369 123 7MB
Spanish Pages [370]
NUESTRA ECONOMÍA DE CADA DÍA ECONOMÍA APLICADA AL ALCANCE DE TODOS
NUESTRA ECONOMÍA DE CADA DÍA ECONOMÍA APLICADA AL ALCANCE DE TODOS
Ernesto R. Fontaine Profesor de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en Santiago.
Osvaldo H. Schenone Profesor de Economía de la Universidad de San Andrés , Buenos Aires, Argent ina.
Í1.Alfaomega
''lOU Ernesto R . Fontaine y Osvaldo H. Schenone foto,'(Tafías de la cubierta: Erickn Ferrey ra Gutiérrez J/11s traciones: ld1•11, Ericka Ferreyra Gutiérrez lfrnlizació 11, Raúl Cedillo Calderón Diagramación: jua n Rico Vázquez Andrés Landeros Bojorges Producción : Guillermo González Dorantes
© 2000 ALFAOMEGA GRUPO EDITOR, S. A. de C.V. Pitágoras 1139, Col. Del Valle, 03100 México, D.F. Miembro de la Cámara Nacional de la Indu stria Editorial Mexicana Registro o. 2317 Intern et: http://www.alfaomega .com.mx Email: ventas@alfaomega .com .mx ISBN 970-15-0556-5 Derechos reservados Esta obra es propiedad intelectual de su a utor y los derechos de publicación en lengua española han sido legalmente transferidos al editor. Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier medio sin permiso por escrito del propietario de los derechos del copyright. Impreso en México • Printed in Mexico
í Piujín
PREFACIO
Este libro está dirigido a tres grupos de lectores. Primero , los estudiantes de cualquier carrera , no necesariamente de Economía, que todavía no han tenido ningún contacto con la economía y se encuentran con un primer curso que les parece árido, aburrido y desconectado de la vida cotidiana. Nuestro mensaje aquí es el siguiente: "Posiblemente el curso sea todo lo que ustedes creen; pero no desesperen, la Economía no es así. Muy por el contrario , es súperentretenida . Ella les ayudará a comprender y a explicarse muchas de las cosas que le ocurren a usted o que usted observa a diario". Aplicando el análisis económico van a encontrar respuesta s a pregunta s como, por ejemplo: ¿Es verda d que la enseñanza universitaria gratuita beneficia principalmente a los más pobres, que son quienes no podrían afrontar el pago de la matrícula? ¿Debe la colegiatura (matrícula) ser distinta para los más pobres y para las distintas carreras impartidas por la universidad ? Si el gobierno fija un tope máximo a los alquileres ¿va a haber más o menos gente que se queda sin alquilar la vivienda que desean? ¿Deben eliminarse completamente el crimen, la congestión y la contaminación ambiental? Dado que las familias son, en promedio, más ricas ahora que hace cien años, ¿por qué tienen menos servicios domésticos, tales como mucamas, mayordomos, etc.? ¿Por qué las mejores manzanas no se comen en Río Negro (donde se producen), sino en Buenos Aires? ¿Se debe comprar y vender el derecho a transformar un pez en pesca-
do? Si el gobierno fija el precio del pan por kilo, ¿se vender á el pan m s o menos cocido?
8 Prefacio
Si el gobierno fija el precio del pan por unidad ¿se venderán panes más chicos o más grandes? Si el gobierno fija el salario mínimo, ¿la tasa de desempleo de los analfabetos, los lisiados, los demasiado jóvenes o demasiado viejos, subirá o bajará? El segundo grupo son quienes no son economistas, ni estudian para serlo, pero se preguntan ¿Por qué los economistas dicen -y a veces hacen- lo que les oímos decir y vemos hacer? ¿Cómo razonan ... si es que lo hacen? Aquí nuestro mensaje será contarles todas las mentiras que no decimos y que quienes las dicen no saben que son mentiras (y, por lo tanto, tampoco son mentirosos) . A este grupo le pueden interesar las preguntas anteriores, pero también podrán aplicar el análisis económico a interrogantes tales como, por ejemplo: ¿Deben los peajes al uso de los puentes y caminos ser tales que se recaude exactamente el costo de su construcción? ¿O, por lo menos, el costo de su construcción? ¿Por qué hay menos divorcios entre personas mayores que entre personas jóvenes? ¿Es verdad que la vida humana no tiene precio, es decir, que su valor es infinito? ¿Por qué las familias en los países ricos tienen más muebles, cuadros y mascotas que en los países pobres y, sin embargo, tienen menos hijos? ¿Por qué las ballenas y los carpinchos corren peligro de extinción, mientras que las vacas y los pollos no? ¿A quién protegen los 'altos' aranceles aduaneros? Quien quiera que éstos sean, ¿de quién los protege? ¿Qué es el dumping y qué medidas deben tornarse para defenderse de él? Finalmente, el tercer grupo son nuestros colegas, para que nos digan si les parece que estarnos transmitiendo a los dos grupos anteriores una visión correcta de Jo que hacemos en la profesión . También, para que asignen
Prefacio 9
parte -¡ojalá todo!- de su contenido en las listas de lecturas para los cursos que estén dictando. El primer capítulo introduce, sin ningún atenuante ni anestesia, el concepto central de todo el razonamiento económico : Nada es gratis, porque para todo existe al menos una alternativa . De ahí el título de este capítulo, "Precios hay en todas partes" El segundo capítulo se pregunta cuáles son las funciones de estos seres omnipresentes, los precios . ¿Para qué sirven? ¿Qué papel desempeñan? Se destaca que desde el punto de vista de la Econorrúa, los precios son señales que cumplen un doble papel: informan a las personas y crean los incentivos para que éstas actúen con base en la información recibida. En el tercer capítulo contemplamos las circunstancias bajo las cuales los precios pueden defraudar a las personas que toman decisiones de producir y consumir porque éstos no cumplen satisfactoriamente las funciones estudiadas en el capítulo anterior. No las cumplen porque emiten señales mentirosas o porque crean incentivos erróneos, y los gobiernos no cumplen con su función de evitar estas situaciones: la autoridad económica comete "pecados de omisión" al no corregir las señales que emitiría un mercado libre y no regulado. Se discuten situaciones de "externalidades" -por contaminación, congestión y peligro de extinción-, los llamados "bienes públicos", y el monopolio y el monopsonio . En el cuarto capítulo denunciamos que, a veces, es la acción del gobierno la que hace que los precios no cumplan satisfactoriamente con sus funciones, porque comete "pecados de acción". Se discuten los impuestos y subsidios discriminatorios y parejos , la fijación de precios máximos y mínimos, los aranceles aduaneros y, por último, los costos, delitos y regalos asociados a los regímenes de promoción industrial. Después de haber dedicado medio libro a reflexionar acerca de los precios; sus funciones, virtudes y limitaciones, estamos en condiciones de dedicar un capítulo a considerar el objeto de estudio de la Economía como ciencia , rastreando todos los caminos por donde transitan los precios y descubriendo, guiados por ellos, cuáles son los asuntos que estudia la Economía . El capítulo cinco establece el objeto de estudio de la econorrúa a un elevado nivel de generalidad. Pero nuestros lectores pueden estar interesados en ver actuar al análisis económico en casos más específicos y concretos.
