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Spanish; Castilian Pages 328 Year 2004
Martin Heidegger
LÓGICA LA PREGUNTA POR LA VERDAD
al
ensayo
LÓGICA LA PREGUNTA POR LA VERDAD
Martin Heidegger
LÓGICA
LA PREGUNTA POR LA VERDAD
Versión española de J. Alberto Ciria
Alianza Editorial
Título original: Logik. Die Frage nach Der Wahrheit Curso de Marburg, semestre de invierno, 1925-1926 editado por Walter Biemel
La edición de esta obra se ha realizado con la ayuda de Goethe-Institut ínter Nationes.
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece penas de prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.
© Vittorio Klostermann GmbH. Frankfurt am Main, 1976 © de la traducción: Joaquín Alberto Ciria Cosculluela, 2 0 0 4 © Ed. cast.: Alianza Editorial, S. A. Madrid, 2 0 0 4 Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 15; 28027 Madrid; teléf. 91 393 88 88 www.alianzaeditorial.es ISBN: 84-206-4597-4 Depósito legal: M. 39.574-2004 Fotocomposición e impresión: EFCA, S. A.
Parque Industrial «Las Monjas» 2 8 8 5 0 Torrejón de Ardoz (Madrid) Printed in Spain
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN §1. §2. §3. §4. §5.
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El significado inmediato del término «lógica» Primera indicación del concepto específico «lógica» Lógica filosofante y lógica tradicional de escuela Posibilidad y existencia de la verdad en general. Escepticismo Esbozo de la asignatura. Bibliografía
11 15 20 25 30
A. CONSIDERACIÓN PRELIMINAR La situación actual de la lógicafibsófica.Psicologismo y pregunta por la verdad §6. §7. §8.
Designación y concepto del psicologismo Crítica de Husserl-al psicologismo Los presupuestos de esta crítica: un determinado concepto de verdad
37 44
§9. §10.
como idea conductora Las raíces de estos presupuestos Preguntas anticríticas. Necesidad de remontar el cuestionamiento por la esencia de la verdad hasta Aristóteles
52 58 79
8
LÓGICA
B. PRIMERA PARTE PRINCIPAL El problema de la verdad en el comienzo decisivo de la lógica filosofante y las raíces de la lógica tradicional §11. § 12.
El lugar de la verdad y el Xóyoc, (la proposición) La estructura fundamental del y el fenómeno del significado a)
La estructura de «en tanto que» de la comprensión primaria: «en tanto que» hermenéutico La modificación de la estructura del «en tanto que» en el determinar: «en tanto que» apofántico '.
127
Las condiciones de posibilidad del X&fOC, de ser falso. La pregunta por la verdad
134
b) §13.
108 113
Exposición a modo de preparación. Metafísica T 7 y E 4 y De Interpretationel b) Verdad y ser. Interpretación de Metafísica 0 10 c) Las tres condiciones de posibilidad del ser falso del enunciado en su cohesión
119
a)
§14.
El presupuesto para la interpretación aristotélica de la verdad como determinación propia del ser
135 141 149 156
C. SEGUNDA PARTE PRINCIPAL La pregunta radicalizada: ¿qué es la verdad? Repetición del análisis de la falsedad en cuanto a su temporariedad §15. §16. §17. § 18. §19.
§20. §21. §22. §23.
La idea de la cronología fenomenológica Las condiciones de posibilidad de la falsedad en el horizonte de la analítica de la existencia Preocupación como ser de la existencia. Asistencia y procurar; propiedad e impropiedad La temporariedad de la preocupación Reflexiones preparatorias para obtener una comprensión original del tiempo. Retroceso a la historia de la interpretación filosófica del concepto de tiempo La interpretación hegeliana del tiempo en la Enciclopedia La influencia de Aristóteles en la interpretación del tiempo de Hegel y de Bergson Mirada preliminar al significado del tiempo en la Crítica de la razón pura deKant Interpretación del tiempo en la Estética transcendental a) b)
Explicación de los conceptos de forma e intuición Los momentos constitutivos del orden
161 169 178 189
197 202 211 216 218 219 227
ÍNDICE
c) d) §24. §25. §26. §27. §28. §29. §30. §31.
