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lAS ENSEÑANZAS DE ADI BUDDHA 13.6.1995 TARRAGONA (ESPAÑA)
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SRI K.PARVATHI KUMAR
LAS ENSEÑANZAS DE ADI BUDDHA INTRODUCCIÓN
Este cuaderno es la trascripción impresa del Seminario dado por el Dr. Sri K. Parvathi Kumar, en Tarragona (España), entre el 10.6.1995 y el 13.06.1995. Para ello, se ha utilizado la traducción española de Jesús Díaz Vega contenida en las cintas de casete de dicho seminario. En la trascripción, corrección y edición han intervenido diversos miembros del WTT España, a los cuales les damos nuestro más sincero agradecimiento. Este cuaderno está pensado para que circule exclusivamente entre los miembros del World Teacher Trust de habla hispana, como un manual práctico de aplicación en la vida diaria. Este trabajo está dedicado con Amor y un profundo agradecimiento al Ser que nos ha transmitido esta Sabiduría, al Dr. Sri K. Parvathi Kumar Garu.
World Teacher Trust España Pº/ Fabra y Puig, 173, ático 2ª 08016 – BARCELONA (ESPAÑA) Telf/Fax: 93.3516815 Email: [email protected] 1ª edición: 4 de agosto del 2004
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Todos nos hemos reunido aquí en la conciencia del Maestro, si quieren que experimentemos la conciencia del Maestro, fundiendo nuestras individualidades y personalidades en esa conciencia. La conciencia de grupo solo puede ser experimentada de esa manera. Hemos de entendernos a nosotros mismos como una parte del Todo y por lo tanto hemos de conectarnos con el Todo para convertirnos en canales de ese Todo. Eso es lo que se llama discipulado. El discipulado es un estado de conciencia en el que hay una comunión continua con lo que es el Todo, y como consecuencia de esa comunión, el Todo funciona a través de la parte. La conciencia universal encuentra su expresión a través de las formaciones individuales Así es que cada uno de nosotros debe convertirse en un representante de esa conciencia y para representar esa conciencia uno tiene que estar en todo momento en conexión con ella; cuando vemos a la gente, cuando hablamos con ella, cuando intercambiamos palabras y miradas, debemos entenderlo como intercambio de esa conciencia, más que como un intercambio de individualidades y personalidades. Así es como se puede experimentar la conciencia Total por el individuo. Así que intentemos llevarlo a cabo durante esta convivencia de grupo para continuarlo de allí en adelante en nuestra vida cotidiana. Entonces se habrá cumplido bien con el propósito. Si no es así, entonces se convierte en un ejercicio inútil y no deja de ser una moda hacer una convivencia de grupo. Así es que hemos decidido dedicarle tiempo, energía y dinero a esta convivencia de grupo si nos ayuda a experimentar la conciencia en cada acción pequeñita que hagamos, se habrá cumplido plenamente con el propósito. Si no es así, no deja de ser otra manifestación más del espejismo. Hay muchas oportunidades para que el espejismo nos sobrepase, cuando nos olvidamos de la existencia de la consciencia Una. Esa consciencia Una que tiene muchos nombres. Uno de esos nombres es la consciencia del Maestro. Entonces cuando la consciencia universal actúa a través de un canal, a ese canal se le llama también el Maestro, porque se trata solamente de la misma conciencia del Maestro actuando a través de ese canal. Sí, el individuo o la persona no actúa, sino que deja que la conciencia actúe a través de él, por esa razón de vez en cuando llevamos a cabo una convivencia de grupo. No nos olvidemos de esta base y que esto que hacemos, no sea otro "ismo" más llamado "grupismo" porque esta es la era de los grupos y se puede convertir en otra religión, a menos que conozcamos el propósito básico de la vida de grupo. Ha de haber un sacrificio de la individualidad y de la personalidad sobre el altar de la vida de grupo; entonces llegamos al estado de conectar con la vida de grupo y, a medida que la conciencia de grupo va funcionando cada vez más, la personalidad va retrocediendo más y más. Pero cuando una persona se queda atollada en el espejismo, crece mucho más y más en la personalidad a través de esa misma vida de grupo y presenta en todo lugar su personalidad. Así que el funcionamiento de la vida de grupo es el funcionamiento de la consciencia primeramente a través de las personalidades. Para nuestra buena suerte tenemos una persona por nombre Valentín que hace cosas y permanece en silencio, nadie siente su existencia como persona. Igual que la conciencia está presente y sin embargo no se la ve. Hacemos mucho ejercicio para experimentar esa conciencia cuando en realidad está dentro de todo, está bien presente. Eso es la destreza del funcionamiento de la conciencia. Así es también nuestro hermano Valentín que actúa o hace las cosas en silencio y cuya presencia no se siente, porque actúa en el silencio sutil y, debido a ese tipo de funcionamiento, estas vidas de grupo se están haciendo posibles en España. Seguiremos viendo estas demostraciones dentro de nuestro grupo y aprender de ello. Todos estamos abiertos para aprender y seguiremos aprendiendo para vivir en esa consciencia y proyectar esa consciencia y no proyectar ninguna otra cosa más. Nos hemos reunido para aprender las enseñanzas de ADI BUDDHA. Adi Buddha significa el primer Buddha. El Buddha que conocemos como Gautama es el quinto Buddha y el sexto Buddha es Maitreya Buddha. Así es que al primer Buddha se le conoce como Adi Buddha. Es decir que se da una manifestación periódica del Buddha y sus enseñanzas. Las enseñanzas de Buddha vienen periódicamente para iluminar a los seres humanos, para enseñar a los seres humanos acerca de la inutilidad de la vida de deseos. La primera y principal enseñanza que el Buddha nos enseña, es comprender y trabajar consecuentemente de manera inteligente con el deseo. El deseo es la conexión de la consciencia humana con lo que está en el mundo objetivo. Si no hubiera deseo no tendríamos interés en el mundo objetivo. Es la conexión entre la creación
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objetiva y la conciencia humana. La consciencia se expresa a través de la mente, de los sentidos y del cuerpo y llega hasta los objetos de los sentidos y experimenta la creación objetiva. Así que a menos que haya deseo, la consciencia no se puede exteriorizar a través del cuerpo. Pero una vez que deseamos algo, nos olvidamos del propósito de ese deseo. Así es que la manera inteligente de trabajar con el deseo es la primera y principal enseñanza de Adi Buddha. El planeta tal y como está hecho, así como también los seres del planeta tal y como están hechos, no tenían interconexión o interacción hasta que no se formaron los sentidos. Existían lo seres humanos, el planeta existía, pero no había interacción entre el planeta y los seres humanos hasta que no se formaron los sentidos. Imaginaros una situación en la que no tuviéramos sentidos: "no tenemos ojos para ver el mundo objetivo, no tenemos oídos para oír los sonidos objetivos, no tenemos gusto en la lengua para degustar la comida que está disponible en el planeta, no tenemos olfato que funcione a través de la nariz y tampoco tenemos tacto a través de la piel. Imagináos a vosotros mismos en esa situación. Que no tenéis manera de ver la objetividad, no tenéis manera de escuchar la objetividad, no tenéis manera de oler la objetividad, no tenéis manera de degustarla, ni tenéis manera de tocar o de sentir el contacto. No podríamos sentir los gritos del niño si no pudiéramos oír. Así es que estamos presentes pero no podemos conectarnos con la objetividad a través de los sentidos. Así es que estamos presentes y al mismo tiempo no estamos presentes. Hay una buena fruta delante, pero no la podemos ver, ni sentir, ni degustar." Pues esa era la situación durante el período de formación de la creación. Poco a poco entonces, se produjo el desarrollo de los sentidos que se explica como la doctrina de Prochetas que está bien descrita en el Bhagavatha, así como también en la Doctrina Secreta. Chetas significa la consciencia. Prochetas significa la exteriorización de la conciencia. Se dice que son en número de once. La vista y el ojo para ver, el sonido y el oído para escuchar, el gusto y la lengua para experimentarlo, el olfato y la nariz para experimentar ese olor, el tacto y la piel que nos da la sensación del tacto. Estos son diez y la existencia compuesta de todos es lo que se llama la mente inferior que es el número once. El propósito de la mente inferior es la de tomar nota de las sensaciones exteriores. Es debido a este número once, la mente, a ella se debe que todo lo que hay en el mundo objetivo cuando se experimenta, se desarrolle una memoria de ello y se almacene. Si yo toco la llama recibo la experiencia de quemarme, el contacto lo siento a través de la piel, pero lo de quemar es experiencia de la mente y la mente almacena la memoria de que si yo toco la llama quema, para que yo no la vuelva a tocar otra vez. De esa misma manera comemos algo y sabemos que está dulce, la lengua conoce el gusto, pero la memoria de ese gusto lo tiene la mente. Y lo mismo sucede con el sonido; sabemos que un sonido es bueno para el oído y que otro no es tan bueno. Suponed que no tuviéramos memoria, entonces no ganaríamos sabiduría con la experiencia de ninguna de las cosas que hiciéramos en la vida, no podríamos tener memoria y actuar a través de ella. Así es como teniendo a la mente como la cualidad principal tenemos cinco sentidos y cinco órganos de los sentidos. El total nos da once que se llaman o se consideran como once partes de la conciencia exteriorizada. Imaginaros ahora una situación en la cual no tuviéramos ni mente, ni los cinco sentidos, ni los cinco órganos de los sentidos. No tendríamos entonces manera de contactar con la objetividad. Así es que los cinco sentidos y los cinco órganos de los sentidos nos los dan como una base para la exteriorización. El ser interior experimenta la objetividad a través de los cinco sentidos y de los cinco órganos sensorios y el agregado, o el total de esta experiencia, se retiene como mente. Así que si no tenemos mente, si no tenemos sentidos, el esplendor de la creación permanece pero es incapaz de ser experimentado. De este modo, la mente, los cinco sentidos y los cinco órganos de los sentidos forman el vehículo para experimentar la objetividad. Al experimentar la objetividad existe la susceptibilidad de que el hombre interior se quede atrapado en la objetividad y, también existe la susceptibilidad, de que se olvide de su estado original. Así es que el sólo propósito de los objetos de los sentidos y de los sentidos mismos es experimentar la objetividad pero no quedarse atollados o atrapados por ella. Entonces cuando se le da un énfasis excesivo a la objetividad, el ser humano se queda atollado en ella y se olvida de su estado original de ser. Así que la enseñanza principal de Adi
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Buddha es aprender a exteriorizarnos e interiorizarnos. Uno ha de ser capaz de interiorizarse tanto como de exteriorizarse. No es suficiente con saber salir de la casa; es también igualmente importante saber volver a nuestra casa una vez que hemos hecho nuestro trabajo. Así que estamos entrando en un vehículo llamado mente, sentidos y cuerpo, para experimentar la objetividad, pero hemos de ser capaces de dejar ese vehículo cuando hemos hecho el trabajo. Igual que abrimos la puerta y entramos en el coche, para después salir fuera y hacer cosas y, una vez que hemos terminado el trabajo, abrimos la puerta y salimos de nuevo del coche. Esto es una cosa de sentido común, sin embargo ese sentido común se pierde gradualmente. Sabemos cómo entrar en el coche para ir por ahí, pero luego no salimos del coche, no abrimos la puerta para salir de él y, entonces, no entramos en la casa. Así que siempre estamos en el coche y siempre dando vueltas por ahí fuera, sin saber que hay una manera se salir del coche y entrar en la casa. Así que de una facilidad que se nos da la reducimos a una limitación o a un condicionamiento. Vemos, experimentamos y luego volvemos, escuchamos, experimentamos y luego volvemos, degustamos experimentamos y luego volvemos, olemos experimentamos y luego volvemos, tocamos, experimentamos y luego volvemos. Así es como tiene que ser. Sin embargo también desarrollamos algo que no tiene que ser. Vemos, experimentamos y luego volvemos, pero llevamos en nosotros la impresión de ello y como consecuencia no podemos actuar con lo que tenemos que hacer de inmediato. Vamos a poner un ejemplo: Un hombre ve a una mujer muy hermosa, y también una mujer ve a un hombre muy guapo y se van a sus casas, cada uno por su parte y el hombre no puede dormir, porque aunque la mujer no está allí presente, la memoria de la mujer si que está presente para encargarse de que el hombre no pueda dormir. Pues eso no era lo que se pretendía. Lo mismo en el caso de una mujer que se acuerda de un hombre guapo y se lo lleva en sus sueños y no puede dormir. Y como no podemos dormir, entonces sentimos el impulso de ir a ver a ese hombre o a esa mujer y nos creamos nuestras propias causas para poder verlos. ¿No hacemos cosas de esas?. Eso es una acción extra que nos ata a la objetividad. Y lo mismo es el caso de todos los demás sentidos. La memoria es sobre todo, más que nada, una información, pero no ha de convertirse en un factor condicionante. Ahí es dónde básicamente, el ser humano, se queda atollado en lugar de experimentar la objetividad. Se nos pide que naveguemos y que veamos la objetividad. Sin embargo soltamos amarras, navegamos sólo para perdernos y hay otros que dicen que si navegamos morimos, así que es mejor no navegar. Esos son los sacerdotes. Muchos sacerdotes nos dicen eso; no hagas esto, no hagas lo otro, no te cases, no trabajes, si te casas tendrás problemas, tendrás hijos, ¿para qué casarse?. Entrar en la objetividad lo ven como un problema y por eso no navegan en la objetividad. Eso se debe al miedo de hundirse, por eso muchas religiones se han convertido en imprácticas e inútiles. Es inútil si uno no puede experimentar lo que Dios ha hecho. Si se nos da un hermoso palacio donde vivir y nosotros preferimos quedarnos en un pequeño rincón, porque nos resulta un problema ocupar todo el edificio y limpiarlo todo: por miedo a hundirse mucha gente no vive y le da el nombre de espiritualidad a ese tipo de vida. En nombre de la espiritualidad, se limitan, se limitan y se vuelven a limitar a sí mismos, excluyéndose a sí mismos de la vida tan plena que nos rodea. Ese es un filósofo impráctico. Y hay otro tipo que quiere experimentar, que quiere navegar y ver, y que navegando se hunde porque se queda atollado con lo que ve, con lo que oye, con lo que toca. Así es como nos hemos hecho esclavos del gusto, del tacto... daros cuenta cómo hoy día hasta qué punto la mayoría se ha convertido en esclavos del tacto...Tanto que no hay persona que pueda superar el impulso de tocar al otro género. Al hombre le gusta tocar a la mujer y, a la mujer, le gusta tocar el hombre. Y ese impulso tan urgente es tan fuerte que ¿cómo no puede uno tocar?. Así es como hay una esclavitud con respecto al tacto y una esclavitud con respecto al gusto, que tiene que ver con el cuerpo físico denso. Dentro de los sentidos, el tacto y el gusto, son los dos sentidos más densos. Para sentir tocamos, pero ¿qué tocamos?, la materia y también degustamos lo que és la materia; así que el tacto y el gusto nos atan más a la materia. Uno puede ver lo que es material, pero no tener tanto contacto como tiene con el tacto y el gusto. Es decir yo te veo a ti y tu me ves a mi, y el contacto se produce a través de la luz. Sin embargo, la luz es mucha consciencia y poca materia, sin embargo, un objeto que se toca con la mano tiene más materia y menos consciencia. Lo mismo sucede con el alimento. Así que ver es también tocar aunque es un contacto sutil, más sutil que el tacto normal que entendemos, sin
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embargo a través de la vista también tocamos. Cuando olemos, ¿qué es lo que estamos oliendo?, estamos oliendo algo que es materia. Si no hubiera materia no habría olor. ¿Podríamos imaginarnos materia y no olor? Si no hay materia no hay olor. Así que los cuatro sentidos actúan directamente con la materia, de los cuales el más denso es el tacto, en orden ascendente, el gusto, el olfato, luego la vista y luego el sonido. Estos son los cinco agentes a través de los que se experimenta el mundo material. Entonces cuando experimentamos se produce un contacto con lo material y gradualmente, cuando actuamos cada vez más y más con la objetividad, es probable que nos quedemos atascados en esa objetividad y, de esta manera, nunca regresaremos a casa. Así que nos hacemos nuestra propia creación en la objetividad y nos quedamos atollados mediante los cinco sentidos; bueno es una posibilidad que tenemos. Eso no quiere decir que no tengamos que utilizar los sentidos. Hemos de utilizar los sentidos y no crear nuestras propias telarañas. La araña hace su propia tela de araña y luego se queda pegada en ella. Así es que la destreza en acción es actuar a través de los sentidos y, sin embargo, no quedarse atrapado en la objetividad. Esa es la destreza que se llama yoga, interactuar a través de los cinco sentidos, expresarse uno a sí mismo a través de los cinco sentidos, experimentar a través de los cinco sentidos y sin embargo no quedar condicionados por ello. Así es que uno no debe dejar de hacer algo por miedo a quedar condicionado a ello. Si se nos da un buen vehículo para que viajemos y veamos el mundo y no lo usamos porque tenemos miedo de tener un accidente, no tendremos la experiencia de lo que se ha creado en forma de objetividad. Así que comprender correctamente el funcionamiento de los sentidos, es el primer paso, el paso fundamental. Estas son las cinco puertas, pues, a través de las cuales se expresa la consciencia a sí misma. Así es que exteriorizarse, experimentar y después volver sin tener en nosotros las impresiones relativas a esa situación. Entonces habremos experimentado bien el propósito de la objetividad. La memoria que se deriva de la objetividad es también un buen equipo. Sin embargo las impresiones que generamos a partir de esa situación es sobre todo humo que hace que no tengamos claridad. Cuando hay una persona con la que interaccionamos, estamos interaccionando sólo con la conciencia de la otra persona, porque la otra persona es también conciencia exteriorizada a través de sus sentidos, y nosotros somos también conciencia exteriorizada a través de nuestros sentidos. Entonces, ¿qué es lo que está transaccionando entre uno y otro?. Se trata de una interacción de la conciencia a través de un vehículo que tiene mentes, sentidos y cuerpo. La conciencia se expresa a través de una forma mediante cinco canales que son los sentidos, y se interrelaciona con otra forma. Así que la belleza de esto es que es la conciencia la que se expresa a sí misma a través de variedades de formas, pero en lugar de ver las formas de conciencia vemos otras cosas. Ver al otro es una ilusión, ver al otro como otro es una ilusión, ver la conciencia en el otro es la verdad. Cuando el hermano Clemente me mira, ¿qué es lo que está mirando a través de él?. Y ¿qué es lo que está mirando a través de mi?. Lo que mira a través de él y lo que mira a través de mí es lo mismo. Normalmente no vemos esta verdad, sino que la vemos en su forma sustituida. Yo sólo tengo la impresión... “Clemente me está mirando” y Clemente tiene la impresión... “Kumar me está mirando”. Kumar y Clemente son las etiquetas pegadas sobre la conciencia. Imaginaos dos botellas de miel. En una de ellas está escrito Clemente y en la otra botella está escrito Kumar. Y uno tiene la impresión de que una es Kumar y la otra es Clemente, pero en ambas botellas está la misma miel. Así es que las envolturas son diferentes, pero el contenido es el mismo. Cuando miramos a los ojos de un perro y el perro mira en los nuestros, y ladra, entonces creemos que es el perro el que ladra; sin embargo es la conciencia en forma de perro la que ladra. El mira y nosotros lo miramos. Todo ser que tiene la capacidad de mirar, transacciona con la vista o la luz, por eso decimos: "que intercambiemos la luz en forma de alegría". Cuando nos encontramos a nosotros mismos en el otro a través de la mirada, quiero decir que yo me encuentro a mí mismo a través de Clemente cuando miro y, me encuentro a mí mismo, en el perro cuando mira a través de él, o a través de un gato o de cualquier otro ser que pueda mirar. Así es que la interacción es entre conciencia y conciencia a través de la forma. Cuando vemos al sol, el sol también nos está viendo. Miramos al sol y el sol también nos mira. Y lo que se ve a través del sol y lo que nosotros vemos a través nuestro es la misma cosa. Por eso hay una afirmación védica que dice: ”En verdad lo que yo llamo sol es yo mismo, porque lo que miro a través de él y lo que miro a través de mí es la misma cosa, la luz". La conciencia mira a través del ojo, pero el ojo no puede ver lo que se ve a través del ojo. Daos cuenta de cómo es.
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La conciencia que mira a través del ojo, no puede ser vista por el ojo. Por eso las Sagradas Escrituras dicen: ”Me véis, pero no me véis”. La conciencia a la que escuchamos a través del sonido, la escuchamos a través del oído, pero el oído por si mismo no puede oír. El oído no puede escuchar, sin embargo es la conciencia la que escucha a través de ese oído. No es cierto, si no hubiera conciencia no existiría el oído que pudiera oír. La conciencia que experimenta el gusto a través de la lengua, no puede ser degustada por la lengua. ¿Acaso puede degustarse uno a sí mismo con su propia lengua?. Uno no puede degustarse a sí mismo con su lengua. Como mucho podemos degustar a nuestro paladar con nuestra lengua. Tocando con la lengua nuestro paladar podemos tener el gusto de té o café o lo que hayamos bebido y comido. Así que uno no puede gustar o probar la conciencia a través de la lengua. Sin embargo la conciencia puede degustar a través de la lengua. Daos cuenta de cómo una es superior a la otra. Los sentidos son los vehículos para que la conciencia experirmente, pero los sentidos no pueden experimentar la conciencia. Sin embargo la conciencia puede experimentar mediante los sentidos. Así es que los sentidos tienen un funcionamiento limitado y hasta ese sentido limitado que tienen hemos de utilizarlo y trabajar con ellos. Como derivado del trabajo con los sentidos, tenemos ciertas experiencias de tipo sensorial, que es nuestra información referente a las experiencias anteriores. Ese es como un banco de datos. Cada vez que tenemos una experiencia la almacenamos como datos, como información, entonces la mente es como un banco de datos, en la que la suma de todas las anteriores experiencias son almacenadas y recogidas. Así es como podemos traer a la memoria las cosas de ese banco de datos. Fijaros en el ordenador, ya que nos da un buen ejemplo de esta situación. El ordenador nos da la información que le hemos dado anteriormente, si no le hemos dado ninguna información previa, tampoco nos da ninguna información después. El nos da lo que nosotros le hemos dado antes, o ¿acaso nos da alguna información que no se le haya dado antes?. Hemos de conseguir esa información primero nosotros y luego dársela al ordenador y así, luego, nos la podrá dar. Así que la mente es, sobre todo, un banco de memoria y de esa memoria nos da los datos necesarios cada vez que se precisa. La mayoría de nosotros saca cosas de su memoria y luego cree que es una información de tipo superior o una experiencia superior. Véis que hay mucha gente que siente la presencia de los Maestros, o la presencia de los nombres de los Maestros. La mayoría de esas personas sienten la presencia de un nombre que ya oyeron antes. La mayoría de las personas sienten la presencia de una forma que ya han visto antes. Hay gente que dice: ”He visto al Maestro Morya”. Es decir que se ha visto el nombre y la figura de ese maestro en alguna imagen o cuadro y eso ha sido guardado en el banco de la memoria de la mente. Y de vez en cuando se refleja sobre la pantalla de la mente y entonces empezamos a tener la impresión de que hemos visto a Morya Pero el Morya que yo he visto no es otra cosa que la imagen que me he formado a través de otra imagen anterior. Así es que el trabajo de la mente es tal que nos proporciona lo que le hemos dado anteriormente. Todos los fenómenos que experimenta la gente en nombre de la espiritualidad son un truco de la mente, más allá de eso sólo hay una cosa llamada luz y sonido que tiene la potencialidad de hacer formaciones. La verdadera experiencia espiritual consiste en experimentar la luz y el sonido de la existencia de uno mismo. Todos los demás fenómenos son una ilusión. Cuando empezamos a ver la luz y escuchar el sonido que llevamos dentro, llegamos mucho más lejos, nos expandimos más, y tenemos la capacidad de interrelacionarnos con los seres de luz a quienes llamamos los Maestros de Sabiduría. De modo que no podemos vivir en un mundo de imaginación si directamente trabajamos con la conciencia que actúa a través de las formas. Eso también nos permite formarnos una idea completa de cuál es el propósito de los sentidos y de su limitada utilidad para nosotros. Limitada en el sentido de que nos dan información a través de la objetividad. Si queremos entrar en la subjetividad e informarnos de la objetividad, el equipo que utilizamos para la objetividad ya no es válido. Porque el equipo que tenemos para salir a la objetividad está previsto para eso, para la objetivización. Así que ese mismo equipo no nos puede dar los instrumentos adecuados para experimentar lo que hay dentro. No podemos entrar con nuestro coche en nuestro dormitorio. Bueno, para ello tendríamos que hacer unas puertas muy especiales, que no merecería la pena. Así que el coche lo dejamos fuera. Así también hemos de dejar los sentidos fuera, para entrar dentro de nosotros. Por eso el primer aforismo del yoga dice así: “Yoga es la suspensión de la actividad de los sentidos”. Así es que la inutilidad de los sentidos está demostrada ya en la primera frase del yoga.
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Muchos de vosotros seguro que sois estudiantes del yoga de Patanjali y dice así: "Hatha yoga. . . . . .", que significa: “Ahora los aforismos del yoga”. Ahora significa, ahora cuando queremos experimentarnos a nosotros mismos, es decir que ahora hemos decidido saber acerca de nosotros mismos. Eso es lo que quiere decir ese “Ahora” con el que empieza el aforismo. Como puede empezar un libro diciendo: "Desde ahora vamos a aprender el yoga". Qué quiere decir ese “Ahora”. Yo he leído el libro de Patanjali y comienza con esa frase. Desde ahora quiere decir, desde el momento en que hemos decidido buscar la verdad dentro de nosotros. Es decir que no estamos completamente satisfechos con la objetividad y vemos que hay algo más que esa objetividad y queremos saber qué es y somos sinceros al respecto, somos sinceros con nosotros mismos y sólo para querer saber esa verdad nos hemos preparado. A esa persona va dirigida la instrucción del yoga. No es para las personas que aún están ocupadas con los sentidos. El yogui también utiliza los sentidos, pero no se queda metido de lleno en ellos. Entonces los utiliza como facilidad cada vez que quiere salir a la objetividad y, si no son necesarios, permanecen allí donde están. Igual que nuestro coche permanece quieto en el garaje si no lo utilizamos ahora. Aparcamos el coche en el garaje y entramos en la casa. Así también hemos de saber aparcar los sentidos y utilizarlos cuando hay necesidad de hacerlo y no cuando hay un deseo de hacerlo. Utilizarlos cuando hay necesidad es destreza, utilizarlos según nuestro deseo es condicionamiento. Por eso la segunda instrucción del yoga dice: “si queremos yoga, suspendamos la actividad de los sentidos”. El yoga es la suspensión de la actividad de los sentidos. Ese es el segundo aforismo. Así que el segundo aforismo ya pone un límite a la actividad de los sentidos. Cuando estamos atrapados en los sentidos, se nos describe gráficamente como una estrella de cinco puntas con el vértice o el punto más alto hacia abajo, que es lo que se llama en las Escrituras Sagradas con el nombre de makara. Makara en sánscrito significa cocodrilo.
Véis cómo hace el cocodrilo, agarra. No hay ningún ser en la creación que tenga tanta capacidad de agarre como el cocodrilo. Puede haber muchos seres que viven en la tierra y que tengan mucha capacidad de agarre, sin embargo el cocodrilo se mantiene y tiene agarre en las aguas. El cocodrilo no tiene nada en el agua para agarrarse, pues del mismo modo que un ser terrestre tiene agarre estando situado sobre la tierra, así lo tiene también el cocodrilo incluso en el agua. La persona que queda atrapada en los sentidos, se dice que ha sido agarrada por el cocodrilo de la objetividad. Así es que uno no puede escapar. Por eso se le llama makara o cocodrilo. La potencia sonora del sonido "ma" es 5. El sonido raíz "ma", habla del número 5, el principio de la mente. Por eso en sánscrito el sonido inicial de la mente es "ma" como manas y en inglés es "mind" y en español es mente. Si os dais cuenta, en todas partes este sonido es "ma", y luego tenemos manabá o manucia, que es el sonido sánscrito que se refiere al hombre. Así es que el hombre ("man" en inglés), es un ser que actúa con la mente. Así que el sonido "ma" está relacionado con la naturaleza objetiva y su comprensión. La palabra madre, empieza también con este sonido "ma". En sánscrito para la madre el sonido es "ma" y para el padre es "pa" o también "fa". "Pa" o "fa" representa la cualidad más elevada del Sol. La cualidad de Urano es "fa" y con una variación mínima es "pa". Así es que tenemos padre ("father" en inglés) o papá o, como en sánscrito, pita. ¿Véis cómo estos sonidos tienen unas raíces comunes?. Todas las lenguas en su base tiene una raíz común. Así es que makara es el que tiene 5 manos. Así es que hay 5 manos para la estrella de cinco puntas y, a través de esas cinco manos, el hombre es agarrado. Por eso el hombre mortal es un esclavo de sus sentidos, sin embargo aquel que utiliza los sentidos con el propósito de
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comprender la objetividad, siguiendo la base de la necesidad y no la base del deseo, es el que no puede ser tocado, ni condicionado por la objetividad. Esa es la persona a la que se la compara a "una gota de rocío sobre la hoja de un loto". La gota de rocío está sobre el pétalo del loto pero no se queda pegada a él. Así es como uno puede quedarse, o estar en la objetividad, sin ser afectado por ella. ¿Qué es lo que nos afecta y qué es lo que nos hace estar más allá de ese efecto?, eso es lo que se llama deseo. Esta es la primera y principal enseñanza tanto de Gautama Buddha, como de Adi Buddha, el primer Buddha. Veamos, si tenemos hambre, significa que tenemos necesidad de comer, entonces si cuando tenemos necesidad de comer, comemos lo que necesitamos y utilizamos el gusto con el propósito de tomar ese alimento, ese gusto existe para nosotros para saciar la necesidad del hambre. Pero si comemos sólo por el gusto, significa que no hemos comprendido adecuadamente el gusto. Se nos ha dado la capacidad de hablar según la necesidad; si yo tengo la necesidad de deciros algo utilizo la lengua, eso es lo que se llama entender adecuadamente la palabra, pero hablar sólo con el propósito se hablar por hablar obedece al deseo de hablar. Cuando existe el deseo de hablar, hablamos innecesariamente. Sin embargo la palabra, la capacidad de hablar, no se nos ha dado para dar plenitud a un deseo sino que la palabra se nos ha dado, para expresarse uno a sí mismo cuando es necesario. Sólo los seres humanos tienen la capacidad de palabra, así es que utilicemos la palabra según sea la necesidad y no deseemos hablar. No deseemos usar el gusto, sino que utilicemos el gusto cuando tengamos hambre. Y hagamos lo mismo con los demás sentidos. Los sentidos se nos han dado sobre la base de la necesidad y no del deseo, no se nos han dado solo así, para que los utilicemos sin más. Sólo porque tenemos un coche vamos hasta Valencia y volvemos... ¿para qué? Para nada, ya que no había necesidad de ello, pero como tengo coche lo uso. Así es cómo lo utilizamos. El que utilicemos las cosas sólo porque estén disponibles, es un sendero de condicionamiento. No había necesidad de ir a Valencia, pero como tenemos un coche y gasolina en el depósito, entonces vamos a Valencia y volvemos. ¿Para qué...?. No hay respuesta, entonces no hay propósito, no tiene sentido. La razón de ir a Valencia es porque tenemos el coche a nuestra disposición. Del mismo modo hemos desayunado y hemos satisfecho nuestra hambre, y al cabo de cuatro horas nuestro organismo requiere otra vez alimento. Pero entretanto nos encontramos delante con unos bizcochos y galletas, justo media hora después del desayuno. Nos encontramos con galletas, chocolates y frutas y unicamente porque estaban allí delante, disponibles, los comemos. Eso significa que no hemos comprendido el sentido del gusto. Hay gente a mi alrededor, y como están disponibles me pongo a hablar. Solemos vivir, por lo general, de este modo con la base de la disponibilidad, porque están disponibles utilizamos los sentidos y además nos los han dado gratis, que es aún peor. Si cada vez que utilizaremos un sentido, tuviéramos que depositar mil pesetas; con toda seguridad los utilizaríamos mejor. Cuando se conecta la cosa con lo comercial, entonces tenemos discernimiento. Los bizcochos están allí delante y hay un trozo pequeño ahí así como una notita que dice, cada bizcocho vale mil pesetas. Entonces les decimos adiós, no los queremos. Suponed que dijera el desayuno es gratis y que nos dijeran, el almuerzo es también gratis, los chocolates que se coman entre el desayuno y el almuerzo valen mil pesetas, ¿Acaso los comeríamos?. Está claro que diríamos "no necesito comer chocolates". Así es que tenemos un sentido del valor comercial, pero no un sentido del valor natural. Entonces, utilizar algo solamente porque está disponible es un estado de ignorancia. Utilizarlo con responsabilidad, según la necesidad es conocimiento. Utilicemos el cuerpo según la necesidad, utilicemos los cinco sentidos según la necesidad, utilicemos la palabra según la necesidad, utilicemos la mente según la necesidad y por último y lo más importante, utilicemos el sexo según la necesidad, no según el deseo. Así que si aprendemos esto, no hay lugar para quedar condicionados en la vida objetiva. Por eso, Adi Buddha nos habla de esto como la primera instrucción y esta es también la primera instrucción en el Bhagavad Gita. Que la actividad de la vida se base en la necesidad y en el requerimiento pero no en el deseo. Así es como empezamos con la doctrina del Buddha. Cuando hablamos de Buddha, tenemos que hablar del deseo y recordar que el deseo no quiere
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decir que tengamos que matar las necesidades. Sino que exige de nosotros que distingamos entre necesidad y deseo. Que demos una respuesta a la necesidad, pero que no respondamos al deseo. El deseo es de dos tipos, positivo y negativo. El deseo positivo es de esta manera: "quiero esto, quiero lo otro, quiero a tal persona", decir "quiero" es el deseo positivo, queremos cosas, queremos personas, queremos situaciones, queremos unos lugares en preferencia a otros. Ese es el deseo positivo. Luego hay también el deseo negativo que consiste en decir "no quiero". "No quiero a esa persona a mi lado", es también un deseo, un querer, pero negativo. "Quiero una cosa particular", y decir "no quiero tal o cuál cosa" es también un deseo. En la vida ya lo tenéis que haber experimentado, así que es querer algo o no querer algo. Sin embargo, ciertas situaciones nos siguen llegando, ¿no es cierto?, es decir, la mayoría de las veces que nosotros querríamos no se producen. Sin embargo, aquellas que no queremos surgen inmediatamente, con mucha frecuencia. Las personas que nosotros queremos no vienen y las personas que no queremos se nos acercan y vienen. Las situaciones que queremos no nos llegan, pero las situaciones que no queremos si que nos llegan. Así que tenemos que ver que nuestro deseo o no deseo, nuestro querer o no querer, no tienen sentido en este plan total. No querer algo es un deseo aún peor que querer algo. Hay muchas personas que entran en la práctica espiritual sobre la base del no querer, el no querer es repulsión, y el querer es atracción. Así es que de ninguna de las dos maneras estamos en el medio. Hay una lista para los estudiantes espirituales de situaciones de no querer. Queremos la luz, pero no queremos la oscuridad, pero que es los que suele haber más con nosotros. Queremos conocimiento y no queremos ser ignorantes; pero ¿cómo solemos estar normalmente?. Las cosas que no queremos son las que suelen estar más con nosotros y además no tenemos un punto de referencia sobre querer o no querer. Si el tiempo está nublado y frío, queremos que haya sol. Y como lo queríamos, el sol viene con una gran ansiedad hacia nosotros, entonces empezamos a sudar y ya no queremos más sol, queremos las nubes. ¿Cuál es el punto de referencia en nuestro caso?. Si hay sol queremos que hayan nubes y si está nublado queremos que haga sol. Sobre todo y por lo general queremos lo que no hay y no queremos lo que hay. ¿Que tipo de personas somos?. Mi hermano está aquí conmigo, yo no me preocupo por ello. Pero si está en un lugar a cinco mil kilómetros lejos de mí, entonces empiezo a pensar en mi hermano. Pero de que sirve pensar en él cuando no está aquí y de que sirve ignorarlo cuando está aquí presente y no le hago caso. ¿No es así como solemos vivir?. Cuando la esposa está cerca del marido, el marido nunca piensa en ella, pero cuando la esposa está lejos durante dos meses el marido piensa y piensa en ella. Entonces cuando está disponible no piensa en ella y no hay interacción mutua, la única interacción es para discutir. Pero luego cuando está lejos, entonces decimos ¡ah! que cosas mas bonitas, así es como solemos vivir en querer y no querer algo. Siempre evitando lo que está presente y buscando algo que está ausente. Cuando está presente no vivimos a su altura y sólo cuando no está presente empezamos a pensar en ello. Sentimos más la presencia de una cosa cuando nos hace falta; más cuando no está presente que cuando está presente. Esta son las distorsiones de que padecemos. Entonces la segunda enseñanza del Buddha es: no nos ocupemos en esto del querer o no querer, sino que nos ocupemos de los que tenemos que hacer en el presente. Ahora supongamos que nuestro hermano o esposa está con nosotros, entonces tenemos que ver que es lo que tenemos que hacer con él o con ella, pensemos en eso, ocupémonos de eso, ocupémonos en la presencia, en el presente, porque el hermano está también presente. Si cuando nuestro hermano se haya ido lejos nos acordamos de lo que deberíamos haberle hecho, no tiene sentido. Si yo quería hacer algo en España y antes de venir me acordaba de ello y después de que me fui de España me sigo todavía acordando, pero en cambio no me he acordado mientras estaba en España, ¿para qué sirve todo eso?. Yo luego le diré a Tiziana o a Jesús que yo quería haber hecho esto en Barcelona, ellos se reirán para sus adentros, diciendo mira este hombre se olvidó de hacer lo que tenía que hacer cuando estaba en España y ¿de que sirve que nos lo diga ahora ?. Así es que nuestro estar ocupados, en este querer o no querer, hace que se nos escape el presente. Así que, en vez de vivir en este mundo de querer y no querer, vivamos en el mundo de lo que está presente y con la necesidad de interacción con lo que está presente. Así que hay tres dimensiones respecto al deseo que nos da Buddha. Lo primero que nos dice es distinguir entre la necesidad y el deseo, lo segundo es distinguir entre la falta de deseo y el no querer. El no querer algo no se puede decir que es falta de deseo, es también un deseo. La
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falta de deseo significa que no hay ni querer ni no querer, así es que esa filosofía de querer y no querer que vemos con los estudiantes espirituales que viven en el espejismo, no existe. Para ser espiritual no se niega vivir en esplendor y no querer ropa. Eso no es bueno ni para nosotros ni para los demás. ¿Porqué no debería uno querer tener ropa?. Eso es tan malo como querer tener ropa, querer tener ropa quiere decir llenar todos los armarios con ropa, ropa y más ropa y no querer es no querer ponerse nada y comprometer a la gente con nuestra presencia. Quiero que comprendáis eso del querer algo, es mi deseo, o quiero que lo comprendáis, comprended por favor que no querer es más peligroso que querer. La persona que entra en no querer algo ha entrado en un callejón sin salida de conciencia. Buddha dice que no ocupéis vuestra mente en querer algo o no querer algo. Ocupaos de hacer lo que necesitáis hacer en el presente inmediato. Para aquel que lo hace, la naturaleza le da lo que el necesita. El no tiene necesidad de quererlo. Las necesidades se colmarán, seguirán tras nosotros, cuando estamos ocupados en lo que tenemos que hacer ahora. Así es como lo dice el Buddha. He preferido dar la enseñanza primera del primer Buddha más que hablar del primer Buddha. Por la tarde, después de comer, os daré algunos detalles sobres Adi Buddha. Su nombres es RISHABA. Así que una vez presentada su doctrina os daré una introducción de Él por la tarde. Y a partir de mañana nos ocuparemos de sus enseñanzas. Adi Buddha era un rey iniciado, que gobernaba su reino con gran competencia. Se le llamaba RISHABA, que significa "el exaltado" o “el ser de alma elevada”. Rishaba significa también el toro de entre los hombres. Todos sabemos que el toro muge y que en cada uno de nosotros hay un toro, que es el responsable de la exteriorización de la palabra. A la palabra en sánscrito se le llama el toro. La palabra se exterioriza mediante la pulsación y la respiración. Al principio está la palabra, y la palabra se expresa a sí misma hacia afuera mediante la pulsación, mediante la respiración y mediante las cuerdas vocales como sonido. Así que el sonido tal como lo escuchamos es el sonido exteriorizado. Antes de que le sonido se exteriorice en las cuerdas vocales, existe el sonido como la voz del silencio y antes de que exista como la voz del silencio existe en nosotros como pulsación, antes de que exista en nosotros como pulsación, existe como existencia misma. Así que la palabra tiene cuatro estados: como su existencia, como su impulso que surge como pulsación y como ese impulso que se expande en un pensamiento y, también, como ese pensamiento que se exterioriza a través de las cuerdas vocales como palabra hablada. Así es que hay un descenso gradual de la palabra en forma de palabra hablada. Nosotros lo que vemos es el cuarto estado materializado y no podemos ver los estados anteriores a menos que tengamos una conciencia superior o elevada. Entonces la palabra como existencia, la palabra como impulso y pulsación, la palabra como pensamiento y la palabra como palabra hablada. Entonces, existen estos cuatro pasos y, dado que nosotros nos encontramos en la conciencia física, sólo conocemos el cuarto paso y no vemos los otros tres que son invisibles, que existen como triángulo; mientras que su manifestación es el cuadrado, que es la palabra hablada con la que estamos familiarizados. Todos sabemos que la palabra existe antes de que nos sea conocida, la palabra se va exteriorizando a cada paso. Al principio es existencia, luego la primera expresión es como impulso y la segunda expresión es como pensamiento y respiración, la tercera es el surgir del sonido a partir del silencio. Antes de que la palabra se exprese como un sonido vocal, permanece con nosotros como la canción de la respiración. A esa canción se le llama Sama Veda, dado que la palabra existe con la respiración, tal y como decimos la palabra existe con la respiración, porque la palabra sale hacia afuera junto con la expiración y la expiración se basa en la inspiración, es decir exhalación e inhalación. Sólo cuando exhalamos podemos hablar, no podemos hablar mientras inhalamos. Así es que la base de la palabra es la exhalación. Podéis intentar haber si podéis hablar mientras inhaláis; si podéis decir toda una frase mientras inhaláis, me haré estudiante vuestro. Así que la palabra es posible sólo cuando estamos expirando. Y la exhalación es posible sólo porque ha habido una inhalación previa. Sin inhalar no podemos exhalar. Así es que la base de la palabra es la inhalación y la exhalación. Por eso las Escrituras Sagradas dicen : “Antes de que la palabra salga hacia afuera, existe en la canción de la respiración”. Esta canción de la respiración es lo que se llama Sama Veda. Sama Veda significa "la canción de la vida". Y a través del Sama Veda la palabra se expresa, así es que a la expresión se le llama Rig Veda. Rig es como el vibrar de la voz, es lo que llamamos el mujido del toro. En latín la "r" se pronuncia "rrrrr",