10 l'reíacio
Por eso, en Jos cuatro capítulos finales ilustramos la aplicación del enfoque económico a asuntos de interés cotidiano: El crecimien to económico en el capítulo seis; el comercio exterior y sus regulaciones en el capítulo siete; los economistas profesionales y el ejercicio de la política en el siguiente y, finalmente, el último capítulo está dedicado a la contribución del análisis económico al estudio de la distribución personal del ingreso y de l as políticas encaminadas a modificarla.
CONTENIDO
PREFACIO
CAPÍTULO 1 PRECIOS HAY EN TODAS PARTES
7
17
18 l. Nada sería costoso si no hubieran alternativas disponibles . JI. Lo Pa sado ...¡Pisado! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 III. Ex i stiend o a lternativas disponibles, nada es gra tuit o . . . . . . 22 A. La enseñanza universitaria gra tuita . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 1. Pobres y In Universidad .......................................................................24 2. Avales n los Estudiantes ................................................................. 25 3. Matríwlns Diferenciadas ........................................................................ 27 4. Mntríc11/as Parejas ....................................................................................... 29 5. Herencias C11/turnles ............................................................................ 31 B. Servicio militar obligatorio ................................................... 33 IV. El comportamiento personal a los ojos del economista ..................... 35 37 1. La Ciencia Económica y el Temporal . . . . . . . . . . . . . . . . 38 2. Crimen y Castigo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 3. Camionetas Doble Cabina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V. Los precios son los términos en que se presentan l as alternativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 VI. El dilema del servicio doméstico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 VII. Las mascotas y los hijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 VIII. ¿Es verdad que Ja vida humana "n o tiene precio "? . . . . . . . . 45 IX. Las manzana s del Río Negro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46 X. Los fondos son fungibles en Solovia, en Bisnacalandia ... y en todas partes (o, ¡nadi e sabe para quien trabaja!) . . . . 47 48 1. Fungibilidnd de Fondos. Dos Cuentos . . . . . . . . . . . . . . . 49 2. ¿Gas to Socinl7 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . X I. Un agrilvio a los maestros o una m entira a los contribuyentes : el impuesto a los autos para financiar el aumen to de sueldos docentes y el aumen t o del IVA para financiar Ja ex tensión de Ja jornada escolar . . . . . . . . . . 51 XII. Beneficios intangibles de la inversión pública . . . . . . . . . . . . . 52
12
Contenido
CAPÍTULO 2 LAS DOS FUNCIONES DE LOS PRECIOS
55
¿Y la micro? .................................................................................55 l. ¿Por qué interesa estudiar los precios relati vos? ............................. 57 II.
Lo bueno, lo malo y lo feo: consumir, producir y que l os precios mientan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60 A. Producir es puro Costo. Consumir es puro Beneficio . . . 60 B. El Exceden te Privado : (Beneficio-costo) .................................. 62
Los Alquimi stas ....................................................................... 64 C. Importar y exportar .................................................................. 66
1. Fomento a la Producció n y Exportación ................................ 67 2. Importar y Consumir ............................................................ 68 D. ¿De quién es el excedente privado? .........................................70
Revolución Cultural ................................................................. 71 E. El exceden te social: ¿Es siempre verdad que "l o bueno para Juan es bueno para el país "? ........................................... 72 Mind your own business .............................................................. 73 F. "Necesidades básicas " ............................................................. 75 1. "N ecesid ades Básicas" y Educación ....................................... 75
2. Nutrición, Vivienda y Edu cación ......................................... 77 G. Otros ejemplos de precios "mentirosos" ................................ 78
M ercado, Libertad y Contaminación ....................................... 81
III. IV.
H. Factores de Producción y Valor Agregado . . . . . . . . . . . . . I. Otros Excedentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El excedente del consumid or . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
83 85 86
El Costo de no Tener Agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
90 91 94
Un enfoque económico al problema de las Mal vinas . . . . . .
El Mercado es Inexorable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . CAPÍTULO 3 A VECES EL GOBIERNO PERMITE
QUE ALGUNOS PRECIOS NOS ENGAÑEN I. El viaje en taxi y la vacuna antigripal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . JI. A veces los precios relativos no se "ven" a primera vista : III. IV.
El Teorema de Coase . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los costos d e transacción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ej emplos de externalidades por contaminación . . . . . . . . . . . l. Los Tomates y el Aire Limpio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. La Ba sura, los Huiros y los Locos . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3. Los Pel/ ets y- Las Aceituna s . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. Derecho s d e Propiedad y Contaminación . . . . . . . . . . . . .
97 97 100 102 102 103 104 106 107
Contenido
5. El Mercado, la Libertad y la Contaminación . . . . . . . . . .
6. Otra vez la Contaminación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7. Insistimos con la Contaminación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V.
Externalidades por imprevisión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
VI.
2. ¿Vacas F/aca s?¡"Cest laVie"! .................... Externalidades por congestión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1. Ciencia Económica e Inundaciones . . . . . . . . . . . . . . . . .
1 . Los Peajes . .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . . .. . . . .. 2. Los Peajes y la Congestión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. Imp uestos versus Peajes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. Costo Social por 'Molestias ' . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V II . La extinci ón : l os pollos y las ballenas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . VIII. Derechos transabl es: el derecho a transformar un pez en pescado se debe comprar y vender . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Nueva Ley de Pesca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IX.
Ex tinción del bosque nativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1. Bosque Nativo, Mapuches y Desarrollo . . . . . . . . . . . . . . 2. El Bosque Nativo otra vez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . X.
Los bienes públicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
¿Quién construye y Paga el Camino? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XI. XII.
La investigación básica : Pitágoras y los polizontes . . . . . . . . Otros precios mentirosos: monopolios . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1. Yofui Pirata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. Gobiernos y Monopolios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. Privatizaciones otra vez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. Sindicalismo y Solidaridad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5. Negoc iación Colectiva por Área . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6. Recuerdos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7. Libertad para Trabajar y Eleg ir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . X III .
Monopsonio s . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1. Monopsonio , M édicos y Prof esores . . . . . . . . . . . . . . . . . Monopsonio y Privatización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.
CAPÍTULO 4
Y OTRAS VECES EL GOBIERNO HACE MENTIROSOS A ALGUNOS PRECIOS
l. Una mentira muy especia l . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El que reacciona menos , pie rde más con el impuesto y gana más con el subsidio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111. Las consecuencias de l a mentir a inducida por Impu estos y Subsidios discriminatorios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
13
108
11 113 114 116
117 119 121 123 124 125 126 128 129 131 131 133 134 139 141 142 146 148 150 151 153 154 156 158 159 161
163 164
II.
