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Spanish; Castilian Pages 176 Year 2000
Marianne Dieck La negación en palenquero
Editionen der Iberoamericana Ediciones de Iberoamericana Serie A: Literaturgeschichte und -kritik / Historia y Crítica de la Literatura Serie B: Sprachwissenschaft / Lingüística Serie C: Geschichte und Gesellschaft / Historia y Sociedad Serie D: Bibliographien / Bibliografias H e r a u s g e g e b e n von / Editado por: Walther L. Bernecker, Frauke Gewecke, Jürgen M. Meisel, Klaus M e y e r - M i n n e m a n n B: Sprachwissenschaft/Lingüística, 5
Marianne Dieck
La negación en palenquero Análisis sincrónico, estudio comparativo y consecuencias teóricas
Vervuert • Iberoamericana 2000
Die Deutsche Bibliothek - CIP-Einheitsaufnahme [Iberoamericana / Editionen / B] Editionen der Iberoamericana = Ediciones de Iberoamericana. Serie B, Sprachwissenschaft = Lingüística. Frankfurt am Main : Vervuert Reihe Editionen. Serie B zu: Iberoamericana. Hervorgegangen aus: Iberoamericana / Editionen / 03 5. Dieck, Marianne: La negación en palenquero. - 2000 Dieck, Marianne: La negación en palenquero : análisis sincrónico, estudio comparativo y consecuencias teóricas / Marianne Dieck. Madrid : Iberoamericana; Frankfurt am Main : Vervuert, 2000 (Editionen der Iberoamericana : Serie B, Sprachwissenschaft ; 5) Zugl.: Hamburg, Univ., Diss., 2000 ISBN 84-95107-96-1 (Iberoamericana) ISBN 3-89354-886-6 (Vervuert) O Iberoamericana, Madrid 2000 © Vervuert Verlag, Frankfurt am Main 2000 Reservados todos los derechos Diseño de la portada: Michael Ackermann ¡Ilustración: Dieck/Steenbock: Rosalío, fotografía Este libro está impreso íntegramente en papel ecológico blanqueado sin cloro. Impreso en Alemania
5
AGRADECIMIENTOS El presente trabajo es una versión ligeramente modificada de mi tesis de doctorado, presentada en febrero del 2000 en la Universidad de Hamburgo. La fase de recolección de los datos lingüísticos no hubiera sido posible sin la beca de un año que me otorgó el DAAD (Servicio Alemán de Intercambio Académico). Deseo agradecer a Dorina Hernández y a la comunidad palenquera por su hospitalidad, y en especial a los informantes Víctor Simarra, Bernardino Pérez, Sebastián Salgado, María Cáceres, Manuel Pérez y Raúl Salas, así como a Gabino Hernández y Biko Salas por su intensa colaboración en la transcripción y traducción de los datos. A mi director de tesis, Jíirgen M. Meisel y a mi segundo evaluador Georg Kaiser les estoy muy agradecida por sus excelentes comentarios críticos, su voz de aliento (no poco importante en direcciones "a distancia"), y su apoyo logístico, en lo concerniente sobre todo al envío de material bibliográfico a Colombia. Estoy en deuda también con las siguientes personas, que leyeron versiones previas de partes del trabajo y lo enriquecieron con sus comentarios: Teresa Parodi, Maria Emilia Montes, Jo Ellen Simpson, Armin Schwegler, Ivés Moñino y Conxita Lleó. Finalmente quiero agradecerle a mi familia, a Rodrigo por su constante apoyo, y a Camilo y Julio por su paciencia durante la redacción del trabajo y su comprensión cuando me ausenté para "ir a recoger una tesis a Alemania". Marianne Dieck 1
1
Correo electrónico: [email protected]
7
ÍNDICE 1.
Introducción
11
2.
El Palenque de San Basilio
13
2.1
Notas históricas
14
2.2
Breve descripción de la situación sociolingüística
15
2.3
Estado de la investigación lingüística
17
2.4
La lengua de Palenque
19
3.
Trabajos anteriores sobre la negación en palenquero
25
4.
El corpus
33
4.1
La recolección de los datos
33
4.2
Los informantes
34
5.
Análisis de los datos
37
5.1
Informante I: María Cáceres
37
5.1.1
La negación postoracional
38
5.1.2
La negación preverbal
40
5.1.3
La doble negación
43
5.2
Informante II: Bernardino Pérez
44
5.2.1
La negación postoracional
44
5.2.2
La negación preverbal
46
5.2.3
La doble negación
52
5.3
Informante III: Raúl Salas
53
5.3.1
La negación postoracional
53
5.3.2
La negación preverbal
56
5.3.3
La doble negación
57
5.4
Informante IV: Víctor Simarra
58
5.4.1
La negación postoracional
58
5.4.2
La negación preverbal
60
8
5.4.3
La doble negación
62
5.5
Informante V: Manuel Pérez
63
5.5.1
La negación postoracional
63
5.5.2
La negación preverbal
65
5.5.3
La doble negación
66
6.
Comparación de los resultados del análisis y propuestas explicativas
69
6.1
La negación postoracional
69
6.2
La negación preverbal y la doble negación
70
6.3
El alcance o radio de acción de la negación
79
6.4
Conclusiones
86
7.
Análisis sintáctico de la negación palenquera en el marco de la gramática generativa
87
7.1
La categoría INFL en palenquero
87
7.2
La categoría NEG en palenquero
90
7.3
La estructura de base de la oración negativa palenquera
8.
93
La negación oracional en las lenguas criollas y en algunas variedades del español y del portugués
99
8.1
Lenguas criollas con doble negación (NEG2)
102
8.1.1
El portugués criollo de Sáo Tomé
102
8.1.2
El angolar
103
8.1.3
El portugués criollo de Annobom
103
8.1.4
El Afrikaans
104
8.2
Lenguas criollas con NEG3
105
8.2.1
El Berbice Dutch
105
8.2.2
El principense
106
9
8.3
Dialectos del español y del portugués con negación postoracional
107
8.3.1
El portugués brasileño popular
108
8.3.2
El español hablado en la República Dominicana
108
8.3.3
El español de la Costa Pacífica colombiana
109
8.4
Subordinadas negativas en lenguas con NEG2 y NEG3...
112
8.5
Conclusiones
120
9.
En torno al origen de la negación en palenquero y en otras variedades criollas y dialectales
121
9.1
Hipótesis existentes sobre el origen de la negación postoracional en las lenguas criollas
9.1.1
123
Los criollos del Golfo de Guinea: saotomense, angolar, annobonense y principense
123
9.1.2
El Afrikaans
125
9.1.3
El Berbice Dutch
128
9.1.4
El portugués brasileño popular
130
9.1.5
El español de la República Dominicana
134
9.1.6
El español de la Costa Pacífica colombiana
134
9.1.7
El palenquero
135
9.1.8
La hipótesis monogenética de la negación
136
9.2
Aproximación al origen de NEG3 en palenquero
142
9.2.1
El bioprograma
142
9.2.2
El cambio interno
144
9.2.3
El Foreigner Talk o el superestrato simplificado
145
9.2.4
El substrato
147
9.2.4.1 Número de esclavos
150
9.2.4.2 Procedencia
153
9.2.4.3 Período de formación del criollo palenquero
155
9.2.4.4 La negación en las lenguas africanas de substrato
158
9.3
159
Conclusiones
10
10.
