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Spanish Pages [275] Year 1995
ROGELIO PÉREZ-BUSTAMANTE
HISTORIA POLITICA DE LA
UNIÓN EUROPEA 1940-1995
DYKINSON
©
R y D. Pérez-Bustamante
Editorial DYKINSON, S.L. M eléndez Valdés, 61. 28015 Madrid Aptdo, 8269. Teléfonos 544 28 46 - 544 28 69 ISBN: 84-8155-109-0 Depósito legal: M -31941-1995 Fotocomposición: SAFEKAT, S. L. Impresión: JACARYAN, S.A. A vda. Pedro Diez, 3 - 28019 M adrid.
A Ana Palacio
«... Este es uno de los caminos y, el otro es lo mismo, no es movimiento sino abstracción del movim iento, m ientras el m undo se mueve en apetencias sobre sus metálicas vías de tiempo presente y tiem po fu tu r o ...» B urnt Norton. T.S. ELIOT
ÍNDICE
Introducción. LA IDEA DE EUROPA EN LA H ISTO RIA ................................................................................... 1. D esde los O ríg en e s h a s ta fin es de la E d a d Media ........................................................................ 2. El Ideal E uropeo en los Tiempos M odernos ... 3. La E uropa Revolucionaria: el siglo XIX ............ 4. La Dialéctica Nacionalidades-Europa (1914-1933) C a p ítu lo I. LA C O N S T R U C C IÓ N E U R O P E A D U R A N T E LA II G U E R R A M UN DIAL (19401 9 4 5 ).................................................................................. 1. La Experiencia Internacional de Jean M onnet 2. El Acuerdo de Unión F ranco-B ritánica ......... 3. Los Proyectos Europeos d u ra n te la II G u erra M undial ................................................................... 4. La R e o rg a n iz a c ió n P o lític a de los E s ta d o s Europeos después de Yalta .................................. 5. Los Movimientos Europeos de la P ostguerra ..
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C a p ítu lo I I . LA IN S T IT U C IO N A L IZ A C IÓ N DE LA C O O P E R A C IÓ N E U R O P E A (1946-1949): 0 .E .C .E .,U .E . Y CONSEJO DE EUROPA .......... 59 1. El Discurso del G eneral M arshall en H a rv a rd 60 7
2. 3. 4. 5.
La Organización E uropea de Cooperación Eco nómica (O .E .C .E ) .................................................. El T ra ta d o de B ru se la s: La U nión E u ro p e a Occidental (U .E.O ) ............................................... El Congreso de La Haya. El Movimiento Europeo .. La Creación del Consejo de E uropa .................
C apítulo III. LOS FUNDAM ENTOS DE LA UNIÓN EU R O PEA Y DE LA COOPERACIÓN PO LÍTICA Y M ILITAR (1950-1954) .............................................. 1. Los Antecedentes del Plan Schum an ............... 2. La D eclaración de 9 de Mayo de 1950 .............. 3. La C o m u n id ad E conóm ica del C a rb ó n y del A cero (C.E.C .A .) ................................................... 4. El Fracaso de la Comunidad Europea de Defen sa (C .E .D .) .............................................................. 5. El Proyecto de C om unidad Política E uropea . 6. La Unión E uropea Occidental (U .E.O .) ......... Capítulo IV. LA CONSTRUCCIÓN EU ROPEA (1955 1960): MERCADO COMÚN Y EURATOM ............. 1. E l R e la n z a m ie n to E u ro p e o : La C u m b re de M essina...................................................................... 2. El Inform e Spaak ................................................. 3. Las Negociaciones de Bruselas y el Comité Mon net para los Estados Unidos de E uropa .......... 4. Los T ratados de Roma de 1957 .......................... 5. El M ercado Común .............................................. 6. El E uratom ............................................................ 7. El Desarrollo de los Tratados de Roma ........... 8. La A so ciació n E u ro p e a de L ib re C am b io . (E.F.T.A.) ................................................................ 9. La T ra n sfo rm a c ió n de la O .E .C .E . en la O .C .D .E C ap ítu lo V. LA C R ISIS P O L ÍT IC A DE LA UNIÓN EUROPEA (1960-1968) ............................................... 1. De Gaulle y E uropa .............................................. 2. Las In ic ia tiv a s p a r a la U n ió n P o lític a : La «Europa de las P atrias» ...................................... 3. El Plan Fouchet I ................................................. 8
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4. 5. 6.
El Plan Fouchet II ................................................ El «G ran Dessein» del P residente Kennedy ... La A p e r tu r a a A frica: la C o n v en ció n de Yaunde ..................................................................... 7. La «Querella de las Instituciones» ....................... 8. El «Compromiso de L uxem burgo»....................... 9. El Segundo Veto a G ran B retaña ......................
Capítulo VI. LA AMPLIACIÓN Y DESARROLLO DE LA COMUNIDAD EU RO PEA (1969-1983) ............ 1. La Cum bre de La Haya ....................................... 2. La U n ió n E co n ó m ica y M o n e ta ria : El P la n W erner ..................................................................... 3. La E u ro p a de los Nueve ...................................... 4. La Cooperación Política E uropea (C .P.E.): El Inform e Davignon .................................................. 5. La U nificación Institucional y el Consejo E u ropeo ......................................................................... 6. El Informe Tindemans y el Nacimiento del Sis tema M onetario Europeo (S.M .E.) ................... 7. La E lección del P a rla m e n to E u ro p e o p o r Sufragio Universal ................................................ 8. La E uropa de los Diez .......................................... C a p ítu lo V II. EL IM PU LSO DE LA COM UNIDAD EU RO PEA (1983-1991): EL ACTA ÚNICA ............ 1. La Declaración Solemne de Stuttgart. (1983) .. 2. El Proyecto Spinelli de Unión Europea. (1984). 3. Las Segundas Elecciones del Parlam ento E u ropeo y el Informe Dooge .................................. 4. El Acta Unica E uropea ...................................... 5. La E uropa de los D o c e ........................................ 6. Las Tensiones B ritánicas y la Convención de Lomé I V .................................................................. 7. Las T erceras Elecciones al P a rla m en to E u ropeo (1989) ......................................................... 8. La Reunificación de Alemania ......................... 9. Los C om ienzos de la U n ió n E co n ó m ica y M onetaria ............................................................. 10. El Convenio de Schengen y la Crisis de Yugos lavia .......................................................................
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Capítulo VIII. LA UNIÓN PO LÍTIC A , ECONÓMICA Y M ONETARIA (1992-1995): EL TRATADO DE LA UNIÓN EUROPEA ................................................ 1. Las Negociaciones Prelim inares del T ratad o de la U nión Europea .................................................. 2. El Tratado de M aastricht o Tratado de la Unión E uropea ................................................................... 3. La R atificación del T ra ta d o de la Unión E u ropea ......................................................................... 4. El D esarrollo del T.U .E. y el Com prom iso de Ioanina ..................................................................... 5. El Anteproyecto de Constitución E uropea ...... 6. Las C uartas Elecciones al Parlam ento Europeo y la X Comisión ...................................................... 7. La E uropa de los Quince ..................................... Epílogo. LA EUROPA DEL AÑO 2.000. Ante la Con ferencia Intergubernam ental de 1996 ......................