§37.
234 237
La función del tiempo en la lógica transcendental. Caracterización del cuestionamiento •••• 242 La pregunta por la unidad de la naturaleza 249 El a priori original de todo enlazar: la unidad transcendental de la apercepción 255 El tiempo como la forma universal a priori de todos los fenómenos 264 Tiempo como autoafección pura original 267 La pregunta por la conexión entre el tiempo como autoafección original y el «yo pienso» 272 Interpretación de la primera analogía de la experiencia a la luz de la interpretación del tiempo 274 El esquematismo de los conceptos puros del entendimiento 282 a) b) c) d) e)
§32. §33. §34. §35. §36.
Forma de la intuición e intuición formal Espacio y tiempo como magnitudes infinitas dadas; quantum y quantitas en su significado kantiano
9
Sensorialización de fenómenos Sensorialización de conceptos empíricos sensibles Sensorialización de conceptos sensibles puros Imagen y esquema Sensorialización de los conceptos puros del entendimiento
El número como esquema de la cantidad La sensación como esquema de la realidad La perdurabilidad como esquema de la substancia La determinación temporal de la synthesis speciosa La estructura del ahora que hemos obtenido: carácter de remitencia y de hacer presente. Acreditabilidad fenoménica y límite de la interpretación kantiana del tiempo El tiempo como existenciario de la existencia. Temporalidad y estructura de la preocupación. El enunciado como hacer presente
EPÍLOGO DEL EDITOR
284 285 287 288 295 299 304 307 312
314 321 327
INTRODUCCIÓN
$ 1. El significado
inmediato
del término
«lógica»
C o m e n z a m o s las consideraciones c o n una primera aclaración de lo que sig- 1 nifica el término «lógica» c o n f o r m e al sentido inmediato de la palabra. T é r m i n o s c o m o lógica, física, ética, se derivan de las formas griegas X.O— yiKrj, (piXTlKTJ, fydlKTJ, y en cada caso habría que añadir £7ClOTA}ir|. Este término significa aproximadamente lo que indica la palabra alemana Wissenschaft, «ciencia». Wissenschaft, «ciencia», al igual que Landschaft,
«paisaje»,
es un cierto conjunto cerrado de una multiplicidad de saberes, y en concreto de conocimientos fundamentados, obtenidos de las propias cosas que hay que conocer, y obtenidos por haberlas inteligido. ¿7tiaTr|^ri ^oyiKTj es la ciencia del Xó^oq; lÉyEXV, la ciencia del hablar. £7tlGTTJJIT| (JnXJlKTJ es la ciencia de la t)Ol£ abarca el ámbito universal de aquello que existe en general, el m u n d o , t o d o : estrellas, tierra, plantas, animales, hombres, dioses. L a «física» es hoy una disciplina particular dentro de la ciencia del m u n d o , la ciencia de lo material, de lo inerte del m u n d o , y en c o n c r e t o a diferencia por ejemplo de la química
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LÓGICA
inorgánica, la ciencia de la materia c o n relación a las leyes absolutas de su m o v i m i e n t o . L a «física» c o m o ciencia natural m o d e r n a investiga sólo determinadas relaciones de ser del ente que llamamos m u n d o . é7UGTTj(xr| i^ftiKTj es la ciencia del T|$0^, del c o m p o r t a m i e n t o y la c o n d u c t a del h o m b r e hacia otros hombres y para consigo m i s m o : la ciencia del h o m b r e . Aquí hay que observar que ya antes hemos citado al h o m b r e en el ámbito de la segunda ciencia que h e m o s c o m e n t a d o , la ciencia del m u n d o . Pero ahora el h o m b r e 2 n o es t e m a en el sentido de una cosa que aparece en el m u n d o , c o m o si su ser n o tuviera un distintivo particular que lo destacara p o r e n c i m a de las plantas y los animales, sino que existiera de igual m o d o que éstos, sino que ahora el h o m b r e es c o n o c i d o en tanto que actúa para c o n los otros y para consigo m i s m o . Aquí, en la é7n.CTTj|IT| tjT^lICTJ, se le entiende c o m o un ente que de alguna m a n e r a se hace cargo de su ser más propio. Estos tres ¿7ClCJTT|fJ,ai constituyen la filosofía, la ciencia de la totalidad del ser c o m o tal en su c o n j u n t o , en el sentido de la división según la fijó la filosofía escolar griega. «Física» y «ética» son comprensibles, ¿pero qué es eso de que j u n t o a ellas haya todavía una ciencia del hablar? Las dos primeras disciplinas atañen a dos dominios eminentes y universales de lo existente : 1
