.html#featuredEntry (5.1.2018). GB: REDACCIÓN BBC, “Bloody Sunday Report published”, en BBC NEWS NORTHERN IRELAND, de 15.6.2010, http://www.bbc.com/news/10320609 (5.1.2018). Al respecto: ROBIN BLACKBURN, The Overthrow of Colonial Slavery, 4a ed., Londres & Nueva York, Verso, 2000, págs. 161 y ss, 213 y ss, 265 y ss, 331 y ss, 381 y ss; FLAIG, Weltgeschichte der Sklaverei, op. cit., págs. 209 y s; FRIEDMAN, A History of American Law, op. cit., págs. 505 y ss; MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 215 y ss; JIM POWELL, Greatest Emancipations, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2008, págs. 41 y ss, 117 y ss, 141 y ss, 163 y ss; ALONSO VALENCIA L., “Integración de la población negra en las sociedades andinas”, en JAIME PEÑA N. et al., Historia de América Andina, t. 5, Quito, Univ. Andina S. Bolívar & Libresa, 2003, págs. 141-172; JANINE VOIGT, Die Abschaffung des transatlantischen europ. Sklavenhandels im Völkerrecht, Zurich, Schulthess, 2000.
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Puede servir como otro indicador ilustrativo, la imposición del derecho a la vida frente a la tradición milenaria de la pena de muerte. La misma se logró primero en Hispano-América, precisamente en 1864 en Venezuela, en 1877 en Costa Rica, en 1897 en Ecuador, en 1904 en Panamá, en 1907 en Uruguay y en 1910 en Colombia, reactivando un logro ya presente de 1863 a 1886. Después de una pausa larga, siguieron los Estados centroeuropeos del pos-fascismo que buscaron una nueva identidad liberal (pero también proteger la vida de los ex nazis), es decir la República Federal Alemana en 1949 y Austria en 1968. En la década de 1970, se abrieron los Estados escandinavos. En cambio, se activaron muy tarde los Estados nucleares del mito liberal, por ejemplo Francia en 1981, Suiza en 1992 y Gran Bretaña en 1998. Los Estados Unidos desconocen este derecho humano básico hasta la fecha1096. d) La llegada en la era de la dignidad humana y la mentalidad pro-iushumana Hasta 1947, los derechos humanos solo existieron de modo paralelo al nivel constitucional de múltiples Estados particulares. Estimulado por el pico del anti-iushumanismo de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), 48 Estados fundadores de las Naciones Unidas alrededor de los vencedores de dicho enfrentamiento, adoptaron, en 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos con base en un equilibrio de valores liberales y sociales. Esta universalización jurídica fue concluida en 1966 por dos pactos, dedicados a los derechos liberales y sociales. De tal manera, el universalismo, que había sido presente en la teoría iushumana desde sus inicios, fue formalizado de modo supraestatal y bien visible para todo el mundo1097. Un desarrollo paralelo consistió en la fundamentación en una nueva figura central, llamada la dignidad humana. La misma apareció en la Constitución del Estado libre de Baviera de 1946 que contextualizó su punto de partida en el “campo de ruinas al cual un orden estatal y social sin Dios, sin conciencia y sin respeto de la dignidad humana, ha dirigido los sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial”, exigiendo para el futuro el respeto de “la dignidad de la personalidad humana”1098, generalizando de tal manera una terminología que el constitucionalismo centroeuropeo del interbellum había introducido en el espectro de la reforma social. Desde entonces, el principio de la dignidad 1096 1097
1098
En detalle: MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 191 y ss. Declaración universal de los derechos humanos de 1948, ed. por UN, http://www.un.org/es/documents/udhr/ (5.1.2018); Pacto internacional de DCP de 1966, ed. por OHCHR, http://www.ohchr. org/SP/Professional Interest/Pages/CCPR. aspx (5.1.2018); Pacto internacional de DESC de 1966, ed. por OHCHR, op. cit. Al respecto: GONZÁLEZ, Los ddhh en la historia, op. cit., págs. 169 y ss, 187 y ss; SVEN GAREIS & JOHANNES VARWICK, The United Nations, Houndmills, Palgrave Macmillan, 2005 (título original en alemán de 2007), págs. 137 y ss; GRET HALLER, Menschenrechte ohne Demokratie? Bonn, BPB, 2013, págs. 72 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 355y ss, 363 y s; HÜBNER, Los ddhh, op. cit., págs. 53 y ss; SAMUEL MOYN, La última utopía, Bogotá, Javeriana, 2015 (título original en inglés de 2010), págs. 57 y ss; WOLGAST, Geschichte Menschen-/ Bürgerrechte, op. cit., págs. 214 y ss. Preámbulo y art. 100 de la Constitución del Estado libre de Baviera de 1946, op. cit.
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humana se difundió como el núcleo de los derechos humanos y fundamentales que se constitucionalizó, por ejemplo, en Alemania en 1949, en Venezuela en 1961, en Grecia en 1975, en Portugal en 1976, en Suecia en 1977, en España en 1978, en Perú en 1979, en Brasil en 1988, en Colombia y Rumania en 1991, en Paraguay, la República Checa y Eslovaquia en 1992, en Bélgica en 1994, en Finlandia en 1995, en Sudáfrica en 1996, en Polonia en 1997, en Letonia en 1998, en Suiza en 1999 y en Hungría en 20111099. De todos modos, los debates jurídicos de la segunda mitad del siglo XX fortalecieron las garantías constitucionales por la elaboración de una dogmática exigente que, en el ejemplo alemán, contuvo elementos como los derechos subjetivos de defensa, el sistema de valores objetivos incluyendo la eficacia frente a terceros, el ascenso de la figura del contenido esencial intocable de todo derecho fundamental, el concepto de la barrera de barreras, la salvedad de la ley para restringir las limitaciones de los derechos fundamentales a autorizaciones formales y previas por el legislador parlamentario, el principio de la proporcionalidad y el método hermenéutico de la interpretación de las leyes ordinarias y preconstitucionales conforme a la constitución y sus derechos1100. Sobre todo, la justicia constitucional asumió cada vez más el papel del verdadero guardián de las garantías constitucionales, efectuando un control eficiente y una prevención eficaz de violaciones, así en la República Federal Alemana desde la década de 1950, en España desde los años 80 y en Colombia desde los años 901101. La verdadera activación de los derechos humanos y fundamentales a un sistema de valores nucleares, a una categoría clave de la identidad cultural y a una espada de protección cortante, ocurrió en el último tercio del siglo XX. En el ascenso de la mentalidad pro-iushumana, fue de alta relevancia la masificación del derecho a la educación secundaria y terciaria en gimnasios (lycées, colegios) y Universidades para partes cada vez más grandes de las nuevas generaciones, pues llevó a pueblos bien informados, más críticos y menos sumisos a estrategias superficiales de tranquilización. También la difusión de la televisión a todas las casas convirtió en realidad el nuevo poder visual de la libertad de expresión e información en los medios masivos de comunicación, ante el cual no fue posible ni ocultar ni justificar actos públicos bárbaros. Con la difusión masiva de imágenes 1099
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Comp. ALEXY, A Theory of Constitutional Rights, op. cit., págs. 62 y s; HÄBERLE, El Estado constitucional, op. cit., págs. 169 y ss; KINGREEN & P., Grundrechte, op. cit., págs. 107 y ss; DIETMAR V. D. PFORDTEN, Menschenwürde, Bonn, BPB, 2016, págs. 43 y ss, 46 y ss; THILO RENSMANN, Wertordnung und Verfassung, Tübingen, Mohr Siebeck, 2007, págs. 25 y ss; CHRISTIAN STARCK, Der demokratische Verf. staat, Tübingen, Mohr, 1995, págs. 186 y ss; ÍD., Jurisdicción constitucional y ddff, op. cit., págs. 123 y ss, 135 y ss; PAUL TIEDEMANN, Menschenwürde als Rechtsbegriff, 3a ed., Berlín, BWV, 2012, págs. 9 y ss, 49 y ss; WOLGAST, Geschichte der Menschen- u. Bürgerrechte, op. cit., pág. 259. Al respecto: ALEXY, A Theory of Constitutional Rights, op. cit., págs. 66 y ss, 111 y ss, 178 y ss, 192 y ss, 349 y ss; KATZ, Staatsrecht, op. cit., págs. 50 y ss, 98 y s, 106 y ss, 293 y ss, 327 y ss, 336 y ss; KINGREEN & P., Grundrechte, op. cit., págs. 30 y ss, 69 y ss, 76 y ss; RÜTHERS, Rechtstheorie, op. cit., págs. 477 y s, 486 y ss; SÄCKER, BVerfG, op. cit., págs. 105 y ss; MAXIMILIAN STEINBEIS et al., Die Deutschen und das GG, Bonn, BPB, 2009, págs. 98 y ss; STOLLEIS, Geschichte des öffentl. Rechts, t. 4, op. cit., págs. 216 y ss. Véase capítulo V.1.B.d.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
tan insistentes como las de la Guerra de Vietnam, de la toma de poder de PINOCHET o del apartheid en Sudáfrica, el poder estatal se vio desmitificado, sin estar blindado por el antiguo tabú –proveniente de la sacralización de los monarcas– de no poder imaginarse la posibilidad de una estatalidad criminal y una policía delincuente. Sobre todo, el holocausto (judeocidio) nazi ascendió, desde finales de los años 70, al papel global de la narración fundadora de la necesidad de los derechos humanos, lo que muchos Estados protegieron incluso por un nuevo delito de herejía en forma de la negación del mismo. En general, ascendieron desde los años 60 los nuevos movimientos sociales que utilizaron los derechos de comunicación en el espacio público, al estilo de una nueva conciencia democrática para activar un nivel de sensibilización amplio sobre cuestiones del bien común, relacionadas con la educación, la paz, el desarme, los peligros tecnológicos de la energía nuclear, la problemática de la devastación ambiental en la sociedad industrial o la solidaridad con el llamado tercer mundo. De modo paralelo, ascendieron actores y patrones con un gran impacto para la popularización de la ética de los derechos humanos, por una parte en forma de varias Organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional (desde 1961) y Reporteros sin Fronteras (1985) que buscaron un impacto societal con base en las libertades de asociación y de expresión y, por otra parte, múltiples artistas se aprovecharon de la libertad del arte, como las canciones de protesta de los años 60 y 70, las acciones colectivas de músicos como Band Aid (1984, 1989, 2004) y los conciertos a gran escala con una transmisión global como Live Aid (1985)1102. De todos modos, en un proceso complejo de aprendizaje y moderación, los Estados mismos renunciaron cada vez más a políticas de fuerza, pues las acciones policiales duras y los estados de sitio fueron detectados como contraproducentes, antidemocráticos y desproporcionales. Los órganos policiales desmilitarizaron paulatinamente su mentalidad, adoptando cada vez más la identidad de proteger los valores de los derechos fundamentales en vez de defender visiones de la razón del Estado de seguridad. Tampoco debe subestimarse el cambio esencial en la mentalidad administrativa, saliendo de tratamientos jerárquicos y formalistas frente a una especie de súbdito de facto por interiorizar cada vez más comportamientos respetuosos, cordiales y benevolentes que se orientaron en los derechos intocables del ciudadano. La clave fue la educación, pues desde los años 80, los poderes estatales incorporaron los derechos humanos a los currículos escolares y universitarios, formando el futuro ciudadano, la élite intelectual y su propio personal en estos valores que superposicionaron y reemplazaron los de la antigua ética heroica, jerárquica y religiosa. Fue decisivo que se modificara la educación de los juristas y funcionarios, reemplazando el enfoque autoritativo en la razón de Estado por los valores positivos del constitucionalismo moderno1103. 1102
1103
STEFAN HOFFMANN, “Einführung”, en ID., Moralpolitik, Gotinga, Wallstein, 2010, págs. 7-40; MARQUARDT, Ddhh y fundamentales, op. cit., págs. 149 y ss; MOYN, La última utopía, op. cit., págs. 203 y ss. Comp. art 27 de las Constitución española de 1978, op. cit. y art. 22 de la Constitución peruana de 1979. Comp. HÄBERLE, El Estado constitucional, op. cit., págs. 177 y ss; GERT SOMMER & JOST STELLMACHER, Menschenrechte u. Menschenrechtsbildung, Wiesbaden, VS, 2009, págs. 31 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
4. DEL ESTADO LIBERAL HACIA LA DEMOCRACIA SOCIAL Revisando tanto las constituciones europeas y latinoamericanas como las respectivas consagraciones en el derecho internacional público, no hay mucha duda de que la estatalidad social –enfocada en la seguridad social, justicia social, igualdad material e inclusión amplia a las oportunidades de la modernidad1104– es uno de los elementos claves en el diseño del Estado constitucional contemporáneo. El siguiente capítulo V.4 pretende analizar tanto las raíces y desarrollos históricos, como el diseño sistémico, los logros y desafíos del constitucionalismo social, bajo una atención especial en las olas de difusión en el espacio transnacional. En el título se conecta lo social con otro elemento clave del Estado moderno, la democracia. Estos dos elementos entran típicamente en una retroalimentación positiva, pues bajo el sufragio universal, el principio mayoritario empodera a la mayoría de las personas sin perfil empresarial o universitario, mientras la justicia social estabiliza el funcionamiento pacifico del Estado democrático, así por lo menos en las democracias no defectuosas que evitan la dominación excesiva por oligárquicas empresariales. A)
LAS PRECONDICIONES
a) Los vacíos en el paradigma fundador del social-newtonianismo En la dinámica de la tercera transformación básica de la historia mundial del Estado, se desarrolló primero, con una mínima ventaja temporal, la parte ilustrada de la doble-revolución –precisamente en las tres revoluciones fundadoras de 1776 a 1825–, mientras la parte industrial siguió pocos decenios después. Esta falta de simultaneidad tuvo un alto significado, de manera que los teóricos de la Ilustración partieron todavía de condiciones preindustriales y agrarias sin poder imaginarse ni los desafíos, ni el diseño del Estado industrial. Cabe destacar que la teoría política de la Ilustración efectuó el experimento de transferir, en un sentido exigente, los rasgos de la teoría natural líder de entonces a la categoría de derecho natural, es decir, pretendió reestructurar la sociedad en analogía a la física mecánica y atomista de ISAAC NEWTON, introduciendo un nuevo modelo de persona humana –el individuo autónomo– que debería interactuar con sus prójimos al estilo de la gravitación y centrifugación competitiva1105. De tal manera, se pretendió tratar las esferas sociales y ambientales como meros anexos de la economía, delegándolas al juego libre de las fuerzas anárquicas del mercado y rompiendo con la lógica de la economía justa del antiguo régimen. En ese entonces, el Estado introdujo desde arriba la lógica del mercado, disolviendo los gremios de pro1104
1105
326
El término Estado social es derivado del Sozialstaat alemán. En esta lengua, hay una diferenciación evidente entre sozial (enfocado en la igualdad material) y gesellschaftlich (las relaciones en sociedad), pero en español se traduce ambas como social. Comp. MARQUARDT, Democracia social, op. cit., págs. 3 y s. NEWTON, Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica, op. cit. Comp. capítulo II.2.A-B.
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ducción, las tierras comunales, las autarquías comunales, las restricciones de migración, el control poblacional, etc., pues en la teoría liberal la interacción competitiva de las autonomías privadas, no debía conducir a cualquier efecto arbitrario sino al mejor resultado de la asignación de recursos. No obstante, esta teoría de salvación partió todavía de realidades agrarias, bajo el ideal de la competencia de un montón enorme de pequeños productores en sus campos privatizados, sin poder imaginarse fenómenos de la acumulación de poder en dicho mercado. En la experiencia real, la subsiguiente transformación industrial adelantó rápida y profundamente estas expectativas casi inocentes. Por lo menos en la segunda mitad del siglo XIX, fue cada vez más evidente que por la mera pasividad del Estado de laissez faire no se pudo solucionar ni el nuevo pauperismo industrial con la correspondiente cuestión social, ni la contaminación industrial del ambiente con la cuestión ecológica. b) La cuestión social de la transformación a la sociedad industrial Estimulado por el desarrollo demográfico, las grandes migraciones y la urbanización de la revolución fósil-energética e industrial, nació un nuevo tipo de ciudad, primero en las megápolis industriales de Gran Bretaña y Prusia, donde se originó una estructura urbana con extensos barrios miserables en los que los obreros de industria sufrieron un pauperismo y una privación de dignidad humana hasta entonces no imaginable. El color favorito de la industrialización temprana fue negro, como el carbón mineral. En los slums industriales, el habitante típico fue expuesto a un trabajo explotador sin contraprestación adecuada, a los peligros de la criminalidad de pobreza, a los riesgos de salud, a los del agua ‘potable’ microbiológicamente contaminada, a los peligros del aire excesivamente contaminado por la alta densidad de partículas y emanaciones de hollín y humo, a alimentos estropeados, a la ausencia de toda esfera privada en pequeños espaL A C U E S T I ÓN S O C I A L D E L A U R B A N I Z A C I Ó N I N D U S T R I A L
El infierno socio-ambiental de la revolución industrial: la ciudad inglesa de Sheffield en 1884
Berlín en 1905: la vida en un cuartel de
arrendamiento
Glasgow en 1912: niños sin zapatos en un slum urbano
Img. 97-991106 1106
Img. 97: A very clear Day, 1884; img. 98: foto de H. LICHTE de 1905; img. 99: de T. CURRIE de 1912.
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cios acondicionados en un solo ambiente de cocina-cuartos compartidos entre cinco a diez personas sin cama personal, a una vida deprimida sin ventanas a la luz y al aire fresco y, entre otros aspectos, al riesgo de arruinar sus hijos por el trabajo infantil. Todavía alrededor de 1910, los cuarteles de arrendamiento de Manchester, Glasgow, Dublín, Essen, Berlín o Viena entraron al perfil descrito, sin baño propio, sin conexión individual al acueducto, sin gas ni electricidad1107. La profundidad del problema fue cada vez más obvia, pues 50 millones de europeos no sólo migraron a la próxima ciudad, sino escaparon por completo de la estrechez y falta de perspectivas en Europa misma, buscando una nueva vida en los nuevos mundos entre Norteamérica, Argentina y Australia1108.
Img. 100: Aprox. 50 millones de afectados del pauperismo de las sociedades de transformación europeas, escaparon de la miseria hasta las Américas1109
La transformación señalada fue más rápida que la capacidad sistémica a responder. De la experiencia del antiguo régimen, los políticos estuvieron acostumbrados al tipo normal del campesino de subsistencia, asegurado por la solidaridad familiar, comunal y señorial, aunque tampoco debe olvidarse que nunca se había protegido la clase subcampesina de los errantes fuera de la ley, que ahora entraron como los primeros al proletariado de las ciudades industriales. De todos modos, el nuevo tipo normal fue el obrero asalariado que, según la lógica liberal de mercado, se vio enfrentado con una especie de libertad empresarial que funcionó en la experiencia real como la de lobos libres entre las ovejas libres. 1107
1108 1109
328
Comp. BAUER & B., Von Bettgehern und Untermietern, op. cit.; ERNST BRUCKMÜLLER, Sozialgeschichte Österreichs, 2a ed., Viena, VGP, 2001, págs. 229 y ss; DAVIS, Planet of Slums, op. cit., págs. 16 y ss; ERIC HOBSBAWM, La era del capital 1848-1875, 2ª ed., Barcelona, Crítica, 2007 (título original en inglés de 1975), págs. 217 y ss; WOLFGANG KASCHUBA, Lebenswelt und Kultur der unterbürgerlichen Schichten, Múnich, Oldenbourg, 1990, págs. 14 y ss, 23 y ss, 59 y ss; NIPPERDEY, Dt. Geschichte, op. cit., págs. 219 y ss; POLANYI, La gran transformación, op. cit., págs. 81 y ss; WASSON, A History of Modern Britain, op. cit., pág. 190; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 25 y ss, 140 y ss, 772 y ss. Véase BAINES, Emigration, op. cit., págs. 3 y ss; HOBSBAWM, La era del capital, op. cit., págs. 202 y ss. Migrantes europeos llegan a Nueva York, 1896; lugar: Hist. Museum Bremerhaven.
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c) Volviendo al holismo aristotélico: el todo es más que la suma de sus partes En la esfera de la filosofía política, especialmente el pensador y economista alemán KARL MARX (1818-1883) criticó los efectos paradójicos de la teoría liberal. Sus análisis de las dependencias escondidas en la libertad de mercado, sus estudios sobre las dinámicas de poder en el capitalismo industrial, su crítica de la propiedad privada en los medios de producción, sus observaciones sobre el trabajo dependiente de muchos asalariados, su diferenciación entre la clase dominante de la burguesía y la clase oprimida del proletariado industrial, así como sus conceptos sobre la apropiación empresarial de la plusvalía, influenciaron altamente la discusión política y científica. Más allá de toda crítica justificada acerca de una variedad de elementos de las teorías históricas, estatales y revolucionarias de MARX, sólo hay pocas dudas sobre el hecho que entre los grandes economistas del largo siglo XIX, aquel tuviese la menor cuota de errores en sus prognosis sobre el curso general y a largo plazo del capitalismo industrial, en comparación con autores como ADAM SMITH o JOHN STUART MILL. En la perspectiva del igualitarismo marxista, el modelo liberal del Estado aparecía como una expresión de las relaciones de producción y un aparato de opresión y explotación en nombre de los intereses de la clase burguesa, el cual tendrá que morir en el próximo futuro con la misma clase declarada parasitaria1110. Entre los pensadores que combinaron la crítica económica de MARX con una perspectiva más positiva de la estatalidad, debe señalarse al jurista alemán FERDINAND LASSALLE (1825-1864) quien acentuó hacia 1862, en el ejemplo de la monarquía económicamente liberal de Prusia, la discrepancia entre la carta engañosa y las factores reales de poder, entre las cuales él contó: el monarca, el ejército, los cañones, los latifundistas, los industriales, los banqueros y la educación general, instrumentalizados en contra de los intereses de la nación no organizada, aunque también los obreros tendrían la perspectiva de entrar en el futuro al listado de los factores de la constitución lassalliana1111. La fuerza explosiva de las exigencias sociales, radicó en que retomaron las promesas no materializadas de la revolución ilustrada. Hay que recordar que la misma había ofrecido la perspectiva de crear una sociedad de masas individualizada, bajo figuras consagra1110
1111
Véase KARL MARX, Crítica de la filosofía del Estado de Hegel, Madrid, Bibl. Nueva, 2002 (título original en alemán de 1843); ÍD., Manifiesto del partido comunista, Bogotá, Momo, 2005 (título original en alemán de 1848); ÍD. & FRIEDRICH ENGELS, “Von der kapitalistischen zur kommunistischen Gesellschaft” (1859), en NORBERT HOERSTER (Ed.), Klassische Texte der Staatsphilosophie, 13ª ed., Múnich, DTV, 2006, págs. 253-273; ÍD., Das Kapital, Colonia, Anacanda, 2009 (de la 2ª ed. de 1872). Al respecto: THOMAS EBERT, Soziale Gerechtigkeit, Bonn, BPB, 2010, págs.161 y ss; MARCEL SENN, Rechts- und Gesellschaftsphilosophie, Zürich, Dike, 2012, págs 82 y ss; ROLF P. SIEFERLE, Karl Marx, Zur Einführung, Hamburgo, Junios, 2007, págs. 48 y ss; KARL-P. SOMMERMANN, Staatsziele und Staatszielbestimmungen, Tübingen, Mohr S., 1997, págs. 65 y ss; TRUYOL Y SERRA, Historia de la filosofía del derecho y del Estado, t. 3, op. cit., págs. 263 y ss; ZPPELIUS, Geschichte Staatsideen, op. cit., págs. 166 y ss. FERDINAND LASSALLE, ¿Qué es una Constitución? 9ª reimpr., Bogotá, Panamericana, 2009 (título original en alemán de 1862), págs. 2 y ss. Comp. GRIMM, Constitucionalismo y ddff., op. cit., págs. 141 y ss.
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das como la soberanía popular, la nacionalidad general, los derechos del hombre y la igualdad legal. De modo agudo, la Revolución francesa había reclamado actuar en nombre de todo el tercer estado en contra del elitismo estamental del antiguo régimen, aunque ya el observador involucrado pudo percibir que el grupo mayoritario en la afirmada unidad del tercer estado –los campesinos de entonces– se sublevó en contra del nuevo gobierno burgués. La declaración francesa de derechos del proyecto de constitución de 1793, había acentuado la igualdad con el “deber sagrado […] del sostenimiento de los ciudadanos desgraciados”1112, pero ningún gobierno liberal quiso saber mucho de esto. Precisamente, la revolución burguesa había logrado reemplazar el Estado de los guerreros y monjes por el Estado de los comerciantes y abogados, bajo la inclusión amplia de los nobles aburguesados, pero hubo de suponer que las promesas de la democracia, de la nación y de la igualdad legal significaron algo más que maquillaje retórico y deberes militares en el nuevo ejército popular, sino que significaron un programa de la inclusión cualitativa de todos los titulares virtuales al demos. Además, el debate social desafió la antigua hipótesis social-newtoniana de la generación de 1789, derivada de las ciencias naturales del siglo XVIII, según la cual el ser humano tendría exclusivamente una naturaleza individual atomizada y la sociedad estaría manejada de la mejor manera gracias a la gravitación y centrifugación de sus partes más pequeñas. Desde la segunda mitad del siglo XIX, las ciencias naturales y sociales estimularon otro tipo de pensamiento, crítico del atomismo y acentuador de la interdependencia, según el cual el ser humano tendría también una naturaleza social no menos marcada que la individual. Los avances en la física, la biología y la química evidenciaron que la teoría mecánica de NEWTON representaba una explicación muy reduccionista del mundo, especialmente en vista de la Teoría de la evolución de DARWIN de 1859, de la Teoría de la relatividad –E=mc²– de EINSTEIN de 1905 y de la Teoría cuántica de HEISENBERG de 1925. Un nuevo pensamiento post-individualista ascendió particularmente en el ambiente de la nueva ciencia de la sociología, inspirada por autores como COMTE (1798-1857), DURKHEIM (1858-1917) y WEBER (1864-1920). Tampoco pueden subestimarse los efectos de los progresos en la psicología y el psicoanálisis1113. El nuevo paradigma post-mecánico en proceso de formación, puede resumirse en la frase holística y aristotélica: el todo es más que la suma de sus partes. Respecto a los derechos humanos y fundamentales, derivados de las hipótesis sobre la naturaleza del ser humano, era de suponer ahora, que las necesidades fisiológicas, de protección y de participación, tales como el acceso a una alimentación sufi1112 1113
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Arts. 2 y 21 de la Déclaration des Droits de l’homme, Decret de la Convention Nationale de 1793, op. cit. CHARLES DARWIN, On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life, Londres, J. Murray, 1859; ALBERT EINSTEIN, “Ist die Trägheit eines Körpers von seinem Energieinhalt abhängig?” en rev. Annalen der Physik, núm. 17, 1905, págs. 639-641; AUGUSTE COMTE, Système de politique positive, ou Traité de sociologie, 4 t., París, Carilian, 1851-1854; ÉMILE DURKHEIM, Les règles de la méthode sociologique, París, F. Alcan, 1895; WEBER, Wirtschaft und Gesellschaft, op. cit.; SIGMUND FREUD, Massenpsychologie und Ich-Analyse, Leipzig, Viena, IPV, 1921.
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ciente, servicios de salud, una educación profunda, una vivienda adecuada y un trabajo gratificante, describían un nivel más fundamental de la existencia humana que, por ejemplo, la garantía de poder leer libremente un periódico en un café de la belle époque. De tal manera, pareció plausible exigir la prioridad de los derechos sociales frente a los derechos elitistas de la burguesía del siglo XIX tales como la libertad de prensa. En estas formas de la filosofía jurídica, política y económica general, la reforma social no solo afectó a Estados con un problema actual del proletariado urbano-industrial como Gran Bretaña o el Imperio Alemán, sino a todos los Estados europeos y americanos. En cuanto a la teorización del Estado, hubo que ampliar la teoría de la administración intervencionista del pensamiento liberal a la de la administración productiva del Estado social. En Francia, el jurista LÉON DUGUIT (1859-1928) perfiló la categoría del servicio público en 1913, mientras su colega alemán ERNST FORSTHOFF (1902-1974) elaboró el concepto administrativo de la procura existencial en 19381114 como “el conjunto de medidas que se adoptan por los poderes públicos para la satisfacción de necesidades individuales impuestas por la vida colectiva y que aisladamente no se pueden afrontar”1115. En 1948, el filósofo del derecho alemán GUSTAV RADBRUCH (1878-1949) resumió la profundidad del cambio paradigmático: “La idea del derecho social no es simplemente la idea de un derecho especial destinado a las clases bajas de la sociedad (…). Se trata, en realidad, de una nueva forma estilística del derecho, en general. El derecho social es el resultado de una nueva concepción del hombre por el derecho. (… En vez del) homo economicus (… d)el derecho individualista (… con el) comerciante (…) como modelo (…), nació, poco a poco, un nuevo tipo de hombre, como punto de partida para el legislador. La imagen del hombre como sujeto a vínculos sociales, (…) permitió dictar medidas de protección contra la impotencia social”1116.
En general, la lógica latente de la democratización se interconectó en una retroalimentación positiva con la politización de la cuestión social, así también en Estados que todavía funcionaron eminentemente de modo pre-democrático. De tal manera, la expresión partidista de las ideas de MARX, LASSALLE, BEBEL, LIEBKNECHT y otros burgueses educados en nombre del proletariado, el Partido Socialdemócrata de Alemania, fundado en 1863, ascendió en su propio país al partido más fuerte en el Reichstag, así a partir de las elecciones de 1890 para alcanzar en las últimas elecciones anteriores a la Gran Guerra, las de 1912, el 34,8% de los votos, pues el sufragio universal masculino de 1871 concedió a los obreros industriales, cada vez más numerosos, un poder de1114
1115 1116
LÉON DUGUIT, Les transformations du Droit Public, París, Colin, 1913 & ERNST FORSTHOFF, Die Verwaltung als Leistungsträger, Stuttgart, Kohlhammer, 1938; ÍD, Estado de Derecho en mutación, Madrid, Tecnos, 2015, pág. 91. Comp. STOLLEIS, A History of Public Law in Germany, t. 3, op. cit., pág. 393. FRANCISCO SOSA W., Carl Schmitt y Ernst Forsthoff, Madrid, Marcial Pons, 2008, pág. 27. GUSTAV RADBRUCH, Introducción a la filosofía del Derecho, México, FCE, 1951 (9ª impr. de 2005; título original en alemán de 1948), págs. 157 y s, 161.
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mocrático1117. De igual forma, el Partido Socialdemócrata Sueco, fundado en 1899, subió al rango del partido más fuerte en 1917. Su equivalente danés lo logró en 1909, el de Austria en 1911 y el de Bélgica en 1919. El Partido Laborista de Gran Bretaña, fundado en 1900, alcanzó, después de la (casi) universalización del sufragio inglés en 1918, por lo menos el rango del segundo partido más fuerte1118.
Img. 101: Los temores y rechazos del Zar ruso NICOLÁS II frente al acenso del movimiento socialista en su Imperio según una caricatura de 1896. Dos decenios más tarde, dicho movimiento asesinó a él1119
Originalmente, no existió ninguna diferenciación entre el pensamiento de la socialdemocracia y del comunismo, sino que el último se constituyó como el ala más acentuado dentro del Partido Socialdemócrata, hasta que la revolución alemana de 1918 llevó a la división en dos partidos. Sin embargo, sería muy incompleto reducir el ascenso del pensamiento social a sus protagonistas más explícitos, pues el mismo se conectó también con las demás corrientes políticas. Aunque el liberalismo parece fácilmente como el gran contrincante ideológico, no deben subestimarse los intentos unificadores dentro de los partidos liberales, pues ascendió una rama que justificó la libertad positiva en el sentido de la necesitad de crear las precondiciones de la libertad en los estratos sociales privadas de las mismas con el fin de realizar la igualdad de oportunidades1120. A partir de la encíclica Rerum novarum de 1891, también la Santa Sede retomó el tema en forma de la doctrina social de la Iglesia, mientras las iglesias protestantes desarrollaron su ética social evangélica, lo que promovió la inclusión del pensamiento social en los partidos confesionales1121. Finalmente, fue difícil encontrar partidos políticos que no defendieron por lo menos algunas ideales sociales. 1117
1118 1119 1120
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HOBSBAWM, La era del imperio, op. cit., pág. 127; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 1045 y ss; ÍD., The German Empire, op. cit., págs. 80 y ss. BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., pág. 167; WASSON, Modern Britain, op. cit., págs. 192 y ss. Portada del periódico satírico Der Wahre Jakob, núm. 268, de 27.10.1896. Entre los pensadores de esta corriente, deben señalarse JOHN RAWLS (1921-2002, comp. el liberalismo igualitario en la Teoría de la justicia, op. cit.) y RALF DAHRENDORF (1929-2009, véase Auf der Suche nach einer neuen Ordnung, Múnich, Beck, 2003, pág. 124). Comp. EBERT, Soziale Gerechtigkeit, op. cit., págs. 222 y ss, 270 y ss. EBERT, Soziale Gerechtigkeit, op. cit., págs. 202 y ss.
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B)
PRIMEROS AVANCES EN EL LARGO SIGLO XIX
a) Estatalidad educadora, salud pública y niños trabajadores Aunque la Ilustración social-newtoniana había promovido el Estado de laissez faire, esta regla fue relativizada desde los inicios en una dimensión importante. A partir de las primeras constituciones y legislaciones del nuevo tipo, el Estado liberal asumió un fin social específico, consistente en crear activamente una población educada, tanto mediante programas exigentes de la enseñanza masiva de los niños y adolecentes en escuelas públicas como por la formación de élites intelectuales en Universidades estatales. Ya en 1774, la Sacra Emperatriz Romana MARÍA TERESA introdujo en el Circulo Imperial Austríaco la enseñanza obligatoria, seguida por Prusia en 1794, Baviera en 1802, Sajonia en 1835 y Suiza en 1874. Por ejemplo, la Constitución del Imperio Germánico de 1849 exigió en sus derechos fundamentales: “Se debe promover la educación de la juventud por suficientes escuelas públicas en todos los lugares”, sin olvidar prohibir a padres obstinados escapar de la enseñanza obligatoria de sus hijos, evitando de tal manera excusas extendidas como la supuesta prioridad del trabajo infantil en la agricultura, el taller, la casa o la fábrica, y todo esto bajo la garantía de la gratuidad de la enseñanza. También la Constitución de la Confederación Argentina de 1853 previó “la educación primaria gratuita”1122. Aparte de la educación pública, el Estado del largo siglo XIX se dedicó a la salud, así en el Reino de Prusia, que creó ya en 1817 los respectivos ministerios. El enfoque originario no fue el seguro social, sino el combate de la viruela y del cólera mediante la vacunación y la reforma higiénica. Para más información, pueden consultarse los capítulos III.4.D.f. y IV.2.B. Otro de los primeros avances del Estado social se articuló en la protección legal de los niños. El pionero de la transformación industrial, el Reino de Gran Bretaña, empezó en 1833 con una rudimentaria legislación sobre las fábricas que prohibió emplear niños con menos de nueve años y limitó el día de trabajo de los demás niños a doce horas, seguido por Prusia que, con la legislación de 1839, prohibió el trabajo infantil con menos de nueve años, hasta que una ley imperial de 1903 extendió la edad protegida a 13 años. Suiza siguió a partir de la respectiva reforma constitucional de 1874. En vista de excepciones y de un bajo nivel de controles, la eficacia quedó cuestionable hasta la mitad del siglo XX1123.
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Arts. 155 y 157 de la Verf. des Dt. Reiches de 1849, op. cit.; art.6 de la Constitución de Argentina de 1853, op. cit. Véase en detalle capítulo III.4.D.g. Factory Act británico de 1833, 3 & 4 Will. IV, c103; Regulativ prusiano über die Beschäftigung jugendlicher Arbeiter in den Fabriken de 1839, en Pr. GS, 1839, págs. 156 y ss; Gesetz alemana betreffend Kinderarbeit in gewerblichen Betrieben de 1903, en RGBl., 1903, págs. 113 y ss; Fabrikgesetz suizo de 1877. Comp. ANNIKA BOENTERT, Kinderarbeit im Kaiserreich, Paderborn, Schöningh, 2007, págs 49 y ss; PAHUD,
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b) El seguro social público La decisión clave en beneficio del Estado protector de lo social, puede reconocerse en la legislación pionera del Imperio Alemán de 1883 a 1889 sobre el seguro social, introducida por el canciller OTTO VON BISMARCK, que estableció el aseguramiento obligatorio de los trabajadores con base en el derecho público frente a los nuevos riesgos de la sociedad industrial en las tres esferas de salud, accidentes, pobreza de vejez o por invalidez. Por una parte, el canciller conservador y paternalista tomó en serio las necesidades de la sociedad industrial y, por otra parte, retomó los impulsos de la fuerte oposición socialdemócrata, bajo el cálculo político de tranquilizar y marginalizarla. Precisamente, el Estado alemán estableció 8.200 Cajas locales de enfermedad y 31 Establecimientos del seguro de vejez como corporaciones del derecho público. Se financió el seguro social público por contribuciones compartidas entre los asegurados y sus respectivos empleadores en vez de usar recursos tributarios, basándose en el modelo de la capitalización individual, es decir, el futuro jubilado ahorró para sí mismo en la caja del Estado, aunque entraron rápidamente elementos redistributivos. Se trató de una protección muy básica, de modo que el jubilado con 70 años continuó dependiendo de sus hijos o fue expuesto a la pobreza de vejez. A partir de la Ordenanza imperial de seguro de 1911, también las viudas y huérfanos entraron al seguro social de vejez. Para sus propios funcionarios, el Estado estableció un sistema aparte en forma de salarios de jubilación y del apoyo médico, financiados tributariamente. Quedaron por fuera los que trabajaron por cuenta propia, incluyendo los campesinos, lo que pudo llevar a vacíos del sistema en cuanto a los migrantes en las ciudades de rápido crecimiento. De todos modos, con el seguro de salud empezó a crecer sosteniblemente la cobertura con médicos en el territorio1124. En los siguientes decenios, el modelo de BISMARCK se difundió en el mundo. En cuanto a la salud y las pensiones, siguieron el Imperio Austríaco en 1888 y 1907,
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Rechtsgeschichte CH, op. cit., págs. 253 y s; SENN, Rechtsgeschichte, op. cit., pág. 338; WASSON, A History of Modern Britain, op. cit., pág. 137;WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 2, op. cit., págs. 254-258. Gesetz betr. die Krankenversicherung de 1883, en RGBl., 1883, núm. 9, págs. 73-104; Unfallversicherungsgesetz de 1884, en RGBl., 1884, núm. 19, págs. 69-111; Gesetz betr. die Invaliditäts- und Altersversicherung de 1889, en RGBl., 1889, núm. 13, págs. 97-144. Comp. ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., pág. 65; EBERHARD EICHENHOFER, Sozialrecht, 6a ed., Tübingen, Mohr Siebeck, 2007, págs. 18 y ss; ÍD., Geschichte des Sozialstaats, op. cit., págs. 52 y ss; FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 234 y ss; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 730 y ss PILZ, Der Sozialstaat, op. cit., págs. 23 y ss; GERHARD A. RITTER, “Los comienzos y el desarrollo del Estado social en Alemania”, en revista Studia histórica, núm. 8, Salamanca, Univ., 1990, págs. 157-170, 160 y ss; LOTHAR F. NEUMANN & KLAUS SCHAPER, Die Sozialordnung der BR Deutschland, 5a ed., Bonn, BPB, 2008, págs. págs. 27 y ss; MANFRED G. SCHMIDT, Sozialpolitik in Deutschland, 3a ed., Wiesbaden, VS, 2005, págs. 21 y ss; SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte der Wirtschaft, op. cit., pág. 204; MICHAEL STOLLEIS, Origins oft he German Welfare State, Berlín, Springer, 2013, págs. 53 y ss; WEHLER, The German Empire, op. cit., págs. 132 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., pág. 297.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
Bélgica en 1894 y 1900, Gran Bretaña en 1908 y 1911, Francia en 1910 y 1928, Suiza en 1911 y 1946, Italia en 1912, 1919 y 1943, Chile en 1924, Canadá en 1927 y 1977, Portugal en 1935, EE.UU. en 1935 y 1965, México en 1943 y Colombia en 19461125. C)
LOS ORÍGENES DEL CONSTITUCIONALISMO SOCIAL Y LA PRIMERA OLA DE DIFUSIÓN (1917-1945)
a) Tres revoluciones sociales y la constitucionalización originaria Como la verdadera era de despegue de la estatalidad social, se comprobaron los decenios a partir de 1917 iniciados y marcados por tres revoluciones sociales con perfiles propios. Las europeas fueron posibilidadas por los ejércitos populares con base en el servicio militar obligatorio de las clases bajas que salieron de la Gran Guerra industrial de modo frustrado y dirigieron su armamento hacia el interior. En primer lugar, hay que indicar la revolución social de 1917 en el Imperio Ruso, el quinto de los Estados en proceso de industrialización de aquella época según el criterio de la producción de carbón y acero1126, la cual representó la variante utópica e idealista y marcó al breve siglo XX del mismo modo como modelo de atracción y rechazo, así como lo había hecho la Revolución francesa en el largo siglo XIX1127. La revolución de LENIN diseñó la democracia popular comunista del Estado social sin mercado que va a ser profundizado más detalladamente en el capítulo VII.5A. La segunda variante de las revoluciones sociales, la representó la revolución centroeuropea de 1918 a 1919 que acompañó la caída de las monarquías de los Hohenzollern prusianos y Habsburgo austríacos. Se realizó un modelo más integral que adoptó elementos del liberalismo político y los combinó con características de la teoría socialista, para promover la libertad en el marco de la justicia social, dando como resultado el Estado socialdemócrata. No se eliminó el mercado, sino se buscó un balance entre la sociedad de mercado y la estatalidad social. Tanto por parte de la izquierda pura, como por la derecha nacional y monarquista, la revolución centroeuropea fue denunciada como una traición, pero no debe subestimarse que ésta creó el modelo estatal más exitoso de la historia política del siglo XX1128. 1125
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GROSSBERG et al., History of Law, t. 2, op. cit., págs. 321, 369, 452; Ley colombiana 90 por la cual se establece el seguro social obligatorio de 1946, op. cit.; MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 396 y ss; OSCHMIANSKY & K., Wohlfahrtsstaatl. Grundmodelle, op. cit.; PAHUD, Rechtsgeschichte CH, op. cit., págs. 255 y ss; RITTER, Los comienzos y el desarrollo del Estado social, op. cit. pág. 161; SCHMIDT, Sozialpolitik, op. cit. pág. 182; WOLLER, Geschichte Italiens, op. cit., págs. 35 y s; FRIEDMAN, A History of American Law, op. cit., págs. 658 y ss. Datos en POHL, Aufbruch der Weltwirtschaft, op. cit., págs. 127, 131. HOBSBAWM, Historia del siglo XX, op. cit., págs. 62 y s. Sobre la revolución alemana: BUITRAGO G., Análisis comparado, op. cit., págs. 404 y s; ALEXANDER GALLUS et al., Die vergessene Revolution von 1918/19, Bonn, BPB, 2010, págs. 14 y ss; SEBASTIAN HAFFNER, 1918/19, Reinbek, Rowohlt, 1988, págs. 52 y ss; EBERHARD KOLB, The Weimar Republic, Oxon,
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El tercer ejemplo de una revolución social con un perfil propio, fue en el marco del tiempo la primera, a saber, la de México. El resultado de la guerra civil intra-liberal acompañada por sublevaciones campesinas, la Constitución Política de los Estados Unidos de México de 1917, se dedicó a un ámbito todavía no tan industrializado y organizó una especie de agro-socialdemocracia bajo el ideal de la igualdad redistributiva de las tierras en beneficio de la subsistencia familiar. El autor ha analizao este ejemplo en su obra Historia constitucional comparada de Iberoamérica (2016)1129. Las revoluciones sociales llevaron a la constitucionalización originaria de la estatalidad socialdemócrata. En Europa puede reconocerse en la Constitución de Weimar del Imperio Alemán de 1919 el documento fundador, mientras la república vecina de Austria renunció a configurar su carta puramente organizacional de 1920 en este sentido, anclando una estatalidad social no menos exigente en las normas del derecho administrativo1130. Como el marco político debe indicarse que ambas repúblicas en sucesión de los Imperios centroeuropeos, estuvieron inicialmente, en el resultado de las primeras elecciones democráticas, en manos de mayorías socialdemócratas. La Constitución de Weimar obligó la economía a la justicia pública en el sentido de asegurar la existencia humana digna para todos; instituyó la responsabilidad social de la propiedad privada para el bien común (“la propiedad obliga”); implantó el control del Estado sobre los recursos naturales utilizables económicamente; estableció el derecho a la vivienda sana; exigió la protección de la obra humana; ordenó la legislación del derecho laboral; garantizó el seguro social; admitió el derecho al trabajo con una manutención subsidiaria en el caso del desempleo1131; aprobó la participación de los obreros en comités de empresa; legitimó los sindicatos; reglamentó la protección de la madre; requirió la protección de los adolescentes y sancionó la escolarización obligatoria general. Según la evaluación del historiador del derecho HANS HATTENHAUER, la Constitución de Weimar diseñó “el Estado de bienestar más progresista de Europa”1132. De todas maneras, los valores sociales establecidos en la norma suprema hicieron necesarias inversiones significativas. Para poder cumplir eficazmente con las tareas previstas, la legislación tributaria alemana de 1919 introdujo el impuesto general sobre la renta cobrado en la fuente como un impuesto sobre los salarios con una progresión acentuada desde una tasa moderada del 10% colectada de los obreros comunes hasta la
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Routledge, 2005 (título original en alemán de 2002), págs. 3 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., págs. 148 y ss, 174 y ss. CP de México de 1917, ed. por DIPPEL, Constitutions of the World, 1850-, p. 2, op. cit., I.I. 7, mf. núm. 927, 1-98, 928, 1-16. Comp. MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 380 y ss. Arts. 122, 145, 151, 153, 155-157, 159, 161, 163 y 165 de la Verf. des Dt. Reiches de 1919, op. cit. & Gesetz womit die Rep. Österreich als Bundesstaat eingerichtet wird, en BGBl., 1920, págs 1 y ss. Comp. NEITZEL, Weltkrieg u. Revolution, op. cit., pág. 163; BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., págs. 211 y ss. Desarrollada por la Gesetz über … Arbeitslosenversicherung de 1927, en RGBl. I, 1927, págs. 187 y ss. HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., pág. 800. Véase también STOLLEIS, Origins of the German Welfare State, op. cit., págs. 98 y ss.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
tasa alta del 60% recaudada de los ingresos de los económicamente potentes. Además, el sistema se financió por el impuesto de sociedades de capital y por el impuesto de herencias y donaciones con una progresión hasta el 90%, mientras que se degradaron los impuestos indirectos sobre el consumo –vistos como no sociales– a un mero rango secundario. En la democracia social, el derecho tributario sirvió para la redistribución solidaria. Ya en la década de 1920, los gastos sociales alcanzaron el 38% del total de los gastos públicos de la república alemana1133. Por ejemplo, el derecho a la vivienda digna se realizó mediante políticas públicas ambiciosas, que tuvieron por objeto construir viviendas sociales para los vulnerables con un confort mínimo, la salubridad de la época, zonas verdes y enlaces de transporte público. El Estado social revolucionó la arquitectura mediante el nuevo estilo arquitectónico del funcionalismo, racionalismo técnico, simplificación geométrica y materiales industriales. En ese entonces, se convirtió en el verdadero Estado modelo de la democracia social, la llamada Viena roja, es decir, una ciudad-Estado que permaneció – durante las épocas no dictatoriales (1919-1934, desde 1945) – en manos del Partido Socialdemócrata Austríaco y que usó sus facultades tributarias para financiar el programa más exigente de todas las megápolis industriales de Europa para reemplazar los slums de la industrialización temprana –hasta 1934– por 64 mil viviendas sociales con espacio, luz, aire, sol, zonas verdes y servicios públicos en manos municipales1134. LA SUPERACIÓN DE LOS SLUMS DEL INDUSTRIALISMO TEMPRANO POR LAS VIVIENDAS SOCIALES DEL ESTADO
Las viviendas sociales del interbellum: la Karl-MarxHof en la Viena austríaca, construida de 1927 a 1930 con 1.382 apartamentos, y el Rundling en la ciudad sajona de Leipzig-Lössnig, construido de 1929 a 1930 para 609 familias
Img. 102-1031135
El deber constitucional de proteger al débil contra las dimensiones del poder en las relaciones de mercado, llevó a un montón de leyes específicas. Parcialmente, Alemania des-autocratizó la organización empresarial por la introducción legislativa del comité 1133 1134 1135
SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte Wirtschaft, op. cit., págs. 297 y ss; ULLMANN, Steuerstaat, op. cit., pág. 129. BAUER & B., Von Bettgehern und Untermietern, op. cit. Img. 102: del Wien Museum; img 103: postal de aprox. 1930.
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de empresa como cuerpo representativo de los trabajadores en 1920. A través del derecho laboral social, se superó el modelo de los meros súbditos de fábrica, incluyendo una cierta protección contra el despido arbitrario. Normas como la jornada máxima de ocho horas restringieron la ‘libertad’ en relaciones contractuales entre desiguales. Además, el poder estatal retomó el hecho de que las sociedades industriales no fueron naciones de propietarios sino de inquilinos, perfilando y protegiendo el derecho de residencia frente a la autonomía privada de los propietarios de casa que había sido prevista en los códigos civiles del siglo XIX. Con el fin de corregir el desequilibrio estructural de poder en la libertad contractual, el Reichstag estableció, en 1922 y 1923, una legislación protectora en contra del aumento de arriendo y de la recisión de contrato, de modo que el propietario sólo pudo desarrendar en ciertos casos excepcionales como la necesidad personal o graves violaciones contractuales por parte del arrendatario1136. De igual forma, el Estado social reconoció que la sociedad laboral produjo un nuevo riesgo existencial de desempleo. Por eso, la república socialdemócrata de Austria introdujo el seguro obligatorio de desempleo en 1920. Siguió el Imperio Alemán en 1927, pero Suiza esperó con su legislación análoga hasta 1977. En la misma época, se empezó a introducir un aseguramiento básico, la asistencia social, para todos aquellos pobres que no entraron a los seguros sociales, por ejemplo en Alemania mediante los Principios imperiales sobre condiciones, forma y medida de la asistencia social de 19241137. De estas raíces, casi todos los Estados europeos desarrollaron la financiación pública subsidiaria de todos sin capacidad a sostenerse en el mercado laboral, mientras las dos Américas no adoptaron este elemento estructural de la estatalidad social. En síntesis, mientras el constitucionalismo liberal había partido de la dicotomía entre el Estado y la sociedad atomizada, con derechos de defensa del individuo frente al Leviatán poderoso, ahora el constitucionalismo social empezó a estructurar esta masa amorfa de particulares. Se reconoció la existencia de relaciones de poder y poderes intermediarios dentro de la sociedad, es decir, resultó necesario exigir de los ciudadanos más poderosos el respeto de ciertos derechos de sus dependientes, obligando a los empresarios-empleadores y a los dueños-arrendadores. De tal manera, cambiaron los roles: mientras el Estado del siglo XIX había sido el oponente virtual de los derechos de defensa de tipo liberal, el Estado del siglo XX fue el aliado de los titulares de los derechos sociales para defenderlos contra la arbitrariedad de los ciudadanos poderosos.
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Betriebsrätegesetz de 1920, en RGBl., págs. 147 y ss; Reichsmietengesetz de 1922, en RGBl., págs 273 y ss; Mieterschutzgesetz de 1923, en RGBl. I, págs. 353 y ss (comp. Kündigungsschutzgesetz de 1951, en BGBl. I, 1951, págs. 499 y ss). Comp. WESEL, Geschichte des Rechts, F/ G, op. cit., págs. 458 y s. Arbeitslosenversicherungsgesetz austríaca de 1920, en StGBl., núm. 53, 1920; Reichsgrundsätze alemanes über Voraussetzung, Art u. Maß der öffentl. Fürsorge de 1924, en RGBl., I, págs. 765 y ss. Comp. NEUMANN & S., Die Sozialordnung, op. cit., pág. 44; PILZ, Der Sozialstaat, op. cit., pág. 30.
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b) El camino nórdico También las monarquías tranquilas y cada vez más participativas de las dos penínsulas nórdicas, elaboraron un exigente derecho administrativo social, originalmente sin constitucionalizarlo, sino dejando los textos constitucionales del siglo XIX en su forma histórica, así ya ante la ausencia de guerras y revoluciones transformadoras, arriesgándose de una creciente discrepancia entre normas supremas tradicionales y realidades mucho más avanzadas. El desarrollo social empezó en 1891, con el aseguramiento danés de vejez y la previsión sueca de salud, lo que llevó paso a paso al modelo nórdico de protección social, con un carácter redistributivo aún más amplio por impuestos generales en vez de las contribuciones de los asegurados, en particular sobre la renta. Esta subvariante del Estado socialdemócrata, transformó paso a paso la obra humana de la mercancía del Estado liberal a una garantía pública de existencia. El contexto político puede reconocerse en el hecho de que Dinamarca fue gobernada primordialmente, de 1924 a 1973, por los partidos socialdemócratas, así como Suecia, después de los inicios en los años 20, incluso de modo permanente entre 1932 y 1976. Algo equivalente puede señalarse en cuanto a Noruega, Finlandia e Islandia. En el fondo del modelo de Escandinavia, hay que indicar como favorable el perfil moderado de la transformación a la sociedad industrial que evitó, desde los inicios, un sobre-crecimiento demográfico y un pauperismo urbano1138. Muchas veces se subestima que también Gran Bretaña reemplazó, en 1948, el modelo bismarckeño por un modelo de salud con características escandinavas, a saber, el National Health Service universal, financiado tributariamente1139. c) La ola de difusión del constitucionalismo social en Europa y América Durante el interbellum, el constitucionalismo social-liberal se difundió como un reguero de pólvora. En Europa, la Constitución de la República Polaca de 1921 promulgó la subordinación de la propiedad bajo intereses superiores y la negación del mercado libre en las tierras así como la protección del trabajo humano y la garantía del seguro social, mientras la Constitución de la República Española de 1931 se dedicó en la segunda parte de los Derechos y deberes a “la riqueza del país [...] subordinada a los intereses de la economía nacional”, la existencia digna de los trabajadores incluyendo el seguro social y el salario mínimo así como la protección particular del campesinado1140. 1138
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Véase GØSTA ESPING-A., The 3 Worlds of Welfare Capitalism, Princeton, Univ. Press, 1990; KAELBLE, Sozialgeschichte Europas, op. cit., págs. 336 y ss, 340 y ss; PAULI KETTUNEN et al., Beyond Welfare State Models, Cheltenham, E. Elgar, 2011, págs. 16 y ss, 41 y ss, 65 y ss; PILZ, Der Sozialstaat, op. cit., págs. 49 y s; SCHMIDT, Sozialpolitik, op. cit. pág. 182. MARTIN GORSKY, “The British National Health Service 1948-2008”, en revista Social History of Medicine, vol. 21, núm. 3, Oxford, Univ. Press, 2008, págs. 437-460. Arts. 99 y 102 de la Constitución de la Rep. Polaca de 1921, ed. por WILLOWEIT & S., Europ. Verf. geschichte, op. cit., págs. 663-680, y arts. 44, 46 y 47 de la Constitución de la Rep. Española de 1931, op. cit. Al
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Posiblemente es una sorpresa, pero la zona más productiva del constitucionalismo social fue la más tradicional del constitucionalismo republicano del tipo ilustrado-liberal, es decir, América Latina. Al ejemplo mexicano de 1917, siguieron Perú en 1919 y 1933, Chile en 1925, Ecuador en 1929, Brasil a partir de 1934, Colombia y Venezuela en 1936, Bolivia en 1938, Cuba en 1940, Panamá en 1941 y 1946, Costa Rica en 1943 y 1949, Guatemala en 1945 y Argentina en 1949. Elementos extendidos fueron la redefinición de la propiedad en el sentido de la función social, la protección de la labor humana y la previsión del seguro social. Sin embargo, las antiguas élites republicanas se comprobaron muy exitosas en defender una carga tributaria muy moderada, de modo que el Estado latinoamericano no organizó el fundamento material para transferir el constitucionalismo social a una realidad exigente1141. d) El debate sobre la reforma social rural Originalmente, los promotores del Estado social acariciaron también el concepto de una reforma agraria social en contra de los excesos de la reforma agraria liberal del siglo XIX, cuestionando, en particular, la creación de grandes latifundios en manos de una élite agro-capitalista y promoviendo, a su vez, el productor de subsistencia en su propiedad raíz. La constitución mexicana de 1917 y la subsiguiente concreción legislativa articularon claramente tal enfoque. También en Europa se ejecutaron ejemplos entre 1919 y 1925, pero más con un enfoque étno-social, es decir, algunos nuevos Estados expropiaron a antiguas élites nobles, siempre y cuando el perfil lingüístico-cultural de aquellas no correspondió con la nueva nación titular1142. Sin embargo, el tema se vio adelantado rápida y profundamente por la dinámica inherente a la industrialización urbanizadora que contuvo, como la otra cara de la moneda, la caída del campesinado, transformándole de la mayoría tradicional del 90% del pueblo a una minoría en la dimensión del 10%, con el efecto de que el bienestar de la mayoría en las ciudades ya no dependió del patrón de redistribución de la propiedad rural. Más bien, ahora el interés principal de los pobres urbanos consistió en recibir alimentos baratos mediante un metabolismo social eficaz de la creciente huella ecológica de la respectiva ciudad. D)
EL ASCENSO CUALITATIVO DEL ESTADO SOCIAL EUROPEO ENTRE 1946 Y 1973
El verdadero ascenso cualitativo del Estado social europeo ocurrió entre 1946 y 1973 en el contexto de los años dorados de la segunda revolución fósil-energética, basada en el
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respecto FRANCISCO PUY M. et al., Los derechos en el constitucionalismo histórico español, Santiago, Univ., 2002, págs. 177 y ss; WOLGAST, Geschichte der Menschen- und Bürgerrechte, op. cit., pág. 211. Véase los textos constitucionales en la bibliografía final. Comp. BUITRAGO, Análisis comparado, op. cit., págs. 397 y ss, 406 y ss; MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 420 y ss; ROMERO, Constitucionalismo social, op. cit., págs. 69-97. Véase capítulo III.1.C.
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metabolismo social del petróleo, bajo la nueva experiencia de una abundancia energética que posibilitó el desarrollo de un nuevo tipo hasta entonces inimaginable de la sociedad del consumo masivo y viabilizó la salida de los obreros industriales de su papel de proletariado1143. Después de que la transformación a la sociedad industrial había llevado a la dominancia numérica de la población asalariada en lugar de los campesinos de subsistencia, la competencia democrática con base en el sufragio universal condujo casi automáticamente al efecto de que solo pudieron imponerse partidos populares que defendieron fines políticos de la justicia social. Al lado de los partidos socialdemócratas, ascendieron en la Europa occidental de posguerra los partidos de la democracia cristiana, que combinaron enfoques religiosos y conservadores con el concepto de la justicia social y recomendaron análogamente el refrenamiento del capitalismo liberal, con el resultado que los partidos unilateralmente liberales experimentaron una marginación perceptible1144. En términos conceptuales, se fortaleció la figura del Estado social de Derecho según una propuesta del constitucionalista alemán HERMANN HELLER de 1930, mientras en la teoría económica se introdujo la formula de la Economía social de mercado, presentada en 1946 por el economista alemán ALFRED MÜLLER-ARMACK. El constructo del Estado social de derecho fusionó precisamente dos principios del Estado constitucional: en primer lugar, requirió un nuevo concepto del Estado de Derecho, orientado materialmente en la justicia y no solo en la legalidad formal, y en segundo lugar, se enfocó en la estatalidad social en el sentido preciso de la protección y promoción de los débiles y vulnerables de la sociedad industrial1145. En el inicio de la ola de transformación, la Constitución de la 4ª República francesa de 1946 se dedicó a crear una “república social”, mientras la Costituzione della Repubblica Italiana de 1947 organizó una “república […] fundada en el trabajo” con una variedad de derechos fundamentales sociales1146. En Baviera, la constitución de 1946 previó un
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ABELSHAUSER, Dt. Wirtschaftsgeschichte, op. cit., págs. 337 y ss; ANDERSEN, Traum vom guten Leben, op. cit.; ÍD, Industrialismus/ Konsumismus, op. cit., págs. 205-240; HOBSBAWM, Historia del siglo XX, op. cit., págs. 260 y ss; PFISTER, 1950er Syndr., op. cit., págs. 51-95; SIEFERLE, Rückblick, op. cit., págs. 186 y ss. KAELBLE, Sozialgeschichte Europas, op. cit., pág. 343. Ha entrado en varias constituciones: en la alemana de 1949, en la francesa de 1958 (rep. social), en la española de 1978, en la colombiana de 1991. Autores: HELLER, Rechtsstaat o. Diktatur, op. cit., págs. 9, 23 y ss; ALFRED MÜLLER, Wirtschaftslenkung u. Marktwirtschaft, Hamburgo, VWS, 1947. Véase: ABELSHAUSER, Dt. Wirtschaftsgeschichte, op. cit., págs. 187 y ss; WOLFGANG ABENDROTH et al., El Estado Social, Madrid, CEC, 1986; HÄBERLE, El Estado constitucional, op. cit., págs. 356 y ss; MEYER, The Theory of Social Democracy, op. cit., págs. 54 y ss; GERARDO MEIL, “El Estado social de derecho”, en rev. Estudios Políticos, núm. 42, Madrid, CEPC, 1984, págs. 211-226; NEUMANN, Sozialordnung, op. cit., págs. 34 y s; SCHMIDT, Demokratietheorien, op. cit., págs. 225 y ss; STOLLEIS, History Public Law, op. cit., págs. 175 y ss. Art. 1 de la Constitution de la IVe République de 1946, op. cit. & art. 1 de la Costituzione della Repubblica Italiana de 1947, op. cit. Comp. ARTOLA, Constitucionalismo, op. cit., pág. 67; MASSIMO DRAGO, La costituzione italiana, Milano, Alpha, 2008, págs. 64 y ss; WOLLER, Geschichte Italiens, op. cit., págs. 224 y s.
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“Estado de Derecho, de cultura y social que sirve para el bien común”1147. Además, la Ley fundamental alemana de 1949, elevó la identidad como Estado federal democrático y social y Estado social de Derecho al círculo selecto de los fines estatales, posicionando lo social paralelamente al principio de la democracia, donde es protegido por la cláusula pétrea de eternidad, mientras el componente del liberalismo económico quedó anclado mucho más indirectamente en las libertades de profesión y de propiedad1148. Sin embargo, bajo la influencia de la ocupación militar estadounidense, se quitó los derechos sociales explícitos de la carta anterior de 1919. También la Nueva forma de gobierno de Suecia subrayó explícitamente, a partir de la reforma constitucional de 1976, que “el bienestar personal, financiero y cultural tiene que ser el objetivo primario de toda actividad pública; es deber del Estado asegurar el derecho al trabajo, hogar y educación, así como abogar por la asistencia social y seguridad social y un ambiente bueno de la vida”, lo que se amplió en la reforma de 2003 por la mención explícita del “derecho a la salud”. Por su parte, la constitución española de 1978 se dedicó a un “Estado social y democrático de Derecho” con amplios “principios rectores de la política social y económica”1149. La reforma con el impacto más profundo consistió en la creación del sistema de la financiación pública subsidiaria de la vida para todos aquellos sin capacidad a sostenerse en el mercado laboral, según un nivel incluyente en las condiciones básicas de la sociedad del consumo. Precisamente, los Tribunales Administrativo y Constitucional de la República Federal Alemana contornearon, a partir de 1954, un derecho individual de los pobres a recibir de manos públicas el mínimo vital en consecuencia de su dignidad humana, lo que el poder legislativo concretó por el concepto de apoyo social en la respectiva ley federal de 1961. Por su parte, la jurisprudencia federal de Suiza reconoció el derecho al aseguramiento de la existencia a partir de 1995, lo que se constitucionalizó explícitamente en la carta de 1999. De tal manera, nadie fue marginado al papel de proletariado informal1150. 1147 1148
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Art. 3 de la Verf. des Freistaates Bayern de 1946, en GVBl. Bayern, 1946, págs. 333 y ss. Arts. 1, 12, 14, 20, 28 y 79 III de la GG für die BRD de 1949, en BGBl. I, 1949, págs. 1 y ss. Véase EBERHARD EICHENHOFER, Soziale Menschenrechte, Tübingen, Mohr Siebeck, 2012, págs. 48 y ss; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 800 y ss; HEUN, The Constitution of Germany, op. cit., págs. 44 y ss; KAELBLE, Sozialgeschichte Europas, op. cit., págs. 332 y ss; NEUMANN & S., Die Sozialordnung, op. cit., págs. 47 y ss; MANFRED G. SCHMIDT, Political Institutions in the FR of Germany, Oxford, Univ. Press, 2003, págs. 16, 207 y ss; PETER SCHWACKE et al., Staatsrecht, Stuttgart, Kohlhammer, 2007, págs. 120 y ss; MICHAEL STOLLEIS, Geschichte des öffentl. Rechts, t. 4, Múnich, Beck, 2012, págs. 211 y ss, 278 y ss. Nueva forma de gobierno de Suecia de 1974, ed. por WEBMASTER, Verf. EU, op. cit.; art. 1 y cap. III de la Constitución española de 1978, op. cit. Véase ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., pág. 67 y s. Sentencia básica del Tribunal Administrativo Federal alemán: BVerwGE 1 (1954), págs. 159 y ss. Del Tribunal Constitucional: BVerfGE 1 (1951), págs. 97 y ss; 9 (1959), págs. 124 y ss; 22 (1967), págs. 180 y ss; 87 (1992), págs. 153 y ss; 100 (1999), págs. 271 y ss; 110 (2004), págs. 412 y ss; 175 (2010), págs. 175 y ss. Normativización: Bundesssozialhilfegesetz de 1961, en BGBl. I, 1961, págs. 815 y ss (desde 2005: dinero de desempleo II). Suiza: art. 12 de la Bundesverf. CH de 1999, op. cit. Comp. ALEXY, A
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
Además, la República Federal Alemana reemplazó, a través de la gran reforma del seguro de vejez de 1957, el concepto de ahorrar individualmente por el modelo redistributivo del reparto inter-generacional. Además, sustituyó el enfoque en un mero apoyo complementario por la nueva calidad de la prolongación salarial en la altura de aproximadamente el 60% del nivel de los ingresos laborales, eliminando de tal manera la pobreza de vejez. Paralelamente, se introdujo el seguro público de vejez para los campesinos y se crearon corporaciones obligatorias del derecho público para asegurar la tercera edad de las profesiones libres como los médicos y abogados1151. Otra promoción exigente del Estado social europeo, se dedicó a la educación secundaria y terciaria, no sólo aumentando revolucionariamente las capacidades y posibilitando estudios gratuitos o casi gratuitos en colegios y Universidades públicas de alta calidad hasta el doctorado, sino se introdujo también la financiación pública de los estudiantes pobres –en Alemania de modo administrativo en 1957 y de manera formal por la Ley federal de la asistencia estudiantil de 1971–. Este modelo educativo, orientado en la mayor igualdad de oportunidades según el talento personal, se comprobó como un componente muy exitoso de la reforma social, conduciendo dos tercios de los hijos de obreros a un estrato social superior1152. La República Federal Alemana subrayó el alto impacto de lo social también por la creación de una Corte Federal Social y de una Corte Federal del Trabajo en 1954 como cortes supremas temáticas. Desde 1969, este Estado unió el derecho social en una codificación amplia de 12 tomos, llamada el Código social, señalando así un rango comparable con los grandes códigos del siglo XIX como el civil y penal1153. En términos cuantitativos, las cuatro décadas de 1960 a 2001 se caracterizaron por una multiplicación de los gastos sociales del ejemplo alemán por el factor 21, de 33 a 699 mil millones de euros, con los sectores de las pensiones y de la salud como los más caros1154. Tampoco debe subestimarse el impacto de la reconstrucción social de las ciudades europeas con base en la legislación de planeación, de construcción y de viviendas que
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Theory of Constitutional Rights, op. cit., págs. 284, 291 y s; EHRENZELLER et al., Bundesverf. CH, op. cit., págs. 179 y ss; HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., pág. 137; KATZ, Staatsrecht, op. cit., págs. 116 y s, 125; KINGREEN & P., Grundrechte, op. cit., págs. 107 y ss; PILZ, Der Sozialstaat, op. cit., págs. 36 y s; VOLKER NEUMANN, “Menschenwürde und Existenzminimum”, en revista NVwZ, Múnich, Beck, 1995, págs. 426-431; SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte Wirtschaft, op. cit., pág. 211; SCHWACKE & S., Staatsrecht, op. cit., págs. 121 y s; WESEL, Geschichte des Rechts, F/ G, op. cit., pág. 561. Gesetze zur Neuregelung der Rentenversicherung de 1957, en BGBl. I, 1957, págs. 45 y ss, 88 y ss. Véase ABELSHAUSER, Dt. Wirtschaftsgeschichte, op. cit., págs. 193 y ss; HANS. G. HOCKERTS, Der dt. Sozialstaat, Bonn, BPB, 2012, págs. 71 y ss. Gesetz über individuelle Förderung der Ausbildung de 1971, en BGBl. I, 1971, págs. 1409 y ss. Véase WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 5, op. cit., págs. 161, 193 y ss, 373 y ss. Parte general: 1. Buch Sozialgesetzbuch de 1975, en BGBl. I, 1975, págs. 3015 y ss. JOHANN HAHLEN, “Entwicklungen des dt. Sozialstaates”, en revista Wirtschaft und Statistik, núm. 12, Wiesbaden, Statist. BA, 2002, págs. 1044-1055, 1048 y ss.
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ahora eliminó sistemáticamente los barrios miserables de la fase temprana de la revolución industrial. Los años posteriores a 1950, se caracterizaron por enormes esfuerzos estatales en la renovación urbana, con la demolición de edificios degradados, la rehabilitación de barrios oscuros y la construcción masiva de viviendas sociales dignas al estilo del racionalismo funcional, acompañadas por programas del apoyo público para la construcción de casas propias. Por ejemplo, la ciudad-Estado austríaca de Viena construyó, entre 1919 y 2004, un total de 220 mil viviendas municipales que alojan un cuarto de la población vienesa, incluyendo edificios arquitectónicamente vanguardistas como la Casa Hundertwasser de 19851155. Donde la protección estatal del arrendatario funcionó eficazmente, las respectivas sociedades entraron al papel predominante de naciones de inquilinos bajo una seguridad legal de casi-propietarios, en vez de buscar la propiedad formal en sus viviendas, así en particular en Alemania, Suiza, Austria, Países Bajos y Francia. De modo paralelo, Alemania comprobó exitosamente la viabilidad de una cierta democratización de la gobernanza empresarial y de la limitción del neo-absolutismo de aristocracias señoriales de accionistas, pues la legislación de co-determinación de 1976 estipuló una participación paritaria de los obreros en la junta directiva de las grandes empresas. Esta amplitud no fue retomada por los demás Estados. En un panorama general de Europa occidental, puede destacarse que, entre 1946 y 1973, la democracia social adoptó un carácter generoso. El Estado social de entonces se fundamentó en la solidaridad y la confianza dentro del Estado Nación con su economía nacional y con base en el principio de la cooperativa. Se inspiró en ideas comunes como el aseguramiento de un mínimo cualitativo de ingresos, la vivienda digna y segura, la protección eficiente de la salud, la educación primaria y secundaria para todos, la Universidad (casi) gratuita para muchos, la vida post-laboral cómoda en la tercera edad, y todo esto bajo una cobertura que alcanzó a toda la población en un buen nivel cualitativo, con una amplia financiación pública y la configuración de los servicios sociales como derechos exigibles1156. La nueva generosidad es bien visible en cifras, pues calculado como un porcentaje del Producto Interno Bruto, la cuota del empeño social alemana alcanzó, en los inicios de los años 70, valores alrededor del 20% y se estabilizó, desde los años 90, en la dimensión del 30%, lo que es comparable con los demás Estados del núcleo industrial de Europa en el oeste de la anterior Cortina de Hierro y en el norte de los Pirineos1157. 1155
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BAUER & B., Von Bettgehern, op. cit.; NEUMANN & S., Sozialordnung, op. cit., págs. 307 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 5, op. cit., pág. 201; WIENER WOHNEN (Ed.), Gemeindebauten, https://www.wien.gv. at/wohnen/wienerwohnen/ (5.1.2018). KAELBLE, Sozialgeschichte Europas, op. cit., pág. 341; SCHMIDT, Sozialpolitik, op. cit. págs. 194 y ss. BMAS (Ed.), Sozialleistungsquote 1960-2016, Berlín, BMAS, 2016, http://www.sozialpolitik-aktuell.de/tl_ files/sozialpolitik-aktuell/_Politikfelder/Finanzierung/Datensammlung/PDF-Dateien/abbII1a.pdf (5.1.2018); NEUMANN & S., Sozialordnung, op. cit., págs. 177 y ss; GERHARD BÄCKER et al., Sozialpolitik und soziale Lage in Deutschland, t. 1, 4ª ed., Wiesbaden, VS, 2008, pág. 112; OSCHMIANSKY & K., Wohlfahrtsstaatl.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
Mientras el perfil generoso de la democracia social fue diseñado en la edad dorada de la expansión rápida y profunda de la segunda revolución fósil-energética (1950-1973), hubo que pasar por procesos dolorosos de ajuste, cuando la era de crecimiento se acabó en alto nivel. La configuración originaria de la asistencia social pública partió de la experiencia y expectativa de un desempleo marginal del 0,5 al 3%, pero después de 1973 el desempleo creció a niveles inesperados, de modo que los Estados del núcleo industrial necesitaron contar, desde los años 80, con una tasa estructural alrededor del 10% de los ciudadanos sin capacidad a sostenerse por el mercado laboral. Es importante señalar que no se trató ni de meros defectos individuales, ni de fallas pasajeras de mala coyuntura, sino de un fenómeno estructural según el cual el mercado laboral del Estado industrial de la era de petróleo sólo logra satisfacer el derecho al trabajo de aproximadamente nueve decimos de la población en la respectiva edad1158. Uno de los factores decisivos fue el creciente reemplazo de la fuerza laboral humana por la automatización de los procesos de producción, en el marco general del reajuste de la sociedad industrial en el sector de servicios con el nuevo tipo normal del profesional empleado en vez del obrero de fábrica. De todos modos, el gran logro de la garantía pública subsidiaria de existencia debe reconocerse en la prevención de un proletariado informal al estilo de los habitantes de los barrios miserables de las Américas. E)
EL DESAFIADOR SISTÉMICO: LAS DEMOCRACIAS POPULARES (1917-1990)
El panorama sería incompleto sin mirar comparativamente a la democracia popular de corte comunista, pues fue la variante del Estado constitucional republicano que pretendió solucionar en la forma más radical la cuestión social de la transformación a la sociedad industrial. En cuanto a las características del derecho social, las democracias populares de Europa oriental desarrollaron, a partir de 1917/1945, la variante de un estatismo puro, sin permitir influencias de tipo mercado en las políticas de justicia social. Las respectivas constituciones acentuaron los derechos humanos sociales, combinados con deberes fundamentales. El buque insignia del sistema fue la garantía de trabajo para todos en empresas de propiedad popular, prácticamente estatales, suprimiendo sistemáticamente el desempleo, es decir, se evaluó el derecho humano al trabajo como superior a la teoría de la rentabilidad de mercado y a eventuales maravillosos salarios de cargos gerenciales. Se pretendió evitar la estratificación social y se favoreció la justicia salarial. La política social contuvo la inclusión de la mujer a la vida laboral en el marco de un modelo exigente de la igualdad de géneros. Se estructuró la vida cotidiana libre de pre-
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Grundmodelle, op. cit.; UNIV. DUISBURG-E. (Ed.), Sozialschutzquoten im EU-Vergleich, http://www.sozialpolitik-aktuell.de/tl_files/sozialpolitik-aktuell/_Politikfelder/Europa-Internationales/Datensammlung/PDF-Dateien /tabII15.pdf (5.1.2018). PARITÄT. GESAMTVERBAND (Ed.), Von Verhärtungen und neuen Trends, Berlín, DPG, 2011, pág. 4. Comp. EUROSTAT (Ed.), Unemployment Statistics, http://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php /Unemployment_statistics (5.1.2018); JEREMY RIFKIN, El fin del trabajo, Barcelona, Paidós, 2010 (título inglés de 1995); WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 5, op. cit., págs. 164 y s.
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ocupaciones financieras, garantizando precios bajos de alimentos básicos, energía fósil, arriendos baratos y un montón de servicios adicionales como la alimentación escolar casi gratuita (todo esto en conjunto significó una especie de segundo salario). Fueron eficaces tanto la asistencia médica gratuita e igualitaria en policlínicas estatales, como el sistema educativo gratuito para asegurar un alto nivel de educación para todos, aunque bajo el estrecho corsé dogmático del marxismo-leninismo. De igual forma, mediante la construcción de viviendas sociales se logró la des-slumificación, mientras el derecho de residencia del arrendatario fue ampliamente protegido. Entre los efectos del bienestar igualitario sin acumulación ni marginación, se contó un nivel de seguridad frente a la criminalidad que fue superior al promedio occidental. Tendencialmente, el sistema articuló una eficacia social por encima del competidor sistémico en el oeste de la Cortina de Hierro que se sintió presionado a buscar la armonización. La única dimensión social, en la cual Europa occidental logró adelantar, fue el nivel de las pensiones en el aseguramiento de la tercera edad1159. Alrededor de 1990, la mayor parte de las democracias populares entró al camino de la transformación sistémica, no tanto al estilo de la hipótesis extendida de un supuesto colapso, sino mucho más como una decisión en pro del tercer camino entre las variantes puras del liberalismo y comunismo, adoptando la separación de poderes entre Estado y mercado según el constitucionalismo democrático y social. De todas maneras, el precio fue más alto que lo esperado, pues no solo ocurrió un descenso marcado en los rankings mundiales de desarrollo de las Naciones Unidas, sino también varias encuestas indicaron hundimientos inesperados en la calidad percibida de la estatalidad social1160. F)
LOS DERECHOS HUMANOS SOCIALES Y SU CONSAGRACIÓN POR LA COMUNIDAD DE ESTADOS
De todas maneras, el constitucionalismo social recibió su consagración universal en el marco del constitucionalismo mundial de las Naciones Unidas, primero, por la De1159
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Comp. STEFAN BOLLINGER, “Sozialstaat DDR” en revista Utopie kreativ, núm. 180, Berlín, RosaLuxemburg-Stiftung, 2005, págs. 876-884; MANFRED G. SCHMIDT et al., The Rise and Fall of a Socialist Welfare State, Berlín, Springer, 2013, págs. 23 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 5, op. cit., págs. 157, 230, 410 y ss. Sobre el modelo de Estado, véase capítulo VII.4.A. Mientras la URSS había alcanzado, en 1990, el 25º rango mundial del Índice de Desarrollo Humano, la Rusia del año 2016 sólo alcanza el 49º rango, Ucrania el 84º y Moldavia el 107º; UNDP (Ed.), Human Development Report 1990, Nueva York, Oxford Univ. Press, 1990, pág. 111; UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 198 y ss. Además, del nivel del PIB de la Rusia soviética de 1990, había sobrevivido, en 1999, solo el 57%, del ucraniano el 40%, del geórgico el 36%, del moldavo el 33%, así como del checo el 96%, del búlgaro el 78%, del rumano el 77,5% y del yugoslavo el 73%; MADDISON, The World Economy, op. cit., págs. 335 y ss. Véase OSSIP FÜRNBERG et al., Sachsen Anhalt Monitor 2007, Halle Wittenberg, Luther Univ., 2007, pág. 58; RUSANNA GABER, “Verlierer der Transformation in Mittelosteuropa”, en MATTHIAS NEUMANN et al., Gewinner und Verlierer post-sozialistischer Transformationsprozesse, Brema, Univ., 2002, págs. 111-118.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
claración universal de los derechos humanos de 1948 y, más detalladamente, por el Pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales de 1966 que fue ratificado, por ejemplo, por Colombia en 1969, por Suecia en 1971, por Chile, Dinamarca y Noruega en 1972, por la RF Alemana y la Rusia soviética en 1973 y, al fin, por 165 países, con la excepción notable de los EE.UU. que se han negado a toda ampliación conceptual de su constitucionalismo liberal de la primera generación. El Pacto social incluye, por ejemplo, los derechos al trabajo, a la huelga, a la seguridad social, a un nivel de vida adecuada incluyendo alimentación, vestimento y vivienda, a la salud, a la educación y a la participación en la vida cultural1161. La universalización de los derechos sociales fue un gran postulado en pro de la igualdad material en el mundo, pero la materialización dependió de las posibilidades diversificadas de más de 190 Estados nacionales: fácticamente, predominó la lógica céntrica del sistema mundo industrial con Estados nucleares (depredadores) y periféricas (botín), de modo que categorías como el mínimo vital significaron algo muy diferente según la respectiva ubicación del país. De las fuentes universales, los derechos humanos sociales se difundieron en el espacio, por ejemplo, en la década de 1970 hacia el constitucionalismo post-autocrático mediterráneo, así en 1976 a la constitución portuguesa y en 1978 a la española. Desde la decisión peruana de 1979, volvieron también a las constituciones iberoamericanas, donde se conectaron con la tradición del constitucionalismo social del interbellum1162. Puede verse un significado particular de los derechos de segunda generación en el hecho de que asumieron, desde la década de 1990, el creciente papel de servir como la espada ideológica del sur global frente a los conceptos explotadores en la política mundial del núcleo industrial euro-norteamericano. En cambio, varios Estados del núcleo industrial renunciaron a la constitucionalización de los derechos sociales. En particular, son hostiles los países basados en la tradición jurídica británica. De ellos, Gran Bretaña, EE.UU., Canadá, Australia y Nueva Zelanda objetan los derechos sociales por completo, con la excepción del Estado fe1161
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Arts. 22-28 de la Declaración universal de los ddhh de 1948, op. cit. y Pacto internacional de DESC de 1966, op. cit. Ratificación: UN, Treaty Collection, cap. IV, http://treaties.un.org/ (5.1.2018). Sobre los ddhh y fundamentales de tipo social: VÍCTOR ABRAMOVICH & CHRISTIAN COURTIS, Los derechos sociales como derechos exigibles, Madrid, Trotta, 2002; ARANGO, El concepto de derechos sociales fundamentales, op. cit., págs. 31 y ss, 242 y ss; EICHENHOFER, Soziale Menschenrechte, op. cit., págs. 139 y ss; FISCHER & M., Der Kampf um globale soziale Rechte, op. cit., págs. 30 y ss; MEYER, The Theory of Social Democracy, op. cit., págs. 20 y ss; MONROY, Derecho internacional público, op. cit., págs. 614 y ss; POGGE, World Poverty and Human Rights, op. cit., págs. 58-76; RICARDO SÁNCHEZ, La emancipación de los derechos humanos, Bogotá, UNAL, 2007, págs. 42 y ss; SEN, The Idea of Justice, op. cit., págs. 379 y ss. Tit. III de la Constituição da República Portuguesa de 1976, en DR, I, núm. 86, de 10.4.1976, págs. 737 y ss; cap. III de la Constitución española de 1978, en BOE, núm. 311, de 29.12.1978, págs. 29313-29424; Constitución Política del Perú de 1979, ed. por BIBL. VIRT. CERVANTES, Constituciones hispanoamericanas, op. cit. Comp. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 565 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
derado francófono de Quebec (1975), pero los mismos faltan también en Francia e Israel. Son más ambiguos los casos de la República Federal Alemana y Suiza. A diferencia de las garantías sociales idealistas de la Constitución de Weimar de 1919, la Ley fundamental de 1949 prefirió el constructo de un fin estatal social y sus intérpretes negaron la operatividad de derechos sociales subjetivos justiciables. De esta regla hubo una excepción notable, pues la jurisprudencia de este país desarrolló, desde 1954, el derecho al mínimo vital como un derecho fundamental no codificado como la materialización del principio de la dignidad humana. La Corte Federal suiza siguió en 1995. Esta negativa a un nivel aumentado de reconocimiento y claridad conceptual, tuvo sus raíces en las peleas de delimitación de la constelación internacional de la Guerra Fría (1946-1989) y fue internamente controvertida, como lo subrayan las políticas constitucionales de varios Estados federados que han adoptado en sus constituciones particulares el estilo iusfundamental según el derecho internacional público válido1163. En términos conceptuales, no hay dudas que la configuración iushumana-isufundamental de la estatalidad social es más profunda que el modelo alternativo del fin estatal que obliga el poder legislativo a efectuar las respectivas políticas públicas según su ponderación. Sin embargo, la misma no garantiza necesariamente un mayor nivel de justicia social, si queda ausente la concreción eficaz por el respectivo derecho tributario y administrativo. G)
PANORAMA TIPOLOGIZADOR Y CUALITATIVO
Ahora surge la pregunta de en qué medida pueden distinguirse ramas diferentes del Estado social con un cierto perfil propio. Si se compara los esfuerzos en el criterio selecto de la generosidad de la asistencia pública a desempleados durante largos tiempos en el promedio de cinco años sin trabajo, los datos de la OCDE de 2009 señalan que Dinamarca paga anualmente el 77% del salario anterior, Noruega el 75,2%, Suiza el 73,3%, Finlandia el 71%, Suecia el 67,8%, Bélgica el 63%, Alemania el 62,2%, Austria el 61,9%, la República Checa el 60,8%, Francia el 60,2%, Gran Bretaña el 58,9%, España el 49,6%, Australia el 48,8%, Nueva Zelanda el 47,8%, los EE.UU. el 27.6%, Grecia el 19,7% e Italia el 7,5%1164. Teniendo en cuenta tanto la modelación constitucional y administrativa como el nivel real de seguridad, pueden indicarse para la segunda mitad del siglo XX los siguientes seis modelos de la estatalidad social: 1163
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Arts. 1, 20 y 28 de la Ley fundamental alemana de 1949, op. cit.; EHRENZELLER et al., Bundesverf. CH, op. cit., págs. 541, 548 y s; COURTNEY JUNG et al., “Economic and Social Rights in National Constitutions”, en revista AJCL, vol. 62 núm. 4, Oxford, Univ. Press, 2014, págs. 1043-1098; EICHENHOFER, Soziale Menschenrechte, op. cit., págs. 2 y ss, 171 y ss; DIETRICH MURSWIECK, “Grundrechte als soziale Teilhaberechte”, en JOSEF ISENSEE et al. (Ed.), Handbuch des Staatsrechts der BR Deutschland, t. 9, Heidelberg, Müller, 2011, págs. 569-620, 588 y ss. Se tienen en cuenta los beneficios de desempleo, el pago directo de viviendas y la asistencia social. Comp. OECD (Ed.), Employment Outlook 2009, París, OECD, 2009, págs. 76 y 78.
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Primero, se indica como el modelo más ambicioso la democracia popular comunista sin mercado, basada en amplios derechos fundamentales sociales, la protección completa del particular frente a la explotación privada y la evitación máxima de la estratificación social. En segundo lugar, se contó con la democracia social nórdica con un enfoque en la financiación tributaria de la esfera social y un excelente nivel de protección, bajo el reconocimiento de derechos sociales subjetivos por lo menos en la legislación administrativa, con una intensidad elevada de redistribución y un bajo nivel de estratificación social. Tercero, hubo el modelo de la democracia social de la Europa continental y noralpina con un enfoque dual en los seguros sociales del derecho público y un amplia cofinanciación tributaria, con un grado reservado de constitucionalización de derechos sociales, prefiriendo fines estatales, pero con un exigente derecho administrativo, una excelente calidad de la seguridad social, el reparto solidario inter-generacional y una estratificación social baja hasta moderada. Cuarto, se indica la democracia social híbrida de la Europa mediterránea, con un enfoque idealista en la constitucionalización de derechos fundamentales sociales, realizando administrativamente estándares aceptables sin alcanzar el nivel de protección del norte y permitiendo un nivel medio de la estratificación social1165. Quinto, existió la democracia social semántica de América Latina con un alto grado de idealismo retorico en catálogos extensos de derechos fundamentales sociales y una atildada dogmática jurídica, pero sin imponer realmente la base tributaria y redistributiva para poder cumplir administrativamente con la norma de normas, aparte de la ausencia notoria de la asistencia social para las personas sin empleo formal. Como consecuencia, se anota un nivel pésimo de la estratificación social. Sexto, hay que constatar la democracia liberal con un mero aseguramiento básico de las personas sin reconocer derechos subjetivos, bajo una creciente individualización de la prevención de riesgos y la respectiva delegación de una gran parte de las prestaciones al mercado, así en el camino especial de los EE.UU. y Canadá, pero desde la década de 1990 también en algunos Estados postcomunistas con reformas neoliberales acentuadas, por ejemplo Rumania. Así se permite una estratificación social alarmante. En este sentido, se modifica la frecuentemente citada clasificación tridimensional del sociólogo danés GØSTA ESPING-ANDERSEN que diferencia entre los modelos socialdemócrata-nórdico, conservador-centroeuropeo y liberal-anglosajón1166. De todas maneras, modelos como el nórdico y el continental se han acercado en el transurso del tiempo, pues también la mayor parte de los Estados con un enfoque en los seguros sociales públicos ha empezado a cofinanciar las pensiones y otros servicios por la tributación general. Por eso, es discutible si no es más adecuado partir de un camino universal al Estado social que ha llevado a niveles escalonados de calidad y eficacia. Según la cuota del empeño social en el respectivo Producto Interno Bruto, se presenta actualmente el panorama de esfuerzos altos, medios y bajos como expuesto en la tabla 1165 1166
De los Estados postcomunistas, Chequia y Eslovenia han adoptado este modelo. ESPING, The 3 Worlds of Welfare Capitalism, op. cit. Al respecto: PILZ, Sozialstaat, op. cit., págs. 49 y ss; SCHMIDT, Sozialpolitik, op. cit. págs. 217 y ss.
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8. Con base en esta evaluación, entran a la categoría de los esfuerzos ambiciosos las democracias fundadoras de la Unión Europea, Suiza y Noruega, pero también Argentina y Brasil, mientras la categoría media cuenta con la península ibérica, algunos precursores latinoamericanos como Costa Rica y Uruguay, Grecia y el segmento más occidental de los ex Estados comunistas en Europa. En cambio, la mayor parte de Europa oriental, América Latina y los EE.UU. entran a la categoría de los esfuerzos bajos. LA CUOTA DEL EMPEÑO SOCIAL EN EL PRODUCTO INTERNO BRUTO ALTA (25 - 31%)
Francia Suecia Alemania Bélgica Dinamarca Países Bajos Austria Italia Suiza Argentina Brasil Gran Bretaña
H)
30,5% 29,7% 29,6% 29,5% 28,9% 28,4% 28% 26,7% 26,6% 25,9% 25,9% 25,3%
MEDIA (18 - 24,9%)
Portugal Grecia Costa Rica Hungría Eslovenia Uruguay España Irlanda Polonia República Checa
24,8% 24,4% 22,9% 22,3% 21,4% 21,2% 21% 18,9% 18,1% 18,6%
Tabla 81167
BAJA (« 18%)
Eslovaquia Chile Bulgaria EE.UU. Colombia Venezuela Romania Estonia México Letonia Perú Guatemala
16% 15,6% 15,1% 15% 13,6% 13,5% 12,8% 12,5% 11,3% 11% 10% 7,5%
REFLEXIONES SOBRE LA EFICACIA GENERAL Y ESCALONADA
En el continente europeo, la historia del Estado social es la de un éxito llamativo. Para recapitular: alrededor de 1890, las zonas originarias de la industrialización europea habían mostrado la cara de un infierno de pauperismo en extensos barrios marginales, pero en 1990, ya no hubo slums en Europa occidental. La desaparición de los mismos ocurrió paso a paso, con los primeros éxitos notables después de la Primera Guerra Mundial, la aceleración después de la Segunda Guerra Mundial y la conclusión en la década de 1970. En 1890, el obrero europeo había vivido en una pobreza extrema, pero en 1980 realizó sus vacaciones anuales en las playas mediterráneas; en 1890, había sido un peatón descalzo, pero en 1980 condujo su automóvil medio. Seguramente, esta transformación de las realidades sociales fue estimulada en gran medida por la dinámica de la transformación fósil-energética e industrial como tal, pero nadie subestimaría el papel dirigente del Estado moderno en este proceso. Un método de la medición comparativa de los éxitos de la estatalidad social en el mundo, lo muestra el Coeficiente de Gini, usado entre otros por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas. El mismo califica la respectiva desigualdad nacional en la reparti1167
350
Fuentes de datos: BÄCKER et al., Sozialpolitik, op. cit., pág. 112; CEPAL, Panorama social de Am. Latina, op. cit., págs. 157, 231 y s; OSCHMIANSKY & K., Wohlfahrtsstaatl. Grundmodelle, op. cit.; UNIV. DUISBURGE., Sozialschutzquoten, op. cit.
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ción de los ingresos, lo que se visualiza en el mapa 191168. Conforme a esto, entran al grupo óptimo del mejor empeño los Estados pioneros del la democracia social centroeuropea y nórdica como Dinamarca, Suecia, Alemania y Austria, así como algunos de los Estados ex comunistas, por ejemplo la República Checa y Ucrania con sus salarios todavía compactos. El segundo grupo de la desigualdad social moderada se compone por la mayor parte de los demás Estados europeos, Canadá y Australia. En estas primeras dos categorías, casi ha desaparecido la pobreza clásica1169. En tercer lugar, se encuentra una desigualdad ya crítica en los EE.UU.1170, Venezuela, Argentina, Uruguay, Portugal y la Rusia postcomunista. Al cuarto grupo de la desigualdad radical entran varios Estados iberoamericanos relativamente ricos como México, Ecuador, Chile y Brasil, mientras Colombia y Honduras alcanzan incluso una desigualdad extrema, pues las élites bien acomodadas de la burguesía económica latinoamericana fueron las más exitosas en mantener un proteccionismo tributario por fuera de todos los estándares cualitativos de la sociedad industrial moderna. Los barrios marginales de la cultura industrial, que son para el resto de la población áreas del no ir, desaparecieron en Europa otra vez, mientras en las Américas son todavía un fenómeno conocido entre el Bronx de Nueva York, las favelas de São Paulo y las comunas de Medellín. LOS ÉXITOS DIVERGENTES DEL ESTADO SOCIAL EN LOS PAÍSES OCCIDENTALES SEGÚN LA REPARTICIÓN DE INGRESOS M E D I D I A EN E L C O E F I C I E N T E D E G I N I ( 2 0 1 5 ) 1.
Mejor empeño de igualdad de ingresos (Coeficiente de Gini 25-
31,9) 2.
Desigualdad social moderada (Coeficiente de Gini 32-38, 9)
3.
Desigualdad crítica (Coeficiente de Gini 39 - 45,9)
4.
Desigualdad radical (Coeficiente de Gini 46 - 52,9)
5.
Desigualdad más extrema (Coeficiente de Gini 53 - 60)
Mapa 191171
Típicamente, los Estados sociales exitosos son también los líderes en otras políticas públicas relacionadas. En perspectiva comparada, pueden evaluarse los esfuerzos exigentes y eficaces en pro de la igualdad socioeconómica como unas de las estrategias 1168 1169 1170 1171
UNDP, Human Development Report 2015, Nueva York, UNDP, 2015, págs. 216 y ss. KAELBLE, Sozialgeschichte Europas, op. cit., pág. 343. STIGLITZ, El precio de la desigualdad, op. cit., págs. 26 y ss, 42. Mapa: BERND MARQUARDT. Fuente: UNDP, HDR 2015, op. cit., págs. 216 y ss.
351
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más aptas para la prevención de la violencia delincuencial grave, teniendo en cuenta la relación empírica bien comprobada entre el Coeficiente de Gini y las tasas de homicidio: los países en las categorías de la igualdad óptima y desigualdad moderada muestran dichas tasas en el nivel más bajo –España indica 0,6 asesinados por 100 mil habitantes al año, Alemania, Austria y Dinamarca 0,7 y Canadá 1,4–; los de la desigualdad crítica ya tienen tasas de esta violencia más masiva en un nivel aumentado –EE.UU. 3,8, Argentina 7,0, Uruguay 7,9, Rusia 9,0 y Perú 9,6–; mientras los de la desigualdad radical y extrema producen la violencia mortal más excesiva –México 18,9 asesinados por 100 mil habitantes al año, Brasil 25,2, Colombia 30,8, El Salvador 39,8 y Honduras incluso 84,3–1172. La lección parece evidente: donde el Estado rechaza toda solidaridad básica a una parte sustancial de su pueblo, tampoco la lealtad de los afectados puede ser profunda o, en otras palabras, donde el Estado falla en proteger las masas de los vulnerables, tampoco estas masas se perciben obligadas por las leyes estatales; además, la resistencia de los marginados no es tanto la rebelión política, sino mucho más la cancelación de la obediencia frente a toda normatividad, incluyendo el derecho penal1173. De todos modos, hay que ver las enormes diferencias en cuanto a la funcionalidad de la estatalidad social: en los Estados depredadores del núcleo industrial, sirvió de modo redistributivo para posibilitar la participación de toda la población nacional en los botines del comercio mundial, transformando los trabajadores locales en un subsegmento de los ricos de la tierra, mientras en los Estados explotados del sur sirvió para la redistribución de la escasez correspondiente. Con cierta regularidad, los enemigos del Estado social presentan el argumento según el cual los pagos sociales promueven, supuestamente, una mentalidad de la comodidad y de la pereza, destructiva para la economía competitiva. No obstante, es fácil rebatir este argumento de modo empírico: si se comparan los Estados que tienen un sistema social eficaz con los que muestran un buen nivel de desarrollo económico, se encuentra un alto grado de identidad (p. ej. en Escandinavia y Europa central), mientras los que supuestamente combaten la pereza por el rechazo social, alcanzan mayoritariamente rangos medios de desarrollo (p. ej. en América Latina). I) LAS CAUSAS DE LAS DIVERGENCIAS EN LA SOLIDARIDAD SOCIAL Queda una pregunta delicada: ¿por qué la estatalidad europea ha aprendido mucho más profundamente la solidaridad social que la de las Américas? Entre otros factores, destacan los siguientes: primero, resultó constructiva la experiencia histórica de un Estado paternalista sin superposición por un largo siglo XIX del liberalismo puro e 1172 1173
352
UNODC (Ed.), Global Study on Homicide 2013, Viena, UNODC, 2014, págs. 121 y ss. Llamativamente, Asia muestra, a pesar de una pobreza extendida, tasas de delincuencia más bajas que las Américas: primero, la desigualdad medida en los Coeficientes de Gini no es tan grande; segundo, no se han destruido los sistemas tradicionales del disciplinamiento religioso y cultural.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
ideologizado, es decir, en el siglo XX se aprendió de modo paralelo e integral la democracia y el Estado social, mientras los americanos experimentaron su primer siglo de la democracia como un modelo elitista y oligárquico de minorías burguesas; segundo, puede señalarse la experiencia existencial del servicio militar obligatorio igualitario en las trincheras de dos guerras mundiales, en las cuales los jóvenes ricos y pobres fueron presionados a interactuar cooperativamente si quisieron sobrevivir; tercero, en vez de segregar, Europa combinó la experiencia de vida de los jóvenes de varios estratos en los mismos colegios y Universidades públicas; cuarto, jugó un papel la creciente autoestima de las clases bajas cada vez más educadas que utilizaron su poder electoral para presionar a políticas sociales; quinto, pudo observarse la comprensión cultural de las élites europeas de que ellos mismos saquearon un provecho significativo tanto de obreros y empleados bien educados, sanos y motivados, como de un amplio poder adquisitivo de las clases bajas y medias, sin olvidar la ventaja de calidad de un espacio público sin devastaciones ni riesgos de criminalidad. Vale la pena permanecer un momento en el quinto argumento. Puede ser que un latinoamericano rico afirme que no quiere pagar impuestos altos, bajo justificaciones extendidas como la de no querer ser desmotivado como inversionista activo. No obstante, en vez de pagar impuestos al Estado, él paga para sus hijos costosos colegios y Universidades privadas, financia porteros para asegurar su casa, paga mensualidades exorbitantes para disfrutar lo verde en un club privado, invierte enormes pagos para parqueaderos vigilados, etc., mientras el europeo acomodado no paga nada de esto de modo privado, sino que recibe por sus impuestos una excelente educación pública para sus hijos, un alto grado de seguridad en su casa, la posibilidad de disfrutar lo verde en parques públicos de calidad y bosques seguros y puede parquear su carro en lugares no vigilados. ¿Quién paga al fin más para recibir lo mismo? Obviamente el latinoamericano. Por lo tanto, también una lógica económica de élite justifica el Estado social, pero no su antónimo que hace necesario gastos subsidiarios superiores. J) CONCLUSIONES INTERMEDIAS Sintetizando, el Estado social es el producto histórico de la transformación a la sociedad industrial. En la misma, él no es evitable, si no se quiere provocar enormes desventajas en otros ámbitos claves, como la calidad democrática, la eficacia de las libertades, la estructura urbana y la seguridad ciudadana. Los fundamentos de legitimidad son verdaderos derechos humanos sociales, universalmente reconocidos, inalienables e imprescriptibles, inmanentes a la dignidad humana de todo ser humano del planeta. Tampoco se trata de supuestos derechos de segundo rango frente a un presumido núcleo liberal prioritario. No se considera legítimo subordinarlos a fines secundarios como la estabilidad presupuestal, en particular no en América Latina, donde se esconde detrás de tal exigencia nada más que los intereses minoritarios de las élites económicamente bien situadas a quedarse con una casi libertad tributaria no solidaria por debajo de los estándares reconocidos en los Estados modernos bien configurados. 353
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
5. LA AMPLIACIÓN AL ESTADO CONSTITUCIONAL ECOLÓGICO A)
LA REVOLUCIÓN ECOLÓGICA-AMBIENTAL DE LOS AÑOS 70
El tercer nivel de valores del Estado constitucional moderno responde a la cuestión ecológica de la revolución industrial1174, dedicándose a los límites naturales que el planeta tierra contiene para todas las actividades económicas y sociales del ser humano y enfocándose en el objetivo de optimizar el equilibrio socioambiental según la máxima de la sostenibilidad ambiental. A la antehistoria pertenecieron tanto el derecho forestal del siglo XIX como la rudimentaria normatividad de protección contra las emisiones de finales del mismo siglo, además, el concepto de la conservación estética de paisajes bonitos en forma de monumentos naturales o parques naturales y nacionales, incorporado en varios sistemas jurídicos a partir de la constitucionalización alemana de 19191175. Sin embargo, en términos cualitativos esto no fue nada más que un proto-ambientalismo. Alrededor de 1970, ocurrió lo que el historiador JOACHIM RADKAU ha llamado la “revolución ecológica”1176 de Occidente, es decir, la ciencia, la política, la administración pública y los movimientos sociales de intelectuales jóvenes, se sensibilizaron para percibir la problemática inherente al desarrollo industrial con su enorme crecimiento físico-energético, las contaminaciones del aire, del agua y de los suelos, la quimización doméstica y agraria, el consumo masivo y la desestabilización de la atmosfera terrestre. Se detectó nada menos que la superación masiva y paralela de las capacidades regenerativas de los sistemas naturales en poner a disposición recursos y recibir materiales nocivos, con la perspectiva alarmante de un problema existencial para el futuro de la humanidad. El perfil político naciente, se inspiró, entre otros, en textos fundadores como la Primavera Silenciosa de 1962 y Los límites del crecimiento de 19721177, en la fotografía insis-
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Comp. MARQUARDT, La cuestión ecológica de la revolución industrial, op. cit., págs. 29-76; ÍD., La perspectiva comparada, op. cit., págs. 37-88; ÍD., La revolución industrial en América Latina, op. cit., págs. 93-324; ÍD., Umwelt und Recht, op. cit., págs. 365 y ss, 425 y ss. Véase capítulos III.4.D.h y IV.2.F. P. ej., se indican la legislación forestal de Baviera y Austria en 1852; la Wassergesetz des Ghzm. Baden de 1899, op. cit.; la Wassergesetz des Kgr. Preußen de 1913, op. cit., la Reichsgewerbeordnung de 1869, op. cit.; y art. 150 de la Verf. des Dt. Reiches de 1919, op. cit. Al respecto: BENÖHR, Umweltrecht in Deutschland im 19. Jh., op. cit., págs. 108-110, 145-171; KREMSER, Niedersächsische Forstgeschichte, op. cit., págs. 696 y ss; LIES, Immissionsschutz im 19. Jh., op. cit.; MARQUARDT, La perspectiva comparada, op. cit., págs. 48 y ss; ÍD., Umwelt und Recht, op. cit., págs. 341 y ss, 350 y ss, 376 y ss, 397 y ss. JOACHIM RADKAU, Die Ära der Ökologie, Bonn, BPB, 2011, págs. 124 y ss. RACHEL CARSON, Primavera silenciosa, Barcelona, Carali, 1962 (título original en inglés de 1962); DONELLA H. MEADOWS et al., The Limits to Growth, Londres, Earth Island, 1972 (trad. en español de 1972.). El reporte del Club of Rom contuvo errores cuantitativos y matemáticos, pero no sobre el contexto como tal. Actualización: ÍD, Limits to Growth, The 30-year Update, White River Junction,
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tente de la Canica Azul –tanto viva como vulnerable– de la misión lunar estadounidense de 1972, así como en la Conferencia sobre el Medio Humano de Estocolmo de 1972. Puede verse en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente en Río de Janeiro de 1992 otro hito importante en la formación del respectivo consenso mundial, incluyendo la popularización del concepo clave del desarrollo sostenible1178 que se orientó, por su parte, en los principios de la legislación forestal centroeuropea del siglo XIX1179. Empezaron debates complejos que desafiaron el núcleo de las creencias y mitos de la cultura ilustrada e industrial, evidenciando por ejemplo la ceguera ecológica de los estimados mercados libres que ignoraron los costos externos de la actuación económica en el ambiente –y esto no solo a veces, sino de modo estructural1180–. Tampoco la santificada propiedad inmobiliaria privada escapó de la revisión, pues el atomismo ignoró las interdependencias ecosistémicas y neutralizó el interés común en conservar las bases naturales de la vida. Conceptos estimados del industrialismo como el crecimiento económico, experimentaron la recategorización a medidas cuestionables para la explotación y destrucción ambiental1181. No fue menos doloroso percibir que el problema ambiental no se limitó a las contaminaciones de algunos grandes capitalistas, sino que fue íntimamente conectado con el estilo de vida y el nivel de consumo de la sociedad industrial como tal. A partir de 1996, un grupo internacional de científicos ambientales alrededor del suizo MATHIS WACKERNAGEL logró transformar la preocupación de la sobre-expansión de la cultura industrial en la muy influyente Teoría de la Huella Ecológica, una teoría
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Chelsea Green Publ., 2004 (trad. en español de 2006). Comp. CAROLYN MERCHANT, American Environmental History, Nueva York, Columbia Univ. Press, 2007, pág. 194. Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio humano de 1972, ed. por UNIV. DE HUELVA, http://www.uhu.es/pablo.hidalgo/docencia/educacionambiental/estocolmo01.pdf (5.1.2018); Declaración de Río de Janeiro sobre Medio Ambiente y Desarrollo de 1992, ed. por UN, http://www.un.org/ spanish/ esa/sustdev/documents/declaracionrio.htm (5.1.2018). Al respecto: PAULA L. ARÉVALO M., Globalización del derecho, Bogotá, Ibañez, 2010, págs. 64 y ss; REINHARD BARTHOLOMÄI, Sustainable Development und Völkerrecht, Baden Baden, Nomos, 1997, págs. 58, 64 y ss, 139 y s, 320 y s; ULRICH BEYERLIN, Umweltvölkerrecht, Múnich, Beck, 2000, págs. 18 y ss, 64 y ss; KLAUS BOSSELMANN, The Principle of Sustainability, Aldershot, Ashgate, 2008, págs. 35 y ss; MATTHIAS BUCK & RODA VERHEYEN, “Umweltvölkerrecht”, en HANS-J. KOCH, Umweltrecht, 4a ed., Múnich, Vahlen, 2014, págs. 1-40; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 377 y ss; ANTONIETTA DI GIULIO, Die Idee der Nachhaltigkeit im Verständnis der Vereinten Nationen, Münster, Lit, 2004, págs. 24 y ss; HUGHES, An Environmental History of the World, op. cit., págs. 248 y ss; MARQUARDT, Verankerung des Nachhaltigkeitsprinzips, op. cit., págs. 204 y ss; ÍD., Umwelt und Recht, op. cit., págs. 459 y s, 525 y ss; RADKAU, Nature and Power, op. cit., págs. XII y 288; RÖDDER, 21.0, op. cit., págs. 76 y ss; ROMERO R., Desarrollo sostenible, op. cit., págs. 49 y s, 57 y ss, 134 y ss; DIEGO URIBE V. & FABIAN CÁRDENAS, Derecho internacional ambiental, Bogotá, Univ. Tadeo Lozano, 2010, págs. 93 y ss, 105 y ss. Capítulo III.4.D.h y MARQUARDT, La perspectiva comparada, op. cit., pág. 50. Con precursores en el antiguo régimen; comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 169 y ss, 399 y s. HANS C. BINSWANGER, Geld und Natur, Stuttgart, Thienemann, 1991. ERNST U. VON WEIZSÄCKER, Eine neue Politik für die Erde, Freiburg, Herder, 1999, pág. 27.
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de sistemas que pretende evaluar y cuantificar las relaciones entre la capacidad natural y la actuación humana, incluyendo la visibilización transparente de las responsabilidades en sistemas complejos de consumo y devastación. Los protagonistas de esta teoría indican que el planeta del año 1960 parecía todavía como un mundo amplio, del cual las sociedades humanas consumían no más del 50% de la biocapacidad regenerativa, mientras la difusión e intensificación progresiva del sistema industrial –incluyendo los avances del consumo masivo en los Estados más industrializados– sobrepasaron, en la mitad de los años 80, un umbral crítico, de modo que la comunidad global empezó a vivir por encima de la biocapacidad planetaria –lo que solo puede funcionar por un tiempo limitado–1182.
Img. 104: El overshoot ecológico en la caricatura política de 1989: se critica lo absurdo en las recomendaciones tecnocéntricas de la economía industrial frente al crecimiento del consumo de recursos naturales, mediante las palabras en la burbuja: “Solo ayuda una cosa: una canilla más grande!!!” De tal manera, las supuestas soluciones se comprueban como los amplificadores de los problemas1183
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Libro clave: MATHIS WACKERNAGEL & WILLIAM REES, Nuestra huella ecológica, Reduciendo el impacto humano sobre la Tierra, Santiago, Lom, 2001 (título original en inglés de 1996), págs. 23 y ss, 47 y ss, 85 y ss. Véase además: KARLHEINZ ERB et al., Der Ökologische Fußabdruck des österr. Außenhandels, Viena, WWF, 2002, págs. 19 y ss, 30 y ss; AUDREY GARRIC, “Depuis aujourd’hui, l’humanité vit à crédit”, en revista Le Monde, de 1.8.2017, http://www.lemonde.fr/planete/article/2017/08/01/a-compter-du-2-aout-lhumanite-vit-a-credit_5167232_3244.html (5.1.2018); GLOBAL FOOTPRINT NETWORK (Ed.), Ecological Footprint, http: //www.footprintnetwork.org/our-work/ecological-footprint/ (5.1.2018); GLOBAL FOOTPRINT NETWORK (Ed.), Ecological Wealth of Nations, http://www.footprintnetwork.org/content/documents/ecological_ footprint_nations/ecological_per_capita.html (5.1.2018); STEPHAN LESSENICH, Neben uns die Sintflut, Die Externalisierungsgesellschaft und ihr Preis, Múnich, Hanser, 2016, pags. 96 y ss; MESA C., Derechos ambientales, op. cit., págs. 238 y ss; PENNA, The Human Footprint, op. cit., págs. 236 y ss; JOHAN ROCKSTRÖM et al., “Planetary Boundaries, A Safe Operating Space for Humanity”, en revista Ecology and Society, vol. 14, núm. 2, art. 32, Wolfville, Resilience Alliance, 2009, http://www.ecologyandsociety.org/vol14/iss2/ art32/ (5.1.2018); JASON VENETOULIS & JOHN TALBERTH, Ecological Footprint of Nations, 2005 Update, Oakland, Redefining Progress, 2006; WWF (Ed.), Risk and Resilience in a New Era, Gland, WWF, 2016, págs. 74 y ss; UNDP, HDR 2011, op. cit., págs. 146 y ss. De HORST HAITZINGER de 1989.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
B)
EL CONSTITUCIONALISMO ECOLÓGICO Y EL DERECHO AMBIENTAL
Los debates señalados llevaron a la formulación de valores ecológicos por parte de los Estados que entraron, primero, a las constituciones de Suiza y México de 1971, después a la portuguesa de 1976, la española de 1978, la peruana y ecuatoriana de 1979, la chilena de 1980, la austríaca de1984, la guatemalteca de 1985 y, en los años 90, a la mayoría de las demás constituciones occidentales, por ejemplo a la colombiana de 1991 y a la reforma alemana de 19941184. Entre las palabras claves de estas normas de normas se encuentran: el desarrollo sostenible, la prevención de la contaminación ambiental, el equilibrio ecológico, el derecho al ambiente sano, la conservación duradera de las bases naturales de la vida, la diversidad e integridad del ambiente y la limitación ecológica de la propiedad raíz e industrial1185. Algunas cartas han formulado el constitucionalismo ambiental como un fin estatal y una disposición dirigida a la legislación, otras como un derecho fundamental y un deber del ciudadano, y otras combinan ampliamente todas las opciones. Rápidamente, la política ambiental recibió en la organización estatal el rango ministerial – en Baviera en 1970, en Canadá en 1971, en Austria en 1972 y en Venezuela en 1976 – y después en todo el mundo1186. Como las codificaciones pioneras del derecho ambiental integral, pueden considerarse los respectivos códigos estadounidense de 1969, mexicano de 1971, colombiano de 1974, suizo de 1983 y neozelandés de 19911187. Otros Estados prefirieron distribuir 1184
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Art. 24septies de la Constitución Federal Suiza, en AS, 1971, págs. 905 y s; Bundesverf.gesetz austríaca über den umfassenden Umweltschutz, en BGBl. austríaco, 1984, núm. 491; arts. 8, 58, 67, 79, 95 de la Constitución de Colombia de 1991, en Gaceta Constitucional, núm. 127, de 10.10.1991; art. 20a de la Ley fundamental alemana, introducido por la Gesetz zur Änderung des Grundgesetzes, de 27.10.1994, en BGBl. I, 1994, págs. 3146 y ss. Al respecto: MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 509 y ss, 559 y ss, 574 y ss; ÍD., Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 585 y ss; DIETRICH MURSWIECK, “Art. 20a”, en MICHAEL SACHS (Ed.), Grundgesetz, Kommentar, 3a ed., Múnich, Beck, 2003, págs. 869-889; ÍD., Umweltschutz als Staatszweck, Bonn, Economica, 1995; PAHUD, Rechtsgeschichte CH, op. cit., pág. 272; EKKEHART STEIN & GÖTZ FRANK, Staatsrecht, 20a ed., Tübingen, Mohr Siebeck, 2007, págs. 175 y ss; KARL-P. SOMMERMANN, Staatsziele und Staatszielbestimmungen, Tübingen, Mohr Siebeck, 1997, págs. 182 y ss, 249 y ss; KLAUS VALLENDER, Umweltrecht, Berna, Stämpfli, 1997, págs. 70 y ss. Relativamente detallada es la Constitución federal suiza de 1999, op. cit. Entre los fines del Estado se encuentra “el desarrollo sostenible” y la “conservación duradera de las bases naturales de la vida” (art. 2 núm. 2 y 4). Como introducción al capítulo sobre “medio ambiente y planificación territorial”, hay un artículo sobre la sostenibilidad (art. 73) que sostiene: “La federación y los Estados federados aspiran a una relación duradera equilibrada entre la naturaleza y su habilidad para renovarse por un lado y su utilización por parte del humano por otro lado”. HÄBERLE, El Estado constitucional, op. cit., págs. 384 y ss, 398 y ss; MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., pág. 477. EE.UU.: National Environmental Policy Act de 1969, P.L. 91-190; México: Ley federal para prevenir y controlar la Contaminación Ambiental de 1971, en DO, de 23.3.1971; Colombia: Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente, decreto 2.811 de 1974, en DO, núm 34.243, de 27.1.1975; Suiza: BG über den Umweltschutz de 1983, en SR 814.01; Nueva Zelanda: Resource Management Act de 1991. COMP. MERCHANT, American Environmental History, op. cit., págs. 197, 226, 282; PAHUD, Rechtsgeschichte CH, op. cit., pág. 273; VALLENDER & M., Umweltrecht, op. cit., págs. 39 y ss.
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la materia en varias legislaciones temáticas, enfocadas en la calidad del aire1188, del agua1189 y de los bosques, en la peligrosidad de las sustancias químicas y en el manejo de los residuos del consumismo masivo. El derecho ambiental se basó en una variedad de principios novedosos. Entre estos, pueden indicarse la justicia inter-generacional de la sostenibilidad, la precaución y prevención, la responsabilidad del causante, la sustitución de lo peligroso e irresponsable, la perspectiva integral, la cooperación con los obligados y la cientificidad. Inicialmente, hubo muchas voces críticas que lamentaron la falta de eficacia de la legislación ambiental, pero los procesos de aprendizaje cultural han mejorado esta situación fundadora –por lo menos en los Estados del núcleo industrial europeo–1190. En términos estratégicos, el Estado ambiental efectuó, por una parte, obras públicas costosas –por ejemplo, creando la red de depuradoras comunales– y, por otra parte, trabajó con medios del disciplinamiento social. Definió obligatoriamente los valores límites de la contaminación permitida por tipo de fuente, los estándares tecnológicos de filtración y los estándares cualitativos de productos con repercusiones ambientales. La industria tuvo que someterse a controles eficaces en la autorización pública de instalaciones nuevas, a controles cíclicos, órdenes de saneamiento y prohibiciones de un montón de productos químicos peligrosos, lo que fue asegurando por la amenaza con penas públicas. Al inicio de la reforma ambiental, predominaron enfoques conceptuales en la regulación de tubos emisores masivos, suponiendo la responsabilidad primordial de los grandes fabricantes, pero de modo creciente se difundió la comprensión que toda solución eficiente debe tener en cuenta el consumo privado y la industrialización de la multitud de los hogares. Por eso, el ciudadano tuvo que someterse a nuevos deberes como la recogida diferenciada de residuos, el control de las emisiones de la calefacción o presentar su vehículo a exámenes de gases de escape. Entre los éxitos pioneros de la estatalidad ambiental frente a los riesgos creados por la industria química, se cuenta la ola de prohibiciones del uso del insecticida DDT en la agricultura, promulgadas en Suecia y Noruega en 1970, en Alemania, Suiza y EE.UU en 1972 y en Gran Bretaña en 1984. Otro éxito temprano consistió en la eli1188
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P. ej., Clean Air Act de Canadá de 1970; Clean Air Act de Nueva Zelanda de 1972; Bundes-Immissionsschutzgesetz alemana de 1974; etc. Comp. MCNEILL, Something new under the sun, op. cit., págs. 58 y ss; MERCHANT, American Environmental History, op. cit., págs. 198, 286. P. ej., Clean Water Act estadounidense de 1972; Wasserhaushaltsgesetz alemana de 1976; Canada Water Act de 1985; Gewässerschutzgesetz suiza de 1991. Véase MERCHANT, American Environmental History, op. cit., págs. 223, 283, 285. Comp. BOSSELMANN, The Principle of Sustainability, op. cit., págs. 43 y ss; MICHAEL KLOEPFER, Umweltschutzrecht, 2a ed., Múnich, Beck, 2011, págs. 60 y ss; MESA C., Derechos ambientales, op. cit., págs. 127 y ss; EDUARDO ROMERO R., “Constitucionalización del principio de precaución en Colombia”, en MARQUARDT, Constitucionalismo Científico II, op. cit., págs. 303-331; REINER SCHMIDT & WOLFGANG KAHL, Umweltrecht, 8a ed., Múnich, Beck, 2010, págs. 10 y ss; ROLF SCHWARTMANN & HEINZ-J. PABST, Umweltrecht, 2a ed., Heidelberg, Müller, 2011, págs. 15 y ss.
LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
minación del plomo en la gasolina de los automóviles1191. De todos modos, el éxito más visible residió en la descontaminación sistemática de los ríos negros de la era industrial por tecnologías de filtración obligatorias, por ejemplo de los ríos Rin y Danubio, hasta que volvieron los peces y piscinas fluviales1192, aunque no se superaron las amenazas latentes que son inmanentes a la rectificación y canalización industrial de los ríos1193. Se van a discutir ejemplos adicionales en los capítulos VIII.4.C.b y IX. UN ÉXITO DE LA ESTATALIDAD AMBIENTAL: LA DESCONTAMINACIÓN DEL RÍO RIN ENTRE 1970 Y 2000 1970
2000
Mapas 20-211194 C)
LAS TEORÍAS DEL ESTADO CONSTITUCIONAL ECOLÓGICO
Para subrayar el rango primordial de la reforma ambiental en los fines y la estructura del Estado, el constitucionalista alemán KARL-PETER SOMMERMANN habla de la ampliación del Estado moderno al Estado social y ambiental de Derecho (1997). Por su parte, propone KLAUS BOSSELMANN el concepto del Estado ecológico de derecho como fiduciario del ambiente (1992, 2008), mientras MICHAEL KLOEPFER (1994), CHRISTIAN CALLIESS (2001), IVO APPEL (2005) y ANNA GAMPER (2007) presentan el Estado medioambiental. ROBYN ECKERSLEY detecta el Estado verde (2004), ULRICH BECK el Estado previsor (2007), GREGORIO MESA (2010, 2011) el Estado ambiental de derecho, RUDOLF STEINBERG (1998), PETER HÄBERLE (2001) y BERND MARQUARDT (2003, 2009) el Estado constitucional ecológico, así como EKKEHART STEIN y GÖTZ FRANK (2007) el Es1191 1192 1193
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RADKAU, Nature and Power, op. cit., págs. 131 y s; MCNEILL, Something New, op. cit., pág. 62. MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 486 y ss, 561 y ss, 575 y ss. C. J. VÖRÖSMARTY et al., “Global Threats to Human Water Security and River Biodiversity”, en revista Nature, vol. 467, núm. 7.315, Londres, Macmillan, 2010, págs. 555-561. Fuentes de datos: BMU, Biologische Gewässergütekarten 1975, 1980, 1985 1995 y 2000.
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tado social y ecológico de Derecho1195. Todas estas propuestas teóricas tienen en común que pretenden señalar la entrada de lo ambiental al núcleo más íntimo de los valores de lo público organizado. También el debate económico planteó nuevas visiones, como la economía eco-social de mercado según FRANZ J. RADERMACHER (2009)1196. Más allá de criticar la lógica destructiva en la teoría liberal, se precisaron la nueva economía ambiental por conceptos particulares como la internalización de las externalidades negativas, la reducción de las subvenciones escondidas y la eficiencia de recursos según ERNST ULRICH VON WEIZSÄCKER (2009)1197. Lo más llamativo es que el Estado constitucional ecológico transforma definitivamente el Estado de derechos subjetivos de defensa del liberalismo en un modelo mixto con un Estado de deberes, alrededor del deber general de no sobrepasar la huella ecológica sostenible y los deberes específicos según las respectivas leyes ambientales. De todos modos, la constitucionalización de la sostenibilidad ambiental limita la libertad democrática a elaborar decisiones racionales dentro de la previsión ambiental y de las capacidades planetarias. Hasta la fecha de este libro, el Estado constitucional ecológico se ha quedado en proceso de construcción. Se trata típicamente de un constitucionalismo aspiracional1198 o transformador que busca la materialización de sus visiones textualizados en el eje temporal con una proyección hacia el futuro. En múltiples ámbitos, la legislación ambiental choca con las teorías económicas estimadas y las expectativas del desarrollo industrial, de modo que los Estados buscan equilibrar las pretensiones divergentes. Muchas veces, el derecho ambiental no alcanza más del 10% de sus posibilidades. Se van a debatir los desafíos abiertos en el noveno capítulo del presente libro dedicado a El Estado industrial hábil para el futuro y sus retos.
1195
1196 1197 1198
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SOMMERMANN, Staatsziele und Staatszielbestimmungen, op. cit., págs. 182 y ss; BOSSELMANN, Im Namen der Natur, op. cit.; ÍD., The Principle of Sustainability, op. cit., pág. 146; KLOEPFER, Umweltstaat als Zukunft, op. cit.; CALLIESS, Rechtsstaat u. Umweltstaat, op. cit.; APPEL, Staatl. Zukunfts- und Entwicklungsvorsorge, op. cit., págs. 54 y ss, 123 y ss; GAMPER, Staat und Verfassung, op. cit., págs. 54 y s; ROBYN ECKERSLEY, The Green State, Cambridge, MIT Press, 2004; ULRICH BECK, La sociedad del riesgo mundial, Barcelona, Paidós, 2008 (título original en alemán de 2007), págs. 157 y ss; MESA C., Derechos ambientales, op. cit., págs. 349 y ss; ID. et al., Elementos para una teoría de la justicia ambiental, op. cit., págs. 25 y ss; STEINBERG, Der ökolog. Verf.staat, op. cit.; MARQUARDT, Umwelt u. Recht, op. cit., págs. 609 y ss; ÍD., La cuestión ecológica, op. cit., págs. 60 y ss; STEIN & F., Staatsrecht, op. cit., págs. 151 y ss, 175 y ss. FRANZ J. RADERMACHER et al., Global Impact, Múnich, Hanser, 2009, págs. 43 y ss. ERNST U. V. WEIZSACKER et al., Factor 5, Londres, Earthscan, 2009, págs. 15 y ss. Concepto de MAURICIO GARCÍA V., “Constitucionalismo aspiracional”, en revista Análisis Político, vol. 25, núm. 75, Bogotá, UNAL, 2012, págs. 89-110.
CAPÍTULO VI
LA GRAN TRANSCULTURACIÓN DEL PLANETA Y LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO TIPO DE ESTADO En 1770, Europa hacia parte de las diez civilizaciones agrarias del cinturón mediterráneo-surasiático1199, pero en 1910 brillaba en razón a la significativa hegemonía que ejercia sobre todo el planeta, mientras en la actualidad es, otra vez, una entre varias zonas del mundo. ¿Qué significa esta constatación sorprendente? Expresa, sobre todo, que Europa fue el punto de partida de la tercera transformación básica del Estado, en el marco de la gran doble revolución ilustrada e industrial, que se difundió desde este punto de partida bajo variaciones en todo el mundo, lo que significó necesariamente una re-particularización de Europa al final del proceso. En esto, algunos pocos precursores industriales transformaron para siempre la cara del planeta –con medios diversificados como la conquista, la intervención, la emigración masiva, la exportación tecnológica, cultural y legal– lo que nunca contuvo la oportunidad seria de perpetuarse imperialmente después de haber impulsado la dinámica de transformación, pero la gran transformación en el estricto sentido de la expresión, permanece como el resultado perdurable.
1199
Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 51 y ss, 542 y ss.
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1. LA ESTATALIZACIÓN DE LAS SOCIEDADES PRE-ESTATALES En contraste con las primeras dos revoluciones de la formación del Estado, que geopolíticamente se limitaron al cinturón mediterráneo-surasiático de las civilizaciones con su anexo andino, la tercera revolución fue la primera revolución global. No solo incluyó a Europa y al grupo de sus Estados hijos en las dos Américas, sino también a los tres ecosistemas culturales del planeta hasta entonces organizados pre-estatalmente: el de los cazadores y recolectores, el de las sociedades agrarias simples y el de los jinetes nómadas1200. Mientras que alrededor del año 1800 todavía más de la mitad de la superficie de la tierra estaba libre del poder estatal, dos siglos después todo el globo terrestre – con la única excepción de la helada Antártica1201– está organizado estatalmente según los rasgos del modelo europeo válido ahora mundialmente. EL PUNTO DE PARTIDA: LOS CUATRO ECOSISTEMAS CULTURALES DEL MUNDO EN 1775
Mapa 221202
En el trasfondo de la expansión global del Estado soberano se dio una ola intensiva de la colonización agraria, que había sido desde siempre la condición clave de la formación del Estado1203. De nuevo, la estatalización se desarrolló acorde con el sonido del hacha bajo el cual, en una de las fases de deforestación más extensas y rápidas, desaparecieron bosques naturales muy diferentes, como los ecosistemas de eucalipto de Australia suroriental, los bosques templados del este norteamericano, las sel1200 1201 1202 1203
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Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 22 y ss. Tratado sobre la Antártica de 1959. Comp. HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág. 191. Mapa: BERND MARQUARDT. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 60 y ss.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
vas mediterráneas de California y Chile, las matas atlánticas de Brasil, el piedemonte andino, así como las selvas lluviosas de África occidental1204. La expansión de la agricultura a ecozonas hasta ahora inaccesibles, se hizo posible, en parte, por la transferencia de los animales y plantas domesticados del viejo cinturón mediterráneo-surasiático, hasta lugares como Australia, donde antes no había existido ninguna fauna, ni flora domesticable1205. Por otra parte, fue decisivo el régimen globalizado de la alimentación, propio de la revolución fósil-energética e industrial, el cual destruyó la estricta conectividad entre la colonización agraria in situ y la estatalización. En efecto, con la revolución de transporte que hizo posible atravesar el espacio global con barcos y ferrocarriles fósil-energéticos, se superaron las dependencias de un pueblo de las condiciones locales del respectivo ecosistema, pues los alimentos ahora podían traerse desde lugares muy lejanos con mejores condiciones para el cultivo. A esto se sumó, desde los inicios del siglo XX, una multiplicación de la producción agraria mundial sobre el potencial natural solar-energético, lo que tuvo su explicación en las nuevas opciones de la subvención fósil-energética de la agricultura mediante fertilizantes industriales según el Proceso de Haber-Bosch (1915)1206. Esto posibilitó el crecimiento de la población mundial, la cual pasó de aproximadamente mil millones de seres humanos en el año 1800 a 7,5 mil millones en el 20181207. En una primera subfase, que se inició lentamente en los años 1820 y que aceleró en la década de 1880, numerosas regiones pre-estatales fueron conquistadas por pocos Estados europeos y neo-europeos, en especial por el Imperio Británico, Francia, el Imperio Ruso y los Estados Unidos, con los medios militares de la revolución industrial y el efecto de crear una organización estatal básica. Los conquistadores se autolegitimaron con la visión de su supuesta misión de salvar y civilizar a los pre-estatales, declarados primitivos. A)
LAS ZONAS DE LA COLONIZACIÓN DESPLAZADORA
Es necesario distinguir dos subtipos de expansión del poder estatal a las zonas preestatales. El primero, corresponde a una estatalización rápida y completa en la cual la población pre-estatal nativa fue desplazada violentamente por expulsiones, concentraciones en reservas y genocidios, cometidos o tolerados por el Estado colonizador, a favor de una repoblación con migrantes europeos, que trajeron en su memoria cultural todos los elementos del Estado europeo. Esta variante pudo observarse especialmente en zonas con condiciones climáticas comparables con las europeas y aptas para la agricultura de tipo europeo, donde la densidad poblacional originaria fue baja, en particu1204 1205 1206 1207
MICHAEL WILLIAMS, Deforesting the Earth, Chicago, Univ. Press, 2006, págs. 263 y ss, 318 y ss. DIAMOND, Guns, Germs and Steel, op. cit., págs. 131 y ss, 320 y s, 354 y ss. SMIL, Enriching the Earth, op. cit., págs. 40 y ss, 61 y ss, 133 y ss. Véase capítulo II.3.B.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
lar en territorios de cazadores y recolectores, interpretados como paisajes naturales vacíos que se pudieron ocupar libremente. Entre 1815 y 1930, emigraron aproximadamente 50 millones europeos –entre ellos más de 15 millones de británicos, diez millones de alemanes y diez millones de italianos– que se reprodujeron en sus nuevos mundos más rápidamente que en su entorno originario1208. a) La colonización anglófona: Norteamérica, Australia, Nueva Zelanda y Liberia En primer lugar, puede señalarse la expansión de los trece Estados Unidos de América, desde 1803, a las zonas en el lado occidental de los Apalaches hasta el océano Pacífico, agregando 35 Estados adicionales hasta 19121209. En ello, no se toleró el experimento de las Cinco Tribus Civilizadas de establecer, alrededor de 1820, un Estado propio bajo la adopción del modelo estadounidense en forma de la Constitución de la Nación Cheroqui de 1827, pues el intento terminó con la promulgación del Indian Removal Act de 1830. Posteriormente, los sobrevivientes del genocidio indígena de aproximadamente 1830 a 1900, fueron concentrados en reservas indígenas en zonas áridas que, al fin, no ocuparon más del 2,3% del territorio estatal, pero pudieron mantenerse, conforme al reconocimiento realizado por la Corte Suprema en 1831, al formar 310 comunidades autónomas –eufemísticamente llamadas naciones soberanas– con sus con-
Img. 105: En las zonas de expansión de los EE.UU., algunos indígenas pre-estatales observan la construcción del ferrocarril, concesionado por el Estado eurodescendiente, que va a traer la caída a su forma de vida1210 1208
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Como ‘alemanes’ se cuentan la población de la Federación Germánica. Véase DUDLEY BAINES, Emigration from Europe 1815-1930, Cambridge, Univ. Press, 1991, págs. 3 y ss; ALFRED W. CROSBY, Ecological Imperialism, Cambridge, Univ. Press, 2004, págs. 5, 295; FERGUSON, Empire, op. cit., págs. 45 y ss; GROSSBERG et al., History of Law in America, t. 2, op. cit., págs. 168 y ss; HOBSBAWM, La era del capital, op. cit., págs. 202 y ss; NORBERT JANSEN, Nach Amerika, t. 1, Vaduz, Hist. Verein, 1998, págs. 19 y ss, 26 y ss, 48 y ss, 54 y ss; JOCHEN OLTMER, Globale Migration, Bonn, BPB, 2016, págs. 43 y ss. El 14o Estado fue Vermont en 1791. Véase BERKIN et al., Making America, op. cit., págs. 246 y ss, 324 y ss; DIPPEL, Geschichte USA, op. cit., págs. 43 y ss; GASSERT, Geschichte, op. cit., págs. 46 y ss; GROSSBERG et al., History of Law in America, t. 2, op. cit., págs. 204 y ss; TIM MARSHALL, Prisoners of Geography, Nueva York, Simon & S., 2016, págs. 68 y ss; MERCHANT, Am. Environmental History, op. cit., págs. 85 y ss, 100 y ss; MONTGOMERY, Dirt, op. cit., págs. 115 y ss; WOLFGANG REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, 2a ed., Múnich, Beck, 2016, págs. 699 y ss; STÖVER, US of America, op. cit., págs. 138 y ss. Del siglo XIX, cit. por JANSEN, Nach Amerika, t. 1, op. cit., pág. 48.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
sejos tribales, jefes y jurisdicción propia por fuera de la organización de los Estados federados, aunque con una asimilación cultural fuerte bajo rasgos de una minoría pobre1211.
Img. 106: La estatalización de la naturaleza pre-estatal: en 1876, los inmigrantes europeos fundaron el Estado de Colorado. Se ve la capital de Denver en 1898, con el edificio del poder legislativo –el capitolio– al lado izquierdo de la avenida principal1212
Del total de los emigrantes europeos del largo siglo XIX, los Estados Unidos recibieron aproximadamente dos tercios. En lugares exóticos de la frontera civilizatoria crecieron capitales de tipo europeo como Sacramento (1854), Carson City (1864), Denver (1876), Helena (1889) y Salt Lake City (1896) que alojaron los poderes legislativo, ejecutivo y judicial según el patrón de organización tridimensional de los 13 Estados originarios. Durante los decenios fundadores, la calidad estatal del salvaje oeste quedó débil, sin ley eficaz, al estilo de una zona de la violencia crónica, en la cual se usó el derecho fundamental a la posesión de armas de 1791 para vendettas de hacendados con ejércitos privados, el bandolerismo habitual, la venganza interfamiliar, duelos, guerras de ovejas, guerras de ferrocarriles, fiebres de oro, supresiones violentas de huelgas mineras, cazarrecompensas, vigilantes, torturas policiales, ejecuciones extralegales (linchamientos), el genocidio contra los indígenas y la impunidad. Esta observación coincidió con el perfil social de los migrantes, que fueron predominantemente europeos jóvenes sin educación profunda, provenientes de las clases más pobres, es decir, miembros del grupo rural-subcampesino, micro-campesinos, errantes y después obreros. En vista de factores como el cambio generacional, la conclusión de la apro1211
1212
Constitution of the Cherokee Nation de 1827, op. cit.; Indian Removal Act de 1830, op. cit.; U.S. SUPREME COURT, The Cherokee Nation v. the State of Georgia, 30 U.S. 1 (1831). Comp. WERNER ARENS & HANS BRAUN, Die Indianer Nordamerikas, Múnich, Beck, 2004, págs. 101 y ss, 113 y ss; BAJOHR, Weltgeschichte, op. cit., págs. 488 y ss; JARED DIAMOND, The 3rd Chimpanzee, N. York, Harper, 1993, págs. 276 y ss; GREWE, Epochs of International Law, op. cit., pág. 549; GROSSBERG et al., History of Law in America, t. 2, op. cit., págs. 219 y ss, 230, 352; KIERNAN, Blood and Soil, op. cit., págs. 310 y ss, 330 y ss, 355 y ss; MANN, The Dark Side of Democracy, op. cit., págs. 86 y ss, 93 y ss; MERCHANT, American Environmental History, op. cit., págs. 158 y ss; OSTERHAMMEL, Transformation of the World, op. cit., págs. 331 y ss; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., págs. 703 y ss; STÖVER, US of America, op. cit., págs. 134 y ss. Foto de WILLIAM H. JACKSON (1843-1942) de 1898. Lugar: Library of Congress.
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piación ambiental y la institucionalización, se calmó la violencia fundadora de los Estados del salvaje oeste. Sin embargo, todavía frente a los gánsteres del crimen organizado de la era de la ley seca (1920-1933) y frente al paramilitarismo racista del Ku Klux Klan (hasta la década de 1960), el poder estatal no pudo convencer. Una tasa de homicidios superior a la europea, ha sobrevivido hasta hoy1213. En segundo lugar, se pueden nombrar los dominios de poblamiento del Reino de Gran Bretaña con un gobierno autónomo y estructuras parlamentarias propias. Después de la introducción del gobierno responsable a partir de 1848, se crearon el dominio federal de Canadá en 1867, el dominio federal de Australia en 1900 y el dominio unitario de Nueva Zelanda en 1907. Solo en el último caso, se evitó una política excluyente frente a la población autóctona, estableciendo por la Ley de representación de los Maori de 1867 cuatro puestos parlamentarios que fueron elegidos por las tribus. A partir del Statute of Westminster de 1931, los dominios ascendieron paulatinamente a la soberanía1214.
Img. 107: La primera constitución de un Estado soberano del África subsahariana fue la de Liberia de 1847 1213
1214
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BAINES, Emigration, op. cit., pág. 2; FRIEDMAN, A History of American Law, op. cit., págs. 157 y ss, 505 y ss, 579 y ss; GROSSBERG et al., History of Law in America, t. 1, op. cit., págs. 145 y ss, 165, 432; NAPOLITANO, Dred Scott’s Revenge, op. cit., págs. 118, 181; OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, op. cit., págs. 368 y ss; PINKER, The Better Angels, op. cit., págs. 91 y ss; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., pág. 713; STÖVER, US of America, op. cit., págs. 151 y ss. The British North America Act de 1867, op. cit.; An Act to constitute the Commonwealth of Australia de 1900, 63 & 64 Vic. c. 12, Proclamation declaring that New Zealand shall be known by the Title of the Dominion of New Zealand de 1907; An Act to provide for the Better Representation of the Native Aboriginal Inhabitants of the Colony of New Zealand de 1867, 31 Vic. 47; Statute of Westminster de 1931, op. cit. Véase CLARKE, The History of Australia, op. cit., págs. 92 y ss; FERGUSON, Empire, op. cit., págs. 50 y ss, 84 y ss, 272; HAGEMANN, Kl. Geschichte Australiens, op. cit., págs. 20 y ss, 80, 82, 84, 99 y ss, 126 y s, 137; HAYES, Canada, An Illustrated History, op. cit., pág. 146; MACINTYRE, A Concise History of Australia, op. cit., págs. 138 y ss; MICHAEL KING, The Penguin History of New Zealand, Rosedale, Penguin, 2003, págs. 221 y ss; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., págs. 720 y ss, 741 y ss, 1074 y ss.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
Un caso especial fue, en 1847, la fundación de la república de emigrantes estadounidenses en África occidental, llamado Liberia, en manos de ex esclavos que fueron culturalmente europeizados. Del mismo modo como las demás repúblicas anglo-colonizadoras, el Estado de los américo-liberianos fue una democracia racial, pues los inmigrantes negros con cerebro blanco suprimieron a los africanos nativos a través de su sistema unipartidario del True Whig (hasta 1980), aunque los nativos representaron finalmente el 97,5% de la población1215. b) Otros casos: la Sudáfrica neo-neerlandesa, la Patagonia hispanoamericana y la Siberia rusa Entre los demás ejemplos de una estatalización de tipo europeo, se encuentran las dos repúblicas soberanas de colonos neerlandeses en el sur de África, a saber, el Estado Libre de Orange de 1854 y la República Sudafricana (Transvaal) de 1856 que promulgaron constituciones propias. No obstante, en la Guerra Bóer de 1899 a 1902, el Reino de Gran Bretaña –titular de la vecina Colonia del Cabo– conquistó ambas repúblicas bajo la aplicación de un nivel formidable de brutalidad. La subsiguiente Paz de Vereeniging de 1902 buscó la inclusión generosa al Imperio Británico bajo la oferta de
Img. 108: Una guerra eliminadora que terminó con una victoria pírrica: en 1900 las tropas británicas izan su bandera en el parlamento sudafricano en Pretoria, pero ya un decenio después renuevan la autonomía1216
una amnistía amplia y la perspectiva de autonomía. La legislación británica de 1909, estableció la nueva Unión Sudafricana que unificó Transvaal, Orange y el Cabo, otor1215
1216
Constitution of Liberia de 1847, ed. por ROBERT STAUFFER et al. (Eds.), Constitutional Documents of Hawai’i and Liberia, Múnich, Saur, 2008, págs. 117-125. Comp. C. ABAYOMI CASSELL, Liberia, The History of the First African Republic, Nueva York, Fountainhead, 1970; A. ADU BOAHEN et al., General History of Africa, t. VII, París, UNESCO, 1990, págs. 126 y ss; DIPPEL, Modern Constitutionalism, op. cit., pág. 168; GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., pág. 462; JOHN MCPHERSON, History of Liberia, Whitefish, Kessinger, 2004, págs. 22 y ss; WALTER SCHICHO, Geschichte Afrikas, Bonn, BPB, 2011, pág. 74. British entry into Pretoria, June 5, 1900, Londres, G.W. Bacon, 1900.
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gando el estatus preferencial de una colonia de poblamiento europeo en analogía a los casos canadiense y australiano como dominio, lo que posibilitó un gobierno autónomo bajo primeros ministros provenientes de la élite neerlandesa de Transvaal. Se trató de una paz entre los euro-sudafricanos que constituyeron el 21,4% de la población (1911), pero los mismos se reservaron legislativamente el 93% del territorio como propiedad privada (1913). Este acuerdo de élite sobrevivió la independencia del Estatuto de Westminster de 1931 y la republicanización de 19611217. De modo paralelo, desde la década de 1860, se expandieron Argentina y Chile en Patagonia y Araucanía. Ambas repúblicas aplicaron medidas de genocidio, limpieza étnica y confiscación, tratando los derechos tribales en las tierras como nulos, bajo la meta de ganar espacios libres para colonos europeos y el desarrollo de la ganadería. También las demás repúblicas latinas colonizaron el interior de Sudamérica, entre otras la región Sur de Brasil y la cordillera antioqueña de Colombia1218. De igual forma, el Imperio Ruso colonizó, ya a partir de 1778, la estepa Póntica –aprovechándose de la fertilidad de la tierra negra que no había sido utilizable ante la tradicional escasez de leña– y pobló, a finales del largo siglo XIX, también la manguera delgada de bosques templados en Siberia meridional a lo largo de los 9.288 kilómetros del ferrocarril transiberiano, construidos de 1891 a 1916, hasta el puerto pacífico de Vladivostok1219. c) La expansión genética y cultural de lo europeo en el mundo Es posible entender la estatalización a través de la colonización desplazadora, como la expansión genética y cultural de lo europeo en el mundo, acompañada en la esfera ideológica por el ascenso del racismo. Alrededor de 1900, los europeos ascendieron a encarnar más de un tercio de la población mundial. El historiador británico NIALL FERGUSON habla insistentemente de la “peste blanca”, mientras CROSBY parte de una especie de imperialismo genético y ecológico1220. Este proceso se caracterizó 1217
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Grondwet van de Oranje Vrijstaat de 1854; Grondwet van de Zuid-Afrikaansche Republiek de 1856; An Act británico to constitute the Union of South Africa de 1909, op. cit.; Grondwet van die Republiek van Suid-Afrika, ley 32 de 1961, op. cit. Véase J. F. ADE AJAYI et al., General History of Africa, t. VI, París, UNESCO, 1989, págs. 150 y ss; DÖRR, Die Inkorporation, op. cit., págs. 273 y ss, 290 y ss; FENSKE, Der moderne Verf.staat, op. cit., págs. 435 y ss; FERGUSON, Empire, op. cit., pág. 233; HAGEMANN, Kl. Geschichte Südafrikas, op. cit., págs. 30 y ss, 38 y ss, 59 y ss; OSTERHAMMEL & J., Kolonialismus, op. cit., pág. 12; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., págs. 734 y ss; GERHARD ROBBERS (Ed.), Encyclopedia of World Constitutions, Nueva York, Infobase, 2007, pág. 845; STUDY COMMISSION, South Africa, Berkeley, Univ. of California Press, 1981, pág. 42; WINFRIED SPEITKAMP, Kl. Geschichte Afrikas, Stuttgart, Reclam, 2007, págs. 138 y ss; TUKUFU ZUBERI et al., The Demography of South Africa, Nueva York, Sharpe, 2005, pág. 12. CARRERAS & P., Kl. Geschichte Argentiniens, op. cit., págs. 95 y ss; MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., pág. 214; RAMÓN, Historia de Chile, op. cit., págs. 88 y ss. NOLTE, Kl. Geschichte Russlands, op. cit., págs. 141 y ss. FERGUSON, Empire, op. cit., págs. 45 y ss; CROSBY, Ecological Imperialism, op. cit., págs. 2 y ss.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
por la imposición de un idioma dirigente, el inglés, que se multiplicó poderosamente de un pueblo de menor rango de aproximadamente diez millones de hablantes a los 461 millones de parlantes de hoy. En comparación con su territorio histórico, la extensión de la zona lingüística del inglés se multiplicó por el factor 215. Paralelamente, los hablantes del español (en forma de los pueblos hispanoamericanos), portugués (en Brasil) y ruso se expandieron significativamente1221. Cabe destacar que, a finales del largo siglo XIX, los Estados neo-europeos no solo recibieron el excedente poblacional de Europa, sino flanquearon también el crecimiento demográfico dentro de Europa, pues sirvieron como las zonas de cultivo y ganadería para alimentar la creciente población industrial-urbana del viejo mundo –a través de transformaciones ecosistémicas como el reemplazo de las grandes llanuras de búfalos por pastos de bovinos–. En la mayor parte de los ex territorios de cazadores y recolectores que se estatalizaron mediante la colonización por migrantes europeos, fue posible instituir condiciones públicas y socio-económicas dentro del espectro avanzado de la gran transformación. Fue una excepción el caso de Liberia, pues cuando se entregaron, en 1926, grandes partes del territorio a la empresa estadounidense de neumáticos Firestone para servir como una mega-plantación de caucho, empezó a establecerse una economía explotadora insana en manos de una empresa transnacional dominante1222. En dos de los Estados examinados, los inmigrantes ‘europeos’ perdieron, finalmente, el gobierno. Esto sucedió tanto en 1980 en Liberia en beneficio de mayorías autóctonas descendientes del campesinado bantú, como en 1994 en Sudáfrica a los descendientes de las ex tribus bantúes que habían mostrado –en la mitad del país en el lado nororiental del río Visrivier– un desarrollo demográfico más acelerado. En ello, cabe destacar que los habitantes originarios del Cabo de la Buena Esperanza, los cazadores y recolectores joisán, fueron marginados por parte de todos los demás con una parte final no superior al 0,02% del pueblo sudafricano1223. B)
LAS ZONAS DEL IMPERIALISMO NO DESPLAZADOR: EL ÁFRICA SUBSAHARIANA, OCEANÍA Y LA AMAZONIA
a) Conquistas civilizadoras: desde la Conferencia de Berlín de 1885 hasta la década de 1950 El desarrollo político fue muy diferente en el segundo subtipo de la expansión del poder estatal a las zonas pre-estatales, que comprendió el África entre el Sahara y los 1221
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Población de EE.UU., Canadá, GB, Irlanda, Australia y Nueva Zelanda; UN DESA, World Population P. 2017, op. cit., págs. 1, 17 y ss; OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, op. cit., págs. 781 y ss. NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., pág. 546. Constitution of the Republic of South Africa de 1996, op. cit. Comp. HAGEMANN, Kl. Geschichte Südafrikas, op. cit., págs. 97 y ss; SPEITKAMP, Kl. Geschichte Afrikas, op. cit., pág. 352; ZUBERI et al., The Demography of South Africa, op. cit., pág. 12.
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Estados del Cabo, el continente insular de Austronesia u Oceanía entre Madagascar, Borneo y la Isla de Pascua, las partes centrales y orientales del cinturón de las estepas, la mayor parte de Asia del norte o Siberia, así como la Amazonia suramericana. En estas partes del mundo, los Estados europeos y neo-europeos se expandieron territorialmente, pero –en vista de las condiciones ambientales, climáticas y demográficas– casi no se poblaron con migrantes europeos. Después de la exploración de los interiores de estos mundos pre-estatales por investigadores aventureros, la Conferencia de Berlín de 1885 marcó el inicio de la fase activa de la conquista inglesa, francesa, alemana, belga y portuguesa del África subsahariana1224. Mirando a Oceanía, la República Francesa anexionó la isla de Tahití en 1880; el Imperio Alemán, Gran Bretaña y los Países Bajos se apropiaron de la Nueva Guinea en 18851225; Chile anexionó la isla de Pascua en 1888; Alemania y los EE.UU. repartieron Samoa en 1900. De modo semejante, los Estados neo-europeos de Iberoamérica se apropiaron de partes de la cuenca selvática de la Amazonia. La época terminó después de medio siglo en 1930 con el último primer contacto de la historia mundial, cuando un grupo de exploradores de la Australia británica encontró, en los valles altos de la cordillera central de Nueva Guinea, sociedades agrarias simples aisladas con un perfil todavía neolítico1226.
Img. 109: Inicios de la estatalización en el África subsahariana: la policía del centro administrativo Duala en la colonia alemana de Camerún en 19011227
Las autoproclamados Estados civilizados justificaron su política expansiva con los argumentos del imperialismo humanitario para difundir su joven ideología ilustrada en el 1224
1225
1226 1227
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Acte général de la conférence de Berlin de 1885, ed. por MAURY, Digithèque, op. cit. Comp. SEBASTIAN CONRAD, Dt. Kolonialgeschichte, Múnich, Beck, 2008, pág. 43; JÜRGEN HARTMANN, Staat und Regime im Orient und in Afrika, Wiesbaden, VS, 2011, págs. 267 y ss; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., págs. 950 y ss; SCHICHO, Geschichte Afrikas, op. cit., pág. 75. Carta imperial de Guillermo II de Alemania para la Compañía alemana de Nueva Guinea de 1885, ed. por GREWE, Fontes, t. 3-1, op. cit., págs. 366-368. NOLTE, Weltgeschichte, op. cit., págs. 40 y s. Foto de CARL HOHL de 1901, lugar: Bundesarchiv alemán, imagen 163-161.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
mundo. Esto permitió actuar de modo agresivo bajo la apariencia de ser combatiente ético contra la maldad en el mundo. En el centro de la argumentación, se encuentra la esclavitud, pues, a partir del Acta del comercio de esclavos de 1807, el Estado hasta entonces más involucrado en las respectivas prácticas, a saber, Gran Bretaña, empezó a prohibir el tráfico de esclavos e inició el bloqueo de las costas del África occidental. De todos modos, para suprimir el metabolismo de esclavos en los mares orientales hacia Asia, el Acta general de la Conferencia de Berlín de 1885 y el Acta general de la Conferencia antiesclavista de Bruselas de 18901228, complementaron la estrategia europea del control de los caminos marítimos por el nuevo enfoque de secar la fuente. Así se pretendió suprimir la caza de esclavos en las sociedades del Sudán geográfico, África oriental y occidental que vivieron de la esclavización masiva. Uno de los problemas transicionales fue que la supresión del tráfico atlántico había llevado a la absorción de la demanda acostumbrada dentro del África subsahariana mismo, donde hubo ahora más esclavos que antes. Hasta la derrota de los fulani en 1903, puede observarse un montón de batallas de potencias europeas contra los grandes esclavotraficantes islámicos que no quisieron perder su fuente de existencia. Sin duda, la conquista europea del África subsahariana se inspiró en intereses de poder, pero nadie debe subestimar el componente ideológico anti-esclavista. De todas maneras, las guerras inter-tribales de esclavización desaparecieron en los primeros decenios del siglo XX de la historia mundial1229. En esta dinámica, los conquistadores europeos establecieron un poder estatal de tipo colonial o protector débil, sin penetración eficiente del extenso territorio reclamado, concentrando pocos funcionarios europeos y algunos policías autóctonos en escasos centros administrativos que se presentaron todavía sin perfil urbano. La estatalidad naciente cooperó con las jefaturas tribales y comunidades acéfalas, que siguieron existiendo al estilo de segmentos autónomos con una jurisdicción propia. En otras palabras, el Estado colonial recordó fuertemente al modelo segmentario del antiguo régimen. A pesar de toda Ilustración liberal, el Estado colonial fue también un Estado misional, transculturizando las religiones tribales del África subsahariana y de Oceanía al cristianismo protestante y católico, con la excepción del Sáhel, donde resultó más fuerte la tradición de los ex jinetes nómadas ya islamizados. En ninguna circunstancia, deben subestimarse los motivos explotadores de las potencias industriales, dirigidas a apropiarse de las materias primas –por ejemplo del cobre de Zambia y el plomo de Namibia– y destinadas a transformar las ecozonas tropicales en tierras de cultivo para cash crops como caucho, cacao, café, bananos, algodón o palmas de aceite. Con el fin del acceso eficiente a estos recursos, los gobiernos coloniales construyeron líneas 1228
1229
Acte général de la conférence de Berlín de 1885, op. cit.; Acte général de la Conférence de Bruxelles et déclaration, signés à Bruxelles le 2 juillet 1890, en RGBl. alemán, núm. 29, 1892, págs. 605 y ss. Comp. FLAIG, Weltgeschichte der Sklaverei, op. cit., págs. 210 y ss; KEMPE, Fluch der Weltmeere, op. cit., págs. 318 y ss; JOCHEN MEISNER et al., Schwarzes Amerika, Bonn, BPB, 2008, págs. 219-239; PINKER, Los ángeles que llevamos dentro, op. cit., págs. 218 y ss; JANINE VOIGT, Die Abschaffung des transatlantischen europäischen Sklavenhandels im Völkerrecht, Zürich, Schulthess Verlag, 2000, págs. 20 y ss, 85 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
férreas como el Ferrocarril de Usambara (1893-1911) en el África Oriental Alemana y el Ferrocarril de Uganda (1896-1903) en el África Oriental Británica1230.
Img. 110: Crítica del imperialismo ‘civilizatorio’ de Gran Bretaña en África de 19041231
La estatalización con la peor reputación ocurrió en el centro del África ecuatorial en forma del Estado independiente del Congo (1885-1908). Se trató de una colonia inmediata del Rey LEOPOLDO II de Bélgica –en términos estrictos no del Estado belga– que fue explotada bajo una falta de escrúpulos sin ejemplo, estableciendo en la selva tropical plantaciones de caucho para fabricar llantas, minas de cobre y diamantes, así como estaciones de caza de marfil, bajo la aplicación masiva de trabajos forzados, rehenes, látigos, manos amputadas y ejecuciones extralegales1232. Fue comparable la ferocidad del colonialismo de Brasil, Colombia y Perú en la Amazonia que se basó, desde la década de 1890, en la fiebre del caucho1233. Notablemente, también un Imperio vecino del cinturón de las civilizaciones participó en la conquista del África pre-estatal. Ahora, el Emperador MENELIK II (1866/18891913) retomó de Europa la idea de conquistar parte del África subsahariana y logró triplicar su territorio, no solo absorbiendo el Emirato musulmán vecino de Harar (1887), sino también apropiándose de los amplios territorios de las tribus oromo y 1230
1231 1232
1233
372
CONRAD, Kolonialgeschichte, op. cit., págs. 38 y ss, 54 y ss; REINHARD, Unterwerfung der Welt, op. cit., págs. 979 y ss; SPEITKAMP, Kl. Geschichte Afrikas, op. cit., págs. 208 y ss, 228 y ss, 247 y ss; JULIA STÜTZ, State-Building, Baden B., Nomos, 2008, págs. 68 y ss; SCHICHO, Geschichte Afrikas, op. cit., págs. 77 y ss. Caricatura de TH. HEINE en la revista satírica Simplicissimus, vol. 9, núm. 6, 1904, pág. 55. Tratado de cesión del Estado independiente de Congo a Bélgica de 1907, ed. por GREWE, Fontes, t. 3-1, op. cit., págs. 364-365. Comp. DÖRR, Die Inkorporation, op. cit., págs. 293 y ss; ROBERT EDGERTON, The Troubled Heart of Africa, Nueva York, St. Martins, 2002, págs. 75 y ss; DIDIER GONDOLA The History of Congo, Westport, Greenwood, 2002, págs. 50 y ss; GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., pág. 471; GEORGES NZONGOLA-N., The Congo, From Leopold to Kabila, Londres, Zed, 2002, págs. 14 y ss; DAVID V. REYBROUCK, Kongo, Eine Geschichte, Berlín, Suhrkamp, 2012 (del flamenco), págs. 77 y ss. PALACIOS & S., Colombia, op. cit., pág. 515.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
somalí más allá de la antigua frontera sur de Etiopía (década de 1890). Cuando Etiopía venció un ejército de invasión italiano en 1896, se hizo evidente la igualdad militar frente a las potencias europeas. El Estado de Etiopía trató a las sociedades pre-estatales sometidas del mismo modo como lo hicieron los conquistadores europeos en sus zonas africanas, es decir, como salvajes subordinados para civilizarlos1234. Es evidente que todas estas estatalizaciones desde afuera mostraron enormes problemas. Sin embargo, contiene también una exageración la teoría poscolonial que considera que la sumisión colonial es la gran responsable de toda miseria actual del África subsahariana1235. En su núcleo, se trata de una argumentación contra-fáctica, que juega con la suposición de que la no intervención europea hubiera llevado hipotéticamente en la misma época a una dinámica propia de estatalización en formas más sanas. No obstante, falta todo punto de referencia de que el mero dejar pasar hubiera impulsado algún tipo de estatalización con el efecto análogo de catapultar las realidades y mentalidades neolíticas bien establecidas al otro lado de la gran transformación. b) Experimentos estatales en manos propias (1800-1924) De todos modos, vale la pena tematizar algunas pocas formaciones autóctonas de Estados, precisamente en ecozonas favorecidas e impulsadas decisivamente por la adopción de conceptos, armas y biotecnologías desde afuera. Los ejemplos principales fueron el Reino polinesio en las tierras altas y templadas de la isla de Madagascar bajo cuatro Reyes y tres Reinas (aprox. 1800-1897), el Reino polinesio en el archipiélago de Hawái bajo siete Reyes y una Reina (aprox. 1810-1893), así como el Reino Zulú con cinco monarcas, que ascendió como consecuencia de la inmigración de los guerrerocampesinos bantúes a la zona del clima templado en la mitad oriental del África austral (1816-1897). Los tres mostraron el perfil estructural de Reinos dinásticos de la primera generación1236. No obstante, a finales del siglo XIX fueron absorbidos por el poder militar de los Estados coloniales occidentales1237. 1234
1235 1236 1237
PAUL B. HENZE, Layers of Time, A History of Ethiopia, Londres, Hurst, 2000, págs. 167 y ss; HAROLD MARCUS, A History of Ethiopia, Berkeley, Univ. of California, 1994, págs. 75 y ss, 91 y ss. Crítico: NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 211 y ss. Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 74 y ss. Madagascar: Reyes ANDRIANAMPOINIMERINA (aprox. 1800-1810) a RANAVALONA III (1883-1897). Hawái: Reyes KAMEHAMEHA I (1810-1819) a LILIUOKALANI (1891-1893). Zulu: Reyes SHAKA (18161828) a DINUZULU (1884-1897). Véase AJAYI et al., General History of Africa, t. VI, op. cit., págs. 412 y ss; BOAHEN, General History of Africa, t. VII, op. cit., págs. 108 y ss; GWYN CAMPBELL, An Economic History of Imperial Madagascar, Cambridge, Univ. Press, 2005; DÖRR, Die Inkorporation, op. cit., págs. 279 y ss; GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., pág. 473; HAGEMANN, Kl. Geschichte Südafrikas, op. cit., pág. 48; IAN KNIGHT, The Zulu War 1879, Oxford, Osprey, 2003, págs. 11 y ss; NORRIS W. POTTER at al., History of the Hawaiian Kingdom, Hong Kong, Bess, 2003; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., págs. 925 y ss; SPEITKAMP, Kl. Geschichte Afrikas, op. cit., pág. 137; JOHANNES H. VOIGT, Geschichte Australiens und Ozeaniens, Colonia, Böhlau, 2011, págs. 83, 140.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
Img. 111-112: El Reino insular de Madagascar fue una estatalización pasajera en manos polinesias: a la izquierda, la Reina gobernante RANAVALONA III (1883-1897), y a la derecha, el palacio de madera de Antananarivo en 1873 1238
Otro fenómeno interesante son las dos monarquías en el altiplano climáticamente favorecido, fértil y densamente poblado en el lado suroccidental del lago de Victoria que se basaron en proto-Estados del antiguo régimen y que se consolidaron, en la segunda mitad del siglo XIX: Ruanda y (B)urundi. La era colonial los dejó casi en paz, estableciendo en 1897 nada más que la presencia de dos embajadores alemanes para aconsejar a los Reyes, un modelo con el cual continuó después de la Primera Guerra Mundial el Mandato de la Sociedad de Naciones en manos belgas. Aunque Bélgica se involucró más fuertemente en los asuntos internos –por ejemplo, destituyendo en 1931 al Rey YUHI V MUSINGA de Ruanda en beneficio de su hijo MUTARA III para imponer el catolicismo–, los dos Reinos continuaron con su existencia particular1239. En cambio, los proto-Estados islámicos de los cazadores de esclavos en el Sudán geográfico no mostraron capacidades de estatalizarse, pues habían sido, en el antiguo régimen, una especie de jefaturas tribales infladas. Su condición de existencia se disolvió con la supresión de los flujos globales de esclavos en la segunda mitad del siglo XIX1240. En las tradicionales zonas pre-estatales, el primer ejemplo de un Estado duradero con algunas tendencias modernas en manos propias, sin ser gobernado por élites eu1238
1239
1240
374
Img. 111: Foto de 1890-1895, autor desconocido, lugar: Univ. of Southern California Libraries; img. 112: JOHN W. MEARS, The Story of Madagascar, Philadelphia, Presbyterian Board, 1873, pág. 184. Reyes de Ruanda: MUTARA II RWOGERA (1802-1853) a NTARE V (1966). Véase HELMUT STRIZEK, Geschenkte Kolonien, Berlín, Links, 2006, págs. 28 y ss, 63 y ss, 91 y ss; LUTZ V. DIJK, Die Geschichte Afrikas, Bonn, BPB, 2005, págs. 178 y ss. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 669 y ss; FLAIG, Weltgeschichte der Sklaverei, op. cit., págs. 210 y ss.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
ropeas, fue Mongolia. Se instituyo en 1911 en el oriente del cinturón de las estepas como una teocracia budista en manos del sacerdote BOGD KHAN, pero precisamente en fundamentos del anterior corredor de seguridad del Imperio Chino del siglo XVIII. En 1924, se transformó en una república popular según el marxismo importado de Rusia. LA ESTATALIZACIÓN DE LA PRE-ESTATALIDAD SUBSAHARIANA LA SITUACIÓN PREINDUSTRIAL (1770)
.