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así que esa "r" de Rig Veda es diferente de Rig Veda que es un sonido que hacemos con la lengua contra el paladar. Ese sonido en el paladar es diferente si es articulado en el cuello mismo y se llama "la vibración del toro", entonces "la vibración del toro" se expresa mediante la respiración. Así es que a través del Sama Veda es como se expresa el Rig Veda. Por consiguiente hay gente que dice que el Sama Veda precede al Rig Veda. Es decir que la canción de la vida precede a la palabra. Sin embargo nosotros sabemos por los libros que la palabra está ya presente desde el principio y no así la canción, es decir al principio existe la palabra y toma el principio vital y se expresa. Pero si lo vemos desde abajo hacia arriba la expresión más exterior es Rig Veda, que está precedida por la canción de la respiración que es el Sama Veda. Pero para que haya respiración tiene que haber antes pulsación y para que la pulsación se produzca tiene que haber antes algo que cause o produzca el impulso. Así que la palabra como existencia pura, es la que causa o produce el impulso. Y una vez que produce el impulso se impregna o permea a través de la palabra. Eso significa una vez más que el Rig Veda precede al Sama Veda, es decir que la palabra precede a la canción de la vida. Así que de la palabra viene la canción de la vida y de la canción de la vida vuelve a surgir de nuevo la palabra, así que es una tras otra, sucediendo una a la otra, la existencia lo impregna todo. Así que cada uno de nosotros es la palabra y es su impulso lo que produce el impulso en nosotros y el impulso es lo que se traduce a sí mismo en forma de pensamiento y palabra hablada. Así es que si ascendemos, la palabra es la fuente de origen de la pulsación, del pensamiento y de la palabra hablada. De este modo tenemos un triángulo formado, en su vértice, por la palabra y en otro de los ángulos por la pulsación y en el otro ángulo por la palabra hablada. Palabra
Pulsación
Palabra hablada
Así que la palabra a través de la pulsación toma la forma de palabra hablada y, para expresarlo o para ponerlo de una manera cuádruple, podemos decir que la palabra se manifiesta como pulsación y debido a esa pulsación toma la forma de pensamiento y teniendo la pulsación y el pensamiento como base surge la palabra hablada. Así es que es la palabra que se expresa como palabra hablada a través de la pulsación y el pensamiento. Entonces cuando decimos Rishaba nos referimos a la palabra original. En nosotros también nuestra existencia es la existencia de la palabra, luego la pulsación y el pensamiento son los dos canales del funcionamiento de la palabra. La pulsación produce la respiración y elabora la fuerza vital y el pensamiento produce la palabra y la acción. Así que se dice que el que conoce el sonido lo conoce todo. El sonido en esta caso significa "nada" en sánscrito o "la palabra". El que conoce el sonido lo conoce todo. Así es como se describe "el sonido", o "nada" o "la palabra". Rishaba el Adi Buddha es el que llegó a dominar la palabra en Él y dominó tanto la palabra que nada más que pronunciaba la potencia de ese sonido, producía la manifestación del producto. Imaginaros que dijera vaca, pues se manifestaba una vaca allí y si decía árbol, se manifestaba el árbol al que Él se refiriera, un mango o un manzano. Tal era el poder de la palabra que Él tenía como rey iniciado que era. Adi Buddha pertenece a la primera generación de seres humanos formados físicamente. Todos nosotros como estudiantes del esoterismo sabemos que el ser humano es el producto del hombre de los cielos, del hombre divino, y no el producto de un animal o de los animales. El ser humano no proviene de los animales, sino que es el hombre de los cielos el que se convierte en hombre. Es decir que un hombre con cuerpo de luz tomó un cuerpo de materia, aunque el cuerpo de luz es un cuerpo de materia también, pero de una materia sutil. Así es que el hombre que tenía un cuerpo de luz tomó un cuerpo físico denso y pasaron muchos millones de años hasta que el hombre con cuerpo de luz pudiera llegar al estado de el
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hombre con abrigo de piel por así decir, es decir la piel como abrigo, como cobertura. Como hombre y mujer vivíamos en cuerpos de luz y antes de ese estado el hombre vivía como hombre y mujer, al mismo tiempo, en un cuerpo de luz y antes de ese estado, el hombre tenía forma de huevo y podía tomar a voluntad la forma que quisiera. Así es que tenía una forma de luz con su flexibilidad, entonces tomo variedades de formas de luz y, al final, se estableció con la forma física densa que conocemos ahora. El hombre, el ser humano, no ha tenido siempre la forma que tenemos hoy en día, debido a que nosotros tenemos esta forma, creemos que los hombres antiguos tenían también esta misma forma, pero antes había hombres que tenían una altura mucho más grande que la nuestra. Había seres humanos que tenían una altura de 27 o 29 pies, se les llamaba Yetis. Hoy en día no nos lo podemos imaginar, actualmente sólo nos podemos imaginar personas entre 5 y 7 pies, sin embargo entes había personas que tenían la altura de 28 pies, algo así como 6 metros o más. Había seres humanos con tres ojos, en lugar de dos como tenemos hoy día. Y, poco a poco, ese ojo se cerró. Había también un modelo, o tipo de ser humano, que tenía tres ojos y cuatro manos. Así es que en aquel tiempo tener cuatro manos era una facilidad. Tenían cuatro brazos y tres piernas. Así es que había seres humanos que tenían tres ojos, cuatro brazos; tres ojos, dos brazos; dos ojos y dos brazos como conocemos hoy día y, también, habían hombres que tenían cabeza humana y cuerpo de animal, así como también cabeza de animal y cuerpo de ser humano. Se experimentaron muchas variedades. Entonces, cuando el ser humano, estaba en la forma de luz no tenía huesos, sólo cuando se producen los huesos la estructura se cristaliza. Si no hay estructura ósea la forma es muy elástica, adaptable y voluble. De esta manera se podía convertir en cualquier cosa a voluntad. Así es como la Doctrina Secreta nos dice que se hicieron muchos experimentos o diversas formas hasta llegar a la forma actual que tenemos, y la investigación y los experimentos continúan y hay continuamente un cambio del modelo, igual que los modelos de coche cambian de vez en cuando. Se produce un mejor modelo para que sea más eficiente. Así hoy sabemos que se está formando un nuevo modelo de "pituitaria", lo que expresó o dijo por primera vez el Maestro C.V.V. "para que la forma humana se adapte a la era de Acuario, el modelo está siendo sometido a un cambio". Así es que los seres humanos como los conocemos, antes tenían muchos modelos y mucho potencial, mucho más potencial del que tenemos hoy en día. Había un tiempo en el que el hombre podía hablar el silencio, hoy lo decimos a modo de invocación, "que hablemos el silencio". Pero ¿cómo podemos hablar el silencio?. Si ascendemos a las existencias más sutiles de la palabra podemos hablar mediante el silencio y no necesitamos la palabra hablada. Las razas primitivas o anteriores, que tenían muchas más potencialidades que la actual raza humana, se comunicaban a través del silencio y la raza que siguió a esa raza primera, empezó a usar los sonidos semilla y, la raza siguiente, comenzó a utilizar sonidos compuestos y al llegar al cuarto estadio el tipo de palabra hablada que conocemos hoy día empezó a existir. Tal y como estamos hablando hoy se trata más de una desintegración de la palabra que de otra cosa. Es decir que no contiene tanta intención, tanto contenido, ni tanta potencia como antes. Estas tres cualidades se pierden al llegar a este tipo de hablar que tenemos ahora. La mayor parte de lo que hablamos no contiene la intención. Hablamos unicamente por hablar y el porcentaje de intención es mucho menor. También hay palabras que se dicen sin contenido, es decir que al cabo de dos horas de hablar no se comprende nada, no hay contenido y muy poca intención y, como no hay intención ni contenido, se pierde la potencia de la palabra. La diferencia entre un iniciado avanzado y un ser humano, es que el iniciado utiliza la palabra que contiene el significado y la potencia y por tanto cuando Él habla tiene un poder magnético. Hoy día cuando nosotros hablamos para comunicar nuestra intención hacemos círculos y vueltas y utilizamos muchas palabras que se podrían evitar con el objeto de comunicar el significado. Así es que la capacidad de utilizar la palabra que es nuestra propia existencia se distorsionó y debilitó, por eso hoy día si hablamos no sucede nada. Por eso se nos dice muchas veces, ”No hables, actúa”. Es mejor actuar que hablar. Antes hablar significaba actuar y actuar significaba hablar, tal era la potencia de manifestación de la palabra a través del ser humano. Ese era el tiempo en el que vivió Rishaba, tal era la conciencia que Él tenía. Así es que durante su tiempo no sólo Él sino todos los ciudadanos de su reino, todo lo que pronunciaban se manifestaba. Significa que todos ellos eran magos del sonido, tenían potencial con la palabra. Era una situación demasiado fuerte y, durante los ciclos del tiempo de involución, tuvo lugar una desintegración entre la intención y la palabra hablada. Así que perdimos el alineamiento. Hoy en día buscamos el
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alineamiento tratando de poner precisión y exactitud en nuestra palabra, así que cuanto más precisión y exactitud pongamos en nuestra palabra hablada, más intención se expresará a través de esa palabra hablada para que todo lo que se diga suceda. Si un iniciado decía algo eso sucedía, si nosotros lo decimos puede que no se produzca. Eso se debe a la diferencia de potencia de la palabra. Así es que a medida que el ser humano empezó a descender hacia el cuerpo físico perdió la mayor parte de su potencialidad divina, entonces hoy día entre lo que la mente piensa y lo que hacemos y lo que decimos hay un vacío y hay también un vacío entre lo que decimos y lo que hacemos. Así es como han tenido lugar estos cortes o vacíos en nuestra conciencia. Así es que cuando Él tenía que hacer este tipo de trabajo consigo mismo y con sus ciudadanos se llegó a pensar que los seres humanos podrían hacer tanto como el Creador, porque con pronunciar podían crear. Ya sabemos por las leyendas como los Lemures y los Atlantes podían manifestar cosas mediante el sonido y también sabemos por la historia de la vida de iniciados cómo lo que pronunciaban se manifestaba. Si decían "que haya vista" volvía la vista al ciego; esto lo sabemos en la vida de Jesús. Si Jesús le decía a un paralítico o cojo levántate y anda el paralítico se levantaba y andaba y esto lo vemos en la vida de todos los iniciados. La clave está en la capacidad de tener la potencialidad de la palabra. Esa era la situación en la que se encontraban los ciudadanos del reino de Rishaba y poco a poco, en el proceso de involución, esta potencialidad se perdió. Entonces Rishaba entrenó a sus ciudadanos a utilizar la palabra para adquirir lo que se puede adquirir mediante la pronunciación o la emisión de la palabra, como por ejemplo: si no hubiera aquí un rotulador para escribir, en aquellos días bastaría con pensar en un rotulador y el rotulador aparecería. Ahora se produce una situación en la que uno sabe que necesita un rotulador, piensa en el rotulador pero el rotulador no se manifiesta, ¿cómo producir entonces ese rotulador?, luego nos vendrá la idea de cómo hacerlo aparecer. Entonces trabajamos para obtener ese rotulador, y lo obtenemos, así que tenemos un rotulador pero dejando pasar un intervalo de tiempo más largo. Así que aún seguimos siendo creadores de ese modo, pero de una cualidad inferior. En aquel tiempo la voluntad se manifestaba; ahora queremos algo y ejercitamos la voluntad hasta el momento que conseguimos lo que queremos. Antes la voluntad y el producto eran simultáneos, ahora queremos algo y trabajamos para que ese producto se manifieste. Así es como las primeras razas físicas de la humanidad que eran las descendientes del Reino Divino y no ascendientes del reino animal, como nos dice la ciencia, sabían cómo trabajar con la naturaleza una vez que adquirieron los sentidos, lo que expliqué esta mañana. Así que a través de los sentidos y del cuerpo empezaron a extraer los necesarios productos de la objetividad y llevaban una vida de plenitud, regocijándose en el alma y experimentando la objetividad. Así es como este rey formó un modo de vida para los ciudadanos. Este es el Rey que llamamos Rishaba . Rishaba funciona a dos niveles: funciona a nivel de emisión y de manifestación simultánea y también le enseña a la humanidad cómo transformar una emisión en realidad. Así que Él se comportaba bien y sus súbditos vivían felizmente en ese reino. Entonces tuvo hijos que fueron creciendo en edad y capacidad. Él les entregó su reino y les dijo: ”el propósito de mi vida se ha cumplido, ahora voy a dejar el cuerpo”. Entonces no había lugar para que hubieran asilos. En aquellos días la gente cuando completaba el propósito de su vida se iban caminando a un lugar remoto y dejaban su cuerpo. Hoy día la mayoría de nosotros no podemos ni completar el propósito de nuestra vida, porque en la mayoría de los casos no se conoce ni el propósito mismo e incluso cuando no podemos hacer nada en la sociedad, seguimos merodeando, dando vueltas exigiendo el servicio de los demás, esto se debe a que no sabemos cómo dejar el cuerpo cuando ya no tenemos ningún propósito en esta vida. En los días de antiguo eran capaces de dejar su cuerpo cuando terminaban su trabajo. Así es que Rishaba se propuso partir. Entonces sus hijos le dijeron: “En verdad Tú eres la manifestación del Señor y Tu conoces la verdad, eres la corporización de la verdad y de su detalle, enséñanos por favor cómo vivir, para que nosotros sigamos viviendo según las instrucciones provenientes de Tí. No nos dejes sin darnos la doctrina de la vida”. El rey se complació y como consecuencia dio esta enseñanza que se llama Rishaba Gita. Tenemos Bhagavad Gita. Gita es la canción. Una canción provino de Krishna el Señor. A Krishna se le considera como el Señor en carne y hueso y por eso se le llama también el Bhagavan que significa el Señor en la Creación, el Ser que ha nacido de sí mismo y que no ha
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nacido del vientre de la madre. Ese es el concepto original de la "inmaculada concepción" que es diferente de la doctrina cristiana. Hay una técnica para formar el cuerpo a través de los átomos de la atmósfera. A tal ser que pueda hacer esto se le llama Bhagavan. Así que Él dio sus enseñanzas a Arjuna y eso es lo que nosotros llamamos el Gita, la canción del Bhagavan y por razones gramaticales Bhagavan Gita se transforma en Bhagavad Gita. Y del mismo modo está también el Rishaba Gita, es decir las enseñanzas de Rishaba, que es la enseñanza budista más antigua que se conoce. Y más tarde todos sus seguidores comenzaron a llamarle el Buddha; después vinieron los otros Buddhas que siguieron el mismo sendero de luz y como hubo muchos Buddhas que siguieron, al Buddha original se le llamó el Buddha primero, eso es lo que significa Adi Buddha. Significa el primero en el planeta de todos los Buddhas. Su enseñanza entonces comienza con no tener deseo, lo que ya explicamos elaboradamente esta mañana. Cómo vivir sin deseos. Eso nos hace vivir en liberación. Si empezamos a desear somos atrapados por el cocodrilo de la objetividad y dejamos de ser una persona libre. Cuando somos atrapados por los objetos de los sentidos, somos como aquel que está atado por sus cinco partes; cuando estamos atados por los cinco sentidos se dice que estamos atados por las cinco partes porque el ser humanos es una estrella de cinco puntas. Un punto es la cabeza, los otros dos puntos son los dos brazos y los otros dos puntos son las piernas. Así es como se entiende la estrella de cinco puntas. Así es que si estamos atados por cuerdas en cada uno de esos cinco puntos, y somos llevados en cinco direcciones diferentes por los objetos de los sentidos, se produce una situación horrible. Imaginaos una persona que es tirada en cinco direcciones por cinco caballos, lo que se puede ver en las películas del oeste. En las películas del oeste se suele ver cómo atan a un hombre con cinco cuerdas a cinco caballos diferentes y tiran en cinco direcciones. Espero que hayáis visto algunas películas del oeste, puede que como sois estudiantes espirituales no las hayáis visto, pero yo no soy tan espiritual y de vez en cuando las veo. Tenemos que ver el espíritu en todas las acciones. La espiritualidad no consiste en ver el espíritu sólo en lugares pequeñitos. El verdadero espiritualista ve el espíritu en cuatro dimensiones. El verdadero espiritualista ve al espíritu en todas las cosas. No consiste en verlo en unas formas sí y en otras no. Es como querer ver sólo en ciertas formas, como por ejemplo aquí en el altar, la forma del Señor. Pero el verdadero espiritualista ve el espíritu en todo, en toda forma incluyendo una hormiga o un mosquito o incluso en la esposa de cada uno. Es más fácil para un hombre trabajar con su Maestro que, a veces, con su propia esposa, eso significa que la mujer puede ser mucho más que el Maestro. Nuestra incapacidad para ver el espíritu en la forma es lo que nos incapacita para actuar bien con las formas. El verdadero espiritualista ve el espíritu en todas las formas incluyendo este rotulador. Porque en verdad no hay forma sin espíritu. Luego ve al espíritu en todos los nombres. Ver al Señor sólo en algunos nombres pero no en todos, produce los cultos y las religiones. Hoy día ¿cuáles son las religiones que tenemos?. Todas las religiones tienen su propia forma de Dios y su propio nombre para ese Dios. Pero la verdad es más elevada que la religión. La espiritualidad nos enseña a ver al Señor en todos los nombres, ver a Dios en todos los nombres y todas las formas; esa es la verdadera doctrina. La tercera dimensión es verlo en todos los lugares. Vemos a Dios en los templos, en las iglesias o en un altar. Entonces, ¿si no tuviéramos altar, no habría espíritu aquí?. Si yo dijera ahora vamos a hacer la clase en la otra sala donde no hubiera altar entonces tendríamos la sensación que en ese lugar no hay Maestros, ni su presencia. Como si los Maestros estuvieran presentes sólo si ponemos sus imágenes. Nosotros limitamos en nuestro pensamiento las capacidades del Maestro y así es como intentamos ver el espíritu en ciertos lugares y no en otros. Pero la dura realidad es que el espíritu existe hasta en el cuarto de baño. Podéis aceptarlo o no pero esa es la verdad. Es de locos creer que el espíritu existe en algunos Ashram y en ningún sitio más. Esa es una conciencia limitada, en la medida en que nosotros limitamos la consciencia la presencia de la consciencia se limita para nosotros. Así es que buscar lugares sagrados es otra ilusión y, luego, buscar momentos sagrados. El espíritu está presente en todo momento, está presente en todo lugar, está presente en todo nombre y está presente en toda forma y bienaventurado el estudiante que puede verlo o buscarlo en estas cuatro dimensiones. Si uno lo hace no puede escaparse a la
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presencia. Decidme alguna situación en la que ninguno se estos cuatro exista. No es posible que no haya forma porque aunque vayáis al bosque está la forma de los árboles y no es posible que no haya nombres porque aunque no tengamos formas, llevamos en nuestra mente los nombres. Los nombres existen en nosotros más que en las formas. En la creación existe una forma y su nombre, pero la inversión de los seres humanos es que se queda con el nombre sin quedarse con la forma. Uno no puede evitar los lugares, mientras que estemos en el planeta tendremos que estar en un lugar o en otro. Podemos escaparnos del planeta pero no podemos escaparnos al tiempo. Así es que no hay manera de escapar de estas cuatro dimensiones. De hecho, la presencia del espíritu nos llega hasta nosotros a través de estos cuatro agentes. Por eso es necesario que el estudiante espiritual experimente a Dios en estas cuatro dimensiones y se llene a sí mismo de la consciencia. Ese es el acercamiento a través de la síntesis. Así es que Él recibió ese acercamiento. A Rishaba, le pidieron que diera su enseñanza y Él dio el primer triángulo como falta de deseo, el no tener deseo, por un lado; por otro servir a los sabios y por otro ayudar a los débiles.
Falta de deseo
Servir a los demás
Ayudar a los débiles
No hay manera de ayudar a los sabios, uno no puede ayudar a un Maestro. Lo único que podemos es recibir ayuda de Él. La ayuda siempre va del más fuerte al más débil y el servicio es siempre del más débil hacia el más fuerte. Hemos de saber la intención de cada palabra. Muchas veces decimos “quiero ayudar al Maestro Djwal Khul” yo he oído frases de esas en mis giras, eso significa que quiere trabajar y servir al Maestro. Pero, sin embargo, dice “quiero ayudar al Maestro Djwal Khul”. Yo le dije directamente a esa persona tú no te encuentras en tal posición como para ayudar al Maestro D.K. Si te encuentras en una posición como para recibir su ayuda, eres bienaventurado, tienes suerte. Esto es falta de conocimiento respecto al uso de las palabras. Lo que yo expliqué como una caída en la palabra. Entonces lo que tenemos que hacer es vivir en el presente, haciendo lo que tenemos que hacer en el presente. En ese caso la naturaleza se ocupa de tener cuidado de nuestras necesidades. Esto es lo que se explicó como el estado de no tener deseos. Hacemos lo que tenemos que hacer y recibimos a través de la naturaleza lo que necesitamos conseguir o tener. Así que no necesitamos correr tras las cosas, sino correr tras las cosas que necesitamos hacer y entonces lo que necesitamos nos sigue, nos sigue como la sombra, cuando nosotros seguimos a la luz del hacer; cuando seguimos a la luz, la sombra nos sigue. Tenemos una oportunidad de llegar a la luz, mientras que nuestros hechos están siempre detrás de nosotros para alimentarnos. Pero si miramos atrás, a nuestras necesidades, la sombra se pone delante de nosotros, porque la luz está detrás de nosotros, entonces corremos tras la sombra y la sombra siempre corre delante de nosotros y nunca llegaremos a encontrarnos con nuestras necesidades. Así es como muchas personas corriendo tras las necesidades se murieron sin llegar a completar las horas de plenitud. Y mientras esas personas corrían y corrían buscándolas, las sombras se hacías más largas y más largas cada vez. Así que al llegar al atardecer de su vida la sombra es demasiado larga y, desanimados, se caen y mueren. Pero si nos damos la vuelta hacia la luz y corremos, nuestra sombra va detrás de nosotros. Tal es el caso de la persona que llega al estado
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de no tener deseos. Esto se explicó completamente por la mañana, no vamos ahora entrar en detalles. Ahora vamos a comprender algo respecto a esto de servir a los sabios, cómo servir a los sabios es una gran pregunta. Nosotros queremos servir a los Maestros porque estamos inspirados por sus vidas. Rishaba nos explica cómo hacerlo. Rishaba dice: "contemplemos el Maestro a quien queremos seguir y ha de ser una práctica diaria". Dice también “estudiemos las enseñanzas del Maestro" que es también una práctica diaria. Si queremos seguir a un Maestro tenemos que estudiar diariamente aunque sea una parte pequeñita de sus enseñanzas. El primer paso es contemplación en el Maestro, el segundo paso es estudiar regularmente sus enseñanzas y el tercer paso es actuar según esas enseñanzas. Es decir que lo que uno ha estudiado tiene que intentar ponerlo en sus acciones, así es como tenemos que servir al Maestro. Ese es el servicio que le podemos prestar al Maestro. El Maestro se siente complacido con el estudiante que sigue sus enseñanzas. Ningún discípulo pudo nunca seguir un Maestro sin seguir sus enseñanzas, eso no es posible. Si uno no hace lo que el Maestro nos dice que hagamos y nos creemos que somos sus seguidores, no lo estamos siguiendo, sino que sólo estamos siguiendo la sombra del Maestro que es nuestro propio espejismo. Entonces en la vida siempre estamos rodeados por personas débiles. Hay personas débiles de salud, o débiles financieramente, también personas débiles en emociones y de mente. Hemos de saber qué es la debilidad y qué es el mal. La mayoría de las debilidades las consideramos como mal. Suponed que alguien se ha hecho un esclavo del alcohol, eso ¿es un mal o una debilidad?. Es una debilidad. Suponed que alguien de ha convertido en esclavo del sexo, ¿es eso un mal o una debilidad?. Es una debilidad. Lo que llamamos el mal existe en una proporción muy pequeña. Lo que solemos ver con frecuencia es la debilidad de la gente que son mentalmente débiles, o emocionalmente débiles, físicamente débiles o financieramente débiles. Tenemos que asegurarnos de que esas personas son ayudadas y ahí es donde entra en juego el servicio. Este es el primer triángulo del que nos habla, y también nos advierte como cuarto punto que nos apartemos de cierta gente siempre que nos sea posible. No invitar a cierta categoría de personas. Si nos los encontramos podemos intentar ayudarlos pero no intentemos mezclarnos con ellos. Es decir que nos esta dando una clave para buscar nuestras asociaciones o amistades. Cuando nos asociamos cada vez más y más con personas de buena voluntad, adquirimos también la buena voluntad en nosotros. Si trabajamos con personas de voluntad débil, también adquirimos esas debilidades de los demás. Así es que en los pasos iniciales o de probación nos dice: "no busques la compañía o asociación de cierta categoría de personas". Eso va dirigido al probacionista, al aspirante. Una vez que uno se ha convertido en Maestro puede ya influenciar cualquier situación, pero hasta que no llega ese momento, hay necesidad de insularse, esa insulación o aislamiento consiste en mantener la compañía de personas de buena voluntad y no asociarse con personas que son esclavas del deseo, esclavas el sexo, esclavas del provecho propio y que son separatistas en su actitud. Estas son las cuatro categorías de personas que Rishaba recomienda que evitemos en los primeros pasos de nuestra práctica espiritual. Cuando estamos en asociación con personas que tiene excesivos deseos, los deseos que existen en nosotros como semillas germinan. Y del mismo modo la semilla relativa al sexo. Así también las semillas relativas al provecho personal. Si uno pasa mucho tiempo con gente de negocios, que sólo piensan en el provecho personal, llegaremos también a pensar en todo lo que hagamos: "qué es lo que puedo sacar de todo esto". Siempre que estamos con gente que sólo piensa es su provecho personal lo veremos todo siempre en términos de provecho personal. Si nos asociamos con personas que beben, nosotros también beberemos, si nos asociamos con personas que fuman, también fumaremos. La mejor manera de superar el fumar es asociarse con personas que no fuman y poco a poco dejaremos de fumar. Según con quien nos asociemos, así estaremos en los pasos iniciales. Hay un dicho : ”Dime con quien andas y te diré quién eres”. Y hay otro dicho : “Dime lo que lees y te diré qué pensamientos tienes”. Hay libros que van desde la Doctrina Secreta hasta Alberto Morabia, ¿lo conocéis?. Así es que en todo este prisma, podemos encontrar todos estos libros. En todo este espectro podemos ver todo este tipo de libros, según como seamos nosotros así escogeremos el tipo de libro. Suponed que queremos cambiar nuestro énfasis para mejor, entonces buscamos un libro que tiene mucha más consciencia. La Doctrina Secreta no es un papel impreso, es un ser por sí mismo. Hay libros que son libros vivientes y viven a través de los
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ciclos del tiempo, no mueren con el paso del tiempo. Si escogemos esas Escrituras Sagradas y las leemos, también nosotros sobreviviremos a los ciclos del tiempo y viviremos a través de esos ciclos. Así que según la asociación seremos moldeados o manipulados en el buen sentido. Rishaba nos dice, asociémonos con lo que es divino y también nos haremos divinos. Si nos asociamos con lo diabólico también nos volveremos diabólicos. Así es que busquemos nuestra asociación todos los días. Busquemos nuestras compañías todos los días, creo que con estas enseñanzas por hoy terminaremos. El nos habla de la falta de deseos, de no tener deseos, como primera instrucción; de servir a los sabios como segunda instrucción y de ayudar a los débiles como tercera instrucción, y de desarrollar asociaciones o amistades de relaciones de buena voluntad como cuarta instrucción. Así es como Adi Buddha comenzó a enseñar a sus hijos. Para el rey los hijos quiere decir todos los ciudadanos, porque no se trata de transmitírselo sólo a sus hijos biológicos, igual que nosotros pasamos nuestras propiedades a nuestros hijos y no a otros. Así es como trabajan los hombres mortales. Sin embargo el que se convierte en inmortal transmite lo que tiene a todo el mundo sin distinción de lo nuestro y lo de los otros y no tiene la sensación de que esto o lo otro tiene que ser dado a mi familia o a los otros. Así es como el rey Rishaba compartía la sabiduría en el palacio real con los súbditos de su reino. Continuaremos con sus enseñanzas durante los próximos tres días. Estas enseñanzas son válidas al cien por cien, incluso hoy día. Han pasado ya millones de años desde que esta enseñanza se produjo. Así es que la escucharemos y después haber si la podemos seguir. Sigamos con nuestra comprensión de las enseñanzas de Adi Buddha. Mientras que trabajamos con el triángulo de la falta de deseos, servir a los sabios y ayudar a los débiles, Adi Buddha nos sugiere que no nos asociemos con personas que están condicionadas por los deseos, por el sexo, por el motivo de provecho personal y con las personas que están condicionados por la separatividad, que ven muy tangiblemente que hay lo nuestro y lo de los demás. Al decir que no nos debemos asociar con ellos, no se está diciendo que los tenemos que rechazar, porque normalmente cuando decimos no debes juntarte con esa persona, tenemos la impresión que tenemos que rechazarla, pero el rechazo es otro tipo de ilusión. Cuando empezamos a rechazar a alguien o algo caemos en otro tipo de ilusión y volvemos a entrar de nuevo en un vacío. Adi Buddha no nos dice que rechacemos a la gente que vive teniendo deseos o que vive con la idea del sexo o que vive pensando en el provecho personal o que son separatistas. Lo que quiere decir es que no busquemos su compañía, que no trabajemos con ellos es decir intentando tener su compañía, buscándolos... Cuando ellos están cerca de nosotros hemos de ser pasivos. Suponed que una persona condicionada por el sexo está cerca de vosotros, no lo rechacéis pero tampoco lo aceptéis, lo que hay que mantener es la neutralidad. Procuramos asociarnos con gente de buena voluntad, pero no rechazamos la otra categoría de personas ni tampoco los buscamos. Este equilibrio es muy importante a la hora de entender cualquier enseñanza. Normalmente cuando se nos dice algo solemos entenderlo en su manera extrema. La sugerencia de Adi Buddha es pues de no asociarse con personas que viven en el deseo, en el sexo, en el provecho personal y en el separatismo. Si buscamos ese tipo de compañía ese mismo tipo de semillas germinarán en nosotros. Pero eso no significa, y os ruego que toméis nota, que tengáis que rechazarlos, apartarlos u odiarlos. A menudo una persona que entra en el camino de las prácticas espirituales, lleva a cabo muchos rechazos y divide toda la sociedad y la actividad en dos partes: buena y mala. Pero eso es una división propia de él. El conocimiento completo nos dice de ver el espíritu en todas las cosas. Si uno hace esa división estará también dividido. Esa es la ley de la naturaleza y así es como la persona entra en conflicto. Cuando lo dividimos todo en bueno y malo, nos hemos dividido a nosotros mismos. Cuando rechazamos una parte, estamos también rechazando esa misma parte en nosotros. Si hemos excluido a alguien del grupo, también seremos excluidos hasta ese punto. Si incluimos somos incluidos. Si excluimos somos excluidos. Así es que esta idea de no asociarse con un tipo de personas no significa que los tengamos que rechazar, no significa que tengamos que tener aversión por ellos y no significa que tengamos que sentir odio por ellos. Hay muchas personas así, llamadas espirituales, que sienten rechazo y odio por ciertas cosas. Pues hasta el punto que sigan haciendo esto, no son espirituales. Suponed que alguien es de tipo muy sexual, cuál debe ser nuestra actitud hacia a esa persona, cuál es la actitud de un iniciado hacia esa
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persona. Hay una diferencia entre las dos posiciones. La persona normal ve la esclavitud del sexo en la otra persona. Pero el iniciado ve el alma más allá del condicionamiento del sexo que padece esa persona. El iniciado entonces acepta el alma y rechaza el aspecto de conducta de la forma. Eso es lo que nos demostró el iniciado Jesús, cuando aceptó a María Magdalena siempre y cuando que la sociedad la rechazaba. Esa es una lección para nosotros. Nosotros no tenemos que adorar eso en Jesús sino traer esa cualidad a nuestra vida. Así es que no existe cosa parecida al rechazo del alma, porque si rechazamos estamos rechazando al alma también. Seamos pasivos ante las cualidades de una forma y permanezcamos en asociación con el alma, eso nos llegará después, pero al principio, busquemos asociaciones o compañías que nos hagan ser cada vez más conscientes del alma. Pero si buscamos compañías en las que la conciencia del alma no está activa, entonces estamos reduciendo la vibración relativa a nuestra conciencia. Por eso cuando entramos en la vida social o económica, nos reducimos o quedamos mitigados. ¿Porqué nos reducimos de conciencia cuando estamos trabajando y por qué nuestra conciencia se expande cuando estamos en una vida de grupo?. En la convivencia de grupo pensamos en la conciencia y contemplamos la luz, hablamos de la luz y hacemos intentos por ver la luz en los demás, así es que lo que sucede en una convivencia espiritual de grupo, es la asociación con la luz. Por eso nos resulta interesante, pero luego cuando entramos en nuestras vidas individuales, no nos resulta tan interesante porque no vemos el funcionamiento de la conciencia de alma. Sin embargo también existe en esa actividad vital, existe tanto en la vida normal como en la vida de grupo. La diferencia es que no la vemos en la vida normal y sin embargo la vemos más en la vida de grupo. Así es que es una cuestión de nuestra capacidad de ver mejor. Ella siempre existe, como dije en toda forma, en todo nombre, en todo lugar y en todo momento. Así que es cuestión de orientarse uno mismo para ver el espíritu en todo lo que existe. Hasta ese momento, hasta que no la veamos en todas las actividades de la vida, durante el período de probación, uno ha de intentar asociarse con personas de buena voluntad. Y cuando la buena voluntad está bien establecida en el ser de uno, uno puede seguir experimentando la buena voluntad en todo lo que haga en la vida, porque ahora ya está estable con esa buena voluntad. Así que esta es una instrucción que ha de entenderse en su sentido apropiado. Luego también se dice que tenemos que servir a los sabios, lo que se ha explicado también de manera triangular, cómo contemplar en ellos o pensar o estudiar las enseñanzas y ponerlas en acción en la vida diaria, entonces Adi Buddha nos da otra clave, ¿cómo saber si una persona es sabia o no?. Es una gran pregunta. Preguntarse si estamos siguiendo al tipo adecuado de persona o al tipo equivocado de persona. Es una pregunta que le viene a la mente a toda persona que intenta seguir. Así es que Él da ciertas claves sobre los iniciados, los sabios y sobre aquellos que demuestran ciertas cualidades en la vida. Aquel que demuestra tener buenas cualidades en la vida es considerado iniciado y uno lo puede seguir. Si esas cualidades no están presentes, Adi Buddha dice que no sigamos a tales personas. Ahora voy a enumerar las cualidades de un Maestro al cual uno puede seguir con toda seguridad: La primera cualidad es que demuestra la sabiduría en la vida diaria, su vida es su mensaje. Lo que esa persona hace da un adecuado entendimiento de la sabiduría. Así que no se trata sólo de hablar sino que es la acción la que habla la sabiduría. Hay muchas personas que pueden dar discursos floridos y usar una gran poesía en su vocabulario y pueden ser personas que inspiren mucho mediante lo que dicen, pero si miramos hacia su vida personal está en ruinas. Esto significa que lo que habla no es válido en su vida diaria. Una persona que habla del sistema familiar y su propia familia esta en ruinas, no puede ser un Maestro del sistema familiar; no está claro esto. Una persona que habla de parejas ideales y está divorciado, esa persona no puede ser un buen ejemplo demostrativo, y una persona que habla del dinero y de su valor en la vida y en su propia vida hay un abuso del dinero, es decir que utiliza el dinero ajeno, o un Maestro que habla de la importancia del sexo y él mismo es un esclavo del sexo. Así que está muy claro, viendo la vida de la persona, si es un Maestro o no. La enseñanza no consiste en reproducir cosas de los libros. La demostración de la sabiduría en la vida es la enseñanza completa. Así que Él demuestra la sabiduría y, como segundo punto, no habla de la sabiduría a menos que le pregunten, permanece en silencio y no tiene ansiedad por hablar de la sabiduría. Sólo cuando se le pregunte hablará y, además, cuando se le pregunte sólo dirá lo que le hace falta al que ha preguntado. Hay personas que hablan más
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de lo que se les pregunta. Es decir que se hace una pregunta pidiendo un poquito de sabiduría y el "maestro" expone toda la sabiduría que sabe para demostrar que la sabe. El Maestro es aquel que habla de la sabiduría, que dice la sabiduría que necesita el estudiante. No dice todo lo que sabe. El Maestro dice lo que el estudiante necesita y no dice todo lo que sabe, porque todo lo que Él sabe no es importante para el estudiante. Lo que es importante que sepa el estudiante eso es relevante. Así que Él dice lo que el estudiante necesita, sólo cuando se lo pregunta y cualquier cosa que dice lo demuestra con su vida. Es un buen ejemplo demostrativo en su vida profesional, social y familiar. Luego otra cualidad, la cuarta: es amigo de todos. Tiene una actitud amistosa hacia todos, sin tener en cuenta qué actitud puedan tener los demás hacia Él. Sólo porque uno sea amistoso, los demás no tienen por qué sentir amistad hacia nosotros. Si los otros demuestran su amistad o no hacia nosotros es cosa suya, aunque la otra persona sea amiga nuestra o no, nosotros hemos de ser amigos de ellos. Esa es la cualidad del iniciado. Normalmente solemos ser amigos con los que son amigos nuestros y no somos amigos de los que no se muestran como amigos nuestros. A veces creemos que la otra persona siente enemistad por nosotros y nos enemistamos con ella, pero puede que la otra persona no esté enemistada con nosotros, pero nosotros pensamos que está enemistada. Así que tomando como base esa sensación nuestra empezamos a enemistarnos con la otra persona, sin embargo los iniciados no hacen eso. Sin tener en cuenta las impresiones de los demás, el iniciado es amigable. En este contexto se narran muchas historias de los iniciados, pero como conocéis mucho mejor la historia de la vida de un determinado iniciado, os pondré el ejemplo de Jesús en contraposición con Judas. A Judas al final no le gustaba Jesús, era un discípulo suyo pero no le gustaba su Maestro. Veis, es una situación peculiar. Estaba dentro del grupo pero no le gustaba el Maestro. Si vosotros o yo estuviéramos en el lugar de Jesús ya sabríamos lo que quiere decir. Estaba planeando matar a Jesús y Jesús lo sabia, pero sin embargo ¿que actitud adoptó Jesús hacia Judas?. Estas son las cosas con las que tenemos que quedarnos en la vida si de verdad queremos seguir el sendero espiritual. Cuando alguien está intentando trabajar contra nosotros y nosotros estamos dispuestos a aceptarle. Esas son las cualidades que describe Adi Buddha. Todo iniciado las demuestra, los que no las demuestran no son profesores ni maestros. Así que Él es amigo de todos y no se siente afectado por la actitud que los demás puedan tener respecto a Él. Daos cuenta de lo claramente que demuestra que lo sabe y, sin embargo, lo acepta. La ecuanimidad es otra cualidad, la número cinco. La ecuanimidad consiste en estar equidistante de todas las personas y de todas las situaciones, es decir permanecer inalterado por personas, situaciones o lugares y de nuevo podemos tomar el ejemplo de la historia de la vida de Jesús. Jesús sabiendo que iba a ser sacrificado y sabiendo también que uno de su propio grupo iba a ser la causa de ello, permaneció ecuánime en su ser, equilibrado. Permanecer equilibrado en la crisis es la cualidad del iniciado. Donde hay crisis o confusión la presencia del iniciado nos da paz y equilibrio. Él no esta confundido, Él no contribuye a la falta de paz. Así es como Jesús demostró tener ecuanimidad hacia todo el mundo. El Bhagavad Gita dice: “Si podemos sentir la presencia de los divino en cualquier situación, somos personas con ecuanimidad." El iniciado es el que ve las cosas así. Hay una estrofa en el Bhagavad Gita que dice: “Toda persona que tiene ecuanimidad, ve la presencia de lo divino en el iniciado, en el elefante, en la vaca, en el perro y en la persona que se come la carne del perro". ¿Es eso posible?. Pues si, ellos demostraron que eso es posible. La presencia está allí en la persona que se come la carne del perro, porque sino cómo se la podría comer. ¿Qué es lo que funciona a través de esa persona?.....es la presencia. Cómo es utilizada la presencia es otra cosa, sin embargo la presencia está presente. En presencia de la luz, podemos hablar de la sabiduría, pero también podemos pelearnos entre nosotros o jugar a las cartas o abusar del juego. ¿Así es que las diversas actividades que realizamos en presencia de la luz, pertenecen a la luz o nos pertenece a nosotros?. La luz nos ha dado su presencia pero según las cualidades que tengamos, así nos comportamos. Daos cuenta de todas las cosas que suceden bajo la luz del sol. El sol no es responsable por toda la actividad que se lleva a cabo. Cuando hace sol hay gente que va a la playa para ver la belleza de la naturaleza y otros van a la playa para enseñar la belleza de sus cuerpos. ¿Pero acaso podemos decir que porque la luz esté presente, porque hace sol, ella es responsable de que uno muestre su cuerpo?. Si una persona muestra su cuerpo depende de esa persona no depende del sol. El comer carne de perro es cosa