el m u n d o y el h o m b r e ; ¿ c ó m o es que se les s u m a una ciencia de una circunstancia tan especial c o m o es el hablar? ¿Por qué precisamente el hablar centra la atención de una reflexión universal? E s t o en seguida se hace c o m prensible si t o m a m o s lo significado c o n XÓJOC,, «hablar», c o n tanta naturalidad e imparcialidad c o m o los primeros dominios del ser: m u n d o y h o m b r e . Hablar, n o en el sentido reducido y remarcado de pronunciar un discurso, sino c o m o hablar c o n otro, en y para el actuar y el obrar c o n otro. Este hablar c o n otro es un hablar c o n otro de circunstancias, oportunidades, m e dios, planes, tareas, relaciones, sucesos, destinos; es decir, en relación c o n lo anterior, hablar c o n otro del ser del m u n d o y del h o m b r e . Este hablar c o n otro no siempre es actual, y sin embargo el hablar sigue estando allí: en el repetir y el propagar, en el introducir y el presentar, en el hablar consigo m i s m o sin hablar en voz alta, en el responder ante sí m i s m o : responsabilidad. El hablar en este sentido amplio y natural es una f o r m a de c o m p o r t a m i e n t o del h o m b r e , y en c o n c r e t o un c o m p o r t a m i e n t o en el que justamente para la reflexión natural y precientífica se anuncia la diferencia del h o m b r e respecto de los demás vivientes en el m u n d o ; el ser específico del h o m b r e se
Siendo estas lecciones sobre lógica previas a la publicación de Ser y tiempo, preferimos traducir das Seiende del modo más sencillo, en ocasiones como «lo existente» y en ocasiones como «el ente», que hacerlo como «lo ente», que semánticamente es más correcto pero sintácticamente es más artificioso. (N. del T.) 1
INTRODUCCIÓN
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hace notar mediante el hablar, y en esto lo esencial en el propio hablar es
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que se lo experimente c o m o hablar de algo — a c e r c a de a l g o — a alguien. Hablar a otros y a sí m i s m o es la c o n d u c t a mediante la cual el h o m b r e n o sólo se h a c e n o t a r c o m o h o m b r e , sino m e d i a n t e la cual p r o p i a m e n t e guía y dirige todas sus conductas, es decir, al hablar de ello aclara, hace ver, define el m o d o de actuar y aquello de lo que hay que ocuparse. E n tanto que el c o m p o r t a m i e n t o y el ser del h o m b r e se hacen notar ante t o d o precisamente mediante el hablar, los griegos definieron t e m p r a n a m e n t e al h o m bre, ya en su caracterización precientífica, c o m o ^GX)V A,Ó70V é%OV, el ser vivo que puede hablar y que en este hablar codetermina su ser. Así se aprecia que hablar no es un h e c h o cualquiera ni t a m p o c o un hec h o inusual, sino u n o eminente y universal, una c o n d u c t a merced a la cual el h o m b r e da la dirección a su ser, y u n a c o n d u c t a en la que se c o m e n t a el m u n d o . Hablar es, pues, una c o n d u c t a fundamental eminente y universal del h o m b r e para c o n su m u n d o y para consigo m i s m o . Es decir, X&fO^ es algo en lo que se anuncia una relación de ser entre los dos dominios universales que se han citado antes: h o m b r e (T|$0^) - m u n d o ((J>lkJl£). C o n aquello que designan las tres expresiones obtenemos una clasificación de lo existente, u n a clasificación a grandes rasgos pero no obstante esencial. D e m o d o correspondiente, las tres disciplinas: física - ética - lógica, no se han identificado, pues, sin más, sino que en u n a clasificación ya enteramente esencial atañen al universo de lo existente. E n tanto que el c o n j u n t o de lo existente es el t e m a fundamental de la filosofía, en las tres disciplinas se muestra u n a división de las tareas de la filosofía que tiene que establecerse c o m o una división enteramente natural. E n el desarrollo de las ciencias, tales divisiones son en la mayoría de los casos posteriores a las investigaciones primeras y fundamentales que se realizaron primeramente en estas direcciones, y lo m i s m o sucede c o n la designación de estas disciplinas, que en la mayoría de los casos sólo se fija junto c o n la división. Según Sexto E m p í r i c o