.
Estados
A=
Estatalidad colonial alemana
.
.
Jefaturas pre-estatales con tendencias proto-estatales
F=
Estatalidad colonial francesa
.
.
Sociedades agrarias simples
GB =
Estatalidad colonial británica
I=
Estatalidad colonial italiana
.
.
Cazadores y recolectores
P=
Estatalidad colonial portuguesa
DESDE LA 2a MITAD DEL SIGLO XX
FINALES DEL LARGO SIGLO XIX (1914)
Rutas del tráfico con esclavos
.
.
Colonias de poblamiento tempranamente soberanizados
.
.
Estados africanizados con base en una estatalización originaria del ex
.
.
Estados con base en una protoestatalidad propia
.
.
Nuevos Estados soberanos en la ex zona pre-estatal
cinturón de civilizaciones
Mapas 23-251241
c) Las dictaduras soberanas (desde 1957) La segunda subfase de la estatalización de las zonas que habían vivido tradicionalmente sin el Estado, empezó en los años 1950, cuando las potencias europeas concedieron el autogobierno a los territorios que habian sido estatalizados por ellos algunos decenios atrás. La retirada casi pacífica de los Imperios globales de la era fundadora del industrialismo, puede sorprender a primera vista, pero encuentra su explicación en factores como: primero, la imposibilidad estructural de estabilizar expansiones gigantescas que habían sido regalados por la mera fortuna pasajera de la ventaja inicial en la gran transformación industrial; segundo, dichas potencias pudieron percibir su misión como cumplida por haber impulsado duraderamente la estatalización africana y oceánica; tercero, la consolidación de la lógica democrática en Europa, cuestionó la legitimidad de gobiernos coloniales autocráticos; cuarto, se confió en la irreversibilidad de 1241
Mapas: BERND MARQUARDT.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
la inclusión de las ex zonas pre-estatales al sistema mundo eurocéntrico; quinto, ante cálculos de rentabilidad desideologizados, el imperialismo militar-administrativo pareció como un gran derroche presupuestal; y sexto, los Estados del núcleo industrial confiaron en poder continuar con el mismo metabolismo global de energía y materias primas, pues la estructuración comercial de las relaciones intercontinentales prometió resultados análogos por una mera parte de los costos. Además, la creciente mayoría de Estados no coloniales ejerció, a través de las Naciones Unidas y la Resolución 1.514 de descolonización del año 1960, por lo menos presión moral1242. El proceso de independencia empezó en 1957 en la Costa de Oro británica en África occidental que retomó el nombre estatal de Ghana, el cual aludía a un Reino histórico, aunque no había existido en la misma región, sino en el río Níger1243. Hasta 1993, surgieron en el África subsahariana 44 nuevos Estados soberanos1244 que adoptaron, en muchos casos, nombres política e históricamente neutrales, correspondientes a montañas, ríos, lagos o desiertos llamativos. La caracterización de estas dinámicas como descolonización no debe confundirse con la restauración de la situación precolonial, sino más bien hay que reconocer la conclusión del proceso de la formación de Estados en zonas tradicionalmente pre-estatales, el cual fue impulsado por africanos educados en Europa, los cuales llevaron adelante, de modo más contundente que las potencias coloniales, la estatalización de carácter europeo en contra del tribalismo y comunalismo tradicional. En el marco de constituciones adoptadas del pensamiento occidental, muchas veces en una interacción estrecha con las potencias coloniales que salieron1245, perduraron en los Estados africanos los sistemas administrativos y legales 1242
1243 1244
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Declaración de Garantías de Independencia para las Colonias y los Pueblos, resolución 1.514 de las Naciones Unidas de 1960, ed. por UN, http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/RES /1514(XV)%20 (5.1. 2018). Comp. ROLAND ELSNER, Die Bedeutung des Volkes im Völkerrecht, Berlín, Duncker & H., 1998, págs. 119 y ss; FISCH, Das Selbstbestimmungsrecht, op. cit., págs. 232 y ss; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 52 y ss; RAIČ, Statehood and the Law of Self-Determination, op. cit., págs. 199 y ss; TOMUSCHAT, Secession and Self-Determination, op. cit., págs. 23-45, 34, 37. ROGER GOCKING, The History of Ghana, Westport, Greenwood, 2005, págs. 111, 115. Ghana en 1957; Guinea en 1958; Benín, Burkina Faso (Alto Volta hasta 1984), Camerún, Chad, Costa de Marfil, Gabón, Centroáfrica, Congo noroccidental, Congo (Zaire), Madagascar, Mauritania, Malí, Níger, Nigeria, Senegal, Somalia y Togo en 1960; Sierra Leona y Tanzania en 1961; Burundi, Ruanda y Uganda en 1962; Kenia en 1963; Malaui y Zambia en 1964; Gambia en 1965; Zimbabue en 1965/1980 (1965-1979 la Rodesia “blanca”); Botsuana y Lesoto en 1966; Seychelles en 1967; Guinea Ecuatorial, Mauricio y Suazilandia en 1968; Guinea-Bissau en 1974; Angola, Cabo Verde, Comoras, Mozambique, Santo Tomé y Príncipe en 1975; Yibuti en 1977; Namibia en 1990; Eritrea en 1993. Siguió Sudán del Sur en 2011. Véase BERNARD DROZ, Histoire de la décolonisation au XXe siècle, París, Seuil, 2006, cap. 5; HOBSBAWM, Historia del siglo XX, op. cit., págs. 203 y ss, 346 y ss; JAN JANSEN & JÜRGEN OSTERHAMMEL, Dekolonisation, Múnich, Beck, 2013, págs. 72 y ss; PAUL NUGENT, Africa since Independence, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2004; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., págs. 1155 y ss; REYBROUCK, Kongo, op. cit., págs. 271 y ss; SCHICHO, Geschichte Afrikas, op. cit., págs. 77 y ss; SPEITKAMP, Kl. Geschichte Afrikas, op. cit., págs. 354 y ss, 371 y ss, 390 y ss; MAGUEMATI WABGOU, Sistemas políticos africanos, Bogotá, UNAL, 2007, pág. 55. VERGOTTINI, Las transiciones constitucionales, op. cit., págs. 29 y ss.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
de tipo europeo. En ello, solo Tanzania y Somalia mostraron el coraje de introducir con el kiswahili y somalí, respectivamente, un idioma oficial exclusivo proveniente de la tradición propia, mientras que los demás Estados nacientes prefirieron continuar en su institucionalidad con el inglés, francés o portugués, aunque casi ningún ciudadano los usó en su vida cotidiana. Del mismo modo, en las islas polinesias y micronesias del océano Pacífico se formaron entre 1962 y 2002, empezando por Samoa occidental, quince Estados soberanos1246. Sin embargo, algunas partes de Oceanía nunca fueron descolonizadas, en particular Hawái (estadounidense), Nueva Caledonia (francesa) y Tahití (francesa). Como la última zona de ex sociedades pre-estatales, en la cual se formaron Estados soberanos, puede indicarse la parte central del antiguo cinturón de las estepas, donde se soberanizaron en 1991 Kazajistán y Kirguistán del mando ruso con base en Estados federados ya creados en 1936. No obstante, nunca se independizó la gran masa de Siberia de Rusia –pero hay, desde 1992, seis Estados federados incluyendo la gran república de Sajá-Yakutia–; tampoco lo hizo la cuenca del Amazonas de Brasil, Colombia, Perú y Bolivia; además, perdura el Hawái estadounidense en calidad de Estado federado. Múltiples políticos africanos han criticado las fronteras entre los nuevos Estados, calificándolas como supuestamente artificiales. Sin embargo, la racionalidad de continuar según el principio uti possidetis juris con las fronteras administrativas establecidas por las autocracias coloniales1247, consistió en evitar escenarios bélicos de la creación de naciones según el criterio de la fuerza militar bajo excesos sangrientos de limpiezas étnicas. Además, es preciso considerar que en una estatalización originaria no pudieron existir fronteras predefinidas, de modo que la propuesta etnocéntrica de que estas deberían orientarse de acuerdo con fronteras entre familias lingüísticas y culturales, ignora que las últimas no habían sido categorías políticas ni identitarias en el localismo pre-estatal, sino más bien vestigios vagos de las antiguas migraciones de la revolución neolítica. En el trasfondo del tema, hay que constatar un conflicto entre dos variantes del nacionalismo moderno, importados de Europa, es decir, entre la nación estatal integrativa, basada en las fronteras reales del Estado sin cuestionarlas, y la nación cultural que quiere unificar o separar territorios según familias lingüísticas1248. Más bien, el debate subraya los enormes problemas de los nuevos Estados en la tarea de construir nación, pues casi ninguno intentó unir su diversidad interna según el modelo del idioma nacional exclusivo. Tampoco fue posible la construcción de mitos e historiografías 1246
1247 1248
Samoa en 1962, Islas Cook en 1965, Nauru en 1968, Fiyi y Tonga en 1970, Niue en 1974, Papúa Nueva Guinea en 1975, Islas Salomón y Tuvalu en 1978, Kiribati en 1979, Vanuatu en 1980, Islas Marshall y Estados federados de Micronesia (4 miembros) en 1986, Palaos en 1994, Timor oriental en 2002. La independencia de Nueva Guinea occidental fracasó, pues en 1963/1969 el Estado vecino de Indonesia se apropió de la isla e inició un régimen de terror frente a los papúes con varios diez miles de muertos. Excepto Papúa Nueva Guinea y Timor oriental, todos son micro-Estados. HERDEGEN, Derecho intern. público, op. cit., págs. 39 y ss; TOMUSCHAT, Secession, op. cit., págs. 37 y ss. WABGOU, Poder y sociedad en África subsahariana, op. cit., págs. 57 y s.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
integradoras firmes, mientras el mito negativo de la victimización colonial no sirvió para crear una autoestima nacional sana. Ahora bien, una de las constelaciones culturales predestinadas a una convivencia conflictiva, puede detectarse en el lado sur del Sahara, donde se instituyó una multitud de Estados nuevos que combinaron las estepas y semi-estepas del Sudán geográfico con las sabanas más boscosas de la próxima ecozona del sur. En términos culturales, dichos Estados incluyeron tanto las antiguas sociedades de los jinetes nómadas de religión musulmana, lengua afroasiática –árabe, tuareg o hausa– y piel semi-oriental del norte como las sociedades campesinas de lenguas nigerocongolesas y nilo-saharianas, piel más negra y ahora cristianizadas del sur. Esto no significó solamente diferencias religiosas, lingüísticas, de apariencia y en las costumbres tradicionales, sino contuvo algo mucho más explosivo: la combinación estatal de dos macro-grupos de personas que habían sido durante épocas largas, hasta finales del siglo XIX –en términos informales incluso varios decenios adicionales–, sociedades de cazadores de esclavos y sociedades de cazados para el suministro de las civilizaciones norafricanas y surasiáticas con esclavos, lo que llevó a una memoria traumática entre victimarios y víctimas, provocando, en las respectivas sociedades, muros internos tan invisibles como casi insuperables1249. El republicanismo del África subsahariana adoptó de la legitimación democrática del poder el pouvoir constituant, pero más allá del acto fundador, la teoría poscolonial interpretó cualquier gobierno no colonial y nacional como popular. Se prefirió la forma de gobierno de la monocracia republicana, con connotaciones personalistas y oscilando entre la escenificación al estilo de una opereta cómica, la dictadura militar, o el régimen del partido único, pero siempre con una hostilidad latente frente a los derechos humanos. Por eso, no vale la pena realizar ningún análisis de las constituciones –como por ejemplo de las seis cartas congoleñas de 1960, 1967, 1994, 1997, 2003 y 2006 1250– según supuestas influencias francesas o británicas, presidencialistas o parlamentarias, liberales o socialistas, pues se trata de textos que entran plenamente a la categoría de la constitución semántica como disfraz según LOEWENSTEIN1251. Con cierta regularidad, se impuso el respectivo líder del movimiento de independencia, predominantemente con experiencia acumulada en las fuerzas armadas coloniales. Como los dictadores más 1249
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Hubo constelaciones de este tipo en Sudán (guerras civiles desde la fundación del Estado [1953/ 1956], de 1955 a 1972 y de 1983 hasta la fecha), Chad (varias guerras civiles desde 1965 hasta hoy), República Centroafricana (guerras civiles de 1996 a 2001, 2004 a 2007 y desde 2012 hasta hoy) Nigeria (insurgencia de 1967 a 1970, de 2000 a 2002, de 2004 y a partir de 2009). En consecuencia, el Sudán fue dividido en 2011, pero en el Sudán del Sur estallaron nuevos enfrentamientos en 2013. P. j., en la RD del Congo, pueden indicarse la Loi fondamentale relative aux structures du Congo de 1960, la Constitution de 1964; la Constitution de 1967; el Acte constitutionnel de la transition de la République du Zaïre de 1994; el Décret-loi constitutionnel de 1997; la Constitution de la transition de 2003; la Constitution de 2006, todas eds. por MAURY (Ed.), Digithèque, Congo, http://mjp.univ-perp.fr/constit/cd.htm (5.1.2018). LOEWENSTEIN, Verf.lehre, op. cit., págs. 153 y ss.
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tiránicos y corruptos, se pueden nombrar el militar MOBUTO SESE SEKO que gobernó en Congo (Zaire) entre los golpes de Estado de 1965 y 19971252, el militar y ex campeón de boxeo IDI AMÍN en Uganda (1971-1979) y el militar JEAN B. BOKASSA en África Central (1966-1979), que incluso en 1976 se auto-coronó Emperador y se presentó teatralmente como el decimotercer apóstol de JESUCRISTO. Por su parte, el Presidente vitalicio IDI AMIN actuó irónicamente como el supuesto “Rey de Escocia, […] señor de todas las bestias de la tierra […] y conquistador del Imperio Británico en África en general y en Uganda en particular”. Es significativo el hecho de que el cleptócrata MOBUTO ‘nacionalizara’ las empresas belgas para entregarlas a sus familiares, apropiándose en sus tres decenios de gobierno de aproximadamente cinco mil millones de dólares que usó, entre otros, para disponer de una flota personal de automóviles de lujo y para alquilar aviones Concordes franceses para efectuar viajes de shopping a Europa1253. Img. 113: Caricatura del dictador ugandés y carnicero del África IDI AMIN (1971-1979)1254
No obstante, fue más duradero el gobierno del militar OMAR BONGO, que sirvió por 41 años –de 1967 hasta su muerte en 2009– como titular de Gabón bajo sucesión de su hijo, el jurista ALI-BEN BONGO ONDIMBA (desde 2009); así como el reinado del militar TEODORO OBIANG que dirige la Guinea Ecuatorial a partir de 1979 (39 años). En la misma categoría, hay que señalar el ex guerrillero JOSÉ EDUARDO DOS SANTOS que tuvo el poder en Angola de 1979 a 2017 (38 años) y el abogado ROBERT MUGABE en Zimbabue de 1980 a 2017 (37 años), así como se detecta en Togo un gobierno de padre e hijo GNASSINGBÉ desde 1967 (51 años). Tampoco deben desconocerse los 36 años del politólogo PAUL BIYA en Camerún (desde 1982), los 34 años de DENIS SASSOU-NGUESSO en Congo-Brazzaville (1979-1992 y desde 1997), los 33 años del médico FÉLIX HOUPHOUËT en Costa de Marfil (1960-1993), los 32 años del veterinario DAWDA JAWARA en Gambia (1962-1994) y del economista YOWERI K. MUSEVENI en Uganda (desde 1986), los 28 años del médico HASTINGS BANDA en Malawi (19661994), del militar MATHIEU KÉRÉKOU en Benín (1972-1991, 1996-2006) y del militar 1252
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EDGERTON, The Troubled Heart, op. cit., págs. 208 y ss; GONDOLA The History of Congo, op. cit., págs. 133 y ss; NZONGOLA, The Congo, op. cit., págs. 141 y ss; REYBROUCK, Kongo, op. cit., págs. 393 y ss, 430 y ss. Sobre el clientelismo, la corrupción y la cleptocracía: CHANG, Bad Samaritans, op. cit., pág. 145; CHARLOTTE DENNY, “Suharto, Marcos and Mobutu head Corruption Table with $50bn Scams”, en periódico The Guardian, de 26.3.2004, http://www.guardian.co.uk/world/2004/mar/26/indonesia.philippines (5. 1.18); MARCO EVERS, “Idiotensichere Methode”, en revista Der Spiegel, de 5.3.2007, http://www.spiegel.de/spiegel/print/d-50746929.html (5.1.18); NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 412 y ss. De EDMUND S. VALTMAN de la década de 1970, lugar: U.S. Library of Congress.
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IDRISS DÉBY en Chad (desde 1990), los 27 años del abogado WILLIAM TUBMAN en Liberia (1944-1971), del maestro KENNETH KAUNDA en Zambia (1964-1991), del militar BLAISE COMPAORÉ en Burkina Faso (1987-2014) y del guerrillero ISAÍAS AFEWERKI en Eritrea (desde 1991), así como los 21 años de padre e hijo KABILA en Congo-Kinsasa (desde 1997). Varios jefes de Estado o de gobierno terminaron su cargo por un asesinato político o ejecución, así por ejemplo el líder nacionalista PATRICE LUMUMBA del Congo en 1961, el primer ministro ABUBAKAR T. BALEWA de Nigeria en 1966, el líder de independencia y primer Presidente FRANÇOIS TOMBALBAYE de Chad en 1975, el dictador militar MURTALA MOHAMMED de Nigeria en 1976, los tres ex Presidentes AFRIFA, ACHEAMPONG y AKUFFO en el golpe ghanés de 1979, el primer Presidente FRANCISCO NGUEMA de Guinea Ecuatorial en 1979, el último Presidente américo-liberiano WILLIAM TOLBERT de Liberia en 1980, el Che Guevara africano THOMAS SANKARA de Burkina Faso en 1987, el dictador militar SAMUEL DOE de Liberia en 1990, el primer Presidente electo MELCHIOR NDADAYE de Burundi en 1993, el dictador JUVÉNAL HABYARIMANA y la primera ministra AGATHE UWILINGIYIMANA de Ruanda en 1994, el dictador LAURENT-DÉSIRÉ KABILA del Congo en 2001 y el longevo Presidente JOÃO VIEIRA de Guinea-Bisáu en 2009. A pesar de que se impusieron en la década de 1990 rituales electorales, los gobernantes no tenían mucho que temer, pues podían aprovecharse del bono post-tribal del reinante y de la mala fama de oponerse a la supuesta unidad nacional. Además, aplicaban estratégicas de dirección y manipulación como mentir en los medios masivos controlados, de acusar una minoría étnica o al sistema internacional como responsable de todo lo malo en el país, usar la ventaja financiera del tesoro público para pagar sobornos y comprar votos, intimidar a los electores de la oposición, reducir la oposición por acusar el contra-candidato más prometedor de la corrupción o por cuestionar la ciudadanía del mismo, así como falsificar el recuento de votos. Visto empíricamente, varios oficiales desleales dentro del propio aparato militar se comprobaron más riesgosos para la continuidad: a partir de 1945, se han contado en África 82 golpes de Estado exitosos, 109 intentos fallidos y 145 planes no efectuados1255. La aparente excepción de lo expuesto es Botsuana que ha mostrado, desde su independencia en 1966, cambios constitucionales de gobierno. Se trata de un Estado de un tamaño manejable con no más de dos millones de habitantes sin urbanización ex1255
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Respecto a las dictaduras: PAUL COLLIER, Guerra en el club de la miseria, Madrid, Turner, 2009 (título original en inglés de 2009), págs. 20, 27 y ss; DIJK, Geschichte Afrikas, op. cit., págs. 138 y ss; EDGERTON, The Troubled Heart, op. cit., págs. 223 y ss; GOCKING, History of Ghana, op. cit., pág. 180; GONDOLA, History of Congo, op. cit., págs. 123 y ss; NUSCHELER, Entw.politik, op. cit., págs. 405 y ss; NZONGOLA, The Congo, op. cit., pág. 112; REYBROUCK, Kongo, op. cit., págs. 511 y ss; SCHICHO, Geschichte Afrikas, op. cit., págs. 126 y s, 135 y ss, 140 y s, 158 y ss; SCHMIDT, Demokratietheorien, op. cit., pág. 413; SPEITKAMP, Kl. Geschichte Afrikas, op. cit., págs. 404 y s; VERGOTTINI, Las transiciones, op. cit., págs. 153 y ss.
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cesiva, pero con una homogeneidad lingüística relativamente grande. Se ha construido una economía lucrativa de exportación de diamantes bajo la participación estatal del 50% en la respectiva empresa mixta Debswana. Sin embargo, el modelo presidencial con sus bases en las jefaturas tribales, su fundamento fácticamente unipartidista en el Partido Democrático de Botsuana, los períodos largos de los primeros tres Presidentes de 14, 18 y diez años y la sucesión por parte del respectivo vicepresidente, muestran por su parte rasgos que se distinguen del modelo democrático europeo1256. No es falso advertir que los jóvenes Estados africanos adoptaron constitucionalmente la jerga iusfundamental de Europa. Sin embargo, la calidad real de los derechos humanos quedo muy baja. Como un símbolo insistente de este fenómeno, puede servir por ejemplo el reclutamiento excesivo de niños soldados que los autócratas africanos emplearon al estilo de “seres humanos desechables”1257. No obstante, los excesos estatales más monstruosos fueron los democidios efectuadas en la transformación de la compleja estructura estamental de Burundi y Ruanda, proveniente de la proto-estatalidad monárquica del antiguo régimen, a sociedades nacionales, bajo la caída de los gobiernos dinásticos (1961, 1966) y de las antiguas élites del estamento tutsi. Cabe destacar que no se trató de ningún conflicto étnico, pues los ex nobles tutsi y el grupo mayoritario de los campesinos hutu hablan el mismo idioma kiñarwanda. De todos modos, bajo una creciente satanización mutua y la impresión adicional de la llegada de una crisis socioambiental de la escasez de los recursos agrarios ante el desarrollo demográfico, se asesinaron a 20 mil tutsis de Burundi en 1963, a varios miles de hutus del mismo país en 1972, a 20 mil hutus de dicha república en 1988, a 25 mil tutsis de Buyumbura en 1993 y a 800 mil tutsis del país vecino de Ruanda en 19941258. d) Problemas del Estado multitribal sin nación real No es sorprendente que los jóvenes Estados instituidos en zonas tradicionalmente libres del poder estatal, que prolongaron en su memoria las mentalidades pre-estatales, preilustradas y preindustriales, hayan permanecido relativamente débiles hasta hoy. Su real existencia, más allá de las grandes ciudades y algunas pocas carreteras principales, es cuestionable. En la mayoría de las repúblicas pos-coloniales, las instituciones for1256 1257 1258
SCHICHO, Geschichte Afrikas, op. cit., págs. 143 y s. NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 183 y ss. TAISIER M. ALI et al., Civil Wars in Africa, 3a ed., Quebec, McGill-Queens, 2003, págs. 53 y ss, NANDO BELARDI, “Ruanda 1994, Genozid in 100 Tagen”, en revista Blätter für dt. u. internat. Politik, núm. 4, Berlín, Red. Blätter, 2014, págs. 53-63; CARDONA, Transiciones, op. cit., págs. 48 y s; PAUL COLLIER et al., Understanding Civil War, Africa, Washington, WB, 2005, págs. 35 y ss; JARED DIAMOND, Collapse, Nueva York, Viking, 2005, págs. 311 y ss; DIJK, Die Geschichte Afrikas, op. cit., págs. 178 y ss; INTERNAT. COMMISSION OF INQUIRY FOR BURUNDI, Final Report, 2002, http://www.usip.org/ sites/default/files/file/resources/collections/commissions/Burundi-Report.pdf (5.1.2018); MAHMOOD MAMDANI, When Victims become Killers, Princeton, Univ. Press, 2002, págs. 41 y ss, 103 y ss, 185 y ss.
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males del Estado soberano administrativo y legislador, se combinaron con estructuras pre y protoestatales, reproduciendo así redes informales y clientelistas de poder. En varios casos se mantuvo, a pesar de la constitucionalización de un unitarismo formal1259, un nivel de jefaturas tribales y de tribus autónomas con identidades locales, lo que imprimió un sello segmentario e hizo del pueblo nacional individualizado, una mera construcción virtual. En varios Estados africanos y polinesios, como Botsuana, Zambia, Ghana, Fiji y Vanuatu, se establecieron incluso cámaras de los jefes tribales, es decir, representaciones parlamentarias del segmentarismo, y en Uganda se reconocieron en 1993 varios Reinos rituales –prácticamente jefaturas– como Buganda. En el Estado multitribal sin nación real, los derechos consuetudinarios locales continuaron compitiendo con la legislación central. Donde el Estado, por ejemplo, intentó unificar el derecho de familia y de matrimonio según conceptos de la tercera transformación básica de origen europeo, se comprobó como efecto práctico que el único artículo relevante fue la cláusula de exención para el reconocimiento de los derechos particulares con sus tradiciones pre-estatales de la poligamia y del excrex, con lo que el legislador se dio jaque mate por no adaptarse a las circunstancias culturales de la sociedad concreta1260. Las dificultades de los jóvenes Estados africanos resultaron enormes. En términos existenciales, hubo que constatar aprietos con el desarrollo de un sistema tributario adecuado frente a un pueblo pobre y precapitalista, la subsiguiente falta de los recursos mínimos para dirigir exitosamente un Estado moderno y la subfinanciación crónica de todos los sectores públicos. De modo paralelo, el desarrollo exitoso del Estado de Derecho fue imposibilitado en vista de la baja disciplina institucional de los dictadores, ministros, jueces y otros funcionarios, la ineficiencia del personalismo para manejar la creciente complejidad de la sociedad post-agraria, la calidad limitada de la formación académica de los gobernantes y funcionarios públicos, las faltas de impulsar el pensamiento formal-operativo y científico en los sistemas educativos y la cultura del clientelismo proveniente del manejo pactado y consensual en la pre-estatalidad. Tampoco se logró superar la mera predisposición limitada de los ex pueblos pre-estatales a aceptar la legitimidad y autoridad de órdenes legislativas y administrativas. En cambio, sobrevivieron lógicas mágicas en vez del racionalismo ilustrado impuesto desde afuera. El hecho de que el dictador de Gambia, YAHYA JAMMEH (desde 1994), reemplazara, en 2007, el tratamiento médico de enfermedades mortales como el sida por su supuesta capacidad de sanar mágicamente mediante la imposición de sus manos, ilustra perfectamente la distancia al racionalismo ilustrador en el manejo de los desafíos del siglo XXI1261. El motivo transversal de este párrafo, puede resumirse en lo no adop1259
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Sin embargo, Nigeria se federalizó en el preludio de la guerra civil de 1967 por un decreto militar, contando al principio con 12 Estados federados y ahora con 36; AARON T. GANA et al., Federalism in Africa, t. 1, Asmara, Africa World Press, 2003, págs. 17 y ss, 47y ss. FELIX KLEIN, Eherecht und Ehewirklichkeit in Kamerun, St. Gallen, Univ. (doct.), 2001, págs. 123 y ss. EVERS, Idiotensichere Methode, op. cit.; NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 408 y ss; GUNNAR MYRDAL, The Challenge of World Poverty, Berkeley, Univ. of California, 1970, pág. 229.
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ción de la mentalidad ilustrada e industrial. Sobre el hecho de que la prolongación de mentalidades tribales en una sociedad en proceso de industrialización significa una mentalidad del fracaso, falta la respectiva conciencia. Aunque el África subsahariana aspiró orientarse en los rasgos generales del Estado de la tercera transformación básica, la calidad efectiva de la justicia, burocracia, infraestructura, educación, salud, etc., solo alcanzó un 10% o menos de la capacidad de los Estados avanzados. En cuanto al Estado educador, se señala que todavía en 2016, solo el 19% de los nigerinos y el 39% de los malienses son alfabetizados, mientras en la esfera de la estatalidad dedicada a la salud, la expectativa de vida de Angola, África Central, Chad, Costa de Marfil, Lesoto, Sierra Leona y Suazilandia ha quedado por debajo de 53 años, en comparación con los 80 años en los Estados del núcleo industrial1262. A partir de su creación, los jóvenes Estados experimentaron un crecimiento exponencial de los pueblos estatales, lo que se manifestó en una colonización interna acelerada y enormes corrientes de la migración urbanizadora. Las pequeñas aldeas pre-estatales de la década de 1880 que habían crecido, hasta 1950, a ciudades de algunos diez miles de habitantes, ahora se expandieron con una enorme velocidad a megápolis, alcanzando por ejemplo en la capital congoleña Kinsasa 12 millones de habitantes y en la nigeriana Lagos 13 millones, incluyendo la vida de la gran mayoría de ellos en barrios miserables de la nueva pobreza urbana, lo que superó las capacidades social-psicológicas de los involucrados que se vieron catapultados directamente de la era neolítica a la variante más degenerada de la civilización industrial. Paralelamente, la desagrarización continuó siendo la menos avanzada del mundo industrial, pues hasta hoy el 55,6% de los subsaharianos ha permanecido viviendo de la agricultura1263. El gran mito de los jóvenes Estados africanos fue la expectativa del desarrollo en el sentido de crear la misma prosperidad como los Estados del núcleo industrial. Desde la década de 1960, la política y ciencia de dichos Estados europeos y norteamericanos planteó la visión de la habilidad africana a igualarse ágilmente al estándar socio-económico del ahora así llamado primer mundo, si los nuevos Estados adoptaran ciertas políticas públicas recomendadas. No obstante, muchas de estas recomendaciones resultaron menos altruistas que esbozadas, ya que la hegemonía multidimensional de los centros del sistema mundo con su poder de negociación diplomático y su poder adquisitivo, se enfocó en el interés dual de recibir permanentemente productos agrarios y mineros baratos y en exportar los propios productos industriales1264.
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UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 200, 232. ILO, Employment by Sector, op. cit.; UN DESA, World Urbanization Prospects 2014, op. cit., pág. 26; UNHABITAT, Slums of the World, Nairobi, UN-Habitat, 2003, págs. 76 y ss; ÍD., The Challenge of Slums, Londres, Earthscan, 2003, pág. 14. Comp. DAVIES, Planet of Slums, op. cit., págs. 23 y ss; MAGUEMATI WABGOU, Migraciones subsaharianas, Medellín, Univ. Bolivariana, 2006, págs. 11 y ss. NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 76 y ss, 432 y ss.
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El interés de los Estados industrializados del norte global y de sus empresas en dirigir amplios flujos de materiales naturales a sí mismo1265, llevó a veces a apoyar al militar que prometió la concesión de explotación más generosa. Corromper el gobierno actual o el futuro golpista de un Estado pobre –en particular a través del suministro generoso con armas industriales– fue una estrategia extremamente lucrativa, pero significó para el respectivo Estado pobre sufrir una baja calidad gubernamental. En el marco del sistema internacional de la Guerra Fría (1946-1989), entró adicionalmente el gran juego entre los bloques estadounidense y soviético de colectar declaraciones de lealtad por dictadores de derecha e izquierda, lo que fue acompañado por una política hegemonial particular de Francia en África occidental. Nadie debería ser sorprendido por el perfil cleptocrático de los dictadores africanos, si varios de ellos fueron testaferros de poderes corruptivos discretos de fondo. En ello, muchos Estados africanos no pudieron establecer normas eficaces para la apropiación y comercialización de la riqueza interna en recursos exportables. Esto no significó una maldición de los recursos como tal, sino mucho más un problema de choques de transformación, pues el pasado pre-estatal no ofreció modelos, mientras la ideología pos-colonial puso en duda las reglas de la era colonial, lo que se conectó con la codicia de élites armadas sin autocontrol. Esta situación fue empeorada por varias empresas transnacionales, por ejemplo en el Congo a partir de 1996, donde las mismas promovieron ejércitos rebeldes para saquear casi gratuitamente los recursos naturales del país, sin ser limitadas por normas tributarias, laborales y ambientales, especialmente en la minería de coltán, requerido para equipar los ciudadanos del norte con celulares, portátiles y consolas de videojuego1266. Al igual, la demanda de consumidoras entre Nueva York y Berlín de joyas de lujo, promovió en el ‘continente negro’ una economía bélica alrededor del extractivismo de diamantes de sangre baratos1267. El hecho de que los Estados subsaharianos quedaron calificados permanentemente, según criterios socioeconómicos, con el Índice de desarrollo humano más bajo del mundo, que representa en el caso del Congo solo el 59% del nivel de las cifras de Co1265
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Cuota de materias primas en el total de exportaciones (2007): Sudán 99%; Nigeria 98%; Sierra Leona 93%; etc.; UNDP (Ed.), HDR 2007/2008, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2007, págs. 285 y ss. Report of the Panel of Experts on the Illegal Exploitation of Natural Resources and other Forms of Wealth of the Democratic Republic of the Congo, S/2002/1146, 2002; HANS J. ALBRECHT, “Internationale Kriminalität, Gewaltökonomie, und Menschenrechtsverbrechen”, en revista IPG, núm. 2, Bonn, IPG, 2007, págs. 153-169; TOM BURGIS, The Looting Machine, Nueva York, Public Affairs, 2015, págs. 29 y ss; PAUL COLLIER, El club de la miseria, Madrid, Turner, 2008 (título original en ingles de 2007), págs. 75 y ss; ÍD et al., Understanding Civil War, Africa, op. cit., págs. 63 y ss; ERICH FOLLATH et al., Der neue kalte Krieg, op. cit., págs. 70 y ss; REYBROUCK, Kongo, op. cit., págs. 537 y s; RIGHTS AND ACCOUNTABILITY IN DEVELOPMENT, Unanswered Questions, Companies, Conflict, and the Democratic Republic of Congo, 2004, http:// www.raid-uk.org/sites/default/files/unanswered-qq.pdf (5.1.2018). Por intervención de las Naciones Unidas, se inicio en 2000 el Pacto de Kimberley con un método de certificación para evitar el tráfico con diamantes de sangre. En 2013 participan 54 Estados.
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lombia o el 46% de las de Alemania, puede ilustrar estos problemas. Se calcula todavía en el 2017 que el 73,5% de los nigerinos, el 69,6% de los sudaneses del sur, el 67% de los etíopes, el 63,8% de los burkineses, el 55,9% y malienses y el 44,1% de los mozambiqueños sufren una pobreza extrema –en comparación con el 1,8% de los colombianos o el 0% de los alemanes–1268. Otro indicador llamativo del continente proletarizado es la pobreza energética que impide las oportunidades de la transformación industrial, tanto en forma del no acceso del país a cantidades significativas de energía fósil, como en la variante de la exclusión de la mayor parte de los ciudadanos del acceso a la corriente eléctrica, en la dimensión del 94,9% de los sudaneses del sur, el 91,2% de las malauíes y liberianos, el 89,2% de los centroafricanos, el 84,7% de los tanzanos, el 83,6% de los congoleses, el 77% de los kenianos y el 74,4% de los malienses –en comparación con el 3% de los colombianos o el 0% de los alemanes–1269. Se hablan del “club de la miseria”, de los Least Developed Countries y de las “economías de ingreso bajo”1270. Hasta entonces, la participación de la totalidad de los Estados del África subsahariana en el Producto Interno Bruto mundial no supera el 1,8%1271. Esta exclusión permanente de las promesas virtuales del industrialismo moderno y la frustración sobre la falta de opciones de escape, dejaron implosionar el Estado multitribal sin nación real aun más. En consecuencia, pudo observarse una tendencia a golpes de Estado y guerras civiles, incluyendo los largos conflictos en Sudán del Sur (1955-1972, 1983-hoy), Chad (1965-hoy), Angola (1975-2002) y Mozambique (1977-1992), así como los excesos de violencia en el Estado subsahariano más grande, las Guerras del Congo (1996-2003, en Kivu hasta hoy), que acompañaron el reemplazo de la dictadura de MOBUTO por la de autocracia de padre e hijo KABILA (desde 1997), bajo el precio de aproximadamente cuatro millones de víctimas. Lo más dramático fue el destino de Somalia, donde –a pesar del carácter étno-lingüístico relativamente homogéneo– el Estado desapareció por completo en la caída bélica del dictador SIAD BARRE en 1991, pues en la parte norte se establecieron los Estados regionales de facto de Somalilandia (1991) y Puntlandia (1998), mientras la parte sur se hundió en un patrón neosegmentario bélico difuso entre segmentos tribales, la unión de cortes islámicas y múltiples piratas. Después de la dura crisis de hambre de 2011, se iniciaron tendencias de reconstruir el Estado de modo federal a través de la carta de 2012, pero sin lograr de reincorporación de Somalilandia. Hasta la fecha, los resultados no convencen, mientras la separatista Somalilandia parece pacificada. De igual forma, hay que señalar fuertes tendencias de implo1268
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UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 198 y ss, 218 y s. En 1990, hubo 276 millones subsaharianos pobres, mientras en 2013 son 389 millones; WORLD BANK, World Development Indicators 2017, Washington, WB, 2017, pág. 25. UNDP, HDR 2015, op. cit., págs. 250 y ss. COLLIER, El club de la miseria, op. cit., título; NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 100 y ss; W. BANK, Clasificación de países, https://datahelpdesk.worldbank.org/knowledgebase/articles/906519 (5.1.2018). WORLD BANK, GDP (current US$), http://data.worldbank.org/indicator/ny.gdp.mktp.cd (5.1.2018).
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sión en Estados casi fallidos como Chad, Congo, Costa de Marfil y la República Centroafricana1272. Sintetizando, la debilidad estatal del África subsahariana muestra una mezcla compleja de factores internos y externas. En particular, se reconoce que las disparidades interzonales de la época pre-estatal no han desaparecido, sino continúan con las mismas distancias, pero elevadas a los nuevos niveles de la era industrial. e) Casos especiales En el marco de la soberanización de la estatalidad subsahariana, también algunas zonas cercanas entraron a procesos de redefinición. Sin duda, el Imperio de Etiopía había participado por más de un milenio en el cinturón de las civilizaciones1273, pero en virtud de su religión cristiana-oriental fue distanciado de sus vecinos del Oriente islámico, de modo que el último Emperador HAILE SELASSIE (1943-1974) ofreció su capital, a partir de 1963, como sede a la Organización para la Unidad Africana con ciertas expectativas de construir un liderazgo africano. De todas maneras, la larga y dura guerra civil de transformación (1974-1991) no solo eliminó la monarquía y, después, la dictadura socialista de MENGISTU, sino se efectuó también una sublevación étnica de las ex sociedades pre-estatales del sur –colonizadas e incorporadas pocos decenios antes por MENELIK II– en contra del Estado semítico-amhárico, lo que se pacificó por la construcción de una estatalidad federal, constitucionalizada en 1994, en la cual los etíopes clásicos solo poseen dos de los nueve Estados federados –Amhara y Tigray– y la capital, mientras los descendientes de las ex sociedades pre-estatales tienen la mayoría calificada de seis Estados en sus manos. El resultado es una federación fuertemente africanizada, no solo con los mismos problemas que los Estados vecinos 1272
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Arts. 1, 48-49 de la Dastuurka Jamhuuriyadda Federaalka Soomaaliya, Constitución provisional de la República Federal de Somalia de 2012, ed por WIPO, Lex, op. cit. Otra carta reciente dedicada a la paz: Constitution de la Côte d’Ivoire de 2016, en Journal Officiel, núm. 16, de 6.11.2016, págs. 129 y ss. Comp. ALI et al., Civil Wars in Africa, op. cit., págs. 123 y ss, 169 y ss, 193 y ss; MARIO J. AZEVEDO, Roots of Violence, Ámsterdam, Overseas, 1998, págs. 89 y ss, 115 y ss, 137 y ss; COLLIER, El club de la miseria, op. cit., págs. 41 y ss, 124 y ss; ÍD. et al., Understanding Civil War, op. cit., págs. 63 y ss, 157 y ss, 193 y ss; EDGERTON, The Troubled Heart of Africa, op. cit., págs. 223 y ss; GERO ERDMANN, “Apokalyptische Trias”, en PETRA BENDEL et al. (Eds.), Demokratie und Staatlichkeit, Opladen, Leske & B., 2003, págs. 267-292; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 88 y s; KAI HIRSCHMANN, Wie Staaten schwach werden, Bonn, BPB, 2016, págs. 167 y ss; NZONGOLA, The Congo, op. cit., págs. 214 y ss; REYBROUCK, Kongo, op. cit., págs. 511 y ss; NUSCHELER, Entw.politik, op. cit., págs. 415 y ss; ROBERT ROTBERG, When States Fail, Princeton, Univ. Press, 2004, págs. 1 y ss; SCHICHO, Geschichte Afrikas, op. cit., págs. 165 y ss; ULF SCHUBERT, Staatszerfall als Problem des internationalen Systems, Marburg, Tectum, 2005; STÜTZ, State-Building, op. cit., págs. 96 y ss; RAINER TETZLAFF, “Die Staaten Afrikas zwischen demokratischer Konsolidierung und Staatszerfall”, en revista APuZ, núm. B 13-14, Bonn, BPB, 2002, págs. 3-6; THE FUND FOR PEACE (Ed.), Fragile States Index 2017, http://fundforpeace.org/fsi/2017 /05/14/fragile-states-index-2017-annual-report/ (5.1.2018). Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, págs. 554 y s, 590 y s y capítulo VI.2.A.b.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
del sur, sino incluso –a pesar de la fertilidad de la meseta lluviosa– dentro del espectro más pobre, menos alfabetizado y menos desarrollado infraestructuralmente, con la excepción llamativa de permitirse el papel de la potencia militar principal de la zona. Tampoco sorprende que el líder revolucionario que había ganado la guerra civil, MELES ZENAWI, se transformara por 21 años en el nuevo dictador del techo del África (1991-2012)1274. De igual forma, los dos Estados tempranamente independientes en manos de colonos inmigrantes de Occidente –Liberia y Sudáfrica– resultaron finalmente africanizados. En Liberia, la democracia racial de 1847 en manos de la pequeña minoría de los américo-liberianos (2,5%) y su sistema unipartidista del True Whig, perdió el poder en el golpe de Estado de 1980 y con la imposición de la subsiguiente segunda constitución de 1984, lo que transformó la república hasta entonces más estable del continente en una especie de vestíbulo de infierno, dirigiendo el pais de la libertad a través de una dictadura militar represiva a una brutal guerra civil (1989-2003) con el sacerdote baptista de origen américo-liberiano CHARLES TAYLOR como la encarnación del señor de la guerra espantosa (1989-1996) y Presidente sádico (1997-2003): la mitad del pueblo estatal fue desplazada, la decima parte murió, un tercio de las mujeres y niñas resultó violada y se calcula la explotación de más de 20 mil niños soldados1275. En cambio, Sudáfrica realizó en 1994 una transición pactada, la paz deklerk-mandelaiana, que transfirió el Estado del apartheid excluyente de manos de la élite de origen neerlandés (10%) a la mayoría bantú democráticamente legitimada (80%), pero sin tocar el papel de los ‘blancos’ como élite socioeconómica. Por una parte, Sudáfrica continuó en su papel estable como la única república del continente sin golpes de Estado y con un nivel relativamente avanzado de desarrollo, aunque bajando del 63o rango mundial del Índice de Desarrollo Humano de 1990 al 119o rango en 2016, pero por otra parte, el estilo de los nuevos Presidentes subrayó la llegada en patrones de su entorno continental, teniendo en cuenta que la negación enérgica del carácter viral de la epidemia de sida y del respectivo tratamiento médico por el Presidente THABO MBEKI (1999-2008), ha causado más defunciones bantúes que todos los anteriores gobiernos racistas conjuntos, así como señalando el populismo y cleptocratismo de su sucesor, el poligamista JACOB ZUMA (desde 2009). No se ha mejorado la extrema desigualdad en la repartición de ingresos, de modo que la mayor parte de los bantúes continúa en la
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Arts. 46-47 de la Constitución de la República Democrática Federal de Etiopía de 1994, ed. por WIPO, Lex, op. cit. El noveno Estado se fundamenta en el ex emirato musulmán de Harar. Sobre Etiopía: YONATAN FESSHA, Ethnic Diversity and Federalism, Farnham, Ashgate, 2010, págs. 151 y ss, 187 y ss; HENZE, Layers of Time, op. cit., págs. 282 y ss; MARCUS, A History of Ethiopia, op. cit., págs. 181 y ss. Constitución de la República de Liberia de 1984, ed. por WIPO, Lex, op. cit. Véase ALI et al., Civil Wars in Africa, op. cit., págs. 89 y ss; FELIX GERDES, Civil War and State Formation, Fráncfort, Campus, 2013, págs. 31 y ss, 132 y ss; GABRIEL I. H. WILLIAMS, Liberia, The Heart of Darkness, St. Victoria, Trafford, 2002, págs. 41 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
misma marginación socioeconómica como antes, sometida al peor coeficiente de Gini del planeta1276. C)
LA LLEGADA DEL PODER ESTATAL A LAS ZONAS MÁS RETIRADAS
Retomando la perspectiva mundial y transformadora, se debe destacar que, desde los años 1950, el poder estatal ha llegado hasta las sociedades pre-estatales más distantes en una forma por lo menos débil, pues el desarrollo tecnológico de la avioneta –hábil para aterrizar en pistas selváticas cortas– y de la lancha fluvial, hizo posible una presencia administrativa básica, incluso en las selvas tropicales y en los bosques fríos del norte. Desde entonces, ningún grupo local puede practicar costumbres incompatibles con el sistema de la paz estatal, como las guerras interlocales, la caza de cabezas, la venganza de sangre o el canibalismo. De igual forma, estos grupos son limitados respecto a tradiciones jurídicas que choquen con el universalismo de los derechos humanos eurodescendientes, por ejemplo, no pueden usar abiertamente pruebas mágicas o casar sus hijas a los doce años. En otras palabras, ya no existen sociedades pre-estatales soberanas. No obstante, en algunos nichos ecológicos, donde la expansión estatal quedó en desarrollos muy rudimentarios, especialmente en las tres ecozonas hostiles a la agricultura, a saber, la tundra y taiga del norte, las selvas tropicales del Amazonas, Congo, Nueva Guinea, Borneo y Célebes, así como los desiertos y semidesiertos en el sudoeste de África y Australia, han sobrevivido modelos culturales semi-pre-estales de los ahora así llamados pueblos indígenas1277. Esto significa que en los territorios estatales de Rusia, Canadá, Alaska (EE.UU.), Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Guyana, Surinam, Gabón, Congo-Brazzaville, Congo-Kinsasa, Namibia, Australia, Papúa Nueva Guinea, Indonesia y Laos, los colores uniformes de los mapas políticos engañan, pues los mismos ocultan la división en zonas de un poder estatal desarrollado de modo normal y amplias zonas periféricas sin presencia efectiva. Estas fronteras internas se pueden identificar fácilmente en mapas de carreteras, pues donde terminan las redes viales, empiezan las zonas periféricas. De tal manera, el Canadá aparentemente gigante, es efectivamente un Estado pequeño en sus zonas desarrolladas, lo que subraya también el tamaño demográfico, solo del doble del neerlandés. 1276
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Grondwet van die Republiek van Suid-Afrika de 1996, op. cit.; UNDP, HDR 1990, op. cit., pág. 111; ÍD., HDR 2016, op. cit., pág. 199. Véase SARAH BOSELEY, “Mbeki Aids denial caused 300.000 Deaths”, en periódico The Guardian, de 26.11.2008, http://www.guardian.co.uk/world/2008/nov/26/aids-south-africa (5.1.2018); FESSHA, Ethnic Diversity and Federalism, op. cit., págs. 61 y ss, 95 y ss; HAGEMANN, Südafrika, op. cit., págs. 97 y ss; JANSEN & O., Dekolonisation, op. cit., págs. 84 y s; MARQUARDT, Ius contra bellum, op. cit., págs. 465 y ss; SPEITKAMP, Kl. Geschichte Afrikas, op. cit., pág. 352. Comp. RENÉ KUPPE, Indigene Rechtsprechung u. staatl. Recht in Lateinamerika, Eschborn, GTZ, 2010, págs. 30 y ss; LUIS PACHECO, “Las penas «salvajes» en el ejercicio de la función jurisdiccional de las comunidades nativas en el Perú” & CLAUDIA ROJAS, “La diversidad lingüística en Colombia”, ambos en revista PJ, núm. 22, Bogotá, UNAL, 2008, págs. 233-252, 253-292.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
2. LA INCLUSIÓN DEL CINTURÓN DE LAS CIVILIZACIONES AL NUEVO MODELO UNIVERSAL
En los siglos XIX y XX, el modelo del Estado de la doble revolución ilustrada e industrial, así como la terminología de sus teorías estatales, se expandió desde Europa a las demás zonas del tradicional cinturón mediterráneo-surasiático de las civilizaciones. Esto puede considerarse sorprendente, si se tiene en cuenta que el Asia meridional y el África mediterránea habían tenido en la era preindustrial sus propias tradiciones estatales muy desarrolladas, que en muchas partes tenían varios milenios más que las europeas. Ya a primera vista, llama la atención que las últimas formaciones de monarquías asiáticas significativas habían ocurrido antes de 1800 con el Imperio Indo-Persa de la dinastía Durrani (1747-1826) y el Imperio de los Sijes en el Punyab indio (1799-1849)1278. Alrededor de 1850, la presión pacificadora de los precursores industriales de Europa alcanzó tanto poder que los Estados tradicionales perdieron la capacidad de liderar guerras en nombre propio entre sí mismos1279, de modo que la guerra internacional fue durante casi un siglo una especie de monopolio mundial de los Estados europeos y neo-europeos, a lo que se agregó ´solo un Estado asiático que se industrializó: Japón. A)
LA PRIMERA FASE: ARMAS Y MODELOS IRRESISTIBLES (1810-1940)
a) La auto-europeización por élites cooptadas: los casos otomano, persa, afgano, etíope, siamés, japonés y chino En particular, la Europa del largo siglo XIX dirigió su mirada ansiosa a su enemigo más tradicional, el Imperio Otomano. Aunque, en 1791 terminaron las guerras santas milenarias entre la Cristiandad latina y la potencia primaria del islam con el empate de la paz inter-imperial romanogermánica-otomana de Sistova y, a pesar de que tampoco tuvo éxito la sucesora ilustrada –la invasión napoleónica en Egipto y Siria (17981801)–, continuó la enemistad hereditaria bajo los nuevos signos de la supuesta misión civilizadora y libertadora de Europa. Especialmente, Europa pretendió transculturar a los Balcanes, cuyos cristianos orientales fueron reinterpretados como europeos alienados y traumáticamente suprimidos. Metodológicamente, se empleó la guerra fría del adoctrinamiento de movimientos separatistas por ideologías nacionalistas y eurocéntricas para fragmentar el tradicional Imperio transegeo con su perfil multiétnico y multirreligioso. En este clima, nacieron Estados neo-europeos como los Reinos de Grecia (1830), Rumania 1278
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Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, págs. 662 y ss. Un último intento siguió con el califato de corta vida del mahdi MUHAMMAD AHMAD y de su sucesor ABDALLAHI IBN MUHAMMAD en Omdurmán (Sudán, 1884-1898). Panorama de las últimas guerras clásicas: MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., pág. 666.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
(Valaquia-Moldavia, 1859, 1878), Serbia (1878), Montenegro (1878), Bulgaria (1878, 1908) y Albania (1913). Todos estos Estados ahistóricos iniciaron programas exigentes de desotomanizarse y autoeuropeizarse, incluyendo la importación de dinastías europeas, la constitucionalización y la adopción del derecho civil y penal de la modernidad ilustrada-industrial. Sin embargo, hasta finales de la Segunda Guerra Mundial perduró un abismo perceptible entre la nueva identidad europea en la respectiva capital y la configuración cultural oriental en lo rural. De todos modos, se trató de aquellos Estados orientales que se acercaron a Occidente en la intensidad más profunda1280. Img. 114: La transformación arquitectónica en el Estado otomano: el palacio imperial de Dolmabahçe Sarayı, construido de 1843 a 1856 como la nueva sede de los sultanes, adoptó el estilo europeo del neobarroco1281
El Estado otomano mismo se pulverizó en la tensión entre la autoestima imperial de su pasado glorioso y la creciente adaptación sumisa. En 1856, la Sublime Puerta recibió una invitación formal a participar en el sistema internacional de los Estados europeos1282. De modo paralelo, el Sultán se mudó a un nuevo palacio imperial construido según rasgos del neobarroco europeo, llamado Dolmabahçe Sarayı. Dos decenios más tarde, el Estado imperial adoptó el concepto de la monarquía constitucional según los modelos de Prusia y Bélgica. Sin embargo, la constitución de 1876 fue suspendida después de dos años por el Sultán ABDUL HAMID II y no entró en vigor antes de 19081283. Paralelamente, el Imperio Otomano amplió su soberanía frente a la religión, codificando con la mejella de 1877 el derecho civil, aunque los contenidos se orientaron en las tradiciones propias del derecho islámico de la escuela hanafí1284. 1280
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Tratado sobre la independencia de Grecia (Francia, G. Bretaña y Rusia), 1830, op. cit.; Acte du Congrès de Berlin de 1878, op. cit. Véase GERDES, Rumänien, op. cit., págs. 43 y ss; HÖSCH, Balkanländer, op. cit., págs. 113 y ss, 140 y ss, 152 y ss, 164 y ss, 193 y ss; SUNDHAUSEN, Verf.geschichte, op. cit., págs. 249-266. Foto: BERND MARQUARDT. Art. 7 de la Paz de París de 1856, op. cit. Al respecto: ZIEGLER, Peace Treaties, op. cit., págs. 361 y ss. Kânûn-ı Esâsî de 1876, ed. por BOĞAZIÇI UNIV. ATATÜRK INST., http://www.anayasa.gen.tr/1876constitution.htm (5.1.2018). Comp. GÜLNIHAL BOZKURT, “Europäisierung der Verfassung?” en KIRSCH, Verf.staat/ M., op. cit., págs. 425-442; HOBSBAWM, La era del imperio, op. cit., págs. 292 y ss; REŞAT KASABA et al., The Cambridge History of Turkey, t. 4, Cambridge, Univ. Press, 2008, págs. 49 y ss; GUDRUN KRÄMER, Geschichte des Islam, Bonn, BPB, 2005, págs. 274 y s; KREISER & N., Türkei, op. cit., págs. 355 y ss; BERNARD LEWIS, The Middle East, Londres, Phoenix, 2000, págs. 283 y ss, 286 y ss; GOTTFRIED PLAGEMANN, Von Allahs Gesetz zur Modernisierung per Gesetz, Berlín, Lit, 2009, págs. 83 y ss, 113 y ss; CHRISTIAN RUMPF, Das türk. Verf.system, Wiesbaden, Hassarowitz, 1996, págs. 41 y ss, 44 y ss. Se aplicó la misma en Turquía hasta 1926, en Albania hasta 1928, en Siria hasta 1949, en Irak hasta 1953, en Chipre hasta 1960, en Israel hasta 1984, en Palestina hasta hoy; PLAGEMANN, Allahs Gesetz, op. cit., págs. 105 y ss; MATHIAS ROHE, Das islamische Recht, 2a ed., Múnich, Beck, 2009, pág. 182.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
Todavía en 1829, los arsenales imperiales de Constantinopla construyeron con el Mahmudiye el navío en línea a vela más grande del mundo, equipado con 128 cañones, pero la subsiguiente transformación industrial de las fuerzas navales europeas presionó a la Sublime Puerta a comprar nuevos navíos de acero y vapor en Estados industriales simpatizantes que solo permitieron la exportación de tecnologías militares secundarias. El balance de adaptación a la era industrial parece ambiguo. Por una parte, es cierto que el Imperio Otomano pudo construir, de 1900 a 1908, el extenso Ferrocarril del Hiyaz hacia la ciudad sagrada de La Meca al estilo de un ferrocarril estatal, mientras la marina imperial logró hundir en la Batalla de los Dardanelos de 1915 a varios acorazados británicos y franceses, así como el ejército otomano pudo vencer en la Batalla de Galípoli de 1915-1916 al Imperio Británico1285. Por otra parte, es preciso anotar que el pasha otomano que lideró la construcción de los ferrocarriles en mención, fue un alemán en uniforme otomano –MEISSNER Pasha–, así como los generales otomanos que triunfaron en los inicios de la Primera Guerra Mundial, mostraron el mismo origen –LIMAN Pasha y GOLTZ Pasha–, mientras el núcleo de la flota otomana se compuso por cruceros de batalla alemanes prestados, incluyendo el almirante SOUCHON y las tripulaciones. Cabe anotar que Alemania respetó la soberanía otomana y no estableció ninguna especie de indirect rule de corte anglo-francés. LA TRANSFORMACIÓN DEL IMPERIO OTOMANO 1875
1912
1925
Mapas 26-281286
No obstante, el Imperio Otomano tuvo que sufrir el peor destino de todas las potencias orientales. A pesar de la enorme tradición de 1.600 años del Imperio transegeo con sus raíces romano-orientales, el mismo fue descompuesto completamente entre 1878 y 1923 por factores como la política desintegradora de las potencias europeas, la difusión del nacionalismo lingüístico y separatista en los Balcanes y Arabia, así como las derrotas militares en serie. Fue una sorpresa que luego de la derrota casi absoluta 1285 1286
PRESTON & B., Schlachtschiffe, op. cit., págs. 58 y ss. Mapas: BERND MARQUARDT.
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de 1918 ante la potencia líder de Gran Bretaña, el oficial hábil MUSTAFA KEMAL ATATÜRK pudo cambiar la suerte y ganar la Guerra de independencia turca (1919-1923), de modo que el Estado sucesor, Turquía, defendió el tamaño doble del territorio previsto por los vencedores europeos, pero también esto no fue nada más que un cuarto del anterior Imperio1287. De tal manera, la cultura islámica perdió su potencia central y fue dividida en una variedad de Estados medianos y, por primera vez en 1.600 años, Constantinopla no fue el centro de un Imperio mundial y ni siquiera una capital. De todos modos, el Estado sucesor en Asia menor, fundado revolucionariamente por ATATÜRK y constitucionalizado en 1924, se basó en las ideas estatales europeas “del republicanismo, el nacionalismo, el populismo, el intervencionismo, el laicismo y la legitimación revolucionaria”1288. El Presidente ATATÜRK (1920-1938) estableció una dictadura de desarrollo para efectuar una revolución ilustrada desde arriba que exterminó, a través de intervenciones legislativas enérgicas, el perfil cultural de la potencia primaria del islam, suprimiendo el derecho otomano, la sharia, la escuela jurídica hanafí, el califato musulmán, la familia poligámica, el concubinato, los haréns, la segregación de géneros, la estructura musulmana de nombres con títulos sin apellidos, la no educación de las clases bajas, el calendario islámico, el descanso semanal del viernes, la escritura persa, los números indoarábigos, la tolerancia étnica, los vestidos otomanos, las penas corporales, la esclavitud y la eunucía administrativa. A través de la educación obligatoria para todos y las Universidades para ambos géneros, quiso ganar las cabezas. La Ley para asegurar la tranquilidad pública de 1925 y el sistema unipartidista, unificaron todo el poder público en la rama ejecutiva1289, de modo que el modelo de Estado mostró cada vez más similitudes con el republicanismo autocrático y nacionalista de Italia y Hungría de entonces. La partición del Imperio Otomano por el Tratado de Sèvres de 1920, llevó a la existencia de cinco Estados árabes según ideas conceptuales de la Entente anglo-francesa de la Gran Guerra. Con excepción del Reino de Egipto que prolongó la tradición de un virreinato otomano del siglo XIX, casi todos estos Estados se caracterizaron por nombres y fronteras libremente inventadas. En ello, la creación más artificial, el Emi1287
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Tratados del Congreso de Berlín de 1878, de Lausana de 1912, de Londres de 1913, de Sevres de 1920, de Lausana de 1923, op. cit. Comp. HILLGRUBER, Die Aufnahme, op. cit., págs. 43-96, 342-359; HÖSCH, Geschichte Balkanländer, op. cit., págs. 187 y ss; KREISER & N., Türkei, op. cit., págs. 355 y ss; LEWIS, The Middle East, op. cit., págs. 333 y s, 337 y ss; MANGO, Atatürk, op. cit., págs. 185 y ss. Art. 2 según la reforma de 1937. Türkiye Cumhuriyeti Anayasasi, Constitución de la República de Turquía de 1924, en Gaceta, núm. 71, de 1924. Comp. EDWARD MEAD, “The New Constitution of Turkey”, en revista Political Science Quarterly, vol. 40, núm. 1, Nueva York, APS, 1925, págs. 73-100; RUMPF, Das türkische Verf.system, op. cit., págs. 61 y ss. Hasta 1946, Turquía fue un sistema unipartidista del Partido Republicano Popular (Cumhuriyet Halk Partisi). Véase BEKIM AGAI, “Islam u. Kemalismus in der Türkei”, en revista APuZ, núm. 33-34, Bonn, BPB, 2004, págs. 18-24; HARTMANN, Staat u. Regime, op. cit., págs. 49 y ss, 189 y ss; KASABA et al., History of Turkey, t. 4, op. cit., págs. 141 y ss; KREISER & N., Türkei, op. cit., págs. 383 y ss; MANGO, Atatürk, op. cit., págs. 361 y ss; PLAGEMANN, Allahs Gesetz/ Modernisierung, op. cit., págs. 165 y ss.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
rato de Jordania, tuvo que transformar una mera estación de ferrocarril otomana en su capital –Amán–. En este grupo, las monarquías de Egipto con base en su constitución de 1923, Irak bajo su carta de 1925 y Transjordania con su ley orgánica de 1928, modernizaron con tendencias mucho menos agudas, más islámicas, incluyendo la prolongación de la mejella otomana y un autocratismo más personalista. En cambio, las constituciones republicanas de Líbano de 1926 y de Siria de 1930, mostraron más similitudes con la reforma turca, pero adoptaron más generosamente la diversidad confesional proveniente del antiguo régimen incluyendo los alauitas, arameos y maronitas1290. La gran sorpresa de la desmembración otomana consistió en poner a disposición el marco para las dos últimas formaciones de Estados islámicos con rasgos tradicionales. En Yemen se independizó, en 1918, un Reino soberano en manos de los imames de la escuela jurídica zaydí, mientras los yihadistas fanáticos del emirato de Nejd en la oasis de Riad conquistaron las provincias costeras del mar Rojo con las ciudades sagradas de La Meca y Medina (1924), anexionando el Reino post-otomano de Hiyaz de manos de ex vasallos de Constantinopla, para fundar el Reino de Arabia Saudita (1932) en manos de los imames de la rama ultra-purista wahabí de la escuela jurídica hanbalí1291. En este punto cabe resaltar que la transferencia de la ideología estatal europea del nacionalismo, expuso al hasta entonces Imperio Otomano con su perfil multiétnico y multiconfesional a una enorme violencia étnica y religiosa. La construcción de una variedad de Estados nacionales artificiales entre Belgrado y Bagdad, fue acompañada no solo por la invención libre de antehistorias y mitos patrióticos, sino también por políticas de la homogeneización interna, es decir, por la supresión de los ciudadanos ahora indeseados, lo que incluyó limpiezas étnicas y genocidios. En la primera etapa, los nuevos Estados en los Balcanes efectuaron la des-otomanización bajo la expulsión de varios millones de musulmanes hacia Asia menor, especialmente en las guerras de 1877-1878 y de 1912-1913. Para la prevención de futuras segregaciones semejantes, el Imperio traumatizado en agonía asesinó a aproximadamente un millón de miembros de la población cristiana-ortodoxa de los armenios, arameos (asirios) y griegos pónticos en Asia menor (1915-1917). De 1919 a 1923, siguió la separación nacionalista de las dos etnias centrales de las zonas centrales del ex Estado imperial, en lo que la po1290
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Egipto: Royal Decree 42 of 1923 on building a Constitutional System for the Egyptian State, ed. por CENTRO STUDI PALATAURUS, http://www.palatauruscentrostudi.eu/doc/EGY_Constitution_1923_EN.pdf (5.1.18). Véase HARTMANN, Staat/ Regime, op. cit., págs. 139 y ss, 152 y ss, y ss; HOURANI, History, Arab Peoples, op. cit., cap. 19; HANS NISSEN & PETER HEINE, Von Mesopotamien zum Irak, 2ª ed., Berlín, Wagenbach, 2004, págs. 176 y ss; PHILIP ROBINS, A History of Jordan, Cambridge, Univ. Press, 2004, pág. 36; SCHWEIZER, Syrien, op. cit., pág. 270; CHRISTOPH SCHUMANN & ANDREA JUD, “Staatl. Ordnung u. polit. Identitäten in Syrien”, en revista APuZ, vol. 63, núm. 8, Bonn, BPB, 2013, págs. 44-49, 45. WILFRIED BUCHTA, Die Strenggläubigen, Múnich, Hanser, 2016, págs. 119 y ss; PAUL DRESCH, A History of Modern Yemen, Cambridge, Univ. Press, 2000, págs. 11 y ss, 28 y ss; HARTMANN, Staat u. Regime, op. cit., págs. 157 y ss; KRÄMER, Geschichte Islam, op. cit., págs. 289 y ss; LEWIS, The Middle East, op. cit., págs. 344 y ss; SEBSATIAN SONS, Auf Sand gebaut, Saudi Arabien, Berlín, Ullstein, 2016, págs. 29 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
blación otomana de Macedonia fue expulsada por Grecia, y los griegos de las costas de Asia menor lo fueron por el nuevo Estado Nación de Turquía. Esta homogeneización fue acompañada por un gran culturicidio, pues varios de los nuevos Estados de los Balcanes destruyeron sistemáticamente el patrimonio cultural otomano de las mezquitas, bazares y baños turcos, mientras Turquía derribó un montón de iglesias y monasterios armenios, para crear la apariencia uniforme deseada. En este marco, hay que entender bien el perfil del laicismo kemalista, constitucionalizado en la reforma de 19281292, que se dirigió contra la institucionalidad y las normas del islam tradicional, pero definió la nación turca como una comunidad cultural de musulmanes suníes sin tolerar minorías con otro perfil. En ello, se suprimieron también a musulmanes con particularidades culturales, especialmente los kurdos iraníes en el sudeste del Estado Nación en proceso de construcción. En el mismo espíritu del nacionalismo importado, los nombres geográficos fueron turcificados, haciendo por ejemplo de la antigua capital imperial de Constantinopla la ciudad provincial de Estambul1293. LA EUROPEIZACIÓN DE LOS JEFES DE ESTADO: EL EJEMPLO PERSA
En 1813: el Rey de reyes FATH ALÍ SAH (1797-1834) como Emperador islámico tradicional
En 1900: el shāhān shāh MOZAFFAREDDÍN (1896-1907) con una apa-
riencia semi-europeizada
En 1963: el Shah MOHAMMAD REZA PAHLAVI (1941-1979) como político de tipo europeo
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A diferencia del destino otomano, el Imperio Persa pudo conservar su integridad territorial según las fronteras existentes en la década de 1880. Cabe destacar que la constitución de 1906 representó el primer paso hacia la transformación sistémica del 1292 1293
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Ley 1.222 de 10.4.1928. Comp. CALIC, Geschichte Juogoslawiens, op. cit., pág. 67; GERLACH, Extremely violent Societies, op. cit., págs. 92 y ss; HOFMANN, Der Völkermord, op. cit.; HÖSCH, Geschichte des Balkans, op. cit., pág. 54; AHMET IÇDUYGU et al., “The Politics of Population in a Nation-Building Process”, en revista Ethnic and Racial Studies, t. 31, núm. 2, Londres, Routledge, 2008, págs. 358-389; MANN, The Dark Side of Democracy, op. cit., págs. 93 y ss, 140 y ss; NAIMARK, Fires of Hatred, op. cit., págs. 17 y ss; RUMMEL, Death by Government, op. cit., págs. 209 y ss; THELEN, Die Armenierfrage, op. cit., págs 14 y ss. Img. 115: de MIRZA QADIM IREVANI (1825-1875), lugar: Museo Nacional de Arte de Azerbaiyán; img. 116: portada de Le Petit Journal de 19.8.1900; img. 117: fotografía oficial de 1963.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
poder público, orientándose en inspiraciones belgas. Sin embargo, después de su fracaso en la guerra civil de 1911, el parlamento previsto tuvo que esperar hasta el golpe de Estado del militar REZA PAHLAVI en 1921 para iniciar su trabajo efectivo. En 1925, la asamblea destituyo al último shāhān shāh de la dinastía Qajar y eligió al golpista para servir como Emperador modernizador. En muchos aspectos, puede verse en REZA el equivalente persa de ATATÜRK que aceleró la creación de un Estado Nación desfeudalizado, aunque sin alcanzar la radicalidad completa del vecino turco. De 1927 a 1938, el dictador militar coronado abrió su país al tránsito fósil-energético de la era industrial en forma del Ferrocarril Transiranio, creando 1.400 kilómetros de vías de acero bajo el apoyo de empresas alemanas, danesas y estadounidenses. A partir de 1935, el gobierno imperial solicitó a la comunidad internacional denominar el país según su nombre propio, Irán1295. De modo paralelo, la Persia oriental, denominada ahora Afganistán, empezó a transformarse con la constitución del Rey revolucionario AMANULÁ KAN de 1923. No obstante, este intento de una revolución desde arriba fracasó rápidamente en la rebelión restauradora del año de los cuatro reyes en 1929. Siguió la constitución islámica de 1931 que reconoció el rango fundamental de la escuela jurídica janafí y la jurisprudencia religiosa según la sharia1296. En otra monarquía tradicional, el Imperio de Etiopía, la modernización interna empezó con el ascenso de HAILE SELASSIE al trono, a partir del golpe de 1916 como regente y desde 1930 como Emperador. En este último año, reemplazó la Feta Nagast medieval por un Código penal sistematizado que combinó la tradición propia con primeros elementos ilustrados importados, bajo la abolición de algunas penas inhumanas. Se continuó con la constitución imperial de 1931 que adoptó el modelo autocrático japonés y, con el mismo, el prusiano del siglo XIX. El artículo 6 aclaró: “En el Imperio de Etiopía, el Emperador ocupa enteramente el poder supremo”. El monarca no pretendió limitar su poder, sino quiso crear una legitimidad adicional por presentarse como el gran reformista según el espíritu de la época 1295
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Img. 118: Todavía un monarca tradicional: el Emperador MENELIK II de Etiopía (1889-1913)1297
Ley fundamental de Persia de 1906, ed. por FOUND. OF IRANIAN STUDIES, http://fis-iran.org/en/resources/ legaldoc/iranconstitution (5.1.2018). Sobre Persia: ELTON L. DANIEL, The History of Iran, 2a ed., Westport, Greenwood, 2012, págs. 145 y ss; FENSKE, Verf.staat, op. cit., págs. 471-499; MONIKA GRONKE, Geschichte Irans, 2a ed., Múnich, Beck, 2006, págs. 95 y ss; HARTMANN, Staat, op. cit., págs. 56 y ss; HOBSBAWM, Era del imperio, op. cit., pág. 289; LEWIS, The Middle East, op. cit., págs. 336 y s, 345 y s; PEYMAN JAFARI, Der andere Iran, Bonn, BPB, 2010, págs. 45 y ss; KRÄMER, Islam, op. cit., págs. 280 y s. RAINER GROTE, “Sep. of Powers, New Afghan Constitution”, en rev. ZaöRV, vol. 64, Heidelberg, MPI 2004, págs. 897-915; C. SCHNETTER, Kl. Gesch. Afghanistans, Múnich, Beck, 2010, págs. 73 y ss. Foto del inicio del siglo XX.
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y buscó resolver las rivalidades entre el centro y la periferia a través de la centralización burocrática. En el Techo del África, se intentó crear un Estado Nación post-feudal en el fundamento de la lengua semítica de los amharas del altiplano central1298 LA LLEGADA DE LA CONSTITUCIÓN SEMÁNTICA EN ASIA
En 1876: la portada de la Constitución Otomana
En 1889: la promulgación de la Constitución de Japón por el Emperador Meiji
Img.
En 1913: el comité constituyente de China en frente del Templo del Cielo de Beijing
119-1211299
Si se dirige la mirada al Reino de Siam en el Sudeste asiático, puede reconocerse el inicio de la gran transformación bajo el Rey CHULALONGKORN (1868-1910) quien disolvió el poder autónomo de los Estados vasallos en 1892, abolió la esclavitud en 1905 e introdujo un Código penal en 1908. Su sucesor VAJIRAVUDH (1910-1925) promovió la educación y salud pública según modelos europeos, pero continuó rechazando la constitucionalización. A través del golpe de Estado de 1932, un grupo de oficiales e intelectuales de formación occidental, presionó al Rey PRAJADHIPOK (1925-1935) a aceptar la primera constitución siamesa, incluyendo la creación del cargo de primer ministro y del parlamento. Sin embargo, la limitación del poder monárquico no llevó a la democratización, sino a una serie de gobiernos militares que solo fueron interrumpidos esporádicamente por primeros ministros civiles. Por el decreto cultural de 1939, el dictador nacionalista PLAEK PHIBUNSONGKHRAM (1938-1944, 1958-1957) cambió el nombre del país a la lógica del Estado Nación, denominándole Tailandia según el idioma más extendido en el territorio y bajo una política agresiva de la homogeneización lingüística y cultural de los súbditos1300. 1298
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Constitution of Ethiopia de 1931, ed. por WILLIAM MOORE STEEN, Ethiopia Constitution, Washington, Ethiopian Research Council, 1936, págs. 8 y ss. Comp. HENZE, Layers of Time, op. cit., págs. 202 y ss, 205 y ss; MARCUS, A History of Ethiopia, op. cit., págs. 130 y ss; MARGERY PERHAM, The Government of Ethiopia, nueva ed., Londres, Faber & F., 1969; SCHOLLER, Ethiopian Constitutional Development, op. cit., págs. 502-577, 528 y ss; ÍD., Die äthiopische Verfassung, op. cit., págs. 168, 173 y ss. Img. 119: Kânûn-ı Esâsî de 1876, op. cit.; 120: de TOYOHARA CHIKANOBU de 1889; 121: de 1913. Constitución del Reino de Siam de 1932, ed. por PRAKOP HUTASINGHA, Jena (tesis doctoral), 1937; Decreto sobre el nombre del país, el pueblo y la nacionalidad de 1939, en The Royal Gazette, vol. 56, 1939, pág. 810. Comp. VOLKER GRABOWSKY, Kleine Geschichte Thailands, Múnich, Beck, 2010, págs. 130 y ss, 146 y ss.
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En el Imperio insular de Japón, la gran transformación empezó ya en 1868 con la Guerra civil del Año del Dragón y las reformas profundas del Emperador MUTSUHITO o MEIJI (1867-1912) que rompieron con el shōgunato y la organización feudal, creando un Estado administrativo, tributario y militar dirigido centralmente, instituyendo en 1889 una constitución según el modelo de la monarquía autocrática de Prusia y abriendo el país, desde la década de 1880, a la transformación industrial. Indudablemente, la disciplina cultural se comprobó como una ventaja decisiva. El hecho de que Japón adoptara la política europea de flotas de batalla y venciera al Imperio Ruso en la guerra de 1905, acentuó el éxito de las reformas y desafió al Occidente sorprendido con la perspectiva incómoda de una pronta recuperación asiática del atraso industrial. De todas maneras, de la flota de acero enviada por 18 mil millas náuticas para disciplinar la su-
Img. 122: La primera victoria decisiva de Asia sobre (un vecino de) Occidente en la era industrial: en la Batalla de Tsushima de 1905, Rusia perdió casi toda su flota de batalla 1301
puesta raza inferior amarilla, el Zar perdió 28 acorazados, cruceros y destructores. En 1910, Japón pudo anexionar el Imperio de Daehan (1897-1910), es decir, el sucesor del ex vasallo chino de Joseon (Corea), homogeneizando de tal manera la transculturación coreana ya iniciada por la constitución Daehanguk Kukje de 1899. Desde los años 1920, el Imperio del sol naciente perteneció al círculo de las grandes potencias del militarismo industrial y se transformó –bajo la adopción perfecta de las lógicas de la anarquía de la soberanía de origen europeo– en “un lobo entre los lobos”1302. 1301 1302
Grabado japonés de aprox. 1905. Cita de HOBSBAWM, La era del imperio, op. cit., pág. 288. Fuentes: Constitución del Imperio de Japón de 1889, ed. por HANOVER COLLEGE (Ed.), Historical Texts, http://history.hanover.edu/texts/1889 con.html (5.1.2018); Tratado ruso-japonés de paz de 1905, ed. por GREWE, Fontes, t. 3-1, op. cit., págs. 286 y ss. Véase CEMIL AYDIN, The Politics of Anti-Westernism in Asia, N. York, Columbia Univ. Press, 2007, págs. 71 y ss; BAJOHR, Weltgeschichte, op. cit., págs. 337 y ss; CHANG, Kicking away, op. cit., págs. 46 y ss; DÖRR, Inkorporation, op. cit., págs. 299 y ss; SHINICHI FUJII, Japanisches Verf.recht, Tokio, Yuhikaku, 1940; LEONORE HERBST, Staatensukzession u. Staatsservituten, Berlín, Duncker & H., 1962, págs. 72 y s; AXEL KLEIN & CHRIS WINKLER, Japan, 2a ed., Schwalbach, Wochenschau, 2012, págs. 21 y ss; GUILLERMO F. MARGADANT, Evolución del derecho japonés, México, Porrúa, 1984, págs. 139 y ss; PANKAJ MISHRA, From the Ruins of Empire, N. York, Farrar, 2012, págs. 1 y ss; RICHARD MASON & JOHN
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Alrededor de 1850, el Imperio de China pudo aparecer como un monolito pretransformador con un enorme grado de confianza en sí mismo. También la primera reforma moderada con base en conceptos importados de Occidente, la de los cien días del Emperador GUANGXU de 1898, fracasó a raíz del golpe de Estado restaurativo de la Emperatriz viuda CIXÍ. Sin embargo, en 1905 se inició una nueva fase de reformas sucesivas, incluyendo la abolición del examen imperial confuciano para los funcionarios públicos. En ello, las Instrucciones sobre la constitución del Imperio Chino de 1908 todavía no alcanzaron la calidad de una primera constitución moderna, pues retomaron por última vez el papel todopoderoso del Emperador Qing, pese a que ya previeron los contornos de un parlamento subordinado. Resultó decisiva la Revolución de Xinhai de 1911, la cual llevó, con la Constitución provisional de 1912, a la republicanización de la monarquía más tradicional del mundo. Fue el primer trono asiático que se cayó desde dentro y llama la atención que esto sucedió incluso antes de que cayeran los tronos de Europa central. Precisamente, se adoptó una forma de Estado que hasta entonces caracterizó a las dos Américas. En esta decisión sorprendente, jugaron un papel crucial cuatro deslegitimaciones profundas: primero, fue central el evidente juego sucio de la longeva regente CIXÍ (1861-1908) que gobernó con un derecho derivado para su hijo, entronizó a otro niño de tres años, derrocó al mismo cuando fue adulto, entronizó a otro niño de dos años y evitó sistemáticamente la presencia de un ‘verdadero’ hijo del cielo, perpetuando de modo intrigante un gobernó femenino imprevisto; segundo, se condensó la perspectiva perpetuada de tener con el bebé PUYÍ (desde 1908) un Emperador niño por múltiples años adicionales; tercero, se enuncia la crisis de legitimidad por el fracaso permanente del gobierno imperial en las relaciones internacionales frente a las armas industriales de las potencias europeas; cuarto, el nacionalismo importado deslegitimó a la dinastía Manchú, pues la reinterpretó por su origen lejano en las estepas como extranjera. Ahora, la Constitución provisional de la República de China de 1912 adoptó textualmente el espíritu de la democracia parlamentaria con derechos fundamentales, aunque lo que dominó efectivamente fueron los tres principios del pueblo del fundador de la república SUN YAT-SEN, inspirados también en Occidente, pero los mismos acentuaron los valores colectivos del bienestar popular, la nación y el gobierno popular. Paralelamente, el Estado transformador declaró la guerra a la tradición confuciana de varios milenios1303.
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CAIGER, A History of Japan, rev. ed., Rutland, Tuttle, 1997, págs. 257 y ss; PRESTON & B., Schlachtschiffe, op. cit., págs. 32 y ss; PAUL SCHENCK, Der dt. Anteil an der Gestaltung des modernen japanischen Rechts- und Verf.wesens, Stuttgart, Steiner, 1997, págs. 41 y ss, 177 y ss, 190 y ss; MICHAEL SETH, A History of Korea, Lanham, Rowman & L., 2011, págs. 254 y ss, 267 y ss; JUDITH STALPERS, “Das moderne Japan”, en RAIMUND WÖRDERMANN & KARIN YAMAGUCHI (Eds.), Länderbericht Japan, Bonn, BPB, 2014, págs. 131-147, 133 y ss; KAZUHIRO TAKII, The Meiji Constitution, Tokio, Internat. House, 2007; ZWEIGERT & K., Comparative Law, op. cit., págs. 296 y ss. Constitución provisional de la República de China de 1912. En 1914, siguió una pre-constitución presidencialista; en 1923, una constitución parlamentaria con influencias canadienses y, en 1924, las instruccio-
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No obstante, China entró en una dinámica de tres decenios y medio de la guerra civil transformadora, con cuatro actores principales, a saber, los caudillos militares con inspiraciones tradicionalistas, el Imperio de Manchukuo del último Emperador restaurado de la dinastía Qing –PUYÍ (1932-1945)– y los representantes de dos ideologías estatales occidentales adoptadas, a saber, el autocratismo nacionalista y semifascista del Partido Nacional Popular de CHIANG KAI-SHEK y el comunismo de MAO ZEDONG, de los cuales venció, en 1949, este último como la ideología eurodescendiente más compatible con las tradiciones chinas1304. Preguntando por los elementos transversales de las transformaciones asiáticas y norafricanas, se señala, en primer lugar, el reemplazo de las tradiciones legales propias por el derecho europeo. Ya en 1858, el Imperio Otomano adoptó un código penal según inspiraciones francesas, mientras su sucesor turco se orientó, en 1926, en el derecho penal italiano de 1889, bajo la eliminación de toda influencia de la sharia islámica. Paralelamente, Turquía adoptó el Código civil suizo de 1912, siendo el único Estado musulmán que eliminó por completo el derecho familiar islámico. Otro Estado de la tradición otomana, el Reino de Egipto, organizó su Código penal de 1937 también con base en el modelo italiano, mientras los 1.149 artículos del Código civil de 1949 se inspiraron en la estructura francesa, pero bajo exclusión del derecho familiar que se dejó en la esfera islámica. Por su parte, el Imperio de Japón adoptó, en 1898, el borrador del Código civil alemán y, en 1907, el Código penal del mismo país, estudiando incluso la dogmática jurídica alemana y distanciándose de penas tradicionales como la orden al seppuku. Por otra parte, la República de China introdujo, de 1929 a 1931, una síntesis del derecho civil alemán y suizo y, en 1935, el Código penal alemán, reemplazando de tal manera el Código Qing de la tradición confuciana. Cabe anotar que, desde 1949, estos códigos chinos se limitan territorialmente a Taiwán. En cambio, el Reino de Siam diseñó, en 1908, su Código penal bajo inspiraciones francesas e inglesas y, en 1925, su Código civil según influencias alemanas. De igual forma, Persia se valió en 1928 y 1935 de fuentes francesas, pero la estructura occidental del código fue llenado con muchos contenidos islámicos, especialmente en los ámbitos del derecho de familia y matrimo-
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nes en el espíritu de la teoría del fundador republicano SUN YAT-SEN. Textos: WEBMASTER VERF. NET, Verf. der Welt, op. cit. Véase CHIANG HAI-CHAO, Die Wandlungen im chinesischen Verf. recht seit dem Zus.bruch der Mandschu-Dynastie, Berlín, Heymann, 1937; ERIC CHIYEUNG IP, “Building Constitutional Democracy on Oriental Foundations”, en revista Historia Constitucional, núm. 9, Madrid, CEPC, 2008, págs. 327-338; HOBSBAWM, La era del imperio, op. cit., págs. 290 y ss; MÜHLEMANN, Chinas Experimente, op. cit., págs. 95 y ss; RUÍZ M., El modelo chino, op. cit., págs. 111-125, 121 y s; HELWIG SCHMIDT-G., Das neue China, 6a ed., Múnich, Beck, 2014, págs. 15 y ss, 43 y ss; JONATHAN D. SPENCE, The Search for Modern China, Nueva York, Norton, 1991, págs. 224 y ss, 262 y ss, 275 y ss, 294 y ss; HELGA STAHL, “Vom Kaiserreich zur VR”, en DORIS FISCHER & CHRISTOPH MÜLLER-H. (Eds.), Länderbericht China, Bonn, BPB, 2014, págs. 181-220, 181 y ss; HAROLD M. TANNER, China, A History, Indianapolis, Hackett, 2009, págs. 419 y ss. MÜHLEMANN, Chinas Experimente, op. cit., págs. 242 y ss, 275 y ss; SCHMIDT-G., Das neue China, op. cit., págs. 56 y ss, 71 y ss; SPENCE, The Search for Modern China, op. cit., págs. 361 y ss, 484 y ss, 514 y ss; STAHL, Vom Kaiserreich zur VR, op. cit., págs. 188 y ss; TANNER, China, op. cit., págs. 501 y ss.
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nial chiíto. Por su parte, el Código penal etíope de 1930 combinó influencias de varios códigos occidentales con tradiciones propias. Puede sorprender la gran influencia de los códigos alemanes y suizos; sin embargo, es claro que esto se debe a que los mismos fueron en ese entonces los más modernos de Europa, aparte de la reputación líder de la ciencia jurídica centroeuropea y de la confiabilidad de no representar intereses imperialistas propios. En todo caso, sería falso partir de transferencias jurídicas mecánicas, pues las modificaciones intencionadas, los errores de traducción y la aplicación por juristas formados en las tradiciones orientales, promovieron que la respectiva práctica jurídica se acercó a una mezcla transcultural1305. Cabe destacar que la autoeuropeización de los Estados orientales se presentó de modo más evidente en su legislación represiva relativa al uso de vestidos tradicionales. En efecto, China prohibió en 1911 las trenzas de los hombres y los pies atados de las mujeres, mientras Turquía impidió, a partir de 1924, el uso de los sombreros fez, los turbantes, los velos femeninos y los pantalones otomanos. También el Imperio Persa obligó, en 1927, 1929 y 1935, a los hombres a usar ropa y sombreros occidentales y, en 1936, a las mujeres a renunciar al chador, lo que se ejecutó por policías que desvelaron a la fuerza. El Reino de Siam siguió, en 1941, con el decreto de vestimenta thai que pretendió occidentalizar la apariencia pública del pueblo1306. Una intervención muy simbólica fue la abolición del tradicional matrimonio poligámico, que ocurrió en Japón en 1898, en China en 1912, en Turquía en 1926 y en Siam en 1935, mientras ha sobrevivido en otros Estados orientales como Afganistán y Yemen1307. En la misma línea, desapareció el harén de los jefes de Estado de Siam que había ocupado el palacio interior hasta la muerte del Rey CHULALONGKORN (1910). De igual forma, puede indicarse la abolición legal de la esclavitud a partir de un docu1305
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P. ej. Türk Medenî Kanunu, Código civil turco, ley núm. 743 de 1926, en Gaceta, núm. 339, de 1926; Türk Ceza Kanunu, Código penal turco, ley núm. 765 de 1926, en Gaceta, núm. 320, de 1926. Véase HAKAN HAKERI, “Geschichte des türkischen Strafrechts und ausländische Einflüsse auf die türkische Strafrechtsdogmatik”, en ERIC HILGENDORF (Ed.), Das Strafrecht im dt.-türk. Rechtsvergleich, Würzburg, Univ., 2009, págs. 73-102; RÜDIGER HAM, “Zur Rezeption des dt. BGB in China”, en VANESSA DUSS et al. (Eds.), Rechtstransfer in der Geschichte, Múnich, Meidenbauer, 2006, págs. 181 y ss; URSULA HEPPERLE, Die Stellung der Frau im islamisch-sunnitischen und röm.-kath. Recht, Berlín, Lit, 2006, págs. 77 y ss; PLAGEMANN, Allahs Gesetz/ Modernisierung, op. cit., págs. 101 y ss; ROHE, Das islamische Recht, op. cit., págs. 183, 203 y ss; SCHENCK, Der dt. Anteil, op. cit., págs. 268 y ss, 310 y ss; SCHLOSSER, Grundzüge, op. cit., págs. 215 y ss; CHRISTIANE WENDEHORST, “Rezeption dt. Zivilrechts”, en JÖRG M. JEHLE et al. (Eds.), Rezeption und Reform im japanischen u. dt. Recht, Göttingen, Univ., 2008, págs. 19-30; ZWEIGERT & K., Comparative Law, op. cit., págs. 155 y s, 179, 297 y ss. YASEMIN DOĞANER, “The Law on Headdress and Regulations on Dressing in the Turkish Modernization”, en revista Bilig, núm. 51, Ankara, A. Yesevi Univ., 2009, pág. 33-54; MONIQUE GIRGIS, “Women in pre-revolutionary, revolutionary and post-revolutionary Iran”, 1996, ed. por IRAN CHAMBER SOCIETY, http://www.iranchamber.com/society/articles/women_prepost_revolutionary_iran1.php (5. 1.2018); Decreto sobre la vestimenta tailandesa de 1941, en The Royal Gazette, vol. 58, 1941, pág. 113. HEPPERLE, Die Stellung der Frau im islamisch-sunnitischen Recht, op. cit., págs. 47 y s, 61 y s, 70 y s.
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mento del imperialismo humanitario europeo, el Acta General de la Conferencia antiesclavista de Bruselas de 1890, en el cual participaron también dos de los grandes imperios receptores del tráfico de esclavos –el Otomano y el Persa– y uno de los principales traficantes –el Sultán de Zanzíbar–. El Imperio Otomano empezó con la supresión de la propiedad humana en este momento, seguido por Corea en 1894, Siam en 1905, China en 1906, Afganistán en 1923, Nepal e Irak en 1924, Persia en 1928 y Etiopía en 1942. Los acuerdos internacionales de 1926 y 1956 eliminaron definitivamente la esclavitud1308. Ahora resulta pertinente contextualizar dichos fenómenos que no hubieran sido imaginables un siglo antes. Los mismos encuentran su raíz principal en el papel pionero de Europa en la gran transformación de la doble revolución ilustrada e industrial, que otorgó a los Estados fundadores tanto un poder militar irresistible como una dominación cultural y económica sin precedente. Europa misma desarrolló una retórica de poder, subrayando su papel líder al estilo de una supuesta misión civilizatoria para difundir valores universales al estilo de un imperialismo desarrollista y humanitario1309. Precisamente, la estructura de motivación trabajó a través de los efectos social-psicológicos de la humillación y degradación de Asia al estilo de una serie de golpes existenciales a la autoestima propia. Por ejemplo, el Imperio de China había sido alrededor de 1800 el Estado agrocivilizatorio más poderoso, desarrollado y rico del mundo con el dominio sobre casi un tercio de la población mundial. Todavía en 1794, los diplomáticos británicos necesitaron presentarse en el ritual sumiso de una legación tributaria y no recibieron el trato comercial preferencial deseado, pues la potencia mundial de China no pudo reconocer ningún interés en los productos europeos. Sin embargo, el Imperio celestial tuvo que sufrir en las Guerras del Opio (1839-1842, 1856-1860) la drástica derrota que significaba no ser más el centro del universo y no poder defenderse contra el Reino pequeño y lejano de Gran Bretaña, que peleó antiéticamente en nombre del libre narcotráfico y que incluso pudo tomar la capital Beijing en 1860. La segunda toma de Beijing en la Guerra de los Bóxers del año 1900 por un ejército de coalición de siete Estados occidentales, que intentaron terminar y vengar una serie de ataques paramilitares a sus delegaciones, los cuales habían sido tolerados por el gobierno chino, fue percibida todavía como más humillante. Paralelamente, China tuvo que percibir que el Estado tradicionalmente más acomodado del mundo, significó ahora –medido en los nuevos estándares de la riqueza industrial– nada más que un gran asilo de pobres. Por los tratados desiguales de 1842 a 1901, Gran Bretaña, los EE.UU., Francia, el Imperio Alemán y Rusia presionaron a China a aceptar el derecho internacional público europeo, a permitir un acceso comercial ilimitado incluyendo el narcotráfico inglés, a entregar conce1308
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Acte général de la Conférence de Bruxelles et déclaration de 1890, op. cit.; FLAIG, Weltgeschichte der Sklaverei, op. cit., págs. 210 y ss; NUSSBERGER, Das Völkerrecht, op. cit., pág. 90. Comp. JEAN BRICMONT, Impérialisme humanitaire, Bruselas, Aden, 2005; IMMANUEL WALLERSTEIN, European Universalism, The Rhetoric of Power, Nueva York, New Press, 2006.
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Img. 123: Caricatura francesa de 1898 sobre la política europea frente a China en la era de los tratados desiguales: VICTORIA de Gran Bretaña, GUILLERMO II de Alemania y NICOLÁS II de Rusia combaten con cuchillos por China, bajo la observación de la Mariana francesa y el Emperador MEIJI de Japón y ante un funcionario chino horrorizado que intenta pararlos, sin tener el poder real para hacerlo1310
siones lucrativas de la modernidad industrial a empresas occidentales –por ejemplo de ferrocarriles y barcos de vapor–, a conceder puertos completos a manos europeas, a tolerar actividades misionarias del cristianismo, a pagar reparaciones y a sufrir la presencia de militares extranjeros. Los 9.000 kilómetros de ferrocarriles, construidos entre 1876 y 1911 por empresas occidentales, dieron cuenta de la evidente superioridad del industrialismo1311. Del mismo modo, la potencia mundial agrocivilizatoria del Imperio Otomano sufrió, desde la batalla naval de Navarino de 1827, una serie de derrotas militares y se vio parodiado de modo insultante como el Hombre enfermo del Bósforo1312. Por su parte, el Imperio Persa tuvo que percibir, en 1907, que Gran Bretaña y Rusia acordaran zonas de intereses económicos en el territorio persa, sin dejar participar al gobierno persa en las negociaciones, con la consecuencia de una actuación explotadora de la británica Compañía Anglopersa de Petróleo a partir de 1909 con el fin de apropiarse de los recursos fósil-energéticos de Masjed-e Soleyman para impulsar la flota de batalla inglesa1313. 1310 1311
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HENRI MEYER, “En Chine, Le gâteau des Rois et des Empereurs”, en revista Le Petit Journal, 1898. Tratado anglo-chino de paz de Nanking de 1842, ed. por GREWE, Fontes, t. 3-1, op. cit., págs. 258 y ss; Protocolo Boxer de restablecimiento de relaciones de amistad de 1901, ed. por GREWE, Fontes, t. 3-1, op. cit., págs. 281 y ss. Véase MÜHLEMANN, Chinas Experimente, op. cit., pág. 342; NOLTE, Weltgeschichte, op. cit., págs. 138 y s; SCHMIDT-G., Das neue China, op. cit., págs. 15 y ss; SPENCE, The Search for Modern China, op. cit., págs. 143 y ss, 158 y ss. GUDRUN KRÄMER, A History of Palestine, Princeton, Univ. Press, 2008 (título original en alemán de 2003), pág. 39; LEWIS, The Middle East, op. cit., pág. 331. Tratado anglo-ruso sobre Persia, Afganistán y Tíbet de 1907, ed. por GREWE, Fontes, t. 3-1, op. cit., págs. 355-360. Entre 1914 y 1918, hubo una invasión anglo-rusa frente a la cooperación del Sah con los Imperios Alemán y Otomano. Siguió el Acuerdo Anglo-Persa de 1919 para fortalecer la Compañía.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
Img. 124: Caricatura de 1877 que muestra la visión de una futura partición del Imperio Otomano entre las potencias europeas ante el Sultán horrorizado ABDUL HAMID II (18761909)1314
En vista de las crisis existenciales, los dirigentes, funcionarios e intelectuales asiáticos empezaron a repensar cómo hacer al propio Estado nuevamente fuerte y exitoso. Una estrategia prometedora consistió en estudiar y adoptar conceptos políticos occidentales. En 1861, el príncipe chino GONG fundó la unidad Zongli Yamen para asuntos europeos y, un año después, él creó la Escuela para idiomas extranjeras. Con la misma, empezó la transmisión sistemática del conocimiento de la doble-revolución ilustrada e industrial que llevó, en 1898, a la fundación de la Universidad imperial de Beijing según conceptos europeos. Articularon un significado semejante, en Tokio la Universidad de 1877, en Teherán la escuela política de 1899 y la Universidad de 1934, en Bangkok la escuela de funcionarios públicos de 1899 y la Universidad de 1917, en Constantinopla la casa de las ciencias de 1900 y la Universidad de 1933 o en Kabul la Universidad de 1932. Algunos monarcas asiáticos viajaron personalmente a Europa, como NASEREDDÍN SAH KAYAR de Persia en 1873, 1878 y 1889 o CHULALONGKORN de Siam en 1897 y 1907. Paralelamente, un número creciente de asesores europeos recibió invitaciones para promover reformas militares, administrativas, policiales, normativas, escolares, urbanas, la construcción de ferrocarriles y la telegrafía. Como ejemplo pueden servir las misiones militares alemanas en el Imperio Otomano a partir de 1882. El asesor típico se presentó estilísticamente con una mezcla caprichosa entre la autoestima y arrogancia del civilizador frente al supuesto inferior, la auto-confianza del defensor de valores humanitarios, el encanto del gentleman con modales finos, la frialdad del autocontrol emocional, la disciplina absoluta y el cálculo racional de consecuencias para imponer estratégicamente sus intereses. La estrategia de adaptación sirvió del mismo modo para recibir la ahora estimada aceptación en la nueva comunidad mundial, eurocéntrica y exclusiva de los así llamados Estados civilizados1315. Durante algunos decenios, Europa asumió un poder casi ab1314 1315
Peace Rumors, Let us have (a) Peace (Piece), de 1877 de THOMAS NAST (1840-1902) GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., págs. 445 y ss.
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soluto de definición de los estándares civilizatorios, frente a lo cual casi todas las tradiciones orientales fueron interpretadas como tiránicas, clientelistas, irracionales, ineficientes, inhumanas y, en las variantes más optimistas, como románticas, místicas, exóticas, aventureras y de tal manera también irracionales1316. La clave del acceso europeo a las mentes orientales fue la educación, pues los colegios y Universidades europeos recibieron cada vez más príncipes e hijos de funcionarios orientales, de modo que las evaluaciones eurocéntricas y las nuevas teorías líderes se difundieron directamente hacia los palacios orientales. Entre Constantinopla y Beijing, se transmitió la auto-percepción de defectos frente a un nuevo núcleo vanguardista de la transformación universal, que había crecido de modo endógeno en Europa, lo que recomendó la estrategia de adopción para mejorar el propio futuro. b) Las conquistas directas por parte de los imperios industriales de Europa: Birmania, la India fluvial-costera e Indonesia De los fenómenos descritos hay que diferenciar el destino de otros Estados del antiguo cinturón de las civilizaciones agrarias, que fueron conquistados por las potencias industriales con buques de vapor, ametralladoras y disciplina militar. Al respecto, se puede citar el destino del Reino budista de Birmania que fue conquistado, en 1885, por la Gran Bretaña victoriana, después de que el Rey THIBAW de Mandalay había hecho jurídicamente responsable a una empresa británica de madera de teca por excesos en la explotación ambiental y, además, él había rehusado al deseo inglés de subordinar sus relaciones exteriores a un protectorado londinense1317. Fue mucho más sorprendente, la entrada de Gran Bretaña a la línea de legitimidad del Imperio Mogol en el subcontinente de la India, cuando este se desintegró con su llegada al final del ciclo subcontinental, que se caracterizó por una durabilidad imperial típica no mayor a dos o tres siglos. Ya en la fase final del antiguo régimen, una empresa comercial de Londres, la Compañía Británica de las Indias Orientales (EIC) –pero no el Estado británico– se había integrado al círculo de los príncipes territoriales de la India, asumiendo la función del nawab de Bengala como vasallo del Imperio Mogol (1756, 1793)1318. Sin embargo, el vasallo pudo cambiar de facto la jerarquía cuando se apropió, en la crisis estatal de 1803, de los territorios de la corona imperial de SHAH ALAM II, supuestamente para protegerlos. Además, en vista de la creciente desigualdad industrial del armamento, el Raja Company conquistó, entre 1799 y 1856, una serie
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Sobre el exotismo romántico, véase HOBSBAWM, La era del imperio, op. cit., págs. 89 y s. Crítico frente el orientalismo occidental: EDWARD SAID, Orientalism, Nueva York, Vintage Books, 1978. PETER CHURCH, A Short History of South-East Asia, 5a ed., Singapore, J. Wiley, 2009, pág. 112; DÖRR, Die Inkorporation, op. cit., págs. 277 y ss; THANT MYINT-U, The Making of Modern Burma, Cambridge, Univ. Press, 2001, págs. 1 y ss, 130 y ss, 186 y ss. Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 691 y ss.
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de Estados dinásticos1319, lo que transformó a Bengala en la potencia más poderosa del sistema de Estados del subcontinente. La misma gobernó primordialmente las orillas de los grandes ríos Ganges e Indo y las costas marítimas. LA EXPORTACIÓN DE LA 3a REVOLUCIÓN DE LA FORMACIÓN DEL ESTADO A LAS PARTES NO EUROPEAS DEL ANTIGUO CINTURÓN DE LAS CIVILIZACIONES
Estados soberanos (adopción ‘autónoma’ de la tercera revolución de la formación del Estado)
Situación a finales del siglo XIX
Estados mediatizados por las potencias industriales de Europa (vasallos, protectorados) Territorios anexionados por las potencias globales de Gran Bretaña, Francia, Rusia, Países Bajos y EE.UU.
Mapa 291320
No obstante, cuando el soberano formal, el Emperador mogol BAHADUR SHAH II, junto con siete principados y tres monarcas destituidos, intentó disciplinar a su vasallo prepotente, estalló la sangrienta Guerra mogol-EIC, en la cual intervino el Estado británico y derrocó, en 1858, a los dos, tanto al último Emperador como al príncipe-empresa de Bengala1321. Los Estados surasiáticos de dicha compañía fueron confiscados por la corona inglesa, de modo que la Reina VICTORIA de Gran Bretaña se proclamó, en 1876, retomando la línea de tradición del Imperio Mogol, Emperatriz de la India, lo
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La mitad de Mysore en 1799, Arcot en 1801, Kandy (Sri Lanka) en 1815, Bundelkhand en 1817, Pune (marathas) en 1818, Ahom (Assam) en 1826, Coorg en 1834, Sindh en 1839, Satara en 1848, Punjab, Jaitpur y Sambalpur en 1849, Nagpur y Jhansi en 1853, Thanjavur en 1855 y Oudh en 1856. Mapa: BERND MARQUARDT. En Gran Bretaña, se habló de la Rebelión de los Cipayos, a pesar de que, en términos jurídicos, el señor feudal no puede rebelarse contra su vasallo, sino solo al revés. Véase Government of India Act de 1858, 21 & 22 Vict. c. 106 y FERGUSON, Empire, op. cit., págs. 66 y ss
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que imitaron sus cuatro sucesores1322. Este poder estatal incluyó aproximadamente la mitad de la superficie del subcontinente bajo una orientación fluvial y costera. Hay que anotar que la forma jurídica no fue la colonia, sino la unión personal entre ambas coronas, la británica y la post-mogol. La Sociedad de Naciones de 1919 reconoció este constructo por entender a la India como uno de sus Estados miembros. Cabe destacar que Londres estimó a la India como la joya de corona de su Imperio mundial y cooptó selectivamente algunos indios al círculo de la élite imperial –por ejemplo, el líder musulmán AGA KHAN III logró ser miembro del consejo privado de la corona británica (1934)–, pero también es cierto que el gobierno inglés reclamó un poder de definición absoluto sobre los temas y fines de la gran transformación sin preguntar a los indios. El Imperio de la India de los Hanóver y Sajonia-Coburgo-Gotha, puede calificarse como una monarquía autocrática moderna no participativa, gobernado por un Virrey enviado por un tiempo con su consejo gubernamental. Se introdujo inmediatamente el modelo europeo de la revolución de la soberanía, es decir, se reorganizó la administración pública, la justicia, las finanzas y el ejército. Además, se construyeron, hasta 1929, aproximadamente 66 mil kilómetros de ferrocarriles –la segunda red más larga del mundo–. Para la transmisión del conocimiento europeo de la doble-revolución ilustrada e industrial, se fundaron en 1857 las Universidades de Calcuta y Bombay, en 1875/1920 la de Aligarh y en 1922 la de Delhi. En 1860, el Imperio de la India introdujo su Código penal incluyendo elementos del imperialismo humanitario ilustrado como la abolición del aplastamiento de personas por elefantes guiados, la penalización de la esclavitud, la criminalización del sati (la autocremación de una viuda solidaria) como homicidio y la prohibición de la poligamia. Siguieron el Código procesal penal de 1861, la Ley para la prevención del infanticidio femenino de 1870 enfocada en el objetivo de romper con el método establecido del control demográfico, la Ley probatoria de 1872 y la Ley de edad de consentimiento de 1891 para proteger a las niñas tempranamente casadas a la edad de los 12 años. De modo complementario, la legislación de 1861 creó varias cortes supremas que aplicaron eminentemente los principios del common law británico. De tal manera, se reemplazaron múltiples tradiciones jurídicas musulmanas e hindúes, aunque esto no ocurrió por completo, como lo subraya el reconocimiento del derecho hindú en asuntos personales por la Ley sobre el derecho de las provincias centrales de 1875 y su equivalente musulmán en forma de la posterior Ley sobre la aplicación de la sharia de 19371323. Otra materia llama1322
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Royal Titles Act de 1876, 39 & 40 Vict., c. 10. Comp. GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., pág. 442; OSTERHAMMEL & J., Kolonialismus, op. cit., pág. 64. Indian Penal Code, Ley 45 de 1860; Code of Criminal Procedure, Ley 25 de 1861; Female Infanticide Prevention Act, Ley 8 de 1870; Indian Evidence Act, Ley 1 de 1872; Central Provinces Laws Act, Ley 20 de 1875; Age of Consent Act, Ley 10 de 1891; Muslim Personal Law Application Act, Ley 26 de 1937. Comp. JÖRG FISCH, Tödliche Rituale, Fráncfort, Campus, 1998, págs. 262 y ss, 323 y ss; MAHENDRA PAL S., Outlines of Indian Legal & Constitutional History, 8a ed., reimpr., Delhi, Univ. Law, 2010, págs. 107, 112, 119 y ss; ROHE, Islam. Recht, op. cit., págs. 284 y s; ZWEIGERT & K., Comparative Law, op. cit., págs. 225 y ss.
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tiva fue la legislación forestal de 1865, 1878 y 1927 que llevó a la estatalización de los bosques bajo el ideal de la conservación y sostenibilidad, basándose en la escuela alemana de la silvicultura, con formidables resultados en un subcontinente densamente poblado con una dinámica demográfica de crecimiento1324. Además, se señala la esfera del derecho político, pues por la promulgación de las cuatro leyes constitucionales de 1909 a 1935, se maniobró el Imperio de la India hacia el perfil de una monarquía constitucional con una estructura semi-federal y una representación parlamentaria elegida1325.
Img. 125: Capital de tipo europeo en el Imperio de la India: el barrio administrativo de Nueva Delhi, construida de 1911 a 1929, con el Palacio del Virrey (izquierda superior), el edificio del Parlamento (la construcción circular en el borde derecho) y la plaza Connaught (primer plano)1326
Entre aquellos surasiáticos que nacieron como la primera generación en la unión británico-india, estuvieron varios intelectuales que estudiaron derecho en Universidades inglesas y, después de su regreso, empezaron a comprometerse para crear una estatalidad independiente en la India, sin gobierno británico, pero mucho más anclado en la tercera revolución de la formación del Estado de tipo europeo como en las tradiciones agrocivilizatorias del propio antiguo régimen. Los abogados MAHATMA GANDHI (1869-1948), MUHAMMAD ALI JINNAH (1876-1948) y JAWAHARLAL NEHRU (18891964) son ejemplos famosos de esas carreras de la era de transformación1327.
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Indian Forest Acts, Ley 7 de 1865, Ley 7 de 1878 y Ley 16 de 1927; BERTHOLD RIBBENTROP, Forestry in British India, Nueva Delhi, Indus Publ., 1989, págs. 15 y ss. Indian Councils Act de 1909, 9 Edw. 7 c. 4; Government of India Act de 1915, 5 & 6 Geo. 5 c. 61; Government of India Act de 1919, 9 & 10 Geo. 5 c. 101; Government of India Act de 1935, 26 Geo. 5 & 1 Edw. 8 c. 2. Respecto a la India británica: KRÄMER, Geschichte des Islam, op. cit., pág. 268; HERMANN KULKE & DIETMAR ROTHERMUND, A History of India, 4a ed., Londres, Routledge, 2004, págs. 257 y ss, 267 y ss, 281 y ss; DIETMAR ROTHERMUND, Geschichte Indiens, 2a ed., Múnich, Beck, 2006, págs. 60-89; ÍD, Indien, Aufstieg einer asiatischen Weltmacht, Bonn, BPB, 2008, págs. 16 y ss, 54 y ss; PERCIVAL SPEAR, A History of India, 5a ed., Nueva Delhi, Penguin, 1990, págs. 116 y ss, 145 y ss. Foto de aprox. 1930. KULKE & R., A History of India, op. cit., págs. 291 y ss.
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El tercer caso llamativo puede sorprender, pues los pequeños Países Bajos se apropiaron de grandes partes del archipiélago Malayo. Después de que el Estado empresarial de VOC-landia se había establecido, en el siglo XVII, como una potencia regional dentro de la multitud de los sultanados islámicos de dicha zona insular, el Reino de los Países Bajos logró, en 1815, la sucesión de la VOC-landia disuelta en 1799, pero no se contentó con algunos puertos y plantaciones dispersas, sino que conquistó, en las guerras de 1821 a 1830, la isla de Java y sus alrededores, creando así las Indias Orientales Neerlandesas como el antepasado de la Indonesia de hoy1328. c) Los Estados protegidos entre la dependencia y la conservación de la tradición Aparte de los fenómenos de la autoadopción de la tercera revolución de la formación del Estado y de la anexión bélica por potencias europeas, puede identificarse el destino de un tercer grupo de Estados de Surasia y Noráfrica en la subordinación por debajo de la supremacía formal de un Imperio industrial de Europa sin perder su existencia particular. En el subcontinente de la India, los grandes Reinos de Hyderabad (214 mil km2), Cachemira (210 mil km2), Kalat (91 mil km2), Marwar (91 mil km2) y Mysore (76 mil km2), así como los Reinos medianos de Gwalior, Bikaner, Makran, Kharan, Bahawalpur, Jaisalmer, Jaipur, Mewar, Rewa, Indore, Baroda, y aproximadamente 200 monarquías adicionales con sus respectivas dinastías hindúes, islámicas, sijes y budistas, fueron mediatizadas, desde el año crucial de 1858, bajo el protectorado europeo de Gran Bretaña que reclamó la sucesión del Imperio Mogol1329. LAS TRANSFORMACIONES DE LA ESTATALIDAD EN LA INDIA 1740
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Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 693 y ss, 690 y s; CHRISTINA SCHOTT, Indonesien, Berlín, Links, 2015, págs. 74 y s. DÖRR, Inkorporation, op. cit., págs. 355 y ss; OSTERHAMMEL & J., Kolonialismus, op. cit., págs. 61 y ss; ÍD., Dekolonisation, op. cit., pág. 64; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., págs. 775 y ss; ÍD., Geschichte Staatsgewalt, op. cit., pág. 500; SPEAR, A History of India, op. cit., págs. 240 y ss. Mapas: BERND MARQUARDT.
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En el Sudeste asiático, hay que indicar el destino de los Reinos budistas y confucianistas de Camboya (1863), Annam (Vietnam, 1883) y Luang Prabang (Laos, 1893) que fueron mediatizados por el Imperio de NAPOLEÓN III y la República Francesa1331. En el archipiélago Malayo, debe señalarse el establecimiento de la dependencia de Reinos islámicos como Yogyakarta (1799), Surakarta (1799), Aceh (1824), Selangor (1874), Sulu (1876), Johor (1885), Brunéi (1888) y Kelantan (1909) por parte de los Países Bajos, Gran Bretaña y España1332. En Asia central, el ejército ruso mediatizó a los Kanatos de Bujará (1868), Kokand (1868) e Jiva (1873)1333. En el golfo Pérsico, se presentaron casos similares en varios Emiratos y Jecatos entre Dubai (1853) y Kuwait (1899), maniobrados bajo la influencia de los buques de guerra de Gran Bretaña. No se defendieron mejor varios Sultanados de Arabia del Sur (1886), Zanzíbar (1890) y Omán (1891), protegidos al fin por Gran Bretaña. Por su parte, fueron mediatizados en África del Norte, la monarquía del Rey de Túnez por la República Francesa (1881)1334, el Sultanado de Marruecos por Francia y España (1912)1335 y muy brevemente el Reino del Jedive y Sultán de Egipto por Gran Bretaña (1914-1922)1336. Debe reconocerse una variante muy especial del protectorado en el Reino de Sarawak en la isla de Borneo, gobernado de 1841 a 1941 por los rajas blancos de la familia inglesa Brooke1337.
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P. ej. Tratados de Hué de 1883 y 1884. Comp. JOEL BRINKLEY, Cambodia’s Curse, Nueva York, Public Affairs, 2011, pág. 25; JUSTIN CORFIELD, The History of Cambodia, Santa Barbara, ABC Clio, 2009, págs. 23 y ss; ÍD., The History of Vietnam, Westport, Greenwood, 2008, págs 25 y ss; KARL-H. GOLZIO, Geschichte Kambodschas, Múnich, Beck, 2003, págs. 116 y ss. Atjeh fue conquistado en 1874 por los Países Bajos y, después de 1903, no hubo sultanes. Sulu fue eliminado en 1900 (1913) por los EE.UU. como gobierno sucesor de España en las Filipinas. En cambio, el protectorado sobre Brunéi continuó hasta 1984. Comp. CHURCH, A Short History of SouthEast Asia, op. cit., págs. 88 y ss; THEODOR SCHWEISFURTH, Völkerrecht, Tübingen, Mohr Siebeck, 2006, pág. 25; ADRIAN VICKERS, A History of Modern Indonesia, Cambridge, Univ. Press, 2005, pág. 10. En la mediatización, Rusia anexionó a Samarcanda, la segunda capital de Bujará (1868). Kokand fue anexionado en 1876. En las revoluciones de 1920, Bujará e Jiva (Corasmia) fueron transformados en repúblicas populares. En la reorganización étnica de 1924, los núcleos fueron unidas en forma del nuevo Estado soviético de Uzbekistán, bajo la pérdida de partes sustanciales a Tayikistán y Turkmenistán. Comp. NOLTE, Kl. Geschichte Russlands, op. cit., págs. 142 y ss; PETER ROUDIK, The History of the Central Asian Republics, Westport, Greenwood, 2007, págs. 71 y ss. HARTMANN, Staat und Regime im Orient, op. cit., págs. 243 y ss; HERBST, Staatensukzession und Staatsservituten, op. cit., págs. 67 y ss; SCHWEISFURTH, Völkerrecht, op. cit., pág. 25. Tratado de Fez de 1912. Francia pudo aprovecharse del golpe de Estado de 1908 entre dos hermanos de la dinastía marroquí, pues el ganador tuvo que buscar la ayuda militar contra insurgentes. Sin embargo, los franceses entronizaron un tercer hermano en 1913. Comp. CLEMENS AMELUNXEN, “Staatsaufbau und Verf.entwicklung in Marokko”, en anuario JöR, t. 38, Tübingen, Mohr Siebeck, 1989, págs. 499-524, 501 y ss; SUSAN GILSON M., A History of Modern Morocco, Cambridge, Univ. Press, 2013, págs. 88 y ss; HARTMANN, Staat u. Regime, op. cit., págs. 234 y ss. GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., pág. 443; HARTMANN, Staat u. Regime, op. cit., págs. 55 y ss; OSTERHAMMEL, Kolonialismus, op. cit., pág. 63; ZIEGLER, Völkerrechtsgeschichte, op. cit., págs. 196 y ss. CHURCH, A Short History of South-East Asia, op. cit., pág. 89.
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En general, los Estados dinásticos ‘protegidos’ sobrevivieron con sus monarcas e instituciones propias, pero no fueron reconocidos como miembros inmediatos e iguales del derecho internacional público europeo en proceso de expansión y estandarización global1338. En los comienzos, este déficit casi no fue palpable, especialmente cuando quedó ausente una conquista dramática al estilo de la invasión francesa en Annam en 1883 y 1884, pues se dio típicamente una reorientación casi voluntaria a la comunidad de paz de la potencia zonal más fuerte. La respectiva potencia industrial protectora solo estuvo presente a través de embajadores, llamados residentes, y en la perspectiva de los Estados protegidos, se trató de una prolongación de las relaciones internacionales jerárquicas bien conocidas en los sistemas imperiales otomano, mogol y chino, mientras la exclusión de las relaciones con otros Estados industriales de Occidente no se consideró como desventajosa. Sin embargo, se trató de una trampa a largo plazo, pues en las nuevas constelaciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial, a veces fue posible aprovecharse de los títulos sucesores de los protectorados para dejar desaparecer al respectivo Estado.
Img. 126: En los protectorados británicos, ocurrió una especie de protección cultural del antiguo régimen: todavía de 1929 a 1943, el Rey UMAID SINGH de Marwar construyó, en las cercanías de Jodhpur, uno de los palacios reales más grandes de todos los tiempos, combinando elementos indios y europeos. Sólo poco después, su sucesor HANWANT SINGH fue testigo de la incorporación a India (1948), mientras GAJ SINGH vivió la disolución definitiva del Estado (1956) y la abolición de todos los títulos reales (1971)1339
Notablemente, la gran transformación entró en los Estados protegidos con menor intensidad que en los Estados asiáticos, que preservaron su soberanía. Especialmente, los protectorados británicos funcionaron al estilo de un proteccionismo del antiguo régimen, de modo que un Estado como el Reino del nizam de Hyderabad –comparable 1338
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Respecto a la categoría jurídica de protectorado: GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., págs. 471 y ss; ZIEGLER, Völkerrechtsgeschichte, op. cit., pág. 176, 197. Cit. por Taj Hotel Resorts and Palaces.
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territorialmente con la misma Gran Bretaña– continuó hasta 1948 como una monarquía tradicional con un Rey inmensamente rico y súbditos rurales sin alfabetización. En efecto, los diseños estatales del antiguo régimen sobrevivieron en aquellos Estados muchas veces hasta la época de la Segunda Guerra Mundial y no ocurrieron aniquilaciones culturales por dictadores modernizantes, con la mera excepción de la eliminación de las costumbres de muy mala fama en la perspectiva ilustrada-europea como, por ejemplo, la combustión de viudas (sati), el infanticidio femenino, la esclavitud, la tortura procesal y las penas corporales, que se habían abolido solo poco antes en el Occidente mismo. Solo algunos de los Estados protegidos adoptaron el estilo de la constitución escrita, así por ejemplo los Sultanados malayos de Johor en 1895 y de Terengganu en 1911, que acentuaron el poder absoluto del respectivo monarca y prohibieron la cesión de territorios a las potencias europeas1340. No obstante, la dinámica global de la gran transformación, que había entrado a las cabezas de las nuevas élites autóctonas a través de la realización de sus estudios universitarios en Europa, alcanzó al final de la Segunda Guerra Mundial una fuerza que hizo aparecer cada vez más a los gobiernos de los maharajas y sultanes como meros monumentos del pasado. Lo anterior tuvo como consecuencia que la retirada de las potencias protectoras empujara una ola fuerte de republicanización; aunque hay que anotar excepciones notables como la fundación de la federación de nueve Sultanados malayos en 19571341, la continuidad de los Sultanados de Brunéi, Omán y Marruecos, la perduración suave de los Sultanados de Yogyakarta y Surakarta dentro de Indonesia, la resurrección del Reino de Camboya (interrumpido de 1970 a 1993) y el caso de las monarquías de petróleo en el golfo Pérsico. d) Los nichos retirados de la conservación pasajera del antiguo régimen Cabe indicar un cuarto grupo de Estados asiáticos que se caracterizaron por ser apartados de la política mundial y que casi no fueron tocados por la tercera revolución de la formación del Estado. Mejor dicho, los Reinos aislados en alta montaña de Tíbet, Nepal, Bután, Afganistán y Yemen1342, lograron prolongar su antiguo régimen agrocivilizatorio hasta la mitad del siglo XX. Es preciso señalar que la expedición británica de 1904 al Reino teocrático del Tíbet, no mostró efectos perdurables, mientras el Reino de Afganistán defendió militarmente su derecho a no ser transformado a la fuerza, pues paralizó las invasiones británicas de 1878 y 19191343. Ninguno de estos Estados articuló un interés en la Sociedad de Naciones de 1919, con excepción de Afganistán 1340
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HASHIM MUSA, “The Terengganu State Legal Text of 1911”, en revista Social Sciences & Humanities, vol. 20., núm. 3, Serdang, Univ. Putra Malaysia Press, 2012, págs. 683-694. Johor, Pahang, Terengganu, etc. CHURCH, A Short History of South-East Asia, op. cit., págs. 95 y ss. DRESCH, A History of Modern Yemen, op. cit., págs. 28 y ss, 49 y ss. 2ª Guerra Anglo-Afgana (1878-1880), 3a Guerra Anglo-Afgana con la Paz de Rawalpindi (1919); SCHNETTER, Kl. Geschichte Afghanistans, op. cit., págs. 55 y ss, 66 y ss, 74.
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(1934)1344. El mismo país fue el único de los cinco que fundó una Universidad de tipo europeo (1932). El Tíbet budista del Dalai Lama se autoprotegió, hasta 1950, por la prohibición estricta de la entrada de extranjeros1345. La monarquía vecina del Rey dragón de Bután pudo sustraerse a la gran transformación incluso hasta el inicio del siglo XXI, a través de una política de proteccionismo cultural consistente en cerrar el país a las influencias exteriores1346. B)
DESPUÉS DEL PUNTO DE NO RETORNO: LOS ESTADOS SOBERANOS ENTRE LA TEORÍA EURO-DESCENDIENTE Y LA BÚSQUEDA DEL CAMINO PROPIO (1940-2000)
a) Asia para los asiáticos Las décadas de 1940 y 1950 se caracterizaron por una aceleración transformadora sustancial en vista de cinco dinámicas interdependientes: en primer lugar, terminó la breve era del dominio europeo directo, que había sido un hijo de corta vida de la ventaja inicial de la generación afortunada de finales del siglo XIX en la transformación industrial, sin que hubiera existido la oportunidad real de consolidar Imperios planetarios perdurables, pues se trató de burbujas de una constelación extremadamente excepcional que reventaron casi automáticamente con la difusión progresiva de la gran transformación. De todas maneras, en los años 40, las élites autóctonas europeizadas alcanzaron un nivel de formación y autoestima para dirigir activamente los conceptos estatales euro-descendientes ahora estimados en contra del dominio europeo indeseado. En segundo lugar, cabe destacar que el renacimiento de la autoestima asiática se inspiró en dos contextos bélicos paralelos, observando tanto el colapso militar de Francia y Países Bajos en la guerra europea de 1940, como percibiendo los éxitos espectaculares del imitador industrial Japón en la Guerra Asiática-Pacífica –en particular entre 1940 y 1943– cuando el país del sol naciente desafió como el gran conquistador a los cuatro potencias occidentales de Francia, Gran Bretaña, EE.UU. y Países Bajos1347, aunque fracasó por fin en 1945. El eslogan anti-europeo Asia para los asiáticos del ejér1344
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Gran Bretaña reconoció la independencia de Afganistán en la Paz de Rawalpindi de 1919, de Nepal en 1923 (confirmada en 1950 por India) y de Yemen (del Norte) en 1934. El Tíbet declaró en 1913 su independencia de China, pero no buscó formalizarla por acuerdos internacionales. Bután continuó hasta 1947 en el papel de un protectorado británico. En 1949, India reconoció la independencia. Sobre Tíbet: MELVYN C. GOLDSTEIN, A History of Modern Tibet, Berkeley, Univ. of California Press, 1989, págs. 41 y ss, 369 y ss; LUDWIG, Tibet, op. cit., págs. 70 y s, 158 y ss. Transformado por Constitution of the Kingdom of Bhutan de 2008, op. cit. Conquista de la Indochina francesa, de la Indonesia neerlandesa, de la Malasia británica, del Singapur británico, del Hong Kong británico, de la costa británica de Borneo (con Brunéi), de la Nueva Guinea británica (parte norte), de la Birmania británica, de las Filipinas y Guam estadounidense, de algunas de las islas Aleutianas en Alaska; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., págs. 1102 y ss.
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cito japonés1348, retomó y promovió con precisión los sentimientos y deseos de la década. Estos desarrollos en la mentalidad asiática se cruzaron, en una interacción compleja, con la implosión del interés europeo en asumir la costosa y enervante responsabilidad gubernamental más allá de la democracia propia, lo que sucedió en el caso inglés muy voluntariamente y en el caso francés bajo confrontaciones iniciales – pues París pretendió recuperar su reputación dañada en las derrotas bicontinentales de 1940– pero en seguida también cada vez más al estilo de una retirada ineludible. En esta constelación, se dio una ola de recuperaciones de soberanía en antiguas y nuevas fronteras: de Líbano y Siria en 1943, de Indonesia en 1945/1949, de Vietnam en 1945/ 1954, de Jordania en 1946, de India y Pakistán en 1947, de Birmania, Palestina y Sri Lanka en 1948, de Libia en 1951, de Camboya y Laos en 1954, de Marruecos y Túnez en 1956, de Malasia en 1957, de Chipre en 1960 y de Argelia en 1962. Como el tercer punto referencial, quiere señalarse que ocurrieron, en la segunda mitad de la década de 1940, las últimas grandes conquistas exterminadoras de Estados, pues la nueva república india eliminó a Hyderabad (1948) y China lo hizo con el Tíbet (1950)1349. En cuarto lugar, llama la atención que se cayó la mayor parte de los tronos orientales: en Vietnam en 1945/1956, en Sarawak en 1946, en los aproximadamente 200 Reinos de la India en 1947-1949, en el Tíbet en 1950/1959, en Egipto en 1953, en los Reinos incorporados a Pakistán desde 1955, en Túnez e Irak en 1958, en Yemen en la larga guerra civil de 1962 a 1970, en los micro-Sultanados de Arabia del Sur en 1967, en Etiopía en 1974, en Laos y Sikkim en 1975 y en Persia en 1979. Como la quinta dinámica de peso, vale la pena indicar que China, Vietnam, Japón, India y varios otros Estados encontraron su forma política estable para el próximo medio siglo. b) La formación definitiva de los Estados Una de las preguntas claves fue, cuál entidad territorial del ex cinturón de las civilizaciones preindustriales pudo ser transformado en un Estado moderno y soberano. Partiendo de la situación del siglo XIX, Japón, China, Vietnam, Laos, Camboya, los Sultanados de Malasia, Brunéi, Tailandia (Siam), Bután, Nepal, Afganistán, Irán (Persia), Omán, Yemen (del Norte), Etiopía, Egipto, Túnez y Marruecos lograron defender el núcleo de su integridad territorial acostumbrada, aunque con modificaciones como la expansión militar de China al Tíbet (1950). Además, se reactivó la existencia particular de Corea (1948), Birmania (1948) y Argelia (1962) en fronteras más o menos históricas, aunque el caso coreano experimentó la división en dos1350. Esta cuota de continuidad no es menor que la europea en la era de la gran transformación.
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Sobre el pensamiento panasiático: AYDIN, The Politics of Anti-Westernism in Asia, op. cit., págs. 161 y ss. DÖRR, Inkorporation, op. cit., págs. 363 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág. 190. SETH, A History of Korea, op. cit., págs. 305 y ss, 317 y ss.
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Respecto a la zona del ex Imperio Otomano, no se tocaron las nuevas fronteras ya creadas por la Entente anglo-francesa a finales la Primera Guerra Mundial1351. La aparente excepción consistió en el establecimiento de un Estado para migrantes europeos de la fe judía en Palestina (1948), pero también este se basó en ideas anglo-francesas ya preparadas desde la Declaración Balfour de 19171352. Mientras la creación de Israel fue percibida por su entorno como la expresión más agresiva de todo imperialismo occidental en Asia en el momento de su retirada general, terminó la última dominación directa de una potencia europea en la zona ex otomana, la británica en la isla mediterránea de Chipre (1960)1353. El cambio más profundo de los años 40 sucedió en el subcontinente de la India. En el contexto de la India Independance Act de 1947, se precisó un acuerdo de las nuevas élites europeizadas –y con el gobierno británico– orientado en concentrar la diversidad tradicional de múltiples Estados monárquicos en solo dos Estados subcontinentales sin precedentes históricos, formándolos según la lógica de interpretar mayorías religiosas como naciones, mientras zonas lingüísticas como la punyabí y la bengalí fueron divididas en dos mitades. Por un lado, se instituyó a través de la constitución de 1949 el Estado hindú y federal de la Unión de la India entre el Himalaya y los mares australes; y por otro lado, se fundó el Estado musulmán de Pakistán que promulgó su primera constitución de corta vida en 1956. Este último combinó la zona del río Indo con la Bengala oriental, a pesar de la separación de ambas partes por miles de kilómetros. Cabe resaltar que la reorganización territorial del subcontinente indio ocurrió bajo un enorme grado de violencia –con aproximadamente 15 millones de refugiados en ambas direcciones– y bajo la transferencia del antiguo centro musulmán del Imperio Mogol alrededor de Delhi al Estado hindú, pero también en la India misma se perpetuó una minoría musulmana enorme que fue precisamente la tercera población islámica más grande del mundo, después de la pakistaní y la indonesia1354.
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Turquía (de 1920/1923), Albania (de 1913), Líbano (de 1920/1943), Siria (de 1922/1943), Irak (de 1920/1932), Jordania (de 1923/1946) y Egipto (de 1922). Balfour Declaration de 1917, op. cit.; PAPPE, A History of Modern Palestine, op. cit., págs. 122 y ss, 141 y ss. Sin embargo, Chipre (del Sur) es desde 2004 como el único Estado asiático miembro de la Unión Europea. En cambio, la República Turca del Norte de Chipre se ha re-orientado a Turquía en 1974. Indian Independence Act de 1947, 10 & 11 Geo. VI, c. 30; Constitución de India de 1949, ed. por US LIBRARY OF CONGRESS (Ed.), World Digital Library, https://www.wdl.org/en/item/2672/view/1/7/ (5.1. 18); Constitución de Pakistán de 1956, ed. por KHURRAM ALI SHAFIQUE (Ed.), The Republic of Rumi, http: //pakistanspace.tripod.com/archives/56_01.htm (5.1.2018). Véase TARIQ ALI, Pakistan, Bonn, BPB, 2008, págs. 47 y ss; FERGUSON, Empire, op. cit., págs. 323 y ss; JANSEN & O., Dekolonisation, op. cit., págs. 54 y ss; KULKE & R., A History of India, op. cit., págs. 312 y ss; NOLTE, Weltgeschichte, op. cit., págs. 145 y ss; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., págs. 1131 y ss; ROTHERMUND, Geschichte Indiens, op. cit., págs. 90 y ss; SPEAR, A History of India, t. 2, op. cit., págs. 230 y ss; SHASHI THAROOR, India, 2a ed., Nueva York, Arcade, 2006, págs. 13 y ss; WYNBRANDT, A Brief History of Pakistan, op. cit., págs. 178 y s. En la India de 2010, se cuentan 177 millones de musulmanes que representan el 14,6% de la po-
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En este proceso, se hizo desaparecer a dos Estados con un tamaño notable: la monarquía hindú de Cachemira con su población mayoritariamente musulmana fue dividida, en el marco de la Guerra indo-pakistaní de 1947, entre sus dos vecinos, mientras la monarquía musulmana de Hyderabad con su población mayoritariamente hindú experimentó, en 1948, la conquista por parte de India. Durante casi un decenio, los antiguos Reyes continuaron en su función como gobernadores de Estados federados, hasta que se democratizó el federalismo y se eliminó Hyderabad mediante una reforma territorial según criterios etno-lingüísticos (1956)1355. Tanto Pakistán como la India (re) introdujeron la antigua lengua oficial del Imperio Mogol –el urdu– como idioma nacional por encima de la respectiva diversidad lingüística, aunque se denominó el mismo en India hindi, bajo la utilización de la escritura del sánscrito devanagari en contraste con el alfabeto persa en Pakistán. No es falso advertir que la unión subcontinental de la India parece como el verdadero milagro de la época, pues unificó la sexta parte de la humanidad sin tradición histórica, con dos grandes religiones y 22 idiomas regionales, sin agotarse en tendencias centrifúgales. El secreto del éxito de la India es exactamente la estructura federal no homogeneizadora con base en los 28 Estados que funcionan prácticamente como Estados naciones por sí mismos con idiomas oficiales propios. Por su parte, las 17 mil islas del archipiélago Malayo lucharon, de 1945 a 1949, por no ser sometidas de nuevo al gobierno neerlandés, después de que Japón había eliminado ya en 1942 el dominio de los europeos, lo que llevó a la fundación del Estado islámico más poblado y el cuarto pueblo estatal mayor del mundo, basándose en la denominación eurodescendiente de Indonesia. La adopción del marco territorial neerlandés del largo siglo XIX, llevó a un constructo artificial en comparación con el pasado diversificado del archipiélago, unificando ahora más que 700 idiomas sobre una extensión de 5.000 kilómetros. Desde 1945, se fundamentó en la ideología integradora de la Pencasila que se enfoca en el dominio divino, la humanidad justa, la unidad nacional, la democracia guiada y la justicia social. Según el patrón típico del Estado Nación, se introdujeron políticas del idioma oficial, estandarizando un dialecto malayo en letras europeas que se denominó de modo nacionalista bahasa indonesia. También el nombre de la capital fue nacionalizado de Batavia a Yakarta. Pareció plausible el proyecto de la segunda constitución de 1949 de federalizar el archipiélago extenso, pero el mismo fracasó después de pocos meses, pues las élites de la isla más poblada –Java– pretendieron gobernar de modo central. El nacionalismo indonesio logró incluir sin grandes dificultades al 90% de la población que fue musulmán, pero surgieron tensiones en cuanto a la decima parte con su fe cristiana en territorios periféricos con una larga tra-
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blación; THE PEW FORUM (Ed.), The Future of the Global Muslim Population, 2011, http://www.pewforum. org/2011/01/27/the-future-of-the-global-muslim-population/ (5.1.2018). HANS KÖCHLER, “The Kashmir Problem between Law and Realpolitik”, en Global Discourse on Kashmir, 2008, http://i-p-o.org/Koechler-Kashmir_Discourse-European_Parliament-April2008.htm (5.1.2018); SPEAR, A History of India, op. cit., págs. 240 y s.
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dición pre-estatal, en particular en las zonas de la expansión militar en la Nueva Guinea occidental (desde 1963/1969) y el Timor oriental (a partir de 1975). En términos demográficos, Indonesia triplicó el tamaño del pueblo estatal de 1950, para ser en 2017 la cuarta nación más grande del mundo con 260 millones de habitantes1356. Los últimos seis Estados que se establecieron en el ex cinturón de las civilizaciones preindustriales fueron, en 1990-1991, Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, todos con raíces en el antiguo norte persa que había sido integrado, durante la era de la gran transformación, al imperialismo ruso. La fundación se basó en la retirada rusa, pero hubo una antehistoria como Estados federados soviéticos fundados en los años 20 según criterios étno-lingüísticos sin orientarse en las fronteras históricas de las monarquías centroasiáticos eliminados entre 1876 y 19201357. c) La violencia de transformación Similar a la experiencia europea, la introducción del modelo del Estado Nación en Asia fue acompañada por sucesos extremamente violentos contra la diversidad étnicareligiosa, frente a la tradicionalidad como tal o en forma de combates entre conceptos divergentes de transformación. Una visión previa se había manifestado, entre 1915 y 1923, en la formación de la nación turca cuando el gobierno de ATATÜRK persiguió a los armenios, arameos y griegos pónticos en Asia menor y, después, a los kurdos. Desde los años 40, siguieron las limpiezas religiosas en la división indo-pakistaní de 1947, las modernizaciones mortales de MAO en China con el Gran salto adelante (19581961) y la Revolución cultural (1966-1976) y cálculos de hasta 35 millones de víctimas, las masacres anti-comunistas de Indonesia en 1965 y 1966, el democidio del ejército pakistaní en su hasta entonces territorio oriental (Bangladés, 1971) y el democidio del dictador camboyano POL POT que eliminó un tercio de su pueblo en los killing fields 1356
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Constitución de Indonesia de 1945 (1945-1949 y desde 1959), ed. por ILO, http://www.ilo.org/wcmsp5/ groups/public/---ed_protect/---protrav/---ilo_aids/documents/legaldocument/wcms_174556.pdf (5.1.2018). Expansión: en 1945/1949, la Nueva Guinea occidental continuó en manos neerlandesas (hasta 1962) que pretendieron promover un futuro Estado propio. En 1963/1969, la ONU legitimó la expansión de Indonesia por un pseudo-referéndum manipulado por el dictador SUHARTO (el Act of Free Choice que fue un Act of No Choice). Cuando Timor portuguesa recibió, en 1975, la promesa de independencia, Indonesia conquistó la isla bajo medidas de terror y democidio. La anexión fue rechazada por la ONU. Después de la caída del dictador SUHARTO en 1998, la ONU pudo imponer un referéndum de independencia. De 1999 a 2002, Timor oriental estuvo bajo el control de la ONU. Comp. ESTHER HEIDBÜCHEL, The West Papua Conflict in Indonesia, Wettenberg, Herrmann, 2007, págs. 36 y ss; DENNY INDRAYANA, “Indonesia”, en CLAUSPETER HILL & JÖRG MENZEL (Eds.), Constitutionalism in Southeast Asia, t. 2, Singapur, KAS, 2008, págs. 95-122; JANSEN & O., Dekolonisation, op. cit., págs. 61 y s; MAK, Geschichte der Niederlande, op. cit., págs. 191 y s; MADDISON, The World Economy, op. cit., pág. 213; REINHARD, Unterwerfung der Welt, op. cit., págs. 1138 y ss; SCHOTT, Indonesien, op. cit., págs. 81 y ss; VICKERS, A History of Modern Indonesia, op. cit., págs. 85 y ss, 138, 167, 180, 229. THOMAS KUNZE & THOMAS VOGEL, Das Ende des Imperiums, Berlín, Links, 2015, págs. 229 y ss; NOLTE, Weltgeschichte, op. cit., págs. 150 y ss; ROUDIK, Central Asian Republics, op. cit., págs. 147 y ss.
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(1975-1979), precisamente los funcionarios y militares del régimen anterior, los monjes budistas y los demás educados. Por ejemplo, la República Popular de China tuvo que esperar hasta que se logró bajo DENG XIAOPING (1979-1997) una normativización e institucionalización sólida1358. d) La búsqueda de la forma de Estado adecuada En la búsqueda de la forma de Estado adecuada, las élites autóctonas con su socialización en las Universidades europeas, retomaron muchos elementos de las ideologías y terminologías estatales de origen europeo, pero paralelamente sobrevivieron muchos componentes originarios, como el derecho islámico y la filosofía confuciana, o estos se reactivaron en el contexto del desvanecimiento del atractivo del universalismo europeo desde 1970. Mientras la primera generación de los nuevos gobernantes islámicos, como el fundador de Pakistán, el abogado JINNAH (1947-1948), fueron muy seculares, en los decenios posteriores el islamismo moderno se constituyó como una de las grandes ideologías estatales que mezcló elementos de la modernidad industrial con una reinterpretación aguda del islam1359. El neo-islamismo se radicalizó desde 1968 a causa de la conquista de una de sus tres ciudades más sagradas, Jerusalén, por un joven Estado de migrantes europeos, Israel, lo que le pareció a muchos ojos musulmanes una nueva cruzada de Occidente. Europa subestimó estas tendencias y fue sorprendida por la revolución islámica iraní de 1979 que no fue antiindustrial, pero subordinó la modernidad a la religión pública1360. Casi todas las monarquías asiáticas y norafricanas se republicanizaron, desde China en 1912 hasta Nepal en 2008, pero se moldearon en su interior sin adoptar plenamente la teoría liberal, competitiva, democrática y iusfundamental del social-newtonianismo de la Ilustración europea y americana. Casi todos los Estados del ex cinturón de las civilizaciones preindustriales empezaron a fundamentarse en una especie de populismo 1358
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CORFIELD, The History of Cambodia, op. cit., págs. 93 y ss; FRANK DIKÖTTER, Mao’s Great Famine, Londres, Walker, 2010, págs. 67 y ss; GERLACH, Extremely Violent Societies, op. cit., págs. 17 y ss, 123 y ss; GOLZIO, Geschichte Kambodschas, op. cit., págs. 148 y ss; RUMMEL, Death by Government, op. cit., págs. 4, 91 y ss, 159 y ss, 315 y ss; SCHMIDT-G., Das neue China, op. cit., págs. 80 y ss; SCHOTT, Indonesien, op. cit., págs. 89 y ss; SPENCE, The Search for Modern China, op. cit., págs. 563 y ss, 574 y ss; UDO STEINBACH et al., Länderbericht Türkei, Bonn, BPB, 2012, págs. 237 y ss. ALI, Pakistan, op. cit., págs. 62 y s; SAMUEL P. HUNTINGTON, El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial, Barcelona, Paidós, 1997 (título original en inglés de 1996); KRÄMER, Geschichte des Islam, op. cit., págs. 295 y ss; ROHE, Das islamische Recht, op. cit., págs. 171 y ss. Constitución de la República islámica de Irán de 1979, ed. por Wipo Lex, http://www.wipo.int/edocs/lexdocs/ laws/en/ir/ir001en.pdf (5.1.2018). Comp. DANIEL, The History of Iran, op. cit., págs. 177 y ss; FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit., págs. 478 y ss; GRONKE, Geschichte Irans, op. cit., págs. 109 y ss; JAFARI, Der andere Iran, op. cit., págs. 71 y ss; KRÄMER, Geschichte Islam, op. cit., págs. 298 y ss; HARTMANN, Staat und Regime, op. cit., págs. 174 y ss; LEWIS, The Middle East, op. cit., págs. 376 y s; NOLTE, Weltgeschichte des 20. Jhs., op. cit., pág. 161.
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post-estamental, nacional y social, pero con enfoques sustancialmente más colectivos y jerárquicos que el autonomismo individual de Occidente. Entre las formas de Estado más extendidas, hay que señalar: primero, el republicanismo islámico más o menos teocrático con una orientación amplia en el derecho religioso de la sharia, acogido en Pakistán (desde 1956), Irán (desde 1979), Afganistán (desde 1992) y Yemen (desde 1994)1361; segundo, el republicanismo comunista-confucianista, adoptado en China (desde 1949) y otros Estados de la sinósfera cultural como Corea del Norte (desde 1948) y Vietnam (desde 1945)1362; tercero, el republicanismo socialista y nacionalista árabe –al estilo de un socialismo militar y nacional sin comunismo– en Egipto (1952-2011), Argelia (desde 1962), Siria (desde 1963), Irak (1963-2003) y Libia (1969-2011)1363; cuarto, la dictadura militar budista-socialista en Birmania (Myanmar, 1962-2016)1364; quinto, el comunismo del mar Rojo en Yemen del Sur (1967-1990) y Etiopía (1974-1991)1365; sexto, la dictadura nacional-militar en Corea del Sur (1948-1993), Taiwán (1949-2000) e Indonesia (1945-1998)1366; séptimo, la Nación empresa disciplinada en Japón (desde 1946)1367, Corea 1361
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Constitución de la República islámica de Pakistán de 1956, op. cit.; Constitución de la República islámica de Pakistán de 1973, Constitución de la República islámica de Irán de 1979, op. cit.; http://www.pakistani.org/ pakistan/constitution/ (5.1.2018). En Afganistán: Estado islámico de 1992-1996; Emirato islámico (talibán) de 1996-2001; República islámica desde 2001. Constitución de la República Popular de China de 1982, ed. por CONGRESO POPULAR NACIONAL DE LA REPÚBLICA POPULAR DE CHINA, http://www.npc.gov.cn/englishnpc/Constitution/node_2830.htm (5.1.18); Constitución socialista de la República Popular Democrática de Corea del Norte de 2009, versión de 2014, en https://web.archive.org/web/20160608030306/http://www.naenara.com.kp/en/book/download.php ?4+4047 (5.1.2018; cartas anteriores de 1948, 1972 y 1998); tres Constitutions de la République socialiste du Viêt Nam de 1980, 1992 y 2013, eds. por MAURY, Digithèque, op. cit. Comp. YUANSHI BU, Einführung in das Recht Chinas, 2a ed., Múnich, Beck, 2017, págs 25 y ss; CORFIELD, The History of Vietnam, op. cit., págs. 39 y ss; CHRISTOPH MOESKES et al., Nordkorea, Bonn, BPB, 2009, págs. 14 y ss; ROBBERS, World Constitutions, op. cit., págs. 195 y ss, 488 y ss, 1020 y ss; SPENCE, The Search for Modern China, op. cit., págs. 514 y ss; SETH, A History of Korea, op. cit., págs. 320 y ss, 339 y ss. Constituciones de Egipto de 1956 y 1971 y Constitución de Siria de 1973, eds. por Wipo Lex, op. cit. Véase JOSÉ G. CANDAMIL P., “Egipto, La revolución constitucional de 2011”, en MARQUARDT, Constitucionalismo científico, op. cit., págs. 126-146, 132 y ss, 138 y ss; HALM, Die Araber, op. cit., págs. 111 y ss; HARTMANN, Staat u. Regime, op. cit., págs. 100 y ss, 117 y ss, 142 y ss; HOURANI, A History of the Arab Peoples, op. cit., cap. 24.2; LEWIS, The Middle East, op. cit., pág. 375; NISSEN & H., Von Mesopotamien zum Irak, op. cit., págs. 176 y ss; SCHWEIZER, Syrien, op. cit., págs. 325 y ss. A partir de 1962 en manos del Partido del programa socialista de Birmania. Constitución dictatorial de 1974. Al respecto: CHURCH, A Short History of South-East Asia, op. cit., págs. 116 y ss. Constitución de la República Popular Democrática de Etiopía de 1987. Véase MARCUS, A History of Ethiopia, op. cit., págs. 181 y ss; SCHOLLER, Die äthiopische Verfassung, op. cit., págs. 164, 174. En Taiwán, el partido de la dictadura nacional, el Kuomintang, continuó en el poder hasta 2000 y gobernó de nuevo de 2008 a 2016. Comp. GARY M. DAVISON, A Short History of Taiwan, Westport, Praeger, 2003, págs. 75 y ss; ROY DENNY, Taiwan, A Political History, Cornell, Univ. Press, 2003, págs. 76 y ss; MURRAY A. RUBINSTEIN et al., Taiwan, A New History, Nueva York, Sharpe, 2007, págs. 275 y ss; SCHOTT, Indonesien, op. cit., págs. 89 y ss; SETH, A History of Korea, op. cit., págs. 378 y ss; VICKERS, A History of Modern Indonesia, op. cit., págs. 121 y ss, 160 y ss. Nihon koku kenpō, Constitución de Japón de 1946, ed. en inglés por PRIMER MINISTRO DE JAPÓN, http:// www.kantei.go.jp/foreign/constitution_and_government_of_japan/constitution_e.html (5.1.2018).
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del Sur (desde 1993) y Taiwán (desde 2000); octavo, la dictadura nacional post-socialista en Asia central y Azerbaiyán (desde 1991). Paralelamente, continuaron sistemas monárquicos más o menos autocráticos en Marruecos, Arabia Saudita, Omán, los Emiratos del Golfo, Kuwait, Jordania, Bután, Tailandia, Camboya, Malasia y Brunéi, entre los que Arabia Saudita y Omán muestran un perfil equivalente a las demás autocracias islámicas1368. e) La adopción de elementos constitucionales, democráticos e iusfundamentales En cuanto a los elementos típicos del Estado de la tercera transformación básica de origen europeo, es cierto que todos los Estados asiáticos adoptaron el concepto de la constitución escrita –Turquía en 1876, Japón en 1889, Irán en 1906, China en 1912, Egipto en 1923, Indonesia en 1945, India en 1949, Pakistán en 1956, Marruecos en 1962, Arabia Saudita en 1993, Omán en 1996 y Bután en 20081369–. Sin embargo, casi ninguno se convirtió materialmente en un Estado constitucional con las respectivas funciones limitadoras del poder, pues se adoptaron perfectamente las estrategias de elusión, desde la suspensión abierta de la carta, pasando por los estados de sitio perpetuados1370, las facultades especiales delegadas legislativamente, la reelección facilitada y las normas transitorias a largo plazo, hasta la interpretación neo-espiritual que quiere entender el derecho religioso como la verdadera norma de normas. Por eso, puede partirse en muchos casos de cartas semánticas, adoptadas como tarjetas de presentación para promocionar una buena imagen internacional en un mundo todavía dominado por conceptos eurodescendientes, mientras la calidad material no supera a las constituciones de las monarquías autocráticas modernas y dictaduras soberanas en la historia contemporánea europea y americana. Las constituciones asiáticas retomaron típicamente un patrón de organización que se orientó en la tridimensionalidad funcional de las ramas ejecutiva, legislativa y judicial del modelo occidental. Sin embargo, faltó casi siempre el equilibrio de los pesos y contrapesos, pues muchas asambleas y cortes supremas identificaron su papel principal en el apoyo subordinado al poder ejecutivo. En cuanto a la rama judicial, puede reconocerse la excepción principal en la Corte suprema de la India de 1950 que ha actuado, desde la sentencia Golaknath versus Estado de Punjab de 1967, como un tribunal 1368
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Constitución de Marruecos de 1972 ed. por MAURY, Digithèque, op. cit.; Ley fundamental de gobierno del Reino de Arabia Saudita de 1993, ed. por TSCHENTSCHER, International Constitutional Law, op. cit. Comp. SONS, Auf Sand gebaut, Saudi Arabien, op. cit., págs. 46 y ss, 135 y ss. Comp. Ley fundamental del Imperio Otomano de 1876, op. cit.; Constitución de Japón de 1889, op. cit.; Ley fundamental de Persia de 1906, op. cit.; Constitución prov. de China de 1912, op. cit.; Egyptian Royal Decree 42 de 1923, op. cit.; Constitución de Indonesia de 1945; op. cit.; de India de 1949, op. cit.; de Pakistán de 1956, op. cit.; de Marruecos de 1962, op. cit.; Ley fundamental de Arabia Saudita de 1993, op. cit.; Basic Statute of the State of Oman, Royal Decree 101 de 1996, ed. por WIPO, op. cit.; Constitution of Bhutan de 2008, op. cit. JÖRG MENZEL, “Domestizierung des Leviathan?” en revista VRÜ, vol. 41, núm. 4, Baden Baden, Nomos, 2008, págs. 534-559, 544.
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constitucional que defiende derechos fundamentales violados frente al poder estatal. En la sentencia Kesavananda Bharati versus Estado de Kerala de 1973, el mismo tribunal subrayó la inalienabilidad de la estructura básica de la constitución1371. En cambio, la Corte Suprema de Justicia de Japón de 1947 y la Corte Constitucional de Corea del Sur de 1988, no parecen tan políticas, sino que por el contrario actúen en el marco de una amplia lógica consensual. Es innegable que muchos Estados orientales adoptaron la retórica democrática, pero limitaron el papel de la misma a una estrategia de legitimación nacional desde el pueblo estatal, partiendo del modelo post-feudal y post-estamental de la sociedad de masas y entendiendo cualquier gobierno en beneficio del bien común sin dominio europeo como popular, sin solicitar más requisitos cualitativos. Típicamente, el núcleo de la ideología liberal y social-newtoniana fue rechazado como una mera particularidad cultural europea no transferible. A primera vista, teorizaciones propias como las cinco joyas del Pancasila indonesio de 1945 –enfocadas en la unidad nacional, el humanismo justo, el consenso deliberativo, el bienestar social y el gobierno del Dios todopoderoso– pueden parecer compatibles, pero sirvieron en la realidad política para legitimar dos longevos dictadores –SUKARNO (1945-1967) y SUHARTO (1967-1998)–1372. Preferiblemente, se instrumentalizó la teoría de la articulación originaria de la soberanía popular en forma del pouvoir constituant para legitimar de modo plebiscitario proyectos de constitución elaborados por parte del gobierno mediante referéndums constitucionales, así por ejemplo en Siria en 1949, 1953, 1961, 1973 y 2012, en Egipto en 1956, 1971, 1980, 2007, 2011 y 2012, en Camboya en 1959 y 1972, en Turquía en 1961, 1982, 2007, 2010 y 2017, en Marruecos en 1962, 1970, 1972, 1980, 1992, 1995, 1996 y 2011, en Corea del Sur en 1962, 1969, 1972, 1975, 1980 y 1987, en Irán en 1963, 1979 y 1989, en Birmania en 1973 y 2008, en Etiopía en 1987, en Yemen en 1991, en Túnez en 2002 y en Irak en 20051373. Visto empíricamente, no existió ningún riesgo serio de la negación del proyecto oficial. De igual forma, casi nunca se permitió el desarrollo de una democracia electoral competitiva, es decir, se negó que el sufragio fuera decisivo para el acceso al poder político, sino el mismo tuvo que asumir funciones confirmatorias y propagandistas para aumentar la legitimidad de los gobernantes. Hay que advertir similitudes con el antiguo ritual del homenaje al monarca. Arabia Saudita renuncio incluso a todo sufragio al nivel nacional y tampoco conoce parlamento, sino una asamblea consultativa, fundada en 1928 y reformada en 2000, que se compone por los miembros designados por parte del monarca1374.
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CORTE SUPREMA DE INDIA, I.C. Golak Nath and Ors. vs. State of Punjab and Anr, AIR 1967 SC 1643; ÍD., His Holiness Kesavananda Bharati Sripadagalvaru v. State of Kerala and Anr, AIR 1973 SC 1461. SCHOTT, Indonesien, op. cit., págs. 85 y ss. En cambio, se usaron asambleas constituyentes p. ej. en India (1946-1949) y Pakistan (de 1948 a 1954 [sin resultado], en 1955/1956, en 1972/1973). SONS, Auf Sand gebaut, Saudi Arabien, op. cit., pág. 90.
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La mayor parte de los Estados asiáticos y norafricanos retomaron el concepto europeo del partido político, pero preferiblemente bajo la lógica del unipartidismo, sea abiertamente excluyente –por ejemplo en Turquía (Partido Republicano del Pueblo, 19241946), China (Partido Comunista, desde 1949), Egipto (Partido naserista, 1952-20111375), Argelia (Frente de Liberación Nacional, 1962-1989), Birmania (Partido del Programa Socialista, 1962-1988), Siria (Partido ‘Baath’ del Renacimiento Árabe Socialista, desde 19631376) e Irak (Partido ‘Baath’ del Renacimiento Árabe Socialista, 1968-2003)– o en formas más sutiles de la hegemonía de facto del partido sistémico –así siempre en la ciudad-Estado de Singapur (Partido de Acción Popular, desde 1959) y en grandes partes de la historia india (Congreso Nacional, 1947-1977, 1980-1989, 1991-1996, desde 2004), surcoreana (Partido Democrática Republicana/de Justicia, 1963-1993), indonesia (Golkar, 1966-1999) y japonesa (Partido Democrático Liberal, 1955-1993, 1996-2009, desde 2012)–. En Yemen (del Norte) gobernó el partido sistémico Congreso General del Pueblo de 1982 a 1988 sin competidores y, después, con otros participantes en los rituales electivos, pero el punto clave es que ha gobernado siempre durante 31 años. De igual forma, el Partido Popular de Camboya ha gobernado continuamente desde 1979, originalmente sin competidores y a partir de 1993 con los mismos. Vale la pena estudiar la enorme fantasía en cuanto a los trucos: la dictadura taiwanesa del partido Kuomintang (1949-1991) continuó ininterrumpidamente con la asamblea nacional china elegida en 1947, es decir, se permitió al pueblo taiwanés solo la elección de los diputados de la provincia isleña que fueron una minoría marginal en comparación con los inmigrantes perpetuados de la China continental. Otros gobernantes, como GADAFI en Libia a partir de 1977, prefirieron un Estado no partidista. De todos modos, no fue difícil dirigir las elecciones, aprovechándose de la reputación sobresaliente del gobierno establecido en una cultura monocrática, de la estigmatización de la oposición como una supuesta traidora sin lealtad nacional, del teatro político populista en los espectáculos de masas, del control sistemático de las informaciones en los medios masivos de comunicación, del impedimento de noticias internacionales críticas y comparativas, del control central de la educación patriótica, de la manipulabilidad de una población pobre y poco educada, de estrategias de incriminación frente a eventuales líderes de oposición, de la intimidación de la oposición por la policía política y el derecho penal del enemigo, del control sobre la burocracia local, de intervenciones en los registros electorales, de la compra de votos y de la falsificación directa de los resultados. El gobernante típico no tuvo que temer la próxima elección, sino mucho más los golpes de Estado del entorno político inmediato y las revoluciones de los líderes de proyectos ideológicos alternativos. Donde las elecciones mostraron resultados indeseados, pudo realizarse una intervención de las fuerzas armadas al 1375
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Nombres diferentes: Partido de Liberación (1952-1956), Unión Nacional (1956-1962), Unión Socialista Árabe (1962-1978), Partido Nacional Democrático (1978-2011). A partir de los años 80, participaron otros partidos en las elecciones que alcanzaron hasta aprox. el 20%. SCHWEIZER, Syrien, op. cit., págs. 307 y ss, 325 y ss.
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estilo de un supuesto guardián supra-constitucional y supra-democrático de fondo, así varias veces en Turquía (1960, 1971, 1980, 1997) y la última vez en Egipto en 2013. De igual forma, en partes de Asia se adoptó la terminología occidental del Estado de Derecho. Sin embargo, casi nunca se entendió la misma en el espíritu del rule of law de la teoría liberal que pretende asegurar la propiedad y la libertad, sino mucho más como el legalismo técnico de la teoría originaria del Rechtsstaat alemán del siglo XIX que, en el Este asiático, pudo conectarse con una larga tradición legalista del antiguo régimen, para funcionar como una especie del rule by law –así por lo menos si se deja aparte las fases posrevolucionarias antijurídicas o la gran persecución de los juristas en el régimen camboyano de los jemeres rojos–. En este sentido, de las funciones del derecho se estimó menos la función limitadora del poder y mucho más las funciones de la legitimación del poder, del instrumento de dominio, de la paz interna, de la organización y la capacidad directiva. Del Este asiático, deben diferenciarse las zonas de los derechos religiosos, especialmente la islámica, donde pudo observarse todo el espectro entre la idea clásica de concebir toda legislación humana como subordinada al derecho divino eterno y la folclorización del último en un régimen laico. Típicamente, pueden advertirse diferencias profundas en cuanto a lo que Occidente, en la era ilustrada e industrial, ha denunciado como arbitrariedad, corrupción y clientelismo, pues muchos Estados orientales continuaron con el uso de un cierto grado de estas prácticas selectivas y personalistas del antiguo régimen como comprobadas, reciprocas y eficientes1377. La difusión del gobierno secular funcionó sin dificultades en los Estados comunistas de la sinósfera cultural que transformaron, de tal manera, su antehistoria del universismo incluyente a una variante moderna de la tolerancia. En cambio, la mayor parte de los Estados islámicos articula algún tipo de identidad confesional, así como la hacen varios Estados budistas como Bután, Camboya, Tailandia y, de modo ambiguo, Sri Lanka. En el mundo islámico, la primacía o exclusividad de la sharia rige en Pakistán, Afganistán1378, Irán, Irak, Arabia Saudita, Yemen, Somalia, Sudán, Mauritania y 12 Estados de Nigeria, mientras Malasia, Bangladés, Omán, Siria, Jordania, Palestina, Egipto, Libia, Argelia y Marruecos optaron para un sistema mixto con la preeminencia de las normas del Corán en el derecho civil, lo que la Unión de la India aplica análogamente, reconociendo el derecho civil religioso hindú y musulmán para los respectivos creyentes. En cambio, Túnez insiste solamente en la fe musulmana del Presidente, mientras Turquía y las republicas centroasiáticas se decidieron para el sistema secular, pues son los únicos países muslimes que habían pasado por una más o menos autentica revolución ilustrada (ATATÜRK) o marxista (URSS) desde arriba. También varios 1377
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Evaluación comparada de la estatalidad de derecho con sub-indicadores: MARK D. ARGAST et al., The World Justice Project, Rule of Law Index 2012-2013, Washington, WJP, 2013, págs. 30 y ss, 39, 41 y ss. P. ej., el art. 3 de la Constitución de la República islámica de Afganistán de 2004, ed. por MPI AÖRUV, estipula: “En Afganistán, ninguna ley puede contradecir a la fe y las normas de la santa religión islámica”.
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sistemas mixtos obligan a la legislación a una cierta homogeneidad, así por ejemplo la constitución de Siria de 1973 que definió “la jurisprudencia islámica (como) una fuente principal de la legislación”, lo que Egipto adoptó en 1980, cuando constitucionalizó el Corán de modo siguiente: “Los principios del derecho islámico son la fuente principal de la legislación”, después de que el socialismo árabe de NASSER había suprimido, en 1956, los tribunales religiosos de la sharia para fortalecer el poder estatal. Salomónicamente, la Constitución de Indonesia de 1945 afirma que “el Estado está basado en la fe en el único Dios supremo”, lo que es el islam para el 88% del pueblo1379. Diversos Estados islámicos introdujeron una policía religiosa para supervisar la moral pública, así Arabia Saudita en forma del Comité para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio desde 19401380, Irán a partir de 1979 o Palestina-Gaza desde 2007. Además, hay que advertir constelaciones ambiguas en las que la estatalidad confesional reconoció constitucionalmente la libertad individual de culto, pero aplicó paralelamente el derecho penal de blasfemia a minorías religiosas y expuso las mismas, por la mención de la confesión en la cédula, a discriminaciones sutiles ante las autoridades públicas. En la interpretación islámica, la libertad religiosa significa un derecho a convertirse al islam, pero ningún derecho a alejarse del islam que es delito penal. De igual forma, varios Estados musulmanes reislamizaron, en intensidades diversificadas, el derecho penal por reincorporar elementos provenientes de la sharia, incluyendo una atención especial a delitos como las relaciones sexuales prohibidas (zina), el consumo de alcohol, la apostasía, la blasfemia y, a veces, incluso la magia negra, así como reactivando los castigos crueles del antiguo régimen contra la vida, el cuerpo y el honor, incluyendo la lapidación, la amputación de mano y la flagelación, a veces agravados por la crucificación postmortal de los ejecutados. En vez del juez predeterminado por la ley, hubo mucha tolerancia para el castigo familiar complementaria, en particular para disciplinar a las mujeres en nombre de la estricta moral sexual. Tampoco se quiso reconocer principios del Estado de Derecho como nulla poena sine lege, la prohibición de la analogía penal o la presunción de inocencia. Precisamente, el derecho probatorio se enfocó en elementos arcaicos como la confesión y el juramento, mientras la alternativa moderna de los indicios recibió poca atención1381. Se advierte que ningún observador occidental desvalorice de forma sumaria las tradiciones del derecho religioso como insoportables. Se invita a repensar el siguiente 1379
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Art. 2 de la Constitución de Egipto de 1971 con la enmienda de 1980, op. cit.; art. 3 de la Constitución de Siria de 1973, op. cit.; art. 29 de la Constitución de Indonesia de 1945, op. cit. SONS, Auf Sand gebaut, Saudi Arabien, op. cit., págs. 49 y ss. Comp. DAVID & J., Los grandes sistemas jurídicos, op. cit., págs. 353 y s; ROHE, Das islamische Recht, op. cit., págs. 262 y ss; CHRISTINE SCHIRRMACHER, “Frauen unter der Scharia, Strafrecht und Familienrecht im Islam”, ed. por IGFM, https://www.igfm.de/frauen-unter-der-scharia/ (5.1.2018); YÜKSEL SEZGIN, Human Rights under State-Enforced Religious Family Laws in Israel, Egypt and India, N. York, Cambridge Univ. Press, 2013; WOLGAST, Geschichte der Menschen- und Bürgerrechte, op. cit., pág. 313.