167
170
14 Contenido
IV.
V. VI. VII.
VIII.
IX .
Neut ra l idad es el concepto clave . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171 1. Impuestos al Pisco y al Whisky . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175 2. Los Autos y el Impu esto al Lujo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177 3. Perfeccionamiento del !VA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179 4. Lo Parejo 110 es Duro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180 Si produzco zapatos quiero que graven las exportaciones de cuero crudo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182 ¡Y también quiero que graven las importaciones de zapatos! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183 Otra variedad de mentira : La fijación de precios máximos . 185 1. Mi Visión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192 2. UP: Profesor Emérito de Economía . . . . . . . . . . . . . . . . . 194 3. "Home Leave " en 1972 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195 4. El Monstruo Durmiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196 5. Precios Mentirosos en El Salvador . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198 Y la fijación de precios mínimos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199 1. Hua chi con el Salario Mínimo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201 2. Salario Mínimo y Pobreza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202 3. Estirando Mucho la Cuerda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204 4. Socialismo y Salario Mínimo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206 5. De Ja Banda al Sostén . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207 ¿Delito o desperdicio ? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
CAPÍTULO 5 El OBJETO DE ESTUDIO DE LA ECONOMÍA
213
l. Frank Knight, Robin son Cru soe y Viernes .................................213
¿Qué producir? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . B . ¿Cómo producir 7 . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . C. ¿Para quién producir ? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . D. Racionami ento en el corto plazo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . E. Proveer para el futuro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . II. Teorías y teoría económica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . III . ¿La suegra o la maximi zación de utilidad ? . . . . . . . . . . . . . . . IV. Economía positiva y normativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V. Ot ra vez ... la suegra y la lechuga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . VI. La curva de transformación: Eficiencia y crecimiento . . . . . . A.
CAPÍT ULO 6 CRECIMIE NTO ECONOMICO
214 215 216 217 219 220 225 227 232 233 237
l. ¿Por qué ha y crecimiento económico? ...................................... 237
Contenido
15
Tifoidea, Pichicata y Aju ste ....................................................................... 239 1. Crecimiento e Inversión Pública ................................................. 244 2. Economía es Riqu eza .................................................................. 245 3. ¿Por qué Fraca saron ? ............................................................... 247 4. Pehuenches y Celtas ................................................................... 248 II. A brindar con el jugo de la experiencia ... ¡Salud! .................. 249 ¿Qué es un E stado Subsidiario? ................................................................ 254 III. La levadura y los hongos......................................................... 255 1. Más por M enos........................................................................... 256 2. Crecimiento y Libertad de Emprender ........................................ 258 3. Ag ro, P roductividad y Crecimiento ............................................259
CAPÍTULO 7 COMERCIO EXTERIOR, PROTECCIÓN E INTEGRACIÓN ECONÓMICA J.
II.
III.
IV.
V V I.
VII.
La protección del Estado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La prot ecci ón ad u anera y Abraham Lincoln . . . . . . . . . . . . . . 1 . ¿Y los Consumidores? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. La "Capacidad para Imp ortar" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. Infla ción y Ropa Usada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. Un Dólar es un Dólar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5. Au tos Semi 'Mad e in Chile ' . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Un a pregunta legítima . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1. Ra zones de ef iciencia económica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ¡Cómo han Cambiado las Cosas! . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. Razones no-económicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Decisiones Públicas y Aranc eles . . . . . . . . . . . . . . . . . Un poco de humor importado de Francia . . . . . . . . . . . . . . . . Mi secretaria, David Ricardo y yo: La s ventajas compar ativ as . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Anti-antidumping . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1. El D11111pi11 g . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. Valores Mínimos d e Aforo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Carta abierta de 61 economis tas a los legisl adores chilenos, 1999 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . .. .. . . . . . .
V llJ . Union es aduan eras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 . ¿ Un mercado Común Mundial? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. Co111plementació11 Económica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. Agricultura e Integ ración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. Cuatro Puntos¡ A lo menos! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
263 263
264 267 269 270 272 273 275 275 276 277 279 281 282 285 289 290 292 295
296 298 '.\00
'.IOl
16 Contenido
CAPÍTULO 8 J. II . III . IV.
EL ECONOMISTA Y LA POLÍTICA
Intelect ua l es en pol ítica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . George J . Stig l er, Prem io Nobel de Economía 1982 . . . . . . . . San Jorge, Don Quijote y Amold C. Harberger . . . . . . . . . . . . Los mece nas contemporáneos ¿qué es más caro, un ñoqui o un quiño? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1. Los Economista s Mancos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. El Economista Profesional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. Opinión Térnicn y Democracia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. Opiniones Técnicas para Legis lar y Opinar . . . . . . . . . . . CAPITULO 9 LA PIEDRA DE LA DISCORDIA : LA DISTRIBUCIÓN PERSONAL DEL INGRESO Y LA POBREZA
l. Distr i bución f u ncional y persona l del ingreso nac i ona l
lecuerdos y Distribución del I ng reso . . . . . . . . . . . . . . . 1 . Riqu ezas y Valores sociales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. Equidad, Desigualdad y Pobreza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. Alza de Impu estos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . H. ¿Dist ribución má s igu a litaria del ingreso o n ivel absoluto del i ngreso de l os m ás pob res? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . l. Distribución dl'i I ngreso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. ¿Dar o quitar? Otro curnto Inédito . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. ¿Dar o quitar 7 Otra visión y otro cuento . . . . . . . . . . . .
4. Reflexiones en Tomo a la Pobreza . . . . . . . . . . . . . . . . . . lll .
El círcul o de la pobreza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1. Combatiendo In Pobreza Extrema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. Centro de Desarrollo I 11tegrnl . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3. ¿ Compararlo co11 Qué? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. A Derrotar In Pobreza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5. Desigualdad y Creci111ie11to . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6. iA predicar con el ejcmpJol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IV
Aprovechadores de l a pobreza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1. El ocaso Robi11 Hood . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. ¿Previsión o Robo7 Otro Cuento Inédito . . . . . . . . . . . . . V
Cóm o hacerse pob re: po l íticas económicas y pobreza . . . . . .
1. M ercado, Estado y Pobreza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. ¡Típico' . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. Crecimien to con Equidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
303
304 306 306 308 312 313 316 317
321
321 323 326 328 329 331 332 333 335 336 338 340 342 343 345 346 348 349 353 355 356 357 359 360
CAPÍTULO
Precios hay en todas partes
Merecería h aber sido un economista i1quella persona que n sus d1s11n1m rnvel!'s ; ecfucac1ún primaria básica o universitaria ; viviendas bási a . JUNAEIJ u 01ros. omo norma ·iV así e< la ida !- los íondm provcncfrán cfe aquellos eciores menos oc1íeran t (.";) poderoso s. b decir, Mova es µl'neralmente el meno< d1.1i11¡:wdo y afortunado de nuesiros tontiudaclanos , el tu.11 dcbl'rá re 1¡:n.usc a tt•ncr que pag.ir los platos rulos durante un.1 f1es1.1 a la tu.11111 siquiera íw invitado
111.