2
(adv. m a t h e m a t i c o s V I I , § 1 6 ) , debió de ser X e -
n ó c r a t e s el primero que realizó expresamente esta división; ella es usual en 3
la Estoa, y luego se transmite a la filosofía de escuela. Sexto Empírico: 7tpÓC, UCttfTIUOCTlKotfc, —de la escuela de los escépticos—, último escepticismo en torno al año 2 0 0 d.C. Acerca del escepticismo siguen siendo valiosas: P. Natorp, Forschungen zur Geschichte des Erkenntnisproblems im Altertum, 1884. Xenócrates (396-314), aproximadamente contemporáneo de Aristóteles, sucesor de Speusippos, el primer director de la Academia después de Platón. Inventario y sistematización escolástica de la filosofía platónica; llevó la investigación viviente a una forma fija y una sabiduría adoctrinable. 2
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évieXéaiepov 8e ... oí elnóvxeq xfjq (pi^oooípíaq T Ó LIEV T I eívaí (paxnxóv, T Ó 5e f|#o«5v, T Ó 8 E AxyyiKúu. Ó V SUVÚCJUEI L ¿ V ntaíToov EOTVV ápxi\yóq, Tiepl 7toAXfí>v LIEV qyuaixc&v, 7iepl noXkíbv 5 E f]dixfi)v, oií>x ókíycov 8 E A,OYixfí>v 5iaA£%6ett(; VOfjrjeox;. L a dialéctica es la filosofía especulativa auténtica y radical (cfr. T o m á s y Aristóteles). Si tenemos presente aun de m o d o general estas relaciones, no es de extrañar que la verdad se haya interpretado y se interprete a partir del intuir y respecto de él. También desde de esta gran tradición resulta claro por qué la verdad en tanto que verdad de la intuición y verdad de la proposición se tiene por algo evidente, y que, en consecuencia, dicha determinación de la verdad sea siempre en cierto m o d o ya previa al problema tradicional de la v e r d a d . 20
Pero la tarea de la lógica filosofante en el sentido caracterizado es preguntar si realmente esta determinación preliminar e indiscutida de la verdad es algo último y fundamento en sí m i s m o o n o , si al final no resultará ser un prejuicio, aunque un prejuicio necesario, y por qué es un prejuicio necesario; cuál tiene que ser respecto de esta determinación preliminar de la verdad la pregunta más radical por ella, y qué investigaciones son necesarias para responderla. Esta determinación preliminar no se considera fundamento, sino p u n to de partida para un preguntar que socava este fundamento. Respecto al m o d o de determinación de la verdad, tal c o m o se m o s t r ó , y en concreto tal c o m o se m o s t r ó en tanto que enraizada en la tradición, preguntamos por el «porqué». ¿Por qué la verdad es verdad de la intuición, por qué la intuición es el m o d o fundamental del c o n o c i m i e n t o y por qué la verdad entendida de este m o d o tiene que tomarse c o m o mismidad (identidad)? ¿Por qué esta verdad es verdad de la proposición, y por qué la realidad efectiva de esta verdad de la proposición tiene el carácter del ser que Platón atribuyó a las ideas? D i c h o brevemente: ¿Por qué la verdad es mismidad? ¿Por qué el ser de lo verdadero es el valer atemporal? Estas preguntas n o las planteamos p o r gusto para un t r a t a m i e n t o del problema de la verdad en la filosofía precedente, sino que estamos preguntando por las raíces específicas de esta interpretación de la verdad y de su realidad efectiva remontándonos al origen histórico. Es decir, si hacemos un esfuerzo histórico por saber lo que pensaba Aristóteles, cuál era su opinión sobre la verdad, n o lo hacemos movidos por algún tipo de interés de anti2 0
Cfr. lo dicho antes (§ 4, 2. y ss.): la lógica actual se construye sobre una presunta evidencia.