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INTRODU CCIÓ N
LA IDEA DE EUROPA EN LA HISTORIA
1.
D e s d e l o s O r í g e n e s h a s t a f i n e s d e la E d a d M edia
H acia el año 900 antes de nuestra E ra , el poeta Hesíodo, en la Teogonia o El Nacim iento de los Dioses, utilizaba por vez p rim e ra el n om bre de E u ro p a , tal y como después lo harán H ipócrates, quien la describe en comparación a Asia, y H erodoto. F u e ro n , p o r ta n to , los griegos los que identificaron a E uropa como un espacio geográfico diverso, que se extendía entre los Urales y el m ar Atlántico, un espacio asimétrico, en la titu d a te m p e ra d a , con un mosaico de paisajes y climas y una plu ralidad de razas, de las que surgirían una gran diver sidad de lenguas y culturas. Aquel territo rio poblado desde lejanos tiempos, fue expe rim e n ta n d o diversas tra n sfo rm ac io n es climáticas, que en gran m edida explican los procesos de ocupación y trasvase de p u e b lo s, y en tre ellos los de las g ran d e s familias indoeu ropeas. La A ntigüedad Clásica d ifund ió el nom bre de Europa, ligado al m undo de la m itología en un relato segvin el cual, una joven y bella fenicia, hija de Agenor — rey de Tiro y de Fenicia y descendiente de N eptuno, y de Teléfasa— , fue rap ta d a p o r Zeus, m etam orfoseado en un gran toro blanco, y 11
conducida a C reta, donde se convertiría en reina y m adre de los reyes de la dinastía de Minos. La Biblia — capítulos 9 y 10 del Génesis— , p o r o tra p a r te, creó el mito de Ja fe t, según el cual los tres hijos de Noé se rep a rtie ro n el m undo: p a ra Sem, Asia; p ara Cam, Africa; y todos los pueblos de la línea de Jafet poseyeron E uropa. Esta tripartición m ítica del m undo dom inaría la cosmovisión a n ti gua y medieval. * * * H erederos de la grandeza de los griegos, los rom anos con servaron una cierta idea geográfica de E uropa. Desde Polibio a Ptolom eo, desde E strabón a Plinio el Viejo, geógrafos e his toriadores fijaron el límite de E uropa en el Océano Atlántico, contem plando a G ran B retaña como una isla europea, seña lando la fro n te ra en el Don y en el M ar de Azov, y descono ciendo si E uropa era insular. E uropa com prendía p a ra ellos una diversidad de territo rio s y de pueblos: Ib eria, Céltica, la B retaña, el D anubio, los G erm anos, los Sárm atas, la T racia, la Iliria, G recia, etc... los desconocidos Países Escandinavos, y la vasta planicie que se extiende desde el Báltico al Don. La unidad del Im perio Rom ano, fundada sobre las arm as, sobre la d e p u ra d a adm inistración y sobre unas portentosas com unicaciones, se extendió a todas sus gentes a trav és del Edicto de C aracalla — año 212— , que concedió la c iu d a d a nía rom ana a todos los h ab itan tes del Im perio. Pero, en el siglo III, el Imperio Romano se fraccionó, p ro duciéndose la ru p tu ra en tre Oriente y Occidente y la ocupa ción de Occidente por las invasiones de los pueblos b árb aro s, venidos del Este y en gran m edida ro m anizado s, invasores que p rovocaron la caída del Im perio Rom ano de Occidente en el 476, y que posteriorm ente cre a ro n los Reinos G erm á nicos. El C ristianism o, en un p rincipio considerado como una secta nacid a del ju d aism o , y que después se afirm ó como la religión revelada po r Jesucristo — Dios y hom bre, que anun ció la venida salvadora de Dios entre los hom bres— , se exten dió por las predicaciones de sus discípulos y fue difundido po r San Pablo en Asia M enor, G recia e Italia, transform án12
dose con el E m perador C onstantino — Edicto de Milán del 313— en una religión to lerad a po r el Im perio Rom ano, y a finales del mismo siglo, d u ran te el reinado de Teodosio, en su religión oficial. Las predicaciones de los religiosos cristianos p o r la Galia. H ispania, G erm ania, In g la terra , Islandia, ..., encontraron firm e apoyo en las órdenes m onásticas, siendo sobresaliente la figura de Benito de Nursia (480-547) — San Benito— , quien se c o n v e rtirá en el p a tr ia r c a de los m onjes de Occidente, difundiéndose su regla m onástica p o r los Estados bárbaros. Los m onasterios, que se m ultiplicaron po r toda Europa, fueron lugares de oración, pero tam bién explotaciones agrí colas que difundieron técnicas avanzadas en la producción y en el cultivo, y centros de cultura y pensam iento. Un benedictino, Gregorio el G rande (540-604), originario de una fam ilia de patricios de Rom a, fue elegido P ap a en el 590, y d u ran te su pontificado se afirm ó la prim acía romana, reo rganizándose la disciplina y la liturgia de la Iglesia y el canto llano, y favoreciéndose la evangelización, convirtiendo al P apado en la principal potencia de Occidente. *
En el siglo Vil surgió en Arabia el Islam , confesión religio sa fu n d a d a po r M ahoma (c. 570-632), quien recibió p o r ins piración divina la religión coránica — un Dios, Alá, ser supre mo único, creador del Universo, infinitamente perfecto y juez de los hom bres— . La E ra m usulm ana comenzó en el año 622, año de la H égira, y la expansión de los m usulm anes se pro dujo con gran rapidez. Los Arabes se a p o d e ra ro n de Jerusalem , de Egipto y de todo el A frica del N orte, p a ra c ru z a r en el 711 el Estrecho que separa Africa de E u ro p a, conquistando la Península Ibé rica, y después tra sp a sa r los Pirineos hasta el centro de Fran cia, donde Carlos M artel consiguió d erro tarlo s en la memo r a b le b a ta lla de P o itie r s , c o n te n ié n d o lo s al S u r délas fro n teras de la Galia. Fue precisam ente el choque de las dos civilizaciones el que sin duda determ inó la tom a de conciencia de una cierta iden tidad de E u ro p a, que se refleja en la propia denominación de
«Europeos», que u n a crónica m ozárabe del 754 otorga a los que se enfrentaron a los árabes en Poitiers y, por tan to , desig nando de este modo a la com unidad continental que se defen día contra el enemigo exterior. El rey franco Carlomagno, establecido en Aquisgrán, se con vertiría en el árbitro de Occidente, recibiendo el día de Navi dad del año 800, del P apa León III, la Corona Im perial, que reco n stitu ía en p a rte , o ren o v a b a , la nostalgia del Im perio Rom ano de Occidente. Carlomagno fue saludado como «Rex, Pater E uropae» y en los Anales de Fulda se reflejó la identidad «Europa vel Regnum Carolum»: E uropa o el Reino de Carlos. La m uerte de Carlom agno y las disputas de sus herederos precip itaro n la división de aquel Im perio, realizada a través del T ratado de V erdún (823), del que nacieron tres grandes bloques políticos: F ran cia, Alemania y la Lotaringia. O tra s nu ev as in v a sio n e s, las de los vikingos del n o rte — N orm andos— , originaron im portantes cambios políticos y culturales en los reinos E uropeos. En el año 962 se produjo en Rom a una nueva coronación de E m p erad o r, esta vez de O tón I, p ero frente a sus pretensiones de universalism o, tan solo alcanzará a ser E m p erad o r de los Países Germ ánicos y del N orte de Italia. Felipe II de F ra n c ia , llam ado A ugusto, recibirá en 1202 u n a D ecretal del P a p a Inocencio III, según la cual no tenía superior en lo tem poral y por tanto no reco nocía la tutela im perial. Sin em bargo, los diferentes Estados Europeos si recono cieron una Com unidad superior, la Repiíblica C ristiana, esta blecida como unidad espiritual, si bien los reyes rechazaron la au to rid ad tem poral del P a p a , creándose la «Teoría de las Dos Espadas» y dividiéndose netam ente en los tratad istas el poder espiritual y el tem poral. El año 1054 se p rodujo otra gran ru p tu ra entre O riente y Occidente al sep ararse de Roma las iglesias orientales, creán dose la iglesia ortodoxa o bizantina, y originándose p o r tanto la form ación de dos universos religiosos diversos: la Iglesia R om ana, que llegará hasta H ungría y Polonia, m ientras que la Iglesia O rtodoxa evangelizará a los pueblos balcánicos, esla vos, m ora vos, búlgaros, serbios, y finalmente Rusia. * * * 14
