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Spanish Pages [50] Year 1918
Tomás
Las
Pérez
Ponce
Coronas del General | Salvador Alvarado
México,
D.
F., Diciembre
de
1918:
A
Tomás Pérez Ponce
Las Coronas del General Salvador Alvarado
MEXICO, D. F., DICIEMBRE DE 1916
¿Qué derecho tengo yo para hablar? Los liberales de antecedentes. más limpios rosultan ullzamenta"nos para los revolucionarios del “'avaneo", que padecen la masón o considerara intocables ¿Tnexorablemente, on — conse cuencia, mereceré 'el título de REAOCIONARIO?
A quien quiera que no me conosca, al leer mi modesto nombre al frenta es esto folleto, puede ser que se le courra rse —y con mucha Ya án—: (0on qué derecho se moto a hablas, pregunta y en térimioos de impugnación, "Tomás Pérez Pones, sobre la labor política desarroll ada por el señor Salvador Alvarado en Yucatán? Púa bien: exco ser do justicia y aun mo siento obligado por cortesía a oemtia con auticipación a todos aquellos o tal pesgunia, Des: dle ml Iutancía, Sat naucado en la escuela deque un KSciérsas liberalle mo para, radical y reformista, De mis 50 años de edad, ho edo 35 a combatir a todos los irnucs, todas las dictaduras, todas las injusticias Inuanas, en cuatro, Or: as fusdamentalos: olorical, económica, política y militar Notoría es en Yucatán y algunos otros lngáres de la República, "al lealiad y decidida, actuaciónaún en en favor de los desvonturados del aia, y muy particularmente de los Estados de Tabasco, Cumpcohe esclavos y Vugatán. Son asimismo conocidos mis constantes empeños, dentro de Jas ¿pocas porfi sta y hmertiana, por contribuir a la organización y defensa de las siempre explotadas clases trabajadoras. Soy fundador de 108 primeras sindientos bbroros que se organizaron en Yucatán, por ajemplo, de otras uniones de Arabajadores establecidas bajo bases de verdadero y yequitativo . socialismo.
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En pleno imperio do persecusionos, fuí miembro activo, en esta: metrópoli, de la Casa dl Obrero Mundial. Y debo advertir —a Gn do evitar suspiencias do todo género, y ajeno, dedo luego, a todo impulso de vanidadalgunos milos do posos, de mi patrimonio personal, ho excriicado mi tran qullidad Y aun poesto en peligro mi vida, sin gue munos, Jonás haya ni siquiera acertado ningún puesto público remunerativo, de ningún Gobierno, y mueho menos disfrutado de los gajes y gramterías que siempre tras son: sigo un destino elevado, somo lo fus más de alguno de los que en diferentes épocas so me ofrecieron. “Además, antos de iniciarse esta Rovolución, yo Ya Mabía sufrido varios años de prisión, por supuestos delitos políticos; y snando lo primera etapa de ella, en que el O. Enrique Flores Magón era Presidente de la primera Junto Rovolucionaria Antiporiista, sufrí de nuevo euatro cabales años, de prisión, más el pago de ua multa de $1,300.00, como consecuencia de mi a titud contra los inhumanos esclavistas, contra el elricalimo y contra or presoros políticos del pueblo, Par último —para er lo más sintético posible—, dea decir que durante: ln detadura de Huerta fuí tres veces eovarcelado y ori graves polleras, pagando así mi adhesión sl maderismo, con el que estuve en constante láte. Bigencia, desde que, bajo la presidencia de) dotar Vásquez Gámez, comenzaron los trabajos de la Junta Antirociescionista quo Se erranizó en ela npltil, hasta el cuartelazo de fobrero. Prostó asimimmo má continente a la Revolución en su última etapa, es decir, durante el tiempo de la Jueha. armo da que n ln amuérte de Muroro encabezó e O, Cartanta; sin que en estas “pocas, como en ninguna Gira, hubiera dixfrutado, por ningún: concepto, má un solo centavo ni del esrranciamo, ni del viismo, nl del aapatiemo, ¡Temigos presentes, en la ciudad de México, de lo que dejo Aloha? 'Beñores Juan Sarabia, Santiago Te de la Vega, Lis Mndez, profesor AL onso Herrera, licenciado Narciso J. Fernánutez, licenciado José Inés Novelo, magistrado Mamón Ponleho Lópes, doctor Candelario Don y otros muchos nú que podría cita. TOMAS PEREZ PONCE.