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ejemplo: mientras los Estados de las Américas tienen enormes problemas de garantizar la seguridad en los barrios miserables de la urbanización industrial, los Estados asiáticos muestran, en la protección de la vida frente al crimen urbano, resultados notablemente superiores, pues el autocontrol ético de las religiones tradicionales impide eficazmente el escalado de la criminalidad social1382. Además, es cierto que la mayor parte de los Estados asiáticos y norafricanos adoptó la terminología iusfundamental y ratificó los pactos internacionales de 1966 sobre los derechos liberales y sociales –con excepciones como Arabia Saudita, Omán, Birmania, Malasia y Brunéi–. Sin embargo, no se aprendió a apreciar los derechos de tipo liberal. Cabe resaltar que la perspectiva jerárquica, armónica, familiar y virtuosa de las sociedades confucianas, dejó poco espacio para estimar el individualismo iusfundamental. En lugar de eso, se desarrollaron amplias lógicas de limitaciones, orientándose en prioridades como la razón del Estado, el bien común, la seguridad interna, la armonía de la comunidad nacional y la no aceptabilidad de prácticas heréticas. Hablan por sí mismo los artículos 24 y 25 de la Declaración de los Derechos Humanos en el Islam de El Cairo, promulgada en 1990 por los Estados miembros de la Organización de la Conferencia Islámica, pues interpretan la sharia como la única fuente y limitación intocable1383. En vez de la libertad de prensa y de opinión, predominó muchas veces la autocensura de periodistas, autores, profesores y activistas políticos que temieron ser perseguidos por un amplio derecho penal de la protección del Estado y, además, por la aplicación extensa del derecho penal religioso de blasfemia. De igual forma, donde la teoría occidental pretendió proteger a los propietarios de terrenos frente a grandes obras públicas como nuevos ferrocarriles o aeropuertos, el Este asiático percibió el bloqueo del bien común por intereses particulares como antiético, abusivo e inaguantable. En vez del individuo se estimó al colectivo, en vez de la libertad a la obediencia, en vez de la igualdad a la diferencia. En Asia y África del Norte casi nunca se retomó el concepto latinoamericano y europeo de proteger el derecho a la vida por la abolición de la pena de muerte, con pocas excepciones como Camboya (1989), Nepal (1997), Turquía (2004) y Uzbekistán (2008). Comúnmente, se continuó castigando por la eliminación física de criminales peligrosos, en particular en China y los Estados islámicos1384.
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Tasas de homicidio: UNODC, Global Study on Homicide 2013, op. cit. Declaración de los Derechos Humanos en el Islam de la Conferencia Islámica de El Cairo de 1990, ed. por AMNESTY INTERNATIONAL, http://amnistiacatalunya.org/edu/docs/e-mes-islam-1990.html (5.1.2018). Al respecto: WOLGAST, Geschichte der Menschen- u. Bürgerrechte, op. cit., pág. 314; MENZEL, Domestizierung des Leviathan? op. cit., pág. 547; UNDP (Ed.), The Arab Human Development Report 2004, Nueva York, UNDP, 2005, pág. 9. En 2016, se encuentran los números más altos de ejecuciones, en China, Irán, Arabia Saudita, Irak y Egipto. Yemen. Véase AMNESTY INTERNATIONAL (Ed.), Death Sentences and Executions in 2016, Londres, AI, 2017, págs. 40 y ss; MENZEL, Domestizierung des Leviathan? op. cit., pág. 548.
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En general, fueron más estimados los derechos humanos de tipo social y cultural, interpretados como más compatibles con las respectivas tradiciones propias y más relevantes para los problemas propios1385. Sin embargo, casi ningún Estado asiático impuso la base tributaria para crear un verdadero Estado social redistributivo en beneficio de las clases bajas, sino que se permitió una urbanización industrial pauperizante con barrios marginales y un proletariado informal –sin olvidar mencionar excepciones notables como Japón y China–1386. De igual forma, es cierto que casi todos los Estados orientales respondieron al deseo europeo de promover algunos derechos de las mujeres e introdujeron el voto femeninoTurquía en 1934, Uzbekistán en 1938 –ambos antes de muchos Estados católicos de Europa y América Latina–, Japón en 1946, China e India en 1949, Egipto y Pakistán en 1956, Irán y Marruecos en 1963, Yemen en 1967, Jordania en 1974, Omán en 2002 y Kuwait en 2005, pero Arabia Saudita nunca al nivel nacional. Sin embargo, el derecho de voto como tal tiene un papel muy limitado en sistemas poco democráticos, mientras muchos Estados –especialmente los islámicos– han conservado enormes partes del derecho civil y policial patriarcal del pasado y la mayor parte de los ciudadanos –incluyendo las femeninas– continúa creyendo en diferencias naturales y la segregación según esferas y funciones de géneros1387. En los sistemas jurídicos conservadores, perdura el estatus similar a un menor de edad, por ejemplo en Arabia Saudita, donde la mujer se ubica siempre bajo la custodia de un protector masculino –el padre, el esposo o el hijo–. Fue más excepcional Turquía que eliminó, con su nuevo Código civil de 20011388, los últimos restos de la desigualdad, concluyendo así el camino liberal perseguido desde 1926. Además, casi todos los Estados islámicos permiten la poligamia de manera que un hombre puede tomar hasta cuatro esposas, excepto Turquía (desde 1926), Túnez (a partir de 1956), los países balcánicos y los centroasiáticos (desde 1921). Se ha comportado acentuadamente restrictiva la policía religiosa de Arabia Saudita que, por ejemplo, dejó quemar, en 2002, a 15 niñas en un incendio escolar en La Meca, pues impidió el escape a causa de la falta de las vestimentas negras y largas que son obligatorias para el género femenino en espacios públicos1389. Según el código de vestimenta, dicha policía religiosa persigue por ejemplo minifaldas o esmalte de uñas e impone también la prohibición de conducir a las mujeres (hasta 2017). 1385
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Sobre China: HARRO V. SENGER, “Die VR China und die Menschenrechte”, en BOIKE REHBEIN (Ed.), Identitätspolitik und Interkulturalität in Asien, Münster, Lit, 2006, págs. 119-144; KRISTIN SHI-K., “Menschenrechte in der VR China”, en DORIS FISCHER & CHRISTOPH MÜLLER-H. (Eds.), Länderbericht China, Bonn, BPB, 2014, págs. 327-354. UN-HABITAT, Slums of the World, op. cit.; ÍD., The Challenge of Slums, op. cit. ROHE, Das islamische Recht, op. cit., págs. 171 y ss, 182 y ss, 206 y ss, 262 y ss; SCHIRRMACHER, Frauen unter der Scharia, op. cit. Para Irán: PARINAS PARHISI, “Frauenrechte im Iran”, en revista APuZ, núm. 49, Bonn, BPB, 2009, págs. 21-26. Türk Medenî Kanunu, Código civil turco de 2001, ley núm. 4.721, en Gaceta, núm. 24.607, de 2001. SONS, Auf Sand gebaut, Saudi Arabien, op. cit., pág. 50.
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Puede evaluarse el estado real de los derechos de las niñas en el hecho de que en Bangladés el 52% de ellas se casa con menos de 18 años (el 18% es menor de 15 años), en India el 47% (18%), en Etiopía el 41% (16%), en Nepal el 37% (10%), etc.1390. Además, varios Estados como Tailandia, Camboya e India violan los derechos de las mujeres y adolescentes por el incumplimiento notorio con su deber protector, posibilitando una plaga excesiva de la neo-esclavitud sexual de niñas rurales poco educadas. Hasta la fecha de este libro, los Estados islámicos preservan posiciones pésimas del Informe de la brecha global de género del Foro Económico Mundial, que denuncia a Turquía en el rango mundial 130, Egipto en 132, Irán en 139, Arabia Saudita en 141, Pakistán en 143 y Yemen en 144 de 144 países comparados1391. En contra de suposiciones occidentales extendidas, no hay ninguna relación evidente entre el grado de autocratismo y la predisposición a suprimir a las mujeres, pues algunos de los gobiernos más autocráticos –por ejemplo las dictaduras del socialismo árabe en Irak (1963-2003), Siria (desde 1963) y Libia (1969-2011)– impusieron más derechos femeninos que muchos otros Estados orientales. f) Reyes republicanos En la segunda mitad del siglo XX, un gran número de dirigentes republicanos de Asia y África del Norte mostró un perfil muy cercano a los monarcas del antiguo régimen. Reinaron bajo la predominancia del poder ejecutivo, con un liderazgo jerárquico y un enfoque en su papel de jefes militares. También los periodos de gobierno coincidieron con los anteriores emperadores, sultanes y kanes, a veces incluso bajo un modo de sucesión neo-dinástico. Entre los líderes estatales más longevos, hay que aludir los 70 años de padre, hijo y nieto KIM en Corea del Norte (desde 1948), los 48 años de padre e hijo ÁSAD en Siria (desde 1970), los 47 años del generalísimo CHIANG KAI-SHEK en China nacional (19281975, desde 1949 fácticamente en Taiwán), los –casi– 42 años, solo brevemente interrumpidos del abogado JAWAHARLAL NEHRU, su hija y nieto en India (1947-1989), los 42 años del líder de la revolución excéntrico MUAMAR EL GADAFI en Libia (1969-2011), los 41 años del máximo dirigente ENVER HOXHA en Albania (1944-1985), los 34 Img. 127: ¿El nuevo faraón? el Presidente egipcio GAMAL ABDEL NASSER en la portada del Time Magazine de 19631392
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UNICEF (Ed.), The State of the World’s Children 2016, Nueva York, UNICEF, 2016, págs. 150 y ss. Comp. UNPF (Ed.), Marrying too young, Nueva York, UNPF, 2012; RUCHIRA GOSWAMI, Child Marriage in India, http://sanhati.com/excerpted/2207/ (5.1.2018). WORLD ECONOMIC FORUM (Ed.), Global Gender Gap Report 2016, Ginebra, WEF, 2016, págs. 10 y ss. De 29 de marzo de 1963.
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años del militar ALI ABDULLAH SALEH en Yemen (1978-2012), los 32 años del revolucionario social HUN SEN en Camboya (desde 1985), los 31 años del abogado HABIB BOURGUIBA en Túnez (1956-1987), del abogado LEE KUAN YEW en Singapur (19591990) y del general SUHARTO en Indonesia (1967-1998), los 29 años del militar HUSNI MUBARAK en Egipto (1981-2011), del sacerdote y Líder supremo de la jurisprudencia islámica ALÍ JAMENEI en Irán (desde 1989) y del militar OMAR HASAN AHMAD ALBASHIR en Sudán (desde 1989), los 27 años del líder revolucionario MAO ZEDONG en China (1949-1976), los 26 años del militar NE WIN en Birmania (1962-1988), los 25 años del economista ISLOM KARIMOV en Uzbekistán (1991-2016) y de padre e hijo ALIYEV en Azerbaiyán (desde 1993), los 24 años del líder revolucionario HÓ CHÍ MINH en Vietnam del Norte (1945-1969), del militar SADDAM HUSSEIN en Irak (1979-2003), del militar ZINE EL-ABIDINE BEN ALI en Túnez (1987-2011) y del economista EMOMALI RAHMON en Tayikistán (desde 1994), los 22 años del revolucionario nacionalista SUKARNO en Indonesia (1945-1967) y del médico MAHATHIR BIN MOHAMAD en Malasia (1981-2003), los 21 años del abogado FERDINAND MARCOS en las Filipinas (1965-1986), del revolucionario MELES ZENAWI en Etiopía (19912012), los 19 años del militar THAN SHWE en Birmania (1992-2011), los 18 años del militar GAMAL ABDEL NASSER en Egipto (1952-1970), del general PARK CHUNGHEE en Corea del Sur (1961-1979) y del político comunista DENG XIAOPING en China (1979-1997), los 16 años del príncipe rojo SOUPHANOUVONG en Laos (19751991) y del padre de los turkmenos SAPARMYRAT NYÝAZOW en Turkmenistán (19902006) y los 14 años del militar MENGISTU HAILE MARIAM en Etiopía (1977-1991)1393. Img. 128: La auto-escenificación propagandista de un dictador islámico: SADDAM HUSSEIN de Irak (1979-2003) como el piadoso líder militar que pretende usar la tecnología militar de la revolución industrial para ‘liberar’ la ciudad sagrada de Jerusalén con el Domo de la Roca en manos occidentales, siguiendo el modelo de la contra-cruzada del sultán medieval SALADINO1394
Mirando el orden de sucesiones, puede resumirse la historia moderna de Egipto como una línea de cuatro dictadores militares naserianos –GAMAL ABDEL NASSER (1952-1970), ANWAR AS-SADAT (1970-1981), HUSNI MUBARAK (1981-2011) y ABD 1393
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CORFIELD, History, Vietnam, op. cit., págs. 39 y ss; DANIEL, History, Iran, op. cit., págs. 219 y ss; HARTMANN, Staat/ Regime, op. cit., págs. 100 y ss, 105 y ss, 119 y ss, 143 y ss, 247 y ss; LEWIS, Middle East, op. cit., págs. 372 y ss; NISSEN & H., Mesopotamien/ Irak, op. cit., págs. 184 y s; NOLTE, Weltgeschichte, op. cit., págs. 167 y s; SCHWEIZER, Syrien, op. cit., págs. 325 y ss; SPENCE, Modern China, op. cit., págs. 514 y ss; TANNER, China, op. cit., págs. 501 y ss; VICKERS, Modern Indonesia, op. cit., págs. 121 y ss, 160 y ss. Afiche de propaganda de aprox. 2000 en Bagdad.
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AL-FATTAH AS-SISI
(desde 2013)– con algunas características de nuevos faraones. Igualmente, en Pakistán siguieron cuatro dictadores militares –AYUB KHAN (1958-1969), YAHYA KHAN (1969-1971), ZIA-UL-HAQ (1977-1988) y PERVEZ MUSHARRAF (20012008)– con ciertas características de nuevos Emperadores mogoles, pero en una dinámica mucho más competitiva y mezclada con periodos de la familia occidentalizada de los Bhutto que tampoco logró mostrar mejores resultados políticos, lo que ocurrió bajo una tendencia general de la neo-islamización del derecho y de la política1395. La tendencia hacia gobiernos monocráticos dentro del diseño republicano, pudo aprovecharse del mito del pasado sobre el buen Emperador o Rey. En la cultura jerárquica y monocrática bien establecida, el pueblo proyectó sus expectativas en el hombre fuerte permanente y estable. Sin embargo, en la realidad política hubo de todo: líderes exitosos, opresores brutales, cleptócratas, payasos coloridos y perdedores notorios. En los últimos casos, se recurrió a la antigua tradición del regicidio para liberarse de un jefe de Estado deficitario o débil. Por lo menos 37 mandatarios terminaron su carrera por un asesinato político o una ejecución: en Yemen del Norte en 1948, 1977 y 1978, en Siria en 1949, en Jordania en 1951, en Pakistán en 1951, 1979 y 1988, en Irak en 1958, 1963, 1966 y 2006, en Sri Lanka en 1959 y 1993, en Turquía en 1961, en Vietnam del Sur en 1963, en Arabia Saudita, Etiopía y Camboya en 1975, en Bangladés en 1975 y 1981, en Yemen del Norte en 1977 y 1978, en Laos en 1978, en Afganistán en 1978, 1979 y 1996, en Corea del Sur en 1979, en Egipto en 1981, en Irán en 1981, en el Líbano en 1982, 1987, 1989 y 2005, en la India en 1984 y 1991, en Argelia en 1992, en Armenia en 1999, en Nepal en 2001 y en Libia en 20111396. Muchos de los asesinos políticos nunca fueron castigados, como por ejemplo los de la familia presidencial bangladesí de 1975, que recibieron inmediatamente, de manos del nuevo gobierno, un decreto de impunidad. Una alternativa de liberarse de un ex mandatario derrocado, consistió en sancionarle con una larga pena privativa de libertad, así en Indonesia en 1967, en Bangladés en 1990, en Corea del Sur en 1997, en Taiwán en 2009, en Túnez en 2011, en Egipto en 2012, en Kirguistán en 2013 y en Corea del Sur en 20171397. Los reyes republicanos pudieron aprovecharse del núcleo de los recursos de poder de la rama ejecutiva, es decir, del liderazgo jerárquico de la administración pública y de las fuerzas armadas. En este sentido, el Estado asiático fue mucho más un Estado admi1395 1396
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Comp. ALI, The Duel, Pakistan, op. cit., págs. 50 y ss, 159 y ss; HALM, Die Araber, op. cit., págs. 128 y s. ALI, The Duel, Pakistan, op. cit., págs. 53 y s, 115 y s, 132 y s; HARTMANN, Staat u. Regime, op. cit., págs. 104 y s; LAUGHLAND, History of Political Trials, op. cit., págs. 237 y ss; KREISER & N., Türkei, op. cit., pág. 433; LEWIS, The Middle East, op. cit., pág. 372. SUKARNO de Indonesia en 1967 (arresto domicilario), HOSSAIN M. ERSHAD de Bangladés en 1990, CHUN DOO-HWAN y ROH TAE WOO de Corea del Sur en 1996 (indulto presidencial en 1997), CHEN SHUI-BIAN de Taiwán en 2009, BEN ALI de Túnez en 2011/2012 (en ausencia), MUBARAK de Egipto en 2012, KURMANBEK BAKÍEV de Kirguistán en 2013 (en ausencia) y PARK GEUN-HYE de Corea del Sur en 2017 (todavía detención preventiva).
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nistrativo que un Estado constitucional. Típicamente, la administración pública fue reformada según los rasgos generales de la modernidad industrial, pero bajo enormes particularidades culturales en su realización. Una crítica extendida tematiza la tendencia a la corrupción. g) La militarización Desde los años 1950, casi todos los Estados del ex cinturón de las civilizaciones retomaron el modelo del Ejército imperial japonés de la década de 1920 a 1945 y desarrollaron un grado elevado de militarización según signos de la era industrial. El objetivo fue imposibilitar toda nueva humillación y degradación por parte de fuerzas occidentales. Ya en la Guerra de Corea (1950-1953), China pudo alcanzar un empate militar frente a los EE.UU., mientras en 1956 la República de Egipto de NASSER ganó diplomáticamente la Guerra de Suez contra Gran Bretaña y Francia, imponiendo la nacionalización de la anglo-francesa Compañía del Canal de Suez1398. No obstante, también es cierto que los Estados árabes perdieron todas las guerras con el Estado neo-europeo mejor organizado y más eficiente de Israel, con la excepción del éxito parcial jordano en 1948. Por su parte, Vietnam del Norte pudo vencer en 1973 al ejército de invasión de los EE.UU.1399 Además, cabe resaltar que China dispone de armas nucleares desde 1964, India desde 1974, Pakistán desde la mitad de los años 1980 y Corea del Norte desde 20061400. Hoy en día, se encuentran diez de los doce ejércitos más grandes del mundo en esta zona, precisamente en China, India, Corea del Norte, Pakistán, Corea del Sur, Irán, Argelia, Egipto Vietnam e Indonesia1401. Sin embargo, el Ius contra bellum de las Naciones Unidas prohibió todo uso bélico, excepto la defensa propia, de modo que dichas fuerzas armadas parecen más como una escenificación teatral del poder estatal según el interés primordial de profundizar la solidaridad del pueblo con sus gobernantes. h) La estatalidad industrial Respecto a la gran transformación hacia la estatalidad industrial, el primer ejemplo exitoso de Asia fue el Imperio de Japón que ascendió, ya a finales del siglo XIX, al 1398
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FERGUSON, Empire, op. cit., págs. 359 y ss; DANIELLA GANSER, Illegale Kriege, 6ª ed., Zürich, Orell Füssli, 2017, págs. 68 y ss; HOURANI, A History of the Arab Peoples, op. cit., cap. 21.3. CORFIELD, The History of Vietnam, op. cit., págs. 77 y ss, 93 y ss. HANS M. KRISTENSEN & ROBERT NORRIS, Status of World Nuclear Forces, Fed. of American Scientists, 2016, https://fas.org/issues/nuclear-weapons/status-world-nuclear-forces/ (5.1.2018); MOESKES, Nordkorea, op. cit., págs. 9 y ss; ROTHERMUND, Indien, op. cit., págs. 76 y ss; ÍD., Geschichte, op. cit., págs. 112 y ss. China 2,3 millones, India 1,4 millones, Corea (norte) 0,9 millones, Pakistán 0,6 millones, Corea (sur) 0,6 millones, Irán 0,5 millones, Argelia 0,5 millones, Egipto 0,5 millones, Vietnam 0,4 millones, Indonesia 0,4 millones, GLOBAL FIREPOWER (Ed.), Total Available Active Military Manpower by Country, 2017, http://www.globalfirepower.com/active-military-manpower.asp (5.1.2018).
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grupo de los Estados industriales líderes del planeta y ha continuado en este camino hasta la fecha, gracias al liderazgo estatal exigente de la transformación industrial, la adopción rápida de la energía fósil, la creación temprana del bloque industrial-militar, la adopción de tipos de empresa occidentales bajo la transculturación a las lógicas posfeudales de los ex samurái japoneses, la dirección estatal de la economía mediante el derecho administrativo y los códigos informales de la sociedad jerárquica, el consenso entre la burocracia y el empresariado en cooperar bajo el mismo ideal nacional, la adopción de estrategias militares en el manejo empresarial y un alto grado de disciplina social. En 1890 y 1899, Japón adoptó el derecho comercial alemán con sus tendencias corporativistas para servir como el marco legal de la industrialización exigente. Un buen ejemplo de la modernización tecnológica es la armada imperial: de 1897 a 1913, Japón compró varios acorazados en Gran Bretaña, pero a partir de 1906 empezó a construir los mismos en los astilleros estatales propios, es decir, estudió las naves compradas, las copió (sin aceptar limitaciones por eventuales patentes extranjeras), las perfeccionó y, a partir de 1920, el Imperio de Japón dispuso de construcciones propias del mejor nivel cualitativo y, de 1941 a 1942, pudo construir los acorazados más grandes y fuertes de todos los tiempos. También fue determinante que la industria japonesa produjera, a partir de 1912, las locomotoras de vapor para los Ferrocarriles del Gobierno Japonés en vez de importarlos de Europa. En general, se dedicó al primer nivel tecnológico de la respectiva época1402.
Img. 129: La revolución industrial en Asia: en 1941, el Arsenal imperial de Kure construyó el acorazado más grande de todos los tiempos, el Yamato, denominado según el Japón antiguo1403
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Leyes núm. 32 de 1890 y núm. 48 de 1899 con base en el Código Comercial General de la Federación Germánica de 1861, op. cit.; CHANG, Kicking away, op. cit., págs. 46 y ss; KLEIN & W., Japan, op. cit., págs. 144 y ss; NOLTE, Weltgeschichte, op. cit., págs. 136 y s; OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, op. cit., págs. 653 y s, 663 y s; PRESTON & B., Schlachtschiffe, op. cit., págs. 20 y ss; STALPERS, Das moderne Japan, op. cit., págs. 142 y ss; MEREDITH WOO-CUMINGS, et al., The Developmental State, Cornell, Univ. Press, 1999, págs 32 y ss. Cit. por http://www.1zoom.me/zh/wallpaper/184149/z143/ (5.1.2018).
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
Varios decenios más tarde, desde la década de 1960, también los Estados autocráticos de Corea del Sur y Taiwán plantearon políticas públicas de industrialización. Se trató de dos territorios pequeños que, en la primera mitad del siglo XX, habían sido partes integradas del industrializador precursor de Japón (1895/1910-1945). Siguieron las ciudades-Estados de Singapur y Hong-Kong, así como, desde la década de 1980, Malasia, Indonesia, Tailandia y, en particular, la República Popular de China1404. Se crearon industrias de exportación de productos tecnológicos de calidad para las sociedades de consumo de la segunda revolución fósil-energética, basando su ascenso en la dirección central del Estado empresario, la promoción sistemática de la producción interna, la protección eficaz frente a la competencia librecambista de los países ya más industrializados, el rechazo a las patentes occidentales para no someterse a frenos mortales de la difusión tecnológica, el control de la entrada de capital extranjero y la cultura autodisciplinada del Este asiático. La orientación de la política industrial fue casi opuesta a las recomendaciones del liberalismo económico de Occidente, pues se negaron la competencia social-darwinista, los derechos de propiedad absolutos, la estatalidad mínima y la apertura máxima, orientándose mucho más en la historia de la industrialización japonesa e, indirectamente, en el corporativismo de la fase del ascenso alemán1405. De todos modos, el enorme avance tecnológico puede subrayarse en el ejemplo de la construcción de ferrocarriles estatales de alta velocidad, así en Japón a partir de 1964, en China desde 2003, en Corea del Sur en 2004 y, bajo un modelo público-privado, en Taiwán en 20071406. De tal manera, los Estados en ambos lados del mar Chino refutaron la hipótesis de la invencibilidad de la ventaja inicial de los precursores de la transformación industrial. Vale la pena comparar con el camino de América Latina, teniendo en cuenta que, en la mitad del siglo XX, el producto interno bruto per cápita de Corea del Sur alcanzó nada más que un tercio del nivel de Colombia, pero en 1998 Corea del Sur ascendió a más del
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Países de esta zona que alcanzaron hasta 1990 una cuota de más del 50% de productos manufacturados en su total de exportaciones: Japón (94%), Corea del Sur (94%), Taiwán (sin data), Hong Kong (92%), Israel (87%), Pakistán (79%), Bangladés (77%), China (72%), Singapur (72%), India (70%), Túnez (69%), Turquía (68%), Tailandia (63%), Jordania (56%), Malasia (54%), Marruecos (52%); UNDP, HDR 2007/2008, op. cit., págs. 285 y ss. Comp. GERMÁN BURGOS S., Crecimiento económico sin Estado de Derecho, Bogotá, UNAL, 2007, págs. 87101; FÄSSLER, Globalisierung, op. cit., págs. 161, 165; HA-JOON CHANG, The East Asian Development Experience, Londres, Zed, 2006, págs. 13 y ss, 63 y ss; KANISHKA JAYASURIYA, Law, Capitalism and Power in Asia, Londres, Routledge, 1999; NOLTE, Weltgeschichte, op. cit., págs. 141 y ss, 149 y ss; NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 219 y ss; DANI RODRIK, The Globalization Paradox, Nueva York, Norton, 2011, págs. 145 y ss; RUBINSTEIN et al., Taiwan, A New History, op. cit., págs. 366 y ss; SETH, A History of Korea, op. cit., págs. 381 y ss, 395 y ss; JOSEPH E. STIGLITZ, Globalization and its Discontents, Nueva York, Penguin, 2002, págs. 89 y ss, 180 y ss; ÍD., Making Globalization work, Nueva York, Norton, 2007, págs. 25 y ss. También Turquía (desde 2009) y Uzbekistán (2011) disponen de primeras líneas de alta velocidad, e Irán, Arabia Saudita y Marruecos planean abrirlos prontos (aprox. 2018-2020).
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doble de Colombia1407. En ello, los asiáticos orientales interiorizaron mucho más la mentalidad industrial de la cooperación eficaz, de la ética laboral, del deber profesional, de la precisión, de la estructura organizacional y de la educación exigente. A pesar de la enorme distancia del camino del Este asiático a las teorías económicas y desarrollistas favoritas de Occidente, hay que constatar poca disposición de los teóricos euroamericanos para amoldarse al diagnóstico empírico. No es tan conocido, pero de los grandes Estados asiáticos con tradiciones imperiales, alcanzaron también Irán y Turquía resultados de desarrollo relativamente altos, pero sin producir alta tecnología de exportación. Paralelamente, varios Estados del ex cinturón ganaron un enorme significado mundial por servir como las fuentes principales de energía de la segunda revolución fósil-energética, en particular Irán, Irak, Arabia Saudita y las micro-monarquías del golfo Pérsico, que se establecieron como los puntos de partida del nuevo régimen globalizado del flujo de energía hasta los centros industriales en Europa y el Este asiático1408. En el resultado provisional de hoy, han subido a la categoría muy alta del Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas: Japón, Corea del Sur, Taiwán, Arabia Saudita y varios Emiratos de petróleo en el golfo Pérsico; a la categoría alta: Omán, Malasia, Irán Turquía y Líbano, Tailandia, China y Uzbekistán; a la categoría media: Egipto, Indonesia, Vietnam, Marrueco, India, Bangladés, Birmania y Pakistán; y a la categoría baja: Yemen, Afganistán y Etiopía1409. El orden de países contradice el extendido mito europeo según el cual un mayor grado de democratización y la decisión para el liberalismo económico, promoverían automáticamente un mayor nivel de industrialización y desarrollo. De igual forma, puede evaluarse el grado de transformación a la sociedad industrial según el criterio de la tasa de urbanización, pues en sociedades preindustriales vive el 80% de la población en el campo y en sociedades industriales la relación se presenta al revés. Según este criterio, entran al tercio supremo de transformación –con más del 70% del pueblo estatal urbanizado–: Japón con el 93%, Arabia Saudita con el 83,1%, Corea del Sur con una tasa del 82,5%, Omán con el 77,6%, Malasia con el 74,7%, Irán y Turquía con el 73,4%, mientras el tercio medio (40-70%) se compone por: Siria con el 57,7%, China con el 55,6%, Indonesia con el 53,7%, Tailandia con el 50,4% y Egipto con el 43,1%. En cambio, se maniobran todavía en cercanías del patrón preindustrial: Pakistán con una tasa de urbanización del 38,8%, Uzbekistán del 36,4%, Yemen del 34,6%, Bangladés del 34,3%, Vietnam con el 33,6%, India del 32,7%, Afganistán del 26,7%, Camboya del 20,7%; Etiopía del 19,5% y Nepal del 18,6%1410. La 1407 1408 1409 1410
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Cifras en dólares internacionales de 1990 en MADDISON, The World Economy, op. cit., págs. 195, 215. NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 105 y ss. UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 198 y ss. UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 222 y ss.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
urbanización de Oriente se manifestó en aglomeraciones extensas que alcanzaron en el caso de Tokio (Japón) 37,8 millones de habitantes, en Delhi (India) 24,9 millones, en Shanghái (China) 22,9 millones, en Mumbai (India) 20,7 millones, en Osaka-Kobe (Japón) 20,1 millones, en Beijing (China) 19,5 millones, en El Cairo (Egipto) 18,4 millones, en Dhaka (Bangladés) 16,9 millones, en Karachi (Pakistán) 16,1 millones, en Kolkata (India) 14,7 millones, en Estambul (Turquía) 13,9 millones y en Manila (Filipinas) 12,7 millones1411. Conviene destacar que la transformación industrial de la Unión de la India es todavía un fenómeno isleño –por ejemplo en forma de la industria de exportación de alta tecnología en el valle de silicio de Bangalore– que no puede ser descrito adecuadamente por el eslogan optimista de la diplomacia pública de 2004 que habló de una supuesta India Shining, pues compite con resultados poco convincentes de las políticas públicas que se dedican a otros desarrollos de la gran transformación industrial, especialmente a la revolución demográfica con su perfil marcado por la pobreza rural y urbana, es decir, todavía hoy en día vive el 68% de la población india con menos de 3,1 dólares estadounidenses por día1412. En todo el planeta, la transformación a la sociedad industrial se caracterizó por una fuerte revolución demográfica con una multiplicación de la población mundial por el factor 7,5 desde 1800. La misma se inspiró principalmente en la ampliación de la capacidad alimenticia por la subvención fósil-energética de la agricultura según el Proceso de Haber-Bosch, pero también en la extensión de las huellas ecológicas de las ciudades por los medios de transporte de la era fósil-energética. En el resultado provisional de hoy, diez pueblos estatales de Asia y África del Norte están dentro de las 15 naciones mayores de la tierra, lo que no se ubica por debajo de las relaciones del antiguo régimen, pero subraya la adaptación perfecta a las dinámicas demográficas de la era post-agraria. Entre 1820 y 2017, los chinos y japoneses se multiplicaron por cuatro, los indios por seis, los turcos por ocho, los iraníes por once, los birmanos y tailandeses por 13, los indonesios por 14, los vietnamitas por 15 y los filipinos por 501413. De todos modos, mientras el mundo del siglo de transformación entre 1850 a 1950 se había presentado agudamente eurocéntrico, el de 2018 es otra vez multicéntrico. Bajo los nuevos signos post-agrarios e industriales, se acerca cada vez más a una normalidad histórica con un alto grado de visibilidad de Estados que ya habían sido importantes en las civilizaciones preindustriales1414. 1411 1412
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Cifras para 2014 en: UN DESA, World Urbanization Prospects 2014, op. cit., pág. 26. WORLD BANK, World Development Indicators 2017, op. cit., pág. 23. Sobre la pobreza en la India: BERNARD IMHASLY, “Ein reiches Land mit armen Menschen”, en revista APuZ, núm. 22, Bonn, BPB, 2008, págs. 13-19; ROTHERMUND, Indien, op. cit., págs. 255 y ss. Comp. MADDISON, The World Economy, op. cit., págs. 203, 206, 213; UN DESA, World Popultion Prospects 2017, op. cit., pág. 29; LIVI B., A Concise History of World Population, op. cit., cap. 5. Véase FAREED ZAKARIA, The Post-American World, 2a ed., Nueva York, Norton, 2011, págs. 100 y s, 145 y ss.
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3. LA MUNDIALIZACIÓN DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO A)
LA COOPTACIÓN DE PRIMEROS IMPERIOS ASIÁTICOS A LA COMUNIDAD DEL DERECHO INTERNACIONAL EUROCÉNTRICO
Entre los elementos llamativos de la tercera revolución de la historia mundial del Estado, se detecta la mundialización de la nueva variante del derecho internacional público de origen europeo que se transformó de un derecho zonal e interno de la Cristiandad latina a un derecho global sin vínculos con una religión específica, que consumió desde la segunda mitad del largo siglo XIX a los demás derechos zonales. En otras palabras, se disolvieron los sistemas internacionales del universismo chino, del budismo theravada, de los Estados hindúes marathas y de las agrupaciones alrededor de los Imperios Mogol y Otomano. En esta dinámica expansiva, se reemplazó la denominación del Jus Publicum Europaeum por la nomenclatura Derecho de los Estados civilizados en el sentido de una comunidad eurocéntrica de los Estados del planeta que recibieron la aprobación civilizatoria por parte de la pentarquía, el cual excluyó a las sociedades pre-estatales, declaradas bárbaras, así como de modo selectivo a aquellos Estados tradicionales de Asia y África del Norte que no estuvieron dispuestos a cooperar y, por tanto, pudieron ser estigmatizados como no civilizados. No cabe duda de que el Derecho de los Estados civilizados fue un eufemismo que puede contrastarse con los actos de barbarie cometidos en el marco de la anarquía de soberanía. De todos modos, en la Paz de París de 1856, las potencias unidas de la pentarquía europea invitaron a su contrincante tradicional, el Imperio Otomano, “a la participación en las ventajas de la comunidad europea de Estados y del derecho público europeo”1415, mientras en la ola de ratificación del Convenio de Ginebra de 1864, participaron también el Imperio Persa (1874), el Imperio de Japón (1886), el Reino de Siam (Tailandia, 1895) y el Imperio Chino (1904). De igual forma, la Convención de La Haya de 1899 fue ratificada por Persia, Siam y Japón ya en 1900, por Corea en 1903 y por el Imperio Otomano y China en 1907. De tal manera, se describió el círculo de los cooptados fuera de Europa y América1416. Nada de esto ocurrió al estilo de una afiliación o inscripción voluntaria, pues en el fondo tuvo lugar un proceso fundamental de poder a causa de la ventaja fundadora de Europa en la gran transformación industrial y la posesión originaria y unilateral de las respectivas armas irresistibles, con el efecto de la pérdida de la capacidad de los Estados 1415
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Art. 7 del Traité de paix signé à Paris de 1856, op. cit. Al respecto: ZIEGLER, The Peace Treaties of the Ottoman Empire, op. cit., págs. 361 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág. 20; REINKOWSKI, Das Osmanische Reich, op. cit., págs. 34-54; TRUYOL Y SERRA, Historia del derecho internacional público, op. cit., pág. 103. Convention de Genève pour l’amélioration du sort des militaires blessés dans les armées en campagne de 1864, op. cit.; Convention (II) de la Haye concernant les lois et coutumes de la guerre sur terre de 1899, op. cit.
LA DIFUSIÓN MUNDIAL DEL NUEVO MODELO DE ESTADO
asiáticos a liderar guerras con perspectiva de éxito. Originalmente, todas las potencias asiáticas intentaron resistir, pero después de las derrotas en las Guerras de Opio (18391842, 1856-1860) y en la Guerra Bóxer (1900), incluso el Imperio de China se vio tan humillado que las élites empezaron a adoptar conceptos europeos del Estado y de las relaciones internacionales para salvar la existencia propia. Precisamente, las invitaciones a incluirse al sistema internacional eurocéntrico sólo alcanzaron algunos pocos poderes estatales restantes. Como expuesto en los capítulos anteriores, grandes partes de Asia y África del Norte se incluyeron al sistema de los Estados civilizados en otras formas, a través de la mediatización por las potencias del imperialismo industrial, en particular Gran Bretaña, Francia y Rusia, que se apropiaron de la representación internacional de Estados bajo su suzeranía, una figura jurídica en las cercanías del antiguo derecho feudal. Una de las estrategias más pérfidas de la apropiación europea del mundo, debe reconocerse en el imperialismo humanitario que permitió actuar de modo agresivo bajo la apariencia de ser combatiente ético contra la maldad en el globo. En otras palabras, los autoproclamados Estados civilizados de Europa se dedicaron a imponer su nueva visión del diseño de las relaciones sociales, derivada de la muy reciente Ilustración, frente a las antiguas civilizaciones de Asia y África del Norte. Un ejemplo llamativo fue la supresión del culto de la muerte denominado sati –es decir, del ritual de la auto-incineración ‘voluntaria’ de las viudas hindúes junto con su esposo muerto– en las monarquías del subcontinente de la India por la influencia británica1417. Sin embargo, resultó de mayor impacto el combate del tráfico de esclavos que fue, a partir de 1807, una política oficial del Reino de Gran Bretaña que se convirtió de uno de los países hasta entonces más involucrados en las respectivas prácticas, en su adversario. En ello, nadie debe subestimar motivaciones paralelas a las ilustradas, pues la apropiación de la tarea de control, fortaleció sustancialmente el dominio marítimo británico. Siguió Francia con la conquista del puerto mediterráneo de corsarios esclavizantes en Argel en 1830. A partir del Acta general de la Conferencia antiesclavista de Bruselas de 1890, las potencias europeas pudieron convencer un primer Imperio asiático a renunciar a la esclavitud – el Otomano–1418. B)
LA INCLUSIÓN SISTEMÁTICA A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL DEL SIGLO XX
El siglo XX llevó a cambios significativos. Cuando Gran Bretaña y Francia establecieron, a través de las paces parisinas de 1919-1920, su proyecto de las futuras relaciones internacionales en forma de la Sociedad de Naciones, se aceptó también la pertenen1417 1418
FISCH, Tödliche Rituale, op. cit., págs. 262 y ss, 323 y ss. Acte général de la Conférence de Bruxelles et déclaration de 1890, op. cit. FLAIG, Weltgeschichte der Sklaverei, op. cit., págs. 210 y ss; NUSSBERGER, Das Völkerrecht, op. cit., pág. 90.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
cia de Persia, India, Siam, China y Japón, además la de Etiopía a partir de 1923, la de Turquía e Irak en 1932, la de Afganistán en 1934 y la de Egipto en 1936. La subsiguiente Organización de las Naciones Unidas de 1945, significó el paso real a un modelo global según normas de origen europeo, pero alrededor de conceptos novedosos como la igualdad legal de todos los Estados soberanos de la tierra, el ius contra bellum, la universalización de los derechos humanos euro-descendientes y la organización permanente en forma de órganos semejantes a los de los Estados modernos mismos. Entre los 51 miembros fundadores, estuvieron once Estados de Asia y África del Norte, a saber, Arabia Saudita, China, Egipto, Etiopía, Filipinas, India, Irán, Iraq, Líbano, Siria y Turquía1419. No obstante, aparte de las relaciones jurídicas y diplomáticas, el sistema mundo de la era industrial se configuró cada vez más por disparidades y dependencias complejas sin formalización completa en el marco del régimen económico internacional1420. De todos modos, entre 1917 y 1990 los Estados orientales se ubicaron fuera de los centros de facto de poder, donde se dieron más procesos de reorganización de la pentarquía occidental hacia un dualismo americano-ruso, con la excepción notable del desafío japonés entre 1937 y 1945, pero desde los años 90 es indudable el nuevo ascenso de China e India.
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Pacto de la Sociedad de Naciones de 1919, op. cit. & Carta de las Naciones Unidas de 1945, op. cit. Comp. en detalle los capítulos VIII.3.A, VIII.6.A y GAREIS & V., The United Nations, op. cit., págs. 15 y ss; GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., págs. 581 y ss, 639 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 23 y ss; HOBE, Völkerrecht, op. cit., págs. 46 y ss; KENNEDY, The Parliament of Man, op. cit., págs. 10 y ss; VITZTHUM et al., Völkerrecht, op. cit., págs. 272 y ss; ZIEGLER, Völkerrechtsgeschichte, op. cit., págs. 217 y ss. Comp. NOLTE, Weltgeschichte., op. cit., págs. 237-260; IMMANUEL WALLERSTEIN, The Modern World System, t. 4, Berkeley, Univ. of California, 2011; ÍD, World-Systems Analysis, Duke Univ. Press, 2004.
CAPÍTULO VII
LA COMPETENCIA SISTÉMICA ENTRE SIETE MODELOS DEL ESTADO MODERNO La gran transformación política-jurídica del mundo ha sido observada por gafas historiográficas muy diferentes. Por una parte, debe advertirse el extendido mito ilustrador que considera el reemplazo del Reino dinástico –el modelo de Estado característico en los cinco milenios entre 3000 a.C. y 1800 d.C.– por el nuevo modelo estándar del Estado constitucional republicano, como un fenómeno natural de la historia humana al estilo lineal de una gran modernización progresiva, que habría sido dirigido desde sus inicios hacia el fin predefinido de imponer la democracia actual, lo que aparece fácilmente, en esta rama de pensamiento, como la victoria de una misión salvadora de la humanidad para llegar a algo así como el “fin de la historia”1421. En esta rama de pensamiento, las variaciones y alternativas aparecen solamente como desviaciones y frenos del camino único a la salvación mundial. Por otra parte, debe señalarse el modelo teórico de la gran transformación con ningún resultado predefinido que va a acercarse, en el futuro, a modos de estabilización todavía desconocidos1422. En esta rama es posible evaluar todo tipo de desarrollo estatal como equivalente. El diseño de la presente obra se fundamenta primordialmente en la segunda lógica. No obstante, por lo menos dentro de la cultura europea-occidental, se aplican los veinte indicadores cualitativos de transformación, elaborados en el capítulo V.3.A. En una evaluación sistémica, pueden caracterizarse los dos siglos y cuatro decenios de la gran transformación por la competencia entre nueve grandes sistemas políticos y jurídicos con características propias. Si se dejan aparte tanto las sociedades pre-estatales en 1421
1422
FRANCIS FUKUYAMA, El fin de la historia y el último hombre, Barcelona, Planeta, 1992 (título original en inglés de 1992). Véase además HUNTINGTON, The 3rd Wave, op. cit.; KRIELE, Die demokrat. Weltrevolution, op. cit.; CHRISTIAN WELZEL, “Humanentwicklung, Systemwettbewerb und Demokratie”, en HANS D. KLINGEMANN & FRIEDHELM NEIDHARDT (Ed.), Zur Zukunft der Demokratie, Berlín, Sigma, 2000, págs. 471-502. Crítico frente a la perspectiva de la salvación garantizada y lograda: MÜLLER, Contesting Democracy, op. cit.; ROBERT KAGAN, The Return of History and the End of Dreams, Nueva York, Knopf, 2008 (trad. española de 2008). Ambiguo: KIELMANSEGG, Die Grammatik der Freiheit, op. cit., págs. 235 y ss. Véase el diseño teórico en el capítulo I.6.
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proceso de extinción –sin olvidar que las mismas ocuparon hacia el año 1850 más de la mitad del planeta– como los Reinos dinásticos tradicionales en proceso de desaparición completa, quedan siete sistemas estatales modernos que van a ser profundizados subsiguientemente: 1. La monarquía autocrática moderna. 2. El Estado constitucional republicano-democrático de tipo liberal. 3. La monarquía liberal. 4. La democracia popular comunista. 5. La autocracia republicana. 6. El Estado constitucional democrático-social-ambiental. 7. La demo-autocracia híbrida.
Img. 130: Rompiendo con la legitimidad dinástica del antiguo régimen y fundando la monarquía autocrática moderna: en 1804, el general de la Revolución francesa, NAPOLEÓN BONAPARTE, se autocoronó, en la presencia del Papa, Empereur des Français, bajo ciertas referencias a la tradición del Sacro Imperio Romano1423
1423
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Óleo de JACQUES-L. DAVID de 1806 en el Musée du Louvre, París. Foto de BERND MARQUARDT.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
1. LA MONARQUÍA AUTOCRÁTICA MODERNA A)
ORIGEN Y PERFIL
Cuando se desarrolló, a partir de 1789, la revolución de la soberanía en el marco de la tercera transformación básica de la historia mundial del Estado, los efectos fueron altamente ambivalentes. No solo creció el poder estatal, su capacidad de actuar y su eficiencia, sino que se articuló inmediatamente la tendencia a promover gobiernos monárquicos más agudos que los del antiguo régimen europeo, sin aceptar limitaciones ni por autonomías segmentarias ni por asambleas representativas, pero disponiendo de un aparato burocrático rigoroso, dirigido jerárquicamente por el jefe de Estado, y una nueva capacidad legislativa en manos del mismo. Partes significativas de la bibliografía denominan este nuevo modelo eufemísticamente la monarquía constitucional, enfocándose en la adopción del estilo ilustrador de un derecho constitucional codificado y generando, de tal manera, una lógica narrativa del progreso lineal que presenta una supuesta primera etapa en una carrera de la liberación desde la oscuridad absolutista del antiguo régimen hacia la luz de la democracia socialliberal de hoy1424. Pero nada fue tan fácil, pues la monarquía autocrática moderna reemplazó en gran medida sistemas políticos con un protoconstitucionalismo elaborado con base en la teoría de la constitución mixta1425. Lo llamativo del nuevo modelo no fue tanto la constitución escrita, sino por el contrario el incremento exponencial de la capacidad de dirigir el Estado soberanamente desde el palacio. Por otra parte, en términos cualitativos, la monarquía autocrática moderna parece fácilmente deficitaria en comparación con el republicanismo de las dos Américas, pero la misma tampoco es irrelevante, pues caracterizó a varios de los Estados más centrales del sistema internacional por más de un siglo de la era de la gran transformación. Precisamente, la monarquía autocrática moderna concentró sus bases de legitimidad en el principio monárquico que postuló la soberanía del respectivo monarca, no solo para 1424
1425
Al respecto: ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., págs. 159 y ss; OLIVER L. BALDOMERO, Monarquía y Estado constitucional, Madrid, Tecnos, 2002, págs. 93-130; ERNST W. BÖCKENFÖRDE, “The German Type of Constitutional Monarchy in the 19th Century”, en ÍD., State, Society, and Liberty, Nueva York, Berg, 1991, págs. 87-114 (título original en alemán de 1991); GERARD BATLINER, “Einführung in das liechtenstein. Verf.recht”, en ÍD., Die liechtenstein. Verfassung 1921, Vaduz, Akadem. Gesellschaft, 1994, págs. 15-104, 37; BRAVO L., La monarquía moderna, op. cit., págs. 25-80, 54 y ss; GRIMM, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 112 y ss; HARTMANN, Franz. Verf.geschichte, op. cit., pág. 91; HEUN, La estructura del constitucionalismo alemán del siglo XIX, op. cit., págs. 43-68; ÍD., El principio monárquico, op. cit., págs. 559-586; MARTIN KIRSCH, Monarch und Parlament im 19. Jahrhundert, Göttingen, V & R, 1999, págs. 386 y ss; KROESCHELL, Rechtsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 231 y s; STOLLEIS, Public Law in Germany, t. 2, op. cit., págs. 61 y ss; HEINRICH O. MEISNER, Die Lehre vom monarchischen Prinzip, Aalen, Scientia, 1995 (1913); REINHARD, Geschichte Staatsgewalt, op. cit., pág. 430; WEHLER, The German Empire, op. cit., págs. 52 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 236 y ss. Sobre la constitución mixta: MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 334 y ss.
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ilustrar metafórica y floridamente su dignidad y reputación, como en el antiguo régimen, sino con todos los superlativos que la soberanía encarnaba en la consolidación conceptual a partir de la era napoleónica. En este sentido, por ejemplo el artículo 4 de la Constitución del Reino de Sajonia de 1831 atestiguó: “El Rey es la cabeza soberana del Estado que unifica todos los derechos del poder estatal en su persona y los aplica según las normas fijadas por esta constitución. Su persona es sagrada e inviolable”1426.
Img. 131-132: Los palacios monárquicos del largo siglo XIX: de 1858 a 1869, el Rey ciego JORGE V de Hanóver construyó el castillo neogótico de Marienburg para su esposa MARÍA; abajo, el palacio de Schwerin, reconstruido de 1843 a 1857 al estilo del neorenacimiento, como la sede del Gran Ducado de Mecklemburgo (hasta 1918)1427
1426 1427 1428
1429
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La monarquía autocrática moderna fue el hijo exitoso de la alienación de la Revolución francesa y de la subsiguiente contrarrevolución. Los rasgos principales aparecieron por primera vez en el imperio burocrático y militar del líder del ejército de la revolución, NAPOLEÓN BONAPARTE (1804-1814/ 1815)1428, que ascendió al trono francés mediante una usurpación. En todas las dimensiones, NAPOLEÓN fue un monarca más fuerte que el famoso Rey sol LUIS XIV (16431715), pues la des-señorialización reemplazó el poder autónomo de los miles de señoríos feudales con sus derechos particulares1429 por el patrón de organización de un Estado Nación burocrático, legislativo, tributario y militar homogéneo con muchas más capacidades de dirigir sus relaciones internas. Mientras los Reyes del antiguo régimen no habían podido unificar el derecho civil frente a la tradición reconocida de la autonomía jurídica lolocal, NAPO-
Verf.urkunde des Kgr. Sachsen de 1831, op. cit. Comp. STOLLEIS, Public Law, op. cit., págs. 176 y ss. Fotos: BERND MARQUARDT. Carta: Constitution de l’an XII (1804) francesa, ed. por CAPORAL, Constitutional documents of France and Corsica 1789-1848, op. cit., págs. 155-171. En detalle: MARQUARDT, Segmentäres Verf.system, op. cit., págs. 450 y ss.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
pudo imponer, en 1804, el Código civil uniforme con su nuevo enfoque ideológico en el liberalismo económico y social; mientras la capacidad administrativa había encontrado sus límites en el principio segmentario nulle terre sans seigneur, NAPOLEÓN dispuso de una estructura territorial uniforme centralmente dirigida; mientras el antiguo régimen había conocido una multitud de grupos de súbditos señoriales, NAPOLEÓN dispuso de un pueblo estatal homogeneizado que fue subordinado inmediatamente al Estado bajo las figuras de la nacionalidad y ciudadanía1430. LEÓN
El auge explosivo del autocratismo en la ruptura sistémica es bien visible en figuras como el primer Rey de Wurtemberg, FEDERICO I (1806-1816) que había recibido su corona de la gracia napoleónica. En la caída del Sacro Imperio Romano (1806), él se soberanizó también institucionalmente, aboliendo la representación estamental del antiguo ducado vasallo de Wurtemberg y todos los demás órganos representativos de los territorios incluidos a su nuevo Estado, de modo que el decenio hasta 1815 fue el único de la historia regional sin ningún tipo de representación proto-parlamentaria o parlamentaria. Los monarcas de entonces radicalizaron el concepto de soberanía para entenderla ahora como un derecho absoluto a eliminar cualquier limitación, norma o institución proveniente del antiguo régimen, efectuando una política del autocratismo ilustrado al estilo de una revolución desde arriba decretada por parte del poder estatal1431. La así llamada restauración de la Santa Alianza y del Congreso de Viena de 1815 confirmó los rasgos principales del tipo napoleónico de la monarquía, con la modificación de entregar el Estado francés a la dinastía prerrevolucionaria de los borbones (hasta 1848)1432. Es importante no confundir el término restauración con una verdadera reconstrucción del antiguo régimen, sobre todo porque no se restablecieron varios Estados extinguidos como el Sacro Imperio Romano, el Reino de Polonia-Lituania o la potencia costera de Venecia, sino que se trató de una ideología que se definió negativamente como anti-ilustradora, anti-liberal y anti-burguesa, pero retomó todos los elementos de la Revolución francesa que fueran útiles para el crecimiento interno del poder estatal. En vez de la constitución jacobina de 1793, la Charte Constitutionelle de 1814, otorgada por el octroi soberano del Rey LUIS XVIII de Francia (1814-1824)1433, se consolidó como la verdadera carta modelo para un siglo.
1430 1431
1432 1433
Véase capítulos III.1.C, III.3 y III.4.A. FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 133 y ss; BERNHARD MANN, Kleine Geschichte des Kgr. Württemberg 1806-1918, 2a ed., Karlsruhe, Braun, 2012, págs. 53 y ss; MARQUARDT, Segmentäres Verf. system, op. cit., págs. 453 y s; WEHLER, The German Empire, op. cit., cap. 8.4. Tratado general, o sea Acta del Congreso de Viena de 1815, op. cit. Charte Constitutionelle de 1814, op. cit., págs. 177-182. Comp. GODECHOT, L’histoire constitutionnelle de la France, op. cit., págs. 59 y ss; HARTMANN, Franz. Verf.geschichte, op. cit., págs. 88 y ss; KIRSCH, Monarch und Parlament, op. cit., págs. 299 y ss; LUIGI LACCHÉ, “Las cartas otorgadas”, en revista Fundamentos, núm. 6, Oviedo, JPPA, 2010, págs. 269-305, 272 y ss.
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B)
EL MODELO EXITOSO DE EUROPA CONTINENTAL (1814-1918)
En Europa continental, la monarquía autocrática moderna se evidenció como el indiscutible modelo exitoso que salió de la primera ola de la gran transformación de los sistemas políticos (1776-1825). La Federación Germánica de 1815, una unión intermonárquica en la sucesión del Sacro Imperio Romano disuelto alrededor de Austria con características confedero-federales1434, adoptó constitucionalmente el principio monárquico, declarándolo obligatorio para todos los Estados monárquicos federados, pero en combinación con el deber fundamental de desarrollar una constitución estamental. Puede parecer sorprendente que justamente la federación sucesora del representante modelo del protoconstitucionalismo del antiguo régimen, el Sacro Imperio Romano, diera un giro tan acentuado hacia la estatalidad autocrática, pero este último había muerto en la interacción entre la conquista napoleónica y la rebelión de los príncipes que se aprovecharon de las oportunidades gubernamentales creadas por el usurpador (1805/1806) y no las quisieron abandonar en beneficio de la tradición. Las constituciones de los Estados federados como la bávara de 1818, la wurtemberguesa de 1819, la sajona de 1831, la hanoveriana de 1833, la luxemburguesa de 1841, la prusiana de 1850, la liechtensteiniana de 1862 o la austríaca de 1867, concretaron esta decisión. Por su parte, la constitución de la segunda federación inter-monárquica de 1871, ahora alrededor de Prusia y llamada Imperio Alemán, constitucionalizó una variante especial del principio monárquico bajo signos confedero-federales, identificando la soberanía con el consejo de los monarcas soberanos federados, lo que favoreció efectivamente al presidente de dicho consejo, el Rey de Prusia, llamado ahora Emperador alemán, mientras los Estados federados continuaron ininterrumpidamente con el principio monárquico de 18151435. Muchos de los demás representantes de la monarquía autocrática moderna formularon el papel del soberano gradualmente más moderado, pero retomaron en el núcleo la misma concepción. Entre otros, llaman la atención los Países Bajos desde 1815 y Di1434 1435
442
Sobre el carácter ambiguo entre la confederación y la federación, comp. capítulo III.2.E. Arts. 13 (BA) y 57 (SA) de la Constitución de la Federación Germánica de 1815 y 1820, op. cit.; Verf.-Urkunde Kgr. Baiern de 1818, op. cit.; Verf.-Urkunde Kgr. Württemberg de 1819, op. cit.; Verf.urkunde Kgr. Sachsen de 1831, op. cit.; Grundgesetz Kgr. Hannover de 1833, ed. por HEUN, German Constitutional Documents, F-H, op. cit., págs. 117-146; Landständ. Verf. Ghzm. Luxemburg de 1841, ed. por STEVENS et al., Constitutional Documents of Benelux, op. cit., págs. 141-152; Verf.urkunde Preuß. Staat de 1850, op. cit.; Verf. Fsm. Liechtenstein de 1862, ed. por WEBMASTER VERF. EU, Verf.texte, op. cit.; Staatsgrundgesetz austríaca, 6 leyes de 1867, op. cit.; Verf. des Dt. Reiches de 1871, op. cit. Sobre los Estados alemanes: BÖCKENFÖRDE, The German Type, op. cit., págs. 87-114; FRANK ENGEHAUSEN, Kl. Geschichte d. Ghzm. Baden, 3a ed., Karlsruhe, Braun, 2012, págs 33 y ss; FROTSCHER, Ringen um den Verf.staat, op. cit., págs. 92 y ss; ÍD. & P., Verf. geschichte, op. cit., págs. 132 y ss; GRIMM, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 112 y ss; HEUN, La estructura del constitucionalismo alemán, op. cit., págs. 43-68; ÍD., El principio monárquico, op. cit., págs. 559-586; KROESCHELL, Dt. Rechtsgeschichte, t. 3, op. cit., págs. 231 y s; MANN, Kleine Geschichte des Kgr. Württemberg, op. cit., págs. 92 y ss; REINHARD, Geschichte Staatsgewalt, op. cit., pág. 430; STOLLEIS, Public Law in Germany, t. 2, op. cit., págs. 61 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 3, op. cit., pág. 361; ÍD, The German Empire, op. cit., págs. 52 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 241 y ss.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
namarca a partir de 18491436. Tampoco es oportuno excluir el Reino de Bélgica de esta categoría, pues, pese a estar basado formalmente, por su constitución de 1831, en la soberanía de la nación y de declarar limitadas las facultades del monarca, instituyó en sus normas precisas un Rey fuerte que hacía presencia en los tres subpoderes y acercándose más al modelo monárquico de su entorno que al del constitucionalismo republicano-liberal. Por una parte, la soberanía nacional belga hizo referencia a la revolución francesa, pero por otra parte, fue viable entender la misma no como la soberanía del pueblo electoral, sino del Estado Nación con su institucionalidad circunscrita en la constitución1437. De igual forma, retomaron los rasgos principales del modelo en mención: Cerdeña-Piamonte (1848-1860) y su sucesor italiano (1861-1922), España (18341931), Portugal (1826-1910) con el poder moderador del monarca, Brasil (1824-1889) con el mismo poder supremo por encima de los demás poderes y Hungría (1867-1918), así como las monarquías neo-europeas en los Balcanes1438. Tanto en Cerdeña-Piamonte y España, como en Prusia y Austria, las primeras constituciones posibilitaron la unificación del poder estatal y la superación de las monarquías compuestas con sus tradiciones jurídico-sociales diversificadas en los territorios históricos particulares. Preguntando por el proceso de creación de las respectivas constituciones, hay que advertir que la primera generación se fundamentó típicamente en un octroi unilateral del monarca soberano que hizo referencia a la legitimidad celestial de la gracia divina1439, 1436 1437
1438
1439
Grondwet voor het Kgr. der Nederlanden de 1848, op. cit.; Danmarks Riges Grundlov de 1849, op. cit. Arts. 25 y 78 de la Constitution de la Belgique de 1831, op. cit. Véase ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., pág. 161; LUIGI LACCHÉ, “Constitución, monarquía, parlamento”, en revista Fundamentos, núm. 6, Oviedo, JPPA, 2000, págs. 467-543; ÍD., Las cartas otorgadas, op. cit., pág. 275. Statuto e Legge fondamentale di Carlo Alberto, Re di Sardegna de 1848, op. cit.; Estatuto Real de 1834, op. cit.; Constituciones de la Monarquía Española de 1837 y 1845, op. cit.; art. 71 de la CP da Monarchia portugueza de 1826, op. cit. (válida: 1826-1828, 1834-1836, 1842-1910); art. 98 de la CP do Imperio do Brasil de 1824, ed. por PRESIDÊNCIA DA REPÚBLICA (Ed.), Constituições, http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/constituicao/constituicao24.htm (5.1.2018); Hungría: sin constitución formal, pero estatuto XII de 1867 (Ausgleich); constituciones de Grecia de 1844, 1864 y 1911, de Rumania de 1866 y 1923, de Serbia de 1869, 1888, 1894, 1901 y 1903, de Montenegro de 1905 y de Bulgaria de 1879. Al respecto: ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., págs. 159 y s, 162 y ss; BERNECKER, España entre tradición y modernidad, op. cit., págs. 48 y ss, 86 y ss, 144 y ss; BRAVO, Constitución y reconstitución, op. cit., págs. 81 y s; ÍD, La monarquía moderna en Europa e Iberoamérica, op. cit., págs. 25-80; FIORAVANTI, Constitución, op. cit., págs. 142 y s; JOSÉ GONZÁLEZ, “La cuestión de la soberanía en la historia del constitucionalismo español”, en revista Fundamentos, núm. 1, Oviedo, JPPA, 1998, págs. 295-328; LACCHÉ, Las cartas otorgadas, op. cit., págs. 275 y ss; MANCA, Die neueste italienische Verf.geschichte, op. cit., págs. 71-84, 72 y ss; MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 154 y ss; MOLNÁR, A Concise History of Hungary, op. cit., págs. 207 y ss; PEÑA, Historia política del constitucionalismo español, op. cit., págs. 105 y ss, 119 y ss, 137y ss; PÉTER, Hungary’s Long 19th Century, op. cit. págs. 213 y ss; SOLÉ & A., Constituciones y períodos constituyentes en España, op. cit., págs. 34 y ss, 46 y ss, 77 y ss; SUNDHAUSEN, Grundzüge der Verf.geschichte des Balkanraumes, op. cit., págs. 249-266. Ejemplos: Francia en 1814, Baviera y Baden 1818, Brasil en 1824, Portugal en 1826, España en 1834, Luxemburgo en 1841 y 1856, Cerdeña-Piamonte en 1848, Prusia en 1850, Austria en 1861. Véase LACCHÉ, Las cartas otorgadas, op. cit., págs. 271 y ss.
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excepto la wurtemberguesa de 1819 con su base contractual abiertamente acordada1440, mientras en las constituciones subsiguientes participó normalmente la asamblea ya creada en una especie de acuerdo dual, aunque las formulaciones precisas muestran un desequilibrio en beneficio del jefe de Estado1441. La alternativa de una legitimización popular apareció, si se dejan aparte situaciones revolucionarias pasajeras –como en Portugal en 1822 y en España en 1869–, en situaciones fundadoras de la creación de un nuevo Estado dinástico –por ejemplo, en Bélgica en 1831 y en Grecia en 1864–. Estas últimas se combinaron con elecciones fundadoras del futuro primer monarca, adoptando la lógica de la monarquía electiva subsidiaria del antiguo régimen europeo, aunque no deben olvidarse que las decisiones materiales fueron tomadas en el sistema internacional de la pentarquía europea. Además, existió el modelo de la legitimación plebiscitaria de un proyecto de constitución preformulado del gobierno, el cual fue relacionado con situaciones originarias de una remonarquización –así en Francia en 1804 y 1852–. El octroi bávaro de 1818 acentuó en el preámbulo los “deberes altos del gobernante” y “la voluntad libre y firme” del mismo, mencionando el pueblo solamente como el receptor de la buena ética paternal del Rey MAXIMILIANO JOSÉ (18061825)1442. C ONSTITUCIONES MONÁRQUICAS DEL SIGLO XIX
Reino de Hanóver, 1833
Portugal, 1838
Img.
Países Bajos, 1848
133-1351443
En la mayor parte de los casos, la constitución escrita fue percibida como un regalo benévolo del monarca soberano y quedaba subordinada a su poder constituyente. En este sentido, si se entienden los Estados constitucionales como aquellos en los que el poder del Estado y de su jefe está limitado por la norma de normas, y no como aque1440 1441
1442 1443
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FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 135 y ss. P. ej., Wurtemberg 1819, España 1837, 1845 y 1876, Hanóver 1840, Sicilia 1848, Luxemburgo 1848 y 1868, Dinamarca 1849 (la libertad soberana del Rey en el preámbulo), Rumania 1866, Austria 1867. Preámbulo de la Verf.-Urkunde des Kgr. Baiern de 1818, op. cit. Portadas de la GG für das Kgr. Hannover de 1833, op. cit.; CP da Monarchia portugeza de 1838, op. cit.; Grondwet voor het Kgr. der Nederlanden de 1848, op. cit.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
llos en los que existe simplemente un documento denominado constitución, es difícil calificar a dichas monarquías como verdaderos Estados constitucionales. Habla por sí mismo el conflicto constitucional del Reino de Hanóver donde, en 1837, el nuevo Rey ERNESTO AUGUSTO I (1837-1851) pudo revocar libremente la constitución moderada de su predecesor, expulsar a los profesores de derecho de la Universidad de Gotinga que defendieron la carta existente y dictar, tres años después, una nueva ley fundamental mucho más autoritaria1444. El poder constituyente estuvo en manos del Rey, no de una asamblea constituyente, lo cual contrasta fuertemente con la soberanía popular y la separación de poderes de las repúblicas ilustradas de las dos Américas y de Suiza de ese entonces. Cabe destacar que todas las monarquías en mención, tarde o temprano, crearon una asamblea representativa con algún grado de participación en las facultades legislativa y tributaria, tal como sucedió en Wurtemberg y los Países Bajos en 1815, en Hanóver en 1819, en Portugal en 1821/1834, en Hesse-Kassel en 1830, en España en 1834, en Luxemburgo en 1841, en Cerdeña-Piamonte en 1848, en Dinamarca en 1849, en Prusia en 1850, en Austria en 1861, en Bulgaria en 1879 y en Rusia en 1906. En ello, se mezclaron influencias de la tradición protoconstitucional del antiguo régimen con las exigencias de reforma de los seguidores de la transformación ilustrada. Sin embargo, el monarca soberano conservó frente a la asamblea un poder de veto absoluto con el derecho a tomar la última decisión. Lo dicho puede ser ilustrado por el conflicto constitucional de Hesse-Kassel de 1850, en el cual el monarca FEDERICO GUILLERMO pudo, asegurado por las tropas de la ejecución federal de la Federación Germánica, imponer su presupuesto en contra de la asamblea estamental y dictar en 1852 una nueva constitución incluso más autocrática. Asimismo, en el conflicto constitucional de 1862, el Rey GUILLERMO I de Prusia realizó su reforma y presupuesto militar ambicioso a través de decretos ejecutivos contra la dieta del país (Landtag), lo que fue autorizado ex post por el parlamento sumiso después de la victoria militar del Rey sobre la Federación Germánica en 1866. Igualmente, el Rey CRISTIAN IX de Dinamarca gobernó en 1877 y de 1885 a 1894 en contra del folketing mediante leyes ejecutivas provisionales, mientras el Emperador FRANCISCO JOSÉ de Austria revocó en 1865 la existencia de la representación imperial1445. A la política anti-constitucional del Rey de Prusia en men1444
1445
Grundgesetz für das Kgr. Hannover de 1833, op. cit.; Landesverf.-Gesetz für das Kgr. Hannover de 1840, ed. por HEUN, German Constitutional Documents, F.-H., op. cit., págs. 153-193. Al respecto: FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 142 y ss; GRIMM, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 166 y s; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., pág. 245. Verf.-Urkunde des Kfsm. Hessen-Kassel de 1852, en Kurhessens Verf.-Urkunde von 1831, ggü.-gestellt der Verf.Urkunde von 1852, Kassel, F. Scheel, 1852. Comp. BOLDT, Dt. Verf.geschichte, t. 2, op. cit., págs. 107 y s; BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., pág. 142; FENSKE, Der moderne Verf.staat, op. cit., pág. 309; FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 178 y ss, 192 y ss; GRIMM, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 221 y ss, 234 y ss; HEUN, El principio monárquico, op. cit., págs. 490 y s; MARTIN KIRSCH, “Verf.rechtlicher Rahmen und politische Praxis”, en ÍD. et al., Verf.staat/ Massengesellschaft, op. cit., págs. 45-70, 58; KOTULLA, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 481 y ss.
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ción, se refirió la famosa crítica de la sociología constitucional de FERDINAND LASSALLE de 1862 que advirtió la prevalencia de facto de “los factores reales de poder”1446. Todas estas experiencias se realizaron bajo la espada de Damocles de la revocación completa de las competencias del órgano consultivo no obediente.
Img. 136-137: La arquitectura monumental del Reino de Hungría: de 1890 a 1903, el monarca FRANCISCO JOSÉ construyó el Palacio real de Budapest al estilo del historicismo neobarroco como un símbolo de la estatalidad propia de la segunda monarquía de los Habsburgo. En la orilla opuesta del río Danubio, creció de 1885 a 1904 el edificio neogótico del parlamento húngaro1447
Ninguna de estas asambleas legislativas mostró un perfil democrático. La primera cámara del sistema bicameral, se orientó en las asambleas estamentales del protoconstitucionalismo del antiguo régimen bajo modificaciones graduales, mostrando un perfil noble, hereditario, latifundista, corporativista, designado, monarquista y conservador. En cuanto a la segunda cámara, el sistema se abrió para rituales electivas, pero bajo fuertes métodos de filtro. El sufragio de tres clases de Prusia (1850-1918), Sajonia (1898-1909) y Rumania, el sufragio de cuatro clases en Austria (1873-1907), así como los sistemas censitarios y de múltiples votos, tenían en común que privilegiaron a los educados y económicamente potentes, mientras excluyeron o marginaron a las clases bajas1448. La interacción entre el monarca y el parlamento, siguió el modelo dual de la co-legislación, es decir, tanto el monarca como la asamblea tenían mutuamente el poder de veto absoluto. Tampoco se estableció una influencia directa del parlamento en la selección del gabinete de gobierno. Por una parte, es cierto que desde la década de 1830 se institucionalizó política o constitucionalmente la función de un presidente del consejo de ministros o primer ministro con una cierta esfera propia, pero por otra parte, hay que advertir que se trató de un funcionario del monarca de libre designación y sustitución sin ninguna legitimación o responsabilidad democrática. 1446 1447 1448
446
LASSALLE, ¿Qué es una Constitución?, op. cit., págs. 7 y ss. Img. 136: postal de aprox. 1930; img. 137: foto de BERND MARQUARDT. Véase capítulo V.2.B.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
Sin embargo, tampoco debe subestimarse la dinámica latente de la evolución jurídica y política del largo siglo XIX1449. Varios de los Estados discutidos retomaron del debate de democratización la idea de introducir el sufragio universal masculino para la segunda cámara, así el Gran Ducado de Baden en 1869, el Imperio Alemán en 1871 (aunque solo al nivel de la federación floja), el Reino de Grecia en 1877, el Reino de España en 1890, el Imperio Austríaco en 1907, el Reino de Suecia en 1911, el Reino de Italia en 1912 y el Reino de Dinamarca en 1915. En particular, la creciente necesidad tributaria del Estado industrial y la evolución exponencial de la actividad legislativa para resolver los nuevos problemas de la sociedad industrial, vitalizaron profundamente el papel de las asambleas. Visto así, la revolución industrial mostró un efecto
Img. 138: Ha introducido el sufragio universal masculino en 1890: el Reino de Grecia. Se ve el palacio clasicista de los Reyes de 1843 que sirve, desde 1934, como la sede del parlamento griego1450
duradero de parlamentarización sin posibilidad real de frenar el mismo. También se formaron los rasgos del Estado de partidos. Aunque la monarquía autocrática moderna negó la separación de poderes, desarrolló el principio del Estado de Derecho. La modernidad relativa de las reformas del último tercio del siglo XIX, puede ilustrarse en el hecho de que la Corte imperial austríaca de 1867 fue el primer tribunal europeo en el cual el ciudadano pudo defender derechos fundamentales garantizados por una constitución escrita. Además, con el fin de mejorar la protección del ciudadano frente a un comportamiento irregular de la administración local del monarca, los Estados centroeuropeos introdujeron, a partir de 1863, la jurisdicción administrativa. De igual forma, varias monarquías autocráticas modernas estuvieron entre los países más exitosos de la transformación industrial. Tampoco debe olvidarse que el Imperio Alemán desarrolló, en la década de 1880, el tipo originario del seguro social público y obligatorio que fue adoptado casi mundialmente. De igual forma, en cuanto al desarrollo de la estatalidad educadora, hay pocas dudas acerca de que los dos Imperios centroeuropeos dis1449 1450
Así también: HEUN, La estructura del constitucionalismo alemán del siglo XIX, op. cit., pág. 60. Foto: BERND MARQUARDT.
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pusieron, a finales del siglo XIX, de las Universidades más reconocidas y de las tasas de alfabetización más altas del mundo1451. El Estado del principio monárquico sobrevivió durante las primeras olas de la gran transformación de los sistemas jurídico-políticos. Todavía en los inicios del siglo XX, nadie pensó seriamente en una eventual caída del modelo. El mismo resaltó su autoestima con una arquitectura pública ostentosa que caracteriza todavía hoy en día a muchas capitales como Viena, Múnich y Berlín. En comparación con las repúblicas de las dos Américas, la monarquía autocrática moderna reclamó haber alcanzado una mayor estabilidad política, mientras evaluó a éstas bajo sentimientos de superioridad como lugares de la violencia endémica y de los golpes de Estado habituales. No obstante, al siglo del ascenso de la monarquía autocrática moderna, siguió la implosión rápida del modelo. La gran ola de hundimiento siguió a finales de la Primera Guerra Mundial, después de que en 1917 la entrada de los EE.UU. la transformara de un conflicto de hegemonía en una cruzada prodemocrática contra la autocracia. En este momento clave, se reforzaron, en una retroalimentación positiva y compleja, factores como la cancelación del acuerdo frágil del (nacional) liberalismo burgués del siglo XIX con las dinastías, el ascenso originario y reciente de los partidos socialdemócratas con su enfoque antimonárquico aun más evidente, la consolidación general de la estatalidad de los partidos políticos con sus nuevas élites funcionales sin raíces en la clase guerrera, la masificación y politización de la clase obrera, la revolucionarización de los ejércitos populares descontentos con bases en dicha clase, la creciente implosión de la estructura de motivación de la antigua clase gubernamental de la nobleza con deseos de una autoprivatización y, en particular, la creciente interiorización comprensiva de la lógica electoral enfocada en la dinámica de acelerar la gran transformación mediante cambios frecuentes en la responsabilidad del liderazgo estatal. Después del precursor ruso de 1917, renunciaron en pocos días de noviembre de 1918 dos emperadores, cuatro reyes, cinco grandes duques, otros cinco duques y seis príncipes. En términos constitucionales, el principio monárquico sobrevivió después de 1918 en Estados no vencidos, especialmente en Dinamarca y Países Bajos. Todavía la reforma constitucional danesa de 1953 no tocó ni el principio monárquico predemocrático como tal ni la inviolabilidad del monarca sagrado. Tampoco se estableció una verdadera responsabilidad parlamentaria del gobierno, mientras se evitó toda terminología democrática1452. Lo mismo puede decirse sobre la reforma constitucional neerlandesa de 1983 que confirmó el sistema establecido. Sin embargo, en vista de la creciente complejidad del Estado de la sociedad industrial, los respectivos monarcas se retiraron del 1451 1452
448
Comp. capítulos V.2.B, III.4.E, V.1.B.d, III.4.E, II.3.C., V.4.B.d. y III.4.D.g. Arts. 12-13 de la Danmarks Riges Grundlov de 1953, http://www.grundloven.dk/ (5.1.2018). Comp. ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., pág. 184; WOLFGANG ISMAYR et al., Die politischen Systeme Westeuropas, 4a ed., Wiesbaden, VS, 2009, págs. 65 y ss, 405 y ss.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
papel activo en el gobierno, es decir, las normas constitucionales en mención fueron cada vez más mera letra muerta, mientras el funcionamiento real del Estado se igualó a la monarquía liberal y social. Se va a profundizar el tema en el subcapítulo VII.3 dedicado a dicho tipo de monarquía. Las últimas verdaderas monarquías autocráticas modernas de Europa, existieron durante el interbellum en los Balcanes. Llama la atención el caso del nuevo Reino de Yugoslavia de los Karadordević, donde ALEJANDRO el Unificador (1921-1934) abolió, en 1928, la constitución, el parlamento y los partidos, lo que fue prolongado por su sucesor, el regente PABLO hasta la conquista alemana de 1941. Con una tendencia semejante, el Zar de Bulgaria, BORIS III de Sajonia, Coburgo y Gotha (1918-1943), gobernó, a partir de 1935, de modo autocrático, lo que su hermano, el regente CIRILO, extendió hasta 1944. En 1938, también el Rey de Rumania, CARLOS II de Hohenzollern (1930-1940), suspendió la constitución y prohibió los partidos, pero no pudo imponerse, pues en 1940 fue reemplazado por una dictadura militar1453. En contra de una terminología extendida, no se trató de dictaduras reales, pues los respectivos monarcas actuaron todavía en la lógica del principio monárquico del siglo XIX.
Img. 139: Entre Occidente y Oriente: el Imperio Ruso. Tras la época del acercamiento paulatino (1713-1815), la Rusia del largo siglo XIX con su capital báltica en San Petersburgo, fue considerada una monarquía europea. Entre 1861 y 1906, se transformó de la monarquía tradicional en la monarquía autocrática moderna (hasta 1917). Se ve el Palacio de Invierno en San Petersburgo, reconstruido en 1837 como la sede de los soberanos rusos 1454
1453
1454
CALIC, Geschichte Jugoslawiens, op. cit., págs. 117 y ss; CHARY, The History of Bulgaria, op. cit., págs. 85 y ss; GERDES, Rumänien, op. cit., pág. 54. Del pintor LUDWIG FRANZ KARL BOHNSTEDT (1822-1885).
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C)
LA ADOPCIÓN EN ASIA Y ÁFRICA DEL NORTE (DESDE 1876)
Mientras la monarquía autocrática moderna resultó marginada en Europa misma, se trató de un modelo exitoso de exportación al resto del ex cinturón de las civilizaciones. Cuando la tercera transformación básica de la historia mundial del Estado sobrepasó los límites de la ex Cristiandad latina, el Imperio Otomano retomó el derecho constitucional de este tipo en forma del Kânûn-ı Esâsî del Sultán ABDUL HAMID II 1876 (hasta 1923), el Imperio de Japón con la Dainippon teikoku kempō del Emperador MEIJI de 1889 (hasta 1946) y el Imperio Persa con el Qanun-e Asasi del Shāhān shāh MOZAFFAREDDÍN SHAH QAYAR de 1906 (hasta 1979)1455. Como modelo, sirvió el espectro entre las constituciones prusiana y belga. Similar al caso europeo, el efecto no fue tanto la limitación del poder monárquico, como al revés la consolidación del mismo en el marco de la adopción del modelo del Estado Nación soberano con fuertes capacidades de la dirección legislativa, administrativa, tributaria y militar. Las asambleas representativas previstas, quedaron aún más débiles que las del autocratismo europeo. Además, hay que advertir varias monarquías duraderas de Asia. En estos casos, pueden asociarse la transformación de la monarquía preindustrial a la monarquía autocrática moderna, con las constituciones de Jordania de 1928, de Siam (Tailandia) de 1932, de Camboya de 1947, de Malasia de 1957, de Brunéi de 1959, de Marruecos de 1962, de Kuwait del mismo año, de los Emiratos Árabes Unidos de 1971, de Arabia Saudita de 1993, de Omán de 1996, de Catar de 2004 y de Bután de 20081456. De ellos, se puede considerar Arabia Saudita el país más totalitario del mundo, sin parlamento electo ni otros mecanismos de limitación de poder. Aunque por ejemplo Marruecos conoce textos constitucionales desde 1962, todavía la carta de 2011 describe al Rey con superlativos como el “príncipe de los creyentes”, “moderador supremo entre las instituciones”, guardián y supervisor de la constitución, persona inviolable, cabeza suprema del ejército, presidente del consejo de ministros, del consejo superior de seguridad, del consejo superior de los ulemas (sabios del derecho islámico) y del consejo superior del poder judicial, sin llenar la afirmada separación de poderes con vida real, aparte de sus facultades para declarar el estado de sitio, disolver el parlamento y legislar por decretos reales y dictámenes del derecho islámico de la ulema presidida. Prácticamente, es viable limitarse a leer el artículo 41 que presenta el monarca teocrático en la tradición del antiguo régimen como el líder de los creyentes1457.
1455
1456
1457
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Kânûn-ı Esâsî, Ley fundamental del Imperio Otomano de 1876, op. cit.; Dainippon teikoku kempō, Constitución del Imperio de Japón de 1889, op. cit.; Ley fundamental de Persia de 1906, op. cit. Ley fundamental de gobierno del Reino de Arabia Saudita de 1993, op. cit.; Basic Statute of the State of Oman, Royal Decree 101 de 1996, op. cit.; Constitution of the Kingdom of Bhutan de 2008, op. cit. Véase en detalle: MARQUARDT, El Estado moderno en Asia y África del Norte, op. cit., págs. 240 y ss. Arts. 1, 41-42, 46, 48, 51, 53-54, 56 y 59 de la Constitución de Marruecos de 2011, ed. por ROYAUME DU MAROC, http://www.amb-maroc.fr/constitution/Nouvelle_Constitution_%20Maroc2011.pdf (5.1.2018).
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
2. EL ESTADO CONSTITUCIONAL REPUBLICANO-DEMOCRÁTICO DE TIPO LIBERAL
El Estado constitucional republicano-democrático debe reconocerse como el hijo más autentico del idealismo político de las revoluciones fundadoras de la Ilustración socialnewtoniana. El mismo se difundió, entre 1776 y 1825, como el nuevo modelo estándar de las dos Américas entre Washington y Santiago de Chile. A)
LA PRIMERA OLA DE TRANSFORMACIÓN (1776-1825): LA TRANSFORMACIÓN ORIGINARIA, ESPECIALMENTE EN LAS AMÉRICAS
La transformación originaria del Reino dinástico al Estado constitucional republicanodemocrático, empezó en 1776 en la periferia lejana de la civilización agraria europea en trece de las diecisiete colonias de poblamiento del Reino de Gran Bretaña en Norteamérica. En los orígenes, jugaron un papel tanto varios factores push de crisis de legitimidad –en particular conflictos aduaneros, tributarios y de representación1458– como el gran factor pull del atractivo de la nueva teoría estatal de la Ilustración política. Indudablemente, la revolución norteamericana fue también un hijo de las oportunidades de las sociedades de colonos en una periferia lejana y aislada que ya había logrado desarrollar, en el antiguo régimen, una mutación particular del protoconstitucionalismo europeo, aunque originalmente bajo signos de una reducción de complejidad1459. De todos modos, en la sublevación de 1776 se traspasó los límites sistémicos del antiguo régimen. Los ideales de dicha revolución se codificaron tanto en la Declaration of Rights de la república de Virginia de 1776, como en la Constitution of the United States de 17871460. Una vez establecido, el nuevo modelo estatal irradió un gran atractivo hacia los movimientos de los ilustradores social-newtonianos en el exterior. Un segundo punto de partida de la transformación originaria debe reconocerse en la revolución europea que empezó en 1789 en contra del Reino más autocrático de la Cristiandad, el de Francia de los Borbones. La misma produjo varios textos maternos del constitucionalismo moderno, especialmente la primera Declaración de los Derechos del 1458 1459 1460
GREENE, The Constitutional Origins of the American Revolution, op. cit., pág. 79. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 533 y s. Declaration of Rights of Virginia de 1776, op. cit.; Constitution of the USA de 1787, op. cit. Véase ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., págs. 17 y s, 33, 53; BERKIN et al., Making America, op. cit., págs. 123 y ss; DIPPEL, Constitucionalismo moderno, op. cit., págs. 45 y ss; ÍD., El surgimiento, op. cit., págs. 15 y ss; ÍD., Human Rights, op. cit., págs. 346 y ss; FENSKE, Der moderne Verf.staat, op. cit., págs. 96 y ss, 106 y ss; FRIEDMAN, A History of American Law, op. cit., págs. 115 y ss; GONZÁLEZ, Los ddhh en la historia, op. cit., págs. 47 y ss; GROSSBERG et al., The Cambridge History of Law in America, t. 1, op. cit., págs. 482 y ss; KLEY, Verf.geschichte, op. cit., págs. 84 y ss; NARANJO, Teoría constitucional, op. cit., págs. 598 y ss; WHITE, Law in American History, t. 1, op. cit., págs. 177 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
Img. 140: la segunda Déclaration des Droits de l’homme del Estado de la revolución francesa de 17931461
Hombre en Sociedad de 1789, la segunda Déclaration des Droits de l’homme de 1793 con su enfoque en “la igualdad, la libertad, la seguridad, la propiedad, la garantía social y la resistencia” y la Constitución Francesa del año I (1793), orientada en los ideales de los jacobinos de una república democrática radical y basada en el sufragio universal masculino1462. Sin embargo, esta constitución montañesa nunca entró en vigor, pues la realidad política de la primera república francesa se caracterizó por el régimen de terror del Comité de Salvación Pública (1793-1794) que prefirió –en vez de aplicar los derechos fundamentales promulgados– condenar a aproximadamente 16 mil penas de muerte en el marco de la persecución sistemática de las opiniones anti-liberales, mientras se suprimió la contra-sublevación campesina del Vendée con un democidio del 15% de la población de la respectica región desleal1463. Tampoco tuvo gran éxito la segunda constitución republicana más moderada de 17951464, pues en el fondo se preparó el ascenso del general de la revolución NAPOLEÓN BONAPARTE al papel de dictador repu1461 1462
1463
1464
452
Lugar: Centre historique des Archives nationales, París. Déclaration des Droits de l’Homme de 1789, op. cit.; Déclaration des Droits de l’homme de 1793, op. cit.; Constitution Française de 1793, op. cit. Al respecto: ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., págs. 53 y s; DIPPEL, Constitucionalismo moderno, op. cit., págs. 57 y ss; FENSKE, Verf.staat, op. cit., págs. 158 y ss; FIORAVANTI, Constitución, op. cit., págs. 116 y ss; MARCO FIORAVANTI, “Aspetti del costituzionalismo giacobino”, en revista Historia Constitucional, núm. 8, Madrid, CEPC, 2007, págs. 123-142; GODECHOT, L’histoire constitutionnelle, op. cit., págs. 45 y ss, 51 y ss; GONZÁLEZ, Los ddhh en la historia, op. cit., págs. 73 y ss, 105 y ss; HARTMANN, Franz. Verf.geschichte, op. cit., págs. 58 y ss, 64 y ss; ROBERTO MARTUCCI, “La constitución inencontrable”, en revista Fundamentos, núm. 2, Oviedo, JPPA, 2000, págs. 165-270. GUENIFFEY, La Politique de la Terreur, op. cit.; SCHULZE, Die Zahl der Opfer, op. cit., págs. 140-152; SECHER, Le génocide franco-français, op. cit.; WETZEL, Die dunkle Seite der Revolution, op. cit. Constitution de la République Française de 1795, op. cit. Comp. FIORAVANTI, Constitución, op. cit., págs. 118 y s; GODECHOT, L’histoire constitutionnelle de la France, op. cit., págs. 52 y ss; HARTMANN, Franz. Verf. geschichte, op. cit., págs. 70 y ss.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
blicano (1799) y Emperador del Estado (post) revolucionario (1804). Hay que advertir que en Francia con la tradición monárquica más absolutista de la Cristiandad latina, faltaron todas las precondiciones culturales para una democratización rápida, fácil y profunda. De tal manera, Francia adoptó el modelo estatal de la monarquía autocrática moderna, presentado en el capítulo VII.1. Para el continente europeo, la primera ola de transformación significó una guerra larga de 24 años sobre los fundamentos culturales de Occidente (1792-1815). En ella, combatieron los seguidores de la revolución ilustrada para difundir sus valores universales con medios militares, mientras los defensores del antiguo régimen pretendieron vencer lo que fue en su percepción una manifestación infernal del anticristo. Esta gran guerra de transformación no terminó favorablemente para los profetas del futuro modelo de Estado, sino con la victoria del ejército de restauración de la Santa Alianza y la subsiguiente reorganización monárquica del Congreso de Viena de 18151465. En Europa misma, el republicanismo solamente sobrevivió en nichos políticos. El ejemplo principal fue el de Suiza que pudo atarse a una tradición particular de la autonomía elevada de ciudades libres provenientes de la baja Edad Media1466. Sin embargo, tampoco perduraron los fundamentos idealistas de la Constitución de la República Helvética de 1798, sino se perfiló con el Tratado de Confederación de 1815 un sistema híbrido con constituciones semi-ilustradas en cantones como Zürich y Sankt Gallen, pero en la mayoría de los demás Estados confederados se retomó características del antiguo régimen helvético1467. Aun menos, salieron de la tradición de ciudades libres del antiguo régimen las cuatro ciudades-repúblicas de la Federación Germánica –Fráncfort, Brema, Hamburgo y Lübeck1468–. El experimento republicano más prometedor de Europa, fue el de los Estados Unidos de las Islas Jónicas (1815-1864) en la parte más oriental del ex Estado veneciano, bajo su constitución federal de 18171469. El punto culminante y final de la primera ola de transformación se dio en los virreinatos americanos de la Monarquía española. Allá, se formaron revolucionariamente, en los años 1810 a 1826, cinco repúblicas ilustradas, concretamente Chile con sus cinco
1465 1466 1467
1468
1469
Tratado general, o sea Acta del Congreso de Viena de 1815, op. cit. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 459 y ss. Verf. der helvet. Republik de 1798 & Bundes-Vertrag zwischen den 22 Cantonen de 1815 & Staatsverf. für Zürich de 1814 & Verf. des Kantons St. Gallen de 1814, eds. por SCHWEIZER & Z., Constitutional Documents of Switzerland, op. cit. Sobre Suiza: FLEINER et al., Swiss Constitutional Law, op. cit., pág. 22; KÖLZ, Neuere CH Verf.geschichte, t. 1, op. cit., págs. 8 y ss, 143 y ss, 156 y ss, 209 y ss; PAHUD, Rechtsgeschichte CH, op. cit., págs. 155 y ss, 162 y ss, 167 y ss. STOLLEIS, Public Law in Germany, op. cit., págs. 179, 290. De 1815 a 1846, fue similar el caso de la República de Cracovia que desarrolló las constituciones de 1815, 1818 y 1833, ed. por TARNOWSKA, Polish Consitutional Documents, op. cit., págs. 131 y ss, 139 y ss, 165 y ss. Constituzione degli Stati Uniti Delle Isole Jonie de 1817, op. cit.
453
1470
454
Mapa: B. MARQUARDT. Atención: no todos los 5 mapas de la serie contienen todas las categorías. 5 6
Monarquías liberales
2
3
Estados constitucionales democrático-social-ambientales
Autocracias republicanas
Democracias populares socialistas
Blanco: sociedades pre-estatales, consideradas efectivamente, sin tener en cuenta pretensiones nominales de Estados vecinos
4
Monarquías autocráticas modernas
Estados constitucionales republicano-democráticos
1
Estados tradicionales
Demo-autocracias híbridas AC Autocracias coloniales
T
7
DESPUÉS DE LA PRIMERA OLA DE TRANSFORMACIÓN EN 1830
LOS SIETE MODELOS DEL ESTADO MODERNO
Mapa 331470
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
constituciones fundadoras de 1818 a 1833, Colombia con sus textos constitucionales claves de 1819 y 1821, Argentina con sus cartas de 1819 y 1826, México con la constitución federal de 1824 y Centroamérica con sus cartas federales de 1824 y 1835. Siguieron, por la exportación militar de la revolución, Perú con sus primeras constituciones de 1823 a 1828 y Bolivia con su norma suprema de 18311471. Los años fundadores resultaron revueltos y poco estables, en vista de la necesidad de pasar por un proceso de aprendizaje de las conductas democráticas adecuadas, lo que solo funcionó en el cambio generacional, pero en su núcleo, estas decisiones sistémicas se comprobaron irreversibles1472. En otras palabras, a finales de la primera ola de transformación se impuso una dicotomía entre la Europa de la monarquía autocrática moderna y las dos Américas como el lugar del republicanismo ilustrado.
Img. 141: La portada de la Constitución de la República Federal de Centro-América de 18241473 B)
LA SEGUNDA OLA DE TRANSFORMACIÓN (1848-1865): EL ALTO LIBERALISMO AMERICANO Y EUROPEO
La segunda ola de la gran transformación hacia el Estado constitucional republicano democrático estuvo conectada con el movimiento liberal internacional que se articuló en la 1471
1472 1473
Proyecto de CP de Chile de 1818, ed. por BRONFMAN, Const. Documents of Chile, op. cit., págs. 29-41; CP. de Chile de 1833, op. cit.; CP del Estado de Venezuela de 1819, ed. por MARQUARDT, El bicentenario, op. cit., págs. 577-638; CP de Colombia de 1821, op. cit. CP de las Provincias Unidas en Sud-América de 1819 & de Argentina de 1826, eds. por EZEQUIEL ABÁSOLO (Ed.), “Constitutional Documents of Argentina”, en DIPPEL, Constitutions Online, op. cit.; CF de los EU Mexicanos de 1824, op. cit.; CP de la Rep. Federal de Centro-América de 1824, op. cit.; CPs Peruanas de 1823 y 1828, eds. por CARLOS RAMOS (Ed.), “Constitutional Documents of Peru”, en DIPPEL, Constitutions Online, op. cit.; CP Boliviana de 1831, ed. por JOSÉ RIVERA (Ed.) Constitutional Documents of Bolivia, en DIPPEL, Constitutions Online, op. cit. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 70-170. Constitución de la República Federal de Centro-América de 1824, op. cit.; Constitución de la Republica Federal de Centro-América de 1835, ed. por GARCÍA L., Constitutional Documents of Central America, op. cit.
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revolución europea de 1848. En los inicios de 1847, puede indicarse la Guerra de la Alianza Separada en Suiza, exitosa para los liberales ilustrados, y la Revolución de María da Fonte en Portugal, perdida por aquellos. La revolución europea de 1848 se difundió en una reacción en cadena, desde su punto de partida en el Reino de las dos Sicilias en el sur de la península itálica, hacia la mayoría de los Estados de Europa continental, especialmente Francia, la Federación Germánica, Hungría y los Estados del norte y centro de Italia. Fueron afectados también los dos Estados polacos, unidos dinásticamente con Prusia y Austria, es decir, Posen y Galitzia1474. En cambio, permaneció tranquilo el Reino de Bélgica, que había encontrado su forma constitucional adecuada en la revolución de 18301475.
Img. 142-143: La proclamación de la República Romana en los antiguos Estados Pontificios en 1849 y su constitución liberal de la “república democrática pura” con la declaración de derechos que incluye la abolición de la pena de muerte1476
Entre las manifestaciones constitucionales de la revolución europea, deben indicarse por lo menos cuatro cartas idealistas: primero, la Constitución federal de la Confederación Suiza de 1848; segundo, la Constitución de la República Francesa de 1848 (hasta 1852); tercero, la constitución de 1849 de la Federación Germánica, reorganizada según la denominación Im-
1474
1475 1476
456
ALEXANDER, Geschichte Polens, op. cit., págs. 213 y ss; ANDERSON, The History of Portugal, op. cit., págs. 135 y s; KLEY, Verf.geschichte, op. cit., págs. 154 y ss; KÖLZ, Neuere CH Verf.geschichte, t. 1, op. cit., págs. 547 y ss; PAHUD, Rechtsgeschichte CH, op. cit., págs. 174 y s; TACKE, 2. Republik, op. cit., págs. 313 y ss. Constitution de la Belgique de 1831, op. cit. Img. 142: Costituzione della Repubblica Romana de 1849, op. cit.; img. 143: Proclamazione delle Repubblica Romana, 1849, litografía del año 1861.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
perio Alemán (suspendida en 1851) y, finalmente, la vanguardista Constitución de la República Romana de 1849 (nunca vigente), en donde habían estado durante más de un milenio los Estados Pontificios de la Iglesia romana1477. La revolución europea de 1848 se comprobó verdaderamente exitosa solo en el pequeño principado de Neuchâtel en el Jura suizo, donde fue eliminada la monarquía hereditaria de los Hohenzollern1478 y, al estilo de la profundización de un sistema republicano ya predefinido, en Suiza como tal. No obstante, en la mayoría de los Estados europeos ganó –a más tardar en 1849– la contrarrevolución militar en el espíritu del principio monárquico de la llamada restauración del Congreso de Viena. Por ejemplo, la contra-ola monárquica la tuvieron que sentir los creadores de la constitución alemana de 1849. Los cuatro monarcas más importantes de la Federación Germánica –los de Austria, Prusia, Baviera y Sajonia– rechazaron la colaboración con la asamblea constituyente en Fráncfort del Meno y reactivaron la asamblea federal prerrevolucionaria, la cual revocó los Derechos fundamentales del pueblo alemán en 1851 y empezó a perseguir policialmente a los liberales. En consecuencia, decenas de miles de los Forty-Eighters emigraron a los Estados Unidos. No obstante, todos los Estados federados, con las excepciones de Austria y Mecklemburgo, optaron por algún grado de constitucionalismo mínimo, inclusive asambleas con una participación mixta estamental y popular, pero dentro del marco sistémico de la monarquía autocrática moderna. En el caso del fracaso francés, fue decisivo el sufragio democrático en contra del experimento democrático, cuando en 1848, con una mayoría impresionante del 74%, fue elegido el sobrino de NAPOLEÓN BONAPARTE, es decir, NAPOLEÓN III, como Presidente. Sólo tres años más tarde, él mismo transformó la segunda república francesa en un Imperio bonapartista y autocrático, aprovechándose de una legitimidad plebiscitaria extraordinaria del 96,9%1479.
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Bundesverf. der schweizer. Eidgenossenschaft de 1848, op. cit.; Constitution de la Rép. française de 1848, op. cit.; Verf. des Dt. Reiches de 1849, op. cit. Costituzione della Repubblica Romana de 1849, ed. por LUTHER, Constitutional Documents of Italy M.-V., op. cit., págs. 219-223. Al respecto: DIPPEL, Constitucionalismo moderno, op. cit., págs. 163 y ss; ÍD., Modern Constitutionalism, op. cit., pág. 167; DUGGAN, Historia de Italia, op. cit., págs. 163 y s; FLEINER et al., Swiss Constitutional Law, op. cit., págs. 23 y s; FROTSCHER & P., Verf. geschichte, op. cit., págs. 154 y ss; GODECHOT, L’histoire constitutionnelle de la France, op. cit., págs. 62 y ss; GRIMM, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 175 y ss; HARTMANN, Franz. Verf.geschichte, op. cit., págs. 102 y ss; MARTIN KIRSCH, “Verf.wandel um 1848”, en ÍD. et al. (Eds.), Verf.wandel um 1848 im europ. Vergleich, Berlín, Duncker & H., 2001, págs. 31-62; KLEY, Verf.geschichte, op. cit., págs. 156 y ss; KÖLZ, Neuere CH Verf. geschichte, t. 1, op. cit., págs. 554 y ss; KÜHNE, Reichsverf. Paulskirche, op. cit.; PAHUD, Rechtsgeschichte CH, op. cit., págs. 173 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 253 y ss. KÖLZ, Neuere CH Verf.geschichte, t. 2, op. cit., págs. 423 y ss. FENSKE, Der moderne Verf.staat, op. cit., págs. 222 y ss; HARTMANN, Franz. Verf.geschichte, op. cit., págs. 101-114; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 692 y s.
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En contraste con Europa, se logró en Hispano-América una profundización de la transformación originaria al Estado constitucional republicano-democrático. Varias repúblicas como Colombia (constituciones de 1851, 1853, 1858, 1863), Argentina (1853), México (1857) y Venezuela (1858, 1864) realizaron reformas sustanciales del constitucionalismo liberal, introduciendo por ejemplo el sufragio universal masculino, la posibilidad de amparar derechos fundamentales ante la justicia suprema, la libertad amplia o absoluta de prensa, el derecho a la vida frente a la pena de muerte, el derecho penal mínimo, la igualdad legal frente a la tradición de la esclavitud, el federalismo y un perfil secular del Estado1480. También en América hubo resistencias al alto liberalismo de la generación 1848. La más enérgica se dirigió en contra de la constitución mexicana de 1857, especialmente frente a la reforma laica y anticlerical, pero los liberales radicales agrupados alrededor del Presidente BENITO JUÁREZ, la defendieron exitosamente contra la oposición conservadora armada. De igual forma, la transformación democrática ganó territorios amplios en el continente norteamericano, formando nuevas repúblicas como Iowa (1846), Wisconsin (1848), California (1850), Minnesota (1858), Oregon (1859), Kansas (1861), Nevada (1864) o Nebraska (1867), aunque esto se dio por medios poco democráticos, incluyendo el desplazamiento violento de las sociedades pre-estatales indígenas, cuyos extensos territorios se despoblaron por etnocidios y genocidios con el fin de crear espacios libres para poblarlos con sociedades democráticas de origen europeo1481. Asimismo, entre los éxitos de transformación de la segunda ola se encuentran tres repúblicas soberanas en una zona del mundo que a primera vista sorprende, el África subsahariana, aunque las mismas no fueron fundadas por africanos nativos, sino por colonos con un perfil cultural europeo. El primer caso fue la República de Liberia con su constitución de 1847, una creación de negros europeizados, concretamente de exesclavos liberados que inmigraron de EE.UU. Cabe destacar que se promulgó esta primera constitución africana con anterioridad a las primeras cartas de países europeos como Prusia y Austria. Siguieron dos repúblicas de colonos neerlandeses en el sur del continente africano, es decir, el Estado Libre de Orange con su carta de 1854 y la República de Sudáfrica o Transvaal con su Grondwet de 18561482. De tal manera, hubo
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Acto lejislativo de 1851, ed. por MARQUARDT, El bicentenario, op. cit., págs. 1025-1034; CP de la Nueva Granada de 1853, op. cit.; CP para la Confederación Granadina de 1858, op. cit.; CP para los EU de Colombia de 1863, op. cit.; Constitución para la Confederación Argentina de 1853, op. cit.; Constitución federal de México de 1857, op. cit.; Constitución de Venezuela de 1858, op. cit.; Constitución de Venezuela de 1864, op. cit. Véase MARQUARDT, Los dos siglos del Estado constitucional en América Latina, t. 1, op. cit., págs. 171-306. KIERNAN, Blood and Soil, op. cit., págs. 310 y ss, 330 y ss, 355 y ss; MANN, The Dark Side of Democracy, op. cit., págs. 86 y ss, 93 y ss; OSTERHAMMEL, The Transformation of the World, op. cit., págs. 331 y ss. Constitución de Liberia de 1847, op. cit.; Grondwet van de Oranje Vrijstaat de 1854; Grondwet van de ZuidAfrikaansche Republiek de 1856. Comp. CASSELL, Liberia, op. cit.; DIPPEL, Modern Constitutionalism, op. cit., pág. 168; DÖRR, Die Inkorporation, op. cit., págs. 273 y ss, 290 y ss; FENSKE, Verf.staat, op. cit., págs.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
durante medio siglo más Estados constitucionales republicano-democráticos en África que en Europa misma. Similar a la situación en los EE.UU., se trató de democracias raciales que excluyeron la población nativa de su demos. C)
LA TERCERA OLA DE TRANSFORMACIÓN (1870-1911): EL ALTO NACIONALISMO
La tercera ola de transformación empezó con la caída definitiva de la monarquía francesa de 1.027 años. Hay que señalar el doble contexto de la guerra perdida del Bonaparte NAPOLEÓN III contra Prusia (1870) y el fracaso de llegar a un acuerdo equilibrado con el sucesor promovido de la antigua casa borbónica ENRIQUE de Artois sobre la futura constitución y bandera. En este sentido, la republicanización definitiva de Francia no mostró nada solemne, sino más bien las características de una solución secundaria originalmente incómoda. Siguieron dinámicas tumultuosas como el intento de republicanización de corta vida en España de 1873 a 1874 –una consecuencia de la revolución liberal de 1868 y de la abdicación del monarca sustituto AMADEO–, así como la caída de la monarquía del Braganza PEDRO II de Brasil en 1889 –un efecto del conflicto del año anterior sobre la liberación de los esclavos y la influencia estructural del entorno republicano americano–. La tercera ola se extendió hasta la revolución republicana de Portugal que llevó, después del asesinato político del Rey wettin CARLOS I (1908) y el rechazo de su hijo joven, a la constitución republicana del año 19111483. Puede verse como cardinal el hecho de que con Francia, por primera vez, una potencia de la pentarquía europea se atrevió a la transformación definitiva hacia el republicanismo. El espíritu del alto nacionalismo fue mucho menos idealista que el anterior alto liberalismo. Por ejemplo, los Lois constitutionelles francesas de 1875 rechazaron a toda parte iusfundamental y se presentaron como meros estatutos de organización con el encanto de instrucciones técnicas. También el cambio constitucional colombiano de1886 se presentó bajo signos nacionales, eliminando el idealismo del alto liberalismo anterior en el nuevo espíritu nacional hispano-parlante, el neo-confesionalismo católico, la
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435 y ss; ROBBERS, World Constitutions, op. cit., pág. 845; SCHICHO, Geschichte Afrikas, op. cit., pág. 74; SPEITKAMP, Kl. Geschichte Afrikas, op. cit., págs. 138 y ss. Lois constitutionnelles de 1875, op. cit.; Proyecto de Constitución Federal de España de 1873, ed. por BIBL. CERVANTES, Constituciones hispanoamericanas, op. cit.; Constituição da República dos EU do Brasil de 1891, op. cit.; Constituição Política da República Portuguesa de 1911, op. cit. Al respecto: ANDERSON, The History of Portugal, op. cit., págs. 141 y ss; FENSKE, Verf.staat, op. cit., pág. 353; GODECHOT, L’histoire constitutionnelle de la France, op. cit., págs. 66 y ss; HARTMANN, Franz. Verf.geschichte, op. cit., págs. 115 y ss; KIRSCH, Monarch und Parlament, op. cit., págs. 374 y ss; NIETO, Historia de España, op. cit., págs. 326 y s; PEÑA, Historia política del constitucionalismo español, op. cit., págs. 209 y ss; PÉREZ, Historia de España, op. cit., págs. 474 y ss.
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Mapa: B. MARQUARDT. Atención: no todos los 5 mapas de la serie contienen todas las categorías. 5 6
Monarquías liberales
2
3
AC Autocracias coloniales
Estados constitucionales democrático-social-ambientales
Estados tradicionales
Demo-autocracias híbridas T
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Autocracias republicanas
Democracias populares socialistas
Blanco: sociedades pre-estatales, consideradas efectivamente, sin tener en cuenta pretensiones nominales de Estados vecinos
4
Monarquías autocráticas modernas
Estados constitucionales republicano-democráticos
1
DESPUÉS DE LA TERCERA OLA DE TRANSFORMACIÓN EN 1880
LOS SIETE MODELOS DEL ESTADO MODERNO
Mapa 341484
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SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
reactivación de la pena de muerte, la legislación de control de prensa y el fortalecimiento del poder ejecutivo, aunque sin revocar la decisión sistémica como tal1485. Por fuera de Europa y América, debe mencionarse el caso especial del Imperio de China que se republicanizó en la crisis dinástica y revolución de 1911, es decir, en una fecha anterior a grandes partes de Europa continental. Sin embargo, el intento artificial de introducir el liberalismo occidental en la cultura confuciana resultó un fracaso total, pues el ex Imperio se perdió en varios decenios de guerras sangrientas de transformación en los cuales se impusieron, finalmente, modelos no liberales del republicanismo importado1486. D)
EL BALANCE PROVISIONAL A FINALES DEL PRIMER SIGLO DE TRANSFORMACIÓN
Un balance provisional al finalizar el primer siglo de la transformación republicana deja impresiones ambiguas, pues la calidad real fue muy diferente en los diversos países. Por una parte, varios Estados constitucionales republicano-democráticos como los del nororiente estadounidense, Colombia, Chile y Suiza lograron culturas políticas más o menos adecuadas a los principales rasgos del sistema, incluyendo la habilitad a manejar cambios de gobierno según las formas constitucionales. Por otra parte, hubo un grupo de repúblicas como Bolivia, Portugal y Francia que tendieron una y otra vez a inestabilidades políticas con frecuentes golpes de Estado y caídas de gobiernos. Por ejemplo, la República Francesa desgastó, entre 1871 y 1917, cincuenta y un gobiernos y la de Portugal, entre 1911 y 1926, cuarenta y uno, los cuales perduraron en el promedio solo algunos pocos meses en sus cargos, inclusive el año extravagante de los diez primer ministros portugueses (1920)1487. El manejo institucional del caso 1485
1486 1487
Constitución política de la República de Colombia de 1886, ed. por MARQUARDT, El bicentenario, op. cit., págs. 1257-1294. Comp. ÍD., Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 310 y ss. Comp. en detalle capítulos VI.2.A.b, VI.2.B.d y VII.5.B. Francia: 1871-1873 THIERS; 1873-1874 MAC-MAHON; 1874-1875 COURTOT DE C.; 1875-1876 BUFFET; 1876 DUFAURE; 1876-1877 SIMON; 1877 BROGLIE; 1877 ROCHEBOUËT; 1877-1879 DUFAURE; 1879 WADDINGTON; 1879-1880 FREYCINET; 1881-1882 FERRY; 1881-1882 GAMBETTA; 1882-1882 FREYCINET; 1882-1883 DUCLERC; 1883 FALLIÈRES; 1883-1885 FERRY; 1885 BRISSON; 1886 FREYCINET; 1886-1887 GOBLET; 1887 ROUVIER; 1887-1888 TIRARD; 1888-1889 FLOQUET; 1889-1890 TIRARD; 1890-1892 FREYCINET; 1892 LOUBET; 1892-1893 RIBOT; 1893 DUPUY;1893-1894 CASIMIR-P.; 1894-1895 DUPUY; 1895 RIBOT; 1895-1896 BOURGEOIS; 1896-1898 MÉLINE; 1898 BRISSON; 18981899 DUPUY; 1899-1902 WALDECK-R.; 1902-1905 COMBES; 1905-1906 ROUVIER; 1906 SARRIEN; 1906-1909 CLEMENCEAU; 1909-1911 BRIAND; 1911 ERNEST M.; 1911-1912 CAILLAUX; 1912-1913 POINCARÉ; 1913 BRIAND; 1913 BARTHOU; 1913-1914 DOUMERGUE; 1914-1915 VIVIANI; 1915-1917 BRIAND; 1917 RIBOT; 1917 PAINLEVÉ. Portugal: 1911 CHAGAS; 1911-1912 VASCONCELOS; 1912-1913 LEITE; 1913-1914 COSTA; 1914 MACHADO; 1914-1915 AZEVEDO; 1915 PIMENTA; 1915 JUNTA CONST.; 1915 CASTRO; 1915-1916 COSTA; 1916-1917 ALMEIDA; 1917 COSTA; 1917-1918 PAIS; 19181919 BARBOSA; 1919 RELVAS; 1919 PEREIRA; 1919-1920 CARDOSO; 1920-1920 COSTA (“gobierno de
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Dreyfus entre 1894 y 1906, subrayó que Francia fue todavía lejana de la futura estatalidad de derecho, pues en este escándalo público se presentaron los elementos de la defensa terca del honor del ejército, de las evaluaciones previas de tipo chauvinista en contra de un militar de la doble minoría judía y alsaciana-alemana, del proteccionismo clientelista en redes de amistad, de las pruebas manipuladas y de las persecuciones penales del respectivo periodismo crítico, hasta que se logró, después de 12 años, la revisión completa en pro de las víctimas1488. Además, el escándalo de corrupción alrededor de la bancarrota de la Compañía del Canal de Panamá, terminó en 1897 con la impunidad de los políticos franceses involucrados. De todos modos, respecto a la estabilidad y la habilidad para la paz interna, el gran competidor intersistémico, la monarquía autocrática moderna, recibió hasta entonces las mejores notas. Entre las desviaciones consolidadas en la era del alto nacionalismo, se cuenta la democracia racial que combinó la tendencia general de las democracias burguesas del siglo XIX a fundamentarse en élites económicas con el criterio de la exclusión institucionalizada de las razas no-europeas interpretadas como inferiores. Esto ocurrió, en particular, en la rama anglo-descendiente de los Estados neo-europeos, precisamente en las democracias blancas de los Estados del Sur de los EE.UU. (1776-1965)1489, en Australia (hasta 1962)1490 y en Sudáfrica (1854-1994)1491, así como en la república de negros con cerebro blanco de Liberia (1847-1980)1492. Pero también Francia entró a esta categoría, de 1870 a 1946, a causa de la discriminación de los musulmanes de sus tres departamentos argelinos1493. Estos Estados violaron el principio constitucional de la igualdad inter-individual mediante una segregación discriminatoria de su población según interpretaciones de la europeidad excluyente. A partir de la Primera Guerra Mundial, el Estado constitucional republicano-democrático se transformó típicamente a su modelo sucesor, el Estado constitucional democrático-socialambiental, que va a ser tratado en el capítulo VII.6. Solo en los Estados Unidos –por lo menos al nivel federal– ha sobrevivido el modelo original.
1488 1489 1490 1491 1492
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los 5 minutos”); 1920 CARDOSO; 1920 PEREIRA; 1920 BAPTISTA; 1920 PRETO; 1920 SILVA; 1920 GRANJO; 1920 CASTRO; 1920-1921 PINTO; 1921 GUIMARÃES; 1921 QUEIRÓS; 1921 GRANJO; 1921 COELHO; 1921 PINTO; 1921-1922 LEAL; 1922-1923 SILVA; 1923 MACHADO; 1923-1924 CASTRO; 1924 GASPAR; 1924-1925 SANTOS; 1925 GUIMARÃES; 1925 SILVA; 1925 PEREIRA; 1925-1926 SILVA. GEORGE R. WHYTE, The Dreyfus Affair, 2a ed., Nueva York, Palgrave Macmillan, 2008, págs. 23 y ss. Hasta la Ley de derecho de voto, Voting Rights Act de 1965, op. cit. Comp capítulo V.2.B. HAGEMANN, Kl. Geschichte Australiens, op. cit., págs. 80, 82, 84, 99 y ss, 126 y s. HAGEMANN, Kl. Geschichte Südafrikas, op. cit., págs. 97 y ss. Otro ejemplo fue el Estado de facto de Rodesia (hoy Zimbabue) en manos del europeo IAN SMITH entre 1965 y 1979; SPEITKAMP, Kl. Geschichte Afrikas, op. cit., pág. 351. Hasta la Loi N° 46.940 du 7 mai 1946, tendant à proclamer citoyens tous les ressortissants, op. cit.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
3. LA MONARQUÍA LIBERAL Del tipo de la monarquía autocrática moderna, hay que diferenciar el modelo estatal de la monarquía liberal (a veces denominada monarquía parlamentaria). En ésta, sobrevivió la cima monárquica del poder ejecutivo como tal, pero el sistema fue modificado en analogía a la lógica de funcionamiento del Estado constitucional republicano-democrático. Es posible discutir, si los primeros ejemplos ya aparecieron en los inicios de la gran transformación en forma de las constituciones del Reino de Polonia-Lituania de 1791, del Reino de Francia del mismo año, del Reino de Cundinamarca de 1811 y de la Monarquía española bicontinental de 1812. No nacieron por un octroi del monarca, sino por asambleas constituyentes. Sin embargo, no alcanzaron a reorganizar el respectivo Estado, pues fracasaron rápidamente: la polaca en la suspensión de 1793 y la subsiguiente extinción forzada del Estado por sus vecinos en 1795, la francesa en la republicanización experimental y ejecución del Rey en el próximo año, la cundimarquesa por el cautivo perdurado de FERNANDO VII y la republicanización de 1812, mientras la española solo fue brevemente válida en la ciudad libre de Cádiz y algunos lugares de Hispanoamérica, para ser derogada en 1814 por el Rey borbón restaurado que impuso una monarquía autocrática sin constitución1494. A)
LOS ORÍGENES EN NORUEGA, GRAN BRETAÑA Y CANADÁ
El prototipo exitoso de la monarquía liberal nació, en 1814, en el Reino escandinavo de Noruega, donde la rebelión popular contra el traslado del país desde la tradicional monarquía compuesta danesa-noruega a Suecia, impuesto por los aliados anti-napoleónicos, llevó a la asamblea constituyente de Eidsvoll que se inspiró tanto en las revoluciones ilustradas como en la elección de un príncipe de la casa real de Dinamarca – CRISTIÁN FEDERICO– como Rey nacional. No obstante, el Rey CARLOS XIV JUAN de Suecia, un ex general napoleónico que había cambiado los bandos, conquistó a Noruega, pero aceptó la Ley fundamental como la contraprestación sensata para la renuncia del danés a la corona. La “forma de gobierno” fue la de la “monarquía limitada” sin articularse sobre el lugar de la soberanía. Se instituyó el poder del parlamento en la legislación a superar el voto del monarca, es decir, este último solo recibió un veto sus1494
Konstytucja 3 Maja de 1791, ed. por TARNOWSKA, Polish Const. Documents, op. cit., págs. 19-30; Constitution française de 1791, ed. por CAPORAL, Const. documents of France, op. cit., págs. 35-59; Constitución de Cundinamarca de 1811, op. cit.; Constitución española de 1812, op. cit. Comp. BERNECKER, España, op. cit., págs. 19, 34; DAVIES, God’s Playground, t. 1, op. cit., págs. 386 y ss; FERNÁNDEZ, La constitución española, op. cit., págs. 359-457; FIORAVANTI, Constitución, op. cit., págs. 115 y ss; HAUPT, Von der franz. Revolution, op. cit., pág. 260; MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 91 y ss; BEATA M. PALKA, “La Costituzione Polacca del 3 Maggio 1791”, en revista Historia Constitucional, núm. 6, Madrid, CEPC, 2005, págs. 285-329; PEÑA, Historia política, op. cit., págs. 53 y ss; SOLÉ & A., Constituciones, op. cit., págs. 15 y ss; ISIDRO VANEGAS, “La Constitución de Cundinamarca”, en revista Historia Constitucional, núm. 12, Madrid, CEPC, 2011, págs. 257-279.
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pensivo en vez del veto absoluto, extendido en las monarquías autocráticas modernas1495. Durante un siglo, la carta noruega fue la más liberal de Europa. El país nórdico continuó con esta tendencia. En 1898, introdujo el sufragio universal masculino y, en 1913, el sufragio universal femenino, siendo así el primer Estado soberano del mundo que se abrió a un verdadero sufragio democrático. Además, no hay ninguna duda sobre el significado de la transformación lenta pero continúa del Reino Unido de Gran Bretaña a formas menos autocráticas. Sin embargo, hay que anotar un problema historiográfico, pues una rama anglocéntrica pretende proyectar las raíces de un supuesto camino especial inglés a la Edad Media y el siglo XVII1496. En contra de estos mitos modernos, cabe destacar que los conflictos políticos del siglo XVII no habían llevado a una monarquía liberal, sino a una monarquía limitada del antiguo régimen, es decir, a una subvariante del extendido bipolarismo protoconstitucional de la Cristiandad latina con base en la teoría neo-aristotélica de la constitución mixta1497. Gran Bretaña tampoco participó en las revoluciones ilustradas alrededor de 1800, sino usó su potencial militar para defender, juntamente con Austria, Prusia y Rusia, la restauración anti-revolucionaria. En consecuencia, los Reyes de las primeras décadas del siglo XIX, en particular los hanoverianos JORGE IV (1820-1830) y GUILLERMO IV (1830-1837), siguieron gobernando por sí mismos y cooperaron con una asamblea dominada por la nobleza hereditaria del país, igual que sus antepasados. Sin embargo, desde la década de 1830 ascendió, al lado del lord canciller tradicional, el primer ministro del Rey como jefe de gobierno1498, bajo la práctica cada vez más reconocida de que el monarca elegía a un miembro de la respectiva mayoría política en la Cámara baja parlamentaria1499. El cargo ganó un perfil más agudo con la retirada de facto de los monarcas del gobierno activo. Esto ocurrió bajo el longevo reinado de VICTORIA de Hanóver (1837-1901), precisamente en vista de una tristeza personal después de la muerte de su esposo enérgico ALBERTO de Sajonia, Coburgo y Gotha en 1861. No obstante, la política mundial de la era victoriana veló claramente bajo la bandera monárquica, bien visible en la construcción del dominio en la India en forma 1495
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Arts. 1 y 79 de la Kongeriget Norges Grundlov de 1814, ed. por RIIS et al., Constitutional Documents, op. cit., págs. 87-100. En 1839, CRISTIÁN F. recibió el trono danés. Al respecto: FENSKE, Verf.staat, op. cit., págs. 295 y s; DITLEV TAMM, “Cádiz 1812 y Eidsvoll 1814”, en revista Historia Constitucional, núm. 7, Madrid, CEPC, 2006, págs. 313-320; GEORG C. V. UNRUH, “Die Eigenart der Verfassung des Kgr. Norwegen”, en anuario JöR, NF, t. 38, Tübingen, Mohr, 1989, págs. 277-298. Véase p. ej. FIORAVANTI, Constitución, op. cit., pág. 90. En detalle MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 334 y ss; JOAQUÍN VARELA S., “División de poderes y sistema de gobierno en la Gran Bretaña del siglo XVIII”, en revista Fundamentos, núm. 5, Oviedo, JPPA, 2009, págs. 55-119. A partir de CHARLES GREY (1830-1834). A veces se pretende construir una antehistoria a partir del Primer Lord del Tesoro ROBERT WALPOLE (1721-1742). Excepciones: 1916, 1931 y 1940. Comp. VERNON BOGDANOR, The Monarchy and the Constitution, Oxford, Univ. Press, 1995, págs. 89 y ss.
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de unión dinástica, pues VICTORIA se coronó Emperatriz de la India (1876) en sucesión del Imperio Mogol extinguido (1858). Al fin, la reducción de facto del papel monárquico fue confirmada en la crisis constitucional de 1936, cuando el primer ministro STANLEY BALDWIN pudo presionar al Rey EDUARDO VIII a la abdicación – formalmente por un deseo de matrimonio no conforme al estatus, pero prácticamente ante las tendencias del nuevo monarca a recuperar terreno gubernamental–.
Img. 144: Uno de los centros de la Monarquía británica: el Palacio de Westminster, construido de 1840 a 1870 al estilo del historicismo neogótico como la sede de las dos cámaras británicas1500
Además, el Reino Unido de Gran Bretaña reformó paulatinamente el parlamento, primero por el Representation of the People Act de 1832 que disminuyó moderadamente el poder electoral del estamento de la baja nobleza, entre otros por eliminar la representación desproporcional de 57 burgos podridos en manos de terratenientes. Las reformas electorales de 1867 y 1884 continuaron con la ampliación del sufragio para la Cámara Baja, pero no rompieron con la lógica de excluir aproximadamente la mitad de la población masculina a causa de su situación económica. Antes de la Gran Guerra, Gran Bretaña poseyó un sufragio más restrictivo que muchas monarquías continentales. El segundo paso se inició por el conflicto inter-cameral de 1909 y el Parliament Act de 1911 que reemplazó el veto absoluto de la prestigiosa Cámara de los Lores en la legislación por el veto suspensivo, es decir, se disolvió el principio consensual en beneficio de la última palabra de la Cámara baja con su legitimidad por elección, lo que el Parliament Act de 1949 profundizó por la reducción de tres a solo dos pasadas1501. 1500 1501
Del pintor escocés DAVID ROBERTS (1796-1864). The Great Reform Act británico de 1832, 2 & 3 Will. IV, c. 45. Parliament Act británico de 1911, 1 & 2 Geo.5 c.13. Leyes impuestas por el Parliament Act: Welsh Church Disestablishment y Government of Ireland Act de 1914, Parliament Act de 1949, War Crimes Act de 1991, European Parliamentary Elections Act de 1999, Sexual Offences Act de 2000, Hunting Act de 2004. Siguió el House of Lords Act de 1999 (c.34) que eliminó el carácter hereditario de la pertenencia en beneficio de un carácter vitalicio y de representantes electos de la nobleza hereditaria.Véase BOGDANOR, The Monarchy and the Constitution, op. cit., págs. 113 y ss; FENSKE, Verf.staat, op. cit., págs. 236 y ss, 249 y ss; KLEY, Verf.geschichte, op. cit., págs. 61
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Con la democratización del sufragio por los dos Representation of the People Acts de 1918 y 1928, se concluyó la construcción de la monarquía liberal que funcionó de manera similar a un sistema parlamentario democrático1502. La siguiente Ley de representación popular de 1948 eliminó los votos plurales de los educados universitariamente y, de tal manera, el último desequilibrio predemocrático. Paralelamente, la ciencia jurídica británica desarrolló las teorías del rule of law parlamentario y de la soberanía parlamentaria, lo que no debe malentenderse, pues significa precisamente la soberanía del Rey en parlamento, es decir, el famoso jurista ALBERT V. DICEY subrayó en 1885 una soberanía abstracta ubicada en la trinidad entre monarca, cámara superior y cámara baja1503. Lo que quedó lejano del pensamiento estatal británico, fue la idea de un derecho constitucional por encima de las leyes parlamentarias. Por la tanto y en contra del mito de la Carta Magna, tampoco se reconoció derechos fundamentales universales e intocables, excepto la adopción tarde de la Convención europea de derechos humanos en 1998 que se dio sin superioridad normativa. Sin embargo, algunos pasos tempranos habían consistido en el reconocimiento de la igualdad legal de los católicos y judíos en 1829 y 1858, respectivamente, lo que había abolido la estatalidad monoconfesional de la modernidad temprana. Con la soberanía del King-in-Parliament, tampoco fue pensable la creación de una corte constitucional. En general, hubo grandes problemas con la separación del poder judicial. Finalmente, se buscó mejorar a través del Constitutional Reform Act de 2005 y la creación de la Corte Suprema de 2009 que reemplazó las facultades judiciales de la Cámara de los Lores. La misma reforma quitó las funciones judiciales y legislativas del Lord canciller para transformarle en un puesto ejecutivo, aunque el mismo continuó como ministro de justicia. Además, hasta las reformas de 1948 y 1981, no hubo ciudadanos sino súbditos (subjects) con deberes de lealtad jurados a la corona1504. La historia constitucional británica tampoco se abstuvo de violaciones marcadas de derechos humanos, teniendo en cuenta incidentes como la expulsión y expropiación salvaje de los gaélicos escoceses hasta la prohibición legal de 1886, la política –directa e indirectamente– genocidial en la Gran hambruna irlandesa de 1845 a 1849, la aplica-
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y ss, 71; REINHARD, Geschichte Staatsgewalt, op. cit., pág. 412; THOMAS, A Concise History of the Common Law, op. cit., págs. 74, 707; WASSON, A History of Modern Britain, op. cit., págs. 133 y ss. El Representation of the People Act de 1918 (c. 64) introdujo el sufragio universal masculino a partir de 21 años y un sufragio relativo de las mujeres con más de 30 años y propiedad. Siguió el Representation of the People (Equal Franchise) Act de 1928 (18 & 19 Geo. 5 c. 12) que universalizó el voto femenino. Comp. WASSON, A History of Modern Britain, op. cit., págs. 166, 248. ALBERT VENN DICEY, An Introduction to the Study of the Law of the Constitution, reimpr., Oxford, Univ. Press, 2013 (1885), págs. 27 y ss, 33 y ss. Véase FIORAVANTI, Constitución, op. cit., págs. 145 y ss. Constitutional Reform Act británico de 2005, en Statute Book 2005, c.4; ECHR Act de 1998, op. cit.; Catholic Relief Act de 1829, op. cit.; British Nationality Acts de 1948 y 1981. Véase HEUN, Verf., op. cit., págs. 255 y ss; KLEY, Verf.geschichte, op. cit., pág. 71; STEFAN SCHIEREN, Großbritannien, 2a ed., Schwalbach, Wochenschau, 2011, págs. 28 y ss; THOMAS, Concise History of the Common Law, op. cit., pág. 707.
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ción de un derecho penal del enemigo frente a múltiples separatistas irlandeses, escoceses y canadienses (1803-1916), el intento de pacificación bélica de Irlanda entre 1916 y 1921, el domingo sangriento de 1972 en el cual el ejército británico asesinó a trece manifestantes no armados en Derry bajo la capa de protección de una impunidad de facto, así como la cooperación sistemática de las fuerzas oficiales de seguridad con escuadrones de muerte paramilitares en la guerra sucia contra los republicanos católicos en la provincia de Irlanda del Norte (1969-1998)1505. Parece oportuno, sintetizar varias diferencias del sistema británico frente al constitucionalismo republicano que han perdurado hasta hoy: la ausencia de la constitución formal escrita, de los derechos fundamentales intocables, de la justicia constitucional, de la soberanía popular y de la verdadera separación de poderes, mientras continúan las prerrogativas de la corona, la representación de la nobleza y el carácter teocrático del Estado con el monarca como jefe de la Iglesia anglicana. Por lo tanto, es uno de los mitos modernos menos sostenibles del orden anglo-estadounidense de 1945, declarar a Inglaterra la cuna del constitucionalismo moderno. De todos modos, de los debates ingleses el modelo de la monarquía liberal se difundió también a los dominios de poblamiento en ultramar, cuando los mismos fueron transformados, paso a paso, en Estados particulares con autogobierno en una unión personal con la Corona británica. Precisamente, estas zonas lejanas del imperio adelantaron a su país materno en términos constitucionales, pues la menor consolidación cultural en la sociedad de colonos evitó resistencias duras de élites establecidas, mientras la corona lejana quiso prevenir toda repetición de una revolución ilustrada-independentista como la de EE.UU. El caso modelo fue Canadá según el Acta de la Norteamérica británica de 1867, un documento constitucional otorgado por parte de Gran Bretaña. Siguieron Australia en 1900 y Nueva Zelanda en 1907, así como Terranova de 1907 a 1949 y Sudáfrica de 1910 a 1961. Típicamente, se entiende el Estatuto de Westminster de 1931 como la norma clave con la cual estos dominios recibieron la igualdad legislativa no subordinada y su soberanía como Estados propios dentro de una federación monárquica sui generis, similar a las monarquías compuestas del antiguo régimen, lo que se concluyó por el Canada Act de 1982 y el Australia Act de 1986. En particular, en el Estado racial de Australia el carácter liberal se limitó durante mucho tiempo a la sociedad intra-europea de colonos, mientras los aborígenes fueron expulsados por limpiezas étnicas, perseguidos por masacres genocidas (hasta 1928), excluidos políticamente (hasta 1962) y afectados por robos sistemáticos de sus hijos (hasta 1969). De modo análogo al modelo inglés, Nueva Zelanda nunca ha desarrollado una constitución 1505
Comp. capítulos III.2.D.d-e y III.6B y BARTLETT, Ireland, A History, op. cit., págs. 379 y ss; O’BEIRNE, A Short History of Ireland, op. cit., págs. 300 y ss; RED. BBC NEWS NORTHERN IRELAND, Bloody Sunday Report published, op. cit.; THE ECONOMIST, “Northern Ireland, Britain’s Dirty War”, de 24.4.2003, http: //www.economist.com/node/1731277 (5.1.2018); OTTO, Der Nordirlandkonflikt, op. cit., págs. 83 y ss, 93 y ss; WASSON, A History of Modern Britain, op. cit., págs. 305 y ss.
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formal codificada. A pesar de facultades monárquicas que, en teoría, son amplias, el papel efectivo de la Reina externa de Canadá, Australia y Nueva Zelanda se caracteriza por un alto grado de auto-limitación, es decir, estos Estados funcionan fácticamente de manera muy similar a las repúblicas democráticas1506. Img. 145: Una especie de festivo nacional de una monarquía liberal todavía no soberana: el Dominion Day canadiense de 1927 en la Colina del Parlamento de Ottawa, recordó los 60 años del autogobierno. El edificio neogótio del parlamento fue construido, paso por paso, a partir de 1859 hasta la conclusión de la torre de la paz en 19271507 B)
LA LIBERALIZACIÓN DE VARIAS MONARQUÍAS AUTOCRÁTICAS DE EUROPA CONTINENTAL (DESDE APROX. 1918)
Por fuera de la cultura anglosajona, varias monarquías autocráticas del siglo XIX se transformaron, en el siglo XX, por lo menos de facto en monarquías liberales. De las dinastías europeas que no perdieron la jefatura de Estado por una guerra industrial desfavorable, perduraron aquellas que adoptaron voluntariamente el espíritu de la época, es decir, se retiraron del núcleo del poder estatal y permitieron benevolentemente su inclusión en estructuras democráticas. De tal manera, permanecieron –más allá de Noruega y Gran Bretaña– cinco monarquías de Europa nororiental –los Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Dinamarca y Suecia–, aparte de los microprincipados de Liechtenstein y Andorra. Además, después de haber estado suprimida por cuatro decenios, la Monarquía española renació en 1975, como una solución reintegradora para trans-
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The British North America Act de 1867, op. cit.; An Act to constitute the Commonwealth of Australia de 1900, op. cit.; Statute of Westminster de 1931, op. cit. Ratificación: en Sudáfrica por el Status of the Union Act de 1934, en Australia por el Statute of Westminster Adoption Act de 1942, en Nueva Zelanda por el Statute of Westminster Adoption Act de 1947. Véase GERHARD ALTMANN, Abschied vom Empire, Göttingen, Wallstein, 2005, págs. 48, 273; CLARKE, The History of Australia, op. cit., págs. 92 y ss; FERGUSON, Empire, op. cit., pág. 272; GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., pág. 442; HAYES, Canada, An Illustrated History, op. cit., págs. 146, 227; KING, The Penguin History of New Zealand, op. cit., pág. 334; MACINTYRE, A Concise History of Australia, op. cit., págs. 138 y s; NATHAN TIDRIDGE, Canada’s Constitutional Monarchy, Totonto, Dundurn, 2011, págs. 23 y ss, 54 y ss, 70 y ss, 81 y ss; WASSON, A History of Modern Britain, op. cit., pág. 175. De 1.7.1927, lugar: Library and Archives Canada, PA-027625.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
formar una sociedad dividida por la guerra civil (1936-1939) y la dictadura nacional (1939-1975), hasta llegar a la democracia monárquica. El clímax de la transformación a la monarquía liberal tuvo lugar de modo paralelo a las republicanizaciones a finales de la Primera Guerra Mundial. El crecimiento de la actividad legislativa, empujada por la revolución industrial, condujo a un incremento sostenible del significado de los parlamentos, mientras el crecimiento industrial de la complejidad socioeconómica y tecnológica ya no era manejable personalmente por un Rey con su socialización de palacio, de caza y en el militar. Puede verse como un indicador clave la ola de la introducción del sufragio universal masculino y femenino entre 1911 y 19481508, que otorgó a las cámaras populares una legitimidad democrática fuerte. Análogamente a la debilitación de la británica Cámara de los Lores a partir de 1911, las demás instituciones aristocráticas perdieron su influencia o fueron depuradas de su carácter estamental. Suecia esperó hasta 2003 para privatizar su Casa de los Nobles. Similar al ejemplo británico descrito, el poder de controlar el gobierno fue transferido paulatinamente de manos del monarca a las del parlamento, así desde 1901 en Dinamarca, aunque sin tocar la prerrogativa teórica de la corona. En la Crisis constitucional de semana santa de 1920, el Rey CRISTIÁN X de Dinamarca aplicó por última vez su derecho de cesar el ministro del Estado en contra de la voluntad del parlamento, pues el jefe de gobierno liberal había rechazado la disposición nacionalista de anexionar a Schleswig central en contra del plebiscito pro-alemán; sin embargo, ante fuertes críticas de los socialdemócratas y liberales, el Rey aceptó encontrar un equilibrio por nombrar otro conservador provisional hasta las próximas elecciones –mientras Schleswig central con Flensburgo quedó definitivamente en manos alemanas1509–. A partir de las elecciones de 1917, también el Rey GUSTAVO V de Suecia aceptó de facto no poder mantener un gobierno en contra de la mayoría en la cámara electa. Todo Rey sabio aprendió a no contradecir las políticas parlamentarias. En 1990, el Rey BALDUINO de Bélgica incluso fue declarado incapaz de gobernar durante un día, con el fin de superar que él había rechazado sancionar la nueva Ley de aborto más liberal1510. De todos modos, la práctica política de los Estados indicados correspondió cada vez más a la autolimitación del Rey a funciones representativas y simbólicas, al estilo de una institución neutral en la competencia cotidiana entre los partidos, con lo que la lógica de función del Estado se acercó a la de las repúblicas parlamentarias1511. Cabe destacar que en la mayor parte de los casos, las transformaciones profundas de la monarquía autocrática moderna a la liberal y social, no fueron constitucionalizadas, es decir, las cartas escritas del siglo XIX continuaron en vigor sin cambios sustanciales en 1508 1509 1510 1511
Véase capítulos VII.6.D.a y V.2.B. LIDEGAARD, A Short History of Denmark, op. cit., págs. 89 y ss. ISMAYR et al., Die politischen Systeme Westeuropas, op. cit., pág. 454. ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., pág. 184.
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el nivel textual. Han sobrevivido en términos generales: la Constitution de la Belgique de 1831 con las reformas federales de 1994, en los Países Bajos la Grondwet voor het Koningrijk de 1848 con los cambios de 1983, en Dinamarca la Riges Grundlov de 1849 con las modificaciones de 1953 y en Luxemburgo la Verfassung des Großherzogtums de 1856 con las reformas de 1868, 1919 y 19481512. De tal manera, se transformaron cada vez más en constituciones semánticas, pero, a diferencia de la respectiva teoría de KARL LOEWENSTEIN, no para camuflar dictaduras1513, sino al revés renuncian a hacer visible un grado de democratización materialmente logrado. Sin embargo, las dos pequeñas monarquías provenientes de la tradición de los miembros del Sacro Imperio Romano y de la Federación Germánica, respondieron a la caída colectiva de sus colegas centroeuropeos en 1918: en la Constitución del Gran Ducado de Luxemburgo, la reforma de 1919 reemplazó la soberanía del Gran duque por la de la nación y, en 1948, se adoptó formalmente las reglas de la democracia parlamentaria1514, mientras Liechtenstein se declaró mediante la constitución de 1921 “una monarquía constitucional hereditaria con fundamentos democráticos y parlamentarios; el poder estatal está anclado en el príncipe y el pueblo”1515. De tal manera, la monarquía en el valle alpino del río Rin usó el modelo de una co-soberanía con la respectiva división de funciones en una cierta cercanía estructural al modelo bipolar del antiguo régimen. De todos modos, la interpretación de la respectiva constitución en el espíritu democrático, fue fortalecida por la participación en la integración europea. En cambio, se enunciaron abiertamente a favor de la soberanía popular y de un gobierno parlamentario, tanto Suecia con su Nueva forma de gobierno de 1974, como España con su Constitución de 1978. La carta sueca subrayó que “todo poder tiene su origen en el pueblo”, lo que se complementó en la reforma de 1976 por el deber según el cual la “generalidad tiene que promover que las ideas democráticas se transformaran en medida relevante en todos los sectores de la sociedad”1516.
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De Belgische Grondwet de 1994, ed. por SENADO DE BÉLGICA, http://www.senate.be/doc/const_nl.html (5. 1.2018); Grondwet voor het Kgr. der Nederlanden de 1983, http://www.denederlandsegrondwet.nl/9353000/1/ j9vvihlf299q0sr/vi7pkisy3oq0 (5.1.2018); Danmarks Riges Grundlov de 1953, op. cit.; Verf. des Ghzm. Luxemburg de 1856 y 1868, en Memorial, núm. 28, 1856, págs. 225 y ss, y núm. 23, de 22.10.1868. LOEWENSTEIN, Verf.lehre, op. cit., págs. 153 y ss. Art. 32, Abänderung der Verf. de 1919, en Memorial, núm. 33, de 16.5.1919, págs 529 y ss; art. 51, Révision de la Constitution de 1948, en Memorial, núm. 28, de 28.4.1948, págs. 649 y ss. Art. 2 de la Verf. des Fsm. Liechtenstein de 1921, en LGBl., núm. 15, de 24.10.1921. Al respecto: BATLINER, Einführung, op. cit., págs. 15-104; ARTHUR BRUNHART, “Monarchie”, en ÍD. et al. (Eds.), HLFL, t. 2, op. cit., págs. 621-622. La reforma de 2003, fortaleció el papel del monarca; LGBl., núm. 186, 2003. ZOLTÁN T. PÁLLINGER, Monarchien im Europa von heute, Bendern, Liecht. Institut, 2003, pág. 30. Art. 1 de Kungörelse om beslutad ny regeringsform de 1974, op. cit.; Constitución española de 1978, op. cit. Véase ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., pág. 185.
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Sintetizando la situación actual, se da el siguiente panorama1517: primero, en cuanto al lugar de la soberanía, Dinamarca, los Países Bajos y Noruega se basan todavía en el principio monárquico del siglo XIX, mientras Liechtenstein conoce una co-soberanía monárquica y democrática, pero Bélgica y Luxemburgo promulgan la soberanía de la nación, así como España y Suecia aceptan la soberanía popular; segundo, todas las constituciones confirman la inviolabilidad e inmunidad del monarca sin responsabilidad política ni penal; tercero, solo la constitución de Liechtenstein ha establecido un procedimiento para una eventual abolición de la monarquía; cuarto, todos los monarcas excepto el sueco designan el jefe de gobierno, aunque la práctica informal se orienta en las mayorías parlamentarias; quinto, por lo menos el príncipe de Liechtenstein tiene un derecho propio a destituir al gobierno; sexto, los monarcas de Bélgica, Dinamarca, Liechtenstein, Luxemburgo y Países Bajos disponen del veto absoluto en la legislación y el de Noruega del veto suspensivo; séptimo, varios monarcas participan en el nombramiento de los jueces; octavo, los de Dinamarca, los Países Bajos y Liechtenstein tienen facultades de estado de sitio; noveno, los de Gran Bretaña y Dinamarca son todavía jefes teocráticos de la respectiva iglesia protestante1518. El lugar preciso de Gran Bretaña a veces no es claro, a falta de una constitución escrita. En términos constitucionales, la mayor parte de estos monarcas tiene más poder que cualquier jefe de Estado en sistemas republicanos presidencialistas, es decir, hay que tener en cuenta factores de la (auto) limitación ética y psicológica de los monarcas por acuerdos informales y una cultura de la moderación, para entender una realidad que es más democrática que lo requerido en la norma de normas formalizada. Visto a largo plazo, llama la atención la calidad democrática lograda. El reconocido Índice de democracia de la revista inglesa The Economist de 2016, evalúa que ocho de las doce mejores democracias del mundo son monarquías liberales. Se trata de Noruega (rango 1), Suecia (3), Nueva Zelanda (4), Dinamarca (5), Canadá (6), Australia (10), Luxemburgo (11) y Países Bajos (12), mientras quedan en la segunda línea Gran Bretaña (rango 16), España (17) y Bélgica (35)1519.
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Arts. 1 y 79 de la Kongeriget Norges Grundlov de 1814, op. cit.; arts. 1, 32 y 34 de la Verf. des Ghzm. Luxemburg de 1868, op. cit.; arts. 2, 9, 65, 80 y 113 de la Verf. des Fsm. Liechtenstein de 1921, op. cit.; arts. 2, 3, 12 y 22 de la Danmarks Riges Grundlov de 1953, op. cit.; art. 1 y cap. 6 de la Kungörelse om beslutad ny regeringsform de 1974, op. cit.; art. 1 de la Constitución española de 1978, op. cit.; arts. 42, 47, 50 y 87 de la Grondwet voor het Kgr. der Nederlanden de 1983, op. cit.; arts. 33, 88, 96 y 109 de la Belgische Grondwet de 1994, op. cit. Véase también: PÁLLINGER, Monarchien, op. cit., págs. 3 y ss y HÄBERLE, El Estado constitucional, op. cit., págs. 125 y ss. También en Noruega hasta la reforma constitucional (art. 2) de 2012. ECONOMIST INTELLIGENCE UNIT (Ed.), Democracy Index 2016, Londres, Economist, 2017, págs 7 y ss.
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4. LA DEMOCRACIA POPULAR COMUNISTA A)
LA RAMA SOVIÉTICA EN RUSIA Y EUROPA ORIENTAL (1917-1991)
La democracia popular comunista es la variante del Estado constitucional republicano-democrático que pretendió solucionar radicalmente la cuestión social de la transformación industrial. Esta hija de izquierda tuvo su punto de partida en la Revolución rusa de 1917. Precisamente, la crisis de legitimidad de la monarquía autocrática de San Petersburgo llevó, ante la derrota militar previsible contra el Imperio Alemán más industrializado y la incapacidad de garantizar el aprovisionamiento interno, pasando por la revolución social-liberal de febrero de 1917, a la revolución radical en nombre del republicanismo consejista (en ruso: soviético) de octubre de 1917, cuyos promotores alrededor de VLADÍMIR LENIN ganaron hasta 1922 la Guerra Civil Rusa1520.
Img. 146: La constitución materna de la familia de las democracias populares: la Constitución de la República Consejista Socialista Federativa de Rusia de 1918
La revolución social de LENIN tomó el modelo republicano-democrático como base, que se llenó con valores colectivos de la igualdad material en términos socioeconómicos, mientras se redujo sistemáticamente la dimensión de las libertades económicas, especialmente la propiedad privada, así a partir el texto materno de la familia constitucional comunista, la Constitución de la República Consejista Socialista Federativa de Rusia de 1918, que se orientó en la pretensión de “liberar a la humanidad de las garras del capital financiero”. Siguieron las constituciones soviéticas de 1924, 1936 y 1977. En este marco, se eliminaron del modelo constitucional liberal, tanto la separación de poderes –damnificada al ser burguesa– en beneficio de la predominancia de la asamblea legislativa del Consejo Supremo, como la competencia entre varios partidos políticos, para establecer el dominio exclusivo de un nuevo tipo de partido ideológico 1520
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HAUMANN et al., Die Russ. Revolution 1917, op. cit., págs. 13 y ss; HOBSBAWM, Historia del siglo XX, op. cit., págs. 62 y ss; MOSS, A History of Russia, t. 2, op. cit., págs. 185 y ss, 206 y ss; SERVICE, History of Modern Russia, op. cit., págs. 62 y ss, 101 y ss; ZIEGLER, The History of Russia, op. cit., págs. 71 y ss.
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único. Con una tendencia antiejecutiva, se perfiló el Presídium del Consejo Supremo como una jefatura de Estado colectiva. Se expropió la propiedad privada de las antiguas élites agrarios-latifundistas e industriales en los medios de producción, para transferirla en la nueva categoría consagrada de la propiedad popular, jurídicamente en manos de todo el pueblo, pero administrada de modo fiduciario por parte del Estado que planificó centralmente la economía según inspiraciones en la economía bélica alemana de la Gran Guerra. En ello, la agricultura –que había tenido un carácter individual desde las reformas agrarias liberales del siglo XIX– fue transformada nuevamente en estructuras colectivas (koljós), pero ahora en nombre de alimentar una sociedad industrializada y urbanizada. Entre los derechos sociales garantizados, se acentuó el derecho al trabajo que se manejó al estilo de crear para cualquier persona adulta un puesto de trabajo, independiente de la pregunta de si una economía capitalista hubiera visto un perfil lucrativo o no. Además, el ciudadano recibió el derecho de abastecerse en la esfera existencial con alimentos y energía fósil (carbón, leña) por precios bajos definidos según fines sociales y mediante cartillas redistribución1521. La democracia popular retomó los conceptos de la autonomía étnica y del federalismo, creando en 1922 la Unión Soviética compuesta por cuatro Estados fundadores –Rusia, Bielorrusia, Ucrania y Transcaucásia–, lo que se diversificó en el marco de las políticas exigentes de la delimitación etnolingüística por la existencia particular de cinco repúblicas centroasiáticas (creadas entre 1925 y 1929) y tres repúblicas caucásicas (1936). Finalmente, hubo 15 Estados miembros1522. Cuando el Imperio Ruso se convirtió en la Unión Soviética, la transformación industrial solo había alcanzado a lugares muy insulares, mientras en grandes partes del territorio existieron realidades preindustriales con campesinos pobres sin alfabetización e incluso las sociedades pre-estatales de Asia nororiental. En los primeros decenios del republicanismo, se realizó un programa exigente de industrialización, se promovió la alfabetización y educación del pueblo y se instauró programas ambiciosos de la salud pública. De la Guerra alemana-soviética (1941-1945), el Estado ruso salió con una amplia percepción de ser la potencia con el militar industrial más fuerte del mundo. 1521
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Art. 4 de la Constitución de la República Consejista Socialista Federativa de Rusia de 1918, ed. por BUCKNELL UNIV., http://www.departments.bucknell.edu/russian/const/18cons01.html (5.1.2018); arts. 118 y 131 de la Constitución de la URSS de 1936, ed. por ÍD., op. cit. Const. de la URSS de 1977, ed. por UNAM, https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/2/827/11.pdf (5.1.18).Véase ARTOLA, Constitucionalismo en la historia, op. cit., pág. 66 y s; SERGIO GARCÍA, “3 textos precursores del constitucionalismo social”, en revista BMDC, núm. 2-3, México, UNAM, 1968, págs. 469-480; NARANJO, Teoría constitucional, op. cit., págs. 630 y ss; ARYEH UNGER, Constitutional development in the USSR, Londres, Taylor & F., 1981, págs. 7 y ss; VERGOTTINI, Las transiciones constitucionales, op. cit., págs. 111 y ss. Sobre el derecho socialista: KÜPPER, Rechtsgeschichte Osteuropa, op. cit., págs. 417 y ss, 461 y ss; DAVID & J., Los grandes sistemas jurídicos contemp., op. cit., págs. 115 y ss; WESEL, Geschichte des Rechts/ Europa, op. cit., págs. 552 y ss. Se incorporó, de 1940 a 1941 y en 1945, los Estados soberanos de Estonia, Letonia y Lituania. De 1940 a 1941 y en 1945, se fundó la república soviética de Moldavia en la ex Rumania oriental.
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A pesar de la exigencia de la perfección radical-democrática, la democracia popular fue tan poco un modelo de auto-gobierno del pueblo como las democracias liberales y social-liberales. Mientras en los Estados del vecindario occidental gobernaron élites administrativo-jurídicas y de partidos en una estrecha relación con las élites empresariales, en las democracias populares reinaron también élites funcionales, formadas y disciplinadas en las estructuras del partido oficial. En ambos modelos, el principio democrático sirvió primordialmente como un concepto de legitimación y no como una descripción real de las relaciones de poder. En la variante oriental, hay que constatar la predominancia conceptual del gobierno para el pueblo. No obstante, la Rusia soviética se transformó, en tan solo pocos años después de su fundación, en la autocracia republicana del Secretario General del Comité Central del Partido Comunista y dictador modernizante absoluto IÓSIF STALIN (1927-1953). Por eso, el orden constitucional ruso de 1936 no llegó a un estado normal hasta la muerte del dictador en 1953 y la subsiguiente desestalinización bajo el gobierno de NIKITA JRUSHCHOV (1953-1964)1523. En este sentido, la constitución soviética de 1977 se despidió de la retórica de su predecesora sobre la dictadura del proletariado, presentando ahora el ideal de un “Estado socialista de todo el pueblo”1524.
Img. 147: En 1918, el imperio rojo reactivó el papel del Kremlin de Moscú como sede de gobierno, negando la occidentalización inmanente al concepto de la capital báltica de San Petersburgo (17131918)1525
Durante siete decenios, la democracia popular fue aquella mutación del Estado democrático, que no solo desafió fuertemente su forma básica, sino también fascinó a las élites mundiales educadas y a múltiples movimientos de liberación política que se inspiraron en aquella, especialmente en los decenios transcurridos entre 1940 y 1980. En ese entonces, la democracia popular se difundió exitosamente en 28 Estados soberanos de la tierra1526, entre otros, en la República Democrática Alemana (1949-1990), la Re1523
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BABEROWSKI, Der rote Terror, op. cit.; HOPPE, Geschichte Russlands, op. cit., págs. 13 y ss; MOSS, A History of Russia, t. 2, op. cit., págs. 244 y ss, 315 y ss; NOLTE, Kl. Geschichte Russlands, op. cit., págs. 293 y ss; SERVICE, Modern Russia, op. cit., págs. 331 y ss; ZIEGLER, The History of Russia, op. cit., págs. 95 y ss. Art. 1 de la Constitución de la Unión Sovietica de 1977, op. cit. Foto: BERND MARQUARDT. Estados socialistas fueron: la URSS con 15 Estados miembros (1917-1991), Mongolia (1922-1990), Yugoslavia con 6 Estados miembros (1945-1992), Vietnam (desde 1945), Albania (1946-1992), Bulgaria (1946-1989), Rumania (1947-1990), Checoslovaquia (1948-1990), Polonia (1948-1989), Hungría
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
pública Popular de Polonia (1947-1989), la República Socialista de Checoslovaquia (1948-1990), la República Popular de Hungría (1948-1989) y la República de Cuba (desde 1959 hasta hoy)1527. Si se tiene en cuenta la rama china, parecía alrededor de 1975 el modelo estatal más exitoso del planeta. La pregunta de si las democracias populares de Europa oriental fueron –si se deja aparte el círculo definible de las verdaderas dictaduras de izquierda como la Rusia soviética bajo el bonapartismo proletario del zar rojo IÓSIF STALIN (1927-1953), la Albania de ENVER HOXHA (1945-1985), la Yugoslavia del habsburgo rojo JOSIP BROZ TITO (19451980) y la Rumania de NICOLAE CEAUŞESCU (1965-1989)1528– variantes del Estado constitucional republicano-democrático o una herejía, es –desde la perspectiva de la Teoría integral del Estado– una cuestión inútil, tanto como aquella en la cual se pregunta si en las guerras religiosas del siglo XVI el calvinismo fue parte del cristianismo o una expresión del diablo. Para sintetizar, el modelo tuvo en común con el Estado social-liberal: el republicanismo, la soberanía popular, los derechos fundamentales, el estilo constitucional y el parlamentarismo. Sin embargo, se renunció a la separación de poderes a favor del rango superior del parlamento. Además, se configuró un poder ejecutivo débil, con la tendencia a un jefe de Estado colectivo como el Consejo de Estado de la República Democrática Alemana de 1960. Al mismo tiempo, se renunció a la independencia judicial, a la justicia constitucional y a la justicia administrativa, lo que debilitó la legalidad socialista, sin desconocerla en lo general. De igual forma, se complementó los derechos liberales por derechos fundamentales sociales, hasta ahí en común con la democracia social, pero la particularidad consistió en interpretar los mismos como prioritarios. En general, se trató de un sistema político no competitivo que conoció un paralelismo de órganos del partido líder a los órganos constitucionales, lo que promovió, en la perspectiva de muchos observadores externos, tendencias a
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(1948-1989), Corea del Norte (desde 1948), Alemania oriental (1949-1990), China (desde 1949), Cuba (desde 1959), Argelia (1963-1989), Yemen del Sur (1967-1990), Tanzania (1967-1992), Somalia (1969-1990), Congo noroccidental (1970-1991), Guinea Bissau (1973-2000), Etiopía (1974-1991), Laos (desde 1975), Angola (1975-1992), Benín (1975-1989), Mozambique (1975-1990), Madagascar (1975-1992), Afganistán (1978-1992) y Camboya (1979-1993). Comp. HOBSBAWM, Historia del siglo XX, op. cit., págs. 290 y ss; KÜPPER, Rechtsgeschichte Osteuropa, op. cit., págs. 579 y ss. Verf. der DDR de 1949 y 1968, en GBl. 1949, págs. 5 y ss y GBl. I 1969, págs. 199 y ss; Constitución de la Rep. Popular de Polonia de 1952, en Gaceta núm. 33, pág. 232; Constitución de la Rep. Checoslovaca, ley núm. 150 de 1948; Constitución de la Rep. Popular de Hungría, ley XX de 1949; textos const. de Cuba de 1959 y 1976 eds. por BEATRIZ BERNAL, Constituciones iberoamericanas, Cuba, México, UNAM, 2008. Comp. DAVIES, God’s Playground, t. 2, op. cit., págs. 413 y ss; FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 391 y ss; HOLZER, Polen u. Europa, op. cit., págs. 55 y ss, 69 y ss; ROLF KÜHNE, “War die DDR ein Verf.staat?” en HELMUT NEUHAUS (Ed.), Verf.änderungen, Berlín, Duncker & H., 2012, págs. 255272; MAHONEY, The History of the Czech Republic, op. cit., págs. 193-230; MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 500 y ss; MOLNÁR, A Concise History of Hungary, op. cit. págs. 368 y ss, 384 y ss; SUGAR et al., A History of Hungary, op. cit. págs. 295 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 5, op. cit., págs. 23-33; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 374 y ss, 409 y ss. CALIC, Geschichte Jugoslawiens, op. cit., págs. 189 y ss; GERDES, Rumänien, op. cit., págs. 60 y ss.
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una dictadura de partido, pero la misma no es contrastable con supuestas democracias ideales, sino con el Estado de partidos de Occidente. Una cierta nota autocrática, se articuló en particular en el uso extenso de los medios de la estatalidad vigilante, del espionaje interno, de la omnipresencia de la policía política y de la aplicación selectiva del derecho penal político para presionar a la homogeneidad dogmática. Sin embargo, también las democracias occidentales aplicaron todas estas medidas para intimidar y combatir sus supuestos enemigos públicos1529. De todos modos, se necesita ser cuidadoso respecto a varios reproches exagerados de la época intolerante de la competencia sistémica en la Guerra Fría (1946-1990): si se acentúa la supuesta no confiabilidad en el hecho de que en la República Democrática Alemana, los partidos de bloque del Frente Nacional, es decir, los partidos a favor del sistema, ganaron más del 90 por ciento de los votos, se desconocería fácilmente que también en la Alemana federal se extinguieron los partidos antisistémicos, es decir, que el bloque a favor del sistema con diferencias ideológicas y programáticas marginales, ganó del mismo modo más del 90 por ciento de los votos. El respectivo elector típico anticipó las expectativas del sistema según las fuentes de información accesibles. En cuanto a la transformación a la sociedad industrial, los logros fueron aceptables: según el primer Índice de Desarrollo Humano de 1990, la Alemania oriental alcanzó el vigésimo primero rango mundial –cercano a los valores de los EE.UU.–, Checoslovaquia el vigésimo quinto y la Rusia soviética el vigésimo sexto1530. Entre 1989 y 1991, este quinto modelo del Estado moderno fue desconstruido, no tanto al estilo de un colapso, sino por el camino de la reforma que, en la segunda fase, fue adelantado por el golpe de Estado de YELTSIN y la revolución de los oligarcas, es decir, de segmentos de la élite de funcionarios comunistas que se transformó, por medios más o menos criminales, en una nueva burguesía mayor extremamente rica. De todos modos, las reformas iniciales del último Secretario general soviético MIJAÍL GORBACHOV (1985-1991), buscaron el acercamiento al nuevo modelo estatal estándar del tercer camino entre el liberalismo y socialismo puro, a saber, el Estado constitucional, democrático, social y ambiental. En el fondo, el problema estructural del camino soviético fue que pretendió conservar una constelación temprana de la transformación industrial, el Estado de obreros y campesinos, que había sido plausible en la era de LENIN y STALIN, sin prever que la segunda revolución fósil-energética, desde los años 50, tendió a transformar los campesinos en minoría marginal y los obreros de fábrica en minoría relativa, cuando 1529
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Véase art. 50 de la Verf. der DDR de 1949, op. cit.; capítulos V.2.C y III.7.A; BRAUNEDER, Die Wahl, op. cit., págs. 239 y ss, 247 y ss; GONZÁLEZ, Los ddhh en la historia, op. cit., págs. 166 y ss; GYÖRGY DALOS, Der Vorhang geht auf, Múnich, Beck, 2009; ECKHARD JESSE, Systemwechsel in Deutschland, 4a ed., Bonn, BPB, 2013, págs. 91 y ss; LOEWENSTEIN, Verf.lehre, op. cit., págs. 425 y ss; MÜLLER, Contesting Democracy, op. cit., págs. 125 y ss; VERGOTTINI, Las transiciones, op. cit., págs. 113 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 5, op. cit., págs. 23 y ss; WOLGAST, Menschen- u. Bürgerrechte, op. cit., págs. 201 y ss. 130 países comparados en UNDP, HDR 1990, op. cit., pág. 111.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
llevó al ascenso de los profesionales de servicios. Además, resultaron decisivas dos dinámicas no previsibles: primero, la Europa noroccidental resultó más eficaz en la maximización del consumo masivo, de modo que, desde la década de 1970, la Europa oriental pareció cada vez más como desplazado a la segunda línea, sin duda con enormes avances frente al pasado propio, pero con automóviles, televisores, neveras, etc., que corrían visiblemente detrás de los estándares tecnológicos del competidor intersistémico; y segundo, también en el núcleo ideológico de la estatalidad social, las democracias sociales de Europa occidental compitieron exitosamente en pro de la desproletarización. Se va a volver sobre el tema en el capítulo VII.6. Solo en la dictadura de izquierda de Bielorrusia y en el socialismo caribeño de Cuba, han sobrevivido variantes de la república popular soviética. B)
LA RAMA CONFUCIANA DE LA DEMOCRACIA POPULAR: EL UNIVERSISMO CHINO QUE INCLUYE UN PILAR COMUNISTA (DESDE 1949)
Como la zona más exitosa de la ideología estatal comunista, se ha comprobado la sinósfera cultural. En ésta, se combinó sutilmente la teoría de Estado con base en MARX y LENIN con elementos reactivados de la tradición del confucianismo. Para evitar malentendidos, se recomienda tener en cuenta tres elementos: primero, en China se impuso –en el resultado de la dinámica de transformación violenta de 1911 a 1949– no solo un resultado bélico casual, sino aquella de las teorías estatales europeas que fue la más compatible con la tradición propia1531; segundo, quiere señalarse que la ideología importada se sinisó fuertemente después de la muerte del líder revolucionario MAO ZEDONG en 1976; tercero, mientras el comunismo ruso se transformó alrededor de 1990 a un modelo híbrido entre autocratismo, socialismo y liberalismo, el sino-comunismo ha sobrevivido exitosamente en China, Vietnam1532, Laos y Corea del Norte que comprenden casi tantos habitantes –1.475 millones– como todo el Occidente tricontinental en Europa, las Américas y Australia-Nueva Zelanda –con 1.556 millones–1533. Según la Constitución de la República Popular de China de 1982, la organización del Estado adopta la estructura básica del modelo comunista, presentándose en la lógica parlamentaria con la Asamblea Popular Nacional de tres mil miembros como el órgano supremo del Estado. Se conoce un Presidente elegido parlamentariamente y un gobierno colectivo, denominado Consejo de Estado. Además, China ha adoptado el paralelismo de órganos de Estado y del partido comunista, es decir, hay que contar también con el puesto del Secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China. Sin embargo, estas funciones oficiales no siempre han descrito fielmente la realidad estatal, pues el longevo líder supremo y emperador rojo DENG XIAOPING (1979-1997) 1531 1532 1533
Así MÜHLEMANN, Chinas Experimente, op. cit., págs. 285 y ss, 346 y s. Tres Constitutions de la République socialiste du Viêt Nam de 1980, 1992 y 2013, op. cit. Comp. UN DESA, World Population Prospects 2017, op. cit., págs. 1, 17 y ss.