Existiendo alternativas disponibles , nada es gratuito 27
en lugar de irse a 'mochilear ' al norte o sur del país, fácilmente alcanzando así la cantidad requerida para pagar la cuota: 'El que la quiere celeste, ¡que le cueste! ' Claro está que preferirán usar hasta la violencia si con ella creen poder conseguir que sea Moya quien se ponga con Jos 50 mil pesos . Respecto de los fondos que vayan acumulándose en cada universidad con el crédito fiscal que todos los chilenos entregamos a los estudiantes, sugiero que sean administrados por las Federaciones de Estudiantes ,respectivas , quienes asumirán la responsabilidad moral,jurídica y legal de resguardarlos para las generaciones futuras . ¡A ver si no pedirían en este caso, dos avales para así mantener el fondo y asegurar/e el financiamiento a los 'pobres 'de mañana! Estoy seguro de que en vez de alegar y de usar la violencia para pedirle a Moya más aportes, destinarían codos sus esfuerzos a la tarea de ayudar a los 'pobres ' a conseguir sus avales. ¿Por qué, me pregunto, no dan las Federaciones mismas directamente el segundo aval exigido por la universidad, comprometiéndose a cubrir los saldos impagos de los morosos con sus bienes o con cuotas .solidarias adicionales de sus afiliados? Creo que, debido a las tristes experiencias del pasado, ellas vislumbran que la violencia y las tomas, que obligan a Ja mayoría a suspender la inversión que están haciendo en el estupendo negocio que es estudiar en la universidad, les acarrearán mayores beneficios que costos, por lo que optan por este camino en lugar de asumir sus verdaderas responsabilidades y deberes hacia sus semejantes más pobres . 3. MATRICULAS DIFERENCIADAS (23 de agosto de 1989)
En un programa de conversación en TV un alto personero de un partido político que dice apoyar la economía social de mercado anunció su apoyo a que las universidades -estatales, supongo- cobren aranceles diferenciados en función de los ingresos familiares de Jos estudiantes, es decir, que paguen más los más ricos. Esta noción es no sólo contraria a los postulados de la economía social de mercado, sino tremendamente inconveniente para todo el sistema educacional. ¿Considera usted razonable que a los 'ricos' se les obligue a pagar un costo más alto por plantar almendros que a los pobres? Es claro, prime ramente, que el beneficio social de plantar almendros es captado en su totalidad por quien los planta , por lo que de ninguna manera se justifica
18 Precio ha en toda parte
establecer un subsidio a su plantación : quien planta almendros debe pagar el costo total de hacerlo, pues durante su vida útil económica -después de unos cinco o siete años en que el negocio ólo implica gastos- podrá más que resarcirse de él y obtener un excedente del negocio. 'El que la quiere celeste, que le cueste '. Por otra parte, el costo de plantar almendros ¡es el costo de plantar almendros!, sea quien los plante Pedro, Juan o Diego. Cobrarles a los más pobres menos que su costo real llevará a que posiblemente se dediquen a ello aun personas sin las habilidades requeridas, frustrándolas , asignando mal los recursos y bajando la calidad de nuestras plantaciones si, por ejemplo, al no fumigar como corresponde se contaminan las planta ciones adyacentes. La verdadera igualdad de oportunidades no se logra sub idiando las plantaciones de los almendreros pobres y gra vando las de los ricos, sino mediante dos acciones: capacitación previa de los que tienen genuinas habilidades para serlo, y dándoles créditos-¡no subsidiados!- a quienes 'no pueden ' financiar el verdadero costo para el país de plantarlos , ganándose el privilegio de adueñarse legítimamente de los excedentes que queden después de pagar su 'deuda social ', cuando éstos hayan madurado gracias a su esfuerzo personal y a su buen cuidado. Al igual que plantar almendros, estudiar en la universidad es una inversión y un negocio como cualquier otro: implica costos y beneficios para el que emprende ese camino. Salvo contadísimas excepciones, los beneficios sociales de la educación universitaria son todos captados por quien se educa, debido a lo cual no se justifica entregarle subsidio alguno. Por otra parte, el costo para el país de brindar educación a un 'rico' es exactamente igual que dársela a un pobre: el costo de producir un ingeniero ¡es el costo de producir un ingeniero, llámese Pedro, Juan o Diego! ¿Por qué entonces, cobrarles más a unos y menos a otros, induciendo a estudiar a algunos que quizás no lo harían si se les cobrara lo que el país gasta en educarlos, pues sus expectativas de éxito son bajas? Reducir artificialmente los aranceles conducirá inevitablemente a bajar el nivel de exigencias en la universidad que los establezca, disminuyendo la calidad promedio de la educación impartida en ella . ¿Cómo financiar el menor arancel? Si se opta por cobrarles a los 'ricos' un arancel mayor que el costo de la educación, éstos se irán a la universidad privada , la que eventualmente ' e comerá ' a las otras en calidad. Si se financia con un mayor aporte fiscal , ¿de dónde vendrán los fondos? Si provienen de la enseñanza prees colar o media, se reducirá la 'igual-
111.
Exis t iend o alternati vas d isponibl es, nada es gratuito 2'J
dad de oportunidades' tanto para ingresar como para egresar de la universidad, pues el acceso y las posibilidades de éxito en ella se verán disminuidos para los más pobres. Otorgar hecas sobre la base de méritos académicos no sólo contribuirá a brindar mayo r igualdad de oportunidades, sino también mayor excelencia académica.