A la E poca Feudal sucedió la form ación de los grandes reinos eu ro p eo s, u n a d iv ersid ad de Estados que no im pide una c ie rta so lid a rid a d e n tre ellos, y e n c u en tra su plasm ación m ás significativa en las C ru z a d as, expediciones m ili ta re s organizadas e n tre 1095 y 1291 b ajo el im pulso de la iglesia de Rom a, con la fin alid ad de so c o rre r a los c ristia nos de O riente, oprim idos p o r el Islam , y re s c a ta r los S an tos L ugares. MUlares de hom bres, em peradores y reyes, campesinos y soldados, respondieron a los llamam ientos de las nueve C ru z a d a s q u e , a u n q u e no a lc a n z a ro n sus objetiv o s ú ltim o s, desem peñaron un papel esencial en la evolución del m undo eu ropeo, y facilitaron los intercam bios com erciales, intelec tuales y artísticos e n tre las diversas regiones m editerráneas y del in te rio r de E u ro p a. O tro proceso decisivo h a b ría de ser el d esarro llo de las Escuelas M onásticas y Episcopales, que al calor de la revolu ción m ercantil y u rb a n a fraguaron el origen y desarrollo de las corporaciones de m aestros y estudiantes que tom aron el n o m bre de U n iv e rsid a d e s, y que lograron de los P ap as la licencia de enseñar. Las p rim e ra s U niversidades a p a re c ie ro n en el siglo X II. B olonia se convirtió en el centro de enseñanza del Derecho Romano Postclásico, creán d o sela Escuela de los Glosadores, d esarro llad a con posterio rid ad p o r los Postglosadores, que c o n s tru y e ro n la dogm ática del D erecho, D erech o Com ún — Ius C om m une— , que se extendió p o r to d a E u ro p a . Los estudios, que habían surgido en P a rís, derivaron en la gran U niversidad de FUosofía y Artes, y un grupo de sus profeso res p articipó en la form ación de O xford, a la que seguiría ya en el siglo X III Cam bridge, P a d u a , Siena, O rleáns, M ontpellier, Aviñón, C oim bra, Salam anca, P ra g a , etc. Las P eregrinaciones se convirtieron tam bién en un ex tra ordinario vehículo de transm isión de conocimientos y cultu ras, alcanzando especial fam a las que tenían como destino Santiago de Compostela, un lugar situado al Noroeste de Gali cia, en donde hacia el año 800 se creyó descubrir las reliquias del ap ó sto l S a n tia g o , c o n v e rtid o en el g ra n p a tr ó n de la Reconquista española contra los m usulm anes, y desarrollán dose en favor del peregrino un verdadero Derecho In te rn a cional Europeo. 15
A comienzos de la llam ada B aja E dad Media (siglos XIIIel espacio europeo aparece constituido po r diversos Rei nos o N aciones, entre los que surgirán grandes disputas, que sobrepasarán las fro n teras, siendo la más extensa en el tiem po la G u e rra de los Cien Años (1337-1475), que enfrentó a F rancia e In g la terra , llegando ambos reinos al agotam iento, del cual salieron, sin em bargo, reforzados en torno al poder real, lo cual posibilitó la form ación de las m onarquías m oder nas, centralizadas y absolutas. XV),
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El nom bre de E u ro p a, que había pasado casi desapercibi do en los textos m edievales, fue utilizado por D ante Aligliieri, quien en su obra — De M onarquía— , escrita en 1308, cla m a p o r una m o n a rq u ía u n iv e rs a l en la que la fu n c ió n prim ordial fuera el ejercicio del arb itra je ante las diferencias de los soberanos, rechazando la idea de que la Iglesia tuviera poderes tem porales: «... Quién podría im aginar que la Igle sia h a y a recibido tal p oder p o r el consentim iento de todos o de una m ayoría, cuando no solam ente todos los hombres de A frica o de Asia, sino tam bién la m ayor p a rte de los hombres de Europa rechazarían tal sugerencia ... (III. 14)». La p a ra d o ja de la o b ra de D ante fue que, al tiem po que establecía la distinción e n tre lo espiritual y lo tem poral, a rti c u la b a la p rim e ra p ro cla m a c ió n de una unión fe d e ra l de naciones bajo la égida rom ana. C ontem poráneo de D ante fue el abogado norm ando Pier r e D u B ois, a u to r de un T ratad o sobre el «Abreviam iento de las G u erra s y de los P ro ceso s» , e sc rito en 1300, p a ra q u ien la «R epública C ristiana» e ra u n a especie de Confe d eració n de N aciones absolutam ente in d ependientes en lo tem poral que d e b ie ran e s ta r bajo la dirección de un C on cilio en el que el P a p a tu v ie ra la función de juez suprem o so b re los P r ín c ip e s , y en el c o n ju n to de cuyo sistem a el a r b itr a je sería la in stitu ció n p rim o rd ia l p a ra el m a n te n i m iento de la paz. El avance de los Turcos O tom anos, que habían ocupado prim eram ente las selvas siberianas y las estepas mongolas y e u ro a siátic a s, com portó o tra gran ru p tu r a p a ra el espacio 16
histórico europeo, al ser conquistada Constantinopla en 1453, y con ello el Im perio B izantino. Eneas Silvio P iccolom ini (1405-1464), gran hum anista, elevado al trono pontificio con el título de Pío II, en su ale gato en defensa de la cristiandad contra los turcos, «De Coiistantinopolitana clade ac bello contra Turcos congregando », id e n tific a a E u ro p a con « n u e s tra p a t r i a , n u e s tr a casa» — N unc vero in E uropa, id est, in p a tria , in domo propria, in sede riostra, percussi caesique sum us— y en su famosa c a r ta a M ohainet II hace equivaler a E uropa con la C ristiandad y a los europeos con los cristianos. En aquellas mismas fechas — 1463— el rey de Bohem ia G eo rg es P o d ie b ra d , p re s e n ta b a un T ra ta d o de A lianza y C onfederación p a ra resistir a los Turcos. Dicho T ratado era enviado a Luis XI de F ran cia, a Matías C orvino, Rey de H u ngría, a Casim iro IV de P olonia, y a la R epública de Venecia, y en realidad no era sino un proyecto de reco n stru ir la unidad de E uropa, proponiendo la celebra ción en Basilea de un Congreso de esta «Universitas» E u ro pea, y sugiriendo la creación de una Asamblea que votase por m ayoría simple, una Corte de Justicia, un Ejército común y un P resu p u esto confederal. Aquel proyecto quedó sin re s puesta.