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no ha asumido ninguna de las mismas. Los subsiguientes líderes supremos adoptaron más exactamente la institucionalidad formal, combinando los tres mandatos del Secretario General del Partido Comunista, del Presidente de la República Popular y del Presidente de la Comisión Militar Central. A partir de 2012/2013, rige la quinta generación de liderazgo alrededor de XI JINPING. La última reforma constitucional de 2004, se ha enfocado en varios elementos del pensamiento de MARX, MAO y DENG, obligando al Estado mediante la teoría de la triple representatividad a la defensa de los intereses de la mayoría (Estado social), a la promoción de la cultura china avanzada (terminando con la humillación) y al desarrollo de las fuerzas de producción (Estado empresa, capitalismo estatal, ayudantes privados)1534. Hoy en día, parece adecuado evaluar el modelo chino de nuevo en el marco del universismo armónico que ha integrado –al lado del taoísmo, confucianismo y budismo del antiguo régimen– un cuarto constructo importado –el comunismo– que expresa, en la perspectiva integral, los mismos ideales desde otra perspectiva. En 2006, el comité central de la República Popular China volvió a adoptar oficialmente el principio confuciano de la sociedad armónica1535, mientras la religión tradicional del budismo recibió cada vez más promoción estatal, incluyendo la organización del Foro Mundial Budista de 2006 y la construcción de varias estatuas monumentales como el Buda del Templo de Primavera de 2002, que es la estatua religiosa más grande en todo el mundo. Otra parte integral de esta reconfiguración es el redescubrimiento del gobierno por las leyes, bien conocido en el antiguo régimen chino pero ocultado en la fase antijurídica de la postrevolución maoísta, pues a partir de 1979 la República Popular ha legislado de nuevo: teniendo en cuenta la tradición del derecho confuciano, tampoco sorprende que la ola de legislación empezó con el Código penal de 19791536. Desde la década de 1960, China logró salir paulatinamente de la gran humillación del siglo XIX y pudo ascender nuevamente a su papel imperial en el mundo. A partir de 1964, la República Popular dispone de armas nucleares; en 1970, lanzó un satélite propio a órbita con un cohete fabricado in situ y, en 1971, recibió uno de los cinco puestos permanentes en el exclusivo Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. 1534
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Arts. 57, 79 y 85 de la Constitución de la República Popular de China de 1982, op. cit. con las reformas de 1988, 1993, 1999 y 2004; art. 18 de la 4ª Enmienda de 2004, ed. por CONGRESO PN DE CHINA, http:// www.npc.gov.cn/englishnpc/Constitution/node_2826.htm (5.1.2018). Véase BU, Einführung in das Recht Chinas, op. cit., págs. 25 y ss; SCHMIDT-G., Das neue China, op. cit., págs. 93 y ss; SPENCE, The Search for Modern China, op. cit., págs. 690 y ss, 696 y ss, 704 y ss; STAHL, Kaiserreich/ VR, op. cit., págs. 207 y ss; TANNER, China, op. cit., págs. 546 y ss. INKEN DENKER, 6. Plenum des Zentralkomitees der KP China, Sankt Augustin, KAS, 2006, http://www. kas.de/china/de/publications/14292/ (5.1.2018). ROBERT HEUSER, “Gegenwärtige Lage und Entwicklungsrichtungen des chinesischen Rechtssystems”, en revista VRÜ, vol. 38, núm. 2, Baden Baden, Nomos, 2005, págs. 137-154; RUIZ M., El modelo chino, op. cit., pág. 123; RANDALL PEERENBOOM, China’s Long March toward Rule of Law, Cambridge, Univ. Press, 2002, págs. 55 y ss, 126 y ss.
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Además, para generar ingresos mediante una economía de exportación, la República Popular China ha creado, a partir de 1978, en la costa del océano Pacifico seis zonas económicas especiales1537 que se han ampliado con dos puertos recuperados de manos europeas, a saber, Hong-Kong (1997) y Macao (1999). En esta franja costera, la China del siglo XXI promueve una variante tanto acelerada como todavía insular del desarrollo industrial, que deja aparecer el imperio del centro como la verdadera estrella actual de la gran transformación mundial. En 2016, el volumen de exportaciones chinos alcanzó el 16,8% del comercio mundial por encima de la Unión Europea y los EE.UU.1538. Cabe resaltar que en cuanto a la estatalidad de tránsito, el ferrocarril estatal inició en 2003 la construcción de la red de líneas a alta velocidad más exigente de todo el mundo, abriendo en 2011 la línea de 1.318 kilómetros de Beijing a Shanghái para 300 km/h (4 horas y 48 minutos), así como entre 2012 y 2018 la línea de 2.260 kilómetros de Beijing a Hong-Kong para 350 km/h (8 horas), para las cuales las empresas estatales producen desde 2008 también los trenes que han alcanzado en el modo de prueba la velocidad respetable de 486 km/h1539. La enorme eficiencia de las obras públicas sorprende al observador occidental, pero el Estado chino impone decisiones enfocadas en el bien común sin permitir frenarlas por iniciativas ciudadanas, manifestaciones y olas de demanda de vecinos enfadados En debates transnacionales, China es el Estado del mundo que contradice con la autoestima más marcada el universalismo euro-americano en cuanto a los derechos humanos liberales de la primera generación. Trata los mismos como un relativismo cultural de Occidente proveniente de las revoluciones ilustradas burguesas y como una instrumentalización hegemónica. Interesantemente, China no subraya tanto su perfil cultural propio, sino replica con un contra-univers(al)ismo en la mejor tradición del imperio del centro, poniendo de relieve su constitucionalización de la protección iushumana en 20041540. Precisamente, China se orienta en la universalización de los derechos sociales, económicos y culturales en el marco de la ONU a partir de 1966, bajo la interpretación de que estos no significarían una mera segunda categoría frente a un supuesto núcleo liberal. De tal manera, China cambia el papel del acusado al acusador,
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SPENCE, The Search for Modern China, op. cit., págs. 670 y ss; TANNER, China, A History, op. cit., pág. 561. Comp. KAGAN, The Return of History, op. cit., págs. 25 y ss; WTO (Ed.), World Trade Statistical Review 2017, Ginebra, WTO, 2017, pág. 103; ZAKARIA, The Post-American World, op. cit., págs. 87 y ss. RED. DIE ZEIT, “Hochgeschwindigkeitszug, 2.300 km mit Tempo 300”, en periódico Die Zeit, de 26.12.2012, http://www.zeit.de/reisen/2012-12/china-hochgeschwindigkeitszug-verkehr (5.1.2018). “Art. 24: One paragraph is added to Article 33 of the Constitution as the third paragraph, which reads, «The State respects and preserves human rights»”; 4ª Enmienda a la Constitución de la República Popular de China de 2004, op. cit. Ya desde 1982 había existido el catalogo de los Derechos y deberes fundamentales de los ciudadanos (arts. 33-56).
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pues en comisiones internacionales de derechos humanos, Beijing puede contar con un buen grado de aprobación por otros Estados no euro-americanos1541. Un malentendido típico de Occidente consiste en confundir la industrialización china con una supuesta difusión exitosa del liberalismo económico al interior del coloso asiático. De todos modos, aunque los palacios altos y centelleantes en la zona económica especial de Shenzhen contrastan agudamente las hormigas maoístas en sus chaquetas azules, el capitalismo de tipo liberal ha sido adoptado precisamente en la esfera de la economía de exportación para conquistar no solo el consumo europeo y norteamericano, sino en todo el mundo, incluyendo a América Latina. Con este capitalismo internacional se genera los ingresos para realizar los exigentes programas públicos de modernización, mientras en las relaciones internas continúa el enfoque en la unidad colectiva del conjunto estatal con una economía planeada y dirigida bajo los requisitos de la lealtad y disciplina. Se promueve todo lo que sirve para el poder y la reputación de China en el mundo, incluyendo la compra de empresas de alta tecnología en Occidente, para apropiarse de transferencias tecnológicas y recibir un segundo tipo de ingresos. Esto contiene elementos de vencer el capitalismo con sus propios recursos. De modo complementario, las reformas constitucionales de 1988, 1999 y 2004 han posibilitado un cierto grado de propiedad privada en los medios de producción al lado de la propiedad popular predominante y han legitimado alianzas controladas del poder estatal con inversionistas privados1542. En particular, en las zonas económicas especiales – que reúnen el 0,02% del territorio estatal– nacieron múltiples empresas encauzadas y paraestatales bajo el control público que parecen en el exterior como privadas, pero en ningún caso el Estado chino entrega a sus socios menores un papel líder, sino hace alianzas que son útiles para sus fines políticos. Hay que anotar que el reconocimiento limitado de la propiedad privada no celebra ningún nuevo valor central, sino un complemento que ocupa un papel sistémicamente subordinado a los valores centrales de la carta. La lógica en cuanto al sector privado no es la de la economía de mercado, sino la del corporativismo dirigido. Sintetizando, los valores individualistas siguen siendo considerados sospechosos, mientras el estatismo chino está bien establecido y parece legitimado por sus éxitos innegables1543. 1541
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Con respecto a los derechos humanos y fundamentales en China: SENGER, Die VR China und die Menschenrechte, op. cit., págs. 119-144; SHI-K., Menschenrechte in der VR China, op. cit., págs. 327-354; WOLGAST, Geschichte der Menschen- u. Bürgerrechte, op. cit., págs. 304 y ss. Sobre violaciones: AMNESTY INTERNATIONAL, AI Report 2016/17, págs. 118 y ss. Arts. 11 y 13. Concretado por la Ley de obligaciones de 2007. Véase BJÖRN AHL, “Normative oder semantische Verfassung?” en revista VRÜ, vol. 41, núm. 4, Baden B., Nomos, 2008, págs. 477-509. Sobre la constitución económica: BU, Einführung in das Recht Chinas, op. cit., págs. 191 y ss; TOBIAS TEN BRINK, “Chinas neuer Kapitalismus”, en revista APuZ, núm. 39, China, Bonn, BPB, 2010, págs. 9-15; ÍD., “Chinesicher Kapitalismus?” en FISCHER & M., Länderbericht China, op. cit., págs. 681-702; BENJAMIN CREUTZFELDT (Ed.), China en América Latina, Bogotá, Univ. Externado, 2012, págs. 13 y ss; XUEWU GU, Die Große Mauer in den Köpfen, Bonn, BPB, 2014, págs. 178 y ss.
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5. LA AUTOCRACIA REPUBLICANA La tercera transformación básica produjo y difundió también una variante acentuadamente autocrática y dictatorial del republicanismo. Las raíces estuvieron en la Revolución francesa, en cuyo transcurso se formaron la dictadura sangrienta del Comité de salud pública (1793-1794)1544 y la autocracia del general de la revolución NAPOLEÓN BONAPARTE con base en la cuarta constitución revolucionaria de 1799 (hasta 1804)1545. Siguió, entre 1829 y 1852, JUAN M. DE ROSAS como el tirano del Estado suramericano de Buenos Aires y, con una durabilidad aún más larga, de 1814 a 1870, Paraguay fue dominado por el líder jacobino de la revolución originaria GASPAR RODRÍGUEZ DE FRANCIA y sus dos sucesores, el padre e hijo LÓPEZ1546. También en el Perú y Bolivia del siglo XIX, gobernaron varios militares que no permitieron ningún constitucionalismo cualitativo. Sin embargo, la representatividad del bonapartismo, cesarismo democrático o caudillismo del siglo XIX no debería ser sobrestimada, pues el republicanismo constitucional de las Américas se comprobó relativamente exitoso al prevenir o enmarcar jefes de Estado con intenciones tiránicas. A)
LA DICTADURA NACIONAL Y ANTI-CONSTITUCIONAL
a) La gran ola europea de 1920 a 1945 y sus sobrantes hasta 1980 La verdadera época del auge de las autocracias republicanas empezó con la ola europea de republicanización a finales de la Primera Guerra Mundial. Con un origen en el resto de la Hungría descuartizada en manos del ex jefe de la flota austríaca-imperial y ahora regente de un Reino sin Rey, MIKLÓS HORTHY (1920-1944)1547, así como más agudo en la Italia del Duce del Fascismo BENITO MUSSOLINI (1922-1945)1548, no menos que veintiuno Estados europeos se transformaron, hasta el cenit del año 1943, en sistemas autocráticos de un nuevo tipo antiliberal, militarista, caudillista, carismático, nacionalista, populista, colectivista, anti-constitucional, anti-iusfundamental, anti-parlamentarista y estado-de-sitista, incluyendo tendencias totalitarias. Dichas autocracias estuvieron fuertemente influidas por la tradición del principio monárquico, aunque rechazaron tanto la neo-dinastización como la legitimación celestial del poder. Se trató de hijos de las rupturas en la gran transformación con una hibridez 1544 1545 1546 1547 1548
HAUPT, Von der franz. Revolution, op. cit., págs. 264 y s. Constitution de l’an VIII (1799), ed. por CAPORAL, Constitutional Documents, op. cit. págs. 133-141. BRAVO, Constitución, op. cit., págs. 79 y s, 84 y s, 97; MARQUARDT, Historia const. comp., op. cit., pág. 126. MOLNÁR, Hungary, op. cit. págs. 262 y ss; SUGAR et al., Hungary, op. cit. págs. 310 y ss, 319 y ss. En un sistema monarquico marginado. Al respecto: CARSTEN, The Rise of Fascism, op. cit., págs. 45 y ss; DUGGAN, Historia de Italia, op. cit., págs. 287 y ss; RUDOLF LILL, “Das faschistische Italien”, en ÍD & A., Kl. Ital. Geschichte, op. cit., págs. 371-430; NARANJO, Teoría constitucional, op. cit., págs. 652 y ss; WOLLER, Geschichte Italiens, op. cit., págs. 95 y ss.
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cultural entre la apreciación del gobierno monárquico del pasado milenario y la estimación del republicanismo emergente. Se fundamentaron en la nueva lógica desde abajo de la nación y de la comunidad popular, pero sin dejar participar la misma en decisiones más allá de ciertos rituales de confirmación del gobierno. Los dictadores vinieron, en parte, de círculos militares, en la otra parte, de las clases bajas con habilidades del liderazgo carismático, y solo algunos pocos mostraron perfiles intelectuales, pero casi ninguno tuvo raíces en las antiguas dinastías gobernantes. En el espíritu militar del nacionalismo, también los que no eran militares se presentaron típicamente con el uniforme de las fuerzas armadas1549. Varios pensadores del anti-constitucionalismo antiliberal, como el brillante y peligroso CARL SCHMITT entre 1921 y 1945, elaboraron las respectivas justificaciones y legitimaciones1550. No es falso advertir que la ola autocrática fue también promovida por el mal empeño de las jóvenes democracias europeas de la generación de 1918. En vista de las experiencias reales con la primera generación de partidos y políticos republicanos impulsivos, peleones y polemistas, sin socialización a mentalidades moderadas y prosistémicas, con caídas incomprensibles de gobiernos no disciplinados, élites estatales – jueces, funcionarios, militares, diplomáticos y profesores– que soñaron del supuesto brillo del antiguo régimen, además de pueblos con valores pro-autocráticos, pareció muy plausible el grito colectivo para el caudillo fuerte, exigiendo el salvador y solucionador de problemas, similar a los grandes monarcas del respectivo mito nacional, pero sin interesarse por alguien de la antigua clase reinante caída en decadencia. No pudieron funcionar bien las democracias sin demócratas, mejor dicho, sin mayoría de demócratas, mientras las olas de la violencia política provocaron síntomas fuertes de Estados fallidos. En los colegios y Universidades fue a la moda, socializar las futuras élites de modo colectivista y Estado-céntrico, mientras dichas ideologías de comunidad –tanto las nacionalistas como las socialistas y sus combinaciones– predicaron cada vez más la intolerancia. Además, las crisis del capitalismo industrial –tanto la posbélica de 1920 como la Gran Depresión de 1929 quebrantaron la paz social1551. De igual forma, las dictaduras europeas fueron favorecidas por varias humillaciones profundas en las constelaciones internacionales que –ante la mentalidad del nacionalismo agudo– provocaron contra-fuerzas elementales enfocadas en la exigencia de la resurrección: en primer lugar, pueden indicarse las seis paces triunfadoras del territorialismo ilimitado de Brest lituano y de París de 1918 a 1920 frente a Rusia, Alemania, 1549
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Respecto al ascenso de las dictaduras antiliberales: CARSTEN, The Rise of Fascism, op. cit.; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 786 y ss; HOBSBAWM, Historia del siglo XX, op. cit., págs. 116 y ss; MARK MAZOWER, Dark Continent, Londres, Penguin, 1999, págs. 17 y ss, 22 y ss; RAPHAEL, Imperiale Gewalt, op. cit., págs. 192 y ss y los demás estudios indicados en las siguientes páginas. Véase p. ej. CARL SCHMITT, El Concepto de lo Político (1932), El Führer defiende el derecho (1934), Teología Política (1934), en ÍD. & HÉCTOR ORESTES A. (Ed.), Teólogo de la política, México, FCE, 2001. HESSE et al., Die Große Depression, op. cit., págs. 53 y ss.
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Austria, Hungría, Bulgaria y Turquía1552; en segundo lugar, articularon efectos análogos fenómenos como la negación al maximalismo italiano o a aquel de los nuevos Estados; tercero, se percibieron como dolorosos los casos de la pérdida de un antiguo significado internacional, por ejemplo por no haber adoptado a tiempo la transformación industrial, así en España y Portugal. En particular, el recorte artificial de casi todas las fronteras europeas, provocó múltiples conflictos étnicos y promovió el ascenso de políticos nacionalistas agudos.
Mapa 35: Un Estado condenado al revisionismo nacionalista: Hungría. Después de la descuartización por el Tratado de Trianón de 1920, los Arbitrajes de Viena de 1938 y 1940 posibilitaron una reunificación parcial y breve (hasta 1945)1553
Las dictaduras concretas de Europa fueron las siguientes: en Hungría, se estableció de 1920 a 1944, la dictadura del almirante MIKLÓS HORTHY bajo el titulo Su Alteza Serenísima el Regente del Reino y la del caudillo de la nación FERENC SZÁLASI (1944-1945); en Italia, se implantó de 1922 a 1945, la dictadura del maestro y duce BENITO MUSSOLINI; en España, existió de 1923 a 1930, la dictadura del general MIGUEL PRIMO DE RIVERA y, de 1939 a 1975, la del general y caudillo FRANCISCO FRANCO; en Bulgaria, se señala las dictaduras del profesor ALEKSANDAR ZANKOW (1923-1926) y del militar KIMON GEORGIEV (1934-1935) que fueron prolongadas por la autocracia del zar; en Albania, se instauró a partir de 1925, la dictadura del señor feudal AHMED ZOGU, seguida por la unión personal con la Italia fascista y, al fin, de 1945 a 1985, la dictadura del maestro ENVER HOXHA; en Polonia, hubo de 1926 a 1945, la dictadura del general JÓZEF PILSUDSKI y de sus sucesores, así como el destino de servir como un Generalgouvernement de la Alemania fascista; en Portugal, se consolidó de 1926 a 1974, la dictadura del gene1552
1553
Tratado de Brest lituano de 1918, op. cit.; Traité de Versailles de 1919, op. cit.; Traité de paix signé à SaintGermain-en-Laye de 1919, op. cit.; Traité de Neuilly-sur-Seine de 1919, op. cit.; Traité de Sèvres entre les Alliés et l’Empire ottoman de 1920, op. cit. Mapa: BERND MARQUARDT.
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ral ANTONIO O. DE FRAGOSO CARMONA y de los profesores ANTONIO DE OLIVERA SALAZAR y MARCELO CAETANO, denominada eufemísticamente Estado Novo; en Lituania, se sufrió de 1926 a 1953, la dictadura del jurista ANTANAS SMETONA, la ocupación militar alemana y la rusa; en la Rusia soviética, se robusteció, de 1927 a 1953, la dictadura del Secretario General IÓSIF STALIN; en el Imperio Alemán, hay que anotar de 1930 a 1934 la autocracia presidencial del general PAUL VON HINDENBURG y, de 1933 a
Img. 148: La Europa de los dictadores nacionalistas percibidos como cercanos en 1938: el Caudillo español FRANCISCO FRANCO (1936-1975), el Führer alemán ADOLF HITLER (1933-1945) y el Duce italiano BENITO MUSSOLINI (1922-1945). La imagen propagandística afirma: “Ellos luchan y vencen por la patria y el pueblo” 1554
1945, la dictadura del trabajador ocasional austríaco y Führer ADOLF HITLER; en Austria, debe señalarse de 1933 a 1945, el austrofascismo con los gobiernos del economista ENGELBERT DOLLFUß y del jurista KURT SCHUSCHNIGG, seguido por la incorporación plebiscitaria al Imperio Alemán; en el Estado libre de Danzig, hubo de 1933 a 1945, el gobierno nacionalsocialista del historiador HERMANN RAUSCHNING, del agente comercial ARTHUR GREISER y la incorporación a Alemania; en Estonia, se sufrió de 1934 a 1953 la dictadura del jurista KONSTANTIN PÄTS y la ocupación militar por HITLER y STALIN; en Letonia, fue similar de 1934 a 1953, con la dictadura del agronomista KARLIS ULMANIS y la ocupación militar por Alemania y Rusia; en Grecia, sucedieron entre 1936 y 1974, la dictadura del general IOANNIS METAXAS, la ocupación italiana-alemana-búlgara, la guerra civil, varios gobiernos semi-autoritarios nacionalistas y, al fin, la dictadura militar del oficial GEORGIOS PAPADOPOULOS; en Rumania, se implantó de 1940 a 1944, la dictadura del general ION ANTONESCU, así como de 1965 a 1989 la dictadura del zapatero NICOLAE CEAUŞESCU; en Eslovaquia, existió de 1939 a 1945, la dictadura del sacerdote católico JOZEF TISO; en Francia, debe indicarse de 1940 a 1944, la dictadura del oficial PHILIPPE PETAIN, llamada État Français o régimen de Vichy; en Noruega, hubo de 1940 a 1945, la dictadura del oficial VIDKUN 1554
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De CARL RIEF de 1938.
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QUISLING; en Croacia, se consolidó de 1941 a 1945, la dictadura del jurista ANTE PAVELIĆ, denominada Estado de la Ustaša, y en Serbia (Yugoslavia), existió de 1941 a 1944 el Gobierno de Salvación Nacional del militar MILAN NEDIĆ, seguido, de 1945 a 1980, por la dictadura de izquierda del cerrajero JOSIP BROZ TITO como Presidente vitalicio1555. En esta lista, se incluyen también regímenes implantados militarmente por una dictadura líder en la vecindad. De modo comparativo, se anota que también en la América de ese entonces se instauraron varias autocracias republicanas, especialmente el Estado Novo del jurista y padre de los pobres GETÚLIO D. VARGAS en Brasil (1937-1945) y las dictaduras personalistas en la zona del ex Estado fallido de Centroamérica1556. Una pregunta importante es la de las diferencias ideológicas entre las variantes ítalo-fascistas, nacionalsocialistas, estalinistas y corporativistas-católicas. Por una parte, no es falso advertir que los nacionalsocialistas y estalinistas se identificaron mutuamente como adversarios sistémicos, pero en una perspectiva más estructural, las primeras tres ramas se entendieron como progresistas, socialistas, anti-oligárquicas, anticapitalistas y laicas, las primeras dos y la cuarta como nacionalistas, solo la segunda como racista, la cuarta como clerical, y todos estos regímenes se perfilaron como anti-
1555
1556
Sobre los casos y su contexto: ALY, La utopía nazi, op. cit., págs. 9 y ss; ALEXANDER, Kl. Geschichte Polens, op. cit., págs. 293 y ss; ANDERSON, The History of Portugal, op. cit., págs. 144 y ss; BENZ, A Concise History of the 3rd Reich, op. cit., págs. 20 y ss, 83 y ss; BABEROWSKI, Der rote Terror, op. cit., págs. 17 y ss, 94 y ss, 135 y ss; BERNECKER, España, tradición y modernidad, op. cit., págs. 226 y ss, 276 y ss; BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., págs. 231 y ss; CALIC, Geschichte Jugoslawiens, op. cit., págs. 138 y ss, 189 y ss; CARSTEN, The Rise of Fascism, op. cit., págs. 45 y ss, 82 y ss, 121 y ss; CHARY, The History of Bulgaria, op. cit., págs. 67 y ss, 85 y ss; CLOGG, A Concise History of Greece, op. cit., págs. 115 y ss, 161 y ss; DAVIES, God’s Playground, t. 2, op. cit., págs. 291 y ss, 322 y ss; DUGGAN, Historia de Italia, op. cit., págs. 287 y ss; GERDES, Rumänien, op. cit., págs. 54 y ss, 60 y ss; GODECHOT, L’histoire constitutionnelle, op. cit., págs. 68 y s; ULRICH HEHL, Nat.soz. Herrschaft, 2a ed., Múnich, Oldenbourg, 2001, págs. 1 y ss; HOLZER, Polen u. Europa, op. cit., págs. 35 y ss; JESSE, Systemwechsel, op. cit., págs. 47 y ss; KOLB, The Weimar Republic, op. cit., págs. 116 y ss, 203 y ss; LILL, Das faschist. Italien, op. cit., págs. 371-430; MARQUARDT, La justicia y el derecho en la injusticia, op. cit., págs. 41 y ss; MAHONEY, Czech Republic & Slovakia, op. cit., págs. 180 y ss; STEFAN MARTENS, “Vom 1. Wk. zum Ende des Vichy Regimes”, en HINRICHS, Frankreich, op. cit., págs. 361-416, 385 y ss; MOLNÁR, A Concise History of Hungary, op. cit. págs. 262 y ss; HANS MOMMSEN, The Rise and Fall of Weimar Democracy, Chapel Hill, Univ. of N. Carolina, 1996 (título original en alemán, nueva ed. de 2004); NARANJO, Teoría constitucional, op. cit., págs. 652 y ss: NIETO, Historia de España, op. cit., págs. 391 y ss; PEÑA, Historia politica, op. cit., págs. 359 y ss; PÉREZ, Historia de España, op. cit., págs. 638 y ss; PLAKANS, A Concise History of the Baltic States, op. cit., págs. 320 y ss, 325 y ss, 336 y ss; SERVICE, History of Modern Russia, op. cit., págs. 210 y ss, 314 y ss; SUGAR et al., A History of Hungary, op. cit. págs. 310 y ss, 319 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., págs. 542 y ss, 585 y ss, 600 y ss; WESEL, Geschichte des Rechts, F/ G, op. cit., págs. 483 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 334 y ss; WOLLER, Geschichte Italiens, op. cit., págs. 95 y ss. BRAVO, Constitución y reconstitución, op. cit., págs. 111 y ss; FERREIRA DA CUNHA, Do constitucionalismo brasileiro, op. cit., cap. IV y V; KARL LOEWENSTEIN, Brazil under Vargas, Nueva York, MacMillan, 1942, págs. 21 y ss, 46 y ss, 50 y ss, 56 y ss, 121 y ss, 141 y ss, 205 y ss, 212 y ss, 238 y ss; MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 405 y ss, 414 y ss.
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liberales bajo signos del anti-constitucionalismo y de la monocracia republicana1557. Puede sorprender, pero también el nacionalsocialismo alemán veló bajo la bandera de una ideología igualitaria, promoviendo la así llamada comunidad popular solidaria –bajo exclusiones étnicas y racistas significativas–.
Img. 149: “Los palacios para el pueblo”: la dictadura rusa de STALIN fue el último Estado que usó la arquitectura (neo) clasicista, construyendo las estaciones del Metro de Moscú al estilo monárquico del pasado. Aquí se ve la Komsomólskaya de 19521558
Las dictaduras no se impusieron necesariamente por un golpe de Estado, sino prefirieron formas seudo-legales de su establecimiento. Por ejemplo, en Alemania el Presidente electo HINDENBURG gobernó, a partir de 1930, con decretos de emergencia y nombró, en 1933, al líder del partido más fuerte en el parlamento, el nacionalsocialista ADOLF HITLER, como cuarto canciller. Siguió la Ley para superar la emergencia que amenaza al Pueblo y al Estado o Ley habilitante, con la cual el parlamento federal se auto-derrocó. Basada en los votos de todos los partidos burgueses, bajo la única excepción de los diputados socialdemócratas, el parlamento delegó el poder legislativo al ejecutivo y revocó, de tal manera, el principio de la separación horizontal y funcional de poderes. De igual forma, la Ley habilitante estipuló que las futuras leyes ejecutivas podrían distinguirse de los contenidos de la constitución de 1919. En el espíritu del positivismo jurídico acentuado, se partió de una modificación legal de la constitución vigente sin suprimirla. Con base en dicha ley, la dictadura naciente promulgó los decretos-leyes de homogeneización que suprimieron la organización federal y el sistema competitivo de varios partidos políticos excepto el propio, transformando la dieta imperial en un parlamento unipartidista marginado. De hecho, todo derecho fundamental de tipo liberal fue revocado, por ejemplo la libertad de prensa por declarar el trabajo del periodista 1557
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HALLER & K., Allgem. Staatsrecht, op. cit., pág. 48; HEHL, Nat.soz. Herrschaft, op. cit., págs. 10 y ss, 60 y ss; ZIPPELIUS, Teoría general del Estado, op. cit., págs. 169 y ss. Postal de 1955, http://metropostcards.narod.ru/msk/postcards/index.htm (5.1.2018).
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Img. 150: Un documento clave del anti-constitucionalismo: la Ley habilitante de 1933 elimino el sistema de la separación de poderes en Alemania. Fue interpretada, en el espíritu ideológico del positivismo jurídico, como un cambio ‘legal’ de la constitución de 1919, aunque reemplazó los valores del constitucionalismo por su antítesis más radical
una función pública. De modo paralelo, el poder ejecutivo empezó a perseguir a la oposición política según lógicas del derecho anti-terrorista a través de un montón de reformas penales y decretos de la seguridad interna. Además, se despidieron los funcionarios, jueces, profesores y diplomáticos que fueron sospechosos de la deslealtad al Estado nacional debido a su orientación política marxista o por su pertenencia a la fe judía. Un eufemismo de la época pretendió detectar la disolución de la separación artificial entre Estado y sociedad. De todas maneras, la dictadura nazi se convirtió en un Estado dominado por el derecho administrativo, mientras la norma de normas fue reemplazada por un derecho político no codificado, enfocado en dos principios básicos: primero, la comunidad popular posindividualista y colectivista y, segundo, el principio del caudillo que reactivó el principio monárquico del largo siglo XIX, institucionalizando una variante acentuada de la unión de poderes en vez de la separación de los mismos. Como los principios supremos del derecho, se entendieron ahora el programa del partido único, la percepción mundial nacionalsocialista, el sentimiento popular sano y la voluntad del caudillo, estableciendo así el Estado antijurídico con base en una especie de derecho natural ideológico1559. El anti-constitucionalista ERNST FORSTHOFF (19021974), identificó en 1933 un “Estado total” bajo el poder ilimitado del caudillo y con “la ocupación total del particular por deberes. […] Este Estado puede hacer responsa-
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Gesetz zur Behebung der Not von Volk und Reich de 1933, en RGBl. I, 1933, núm. 25, págs. 141 y ss. Véase BENZ, A Concise History of the 3rd Reich, op. cit., págs. 26 y ss; EISENHARDT, Dt. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 383 y s; FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 298 y ss, 307 y ss; JESSE, Systemwechsel, op. cit., pág. 61; MARQUARDT, Los jueces del Estado anti-constitucional, op. cit., págs. 30 y ss; ÍD, La justicia y el derecho en la injusticia, op. cit., págs. 41 y ss; MEDER, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 360 y s; STOLLEIS, A History of Public Law, op. cit., págs. 332 y ss, 373 y ss; WESEL, Geschichte des Rechts, F/ G, op. cit., págs. 484 y s; WILLOWEIT, Dt. Verfassungsgeschichte, op. cit., pág. 338.
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ble a todo individuo […], que no subordine completamente su destino personal a la nación”1560. No se eliminó todo ritual popular, sino muchas dictaduras utilizaron virtuosamente las técnicas del gobierno carismático incluyendo el plebiscito gubernamental con preguntas sugestivas según el fin de recibir para sus políticas una confirmación seudo-democrática. Un ejemplo fue la dictadura nacionalsocialista cuando, en 1938, dejo legitimar la reunificación de Austria con el Imperio Alemán por el 99% de los votos austríacos1561. No hay dudas acerca de que en los años de paz, de 1933 a 1939, también la dictadura nacionalsocialista recibió muchos aplausos de sus ciudadanos. Mediante los rituales políticos, las fiestas masivas, los mitos sugestivos, la escenificación perfeccionista en los nuevos medios masivos de comunicación y la politización permanente, el Estado alcanzó un alto grado de alegría colectiva, euforia y proyección del sentido de la vida al dictador. Con sus políticas de trenes de alta velocidad, autopistas, carros del pueblo, turismo obrero, redistribución y bienestar1562, ambientales y del divorcio facilitado, se presentó con una cara de la modernización para todos. También en los subsiguientes años de guerra, entre otoño de 1939 y primavera de 1945, la lealtad de los alemanes incluyendo austríacos fue casi absoluta, de modo que la resistencia se presentó como un mero fenómeno marginal de grupos pequeños y aislados1563. En el continente europeo, el anti-constitucionalismo nacionalista y populista no pudo perpetuarse, pues la coalición de Estados con esta orientación –en particular compuesta por el Imperio Alemán, Italia, Hungría, Eslovaquia, Croacia, Rumania y Bulgaria– fracasó en la derrota militar de 1945 frente a la coalición comunista-liberal. Siguió la desestalinización interna de la Rusia soviética luego de la muerte del dictador en 19531564. Sin embargo, se mantuvo durante tres decenios el grupo mediterráneo de autocracias republicanas no vencidas con el Estado Novo de Portugal (1926-1974), España (1939-1975)1565, Yugoslavia (1945-1980), Albania (1925-1985) y Grecia (1936-1976). 1560
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FORSTHOFF, Der totale Staat, op. cit., pág. 42. Comp. HANNAH ARENDT, The Origins of Totalitarianism, 3ª ed., Nueva York, Harcourt, 1966, parte 3; JUAN J. LINZ, Totalitarian and Authoritarian Regimes, Boulder, Rienner, 2000, págs. 65 y ss; LOEWENSTEIN, Verf.lehre, op. cit., págs. 55 y ss; TIMOTHY SNYDER, On Tyranny, 20 Lessons from the 20th Century, Nueva York, Duggan, 2017, págs. 9 y ss. Gesetz über die Wiedervereinigung Österreichs de 1938, op. cit. Véase BRAUNEDER, Österr. Verfassungsgeschichte, op. cit., págs. 248 y ss; HOKE, Österr. u. dt. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 494 y ss; PRETTENTHALER, Verf.geschichte Europas, op. cit., pág. 131. ALY, La utopía nazi, op. cit., págs. 9 y ss, 95 y ss, 351 y ss. PETER REICHEL, Der schöne Schein des Dritten Reiches, nueva ed., Hamburgo, Ellert & Richter, 2006; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., págs. 673 y ss. SERVICE, History of Modern Russia, op. cit., págs. 331 y ss; CHARLES E. ZIEGLER, The History of Russia, 2a ed., Westport, Greenwood, 2009, págs. 95 y ss. ANDERSON, The History of Portugal, op. cit., págs. 144 y ss; BERNECKER, España entre tradición y modernidad, op. cit., págs. 276 y ss; NIETO, Historia de España, op. cit., págs. 391 y ss; PEÑA G, Historia politica, op. cit., págs. 359 y ss; PÉREZ, Historia de España, op. cit., págs. 638 y ss.
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b) La ola latinoamericana (1949-1990) Sorprendentemente, incluso en Latinoamérica, que ya habría podido creerse como consolidada después de la experiencia con la democracia representativa por más de un siglo, se dio, entre 1949 y 1990, una amplia ola del autocratismo republicano que tuvo su clímax en 1976. Hubo un contexto internacional y otro interno. Por una parte, la polarización internacional de la Guerra Fría (1946-1989) y el respectivo adoctrinamiento estadounidense, dejaron aparecer a los militares como los supuestos guardianes de la constitución, bajo la estigmatización dura de cualquier reforma social al estilo de una supuesta preparación del comunismo satanizado. Por otra parte, se articuló la incapacidad de las élites tradicionales en manejar adecuadamente la velocidad aumentada de la gran transformación a la sociedad industrial con sus enormes efectos demográficos, urbanizantes y polarizantes, de modo que parecieron útiles los superadores comisarios de crisis, de los cuales algunos gobernantes uniformados se consolidaron. El ejemplo más prominente fue la dictadura del general AUGUSTO PINOCHET en Chile
Img. 151-152: La sugestión plebiscitaria en la papeleta de votación del referéndum de 1978 para confirmar la dictadura del militar PINOCHET en Chile. A la derecha, un vaso conmemorativo del 2011 que ostenta dicho dictador todavía según su propio mito como el supuesto salvador de la patria1566
(1973-1990), que se instauró en nombre de la imposición de un neoliberalismo económico sin perspectiva a ser aceptado democráticamente. En cambio, el ejemplo más duradero fue la dictadura de la seguridad interna del general ALFREDO STROESSNER en Paraguay (1954-1989). Por su parte, el caso más difuso y menos transparente puede reconocerse en el estado-de-sitismo notorio de Colombia (19491990), compuesto por las fases de la dictadura civil de corte derecha con una toma del poder seudo-legal al estilo de la hitleriana (1949-1953), la dictara militar pacificadora (1953-1958), la dictadura unipartidista del Frente Nacional burgués (1958-1974) y la prolongación camuflada de la última en una especie de dictadura electoral del derecho antiterrorista permanente (1974-1990). Si se entiende el estado de sitio y la dictadura como sinónimos, fue incluso la dictadura más larga de las Américas. Cabe destacar que dichas dictaduras americanas se diferenciaron ideológicamente de la mezcla entre nacionalismo y socialismo del interbellum europeo, pues tanto en el caso chileno como en el colombiano, el antiliberalismo político tuvo el fin de asegurar el liberalismo econó1566
Foto: BERND MARQUARDT.
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mico de la respectiva élite republicana. Alrededor de 1990, ese tipo del ejecutivo radicalizado se evaporó otra vez de las Américas. Como excepción, se señala la neo-dictadura de corte izquierda de MADURO en Venezuela a partir de 2016 que promueve unilateralmente el valor de la seguridad social en perjuicio de la estatalidad de derecho y de la democracia pluralista1567. c) La adopción en Asia (desde 1920) La republica autocrática se comprobó como uno de los productos políticos de exportación más exitosos de Europa. En el ex cinturón de las civilizaciones, se encuentran varios ejemplos donde los dictadores no terminaron bajo una estigmatización como tiranos, opresores y asesinos, sino al estilo de los estimados padres de la patria. El primer ejemplo es la dictadura de desarrollo del militar MUSTAFA KEMAL ATATÜRK en Turquía (1920-1938). Aunque hay que indicar un alto grado de violencia por democidios y limpiezas étnicas en la fase del ascenso de ATATÜRK, existe hasta la fecha una adoración mítica y casi religiosa para el padre de los turcos modernos y de la nueva autoestima republicana, nacional, militar y secular1568. El segundo ejemplo es la dictadura de medio siglo del generalísimo CHIANG KAIque se perpetuó, después de su caída bélica en China continental (1928-1949), de modo exitoso en el Estado isleño de China Nacional o Taiwán hasta su muerte en 1975. El gobierno continuó en manos de su hijo CHIANG CHING-KUO hasta el fallecimiento de aquel en 1988 y, en manos de su partido Kuomintang, incluso hasta 2000. Aunque también CHIANG KAI-SHEK entra a la categoría de los grandes asesinos múltiples del siglo XX, se ha conservado la imagen del héroe nacional que siempre sonrió. Bajo el Kuomintang, Taiwán se comprobó como uno de los Estados más exitosos del mundo en adoptar la transformación industrial1569. El tercer ejemplo para discutir es Corea del Sur, donde la dictadura de desarrollo del general PARK CHUNG-HEE (1961-1979) y de sus sucesores militares (hasta 1993), impuso en planes quinquenales ambiciosos una de las industrializaciones más exitosas del mundo, bajo el ascenso de SHEK
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Al respecto: ARTEAGA, Uruguay, op. cit., págs. 272 y ss, SERGIO BAQUERO & NASTASSJA ROJAS, “Golpe de Estado en Venezuela”, en Razón Pública, de 30.10.2016; BRAVO, Constitución y reconstitución, op. cit., págs. 279 y ss; CARRERAS & P., Argentinien, op. cit., págs. 205 y ss; DABÈNE, Am. Latina, op. cit., págs. 88, 94, 127, 158 y ss; HUGO FAZIO, La globalización en Chile, Bogotá, UNAL, 2004, págs. 87 y ss; LLINÁS, Anti-constitucionalismo y dictadura soberana, op. cit., págs. 199-249; MARQUARDT, Historia constitucional comparada, op. cit., págs. 429 y ss, 459 y ss, 486 y ss; RAMÓN, Hist. de Chile, op. cit., págs. 235 y ss. AGAI, Islam und Kemalismus, op. cit., págs. 18 y ss; HARTMANN, Staat, op. cit., págs. 49 y ss, 189 y ss; KASABA et al., History of Turkey, t. 4, op. cit., págs. 141 y ss; KREISER & N., Türkei, op. cit., págs. 383 y ss; PLAGEMANN, Allahs Gesetz, op. cit., págs. 165 y ss; RUMMEL, Death, op. cit., pág. 4. DAVISON, A Short History of Taiwan, op. cit., págs. 75 y ss; DENNY, Taiwan, op. cit., págs. 76 y ss; RUBINSTEIN et al., Taiwan, op. cit., págs. 275 y ss, 366 y ss; RUMMEL, Death by Government, op. cit., pág. 8.
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empresas coreanas de alta tecnología a la primera relevancia global (LG, Samsung, Hyundai, Kia)1570. d) El neo-autocratismo en Rusia y Bielorrusia (desde 1991) En la actualidad, la republica autocrática más importante es la Rusia postcomunista con base en la Constitución de la Federación Rusa de 1993. Ya el gobierno cleptocrático de BORÍS YELTSIN (1991-1999) ha sido caracterizado como una “mezcla entre democracia, oligarquía, autocracia y anarquía”. De todos modos, desde 1999 gobierna el zarPresidente VLADIMIR PUTIN1571 en la cima de una supuesta democracia dirigida bajo la predominancia del poder ejecutivo, sin contrapeso parlamentario ni judicial, y sin dejar verdaderas oportunidades de actuación a la oposición, aprovechándose de la extendida mentalidad autocrática, de su carisma y del papel dominante de su partido personalista Rusia Unida con mayoría cualificada, bajo pocas libertades democráticas frente a la policía política omnipresente y la justicia sumisa –que incluso, en 2012, condenó a dos años de prisión a tres jóvenes cantantes por expresar en una catedral “madre de dios, virgen santa, echara a Putin”– mientras se efectúa un alto grado de control de opinión por los medios masivos de comunicación en manos públicas o cercanas al gobierno, sin contar con una verdadera sociedad civil crítica. Entre otros, la dictadura rusa se justificó por el control de los poderosos oligarcas de la generación de 1991, que se habían aprovechado de la supresión del sistema soviético para enriquecerse de modo desvergonzado en la propiedad popular, pues esta nueva élite de un capitalismo criminal pareció como un factor inquietante con un gran potencial de estabilización. En este contexto, PUTIN ofreció paz por lealtad absoluta, pero persiguió notoriamente a los desleales, especialmente el más rico de ellos y magnate de petróleo JODORKOVSKI, que resultó encarcelado durante un decenio (2003-2013) y cuya empresa Yukos fue estatalizada por fraude fiscal (2007). De tal manera, la nueva propiedad privada no significó ningún derecho absoluto bien protegido, sino un derecho relativo que el poder estatal subordinó a sus prioridades políticas, configurando así una economía corporativista centrada al liderazgo del Estado. De todos modos, el sistema ruso no muestra defectos electorales, pues el nuevo zar alcanza fácilmente la confirmación por voto, sino lo autocrático radica mucho más en la calidad de la estatalidad constitucional, pues la ciencia constata una enorme concentración de poder en la cima ejecutiva. El sistema PUTIN formó múltiples relaciones de poder por fuera de toda formalización transparente, con redes clientelistas en las cuales los militares, burócratas, agentes del servicio secreto y empresarios mafióticos juegan un papel decisivo1572. 1570 1571 1572
Comp. CHANG, Development, op. cit., págs. 13 y ss, 63 y ss; SETH, Korea, op. cit., págs. 378 y ss, 395 y ss. De 2000 a 2008 y desde 2012 Presidente, de 1999 a 2000 y de 2008 a 2012 primer ministro. Cita de HEIKO PLEINES et al., Länderbericht Russland, Bonn, BPB, 2010, págs. 55 y ss, 71 y ss. Constitución de la Federación Rusa de 1993, ed. por TSCHENTSCHER, Internat. Const. Law, op. cit. Comp. FREEDOM HOUSE, Russia, Country Report, 2016, https://freedomhouse.org/report/freedom-world/2016/russia (5. 1.2018); HOPPE, Geschichte Russlands, op. cit., págs. 183 y ss; DAVID M. KOTZ & FRED WEIR, Russia’s
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En la era de PUTIN, la industria estratégica se encuentra otra vez en manos estatales, especialmente en forma de las mega-empresas de energía fósil –Rosneft, Gazprom y Transneft– con las cuales el Estado ruso ha ascendido al rango mundial del explotador y exportador más grande de petróleo y gas natural. Desde entonces, Rusia ha asumido la función del proveedor energético principal de la Unión Europea mediante gigantescos oleoductos y gasoductos sobre miles de kilómetros. Con las ganancias de este capitalismo estatal en las relaciones internacionales, se financia –en la tradición del pasado socialista– el abastecimiento del pueblo ruso con energía fósil barata1573. Paralelamente, la Rusia de PUTÍN se refiere positivamente a la tradición imperial soviética, in– clusive el dictador STALIN, mientras el reformador de 1991, GORBACHOV, es visto como el destructor y traidor del la grandeza imperial. Sintetizando, el Estado ruso combina una variación desideologizada del pasado soviético con características predominantes de una autocracia nacional que se aprovecha estratégica y semánticamente de una fachada del constitucionalismo democrático y de la economía liberal sin llenar estas con vida real.
Img. 153: “El Estado Gazprom: el Imperio de energía de Putin” según la prensa occidental de 2007, presentado el estilo de los miedos anti-soviéticos1574
A partir de 1994, el Estado hermano de Bielorrusia ha establecido su perfil autocrático bajo el longevo Presidente ALEKSANDR LUKASHENKO. Se trata de una dictadura de izquierda, con el enfoque ideológico de conservar el sistema socio-económico de la era soviética, basado en la propiedad popular y la economía planificada, pero sin liderazgo del ex partido comunista, sino más al estilo personalista del estalinismo. En su propio país, el dictador parece popular, pues ha evitado exitosamente las devasta-
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Path from Gorbachev to Putin, Oxon, Routledge, 2007, págs. 211 y ss; MANFRED QUIRING, Putins russische Welt, Berlín, Links, 2017, págs. 13 y ss; SERVICE, History of Modern Russia, op. cit., págs. 529 y ss; ZIEGLER, History of Russia, op. cit., págs. 181 y ss. El Estado ruso tiene la mayorías de las acciones: el 75% en Rosneft y el 50% + 1 en Gazprom. Comp. FOLLATH, Der neue kalte Krieg, op. cit., págs. 150 y ss; PLEINES, Russland, op. cit., págs. 231 y ss, 329 y ss. Portada de la revista Der Spiegel, núm. 10, 2007 de MICHAEL PLEESZ.
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ciones y empobrecimiento causados por la transformación capitalista en los Estados vecinos. Hay que abreviar una realidad híbrida que combina elementos del cuarto y del quinto modelo básico del Estado moderno1575. B)
LA DICTADURA DE DESARROLLO EN LAS EX-ZONAS PRE-ESTATALES POBRES
De aquellas partes del mundo que, alrededor de 1880, habían pertenecido todavía al universo de las sociedades pre-estatales, especialmente en el África subsahariana, es difícil encontrar un solo ejemplo de una transformación exitosa hacia el Estado constitucional democrático, aparte de algunos pocos candidatos híbridos como Botsuana desde 1966. La soberanización de los Estados africanos en las décadas posteriores a 1950, se evidenció como la hora de los autócratas que intentaron modernizar desde arriba según sus ideas político-sociales, sin aceptar limitaciones por constituciones, elecciones decisivas, parlamentos o altas cortes. Se perpetuaron por lo menos 18 Presidentes por más de 25 años en el poder1576. Bajo las circunstancias de una baja tasa de alfabetización –sin capacidades del pueblo a seguir la política en los periódicos–, de una baja tasa de acceso a la electricidad –sin poder informarse en las noticias y debates televisuales– y de una pobreza general acentuada, quedaron ausentes las precondiciones más básicas para formar sociedades participativas. Sin embargo, paradójicamente los Estados débiles del África subsahariana, subrayan en cierto sentido la “validez mundial de la legitimación democrática del poder político”1577, lograda después de 1950, pues casi todos vistieron sus gobiernos tiránicos o semiautocráticos –acompañados por varios elementos tribales y neofeudales– con el traje de un constitucionalismo nominal y una soberanía popular semántica. En términos precisos, la soberanía popular tuvo el papel restringido y concreto de servir para el acto fundador del pouvoir constituant, pero subsiguientemente se interpretó todo gobierno poscolonial como popular. De todos modos, la ideología de Estado más estimada en el discurso poscolonial del África subsahariana, fue la de la combinación entre socialismo, nacionalismo y militarismo, es decir, una reedición del perfil imaginativo de las dictaduras europeas del interbellum. Respeto a la evaluación de los resultados y logros, es innegable que el Estado subsahariano con la dictadura más longeva y estable –Gabón que había estado por 42 años, de 1967 a 2009, bajo el gobierno de OMAR BONGO y que es, a partir de 2009, en manos de su hijo ALI-BEN BONGO ONDIMBA– mostró tradicionalmente el Índice de desarrollo humano más alto de la zona (ahora rango 109), que fue adelantado recientemente por Botsuana (rango 108), el Estado con la cultura más democrática del ámbito subsahariano, mientras la longeva dictadura cleptocrática de MOBUTU en el Congo 1575
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BRIAN BENNETT, The last Dictatorship in Europe, Londres, Hurst, 2011, págs. 11 y ss, 63 y ss, 121y ss, 219 y ss; WERNER WEIDENFELD et al., Die Staatenwelt Europas, Bonn, BPB, 2008, págs. 86 y ss. Comp. capítulo VI.1.B.c y COLLIER, Guerra en el club de la miseria, op. cit., págs. 27 y ss. LOEWENSTEIN, Verf.lehre, op. cit., pág. 28.
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(1965-1997, 32 años) ha llevado a un gran Estado casi fallido que se encuentra actualmente en uno de los últimos rangos mundiales de desarrollo (rango 176)1578. Los dos ejemplos más exitosos tienen en común que son Estados pequeños bien calculables sin explosión demográfica ni urbanización pauperizante, pero con productos exitosos de exportación en manos públicas, petróleo y diamantes, respectivamente. C)
LA REPÚBLICA ISLÁMICA (DESDE 1956)
Si se deja aparte los Estados jóvenes provenientes de la tradición del Imperio Otomano en los Balcanes –Bosnia, Kosovo, Albania y Macedonia– y los intentos híbridos de Turquía en los inicios del siglo XXI hasta 20161579, ningún Estado con un perfil cultural musulmán adoptó un régimen democrático. La mayor parte se republicanizó en el transcurso del siglo XX, pero en forma de la república autocrática, sea en formas más terrenales al estilo del socialismo árabe y del post-socialismo centroasiático, o en variantes con una fuerte identidad religiosa. Casi nunca se ha impuesto una identificación con el concepto del secularismo ilustrado que recomienda la privatización de la religión a un asunto privado del individuo. En los Estados musulmanes, se pueden contar por lo menos 27 gobiernos personales y familiares perpetuados durante 16 a 48 años1580. Desde la década de 1950, ascendió el republicanismo religioso. El mismo mezcló elementos de la teoría estatal europea adoptada con elementos de la tradición cultural propia. Basado en el pensamiento del periodista indio SAYYID ABUL ALA MAUDUDI (1903-1979)1581, el Estado con la población islámica más grande en la dimensión del 20% de los musulmanes del mundo –Pakistán1582– adoptó, por la constitución de 1956 (hasta 1958) y definitivamente por la carta de 1973, la identidad de una república islámica que, según el preámbulo, se basó en la “soberanía del Dios todopoderoso sobre el 1578 1579 1580
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UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 199 y ss. Comp. capítulo VII.7.C. Los 48 años padre e hijo ÁSAD en Siria (desde 1970), los 42 de GADAFI en Libia (1969-2011), los 41 de HOXHA en Albania (1944-1985), los 41 de tío y sobrino GOULED (GUELLEH) en Yibuti (desde 1977), los 34 de SALIH en Yemen (1978-2012), los 31 de BOURGUIBA en Túnez (1956-1987) y SUHARTO en Indonesia (1967-1998), los 29 de JAMENEI en Irán (desde 1989), AL-BASHIR en Sudán (desde 1989) y MUBARAK en Egipto (1981-2011), los 28 de NAZARBÁYEV en Kazajistán (desde 1990) y DÉBY en Chad (desde 1990), los 27 de COMPAORÉ en B. Faso (1987-2014), los 25 de KARIMOV en Uzbekistán (1991-2016) y padre e hijo ALIYEV en Azerbaiyán (desde 1993), los 24 de HUSSEIN en Irak (1979-2003), CONTÉ en Guinea (1984-2008), BEN ALI en Túnez (1987-2011) y RAHMON en Tayikistán (desde 1994), los 22 de SIAD BARRE en Somalia (1969-1991) y MAHATHIR en Malasia (19812003), los 21 de TAYA en Mauritania (1984-2005), los 20 de SENGHOR en Senegal (1960-1980) y los 19 de DIOUF, los 18 de SUKARNO en Indonesia (1949-1967) y NASSER en Egipto (1952-1970), los 17 de DADDAH en Mauritania (1961-1978) y los 16 de NYÝAZOW en Turkmenistán (1990-2006). KRÄMER, Geschichte des Islam, op. cit., pág. 297. Con la independencia de Bangladés en 1971, Pakistán descendió al 2º rango poblacional, después de Indonesia. Cifras: THE PEW FORUM, The Future of the Global Muslim Population, op. cit.
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universo entero” para unificar principios democráticos, sociales e islámicos con el fin de “vivir en las esferas individuales y colectivos en concordancia con las enseñanzas y requisitos del Islam como promulgados en el Santo Corán y la Sunna”1583. EL CÍRCULO CULTURAL ISLÁMICO EN LOS INICIOS DEL SIGLO XXI
Estados islámicos //
Estados con el islam como religión oficial //
Estados laicos //
Achurado: Estados con fuertes minorías musulmanes (indicando las zonas afectadas)
Mapa 361584
Desde los años 50, la identidad islámica se perfiló cada vez más según contornos anti-occidentales. Por una parte, jugó un papel la percepción de haber perdido por las políticas de fragmentación de las potencias industriales todo lugar central en el sistema mundo –a pesar de contar la quinta parte de la población mundial y en contra de la tradición de los grandes Imperios Otomano y Mogol– bajo una periferización socioeconómicamente desfavorable –con la excepción de los Estados exportadores de petróleo–. Por otra parte, el mundo musulmán empezó a interpretar los hechos centrales del siglo XX de tal manera que se había recuperado la independencia por la actuación de la coalición autocrática de la Segunda Guerra Mundial que había combatido, según esta perspectiva, en contra del imperialismo de la coalición liberal-democrática británica, francesa y estadounidense. Todo se mezcló con la experiencia traumática de la limpieza étnica de la Palestina árabe en la supuesta neo-cruzada de 1948 y la absoluta impotencia frente a la conquista de la ciudad sagrada de Jerusalén en 1968 por un ejército occidental –el de Israel– bajo la capa de protección de los EE. UU. y Gran Bretaña. Sobre todo, la nueva potencia primaria de Occidente –los EE. UU.– se presentaron, con la difusión de la televisión a muchos musulmanes, como el 1583 1584
Constituciones de la República islámica de Pakistán de 1956 y 1973, op. cit. Mapa: BERND MARQUARDT.
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imperio satánico, cuyo individualismo, consumismo, capitalismo, sexualización, pornografización y oración a la violencia, infringió sistemáticamente la ética y dignidad divina. La intolerancia aguda del universalismo occidental –perceptible en varias guerras de difusión democrática1585– hizo el resto para auto-percibirse en una emergencia existencial que requirió la defensa enérgica de los supuestos verdaderos valores celestiales. En este contexto, ocurrió la transformación aguda de Irán en el resultado de la revolución islámica de 1979. En términos precisos, ésta no derrocó una monarquía tradicional, sino el segundo de los dictadores militares coronados que habían gobernado desde 1925 bajo el ideal de occidentalizar el país desde arriba, inclusive las tendencias de MOHAMMAD REZA PAHLEVI (1941-1979) a servir como neo-vasallo estadounidense. Cabe destacar que la nueva Constitución de la República Islámica de Irán de 1979 entendió el Estado como inundada por “la soberanía de la verdad y justicia del Img. 154: Presentación oficiosa de los Corán” ante la “soberanía absoluta de Dios sobre dos jefes de la República islámica de el mundo y el hombre”1586. En esta lógica no solo Irán: AYATOLÁ JOMEINI (derecha, 1979se reactivó la soberanía del cielo frente a la sobe- 1989) y ALÍ JAMENEI (izquierda, desde 1587 ranía popular de la Ilustración occidental, sino la 1989) constitución fue –en vez de la norma de normas– un mero documento explicativo y concretizante del derecho religioso intocable del Corán: “toda ley y otra regulación civil, penal, financiera, económica, administrativa, cultural, militar y política tiene que basarse en criterios islámicos”. Consecuentemente, se promulgó el modelo del gobierno de los eruditos del derecho islámico, precisamente chií. El jefe de Estado eterno fue el duodécimo imam ocultado y futuro salvador MUHAMMAD ALMAHDI, mientras se creó como el puesto terrenal más alto el Líder supremo de la jurisprudencia islámica en manos vitalicias de los sacerdotes chiíes AYATOLÁ JOMEINI (1979-1989) y ALÍ JAMENEI (desde 1989) por encima de todos los demás órganos estatales. Entre estos, sirve el Presidente elegido como jefe de gobierno, comparable con un primer ministro. El líder supremo es acompañado por el Consejo de Guardianes –compuesto por seis sacerdotes designados directamente por él y seis juristas elegidos por el parlamento en base de las propuestas del juez supremo escogido también por parte de él–, es decir, una especie de tribunal constitucional para asegurar que la legislación parlamentaria corresponde con el derecho islámico y, además, para vigilar el perfil prosistémico de los candidatos que se presentan para ser elegidos a las instituciones esta1585 1586 1587
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Con ojos pakistanís: TARIQ ALI, The Clash of Fundamentalisms, Londres, Verso, 2003, págs. 279 y ss. Art. 1 de la Constitución de la República Islámica de Irán de 1979, op. cit. Pintura de muro en Teheran.
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tales. En concordancia con la tradición islámica, la teocracia iraní garantiza la libertad de culto para las minorías religiosas de los zoroástricos, judíos y cristianos orientales, pero excluye a la corriente reformadora del bahaísmo al estilo de una supuesta herejía. De igual forma, la constitución iraní adoptó el constitucionalismo social, interpretado como compatible con las tradiciones islámicas de la economía moral y de apoyar a los pobres1588. De tal manera, el modelo iraní de 1979 ha retomado de la teoría estatal occidental el republicanismo, la estatalidad social, la legitimización por la revolución, además órganos típicos como el parlamento y el Presidente, pero la constitución escrita no acepta el rango inherente de una norma suprema. El parlamento es precisamente una asamblea consultiva islámica y las elecciones no son competitivas sino filtradas, sin limitar el liderazgo vitalicio y religioso en la jefatura del Estado. De todos modos, el sistema iraní se ha comprobado estable, ha llevado a uno de los niveles de desarrollo más altos de Asia1589, ha eliminado la dependencia occidental y es seguramente menos autocrático y más participativo que el régimen del sah anterior a 19791590. Fue aun más radical el experimento con el Emirato Islámico de Afganistán de los Estudiantes del Corán (talibán) que existió brevemente, de 1996 a 2001, bajo el Emir de los Creyentes MOHAMMAD OMAR. Restringió para las mujeres la movilidad, la educación, el trabajo y todo papel público, destruyó el patrimonio cultural pre-islámico budista y aplicó una variante brutal del derecho penal de la sharia, todo bajo el ideal de volver a las supuestas raíces de la religión, vistas inconscientemente por las gafas de un deslumbramiento moderno. La Constitución de la República islámica de Afganistán de 2004 continuó con la primacía intocable del derecho islámico, aunque el poder autocrático se trasladó al ejército de ocupación estadounidense1591.
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Arts. 1, 3 (núm. 3, 9 y 12), 4-5, 13, 28-31, 43, 56-57, 91, 94, 99 y 107 de la Constitución de la República Islámica de Irán de 1979, op. cit. Rango mundial núm 69 por encima de Turquía; UNDP, HDR 2016, op. cit., pág. 199. Sobre Irán a partir de 1979: BUCHTA, Die Strenggläubigen, op. cit., págs. 77 y ss; DANIEL, The History of Iran, op. cit., págs. 177 y ss; ANOUSHIRAVAN EHTESHAMI, “Machtstrukturen in Iran”, en revista APuZ, núm. 49, Bonn, BPB, 2009, págs. 9-14; GRONKE, Geschichte Irans, op. cit., págs. 109 y ss; JAFARI, Der andere Iran, op. cit., págs. 71 y ss, 96 y ss, 206; KRÄMER, Geschichte des Islam, op. cit., págs. 298 y ss; HARTMANN, Staat u. Regime, op. cit., págs. 174 y ss; LEWIS, The Middle East, op. cit., págs. 376 y s; EMILIO MIKUNDA-F., “Gemeinislamisches Verf.recht”, en anuario JöR, t. 51, Tübingen, Mohr S., 2003, págs. 21-80, 45 y ss; RAMIN MOSCHTAGHI, “Die Islamische Republik als Verf.prinzip”, en revista VRÜ, vol. 41, núm. 2, Baden Baden, Nomos, 2008, págs. 185-220; PARINAS PAHRISI, “Vom Wesen der iranischen Verfassung”, en revista VRÜ, vol. 40, núm. 1, Baden Baden, Nomos, 2007, págs. 23-47; FOROUD SHIRVANI, “Der Wächterrat im institutionellen Kontext der iranischen Verfassung”, en revista VRÜ, vol. 43, núm. 2, Baden Baden, Nomos, 2010, págs. 244-258. Art. 3 de la Constitución de Afganistán de 2004, op. cit. Véase HOBE, Völkerrrecht, op. cit., pág. 177; SCHNETTER, Kl. Geschichte Afghanistans, op. cit., págs. 125 y ss, 136 y ss.
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Otro Estado autocrático con una fuerte identidad islámica –pero monarquía– es Arabia Saudita con su Ley fundamental de gobierno de 1993 que insiste en que “el libro de Dios y la Sunna de su profeta, la oración divina y la paz con él, son la constitución”. Este país ocupa un papel clave en el ascenso del islamismo moderno, pues la caída del Imperio Otomano había posibilitado que un príncipe periférico de la fanática y yihadista rama wahabí de la escuela hanbalí, conquistara las ciudades sagradas de La Meca y Medina (1924) y fundara un poderoso Reino ultra-purista (1932) que pudo acumular, desde la década de 1950, una influencia zonal inesperada a causa de la demanda mundial de su riqueza en energía fósil fluida1592. Los Estados en mención son parte del grupo de los 30 Estados que han adoptado constitucionalmente una identidad islámica1593. Desde la década de 1970, muchos de estos han reactivado el derecho familiar, matrimonial, hereditario, económico, policial y penal de la sharía, a veces en manos de las cortes de justicia del Estado y a veces en las de tribunales religiosos autónomos de la tradición. En dimensiones diversificadas, se han confirmado o renovado: la segregación de géneros, el estatus subordinado de la mujer, la poligamia con hasta cuatro esposas, el matrimonio de niñas menores de edad, el matrimonio forzado, la mutilación genital femenina, el código de vestimenta femenina del hiyab, los delitos sexuales del zina, el impedimento de matrimonios interreligiosos, la conversión forzada en contextos de casamiento, la doctrina de la economía moral, la prohibición de servicios bancarios por intereses, la criminalización de la apostasía y blasfemia, así como las penas medievales del hadd, inclusive lapidación y flagelación, además un alto grado de impunidad de facto para los llamados crímenes de honor cometidos para proteger el honor familiar –típicamente se trata del asesinato de una mujer adolecente por sus parientes a causa de supuestos contactos sexuales o sociales prohibidos, lo que ocurre alrededor de 900 veces al año en Pakistán y 200 en Turquía1594–. En el 2016, de los diez Estados del mundo con el mayor número de ejecuciones, ocho pertenecen al círculo cultural islámico: Irán, Arabia Saudita, Iraq, Pa-
1592
1593
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498
Ley fundamental de Arabia Saudita de 1993, op. cit.; BUCHTA, Die Strenggläubigen, op. cit., págs. 119 y ss; HARTMANN, Staat/ Regime, op. cit., págs. 157 y ss; SONS, Auf Sand gebaut, op. cit., págs. 25 y ss, 135 y ss. El islam es reconocido como religión oficial en Afganistán, Arabia Saudita, Argelia, Bahréin, Bangladés (desde 1988), Brunéi, Catar, Comoras, Egipto (desde 1971), Emiratos Árabes Unidos, Irak, Irán, Jordania, Kuwait, Libia, Malasia, Maldivas, Marruecos (el rey es el príncipe de los creyentes), Mauritania, Estados del norte de Nigeria, Omán, Pakistán (desde 1956), Palestina, Somalia, Somalilandia, Sudan, Tayikistán (desde 2009), Túnez, Yemen y Yibuti. Además, los presidentes de Siria y Túnez tienen que ser musulmanes (art. 3 de la Constitución de Siria de 1973, op. cit.). La constitución de Indonesia de 1945 estipula que “el Estado está basada en la fe en el único Dios supremo” (art. 29). Comp. JÜRGEN GOTTSCHLICH, Türkei, Berlín, Links, 2008, págs. 144 y ss; PARHISI, Frauenrechte, op. cit., págs. 21-26; ROHE, Das islamische Recht, op. cit., págs. 171 y ss, 182 y ss, 206 y ss, 262 y ss; UNICEF, State of the World’s Children 2016, op. cit., págs. 150 y ss; GERD HÖHLER, “Lebendig begraben”, en periódico FR, de 9.2.2010, http://www.fr-online.de/home/-ehrenmord--debatte-in-der-tuerkei-lebendig-begraben,1472778,3193110.html (5.1.2018); HRW (Ed.), World Rep. 2017, N. York, HRW, 2017, págs. 338, 515 y s, 605; YVONNE WILMS, Ehre, Männlichkeit, Kriminalität, Münster, Lit, 2009, págs. 71 y ss, 91 y s.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
kistán, Egipto, Somalia, Bangladés y Malasia1595. Además, el nacionalismo importado adoptó no solo un perfil excluyente en la dimensión lingüística, sino que se combinó con la idea de la homogeneidad religiosa, es decir, se acabó la tolerancia milenaria para las minorías cristiano-orientales y judías. Las mismas fueron expuestas a una sospecha general de la falta de lealtad y de servir como una especie de ayudantes de la occidentalización cultural. En este clima cada vez menos tolerante, los cristianos orientales y judíos se sintieron presionados a emigrar hacia Norteamérica, Europa e Israel1596. De vez en cuando hay que observar en los patrones de interpretación de los observadores occidentales ciertas fallas de comprensión. Un ejemplo fue la Teoría de la primavera árabe de 2010-2011, con la cual la prensa occidental celebró una supuesta ola de revoluciones democráticas contra la autocracia, sin percibir que ocurrió precisamente una ola de sublevaciones populares contra los regímenes del socialismo nacional-militar secular con enfoques en una islamización de lo político. En otras palabras, los pueblos activados no buscaron conceptos estadounidenses, sino mucho más las virtudes religiosas; en vez de una occidentalización, se dio otro paso a la neo-asiatización1597. D)
NUEVOS GOBIERNOS HEREDITARIOS
Algunas repúblicas autocráticas retomaron del pasado monárquico el patrón hereditario, aunque renunciaron a la instauración de una monarquía formal al estilo del militar revolucionario REZA y su hijo en Irán (1925-1979). Después del caso originario de padre e hijo LÓPEZ en Paraguay (1840-1870), hay que anotar como la variante más duradera la de tres generaciones de padre, hijo y nieto KIM en Corea del Norte (desde 1948)1598, que incluso aplica un culto de persona cercano a los antiguos Reyes confucianos de Joseon. Siguen con dos generaciones de padre e hijo los casos de China nacional (Taiwán) bajo los CHIANG (1928-1988), de Gabón bajo los BONGO (desde 1967), de Togo bajo los GNASSINGBÉ (desde 1967), de Siria bajo los ÁSAD (desde 1970, de Azerbaiyán bajo los ALIYEV (desde 1993) y del Congo bajo los KABILA (desde 1997), además del caso de tío y sobrino GOULED en Yibuti (desde 1977)1599. 1595 1596
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1598 1599
AMNESTY INTERNATIONAL, Death Sentences and Executions in 2016, op. cit., pág. 40. Solo el Líbano ha defendido su carácter multi-confesional. Comp. MATTHIAS RIEMENSCHNEIDER, “Zur Situation der Christen in Nahost und Nordafrika”, en revista KAS-Auslandsinformationen, núm. 6, Sankt Augustin, KAS, 2011, págs. 6-34. Como excpeción puede discutirse Túnze según su constitución de 2014, ed. por WIPO, Lex, op. cit. Comp. CANDAMIL P., Egipto, op. cit., págs. 126-146; HALM, Die Araber, op. cit., págs. 125 y ss; EGBERT JAHN, “Demokratisierung oder Diktaturerneuerung als Ergebnis des arabischen Aufbruchs”, en Frankfurter Montags-Vorlesungen, núm. 3, de 14.5.2012, http://www.fb03.uni-frankfurt.de/46582311/ZS FraMoV03-NET-Arabellion-38.pdf (5.1.2018). KIM IL-SUNG (1948-1994), KIM JONG-IL (1994-2011) y KIM JONG-UN (desde 2011). SVANTE CORNELL, Azerbaijan since Independence, Nueva York, Sharpe, 2011, págs. 81 y ss, 104 y ss; EDGERTON, The Troubled Heart of Africa, op. cit., págs. 223 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
6. EL ESTADO CONSTITUCIONAL DEMOCRÁTICO-SOCIAL-AMBIENTAL A)
LA TRANSFORMACIÓN DE LA TRANSFORMACIÓN
En el transcurso del siglo XX, el Estado constitucional republicano-democrático de tipo liberal se transformó cada vez más en el Estado constitucional democrático-social-ambiental como el modelo más exitoso de Occidente. El mismo es caracterizado por un sistema de valores al estilo de un triangulo con tres enfoques ideológicos principales: EL TRIÁNGULO DE LOS VALORES DEL CONSTITUCIONALISMO MODERNO 1.
2.
LIBERALISMO DE LA ILUSTRACIÓN
CONSTITUCIONALISMO SOCIAL
TRIÁNGULO
SOCIALNEWTONIANISMO
(DESDE 1917)
CONSTITUCIONAL
LIBERTADES INDIVIDUALES (DESDE 1776)
3. CONSTITUCIONALISMO AMBIENTAL (DESDE 1971)
Gráfico 3
Como el nivel más antiguo, se señala los valores liberales de la Ilustración socialnewtoniana (desde 1776); en segundo lugar, se indica la transformación por los valores de la estatalidad social que se han difundido desde las constituciones de México de 1917, de Rusia de 1918 y de Alemania de 1919; tercero, el modelo ha sido completado por el nivel más joven de los valores ambientales a partir de la reforma ecológica de la constitución suiza en 1971. El trasfondo principal fue la progresiva comprensión de que el derecho natural del Estado ilustrado se había enfocado en una percepción reduccionista y unilateral de la naturaleza humana, que había ignorado, primero, que el ser humano es más que un burgués letrado y comerciante competitivo; segundo, que la salud y la vivienda digna son más importantes para la realización de la dignidad humana que la lectura libre de periódicos o la inversión libre en el mercado; y tercero, que el ser humano depende indisolublemente de la interacción positiva con las bases naturales de vida del planeta tierra que es limitado1600. Es evidente que estos tres niveles de valores del constitucionalismo pluralista contemporáneo, contienen ciertas relaciones de tensión entre sí y deben ser ponderados en su interacción sistémica. 1600
500
Véase en detalle los capítulos V.4 y V.5.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
B)
LA CUARTA OLA DE TRANSFORMACIÓN OCCIDENTAL (1917-1940): LA INTRODUCCIÓN DEL CONSTITUCIONALISMO SOCIAL-DEMÓCRATA
A veces los enfoques desproporcionados en la Revolución francesa lo encubren, pero la primera dinámica sustancial de difusión del republicanismo democrático en Europa se dio en la cuarta de las siete olas de transformación, no solo recuperando una especie de subdesarrollo político relativo, sino también enriqueciendo el paquete típico del largo siglo XIX por algo novedoso, la democracia social. Esta dinámica sorprendente encontró su estímulo decisivo al final de la Gran Guerra (1914-1918) por la entrada de los EE.UU. (1917) que la transformaron de un conflicto de hegemonía intrapentarquica en una cruzada en pro de la democracia contra la autocracia. Junto con otra república constitucional –Francia– y una monarquía con perspectivas de liberalización – Gran Bretaña–, reconstruyeron la Europa imperial según sus ideales políticos, apoyándose en las advertencias enérgicas de la voluntad de los triunfadores1601, el respaldo político a la hasta entonces oposición y la quebrantada divinidad de los monarcas vencidos. Entre las manifestaciones de la cuarta ola, se señalan las primeras constituciones republicanas de la potencia industrial del Imperio Alemán de 1919 y de Austria de 1920 –esta última en solo el 28% del territorio imperial descuartizado–. Al mismo tiempo, las paces hegemónicas de Brest lituano de 1918 y de París 1919 a 1920 reorganizaron libremente la estructura territorial de Europa y crearon siete Estados nuevos en fronteras sin antecedentes históricos ni tradiciones dinásticas propias, tal como sucedió con la República Checoslovaca que se organizó a través de de su constitución democrática de 1920, además de Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y, todavía de modo monárquico, Yugoslavia1602. Por primera vez, pareció que el tipo del Estado constitucional republicano-democrático, que había influenciado durante el largo siglo XIX (1776-1916) especialmente a Estados periféricos del sistema internacional, pudo ascender hasta convertirse en el nuevo patrimonio común de Occidente.
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En 1918, el Imperio Alemán recibió mensajes de ese tipo del Presidente estadounidense W. WILSON (1913-1921). Comp. WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., págs. 179 y s. Verf. des Dt. Reiches de 1919, op. cit.; Bundes-Verf.gesetz austriaca de 1920, op. cit.; Constitución de la Rep. Checoslovaca de 1920, op. cit.; Tratado de Brest lituano de 1918, op. cit.; Tratados de Versalles, St. Germain y Trianon de 1919-1920, op. cit. Véase ALEXANDER, Kl. Geschichte Polens, op. cit., págs. 260 y ss; BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., págs. 209 y ss; URSULA BÜTTNER, Weimar, Bonn, BPB, 2010, págs. 112 y ss; DAVIES, God’s Playground, t. 2, op. cit., págs. 284 y ss; FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 253 y ss; CHRISTOPH GUSY, “Las constituciones de entreguerras en Europa central”, en revista Fundamentos, núm. 2, Oviedo, JPPA, 2000, págs. 593-625; HOLZER, Polen, op. cit., págs. 23 y ss; KOLB, The Weimar Republic, op. cit., págs. 3 y ss; MAHONEY, The History of the Czech Republic, op. cit., págs. 144 y ss; PLAKANS, A Concise History of the Baltic States, op. cit., págs. 266 y ss; OSTERKAMP, Verf. gerichtsbarkeit in der ČSR, op. cit.; SINGLETON, A Short History of Finland, op. cit., págs. 103 y ss, 108 y ss; STOLLEIS, A History of Public Law, op. cit., págs. 45 y ss; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., págs. 348 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf.geschichte, op. cit., págs. 316 y ss.
501
1603
502
Mapa: B. MARQUARDT. Atención: no todos los 5 mapas de la serie contienen todas las categorías. 5 6
Monarquías liberales
2
3
AC Autocracias coloniales
Estados constitucionales democrático-social-ambientales
Estados tradicionales
Demo-autocracias híbridas T
7
Autocracias republicanas
Democracias populares socialistas
Blanco: sociedades pre-estatales, consideradas efectivamente, sin tener en cuenta pretensiones nominales de Estados vecinos
4
Monarquías autocráticas modernas
Estados constitucionales republicano-democráticos
1
DESPUÉS DE LA CUARTA OLA DE TRANSFORMACIÓN EN 1920
LOS SIETE MODELOS DEL ESTADO MODERNO
Mapa 371603
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
La particularidad principal de los nuevos Estados democratizados, consistió en la ampliación del constitucionalismo liberal de corte americano por los valores y figuras del constitucionalismo social. En los decenios anteriores, el Imperio Alemán no solo había sido una monarquía autocrática, sino también el Estado en el cual se había formado sucesivamente un Partido Socialdemócrata influyente alrededor de pensadores y políticos como MARX, LASSALLE, BEBEL y LIEBKNECHT. Este partido recibió por las elecciones de la constituyente de 1919 el poder democrático para experimentar con un modelo político hasta entonces desconocido: la democracia social. La misma combinó la nueva función social de la propiedad con el ideal de la protección general de los vulnerables, por ejemplo mediante los derechos de los trabajadores, el seguro social, programas de la vivienda social, el derecho social de arrendamiento, la protección especial de la madre y de los adolescentes, la función educadora del Estado y la salud pública, lo que se armonizó con el concepto del manejo público del marco general de la economía y el Estado emprendedor que tomó una parte sustancial de las industrias claves del carbón y el acero en sus manos1604. De modo paralelo, la cuarta ola llevó la universalización del sufragio masculino y femenino al éxito decisivo1605. Otra vez las nuevas democracias sociales adoptaron un papel líder respecto a la imposición de una igualdad profunda, mientras varias democracias liberales tradicionales como Suiza y Colombia no se mostraron tan abiertas en incluir la parte femenina de la población al demos activo. No obstante, casi inmediatamente la democracia social europea se apagó otra vez, pues los desarrollos post-transformadoras promovieron a nuevas combinaciones entre el socialismo y nacionalismo bajo diseños anti-constitucionales y anti-democráticos. Para muchos de los involucrados, los regímenes de 1918 no fueron la cima del desarrollo político, sino oligarquías de la burguesía menor con un aburrimiento mezquino. Evidentemente, no tuvieron una gran perspectiva de sobrevivir aquellos Estados constitucionales en los que el pueblo eligió, con gran ímpetu, partidos anti-sistémicos que se convirtieron en mayoría parlamentaria, en lo que los parlamentos mismos otorgaron, con buena voluntad, autorizaciones especiales al poder ejecutivo y donde el jefe de Estado o de gobierno usó y abusó frecuentemente sus competencias del estado de excepción, originalmente destinadas para la solución eficiente de crisis breves, con el fin de gobernar autoritariamente por decretos, desconociendo el principio de la separación de poderes y los derechos fundamentales. Así pues, un observador del punto cumbre de la ola del monocratismo republicano antiliberal en 1942 y 1943, difícilmente habría pronosticado algo como una exitosa “revolución mundial democrática”, cuando en Europa solo había tres Estados constitucionales republicano-democráticos –Suiza, Irlanda y Finlandia– y dos monarquías liberalizadas –Gran Bretaña y Suecia– y también estos se presentaron altamente afectados por lógicas semi-autocráticas del estado de 1604 1605
Véase capítulosV.4.C.a, III.4.D.h, IV2.A, IV.2.Q. Comp. capítulo V.2.B.
503
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
sitio persistente y, además, tres de los cinco se acercaron en su política exterior a la coalición de fascismo1606. C)
LA QUINTA OLA DE TRANSFORMACIÓN (1945-1973): EL ESTADO SOCIAL DE DERECHO Y DE LA DIGNIDAD HUMANA
La quinta ola de constitucionalización y democratización se inició con el final de las guerras pentarquicas y de transformación en 1945. Para la mitad occidental del continente europeo, se trató de la ola decisiva. Similar a la situación de 1918, jugó un rol importante la implantación militar del orden democrático desde fuera por parte de un grupo de Estados victoriosos que creían que estaban cumpliendo una misión universal y que, además, crearon el marco internacional de la alianza de las democracias occidentales bajo el liderazgo de los EE.UU. Aparte de la reconstitucionalización voluntaria de Francia en 1946, la implantación militar de 1945 reconfiguró especialmente Austria (1945), Italia (1947) y Alemania occidental (1949)1607. Sorprendentemente, ya después de un tiempo breve de transición, los afectados dejaron a percibir esta implantación como una determinación insoportable por parte de fuerzas extranjeras, sino ellos empezaron a reconocer una liberación en la lógica de la Ilustración misma. Esta vuelta política fue favorecida por factores como la presencia de varios cien miles de soldados estadounidenses y británicos a largo plazo1608, la simbología de salvación del puente aéreo a Berlín (1948-1949), el apoyo material de reconstrucción por el Plan Marshall (1948-1952), el aplazamiento de la restauración completade la soberanía alemana hasta 1606
1607
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Comp. capítulos VII.5.A.a y III.6.A. Cita de KRIELE, Die demokrat. Weltrevolution, op. cit., 1997, título. De 1941 a 1944, Finlandia fue parte de la coalición militar del fascismo (Guerra de Continuación; SINGLETON, Finland, op. cit., págs. 130 y ss), mientras Suiza y Suecia colaboraron en el marco de una neutralidad formal de modo benevolente(Suecia fue el proveedor principal de Alemania con mineral de hierro); e incluso la isla ex británica de Irlanda se quedo neutral hasta el último día de la guerra (O’BEIRNE R., Ireland, op. cit., pág. 395). En Suiza hubo trece años del estado de sitio permanente de 1939 a 1952. Comp. KLEY, Verf.geschichte, op. cit., págs. 169 y ss; ÍD., Vollmachtenregime, op. cit.; PAHUD, Rechtsgeschichte CH, op. cit., págs. 187 y s. En Irlanda: Emergency Powers Act de 1939 (hasta 1946/1976); en Gran Bretaña: Emergency Powers Act (Northern Ireland) de 1926 (hasta 2004). Constitution de la IVe République de 1946, op. cit.; reactivación de la Bundes-Verf.gesetz austríaca de 1920/ 1929, op. cit.; Costituzione della Repubblica Italiana de 1947, op. cit.; GG für die BR Deutschland de 1949, op. cit. Véase BRAUNEDER, Österr. Verf.geschichte, op. cit., págs. 261 y s; DRAGO, La costituzione italiana, op. cit., págs. 17 y ss; DUGGAN, Historia de Italia, op. cit., págs. 336 y ss; MAURIZIO FIORAVANTI, Costituzione e popolo sovrano, 2a ed., Bologna, Il Mulino, 2004; FROTSCHER & P., Verf.geschichte, op. cit., págs. 370 y ss, 396 y ss; GODECHOT, L’histoire constitutionnelle de la France, op. cit., págs. 69 y ss; HEUN, The Constitution of Germany, op. cit., págs. 9 y ss; JESSE, Systemwechsel, op. cit., págs. 71 y ss; SCHMIDT, Political institutions, op. cit., págs. 9 y ss; SCHWACKE & S., Staatsrecht, op. cit., págs. 81 y ss; STEINBEIS et al., Die Deutschen und das GG, op. cit., págs. 37 y ss; VERGOTTINI, Las transiciones constitucionales, op. cit., págs. 27 y s; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 5, op. cit., págs. 5 y ss; WILLOWEIT, Dt. Verf. geschichte, op. cit., págs. 369 y ss; WOLLER, Geschichte Italiens, op. cit., págs. 213 y ss, 224 y s. En la década de 1980, los EE.UU. tenían aprox. 350 mil soldados en Europa, de ellos 250 mil en Alemania. Todavía en 2017, los EE.UU. estacionan 35 mil soldados en Alemania.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
1990, la deslegitimación absoluta del fascismo por los juicios de Núremberg y las fotografías aliadas de cadáveres apilados en los campos de concentración, la estigmatización paralela del comunismo soviético en la propaganda oficial de la Guerra Fría (19461989) y los miedos apocalípticos del exterminio en una guerra nuclear1609. No obstante, varios analistas notaron en los decenios iniciales un déficit democrático, atribuyendo por ejemplo a la República Federal Alemana del longevo primer canciller federal KONRAD ADENAUER (1949-1963) el carácter “demo-autoritario” y “semiautocrático” de una “democracia en zancos”1610. La misma ofreció a casi todo ex funcionario nacionalsocialista una continuación ininterrumpida de su carrera profesional1611, prohibió en 1956 al partido comunista, persiguió sistemáticamente a maestros de la izquierda idealista mediante inhabilitaciones profesionales y, en el Escándalo Spiegel de 1962, a varios periodistas críticos por supuesta alta traición medial1612. Se logró un empuje de democratización interna a partir de la declaración de gobierno del canciller federal WILLY BRANDT de 1969 sobre el propósito de “arriesgarse a más democracia”1613 que fue, por su parte, intercalada en la compleja transformación cultural de Occidente alrededor de 1970, cuya expresión más visible fue el movimiento estudiantil de entonces. Sin embargo, Alemania quedó la democracia con los gobiernos más duraderos, aparte de los 14 años citados también dos veces de 16 años (1982-1998, 2005-2021), lo que indica que detrás del diseño parlamentario se ha consolidado una tendencia a una especie de híper-presidencialismo en manos del canciller federal. De otra parte, en esta quinta ola se agregaron definitivamente al modelo de Estado los fines sociales bajo la figura del Estado social de derecho –así de manera modelar en la Ley fundamental alemana de 19491614– y se llenaron este enfoque con un exigente derecho administrativo y aparato burocrático para cumplir con el compromiso con el pueblo propio. Es preciso ver en la categoría de lo social el concepto atractivo de la era: ahora casi nadie aspiraba una democracia de élites de la burguesía mayor u oligárquica como 1609
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JARAUSCH, After Hitler, op. cit., págs. 5 y ss, 130 y ss; MICHAEL STOLLEIS, “Besatzungsherrschaft u. Wiederaufbau dt. Staatlichkeit 1945-49”, en JOSEF ISENSEE & PAUL KIRCHHOF (Eds.), Handbuch des Staatsrechts der BRD, t. 1, Heidelberg, Müller, 1987, págs. 173-217, 178; VERGOTTINI, Las transiciones constitucionales, op. cit., págs. 27 y ss. Citas de LOEWENSTEIN, Verf.lehre, op. cit., pág. 461; WEHLER, Gesellschaftsgeschichte, t. 5, op. cit., pág. 6; WESEL, Geschichte des Rechts, F/ G, op. cit., pág. 603. Véase también JARAUSCH, After Hitler, op. cit., págs. 132 y ss; STOLLEIS, Geschichte des öffentl. Rechts, t. 4, op. cit., págs. 305 y ss. Los políticos más altos con un pasado nacionalsocialista, fueron el canciller alemán KURT G. KIESINGER (1966-1969) y el Presidente austríaco KURT WALDHEIM (1986-1992). Comp. STOLLEIS, The Law under the Swastika, op. cit., págs. 185 y ss. GÖSSNER, Die vergessenen Justizopfer, op. cit.; NARR & W., Polit. Polizei, op. cit., págs. 204 y ss; PLOTTNITZ, Polit. Protest, op. cit., págs. 272 y ss; SÄCKER, Das BVerfG, op. cit., págs. 102 y ss. WOLFRUM, Die geglückte Demokratie, op. cit., págs. 227 y ss, 315 y ss. Arts. 20 y 28 de la GG für die BR Deutschland de 1949, op. cit. Similar: la “república social” en la Constitución de la 4ª República francesa de 1946, op. cit. Véase capítulo V.4.D.
505
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
en las dos Américas del largo siglo XIX, mientras el concepto de la incluyente democracia de todos y para todos parecía muy atractiva. Los partidos políticos de éxito fueron ahora los democráticos y sociales, tanto en la variante socialdemócrata como en la cristianasocial. De tal manera, el concepto de la solidaridad recibió una connotación positiva, tanto entre las clases sociales, como en la forma inter-generacional y también entre las regiones con disparidades de desarrollo. En ese entonces, el derecho tributario subió a una verdadera función redistributiva. Además, la quinta ola de transformación se fundamentó en el concepto de la dignidad humana como el valor nuclear de los derechos humanos y fundamentales –así a partir de la Constitución del Estado libre de Baviera de 19461615–. Se trató de una respuesta a la negación absoluta de la dignidad humana en las guerras pentarquicas. Prácticamente, la misma se convirtió en una norma central de la estatalidad social, pues se entendió el derecho a la vida digna como un deber estatal de sostener a todos los habitantes sin capacidades de mercado, pagando mensualmente apoyos sociales por encima del mínimo vital. De tal manera, se concluyo la desproletarización, evitando la existencia de un proletariado informal con tendencias a la criminalidad al estilo de las dos Américas. De modo complementario, se impuso el concepto de la justicia constitucional a través de una corte constitucional especializada, retomando el modelo que ya había existido pasajeramente, de 1920 a 1934, en el constitucionalismo austríaco. Por ejemplo, la citada democratización alemana fue sustancialmente promovida y profundizada por la actuación del Tribunal Constitucional que perfiló los derechos fundamentales en contra de la antigua razón del Estado policial, defendiendo en 1958 la libertad de opinión en contra de la protección de honor de un director de cine nacionalsocialista, en el mismo año la libertad de profesión en contra del manejo público de la distribución de farmacias, en 1960 la libertad de conciencia en contra del interés del ejército federal en un servicio militar barato y, en 1985, la libertad de reunión de los nuevos movimientos sociales en contra de la práctica policial de imposibilitar manifestaciones supuestamente sediciosas, abriendo el espacio público para una especie de democracia activista sobre temas ambientales, anti-nucleares y de la paz1616.
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Siguieron Alemania (RF) en 1949, Venezuela en 1961, Grecia en 1975, Portugal en 1976, Suecia en 1977, España en 1978, Perú en 1979, Brasil en 1988, Colombia y Rumania en 1991, Paraguay, la República Checa y Eslovaquia en 1992, Bélgica en 1994, Finlandia en 1995, Sudáfrica en 1996, Polonia en 1997, Letonia en 1998, Suiza en 1999 y Hungría en 2011. Comp. ALEXY, A Theory of Constitutional Rights, op. cit., págs. 62 y s; HÄBERLE, El Estado constitucional, op. cit., págs. 289 y ss; HEUN, The Constitution of Germany, op. cit., págs. 201 y ss; PFORDTEN, Menschenwürde, op. cit., págs. 43 y ss, 46 y ss; STARCK, Jurisdicción constitucional y ddff, op. cit., págs. 123 y ss, 135 y ss; WOLGAST, Geschichte der Menschen- u. Bürgerrechte, op. cit., pág. 259. Comp. capítulo V.1.B.d. Sentencias: BVerfGE 7 (1958), págs. 198 y ss, 377 y ss; 12 (1960), págs. 45 y ss; 69 (1985), págs. 315 y ss. Comp. SÄCKER, Das BVerfG, op. cit., págs. 105 y ss; STOLLEIS, Geschichte des öffentl. Rechts, t. 4, op. cit., págs. 216 y ss; WESEL, Recht, Gerechtigkeit u. Rechtsstaat, op. cit., pág. 46.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
Otro tema de la quinta ola de transformación, fue la igualdad entre los géneros. De tal modo, la democratización del sufragio alcanzó ahora también a la población femenina de los Estados católicos con tradiciones en el derecho civil napoleónico, tales como Francia, Italia y Bélgica en 1946 y Colombia en 19541617. Paralelamente, los Estados occidentales despatriarcalizaron el derecho civil, desconstruyendo el dominio familiar de la cabeza paternal sobre ‘su’ célula social, así por ejemplo cuando el Tribunal Constitucional alemán anuló, en 1959, aquellas normas del Código civil de 1896 que habían reservado, en cuanto a los hijos, la última decisión y la representación escolar, administrativa y contractual en manos unilaterales del padre. Sin embargo, la igualdad definitiva llegó más tarde con la reforma del derecho civil alemán de 1976, lo que pueden compararse con progresos paralelos como los de Colombia en 1974 y de Suiza en 1988. Además, debe indicarse que también Australia y EE.UU. se atrevieron ahora a la democracia incluyente, cuando eliminaron la exclusión racista de la población de piel oscura por las reformas electorales de 1962 y 1965, respectivamente1618. En Europa occidental, la condición clave de la inesperada nueva estabilidad del sistema constitucional democrático-social puede verse en los efectos de la segunda revolución fósilenergética e industrial de la década de 1950, basada en el petróleo. Se articuló en su dimensión social como una revolución de consumo en beneficio de las masas, llevando numerosos aparatos tecnológicos sirvientes a los hogares privados, incluyendo a los de la clase obrera que resultó cada vez más aburguesado, realizando así el lema de bienestar para todos en dimensiones hasta entonces no imaginables. Algunos de estos aparatos dejaron entrar el Estado y lo político directamente a la vida cotidiana, en particular la televisión pública, cuyas noticias diarias formaron el verdadero ciudadano político. Es preciso mencionar que estas condiciones atractivas no fueron provocadas por la decisión sistémica a favor de la democracia representativa, pero apoyaron fuertemente la estabilización del nuevo régimen político1619. En la dimensión pedagógica, la quinta ola de transformación fue acompañada y promovida por el reemplazo de la Ciencia del Estado establecida, por la Ciencia política en el sentido de una ciencia de democracia bajo la predominancia de conceptos estadounidenses. Sin embargo, fueron aun más importantes los efectos pedagógicos subliminales de la estadounidensización cultural por la influencia hegemónica de los EE.UU. en el cine, la televisión y la radio que mostraron al sistema norteamericano como la medida de la modernidad1620. En ello, se cayeron los mitos alemanes y austríacos del pasado como los del imperio, de la nación cultural y del militarismo, para formar una nueva narración colectiva que se fundamentó en los intentos democráticos de 1848 y 1919.
1617 1618 1619 1620
MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 513 y ss. BVerfGE 10 (1959), págs 59 y ss. Véase capítulos IV.2.P y V.2.A. Véase capítulo II.3.E. JARAUSCH, After Hitler, op. cit., págs. 120 y ss.
507
1621
508
Mapa: B. MARQUARDT. Atención: no todos los 5 mapas de la serie contienen todas las categorías. 5 6
Monarquías liberales
2
3
AC Autocracias coloniales
Estados constitucionales democrático-social-ambientales
Estados tradicionales
Demo-autocracias híbridas T
7
Autocracias republicanas
Democracias populares socialistas
Blanco: sociedades pre-estatales, consideradas efectivamente, sin tener en cuenta pretensiones nominales de Estados vecinos
4
Monarquías autocráticas modernas
Estados constitucionales republicano-democráticos
1
DESPUÉS DE LA QUINTA OLA DE TRANSFORMACIÓN EN 1973
LOS SIETE MODELOS DEL ESTADO MODERNO
Mapa 381621
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
D)
LA SEXTA OLA DE TRANSFORMACIÓN (1974-1991)
a) La transformación mediterránea (1974-1980) En los años de 1974 a 1980, se difundió otra ola de transformación en la Europa mediterránea. El punto de partida fue el Estado Novo portugués de los dictadores ANTONIO DE OLIVEIRA SALAZAR (1932-1968) y MARCELLO CAETANOSE (19681974) que fue derrocado, en 1974, por una sublevación de militares con un pensamiento político de corte izquierda. Ellos promovieron la elaboración de la constitución de 1976 dedicada a un “Estado democrático […] que tiene por objetivo asegurar la transición hacia el socialismo mediante la creación de condiciones […] democrátic[as]”, lo que se modificó en la reforma constitucional de 1982 al ideal de un “Estado de derecho democrático […] que tiene por objetivo la realización de la democracia económica, social y cultural”. La transición portuguesa terminó con la eliminación de la junta revolucionaria en 1982 y la elección presidencial de 1986, en la cual se impuso con el socialista MARIO SOARES un candidato que no había pertenecido al círculo de los militares revolucionarios de 19741622. Casi paralelamente, se cayó la Junta de los Coroneles en Grecia (1967-1974) que había sido la última encarnación de varios decenios más o menos autocráticos a partir de 1936. Colapsó, en particular, por el fracaso de la intervención en Chipre que no llevó a la unificación esperada, sino a la reconquista turca de la parte norte de la isla. Lo más duradero de la junta es la abolición de la monarquía –por el plebiscito dirigido de 1973– que fue confirmada por la constitución democrática de 19751623. Mirando a España, llama la atención la longeva dictadura nacional, católica y anticomunista del general FRANCISCO FRANCO (1936-1975) que no se disolvió ni por el camino revolucionario ni por aventuras militares fracasados. En cambio, después de la muerte natural del ex amigo de HITLER, una sucesión de tipo tradicionalista llevó a una política de reforma desde arriba con una dinámica propia imprevista. A causa de la reactivación virtual del Reino por la Ley de sucesión en la jefatura del Estado de 1947 y la concreción del año 1969, el nieto del último Rey borbón ALFONSO XIII (1886-1931) recibió ahora una corona reanimada, lo que materializó las raíces antirrepublicanas y conservadoras de la autocracia en la lucha contra la república social (1936-1936). Sin embargo, JUAN CARLOS no fue de ningún modo un pupilo dócil del tirano, sino un actor político que retomó las tendencias y deseos de su tiempo y reemplazó, en 1976, al presidente del gobierno franquista por un joven disidente del franquismo, ADOLFO SUÁREZ, que ofreció la perspectiva de ser capaz de liderar la democratización y cons1622
1623
Constituição da República Portuguesa de 1976, op. cit. Véase ANDERSON, The History of Portugal, op. cit., págs. 159 y ss; MERKEL, Systemtransformation, op. cit., págs. 175 y ss, 180 y ss. Constitución de la República Griega de 1975, ed. por WEBMASTER, Verf. EU, op. cit.; CLOGG, A Concise History of Greece, op. cit., págs. 115 y ss, 161 y ss, 170.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
titucionalización desde adentro. En 1978, las cortes constituyentes elegidas promulgaron la constitución de “un Estado social y democrático de Derecho”. El último golpe de Estado de militares franquistas, cometido en 1981 por la toma del parlamento, fracasó a causa de la desautorización televisiva del Rey que defendió el orden constitucional. A primera vista, parece irónico que ahora el monarca salvó la democracia española, pero el hecho subraya la transformación de la autoimagen de las últimas dinastías europeas. La fase de transición terminó en 1982, cuando España aceptó la victoria electoral de los socialistas, es decir, del gran contrincante del origen bélico de la dictadura de FRANCO. En vista del carácter pactado de la transición, los ex representantes de la dictadura pudieron beneficiarse de la ley de amnistía de 19771624. Puede añadirse el caso la República Federal Socialista de Yugoslavia, donde murió en 1980 el longevo dictador vitalicio de izquierda JOSIP BROZ TITO (desde 1945). Sin embargo, la misma aún no se transformó al modelo estándar, sino que se activó el gobierno colectivo del consejo federal bajo la continuidad del unipartidismo de la Liga de Comunistas y una práctica híbrida del tercer camino socioeconómico, buscando internacionalmente la neutralidad incluyendo relaciones cordiales con Europa occidental. La (con) federalización étnica aguda según la constitución de 1974, preparó la disolución y desintegración del Estado multiétnico y artificial –fundado en 1918 y establecido por segunda vez en 1945–, de modo que en las Guerras Yugoslavas de 1991 a 1999 se formaron los cinco Estados soberanos de Eslovenia, Croacia, Bosnia, Serbia y Macedonia – después dos más, Montenegro y Kosovo– que se organizaron en las esferas del modelo estándar1625. No es casual que la transición mediterránea ocurriera de modo paralelo a la profundización general de la cultura democrática de Europa occidental alrededor de 1970. Puede decirse que en el trasfondo había ascendido una percepción desilusionante de haber participado en una dinámica relativamente lenta y atrasada de la gran transformación hacia la sociedad industrial, comparable con las repúblicas de América Latina, que se distinguió de las observaciones del milagro económico y de la revolución del consumo masivo entre París y Estocolmo a partir de 1950. Tanto los nuevos medios de comunicación 1624
1625
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Art. 1 de la Ley de sucesión en la jefatura del Estado de 1947, en BOE, núm. 160, de 9.6.1947, págs. 32723273; Ley 46 de amnistia de 1977, en BOE, núm. 248, de 17.10.1977, págs. 22765-22766; art. 1 de la Const. española de 1978, op. cit. Comp. WALTHER L. BERNECKER, “El papel político del Rey Juan Carlos en la transición”, en revista REP, núm. 92, Madrid, CEPC, 1996, págs. 113-135; ÍD., España, tradición y modernidad, op. cit., págs. 312 y ss; BILBAO et al., Lecciones, op. cit., págs. 223 y ss, 241 y ss; DIPPEL, Modern Constitutionalism, op. cit., pág. 165; MERKEL, Systemtransformation, op. cit., págs. 178 y ss, 183 y ss; ÍD. & T., Systemwechsel, op. cit., págs. 196 y s; NIETO, Historia de España, op. cit., págs. 423 y ss; PÉREZ, Historia de España, op. cit., págs. 668 y ss; CHARLES POWELL, “El Rey y la monarquía en la transición a la democracia en España”, en revista Aportes, t. 8, núm. 53, Madrid, Schedas & L., 2003, págs. 4-15; SCHMIDT, Demokratietherorien, op. cit., pág. 436; PEER SCHMIDT, “Diktatur und Demokratie”, en ÍD. (Ed.), Kl. Geschichte Spaniens, Bonn, BPB, 2005, págs. 443-524, 473 y ss. CALIC, Geschichte Jugoslawiens, op. cit., págs. 264 y ss, 297 y ss, 308 y ss; PAVKOVIĆ et al., Creating New States, op. cit., págs. 143 y ss; SILVER & LITTLE, The Death of Yugoslavia, op. cit., págs. 48 y ss, 154 y ss.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
de la época, en particular la fuerza de las imágenes de la televisión, como la presencia de un turismo masivo proveniente de los países del noroccidente y las descripciones de los migrantes laborales mediterráneos sobre sus empleos en la abundancia, habían retroalimentado fuertemente estas percepciones de un subdesarrollo relativo. A fin de cuentas, pareció muy atractivo el premio de la democratización al poder entrar en la futura Unión Europea, que se materializó en Grecia en 1976, en España y Portugal en 1986, en Eslovenia en 2004 y en Croacia en 20131626, con el efecto real de un crecimiento a niveles de desarrollo cercanos a los Estados del núcleo industrial europeo1627. b) La redemocratización latinoamericana (1979-1991) De igual forma, en y alrededor de la década de 1980 se redemocratizaron las repúblicas tradicionales de América Latina. Frente a la ola de gobiernos autocráticos de estado de sitio y de la seguridad interna, se comprobó como superior la fuerza de la tradición de más de un siglo y medio del republicanismo democrático. Además, con el final de la Guerra Fría terminó la presión estadounidense a políticas de la seguridad anticomunista. De tal manera, se superó el anti-constitucionalismo dictatorial o híbrido en Ecuador en 1979, en Bolivia en 1982, en Argentina en 1983, en Brasil, Uruguay y Guatemala en 1985, en Paraguay y Panamá en 1989, en Chile en 1990 y en Colombia en 1991. La tendencia a la recuperación constitucional y democrática fue subrayada por las nuevas constituciones de Guatemala (1985), Brasil (1988), Chile (reforma de 1989), Colombia (1991), Paraguay (1992), Perú (1993) y Argentina (1994). Estas cartas se fundamentaron típicamente en el pluralismo tridimensional de valores liberales, sociales y ecológicos1628. c) Los inicios del pluralismo tridimensional Un elemento importante de la sexta ola fue la ampliación del constitucionalismo liberal y social por la tercera dimensión de valores: la ambiental. Después de que Suiza había introducido, en la reforma constitucional de 1971, la protección ambiental, la carta portuguesa de 1976 precisó: “Del ambiente y la calidad de vida: 1. Todos tendrán derecho a un ambiente humano de vida, salubre y ecológicamente equilibrado y el deber de defenderlo; 2. Corresponde al Estado […] : a) prevenir y controlar la contaminación […]; b) ordenar el espacio territorial de forma tal que resulten paisajes biológicamente equilibrados; c) crear y desarrollar reservas y parques naturales […], de tal 1626 1627
1628
GERHARD BRUNN, Die Europ. Einigung von 1945 bis heute, Bonn, BPB, 2004, págs. 244-250. PIP per cápita de España en US$ PPP: 2.397 en 1950 (para comparar: Colombia 2.153); 5.075 en 1965 (Uruguay 4.860); 12.210 en 1990 (Alemania 15.932); 14.227 en 1999 (Alemania 17.799); MADDISON, The World Economy, op. cit., pág. 278. ARTEAGA, Uruguay, op. cit., págs. 283 y ss; MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 225 y ss; RAMÓN, Historia de Chile, op. cit., págs. 532 y ss
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
modo que se garantice la conservación de la naturaleza; d) promover el aprovechamiento racional de los recursos naturales, salvaguardando su capacidad de renovación y la estabilidad ecológica”1629. E)
LA SÉPTIMA OLA DE TRANSFORMACIÓN (1989-1992): DE LA ESTATALIDAD SOVIÉTICA AL TERCER CAMINO
El acercamiento al Estado constitucional, democrático, social y ambiental no solo se realizó partiendo de una historia previa de la monarquía autocrática moderna o del Estado liberal, sino también levantando velas desde las democracias populares. La transformación de la mayor parte de los Estados comunistas de Europa alrededor de 1990, fue una de las grandes sorpresas de la historia universal, pues los observadores de la década de 1980 todavía partían de un sistema consolidado y estabilizado, obviamente con sus crisis y defectos menores, pero sin ser afectado por una deslegitimación esencial. a) Una transformación inesperada y la cuestión de interpretación La transformación empezó en el imperio mundial de la Rusia soviética y puede ser resumida en cinco pasos principales: primero, el último Secretario general soviético MIJAÍL GORBACHOV (1985-1991) inicio, en el espíritu idealista de un leninismo humanista, una ola de reformas del modelo comunista que no pusieron en duda el sistema como tal, pero que se acercaban desde la izquierda pura a la democracia social de Europa occidental; segundo, en 1991 ocurrió la revolución de los oligarcas, es decir, la toma de poder de funcionarios comunistas que buscaron saquear la propiedad popular para transformarse en una nueva burguesía mayor extremamente rica, lo que fue viabilizado por el golpe federal del titular del nuevo cargo ‘Presidente del Estado federado de Rusia’, BORÍS YELTSIN, quien extendió su poder sobre el 78% del territorio de la unión para prohibir el hasta entonces partido oficial y suprimir la economía planificada; tercero, YELTSIN hizo de GORBACHOV un dirigente imperial sin imperio, cuando elaboró un acuerdo conspirativo de independencia junto con los Presidentes federados de Ucrania y Bielorrusia; cuarto, el pacifista GORBACHOV renunció a la intervención militar; quinto, el Banco Mundial y el Fondo Internacional Monetario con sede en Washington se apropiaron de un poder conceptual para asesorar la transformación socio-económica con un programa ideológico del fundamentalismo de mercado y terapias de choque que camufló el origen cuestionable de los nuevos propietarios capitalistas y apoyó, en particular, a los EE.UU. para ganar subversivamente la Guerra Fría (1946-1989) mediante la destrucción del potencial económico de su gran contrincante de los últimos decenios1630. 1629 1630
512
Art. 66 de la Constitución de Portugal de 1976, op. cit. Comp capítulo V.5. Al respecto con enfoques diferentes: DALOS, Der Vorhang geht auf, op. cit.; HOBSBAWM, Historia del siglo XX, op. cit., págs. 495 y ss; HOPPE, Geschichte Russlands, op. cit., págs. 171 y ss; KOTZ & W., Russia’s
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
Además, el ‘emperador’ anti-imperial GORBACHOV permitió, a partir de 1989, que los Estados satélites del este de Europa buscaran su camino propio, así como aprobó, en 1991, el divorcio pacífico según el cual las repúblicas soviéticas no rusas usaran su derecho consagrado en el artículo 72 de la constitución federal de 1977 a independizarse, sin violencia, de modo pacífico, no porque lo necesitó, sino porque lo quiso. En el oeste, Rusia se retiró aproximadamente a la frontera del Tratado de Brest lituano de 1918 y, de tal manera, al territorio anterior a la Paz de Nystad de 1721. Por lo menos en las zonas fuera de la Unión Soviética originaria de 1922, renació la autoestima antiimperial que se inspiró, entre otros, en la memoria negativa de la supresión estalinista, bajo lemas como volver a Europa y distanciarse de Asia. No hubo ninguna lucha por la libertad desde abajo, pues solo la dictadura rumana se cayó en circunstancias violentas1631, mientras la ola transnacional de manifestaciones en los demás países fue más un acompañante y acelerador en un proceso de transición negociado1632. En ello, se observó una pérdida de motivación por varios antiguos dirigentes comunistas, especialmente aquellos que inicialmente rechazaron las reformas de GORBACHOV, mientras la segunda línea del partido vio una buena posibilidad de ganar el poder. De todos modos, los respectivos partidos comunistas perdieron su monopolio histórico y, por lo menos una parte de los Estados en mención, se reorientó en el modelo del Estado constitucional democrático, social y ambiental. La transformación del Bloque del Este de 1989 a 1992 es todavía un fuerte problema de investigación, pues muchos analistas occidentales han mirado a la misma por las gafas polarizadas de la Guerra Fría, al presentarla como una supuesta victoria de la OTAN, mientras varios autores rusos perciben una especie de suicidio del papel imperial soviético con el impacto de una catástrofe nacional1633. Nada de lo anterior parece adecuado, debido a las siguientes precisiones: primero, no hubo ninguna caída del modelo de Estado comunista, como tampoco ha existido una caída del Estado liberal, sino ambos se acercaron desde dos lados al tercer camino de la democracia social y de la economía social de mercado; segundo, varios elementos del sistema comunista han sobrevivido, como por ejemplo el significado central de la garantía estatal de la justicia social
1631 1632
1633
Path, op. cit., págs. 57 y ss; KUNZE & V., Das Ende des Imperiums, op. cit., págs. 12 y ss; IGNAZ LOZO, Der Putsch gegen Gorbatschow, Colonia, Böhlau, 2014, págs. 27 y ss, 317 y ss; MERKEL, Systemtransformation, op. cit., págs. 324 y ss, 340 y ss; NOLTE, Russland, op. cit., págs. 350 y ss; 371 y ss; 378 y ss; NUSCHELER, Entw.politik, op. cit., págs. 114 y ss; PLEINES et al., Russland, op. cit., págs. 29 y ss; SCHMIDT, Demokratietheorien, op. cit., págs. 435 y ss; SERVICE, History of Modern Russia, op. cit., págs. 428 y ss, 448 y ss; STIGLITZ, Globalization/ Discontents, op. cit., págs. 133 y ss, 166 y ss; VERGOTTINI, Transiciones constitucionales, op. cit., págs. 188 y ss; ZIEGLER, History of Russia, op. cit., págs. 123 y ss, 145 y ss, 149 y ss. GERDES, Rumänien, op. cit., págs. 67 y ss. PHILIPP THER, “1989, eine verhandelte Revolution”, en Docupedia-Zeitgeschichte, de 11.2.2010, http:// docupedia.de/zg/1989?oldid=125282 (5.1.2018). SUSANNE SCHATTENBERG, “Das Ende der Sowjetunion in der Historiographie”, en revista APuZ, núm. 49-50, Bonn, BPB, 2011, págs. 9-15.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
igualitaria –en particular, en Chequia y Eslovenia1634– y la organización colectiva de la agricultura en asociaciones cooperativas, pues casi nadie quiso volver a minifundios familiares poco competitivos; tercero, los partidos comunistas renunciaron a su monopolio, pero sus sucesores socialistas continuaron siendo el partido más fuerte o segundo más fuerte, incluyendo el acceso a múltiples presidencias y jefaturas de gobierno hasta el unipartidismo de facto en Montenegro1635; cuarto, Rusia ha continuado en el papel de una potencia mundial y se aprovechó ahora de las posibilidades atractivas de entrar a través de empresas estatales al lucrativo mercado mundial de energía fósil; y quinto, la misma Rusia nunca se ha democratizado, pues de la búsqueda del control de los oligarcas de la generación de 1991 resultó una autocracia nacional y económica que se reposicionó cada vez más en la tradición imperial-soviética1636. Entre los estímulos claves de la transformación ambigua, hay que señalar las crecientes percepciones comparativas sobre diferencias socioeconómicas graduales en dinámicas abiertas de profundizarse, tanto en el sentido de que se había desarrollado la segunda revolución fósil-energética –con su elemento más atractivo, el consumismo masivo– 1634
1635
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BJÖRN HACKER, “Sozialpolitik in Mittelosteuropa”, en revista IPG, núm. 3, Berlín, FES, 2009, págs. 36-49. Albania: el Partido Socialista (ex del Trabajo) presentó al Presidente R. MEIDANI (1997-2002) y los primeros ministros de 1997-2005 y desde 2013 (B. FINO, F. NANO, P. MAJKO, I. META, E. RAMA); Alemania oriental (= 5 1/2 Estados federados en la RF Alemana): la Izquierda (sucesora del Partido Socialista Unificado) gobierna desde 2014 en Turingia y ha participado en los gobiernos de Mecklemburgo-Vp. (1998-2006), Berlín (2002-2011 y desde 2016) y Brandemburgo (desde 2009), aparte de ser el 2o partido más fuerte de la zona; Azerbaiyán: desde 1993 gobierna el Partido Nuevo Azerbaiyán, fundada y dirigida por el ex Primer secretario comunista del país; Bulgaria: el Partido Socialista (ex Comunista) presentó a los primeros ministros Z. VIDENOV (1995-1997), S. STANISHEV (2005-2009) y P. ORESCHARSKI (2013-2014) y los Presidentes G. PARWANOW (2002-2012) y R. RADEW (desde 2017); Eslovaquia: la Smer, una hija del Partido Comunista, gobernó de 2006 a 2010 y desde 2012 con el primer ministro R. FICO; Eslovenia: los Social demócratas (rama separatista de los ex comunistas yugoslavos) presentaron a los Presidentes M. KUČAN (1992-2002) y D. TÜRK (2007-2012, indep.) y B. PAHOR (desde 2012); Hungría: el Partido Socialista (ex Partido Socialista Obrero) gobernó de 1994 a 1998 con G. HORN y de 2006 a 2009 con F. GYURCSÁNY; Macedonia: la Unión Socialdemócrata (un sucesor de la Liga de los Comunistas) presentó a los Presidentes K. GLIGOROV (1991-1999) y B. CRVENKOVSKI (20042009); Moldavia: del Partido de los Comunistas salieron dos Presidentes independientes, M. SNEGUR (1990-1997) y P. LUCINSCHI (1997-2001), así como V. VORONIN (2001-2009) e I. DODON (desde 2016); Montenegro: desde 1990, todos los Presidentes y primeros ministros son del Partido de los Socialistas Democráticos (sucesor de la Liga de los Comunistas); Polonia: la Alianza de la Izquierda Democrática gobernó de 1995-1997 y 2001-2005; Rep. Checa: el Partido Comunista continuó con el 10-20% de los votos, mientras el Partido Socialdemócrata asumió el liderazgo de la izquierda y gobernó, de 1998 a 2006 y desde 2013, con los primeros ministros M. ZEMAN, V. ŠPIDLA, S. GROSS, J. PAROUBEK, J. RUSNOK y B. SOBOTKA; Rumania: los comunistas de reforma (Frente de Salvación Nacional, Partido Socialdemócrata) asumieron de 1989 a 1996 y de 2000 a 2004 la presidencia (I. ILIESCU) y el gobierno (1989-1996, 1999, 2000-2004, 2012-2015, desde 2017); Rusia: el Partido Comunista fue de 1995 a 2003 el partido más grande de la duma y es hoy el 2o más grande (2016: 13,4%); Serbia: el Partido Socialista (tradición de la Liga de los Comunistas) tuvo el poder, de 1989 a 2000, bajo el Presidente S. MILOŠEVIĆ y generó todos los primeros ministros de 1989-2001, 2012-2014, 2016-2017. KOTZ & W., Russia’s path from Gorbachev to Putin, op. cit., pág. X.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
más rápida y completamente en el sistema social-liberal de Europa occidental, como en la apreciación aun más delicada que la desproletarización de la clase obrera había progresado mejor en el oeste de la Cortina de hierro. A pesar de los impresionantes éxitos del desarrollo industrial y una enorme mejora de la calidad de vida en comparación con las generaciones anteriores, el comunismo solo alcanzó la segunda categoría mundial, muy en contra de la retórica salvadora de los partidos oficiales. Precisamente, la no renovación frecuente en el liderazgo político había desacelerado paulatinamente la dinámica de la segunda revolución fósil-energética, reduciendo imperceptiblemente las capacidades de la innovación tecnológica, de modo que gobernantes de avanzada edad conservaron los logros de 1970, así muy visiblemente en la motorización fósil-energética, donde automóviles como el Trabant parecían para los usuarios de la década de 1980 como una imposición arbitraria de una tecnología anticuada. Especialmente, en los Estados fronterizos como Alemania oriental, Checoslovaquia y Hungría, fue omnipresente el poder de las imágenes de la televisión occidental con su propaganda de consumo y sus series de brillo que pusieron en relieve con insistencia las promesas de un eventual cambio. En este sentido, el voto de los actores claves de 1990 fue menos pro-democrático que pro-consumista. b) Efectos ambiguos: apropiaciones salvajes, desindustrialización y anti-desarrollo Sin embargo, en la práctica nada fue más equívoco que las expectativas jubilosas, asociadas con el reemplazo de la economía planificada, basada en la propiedad popular de los medios de producción industrial, por la economía de mercado en el fundamento de la propiedad empresarial privatizada. Lo que sucedió en la realidad estadísticamente bien documentado, fue el anti-desarrollo más intenso del bicentenario mundial de la gran transformación, con una desindustrialización fuerte en dimensiones de una pérdida de hasta dos tercios del nivel de consumo fósil-energético de 19901637, una caída dramática en los Índices de Desarrollo Humano, un hundimiento de los productos internos brutos, el empeoramiento de la expectativa de vida y de la educación. Las cifras hablan por sí solas1638: mientras la Unión Soviética había alcanzado, en 1990, el 1637
1638
Un buen indicador es la disminución de las emisiones de dióxido de carbono (parte industrial sin agricultura), que se realizaron en estas zonas no por políticas ambientales, sino por la desindustrialización: las emisiones de Rumania se bajaron hasta 2009 por el 63,4% por debajo del nivel de 1990, las de Ucrania por el 62,7%, las de Lituania por el 59,5%, las de Letonia por el 56,8%, las de Bulgaria por el 50,1%, las de Hungría por el 47,8%, las de Estonia por el 47,3%, las de Eslovaquia por el 45,3%, las de la Rep. Checa por el 36,7%, las de Polonia por el 34,5%, las de Bielorrusia por el 31,1% y las de Rusia por el 28,6%; FCCC, National Greenhouse Gas Inventory Data for the Period 19902014, 2016, http://unfccc.int/resource/docs/2016/sbi/eng/19.pdf (5.1.2018), pág. 9. Un decenio después de la transición, el 60,2% de los eslovacos y el 55,2% de los polacos percibió la situación económica personal como peor que en la fase final del comunismo, mientras alrededor del 70% de los checos, eslovacos, húngaros y polacos evaluó la economía de mercado como inadecuado para su país, mientras casi la misma dimensión defendió el ex comunismo como una buena idea. Parece que hubo más perdedores que ganadores. Véase GABER, Verlierer der Transformation, op. cit., págs.
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vigésimo quinto rango mundial del Índice de Desarrollo Humano, un cuarto de siglo después, en 2016, Rusia solo alcanza el 49o rango, Ucrania el 84o y Moldavia el 107o1639. Además, del nivel del Producto Interno Bruto de la Rusia soviética de 1990, había sobrevivido en 1999 solo el 57%, del ucraniano el 40%, del geórgico el 36%, del moldavo el 33%, pero del checo el 96%, del búlgaro el 78%, del rumano el 77,5% y del yugoslavo el 73%1640. Las curvas generales de desarrollo se bajaron al espectro latinoamericano. Como los más afectados de los Newly Declining Countries, los Estados del Cáucaso y de Asia central sufrieron una tercermundización profunda, con la excepción de la perduración de una buena tasa de alfabetización1641. Como el Estado más exitoso en la transformación socioeconómica, puede evaluarse la República Checa que ha recuperado su dependencia del camino y es hoy en día solo tres rangos por debajo de su 25o rango del Índice de Desarrollo Humano de 1990, pues el gobierno praguense ha privatizado la propiedad popular industrial según la lógica social bien aprendida, entregándola mediante el modelo de cupones a los miembros particulares del titular colectivo1642. En contraste, en los ejemplos de derrumbamiento, como el ruso, primero el Estado se apropió de la propiedad administrada en nombre del pueblo y, segundo, permitió privatizaciones arbitrarias en beneficio de una especie de nuevos caballeros bandidos, compuestos por gerentes comunistas con información interna, oficiales del servicio secreto y representantes de la ya preexistente economía subterránea, lo que creó una nueva oligarquía de multimillonarios de baja legitimidad y
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111-118. Véase tb. FÜRNBERG et al., Sachsen Anhalt Monitor 2007, op. cit.; JESSE, Systemwechsel, op. cit., págs. 149 y s; GERT PICKEL et al., Osteuropas Bevölkerung auf dem Weg in die Demokratie, Wiesbaden, VS, 2006, págs. 53 y ss, 97 y ss, 155 y ss; MIHAY VARGA & ANNETE FREYBERG, “Demokratie okay, aber für alle?” en revista Berliner Debatte Initial, año 20, núm. 4, Berlín, WeltTrends, 2009, págs. 104-119. UNDP, HDR 1990, op. cit., pág. 111; UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 198 y ss. Datos según MADDISON, The World Economy, op. cit., págs. 335 y ss. NUSCHELER, Entw.politik, op. cit., págs. 114-117; STIGLITZ, Globalization/ Discontents, op. cit., págs. 133 y ss, 166 y ss; DAVID STUCKLER & SANJAY BASU, The Body Economic, Nueva York, Basic, 2013, cap. 2; UNDP (Ed.), Human Development Report 2005, Nueva York, Oxford Univ. Press, 2005, pág. 21. MAHONEY, The History of the Czech Republic, op. cit., págs. 231 y ss; FRANZISKA SCHAFT et al., Privatisierung in Osteuropa, Múnich, Forost, 2003, págs. 7 y ss, 23 y ss. También los cinco Nuevos estados federados de Alemania de 1990, es decir, los sucesores de la RD Alemana, recuperaron –después de una fase de caída– su dependencia del camino: en 1989, tenían el 11,6% del BIP de la antigua RF Alemana y alcanzaron otra vez el 11,7% en 2009; ULRICH BUSCH & RAINER LAND, “Ostdeutschland, Vom staatssozialistischen Fordismus in die Entwicklungsfalle einer Transferökonomie”, en FV SOZIOÖKONOM. BERICHTERSTATTUNG (Ed.), Berichterstattung zur sozioökonomischen Entwicklung in Deutschland, Wiesbaden, VS, 2012, págs. 153-184.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
Img. 155: La transformación del sistema como política arquitectónica: la RF Alemana celebró la incorporación de la RD Alemana (1990) por la demolición del parlamento comunista (2005), así como este Palacio de la República (aquí en 1987 con la catedral prusiana de 1905 en el espejo) había sido construido, en 1976, en el lugar del Palacio real de Prusia, derrumbado en 1950. Desde 2013, se reconstruye en el mismo lugar el Palacio real de los Hohenzollern1643
ciertos rasgos mafiacráticos1644. Muchos gobiernos de transición aceptaron y promovieron cualquier tipo de nuevo propietario sin logro propio de creación, instaurando una futura élite leal, pero autorealizaron en cierto sentido el dicho de PROUDHON, hasta entonces frecuentemente citado, que igualó la propiedad con el robo1645. A pesar de que muchos Estados ex comunistas desmontaron la estatalidad social desde un nivel exigente a niveles medios, algunos lograron conservar indicadores sociales considerables:en la categoría del mejor empeño en la igualdad de ingresos, se quedaron Ucrania (Coeficiente de Gini: 24,1), la República Checa (26,1), Eslovaquia (26,1), Bielorrusia (27,2) y Serbia (29,1), mientras otros Estados se bajaron a valores muy mediocres, en particular Georgia (40,1), Rusia (41,6) y Macedonia (44,1)1646. c) La zona exitosa: el este de Europa central La transición hacia el modelo político-jurídico del Estado constitucional, democrático, social y ambiental fue exitosa en el lado occidental de una línea desde el Golfo de Finlandia, pasando por el curso medio del río Bug, el delta del Danubio y el río Sava para alcanzar la costa dálmata del mediterráneo en el este de Dubrovnik. Precisamente se trata de los doce Estados invitados en 1990, 2004, 2007 y 2013 a participar en la Unión Europea. La línea muestra similitudes con la antigua frontera oriental de la Cristiandad latina, de modo que los gobiernos en Tallin, Riga, Varsovia, Praga, Bratis1643 1644
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Foto: BERND MARQUARDT. Véase KOTZ & W., Russia’s Path, op. cit., págs. 213 y ss; NOLTE, Kl. Geschichte Russlands, op. cit., págs. 426 y ss; STIGLITZ, Globalization and its Discontents, op. cit., págs. 133 y ss, 166 y ss. En el caso de la RD Alemana –incorporada a la RF Alemana– el pueblo propio solo recibió en 5% de la propiedad popular, pues el nuevo gobierno occidental ‘privatizó’ el 95% en manos de su clientela primaria, los empresarios occidentales; DANIELA DAHN, “13 Jahre Einheit”, en revista Ossietzky, núm. 21, Hanóver, 2003, http://www. sopos.org/ossietzky/ausgabe.php3?id=46 (5.1.2018). UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 206 y ss.
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Mapa: B. MARQUARDT. Atención: no todos los 5 mapas de la serie contienen todas las categorías. 5 6
Monarquías liberales
2
3
AC Autocracias coloniales
Estados constitucionales democrático-social-ambientales
Estados tradicionales
Demo-autocracias híbridas T
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Autocracias republicanas
Democracias populares socialistas
Blanco: sociedades pre-estatales, consideradas efectivamente, sin tener en cuenta pretensiones nominales de Estados vecinos
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Monarquías autocráticas modernas
Estados constitucionales republicano-democráticos
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DESPUÉS DE LA SÉPTIMA OLA DE TRANSFORMACIÓN EN 2018
LOS SIETE MODELOS DEL ESTADO MODERNO
Mapa 391647
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
lava, Budapest, Liubliana y Zagreb percibieron una especie de retorno a sus supuestos raíces culturales, incluyendo una revalorización positiva de sus primeros pasos con la democracia competitiva en los años 20, independiente de los defectos reales y la caída rápida1648. Ellos aceptaron benevolentemente las reglas técnicas del nuevo modelo de Estado, aunque por ejemplo el Índice de democracia de 2016 evalúa todavía a casi todos – excepto los éxitos estonio, checo y esloveno– como democracias de segunda clase con ciertos defectos1649. En particular, en la Hungría de ORBÁN (desde 2010) y en la Polonia del partido Ley y Justicia (desde 2015), se observan tendencias a un populismo de derecha que se maniobra en los márgenes del constitucionalismo moderno1650. De todas maneras, en el lado oriental de la línea en mención, se establecieron gobiernos autocráticos e híbridos como los de Rusia, Bielorrusia, Ucrania o Serbia. F)
DIFERENCIAS FINAS
A fin de cuentas, nada sería más equivoco que afirmar la gran uniformidad adentro del modelo del Estado constitucional, democrático, social y ambiental, pues los Estados particulares se caracterizan por manifestaciones y calidades muy diversificados. Por ejemplo, se distinguen los procesos de poder en el presidencialismo estadounidense, el cancillerismo fácticamente híper-presidencialista de Alemania, el grancoalicionismo austríaco, el consensualismo suizo y el antireeleccionismo latinoamericano, mientras la monarquía democrática de Suecia logra ganar en varios índices de la calidad democrática. La predominancia política de la burguesía mayor en las Américas y de la burguesía menor en Europa occidental, tiene cada vez efectos significativos. De igual forma, debe contrastarse el alto nivel cualitativo de la democracia social y ambiental en Escandinavia y Europa central con la debilidad en los EE.UU. y el alto grado semántico de América Latina en estas esferas. Además, hay que reconocer diferencias en la separación vertical de poderes, si se compara la organización territorial todavía muy unitarista de Francia con la España regionalista o la Suiza acentuadamente federal. Tampoco son idénticos el modelo extendido de la representación y la democracia semidirecta de Suiza. La estatalidad judicial con sus tribunales muy garantistas en Alemania y Colombia, se diferencia de múltiples otros altos tribunales menos políticos. Así, se reconfiguran diferencias finas en vez de la disolución de todas las contradicciones.
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Expansión de la UE: Alemania oriental en 1990; Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Chequia, Eslovaquia, Hungría y Eslovenia en 2004; Bulgaria y Rumania en 2007; Croacia en 2013. Véase ALEXANDER, Kl. Geschichte Polens, op. cit., págs. 368 y ss; DAVIES, God’s Playground, t. 2, op. cit., págs. 509 y ss; GÜNTHER HEYDEMANN & KAREL VODIČKA (Eds.), Vom Ostblock zur EU, Göttingen, V & R, 2013; HOLZER, Polen und Europa, op. cit., págs. 95 y ss; KUNZE & V., Das Ende, op. cit., págs. 61 y ss; MAHONEY, The History of the Czech Republic, op. cit., págs. 231 y ss; MOLNÁR, A Concise History of Hungary, op. cit., págs. 338 y ss; PLAKANS, A Concise History of the Baltic States, op. cit., págs. 402 y ss. ECONOMIST INTELLIGENCE UNIT, Democracy index 2016, op. cit., págs 7 y ss. REINHOLD VETTER, Nationalismus im Osten Europas, Berlín, Links, 2017, págs. 14 y ss, 67 y ss.
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7. LA DEMO-AUTOCRACIA HÍBRIDA No es una tarea sencilla categorizar adecuadamente todos los Estados del mundo contemporáneo, pues en la era de la hegemonía del universalismo europeo, también los no-occidentales han adoptado típicamente el estilo de la constitución escrita, la terminología institucional y la jerga dogmática-política de Europa occidental y las Américas, pero para el observador crítico muchos sistemas reales funcionan más jerárquicos, menos participativos, menos garantistas, menos laicos y con relaciones de poder no tan formalizados como lo previsto en el tipo ideal del constitucionalismo euro-americano, sin ser tan autocráticos como las verdaderas dictaduras republicanas. Para este tipo, se pretende introducir la categoría analítica de la demo-autocracia híbrida1651. Dentro de la cultura occidental, se había formado un fuerte precedente cuando México funcionó, entre 1917 y 2000, como una combinación bien establecida entre un sistema electoral con cambios presidenciales cíclicos cada cuatro años y el gobierno intocable del partido de los vencedores de la revolución de 19101652. En particular, quieren discutirse tres Estados con tradiciones imperiales e impacto actual en el sistema global – Japón, India y Turquía– y un Estado grande entre la Unión Europea y Rusia –Ucrania–. Las evaluaciones no coinciden siempre con el frecuentemente citado índice Freedom in the World de un think tank estadounidense1653, pues el mismo ha tenido en cuenta perspectivas de Washington en sus relaciones internacionales, con tendencias a sobre-evaluaciones de amigos políticos y sub-evaluaciones de países no tan apreciados. Por ejemplo, en la larga tendencia occidental de interpretar Japón y Turquía como democracias puras, se articuló una lógica de la Guerra Fría (1946-1989) en la cual se quiso fortalecer la solidaridad con los únicos aliados en los mares Chino y Negro. A)
EL IMPERIO DE JAPÓN: EL ESTADO EMPRESARIO DISCIPLINADO
El primer ejemplo para examinar es el Imperio de Japón con base en la constitución de 1946 que reemplazó la carta de la monarquía autocrática moderna de 1889. Esta transformación notable del Imperio militar nacionalista del tennō divino en la monarquía liberal parlamentaria, no se dio tan voluntariamente, sino por la interiorización de la vergüenza de la derrota en la Guerra Asiática-Pacífica (1931/1937-1945) y de la pulverización tecnológica en la guerra nuclear estadounidense contra la población civil nipona (1945). La carta fue redactada por el equipo de trabajo del general estadounidense DOUGLAS MACARTHUR, pero la realidad se vio cada vez más japonizada en el 1651
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En la bibliografía, existen también conceptos como la democradura (una mezcla entre la democracia y la dictadura) y la dictablanda (la dictadura suave). Otra propuesta es la teoría de la democracia defectuosa según MERKEL et al., Defekte Demokratien, t. 1, op. cit. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 385 y ss. FREEDOM HOUSE (Ed.), Freedom in the World 2017, Washington, Freedom House, 2017, págs. 21 y s. Similar: ECONOMIST INTELLIGENCE UNIT, Democracy index 2016, op. cit.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
contexto de la resurrección de la autoestima propia. Nunca de modificó la carta, pues es irrelevante. En un análisis comparado, llaman la atención ocho observaciones. En primer lugar, hay que señalar el papel conservado del Emperador con lealtades tradicionales supra-constitucionales. Segundo, en cuanto al monarca deben destacarse las enormes discrepancias entre la constitución escrita –que afirma la reducción del tennō a un mero símbolo estatal– y la realidad socio-política del 124o seguidor de una tradición eterna con una adoración como un ser del cielo. Sin interrupción, se continuó entendiendo las épocas según los emperadores, es decir, todo de 1926 a 1989 fue la era Shōwa. Como el tercer elemento particular, deben contrastarse las diferencias entre la privatización constitucional del sintoísmo estatal de los decenios anteriores y la realidad cultural de una religión que el nacionalismo importado había elevado –en vez de la prevalencia tradicional del budismo– a un elemento clave de la identidad nacional. En una sentencia de 1977, también la corte suprema entendió la separación estricta como no viable. Cuarto, es llamativo el longevo gobierno unipartidista de facto de un partido político de tipo conservador a partir de 1955. El mismo se fundamentó en varios sectores que ya habían participado en la Asociación de Asistencia al Régimen Imperial de corte militarista (1940-1945), pero actuó ahora bajo una denominación complaciente al vencedor militar como el Partido Democrático Liberal. En el dominio del partido sistémico hubo solo dos breves interrupciones, de 1993 a 1996 y de 2009 a 2012. En cierto sentido, el PDL ocupó al papel de los anteriores shōgunes hereditarios. Como el quinto elemento constitutivo, pretende señalarse la cultura pública consensual que evita toda competición social-newtoniana de tipo occidental. Sin disposición a apreciar confrontaciones materiales, quedó ausente el sustrato cultural de una democracia representativa de partidos. Sexto, debe entenderse como esencial el triángulo de las relaciones estrechas no formalizadas entre el partido, las grandes empresas industriales y la administración pública. Hay que advertir un alto grado de fluctuación entre el liderazgo administrativo y empresarial. El triángulo prolongó lo establecido en el Imperio autocrático, con tendencias corporativistas e interacciones íntimas que serían estigmatizadas, en perspectiva occidental, como una cultura de la corrupción y del clientelismo sistemático. Séptimo, se advierte el enorme impacto cultural del sincretismo budista-sintoísta con elementos confucianos que diseña las relaciones sociales de modo jerarquizado, disciplinado, deber-céntrico, obediente frente a la autoridad, orientados al bien del grupo, enfocados en la evitación de vergüenza y bajo la recomendación de la superación del ego y de los instintos bajos. En vez del individualismo-atomismo competitivo, se promueve estructuras colectivas y neo-feudales de lealtad. Octavo, continúan existiendo varias prácticas de la era autocrática como la alta cuota de condenación del 99% de los acusados y la ejecución de penas de muerte. Sintetizando, el Estado de Japón ha adoptado muy exitosamente el industrialismo de exportación, apoyándose en la metamorfosis civil de muchas altas tecnologías del industrialismo militar de la época anterior, pero no tanto en la lógica constitucional521
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democrática y competitiva del sistema político. Puede resumirse que el Estado militar disciplinado se ha convertido en el Estado empresario disciplinado, en el cual el nuevo samurái sirve lealmente en los campos de la economía industrial al éxito de su nación. En este marco, no describen el núcleo sistémico, ni la constitución escrita ni la palabra democracia. Japón no es una variación de lo estimado en Occidente, sino un modelo alternativo, con grandes impactos modélicos en Corea del Sur, Taiwán y China1654. B)
LA UNIÓN DE LA INDIA: ENTRE EL MITO DE LA DEMOCRACIA MÁS GRANDE DEL MUNDO Y EL REPUBLICANISMO HINDÚ
El segundo ejemplo para estudiar es aquella quinta parte de la población mundial que se organiza en la Unión de la India bajo la constitución federal del socialismo democrático de 1949. Ella combinó hábilmente estructuras adoptadas de los dominios británicos con influencias alemanas (Weimar), soviéticas y estadounidenses. Como los fundadores del Estado y siguientes líderes, han servido juristas y otros intelectuales, originalmente con una formación universitaria de Occidente, pero no militares. También fue una particularidad el mito fundador positivo que se formó alrededor del héroe independista MAHATAMA GANDHI (1869-1948), un abogado y pacifista carismático con una doctrina de la no violencia que se distinguió diametralmente de los fundadores de los demás Estados asiáticos. De igual forma, desde el establecimiento del Estado subcontinental, se han practicado cíclicamente elecciones y se han evitado exitosamente golpes de Estado. La Unión subrayó su capacidad modernizante en 1976, cuando constitucionalizó la protección ambiental como uno de los primeros protagonistas del planeta. Sin embargo, hay que preguntarse cuidadosamente si esto significa realmente la democratización más exitosa en Asia. De todos modos, en comparación con la democracia constitucional de Occidente, hay que destacar doce particularidades sistémicas. Primero, entre 1947 y 1989 pudo observarse la dominación casi dinástica de tres generaciones de la familia brahmana Nehru-Gandhi –con los primeros ministros JAWAHARLAL NEHRU (1947-1964), su hija INDIRA GANDHI (1966-1977, 1980-1984) y su nieto RAJIV GANDHI (1984-1989)– en combinación con el sistema unipartidista de facto del partido fundador Congreso Nacional, lo que prohíbe toda calificación de la Unión como una democracia competitiva antes de 1989, pero también en la fase posterior se ha prolongado una posición casi hegemónica del partido sistémico incluyendo el gobierno reciente de MANMOHAN SINGH (2004-2014). En total, el Congreso Nacional ha gobernado el 80% del periodo desde 1947. En 2014, fue superado por un partido derechista del nacionalismo etno-religioso hindú, el Partido Popular Indio. 1654
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Arts. 1, 20 y 89 de la Constitución de Japón de 1946, op. cit. Comp. ROGER BOWEN, Japan’s Dysfunctional Democracy, Nueva York, East Gate, 2003; KLEIN & W., Japan, op. cit., págs. 26 y ss; LOEWENSTEIN, Verf.lehre, op. cit., pág. 460; ROBBERS, World Constitutions, op. cit., págs. 458 y ss; ETHAN SCHEINER, Democracy without Competition in Japan, Cambridge, Univ. Press, 2006; OLAF ZORZI, Gaijin, Manager, Schattenspieler, St. Gallen, Univ., 1999, págs. 238 y ss; VERGOTTINI, Transiciones, op. cit., págs. 27 y s.
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Segundo, paralelamente a la constitución de tipo occidental con su terminología secular, reclama también el derecho hindú por su origen divino ser norma de normas, lo que se articula visiblemente en la protección legal de la vida y presencia de las vacas sagradas en las calles, pero más profundamente en hechos como el fracaso de la prohibición legal del matrimonio de niñas menores de edad y en la ineficacia de la ley sobre la prohibición de la dote de 1961. En una cultura de dotes excesivamente altas, continúa existiendo la plaga masiva de los feminicidios de dote, tanto en forma del asesinato de una mujer joven recientemente casada por su esposo –si la familia de ella no responde a solicitudes de pagos adicionales–, al igual que mediante infanticidios femeninos por madres y abuelas que matan a niñas recientemente nacidas para evitar futuras dotes, sin que el Estado cumpliera eficazmente con su deber protector de los derechos de la mujer y las niñas. Tercero, mientras el derecho constitucional de 1949 afirma la igualdad inter-individual, el derecho hindú parte de la estructura jerárquica de la sociedad en forma del sistema de las castas por nacimiento. ¿Quién gana? Hasta entonces, el último muestra una fuerza notable. Si se analiza la élite republicana, casi todos los primeros ministros y demás políticos importantes han pertenecido a la casta más alta de los brahmanas. De igual forma, continúa existiendo el estatus sub-estamental precario de los intocables (paria, dalit) en la dimensión del 16,2% de los ciudadanos de la Unión. La perdurabilidad es asociada con la creencia religiosa en la rueda eterna de las reencarnaciones calificadoras, así por lo menos en los más de dos tercios de la población hindú que han continuado viviendo en la esfera rural, pero también bajo signos neo-estamentales en los patrones urbanos de identidad. Según esta lógica, los intocables son castigados por deficiencias en su vida anterior. También el texto constitucional mismo es ambiguo, cuando declara la “abolición de la intocabilidad”, pero circunscribe paralelamente al mismo grupo bajo la denominación seudo-neutral de las “castas listadas”. De todos modos, una sociedad estamental nunca puede ser considerada una variación dentro del constitucionalismo democrática, pues se trata de la antítesis más evidente de sus pilares de la igualdad legal y libertad. Cuarto, el enfoque secular de la constitución de 1949 pudo conectarse con el tradicional carácter no misional del hinduismo y con el hecho de que el Estado aloja una ‘minoría’ islámica extensa de 177 millones de personas en la dimensión del 11% de los musulmanes del mundo, pero no logró relacionarse materialmente con el perfil laico de la Ilustración europea. No es antirreligioso, sino pretende garantizar la igualdad entre las religiones según el ideal oriental de la armonía. Cabe resaltar que no se ha estatalizado el derecho familiar, sino que el mismo continúa siendo dividido en las dos ramas religiosas del derecho hindú y del derecho islámico para el 80% y el 15% de la población de la Unión, respectivamente. Quinto, según la perspectiva cíclica del hinduismo que posiciona el ser humano en un ciclo eterno de reencarnaciones en cuanto a las buenas y malas acciones de la vida y 523
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que recomienda la superación del ego, es casi imposible admirar el liberalismo occidental con su enfoque en satisfacer máximamente las anisas terrenales. Sexto, respecto a las teorías del Estado importadas, en vez de las liberales e individualistas se han retomado preferencialmente las ramas colectivas –socialistas y nacionalistas– como las más compatibles con la cultura propia. El semi-socialismo sin comunismo del fundador NEHRU, se distanció acentuadamente de la influencia liberal de Gran Bretaña en los 90 años anteriores. Séptimo, llama la atención que la Unión de la India se ha opuesto más agudamente que la mayor parte de los Estados asiáticos a la unificación cultural según rasgos eurodescendientes. En conjunto con varios Estados islámicos, se ha defendido el estilo de vestimenta propio –alrededor del dhoti y el sari–. Octavo, la estructura socioeconómica del pueblo estatal se caracteriza por un 68,8% de los indios que vegeta todavía hoy con menos de 3,10 dólares diarios, el 55,5% de la población urbana que vive en barrios miserables y por la exclusión del 27,9% del demos de la alfabetización. De tal manera, son sistemáticamente violados principios fundamentales del texto constitucional, como la justicia social, la existencia digna, el derecho a la educación y la educación obligatoria y gratuita. Hasta ahora, la industrialización insular no ha mejorado la pobreza masiva, sino ha profundizado las diferencias de oportunidades –en contra del fin constitucional de minimizarlas–. Las condiciones señaladas ofrecen pocos espacios para desarrollar una cultura democrática eficaz, que tendría que basarse en un horizonte político bien informado, opiniones equilibradas y la responsabilidad del ciudadano maduro. Consecuentemente, de 1952 a 2009, pudo observarse una abstinencia general del 40% o más de los indios en las elecciones. Noveno, de la era preilustrada resucitó una cultura política y administrativa del clientelismo, de la corrupción, de privilegios para los económicamente potentes y de la compra de votos de ciudadanos pobres sin alfabetización. Décimo, es preciso advertir que se ha establecido en la Unión una oligarquía y clase política-económica bien encerrada, lo que se repite 28 veces en cada uno de los Estados miembros. Decimoprimero, la Unión no solo ha declarado los tres grandes estados de sitio de 1962 a 1968, 1971 y 1975 a 1977, sino también ha efectuado más que cien intervenciones autocráticas en Estados particulares, aplicando el gobierno presidencial que sirvió, a veces, para superar a crisis concretas y, a veces, para perseguir a oponentes. Además, la India tendió a perpetuar un derecho excepcional de seguridad en forma de su legislación antiterrorista de 1967, 1985 (hasta 1995) y 2002 (hasta 2004). Es bien documentado que las fuerzas de seguridad han violado masivamente derechos fundamentales, en particular en Estados federados con movimientos autonomistas y separatistas, donde se han comprobado ejecuciones extralegales, desapariciones forzadas y un alto grado de impunidad.
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SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
Decimosegundo, respecto a las relaciones internacionales, la Unión de la India se distanció inmediatamente de Gran Bretaña y del resto de Europa occidental, buscando en la Guerra Fría (1946-1989) su posición en las cercanías del lado soviético y comprando, hasta la fecha, su equipo militar en Rusia. Desde la década de 1990, ha actuado –junto a China– como el segundo gran desafiador de Occidente. A diferencia de la democracia misional de Occidente, la India tampoco ha articulado tendencias a exportar su modelo de Estado a los países vecinos. En resumen, el sistema político de la Unión de la India muestra tantas particularidades bien establecidas –incluyendo su derecho religioso supraconstitucional de facto, su orden estamental por reencarnación, su clase política bien encerrada, sus tendencias a una androcracia y sus negaciones de derechos humanos–, de modo que es inoportuno interpretarle como una mera variación dentro del modelo occidental de la democracia. Es mucho más que una mera apreciación folclórica, si el visitante occidental percibe la India a primera vista como místico, misterioso y diferente. El gran contrincante del constitucionalismo importado es menos un gobierno omnipotente, sino la omnipresencia de una tradición religiosa, social y cultural casi invencible1655.
1655
Arts. 14-18, 36-51, 330, 341, 352 y 356 de la Constitución de India de 1949, op. cit.; Child Marriage Restraint Act, Ley 19 de 1929 con reformas de 1940 y de 1978; Ley de la prohibición del matrimonio de niños de 2006; Dissolution of Muslim Marriage Act, Ley 8 de 1939; Hindu Marriage Act, Ley 25 de 1955; Hindu Succession Act, Ley 30 de 1956; Unlawful Activities Act, Ley 37 de 1967; Terrorist and Disruptive Activities Act de 1985; Prevention of Terrorism Act, Ley 15 de 2002. Véase DANIEL BONILLA M. et al., Constitucionalismo del Sur global, Bogotá, Siglo del Hombre, 2015, págs. 269 y ss, 405 y ss; ELISABETH BUMILLER, May you be the Mother of a 100 Sons, N. Delhi, Penguin, 1991, págs. 44 y ss; IRA DAS, Staat und Religion in Indien, Tübingen, Mohr Siebeck, 2004, págs. 27 y ss, 31 y ss, 95 y ss; JEAN DREZE & AMARTYA SEN, An uncertain Glory, Princeton, Univ. Press, 2013; ELLEN EHMKE, “Indien, Subkontinent in Schieflage”, en rev. Blätter, núm. 5, Berlín, Red. Blätter, 2014, págs. 23-26; SUMIT GANGULY et al., The State of India’s Democracy, Baltimore, J. Hopkins Univ. Press, 2007, págs. 3 y ss, 45 y ss, 67 y ss, 161 y ss; GOSWAMI, Child Marriage in India, op. cit.; GOV. OF INDIA, REGISTRAR GENERAL (Eds.), Scheduled Castes and Scheduled Tribes Population, 2001, http://censusindia.gov.in/Census_Data_2001/India_at_glance/ scst.aspx (5.1.2018); HRW, World Report 2017, op. cit., págs. 313 y ss; MANN, The Dark Side of Democracy, op. cit., págs. 486 y ss; IIDEA (Ed.), Voter Turnout Data for India, http://download.idea.int/vt/ countryview.cfm?id=105 (5.1.2018); K. JAYASUDHA R. & JOY V. JOSEPH, “Executive Discretion and Art. 356 of the Constitution of India”, en revista EJCL, núm. 8.1, Maastricht, Fac. de Derecho, 2004, http ://www.ejcl.org/81/art81-4.html#N_1_ (5.1.2018); ATUL KOHLI et al., The Success of India’s Democracy, Cambridge, Univ. Press, 2001, págs. 23 y ss, 163 y ss, 193 y ss; KOTHARI, A Social Rights Model from India, op. cit., págs. 5-21; KULKE & R., A History of India, op. cit., págs. 326 y ss; NOLTE, Weltgeschichte, op. cit., págs. 147 y s; SMITA NARULA, Broken People, Nueva York, HRW, 1999, págs. 23 y ss, 42 y ss, 166 y ss; ROTHERMUND, Geschichte Indiens, op. cit., págs. 100 y ss, 103 y ss; ÍD., Indien, op. cit., págs. 30 y ss, 34 y ss, 69 y s; SPEAR, A History of India, t. 2, op. cit., págs. 230 y ss, 244 y ss; THAROOR, India, op. cit., págs. 37 y ss, 79 y ss; THE PEW FORUM, Global Muslim Population, op. cit.; UNDP, HDR 2016, op. cit., pág. 232; UNFPA, Marrying too young, op. cit., pág. 47; UN-HABITAT, Slums of the World, op. cit., pág. 80; UNICEF, State of the World’s Children 2016, op. cit., págs. 150 y ss; CHRISTIAN WAGNER, Das polit. System Indiens, Wiesbaden, VS, 2006, págs. 36 y ss, 103 y ss, 116 y ss, 243 y ss; WORLD BANK, World Development Indicators 2017, op. cit., pág. 23; ASTRID ZILM, Das Kastensystem in der Rechtsordnung Indiens, Fráncfort, Lang, 1997, págs. 41 y ss, 124 y ss, 146 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
C)
TURQUÍA: ENTRE EL KEMALISMO Y EL NEO-ISLAMISMO
El tercer ejemplo importante de la demo-autocracia híbrida fue Turquía durante el periodo comprendido entre 1989 y 2016. A partir de la apertura de la longeva dictadura del Partido Republicano Popular de corte kemalista en 1950, hubo varios intentos de constitucionalizar y democratizar el Estado sucesor principal del Imperio Otomano, inclusive la promulgación de la constitución idealista de 1961, pero el desarrollo político se caracterizó más por los golpes de Estado del ejército kemalista de 1960, 1971 y 1980. El golpe de 1960 no tuvo remordimientos de ejecutar al anterior primer ministro ADNAN MENDERES (1950-1960). De 1960 a 1989, todos los Presidentes turcos fueron militares1656. Entre la retirada del último dictador militar KENAN EVREN en 1989 y el golpe de Estado postmoderno de las fuerzas armadas en 19971657, la república mostró por segunda vez tendencias de una democratización. Es cierto que la ideología kemalista quiso occidentalizar el país y, por eso, Turquía buscó en sus relaciones exteriores la cercanía de la OTAN (1952) y de la Comunidad Europea (1963), pero respecto a los contenidos concretos, el Occidente de la visión kemalista tuvo más elementos en común con la Italia nacionalista de MUSSOLINI que con la Suiza participativa. Bajo la constitución de origen dictatorial de 1982, perduró el papel clave de las fuerzas armadas kemalistas. Entendieron a sí mismo como el guardián de la república y hubo una fuerte influencia política de a través del Consejo de Seguridad Nacional, cuyas recomendaciones reclamaron un rango fácticamente obligatorio. Además, hay que indicar la tendencia a gobernar por estados de sitio y el uso excesivo de la facultad ejecutiva de legislar mediante decretos para superar urgencias reales o afirmadas. Se militarizó la seguridad interna y se instrumentalizó la justicia militar frente a civiles. Se diseñaron políticas del enemigo público, dirigidas tanto contra la izquierda como frente a los regionalistas kurdos, inclusive estrategias paramilitares escondidas, ejecuciones extralegales y torturas. La influencia de la OTAN en la Guerra Fría profundizó estas tendencias anti-constitucionales, pues los EE.UU. motivaron –similar a su influencia en América Latina– la elaboración de un derecho acentuado de la seguridad contrainsurgente para combatir todo tipo de izquierda según criterios de la eficiencia militar. La inmunidad de los golpistas de 1980 completó la imagen. Por el servicio militar obligatorio largo en uno de los ejércitos más grande del mundo con hasta 600 mil soldados, se transmitió sistemáticamente los valores del militarismo y nacionalismo a las cabezas masculinas. Paralelamente, continuó en los colegios la enseñanza doctrinaria para amar casi religiosamente al fundador ATATÜRK y su ideología estatal. Los comienzos del nuevo milenio se caracterizaron por la desconstrucción del republicanismo militar. Ahora, las elecciones llevaron a los gobiernos anti-kemalistas y 1656 1657
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C. GÜRSEL (1960-1966), C. SUNAY (1966-1973), F. KORUTÜRK (1973-1980) y K. EVREN (1980-1989). No fue un golpe clásico, sino el militar presentó un ultimátum para imponer 18 pretensiones bajo la amenaza con un golpe. Poco después el gobierno dimitió y el respectivo partido fue prohibido.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
confesionales de NECMETTIN ERBAKAN (1996-1997) y RECEP TAYYIP ERDOĞAN (desde 2003) que buscaron medidas para restringir la influencia de las fuerzas armadas seculares y pretendieron construir una versión moderada de la república islámica. Uno de los conflictos claves fue la revocación de la prohibición kemalista de los velos islámicos en la administración pública y en las Universidades (2010, 2013). Las reformas constitucionales de 1999 a 2005 y, en particular, la gran reforma de 2010 intentaron compatibilizar la constitución turca con los estándares de la Unión Europea, inclusive la abolición de la pena de muerte y la revocación de la inmunidad de los militares. En esta fase, muchas reformas se inspiraron en el deseo turco de recibir la admisión como miembro de la Unión Europea. Las reformas civiles y penales de 2001 y 2004 concluyeron el camino, iniciado en 1926, de llegar a códigos de la modernidad europea. Sin embargo, la historia de las respectivas negociaciones resultó una historia de rechazos endémicos, que se basaron en el fundo –pero casi nunca explícitamente– en el anti-orientalismo y anti-islamismo en los patrones de identidad de Occidente De todas maneras, Turquía no fue dispuesta a eliminar la cláusula de barrera de la ley electoral de 1983 que requirió la superación del 10% de los votos para poder entrar al parlamento. Así, se ignoró la voluntad de grandes partes del demos y se imposibilitó todo ascenso de partidos étnicos de la minoría kurda, de partidos de izquierda y de partidos verdes. También otros obstáculos, como el requisito de disponer de 123 oficinas en todo el país, bloquearon el ascenso de partidos distintos con conceptos de reforma. Paralelamente, el Estado turco aplicó frecuentemente la autorización constitucional a prohibir partidos políticos indeseados, así sucedió 27 veces entre 1968 y 2009. Además, bajo todas las constituciones de 1924, 1961 y 1982 y también en la era de la gran reforma de 2010, la calidad iusfundamental fue superpuesta por un nacionalismo agudo que se manifestó en la fuerte supresión homogeneizadora frente al 20% del pueblo que habla el lenguaje iraní kurdo, incluyendo la prohibición constitucional de la educación en un idioma diferente del turco y la sumisión de la respectiva libertad de opinión a una cruda razón de Estado. Cabe destacar que tanto el Código penal de 1926 como su sucesor de 2004 normativizaron el delito político de la ofensa de la nación turca que fue ampliamente aplicado para amordazar a intelectuales críticos, incluyendo la tematización del tabú del genocidio otomano en los armenios de Asia menor en 1915. A pesar de Turquía aceptó, en 1987, el amparo individual al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, no puede ignorarse que el país ha acumulado la cifra extremamente alta de 2.889 condenas por violaciones de derechos humanos. Las dimensiones autocráticas se intensificaron en la década de 2010 bajo el longevo Presidente ERDOĞAN que se convirtió finalmente, con el estado de sitio de 2016 y el referéndum constitucional de 2017, en dictador. Partiendo del intento fracasado del golpe militar kemalista de 2016, se reforzaron las detenciones de presumidos opositores y limpiezas del sector militar, judicial y administrativo –inclusive alcaldes electos–. 527
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
Como opositores indeseados sirvió tanto el Movimiento islamista de Gülen –que se transformó de un aliado gubernamental en grupo declarado terrorista– como los kemalistas socialdemócratas y la minoría étnica de los kurdos. En cuanto a la libertad de prensa, Turquía se convirtió en la prisión más grande para reporteros que fue responsable, en 2016, para casi la tercera parte de todos los periodistas encarcelados del mundo, bajo una intolerancia absoluta frente a toda crítica pública de la política gubernamental. Sintetizando lo expuesto, Turquía fue entre 1989 y 2016 una demo-autocracia híbrida – para algunos observadores incluso una democracia defectuosa–. Sin embargo, a partir de 2016 se trata de una dictadura oriental similar a otros países de la zona1658. D)
UCRANIA: ENTRE RUSIA Y LA UNIÓN EUROPEA
Otro ejemplo de la demo-autocracia híbrida es Ucrania, el Estado con el territorio más grande en Europa (excepto Rusia). Es una de las repúblicas más artificiales, creada en la independencia post-soviética de 1991 con bases en una formación efímera en la caída del Imperio Ruso bajo la capa de protección del ejército alemán (1917-1922) y del posterior Estado federado de la Unión Soviética con el mismo nombre. Esta situación es un resultado de la experiencia histórica compleja con varios cambios en la orientación cultural. La parte central y septentrional había pasado por la monarquía oriental de la Rus de Kiev (882-1240), la larga pertenencia al Reino occidental de Polonia-Lituania en la Baja Edad Media y la modernidad temprana (1323-1793), la división entre el tercio austríaco alrededor de Leópolis y los dos tercios en manos rusas 1658
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Arts. 33, 42, 68-69 de la Türkiye Cumhuriyeti Anayasasi, Constitución de Turquía, ley 2.709 de 1982, en Gaceta 17.863 de 1982; Constitución de Turquía, ley 334 de 1961, en Gaceta 10.859 de 1961; art. 159 del Türk Ceza Kanunu, Código penal turco de 1926, op. cit.; art. 301 del Código penal turco, Ley 5.237 de 2004, en Gaceta 25.611 de 2004. Véase tb. cap. VI.2.A.b. Sobre Turquía: ŞAHIN ALPAY, “Die politische Rolle des Militärs in der Türkei”, en revista APuZ, núm. 39-40, Bonn, BPB, 2009, págs. 9-15; NILAY ARAS, “Die Bedeutung der EMRK für den Grundrechtsschutz in der Türkei”, en revista ZEuS, núm. 2, Berlín, BWV, 2007, págs. 219-246; COMMITTEE TO PROTECT JOURNALISTS, 2016 prison census, 259 journalists jailed worldwide, 2016, https://cpj.org/imprisoned/2016.php (5.1.2018); ECHR (Ed.), Annual Report 2016, Estrasburgo, ECHR, 2017, pág. 203; GLOBAL FIREPOWER, Active Military Manpower, op. cit.; GOTTSCHLICH, Türkei, op. cit., págs. 86 y ss; SUSANNE GÜSTEN, “Die Kurdenfrage in der Türkei”, en revista APuZ, núm. 39-40, Bonn, BPB, 2009, págs. 21-26; HARTMANN, Staat u. Regime, op. cit., págs. 189-210; DIETRICH JUNG, “Auf dem Weg in eine neue Republik?” en revista GIGA Focus, núm. 8, Hamburgo, GIGA, 2011, págs. 1-8; HRW, World Report 2017, op. cit., págs. 600 y ss; HASAN KAYGISIZ, Menschenrechte in der Türkei, Fráncfort, Lang, 2010, págs. 221-268; KREISER & N., Türkei, op. cit., págs. 433 y ss; PLAGEMANN, Allahs Gesetz/ Modernisierung, op. cit., págs. 257 y ss, 267 y ss; REPORTERS WITHOUT BORDERS, Worldwide Round-Up of Journalists who are Detained, held Hostage or Missing, París, RWB, 2016, págs. 3 y ss; RUMPF, Das türk. Verf.system, op. cit., págs. 68 y ss, 87 y s, 104 y ss; PHILIPP SCHWEERS & PRZEMYSŁAW OSIEWICZ, “Der Hüter der Republik”, en revista WeltTrends, vol. 16, núm. 62, Potsdam, Welt Trends, 2008, págs. 68-76; MEHTAP SÖYLER, “Der demokratische Reformprozess in der Türkei”, en revista APuZ, núm. 39-40, Bonn, BPB, 2009, págs. 3-8; STEINBACH et al., Länderbericht Türkei, op. cit., págs. 38 y ss, 121 y ss, 151 y ss.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
alrededor de Kiev (1793-1918) y la subsiguiente división entre Polonia y la Unión Soviética (1922-1939). Además, Ucrania incluye desde la expansión de 1945 algunos territorios que habían pertenecido, por un milenio, a la tradición húngara, mientras toda la mitad sur del país se presenta como el resultado de la colonización rusa de la ex estepa póntica (desde 1783) con una larga pretradición otomana y musulmana. Durante el siglo XIX ruso y el siglo XX soviético, la parte oriental había servido como el corazón de la revolución industrial de este imperio mundial (en la Cuenca del Donéts, Kryvbas y Marhanez). En el resultado de las respectivas migraciones industriales, transculturaciones y también limpiezas étnicas del dictador STALIN, el país se presenta de modo binacional, con un noroccidente ucraniano y un sudeste ruso. De todos modos, la Ucrania de 1991 se originó en una revolución de los oligarcas –es decir, de funcionarios comunistas que ascendieron en la redistribución de la anterior propiedad popular a una riqueza astronómica– en vez de movimientos populares, lo que predeterminó el estilo político. De todos modos, los sucesos irregulares alrededor de las elecciones presidenciales de 2004 y la farsa judicial que terminó en 2010/2011 con la destitución y condenación política de la primera ministra YULIA TIMOSHENKO –del partido de oposición del Presidente semi-autocrático VÍKTOR YANUKÓVICH (2010-2014)– subrayan defectos sustanciales entre el caos democrático y el orden autocrático. En ello, se profundizó la división de orientación, pues la mitad occidental buscó acercarse nuevamente a Europa, mientras la mitad oriental intentó mantener la cercanía con Rusia. La situación insostenible explotó en la crisis estatal de 2014. En el primer paso, ocurrió el golpe de Estado de la mayoría parlamentaria contra YANUKÓVICH, motivado por las políticas cuasi intervencionistas de la Unión Europea, que generó unas expectativas económicas atractivas en caso de un acercamiento. En el segundo paso, la República Autónoma de Crimea –un Estado federado único con una población mayoritariamente rusa– realizó un referéndum, declaró su secesión e independencia y se incorporó como la vigésima segunda república a la Federación Rusa. Además, la minoría rusa del sudeste de Ucrania declaró su independencia y formó dos repúblicas de facto –Donetsk y Lugansk– que llevaron a una guerra civil larga. En el tercer paso, el empresario y oligarca PETRÓ POROSHENKO ganó las elecciones presidenciales con un programa pro-occidental de la política exterior, pero gobernó con estados de sitio, limitaciones de derechos y prohibiciones de partidos políticos1659.