Conclusiones generales
Bibliografía
11
1. Introducción Los últimos treinta años han visto aflorar una serie de trabajos sobre las lenguas criollas, cuya importancia para la lingüística descriptiva y teórica y para la sociolingüística no es necesario recalcar aquí una vez más. Debido a la gran cantidad de lenguas criollas existentes y por el difícil acceso a las zonas donde son habladas muchas de ellas, el conjunto de las investigaciones sobre cada una de estas lenguas no logra dar cuenta exhaustivamente de varios
aspectos
importantes de su gramática, en toda su complejidad y riqueza de matices. Aún es necesario (y urgente en muchos casos, debido al alto índice de mortalidad lingüística en este tipo de lenguas) profundizar más en el estudio de aspectos puntuales de la gramática de los criollos. Para que un fenómeno determinado de una lengua criolla pueda ser objeto de un análisis detallado y ser insertado en la discusión teórica general es indispensable contar con un corpus extenso y con una descripción básica de la gramática del criollo en cuestión. Este es el caso del palenquero, una lengua criolla de superestrato español hablada en una comunidad negra en la costa atlántica colombiana: después del registro de algunos rasgos que permiten su clasificación como criollo (ver Bickerton & Escalante (1970) y de Granda (1968)), aparece una descripción general de la gramática palenquera (Patino (1983)) y, a lo largo de los años 90, toda una serie de trabajos sobre determinados aspectos léxicos y morfosintácticos, que, como en toda lengua natural, se revelan como mucho más complejos de lo que parecen, una vez se los aborda en detalle (ver, p. ej., lista de publicaciones de Schwegler en la Bibliografía). El sistema de negación del palenquero es uno de los fenómenos que ya ha comenzado a ser analizado. La presente investigación pretende realizar una revisión crítica de perspectivas anteriores y proponer un análisis alternativo de este aspecto morfosintáctico, para lo cual se usan parcialmente aportes de versiones recientes de la gramática generativa (ver, entre otros, Pollock (1989), Chomsky (1989), Ouhalla (1991) y Zanuttini (1989)). La posición canónica de la negación palenquera es la postoracional. Muy pocas lenguas en el mundo (y muy pocas lenguas criollas) poseen esta negación tipológicamente marcada, lo cual remite ineludiblemente al problema de su origen. Plantea también, por su posición en la oración, un interesante problema de alcance o radio de acción, sobre todo en el contexto de las subordinadas, que impone un análisis detallado de su comportamiento a nivel de
estructura
superficial, así como el estudio de la relación de la categoría NEG con otras categorías de frase y de su posición en la estructura profunda.
12
La presente investigación se propone entonces, avanzar en la descripción de la lengua palenquera a través del análisis detenido de uno de los aspectos de su gramática; por otro lado, constituir un aporte a la discusión teórica sobre la naturaleza y la posición estructural de la categoría NEG, y alimentar la discusión sobre el posible origen de algunos rasgos del palenquero. Después de un esbozo de la historia y la situación sociolingüística del Palenque de San Basilio, así como de una breve descripción de las características lingüísticas más sobresalientes de la lengua de Palenque (cap. 2), se presenta una revisión crítica de las propuestas de análisis de la negación palenquera en la literatura especializada (cap. 3). En el capítulo 5 se exponen y analizan los datos de cada uno de los informantes que participaron en la constitución del corpus del presente trabajo. En el capítulo siguiente (cap. 6), los resultados son comparados entre sí y con los datos que se encuentran en la literatura especializada; se constatan tendencias generales y se propone un nuevo análisis del comportamiento de la negación palenquera, a partir de argumentos semánticosintácticos, a diferencia de trabajos anteriores que le otorgan todo el peso explicativo a factores pragmáticos. El capítulo 7 constituye una propuesta de análisis de este aspecto gramatical en el marco de la gramática generativa, más concretamente en el de la T P P (Teoría de Principios y Parámetros), también conocida como Teoría de Rección y Ligamiento (véase Chomsky 1981 y 1989). En el capítulo 8 se intenta ubicar tipológicamente la negación postoracional palenquera. Una comparación con datos (a veces parciales e incompletos) de otras lenguas (criollas y no criollas) con negación postoracional, sugiere la existencia de principios generales que rigen la sintaxis de este tipo de negación y que remiten a la noción de alcance, lo que se manifiesta en la necesidad -atestiguada en las lenguas con negación postoracional- de insertar una marca adicional de alcance en contextos como el de las subordinadas. En el capítulo 9 se aborda el problema del origen de la negación palenquera, teniendo en cuenta hipótesis existentes sobre la génesis de la negación postoracional en las diferentes lenguas criollas que poseen esta estructura, y se discuten varias posibilidades explicativas, después de lo cual se privilegia la hipótesis de la influencia de algunas lenguas africanas con negación postoracional probablemente habladas por los primeros palenqueros en la época de la formación del criollo.
13
2. El Palenque de San Basilio El Palenque de San Basilio es una comunidad negra ubicada a unos 60 kilómetros al sur de Cartagena de Indias (departamento de Bolívar, Colombia), puerto caribeño que en la época de la Colonia fuera uno de los centros más importantes de tráfico de esclavos africanos. Aunque es difícil establecer exactamente el número de pobladores de Palenque debido a que muchos de éstos fluctúan entre las ciudades o pueblos circumvecinos y el Palenque, se calcula que el número de habitantes que residen de manera fija es de unos 3.000. 1 El Palenque está conectado con la carretera que va de Cartagena al interior del país por medio de una carretera no pavimentada de 6 kilómetros, cuya construcción se inició apenas en 1956. El pueblo carece de un servicio de acueducto eficiente; a pesar de que en 1979 se colocaron los tubos para este propósito, por diferentes razones no funciona el suministro de agua. Esta es, hasta la fecha, sacada de las "casimbas" (huecos hechos en las orillas arenosas del arroyo que bordea el pueblo), y acarreada en la cabeza por las mujeres. Tampoco hay servicio de alcantarillado. La energía eléctrica fue instalada por el gobierno después del triunfo del boxeador palenquero Antonio Cervantes ("Kid" Pambelé) como campeón mundial en la categoría "Welter Juniors" en 1974, lo cual terminó de conectar a Palenque con el país a través de la televisión. Palenque de San Basilio cuenta en la actualidad con escuela primaria y bachillerato. No existe en el poblado una oficina de correos o de teléfonos. Aunque hay una iglesia, ésta sólo se abre para ceremonias especiales, ya que el sacerdote no vive en el pueblo. La economía palenquera (de subsistencia) se basa principalmente en la práctica de la agricultura y la ganadería (anteriormente también de la caza). En el Palenque se habla, además de la variedad costeña del español, una lengua criolla de superestrato hispánico que los lingüistas denominan "palenquero" y que entre la población que la habla se conoce como "lengua". Un breve vistazo a la historia de esta comunidad da algunas luces sobre el origen y las razones de la supervivencia de la variedad lingüística que la distingue de los poblados circumvecinos.
1
Mofiino, comunicación personal. Ivés Moñino es un africanista francés radicado en Cartagena aprox. desde 1995 hasta 1999 y que adelanta una investigación sobre el palenquero.
14
2.1 Notas históricas Entre los siglos XVI y XVIII muchos grupos de cimarrones o "rebeldes negros de origen africano que rechazaron el yugo de la esclavitud y se fugaron hacia montes, ciénagas y lugares inaccesibles" (Friedemann 1983:18) fundaron palenques o pueblos fortificados, en los cuales vivían de manera autónoma, independientes de la Corona española, y desde los cuales ofrecían resistencia armada a las milicias que pretendían recapturarlos. Datos históricos, recopilados por Gutiérrez (1980), documentan la existencia de palenques en Colombia desde 1529 hasta 1799. 2 En el siglo XVII, los cimarrones de los palenques cercanos a la ciudad de Cartagena, comandados por su líder guerrero Benkos Biojó, llegaron a representar una amenaza tan grande para los españoles, que el propio rey de España se vio obligado a concederles oficialmente la autonomía de la Corona y grandes territorios por medio de una cédula real que expidió en 1691, con la condición de que pararan los ataques que realizaban a las haciendas vecinas y de que no recibieran más esclavos fugados (ver Arrázola 1970). Siguiendo la consigna colonial de que "se obedece pero no se cumple", los blancos dueños de haciendas y de esclavos, no conformes con las consecuencias que tendría la aplicación de la cédula (más sublevaciones, entrega de tierras, etc.), continuaron la guerra e intensificaron las arremetidas contra los palenques circundantes.
Las
ofensivas
permanentes
de
los
españoles
dispersaron
y
debilitaron a los rebeldes. Estos incendiaban sus poblados cuando las milicias españolas lograban penetrar hasta ellos y huían al monte, pero jamás se supo de una rendición. En 1713 se celebró un acuerdo de paz o entente cordiale entre uno de los palenques de la Sierra de María y la gobernación de Cartagena, por la mediación del obispo Antonio Casiani, que bautizó el palenque con el nombre de San Basilio. Un documento que data de 1772, del obispo cartagenero Diego de Peredo: Noticia historial de la provincia de Cartagena de Yndias (citado en Patiño 1983:183), resume muy bien los datos que se tienen sobre la historia de la comunidad: "San Basilio. Población de negros en lo interior del monte. Tuvo su origen de muchos esclavos fugitivos de varias personas de esta ciudad que, abrigados de la asperosidad de la Montaña de María, entre su ciénega y sitio de Mahates establecieron su palenque. N o se pudieron reducir a servidumbre, aunque se entró varias veces con fuerza de 2
Está claro que el cimarronaje y la formación de palenques no es un fenómeno que se presentó exclusivamente en Colombia. Se sabe de negros fugados y organizados en palenques o quilombos desde México hasta el sur del continente americano.