EXPOSICION
PREVIA
¡Como quiera que dende hace seis años, más o menos, vengo díndome. unta de los heotoa cometidos por el general Salvador Alvarado, y como “quiera también sue emo ludadano ha tenido el pratto de progonar por odo el país y aun en algunos países extranjeros, ya personalmente, ya por medio de plumarios ampliamente pagados, sus ¿randes merecimientos poJiticos, y como éstos, justa y estrictamente hablando, no existen, oreo de “importancia tisrórica quo 41 país conozca lo que etootivamento huy" de eferto ospeoto a coto naomilitar Canservo muy vivo el recuerdo de que antes del triunfo del Constitualozalismo, en plena lucha contra Huerla, ya se hablaba de hohos doliosos gue Aléarado, en sociedad, mejor dicho, en complicidad con un militar de apetido Bracamonte, había cometido aun en ol seno de la División *Obreón", a Ja que 6l pertenecía Y algún tiempo después, en marzo de 1915, extuwia yo en Versertr, supe, gor Jos ueres comentarios que el público de este puerto aún hada, que clon Salvador Alvarado, ayudado de su subalterno Carlos. Planek, en so tienpo capitán y hoy general y senador, asesinó, el 15 de anero del pro lo año, sia juielo ss justificación alguno, sá O, Miguel García Bnciso, Hato, sin porjuleio do que, poso antes hahía cometido otras dosaciertos en esta ca. pital, esando fus Comundante Militar de ello, y observado mala. conducta en el trayosto nuemo de ésta n Push y de lila Veraernz, al tover que salir "huyendo porque Villa vino a domar pOScñón de esta plaza Do Veracruz, Alvarado fue al Istmo, auuquo sin abrigar todavía el Go bierno dl propósito do mandarlo a Yucatán. Mas, como al poco Híempo, sita. ara eu esto Estado ln rebolión argumodinta, contra el gobernador earrane cita gonoral oribío V. Do los Santos, y áste fnera desalojado de a copital órdenes de malir inmediatamente: para allá, yuostoca, Alvarado rovibió “asulr, desgraciadamente, ln jotatura de las tropas que debían batir a los cobeldes. Llega Alvarado y la ciudad de Carapeche; quero el gesoral De los Santos, herido en su amor propío por later sido lanzado de su Gubierno por Ortiz Argumodo, y los generales Jara, Groon, Solís y López recuperaron “Yucatán, quedando Alvarodo dende entoncos como Gobernador Pceconstizas
cional de 6, sin haber tenido el mérito de haber estado personalmente em “ninguna de las nexiones de nrmas que s Libtaron en esta ocasión. Pero como mi intención no es hablar aquí largo y tendido de la historia militar y política de don Salvador Alvarado, —lahor que realiró más ado: ante, sino de poner al pueblo de la República en autos de la razón de esto Zolleto, que daya la publicidad 1ólo co el desvo de que el mismo pueblo no 146 ertáito a los desbordamientos ogolásricos de este personaje, antes que a Jas sencillas pero cabales exposiciones de la verdad, manifsto que, para al: canzar tal objeto, comienzo por reeditar una serio do artículos —porquo as vienen con mis propósitos que un escritor yuenteco publicó en 1917, a. raíz de Iaberse publicado, anónimamente, en “El Dictamen”, de Veraerus, “un descomunal elogio de don Salvador Alvarado, Por otra parto, este opúsonlo no