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HIRSCHMANN, Wie Staaten schwach werden, op. cit., págs. 146 y ss; KAPPELER, Geschichte der Ukraine, op. cit., págs. 167 y ss, 246 y ss, 334 y ss; TARAS KUZIO, “Ukraine, Muddling along”, en SHARON L. WOLCHIK et al. (Eds.), Central and East European Politics, 2ª ed., Plymouth, Rowman & L., 2011, págs. 335-368; MARSHALL, Prisoners of Geography, op. cit., págs. 24 y ss; REINHARD MERKEL, “Die Krim und das Völkerrecht”, en periódico FAZ, de 7.4.2014; NORMAN PAECH, “Wem gehört die Krim?” en PETER STRUTYNSKI (Ed.), Ein Spiel mit dem Feuer, Colonia, PapyRossa, 2014, págs. 54-64; WINFRIED
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8. LAS PROPORCIONES DE LOS SIETE MODELOS EN EL MUNDO DE HOY En este lugar, se quiere elaborar un panorama global del grado de penetración que los siete modelos post-agrarios del Estado han logrado en la actualidad, orientándose en el porcentaje de la población mundial gobernado por cada uno de ellos. Una visualización se encuentra en el mapa 39. El gran ganador es la autocracia republicana que manda sobre el 28,3% de la población mundial (2112,2 millones de personas), con Pakistán, Bangladés, Nigeria y Rusia como los cuatro Estados demográficamente más pesados. El segundo modelo más exitoso es la demo-autocracia híbrida que incluye el 27,9% de la población mundial (2081,3 millones de habitantes), con India, Indonesia y Japón como los tres Estados más poblados. En el tercer rango, se señala la democracia popular comunista con el 20% de la población mundial (1496,4 millones de ciudadanos), incluyendo China, Corea del Norte y Vietnam como los representantes con el tamaño demográfico primordial. Sigue en el cuarto puesto, el Estado constitucional, democrático, social y ambiental con el dominio sobre el 13,4% de la población mundial (1003,9 millones de personas), con Brasil, México y Alemania como los tres Estados más poblados. En el quinto puesto está el Estado constitucional republicano-democrático en la variante originaria-liberal con un solo representante, los EE.UU., que encarnen el 4,3% de la población global (324,4millones). En sexto lugar, sigue la monarquía liberal con el 3,1% de la población mundial (231,1 millones) y Gran Bretaña, España y Canadá como los tres Reinos más poblados. Como el colista se ha posicionado la monarquía autocrática moderna con el 3% de la población mundial (221,1 millones) y Tailandia, Marruecos y Arabia Saudita como los tres casos más poblados1660. Se calculan los dos tipos de la república constitucional y la monarquía liberal de modo unido, subiría este conjunto de la ‘democracia occidental’ al tercer rango en la dimensión del 20,8% de lo población planetaria, lo que hace visible la zona del Occidente tricontinental en Europa, las Américas y Australia-Nueva-Zelanda como la zona precisa y delimitada del constitucionalismo democrático. Aparte del éxito del Estado constitucional material dentro de la cultura de origen, puede comprobarse que, en 2018, la mayor parte de los demás Estados del mundo han retomado también los rasgos generales del republicanismo, la constitución escrita como tal, una cierta retorica de la legitimación democrática del poder, el constructo de la nación y el ideal de la estatalidad social. En su diplomacia pública, casi todos los Estados del siglo XXI pretenden presentarse modernos en estos sentidos, en particular para no ser excluidos de las oportunidades atractivas del sistema de las relaciones internacionales y del comercio mundial. Sin embargo, casi todos los Estados orientales y africanos funcionan de modo diferente en sus dinámicas de poder y sistemas de valores, incluyendo grandes reservas frente a la democratización, individualización y eco-
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SCHNEIDER-D., Die Ukraine, Berlin, BWV, 2012, págs. 133 y ss, 159 y ss, 181 y ss, 255 y ss, 285 y ss. 337 y ss. Dtaos demográficos según UN DESA, World Population Prospects 2017, op. cit., págs. 17 y ss.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
nomización. Indudablemente, Occidente ha hecho todo lo posible para estandarizar el planeta según los conceptos de su doble revolución ilustrada e industrial, consagrándolos al estilo de valores universales innegables, pero las décadas desde 1970 se han caracterizado por fuertes tendencias contra-hegemónicas de la re-culturación y re-diversificación. Con toda probabilidad, el mundo sería mucho más honesto y entendible sin la presión actual que coacciona a los sistemas estatales asiáticos y africanos en los vestidos de la jerga política de la Ilustración europea. Si se buscan las excepciones principales de la legitimación democrática del poder, su ubicación sorprende a primera vista, pues se encuentran varias de aquellas en Europa misma: por una parte, Gran Bretaña conserva en lugar de la soberanía popular, la soberanía institucional del parlamento con fuertes prerrogativas del monarca, y, por otra parte, la constitución de la monarquía holandesa tampoco conoce palabras como democracia, mientras ha sobrevivido en Dinamarca la soberanía del monarca y en Liechtenstein una co-soberanía monárquica y popular. Sin embargo, estas particularidades jurídicas no afectan el funcionamiento de facto de los respectivos Estados en las cercanías del constitucionalismo democrático. Muchos observadores occidentales son sorprendidos sobre el hecho, pero es innegable que la democracia popular comunista-confuciana de la sinósfera cultural ha alcanzado un peso comparable. Un modelo aun más exitoso es la república autocrática que se ha difundido también desde Europa, modificándose por ejemplo a los submodelos del putinismo ruso, de las repúblicas islámicas en Oriente, del socialismo militar árabe en la misma zona y de las dictaduras de desarrollo en el África subsahariana. Entre las últimas ganancias de la república autocrática, se detectan Turquía y Venezuela a partir de 2016. Como otro modelo muy exitoso, se ha identificado la demo-autocracia híbrida que incluye los tres ejemplos profundizados de Japón, India y Ucrania, pero también casos como la Indonesia de la Pencasila1661, los Estados empresarios disciplinados de Corea del Sur y Taiwán, el acuerdo maoísta-liberal en Nepal, el régimen de apartheid judeo-palestino de Israel1662, el sistema de la paz religiosa proporcional de Líbano1663 y, desde 2015, a causa de la retirada parcial del militarismo birmano, Myanmar, aunque el etnocidio de 2017 contra la minoría musulmana de los rohinyás, hace probable una reincidencia en las conductas clásicas del país1664.
1661 1662
1663 1664
SCHOTT, Indonesien, op. cit., págs. 85 y ss. ARIELLA AZOULAY & ADI OPHIR, The One-State Condition, Stanford, Univ. Press, 2013, págs. 127 y ss; MARQUARDT, Ius contra bellum, op. cit., págs. 447 y ss. HALM, Die Araber, op. cit., págs. 116 y ss; MARQUARDT, Ius contra bellum, op. cit., págs. 456 y ss. VANESSA STEINMETZ, “Gewalt gegen Rohingya, Burmas dunkle Mächte”, en Der Spiegel, de 13.9.17, http://www.spiegel.de/politik/ausland/gewalt-gegen-rohingya-burmas-dunkle-maechte-a-1167436.html (5.1.2018).
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
9. SOBRE EL ÉXITO DE LA GRAN TRANSFORMACIÓN ESTATAL EN LOS ÚLTIMOS DOS SIGLOS Y MEDIO A)
LAS 18 CONDICIONES DE ÉXITO DEL ESTADO CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICO, SOCIAL Y AMBIENTAL
Se debe tener cuidado con el acortamiento mítico que considera la gran transformación política y jurídica del Reino dinástico al Estado constitucional, democrático, social y ambiental desde 1776 como un fenómeno natural de la historia humana, que se escapa de la necesidad de interpretación de manera aparentemente elegante a causa de la presunta supremacía y misión salvadora de los valores universales representados. En lugar de eso, vale la pena que preguntarse por las condiciones de éxito precisos. Al estilo de una síntesis del capítulo VII, se pretenden discutir dieciocho puntos. (1) El reemplazo originario del mundo agrocivilizatorio. El sustituido Reino dinástico había sido la manifestación política-jurídica de un tipo de civilización específico, las culturas agrarias avanzadas que se extendieron en grandes partes del mundo en los cinco milenios entre 3000 a.C. y 1800 d.C.1665. Con la caída del mundo agrocivilizatorio en el contexto de la doble revolución ilustrada e industrial, el mismo desapareció casi automáticamente, sobre todo porque el crecimiento de la complejidad social sobrepasó los límites de capacidad inherentes al liderazgo dinástico al estilo de un comandante militar y juez supremo. En cambio, se necesita reconocer en el Estado constitucional republicano-democrático y su perfeccionamiento socio-ambiental, el modelo político inmanente al patrón de esa doble revolución. (2) La tradición del protoconstitucionalismo europeo. Para el éxito, parece un contexto primordial que un Estado perteneció al círculo cultural europeo con su larga experiencia en el protoconstitucionalismo del antiguo régimen1666. De tal manera, los actores de la era revolucionaria estuvieron familiarizados rudimentariamente con lógicas del poder público limitado. Aunque la Ilustración social-newtoniana no fue predestinada por ningún determinismo, tampoco debe ser considerada irrelevante el ámbito relativamente favorable. (3) Mutaciones al azar. En la transformación originaria –la de la América británica de 1776– no debe subestimarse la relevancia de una mutación imprevista del pensamiento estatal y protoconstitucional europeo. Esta mutación fue promovida por las ventajas de una periferia aislada que pudo experimentar con una libertad aumentada en vista de la baja complejidad institucional y poca presión de corrección. También en los siguientes 242 años, volvieron a veces dinámicas inesperadas. En sistemas dinámicos no lineales, nunca se debe subestimar los efectos mariposa de la teoría del caos que enseñan que 1665 1666
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Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 51 y ss. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 303 y ss.
SIETE VARIACIONES DEL NUEVO MODELO ESTÁNDAR
cambios pequeños puedan llevar a efectos muy grandes. Pueden pensarse en hechos como, primero, la terquedad de ENRIQUE de Artois quien rechazó el trono francés (1871) y republicanizó –de modo involuntario– el primer Estado central del sistema internacional de la pentarquía; segundo, la muerte joven del príncipe consorte ALBERTO de Gran Bretaña (1861) que llevó a la pasividad gubernamental de la longeva Reina VICTORIA (1837-1901) y permitió, así, la liberalización de facto de la potencia primara de entonces; tercero, los disparos terroristas al sucesor del trono austríaco en 1914 que lanzaron Europa al abismo de las guerras pentarquicas como los grandes catalizadores de la historia política; cuarto, los torpedos de algunos submarinos alemanes de 1917 que motivaron los EE.UU. a involucrarse en la Gran Guerra y de transformarla en una cruzada prodemocrática; o quinto, las dinámicas sorprendentes en la transformación soviética de 1990. (4) La auto-legitimización al estilo de una religión secular. En la primera ola de transformación –la de 1776 a 1825– los seguidores de la Ilustración concibieron su modo de pensar como un mandato de la razón universal y una verdad absoluta. Intentaron reestructurar los fundamentos de lo político y de la sociedad con la auto-consciencia de ejecutar una misión salvadora según un conocimiento superior sobre las bases de la naturaleza planetaria, social e individual. También las generaciones posteriores santificaron los derechos humanos y la democracia como algo fuera de lo cuestionable. (5) El factor militar. La imposición originaria del nuevo modelo de Estado fue un acontecimiento fundamental de la política de poder. El triunfo o la derrota en el campo de batalla, contribuyeron decisivamente a la dinámica de expansión. En las dos Américas, los revolucionarios republicanos alrededor de GEORGE WASHINGTON, SIMÓN BOLÍVAR y BERNARDO O’HIGGINS vencieron inmediatamente en la primera ola de transformación entre 1776 y 1825. En cambio, en Europa ganó tanto en 1815 como en 1849 la contrarrevolución en nombre de la monarquía autocrática moderna. Al fin, fue el doble triunfo militar de la coalición liberal-democrática en las guerras pentarquicas de 1914 a 1945 el que condujo en el continente europeo a la implantación del republicanismo desde afuera por Estados precursores convencidos en su misión universal. El método contrafáctico puede aclarar lo expuesto, pues sin el ataque terrorista serbio a Austria en 1914, y sin el traslado de LENIN a Rusia por el ejército alemán en 1917, y sin la implosión étnica del Imperio Austrohúngaro en 1918, y sin el asalto megalómano de HITLER a Rusia en 1941, hubieran sido pensables alternativas notables. (6) Las oportunidades únicas de la colonización de continentes pre-estatales. La expansión democrática tuvo la ventaja de realizarse paralelamente a una ola extensa de la conquista y colonización de territorios pre-estatales. Casi la mitad de los territorios gobernados hoy según estándares democráticos, se les quitó a sociedades pre-estatales que fueron desplazadas violentamente, con etnocidios y genocidios, para hacerle espacio a las sociedades colonizadoras europeas que se escenificaron de modo democrático. Hay que nombrar en esta categoría tanto los 35 Estados federados nuevos, añadidos entre 533
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1791 y 1912 a los trece Estados Unidos originarios de 1776, como las partes meridionales de Chile y Argentina y, además, los territorios que finalmente se conocen como Canadá, Australia y Nueva Zelanda. (7) La desfeudalización. El modelo agro-civilizatorio del Estado –el Reino dinástico– no podía sobrevivir sin el fundamento del segmentarismo. La desegmentarización a partir de 1789, eliminó en todos los Estados europeos el señorío local, con lo cual fue deslegitimizado también su gran hermano derivado. La élite noble se disolvió o, mejor dicho, se incluyó a la nueva clase empresarial de la sociedad industrial. (8) Procesos de aprendizaje por ensayo y error. La habilidad para adoptar la democracia constitucional no existió automáticamente en la composición psicológica de los hasta entonces súbditos. Por el contrario, los actores necesitaron aprender en la práctica la diferenciación entre los medios competitivos adecuados y los destructivos, así como el respectivo estilo moderador, mediador, consensual y orientado al logro. En este sentido, muchos Estados pasaron en su primera transición democrática por varios decenios difíciles de crisis, como Hispanoamérica de 1810 hasta aproximadamente 1840, Portugal después de 1911 o Alemania entre 1918 y 1933. Tanto las nuevas élites republicanas, como los funcionarios y jueces, o también el pueblo mismo, tuvieron que pasar por estos procesos de aprendizaje y revalorización cultural. Lo que fue originalmente un gran experimento de ensayo y error, se consolidó típicamente por el cambio generacional en las nuevas generaciones ya socializadas democráticamente. (9) ¿Promoción automática por la economía de mercado? Varios autores (neo) liberales acentúan una supuesta interconexión íntima entre la democracia constitucional y la economía capitalista de mercado al estilo de dos lados de la misma moneda1667, pero observada de cerca, esa tesis parece al menos ambivalente. Aunque existe una base común en el pensamiento de la Ilustración, en el atomismo social-newtoniano, en el principio de la competencia y en el modo funcional de acelerar la transformación industrial, en la experiencia real el liberalismo económico pudo vivir bien con la estatalidad autocrática, como ya lo había mostrado el Reino de Prusia después de 1807, cuando combinó la introducción del liberalismo económico con el diseño paralelo de un acentuado principio monárquico. Otro ejemplo de la historia más reciente es la dictadura de mercado del general AUGUSTO PINOCHET en Chile (1973-1990), que se implantó en un Estado constitucional de una edad de 140 años con el fin de impedir reformas sociales legitimadas democráticamente, bajo el ideal de introducir un economismo neoliberal agudo más allá de toda perspectiva a ganar mayorías electorales1668.
1667
1668
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P. ej., se aplica la categoría híbrida de la democracia de la economía del mercado en el think tank neoliberal aléman: BERTELSMANN STIFTUNG (Ed.), Bertelsmann Transformations-Index 2016, http://www.bti-project.org/de/index/ (5.1.2018). Perspectiva crítica: CHANG, Bad Samaritans, op. cit., págs. 156 y ss. LLINÁS A., Anti-constitucionalismo, op. cit., págs. 199-249; RAMÓN, Historia de Chile, op. cit., págs. 235 y ss.
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Tampoco debe ignorarse que la teoría económica de la Ilustración había pensado en una sociedad liberal compuesta por una multitud de pequeños productores agrícolas y artesanos, pero nunca quiso legitimar poderes industriales fuertes. Por eso, varios observadores contemporáneos subrayan una relación tensa entre la democracia y el economismo liberal, pues en la época industrial el mercado organiza, aparte de las relaciones privadas de intercambio, también temas importantes del bien común por delegarlas a los propietarios y gerentes industriales que no son legitimados democráticamente; por lo tanto, el sociólogo alemán ULRICH BECK habla de la “democracia reducida a la mitad de la sociedad industrial”, que “quita de la decisión parlamentaria-política preguntas importantes de la transformación tecnológica de la sociedad”1669. Finalmente, la democracia moderna se ha maniobrado en un peligro permanente de ser instrumentalizada por una oligarquía industrial –a través del lobbying, el financiamiento de los partidos políticos, la corrupción o el poder de opinión en la televisión privada– con tendencias a degenerarse a una especie de econocracia. Dejar crecer la esfera del mercado a costo del Estado, significa siempre una des-politización y, de tal manera, una des-democratización, llevando –en las palabras de COLIN CROUCH– a una post-democracia1670. (10) Impactos de la industrialización. En la experiencia europea de la segunda mitad del siglo XIX, la creciente necesidad del Estado industrial en crear leyes y recibir impuestos, favoreció el ascenso de los cuerpos autorizantes y promovió, de tal manera, el proceso de la parlamentarización. Por su parte, las élites dinásticas –formadas según ideales militares– perdieron la capacidad para manejar personalmente la creciente complejidad del Estado industrial. Además, la transformación a la sociedad industrial requirió una aceleración de los procesos políticos, basándose en el impulso por el nuevo concepto del cambio frecuente de gobiernos en ciclos cortos. Visto empíricamente, la democracia constitucional se comprobó como un modelo hábil para profundizar y estimular permanentemente la gran transformación, adaptándose a las necesidades de las subetapas diferentes de la era de transformación, dedicándose flexiblemente a nuevos temas, solucionando eficientemente nuevos desafíos e incorporando elásticamente nuevos valores. (11) ¿La única aceleradora industrial? La democracia occidental se presentó propagandísticamente como la única aceleradora hábil para promover la transformación industrial. En este mito, se ignoró en qué medida por ejemplo la transformación alemana había recibido impulsos significativos tanto por el Imperio autocrático de los Hohenzollern (1871-1918), como por las dictaduras bélicas y prebélicas de LUDENDORFF (1917-1918) y HITLER (1933-1945). De igual forma, se desconoció otros competidores que mostraron resultados excelentes en reducir disparidades industriales, por ejemplo, la Rusia soviética y el Imperio de Japón en la década de 1930, los tigres asiáticos en la década de 1980 o la República Popular de China en el siglo XXI. 1669 1670
ULRICH BECK, Gegengifte, Fráncfort, Suhrkamp, 1988, págs. 15 y s. CROUCH, Post-Democracy, op. cit., págs. 1 y ss, 104 y ss.
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Adoptando una perspectiva sectorial, no hay dudas empíricas sobre la eficiencia relativa de las autocracias en la creación de la infraestructura industrial. (12) La retroalimentación positiva entre la democracia y el Estado social. Mientras la democracia liberal del largo siglo XIX había sido un club encerrado de élites económicas nacionales más o menos oligárquicas con una popularidad limitada, la democracia social del siglo XX entregó el voto a todos los adultos y aplicó políticas en beneficio de todas las clases sociales, ganando así los corazones de las masas y apareciendo cada vez más como el verdadero Estado representativo de todos para todos. En la simbiosis entre democracia y Estado social, los dos componentes se fortalecieron mutuamente en una retroalimentación positiva. (13) La capacidad incluyente y plural. Cabe destacar que las repúblicas occidentales daban resultados cualitativos convincentes, si se abrieron a configuraciones complementarias, por ejemplo limitando el capitalismo polarizador y contaminante de sus ciudadanos más fuertes a través de la estatalidad social y ambiental. Todas las democracias de Europa que se consolidaron después de 1945, interiorizaron un perfil plural de valores liberales, sociales y ambientales, mientras los Estados iberoamericanas no mostraron la misma predisposición para ampliar eficazmente su perfil originario. (14) La sociedad de masas individualizada. Se considera cierto que las dinámicas inherentes a la revolución fósil-energética e industrial condujeron a la formación real de las sociedades de masas homogeneizadas, individualizadas y movilizadas que pudieron identificarse plenamente con los nuevos constructos de la nación, de la soberanía popular y de la libertad. (15) La revolución del consumo masivo. Las olas europeas de democratización después de 1945, fueron estructuradas y estabilizadas por la atracción de una revolución de consumo inimaginable hasta entonces, o fueron motivadas por la expectativa de adaptarse a la misma1671. Interpretada físicamente, la nueva prosperidad para todos se basó en la segunda revolución fósil-energética e industrial y en la explotación de la nueva fuente de energía primaria, el petróleo. Sin embargo, el mito oficial presentó la sociedad de consumo como un logro de la democracia de la economía de mercado que apareció, en este sentido, como el garante para materializar la profecía de una época dorada antes inimaginable. De todos modos, la revolución al consumo masivo promovió progresos de la individualización y, en consecuencia, también una marcada revalorización de los derechos fundamentales liberales, aunque nunca formuló explícitamente una libertad de consumo. En este marco, desapareció el pauperismo industrial y así el tema explosivo de la división del soberano democrático, el pueblo, según una estratificación social aguda.
1671
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Véase ANDERSEN, Der Traum vom guten Leben, op. cit.; PFISTER, Das 1950er Syndrom, op. cit.; SIEFERLE, Rückblick, op. cit., págs. 186 y ss.
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(16) Propaganda y miedo. Desde la Primera Guerra Mundial, los EE.UU. y varios de sus aliados adoptaron el paradigma de una polarización apocalíptica y de un supuesto combate final entre los buenos altruistas y los malos, divinizando a sí mismos por la satanización de los Estados opositores. Por ejemplo, ellos señalaron los supuestos hunos, gorilas, violadores y vampiros (1914-1918), los ‘japs’ como raza menor casi extraterrestre (1941-1945), el peligro rojo (años 50), los países patrocinadores del terrorismo internacional (1979), el imperio del mal (1983), los Estados canallas (1994), el eje del mal (2002) y los bastiones de la tiranía (2005)1672. Paralelamente, los EE.UU. desarrollaron los think tanks oficiales y oficiosos para argumentar científica y pseudo-científicamente la superioridad del Estado liberal-democrático en todos los ámbitos. Mediante sectores claves de las ciencias económicas y políticas, alcanzaron una enorme influencia en la educación universitaria y las cabezas de los académicos jóvenes. La hegemonía estadounidense en el cine y la televisión mundial, hizo el resto para conquistar a las identidades. (17) El mito de la emancipación. Además, la democracia occidental se aprovechó fuertemente del mito de la emancipación. En la medida en la cual la gran transformación destruyo las estructuras políticas, económicas, sociales y morales del antiguo régimen, se interpretó esto como una liberación de cadenas al estilo de una salvación progresiva de la humanidad. Por ejemplo, se habló de la liberación de los campesinos para describir el reemplazo de la sumisión de la población rural bajo el gobierno señorial por la nueva sumisión inmediata bajo el poder del Estado; se habló de la liberación de la tierra para denominar eufemísticamente la descomunalización y privatización de la naturaleza; se inventó la liberación gremial para señalar la introducción de la economía de mercado en las ciudades; se presentó más auténticamente la liberación de los judíos y la liberación de los esclavos para describir la imposición de la igualdad inter-individual en beneficio de grupos fuertemente perjudicados; se partió de la liberación de la mujer para verbalizar la transformación de la segregación de géneros al patrón post-agrario; se habló de la revolución sexual para justificar la sumisión de la mujer bajo el ojo ansioso del hombre cazador; se habló de la velocidad libre para ciudadanos libres para evidenciar el deseo en conducir con 230 km/h en las autopistas públicas. El mito de la emancipación se conectó con las narraciones sobre las generaciones fundadoras en los EE.UU., según el lema de crear el supuesto country of unlimited possibilities, sin reflejar que nunca es posible perpetuar situaciones fundadoras de continentes vírgenes. Después de 1950, la autoproclamada “sociedad multiopcional”1673 se percibió a sí mismo cada vez más como el lugar de la emancipación máxima de todos los tiempos. Sin embargo, este espejismo entró en una fuerte relación de tensión con la nueva dependencia de la persona de una densidad legislativa mayor que en todos los tiempos anteriores y de una presión tributaria por encima de todo el pasado, además de la dependencia absoluta de los individuos de redes extensas y anónimas del suministro con 1672 1673
Comp. p. ej. ULRICH BECK, Poder y contrapoder en la era global, Barcelona, Paidós, 2004, págs. 222 y ss. PETER GROSS, Die Multioptionsgesellschaft, Fráncfort, Suhrkamp, 1994, págs. 14 y ss.
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electricidad, gas, petróleo, agua y alimentos, de la dependencia del funcionamiento preciso del transporte público, de la señalización vial comprensible, del teléfono y del internet, de los nuevos deberes desde la separación de basuras hasta el cambio frecuente de contraseñas, de la estatalización de la niñez y juventud en sistemas educativos que planean la mayor parte de la vida cotidiana, de la supervisión extensa de la persona mediante registros públicos y cámaras de vigilancia. La experiencia cotidiana se caracterizó cada vez más por nuevos patrones altamente sincronizados alrededor de combinaciones de estilos y artefactos estandarizados con diferencias mínimas, donde lo interesante es el ornamento común, pero no la decisión individual (ejemplo: smartphones). La retórica de la gran libertad hizo la modernidad aguantable, pero nunca fue una descripción realista o neutral de la misma. (18) Las fuerzas en la práctica. Sobre todo, los Estados constitucionales y democráticos mostraron en la práctica una multitud de fuerzas convincentes en cuanto a la productividad política, la coordinación socio-económica, la capacidad de aprendizaje, la habilitad a abrirse a nuevos desafíos y campos políticos (estatalidad social y ecológica, regionalización, internacionalización, etc.), sin perder la moderación oportuna, sino evitando la sobre-concentración de poder y abusos arbitrarios, efectuando sucesiones de gobierno de modo rutinario y pacífico, respetando el poder del pueblo de sancionar un mal gobierno por la próxima elección, incluyendo la oposición constructivamente sin desviarla al camino de la rebelión, promoviendo a los ciudadanos y sus oportunidades y realizando un buen nivel de protección de los derechos fundamentales1674. Por ejemplo, la cultura de los debates abiertos comprobó la capacidad real para el aprendizaje ambiental, de modo que también el partido más gubernamental de la RF Alemana, el cristianodemócrata –que había sido en la década de 1980 un gran contrincante de toda reforma ambiental–, se presentó, en los inicios del siglo XXI, como un partido ecologizado. De todos modos, ante la necesidad de resolver los grandes desafíos del presente –la cuestión climática y el reto de sostenibilidad– tampoco la democracia europea convence completamente, mientras de los otros modelos de Estado, el confucio-comunismo chino parece tener habilidades equivalentes. Para la mayor parte de los observadores y ciudadanos de las democracias constitucionales bien equilibradas, las ventajas superan las desventajas, como por ejemplo la tendencia a la oligarquización, la propensión al endeudamiento público, la dificultad estructural de los ciclos de gobierno a corto plazo en realizar políticas a largo plazo que se convierte en muy relevante para manejar adecuadamente la cuestión ecológica. Sin embargo, las ventajas señaladas se realizan de modo eficiente solo en el grupo pequeño de las democracias en el núcleo del sistema global industrializado con un perfil cultural europeo y buenas condiciones socio-económicas, mientras otros Estados constitucionales-democráticos muestran resultados mediocres e incluso miserables1675. 1674 1675
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Véase también las ventajas según SCHMIDT, Demokratietheorien, op. cit., págs. 458 y ss. Comp. la discusión detallada en SCHMIDT, Demokratietheorien, op. cit., págs. 472-506.
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Si se tienen en cuenta los Estados por fuera de Occidente y del núcleo industrial planetario, las supuestas ventajas se disuelven empíricamente en lo difuso y poco cierto: en Oriente próximo, el Irán autocrático muestra mejores índices de desarrollo humano (rango mundial 69) que la Turquía con su pasado semi-democrático (rango 71), mientras también la China autocrática (rango 90) ha hecho más de precondiciones iniciales comparables que la India más democrática (rango 131), así como de los dos sucesores de Gran Pakistán, disuelto en 1971, tanto el más democrático Bangladés como la autocracia pakistaní comparten rangos neurálgicos alrededor de 1401676. B)
EL NÚCLEO OCCIDENTAL Y LAS CALIDADES ESCALONADAS
En términos geopolíticos, la transformación constitucional-democrática quedó casi limitada al círculo cultural occidental proveniente de la Cristiandad latina con su antehistoria protoconstitucional, compuesto por la mayor parte de Europa, las dos Américas y Australia-Nueva Zelanda, que incluyen aproximadamente el 20% de la población mundial. Dentro de este grupo, alcanzan, en los inicios del siglo XXI, las mejores evaluaciones cualitativas varios Estados constitucionales-democráticos procedentes de la tradición del Sacro Imperio Romano (Alemania, Austria, Bélgica, Eslovenia, Luxemburgo, Países Bajos, República Checa, Suiza), los Estados escandinavos (Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia), los hijos inmediatos del Imperio Británico (Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido) y Francia. ¿Qué tienen en común? En combinaciones gradualmente diferentes, hay que indicar factores como la entrada temprana a la gran transformación industrial; la posición bien establecida en el centro del sistema mundo del industrialismo con el nivel supremo de consumo del planeta; la cientificación del pensamiento cotidiano; la cultura reservada y prudente de las ecozonas templadas; el alto grado de disciplinamiento social y el auto-control de instintos negativos; la ética laboral avanzada; los virtudes de la planeación, del cumplimiento, de la puntualidad, de la ambición, de la excelencia y de la responsabilidad; la comunicación precisa; la mentalidad cooperativa de la confianza; un sistema educativo exigente; la solidaridad general y tributaria entre las clases sociales escalonadas; la apreciación para lo público organizado; un grado elevado de evitación de corrupción; el reemplazo de las redes clientelistas en la mayor medida posible1677. El hecho de que varios de estos Estados habían tenido gobiernos autocráticos durante sub-fases significativas del bicentenario de la gran transformación, por lo menos no ha impedido alcanzar este resultado, pues precondiciones a largo plazo como el protoconstitucionalismo, la monarquía electiva o la revolución francesa efectuaron una fuerza cultural de fondo.
1676 1677
UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 198 y ss. Comp. FERGUSON, Civilization, op. cit.; SIEFERLE, D.land, Schlaraffenland, op. cit., págs. 24 y ss.
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Sin embargo, ya en los EE.UU. hay que señalar varias reservas cualitativas –indicando la negación cuádruple del derecho a la vida (frecuentes penas de muerte), del derecho a no ser torturado (Guantánamo), de la estatalidad social incluyente y de la estadidad ambiental eficaz– y también en Gran Bretaña –señalando la perpetuación de muchos elementos estatales de la era protoconstitucional–. En cambio, nadie debe subestimar la calidad constitucional lograda en varias repúblicas latinoamericanas como Argentina, Chile, Costa Rica y Uruguay que tienen mucho más en común con Europa occidental que con otras zonas del mundo. Para ilustrar lo expuesto, se resume subsiguientemente las evaluaciones sobre la calidad real de los derechos humanos de tipo liberal según el Índice Cingranelli-Richards de 2011. El mismo consigna, en una escala de 0 a 30 puntos, el mejor resultado a Luxemburgo (30 puntos), seguido por los Países Bajos (29), Australia (28), Dinamarca (28), Austria (27), Alemania (26), Suiza (25), Uruguay (25), EE.UU. (24), Argentina (23), España (23), Francia (23) y Chile (22), mientras entran al campo medio Brasil (19), Rumania (18), Colombia (15), Venezuela (15), Tailandia (13) y Turquía (13), pero Rusia recibe solo cinco puntos y Arabia Saudita nada más que dos1678. LA CALIDAD REAL DE LOS DERECHOS HUMANOS LIBERALES (2011) 30 25 20 15 Índice Ciri
10 5 0
Gráfico 41679
1678
1679
540
CIRI HUMAN RIGHTS DATASET, Human Rights in 2011, The Ciri Report & Complete Ciri Data 19812011, http://www.humanrightsdata.com/p/data-documentation.html (5.1.2018). Al respecto: ANDREAS V. ARNAULD, “Staatliche Souveränität im Wandel”, en TOBIAS DIEBEL et al. (Eds.), Globale Trends, Bonn, BPB, 2013, págs. 69-91, 74 y s. Gráfico: BERND MARQUARDT.
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C)
MÁS ALLÁ DE OCCIDENTE: EL NEO-PLURALISMO MULTI-SISTÉMICO
El mundo del siglo XXI muestra otra vez un perfil pluripolar, es decir, el modelo binario y jerárquico de The West and the Rest –creado entre 1850 y 1950 y defendido todavía en 2011 por el historiador británico NIALL FERGUSON1680– ha perdido su capacidad explicativa. El imparable ascenso de los otros1681 y de su autoestima, ha llevado a una nueva visibilidad de fronteras entre civilizaciones que ya no se esconden tímidamente, sino retransfieren poderosamente lo adoptable de sus particularidades históricas a los patrones de identidad de la modernidad industrial. El éxito de la transformación industrial del mundo ha devorado necesariamente la ventaja inicial del punto de partida en Europa. Es cierto que todas las antiguas civilizaciones del anterior cinturón mediterráneo-surasiático han adoptado elementos claves de teorías de Estado eurodescendientes, pero precisamente se impusieron aquellos que fueron los más compatibles con las propias líneas de tradición. A pesar de que estos Estados acogieron normalmente la republicanización antidinástica y la estatalidad administrativa, han sobrevivido grandes reservas a la democratización, individualización y capitalización. De tal manera, existe nuevamente un grupo de Estados de la sinósfera cultural, incluyendo la República Popular de China, que cuenta con casi tantos habitantes como todo el círculo cultural occidental en sus tres continentes y que ha ampliado su universismo clásico del antiguo régimen por integrar –al lado del confucianismo, budismo y taoísmo– un cuarto pilar, el marxismo europeo. Del mismo modo, los Estados musulmanes forman, por lo menos desde la revolución islámica de Irán de 1979, un grupo con un perfil propio cada vez más acentuado, al cual obviamente no pertenece ni el secularismo ni la igualdad de género. Las repúblicas islámicas entre Mauritania y Pakistán con su orientación en la soberanía divina, derivada del Corán, representan el modelo opositor más perfilado a la soberanía popular y el constitucionalismo europeo, negando tanto la arbitrariedad del hombre como la posibilidad de la prioridad de cualquier norma humana. La intensidad del neo-islamismo parece diversificada, pero no debe subestimarse que esta religión representa la dimensión cuantitativa de un quinto de la población mundial. Las guerras de Occidente para la difusión del sistema ilustrado-democrático a Afganistán (2001), Irak (2003) y Libia (2011), parecen, a pesar de las victorias de las armas de alta tecnología en el campo de batalla, como fracasadas por la resistencia endémica en la posguerra contra la imposición de una euro-modernización indeseada1682.
1680 1681 1682
FERGUSON, Civilization, op. cit. Discusión por un autor indio en ZAKARIA, The Post-American World, op. cit. Véase p. ej. JÖRG ARMBRUSTER, Brennpunkt Nahost, Bonn, BPB, 2013, págs. 107 y ss; HALM, Die Araber, op. cit., págs. 133 y ss; HIRSCHMANN, Wie Staaten schwach werden, op. cit., págs. 104 y ss, 120 y ss,
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El contexto principal no es ningún deseo de los Estados orientales a suprimir salvajemente a sus ciudadanos, sino la distancia filosófica y ética a los fundamentos paradigmáticos del modelo del Estado de la Ilustración. Esta distancia no se refiere a las dos grandes reformas del constitucionalismo moderno en el siglo XX –la social y la ambiental que entraron rápida y profundamente al pensamiento oriental– sino al núcleo ideológico de la gran transformación europea y americana alrededor de 1800, a saber, el social-newtonianismo liberal, basado de la transferencia de las ciencias naturales de entonces en un sentido exigente a las sociedades humanas. También después de dos siglos de lavado de cerebro educativo, varias de estas suposiciones sobre la naturaleza humana son consideradas erróneas y peligrosas. Precisamente, las culturas orientales no comparten la creencia en la naturaleza aislada, atomista y competitiva del ser humano, ni en la naturaleza utilitarista del homo economicus, ni en el modelo social de centrifugación y gravitación, ni en la naturaleza absolutamente racional del hombre, ni en la naturaleza laica del mismo, ni en la naturaleza idéntica de los géneros, ni en las libertades sin virtudes, ni en el enfoque materialista y hedonista de la vida. Para citar un ejemplo, la mujer occidental en minifalda evalúe fácilmente la mujer islámica con velo o burka como oprimida, mientras la última percibe la primera como una prostituta exhibicionista sin honor y sometida por la sexualización social, lo que no es discutible entre ambas. Además, en el lado oriental del río Indo falta también la creencia progresista en el ascenso lineal de la humanidad hasta la salvación eterna, pues la perspectiva básica del camino humano es cíclica en vez de lineal. Es una debilidad del Occidente de la doble-revolución ilustrada e industrial, actuar estructuralmente ciego para reconocer la dimensión construida de sus conceptos de la humanidad, modelos de la persona y convicciones del mundo, pues ha consagrado los mismos con la exigencia de valores universales. Por lo tanto, al observar las tendencias contemporáneas, son muy bajas las probabilidades de una futura difusión de la democracia constitucional occidental a todos estos mundos paralelos. La tercera transformación básica ha sobrepasado el cenit de divulgar rasgos generales y ha entrado al ciclo del ajuste que contiene naturalmente una nueva re-culturalización y diversificación en varias subramas, sin volver al respectivo antiguo régimen. Tampoco es deseable, la gran síntesis en un mundo uniforme sin alternativas, aparte de las desventajas para manejar evolutivamente los desafíos existenciales del futuro que seguramente van a presentarse.
135 y ss; HERFRIED MÜNKLER, “Das Scheitern des Westens”, en Süddeutsche Zeiung, de 17.5.2010, http ://www.sueddeutsche.de/politik/nato-einsatz-in-afghanistan-das-scheitern-des-westens-1.390507 (5.1.2018); VOLKER PERTHES, Das Ende des Nahen Ostens wie wir ihn kannten, Berlín, Suhrkamp, 2015, págs. 63 y ss; PETER SCHOLL-L., Der Fluch der bösen Tat, Berlín, Ullstein, 2015, págs. 274 y ss.
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CAPÍTULO VIII
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO 1. PANORAMA Dos siglos y cuatro decenios después de su comienzo, la gran transformación ilustrada e industrial del Estado con sus dos grandes líneas de la revolución de la soberanía y la revolución del diseño sistémico y de valores, parece haber entrado en un cierto estado de madurez, así por lo menos en los Estados protagonistas. Por ejemplo, en Alemania la estatalidad legisladora ha alcanzado en el nivel federal un volumen impresionante de 1.924 leyes y 3.440 decretos con un total de 76.382 artículos y en Austria se cuentan 2.949 leyes federales y 8.414 decretos1683. De igual forma, la estatalidad administrativa alemana ha alcanzado un sustrato de personal de 4,5 millones de funcionarios y empleados públicos1684 y el nivel ministerial muestra una diversificación en 14 ramas que ilustran los enfoques de actuación del Estado del siglo XXI, pues aparte de los cinco ministerios clásicos dedicados a los asuntos interiores, defensa, finanzas, justicia y políticas exteriores, hay que indicar para el 2018 los siguientes: alimentación y agricultura; economía y energía; educación e investigación; cooperación económica y desarrollo; familia, personas de tercera edad, mujeres y adolescentes; medioambiente, protección de naturaleza y seguridad nuclear; trabajo y sociales; salud; transporte e infraestructura digital1685. La cuota de Estado, es decir, la medida para la división laboral entre el Estado y la sociedad de mercado, ha llegado, en el resultado de un proceso duradero de crecimiento, a una nueva estabilización en alto nivel, constituyendo en el promedio de los
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Cifras alemanas para 2009 según DT. BUNDESTAG, So entsteht ein Gesetzentwurf, http://www.bundestag.de /dokumente/textarchiv/2010/29211275_kw14_gesetzentwurf/ 201480 (5.1.18); WALDEMAR HUMMER et al., Neueste Entwicklungen, EU-Recht und nationales Recht, Viena, Springer, 2010, pág. 9. Cifras para 2008 según DGAFP, Administration and the Civil Service, op. cit. Comp. BMI (Ed.), Der öffentliche Dienst in Deutschland, Berlín, BMI, 2006, pág. 4. DT. BUNDESREGIERUNG, Bundesministerien, https://www.bundesregierung.de/Webs/Breg/DE/Bundesregierung/Bundesministerien/bundesministerien.html (5.1.2018). En cambio, España tiene 13 ministerios: Agricultura, alimentación y medio ambiente; Asuntos exteriores y cooperación; Defensa; Economía, industria y competitividad; Educación, cultura y deporte; Empleo y seguridad social; Energía, turismo y agenda digital; Fomento; Hacienda y función pública; Interior; Justicia; Presidencia y para las administraciones territoriales; Sanidad, servicios sociales e igualdad; https://administracion.gob.es/pag_Home/ espanaAdmon/directorioOrganigramas/OrganigramasMinisterios.html (5.1.2018). En Colombia son 16; PRESIDENCIA, Ministerios, http://es.presidencia.gov.co/Paginas/presidencia.aspx (5.1.2018).
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Estados miembros de la Unión Europea la mitad del respectivo Producto Interno Bruto1686. En el 2018, toda la superficie de la tierra está organizada en Estados soberanos, a excepción de la Antártica internacionalizada1687. Como consecuencia de la última gran ruptura del sistema de Estados, ocurrida entre 1990 y 1992 en Europa oriental y Asia central1688, existen actualmente 197 Estados soberanos, es decir, 193 miembros inmediatos de las Naciones Unidas, a los que se suman los casos de Taiwán, Kosovo, Palestina y el Estado de los palacios papales del Vaticano1689. Los nuevos Estados del siglo XXI son hasta entonces Timor Oriental en el archipiélago Malayo desde el 2002, Montenegro en los Balcanes a partir del 2006, Kosovo en la misma zona desde el 2008, Sudán del Sur en el alto río Nilo desde el 2011 y –a pesar de la falta del dominio territori-
Img. 156: El Estado más joven de Europa: Kosovo. La república del 2008 con su carácter islámico, es un vestigio del pasado otomano de los Balcanes (hasta 1913) y del fracaso de los subsiguientes intentos de desotomanización por parte del Estado serbio-yugoslavo del siglo XX1690 1686 1687 1688
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Comp. capítulo IV.2.R. HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág. 191. Se señalan 21 Estados soberanos nuevos (todos son ex Estados federados comunistas): Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Bosnia-H., Chequia, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Georgia, Kazajistán, Kirguistán, Letonia, Lituania, Macedonia, Moldavia, Serbia, Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán, Ucrania (no se cuenta a Rusia como sucesor principal de la URSS); CALIC, Geschichte Juogoslawiens, op. cit., págs. 308 y ss; PAVKOVIĆ & R., Creating New States, op. cit., págs. 129 y ss. Taiwán –o China Nacional (también Rep. de China y Chinese Taipei)– perdió su escaño en la ONU por la resolución 2.758 de 1971. Ante la presión diplomática de la República Popular de China (política de una China), hoy es solo reconocida por 20 Estados pequeños, pero dispone de 60 embajadas de facto, las Oficinas Representativas Económicas y Culturales de Taipei. En julio de 2017, Kosovo es reconocido por 111 Estados miembros de la ONU, inclusive la mayoría de los de la Unión Europea, los EE.UU. Colombia y Australia. En 2010, la Corte Internacional de Justicia decidió que la declaración de independencia no violó el derecho internacional. El Estado de Palestina, proclamado en 1988, ha recibido el reconocimiento como Estado observador de la ONU en 2012. Es reconocido por 136 Estados de la ONU (sin EE.UU. y la mayor parte de los miembros de la Unión Europea). En vista del control limitado sobre el territorio, el carácter estatal es controvertido. El Vaticano fue (re) creado en 1929 (GREWE, Fontes, t. 3-2, op. cit., págs. 895 y ss) y es observador de la ONU. Comp. DAVISON, A Short History of Taiwan, op. cit., págs. 89, 96; DENNY, Taiwan, op. cit., pág. 135; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág. 90; CLAUDIUS PETZOLD, Die völkerrechtliche Stellung Taiwans, Baden Baden, Nomos, 2007, págs. 117 y ss; RUBINSTEIN et al., Taiwan, A New History, op. cit., págs. 436 y ss; STÜTZ, State-Building, op. cit., págs. 268 y ss; VITZTHUM et al., Völkerrecht, op. cit., pág. 200. Foto de la mezquita de Sinan Pasa en Prizren (de aprox. 1600) de BERND MARQUARDT.
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al efectivo– Palestina en Medio Oriente a partir del 2012. Adjuntamente, existen siete regímenes de facto estabilizados en nichos retirados del sistema mundial: la República Turca del Norte de Chipre en el este mediterráneo (desde 1983), Transnistria en el río Dniéster (desde 1990), Somalilandia en el Cuerno de África (desde 1991), Alto Karabaj en el Cáucaso (desde 1991), Osetia del Sur en los mismos montes (desde 1991), Abjasia en el mar Negro (desde 1992) y la ciudad-Estado de Gaza en Palestina (desde 2007), mientras que la República Saharaui en el noroeste africano recibe algún reconocimiento internacional, pero desde 1975 es prácticamente reunificado con el Reino de Marruecos1691. Además, han entrado en un proceso de estabilización, las repúblicas de facto de Donetsk y Lugansk que se separaron de Ucrania en 2014. También Kurdistán iraquí funciona efectivamente como un Estado propio y realizó, en 2017, un referéndum de independencia. De igual forma, muestra perspectivas que en el norte de Siria se emancipa, en fundamentos étnicos, Rojava, es decir, el Kurdistán sirio. En cambio, el proyecto de 2014 de formar un Estado islámico de Irak y el Levante en la zona siriairaquí del río Éufrates, parece vencido. Además, se pueden entender como Estados particulares las tres Dependencias de la Corona Británica que no son partes integradas del Reino Unido sino miembros de una unión dinástica, a saber, las islas anglonormandas de Guernesey y Jersey en el Canal de la Mancha y la Isla de Man en el mar de Irlanda. Es similar con algunos Estados pequeños que se mantienen voluntariamente en relaciones asimétricas con un Estado hegemónico, así el Estado libre de Puerto Rico que depende de los EE.UU.1692 o las islas Cook y Niue libremente asociadas con Nueva Zelanda. Si se tienen en cuenta los Estados miembros integrados a federaciones, se aumenta el número en la dimensión de 403 Estados adicionales1693. En resumen, se cuentan 616 poderes estatales en el mundo del segundo decenio del siglo XXI. 1691
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Chipre del Norte es reclamada por Chipre (del Sur) y la Unión Europea, pero es reconocida por Turquía. Transnistria es reclamada por Moldavia, Somalilandia por Somalia, Alto Karabaj por Azerbaiyán (pero cercanía política y cultural a Armenia), Osetia del Sur por Georgia, Abjasia por Georgia. El territorio saharaui había pertenecido a Marruecos hasta la anexión española de 1884. El poder marroquí no alcanza la así llamada zona libre. Comp. HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 106 y ss; IPSEN, Völkerrecht, op. cit., pág. 384; KREISER & N., Türkei, op. cit., págs. 447 y ss; MERKEL, Die Krim, op. cit.; GILSON MILLER, Modern Morocco, op. cit., págs. 180 y ss; STEFAN TALMON, Kollektive Nichtanerkennung illegaler Staaten, Tübingen, Mohr Siebeck, 2006, págs. 10-82. Originalmente, después de la conquista de 1898, la dependencia no fue voluntaria, pero ha sido confirmado desde 1967 varias veces en referéndums; RAMÓN GROSFOGUEL, “Los límites del nacionalismo, lógicas globales y colonialismo norteamericano en Puerto Rico”, en JORGE E. GONZÁLEZ, Nación y Nacionalismo en América Latina, Bogotá, UNAL, 2007, págs. 91-124. 165 Estados federados en las Américas: 50 en los EE.UU., 31 en México, 26 en Brasil, 23 en Argentina, 23 en Venezuela, 10 en Canadá, 2 en San Cristóbal y Nieves // 60 en Europa: 26 en Suiza, 16 en Alemania, 9 en Austria, 4 en los Países Bajos (entre ellos 3 en el Caribe), 3 en Bélgica, 2 en Bosnia // 59 en Asia: 28 en India, 13 en Malasia, 7 en los EAU, 7 en Birmania, 4 en Pakistán, // 82 en África: 36 en Nigeria, 17 en Sudán, 11 en Etiopía, 10 en Sudán del Sur, 3 en Comoras, 5 en Somalia // 32 otros: 22 en Rusia (además 63 ‘entidades federales’), 6 en Australia, 4 en Micronesia // Se juntan 5 Estados miembros individuales: el Estado Monástico de Athos en Grecia (de 1913, art. 103 de la Const. de Grecia de 1952 y art. 105 de la de 1975, op. cit.), Kurdistán en Irak (de 2005), Najicheván en
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En cuanto a las familias de modelos de Estado, se indica lo expuesto detalladamente en el capítulo VII.8. Según la población organizada, el más exitoso y extendido es la autocracia republicana, seguida por la demo-autocracia híbrida, después la democracia popular comunista y, en el cuarto lugar, el Estado constitucional, democrático, social y ambiental, mientras la república unilateralmente liberal, la monarquía liberal y la monarquía autocrática moderna son fenómenos mucho más limitados. Respecto al territorio estatal, se pueden distinguir en el grupo de los Estados soberanos e inmediatos del derecho internacional público, siete Estados con una extensión continental o subcontinental –Rusia, Canadá, EE.UU., China, Brasil, Australia e India–, casi cien Estados de una dimensión nacional regular1694, aproximadamente cincuenta Estados regionales1695 y alrededor de treinta micro-Estados, ubicados mayoritariamente en lugares isleños del mar Caribe y de Oceanía1696. Varios Estados federados extensos, como por ejemplo Texas o Baviera, superan sustancialmente los representantes de las últimas dos categorías1697. En términos poblacionales, destacan dos super-gigantes –China e India–, seguidos por cinco gigantes medios –EE.UU., Indonesia, Brasil, Pakistán y Nigeria– y diez Estados todavía elevados –Bangladés, Rusia, Japón, México, Filipinas, Etiopía, Vietnam, Egipto, Alemania y Congo RD–. Se anota que existe una ciudad-Estado soberana –Singapur–, acompañada por cinco ciudadesEstado miembros en federaciones –Basilea, Berlín, Brema, Hamburgo y Viena–. En cuanto a las fronteras estatales, que en el continente europeo habían oscilado burdamente durante el siglo y medio entre 1772 y 1945, hay que indicar una nueva estabilización en el inicio del tercer milenio poscristo. El último cambio significativo fue el de Crimea de Ucrania a Rusia en 2014. Igualmente, la garantía eficiente de la paz externa e interna se ha convertido en grandes partes del mundo en la experiencia normal de la gran mayoría de los habitantes de la tierra. Además, el tipo ideal del Estado constitucional republicano-democrático ha ganado en el círculo cultural europeo –compuesto por la Europa occidental y central, las dos Américas y el sur de Oceanía– un papel casi monopolista, sin tener oponentes dignos de mención –excepto recientemente Venezuela– y con un amplio consenso sobre sus componentes básicos. Sin embargo, el modelo de éxito es precisamente el perfeccionamiento en forma del Estado constitucional, democrático, social y ambiental. Como expuesto, en las demás partes del mundo predominan otros tipos de Estado.
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Azerbaiyán (de 1924), Karakalpaquistán en Uzbekistán (de 1932), 1 sultanado en Indonesia. Comp. FLEINER, Constitutional Democracy, op. cit., págs. 550 y ss; INES HÄRTEL et al., Handbuch Föderalismus, t. 4, Berlín, Springer, 2012, págs. 587 y ss, 609, y ss, 627 y ss, 671 y ss, 697 y ss, 745 y ss, 845 y ss. Más de 100 mil km2: el más grande de esta categoría es Argentina, el más pequeño Islandia. Más de 15 mil km2: el mayor de esta categoría es Corea del Sur, el más pequeño Timor Oriental. San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Palaos, etc. Tb. Liechtenstein, Luxemburgo, San Marino, Malta. Texas es más grande que Ucrania o Francia; Baviera es más grande que Eslovaquia o Dinamarca.
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2. LA EFICACIA ESCALONADA DE LOS PODERES ESTATALES EN EL MUNDO En los inicios del siglo XXI, los poderes estatales del mundo han alcanzado una eficacia muy diversificada en todo el espectro entre un rendimiento óptimo, realidades mediocres y resultados desastrosos. Las diferencias considerables en el grado de la soberanía efectiva lograda, quiere ilustrarse subsiguientemente en varias dimensiones. En primer lugar, pretende contrastarse las proporciones de la economía pública: en 2017, los gastos estatales en el Producto Interno Bruto alcanzan un nivel alto en Francia con el 56,9%, en Dinamarca con el 55,7%, en Alemania con el 44%, en Argentina con el 43,9% y en Gran Bretaña con el 43,2%, así como un nivel medio en Brasil con el 41,9%, en EE.UU. con el 37,8% y en Australia con el 37,2%, mientras que muestran un nivel relativamente bajo Colombia con el 29,6%, Chile con el 25,8% y Perú con el 22,6%. Con una tendencia análoga, la carga impositiva como porcentaje del Producto Interno Bruto, alcanza en Dinamarca el 50,9%, en Francia el 45,2%, en Austria el 43%, en Alemania el 36,1%, en Argentina el 35,9%, en España el 33,2% y en Gran Bretaña el 32,6%, pero en EE.UU. solo el 26%, en Chile el 19,8%, en México el 19,7%, en Perú el 16,8% y en Colombia el 16,7%. De tal manera, los diferentes Estados organizan porcentajes muy escalonados de los ingresos de la respectiva economía nacional para promover y efectuar el bien común de la modernidad industrial. Los Estados tributariamente débiles se enfocan típicamente en impuestos indirectos de consumo que muestran la desventaja que pesan fuertemente sobre los estratos con poco poder adquisitivo, mientras que los estratos acomodadas resultan liberados de impuestos directos significativos1698. En segundo lugar, vale la pena comparar el sustrato personal de la estatalidad. Los funcionarios públicos constituyen en Francia el 8% del pueblo, en Italia el 5,8%, en Alemania y España el 5,5%, en Gran Bretaña el 4,6% y en Colombia el 2,6%1699. En la categoría de la cobertura con jueces profesionales, Europa cuenta hoy en día con diez a 30 jueces por 100 mil habitantes, mientras las dos Américas muestran cifras por debajo de diez y el África subsahariana menos de tres1700. Respecto a la cobertura poli1698
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Ambas comparaciones según THE HERITAGE FOUNDATION, The 2017 Index of Economic Freedom, op. cit. Véase también CEPAL, Panorama social de Am. Latina, op. cit., pág. 157; CETRÁNGOLO & G., La tributación directa en Am. Latina, op. cit., pág. 15; FREYSSON, General Government Expenditure Trends, op. cit., pág. 2; HAHLEN, Entwicklungen, op. cit., pág. 1050; NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., pág. 408; OECD, Revenue Statistics 1965-2010, op. cit.; SCHMIDT, Balance, op. cit.; TU CHEMNITZ, Staatsquote, op. cit.; STATISTA, Staatsquoten, op. cit. DGAFP, Administration and the Civil Service, op. cit.; RED. EL PAÍS, Los funcionarios en España y en Europa, op. cit.; CAMARGO H., Funcionarios públicos, op. cit.; MARTÍNEZ, ¿Son competitivos los salarios públicos? op. cit. Rep. Checa 29,2; Grecia 28,4; Hungría 28,2; Alemania 24,5; Austria 20,2; Portugal 17,4; Suiza 16,5; Finlandia 17,1; Bélgica 14,9; Países Bajos 12,7; Francia 11,9; Colombia 11,7; Italia 11; España 10,1; Bolivia 9,1; Perú 8,3; Brasil 8,2; Venezuela 6,8; Chile 6,5; EE.UU 5,8; Guatemala 5; CEPEJ, European Judicial Systems 2008, op. cit., pág. 108; CEJA, Reporte de la Justicia, op. cit. HARRENDORF et al., International Statistics on Crime and Justice, op. cit., págs. 118 y ss.
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cial, Italia alcanza 550 policías por cada 100 mil habitantes, México 486, Austria 329, España 313, Alemania 304, Noruega 248, Colombia 229, los EE.UU. 224, Suiza 223, Francia 210, Dinamarca 198 y Chile 1881701. Es evidente que aquellos Estados que presionan a sus funcionarios, jueces y profesores mediante la sub-dotación personal, tecnológica y salarial a una sobrecarga notoria mal remunerada, se deciden por la mediocridad e insuficiencia cualitativa de su sector público. Un deber clásico de la estatalidad es garantizar la seguridad contra el crimen. En la tasa de homicidios, Estados como Austria, Alemania, España y Canadá alcanzan buenos resultados entre 0,6 y 1,4 homicidios por 100 mil habitantes al año, mientras Argentina, los EE.UU., Perú y Rusia muestran cifras mediocres entre 3,8 y 9,6 homicidios por 100 mil habitantes, pero México, Brasil, Colombia y Honduras se caracterizan por realidades desastrosos entre 18,9 y 84,3 homicidios por 100 mil habitantes. Mientras en Europa la tasa de convicción alcanza el 81% de los homicidios, la de Asia se limita al 48% y la de las Américas al 24%, es decir, este último es el continente de la impunidad estructural. En Alemania, la respectiva tasa de esclarecimiento logra el 93%, pero en EE.UU. solo el 59% y en Guatemala el 7%. En el estudio más amplio sobre la habilitad a la paz social –el Índice de Paz Global– Islandia alcanza el primer puesto, Nueva Zelanda el segundo, Dinamarca el quinto, Suiza el 9o, Alemania el 16o, Chile el 24o y Francia el 51o, mientras entran al tercio mediocre Grecia en el 73 o puesto y Brasil en el 108o, pero el último tercio preocupante se compone por Estados como los EE.UU. en el 114o rango, Sudáfrica en el 123o, India en el 137o, México en el 142o, Israel en el 144o, Colombia y Turquía en el 146o y Siria en el último 163o puesto1702. En el centro del Estado de Derecho se ubica la rama judicial. Respecto a la calidad de la misma, en Dinamarca el 87% del demos confía en el poder judicial, en Finlandia el 82%, en Austria el 72%, en Alemania el 67%, en Uruguay el 58% y en Francia el 51%, pero solo una minoría del pueblo soberano lo hace en Rumania (48%), Costa Rica (46%), España (35%), Italia (31%) y Colombia (34%) y un mero grupo marginal en México (28%), Eslovenia (25%), Bulgaria (20%) y Perú (15%)1703. Estas cifras indican expectativas muy divergentes sobre la neutralidad de los jueces, la calidad probatoria, el respeto de los derechos procesales, la impunidad y otros erros judiciales, dejando en los últimos ejemplos impresiones de una lotería. Además, son accesibles cifras comparativas sobre el criterio de hacer cumplir judicialmente los contratos: en Suecia demora 321 días, en Francia 395 días, en los EE.UU. 420 días, en China 453 días, en Alemania 1701 1702
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HARRENDORF et al., International Statistics on Crime and Justice, op. cit., págs. 136 y s. STATISTA, Polizeiliche Aufklärungsquote bei Mord in Deutschland von 2002 bis 2016; https://de.statista.com/ statistik/daten/studie/152525/umfrage/entwicklung-der-polizeilichen-aufklaerungsquote-bei-mord-seit-1995/ (5. 1.2018); ÍD., Crime Clearance Rate in the US in 2016, by type; UNODC, Global Study on Homicide 2013, op. cit., págs. 94, 121 y ss; VISION OF HUMANITY, Global Peace Index 2017, http://visionofhumanity.org/ app/uploads/2017/06/GPI17-Report.pdf / (5.1.2018). EUROBAROMETER, íd., 83, Bruselas, EC, 2015, pág. 73; LATINOBARÓMETRO, Informe 2010, Santiago, CL, 2010, pág. 73. En 2017, la rama judicial de Colombia se ganó la reputación del cartel de la toga.
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499 días, en España 510 días, en Brasil 731 días, en Italia 1.120 días, en Colombia 1.288 días y en India un periodo enorme de 1.420 días1704. En cuanto a la eficacia administrativa, es ilustrativo comparar los tiempos de espera para recibir una conexión permanente de electricidad en un nuevo almacén construido: en Alemania demora 28 días, en Brasil 64 días, en Francia 71 días, en EE.UU. 90 días, en España 107 días, en Colombia 109 días, en Italia 124 días, en China 143 días, en Hungría 257 días y en Liberia 465 días1705. Se trata de un mero ejemplo entre varios, pero en términos más generales los modelos administrativos subóptimos se caracterizan por enormes faltas de personal administrativo calificado, dificultades de coordinar procesos completos, tendencias a bloqueos intra e interinstitucionales, colapsos de la capacidad de actuar ya por imprevistos menores, pérdidas de documentos y frecuentes errores de otro tipo, de modo que se derrochan enormes partes de la productividad posible en la búsqueda de caminos secundarios para improvisar, desbloquear y corregir1706. Entre los indicadores cualitativos de la estatalidad administrativa, vale la pena revisar en qué medida el poder estatal evita o permite la formación de barrios miserables (‘slums’) en el proceso de la urbanización industrial. La estatalidad de Europa occidental y de los Estados hijos británicos en ultramar es la más eficaz, limitando –mediante sus políticas públicas de planeación urbana, de permisos de construcción, de viviendas sociales, de servicios públicos y de infraestructura– la slumificación para que no supera el 6% de la población urbana, mientras los Estados principales de América Latina permiten una slumificación entre el 6,9% y el 36,6%, los de Asia del Sur del 58% y los del África subsahariana incluso del 71,9% de la respectiva población urbana1707. De igual forma, es informativo comparar la parte del respectivo pueblo estatal sin acceso al servicio público de la electricidad: se trata del 0% en Alemania y China, el 0,4% en Chile, el 3% en Colombia, el 14,6% en Sudáfrica, el 40,1% en Bangladés, el 83,4% en Etiopía y el 94,9% en Sudán del Sur. Asimismo, fluctúa la privación del acceso a la maquinaria hidráulica urbana entre el 1% en Alemania y Gran Bretaña, el 5% en Turquía, el 19% en Colombia, el 23% en China, el 60% en India y el 89% en Níger1708. 1704
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WORLD BANK, Doing Business, Enforcing Contracts, 2016, http://www.doingbusiness.org/data/exploretopics/ enforcing-contracts (5.1.2018). WORLD BANK, Doing Business, op. cit., Getting Electricity, 2016. NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., pág. 409. En Alemania vive el 4,1% de la población urbanizada en slums; en Francia el 5,5%; en los EE.UU. el 5,8%; en Uruguay el 6,9%; en Chile el 8,6%; en Costa Rica el 12,8%; en Portugal el 14%; en Romania el 18,8%; en México el 19,6%; en Colombia el 21,8%; en Argentina el 31,1%; en Brasil el 36,6%; en China el 37,8%; en Venezuela el 40,7%; en Turquía el 42,6%; en Uzbekistán el 50,6%; en India el 55,5%; en Bolivia el 61,3%; en Pakistán el 73,6%; en Angola el 83,1%; en Haití el 85,7%; en Congo el 90,1%; en Etiopía (valor peor) el 99,4%; UN-HABITAT, Slums of the World, op. cit., págs. 76 y ss; ÍD., The challenge of slums, op. cit., pág. 14; DAVIES, Planet of Slums, op. cit., págs. 23 y ss. UNDP, HDR 2015, op. cit., págs. 250 y ss; WORLD BANK, WDI 2017, op. cit., págs. 54 y ss.
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La infraestructura de tránsito es otra de las tareas más tradicionales del Estado. En cuanto a ésta, debe reconocerse indicadores claves en la densidad y calidad de la red vial y ferrovial. Se pueden contrastar los siguientes kilómetros de carretera por 100 kilómetros cuadrados: en Japón son 337, en Francia 194, en Alemania 180, en Dinamarca 166, en Grecia 89, en EE.UU. 67, en Turquía 50, en México 19, en Colombia 15, en Chile diez y en Níger uno. La estatalidad alemana, austríaca, británica, checa y francesa ha alcanzado a que el 100% de las carreteras las tenga pavimentadas, la rusa el 67,4%, la estadounidense el 63%, la pakistaní el 56%, la china el 43,4%, la turca el 34%, la chilena el 19%, la colombiana el 14,4%, la etíope el 12% y la tanzana el 4%. Si faltan vías pavimentas por fuera de la zona capitalina y más allá de uno o dos grandes ejes viales, el Estado administrativo casi no tiene acceso a su territorio. Respecto a la densidad infraestructural de autopistas de alta capacidad con calzadas separadas, hay que indicar en Alemania 362 kilómetros por diez mil kilómetros cuadrados, en Suiza 344, en España 291, en EE.UU. 268, en Italia 223, en Francia 209, en Gran Bretaña 151, en la República Checa 98, en México 77, en Turquía 28 y en Colombia nueve. Además, en cuanto a las redes de ferrocarriles, pueden compararse los 33.862 kilómetros en Alemania con los 1.663 en Colombia, a pesar de que Colombia tiene un territorio mucho más grande. Es aun más informativo comparar las nuevas líneas de alta velocidad ferroviaria para velocidades por encima de 250 km/h, que se han realizado especialmente en Francia, Alemania, España, Italia, Japón, China, Corea del Sur y Taiwán, acompañados por proyectos avanzados en Turquía y Arabia Saudita, mientras en Norte y Suramérica faltan todavía equivalentes. En cuanto a las respectivas obras públicas, China parece en los inicios del siglo XXI el Estado más eficiente del mundo. Adicionalmente, la estatalidad alemana ha establecido en 16 aglomeraciones redes de trenes de cercanía, en cuatro ciudades metros y en más de 60 ciudades tranvías, mientras la colombiana no ha logrado materializar planes equivalentes para su capital de ocho millones de habitantes, sino simplemente líneas de autobuses en corredores viales separados de mediana capacidad. En resumen, respecto al acceso al territorio y de la fluctuación urbana, Estados como Alemania, Turquía y Etiopía han realizados niveles de calidad muy diferentes, que se pueden calificar como alto, medio y deficiente1709. Para acercarse a la calidad del Estado social, pueden compararse la cuota del empeño social como un porcentaje del Producto Interno Bruto. La misma se ha estabilizado en los Estados del núcleo industrial en Europa noroccidental, central y nórdico en la dimensión alrededor del 28-31% del PIB, mientras que España se ha limitado al 21% y América
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Comp. OECD, Environment at a Glance, OECD Environmental Indicators, París, OECD Publ., 2015, pág. 65; NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., pág. 409; UN-HABITAT, The Challenge of Slums, op. cit., págs. 260 y ss; PORTAFOLIO.CO, Colombia superó los 1.000 km de dobles calzadas, de 14.1.2013, http:// www.portafolio.co/especiales/doble-calzada/construccion-dobles-calzadas-colombia (5.1.2018); UNDP, HDR 2010, op. cit., págs. 206 y ss; WORLD BANK.
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Latina incluso al 17,9%1710. Para la comparación cualitativa es importante el Coeficiente de Gini, usado entre otros por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas para calificar la respectiva desigualdad nacional en la repartición de los ingresos: entre los Estados con los mejores resultados mundiales, deben acentuarse Noruega (25,9), la República Checa (26,1), Suecia (27,3), Dinamarca (29,1), Alemania (30,1) y Austria (30,5), en el campo de la mediocridad están EE.UU. (41,1), Rusia (41,6), China (42,2) y Argentina (42,7) y en el campo de los preocupantes colistas se ubican Chile (50,5), Brasil (51,5), Colombia (53,5) y Sudáfrica (63,4)1711. Una sub-rama importante de la estatalidad social es la salud. Según el criterio de la expectativa de vida alcanzada, la lista sería la siguiente: Japón 83,7 años, Suiza 83,1 años, Francia 82,4 años, Suecia 82,3 años, Chile 82 años, Alemania 81,1 años, EE.UU. 79,2 años, República Checa 78,8 años, China 76 años, Brasil 74,4 años, Colombia 74,2 años, Rusia 70,3 años, India 68,3 años, Sudáfrica 57,7 años y República Centroafricana 51,5 años1712. La calidad educativa es otra de las dimensiones claves del Estado moderno para comparar. Según los Informes del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) de la OCDE, en Finlandia alcanza el 14,2% de los estudiantes de colegio en la edad de 15 años los dos niveles superiores en el dominio de las ciencias (proficiency 5-6), en Canadá el 12,4%, en Alemania y Corea del Sur el 10,6%, en EE.UU. el 8,5 %, en España el 5%, en Rusia el 3,7%, en Chile el 1,2%, en Brasil el 0,7%, en Colombia el 0,4% y en Indonesia el 0,1%, mientras en varios Estados latinoamericanos, como Brasil o Colombia, la mitad o más de los estudiantes se queda en el bajo nivel de proficiency 2 o menos, lo que afecta altamente las competencias de la respectiva sociedad para manejar adecuadamente los desafíos profesionales de la civilización industrial. Mientras en los Estados del núcleo industrial las dos terceras partes de los habitantes en la respectiva edad entran al nivel universitario, en Colombia es solamente el 51%, en Brasil el 46%, en China 39%, en Egipto el 32%, en México el 30%, en India el 24%, en Tanzania el 4% y en Malaui el 1%1713. En efecto, el impacto del pensamiento formal-operativocooperativo de la transformación ilustrada-industrial fue muy diversificado: fracasó en múltiples lugares afuera de Europa noroccidental y de la sinósfera cultural, siempre y cuando colegios autocráticos presionan a memorizar mecánicamente sin promover el debate y donde las condiciones socio-culturales desvían las energías intelectuales por obligar a desconfiar, intrigar e invertir permanentemente en redes clientelistas. Cabe destacar que en la carrera estatal de derecho, los estudiantes alemanes aprenden el ni1710
1711 1712 1713
Comp. BÄCKER et al., Sozialpolitik und soziale Lage, t. 1, op. cit., pág. 112; BMAS, Sozialleistungsquote 1960-2016, op. cit.; CEPAL, Panorama social de América Latina, op. cit., págs. 157, 231; OSCHMIANSKY & K., Wohlfahrtsstaatl. Grundmodelle, op. cit.; UNIV. DUISBURG-E., Sozialschutzquoten, op. cit. UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 206 y ss. UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 198 y ss. OECD, Pisa 2015 Results, 1, París, OECD 2016, pág. 321; UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 230 y ss.
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vel aplicativo y sistémico de solucionar casos complejos, mientras sus colegas colombianos se preparan para responder exámenes repetitivos de detalles en el modo selección múltiple. Además, se calcula la cantidad de investigadores científicos por cada 100 mil habitantes en Suecia como 5.977, en Japón 5.294, en EE.UU. 4.605, en Alemania 3.276, en Gran Bretaña 2.712, en España 2.368, pero en Italia solo son 1.241 investigadores, en Chile 833, en China 708, en Colombia 125, en India 115 y en Ecuador 50 por cada 100 mil habitantes. En cuanto al nivel supremo de educación, más del 25‰ de la población suiza entre los 25 y 64 años de edad cuenta con el doctorado, más del 15‰ de los austríacos, más del 10‰ de los estadounidenses, alemanes e ingleses, más del 5‰ de los franceses y españoles y menos del 5‰ de los rusos, italianos y chilenos. En cifras absolutas, se elaboran anualmente 67.716 doctorados nuevos en los EE.UU, 25.500 en Alemania, 17.048 en Brasil, 10.889 en España, 7.059 en Canadá, 4.541 en México, 2.503 en Portugal, 2.176 en Argentina, 650 en Chile y 392 en Colombia1714. Aún por encima, el título académico más alto del mundo, el segundo doctorado superior denominado la Habilitation, solo existe en la mayor parte de las grandes naciones científicas de Europa continental, pero falta en los Estados anglo y hispanoparlantes. También se ha intentado elaborar rankings de las Universidades, pero hasta entonces se fundamentan en la generalización de estándares anglosajones que buscan desviar sus competidores europeos al supuesto segundo rango. De todas maneras, las discrepancias educativas afectan muchas de las demás dimensiones cualitativas en Estado y sociedad, pues si las futuras élites –por ejemplo en el caso colombiano– reciben su formación de manos de profesores sin doctorado ni maestría que –por ejemplo, según la perspectiva alemana– serían maximente calificados como asistentes fotocopiadores, también la capacidad de los formados para solucionar los urgentes problemas del futuro alcanza exactamente este nivel limitado. Mientras el típico ministro o alto magistrado alemán se caracteriza por el nivel de doctorado, su colega colombiano se queda muchas veces en el nivel de pregrado o de la sub- maestría denominada la especialización sin haber recibido las respectivas capacidades metodológicas, sistémicas y comparativas. Una característica común de los Estados de bajo empeño en América Latina es que no han adoptado la costosa educación pública de alta calidad para todos, sino delegan partes sustanciales de la misma a Universidades y colegios privados públicamente acreditados que cobran las matriculas y tasas mensuales más altos del mundo en comparación con los ingresos de promedio, es decir, promueven unilateralmente los hijos de la élite económica y excluyen a la mayor parte de los jóvenes inteligentes. 1714
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OECD, Science, Technology and Industry Scoreboard 2015, París, OECD, 2015, pág. 102; cifras para 2014 según RICYT, Indicadores comparativos, Doctorados, http://www.ricyt.org/index.php?option=com_content& view=article&id=149&Itemid=3 (5.1.2018); JUAN MORENO & PABLO RUIZ, La educación superior y el desarrollo en América Latina, México, CEPAL, 2009, pág. 18.
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De igual forma, pueden preguntarse por los resultados de la estatalidad ambiental. Según la propuesta del Índice de Desempeño Ambiental de 2016, Finlandia, Suecia, España y Francia entran a los mejores diez países del mundo; Alemania, Brasil, Costa Rica, EE.UU. y Rusia a la segunda categoría de los buenos resultados (rangos 11-46); Chile, Colombia y Sudáfrica a la categoría mediocre (47-84); Turquía y China a la clase débil (85-130), así como el subcontinente de la India y el África subsahariana a la categoría peor (131-180)1715. No obstante, los criterios de la salud ambiental y vitalidad ecosistemita no hacen visibles ni los problemas de la sostenibilidad ni los de la externalización de los efectos negativos del consumo, es decir entregan una absolución inadecuada al núcleo industrial del planeta. Por lo tanto, son más instructivos los estudios de sostenibilidad según el método de comparar la huella ecológica con la propia biocapacidad. Entran a la categoría del sobreuso excesivo aquellos Estados cuyo consumo ambiental sobrepasa la propia biocapacidad por más del 100%: Corea del Sur (778%), Japón (607%), Bélgica (511%), Países Bajos (417%), Italia (329%), Gran Bretaña (298%), China (250%), España (155%), India (144%), Alemania (143%), EE.UU. (127%), Turquía (117%), México (111%) y Pakistán (109%); a la categoría preocupante de los países cuyo uso ambiental sobrepasa más del 50% la propia biocapacidad: Francia (74%) y Eslovaquia (61%); y al grupo casi sostenible del sobrepaso moderado de 0-50%: Dinamarca (34%), Venezuela (20%) y Chile (19%); mientras que se desarrollan todavía dentro de su propia biocapacidad Estados como Australia, Bolivia, Brasil, Colombia, Noruega, Rusia y Suecia1716. Sintetizando, se da como panorama sumario una diferenciación escalonada entre cinco niveles cualitativos de poderes estatales en el mundo: primero, hay que señalar la clase superior de un poder estatal altamente desarrollado, compuesta por los Estados de Europa noroccidental y central y unos Estados de Asia oriental como China, Japón y Corea del Sur; segundo, se perfila la clase suprema con Norte-América, Australia, Europa oriental y probablemente algunos Estados orientales con una capacidad dirigente fuerte como Irán; tercero, debe indicarse el nivel medio compuesto por América Latina –donde las largas tradiciones liberales y las tendencias a la plutocracia, en particular la casi libertad tributaria de las clases altas, bloquean toda solución eficiente de los desafíos urgentes, a pesar del nivel respetable de desarrollo en términos generales– y también por los Balcanes y partes sustanciales del ex cinturón de civilizaciones entre Turquía e Indonesia; cuarto, sigue el grupo de los Estados débiles con una sub-eficacia considerable del poder estatal en casi todas sus dimensiones; y en último lugar, hay que mencionar los llamados Estados fallidos con un control interno muy limitado y un nivel alto de violencia política1717. 1715 1716 1717
YCELP, Environmental Performance Index 2016, New Haven, Yale, 2016, pág. 19. GFN, Ecological Wealth of Nations, op. cit. Comp. WWF, Living Planet Report 2016, op. cit., págs. 74 y ss. También la ONG estadounidense Fund for Peace publica cada año su Failed/fragile States Index, pero su mezcla con criterios generales del desarrollo lleva a una variación del patrón ‘Occidente primero’; THE FUND FOR PEACE, Fragile States Index 2017, op. cit. Sobre los Estados fallidos: ERDMANN, Apokalyptische Trias, op. cit., págs. 267 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 88 y s; HIRSCH-
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Las últimas dos categorías, se componen predominantemente por los Estados multitribales sin nación real del África subsahariana que habían mostrado un perfil pre-estatal hasta finales del siglo XIX. En ello, juegan un papel la lentitud del reemplazo de los patrones culturales pre-estatales por los patrones conformes al estatismo de la era industrial, los contrastes de transformación duros de un salto directo de las realidades neolíticas a la modernidad industrial, la marginación profunda en el sistema mundo industrial, las enemistades étnicas y las crisis de existencia ante el desarrollo demográfico rápido. A los colistas se suman cinco casos especiales del debilitamiento estatal: se indica en el continente americano el Estado de la revolución esclavista en Haití que se presenta socio-ambientalmente devastado a causa de una colonización minifundista ilimitada durante dos siglos1718, así como se alude, en el antiguo cinturón de las civilizaciones, cuatro Estados desestabilizados por intervenciones occidentales en nombre de la difusión democrática y del interés geopolítico en petróleo barato: primero, en Irak, la ocupación ilegal de EE.UU., de 2003 a 2011, ha promovido el ascenso de una cultura de la violencia y de la insurgencia étnica y confesional, lo que escaló de nuevo, en 2014, a una brutal guerra civil iraquí-islamista; segundo, la ocupación de la misma potencia imperial en Afganistán, de 2001 a 2014, ha establecido un escenario de la violencia endémica que afecta también a las zonas fronterizas del noroeste de Pakistán; tercero, del mismo modo, la intervención de la OTAN en Libia, de 2011, llevó a una implosión del poder central y a realidades anárquicas con múltiples actores armados que limitan la influencia del gobierno internacionalmente reconocido a la capital Trípolis; cuarto, también la compleja guerra laica-islamista y étnica en Siria, a partir de 2011, fue parcialmente provocada por motivaciones occidentales de rebelarse contra la dictadura del socialismo árabe, aunque no fue posible encontrar insurgentes democráticos, sino solo variaciones del islamismo moderado hasta radical1719. De todos modos, ya en la tercera categoría del nivel medio, es importante no buscar excusas cómodas de desviación al estilo de afirmar una supuesta irrevocabilidad de las disparidades de desarrollo, o de plantear una presunta fatalidad eterna de las dependencias del capitalismo moderno, o de exponer un hipotético destino marginal predefinido desde un lejano pasado colonial, o de propagar una eventual cultura propia para apreciarla según el fin de emanciparse del eurocentrismo hegemónico, así en particular MANN, Wie Staaten schwach werden, op. cit., págs. 19 y ss; NUSCHELER, Entw.politik, op. cit., págs. 406 y ss; ROTBERG, When States Fail, op. cit., págs. 1 y ss; SCHUBERT, Staatszerfall, op. cit.; STÜTZ, State-Building, op. cit., págs. 96 y ss; TETZLAFF, Die Staaten Afrikas, op. cit., págs. 3 y ss. 1718 1719
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DIAMOND, Collapse, op. cit., págs. 329 y ss. Véase ARMBRUSTER, Brennpunkt Nahost, op. cit., págs. 107 y ss; WILFRIED BUCHTA, “Iraks Zerfall und der Aufstieg des IS”, en revista APuZ, núm. 8, Bonn, BPB, 2016, págs. 23-31; HALM, Die Araber, op. cit., págs. 133 y ss; HIRSCHMANN, Wie Staaten schwach werden, op. cit., págs. 104 y ss, 120 y ss, 135 y ss; MICHAEL LÜDERS, Wer den Wind sät, 21a ed., Múnich, Beck, 2016, págs. 80 y ss; MÜNKLER, Das Scheitern des Westens, op. cit.; PERTHES, Das Ende des Nahen Ostens, op. cit., págs. 63 y ss; AHMED RASHID, Pakistan on the Brink, Nueva York, Viking, 2012, págs. 137 y ss, 160 y ss; SCHNETTER, Kl. Geschichte Afghanistans, op. cit., págs. 136 y ss; SCHOLL-L., Der Fluch der bösen Tat, op. cit., págs. 274 y ss.
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en los Estados neo-europeos de América Latina, pues la mayor parte de los defectos indicados en este capítulo se han generado predominante y responsablemente en las respectivas políticas republicanas internas: es la responsabilidad del poder estatal propio preferir beneficiar las élites económicas con una casi libertad tributaria en vez de financiar un sector público eficiente; es la decisión libre de aquello perpetuar un sistema educativo que no capacita a los futuros líderes para manejar profesionalmente la complejidad de los desafíos del siglo XXI; es un autogol si élites gubernamentales evitan la cientificación de su pueblo por cálculos de perpetuarse en un ámbito acrítico; ningún gobierno es inocente por acuerdos destructivos con instituciones financieras globales o empresas transnacionales; es una trampa auto-construida permitir una mentalidad burocrática del fracaso que se pierde en bloqueos procedimentales, la incapacidad de cooperar, errores, absurdos, un detallismo de lo más irrelevante y el maltrato de los derechos del ciudadano; tampoco es una fatalidad del cielo si funcionarios públicos no son motivados ni a acoger denuncias presentadas ni a imponer las normas básicas; es análogamente un déficit nacional contentarse con modelos infraestructurales mediocres en vez de aprovecharse del conocimiento sobre los modelos internacionalmente exitosos que son disponibles en las Universidades nacionales; es una responsabilidad del elector si no vota por partidos que ofrecen programas hábiles para superar estos defectos; finalmente es un grave problema de calidad de los medios masivos de comunicación no informar ni objetiva ni críticamente al elector. Muchas veces falta ya toda sensibilidad de los dirigentes que estos son los defectos con el impacto mayor. Algunos Estados invierten mucha energía en maquillar los problemas en vez de trabajar autocríticamente en generar soluciones viables. No es fácil romper con los círculos viciosos en las respectivas mentalidades que reproducen la mediocridad estatal, pero tampoco es imposible. Por lo demás, existe en muchos Estados que, a diferencia de Alemania o Suiza, no han intentado desarrollar su territorio de modo uniforme, una multizonalidad con una soberanía efectiva muy escalonada, así por ejemplo por causas ecozonales en Canadá, Australia, Colombia, Brasil, Rusia, China o Indonesia, donde hay grandes zonas frías o de selvas lluviosas inadecuadas para la agricultura compleja, que están todavía en manos de sociedades semi-pre-estatales y colonos dispersos. Estos fenómenos se multiplican en Estados como Colombia que no son dispuestos a dirigir la atención a regiones periféricas como el Chocó que se presentan institucionalmente abandonados. De todos modos, las evaluaciones de la eficiencia estatal cambian significativamente si se tiene en cuenta la cuestión ecológica de la civilización industrial, donde naturalmente los Estados más industrializados causan los defectos principales con un impacto para la sostenibilidad a medio y largo plazo.
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3. EL ESTADO POS-BÉLICO EN LA COMUNIDAD DE LA PAZ MUNDIAL A)
LA SUPRESIÓN DEL IUS AD BELLUM DE LOS ESTADOS AHORA NO TAN SOBERANOS
En la historia mundial del Estado pacífico, el año de 1945 tuvo un significado crucial. Los Estados del planeta se integraron en un orden global dedicado a la paz que rompió profundamente con la anarquía de la soberanía del Sistema de San Petersburgo y Viena de 1772/1815. Se logró la mundialización del concepto de paz por derecho, bajo algunas similitudes estructurales con la Paz eterna en la tierra del Sacro Imperio Romano de 1495/15551720. La norma central fue la prohibición general de la guerra, acordada por primera vez en 1928 por el Tratado sobre la renuncia a la guerra, aunque en este momento todavía en vano1721. En 1945, la propuesta del interbellum fue perpetuada y fortalecida a través de la Carta de las Naciones Unidas en forma de la prohibición general de la amenaza y del uso de fuerza contra otro Estado. De modo complementario, se garantizó la integridad territorial de los Estados, negando el territorialismo ilimitado del Sistema de San Petersburgo y Viena. De tal manera, el ius ad bellum del Estado soberano se convirtió en un ius contra bellum. Como medio de imposición, se previó la ejecución de la paz mundial ordenada por el Consejo de Seguridad. La única excepción de dicha prohibición es la defensa legítima contra ataques armados, siempre y cuando sea inmediata y proporcional1722. La Resolución 2.625 sobre relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados de 1970, confirmó y desarrolló el enfoque en el “mantenimiento de la paz” y “a practicar la tolerancia y a convivir en paz como buenos vecinos”, subrayando “el principio de que los Estados, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia” y precisando el “principio de que los Estados arreglarán sus controversias internacionales por medios pacíficos”1723. 1720 1721 1722
1723
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Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 257 y ss. Véase tb. capítulo III.1.A.a. Pacto Briand-Kellogg de 1928, op. cit. Arts. 2 núm. 4, 41-42 y 51 de la Carta de las Naciones Unidas de 1945, op. cit. Comp. ARNAULD, Völkerrecht, op. cit., págs. 405 y ss; DÜLFFER, Frieden stiften, op. cit., págs. 202 y ss; GAREIS & V., United Nations, op. cit., págs. 58 y ss, 80 y ss; GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., págs. 619 y ss, 639 y ss, 673 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 23 y ss, 246 y ss; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 49 y ss, 249 y ss; IPSEN, Völkerrecht, op. cit., págs. 1062 y ss; GEORG KREIS, “Völkerbund u. UNO”, en revista Politorbis, ed. esp., Berna, EDA, 2001, págs. 4-8, 6 y ss; NUSSBERGER, Das Völkerrecht, op. cit., págs. 65 y ss; GERHARD STUBY, “Die UN-Charta und das Friedensgebot”, en ERHARD CROME (Ed.), Die UNO u. d. Völkerrecht in den internat. Beziehungen der Gegenwart, Berlín, R. Lux. Stiftung, 2011, págs. 5-13; DIEGO URIBE, La paz es una tregua, 4a ed., Bogotá, UNAL, 2002, págs. 107 y ss; VITZTHUM et al., Völkerrecht, op. cit., págs. 26, 35, 52, 595 y ss; ZIEGLER, Völkerrechtsgeschichte, op. cit., págs. 217 y ss. Crítico: DANILO ZOLO, Cosmópolis, Barcelona, Paidós, 2000. Resolución 2.625 (XXV) de la Asamblea General relativa a las relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados de 1970, ed. por UN, http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/RES/2625(XXV)&Lang= S&Area=resolution (5.1.2018).
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Si se entiende el ius ad bellum como la característica clásica del atributo de la soberanía, los Estados perdieron por la adhesión originaria a las Naciones Unidas su soberanía externa proveniente del Sistema de San Petersburgo y Viena, la última vez con el ingreso relativamente tarde de Suiza en 20021724. La supervivencia paralela de la antigua expresión ‘soberanía’, no tiene otras causas que la etiqueta diplomática1725. Además, el carácter obligatorio fue fortalecido complementariamente por las figuras de la costumbre internacional y del ius cogens, que posibilitaron entender la prohibición de la guerra como universalmente válido y no sólo como un mero acuerdo entre los firmantes de la Carta. Simultáneamente a la proscripción universal de la guerra, los Estados vencidos en 1945 retomaron explícitamente el ius contra bellum al nivel constitucional, así Japón en 19461726, Italia en 1947 y Alemania occidental en 1949. Además, las Naciones Unidas limitaron la anarquía de la soberanía a través de la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio de 1948 que transformó supuestos asuntos internos de los Estados en delitos internacionales1727. Como la inspiración principal sirvió el judeocidio del régimen nazi. En cierto sentido, la mundialización paralela de las garantías individuales del derecho constitucional ilustrado a derechos humanos universales en 1948 y 1966, transformó los súbditos de los Estados naciones en una especie de ciudadanos mundiales1728. Cabe destacar que la pacificación fundamental fue una de las grandes rupturas sistémicas de la historia mundial. En efecto, se trató de uno de los grandes éxitos que es mucho más que mera lírica normativa. Mirando el manejo práctico de la prohibición de la guerra, puede decirse que, en los años 1950 hasta 1953, las jóvenes Naciones Unidas realizaron la primera ejecución de la paz mundial, pues el Consejo de Seguridad evaluó a Corea del Norte como agresor, a causa de la invasión del Estado hermano del sur1729. Como los éxitos más recientes de disciplinamiento de Estados agresivos, se pueden nombrar la derogación de la invasión de las fuerzas militares de Irak en Kuwait en 19911730, la protección de la nueva república de Bosnia y Herzegovina contra la agresión étno-chauvinista del Estado de facto de Srpska entre 1992 y 19951731 y la salvación de la independencia de Timor 1724
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La adhesión particular de Montenegro y Sudán del Sur se dio más tarde, pero estos territorios pertenecieron ya anteriormente a Estados miembros de la ONU. SIBYLLE TÖNNIES, “Souveränität und Angriffskriegsverbot”, en revista APuZ, núm. 22, Bonn, BPB, 2005, págs. 39-46, 41. Art. 9 de la Constitución de Japón de 1946, op. cit. Véase KLEIN & W., Japan, op. cit., pág. 35. Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio de 1948, ed. por CRUZ ROJA, op. cit. NUSSBERGER, Das Völkerrecht, op. cit., pág. 86. Resulución 85 de 1950; GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., págs. 673 y s; SETH, A History of Korea, op. cit., págs. 321 y ss. Resoluciones 660 y 678 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de 1991. Resoluciones 752 y 757 de 1992. El conflicto sangriento terminó con el Acuerdo-marco general para la paz en Bosnia y Herzegovina de Dayton de 1995. El éxito es ambiguo: se defendió la unidad de Bosnia, pero
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Oriental contra un cuarto siglo de la ocupación por parte de Indonesia en 20021732. Desde los inicios en Palestina en 1948 y en Cachemira en 1949, las Naciones Unidas han realizado un total 69 misiones de paz con fuerzas de paz, especialmente en el sur de Asia, en Oriente próximo, en los Balcanes, en Centroamérica y en el África subsahariana, entre éstas más de dos tercios en la verdadera fase de ascenso a partir de 19881733.
Img. 157: Salvada por la ONU: la formación de un nuevo Estado europeo en la década de 1990. Puede verse Sarajevo, la capital de Bosnia y Herzegovina, después del sitio serbio de 1.425 días en la guerra étnica y religiosa de creación de Estado (Guerra de Bosnia, 1992-1995)1734
El logro más excitante del ius contra bellum de las Naciones Unidas, puede reconocerse en el hecho de que las guerras de conquista contra Estados vecinos dejaron de ser realizables. Como las últimas grandes campañas exterminadoras contra Estados, se indican que la India eliminó al gran Reino del nizam de Hyderabad con 214 mil kilómetros cuadrados en 1948, la República Popular China a la retirada teocracia del Dalai
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se perpetuó con el reconocimiento de Srpska como Estado federado, la nueva estructura étnica creada por las limpiezas étnicas; CALIC, Geschichte Jugoslawiens, op. cit., págs. 311 y ss; HONIG & BOTH, Srebenica, Record of a War Crime, op. cit., págs. 28 y ss, 48 y ss, 139 y ss; MANN, The Dark Side of Democracy, op. cit., págs. 382 y ss; THER, The Dark Side of Nation-States, op. cit., págs. 213 y ss. Cuando Timor portuguesa recibió, en 1975, la promesa de independencia, la dictadura vecina de Indonesia se aprovechó y conquistó la isla con medidas de terror y democidio. La anexión fue condenada por la ONU. Después de la caída del dictador SUHARTO en 1998, la ONU pudo imponer un referéndum de independencia. De 1999 a 2002, Timor oriental estuvo bajo el control de la ONU (Resolución 1.272 de 1999). Así la ONU corrigió la vergüenza de 1963/1969, cuando había legitimado la expansión de Indonesia a Nueva Guinea occidental por un seudo-referéndum manipulado de SUHARTO. Comp. VICKERS, A History of Modern Indonesia, op. cit., págs. 138, 167, 180, 229. En 2017: 16 misiones de paz; UN (Ed.), History of Peacekeeping, https://www.un.org/en/peacekeeping/operations/history.shtml (5.1.2018); GAREIS & V., The United Nations, op. cit., págs. 89 y ss; GREWE, The Epochs of Internat. Law, op. cit., pág. 674; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 330 y ss. Foto: BERND MARQUARDT.
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
Lama de Tíbet en el techo del mundo en 19501735 y el sultanado de Mascate-Omán al imamato de Omán en 1954/1959. La última ganancia territorial violenta de la historia mundial, la tuvo, en 1967, el Estado de Israel al invadir, en la Guerra de los Seis Días, los lugares de su afirmado origen histórico varios milenios antes. Sin embargo, Israel ha anexionado formalmente sólo la ciudad árabe de Jerusalén oriental (1980) y los altos sirios de Golán (1981), mientras ha establecido en Cisjordania y en la Franja de Gaza un régimen de ocupación ‘provisoria’ durante medio siglo, calificado varias veces como ilegal por resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 1967 y 1980/ 1981. A los escenarios probables ya no pertenece la incorporación definitiva –en vista de la estatalidad propia de Palestina reconocida por las Naciones Unidas en 2012–, aunque tampoco es sostenible el así perpetuado régimen de apartheid entre ciudadanos y no-ciudadanos1736.
Img. 158: Soldados y fundamentalistas religioso-nacionalistas en la Plaza del Muro de las Lamentaciones en la ciudad de Jerusalén, anexionada en 1980 por Israel: todavía en los inicios del siglo XXI una combinación explosiva1737
Como otro candidato de una de las últimas anexiones de la historia mundial, puede discutirse el pequeño Reino de Sikkim en el Himalaya, incorporado en 1975 como un Estado federado a la Unión de la India, pero existió ya antes un título de protectorado y hubo la legitimación adicional por un referéndum. Además, Vietnam del Sur fue incorporado, en 1976, a Vietnam del Norte, pero se trató más de una reunificación, declarada por el último gobierno revolucionario del sur después de varios decenios de partición en el marco de la Guerra Fría global (1946-1989). Cuando Turquía invadió, en 1974, el norte del nuevo Estado isleño mediterráneo de Chipre para soportar la mi1735
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El auto-aislado Tíbet se había abstenido de formalizar su declaración de independencia de 1913 en redes de relaciones internacionales, de modo que la República Popular de China pudo afirmar fácilmente que el antiguo estilo jerárquico de relaciones internacionales de los hijos del cielo había significado una incorporación al Imperio Chino, lo que justificó aparentemente la política neo-imperialista de MAO como un supuesto asunto interno no criticable. Comp. DÖRR, Inkorporation, op. cit., págs. 363 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág. 190. Núm. 242 de 1967, 478 de 1980 y 497 de 1981. Comp. NORMAN PAECH, “Die UNO, das Völkerrecht und die Zukunft Palästinas”, en CROME, Die UNO, op. cit., págs. 59-66, 62 y ss; PAPPE, A History of M. Palestine, op. cit., págs. 183 y ss; AZOULAY & O., The One-State Condition, op. cit., págs. 25 y ss. Fotos: BERND MARQUARDT.
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noría significativa de los turcos étnicos, evitó la anexión de este territorio proveniente del pasado imperial-otomano y fundó un Estado de facto aparte bajo la protección de Ankara. Posteriormente, no se encuentra ningún caso adicional de una expansión territorial por medios bélicos1738. La garantía de la integridad territorial de la Carta de la ONU imposibilitó la expansión militar de los Estados, pero dejó espacio para una versión suave de la autodeterminación de los pueblos, a pesar de que el ius secedendi no fue ni reconocido ni negado de modo explícito, al estilo de uno de los grandes vacíos sistémicos1739. En la práctica, las Naciones Unidas aceptaron la mayor parte de las desmembraciones y secesiones de Estados que siguieron, según el principio uti possidetis iuris, a subdivisiones federales o administrativas preexistentes, así en la retirada europea del África (1957-1977) y en la reorganización de los Estados plurinacionales en Europa oriental y Asia central (19902006). El hecho de que se aceptó, en 1993, la independencia de Eritrea de Etiopía, mientras se ha ignorado desde 1991 la del país vecino de Somalilandia de Somalia, subraya ciertas márgenes de arbitrariedad. De igual forma, quiere señalarse el éxito del ius contra bellum en forma de la desaparición completa de confrontaciones bélicas entre las grandes potencias militares de la primera categoría a partir de 1945–. Asimismo, terminaron por completo las guerras internacionales en Europa occidental. En términos más generales, desaparecieron los comportamientos violentos entre Estados industrializados del primer nivel de desarrollo, por lo menos después de la única excepción discutible que fue, en 1968, la inva-
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Tampoco en el caso del traslado de Crimea de Ucrania a Rusia en 2014. Se anota que fue exitosa, en 1961, la anexión de Goa –que había estado en manos portuguesas desde hace 450 años– por parte de la Unión de la India. En el espíritu de la descolonización de entonces, esta anexión no fue criticada por parte de la ONU. Fue legitimizada, en 1974, mediante la renuncia por parte de Portugal. Además, en la guerra sino-india de 1962, China se apropió del extenso y aislado desierto de alta montana Aksai Chin –en la parte india del extinguido Reino de Cachemira– para poder conectar sus provincias de Tíbet y Sinkiang mediante una carretera. Desde entonces, parece estable la línea actual de control. Todavía está abierto el caso de la República Saharaui, en el cual la retirada de España en 1975 dejó todas las preguntas indecididas. El Reino de Marruecos realizó una reunificación militar de su territorio tradicional, mientras un movimiento de independencia reclama un Estado propio, reconocido en partes de África. Por su parte, la ONU espera un referéndum. Comp. DÖRR, Die Inkorporation, op. cit., 387 y ss, 390 y ss; GILSON, A History of Modern Morocco, op. cit., págs. 180 y ss; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 616 y s; KREISER & N., Türkei, op. cit., págs. 447 y ss; ROTHERMUND, Geschichte Indiens, op. cit., pág. 110; SPEAR, A History of India, op. cit., pág. 252; TALMON, Nichtanerkennung, op. cit., págs. 10-82; MARK ZACHER, “The Territorial Integrity Norm”, en revista Internat. Organization, vol. 55, núm. 2, Cambridge, Univ. Press 2001, págs. 215-250, 225 y ss, 230 y ss. Art. 1 núm. 2 y art. 55 de la Carta de la ONU de 1945, op. cit. ARNAULD, Völkerrecht, op. cit., págs. 23 y s; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 273 y ss; FISCH, Das Selbstbestimmungsrecht, op. cit., págs. 218 y ss; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 114 y ss; TOMUSCHAT, Secession and Self-Determination, op. cit., págs. 23-45; VITZTHUM et al., Völkerrecht, op. cit., pág. 199.
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sión rusa de Checoslovaquia para frenar y derrocar un gobierno reformador, lo que se efectuó, en vista de la orden checa de la no defensa, sin combates1740. En la década de 1970, pueden comprobarse algunas pocas intervenciones humanitarias de Estados de medio peso –en particular la de la India frente al democidio en Pakistán oriental (Bangladés, 1971) y la de Vietnam para frenar el régimen democidial de los Jemeres Rojos en Camboya (1978)–. Nadie puede negar los respectivos hechos de lesa humanidad, pero ante la claridad del ius contra bellum de la Carta de las Naciones Unidas, quedaron ilegales los actos militares en mención, pues faltó la autorización previa por el Consejo de Seguridad1741. Los críticos de la paz mundial anotan frecuentemente esta falta de una eficacia completa. Sin embargo, aunque nadie puede negar la persistencia de infracciones del ius contra bellum, sería equívoco cerrarse a la perspectiva a largo plazo que muestra indudablemente la implosión de las actividades bélicas serias en los decenios de la Carta de las Naciones Unidas. Finalmente, la mayor parte de los conflictos armados no estalla entre Estados soberanos, sino que se trata de guerras civiles y nuevas formas de una violencia sub-bélica en el interior de varios Estados débiles, especialmente en África y Asia occidental1742. Si se busca un símbolo de la interiorización de la cultura del ius contra bellum, sirve la toma pacífica de la frontera más militarizada del mundo –el muro de Berlín– en 1989 por manifestantes ante los ojos inmediatos de los militares que no intervinieron. En términos más generales, ocurrió algo que hubiera sido impensable desde una perspectiva de la anarquía de soberanía de 1914 o 1939: la potencia militar más fuerte del mundo, completamente intacta en términos militares, la Rusia soviética, se retiró al núcleo de su territorio y dejó libre sus zonas de influencia en el este europeo, no porque lo necesitó, sino porque lo quiso. Permitió, a partir de 1989, que los Estados satélites del este de Europa buscaran su camino propio, así como aprobó, en 1991, el divorcio pacífico según el cual las repúblicas soviéticas no rusas usaran su derecho consagrado en la constitución federal de 1977 a independizarse1743. En términos generales, la Carta de las Naciones Unidas parte de la igualdad de sus miembros sin diferenciación entre superpotencias como Estados Unidos y enanos como Liechtenstein. Sin embargo, la coalición de las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial se ha reservado privilegios en el poder ejecutivo de las Nacio1740 1741
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BERND GREINER et al., Krisen im Kalten Krieg, Bonn, BPB, 2009, págs. 411 y ss. Véase ARNAULD, Völkerrecht, op. cit., págs. 447 y ss; CHRISTIAN TOMUSCHAT, “Humanitäre Intervention”, en HERFRIED MÜNKLER & KARSTEN MALOWITZ (Eds.), Humanitäre Intervention, Wiesbaden, VS, 2008, págs. 65-88, 68; VITZTHUM, Völkerrecht, op. cit., pág. 606. VICENÇ FISAS, Cultura de paz y gestión de conflictos, 5ª ed., Barcelona, Icaria, 2006, págs. 48 y ss. Art. 72 de la Constitución de la URSS de 1977, op. cit.; Tratado de Białowieża de 1991; SHEEHAN, Where have all the Soldiers gone? op. cit., cap. 8. Además: KUNZE & V., Das Ende, op. cit., págs. 12 y ss.
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nes Unidas: tanto los tres Aliados triunfadoras –EE.UU., Gran Bretaña y Rusia– como los dos perdedores cooptados –Francia y China–, se reservaron una influencia superior en el liderazgo mundial por ocupar los únicos puestos permanentes en el Consejo de Seguridad con el veto absoluto y por monopolizar la posesión legal de armas nucleares y termonucleares1744. Con dicho órgano ejecutivo, se pretendió convertir las Naciones Unidas en más hábiles a actuar que la anterior Sociedad de Naciones1745. Por supuesto, el veto señalado es un instrumento pasivo, sin abrir espacios para aventuras particulares, pero se transmuta en fuerte, en caso de un interés protector particular. Llama la atención que los privilegios de los cinco miembros permanentes no coinciden con la financiación, pues a los ‘cinco grandes’ en términos presupuestales entran Alemania y Japón, mientras Gran Bretaña y Rusia salen. De todas maneras, dichas potencias se enmarcaron mutuamente y recibieron una responsabilidad aumentada para la paz mundial bajo la sugerencia sistémica de una lógica cooperativa. Recapitulando, la anarquía de soberanía, predominante entre 1772 y 1945, se ha extinguido a partir de la Carta de las Naciones Unidas de 1945 por la estandarización del derecho público de paz al nivel global y la creación de una organización cooperativa de todos los Estados del planeta. En la época de las Naciones Unidas, la soberanía externa del Estado no significa más el derecho a la guerra, sino el ser sujeto inmediato del derecho internacional público en el marco de la igualdad legal de todos los Estados1746. Conforme a la teoría constitucional de PETER HÄBERLE, puede estipularse una sustitución del Estado Nación soberano por el Estado constitucional cooperativo en el sentido de la interiorización de los valores de la paz positiva1747. B)
LA JUSTICIA DE LA PAZ MUNDIAL
Bajo otra aproximación estructural al modelo histórico de la Paz eterna en la tierra de 1495, el ius contra bellum de las Naciones Unidas se caracteriza como un orden de la paz mediante la justicia que pretende reemplazar la guerra por la decisión obligatoria del juez neutral. La institución nuclear es la Corte Internacional de Justicia, establecida en 1945 en el Palacio de la Paz en la ciudad neerlandesa de La Haya. La misma retomó un concepto ya previsto por sus dos precursores en el mismo lugar, es decir, la Corte Permanente de Justicia Internacional (1922-1946) e incluso la Corte Permanente de Arbitraje creada en 18991748. Un total de 70 Estados ha aceptado la sumisión bajo la jurisdicción obliga1744
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Tratado de no proliferación nuclear de 1968, ed. por UN, https://unoda-web.s3-accelerate. amazonaws.com/wpcontent/uploads/assets/WMD/Nuclear/pdf/NPTSpanish_Text.pdf (5.1.2018). KREIS, Völkerbund und UNO, op. cit., pág. 6; RAPHAEL, Imperiale Gewalt, op, cit., pág. 274; REINHARD, Geschichte Staatsgewalt, op. cit., pág. 381. TÖNNIES, Souveränität und Angriffskriegsverbot, op. cit., págs. 39-46. HÄBERLE, El Estado constitucional, op. cit., págs. 116 y s, 170 y ss. Véase URIBE V., La paz es una tregua, op. cit., págs. 125 y ss.
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toria, por ejemplo México en 1947, Suiza en 1948, India en 1974, España en 1990, Canadá en 1994, Australia en 2002, Gran Bretaña en 2004, Japón en 2007 y Alemania en 2008, pero faltan potencias importantes incluyendo cuatro de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, es decir, los EE.UU. (retirada en 1986), Francia, Rusia y China. Aparte de múltiples sentencias sobre fronteras y derechos de la pesca marítima, han llamado la atención varias decisiones y dictámenes de una relevancia mayor, como por ejemplo la protección de Nicaragua frente a la intervención estadounidense (1986), la ilegalidad del uso y de la amenaza con armas nucleares –por lo menos del primer golpe, pero con eventuales excepciones en la autodefensa– (1996), la ilegalidad de la barrera israelí en Cisjordania (2004), el reconocimiento del genocidio en Bosnia (2007), la confirmación de la declaración de independencia de Kosovo (2010) y la defensa de la inmunidad de los Estados frente a intervenciones por la rama judicial de otros Estados (2012)1749. De modo paralelo, el régimen de la paz mundial penalizó los crímenes de guerra, los delitos de lesa humanidad, el genocidio y la agresión contra la paz en un nivel supraestatal. El desarrollo del derecho penal internacional se preparó entre 1945 y 1948 y ganó sus contornos en los años 1990, con el efecto de que los jefes de Estado o de gobierno, responsables de dichos delitos, no pudieron confiar más en no ser juzgados personalmente ante un tribunal internacional. Entre los primeros ejemplos prominentes, se encuentran tanto la causa del ex jefe de gobierno y dictador japonés HIDEKI TŌJŌ (1941-1944), ejecutado por ahorcamiento en el contexto de los juicios de Tokio en 1948, como la condena del último Presidente de la Alemania nacionalsocialista, KARL DÖNITZ, castigado en los juicios de Núremberg en 1946 con diez años de prisión, al lado de varios otros representantes de la Alemania nazi, incluyendo un número significativo de penas de muerte. Sin embargo, el carácter internacional de estos juicios es dudoso, pues, si se profundiza el caso nurembergués, se reconoce que actuó precisamente una dictadura militar, la del Consejo de Control Aliado establecida en la Alemania vencida (1945-1949), que estableció de modo retroactivo, a través de su Ley 10 de 1945, varios delitos contra la prohibición de la guerra según el Pacto Briand-Kellog de 1928, contra las normas del ius in bello y contra la humanidad –pero, de modo irritante, sin dirigir la línea principal hacia el judeocidio nazi–. En efecto, se trató de juicios en manos de fiscales y jueces de un bando de guerra –inclusive el dúo soviético proveniente de la Gran Purga de los años 30– contra acusados del otro bando. Por eso, los juicios de Núremberg fueron estigmatizados como una justicia de los vencedores para profundizar la victoria y subrayar ritualmente el haber combatido por una causa justa, sin tener en cuenta recíprocamente los crímenes de lesa humanidad de los Aliados mismos (tu quoque = ‘tú también’). 1749
Comp. ARNAULD, Völkerrecht, op. cit., págs. 406, 431; ARMIN V. BOGDANDY & INGO VENZKE, ¿En nombre de quién? Bogotá, Univ. Externado, 2016 (título alemán de 2014), págs. 63 y ss; HOBE, Völkerrrecht op. cit., págs. 608 y ss; NUSSBERGER, Das Völkerrecht, op. cit., págs. 78-85.
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Dicho de otra manera, los juicios de Núremberg y su equivalente en Tokio, hubieran sido una oportunidad prometedora para la creación de un derecho penal global contra actos estatales, si se hubiera aplicado de modo imparcial y objetivo los mismos estándares jurídicos frente a todos los delincuentes estatales, independiente de criterios no penales y pre-selectivos como su nacionalidad, bandera o suerte en la guerra. Todo fue político, como lo subraya la impunidad del Emperador japonés HIROHITO, mientras sus subordinados murieron de manos del verdugo. En síntesis, queda la impresión de tribunales del orgullo de los militarmente más fuertes con una calidad jurídica restringida y connotaciones del anti-constitucionalismo: sin separación de poderes, bajo la dicotomía amigo-enemigo y con castigos ejemplares. Asumir el rol del juez de los vencidos, no solo fue una estrategia eficiente para dejar desaparecer ante la memoria del mundo los crímenes significativos de los políticos y soldados propios, sino que sirvió también para reinterpretar una guerra combatida entre proyectos ideológicos y hegemónicos, en una guerra moral, construyendo la apariencia de una superioridad ética para asegurar el botín de guerra más valioso, la nueva hegemonía política y militar de Washington y Moscú en todo el planeta1750. La hipocresía aliada fue subrayada en las subsiguientes guerras de recolonización (19451975) donde cometieron casi todo exceso de violencia bajo una impunidad absoluta. De igual forma, es cierta la hipótesis de NOAM CHOMSKY según la cual casi ningún Presidente estadounidense de los decenios después de la Segunda Guerra Mundial, hubiera podido justificar sus aventuras militares ante los criterios de Núremberg, teniendo en cuenta hechos como el derrocamiento del gobierno iraní en 1953, la destitución del gobierno guatemalteco en 1954, el intento de invasión de Cuba en 1961, la guerra abierta contra Vietnam del Norte en 1964 (con base en un asalto fingido), los bombardeos en Laos y Camboya de 1964/1969 o la guerra camuflada contra Nicaragua en 1981. Por tal razón, el nacimiento de la justicia penal internacional fue pospuesto durante medio siglo1751. 1750
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Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente (1946-1948) y de Núremberg (1945-1946). Control Council Law 10 de 1945, ed. por YALE LAW SCHOOL, The Avalon Project, op. cit. Con evaluaciones variadadas: ARNAULD, Völkerrecht, op. cit., pág. 508; EISENHARDT, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 433 y ss; HÄHNCHEN, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 405 y ss; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 830 y ss; IPSEN, Völkerrecht, op. cit., págs. 586 y ss; KALECK, Mit 2erlei Mass, op. cit., págs. 17 y ss; HANS KELSEN, “Will the Judgment in the Nuremberg Trial constitute a Precedent in Internat. Law?” en revista Internat. Law Quarterly, vol. 1, núm. 2, Cambridge, Univ. Press, 1947, págs. 153-171; LAUGHLAND, History of Political Trials, op. cit., págs. 103 y ss; NUSSBERGER, Das Völkerrecht, op. cit., págs. 110 y ss; CARL SCHMITT, Das internat. Verbrechen des Angriffskrieges, Berlín, D & H, 1994 (1945); SENN, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 431 y ss; TRAVERSO, A sangre y fuego, op. cit., cap. 4; VORMBAUM, History of Criminal Law, op. cit., págs. 213 y ss; ANNETTE WEINKE, Die Nürnberger Prozesse, 2a ed., Múnich, Beck, 2015, págs. 17 y ss, 56 y ss, 118; WESEL, Geschichte d. Rechts, op. cit., págs. 539 y ss; ALFRED DE ZAYAS, “El proceso de Núremberg”, en ALEXANDER DEMANDT (Ed.), Los grandes procesos, Barcelona, Crítica, 2000, págs. 234-255; DANILO ZOLO, La justicia de los vencedores, Madrid, Trotta, 2007, págs. 168 y ss. NOAM CHOMSKY, If the Nuremberg Laws were applied, 1990, https://chomsky.info/1990____-2/ (5.1.18). Comp. ID., Who rules the World? 2a ed., Londres, Penguin, 2017, págs. 198 y ss (“the U.S. is a leading
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El verdadero éxito empezó con la superación de la Guerra Fría en la década de 1990 en forma de tribunales internacionales ad hoc e híbridos, creados típicamente por las Naciones Unidas, que dirigieron una ola de procesos políticos penales contra gobernantes excesivamente violentos. Pueden indicarse: primero, el caso del primer ministro de Ruanda JEAN KAMBANDA (1994), condenado en 1998 a cadena perpetua por su responsabilidad en el genocidio sobre el 75% del pueblo tutsi; segundo, el Presidente de Serbia SLOBODAN MILOŠEVIĆ (1989-2000), fue acusado en 1999 por crímenes en tres guerras, pero falleció en la prisión preventiva en 2006; tercero, el ex dictador de Liberia CHARLES TAYLOR (1997-2003), fue condenado en 2012 a 50 años de prisión por crímenes de lesa humanidad en la guerra civil del país vecino de Sierra Leona; cuarto, el ex jefe de Camboya KHIEU SAMPHAN (1976-1979), recibió en 2014 la cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad en el democidio efectuado por los Jemeres Rojos; quinto, el ex Presidente del Estado de facto de Srpska en los Balcanes RADOVAN KARADŽIĆ (1992-1996), fue condenado en 2016 a 40 años de prisión por el genocidio de ocho mil musulmanes en Srebrenica (1995) y crímenes de guerra en el largo sitio de Sarajevo que había dejado cerca de once mil muertos; quinto, en 2016, el ex dictador de Chad HISSÈNE HABRÉ (1982-1990) tuvo que pagar con 18 años1752. El avance institucional más significativo fue alcanzado con la creación de la Corte Penal Internacional, establecida por el Estatuto de Roma de 1998 en La Haya con la competencia para juzgar crímenes de agresión contra la paz mundial, de guerra, de genocidio y de lesa humanidad, precisamente de modo subsidiario en caso de la no persecución eficaz por las cortes nacionales. Se concluyó el desarrollo de declarar imperdonables e imprescripibles estos delitos más graves, de modo que resultó limitada la soberanía estatal a legislar amnistías e indultos. Mediante la amenaza con castigos severos, se buscaron prevenir violaciones graves de la dignidad humana. La Corte Penal Internacional fue promovida principalmente por los países de la Unión Europea y recibió una buena aceptación en América Latina. Hasta la fecha, 124 Estados han ratificado el Estatuto de Roma. En cambio, quedaron ausentes cuatro potencias significativas –los Estados Unidos de América, Rusia, China e India– y tampoco sorprende mucho la ausencia de un Estado que ignora crónicamente las resoluciones de las Naciones Unidas –Israel–. En ello, los EE.UU. se posicionaron como el contrincante principal, pues promulgaron, en 2002, la Ley de protección del personal de servicio estadounidense que fue
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terrorist State”); GANSER, Illegale Kriege, op. cit., págs. 51 y ss; HOCHMUTH et al., Krieg der Welten, op. cit., págs. 90 y ss, 140 y ss; KALECK, Mit 2erlei Mass, op. cit., págs. 32 y ss. Sentencia de KARADŽIĆ: ICTY, The Prosecutor v. Radovan Karadžić, sentencia de 24.3.2016. Además, en 2017, el general en jefe de Srpska, RATKO MLADIĆ, recibió cadena perpetua; ICTY, The Prosecutor v. Ratko Mladić, sentencia de 22.11.2017. Creación de los tribunales: Resoluciones de las UN 955 de 1994, 827 de 1993, 1.315 de 2000 y A/RES/57/228 B de 2003. Comp. ARNAULD, Völkerrecht, op. cit., págs. 420 y ss; BOGDANDY & V., ¿En nombre de quién? op. cit., págs. 111 y ss; CORFIELD, The History of Cambodia, op. cit., pág. 138; SUSANNE DYRCHS, Das hybride Khmer Rouge-Tribunal, Fráncfort, Lang, 2008, págs. 81 y ss; KALECK, Mit zweierlei Mass, op. cit., págs. 53 y ss; LAUGHLAND, History of Political Trials, op. cit., págs. 207 y ss, 221 y ss; NUSSBERGER, Das Völkerrecht, op. cit., págs. 113 y ss.
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criticada como la Ley para la invasión de La Haya, pues autorizó la liberación violenta de funcionarios y soldados norteamericanos. De todos modos, la Corte Penal Internacional ordenó, por primera vez en 2009, una detención contra un Presidente en cargo, el longevo dictador OMAR AL-BASHIR de Sudán (desde 1989) a causa del genocidio en Darfur. Pero, cuando la Corte Suprema sudafricana quiso materializar esta orden de detención en una visita oficial de 2015, el gobierno sudafricano escoltó el dictador al aeropuerto para asegurar su escape. En 2011, el mismo tribunal ordenó el arresto del ex Presidente LAURENT GBAGBO de Costa de Marfil por crímenes de lesa humanidad. La primera condena fue elaborada en 2012, cuando el caudillo paramilitar THOMAS LUBANGA del Congo (RD) fue declarado responsable por crímenes de guerra y reclutamiento sistemático de niños soldados con menos de 15 años de edad; él tuvo que pagar con 14 años de cárcel. Otro señor de la guerra congolés, GERMAIN KATANGA, recibió en 2014 la pena de 12 años por haber masacrado un pueblo, seguido por los 18 años del ex vicepresidente del mismo país JEAN-P. BEMBA en 2016. Hasta entonces, se materializan varios problemas fundadores. Por ejemplo, se critica que, hasta entonces, sólo han sido investigados Estados africanos. No obstante, esto es entendible tanto en vista del hotspot de dictaduras violentas en esta zona como ante la incapacidad propia de perseguir los grandes criminales políticos, de modo que la estigmatización de la Corte como supuestamente neocolonial es una defensa macabra de delincuentes a gran escala1753. Paralelamente, las ramas judiciales de los Estados nacionales empezaron a perseguir penalmente la tiranía mortal de sus peores gobernantes, desde el proceso contra el ex dictador griego PAPADÓPOULOS en 1975, pasando por el Juicio a las Juntas de Argentina (1985), la pena del ex dictador etíope MENGISTU (2007), la del ex Presidente peruano FUJIMORI (2009), la del ex dictador uruguayo BORDABERRY (2010) hasta la del ex Presidente egipcio MUBARAK (2012), mientras RÍOS MONTT de Guatemala logró anular su condena por genocidio de 2013 debido a errores de forma1754. C)
CONTEXTUALIZACIÓN: HACÍA LA MENTALIDAD POST-HERÓICA
Los avances profundos en la pacificación global deben ser explicados. Una aproximación extendida pretende entenderlos como una reacción razonable a las tec1753
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Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional de 1998, ed. por UN; CPI, Warrant of Arrest for Omar Hassan Ahmad Al Bashir, ICC-02/05-01/09-1, de 4.3.2009. Comp. KAI AMBOS, “Das erste Urteil des Internationalen Strafgerichtshofs”, en revista ZIS, núm. 7, Giessen, Univ., 2012, págs. 313-337; ARNAULD, Völkerrecht, op. cit., pág. 524; BOGDANDY & V., ¿En nombre de quién? op. cit., págs. 114 y ss; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 581 y ss; IPSEN, Völkerrecht, op. cit., págs. 590 y ss; KALECK, Mit zweierlei Mass, op. cit., págs. 95 y ss, 101 y ss; NUSSBERGER, Das Völkerrecht, op. cit., págs. 114 y ss; NORMAN PAECH, “Der Internationale Strafgerichtshof und die langen Schatten des Neokolonialismus”, en revista Wissenschaft und Frieden, núm. 2, Darmstadt, W & F, 2014, págs. 31 y ss. Véase p. ej. LAUGHLAND, History of Political Trials, op. cit., págs. 175 y ss.
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
nologías de armamento de la revolución industrial, al estilo de una interiorización del desarrollo tecnológico de armas nucleares y termonucleares a partir de 1945 con la capacidad del overkill múltiple del planeta1755, plásticamente ilustrada en alrededor de dos mil pruebas de dichas armas en la función de gestos de amenaza, en particular en la carrera armamentista entre los EE.UU. y la Rusia soviética (1946-1989)1756, de modo que las guerras entre las grandes potencias ya no parecían ganables, pues todos los Estados participantes se expondrían al riesgo del autoexterminio por el probable contragolpe nuclear ordenado durante el tiempo de vuelo de los misiles propios1757. Sin embargo, esto es un modelo simplificador y pesimista basado en las justificaciones de los actores violentos mismos que retoma la lógica del equilibrio de poderes de la anterior anarquía de la soberanía. Por lo tanto, hay que buscar otros factores decisivos. El más prometedor es el proceso de aprendizaje estimulado por el terror sufrido dos veces en la guerra total entre Estados industrializados con 70 millones de muertos y destrucciones hasta entonces inimaginables (1914-1945)1758. De igual forma, se interiorizó la nueva experiencia de la era industrial, según la cual la posición del ganador o perdedor de guerra, se convirtió en una categoría casi irrelevante para el desarrollo efectivo: a pesar de que Alemania perdió dos guerras mundiales en formas dolorosas (1918, 1945), este país ascendió permanentemente a la posición de la economía industrial más fuerte de Europa, mientras el vencedor militar británico no logró evitar su propio descenso relativo a un significado económico menos favorable1759. Entre la guerra y la path dependency del desarrollo industrial y económico a largo plazo, pierde fácilmente la primera. De modo paralelo, surgió la impresión que las guerras industriales casi no se lograron ganar contra la resistencia civil de sociedades nacionalizadas, que pudieron cansar a las potencias invasoras tecnologizadas por las estrategias asimétricas de la guerra pequeña. Después de que ya el ejército alemán de la Segunda Guerra Mundial había sido desafiado fuertemente por partisanos como los serbios o bielorrusos, los Estados Unidos repitieron la misma experiencia en la Guerra de Vietnam (1965-1975), Israel en las Intifadas de Palestina (1987-1993, 2000-2005, latentemente desde 2008), la Rusia
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Potencias nucleares según el Tratado de no proliferación nuclear de 1968, op. cit.: EE.UU. (desde 1945), Rusia (desde 1949), Gran Bretaña (desde 1952), Francia (desde 1960), China (desde 1964). De facto: Israel (desde 1967), India (1974), Pakistán (mitad de los años 80), Corea del Norte (2006). Sudáfrica fue entre aprox. 1975 y 1993 una potencia nuclear. Bielorrusia y Kazajistán eliminaron hasta 1996 sus armas nucleares soviéticas, Ucrania hasta 2001. Véase KRISTENSEN & N., Status, op. cit. Todavía no tiene fuerza el Tratado de prohibición completa de los ensayos nucleares de 1996. A pesar de 166 ratificaciones, falta la aprobación necesaria de EE.UU. y China. DAVID BARASH & CHARLES WEBEL, Peace and Conflict Studies, 2a ed., 1000 Oaks, Sage, 2009, págs. 86 y ss; HARALD MÜLLER, Wie kann eine neue Weltordnung aussehen? Bonn, BPB, 2008, págs. 158 y ss. Sobre la “pacificación social” en el caso alemán: JARAUSCH, After Hitler, op. cit., págs. 23 y ss. JUDT, Postwar, op. cit., cap. X postscript.
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soviética en la Primera Guerra de Afganistán (1979-1989) y otra vez los EE.UU. en la Ocupación del Irak (2003-2011) y en la Segunda Guerra de Afganistán (2001-2014)1760. En el fondo, se han disuelto por lo menos seis motivos típicos de guerra: primero, las guerras de expansión no sólo se convirtieron en ilegales, sino del mismo modo en contraproducentes según la lógica mayoritaria de la era democrática, pues amenazan con hacer del pueblo vencedor automáticamente la minoría en las subsiguientes elecciones democráticas. Para plantear un ejemplo: si Israel integrara a los territorios palestinos ocupados desde 1967 a su régimen democrático, no se trataría más de un Estado judío con una minoría árabe del 21%, sino de un Estado binacional paritario, en el cual los árabes ganarían rápidamente, en vista de su crecimiento demográfico superior, la hegemonía democrática. La República Democrática Federal de Etiopía se encuentra exactamente en esta situación, a causa de la expansión militar del Imperio etíope en el siglo XIX, de modo que los tradicionales pueblos imperiales amhárico y tigriña se han convertido en una minoría alrededor del 33% del total de los etíopes, una tensión que se pretende atenuar por el concepto del federalismo étnico1761. Segundo, en la competición entre las grandes potencias para determinar el campeón entre éstas, se abrieron, bajo condiciones de la transformación industrial, caminos mucho menos peligrosos y mucho más prometedores que las campañas militares. Se construyó una red cada vez más densa de interdependencias políticas y económicas que convirtieron toda idea de un conflicto armado internacional en contraproducente, de modo que todo cálculo serio presentó las pérdidas seguras de la guerra como más grandes que las ganancias posibles en el mejor caso. Tercero, con la estabilización jurídica de las fronteras estatales y el alto grado de consenso sobre la terminación de la fase de demarcación de las naciones en el resultado de dos siglos de la estatalidad nacional, ha decrecido la probabilidad de guerras étno-centristas por la integración o separación de los espacios nacionales. Desde la última ola de formación de 21 Estados naciones nuevos en la década de 1990, primordialmente en Europa oriental y Asia central, no es tan fácil imaginarse nuevos conflictos significativos de este tipo, si se dejan aparte algunas constelaciones puntuales perpetuadas como el conflicto indo-pakistaní sobre la incorporación y fragmentación del ex Reino de Cachemira (desde 1947). Por lo menos en Europa, los últimos reclamos latentes de territorios históricos son congelados, mientras los últimos movimientos separatistas –el catalán y el escocés– se enfocan en estrategias democráticas y de negociación1762. 1760
1761
1762
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Véase CALIC, Geschichte Jugoslawiens, op. cit., págs. 154 y ss; DIPPEL, Geschichte USA, op. cit., pág. 119 y ss; MÜNKLER, Viejas y nuevas guerras, op. cit., págs. 35, 97 y ss, 187; NOLTE, Kl. Geschichte Russlands, op. cit., págs. 324 y ss; PAPPE, A History of Modern Palestine, op. cit., págs. 228 y ss, 275 y ss; SCHNETTER, Kl. Geschichte Afghanistans, op. cit., págs. 102 y ss, 112 y ss, 136 y ss. VIRGINIA TILLEY, The One-State Solution, Ann Arbor, University of Michigan Press, 2005, pág. 75; YONATAN FESSHA, Ethnic Diversity and Federalism, Farnham, Ashgate, 2010, págs. 151 y ss. CALIC, Jugoslawien, op. cit., págs. 308 y ss; HIRSCHMANN, Wie Staaten schwach werden, op. cit., págs. 206 y ss; KÖCHLER, The Kashmir Problem, op. cit.; PAVKOVIĆ & R., New States, op. cit., págs. 129 y ss.
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Cuarto, en el régimen consolidado de las Naciones Unidas, se transformaron en menos probables las guerras de la difusión ideológica, así en vista de la des-ideologización de las relaciones internacionales lograda con el final de la Guerra Fría alrededor de 1989 y la nueva predominancia de visiones pluralistas e integrales, por lo menos en Europa y las Américas. Esto es cierto en cuanto a la competencia entre ideologías modernas de origen occidental, pero tampoco deben subestimarse las tendencias actuales de empeoramiento en las relaciones occidentales-islámicas que se fundamentan, en ambos lados, en visiones santificadas de verdades absolutas. Quinto, en los Estados constitucionales contemporáneos los mecanismos de decisión no promueven la insistencia en el orgullo nacional. Al contrario, los parlamentos y congresos tienden a percibir las guerras industriales como demasiadamente costosas con enormes riesgos de víctimas y destrucciones que no parecen justificables. Tampoco la opinión pública de las sociedades democráticas maduradas muestra la disposición a sacrificar la productividad de varios años y la vida de las generaciones jóvenes para aventuras militares de los comandantes en jefe1763. Sexto, desapareció todo botín de guerra justificable y perdurable, pues es evidente que ya no pueden esperarse ni territorios, ni tronos, ni vasallos, ni tesoros, tampoco esclavos, sino en el mejor de los casos, la imposición momentánea de un gobernante más cooperativo y condiciones económicas preferenciales. En ello, todo cálculo de consecuencias advierte de efectos negativos: un gobierno guerrero obstinado pierde no solo vidas, recursos e infraestructura industrial, sino también reputación, oportunidades de cooperación internacional, la conexión con las rutas globales de energía fósil, las relaciones del comercio exterior y la entrada de turistas internacionales. En 2006, el historiador ROLF PETER SIEFERLE publicó un libro denominado El fin del territorio1764, indicando la caída del significado clásico de la territorialidad en la era industrial. Señaló que las sociedades agrarias habían dependido energéticamente del tamaño territorial disponible para la conversión de la energía radial del sol en biomasa, mientras que la era industrial se fundamenta en la energía fósil y, de tal manera, no depende tan directamente de la extensión del territorio. De esta observación hay que deducir que si se cae por desarrollos estructurales y sistémicos la dependencia del ser humano de la superficie terrestre, se disminuyen necesariamente los conflictos territoriales. De tal manera, se debe considerar la caída del belicismo agrario un logro inmanente de la entrada al estadio de madurez de la gran transformación hacia la sociedad industrial y fósil-energética. Es fácil demostrar por lo menos dos desarrollos profundos de la segunda revolución fósil-energética que motivaron los Estados a perfeccionar sus capacidades para actuar cooperativamente con sus semejantes: por un lado, desde los años 1950, el metabolismo global de energía y materiales cada vez más extendido, requiere de un mundo sustancialmente pacificado sin riesgos incalculables para el aprovisionamiento 1763 1764
Comp. HASENCLEVER, Liberale Ansätze, op. cit., págs. 199 y ss. SIEFERLE et al., Das Ende der Fläche, op. cit. Otra opinión: MARSHALL, Prisoners of Geography, op. cit.
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permanente con la fuerza motriz de la civilización industrial –el petróleo– y otros recursos vitales; por otro lado, desde la mitad de los años 1980, la cuestión ambiental de la civilización industrial presiona estructuralmente a la cooperación no egoísta, por ejemplo en la crisis climática. Como una emanación jurídica de la compresión del espacio global por el transporte fósil-energético, se destaca el aumento exponencial de los tratados y acuerdos internacionales, desde menos de 5.000 en la década de 1950 hasta la dimensión de 50 mil en la actualidad1765. Este fenómeno señala una red cada vez densa de interdependencias contractuales entre los Estados en múltiples dimensiones temáticas que requieren de la cooperación pacífica permanente. De igual forma, es instructivo dirigir el enfoque a la interconexión cosmopolita de las identidades que es un hijo cultural de dicha globalización fósil-energética de los sistemas de tránsito, de comunicación, de televisión y de consumo. De tal manera, se ha promovido una enorme asimilación de las diferencias culturales, así por lo menos en los tres continentes del círculo cultural occidental: Europa, las Américas y AustraliaNueva Zelanda. En consecuencia, antiguos pueblos rivales ahora no vivieron de modo aislado, sino se conocieron bien por frecuentes viajes y se entendieron mutuamente por estimar la misma música, las mismas películas, los mismos estilos de vestirse, los mismos alimentos y los mismos productos. Con el aumento de la similitud, creció la empatía: el ser humano está mucho más dispuesto a la paz con personas parecidas que con personas percibidas como foráneas, ajenas y extrañas. En el núcleo de la pacificación fundamental, se detecta la caída de la figuración heroica de la personalidad humana, dominante en los diez milenios desde la revolución neolítica, que fue reemplazada, en la sociedad de la transformación industrial madurada, por la mentalidad post-heroica –no sólo en los crecientes movimientos pacifistas, sino en todo el espectro hasta incluso incluir los círculos militares mismos1766–. Cabe destacar que el ser humano dispone de una personalidad abierta que puede ser formada y dirigida mediante la educación para la paz1767. Incluso si se supone una disposición competitiva en la naturaleza humana, la misma fue canalizada ahora desde la violencia física del guerrero hasta la variante estratégica del emprendedor y gerente empresarial. En vista del ascenso del nuevo valor civilizatorio de la dignidad humana, se disolvió la perspectiva de los ciudadanos masculinos del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX de servir por lo menos una vez en su vida como una comida de tiburones para la batalla. En Europa occidental, desapareció casi completamente el tema escolar de las grandes batallas, que había sido dominante en la asignatura de historia patria hasta 1945. Además, comenzó a pertenecer al pasado el pueblo en armas del servicio militar obligatorio, un producto de la anarquía de la soberanía del largo siglo 1765 1766
1767
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ARNAULD, Staatliche Souveränität im Wandel, op. cit., pág. 69. Concepto de MÜNKLER, Viejas y nuevas guerras, op. cit., págs. 35, 94, 144, 173. Comp. PINKER, The better Angels, op. cit., págs. 260 y ss, 295 y ss, 671 y ss; SHEEHAN, Soldiers, op. cit., págs. 172-197. MARIELA SÁNCHEZ C., Educación para la cultura de paz, Bogotá, Univ. Santo Tomás, 2015.
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XIX, pues los Estados del núcleo industrial abrieron la posibilidad de objetar por conciencia, crearon un servicio social alternativo y legislaron, finalmente, la derogación de la conscripción: Gran Bretaña en 1961, Australia y Nueva Zelanda en 1972, EE.UU. en 1975, Sudáfrica en 1994, Argentina y Bélgica en 1995, Países Bajos en 1997, España y Francia en 2001, Eslovenia, Hungría y Portugal en 2004, Italia y Chequia en 2005, Bosnia, Eslovaquia, Macedonia y Montenegro en 2006, Letonia y Rumania en 2007, Bulgaria y Croacia en 2008, Lituania y Polonia en 2009, Suecia en 2010, Alemania y Serbia en 20111768. En el fondo, la evaluación de la muerte por la patria como una virtud cívica, fue sustituida por la comprensión que los grandes ejércitos populares con ideologías nacionalistas habían sido factores decisivos de escalado en los excesos bélicos traumáticos y deshumanizantes de ambas guerras mundiales. En un proceso complejo de aprendizaje, también el poder estatal adoptó cada vez más comportamientos post-heroicos. En las relaciones internacionales, los gobernantes y diplomáticos usaron progresivamente un lenguaje moderado y respetoso, desarrollando la capacidad a distensionar por expresar lamentos y disculpas en vez de insistir en una especie de honor de guerrero u orgullo nacional. De todas maneras, la nueva cultura de la paz mundial logró canalizar el nacionalismo competidor del campo de batalla a eventos deportivos entre selecciones nacionales, especialmente Copas Mundiales y continentales de fútbol y Juegos Olímpicos, practicados con regularidad en turnos que corresponden a los de las elecciones políticas. En vez de prepararse a la próxima revancha militar con medios de armamento y el drill, se buscó ahora la próxima oportunidad deportiva y pacífica mediante un entrenamiento serio para poder subir a la reputación del campeón sobre las demás naciones. No debería verse en todo esto, al igual que el historiador militar israelí MARTIN CREVELD (1999), una supuesta pérdida de la soberanía o incluso la “caída del Estado”1769. En cambio, el Estado está ahora, a través de los medios de la cooperación global y de la moderación política, más cerca que nunca a la realización eficaz de su fin más tradicional, el de garantizar la paz externa. VAN
D)
LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA IMPERIAL
La época de la paz mundial garantizada no se despidió completamente del concepto de potencias imperiales, pero sí eliminó, en 1945, los sueños alemanes y japoneses de la aproximación al territorialismo mundial de los ‘grandes tres’ del largo siglo XIX, mientras se cayeron sólo poco después dos de dichos representantes del globalismo imperial –que habían sido, en cierto sentido, los hijos de la breve ventana de oportunidades del papel precursor en el armamento industrial durante las décadas 1768 1769
Comp. PINKER, The better Angels of our Nature, op. cit., págs. 256 y ss. CREVELD, The Rise and Decline, op. cit., págs. 336 y ss; HOBSBAWM, Siglo XX, op. cit., pág. 568.
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después de 1850–: entre 1940 y 1962, se observó la implosión del Empire Français y, entre 1941 y 1968, siguió el British Empire. Se retiraron al núcleo de su territorio estatal, de modo que se limitaron, finalmente, al tamaño de superficie en los meros rangos número 41 y 78 del mundo. Un poco más tarde, en 1991, la hasta entonces Rusia soviética renunció a territorios que alojaron más de la mitad de su población, limitando la parte europea aproximadamente a las fronteras previstas en la Paz de Brest lituano de 1918 –y, así, también a las anteriores a la Paz de Nystad de 1721– y desistiendo a los espacios coloniales en el sur del Cáucaso y en Asia central, en lo que no debe subestimarse que Rusia logró continuar como el Estado más extenso del mundo –aunque solo en el noveno rango demográfico–. No pueden detectarse causas clásicas de colapsos imperiales, con la excepción de la derrota militar de Francia contra Alemania en el punto de partida de su descenso en 1940, pero también Francia se presentó pasajeramente recuperada después de 1945. El abandono del territorio extenso sucedió tan fácil como la adquisición, en los casos inglés y ruso incluso sin violencia significativa, lo que puede ser explicado por siete factores y contextos interdependientes1770. En primer lugar, ni la rápida expansión británica, ni la de su imitador francés, habían construido imperios estables, sino se trató de fenómenos de corta vida de una constelación extremamente excepcional, es decir, fueron posibilitados por la ventaja inicial de la entrada primaria en la transformación industrial durante una breve ventana de oportunidades, entre 1850 y 1910, pero con la difusión progresiva de esta transformación en el planeta, se disolvió su condición de existencia. En el mejor de los casos, ambas potencias sirvieron como aceleradores de la difusión global de dicha transformación. Segundo, la Segunda Guerra Mundial había demostrado que, para la fuerza externa, ya no era decisiva la amplia posesión territorial difundida en todo el planeta, pues dos potencias industriales relativamente compactas –Alemania y Japón– lograron poner en apuros los tres imperios globales. Resultó mucho más decisiva la potencia industrial en las fronteras nacionales –aparte del acceso a recursos energéticos petroleros que tampoco en el lado de los imperios aliados se localizaron prioritariamente en sus colonias en ultramar, sino en varios Estados soberanos entre México e Irán1771–. Tercero, tampoco debe subestimarse que, en los decenios después de 1945, ambas superpotencias sobrevivientes de las guerras pentárquicas, percibieron a sí mismo como no coloniales (lo que fue ficticio). Por eso, pareció una estrategia prometedora exigir la descolonización de las potencias del atlántico europeo ya distanciadas, para expulsarlas definitivamente del espectro imperial y asegurar, asi, la exclusividad propia. Cuarto, 1770
1771
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FERGUSON, Empire, op. cit., págs. 245 y ss; JANSEN & O., Dekolonisation, op. cit., págs. 7 y ss, 21 y ss, 52 y ss; KUNZE & VOGEL, Das Ende, op. cit., págs. 12 y ss; MÜNKLER, Viejas y nuevas guerras, op. cit., págs. 157; NOLTE, Russland, op. cit., págs. 381 y ss; SCHIEREN, Großbritannien, op. cit., págs. 238 y ss. EICHHOLTZ, Krieg um Öl, op. cit., págs. 26 y ss, 40 y ss, 46 y ss, 80 y ss, 121 y ss; KARLSCH & S., Faktor Öl, op. cit., págs. 133 y ss, 171 y ss, 203 y ss, 213 y ss, 232 y ss; PIEPER, Lebenssaft, op. cit.; SEIFERT & W., Schwarzbuch Öl, op. cit., págs. 121 y ss; WEHLER, Dt. Gesellschaftsgeschichte, t. 4, op. cit., pág. 917; ZÜNDORF, Das Weltsystem des Erdöls, op. cit., págs. 108 y ss, 132 y ss, 140 y ss.
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desde la década de 1950, se presentó la paradoja que los perdedores militares de 1945, Alemania y Japón, a pesar de amputaciones territoriales y destrucciones graves, experimentaron un milagro económico sobresaliente que los dejó aparecer como los ‘verdaderos’ vencedores. Los datos comparativos de MADDISON presentan la capacidad económica de Alemania a partir de 1950 por encima de Francia y desde 1955 por encima de Gran Bretaña, lo que alcanzó en los años 70 dimensiones muy significativas1772. De tal manera, se observó otra vez que las superficies externas sometidas no tenían ninguna relevancia positiva para la prosperidad del respectivo Estado. Quinto, ante la dinámica de la globalización del metabolismo de energía y materiales, pareció prometedor rediseñar y perfeccionar el sistema mundo industrial al estilo de la cooperación entre Estados formalmente soberanos según el fin de optimizar la exportación permanente de mercancías industriales propias y para asegurar el aprovisionamiento perpetuo con materias primas por precios cómodos, mientras se delegaron los gastos de la administración pública y de políticas de desarrollo a instituciones en los respectivos otros continentes y se evitaron también enormes expensas militares. Según cálculos de costes y beneficios, esta transformación fue altamente racional. En ello, quedó intacto el sistema mundo centrado alrededor del núcleo industrial que usó ahora estrategias más indirectas y camufladas de la violencia estructural y hegemonía económica para perpetuar su huella ecológica en el sur global con mayor eficiencia, solo que ahora Gran Bretaña y Francia tuvieron que compartir dicha hegemonía de mercado en el marco de la colectividad de los países del núcleo industrial, incluyendo los motores estadounidense y alemán del capitalismo industrial, en lo que la coordinación de la explotación del sur mostró más ventajas que desventajas. Sexto, la ideología democrática y nacionalista exigió lógicamente una separación, pues en una democracia completa sobre la base del Imperio Británico de 1939, los ingleses hubieran sido una minoría pequeña, como también los rusos hubieran entrado, en las fronteras pre-1990, en el peligro de transformarse en una minoría vencible por la mayoría de los votos de los centroasiáticos, bálticos y ucranianos. Séptimo, las Naciones Unidas ejercieron desde la Resolución de descolonización del año 1960 por lo menos presión moral, pues declararon el colonialismo una violación de la Carta de San Francisco de 1945, de los derechos humanos universalizados y de la autodeterminación de los pueblos. Con cada vez más Estados miembros del sur global, se cayeron las justificaciones del imperialismo humanitario del siglo XIX y se impuso la nueva visión del colonialismo como crimen y obstáculo de desarrollo1773.
1772
1773
Medida del PIB según la paridad de poder adquisitivo; MADDISON, The World Economy, op. cit., págs. 272 y s. Comp. JARAUSCH, After Hitler, op. cit., págs. 87 y ss; JUDT, Postwar, op. cit., cap. X postscript. Declaración 1.514 de 1960, op. cit. Comp. FISCH, Selbstbestimmungsrecht, op. cit., págs. 232 y ss; TRUYOL Y S., Historia del dip, op. cit., pág. 149; TOMUSCHAT, Secession and Self-Determination, op. cit., págs. 34, 37.
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Cuando Rusia efectuó, en 1989, una política unilateral de paz para superar la Guerra Fría, se popularizó en Occidente el mito de haber ganado la Guerra Fría con la idea de un solo imperio sobreviviente de la competencia eliminatoria del siglo XX, afirmando la existencia de un mundo unipolar alrededor de un supuesto ‘Imperio Americano’1774. Buscando argumentos en pro de dicha hipótesis, no puede desconocerse, primero, que los Estados Unidos son la única potencia militar del planeta que ha continuado manteniendo ejércitos significativos en el exterior –especialmente en lugares provenientes de la victoria de 1945 como Alemania, Italia, Japón y Corea del Sur–, así como un montón de pequeñas bases militares en varias docenas de otros Estados1775, aparte de disponer de las únicas grandes flotas de intervención alrededor de diez portaaviones gigantescos que operan en todos los mares del mundo. En segundo lugar, los EE.UU. disponen del sistema de defensa colectiva OTAN que muestra un perfil de la sumisión por contrato bajo la ficción de la igualdad, al estilo de una cierta reciprocidad entre protección y lealtad; además, dicha OTAN entró paulatinamente, entre 1999 y 2004 en varios de los espacios liberados por Rusia entre Estonia y los Balcanes. En tercer lugar, se indican tanto la hegemonía lingüística en forma del ascenso del inglés al papel de la lingua franca global, como la hegemonía cultural en el cine y en la música, ambas en pleno curso desde 1945 y en proceso de aceleración desde los años 90. Cuarto, pueden señalarse múltiples intervenciones militares para tumbar o –raras veces– estabilizar gobiernos y –repetidas veces– también para asegurar el aprovisionamiento con energía fósil ante la expectativa de una futura escasez, por ejemplo en Irak en 1991 y 2003, en Somalia y Bosnia en 1992, en Serbia en 1999, en Afganistán en 2001, en Libia en 2011 y en Siria en 2014, pero con resultados ambiguos que subrayaron, en particular, la creciente impotencia de estas medidas, pues se fracasó por completo en Somalia y se provocó en Afganistán e Irak resistencias amplias, largas y duraderas contra las supuestas neo-cruzadas de los seguidores de la religión civil de la Ilustración. En cierto sentido, los Estados Unidos repitieron la experiencia británica de que una superioridad pasajera en la transformación industrial del mundo es efímera, pues la progresiva difusión –en este caso de la segunda revolución fósil-energética con base en el petróleo– agota la ventaja inicial por el creciente e imparable ascenso de los demás Estados. Precisamente, el poder militar y económico de los EE.UU. y también el tamaño en el cuarto rango territorial del mundo, posibilitan quedarse dentro del grupo multipolar de las potencias considerables, pero no como el gran hegemón, sino en una estructura horizontal junto con otras potencias1776. En comparación con la pentarquía europea que explotó bélicamente de 1914 a 1945, los sucesores de todas las potencias primarias y agresivas del largo siglo XIX –excepto 1774 1775 1776
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Véase HERFRIED MÜNKLER, Empires, Cambridge, Polity, 2005 (título alemán de 2005), págs. 146 y ss. Aprox. 35 mil de soldados en Alemania, 33 mil en Japón, 29 mil en Corea del Sur y 12 mil en Italia. Comp. MÜLLER, Neue Weltordnung, op. cit., pág. 176; ZAKARIA, The Post-American World, op. cit., págs. 100 y ss, 145 y ss, 239 y ss; RÖDDER, 21.0, op. cit., págs. 369 y ss.
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Rusia– entraron, después de la Segunda Guerra Mundial, en el proceso de la unificación europea. La Unión Europea es el resultado de la pacificación fundamental de las relaciones intra-europeas desde la década de 1950, donde en particular Alemania y Francia superaron su antigua ‘enemistad hereditaria’ y se transformaron en los motores y co-dirigentes de un proceso cooperativo de integración que ha llevado, a partir del Tratado de Maastricht de 1992, a una consolidación sui generis que combina elementos de una confederación con los de un Estado federal y alcanza el séptimo rango del tamaño territorial del mundo. En términos de la economía industrial, se trata de la superpotencia del planeta. No obstante, la Unión Europea se ha despedido de toda política de hegemonía militar. No quiere ser el sucesor colectivo y concentrado del estilo político de 1914, sino se ha empoderado como la superpotencia de la paz, adoptando el modelo de paz por comercio1777. No puede negarse que, en el mundo del siglo XXI, continúan existiendo varias potencias militarmente significativas, aunque no son siempre los candidatos esperados desde una perspectiva de 1910 o 1930. Habla por sí mismo la lista actual de las nueve potencias nucleares del planeta: primero, Rusia con 7.300 armas nucleares; segundo, los Estados Unidos con 7.000; tercero, Francia con 300; cuarto, China con 260; quinto, Gran Bretaña con 215; sexto, Pakistán con 130; séptimo, India con 120; octavo, Israel con 80; y noveno, Corea del Norte con aproximadamente diez armas nucleares1778. En contra de suposiciones comunes, los datos contienen una sorpresa: el primer puesto está todavía en manos de la Federación Rusa, no de los EE.UU. Es similar la situación del armamento con tanques motorizados, donde los primeros seis Estados del mundo son: Rusia (15.398), China (9.150), EE.UU. (8.848), India (6.464), Unión Europea (5.568) y Egipto (4.624); mientras en cuanto a aviones militares hay que indicar: EE.UU. (13.444), Unión Europea (6.081), Rusia (3.547), China (2.942), India (2.086) y Japón (1.590)1779. Tanto los Estados Unidos como China y Rusia han desarrollado aviones furtivos, mientras India dispone de un proyecto serio. De modo panorámico, puede contarse en el mundo actual cinco potencias principales según su reputación internacional que se basa en criterios mixtos, no sólo militares. Al lado de los Estados Unidos, dicha neo-pentarquía se compone por la Unión Europea1780, Rusia, China e India. Nadie debería subestimar el peso demográfico de India y China que alojan la sexta y la quinta parte de la población mundial, respectivamente. Llama la atención que no hay ninguna potencia primaria islámica en la tradición del 1777
1778 1779
1780
Tratado de la Unión Europea de 1992, en DO, C 191, de 29.7.1992. Véase BRUNN, Die Europ. Einigung, op. cit., págs. 70 y ss, 100 y ss, 275 y ss; SHEEHAN, Where have all the Soldiers gone? op. cit., cap. 9. Sin ignorar que más del 80% de las armas nucleares de los años 80 fue desarmado. Para 2016: KRISTENSEN & N., Status of World Nuclear Forces, op. cit. & GLOBAL FIREPOWER, Total aircraft by country & Total tank strength by country, http://www.globalfirepower.com/aircraft-total.asp (5.1.18). En términos militares, la Unión Europea se ubica primordialmente dentro de la OTAN que es dirigida de facto por los EE.UU.
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Imperio Otomano. En el segundo nivel, se añadan países de un peso medio-alto como Gran Bretaña –después del brexit avisado para 2019–, Australia, Canadá, Brasil, Turquía, Irán, Arabia Saudita, Pakistán y Egipto. Todavía parece limitada la disposición de los EE.UU. y de la Unión Europea a reconocer las potencias asiáticas en pleno pie de igualdad. Se mezcla una falta de comprensión con exageraciones, miedos e ignorancia1781. Habla por sí mismo el bajo nivel de atención que las noticias ‘occidentales’ dedican a ‘Asia’. De todas maneras, aparte de un círculo limitado de especialistas, falta toda conciencia de que se ha formado, a partir de 1996, la Organización de Cooperación de Shanghái que incluye a China, Rusia, India y Pakistán, con Irán como observador. Dicha organización colectiva de seguridad es un verdadero contrapeso de la OTAN estadounidense-europea, de modo que la neopentarquía parece dividida en dos alianzas con ideas de justicia e intereses divergentes. No obstante, la neo-pentarquía se distingue fundamentalmente de la del largo siglo XIX por el diseño de sus relaciones diplomáticas que no son tan mecanicistas, intimidadoras y orgullosas, sino mucho más moderadas y conciliadoras. E)
LA PAZ DE LOS ESTADOS COMERCIALES
Cabe destacar que, después de la Segunda Guerra Mundial, la sociedad global adoptó profundamente las lógicas de la transformación industrial y se acostumbró cada vez más a medir y evaluar países según el tamaño de su economía nacional y el volumen de sus exportaciones, en vez de mirar su potencial militar, que quedó prácticamente congelado en el sistema de la paz mundial. En ambas dimensiones económicas, se observa desde los años 50 que Alemania y Japón, a pesar de que no superan el peso territorial de los rangos 62 y 61 del mundo, lograron ubicarse, al lado de los Estados Unidos, en el grupo de los grandes tres del planeta. En varios años, Alemania fue campeón mundial de exportaciones. No hay mucha duda que la cancillera federal ANGELA MERKEL (2005-) reúne más poder e influencia en el mundo que guerreros anteriores como GUILLERMO II o HITLER. En el siglo XXI, China pudo recuperar la distancia y es actualmente uno de los grandes cuatro del planeta1782. La segunda revolución fósil-energética e industrial ha creado, a partir de 1950, un metabolismo global de energía y materiales con un volumen y una velocidad hasta entonces inimaginable, bajo múltiples interdependencias sin autarquía de ningún Estado del planeta. Este sistema tiene como precondición indispensable la paz, pues se sabe muy bien de la experiencia con ambas guerras mundiales (1914-1945) que grandes enfren1781 1782
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Véase GU, Die Große Mauer in den Köpfen, op. cit., págs. 178 y ss. DIETER, Deutschland Weltwirtschaft, op. cit., págs. 81 y ss; FORBES, The World‘s Most Powerful People, op. cit.; GU, Die Große Mauer, op. cit., págs. 13 y ss; WTO, World Trade Statistical Review 2017, op. cit., pág. 102.
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tamientos impiden todo intercambio a gran escala y cortan países y pueblos tanto de sus fuentes de abastecimiento como de sus ingresos de exportación. Todo comerciante es consciente del valor de la paz; por lo tanto, tampoco Estados que se enfocan en el comercio internacional, estan dispuestos al suicidio de sus condiciones de prosperidad por meros motivos de tipo orgullo. La idea como tal no fue tan nueva, pues ya el filósofo prusiano IMMANUEL KANT (1724-1804) había pronosticado que las interdependencias del comercio iban a elaborar un efecto pacificador1783. Ya la iniciativa anglo-estadounidense de 1944 llevó a los Acuerdos de Bretton Woods de 44 Estados del bando aliado que buscaron promover la futura paz por proyectar el marco favorable y estable de un sistema económico mundial. En la era de las Naciones Unidas, la esfera contractual de las relaciones internacionales fue dominada cada vez más por acuerdos con enfoques comerciales que adelantaron y marginaron a los antiguos pactos militares. Ahora las embajadas de los países del núcleo industrial se dedicaron enérgicamente a la promoción de los intereses de exportación e importación. En la actualidad, la Organización Mundial del Comercio (OMC), fundada en 1994 por la Declaración de Marrakech, cuenta 164 Estados miembros1784. La superioridad del comercio internacional sobre la guerra puede ser subrayada por observaciones como la siguiente: en 1942, Alemania fracasó en conquistar los territorios petrolíferos de Rusia en el Cáucaso, pero en el siglo XXI, recibe la respectiva energía fósil de modo voluntario y barato por la cooperación comercial, en lo que no se repite la dicotomía entre perdedor y vencedor, sino ambos lados ganan. Algo similar puede decirse sobre la relación entre la demanda japonesa y los recursos fósilenergéticos de los tres Estados en la gran isla malaya de Borneo1785. Los Estados del comercio industrial aprendieron rápidamente que su producto interior bruto entregó más prestigio que el tamaño de su ejército, que su volumen de exportaciones valió más que aventuras militares en el exterior, que sus marcas de automóviles llevaron a una presencia pacifica en todo el mundo. Además, los Estados experimentaron que excedentes económicos generan un enorme poder por la posibilidad de redistribuirlos: por ejemplo, Alemania no tiene ninguna prioridad formal dentro de la Unión Europea, pero en vista de su carácter como el motor económico y por su disposición a financiar lo común, recibe una cierta apreciación que se convierte en capacidad de liderazgo1786. Lo mismo funciona en relaciones más extensas: en la medida en 1783 1784
1785 1786
Véase HABERMAS, Kants Idee des Ewigen Friedens, op. cit., pág. 298. Declaración de Marrakech de 1994, ed. por WTO, http://www.wto.org/english/docs_e/legal_e/marrakesh_ decl_e.htm (5.1.2018). Véase HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 385 y ss, 391 y ss; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 374 y ss; NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 330 y ss; RAPHAEL, Imperiale Gewalt, op. cit., pág. 274; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., págs. 1269. FOLLATH et al., Der neue kalte Krieg, op. cit., págs. 42 y ss, 150 y ss. STEPHAN BIERLING, Vormacht wider Willen, Bonn, BPB, 2014, págs. 268 y ss.
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la que Estados del núcleo industrial financian proyectos del apoyo al desarrollo en el sur global, esperan recibir la reputación e influencia correspondiente. La eficiencia se ha comprobado múltiples veces como superior a cualquier política de la violencia física. Sin embargo, en términos empíricos, la relación positiva entre el comercio internacional y la paz muestra tres excepciones significativas en cuanto a la paz interna: la exportación de armas, las economías de guerra en conflictos internos sobre recursos y, además, sólo procede entre Estados en condiciones igualitarias sin disparidad de desarrollo. De todas maneras, nada de esto debería ser mitificado de modo mercadocéntrico como una supuesta victoria pacificadora “de la soberanía del mercado global”1787 frente a Estados violentos, sino como un nuevo modo de interacción cooperativa entre los Estados mismos. La capacidad pacificadora resulta del hecho de que se percibe esta interacción al estilo de juegos ganar-ganar que contentan a todos los involucrados. F)
CONTRA-TENDENCIAS EN LOS MÁRGENES DEL IUS CONTRA BELLUM
Respecto a la eficacia del régimen de la paz mundial, los Estados Unidos de América se comprueban a veces como una bendición y a veces como una maldición. Son una bendición, cuando ponen su fuerza militar a disposición de la imposición de la paz en nombre de las Naciones Unidas, pero son una maldición cuando insisten en una especie de soberanía imperial ilimitada para efectuar políticas en nombre de intereses propios. Uno de los ejemplos más llamativos de la última tendencia ha sido el rechazo del fallo de la Corte Internacional de Justicia de 1986 que había criticado la intervención ilegal en Nicaragua de 1981, llevada a cabo con un ejército paramilitar1788. De todos modos, a partir de 1999, los EE.UU. han empezado a efectuar más libremente políticas neo-soberanas en una interacción estrecha con el ascenso del llamado legal realism de la escuela neo-conservadora que se orienta en patrones de la Realpolitik de tipo bismarckeño1789 sin reflexionar suficientemente que se retoma, de tal manera, elementos de la anti-cultura de paz de la era del alto nacionalismo y que se repite el antiguo error de confundir un autocentrismo rabiato con realismo y raciona1787 1788
1789
578
FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit., págs. 9, 21, 69, 73, 80. INTERNATIONAL COURT OF JUSTICE, Military and Paramilitary Activities in and against Nicaragua (Nicaragua v. USA), de 1986, en I.C.J. Reports, 1986, pág. 14. Comp. CHOMSKY, Who rules the World? op. cit., pág. 200; GANSER, Illegale Kriege, op. cit., págs. 146 y ss; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 618 y s; NUSSBERGER, Völkerrecht, op. cit., pág. 79; URIBE V., La paz es una tregua, op. cit., págs. 133 y ss. Véase LOTHAR BROCK, “Frieden durch Recht”, en PETER BECKER et al. (Eds.), Frieden durch Recht? Berlín, BWV, 2010, págs. 15-34, 22 y ss; HOLGER P. HESTERMEYER, “Die völkerrechtliche Beurteilung des Irakkrieges im Lichte transatlantischer Rechtskulturunterschiede”, en revista ZaöRV, vol. 64, Múnich, Beck, 2004, págs. 315-341, 321 y ss; MÜLLER, Neue Weltordnung, op. cit., pág. 243.
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lidad. La política exterior de Washington, empezó a perforar el derecho de la paz mundial con nuevas justificaciones flexibilizadas de la violencia internacional como la guerra preventiva –retomando así una justificación estandarizada de la historia mundial del belicismo– y la figura de las intervenciones justas en beneficio de valores universales al estilo del supuesto ayudante altruista de los suprimidos y vengador militar frente a gobiernos tiránicos –renovando de tal forma el núcleo de las justificaciones humanitarias que las potencias europeas del largo siglo XIX habían elaborado para defender sus políticas del imperialismo industrial1790–. De igual forma, la autoimagen de los supuestos buenos altruistas frente a los malos, prolonga patrones de justificación provenientes de las guerras mundiales que, desde entonces, se cultivaron, renovaron y perfeccionaron en la maquinaria propagandística de Hollywood con sus penetrantes películas de acción que, casi siempre, presentan un estadounidense heroico como el gran salvador de su país o del mundo frente a la malignidad de los ‘otros’. Sin poder recibir la autorización indispensable del Consejo de Seguridad, la Casa Blanca ignoró –y violó– la prohibición general de la guerra de la Carta de las Naciones Unidas tanto en la Guerra de la OTAN contra Serbia de 1999, justificada por la figura de una supuesta intervención humanitaria para salvar los kosovares musulmanes del riesgo de genocidio (que nunca había sido probable), como en el caso de la Segunda Invasión de Irak en 2003, presentada al estilo de una guerra preventiva frente a una supuesta amenaza inmediata con armas de destrucción masiva (que no existieron) y motivada ideológicamente por la difusión del modelo propio de la democracia liberal, geoestratégicamente por el aseguramiento del acceso a recursos fósil-energéticos ante la expectativa de la futura escasez y, generalmente, por implementar un gobierno dócil. De todas maneras, esta violencia bélica fue evaluada como ilegal en la opinión predominante de los expertos iusinternacionalistas. En cambio, la Primera Invasión de Irak de 1991 había sido una ejecución de la paz mundial, ordenado por el Consejo de Seguridad como reacción a la anexión de Kuwait por parte de Irak, en lo que la dura limitación que el Consejo de Seguridad ordenó frente a la soberanía de Irak en Kurdistán, fue efectivamente una intervención humanitaria en reacción a infracciones significativas. Subsiguientemente, la Invasión estadounidense a Afganistán de 2001, sólo sería legal si hubiera habido un caso de la defensa legítima contra ataques armados, es decir, si el gobierno neo-islámico de los talibán hubiera tenido el control efectivo sobre la red no-estatal de terroristas de Al Qaida que habían atacado con aviones secuestrados a Nueva York, lo que nadie ha podido probar hasta la fecha. Sin embargo, el Consejo de Seguridad autorizó ex post la presencia de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en manos de la OTAN como una medida de imposición de la paz (2001-2014)1791. 1790 1791
GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., págs. 487 y ss. Resoluciones 660, 678 y 688 de las UN de 1991, 1.368, 1.373, 1.383 y 1.386 de 2001. Véase ARNAULD, Völkerrecht, op. cit., págs. 412 y s, 431; GANSER, Illegale Kriege, op. cit., págs. 157 y ss, 187 y ss, 206 y ss; HESTERMEYER, Völkerrechtl. Beurteilung, op. cit., págs. 338 y s; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 279 y ss; MÜLLER, Neue Weltordnung, op. cit., pág. 168; DIETRICH MURSWIECK, “Die amerikan. Präventivstrate-
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Por otro lado, la intervención de la OTAN en Libia de 2011 tuvo a primera vista la apariencia de la ejecución de un mandato del Consejo de Seguridad para proteger derechos humanos en peligro, pero hay que señalar dos reparos: primero, la resolución misma sobrepasó la autorización de la Carta de la ONU –pues Libia nunca presentó riesgos para los Estados vecinos– y, segundo, se empleó la autorización para la protección de la población civil de modo extensivo para el derrocamiento del dictador local MUAMAR EL GADAFI, violando así la prohibición de la fuerza. También vale la pena indicar que, en vez de cumplir con la afirmada responsability to protect, la campaña militar costó aproximadamente 50 mil vidas, muchas más que las víctimas de GADAFI1792. Se añadió la política desastrosa en la guerra civil de Siria, originalmente promoviendo los rebeldes en contra del dictador BASHAR AL-ÁSAD, pero cuando fue cada vez más visible que se había promovido islamistas radicales en vez de demócratas, los EE.UU. empezaron, en 2014, los ataques aéreos contra el régimen de facto llamado ‘Estado islámico de Irak y el Levante’ en Siria oriental (e Irak noroccidental), bajo el apoyo continuado a los rebeldes considerados moderados. En vista de la falta de autorización por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas o por el gobierno sirio, estas actividades no son compatibles con la prohibición del uso de la fuerza. Típicamente, las intervenciones estadounidenses fueron contraproducentes en el sentido de que llevaron a la creación de zonas de la violencia endémica y, de tal manera, a la antítesis de la justificación humanitaria planteada. Por lo menos en Afganistán, Irak y Libia, el resultado principal consistió en la disolución del orden estatal y jurídico, mientras empezaron guerras civiles anárquicas sin perspectiva de pacificación en el próximo futuro. El potencial de violencia de la guerra afgana fue incluso exportado al noroeste de Pakistán que se convirtió en una anarquía semejante. En el caso de la imposición de la independencia de Kosovo frente a Serbia, se ha creado otro tipo de Estado fallido, sin guerra civil, pero tampoco con existencia económica propia, sino con la mitad de la población desempleada y cifras económicas comparables con las del África subsahariana1793.
1792
1793
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gie”, en revista NJW, Múnich, Beck, 2003, págs. 1014-1020; NUSSBERGER, Völkerrecht, op. cit., págs. 68 y s, 72 y s; NORMAN PAECH, “Epochenwechsel im Völkerrecht?” en revista APuZ, núm. B 43, Bonn, BPB, 2004, págs. 21-29; ÍD., “Responsability to protect”, en BECKER et al., Frieden durch Recht? op. cit., págs. 175-182; TOMUSCHAT, Humanitäre Intervention, op. cit., págs. 75 y ss. Resolución 1.973 de las UN de 2011. GANSER, Illegale Kriege, op. cit., págs. 229 y ss; REINHARD MERKEL, “Der illegitime Triumph”, en periódico Die Zeit, de 8.9.2011, http://www.zeit.de/2011/37/Libyen (5. 1.2018); NORMAN PAECH, “Libyen und das Völkerrecht”, en JOHANNES BECKER & GERT SOMMER (Eds.), Der Libyen-Krieg, Münster, Lit, 2012, págs. 61-76; RÖDDER, 21.0, op. cit., pág. 347. Sobre los conflictos orientales: ARMBRUSTER, Brennpunkt, op. cit., págs. 107 y ss; BUCHTA, Die Strenggläubigen, op. cit., págs. 188 y ss; ÍD., Iraks Zerfall, op. cit., págs. 23-31; CHOMSKY, Who rules the World? op. cit., págs. 249 y ss; HALM, Araber, op. cit., págs. 122 y ss; HIRSCHMANN, Staaten, op. cit., págs. 104 y ss, 120 y ss, 135 y ss; LÜDERS, Wind, op. cit., págs. 80 y ss; PERTHES, Ende des Nahen Ostens, op. cit., págs. 35 y ss; RASHID, Pakistan, op. cit., págs. 137 y ss, 160 y ss; RÖDDER, 21.0, op. cit., págs. 346 y ss; SCHNETTER, Afghanistan, op. cit., págs. 136 y ss; SCHOLL-L., Fluch der bösen Tat, op. cit., págs. 274 y ss.