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de la cualidad de esa persona y no pertenece a la presencia que está en esa persona. La electricidad está presente y por consiguiente lo que nosotros estamos hablando se amplifica, pero la electricidad en si no está amplificando el sonido. El sonido está siendo amplificado por el instrumento pero no por la electricidad misma. Sin embargo sin la electricidad el instrumento no puede amplificar el sonido. Esa misma electricidad cuando está presente en una cámara de vídeo graba la imágenes. Así que es el instrumento el responsable de grabar las imágenes y no la electricidad. Si fuera la electricidad la que grabara las imágenes entonces la electricidad que funciona a través de este micrófono también tendría que grabar imágenes ¿no?. La electricidad funciona también a través de una luz del flash. Hace una iluminación mayor. Así que el flash o el foco pertenece al equipo de ese flash y no a la electricidad como tal. Si alguien pone su dedo meñique en el enchufe recibe el shock de su vida, entonces ¿quién es responsable, la electricidad o vosotros que habéis puesto el dedo?. Así que el enchufe está la presencia de la electricidad y la presencia de la electricidad está también en el flash, en la cámara de vídeo y en el sistema de amplificación. La variedad de funcionamiento de los equipos, está en relación con el equipo y no con la electricidad. Ahora podéis ver la presencia, la presencia divina que es también como la electricidad. En el iniciado actúa como demostración de la sabiduría, en la vaca demuestra las cualidades de la vaca; el elefante demuestra sus cualidades en presencia de la presencia divina. Si no hay presencia en la vaca, la vaca no puede dar la leche, sin embargo no es la presencia la que da la leche. Si no hubiera presencia en el perro, el perro no podría mover su cola, sin embargo la cola la mueve el perro y no la presencia. De la misma manera el que una persona coma carne de perro, pertenece a la cualidad de esa persona, pero no puede hacer esa actividad, de comer carne de perro, a menos que la presencia esté presente en él. La ecuanimidad consiste en ver la presencia como el trasfondo de toda la actividad. La actividad pertenece a la cualidades y las cualidades pertenecen a la forma. El elefante tiene sus cualidades, la vaca tiene sus cualidades, el perro tiene las suyas, pero en todos ellos hay una cosa común que es la presencia. Así que la persona que tiene ecuanimidad es la que ve la presencia en todo tipo de actividades. Veis como Jesús podía ver al Padre que es otro nombre para la presencia. Jesús podía ver al Padre, a la presencia en los sacerdotes que lo iban a crucificar y podía ver la presencia en el juez que lo iba a juzgar y permanecía en silencio mirando a esa presencia siempre. Eso es lo que llamamos ecuanimidad. Es decir ver lo que es la conciencia de trasfondo que es la base para que se proyecten las cualidades y las formas. Esta es otra cualidad que tiene el iniciado, la ecuanimidad. Ahora la número seis, perdonar en la naturaleza. La naturaleza de perdonar. Sólo porque uno haya cometido un error, uno no debe mantener eso guardado profundamente en su ser. Soportar con coraje las injusticias ajenas, esto es lo que nos dice Madame Blavatsky. Alguien nos ha hecho daño, o ha hecho algo contra nosotros, o nos ha producido alguna pérdida. ¿Cómo nos sentimos en nuestro interior acerca de esa persona o acerca de eso?, eso es lo que importa. Si no podemos perdonar a esa persona, tampoco somos perdonados en los círculos superiores. Sabéis, en torno a la tercera iniciación, cuando una persona está siendo preparada para experimentar la inmortalidad tiene lugar un suceso peculiar. Alguien que nos ha causado daño se nos presenta delante de nosotros y se observa si en nosotros se produce un cambio de vibración o no. Si hay un cambio de vibración en nosotros no se nos da la tercera iniciación. Es decir que la presencia ante nosotros de las personas que no nos gustan no ha de producir cambios de vibración en nosotros. Eso es posible si sabemos cómo perdonar. No podemos olvidar pero si que podemos perdonar. ¿Podemos perdonar a aquellos que supuestamente nos han causado problemas?. En la mayoría de los casos es sólo un suposición. Si lo podemos hacer, entonces tendremos la cualidad del perdón. La séptima cualidad es la compasión. La compasión es una cualidad que Gautama Buddha puso de relieve con gran énfasis. Se compasivo con todo lo que te rodea . La compasión nos llega cuando comprendemos que cuando alguien nos molesta lo hace por ignorancia no por malicia. Krishna dice: "no juzguéis a la humanidad como buena o mala, porque existen los que saben y los que no saben.". Los que saben se comportan en armonía con la naturaleza, los que no saben lo aprenderán con el paso del tiempo. Entonces, cuando encontramos personas que actúan con ignorancia podremos tener compasión de ellas. Normalmente no solemos ver esa actitud como ignorancia en esas personas. Suponed que una persona es muy orgullosa, las personas
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corrientes dicen: ¡Ah!, es una persona muy orgullosa. El iniciado dice esta persona no sabe, por eso es víctima de su propio orgullo. Le voy a ayudar a superar ese orgullo suyo. El Maestro es una persona muy compasiva y ve que cualidad le falta al otro. Intenta suministrársela en silencio. Pero ¿cómo se la suministra?, con la demostración. El Maestro demuestra la falta de orgullo en Él. Y ese es el mensaje para que la persona que tiene orgullo aprenda a no tenerlo. Uno no es un buen maestro si llama a una persona y le dice: tú eres muy orgulloso. Entonces esa persona nos dirá lo mismo a nosotros. Cuando nos decimos "¡feliz año nuevo!" solemos decir, "igualmente". Así que si le llamamos algo a una persona, esa persona nos dirá lo mismo a nosotros. Si le decimos "eres muy guapo o guapa", la persona se lo cree. Y luego también nos dice, "pero tu también eres muy guapo o muy guapa". Así si le decimos a una persona, "eres orgullosa", ella nos dirá, "tú también". Así es que todo es igualdad. Así que el Maestro nunca habla de las cualidades negativas del estudiante. En relación con la cualidad negativa que pueda tener el estudiante, el Maestro la demuestra esa cualidad con más énfasis para que el estudiante lo vea y aprenda. Así es que con el Maestro no sólo es una cuestión de audio sino también de vídeo es audio-visual. La sabiduría es visible con el Maestro. No es sólo oír que las cosas son así o asá. Él demuestra tal compasión que acepta a personas que los discípulos rechazan, y para el discípulo eso es un gran interrogante. Se pregunta: ¿por qué aceptará a esa persona que yo rechazo?. Yo la conozco mejor que Él. No sabe, por eso le está dando cuerda a la persona que yo rechazo. Eso nos da el mensaje que debemos incluir a la persona que hemos rechazado, pues tal es la compasión de los sabios, e incluir a los demás en lo que se refiere a la presencia, no nos pongamos a la altura de su cualidad. Así es. Luego la octava cualidad. La cualidad de Saturno. El Maestro está desnudo. Está desnudo por dentro no está desnudo por fuera. Eso significa que no está envuelto por ningún pensamiento, no está envuelto por ninguna emoción. Así que ningún pensamiento lo condiciona, ni ninguna emoción lo condiciona. Ni siquiera el cuerpo le condiciona. Así que al Maestro no le condiciona el pensamiento, no le condiciona la emoción y no le condiciona el cuerpo físico. Así que ninguna de las tres envolturas existen para Él. Así que está desnudo. Nosotros lo entendemos todo en el sentido físico. Si vemos a alguien con el cabello largo, con barba y con un hábito particular, decimos que es un monje. Reconocemos a los monjes por su cabello, por su barba y por su hábito. Pero eso es una comprensión física. El verdadero Maestro es un monje por dentro. Pero por fuera no tiene esa apariencia, porque no está ansioso por comunicar que es un iniciado. Es uno con los demás, es una persona común entre las persona comunes, y no hace alarde en Él de ninguna cosa fuera de lo común. Maitreya el Señor dice: "Los que deseen trabajar con nosotros han de ser personas normales y comunes". Ser común entre las personas comunes y ser normal y natural, eso forma un triángulo: Ser común
Ser normal
Ser natural
De esta forma estaremos cerca de los Seres. No demostremos tener anormalidades en la conducta, y no demostremos ser antinaturales en nuestra conducta. No intentemos ser gente fuera de los común entre gente común, y no intentemos demostrar que nosotros no pertenecemos al género humano. El verdadero Maestro no da la impresión de que es alguien que ha venido de otro sistema, de arriba, sino que es uno más dentro del grupo. Con frecuencia cuanto más profundo es el Maestro más permanece de incógnito. Es muy difícil conocer a un Maestro que ha llegado alcanzar grandes profundidades de sabiduría. El se oculta dentro del grupo y convierte a la gente del grupo en maestros o líderes. El se hace cada vez más insignificante dentro del grupo y
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hace a los demás cada vez más significantes y permanece escondido. Tales son las cualidades del Maestro que está desnudo. Él no recuerda que es un Maestro. Él no recuerda que es un iniciado. Si le preguntáis ¿quién es usted?, responderá YO SOY, eso es todo. Yo soy Maestro, yo soy líder, yo soy español, yo soy un hombre o yo soy una mujer. Esto pertenece todo a tener identidades, pero no es un estado de desnudez. Si yo digo soy un hombre, me he puesto un ropaje relativo al pensamiento de hombre. Si digo soy español, me estoy poniendo otro ropaje de identidad. Primero YO SOY, y luego los demás ropajes. Para trabajar mejor en la objetividad nos ponemos ropajes. El pensamiento es como una túnica que nos ponemos para trabajar fuera. Igual que cuando salimos de casa, cogemos el abrigo, el sombrero y los zapatos y nos vamos de la casa. Pero luego, cuando volvemos, nos lo quitamos otra vez. De esa misma manera el iniciado una vez que termina el trabajo se quita el pensamiento. Y de la misma manera que nos ponemos los zapatos antes de salir, el iniciado se pone el pensamiento cuando necesita salir para trabajar. ¿Para qué necesitamos los zapatos cuando estamos en nuestro dormitorio?. La mayoría de nosotros duerme con un montón de ropajes, en el sentido sutil, no en el sentido físico denso, porque puede que mientras durmamos estemos desnudos físicamente, pero no así mentalmente. Sin embargo, el iniciado cuando está en la cama está desnudo mentalmente, mientras que físicamente esta vestido. Alguien nos ha debido decir que debemos dormir desnudos, lo que se suele practicar físicamente aquí, en occidente. Pero estar desnudos en la cama significa estar desnudos de nuestros pensamientos y de nuestras emociones, porque cuando estamos comenzando a descansar, ¿para qué necesitamos el pensamiento?, es un obstáculo para descansar, ¿para qué necesitamos la emoción?, de ahí que estas dos cosas se pueden quedar de lado cuando nos proponemos descansar. Así que el iniciado permanece en tal desnudez y se pone el ropaje del pensamiento y la emoción según el trabajo que se le presente delante. No creáis que la emoción es mala, es también algo dado por Dios. No podemos ser muy intelectuales cuando estamos con un niño pequeñito. Para trabajar o hacer cosas con los niños necesitamos tener algo de emociones, no podemos enseñarle los libros de Bailey a un niño, o ¿acaso es posible?. No, no es posible. Así que la emoción desempeña o tiene su papel. Imaginaos un perro en vuestra casa, de lo contento que se pone cuando regresáis. Podéis acaso ignorarlo y pensar ¡ah es emoción lo que siente!. El perro se queda decepcionado si no le hacemos caso. Así que tenemos que ir hacia él acariciarlo y decirle buenas cosas al perro, y el perro estará contento. No somos compasivos si no lo hacemos. Puede que tengamos un intelecto muy elevado pero el perro no lo necesita. En lo que al perro se refiere, el perro necesita nuestra palmadita o nuestra caricia, así es que donde hay emoción uno necesita dar caricias suaves. Hay una gran compasión en dar una respuesta a la emoción inteligentemente. Seremos muy imprácticos si decimos este perro es muy emocional. Es como nuestro hijo que viene corriendo a nuestro encuentro cuando regresamos de un país muy lejano, ¿qué hacemos en ese momento?. Acaso rechazamos al niño diciendo ¡ah es todo emoción!. Así es cómo aplicamos la sabiduría en el momento equivocado, en el lugar equivocado. Y cuando necesitamos el intelecto usamos la emoción y cuando se precisa la emoción usamos el intelecto. Somos expertos en descolocar las cosas. Así es que no entendáis mal eso de la desnudez del iniciado y no intentéis ir desnudos creyendo que sois iniciados. Hoy es domingo y las cualidades del iniciado están saliendo. El iniciado siempre está desenraizado, en el sentido de que una raíz está bajo la tierra. Y esta raíz está enraizada en el cielo, es decir está enraizada arriba, crece hacia abajo. Nosotros estamos enraizados abajo e intentamos crecer hacia arriba. Hay una diferencia. Nosotros intentamos entender la sabiduría a través de la mente, de la emoción, pero Él viene de la sabiduría desde la conciencia del alma. Así que es desde el Alma Universal que se viene hasta el alma individual y se localiza de vez en cuando. Sin embargo, no permanece en todo momento como algo localizado, si está sólo no está presente, se funde en el ambiente, pero si lo llamamos vuelve y, si hacemos un sonido en la puerta, vuelve; cuando hay trabajo que hacer Él vuelve, ¿nos lo podemos imaginar?. Nosotros estamos bien metidos en nuestro cuerpo, muy estables y fuertes y bien atados, estamos enraizados abajo, pero el iniciado está enraizado arriba, Él está con lo divino, con el gran depósito de conciencia y no vive independientemente como unidad, sino que cuando hay necesidad Él se localiza. Desde la totalidad Él desciende como una raíz que viene desde arriba hacia abajo. Su descender es su primer ropaje. Así que Él es como este papel de la pizarra, blanco, completamente conciencia, ¿véis algo aquí?. Pues Él es así. Es uno con la eternidad; y luego
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alguien llama a la puerta y entonces se manifiesta y toma una forma parecida a un círculo. Por eso se dice que el Dios absoluto es el trasfondo y el alma es un punto con un círculo a su alrededor. Así es como desciende como alma, desde el Alma Universal, y luego entra en el pensamiento y luego en los sentidos y luego agarra el cuerpo y empieza a trabajar, eso no le lleva mucho tiempo sino que dura un segundo. En una milésima de segundo se manifiesta hasta el plano físico, actúa y después de actuar, cuando no tiene nada que hacer, el cuerpo sigue estando bien allí donde está, la respiración sigue funcionando, pero Él se ha ido y volverá a venir cuando haya otro acto que hacer. Así que no vive en pensamientos sino que trabaja con un pensamiento cuando es necesario y cuando no hay necesidad de un pensamiento Él lo deja como nosotros dejamos nuestra ropa. Este es su estado como un ser enraizado arriba. Es masculino y femenino (como punto diez), en el hay un equilibrio feliz de lo masculino y lo femenino, que es el estado de un hombre perfecto. Véis los hombres son más masculinos y menos femeninos y las mujeres son más femeninas y menos masculinas, por eso tenemos que ponernos juntos como pareja para que nos llegue el equilibrio. Masculino
η
Femenino
γ 7+3
3+7
Tomemos este ser como masculino y este otro como femenino. Así es que Él es siete puntos masculino y tres femenino y ella es tres puntos masculino y siete puntos femenino. Así es que hay necesidad de ponerlos juntos para que los siete puntos masculinos del hombre y los tres puntos masculinos de la mujer estén en comunión con los tres puntos femeninos del hombre y los siete puntos femeninos de la mujer, así el desequilibrio se equilibra y eso nos permitirá llegar al estado de hombre-mujer. El hombre es Marte, la mujer es Venus. Venus es la belleza, Marte es el poder. Así que, mediante la interacción, el poder del hombre va hasta la mujer y el hombre adquiere la belleza de la mujer. Así es como los dos interaccionan para hacer que nazca un ser que es neutral entre hombre y mujer que es Mercurio, que es Buddha, que es en realidad Bud-Ha. Bud-Ha significa el que tiene las cualidades de Mercurio, muy iluminado. Buddhi es la luz del alma, así que al que está lleno de esa luz del alma se le llama Buddha. Terminaremos por la tarde narrando algunas cualidades más del iniciado. Porque ahora vamos a llevar a cabo un ritual de hombre-mujer. Es una conclusión muy apropiada. En la enseñanzas de Adi Buddha, Él nos explica quienes son los sabios a quienes tenemos que servir, de los cuales la última cualidad es que el iniciado es hombre-mujer, es decir que en Él hay un acuerdo completo entre el espíritu y la materia, un acuerdo completo entre la energía masculina y femenina y por tanto es una unidad completa en sí misma. En Él la felicidad existe eternamente y no tiene que buscar nada en el mundo objetivo para experimentar la felicidad. Es decir que el programa de buscar fuera en la objetividad se ha terminado y está contento por sí sólo y en sí mismo y no requiere nada para hacerse a sí mismo feliz. Ese es el estado completo en el que se dice de una persona que es masculino y femenino al mismo tiempo. No se halla en la necesidad de buscar al espíritu ni en necesidad de buscar lo material, sino que ambos están en Él, y Él se regocija de ello, nada más lo puede hacer feliz, pues ya lo és. Las cosas pueden estar a su alrededor pero Él seguirá siendo feliz a pesar de su existencia. Esa es otra cualidad que viene de Él. Estas son las diez cualidades básicas del iniciado. Hay una más de la cual hablaré mañana en conexión con sus instrucciones para nosotros. Ahora entraremos en las instrucciones o enseñanzas que provienen de Él, una vez más entraremos en ellas.
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El triángulo básico que nos dio está formado por falta de deseo, servir a los sabios y ayudar a los débiles y, en ese triángulo, nos dijo cómo encontrar a los sabios para que podamos servirlos y para ayudar aquellos que son débiles de varias maneras; mentalmente débiles, emocionalmente débiles, financieramente débiles, físicamente débiles. Uno puede ayudar a superar todas estas debilidades en otras personas. No se trata de trabajar sólo para su debilidad, sino que se trata de ayudarles para que ellos mismos superen sus debilidades. Una persona que es financieramente débil; algo tiene que haber, en esa persona, que no está bien para que se encuentre en ese estado de debilidad. Dar dinero a esas personas es una solución temporal porque una vez más volverá a incurrir en esa misma situación. La manera inteligente de ayudar es ver dónde es realmente débil en términos financieros y ayudarle. Si alguien es físicamente débil debe de haber algo en su conducta que lo haga estar en ese estado de debilidad física, así que ayudarle consiste en que puede superar aquello que le esté causando la debilidad. De la misma manera, si alguien es emocionalmente débil, no tenemos que darle más emociones sino que tenemos que ver dónde y porqué es emocionalmente débil y le damos la técnica necesaria para que pueda superar esas emociones. La técnica para superar las emociones consiste en fijarse una meta o ideal en la vida, para que trabajando por esa meta todas las emociones se transformen en aspiración y sean utilizadas en la dirección de esa meta fijada. Del mismo modo si una persona es débil mentalmente, la mejor manera es hacer que haga obras de buena voluntad, de esa misma manera debemos encontrar medicina para esa debilidad y dársela. Eso es un verdadero servicio, esa es una verdadera ayuda que uno puede dar al débil. La gente que tienen debilidades en estas direcciones mencionadas ha de ser capaz de encontrarse a sí mismo mejor en presencia nuestra, sólo entonces se puede decir que los hemos ayudado. La ayuda en la que piensa la gente no es una ayuda inteligente. Para ayudar necesitamos verdaderamente ese sentido de pertenencia, cuando hay sentido de pertenencia por el otro nos identificamos con su problema y vemos exactamente por donde están mal las cosas y, con esa base, intentaremos rectificar dónde su metodología esté equivocada. Para ayudar uno necesita tener una gran psicología. Ser un gran psicólogo, no los que vemos practicar corrientemente, sino una psicología espiritual, ser un psicólogo espiritual que pueda verse a sí mismo en los demás. Normalmente el psicólogo de profesión ve a un paciente en la otra persona, pero el psicólogo espiritual se ve a sí mismo en la otra persona. Así es como se desarrolla esta sentido de pertenencia o de proximidad y, por tanto, puede ver con mucha más claridad el problema en el otro ser. Eso mismo sucede con el curador. El curador se identifica con el alma de la persona que busca ayuda de él y como consecuencia puede sentir las áreas problemáticas y mediante ello encuentra una solución. Si esta identidad no estuviera presente como base de alma a alma, la ayuda no puede ser completa porque entonces el esfuerzo por curar es más mental que intuitivo. Por eso, en todos los casos de ayuda, tiene que darse una identificación con la persona. No es fácil ayudar a las personas a menos que haya una identificación con ellas. Muchas veces intentamos ayudar a una persona y la dejamos a mitad de camino, no ayudamos por completo porque a mitad de camino nos sentimos disgustados. Pero ¿por qué nos sentimos disgustados al ayudar?. Porque vemos la causa en nosotros y decimos ¡ah! no está recibiendo la ayuda adecuadamente, es un irresponsable, es mejor que deje de ayudarle. Este es el pensamiento común de una persona que ayuda común y corriente. Así que intenta ver la ayuda como un esfuerzo mental. Se ve a sí mismo y luego ve a otro a quién hay que ayudar, pero desde el punto de vista espiritual la ayuda tiene otra dimensión. El entendimiento espiritual es que el que ayuda y el que es ayudado son uno y el mismo. Así es que se ve a sí mismo en el otro e intenta ayudarlo tanto como se ayuda a sí mismo y nadie se disgusta tan fácilmente, consigo mismo, como se disgusta con los demás. Con nosotros lo intentamos una y otra vez, más y más. Pues así hemos de intentarlo por el otro también, esto sólo puede suceder cuando vemos nuestra imagen de espejo en el otro. Con frecuencia sólo vemos las cualidades del otro y no vemos lo que está detrás de esas cualidades, por eso lo negamos sino la negación no se puede producir. Así que para ayudar a aquellos que son débiles uno debe tener bien firme el sentimiento de unidad, de otra forma no podemos ayudar y vamos hacia la decepción. Ahí es donde aterrizamos si no sabemos la técnica para ayudar, por eso hemos de identificarnos cuándo servimos. De este modo la ayuda sigue siendo y no hay ruptura en ayudar a los demás. Este es el primer triángulo del que habló Adi Buddha. Él nos da una práctica de meditación diaria y la técnica que nos sugiere es que nos localicemos a nosotros mismos en el corazón y que nos sustituyamos a nosotros mismos con nuestra personalidad.
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Meditación
Localización en el corazón AQUÍ ESTOY
Instituir el original en el lugar del substituto QUIEN SOY YO
El primer paso es localizarse en el corazón y el segundo es instituir el original en lugar del sustituto o de lo sustituido. Esta es otra instrucción. Todos nosotros somos sustitutos del original porque formamos en torno a nosotros una identidad, que es una verdad sustituida. Todos nosotros creemos que somos nuestro nombre. El nombre es una etiqueta sobre el original. Decimos "¿quién eres tú?", y la otra persona responde, "yo soy Josep Paradell". Él dice yo soy Josep Paradell, así que ha dicho un 50% de verdad y un 50% de verdad sustituida. Si alguien nos pregunta quienes somos, la verdadera respuesta es yo soy. Yo soy Josep Paradell, así que dijo la verdad y dijo también la verdad sustituida. Pero cuando yo lo oigo no tomo la parte de verdad que tiene esa afirmación, sino que me quedo con la parte de verdad sustituida. Si alguien me pregunta que quién es él, yo no le digo yo soy Josep Paradell; si alguien me pregunta que quién es él, yo le diré: "Josep Paradell. ¿No conocéis a Josep Paradell?". Y la otra persona dice "no". "Hombre el que trabaja en el Banco", entonces estamos sustituyendo aún más. La otra persona dice: "no, no lo conozco". "¿No lo conoces?, da charlas en la Sociedad Teosófica". Estamos sustituyendo aún más. Y la otra persona dice: "pues no, no lo conozco, no voy a la Sociedad Teosófica, ni voy al Banco. Así que no conozco a ese Josep Paradell". Entonces diremos: "Hombre es miembro del World Teacher Trust", y así, podemos sustituir y decir: "es padre de Xavier, hijo de Pedro y Carme, hermano de tal y tal, amigo de tal o tal persona". Así que nunca estamos diciendo una verdad original, sino que estamos diciendo una verdad sustituida en todo momento. Entonces, cuando Josep piensa también en sí mismo, él se dice: "yo soy Josep", pero no es cierto, no es verdad. Si él piensa: "soy empleado del Banco, o soy el padre de Xavier o hijo de Pedro y Carme, o hermano de Manel, amigo de Valentín..." Todos nosotros pensamos acerca de nosotros mismos de esta misma manera. No tocamos la verdad original. ¿Quién está meditando?. Kumar está meditando. No esa no es la manera. La pregunta es ¿quien soy yo?, y la respuesta es: Yo soy. Así que tenemos que instituir el nombre original en lugar de los nombre sustituidos. Ese es el primer paso hacia la meditación. Cuando nos sentamos para meditar, tenemos que dejar fuera la personalidad y sentarnos como personas. En el momento en que cerramos nuestros ojos sólo nos acordamos de Yo soy, y yo contemplo sobre aquel YO SOY. Así que yo soy está contemplando sobre aquel YO SOY, el YO SOY más grande. Entonces dos permanecen, yo soy y aquél YO SOY grande. Los demás no deberían existir. Los demás no existen cuando tomamos la identidad de Yo soy. Así que cuando nos sentamos para meditar, dejamos fuera todas nuestras identidades objetivas y tomamos la identidad subjetiva, que es Yo soy. Así que la respuesta a la pregunta de ¿quién soy yo?. Es, YO SOY. Después viene la pregunta, ¿dónde estoy?. Todos nosotros hemos de encontrar en nuestro ser dónde estamos. Hay algo en nosotros que nos dice ¡aquí estoy!. Cuando nos preguntamos en nuestro interior, ¿dónde estoy yo?, la respuesta es, ¡aquí estoy!. Así que, del dónde venimos al aquí. Bueno en los términos ingleses para dónde y aquí, si le quitamos la W al Where (dónde), nos queda Here que significa aquí. Aquí estoy en sánscrito se dice Hridayam, Here I am, en inglés, es aquí estoy. Hridayam, significa también en sánscrito corazón. Así que la respuesta a la pregunta dónde estoy está en el corazón. El corazón no es el corazón físico. Sino el lugar donde sentimos la pulsación en nosotros. Así que cuando nos preguntamos ¿dónde estoy
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yo?, la respuesta viene de la pulsación, que nos dice, Aquí estoy yo, Aquí estoy yo, Aquí estoy yo. Así que dos preguntas tienen su repuesta, ¿quien soy yo?, y ¿dónde estoy yo?. Así que instituyendo la verdad sabemos que Yo soy, Yo soy, pero en todo nuestro sistema, ¿dónde está ese Yo soy?. Está en la parte central de nuestro organismo, es decir en la pulsación. No creáis que la pulsación está sólo en el corazón; puede estar también en el Ajna, puede estar entre las dos cejas; puede estar en el centro laríngeo, en la garganta; o puede estar en el paladar de la boca; o puede estar entre el corazón físico y el cuello físico, en la garganta; puede estar en el centro de base. Pero, esté donde esté, sentimos esa pulsación. Allí está entonces, allí donde la sintamos, allí está esa pulsación. La respuesta a ¿dónde estoy yo?, viene a través de la pulsación que dice: Aquí estoy yo, Aquí estoy yo, Aquí estoy yo. Mírame, Mírame, Mírame. Nos da una respuesta: Aquí estoy yo, mírame. Así que ¿dónde tenemos que mirar cuando miramos cómo sucede la pulsación?. Lo que lleva a cabo la pulsación es lo que llamamos Yo soy, eso es lo que llamamos la localización en el corazón. Localizarse en la pulsación es localizarse en el corazón, pero no es localización en el corazón físico, porque el corazón en sánscrito tiene dos significados: uno es el significado exotérico que se refiere al corazón físico y el significado esotérico que se refiere a la conciencia central que se expande por toda la circunferencia. Así que nos lleva hasta el centro y, en el centro, sólo sentimos que la pulsación tiene lugar. Así que encontramos nuestra propia dirección, encontramos nuestras propias señas y hemos de localizarnos en ella y, entonces, escuchamos la canción del cisne. A la pulsación se la llama también cisne o hamsa. Así que cuando escuchamos la canción de la pulsación nos da el sonido So Ham. Cuando se expande es So, cuando se contrae es Ham. Y debido a que se produce este sonido de So Ham se la llama Hamsa. Hamsa,a la vez,tiene un significado exotérico y un significado esotérico. Hamsa es cisne, exotéricamente hablando, pero esotéricamente Hamsa es la canción de la pulsación. Al hacernos esas dos preguntas en la meditación, es decir ¿Quién soy yo?, y reconociendo por lo tanto que cada uno de nosotros es Yo soy; y la pregunta ¿Dónde estoy yo? y recibimos la conexión de localización con la pulsación y cuando escuchamos la pulsación escuchamos la canción del cisne que es un doble sonido de pulsación que es así: So Ham, So Ham, So Ham, que significa: Aquí estoy, Aquí estoy, Aquí estoy. Y también significa: YO SOY AQUELLO, YO SOY AQUELLO, YO SOY AQUELLO. Así que, Yo soy, ahora adquiere YO SOY AQUELLO. En sánscrito sería Saha Hayam, Hayam significa Yo soy y Saha significa aquello. Así es que YO SOY AQUELLO, YO SOY AQUELLO, YO SOY AQUELLO. Daos cuanta cómo de la personalidad hemos llegado hasta nuestro Yo soy localizado y, de ese yo soy localizado, estamos localizándonos con la canción del cisne, identificándonos con el sonido de So Ham, y gradualmente elevándonos al estado de YO SOY AQUELLO, YO SOY AQUELLO, YO SOY AQUELLO. Al Alma Universal se le llama AQUELLO, en neutro, porque no se le puede definir y cualquier otro nombre que le demos no dejará de ser un nombre sustitutorio, un sustituto. Podemos llamarla, la Conciencia Crística, o de Cristo y no deja de ser otro nombre. Yo la puedo llamar Conciencia de Krishna y sigue siendo otro nombre. Un seguidor de Buddha puede llamarle Maha Buddha, o Maha Nirvana, pero todos son nombres. Ahora no nos interesan los nombre sino la experiencia, y alguien que siga el sendero de los Maestros le llamará el Maestro, y los que sigan el sendero de Sai Baba, lo llamarán Aquello Sai. Así que llamarlo Sai, Maestro, Dios, Krishna, es sólo estar dando nombres a AQUELLO, lo indefinido. Por eso los antiguos sabios dijeron: "dejémoslo simplemente como AQUELLO", porque si damos un nombre, otra persona puede dar otro nombre y, después, tendremos una duda y nos preguntaremos cuál de todos es el nombre de Dios. Así que mediante el sonido o la canción del cisne llegamos, es decir a través de los dos sonidos, llegamos a la experiencia de YO SOY AQUELLO. Hay algo que lleva a cabo la pulsación. ¿Quién lleva a cabo la pulsación?. ¿Qué es lo que existe al otro lado de la pulsación?. Nosotros existimos a este lado de la pulsación. Hay algo que existe al otro lado de la pulsación, a lo que se llama para, y se le llama para, porque está mas allá de nuestra comprensión. Entonces, poco a poco, el sonido, la canción, nos conduce hacia AQUELLO y, a medida que vamos hacia AQUELLO, los dos sonidos se convierten en uno sólo. Las consonantes caen, la "s" y la "h" y queda un sólo sonido que es OM. SO HAM
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OM Así que el OM permanece; ni siquiera la pulsación permanece. Esta es la meditación que nos da Adi Buddha para llegar al plano Maha Paranirvanico. Todos conocéis el plano del Maha Paranirvana por los libros. La técnica nos la da Adi Buddha, así que podemos seguir esa técnica. Cuando nos sentemos esta tarde a las 6 en punto, olvidemos nuestro nombre, nuestra personalidad, etc., etc., por un momento. Después de la meditación podremos recoger de nuevo esas cosas. Así es que quitémonos las vestiduras y como dije por la mañana desnudémonos. Sentémonos como Yo Soy, es decir que nos sentamos con conciencia de alma y no con conciencia de cuerpo. Meditar con conciencia de cuerpo no nos lleva a ningún lado sino sólo a tener dolor de cabeza. Así es que la meditación con conciencia de cuerpo es el sendero hacia el dolor de cabeza. Por eso hay gente que se sienta a meditar y se pregunta: ¿qué estoy haciendo aquí sentado?. Cuando uno medita y le vienen todo tipo de pensamientos e incluso a veces pensamientos horribles y, a veces, tenemos la sensación que estaríamos mejor sin meditar. La meditación es una técnica no es sólo estar sentado como una coliflor, o como una patata, o como un tomate. Mucha gente se sienta y eso es todo, nada más. Pero no basta sólo con sentarse y nada más. Las piedras también se sientan de esa manera. Así que, ¿dónde está la diferencia?. La diferencia es que nosotros podemos escoger una técnica y las piedras no. De este modo necesitamos ascender gradualmente con la técnica de meditación. Cuando nos sentamos tenemos que tener la conciencia de Yo Soy y escucharemos la canción de la pulsación donde quiera que ocurra. Allí hemos de seguirla, entonces estaremos con el Uno del que somos una parte. Eso nos da un tremendo alivio y relajación porque estaremos conectados con el todo más grande. Así funciona la técnica. Entonces esta es la instrucción de Adi Buddha, que meditemos en el corazón, eso es lo que dice. Esta es otra instrucción de Adi Buddha, que llamamos instrucción número 4. La técnica de meditación ha sido explicada en su aspecto triangular. Continuaremos mañana hablando acerca de las enseñanzas por dos razones: una es por la razón de la emisora de radio (Nota: se está dejando sentir una emisora de radio que entorpece el seguimiento de la charla) que nos está mandando el mensaje que nos paremos de momento y, la segunda razón, es porque vamos a llevar a cabo un ritual de dar nombre a los niños y también de bendecir a las mujeres que están o son como la madre del mundo. Hay una creación en su vientre. Toda mujer embarazada es sagrada. Si uno da vueltas entorno a la mujer embarazada es como dar vueltas en torno al globo, moverse en torno al mundo. Para dar la vuelta al mundo uno necesita mucho tiempo, dinero y energía, pero ahora lo podemos hacer en torno a una mujer embarazada. Una vaca preñada y una mujer embarazada son consideradas o tenidas como por muy sagradas y para permitirles que den a luz al mundo hemos de invocar la presencia del Maestro y aquellos que sean padres y madres las bendecirán. Luego, habrá una ceremonia de dar nombre a los niños, para sustituir al nombre original. Es un juego y nada más, cuándo el niño viene al mundo nos aseguramos que se olvide de su nombre original, para que luego tenga que encontrarlo. Para actuar en la vida externa se necesita un nombre. Así que nosotros le damos ya el nombre antes de que él sepa lo que es y cuando empiece a tener uso de razón se cree que es ese nombre, así que le damos un nombre y después es un desafío para que él mismo encuentre su nombre original, puesto que le damos un nombre sustituido que no es el nombre original. Sin embargo, ese nombre es necesario para las acciones que realice su personalidad. Las acciones de la personalidad no pueden hacerse sin un nombre. Si uno tiene que firmar un cheque no puede firmarlo con la firma Yo Soy, eso no nos sirve de nada. En el mundo objetivo tenemos que vivir con la verdad sustituida. Cuando vemos una vaca es también Yo Soy en el mundo subjetivo. Pero en el mundo objetivo, cuando nos referimos a ese Yo Soy, tenemos que llamarlo por el nombre de vaca. No podemos decir, ¿has ordeñado a la Yo Soy?. Tenemos que decir has ordeñado a la vaca y, yo tampoco puedo decir, dame una taza de Yo Soy, de café. Café también es un nombre sustituto de Yo Soy. En el reino subjetivo es Yo Soy, pero si en la vida objetiva pido una taza de Yo Soy, no se que es lo que me darán… y, además, ¿qué es una taza?. También Yo Soy. Así que los nombres nos dan la facilidad para funcionar mejor en el mundo objetivo. De esta forma, los nombre se necesitan para ese funcionamiento. Sin embargo, no son unicamente esos nombres sino que son más que sus nombres. Podemos llamar a un animal como vaca, pero para sí misma no es vaca, sino que es el
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ser humano el que la llama vaca. Sólo Dios sabe que es lo que la vaca piensa de nosotros. Dos personas iban caminando una vez por la carretera en una tierra de burros y a medida que iban hablando, la cosa ya iba tomando proporciones de discusión. Entonces, uno le dijo al otro: "¡no discutas como un burro!", y por el camino pasaba un burro y dijo: "¡vaya insulto que me habéis hecho!. ¡Yo nunca discuto!. Y las personas que discutían se elevaban a ellos mismos al estado de asnos. Así es que el burro puso su objeción. Nosotros usamos nuestro propio lenguaje como facilidad. Es muy válido para la vida objetiva, pero no lo es en lo absoluto para la vida subjetiva. Así que como necesitamos los nombres para las acciones objetivas, vamos a dar nombre a los niños y les vamos a decir cuando tengan siete años, mira este nombre te ha sido dado, pero tu verdadero nombre es Yo Soy. Tu nombre original es Yo Soy, pero para la vida objetiva este nombre te fue dado cuando tú aún no tenías uso de razón, pero no te creas que este nombre eres tú, este es sólo tu nombre. Con esta comprensión vamos a dar los nombres. Vamos a seguir comprendiendo las enseñanzas de Adi Buddha. La técnica de meditación en el corazón se ha de practicar a diario para abrir la puertas del corazón. El portal de paso a la subjetividad, así como de la subjetividad a la objetividad es el corazón. Así que tenemos que abrir el candado de esa puertas mediante la meditación. Cuando este proceso de apertura se hace todos los días, damos pie para que el hombre interior y exterior trabajen juntos. Si no, el hombre interior queda encerrado bajo llave, y el hombre exterior sigue funcionando y, por eso, el funcionamiento es parcial e incompleto. El Buddha entonces nos enseña a abrir el corazón y actuar en sintonía con el hombre interior. El hombre interior está conectado con el Hombre Universal. Así que hay una conexión que va desde el Hombre Universal al hombre interior y, del hombre interior, al hombre exterior. Así es como funciona el Alma Universal a través de la personalidad. Una vez llevada a cabo la meditación durante las horas de la mañana, cuando entramos en la vida de la objetividad, eso nos facilita entrar en el estado de yoga o de conciencia, en el mundo de los nombres y las formas. Resulta fácil actuar dándonos cuenta de la Conciencia Una, cuando la meditación se hace como se explicó ayer. Es decir, que salimos cada día conectándonos con el hombre interior que está interconectado con el Hombre Universal. Así que los tres son en esencia uno. El Hombre Universal a quien llamamos Dios o el Ser Divino, luego el hombre interior y por otro lado la personalidad, que es el hombre exterior. Hombre Universal, Dios, Ser Divino
Hombre interior
Hombre exterior, Personalidad
Estos son tres aspectos del UNO. Es UNO funcionando como tres. En el plano del noumenon es UNO y, luego, desciende como dos y tres y todo lo que se crea, se crea a través de esta fuerza triangular y, mediante esta fuerza triangular, uno puede visualizar la unidad en el UNO. Siempre que uno observe esta unidad en la vida diaria se hace posible experimentar el espíritu en la naturaleza. El espíritu en interacción con la materia crea todo lo que vemos y, nosotros, lo observamos como algo diferente de nosotros. Así que nosotros estamos allí, estamos presentes, y está la objetividad y está también el proceso de observación, lo cuál forma de nuevo un triángulo. Actuamos a través del pensamiento y, en el pensamiento, hay también un triángulo que está formado por el pensador, el proceso de pensar y el pensamiento. De esta forma vemos que todo es un trabajo triangular. Por eso se dice que toda la creación es una red de triángulos Pensador
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Proceso de pensar
Pensamiento
Los tres surgen en verdad del UNO, así que UNO se convierte en tres y tres se convierten en UNO. Nosotros existimos y después nos despertamos. Una vez estamos despiertos, pensamos, y una vez que tenemos el pensamiento, actuamos. Así que teniendo la existencia como base, que es el punto central de este triángulo, se produce un funcionamiento triangular periódico. Todos los días tiene lugar este trabajo triangular a través de nosotros. Nos despertamos, o sea salimos desde el estado de existencia, después pensamos y, luego, hablamos o actuamos. Una vez terminada la acción, volvemos a la conciencia para pensar de nuevo y volver a actuar otra vez. Así que, a lo largo del día, estamos en esta actividad triangular hasta que nos volvemos a dormir otra vez. Así que en nosotros se da este funcionamiento triangular, teniendo a la existencia como base. Todas las acciones triangulares que hagamos durante el día se deben únicamente a la existencia. Si no hubiera existencia no podríamos volvernos conscientes y, cuando no hay conciencia, no puede haber pensamiento y, cuando no hay tal cosa como pensamiento, no puede haber acción. Así que uno depende del otro y, cuando la existencia no está, el resto del triángulo tampoco puede estar. La existencia es eterna y el surgir del triángulo es algo periódico. Eso es valido en caso de todo pensamiento, eso es válido en toda manifestación y es válido en caso de la manifestación de esta creación a partir de lo absoluto. Así que cuando entramos en la vida objetiva se vuelva a formar de nuevo un triángulo que nos tiene a nosotros como centro. Nosotros observamos un objeto, y nosotros mismos somos el sujeto que observa el objeto, pero nos hemos objetivizado nosotros mismos para ver ese objeto. A menos que nos objetivicemos, lo que ya expliqué en la primera clase, no podemos interactuar con la objetividad. Los sentidos son los medios que tenemos para llegar a la objetividad y, a través de los sentidos, llegamos a la objetividad e interaccionamos con esa objetividad. Así que nosotros estamos y la objetividad también está y, también está, nuestro funcionamiento con la objetividad a través de los sentidos. Eso forma de nuevo una actividad triangular, teniendo por una lado el sujeto, el objeto y la acción.