4. MATRICULAS PAREJAS (14 de septiembre de 1989)
H ace dos semanas me referí a la inconveniencia e irracionalidad de establecer aranceles universitarios diferenciad os sobre la base de la 'capacidad de pago ' del estudiante, si bien a primera vista la idea de hacerlo pareciera ser 'humanitaria' y consecuente con los postulados de una economía socia l de mercado. Afirmé que dicho sistema podría , incluso, perjudicar a los más pob res. Hoy me referiré a la irracionalidad de establecer aranceles par ejos p ara las distintas carreras impartidas en cada universidad y entre universidades. ¿Le par ecería razonable que un Subaru de mil e.e. tenga el mismo precio que uno con tracción en las cuatro ruedas y de dos mil e.e.? ¿O que una tierra de secano cueste lo mismo que una de riego, si ésta es contigua y de igual ca lidad que aquélla? ¿O que un vino tinto con dos años
30 Precios hay en todas partes
de guarda, y de la misma calidad de cepas, cueste lo mismo que uno de cinco? ¡Claro que no! Razones de costo de producción ('calidad') explican la diferencia en el precio de los autos; razones de productividad explican mayoritariamente la diferencia de precios entre las tierras regadas y las de secano, y el valor tiempo del dinero, la de los vinos. Si no hubiera tal diferencial de precios, nadie querría comprar el Subaru de mil, frustrando a quien no pueda conseguir el de dos mil y haciéndole sentirse como un ciudadano de segunda clase. Lo mismo ocurrirá con la tierra y el vino: nadie querría emprender obras de regadío si el precio de las de secano fuese igual que el de las regadas, y nadie tendrá el incentivo para guardar vino por los tres años adicionales . Pero también es cierto que sin mecenas o sin la acción del Estado no tendríamos parques nacionales con especies nativas, ni plazas ni áreas públicas de recreación, pues es difícil que el beneficio social generado por éstos que los justifica- pueda ser captado privadamente por sus 'dueños' a través de cobrar entradas lo suficientemente altas como para compensar el costo económico de crearlos y mantener/os como tales. Los ejemplos de la vida cotidiana indicados tienen mucho que ver con la educación universitaria. ¿No es acaso más caro 'producir' un ingeniero químico que un comercial, y éste más caro que un profesor de biología, y éste, a su vez, más caro que uno de historia o un abogado? ¿Por qué, entonces, cobrar el mismo arancel por esas profesiones? ¿No es acaso más caro educar un ingeniero comercial en una institución muy bien equipada, con profesores 'ful/ time' y sofisticado y abundante equipamiento computacional, que con profesores 'lecheros ' y mínimas facilidades? ¿Por qué, entonces, han de cobrar lo mismo todas las universidades? ¿No pueden, acaso, dedicarse a ofrecer 'calidades ' distintas de profesionales? Si los aranceles y el mercado -alumnado, universidades y el mercado laboral- no reflejan sus diferencias, habrá engaño y frustraciones, asignaremos mal nuestros recursos y no se ofrecerá- tal diversidad de opciones para los estudiantes . ¿Se ha preguntado por qué las universidades privadas no ofrecen las carreras 'caras' de impartir, tales como medicina y gran parte de las ingenierías y agronomía? ¡Por competencia 'desleal' de las universidades subsidiadas por el Estado, es decir, subsidiadas por todos los chilenos! El costo de impartir una profesión-a un nivel de calidad determinado- ¡es el costo de impartirla! Y quien desea 'adquirir ' dicha profesión debe en consecuencia pagar todo el costo que el país incurre para darle esa oportunidad de invertir en su propio capital humano.
111.
Existiendo alternativas disponibles, nada es gratuito 31
Pero, al igual que con las áreas verdes, hay excepciones que confirman la regla, como lo son aquellas 'profesiones' que el mercado no incentiva suficientemente o no recompensa los tres años adicionales 'de guarda' que implican los grados académicos superiores: las artes, la filosofía, las humanidades en general, y algunos programas de doctorado.
5. HERENCIAS CULTURALES (8 de septiembre, 1988)
El juicio generalizado de que el Estado -es decir, quienes pagamos impuestos y Moya, pues éste es el receptor de "verdaderos" g s_tos sQCiaies que compiten por los fondos fiscales- es quien deb asumir el financiamiento de las universidades está tímidamente pasando a la historia . Se creía que dicho financiamiento debía ser "total", para garantizar que la universidad fuese "gratis" para todos, con lo cual los estudiantes serían receptores de un regalo -transferencia de ingresos- financiados por los contribuyentes y por Moya. Así, a comienzos de la década de 1970, estos privilegiados estudiantes -eran no más de 100 mil- recibían el 52 por ciento del presupuesto del Ministerio de Educación, mientras que quienes estaban en educación básica y secundaria -más de tres millones- recibían sólo el 48 por ciento. ¿Por qué? Porque, según postulo , tuvieron mayor habilidad, medios y poder político para "vender la pomada "de que el país es quien se beneficia con tener más profesionales y de que debía darse igual oportunidad a los pobres para educarse en la universidad. la excusa "pegó", y se cedió a presiones del importante grupo de poder minoritario formado por estudiantes, profesores y administrativos, apoyados -lo que es verdaderamente increíble- incluso por sindicatos de trabajadores y por la opinión pública en general, tuvieran o no hijos en la universidad, para distraer mayores recursos fiscales a este sector muy minoritario de chilenos. Hoy empieza a comprenderse que si bien es el país quien se beneficia con tener profesionales , casi todo ese beneficio es captado directa y personalmente por quien se hace profesional. Si es él quien se beneficia en lo personal , ¿por qué han de subsidiárseles sus estudios? ¿Recibe, acaso, algún subsidio o crédito subsidiado quien desea invertir en el estupendo negocio de plantar kiwis, so pretexto de que es el país quien se beneficia con ello? Obviamente que no, pues el beneficio para el pafs
31
Precios ha y en todas partes
es prácticamente captado en su totalidad por quien los plantó. ¿Por qué ha de ser distinta la situación para quien decide invertir su tiempo y dinero en educarse y convertirse en prof esional ? Si bien hay claras excepciones a la regla general de que quien se educa capta él mismo "todo" el beneficio social de educarse -como sería el caso, por ejemplo, de filósofos, historiadores y otros asociados a las ciencias y a las artes que ayudan a configurar nuestra cultura y nacionalidad, que sí merecen un trato especial-, creo que la opinión públi ca está hoy más consciente de que la "reg la " se aplica a la generalidad de las carreras universitarias y progr amas de perfeccionamiento: hoy está más consciente de que son los mismos estudiantes quienes se benefician con estar en la universidad. Creo, asimismo, que el poder político de los estudiantes universitarios y la simpatía hacia ellos está disminuye ndo. Creo, incluso, que los mismos universitarios se han dado cuenta de que la cosa no es sólo así, sino que también es percibida así por la opinión pública , de suerte que han perdido la autoridad moral para pedirle a Moya que destine mayores recursos para financiar rega los a estos privi legiados. Por otra parte, ¿cuántos de los que llegan a la universidad son "pobres "? Si lo son, ¿deben ser "gratis " sus estudios? ¿No es acaso más apropiado otorgarles un préstamo -con fondos nacionales, sobre los cuales demandamos una mínima rentabilidad social- que podrá más tarde fácilmente pagar con el fruto del estupendo negocio que ha sido educarse en la universidad y llegar a ser profesional? Creo que la presión de los grupos de interés debiera centrarse en tratar de aumentar la disponibilidad y el acceso al crédito universitario hacia los "pobres", asegurándose los mismos estudiantes de velar por el pago oportuno de sus deudas y así mantener los recursos para generaciones futuras. Recapi tul a nd o y resumiendo l os a rgument os d e estas columnas: La caren ci a, para l os pobres, de ga ra ntía s acept abl es para los bancos y la imposibili dad d e hipot eca rse a sí mism o-m ás bien, d e hipoteca r su s ingresos f utu ros-, impid e l a existencia de una efectiva igualdad d e oport unid ades pa ra t odos l os estudi a nt es, ya que no pueden pedir préstamos ni para pagar las matr ícul as (colegi,ituras) ni para obtener un ingreso com parable a l que podrían recibir en el merca d o l a boral si no f u era n a la univ ersidad para, de est a · CutJndu crn1!-ich)rp l.1 -.pe cic'>n XI ri< ·I C.ipítulu \. ;ol m Pi1J. or c1., \ luc; poli111ntt•s, l 'llron1r:1r .i un.1 c h • t,dt•':l t'"· ('¡)(
l()íl(H,.