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Paralelamente, los EE.UU. inventaron y perfilaron la figura de la Guerra contra el terrorismo islámico al estilo de afirmar una situación permanente de la defensa legítima y de auto-otorgarse una carta blanca para iniciar actividades bélicas en todo Estado del mundo, donde detectan sospechosos del terrorismo y la supuesta falta de voluntad o habilidad del gobierno local a perseguirlos. En particular, hay que señalar la Guerra de los drones del servicio secreto CIA en Pakistán, Afganistán, Yemen y Somalia, llevado a cabo, desde 2002, con vehículos aéreos no tripulados y teledirigidos de modo digital para efectuar ejecuciones extralegales de sospechosos del terrorismo islámico, sin procedimiento judicial ni respeto de garantías procesales penales, bajo el estilo clandestino de la criminalidad grave, en lo que se acepta varios miles de víctimas casuales en los alrededores del target, inclusive niños. No hay duda que este terrorismo internacional de un poder estatal –en las palabras acentuadas del filósofo DANILO ZOLO una especie de “terrorismo humanitario”1794– provoca sustancialmente más víctimas que los ataques de terroristas islámicos ‘privados’ en Occidente. En cuanto a la evaluación jurídica de las ‘guillotinas volantes’, una eventual no violación de la prohibición de la fuerza e intervención sólo sería imaginable en caso del consenso explícito del Estado afectado, que sólo hay en uno de los cuatro ejemplos –el afgano–, aunque también en este caso el ayudante externo no puede sobrepasar las limitaciones de lo que sería un crimen de lesa humanidad en caso de una actuación del gobierno propio, mientras la Corte Suprema de Peshawar en Pakistán partió, en 2013, de una violación grosera de la Carta de la ONU1795. Condensando, en el siglo XXI, los EE.UU y su alianza OTAN aplicaron varias veces rasgos de una paz hegemónica y, de tal modo, se alejaron de la idea básica de la paz mundial cooperativa, institucionalizada y juridificada. Muy ambiguamente afirmaron su responsabilidad a proteger los derechos humanos en cualquier lugar del mundo – precisamente por quitarles el derecho a la vida a muchas más personas que las salvadas– y a combatir la tiranía –mediante la violencia más tiránica–, lo que Oriente entendió como un eufemismo para esconder intereses geopolíticos –en particular, los de 1794 1795
DANILO ZOLO, Terrorismo humanitario, Barcelona, Bellaterra, 2011. Al respecto: PHILIP ALSTON, Report of the Special Rapporteur on Extrajudicial, Summary or Arbitrary Executions, Nueva York, UN Human Rights Council, 2010, págs. 24 y ss; FELIX BOOR, “Der Drohnenkrieg in Afghanistan und Pakistan”, en revista Humanitäres Völkerrecht, núm. 24, Berlín & Bochum, Dt. Rotes Kreuz & Ruhr Univ., 2011, págs. 97-104; CHOMSKY, Who rules the World? op. cit., pág. 253; BETCY JOSE, “Gezielte Tötungen”, en revista APuZ, núm. 35-36, Bonn, BPB, 2016, págs. 33-38; HASNAIN KAZIM, “Pakistan, Gericht verurteilt US-Drohnenangriffe als Kriegsverbrechen”, en revista Der Spiegel, de 9.5.2013, http://www. spiegel.de/politik/ausland/drohnen-gericht-in-pakistan-wirft-usakriegsverbrechen-vor-a-898914.html (5.1.2018); MARKUS LÖFFELMANN, “Der Einsatz von Kampfdrohnen zur Terrorismusbekämpfung im Schnittpunkt von humanitärem Völkerrecht und Menschenrechtsstandards”, en revista Kritische Justiz, vol. 46, núm. 4, Baden Baden, Nomos, 2013, págs. 372382; THILO MARAUHN, “Der Einsatz unbemannter bewaffneter Drohnen im Lichte des geltenden Völkerrechts”, en DSF (Ed.), Unbemannte bewaffnete Systeme, Osnabrück, DSF, 2013, págs. 26-52; NORMAN PAECH, “Drohnen und Völkerrecht”, en PETER STRUTYNSKI (Ed.), Töten per Fernbedienung, Viena, Promedia, 2013.
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querer ganar una buena posición en el acercamiento al cénit petrolero del planeta– detrás de la fachada propagandística de los buenos altruistas. La constelación típica retoma elementos de las guerras inter-civilizatorias del antiguo régimen1796. Con su neo-soberanismo retrógrado, los EE.UU. han debilitado gradualmente los valores, instituciones y procedimientos establecidos en el sistema mundial de paz por derecho, pero sin destruir ni transformar la solidez del mismo, sino en la dimensión relativa de manchas grises. G)
SÍNTESIS
El capítulo VIII.3 ha analizado la transición fundamental de la anarquía de la soberanía entre Estados supuestamente civilizados (1772-1945) hacia la nueva paz eterna en la tierra en el marco institucional de las Naciones Unidas. A través de la prohibición de la guerra por la Carta de San Francisco de 1945, se disolvieron, los contornos y rasgos de un sistema internacional bélico en beneficio de la interacción económica de la civilización industrial bajo el ascenso de una fuerte mentalidad post-heroica. Habla muy en contra de la citada hipótesis de MARTIN VAN CREVELD (1999) sobre la supuesta caída del Estado1797, el hecho de que los Estados del mundo contemporáneo se garantizan mutuamente su territorio y aceptan las fronteras existentes como inviolables. Los grandes avances, pero también la problemática de este régimen de paz, los resume el iusinternacionalista LOUIS HENKIN con exactitud en la fórmula de los cuatro casis: “almost all nations observe almost all principles of international law and almost all of their obligations almost all the time”1798. No se trata de ninguna eficacia perfecta, pero no se puede negar que han desaprecido tanto las guerras destructivas entre las grandes potencias como las guerras por motivos de conquista. Para el futuro desarrollo de la paz eterna en la tierra, se considera importante fortalecer las Naciones Unidas por diseñar cuatro reformas principales. Primero, sería sabio modificar el Consejo de Seguridad, en particular por entregar los cinco puestos permanentes a la neo-pentarquía real del siglo XXI –que se compone por los EE.UU., la Unión Europea, Rusia, China e India– y, además, por crear cuatro representantes ‘continentales’ –según el modelo de la rotación intra-grupal– para América Latina, el África subsahariana, el mundo islámico y también la Mancomunidad británica después del brexit avisado. Segundo, el veto absoluto debería ser transformado en un veto suspensivo. Tercero, la asamblea general debería recibir más facultades parlamentarias. Cuatro, las cortes internacionales –general y penal– deberían juzgar de modo igualitario en nombre del pueblo mundial sin limitaciones cualitativas por privilegios en beneficio de ciertos Estados. 1796 1797 1798
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Comp. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 654 y ss. CREVELD, The Rise and Decline, op. cit., págs. 336 y ss; HOBSBAWM, Siglo XX, op. cit., pág. 568. LOUIS HENKIN, Preeminent Scholar in Constitutional and International Law, http://www.law.columbia.edu/ louis-henkin/55703 (5.1.2018).
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4. ¿GLOBALIZACIÓN DIFUSA-ANÓNIMA O SISTEMA MUNDO CENTRADO? EL ESTADO NACIÓN EN EL SISTEMA ECONÓMICO INTERNACIONAL
Visión de RUDOLF VON JHERING (1818-1892), experto fundador del derecho comercial1799
“Bajo los ojos de nuestros legisladores, las sociedades anónimas se han transformado en centros del robo y fraude organizado, cuya historia secreta contiene más bajeza, falta de honor y villanada que muchas penitenciarias, solo que los ladrones, raptores y estafadores están aquí en oro en vez de en hierro”.
En los años 90 del siglo XX, ha ido de boca a boca el término político de la globalización como la supuesta expresión clave para caracterizar las dinámicas del inicio del nuevo milenio. Ha seguido un debate altamente controvertido de si los respectivos fenómenos perforan el Estado territorial o lo hacen incluso innecesario y si éste es un desarrollo bueno o malo. Puede detectarse el fenómeno central en la interiorización comprensiva de la compresión del espacio global1800 por las dos revoluciones fósil-energéticas. Ya desde la mitad del siglo XIX, se han acortado las distancias del planeta por la primera revolución fósil-energética con la aparición del ferrocarril y barco de vapor, impulsados por el recurso energético del carbón mineral. Este desarrollo se ha multiplicado, desde los años 1950, por la segunda revolución fósil-energética con base en el recurso energético del petróleo y de los respectivos medios de transporte, en particular el avión a reacción, que acortó la distancia entre Berlín y Bogotá a menos de la inversión de tiempo que había sido necesaria alrededor de 1830 para viajar entre dos valles vecinos de los Alpes austríacos. En términos tecnológicos, los superpetroleros –que alcanzaron desde 1968 capacidades por encima de 300 mil toneladas– y los oleoductos transnacionales1801, posibilitaron flujos permanentes de enormes capacidades de energía fósil de cualquier lugar del mundo a los centros industriales. Mientras la fuente energética del señorío del siglo XVIII había sido el bosque local, y aquella del Estado de 1900 una mina de carbón nacional, la del sistema mundo de 2000 se presentó completamente deslocalizado en un metabolismo planetario1802. 1799 1800 1801
1802
RUDOLF V. JHERING, Der Zweck im Recht, Leipzig, Breitkopf & H., 1877, pág. 222. FÄßLER, Globalisierung, op. cit., págs. 178 y ss. De 1959 a 1964, se construyó el Oleoducto de la Amistad entre Rusia central y Alemania oriental sobre más de 5.000 km que sirve hoy para el suministro de la Unión Europea con petróleo (en manos de la empresa estatal rusa Transneft). Además, se abrió en 2006 el Oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan de 1.768 km en Azerbaiyán, Georgia y Turquía para transportar el petróleo del mar Caspio al Mediterráneo y la Unión Europea. En 2009 y 2011, siguieron grandes oleoductos de Kazajistán y Rusia a China. Al igual, puede indicarse el gasoducto Jamal-Europa de 1997 sobre 4.200 km de Siberia a Alemania. ZÜNDORF, Das Weltsystem des Erdöls, op. cit., págs. 65 y ss, 125 y ss, 229 y ss.
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Además, la televisión que entró masivamente, desde la década de 1950, a los cuartos de estar, posibilitó el acercamiento informativo a sucesos muy distantes –como la Guerra de de Bosnia (1992-1996) o las elecciones en cualquier Estado del mundo– mientras la fotografía espectacular del planeta azul de la misión lunar estadounidense del año 1972 ha dejado una impresión muy profunda de vivir en un planeta unido, tanto pequeño como vulnerable. Desde los años 90, el internet, las mensajerías instantáneas y las redes sociales en línea profundizan lo señalado. En consecuencia, la cultura local, regional y nacional ha sido superposicionado por un nivel cultural de lo universal. Con todo esto se dio una transformación de identidades, produciendo y profundizando la idea del ciudadano mundial al lado de la ciudadanía nacional. Esto es válido por lo menos en los centros de la transformación industrial, donde las nuevas posibilidades del planeta abierto son ampliamente accesibles.
Img. 159: La nueva perspectiva global: la Canica Azul vista desde la misión lunar estadounidense del Apolo 17 en 1972. En la parte de arriba se puede reconocer la península Arábiga y el cuerno de África1803 A)
LA EXPANSIÓN MUNDIAL DEL ECONOMICISMO ANARCO-LIBERAL: AVANCES Y LÍMITES
La discusión sobre la relación entre la globalización y el Estado Nación, la problematiza normalmente un subfenómeno específico, a saber, la globalización económica, basada en el crecimiento del comercio exterior y la fundación de cada vez más empresas transnacionales (ETN) que tratan aproximadamente el 40% del comercio internacional como su comercio interno. El hecho de que el volumen de ingresos de Shell corresponde al Producto Interno Bruto de Noruega y Argentina, el de Toyota a Portugal, el de Volkswagen a la República Checa, el de Samsung y Mercedes Benz a Hungría, el de Siemens y Apple a Bangladés y el de Nestlé a Eslovaquia, subraya que han crecido, desde la década de 1960, actores del sistema mundo del primer rango de poder1804. Se transformaron en pulpos señoriales que penetran diagonalmente la organización estatal y se aco1803 1804
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La Tierra vista desde el Apolo 17, foto de 1972 de la NASA estadounidense. Comp. WORLD BANK, Data by country, GDP (current US$), op. cit. y FORTUNE, Global 500, op. cit. Véase tb. FÄßLER, Globalisierung, op. cit., págs. 193 y ss; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., pág. 163.
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plan en cualquier punto de interés con la institucionalidad formal para promover sus intereses, en lo que también el perfil jerárquico-autocrático de su organización interna se distingue fundamentalmente del ideal democrático de la estatalidad occidental. Pueden caracterizarse las mismas como actores expansivos al nivel mundial que –aunque la respectiva sede principal y la protección particular son asociadas con uno de los Estados del núcleo industrial– pretenden a actuar de modo exento en los demás Estados donde mantienen sucursales, sin aceptar plenamente su subordinación jurídica como meros sujetos del respectivo derecho civil, pues ellos buscan operar al estilo de supuestos titulares de una especie de ius ad bellum económico que presuntamente legitima cualquier medida eficiente para maximizar el shareholder value de su ‘pueblo señorial de accionistas’. Ahora bien, surge la pregunta en qué medida tienen razón aquellos analistas que articulan la preocupación del ascenso de una nueva oligarquía mundial de empresarios y bancarios multinacionales con el poder de envolver a los Estados en una competencia ruinosa por sedes de producción de inversionistas globalmente móviles, de dañar los logros de la estatalidad social y ambiental, de disolver las dimensiones públicas en un privatismo agudo, de profundizar un sistema polarizado de la apartheid global, de legitimar el saqueo mortal del ambiente global y, en las palabras de FLEINER, de someter lo público democrático a la “soberanía el mercado global”1805. a) De Bretton Woods al ‘Consenso’ de Washington A finales de la Segunda Guerra Mundial, el segmento de los vencedores anglófonos de los Estados líderes de la transformación industrial, dispuso del poder real para reestructurar una parte del sistema mundo según su visión de un capitalismo autocéntrico que ascendió, a pesar de la presentación en términos comerciales en vez de políticos, al papel de uno de los sistemas internacionales hegemónicos y polarizantes más eficientes de todos los tiempos. A través de los Acuerdos de Bretton Woods de 1944, los EE.UU. y los miembros del Imperio Británico fundaron dos instituciones económicas 1805
Así: FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit., págs. 10, 69, 162, 661. Otras visiones críticas de la globalización: BECK, Poder y contrapoder, op. cit.; PIERRE BOURDIEU, Contrafuegos, Barcelona, Anagrama, 1999; ÍD., Contrafuegos 2, Barcelona, Anagrama, 2002; CHRISTOPH BUTTERWEGGE et al., Kritik des Neoliberalismus, 2a ed., Wiesbaden, VS, 2008; CHANG, Kicking Away the Ladder, op. cit.; ÍD., Bad Samaritans, op. cit.; ÍD., 23 Things they don’t tell you about Capitalism, Nueva York, Penguin, 2011; MICHEL CHOSSUDOVSKY, The Globalisation of Poverty, Londres, Zed, 1997; VIVIANE FORRESTER, L’horreur économique, París, Artheme Fayard, 1996; JÜRGEN HABERMAS, “Die postnationale Konstellation und die Zukunft der Demokratie”, en FES (Ed.), Online-Akademie, 1998, http://library.fes.de/pdf-files/akademie/online/50 332.pdf (5.1.2018); NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 63 y ss, RODRIK, The Globalization Paradox, op. cit.; GEORGE SOROS, The Crisis of Global Capitalism, Nueva York, Public Affairs, 1998; STIGLITZ, Globalization and its Discontents, op. cit.; ÍD., El precio de la desigualdad, op. cit.; ÍD., Making Globalization work, op. cit.; ERNST U. V. WEIZSÄCKER et al., Limits to Privatization, Londres, Earthscan, 2005; JEAN ZIEGLER, Los nuevos amos del mundo y aquellos que se les resisten, Barcelona, Destino, 2003.
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poderosas –el Fondo Internacional Monetario y el Banco Mundial– que cooptaron, después de un periodo de transición, a las demás potencias industriales vencidas en 1945. De modo paralelo, el Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles, firmado en 1947 por 23 Estados fundadores alrededor de EE.UU. y Gran Bretaña, promovió el concepto de la gran libertad comercial. Hasta finales de la Guerra Fría en 1989, este sistema solo organizó partes del mundo, pero con la Organización Mundial del Comercio de 1995 logró expandir al espacio global, incluyendo finalmente 164 Estados miembros, con solo pocas excepciones, en particular varios Estados islámicos1806. Dichas instituciones buscaron la apariencia de lo universal, pero dependen hasta la fecha de un círculo selecto de participes dominantes: en el Fondo Internacional Monetario, los EE.UU. conservan actualmente el 16,52% de los votos con el poder de veto, Japón el 6,15%, China el 6,09%, Alemania el 5,32%, Francia el 4,03%, Gran Bretaña el 4,03% –y la Unión Europea conjuntamente el 30%–, mientras el Banco Mundial se compone por los derechos de voto de los EE.UU. del 16,3% inclusive el veto, de Japón del 7,03%, de China del 4,54%, de Alemania del 4,12%, de Gran Bretaña del 3,9% y de Francia del 3,9% –y la Unión Europea colectivamente el 27%–. En el primer caso, Europa occidental y Norteamérica alcanzan en conjunto el 51% y en el segundo el 47,76%, lo que fue aun mayor antes del descenso relativo por la entrada fuerte de China en los últimos años1807. Estas instituciones de Bretton Woods con su sede estadounidense, efectuaron políticas en nombre del desarrollo mundial que apoyaron, en particular, a aumentar las exportaciones de sus financiadores principales, así lo más llamativo en forma del llamado Consenso de Washington de los años 1990, es decir, a través de una estrategia mercadocéntrica que combatió, más allá de los magnetos industriales, los logros de la democracia social y del Estado industrial, con el resultado empíricamente obvio de frenar las tasas de crecimiento de los competidores virtuales en vez de acelerarlos. Mediante la palanca del manejo de las deudas de los Estados no tan avanzados, las instituciones de Bretton Woods desplegaron la capacidad de mandar prácticamente en todos los sectores políticos1808.
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General Agreement on Tariffs and Trade de 1947, ed. por WTO, http://www.wto.org/english/docs_e/legal_e/ gatt47_01_e.htm (5.1.2018). Crecimiento: Alemania y Austria 1951, Japón 1955, España 1963, Suiza 1966, Argentina 1967, Colombia 1981, México 1986, Bolivia y Venezuela 1990. Declaración de Marrakech de 1994, op. cit. Comp. ULRICH BEYERLIN, Umweltvölkerrecht, Múnich, Beck, 2000, págs. 316 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 391 y ss; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 371 y ss; NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 330 y ss; RAPHAEL, Imperiale Gewalt, op, cit., pág. 274; RÖDDER, 21.0, op. cit., págs. 375 y ss; ULRICH THIELEMANN, “Globale Konkurrenz”, en THOMAS MAAK et al. (Eds.), Weltwirtschaftsethik, Berna, Haupt, 1998, págs. 203-244, 206. IMF, IMF Members’ Quotas and Voting Power, and IMF Board of Governors, http://www.imf.org/external/ np/sec/memdir/members.aspx (5.1.2018); WORLD BANK, IBRD Voting Power Tree Map, https://finances. worldbank.org/Shareholder-Equity/IBRD-Voting-Power-Tree-Map/tst3-imr2 (5.1.2018). Críticos: GERMÁN BURGOS S., Estado de Derecho y globalización, Bogotá, UNAL, 2009, págs. 35 y ss, 97 y ss; RODRIK, The Globalization Paradox, op. cit., págs. 172 y ss; STIGLITZ, Globalization and its Discon-
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Cuando expandió la Organización Mundial del Comercio de 1995, la misma se presentó en la vestimenta supuestamente cordial y abierta de la gran libertad comercial, pero se trató efectivamente de la libertad de los lobos entre las ovejas libres, es decir, se legitimó una especie de social-darwinismo que otorgó al económicamente más potente el derecho a imponerse sin frenos jurídicos-políticos. Entre Estados industrializados y Estados con una mera industrialización parcial, la relación es siempre la señalada entre lobos y ovejas. En cierto sentido, el anarco-liberalismo fue un sucesor de la anarquía de la soberanía, suprimida ahora. Vale la pena recordar que el tercer centro industrial en la sinósfera cultural, solo ha podido desarrollarse tan exitosamente porque resistió a la gran tentación de aceptar la entrada libre de los productos industriales de los Estados más avanzados. El constitucionalista suizo FLEINER ha clasificado la Organización Mundial del Comercio incluso como un “casi-gobierno sin constitución”1809. b) La ideología política-económica del anarco-liberalismo Los dos decenios entre el final de la Guerra Fría (1989) y el inicio de la Gran crisis económica (2007), se caracterizaron por el ascenso de una nueva especie de enemigos del Estado que postularon, en un lenguaje globalista, una difusión mundial del economicismo anárquico, llamado ambiguamente neo-liberalismo. Bajo el concepto globalización veló ahora una estrategia del estamento empresarial transnacional que buscó aumentar sus expectativas de ganancias, planteando intereses particulares como supuestas necesidades de la razón económica global. Entraron, a través del lobbying, por el flanco suave que muestran los Estados de partidos hacia los segmentos empresariales y fueron avalados como el supuesto pico del racionalismo por parte de las facultades universitarias de economía. Se trató de un paquete estratégico según el cual las clases medias y bajas –mayoritarias en los sistemas democráticos– fueron presionadas a amar o por lo menos aceptar el capitalismo anárquico como una necesidad incuestionable, en contra de sus intereses laborales y sociales. Este intento de una revolución anti-estatal en nombre de un nuevo tipo de “sociedad del mercado total”1810 fue promovido por la escuela de FRIEDRICH HAYEK (Friburgo) y MILTON FRIEDMAN (Chicago) que reemplazaron el enfoque tradicional en la economía pública por un pensamiento del mercado puro bajo signos anarco-liberales que deslegitimó las dimensiones sociales, ambientales y políticas y buscó limitar el papel del Estado a la mera garantía general de seguridad1811. Se planteó el mercado puro como
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tents, op. cit., págs., 3 y ss, 23 y ss, 195 y ss; STIGLITZ, Making Globalization work, op. cit., págs. 3 y ss; ZIEGLER, Los nuevos amos del mundo, op. cit., cap. III. FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit., pág. 274. Crítica de ideología: PETER ULRICH, Wider die totale Marktgesellschaft, St. Gallen, IfW, 1997; ÍD., Integrative Economic Ethics, Cambridge, Univ. Press, 2008 (título original en alemán de 2008); ÍD., Zivilisierte Marktwirtschaft, 2a ed., Berna, Haupt, 2010; SOROS, The Crisis of Global Capitalism, op. cit. ULRIKE HERRMANN, Kein Kapitalismus ist auch keine Lösung, Bonn, BPB, 2017, págs. 219 y ss.
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la supuesta manifestación más auténtica de la democracia, mientras el Estado constitucional democrático fue estigmatizado como un freno y enemigo de la supuesta eficiencia natural del capitalismo, bajo la recomendación intensa de disciplinar y aquietar el supuesto monstruo leviatanista del pasado1812. En cierto sentido el anarco-liberalismo se inspiró en el comunismo bajo un signo invertido, adoptando la estrategia de convertir un una ideología económica en una (seudo-) ciencia. En este marco, los constructores teóricos esbozaron un camino único de salvación de la humanidad con predestinaciones indudables, plantearon la supuesta veracidad absoluta de sus propuestas por encima de toda prueba empírica contraria, redujeron las opciones políticas a la adaptación al mercado globalista o la caída profunda y afirmaron la necesidad de aceptar pérdidas pasajeras, bajo el argumento sugestivo de que después del período difícil de adaptación esperaría el prometido futuro dorado. Esta impresión se completó por la retórica híper-optimista alrededor de supuestas situaciones de tipo win-win y varias afirmaciones eufemísticas que negaron tercamente elementos básicos de las ciencias naturales, por ejemplo, en forma de la hipótesis de la supuesta viabilidad de un crecimiento económico exponencial ilimitado, lo que ignoró el carácter inmodificable del planeta tierra como una bola limitada, para justificar y “esconder detrás de un manto mágico” una “campaña de saqueo sistemático contra la naturaleza”1813 y segmentos sociales considerados explotables. En resumen, pudo detectarse el intento argumentativo de reemplazar la separación de poderes entre el Estado y el mercado del largo siglo XIX por un nuevo absolutismo del mercado. No solo se quiso conquistar a las cabezas, sino varias empresas y organizaciones de empresarios intentaron extorsionar su Estado de sede con amenazas de trasladar lugares de producción a otros países con estándares protectores menores. De tal manera, se quiso subrayar el interés en meros impuestos empresariales delgados, en estándares más bajos del derecho laboral, en disminuciones en los demás sistemas de protección social y en reducciones cualitativas de la protección ambiental. Pareció que para los apóstoles del mercado, niños de diez años que trabajan 70 horas a la semana por sueldos de miseria en puestos peligrosos de empresas contaminantes que no pagan impuestos, no son un asunto del rechazo ético, sino la corona de eficiencia. Las dificultades de evaluar equilibradamente el constructo ideológico del anarco-liberalismo, resultan de la auto-afirmación de ser una subrama del liberalismo, pero llama la atención que varios críticos principales son pensadores liberales. ¿Por qué? Cabe destacar que el liberalismo parte de la igualdad de oportunidades en una competición justa y rechaza todo abuso de poder, sea la del Estado como la arbitrariedad del particular, mientras el anarco-liberalismo justifica la imposición de las personas naturales y jurídicas más poderosos, en particular el poder ilimitado de las empresas transnacionales. 1812 1813
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JÜRGEN HABERMAS, Der gespaltene Westen, Fráncfort, Suhrkamp, 2004, pág. 185. Citas de BINSWANGER, Geld & Natur, op. cit., págs. 17, 33, 71 y s, 169 y ss, 193 y s y WEIZSÄCKER, Neue Politik, op. cit., pág. 27. Comp. WACKERNAGEL & R., Huella ecológica, op. cit., págs.61 y ss.
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Sin embargo, la libertad del lobo entre ovejas libres no es por nada liberal, sino se trata de una adopción del darwinismo social, justificando la supervivencia del más apto1814. Además, el anarco-liberalismo recoge elementos de un neo-colonialismo al estilo de someter el mundo bajo el dictado de empresas europeas y norteamericanas. De igual forma, se trata en su perfil totalitario de una especie de comunismo con signo negativo. El liberalismo valoriza la dignidad humana, mientras el anarco-liberalismo la desprecia. Así, el anarco-liberalismo resulta una ideología anti-liberal hábilmente camuflada. El sociólogo liberal RALF DAHRENDORF anota de modo complementario: “Por lo tanto, globalización significa siempre desdemocratización” (2003)1815. Por eso, el modelo anarco-liberal mostró enormes problemas de justificarse filosóficamente ante los juristas del Estado con su formación sólida en los valores de la estatalidad constitucional, democrática, social y ambiental. Las referencias de los anarco-liberales a los derechos humanos ilustrados de propiedad y libertad parecían fariseas, pues ignoraban el papel sistémico de los dos en un paquete interdependiente de múltiples valores. En general, fue obvio que las propuestas anarco-liberales salieron profundamente del ideal de la sociedad de derecho civil entre ciudadanos de mercado con oportunidades iguales, que había sido diseñado originalmente alrededor de 1800 para la multitud de los pequeños campesinos y artesanos adentro del marco estatal. c) La revolución de los maniobristas financieros y el capitalismo offshore El anarco-liberalismo benefició a un segmento más que a todos los restantes: los actores del mercado financiero. Tuvo lugar la revolución de los maniobristas financieros que especularon con divisas, acciones y bonos, con expectativas y riesgos (derivados) y que acumularon, a través de su capitalismo de casino, riquezas hasta entonces inimaginables. De tal manera, se transformaron no solo los bancos, sino también varios nuevos tipos de empresas hasta entonces poco conocidos –las sociedades de inversión, los hedge funds y las empresas de private equity– en potencias económicas de primera categoría en beneficio de inversiones anónimos de personas extremamente ricas. Ante la falta de transparencia de los nuevos productos para todo no-experto, buscaron y propusieron los respectivos vacíos legales, pero hubo también dos países muy benevolentes que se transformaron en motores de este proceso: los EE.UU. y Gran Bretaña1816.
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Comp. p. ej. BUTTERWEGGE et al., Kritik des Neoliberalismus, op. cit., págs. 73, 217; JÜRGEN HABERMAS, “Nach dem Bankrott”, en Die Zeit, de 7.11.2008, http://www.zeit.de/2008/46/Habermas (5.1.2018). DAHRENDORF, Auf der Suche, op. cit., pág. 124. Similar: HABERMAS, Die postnationale Konstellation, op. cit.; STIGLITZ, El precio de la desigualdad, op. cit., págs. 173 y ss; HANNE WEISENSEE, Demokratie, Staat und Gesellschaft in der Globalisierung, Baden Baden, Nomos, 2005. HERIBERT DIETER, Globalisierung à la carte, Bonn, BPB, 2017, págs. 22 y ss, 128 y ss; HERRMANN, Kein Kapitalismus, op. cit., págs. 222 y ss; RÖDDER, 21.0, op. cit., págs. 49 y ss.
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Entre los efectos más cuestionables de la globalización anarco-liberal, se denuncian aquellos Estados que se ofrecen como sedes del capitalismo offshore, así tradicionalmente Suiza y Luxemburgo, pero también el Principado de Liechtenstein y varios micro-Estados caribeños. Entre estos, se detectan varios territorios británicos de ultramar como las islas Caimán, Vírgenes y Bermudas, lo que subraya el involucramiento de la estatalidad inglesa. Muchos bancos de sombra tienen su sede jurídica en estos lugares, mientras sus gerentes trabajan en EE.UU. y Gran Bretaña. Los Estados offshore atraen mucho capital y numerosas empresas financieras de buzón de todo el mundo, pues usan su soberanía para posibilitar jurídicamente formas anónimas de inversión – no dentro de su territorio sino al estilo de hacer pasar–, impuestos en meras alturas simbólicas y la venta de la confidencialidad (secreto bancario), lo que se aprovecha de la falta de toda normatividad fiscal internacional. Además, los Estados offshore ignoran los efectos delincuenciales en otros Estados al estilo de apoyar la evasión fiscal y el lavado de dinero. De tal manera, son un imán mágico para múltiples gerentes empresariales y accionistas que violan el derecho penal de su propio Estado, para los representantes de la economía subterránea (narcotráfico, contrabando de armas, etc.) y para el dinero de sangre y de corrupción de los peores gobernantes de la tierra. Los escándalos sobre Liechtenstein de 2008, de LuxLeaks de 2014 y de los Panama Papers de 2016, subrayaron las dimensiones de la intoxicación ética del capitalismo global. Paralelamente, Estados como Panamá, Liberia y Chipre1817 se ofrecen a gran escala como bandera de conveniencia para buques mercantes inclusive superpetroleros por fuera de los estándares reconocidos de seguridad y tendencias a accidentes. Tendencias semejantes al escapismo de los deberes cívicos en casa, se observan con los camiones bajo bandera falsa en Europa. En resumen, los Estados del sector offshore abusan de su soberanía para apoyar y promover el juego sucio y la delincuencia en otros Estados, con efectos llamativos como el ascenso del Principado de Liechtenstein –que había sido en 1950 todavía un país agrario pobre– a un Producto Interno Bruto per cápita astronómico que es cuatro veces más alto que el de un Estado tan industrializado como Alemania1818. d) Estados y tentaciones financieras: el endeudamiento público Ahora bien, hay que tener en cuenta que muchos Estados del inicio del siglo XXI se hicieron dependientes del mercado financiero por un endeudamiento a gran escala, alcanzando como porcentaje del Producto Interno Bruto anual en el caso de Japón el 239,2%, de Grecia el 180,7%, de Italia el 132,8%, de EE.UU. el 108,3%, de Francia el 97,4%, de Gran Bretaña el 89% y de Alemania el 64,7%, pero en el caso de Turquía 1817
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OECD, Towards Global Tax Co-operation, 2000, http://www.oecd.org/dataoecd/9/61/2090192.pdf (5.1. 2018); CHRISTOPH M. MERKI, “Finanzdienstleistungen”, en BRUNHART et al., HLFL, t. 1, op. cit., págs. 227-229; NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., pág. 414; THOMAS RIXEN & JAN FICHTNER, “Die dunkle Seite der Finanzmärkte”, en BPB (Ed.), Finanzmärkte, de 17.1.2012, http://www.bpb.de/ politik/wirtschaft/finanzmaerkte/55549/offshore-finanzplaetze?p=all (5.1.2018). Liechtenstein: US$ 169.492; Alemania: US$ 41.686. Fuente: UN STATISTICS DIVISION, 2017.
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solo el 29,8%, de Chile el 24,8% o de Rusia el 17,1%. Llamativamente, el endeudamiento público es significativamente mayor en los Estados del núcleo industrial, donde los gobiernos cíclicos de cuatro años se financian ampliamente a costa de sus sucesores, pidiendo de su clase empresarial créditos en sustitución de tributos para asegurarse de la respectiva lealtad, pero sin disminuir los gastos sociales democráticamente intocables, lo que ocurre bajo la apuesta muy incierta de una aceleración del crecimiento económico actual. De tal manera, se entrega a los creyentes una influencia significativa a la esfera política, mientras los Estados entran fácilmente a círculos viciosos de refinanciamiento con crecientes tasas de interés. En este ámbito, algunas agencias de rating privadas con sede en Nueva York han ganado un enorme poder político por sus evaluaciones de la solvencia de los Estados particulares. Las deudas no son una deficiencia unilateral de la democracia o del capitalismo, sino de la interacción de ambos1819. e) Estados ganadores y Estados perdedores En contra de la retórica de poder de la ideología anarco-liberal que afirmó efectos generales y positivos de la globalización, hay que diferenciar entre Estados ganadores y perdedores. Mirando primero a los Estados del núcleo industrial, es obvio que ellos promovían la expansión internacional de sus ETN y recibían tributos significativos por parte de sus protegidos, así como usaban la dominancia de votos en el Fondo Monetario Internacional y en el Banco Mundial para imponer mundialmente políticas económicas que promovían exportaciones industriales lucrativas y aseguraban afluentes de materias primas baratas. Es cierto que en la competencia entre los Estados del núcleo industrial por atraer plantas de fabricación, se bajaron los impuestos empresariales del tope del 50% en los años 1980 a valores alrededor del 33%, pero en vez de una desconstrucción se trató más de una reestructuración, pues la alta cuota tributaria en el PIB continuó ininterrumpidamente en el nivel alcanzado, así como la cuota estatal y la cuota social se estabilizaron en alto nivel. Tampoco las frecuentes amenazas con la externalización y deslocalización industrial a Estados lejanos con bajos sueldos y pocos estándares normativos, lograron provocar temores más allá de la comprensión de la creciente difusión mundial de la gran transformación industrial. Es cierto que, por ejemplo, Bangladés se convirtió así en un taller de empresas occidentales de fast fashion, mientras Vietnam lo hizo para zapatos deportivos, en ambos casos bajo excesos de explotación laboral, pero esto no se repitió de la misma manera en las esferas de la alta tecnología, excepto la ‘isla’ de software en Bangalore en India, pues las empresas dependen de factores locales como la calidad laboral, la transportabilidad de sus productos y la disponibilidad de clústeres de proveedores1820. 1819
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Cifras: FIM, General Government Gross Debt, % GDP, http://www.imf.org/external/datamapper/GGXWD G_NGDP@WEO/EURO/EU/USA/JPN/CHN (5.1.18). Comp. WERNER HEUN (Ed.), Staatsschulden, Bonn, BPB, 2015, págs. 28 y ss; W. STREECK, Gekaufte Zeit, Bonn, BPB, 2013, págs. 79 y ss. Comp. BART V. ARK, “International Comparisons of Labor Productivity and Per Capita Income”, en revista Monthly Labor Review, núm. 7, Washington, BLS, 1999, págs. 33-41; MICHAEL CAROLAN, Chea-
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Mientras los Estados del núcleo industrial nunca tenían mucho que temer frente al sector bancario y mega-empresarial con sede bajo su propia soberanía, los problemas de globalización se acumularon en los demás Estados del sistema mundo industrial, si fueron arreglados por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial o si gobiernos ideologizados anticiparon autónomamente las respectivas decisiones políticas. Desde la Crisis de la deuda mexicana de 1982, estas dos instituciones centrales del capitalismo global se dedicaron a usar su poder financiero para imponer el así llamado ‘Consenso’ de Washington, es decir, un cierto tipo ideal de good governance que se caracterizó por ser bastantemente reducido en cuanto a las valores de la ciencia constitucional –en las palabras de LLINÁS al estilo de un “derecho público multinacional y anti-constitucional”– y por propagar un mercado-centrismo desequilibrado1821. Entre los componentes típicos destacan los trece siguientes: primero, se promovió la venta sistemática de las empresas públicas –preferiblemente las lucrativas de los Estados del segundo nivel de desarrollo– a manos de las ETN de los países más avanzados, por ejemplo en la ola de ‘conquistas’ españolas y alemanas de la telecomunicación en América Latina y Europa oriental desde 19901822; segundo, se abrieron las fronteras para la libre actuación de la fuerza económica superior de las ETN de los Estados del núcleo industrial y se facilitaron el transfer de las ganancias a los accionistas mediante la llamada liberalización del mercado financiero; tercero, se frenó la difusión tecnológica, asegurando importaciones permanentes desde los lugares ya más avanzados por derechos exclusivos como patentes y la supresión de la protección aduanera; cuarto, se promovió la devolución de los Estados del sur a proveedores de materias primas, afirmando la ventaja comparativa de la minería en contra de varios decenios de la transformación industrial en auge; quinto, se aprobó indirectamente la desaceleración de las tasas de crecimiento; sexto, se congeló la carga tributaria baja para los ingresos altos y se impidió el desarrollo de la estatalidad tributaria a un nivel capaz a financiar un sector público adecuado para la modernidad industrial; séptimo, se promovió la desconstrucción cualitativa de la estatalidad social y ambiental; octavo, se entregaron las pensiones a inversionistas y accionistas; noveno, se reservaron los servicios públicos de calidad en los estratos lucrativos, bajo la marginación de las partes del demos vistas como no rentables (los pobres); decimo, se reservaron las oportunidades de recibir una educación excelente para la minoría de los estratos altos en colegios y Universidades privadas; undécimo, se desmontó el servicio público de los ferrocarriles; duodé-
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ponomics, Oxon, Routledge, 2014, págs. 191 y ss; NICOLE MAYER-AHUJA, “Arbeit und transnationale Wertschöpfung”, en BUDE & S., Kapitalismus und Ungleichheit, op. cit., págs. 175-193. WB, Worldwide Governance Indicators, http://info.worldbank.org/governance/wgi/#doc (5.1.2018); BURGOS S., Estado de Derecho y globalización, op. cit., págs. 97 y ss, 117 y ss; DAVID LLINÁS, “¿Derecho público multinacional y anti-constitucional?” en MARQUARDT, Anuario V, op. cit., págs. 185-264; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., pág. 1270. Adquisiciones de la Telefónica española: Compañía de Teléfonos de Chile y la de Argentina en 1990; Český Telecom en 2005; Colombia Telecomunicaciones en 2006. Compras de la Telekom para-estatal alemana: Magyar Telekom (Hungría) en 1993/2000; Hrvatski Telekom (Croacia) en 1999/2001; Slovenské telekomunikácie (Eslovaquia) en 1999; M. Telekom (Macedonia) y Crnogorski Telekom (Montenegro) en 2005.
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cimo, aparecieron centros de mediación y fuerzas privadas de seguridad; décimo tercero, se polarizaron los ingresos, tanto dentro de los Estados en mención como al nivel global. Entre los resultados más dramáticos del globalismo neo-capitalista, pueden indicarse la crisis existencial de Argentina de 1998 a 2002, o la desindustrialización masiva de los Estados sucesores de la Unión Soviética entre 1990 y 2003 que cayeron, de un nivel de desarrollo avanzado, al nivel de Libia en el caso de Rusia, el de Jamaica en el caso de Ucrania y el de las Filipinas en el caso de Moldavia. Entre las transnacionalizaciones más polémicas que ganaron una cierta fama mundial, hay que aludir el abastecimiento de aguas en Cochabamba, la tercera ciudad más grande de Bolivia, que escaló a la así llamada Guerra del Agua del 2000. Precisamente, la transnacionalización de la empresa pública del abastecimiento de aguas, exigida por el Banco Mundial, en manos de una empresa con sede en Londres, llevó a un crecimiento de los precios hasta un nivel de un quinto de los ingresos mensuales que bloqueó el acceso público, lo que tuvo la consecuencia lógica de una sublevación de los ciudadanos privados del acceso a la fuente de vida. Al fin, el Estado boliviano tuvo que restaurar la administración pública según los estándares del Estado social de derecho con precios asequibles1823. Como el ganador principal de todo esto, puede nombrarse el gran empresariado global que reside especialmente en los Estados más industrializados, pero tampoco exclusivamente allá. El segundo gran ganador es aquella clase social de los Estados más industrializados que se entiende en casa como la clase media, pero participa por acciones en las ganancias de las ETN y pertenece en sus patrones de hedonismo y consumo masivo al decimo más rico del planeta. Por supuesto, la evaluación es la misma en cuanto a las élites económicas menos numerosas de los barrios acomodados en América Latina y Europa oriental. En términos socio-ambientales, el globalismo de tipo anarco-liberal se caracterizó por dos elementos principales y un perdedor común: primero, es cierto que se globalizó el saqueo sistemático del planeta en beneficio del hedonismo de una minoría que se concentró, en particular, en los centros industriales; y segundo, tampoco es cuestionable que este sobreconsumo no sostenible aceleró una crisis ambiental con efectos globales, no solo a través de devastaciones de selvas tropicales y zonas mineras lejanas, sino también mediante las crecientes contaminaciones a causa del incremento exponencial de las actividades del transporte masivo que recorren enormes distancias planetarias.
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Respecto al descenso de Rusia y Europa oriental, comp. capítulo VII.6.E. Véase BURGOS, Estado de Derecho y globalización, op. cit., págs. 279 y ss, 311 y ss; CHANG, Bad Samaritans, op. cit., págs. 105, 166; FAZIO, La globalización en Chile, op. cit.; UNDP (Ed.), Human Development Report 2003, Nueva York, Oxford Univ. Press, 2003, pág. 117; WEIZSÄCKER et al., Limits to Privatization, op. cit., págs. 17 y ss.
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f) Tendencias correctivas No fue posible esconder por mucho tiempo los resultados insuficientes del globalismo anarco-liberal. Por ejemplo, el premio Nóbel y ex economista jefe del Banco Mundial JOSEPH STIGLITZ los tematizó a partir de 2001 con una enorme resonancia internacional, y también autores como HA-JOON CHANG (2002, 2007, 2011), ERNST VON WEIZSÄCKER (2005), THOMAS POGGE (2008), PETER ULRICH (2008), DANI RODRICK (2011) y NAOMI KLEIN (2014) desarrollaron una influencia correctiva, inspirándose en principios de la justicia global, los derechos humanos y la ética económica1824. En muchos Estados arreglados, los electores desilusionados votaron ahora por partidos nacionales o sociales que empezaron a restaurar el control del Estado y renacionalizaron los servicios públicos. Especialmente, América Latina mostró, entre 2003 y 2015, un giro general hacia la izquierda, excepto Colombia y México1825. Por ejemplo Argentina, uno de los dos Estados más desarrollados de América Latina, estuvo de 2003 a 2015 en manos de la rama socialdemócrata del Partido Justicialista que re-estatalizó: el Correo Oficial de la República en 2003 (privatizado en 1997), los ferrocarriles en la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia a partir de 2004 (privatizados en 1993), el abastecimiento de agua de la capital de Buenos Aires en 2006 (privatizado en 1993), las pensiones en 2008 (privatizadas en 1994), las Aerolíneas Argentinas en el mismo año (privatizadas en 1990), la Fábrica Argentina de Aviones en 2010 (privatizada en 1992 y 1995) y los Yacimientos Petrolíferos Fiscales en 2012 (privatizados en 1993 y 1999)1826. Además, la Guerra del Agua boliviana, señalada en el subcapítulo anterior, mostró el resultado llamativo que las Naciones Unidas adoptaron, en 2010, por solicitud de Bolivia y con el voto de 122 Estados el Derecho del acceso al agua limpia como una parte añadida a la Declaración universal de los derechos humanos1827. Alrededor de 2010, el ‘Consenso’ de Washington pareció muerto y el Estado dirigente resultó rehabilitado1828. 1824
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1828
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STIGLITZ, Globalization and its Discontents, op. cit.; ÍD., Making Globalization work, op. cit. cit.; ÍD., El precio de la desigualdad, op. cit.; CHANG, Kicking Away the Ladder, op. cit.; ÍD., Bad Samaritans, op. cit.; ÍD., 23 Things, op. cit. (1: There is no such thing as free market; 2: Companies should not be run in the interest of their owners; 7: Free market policy rarely make poor countries rich; 8: Capital has a nationality; 9: We do not live in a post-industrial age; 13: Making rich people richer doesn’t make the rest of us richer; 22: Financial markets need to become less, not more efficient); WEIZSÄCKER et al., Limits to Privatization, op. cit.; POGGE, World Poverty and Human Rights, op. cit.; ULRICH, Integrative Economic Ethics, op. cit.; RODRIK, The Globalization Paradox, op. cit.; NAOMI KLEIN,The Shock Doctrine, Londres, Penguin, 2014; ZIEGLER, Los nuevos amos del mundo, op. cit. Panorama en MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 539 y s. Hubo políticas similares en Bolivia y Venezuela. Comp. p. ej. SVENJA BLANKE, Ein neues Eldorado? Berlín, FES, 2013, págs. 2 y ss; FOLLATH et al., Der neue kalte Krieg, op. cit., págs. 70 y ss, 158 y ss. GENERAL ASSEMBLY UN, GA/10967, General Assembly Adopts Resolution Recognizing Access to Clean Water, Sanitation, as Human Right, by Recorded Vote of 122 in Favour, None against, 41 Abstentions, http:// www.un.org/News/Press/docs/2010/ga10967.doc.htm (5.1.2018). HEINZE, Rückkehr des Staates? op. cit., págs. 11 y ss, 205 y ss.
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
Lo que queda de los dos decenios anarco-liberales, es tanto la impresión inquietante de la enorme facilidad con la cual se habían podido manipular los gobiernos del sur por intereses abusivos, como la impresión de un gran saqueo mundial cuasi legalizado, para el cual ningún usufructuario jamás va a asumir la responsabilidad. g) Energía fósil y capitalismo estatal Elocuentemente, el globalismo liberal se cruzó con un desarrollo contrario menos ruidoso pero aun más profundo, pues casi todos los Estados con yacimientos significativos de la fuente energética primaria de la segunda revolución fósil-energética, introdujeron un manejo público directo. Para explotar el petróleo y gas natural del subsuelo propio, Angola, Arabia Saudita, Argelia, Argentina, Azerbaiyán, Bahréin, Bolivia, Brasil, Catar, China, Colombia, Congo (R), Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, India, Indonesia, Irak, Irán, Kazajistán, Kuwait, Libia, Malasia, México, Nigeria, Noruega, Omán, Perú, Rusia, Turkmenistán y Venezuela formaron las empresas estatales y paraestatales de: Sonangol (de 1976), Saudi Aramco (de 1972/1980), Sonatrach (de 1963), Enarsa y Ypf (de 2004 y 2012), Socar (de 1992), Bapco (de 1975/1980), Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (de 2006), Petrobras (de 1953), Cnooc, China National Petroleum Corporation, PetroChina y Sinopec (de 1982, 1988, 1999 y 2000), Ecopetrol (de 1951), Société nationale des pétroles du Congo (de 1998), Petroecuador (de 1972), Abu Dhabi National Oil Company (de 1971), Hindustan Petroleum (de 1974), Pertamina (de 1957/1961), Iraq National Oil Company (de 1966), National Iranian Oil Company (de 1951), KazMunayGas (de 2002), Kpc (de 1980), NOC (de 1970), Petronas (de 1974), Pemex (de 1938), NNPC (de 1977), Statoil (de 1972), Oman Oil Company (de 1996), Petroperú (de 1969), Qatar Petroleum (de 1974), Gazprom y Rosneft (de 1989 y 1993), Türkmennebit y Türkmengaz (de 1997) y Petróleos de Venezuela (de 1976). Las más grandes de estas empresas estatales, han podido desclasar a los ETN fósil-energéticos con sede en los centros industriales –como BP, Exxon y Shell– al segundo rango del ramo1829. De tal manera, los Estados en mención elaboraron un capitalismo estatal en las relaciones internacionales, lo que arrastró permanentemente enormes ganancias al tesoro público y posibilitó transmitir ventajas al pueblo propio, sea mediante una carga tributaria baja o por programas sociales generosos o a través de un aprovisionamiento casi gratuito. Muchos de los gobiernos señalados practicaron un segundo nivel de capitalismo estatal, invirtiendo sus ganancias de petróleo y de las otras empresas estatales mediante fondos soberanos en acciones internacionales, así por ejemplo Kuwait (desde 1953), Emiratos Árabes Unidos (1976), Brunéi (1983), Noruega (1990), Rusia (2004), China 1829
La empresa más grande Saudi Aramco y otras del primer rango, como NIOC de Irán, no entran a las estadísticas comparativas, pues no publican cifras. Comp. SONS, Auf Sand gebaut, op. cit., págs. 36 y ss, 149 y ss; IAN BREMMER, The End of the Free Market, Nueva York, Penguin, 2010, cap. 3; COLLIER, El club de la miseria, op. cit., págs. 75 y ss; FOLLATH et al., Der neue kalte Krieg, op. cit., págs. 70 y ss, 187 y ss; ZÜNDORF, Weltsystem des Erdöls, op. cit., págs. 175 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
(2007) y Arabia Saudita (2008), pensando en dejar algo útil para la época después del cierre de su ventana de oportunidades ante la expectativa del agotamiento inevitable de los recursos no renovables. El economicismo liberal ha atacado estas políticas por las figuras del Estado rentista, de la maldición de los recursos naturales y de ls enfermedad holandesa, pero se trató de la opción más eficiente del respectivo poder estatal para ganar un cierto significado mundial, recibir ingresos útiles para promover el bien común y realizar un rango superior en el Índice de Desarrollo Humano que sus Estados vecinos. Tampoco los Estados consumidores trataron la seguridad energética como un asunto de mercado, sino como un tema importante de las relaciones internacionales. La Unión Europea, los EE.UU., China e India quisieron asegurar su aprovisionamiento con petróleo, gas natural y uranio, bajo la perspectiva de un futuro más competitivo en vista del escenario del Peak Oil1830, evitando la dependencia unilateral de un proveedor principal, negociando tratados favorables, planeando oleoductos según criterios geoestratégicos (por ejemplo, el Oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan de 2006), asegurando las rutas marítimas (p. ej., la costa de Somalia), construyendo y reproduciendo lealtades (p. ej., mediante la entrega frecuente de armas prestigiosas a Arabia Saudita), presionando a gobiernos hostiles (p. ej. Irán) e interviniendo militarmente (p. ej., en las Guerras del Golfo de 1990-1991 y 2003). A partir de 2005, las disputas energéticas de Rusia con Ucrania y Bielorrusia provocaron interrupciones pasajeras del aprovisionamiento de estos países y del tránsito de la energía fósil rusa a la Unión Europea, lo que subraya el carácter eminentemente político. h) La crisis del sistema anarco-liberal a partir de 2007 Al fin, los efectos del globalismo anarco-liberal volvieron dramáticamente a los Estados del núcleo industrial, en formas y contextos no esperados ni por los promotores ni por los críticos. El primer paso empezó a finales de 2007 y llevó la caída de múltiples de los bancos más grandes del mundo, con la bancarrota total de Lehmann Brothers en Nueva York y la subsiguiente salvación pública de varios mega-bancos y otras ETN arruinadas en EE.UU., Alemania y Suiza, que sobrevivieron solamente por apoyos financieros masivos de los respectivos Estados de sede, después de que el capitalismo de casino de los gerentes había llevado –bajo los ojos de los poderes estatales todavía pasivos– a absurdas especulaciones con valores virtuales y las respectivas burbujas que reventaron finalmente. Cuando se cayó el segmento top del mercado financiero y tiró grandes partes de la respectiva economía al abismo, millones de accionistas medianos y pequeños en los Estados más industrializados fueron prácticamente expropiados. El segundo paso consistió, a partir de 2009, en la mal llamada Crisis de las deudas estatales en Irlanda y la Europa mediterránea con Portugal, España, Italia, Grecia y Chipre del Sur que significó, en el caso español, un aumento dramático de la tasa de desempleo 1830
596
Véase capítulo IX.1.
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
del 8% (2007) al 27% (2013)1831. La denominación es engañosa, pues el traspaso al círculo vicioso hacia abajo resultó solo parcialmente de la extendida financiación pública por créditos, mientras el contexto clave fue el hundimiento general de los mercados financieros por los cazafortunas y jugadores de azar en los bancos, con efectos como menos ingresos tributarios, nuevos apoyos estatales para los bancos y la necesidad gubernamental de pedir créditos adicionales por intereses más altos para llenar estos vacíos inesperados. Otros Estados industriales con una producción sólida de alta tecnología pasaron la crisis con una mera recesión, es decir, se cayeron especialmente aquellos Estados cuyo atributo industrial fue semi-virtual, altamente especulativo y basado en burbujas de servicios, donde tanto el premio de su ingreso a la Unión Europea como el turismo habían escondido un estadio mucho menos profundo de la gran transformación. Los Estados afectados escaparon de la bancarrota estatal por rescates financieros de los demás Estados de la Unión Europea con una producción sólida del primer nivel, en particular Alemania y Francia1832. Entre los efectos de la crisis económica desde 2007, destaca un cambio de mentalidad que revalorizó positivamente el poder estatal y la necesidad de la prevención pública de los fallos del mercado. En este sentido, Alemania legisló a partir de 2008 varias Leyes de estabilización del mercado financiero, mientras los EE.UU. promulgaron el Wall Street Reform and Consumer Protection Act de 20101833. Además, se señala el Pacto Fiscal Europeo de 25 Estados miembros de la Unión Europea de 2012 que definió límites para las deudas de los Estados particulares, aunque el enfoque en reducir gastos no respondió suficientemente a las causas estructurales de la crisis. Ya antes, los Estados industriales de la OCDE se dedicaron al disciplinamiento de las ETN, activando cada vez más la prohibición de corromper funcionarios en otros países (1997) y las Líneas directrices para empresas multinacionales (2000). Se añadió la iniciativa Global Compact de las Naciones Unidas que invita a las ETN a auto-obligarse frente a la comunidad global y a respetar los derechos humanos, estándares sociales inclusive laborales, estándares 1831
1832
1833
EUROPEAN CENTRAL BANK, Spain, Standardised Unemployment, Rate, http://sdw.ecb.europa.eu/quickview. do?SERIES_KEY=132.STS.M.es.S.UNEH.RTT000.4.000 (5.1.2018). Sobre la crisis económica: JAMES K. GALBRAITH, “Das Scheitern des Monetarismus”, en revista BfdiP, núm. 9, Berlín, Red. Blätter, 2008, págs. 69-80; HESSE et al., Die Große Depression, op. cit., págs. 205 y ss; JÖRG HUFFSCHMID, “Die Rückkehr des Staates”, en BfdiP, 11, 2008, págs. 8-11; HERRMANN, Kein Kapitalismus, op. cit., págs. 226 y ss; WIESLAW JURCZENKO, “Europ. Bankensozialismus”, en revista BfdiP, 8, 2012, págs. 5-8; KOCKA, Geschichte des Kapitalismus, op. cit., págs. 118 y s; MICHAEL R. KRÄTKE, “Die neue Große Depression”, en BfdiP, núm. 12, 2012, págs. 9-12; WOLFGANG MÜNCHAU, The Meltdown Years, N. York, McGraw Hill, 2009; RADERMACHER et al., Global Impact, op. cit., págs. 77 y ss; RÖDDER, 21.0, op. cit., págs. 62 y ss; GEORGE SOROS, The Crash of 2008, N. York, Public Affairs, 2008, págs. 81 y ss; STIGLITZ, El precio de la desigualdad, op. cit., págs. 32 y ss; STREECK, Gekaufte Zeit, op. cit., págs. 23 y ss; IMMANUEL WALLERSTEIN, “Die große Depression”, en BfdiP, 11, 2008, págs. 5-7; WALTER WITTMANN, “Von der Finanzkrise zur Schuldenkrise”, en anuario Jb. für Wirtschaftswissenschaften, núm. 62, Stuttgart, Lucius & L., 2011, págs. 40-55. Finanzmarktstabilisierungsgesetz de 2008, en BGBl. I, 2008, págs. 1982 y ss (complementos de 2009 y 2012); Wall Street Reform and Consumer Protection Act de 2010, Pub.L. 111-203.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
ambientales y el principio de no-corromper. De tal manera, si dieron varios pasos para “civilizar el capitalismo” globalista sin poner en duda el modelo como tal1834. Por otra parte, en la crisis se perfiló la empresa de gestión de inversiones más poderosa de todos los tiempos –Black Rock– que maneja más plata que el PIB alemán y que posee paquetes de acciones significativas en la mayor parte de las grandes empresas del mundo, posicionándose como una especie de potencia mundial no estatal1835. i) Síntesis En resumen, nunca ha ocurrido algo como la sustitución o erosión sistemática de los Estados por parte de la globalización. La misma tampoco es un sistema difuso y anónimo, sino una política hegemónica que beneficia a un grupo de Estados específicos, los del núcleo industrial. Se trató de un intento sutil de la posguerra fría para imponer la dominancia del Imperio Americano y de su modelo económico al nivel mundial, a través del uso de un lenguaje economizado que pretendió justificar una supuesta ley natural y deslegitimar todo contrapoder político. De todos modos, alrededor de 2009 el actor Estado tan estigmatizado, resultó rehabilitado en los debates científicos. B)
LA CONFIGURACIÓN DEL SISTEMA MUNDO DE LA ERA INDUSTRIAL
No hay dudas que el sistema mundo de la era industrial se configuró cada vez más por disparidades y dependencias complejas sin formalización completa1836. En el proceso de estructuración, jugaron un papel factores como la velocidad y profundidad diversificada de la inclusión zonal a la gran transformación industrial, las respectivas discrepancias militares, los efectos para la autoestima socio-cultural, la organización económica de las corrientes globales de materiales y energía que crecieron rápidamente en vista del sistema de transporte fósil-energético, así como la expansión mundial de empresas de los Estados centrales, a veces al estilo de un nuevo estamento global de caballeros bandidos con rasgas de la cita de JHERING al inicio del capítulo VIII.4. a) Hacia las siete zonas de la civilización industrial sin igualdad material Si se intenta reconstruir el sistema mundo de la era industrial naciente, alrededor de 1900, se pueden identificar dos zonas centrales del núcleo industrial: la una fue la zona intraeuropea entre Glasgow y Trieste, Marsella y Varsovia, mientras la otra se ubicó en el 1834
1835 1836
598
Cita: MARION DÖNHOFF, Zivilisiert den Kapitalismus, Stuttgart, DVA, 1997; Convenio de lucha contra la corrupción de agentes públ. extranjeros 1997; UN Global Compact, https://www.unglobalcompact.org/ (5.1.18). HEIKE BUCHTER, Black Rock, Eine heimliche Weltmacht, Fráncfort, Campus, 2015. Comp. NOLTE, Weltgeschichte., op. cit., págs. 237-260; IMMANUEL WALLERSTEIN, The Modern World System, t. 4, Berkeley, Univ. of California, 2011; ÍD, World-Systems Analysis, Duke Univ. Press, 2004.
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
manufacturing belt del noreste de los EE.UU. entre Nueva York y Chicago. Fueron acompañadas por la zona cercana que recibió un tratamiento en pleno pie de igualdad jurídico y socio-cultural, a pesar de que los respectivos Estados solo habían adoptado el componente infraestructural de la industrialización y continuaban predominantemente con el régimen solar-energético. En esta categoría, se maniobraron las demás partes de la cultura europea-occidental en Escandinavia, la península Ibérica, la península Itálica, el sudeste de los EE.UU., California y las repúblicas de América Latina. Bajo una distancia mayor, pero todavía relativamente cercanos, se ubicaron los Imperios de Rusia y Japón que, por un lado, recibieron respeto por su acercamiento a la transformación industrial y su poder militar, pero por otro lado, fueron examinados con una cierta desconfianza respecto a supuestas faltas de civilización en vista de su perfil cultural no occidental. En el tercer nivel, se señala las zonas sometidas y dominadas, por una parte, en el ex cinturón de las civilizaciones (Magreb, India, Sudeste asiático) y, por otra parte, en las hasta entonces zonas pre-estatales. En cuarto lugar, hay que indicar los mundos exteriores compuestos por los Estados no occidentales entre Constantinopla y Beijing que conservaron todavía, por lo menos parcialmente, su perfil cultural tradicional y las lógicas de su antiguo régimen. Quinto, no debe olvidarse las últimas sociedades pre-estatales aisladas en lugares poco accesibles como la Amazonia, las tierras altas de Papúa Nueva Guinea o el gran norte de Canadá. EL SISTEMA MUNDO DE LOS ESTADOS DESIGUALES: SEGÚN EL HUMAN
DEVELOPMENT INDEX DE 2016 EXISTE UN SISTEMA ESCALONADO DE «SEIS MUNDOS»
1. Desarrollo supremo, núcleo industrial (HDI 820-950)
4. Desarrollo medio bajo (HDI 520-619)
2. Desarrollo superior (HDI 720-819)
5. Desarrollo bajo (HDI 420-519)
3. Desarrollo medio alto (HDI 620-719)
6. Desarrollo muy bajo (HDI 320-419)
Mapa 401837 1837
Mapa: BERND MARQUARDT. Fuente: UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 198 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
Este mundo eurocéntrico se diversificó en el transcurso del siglo XX a un multicentrismo industrial, con un tercer centro principal ubicado en la sinósfera cultural –es decir, en ambos lados de los mares de Japón y China oriental1838–. Mirando a la estructura fina, pueden identificarse las megaregiones industriales del segundo decenio del siglo XXI en la banana azul europea (desde Londres, pasando por Ámsterdam, París, Colonia, la Cuenca del Ruhr y Fráncfort del Meno a Torino), la banana dorada sureuropea (Barcelona, Marsella y Génova), el BosNyWash norteamericano (Boston, Nueva York y Washington), el ChiPitts (Chicago y Pittsburgh), el corredor Québec-Windsor canadiense, el SanSan en California, la costa oriental china alrededor de Shenzhen, el cinturón Taiheiyō en Japón y la costa occidental de Taiwán, seguidas por candidatos prometedores como la zona litoral suramericana entre Buenos Aires y Río de Janeiro. Con base en el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, publicado anualmente desde 1990, se pueden especificar el grupo de los Estados con un desarrollo supremo en y alrededor de los núcleos industriales menos China, los del desarrollo alto en América Latina, Europa oriental, China, Irán y Turquía, los del desarrollo medio en el subcontinente de la India y Sudáfrica y los del desarrollo bajo y muy bajo en la mayor parte del África subsahariana1839. Hasta la fecha de este libro, el capitalismo industrial ha estructurado el sistema mundo en siete zonas de la cultura industrial que se pueden caracterizar plásticamente por la respectiva participación desigual en el Producto Interno Bruto mundial a precios según la tasa de cambio en el mercado financiero:
1838 1839 1840
600
1. Occidente: Unión Europea: 27%. Estados hijos británicos en ultramar: 26% América Latina: 8% Total: 61%
3.
Estados islámicos:
5,4%
4.
Estados indios:
3,2%
5.
Federación Rusa:
2,7%
6.
Sudeste asiático:
2,6%
2. Sinósfera cultural:
7.
África subsahariana:
1,8%1840
21%
WORLD BANK, World Development Indicators 2017, op. cit., págs. 10 y ss. UNDP, HDR 2016, op. cit., págs. 198 y ss. Total mundial: 69.983.693 millones de US$. 1ª EU más Suiza, Liechtenstein y Noruega: 18.678.495 millones de US$. 1b: EE.UU., Canadá, Australia, Nueva Zelanda: 18.344.292 millones de US$. 1c: Brasil 2.476.652; México 1.155.316; Argentina 445.989; Colombia 331.665; Venezuela 316.482; Chile 248.585; Perú 176.662; Ecuador 67.003; Cuba 60.806; Rep. Dominicana 55.611; Guatemala 46.900; Uruguay 46.710; Costa Rica 41.007; Panamá 30.677; Bolivia 24.427; Paraguay 23.877; El Salvador 23.054; Honduras 17.259; Nicaragua 7.297. Total: 5.595.979 = 8%. 2: China 7.318.499; Japón 5.867.154; Corea Sur 1.116.247; Taiwán 459.000; Hong Kong 243.666; Vietnam 123.961; Macao 36.428; Corea Norte 28.000. Total: 15.192.955 = 21%. 3, sin Estados indios, malayos y del África subsaharianaTurquía 773.091; Arabia Saudita 576.824; UAE 360.245; Irán 331.015; Egipto 229.531; Argelia 188.681; Kazajistán 186.198; Kuwait 176.590; Qatar 172.982; Iraq 115.388; Marruecos 100.221; Omán 71.782; Azerbaiyán 63.404; Libia 62.360; Siria 59.147, Túnez 45.864; Uzbekistán 45.359; Líbano 42.185; Yemen 33.758; Jordán 28.840; Turkmenistán 24.107; Bahréin 22.945; Afganistán 20.343, Bosnia 18.088; Albania 12.960; Macedonia 10.165; Tayikistán 6.522; Kosovo 6.446;
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
Esta comparación expresa muy claramente la desigualdad de oportunidades en lugares geopolíticos diferentes de la tierra, pues Occidente recibe el 61% de los ingresos del sistema mundo, muy por encima de su parte poblacional alrededor de un mero quinto de los habitantes de la tierra, mientras las culturas islámica y rusa parecen muy marginadas, a pesar de su papel clave para el suministro del sistema mundo con energía fósil. También es ilustrativo señalar que el sistema mundo funciona de tal manera que concentra el 83% de los ingresos globales en el quinto más rico de la población mundial1841 o, si se enfoca en la redistribución de riqueza, incluso la décima parte más acomodada de la población global reúne el 85% de la riqueza de la tierra y, en este décimo, la Unión Europea tiene una parte significativa del 31%, los EE.UU. del 25% y Japón del 20%1842. Puede sorprender, pero a las personas relativamente ricas pertenecen también muchos obreros industriales de Europa y Norteamérica, que participan como accionistas empresariales en la explotación de sus colegas del Sudeste asiático. En contra del mito moderno del progreso eterno, esta polarización no es ninguna EL PIB PER CÁPITA DE 190 ESTADOS DE LA TIERRA EN MIL US$
Gráfico 51843
1841
1842
1843
Kirguistán 5.919. Total: 3.790.960 = 5,4%. 4: India 1.847.982; Pakistán 211.092; Bangladés 110.612; Sri Lanka 59.172; Nepal 18.884; Bután 1.689. Total: 2.249.431 = 3,2%. 6: Indonesia 846.832; Tailandia 345.649; Malasia 278.671; Singapur 239.700; Birmania 51.930; Camboya 12.875; Brunéi 12.370; Laos 8.298. Total: 1.796.325 = 2,6%. 7: comp. capítulo VI.1.B.d. Fuente de datos: WORLD BANK, Data by country, GDP (current US$), 2014. ISABEL ORTIZ & MATTHEW CUMMINS, Global Inequality, Beyond the Bottom Billion, Nueva York, UNICEF, 2011, pág. 12. Comp. SUDHIR ANAND & PAUL SEGAL, “What do we know about Global Income Inequality?” en revista JEL, t. 46, núm. 1, Nashville, AEA 2008, págs. 57-94; THE CONFERENCE BOARD OF CANADA, World Income Inequality, 2011, http://www.conferenceboard.ca/hcp/hot-topics/worldinequality.aspx (5.1.2018); NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., pág. 129. Para la Unión Europea, se cuenten Alemania (8%), Italia (7%), Gran Bretaña (6%), Francia (4%), España (4%), Países Bajos (2%). Con datos de los demás países, la cifra sería mayor. JAMES B. DAVIES, et al., The World Distribution of Household Wealth, Helsinki, UN University, 2008, págs. 7, 15. Columna = Estado. Fuente: WORLD BANK, Data by Country, GDP per capita (current US$), 2014.
601
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
herencia de un supuesto pasado lejano en proceso de disminución, sino se trata de un desarrollo de los últimos decenios en una dinámica latente de profundización1844. Se pretende ilustrar la enorme desigualdad de ingresos en el sistema mundo por el gráfico 5 que visualiza el Producto Interno Bruto per cápita en mil US$ de 190 Estados de la tierra. c) Los 23 pilares sistémicos del dominio mundial del núcleo industrial En el sistema mundo del siglo XXI, las disparidades y dependencias no resultan ni de la sumisión militar directa por parte de los centros industriales, ni de soldados que presionarían con armas en mano a condiciones de explotación. Las formas de la dependencia moderna se presentan mucho más diversificadas y virtualizadas, siguen estructuras economizadas y son cifradas en los patrones de organización de las corrientes del metabolismo social de energía, materiales, medios de pago, basura y contaminaciones bajo un enorme poder de gravitación y centrifugación de los centros del consumo hedonista masivo. Esta econocracia global tiende a esconder sus reglas de funcionamiento en lo difuso y no localizable, siendo altamente eficaz en hacer invisibles las responsabilidades y los beneficiarios. En ello, no se pueden seguir las narraciones de inocencia que, en una variante, afirman que la pobreza del mundo es supuestamente un producto de falencias de los afectados a pesar de que Europa y Norteamérica hicieran altruistamente todos los esfuerzos posibles para ayudar, o en la otra variante, postulan una dinámica progresiva ya iniciada e imparable que solo requiere su tiempo para que maduren los frutos. Inversamente, se pretenden indicar en las siguientes páginas veintiuno pilares como constitutivos para caracterizar el sistema mundo liberal del cual se benefician primordialmente los Estados del núcleo industrial y que afectan de modo negativo la autonomía y la calidad constitucional en las demás zonas del planeta. En primer lugar, se indica que, en las décadas de 1960 hasta 2008, el número de las empresas transnacionales (ETN) se ha multiplicado de aproximadamente 10 mil a 82 mil. Aunque estos superpredadores pertenecen al círculo de las organizaciones más poderosas del mundo, el derecho eurodescendiente las trata como personas jurídicas y sujetos del derecho civil, es decir, según una ficción macabra que las iguala con los individuos. En contra de uno de los mitos de la globalización, las ETN tienen su patria y lealtad, pues todavía en la actualidad, el 66% de los cien ejemplos más grandes prefiere ubicar su sede principal en Europa occidental o Norteamérica, mientras de los 50 bancos más grandes del planeta, el 52% tiene su sede en Europa occidental y el 18% en Norteamé-
1844
602
POGGE, Politics as usual, op. cit., págs. 11 y ss. En 1981, hubo en el subcontinente de la India 811 millones de personas con menos de 2 US$ por día, pero en 2008 son 1.125; en 1981, hubo 288 millones subsaharianos con menos de 2 US$ por día, pero en 2008 son 562 millones. Al nivel mundial, son 2.471 millones (= el 43%); WORLD BANK, World Development Indicators 2012, op. cit., pág. 72.
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
rica. Además, articulan una lealtad con sus accionistas y consumidores principales que residen primordialmente en dichos países1845. Segundo, se señala que en los países centrales se absorbe la parte más alta de las ganancias y plusvalías de las corrientes globales de materiales y energía. Los remolinos de redistribución del Estado de bienestar llevan a un alto grado de participación popular, de modo que el trabajador europeo pertenece a los ricos del mundo, mientras su colega indio se ubica en el segmento de pobreza, pese a que no se distinguen en su calidad laboral. Además, en los Estados del núcleo industrial el 10 a 40% de los ciudadanos participa directamente como accionistas en ganancias empresariales realizadas en cualquier lugar del mundo1846. En ello, incluso los sistemas sociales de los Estados del núcleo industrial sacan provecho mediante inversiones de los fondos de pensiones, por ejemplo los grandes fondos públicos de Noruega y Japón. Tampoco sorprende que las bolsas de acciones se concentran en ciudades como Nueva York (cuota del 61,7%), Londres (5,5%), Tokio (4,9%) y Fráncfort del Meno (4,1%)1847. En tercer lugar, en cuanto a su objetivo prioritario de la maximización del shareholder value, las empresas transnacionales son ingeniosos en establecen caminos –casi siempre camuflados y a veces ilegales– para transferir sus ganancias locales a sus sedes centrales y los respectivos accionistas –por ejemplo, a través de los precios de transferencia–, en lo que gana también el Estado de sede mediante el derecho tributario. En contra de la imagen propagandística que solo presenta el lado de las inversiones directas, hay que recordar que una ETN no es una entidad caritativa, sino se orienta en las teorías de la administración de empresas y pretende realizar ganancias que excedan significativamente las inversiones1848.
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BPB, Anzahl Transnationaler Unternehmen, 2010, http://www.bpb.de/nachschlagen/zahlen-und-fakten/globalisierung/52630/anzahl (5.1.2018); FORTUNE, Global 500, op. cit.; GLOBAL FINANCE, World’s 50 Biggest Banks 2012, http://www.gfmag.com/awards-rankings/best-banks-and-financial-rankings/worlds-50-biggest-banks -2012#axzz2%20EwjXmnEH (5.1.2018). Comp. FÄSSLER, Globalisierung, op. cit., pág. 192; STIGLITZ, Making Globalization work, op. cit., págs. 187 y ss. Porcentaje de la población que cuenta con acciones: en Arabia Saudita el 38,2%; en Canadá el 37,5%; en Australia el 35,11%; en Taiwán el 34,8%; en Japón el 30,8%; en Chequia el 29%; en Nueva Zelanda el 28,1%; en Dinamarca el 23,5%; en EE.UU. el 21,2%; en Suiza el 20,2%; en Bélgica el 17,3%; en Países Bajos el 17%; en Gran Bretaña el 15,1%; en Francia el 14,7%; en Alemania el 12,5%; en Italia el 8%; en Austria el 7,1%, pero en Argentina solo el 0,5%; en Colombia el 0,1%; en Kenia el 0,4%; en Pakistán el 0,03%, etc. PAUL A. GROUT et al., One Half-Billion Shareholders, 2009, http://people.bath.ac.uk/az212/Shareholders-Grout-Megginson-Zalewska.pdf (5.1.2018), págs. 8 y ss. BPB, Die größten Aktienbörsen, 2010, http://www.bpb.de/nachschlagen/zahlen-und-fakten/globalisierung/525 93/die-groessten-aktienboersen (5.1.2018). P. ej., la casa materna de la ETN ‘vende’ sus productos a los sucursales en el exterior por precios virtuales exagerados y recibe el aumento como una ganancia anticipada. Hay pocas cifras seguras, pues las ETN tienen un interés vital en encubrir el capital outflow que es a veces ilegal y siempre destructivo para la imagen pública. Si instituciones como el Banco Mundial afirman que desde aprox. 1990 las inversiones directas superan las transferencias de ganancias (resumen NUSCHELER, Entwick-
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Cuarto, el sistema invita también a las élites empresariales de los Estados semi-industrializados a participar en los beneficios, generando de tal manera una clase de vasallos leales que están dispuestos a sacrificar los derechos humanos y fundamentales de sus conciudadanos. Típicamente, ellos forman una oligarquía nacional con un alto grado de influencia política por sus escaños parlamentarios, asesorías, redes y también en la opinión pública por ser propietarios de los medios masivos de comunicación privatizados1849. El quinto pilar constitutivo reside en la enorme eficiencia de centrar los flujos globales de energía y materiales al núcleo industrial donde viabilizan el consumo masivo y un estilo de vida hedonista. El pseudo-derecho fundamental de la libertad de consumo en combinación con el poder adquisitivo supremo y las capacidades de transporte barato con base en la segunda revolución fósil-energética, constituyen y aceleran un gran remolino con un poder casi imparable. Es llamativo que, en cuanto al consumo de energía per cápita, el canadiense tiene a su disposición 7.600 kilogramos equivalentes de petróleo al año, el estadounidense 6.801, el holandés 4.233, el alemán 3.818 y el francés 3.688, mientras el chileno cuenta con 2.029, el colombiano con 671, el indio con 614, el etíope con 381, el birmano con 268 y el bangladesí con 2051850. El sexto pilar reside en las patentes de invención que están altamente concentradas en los centros del sistema mundo. Para el 2016, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual identifica el 92,1% del total de las patentes en vigor con un origen en tres zonas, a saber, la sinósfera cultural que asume el 41,2%, los Estados hijos británicos en ultramar con el 27,6% y la Unión Europea (junto con la AELC) que alcanza el 23,3%, mientras el gigante indio solo logra una parte del 0,4% y repúblicas suramericanas como Colombia se acercan a un valor estadístico de 0. De modo complementario, el Acuerdo sobre los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio de 1994 impone los respectivos monopolios exclusivos de la explotación económica con un alcance en todo el planeta, basándose estilísticamente en un constructo controvertido que afirma una analogía al derecho humano de propiedad (propiedad intelectual). La cara anti-iushumana se evidenció en contextos polémicos, como el de imponer intereses de lucro por privar a africanos subsaharianos infectados con sida del acceso a medicamentos genéricos salvadores de vida y el de requerir de campesinos pobres ta-
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lungspolitik, op. cit., págs. 542, 546), hay buenas causas para desconfiar, pues empresas no son institutos de bienestar. Existen más estudios transparentes de los años 70: PETER RICHTER, Der Kapitaltransfer in die unterentwickelten Länder, Berlín, Duncker & H., 1979, pág. 169; WOLFGANG BÄRTSCHI, Ausbeutung und Einkommensumverteilung in den internat. Wirtschaftsbeziehungen, Berlín, Duncker & H., 1976, pág. 131. Véase también COLLIER, El club de la miseria, op. cit., págs. 155 y ss. Muy acentuadamente en el obligopolio de los medios de comunicación en Colombia. WORLD BANK (Ed.), Energy use (kg of oil equivalent per capita), http://data.worldbank.org/indicator/EG. USE.PCAP.KG.OE (5.1.2018). Por falta de datos en la estadística actual, de usa subsidiariamente las cifras del 2013 para partes del sur.
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sas de licencia para simientes, lo que llevó en 2009 al cinturón de los suicidios en la zona de algodón de la India1851. Como el séptimo pilar sistémico, los Estados del núcleo industrial efectúan una amplia promoción y protección diplomática a sus empresas transnacionales en cualquier lugar del mundo, en particular a través de los tratados de protección de inversiones (desde 1959) que pretenden imponer un estatus tributario, laboral, social y ambiental muy privilegiado en comparación con las respectivas empresas nacionales y también en comparación con el estatus que tienen en su propio país de sede, lo que las embajadas promueven y acompañan por negociaciones estratégicas1852. En particular, buscan hacer irrevocables las concesiones otorgadas en segmentos como la minería. De tal manera, los Estados del núcleo industrial articulan la tendencia de despegar sus ETN de la soberanía nacional del Estado explotado, por ejemplo argumentando una (casi) subjetividad de las mismas en el derecho internacional público que niega la subordinación bajo el respectivo poder estatal y las reglas del derecho público y civil de aquel1853. Esto es promovido por terminologías estratégicas sutiles, presentando concesiones públicas como supuestos contratos entre iguales y descalificando la revocación de una concesión de minería como una supuesta expropiación que no respeta el derecho santificado de la propiedad, lo que ignora que las respectivas políticas del sur sirven típicamente para defender los derechos humanos y fundamentales de la segunda y tercera generación de varios miles o incluso millones de personas. En las retóricas de poder, se pretende deslegitimar cualquier Estado que usa responsablemente su soberanía, estigmatizándole como débil en cuanto a la estatalidad de derecho y sin garantía eficaz del derecho de propiedad. A veces, los efectos se acumulan en casos con el del río Doce en Brasil de 2015, donde las roturas de dos presas extractivistas contaminadas llevaron a la catástrofe socio-ambiental más grande de este país, a causa de estándares tecnológicos baratos sin supervisión cualitativa responsable por las autoridades teóricamente competentes1854. 1851
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Los 5 países con el número mayor de patentes válidas: EE.UU. con el 24,9%, Japón el 18,3%, China el 14,3%, Corea del Sur el 8,6%, Alemania el 5,6%. Cifras de WIPO (Ed.), World Intellectual Property Indicators 2016, Ginebra, WIPO, 2016, págs. 70 y ss. Similar: EPO (Ed.), Top 50 Countries of Origen, https://www.epo.org/news-issues/ press/releases/archive/2013/20130117/countries.html (5.1.2018). Comp. CHANG, Bad Samaritans, op. cit., págs. 110 y ss; CROUCH, Post-Democracy, op. cit., págs. 83 y ss; HEINEKE, Adventure Trips, op. cit., págs. 141-163; PINZLER, Der Unfreihandel, op. cit., págs 76 y ss; POGGE, Politics, op. cit., págs. 20 y ss; STIGLITZ, Making Globalization work, op. cit., págs. 103 y ss. El concepto fue introducido por la RF Alemana, por primera vez en 1959 con Pakistán y finalmente con 147 Estados, así con Grecia (1961), Turquía (1962), Camerún (1962), Tanzania (1965), Zambia (1966), Chad (1967), Ruanda (1967), Chile (1991), México (1998), etc.; BMWE, Investitionsschutzverträge, op. cit. Véase ARNAULD, Völkerrecht, op. cit., págs. 964 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág. 390; MUTHUCUMARASWAMY SORNARAJAH, “Mutations of Neo-Liberalism in International Investment Law”, en revista Trade, Law and Development, vol. 3, núm. 1, Jodhpur, National Law Univ., 2011, págs. 203-232. HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 110 y s; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 163 y ss; NUSSBERGER, Das Völkerrecht, op. cit., pág. 55. LESSENICH, Neben uns die Sintflut, op. cit., págs. 9 y ss, 197 y ss.
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En octavo lugar, se acentúa que los Estados del sur son presionados a someterse a la justicia especial de los tribunales de arbitraje –especialmente ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) de 1966– que pueden fallar multas en la altura de varios millones de dólares si una empresa transnacional, típicamente con sede y/o accionistas principales en Europa o Norteamérica, ve en peligro sus expectativas de ganancias. Con base las cláusulas estandarizadas y preformadas de los desiguales tratados de protección de inversiones, fue creada una justicia secreta con un enorme poder de facto que da casi siempre la prioridad a privilegios empresariales frente al constitucionalismo social y ambiental del sur. En particular, abusa del discurso polémico sobre la supuesta debilidad de los derechos de propiedad en los países declarados en vía de desarrollo, construyendo analogías aventureros que subsumen cualquier intervención normativa o administrativa con efectos en expectativas de ganancias dentro de la categoría de la expropiación para poder argumentar un deber estatal de indemnización. Bajo la elusión del monopolio de justicia del Estado constitucional, se juzga en nombre del capital a costa de los derechos humanos de millones de personas. Hay varias sentencias, como la del CIADI de 2012 que condenó a Ecuador a pagar 1.700 millones de dólares más intereses a la petrolera estadounidense Occidental (Oxy). Para los Estados semi-industrializados, las indemnizaciones altas ordenadas por tribunales exteriores, pueden llevar a situaciones sin salida. No es ajeno de la realidad reconocer en esta justicia de sombra la punta de lanza del sistema hegemónico de los centros mundiales del industrialismo1855. Noveno, también las empresas transnacionales mismas muestran un enorme poder de negociación frente a los Estados pobres para imponer condiciones abusivas –con un reparto unilateral del riesgo, salarios explotadores, condiciones laborales semi-esclavistas, trabajo infantil y contaminaciones peligrosas–, acercándose a un estatus exento de de la respectiva legislación nacional. En particular, se buscó perfeccionar la resistencia general de las empresas a la democratización interna según el fin de establecer enclavas autocráticas sobre meros súbditos de fábrica. No hay dudas que la capacidad presupuestal de las ETN es sustancialmente superior, sus negociadores son más profesionalizados y se organizan dentro de un ramo industrial al estilo de un cártel con cláusulas preformuladas de las ‘propuestas’ de inversión1856. En ello, los Estados nu1855
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Base: Convenio sobre Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones entre Estados y Nacionales de otros Estados de 1965. Caso citado: Occidental Petroleum Corporation and Occidental Exploration and Production Company v. The Republic of Ecuador, ICSID Case núm. ARB/06/11, http://www.italaw.com/cases/767 (5.1.2018). Véase DIEGO GARCÍA C., Caso Oxy, Defensa jurídica de una decisión soberana y en derecho del Estado ecuatoriano, Quito, Procuraduría General del Estado, 2014; ALEXANDRA ENDRES & LUKAS KOSCHNITZKE, “Wie Konzerne Staaten vor sich hertreiben”, en periódico Die Zeit, de 27.3.2014, http://www.zeit.de/ wirtschaft/2014-03/investitionsschutz-klauseln-beispiele (5.1.2018); PINZLER, Der Unfreihandel, op. cit., págs. 161 y ss; ÍD. et al., “Schattenjustiz, Im Namen des Geldes”, en periódico Die Zeit, de 10.3.2014, http: //www.zeit.de/2014/10/investitionsschutz-schiedsgericht-icsid-schattenjustiz (5.1.2018). Véase FÄßLER, Globalisierung, op. cit., págs. 193 y ss; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 163 y ss; STIGLITZ, Making Globalization work, op. cit., pp. 138 y ss.
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cleares han evitado la extensión la normatividad protectora frente a condiciones generales de contrato, básica en el derecho civil intraestatal, hacia las esferas transnacionales, de modo que las disparidades de poder pueden desarrollarse libremente. Según la experiencia, muchas empresas transnacionales pisan aún más a la soberanía de los Estado pobres. La bibliografía ha encontrado múltiples casos del abuso de la debilidad de las autoridades tributarias locales para efectuar una evasión fiscal a gran escala1857. Décimo, los Estados de sede casi no asumen ninguna responsabilidad protectora frente a las violaciones de derechos humanos efectuadas por parte de sus mejores tributantes en otras jurisdicciones1858. En estas capas de protección se ha incluido una cierta tolerancia que ignora prácticas delincuenciales de sus ETN en forma del cohecho de funcionarios públicos del sur con motivo de ganar concesiones, contratos y múltiples ventajas por fuera del respectivo marco legal. Cabe destacar que los sobornos fueron tributariamente desgravables (sic!), hasta que los Estados industriales de la OCDE firmaron, en 1997, un convenio de autocontrol para prohibir y criminalizar la contaminación ética del ramo. Sin embargo, la eficacia parece todavía baja y el grado de impunidad alto, esto ya en vista de la no-extensión de la responsabilidad penal a personas jurídicas en muchos sistemas legales (societas delinquere non potest), aunque tampoco debe desconocerse que existe desde los años 1990 una cierta tendencia que impulsa la misma1859. Las prácticas delincuenciales de algunas empresas transnacionales pudieron alcanzar dimensiones aun mayores, si se tienen en cuenta los casos de la contratación de mercenarios para expulsar salvajemente pueblos indígenas de tierras mineras y aquellos de colaboración activa con grupos armados paraestatales o rebeldes para poder saquear casi gratuitamente recursos naturales, como por ejemplo en las frecuentes Guerras del Congo desde 19961860. Decimoprimero, hay que añadir los efectos desastrosos del comercio de armas, promovido activamente por los gobiernos del núcleo industrial –en particular, por los 1857 1858
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Comp. CHRISTIAN AID (Ed.), False Profits, Londres, Christian Aid, 2009. JOCHEN V. BERNSTORFF, Die völkerrechtliche Verantwortung für menschenrechtswidriges Handeln transnationaler Unternehmen, Duisburg-Essen, Institut für Entwicklung und Frieden, 2010, págs. 16 y ss. Convenio de lucha contra la corrupción de agentes públicos extranjeros en las transacciones comerciales de 1997. P. ej. en Alemania, fue concretado por la Gesetz zur Bekämpfung internationaler Bestechung de 1998, en BGBl. II, 1998, págs. 2327 y ss. No obstante, todavía en el Escándalo de los sobornos de Siemens en Argentina (1996), el gobierno alemán criticó en 2001 la anulación argentina de los contratos de la empresa delincuente de origen alemán. La responsabilidad penal de la empresa existe En EE.UU. desde 1909. Algunos Estados europeos siguieron recientemente, p. ej. Francia en 1994, Suiza en 2003 y España en 2010, pero falta todavía Alemania. Véase EIGEN, Das Netz der Korruption, op. cit., págs. 65 y ss; EBERHARD KEMPF et al., Unternehmensstrafrecht, Berlín, de Gruyter, 2012, págs. 55 y ss; RED. LA NACIÓN, “DNI, Crítica alemana a la anulación del contrato”, en periódico La Nación, de 23.5.2001, http:// www.lanacion.com.ar/307248-dni-critica-alemana-a-la-anulacion-del-contrato (5.1.2018). Report of the Panel of Experts on the Illegal Exploitation of Natural Resources of the DR of the Congo, 2002, op. cit.; ALBRECHT, Internationale Kriminalität, op. cit., págs. 153-169; BURGIS, The Looting Machine, op. cit., págs. 29 y ss; RAID, Unanswered Questions, op. cit.
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cinco grandes productores EE.UU., Rusia, Alemania, Francia y China– a través de una política generosa de licencias en beneficio de sus empresas exportadoras. Duodécimo, algunas estructuras de demanda de lujo en las sociedades del norte – como las de cocaína y heroína– han promovido el crecimiento de estructuras mafiosas en los Estados aptos para el cultivo como Colombia o Afganistán. Otra rama de comercio criminal sale de la demanda sexual en los Estados más industrializados, que motiva el tráfico ilegal de cifras significativas de mujeres jóvenes y niñas desde los Estados del segundo y tercer nivel de desarrollo para que sirvan en la Unión Europea, los EE.UU., Japón y los Estados de petróleo en una especie de neo-esclavitud bajo la privación de toda dignidad humana. Aunque es cierto que los Estados del núcleo industrial han penalizado varios excesos, la mayor parte de los fenómenos señalados es aprobado pasivamente, es protegido latentemente por una impunidad de facto1861 o es promovido activamente, de modo que estos se hacen coautores de violaciones sistemáticas de derechos humanos en relaciones transnacionales, sin percibirse a sí mismos como responsables. En decimotercer lugar, las prácticas en mención son altamente promovidas por la falta casi absoluta de la transparencia sistémica en los remolinos de demanda, pues para el consumidor acomodado –por ejemplo, el automovilista que conduce con gasolina del ambiente arruinado nigeriano, el joven que chatea por un celular de sangre que contiene coltán de la guerra civil congoleña, la belleza que se arregla con diamantes de sangre sierraleoneses, el adolescente que compra moda de marca producida en un sweatshop de Bangladés, o el profesor que usa en su impresora papel de deforestaciones ilegales en las selvas tropicales– no se hace perceptible en qué medida el respectivo hedonismo se fundamenta en la devastación de un ambiente lejano, en el sufrimiento de trabajo explotador y en la sangre de niños soldados1862. Decimocuarto, hay que advertir un sistema de la irresponsabilidad organizada1863 que resulta de la estructura íntima del derecho ilustrado-liberal. La interacción compleja entre varias soberanías estatales y múltiples autonomías privadas genera la impresión de que todos los actores relevantes actúan supuestamente de modo voluntario y conforme a su segmento normativo, lo que invisibilza las interconexiones, interfaces y bisagras que son decisivas. En ello, la perspectiva atomizada de los negocios económicos y transacciones jurídicas particulares es ciega para la percepción del sistema como tal y su violencia estructural. En particular, la ficción que trata a empresas poderosas como meros sujetos del 1861 1862
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UNODC, Global Report on Trafficking in Persons 2014, Viena, Unodc, 2014, págs. 5, 7, 40, 65, 84. BURGIS, The Looting Machine, op. cit., págs. 29 y ss; CAROLAN, Cheaponomics, op. cit., págs. 89 y ss, 145 y ss; GREENPEACE (Ed.), Urwaldrepublik Deutschland, 2008; WWF (Ed.), Heisse Ware Tropenholz, Fráncfort, WWF, 2005, págs. 7 y ss, 16 y ss; NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 183 y ss; REYBROUCK, Kongo, op. cit., págs. 537 y s. Concepto según el título de: BECK, Gegengifte, op. cit.
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derecho privado entre los individuos, oculta y legitima la actuación libre de una especie de lobos libres entre las ovejas libres. Esencialmente, el sistema de la irresponsabilidad organizada se compone, primero, de la falta completa de la responsabilidad de los accionistas para los efectos de sus inversiones explotadoras en lugares lejanos1864; segundo, de la ausencia de la responsabilidad de los consumidores más allá de sus contratos de compraventa precisos; tercero, de la inexistencia de la responsabilidad de los distribuidores más allá de sus relaciones contractuales con sus proveedores y clientes; cuarto, de la aplicación muy restringida de prohibiciones de productos perjudiciales; quinto, de la persistencia de un alto grado de impunidad empresarial; sexto, de la presión a la eliminación de barreras al comercio en el marco normativo de la OMC y, séptimo, de la inmunidad diplomática de los embajadores y sus equipos de trabajo. Además, casi ninguna víctima de una violación de derechos en constelaciones transnacionales logra cumplir con la carga de la prueba, pues no recibe ninguna oportunidad de organizar la respectiva información bien ocultada en cadenas y redes poco transparentes con múltiples participantes difundidos sobre miles de kilómetros. También los constructos clásicos de la causalidad jurídica, como la salvedad por la entrada intencional de un tercero, pueden ser aptos para evaluar un robo de bicicleta, pero son casi siempre excedidos por las complejidades en las redes transnacionales. Tampoco ayuda mucho la separación clásica entre campos jurídicos como el derecho internacional público y el derecho privado, si el sistema mundo se basa precisamente en la interacción multidimensional de elementos de ambos, generando zonas grises fuera de lo evaluable jurídicamente. Decimoquinto, se indica que los Estados europeos y norteamericanos han aplicado, desde la década de 1960, políticas transnacionales de la Asistencia oficial para el desarrollo (AOD). Aparte de dinero, envían asesores a todo el mundo para ‘educar’ en una la relación jerárquica entre el maestro y el aprendiz. Según la evaluación del politólogo FRANZ NUSCHELER, dichas políticas “están chorreadas de moral, pero son dirigidas por intereses […, sirviendo como] recursos de aseguramiento de materias primas […], instrumentos estatales para la promoción de exportaciones [y…] porteros para inversionistas privados […, en lo que] las condicionalidades [… sirven como] medidas de presión” para imponer reformas políticas que difunden lógicas capitalistas y promueven unilateralmente los intereses del norte1865. En decimosexto lugar, los centros industriales han desarrollado, desde la década de 1950, una ideología primer-tercermundista para acentuar su supuesto papel líder en el planeta. Los apologistas afirman una enorme distancia cualitativa en todos los sectores de la organización y disposición humana, inclusive los derechos humanos, la democracia, 1864
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MICHAEL BAUCHMÜLLER, “Mit der Aktie kommt die Verantwortung”, en periódico Süddeutsche Zeitung, de 12.1.2013, http://www.sueddeutsche.de/wirtschaft/haftung-fuer-klimaschaeden-mit-der-aktie-kommt-dieverantwortung-1.1571208 (5.1.2018). NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 432, 440 y s, 444. P. ej., la RF Alemana fundó en 1961 su Ministerio para la cooperación de desarrollo y en 1974 la Cooperación Técnica Alemana (GTZ, ahora GIZ).
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la estatalidad de derecho, la ética de la no corrupción, el crecimiento económico y la solidaridad social. Para subrayar esta visión, el núcleo industrial aplica nuevas picotas de vergüenza o muros de infamia: el internet está lleno con rankings y mapas que siempre repiten la misma afirmación dicotómica de defectos graves de todo el mundo en contraste con el supuesto brillo de Europa occidental y Norteamérica. En cuanto a la calidad iusfundamental, las críticas persistentes son selectivas para exigir la promoción del segmento de los derechos de tipo liberal alrededor de la propiedad en los medios de producción. De modo complementario, los Estados no tan industrializados han anticipado la correspondiente autoestima baja de un déficit de desarrollo en dimensiones amplias. En consecuencia, actúen de modo sumiso. En decimoséptimo lugar, los Estados del núcleo industrial invitan a estudiantes de todo el planeta a sus Universidades para formarlos en sus teorías y percepciones del mundo. En una especie de lavado de cerebro, se enseñan a adorar a la propiedad privada y a blanquear el sistema mundo como supuestamente natural, moderno, inevitable y justo. De modo complementario, se difunden costosos colegios estadounidenses, británicos, franceses, alemanes y suizos en grandes partes de la tierra. De igual forma, varias Universidades privadas de los países del sur, financiadas por empresarios locales, tienden a ofrecerse como think tanks y puertas abiertas para la autocolonización según el marco ideológico del sistema mundo. Entre los efectos, no solo se encuentran gobernantes y funcionarios obedientes, sino del mismo modo se establecen tribunales constitucionales y supremos dóciles que no se atreven a criticar seriamente las violaciones de los derechos humanos y fundamentales sociales, ambientales y étnicos en su jurisdicción. En decimoctavo lugar, los Estados del núcleo industrial trasladaron, en 1973, el régimen cambiario de monedas de la esfera política al mercado, con el efecto de la debilidad permanente de las monedas de las demás partes del mundo. Esto sirve tanto para mantenerlas en una pobreza virtual aguda como para poder comprar productos naturales baratos. Fuera del núcleo industrial, el mercado de monedas cementa el descuento salarial de ubicación1866 para todos los salarios medianos y bajos, lo que no depende de la calidad laboral, sino solamente de la vida en un lugar privilegiado o discriminado del sistema mundo al estilo de un anexo de la respectiva ciudadanía. Decimonoveno, los Estados del núcleo industrial se encierran mediante políticas de visado frente a visitantes de las zonas no tan industrializadas1867, lo que frena, entre otros aspectos, el escurrimiento de ideas e impide la expansión de empresas en la dirección contraria del sur al norte.
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CHANG, 23 Things, op. cit., págs. 23 y ss; HERRMANN, Kein Kapitalismus, op. cit., pág. 235; LESSENICH, Neben uns die Sintflut, op. cit., págs. 137 y ss. Comp. HENLEY & PARTNERS, Visa Restriction Index 2016, https://www.henleyglobal.com/files/download/ HP/hvri/HP%20Visa%20Restrictions%20Index%20160223.pdf (5.1.2018).
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En vigésimo lugar, se observa con frecuencia que los Estados centrales actúan con doble-estándares según sus respectivos intereses materiales. Por una parte, predican el librecambismo para aumentar sus exportaciones industriales y, por otra parte, practican en sus fronteras externas políticas de un “mercantilismo hegemónico”1868 si los demás Estados tienen una ventaja comparativa, en particular, para proteger sectores agrarios evaluados como importantes para el autoabastecimiento. Vigésimo primero, los Estados del núcleo industrial dominan las instituciones del derecho internacional económico en Washington y las usan para presionar a los demás Estados a políticas económicas deseadas, en particular mediante condiciones de crédito, según el enfoque de limitar la estatalidad pobre a un mero nivel débil con bajos gastos públicos, un alto nivel de privatización, la apertura librecambista para productos del centro y la limitación de las exportaciones a riquezas naturales no manufacturadas, lo que discrepa fuertemente de sus propias estrategias históricas de éxito. Obviamente, el fin no es difundir la transformación industrial en el mundo, sino hay que constatar motivos no altruistas de asegurar las ventajas unilaterales existentes. Parece útil recordar: la sinósfera cultural solo pudo perfilarse como el tercer centro industrial del mundo, pues los poderes estatales de esta zona rehusaron las reglas del sistema mundo eurocéntrico y se aprovecharon de reglas de protección exigentes durante toda la fase de acercamiento al nivel de los líderes industriales más antiguos1869. Es posible subrayar la relevancia de los 21 factores señalados por el fenómeno que los Estados del núcleo industrial dejaron entrar voluntaria y selectivamente algunos pocos Estados no tan industrializados a su categoría primaria del sistema mundo. En particular, los Estados hijos británicos en ultramar de Australia y Nueva Zelanda recibieron –a pesar de su cuota continuada de dos tercios de materias primas en el total de exportaciones1870– un boleto gratuito, pues el perfil cultural común con los países del liderazgo industrial los predestinó a recibir un tratamiento de igual a igual. Por lo menos hasta la integración europea de Gran Bretaña en 1973, existieron relaciones económicas preferenciales con el país materno. Nadie requirió visas, nadie propuso contratos desiguales, nadie actuó a través de sobornos salvajes, nadie cuestionó la formación de empresas mineras propias y su acceso al mercado mundial1871. De igual forma, puede ilustrarse la relevancia del factor de dejar entrar o no, por el destino del ex Estados hijo de Sudáfrica, pues los gobiernos blancos de 1910 a 1994 recibieron un tratamiento similar a los de Australia como actores del primer mundo, mientras los subsiguientes gobiernos en manos bantúes reciben el típico tratamiento desatento y jerárquico aplicado frente a cualquier otro Estado africano. 1868
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JEREMY LEAMAN, “Hegemonialer Merkantilismus”, en revista Blätter für dt. u. internat. Politik, núm. 2, Berlín, Blätter, 2008, págs. 76-90; POGGE, World Poverty and Human Rights, op. cit., pág. 20. Comp. capítulos IV.2.N y VI.2.B.h. UNDP, HDR 2007/2008, op. cit., págs. 285 y ss. HAGEMANN, Australien, op. cit., págs. 105 y ss; MACINTYRE, Australia, op. cit., págs. 200 y ss.
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En síntesis, las libertades de los unos bloquean a las de los otros. Cabe destacar que la eficiencia sistémica no resulta de ninguna planeación central, sino exactamente de la auto-organización anárquica que entrega los débiles a la arbitrariedad de los poderosos. Es todavía una tarea abierta hacer eficaces los derechos humanos del sur frente al sistema mundo centrado del anarco-liberalismo. c) Eco-colonialismo y huellas ecológicas Una aproximación teórica útil para entender el sistema mundo desigual de la segunda revolución fósil-energética, es la huella ecológica. Se trata de una teoría de sistemas con un enfoque en el consumo y sus efectos ambientales1872, en vez de mirar de modo aislado a la actuación de grandes capitalistas del tipo ETN. No hay dudas que una megaciudad de la civilización industrial –Berlín o Buenos Aires, Nueva York o Seúl– consume biocapacidades provenientes de territorios fuera de su espacio, para garantizar el suministro de energía fósil, carne, cereales, metales, caucho, etc., mientras la misma emite agua sucia y aire contaminado a zonas extensas. Lo mismo pasa con los Estados industriales como tales: absorben los productos naturales de territorios muy amplios, mientras contaminan y devastan con efectos globales. Por ejemplo, el Estado industrial alemán se fundamenta en la importación permanente de enormes cantidades de petróleo y gas fósil de Rusia, Noruega y Kazajstán; de carbón mineral de Sudáfrica, Australia y Colombia; de uranio de Australia, Níger y Canadá; de mineral de hierro de Brasil, Canadá y Suecia; de mineral de cobre de Papúa Nueva Guinea, México y Chile; de bauxita de Australia, China y Guayana; de madera tropical de Brasil, Indonesia y Vietnam; de otros tipos de madera de Rusia; de carne de res de Brasil, Uruguay y Argentina; de plantas forrajeras para la alimentación de la ganadería propia de Brasil, Argentina y EE.UU.; de pescados de todos los mares del planeta; de arroz de España, Italia y Uruguay; de bananos de Ecuador, Panamá, Costa Rica y Colombia; de naranjas de España; de mangos de Pakistán, Brasil y Tailandia; de piñas de Ghana, Uganda y Sudáfrica; de fresas de Egipto y Marruecos; de fríjoles de Egipto, Kenia y República Dominicana; de café de Vietnam, Brasil y Colombia; de té de China e India; de cacao de Costa de Marfil, Togo y Nigeria; de azúcar de Mauricio, Guyana y Fiyi; de soja de Brasil, EE.UU y Paraguay; de algodón de Uzbekistán, Kazajistán y Chad; del biocombustible de tipo aceite de palma de Indonesia, Colombia y Malasia; de flores cortadas de Kenia, Ecuador y Colombia; de caucho del Sudeste 1872
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Al respecto: GLOBAL FOOTPRINT NETWORK, Ecological Footprint, op. cit.; ÍD., Ecological Wealth of Nations, op. cit.; MESA, Derechos ambientales, op. cit., págs. 238 y ss; PENNA, The Human Footprint, op. cit., págs. 236 y ss; WOLFGANG SACHS et al., Fair Future, 3a ed., Múnich, Beck, 2006, págs 14 y ss, 62 y ss; FRIEDRICH SCHMIDT-B., The Earth, Londres, Haus Publ., 2009; ÍD., Wieviel Umwelt braucht der Mensch?, Berlín, Birkhäuser, 1994; ROCKSTRÖM et al., Planetary Boundaries, op. cit.; VENETOULIS & T., Ecological Footprint of Nations, op. cit.; WACKERNAGEL & R., Nuestra huella ecológica, op. cit., págs. 23 y ss, 47 y ss, 85 y ss; WWF, Living Planet Report 16, op. cit., págs. 74 y ss; UNDP, HDR 2011, op. cit., págs. 146 y ss.
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asiático1873, mientras las emisiones alemanas de dióxido de carbón son absorbidas por los grandes territorios selváticos del planeta en Brasil, Canadá, Congo, Indonesia y Rusia y afectan, además, la estabilidad del clima global. De igual forma, la mochila ecológica del consumo europeo y norteamericano de energía fósil y materiales contiene enormes devastaciones en zonas mineras a miles de kilómetros de distancia1874. Ya el transporte excesivo –inclusive extravagancias absurdas como la difusión mundial de flores andinas en la forma menos sostenible por flete aéreo– muestra una balanza desastrosa de emisiones de dióxido de carbón con enormes impactos negativos para la estabilidad del clima global. Para el comprador típico de supermercado, no es transparente casi ningún lugar de origen ni la carga ecológica de los productos bonitamente presentados. De tal manera, Estados como Gran Bretaña y Suiza consumen permanentemente la biocapacidad de un territorio cuatro veces más grande de sí mismo, Alemania tres veces y los EE.UU. dos veces, es decir, se trata de un nivel de consumo que no es generalizable al nivel global1875. Los beneficiarios más evidentes son los pueblos de los Estados más desarrollados, pero tampoco deben subestimarse los estratos altos y medios de países como los latinoamericanos. La lógica económica del sistema mundo se fundamenta en la suposición teórica de la posibilidad de un crecimiento económico ilimitado, es decir, se ha transformado virtualmente el globo limitado en un disco ilimitado. Sin embargo, si la infinidad hipotética de una mala teoría choca con la finitud física y biológica real, se desarrolla y se impone una presión estructural a diferenciar, es decir, a incluir y excluir, de modo que los unos disfruten de una vida hedonista en países de abundancia, que es relacionada condicionalmente con la privación de la misma calidad a la mayor parte de las poblaciones de la tierra. Visto así, la función principal del sistema mundo liberal es asegurar el metabolismo global centrado, pues legitima el poder de mercado de los centros industriales y dirige automáticamente las corrientes de energía y materiales a estos, al estilo de grandes remolinos que absorben toda la capacidad energética, física, biológica y química de la tierra por precios ecológicamente irrisorios. Se trata del primer sistema hegemónico eficiente de la historia universal que funciona sin ejércitos ni conquistas, sino sus nuevos guerreros son embajadores, agencias de cooperación y hombres de negocio en trajes grises discretos, bajo un alto grado de 1873
1874 1875
Véase DT. BUNDESTAG, Export und Import von tierischen Erzeugnissen und Futtermitteln, 17/8337, de 17.1. 2012, http://dip21.bundestag.de/dip21/btd/17/083/1708337.pdf (5.1.2018); DIERCKE, Deutschland, Rohstoffabhängigkeit, http://www.diercke.de/content/deutschland-rohstoffabh%C3%A4ngigkeit-978-3-14-1007 00-8244-2-0 (5.1.2018); MARKUS KELLER, Flugimporte von Lebensmitteln und Blumen nach Deutschland, Fráncfort, VZ, 2010, págs. 19 y ss; REICHHOFF, Der Tanz um das goldene Kalb, op. cit., págs. 116 y ss. BARDI, Extracted, op. cit., págs. 173 y ss. GLOBAL FOOTPRINT NETWORK, Ecological Wealth of Nations, op. cit. Para Austria en detalle: ERB et al., Der Ökologische Fußabdruck des österr. Außenhandels, op. cit., págs. 19 y ss, 30 y ss.
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virtualización y camuflaje en procesos sistémicos complejos, lo que permite a los actores claves negar los elementos delicados y limpiar su consciencia, mientras las élites de muchos Estados menos centrales son adoctrinados, confundidos y corrompidos, en particular por generar la expectativa del desarrollo recuperador en caso de comportamientos sumisos. Sintetizando, hay que diagnosticar una especie de “eco-colonialismo”1876 y “modo de vida imperialista”1877 en el papel del sucesor más eficiente del anterior imperialismo militar. C)
LA OTRA GLOBALIZACIÓN
a) Valores iushumanos Sería incompleto reducir el fenómeno de la globalización al intento de imponer el sistema mundo anarco-capitalista. En una perspectiva de valores públicos, tiene un significado mayor que se ha formado un creciente consenso planetario tanto sobre el ya discutido ius contra bellum entre 193 Estados miembros de las Naciones Unidas, como respecto a la ampliación universal de los derechos fundamentales de las revoluciones ilustradas a través de la Declaración universal de los derechos humanos de 1948, la penalización de excesos nacionalistas en la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio del mismo año, la precisión de los derechos liberales del constitucionalismo del largo siglo XIX por el Pacto internacional de derechos civiles y políticos de 1966 –ratificado por 169 Estados (sin China) –, la codificación de los derechos colectivos del constitucionalismo social del siglo XX en forma del Pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales de 1966 –ratificado por 165 Estados (sin EE.UU.)–, el reconocimiento explícito del derecho al desarrollo en 1986 según una propuesta del jurista senegalés KÉBA M’BAYE y la elaboración del derecho ambiental planetario1878. Desde una visión iusnaturalista, todos estos valores liberales, sociales y ambientales pueden ser explicados como niveles escalonados descubiertos, racionalizados, acordados y formalizados del derecho natural en el espacio mundial. No obstante, del mismo modo es cierto que Occidente ha usado el discurso sobre los derechos humanos para acentuar su hegemonía humanitaria en el mundo, similar al anterior humanismo imperialista del largo siglo XIX, pero esto se ha comprobado una espada de dos filos, pues en 1876 1877 1878
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Término según el subtítulo de REICHHOFF, Der Tanz um das goldene Kalb, op. cit. Término de ULRICH BRAND & MARKUS WISSEN, Imperiale Lebensweise, 3ª ed., Múnich, Oekom, 2017. Declaración universal de los derechos humanos de 1948, op. cit.; Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio de 1948, op. cit.; Pacto internacional de derechos civiles y políticos de 1966, op. cit.; Pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales de 1966, op. cit.; Declaración sobre el derecho al desarrollo, resolución 41/128 de 1986, ed. por OHCHR, http://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/RightTo Development.aspx (5.1.2018). Al respecto: FISCHER & M., Der Kampf um globale soziale Rechte, op. cit., págs. 30 y ss; GONZÁLEZ, Los ddhh en la historia, op. cit., págs. 169 y ss, 187 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 355 y ss, 365 y ss; MEYER, The Theory of Social Democracy, op. cit., págs. 21 y ss; WOLGAST, Geschichte Menschen-/ Bürgerrechte, op. cit., págs. 214 y ss.
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última instancia los demás países dirigieron los derechos sociales y culturales en contra de los intereses económicos del núcleo industrial. Todavía en la década de 1970, los grandes debates sobre violaciones de los derechos humanos siguieron una lógica intraoccidental, enfocándose en casos como la dictadura chilena y el apartheid sudafricano, sin interesarse mucho por las violaciones más graves en Camboya y Etiopía. Pero en la década de 1990, los derechos humanos ganaron la calidad de una verdadera identidad ética supranacional, si bien con disensos notables en cuanto al perfil y los contenidos precisos tanto de manera intra-occidental entre EE.UU., América Latina y Europa continental, como mucho más acentuadamente entre Occidente, China y los Estados islámicos1879. De todos modos, el globalismo iushumano limita sustancialmente la soberanía de los Estados particulares, pues deslegitima vigorosamente eventuales deseos de escape. En la esfera de los derechos sociales, la Organización de Salud (OMS) de las Naciones Unidas adoptó, a partir de 1974, la responsabilidad para el desarrollo de programas exigentes dedicados a la difusión global de la inmunización por vacunas. Hasta el 2010, se alcanzó que el 67% de los Estados realizara una cobertura por encima del 90% con las tres inyecciones DPT contra la difteria, la tosferina y el tétanos. La OMS alude las mismas dimensiones con respecto a las vacunas contra polio. Se trata de uno de los grandes hitos silencios de la historia mundial que ha aumentado sustancialmente la expectativa de vida de la humanidad1880. b) El derecho para la protección del planeta tierra De igual forma, hay que advertir el ascenso de la “política para el planeta tierra”1881 y la globalización del derecho de protección ambiental en el marco de las Naciones Unidas, según el lema de que los problemas con un alcance global deben ser solucionados en la cooperación mundial. Precisamente, la comunidad planetaria retomó la cuestión ecológica de la civilización industrial en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano de 19721882. El primer logro clave consistió en la protección de la atmosfera terrestre1883 por el Convenio de Viena de 1985 y el subsiguiente Protocolo de Montreal de 1987 que fueron ratificados por todos los Estados de la ONU. Se dedicaron a parar el debilitamiento at1879 1880
1881 1882 1883
HOFFMANN, Moralpolitik, op. cit., págs. 7-40; SENGER, China u. die Menschenrechte, op. cit., págs. 119-144. WHO (Ed.), Global routine vaccination coverage 2010, http://www.who.int/wer/2011/wer8646.pdf (5.1. 2018); ÍD et al., State of the World’s Vaccines and Immunization, op. cit. Según el título de WEIZSÄCKER, Erdpolitik, 5a ed., Darmstadt, Primus, 1997. Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio humano de 1972, op. cit. Un primer paso fue el Convenio sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a gran distancia de 1979, ed. por UNECE, https://www.unece.org/fileadmin/DAM/env/lrtap/full%20text/1979.CLRTAP.e.pdf (5.1. 2018) de los Estados industriales del hemisferio norte.
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mosférico por el agujero en la capa de ozono causado por sustancias químicas –los clorofluorocarbonados– que la cultura industrial había consumido masivamente, desde la década de 1920, en los refrigeradores (líquidos refrigerantes) y pulverizadores (propelentes de aerosoles), estipulando ahora la obligación de los Estados a disminuir y abolir el uso de aquellos en plazos exigentes de pocos años. En general, el Protocolo de Montreal es evaluado como una de los grandes éxitos de la historia del derecho ambiental internacional, aunque en vista de la lentitud de los procesos naturales, la regeneración total de la capa de ozono va a requerir varios años adicionales1884. El segundo gran desafío global residió en la protección del clima del planeta contra el riesgo de desestabilización, provocado por el sistema de energía fósil que transfirió, durante los dos siglos de la combustión industrial, sistemáticamente enormes cantidades de carbono mineral y petróleo, grabadas en la corteza terrestre, en forma de gases – dióxido de carbono– a la atmósfera y las acumuló allí. Con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992 y el Protocolo de Kioto de 1997, la colectividad de los Estados industriales se ha comprometido a reducir palpablemente las emisiones de los gases de efecto invernadero en su territorio nacional, según un límite global superior –definido como el 5% por debajo del nivel de 1990– y cuotas particulares definidas –por ejemplo la potencia industrial de Alemania tuvo que bajar por el 21% y Gran Bretaña por el 12,5%–. El Acuerdo de París de 2015 buscó la profundización bajo el fin de “mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2°C”1885. Hasta entonces, los resultados son ambiguos, pues en vista del rechazo por parte de los EE.UU. y de la continuada difusión de la gran transformación industrial, no se logró terminar la dinámica del crecimiento global de las emisiones de dióxido de carbono, pero por lo menos los antiguos Estados industriales de la Unión Europea mostraron que fue posible bajar las emisiones sin provocar efectos de desin-
1884
1885
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Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono de 1985, ed. por PNUMA, http://unep.ch/ozone/ spanish/vc-text-sp.pdf (5.1.2018); Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la Capa de Ozono de 1987, ed. por PNUMA, op. cit. Comp. KLOEPFER, Umweltschutzrecht, op. cit., págs. 290 y ss; MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 534 y s; MCNEILL, Something New, op. cit., págs. 111 y ss; RADKAU, Nature and Power, op. cit., págs. 289, 323; RÖHRLICH, Die Spur des Menschen, op. cit., págs. 136 y ss; VITZTHUM et al., Völkerrecht, op. cit., págs. 450 y ss. Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992, ed. por UN FCCC, Key documents, http://unfccc.int/resource/docs/convkp/convsp.pdf (5.1.2018). Ratificación completa del mundo. Protocolo de Kioto sobre el cambio climático de 1997, ed. por UN FCCC, Key documents, http://unfccc.int/resource/docs/convkp/kpspan.pdf (5.1.2018). Tiene 192 Estados miembros, sin los EE.UU. En los últimos, solo California aprobó una legislación semejante bajo el liderazgo del gobernador A. SCHWARZENEGGER con la Global Warming Solutions Act de 2006 (AB 32). En 2012, Canadá abandonó el Protocolo de Kioto. Acuerdo de París dentro de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2015, ed. por UNFCCC, http://unfccc.int/resource/docs/2015/cop21/spa/l09s.pdf (5.1.2018). Ratificación por 160 Estados. Comp. KLOEPFER, Umweltschutzrecht, op. cit., págs. 292 y ss; MARQUARDT, Umwelt u. Recht, op. cit., págs. 535 y ss; MCNEILL, Something New, op. cit., págs. 108 y ss; VITZTHUM et al., Völkerrecht, op. cit., págs. 448 y ss; URIBE & C., Derecho internacional ambiental, op. cit., págs. 116 y ss.
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dustrialización, así en particular Gran Bretaña y Alemania con su sobre-cumplimiento1886. Además, la comunidad global de Estados se dedicó a la biodiversidad del planeta. En 1973 fue llevado a cabo la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres1887, que prohibió el comercio de especies en vía de extinción. Subsiguientemente en 1989, se prohibió el tráfico con el producto de lujo de marfil para salvar los elefantes africanos en peligro de extinción, así como se retiraron de circulación las pieles de grandes felinos (leopardos, leopardos de las nieves, tigres, etc.), cuero de cocodrilo, tortugas marinas, caviar y orquídeas. Se complementó por la moratoria de la caza comercial de ballenas en los mares del mundo a partir de 1982. En general, estas normativizaciones fueron exitosas para salvar un montón de especies llamativas frente al riesgo de extinción por sobrecaza, pero no se ha logrado frenar la velocidad acelerada de la era industrial en extinguir las especies menos estimadas por la toma de sus hábitats por el ser humano y sus animales domesticados. Fue más amplio el enfoque del Convenio sobre Diversidad Biológica de 1992, dirigido a conservar recursos genéticos, especies y ecosistemas. Se concretó el mismo en 2003 por el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología que regula la esfera de la ingeniera genética agrícola y el respectivo comercio desde algunos de los países más industrializados –en particular los EE.UU.– con simientes de plantas agrícolas genéticamente manipuladas a los demás Estados, requiriendo del país exportador la información transparente y completa sobre riesgos y confirmando para el Estado importador un amplio derecho de controlar y rechazar sin entrar al riesgo de violar el derecho librecambista de la OMC. El protocolo reflejó el carácter controvertido de la ingeniería genética, también en los Estados industrializados mismos, donde puede distinguirse la lógica europea de la precaución ambiental del estilo norteamericano de la sociedad de riesgo. La segunda concreción, el Protocolo de Nagoya sobre acceso a los recursos genéticos y participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de su utilización de 2010, se dirige en contra de la así llamada biopiratería de las ETN farmacéuticas, principalmente con sede en los Estados del núcleo industrial, es decir, busca limitar la apropiación de sustancias vegetales selváticas y de conocimiento agrícola tradicional para que no son patentables y privatizables como supuestas invenciones empresariales1888. 1886
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Hasta 2014, Gran Bretaña bajó sus emisiones de CO2 por el 34,1% por debajo del nivel de 1990, Alemania por el 27,8%, Suecia por el 24,4%, Bélgica por el 22%, y la Unión Europea como tal por el 24,4% (en vez de la obligación del 8%). En cambio, no cumplieron los Estados hijos británicos en ultramar: Australia aumentó sus emisiones por el 24,8% (deber: no aumentar más del 8%), Nueva Zelanda por el 23,2% (deber: 0%), Canadá por el 19,5% (deber: bajar por el 6%) y los EE. UU. por el 7,4% (deber: bajar por el 7%); FCCC, National Greenhouse Gas Inventory Data, op. cit., pág. 9. Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres de 1973, ed. por CITES, https://cites.org/esp/disc/text.php#texttop (5.1.2018). Ratificación completa. Convenio sobre Diversidad Biológica de 1992, ed. por CBD, http://www.cbd.int/doc/legal/cbd-es.pdf (5.1. 2018). Tiene 196 Estados miembros, sin EE.UU. Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología
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Otra preocupación internacional fue el creciente metabolismo planetario con desechos venenosos que múltiples empresas de los Estados más industrializados exportaron a los Estados con estándares ambientales menores o controles relajados. Para evitar este neocolonialismo tóxico, la comunidad global de Estados aprobó en 1989 la Convención de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación que fue ratificada por toda la comunidad mundial, excepto EE.UU. No obstante, la eficacia parece limitada en vista del creciente contrabando con desechos electrónicos. De igual forma, hay que señalar el combate coordinado contra productos peligrosos de la industria química. A partir de 2001, el Convenio de Estocolmo sobre los contaminantes orgánicos persistentes de casi todos los Estados, otra vez excepto EE.UU., ha prohibido la así llamada docena sucia de los más peligrosos insecticidas y demás sustancias químicas1889. Puede reconocerse el evento más importante de la globalización del derecho ecológico en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, también calificada como la Cumbre de la Tierra, realizada en 1992 en Río de Janeiro, ya que ésta y sus conferencias sucesoras marcan la creciente autoorganización de la comunidad mundial de Estados según nuevos lemas del bien común global que se concentran en el concepto socio-ecológico del desarrollo sostenible. La Declaración de Río de Janeiro sobre medio ambiente y desarrollo de 1992 se dedicó a la precisión en forma de 27 principios parciales. Sobre este concepto se han difundido varios malentendidos, por ejemplo en forma de la afirmación de la supuesta igualdad de los tres pilares ecológico, económico y social. Sin embargo, nada puede ser más equivoco, pues la esencia conceptual es la aceptación de los límites de la cultura industrial, predefinidos por las capacidades físicas y biológicas del sistema natural del planeta tierra, lo que obliga a los sistemas socio-culturales a actuar dentro de lo generalizable intergeneracionalmente y difundible de modo igualitario en el espacio global. La consecuencia clave es la futura eliminación de los patrones insostenibles de consumo y producción. Además, la Declaración de Río ha promulgado el derecho humano ecológico básico: “Los seres humanos […] tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza”, lo que se ha concretizado, diversificado y precisado subsiguientemente en un montón de constituciones estatales1890.
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de 2003, ed. por CBD, http://bch.cbd.int/protocol/text/ (5.1.2018). Tiene 170 Estados miembros (sin EE.UU.) Protocolo de Nagoya sobre acceso a los recursos genéticos y participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de su utilización de 2010, ed. por CBD, https://www.cbd.int/abs/doc/protocol/nagoya-protocolen.pdf (5.1.2018). Tiene 93 Estados miembros. Comp. URIBE & C., Derecho internacional ambiental, op. cit., págs. 112 y ss; VERGARA, Derecho internacional público, op. cit., págs. 415 y ss. Convención de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación de 1989, http://archive.basel.int/text/con-e-rev.pdf (5.1.2018); Convenio de Estocolmo sobre los contaminantes orgánicos persistentes de 2001, ed. por WIPO, op. cit. Declaración de Río de Janeiro sobre Medio Ambiente y Desarrollo de 1992, op. cit. Véase ARÉVALO, Globalización, op. cit., págs. 64 y ss; BARTHOLOMÄI, Sustainable Development, op. cit., págs. 58, 64 y ss, 139 y s, 320
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No se quiere negar que la calificación jurídica de la Declaración de Río como soft law indique problemas de imposición. También habla por sí mismo que los EE.UU. rechazan a su posible liderazgo occidental, cuando siguen negando la ratificación de casi todo acuerdo internacional con contenidos sociales y ambientales para no frenar los saqueos lucrativos de sus ETN en el mundo. No obstante, el desarrollo sostenible ha alcanzado la autoridad de facto de lo universal razonable al estilo de un nuevo derecho natural, cuyas ideas claves están omnipresentes en todos los Estados hasta en el nivel de la administración comunal. D)
ESTADO NACIÓN Y ‘MULTICULTI’: LA TRANSFORMACIÓN DE LOS PUEBLOS ESTATALES EN LA ERA DE LAS GRANDES MIGRACIONES
Para los Estados del núcleo industrial, se dio una consecuencia inesperada de la globalización socioeconómicamente polarizante en forma de las enormes corrientes de migración desde los Estados semi-industrializados y de la periferia global. A pesar de que la Europa densamente poblada había sido, hasta la década de 1950, un continente de la emigración masiva –en la Europa mediterránea incluso hasta los años 1970–, empezó en la mitad de los años 1950 una migración invertida a los centros industriales, primero de la Europa mediterránea aun más pobre hacia el norte y, desde los años 1980, a Europa occidental como tal. Mientras las grandes migraciones socioeconómicas del siglo XIX se habían dirigido a ‘nuevos mundos’ poco poblados, y las migraciones violentas del alto nacionalismo de 1880 a 1950 a zonas detrás de la próxima nueva frontera, ahora el núcleo industrial se convirtió en un imán por su atractivo del supuesto país de abundancia, sin riesgos de guerra civil, sin epidemias, con un sistema de salud y educativo excelente y gratuito y con la financiación pública de la existencia básica. Como consecuencia, en 2017 el 35,9 de la población suiza muestra un trasfondo migratorio y el 26,3% es inmigrante residente sin ciudadanía, así como en 2015 el 15% de la población alemana había nacido en el exterior, el 13% de la española, el 13% de la británica y el 12% de la francesa, lo que se aumenta en el caso alemán a la quinta parte de la población si se cuenta todas las personas de origen inmigrante. Estas cifras corresponden con los estadounidenses (el 14%). Es aun más alta la inmigración en los ricos Estados del petróleo en la península Arábiga, donde por ejemplo el 32% de la población de Arabia Saudita viene del exterior. El grupo más grande en EE.UU. son y s; BEYERLIN, Umweltvölkerrecht, op. cit., págs. 18 y ss, 64 y ss; BOSSELMANN, Principle of Sustainability, op. cit., págs. 35 y ss; BUCK & V., Umweltvölkerrecht, op. cit., págs. 1-40; CALLIESS, Rechtsstaat, op. cit., pág. 607; DI GIULIO, Idee der Nachhaltigkeit, op. cit.; GAREIS & V., The United Nations, op. cit., págs. 201 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 375 y ss; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 493 y ss; MARQUARDT, Verankerung Nachhaltigkeitsprinzip, op. cit., págs. 204 y ss; ÍD., Umwelt und Recht, op. cit., págs. 459 y s, 525 y ss; MESA, Derechos ambientales, op. cit., págs. 89 y ss; MONROY, Derecho internacional público, op. cit., págs. 615 y ss; ROMERO, Desarrollo sostenible, op. cit., págs. 49 y s, 57 y ss, 134 y ss; URIBE & C., Derecho internacional ambiental, op. cit., págs. 107 y ss.
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los mexicanos, en Alemania los turcos, en Gran Bretaña los indo-pakistanís y en Francia los norafricanos. Como consecuencia, el 5-10% de la población actual alemana, belga, inglesa y francesa es islámico. Los modos de entrada variaron entre puertas como la inmigración promovida de trabajadores extranjeros, vínculos desde la era imperialista, la reincorporación de ex emigrantes del pueblo propio, el asilo político, el cruce fronterizo ilegal y el contrabando de migrantes. La posibilidad soberana de nacionalizar los inmigrantes, se aplicó en Europa de modo restringido. Desde 2015, la Unión Europea percibe a sí misma como afectada por una crisis migratoria1891. En el fondo, se reconoce un cambio en la percepción de la dinámica general de la transformación a la sociedad industrial. Fuera de los lugares nucleares del industrialismo, la experiencia con el sistema mundo llevó cada vez más a la convicción que la migración hacia el núcleo industrial fuera más fácil y prometedora que esperar la difusión de la modernidad industrial al país propio. La estructura de motivación fue similar a las migraciones urbanizadoras de las fases anteriores de la transformación industrial, sólo que ahora los países más atractivos se convirtieron en las ‘nuevas mega-urbes’ del mundo. Por supuesto, es una de políticas menos sostenibles, concentrar la creciente población mundial en los lugares ya más sobrepoblados del planeta con las huellas ambientales más grandes, en vez de efectuar políticas serias de desarrollo que se orientan en crear más igualdad de oportunidades e ingresos en el mundo. De todos modos, las grandes migraciones tuvieron efectos en el diseño del Estado Nación de tipo europeo, pues se disolvió la unidad entre la nación estatal y la población residente. En vista del manejo restrictivo de la nacionalización, ocurrió una desdemocratización relativa, pues partes significativas de la población residente estuvieron ahora fuera del demos electoral sin participación democrática. No solo se vieron desafiados los mitos étno-culturales de la era fundadora del Estado Nación, sino con mayor impacto también las nuevas categorías identitarias e integradoras de la comunidad de valores que algunos autores resumen en la fórmula del patriotismo constitucional. Tampoco en términos socio-culturales fue fácil la integración asimiladora, pues se observó una tendencia al neo-segmentarismo en guetos urbanos y subculturas informales bajo una proletarización extendida. Algunos grupos frustrados se abrieron a una radicalización neo-islamista, que despreció o satanizó al país de residencia, un ámbito en el cual se originó, a partir de 2001, el terrorismo islamista. Paralelamente, 1891
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CH. EIDGENOSSENSCHAFT, Bevölkerung nach Migrationsstatus, https://www.bfs.admin.ch/bfs/de/home/statistiken/bevoelkerung/migration-integration/nach-migrationsstatuts.html (5.1.2018); UNPD (Ed.), Internat. Migration Report 2015, Highlights, N. York, UN, 2016, págs. 30 y ss. Comp. EUROSTAT (Ed.), Migration and Migrant Population Statistics, 2017, http://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php/Migration_ and_migrant_population_statistics#Main_tables (5.1.18); HERBERT, Ausländerpolitik, op. cit., págs. 231-334; LESSENICH, Sintflut, op. cit., págs. 164 y ss; NOLTE, Weltgeschichte, op. cit., págs. 335 y s; OLTMER, Glob. Migration, op. cit., págs. 106 y ss; ÍD., Migration, op. cit., págs. 199-238; REINHARD, Unterwerfung Welt, op. cit., págs. 1272 y s; ROLF P. SIEFERLE, Das Migrationsproblem, 5a ed., Berlín, Manuscriptum, 2017, págs. 11 y ss; ÍD., Schlaraffenland, op. cit., págs. 23 y ss; STEINBACH et al., Türkei, op. cit., págs. 546 y ss.
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surgió en la Unión Europea un nuevo desafío de tolerancia frente a la no asimilación de los inmigrantes que se articuló, a veces, al estilo de una islamofobia, por ejemplo, en forma de las prohibiciones del velo islámico en los colegios de Francia (2004) y de ocho de los 16 Estados alemanes (entre 2003 y 2015) o en la prohibición constitucional suiza de construir minaretes (2009), sacrificando así la libertad religiosa de la Ilustración a una ideología derechista de defensa de una visión aguda de Occidente1892. E)
¿UN MUNDO ABIERTO O UN PLANETA CERRADO?
Uno de los grandes mitos de la globalización identifica la misma con la apertura simpática del planeta, pero visto desde cerca esta apertura se desarrollo muy desigual. Como el gran factor diferenciador, se han establecido las ciudadanías, es decir, las pertenencias al uno u otra Estado Nación1893, bajo una ventaja esencial de los ciudadanos de los Estados del núcleo industrial, mientras para la gran mayoría de la población mundial no pasa nada semejante, sino varios desarrollos han cerrado el mundo aun más para ellos. Vale la pena ser consciente de lo más obvio: mientras el ciudadano sueco del año 2018 puede viajar casi libremente en todo el mundo, su colega boliviano encuentra un mundo estructuralmente cerrado por vallas de visado; mientras el alemán típico de 30 años ha visitado muchos países del planeta, su equivalente mexicano se ha limitado a ver fines turísticos en su propio país; mientras el neerlandés de 20 años ha recibido una excelente formación lingüística para estudiar en otros países, el peruano se ha conformado con profesoras que explican la gramática inglesa en español sin transmitir ni la capacidad real de comunicarse ni el nivel requerido en las Universidades internacionales; mientras el suizo recibe por la televisión noticias profundas sobre todo el planeta, el colombiano tiene que consumir predominantemente noticias sobre detalles nacionales inclusive reinados de belleza; mientras el estudiante belga encuentra en sus bibliotecas una bibliografía muy internacional y diversificada, el estudiante venezolano tiene que trabajar principalmente con libros editados en su propio país. Incluso en los salarios para el mismo trabajo corresponde el bono de ciudadanía de los unos con el descuento de ciudadanía de los otros1894. En cifras: el pasaporte alemán califica a entrar a 177 de 218 países de la tierra sin requisito de visado, el estadounidense a 174, el ruso a 105, el colombiano a 103, el bo-
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En Francia: Loi n° 2004-228 encadrant, en application du principe de laïcité, le port de signes ou de tenues manifestant une appartenance religieuse dans les écoles, collèges et lycées publics de 2004. Comp. CLÉMENCE DELMAS, Das Kopftuchverbot in Frankreich, Fráncfort, Lang, 2006; HEIDE OESTREICH, Der Kopftuchstreit, Fráncfort, Brandes & A., 2004; RALPH ZIMMERMANN, “Zur Minarettverbotsinitiative in der Schweiz”, en revista ZaöRV, núm. 69, Heidelberg, MPI AöRV, 2009, págs. 829-864. MANUELA BOATCA, “Kapital aus Staatsbürgerschaft und die globale Strukturierung des Nationalen”, en BUDE & S., Kapitalismus und Ungleichheit, op. cit., págs. 137-153. CHANG, 23 Things, op. cit., págs. 23 y ss; SIEFERLE, Das Migrationsproblem, op. cit., págs 19 y ss.
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liviano a 72, el indio a 52, el chino a 50, el etíope a 37 y el pakistaní a 291895. En cuanto al total mundial de los gastos turísticos en el exterior, se puede contrastar que los estadounidenses acumulan el 11,5%, los alemanes el 10%, los ingleses el 8,2%, los franceses el 5%, pero los turcos solo el 0,4%, los colombianos el 0,2%, los bolivianos el 0,04%, los etíopes el 0,02% y los nigerianos el 0,0025%1896 EL MUNDO CERRADO DE LA ERA DE GLOBALIZACIÓN LA DIFICUCULTACIÓN SELECTIVA DE VIAJES POR REQUISITOS DE VISADO EN EL EJEMPLO DE LAS DE LA UNIÓN EUROPEA (2018)
Zona europea del Acuerdo de Schengen Estados sin requisito de visado para entrar a la Unión Europea Estados con requisito de visado Schengen
Mapa 411897
De igual forma, pueden ilustrarse las enormes diferencias de la inclusión y exclusión a las oportunidades del siglo XXI, en el ejemplo de la tecnología más asociada con la globalización, el internet: en los Estados del núcleo industrial, más del 80% de la población han recibido en casa el acceso a la información libre sobre el mundo, en los Estados de América Latina, Europa oriental y China un tercio hasta la mitad, en el subcontinente de la India la octava parte y en algunos Estados del África subsahariano incluso mucho menos, lo que se profundiza por el hecho de que el 80% de las páginas web se fundamenta en los idiomas oficiales de los Estados principales de Europa1898. 1895 1896
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HENLEY, Visa Restriction Index 2016, op. cit.; LESSENICH, Neben uns die Sintflut, op. cit., págs. 137 y ss WORLD BANK (Ed.), World Development Indicators 2010, Washington, WB, 2010, págs. 418 y ss; LESSENICH, Neben uns die Sintflut, op. cit., págs. 131 y ss. Mapa: BERND MARQUARDT. Fuente: AUSWÄRTIGES AMT, Visumpflicht, 2017, http://www. auswaertigesamt.de/DE/EinreiseUndAufenthalt/03_Visabestimmungen/StaatenlisteVisumpflicht_node.html (5.1.2018). INTERNAT. TELECOMMUNICATION UNION, Percentage of Individuals using the Internet 2000-2013, http:// www.itu.int/en/ITU-D/Statistics/Pages/stat/default.aspx (5.1.2018); NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 58 y ss. Lenguas del internet: inglés 51,3%; alemán 5,6%; español 5,1%; francés 4,1%; etc., en comparación con chino 2%; persa 1,6%; turco 1,5%; árabe 0,7%; thai 0,3%, etc.; W3TECHS, https://w3techs.com/technologies/overview/content_language/all (5.1.2018).
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5. TENDENCIAS DE LA ESTATALIDAD INDUSTRIAL El lector que espera en este capítulo la discusión de cambios dramáticos, va a ser decepcionado. El núcleo de la gran transformación al Estado industrial ha ocurrido mucho antes. Los inicios del siglo XXI presentaron seguramente varios nuevos desafíos, perfeccionamientos, caminos equivocados y correcciones, pero nada que entraría a la gran historia de las rupturas sistémicas. Se van a discutir el concepto del New Public Management, las privatizaciones y re-nacionalizaciones, la amenaza y confirmación de la estatalidad social, el gobierno electrónico, la estatalidad de los nuevos deberes ambientales y la expansión del derecho público frente al derecho civil. A)
LA ‘NUEVA GESTIÓN PÚBLICA’ ANTE EL ESTADO DE DERECHO
El concepto de la Nueva Gestión Pública (NGP) fue derivado del marco ideológico del economicismo neoliberal, discutido en el capítulo VIII.4B. Siguiendo el thatcherismo británico de los años 1980, se experimentaron en varios Estados como Alemania, Nueva Zelanda y Suiza con la transferencia de algunos elementos de la economía de la empresa a la administración pública. Aunque la mayor parte de las reformas no puso en duda el núcleo de la estatalidad de derecho como tal, hay que constatar la entrada de ciertas retóricas mercado-céntricas. En particular, pueden comprobarse cambios en la contabilidad del modelo cameralista al sistema de partida doble, la transformación del ciudadano democrático en un mero cliente consumidor1899, la llamada flexibilización del derecho laboral público y, especialmente, el complemento de la actuación clásica en forma de actos administrativos por los pactos con el estamento empresarial –las alianzas público-privadas (APP)–, las auto-obligaciones de la economía en vez de las prohibiciones y las auditorías voluntarias de las empresas en lugar de la supervisión directa1900. En términos generales, los resultados no cumplieron con las expectativas, pues son estructuralmente diferentes el enfoque del Estado en el bien común y el objetivo empresarial en maximizar las ganancias. Además, se creó meros seudo-mercados sin competitividad; el ciudadano prefirió ser un participante democrático en vez de un mero cliente; los juristas defendieron y ampliaron los valores de la estatalidad de derecho; tampoco se logró ahorrar costes; y el pactismo con el empresariado bien situado creó un nuevo grado de corrupción en la contratación pública. A veces, se anticiparon las prácticas corruptivas en la legislación misma, pues la alemana Ley para la aceleración de la colaboración público-privada de 2005 provocó debates polémicas sobre la participa1899 1900
WOLFGANG STREECK, “Bürger als Kunden”, en BUDE & S., Kapitalismus, op. cit., págs. 261-284, 274. Comp. p. ej. ULRICH HÄFELIN et al., Allgem. Verwaltungsrecht, 4a ed., Zürich, Schulthess, 2002, págs. 265 y ss; JOSÉ PUELLO, Nueva gramática del neo-liberalismo, Bogotá, UNAL, 2009, págs. 122 y ss; KUNO SCHEDLER et al., New Public Management, 5a ed., Berna, Haupt, 2011, págs. 3 y ss.
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ción lobbyista de docenas de representantes del empresariado y la preparación del borrador por los abogados de ellos mismos, estimulando publicaciones críticas como “El Estado comprado” y “el Estado saqueado”. Especialmente, las obras públicas llevadas a cabo por contratos multimillonarios entre políticos y empresarios en forma de las alianzas público-privadas (APP), recibieron malas notas en términos del Estado de Derecho, pues rompieron con la claridad jurídica entre el ordenante público y el contratista privado y tendieron a la confidencialidad anti-democrática de las cláusulas contractuales, las cotizaciones engañosos, la falta de puntualidad, los beneficios unilaterales para el sector empresarial, el escape del mismo de la responsabilidad civil (por sociedades testaferros para cada proyecto), el riesgo unilateral de la mano pública y la aniquilación masiva de dineros públicos originalmente no planteados, aparte de problemas estructurales como las pérdidas mayores por supersalarios de gerentes y la confianza crediticia menor del sector privado en comparación con el Estado, lo que aumenta los costes de crédito1901. Ahora bien, en muchos casos los Estados industriales articularon la habilidad de diferenciar y retomaron los elementos útiles: se educó más al logro y el manejo reflexivo; se promovió el aprendizaje organizacional autorreferencial; se mejoró la contabilidad; se des-burocratizaron los formalismos exagerados y los trámites complejos siempre que no hubieran comprobado ningún efecto positivo para el bien común; se aceleraron los procedimientos administrativos siempre que la lentitud procesal no hubiera servido para los fines de la estatalidad de derecho; se diseñaron las oficinas y los formularios sustancialmente más agradables para los ciudadanos; se educó a los funcionarios a aplicar un estilo comunicativo más cordial y menos jerárquico. El debate sobre la NGP se cruzó con las tendencias del Estado de Derecho democrático de fortalecer la participación ciudadana en los proyectos administrativos y a desarrollar una cultura ciudadana que fue dispuesta a defender la integralidad de su ambiente. Por eso, muchas veces no se logró acelerar los grandes proyectos de obras públicas, pues cualquier nueva autopista, ferrocarril de alta velocidad, pista de aterrizaje o embalse, se vio ahora acompañada por reparos administrativos y judiciales, de modo que la velocidad de realización fue más lenta que en la década de 1950. En Europa uno de los cambios más perceptibles fue la evacuación administrativa del territorio, pues desde los años 1970 miles de municipios menores perdieron su alcaldía y las demás autoridades in situ, cuando las mismas fueron centralizadas en nuevas seudo-ciudades, es decir, en conjuntos de ex municipios bajo una sola al-
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Gesetz zur Beschleunigung der Umsetzung von ÖPP de 2005, en BGBl. I, 2005, págs. 2676 y ss; ADAMEK & O., Der gekaufte Staat, op. cit.; RED. 3SAT, “Der geplünderte Staat”, en 3Sat, de 17.11.2014, http:// www.3sat.de/page/?source=/ard/sendung/178884/index.html (5.1.2018); CHANG, Bad Samaritans, op. cit., pág. 154 y s; RADERMACHER, Global Impact, op. cit., pág. 24.
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caldía1902. Esto correspondió con el acortamiento de las distancias en la sociedad del automóvil y de la bicicleta deportiva, pero significó con respecto a la autonomía municipal un desmontaje de las posibilidades de micro-estructuras locales en gobernar democráticamente sus propios asuntos. En la rama judicial, la NGP se articuló a través de la introducción de mecanismos de la mediación y conciliación previa entre las partes para descongestionar los juzgados y acelerar la solución de conflictos, sea dentro de la corte misma o por un mediador privado. Por una parte, se intentó abrir caminos más rápidos y menos autoritativos, pero por otra parte, se expuso la parte retórica y mentalmente más débil a un cierto riesgo de ser privado de una porción de sus derechos, pues el derecho procesal clásico es mucho más que un conjunto de complejidades lentas, sino una garantía pública de seguridad y calidad para el vulnerable y fiel a la ley. B)
PRIVATIZACIONES Y RE-NACIONALIZACIONES
Con lo expuesto fue estrechamente ligada una segunda dinámica controvertida, a saber, la de las privatizaciones de ciertos sectores y servicios públicos. Cuando el mercado-centrismo exigió –después del final de la Guerra Fría (1989)– privatizar y desregular lo público, el Estado industrial consolidado y pluralista se comportó de forma cuidadosa y dispuesto a experimentar, pero típicamente sin retomar exageraciones desproporcionadas. En términos precisos, el concepto de la privatización significa que el Estado se retira del manejo propio de un servicio a través de la venta de acciones o por la delegación en forma de concesiones durante un período limitado a un sujeto del derecho civil, es decir, el Estado se libera de los riesgos y gastos del manejo directo, pero participa mediante el derecho tributario en una cuota significativa de las ganancias y efectúa una dirección macro a través de la política económica, el derecho público y autoridades de supervisión para que los asistentes privados sirvan eficientemente al bien común. De tal manera, privatización no significa menos sino más regulación, pues el Estado tiene que anticipar los riesgos inmanentes al manejo dado por sujetos de derecho civil, proyectando prudentemente la obligación constitucional y legislativa de los mismos a cumplir con estándares del bien común precisamente circunscritos, especialmente prestar el servicio de forma igualitaria en todo el territorio sin excluir zonas y segmentos sociales no lucrativos1903.
1902
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P. ej., en las reformas comunales del Estados federado de Renania del Norte-Westfalia, se unificaron 15 pueblos pequeños a la ‘ciudad’ de Porta Westfalica (1973), denominada según una garganta, con aprox. 30 mil habitantes. Comp. el art. 87f integrado en 1994 a la Ley fundamental alemana (Postneuordnungsgesetz de 1994, en BGBl. I, 1994, págs. 2245 y ss). Es similar el art. 1 de la Ley postal austríaca de 1997, en BGBl. I, núm. 18, 1998. Véase SCHMOECKEL, Rechtsgeschichte der Wirtschaft, op. cit., pág. 239.
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Revisando los casos concretos, hay que advertir que varias así llamadas privatizaciones quedaron nominales en el sentido preciso de iusprivatizaciones: es cierto que las reformas constitucionales y legislativas de los ferrocarriles alemanes (1994), suizos (1998) y austríacos (2003)1904, transfirieron los respectivos servicios federales de transporte de la categoría jurídica de autoridades del derecho público a la de sociedades anónimas del derecho civil, pero estas modificaciones no tocaron la titularidad de acciones del Estado del cien por ciento, de modo que no se ha cambiado de ningún modo el carácter de empresas estatales. El motivo principal fue poder separar financieramente entre la actividad de venta de productos de transporte y la infraestructura, para eliminar la trampa histórica según la cual el ferrocarril pareció superficialmente más deficitario que el transporte vial, solo porque el último no pagó directamente por su infraestructura que se financió de modo tributario. Además, mediante su filial DB Schenker la empresa del Estado alemán pudo conquistar grandes partes del mercado de transporte de mercancías en la Unión Europea. De igual forma, la nueva forma jurídica facilitó ahorrar costes por centralizar y optimizar funciones, terminando con la presencia estandarizada de un funcionario dirigente en cualquier ciudad media y pequeña como parte de los respectivos notables honorables. Asimismo, iusprivatizaciones de este tipo cumplieron con la función ideológica de familiarizar y adoctrinar el pueblo con el lenguaje empresarial del anarco-liberalismo en vez de la terminología administrativa acostumbrada. En terminos generales, la reforma no sacrificó el ferrocarril público, teniendo en cuenta que el Ferrocarril Alemán es hoy en día la 212ª empresa más grande del mundo, con un volumen de negocios que corresponde al Producto Interno Bruto de Eslovenia1905. Fue más amplia la privatización del Correo Federal Alemán –la autoridad más grande de dicho país– con base en la reforma constitucional de 1994. No obstante, también en este caso, el Estado defendió, al lado de la dirección suprema por las leyes de telecomunicación y de correo de 1996 y 1997, una autoridad central y otra de regulación, así como en las empresas sucesoras de correo –Deutsche Post– y de telecomunicación – Deutsche Telekom– por lo menos la mayoría relativa de un quinto a un tercio de las acciones. Igualmente, el Estado francés ha mantenido la mayoría relativa del 23% de las acciones de la France Télécom, ahora Orange. El gobierno alemán no vendió las demás acciones a la clase empresarial, sino de modo social como acciones populares a inversionistas pequeños para aumentar la cuota de accionistas en el propio demos. Desde entonces, ambas empresas para-estatales alemanas ampliaron su radio de actuación mundialmente y se transformaron en ETN de la primera categoría, con una presencia de la Deutsche Telekom en 37 Estados del mundo en cinco continentes inclusive la compra mayoritaria de varias empresas nacionales de telecomunicación –por ejemplo, en 1904
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Véase el art. 87e, integrado en 1993 a la Ley fundamental alemana de 1949 (en BGBl. I, 1993, págs. 2089 y ss), y Eisenbahnneuordnungsgesetz de 1993, en BGBl. I, 1993, págs. 2378 y ss; BG über die SBB de 1998, en AS, 1998, págs. 2847 y ss; ÖBB-Strukturgesetz de 2003, en BGBl. I, 2003, págs. 1883 y ss. Comp. FORTUNE, Global 500, op. cit.
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Croacia, Eslovaquia, Hungría, Macedonia y Montenegro– mientras la Deutsche Post ascendió a una de las empresas logísticas y de correos más grandes del mundo, con una presencia universal bajo la marca DHL, de modo que ahora gana primordialmente el gobierno alemán si, por ejemplo, la embajada estadounidense en Bogotá envía sus visados a los ciudadanos colombianos. La primera de ambas es hoy la 77a empresa más grande del mundo, la segunda la 117a, con volúmenes de negocios por encima del PIB de Bulgaria o Costa Rica. De tal manera, las seudo-privatizaciones abrieron oportunidades de expansión mundial que no habrían sido viables para autoridades del Estado bajo la bandera del derecho público1906. De igual forma, ocurrió una ola de privatizaciones de los servicios públicos comunales de agua, electricidad y transporte local, pero hay que repensar en primer lugar las dimensiones. Por ejemplo, un estudio de 2010 sobre la RF Alemana indicó que el 56% de las empresas públicas se quedó por completo en manos municipales, en otro 38% de los casos los municipios continuaron con más de la mitad de las acciones, y solo en el 6% de los casos los inversionistas privados ganaron la mayoría de las acciones. Por su parte, el sector privado del mismo país alcanzó una cuota del 18,3% de las camas hospitalarias en 2015. En realidad, muchas privatizaciones de servicios comunales no resultaron de proyecciones a largo plazo, sino más del interés de políticos municipales que se aprovecharon de una moda seudo-científica para disponer de recursos financieros aumentados durante su mandato breve de cuatro años, al estilo de pignorar los cubiertos de plata, interactuando en las negociaciones de venta con sectores empresariales que se acercaban en todo el espectro entre la legalidad y la corrupción. Desde una perspectiva del bien común, los resultados de las privatizaciones y semi-privatizaciones no correspondieron a las expectativas de los asesores, pues en el promedio no bajaron ni los precios ni subió la calidad, sino hubo que observar la expansión de vacíos en sectores no lucrativos. ¿Por qué esto fue así? Primero, aquellas privatizaciones que reemplazaron un monopolio público por un monopolio privado o incluyeron el monopolio local en un cártel oligopolista nacional, no pudieron llevar a eventuales beneficios de la competencia libre; segundo, si la empresa moderna no es liderada por el propietario ágil in situ, sino que es dirigida por CEOs y otros gerentes que son responsables frente a las sociedades anónimas de accionistas dispersas, no existe ninguna motivación superior en comparación con los gerentes de las empresas estatales; tercero, las empresas privadas siguen el fin de maximizar el shareholder value, es decir, se sienten presionadas a bajar costes de la seguridad tecnológica y ambiental, abandonar 1906
Postneuordnungsgesetz de 1994, op. cit.;Telekommunikationsgesetz de 1996, en BGBl. I, 1996, págs. 1120 y ss; Postgesetz de 1997, en BGBl. I, 1997, págs. 3294 y ss. Participación del Estado alemán en la Dt. Post el 20,9% (mediante el KfW Bankengruppe; DT. POST, Shareholder Structure, http://www.dpdhl.com/en/investors/shares/shareholder_structure.html, 5.1.2018) y en la Dt. Telekom el 31,9% (el 14,5% directamente y el 17,4% mediante el KfW Bankengruppe, DT. TELEKOM, Shareholder Structure, https://www.telekom. com/en/investor-relations/company/shareholder-structure, 5.1.2018); DT. TELEKOM, Standorte und Beteiligungen im Überblick, https://www.telekom.com/de/konzern/weltweit (5.1.2018); ORANGE, Shareholder Structure, http://www.4-traders.com/ORANGE-4649/company/ (5.1.2018); FORTUNE, Global 500, op. cit.
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servicios no rentables, enfocarse en los centros urbanos más desarrollados y acomodados, así como disminuir empleo; cuarto, el personal de las empresas privadas no tiene ninguna formación amplia en los valores del Estado social de derecho comparable con la de los funcionarios públicos; quinto, se aumentaron los costes tanto por los salarios más altos de los gerentes de las empresas privadas como a causa de la menor confianza crediticia del sector privado en comparación con el Estado; sexto, las tarifas perdieron su transparencia, pues la gran oferta situativa y segmentaria de modelos de contrato eliminó toda comparabilidad racional1907. En vista de estas experiencias, surgió un debate en contra de la despolitización de los servicios locales, de modo que se auto-organizó en muchos municipios el poder democrático en movimientos sociales que exigieron la re-municipalización de sus servicios públicos. Esto fue fácil si las concesiones públicas limitadas expiraron. Entre las re-comunalizaciones realizadas, se encuentran el agua en Potsdam en Alemania (2000), en Buenos Aires en Argentina (2006), así como en Stuttgart, Berlín y Bielefeld en Alemania (2011-2013). Llama la atención que todas las privatizaciones de ferrocarriles, excepto el caso japonés, fueron un gran fracaso. La única privatización material de Europa, la británica de 1993, produjo déficit de seguridad, de modo que el Estado inglés tuvo que anular, en 2002, la desnacionalización de la red ferroviaria1908. También Nueva Zelanda renacionalizó su ferrocarril en varios pasos entre 2001 y 2008, y Argentina hizo lo mismo a partir de 2004 por el incumplimiento notorio de los concesionarios privados. Al igual, el anterior país modelo del experimento neoliberal, Nueva Zelanda, re-nacionalizó en 2001 su aerolínea. Todo balance equilibrado debe tener en cuenta las empresas públicas que han continuado en manos estatales. Como servicios de correo consolidados del respectivo poder estatal, pueden indicarse, entre otros, los de: Australia (Australia Post), Austria (Österreichische Post)1909, Brasil (Correios), Canadá (Canada Post), Chile (Correos de Chile), EE.UU. (USPS), España (Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos), Finlandia (Itella), Francia (La Poste), Gran Bretaña (Royal Mail), Grecia (Elta), Italia (Poste), Noruega (Posten), Nueva Zelanda (NZ Post), Portugal (CTT), República Checa (Česká pošta), Suecia (Posten) y Suiza (Schweizerische Post). Respecto a los ferrocarriles estatales perdurables, pueden señalarse, por ejemplo, los de Alemania (Deutsche Bahn), Austria (ÖBB), Bélgica (SNCB), Canadá (Via Rail), Chile (EFE), EE.UU. (Amtrak, paraestatal), España (Renfe), Finlandia (VR), Francia (SNCF), Grecia (OSE), Italia (FS), Países Bajos (NS), Portugal (CP), República Checa (CD), Suecia (SJ), Suiza (SBB) y Uruguay (AFE). De 1907
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THOMAS LENK et al., Perspektiven von Stadtwerken, Leipzig, Univ. & Commerzbank, 2010, pág. 9; STATIST. BA, Gesundheit, Grunddaten der Krankenhäuser, Bonn, Destatis, 2015, pág. 9; CHANG, Bad Samaritans, op. cit., pág. 93; WEIZSÄCKER et al., Limits to Privatization, op. cit., págs. 15-172. En 2002, se transfirió Railtrack a Network Rail, una empresa del derecho civil sin ánimo de lucro. No tiene ni propietario ni shareholder. Es de facto estatal. Véase CHANG, Bad Samaritans, op. cit., pág. 102. El Estado tiene el 52,8% de las acciones (mediante la ÖIAG).
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estos, el SBB suiza es el ferrocarril europeo con el mejor servicio y el mayor número de clientes. Desde los años 1980, los poderes estatales de Europa fueron los emprendedores que crearon uno de los proyectos más llamativos de la modernidad industrial, las redes ferroviarios de alta velocidad, en particular Francia y Alemania. También el desarrollo de los trenes, pesa a su comercialización por empresas privadas, se dio bajo la dirección investigativa y financiera del poder público. En este marco, la SNCF francesa es el ferrocarril líder del mundo en la creación de redes de alta velocidad y titular del record mundial de velocidad (en 2007: 574,8 km/h).
Img. 160-161: El Estado de alta velocidad: a la izquierda, el Tren de Gran Velocidad (TGV) en Lyon que es, desde 1981, un símbolo de éxito del transporte público de la República Francesa y, a la derecha, el Intercity Express (ICE) en Berlín que sirve, desde 1991, para el transporte interurbano rápido de la República Federal Alemana1910
Una de las expansiones más llamativas de la clase empresarial ocurrió en el sector de los medios de comunicación masivos. Partiendo de Italia en 1976, Alemania en 1984 y Francia en 1985, los Estados europeos han introducido la televisión dual, es decir, permitieron la televisión privada como un segundo pilar al lado de la televisión pública ya establecida. De tal manera, la clase empresarial recibió un enorme poder sobre el pensamiento político de la población y sobre la reconfiguración de la cultura de masas. En contraste con la obligación legislativa de la televisión pública autónoma a la neutralidad y perspectiva crítica, la televisión empresarial se caracterizó crecientemente por el desmontaje de la información crítica, la conservadurización y neoliberalización de las noticias, el enfoque en la sensación simplificadora en vez de dar informaciones de precondiciones y contextos, el hundimiento de lo relevante en un mar de insignificancias, la corrupción consumista de los adolescentes y niños, la invocación persistente a instintos bajos de tipo sexual o de la alegría del mal ajeno. Así se promueve, en vez del ciudadano democrático consciente, el súbdito fácil de tratar, buscando la tranquilización y despolitización de las clases medias y bajas. Sin embargo, para equilibrar los riesgos en mención, hay que tener en cuenta que todos los Estados 1910
Fotos: BERND MARQUARDT.
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significativos de Europa han preservado de modo paralelo la televisión pública con participaciones del 30 a 60% en la oferta total1911. Sintetizando, hay que anotar un montón de intentos y correcciones en reequilibrar la separación de poderes entre Estado y mercado. En ello, el mercado ganó gradualmente terreno; el Estado como tal no perdió ni su dirección macro ni sus ingresos; más bien la democracia perdió, pues en las decisiones de los actores de mercado no puede verse ninguna especie de auto-organización democrática de la sociedad, sino hay que anotar el traslado de decisiones públicas a empresas poderosas que toman sus decisiones internas de modo confidencial y autocrático. A través del lobbyismo, estas personas jurídicas tienen mucha influencia en el sistema político. Por eso, el Estado constitucional tiene que cuidarse de no permitir la entrada de una especie de neo-feudalismo por la puerta trasera. C)
AMENAZA Y CONFIRMACIÓN DE LA ESTATALIDAD SOCIAL
Desde finales de la Guerra Fría (1946-1989), el componente social de la estatalidad industrial fue puesto en duda. Se pretendió negar el pacto social de la redistribución amplia de las ganancias del comercio mundial en la respectiva sociedad, en parte por meros intereses autocéntricos del estamento empresarial con base en un social-darwinismo agudo en la vestimenta de un seudo-liberalismo y, en parte, ante la cuestión de sostenibilidad si podría funcionar la vida hedonista de pocos pueblos privilegiados a costa del mundo1912. No obstante, en la historia real de los Estados del núcleo industrial solo muy poco de dicho proyecto fue materializado, pues ningún soberano democrático, consciente de sí mismo, permite a sus representantes elegidos efectuar políticas que beneficien abierta, unilateral y desvergonzadamente la minoría de los accionistas y gerentes bajo una discriminación desproporcional de la mayoría de los asalariados. Incluso el gobierno que se indica con frecuencia como el promotor originario del neoliberalismo –el de MARGARET THATCHER en Gran Bretaña (1979-1990)– no ha tocado el carácter público de la salud, pues el Reino isleño ha dejado intacto el sistema universal del National Health Service financiado por tributos. Precisamente, la cuota del empeño social británica ha crecido del 21,5% del Producto Interno Bruto en 1980 al 27,2% en 2014. Tampoco en los demás Estados de la tradición social europea, pueden comprobarse hundimientos en las cifras, sino que se confirma la impresión general de una estabilización
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Comp. CROUCH, Post-Democracy, op. cit., págs. 47 y ss; JUSTIN WESTHOFF, “Von Tutti Frutti zum Dschungelcamp”, en Deutschlandfunk, http://www.deutschlandfunk.de/von-tutti-frutti-zum-dschungelcamp.11 48.de.html?dram:article_id=180361 (5.1.2018). Todavía en 2008, un investigador australiano pretendió pronosticar la muerte de la democracia social; ASHLEY LAVELLE, The Death of Social Democracy, Aldershot, Ashgate, 2008.
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de los gastos sociales en alto nivel1913. No debe negarse que los partidos (anarco) liberales encuentran muchos seguidores en la clase empresarial y en el profesorado de las ciencias económicas, pero las elecciones democráticas llevan a resultados diferentes. Observando las reformas constitucionales a finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, se confirma la impresión de una ampliación de la estatalidad social y ambiental en vez de un supuesto debilitamiento, así por ejemplo en 1995 en Finlandia, en 1999 en Suiza y en 2003 en Suecia1914. Algunos problemas reales del Estado social del XXI resultaron de pronósticos sobre-optimistas del pasado sobre la futura dinámica de la gran transformación industrial: primero, los diseñadores de las décadas de 1950 y 1960 no habían previsto que el crecimiento económico exponencial del auge de la segunda revolución fósil-energética (19501973) no pudo ser perpetuado eternamente; segundo, no se había pronosticado la estabilización de un desempleo estructural alrededor del 10%; tercero, no se había previsto el cambio del patrón demográfico hacia una estructura con pocos hijos por parea y la predominancia de la tercera edad no productiva con su demanda elevada de pensiones y servicios médicos1915; cuarto; no se había predicho la disolución de las estructuras familiares burguesas, la individualización y la tendencia a hogares solteros; quinto, no se habían tenido en cuenta nuevos modelos de carreras profesionales como la de la madre empleada con pausa laboral y empleo parcial. Todos estos cambios en la sociedad industrial plantean desafíos de adaptación y una creciente financiación por la tributación general en vez de contribuciones del seguro social público1916. Otra crítica del Estado social se refiere al carácter nacional del mismo, mientras varias lógicas económicas y migratorias se transnacionalizaron. No obstante, hay que desmitologizar: por ejemplo, dentro de la Unión Europea existe un derecho a la libre circulación, pero ningún derecho a la inmigración en los sistemas sociales, como el Tribunal de Justicia de la Unión Europea subrayó en 2014. Es diferente con los migrantes transcontinentales que usan típicamente la puerta de solicitar asilo político, pues refugiados reciben prestaciones sociales en el proceso y después de su reconocimiento, en el noroccidente de la Unión Europea normalmente entre 200 y 500 euros
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BÄCKER et al., Sozialpolitik, op. cit., pág. 112; KOCKA, Geschichte des Kapitalismus, op. cit., pág. 118; RÖDDER, 21.0, op. cit., págs. 253 y ss; UNIV. DUISBURG-ESSEN, SOZI.POL. DE, Sozialleistungen EU 2014, op. cit.; HERITAGE FOUNDATION, The 2017 Index of Economic Freedom, op. cit. Comp. la inclusión del “derecho a la asistencia social” (art. 12), de los “fines sociales” (art. 41) y de múltiples artículos ambientales en la Bundesverf. der Schweizer. Eidgenossenschaft de 1999, op. cit. Además, art. 2 de la Nueva forma de gobierno del Reino de Suecia de 1974 con reformas, op. cit., en la versión de 2003 que incluye los derechos a la salud y el desarrollo sostenible. En Alemania, la edad promedio creció de 35,4 años en 1950 a 44,7 años en 2011, en España de 27,5 a 40,5 años; UN DESA, World Population Prospects 2010, op. cit. HOCKERTS, Der dt. Sozialstaat, op. cit., págs. 294 y ss; PILZ, Der Sozialstaat, op. cit., págs. 218 y ss; STÖGER, Rentensysteme und Altersarmut, op. cit., págs. 5 y ss.