Sujeto
Sujeto
Acción
En este caso es un triángulo invertido. Así que seguimos interactuando, pero incluso este triángulo viene de la existencia UNA. Igual que nosotros estamos objetivados, todo lo demás está también objetivado, y, mediante los dos objetos, se produce la interacción. Es sólo una y la misma conciencia la que interacciona entre nosotros y el otro objeto. Ya os expliqué cómo se trata de la misma electricidad la que actúa a través de muchas cosas, una conciencia que actúa a través de muchas cosas. Y, cuando hay diferencia de cualidad, encontramos diferentes manifestaciones. Así, como la electricidad, funcionando a través de diferentes equipos eléctricos nos da diferentes funcionamientos. Así que muchas actividades triangulares tienen lugar y, esa actividad triangular, depende de la cualidad de cada formación, así que existen tantas formaciones triangulares como variedades de formaciones existen. Según las variedades de formaciones que existen así habrá variedades de conducta. Así que la conducta es según la cualidad de la forma. De esta manera hay formaciones dependiendo de la cualidad y, donde hay variación de cualidad, hay variación también de
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formación. Así que está lo que se llama la variación del sonido, y como consecuencia se da la variación del color y la variación de forma. Así que las variaciones se manifiestan a través del sonido, a través del color como forma. Por eso es que a ciertas personas les gustan ciertos sonidos y difieren en cuanto a su preferencia por los sonidos y los colores. Según la diferencia de color se da la diferencia de forma. El estudio ocultista consiste en observar cómo existen los colores en su variedad, porque toda forma tal como la vemos tiene su propia combinación de color, desde el color azul celeste puro que es la manifestación más sutil, hasta el color marrón de la tierra, hay variedad de colores y, esa variedad, produce una variedad de manifestaciones. Esencialmente hay tres colores, que se pueden analizar más en siete colores y, esos tres colores, son un sólo rayo solar. Así que desde un sólo rayo solar, o luz, se produce la manifestación de los tres colores primarios que son: rojo, azul y amarillo dorado. Del rojo hay un análisis progresivo en naranja, rosa, rosáceo. Del azul se produce la manifestación del azul, o índigo, y del color violeta, como fruto de un análisis del color azul. Después del amarillo dorado se manifiesta como verde claro y verde. Así que todos estos colores vienen de una misma luz y lo mismo sucede con los sonidos. A partir de un sólo sonido surgen muchos sonidos y surgen en forma de vocales y de consonantes, y luego interaccionan unos con otros para formar palabras o frases. Cada vez que se produce una diferente combinación, o agrupación de letras o de sonidos, obtenemos un diferente significado, sin embargo se trata de un sólo sonido, ese sonido uno cuando se manifiesta en su variedad nos da diferentes significados y un efecto diferente. Lo mismo sucede con los colores. Así que la diferencia de color y la diferencia de sonido está considerada como la alquimia interna que hace posible la alquimia de creación. Así que, a fin de cuentas, si uno hace un análisis, todo procede de la unidad y va a la diversidad. La práctica ocultista consiste en observar la unidad en la diversidad, para que no nos perdamos en los detalles de la diversidad; es decir, que no nos desalojamos a nosotros mismos de nuestro centro de manera que cuando hayamos terminado la actividad, volvamos otra vez a regresar al centro. Toda la práctica del ocultismo consiste en conectar con el centro y actuar luego en la circunferencia; es decir, que vamos a la circunferencia para experimentar y después volvemos al centro. Como la cometa que vuela en el cielo, la cometa está intacta siempre que el hilo esté conectado en todo momento con su origen. Si se corta el hilo la cometa no puede volar y se pierde al viento. Así, también, cuando nosotros perdemos el hilo de la conciencia, a lo largo de nuestra actividad en la objetividad, nos perdemos en esa objetividad y no podemos volver a la fuente. Eso es lo que se llama el exilio del hijo. El hijo pródigo se perdió de su tierra natal. Así que el propósito de toda enseñanza ocultista es la de mantener el hilo subjetivo mientras actuamos en la objetividad. Adi Buddha dice: "Conecta conMIGO en todas tus acciones. No te olvides de Mí en la complejidad de la actividad objetiva." Con tanta variedad de acciones como hacemos es bastante posible de que nos olvidemos de quienes somos y, es bastante posible también, que nos olvidemos de la fuente de origen de la que hemos surgido. Si nos desconectamos a nosotros mismos de la fuente de origen, no tenemos ya más dirección en esta creación. Imaginaos la cometa que ha perdido el hilo. Vuela según la llevan los vientos y luego cae en alguna parte. Pero no llega a la fuente de la que surgió. Así que la meditación, como primer acto del día, nos hará conectar fuertemente con el alma y, manteniendo activo ese hilo de conciencia, nos exteriorizaremos en la objetividad. De este modo viajaremos desde el centro hacia la circunferencia por medio de esta hilo de conciencia. Es como un animal atado a una estaca. El animal puede ir hacia un cierto radio a pastar, siempre teniendo como base la longitud de la soga que está atada a su cuello. Una vez que termina de pastar, teniendo esa soga como base, vuelve hasta la estaca y descansa allí. Del mismo modo, con la cuerda de la conciencia como conexión, podemos funcionar a través del triángulo del pensamiento y, mediante la estrella de cinco puntas de los sentidos, llegar a la objetividad y, después, volver porque tenemos la ayuda del hilo de la soga para volver a encontrar el camino de vuelta. Si se corta el hilo nos quedamos perdidos en la objetividad. Las Escrituras Sagradas hablan de esta conexión con una ilustración. Imaginémonos que hay un pozo profundo lleno de agua, en el que parece que hay algo muy atractivo en el fondo de las aguas de ese pozo. Suponed que un anillo o un pendiente o un collar vuestro ha caído en el fondo del pozo, entonces véis que hay algo valioso dentro de las aguas del pozo. ¿Cómo entráis a
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ese pozo?. Atamos una soga al exterior y luego bajamos por ella hasta el fondo del pozo y, a medida que entramos en las aguas, encontramos muchas cosas en ellas. Así, muchas cosas atractivas van apareciendo una tras otra por debajo de esa superficie del agua. Así que las miraremos, las recogeremos y luego, una vez más, con ayuda de esa soga volveremos a salir del pozo. Pero, si mientras estamos metidos en el fondo del pozo, perdemos la soga, no hallamos la manera de subir a la superficie. ¿Cómo puede uno salir a la superficie del pozo si hemos perdido la soga que nos permitía entrar hacia el pozo?. Pues ese es el estado en que se encuentra el hombre que se ha perdido en la objetividad, que se ha perdido en el pozo de la objetividad y no tiene soga que lo suba hacia arriba. Hay una práctica para fabricar una soga desde dentro de nuestro propio ser. Hemos de desarrollar o fabricar esa soga desde dentro de nosotros y proyectarla hacia arriba y, luego, reforzar esa soga y asegurarnos que se queda amarrada a algo que hay en la parte de arriba del pozo y, con la ayuda de esa soga, volveremos a escalar hasta llegar a la parte de arriba del pozo. Esto es lo que se llama el sendero del Hatha Yoga. En el sendero del Hatha Yoga hay una autoascención, desde el centro de base hasta el centro de Ajna, desarrollando la voluntad de ascender. La elevación de la kundalini se lleva a cabo desarrollando una fuerza en sentido ascendente, mediante la técnica de la respiración. En el Hatha Yoga existen las prácticas de respiración como kumbaka y reixaca, es decir, manteniendo la respiración o no, exhalándola. Entonces la conciencia tiene movimiento hacia arriba. Luego reforzamos ese movimiento ascendente y, junto con él, nos movemos hacia arriba. El Hatha Yoga describe el desarrollo de este hilo de conciencia como chitrini y, mediante el sendero de chitrini, la conciencia es elevada desde el centro de base hasta el centro laríngeo. Así es como toda persona tiene que llevar a cabo su propio ascenso, una vez que se ha quedado sin cuerda, de la cuerda o hilo, de la conciencia. En el caso de la práctica del Raja Yoga hay alguien arriba que nos envía una soga al pozo, nosotros tendremos que agarrar esa soga para subir. Por eso está la práctica del Raja Yoga en la que se nos da cierta ayuda desde los Círculos Superiores. Eso es lo que se llama el sendero del Maestro y del discípulo. El Maestro ayuda para que el discípulo suba o sea llamado hacia arriba, es decir que le presta ayuda al discípulo para que éste pueda ascender En ambos casos siempre es el discípulo el que tiene que subir. El primer caso es un autoascenso, en el segundo caso se recibe la ayuda de aquél que ha llegado al estado de conciencia. Así que Adi Buddha dice: “Conéctate a Mí, te será más fácil ascender y descender." Cada vez que vayáis a la objetividad no olvidéis que sois el alma y que como alma nos estamos exteriorizando a través de la mente, los sentidos y el cuerpo. La otra afirmación que dijo fue: “Cuando actuáis, estáis actuando conMIGO". Porque todo lo que existe en la objetividad es una manifestación de la conciencia, tanto como lo somos nosotros. Ayer os explique cómo a partir del gran depósito de conciencia se produce la individualización, y cómo el individuo entra en un marco de pensamiento y actúa después en lo de afuera, así que su funcionamiento es sólo un funcionamiento de la conciencia. Lo mismo sucede en el caso de la otra forma. Igual que yo me despierto, yo pienso y yo actúo, vosotros también os despertáis de esa misma fuente y también recibís un pensamiento, igual que lo recibo yo y, a través de vosotros, también es la conciencia la que se está exteriorizando, pues a través de mí también es lo mismo. Así que más allá del pensamiento de dos formas, lo que existe es únicamente conciencia o luz. Así es que la interacción entre dos formas es sólo una interacción entre la conciencia. Hay toda una serie de particiones, digamos son rectángulos con un círculo en el centro y, nosotros estamos fuera como conciencia. Así que estos tres rectángulos con un circulo en el medio los llamamos pantallas. A partir de la conciencia absoluta, cuando se localiza, nos convertimos en el alma, que sería la primera figura. Después entramos en un pensamiento que sería la segunda figura. Un pensamiento que es un triángulo y, después, entramos en los sentidos, que sería una estrella de cinco puntas, y después nos exteriorizamos a través del cuerpo y, así, es como llegamos hasta la objetividad.
Alma
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Pensamiento
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Sentidos
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Cuerpo
De la misma manera la persona con quien interaccionamos pasa también por todos estos portales, aunque hay una diferencia o variación en el pensamiento, sin embargo el hilo de conciencia es el mismo. Él proviene de la misma fuente de origen de la que provenimos nosotros y, a través de todas estas pantallas o portales, es la luz la que está interactuando. El resto puede ser un animal, una persona, o una planta, o un artículo. Pero todo es el trabajo químico de la conciencia y nada más. Así que la enseñanza de Adi Buddha (este es el punto seis) es que cuando estáis actuando con algo, estáis actuando conMIGO. Lo único es que esos otros, con quienes actuáis, están vestidos de manera diferente, igual que nosotros también nos vestimos distintamente unos de otros. La ropa que yo tengo es diferente de la que tenéis vosotros y también esta ropa de la piel, es diferente de la vuestra, pero sólo el ropaje es diferente, el contenido es el mismo. Adi Buddha nos dice: "No os olvidéis de Mí cuando estáis en acción con la gente, porque en esencia sois todos YO, así que sólo hay dos, vosotros y YO, y jugamos desempeñando muchos papeles." Si os recordáis a vosotros mismos como la conciencia de tú, os olvidáis de la fuente de origen, pero si os recordáis como la conciencia de YO, jugáis o actuáis con conciencia y, entonces, esa actuación o juego no os creará consecuencias. Así que el que actúa es la conciencia y con quien está actuando es también la conciencia y la acción misma. Si ya no no nos acordamos del UNO, entonces perdemos el juego. Si seguimos recordado al UNO en todos entonces no perdemos en ese juego. Por eso, en el Antiguo Testamento se dice: “Yo no tolero a un segundo”. La frase original dice: “YO, Dios, el Señor, Soy un Dios celoso, no acepto a ningún otro”. Esa traducción es una traducción muy mala porque Dios no es un Ser celoso. Lo que quiere decir es que hay sólo una existencia y que no hay ninguna otra. Si vemos esa segunda, o esa otra, somos fruto de un espejismo. Así que cuando uno trabaja, trabaja con la conciencia y el que está trabajando es también conciencia, y el trabajo mismo es también conciencia, todo es conciencia y no hay una segunda cosa. Así que cuando comprendemos las cosas así, no nos perdemos en la creación. El propósito de la mente, los sentidos y el cuerpo es sólo para el juego de la conciencia pero si nos olvidamos de este propósito el juego se hace complicado. Adi Buddha dice (este es el séptimo punto): "Actúa conMIGO. Actúa por Mí. No actúes por los demás." Si actuamos por los demás quedamos condicionados. Así que no actuemos, pongamos por caso, por un resultado. Si actuamos por un resultado la belleza de la acción se pierde. Suponed que debéis cultivar un árbol, ir experimentando su crecimiento. Toda transformación que va surgiendo desde la semilla hasta convertirse en planta, y esa planta en árbol, todas las sucesivas transformaciones que son millones, en número, nos dan alegría cuando las observamos. Pero si cultivamos el árbol para que nos dé el fruto, mientras es todavía una semilla, estaremos pensando: "cuando crecerá y me dará el fruto". Al día siguiente, iremos y veremos que ha despuntado algo de esa semilla, una cosa muy pequeña, y al día siguiente un poquito más, así que tenemos que esperar hasta que se convierta en planta, y seguir esperando hasta que crezca y se convierta en árbol y, luego, tiene que hacer ramas y florecer y, después, dar el fruto. Y en ese proceso no tenemos paciencia para esperar, porque la mente se ha ido ya hacia el fruto futuro, y no puede disfrutar de los millones de transformaciones que se están produciendo. Con frecuencia, suele pasar, que cuando sale el fruto y nos lo comemos, la alegría es sólo momentánea; por el contrario el crecimiento del árbol es un proceso continuo, así como también su proceso de fructificación. Si nos podemos asociar con esa transformación del árbol y su fructificación, con todo ese proceso, desde la semilla hasta la planta, la planta al árbol, la alegría será continua. Pero si queremos alegrarnos sólo cuando comemos el fruto, nos hemos negado la alegría continua y la hemos limitado a una alegría limitada. Del mismo modo queremos tener un buen hijo o hija, pues ya desde el día de la concepción pensamos, estaría bien si fuera médico. Primero tiene que nacer, luego se le tiene que dar un nombre, luego se le tiene que dar alimento y vestirlo y, luego, se le tiene que enviar a la escuela y, luego, tenemos que asegurarnos de que estudia, y si estudia o no estudia es nuestro problema. Así que, ¿cuantos años tiene uno que esperar para obtener ese resultado?. No menos de veinticinco años. Y luego cuando se hace médico nos dice adiós. Casi que es una felicidad momentánea cuando uno trabaja por el resultado. Si somos verdaderamente sabios, no
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trabajaremos por el resultado, sino solamente para disfrutar. Son los no sabios quienes trabajan por el resultado. ¿Por qué no puede uno disfrutar del crecimiento del hijo ya desde el primer día?. Viendo y disfrutando cómo se van desarrollando las facultades en el niño y cómo va desarrollando sus propios gustos y aversiones, cómo va desarrollando sus percepciones sensoriales y cómo van desenvolviendo gradualmente sus pensamientos. Qué es lo que le hace pensar a un niño en una dirección determinada. Observar cuando eso está sucediendo es una alegría continua. Pero si hacemos un programa futuro y lo esperamos, la espera es lo peor que le puede pasar a cualquier persona. Es muy doloroso esperar, y pasamos por ese dolor para disfrutar luego por una alegría momentánea. Así que la primera cosa que toda doctrina nos dice es que no trabajemos por el resultado porque, si es así, nos estamos negando la alegría de trabajar. El que trabaja por el resultado pierde la felicidad del trabajo. Muchas veces os digo cómo hay gente que trabaja por su provecho o por el dinero, trabajan 30 días por el salario y la felicidad del salario no dura más de un día y tenemos que volver a trabajar, para los siguientes 30 días poder recibir otro salario. Después tenemos el salario ante nosotros un momentito. Nos llega a las manos y tal como nos llega desaparece. Tenemos que pagar la casa, las facturas, la comida, tantas cosas como tenemos por pagar y al final, al día siguiente, sólo nos queda el trabajo por hacer. Así que el trabajo es una cosa continua para nosotros, el beneficio es algo momentáneo. Entonces la cuestión está en saber si queremos ser momentáneamente felices o siempre felices. Cuando empezamos el viaje desde Barcelona a Onda, hicimos 300 kilómetros. ¡Oh, Cuanto se tarda, son dos horas!. Pues, esperar a que pase el tiempo en el que completamos las dos horas, es una cosa, es decir: "¿cuándo llegaremos a Onda?, ¿cuándo llegaremos a Onda?". Así no disfrutaremos del viaje. El camino que va de Barcelona a Onda es muy bonito y, ¡sólo Dios sabe cómo será Onda!. Todos queremos ir al Ashram de un Maestro sin saber cómo será ese Ashram. El sendero que va hacia al Ashram es de gozo, para disfrutar; no creáis que en el Ashram vais a encontrar agua caliente para ducharos. No tendréis agua caliente, y no podréis pedirle al Maestro agua caliente. Tendréis piedras para dormir y no colchones y, puede que tengáis que vivir comiendo hojas y frutos y, además, unicamente las hojas y los frutos que se caen sólos de los árboles, porque los Maestros no creen en arrancar nada de los árboles, sino que sólo toman la hoja o el fruto que el árbol deja caer. Así que sólo Dios sabe cómo serán las cosas en el Ashram. Nosotros no lo sabemos. Entonces, ¿por qué aspiramos hacia algo que no esta presente todavía?. Haciendo esto perdemos la alegría del presente. El camino que lleva hacia Onda podrá ser bien experimentado y vivido y, de paso, llegaremos a Onda. Pero llegar a Onda no debe convertirse en una preocupación en nuestra mente. Cuando estamos en la acción, estamos disfrutando de esa acción y, al mismo, tiempo llegaremos a Onda. Como estamos disfrutando tanto del viaje, no nos damos cuenta de que estamos viajando. Y, de repente, alguien nos dice hemos llegado a Onda entonces decimos: "¡ya!, ¿tan pronto?". Por eso yo le digo a mi amigo: "no conduzcas tan de prisa. No hay prisa por llegar". Hay gente que piensa que tiene que llegar rapidamente hasta Shamballa, pero ¿qué va a hacer uno al llegar allí?. En realidad no lo sabemos, sino que es una especie de espejismo que desarrollamos en nuestra mente; muchas veces no sabemos lo que haremos cuando llegamos a nuestra meta. Cuando éramos estudiantes pensábamos, "¿cuándo terminarán los estudios?". Entonces, uno así no disfruta en absoluto de la educación, de los estudios, porque siempre está preocupado por acabarlos. Los que habían completado sus estudios nos decían, no los acabéis tan pronto, este es el mejor momento de vuestras vidas. Pero los estudiante decíamos, "si, él piensa así porque ya los ha terminado". Pero, nosotros, una vez que terminamos los estudios, o la carrera, nos vemos metidos en otro berenjenal aún mayor y, entonces, si que pensaremos, "cuando éramos estudiantes, aquellos días, si que eran buenos". Siempre tenemos la impresión de que cualquier tiempo pasado fue mejor, lo que significa que nunca aceptamos el presente. Después de terminar los estudios nos casamos, creyendo que el matrimonio es un camino hacia el cielo, pero aquellos que se han casado antes que nosotros, nos dicen, "no tengas prisa por casarte". Y nos dicen, "sin saberlo me metí en un gran berenjenal. Así que no hagas tú lo mismo. Puedes ir llegando y hacerlo pero, despacito, no hay prisa". Y lo mismo pasaba con los exámenes, cuando éramos estudiantes. Estudiar para los exámenes no era ninguna cosa bonita. Si uno estudia por el conocimiento, recibe la belleza de esa materia que se nos abre, pero como la mayoría de los estudiantes estudian para los exámenes, los estudios son aburridos. Tenemos que hacer comprender a los estudiantes que están estudiando para aprender la materia y no para los
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exámenes, y que están estudiando para experimentar el estudio. La acción es para experimentar la acción y no por un resultado. Cuando perseguimos un resultado, la acción es monótona, seca y aburrida. Así que como generalmente pensamos en un resultado, nuestra acción no es algo querido. La persona que hace la acción con cariño, no se preocupa por el resultado, y no se preocupa por el futuro, y no piensa en absoluto, "¿que pasará a finales de siglo?". Hay muchos que están preocupados en qué pasará en 1.999, eso quiere decir que han tachado de su calendario, 1.995, 1.996, 1.997 y 1.998, pues ya incluso hoy están muertos. Porque, una cosa que tenía que pasar en el '99 ha pasado ya psicológicamente hoy con esa persona. Si alguien dice, "se dice que todos vamos a morir en 1.999", resulta que esa persona muere antes de 1.999. Así es como muere la gente, sin vivir en el presente. Las personas que viven en el pasado, y las persona que viven en el futuro, no están viviendo para el presente. Así que están muertos al presente. Así que la cosa no cumple ningún propósito o no tiene ningún sentido. Por eso hay que actuar, para experimentar, para experimentarME a MÍ. Toda acción nos puede dar la experiencia de la conciencia. No hay acción que no nos de esa experiencia, siempre que entendamos este concepto de la conciencia del alma. Adi Buddha dice, "actúa conMIGO, actúa para MÍ y no actúes para otros". Esto no quiere decir que yo no actúe para vosotros. Es decir, que si cuando actuamos no ME véis a MÍ en el otro, entonces sólo consideraréis al otro como algo exterior a vosotros, es decir, otra cosa diferente de MÍ. Otro, es una palabra que indica otra cosa diferente de YO SOY. Esto significa no actuar con otra formación que consideréis diferente de MÍ. Cuando ME ignoráis a MÍ, entonces estaréis actuando extrañamente, lo que os causará consecuencias. Cuando ME miráis a MÍ mientras actuáis, actuaréis como conciencia y, por consiguiente, no sufriréis consecuencias. Pero si veis algo como distinto de MÍ, entonces actuaréis por demás o por de menos y, eso, os traerá consecuencias. Si uno actúa tanto como se precisa, eso no tiene consecuencias, pero si actuamos con este "software" de efecto, la cosa tiene consecuencias. Eso es lo que se llama actuar por lo otro, y bajo este actuar por otra cosa, en esta categoría, viene también el actuar por un resultado, actuar por un beneficio, actuar por el confort, actuar por el éxito. Todas estas son acciones que nos llevarán lejos de la felicidad inherente en la acción. Por eso hemos perdido la clave de la felicidad y, desde la infancia, se nos enseña a hacer las cosas por un resultado, por un beneficio, por una comodidad y por el éxito. Por eso hemos desarrollado una aversión hacia la acción. Queremos evitar la acción o sólo tenemos una actitud de hacer las cosas por el beneficio, por la comodidad o por el éxito, por eso la humanidad ha perdido la felicidad que era su propiedad inherente. Daros cuenta que contentos están los padres cuando tienen un hijo recién nacido, dándole de comer, cuidándolo, vistiéndolo. Es muy grande la felicidad cuando un niño llega a casa. Si le preguntamos a la madre o al padre de ese niño si tienen ellos mismos comodidad o confort, veremos que muchas veces no duermen bien por el niño. Los padres cuando están criando al hijo no se preocupan por su comodidad personal. Así es que la comodidad no da la felicidad. Hay algo más allá de la comodidad física que tiene felicidad. Uno no puede ponerse una piedra en el regazo y hacer eso que hace Aurora moviéndose todo el tiempo (meciendo a su hijo). Podemos tomar un peso equivalente al de nuestro hijo. Y pregunto además: ¿cuál es el beneficio que uno recibe de esto?. Financieramente sólo significa pérdidas. Tenemos que comprar leche en polvo, ropa, tenemos que comprar un camioncito y todos los nuevos modelos de zapatitos y, luego, tenemos que enviarlo a la mejor escuela que podamos, darle la mejor educación, todo lo que creemos que es mejor para el hijo, que no es, como digo, ni cómodo, ni nos resulta beneficioso. Y si luego, al fin de cuentas, es un éxito o no nadie lo sabe. Y, sin embargo, ¿por qué demostramos tanto cariño?. ¿Por qué tenemos esa identificación?, no tenemos la sensación de que ese hijo sea algo diferente a nosotros. Es parte integrante de nuestro propio ser. Así que no tenemos la impresión de que le estamos haciendo algo a otro, a algo fuera de nosotros sino que estamos actuando para nosotros mismos, eso significa actuar para MÍ. Justo por eso, porque sentimos que es parte integral de nosotros mismos, no pensamos en el resultado, en el beneficio, en la comodidad o en el éxito. Estamos contentos con él. Hasta el momento en que comienza a demostrar una conducta en la que empezamos a pensar que ese hijo o hija ya no es tanto una parte integral de nosotros, y entonces vendremos a consultar. Tengo un problema con mi hijo/a. Y, ¿por qué? Porque ya no tenemos identificación con ellos. Así que si os identificáis conMIGO en todo lo que hacéis, se experimentará una continua felicidad y no
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tendremos otra alternativa, sino sólo felicidad. Por eso ayer cuando hablaba de los sabios dije que eran felices porque viven en comunión con el UNO, que hay en todo y en todos, y por eso son felices. No necesitan nada externo para ser felices, no necesitan que se les haga felices tampoco porque ya lo son. No tenemos que decirle a esas personas: "¡feliz cumpleaños!". Por qué le tenemos que decir a una persona feliz cumpleaños cuando ya es feliz. Tenemos que desearle feliz cumpleaños a una persona que no es nunca feliz, para que al menos el día de su cumpleaños lo sea. Hay personas que se lamentan de haber nacido y se dicen en el día de su cumpleaños: ¿por qué habré nacido?. Todas esas preguntas surgen en nosotros cuando nos desconectamos de la conciencia del YO SOY. Así que empecemos el día meditando en le corazón, ese es el primer paso que hay que dar en el día, para que establezcamos una robusta conexión con aquél que está presente por todo el todo. Y luego, cuando actuemos, lo cual es inevitable una vez que nos levantamos, no os olvidéis de MÍ en la acción. Si podéis tenerme a MÍ en la acción experimentaréis mejor la belleza de la vida. Pero si véis otra cosa que no sea YO, os confundiréis y sufriréis un espejismo. Ver otra cosa que no sea la conciencia es el comienzo de la caída. Así que la acción no tiene por que obstaculizar nuestra experiencia de la conciencia, por eso Adi Buddha, como segundo paso nos dice: “En el mundo estáis actuando en verdad conMIGO y estáis actuando para MI, no estáis actuando para nadie más”. A veces recibimos ideas como, "¿porqué tengo que trabajar yo para los demás?". Entonces, dejaremos de trabajar y nos meteremos en nuestro propio berenjenal. Nuestros problemas empiezan cuando dejamos de actuar. Así que cuando dejamos de actuar, entramos en un vació, porque creemos que toda acción es insignificante pero, sin embargo, necesitamos alimento, necesitamos vestirnos, esas cosas no nos llegarán si no hacemos algo, entonces empiezan los problemas. Así que la acción es el camino hacia la felicidad, la acción es inevitable, así que si es inevitable entonces es mejor que sepamos cómo actuar. Adi Buddha nos lleva directamente al punto cuando nos dice: “Estáis actuando conMIGO cuando hacéis todo lo que hagáis, cuando me ves a mi en todas vuestras acciones estaréis en felicidad continua y seguiréis actuando sin crear karma. Será una acción con libertad que no os condiciona”. Cuando actuamos por el resultado, por el beneficio, por la comodidad o por el éxito se produce el condicionamiento y actuar de esta manera produce también motivos ulteriores. Toda esta parte de trabajar por el beneficio, por la comodidad o por el éxito, produce motivos. Así que los motivos vienen de esta orientación hacia el resultado, el beneficio, la comodidad o el éxito. De esta forma, tenemos una causa para actuar y, esa causa, tiene su efecto y, ese efecto, nos traerá otra causa, producirá otra causa, y de este modo entramos en un mundo de CAUSA Y EFECTO. Y buscamos soluciones en este mundo de causa y efecto, cosa que nunca encontraremos, porque esto es un círculo vicioso en el que caemos, buscando la causa de cada efecto y buscando el efecto de cada causa. Esta es la manera por la que el pensamiento queda condicionado y da vueltas dentro de un circulo y nunca será posible salir de él, y nosotros intentamos hacerlo encajar todo en ese mundo de causa y efecto y, luego, no comprendemos, porque la creación como tal, no encaja dentro de nuestro mundo de causa y efecto. ¿Por qué ha de dar frutos el árbol?. Da frutos porque no tiene la lógica humana. Así que tiene suerte, porque no tiene la lógica de los humanos. ¿Por qué debe la vaca comer hierba para dar leche?, puesto que la leche de la vaca no le es útil a la vaca misma. O ¿acaso la vaca se bebe toda su propia leche?. La cosa no tiene lógica, desde el punto de vista de la lógica humana. La lógica humana es una cosa muy pequeña, pero queremos que todo el cosmos entero encaje en esa lógica tan pequeñita; por eso el ser humano nunca puede comprender las leyes del universo. Hemos de crecer un poco más arriba de esa ley de causa y efecto para tener la gran visión del universo y conocer las leyes de por qué funciona así. Sabremos por qué los árboles dan fruta, y por qué la vaca da leche e incluso nos da la piel. El animal es útil hasta incluso cuando muere; sin embargo, no así la piel de los seres humanos. ¿Para qué sirve la piel de los seres humanos?. Al menos la de los animales es útil después de su muerte. ¿Véis lo útiles que son las plantas y los animales?, no trabajan para sí mismos, sino que trabajan totalmente para los demás, porque en nosotros está la conciencia del YO SOY. Lo mismo sucede si un ser humano está de lleno por los otros, si trabaja por los otros será tan equilibrado como cualquier otra cosa en la creación. Por eso Krishna dice: “Hay sólo dos maneras de acción. Actuar por el beneficio o éxito de uno mismo o trabajar por el beneficio de los
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demás”. Si trabajamos por lo demás estamos en sintonía con la naturaleza, así es como lo hacen las plantas y los animales, así es como hacen también los minerales, así es como hacen también los devas, así es como trabajan también los elementos. Nosotros somos los únicos enfermos que no actuamos de esa manera. Así que superemos nuestra enfermedad, superar nuestra enfermedad es la enseñanza que nos da Krishna en relación a la acción. Y Krishna dice: “Miradme, en los tres mundos, yo no tengo por qué hacer nada por los demás. No tengo obligación de hacerlo, sin embargo hago cosas por los demás y, me podréis preguntar, que por qué las hago, lo hago por la alegría que me da hacerlo". Así que aprendamos a actuar de este modo y no reduzcamos la belleza de nuestra vida a la causa y el efecto. También podemos leer, por favor, la descripción de Madame Blavatsky, acerca de la insignificante teoría humana de causa y efecto. Es tan insignificante que a menos que salgamos de ella, no podremos disfrutar de la vida. Y esta es la doctrina de acción que nos da también Adi Buddha. Así que la tercera enseñanza tiene que ver con tres aspectos: la falta de deseo, servir a los sabios, ayudar a los débiles. El cuarto punto es la meditación como el comienzo de nuestro trabajo. El quinto paso es: "conecta conMIGO en todas tus acciones, no salgas afuera dejándome a MÍ y tenME como amigo en todo momento". El seis: "cuando actuéis estáis actuando conMIGO", eso no es una instrucción sino que es la verdad. El número siete es: "actúa conMIGO, actúa para MÍ, no actúes por otras cosas como resultado, beneficio, comodidad, éxito etc.", porque eso es lo que produce los motivos en nuestra acción y, poco a poco, caeremos en el mundo insignificante de causa y efecto. Y, entonces, quedamos reducidos en nuestro ser y quedamos condicionados por nuestros actos que se derivan de nuestras causas. Para actuar sin causa alguna, ya veremos cómo es por la tarde. Tendremos que dejar para ellos el cuerpo causal. La acción, según una causa y efecto, es lo que produce el cuerpo causal y, entonces, estamos en una prisión. Una de las buenas enseñanzas que nos dan los buenos maestros, es que destruyamos nuestro cuerpo causal. Cuando nuestro cuerpo causal se quema, el karma se quema y, a partir de ese momento, actuamos sin karma. Lo que nos da una felicidad al cien por cien. Esa es la diferencia entre un iniciado y uno que no lo es. El iniciado trabaja sin un por qué. Si le preguntamos ¿por qué curas?, él no tiene causa para hacerlo. Si le preguntamos ¿por qué enseñas?, no tiene causa para ello, pero si a nosotros se nos pregunta ¿por qué hacemos algo?, siempre tenemos una causa para decir. Ellos no tienen causa, o no tienen por qué, y por eso no tienen cuerpo causal. Nosotros tenemos un montón de causas personales y, por eso, tenemos un cuerpo causal muy fuerte. Por eso nosotros morimos y ellos no mueren. La gente que no tiene cuerpo causal no sufre la muerte. La gente con cuerpo causal muere. El cuerpo causal es algo que surge de la vida de causa y efecto, que (a su vez) es el producto de los motivos y, los motivos, son producto de la vida pensando sólo en uno mismo, para nuestro beneficio, para el confort de uno mismo y para el éxito de cada uno; es decir, todo el mundo preocupándose por sí mismo y no pensando en el beneficio de la colectividad. Esto es lo que llamamos la involución. Durante el curso de la involución, la creación involuciona de la unidad a la diversidad, así que se forman las unidades individuales y, luego, como fruto de la ilusión y el espejismo uno cae preso de la separatividad y todo el mundo tiene la sensación de que tiene que trabajar para uno mismo y, si no, no hay manera. A menos de que trabaje para mí mismo y para mi beneficio no puedo sobrevivir. Ese es el tipo de situación en la que acaba todo esto, en este mundo de la causa y efecto. Luego las formaciones van entrando más y más en la separatividad y con el consiguiente ahogo en la vida. Hay cada vez un estrechamiento mayor y, como consecuencia, menos respiración en la vida. Eso es lo que va causando el ahogo, y la gente hace cada vez más esfuerzo para sobrevivir. Así es como desarrollamos un cuerpo causal muy fuerte. Así que, este cuerpo causal, es el que se debe destruir si uno quiere vivir en un estado liberado, y la manera de debilitar y disolver este cuerpo causal es invertir el proceso. Al invertirlo comenzamos a trabajar para los demás en lugar de trabajar para nosotros mismos. El esfuerzo del estudiante espiritual tiene que ser trabajar para los demás, y al trabajar para los demás se da cuenta que, también, está trabajando para sí mismo, pero en este trabajo ya hay un mayor espacio para respirar y menos ahogo. Y, como consecuencia, se anima a trabajar para los demás y comprende que hay belleza y alegría al trabajar para los demás. Eso es lo que expliqué por la mañana, cuando hablé de la alegría de los padres con sus hijos. Cuando trabajamos para los demás, alcanzamos un estado en el que llegamos a abrir el corazón. Sólo cuando nuestro corazón está abierto hay pie para trabajar por otros. Así es que, invertir este proceso involutivo, produce la