111.
Existiendo alternativas disponibles, nada es gratuito
3:1
manera , ayudar a "parar la olla " en sus hogares. Aunque la matrícula fuese cero -lo cual, según mostraremos más adelante, implica un "precio mentiroso" y, por lo tanto, conducente a una asignación ineficiente de recursos-, no habrá igualdad de oportunidades -y será también ineficiente para el país- si una persona decide no ir a la universidad porque el mercado de capitales no le permite obtener un crédito para solventar sus costos (en este caso, un determinado nivel de ingresos mientra s estudia) . Es conducente a una ineficiencia debido a que para él -iY para el país!- sería un buen negocio que ingresara a la universidad en lugar de hacerlo directamente al mercado de trabajo, lo cual le está vedado debido a una imperfección del mercado de capita les. Pero, la matrícula no debe ser gratis, sino que debe reflejar lo que al país le cuesta producir cada nuevo profesional, so pena de que en ese país existan más per sonas estudiando -o tratando de ingresar- en la universidad que lo que es óptimo: el estudiante no le estaría devolviendo al país lo que éste ga tó en educarlo . ¿No es entonces obvio que debe ser más ca ro estudiar las ingenierías y medicina que las leyes y contadurías , las cuales no utilizan laboratorios y otros insumos "caros"? Es así como en Chile -donde no ha y (2000) universidades gratis y hay precios diferenciados para distintas carreras universitarias- existe el llamado "crédito fiscal"; pero sólo para el pago de las matrículas . Este se otorga a una tasa de interés subsidiada y debe ser pagado por el egresado, después de dos años como período de gracia , en función de los ingresos que percibe . Sin embargo, la tasa de créditos impagos se ha acercado al 40%, por lo que éste se ha constituido en un subsidio a l os "frescolines". Es por ello que se propone que éste sea descontado automáticamente mes a mes "por planilla " (por nómina) -al igual que l as cotizaciones previsionales y los impuestos de retención sobre sueldos y salarios-, como se hace en Nueva Zelandia, donde existen bajísimos niveles de incobrabilidad. Tenemos entendido que la aplicación de esta modalidad requiere en algunos países una reform a a su s Con stitucion es.
B.
El serv i cio militar obligatorio
¿Quién demostró alguna vez que el sistema de conscripción obligatoria sea más barato que el servicio militar profesional? Superficialmente se podría, quizás, pen sar que la remuneración a pagar con un sistema de contratación voluntaria sería un costo que se podría evitar con la conscripción obligatoria : los contribuyentes no tendrían que pagar los impuestos necesarios para remuner a r a conscriptos voluntariamente contratados.
34 Precios hay en todas partes
Pero este razonamiento no es sólo superficial: también es erróneo. Que la conscripción obligatoria evita incurrir en un costo es solamente una apariencia contable . Parece que lo evita porque en la contabilidad de las Fuerzas Armadas no ha y que anotar ninguna remuneración pagada a los conscriptos . Sin embargo, en un sentido verdadero el costo no desapareció; sigue ahí, aunque no aparezca en los libros de contabilidad y no lo paguen los contribuyentes . El costo lo pagan los conscriptos que abandonan sus actividades durante el período de reclutamiento, y consiste en la productividad (remuneración) perdida(s) en las actividades alternativas que éstos hubieran realizado si no hubieran sido reclutados .
La conscripción obligatoria, pues, tiene dos efectos: (i) hace desaparecer de la contabilidad de las Fuerzas Armadas un costo que en realidad existe, y hace recaer este costo exclusivamente sobre los conscriptos (y/ o sus empleadores), en vez de sobre los contribuyentes en general. Como consecuencia del primer efecto, a su vez, (ii) se genera un incentivo para intensificar el uso del elemento cuyo costo no se ve, en vez de otros más visibles, como equipos mecánicos y otros instrumentos . Así, las actividades milita-
I V.
E l comport amiento personal a los ojos del economista
35
res tenderán a ser exageradamente intensivas en ma no de obra, a pesar que la mecanización de ciertos procesos pudiera haber sido más eficiente . También se deteriora la eficiencia de la mano de obra en la economía en su conjun to: como la conscripción no distingue entre mano de obra con distintas cal ificaciones, el sector civil no puede retener a la que mejor se ajuste a sus necesidades y ofrecer, en cambio, una compensación en efectivo, para así llamar a la conscripción a una persona menos calificada . Así, se desmantela el mecanismo de precios, el qu e hubiera asignado automáticamente al personal capacitado para desempeñar distintas tareas a aquella que desempeñe mejor. ¿Le parece eficiente, justo y equitativo, au torizar a quie n es llamado al servicio militar que envíe -¡contrate!- a alguien para que lo reemplace en esa "obligación "!? ¿Le parece "democrático " que a lguien pu eda pagar por no cumpl ir con este "deber cívico"? ¡Piénselo! La conveniencia, o no, del servicio militar obligatorio implica discutir cuá l grupo de J a sociedad paga el costo (los contribuyentes o los reclutados ... pero que a lguien lo paga ... ¡alguien lo paga!) Estos dos grupos diferirán en muchos aspectos, notab lemente en edad y posibilidades económicas, y son éstas junto a otras consideraciones las que deben debatirse; no l a gra tuidad del servicio. Ex i sti endo alternati va s disponible s, nada es gratuito.
IV.
El comportamiento personal a los ojos del economista
"Me gusta el teatro lírico; pero no pu edo afron tar su costo". "No me comp ré la compu tadora porq u e me guste, sino porq ue l a necesito para mi trabajo" . "Cualquier cosa que deba hacerse, merece hacerse bien ", siendo ésta un a de las frases favoritas de l a mamá del profesor Fontai ne. Cuando escucha la primera frase, el economista trad uce: "El tea tro lírico no l e gusta tanto como para sacrificar otros usos alternativos de sus recursos" y cu ando escucha la segunda en tiende q u e a esta persona le gusta satisfacer sus necesidades laborales con una computadora ... aunque más le gustaría no tener necesidades laborales . Cu an do escucha la tercera, la considera discutibl e o carente de entido.