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por mes, pero en el este de dicha unión solo la décima parte1917. De todos modos, no se han comprobado problemas serios de financiación en los Estados del núcleo industrial. En cambio, el derecho laboral es el ámbito de la estatalidad social que tuvo que pasar por los ajustes más ambiguos. En el fondo, se dio la disolución de la clase obrera industrial clásica, reduciéndola de la mitad de la población económicamente activa en los años 60 a menos de un tercio, mientras subió la parte de los profesionales empleados en el sector de servicios. En cuanto al nuevo fenómeno del desempleo estructural –endémico en las sociedades más industrializadas desde el final de la era dorada de la expansión sistémica alrededor de 1973–, se observó intentos de delimitar el mismo, por ejemplo a través de la repartición del trabajo, introducida en la legislación francesa de 1998 y 2000 que previó la semana laboral de 35 horas1918. Por otra parte, entraron bajo el eufemismo de la flexibilidad laboral estrategias de permitir o tolerar el desaseguramiento de puestos laborales. Las empresas elaboraron estrategias del dumping salarial y social como camuflar contratos laborales al estilo de contratos de prestación de servicios, formar redes de sub-empresas para la contratación sin comité de empresa, usar falsos autónomos, crear mini-empleos precarios, abusar del trabajo gratuito de practicantes, etc., lo que la rama judicial corrigió a veces, pero sin parar la dinámica como tal. Así, se estableció una nueva clase precaria en la dimensión del 10 a 20% del pueblo laboral, definida como el sector de salarios bajos o los working poor, al lado del empleo regular, todavía mayoritario, que continuó siendo bien asegurado. Ninguna de estas medidas ha reducido el desempleo estructural, pero sí han crecido las ganancias empresariales que los consejos empresariales usaron, al mismo tiempo, para dejar crecer exponencialmente los supersalarios de los gerentes sin aumento correspondiente del rendimiento de ellos: los que en Alemania ganaron 28 veces más que sus empleados en 1991, ganan 83 veces más en 20171919. Los efectos sociales de la ideología anarco-liberal fueron mucho más agudos en varios Estados del segundo nivel de desarrollo industrial –todavía elevado–. A pesar de que diversas repúblicas latinoamericanas anclaron, en el marco de la ola de reconctitucionalización a partir de 1983, la estatalidad social de modo más idealista en su derecho constitucional que las democracias sociales de Europa, ninguna de estas adoptó la asistencia social para desproletarizar el proletariado informal. En realidad, varias ejecuta1917
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TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA UNIÓN EUROPEA, Sentencia C-333/13, Elisabeta Dano y Florin Dano contra Jobcenter Leipzig, de 11.11.2014; ANJA ETTEL et al., “So großzügig ist Deutschland zu Flüchtlingen wirklich”, en periódico Die Welt, de 24.9.2015, https://www.welt.de/wirtschaft/article1467 86866/Sogrosszuegig-ist-Deutschland-zu-Fluechtlingen-wirklich.html (5.1.2018). Loi N°98-461 de travail de 1998; Loi N°2000-37 relative à la réduction négociée du temps de travail de 2000. Comp. p. ej. MARC BROST et al, “Managergehälter”, en periódico Die Zeit, de 22.2.2017, http://www. zeit.de/2017/07/managergehaelter-maxilohn-dax-unternehmen-spd (5.1.2018); EUROSTAT, Unemployment EU27, op. cit.; DT. PARITÄT. WOHLFAHRTSVERBAND, Von Verhärtungen und neuen Trends, op. cit.; NEUMANN & S., Die Sozialordnung, op. cit., págs. 125 y ss,142 y ss; PILZ, Der Sozialstaat, op. cit., págs. 134 y s, 153 y ss; RIFKIN, El fin del trabajo, op. cit.; NECKEL, Refeudalisierung, op. cit., págs. 165 y ss.
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ron ajustes estructurales restrictivos, sea en vista de las profecías doradas de la teoría económica, o sea con motivos de sanear sus deudas a través del apoyo condicionado de las instituciones financieras en Washington, o sea a causa de la enorme utilidad para el lucro de las élites económicas nacionales, o sea para reducir gastos públicos y defender así la casi libertad tributaria de dichas élites, o sea porque gobernantes y funcionarios con un nivel restringido de formación no lograron prever las consecuencias. El elemento más llamativo fue la ola latinoamericana de reformar del seguro de vejez que despegó el mismo del manejo público redistributivo, para entregarle sustitutiva, alternativa o suplementariamente a fondos privados bajo la mera supervisión del Estado, así con base en el modelo de la dictadura neoliberal de PINOCHET en Chile de 1981 y en consecuencia de la recomendación enérgica del Banco Mundial a partir de 1994. Se puede señalar los casos de Perú en 1993, Colombia y Argentina en 1994, Bolivia y Uruguay en 1996, México en 1997 y El Salvador en 1998. De igual forma, varios Estados postcomunistas de Europa oriental y Asia central delegaron el núcleo de las pensiones a la prevención individual de riesgos en forma de un ‘segundo’ pilar privado bajo la reducción significativa del pilar público, así Hungría en 1997, Polonia en 1999, Letonia en 2001, Bulgaria en 2002 y Romania en 2004. En vez de la redistribución intergeneracional, se promovió el ahorro individual. Colombia privatizó incluso su sistema de salud en 1993. Estas reformas ocurrieron a pesar de que ningún Estado del núcleo industrial quiso ofrecerse como modelo –tampoco los EE.UU. con su retórica híper-liberal que dejaron intacto su Social Security público–. Esta ola no fue completa, pues en ambas zonas geopolíticas tanto Brasil y Venezuela como Chequia y Eslovenia continuaron con el modelo público. De todos modos, las experiencias prácticas mostraron que los nuevos prestadores privados se organizaron en carteles oligopólicos con poca competencia, se enfocaron en segmentos lucrativos, establecieron un nivel cualitativo mediocre para las clases media y baja, no cumplieron con su deber de cobertura, discriminaron a las mujeres, quisieron absorber ganancias cómodas para sus accionistas y los sueldos elevados de sus gerentes y pretendieron devolver las esferas deficitarias a la garantía básica del poder público. En general, las pensiones bajaron, preparando la pobreza de vejez de personas que habían trabajado toda su vida. En vista de las experiencias decepcionantes, se re-estableció el manejo estatal en Argentina en 2008, en Bolivia en 2010 y en Hungría en 2011. Incluso el precursor Chile tuvo que re-aumentar el compromiso estatal por la reforma de 2008 y también en Colombia se dio una ola de regreso al sistema público de Colpensiones rediseñado en 20121920.
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Comp. FABIO BERTRANOU et al., “Is Latin America retreating from individual retirement accounts?” en MPRA Paper, núm. 17.422, 2009; BURGOS, Estado de Derecho y globalización, op. cit., págs. 311 y ss; HACKER, Sozialpolitik in Mittelosteuropa, op. cit., págs. 36-49; MAURICIO GARCÍA V., “Derechos sociales y necesidades políticas”, en ÍD & BOAVENTURA DE S. SANTOS (Eds.), El caleidoscopio de las justicias en Colombia, t. 1, Bogotá, Siglo del Hombre, 2001, págs. 455-484; CARMELO MESA, “Social Security in Latin America”, en revista LARR, t. 42, núm. 2, Pittsburgh, Univ., 2007, págs. 181-201; KATHARINA MÜLLER, “Social Security Reforms and the Right to Social Security”, en EIBE RIEDEL (Ed.), Social Se-
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Hablan por sí mismos los efectos de las políticas del minimalismo social, pues entre 1999 y 2016, el Estado más neoliberal de América Latina, Colombia, perdió, 38 rangos en el Índice de Desarrollo Humano, bajando de uno de los primeros puestos de la clase alta de desarrollo (rango 57) a uno de los últimos de la misma (rango 95)1921. Pero incluso en Colombia se han comprobado limitadas las políticas neoliberales de los longevos gobiernos libero-conservadores, pues la Corte Constitucional ha defendido las garantías sociales de la constitución de 1991 como verdaderos derechos fundamentales protegidos judicialmente1922. Al fin, la universalización de los derechos humanos sociales a partir de 1966, tiende a permitir traslados de facultades públicas a fuerzas de mercado solo dentro de un marco cualitativo intocable, bajo el control eficaz del Estado. En síntesis, el conflicto estructural ente la globalización anarco-liberal y la democracia social de tipo nacional, fue ganado por la última, así lo más claro en el núcleo industrial europeo: la versión pura de la primera fracasó, en particular, pues planteó un nuevo modelo de los salarios bajos y sin bienestar cualitativo, en cierto sentido la brasilianización de Europa y la congolización de América Latina, lo que los respectivos soberanos democráticos consideraron como no aceptable. En vez de un cambio sistémico ocurrió una modificación y consolidación intra-sistémica. D)
GOBIERNO TRANSPARENTE
El siglo XXI no solo dejó expandir fuerzas de mercado, sino amplió también algunos derechos de la sociedad civil. En particular, se estimuló un debate transnacional sobre el fortalecimiento del acceso a informaciones públicas, introduciendo un derecho del ciudadano a examinar documentos públicos. Pudo inspirarse en el antiguo modelo sueco del Offentlighetsprincipen de 17661923, mientras la versión del Estado administrativo moderno entró a la legislación estadounidense de 1966, la mexicana de 2000, la europea de 2001, la suiza de 2004, la británica de 2005 y la alemana de 2006, reem-
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curity as a Human Right, Berlín, Springer, 2007, págs. 55-68; WEIZSÄCKER et al., Limits to Privatization, op. cit., págs. 130 y ss; SÁNCHEZ, La emancipación de los ddhh, op. cit., págs. 79 y ss. UNDP (Ed.), Human Development Report 1999, Nueva York, Oxford Univ. Press, 1999, págs. 145 y ss; ÍD., HDR 2016, op. cit., pág. 199. P. ej. la Corte Constitucional de Colombia se articuló sobre el Estado social de derecho en las sentencias T406 de 1992, T-533 de 1992, C-566 de 1995 y C-336 de 2008, sobre la seguridad social en C-111 de 2006 y T-701 de 2008, sobre las pensiones en T-716 de 2011, sobre la salud en T-760 de 2008, sobre el mínimo existencial en T-426 de 1992, sobre la educación en T-202 de 2000, sobre la vivienda digna en T1017 de 2007, C-444 de 2009, T-530 de 2011 y sobre el principio de la progresividad de derechos sociales en C-228 de 2011. Véase p. ej. RODRIGO UPRIMNY Y., “The Enforcement of Social Rights by the Colombian Constitutional Court”, en ROBERTO GARGARELLA et al. (Eds.), Courts and Social Transformation in New Democracies, Aldershot, Ashgate, 2006, págs. 127-152. Confirmado por la Ley de prensa de 1949; GUSTAF PETRÉN, “Die Aktenöffentlichkeit in Schweden”, en revista Verwaltungsarchiv, Colonia, C. Heymanns, 1958, págs. 323-333.
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
plazando las lógicas del secreto de Estado por el nuevo ideal del Estado transparente. Fue llamativa la Ley de transparencia de la ciudad-Estado de Hamburgo de 2012 que obligó el poder estatal a publicar prácticamente todo documento público en internet, rompiendo de tal manera por ejemplo con el secretismo inquietante en las alianzas público-privadas1924. En Estados con una historia contemporánea difícil, se ha ampliado el debate bajo la cuestión de un enfrentamiento crítico con el pasado y de un derecho a la verdad del ciudadano sobre comportamientos vergonzosos del propio poder estatal inclusive violaciones de derechos humanos. E)
GOBIERNO ELECTRÓNICO
Este subcapítulo pretende acercarse a los efectos del procesamiento electrónico de datos y del internet al Estado moderno. Por una parte, hay que anotar el enorme crecimiento de la eficiencia de todas las ramas de la administración pública y de la justicia por la computarización de las oficinas, la grabación sistemática de informaciones, la digitalización de los grandes registros públicos1925 y la disponibilidad inmediata de toda esta información para cualquier funcionario público. De modo selectivo, esto sucedió también en pro del ciudadano, si se piensa en las bases de datos de la legislación, los catálogos de las bibliotecas públicas y los portales comunales. En particular, el ciudadano recibió la posibilidad de llenar formularios en su computador personal en vez de hacer fila en una oficina y pudo descargar documentos en la misma forma. A través de la facilitación de los procesos, el Estado logró evitar gastos en dimensiones significativas1926. Por otra parte, el internet motivó el desarrollo de nuevos deberes del Estado protector. Tanto el comercio electrónico requirió una legislación sobre la venta a distancia para proteger el consumidor1927, como los servicios bancarios hicieron oportunos una ampliación de la responsabilidad civil de los bancos por agujeros en sus sistemas de seguridad1928. Además, el poder estatal desarrolló un nuevo derecho penal de internet: por una parte, para la protección de la seguridad de los sistemas y de la esfera institucional y privada, se establecieron las figuras delictuosas del espionaje e intercepción de datos por parte de los hackers, de la modificación y el sabotaje de datos por el malware –los virus, troyanos o gusanos informáticos–; por otra parte, con el fin de la protección del pa1924 1925
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Hamburgisches Transparenzgesetz de 2012, en HmbGVBl., núm. 29, de 6.7.2012. P. ej., en Alemania, la Gesetz zur Reform des Personenstandsrechts de 2007 (en BGBl. I, 2007, págs. 122 y ss) ha reemplazado los libros de registro civil por los respectivos bases de datos. P. ej., Austria ha promulgado su Bundesgesetz über Regelungen zur Erleichterung des elektronischen Verkehrs mit öffentlichen Stellen de 2004, en BGBl. I, núm. 10, 2004. Alemania ha incluido en 2002 en su Ley de Procedimiento Administrativo un art. 3a sobre comunicación electrónica (BGBl. I, 2002, pág. 3222). En 2011, el gobierno alemán introdujo el De-mail como un servicio para el intercambio electrónico de documentos legales. Comp. MAURER, Derecho administrativo, Parte general, op. cit., págs. 464 y ss. Comp. en Alemania el Fernabsatzgesetz de 2000, en BGBl., 2000, págs. 897 y ss. Comp. p. ej. § 675v, incluido al Código Civil alemán por la reforma de 2009.
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trimonio se criminalizó el fraude informático por el robo de identidad, el phishing de contraseñas y el pharming a falsas páginas en negocios en línea; tercero, con fines de la protección de niños y adolescentes, se elaboró la penalización de la publicación y del consumo de contenidos pornográficos deshumanizantes. Según su propio mito, el internet es un espacio libre de dominio. Sin embargo, nadie debe ignorar su origen en el ministerio de defensa estadounidense y la predominancia de este país en prácticamente todas las esferas del internet, desde la sede con responsabilidad jurídica de las únicas organizaciones centrales de la red (ICANN) –en vez de su ubicación correcta en la ONU–, pasando por las empresas buscadores (Google de 1998), las navegadores web (Chrome de 2008), la enciclopedia estándar (Wikipedia de 2001) y los portales temáticos (Youtube de 2005, Amazon de 1994, Facebook de 2004, etc.) que se ubican en solamente uno de los 197 Estados soberanos de la tierra. En el mismo, las empresas multinacionales cooperan con el poder público y los servicios secretos hiperactivos disponen de un acceso facilitado a los servidores internos y, así, a perfiles y datos de todo el mundo, lo que se evidenció en el escándalo sobre la red de vigilancia mundial de las agencias de inteligencia estadounidenses desde 20131929. A través del internet se introdujo la maquinaria de espionaje más eficiente de todos los tiempos, pues se motivó a los usuarios en todo el mundo a publicar voluntariamente una enorme masa de datos y de transformarse, de tal manera, en ciudadanos de cristal clara con perfiles de intereses y preferencias sin secretos1930. También muchos otros Estados empezaron a vigilar el internet según estándares diversificados. La ONG Reporteros sin fronteros señala a Rusia, China, India, Irán, Arabia Saudita y EE.UU. como “enemigos (de la libertad) del internet”1931. No obstante, apareció una contra-tendencia en la Unión Europea, donde la justicia constitucional y los poderes legislativos europeos perfilaron el derecho individual a la autodeterminación informática y las leyes de protección de datos, según el propósito de proteger el pueblo frente a los riesgos de una conversión en ciudadanos de cristal clara1932. Cuando las autoridades de la seguridad interna descubrieron las nuevas oportunidades tecnológicas, por ejemplo la Corte Constitucional alemana prohibió, en 2008, el espionaje en línea sin indicios de una amenaza concreta para un bien jurídico importante y anuló, en 2010, la legislación sobre la grabación preventiva de datos1933.
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STÖVER, US of America, op. cit., págs. 594 y ss, 664 y ss. HARALD WELZER, Die smarte Diktatur, Fráncfort, Fischer, 2015, págs. 9 y ss; RÖDDER, 21.0, op. cit., pág. 39. REPORTERS WITHOUT BORDERS, Enemies of the Internet 2014, https://www.reporter-ohne-grenzen.de/ fileadmin/Redaktion/Presse/Downloads/Feinde_des_Internets/RWB_Internet_Enemies_2014.pdf (5.1.2018). En Hesse en 1970, en la RF Alemana en 1977, en Francia en 1978, en Gran Bretaña en 1984, en Suiza en 1992, en la Unión Europea en 1995, en Austria y Canadá en 2000, en California en 2003. BVerfGE 120 (2008), págs. 274 y ss; BVerfGE 125 (2010), págs. 260 y ss.
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
Cabe destacar que el internet ha llevado a un debate ético sobre el dominio público, pues un creciente número de usuarios empezó a entender el conocimiento, la música y el arte como bienes comunes de la humanidad, deslegitimando así la alianza proveniente del largo siglo XIX entre el Estado y la industria que había llevado a la creación de monopolios de explotación económica, pues varios nuevos fenómenos masivos como el software libre con código abierto (por ejemplo, Linux y Mozilla), las páginas web con acceso abierto a libros y revistas digitalizadas, las enciclopedias colectivas como Wikipedia, los servicios de descarga de videos de música y películas y el file-sharing, subrayan un creciente espíritu post-comercial orientado al libre acceso, frente al cual la práctica estatal oscila entre la permisividad, la legalización explícita de la copia privada y las intervenciones fuertes como los bloqueos judiciales de páginas (por ejemplo, de la música de Youtube en Alemania entre 2010 y 2016). En este ámbito, normas como la Ley Hadopi francesa de 2010 y la Ley Sinde española de 2011, han recibido fuertes críticas en el sentido de sacrificar libertades constitucionales como las de expresión, de prensa, de información, de correspondencia y garantías procesales en beneficio de la propiedad intelectual de algunos empresarios1934. F)
LA ESTATALIDAD AMBIENTAL DE LOS NUEVOS DEBERES: LA ECONOMÍA CÍCLICA Y LA SOSTENIBILIDAD ENERGÉTICA
Desde la década de 1970, el Estado constitucional ecológico se encuentra en proceso de ascenso. Una tendencia inmanente fue el establecimiento de un número creciente de deberes concretos para los ciudadanos, productores y vendedores. Ya en 1975, la República Federal Alemana legisló estándares cualitativos para los detergentes según la finalidad de parar el envenenamiento de los ríos. Se considera un desarrollo importante el Derecho de la economía cíclica (Kreislaufwirtschaftsrecht), con el que el legislador alemán de 1994 no solo sustituyó el antiguo derecho de desechos, sino que postuló un modelo económico-ecológico que quiere modelar los flujos de materiales de modo sostenible, dirigiendo el metabolismo social durante el ciclo de vida de un producto hasta la vuelta tan completamente como posible al próximo modo de uso humano. Se trata de una reacción al patrón de consumo masivo de la segunda revolución fósil-energética que había entregado enormes recursos valiosos a gigantescos vertederos de basuras. Bajo el ideal de las “tres erres” de reducir, re-utilizar y reciclar, el Estado alemán introdujo el concepto de la responsabilidad de producto de los fabricantes y distribuidores que contiene obligaciones de recogida y reciclaje de embalajes (1991), de automóviles viejos (1997), de pilas y baterías consumidas (1998), de aceites usados (2002) y de aparatos domésticos eléctricos y electrónicos cuya vida útil 1934
Comp. p. ej. JAMES BOYLE, “A Politics of Intellectual Property, Environmentalism for the Net”, en revista Duke Law Journal, núm. 47, Durham, Duke Univ. School of Law, 1997, págs. 87-116; PAUL MASON, Postcapitalism, Nueva York, Farrar, Straus & Giroux, 2015, págs. 160 y ss.
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haya terminado (2005)1935. Complementariamente, se perfilaron deberes de los productores en diseñar sus productos de modo apropiado para el reciclaje y sin infringir una larga lista de materiales prohibidos. Finalmente, el Derecho de la economía cíclica significa para todo hogar un deber de colectar separadamente los desechos según categorías como vidrio reciclable, papel reciclable, basura orgánica, aparatos electrónicos, embalajes de plástico y metales, escombros, pilas, sustancias químicas y el resto. Lo anterior sirvió de modelo para los demás Estados de la Unión Europea, Japón y parcialmente América Latina. De igual forma, el Estado ambiental establece deberes exigentes para las empresas que reciben concesiones públicas de la explotación minera, en particular a cielo abierto. En los Estados avanzados, la concesión no incluye el derecho a dejar paisajes devastados, sino el concesionario es obligado a renaturalizar la zona explotada, lo que llevó, por ejemplo en Alemania, a paisajes sucesores alrededor de lagos artificiales con un cierto valor para actividades de tiempo libre. En la esfera del derecho de energía, la alemana Ley sobre la prioridad de la energía renovable de 2000 instauró tres deberes para las empresas con redes de abastecimiento de energía: primero, la obligación de acoger con prioridad la corriente de la fuerza hidráulica, de la energía eólica, de la energía solar, de la geotermia y de la biomasa; segundo, la tarea de transmitir la misma; y tercero, el deber de remunerarla según tarifas fijadas por la ley (Feed-in Tariff). Esta definición estatal de deberes entre privados, se ha comprobado como eficiente para organizar el diseño en beneficio de la sostenibilidad del sistema industrial, por un lado con el fin de reducir las emisiones de combustión de energía fósil en forma del dióxido de carbono que se han identificado como peligrosas para el clima mundial y, por otro lado, bajo el ideal de prepararse con anticipación al Peak Oil y la subsiguiente salida inevitable del régimen fósil-energético de la era industrial que no es renovable. Típicamente, la ley en mención es evaluada como un éxito: en un Estado clásico de la fósil-energetización industrial, las energías renovables han alcanzado un ascenso al 12,6% del consumo nacional de energía primaria y el 31,7 del consumo de electricidad. La idea básica fue adoptada por muchos otros Estados, por ejemplo en Australia, Austria, California, Eslovenia, España, Filipinas, Francia, Japón, Ontario, República Checa y Suiza1936. 1935
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Gesetz zur Förderung der Kreislaufwirtschaft de 1994, en BGBl. I, 1994, págs. 2705 y ss; Verordnung über Verpackungsabfälle de 1991, en BGBl. I, 1991, págs. 1234 y ss; Verordnung über Altfahrzeuge de 1997, en BGBl. I, 1997, págs. 1666 y ss; Verordnung über Batterien de 1998, en BGBl. I, 1998, págs. 658 y ss; Altölverordnung de 2002, en BGBl. I, 2002, págs. 1368 y ss; Gesetz über Elektrogeräte de 2005, en BGBl. I, 2005, págs. 762 y ss. Comp. KLOEPFER, Umweltschutzrecht, op. cit., págs. 445 y ss; MARQUARDT, Umwelt u. Recht, op. cit., págs. 520 y ss; SCHMIDT & K., Umweltrecht, op. cit., págs. 266 y ss; SCHWARTMANN & P., Umweltrecht, op. cit., págs. 170 y ss, 186 y ss; WEIZSÄCKER et al., Factor 5, op. cit., págs. 276 y s. Gesetz Vorrang Erneuerbarer Energien de 2000, en BGBl. I, 2000, págs. 305 y ss; BMU, Erneuerbare Energien in Zahlen, http://www.umweltbundesamt.de/themen/klima-energie/erneuerbare-energien/erneuerbare-energienin-zahlen#textpart-1 (5.1.2018); KLOEPFER, Umweltschutzrecht, op. cit., págs. 317 y ss; MARQUARDT, Um-
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Además, en 2009, la Unión Europea obligó a usar en edificios nuevos y renovados una cierta parte de energía renovable, lo que el legislador alemán preciso anticipadamente, en 2008, en la altura del 15%. De tal manera, el Estado constitucional ecológico complementó el derecho de la sostenibilidad energética por normas que pretenden evitar consumos innecesarios. A partir de 2002, la Unión Europea legisló estándares de la eficiencia energética de edificios y, en 2009, siguió la Directiva sobre diseño ecológico con estándares obligatorios para productos relacionados con el consumo de energía. El elemento más llamativo fue la des-comercialización de las bombillas incandescentes clásicas, obligando el ciudadano al uso de lámparas de bajo consumo de energía. Colombia lo decretó a partir de 2007, mientras China siguió en 20111937. De modo paralelo, varios poderes estatales han instaurado zonas del tráfico limitado en los centros de sus grandes ciudades, enfocándose en evitar tanto contaminaciones como congestiones. Como ejemplos se señalan las restricciones vehiculares en días específicas según las placas (São Paulo 1997, Bogotá 1998), las tarifas obligatorias de entrada (Londres 2003, Estocolmo 2006, Milano 2008) y las zonas urbanas de baja emisión que restringen la entrada de vehículos antiguos contaminantes según plaquetas ambientales (en aprox. 300 ciudades de doce Estados de la Unión Europea desde 2007). Se pueden añadir numerosos deberes adicionales, establecidos por el Estado constitucional ecológico, desde las normas y controles obligatorios de las emisiones en las chimeneas privadas, pasando por el control frecuente de gases de automóviles hasta la prohibición de lavar carros en terrenos privados. Sintetizando, el ideal de la gran libertad hedonista se disuelve crecientemente en deberes públicos detallados que anticipan racionalmente límites, en particular los físicos, biológicos y químicos de la huella ecológica sostenible. G)
LA EXPANSIÓN DEL DERECHO PÚBLICO FRENTE AL DERECHO CIVIL
Puede sorprender en vista de la omnipresencia del debate sobre las privatizaciones en los inicios del siglo XXI, pero en realidad ocurrió en los últimos decenios una expansión del derecho público a costa del derecho civil. En primer lugar, debe indicarse la entrada de los derechos fundamentales a la interpretación jurisprudencial de normas civiles, entre otros ingresando por las cláusulas generales de los códigos antiguos como la buena fe o las buenas costumbres. Por lo tanto, la justicia civil protege ahora valores públicos como la dignidad humana, la igualdad de géneros, los menores de edad, la familia, la libertad de opinión, la esfera privada o la
1937
welt u. Recht, op. cit., págs. 543 y ss; RÖDDER, 21.0, op. cit., págs. 81 y ss; SCHMIDT & K., Umweltrecht, op. cit., págs. 127 y ss; SCHWARTMANN & P., Umweltrecht, op. cit., págs. 199 y ss. Directivas 2009/125/CE sobre diseño ecológico & 2009/28/CE de energías renovables; EEWärmeG alemán de 2008, BGBl. I, págs. 1658 y ss; KLOEPFER, Umweltschutzrecht, op. cit., págs. 322 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
propiedad social, frente a excesos y arbitrariedades de la autonomía privada. De tal manera, los particulares son dirigidos a anticipar el respeto de los derechos fundamentales de sus conciudadanos. Se ha teorizado este fenómeno por la figura de la “constitucionalización del derecho civil”1938. En segundo lugar, hay que señalar la creciente legislación de protección del ciudadano vulnerable frente a la arbitrariedad del poderoso en el espíritu de los valores de la estatalidad social, reactivando una de las funciones más clásicas del derecho civil. El núcleo es la protección al consumidor frente a excesos de la autonomía privada de los productores, distribuidores, bancos, proveedores y prestadores de servicios. Precisamente, el Estado reaccionó a la nueva tendencia empresarial a presentar a sus clientes cláusulas generales pre-redactadas que llevaron a discriminaciones indeseadas de la mayor parte del demos de la democracia en numerosas situaciones cotidianas. En cuanto a esto, se retomó el modelo alemán de la Ley sobre condiciones generales de la contratación de 1976 que fue estandarizado, en 1993, por parte de la Unión Europea en forma de la Directiva sobre las cláusulas abusivas en los contratos celebrados con consumidores. Además, se concretó la dignidad humana por leyes generales de protección de consumidores, siguiendo los modelos francés de 1978 y austríaco de 1979, así en Gran Bretaña en 1987, en Argentina en 1993, en España y Panamá en 2007, en Australia y Colombia en 2011. Para mencionar otro ejemplo particular, la Unión Europea fortaleció, en 2004, los derechos de los pasajeros aéreos frente a las aerolíneas1939. Mientras los debates neoliberales sobre las privatizaciones se vieron acompañados por mitificaciones solemnes de un neo-propietarismo, se establecieron en realidad nuevas limitaciones públicas de la propiedad privada: para combatir más eficientemente el capitalismo criminal mafioso, el Estado protector amplió –según el modelo de la legislación antimafia italiana desde 1982– sus capacidades a confiscar rápidamente bienes, empresas, inmuebles y cuentas bancarias sospechosas, invirtiendo la carga de la prueba por establecer el nuevo requisito del titular dudoso a probar la adquisición legal1940. Otra expansión de lo público ocurrió en la esfera familiar, pues el Estado perfeccionó su monopolio de la violencia legítima por la última gran des-violentización de 1938
1939
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DETLEF LEENEN, “Konstitutionalisierung im Zivilrecht”, en revista Annales de la Faculté de Droit d’Istanbul, t. 43, num. 60, Estambul, Univ., 2011, págs. 23-32; THOMAS SIMON, “Grundrechtstotalitarismus oder Selbstbehauptung des Zivilrechts?” en revista AcP, núm. 204, Tübingen, Mohr Siebeck, 2004, págs. 264-293. Gesetz zur Regelung des Rechts der Allgem. Geschäftsbedingungen de 1976, op. cit.; Directiva 93/13/CEE del Consejo de la Unión Europea sobre las cláusulas abusivas en los contratos celebrados con consumidores de 1993, en DO, núm. L 95, de 21.4.1993, págs. 29-34.; Konsumentenschutzgesetz austríaca de 1979, op .cit.; Ley 1.480 colombiana de 2011 por medio de la cual se expide el Estatuto del Consumidor, op. cit.; Reglamento 261/2004/ CE. Comp. MEDER, Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 456 y ss; WESEL, Geschichte d. Rechts, op. cit., pág. 571. GŰNTHER KAISER, Kriminologie, 3a ed., Heidelberg, Müller, 1996, pág. 414.
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las relaciones privadas de poder. Según la decisión precursora del Reino de Suecia de 1979, se inició una ola de revocar el tradicional derecho de los padres a corregir a sus hijos mediante castigos físicos, lo que alcanzó a Austria en 1989, a Dinamarca en 1997, a Alemania en 2000, a los Países Bajos, España, Portugal y Venezuela en 2007, a Polonia en 2010, Argentina y Brasil en 2014, mientras EE.UU., Gran Bretaña, Francia, Suiza y Colombia han rechazado hasta la fecha reformas semejantes1941. En general, los Estados han constitucionalizado la familia como especialmente protegida o incluso la institución básica de la organización social, superando de tal manera la perspectiva civilista de un instituto entre particulares autónomos, lo que se acompaña por ministerios de familia y frecuentes intervenciones legislativas que tienen un enorme impacto para reconfigurar la sociedad en una dirección políticamente deseada. Mientras el largo siglo XIX había sido la era breve de la separación cortante entre el derecho civil y el derecho público, el siglo XXI tiende a disolver esta diferenciación en lo difuso de las combinaciones multidimensionales. Precisamente, el derecho de la autonomía privada y de la autorregulación en economía y sociedad, se encuentra incluido en un orden público orientado a fines prioritarios del bien común. H)
CONCLUSIÓN INTERMEDIA
En resumen de los siete ámbitos analizados en los subcápitulos anteriores, no se pueden confirmar las hipótesis dramáticas de MARTIN VAN CREVELD y ERIC HOBSBAWM de que el Estado contemporáneo está supuestamente “erosionado […] desde arriba y desde abajo”1942. Dichos autores adoptaron la retórica agresiva del mercado-centrismo en los años 90, sin reconocer lo virtual y ficticio de esta campaña frente a una estructura básica e inevitable de la civilización de la doble-revolución ilustrada e industrial. En los Estados del núcleo industrial, los pueblos están familiarizados con los servicios y garantías estatales y, por el efecto de la interiorización psicológica a la esfera de la normalidad cotidiana, se deja de reflexionar activamente sobre las precondiciones institucionales. De todos modos, según la evaluación de esta Teoría integral, el Estado de la sociedad industrial se presenta más sólida y fuerte que el poder público organizado en casi todas las demás épocas de la historia mundial de cinco milenios.
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Tampoco el art. 19 núm. 1 de la Convención internacional sobre los Derechos del Niño de 1989 prohíbe completamente la corrección física. HOBSBAWM, Historia del siglo XX, op. cit., pág. 568. Comp. CREVELD, The Rise and Decline of the State, op. cit., págs. 336 y ss; REINHARD, Geschichte der Staatsgewalt, op. cit., págs. 510 y s.
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6. LA CONSOLIDACIÓN DEL SISTEMA DE ESTADOS POR NUEVOS NIVELES DEL PODER PÚBLICO A)
LAS NACIONES UNIDAS
Ya en el capítulo VIII.3 sobre el Estado en la comunidad de la paz mundial, se ha indicado la formación de un nivel novedoso del poder público global. Después de que el primer intento en forma de la Sociedad de Naciones de 1919 alrededor de las dos potencias mundiales de Gran Bretaña (con seis puestos) y Francia bajo la inclusión de América Latina y los nuevos Estados de Europa oriental, había fracasado al no integrar duraderamente cinco de las siete grandes potencias militares de su época –EE. UU., Alemania, Rusia, Japón e Italia–, resultó exitoso el segundo intento en forma de las Naciones Unidas, fundadas en 1945 en bases contractuales y con la sede principal en Nueva York (EE.UU.)1943.
Img. 162: La capital de las Naciones Unidas: la sede principal se ubica en Nueva York1944
A pesar de que existe un consenso amplio para no ver en las Naciones Unidas un supra-Estado global, éstas muestran todas las instituciones típicas de una organización estatal: primero, con el órgano representativo de los originalmente 51 y hoy 193 Estados confederados, llamada Asamblea General; segundo, en forma del directorio ejecutivo del Consejo de Seguridad que reúne los puestos hereditarios de los cinco vencedores de la guerra mundial y seis –desde 1966 diez– miembros rotativos; tercero, con el Secretario general, elegido de modo parlamentario por parte de la asamblea para cinco años, y cuarto con la Corte Internacional de Justicia, establecida en 1946 en La Haya en los Países Bajos. Igualmente, existen documentos constitucionales típicos en forma de la Carta de las Naciones Unidas de 1945 y de las codificaciones de los derechos humanos de 1948 y 1966, así como se han diseñado los fines de modo análogo al Estado moderno, incluyendo la garantía de la paz y la promoción del bien común en el triangulo liberal, so1943
1944
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Pacto de la Sociedad de Naciones de 1919, op. cit.; Carta de la ONU de 1945, op. cit. Comp. GAREIS & V., The United Nations, op. cit., págs. 4 y ss; GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., págs. 581 y ss, 639 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág. 22; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 46 y ss; KENNEDY, The Parliament of Man, op. cit., págs. 10 y ss; ZIEGLER, Völkerrechtsgeschichte, op. cit., págs. 196 y ss. Foto de Lower Manhattan de BERND MARQUARDT.
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cial y ambiental. La financiación funciona al estilo de un sistema de matriculas por los Estados miembros, con los EE.UU. (22%), Japón (9,7%), China (7,9%), Alemania (6,4%), Francia (4,9%) y Gran Bretaña (4,5%) como los seis contribuyentes principales1945. Las Naciones Unidas operan de modo similar a un Estado legislador, pero en procedimientos cooperativos más complejos y con una legitimidad democrática menor. Entre los enfoques predominantes, se encuentran, a partir de 1965, el sector de los derechos humanos con siete pactos, convenciones y declaraciones, que se refieren a: los derechos civiles y políticos, los derechos económicos, sociales y culturales, la prohibición de la discriminación racial, la igualdad de la mujer, la prohibición de la tortura, los derechos del niño y los derechos de los pueblos indígenas. Por lo demás, la estatalización rudimentaria del nivel global se legitima, desde la década de 1970, sobre el manejo de la cuestión ecológica de la cultura industrial según el lema de que los problemas globales se deben solucionar mediante la cooperación universal. De los Estados del núcleo industrial, solo los EE.UU. han rechazado la ratificación de la mayor parte de los convenios sobre derechos humanos y medioambiente. De todos modos, se trata de la positivización de los principios generales de justicia de la civilización ilustrada-industrial en reemplazo de las argumentaciones más débiles de un derecho natural1946. Los demás compromisos con el bien común global, los subrayan varias subentidades de las Naciones Unidas, dedicadas a fines específicos como la alimentación (FAO, 1945), la educación, las ciencias y la cultura (UNESCO, 1945), la protección de los niños (UNICEF, 1946), la aviación civil internacional (OACI, 1947), la salud (OMS, 1948), los asuntos económicos y sociales (UN DESA, 1948), los refugiados (ACNUR, 1950), la coordinación de los servicios meteorológicos (OMM, 1950), la energía atómica (OIEA, 1957), la seguridad marítima (OMI, 1958), el desarrollo (PNUD, 1965), el desarrollo industrial (ONUDI, 1966), la población (FPNU, 1967), la propiedad intelectual (OMPI, 1967), el medioambiente (PNUMA, 1972), los asentamientos huma1945
1946
“Estamos en el camino a una constitución mundial”; KOKOTT, Naturrecht und Positivismus, op. cit., pág. 21. Discutido por: HABERMAS, Der gespaltene Westen, op. cit., págs. 133 y ss, 157 y ss. El “parlamento de la humanidad” en KENNEDY, The Parliament of Man, op. cit. Pacto de DCP de 1966; Pacto de DESC de 1966, op. cit.; UN SECRETARIAT, Assessment of Member States contributions to the United Nations Regular Budget for 2017, http://www.un.org/ga/search/view_doc.asp?symbol=ST/ADM/SER.B/955 (5.1.2018). Véase HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 23 y ss, 293 y ss; KERSTIN ODENDAHL, “¿Quién es el guardián del Derecho Internacional Público?” en revista PJ, núm. 23, Bogotá, UNAL, 2008, págs. 141-172, 152 y s; ZIEGLER, Völkerrechtsgeschichte, op. cit., págs. 217 y ss. Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial de 1965; Pacto de DCP de 1966; Pacto de DESC de 1966; Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de 1979; Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes de 1984; Convención sobre los derechos del niño de 1989; Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas de 2007. Comp. GAREIS & V., The United Nations, op. cit., págs. 134 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 355 y ss; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 403 y ss; MONROY, Derecho internacional público, op. cit., págs. 614 y ss. Véase capítulo VIII.4.C.b.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
nos (HABITAT, 1978), el clima (IPCC, 1988), los asuntos humanitarios (OCHA, 1991), los derechos humanos (OACDH, 1993), el combate contra la droga y el delito (UNODC, 1997), la prohibición de armas químicas (OPAQ, 1997), la prevención del genocidio (OAEPG, 2004) y la igualdad de género (ONU Mujeres, 2010), a lo que se han incluido también las organizaciones universales más antiguas en cuanto a los servicios postales (UPU, 1874), la telecomunicación (ITU, 1865), el trabajo (OIT, 1919) y el turismo (OMT, 1925). Se encuentra aquí casi todo de lo que también se ocupa el Estado Nación. Muy perceptible es que la ONU ha reconocido, desde 1972, un total de 981 lugares culturales y naturales según el prestigioso título Patrimonio de la humanidad como herencias no solo de una nación específica, sino de la sociedad global, así por ejemplo 53 sitios en Italia, 52 en China, 46 en España, 43 en Francia, 42 en Alemania, 34 en México, 36 en India, 21 en Japón, 17 en Turquía, diez en Croacia, nueve en Israel, ocho en Colombia y siete en Egipto, respectivamente1947. Notablemente, el derecho de las Naciones Unidas ha podido fortalecer la soberanía estatal. En 1982, la Convención sobre el Derecho del Mar de 164 Estados miembros, condujo a una estatalización de extensas zonas del mar libre, ampliando el mar territorial tradicional de tres millas náuticas a un sistema con derechos escalonados, incluyendo la zona costera con una soberanía completa hasta doce millas marinas, la zona contigua con varios derechos policiales y aduaneras hasta 24 millas y la zona económica exclusiva hasta 200 millas (370,4 km), en la cual los respectivos Estados se reservaron exclusivamente la pesquería y, mucho más importante, la explotación de petróleo, gas natural y energía eólica1948. Analizando los valores, los contenidos y la intensidad del nuevo derecho global, se debería ser cuidadoso con la hipótesis lineal y eurocéntrica de que este se basaría en la ampliación global del Jus Publicum Europaeum del antiguo régimen y en la universalización del Derecho de los Estados civilizados del siglo XIX, pues no solo el espacio de referencia, sino también el carácter material es sustancialmente diferente: más del 90 por ciento representa un nuevo derecho mundial en respuesta a problemas novedosos de la cultura industrial, mientras el tema central tradicional del derecho a la guerra se ha transformado radicalmente en un ius contra bellum. Resumiendo, la estatalización lograda de las Naciones Unidas –que se autoidentifican modesta y trivialmente como una organización internacional con propia personalidad jurídica con base en un tratado colectivo– no encarna la misma consolidación que caracteriza al Estado moderno de la revolución de la soberanía del largo siglo XIX. Sin embargo, tampoco es una estatalidad inferior a la que había caracterizado anteriormente al Estado de la paz interna de la segunda revolución de la formación del Estado de los siglos XVI 1947 1948
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UNESCO (Ed.), About World Heritage, State Parties, http://whc.unesco.org/en/statesparties/hr (5.1.18). HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 229 y ss; MONROY, Derecho internacional público, op. cit., págs. 322-357; VERGARA, Derecho internacional público, op. cit., págs. 272-283.
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
hasta XVIII, y es claramente mucho mayor que la del Reino dinástico medieval y antiguo1949. B)
LAS FEDERACIONES CONTINENTALES
La tendencia a organizar e institucionalizar territorios extensos, se ha articulado igualmente en la propensión a la formación de Estados continentales federales. Los mismos fueron soportados por la compresión tecnológica de las distancias, la percepción de la necesidad de solucionar problemas con un alcance más extendido y el puro instinto de poder. a) Los EE.UU. y Australia Los primeros dos ejemplos del continentalismo contemporáneo, se realizaron en la expansión europea a las zonas que habían estado tradicionalmente en manos de sociedades pre-estatales. Los Estados Unidos de América con base en su constitución federal de 1787, expandieron paulatinamente, entre 1791 y 1912, de los trece Estados fundadores en la costa atlántica a un total de 48 Estados que llenaron todo el espacio continental hasta el océano Pacífico, de los cuales la superficie de Texas (1845) supera a Francia, la de California (1850) a Alemania y la de Nueva México (1912) a Italia. La unidad de la federación extensa fue impuesta militarmente en contra del deseo de los Estados Confederados de América de transferir su diferencia cultural y socioeconómica en una soberanía propia (1861-1865). Hoy en día, los EE.UU. cuentan con 324,5 millones de habitantes en un territorio de 9,6 millones kilómetros cuadrados. En vista de su liderazgo en la segunda revolución fósil-energética, desde la década de 1930, y su victoria en la Segunda Guerra Mundial, esta federación continental subió al papel de la primera potencia mundial1950. De modo paralelo, ascendió la Federación de Australia en todo el continente con el mismo nombre. Después del establecimiento del gobierno federal autónomo por la legislación británica de 1900, fue soberanizado paso por paso entre 1931 y 1945. Los inmigrantes europeos organizaron los 7,7 millones de kilómetros cuadrados de la terra australis en forma de seis Estados federados, de los cuales los dos del sudeste fértil y urbanizado reúnen más de la mitad de la población, mientras el Estado árido de Aus-
1949 1950
Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 129 y ss, 235 y ss. Art. 4 de la Constitution of the United States de 1787, op. cit. Comp. DIPPEL, Geschichte USA, op. cit., págs. 43 y ss, 54 y ss; FALKE, Föderalismus, op. cit., págs. 160 y ss; GASSERT, Geschichte, op. cit., págs. 46 y ss; HÄRTEL et al., Hb. Föderalismus, t. 4, op. cit., págs. 609 y ss; MARSHALL, Prisoners of Geography, op. cit., págs. 68 y ss; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., págs. 698 y ss; STÖVER, US of America, op. cit., págs. 104 y ss; UN DESA, World Population Prospects 2017, op. cit., pág. 28.
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tralia Occidental organiza, en un territorio siete veces más grande que Alemania, la población correspondiente a un mero micro-Estado europeo como Eslovenia1951. Ninguna de estas dos federaciones continentales puede ser descrita adecuadamente por el concepto del Estado Nación, aunque el idioma inglés sirvió cada vez como el fundamento de una cierta homogeneidad cultural. b) La Unión de la India (1949) En el antiguo cinturón de las civilizaciones mediterráneas-surasiáticas, siguió, en el fundamento de la constitución federal de 1949, la Unión de la India como un Estado subcontinental mucho más poblado. Actualmente reúne 1.339 millones de ciudadanos, es decir, más de un sexto de la población mundial y, de tal manera, más habitantes de los que había tenido todo el mundo en el año 1800. La Unión de la India reemplazó una tradición de la diversidad fluctuante de Reinos dinásticos que había sido típica por casi tres milenios, bajo unificaciones imperiales esporádicas en la Llanura Indo-Gangética del norte. Precisamente ocurrió una mezcla entre unificación y división, inclusive la partición de la llanura mencionada por el establecimiento de la India musulmana aparte bajo el nombre artificial de Pakistán en 1947. De todos modos, el Estado subcontinental absorbió alrededor de 200 Estados monárquicos, entre ellos los dos más grandes –Hyderabad y Cachemira– por conquista directa o presión diplomática, respectivamente. Consecuentemente, la India organizó su territorio de modo federal, aunque con una nueva estructura territorial, pues por la séptima enmienda constitucional de 1956 se crearon catorce Estados miembros según criterios lingüísticos en vez de los Reinos históricos, que fueron diversificados, hasta el año 2000, a un total de 28 Estados federados. Solo en los casos especiales de Cachemira y Sikkim sobrevivieron los núcleos de los Reinos extinguidos. El Estado federado más grande, Rajastán, supera territorialmente a Alemania, mientras el más poblado, Uttar Pradesh, entraría por sí mismo a los cinco Estados más poblados del mundo, por encima del número de habitantes de Brasil. La diversidad cultural, étnica y religiosa de la India –con 22 idiomas regionales constitucionalmente reconocidos bajo el techo común del hindi, al menos 400 lenguas menores, más de diez sistemas de escritura distintos y seis religiones importantes–, supera la pluralidad de la Unión Europea contemporánea1952. 1951
1952
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Cap. V de la Commonwealth of Australia Constitution Act de 1900, op. cit. Comp. CLARKE, The History of Australia, op. cit., págs. 92 y ss; GÜNTHER DOEKER, Parlamentarische Bundesstaaten im Commonwealth of Nations, Tübingen, Mohr, 1980; FERGUSON, Empire, op. cit., págs. 84 y ss, 272; GREWE, The Epochs of International Law, op. cit., pág. 442; HAGEMANN, Kl. Geschichte Australiens, op. cit., págs. 79 y ss; HÄRTEL et al., Föderalismus, t. 4, op. cit., págs. 587 y ss; MACINTYRE, Concise History of Australia, op. cit., págs. 138 y s; REINHARD, Unterwerfung der Welt, op. cit., págs. 741 y ss; VOIGT, Australien, op. cit., págs. 134 y ss. Arts. 1 y 152 y ss de la Constitution de India de 1949, op. cit. De 1950 a 2017, la población creció de 376 millones a 1.339 millones; UN DESA, World Population Prospects 2017, op. cit., pág. 29. Religiones: hinduismo (80,5%), islam (13,4%), cristianismo (2,3%), sijismo (1,9%), budismo (0,8%), jainismo (0,4%); GOVERNMENT OF INDIA, 2001 Census Data, Religion, op. cit. Respecto al federalismo indio:
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
c) La Unión Europea (1992) El cuarto ejemplo lo representa la Unión Europea que se diferencia de las demás federaciones continentales tanto por su carácter puro de una fusión voluntaria de Estados hasta entonces soberanos y por ser el proyecto de crear la verdadera super-potencia del sistema mundo industrial –por lo menos en términos económicos–. La misma se preparó y desarrolló paso por paso a través del traslado de derechos de soberanía, partiendo de los primeros tratados multilaterales de 1951 sobre el régimen común de carbón y acero y el Tratado de Roma de 1957 que instituyó la Comunidad Económica Europea, hasta alcanzar una integración sustancial en todos los ámbitos de la actuación estatal por el Tratado de la Unión Europea de Maastricht de 1992 y la constitución de facto en forma del Tratado de Lisboa de 2007. En ello, los seis miembros fundadores de los años 1950 –Francia, Alemania, Italia y los Países Benelux– han crecido, a partir de 1973, a actualmente veintiocho Estados federados y cuatro Estados vecinos con relaciones especiales. Entre las fechas más llamativas de la unificación europea, puede denominarse la supresión de los controles fronterizos en 1995 y la introducción de la moneda común, el euro en 20021953. Como los motores de integración y dúo líder, se han comprobado Francia y Alemania que han podido transformar exitosamente su conflicto duradero de medio milenio –con orígenes lejanos en las confrontaciones hegemónicas entre los Habsburgo y
1953
PHILIPP DANN, “Federal Democracy in India and the European Union”, en revista VRÜ, núm. 44/2, Baden-Baden, Nomos, 2011, págs. 160-176; GANGULY et al., The State of India’s Democracy, op. cit., págs. 89 y ss; HÄRTEL et al., Föderalismus, t. 4, op. cit., págs. 587 y ss; KOHLI et al., The Success of India’s Democracy, op. cit., págs. 49 y ss; KULKE & R., A History of India, op. cit., págs. 326 y ss; MARQUARDT, Historia del Estado moderno en Asia, op. cit., págs. 19 y s, 53 y ss; MARSHALL, Prisoners of Geography, op. cit., págs. 182 y ss; ROTHERMUND, Geschichte Indiens, op. cit., págs. 100 y ss; SPEAR, A History of India, op. cit., págs. 230-257; WAGNER, Das politische System Indiens, op. cit., págs. 87 y ss. Tratado de la Unión Europea de 1992, op. cit.; Tratado de Ámsterdam de 1997, en DO, núm. C 340, de 10.11.1997; Tratado de Niza de 2001, en DO, núm. C 80, de 10.3.2001; Tratado de Lisboa de 2007, en DO, núm. C 306, de 13.12.2007; Acuerdo relativo a la supresión gradual de los controles en las fronteras comunes, firmado en Schengen el 14 de junio de 1985, en DO, núm. L 239, de 2000. Ampliaciones: en 1973, Gran Bretaña (con Gibraltar, sin islas Anglonormandas y Man), Irlanda y Dinamarca (sin islas Feroe y Groenlandia); en 1981, Grecia; en 1986, España (con las islas Canarias, Ceuta y Melilla) y Portugal (con las Azores y Madeira); en 1990, incorporación de la Alemania oriental (inclusión en la RFA); en 1995, Austria, Finlandia y Suecia; en 2004, Chequia, Chipre (fácticamente sin la República Turca del Norte de Chipre), Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta y Polonia; en 2007, Bulgaria y Rumania; en 2013, Croacia. Los 4 miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio –Suiza, Liechtenstein, Noruega e Islandia– participan en el Espacio Económico Europeo y/o el Acuerdo de Schengen. El óblast ruso de Kaliningrado –la Königsberg alemana hasta 1945– es una enclava rusa en la UE. Sobre el origen y crecimiento de la Unión: BRUNN, Die Europ. Einigung, op. cit., págs. 70308; HÄRTEL et al., Hb. Föderalismus, t. 4, op. cit., págs. 3 y ss; HATTENHAUER, Europ. Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 876 y ss; GUSTAVO PALOMARES L., Relaciones internacionales en el siglo XXI, Madrid, Tecnos, 2004, págs. 49 y ss, 122 y ss, 133 y ss; RÖDDER, 21.0, op. cit., págs. 275 y ss; WOLFGANG SCHMALE, Geschichte u. Zukunft d. europ. Identität, Stuttgart, Kohlhammer, 2008, págs. 105 y ss; WESEL, Geschichte des Rechts, F/G, op. cit., págs. 583 y ss; ÍD. Geschichte des Rechts, Europa, op. cit., págs. 656 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050) MÁS QUE UNA CONFEDERACIÓN: LA UNIÓN EUROPEA EN 2018
Estados miembros del núcleo de la Unión Europea: inclusión a la zona monetaria del Euro y al
Acuerdo de Schengen Otros Estados miembros A cuadros Estados vecinos de la EFTA, miembros del
Acuerdo de Schengen
Mapa 421954
los Valois-Borbones1955– en canales tanto cooperativos como productivos. ¿Por qué ocurrió esta integración que había sido por fuera de lo imaginable desde una perspectiva del año 1914? Primero, los resultados de la Segunda Guerra Mundial dejaron aparecer en cierto sentido a Europa como tal, a pesar de su significado en la economía industrial, como el gran perdedor –teniendo en cuenta la capitulación de Francia en 1940, la de Alemania en 1945 y también Gran Bretaña se vio marginada en la constelación posbélica–, mientras dos Estados continentales en los flancos europeos –los EE.UU. y la Rusia soviética– reclamaron enérgicamente el liderazgo del sistema internacional; segundo, si Europa occidental quiso ser algo más que una acumulación de Estados satélites de un nuevo imperio estadounidense, hubo que superar los antiguos contrastes e incompatibilidades nacionales; tercero, ya en los años 1950 fue visible que la resurrección de la industria alemana superaría la francesa y británica, es decir, no fue pensable una mera Europa aliada de los triunfadores de 1918 y 1945, sino solo mostró perspectivas de éxito una Europa que integrara pacíficamente a su motor económico más potente; cuarto, las antiguas posesiones coloniales de Gran Bretaña, Francia y Benelux en varias zonas no industrializadas del mundo, se comprobaron como irrelevantes e inútiles para posicionarse en la nueva jerarquía industrial, sino más bien como desventajas y factores de altos costos, recomendable de deshacerse de los mismos; 1954 1955
648
Mapa y fotos de Luxemburgo (Kirchberg) y Fráncfort del Meno de BERND MARQUARDT. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 435 y ss.
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
quinto, la verdadera hora del auge europeo llegó en 1989 con la retirada de la Rusia soviética de la gran política internacional, lo que posibilitó que la Unión Europea absorbiera nueve Estados miembros de la masa de quiebra del ex imperio soviético; sexto, muchos problemas de la modernidad industrial, económica y ambiental se presentan al estilo de desafíos supranacionales que se pueden solucionar más eficientemente en sistemas coordinados de territorios amplios; séptimo, las nuevas posibilidades de la segunda revolución fósil-energética de viajar como turista a los Estados vecinos y participar por las noticias televisadas en las políticas de aquellos, así como la progresiva asimilación cultural en las esferas de vestimenta, música, comidas y productos, promovió una identidad europea por encima de la nacional del siglo XIX. Además, en vista de la antehistoria de la antigua Cristiandad latina durante un milenio (aprox. 800-1800), la Unión Europea no es algo totalmente nuevo, sino representa más una resurrección, aunque ahora está basada en una comunidad democrática, social y ambiental en lugar de la cristiana y monárquica, pero incluso en las fronteras externas se pueden reconocer ciertas aproximaciones a su antepasado1956. En la actualidad, la Unión Europea se presenta en su superficie un poco más grande que la Unión de la India, pero sus 512 millones de habitantes encarnan solo el 38% de ciudadanos de la federación surasiática. Hay tres lenguas principales de trabajo en la institucionalidad europea –inglés, francés y alemán–, veintiuno otras lenguas oficiales y por lo menos diez idiomas minoritarios significativos. Según las categorías del sistema mundo industrial, la Unión Europea es la economía segunda más grande del planeta que encarna la quinta parte del Producto Interno Bruto mundial en la cercanía de las cifras de los EE.UU. y se trata de la segunda potencia exportador después de China; además, contiene la tercera parte de las 100 empresas principales del mundo (EE.UU. 29%), el 48% de los 50 bancos más grandes y reúne el 30% de los votos en el Fondo Internacional Monetario. Respecto a la financiación de la Unión, en el año 2015, Alemania pagó el 20,5%, Francia el 16%, Gran Bretaña el 15,4%, Italia el 12% y España el 7,4%1957. Se considera equivoco exceptuar la Unión Europea a través de terminologías especiales del diseño general de la tercera transformación básica del Estado. No es una estructura sui generis por fuera de la estatalidad moderna, sino más bien se ha formado un nuevo 1956 1957
Se sobrepasan estas antiguas fronteras con Grecia, Bulgaria y la mitad oriental de Rumania. Idiomas maternos más hablados: alemán 16%, italiano 13%, inglés 13%, francés 12%, español 8%, polaco 8%, neerlandés 4%; EUROPEAN COMMISSION, Europeans and their Languages, Bruselas, EU, 2012, pág. 10. La UE tiene una participación del 15,4% en las exportaciones mundiales (China: el 16,8%), seguida por los EE.UU. con 11,6%, mientras Rusia alcanza el 2,3% y Brasil el 1,5%; WTO, World Trade Statistical Review 2017, op. cit., pág. 103. EUROSTAT, Population and population change statistics, http://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php/Population_and_population_change_statistics (5.1. 2018); WORLD BANK, Data by country, GDP (current US$), op. cit.; FORTUNE, Global 500, op. cit.; GLOBAL FINANCE, World’s 50 Biggest Banks 2012, op. cit.; FIM, IMF Members’ Quotas and Voting Power, op. cit.; EUROPEAN COMMISSION, EU Budget 2015, Financial Report, Luxemburgo, UE, 2016, pág. 78.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
nivel de la estatalidad federal que, en comparación con los tamaños típicos de la época de la anarquía de la soberanía, es más grande y rechaza, similar a la Unión de la India, todo nacionalismo lingüístico. Desde 1992, se ha establecido la ciudadanía europea complementaria a la nacional, con un pasaporte europeo y la prohibición de discriminación en toda la Unión y, en este sentido, existe una especie de pueblo estatal europeo. Además, hay que señalar los órganos típicos de la estatalidad. En cuanto a la rama ejecutiva con sede en Bruselas, se indica tanto la cabeza colectiva del Consejo Europeo al estilo de un consejo de los jefes de los Estados federados inclusive un Presidente –del Consejo– elegido por aquellos durante un periodo de dos años y medio, como la institución gubernamental concreta de la Comisión Europea con otro Presidente –de Comisión– que dirige un aparato de aproximadamente 25 mil funcionarios públicos. De igual forma, se ha creado un ministerio de asuntos exteriores en 2009 y la Oficina Europea de Policía (Europol) en 1994. Por su parte, la rama legislativa bicameral se compone de una cámara de Estados, llamada Consejo de la Unión Europea en Bruselas, y de una cámara de diputados, llamada Parlamento Europeo en Estrasburgo, elegido cada cinco años por los ciudadanos de la Unión. Además, la rama judicial se constituye por el Tribunal de Justicia de la Unión en Luxemburgo. Como órganos adicionales, hay que señalar el Banco Central Europeo en la capital financiera Fráncfort del Meno y el Tribunal de Cuentas en Luxemburgo. De tal manera, todas las capitales son agrupados en una elipse mosaia-renana en las zonas occidentales de la tradición del Sacro Imperio Romano1958. Respecto al sistema vertical de poderes, las competencias de la Unión Europea son amplias, especialmente en las esferas modernas de la estatalidad industrial. Grandes partes del perfeccionamiento del derecho económico, social, ambiental, energético, tecnológico y de tránsito, se realizan en la actualidad tanto por los reglamentos legislativos europeos que son directamente aplicables, vinculando a los órganos estatales y a los ciudadanos, como por las directivas legislativas europeas que requieren la concreción por la multitud de los poderes legislativos de los Estados miembros dentro de un plazo definido. De todos modos, el derecho europeo asume la prioridad frente al derecho de los Estados miembros. Este alto grado de presencia en los desafíos públicos claves del siglo XXI fortalece a la Unión Europea, mientras la discreción frente a varios de los temas legislativos del siglo XIX no la debilita. En todo caso, la actividad legislativa es mucho más amplia y profunda que la de los Estados federales clásicos del largo siglo XIX –y también del presente–: en términos cuantitativos, se pueden comparar 10.279 normas europeas vigentes con, por ejemplo, 5.364 leyes y decretos nacionales en Alemania, mientras alrededor del 40% de las nuevas leyes alemanas contienen por su parte un impulso del derecho europeo1959.
1958
1959
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Comp. arts. 13-19 TUE y arts. 20, 282, 285 TFUE. Respecto a la disputa sobre el carácter: UTZ SCHLIESKY, Souveränität und Legitimität von Herrsschaftsgewalt, Tübingen, Mohr S., 2004, págs. 323 y ss. Art. 288 TFUE. HUMMER et al., Neueste Entwicklungen, op. cit., págs. 6 y ss; DT. BUNDESTAG, Gesetzentwurf, op. cit.
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
En 1993 y 2009, la Corte Constitucional del Estado miembro más poblado, Alemania, ha caracterizado a la Unión Europea como un Staatenverbund, que no se puede traducir adecuadamente al español, donde se repetiría trivialmente “Unión de Estados”, pero este término expresa en alemán muy precisamente el carácter intermedio entre las dos formas clásicas de la confederación (Staatenbund) y de la federación (Bundesstaat) al estilo de una federo-confederación. Se ha complementado este desarrollo por la Carta de los Derechos Fundamentales de 2000 y la Constitución Europea de 2004 en la forma adoptada por el Tratado de Lisboa de 2007. Ya en 2004, el constitucionalista FLEINER confirmó que la Unión Europea “está sin duda en el camino a un Estado federal”, lo que FUNK concretó en el 2012 por la conclusión que “Europa es un Estado federal ya hace tiempo”. En perspectiva comparada hay que añadir, si se caracteriza algo tan flojo como la Suiza de 1848, la Colombia de 1863 o el Imperio Alemán de 1871 como Estados federales, no hay ninguna causa a negar este atributo para la Unión Europea desde 2007. La afirmación de la supuesta falta de la competencia para modificar competencias se comprueba como un sofismo tramposo, pues en todo sistema federal el cambio del orden vertical de facultades queda vinculado al consenso de los Estados miembros, precisamente a la cámara de Estados, mientras la supuesta falta de un pueblo europeo como soberano democrático es difícil a sostener en vista de la ciudadanía explicita de la Unión y las elecciones directas del parlamento europeo. En el núcleo, los defensores de la no-estatalidad retoman la antigua ficción del alto nacionalismo de finales del siglo XIX sobre la supuesta eternidad de las naciones, en lo que llama la atención que los fundadores del Imperio Alemán federal habían afirmado ahistóricamente la existencia anterior de la nación organizada en 1871, mientras que los euro-críticos del siglo XXI usan esta y otras narraciones sobre naciones imaginariamente predefinidas para negar la posibilidad de un pueblo europeo. Según la opinión del autor, es lo más adecuado aplicar a la Unión Europea la teoría de la soberanía dividida, elaborada durante el largo siglo XIX en el republicanismo federal1960. 1960
BVerfGE 89 (1993), págs. 155 y ss; BVerfGE 123 (2009), págs. 267 y ss; Tratado por el que se establece una Constitución para Europa de 2004, en DO, núm. C 310, de 16.12.2004; Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea de 2000, en DO, núm. C 364, de 2000; Tratado de Lisboa de 2007, op. cit. Al respecto: ARMIN V. BOGDANDY et al., Europ. Verf.recht, Berlín, Springer, 2009, págs. 1 y ss, 13 y ss, 73 y ss, 121 y ss; PETER BÖHRINGER, Die Europ. Union, Zürich, Schulthess, 1997, págs. 30 y ss; BÖHMER, Die EU im Lichte der Reichsverf., op. cit., págs. 113 y ss, 140 y s; FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit., págs. 559 y ss (cita de la versión original alemana de 2004, pág. 554); ALBERT FUNK, “Europa ist schon längst ein Bundesstaat”, en periódico Der Tagesspiegel, de 15.7.2012, http://www.tagesspiegel.de/meinung/essay-europa-ist-schon-laengst-ein-bundesstaat/6879848.html (5.1.2018); PETER HÄBERLE, “El significado de las constituciones en la perspectiva de las ciencias culturales”, en revista PJ, núm. 28, Bogotá, UNAL, 2010, págs. 17-42, 23 y ss; ÍD, Europ. Verf.lehre, 4a ed., Baden Baden, Nomos, 2006, págs. 647 y ss; HÄRTEL et al., Hb. Föderalismus, t. 4, op. cit., págs. 63 y ss, 261 y ss, 291 y ss; KUSCHNICK, Integration in Staatenverbindungen, op. cit., págs. 155 y s; LUCA MEZZETTI, Derecho constitucional de la Unión Europea, Bogotá, Univ. Libre, 2007; STÉPHANE PINON, “El derecho constitucional europeo”, en Revista de derecho constitucional europeo, núm. 13, Granada, Junta de Andalucía, 2010, págs. 267-290; CLAUDIA STORINI, “El Tratado de Lisboa”, en Revista Derecho del Estado, núm. 28, Bogotá, Univ. Externado, 2012, págs. 115-141.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
No obstante, la Unión Europea no se presenta uniformemente integrada. Hay que señalar una zona central, compuesta por 17 de los 28 Estados miembros –en particular los de la parte occidental y central de Europa continental1961– que están incluidos a todo el sistema inclusive la zona monetaria del Euro y el Acuerdo de la frontera común de Schengen, mientras las islas Británicas, Escandinavia y la mayor parte de Europa oriental forman la zona circular con una integración más floja. Gran Bretaña y Polonia tampoco aceptaron la Carta de Derechos Fundamentales. Por su parte, Suiza, Liechtenstein, Noruega e Islandia no son miembros de la Unión Europea, pero tienen relaciones especiales con la misma, inclusive la participación en el Acuerdo de Schengen. En sus alrededores, la Unión Europea ha formado una zona de influencia, denominada política de vecindad, a la cual pertenecen la Asociación oriental de Bielorrusia a Azerbaiyán de 2009, la asociación privilegiada con Turquía (desde 1996/1999) y la Unión para el Mediterráneo de 2008 que incluye a Israel y los Estados costeros árabes1962. El Reino Unido de Gran Bretaña solicitó, en 2017, la salida completa denominada brexit, que debe ser materializada hasta 20191963. En el fondo, hay que reconocer un trauma doble: por una parte, no pareció plausible vivir en una comunidad con un fuerte predominio alemán después de haber ganado dos guerras mundiales para evitar este papel alemán; por otra parte, muchos ingleses no lograron coordinar el nuevo papel de Estado miembro con la memoria del antiguo esplendor imperial. También la crisis griega a partir de 2009 llevo a especulaciones sobre un eventual grexit. Por lo menos subrayó la falta de homogeneidad económica entre las potencias industriales del noroeste y el perfil meramente semi-industrial del sudeste. Hay que observar si el futuro lleva a más diferenciación entre la Europa nuclear y la Europa periférica. d) Otros ejemplos entre Brasil y el Sudeste asiático Revisando los demás casos, llama la atención la federación semi-continental de la América de lengua portuguesa bajo la denominación Brasil con raíces en el siglo XIX. Mientras la república federal costera de 1891 había sido demográficamente un enano, ésta ha crecido, por la colonización del interior del continente, a la nueva realidad de un gigante con actualmente 26 Estados miembros y un total de 209 millones de habitantes. Ocupa aproximadamente la mitad de Suramérica, en contraste con HispanoAmérica que es subdividida en varios Estados soberanos1964. 1961
1962
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Alemania, Austria, Bélgica, Eslovenia, Eslovaquia (desde 2009), Estonia (2011), España, Finlandia, Francia, Grecia, Italia, Letonia (2014), Lituania (2015), Luxemburgo, Malta, Países Bajos y Portugal. RICHARD G. WHITMAN & STEFAN WOLFF, The European Neighborhood Policy in Perspective, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2012. MARCUS GATZKE et al., “Großbritannien, Die Brexit-Tragödie”, en periódico Die Zeit, de 13.10.2017, http://www.zeit.de/wirtschaft/2017-10/brexit-theresa-may-boris-johnson (5.1.2018). Arts. 25 y ss de la Constituição da República federativa do Brasil de 1988, ed. por PRESIDÊNCIA DA REP., Constituições, op. cit.; ALEXANDER BUSCH, Wirtschaftsmacht Brasilien, Múnich, Hanser, 2009, págs. 1 y ss.
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
Recientemente, en 2008, se ha fundado la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), a la cual pertenecen doce Estados con 424 millones de habitantes en un territorio cuatro veces más grande que la Unión Europea. El 73% del territorio se organiza paralelamente en forma de la comunidad económica del Mercado Común del Sur (Mercosur) de 1991 y el 28% en la Comunidad Andina de Naciones (CAN) de 1969 que se reconocen mutuamente como miembros asociados. Las instituciones suramericanas quieren orientarse en la Unión Europea, pero no han alcanzado un nivel de integración comparable, ya que la cooperación predominante es todavía la intergubernamental flexible. De todos modos, existe desde 2001 el pasaporte andino y desde 2002 el pasaporte Mercosur. Nuevas asociaciones alternativas, como la Alianza del Pacífico de 2011 entre los Estados económicamente bien desarrollados de Chile, Perú, Colombia y México, o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños de 2010 que incluye toda la América al lado sur del río Bravo y cuenta con 33 Estados miembros y 638 millones de habitantes, subrayan hasta la fecha más un activismo nervioso que una integración e institucionalización sólida1965. LAS FEDERACIONES CONTINENTALES DEL SIGLO XXI
Mapa 431966
Entre las federaciones continentales históricas, debe mencionarse la Unión Soviética que existió de 1922 a 1991 con finalmente 290 millones de habitantes. A diferencia de los otros ejemplos, tuvo sus raíces en un imperio extenso de la modernidad temprana y del largo siglo XIX. Precisamente, nació en su implosión de 1917 y refundación 1965
1966
Tratado constitutivo de la Unión de las Naciones Suramericanas de 2008, ed. por UNASUR. Mercosur: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela. Comunidad Andina: Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú. Véase JUAN P. PAMPILLO, La integración americana, México, Porrúa, 2012, págs. 131 y ss. Mapa: BERND MARQUARDT.
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postmonárquica como una unión de repúblicas populares que habían pasado por algunos años intermedios de soberanía. Aparte de la orientación sistémica no negociable, el carácter fue casi confederal, con una pertenencia particular de tres de los Estados miembros a las Naciones Unidas a partir de 1945. Sin embargo, la sucesora de 1991 en forma de la Comunidad de Estados Independientes fue una mera confederación de carácter flojo, al estilo de brindar homenaje al pasado sin realidad política, aunque la Comunidad Económica Eurasiática del año 2000 pretendió realizar una nueva interconexión económica, que se profundizó, en 2014, en forma de la sucesora Unión Económica Euroasiática entre Rusia, Bielorrusia, Armenia, Kazajistán y Kirguistán. A primera vista, parece también plausible explorar la sucesora del federalismo soviético en la Federación Rusa que reúne el 78% del territorio soviético y la mitad de la población anterior. Según la constitución de 1993, Rusia se compone de 85 sujetos federales con un grado de autonomía diferenciado, inclusive 22 repúblicas federadas con constituciones y poderes legislativos propios. Sin embargo, se trata de un federalismo desproporcional y hegemónico, pues las 22 repúblicas son precisamente las zonas de autogobierno de las minorías étnicas no rusas con un papel periférico frente a una Rusia todopoderosa cuyo pueblo representa, en la consecuencia del colonialismo poblador del largo siglo XIX, cuatro quintos de la población federal. También el autocratismo del gobierno de PUTIN desvaloriza la calidad federal1967. Como un Estado continental sin organización federal, hay que añadir la creciente potencia mundial en resurrección de China, con una superficie y población de más del doble de la Unión Europea y un dominio sobre casi la quinta parte de la población mundial, equivalente al número de habitantes de todo el Occidente tricontinental en Europa, las Américas y Australia-Nueva Zelanda junto. La república popular con base en un ex imperio del antiguo régimen, prefiere constituirse unitariamente, aunque la mitad del territorio está organizado en forma de cinco regiones autónomas de minorías étnicas que reúnen el 8% de la población. Un ejemplo de estas es el extenso ex Reino de Tíbet, anexionado militarmente por parte de China en 1950. Además, desde 1997 y 1999, existen por acuerdos internacionales dos regiones administrativas especiales –las ex posesiones europeas de Hong Kong y Macao– que son prácticamente ciudades-Estados federados con leyes fundamentales, modelos políticos y sistemas económicos propios, bajo el lema del dirigente DENG XIAOPING (1979-1997): un país, dos sistemas1968. 1967
1968
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Constitución de la Federación Rusa de 1993, op. cit.; HÄRTEL et al., Hb. Föderalismus, t. 4, op. cit., págs. 845 y ss; JEFFREY KAHN, Federalism, Democratization, and the Rule of Law in Russia, Oxford, Univ. Press, 2002; NOLTE, Kl. Geschichte Russlands, op. cit., págs. 418 y ss; PLEINES et al., Russland, op. cit., págs. 95 y ss. Declaración conjunta sino-británica sobre la cuestión de Hong Kong de 1984, ed. por GOBIERNO DE HONG KONG; Declaração Conjunta do Governo da Rep. Portuguesa e do Governo da Rep. Popular da China sobre a Questão de Macau de 1987, ed. por IMPRENSA OFICIAL, MACAO. De 1950 a 2017, la población china creció de 554 millones a 1.410 millones; UN DESA, World Population Prospects 2017, op. cit., pág. 29. Comp. DÖRR, Inkorporation, op. cit., págs. 363 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., pág. 190; MARQUARDT, Historia del Estado moderno en Asia, op. cit., págs. 17 y s, 45 y ss, 122 y ss, 157 y ss;
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
Por lo demás, pueden discutirse varias federaciones continentales flojas que no han superado el carácter de proyectos orientados al futuro y donde el nivel federal no muestra ninguna tendencia a la calidad estatal propia. Por ejemplo, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) de 1967 con 648 mil habitantes se enfoca en el principio consensual y no toca la soberanía de sus diez Estados miembros monárquicos, comunistas y seudo-democráticos, pero ha elaborado en 2007 una especie de documente constitucional confederal, la Carta asiática. En la parte árabe de la civilización islámica, se ha formado, a partir de 1945, la Liga de Estados Árabes con 22 miembros desde Marruecos hasta Omán y 416 millones de habitantes, con su sede principal en El Cairo, Egipto. Aunque el nacionalismo árabe –en fundamentos del idioma común, de la religión compartida y de la enemistad común frente a Israel– promovió una cierta identidad colectiva, tanto la incapacidad de los diferentes gobiernos autocráticos a aceptar limitaciones de su soberanía como la división ideológica entre el socialismo árabe y el neoislamismo, impidieron toda institucionalización profunda. En la actualidad incluso cinco Estados miembros –Irak, Siria, Yemen, Somalia y Libia– muestran graves problemas de cohesión interna. Otra expresión del continentalismo contemporáneo es la joven Unión Africana que ha reemplazado, en 2002, el club de debate de la Organización para la Unidad Africana de 1963 y cuenta con 54 Estados miembros y más de mil millones de habitantes. Ambiguamente, el modelo de organización pretende orientarse tanto en las Naciones Unidas como en la Unión Europea. Probablemente, los Estados musulmanes de África del Norte que hoy son orientados de modo bidireccional, tendrán que decidirse en el futuro cuál proyecto de integración van a preferir. El Acta constitutivo de 2002 hizo referencia a los principios democráticos, pero se trató prácticamente de un club de dictadores1969/1970. e) La continentalización del poder judicial: las dos jurisdicciones hemisféricas de derechos humanos Un desarrollo complementario al perfeccionamiento del Estado iusfundamental, puede reconocerse en la creación contractual de dos jurisdicciones casi hemisféricas en asuntos de derechos humanos. La una es la del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, fundado en 1959 con sede en Estrasburgo y base en la Convención Europea de Derechos Humanos de 1950; la otra es la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 1979 con sede en San José de Costa Rica y fundamento en la Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969. La verdadera activación ocurrió, en el caso europeo, con el Protocolo
1969
1970
TONY SAICH, Governance and Politics of China, 2a ed., N. York, Palgrave Macmillan, 2004; SCHMIDT-G., Das neue China, op. cit., págs. 108 y ss; SPENCE, The Search for Modern China, op. cit., págs. 667 y ss. Asean Charter de 2007, ed. por ASEAN, http://asean.org/wp-content/uploads/images/archive/publications/ ASEAN-Charter.pdf (5.1.2018); The Constitutive Act of the African Union de 2002, ed. por ACHPR, http: //www.achpr.org/instruments/au-constitutive-act/ (5.1.2018). Véase HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 346 y s. No se tienen en cuenta organizaciones postcoloniales sin interés de integración, como el Commonwealth británico de 1931/1949 y la Union/Communauté française de 1946 a 1995.
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11 de 1998, mientras la competencia contenciosa y obligatoria de la Corte Interamericana fue aceptada por la mayor parte de los Estados de la respectiva zona entre 1980 y 1993 y muchas veces resultó constitucionalizada. Si se tiene en cuenta que la tradición europea del antiguo régimen había entendido la zona de jurisdicción y la estatalidad como sinónimos, estas dos supra-cortes constitucionales significaron una estatalización supranacional parcial en sus zonas de actuación. No debe confundirse el Tribunal Europeo con el poder judicial de la Unión Europea, pues su zona de jurisdicción sobrepasó el radio de los Estados miembros de la misma e incorporó también la AELC, los Balcanes (desde 1995/2007), Ucrania (1995), Rusia (1996), Turquía (1953) y las repúblicas asiáticas del Cáucaso (1999/ 2001), en total 47 Estados en todo el territorio euro-asiático entre los océanos Atlántico y Pacifico. En cambio, la Corte Interamericana no ha alcanzado su ideal hemisférico, sino se limita, en vista del rechazo en la América angloparlante –los EE.UU. y Canadá– a una zona de jurisdicción latinoamericana1971.
Mapa 44: Las dos jurisdicciones hemisféricas en derechos humanos del siglo XXI 1972
Desde la década de 1990, ambas cortes elaboraron la capacidad y la autoestima de juzgar crítica e incómodamente en contra de las lógicas de soberanía de los Estados particulares. Esto no fue fácil, pues si los Estados del núcleo europeo de los años 80 y 90 reflexionaron sobre los derechos humanos, el enfoque fue el de su propia solidez 1971
1972
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Convención europea de ddhh de 1950 con modificaciones por el Protocolo 11 de 1998, ed. por ECHR, http: //www.echr.coe.int/Documents/Convention_SPA.pdf (5.1.2018); Convención americana sobre ddhh de 1969, ed. por OACDH, http://www.hchr.org.co/documentoseinformes/documentos/html/pactos/conv_americana_derechos_ humanos.html (5.1.2018); Protocolo de San Salvador de 1988, ed. por OEA, https://www.oas.org/juridico/ spanish/tratados/a-52.html (5.1.2018). Comp. ARNAULD, Völkerrecht, op. cit., págs. 246 y ss, 297 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 366 y s; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., págs. 427 y ss, 419 y ss; NUSSBERGER, Das Völkerrecht, op. cit., págs. 98 y ss; VITZTHUM et al., Völkerrecht, op. cit., págs. 230 y ss, 239 y ss; WOLGAST, Geschichte, op. cit., págs. 232 y ss, 238 y ss. Mapa: BERND MARQUARDT.
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superior en contraste con los problemas identificados en los países comunistas, musulmanes y tropicales. Por eso, empezó ahora un proceso de readaptación delicado cuando los jueces de Estrasburgo los confrontaron con sus propios vacíos y defectos. Por ejemplo en 1995, el Tribunal Europeo evaluó la práctica alemana de las deshabilitaciones profesionales de maestros de colegio por su afiliación al partido comunista, como una violación de sus derechos humanos a la opinión y asociación libre. Nuevas tensiones se presentaron en la causa Görgülü de 2004, cuando el Tribunal Europeo defendió los derechos de un padre no casado de etnia turca en Alemania a tener contacto con su hijo, pero el tribunal regional de Sajonia-Anhalt usurpó la facultad de transformar la decisión de Estrasburgo en su opuesto, hasta que varias sentencias del Tribunal Constitucional alemán impusieron efectivamente la decisión de sus colegas estrasburgueses. Basándose en estas experiencias, Alemania corrigió gradualmente su soberanismo dualista del pasado, pero el Tribunal Constitucional nacional subrayó al mismo tiempo que reclamó la última palabra. El problema iustécnico es que Alemania no acepta el rango constitucional de la Convención Europea de Derechos Humanos, sino la entiende como una mera ley ordinaria1973. En cambio, muchos otros Estados europeos – especialmente los pequeños como Austria y Suiza– aceptan el rango constitucional de dicha convención sin reservas1974. Revisando la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y teniendo en cuenta toda la época de 1959 a 2016 a partir de la respectiva adhesión, Turquía ha sido condenada por 2.889 violaciones de derechos humanos, Italia por 1.791, Rusia por 1.834, Ucrania por 1.106, Polonia por 944, Grecia por 828, Francia por 722, Gran Bretaña por 312, Alemania por 186, España por 98 y Suecia por 60 casos. Esta lista expone un desequilibrio general de la calidad iushumana entre oeste y este, aunque también Italia muestra resultados preocupantes. En la jurisdicción latinoamericana, se detectan menos sentencias, contando 82 casos contenciosos en Perú, 35 en Guatemala, 29 en Colombia, 28 en Ecuador, 22 en Venezuela, 21 en Honduras, 20 en Argentina, diez en México y nueve en Chile, pero estas se dedicaron muchas veces a violaciones más graves de derechos humanos, inclusive conflictos armados y masacres masivas1975.
1973
1974 1975
TEDH, Sentencia 7/1994/454/535, Vogt vs. Alemania de 1995, en NJW, Múnich, Beck, 1996, pág. 375; ÍD., Caso 74969/01, 64, Görgülü vs. Alemania de 2004, http://hudoc.echr. coe.int/eng?i=001-61646 (5. 1.2018). Comp. GERTRUDE LÜBBE, “ECHR and National Jurisdiction, The Görgülü Case”, en revista Humboldt Forum Recht, núm. 12, Berlín, Humboldt Univ., 2006, págs. 138-146. Para Suiza: KLEY, Verf.geschichte, op. cit., pág. 166; PAHUD, CH Rechtsgeschichte, op. cit., págs. 191 y s. ECHR, Annual Report 2016, op. cit., págs. 202 y s. Cifras americanas según la página oficial de la Corte: http://www.corteidh.or.cr/index.php/mapa-interactivo . Comp. CHRISTINA BINDER, “Auf dem Weg zum lateinamerikanischen Verfassungsgericht?” en revista ZaöRV, núm. 71, Heidelberg, MPI AöRV, 2011, págs. 1-29; BOGDANDY & V., ¿En nombre de quién? op. cit., págs. 99 y ss; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 366 y s; HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 368 y ss; TANIA VIVAS & JAIME CUBIDES, “Diálogo judicial transnacional en la implementación de las senten-
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Se indica como ejemplo el año 2001, cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos juzgó la responsabilidad del Estado peruano en cuanto a la masacre de Barrios Altos con 15 asesinatos cometidos por agentes del Estado en 1991 y donde se derogó la legislación de auto-amnistía de 1995 con el fin de evitar la impunidad de los abusos militares y policiales en el conflicto interno de este país. En 2002, la Corte Interamericana condenó a Venezuela por los 276 muertos de la masacre del Caracazo que había ocurrido, en 1989, para suprimir de modo arcaico las protestas populares contra la política neoliberal y anti-social del gobierno de entonces. En 2005, los magistrados condenaron a Chile para subrayar la imposibilidad de amnistiar delitos de lesa humanidad, invalidando la respectiva reliquia precaria de la dictadura de PINOCHET. Además, en varias sentencias claves de 2004 a 2007, la Corte Interamericana confirmó que las masacres de los paramilitares colombianos, realizadas entre 1987 y 1997, habían tenido lugar dentro del marco de responsabilidad del Estado, indicando la perspectiva muy incómoda para dicha república de haber llevado a cabo una especie de terror estatal privatizado. Se agregó la condena de 2010 por el politicidio sistemático que había eliminado, entre 1985 y 1990, el partido político de izquierda Unión Patriótica. De igual forma, Colombia fue juzgada, en 2012, por un bombardeo de la Fuerza Aérea, realizado en 1998, que dejó 17 civiles muertos entre los cuales había seis niños y, en 2014, por las desapariciones forzadas, torturas y ejecuciones extralegales cometidos por las fuerzas armadas en la Retoma militar del Palacio de Justicia, en 19851976. En el siglo XXI, la soberanía estatal ya no tiene el alcance real de poder escaparse de estas sentencias, a pesar de su incomodidad. No siempre fueron presentadas en el núcleo de la prensa nacional, a veces se percibió sentimientos de vergüenza, no toda crítica de impunidad nacional fue materializada, pero en general se aceptó. Más bien, las cortes hemisféricas tienen un alto significado para la unificación de los estándares de derechos humanos en su jurisdicción1977. La tercera jurisdicción supraestatal de este tipo, la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, prevista desde el 2004, es todavía más un proyecto que una organiza-
1976
1977
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cias de la Corte Interamericana”, en revista Entramado, vol. 8, núm. 2, Cali, Univ. Libre, 2012, págs. 184-204. CORTE IDH, Caso Barrios Altos vs. Perú, sentencia de 14.3.2001, Fondo, C, núm. 75; ÍD., Caso del Caracazo vs. Venezuela, de 29.8.2002, Fondo, C, núm. 95; ÍD., Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile, de 26. 9.2006, Fondo, C, núm. 154; ÍD., Caso 19 Comerciantes vs. Colombia, de 5.7.2004, Fondo, C, núm. 109; ÍD., Caso de la Masacre de Mapiripán vs. Col., de 15.9.2005, Fondo, C, núm. 134; ÍD., Caso de la Masacre de Pueblo Bello vs. Col., de 31.1.2006, Fondo, C, núm. 140; ÍD., Caso de las Masacres de Ituango vs. Col., de 1.7.2006, Fondo, C, núm. 148; ÍD., Caso de la Masacre de la Rochela vs. Col., de 11.5.2007, Fondo, C, núm. 163; ÍD., Caso M.Cepeda V. vs. Col. (caso UP), de 26.5.2010, Fondo, C, núm. 213; ÍD., Caso Rodríguez V. y otros (Palacio de Justicia) vs. Col., de 14.11.2014, Fondo, C, núm. 287. FLÁVIA PIOVESAN, “Ius constitutionale commune latinoamericano en derechos humanos e impacto del sistema interamericano”, en ARMIN V. BOGDANDY et al. (Eds.), Ius constitutionale commune en ddhh en América Latina, México, Porrúa, 2013, págs. 181-206.
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ción capaz de actuar. Tampoco es positiva la perspectiva de la activación material, si se tiene en cuenta que la mayor parte de los Estados africanos son repúblicas autocráticas en manos de dictadores longevos que no muestran simpatías para dejar limitarse a través del garantismo iushumano. Además, faltan organizaciones semejantes en Norteamérica, en Oceanía y en la mayor parte de Asia. f) Resumen intermedio Sintetizando, se pueden reconocer en el sistema mundial actual once continentalismos organizados política-jurídicamente, con una cohesión de integración muy diversificada, que se basan en percepciones geopolíticas, culturales, históricas y económicas de identidad. Los que tienen un carácter estatal son, según el orden del tamaño poblacional: China, la Unión de la India, la Unión Europea, los Estados Unidos de América, la República federativa de Brasil, la Federación Rusa y Australia. Como los no-estatales hay que añadir: la Unión Africana, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, la Unión de Naciones Suramericanas y la Liga de Estados Árabes. Como la zona menos integrada, se señala el oeste asiático entre Turquía y Pakistán, donde Ankara no ha logrado restaurar la antigua unidad imperial-otomana con el mundo árabe, ni Pakistán la suya con las demás partes del subcontinente de la India. Nadie diría que no haya empezado y progresado un proceso profundo de la transformación en el sistema de Estados. C)
EL REGIONALISMO HISTÓRICO Y ÉTNICO
Como el complemento sorprendente de las Naciones Unidas globales y de las federaciones continentales, el siglo XXI muestra una tendencia al neo-segmentarismo. Siguiendo la sociología de ROBERTSON, algunos observadores hablan de la glocalización para describir la creciente valorización combinada de lo global y local en vez del unitarismo nacional. Si en un Estado Nación del largo siglo XIX no estuvo presente ningún nivel tradicional de Estados federados de tipo de Baviera, Berna, Estiria, Texas o Yucatán, se inició en los años 1970 una ola post-nacionalista de la apreciación de las particularidades culturales, mediante el nuevo modelo atractivo de la regionalización, que concede a subentidades territoriales derechos sustanciales de autonomía al estilo de un “hermano pequeño del federalismo”. De modo teórico, puede argumentarse que el federalismo y el regionalismo se distinguen de tal manera que los Estados federados encarnan una co-estatalidad o co-soberanía originaria y participan en el nivel central por una cámara de Estados, mientras las regiones autónomas reciben sus facultades a través la delegación del Estado central y no poseen ninguna cámara de regiones, pero esta distinción contiene muchas imprecisiones borrosas en los casos concretos. De todos modos, el unitarismo estricto del nacionalismo de la Revolución francesa, se disolvió a una excepción rara frente a modelos de la separación vertical de poderes
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que reconocen autonomías más o menos profundas alrededor de derechos de la autonormativización y auto-tributación1978. En el fondo se dio una revalorización positiva de los idiomas regionales y locales, llevando la lógica autonomista del Imperio Austríaco del largo siglo XIX a una victoria tarde sobre las políticas de homogeneización y asimilación de los Estados nacionales1979. El Pacto internacional de derechos civiles y políticos de 1966 reconoció mundialmente los derechos de las “minorías étnicas, religiosas o lingüísticas”. También la creciente unificación europea impidió interpretar grupos lingüísticos con particularidades o similitudes con la cultura del país vecino, como minorías indeseadas. Finalmente, la Carta europea de las lenguas minoritarias o regionales de 1992 quiso proteger la diversidad lingüística como el patrimonio común de la tradición europea, aunque algunos países como Francia no la ratificaron1980. Img. 163: El contra-nacionalismo regional de los años 1980: en Tirol del Sur se modificó la placa nacional obligatoria en los automóviles de ese entonces –con la I para Italia– al estilo de decir en el dialecto local del alemán la siguiente frase de identidad: “Yo soy un tirolés del sur” (I = Ich = yo) bajo el uso del escudo del antiguo Tirol austríaco anterior a la cesión forzada del 19191981
El punto de partida fue Italia con la constitución de 1947 que creó cinco regiones con autonomía especial en Aosta, Cerdeña, Friul, Sicilia y Tirol del Sur. En el fondo, el Acuerdo de París de 1946 entre Austria e Italia y una resolución de la ONU de 1960, internacionalizaron la cuestión tirolesa proveniente de la Primera Guerra Mundial, cuando se había convertido la parte meridional de un ex principado de la tradición romano-germánica y austríaca, en contra de la voluntad de la población afectada de lengua bávaro-austríaca, en un botín de guerra de Italia (1919). El caso modelo del Tirol del Sur recibió una autonomía de calidad con el segundo estatuto de autonomía de 1972 que introdujo el Landtag (‘asamblea del país’ = parlamento) con facultades amplias, el gobierno propio bajo el Landeshauptmann (capitán del país = primer ministro) elegido parlamentariamente, la disposición sobre el 90% de los ingresos tributarios, el 1978
1979 1980
1981
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Cita de GAMPER, Regionen, op. cit., págs. 259 y ss. Comp. FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit., págs. 539 y ss; HÄBERLE, El Estado constitucional, op. cit., págs. 116, 406 y ss; ROLAND ROBERTSON, “Glocalización”, en JUAN MONEDERO (Ed.), Cansancio del Leviatán, Madrid, Trotta, 2003, págs. 261284; ALBRECHT WEBER, “Die Regionen als verf.geschichtliche Voraussetzung des Europarechts”, en ANDREAS BAUER & KARL WELKER, (Eds.): Europa und seine Regionen, Colonia, Böhlau, 2007, págs. 749-762; VERGOTTINI, Las transiciones constitucionales, op. cit., págs. 93 y ss. Véase capítulo III.2.E. Véase capítulo III.2.D. European Charter for Regional or Minority Languages, CETS núm. 148, Council of Europe, http://www. ifa.de/fileadmin/pdf/abk/inter/ec_ets_148.pdf (5.1.2018). Lugar: Südtiroler Landesmuseum für Tourismus, Meran, Tirol del Sur, Italia.
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carácter oficial del idioma alemán en la administración pública y educación y el acceso a los puestos públicos según la proporcionalidad étnica. Como consecuencia, se estableció un sistema unipartidista de facto del partido étnico-alemán de corte cristianodemócrata Partido Popular del Tirol del Sur al nivel provincial y en casi todas las alcaldías, incluyendo el gobierno de 25 años de su jefe LUIS DURNWALDER como primer ministro (1989-2014)1982. Por su parte, la Constitución española de 1978 retomó el intento breve de su predecesora de 1931 y estructuró el país postfranquista en 17 comunidades autónomas como Cataluña y Navarra, legitimadas histórica, cultural y lingüísticamente. La región de Cataluña recibió su primer estatuto de autonomía en 1979, pero el intento de profundización por el segundo estatuto de 2006 resultó bloqueado por el Tribunal constitucional en 2010, lo que fortaleció sustancialmente el movimiento de independencia de dicha zona que entendió a sí mismo cada vez más como una nación propia1983. Además, el Reino de Bélgica empezó, en 1970, con la introducción del regionalismo étnico que fue profundizado, en 1993, en forma de un federalismo formal con la subdivisión del Estado en la parte flamenca, la francesa, la capital bilingüe y la comunidad alemana de la zona fronteriza1984. Esta estructura rompió con las provincias históricas en el fundamento de ex principados del Sacro Imperio Romano. Sin embargo, desde el 2010 el país muestra tendencias a una futura disolución completa. Igualmente, Bosnia y Herzegovina se federalizó a través de la constitución de 1995, en el marco de la pacificación de la guerra civil étnica-religiosa sobre la fundación del Estado. No obstante, las fronteras internas no se orientaron estrictamente en las etnias históricas, que nunca habían tenido delimitaciones territoriales estrictas, sino en el estatus quo de las alianzas bélicas, legitimando las limpiezas étnicas de los años anteriores como la de Srebrenica. De tal manera, nacieron tanto un Estado conjunto de los bosniacos musulmanes y croatas católicos –llamado Federacija Bosne i Hercegovine– como otro de los serbios ortodoxos –denominado Srpska–, de los cuales el primero está federado por su parte en forma de diez cantones de tamaño distrital –de estos, cinco musulmanes, tres católicos y dos binacionales–1985. 1982
1983
1984 1985
Statuto Speciale, Sonderstatut für Trentino-Südtirol, de 1972, op. cit. Comp. art. 116 de la Costituzione della Repubblica Italiana de 1947, op. cit. Véase GROTE, I bin a Südtiroler, op. cit., págs. 189 y ss, 216 y ss; STEININGER, Südtirol, op. cit., págs. 506 y ss. Arts. 137 y ss de la Constitución española de 1978, op. cit.; Estatuto de autonomía de Cataluña de 1979, op. cit.; Estatuto de autonomía de Cataluña de 2006 en BOS, núm. 172, de 20.7.2006, págs. 27269-27310; TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA, Sentencia 31/2010, Reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña, en Boletín Oficial del Estado, núm. 172, de 16.7.2010, págs. 1-491. Comp. GERGEN, Sprachengesetzgebung, op. cit., págs. 161 y ss; HÄRTEL et al., Hb. Föderalismus, t. 4, op. cit., págs. 819 y ss; HIRSCHMANN, Wie Staaten schwach werden, op. cit., págs. 210 y ss; SOSA, El Estado fragmentado, op. cit. Art. 1 de Belgische Grondwet de 1994, op. cit. Comp. HÄRTEL et al., Handbuch, t. 4, op. cit., págs. 745 y ss. Arts. 1 y 3 de la Ustav Bosne i Hercegovine, Constitución de Bosnia y Herzegovina de 1995, ed. por WIPO, Lex, op. cit. Comp. CALIC, Geschichte Juogoslawiens, op. cit., pág. 324.
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Img. 164: La convivencia difícil en la federación bosniaca después de la territrorialización artificial de los grupos étnicos-religiosos en la guerra de 1992 a 1995: por encima del casco histórico de Mostar con su perfil otomano-musulmán, renace en 2017 la iglesia ortodoxa de finales del siglo XIX. Mostar es un cantón binacional musulmáncatólico del cual la tercera confesión ortodoxa resultó expulsada en la guerra1986
Asimismo, el Reino de Gran Bretaña ha restaurado sus cuatro constituent countries o naciones históricas, a saber, Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, empezando con el referéndum escoses de 1997 y las subsiguientes Leyes de Escocia de 1998 y 2012 que instituyeron un parlamento propio con facultades amplias y un gobierno bajo un ministro principal. Paralelamente, las Leyes de gobierno de Gales de 1998 y 2006 crearon la asamblea nacional de este país y el respectivo ministro principal. En Irlanda del Norte, las decisiones equivalentes del año 1998 pacificaron duraderamente el último conflicto armado de tipo religioso-étnico de Europa occidental, a saber, el enfrentamiento endémico entre rebeldes católicos y paramilitares protestantes, proveniente de la década de 1960. El modelo británico muestra un carácter histórico, sin orientarse en fronteras lingüísticas1987. Mirando a América Latina, México, Venezuela, Brasil y Argentina prolongaron su pasado federal, mientras Colombia se conectó a través de la constitución de 1991 con su antehistoria federal (1853-1886) y la diversidad cultural dentro del marco hispanoparlante, profundizando su regionalismo departamental (32 miembros). En 2002 se regionalizó también Perú (25 miembros), en 2008 Ecuador (9 entidades) y en 2010 Bolivia (9 miembros)1988. En el continente africano, Sudáfrica lo hizo en la transformación de 1994 de un Estado neo-europeo y racista de corte cultural neerlandés, a un Estado africano que 1986 1987
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Foto: BERND MARQUARDT. An Act to provide for the Establishment of a Scottish Parliament and Administration de 1998, c. 46; An Act to replace Schedule 1 to the Scotland Act 1998 de 2004, c. 13; An Act to amend the Scotland Act 1998 de 2012, c. 11; An Act to establish and make Provision about the National Assembly for Wales de 1998, c. 38; An Act to make Provision about the Government of Wales de 2006, c.32. Véase MASTRONARDI, Verf.lehre, op. cit., págs. 243 y s; OTTO, Der Nordirlandkonflikt, op. cit., págs. 83 y ss, 124 y ss; SCHIEREN, Großbritannien, op. cit., págs. 133 y ss; WASSON, A History of Modern Britain, op. cit., págs. 305 y ss. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 556 y ss.
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tuvo que reconocer la diversidad entre el oeste de predominancia neerlandesa y el este con su perfil bantú. Además, Etiopía pacificó su larga guerra civil (1974-1991) –en la cual había ganado una coalición de varias organizaciones de liberación étnica– por la introducción del federalismo étnico, creando a través de la constitución de 1994 nueve Estados federados según criterios lingüísticos. En ello, los etíopes clásicos tenían que reconocer que su expansión del siglo XIX al África subsahariana pre-estatal, los hizo ahora una minoría en su propio país. Hay que observar cuidadosamente, si Somalia logra una pacificación análoga a través de su federalización según la constitución provisional de 20121989. En varios Estados se añaden territorios particulares con una autonomía especial, principalmente en archipiélagos aislados. Ejemplos son las islas suecoparlantes de Åland en Finlandia (1920)1990, las islas Feroe (1948) y Groenlandia (1979) en Dinamarca, las Azores y Madeira en Portugal (1976)1991. En Europa suroriental se juntan los casos de Voivodina en Serbia (1974) y Gagauzia en Moldavia (1994). En cambio, pueden destacarse algunos intentos de regionalización que quedaron meramente semánticos. Cuando el Estado originario del centralismo ilustrado y unitarismo nacional, Francia, dio desde 1972 movimientos cuidadosos en esa dirección y formó, paso por paso –especialmente en 1986– 27 regiones con una cierta autonomía, como Bretaña, Borgoña o Alsacia, los resultados quedaron muy limitados. Tampoco se conectaron con una tolerancia lingüística, vista todavía como incompatible con el concepto francoparlante de la nación. Resumiendo, el neo-segmentarismo cuenta actualmente con 403 Estados federados y al menos 261 regiones autónomas1992. A estos se suman varias entidades autónomas 1989
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Arts. 103 y ss de la Grondwet van Suid-Afrika de 1996, op. cit.; arts. 46-47 de la Constitución de la República Democrática Federal de Etiopía de 1994, op. cit.; arts. 1, 48-49, 120-121 de la Constitución provisional de la República Federal de Somalia de 2012, op. cit. Comp. FESSHA, Ethnic Diversity and Federalism, op. cit., págs. 61 y ss, 95 y ss, 151 y ss, 187 y ss Es un resultado de la división compleja del antiguo Reino de Suecia (hasta 1809), bajo la pertenencia pasajera de Finlandia y Åland a Rusia (1809-1918) y el modo bélico de la independencia finesa (1918). En 1920, la Sociedad de Naciones resolvió el conflicto sueco-finés por una autonomía amplia de los suecos isleños dentro de Finlandia; FISCH, Das Selbstbestimmungsrecht, op. cit., pág. 158. Art. 225 de la Constitución de Portugal de 1976, op. cit. Estados federados: véase capítulo VIII.1. Regiones autónomas: 140 en Europa: 17 en España; 20 en Italia; 4 naciones + 10 territorios de ultramar (p. ej. Gibraltar) en Gran Bretaña; 27 regiones + Polinesia francesa + Nueva Caledonia en Francia; 16 en Polonia; 14 en Chequia; 13 en Grecia; 8 en Eslovaquia; 2 en Portugal; 2 en Dinamarca; 1 en Finlandia; 1 en Serbia; 1 en Moldavia // 83 en América: 32 en Colombia; 25 en el Perú; 9 en Bolivia; 9 en Ecuador; 3 en los EE.UU. (Guam, Samoa, Marianas); 2 en Chile (Isla de Pascua, Archipiélago Fernández), 2 in Nicaragua (Atlántico Norte y Sur); 1 en Trinidad y Tobago (Tobago) // 3 en Oceanía: 1 en Australia (isla Norfolk); 1 en Nueva Zelanda (Tokelau); 1 en Papúa Nueva Guinea (Bougainville) // 23 en Asia: 5 + 2 en China; 7 en Birmania; 3 en Indonesia (Aceh, Papúa y Papúa occidental); 2 en Pakistán (Cachemira Azad, Gilgit-Baltistán); 1 en Georgia (Ayaria); 1 en Tayikistán (Alto Badajshán); 1 en Corea del Sur (Jeju); 1 en las Filipinas
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más pequeñas como en el noroccidente de Pakistán las llamadas áreas tribales –mejor dicho pueblos montañosos autónomos provenientes del antiguo régimen indio–1993 o en los EE.UU. las 310 reservas de las tribus nativas. En las variantes exigentes del regionalismo, puede reconocerse una federalización de facto, estableciendo competencias amplias, asambleas legislativas y autoridades ejecutivas elegidas. Es bien investigado que en la provincia italiana de habla alemana, Tirol del Sur, existe un mayor grado de autonomía que en el Estado hermano formalmente federado de Tirol (del norte) en Austria. Es cierto que muchas constituciones regionalistas conservaron simultáneamente una ideología unitaria en el trasfondo, pero si la realidad se caracterizó cada vez más por la separación vertical de poderes, la misma perdió todos los contornos y se acercó a un mero sinónimo para el marco nacional1994. Lo que siempre creció sustancialmente con el regionalismo, fue la profundidad democrática, pues se complementó el nivel nacional por un segundo nivel regional de elecciones y muchas veces también por un nivel local en las alcaldías. El regionalismo reanimó y reconoció múltiples identidades históricas y étnicas de la tradición de la Cristiandad preilustrada, ocultadas en el nacionalismo del largo siglo XIX, partiendo del centro del ex-Reino mediterráneo de Aragón bajo la denominación de Cataluña, pasando por el ex Reino de Escocia en el norte británico, hasta la parte meridional del ex principado romano-germánico de Tirol. Algunas lenguas suprimidas resucitaron exitosamente con la eliminación de la presión homogeneizadora del Estado Nación, en particular el catalán con once millones de hablantes, el flamenco con seis millones de parlantes, el vasco con 0,7 millones de hablantes y el alemán de Tirol del Sur con 0,4 millones de hablantes, mientras en la mayor parte de los demás casos, la ola de introducción de una señalización bilingüe de ciudades, pueblos y calles, se comprobó como una homenaje a un pasado irreversiblemente perdido. En efecto, el unitarismo puro sólo sobrevivió en algunos Estados de tamaño regional. En la Unión Europea, se trata de Chipre, Croacia, Dinamarca interior, Eslovenia, Luxemburgo, Malta, Portugal interior y los tres países bálticos. Paralelamente, ha continuado la lógica nacionalista de inventar nuevos idiomas nacionales. Por ejemplo, Luxemburgo ha introducido en 1984, al lado del alemán y francés, el luxemburgués como su tercer idioma oficial, denominando así los dialectos alemanes locales hablados al lado del alemán estándar. La república de Moldavia, fundada en 1991, afirma que su idioma nacional se llama moldavo, aunque es práctica-
1993 1994
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(Mindanao musulmán) // 12 en África: 9 en Sudáfrica; 1 en Tanzania (Zanzíbar); 1 en Santo Tomé y Príncipe (Príncipe); 1 en Mauricio (Rodrigues). HIRSCHMANN, Wie Staaten schwach werden, op. cit., págs. 138 y ss. Sobre el problema de denominación: FLEINER & B., Constitutional Democracy, op. cit., págs. 550 y ss; GAMPER, Regionen, op. cit., págs. 259 y ss, 462.
EL ESTADO A PRINCIPIOS DE SU SEXTO MILENIO
mente rumano. Desde la década de los 1990, también las repúblicas sucesoras de la Yugoslavia central atestiguan tener el croata, bosnio, serbio y montenegrino como idiomas nacionales, lo que rompe con la afirmación yugoslava de la existencia de un idioma común serbocroata, que había sido por su parte una invención artificial de los años 1920, con el efecto homogeneizador perpetuado de que es fácil entenderse mutuamente entre todos los cuatro pueblos de hoy. De todos modos, se trata de formas de la búsqueda de la identidad propia en Estados pequeños, no de la gran homogeneización al estilo del largo siglo XIX. Img. 165: Homenaje al pasado lingüístico: en las calles de Estrasburgo, se ha reactivado la señalización alsaciana-alemana al lado de la oficial francesa, aunque el alemán local casi se había extinguido desde la década de 19501995
Simultáneamente, desaparecen todavía minorías étnicas. Una de las últimas fueron los sajones de Transilvania después de una permanencia de siete siglos en los montes Cárpatos, pero no a causa de una eventual presión del Estado rumano, sino al estilo de una auto-limpieza étnica, pues a partir de 1989 se integraron casi completamente al patrón industrial de la migración socioeconómica a las oportunidades aumentadas del núcleo industrial en la Alemania rica que los acogió benevolentemente1996. Además, debe indicarse una última minoría ofensivamente suprimida en la Unión Europea, la de los rusos en las tres repúblicas bálticas, que son vistos como inmigrantes indeseados de la era de la ocupación soviética (1945-1990). Hasta la fecha necesitan sufrir la exclusión de los derechos políticos bajo la figura de la no ciudadanía1997. De igual forma, es posible que el regionalismo lleve a una fragmentación adicional del sistema europeo de Estados, similar al destino yugoslavo entre 1991 y 2008. Como el hasta entonces último caso, puede destacarse la secesión del Estado federal único de Crimea con su población mayoritariamente ruso de Ucrania en 2014, que terminó con la incorporación voluntaria del mismo a la vecina Federación Rusa1998. Además, desde 2009, el gobierno regional de Catalunya busca enérgicamente la independencia de España: ganó un primer referéndum consultativo de 2014 con el 80% de los votos y otro del 2017 con el 92%. En cambio, el referéndum escocés de 2014 fracasó, pero en vista del brexit se proyecta una repetición. De igual forma, la comunidad flamenca proyecta la disolución de Bélgica, y también en Tirol del Sur y Lombardo-Toscana (“Padania”)
1995 1996 1997 1998
Foto: BERND MARQUARDT. GERDES, Rumänien, op. cit., págs. 124 y ss; HERBERT, Geschichte Ausländerpolitik, op. cit., págs. 275 y ss. BUZAJEVS et al., Citizens of a Non-Existent State, op. cit., págs. 3 y ss. MERKEL, Die Krim und das Völkerrecht, op. cit.; PAECH, Wem gehört die Krim? op. cit., págs. 54-64.
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se articulan voces análogas. En todos estos casos, existe la idea de convertirse en un miembro inmediato de la Unión Europea1999. Sintetizando, por lo menos Europa ha desarrollado una nueva valoración positiva del estado histórico normal de la diversidad frente a las aspiraciones de la gran unidad interna de los Estados nacionales de la era de la revolución de la soberanía. Parece digno reconsiderar, si con la creciente disminución efectiva del Estado unitario por federalizaciones auténticas y fácticas, la terminología de la soberanía, base del mismo, es todavía la adecuada, mientras que la hipótesis dramática de los años 90 de la supuesta ruina del Estado como tal2000, derivada de la estimación del antiguo unitarismo superado, es una sobredramatización inadecuada de una diversificación y reestructuración vertical que no tiene efectos negativos para la eficiencia estatal. D)
CONCLUSIÓN INTERMEDIA
En la globalización, continentalización y regionalización del dominio político, pueden reconocerse procesos sustanciales de la evolución y reforma del sistema estatal. De tal manera, la tercera transformación básica del Estado no ha terminado, sino que es todavía dentro de una dinámica acelerada con cambios profundos. Se produce como la característica principal una variedad de niveles gubernamentales con un nuevo sistema de la separación vertical de poderes. Por ejemplo, las circunstancias de vida de un habitante de Múnich, son determinadas en el segundo decenio del siglo XXI: primero, por el gobierno municipal de la ciudad en mención; segundo, por el Estado federado de Baviera; tercero, por la República Federal Alemana; cuarto, por la Unión Europea y quinto, por el nivel mundial de las Naciones Unidas. Si se toma como ejemplo la materia del derecho ambiental, progresivo desde los años 1970, puede verse que éste se desarrolla legislativamente en todos los cinco niveles de poder, entre los que, debido a los efectos extensos de los respectivos problemas, los niveles supranacionales son los crecientemente relevantes. En cierto sentido, el carácter quíntuple de los niveles de poder, recuerda a la Europa latina de la época preindustrial, con la modificación que los Estados federados y regiones autónomas son más grandes que los antiguos señoríos locales, así como el nivel mundial es marcadamente más amplio que la extinguida Cristiandad. Sin embargo, es más adecuado reconocer una dinámica moderna, inherente a las condiciones creadas por la gran transformación fósil-energética e industrial.
1999
2000
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FLORIAN HAUPT, “Europa sollte Rajoy keine Carte blanche geben”, en periódico Die Welt, de 22.10. 2017, https://www.welt.de/debatte/kommentare/article169924730/Europa-sollte-Rajoy-keine-Carte-blanche-geben.html (5.1.2018); HIRSCHMANN, Wie Staaten schwach werden, op. cit., págs. 206 y ss, 210 y ss. Así: CREVELD, The Rise and Decline of the State, op. cit., págs. 336 y ss; HOBSBAWM, Historia del siglo XX, op. cit., pág. 568; REINHARD, Geschichte der Staatsgewalt, op. cit., págs. 510 y s.
CAPÍTULO IX
EL ESTADO INDUSTRIAL HÁBIL PARA EL FUTURO Y SUS RETOS Al final del viaje a través de cinco milenios de la estatalidad en el mundo, surge la pregunta de cuáles van a ser los desafíos principales para el Estado de la sociedad industrial en el curso continuado del siglo XXI. En particular, se profundizarán aquellos retos de la primera categoría que requieren un poder estatal capaz de actuar para estructurar y dirigir, a medio y largo plazo, la habilidad al futuro frente a varias dinámicas riesgosas del antropoceno2001 creado por la gran transformación fósil-energética e industrial. Cabe destacar que, hasta la fecha, el Estado moderno es la única institución con la capacidad directiva y el poder efectivo de disciplinar intereses particulares que articulan tendencias destructivas para el bien común2002. Por supuesto, no se piensa en la ficción del Estado Nación aislado y autocéntrico, sino en el Estado previsor que actúe cooperativamente en la red de las relaciones inter y supranacionales. En los siguientes subcapítulos, se discutirán quince retos interdependientes.
2001
2002
Término de PAUL CRUTZEN, “Geology of Mankind”, en revista Nature, vol. 415, núm. 6.867, Londres, Macmillan, 2002, pág. 23. Dudado por CLAUS LEGGEWIE & HARALD WELZER, Das Ende der Welt wie wir sie kannten, 2a ed., Bonn; BPB, 2011, págs. 130 y ss.
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1. LA TERCERA FASE DE LA GRAN TRANSFORMACIÓN INDUSTRIAL: EL DISEÑO DE LA ENTRADA A LA ERA POST-FÓSIL-ENERGÉTICA En el transcurso del siglo XXI, los Estados industriales tendrán que manejar la cuestión energética como la pregunta existencial primordial. Precisamente, se trata del problema de sostenibilidad más profundo de la gran transformación a la sociedad postagraria e industrial, pues el sistema de energía no renovable que ha posibilitado e impulsado la misma, no muestra ninguna perspectiva optimista de perdurar como la fuerza motriz del núcleo sistémico. En otras palabras, los Estados tienen que diseñar, promover y acompañar la tercera fase de esta transformación mundial que sigue a las dos revoluciones fósil-energéticas y que va a tener las características de una revolución post-fósil-energética2003. El autor se abstiene de evaluar en qué medida son exactos los pronósticos del gobierno alemán que han calculado un alcance estadístico de las reservas globales de petróleo de 42 años2004, pues el secretismo de los Estados y empresas de extracción obstaculizan el acceso preciso, pero es innegable que la característica principal del régimen fósil-energético consiste en el consumo irrepetible de recursos limitados no renovables, es decir, que el petróleo, el gas natural, el carbón mineral y el lignito van a llegar – tarde o temprano– a una cantidad de cero2005. También es cierto que no se habla sobre un escenario lejano en cinco o diez milenios, sino sobre algo que va a realizarse en el futuro cercano. Según la teoría predominante de HUBBERT, la escasez no va a realizarse abruptamente, sino después de la llegada al Peak Oil (pico petrolero), es decir, al cenit de la extracción global, en formas paulatinas, acompañadas por precios que crecen exponencialmente y por conflictos internacionales sobre la distribución de las últimas existencias entre potencias consumidoras interesadas y bien armadas. En ello, tampoco hay grandes dudas que la única superpotencia con mucha energía fósil y armas nucleares, Rusia, va a aprovecharse en una u otra forma de su ventaja. Los cálculos sobre la fecha del Peak Oil global oscilan entre 2010 y 2070, en lo cual la mayoría de autores espera el cenit ya alrededor de 20202006. 2003
2004
2005 2006
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Similar: JEREMY RIFKIN, The 3rd Industrial Revolution, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2011 (traducción en español de 2011), págs. 9 y ss. Alcance calculado: petróleo 42 años, gas natural 63 años, uranio 68 años, carbón mineral 169 años. Datos: BM FÜR WIRTSCHAFT UND TECHNOLOGIE (Ed.), Verfügbarkeit und Versorgung mit Energierohstoffen, Berlín, BMWI, 2006, http://www.mvschule-ottersweier.de/seiten2014-15/energierohstoffbericht%20Copy. pdf (5.1.2018), págs. 4 y ss. SIEFERLE, Was ist Umweltgeschichte? op. cit., pág. 380. Comp. los debates en KJELL ALEKLETT, Peeking at Peak Oil, Nueva York, Springer, 2012, págs. 121 y ss; BARDI, Extracted, op. cit., págs. 47 y ss, 144 y ss; KATHRIN BROCKMANN et al., Peak Oil, Sicherheitspolitische Implikationen knapper Ressourcen, 3a ed., Berlín, Planungsamt der Bundeswehr, 2012; BGR (Ed.), Reserven, Ressourcen und Verfügbarkeit von Energierohstoffen 2009, t. 1, Hannover, BGR, 2009, págs. 236 y ss; COLIN J. CAMPBELL, Oil Crisis, Brentwood, Multi-Science, 2005, págs. 173 y ss; JEAN-M. CHEVALIER, The New Energy Crisis, 2a ed., Nueva York, Palgrave Macmillan, 2013, págs. 6 y ss; KEN-
EL ESTADO INDUSTRIAL HÁBIL PARA EL FUTURO
En cuanto a los intentos de prórroga del régimen fósil-energético, no se puede descartar la posibilidad de que haya algunos descubrimientos nuevos de yacimientos, pero el planeta está geofísicamente bien investigado. Por lo tanto, es mucho más probable que las cifras de expectativa, presentadas de modo estático, se disminuyan por la dinámica continuada del aumento del consumo de energía, en particular por el crecimiento económico y por la copia del modelo de desarrollo industrial y consumista norteamericano y europeo en los demás continentes, incluyendo la motorización en masa, por ejemplo de un quinto de la población mundial en China, otro quinto en el subcontinente de la India y un décimo en el Sudeste asiático. Igualmente, la disponibilidad del carbón mineral va a disminuirse más avivadamente en el momento en que el carbón tenga que reemplazar al petróleo y volvería –pasajeramente, durante algunos decenios– el sistema de energía del largo siglo XIX. En su núcleo, la revolución industrial ha hecho la apuesta más grande, osada y peligrosa de todos los tiempos de la historia mundial: ha apostado por la suposición de que va a lograr, antes de la finalización de su base energética fósil, una sustitución eficaz. Si no sale bien, el riesgo no solo afectaría la frecuentemente citada energía motriz del metabolismo global de la civilización industrial con sus extensos flujos de personas y materiales, sino además se extraería la base de existencia de una parte sustancial de la población mundial, que se ha multiplicado en la era fósil-energética, desde 1800, por el factor 7,5. Visto así, con la escasez creciente y, al fin, la desaparición del bosque subterráneo, se suprimiría también la subvención fósil-energética de la agricultura –en formas como los fertilizantes sintéticos producidos por la industria química según el Proceso de Haber-Bosch, los pesticidas, los establos e invernaderos industrializados, las bombas de irrigación y el gasoil de los tractores– es decir, la oferta mundial de nutrición se disminuirá inevitablemente2007. La pregunta de si se puede evaluar la apuesta de la revolución industrial como ganada, debe responderse con un ‘no’, por lo menos con un ‘hasta entonces no’2008. Por lo tanto, no hay ninguna alternativa frente al desarrollo activo de la tercera fase post-fósil-energética de la revolución industrial.
DEFFEYES, When Oil Peaked, Nueva York, Farrar, Straus & Giroux, 2010; FOLLATH et al., Der neue kalte Krieg, op. cit., págs. 84 y ss; RICHARD HEINBERG, Party’s over, 2a ed., Forest Row, Clairview, 2005, págs 85 y ss; LEGGEWIE & W., Das Ende der Welt, op. cit., págs. 37 y ss; MARQUARDT, La cuestión ecológica, op. cit., págs. 48 y ss; ARMIN RELLER & HEIKE HOLDINGHAUSEN, Der geschenkte Planet, Fráncfort, Westend, 2014, págs. 215 y ss; JEREMY RIFKIN, The Hydrogen Economy, Nueva York, Tarcher & Penguin, 2003, págs. 13 y ss; ÍD., The 3rd Industrial Revolution, op. cit., págs. 9 y ss; JOAQUIM SEMPERE & ENRIC TELLO, El final de la era del petróleo barato, Barcelona, Icaria, 2007, págs. 7 y ss, 21 y ss, 49 y ss. MONTGOMERY, Dirt, op. cit., págs. 198 y ss. La respuesta divergente de los auto-designados optimistas que argumentan –en el espíritu del mito de salvación de la Ilustración– que no haya necesidad de preocuparse ya que la alta inteligencia humana en los sistemas políticos y económicos competitivos garantizará automáticamente a tiempo alcanzar los caminos óptimos (p. ej., ERICH BECKER & ERNST FIALA, Wachstum ohne Grenzen, Viena, Springer, 2001, págs. 13, 26), no ayuda, pues se trata de un mero pseudo-racionalismo, mejor dicho NETH
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¿Qué tipo de actor va a ser capaz a manejar este híper-tema del futuro común? La experiencia ha mostrado que el mercado libre no puede ofrecer mucho más que la estrategia del ‘seguir como antes hasta que el petróleo va a ser por una escasez aguda impagablemente costoso’ o, en términos más claros, el mismo tiene hasta este momento solo la habilitad de acelerar el consumo y derroche de recursos preciosos. Por eso, queda el Estado como lo público organizado para preparar decisiones responsables con la antelación y previsión adecuada. Entre las políticas públicas de sustitución, se discute, en primer lugar, la promoción de la energía nuclear que encarna, actualmente, un nicho del 4,8% del consumo global de energía2009. Existen 177 centrales nucleares en 31 Estados, primordialmente en aquellos del núcleo industrial con la respectiva capacidad de alta tecnología2010. Sin embargo, la energía atómica se presenta, por su parte, restringida por un recurso natural no renovable y limitado, el uranio, con un alcance al futuro no mucho más largo que el del petróleo2011. Teóricamente, los reactores reproductores ofrecen más alcance, pero actualmente solo hay dos ejemplares rusos que producen electricidad. Además, China experimenta con el reemplazo del uranio por torio. En cambio, la idea de reactores de fusión nuclear no ha alcanzado ninguna viabilidad. La energía nuclear traslade el principio de la producción de la energía solar a la tierra, pero en vista de los enormes riesgos y de la no manejabilidad de los residuos radiactivos, carece de la aceptación. En segundo lugar, varios Estados promueven una política de biocombustibles, es decir, una forma de la energía solar transformada en biomasa por fotosíntesis. Sin embargo, la misma va a choquear fácilmente con las capacidades agrícolas del planeta, pues las realidades de un mundo altamente colonizado con una población creciente, van a llevar con seguridad a la tentación de transformar terrenos de plantas alimenticias de los estratos bajos en superficies de plantas de gasolina para los estratos acomodados de la tierra, lo que ocasionaría una nueva dimensión de injusticia social. En tercer lugar, se plantea el camino de engrandecer la eficiencia de superficie de la agricultura
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de “superstición con una vestimenta ilustrada” (así BERNHARD VERBEEK, Anthropologie der Umweltzerstörung, 3a ed., Darmstadt, Primus, 1998, pág. 89). STATISTA, Verteilung der weltweiten Energieerzeugung nach Energieträger im Jahr 2014, https://de.statista.com/ statistik/daten/studie/167998/umfrage/weltweiter-energiemix-nach-energietraeger/ (5.1.2018). 61 en EE.UU. (desde 1957), 20 en Francia (desde 1956), 11 en China (desde 1991), 10 en Rusia (desde 1954), 7 en Gran Bretaña (desde 1956), 7 en Alemania (desde 1961), 7 en India (desde 1969), 6 en Corea del Sur (desde 1977), 5 en España (desde 1968), 4 en Canadá (desde 1962), 4 en Suiza (desde 1969), 4 en Ucrania (desde 1977), 3 en Japón (desde 1965), 3 en Suecia (desde 1964), 3 en Taiwán (desde 1977), 2 en Argentina (desde 1974), 2 en Bélgica (desde 1962), 2 en Chequia (desde 1985), 2 en Eslovaquia (desde 1972), 2 en Finlandia (desde 1977), 2 en Pakistán (desde 1972), 1 en Armenia (desde 1976), 1 en Brasil (desde 1982), 1 en Bulgaria (desde 1974), 1 en Eslovenia (desde 1981), 1 en Irán (desde 2011), 1 en Hungría (desde 1982), 1 en México (desde 1989), 1 en Países Bajos (desde 1968), 1 en Rumania (desde 1996) y 1 en Sudáfrica (desde 1984). Se parte de aproximadamente 68 años en BMWT, Verfügbarkeit, op. cit., pág. 8. Discusión en: BARDI, Extracted, op. cit., págs. 54 y ss.
EL ESTADO INDUSTRIAL HÁBIL PARA EL FUTURO
por medio de la ingeniera genética agrícola, pero esta propuesta contiene la tendencia a otro aumento de la apuesta de alto riesgo2012. Según el conocimiento actual, la única política energética con perspectivas realistas consiste en establecer y perfeccionar un nuevo sistema de energía solar. No se piensa en la reactivación del antiguo sistema agrario de energía solar fotosintética que había predominado entre 10000 a.C. y 1800 d.C., sino en una solución con tecnologías industriales de una eficiencia superior a bosques agrarios para absorber la radiación solar, así primero, las centrales de energía solar térmica que calientan fluidos y mueven alternadores, segundo, los paneles fotovoltaicos que producen electricidad a partir de la luz y, tercero, aprovechándose de una forma indirecta de la energía solar, los aerogeneradores concentrados en parques eólicos2013. Una relevancia adicional puede atribuirse a otras formas de energías renovables, como la hidráulica en zonas montañosas y lluviosas y la geotérmica en zonas volcánicas. LA TERCERA FASE DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
La energía eólica: el parque eólico del Kleeberg en el municipio rural de Dörentrup (Alemania)
La energía radial del sol: paneles solares en el techo de una finca antigua en Neesen (Alemania)
La energía hidráulica: el embalsa de Guatapé en Colombia
Img. 166-1682014 2012
2013 2014
FOLLATH et al., Der neue kalte Krieg, op. cit., págs. 272 y ss; LEGGEWIE & W., Das Ende der Welt, op. cit., pág. 41; RADKAU, Nature and Power, op. cit., pág. 301; SCHMIDT, Wieviel Umwelt braucht der Mensch, op. cit., pág. 154. Véase p. ej. RIFKIN, The 3rd Industrial Revolution, op. cit., págs. 73 y ss. Fotos: BERND MARQUARDT.
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Por lo tanto, múltiples Estados han promulgado leyes de promoción de energías renovables. Como una legislación modelo, es ampliamente reconocida la alemana Ley sobre la prioridad de la energía renovable de 20002015 que intenta neutralizar el proteccionismo de facto del mercado libre para tecnologías atrasadas bien establecidas y lucrativas, obligando a los distribuidores de electricidad a acoger y transmitir con prioridad la corriente ecológica bajo tarifas fijadas por el poder legislativo (Feed-in Tariff). En este fundamento, numerosas administraciones municipales –en particular, las semi-rurales– han comenzado a realizar el suministro autárquico con electricidad ecológica, llenando los montes rurales con rotores eólicos y los techos de las casas con paneles solares2016. De tal manera, el paisaje industrial cambia una vez más su apariencia. El hecho de que la Unión Europea ha alcanzado, hasta 2017, una cuota del 29% de la energía renovable en el consumo de electricidad, subraya una revolución energética en pleno curso, aunque hay que anotar que todavía no significa nada más que el 16% del consumo total de energía2017. Es cierto que algunos Estados alcanzan ya en la actualidad cuotas más altas del consumo de energía renovable, en particular Austria, Brasil, Canadá, Costa Rica, Colombia, Islandia, Noruega, Nueva Zelanda, Suecia, Suiza y Venezuela, pero típicamente en forma de la energía hidráulica en caso de relieves acentuadamente montañosas o grandes ríos en zonas sin uso competitivo. Cabe anotar que la energía hidráulica contiene riesgos ecológicos y políticos, si es realizada en lugares sensibles, por ejemplo en el caso de las 22 presas que Turquía construye, desde la década de 1980, en Mesopotamia superior, pues esta decisión afecta al equilibrio hídrico en los cursos inferiores de los ríos Éufrates y Tigris, es decir, perturba las oportunidades de desarrollo de Siria e Irak. Las construcciones etíopes de la gran Presa del Renacimiento en el río Nilo Azul, iniciadas en 2011, provocaron en 2013 amenazas bélicas por parte de Egipto, hasta que se logró un acuerdo internacional en 20152018. Una estrategia complementaria de la descarbonización es la mejora de la eficiencia energética al estilo de evitar sistemáticamente consumos innecesarios2019. En el siglo XXI, muchos Estados han empezado a normativizar estándares energéticos obligato2015
2016 2017 2018
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Gesetz für den Vorrang erneuerbarer Energien de 2000, op. cit.; Directiva europea 2009/28/CE de energías renovables, op. cit. Al respecto KLOEPFER, Umweltschutzrecht, op. cit., págs. 317 y ss; MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 543 y ss; SCHMIDT & K., Umweltrecht, op. cit., págs. 127 y ss; SCHWARTMANN & P., Umweltrecht, op. cit., págs. 199 y ss. Véase entre otros KREIS LIPPE (Ed.), Energieatlas Lippe, 2ª ed., Detmold, Kreis Lippe, 2010. REN 21 (Ed.), Renewables 2017, Global Status Report, París, Ren 21, 2017, págs. 187 y ss, 191 y ss. Primeros megaproyectos fueron p. ej. la Grande Dixence suiza con una altura de 285 metros (1934) o el Hoover Dam estadounidense con una altura de 221 metros (1935). La presa italiana de Vajont de 262 metros (1961) llevó, en 1963, a una de las catástrofes tecnológicas más mortales (por la presión de agua, inestabilidades, un deslizamiento y el subsiguiente tsunami enorme), causando aproximadamente dos mil muertos. Véase TERJE TEVDT, Wasser, Bonn, BPB, 2013, págs. 104 y ss; UNESCO (Ed.), Water and Shared Responsibility, París, UNESCO, 2006, págs. 132 y ss, 313 y ss. Teoría: WEIZSÄCKER et al., Factor Five, op. cit., págs. 37 y ss, 271 y ss.
EL ESTADO INDUSTRIAL HÁBIL PARA EL FUTURO
rios para edificios, calefacciones y bombillas2020. De igual forma, se ha empezado a restringir el uso de automóviles fósil-energéticos en los centros urbanos, promoviendo el transporte público, el uso de la bicicleta o, por lo menos, recomendando los coches compartidos en vez del automóvil particular. La gran pregunta todavía incierta es la cuantitativa de la capacidad realizable en el sistema post-fósil-energético. Con las fuentes renovables nadie debe temer la desaparición completa de toda electricidad, pero sería inocente creer en una eventual garantía de la continuidad automática del enorme metabolismo energético de inicios del siglo XXI. En ello, es difícil imaginarse la prolongación del transporte intercontinental masivo sin disponer de tracción por energía fósil, es decir, hay pocas dudas de que van a disminuirse tanto los vuelos baratos en aviones jet como los amplios y nerviosos metabolismos mundiales de materiales pesados, lo que significará consecuentemente algún grado de des-globalización y re-localización. El Estado sabio se prepara para este escenario probable. En todo caso, no hay grandes dudas de que la actual y futura transformación del sistema de energía, reparte de nuevo –como todas las transformaciones energéticas anteriores– las oportunidades en el mundo. Los Estados que promueven activamente tecnologías post-fósil-energéticas –por ejemplo, Alemania y últimamente China2021– esperan a posicionarse bien en el núcleo del mundo del siglo XXI, mientras que los que sobre-defienden la energía fósil –en particular, los EE.UU.– entran en un peligro de perder su significado actual. Además, según las futuras condiciones neo-solarenergéticas, los Estados industriales del noroeste de Europa y del nororiente de EE.UU. tendrán una posición geopolítica relativamente desfavorable para la absorción de la energía radial del sol, mientras las zonas tropicales y subtropicales parecen ser las más hábiles para una subsistencia energética. Ante esta realidad, el norte ha empezado a pensar en solucionar el desafío de transporte. Por ejemplo, en la Unión Europea se discute el abastecimiento energético desde grandes plantas de energía solar en los desiertos soleados de África del Norte y del Oriente próximo mediante la transmisión de corriente continua de alta tensión2022, pero esto va a afectar profundamente las relaciones internacionales de la zona. Se debe interpretar la Política europea de vecindad, iniciada en 2008, también en este contexto. En contraste, la energía solar fotovoltaica tiende a establecer círculos descentralizados de producción y consumo, por ejemplo en forma de paneles solares en los techos de las casas particulares. Si los modelos descentrales alcanzan la predominancia, no es difícil imaginarse efectos profundos en la estructura del Estado industrial.
2020 2021 2022
Comp. Directiva europea 2009/125/CE sobre diseño ecológico, op. cit. REN21, Renewables 2017, Global Status Report, op. cit., págs. 28 y ss. ALVARO CALZADILLA et al., Desert Power 2050, Kiel, IWE, 2014.
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2. LA CRISIS CLIMÁTICA ANTROPOGÉNICA Y LA DETENCIÓN DE LA CARBONIZACIÓN DE LA ATMÓSFERA TERRESTRE
Entre las expectativas de los fundadores y promotores del Estado fósil-energético, no había cursado la de graves efectos climáticos. No obstante, hoy en día existe un consenso amplio de la investigación climática internacional, representada especialmente por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático de la Naciones Unidas – IPCC2023–, en que el calentamiento global, perceptible desde los años 1980, ha sido causado en su núcleo por la revolución industrial, cuyo régimen energético funciona de tal manera que transfiere el carbono, grabado desde hace varios millones de años en la corteza terrestre, por procesos de combustión, en forma de gases (dióxido de carbono, CO2) a la atmosfera terrestre2024. La cuenta global es inequívoca: en los últimos años, China ascendió al primer puesto, de modo que asume, en 2015, la responsabilidad para el 29,6% de las emisiones de dióxido de carbono en el mundo, mientras los EE.UU. adelantados emiten el 14,2% y la Unión Europea el 9,6%2025. Además, puede comprobarse que los pequeños Países Bajos encarnan una carga más grande para la comunidad global que Colombia y Chile juntos. Las apreciaciones de las emisiones de dióxido de carbono en perspectiva acumulada, que evalúan toda la era industrial a partir de 1850, indican una parte del 29% de la Unión Europea (Alemania 10%), el 31% de los Estados hijos británicos en ultramar (EE.UU. 28%) y el 13% de la sinósfera cultural (Japón 5%), en comparación con el 1% de México, el 0,5% de Argentina, el 0,2% de Colombia o el 0,15% de Chile2026. 2023
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IPCC (Ed.), Climate Change 2007, Ginebra, IPCC, 2007, págs. 36 y ss; ÍD., Climate Change 2014, Ginebra, IPCC, 2014. Al respecto: BECK, La sociedad del riesgo mundial, op. cit., págs. 121 y ss; HUGHES, An Environmental History of the World, op. cit., págs. 254 y ss; WOLFGANG BEHRINGER, A Cultural History of Climate, Cambridge, Polity Press, 2010 (título original en alemán de 2007), págs. 168 y ss, 206 y ss; ELIZABETH KOLBERT, Vor uns die Sintflut, Bonn, BPB, 2006, págs. 158 y ss, 193 y ss; LEGGEWIE & W., Das Ende der Welt, op. cit., págs. 22 y ss; MCNEILL, Something new, op. cit., págs. 125 y ss; MILLENNIUM ECOSYSTEM ASSESSMENT (Ed.), Ecosystems and Human Well-being, Synthesis, Washington, Island Press, 2005, pág. 4; PENNA, The Human Footprint, op. cit., págs. 287 y ss; RÖDDER, 21.0, op. cit., págs. 83 y ss; NICHOLAS H. STERN, The Economics of Climate Change, Cambridge, Univ. Press, 2007; STIGLITZ, Making Globalization Work, op. cit., págs. 161 y ss; UN (Ed.), The Millennium Development Goals Report 2008, Nueva York, UN, 2008, págs. 36 y ss. JOS G.J. OLIVIER et al., Trends in Global CO2 Emissions, 2016 Report, La Haya, European Commission & PBL, 2016, pág. 45. Comp. WORLD BANK, World Development Report, Climate, op. cit., pág. 362; UNDP, HDR 2007/ 2008, op. cit., págs. 39 y ss, 69. Las cifras son aproximaciones. No pueden ser más exactos que, por ejemplo, cálculos históricos del Producto Interno Bruto. Véase ACKERMAN et al., Climate Protection and Development, op. cit., pág. 10; BAUMERT et al., Navigating the Numbers, op. cit., págs. 31 y ss; BODEN et al., Global, Regional, and National Fossil-Fuel CO2 Emissions, op. cit.; HÖHNE et al., Contributions of individual countries’ emissions, op. cit., págs. 359-391; HUTTENBACH, A Response to Climate Change, op. cit.; LESSENICH, Neben uns die Sintflut, op. cit., págs. 102 y s; WORLD BANK, World Development Report, Climate, op. cit., pág. 362; WORLD RESOURCES INSTITUTE, Climate Analysis Indicators Tool, 8.0, op. cit.
EL ESTADO INDUSTRIAL HÁBIL PARA EL FUTURO
Si se calculan las emisiones per cápita y si se tienen en cuenta los lugares de consumo en vez de los lugares de producción, las relaciones son aún más acentuadas con valores superiores en pequeños Estados ricos como Luxemburgo. La necesidad de parar el efecto invernadero del calentamiento global antropogénico, es altamente reconocida, teniendo en cuenta amenazas como las siguientes: primero, se considera importante proteger solidariamente los Estados costeros bajos como Bangladés, las Maldivas, Tuvalu, los Países Bajos o Egipto de la caída en el mar, cuyo nivel sube continuamente por el deshielo de las capas de hielo de Groenlandia, del archipiélago Ártico Canadiense, de Islandia, de Svalbard y de Antártida Occidental; segundo, se recomienda proteger de la desertificación completa los Estados semiáridos del Sudán geográfico en África, del Oriente próximo, de Asia central y del suroeste estadounidense, así como la disminución de las cosechas en otras zonas semiáridas como México, Pakistán y Australia; tercero, parece sensato evitar la exposición de los demás Estados a flujos enormes de refugiados; cuarto, vale la pena no jugar negligentemente con reacciones en cadena y ciclos de retroalimentación con eventuales consecuencias aún más dramáticas del colapso de los sistemas socio-ambientales. Entre estos, se ha diagnosticado la posibilidad del debilitamiento de la cinta transportadora oceánica de agua caliente en la Circulación termohalina, lo que podría significar para Europa el efecto contrario de un enfriamiento zonal. En términos generales, el régimen internacional de la protección del clima global, desarrollado desde la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992 y el Protocolo de Kioto de 19972027, ha entrado a un camino prometedor, estableciendo un límite superior de las emisiones mundiales de los gases de efecto invernadero y repartiendo cuotas particulares en forma de derechos a emisiones entre los Estados. El hecho de que varios Estados altamente industrializados pudieron elaborar un derecho de la protección climática exigente y bajaron sustancialmente sus emisiones de dióxido de carbono, por ejemplo Gran Bretaña en la dimensión del 34,1% por debajo del nivel de 1990, Alemania el 27,8% y Suecia el 24,4%, subraya la viabilidad sin sacrificar la economía industrial propia2028. Entre las condiciones de éxito, se cuentan las políticas de promoción de las energías renovables y de la mejora de la eficiencia energética. Sin embargo, los Estados hijos británicos el ultramar han rechazado la colaboración eficaz, como puede verse en el crecimiento de las emisiones de Australia por el 24,8%, de Canadá por el 19,5% y de los EE.UU. por el 7,4%2029. En perspectiva mundial, las 2027 2028
2029
Convención Marco de las UN sobre el Cambio Climático de 1992, op. cit.; Protocolo de Kioto de 1997, op. cit. FCCC, National Greenhouse Gas Inventory Data for the Period 1990-2014, op. cit., pág. 9; KLOEPFER, Umweltschutzrecht, op. cit., págs. 292 y ss; SCHMIDT & K., Umweltrecht, op. cit., págs. 113 y ss; VITZTHUM et al., Völkerrecht, op. cit., págs. 448 y ss. FCCC, National Greenhouse Gas Inventory Data for the Period 1990-2014, op. cit., pág. 9.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
emisiones de dióxido de carbono continuaron creciendo, de 1990 a 2015, en vista de la difusión progresiva de la cultura industrial, por un factor medio del 60%, precisamente en el caso de China por el 355%, en Malasia por el 345%, en India por el 272%, en Indonesia e Irán por el 214%, en Arabia Saudita por el 201%, en Tailandia por el 200%, en Corea del Sur por el 129% y en Brasil por el 120%2030. Las negociaciones en las conferencias anuales sobre cambio climático2031 subrayan las dificultades de intensificar los deberes de reducción y de repartir justamente las cuotas entre los Estados. La sustitución del Protocolo de Kioto por el Acuerdo de París de 20152032 indica la dirección correcta, pues define un límite superior exigente –el aumento máximo de la temperatura global a 2°C, mejor 1,5°C–, muestra una solidaridad planetaria a largo plazo en vez de intereses nacionales a corto plazo –excepto el giro reaccionario del Presidente estadounidense TRUMP– e incluye la comunidad global como tal, sin prever los anteriores privilegios contaminadores para países en vía de desarrollo. El Acuerdo de París efectúa precisamente una presión moral y científica con base en auto-obligaciones en vez de plantear instrumentos duros y punitivos, pero esto podría convertirse en su secreto de éxito frente a actores con la autoestima de la soberanía estatal. De todos modos, es básico continuar con la deslegitimación de las políticas de subvencionar la propia industrialización y el consumo hedonista por un dumping climático.
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OLIVIER et al., Long Term Trends in Global CO2 Emissions, 2016 report, op. cit., pág. 45. P. ej. en Bali de 2007, en Posnania de 2008, en Copenhague de 2009, en Cancún de 2010, en Durban de 2011, en Doha de 2012, en Varsovia de 2013, en Lima de 2014, en París de 2015, en Marrakech de 2016 y en Bonn de 2017. Acuerdo de París dentro de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2015, op. cit. Véase LEGGEWIE & W., Das Ende der Welt, op. cit., págs. 160 y ss.
EL ESTADO INDUSTRIAL HÁBIL PARA EL FUTURO
3. LAS HUELLAS ECOLÓGICAS EXTENSAS Y LA PROMOCIÓN DEL DESARROLLO SOSTENIBLE
A partir de la mitad de los años 1990, la Teoría de la huella ecológica –un indicador de sostenibilidad–, ha plausibilitado que la humanidad ha empezado, en el transcurso de la segunda revolución fósil-energética, exactamente desde la década de 1980, a sobreusar duraderamente la biocapacidad del planeta2033. Se ha calculado que una universalización del estándar de vida hedonista de los Estados más industrializados, requeriría una variedad de planetas, la de Australia, Canadá y Estados Unidos aproximadamente cinco tierras, la de la Unión Europea, Suiza, Israel, Japón y Chile tres mundos, la de China, Turquía y Venezuela dos tierras y la de Colombia un poco más que un planeta2034. Se han adoptado estos cálculos también en reportes oficiales de (in) sostenibilidad de varios Estados europeos como Austria y Alemania2035. Mientras dichos países centrales se caracterizan por un “modo de vida imperialista”2036 en el cual participan también los respectivos obreros industriales, no debe subestimarse que también en los Estados del segundo nivel industrial existen segmentos con el mismo consumo insostenible, por ejemplo en los estratos altos y medios de las capitales latinoamericanas. De todos modos, para el mantenimiento de su metabolismo mundial, los Estados del núcleo industrial ‘ocupan’ grandes superficies por fuera de su territorio estatal, tanto para la absorción de dióxido de carbono, así por ejemplo en las selvas tropicales y boreales, como para la importación de biomasa por medio del comercio internacional, por ejemplo de las selvas de papel de Indonesia, de los montes de café de Colombia y de las plantaciones de bananos en Costa Rica2037.
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Texto clave: WACKERNAGEL & R., Nuestra huella ecológica, op. cit., págs. 23 y ss, 47 y ss, 85 y ss. Comparación del consumo nacional per cápita con la biocapacidad disponible por cada habitante en la tierra con base en cifras de 2013 por GLOBAL FOOTPRINT NETWORK, Ecological Wealth of Nations, op. cit. Véase también ÍD., Footprint Science, op. cit.; ERB et al., Der Ökolog. Fußabdruck des österr. Außenhandels, op. cit., págs. 19 y ss, 30 y ss; INGOLFUR BLÜHDORN & IAN WELSH, The Politics of Unsustainability, Londres, Routledge, 2008, pág 6; GARRIC, Depuis aujourd’hui, op. cit.; GROH, Sustainable Development, op. cit.; EDUARDO GUDYNAS, Ecología, economía y ética del desarrollo sostenible, Quito, AbyaYala, 2003, págs. 43 y ss, 55 y ss; LESSENICH, Neben uns die Sintflut, op. cit., págs. 96 y ss; MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 442 y ss; JOAN MARTÍNEZ & ARCADI OLIVERAS, ¿Quien debe a quien? Barcelona, Icaria, 2003; MESA, Derechos ambientales, op. cit., págs. 238 y ss; ÍD., “De la ética del consumo a la ética del cuidado”, en revista PJ, núm. 22, Bogotá, UNAL, 2008, págs. 333-345; ÍD., “Deuda ambiental y climática”, en revista PJ, núm. 25, Bogotá, UNAL, 2009, págs. 77-90; ROCKSTRÖM et al., Planetary Boundaries, op. cit.; SEMPERE, Mejor con menos, op. cit.; UNDP, HDR 2011, op. cit., págs. 146 y ss; VENETOULIS & T., Ecological Footprint of Nations, op. cit.; WWF, Living Planet Report 2016, op. cit., págs. 74 y ss; ÖSTERR. BUNDESREGIERUNG (Ed.), Österreichs Zukunft nachhaltig gestalten, Viena, 2001, pág. 15; BUNDESREGIERUNG DEUTSCHLAND (Ed.), Perspektiven für Deutschland, Berlín, 2002, pág. 299. Según el título de BRAND & W., Imperiale Lebensweise, op. cit. También: LESSENICH, Neben uns die Sintflut, op. cit., págs. 107 y ss. Detallado para Austria: ERB et al., Der Ökologische Fußabdruck, op. cit., págs. 19 y ss, 30 y ss.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO, TOMO 2 (1776-2050)
Img. 169: La huella ecológica (ecological footprint) en la caricatura política: el hedonista del núcleo industrial, llamado Globetrottel (el bobo global, con una referencia lingüística al trotamundos), pisa con sus pies grandes a la tierra, cargando un morral pesado, lleno de urbanizaciones industriales, industrias contaminantes, sustancias químicas venenosas, CFC, ingeniera genética, reactores nucleares, armas nucleares, viajes insostenibles y dineros de corrupción2038
El concepto del desarrollo sostenible del Cumbre de la Tierra de 1992, ha intentado hacer operativo el imperativo de no sobreusar las capacidades naturales de la tierra, obligando a cuatro principios fundamentales de toda política sensata de sostenibilidad2039. En primer lugar, el mismo recomienda el principio de la regeneración para recursos renovables, según el cual la tasa de consumo no puede superar la velocidad de regeneración natural; segundo, indica el principio de la sustitución para recursos no renovables, según el cual el consumo de los mismos debe limitarse a cantidades moderadas bajo el ideal de alcanzar en un tiempo previsible una sustitución renovable; tercero, señala el principio integral, sistémico y no atomista de lo ambiental, social y económico, pero de modo jerárquico, entendiendo los límites naturales como el marco inmodificable de toda actuación humana; cuarto, hay que advertir el principio global que se orienta en la justicia social mundial con oportunidades iguales de desarrollo en las zonas diferentes del planeta. Por lo tanto, varias suposiciones paradigmáticas de las fases del ascenso del industrialismo, como la abundancia para todos, el crecimiento económico perpetuo y la gran libertad planetaria de las empresas transnacionales, parecen desafiadas y rebatidas, pues describen probablemente nada menos que una lógica de expansión, programada al colapso de los sistemas socio-ambientales. En todo caso, la creciente percepción de los límites del único planeta existente, ha redimensionado fuertemente el optimismo de progreso de las décadas de 1950 y 1960, que había estado convencido
2038 2039
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Portada de HORST HAITZINGER, Globetrottel, Karrikaturen zur Umwelt, Múnich, Bruckmann, 1989. Declaración de Río de Janeiro sobre Medio Ambiente y Desarrollo de 1992, op. cit. Comp. MARQUARDT, Die Verankerung des Nachhaltigkeitsprinzips, op. cit., págs. 218 y s; ÍD., Umwelt und Recht, op. cit., págs. 459 y s, 525 y ss. Véase también BARTHOLOMÄI, Sustainable Development, op. cit.; BOSSELMANN, The Principle of Sustainability, op. cit., págs. 9 y ss, 43 y ss, 145 y ss, 175 y ss; GROH, Sustainable Development, op. cit.; HUGHES, An Environmental History of the World, op. cit., págs. 251 y ss; ROMERO R., Desarrollo sostenible, op. cit., págs. 47 y ss; SCHMIDT & K., Umweltrecht, op. cit., págs. 16 y s; SCHWARTMANN & P., Umweltrecht, op. cit., pág. 16.
EL ESTADO INDUSTRIAL HÁBIL PARA EL FUTURO
de la difusión mundial de la revolución industrial en la intensidad estadounidense, o aun más. Con el debate de sostenibilidad, subió la comprensión de que le crisis ambiental no es simplemente relacionada con la actuación de la oferta por empresas de grandes capitalistas, sino mucho mas con el lado de la demanda y el consumo masivo. La política tuvo que re-enfocarse en el tema de la abundancia hedonista. En general, los Estados fueron exitosos, donde pudieron definir valores limites de emisiones y estándares tecnológicos para productos de consumo (automóviles, bombillas, etc.) y donde lograron promover inicios de una economía cíclica con la respectiva mentalidad de reciclaje2040. Sin embargo, casi no regularon el nivel de consumo como tal, pues interpretaron el núcleo de la libertad de mercado como intocable y temieron a sistemas públicos del manejo de cantidades, estigmatizando tales estrategias como el supuesto inicio de una dictadura ecológica ilegitima. En cuanto a los bloqueadores paradigmáticos, hay que advertir que muchos Estados no se han distanciado del mito pararreligioso del crecimiento económico eterno, pues tienen el deseo de poder perpetuar la dinámica de la transformación acelerada al sistema industrial según la velocidad de sus dos siglos fundadores. Todavía hoy en día, el gobernante típico promulga –por lo menos en la televisión diaria– aspiraciones de un crecimiento anual del 3% o más, aunque esto significaría una multiplicación del metabolismo industrial por el factor 19 en un solo siglo, a pesar de que el planeta y la atmosfera no crecen y los límites naturales ya son sobrepasados. En contra de la programación profunda al colapso por querer edificar paraísos terrenales, varios expertos recomiendan muy explícitamente desmitificar y secularizar el asunto y abrir la política para estrategias racionales de decrecimiento, invitando a independizar la lógica sistémica de la presión a expandir2041. Respecto al principio global de la sostenibilidad socio-ambiental, que pretende realizar oportunidades igualitarias de desarrollo en todas las zonas del planeta, la consecuencia es tan evidente como osada y delicada: el desarrollo sostenible requiere nada menos que una deconstrucción sistemática de las dimensiones no generalizables del sobredesarrollo industrial y consumismo hedonista. Sin embargo, las exigencias de justicia que reclaman una renuncia parcial de los EE.UU., Alemania o Japón a su sobredesarrollo, resultan difíciles a transmitir en las relaciones internacionales, pues los respectivos soberanos democráticos están poco dispuestos a disminuir su nivel de consumo por so2040
2041
P. ej en la alemana Gesetz zur Förderung der Kreislaufwirtschaft de 1994, op. cit. Comp. RELLER & H., Der geschenkte Planet, op. cit., págs. 215 y ss. Comp. DIAMOND, Collapse, op. cit., págs. 486 y ss; TIM JACKSON, Prosperidad sin crecimiento, Barcelona, Icaria, 2011 (título original en inglés de 2009); SERGE LATOUCHE, Farewell to Growth, Cambridge, Polity Press, 2009 (título original en francés de 2007); LEGGEWIE & W., Das Ende der Welt, op. cit., págs. 110 y ss; MEINHARD MIEGEL, Exit, Wohlstand ohne Wachstum, Bonn, BPB, 2010. Otra opinión: BECKER & F., Wachstum ohne Grenzen, op. cit.
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lidaridad con otros pueblos lejanos, por lo menos no más allá de algunas articulaciones del simbolismo caritativo como la compra de café gradualmente más costoso con un sello de justicia como Fairtrade. Hasta entonces, el norte continúa siendo exitoso en desviar de su sobredesarrollo, dibujando escenarios del supuesto subdesarrollo de los demás Estados por culpa propia y difundiendo continua y sutilmente la profecía de un supuesto futuro hedonista para todos los 7,5 mil millones de habitantes de la tierra. Hasta entonces, el sistema internacional establecido casi no ofrece ningún poder contra-hegemónico a los Estados por fuera del núcleo industrial, pero sí podrían adoptar más autoestima y organizarse cooperativamente –por ejemplo en el marco del Grupo de los 77– para limitar y canalizar el acceso a sus recursos naturales escasos. Recapitulando, las investigaciones de sostenibilidad han comprobado el fracaso inevitable de la versión exagerada de la segunda revolución fósil-energética que ha estado pretendiendo desarrollar el mundo al estilo de la promesa atractiva de una estadounidización para todos2042. De igual forma, son rebatidos varios de los paradigmas centrales de la Ilustración social-newtoniana, pues suposiciones como la naturaleza mecánica, el atomismo, la gravitación y centrifugación entre esferas de autonomía, los ciclos cortos de responsabilidad, el optimismo de progreso y la creencia en el crecimiento eterno, ya no parecen tan racionales como en las expectativas originarias alrededor de 1800, sino tienden a convertirse en lógicas de la autodestrucción humana. Al respecto, llama la atención que casi todos los gobiernos del presente han adoptado algún nivel de conciencia ambiental y promueven políticas verdes, pero casi nunca avancen hasta el problema nuclear: el modo de vida imperialista2043. En el fondo, ha sobrevivido la gran profecía del desarrollo hedonista hasta el Edén industrial que se cultiva todos los días en la propaganda de consumo de la publicidad televisiva.
2042 2043
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RADKAU, Nature and Power, op. cit., pág. 250. BRAND & W., Imperiale Lebensweise, op. cit., pág. 19.
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4. EL MANEJO DE LA TRANSFORMACIÓN DEMOGRÁFICA Todo sistema de energía de la historia mundial se había caracterizado por una capacidad de carga diferente. De tal modo, las transformaciones de los cazadores y recolectores a las sociedades agrarias simples y de las últimas a las civilizaciones agrarias estatales, habían llevado a dinámicas sustanciales del crecimiento de la población mundial. Por lo tanto, no sorprende mucho que la transformación fósil-energética haya posibilitado la multiplicación de la población mundial desde 1800 hasta 2018 por el factor 7,52044. A través de la subvención fósil-energética de la agricultura, primariamente por la producción industrial de fertilizantes con base en el Proceso de Haber-Bosch y secundariamente mediante la mecanización y quimización de la agricultura, la misma ha generado la base alimenticia para un nivel de capacidad de carga sustancialmente por encima del pasado preindustrial2045. Hasta la fecha, continúa la dinámica industrial del crecimiento poblacional en el máximo de aceleración, teniendo en cuenta que, entre 1806 y 2011, las respectivas próximas mil millones de personas han entrado al mundo en intervalos subsiguientes cada vez más cortos de 121, 33, 14, 13, 12 y otra vez 12 años2046. Partiendo de la obra clásica de THOMAS MALTHUS de 17982047, la economía política se había dedicada de la cuestión demográfica, pero la versión moderna se inspiró, en particular, en el libro sobre la Population Bomb del biólogo PAUL EHRLICH de 19682048. Desde entonces, la ciencia y política ha debatido la necesidad de iniciar y diseñar el proceso de des-aceleración a tiempo sin esperar a ser frenado abruptamente por un choque duro con los nuevos límites de la capacidad de carga, como lo había experimentado, por ejemplo, Europa en el siglo XIV en finales de la gran transformación medieval a la civilización agraria-estatal. No obstante, las teorías socio-ambientales se vieron desafiados por un contra-discurso liberal que quiso plantear un derecho individual a la libre reproducción y buscó deslegitimar conceptos de la sobrepoblación y explosión demográfica por ideas de la dignidad humana que plantearon toda vida adicional como valiosa y sagrada en sí mismo. 2044
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Sobre los desafíos demográficos: BROWN, Beyond Malthus, op. cit., págs. 17 y ss, 31 y ss; PAUL HARRISON, The Third Revolution, 2a ed., Londres, Penguin, 1993; CLAUS D. KERNIG, Und mehret euch? Bonn, BPB, 2006, págs. 22 y ss, 63 y ss, 109 y ss, 117 y ss. 124 y ss; LIVI B., A Concise History of World Population, op. cit., págs. 114 y ss, 160 y ss; MCNEILL, Something New, op. cit., págs. 270 y ss; UNPF, State of World Population 2011, op. cit., págs. 1 y ss, 93 y ss; NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 280294; PENNA, The Human Footprint, op. cit., págs. 104 y ss; RÖHRLICH, Die Spur des Menschen, op. cit., págs. 94 y ss; JEFFREY D. SACHS, Common Wealth, Nueva York, Penguin, 2008, págs. 17 y ss. MONTGOMERY, Dirt, The Erosion of Civilizations, op. cit., págs. 196 y ss; RADKAU, Nature and Power, op. cit., págs. 255 y ss; SMIL, Enriching the Earth, op. cit., págs. 40 y ss, 61 y ss, 133 y ss. Véase capítulo II.3.B. MALTHUS, An Essay on the Principle of Population, op. cit. PAUL R. EHRLICH, The Population Bomb, Nueva York, Ballentine Books, 1968. Como varios libros fundadores del ambientalismo, muestra debilidades en sus prognosis concretas al futuro, pues se basaron en los datos imperfectos de las Naciones Unidas de entonces.
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Echando un vistazo a las no simultaneidades, puede indicarse que el crecimiento poblacional de los Estados del núcleo industrial de Europa y Japón ha parado desde la década de 1960, alcanzando un promedio de 1,5 a dos hijos por mujer2049. Entre las causas se detecta, primero, el desarrollo eficaz de la estatalidad social que hizo innecesaria la función de una multitud de hijos para la manutención de vejez; segundo, las políticas de la seguridad médica que hicieron redundantes los cálculos de una descendencia amplia para prevenir una futura pérdida de hijos por epidemias y enfermedades; tercero, la estatalidad educadora madura promovió la calidad y requirió la inversión de mucho tiempo para cada uno de los hijos; y cuarto, se señalan los efectos socio-culturales de la transformación avanzada a la sociedad del consumo masivo, inclusive la individualización, la entrada de la mujer al patrón de la autorrealización personal, la revalorización de la sexualidad como un placer, el uso de píldoras anticonceptivas y la legalización parcial del aborto. Por otra parte, más allá del confortable núcleo industrial y de algunos barrios acomodados de las demás ciudades del mundo, están lejanas de toda realidad reguladores como el consumo hedonista o el seguro de vejez –que no existe ni para los campesinos, ni para el proletariado informal de los barrios miserables–. Tampoco la estatalidad educadora de calidad alcanza efectivamente a estos lugares. Es más preciso advertir que la universalización del liberalismo eurodescendiente ha desconstruido los modelos tradicionales del control poblacional para reemplazarlos por un derecho de reproducción libre, de modo que muchos Estados son indefensos y tienen que aplicar instrumentos suaves como recomendar, motivar, informar y repartir anticonceptivos a las mujeres.
Img. 170: La política poblacional más famosa y exitosa del mundo: propaganda oficial de la política de hijo único en China2050 2049
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Para el periodo de 2005 a 2010: Disminución poblacional: Moldavia: -1,06%; Bulgaria -0,64%; Ucrania 0,64%; Lituania -0,55%; Bielorrusia -0,47%; Hungría -0,21%; Rusia -0,12%; Croacia -0.17%; Alemania -0,06%. Estabilización: Cuba 0,01%; Japón 0,02%; Polonia 0,06%; Portugal 0,25%; Países Bajos 0,37%; Dinamarca 0,48%; China 0,51%; Francia 0,58%; Suiza 0,66%. Cifras de UN DESA, World Population Prospects 2010, op. cit., págs. 96 y ss. Comp. RÖDDER, 21.0, op. cit., págs. 173 y ss. De la propaganda oficial de la RP China.
EL ESTADO INDUSTRIAL HÁBIL PARA EL FUTURO
Se ha comprobado que son más eficientes las políticas públicas no tan liberales, como la política de hijo único, introducida en 1979 en la República Popular de China, que asegura para la quinta parte de la población mundial la estabilización demográfica mediante normas, permisos, controles, ventajas y sanciones del poder estatal, bajo garantías sociales en cuanto a la vejez, salud y educación. El modelo chino alcanza un promedio de 1,64 hijos por mujer y una tasa baja de crecimiento que es comparable con el nivel de Dinamarca2051. La cuestión demográfica contiene connotaciones adicionales que no son tan obvias. Aparte de la concentración poblacional clásica en las ecozonas favorecidas de los campesinos de arroz, la era fósil-energética ha formado las concentraciones principales en las zonas de la industrialización temprana con su alto grado de urbanización, al alcanzar por ejemplo en el Estado federado alemán de Renania del Norte-Westfalia 524 habitantes por kilómetro cuadrado y en el país británico de Inglaterra 4242052. Para comparar: en Colombia son 43. Además, estas poblaciones densas se caracterizan por un modo de vida y estándar de consumo que devora capacidades naturales formidables, es decir, no viven dentro de la capacidad de carga de su propio territorio, sino en el fundamento de extensas huellas ecológicas con un enorme metabolismo de materiales y contaminaciones de alcance mundial. Sin embargo, las oportunidades lucrativos del actual sistema de transporte industrial no podrán camuflar para siempre que los Estados industriales son las zonas más sobre-pobladas de la tierra, pues cuando las huellas ecológicas lejanas se llenan con población local, ésta va a repensar muy críticamente si es realmente prioritario continuar poniendo a disposición de la exportación la propia capacidad energética, minera y biológica. En ese contexto, parece contraproducente que varios Estados del núcleo industrial no adoptan de buena voluntad su tendencia actual a la disminución poblacional2053, sino abren debates irracionales, con base en instintos arcaicos, sobre un supuesto riesgo de extinción nacional2054 que ignoran por completo que alojan actualmente mucho más población que 150 años antes. Pretenden re-llenar los espacios liberados con nuevas 2051
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Véase LIVI B., A Concise History of World Population, op. cit., cap. 5.5; THOMAS SCHARPING, “Bevölkerungspolitik und demographische Entwicklung”, en FISCHER & M., Länderbericht China, op. cit., págs. 67-99; SCHMIDT-G., Das neue China, op. cit., págs. 98 y s; UN DESA, World Population Prospects 2010, op. cit., págs. 96 y ss. Es similar en el Estado federado de Saarland con 388 habitantes por kilómetro cuadrado. STATIST. ÄMTER DES BUNDES UND DER LÄNDER, Gebiet u. Bevölkerung, Fläche u. Bevölkerung, 2011, http://www. statistik-portal.de/Statistik-Portal/de_jb01_jahrtab1.asp (5.1. 2018); OFFICE FOR NATIONAL STATISTICS, Population estimates, https://www.ons.gov.uk/peoplepopulationandcommunity/populationandmigration/populationestimates (5.1.2018). Se espera las siguientes tasas de disminución hasta 2050: en Bulgaria -29,7%, en Ucrania -25,6%, en Rusia -15,4%, en Japón -14,8%, en Alemania -12,3%, en Portugal -7,2%, en Italia -1,6%; UN DESA, World Population Prospects 2010, op. cit., págs. 96 y ss. RÖDDER, 21.0, op. cit., págs. 181 y ss.