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debilidad del cuerpo causal y, poco a poco, uno comprende que en la creación, uno trabaja para el otro y por eso nosotros debemos de trabajar, unos para otros, sin esperar ningún beneficio. Así que el motivo del beneficio muere, el trabajo permanece y, ese trabajo, beneficia a otros, pero, al mismo tiempo que nosotros hacemos que otros se beneficien, nos beneficiamos nosotros también, igual que las plantas benefician a los animales y a los humanos y, las plantas, reciben también los beneficios de los minerales de la tierra. Así que los minerales benefician a las plantas, las plantas a los animales y a los seres humanos, los animales benefician al reino mineral y a los humanos y, los seres humanos, también aprenden a beneficiar a las plantas, a los minerales y a los animales, recibiendo beneficio también de los minerales, de las plantas y de los animales. Esto es lo que se llama convivencia de grupo. Compartir lo que sabemos hacer con otros. El hombre puede arar la tierra y producir la transformación de los metales, hacer que crezcan las plantas y alimentar a los animales y, mediante ello, recibir de la tierra, de las plantas y de los animales. Esa es la manera como se debe vivir. En este proceso todo es mutuo. Es una asistencia mutua, uno ayudando al otro, en lugar de uno ayudándose sólo a sí mismo. Cuando yo os ayudo, vosotros me ayudáis, entonces yo tengo el placer de asistiros, ayudaros y, vosotros, tenéis el placer de hacer lo mismo conmigo. Cuanto más os asisto, más me asistís vosotros a mí. Cuando yo trabajo para vosotros, vosotros trabajáis para mi, de una manera natural, no hay ningún aspecto comercial en esto. Así que se produce el flujo del amor y de los sentimientos fraternales. Así que la cosa se hace tan natural, que la pregunta del, ¿por qué?, no surge, igual que la madre no se pregunta, ¿por qué?, cuando está sirviendo a su hijo. Si le preguntáis a una madre, ¿por qué tiene en brazos en todo momento a su hijo?, la madre nos mirará pensando que estamos un poco locos, porque a tal pregunta no hay respuesta. La experiencia pura no tiene ningún por qué. Si una niñera está cuidando un niño, y recibe dinero por hacer de baby sitter con ese niño, la experiencia no es una experiencia pura. Si le preguntáis por qué tiene cuidado del niño, la respuesta es porque me pagan. Pero si no le pagaran, dejaría inmediatamente al niño. Así que, ahí es donde uno trabaja para sí mismo; pero en una situación en la que uno trabaja para el otro, y cuando llegamos a la destreza total, el ¿por qué? no surge. Si uno de nuestros hermanos empleara estas mismas horas que emplea aquí, en el Banco, recibiría dinero a cambio y, si otro de los hermanos, que está aquí también, empleara todo el número de horas que emplea aquí, en el restaurante, recibiría mucho más dinero. Pero entonces, ¿porqué está aquí?, participando en esta convivencia de grupo, sentado allí delante de las máquinas y, grabando las cosas, sin cobrar nada por ello. Véis, todos nosotros nos hemos reunido aquí, y lo hemos hecho voluntariamente. Lo normal es que si el tiempo y la energía que damos aquí, la diéramos en otra parte, recibiríamos dinero por ello, sin embargo, preferimos que no nos den dinero, pero tener comunión en la conciencia, ¿No es cierto?. Entonces, si le pedimos a nuestro hermano que por qué está empleando aquí todo este tiempo, aún grabando cintas, el nos diría no sabéis lo bello que es hacer esto. Mucha gente que os conoce en el mundo exterior, creen que estáis perdiendo el tiempo haciendo esto, porque no tiene ningún sentido comercial; entonces, la gente lo entiende como una pérdida de tiempo, pérdida de dinero, pérdida de energía, porque lo ven todo desde el punto de vista del motivo. Aquí todos ayudan a todos sin buscar una remuneración. ¿Quién está pagando a quién?. Nadie paga a nadie, y sin embargo todos estamos viviendo felizmente durante toda esta convivencia de grupo. Así que la vida de grupo es una demostración de una manera de vivir, en la que todos trabajan para todos y reciben lo que tienen que recibir, sin cobrar una paga. Suponed que tuviéramos que pagar por cada una de las cosas con las que todos los miembros del grupo ha contribuido a esta convivencia. Suponed que tuviéramos que pagar a nuestro hermano Jesús por la traducción, eso tiene un precio. O suponed que yo os diera una sabiduría y le pusiera precio, o que diera consultas y les pusiera también precio. Jordi o Josep, que están grabando allí las cintas, pusieran un precio por hacerlo, y el otro hermano que está ahí con el vídeo, pusiera un precio por su filmación, y otra persona que viene de otro país, y que está traduciendo para los de ese país, le pusiera un precio a esa traducción; entonces, no habría tanto espíritu. Aquí todo el mundo está trabajando por sí mismo, pero en beneficio de los demás, y nadie tiene la impresión de que no se le paga, es decir que ni siquiera se les ocurre esa sensación de remuneración, porque la belleza de la vida misma es ya la paga. Así es como las causas mueren y la vida permanece. Así que, si la causa muere y la vida permanece, es una vida mejor y
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eso puede suceder sólo cuando uno trabaja por los demás. La experiencia pura se recibe mejor cuando dejamos de preguntarnos, ¿qué es lo que hay para mí?, en cualquier cosa que hagamos, o ¿en este trabajo concreto qué es lo que yo recibo?. Eso es lo que construye el cuerpo causal. Cuando uno se olvida de lo que ha de conseguir por lo que hace, poco a poco el cuerpo causal muere, la gente trabaja olvidándose de lo que tiene que conseguir. Así que es un trabajo en el que hay alegría. Si, ahora mismo se han presentado las pinturas, que han sido hechas según una cierta inspiración, y que fueron presentadas en la convivencia de grupo del "May Call Day" en Alemania; el grupo sintió que se debía compensar ese trabajo, y lo que saliera, sería utilizado para la vida de grupo. Así que era la respuesta de grupo para recompensar ese trabajo. Esa persona no pensó en ponerle precio, la gente de Alemania contribuyó a ese trabajo y, para su más absoluta sorpresa, esta mujer, al final de la convivencia de grupo en Alemania, recibió la misma cantidad de dinero que invirtió para producir todos estos cuadros, y se quedó muy sorprendida y, entonces, nos dio unos cuantos cuadros para que los lleváramos a los lugares donde vamos. Y dijo: "haced lo que queráis con ellos" y dijo además: "es una alegría compartirlos con los demás grupos nuestros", y han llegado aquí ahora. Nadie ha decidido su precio. Alguien como él, se sintió inspirado para darle un precio que sea razonable, y luego ya encontrarán su propia expresión, porque estos cuadros han sido traídos sólo por la alegría de la inspiración. Todos los que han actuado como los iniciados, hacían las cosas así, no tenían causas personales al servir a la humanidad, ni tampoco sufrieron la ilusión de que habían venido para salvar al mundo. Ninguno de esos seres a los que veneramos, y están en el altar, vinieron aquí con el propósito de salvar al mundo. Ellos vivieron en comunión con la Conciencia Universal y eso de por si, es ya todo para ellos. Pero como estaban en comunión con el Alma Universal, el plan del Alma Universal, fluyó a través de ellos. Como consecuencia, hoy los reconocemos como Salvadores. Buddha nunca dijo soy un Salvador, ni Jesús dijo yo soy el Uno. Cuando otros le dijeron a Jesús que Él era el elegido, Él dijo: "vosotros también". Estos iniciados no vinieron atribuyéndose nada, y no tenían motivos, no trabajaron con motivos ulteriores, y demostraron cómo vivir sin motivos y cómo vivir en reciprocidad, uno ayudando al otro. Tanto como uno ayuda al otro, así recibe ayuda a través de otras fuentes. Hay una historia clásica que se le cuenta a los niños en la India, para trasmitirles el correcto contenido de la vida. La historia dice así: "En India hay sabios védicos que cantan los vedas, van de puerta en puerta y cantan el veda y reciben los donativos o limosnas tal y como se los quiera dar el propietario de la casa. Ellos no exigen nada. Van a una casa y cantan los himnos védicos y lo que se les da lo toman y viven con eso. Normalmente van de dos en dos y se cree que cuando vienen, y cantan los vedas, es una especie de bendición para esa casa. Los dueños de las casas quieren que vengan a ellas esos doctos que cantan los vedas. Ellos cantan y se van, y no piden nada, porque creen en el veda, y el veda habla de la reciprocidad. Ellos cantan el veda, y el veda, tiene cuidado de ellos. Un día, en su quehacer, se encontraron en la casa de una persona muy, muy rica, que estaba jugando al ajedrez con un amigo suyo muy sabio. Y mientras estaban jugando el ajedrez oyeron la noticia de que habían venido estos sabios védicos a cantar. El rico dijo: ¿para qué vienen?. Los sirvientes fueron y le preguntaron que para qué venían y los sabios védicos dijeron, sólo para cantar. Así que uno de los sirvientes volvió y le dijo al rico han venido, según dicen, sólo para cantar y el rico exclamó ¿sólo para cantar? No me lo creo, seguro que cantan y luego quieren que les demos algo. Entonces el amigo que estaba jugando con él le dijo, si, cuando cantan, normalmente la gente les da algo. Entonces, el rico dijo, ¡lo ves!. Están cantando por la limosna o por algo, entonces el sabio no replicó. El rico les dijo a los sirvientes que trajeran a los sabios védicos hasta la habitación, donde estaban jugando el ajedrez, entonces los sabios vinieron y cantaron. Y el rico dijo, tengo entendido que aceptáis limosnas después de cantar el veda y los sabios dijeron, si, lo hacemos. Entonces, el rico dijo, ¿qué recibiré yo porque vosotros cantéis los vedas en mi casa?. Vosotros recibís limosna de mí, pero ¿qué recibo yo cuando cantáis los vedas aquí?. Entonces el bramin le dijo, la bendición. Y el rico le dijo ¿qué pasará si recibo yo la bendición?. Entonces el sabio védico le dijo, cuando recibes la bendición recibes también más prosperidad. Y el rico dijo, ¿qué pasará si soy más próspero?. Y el sabio védico le dijo, si eres más próspero, entonces, darás cada vez más ayuda económica a más gente pobre. Y el rico le dijo a su amigo, ¡vaya lógica tan pobre que es esta de los vedas!. Vosotros cantáis los vedas y recibís limosna de la gente, ¿por qué no puede vuestro cantar ayudaros directamente a conseguir dinero? Podéis cantar los vedas y haceros ricos, ¿por qué tenéis que ir
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de casa en casa como mendigos?. Y, luego de cantar el veda, recibís un dinero por lástima, ¿por qué debéis vivir en este estado de mendicidad y decir que vuestro cantar los vedas os da prosperidad?. Entonces, los sabios védicos dijeron, no podemos utilizar el veda para nosotros mismos. Cuando cantamos los vedas, no podemos pensar en recibir el beneficio directamente para nosotros, los himnos védicos los hemos de cantar en beneficio de los demás, y no los podemos cantar en beneficio nuestro. Ninguna ciencia oculta ha de practicarse en beneficio personal nuestro. Es la ciencia del sonido, la ciencia del veda es cantar el sonido. Esa ciencia ha de ser utilizada para el beneficio de los demás, no podemos utilizarla para beneficio nuestro. El veda habla de la reciprocidad. Así que nosotros lo hacemos en beneficio de otros y no miramos nuestro beneficio personal. Si tú nos quieres beneficiar, muy bien y, si no, nosotros no lo exigimos. Entonces, el rico les compensó bien y les dijo que se fueran. Después se quedó con su amigo y mirándole le dijo, ¿no te parece ilógico esto?. Dicen que tienen los conocimientos, la destreza y que no lo quieren utilizar para sí mismos. Entonces, el amigo le dijo, olvídate de esto. Vamos a seguir con nuestro juego, y siguieron jugando al ajedrez. Al cabo de un rato, durante el juego, el sabio le preguntó al rico: ¿Cuántas vacas tienes en casa? Y el rico dijo, muchísimas. Y ¿cuanta leche dan?. El rico dijo que cada vaca daba, por lo menos, cinco litros al día. Entonces, el amigo le dijo, ¿para que den tanta leche has de darle buena comida, buen pasto?, y el rico dijo, si, he comprado unas tierras para que las vacas pasten, hago crecer el mejor heno para que sirva de alimento a las vacas. Así es que cultivo el mejor heno en beneficio de las vacas, para que esas vacas den buena leche, y date cuenta de cuanta gente tenemos en casa, y todos ellos tienen que beber leche. Por eso compré una tierra especial, y cultivo también un heno especial para esas vacas. Entonces, el amigo le pregunto, ¿así que cultivas el heno, se lo das a la vaca, y la vaca, da leche a los miembros de tu familia? ¿No te parece que es una lógica muy pobre?, ¿Por que no te puedes comer tu mismo el heno?, Si tu te comes el heno, luego darás leche, así que te la puedes beber luego; entonces, ¿para qué tener vacas?. ¿Por que tienes que ir por ese camino indirecto, de alimentar a la vaca, para que luego te alimentes tú de ella?. ¿Por qué tiene que dar la tierra una buena calidad de heno?, y ¿porque tiene que comerse la vaca el heno y, después, darte a ti la leche?, y ¿por qué deberías tú, tomar la leche de la vaca, y darle luego heno a ella?, ¿no te parece que es un poco ilógico esto?. La vaca debería de beberse su propia leche, para que no dependiera de los demás, y tu deberías comerte el heno, para dar tu propia leche. Entonces, el rico comprendió lo que le decía. Igual que tu alimentas a la vaca con heno, y la vaca te da leche, los sabios védicos trabajan para ti y, se supone, que tú debes trabajar para ellos. Si ellos cantaran los himnos védicos, para ellos mismos, es lo mismo que si tú te comieras el heno tú solito. Esa, no es la manera como tiene pensado la naturaleza que sea la vida. Así que la vida, tal y como se observa en la creación, trabaja en beneficio de los demás. Tú, crees que estás trabajando para tu leche. Pero, para trabajar para obtener la leche, tienes que trabajar la tierra, y, para eso, tienes que emplear a gente a los que tienes que pagar, luego procurar que las semillas sean de calidad. Así que al comprarlas estás trabajando también para aquellos que las preparan, y, cuando el campo da la cosecha, va dedicada a las vacas, y, las vacas, cuando la comen te están dando leche a tí. Así, que en todo ese esquema de tu propia vida, si lo observas, existe la verdad de que uno trabaja para el otro y, así también, los sabios védicos están trabajando para otros y no piensan en trabajar para ellos mismos". Esta historia se les cuenta a los niños para que comprendan, que es necesario que trabajen en beneficio de los demás, y que tienen que adquirir capacidades o destrezas, formarse, para ser utilizado en beneficio de los demás. Así que, cuando uno está trabajando para los demás, siente alegría al hacerlo y, la cosa, no tiene un porqué. En la vida del Maestro E.K., el Maestro, daba tratamiento homeopático a un promedio de 18 horas al día, enseñaba y curaba a un promedio de 18 horas al día, durante 30 años, y la gente le solía preguntar, ¿Maestro por qué hace esto?. Y, Él solía decir, no hay por qué, me gusta y por eso lo hago. Porque la gente se decía, lo está haciendo gratis, sin cobrar y, era una persona que tenía seis hijos. Entonces, una persona con seis hijos, tiene ya por qué preocuparse de cómo se gana la vida. El ser humano tiene la impresión de que entre más hijos tiene, más tiene que trabajar para conseguir dinero. Sin embargo, no es trabajar para conseguir dinero, sino que es trabajar para MÍ. Él vivía la verdad de esa instrucción, actúa para MÍ. Así que Él, hacía las cosas en beneficio de grandes grupos de gente, justo tal y como lo hace la naturaleza, sin pensar en lo que podía conseguir de eso. Y vivió con un gran esplendor, era el rey de toda su gente, y toda la gente
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se preocupaba de lo que Él necesitaba, así como de lo que necesitaba toda su familia. Él, nunca necesitaba preguntarle o pedirle nada a nadie, pero todo le llegaba. Si nosotros también trabajamos para los demás, sin preocuparnos por nosotros mismos, entonces, los demás tienen cuidado de nosotros. Eso se da, es una realidad, incluso en este siglo XX. Todos tenemos esa cualidad en nosotros, esa cualidad de ayudar a los demás. Sólo a modo de ejemplo, esta mañana hemos estado dando consultas hasta las dos. Normalmente el almuerzo es a las doce y media, pero Tiziana y yo hemos estado dando consultas hasta las dos y cuarto. Normalmente si tenemos que almorzar, bajamos y comemos, pero hoy hemos estado dando consultas, y la comida nos ha llegado aquí, al tercer piso. Y no le habíamos dicho a nadie que nos trajera la comida, porque, los que ya han comido, se acuerdan de los que están trabajando. Así que a las dos hemos podido comer en el tercer piso, puesto que nosotros no pensábamos en comer y estábamos trabajando por otros. Así también, cuando vosotros trabajáis por los demás, hay una cualidad de corazón en la gente que hace que tengan cuidado de vosotros. La persona que tiene cuidado de los demás, recibe también cuidados de los otros. La persona que trabaja para los demás, hace que los demás también hagan trabajo para él. Cuando uno se da perfecta cuenta de esa reciprocidad, eso de trabajar sólo para uno mismo muere y, como una cualidad vivida, trabajar para los demás, llega a ser prominente. El Manu introdujo el sistema de la familia, sólo para educarnos sobre este punto. El Manu quiso enseñarnos el concepto de reciprocidad y, por eso, introdujo el sistema familiar. El hombre y la mujer que trabajan hasta un punto para sí mismos, cuando empiezan a gustarse mutuamente, empiezan a trabajar uno para el otro. Así es como se ponen juntos, y el hombre piensa en la mujer, a quien quiere, y piensa en comprarle cosas que le gustan a ella. Si a ella le gusta el helado, él compra el helado y se lo da, y si a él le gusta, pongamos por caso, unos zapatos, ella piensa, "si le compro estos zapatos él se pondrá contento". De este modo, en el momento en que dos personas empiezan a gustarse, una comienza a pensar en la otra. Ese es el comienzo de la cualidad de la reciprocidad. Cuando van caminando por la calle, si hay un bache, el hombre le dice, "ten cuidado que hay un bache", y lo dice por el amor que siente por ella. Porque eso no se lo dirá a todo el mundo. Se lo dirá unicamente al ser querido. Luego, juntos tienen hijos y, entonces, en vez de trabajar el uno para el otro, juntos trabajan para el tercero. Un día, el hombre, se queda sin dormir por tener cuidado del niño que llora. Al otro día, será la mujer la que se quedará sin dormir, por tener cuidado del niño que llora; así que, los dos, comparten y comienzan a trabajar juntos por los hijos. En este proceso, entonces, uno aprende a trabajar por el otro. El aprender a trabajar para los demás, nos ayuda a superar la situación de causa y efecto. Mientras uno siga viviendo en el mundo de causa y efecto, seguiremos teniendo karma, karma individual, que nos condiciona. Es un proceso de auto-aprisionamiento. Así que entramos en un fuerte que no tiene salida, es como construir un edificio. Había una vez un constructor masón, muy sabio, que empezó a construir los cuatro muros y, para construir ese muro, podía llegar hasta donde llegaba su mano, así que comenzó a construir desde el sur, y construyó la pared del sur; luego, se volvió hacia el oeste, y construyó el muro del oeste; luego, construyó la pared del norte; y, luego, la pared del este... y, entonces, miró a su alrededor y... ¡no tenía manera de salir de allí!. La altura del muro que había construido, llegaba a lo más alto del alcance de su mano. La persona que piensa en sí misma, se construye así, también, una casa y no construye la salida. Igual que la araña tejiendo su tela de araña. Disfruta de la belleza de su proceso de tejer, así es que, teje y teje en todas las direcciones, y ve que su creación es algo bello. Pero, cuando ha terminado de tejer su tela de araña, la ha construido de tal manera que no tiene manera de salir de ella, y la saliva que sale de ella se solidifica, y se queda prisionera de una materia sólida y, entonces, sólo le queda esperar su día del juicio. Así es, como la persona que trabaja sólo para sí misma, se construye su propia tela de araña y se ahoga, y muere, debido a esa creación suya. Vemos mucha gente de negocios muriendo de esta manera. No tienen tiempo para nada. La persona que gana muchísimo dinero, no tiene tiempo para nada, no tiene tiempo para su esposa. ¿Conocéis estos casos?. Un ejecutivo de mucho éxito llega a tener una especie de menopausia ejecutiva. En la terminología de la Dirección de Empresas se llama así, menopausia ejecutiva. La persona trabaja para su propio éxito personal y, ese éxito, hace que le siga gustando tener más éxito, y mucho más éxito, y, mucho, mucho más éxito; y mientras está haciendo esto, no tiene tiempo para la esposa con quien se casó. Así que cuando llega a los cuarenta es un buen ejecutivo en los círculos de negocios; pero, si mira para atrás, su esposa se ha marchado y está
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con otra persona. Esto es lo que está sucediendo en los círculos de negocios, entre los ejecutivos. Las mujeres, en Estados Unidos, hoy en día, dicen, ¡o tu profesión o yo!, si no pones un equilibrio en este asunto, me marcharé por mi cuenta. La gente de negocios con éxito, los políticos con éxito, no tienen tiempo para su familia y sus hijos, siempre están ocupados, ¿para qué?, no lo saben ni ellos. La familia está en ruinas, y la personalidad también está en ruinas, y, luego, el dinero y poder que tienen, no lo pueden disfrutar ninguno de quienes le rodean. Ese es el ejemplo clásico, que podemos ver, de las personas que trabajan sólo para sí mismas. Está, el otro ejemplo clásico, de los sabios védicos que trabajan para los demás. La sabiduría nos dice, que es mejor que trabajemos para los demás, que trabajar para nosotros mismos, porque, en los demás, nos damos cuenta del Uno y obtenemos el placer que da trabajar para el Uno. Cuando llegamos al estado de no trabajar para nosotros mismos, nuestras necesidades son saciadas por los demás. Si empezamos a preocuparnos sólo de nuestras necesidades, los demás dejan de tener cuidado de ellas. Eso sucede así en la naturaleza, lo podemos experimentar, y tener así la experiencia. Y, la muerte, es para aquél que trabaja para sí mismo, porque se construye su propio palacio sin salida. Hay otra historia en las Escrituras Sagradas acerca de esto. En Kali Yuga hay muchos seres que sólo trabajan para sí mismos. Así que casi todo el mundo se muere, porque trabaja sólo para él mismo. Así es que, en este Kali Yuga, el ángel de la muerte está teniendo una gran fiesta, porque puede dar muerte muy fácilmente a casi todas las gentes. Así que, el ángel de la muerte, siguió consumiendo a gente y más gente, en nombre de la muerte. Hoy día hemos llegado a una situación, en la que el sólo pensamiento de la muerte, es ya mortal. El ángel ya no tiene ni que venir, ni llamar a nuestra puerta. Aunque oigamos que el ángel de la muerte está en Barcelona, nos da un ataque al corazón, mientras estamos todavía en Tarragona y nos morimos. Así que, el ángel de la muerte se ha hecho tan poderoso en este Kali Yuga, que tiene la impresión de que puede matar a cualquiera. "Yo soy el final de las cosas para los seres, nadie puede escapar a mi mandíbula", así es que se los come a todos, ¡tiene tantos panecillos para comerse!, pero, también en el Kali Yuga, sucedió que se encontró con un ser llamado Akasha, que era rey, y el ángel, ya se había comido a muchos reyes, y pensó que también se podría comer a este rey Akasha, como si fuera una pizza. Entonces, el ángel, le anuncio al rey: "¡que voy, que voy!", y el rey dijo: "Eres bienvenido, puedes también aposentarte en una habitación de mi palacio, y vivir aquí. Tienes demasiado trabajo, debes estar ya fatigado en este momento, así que descansa durante algún tiempo y, después, puedes irte por ahí comiéndote la gente. Y cada vez que te sientas cansado, puedes venir a mi palacio y quedarte. Tengo habitaciones con baño incluido y todo." Y, el ángel de la muerte, se quedó sorprendido. Y, se decía, que nadie había podido hablar con él hasta entonces, porque, el sólo pensamiento en él, mataba la persona y hacía muchísimo, muchísimo tiempo, que no había visto a una persona que, después de hablar con él, siguiera viviendo todavía y, ahora, se encontraba en un caso en que, una persona, no sólo lo había visto, sino que incluso había podido hablar con él, y no estaba asustado, en absoluto, por el contrario trataba al ángel como si fuera su amigo y le invitaba a quedarse en su propia casa. ¿Acaso, podemos nosotros, ofrecerle a la muerte un lugar para vivir en nuestra casa?. Así que, el ángel de la muerte, se dijo: "Esta persona parece ser algo especial, y no sabe que yo he venido a matarlo, incluso me ofrece un sitio para vivir en su propia casa. ¡Vale!, me quedaré en su casa, y ya veré la ocasión para acabar con él." Así que, el ángel de la muerte, vivía en la casa con el rey, pero no podía encontrar un sólo momento en que pudiera acabar con su vida. Se quedó allí, viviendo semanas, y meses, y luego años, pero no podía hacer nada. Entonces, se empezó a preocupar. Por primera vez, la muerte, se preocupaba por un hombre, porque lo normal es que el hombre, siempre se preocupe por la muerte. Sin embargo, aquí la muerte se empezó a preocupar por un hombre. Entonces, se dijo: "Voy a ir a ver a mi jefe, el Señor de la Muerte, que vive en el sur." Entonces, el ángel de la muerte, fue a ver al Señor y le explicó su triste historia diciendo: "He estado llevando a cabo el deber que me has encomendado, pero ahora en un caso estoy fracasando." Entonces el Señor de la Muerte dijo: "Cuéntame los detalles". Entonces, el ángel de la muerte, le dijo lo que le había pasado con el rey. Entonces, el Señor de la Muerte sonrió para sus adentros y le dijo al ángel: "Te puedo dar una clave para que puedas acabar con él." Entonces el ángel dijo: "Por favor dame esa clave." Y le dijo: "Observa al rey en todo momento y, si hay algún momento, en que alguna de las acciones que hace, las hace para sí mismo, en ese momento te daré el poder para acabar con su vida. Así es que, ahora, te confiero de ese poder, que se expresa por si sólo, cuando el rey trabaje
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para sí mismo." Entonces, el ángel se dijo: "Esta es una buena clave. He de esperar a que llegue ese momento." Al principio, el ángel de la muerte, observaba cómo hacía las cosas el rey, y veía que siempre hacía las cosas en beneficio de los súbditos de su reino, como rey, sin mirar su propio confort, sin buscar su propia fama. Entonces, el ángel pensó: "Como rey es perfecto", así que no puedo matarlo. "Voy a ver ahora, como se comporta en su vida personal." Entonces, el ángel, observó cómo el rey se comportaba con la reina. Y, cuando el rey se relacionaba con la reina, sólo miraba una cosa, hacer contenta a la reina, y nunca miraba su propia felicidad. Así que el ángel de la muerte pensó: "Hasta aquí le tenemos que dar un diez. Ahora vamos a ver cuando come, porque comer, comerá para el mismo ¿no?." Por lo que, cuando coma para sí mismo, lo podré matar. Entonces, el ángel de la muerte, estaba a la mesa junto con el rey, porque, el ángel, era un invitado en el palacio, al que había invitado el rey. Así que, a la hora del desayuno, se sentó al lado del rey y lo miraba para ver qué era lo que hacía en cada momento. "¿Acaso no comerá para si mismo?." Miraba, con ansiedad, de que llegara ese momento, y se decía: "¡Esta es la mía, este es el momento, el poder puede funcionar!." Así que, el rey tomó el pan, y después de mirarlo, miró también al ángel de la muerte. Entonces, miraba al pan y se miraba al cuerpo, y dijo: "Doy este pan a este cuerpo, que es un cuerpo que Dios me ha dado, este cuerpo es divino porque me lo ha dado el Ser Divino, así que este alimento que es Divino, porque proviene del Ser Divino, se lo doy al cuerpo que es, también, Divino. Así que este alimento, alimente a este cuerpo." Hizo este tipo de oración, como solía hacer todos los días, y se comió el pan. Y la muerte no pudo hacer nada, no se lo había comido para sí mismo. El rey sabía que él no era su cuerpo, y sabía que el alimento se lo ofrecía al cuerpo, que es una manera muy Divina de comprender la alimentación. No se trata de echarle cosas al cuerpo, cada vez que nos sentamos a la mesa. El alimento es para el cuerpo, pero nosotros no necesitamos alimento, esa es la verdad. Pero, como nosotros comemos alimento para nosotros, nuestro cuerpo muere. El cuerpo es como un caballo en el que uno cabalga. Así es que hemos de alimentar al caballo, o hemos de alimentarnos a nosotros como jinetes y, luego, el caballo debe correr para nosotros. Cubrimos sierras, montañas y vegas de ríos, y nosotros desayunamos, almorzamos y cenamos, pero no damos de comer al caballo. Entonces, ¿qué pasa?. El caballo se muere, y nosotros no podremos avanzar. Así que, cuando estamos dándole de comer a nuestro cuerpo, le estamos dando de comer al caballo. Pero, ¿qué es el caballo?. En el simbolismo védico, el caballo representa la fuerza vital. Así que estamos alimentando a la fuerza vital y, esa fuerza vital, nos permite seguir viviendo en el cuerpo. El rey, entonces, no comía para sí mismo y tomaba el alimento como una ofrenda para los devas del cuerpo. Tal, y así de sublime, es el concepto de la alimentación como lo era en su origen; por eso, dado que nosotros no tenemos esos pensamientos, y a pesar de que tomamos una comida muy saludable y sana, nuestro cuerpo muere. Hemos perdido la clave. No le damos comida al cuerpo como ofrenda. El sabio, el que sabe, le da alimento a su cuerpo como una ofrenda. Igual que le ofrecemos algo a Dios, así también le estamos ofreciendo alimento a Dios, en la forma del cuerpo. Entonces, el ángel de la muerte, se vio muy inspirado de ver una persona que hacía las cosas de este modo. Así que no pudo encontrar un momento, ni nada, que el rey hiciera sólo para sí mismo. Entonces, un día se dijo: "Voy a ver que es lo que hace cuando está en la ducha." Así es que por la mirilla de la puerta, miraba cómo se duchaba el rey. Y cuando se daba una ducha, se la daba al cuerpo, cantando ciertos himnos en relaciona a la vibración, para que el agua recibiera el efecto del sonido, y llevara a cabo el rejuvenecimiento del cuerpo, y lo hacia todo con veneración, por esa forma Divina que Dios le había dado. Entonces, por primera vez, el ángel de la muerte se dijo: "¿Por qué tengo que matar a este rey?. Es tan hermoso, y trabaja tanto para los demás, y hasta incluso a un ángel de la muerte, como yo, le ha ofrecido un sitio para vivir en su casa. Es tan completo y hermoso, que no siento que deba matarlo. Parece estar más allá de la muerte." Entonces volvió a ver al Señor de la Muerte, e inclinándose a Él, le dijo:. "Señor, ¿por que tengo que matar a este rey?." Y, el Señor de la Muerte, le dijo: "Yo también te quería preguntar eso mismo, ¿por que quieres matar al rey?." Entonces, el ángel de la muerte dijo: "Estoy de acuerdo que no puedo matarlo", y le pregunto al Señor de la Muerte: "¿Cuál es el secreto que lo hace vivir a uno más allá de la muerte?." Entonces, el Señor de la Muerte le explicó: "Tú te has olvidado de la sabiduría, es el Kali Yuga, hasta los ángeles se olvidan de la sabiduría en el Kali Yuga. Así que tú te habías acostumbrado a matar a la gente, así como así, muy fácilmente, pero te habías olvidado de a quién matabas. Estabas matando a aquellos que
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están condicionados por la causa y el efecto porque, pobrecitos, debido a esa causa y a ese efecto, se habían encadenado a sí mismos, y habían caído prisioneros en sus propias telas de araña y, ahora, están esperando el día del juicio, están esperando a que se les libere. Tú, en nombre de la muerte, lo que estás haciendo, es cortar sus ataduras, para que vuelvan a venir de nuevo y experimenten de nuevo, y, luego, creen otra vez su propia tela de araña, y se condicionen a ellos mismos mediante la causa y el efecto. De modo que, el Señor, te vuelve a enviar a que cortes otra vez sus ataduras, sus telas de araña. Así que estás matando la personalidad para que el alma sienta su libertad. Es, la compasión del Señor, la que nos ha nombrado para que hagamos ese trabajo. ¿Liberar a personas, que se han encadenado a sí mismas, es un acto de amor o un acto de odio?, pregunto. Las personas que se encadenan a sí mismas, y se crean un estado de esclavitud, son liberadas mediante el acto de la muerte. Así que, tanto tú como Yo, estamos trabajando en beneficio de las almas, que se están ahogando en su propia vida, ¡y la llaman vida!. Ellos, esos seres, se crean sus propias telas de araña, nosotros venimos y los disolvemos, para que aprendan a vivir sin crearse telas de araña. Pero, aquí, nos hemos encontrado con un rey, el rey Akasha, que no se crea ninguna tela de araña. Es brillante como el alma, y nada crece en torno a él. La muerte es para aquello que crece en torno al alma, pero no para el alma, y tú, ángel, como te has acostumbrado a matar, te creías que podías matar a todos. Pero no puedes matar a una persona, que ya no tiene cuerpo causal. No tiene cuerpo causal, no tiene causa personal para vivir, vive para los demás, así que no se le puede matar." Esa es la enseñanza, en las Escrituras Sagradas, acerca de la muerte y acerca de la técnica para superar la muerte. Y, Adi Buddha, puso mucho énfasis en esta enseñanza. El Nirvana, es un estado en el que el ser humano vive mucho más allá de las causas personales. Nirvana significa, aniquilación, aniquilación de la tela de araña pero no del alma. Ya no le constriñe más a condicionarse en torno de él; el modo de vida que no le crea a uno condicionamiento en torno suyo, es el modo de vida de los Nirmanakayas, esto es lo que llamamos, el estado de alma, en el que la personalidad se integra, y ya no se derivan secuencias ni consecuencias de las acciones. Entonces, la manera de neutralizar el karma personal, es trabajando en beneficio de los demás, sin esperar nada a cambio. Así es como lo demostraron los iniciados en su vida. Ellos no necesitaban ni siquiera una cosa de nosotros, y están dispuestos a darnos todo lo que tienen para ayudarnos. Este es el secreto del cuerpo causal, cuando estamos ocupados con la causa y el efecto, construimos el cuerpo causal, pero desde el momento que empezamos a trabajar, sin mirar las causa personales, debilitamos gradualmente ese cuerpo causal y, cuando ese cuerpo causal muere, seguimos viviendo en el mismo cuerpo físico, pero sin condicionamiento. Ese es el estado de liberación, en el que podemos libremente entrar en el cuerpo y hacer cosas y, salir del cuerpo, cuando es necesario. Por la noche, cuando el cuerpo duerme, podemos volar como un ave y, por la mañana, podemos volver a entrar al cuerpo, para trabajar mediante él; igual que nos vamos en el automóvil, nos vamos a trabajar y, luego, salimos de él. Esa es la liberación, es como un ave en una jaula con la puerta abierta. Por el día se va moviendo por ahí, disfruta de los jardines, y luego regresa y se queda en la jaula, pero no está condicionado por la jaula y, eso, es porque ya no tiene causa. Así es que no hay causa ni por qué, en el reino se la luz. Esta es otra enseñanza que viene de Adi Buddha. Procuremos estar en silencio, contemplando la conciencia de YO SOY. Por favor, intentemos haber si podemos vivir juntos sin hablar, tanto a la hora del desayuno, como a la hora del almuerzo, y que haya tanto silencio como si no hubiera nadie aquí. Y también, cuando salgamos, que lo hagamos en silencio, mas que sentir que hablar es inevitable. No es tan esencial que tengamos que hablar a cada momento. Eso ha de practicarse a partir de la luna llena, y ha de continuar hasta la luna nueva, y ha de empezarse de nuevo, de luna nueva a luna llena. Uno puede estar en equilibrio mientras está en silencio, no os pongáis serios porque no estéis hablando, podemos estar alegres y sonrientes, aunque no hablemos. Si es posible, retirémonos a algún lugar en silencio. El grupo puede considerarse que ha crecido en silencio, cuando seamos capaces de guardar ese silencio a la hora del desayuno y del almuerzo. Gracias. Hemos de empezar a vivir la sabiduría, ya sabemos cómo vivir la luna llena, así es que vamos a intentar vivirla. Hoy, vamos a intentar comprender la novena enseñanza de Rishaba. Está en relación con
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la palabra hablada, que a su vez está en relación con la palabra sagrada. Rishaba sugiere que dediquemos nuestras palabras a "aquél que funciona dentro de nosotros". Hemos descrito, repetidamente, que es la palabra la que desciende como pulsación, como pensamiento, y como palabra hablada. Así que la palabra hablada es esencialmente Divina. Entonces, ha de dedicarse a propósitos Divinos. Como dije cuando el hombre adquirió el vehículo físico denso, adquirió la palabra hablada. Antes de adquirir el cuerpo físico denso, hablaba en silencio. Nosotros también podemos hablar en silencio, incluso aunque tengamos un cuerpo físico denso. Esto es lo que hoy comprendemos como intercambio de pensamientos, que se suele llamar telepatía. Cuando dejamos de hablar como hacemos hoy, llegamos a la inevitable facultad de la telepatía, porque el pensamiento es también palabra. Si hoy hemos dejado de hablar, no se puede decir que hayamos estado en silencio. Si dejamos de hablar, todavía seguimos pensando. Seguimos pensando, aunque nuestros labios estén juntos y cerrados. Entonces, no se puede decir que estamos en silencio, cuando estamos ocupados pensando. Cuando estamos metidos en el pensamiento, estamos hablando en su sentido más sutil. No por el hecho de que no hablemos, quiere decir que estemos en silencio. Es el paso preliminar al silencio. Hay todavía palabra en el plano de pensamiento. Así es que la palabra existe incluso en el plano de pensamiento. Así que, si estamos ocupados hablando a nivel de pensamiento, todavía no es silencio. El silencio existe como música del alma, y se puede disfrutar de él cuando la palabra cesa a nivel de pensamiento. Más allá del pensamiento, tenemos la canción de la respiración, como sonido. Así que, cuando estamos ocupados en la canción de la respiración, estamos más cerca del silencio, que cuando estamos ocupados en el pensamiento. Así que, del estado de palabra al estado de no palabra, y del estado de no palabra al estado de no pensamiento, eso es posible cuando nos ocupamos de la canción de la respiración. Eso es lo que nos hace estar más cerca de la palabra sagrada. La canción de la respiración es llevada a cabo por los movimientos sutiles de las vibraciones del sonido, llamadas la pulsación. Así que a medida que empezamos a observar la canción de la respiración, nos acercamos más a la pulsación. Lo que lleva a cabo la pulsación, lo que esta más allá de la pulsación es la palabra. Así que es la palabra la que desciende como pulsación, y la pulsación sigue descendiendo más como respiración y como pensamiento y, con la respiración como base, ese pensamiento se exterioriza en forma de palabra hablada. Estos son los pasos de la palabra: Primero la palabra, después la pulsación y, de la pulsación, se produce una doble manifestación, que por un lado es el pensamiento, y por otro la respiración.