15
armas en que se derramó mucha sangre, hasta que al principio de este siglo, govemando el obispado el ilustrísimo señor don Antonio María Casiani, los redujo con acuerdo del seflor governador de la provincia a esta población, con perdón general y goce de sus livertades y la precisa obligación de que no pudiesen admitir allí otros esclavos prófugos en lo futuro. Mantiénense sin misto de otras gentes; hablan entre sí un particular idioma en que a sus solas instruyen á los muchachos, sin embargo de que cortan con mucha expedición el castellano, de que generalmente usan."
Durante el siglo XIX, víctimas de la estrategia del monopolio de la tierra, los palenqueros perdieron buena parte de sus territorios, que les fueron usurpados por los terratenientes. Y hasta el día de hoy "los terratenientes de la región siguen desconociendo el hecho jurídico-histórico de la propiedad palenquera" (Friedemann 1983:49). Las condiciones de relativo aislamiento en las que ha permanecido el Palenque hasta épocas recientes y su desarrollo histórico independiente, han permitido la conservación de expresiones culturales muy propias, entre las que se destacan los "cuagros" como forma de organización social, la música de claro ancestro africano, los rituales funerarios y, por supuesto, la lengua.'
2.2 Breve descripción de la situación sociolingüística La lengua criolla de Palenque ha sido fuertemente estigmatizada en las poblaciones y ciudades vecinas. Alrededor de 1924, cuando comenzaron a emigrar palenqueros (en su mayoría hombres) en busca de trabajo en los ingenios azucareros y la zona bananera, "(...) experimentaron la burla que sus compañeros de la misma región, y también negros como ellos, les hacían no solamente por hablar su idioma, sino por la manera de hablar español. Algunos palenqueros viejos aún recuerdan cómo a partir de esas experiencias, ellos trataron de esconder la práctica del idioma, especialmente cuando un extraño aparecía en el momento en que una conversación se estaba desarrollando en palenquero." (Friedemann 1983:22). En la propia escuela de Palenque, hasta hace apenas unos años, los maestros reprimían el uso de lo que, según su opinión, era un español mal hablado. Esta actitud hacia el palenquero se inscribe en una larga tradición de discriminación hacia las lenguas criollas en todo el mundo. En general prevalece la opinión de que estas lenguas son deformaciones aberrantes de variedades lingüísticas "superiores". Es probable que este prejuicio provenga en parte de la 3
Para una exposición detallada de la historia y la organización social de Palenque, véase Friedemann (1979) y (1983), y Arrázola (1970).
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similitud lexical entre los criollos y sus lenguas de superestrato, y de la ignorancia de la complejidad estructural4 de la gramática criolla. Por otro lado, estos prejuicios lingüísticos generalmente están relacionados con actitudes negativas, no sólo hacia las lenguas en cuestión, sino también hacia sus hablantes. Como consecuencia de las constantes burlas y la discriminación de que son objeto fuera de la comunidad, muchos palenqueros "(...) caen también en una actitud despreciativa de su vernáculo" (Patiño 1983:189). Este hecho, junto con la inevitable presión que ejerce el español, que, como lengua oficial de la sociedad mayor, constituye una condición necesaria para la movilidad social fuera del ámbito palenquero, ha originado una situación de diglosia5, en la que la tendencia es hacia la pérdida del criollo.6 En cuanto a la diferenciación funcional de los dos códigos, Patiño (1983) afirma que "además de la función obvia de servir para el trato con los no palenqueros, la lengua nacional se emplea entre palenqueros en situaciones de carácter formal o semiformal (reuniones de acción comunal, de grupos deportivos, de negocios, etc.)" (p. 186), mientras que la "lengua" se usa generalmente en contextos informales y familiares, como en el monte, en el baño, en la mesa, etc. Sin embargo, este investigador observa una tendencia hacia la desaparición de la diferenciación funcional, que se evidencia en la impredecibilidad de la elección de código en muchas situaciones. También señala la frecuente ocurrencia de cambios de código. Estas observaciones concuerdan con las que hace Schwegler (1991 a: 168) una década después. La tendencia hacia la pérdida del palenquero, registrada por Patiño en 1983, se refleja en el hecho de que los adolescentes y los niños por lo general ya 4
La tendencia de estas lenguas hacia la simplificación morfológica no es, en nuestra opinión, muestra de una gramática más "simple" en general (a no ser que "simple" se use en el sentido de "transparente"), ya que los conceptos gramaticales que se expresan en algunas lenguas por medio de morfología se marcan en los criollos por otros medios lingüísticos, como la sintaxis, elementos clíticos, y otras estructuras que no son menos complejas que la morfología. 5 Coincidimos con Schwegler (1991a), Patiño (1983), Bickerton & Escalante (1970) y Del Castillo (1984) en considerar que la situación de Palenque es diglósica y que el palenquero no está sufriendo un proceso de descriollización, como sugieren Megenney (1986) y De Granda (1978). Schwegler (1991a) señala acertadamente la importancia de analizar los cambios de código que permanentemente tienen lugar en el discurso cotidiano de los palenqueros, pues de esta manera se evitaría "(...) the hypervaluation of supposed interferences between S[panish] and P[alenquero]." (p. 168) ("la sobrevaloración de supuestas interferencias entre español y palenquero", traducción nuestra). 6 Aunque la disminución del estatus del criollo es probablemente un fenómeno reciente (es decir, de este siglo), es interesante subrayar que los palenqueros son bilingües desde hace varios siglos, como lo atestigua el fragmento del obispo De Peredo citado más arriba.
17
no hablan "lengua", aunque poseen un conocimiento pasivo de ésta. Schwegler, quien realizó una encuesta informal en 1988 en la escuela primaria de San Basilio, llegó a la misma conclusión: "(...) más del 80 por ciento de los niños tienen sólo conocimientos pasivos de la 'lengua'. N o encontré en Palenque padres de menos de veinticinco años que aún acostumbraran conversar con sus hijos en el criollo local. Esta observación evidentemente pone en relieve la inminente desaparición del habla local." (Schwegler 1989:2). A pesar de los lúgubres pronósticos (justificados) de la mayoría de los investigadores sobre la vitalidad de la "lengua", algunos hechos recientes permiten un asomo de optimismo: es notable hoy en día un cambio de actitud hacia el criollo por parte de los palenqueros, que empiezan a revalorarlo como un patrimonio cultural que hay que cuidar. Esta nueva actitud y la introducción de la enseñanza de la lengua criolla a niños y adolescentes en la escuela como parte esencial del programa oficial de Etnoeducación, alimentan la esperanza de la supervivencia de esta importante expresión cultural y reliquia lingüística. La impresión de que el palenquero está tomando un nuevo impulso es compartida por Patiño, quien en un artículo reciente (1995) afirma: "Sin caer en un optimismo falto de realismo, sí parece haber indicios ciertos de que el proceso de decadencia del vernáculo está experimentando, debido a las nuevas actitudes del pueblo palenquero, una interferencia en pro de la supervivencia de ese código." (p. 128).
2.3 Estado de la investigación lingüística Los estudios sobre la lengua de Palenque comenzaron hace apenas unos 25 años con el descubrimiento de su tipología criolla. El lingüista español De Granda (1968) y Bickerton & Escalante (1970) identificaron de manera independiente y prácticamente simultánea, los rasgos que permitían clasificar esta variedad lingüística como perteneciente a la gran "familia" de las lenguas criollas. 7 Hay que mencionar que, antes de estos estudios, el antropólogo Escalante publicó en su trabajo de 1954 una muestra lingüística de palenquero relativamente extensa. Sin embargo, por tratarse de un estudio antropológico sobre esta comunidad no realizó un análisis del corpus lingüístico. También Montes (1962) publicó unas notas muy breves sobre el palenquero después de haber estado en el
7
También en 1970, Lewis escribió su tesis doctoral "A descriptive analysis of the Palenquero dialect" (UCLA). Como ésta nunca fue publicada y es de difícil acceso, nos limitamos aquí a señalar su existencia.