2.
E l I d e a l E u r o p e o e n lo s T ie m p o s M o d e r n o s
La Hegemonía política europea recayó en los albores de la Epoca M oderna sobre la figura de Carlos V, nacido en G an te en 1500, en el que se unieron las poderosas herencias de las Casas de H absburgo y de B orgoña, así como los te rrito rios de los Reinos H ispánicos, sus posesiones europeas y las tie rra s recién descubiertas en U ltram ar —las Indias— , y el Trono Im perial de A lem ania, recibido tras la m uerte de su abuelo Maximiliano. La E uropa de los Estados N acionales, derivados hacia el absolutismo m onárquico, vio comprometido su equilibrio por el g ran peso del Im perio de los H absburgo, que tomó bajo sus riendas la defensa de la cristiandad frente a los tu rco s, y la defensa de la ortodoxia rom ana fre n te a la h e re jía p ro te s tante. 17
La gestación de la Reform a P ro testan te, obra personal de M artín L u tero , ex pandida po r Zwinglio, B ucero y Calvino, como m ovim iento religioso p o r el que u n a gran p a r te de E u ro p a se su b stra jo a la obediencia de la Iglesia de R om a, dio origen a las Iglesias nacionales, chocando con los «Cató licos» y «Cristianísimos» Reyes de E spaña y de F rancia. De este modo, se produjo otra nueva división de Europa entre Católicos al Sur y Protestantes al N orte, y las consecuencias no fueron solamente religiosas, ya que en realidad se trataba de cul turas diferentes en lo espiritual, en lo m aterial y lo político. En el siglo XVI se p ro d u c e la eclo sió n de los E s ta d o s N ación. G randes a u to re s, com o M aquiavelo o J e a n B odin, legitim an la soberanía y el p o d er de los p rín cip es, m ientras que en el siglo XVII las continuas g u erras, debidas a la rivali dad e n tre las g ran d es p o te n c ia s, o rig in a rá n p ro y ec to s de organización conjunta y de paz universal, así como los fu n dam entos del propio Derecho Internacional, esbozado ya por Francisco de V itoria, en relación con los «Justos Títulos» de la ocupación de las Indias po r la Corona de Castilla. P a ra h acer frente al predom inio de los H absburgo — titu la re s del llam ad o Im p e rio E sp añ o l— , el g ran m in istro de E n riq u e IV de F ra n c ia , Sully — M axim ilien de B éthune— , realiza un proyecto que a trib u y e al prop io m onarca en sus «M em orias»— escritas entre 1620 y 1635— , el G ran Dessein de E nrique IV, cuyo objetivo e ra el de co n stru ir una E uropa c o n fig u rad a po r Q uince E stad o s, bajo u n C onsejo com ún — establecido en M etz, N ancy o Colonia— y Seis Consejos Provinciales — situados en Danzig, N üreniberg, V iena, Cons tanza, Bolonia y otra villa— , con poder p ara tom ar decisio nes ejecutivas y, po r tanto, con carácter supranacional, limi tando la soberanía de los Estados. Los Quince m iem bros iniciales serían: — Seis M onarquías h ereditarias: F rancia, E spaña, G ran B retañ a, D inam arca, Suecia y Lom bardía. — Cinco M onarquías electivas: Im perio, P apado, Polo nia, H ungría y Bohemia. — C uatro R epúblicas: Venecia, Italia, Suiza y Bélgica. Contem poráneo a dicho proyecto fue, asimismo, el reali zado p o r E m eric C ru cé, religioso, profesor de m atem áticas, co n tem p o rán eo de Luis X III, quien p u b lic a b a en 1623 su 18
o b ra «El N uevo Cineas, o Discurso de E stado representan do las ocasiones y medios de establecer una p a z general y la libertad de comercio pa ra todo el mundo. .4 los M onarcas y a los Príncipes Soberanos de este tiempo», refiriéndose en su mención a Cineas, a un consejero de P irro, evocado por Plu tarco en las Vidas P aralelas, quien trató de enseñar a su rey la sagacidad y el m antenim iento de la paz. P a ra C rucé la sociedad hum ana es u n cuerpo en el que todos los m iembros se com unican, de modo que es imposible que u n a enferm edad no se transm ita de uno a otro. P o r ello preconiza la tolerancia e imagina la creación de una Asam blea o Senado P erm anente de Estados con sede en Venecia, «donde todos los soberanos tengan p erpetuam ente em b a ja d a s, a f i n de que las diferencias p u e d a n ser ju zg a d a s p o r la Asam blea». P ropone, asimismo, un ejército común p a ra h a c er respe ta r las decisiones de dicha Asam blea, la unificación de pesas y m edidas, y elabora diversos planes p a ra la educación de los pueblos y el desarrollo de las industrias artesanales. E n el mismo orden del universalism o se sitúa el célebre Am os Comenius — nom bre latinizado de Jean Amos Komenski— , n acid o en M oravia en 1592, q u ien fue el v e rd a d e ro creador de la Ciencia de la Educación en E uropa. En su obra La Panergesia o «El D espertar Universal», Comenius desa r r o lla el p ro y e c to de r e a liz a r la u n ific a c ió n d e l m u n d o m ediante tres pilares: la Educación, la Religión y la Política e imagina tribunales especializados, e n tre ellos el Consistorio de las Naciones o C orte de Justicia, d esarro llan d o la p e rs pectiva de una federación m undial. Comenius se califica, asi mismo, de europeo y en el «Praefatio ad Europeos» h ab la de «nuestra p a tria europea». Los p recu rso res del D erecho de Gentes tra ta ro n de fo r m ular en el siglo X V II reglas a p a r tir del D erecho N a tu ra l p a r a lim itar los excesos de la guerra y de la conquista. Hugo G rocio — Huig Van Groot— (1583-1645), ju rista y diplom á tic o , co n d e n ad o a p e rp e tu id a d en su país y refu g iad o en P a rís, realiza en honor de Luis X III, u n T ratado titulado De iure belli ac pacis (1625), esforzándose en p rev en ir y regla m entar las guerras. Grocio plantea que «todos los cristianos tienen la obliga ción de en tra r en una Liga contra los enemigos de la Cris19