Palabra
Pensamiento
Respiración
Y, la respiración como base, surge a través del pensamiento y la palabra hablada a partir de la cual hablamos, que es la boca. Así, que para llegar hasta la pulsación, el pensamiento y la respiración tienen que encontrar su culminación en ella. Entonces, cuando cesamos con la actividad de hablar, estamos todavía en la actividad de pensamiento. Cuando cerramos nuestra boca, nos vienen gran variedad de pensamientos. ¿No experimentamos eso todas las mañanas y todas las tardes a las seis?. Mantenemos silencio vocal, pero estamos mentalmente activos. Muchos son los pensamientos que salen, igual que las cosas que salen de la caja de "Pandora". Son muchas, las cosas que salen de nosotros, cuando mantenemos los labios cerrados. Ese es, entonces también, el estado de la palabra. Luego, igual que podemos silenciar la palabra hablada,
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¿cómo podemos silenciar el pensamiento?. Porque, los pensamientos, nos siguen llegando siempre, como olas del océano, aunque nos sentemos durante diez años a meditar. Igual que somos capaces de hablar durante décadas y décadas, también somos capaces de producir pensamientos, durante décadas y décadas. Y, si somos capaces de cesar con el habla, también debe haber un método para cesar con la actividad del pensamiento. La actividad del pensamiento, puede cesar aplicándolo a la respiración y, entonces, en lugar de muchos pensamientos, quedará sólo un pensamiento. Es una situación mejor que tener muchos pensamientos, de este modo queda un sólo pensamiento. Eso es lo que sucede cuando se contempla el acto de la respiración, que tiene lugar en nosotros. Entonces, una vez que hemos aplicado el pensamiento a la respiración, se produce un pensamiento relativo a esa respiración. Así, que el pensamiento permanece, pero es un sólo pensamiento, en contraposición a los muchos pensamientos que había antes. Así que nos quedamos aliviados, porque estamos con un pensamiento, en lugar de con cientos de ellos. Entonces, cuando el pensamiento está ocupado en la respiración, es inquisitivo y quiere saber cómo sucede esta respiración. Entonces, encuentra la canción de la respiración, llamada la canción del cisne. La inhalación y la exhalación, se experimentan como dos sonidos diferentes. Así que oímos los sonidos sin que nosotros los produzcamos. Ese es un paso muy importante, oír sonidos sin producirlos, con nuestras cuerdas vocales. Así que, a medida que vamos oyendo los sonidos a través de la inhalación y la exhalación, respiraremos mucho mejor que antes. Normalmente, no respiramos completa ni enteramente. Nuestras respiraciones están muy alteradas debido a los pensamientos alterados. Cuando los pensamientos están alterados, la respiración se altera. Por eso, cuando tenemos emociones, como el enojo, la ansiedad o el miedo, se produce una mayor alteración de la respiración. Entonces, los pensamientos emocionales, producen una alteración de la respiración. Todas esas emociones, alteran la respiración y, por eso, no respiramos bien. Cuando se produce una alteración de la respiración, esas cualidades hacen que surja y se altere, aún más, el pensamiento. Así que una altera a la otra y, consiguientemente, la persona se destruye. Así es, como una persona que no puede superar sus pensamientos, se mata a sí misma, con sus pensamientos y con sus palabras. Así que, para tener una vida más plena, se recomienda que ascendamos de la palabra hablada al pensamiento y, del pensamiento, a la respiración y, aplicando constantemente el pensamiento a la respiración, empecemos a respirar apropiadamente. Se dice que, a todos nosotros, nos envían al mundo con un número fijo de respiraciones. Igual que cuando le damos cuerda al reloj; a medida que el reloj se va moviendo adecuadamente, se va desplegando según la periodicidad, hasta que después el reloj se para. Pero si se despliega la cuerda mucho más rápidamente, antes de que le llegue su periodicidad, ese reloj se para antes. De la misma manera, cuando gastamos las respiraciones que nos han dado, nos marchamos antes de lo que estaba previsto. En el Kali Yuga, se nos ha enviado con un número de respiraciones que dura 100 años. Así que, si no somos capaces de llegar a los 100 años de vida, es porque gastamos esos 100 años en 50, 60 o 70 años. En el Dvâpara Yuga, al hombre se le daba 200 años de vida; en el Treta Yuga, se le daba 300 años de vida y, en el Krita Yuga, se le daba 400 años de vida. El hombre era capaz de vivir 400 años en el Krita Yuga, porque, en ese Yuga, el hombre vivía en completo equilibrio. En el Treta Yuga, altera ese equilibrio en un 25%; y en el Dvâpara Yuga, altera ese equilibrio en un 50%; en el Kali Yuga, altera ese equilibrio en un 75%. Así que nos queda sólo un 25% de equilibrio, y no somos capaces ni de llegar hasta los 100 años de vida. De esta forma, vivimos con un 15% de equilibrio. Si restauramos la normalidad en nuestra respiración, podremos extender la duración de nuestra vida. Ese es el secreto de la longevidad que se llama, Ayurveda. El Ayurveda nos recomienda en sobremanera, que retengamos el equilibrio de la respiración. Nos sugiere que no tengamos ningún pensamiento, ninguna palabra ni ninguna acción, que le produzca daño a la respiración. Es una afirmación muy sana y muy profunda. Podemos perderlo todo en la vida, pero no perdamos el equilibrio de la respiración. Si lo perdemos, habremos perdido mucho. No importa si uno pierde las propiedades, las cosas, pero no perdamos el equilibrio de la respiración. No tengamos pensamientos que produzcan alteración en la respiración, y no digamos palabras que alteren nuestra respiración. La respiración es afectada por el pensamiento, la palabra y la acción. Ayer vimos, como en todas las acciones,
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debemos conectarnos con el Uno, que lo es Todo y, como consecuencia a esa acción, no alterará la respiración. Esa acción no hará que creemos un cuerpo causal. Hoy Rishaba, Adi Buddha, nos está hablando de la importancia de trabajar con la palabra hablada, y nos está hablando de la importancia de trabajar con el pensamiento, para llegar al sublime punto de una respiración equilibrada. Una vez que hemos terminado la tarea del día y nos ponemos a descansar, hemos de ser capaces de escuchar la canción del cisne a voluntad. Esto es lo que llamamos la música del alma. La música del alma, es la canción de la respiración. El iniciado está ocupado con esta música. El iniciado, siempre la está escuchando, y cuando tiene trabajo que hacer, entra en el pensamiento, en la palabra hablada y actúa. Esto es lo que nos dice el Maestro Djwal Khul que tenemos que practicar, durante las horas de luna llena. Y esto es así desde el principio. El Maestro Djwal Khul ha dado esto, una vez más, en beneficio de la humanidad, pero antes de que Él lo dijera, existía ya esta práctica. Esta práctica es tan antigua como la luna llena misma. Así es que hay un área completa, o una razón completa, para escuchar la música del alma, cuando somos capaces de cerrar las puertas de la palabra hablada y del pensamiento; pero, ¿cómo podemos, de repente, dejar de hablar y dejar de pensar?. Para ello hay necesidad de prepararse. La preparación, para algunas personas, comienza dos días antes de la luna llena; para otras, empieza a partir desde la misma luna nueva, y, poco a poco, la van observando hasta experimentar la luna llena. Pero, la persona que ha probado la música del alma, se mete en ese ambiente, en la luna llena, inmediatamente después de haber terminado su trabajo. Igual que un joven que está profundamente enamorado de una mujer, termina su trabaja por la tarde y se marcha rápidamente para ver a su novia, corre, y llega tan rápidamente a estar con su novia, que no malgastará el tiempo. De la misma manera, los iniciados, no malgastan tiempo en palabras, ni en pensamientos. Una vez que terminan su trabajo, se meten de lleno en la música, rápidamente, están siempre interesados en escuchar la música. Van a su interior y viven felizmente con la música. No están en el mundo de fuera, siempre están en el interior, donde pueden escuchar la música y, cuando se les llama desde fuera, ellos salen afuera para hacer el trabajo, pero sólo para volver a entrar dentro y seguir escuchando la música. Es una adicción, pero una adicción recomendable. Daros cuenta como la persona que es adicta al juego, al alcohol, al sexo, planea su día para llegar a la casa de juegos, al sitio para beber o al sitio de prostíbulo. De la misma manera, el iniciado, pasa su día con esa urgencia interior. Termina los trabajos de la objetividad rápidamente, y vuelve a estar con la música del alma. La cosa es para probarla una vez. Si uno la prueba, no puede ya salir de ella. Hay ciertos gustos, como este en la vida, que son muy fuertes. Y este es el gusto más fuerte que existe en la vida. Así que, cuando llegamos al grado de probar la canción del cisne, quedamos ocupados escuchando esos dos sonidos de la canción. Eso es lo que llamamos los sonidos, so ham. Todos los mantrams proceden de estos dos sonidos, so ham, ham so, ha som, om. So es el sonido relativo al centro del ajna; y ham es el sonido relativo al centro del corazón. So, es el espíritu, y ham, es la materia sutil. Sa, está en relación con el principio masculino; y ha, está en relación con el principio femenino. Lo femenino está en el corazón, lo masculino está en la cabeza. Por eso, también sucede en la creación, que el hombre, suele estar más orientado hacia la cabeza y, la mujer, suele estar más orientada hacia el corazón. Así que, la combinación de los dos, es lo que obtenemos como so ham; porque, el alma, es masculino y femenino y, por eso, estos dos sonidos, empiezan a actuar, más efectivamente, en aquel que los escucha. Cuando este doble sonido se experimenta bien, se produce un ajuste de lo masculino y lo femenino en esa persona. Para experimentar el estado yóguico, tiene que haber un equilibrio completo de las energías masculinas y femeninas. No puede haber excesiva energía masculina, en relación a la femenina. Ni tampoco puede haber excesiva energía femenina, en relación a la energía masculina. Así que tienen que ser ecualizadas. El estado de alma, es el estado en el que hay un acuerdo completo entre el espíritu y la materia, ninguno domina al otro. Una pareja ideal también es así. Ninguno de los dos domina al otro. Por eso, los mantrams, se dan con propósitos yóguicos en dos sonidos. Nos darán sonidos gemelos como iniciación, y en cada uno de esos sonidos gemelos, uno está en relación con lo masculino y, el otro, con lo femenino. En India hay otro sonido que se usa tanto como so ham, es el sonido rama, y, también se dice, que es el nombre de una de las encarnaciones del Señor; pero ese sonido ya existía antes de que se diera este nombre a una de las encarnaciones del Señor. Igual que el símbolo de la cruz, existía ya antes de que los
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cristianos empezaran a utilizarlo. Hoy día, la gente, cuando ve una cruz cree que es algo cristiano, pero la cruz no es algo cristiano, porque existía ya antes de Jesucristo, como un símbolo muy arcaico, en relación con la existencia cuádruple del mundo, como existencia, conciencia de la existencia, pensamiento y acción. Esa es la existencia cuádruple representada por los cuatro brazos de la cruz. Pero, hoy día, si llevamos puesta una cruz colgada, la gente cree que somos cristianos, es decir seguidores de la religión llamada el cristianismo. Del mismo modo, con este sonido rama, una de las encarnaciones del Señor se llamaba con este nombre, Rama. Pero, analizando el sonido, ra, representa al fuego eléctrico y, ma, representa a la materia sutil. Consiguientemente, este sonido rama, ha ayudado a muchas personas a adquirir el estado de alma, escuchando estos dos sonidos mediante la inhalación y la exhalación. Pero, ya desde los tiempos védicos, los sonidos naturales tal como tienen lugar en el ser, son entendidos como so en inhalación, y ham como exhalación. Entonces, este es el sonido que escuchamos cuando estamos en la respiración. Cuando hacemos las respiraciones completas, nos daremos cuenta de que podemos dar una pausa a la respiración. Hoy día, no podemos creer que podemos vivir sin respirar, porque estamos en un estado en el que no podemos creernos que podemos vivir sin tener pensamientos y, hay gente, que cree que no puede vivir sin hablar. Hay una categoría de personas, que creen que viven sólo para hablar, y otra categoría, que creen que sólo viven para pensar, y que creen que sin pensamiento no pueden vivir. Así lo piensan y, otras, piensan también que sin hablar no pueden vivir, e incluso hay otros que creen que sin sentidos no podemos vivir y, aún hay otros, que creen que sin tener cuerpo tampoco podemos vivir. Pero la vida existe incluso sin respiración. Igual que sabemos que podemos vivir sin hablar, a medida que crecemos en conciencia, nos damos cuenta que podemos vivir sin respiración. Cuando hemos conocido el propósito de la palabra, a veces, nos quedamos sin hablar, esto es porque sabemos que hay momentos en los que no tenemos que hacerlo. Hay personas que son un poquito mejores que nosotros, y saben que no tienen que pensar, a menos que tengan algo por hacer. Esas personas, se quitan de encima el pensamiento, se quitan de encima la palabra hablada, y viven con la respiración. Y en grados aún más elevados, dejan la respiración y se unen a la pulsación. Eso se hace posible cuando se respira completa y plenamente. Si hacemos una respiración completa, tres veces, al cabo de esas tres veces, notaremos que no tenemos por qué respirar durante algún momento. Eso se debe a que no sentimos necesidad de respirar. Pero, como no respiramos completamente, seguimos respirando todo el tiempo. Si, en verdad respiráramos bien, no tendríamos que estar respirando en todo momento. La gente que no come bien, come siempre que puede, y de vez en cuando; pero si una persona come bien, completa y plenamente, no volverá a comer de nuevo hasta que no hayan pasado tres o cuatro horas, o incluso más tiempo, dependiendo de lo completa que haya sido la comida. Hoy, estamos acostumbrados a comer y a beber frecuentemente, pero, hay personas, que no lo hacen con tanta frecuencia como lo hacemos nosotros. ¿Cuál es la diferencia entre esas personas y nosotros?. Esas personas, comen completa y plenamente, y así no tienen por qué comer intermitentemente. De la misma manera, la gente que respira completa y plenamente, no tiene por qué respirar frecuentemente. Es una cosa tan verdadera que se puede probar y experimentar. Incluso personas como nosotros, si respiramos tres veces completa y plenamente, no tenemos ganas de respirar durante algún tiempo y preferimos hacer una pausa antes de volver a respirar de nuevo. Así que hay una manera natural de respirar que hemos perdido, igual que hemos perdido otras costumbres naturales, relativas al alimento, al trabajo, al sueño, a la palabra hablada y al pensamiento. Así, también hemos perdido la manera natural de respirar. Creemos que estamos respirando bien, pero no es así, y eso se debe a que somos afectados por la alteración del pensamiento. Como mínimo sufrimos una o dos alteraciones al día. Bienaventurados aquellos, cuyo día transcurre sin alteración alguna. Así que, cuando hemos adquirido la técnica de vivir sin alterarnos, adquirimos una respiración inalterada y natural y, entonces, podemos dejar algún tiempo en el que no tenemos necesidad de respirar, y permanecemos con la pulsación, sin respirar. Así es como llegamos al estado de pulsación, que está más allá del estado de los dos sonidos y, entonces, escucharemos el sonido que tiene una sóla sílaba, que es om. Entonces escucharemos un sólo sonido, como un zumbido constante que es om; que no es om como nosotros lo cantamos o pronunciamos, sino que es un sonido a modo de zumbido, como cuando estamos en silencio, y oímos el sonido de los amplificadores. De esa manera, escuchamos el sonido a modo de zumbido de la electricidad,
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cuando los aparatos están encendidos. También se compara a ese sonido, con el siseo del sonido de una cobra. No hay una manera exacta de expresarlo con palabras. Siempre tenemos que decir que es similar al om que hacemos a manera de zumbido. Solo se lo puede experimentar, pero no se puede expresar. Es lo que en sánscrito se llama "nada". Es, el mismo sonido de zumbido, que podemos escuchar si nos tapamos los oídos con las manos. Si cerramos despacito los oídos, si los tapamos con las manos, escucharemos una especie de sonido, que es como el sonido de una cascada. Entonces, cuando decimos como el de una cascada, o como el del om, o como el siseo de una cobra, siempre nos podemos apartar de la realidad, eso lo hacemos en nuestra ansiedad por comunicarlo. En verdad, no se puede hablar de él, no se puede describir con palabras, sólo se puede experimentar, por eso las Escrituras Sagradas nos dicen: "Él es de quién nada se puede decir". Ahí es, a dónde llegamos, con un trabajo regular de la palabra hablada, el pensamiento y la respiración; y, cuando de este modo se ha abierto el canal, llegamos a la pulsación, en la que ya no hay ni respiración, ni pensamiento, ni palabra hablada. Ese es el estado del espacio. Hay una afirmación de los ashrams que dice: "El espacio pulsa". De la pulsación, vienen la respiración y el pensamiento y, del pensamiento, viene la palabra y la acción. Así que, la pulsación es la base de la respiración y del pensamiento y, el pensamiento, es la base de la palabra hablada y de la acción. Así es como se produce el descenso. El ascenso va desde la palabra hablada al pensamiento, del pensamiento a la respiración y de la respiración a la pulsación. Y, una vez que hemos llegado a la pulsación, hemos llegado al estado de alma. Cuando estamos con la canción de la respiración, estamos con la música del alma. La respiración es el estado en el que escuchamos la música del alma, y la pulsación es un estado en el que ya no hay más música del alma, sino el estado en el que escuchamos al sonido a modo de zumbido. Ese sonido a modo de zumbido es lo que se llama anahata. Todos conocéis el chakra anahata, hasta ese punto desciende el sonido. ¿Qué es, o cuál, es el chakra anahata?. El corazón. Así es que, el sonido de anahata, desciende hasta el corazón y, más allá de ello, tenemos otras cosas. Así que escuchando el sonido de anahata, y dándonos cuenta que es nosotros mismos, todos nos damos cuenta que somos el sonido. El sonido anahata, significa el sonido no emitido. Nosotros no lo emitimos, pero, sin embargo existe. Es un sonido emitido por el espacio absoluto. Así que, del espacio absoluto al espacio pulsante, y del espacio pulsante hay un doble aspecto, algo que inhala, algo que exhala, así que el espacio pulsa y así se convierte en espacio potencial y, luego, exhala y, al exhalar, los mundos se producen y, al inhalar, esos mundos vuelven otra vez a su fuente de origen. Así sucede en el macro sistema, y lo mismo sucede también en el micro sistema. La palabra es nuestra existencia pura, de la cual se produce la expresión de la palabra como pulsación, y la pulsación se desgrana en detalle como respiración y pensamiento y, con esa respiración como base, el pensamiento se expresa en forma de palabra hablada. Si no hay pensamiento, no puede haber palabra, si no hay respiración no puede haber palabra. Así que, para que la palabra hablada se produzca, hay dos factores precedentes, uno es el pensamiento y el otro es la respiración. Por eso, desde los tiempos más antiguos, para llegar a la pulsación, se formaron dos escuelas o métodos. Uno consiste en ir a través del camino de la respiración, que acabamos de explicar. El otro, consiste en llegar a la pulsación mediante un estado de observar los pensamientos. Así es que, observar la fuente de la que surgen los pensamientos, se ha convertido en un método de meditación. Y, observar la fuente de dónde sale la respiración, se ha convertido en otro método de meditación. Estos dos métodos de meditación son los más antiguos. Así que, de las dos maneras, llegamos hasta la pulsación y hasta la existencia pura. Este, pues, es el sendero por el que encontramos nuestra propia existencia como alma, redondeando las palabras que pronunciamos. Y, cuando descendemos al campo de la objetividad, tenemos que hablar por necesidad. Cuando hablamos, existe la posibilidad de que perdamos el sendero de vuelta. Se nos han dado muchas reglas, acerca del uso de la palabra, para asegurarnos de que nuestro sendero de regreso se mantiene seguro. Ahora, si no nos importa el camino de regreso, y queremos morir con nuestras propias emociones, podemos hablar como se nos antoje. Pero, si queremos mantener el sendero intacto para poder regresar, se nos dan ciertas reglas relativas al uso de la palabra, que han sido completamente explicadas en el libro titulado “El sonido -la clave y su aplicación-”, podéis leerlo. Cuando explicábamos la doctrina de Rishaba, estábamos trabajando, fundamentalmente, con la manifestación del sonido. Porque, Rishaba, es la palabra manifiesta e inmanifiesta. Él, pone mucho énfasis, cuando habla a sus discípulos acerca de la palabra. Por eso, la novena instrucción se titula “La Doctrina de la palabra, el sonido y el silencio". De este modo, Rishaba, nos da el paso
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para trabajar con el sonido y la palabra. Esta doctrina está elaborada con más detalle, en el décimo canto del capítulo del Bagavatam. En esta Escritura Sagrada, se describe que en el centro laríngeo hay tres animales, a los que tenemos que matar. A menos que matemos a estos tres animales, estaremos atollados, quietos en el centro laríngeo y, el sendero a la subjetividad, estará cerrado. El primer animal es el ternero. Véis como es el ternero recién nacido de la vaca. Tanto el toro como la vaca caminan con mucha dignidad, caminan tranquilos y lentamente. Sin embargo, el ternero, retoza, salta de un lado para otro. Un ternero recién nacido, salta y juego por todos lados, de un lado para otro, espero que hayáis visto un ternero alguna vez. No sabemos por qué salta tanto. Y en ese saltar suyo no hay un ritmo, una vez hacia un lado, otra hacia otro, así regularmente. Se acerca, se aleja, uno no lo puede explicar. Ese es el estado del estudiante espiritual en los estadios iniciales, cuando empieza a hablar de cosas espirituales. Habla de todo y de cualquier cosa de la doctrina espiritual. Habla demasiado acerca de las cosas espirituales, citando siempre los nombres de los seres divinos y diciendo: "la otra noche se me apareció Morya". Si, el Maestro Morya se le hubiera aparecido de verdad, la persona que los está diciendo, no hablaría de ello. Y, en muchas ocasiones, si el Maestro Morya apareciera nos haría desaparecer, nos haría explotar. Muchos de nosotros pensamos: "Porqué estos Maestros no se nos aparecen?, ¿existen de verdad?, o es una broma que nos han gastado H. P. Blavatsky y compañía." Es una duda seria que nos llega de vez en cuando. Si, se da que sea una invención de H. P. Blavatsky, y que muchos grupos en el planeta viven bajo esta ilusión que ella creó. Y esto es porque los Maestros, de los que ella habló, no se les aparecen a todos. No se nos aparecen porque tienen demasiada compasión por nosotros, porque si aparecieran saldríamos de nuestro cuerpo, porque tal es el poder y la iluminación que tienen esos seres. Por eso, no se manifiestan frecuentemente entre los grupos de aspirantes. Los aspirantes son gente muy entusiasta, hablan demasiado. Vienen y nos dicen: "la noche pasada el Maestro E.K. vino y me dijo que te dijera…", o si os gusta el Maestro Djwal Khul yo os diré: "el Maestro Djwal Khul me ha dicho que te comunique esto..." Si vemos una persona que escribe y habla en nombre de los Maestros, pertenece al jardín de infancia de la escuela. Si, al jardín de infancia nada más. Uno no tiene que citar nombres. La gente cita nombres sólo porque no tiene confianza en sí misma. Si lo que yo hablo, lo he experimentado en mí, lo que yo diga tendrá el suficiente magnetismo como para ganar la confianza de los demás. Si uno es un imán, no tiene que decirlo siempre, "soy un imán, soy un imán, soy un imán". Si uno es una rosa, no tiene por qué ponerse una etiqueta que diga rosa. La verdad de la rosa se siente muy claramente en el ambiente. Sólo las rosas de papel tienen que ser nombradas con una etiqueta que diga rosa. Así, como una rosa de papel no es una rosa, la persona que no es iniciada cita los nombres de los iniciados en las cosas que él hace, en relación con su trabajo para con los demás. Si yo se que Josep me escucha, cuando yo le hablo en nombre del Maestro C.V.V., entonces, cada vez que hable con él le diré, el Maestro C.V.V. me dice que te diga esto o lo otro. Supongamos que el Maestro C.V.V. me dijo algo, en verdad, para que yo le aconsejara a Josep en un asunto particular. ¿Sabéis lo que hace el verdadero iniciado?, yo le informaré a Josep a titulo personal. ¿Se ha comprendido?. Esto es una ilustración que me sale de la imaginación, no es un hecho. El Maestro C.V.V., pongamos, me dice algo, y digo que es una imaginación. Cuando yo veo a Josep le digo lo que el Maestro me dijo, sin citar el nombre del Maestro y, si es de verdad la voluntad del Maestro, Josep lo aceptará, y si no es la voluntad del Maestro y que sólo es un espejismo mío, porque yo también puedo sufrir o padecer el espejismo de que el Maestro me lo ha dicho a mí, entonces, yo voy y se le digo, pero él no lo hace. Así que para saber cómo está el pastel hay que comérselo. Si el consejo se acepta y se transforma en acción, el propósito se habrá cumplido bien. ¿Para qué tenemos que citar algún nombre divino para convencer a alguien?. Sólo los niños hacen eso, y muchas veces esas personas, cuando hablan en nombre de los Maestros, no están hablando por ellos. Las personas que hablan por los Maestros no dicen sus nombres. Esta es un línea maestra a seguir. Entonces, aquellos que hablan irresponsablemente, tocándolo todo, y dando consejos sin haberles preguntado; y tocan esta persona, la otra, la de más allá, e intentan estar en todos lados, con la ansiedad de ser conocidos. Piensan: "la gente tiene que saber que yo soy una persona espiritual." Este tipo de ansiedad, así como el de hablar irresponsablemente, están en relación con el movimiento del ternero. Sabéis, en los ashram en los que está el Maestro y los discípulos, la gente están divididos en las siguientes categorías: terneros, toros y vacas. Así que hay terneros que se hacen ver, y creen que son algo especial a través de lo que dicen. Llaman a alguien para que se acerque y le
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hablan al oído así, íntimamente, o al entrar en la sala de consultas, entran cierran la puerta y salen, luego, así con una cara, como si hubieran consultado a alguien, y luego salen. Como vemos con el ternero, hay cantidad de personas así, que saltan de ese modo. Os podría poner cientos de ejemplos respecto de esto, pero basta con que entendamos en qué consiste ser un ternero. Si yo escribo algo sobre un papel, algo que no vale nada, y luego le pongo las letras divinas, K.H., por Kut Humi, o Morya o Djwal Khul, u otro nombre que se venda mejor, porque el nuestro no se vende en absoluto. Es un negocio, en nombre de un Ser Divino. Si, por ejemplo, viniera del Maestro Kut Humi, esa Escritura Sagrada tiene su propia utilidad en las sociedades humanas, aunque no escribamos que lo ha escrito Kut Humi. Solemos escribir el nombre de Kut Humi cuando, por lo general, no suele ser de Él. Hoy, vemos muchos libros, publicados por muchas personas, dando mensajes ya desde Maitreya, Vaivasvata Manu, Sanat Kumara, como si fueran seres que vienen todos los días a esperarnos a la puerta de la casa. Todos esos seres, están esperando en cola, para que esta persona de al mundo sus mensajes. Estos son los que sufren más cuando llega el tiempo, por haber abusado de los nombres sagrados. Así que este, el ternero, es un animal que tenemos que matar en el centro laríngeo. Aunque recibamos un mensaje de un ser elevado, digámoslo como si fuera nuestro. Nosotros hemos de estar agradecidos, porque se nos haya dicho eso, sin embargo, no tenemos que decir a los demás que eso viene de círculos divinos. Que la persona, lo tome o lo deje, nuestro trabajo es informar, sin citar la fuente. Jesús no citó la fuente, o acaso dijo dónde se formó, dónde aprendió acerca del sonido, el color y la magia, y acaso dijo quienes eran sus otros hermanos en los círculos esotéricos, y acaso dijo quién fue el Maestro que le formó entre los doce y los treinta años. Silencio absoluto, eso es todo. De vez en cuando se retiraba de las multitudes y se recogía en los bosques o al desierto, en silencio, y, luego, vino e hizo cosas de gran esplendor. Eso es todo. No habló de la persona, o el Ser, que lo estaba guiando desde atrás. La responsabilidad, respecto a lo que decimos, es un trabajo importante que tenemos que hacer para purificar el centro laríngeo. El segundo animal que tenemos que matar, en el centro laríngeo, es la grulla. La grulla es conocida por su decepción. Se mantiene en aguas no muy hondas con una pata, así que se queda de pie, sobre una pata, como se estuviera haciendo penitencia, se queda quieta, y, poco a poco, los peces comienzan a venir cerca de ella, porque parece que esa grulla no hace daño a nadie. Así que se presenta de una manera engañosa, para que los peces se acerquen, y se los pueda comer tranquilamente, como a modo de tenedor, con su pico. Con su largo pico, los pincha, y, luego, se los come, y les hace creer a los peces que está tranquila, estable y que no tiene interés por ellos. Les hace creer que es un renunciante, una especie de monje, y creyendo que es una persona renunciante, muchos son los peces que vienen a su alrededor. Ella, poco a poco, se los va comiendo, uno por uno, y es feliz. Nosotros, también tenemos líderes de grupo, que son como grullas. Ellos, dejan que los miembros se congreguen en torno a ellos en numero suficiente, para asegurarse de que sus necesidades están aseguradas. Si alguien hace calzado, le dice: "¡ah!, hombre, sabes hacer calzado, ven por favor, medita conmigo". Otro hace comida, lo llama y le dice; "¡ven por favor!". "¡hombre!, tu eres vicepresidente de un Banco, sabes la noche pasada el Maestro me dijo que vendrías a verme". Dar un tratamiento especial a la gente que tiene más carne. Josep tiene un coche nuevo, así que por eso soy muy amigo de él. Carmela vendió su coche. Así que, dentro del reino espiritual, hay grullas que son engañosas en lo que dicen y, son tan engañosas, que es difícil decir cuál es la correcta y cuál la incorrecta. No hablemos de una manera que tenga más de un significado. Esta es una instrucción para matar a la grulla; porque, la grulla, es tan engañosa que así el centro laríngeo nos puede engañar, y no nos permitirá entrar en los planos más elevados. Nuestra garganta está llena de veneno cuando hablamos de manera engañosa. Así que no hablemos irresponsablemente, no digamos palabras irresponsablemente, y no le demos cuerda al tercer animal, que es el que al fin de cuentas nos mata. Es la serpiente. Bueno, el ternero vale, nos puede dar un par de coces pero bueno, podemos ir a un curador que haga masaje y listo. La grulla, bueno vale, se pierde algo también, pero bueno. A veces pierde uno dinero, bueno, a veces puede llegar uno a perder a su mujer. Y, si la líder del grupo, es una mujer uno puede perder a su marido. Así que uno puede perder cosas, pero no muere. La serpiente es la cosa más peligrosa y nos puede matar. Es la palabra que hiere a los demás. Ese es el veneno de la serpiente. Si hablamos de tal manera, que herimos a los demás, en lo que al reino espiritual se refiere, estamos muertos. Así que, dejemos que nos hieran los demás mediante la palabra, pero no los hiramos nosotros a ellos. Es decir, que aunque los otros
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nos hieran con sus palabra, nosotros no tenemos que herirlos a ellos. Este es un trabajo sublime, que todos tenemos que hacer con nuestro propio centro laríngeo. Cuando estos tres animales están bien muertos, la ruta hacia la palabra permanece intacta; pero, si nos comportamos mal respecto a alguno de estos tres animales, entonces, la puerta se cierra y la cueva del corazón se cierra, y nunca podemos entrar. La entrada es sólo posible cuando volvemos a rectificar. Toda esta doctrina relativa al sonido, la expresó en una sóla frase Adi Buddha. El dijo: ”Démonos cuenta de la importancia del silencio, del sonido y de la palabra, si nos damos cuenta de estos aspectos, permaneceremos en el esplendor de la creación”. Complementemos a esto, lo que se ha escrito y publicado, en el libro titulado “El Sonido”, para que comprendamos bien el concepto del sonido y lo practiquemos.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS * Pregunta acerca de la Invocación del Maestro E.K. Estamos en un gran barco como La Tierra, así que si nos ponemos en sintonía con el rumbo del barco, podemos disfrutar mejor del viaje. Si intentamos seguir por otra ruta, diferente a la ruta del planeta, entonces tendremos conflicto, porque el plan de La Tierra es mucho mayor que el plan de un individuo. Así que, si hacemos un plan que no esté en sintonía con el gran plan, no es algo terminado y sufriremos el conflicto. Así que, ponerse en sintonía con el plan de La Tierra, hace que nuestro plan sea un plan armónico. Suponed que, según las condiciones planetarias, estamos en verano y nos ponemos ropa de invierno, entonces nos sentiremos incómodos; y, según el plan de La Tierra, es invierno, y nos ponemos la ropa de verano; y, en la estación lluviosa, no tenemos ropa adecuada para protegernos de la lluvia, entonces tenemos dificultades. Así que, existe lo que llamamos el planeta Tierra y su plan, y nosotros somos parte de este planeta, en lo que se refiere a nuestro plan, por eso hemos llegado hasta aquí. Entonces, a medida que la tierra evoluciona, nosotros también evolucionamos. Así que, nuestro plan, ha de ponerse en sintonía con el plan de La Tierra. Suponed que la capa de ozono, que rodea La Tierra, está dejando paso a que entren ciertas radiaciones, pues hemos de prepararnos, nosotros también, para junto con La Tierra, recibir más radiaciones de las que hasta ahora hemos sido capaces de aceptar. Así que, a medida que La Tierra, se va haciendo radiactiva, nosotros también nos vamos haciendo cada vez más radiactivos. Cuando el planeta está sufriendo cambios, nosotros tenemos que aceptar esos cambios, y trabajar con ellos. Nuestro plan tiene que sintonizarse siempre con el plan mayor. Cuando el barco está navegando hacia oriente, si queremos navegar hacia el norte o el sur o hacia occidente, no podemos hacerlo. Podemos hacerlo, de una manera limitada, dentro del barco. Así es que, en el plan total, hay una facilidad limitada para el individuo, cuando no está en sintonía con el plan. Así que, cuando nos sintonizamos con el plan mayor, se nos hace más fácil. Suponed que quiero irme desde aquí hasta Suiza. Hay vuelos que van desde Barcelona hasta Suiza todos los días. Si quiero llegar a Suiza, con comodidad, me tengo que adaptar o sintonizar al plan de las compañías aéreas, no puedo tener mi propio plan particular. Ya hay un plan, para ir a Suiza por avión, por tren o por carretera. Entonces, si yo me adapto a ese plan, la cosa es más fácil. Entonces, no habrá conflicto, ni tanto sobresfuerzo, como si intentamos tomar un camino o una ruta, que no esté en sintonía con el plan general, acabamos metidos en dificultades, y nos encontramos con muchos obstáculos. Otro ejemplo es en nuestras vida de grupo. Hay una hora para el desayuno, para la comida, para la cena, para la clase y para la meditación. Es el plan para todo el grupo. Si, nosotros, tenemos un ritmo individual, diferente de ese plan, entonces no podemos experimentar lo que el grupo está experimentando aquí. Así que, esa invocación, habla de ponernos en sintonía con un plan mayor del que formamos parte. El planeta mismo está en sintonía con el sistema solar. Y el sistema solar está en sintonía con su sistema solar mayor. De este modo, existe un
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gran plan del que nuestra tierra forma parte, igual que las compañías nacionales conectan con las compañías internacionales de vuelo. Cuando caemos en el plan grande podemos viajar mejor. Eso es lo que quiere decir la invocación.
* ¿En qué plano se le puede situar lo que usted ha explicado esta mañana? El cuerpo causal en que plano lo podríamos situar, para nosotros estructurarlo o verlo mejor. En el cuarto sub-plano del plano mental. Hay una manera de encontrarse con él, de disolverlo, aceptando la vida tal como nos viene. Pero está, fundamentalmente, en el cuarto subplano, del cuarto plano, en el que lo divino y lo mortal se encuentran.