18
Palenque realizando una encuesta dialectológica; pero el desconocimiento de los incipientes estudios criollísticos y la perspectiva dialectológica adoptada lo llevaron a hacer la siguiente observación: "la de San Basilio es un habla esencialmente española en la que se combinan algunos rasgos arcaicos (...) con la agudización y avanzadísimo desarrollo de numerosas tendencias vulgares" (p.450). Bastante tiempo después 8 de los artículos pioneros de De Granda y Bickerton & Escalante, que pretendían exponer sólo los rasgos más sobresalientes del criollo palenquero, aparece una descripción muy detallada (la más completa hasta el momento) de la gramática palenquera, realizada por Patiño (1983). Este estudio es de gran valor no sólo por la exactitud de la mayoría de las observaciones gramaticales, sino también por la profusión de ejemplos que las sustentan, extraídos del corpus que el investigador anexa al final del trabajo y que sirve, a su vez, de base para análisis futuros. El estudio de Megenney, que fue editado en 1986, a pesar de haber sido escrito en 1978, contiene una gran cantidad de referencias históricas relativas al posible origen de los esclavos que fundaron los palenques y de comparaciones entre elementos lexicales del palenquero con los de diversas lenguas africanas que pudieron haber constituido el substrato del criollo. De esta manera es un buen complemento a la rigurosa descripción gramatical de Patiño. Hay que decir, sin embargo, que el análisis sincrónico de la gramática palenquera en Megenney (1986) es algo superficial, y que la segmentación morfológica de varios elementos que aparecen en sus datos no es la más adecuada. 9 Del Castillo (1984) publicó también una importante investigación sobre el origen africano de muchos lexemas palenqueros, coincidiendo con investigadores anteriores en cuanto a su proveniencia mayoritariamente bantú. Después de un corto vacío investigativo durante la segunda mitad de los años 80, aparece en los noventa "el fenómeno Schwegler", según la descripción de Patiño 10 que hace referencia a la notable cantidad de publicaciones de este 8
Lo cual es muestra del grado de desinterés general que mediaba en el ámbito académico colombiano respecto a este tipo de fenómenos lingüísticos que se salen de la línea españolizante. 9 Por ejemplo: imahende traducido como "imagínate" (p. 199) y no i ma jende = y la gente, como se desprende indudablemente del contexto. O paloma mon (p. 234), traducido como "paloma morí' (para el supuesto lexema mon, inexistente en palenquero, Megenney propone 13 posibles fuentes africanas) en vez de palo mamón = palo o árbol de mamón (fruta común en el caribe). Este tipo de imprecisiones es frecuente en los datos de Megenney (1986). 10 En su conferencia en el primer seminario internacional sobre Palenque, celebrado en Cartagena en agosto de 1996.
19
criollista sobre lingüística palenquera". En sus trabajos, Schwegler, que cuenta con un extenso corpus lingüístico recopilado por él durante varias estadías prolongadas en el Palenque, profundiza en aspectos puntuales de la gramática del criollo, discutiendo análisis anteriores y proponiendo nuevos enfoques. Los párrafos anteriores pretenden ofrecer una breve visión panorámica sobre los estudios de la lengua palenquera. A pesar de que ya existe una serie de trabajos valiosos como los mencionados, se está lejos de comprender la estructura, la función y el origen de muchos aspectos de su gramática.
2.4 La lengua de Palenque12 El palenquero es la única lengua criolla de base léxica española que ha sobrevivido en el Caribe 13 , lo cual le confiere el estatus especial de reliquia lingüística 14 . En el mundo sólo existe otra lengua criolla de superestrato hispánico en las Filipinas. El substrato del palenquero está conformado por las diversas lenguas africanas habladas por los ancestros de los fundadores del Palenque. Aunque es muy difícil determinar la procedencia exacta de los africanos que llegaron a Cartagena en la época crucial de la formación de los palenques debido a la escasez de los documentos históricos, hay un consenso en la actualidad entre los especialistas en cuanto a asumir una fuerte influencia de algunas lenguas de la familia bantú, como el kikongo y el kimbundu, que dejaron huellas lexicales bastante claras en la lengua palenquera. Algunos vocablos de probable origen bantú son, por ejemplo: ngombe (ganado, res), moná (niño, niña), los pronombres enú (ustedes) y ané (ellos, ellas), y la marca de plural ma. " Ver lista bibliográfica. Los ejemplos de lengua palenquera que aparecen en esta sección, a menos que se indique lo contrario, son tomados del corpus recogido por nosotros entre 1992 y 1993 para la presente investigación. 13 Se asume que anteriormente debieron hablarse otras versiones criollas del español, que se extinguieron entre los siglos XVII y XIX; este es el caso posiblemente de Cuba. Puerto Rico, la República Dominicana y Panamá, donde existen "huellas" de criollización. 14 En la actualidad aún se discute sobre si el origen del léxico que sirvió de base para la génesis del papiamento, criollo hablado en las Antillas Holandesas, es el portugués o el español, o ambos (Maurer (1986) incluso propone considerar una variedad de lenguas que incluye, además de las mencionadas, el afroportugués y el holandés, como fuentes lexificadoras de este criollo). Por la falta de claridad que se tiene en el momento sobre el posible superestrato del papiamento, nos atrevemos a declarar provisoriamente el estatus del palenquero como único en el continente americano, con respecto a su base léxica española. 12
20 En el plano fonético, el palenquero no se diferencia mayormente del español hablado en la costa atlántica colombiana, a no ser por el rasgo de la prenasalización, de presumible origen africano. Este fenómeno se realiza a principio de palabra, delante de ciertas consonantes, i.e. la /d/, la /g/, y, con menor frecuencia, la ño/ (es decir, las oclusivas sonoras). Algunos ejemplos son 15 : (1)
ndulo (duro) n d a ( d a r ) ndo (dos) ndrumí (dormir) nganá (ganar) ngubá/nguba (maní) ngande (grande) ngineo (guineo) mbulo (burro) mboyo (bollo) mbendé (vender)
La prenasalización no es obligatoria en el contexto fonológico de las oclusivas sonoras (ver Patiño 1983:101), pues también se encuentran palabras que empiezan por estos fonemas y que no presentan el rasgo de la prenasalización:
(2)
barika (barriga) bae (ir) dejá (dejar) di (de) gobbé (volver)
Las listas de palabras anteriores sirven de ejemplo a la vez para algunas transformaciones fonéticas de que fueron objeto muchos elementos lexicales tomados del español. 1 6 A nivel de la prosodia es una característica marcada la entonación peculiar con que se habla no sólo el palenquero sino el español en Palenque. Montes (1962:450) la describió como "(...) la notoria elevación del tono y el alargamiento cuantitativo de la sílaba acentuada". Aunque parece ser que e! tono no es un elemento
distintivo
en
palenquero
(ver
Patiño
1983:110),
este
fenómeno
merecería un análisis más detenido. En el plano de la morfosintaxis es donde se encuentran las mayores diferencias con la lengua de superestrato. El palenquero posee, como toda lengua criolla, unas marcas de tiempo, modalidad y aspecto (TMA) que se anteponen al verbo, que permanece invariable. En la oración: (3)
15
i á keba kumé pegkao yo T M A/T comer pescado (yo hubiera comido pescado)
En la transcripción de muestras de palenquero se usará un sistema ortográfico basado en el de Patiño (1983:89), ver cap 4. 16 Para un análisis detallado de este aspecto, y, en general, de la fonología y la estructura silábica, véase Patiño (1983) y Bickerton & Escalante (1970).