36 Precios hay en todas partes
El economista rechaza y no reconoce como propia una discusión "de todo o nada", "esto o aquello", "si o no"; su mundo intelectual 8 gira en tomo a entender por qué la gente come pan "y" mermelada , trabaja "y" descansa, ahorra "y" consume. Para el economista hay muchísimas cosas que merecen hacerse, pero que sólo merecerían "hacerse bien " hasta el punto en que el costo de seguir haciéndolas "bien supera el beneficio de hacerlas . Para el econom ista erradicar compl etamente el crimen y el iminar totalmente la contaminación no tendría sentido: el crimen se combate, y la contamina ción se reduce, hasta el punto en que comba tirl o má s, o reducirla más, tenga un costo mayor que el del mismísimo crimen, o la contamina ción, que se quiere erradicar. En esto consiste, preci samente, la interpretación económica de hacer las cosas "bien ". Aunq u e suen e como una herejía a los oídos de los no economista s, existe una cantidad óptima de crimen y de contaminación, así como existe una ca ntid ad óptima de mer mel ada sobre el pan, de trabajo y de descanso, y de ahorro y consumo. 11
El sesgo profesional del economista l o lleva a interpretar la conducta humana como un permanente sopesar de alternativas, cada una de las cuales l e significará personalmente incurrir en costos y percibir beneficios al momento de decidirse por una de ellas. Dichos costos y beneficios privados (pa ra ellos) pueden diferir de l os costos y beneficios para el país, llamados costos y beneficios sociales o nacionales , lo cual puede llevar a "que lo que es bueno para Juan puede no ser bueno para el país como así también a "que l a alternativa que es mala para Juan sea buena para el país 11
,
11
•
Pero, calma señor l ector, ya nos referiremos en los Capítulos 2, 3 y 4 a esta s situaciones que, como veremos, suelen no ser de excepción debido a las política s económicas adoptada s en muchos de nuestros países . En las col u mnas sigu i entes, publicadas en "El Mercurio" de Santiago de Chile, el profesor Fontaine interpreta las conducta s solidarias, delictivas ...¡y hasta la composición del parque automotor !, como decisiones que toman l as personas a través de sopesar a lterna tivas en función de los costos y beneficios privados que se derivan de ellas. • Por su puest o, su vida tran urre también en otros mundos, o, mejor dicho, en otras dimensiones del m u n do. E n algunas de éstas, se contempla rán valores absolutos y será adecuado considerarlos como un asun t o "de todo o nada " (la mayoría de los economistas se enamoran , profesa n alguna fe religiosa , reconocen valores éticos absolutos e inclaudi cables y no contemplan quit arse la vida como una alterna· tiva viable). El econom ista considerará estos asun tos como lo ha ce el resto de las personas, a la luz de la fe o de los sentimientos , reconociendo que su mundo intelect u al puede no ser el ámbito más adecuado para considerarlas.
IV. El comportamiento p ersonal a lo ojo del economi ta .17
1. LA CI E NCIA ECONOMICA Y EL TEMPORAL (23 de julio de 1987) Hace algunos años tuve la suerte de asistir a una conferencia de un destacado economista suizo, donde afirmó que la moderna ciencia económica nace con la concepción de que el hombre es o ad úa como si fuera por naturaleza o creación divina un ser BEM (o REM); Busquilla ('Resourceful' ), Evaluador y Maximizador. Ello quiere decir que el hombre 'se las rebusca ' para obtener lo que desea para sí y para su familia; que evalúa sus acciones y decide obrar sólo si le conviene hacerlo en función de los costos y beneficios esperados de esa acción, ya sean materiales o espirituales, y que al actuar trata de maximizar el beneficio neto esperado de los costos derivados de su accionar. El BEM sugiere también que el impulso natural del hombre es buscar libremente su propio destino, y denuncia la falsedad de suponer que éste puede ser educado y encasillado para comportarse en función de 'papeles' asumidos en respuesta a esa educación o de pertenecer a alguna clasificación de 'clase social '. La concepción del hombre como BEM , recientemente extendida para explicar también sus actuaciones como político y burócrata dentro de instituciones humanas distintas de la familia y de la empresa privada -que han sido las instituciones más analizadas por los economistas-, ha demostrado tener gran poder predictivo. ¿Cómo explicaría usted que cualquiera de nosotros -economista, ingeniero, médico, sacerdote, militar, empresario, obrero, rico o pobre- no vacilaría. en lan arse al agua de un tranquilo lago para salvar a un niño que se está abogando.y, sin embargo, quizás ninguno lo haríamos si viéramos al mismo,n.iifQ sobre las torrentosas aguas del 'rfo rMapocho en su-paso bajo-;ei-P del Arzobispo en el día de su mayor caudal Ja- semana pasada? ¿Na ·es. acaso porque el costo esperado de dicha acción es en un caso menor y en el otro mayor que el beneficio esperado de ejecutar/a? En nuestro mundo, el 'dime qué ganas y te diré cómo opinas (actúas)' es más explicativo del actuar humano que el 'dime con quién andas y te diré quién eres'. Mis vivencias me llevaron a agregarle una S al acrónimo del proresor suizo, por cuanto creo que por plan divino el hombre es también Solidario.¿Cómo explicaría usted, si no lo fuera, la Universidad Federico Santa María, el Hospital Carlos van Büren y un sinnúmero de obras emprendidas por empresarios exitosos que comparten su buena fortuna solida-
Jll
Precios hay en todas partes
riamente con su prójimo? ¿Cómo explicaría el Hogar de Cristo, Ja Teletón y otras fundaciones religiosas y laicas dedicadas a ayudar a los más desposeídos? Si bien algunos las explicarían haciendo uso del BEM, mi preferencia es hacerlo con el BEMS. Las recientes inundaciones sirven para poner a prueba la naturaleza del BEMS en el hombre. Es fascinante observar cómo las primeras letras del acrónico explican la aparición de cientos de personas que se las rebuscan para, por unos pesos, resolver los problemas degoteras y anegamiento en los barrios más pudientes (venta de sacos con arena y provisión de mano de obra para arreglar techumbres, construir "muros de contención" y subir muebles al segundo piso); cómo los repartidores se las han rebuscado y utilizado sus triciclos para resolver el problema de vadear los verdaderos lagos y ríos que se han formado en algunas calles y avenidas, cobrando por ello 'lo que sea su cariño' o de 10 a 20 pesos la pasada, y cómo los chiquillos se sitúan en lugares estratégicos para ayudar a empujar a los autos que se aventuran a cruzar dichos ríos y recibir una buena propina por ello.
2. CRIMEN Y CASTIGO (11 de abril
de 1991)
Cobardes delincuentes anónimos rompieron el vidrio del asiento delantero de mi auto para proceder a robar la radio sin necesidad de abrir la puerta, pues hacerlo hubiera accionado la alarma que le hice instalar hace un año. Decidí colocar la alarma debido a que en mi auto es fácil extraer la radio y a que a dos colegas, que tienen el mismo tipo de auto, les habían robado las suyas dos veces a uno y tres veces al otro. Suponía que con ella disminuiría la probabilidad de que me robaran la mía. Repuse el vidrio y la radio, e hice instalar una alarma aún más sofisticada, todo a un costo privado (¡y social!) de casi 150 mil pesos. No denuncié el robo, pues, no estando asegurado, estimé que el costo de hacerlo era mayor que su potencial beneficio. La teoría económica -iY el buen sentido!- postula que los hombres toman sus decisiones sobre Ja base de los costos y beneficios que estiman estarán asociados a cada curso de acción. Así, frente a un igual riesgo de ser sorprendido 'in fraganti ' robando la radio de un auto, el delincuente preferirá robarla de aquellos autos que tengan las mejores, y también de
IV.