* ¿Podría explicarme qué causa o qué motivo espiritual hay para que un niño nazca con dislexia?. Se trata de las inversiones que tienen lugar en le plano astral. Cuando hay una ligera alteración del plano astral, su reflejo no es claro y, como consecuencia, en vez de aparecer lo positivo, aparece lo negativo. Veis, en la objetividad, vemos la imagen a modo de espejo, si vemos las letras que hay escritas en una pared, si las vemos en un espejo, aparecen invertidas. Eso se debe al efecto espejo. Dentro, también tenemos un espejo, que es el plano astral, y cuando el plano astral y el plano físico no están bien conectados, se ven las letras invertidas, o en su sentido contrario. La solución, para esas personas, es someterlas a mucha actividad física, para que la conexión entre lo astral y lo físico sea mejor.
* ¿Hace algunos años, cuando usted estuvo aquí en Barcelona, dio en líneas generales un aproximación a la situación del planeta en ese momento. Cree conveniente dar alguna orientación en el aspecto socio económico, político, religioso etc.? Durante los últimos años, la humanidad ha sido capaz de superar una gran crisis económica. Había un peligro pendiente para la economía del planeta que nos atacó durante los años 90 al 93, entonces la crisis económica esta casi acabándose. La crisis política existe en vario lugares, no en muchos, y tiene su conexión con la crisis social. Hay una crisis, todavía en potencia, cuya fuente es el fundamentalismo. Esa es una crisis que puede generar en una crisis política. Hace 8 años, cuando hablábamos de la crisis social y política, era en un contexto diferente. Igual que hemos superado la crisis económica, hemos superado también la crisis social del capitalismo contra el comunismo. Así que, el pensamiento predominante ha sido neutralizado, y muchas naciones han encontrado, ahora, una expresión libre, con la casi desaparición del comunismo en la Europa del este. Así es como ahí se ha producido una evolución en el sistema político. Así que hemos sido capaces de superar tanto la crisis económica como la política, ambas. Ahora hay sólo una crisis y está en relación con el fundamentalismo y puede hacer precipitar las cosas a una escala mayor. Ahora, todas las personas de buena voluntad están invocando energías de curación, para curar la mente de la gente, para que nada se precipite y se convierta en una destrucción humana. Esa parte incluso está siendo bien atendida, y la humanidad como tal, y en general, ama la paz y no quiere la guerra. Así que, si miramos a nuestro pasado, hemos aprendido bastante bien. Ahora por lo general, la gente, las naciones y los líderes políticos piensan en términos globales y piensan en beneficio de la humanidad. Así que se ha producido el comienzo de un nuevo pensamiento, aunque haya todavía una parte que necesita ser curada. En pequeñas secciones, hay todavía crimen, pero eso no va a afectar verdaderamente a la humanidad, si seguimos adelante de la forma en cómo lo hemos estado haciendo hasta ahora. Así que, hablando de forma general, ha habido un buen progreso en los 8 años pasados en los círculos económicos y políticos. En los círculos sociales, también hay, ahora, una mejor educación y, todas las naciones,
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están preocupándose, ahora, por reconstruir el sistema familiar, y se preocupan también por darle a los chicos una educación integral; y están intentando encontrar la síntesis, en cualquier rama de la sabiduría, más que el análisis. Así que, al llegar a fines de siglo, el pensamiento ha sufrido cambios substanciales. Así que las señales son positivas. Esa es la posición en que se encuentra la humanidad en el planeta, pero el planeta tiene sus propios cambios geológicos, debido a los cambios del eje. Así que, cuando se trata del planeta, según el entendimiento de la astrología, se espera que pueda haber ciertos cambios geológicos para finales de esta siglo, y eso, forma parte del gran plan, en el cual el ser humanos tiene poco que hacer. Pero, la humanidad, en unos 14 años se adaptará a la nueva situación. Nadie puede predecir, cómo podrán ser estos cambios geológicos. Tenemos que aceptarlos como vengan. Se trata, sólo de un cambio geológico menor, y no de un cambio geológico mayor. Será periférico y no substancial.
* ¿Podría decirnos o explicarnos el significado real del retorno de Maitreya? La manifestación de la cualidad del amor y la cualidad de la síntesis en los corazones de los seres humanos ha de entenderse como el regreso, la vuelta de Maitreya como principio. Hay cada vez más inclusión y más tolerancia entre cierta sección de la humanidad. En esas secciones se da el retorno de Maitreya como principio. El retorno de Maitreya como persona, se ha anticipado también, es la costumbre de la humanidad de anticipar siempre el retorno del Mesías. Pero luego, por lo general, cuando el Mesías viene nadie lo reconoce. Es también la misma historia, repetida, de la humanidad. El Mesías no es reconocido mientras vive, y con frecuencia se lo rechaza, y después de su venida la gente lo reconoce, pero Él ya no está allí para interactuar. Sólo aquellos que han abierto su corazón, abiertamente, tienen la posibilidad de experimentar el retorno de Maitreya como persona. Para los demás no es así. Así que, aquellos que han estado trabajando con una mente abierta, un corazón limpio y una vida limpia, como leemos en nuestra invocación, cuando decimos: vida limpia, mente abierta, corazón puro. Para esos, su funcionamiento o su actuación, se hace más clara. Pero la fantasía o imaginación de que Maitreya, el Señor, vendrá y hará cosas así para la humanidad, con las manos y tal, eso no pasará. Nosotros, tenemos nuestra propia imaginación acerca de Maitreya, pero eso no es Maitreya. ¿Cómo lo reconoceríamos si Maitreya viniera?. A nosotros nos gustaría que Él se peinara el cabello según nosotros nos lo imaginamos. Si Él, no tuviera el mismo tipo de peinado con el que nosotros nos lo imaginamos, y si no tiene puesta la túnica, que nosotros nos imaginamos, no lo podríamos reconocer, porque la humanidad todavía cree en la forma y no en el contenido. Si alguien tiene el pelo largo y barba y es guapo, entonces nos sentimos inclinados a ver cierta espiritualidad en esa persona, pero Maitreya, el Señor, no se puede comportar según nuestros términos. Si viniera vestido con la forma mas moderna, no podríamos aceptarlo. Por eso, cada vez que el Avatar vino, no encajaba en lo que esperaba la gente, así que la gente no se dieron cuenta de Su Presencia. Sin embargo, los puros de corazón, siempre lo reconocieron, cada vez que vino. Así que el retorno de Maitreya es algo verdadero para una pequeña sección de la humanidad, pero no para toda la humanidad. Nunca fue así y nunca será así. De modo que hay verdad en ello, pero no es una verdad que se pueda probar físicamente. Es verdad, para aquellos que viven según un estado de vibración. Cuando Jesús vino, cumplió todo lo que se había dicho antes de cómo sería la venida del Mesías, pero no fue reconocido como tal, a no ser por doce personas, e incluso dentro de esas doce personas, a duras penas, dos o tres comprendieron algo de lo que Él era. Los demás tenían su propia manera de verlo y de entenderlo. Cuando Krishna vino, sólo pocas personas lo reconocieron, y la mayoría se opuso a Él, e incluso lo insultaron. Cuando Buddha vino, pasó lo mismo. Cuando Pitágoras vivía, la gente no veía nada en Él, hasta el punto que tenía que pagar a los estudiantes para que le escucharan. Hoy día, nos volvemos locos buscando la sabiduría de Pitágoras, pero cuando Pitágoras vivía en el cuerpo y estaba deseoso de dar la sabiduría, al principio nadie asistía a sus clases. Así que pagó a los estudiantes para que lo escucharan y, poco a poco, cada semana, iba reduciendo esa paga, y al final dijo: "bueno no tengo más dinero, si queréis seguir escuchando podéis seguir escuchando". Pero, para entonces, la sabiduría que estaba dando era tan excelente que la gente le decía: "no te preocupes, si no tienes
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dinero, no nos pagues, nosotros te pagaremos a tí, pero sigue enseñando". Así que, siempre fue así, cada vez que hubo una gran luz, en su tiempo y en su lugar, nunca fue reconocida. La humanidad tiene la costumbre de vivir siempre esperando el futuro y no ver el presente. Lo mismo sucede con Maitreya, El Señor. Ya desde 1.988, no habrá un momento, una situación, en la que aparecerá en el cielo, y toda la humanidad, lo verá así. Siempre habrá gente que dude, y el asunto se someterá siempre a discusión. Todo lo que haga un Mesías siempre será sometido a discusión, si lo És o no lo es. Así que, creemos más en la discusión, en hablar de eso, que en tener la experiencia. Por eso, la verdad del retorno de Maitreya, es sólo para unos cuantos elegidos. Sin embargo, el fruto de sus acciones será para toda la humanidad en general. Así es como yo entiendo el retorno de Maitreya. Y no sólo de Maitreya, sino así el de todo Maestro.
* ¿Podría considerarse que la orina, a parte de ser una excreción, es una secreción y si tiene algo que ver con la transmutación de la materia o del planeta.? La ciencia médica habla de excreciones y secreciones. La secreciones son las hormonas, las secreciones son para alimentar al cuerpo y las excreciones son para eliminar los venenos del cuerpo. Así que la orina es una excreción para eliminar cosas que no son necesarias para el cuerpo. Así que tanto la orina, como el sudor, como las deposiciones son excreciones, así también las lágrimas. Sin embargo, hay glándulas que segregan hacia adentro, que alimentan al cuerpo, a esas se les llama secreciones. La orina, ahora, esta encontrando mucha más importancia en el planeta, puede que algún día, igual que la gasolina, se la almacene y se la venda, porque la teoría de la orina de esta volviendo muy famosa últimamente. Sigue un principio Ayurvédico antiquísimo, que dice que en las excreciones de los seres humanos se encuentra la medicina para ese ser humano. Es decir, que todo ser humano lleva consigo su propia medicina, y que sólo vale para él. En los tiempos antiguos lo utilizaban como medicamento cuando había enfermedad. En China, tenían también la costumbre de utilizar la cualidad de la deposición como medicina. En ese contexto, hoy día, la orina esta encontrando un lugar substancial también, en le campo de la salud y la curación. En los días antiguos era mucho mas crudo. Hoy, debido a la llegada de la ciencia, podemos tomar como medicina la cualidad de nuestra orina, en lugar de tomarnos la orina como tal. El principio de homeopatía es muy válido en este contexto, es decir, que la cualidad de la orina de una persona determinada, se la puede tomar esa misma persona, para que los anticuerpos se estimulen y expulsen la enfermedad. Así que es una terapia de la Nueva Era. Todo pensamiento que nos lleva a la síntesis, es un pensamiento de la Nueva Era, o en relación con la Nueva Era. La síntesis, en relación a la salud, consiste en que toda persona lleva en ella su salud y que la enfermedad se deriva de su conducta, y que la medicina en relación con esa enfermedad suya sale también de su cuerpo, para que no la tengamos que extraer, ni de las plantas ni de los animales, para tratar a los seres humanos. Ese es un principio de la síntesis, es decir que dentro del sistema haya solución para ese problema, así es.
*¿ Podría darme su concepto, lo más breve posible, de salud mental? La salud mental existe o está en el pensamiento positivo, y el pensamiento positivo es esa manera de hacer las cosas que no permite que exista la envidia, que no permite que haya competición, es decir que la persona que tiene una mente positiva no entra en competición con los demás, al contrario, busca la cooperación y, la envidia, es sustituida por la buena apreciación de las buenas cualidades de la otra persona. Las virtudes de los demás son apreciadas, en lugar de sufrirlas debido a la envidia. La mayoría de las enfermedades humanas se derivan de la envidia, y mucho del sufrimiento del ser humano se deriva de la envidia. Si al vecino le va mucho mejor que a nosotros, tenemos envidia; pero en la vida, en cualquier aspecto, siempre encontraremos a alguien mejor que nosotros. Siempre encontramos gente mas guapa que nosotros. Así que esto es como una avenida que nos hace infelices. Puede haber gente que sea más rica que nosotros, más sana que nosotros, más feliz que nosotros, o con mejor esposa que nosotros, o con mejores
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hijos que nosotros. Si uno lo compara, siempre hay algo mejor que lo que uno tiene, y la sensación que tenemos es: "yo no lo tengo y los otros lo tienen". Por eso, el nacimiento de la falta de salud mental está en la envidia. Si no hay envidia, hay una buena salud mental. Esta es la primera cualidad para tener salud mental. La falta de envidia, es tomada como la cualidad esencial para poder tener salud mental, si no hay envidia otras muchas cualidades negativas estarán ausentes también, porque la envidia genera odio, irritación, enfado. Y debido al enfado hacemos ciertas cosas que nos producen ansiedad. Así que, la acción en cadena que se produce hasta llegar a la enfermedad, empieza desde el punto de la envidia. Por eso, si estudiamos el medicamento llamado lachesis en homeopatía, nos daremos cuenta que, prácticamente, toda la humanidad necesita de esta medicina. Bienaventurados aquellos que pueden vivir, por encima de la envidia emocional, que llamamos envidia. La salud mental positiva llega, cuando sabemos apreciar lo que es bueno en los demás, en todos, y vivimos más allá de criticar a los demás y de juzgar a los demás. Así que, la salud mental, consta de tres factores básicos. Uno es la falta de envidia, el segundo es no ser crítico con los demás y no juzgarlos y, luego, hay dos cualidades positivas, una es ocuparnos de nuestros propios asuntos sin mirar a izquierda y a derecha, pero, si es inevitable que tengamos que mirar a izquierda o derecha, debemos ver la parte virtuosa que hay en los demás. Es decir, que cuando se trate de los otros, hemos de ver la virtud que tengan, y cuando se trate de nosotros, nos hemos de ocupar de hacer lo que tenemos de hacer ahora. Estos cinco puntos, componen una buena salud mental, uno no tiene que ser un espiritualista para tener una mente sana. La mente es una buena organizadora de la vida. Así que, si se toman estas cinco cualidades en la vida, y se elaboran, y se trabaja con ellas, uno tiene una mente limpia y una vida feliz. Así es como lo puedo presentar ahora, como se me ha ocurrido decirlo ahora. Se puede decir más, naturalmente, elaborar más, pero estas son las cinco semillas con las que podemos actuar.
* ¿Me podría decir algo, sobre lo que se habla, de la aparición de María? Hay muchas apariciones de ese tipo, según la creencia individual y la orientación de cada uno. Cuando estamos orientados hacia María, la encontramos cada vez más. Hay grupos que están más orientados hacia María Magdalena, y la empiezan a ver cada vez más y más. Este es un momento en que muchos seres Divinos y semi Divinos, están actuando en este planeta, y que no son sólo de este planeta, sino que también vienen de otros planetas. Así que, lo que uno experimenta, es verdad en relación a él mismo, para él; yo no puedo negar vuestras experiencias, ni puedo declararlas que son para toda la humanidad; es decir, que esas experiencias, las tiene todo el mundo. Es cierto que hay muchos seres, Divinos y semi Divinos, que están trabajando en gran proximidad con la humanidad, ahora mismo, y son en números de miles. Así que lo que tu dices es una gran posibilidad.
* Cuando estamos escuchándole, le estamos poniendo mucha atención, estamos absortos con lo que nos dice, ¿corresponde esto al estado llamado como el circulo y el triángulo dentro?. Si, el símbolo con el triángulo en el medio y el punto, es el símbolo de la enseñanza en el que todo el mundo está incluido; es el aspecto triple de enseñar, escuchar y experimentar, y, luego, cuando uno siente la verdad de esa enseñanza, muy dentro en el ser de uno, muchas veces recibe uno la impresión de "sí esta es la verdad", pues ese es el punto de la conciencia que responde a esa enseñanza. Así es como funciona la enseñanza.
* Y la segunda pregunta es, por ejemplo, cuando estamos conduciendo o sentados en una silla y, en ese momento, nos damos cuenta que ha pasado un rato y no tenemos ningún pensamiento en la mente, ¿en que momento estamos?.
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En este caso se trata de un círculo con un punto en el centro, y el triángulo no existe en ese caso.
* ¿Que relación se establece entre el desarrollo de los sentidos, concretamente la mente y el desarrollo espiritual?. Cuando se contempla continuamente la conciencia del YO SOY, estos tres aspectos, que son sentidos, mente y evolución espiritual, se desarrollan simultáneamente. El desarrollo espiritual, la percepción sensorial y la mente, suceden o tienen lugar al mismo tiempo. Por eso, la solución es sólo una, aunque los problemas parezcan ser tres. Ahí es donde se recomienda que se invoque, cada vez más, la conciencia del YO SOY. Cuando el jefe de una organización está presente, tanto el mánager como el supervisor, como el trabajador, se ponen en su sitio. Cuando el jefe no está, los tres hacen las cosas a su manera. Así es que, traigamos al jefe a la organización del cuerpo, y, entonces, todo el mundo trabaja, nadie habla con el otro. Y si alguien dice: "vamos a hablar", el otro replica "no, no, el jefe está aquí". De la misma manera, la conciencia del YO SOY, es el tema central de toda la creación. Así es que invoquemos más y más esa conciencia. Eso purifica la mente, eso purifica las emociones y eso nos da un orden en nuestra vida.
* ¿Cuando estando en las charlas, por ejemplo, hay un problema importante de sueño, significa esto que estamos trabajando esa información a otro nivel. Hay alguna manera de evitar este problema?. Uno no tiene que evitar dormirse durante una clase. Hay veces que la mente, los sentidos y el cuerpo no están bien organizados para enfrentarse a la enseñanza. Porque, esa enseñanza, es un poco más de lo que la mente puede recibir. Entonces, a la mente, se la pone a dormir, para que directamente se produzca una relación, de esa enseñanza, con el plano búdico. Por eso, a veces también, cuando la gente se duerme, comprende las cosas bien. A veces, cuando explico la Doctrina Secreta en la India, más del 50% de la clase se duerme. Y la vez pasada, en Febrero, durante la Luna Nueva de Acuario, estaba explicando ciertas cosas de la actividad de los Manvántaras anteriores, en una clase en la que había 60 personas. A medida que iba dando la enseñanza, excepto mi hija, todo el mundo se durmió. Y, lo mas bello de todo, es que yo no me di cuenta de que se habían dormido, puede ser que, a lo mejor, yo también, mientras hablaba, estuviera durmiendo. La enseñanza siguió hasta la una de la madrugada. A veces, la mente, no puede tomar cuando esta confrontada con una sabiduría muy abstracta, así que tiene la tendencia a dormirse. Por eso, cuando la clase está a punto de dormirse, el maestro, el que enseña, cuenta historias. Las historias son la manera de despertarse, para que las dosis hagan su efecto.
* ¿Acerca de lo mismo que usted ha explicado, si se puede dar la misma explicación cuando nos dormimos durante la meditación?. A veces incluso la gente ronca en la meditación. Y los que están despiertos en la meditación piensan: "¡que suerte tiene ese!."
* A mi me pasa que me caigo hacia atrás. Si, si, es como cuando te viene el sueño de repente, y luego te viene que hay que estar despiertos. En Kumbakhonam, la ciudad donde el Maestro C.V.V. dio las oraciones, la gente se
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sienta y pone cojines delante de ellos, sólo para que en caso de que se caigan no se golpeen la frente. Hay veces, que la meditación puede ser fuerte, así que ponen suficientes cojines para ello. Si, todas estas cosas que decís, son posibilidades que existen.
* ¿Me puede decir si actualmente en la tierra hay un avatar? Si digo que sí, habrá un problema, que a lo mejor todos dejamos nuestras casas vacías y nos vamos a verlo. Hay una gran luz en el planeta, que esta actuando por todo el planeta, y es lo que llamamos Maytreya, El Señor. Su luz es la luz que está guiando al planeta, pero si queréis ver a una persona que está actuando a gran escala, y que esta disponible entre los seres humanos, porque hay muchos como Él que no está disponibles entre las masas, entonces podéis ver a Sai Baba. Satia Sai Baba, es una de las siete luces que actúan en el planeta, de tal manera, que el planeta y los seres planetarios tienen armonía. Él es una persona a la que podéis localizar y ver, pero hay otros seis más igualmente capaces, e incluso mucho más capaces, pero no están disponibles para que la humanidad, en general, pueda verlos. Así que si queréis ver como funciona una gran luz en el planeta, debéis visitar y ver a Satia Sai Baba.
* ¿Es momento de invocar las energías de la justicia, así como hacemos al invocar las energías de paz, y hay algún mantram o alguna técnica para ello?. Hay mantrams para invocar la justicia, la ley, dice así: SANGHAM SARANAM GACHHAMI, que significa me entrego a la sociedad y la sirvo. Luego, DHARMAN SARANAM GACHHAMI. Dharma, es la ley que incluye también a la justicia, así es que yo me rindo a la ley y actúo dentro de ella. Luego, BUDDHAM SARANAM GACHHAMI, me entrego a Buddha y actúo dentro de Él. Esta es una plegaria sublime. El orden, lo podemos cambiar un poco a nuestro gusto, a quienes les guste Buddha empezarán cantando diciendo Buddha.
BUDDHAM SARANAM GACHHAMI
DHARMAN SARANAM GACHHAMI
SANGHAM SARANAM GACHHAMI
Pero se trata de una entrega triangular, una entrega a Buddha, una entrega a la ley y una entrega a la sociedad. Así que, SANGHAM SARANAM GACHHAMI, DHARMAN SARANAM GACHHAMI, BUDDHAM SARANAM GACHHAMI. Así es. María (la persona que ha efectuado la pregunta), me has hecho levantar. Bueno, como de todas maneras, se trata de la clase de Adi Buddha esta bien que demos esta plegaria.
* ¿Este mantram hay que cantarlo 21 veces?. No, este lo podéis cantar todas las veces que queráis. Se puede cantar a modo de canción. No sólo como mantram, sino a modo de canción también.
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Entonces: BUDHAM SARANAM GACHHAMI DHARMAN SARANAM GACHHAMI SANGHAM SARANAM GACHHAMI Sangham significa sociedad, Dharman es la ley y Buddham es la luz.
* La pregunta es acerca de los grupos tan hermosos que se han formado, sobre todo en España y Alemania, debido a la visita de Kumar durante estos últimos ocho años. ¿Cómo va a ser en el futuro, va a seguir viniendo también otros ocho años o qué será?. En mi opinión, los grupos seguirán funcionando, de la misma manera y además mucho mejor. Es como una relación de padre a hijo. A medida que el hijo empieza a trabajar, el padre empieza a quedarse para atrás, igual que cuando la semilla crece, el trabajo del árbol ha terminado, porque la semilla germinará y se convertirá en árbol y, así, es como se da la continuidad en el planeta de todo trabajo. Yo veo muchos maestros-profesores en estos grupos, que seguirán dando la enseñanza, a aquellos que la quieran, y eso seguirá transformando a la gente en una vida de armonía, en la naturaleza siempre sucede así. Cuando se forma una nueva conexión, la conexión anterior puede quedarse de fondo. Con frecuencia os hablo de la carrera de relevos en las olimpiadas. Así es que yo tomé el relevo de alguien; y estaba corriendo y yo lo tomé de él, así que yo sigo corriendo hasta que alguien lo recoja de mí, y esa persona, seguirá corriendo y continuará. Así es como yo veo el trabajo.
* ¿Nos podría hablar sobre el paso de la energía del centro sacro al centro laríngeo? El Maestro Tibetano lo nombra muchas veces. Entonces, tendríamos que preguntárselo al Maestro Tibetano, ¿no?. La pregunta es ¿cómo pasa, o cómo sabe uno si ha pasado, o que hacer para que pase?. No, el Maestro Tibetano dice que en este momento, o al menos en lo que hay escrito en los libros, se confunde muchas veces la subida de la kundalini, los fenómenos que provoca de la energía del centro sacro al centro laríngeo. Entonces, quería preguntarle ¿qué sucede?. ¿Estabas en la India en Enero?. En la India, en Enero hablé de cómo sube la kundalini, de la parte superior del centro de base, al centro laríngeo. Bueno, de todas maneras volveré a hablar de ello. El trabajo del discípulo, consiste en llegar al centro laríngeo. Nosotros funcionamos en este orden: con el plexo solar, el sacro y el centro de base. Y el paso siguiente, para la humanidad, es llegar hasta el centro laríngeo. Si llegamos hasta el centro laríngeo, quiere decir que estamos en el sendero del discipulado, y hay dos o tres maneras de llegar hasta el centro laríngeo. Una es dedicarse al servicio de la humanidad y, mediante ello sacrificarse a sÍ mismo. Eso es lo que da el Maestro Tibetano sobre todo en sus libros, servicio y sacrificio, como una manera de alcanzarlo. La segunda manera es contemplar el sonido sagrado, y trabajar para purificar el centro laríngeo, como he estado diciendo cuando hablé del ternero, de la grulla y la serpiente. Hay una manera de trabajar con el sonido, para lo cual existe un libro, se trata de un proceso de purificación del centro laríngeo y, uno, sólo dice cosas sagradas, piadosas, y utiliza la palabra sólo para cosas sagradas. Esa, es la segunda manera de ascender, purificando regularmente el centro laríngeo, y en eso forma parte el cantar Gayatri, Narayana o el Om. El tercer método consiste en trabajar con la respiración, cosa que ya he explicado esta mañana. Cuando empezamos a respirar completa y plenamente, entonces, como dije, se producirá una pausa, en la cual, no respiramos, pues ese es el momento en que, la kundalini, se eleva hasta llegar al centro laríngeo, esa es la
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tercera manera. Y luego está la cuarta manera, la manera antigua, que es la del Hatha Yoga, que consiste en contemplar los cuatro pétalos del centro de base y, luego, imaginarnos que el movimiento de la kundalini se eleva, hasta llegar al centro laríngeo, tanto en la postura de Kumbaca, o en el proceso de Rishaba. Es decir, esto no se le recomienda a todos, sino que ha que hacerse bajo la guía de una persona cuya kundalini se ha elevado. La persona que lo hace inspira y, con su imaginación, va moviéndose por esos cuatro pétalos, conscientemente, y da tres vueltas de este modo, es decir que, manteniendo la respiración, tienen lugar en él 12 pulsaciones, imaginaos los cuatro pétalos tres veces y por último llevar a cabo un movimiento ascendente, uno también se lo imagina esto y, luego, deja de respirar, luego vuelve a inspirar y hace el mismo trabajo, y luego inspira. Así es como se eleva la kundalini en el Hatha Yoga. Lo mismo se hace en el Kriya Yoga, con una pequeña diferencia, que se hace bajo la presencia de un gurú. Así que el Hatha Yoga, el Kriya Yoga, el Yoga del Servicio y el Yoga de la Respiración y, luego, el Raja Yoga, en el que uno contempla en el centro del entrecejo, y construye un punto de tensión, mediante una contemplación continua y, en virtud del poder que uno centra en ese punto, debido a su contemplación, se produce como un tirón hacia arriba de la kundalini, hasta que llega al centro laríngeo. Todas estas, son variedades y maneras de llegar hasta en centro laríngeo, que se practican en los diferentes ashrams. El Maestro Djwal Khul sugirió, sobretodo a los grupos de occidente, trabajar sirviendo a la humanidad, luego meditar siguiendo la respiración, o centrándonos en el centro del entrecejo, y eso nos hará ascender hasta el centro laríngeo. Así es como tiene lugar la elevación. Así es.
* Esta mañana hemos hablado de que, cuando uno llega a escuchar la canción de la respiración, puede llegar a la pulsación, entonces quiere decir que uno también puede llegar ilusoriamente a la pulsación, creerse que está en la pulsación y no ser cierto. Cuando respiramos oímos la canción de la respiración.
* Es decir que, a menos que uno haya escuchado la canción de la respiración, no puede llegar a la pulsación, es decir, sería una ilusión llegar a la pulsación aunque uno se lo crea, es una ilusión. Si. Cuando no seguimos este proceso de escuchar la canción de la respiración, lo que estamos escuchando, es una propuesta mental nuestra, porque, cuando uno escucha esa pulsación, la respiración cesa. Esa es la clave para saberlo.
* ¿Cuando sabes que has estado demasiado tiempo en el centro y que es tiempo de salir de él?. No existe eso de decir "es demasiado tiempo en el centro", porque, cuando uno está en el centro, lo que sucede es que está mucho más atento, mucho más alerta y no se queda uno allí atollado. Eso es diferente de ser introvertido, de estar en un estado introvertido, porque eso significa que está más en la mente que actuando. La persona que se quedó atollada en su propio pensamiento, tiene una manera de pensar parcial y, por lo tanto, no es equilibrado en la acción. En las personas que están más orientadas a pensar, las que se sienten más inclinadas a pensar, no suelen sentir inclinación por hacer, por actuar, y caen prisioneras del humo de su pensamiento. A eso se le llama el sendero del humo, en el que uno es condicionado por sus pensamientos intelectuales y del humo que se derivan de ellos y, que con mucha frecuencia, esa situación nos lleva a depresiones y aversión hacia el trabajo, negligencia de nuestros deberes, pereza y a una determinada lógica, que se elabora para defender esto. Pero eso, no es lo que se entiende por llegar hasta en centro. La persona que llega hasta al centro, es una persona equilibrada, tanto de pensamiento como de acción, no llega ni tarde ni pronto, cuando se trata de la acción, sino que siempre llega a tiempo. Esa es la belleza de una persona centralizada. Suponed que hay
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meditación aquí. Pues no llega quince minutos antes, ni llega dos minutos más tarde de las seis, sino que llega justo a tiempo. Llega a tiempo y se marcha a tiempo y, mientras está trabajando, está con toda su conciencia completa, esa es la cualidad que tiene el que entra y sale. Lo que tú has dicho es muy probable, y lo podemos ver en los grupos, que suele pasar que, la gente, tiende más a pensar, a pensar, a pensar y negligen un poco la acción y, como consecuencia, uno se vuelve ineficaz en la sociedad. Ese es el sendero del humo, en el que uno se hace una ilusión, un espejismo, y se cree que es algo espiritual. El verdadero estudiante espiritual, es mucho más efectivo que cualquier otra persona en el mundo objetivo. La inefectividad y la espiritualidad no pueden ir juntos. Es una pregunta muy buena y es bueno terminar con ella. Gracias.
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El Gran Maestro Rishaba estuvo con la humanidad en aquellos tiempos iniciales, en los que los seres humanos, habían adquirido los sentidos y el cuerpo físico recientemente para trabajar con la objetividad. Así que Él dio la enseñanza, para que los seres humanos, usaran los sentidos y el cuerpo y no se quedaran condicionados por ellos. Ese fue su trabajo principal. Igual que nosotros cada vez que estamos a punto de empezar a hacer una tarea, somos chequeados o digamos nos preparamos, Él, de la misma manera, advirtió a los seres, tanto de la facilidad como del peligro, que pueden ser los sentidos y el cuerpo; y, así es, como puso el énfasis en conectarnos con Él todos lo días. Él dijo: "contémplame o contempla en Mí y, cuando estés actuando, comprende que estás actuando en Mí y, luego, estad alerta en el uso que hacéis de la palabra". En las clases anteriores, hemos ido comprendiendo estos pasos y, además, nos sugiere también, que tenemos que recordar que todo lo que existe o es, pertenece al Uno, y nosotros somos parte de ese Uno, y se nos permite que experimentemos todo eso que existe, sin desarrollar o creernos, que somos los propietarios de ello . El sentido de propiedad nos causa dolor, así que Adi Buddha, como décima instrucción nos dice: "se un administrador y no un propietario". El administrador es el que actúa en nombre del Uno y, el Señor, tiene en él confianza, para que él administre o haga las cosas en Su nombre, en nombre del Señor. Normalmente, cuando uno funda una organización caritativa o social, designa a personas que se van a encargar de desempeñar esas actividades caritativas, y se les llama (en inglés) trusties o administradores; significa, que se pone en ellos mucha confianza, que se dice trust (en inglés), por eso, de ahí, trusty de trust, de confianza. Se pone en ellos la confianza, para que continúen lo que se pretende. ¡Ah!, la palabra es fiduciario, así es que, ser un fiduciario es trabajar para el Señor. Todos tenemos que trabajar para la Ley y, para trabajar para Aquél, a través del cual se ha manifestado la Ley. Eso es lo que se llama, el hecho de ser, un fiduciario. Si yo os confío algo en confianza, lo hago porque tengo confianza en vosotros, y vosotros, lo haréis en mi nombre y no en nombre vuestro. Esa es la ley que proviene de la fuente de origen. Vosotros, podréis disfrutar de mis facilidades, pero en mi nombre. No os apropiéis para vosotros mismos. Lo normal, es que cuando se nos dan las facilidades, intentemos apropiárnoslas para nosotros mismos, sin comprender que nos han sido dadas, y que no han sido creadas por nosotros. Muchas cosas que conseguimos en la vida, nos han sido dadas, teniendo como base la confianza que se deposita en nosotros. Cuando esa confianza es defraudada, entonces, lo que nos dan nos lo vuelven a quitar. Así es, cómo se les deposita la confianza en algunos y, también, se les retira la confianza a otros. Así que, si lo que se nos da, lo guardamos con confianza, entonces seremos capaces de disfrutar de la creación. Disfrutar quiere decir experimentarla en su manera apropiada. Cuando empezamos a poseer, entonces, viene el problema. La sabiduría viene a través de mí y, yo, empiezo a poseer esa sabiduría, y publico libros y hago dinero con ello, eso es apropiarse de algo que es impersonal. Así, también nosotros intentamos poseer muchas cosas que no son nuestras. Incluyendo el cuerpo, todo pertenece al Señor, el cuerpo le pertenece a Dios, nosotros no lo hemos hecho. Los sentidos pertenecen a Dios, no los hemos fabricado tampoco conscientemente, la mente pertenece a Dios, nuestra sabiduría pertenece a Dios, y nuestra misma
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existencia es Su existencia. El planeta, también provienen de Él, los minerales del planeta vienen de Él, las plantas y los animales, y la inteligencia por medio de la cual trabajamos con las plantas y los animales, también viene de Él. ¿Cómo sabemos, que podemos ordeñar a la vaca, y saciar nuestra hambre con esa leche?. Es, Su inteligencia que actúa en nosotros. ¿Cómo sabemos, que los frutos sacian nuestra hambre?. Es, Su inteligencia, que da destellos a través de nuestros seres. Así que la existencia y la inteligencia, relativa a ella, vienen de Él, y a nosotros, se nos permite que tengamos la experiencia, comprendiendo que es todo Suyo, y no nuestro, y que se nos ha dado con confianza de que lo utilicemos y lo devolvamos. Si podemos recordar y estar agradecidos, que todo se nos ha dado para experimentarlo, y de que nada puede ser robado de ese modo, y ni puede uno apropiárselo sólo para sí mismo, entonces, la vida fluye mejor. Esta es otra enseñanza esencial. Siempre que no poseamos, el flujo de la vida fluye mejor, si empezamos a poseer, la cosa se hace pesada. Uno puede imaginarse, y ver cómo la gente se vuelve pesada con tantas propiedades, y cómo la gente se hace pesada, también, poseyendo a otra gente. Hay líderes de grupo que son muy pesados con ese grupo, es decir, que se sienten muy pesados y, se sienten muy pesados, cuando tienen esa sensación de propiedad, de que es suyo. A menos que tengan la sensación de que tienen un gran grupo, ese líder no tendrá la sensación de pesadez; sin embargo, un líder no tiene un gran grupo, sino que está trabajando con un gran grupo que pertenece al Altísimo. Él está haciendo las cosas hasta el punto que puede, pero no puede asumir que tiene la responsabilidad de todas esas personas, ni de sus vidas. Hay ciertos deberes que se nos encomiendan y que podemos hacer, pero el resto es para el Maestro del Universo. Él se encarga de tener cuidado de todo, siempre y cuando nosotros hagamos nuestro trabajo. Si, de verdad creemos, que tenemos que ayudar a toda la gente, eso nos da una sensación de pesadez. Nosotros, no somos el que va a ayudar, sino que si nos mantenemos en el centro, la ayuda puede fluir a través de nosotros, pero si no estamos en el centro, no creáis que los demás no van a recibir ayuda, porque si nosotros no estamos en el centro, se nos deja de lado, pero la ayuda sigue fluyendo. Hay personas que se dicen: "si yo no hago servicio que le pasará a la comunidad". La respuesta de los Círculos Superiores es: "si tú no lo haces, la cosa se hará mejor, porque tú tienes inclinación por hacerlo, sentimos compasión hacia tí, pero si crees que sin tí no se puede hacer nada, nada puede suceder a través de tí". Siempre, la verdad es lo contrario de lo que pensamos, siempre pensamos de la manera inversa; por eso, las personas que trabajan en beneficio de la humanidad, no se pueden atribuir nada a sí mismas. Una persona de esas tiene que estar agradecida de que tal trabajo está teniendo lugar a través de ella. Esas personas han de estar agradecidas cada día, porque el Señor les ha escogido para ser canales y ayudar a otros, pero si se inflan en su personalidad empiezan a sentir: "oh¡ si, yo soy aquél, soy el que tiene que ser", entonces le dicen: "querido amigo, me dejas paso, por favor, déjame el paso que tengo que seguir adelante, porque me resultas más un obstáculo, que un canal". ¿Qué sucede si una tubería por dónde viene el agua se bloquea?, pues construimos nuevas tuberías, ¿no es cierto?. Se intenta reparar esa vieja tubería, pero si no funciona bien, a pesar del esfuerzo por arreglarla, dicen: "bueno vamos a poner una nueva tubería", así se deja fuera de uso la tubería vieja. ¿No vemos que es así cómo suceden las cosas en nuestra vida?. Así que, lo que es válido para el plano inferior, vale también para el plano superior. En realidad, lo que es válido para el plano superior es lo que tomamos como solución en el plano inferior. ¡Véis!, hay personas que se sienten pesadas, o como una carga con su familia, y se lo toman como su carga personal. Si uno lo siente como una carga no puede hacer nada. Tomémoslo como si se nos han encomendado esas almas a nosotros. Cuando se nos da en confianza una mujer, tengamos cuidado de esa mujer, cuidemos de ella puesto que el Creador nos la ha confiado, así es como nos dice el ritual de matrimonio. Esa es la comprensión original de las cosas, y si luego ciertas almas encuentran su expresión a través de nosotros, ocupémonos de ellas, puesto que el que hace que las almas nazcan tiene confianza en nosotros, nos ha confiado esos hijos a nosotros para que tengamos cuidado de ellos. Así que, no podemos simplemente dejarlos a su destino, sin darles un buen cuidado. Así que, todo lo que nos llega se nos ha dado en confianza, para que trabajemos con responsabilidad. Suponed que se me da un buen trabajo, en una buena organización, eso significa que en mí se ha depositado mucha confianza para llevar a cabo ciertos trabajos en beneficio de otros. Entonces, tendremos que hacernos dignos de esa confianza, no podemos disfrutar de ese cargo sin ser dignos de esa confianza. Si a mi se me hace
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director de Banco, hay dos maneras de verlo, o incluso tres maneras. Una manera es, como yo soy director del Banco, me aprovecho de las facilidades del Banco; la segunda manera es decir, este trabajo de Banco es muy aburrido, es muy pesado, así, entonces, nos volvemos pesados con ese trabajo nuestro. Muchas personas se sienten pesadas con su trabajo, sólo, y únicamente, porque creen que el trabajo es suyo, sin comprender que ese trabajo les ha sido dado como un medio para servir a la sociedad, como un medio para servir a la vida, como un medio para servir a Dios. Todo trabajo que hagamos es servicio, si somos capaces de verlo con esta dimensión. El trabajo que nos ha llegado hasta nosotros, es dado por Dios, nos ha sido confiado a nosotros por Dios para ver cómo trabajamos con el y ayudamos a la gente. No podemos tener gustos y aversiones al desarrollar nuestras responsabilidades. Yo os doy dos o tres hijos para que tengáis cuidado de ellos y, luego, vosotros os comportáis con ellos según vuestros gustos y aversiones, ignorando las responsabilidades que se os han dado; entonces, yo, no estaría contento, no os volvería a dar más hijos a vosotros, sino que buscaría otras personas para dárselos a ellos. Para Dios, todos los seres de la creación, y la creación misma, son Sus hijos, Él nos da una posición a todos, para que sirvamos a los seres de la creación de diversas maneras, pero no creáis que es nuestro trabajo, no seáis los propietarios del trabajo, sino sed representantes, sed mediadores, sed fiduciarios. Así es como tiene que actuar uno. Si actuamos de esta manera, todas las cosas que hacemos nos dan la presencia de Dios. Dios está más complacido cuando nos comportamos con su creación de una manera agradable. No podemos ser irresponsables con Su creación, ni tampoco podemos apropiárnosla, y si lo hacemos la cosa se nos hace pesada. Por eso, Adi Buddha dice: "no poseáis nada en la vida, comprended que todo es Mío, es decir, de la conciencia del Yo Soy, y que se os ha sido dado en confianza". Suponed que yo os dejo, en confianza, mi casa durante tres años y os digo: "por favor tened cuidado de ella, la podéis utilizar para vosotros y, también, la podéis utilizar en beneficio de los demás". Hemos de recordar que se nos ha dejado, pero que no es nuestra. Si empezamos a poseerla y a creernos que es nuestra, somos unos ladrones. Si, Juan Ramón, me diera su cámara de vídeo para que yo la utilizara, yo tengo que recordar que pertenece a Juan Ramón, y que la tengo que utilizar con cuidado, y luego devolvérsela en las mismas condiciones, o incluso en mejores condiciones de las que él me la había dado. No se la puedo devolver destrozada, porque si no, no me la dejará nunca más. No me dará nunca más su cámara, si se la devuelvo hecha polvo. Así que hemos de cuidar bien de todo aquello que se nos deja, utilizarlo correctamente en beneficio de los demás, e incluso mejorarlo, y volverlo a entregar nuevamente a aquél que nos lo ha dejado. Los niños nos son dados. Hay una afirmación que dice: "vuestros hijos no son vuestros, os han sido dados, vosotros tenéis que criarlos, desarrollarlos y dedicarlos a la sociedad". No hay diferencia entre los animales y los seres humanos, si sólo le damos cuerpo a las almas. Tenemos que darles también esa educación, una educación para que sean una buena contribución a la sociedad, y no que sean un dolor de cabeza para ella. Los animales también dan cuerpos, pero luego no tienen más responsabilidad; sin embargo, los seres humanos tienen cierta responsabilidad de dar la dirección correcta a los hijos, para ser dados como una contribución hermosa a la sociedad. De la misma manera, a nosotros, nos ha sido dado un cuerpo, no creáis que es nuestro. Utilicémoslo de tal manera, que la sociedad se inspire por los actos que hacemos. Utilicemos la mente para que surjan pensamientos de armonía, y permitamos que esa armonía se expanda a través de nuestra mente. Utilicemos la palabra que nos ha sido dada, y que no es nuestra, en beneficio de los demás, para agradar a los demás, para inspirar a los demás, en vez de utilizarla de otras maneras. Así hemos de utilizar el cuerpo, la palabra, los sentidos y la mente; es decir, comportarnos con ellos así, no poseamos nada. Poseer es como ser un vampiro. Aquel que tiene instinto de poseer es un drácula. Hemos de saber que la posesión es la peor costumbre que uno se puede imaginar. Así que no podemos poseer nada, se nos deja que lo utilicemos y, al utilizarlo, hemos de estar agradecidos y sentir gratitud por aquél que nos lo ha dado. En el siglo XX, el ser humano, se ha vuelto ingrato para todo y con todo. Yo recibo sabiduría de mi Maestro y, luego, me olvido de Él, porque yo quiero que vosotros sepáis que toda esa sabiduría es mía, viene de mí y no diré de la fuente de la que proviene. Eso es ser ingrato con la fuente de origen de la que viene esa sabiduría. Si alguien me da ropa o calzado, o un reloj, hemos de estar agradecido por haberlo recibido, y utilizarlo en beneficio de los demás.