21
la partícula á es la marca temporal de anterioridad, la partícula ké es la marca modal de irrealidad, y la partícula ba es la marca de aspecto imperfectivo y de anterioridad al mismo tiempo. Esta última marca puede colocarse también después del verbo, sin alterar aparentemente el significado de la oración: (4)
pegkao í á ké kumeba yo T M comer-A/T pescado (yo hubiera comido pescado)
Hay que aclarar que este análisis de las marcas TMA es nuestro y se basa principalmente en el de Patiño (1983), pero que Schwegler (1992) propone un análisis diferente, en el cual á y ké forman una sola partícula aké de valor temporal (futuro) y modal (condicional o irreal), que tiene una variante fonética ké. También Moñino propone un análisis diferente de la partícula á, considerándola más como una marca aspectual (completivo) que temporal. 17 Hay algunos casos en los que la partícula á no tiene la función de indicar anterioridad, sino que constituye una marca antepuesta a los verbos que se pueden usar como modales, o a los verbos de estado (Patiño 1983:126), distinguiéndolos de los dinámicos, diferenciación que se hace típicamente en las lenguas criollas. Un ejemplo del uso de la partícula á como marca de verbos de estado (y no de anterioridad) es el siguiente: (5)
suto á ten kanatulé (nosotros tenemos hambre)
Además de las partículas mencionadas, existen otras tres marcas de este tipo, que son: - tá, marca de aspecto durativo o continuo, como en: (6)
17
asina kumo í tá ablá bo así como yo A decir tú (así como te estoy diciendo)
Comunicación personal.
22 - tan, marca temporal de futuro como en la oración: (7)
ané tan kandá un kansión ellos/as T cantar un/a canción (ellos van a cantar una canción)
- sé, marca de aspecto habitual, como en: (8)
toabía í á sé bailá todavía y o * 1 8 A bailar (todavía suelo bailar)
De nuevo hay discrepancia entre los investigadores, esta vez con respecto a la segmentación de á y sé. Bickerton & Escalante (1970) y Schwegler (1992) interpretan estos dos marcadores como uno solo: asé. Nos parece convincente, sin embargo, la argumentación de Patiño, que los considera como dos morfemas separados, ya que "(...) la partícula á desaparece en ciertos casos en virtud de una regla general (...) que
la borra cuando se dan determinadas
condiciones
gramaticales" (1983:118) (una de estas condiciones es la presencia de la negación). Además, tanto á como sé llevan acento de intensidad, lo cual es prueba de que no se trata de una sola palabra. 1 9 Otra de las características del palenquero, común a las demás lenguas criollas, es la ausencia de oposiciones morfológicas de género. Tanto el artículo indeterminado un20 como los pronombres y los adjetivos, tienen una sola forma invariable, neutra en cuanto a género gramatical: (9)
un ombre (un hombre)
un mujé (una mujer)
ele puede ser "él" o "ella", según el contexto ané puede ser "ellos" o "ellas"
18
Marca de "estativo"? N o es nuestro propósito discutir exhaustivamente aquí estos aspectos de la gramática palenquera, sino hacer justicia a los diferentes enfoques existentes y de paso mostrar que hay fenómenos importantes que requieren de más investigación y discusión. 20 El artículo determinado se realiza por medio de la marca cero: kamisa (la camisa) vs. un kamisa (una camisa). 19
23 ele á kojé un losa ngandísimo (él/ella cogió una roza [cosecha] grandísima) El plural se marca en palenquero una sola vez, como en la mayoría de las lenguas criollas, con la partícula ma antepuesta al elemento que pluraliza: (10)
ma puekko á kumé eso (los puercos se comieron eso) un ma monasito á taba trompiá (unos muchachos estaban peleando)
Los pronombres posesivos se postponen al nombre, como sucede en otras lenguas criollas (por ejemplo en la de Haití): (11)
í á konosé Pambelé kumo planta mano mí (yo conozco a Pambelé como la planta de mi mano) pero bo á tené kumina sí (pero tu tienes tu comida)
Aunque el palenquero cuenta con un paradigma de preposiciones, el genitivo normalmente se expresa por medio de la yuxtaposición de los elementos involucrados, de la siguiente manera: (12)
kamisa santo (la camisa del santo)
un chito aló (un poquito de arroz)
pito tiela (el pedacito de tierra)
un mata yuka (una mata de yuca)
Las construcciones pasivas y reflexivas no existen en palenquero, característica que comparte con las demás lenguas criollas. La negación no sigue el patrón de la mayoría de las lenguas criollas, en las cuales el elemento negativo va antes del complejo verbal. En palenquero, la partícula negativa nu se coloca normalmente al final de la oración, como en:
24
(13) í á ten ke prendé lámpara, pogke í ten ku ké pagá lú nu (tengo que prender la 1. [de gas] porque no tengo con qué pagar la luz) La estructura de la negación se describirá y discutirá en profundidad en los capítulos siguientes. La anterior exposición de algunos rasgos sobresalientes de la gramática palenquera no pretende, evidentemente, ser exhaustiva, sino señalar por qué esta lengua ha sido catalogada como criolla y facilitar la comprensión de los ejemplos que aparecerán en los capítulos siguientes.
25
3. Trabajos anteriores sobre la negación en palenquero B i c k e r t o n y Escalante ( B & E ) ( 1 9 7 0 ) describen la negación en p a l e n q u e r o c o m o sigue: "One [feature] which occurs in few if any other Creoles is sentence final position of the negative morpheme, nu; this position is invariable, though in emphatic negatives it may be preposed as well: nu ablá ma nu, 'don't say any more'." (p.259)' L a p r e s e n c i a del m a r c a d o r n e g a t i v o nu parece ser responsable, según los autores, de la elisión obligatoria de m a r c a d o r e s de t i e m p o y aspecto precedentes, c o m o la partícula á. L e w i s ( 1 9 7 0 ) 2 dice respecto a la negación: "The negator nu is the obligatory element of the negative and normally occurs in absolute sentence final position, in Basic [sic] sentence forms, in interrogative sentences and in double-transformed sentences where a negative main sentence precedes the subordinate." (p. 151)3 D e esta m a n e r a c o i n c i d e con el análisis de B & E y a g r e g a la o b s e r v a c i ó n (que haría t a m b i é n Patiflo ( 1 9 8 3 ) m á s tarde) de que la posición final d e nu se mantiene a p e s a r de que la cláusula n e g a d a esté s e p a r a d a del e l e m e n t o negativo por una cláusula s u b o r d i n a d a . M e g e n n e y ( 1 9 8 6 ) , se c o n c e n t r a m á s en establecer el origen de la estructura n e g a t i v a en p a l e n q u e r o , para lo cual hace interesantes paralelos entre la d o b l e negación
palenquera
y
la
que
presentan
diversas
lenguas
africanas
que
p o s i b l e m e n t e hayan t e n i d o una influencia en la lengua criolla ( c o m o el k i m b u n d u , el u m b u n d u y el kikongo), que en hacer una descripción detallada y sincrónica del sistema d e negación. Las alusiones a la estructura negativa son b á s i c a m e n t e las siguientes: "El morfema no se coloca después del verbo" 4 (p. 151)
1 "Una [característica] que ocurre, si acaso, en pocas lenguas criollas, es la posición al final de la oración del morfema negativo nu; esta posición es invariable, aunque en negaciones enfáticas puede estar también prepuesto: nu ablá ma nu, 'no digas más'" (trad. nuestra). 2 Citado en Megenney (1986). 3 "nu es el elemento obligatorio de la negación y normalmente ocurre en posición de final absoluto de oración, en formas de oración básicas, en oraciones interrogativas y en oraciones doblemente transformadas, en las cuales una oración principal negativa precede a la subordinada" (trad. nuestra). 4 Evidentemente no quería decir inmediatamente después del verbo, ya que uno de los ejemplos es: "ai ten eso no < ahí no hay eso", donde entre el verbo y la negación aparece un pronombre objeto.
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En todos los ejemplos citados por Megenney para ilustrar esta observación, el marcador negativo no sólo va después del verbo, sino después de la oración. "(...) en muchos ejemplos nu (que también aparece como no)5 precede al verbo finito y luego obligatoriamente se repite después de él, generalmente al final del grupo fónico." (p. 152). Megenney no intenta una cuantificación de la aparición de estos casos ni una clasificación de los tipos de oraciones en los que aparecen, lo cual ayudaría a ver, por ejemplo, si las dos estructuras registradas (la postverbal y la doble) tienen funciones diferenciadas. La única observación que apunta en esa dirección es la que hace sobre el imperativo: "En el imperativo, el adverbio no siempre se repite" (p. 155) Patiño (1983:170,171) describe la estructura de la negación como sigue: "El puesto del morfema nu normalmente es al final de la oración." Algunos ejemplos de su corpus son: (1) í kelé traje mu prieto nu (no quiero un traje demasiado negro) (2) é sé mandá rretrato bo ku juisio nu (ella no te manda el r. con juicio)
(p. 171)
"(...) esta posición se mantiene inclusive en oraciones complejas, aunque la cláusula de valor negativo quede separada de la partícula negativa por otra cláusula." (p. 171) Para ilustrar este interesante caso de alcance o radio de acción amplio de la negación, presenta el siguiente ejemplo: i 1 (3) í saká ané tuabía nu pogke í sabé si ané ba rreklamá mí ele nu (yo no los saco todavía porque no sé si me lo van a reclamar)
5
(p. 171)
Estamos de acuerdo con Schwegler (1991a) en considerar la gran mayoría de realizaciones de no como casos de cambio de código. Creo que un estudio detallado de este fenómeno que se presenta en general en palenquero (muy necesario pues no se ha emprendido) daría como resultado que las interferencias del español son mínimas comparadas con los casos de cambio de código, lo cual implicaría que esta lengua no se halla en un proceso de descriollización, como lo sugiere Megenney, sino que lo que se presenta en el Palenque es un estado de diglosia. Este último punto de vista es también el de B&E (1970), Schwegler (1991a), Patiño (1983) y Del Castillo (1984).