LÓGICA
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cuario, sino que la pregunta preguntada históricamente tiene que forzarnos hacia nosotros mismos, hacia nuestra historia. E n tanto que nosotros — p a r a llevarnos a nosotros m i s m o s a p r e g u n t a r — nos r e m o n t a m o s preguntando críticamente, la tarea puede hacerse también así de clara: en una crítica radical desde el c o n j u n t o y hacia el c o n j u n t o , al adversario, j u n t o c o n lo que para él es decisivo, hay que moverlo realmente a hablar. Pero lo extraño es que primero el filosofar tiene que despertar y conseguirse a sus grandes y productivos adversarios, para que, en la c o n f r o n tación c o n ellos, primero él m i s m o crezca y fije la línea simple de las cosas elementales, elementales en el doble sentido simultáneo de lo simple y de lo elemental-eruptivo. E n su origen histórico las preguntas son elementales: simples, pero no por torpeza o p o r falta de una visión global, sino simples porque la investigación n o se mueve en aspectos externos. O t r a vez las dos preguntas: 1)
¿Por qué la verdad se interpreta c o m o identidad?
2)
¿Por qué el ser de lo verdadero es valer?
Estas preguntas pueden plantearse elementalmente, y por eso buscamos ayuda ahí d o n d e se han vuelto elementales por necesidad. C o n ello llegamos a la primera parte principal de nuestra reflexión.
B. PRIMERA PARTE PRINCIPAL
El problema de la verdad en el comienzo decisivo de la lógica filosofante y las raíces de la lógica tradicional. Observación preliminar
C u a n d o a h o r a e x p l i q u e m o s esta p r e g u n t a refiriéndonos a los t e x t o s de Aristóteles, eso n o significa que p r e t e n d a m o s u n a interpretación c o m p l e ta de ellos. E s t a interpretación la p r e s u p o n e m o s c o m o h e c h a , y p a r t i e n d o de nuestras preguntas c o n d u c t o r a s nos o r i e n t a m o s m e r a m e n t e c o n f o r m e a tesis concretas de Aristóteles. L a t e n d e n c i a de la c o n s i d e r a c i ó n a p u n t a a una c o m p r e n s i ó n original del p r o b l e m a de la verdad y de un c a m i n o radical de su solución en la que el m o d o de t r a t a m i e n t o p r e c e d e n t e o b t e n ga p o r vez p r i m e r a su legitimación y quede despejado en su c o n t e n i d o positivo. L a consideración c o n c r e t a de las determinaciones actuales de la verdad c o m i e n z a c o n la caracterización de la verdad de la proposición. N o azarosa ni arbitrariamente, sino porque, según la opinión de la tradición, la p r o posición o el juicio es el auténtico lugar de la verdad. ¿ Q u é sucede c o n esto? E n el § 11 tratamos por tanto sobre el lugar de la verdad y sobre la proposición (kÓyo