ticindad», que se configuraría como u n a Asam blea donde los litigios de las potencias cristianas serían juzgados p o r ellos p a ra e n c o n tra r los medios que fo rz a ra n a las p a rte s a una reconciliación bajo condiciones razonables. Hi * * Los grandes Estados de la E uropa del N orte tom aron el relevo a los reinos hispánicos — C astilla p rin c ip alm e n te y Portu gal— , poblando el N orte de Am érica. Ingleses, escoce ses, fra n c e se s, holandeses, suecos y alem anes aflu y ero n al c o n tin en te am erican o , o b tan d o a esta in m igración de una acentuada natu raleza p rotestante y p u rita n a. E n tre 1763 y 1783 se p ro d u jo la independencia de aquel territo rio y la constitución de los Estados Unidos como E sta do federal, siendo uno de los grandes pioneros de la organi zación de los territorios del N orte de A m érica W illiam Pem i, cuáquero inglés, fundador y legislador de Pennsylvania, cuya C onstitución, publicada en 1693, fue tom ada como modelo p o r los fundadores de los E stados Unidos. En 1693, W illiam Penn escribió el «E nsayo p o r la P az p resen te y fu tu r a de E u ro p a » , en el q u e in tro d u c e un p ro yecto de F ederación de P ríncipes, preconizando la constitu ción de una Dieta G eneral form ada po r delegados de los E sta dos en proporción a su im portancia: El Imperio G erm ano, 12 delegados; E spaña, 10; F ra n c ia , 8; Italia, 8; In g la terra , 6; Suiza, 4; Polonia, 4; P ortugal, 3; Venecia, 3; D inam arca, 3; Las P rovincias U nidas — siete P rovincias o Países B ajos— , 4; los trece C antones y soberanías vecinas, 2; los Duques de Holstein y C u rlan d ia, 1; y si los T urcos y los Rusos se unie ra n , cada uno p a rticip aría con 5 delegados. La D ieta tom aría sus decisiones p o r una m ayoría de tres cuartos y dispondría de un E jército. De este modo, reinaría la paz y se p o d ría d e sarro llar el comercio en p ro sp erid ad . La influencia de E uropa en la form ación de los E stados U nidos de A m érica fue enorm e, según m anifiesta el físico, filósofo y político norteam ericano B e n ja m ín F ra n k lin , dipu tado del p rim e r Congreso N o rtea m erica n o de 1775, quien m anifiesta en sus cartas escritas desde París que «Toda Euro p a está g a n a d a a nuestra causa, la creación de unos Esta20
dos Unidos independientes am ericanos. Ella aplaude nues tro esfuerzo y nos acompaña con sus votos», reconociendo la im portancia de las ideas y de la opinión europea en la cons trucción federal am ericana. La situación política eu ro p ea h ab ía variad o sustancial m ente tras la independencia de los Países Bajos del dominio e sp añ o l, reconocida por la Paz de W estfalia de 1648, que p o n ía fin a la G u e rra de los T reinta A ños, consagrando la hegem onía fra n c e sa , y p o r la llegada de los Borbones a la Corona de E spaña, estableciéndose el nuevo equilibrio euro peo en la Paz de U trecht de 1713. La idea de organizar la sociedad internacional se plasmó a lo largo del siglo XVIII en infinitos proyectos y declaracio nes, del cual el más sobresaliente fue el Proyecto de P az Per p e tu a , escrito p o r C h a rle s-Ire n ée C astel de S a in t-P ié rre , Abad de Saint-Piérre, en tre 1713 y 1717, nacido en Cotentin en 1658, quien tomó órdenes m enores, y en calidad de secretario del Abad de Polignac fue enviado de F ran cia en el Congreso de la Paz de U trecht. El P ro y e cto de Paz P e rp e tu a se publicó en Colonia en 1712, y al año siguiente a p a re c ería en U trech t una versión am pliada en dos volúmenes, a los que se añadía un tercero en 1717. El A b ad de S a in t- P ié r r e p ro p u s o en su o b ra una «Unión Perm anente y P erpetua» e n tre los soberanos cristia nos p ara lograr una paz inalterable en E uropa, y si era posi ble, con los soberanos m ahom etanos vecinos. Los reyes e stab lecerían u n a Sociedad E u ro p e a y serían representados perpetuam ente po r sus diputados en un Con greso o Senado, establecido en una villa lib re , con competen cias legislativas. Los cambios territoriales serían llevados a la a p ro b a c ió n del C ongreso, y en caso de violación de estas reglas un E jército restablecería la Paz. S a in t-P ié rre p rev é que esta Sociedad E u ro p e a e sta ría co m p u esta p o r 24 m iem bros eu ro p eo s y que las C ám aras reglam entarían las diferencias en el dominio comercial. Jean-Jacques R ousseau (1712-1778), escritor y filósofo suizo, de lengua francesa, conoció esta obra al recibir de la m adre de uno de sus discípulos el encargo de la solicitud de realizar un resumen de la obra del Abad de Saint-Piérre, ante lo cual escribiría en 1761 un «E xtracto del Proyecto de Paz P erpetua del M. Abad de Saint-P iérre», estim ando que una 21
F e d e ra c ió n de P rín c ip e s p o d ría m e d ia r en las g u e rra s , y a d o p ta n d o la misma solución de e stab lecer una Dieta P e r m an en te, fo rm ad a p o r 19 m iem bros, e n tre ellos R usia y el P a p a , utilizando tam bién como elemento de presió n las san ciones m ilitares. Sin em bargo, y de acuerdo con sus ideas políticas, Rous seau prefiere que en vez de la voluntad de los Príncipes p re valezca el deseo de los Estados fundados sobre el principio de la voluntad nacional. Otros dos proyectos ilustrados de la idea de la Paz P erp e tu a en el «Siglo de las Luces» son los elaborados p o r Jerem y Bentham y Enm anuel Kant. B entham (1747-1832), jurisconsulto y filósofo b ritánico, quien había desarrollado un proyecto de reform a m oral basa do en las motivaciones individuales y en la utilidad, escribi rá entre 1786 y 1789 un ensayo titulado «Un P lan p a ra una P az Universal y P erpetua», en el que introduce un nuevo ele m ento, cuya im portancia verá plenam ente confirm ada en la época contem poránea: la opinión pública internacional. B entham sugiere en su citada obra la creación de una Die ta que em itirá opiniones sobre problem as de interés común, form ada po r 90 m iem bros, cuyos fines fueran: form ular una opinión; hacerla reconocer en cada E stado; y situ a r a cada E stado re fra c ta rio al m argen de E uropa. El ú ltim o gran p ro y e c to e u ro p e o de este «Siglo de las Luces» será el publicado p o r E m m anuel K ant en Konisberg en 1795, y titu la d o «Por la P az P erpetua» — Z u m ew igen F rieden— , texto b rev e y denso que in m ed iatam en te logró g ran celebridad. K ant propuso una Federación General de Estados Europeos — una Federación de Estados libres— , todos ellos repúblicas, esto es, fundadas sobre la libertad de sus miembros y la sumi sión a una ley única e igual p ara todos. Tanto Kant como Lessing, H erder y Schiller se inspirarían en el «Extracto» del sis tema del Abad de Saint-Piérre, escrito po r Rousseau.