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donde el nu final niega el verbo sabé y no el verbo rreklamá de la subordinada. Schwegler (1991a) observa que una formulación como la de Patiño podría dar la impresión (falsa) de que la negación es realizada obligatoriamente al final de la oración compleja y no después de la cláusula que niega, como ocurre frecuentemente. Patiño registra también la aparición esporádica de negaciones preverbales, que atribuye a la interferencia del español: (4) si Ana nu keba rregañalo, ané á keba aséloba (si A. no los hubiera regañado, ellos lo hubieran hecho) (5) pero kumo nu ta yobé, ¡uu!, sé morí toíto (p. si no llueve, ¡uy!, se muere todito)
(p. 171)
Curiosamente estos dos únicos ejemplos de negación preverbal se producen en oraciones condicionales (introducidas por si y kumo). Este hecho, hasta ahora no registrado, será discutido más adelante (cap. 5. y 6.), donde, con base en datos del presente trabajo, se muestra que existe posiblemente una estrecha relación entre el condicional y la negación preverbal. Al igual que en las investigaciones anteriores, Patiño encuentra que "La doble negación - nu antes del verbo y también al final de la oración - es normal en las construcciones de imperativo." (p. 171). Como en el ejemplo: (6) nu nda Purita ndulo nu (no le pegues duro a P.)
(p. 172)
Las apariciones esporádicas de doble negación en enunciados no imperativos son explicados por Patiño como el resultado de la interferencia del español o de la intención de enfatizar: (7) ¡ei! si majaná nu keléloba nu (¡ey! si los muchachos no los querían)
(p. 172)
Patiño (1983:120) constata también el interesante hecho de que, en presencia de la negación, tiene lugar una elisión de la partícula á (marca de T/A) (ver ej. 8): (8) tío tigre miná sapo ma nunka nu (tío tigre no volvió a ver al sapo)
(p. 121)
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En una versión positiva de esta oración debería aparecer la marca á antes de miná. En este punto coincide con B & E (1970), aunque estos dos últimos generalizaron el fenómeno „erróneamente a cualquier partícula de tiempo-aspecto" (Patiño 1983:120-121). El análisis más detallado de la negación en palenquero se encuentra en Schwegler (1991a). Este investigador distingue 3 patrones generales de negación: la negación preverbal (NEG1), la negación doble o discontinua (NEG2) y la negación postverbal (NEG3). A simple vista parece ratificar análisis precedentes. Sin embargo, la clasificación de la NEG1 como perteneciente al palenquero y no como producto de la interferencia del español, es una propuesta nueva. Schwegler no se refiere aquí a las negaciones preverbales que frecuentemente constituyen casos de cambio de código al español, como en: (9) pogké lo ke nu sabé NU, iike NO baya!) 6 porque lo que no saber no qué no vaya (because he who doesn't know [the road] should not go [on it]!) 7
(p. 179)
Se refiere a estructuras que, según el autor, no se dejan explicar por medio de la influencia del español: (10) ¿NU fué pogké e ta miná mi tambié? no fue porque él T/A mirar me también (Isn't it because he is looking at me also?)
(p. 181)
Schwegler propone que este tipo de negación preverbal es el no marcado, a pesar de que ocurre con mucha menor frecuencia, y que se diferencia de las estructuras NEG2 y NEG3 por factores de tipo pragmático-discursivo: la negación postverbal (NEG2 y NEG3) sería usada para contradecir declaraciones o supuestas posiciones del interlocutor, mientras que la preverbal (NEG1) sería usada en enunciados negativos neutros, para constatar hechos (negativos) y no para oponerse o rechazar proposiciones anteriores (explícitas o implícitas). La mayor frecuencia de realizaciones de negación postverbal se debe, según el autor, a que
6
Los corchetes indican aquí que se trata de un cambio de código al español. En nuestra opinión, el pogké del enunciado palenquero no debería tener el acento en la e final, ya que en esta lengua, al igual que en español, se distingue entre pogké (por qué) de pregunta, con acento en la última sílaba, y pogke (porque) de explicación, con acento en la primera sílaba, y en este caso no se trata de una pregunta. El que relativo de la traducción española tampoco debería llevar acento. 7
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"(-..) t h e vast m a j o r i t y o f negative statements constitutes opposition
or rejection
o f t h e truth value o f a c o r r e s p o n d i n g a f f i r m a t i v e (...)" (p. 184). 8 A u n q u e este análisis es interesante, debería basarse, según nuestro criterio, en m á s datos, o en datos más convincentes. Es difícil interpretar u n í v o c a m e n t e c o m o c a s o s de " i n f o r m a c i ó n factual" los 8 e j e m p l o s de negación preverbal 9 que e x p o n e S c h w e g l e r p a r a c o m p r o b a r su hipótesis 1 0 . En
tres
de
los
ejemplos
expuestos
por
Schwegler
(repetidos
a
continuación), n o v e m o s una información factual negativa, sino m á s bien casos de p r e g u n t a s retóricas: (11)Palenge a- ta- ba ekuro. I kuando Palenge NU tené-ba Palenque T/A estar T/A oscuro y cuando Palenque no tener T/A lámpara foko, ;.NU a- ta- a meió ke aola...?" lámpara foco no T/A estar T/A mejor que ahora... (Palenque was dark. And when Palenque did not (yet) have electric light, was it not better than nowadays?)
(p. 178)
(12)¿Pogké e sabé ke i12 ta miná eli? ¿NU fué pogké e ta miná mi tambié? por qué el saber que yo T/A mirar él? ¿no fue porque él T/A mirar me también? (Why does he know that I am looking at him? Isn't it because he is looking at me also?) (p. 181) (13) ¿i pu akí NU ta sek i La Pepa? y por aquí no estar cerca de La Pepa (and isn't this [place] close to [the creek called] La Pepa?) Respuesta de uno de los interlocutores:
8
"(...) la vasta mayoría de declaraciones negativas constituyen instancias de oposición o rechazo al valor de verdad de una afirmativa correspondiente (...)" (trad. nuestra). 9 Se trata de los ejemplos (21), (22), (23) -donde hay dos negaciones preverbales-, (24) y (25) de las páginas 178 y 179, y el 6. -pág. 181 - y el 4. -pág 183- en Schwegler (1991 a). 10 En general extrañamos una cuantificación de los datos en el artículo de Schwegler. Sin ésta es difícil medir qué peso puede tener la aparición de una determinada estructura. Por ejemplo, si el enunciado que se expone (pág. 178) para sustentar que el imperativo se realiza también con NEG1 (y no exclusivamente con NEG2. como afirman los demás investigadores), aparece sólo una vez en los datos, es más probable que se trate entonces de un error de actuación, donde el/la hablante sencillamente olvidó el segundo nu. que de una estructura que hace parte del repertorio palenquero. " El subrayado es nuestro. 12 Nos parece útil la propuesta de Patiño (1993) de diferenciar ortográficamente la i (=l ; ' pers. sing.) de la i (= y/que).