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personas –incluyendo migrantes– por motivos secundarios de estatus, de tributación y de financiación del seguro de vejez, sin tener claridad conceptual sobre el objetivo final de toda política demográfica sensata: bajo la premisa de la sostenibilidad socioambiental, el mismo se ubicaría mucho más alrededor de tres mil millones de habitantes del planeta tierra en vez de las 12 mil millones que las Naciones Unidas proyectan como probables para el fin del siglo actual2055. Por fuera del núcleo industrial y de la sinósfera cultural, varios Estados muestran tasas muy aceleradas de crecimiento2056 y esperan –si estas tasas continuarán– la duplicación de su pueblo estatal en una sola generación, a saber, Liberia en 15 años, Níger en 20 años, Eritrea en 22 años, Burundi en 24 años, Colombia en 46 años y México en 53 años2057. Los pueblos estatales que crecen con la velocidad más rápida, son las sociedades proletarizadas del África subsahariana, según la perspectiva pesimista de profundizar su marginación socioeconómica en vez de superarla. Los nuevos ciudadanos de la civilización industrial entran especialmente al espectro de la población urbana, pues el campesinado se ha disminuido del 80% de las civilizaciones pre-transformadoras al 28,8% en el promedio mundial actual, precisamente el 1,5% de la sociedad de América del Norte, el 2,1% de Europa occidental, el 9,8% de Europa oriental, el 15,6% de América Latina, el 21,5% de Asia occidental, el 24,8% de Asia oriental, el 43,4% de Asia del sur y el 55,6 del África subsahariana2058. Se concentra cada vez más en 28 mega-ciudades con más de diez millones de habitantes del tipo de Lagos y Karachi y en 985 otras ciudades por encima de un millón de habitantes2059, bajo crecientes huellas ecológicas y formidables metabolismos de energía, materiales y emisiones. Más allá de los Estados del núcleo industrial, las condiciones de vida típicas son las de un proletariado informal en barrios miserables extensos, caracterizadas por enormes fallas gubernamentales de planeación y la ausencia de servicios públicos básicos, así especialmente en el subcontinente de la India y el África subsahariana, de
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2057
2058 2059
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UN DESA, World Population Prospects 2017, op. cit., pág. 1. Crecimiento moderado: Argentina 0,88%; Australia 1,75%; Brasil 0,94%, EE.UU. 0,89%; Chile 0,97%, Colombia 1,46%; India 1,43%; Irán 1,18%; México 1,26%; Noruega 1,09%; Nueva Zelanda 1,1%; Suecia 0,76%; Turquía 1,31%; Vietnam 1,1%. Crecimiento rápido: Angola 2,92%; Burundi 2,9%; Eritrea 3,16%; Israel 2,32%; Iraq 2,93%; Kenia 2,58%; Liberia 4,54%; Malaui 3,0%; Níger 3,54%; Uganda 3,24%; Yemen 3,05%. UN DESA, World Population Prospects 2010, op. cit., págs. 96 y ss. Partiendo de las tasas de crecimiento en la nota a pie de página anterior. Fórmula de cálculo: EVI HARTMANN & MARGARETE PAYER, Einführung in Entwicklungsländerstudien, Kernprobleme Bevölkerung, http://www.payer.de/entwicklung/entw231.htm (5.1.2018). P. ej., en Colombia al 13,5%, ILO, Employment by Sector, op. cit. UN DESA, World Urbanization Prospects 2014, op. cit., págs. 13, 26; KERNIG, Und mehret euch? op. cit., págs. 109 y ss; MCNEILL, Something New, op. cit., págs. 76 y ss, 281 y ss; NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 295 y ss; PENNA, The Human Footprint, op. cit., págs. 109 y ss; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., pág. 1273; RÖHRLICH, Die Spur des Menschen, op. cit., págs. 229 y ss.
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modo que MIKE DAVIS señala el escenario de un “planet of slums”2060. En ello, hay que diferenciar, pues los barrios marginales de América Latina se distinguen –en vista de ciertos servicios públicos– de los barrios mucho más pobres de la India o el África subsahariana donde falta casi de todo. Sintetizando, en un planeta limitado, el espacio por persona es cada vez más pequeño, mientras las sociedades crecientes consumen más alimentos, agua, energía y otros recursos y necesitan más sumideros que reciben los desechos y contaminaciones. La dimensión más tramposa consiste en que el fundamento del crecimiento demográfico global ha sido el incremento de la alimentación mundial, posibilitado por la subvención fósil-energética de la agricultura con fertilizantes industriales, mientras exactamente esta subvención amenaza con disminuir ante el escenario del Peak Oil, discutido en el capítulo IX.1., si la ciencia y la política no logran una sustitución equivalente2061. Uno de los escenarios más inquietantes es la observación empírica de la historia mundial según la cual, con el aumento de la densidad poblacional, surge el riesgo de mega-pandemias. En varias ocasiones, la presión demográfica contra de capacidad de carga del respectivo sistema de energía, había llevado a una implosión microbiológica de la población en dimensiones de la muerte masiva del 40 a 80%, como en la Peste justiniana de los siglos VI-VIII d.C., en la Peste negra de 1348 o el impacto de la conquista europea de América en el siglo XVI. Fenómenos de los últimos años como la gripa aviaria o ebola han sensibilizado para el riesgo latente2062, aunque la mayor parte de los Estados parece poco preparada para combatir mutaciones microbiológicas mortales, pues predominan suposiciones de una seguridad médica general lograda en la rama médica de la transformación industrial. Esto es inocente. Si con la caída de la subvención fósil-energética de la alimentación mundial llega el hambre, hay condiciones óptimas para un juego libre de nuevos organismos patógenos. Nada de lo indicado se solucionará por un mero poder estatal pasivo y silencioso que continuaría aceptando la demografía de modo fatalista como un supuesto destino inmodificable.
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DAVIS, Planet of Slums, op. cit., págs. 20 y ss. MONTGOMERY, Dirt, op. cit., págs. 198 y ss. REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., pág.1257.
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5. EL CONTROL DE LAS GRANDES MIGRACIONES Las grandes migraciones del presente son un hijo de la revolución demográfica, pues la misma produce anualmente un enorme excedente poblacional, especialmente en lugares con pocas perspectivas de prosperidad. Las nuevas generaciones jóvenes entienden cada vez más el mundo como tal –en vez de las fronteras de su propio Estado Nación frágil o fallido– como la zona relevante para buscar las mejores oportunidades y para adoptar un papel útil con sentido serio de la vida personal. Es cierto que toda la gran transformación, a partir de aproximadamente 1800, ha sido acompañada por varios movimientos fuertes de migración, por ejemplo en el siglo XIX del excedente pobre de Europa a América y Australia2063 y, también, en forma de las migraciones forzadas en el proceso de la formación y delimitación de los Estados nacionales2064, aparte de las migraciones urbanizadores dentro de las respectivas fronteras estatales2065. Sin embargo, en el presente se establece un patrón novedoso: con la mezcla migratoria, no solo se disuelve la tipología del Estado Nación del largo siglo XIX en beneficio de una especie de Estado postnacional-multicultural que aloja nuevas minorías sin zona territorial específica y con poca disposición a la asimilación, bajo tendencias a la reactivación del sistema de los millets religiosos del pasado otomano2066. Además, las migraciones hacia la Unión Europea y los EE.UU. muestran características semejantes a las migraciones urbanizadoras de la transformación industrial, con la particularidad de que países europeos como Alemania o Estados norteamericanos como Nueva York funcionan como las nuevas mega-urbes del industrialismo mundial que articulan el mismo atractivo de oportunidades de vida como antes las crecientes ciudades reales. Sin embargo, es lo menos racional concentrar cada vez más partes de la creciente población mundial en pocos Estados del núcleo industrial con su enorme huella ecológica en vez de promover la alternativa de difundir el desarrollo sostenible de modo igualitario en el espacio global. En el momento de la escritura de este libro, de las tres zonas nucleares del industrialismo, la sinósfera cultural con Japón, Corea del Sur y China parece cerrado para la inmigración masiva, mientras la Unión Europea –por lo menos su parte central y occidental– ha ampliado sus puertas, en particular por la decisión de la cancillera alemana MERKEL de 2015 de garantizar efectivamente el derecho fundamental del asilo político a los solicitantes. Los inmigrantes de la Unión Europea vienen predominantemente del Oriente próximo, los Balcanes occidentales, los Estado musulmanes del subcontinente de la India, el cuerno del África, el Sudán geográfico y el África occi2063 2064 2065 2066
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Véase capítulo VI.1.A. Comp. capítulo III.2.D.d. Véase capítulo IV.2.B. Véase MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 622 y ss.
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dental, con alguna cuota adicional de Rusia y Ucrania, mientras los EE.UU. y Canadá reciben principalmente mexicanos y otros latinoamericanos, pero también cifras significativas de asiáticos no musulmanes. De todos modos, en el humanismo receptor de Europa llama la atención, la tendencia de reducir, con mucha compasión, el problema de las grandes migraciones a una supuesta multitud de casos aislados de perseguidos políticos individuales, lo que no es completamente falso, pues en los Estados periféricos se retroalimentan la marginalidad socioeconómica, la fragilidad institucional, la violencia interna y gobiernos duros, pero se trata de un reduccionismo que oculta las dimensiones sistémicas. Por el contrario, es importante dedicarse a los motores reales de las grandes migraciones en el espectro de la revolución demográfica y de la extrema desigualdad en la redistribución de oportunidades en el sistema mundo centrado del siglo XXI2067.
2067
Véase NOLTE, Weltgeschichte, op. cit., págs. 335 y s; OLTMER, Globale Migration, op. cit., págs. 106 y ss; ÍD., Migration, op. cit., págs. 199-238; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., págs. 1272 y s; SIEFERLE, Das Migrationsproblem, op. cit., págs. 11 y ss; ÍD., Schlaraffenland, op. cit., págs. 23 y ss; BASSAM TIBI, “Falsche Tabus führen zu falscher Politik”, en revista Cicero, núm. 2, Berlín, Res Publica, 2017, págs. 76-81.
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6. LA DESACELERACIÓN DE LA COLONIZACIÓN DEL ESPACIO NATURAL En los últimos cinco milenios, la parte forestada del planeta tierra se ha disminuido aproximadamente del 50 al 30%. Desde los inicios del cinturón mediterráneo-surasiático de las civilizaciones agrarias alrededor de 3000 a.C., la historia mundial del Estado ha sido acompañada por la deforestación del globo. Ya en la época precristiana, los bosques entre el mar Mediterráneo, India y China fueron transformados en tierras agrícolas; en la Edad Media además los de Europa en el lado norte de los Alpes, de Japón, de los grandes valles del Sudeste asiático y de Java. En el siglo XIX, la deforestación global alcanzó una nueva intensidad con la expansión de las culturas estatales a las demás zonas boscosas del mundo en Norteamérica, la mata Atlántica brasileña, los Andes meridionales, Siberia del sur, el sudeste de Australia y el África subsahariana2068. En esta época, la legislación estatal no pretendió proteger a los bosques, sino quiso facilitar la colonización y organizar la apropiación de la tierra. Con el crecimiento poblacional de la segunda mitad del siglo XX y la creación de las enormes huellas ecológicas del hedonismo industrial, la presión de la colonización agraria se difundió también a las ecozonas menos ideales, transformando por ejemplo el piedemonte andino y las selvas del interior de América Latina en pastos para el consumo de carne de los bogotanos, paulistanos, neoyorquinos y berlineses. En ello, el ganado se convirtió en la segunda especies dominante del planeta después del ser humano, con 1,5 mil millones de vacas, inclusive una proporción de más vacas que seres humanos en varios Estados latinoamericanos como Argentina, Brasil y Uruguay2069. De tal manera, desaparecen con una enorme velocidad las selvas tropicales de Brasil, Bolivia, Venezuela, Centroamérica, Ghana, Togo, Nigeria, Congo, Madagascar, Birmania, Tailandia, Indonesia y Papúa Nueva Guinea en beneficio del uno u otro consumo humano, incluyendo carne de res, biocombustibles, plantas forrajeras (para la ganadería europea), papel, madera tropical y caucho2070, aunque la estabilidad del clima planetario las necesita más que nunca para absorber las crecientes emisiones de la energía fósil gasificada de la civilización industrial. A pesar del cambio paradigmático al Estado constitucional ecológico y a la legislación preservadora de bosques según conceptos de la sostenibilidad2071, la eficacia protectora se comprueba débil en las perife2068 2069 2070
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Véase capítulo VII.1.A. REICHHOFF, Der Tanz um das goldene Kalb, op. cit., págs. 24 y ss. Entre 1990 y 2010, se perdieron en Togo el 58% de los bosques, en Nigeria el 48%, en Ghana el 34%, en Corea del Norte el 31%, en Honduras el 26%, en Timor Este el 23%, en Indonesia y Benín el 21%, en Birmania el 19%, en Panamá el 14%, en Venezuela el 11%, en Brasil y Laos el 10%, en Bolivia, Madagascar y Papúa Nueva Guinea el 9%, en Congo el 4%, en Colombia, Perú y Tailandia el 3; FAO, Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2010, op. cit., págs. 235 y ss; MILLENNIUM ECOSYSTEM ASSESSMENT, Ecosystems and Human Well-being, Synthesis, op. cit., págs. 2 y ss, 26 y ss; MC NEILL, Something new under the sun, op. cit., págs. 230 y s; REICHHOFF, Der Tanz um das goldene Kalb, op. cit., págs. 61 y ss, 73 y ss, 116 y ss; WILLIAMS, Deforesting the Earth, op. cit., págs. 395 y ss, 431 y ss. Sobre los orígenes en el siglo XIX, véase capítulos III.4.D.h, IV.2.F. y V.5.
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rias selváticas de los Estados en mención. Cuando en 2011 la lobby agro-industrial de Brasil intentó bajar los estándares del Código forestal de 1965, este proyecto, que fue criticado como una ley de vergüenza, fue parada por los vetos de la presidenta DILMA ROUSSEFF2072. No es muy diferente el destino de otros paisajes naturales, importantes para la estabilidad planetaria, así por ejemplo terrenos inundados, meandros, lagos, humedales, pantanos, sabanas y estepas. La expansión de la agricultura al cinturón de las estepas se comprobó a veces como un autogol, pues significó enormes pérdidas de suelos por erosión y desertificación, así en el medio oeste de Estados Unidos2073, Ucrania del sur, Asia central y el Sahél africano2074. Desde la década de 1950, la colonización de las estepas de Uzbekistán y Kazajistán ha llevado a la desaparición del mar Aral en vista de la desviación masiva de agua fluvial a terrenos irrigados de algodón2075. Asimismo, el alta mar es afectada por el saqueo humano de ecosistemas y biomasa, en forma de una sobrepesca sistemática con tecnologías industriales sin ejemplo histórico2076. De modo paralelo, desaparecen las mejores zonas agrarias con las tierras más fértiles debajo de las crecientes urbanizaciones de la civilización industrial. Ya la enorme densidad infraestructural de la misma corta y fragmenta el ambiente. En el caso de Alemania, las superficies de edificación y tránsito han alcanzado la cobertura del 13,8% del territorio estatal2077. En particular, se señala la expansión urbana, tanto en forma de las nuevas megaciudades de los Estados semi-industrializados, como de manera más radical por la dispersión suburbana en los Estados del núcleo industrial, cuyos ciudadanos son obsesionados con viviendas unifamiliares rodeadas por jardines privados. De tal manera, vive en Berlín la mitad de la población de Bogotá en una superficie urbana de doble extensión. En muchos Estados del núcleo industrial, las políticas del desarrollo igualitario han difundido las estructuras urbano-industriales con sus autoridades, colegios, hospitales, bibliotecas, zonas peatonales, parques, teatros, cines, centros comerciales, supermercados, restaurantes de comida rápida, cafés de internet, bancos, zonas industriales, carreteras amplias, bombas, etc., hasta una gran multitud de ciudades medias y pequeñas, disolviendo el contraste urbano-rural en una especie de “paisaje total”2078, mejor 2072
2073 2074 2075 2076 2077
2078
REDACCIÓN DER SPIEGEL, “Brasilien, Präsidentin kämpft um den Schutz des Regenwalds”, en revista Der Spiegel, de 18.10.2012, http://www.spiegel.de/wissenschaft/natur/regenwald-brasiliens-praesidentinlegt-veto-gegen-waldschutzgesetz-ein-a-861974.html (5.1.2018). MERCHANT, American Environmental History, op. cit., págs. 106 y ss. MONTGOMERY, Dirt, op. cit., págs. 152 y ss; 164; RADKAU, Nature and Power, op. cit., págs. 181 y ss. RADKAU, Nature and Power, op. cit., págs. 319 y s. MCNEILL, Something New, op. cit., págs. 237 y ss; RÖHRLICH, Spur des Menschen, op. cit., págs. 165 y ss. STATISTISCHES BUNDESAMT, Siedlungs- und Verkehrsfläche, https://www.destatis.de/DE/ZahlenFakten/ Wirtschaftsbereiche/LandForstwirtschaftFischerei/Flaechennutzung/FlaechennutzungAktuell.html (5.1.2018). Término según SIEFERLE, Rückblick, op. cit., págs. 205 y ss.
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dicho de la sumisión total de la superficie, lo que funciona como una gran ciudad intermedia en casi la totalidad del territorio estatal. En este marco, no es ninguna casualidad que el Estado alemán más industrializado y poblado de Renania del Norte-Westfalia ha organizado, entre 1966 y 1974, su territorio casi de modo completo en forma de nuevas ciudades titulares que reunieron cada vez varios de los anteriores municipios rurales. En el siglo XXI, Alemania como tal funciona como un mega-ciudad del sistema mundo. Paralelamente, el paisaje total se caracteriza por la sumisión absoluta de los suelos bajo los postulados de eficiencia de la agricultura industrializada, bajo una aparición rectificada y monótona, a los que se introducen permanentemente enormes cantidades de fertilizantes y plaguicidas de la industria química2079. La disminución de las personas participantes en la agricultura del 80% en el antiguo régimen hasta menos del 2% en los Estados del núcleo industrial2080, subraya esta inclusión del campo al modelo industrial. De igual forma, la civilización industrial somete casi todo recurso mineral de la corteza terrestre a su consumo, propulsando un extractivismo minero con cada vez más huecos, pozos y galerías al interior del planeta. El remolino de consumo de los estratos acomodados de Berlín, París, Londres, Nueva York, Ciudad de México, Bogotá, Buenos Aires, Ciudad del Cabo, Tokio o Seúl, ha motivado un acceso a casi toda riqueza natural conocida2081. Es obvio que la intensidad del saqueo pone en duda las oportunidades de las futuras generaciones a realizar un consumo comparable2082. A pesar de que toda la historia de la expansión del ser humano en la tierra estuvo acompañada por fenómenos de la extinción de otras especies biológicas, la contención y exterminación ha alcanzado en la época industrial, especialmente en la era del hedonismo petrolero desde los años 1950, un grado crítico por la destrucción masiva de los hábitats naturales por las múltiples formas del uso humano y la imposición del paisaje suburbano-total. Estas degradaciones de los servicios ecosistémicos no solo amenazan las cadenas alimenticias y las interacciones biosistémicas, sino también la diversidad mínima necesaria para la evolución y la regeneración del ecosistema global. Como un símbolo puede servir el destino del tigre, cuyos hábitats asiáticos se cayeron en el siglo XX a meros restos marginales2083.
2079 2080 2081 2082 2083
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MONTGOMERY, Dirt, op. cit., págs. 179 y ss. ILO, Employment by Sector, op. cit. BARDI, Extracted, op. cit., págs. 61 y ss, 207 y ss, 241 y ss. Sobre los derechos intergeneracionales: MESA, Derechos ambientales, op. cit., pág. 140. Al respecto: MCNEILL, Something New, op. cit., págs. 262 y ss; MILLENNIUM ECOSYSTEM ASSESSMENT, Ecosystems and Human Well-being, op. cit., págs. 4 y ss; REICHHOFF, Der Tanz um das goldene Kalb, op. cit., págs. 16 y ss, 39 y ss, 61 y ss; RÖHRLICH, Die Spur des Menschen, op. cit., págs. 214 y ss; SACHS, Common Wealth, op. cit., págs. 139 y ss; CATALINA TORO P., “La biodiversidad tropical”, en revista PJ, núm. 25, Bogotá, UNAL, 2009, págs. 151-188; WWF, Living Planet Report 2012, op. cit.
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Por otra parte, no deben subestimarse que varias políticas ambientales han llevado a éxitos correctivos. En el caso de Europa central, la legislación forestal orientada en la sostenibilidad, ha estabilizado, desde la segunda mitad del siglo XIX, la cobertura boscosa en la dimensión de aproximadamente un tercio del respectivo territorio estatal, mientras la terminación del uso energético y agricultural de estos bosques ha mejorado sustancialmente la cubertura vegetal y calidad ambiental2084. Varios Estados europeos muestran incluso una expansión gradual de sus superficies arboladas, por ejemplo a causa del abandono de pastos de alta montaña que en la era de la maquinas han perdido su rentabilidad para la producción alimentaria. Por su parte, Japón y Corea del Sur han conservado una cobertura boscosa excepcionalmente grande para Estados industriales del 69% y 63%, respectivamente, en vista de la concentración de la población industrial en las costas, del alto significado de la pesquería en el patrón de alimentación y de largas tradiciones de una silvicultura sostenible. Además, China ha iniciado, en la década de 1970, el proyecto más ambicioso de reforestación de todos los tiempos, creando en la zona septentrional de su territorio un cinturón selvático bajo la denominación Gran muralla verde, con el cual la cobertura forestal ha aumentado, de 1990 a 2010, por el 25%. También India, Turquía, Israel, Siria y Vietnam muestran éxitos en forma de una nueva expansión de los bosques2085. Además, es notable la carrera de muchos Estados en transformar partes de su territorio en parques naturales y nacionales, caracterizados por un cierto nivel de conservación de la calidad ecológica. De tal manera, Alemania ha organizado el 42,4% de su territorio estatal en forma de áreas protegidas, Gran Bretaña el 26,4%, Brasil el 26,3%, Colombia el 20,9%, Tanzania el 20,1%2086 y, en el promedio del planeta, se cuenta con el 12,5%2087. En los Estados del núcleo industrial, hay que relativizar estas cifras, pues varias zonas protegidas se limitan a la calidad de una especie de parques ‘urbanos’ de recreación en el paisaje total, pero tampoco hay dudas que dicho paisaje total tiene un complemento cada vez más visible de zonas naturales con poca presencia del uso humano, como lo subraya el retorno del lobo a Europa central desde 2000, mientras varios países del sudeste de la Unión Europea ya se ubican tanto fuera del paisaje total del núcleo industrial que sirven como hábitats de poblaciones significativas del oso pardo, así ya en Eslovenia y Croacia, donde por ejemplo una política exigente de puentes verdes compatibilizó las nuevas autopistas con la necesidad de conectar las hábitats. También en otras zonas del mundo pueden señalarse algunos éxitos en la esfera de la biodiversidad, como la salvación de los elefantes africanos en refugios estatales de vida silvestre como el Parque nacional Serengueti en Tanzania. Sin embargo, los éxitos en mención no superan la dinámica de degradación como tal, pues más allá de las especies estimadas en la estética humana, continúa la gran muerte silenciosa. 2084 2085 2086 2087
MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 357 y ss, 492 y ss. FAO, Evaluación de los recursos forestales mundiales 2010, op. cit., págs. 231, 236 y ss. WORLD BANK, Terrestrial Protected Areas, op. cit. UNEP, WCMC & IUCN, Protected Planet Report 2012, Cambridge, UNEP, 2012, pág. IV.
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7. LA DESCONTAMINACIÓN DEL AIRE, AGUA Y SUELO Desde la década de 1970, varios Estados del núcleo industrial, como por ejemplo Alemania, Suiza o Japón, lograron mejorar, a través de una legislación ambiental comprometida, la plaga de humo y hollín y la contaminación de los ríos (semi-) muertos que habían servido, desde el siglo XIX, como acompañantes sucios de las empresas y ciudades de la revolución industrial2088 y que se habían empeorado, desde los años 1950, en el marco de la quimización de la agricultura y de los hogares privados así como por la motorización masiva. De todos modos, los poderes públicos impusieron legislativa, administrativa y penalmente deberes exigentes de las empresas y ciudadanos a no sobrepasar valores máximos de emisiones, obligándolos a usar tecnologías de filtración, modernizar la combustión, respetar prohibiciones de productos venenosos, emplear en los automóviles catalizadores y gasolina no plomada, mientras la administración comunal tuvo que construir sistemáticamente plantas eficientes de depuración para las aguas residuales e industriales2089. En el manejo de los retos del aire y del agua, se perfiló originalmente el modelo del Estado constitucional ecológico2090. Sin embargo, para guardar las proporciones, hay que ver que la calidad ecosistémica de muchos ríos europeos y norteamericanos solo ha podido mejorar de la clase pésima a un nivel medio. Especialmente, las correcciones concernieron a aquellas categorías de sustancias tóxicas que son bien perceptibles y pueden ser filtradas en el punto final de tubos masivos, mientras varias contaminaciones que son relacionadas directamente con la industrialización masiva de la multitud de los hogares, como por ejemplo las sustancia nocivas del tráfico motorizado individual, no se limitaron con la misma eficiencia. Tampoco se logró superar los riesgos inmanentes a la rectificación y canalización industrial de los ríos que han eliminado los meandros, humedales, terrenos aluviales y bosques riparios2091. En la fase fundadora del Estado como fiduciario ambiental2092, se guardó mucho más silencio sobre el tercer ámbito del medioambiente, los suelos, donde las normas originarias se enfocaron en la descontaminación y renaturalización de lugares industriales abandonados, minas cerradas y ex vertederos urbanos. No obstante, hay que constatar una ceguera estructural frente al explotador principal de los suelos, la agricultura cada vez más industrializada, fósil-energetizada y quimizada, por lo menos más 2088 2089
2090 2091 2092
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Véase capítulo IV.2.F y V.5. Comp. KLOEPFER, Umweltschutzrecht, op. cit., págs. 217 y ss, 399 y ss; MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 480 y ss, 486 y ss, 529 y ss, 555 y ss, 561 y ss, 575 y ss; MCNEILL, Something New, op. cit., págs. 58 y ss, 129 y ss; RÖHRLICH, Spur des Menschen, op. cit., págs. 125 y ss; SCHMIDT & K., Umweltrecht, op. cit., págs. 145 y ss, 201 y ss; SCHWARTMANN & P., Umweltrecht, op. cit., págs. 113 y ss, 132 y ss. Comp. capítulo V.5.C. VÖRÖSMARTY et al., Global Threats to Human Water Security and River Biodiversity, op. cit., págs. 555 y ss. Concepto de BOSSELMANN, The Principle of Sustainability, op. cit., págs. 145 y ss.
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allá de algunas reglas puntuales, suaves y discretas sobre fertilizantes y plaguicidas2093. Entre las causas de este vacío, pueden indicarse tanto el marco ideológico de la privatización de la responsabilidad en el propietarismo iusfundamental, como la apariencia verde del campo sin visibilidad inmediata de las contaminaciones, pero sobre todo las políticas de querer alimentar una población propia por encima de la capacidad de carga natural en el marco de una población mundial creciente, sin reflexionar que el incremento de la oferta alimenticia fue el motor principal de dicho desarrollo demográfico. Más allá de los Estados fundadores recientemente ‘limpiados’, el industrialismo contaminante está todavía en la dinámica de expansión, es decir, varios países no tan transformados muestran grandes dificultades con la creación de depuradores en la velocidad de crecimiento de su población urbana, con el disciplinamiento de la clase empresarial local, con la imposición de estándares ambientales frente a las ETN extranjeras, con la educación ecológica de sus ciudadanos, con la motivación de sus funcionarios públicos –que, a veces, son ambientalmente ciegos en vista de los deseos de copiar el hedonismo atractivo del primer mundo– y con el diseño de la base tributaria para financiar un Estado ambiental hábil a actuar. Los valores límites de la contaminación permitida quedaron en un nivel más bajo, las prohibiciones de sustancias químicas peligrosas siguieron con retraso, las autorizaciones fueron más permisivas y los controles no fueron eficientes. Los sitios más contaminados del mundo actual, se han localizado en Argentina, Bangladés, Ghana, Indonesia, Nigeria, Rusia, Ucrania y Zambia2094. Además, entre los ríos más intoxicados del planeta, ya no se encuentran ni el Rin ni el Támesis, pero el Yangtsé en China, el Yamuna-Ganges en India, el Citarum en la zona capitalina de Indonesia, el Buriganga de la zona capitalina de Bangladés y el Riachuelo en la zona capitalina de Argentina. Por ejemplo, de la capital colombiana de Bogotá sale el río con el mismo nombre como una cloaca negra con muchos contenidos, menos agua, bajo la excusa administrativa de no poder financiar la depuración, mientras el aire urbano es contaminado por miles de buses mofetas por fuera de todos los estándares tecnológicos, bajo la excusa de querer defender los puestos de trabajo de los conductores o, mejor dicho, no tocar las ganancias de algunas grandes familias locales que son los propietarios. En efecto, queda sin utilizar la gran oportunidad de no necesitar repetir todos los errores del industrialismo fundador. En perspectiva comparada, se reconoce la aparente paradoja de que los Estadas con la huella ecológica más grande son los menos contaminados, mientras los más sucios son aquellos sin huella expansiva, lo que subraya una externalización exitosa del núcleo industrial2095: es ilustrativo el caso ghanés señalado en el párrafo anterior, donde el pro2093
2094 2095
KLOEPFER, Umweltschutzrecht, op. cit., págs. 389 y ss; MARQUARDT, Umwelt u. Recht, op. cit., págs. 541 y ss. BLACKSMITH INSTITUTE, The World’s Worst 2013, Nueva York, Blacksmith, 2013, págs. 8 y ss. LESSENICH, Neben uns die Sintflut, op. cit., págs. 96 y ss.
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blema radica en un enorme vertedero para chatarra electrónica con un origen en la Unión Europea. En términos generales, las asesorías de desarrollo del núcleo industrial promueven el dumping ambiental en los demás Estados, cuando recomiendan industrializarse primero a costa de la calidad ambiental y de reparar después los daños con la plata ganada, lo que evita molestias incómodas para sus ETN y conserva su huella ecológica. Recapitulando, ingresan a los ecosistemas del planeta tierra con una tendencia creciente sustancias industriales venenosas, desde plaguicidas agrarios, pasando por champús y detergentes hasta la basura plástica, que ha causado en los océanos grandes remolinos de desechos2096. Visto así, la comunidad de los Estados protectores del ambiente carece todavía de la eficacia básica.
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RÖHRLICH, Die Spur des Menschen, op. cit., págs. 180 y ss.
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8. LA PRECAUCIÓN FRENTE A RIESGOS TECNOLÓGICOS INCALCULABLES El Estado previsor ha desarrollado el derecho de la seguridad tecnológica a partir de las explosiones de varias calderas de vapor en el siglo XIX. No obstante, la tecnología energética de la fisión nuclear que se ha manifestado, a partir de 1954, en la creación de 177 plantas en 31 Estados2097, describe el paso a una nueva dimensión de riesgos para enormes territorios, poblaciones, ecosistemas y tiempos, que el Estado ya no puede someter al deber empresarial de contratar un seguro de responsabilidad civil, pues las tasas para cubrir una responsabilidad ilimitada eliminarían toda posibilidad de generar ganancias. Varios fenómenos como la negligencia humana, la tendencia de toda tecnología a defectos, la trampa de complejidad en interacciones sistémicas que superan la capacidad humana de previsión, la amenaza por actos de sabotaje y el manejo por explotadores orientados en la reducción de costos, pueden conducir a daños extremos para la vida y la salud de un número incalculablemente grande de seres humanos y a la no habitabilidad de territorios extensos durante tiempos largos. Como los símbolos de la sociedad del riesgo2098 sirven tanto la catástrofe del central nuclear ucraniano de Chernóbil en 1986 –-que ha dejado hasta hoy una zona de alienación de 30 kilómetros con dos ciudades y varios pueblos fantasmas– como su sucesora japonesa de Fukushima en 2011, mientras múltiples residuos radiactivos han devastado lugares como el lago Karachai en el Ural ruso. Hasta la fecha de este libro, ningún Estado del mundo ha encontrado soluciones para el almacenamiento definitivo y seguro de los residuos radiactivos de alta actividad que van a ser venenosos por cientos de miles de años. Especialmente, los desechos nucleares que –entre 1946 y la prohibición internacional de 1993– Rusia, EE.UU., Gran Bretaña, Suiza, Japón y otros han vertido en alta mar, amenazan con convertirse en bombas de relojería. En este sentido, no sorprende mucho la presión democrática del movimiento social antinuclear. Ponderando las ventajas y desventajas, por lo menos Austria (1978), Irlanda (1978), Filipinas (1986), Italia (1987), Polonia (1990), Kazajistán (1999) y Lituania (2012) abandonaron esta tecnología de alto riesgo, mientras otros países desarrollaron programas de abandono a mediano plazo, así Bélgica (de 1999/2011 hasta 2025), el cuarto productor mundialmente más grande Alemania (de 2002/2011 hasta 2022) y Suiza (de 2011 hasta 2034)2099. Un tercer grupo, compuesto por Eslovenia, España, 2097
2098 2099
Introducción: en Rusia en 1954, en Francia y Gran Bretaña en 1956, en EE.UU. en 1957, en Alemania en 1961, en Bélgica y Canadá en 1962, en Suecia en 1964, en Japón en 1965, en España y Países Bajos en 1968, en India y Suiza en 1969, en Eslovaquia y Pakistán en 1972, en Argentina en 1974, etc. Término de ULRICH BECK, La sociedad del riesgo, Barcelona, Paidós, 2006. Bundesgesetz austríaca über das Verbot der Nutzung der Kernspaltung für die Energieversorgung de 1978, en BGBl I, 1978, núm. 676; Gesetz alemana zur geordneten Beendigung der Kernenergienutzung de 2002, en BGBl I, 2002, págs. 1351 y ss; 13. Gesetz alemana zur Änderung des Atomgesetzes de 2011, en BGBl I, 2011, págs. 1704 y ss; KLOEPFER, Umweltschutzrecht, op. cit., págs. 257 y ss; MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 547, 558 y ss, 580 y ss; REINHARD, Die Unterwerfung der Welt, op. cit., pág. 1276; RÖDDER, 21.0, op. cit., págs. 75 y ss.
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Francia, Países Bajos y Suecia, ha iniciado pasos significativos de disminución o salida. En cuarto lugar, Japón se encuentra, a causa del catástrofe de 2011, en debates controversiales y la desactivación de facto de casi todos los reactores. Las armas de destrucción masiva, encarnan un segundo tema de los riesgos tecnológicos de la civilización industrial. A pesar de que Rusia y los EE.UU. han terminado, a partir de 1991, por los Tratados de reducción de armas estratégicas la carrera armamentista con armas nucleares, ambas potencias tienen todavía la capacidad militar de realizar el overkill múltiple del planeta. Siete de los demás Estados poseen armas nucleares2100, de los cuales la dictadura norcoreana no duda en amenazar a su vecindad. El tema continúa siendo inquietante, teniendo en cuenta la posibilidad de futuros gobiernos infames en cualquier Estado del mundo. De todos modos, son altamente contaminadas con radioactividad tanto las franjas de fábricas de armas nucleares del tipo de Hanford Site en EE.UU., como las zonas de aproximadamente 2.100 pruebas de armas nucleares, realizadas principalmente entre 1951 y 1992, en particular en múltiples islas de Oceanía en el Pacífico que fueron todavía colonias estadounidenses, inglesas y francesas2101, pero también en Nevada, Nueva México, Kazajistán, Novaya Zemlya (Rusia) y la cuenca del Tarim (China). También varios ex submarinos con propulsión nuclear se encuentran desechados en el fondo marino, sin aseguramiento suficiente de los reactores. El tercer gran debate de la sociedad del riesgo se refiere a la ingeniería genética agrícola, presente en la legislación de la mayoría de los Estados industriales desde la década de 1990. En la perspectiva tecnocentrista, la modificación genética de plantas agrarias fue estimada como una solución salvadora para aumentar las cosechas y combatir el hambre en el mundo, mientras la perspectiva ambientalista subrayó los riesgos de manipulaciones genéticas en seres vivos y ecosistemas por encima de las capacidades del ser humano en prever y controlar los efectos y retroalimentaciones complejas. Parar la evolución según las visiones de una especie concreta en un cierto momento, pareció irracional. Al fin, varios Estados americanos –EE.UU, Canadá, Brasil y Argentina– promovieron la cultivación comercial del maíz transgénico, el arroz transgénico y la soja transgénica, mientras los Estados del núcleo de la Unión Europea no dejaron pasar estas plantas modificadas –predominantemente de empresas estadounidenses– por sus estándares legislativos y procedimientos de autorización administrativa. En 2009, el Tribunal Superior Administrativo de la Baja Sajonia confirmó la prohibición ministerial del maíz transgénico en Alemania2102. También la Ley fundamental de Hungría de 2011 concretó el derecho a la salud por la inclusión explícita de “promover una agri2100 2101 2102
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Gran Bretaña, Francia, China, Israel, India, Pakistán, Corea del Norte. VOIGT, Geschichte Australiens und Ozeaniens, op. cit., págs. 156 y ss. REDACCIÓN SÜDDEUTSCHE, “Monsanto scheitert erneut vor Gericht”, en periódico Süddeutsche Zeitung, de 17.5.2010, http://www.sueddeutsche.de/wissen/verbot-von-genmais-monsanto-scheitert-erneut-vor-gericht1.458043 (5.1.2018).
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cultura libre de seres vivos con genes manipulados”2103. A partir de 2013, la ETN transgénico estadounidense Monsanto renunció a buscar el acceso en el mercado europeo. En la agricultura biotecnológica, se repite la impresión de que grandes partes de Europa han alcanzado un cierto nivel de la estatalidad de seguridad y precaución frente a intereses empresariales irracionales, lo que coincide con el amplio rechazo democrático por parte de pueblos ambientalmente bien informados2104. De todas maneras, ya son perceptibles los contornos de tres futuras tecnologías de alto riesgo: primero, la ingeniería genética avanzada que piensa en animales manipulados, en la reanimación de especies de animales extinguidas (por ejemplo, mamuts), en especies humanas reanimadas (los hombres de Neandertal) o en la creación de una élite de super-humanos (nazismo 2.0); segundo, la tecnología de cíborg que pretende combinar seres humanos con elementos de maquinas; tercero, la vida no orgánica con inteligencia artificial2105. Todas estas visiones han sido tratados múltiples veces en películas de ciencia ficción, con un mensaje casi uniforme: sale mal para el ser humano, pues su inteligencia sistémica, que ya fracasa en pronosticar el clima en ocho días, no es suficiente ni para prever ni para manejar la complejidad inmanente a la neutralización de la evolución; además, la inteligencia artificial tiende a hacer el ser humano innecesario. Los Estados deben dedicarse responsablemente a las respectivas políticas científicas y a la prevención de excesos indeseados para el bien común y, si se realiza significativamente una de estas tres tecnologías, tienen que rediseñar sus fundamentos, iniciando con el estatus y la cuestión de la ciudadanía de los nuevos seres.
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Art. XX núm. 2 de la Magyarország Alaptörvénye, Ley fundamental de Hungría de 2011, ed. por CONSTITUTE (Ed.), The World’s Constitutions, https://www.constituteproject.org/constitution/Hungary_2011.pdf (5. 1.2018). Sin embargo, en 2017 la empresa alemana Bayer compró la empresa transgénica estadounidense Monsanto. Comp. BECK, La sociedad del riesgo mundial, op. cit., págs. 111 y ss, 181 y ss; HUGHES, An Environmental History of the World, op. cit., págs. 206 y ss; KLOEPFER, Umweltschutzrecht, op. cit., págs. 506 y ss; MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 513 y ss, 600 y s; MCNEILL, Something New, op. cit., págs. 311 y ss; MESA C., Derechos ambientales, op. cit., págs. 210 y s; PENNA, The Human Footprint, op. cit., págs. 271 y ss; RADKAU, Nature and Power, op. cit., págs. 270, 302; ÍD, Die Ära der Ökologie, op. cit., págs. 245 y ss; SCHMIDT & K., Umweltrecht, op. cit., págs. 321 y ss. YUVAL N. HARARI, Sapiens, A Brief History of Humankind, Londres, Harvill Secker, 2014 (trad. en español de 2014), págs. 397 y ss; MORRIS, IAN: Why the West Rules, Nueva York, Farrar, Straus & Giroux, 2010, págs. 589 y ss.
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9. LA REALIZACIÓN DE LA JUSTICIA SOCIAL EN LA DIMENSIÓN GLOBAL “Ninguna sociedad puede permitirse excluir al diez por ciento del pueblo de sus oportunidades, sin tener que sufrir perjuicios morales”. RALF DAHRENDORF, sociólogo (2003)2106
La universalización del constitucionalismo social en 1966 sostiene la misma dignidad humana de un noruego y nigeriano, de un alemán y afgano, de un colombiano y etíope. Pero a pesar de la consagración mundial de derechos sociales iguales, las oportunidades reales se caracterizan por enormes disparidades. Según las últimas cifras disponibles del Banco Mundial, viven 2.471 millones de personas –la tercera parte de la población mundial– con menos de dos dólares estadounidenses por día. Tanto en los Estados del subcontinente de la India como en los del África subsahariana, se trata del 70% de los respectivos pueblos estatales2107. En cuanto al derecho humano de la alimentación adecuada, hay que indicar 868 millones de seres humanos –el 11,6% de la población mundial– que sufren hambre, inclusive el precio de la muerte anual de 2,6 millones de niños por debajo de los cinco años, mientras los Estados del núcleo industrial permiten generosamente que sus productores, supermercados, hoteles, cantinas y consumidores dejen desaparecer más del 50% de la energía alimenticia producida en la basura, así por fallas de coordinación en la anarquía del mercado, la defectuosidad comunicativa, la prevalencia de motivos estéticos en el hedonismo excesivo y la ostentación empresarial que quiere presentar su oferta al estilo de una abundancia ilimitada. Además, 780 millones de personas –el 10,4% de la población mundial– están privados del derecho humano al agua limpia y 2.500 millones de la tecnología básica de saneamiento, mientras un estadounidense tiene diariamente 300 litros a su disposición para ducharse extensamente, lavar su coche y otros consumos hedonistas. Sobre el derecho humano a la salud, hay que señalar que todavía el 15% de los niños de la tierra no recibe ni la tercera vacuna contra el polio ni la inmunización completa contra la difteria, la tos ferina y el tétanos, con el efecto de1,5 millones de niños muertos al año a causa de enfermedades que hubieran sido evitables preventivamente. Respecto al derecho humano de la educación, puede preciarse que, todavía en 2016, el 15,7% de la población mundial y el 35,7% de los africanos subsaharianos están privados de la alfabetización. La calidad real del derecho humano a la vivienda digna, se caracteriza por casi la tercera parte de la población urbana del planeta –924 millones de seres humanos– que vive en barrios miserables o 2106 2107
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DAHRENDORF, Auf der Suche, op. cit., pág. 89. WORLD BANK, World Development Indicators 2012, op. cit., pág. 72. Los reportes más recientes camuflan el crecimiento de la pobreza en el mundo según este criterio clásico más expresivo, pues renuncian a calcular el valor sucesor de 3,1 dólares diarios al nivel mundial y continental.
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Img. 171: El antropoceno desigual: la contaminación lumínica nocturna demuestra tanto la dimensión de la influencia humana en la naturaleza como la distribución extremamente desigual 2108
slums, precisamente el 21,8% en Colombia, el 58% en Asia del sur y el 71,9% en el África subsahariana. De igual forma, el 15,5% de la población mundial es privado del acceso al servicio público de la electricidad, es decir, de casi toda modernidad de la segunda revolución fósil-energética. En el África subsahariana, se trata incluso del 64,6% de los ciudadanos. En cuanto a los derechos de los niños, hay que señalar 215 millones de trabajadores infantiles –el 13,6% de los menores de edad del mundo hasta los 17 años–, con el tope del 25% de los niños del África subsahariana. Todo se resume en una violación sistemática del derecho humano al desarrollo, formulado en 1986, lo que afecta a enormes partes de los habitantes del mundo2109.
2108 2109
Foto: NASA Earth Observatory de 1994-1995. Art. 11-13 del Pacto Social de 1966, op. cit.; Declaración sobre el derecho al desarrollo de 1986, op. cit.; GENERAL ASSEMBLY UN, GA/10967, 2010, op. cit. Autores: MARTÍN CAPARRÓS, El hambre, Buenos Aires, Planeta, 2014; COLLIER, El club de la miseria, op. cit. págs. 21 y ss; FISCHER & M., Der Kampf um globale soziale Rechte, op. cit., págs. 9 y ss; ALISON JAGGAR et al., Thomas Pogge and his Critics, Cambridge, Polity Press, 2011; STEFAN KREUZBERGER & VALENTIN THURN, Die Essensvernichter, Bonn, BPB, 2013, págs. 50 y ss; NUSCHELER, Entwicklungspolitik, op. cit., págs. 142 y ss, 179 y ss; POGGE, Politics as usual, op. cit.; ÍD., La pobreza en el mundo, op. cit.; THOMAS PIKETTY, El capital en el siglo XXI, México, FCE, 2014 (título original en francés de 2013), cap. XII; STIGLITZ, El precio de la desigualdad, op. cit., págs. 101 y ss. Cifras: BM FÜR ERNÄHRUNG, Ermittlung der Mengen weggeworfener Lebensmittel und Hauptursachen für die Entstehung von Lebensmittelabfällen in Deutschland, 2012, http://www.bmel.de/SharedDocs/ Downloads/Ernaehrung/WvL/Studie_Lebensmittelabfaelle_Faktenblatt.pdf?__blob=publicationFile (5.1.18); FAO, Food Security in the World, Roma, FAO, 2012, pág. 9; ÍD., Global Food Losses and Food Waste, Roma, FAO, 2011, págs 4 y ss; UN-HABITAT, Slums of the World, op. cit., págs. 76 y ss; ÍD., The Challenge of Slums, op. cit., pág. 14; UNDP, HDR 2015, op. cit., págs. 250 y ss; ÍD., HDR 2016, op. cit., pág. 233; UNICEF, Levels and Trends in Child Mortality, Nueva York, UN, 2011, pág. 1; ÍD., Progress on Drinking Water and Sanitation, 2012 Update, Nueva York, UN, 2012, págs. 2, 5, 19; WHO, Global Routine Vaccination Coverage 2010, op. cit.; ÍD., Vaccine-Preventable Diseases, op. cit.; WORLD BANK, World Development Indicators 2012, op. cit., pág. 168; YACOUBA DIALLO et al., Global Child Labour Developments, Measuring Trends 2004-2008, Ginebra, ILO, 2010, pág. 9.
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Toda solución eficiente del problema de la inclusión desigual a las opciones de la transformación industrial, se dificulta por la modelación del derecho internacional económico y una variedad de bloqueadores paradigmáticos y de percepción, pues el consumista hedonista –sea en Berlín o Buenos Aires, en Nueva York o Londres– no percibe directamente los efectos de su huella ecológica en un planeta limitado ya sobreexplotado, en el cual una especie de juego de suma cero acopla el sobreconsumo de los unos con el subconsumo de los otros. Sin embargo, la desigualdad de oportunidades no puede ser excusada ni como una supuesta ley natural inevitable, ni como dura pero justa, ni como una desventaja pasajera de adaptación a la globalización, ni mediante condiciones climáticas variadas, sino ha sido diseñado en la construcción de la interacción sistémica de las relaciones globales centradas, inclusive el papel de la permisividad dócil de los poderes estatales del sur frente a la entrada del sistema mundo del industrialismo según las reglas preformuladas por las instituciones económicas mundiales dominadas por los Estados del núcleo industrial. Este régimen se comprueba como muy eficiente en profundizar polarizaciones en beneficio de los que ya tienen mucho. Lo inquietante es que este sistema mundo lleva en términos cuantitativos a más violaciones de derechos humanos que toda dictadura sangrienta del siglo XX, mientras ofrece a los beneficiados excusas cómodas para lavar sus manos en inocencia: el alemán o sueco que defiende enérgicamente el Estado social para su pueblo nacional, se convierte en su papel como accionista transnacional en una especie de lobo cazador libre frente a ovejas libres sin solidaridad alguna, pero casi nunca tiene esta autoimagen, pues la complejidad de las cadenas comerciales desvincula el hedonista de la experiencia inmediata de los efectos de tal violencia estructural. Para salir de estas trampas, los países del sur podrían orientarse más en los caminos de éxito de Japón, Corea del Sur, Taiwán y China en vez de escuchar al ‘Consenso’ de Washington: no permitir su reducción a exportadores de materias primas, buscar la producción de alta tecnología, no aceptar su deceleración por patentes del norte, proteger las industrias nacientes contra el poder del más fuerte, mejorar la educación pública de alta calidad, etc. Por otra parte, los Estados del núcleo industrial deberían renunciar a la explotación del sur y aceptar reformas de las instituciones de Bretton Woods según criterios altruistas del bien común global, lo que incluye la desconstrucción del sobreconsumo no generalizable mundialmente. De igual forma, hay que fortalecer la responsabilidad civil y penal del consumidor para efectos destructivos en redes de alta complejidad.
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10. LA DOMESTICACIÓN DE LAS AUTOCRACIAS EMPRESARIALES Con evidencia, la transformación industrial ha producido actores poderosos, las empresas transnacionales (ETN), que disponen sobre presupuestos por encima de la mayor parte de los Estados medios y pequeños2110. Penetran diagonalmente la organización estatal y se acoplan en cualquier punto de interés con la institucionalidad formal para promover sus intereses. Su modo de gobernanza se distingue del modelo democrático del Estado moderno, pues una agrupación señorial –los accionistas– domina los súbditos de fábrica –los obreros–. Sin duda, las ETN juegan un papel clave en la posibilitación y perpetuación del imperialismo ecológico de los Estados del núcleo industrial. Entre las utopías de la doble-revolución ilustrada e industrial que muchos contemporáneos perciben como simpática, se cuenta la del mercado libre. No puede descartarse que el mismo pueda funcionar eficientemente bajo la suposición de una sociedad estatal de sujetos del derecho privado, compuesta por una multitud de pequeñas y medianas empresas en libre competición entre sí, sin acumulación de poder. Tampoco es falso advertir que el 99% de las empresas de la Unión Europea pertenece a este tipo sin dar grandes razones a preocuparse. Sin embargo, se ha abusado la teoría liberal de mercado también para justificar el social-darwinismo anarco-liberal al estilo de libertades de lobos entre ovejas libres y, de tal manera, se ha legitimado la maximización de la autonomía y el poder de las grandes empresas transnacionales. Bajo esta orientación, no se defiende la sociedad de ciudadanos económicos, sino se patrocinan organizaciones poderosas que significan para los Estados del núcleo industrial nuevos poderes intermediarios con connotaciones neo-feudales2111, en una cierta analogía a los grandes ducados medievales. Además, para los Estados menos centrales, se trata de encarnaciones de poder concentrado con una autoestima grande y habilidades estratégicas que, a veces, tienden a cambiar la jerarquía y se imponen sin escrúpulos ni respeto para las leyes nacionales. De vez en cuando, uno de los Estados industriales mismos es el accionista primordial y, en los demás casos, el poder estatal de la sede principal brinda apoyo y proteccionismo diplomático a su tributante de primera categoría. Entre los sectores frecuentemente criticados, se señalan: los grandes bancos, las mayores empresas de gestión de inversiones (shadow banking)2112, las grandes empresas de minería2113, las grandes compañías petroleras, los grandes comerciantes de materias primas, los grandes servidores de telecomunicación, los grandes oferentes de alta tecnología infraestructural, las grandes comercializadoras de moda rápida, las grandes 2110 2111 2112 2113
FÄßLER, Globalisierung, op. cit., págs. 193 y ss; HOBE, Völkerrrecht, op. cit., pág. 163. Sobre estas tendencias: NECKEL, Refeudalisierung, op. cit., págs. 165 y ss. BUCHTER, Black Rock, op. cit. Véase DIAMOND, Collapse, op. cit., págs. 378 y ss, 441 y ss; CATALINA TORO P., “Geopolítica energética”, en ÍD. et al. (Eds.), Minería, territorio y conflicto en Colombia, Bogotá, UNAL, 2012, págs. 17-36.
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empresas farmacéuticas, los grandes proveedores de simientes y los grandes plantadores tropicales. Si hay una lección general de la Teoría integral del Estado, es la de la necesidad de controlar aquellos poderes no soberanos que se niegan al control, buscan las zonas grises, escapen de la transparencia, advierten su relevancia sistémica, maximizan el lujo de sus dirigentes, gastan por su buena imagen, invitan generosamente a los políticos, pagan enormes sobornos y extorsionan con el bienestar de sus subordinados que son paralelamente ciudadanos bajo del deber protector del Estado. Hojas de vida llamativas como la del fundador de la ETN más grande en materias primeras, MARC RICH de Glencore con sede en Suiza (de 1974), que pudo escapar incluso de la persecución por parte de la justicia estadounidense –jugando con varias ciudadanías, instrumentalizando otros Estados protectores y recibiendo al fin un indulto presidencial de BILL CLINTON2114– subrayan las dificultades del poder estatal frente a esta nueva élite de poder. A veces, el arte cinematográfico presenta visiones del futuro en las cuales gobernarán empresas en lugar de los Estados. No obstante, la probabilidad es baja y el resultado no sería nada más que una nueva ola de autocratismo extremo. Por ejemplo, a pesar de los ejemplos históricos de EIC-landia y VOC-landia, tratados en el primer tomo de esta Teoría integral del Estado2115, no es factible que Estados democráticos entreguen provincias a empresas para sanear sus deudas. También es cierto que empresas como la United Fruit Company organizaron golpes de Estado, por ejemplo en 1954 en Guatemala, pero no para gobernar directamente, sino para instaurar un dictador dócil2116. Por otra parte, existen algunos Estados que son prácticamente idénticos con grandes empresas, así las monarquías del petróleo en el golfo Pérsico como Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Catar y Bahréin, donde el respectivo Rey parece más como un empresario con un mero anexo estatal2117. Hasta la fecha, el disciplinamiento de las autocracias empresariales no ha sobrepasado el nivel de primeros pasos, pero profundizar la responsabilidad pública en cuanto a los valores del constitucionalismo democrático, social y ecológico parece justo y oportuno. En ello, vale la pena revisar cuidadosamente la ficción de meras personas jurídicas, la no responsabilidad penal de personas no naturales en muchos países, la centralidad unilateral de la categoría de propiedad, los salarios astronómicamente altos de los gerentes, el bajo nivel de codirección obrera y los privilegios desproporcionados incluidos en múltiples tratados de protección de inversiones. En general, los tratados de comercio deberían basarse en el juego limpio y los estándares iushumanos. Además, las opciones del lobbyismo y de las donaciones a partidos y políticos deberían 2114 2115 2116 2117
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En detalle: DANIEL AMMANN, El rey del petróleo, Madrid, Martínez Roca, 2011. MARQUARDT, Teoría integral del Estado, t. 1, op. cit., págs. 683 y ss. MARQUARDT, Historia constitucional comparada de Iberoamérica, op. cit., págs. 411, 414 y ss, 441, 486. BREMMER, The End of the Free Market, op. cit., cap. 3; SONS, Auf Sand gebaut, op. cit., págs. 36 y ss, 149 y ss.
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ser cerradas, así como la desoligarquización en forma de la separación más estricta entre la élite política y la élite económica parece importante para evitar que intereses particulares superen el bien común. En beneficio de la libertad de información, los medios masivos de comunicación no deberían estar en manos de la élite empresarial. Se considera útil establecer un impuesto mundial sobre el capital o por lo menos determinar una obligación fiscal sobre todo ingreso realizado en cualquier lugar del planeta, así como diseñar la introducción de un impuesto efectivo sobre las transacciones financieras lo que dificultaría los abusos del capitalismo de casino. Restablecer el control eficaz del Estado sobre los mercados financieros, es sin alternativa. En ello, aquellos micro-Estados que se ofrecen como sedes del capitalismo offshore, deberían ser motivados, a través de medidas diplomáticas, a respetar las reglas del bien común global. De igual forma, vale la pena reforzar la legislación antimonopolio y crear una verdadera legislación de transparencia. Nuevas estrategias virtuosas que camuflan hábilmente su beneficio unilateral para las ganancias empresariales, como la alianza públicoprivada (APP), deberían ser impedidas o arregladas por parte del poder estatal. De igual forma, los sobornos para corromper el personal estatal deberían ser sometidos a una aplicación estricta de normas penales, sin que el carácter transnacional garantice una impunidad de facto por problemas de entrega de documentos judiciales o la no extradición de nacionales. En general, vale la pena equilibrar la separación de poderes entre el Estado y el mercado sin permitir la expansión sutil del último hacia una econocracia totalitaria2118. Una de las reformas más urgentes se refiere a la justicia de arbitraje, prevista en los tratados de protección de inversiones, pues establece una justicia de sombra de gremios secretos, frecuentemente en manos del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones del Banco Mundial con sede en Washington, donde empresas inversionistas pueden presentar demandas contra Estados y su legislación social, ambiental, energética o tecnológica, sin control por otra instancia y bajo toda falta de transparencia. El Estado es siempre el demandado y todo Presidente tiene que someterse a esta jurisprudencia parcial que es estructuralmente ciega para valores constitucionales e iushumanos. Se trata de un autocratismo sin legitimidad democrática, al estilo de una justicia anti-constitucional, en nombre del capital en vez del pueblo2119. Se recomienda eliminar esta nueva santa inquisición del capitalismo industrial, sometiendo las respectivas empresas plenamente a la jurisprudencia más equilibrada del respectivo Estado de Derecho.
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Comp. entre otros: CAROLAN, Cheaponomics, op. cit., págs. 195 y ss; CHANG, 23 Things, op. cit., págs. 252 y ss; DIETER, Globalisierung à la carte, op. cit., págs. 22 y ss, 184 y ss; HEINZE, Rückkehr des Staates? op. cit., págs. 205 y ss; PINZLER, Der Unfreihandel, op. cit., págs. 252 y ss; PIKETTY, El capital en el siglo XXI, op. cit., cap. XIII y ss. ENDRES & K., Konzerne/ Staaten, op. cit.; GARCÍA C., Caso Oxy, op. cit.; PINZLER, Der Unfreihandel, op. cit., págs. 161 y ss, 202 y ss; ÍD. et al., Schattenjustiz, op. cit.
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11. LA DEFENSA DE LA PAZ MUNDIAL A primera vista, el ius contra bellum mundial, construido desde 1945, parece un éxito enorme. Actualmente, no hay guerras internacionales y, en el espectro de las potencias grandes y medios, el máximo de agresividad mutua se limita a sanciones económicas. Sin embargo, en 30 de los 193 Estados de la tierra –el 15% del total– se observa un nivel de violencia interna que puede ser calificada como guerra civil. En Oriente próximo, se trata del 40% de los Estados, en el subcontinente de la India de todos y en el África subsahariana del 20%2120. A veces participan potencias internacionales, pero sin sobrepasar el límite hacia la guerra abierta entre Estados. Por lo menos en Occidente, la mentalidad post-heroica parece bien establecida. No obstante, no hay ninguna garantía de continuidad, si se materializan y acumulan los problemas señalados en los capítulos anteriores. Al respecto, surge en el siglo XXI un riesgo de cinco tipos de guerras –internacionales, civiles y mixtas–: En primer lugar, se señala el peligro de las guerras fósil-energéticas enfocadas en la redistribución y apropiación de los últimos recursos de energía fósil cada vez más escases. En este sentido, las intervenciones occidentales, a partir de 1990, en los países petroleros de Oriente –en Irak, Siria y Libia– y las subsiguientes guerras civiles, son eventualmente nada más que primeras muestras de los conflictos de aprovisionamiento que vendrían después. Nadie asegura bajo estas condiciones que los EE.UU., la Unión Europea y China serían buenos amigos. En segundo lugar, se indica el riesgo de las guerras de espacio vital según un concepto de mala fama de la guerra alemana-rusa de 1941 a 1945. En la medida en la cual el “modo de vida imperialista” de los Estados del núcleo industrial encuentra, a causa de su atractivo, imitadores en otras zonas del mundo, así crecientemente en la clase alta y media de China, el Sudeste asiático y el golfo Pérsico y prontamente también en el subcontinente de la India, inicia una competitividad del acceso a huellas ecológicas en otras partes del mundo, donde el acceso se excluye mutuamente, lo que garantiza tensiones eco-imperialistas, que se aumentan con alta probabilidad ante la creciente conciencia de explotación en países que aceptan cada vez menos su papel en beneficio del lujo de otros. De igual forma, cuando la subvención fósil-energética de la agricultura de una población mundial por encimo de los 7,5 mil millones se disminuye y acaba, hay una presión casi sin escape de competir cuál huella ecológica puede imponerse en las zonas de aprovisionamiento cada vez más limitadas. Si la cuestión es percibida como existencial, la violencia en las tierras de sangre de 1941 a 1945 puede servir como una ilustración de lo que podría llegar. Los excesos nacionalsocialistas no son una mera historia del terror con valor de entretenimiento, sino una advertencia seria de los riesgos inmanentes a la modernidad industrial2121. 2120 2121
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En detalle: MARQUARDT, Ius contra bellum, op. cit. págs. 435 y ss. BRAND & W., Imperiale Lebensweise, op. cit., pág. 14; SNYDER, Black Earth, op. cit., págs. 298 y ss.
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Tercero, se denuncian las guerras climáticas2122 donde el calentamiento global, provocado por el consumo masivo de energía fósil en los países del núcleo industrial, devasta a otros territorios estatales. Como ejemplos sirven la desertificación avanzada del Sudán geográfico y el escenario probable del hundimiento de partes de Bangladés y Egipto en el mar a causa del retroceso de la capa de hielo de Groenlandia y Antártida Occidental. Cuarto, hay una probabilidad continuada de sublevaciones de los desfavorecidos contra la desigualdad del sistema mundo si ellos interiorizan que dicho sistema no cumple con su gran promesa desarrollista de la difusión de la sociedad industrial incluyente a sus países. En la actualidad, son un factor clave en la violencia urbana y rural de múltiples países fuera del núcleo industrial, los jóvenes iracundos que reclaman su derecho a una vida digna y con sentido, a través de la sublevación violenta contra las normas de la paz territorial y penal. Las grandes bandas criminales no políticas en El Salvador y Colombia –las maras y las bacrim– son ejemplos de esta perspectiva oscura. El quinto riesgo radica en el combate cultural occidental-islámico que ya ha empezado, sobre los valores supremos en el mundo: ¿son los de la Ilustración occidental o aquellos de Dios según el Corán? En el momento, actúen ejércitos rebeldes en nombre del neo-islamismo en Afganistán, Pakistán, Irak, Siria, Yemen, Somalia y Libia. Son pensables dimensiones adicionales, como el escalado del conflicto wahabí-chií entre los gobiernos puristas de Arabia Saudita e Irán con efectos transnacionales de desestabilización2123. Los riesgos 1-4 se aumentan por las armas de exterminio masivo en manos de nueve potencias nucleares, teniendo en cuenta que las condiciones del colapso fósil-energético pueden promover gobiernos autocéntricos e infames en cualquier Estado del mundo. También varios otros Estados que usan la energía nuclear, podrían construir fácilmente armas nucleares, en particular los europeos y Japón debido a su desarrollo tecnológico avanzado, pero también Arabia Saudita e Irán son candidatos virtuales bajo la posibilidad inquietante de una carrera armamentística atómica entre ambos. El póker nuclear del 2017 entre EE.UU. y Corea del Norte, subraya los peligros. Además, en la medida en la cual se condensa la tendencia contemporánea de trasladar conflictos al interior de una multitud de Estados, el Leviatán entra en peligro de implosionar, de modo que el estado de naturaleza hobbesiano no sería el punto de partida, sino el punto final. La recomendación principal para evitar por lo menos los primeros cuatro de los cinco escenarios bélicos, es resolver anticipada y preventivamente los problemas de sostenibilidad descritos en los capítulos anteriores. 2122
2123
HARALD WELZER, Guerras climáticas, Por qué mataremos (y nos matarán) en el siglo XXI, Buenos Aires, Katz, 2010 (título original en alemán de 2008), págs. 91 y ss. BUCHTA, Die Strenggläubigen, op. cit., págs. 214 y ss; PERTHES, Das Ende des Nahen Ostens, op. cit., págs. 35 y ss; SCHOLL-L., Der Fluch der bösen Tat, op. cit., págs. 274 y ss.
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12. EL CUIDADO FRENTE A LA EXPANSIÓN DE LAS AUTOCRACIAS REPUBLICANAS
Como se ha calculado en el capítulo VII.8, ya en la actualidad el 56,2% de la población mundial vive en autocracias republicanas y demo-autocracias híbridas, mientras la democracia constitucional parece bien establecida en Occidente tricontinental –en Europa occidental, las Américas y Australia-Nueva Zelanda–, donde beneficia a la minoría del 20,8% de la población mundial. Como la excepción zonal, se enuncia Venezuela a partir de 2016. Es indudable que varias autocracias contemporáneas, incluyendo las en las cercanías de la Unión Europea como la Rusia de PUTIN y la Turquía de ERDOĞAN2124, reciben mucho respaldo por parte del respectivo pueblo estatal, de modo que no carecen de una cierta legitimidad popular. Típicamente, no tienen que temer las próximas elecciones, pues las mismas funcionan como rituales de confirmación. En el caso ruso, esta observación coincide con el extendido culto popular alrededor del ex dictador sangriento STALIN que es asociado con la grandeza de su Estado en la mitad del siglo XX. En vista de la popularidad de la mayor parte de los nuevos autócratas en sus respectivos países, tanto la prensa como los políticos occidentales tienden a evitar el uso del término estigmatizante dictadura, a pesar de que sería equívoco partir de meras democracias defectuosas. Img. 172: La nueva capital monumental de una autocracia republicana del siglo XXI: en 1997, el longevo Presidente NAZARBÁYEV de Kazajistán (1991-) fundó la capital Astaná que combina el diseño representativo de las monarquías del pasado con una arquitectura futurista. En la mitad de las torres doradas, se ve el palacio presidencial Ak Orda2125
De todas maneras, si se difunden –a causa de los riesgos señalados en los subcapítulos anteriores– condiciones socioeconómicas desfavorables y percepciones de amenazas existenciales, hay buenas condiciones para el ascenso de más gobiernos autocráticos en el mundo. La lectura cuidadosa de lo ocurrido en la Gran Depresión mundial de 1929, puede servir como una advertencia al respecto. Tampoco las democracias de Occidente tricontinental se ubican fuera de los riesgos de una nueva ola más autocrá2124
2125
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KEMAL KILIÇDAROĞLU, “In the Year since Turkey’s Failed Coup, Democracy has become near Dictatorship”, en periódico The Guardian, de 15.7.2017, https://www.theguardian.com/commentisfree/2017/ jul/15/turkey-coup-democracy-recep-tayyip-erdogan-kemal-kilicdaroglu (5.1.2018). Foto de prensa de 2015, cit. por Diplomatic Courier, https://www.diplomaticourier.com/kazakhstan-andexpo-2017-showcasing-the-future-central-asia/ (5.1.2018).
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tica, si se tienen en cuentas las tendencias actuales de los gobernantes populistas y acentuados en EE.UU. (TRUMP), Hungría (ORBÁN) y Polonia (indirectamente KACZYNSKI) y la casi victoria de MARINE LE PEN del Front Nacional en las elecciones presidenciales francesas de 20172126. Ya la ampliación gradual de la tendencia migratoria de la creciente población pobre del sur global, es suficiente para entregar de modo electoral una fuerza inesperada a la nueva derecha nacionalista del norte. Tampoco convencieron las imágenes insistentes de la España del 2017, que mostraron policías militarizados que golpearon brutalmente a electores, según la retorica oficial en nombre de la defensa de la democracia, pero prácticamente para combatir el movimiento separatista de Catalunya por intereses de la integridad territorial en plena tradición del nacionalismo de la dictadura franquista, una impresión que se consolidó por la subsiguiente persecución de políticos pacíficos de Cataluña a través de interpretaciones muy extensas del delito de rebelión. De igual forma, se anota que Francia aplicó, de 2015 a 2017, un largo estado de emergencia para perseguir al terrorismo islámico, lo que llevó a una nueva apariencia militarizada del país de la declaración de 17892127.
Img. 173: Crítica de la ‘defensa’ de la democracia española contra electores catalanes en 20172128
En términos generales, no existe ninguna garantía de la no afectación de la democracia representativa por el desmontaje inevitable de las exageraciones no generalizables de la sociedad del consumo masivo, teniendo en cuenta que esta última había sido una de las precondiciones centrales del éxito de las democracias europeas después de 1945. Por lo tanto, no es tan segura si el futuro probable de la democracia se orientará realmente en lo establecido y estimado hoy en día en Europa occidental, o no mucho más en lo visible en el republicanismo de América Latina con todas sus fallas y bloqueos que resultan, en particular, del reino de la desigualdad aguda con mucha precariedad y falta de perspectiva de partes significativas del respectivo demos. 2126
2127
2128
VETTER, Nationalismus im Osten Europas, op. cit., págs. 14 y ss, 67 y ss; CHOMSKY, Who rules the World? op. cit., págs. 259 y ss; SNYDER, On Tyranny, op. cit.; VOLKER WEIß, Die autoritäre Revolte, Stuttgart, Cotta, 2017, págs. 15 y ss; MICHAEL WILDT, Volk VG, AfD, Hamburgo, IfS, 2017, págs. 92 y ss. ANNIKA JOERES, “Ausnahmezustand in Frankreich”, en periódico Die Zeit, de 7.6.2017, http://www. zeit.de/politik/ausland/2017-06/frankreich-ausnahmezustand-terrorbekaempfung-sicherheitspolitik (5.1.2018). Urnas y bolillazos en España, caricatura de MATADOR, en el periódico El Tiempo, de 2.10.2017.
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13. EL FORTALECIMIENTO DEL PODER ESTATAL EN LAS ZONAS POR FUERA DEL NÚCLEO INDUSTRIAL
El capítulo VIII.2 de este libro ha examinado la eficacia escalonada de los poderes estatales en el mundo actual según criterios multidimensionales. Para recapitular, a los niveles superior y supremo pertenecen solamente el núcleo industrial en Europa occidental, Norteamérica y la sinósfera cultural, al lado de algunos casos especiales bien auto-protegidos como Arabia Saudita e Irán. Ya en América Latina existen bastantes tareas abiertas para hacer al Estado capaz de actuar frente a los desafíos de la modernidad industrial. No son siempre aquellos que los debates internos mencionen con la mayor regularidad. Por ejemplo, aunque nadie debería subestimar los efectos destructivos de la corrupción, la misma tampoco es la desgracia central, pues no es suficiente enfocarse aditivamente en infracciones en casos individuales, sino el problema radica mucho más en el diseño de los sistemas como tal. Aunque puede sonar incomoda para las élites locales, la tarea básica de los Estados latinoamericanos es dejar crecer el sistema tributario al nivel comprobado en los Estados del núcleo industrial, precisamente por superar la destructiva casi libertad tributaria de la élite empresarial –que es un elemento neo-feudal cercano a la libertad tributaria de la nobleza europea anterior a la Revolución francesa– y también hay que aprovecharse de la capacidad financiera de la clase media alta de los abogados, profesores y médicos. En vez de subvencionar la riqueza de una minoría pequeña por encima de todo nivel consumible a costa del bien común, es recomendable usar estos recursos de modo estratégico para mejorar la calidad de lo público según los estándares comprobados en los Estados líderes de la modernidad industrial, financiando buenas redes de carreteras pavimentadas, una infraestructura urbana con un transporte público que evita las congestiones eternas, una educación pública de alta calidad en todos los niveles hasta el doctorado, una estructura urbana sin slums degenerados, un sistema de salud no excluyente, un poder judicial que entrega la misma justicia tanto al rico como al pobre, una policía que logra capturar a sus criminales, nuevos registros públicos sistemáticos que promueven la seguridad jurídica y un sistema de depuración comunal eficiente para aguas residuales. Vale la pena educar en la solidaridad ciudadana y sensibilizar que un buen sector público sirve más –y es más barato– que las extendidas seudo-sustituciones como la seguridad privada, los colegios privados y las universidades privadas. Sintetizando, casi todos los problemas de la estatalidad latinoamericana pueden resolverse por la estrategia de igualar las tasas tributarias y la respectiva progresión a lo establecido en los Estados del núcleo industrial. Al respecto, tampoco sirve la excusa latinoamericana popularizada que indica el seudo-argumento según el cual también en los Estados del núcleo industrial se haya discutido hacer el Estado más delgado: mientras para el gordo puede ser saludable optimizar gradualmente su peso hacia abajo, el paciente con anorexia nerviosa debe engordar, mientras comete suicidio si quiere bajar su peso aun más. 708
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En todo caso, es importante optimizar el sustrato humano del sector público, financiando tanto una cantidad suficiente que no es presionada por la sobrecarga notoria a la mediocridad y el error, como una calidad que se caracteriza por salarios adecuados sin tentación a la corrupción y, en particular, por una educación que promueve el pensamiento formal-operativo orientado al logro, con connotaciones investigativos y auto-críticos para formar el futuro liderazgo político, administrativo y judicial. No es beneficioso continuar jugando en una mera clase de aficionados con ministros, parlamentarios, altos funcionarios, magistrados y decanos que cumplen con nada más que un pregrado o especialización, teniendo en cuenta que la preparación internacionalmente comprobada para estos puestos es el nivel de doctorado que transmite un alto grado de conocimiento, capacidad investigativa y método para solucionar los problemas urgentes de la actualidad. Sin mejora, se reproduce un mero nivel bajo en el cual ya faltan las visiones, el pensamiento sistémico y el conocimiento comparativo sobre los caminos comprometedores. No es fácil superar lo expuesto, si los dirigentes mediocres establecidos usan el poder inherente a sus puestos para impedir el ascenso de los más calificados y reparten los puestos dependientes entre sus amigos. De igual forma, es recomendable revisar cuidadosamente el derecho y la práctica de los procedimientos administrativos y judiciales establecidos, para detectar y eliminar problemas del acceso, ineficiencias, bloqueos, trampas, tendencias a colapsos, tiempos innecesarios de espera y hostilidades frente a los derechos del ciudadano. Donde juzgados tienden a defectos por no saber ni evaluar las pruebas ni relacionar lógicamente la situación concreta con la evaluación abstracta en el sistema normativo, mientras son sobrecargados si tienen que efectuar una interpretación constitucional seria, hay que rediseñar y educar. Tampoco es suficiente crear la visión de una estatalidad social y ambiental solamente en la lírica constitucional, sino hay que efectuar las respectivas políticas públicas en la realidad administrativa. Para indicar uno de los ejemplos significativos, no es suficiente adoptar retóricamente la dignidad humana y el mínimo vital, sin asumir el núcleo de estos conceptos, que consiste en la financiación pública de la asistencia social para todos los ciudadanos sin capacidad de sostenerse en el mercado laboral2129. Otro problema de los Estados latinoamericanos es la presencia muy escalonada del poder estatal en el territorio reclamado e internacionalmente reconocido, lo que es fuertemente relacionado con la diversidad ecozonal muy acentuada. En Colombia, el nivel superior de la institucionalidad la representa una especie de archipiélago políticojurídico en las alturas de cordilleras andinas alrededor de los antiguos centros poblados provenientes de la era de la Monarquía española, mientras que las extensas tierras calientes de la ex pre-estatalidad en el piedemonte andino han recibido, desde la década 2129
En ello, América Latina tiende a la retórica, reduciendo el mínimo vital a relaciones laborales o pensiones establecidos, sin incluir a los más vulnerables por fuera de estos sistemas como los informales. Véase p. ej. CORTE CONSTITUCIONAL DE COL., Sentencia T-581A, Mínimo vital de subsistencia, de 2011.
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de 1950, múltiples colonos de tipo campesino, minero y ganadero, pero ninguna expansión comparable del aparato judicial-administrativo, lo que ha establecido paisajes de la ausencia crónica de la paz territorial con números vengadores de la una u otra injusticia sufrida o imaginada. En estas últimas zonas, no hay ninguna caída del poder estatal, sino el mismo nunca ha sido construido de modo eficaz. Por lo tanto, en el territorio internacionalmente reconocido de Colombia, se distinguen zonas del Estado normal, del semi-Estado y del no Estado2130.
Img. 174: El carácter marcadamente insular del poder estatal en Colombia y los demás países del norte de Suramérica según la iluminación nocturna que indica la presencia poblacional e institucional2131
Cabe destacar que múltiples de los problemas indicados se presentan aun más agudos en los Estados con un nivel de desarrollo menor. En los Estados multitribales del África subsahariana faltan todavía, a causa de la estatalización tarde, elementos básicos de la cultura estatal y del disciplinamiento social, tanto de los gobernantes como de los gobernados, tanto de los administradores públicos como de los ciudadanos. Así se permite un alto grado de personalismo, descuidado, arbitrariedad, corrupción y rechazo a todo tipo de control público. No se ha terminado la tarea de desmontar el segmentarismo postribal de facto y construir verdaderas sociedades nacionales que son compatibles con el Estado moderno. Además, es importante, dedicarse al grupo particular de los llamados Estados fallidos, mejor dicho Estados sustancialmente debilitados con disfuncionalidades graves2132. En la actualidad, se observa un colapso del poder estatal en partes significativas del terri2130 2131 2132
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MARQUARDT, Ius contra bellum, op. cit. págs. 357 y ss. Extracto de la img. 170. ERDMANN, Apokalypt. Trias, op. cit., págs. 267 y ss; HIRSCHMANN, Wie Staaten schwach werden, op. cit., págs. 19 y ss; ROTBERG, When States Fail, op. cit., págs. 1 y ss; SCHUBERT, Staatszerfall, op. cit.
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torio de varios países islámicos, en particular Libia, Somalia, Yemen, Siria, Irak, Afganistán y Pakistán (noroeste). Un segundo grupo de ubica en el Sudán geográfico, entre Sudán del Sur y Nigeria. Para salir de esta realidad preocupante, se recomienda negociaciones serias de paz –eventualmente acompañados por terceros neutrales–, construir instituciones sostenibles, políticas de integración colectiva del neo-segmentarismo, políticas de perspectiva social, terminar con las intervenciones occidentales en beneficio propio y salir del dogma de la inviolabilidad de las fronteras estatales construidas en momentos diferentes del siglo XX. De igual forma, es trascendental resolver el problema de la estatalidad de facto en consecuencia de divorcios estatales ya materializados, bajo el destino del no reconocimiento (casi) colectivo por parte de la comunidad de Estados. Efectivamente, Taiwán se divorció de China a partir de 1949, Chipre del Norte de Chipre en 1983, Transnistria de Moldavia en 1990, Somalilandia de Somalia en 1991, Alto Karabaj de Azerbaiyán en 1991, Osetia del Sur y Abjasia de Georgia en 1991-1992, Donetsk y Lugansk de Ucrania en 2014. Parcialmente, es comparable la separación de Crimea de Ucrania en 2014, aunque llevó a la incorporación voluntaria a la Federación Rusa. Los referéndums de 2017 para la independencia de Kurdistán de Irak y de Catalunya de España, indican dos otros proyectos actuales de Estados de facto. En el primer caso, existe –en consecuencia de las guerras iraquíes– un poder territorial real sin restos del poder de Bagdad, bajo la perspectiva de buscar la futura unificación con el régimen de facto de Rojava que ha logrado –en las guerras sirias– un dominio semejante sin restos de la soberanía de Damasco, lo que es temido por parte de Turquía que se ve afectado por una larga rebelión en pro de la independencia del centro del pueblo kurdo desde 1978. De igual forma, el Estado federado de Srpska busca la independencia de Bosnia. Hasta entonces falta todo derecho adecuado para posibilitar dichas separaciones sin traumatismos, pues el derecho internacional público no las prohíbe ni las permite explícitamente2133, mientras el respectivo derecho constitucional y penal del Estado abandonado las prohíbe y criminaliza, lo que lleva a situaciones ‘provisionales’ perpetuados bajo graves desventajas de dichos pueblos en el mundo. Se recomienda el desarrollo de un derecho internacional del divorcio estatal que se orienta en el ideal democrático de que no es razonable condenar un matrimonio roto a la convivencia forzada eterna, reconociendo sumariamente las separaciones antiguas con una edad de más de 20 años con ningún requisito adicional y construyendo, en términos generales, un procedimiento orientado en el derecho familiar de divorcio con una decisión judicial, si las partes no logran acordarse. Sólo se puede llenar el principio de la autodeterminación de los pueblos con vida real, si se elimina el poder de veto de Estados que, en la mayoría de los casos, olvidan que no vienen de la eternidad, sino que se fundamentan por sí mismos en separaciones históricas o fronteras creadas en las grandes dinámicas inter-imperiales con ningún respeto de la voluntad de los afectados. 2133
HERDEGEN, Derecho internacional público, op. cit., págs. 106 y ss; IPSEN, Völkerrecht, op. cit., págs. 352 y ss, 384; MERKEL, Die Krim, op. cit.; TALMON, Kollektive Nichtanerkennung, op. cit., págs. 10-82.
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14. PROPORCIONAR LOS CINCO NIVELES DE PODER Como expuesto en el capítulo VIII.6, las condiciones jurídicas, políticas, económicas, sociales y ambientales de un habitante de una ciudad del siglo XXI como por ejemplo Hanóver, son determinadas ahora por cinco niveles de poder con sus respectivas instituciones, a saber, la ciudad de Hanóver, el Estado federado de Baja Sajonia, la República Federal Alemana, la Unión Europea y las Naciones Unidas. Varios neologismos popularizados como glocalización2134 o el dicho piensa globalmente, actúa localmente, indican el reto todavía abierto de configurar equilibradamente la interacción y las facultades entre los niveles local, regional, nacional, continental y mundial según lógicas del multi-federalismo quíntuplo y complejo. Las posibles tensiones pueden reconocerse bien en la crisis catalana de 2017, que muestra la nueva visión según la cual el nivel nacional de los Estados grandes podría ser interpretado como el más prescindible dentro de la Unión Europea2135. Todavía no se usa la terminología estatal para todos estos niveles, pero es cada vez más obvio que también las Naciones Unidas contienen elementos de un (futuro) Estado mundial. En ello, el ideal unitarista de la teoría del Estado Nación del largo siglo XIX, se ha convertido en un mero recuerdo del pasado. Visto a mediano plazo, las respuestas van a depender del curso de los grandes desafíos del siglo XXI, indicados en los subcapítulos anteriores: obviamente, la crisis climática sugiere soluciones globales, mientras el Peak Oil puede llevar fácilmente a una disminución de las posibilidades de tránsito masivo a gran distancia y, de tal manera, a una des-compresión del espacio global.
2134 2135
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ROBERTSON, Glocalización, op. cit. MEGAN SPECIA et al., “¿Existen otras cataluñas en España?” en periódico El Espectador, de 5.1.2018, pág. 14.
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15. EQUILIBRAR EL TRIÁNGULO DE VALORES LIBERALES, SOCIALES Y AMBIENTALES
En el antropoceno industrial, es una tarea permanente del Estado constitucional, democrático, social y ambiental, equilibrar los componentes del triángulo de los valores constitucionales – el liberal, el social y el ambiental–. Visto de modo superficial, parece justo realizar máximamente el núcleo de todo valor particular. Sin embargo, la relación es más compleja y tiene que ser catalizada por los grandes desafíos del siglo XXI, presentados en los subcapítulos anteriores. A)
EL DEBATE DE LA JERARQUÍA
La pregunta de si el triángulo se caracteriza por elementos de una jerarquía natural, tampoco puede ser respondida según la mera suposición de la prioridad del componente de la mayor edad de aprendizaje, sino requiere evaluaciones sistémicas. La respuesta más profunda está incluida en el principio de sostenibilidad que se refiere al imperativo de anticipar los límites físicos, biológicos y químicos de los sistemas naturales de un planeta limitado bajo el postulado de justicia de la igualdad de oportunidades entre las diferentes generaciones. Se trata de una especie de derecho natural intocable por excelencia, pues el ser humano y sus organizaciones colectivas –incluyendo el Estado– no son soberanos en cuanto a estos límites, sino tienen que internalizarlos como el marco inviolable de sus actividades culturales, industriales y socio-económicas. No hay ninguna posibilidad real de sobrepasar este límite superior por algún tiempo significativo –y ninguna ideología, profecía, mito o superstición moderna tiene el poder de modificar este hecho–. La especie ser humano existe en bases naturales de la vida que son tanto los límites como los fundamentos de lo social y de las libertades: en el escenario hipotético de un mundo devastado por generaciones anteriores codiciosas, no va a existir ninguna libertad, sino solo la marginalidad y el sufrimiento. Observando las tendencias de los decenios desde 1970, parece innegable que el Estado previsor está en una dinámica general de desarrollarse. En el futuro, tiene que basarse tanto en las dinámicas inherentes de la tercera fase de la revolución industrial hacia un régimen post-fósil-energético, como en la crisis climática, además en la crisis de sostenibilidad, en el desafío demográfico, en la crisis global de justicia social y en los demás retos discutidos. De tal manera, hay que constatar la continuación de la dinámica de alejamiento del ideal de corta vida del siglo XIX de un mero Estado de laissez faire. Tampoco la retorica agresiva de la sublevación neoliberal de finales del siglo XX ha podido invertir esta tendencia general de la modernidad industrial. La comprobada separación de poderes entre el Estado y el mercado prolonga su existencia bajo el refuerzo sutil del lado público de la balanza. En cuanto al ascenso de la estatalidad de deberes, uno de los deberes más básicos del siglo XXI puede ser resumido en la figura de respetar la huella ecológica sostenible, tanto colectiva como individualmente. 713
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En los próximos decenios, el Estado constitucional, democrático, social y ambiental tiene que continuar trabajando atenta y preventivamente en la mejora permanente de la configuración precisa del triángulo de valores. En ello, ayuda un pensamiento científico, desmitologizado, interdisciplinario, retroalimentivo y sistémico que maneje con precaución el estado incompleto de información en cuanto a muchas variables desconocidas del futuro desarrollo de los desafíos discutidos. B)
ONCE PRINCIPIOS DE LO SOSTENIBLE
Hasta ahora nadie sabe con certeza si los retos interdependientes pueden ser resueltos de modo intra-sistémico, o si van a embocar en torbellinos y remolinos que devorarán todo lo estimado del presente. De todos modos, hay pocas dudas de que también una solución intra-sistémica tiene que enfocarse en por lo menos once pilares del derecho de sostenibilidad que no van a ser siempre cómodas: en primer lugar, si indica la inevitabilidad del principio de precaución bajo una perspectiva a largo plazo que supera la lógica de los cuatro años de la democracia electiva; en segundo lugar, se señala la necesidad del principio del realismo y de la veracidad ecosistémica y física que expulsa mitos irracionales como el crecimiento eterno; en tercer lugar, se expone el principio de la prioridad de los recursos renovables y del manejo de los mismos dentro de la velocidad de reproducción; en cuarto lugar, se subraya el principio de la sustitución de los recursos no renovables inclusive los fósiles y nucleares; en quinto lugar, se cita el principio de la economía cíclica2136 que se despide de la sociedad del consumir y tirar; en sexto lugar, se anota el principio de la cooperación en vez de la competitividad egoísta que lleva a una carrera hacia el abismo; en séptimo lugar, se menciona el principio de la evitación de los comportamientos y consumos irresponsables como los vuelos frecuentes y los SUVs; en octavo lugar, se reactiva la virtud de la moderación no hedonista; en noveno lugar, se alude el principio de la perspectiva sistémica e integral que reemplaza el atomismo de la Ilustración por una mirada holística sin desmontajes artificiales de las interdependencias y retroalimentaciones; en decimo lugar, se señala el principio de la igualdad de oportunidades en las tres dimensiones interpersonal, internacional e intergeneracional; y en undécimo lugar, se subraya el principio de la justicia global sin dicotomía entre países explotadores y explotados. C)
DEL HOMO ECONOMICUS AL HOMO ECOLÓGICO-SOCIAL
Si se pregunta por el concepto del ser humano y ciudadano, el Estado sabio del siglo XXI debería promover el homo ecológico-social responsable y cooperativo en vez del homo economicus utilitarista y egoísta. Es inevitable la desaceleración del gran saqueo del planeta, lo que se manifestará con una alta probabilidad en forma de un aumento de los deberes públicos en cuanto al diseño de viviendas y productos, las prohibiciones 2136
714
P. ej., en la alemana Gesetz zur Förderung der Kreislaufwirtschaft de 1994, op. cit.
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de materiales, el reciclaje obligatorio, las actividades reprochables, los transportes innecesarios, los comerciales engañosos, etc. No se necesita mucha fantasía para imaginarse que va a quedar muy poco contenido real de las libertades económicas de la fase inicial de la aceleración de la gran transformación industrial, en particular la de industria, la de propiedad y la de consumo, pues ellas afirman la legitimidad de una lógica que se convierte en inaplicable y destructiva en una fase de la desaceleración y estabilización inclusive riesgos enormes para las condiciones de la vida humana. Ya son formuladas las teorías para los ajustes ineludibles del derecho económico, limpiándole de las lógicas de expansión, de la figura anti-sostenible del crecimiento económico y de la contabilidad nacional monetaria, probablemente en beneficio de nuevas categorías energéticas. Se requiere algún grado de fantasía para imaginarse nuevas estrategias. Por ejemplo, podría pensarse en diseñar algo análogo a los derechos de vacas en la tierra comunal del antiguo régimen europeo2137, calculando la capacidad de un recurso limitado y escaso y repartiendo públicamente los derechos del uso según el principio de igualdad. Además, es pensable un sistema de puntaje con la asignación anual de puntos de sostenibilidad que se reducen según los consumos ambientales, hasta que alcanzan el valor de cero e impiden nuevos consumos de lujo hasta la próxima asignación anual, lo que obliga a una ponderación responsable dentro del realismo ecológico. El mercado capitalista no es un fin en sí mismo, sino tiene que buscar su espacio donde evidencia su idoneidad para la vida. Este es el caso en las transacciones de la cotidianidad, pero mucho menos en la organización de las relaciones socio-ambientales. Quien estima la república constitucional y pretende conservarla, actuaría como sabio por tener en cuenta y hacer viable estas pautas.
2137
Comp. MARQUARDT, Umwelt und Recht, op. cit., págs. 95 y ss.
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16. DETRÁS DEL HORIZONTE Posiblemente, el lector esperase en este lugar una lista más detallada de pronósticos precisos y recomendaciones políticas. Sin embargo, cabe anotar que el futuro es escondido detrás del horizonte, sin poder mirar por el velo del tiempo. Incluso los pensadores más grandes del pasado que adornaron sus análisis brillantes con predicciones del futuro a medio y largo plazo, resultaron –en los ojos de los lectores posteriores– incorrectos e inocentes en vista de un porcentaje alto de errores en sus profecías. Por ejemplo, SMITH, MALTHUS, RICARDO, MILL, MARX, LENIN, FRIEDMAN, EHRLICH o MEADOWS, todos ellos subestimaron variables significativas2138. La alta complejidad de sistemas dinámicos, lo experimental en situaciones pioneras, las interdependencias, la no linealidad, las retroalimentaciones, los efectos mariposas y la casualidad, prohíben toda vista clara a los desarrollos que seguirán en el las décadas futuras. El pensador científico debería aceptar esta limitación.
2138
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Comp. SIEFERLE, Marx zur Einführung, op. cit., págs. 215 y ss.
CAPÍTULO X
COMENTARIOS FINALES En dos tomos se ha analizado la historia mundial del Estado y de sus antecedentes, desde los grupos de los cazadores y recolectores, pasando la larga vía de transformaciones sociales complejas a comunidades de sociedades agrarias simples, jefaturas tribales, Estados emergentes, Reinos dinásticos, Estados de la paz interna, Estados constitucionales, democráticos, sociales y ambientales, llegando a la continentalización y mundialización contemporánea, y finalizando con una perspectiva cuidadosa de los retos del futuro. En la historia global de la formación y de las transformaciones del Estado, el camino especial de Europa, incluyendo sus Estados hijos en las dos Américas, empezó no antes de alrededor de la ruptura sistémica de 1800. En ese entonces Europa salió, en la interacción de los dos componentes de la doble revolución ilustrada e industrial, del modelo normal del resto del cinturón mediterráneo-surasiático de las civilizaciones agrarias y fundó un tipo de Estado sin precedentes, que se ha impuesto desde entonces casi en todo el mundo. En el centro de la transformación política-jurídica, es identificable la interacción de una revolución de la soberanía que ha multiplicado el poder estatal y una segunda revolución del diseño sistémico y de los valores que ha reemplazado el Reino dinástico por el Estado constitucional democrático-social-ambiental. El cambio que se inició alrededor de 1800 no fue ninguna consecuencia lógica de la antehistoria europea, sino se trató de una fuerte ruptura con el pasado. Sin embargo, hubo varias precondiciones y fundamentos. En la primera revolución de la formación del Estado, a saber, en la transformación de las sociedades pre-estatales hasta los Reinos dinásticos, Europa no había sido la predecesora, sino una atrasada por milenios después de Egipto, Mesopotamia o el valle del río Indo, que ya habían salido del mundo pre-estatal alrededor de 3000 a. C. Todavía después de la difusión del Estado dinástico a Europa, por ejemplo alrededor del año 1400 d.C., habría sido absurda toda suposición de que Europa habría tenido el potencial para un desarrollo sobresaliente. Tampoco la segunda transformación básica de la historia universal del Estado, que afectó a Europa alrededor del siglo XVI d.C., abandonó el modelo habitual de las civilizaciones agrarias del Reino dinástico, aunque desarrolló, en lugar de adoptar el absolutismo más agudo del resto del cinturón mediterráneo-
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surasiático, un tipo de Estado relativamente autocontrolado de la paz interna y de la organización judicial. Sin embargo, habían existido ya en la Baja Edad Media características de la historia constitucional europea, después fortalecidas por la segunda transformación básica del Estado, que no dejan aparecer como una mera casualidad que Europa y su anexo americano en vez de China o India hayan sido el lugar de origen de la tercera transformación básica del Estado, la ilustrada e industrial. La Europa latina dispuso ya en los siglos XVI y XVII de un sistema de Estados estabilizado jurídicamente por un derecho supraestatal, una prohibición efectiva de la usurpación del gobierno por vasallos o vecinos, el vínculo del poder estatal con el derecho, una estatalidad protoconstitucional, la inviolabilidad de los derechos de las comunidades locales, la libertad de los poderes locales en la organización interna, el control de los gobiernos locales y regionales por la justicia protoconstitucional, así como extendidamente una participación institucionalizada de niveles de poder subordinados por el proto-parlamentarismo. En este sentido, la Europa latina había producido ya en el siglo XVI un tipo de Estado relativamente participativo y con limitaciones del poder político. Ese anti-absolutismo no solo creó un clima favorable para la transformación ilustrada, sino también posibilitó que alrededor de 1800 pudieran entrar una serie de elementos más antiguos al nuevo modelo del camino especial. Los elementos más estimados de la tercera transformación fundamental del Estado europeo y americano, que se dio desde aproximadamente 1776, son: el constitucionalismo, el republicanismo basado en la separación horizontal de poderes, la legitimación democrática del poder, la participación democrática, la estatalidad de los derechos fundamentales, el Estado de protección social y el Estado ambiental. Todo esto fue desafiado altamente en el siglo XX por los Estados anti-jurídicos (Unrechtsstaaten) y anti-constitucionales, pero la figuración básica se ha impuesto exitosamente en la cultura europea-occidental. En el camino especial de Europa de los siglos XIX a XXI, estuvieron estrechamente entrelazadas la tercera transformación básica del Estado y la revolución industrial. Sin el Estado eficiente no habría sido imaginable una revolución fósil- energética, y sin la revolución industrial no habría sido pensable el aumento del poder y de la eficiencia del Estado. El Estado disolvió las instituciones del antiguo régimen obstructoras de la industrialización, organizó una sociedad liberal del derecho civil, posibilitó formas empresariales con mucho capital como la sociedad anónima, le garantizó al empresario una protección efectiva, puso a disposición procedimientos administrativos y jurídicos transparentes, construyó ferrocarriles, autopistas y redes de comunicación, manejó la planificación de la urbanización industrial, le dio a los gerentes y trabajadores una educación de calidad, lideró la investigación y la educación suprema en universidades estatales, erigió sistemas de la salud pública, construyó sistemas de pensión de ancianidad y otros sistemas sociales para una sociedad no más autárquica, normó la seguridad 718
COMENTARIOS FINALES
tecnológica, corrigió fallas del capitalismo industrial en el sentido del bien común, impuso la protección ambiental y reglamentó todo esto en leyes racionales profesionalizadas. En esto, la creación del Estado industrial y la globalización se desarrollaron mano a mano, no sin tensiones fuertes, pero de ningún modo al estilo de antónimos. A las voces radicales del mercado, que pronostican en finales del siglo XX la desaparición del Estado, se debe replicar que esto solo es pensable con la disminución de la revolución industrial como tal y, además, de todo nivel civilizatorio a un mero nivel pre-estatal. No obstante, la pregunta de si el Estado de la doble-revolución ilustrada e industrial tiene la habilitad de re-imponer la sostenibilidad en lugar de promover la expansión progresiva del sistema industrial, es altamente controvertida. De todos modos, el Estado tiene que conducir en el próximo futuro varios problemas existenciales de la sociedad industrial como el Peak Oil y la tercera fase de la revolución industrial hacia un régimen post-fósil-energético. El camino especial europeo-americano en la historia mundial del Estado, comenzado alrededor de 1800, reclama universalidad y ha nivelado la diversidad global tradicional, a la cual habían pertenecido, al lado de los Estados dinásticos, también las jefaturas móviles de los jinetes nómadas, las sociedades agrarias simples y los grupos de cazadores y recolectores. Incluso las civilizaciones estatales consolidadas, como la confuciana, la budista, la hindú y la islámica, han adoptado muchos elementos claves de la figuración del Estado de la doble-revolución ilustrada e industrial euro-descendiente, aunque han reintegrado desde los años 1970 crecientemente elementos de la tradición propia. En todo caso, el camino especial de Europa ha perdido con su aproximada universalización otra vez su carácter especial. Al mismo tiempo, los Estados particulares son más y más intercalados como componentes en niveles de gobierno continentales y globales por encima. Sin embargo, los empujones de innovación, como por ejemplo la ecologización del derecho constitucional desde los años 1970, tienen todavía su origen en Europa y América. Por supuesto, esto no es ningún prejuicio para el futuro: como Europa había sido una vez el recuperador, también otras partes del mundo podrían cambiar en el futuro al carril de adelantamiento.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO: TOMO 2 (1776-2050)
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(1876)
(1877) (1878) (1879) (1883)
(1884) (1886)
(1889)
(1890) (1891)
(1892) (1895) (1896)
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO: TOMO 2 (1776-2050)
(1947)
(1948)
(1950)
(1960)
(1966)
(1968) (1969)
(1970)
(1972) (1973) (1979) (1984)
(1985) (1986)
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO: TOMO 2 (1776-2050)
(2007)
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D)
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(1936) (1937) (1938)
(1939)
(1940)
(1942) (1944)
(1945)
(1946) (1947)
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Revista Archiv für die Civilistische Praxis. American Journal of Comparative Law. Revista Aus Politik und Zeitgeschichte. Revista Blätter für deutsche und internationale Politik. Bürgerliches Gesetzbuch, Código Civil Aleman. Bundesgesetzblatt, Boletín Oficial Federal en Alemania y Austria. Boletín Mexicano de Derecho Comparado, Nueva Serie. Boletín Oficial del Estado español. Sentencias del Tribunal Constitucional de la RF Alemana. Sentencias del Tribunal Federal Administrativo de la RF Alemana. Código Civil. Confoederatio Helvetica, Suiza. Corte Interamericana de Derechos Humanos. Constitución política. Derechos fundamentales, derechos humanos. Deutsch, alemán. Derechos económicos, sociales y culturales. Diario Oficial. Deutscher Taschenbuch Verlag. edición, editado (por), editorial. Estados Unidos de América. European Court of Human Rights, Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Electronic Journal of Comparative Law. Fondo de Cultura Económica. Fondo Internacional Monetario. Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles. Grundgesetz, Ley fundamental alemana. Gesetz- und Verordnungsblatt, boletín. Revista Geschichte in Wissenschaft und Unterricht. Human Development Index. Human Development Report. Harvard Human Rights Journal. Human Rights Watch. Intergovernmental Panel on Climate Change. Revista Internationale Politik und Gesellschaft. Revista Journal of Economic Literature. Journal of Latin American Studies Anuario Jahrbuch des öffentlichen Rechts. Revista Juristenzeitung. Revista Latin American Research Review.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO: TOMO 2 (1776-2050)
MPI AöRV NJW NVwZ OCDE, OECD OACDH OMC ONU Op. cit. OTAN PIB PJ PrGS REP RFA RGBl. SIR StGB StGBl. T. TEDH TFUE TUE UE UK UNAL UNAM UNDP Univ. UNICEF UNODC UNPF US$ Verf. VRÜ WB WWF ZaöRV ZEuP ZEuS ZIS
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Max-Planck-Institut für ausländisches öffentliches Recht und Völkerrecht. Revista Neue Juristische Wochenschrift. Revista Neue Zeitschrift für Verwaltungsrecht. Organisation for Economic Co-operation and Development. Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Organización Mundial del Comercio. Organización de Naciones Unidas. Opere citato, en la obra citada. Organización del Tratado del Atlántico Norte. Producto Interno Bruto. Revista Pensamiento Jurídico. Preussische Gesetzessammlung, Colección de las leyes prusianas. Revista de Estudios Políticos. República Federal Alemana. Reichsgesetzblatt, Boletín Imperial en Alemania y Austria. Sacro Imperio Romano. Strafgesetzbuch, Código Penal en los países de lengua alemana. Staatsgesetzblatt, Boletín Oficial del Estado de Austria. Tomo. Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. Tratado de la Unión Europea. Unión Europea. United Kingdom, Reino Unido de Gran Bretaña. Universidad Nacional de Colombia. Universidad Nacional Autónoma de México. United Nations Development Program. Universidad. Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. United Nations Office on Drugs and Crime. United Nations Population Fund. Dólares estadounidenses. Verfassung, constitución. Revista Verfassung und Recht in Übersee, Law and Politics in Africa, Asia and Latin America. World Bank, Banco Mundial. World Wildlife Fund. Revista Zeitschrift für ausländisches öffentliches Recht und Völkerrecht. Revista Zeitschrift für Europäisches Privatrecht. Revista Zeitschrift für Europarechtliche Studien. Revista Zeitschrift für Internationale Strafrechtsdogmatik.
ÍNDICE DE ESTADOS A Abjasia, Estado de facto en Asia occidental (Georgia), 545, 711. Afganistán, Emirato, Reino y República islámica en Asia del sur, 278-279, 395, 400-401, 411-413, 418, 422, 428, 432, 436, 497, 541, 554, 568, 574, 579-581, 600, 608, 698, 705, 711. Albania, Principado, Reino y República en el Sudeste europeo, 53, 66, 157, 207, 279-280, 390, 413, 426, 475, 483, 488, 494, 514, 600. Alemán, Imperio en Europa central (Alemania, Bélgica, Dinamarca, Francia, Polonia, Rusia), 3, 6, 20, 36, 38-39, 51, 53, 59-61, 65, 68-69, 73-76, 84-87, 91-95, 103-104, 113, 115, 121, 123, 127, 129, 131-134, 136-137, 141-142, 150-151, 154-155, 157, 159, 163, 168-169, 171-174, 183-185, 188-222, 225226, 231-234, 236, 241-247, 249-255, 257, 259-263, 266-267, 279-282, 285, 289, 303, 317, 320, 331-332, 334-338, 354, 370, 372, 374-375, 385, 391, 399-403, 422, 430-431, 442, 447, 449, 469, 472-473, 483-484, 486488, 500-501, 503, 522, 528, 533-535, 563564, 567, 571-572, 577, 704. Alemana, República Demócrata en Europa central (Alemania), 53, 220, 295, 474-476, 515, 517. Alemana, República Federal en Europa central, 43-44, 53, 61-62, 66, 90, 94, 113, 115-116, 120, 127, 129, 142, 160-161, 211, 221-222, 228, 242-243, 246-247, 254-256, 258, 260-
261, 263-267, 285, 289-290, 293-295, 303304, 306-310, 314, 317, 321, 323-324, 342344, 347-348, 350-352, 357-358, 476, 504507, 519, 530, 538-540, 543, 546-553, 555, 557, 562-563, 567, 571-577, 586, 590, 592, 596-598, 604, 608, 612-613, 616-617, 619623, 626-629, 632, 635-652, 657, 665-666, 668, 671-675, 676, 679, 683, 686, 689-692, 695-696, 698, 700, 712. Alto Karabaj, Estado de facto en Asia occidental (Azerbaiyán), 545, 711. América, Estados Unidos de, República federal en Norteamérica, 21, 24, 38, 43-44, 52, 55, 61, 68-69, 82, 94-95, 97-98, 108-109, 115, 117, 120-123, 125, 127, 130, 133, 136, 140, 146, 168, 173-174, 181, 185, 192-193, 197-198, 200, 203, 211, 215-219, 221-225, 232-234, 236, 248-249, 251-255, 257-258, 265-267, 275, 280, 285-286, 290-291, 293, 301-310, 314, 318, 322-323, 328, 335, 342, 347-352, 355, 357-358, 363-365, 367, 369-370, 377, 384, 388, 395, 401, 405, 412, 429, 433, 448, 457-459, 461-462, 467, 476, 479, 489, 495497, 499, 501, 504, 507, 511-512, 519-520, 522, 526, 530, 533-534, 537, 540, 545-546554, 561-565, 567-568, 571, 573-582, 585586, 589-590, 596-597, 599, 601, 604, 606, 608, 610, 612-619, 621-622, 627-628, 633634, 636, 641-642, 645, 648-649, 656, 659, 664, 673-677, 679-680, 686-687, 689, 695698, 702, 704-705, 707. Andorra, Micro-monarquía en Europa meridional, 469.
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Angola, República en África austral, 376, 379, 383, 385, 475, 549, 595, 684. Annam, Imperio en el Sudeste asiático, véase Vietnam. Arabia del Sur, Micro-sultanados en Asia occidental (Yemen), 279, 409, 413. Arabia Saudita, Reino en Asia occidental, 53, 393, 419-420, 422-426, 428, 431-432, 436, 450, 498, 530, 540, 676, 702, 705, 708. Argelia, Deyato y República popular en África del Norte, 184, 302, 322, 413, 418, 421-422, 428-429, 435, 462, 475, 498, 595, 600. Argentina, República federal en Sudamérica, 6061, 72, 96-97, 102, 104, 122-127, 131-132, 147, 152-153, 232, 248-250, 252, 256, 264, 266, 295, 303, 306, 308, 322, 328, 333, 340, 350-352, 368, 455, 458, 511, 534, 540, 545549, 551-552, 568, 571, 584, 586, 592-595, 600, 603, 607, 612, 628, 633, 640-641, 653, 657, 662, 670, 674, 684, 688, 693, 695-696.
Austríaco, Imperio, en Europa central, 33, 38-39, 40, 43, 50-53, 63, 67, 69-71, 76, 78-81, 84, 91, 93-95, 100, 102, 104, 106, 108-109, 112113, 116, 123-125, 128, 132-136, 138, 145, 150-151, 156-157, 165, 167, 177-184, 186, 188, 190-196, 198-203, 206, 216, 221, 229, 232-233, 237-238, 241, 243, 245-249, 251252, 262, 275, 278-281, 285, 292, 300-301, 303, 313-314, 320, 332-335, 442-447, 456458, 464, 481, 484, 507, 529, 533, 660. Austrohúngaro, Imperio en Europa central, véase Austríaco, Imperio y Hungría. Azerbaiyán, República en Asia occidental, 416, 418, 427, 494, 499, 514, 544-546, 583, 595, 600, 652, 711. B Baden (Alemania), Gran ducado en Europa central, 52, 102, 106, 114, 123, 130, 138, 150, 237, 245, 264, 278, 447.
Armenia, República en Asia occidental, 83, 393394, 416, 428, 527, 544-545, 654, 670.
Bahréin, Micro-Reino en Asia occidental, 498, 595, 600,702.
Australia, Reino federal en ibíd., 68, 72, 77, 82, 108, 120, 136, 222, 225, 252, 259, 266, 303304, 310, 314, 328, 347-348, 351, 362-364, 366, 368-370, 388,414, 462, 467-468, 471, 477, 507, 530, 534, 539-540, 544-547, 553, 555, 563, 570-571, 576, 600, 603, 611-612, 617, 628, 630, 638, 640, 645-646, 654, 659, 663, 675, 677, 684, 686, 688, 706.
Bangladés, República popular en Asia del sur, 416, 422, 425, 428, 431-433, 494, 498-499, 530, 539, 546, 549, 561, 584, 591, 601, 604, 608, 675, 693, 705. Véase también Bengala.
Austria, República federal en Europa central, 3, 65-66, 81, 103, 108, 116, 123, 142, 157, 159, 201, 203, 208, 210-211, 216, 220, 225, 243, 246-247, 255-257, 262, 264-265, 272, 279-280, 282, 289, 293, 303, 306, 323, 336338, 344, 348, 350-352, 357, 483, 484, 488, 501, 504, 506-507, 539-540, 543, 545, 547548, 550-552, 583, 586, 603, 613, 626, 628, 635-636, 638, 640-641, 647, 652, 657, 660, 664, 672, 677, 695.
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Baviera, Reino en Europa central (Alemania), 49, 52, 56, 66, 70, 76, 93, 104, 106, 108, 114, 116, 119, 123-125, 131, 133-136, 138, 150, 178, 238, 264, 279, 281, 300, 313, 323, 333, 341, 457, 506. Bélgica, Reino /federal en Europa occidental, 39, 52-53, 72, 76, 102, 104, 130, 136, 139140, 178, 190, 195, 204, 207, 213, 233, 247, 250, 252, 266, 278, 282-283, 293, 300, 303, 306, 314, 324, 332, 335, 348, 350, 370, 372, 374, 379, 390, 395, 443-444, 450, 456, 468471, 506-507, 539, 545, 547, 553, 571, 603, 617, 620-621, 628, 652, 661, 665, 670, 695.
ÍNDICE DE ESTADOS
Bengala, Estado sui generis de la EIC en Asia del sur (Bangladés, India), 404-405, 414. Benín, República en África occidental, 376, 379, 475, 688. Bielorrusia, República en Europa oriental, 213, 473, 477, 491-492, 512, 517, 519, 544, 567, 596, 652, 654, 682. Bikaner, Reino en Asia del sur (India), 408. Birmania, Reino y República en el Sudeste asiático, 184, 277, 279, 404, 412-413, 418, 420421, 424, 427, 432-433, 531, 604, 688. Bohemia, Reino no soberano en Europa central (Chequia), 53, 81, 84, 125, 203, 208, 279. Bolivia, República en Sudamérica, 71-72, 102104, 125, 129, 140, 148, 223, 293, 303, 322, 340, 377, 388, 455, 461, 481, 511, 547, 549, 553, 586, 593-595, 600, 621-622, 633, 653, 662-663, 688. Bosnia y Herzegovina, República federal en el Sudeste europeo, 84-85, 102, 186, 190, 194, 202, 494, 510, 544-545, 557-558, 563, 571, 574, 584, 600, 661-662, 665, 711. Botsuana, República en África austral, 376, 380382, 493-494. Brasil, Imperio y República federal en Sudamérica, 52, 61, 69, 72, 96-97, 102, 104, 108, 124-126, 129, 131, 136, 140, 181, 232, 248, 250, 252, 257, 266, 278-279, 282, 303-304, 312, 322, 324, 340, 350-352, 363, 368-369, 373, 377, 388, 443, 459, 485, 506, 511, 530, 540, 545-549, 551-553, 555, 576, 595, 600, 605, 612-613, 628, 633-634, 641, 646, 649, 652-653, 659, 662, 670, 672, 676, 684, 688689, 691, 696. Británico, Imperio, véase Gran Bretaña. Brunéi, Sultanado en el Sudeste asiático, 409, 411, 412-413, 419, 424, 450, 498, 595, 601.
Bujará, Emirato en Asia central (Uzbekistán, Turkmenistán, Afganistán y Tayikistán), 184, 279, 409. Bulgaria, Reino y República en el Sudeste europeo, 53, 83, 131, 185-186, 197, 199, 201, 220, 278-279, 283, 294, 308, 313, 350, 390, 445, 449, 483, 488, 514-515, 519, 548, 571, 627, 633, 647, 649, 670, 682-683. Burkina Faso, Alto Volta, República en África occidental, 376, 380, 385, 494. Burundi, Reino y República en África oriental, 279, 374, 376, 380-381, 684. Bután, Reino en Asia del sur, 278, 411-413, 419, 422, 450, 601. C Cabo Verde, República en África occidental, 376. Cachemira, Reino en Asia del sur (India, Pakistán, China), 279, 408, 415, 558, 560, 568, 646, 663, Camboya, Reino en el Sudeste asiático, 409, 411, 413, 416, 419-422, 424, 426, 428, 432, 450, 475, 561, 564-565, 601, 615. Camerún, República en África central, 258, 370, 376, 379, 605. Canadá, Reino federal en Norteamérica, 44, 71, 89, 96, 104, 108, 129, 131, 141-142, 165, 222, 225, 248, 254, 265-266, 278, 308, 335, 347, 349, 351-352, 357, 366, 368-369, 388, 398, 463, 467-468, 471, 530, 534, 539, 545546, 548, 551-552, 555, 563, 576, 599-601, 603-604, 612-613, 616-617, 628, 636, 656, 670, 672, 675, 677, 687, 695-696. Catalunya, Proyecto de Estado en Europa meridional (España), 79, 90, 665-666, 707, 711. Catar, Emirato en Asia occidental, 450, 498, 595, 702.
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO: TOMO 2 (1776-2050)
Centroafricana, República, en África central, 378379, 383, 385-386, 551. Centroamérica, República federal en Mesoamérica, 96, 98, 322, 455, 485. Cerdeña-Piamonte, Reino en Europa meridional (Italia, Francia), 52, 67, 79-80, 104, 116, 134, 145, 164, 182, 300, 443, 445. Chad, República en África central, 43, 258, 376, 378, 380, 383, 385-386, 494, 565, 605, 612. Checoslovaquia, República/ federal en Europa central (Chequia, Eslovaquia), 53, 65, 7879, 81, 84, 108-109, 131, 200, 202-204, 229, 263, 289, 293, 314, 474-476, 501, 515, 561. Chequia, República Checa, en Europa central, 90, 102, 140, 247, 264, 324, 348, 349-351, 506, 514-517, 539, 547, 550-551, 571, 584, 628, 633, 638, 647, 663, 670. Cheroqui, Nación (EE.UU.), Proyecto de Estado en Norteamérica, 364. Chile, República en Sudamérica, 32, 36, 43, 52, 57, 60-61, 71, 102-104, 116, 121-126, 131, 133-134, 140, 142, 148, 223, 248, 250, 252, 256-259, 266, 275, 363, 368, 370, 451, 453, 455, 461, 489-490, 511, 534, 540, 547-553, 591-592, 600, 604-605, 612, 615, 628, 633, 653, 657-658, 663, 674, 677, 684. China, Imperio y República/ popular en Asia oriental, 5, 21, 37, 41, 43-44, 157, 184, 221, 266, 273, 277, 279, 314, 396, 398-402, 411413, 416-419, 421, 424-427, 429, 431-436, 461, 475, 477-480, 490, 499, 522, 525, 530, 536, 539, 541, 544, 546, 548-553, 555, 558560, 562-563, 565, 567, 575-576, 582-583, 586, 595-596, 600, 605, 608, 612, 614-615, 622, 636, 639, 643-644, 649, 654-655, 659, 663, 669-670, 673-674, 676-677, 682-683, 686, 688, 691, 693, 696, 700, 704, 711, 718.
820
Chipre, República en Asia occidental, 186, 390, 413-414, 509, 545, 559, 590, 596, 647, 664, 711. Chipre del Norte, República Turca, Estado de facto en Asia occidental, 414, 509, 545, 559, 647, 711. Ciudad del Vaticano, Micro-teocracia en Europa meridional, 59, 544. Colombia, República en Sudamérica, 3, 20, 25, 31, 37, 43, 52, 57-58, 60-61, 68, 70-71, 75, 77, 96-98, 102-105, 108-109, 112-116, 120126, 129-131, 136-140, 142, 147, 153-155, 159, 161, 163, 167, 174, 181, 226, 238, 148, 249-250, 252, 256, 260-261, 264, 266, 275, 285-287, 291-293, 297-299, 303, 305-306, 308-309, 311, 313-314, 321-324, 335, 340341, 347, 350-352, 357, 368, 372, 377, 385, 388, 431-432, 455, 458-459, 461, 489-490, 503, 506-507, 511, 519, 540, 543-544, 547553, 555, 586, 592, 594-595, 600, 603-604, 608, 612, 621-622, 627, 633-634, 639-641, 644, 651, 653, 657-658, 662-663, 671-672, 674, 677, 683-684, 688, 691, 693, 698-699, 705, 709-710. Comoras, Micro-república federal en África oriental, 376, 498, 545. Congo, Estado Libre del, Autocracia colonial en África central, 372. Congo, República del = Congo-Brazzaville, República en África central, 376, 379, 475, 595. Congo, República Democrática del = Congo-Kinsasa, República en África central, 37, 43, 266, 376, 378-380, 383-386, 388, 494, 499, 546, 549, 566, 607-608, 613, 634, 688. Cook, Islas, Micro-Estado libre asociado con Nueva Zelanda en Oceania, 377, 545. Corea, Daehan, Imperio en Asia oriental, 279, 397, 401, 434.
ÍNDICE DE ESTADOS
Corea del Norte, República dinástica en Asia oriental, 413, 418, 426, 429, 475, 477, 499, 530, 557, 567, 575, 600, 688, 696, 705.
Dubai, Emirato en Asia occidental, véase Emiratos Árabes Unidos.
Corea del Sur, República en Asia oriental, 413, 418, 420-421, 427-429, 431-432, 490-491, 522, 531, 550-551, 553, 574, 600, 605, 663, 670, 676, 686, 691, 700.
E
Costa de Marfil, República en África occidental, 376, 379, 383, 386, 566, 612. Costa Rica, República en Mesoamérica, 96, 102, 104-105, 125, 248, 303, 305-306, 323, 340, 350, 540, 548-549, 553, 600, 612, 627, 655, 672, 677. Croacia, República en Europa central/ meridional, 53, 84-86, 102, 156-157, 202, 220, 233, 485, 488, 510-511, 519, 571, 592, 627, 644, 647, 664-665, 682, 691. Cuba, República en Mesoamérica, 40, 71, 124, 252, 322, 340, 475, 477, 564, 600, 682. Cundinamarca, Monarquía y República de facto en Sudamérica (Colombia), 28, 102-103, 291, 463. D Danzig, Ciudad-Estado en Europa central (Polonia), 53, 66, 203-204, 208-210, 484. Dinamarca, Reino en Europa del norte, 52-53, 62, 88, 104, 106, 116, 131, 142, 167, 182, 204, 247, 250, 252, 265-266, 278, 300-301, 303, 310, 313, 332, 339, 347-348, 350-352, 443-445, 447-448, 463-464, 468-471, 531, 539-540, 546-548, 550-551, 553, 641, 603, 647, 663-664, 682-683. Dominicana, República, en Mesoamérica, 125, 252, 600, 612. Donetsk, Estado de facto en Europa oriental (Ucrania), 529, 545, 711.
Ecuador, República en Sudamérica, 61, 72, 98, 102, 105, 125, 129, 155, 248, 293, 322-323, 340, 351, 388, 511, 552, 595, 600, 606, 612, 653, 657, 662-663. Egipto, Jedivato, Sultanado, Reino y República en África del norte, 126, 196, 250, 273, 279, 314, 389, 392-393, 399, 409, 413, 418-429, 432-433, 436, 494, 498-499, 546, 551, 575576, 600, 612, 644, 655, 672, 675, 705, 711. El Salvador, República en Mesoamérica, 96, 102, 125, 314, 352, 600, 633, 705. Emiratos Árabes Unidos, Monarquía federal en Asia occidental, 409, 419, 450, 498, 545, 595, 702. Eritrea, República en África oriental, 376, 380, 560, 684. Eslovaquia, República en Europa central, 53, 7779, 81, 86, 102, 203, 209, 213, 215, 220, 247, 294, 324, 350, 484, 488, 506, 514-515, 517, 519, 553, 571, 584. 627, 647, 652, 663, 670, 695. Eslovenia, República en Europa central, 79, 102, 200, 203-204, 229, 349-350, 510-511, 514, 519, 539, 548, 571, 626, 633, 638, 646-647, 651, 664, 670, 691, 695. España, Reino (y brevemente República) en Europa meridional, 26, 31, 33, 39-40, 42, 49, 51-52, 54-55, 57, 61, 63, 67-68, 70-71, 74, 76,79, 88, 90, 102-104, 106-110, 115116, 121, 123, 125-126, 128, 131, 133-134, 136-142, 144, 146, 154, 157, 160, 163, 172, 177, 181, 188, 207, 213, 221, 223-224, 232, 246, 248-250, 252, 256, 265-266, 273, 275, 277-279, 281, 285, 292-293, 300-301, 303304, 314, 316, 320, 322, 324, 339, 342, 347-
821
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO: TOMO 2 (1776-2050)
348, 350, 352, 357, 369, 409, 443-445, 447, 453, 459, 463, 469-471, 483-484, 488, 506, 509-511, 519, 530, 540, 543, 545, 547-553, 560, 563, 571, 586, 592, 596, 601, 607, 612, 619, 628, 631, 637-638, 640-641, 644, 647, 649, 651-652, 657, 661, 663, 665, 670, 695, 707, 709, 711. Estado islámico de Irak y el Levante, Proyecto de Estado en Asia occidental (Irak, Siria), 545, 580. Estados Pontificios, Teocracia en Europa meridional (Italia), 52-54, 58-59, 104, 106, 177, 180, 182-183, 279, 300, 456-457. Estados Unidos de América, véase América. Estonia, República en Europa central, 53, 65, 77, 87, 102, 201, 220, 229, 247, 289, 304, 350, 473, 484, 501, 515, 519, 544, 574, 647, 652, 664. Etiopía, Imperio y República federal en África del norte, 43, 126, 279, 373, 385-386, 395, 400-401, 413, 418, 420, 426-428, 432, 436, 475, 545-546, 549-550, 560, 566, 568, 604, 615, 622, 663, 672, 698. Europea, Unión, Con-/ federación en Europa, 44, 79, 142, 222, 228, 255-256, 263, 267, 350, 414, 479, 492, 511, 517, 520, 527-529, 544-545, 565, 575-577, 582-583, 586, 596597, 600-601, 604, 608, 616-617, 620-621, 626, 631, 636, 638-640, 646-656, 659, 665, 672-674, 677, 686, 691, 693, 696, 701, 704, 706, 712.
539, 547-548, 551, 553, 628, 631, 647, 652, 663, 670. Fiyi, República en Oceanía, 377, 612. Fiume, Ciudad-Estado en Europa meridional (Croacia), 207. Francia, Imperio, Reino y República en Europa occidental, 3, 5, 7, 20, 24-28, 30-32, 38-39, 42, 44-46, 48, 50, 52-54, 61, 63, 67-70, 72, 74, 76, 78, 81, 86, 144-145, 147, 151, 154, 156, 162-163, 167, 170-172, 177-185, 187188, 190-196, 198-207, 210, 213, 215-216, 221-222, 225-228, 232-234, 237, 246-247, 249-252, 256-257, 259, 263-265, 267, 275277, 279, 284, 288-289, 293-295, 298-304, 308, 311, 313, 315, 317, 320-323, 330-331, 335, 341, 344, 348, 350, 363, 370, 375, 377378, 384, 390-392, 399, 401-402, 405, 409410, 412-414, 429, 435, 438, 440-441, 443446, 451-453, 456-457, 459, 461-463, 481, 484-485, 495, 501, 504-505, 507, 519, 533, 539-540, 545-553, 561, 563, 567, 571-575, 586, 590, 597, 601, 603-604, 607-608, 610, 619-622, 626, 628-629, 632, 636-638, 640645, 647-650, 652, 657, 659-661, 663, 665, 670, 682, 695-696, 707-708. G Gabón, República en África central, 376, 379, 388, 493, 499, Galitzia transcarpata, Reino en Europa central (Polonia, Ucrania), 100, 456.
F
Gambia, República en África occidental, 376, 379, 382.
Filipinas, República en Asia oriental, 88, 409, 412, 427, 433, 436, 546, 593, 638, 663, 695.
Gaza, Franja de, Micro-Estado de facto en Asia occidental, 423, 545, 559.
Finlandia, Gran ducado y República en Europa del norte, 52-53, 65, 89, 105, 130, 140, 157, 177-178, 201, 220, 229, 247, 279-280, 289290, 324, 339, 348, 501, 503-504, 506, 517,
Génova, Ciudad-Estado en Europa meridional (Italia), 66, 177-178.
822
Georgia, república en Asia occidental, 416, 517, 544-545, 583, 663, 711.
ÍNDICE DE ESTADOS
Germánica, Federación Monárquica en Europa central (Alemania, Austria, Bélgica, Chequia, Croacia, Eslovenia, Liechtenstein, Luxemburgo, Italia, Países Bajos, Polonia, Suiza), 53, 56, 66, 68, 91, 93-95, 102-103, 121, 144-145, 150-151, 162, 165, 177-178, 182-183, 208, 250, 279, 292, 319, 333, 430, 442, 445, 453, 456-457, 470. Ghana, República en África occidental, 376, 382, 612, 688, 693. Goa, Virreinato portugués en Asia del sur (India), 560. Gran Bretaña, Reino Unido de, en Europa occidental, 24, 26, 33, 35-40, 42, 44, 50, 52-53, 55, 57, 62, 64-66, 70-71, 77, 82, 95-96, 103, 108-109, 113, 115-116, 120-125, 128-129, 131-133, 135-136, 141-142, 155, 159-160, 165, 168, 173-174, 180-182, 184-186, 189196, 198, 202-205, 207, 210, 212, 215-216, 218-219, 221-222, 225-226, 231-234, 238, 244, 247, 249-250, 252, 254, 256-258, 263, 265-267, 277-279, 288, 293, 300-306, 313314, 321-323, 327, 331-333, 335, 339, 347348, 350, 358, 363, 364, 366-367, 370-372, 375-376, 378-379, 391-392, 401-402, 404406, 408-412, 414, 429-430, 435, 451, 463469, 471, 495-496, 501, 503-504, 522, 524525, 530-531, 533, 539-540, 545, 547, 549550, 552-553, 562-563, 567, 571-576, 582, 585-586, 589-590, 601, 603, 611, 613, 616617, 619-620, 623, 628, 630, 635-636, 640643, 645, 647-649, 652, 657, 662-665, 675, 683, 691, 695-696. Grecia, Reino y República en el Sudeste europeo, 52-53, 65, 83, 94, 102, 104, 126, 136, 140, 181, 185-186, 195, 197, 206, 250, 252, 258, 266, 278-279, 281, 283, 295, 301, 303, 324, 348, 350, 389-390, 394, 443-444, 447, 484, 488, 506, 509, 511, 548, 550, 590, 596, 628, 657.
Guatemala, República en Mesoamérica, 71, 96, 102, 126, 140, 293, 340, 350, 357, 511, 547548, 564, 566, 600, 657, 702. Guyana, República en Sudamérica, 388, 612. Guinea, República en África occidental, 376, 494. Guinea Ecuatorial, República en África central, 376, 379-380. Guinea-Bisáu, República en África occidental, 376, 380, 475. Gwalior, Reino en Asia del sur (India), 408. H Haití, Reino y República en Mesoamérica, 52, 102, 104, 126, 278, 282, 322, 549, 554. Hanóver, Reino en Europa central (Alemania), 52-53, 56, 93, 104, 106, 108, 123, 127, 130, 135, 163, 178, 183, 196, 240, 250, 279, 440, 444-445, 464. Harar, Sultanado y Emirato en África del norte (Etiopía), 373, 387. Hawái, Reino en Oceanía, 373, 377. Hesse-Kassel, Electorado en Europa central (Alemania), 53, 150, 183, 279, 445. Hiyaz, Reino en Asia occidental (Arabia Saudita), 391, 393. Honduras, República en Mesoamérica, 96, 102, 104, 126, 305, 351-352, 548, 600, 657, 688. Hungría, Reino y República en Europa central, 40, 51, 53, 56, 66, 69, 77, 80-81, 84, 86, 93, 95, 102, 104, 121, 124-125, 131, 136, 140, 157, 180, 184, 188, 190, 192, 194-195, 197, 199-201, 203-204, 206-207, 209, 213, 215, 220, 225, 232, 248, 250, 252, 262, 278-279, 281, 293-294, 300, 313-314, 324, 350, 392, 443, 446, 456, 474-475, 481, 483, 488, 506,
823
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO: TOMO 2 (1776-2050)
514-515, 519, 529, 533, 547, 549, 571, 584, 592, 627, 633, 647, 670, 682, 696, 707.
Islandia, república en Europa del norte, 53, 62, 279, 339, 672, 546, 548, 647, 652, 675.
Hyderabad, Nizamato en Asia del sur (India), 279, 408, 410, 413, 415, 558, 646.
Israel, República en Asia occidental, 74, 85, 88, 160, 313, 348, 390, 414, 417, 429, 431, 495, 499, 531, 548, 559, 563, 565, 567-568, 575, 644, 652, 655, 677, 691, 684, 696.
I India, Imperio de la, en Asia del sur (India, Pakistán, Bangladés), 184, 225, 404-408, 465. India, Unión de la, Federación subcontinental en Asia del sur, 21, 37, 43-44, 126, 252, 266, 410-415, 419, 420-422, 425-426, 428-429, 431-433, 435-436, 522-525, 530-531, 539, 545-546, 548-549, 551-553, 558-561, 563, 565, 567, 575-576, 582, 591, 595-596, 599602, 605, 612, 622, 636, 644, 646, 649-650, 659, 669-670, 676, 684-686, 688, 691, 693, 695-696, 698, 704, 718. Indonesia, República en el Sudeste asiático, 377, 388, 411, 412-416, 418-421, 423, 427-429, 431-433, 494, 498, 530-531, 546, 551, 553, 555, 558, 595, 601, 612-613, 663, 676-677, 688, 693. Indo-Persa, Imperio, en Asia del sur (Afganistán, Pakistán, India), 389.
Italia, Reino y República en Europa meridional, 39-40, 52-53, 58-59, 61, 66, 75-80, 86, 90, 101-104, 115, 116-117, 123, 125-126, 131133, 140-142, 155, 157, 160, 163-164, 177, 184-185, 192-194, 196, 199, 202-204, 206207, 209-211, 213, 220, 225, 232, 248, 250, 252, 263, 264-266, 277-282, 285, 289-290, 293, 295, 300-301, 303, 306, 308-310, 314, 335, 341, 348, 350, 373, 375, 392, 399, 443, 447, 456, 481, 483-484, 488, 504, 507, 526, 547-550, 552-553, 557, 571, 574, 590, 596, 601, 603, 612, 628-629, 640, 642, 644-645, 647, 649, 652, 657, 660, 663-665, 672, 683, 695. J Jaipur, Reino en Asia del sur (India), 279, 408. Jaisalmer, Reino en Asia del sur (India), 408.
Indore, Reino en Asia del sur (India), 408.
Jamaica, Reino en Mesoamérica, 593.
Irak, Reino y República en Asia occidental, 53, 194, 279, 390, 393, 401, 413, 418, 420-422, 424, 426-428, 432, 436, 494, 498, 541, 545, 554, 557, 568, 574, 579-580, 595, 655, 672, 704-705, 711.
Japón, Imperio en Asia oriental, 20, 38, 44, 141142, 173-174, 185, 216, 232, 234, 252, 254, 257, 264, 265-267, 389, 395-397, 399-400, 402, 412-413, 415, 418-421, 425, 429-434, 436, 450, 520-522, 530-531, 535, 546, 550553, 557, 562-564, 571-577, 586, 590, 599601, 603, 605, 608, 628, 638, 642-644, 670, 674, 677, 679, 682-683, 686, 688, 691-692, 695-696, 700, 705.
Irán, Persia, Imperio y República islámica en Asia occidental, 37, 196-197, 218, 257-258, 279, 394-395, 400-402, 413, 415-416, 418420, 422-423-429, 431-432, 434, 436, 450, 494, 496-499, 539, 541, 553, 572, 576, 595596, 600, 636, 670, 676, 684, 705, 708, Irlanda, Reino y República en Europa occidental, 52, 82, 88, 131, 157, 159, 165, 222, 279, 310, 350, 369, 467, 503-504, 695.
824
Jiva, Kanato en Asia central (Uzbekistán, Turkmenistán), 184, 279, 409. Johor, Sultanado en el Sudeste asiático (Malasia), 409, 411.
ÍNDICE DE ESTADOS
Jónicas, Estados Unidos de las Islas, República federal en Europa meridional (Grecia), 5253, 94, 453. Jordania, Emirato, Reino en Asia occidental, 393, 413, 419, 422, 425, 428-429, 431, 450, 498. K Kalat, Reino en Asia del sur (Pakistán), 279, 408. Kazajistán, República en Asia central, 377, 494, 544, 567, 583, 595, 600, 612, 654, 689, 695696, 706. Kenia, República en África oriental, 376, 385, 603, 612, 684. Kirguistán, República en Asia central, 377, 428, 544, 601, 654. Kiribati, Micro-Estado en Oceanía, 377. Kokand, Kanato en Asia central (Uzbekistán, Tayikistán, Kirguistán), 184, 279, 409. Kosovo, República en el Sudeste europeo, 186, 494, 510, 544, 563, 579-580, 600. Kuwait, Emirato en Asia occidental, 409, 419, 425, 450, 498, 557, 579, 595, 600, 702. Kurdistán, Proyecto de Estado en Asia occidental (Irak, Siria, Turquía), 394, 416, 526-528, 545-546, 579, 711. L Laos, Reino y República popular en el Sudeste asiático, 43, 279, 388, 409, 413, 427-428, 475, 477, 564, 601, 688. Lesoto, Reino en África austral, 376, 383. Letonia, República en Europa central, 53, 65, 87, 102, 124, 201, 220, 289, 304, 324, 350, 484, 501, 506, 515, 519, 544, 571, 633, 647, 652, 664.
Líbano, República en Asia occidental, 53, 393, 413, 428, 432, 436, 499, 531, 600. Liberia, República en África occidental, 364, 366-367, 369, 380, 385, 387, 458, 462, 549, 565, 590, 684. Libia, Reino y República en África del norte, 53, 279, 413, 418, 421-422, 426, 428, 494, 498, 541, 554, 574, 580, 593, 595, 600, 655, 704-705, 711. Liechtenstein, Micro-monarquía en Europa central, 62, 66, 103, 108, 128, 279, 304, 310, 442, 468, 470-471, 531, 546, 561, 590, 600, 647. Lituania, Gran ducado y República en Europa central, 33, 47-48, 51-53, 65, 84, 99, 106, 131, 177, 180, 201, 204, 207, 220, 279, 293, 304, 316, 441, 463, 473, 484, 501, 513, 515, 519, 529, 664, 682, 695. Luang Prabang, Reino en el Sudeste asiático, véase Laos. Lugansk, Estado de facto en Europa oriental (Ucrania), 529, 545, 711. Luxemburgo, Gran ducado en Europa central, 52-53, 89, 195, 236, 250, 266, 278, 306, 442-445, 468, 470-471, 539-540, 546, 590, 650, 652, 664, 675. M Macedonia, República en el Sudeste europeo, 197, 199, 394, 494, 510, 514, 517, 544, 571, 592, 600, 627. Madagascar, Reino y República en África oriental, 370, 373-374, 376, 475, 688. Malasia, Federación monárquica en el Sudeste asiático, 412-413, 419, 422, 424, 427, 431432, 450, 494, 498-499, 545, 595, 601, 612, 676.
825
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO: TOMO 2 (1776-2050)
Malaui, República en África oriental, 376, 385, 551, 684.
Módena, Ducado en Europa meridional (Italia), 52, 182, 279.
Maldivas, Micro-Estado en Asia del sur, 498, 675. Malí, República en África occidental, 376.
Mogol, Imperio en Asia del sur (India, Pakistán, Afganistán, Bangladés), 26, 404-406, 408, 410, 414-415, 428, 434.
Malta, Micro-teocracia y república en Europa meridional, 33, 52, 62, 126, 177, 546, 664.
Moldavia (Rumania, Moldavia), Principado en el Sudeste europeo, 52, 390.
Man, Isla de, micro-dependencia de la Corona británica en Europa occidental, 545.
Moldavia, República en el Sudeste europeo, 53, 346, 473, 514, 544-545, 593, 663-664, 682, 711.
Maratha, Confederación monárquica en Asia del sur (India), 405, 434. Marruecos, Sultanado y Reino en África del norte, 409, 411, 413, 419-420, 422, 425, 431-432, 450, 498, 530, 545, 560, 600, 612, 655.
Mónaco, Micro-monarquía en Europa meridional, 52. Mongolia, Teocracia y República en Asia oriental, 375, 474.
Marshall, Islas, Micro-Estado en Oceanía, 377.
Montenegro, Principado obispado, Principado, Reino y República en Europa meridional/ sudoriental, 53, 202, 207, 278-279, 283, 390, 443, 510, 514, 544, 557, 571, 592, 627, 664.
Mauricio, Micro-Estado en África oriental, 376, 612, 664.
Mozambique, república en África oriental, 376, 385, 475.
Mauritania, República islámica en África occidental, 376, 422, 494, 498, 541.
Myanmar, en el Sudeste asiático, véase Birmania.
Marwar, Reino en Asia del sur (India), 279, 408,410.
Mecklemburgo, Gran ducado en Europa central (Alemania), 66, 131, 278, 300, 313, 440, 457, 514.
Mysore, Reino y Sultanado en Asia del sur (India), 405, 408.
Mewar, Reino en Asia del sur (India), 279, 408.
N
México, Estados Unidos Mexicanos, República federal en Mesoamérica, 21, 52, 57-58, 61, 66, 69, 71, 96-98, 102-104, 116, 121, 123126, 129, 131, 137, 138, 142, 147, 153, 155, 163, 166-167, 181, 218, 223, 234, 240, 248, 252, 258, 260-261, 266, 455, 458, 500, 520, 530, 545-553, 563, 572, 586, 592, 594-595, 600, 605, 612, 620-621, 634, 644-645, 653, 657, 662, 670, 674-675, 684, 687, 690, 696.
Namibia, República en África austral, 371, 376, 388.
Micronesia, Micro-república federal en Oceanía, 377.
Nicaragua, República en Mesoamérica, 71, 96, 102, 126, 295, 563-564, 578, 600, 663.
826
Nauru, Micro-Estado en Oceanía, 377. Nejd, Emirato en Asia occidental, véase Arabia Saudita. Nepal, Reino y República en Asia del sur, 279, 401, 411, 413, 417, 424, 426, 428, 432, 531, 601.
ÍNDICE DE ESTADOS
Níger, República en África occidental, 376, 549550, 612, 684.
182, 184-186, 188, 190, 192-197, 199, 201202, 204, 250, 279, 283, 389-394, 396, 399403, 410, 414, 419, 434-435, 450, 494-495, 498, 526-527, 529, 544, 560, 576, 659, 662, 686.
Nigeria, República federal en África occidental, 376, 378, 380, 382-384, 422, 498, 530, 545546, 595, 608, 612, 622, 688, 693, 698, 711. Niue, Micro-Estado libre asociado con Nueva Zelanda en Oceanía, 377, 545. Normandas, Islas (Guernesey, Jersey), Micro-dependencia de la Corona británica en Europa occidental, 52, 545, 647. Noruega, Reino en Europa del norte, 52-53, 62, 77, 88, 108, 113, 129-130, 180, 213, 217, 250, 252, 278, 283, 294, 300, 303, 306, 339, 347-348, 350, 358, 463-464, 468, 471, 485, 539, 548, 551, 553, 584, 595, 600, 603, 612, 628, 647, 652, 672, 684, 698. Nueva Granada, República en Sudamérica, véase Colombia. Nueva Zelanda, Reino en Oceanía, 104, 222, 225, 303, 310, 313-314, 347-348, 357-358, 364, 366, 369, 467-468, 471, 477, 534, 539, 545, 548, 570-571, 600, 603, 611, 617, 623, 628, 654, 663, 672, 684, 706,
P Países Bajos, Reino en Europa occidental, 52, 61, 76, 95, 102, 123, 133, 136, 140-141, 180, 205, 250, 252, 278, 282-283, 300, 303, 322, 344, 350, 370, 388, 405, 409, 412, 415, 442, 444-445, 448, 468, 470-471, 539-540, 553, 562, 571, 628, 641-642, 649, 652, 670, 674675, 682, 695-696. Pakistán, República islámica en Asia del 413-419, 422, 425-429, 431-433, 494, 530, 539, 541, 546, 549-550, 553-554, 567-568, 575-576, 580-581, 601, 603, 612, 620, 622, 646, 659, 663-664, 670, 695-696, 705, 711.
sur, 498, 561, 605, 675,
Palestina, Proyecto de Estado en Asia occidental, 53, 74, 85, 413-414, 422-423, 495, 498, 531, 545, 558-559, 567-568. Palaos, Micro-Estado en Oceanía, 377, 546.
O Omán, Sultanado en Asia occidental, 313, 409, 411, 413, 419, 422, 424-425, 432, 450, 498, 559, 595, 655, Orange, Estado Libre de, República en África austral (Sudáfrica), 367, 458. Osetia del Sur, Estado de facto en Asia occidental, 545, 711. Otomano, Imperio, en Asia occidental y el Sudeste europeo (Turquía, Macedonia, Albania, Bosnia, Serbia, Grecia, Bulgaria, Rumania, Chipre, Siria, Líbano, Irak, Jordania, Israel/ Palestina, Arabia Saudita, Yemen, Egipto, Libia), 26, 51-53, 74, 78, 81, 83, 90, 181-
Panamá, República en Mesoamérica, 98, 120, 125, 155, 323, 340, 462, 511, 590, 600, 612, 640, 688. Papúa Nueva Guinea, República en Oceanía, 43, 370, 377, 388, 412, 599, 612, 663, 688. Paraguay, República en Sudamérica, 72, 102, 125, 308, 313, 324, 481, 489, 499, 506, 511, 600, 612, 653. Parma, Ducado en Europa meridional (Italia), 52, 182, 279. Pensilvania, república (EE.UU.), 27.
en
Norteamérica
Persia, Imperio en Asia occidental, véase Irán.
827
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO: TOMO 2 (1776-2050)
Perú, República en Sudamérica, 36, 66, 71-72, 84, 102, 104, 116, 121, 125, 129, 131, 140, 142, 166-167, 181, 223, 226, 248, 250, 252, 293, 295, 202, 313, 322, 324, 340, 347, 350, 352, 357, 372, 377, 388, 455, 481, 506, 511, 547-548, 566, 595, 600, 621, 633, 653, 657658, 662-663, 688. Polonia, Reino y República en Europa central, 33, 48, 44, 47-48, 51-53, 61, 65, 68, 81, 84, 86-87, 90, 99-102, 106, 125, 131, 157, 174, 177-178, 180, 201-202, 204, 207, 209-210, 213, 215-216, 226, 247, 252, 279-280, 293, 314, 316, 324, 339, 350, 441, 456, 463, 474475, 283, 501, 506, 514-515, 519, 521, 571, 633, 641, 647, 652, 657, 663, 682, 695, 707. Polonia-Lituania, Reino en Europa central y oriental (Polonia, Bielorrusia, Lituania, Ucrania), véase Polonia y Lituania. Portugal, Reino y República en Europa meridional, 39, 51, 54, 61, 73, 102, 104, 116, 126, 131, 136, 140, 144, 157, 181, 223, 250, 252, 266, 278-279, 281, 288-289, 293, 300, 303, 306, 313, 324, 335, 350-351, 369-370, 375, 377, 443-445, 456, 459, 461-462, 483-484, 488, 506, 509, 511, 534, 547, 549, 552, 558, 560, 571, 584, 596, 628, 641, 647, 652, 654, 663-664, 682-683. Puerto Rico, Estado Libre Asociado de, República en Mesoamérica, 545. Prusia, Reino en Europa central (Alemania, Polonia, Lituania, Rusia), 33, 38, 41, 47-48, 50, 52-53, 56, 60, 63, 65-67, 70-71, 73, 76, 84, 87, 93-94, 99, 102, 104, 106, 108-113, 115-116, 119-126, 128-131, 133-134, 136, 138-141, 144-145, 150-151, 156, 162-163, 167, 169-170, 177-178-183, 185, 187, 191, 195-196, 202, 204, 207-209, 211, 213, 216, 219-220, 224, 237-238, 243, 245-247, 249250, 278-279, 281, 292, 299-300, 302, 313314, 319-320, 327, 329, 333, 335, 390, 395,
828
397, 442-443, 445-446, 450, 456-459, 464, 517, 534. R Ragusa, Ciudad-Estado en Europa meridional (Croacia), 52, 66, 177. Reino Unido, en Europa occidental, véase Gran Bretaña. Rodesia (Zimbabue), Estado de facto en áfrica austral, 376, 462. Rojava, Proyecto de Estado en Asia occidental, véase Kurdistán. Romana, República (Italia), Estado de facto en Europa meridional, 456-457. Ruanda, Reino y República en África oriental, 279, 374, 376, 380-381, 565, 605. Rumanía, Reino y República en Europa sudoriental y meridional, 52-53, 65, 74, 86, 131, 172, 174, 185, 193-194, 197, 200, 202204, 207, 209, 213, 215, 218, 220, 229, 234, 250, 278-279, 281, 283, 293, 300, 314, 324, 346, 349, 389, 443-444, 446, 449, 473-475, 484, 488, 506, 513-516, 519, 540, 548, 571, 647, 649, 664-665, 670. Rusa, Federación, República federal en Europa oriental y Asia del norte, 21, 43-44, 120, 222, 266, 290, 346, 351-352, 377, 388, 476477, 491-492, 516, 529, 531, 544-546, 548, 551, 553, 555, 560, 562-563, 565, 567, 572, 574-577, 582-583, 591, 593, 595-596, 599, 608, 612-613, 636, 642, 654, 656-657, 665, 670, 682-683, 695, 706. Ruso, Imperio, en Europa oriental, Europa central, Asia occidental, Asia central y Asia del norte (Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Moldavia, Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán, Kazajistán, Kirguistán), 26, 33, 38-39, 47-48, 50, 52-53, 78,
ÍNDICE DE ESTADOS
81, 83, 87, 120, 157, 177-178, 180-182, 184186, 188, 190-196, 199, 201, 213, 232, 249250, 266-267, 278-279, 281, 300, 313, 332, 335, 363, 368-369, 397, 401-402, 405, 409, 435, 448-449, 473, 528-529, 663. Rusia soviética, República federal en Europa oriental, Europa central, Asia occidental, Asia central y Asia del norte (Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Estonia, Letonia, Lituania, Moldavia, Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán, Kazajistán, Kirguistán), 50, 53, 61, 84, 87, 103, 121, 157-158, 172-174, 199, 201, 207, 209216, 218-221, 225-226, 263, 266, 271, 276, 314, 335, 346-347, 375, 377, 384, 409, 416, 436, 472-477, 484, 486, 488, 491-492, 505, 512-514, 516, 522, 525, 528-529, 533, 535, 544, 561, 563, 567-567, 572, 574, 577, 583, 593, 642, 648-649, 653-654, 665, 695, 706. S
San Cristóbal y Nieves, Micro-Estado en Mesoamérica, 545-546. San Marino, Micro-Estado en Europa meridional, 546. Santa Lucia, Micro-Estado en Mesoamérica, 546. Santa Romana Iglesia, Santa Sede, teocracia en Europa et al., 54-62. Santo Tomé y Príncipe, Micro-Estado en África occidental, 376, 664. Sarawak, Reino en el Sudeste asiático (Malasia), 279, 409, 413. Senegal, República en África occidental, 376, 494, 614. Serbia, Reino y República en el Sudeste europeo, 53, 81, 83, 85, 131, 160, 185-186, 190192, 194, 197, 199-200, 202, 207, 213, 250, 278, 281, 283, 390, 443, 485, 510, 514, 517, 519, 533, 544, 558, 565, 567, 571, 574, 579580, 663-664.
Sacro Imperio Romano Germánico, en Europa central (Alemania, Austria, Bélgica, Chequia, Croacia, Eslovenia, Francia, Liechtenstein, Luxemburgo, Italia, Mónaco, Polonia, Suiza), 23, 33, 47-49, 51-52, 54, 56, 63, 68, 73, 80, 84, 91, 93, 104, 107, 124, 136, 144145, 150-151, 153, 177-178, 180, 183, 195, 208, 229, 278-280, 282, 292, 316, 438, 441442, 470, 539, 556, 650, 661.
Seychelles, República en África oriental, 376.
Saharaui, República Árabe, Proyecto de Estado en África occidental, 545, 560.
Sijes, Imperio de los, en Asia del sur (India, Pakistán), 389.
Sajonia, Reino en Europa central (Alemania), 49, 104, 106, 108, 123-124, 128, 131, 134136, 150, 178, 250, 278-279, 281, 300, 333, 440, 446, 457.
Sikkim, Reino en Asia del sur (India), 413, 559, 646.
Salomón, Islas, Reino en Oceanía, 377. Samoa, República en Oceanía, 377.
Siam, Reino en el Sudeste asiático, véase Tailandia. Sicilias, Reino de las dos, en Europa meridional (Italia), 52, 56, 66, 79-80, 104, 145, 155, 164, 180, 182, 279, 300, 444, 456. Sierra Leona, República en África occidental, 376, 383-384, 565, 608.
Singapur, Ciudad-Estado en el Sudeste asiático, 412, 421, 427, 431, 546. Siria, República en Asia occidental, 53, 194, 389-390, 393, 413, 418, 420-422, 426, 428,
829
TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO: TOMO 2 (1776-2050)
432, 436, 494, 498-499, 545, 548, 554, 574, 580, 600, 655, 672, 691, 704-70, 711.
108-109, 113, 116-117, 121-124, 126, 128, 130-134, 136, 138, 140-141, 144-146, 151, 163, 166-167, 195, 224, 238, 244, 246-254, 260-261, 266, 275, 279-280, 287-288, 292, 299, 303-305, 307-310, 314, 321, 323-324, 333, 335, 338, 342, 344, 348, 350, 357-358, 399-400, 445, 453, 456-457, 461, 500, 503504, 506-507, 511, 519, 526, 539-540, 545, 547-548, 550-552, 555, 557, 563, 586, 590, 596, 600, 603, 607, 610, 613, 619, 621, 623, 626, 628-629, 631, 635-636, 638, 641, 647, 651-652, 657, 670, 672, 677, 682, 692, 695, 702.
Somalia, República en África oriental, 376-377, 385-386, 422, 475, 494, 498-499, 545, 560, 574, 581, 596, 655, 663, 705, 711. Somalilandia, Estado de facto en África oriental, 385, 498, 545, 560. Soviética, Unión, véase Rusia soviética. Sri Lanka, República en Asia del sur, 405, 413, 422, 428, 601. Srpska, Estado de facto, después federado en el Sudeste europeo (Bosnia), 557-558, 565, 661, 711. Suazilandia, Reino en África austral, 376, 383. Sudáfrica, República en África austral, 89, 168, 222, 225, 304, 324-325, 367-369, 387, 462, 467-468, 506, 548-549, 551, 553, 567, 571, 600, 611-612, 662, 664, 670. Sudafricana, República, Transvaal, en África austral (Sudáfrica), 367-368, 458. Sudán, República en África del norte, 378, 384, 422, 427, 494, 545, 566.
Surakarta, Sultanado en el Sudeste asiático (Indonesia), 409, 411. Surinam, República en Sudamérica, 388. T Tailandia, Siam, Reino en el Sudeste asiático, 396, 399-401, 403, 413, 419, 422, 426, 431434, 436, 450, 530, 540, 601, 612, 676, 688.
Sudán del Sur, República en África oriental, 376, 378, 385, 544-545, 549, 557, 711.
Taiwán, República de China, Taipéi chino, Estado de facto en Asia oriental, 399, 418, 421, 426, 428, 431-432, 490, 499, 522, 531, 544, 550, 600, 603, 670, 700, 711,
Sudán mahdista, Proyecto de Estado en África del norte, 389.
Tanzania, República en África oriental, 376-377, 385, 475, 550-551, 605, 664, 691.
Suecia, Reino en Europa del norte, 52, 62, 74, 104, 106, 113, 120, 123-124, 130, 139, 141, 180, 226, 232, 247, 250, 252, 257, 266, 277278, 283, 300-301, 303, 306, 314, 324, 332, 339, 342, 347-348, 350-351, 358, 447, 463, 468-471, 503-504, 506, 519, 539, 548, 551553, 571, 612, 617, 621, 628, 631, 634, 641, 647, 657, 663, 670, 672, 675, 684, 695-696, 700,
Tayikistán, República en Asia central, 409, 416, 427, 494, 498, 544, 600, 663.
Suiza (Helvética), Confederación, República federal en Europa central, 52, 55, 60-62, 66, 68, 70-71, 73-76, 88-89, 91-95, 97, 102-106,
Togo, República en África occidental, 376, 379, 499, 612, 688.
830
Terengganu, Sultanado en el Sudeste asiático (Malasia), 411. Tíbet, Teocracia en Asia central (China), 278279, 402, 411-413, 558-560, 654. Timor oriental, República en Oceanía, 377, 415416, 544, 557.
Tonga, Micro-Reino en Oceanía, 377.
ÍNDICE DE ESTADOS
Toscana (Italia), Gran ducado en Europa meridional, 52, 182, 279. Transnistria, Estado de facto en Europa oriental (Moldavia), 545, 711. Trinidad y Tobago, República en Sudamérica, 663. Túnez, Reino y República en África del norte, 279, 409, 413, 420, 422, 425, 427-428, 431, 494, 498, 600. Tunja, República de facto en Sudamérica (Colombia), 25, 28, 124, 278, 315, 319. Turkmenistán, República en Asia central, 409, 416, 427, 494, 544, 595, 600. Turquía, República en Asia occidental, 21, 53, 77, 83, 86, 102, 206-207, 225, 258, 390, 392-395, 399-400, 413-414, 416, 419-422, 424-426, 428, 431-433, 436, 483, 490, 494, 497-498, 509, 520, 526-528, 531, 539-540, 545, 548-550, 553, 559-560, 576, 583, 590, 600, 605, 620, 622, 644, 652, 656-657, 659, 672, 677, 684, 691, 706, 711. Tuvalu, Micro-monarquía en Oceanía, 377. U Ucrania, República en Europa oriental, 37-38, 44, 53, 84, 124, 157-158, 201, 207, 213-214, 229, 293, 346, 351, 473, 512, 515-517, 519520, 528-529, 531, 544-546, 560, 567, 573, 593, 596, 656, 657, 665, 670, 682-683, 687, 689, 693, 695, 711. Uganda, República en África oriental, 372, 376, 379, 382, 612, 684. Uruguay, República en Sudamérica, 60-61, 72, 102-103, 105, 125, 131, 148, 252, 295, 303, 305, 322-323, 350-352, 511, 540, 548-549, 566, 600, 612, 628, 633, 653, 688.
Uzbekistán, República en Asia central, 409, 416, 424-425, 427, 431-432, 494, 544, 546, 549, 600, 612, 689. V Valaquia, Principado en el Sudeste europeo (Rumania), 52, 74, 390. Vanuatu, República en Oceanía, 377. Varsovia, Ducado en Europa central (Polonia), 52, 101. Vaticano, Estado de la Ciudad (palacio) del, Microteocracia en Europa meridional, 44, 544. Venezuela, República en Sudamérica, 28, 71, 9698, 102-103, 105, 122-124, 126, 129, 140, 147, 153-154, 167, 218, 266, 275, 299, 303, 306, 309, 322-324, 340, 350-351, 357, 388, 458, 490, 506, 531, 540, 545-547, 549, 553, 586, 594-595, 600, 621, 633, 641, 653, 657658, 662, 672, 677, 688, 706. Vietnam, Imperio y República, en el Sudeste asiático, 184, 279, 325, 409, 413, 418, 427429, 432-433, 474, 477, 530, 546, 559, 561, 564, 567, 591, 600, 612, 684, 691. Virginia, República en Norteamérica (EE.UU.), 27, 69, 315, 451. Y Yemen, Reino y República en Asia occidental, 279, 393, 400, 411, 413, 418, 420-422, 424426, 428, 432, 475, 494, 498, 581, 600, 655, 705, 711. Yibuti, República en África oriental, 376, 494, 498-499. Yogyakarta, Sultanado en el Sudeste asiático (Indonesia), 409, 411. Yugoslavia, Reino y República popular-federal en Europa central, meridional y sudoriental
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO: TOMO 2 (1776-2050)
(Eslovenia, Croacia, Bosnia, Serbia, Montenegro, Kosovo, Macedonia), 53, 65, 8182, 85, 160, 200, 203-204, 207, 220, 229, 279, 281, 346, 449, 474-475, 485, 488, 501, 510, 514, 516, 544, 665. W Wurtemberg, Reino en Europa central (Alemania), 52, 93, 106, 108, 128, 130, 137, 150, 178, 248, 250, 279, 300, 313, 441-442, 444445. Z Zaire, República en África central, véase Congo RD. Zambia, República en África oriental, 371, 376, 380, 382, 605,693. Zanzíbar, Sultanado en África oriental (Tanzania), 401, 409. Zimbabue, República en África austral, 376, 379, 462.
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ACERCA DEL AUTOR BERND MARQUARDT (1966-), de Porta Westfalica en Alemania, es Profesor titular de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. Tiene el Doctorado en Derecho con la calificación summa cum laude (1999) de la Universidad de Sankt Gallen en Suiza y dos premios, el Walther Hug Preis por el mejor doctorado jurídico en dicha Universidad del año académico de 1999/2000 y el Professor Walther Hug Preis por posicionarse entre los mejores doctorados jurídicos en Suiza en 1999/2000. Además, realizó en la misma Universidad tanto sus estudios postdoctorales (2000) como su segundo Doctorado superior –la Habilitation centroeuropea (2003)–. De igual forma, es magister (Staatsexamen, 1995) y abogado de la Universidad de Göttingen en la República Federal Alemana. Es experto en Derecho constitucional, Historia y teoría constitucional, Teoría del Estado, Historia del Derecho, Derecho ambiental y Derecho internacional público inclusive la historia del mismo. Ha enseñado, entre otros, en los programas de doctorado y maestría de las Universidades de Sankt Gallen en Suiza, Zürich en Suiza, Linz en Austria, Nacional de Colombia y Santo Tomás en Bogotá. Es fundador y director del grupo y centro de investigación Constitucionalismo Comparado –CC– (desde 2006) que ha recibido la categoría A1 en las tres convocatorias de Colciencias a partir de 2013. Es investigador señor en Colciencias. De igual forma, es cofundador del grupo de investigación Política y Derecho Medioambiental –Podea–. Es miembro de la Asociación para la Historia Constitucional (Vereinigung für Verfassungsgeschichte, Hofgeismar, Alemania), de la Asociación de los profesores universitarios de Alemania (Deutscher Hochschulverband, Bonn, Alemania) y del Instituto Colombiano de Historia del Derecho (Bogotá). Además, ha participado en la red de investigadores Der Europäische Sonderweg (El camino especial de Europa) en Suiza y en el proyecto Constitutions of the world from the late 18th century to the middle of the 19th century de la Universidad de Kassel (Alemania). Ha investigado en el Instituto Max Planck para derecho público comparado y derecho internacional público en Heidelberg, Alemania (2016).
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TEORÍA INTEGRAL DEL ESTADO: TOMO 2 (1776-2050)
Es editor de la revista Pensamiento Jurídico de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia (2008-2011, desde 2015) y fue director del Instituto de Investigación Unijus de la misma Facultad, director del Área Curricular de Derecho y miembro del Consejo de Facultad. Tiene actualmente 180 publicaciones, con 22 libros completos, incluyendo: Ius contra bellum, La promoción del potencial humano a la paz mediante el derecho público –interno e internacional– (2017); Historia constitucional comparada de Iberoamérica (2016), Derechos humanos y fundamentales, Una historia del derecho ¿Valores universales o hegemonía moral de occidente? (2015); Historia del Estado moderno en Asia y África del Norte (2014); Historia Mundial del Estado, 4 tomos (2012-2014); Dos siglos del Estado constitucional en América Latina (2011); El bicentenario del constitucionalismo moderno en Colombia (2011); Constitutional Documents of Colombia and Panamá, 1793-1853 (2010); Universalgeschichte des Staates (2009); La Revolución Industrial en Europa y América Latina, Interpretaciones ecohistóricas desde la Perspectiva de la Teoría de los Sistemas de Energía y del Metabolismo Social (2009); Staat, Demokratie und Verfassung in Hispano-Amerika seit 1810 (2008) [Estado, democracia y constitución en Hispanoamérica desde 1810]; Die alte Eidgenossenschaft und das Heilige Römische Reich, Staatsbildung, Souveränität und Sonderstatus am alteuropäischen Alpenrand (2007) [La antigua Confederación Helvética y el Sacro Imperio Romano, La formación del Estado, la soberanía y la autonomía especial en los pre-Alpes europeos]; Staatsbildung, Geschichte einer Dreifachrevolution (2006) [La Formación del Estado, Su historia en tres ‘revoluciones’]; Die «Europäische Union» des vorindustriellen Zeitalters (2005) [La «Unión Europea» de la Época pre-industrial]; Tyrannenprozesse vor dem Reichshofrat (2005) [Procesos jurídicos contra tiranos]; Umwelt und Recht in Mitteleuropa (2003) [Medio ambiente y Derecho en Europa central, Desde la gran deforestación del siglo XII hasta el siglo XXI]; Das Römisch-Deutsche Reich als segmentäres Verfassungssystem (1999) [El Imperio RomanoGermánico como sistema constitucional segmentario]. Entre 2009 y 2016, ha editado seis anuarios de la serie Constitucionalismo Científico. Además, ha escrito múltiples artículos de revista y capítulos de libro: El ascenso del constitucionalismo social en el Ius Constitutionale Commune de Iberoamérica, 1917-1949 (2017); El primer Código Penal sistemático de la modernidad temprana europea, La Constitutio Criminalis Carolina de 1532 (2017); Estado constitucional y paz en Iberoamérica (2016); El Espejo Sajón de 1225, Derecho público del Medioevo europeo en imágenes (2016); La justicia y el derecho en la injusticia (2015); Los jueces del Estado anti-constitucional (2015); Historia constitucional de la monarquía autocrática moderna y parlamentaria (2014); 200 años del Congreso de Viena y 100 años de la Primera Guerra Mundial (2014); Democracia social, Una aproximación teórica e histórica al Estado constitucional social en perspectiva comparada (2013); Hacia la Paz eterna en la tierra de la sociedad post-heroica (2013); Grundrechte (2013) [derechos fundamentales]; El anti-constitucionalismo en la historia política de Colombia, 1949-1990 (2012); El fenómeno de los procesos de bujería y los orígenes de la justicia constitucional en el Estado judicial de los siglos XVI y XVII (2011); Estado y constitución en la Colombia de la regeneración del Partido Nacional, 1886-1909 (2011); El ascenso del constitucionalismo social (2010); La evolución y las transformaciones del 834
AUTOR
derecho y de las políticas ambientales en Europa Central (2010); ¿Paz por estatalización, Paz por Cortes de Justicia, Paz por tratado, Paz por soberanía, Paz por derecho penal? Acercamiento al tema de la Paz desde la Perspectiva de la Historia del Derecho (2009); La cuestión ecológica de la revolución industrial y la habilitad al futuro de la civilización industrial (2009); El federalismo y el regionalismo en el constitucionalismo hispanoamericano, 1810-2009 (2009); Dos siglos de derechos fundamentales en Hispanoamérica 1810-2008 (2008); El mito del sistema de Westfalia, Une reevaluación de la cesura de 1648 en la historia del derecho internacional público (2007); 122 Hexenprozesse, die oberste Reichsgerichtsbarkeit und eine Grafenabsetzung (2007) [122 procesos de brujería, la justicia suprema y la destitución de un conde]; Historia de la sostenibilidad, Un concepto medioambiental en la historia de Europa central (2006); Liechtenstein im Verbande des Heiligen Römischen Reiches und die Frage der Souveränität (2006) [Liechtenstein en el Sacro Imperio Romano y la pregunta de la soberanía]; Die Verankerung des Nachhaltigkeitsprinzips im Recht Deutschlands und der Schweiz (2003) [El principio de la sostenibilidad en el derecho comparado entre Alemania y Suiza]; Das Recht im kulturgeschichtlichen Wandel (2002) [El Derecho en las transformaciones de la historia cultural]; Aus der Geschichte der Globalisierung des republikanisch-demokratischen Verfassungsstaates (2000) [De la historia de la globalización del Estado constitucional republicano-democrático]. Contacto: Prof. Dr. Bernd Marquardt Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales Carrera 30, núm. 45-03, edificio 201, Bogotá D.C., Colombia, Suramérica Mail: [email protected]
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Este libro se terminó de imprimir en febrero de 2018 con un tiraje de 1 a 500 ejemplares en los Talleres Digitales de Grupo Editorial Ibáñez S.A.S. Cra. 69 Bis No 36-20 Sur Tels: 2300731 - 2847524 Bogotá, D. C. – Colombia