3.
L a E u r o p a R e v o l u c i o n a r i a : E l S ig l o x i x
La Revolución Francesa aportó definitivam ente a la civi lización dos grandes p rin cip io s: los D erechos del H om bre 22
— herencia asimismo de la Independencia am ericana— y el D erecho de los P ueblos a disponer de su destino. F ra n cia exportó a E u ro p a y al m undo entero su ideología y los gran des logros de los principios revolucionarios, que supusieron el fin del Antiguo Régimen y el comienzo del m undo contem poráneo. N ap o leó n B o n a p a rte m o d e rn iz a rá y u n ifo rm iz a rá las estructuras de los Estados Europeos y codificará sus sistemas legislativos. Las Constituciones garantizarán el principio de igualdad ante la ley y el principio de la división de poderes, característicos del propio sistema dem ocrático. N apoleón d irá en Santa E lena que él fue p a rtid a r io de cre a r una gran Confederación de Pueblos en E uropa, de uni ficar las m onedas, los pesos y m edidas y las legislaciones. El había ensayado una E uropa de Amiens (1802), una E uropa de reinos fam iliares, y finalmente una E uropa de sistema con tinental, con reinos vasallos, proclam ándose E m perador en 1804, y m anifestando así su voluntad de establecer una hege monía europea y universal. Después de la d erro ta de N apoleón, los Aliados reunidos en P arís — Mayo de 1814— decidieron celebrar un Congreso Europeo p a ra rehacer el m apa político, Congreso que se reu nió en Viena desde O ctubre de 1814 a Junio de 1815, y en el que, según M etternich, Canciller de A ustria y su gran a rtífi ce, se p retendió «restaurar una E uropa del equilibrio y del derecho de gentes». La constatación de que E uropa no se podía hacer a través de la conquista de los pueblos aparece en un panfleto de B en jam ín C onstant (1767-1830), titulado «Del E spíritu de Con quista y de la U surpación en sus relaciones con la civiliza ción europea». Frente a la conquista po r las arm as o la idea jacobina de una nación cen tralizada, Constant aparece como precu rso r del federalismo m oderno, p artid ario de una E uro pa unida en sus diversidades, de una unión pacífica de pue blos. C laude-H enry de Rouvroy, Conde de Saint-Sim on, filóso fo y economista francés que había com batido en favor de la independencia am ericana y que en 1803 había publicado una C arta de un habitante de G inebra a sus c o n tem p o rá n eo s, propugnando la creación de un nuevo poder espiritual supraestatal, escribió en 1814, junto con el joven historiador Agus 23
tín T h ierry , u n a obra titu la d a «De la reorganización de la Sociedad Europea, o de la necesidad y de los medios de agru p a r los pueblos de E uropa en un solo cuerpo, conservando cada uno su independencia n a cio n a l» , escrito en el que se m anifiesta como el verdadero p rec u rso r de la tendencia institucionalista que en el siglo XX llevará a realizar los T ra ta dos Com unitarios de la CECA y del M ercado Común. S ain t-S im o n p ro p u so la fo rm a c ió n de un P a rla m e n to G eneral p a ra toda E u ro p a , constituido po r 240 m iem bros y dividido en dos C ám aras — de los Comunes y de los P a res— , según el modelo británico. Los d ip u ta d o s se ría n elegidos p o r diez a ñ o s, d e b e ría n saber leer y tener una posición económica desahogada. E ntre las funciones del Parlam ento estarían las de fija r los impues tos necesarios, y llevar todas las cuestiones de interés gene ra l, así como la instrucción pública. Tras el C ongreso de V iena, se constituyó la «E uropa de las Nacionalidades» y del liberalism o político. G recia, Polo n ia, Suiza, H ungría, Italia y el Im perio Alemán alcanzan sus aspiraciones de independencia o de unificación, m ientras que paralelam ente se desarrolla la idea de E uropa y se reproduce el nom bre de E uropa en obras lite ra ria s, históricas, filosófi cas, científicas y en los periódicos. M azzini, héroe del rom an ticismo nacionalista, luchó po r una Italia unificada dentro de una E u ropa u n ida, y fue el artífice de la C arta de la «Joven E u r o p a » , e sc rita en B e rn a el 15 de A bril de 1834, p rim e r docum ento de un movimiento m ilitante europeo. A mediados del siglo X IX , y por iniciativa del pacifista ame ricano E lihu B u r r itt, se celeb raro n 3 C ongreso s d e la Paz — B ru se la s 1848, P a r ís 1849 y F r a n c f o r t 1850— . V íc to r Hugo (1802-1885), que había virado hacia el republicanism o y cuyo prestigio como d ram a tu rg o y poeta era ya inm enso, presidió el Congreso de P arís de 1849, pronunciando un dis curso inaugural que anticipa las más elocuentes declaracio nes e u ro p e ís ta s : «un d ía v e n d rá en que las bom bas sean re e m p la z a d a s ... p o r el ven era b le a rb itra je de un Sen a d o soberano que será p a ra E uropa lo que la Asam blea legisla tiva es p a r a F ra n c ia » ... «Un día ven d rá en que hab rá dos grupos inm ensos, los Estados Unidos de Am érica y los E sta dos Unidos de E u ro p a , situados uno fren te a otro y se ten derán la m ano sobre el m ar...» ... «En el siglo X X habrá una 24
nación e x tra o rd in a ria , ... E sta nación ten d rá p o r capital París y no se llam ará Francia, se llam ará E uropa. Se lla m ará E uropa en el siglo X X y en los siglos siguientes, y aún tras figurada se llam ará la H um anidad». La consagración de los nacionalismos no impidió la coetá nea expansión del in te rn ac io n alism o ideológico y sindical e u ro p e ísta . En 1840, C h a rle s F o u r ie r , socialista u tó pico, defensor de in sta u ra r un nuevo orden social, preconizaba «el esta b lecim iento de u n a so b era n ía que sería su p e rio r a la soberanía de cada Estado». Estos principios que se desarrollaron en la obra de Proudh o n , El P rincipio F ederativo (1863), en la que e x p resa su h o stilid a d a to d a a u to rid a d c e n tra liz a d o ra y p reco n iza el Federalism o, pero no un Estado Federal Europeo, donde las grandes naciones ahogarán a las pequeñas, sino una previa descentralización de los E stados, m ultiplicándose las com u nidades a escala del hom bre antes de federarse: «El siglo X X , — m a n