30 Suto a- ta segka ri Pepa...re loyu. nosotros T/A estar cerca de Pepa...del arroyo ([Yes], we are cióse to the Pepa ... [cióse] to the creek)
(p. 183)
Parece ser que esta estructura concreta sí exigiera la negación preverbal, pero no necesariamente por no contradecir ni oponerse a declaraciones o suposiciones previas, sino para marcar una estructura que no quiere en el fondo negar ni un estado de cosas de manera neutra ni una posición explícita o supuesta del interlocutor frente a los hechos, sino al contrario, que pretende generar la adhesión y reafirmación por parte del oyente. En realidad no se trata aquí de negaciones en un sentido semántico-pragmático. En el cap. 6 se expondrán más ejemplos que muestran que probablemente existe una relación entre las preguntas retóricas negativas y la negación preverbal. Otro de los ejemplos presentados por Schwegler es el siguiente: (14) {Fué la primera}...ma fleta ngande ri tar akí. si, aora NU tem fieta! fue la primera... PL fiesta grande de estar aquí sí ahora no tiene fiesta ([These] were the first... the first big fiestas here. Yes. nowadays there aren't any [big] fiestas!)
(p. 179)
Es difícil decidir si esto constituye o no una oposición o contradicción a algo dicho anteriormente (o a lo que el hablante supone que piensa el oyente). Y, cualquiera que sea la decisión, habría que explicar entonces por qué en una situación paralela, como la del siguiente ejemplo tomado de Schwegler, el hablante optó por la estructura postverbal: ( 1 5 ) . . . d e a y á loyu... ande ende a s é b e - b a y e n á agua ai ...de allá arroyo... donde gente T/A ir T/A llenar agua allí tiela. Pero aora a - tem agua por tiela NU. tierra pero ahora T/A tener agua por tierra no (...[cióse] to the creek ... where people used to fíII their water [buckets] in [the holes made in] the ground. But nowadays there is no more water in the ground.)
(p. 183)
Si la elección de una de las dos posibilidades (negación pre- y postverbal) con sus subsiguientes consecuencias pragmáticas es tan sistemática como lo sugiere
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Schwegler 13 , no deberían encontrarse casos claros de declaraciones factuales, que no contradicen o se oponen a declaraciones anteriores o presuposiciones, con estructura postverbal. El siguiente ejemplo de Schwegler presenta NEG3 y parece ser un caso en el que el hablante presupone que el oyente está de acuerdo con él: (16) i bo a hayá pekao NU, ¿NO? y vos T/A hallar pescado no no (and you didn't find any fish, or did you?)
(p. 187)
Hacen falta más datos, y datos más claros y cuantificados, para poder comprobar la hipótesis de Schwegler. De todas maneras es importante la constatación de que sí aparecen algunas negaciones preverbales en palenquero que no son directamente atribuibles a la interferencia del español y que deben ser estudiadas en detalle. Por otro lado, Schwegler (1991a) propone que la negación postverbal no es siempre postoracional, ya que hay algunos elementos que pueden ir después de la negación final, como por ejemplo: el marcador de T/A -ba, el marcador discursivo interrogativo no?, estructuras dislocadas a la derecha, y otros. Es probablemente por esta razón que prefiere usar el término "postverbal" y no el de "postoracional", a diferencia de otros investigadores. Sin embargo, en el presente trabajo nos referiremos a este tipo de estructura negativa con el término "postoracional", ya que da una idea más precisa de la ubicación básica de la partícula negativa 14 . La designación "postverbal" podría llevar a pensar que el elemento negativo se encuentra inmediatamente después del verbo y antes de otros sintagmas, como es el caso p. ej. del pas francés. En el capítulo 5., para el análisis de los datos, se tendrán en cuenta las observaciones e hipótesis sobre la sintaxis de la negación presentadas en este capítulo.
13
"(•••) it seems clear that speakers of P distinguish systematically between preverbal and postverbal negation patterns (...)" (p. 182). ("(•••) parece claro que los hablantes de P distinguen sistemáticamente entre patrones de negación preverbales y postverbales (...)" (trad, nuestra). 14 Al decir que una estructura es básica no se está excluyendo la posibilidad de que varíe en algunos casos marginales.
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4. El corpus La presente investigación se basa en el corpus recogido por la autora en un trabajo de campo realizado durante varias estadías en el Palenque de San Basilio entre 1991 y 1992. Para esta fase de la investigación se contó con una beca de un año del DAAD (Servicio de Intercambio Académico Alemán).
4.1 La recolección de los datos Se grabaron (en casetes de Audio) aproximadamente 7 horas de discurso espontáneo de un total de 8 hablantes de palenquero. Para el presente trabajo se seleccionaron unas 4,5 horas de discurso grabado de 5 informantes, teniendo en cuenta el grado de competencia de los hablantes y la calidad de la grabación, no siempre óptima debido a que en el Palenque no existen prácticamente los espacios cerrados o la posibilidad de aislarse y esto hace que a veces haya interferencias por conversaciones paralelas entre otras personas cercanas u otros factores. Los informantes eran conscientes de ser grabados, y en su mayoría sabían que se trataba de una investigación sobre la lengua, aunque ignoraban qué aspecto específico de ésta constituiría el objeto de análisis. En todos los casos la investigadora estuvo presente durante las grabaciones, tratando, sin embargo, de intervenir lo menos posible. El diálogo entre dos palenqueros predomina en la mayor parte del corpus, dado que en todas las grabaciones participaron dos informantes a la vez. Se encuentran también, no obstante, pasajes en los cuales uno de ellos narra algún acontecimiento o describe una situación con profusión de detalles en intervenciones largas. El hecho de que en general los palenqueros sean excelentes conversadores, extrovertidos y espontáneos facilitó en mucho la recolección de las muestras y garantizó la naturalidad del discurso, a pesar de la presencia de la grabadora. Debido a la aparición relativamente frecuente de estructuras negativas en el diálogo espontáneo, no fue necesario implementar estrategias de elicitación de negaciones. En total se registraron 318 negaciones oracionales, que constituyen el corpus del presente trabajo. Para las transcripciones nos basamos en el sistema propuesto por Patifio (1983 y 1995) "(...) situado a medio camino entre la representación fonética y la fonémica (...)" (Patino 1983:89). La transcripción y la traducción de las muestras
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fueron corregidas por dos hablantes nativos (Gabino Hernández y Biko Salas) diferentes de los entrevistados. Fue necesario analizar, teniendo en cuenta los estudios ya existentes, otros aspectos de la gramática palenquera distintos de la negación, para tomar algunas decisiones relativas a la transcripción y al análisis de los datos. Por ejemplo, cuando se decide transcribir á se'1 separadamente, se está proponiendo que se trata en este caso de dos morfemas per se, mientras que si se escribe asé, se permite una interpretación monomorfémica de esta palabra (como lo propone Schwegler (1992); ver cap. 6.1 del presente trabajo). Así mismo, la posibilidad de decidir si una parte de un enunciado constituye un cambio de código al español o no (decisión que en algunos casos es difícil), depende en gran medida de un conocimiento general de la gramática palenquera. El análisis de los datos se realizó de manera separada para cada informante, ya que se constataron diferencias entre ellos en cuanto a ciertos aspectos de la estructura negativa.
4.2 Los informantes Considerando la posibilidad de que existiera una diferencia en cuanto al grado de influencia del español entre el discurso de hablantes ancianos y jóvenes, se entrevistaron palenqueros de diferentes grupos de edad. María Cáceres es una anciana de 62 años de edad, que en una grabación de unos 45 min. aproximadamente, narra el mito de Catalina Luango, canta una parte de un Lumbalú (o baile e muetto, "baile de muerto") 2 , narra episodios de la época de la Violencia y habla de aspectos de su vida cotidiana, entre otros. Bernardino Pérez es un palenquero de 23 años, miembro del Cuagro de Lengua del Proyecto de Etnoeducación, maestro de lengua palenquera en la escuela de Palenque, y en la actualidad estudiante de Licenciatura en Español en la Universidad de Cartagena. En la grabación de unos 70 min. comenta con su amigo Sebastián Salgado, entre otras cosas, las dificultades que ha tenido para estudiar. Raúl Salas (entre los 30 y los 40 años) es ganador de varios "Concursos de Lengua" que se realizan cada año en el Festival de Tambores de Palenque de San Basilio, y se precia de ser uno de los mejores hablantes de lengua. En 1 2
Marcas preverbales de T/A. Véase Friedemann (1983:70-74) y Schwegler (1991f).