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Todos sabemos la historia del rico y las monedas de oro. Otros años anteriores os la he contado: Había un hombre rico muy bueno. Tenía tres sirvientes y, los tres, lo servían con mucha sinceridad y sucedió que la gloria de este rico llegó a ser conocida en la capital del país y fue invitado para ser rey de ese país. Entonces, antes de dejar su pueblo, dejó tres monedas de oro a los tres sirvientes, y les dijo que las utilizaran como quisieran y, después, se marcho a la capital y tomó las responsabilidades propias de un rey. Al cabo de doce años, y en cumplimiento de sus deberes reales, volvió al pueblo de donde había venido antes, e invitó a sus tres sirvientes a desayunar y, estando en a la mesa, les preguntó a cada uno de ellos que es lo que habían hecho con la moneda de oro que se les dio. Uno de ellos respondió: "yo la he guardado y la tengo tal como es, yo sabia que usted iba a salir del pueblo para convertirse en rey del país. Si usted me pide esa moneda de oro, y yo no se la devuelvo, yo sabía que usted me iba a meter en prisión, así que la he mantenido igual, tal y como estaba antes, y aquí está otra vez la moneda". Entonces el rey le preguntó al segundo, que dijo: "yo he utilizado esa moneda de oro y, esa moneda de oro, se ha convertido en otras cien monedas de oro, ahora te devuelvo, oh rey, la moneda que me diste". Y se quedó para sí las otras 99 monedas de oro. Entonces, también se le preguntó lo mismo al tercero, que dijo: "yo utilicé esa moneda de oro e hice construir una gran propiedad. Ahora son tierras fértiles, muy buenas, que han salido a partir de esa moneda de oro, también tengo vacas, además de una gran cantidad de monedas de oro; todo esto, propiedad, ganado y monedas de oro, así como también la moneda que me diste, es todo propiedad tuya. Yo tengo la alegría de haberlo desarrollado, y la experiencia que eso me ha dado, pero esto es de tu propiedad, aquí está, estoy contento de dártela, yo me quedo aliviado así." El rey se puso muy contento con esta tercera persona, porque sabía cómo utilizar lo que se le da en beneficio de toda la comunidad. Así que se lo llevó con él y le nombró ministro de finanzas del reino, porque esa persona utilizaría las financias del reino para toda la gente, sin quedarse ni siquiera con un céntimo. Al segundo sirviente le dijo: "tu eres el hombre de negocios. Me has devuelto la primera moneda de oro que te di, y el resto te lo quedas para ti, pero ¿cómo hubieras ganado tantas monedas de oro si no hubieras tenido la primera?. Así que le pongo tasa a tus 99 monedas de oro." Así es como surgió esto de las tasas, de los impuestos. Los impuestos se ponen, porque no dividimos lo que se nos ha dado en confianza a nosotros en beneficio de los demás. Cuando se nos da una moneda de oro y la convertimos en diez, así, el segundo sirviente, se había apropiado de las 99 monedas de oro y, creía, que eran suyas; entonces, el rey pensó, tenemos que tasarlo, "el 60% de impuestos". Así que, cada vez que hagas dinero, tendrás que pagar dinero. Es doloroso tener que pagar impuestos, sólo porque tenemos la impresión de que lo que hemos ganado es nuestro. Por eso Jesús dice. “Dad al César lo que es del César”, esto tiene mucho significado. Los que tienen que pagar impuestos son aquellos que se guardan las cosas para sí mismos, y no son personas que utilizan le dinero en beneficio de la sociedad. Por eso, todas las leyes de tasas o impuestos, contienen ciertas provisiones. Cuando uno que da dinero, en beneficio de la sociedad, tiene exención de impuestos. Así que, toda esta historia de los impuestos, surgió de la moneda de oro. Luego, el primer sirviente, que se quedó sin más con la moneda de oro y que no la utilizo, no la utilizó ni siquiera para sí mismo, ni la utilizó para los demás, así que se negó a sí mismo toda la experiencia que podía haber tenido. Entonces, el rey, le dijo: "tú eres una persona que tienes un miedo tremendo. Sólo tienes miedo hacia a mí, y no ves las otras dimensiones que hay en mí. Sin embargo, no hay por que tener miedo, aunque hubieras perdido esta moneda de oro, yo no te habría hecho nada. Sólo quería saber cómo te comportarías si se te daba algo en confianza." Cuando se nos dan las cosas en confianza nos volvemos un poco extraños. Empezamos a creernos que somos los dueños de eso, que somos algo especial y que por eso se nos ha dado. Ese es el principio de la caída. Por eso, Adi Buddha, dice: "recordad que todo os ha sido dado, la mujer se le ha dado al hombre y el hombre se le ha dado a la mujer, para que tengan experiencia, el uno con el otro; pero, que ninguno de los dos posea al otro, que haya compañerismo sin posesión, y que no haya autoridad del uno sobre el otro, que haya amistad entre los dos, porque ambos provienen de la misma fuente de origen. Y, así también, cuando lleguen los hijos, estemos agradecidos de que se nos den, ya que nos son dados por Dios, así que tengamos cuidado de ellos en nombre de Dios". Tener cuidado de todo en nombre de Dios, eso es ser fiduciario. Se nos da la sabiduría, pero si se nos da la sabiduría, no creamos que somos sabios. Nadie puede decir de sí mismo, "yo soy sabio", y si así lo cree, ha caído. Nadie puede pensar de sí mismo, "soy un maestro". Uno puede pensar de sí mismo, "Yo Soy", pero todo lo que sea más que eso, es ya una posición, y cuando uno se identifica con esa posición pierde el Yo Soy. Cuando digo: "Yo soy un
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iniciado", me estoy posicionando, es una posición que me produce ilusión. "Yo soy un maestro o un instructor", es una ilusión. "Yo soy padre", es una ilusión. "Yo soy el marido de tal o tal persona", es también una ilusión. La verdad es Yo Soy. Ser padre es respecto al hijo, eso es todo, nada más que eso. Ser esposo, es en relación a una mujer, nada más que eso. Uno no puede ser siempre, y en todo momento, marido. Cuando uno está sentado en su escritorio, uno no puede pensar, "yo soy marido", sino que tomamos posición en relación a otra cosa más, y que es válido sólo para ese momento, no es válido en todo momento. Lo que es válido siempre es Yo Soy. Así que creer que: "yo soy el propietario de algo", es entrar en un terreno resbaladizo y estaremos prontos a caer. Daos cuenta, ¿cómo se condiciona el hombre a sí mismo?, pensando en sus propiedades, cómo mantenerlas, como si él fuera el Salvador. El Salvador, es aquél, que salva a todos. Nosotros podemos hacer las cosas para Él, pero no podemos creernos que somos otra cosa más que Yo Soy. Poseer propiedades, poseer familias, poseer la sabiduría diciendo, como dice cierta gente: "¡ah!, esta sabiduría es mía", pues no existe eso de que la sabiduría es de uno, mi pensamiento, mi idea. Todas estas, son áreas, en las que uno queda condicionado. Cuánto más trabaja uno con una cosa, más tiene la tendencia a creerse que es suya. ¿Cuántos de nosotros somos capaces de saber que este cuerpo nos lo ha dado Dios?. Todos tenemos la impresión de que es nuestro cuerpo, y que podemos utilizarlo como queramos, "¿quien es usted para decirnos nada?. El sentido de propiedad nos lleva a los problemas, el sentido de ser administradores o fiduciarios, nos hace llegar a la experiencia. Hay una historia de un iniciado que vivía siempre contemplando a Dios, y no poseía nada, pero tenía el espejismo de decir: "yo no poseo nada"; es decir, que poseía el espejismo relativo a no poseer nada. ¡La mente humana cómo es de complicada!. Si nos dice que no poseamos anda, lo que hacemos es quitarnos todo de encima, incluida nuestra responsabilidad. O si no, lo poseemos tanto que llegamos a abrazarlo, causándonos problemas a nosotros y a los demás. Podemos estar en cualquiera de los dos extremos pero no en le punto medio. Sin embargo, la belleza está sólo en el punto medio, "ser y no ser", estamos y damos nuestras responsabilidades y las experimentamos, pero no poseemos nada. Esa es la belleza. Un iniciado aprendió esta técnica y, entonces, se dio cuenta de que no era el propietario de nada y empezó a sentirse que era un tío grande por ello. Es tener el espejismo de no poseer nada, si uno no posee nada es bueno, pero tener impresiones acerca de ello es tener un espejismo. ¡Veis!, hay personas que son muy disciplinadas. Ser disciplinados es bueno, pero si uno tiene la impresión que se dice: "yo soy muy disciplinado", es un espejismo, y nos causa problemas, porque miramos por encima del hombro a las otras personas que no tienen tanta disciplina. Podemos ser guapos, pero si empezamos a creérnoslo, la cosa se vuelve problemática. Todos los problemas se derivan de las sensaciones que tengamos, y no de la realidad. Aquí nos encontramos con un iniciado que contemplaba siempre la conciencia del Uno, la conciencia del Yo Soy, y era en el sentido pleno de la palabra, un fiduciario, se confiaba a Él. Así que, él se decía: "yo soy un fiduciario del Señor y trabajo para Él, no poseo nada". Él y su esposa vivían en un templo. El Señor había observado en ese iniciado, ese pequeño espejismo que tenía de no poseer nada, entonces quiso probar al iniciado, someterle a una prueba, a una calamidad. Un buen día por la mañana en el jardín del templo, se encontró una niña recién nacida, de días, al lado de una planta con flores, entonces, cuando el iniciado entró en las premisas del templo, se encontró a esa niña allí, y estaba llorando, lloraba para atraer la atención del iniciado. El iniciado se dijo: "hay alguien que llora, voy a ver que pasa", y encontró la niña y mirando alrededor, vio que no había nadie, entonces se llevó la niña en sus brazos y fue a preguntar al pueblo para ver quién había dejado esa niña allí. Todo el mundo decía que no le pertenecía, y que no sabían quienes eran sus padres. Entonces, ¿que hacer?. El iniciado no tenía hijos y dijo: "bueno, de acuerdo, es dada por Dios. Voy a cuidar y alimentar a esta niña". así que empezó a cuidar de esa niña, hasta que ella se hizo adolescente y, al final, una joven hermosa; era también muy espiritual, pero no de la misma manera que el iniciado. El iniciado adoraba a Dios en el templo de una manera. Esta joven empezó a adorar al Señor de otra manera. El iniciado siempre había adorado al Señor sin tocarlo, la joven empezó a adorar al Señor tocándolo por todas partes. Todos los días le ponían un collar de flores al Señor, y era el iniciado mismo quien solía preparar esa guirnalda. Cuando la joven creció dijo: "yo prepararé la guirnalda para el Señor, tú puedes hacer
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otros deberes", y el iniciado dijo que si, así que ella preparaba las guirnaldas de flores y se las ponía ella misma y, por un tiempo, se sentía contenta y feliz de hacerlo así. Después, una vez que se las ponía, se las daba al Señor, lo cual según el ritualismo es un acto de negligencia. Así que ella se ponía antes las guirnaldas, disfrutaba de lo bonito, y luego las ponía en la cesta para que su padre se las llevara y, como ofrenda, decorase al Señor. Un día, el padre tomó las guirnaldas para decorar al Señor, y cuando ya le había puesto la guirnalda a la imagen del Señor, y mientras estaba así retirando sus manos, junto con su mano vino un gran hilo, como un cabello. ¿Cómo podía haber un cabello tan largo en la guirnalda?. Entonces, el iniciado, cerró sus ojos y se puso a visualizar y vio que todos los días su hija hacia las guirnaldas, se las ponía ella misma y luego las depositaba en la cesta. Entonces, se sintió verdaderamente revuelto, y se dio cuenta de que se había hecho un gran insulto al Señor. Así que se disculpo con el Señor y le quitó las guirnaldas que le había dado, entonces, de repente, la mano de la imagen del Señor agarro la guirnalda. Él se quedó sorprendido y el Señor le dijo: "esta guirnalda es muy querida por Mí, las flores de esta guirnalda están muy abiertas. Desde que tu hija hace las guirnaldas he empezado a sentir la felicidad de lo que es una guirnalda bien hecha. ¿Sabes?. Tu también me ponías guirnaldas todos los días, pero eran muy serias, porque tu haces estos actos de veneración con demasiada seriedad. Así que me asusta cuando tu haces actos de veneración hacia Mí, es demasiado serio y demasiado poderoso, le falta amor y la cosa agradable". El Señor dijo también: "tu hija está haciendo actos de veneración con gran amor, tiene el segundo rayo, tu tienes el séptimo rayo. ¿Pero de que te sirve el séptimo rayo si no te sirve el segundo rayo?. Me gustan estas guirnalda y de ahora en adelante sólo ella me dará esas guirnaldas". El iniciado se quedó feliz e infeliz, al mismo tiempo. Infeliz, porque no podía dar guirnaldas al Señor. Y feliz, porque el Señor estaba complacido con su hija. Así que todos los días hablaba con el Señor y le decía: "¿cómo está mi hija y cómo se comporta conTigo?". Así que, mi hija, ya ha aparecido. Él no decía la hija, decía mi hija. Entonces, el Señor decía: "¡ah! vale chico ya te lo estás creyendo, ya estás dentro". Tenía el espejismo de que no poseía nada, ahora estaba padeciendo el espejismo y decía: "mi hija, mi hija", y no había nacido de él, si no que se la había encontrado. A veces, lo que recibimos de los demás, es más querido para nosotros que nuestras propias cosas. Los regalos son cosas que apreciamos mucho más, y tenemos con más cariño que lo que podamos comprar por nosotros mismos. Así que aquí había un regalo, que era la hija, y empezó a pensar: "es mi hija." Esta hija creció y creció, y la mujer de la casa, le recordó al iniciado que tendrían que llevar a cabo el matrimonio de la hija. El iniciado buscó una buena pareja para ella, pero antes de decidir, quiso decírselo a la hija, y quiso que se lo dijera la mujer, acerca del esposo. Entonces, la hija dijo: "yo no me caso con nadie sino con Dios". El iniciado se quedó sorprendido, y se dijo: "a lo mejor se está volviendo un poco de tipo imaginativo y va perdiendo poco a poco su mente". Entonces, comenzó a observar a la hija, y se dio cuenta que su hija no dormía por las noches, no dormía, y se quedó muy sorprendido, ya que estaba cada vez más y más en sintonía con la presencia de Dios, y el mundo objetivo no le importaba nada. Entonces, el iniciado, fue a hablar con el Señor, a adorarlo, y así le presentó el problema. Entonces, el Señor se le apareció y le preguntó: "¿qué pasa?, ¿cuál es el problema?", y él le dijo: "mira mi hija hace esto". El Señor dijo: "¿tu hija?, ¿tu hija?", i el iniciado dijo: "no, no, la hija que se me ha encomendado." Entonces, el Señor, le dijo: "¿qué le pasa, cuál es su problema?". El iniciado dijo: "se quiere casar conTigo, ¿cómo es eso posible?". Entonces el Señor dijo: "es posible. Llévatela a mi templo, a un templo que tengo en otro lugar, allí se hará la boda". El iniciado se llevó a la hija a otra ciudad sagrada, en la que el padre y la hija entraron dentro, en el sanctum sanctorum, y nada más que la hija miró a los ojos del Señor, en aquel templo, y mientras el iniciado meditaba en el Señor, la hija desapareció y cuando el iniciado abrió los ojos, no la encontró allí. Le entro mucha ansiedad, buscó por todo el templo, buscó en toda la ciudad, se volvió loco buscándola por todas partes. Estaba tan alterado, que con gran ira volvió a su lugar, e invocó al Señor y le dijo: "me dijisteis que me llevara a mi hija allí para la boda, ahora ella ya no está y yo no la puedo ver, no puedo soportar su desaparición". Entonces, el Señor le dijo: "una vez tú te creías que no tenías el condicionamiento de ser propietario de nada, siempre te tenías por un gran fiduciario Mío, y siempre presumías de que no poseías nada. ¿Es cierto hoy eso?. Sigue siendo eso así, hoy?". Entonces, el iniciado comprendió que se trataba de su espejismo, que lo había sometido a gran alteración su sentimiento acerca de la hija. El iniciado, entonces, le dijo al Señor: "entiendo el truco que has jugado conmigo. Ahora puedo ver que esta hija vino de Tí y que ahora vuelve a Tí. Me doy cuenta que es Tu propiedad y que Te la has llevado. Pero era demasiado para mí soportar la
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súbita desaparición de alguien, o de algo, que yo consideraba como mío propio. Ahora estoy desilusionado a propósito de mi virtud". Así que el Señor le dijo: "¿ya no tienes más sentimiento, eso de mi hija?". Entonces el iniciado le dijo: "no, es Tuya y está conTigo. Yo estoy feliz si ella está feliz, esté donde esté". Y el Señor le dijo: "¿estás seguro?", y el iniciado dijo: "si, estoy seguro". Entonces le dijo: "mira hacia atrás". Y su hija estaba detrás de él. Así es como las cosas que atesoramos desaparecen de nosotros, pero cuando no tenemos ese atesoramiento, es decir cuando unicamente sentimos la responsabilidad que nos atañe, se nos encomiendan hasta cosas divinas. Esta hija era divina, y no había nacido a través de ningún humano. Así que era divina y se le había encomendado al iniciado. De ahí que, en cuanto más sigamos siendo fiduciarios sin tener la impresión de que poseemos nada, entonces la cosa se queda mejor con nosotros. Cuando poseemos a la gente, sentimos la molestia que eso produce. Hay hijos que poseen a los padres, hay padres que poseen a los hijos, hay maridos que poseen a las esposas, o hay esposas que poseen a los maridos. Hay también discípulos que poseen a los maestros, bueno, son maestros que no son maestro, y hay maestros, que no son maestros, que poseen a los discípulos. En toda la creación nadie puede poseer a nadie, sólo podemos vivir juntos. Poseer es un ángulo agudo, desposeer o dejarlo todo es un ángulo obtuso. Si un maestro nos dice que no poseamos nada, entonces lo dejamos todo incluido la esposa, los hijos, eso es un ángulo obtuso. Ser fiduciario de lo que se nos encomienda es el ángulo recto; es decir, ni nos aferramos a ello ni lo negligimos. Por eso el Maestro Djwal Khul dijo: "si quieres agarrar a alguien, dale libertad", si hay libertad y amor, esa persona estará siempre a tu alrededor, pero si siempre lo tenemos agarrado, esa persona buscara siempre una oportunidad para escaparse. Por eso, la posesividad produce un desacomodo, un mal sentimiento en la otra persona, y siempre querrá irse, por eso nos dice: "¿si quieres agarrar a alguien?, suéltalo". Si lo sueltas, se queda contigo y, entonces, tendrás la sensación de que lo tienes. Si quieres agarrar algo, tener algo, has de aprender a soltarlo, a dejarlo. Suponed que siempre atamos el perro en casa. El perro, quiere moverse libremente y nosotros lo atamos, siempre. Así es como hay gente que ata a otras personas. ¿Qué es lo que pasa cuando soltamos al perro?. Se pone a correr, a correr sin parar, y no volverá a estar con nosotros sólo por el miedo de que lo agarremos. Ese es un secreto que tenemos que aprender. Hasta un perro es un buen maestro para nosotros en este asunto. Nos dice: "no me agarres tanto porque si no tendré que escaparme lejos de tí". Lo que no es agarrado, de este modo se queda mejor con nosotros. Así que, si queremos tener algo cerca de nosotros, hemos de darle libertad. Sin embargo, dar libertad, no consiste en dejar que las cosas vayan a pique. En nombre de la libertad, aquí en occidente, se ha dejado que los hijos se vayan a pique. Y, en nombre de la posesividad, el oriente tiene a los niños demasiado cerca de los padres. Si, en oriente, los padres no le dejan a los hijos la requerida libertad, y en occidente se le da a los hijos más libertad de la necesaria. Así que debemos encontrar el punto medio, donde se dará libertad con responsabilidad. Cuando un hijo es responsable, podemos darle libertad, pero si no comprendemos esto del hijo, si no nos entendemos de este modo, no le podemos dar libertad. Tenemos el deber de hacer que el hijo sea responsable y, luego, dejarle a sí mismo. Hasta con las plantas pasa eso, necesitan protección hasta un punto, pero luego cuando empiezan a crecer bien, se consiguen su propia agua, no tenemos que regarlas siempre. Esa es la ley de ser fiduciario. El fiduciario, es aquél que sabe qué es lo que se tiene que hacer, y lo hace desapasionadamente, y cuando lo que ha hecho está creciendo, él no se apega a ello, sino que respeta lo que está creciendo y deja que se expresa a sí mismo, y él se pone en un lugar secundario. Imaginaos, entonces, a líderes espirituales poseyendo a gente, poseyendo organizaciones, poseyendo propiedades, es un espejismo en nombre de la espiritualidad. Nadie es el propietario a no ser el Uno. Él es el único propietario, todos los demás somos sus propiedades. Aquél que es el propietario de todo, en sánscrito, se le da el nombre de Govinda. Govinda, significa el propietario del Alma. Todo lo que existe es su propiedad. Nosotros, también venimos de Govinda, o del Alma Universal, y existimos en Su nombre, experimentamos en Su nombre y nos volvemos a unir, una vez más, a Él, dejando lo que nos ha encomendado antes. Cuando Aquél, que nos ha encomendado las cosas, viene luego a llevárselas, no deberíamos sentir dolor. En el ejemplo de la cámara de vídeo, Juan Ramón me la dio para que yo la utilizara. Y luego pasó un mes y él no me la pidió, pasó un año y él no me la pidió, pasaron diez años y él no
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me la pidió. Entonces, yo me empece a acostumbrar a la cámara, y me olvidé que me la había dado Juan Ramón, y empece a utilizarla como si fuera mía. Un buen día, por la mañana, recibo una llamada de teléfono del aeropuerto de Visakhapatnam, en India, que me dice: "soy Juan Ramón que vengo de Barcelona", y me quedo asustado y le digo: "¿que te hace venir aquí?", y él me dice: "he venido para llevarme mi cámara". Yo me quedo todo decepcionado y, nada más que él llega a mi casa, me muero, me da un ataque porque no puedo desprenderme de esa cámara que ya considero mía. Bueno, pues ahora reemplacemos la cámara por el cuerpo, y reemplacemos a Ramón por el Ángel de la Muerte, y he dicho no demonio de la muerte sino Ángel de la Muerte. Véis, el cuerpo se nos ha dado con todas la inteligencias, sentidos, etc. y nosotros empezamos a utilizarlo. Qué objeción tenemos, si el propietario de ese cuerpo viene y nos lo pide, ya lo hemos utilizado durante 70 años, y nos dice: "¿me lo quieres devolver?. Es mío". Pero nosotros no queremos, no estamos dispuestos, y le decimos: "no, no, vuelve a venir dentro de 5 años" y Él dice: "de acuerdo". Al cabo de 5 años vuelve y nos dice: "dámelo por favor", y le volvemos a decir; "vuelve al cabo de otros 5 años. Mira, mis bisnietos son muy pequeñitos todavía". Luego viene a los 84 años, ¿quién?, no Juan Ramón, sino el Ángel de la Muerte. Él nos dice: "¿hola, cómo estás?, ¿estás listo ahora?". Y decimos: "mi nieta se casa en el mes de agosto". Luego, a los 98 años, le decimos: "mi bisnieto está yendo a la escuela ahora...". Nunca queremos devolver lo que se nos ha dado en confianza. Eso es cierto con cualquier cosa que tenemos, es cierto con las propiedades, es cierto con las personas, es cierto con nuestros propios pensamientos. Para algunas personas, dejar sus pensamientos, es más mortal que dejar su cuerpo, por eso esta enseñanza de ser fiduciarios es una enseñanza muy profunda. En el sendero del ocultismo, se nos toca siempre en el punto donde tenemos la goma, es decir el punto allí donde nos quedamos pegados más profundamente, ese punto es lo que intentan tocar y, entonces, Ellos esperan diciendo: "¿es doloroso, demasiado doloroso?", y nosotros decimos: "demasiado doloroso", "bueno esperaremos, tu lo querías por eso hemos empezado a quitarlo". A veces, en el sendero espiritual, pedimos ciertas cosas, sin saber lo que pedimos. Tenemos la costumbre de acumular, no estamos contentos con la acumulación de cosas materiales, entonces queremos acumular más en nombre de la espiritualidad, más sabiduría, más grupos, más personas, más publicidad, vender nuestras fotografías y la cosa sigue y sigue; porque uno no se satisface con todo lo que acumula. Sin embargo, el sendero de la espiritualidad, consiste en trabajar en el sentido contrario. ¿Sabéis?, la enseñanza de Buddha es una enseñanzas muy severa. Lo que dice es: "no vengáis a Mí si queréis tener algo, pero si queréis quitaros de encima cosas que tenéis, entonces sí, venid a MÍ. Venid para quedar completamente afeitados de la cabeza, para que seáis redondos. Yo lijaré todos vuestros ángulos para que os hagáis redondos". Él dice: "para ser espiritual tenemos que dejarlo todo en lugar de poseerlo". Ya véis cómo se esculpe una piedra y se transforma en escultura. Acaso una escultura se hace añadiendo trozos de piedra a ese bloque, o se hace quitando los trozos que sobran. Si tenemos un bloque piedra de este tamaño, pongamos por ejemplo, de esta forma, para sacar una buena forma, una estatua humana, no empezamos añadiéndole más piedra a modo de manos, brazos, piernas; si no que vamos quitando los trozos sobrantes para hacer que esa estatua vaya quedando dentro de la piedra. Es decir, quitando lo que sobra queda la estatua hecha. Es lo que se llama cincelar la piedra para que quede la estatua. Así que en torno a nosotros tenemos muchas cosas acumuladas. La sabiduría es un proceso de desinvestición, no es para que adquiramos más cosas. Por eso, en las enseñanzas de Buddha, todo es para perder y nada para ganar. Si lo hemos perdido todo, sólo permanecemos nosotros. Uno no tiene que perder físicamente, sino que tenemos que perder nuestra actitud mental hacia eso, hacia la posesión. Así que la renuncia es algo mental y no físico. Ser monje consiste en una actitud mental, no es un hábito físico. La persona que ha renunciado de este modo es el que se convierte en fiduciaria, así que seamos fiduciarios pero no propietarios. Esta es la décima enseñanza. Hay también otras enseñanzas menores que se os pueden dar por escrito. Pero estas diez enseñanzas, son muy importantes para aquellos que deseen encontrarse a sí mismos. Esto es lo que le estaba diciendo Buddha a sus hijos y a los ciudadanos de su reino antes de marcharse. ¿Os acordáis que era un rey iniciado y que se había dado cuenta de que sus hijos ya eran capaces de gobernar el reino?. Así que Él no sentía pasión por el reino, por el trono, y
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sintió que su trabajo había sido hecho, una vez que había encontrado el sustituto. Entonces, le encomendó el reino a su hijo, el nombre de su hijo era Bharatha, así que la tierra de Bharatha es lo que hoy día entendemos por India. Así que, Bharatha es el hijo de Adi Buddha, y es el segundo Buddha en la jerarquía de Buddhas. Al tercer Buddha se le llama Sumantha, al cuarto Mahavira Jain (el jainismo procede de este Buddha), se le llama también Jinadeva, Jina el Señor. El quinto Buddha es Gauthama. Entonces, el segundo Buddha, Bharatha, era tanto como su padre y estaba preparado para gobernar el reino con la misma vibración que lo había hecho su padre. Entonces Rishaba, Adi Buddha, decidió marcharse, y tenía buena salud. No se trata de abandonar algo cuando tenemos ya muy mala salud. Así que como digo, tenía buena salud, era admirado por el reino, era respetado por su esposa e hijos, y vivía con gran esplendor. Según como nosotros vemos las cosas, no habría tenido necesidad de dejar lo que dejó, no hubiera tenido necesidad porque todo le iba muy bien, se podía haber establecido viviendo así. Sin embargo, cuando Él se dijo: "si hay otros que pueden hacer esto, tan bien como yo lo he hecho, me voy a marchar". Así eran las cosas en los tiempos antiguos. Una vez que se terminaba el propósito de la vida, uno se iba al bosque o a la selva y allí dejaba el cuerpo. No se quedaba dando vueltas, vueltas por aquí y por allá, para llegar a la vejación a manos de los jóvenes. Este punto ya lo he tocado en el libro "Curación Espiritual", porque en la ciencia de la curación se habla también de la ciencia de la partida, de cómo marcharse. Hemos de saber cuándo hemos de subir al estrado y cuando marcharnos. En una representación teatral, el actor sube a la palestra o al estrado y desempeña su papel, lee su diálogo, su guión, y luego se va y deja paso a otros. No puede estar siempre en el estrado, porque si se sigue quedando allí en el estrado una vez que ha terminado su guión, recibirá pedradas de la audiencia. ¿No es cierto?. ¿Cómo puede quedarse el actor en la escena una vez terminado su guión?. Pues, así hizo Buddha. Buddha, era muy sabio, se dio cuenta que las cosas iban bien, incluso sin Él. Así que le dijo adiós a sus hijos y también a los ciudadanos. Y empezó a caminar sin destino, sin rumbo, y la gente le preguntaba: "¿dónde vas?", y Él sólo sonreía. Y le decían: "nosotros también iremos conTigo". Él les dijo: "sólo cuando hayáis terminado vuestros trabajos podréis venir a seguir mi sendero". La enseñanza está muy clara, y no podéis escaparos de vuestras responsabilidades y deberes. Así que, no dejaba a sus ciudadanos que le siguiesen. Sólo, su hijo Bharatha, podía entenderlo y no lo acompañó. Y no, porque no sintiera amor por Él, porque tenía tanto amor por su padre, que comprendió que la mejor manera de satisfacerLo, era siendo rey y gobernando su reino. Otros comenzaron a sentir emoción, a emocionarse por esto, pero Él no. En lugar de ponerse así, emocionado y conmovido, pensó solo en ver qué era lo que tenía que hacer de inmediato. Así que Se dirigió a los ciudadanos de tal manera, que comenzaron a ver al rey en Su hijo. Así que dejaron de ir detrás de Rishaba. Tal es la manera como el padre actúa a través del hijo, tal es la manera como el Maestro actúa a través del estudiante. Así que los ciudadanos no sintieron la ausencia de Rishaba, y Rishaba, tranquilamente Se marchó, y en Su camino fue reduciendo poco a poco su alimento, y al cabo de una semana comía sólo fruta, al cabo de dos semanas comía únicamente hojas de árboles, y después de la cuarta semana empezó a vivir sólo de agua, a la quinta semana dejo de beber agua y empezó a vivir sólo de aire y, en la séptima semana, Se olvido de que tenía un cuerpo. Lo mismo Le sucedía ya antes, nunca sintió que tenía cuerpo. Utilizaba el cuerpo para hacer cosas pero no estaba apegado a él. Así que Se olvidó de que tenía un cuerpo, y Se fue a una selva que estaba llena de fuego, y entro en ese bosque de fuego sin ni siquiera darse cuenta que tenía un cuerpo, entonces el cuerpo se quemó y, Rishaba, Se expandió por todo el ambiente. Hoy día, sigue existiendo en el planeta, y actúa a través de centro laríngeo de todas las personas. Así que Él, es el centro laríngeo al que podemos invocar, siguiendo las enseñanzas que Él nos ha dado. Así que, después de Él vinieron 4 Buddhas, y Él se quedó en el centro laríngeo. Es el ángel que actúa como la palabra en nosotros, Él llegó al estado de ángel cósmico, y actúa en los seres humanos como la facultad de poder hablar, así es cómo llegó a la eternidad y sigue viviendo en medio de todos nosotros. Él, rey de un reino. Rishaba empezó a caminar y a caminar, hasta que traspaso las fronteras de reino, y entró en reinos de otros reyes y, así, iba caminando hasta que al llegar, en último término, al reino de un rey llamado Arhat, en este reino, Adi Buddha, hizo que se quemara su cuerpo. Este rey se quedó muy inspirado por aquello, había oído hablar de Rishaba antes, pero ahora lo había visto marcharse, entonces pensó que él debía marcharse igual que Rishaba. El rey Arhat, también tenía hijos que podían gobernar a su pueblo, y también había terminado su trabajo; entonces, se dijo:
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"¿porqué no he de hacer yo lo mismo que ha hecho Rishaba?". Así que siguió a Rishaba, en esa misma selva, y se quemó también como Él. Así que, a través de Él, se estableció el sendero del Buddha. Todos los que siguieron a Rishaba y a Arhat, se les llama Arhats. Así se ha producido el sistema de los Arhats. Esta palabra la encontramos con mucha frecuencia en los escritos de Madame Blavatsky, porque ella también siguió el sendero del Buddha, por eso recibió ciertas sabiduría y Escrituras Sagradas de los Arhats. Así es que, mientras Rishaba permanece con todos nosotros, en el centro laríngeo, Su sendero fue establecido por el rey Arhat, como el sendero de los Arhats. Luego, este sendero de los Arhats, se ha ido poco a poco entendiendo mal, a manos de ciertas personas que han dado una visión muy distorsionada del budismo. Los que vieron a Rishaba salirse de su reino, vieron que no le preocupaba su cuerpo, que no le preocupaba su vestido, que no le preocupaba su comida, que no le preocupaba la perdida social. Esta parte, que fue la ultima parte, fue lo que la gente observó y, entonces, vino un producto derivado de este original por el que el budismo se entendió como negligencia del cuerpo, negligencia de las funciones sociales, negligencia de los deberes familiares y ser una persona árida, viviendo vagamente la vida, una vida sin propósito, y eso es lo que se llama el sendero se los pashandas. Del sendero de los pashandas, de esta raíz, viene el anarquismo que existe en el planeta, desde aquél tiempo tan antiguo. Es una perversión del sendero de Buddha, que hoy día se ha establecido en el planeta como anarquismo. Hay una parte de la humanidad que cayó en este sendero, debido predominantemente a la inercia. Es inercia revestida de budismo, o recubierta con el nombre del budismo, así es como vino esta rama del budismo. Esto existe también en el planeta, y es un perversión del budismo, pero no el budismo como tal. Esta es la historia de Rishaba, que dio origen a un gran sendero en el planeta, por el que uno puede llegar a la liberación o Nirvana, mediante una conducta apropiada en la vida, realizando debidamente las responsabilidades de la vida. Las enseñanzas de Adi Buddha son enseñanzas completas. Él, no denunció nada sino que llevo a término toda responsabilidad en su vida y, una vez que terminó con el propósito de su vida, una vez que lo cumplió, se fue y nos demostró incluso cómo marcharse. Él, es el que nos demostró la sabiduría en todos sus aspectos y, hoy día, está con nosotros como nuestra voz. Así que, respetemos Su presencia en nosotros y, luego, experimentemos Su presencia en nosotros y, con ello, elevémonos hasta el centro laríngeo, entonces el trabajo del discipulado será pleno.
Gracias
Creo que hemos concluido con la parte de hablar. Ha sido muy bonito, para disfrutar. Cada vez que se da las enseñanzas de los Seres elevados, se requiere la cooperación del tiempo, el lugar y de la gente. Así que, os doy las gracias a todos por haber hecho esto posible. Vuestra contribución para que esta enseñanza se haya producido ha sido muy sustancial. No creáis que os estoy alabando, sino que yo debo de decir la verdad.
Gracias Namaskarams.
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AVISO Este trabajo es una transcripción literal de la traducción simultánea de esta conferencia/ seminario. El trabajo no ha sido revisado por el autor, por lo que puede contener errores y omisiones. Más información: [email protected] www.edicionesdhanishtha.com www.wttes.com