ifie s ta — a b r ir á la E ra de las F e d e r a c io n e s , o la H um anidad com enzará un purgatorio de mil años». O tro pro y ecto fed e ra l es de J o h a n n C aspar B lu n tsc h li (1808-1881), profesor de D erecho In tern acio n al en Heidelberg, quien se inspira en el ejemplo de Suiza, sugiriendo una C ooperación entre los Estados p a ra la consecución de come tidos comunes sin ren u n c iar al propio Gobierno y Ejército. Proponía Bluntschli una Unión de Estados soberanos don de el órgano principal fuera un Consejo F ederal rep resen ta tivo de los Estados, que resolviera las grandes cuestiones de la política europea, y en algunos casos un Senado rep resen tan te de los Pueblos, se asociaría a sus decisiones. La E u ro p a de la segunda m itad del siglo X I X , que había fortalecido el mito de las nacionalidades y que alcanzaba su eclosión con la configuración política de Italia y de Alemania, sugirió otras posiciones desde el universalism o e sp iritu a l e histórico, como las de E rnest R enán (1823-1892), p a ra quien u n a N ación se form a p o r el con sen tim ien to a c tu a l de sus poblaciones y p o r su voluntad de vivir ju n to s, apareciendo la idea de la Federación como la solución de la construcción europea. E u ro p a , d irá R enán, se construirá p o r el rechazo de toda hegemonía de una de sus naciones: «el establecim iento de un nuevo Im perio R o m a n o o de un nuevo Im perio de C arlo-
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m agno es im posible. La d ivisió n de E u ro p a es dem a sia d o g rande p a ra que u n a tentativa de dom inación universal no provoque más que una coalición fu e r te que haga e n tr a r a la nación am biciosa en sus cauces naturales». R enán escribirá en una carta de 15 de Septiem bre de 1871 que «las Naciones E uropeas que han hecho la H istoria son los Pares de un gra n Senado, donde cada miembro es invio lable. E uropa es una Confederación de Estados reunidos por una idea com ún de la civilización. La individualidad de cada nación está constituida, sin duda, p o r la ra za , la lengua, la historia, la religión, pero tam bién p o r algo mucho más tan gible. p o r el consentim iento actual, p o r la voluntad de las diferentes personas de un Estado de vivir ju n to s » . Los procesos coloniales de los g ran d es países europeos dom inarán las últimas décadas del siglo X IX , trasponiéndose a Asia y a África el equilibrio europeo.
4.
L a D ia l é c t ic a N a c io n a l id a d e s - E u r o p a ( 1 9 1 4 - 1 9 3 3 )
Los nacionalism os europeos chocaban en tre sí a fines del siglo XIX. Después de la caída de B isinarck, en 1890, Alema nia se había convertido en el centro de gravedad de la políti ca eu ropea. La alianza franco-rusa suponía un peligro sobre dos de las tres fachadas continentales del Reich, pero fue la riv a lid a d e n tre las g ran d es potencias so b re el r e p a r to del m undo colonial la causa de los m ayores conflictos. La Triple E ntente, entre F rancia, Rusia y G ran B retañ a, a n u n c ia b a un predom inio que h a b ría de p ro y e c ta rse en el conflicto europeo frente a la Triple Alianza —A lem ania, Austria-H ungría e Italia. Puede decirse que E uropa en tera entró en la G ran Gue r r a de 1914-1918 —llam ada I G uerra M undial— . E n 1914, A ustria declaró la guerra a Serbia — 28 de Julio— y a Rusia — 5 de A gosto— ; A lem ania a R u sia — 1 de A gosto__, y a F rancia y a Bélgica — 3 de Agosto— ; G ran B retaña a Alema nia — 4 de Agosto— y a A ustria — 13 de Agosto— ; Ja p ó n a Alemania 23 de Agosto— ; y F rancia y G ran B retañ a a T ur quía el 13 de Noviembre. Los fren tes de g uerra se e sta b iliza ro n , d e sarro llán d o se una g u e rra de posiciones y de desgaste del a d v ersario . Las 26
dificultades m ateriales asolaron a E u ro p a. Rusia experim en tó la Revolución Soviética, abdicando el Z ar el 15 de M arzo de 1917 y, finalm ente, los bolcheviques ocuparon el p o d e r y Lenin formó el nuevo gobierno de los «soviets». M ientras, el 2 de A bril de 1917, los Estados Unidos de América declaraban la guerra a Alemania. Tras la abdicación de Guillermo II de Alemania y las vic torias de los Balcanes y de la G u erra N aval concluyó la P r i m era G u e rra M undial, que se h ab ía cobrado 9 millones de vidas, de ellas, 1.390.000 en F rancia; 1.950.000 en Alemania; 1.700.000 en Rusia; 1.040.000 en A ustria-H ungría, 780.000 en G ran B retaña; 530.000 en Italia; 400.000 en T u rq u ía ... El 18 de E nero de 1919 se ab ría en P a rís la C onferencia de P az, en tre veintisiete representantes de los naciones alia das y a so cia d as, en la c u a l se tr a ta b a de r e c o n s tru ir una E u ro p a exhausta y en ruinas. A la Conferencia de París no fueron invitados ni los representantes de las naciones venci das, ni la joven República Soviética. 16 Comités de Expertos y 52 Com isiones se re u n ie ro n c o n tin u a m e n te, jugando un papel determ inante el Consejo de los Diez, form ado por los Jefes de G obierno y los M inistros de Asuntos E xteriores de las cinco principales potencias victoriosas: Estados U nidos, G ran B re ta ñ a , F ra n c ia , Ita lia y Ja p ó n ; y el Consejo de los c u a tr o que r e u n ir á a los Jefes de E s ta d o : C le m e n c e au — F r a n c ia — , Lloyd G eorge — G ra n B r e ta ñ a — , O rla n d o — Italia— y Wodrow W ilson — EEUU. El 28 de Ju n io de 1919 se firm aba en la G a le ría de los Espejos de Versalles el llam ado Tratado de Versalles, cuyo a rtícu lo 231 d e c la ra b a que A lem ania y sus A liados h a b ía n sido los v e rd a d e ro s cu lp ab les, y que debían re sp o n d e r de todas las pérdidas y daños sufridos p o r los gobiernos aliados y asociados. Se a c o rd ó de este m odo la cesión de A Isa cia -L o re n a a F ran cia, la ocupación del S arre y del R hin, cesiones te rrito riales a Bélgica, a D inam arca y a Polonia, la cesión de Memel, la creación del Estado de Dantzing, la cesión de las colonias; y p o r el Tratado de Saint Germain, de 10 de Septiem bre de 1919, m aterializó la desm em bración de A ustria-H ungría. B ohem ia, M oravia y Eslovaquia se unieron p a ra consti tu ir Checoslovaquia. Asimismo, se fundó Yugoslavia unien do Serbia y M ontenegro y los territorio s austro-húngaros de 27