El comportamiento personal a los ojos del economista
J'J
aquellos en que les resulte más fácil su extracción. Como norma, entonces, preferirán los autos 'caros ', los que tengan radios semiportátiles y los que sean más f áciles de abrir. A su vez, preferirán robarles a los que no cuentan con sistemas de alarma o los tengan menos sofisticados, y a los que estén en calles solitarias y oscuras en lugar de los que supuestamente estén vigilados por un 'cuidador' en una calle concurrida y bien iluminada, pues el riesgo de ser aprehendido será menor. ¡Supongo que nadie se atrevería a robar la radio de un auto estacionado al frente de una comisaría o de un cuartel de Investigaciones! Finalmente, el estímulo a robar ésta también dependerá de la probabilidad de que una posterior investigación sindique al cobarde ladrón como culpable del robo, como también de la pena que le imponga el juez, si éste determina que efectivamente es culpable del delito. Sin duda que todo ello se verá también influido por las aflicciones económicas del ladrón. Las conclusiones de política derivadas de este análisis económico de las acciones criminales son obvias. Mientras mayor sea la recompensa del crimen, más crímenes habrá; mientras más 'fácil' sea delinquir, más se delinquirá ('/a ocasión hace al ladrón '); mientras menor vigilancia policial exista, habrá más criminalidad; mientras menor sea la efectividad de la investigación policial posterior al crimen, menos de ellos se denunciarán y, a la vez, mayor será el incentivo para delinquir; por último, mientras menor sea el castigo impuesto al culpable o mientras mayores sean las prob abilidades de ser absuelto en el juicio o de obtener una amnistía o un indulto, mayor será el aliciente para cometer crímenes, pues todo ello disminuye el costo esperado de cometerlo. El aumento observado en la criminalidad-incluido el terrorismo- debió originarse en que uno o más de los factores mencionados aquí disminuyó el costo del crimen. ¿Se estuvieron tomando acciones y dando coherentement e señales par a aumentar el costo, material y moral, de delinquir, tanto a través de disminuir sus probabilidades de éxito como de aumentar Ja po sibilidad de que los culpables sean identificados y finalmente castigados? El diseño de toda políti ca que pretenda reducir la criminalidad y el terrorismo debe considerar los fa ctores antes enumerados. De aquí que aplaudo las acciones anunciadas por el Gobierno para aumentar la cobertura y la efectividad de la vig ilancia e investigación policiales , pues ellas debieran desalenta r el crimen. Pero, ¿qué hay del castigo/
40 Precios hay en todas pa rt es
3. CAMIONETAS DOBLE CABINA (18 de octubre de 1990) Las teorías swgen como respuestas lógicas a algunas regularidades observadas . Para el economista que advierte cierta regularidad en actuaciones o acontecimientos socioeconómicos , la 'lógica 'tiene siempre su base en el postulado de que la gente hace las cosas porque les conviene hacerlas. Recuerdo que hace unos 1 5 años me llamó la atención que en Coyhaique hubiesen tantos galpones , muchos de los cuales estaban vacíos y eran de una calidad 'cuestionable '.¿Por qué ocurrió aquello? Por la sencilla razón de que había existido un generoso subsidio estatal para ese tipo de construcción en Ja Undécima Región, el cua l podía incluso llegar a ser mayor que su costo. Recuerdo que en la década de 7 950 se importó un montón de chasises de camionetas, que eran 'armados ' en Chile por empresas tales como Pelizzola Hnos.; más tarde, furgones a los cuales (una vez internados) se les 'abrían ' las ventanas de atrás y se les colocaban asientos para transformarlas en station wagons semimade in Chile. ¿Por qué? Porque estaban prohibidas o restringidas las importaciones de 'station wagon ',de suerte que sólo las importaban algunas congregaciones y, por supuesto, diplomáticos y funcionarios de 01, fueran o no chilenos (en ese entonces no existían las O GJ. Por los años 1960 proliferaron las camionetas 'pickup ',algunas más 'e/egantitas '-como las Chevrolet El Camino y las Ford Ranchero-, todo debido a que ellas pagaban menos impuestos que Jos automóviles. También hubo épocas en que abundaron Jos jeep ,pues Jos vehículos con tracción en las cuatro ruedas se consideraron herramientas de trabajo y pagaban menos impuestos que los autos. En mis observaciones recientes me ha llamado la atención el gran número de camionetas doble cabina, las que impunemente transitan Jos días en que sus primos hermanos automóviles, con igual último dígito de sus patentes, deben permanecer en casa por Ja absurda restricción vehicular ('hoy no circula ') impuesta en Santiago. Hace sólo unos pocos días que tuve una respuesta 'lógica ' a esta regula ridad observada . Hay personas que (i) pueden descargar /VA por su compra ; (ii) pueden descargar /VA por su consumo de diese/ o gasolina , y ( iii) pueden "conseguirse " una factura o una guía de despacho para justificar que su camioneta doble cabina está siendo utilizada para transportar carga, adquiriendo así el derecho a transitar todos Jos días del año en Santiago.
V.
L os precios son los tér min os en q u e e presenta n las aliernativas
.¡ 1
¿ o cono ·e acaso usted algún amigo que recientemente haya decidido comprar uno de esos vehí u/os, invirtiendo algún dinero en resortes y neumáticos para no dañar sus riñones o los de su esposa? ConvenRO en que es difícil trazar una línea clara entre una doble cabina que sercí usada en el campo o en faenas propias rfe la construcción o sencillamente para transportar carga, y c?qucl/as cuyos dueños simplemente se aprovechan de un resquicio para andar en un 'auto ' de cuatro asiento y así burlar la restricción vehicular en Santiago. Lo mcÍs lógico sería acabar con esta discriminación -al igual que con las otras que he denunciado sobre el particular - mediante la venta de permisos de circulación que den distintos derechos en cuanto a transitar por luga res y vías restringidos. Así, quien "necesite" su doble cabina para transportar productos o transportarse a sí mismo al trabajo o a sus niños al colegio, podrS entonces comprar un permiso que le dé transparentemente ese derecho, que estarí.1 así al alc,1nce de todos ¡tenga o no una doble cabina!
V. los precios son los términos en que se presentan las alternativas uando cui.llqui • r personi.l miri.l el precio d e un p rodu ·to en el su pe rm ercado, gcn crnlment e no le inte resi.l el tama1io d e la etiqu eta donde está escri to el pr •cil1, ni el olor de la tinta utilizada, ni u valor en dinero. Lo de la tinta y la ctique t