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aproximadamente 20 min. de grabación transcrita, habla con otro informante palenquero (Manuel Pérez) sobre situaciones cotidianas. Víctor Simarra (entre los 30 y los 40 años) expone en una grabación de 60 minutos sus puntos de vista sobre la ecología, la medicina natural y los cambios sufridos por el Palenque a través del tiempo. A diferencia de los demás informantes, emigró por algunos aflos del Palenque, lo cual podría explicar en parte una mayor influencia del español en su discurso que la que se encuentra en los otros hablantes. El joven Manuel Pérez (16 años) es un hablante entusiasta y orgulloso de lengua. Pertenece al grupo de palenqueros -en su mayoría jóvenes- que está participando en el Proyecto de Etnoeducación (ver cap. 2). Es el interlocutor de Raúl Salas y Víctor Simarra en las grabaciones respectivas.
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5. Análisis de los datos A continuación se analizan por separado las negaciones producidas por cada informante. En el capítulo 6 se comparan los resultados del análisis y se registran principios y tendencias generales, teniendo en cuenta también los resultados de estudios anteriores, expuestos en el capítulo 3. En el análisis no se tuvieron en cuenta las negaciones anafóricas, es decir, las respuestas elípticas a preguntas de si -no formuladas previamente, que en palenquero se realizan por medio de la forma no1. Las negaciones de partes de la oración (como p. ej. nu má -"no más"- o akí nu -"aquí no"-), así como las negaciones con elementos distintos de nu, de polaridad negativa, tampoco serán tenidas en cuenta, constituyendo el centro de interés de este trabajo el estudio de la negación oracional, que niega toda la proposición y es realizada por el elemento nu.
5.1 Informante I: María Cáceres En una grabación de aprox. 45 minutos de la anciana palenquera María Cáceres M.C. se encontraron 61 negaciones sintácticas (esta cifra no incluye negaciones anafóricas de una palabra -relativamente escasas, si se compara con el español- ni negaciones realizadas con elementos negativos distintos de nu). A continuación se presentan esquemáticamente los tipos de negación registrados, su frecuencia de aparición y sus estructuras. Posteriormente se analiza en detalle cada tipo de negación.
1
Coincidimos con Schwegler (1991a:206) en considerar esta forma como perteneciente al palenquero, cuando se usa como negación anafórica.
38 Total: 61 negaciones oracionales Tipo de NEG
Frecuencia de
Estructura(s)
aparición Negación postoracional
46
O + NEG
Negación doble
2
1 NEG + V + NEG 1 NEG + V...+ NEG
Negación preverbal
13
8 NEG + V 5 NEG + Pron + V
5.1.1 La negación postoracional Esta es la estructura negativa que se encuentra con mayor frecuencia en el corpus de M.C. (46 realizaciones vs. 4 negaciones preverbales -que no constituyen casos de cambio de código al español-). Algunos ejemplos son: (1) teneba agua nu (no había agua) (2) pero melisina lo ke mériko sea mandá sea balé nu (p. la medicina que el m. mandaba no valía [=no servía]) (3) í á ten ke prendé lámpara, pogke í ten ku ké pagá lú nu (tengo que prender la 1. [de gas] p. no tengo con qué pagar la luz) (4) ya í bae konbedsá má nu (ya no voy a conversar más)
No se pudo constatar una diferenciación pragmática o discursiva entre las estructuras negativas postoracionales y las preverbales, como propone Schwegler (ver cap. 3). Las negaciones postoracionales de la hablante constituyen tanto casos de oposición o rechazo a declaraciones o valores de verdad presupuestos (posiblemente ej. (4)) como casos de simples declaraciones negativas sobre un estado de cosas (posiblemente ej. (1), (2), (3)).
39 En la mayoría de los casos es muy difícil decidir a qué tipo pragmático pertenecen las oraciones negativas. Por ejemplo, en el enunciado: (5) bo á ten ke tené sien mil peso, ochenta mil peso pa bo (tienes que tener cien mil pesos, ochenta mil pesos para komblá un ngombe, i í tenelo nu comprar una res, y yo no los tengo)
es difícil saber si la hablante está informando a su interlocutor (que en este caso es la investigadora) de un estado de cosas -negativo-, o si presupone que el interlocutor cree que ella tiene esa cantidad de dinero y quiere contradecirla. Este problema, como ya se mencionó, se presenta en la gran mayoría de los casos. En base a los datos de esta hablante (que a este respecto no difiere de los otros informantes analizados) y a los datos de otros investigadores, se puede concluir que la negación postoracional es la estructura negativa no marcada, en virtud de la frecuencia de su aparición y del hecho de que las declaraciones negativas neutras (es decir, las que no son ni enfáticas, ni retóricas, ni de modalidad irreal o imperativa) se expresan por medio de esta estructura. No obstante, como ya había sido observado por Schwegler (1991a), la posición de nu en la negación postverbal no es estrictamente postoracional. En los datos de María hay un caso de negación postoracional con dislocación a la derecha de un sintagma preposicional (que da la impresión de ser una idea agregada posteriormente para completar el enunciado -una especie de "afterthought"): (6) í bae konbedsá má nu por eso (no voy a conversar más por eso)
La posición de nu, entonces, es básicamente postoracional, pero es posible encontrar variaciones a esta estructura. Como ya había sido constatado por Bickerton & Escalante (1970) y Patiño (1983), la partícula á (marca de T/A) se elimina en presencia de la negación. El ejemplo (3) (ya citado), producido por M.C., ilustra este hecho: ten ku ké pagá lú nu (3) í á ten ke prendé lámpara, pogke í (tengo que prender la I. p. no tengo con qué pagar la luz)
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N o se encontró un sólo caso en el que apareciera la marca á en una negación de esta informante. Un fenómeno muy interesante de la negación palenquera es el del alcance o radio de acción del elemento negativo. En una oración como: (7) aora ten ngombe / 2 kumo ma lo ke teneba aké biaje / nu (ahora [los viejos] no tienen ganado como el que tenían en aquel entonces)
la cláusula negada es la primera: aora ten ngombe,
a pesar de que nu aparece
después de la segunda cláusula subordinada. Más adelante, en el capítulo 6., se analizará a fondo este fenómeno, que también fue registrado por Patiño (1983), Schwegler (1991a) y Lewis (1970).
5.1.2 La negación preverbal D e 13 negaciones preverbales encontradas en la grabación de la informante M.C., 9 constituyen casos de cambio de código al español. Se trata de los enunciados siguientes: (8) pa ma mériko ndami éleba rremedio pa bé si (el médiko) 3 (p. que los médicos me le dieran el r. para ver si (el médico) kulá mí ele, pero no polio- 4 no se han pollo culá toavía me lo cura, p. no (podido)podido curar todavía) (9) entonse no se jayaba un libra maí, no se encontraba un libra yuka, (...) (e. una I. de maíz," " " una libra de yuca (...)) (10) juedsa mí/a mí no me ha dao p'í komblá un ngombe nunka (...) (la fuerza " nunca para comprar una res (...))
2
Separación de cláusulas. Entre paréntesis aparecen las partes del enunciado que no se oyen claramente. La transcripción en estos casos es aproximativa. Las partes del enunciado que están en español, se escribieron en cursivas. 4 El guión señala interrupción del enunciado. 3
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(11) se hizo gerra mejó i santo no se ha ido ( " " la g. mejor y el s. ) (12) «o ve que entonse kalambre á sea yegá así tripa (...) (
e.
el calambre llegaba
" a la t. (...))
I: pero ¿por qué no le gustarla tener un marido otra vez? (13) no, pa no tené mápelaíto ( " , " " " más peladitos [=niños]) (14) i en akeya entonse no era di a pie, ku kagga 5 akí kabesa. (...) (y en aquel e. no [sólo] era a p., [sino] con la carga a. en la c., (...) (15) un pokito fruta lo ke sé semblá, es que no sé kelé (es un p. de f. lo que se siembra, es que no quiere produsil (na), ná kumo ese aló [señala gajo de a. seco] p. (nada) [=la cosecha no da], mira c. ese arroz)
Todas estas negaciones tienen en común el hecho de que se realizan con el elemento negativo "no", perteneciente al español y no con la partícula palenquera nu. En las 4 primeras negaciones ( ( 8 ) - ( l l ) ) "no" también coincide con la presencia de pronombres que pertenecen al español y no al palenquero, como el pronombre reflexivo o impersonal "se" y el pronombre objeto "me". En los enunciados (8), (10) y (11) aparecen además las formas verbales del pasado perfecto del español ("han polio" -