C ro acia, B osnia y E slovenia. Polonia in co rp o ró G alitzia y Posnania; Italia se anexionó el Tirol austriaco, bautizado con el nom bre de Alto Adigio, y Rum ania la antigua T ransilvania hú n g ara, B ulgaria hubo de ceder a Yugoslavia una pax'te de su te rrito rio , a G recia la Tracia c e n tral y a R um ania el su r de la Dobwdja. Aquellos T ratados de 1919-1920 — Versalles, Saint Germ ain, Neuilly, París, Tartú, Trianon, Sévres, Riga y Lausana— transform aron completamente el m apa político de E uro pa. Las m inorías nacionales aceptaron mal su integración en Estados ajenos a su geografía, a su historia y a su c u ltu ra, y desde luego el pueblo alem án nunca aceptó la resp o n sab ili d a d , ni las cargas y am p u tacio n es te r r ito ria le s que se les im p u siero n , q u e d a n d o la te n te un sentim ien to revisionista sobre el que gravita el segundo conflicto Europeo y M undial. U na Sociedad de N aciones fue cre a d a en G inebra el 10 de E n ero de 1920, con el objetivo de «procurar a todos los E stados, grandes y pequeños, g a ra n tía m utuas de indepen dencia política y de integridad territo ria l» , p ero su a u to ri dad qu ed aría lim itada al rechazar el Congreso A m ericano, el 20 de Noviem bre de 1919, la suscripción del T ratado fu n d a cional. El Tratado de Versalles supuso el triu n fo de los naciona lismos, la balcanización y el declive de E u ro p a, una E uropa dividida e n tre vencedores y vencidos, y u n a Rusia bolchevi que q u e d e riv a ría hacia el im perialism o soviético, m ientras los E stados Unidos de A m érica se co n v e rtía en la p rim e ra potencia económica m undial. *
* * Desde fines del siglo XIX se fue constituyendo en América la p rim e ra organización in te rn ac io n al que tra ta b a de reag ru p a r todos los Estados de un mismo continente. C iertam ente que los Estados Americanos h ab ían accedido a la ind ep en d en cia a lo largo de dicho siglo y e sta b a n lejos a ú n de e n c o n tr a r fó rm u la s s u p ra n a c io n a le s , a ú n c u a n d o Sim ón B o lív ar h a b ía deseado re a liz a r u n a s o lid a rid a d , o incluso la U n id ad de A m érica, a tra v é s del em peño, como P residente de la G ran Colom bia, realizado en 1822, de invi 28
ta r a los gobiernos de M éxico, P e rú , P rovin cias U nidas de Río de la P la ta y Chile a form ar una Confederación. Aquella idea se plasmó en el C ongreso de P a n a m á d e 1 8 2 6 , que no logró resultados p o r las reticencias de los E stados Unidos y las divisiones internas del m undo hispanoam ericano. Del Congreso de P an am á no salieron p o r tan to acciones concretas, pero sí la idea del Panam ericanism o, que se m an te n d ría la te n te en diversos contactos m antenidos e n tre los E stad o s h a s ta que fin alm en te E stad o s U nidos accedió en O ctubre de 1889 a re u n ir en W ashington la p rim e ra Confe rencia In te ram e ric an a , en la cual p a rtic ip a ro n 18 E stados, creándose la U nión In te rn ac io n al de R epúblicas A m erica nas, destinada a d esarrollar las relaciones amistosas y comer ciales de los E stados m iem bros, condenando el principio de la conquista y d eclarando nula toda anexión p o r la fu erz a , así como estableciendo un procedim iento de a rb itra je p a ra la reglam entación de las diferencias entre los E stados Am erica nos. La se g u n d a C o n fe re n c ia I n te r a m e ric a n a se re u n ió en México en 1901, con la participación de 19 E stados, form án dose un órgano perm anente, el S e c re ta ria d o , com puesto po r diplom áticos am ericanos a c re d ita d o s en W ashington y un B u reau C o m ercial, realizándose la te rc e ra C onferencia en Río de J a n e iro en 1906, en donde p a rtic ip a ro n las nuevas R epúblicas de Cuba y Panam á. Una c u a rta C o nferencia In te ra m e ric a n a se convocó en Buenos Aires en 1910, y tras la in terru p ció n d eb id a a la P ri m era G uerra M undial, una quinta C onferencia se desarrolló en Santiago de Chile en 1922 a la que c o n tin u a ría la sexta C o n fe re n c ia In te ra m e ric a n a de La H a b a n a en 1928, que adoptó un Código de Derecho Internacional P riv a d o — Códi go B u stam ante— y que tam bién puso en vigor u n a C onven ción d e la Unión P a n a m e ric a n a , p rim er ensayo de c a rta de la organización, que m ad u raría en la novena conferencia con la C a rta de B ogotá de 1 9 4 8 . Al tiempo que el Panam ericanism o fru c tific a b a en la cita da C onferencia de Santiago de Chile de 1922, dem ostrando cómo era posible conciliar la independencia nacional y la coo pe ra c ió n regional in te rn a c io n a l, y q u izá con el ejem plo de este laborioso proceso en el cam ino de la organización de los Estados A m ericanos, el Conde R ic h a rd C o u d en h o v e-K aler29
gi, publicaba su libro Pan-E uropa, y creaba en 1923 el Movi m iento E u ro p e o con el objetivo de lograr la Unión de E u ro p a, lo que había de perm itirle conservar su liderazgo y evitar su conquista po r la Rusia bolchevique y p o r la dom inación económ ica de los E stados Unidos. C oudenhove-K alergi había nacido en Ja p ó n , hijo de un diplomático austro-húngaro de origen greco-holandés, casado con una japonesa, y era po r tanto austríaco de nacim iento y checo tras el T ratado de Saint-G erm ain, naturalizándose po r último francés en 1939. A p a rtir de 1922 aparece en los principales diarios de los d iferen tes países eu ro p eo s, d e sa rro lla n d o su idea de P anE u r o p a s o b re la que p u b lic a en 1923 un lib ro , en el que dem uestra la necesidad de co n stru ir los «Estados Unidos de E u ro p a » , au n q u e en ellos no incluye a R usia, co n sid erad a p a ra él como un país euroasiático y G ran B re ta ñ a , a la que conceptúa como Im perio intercontinental. D entro de esta ini ciativa, en 1923, creaba la Unión P a n -E u ro p e a con sede en Viena y secciones nacionales en todos los países. Coudenhove-Kalergi tra tó de sensibilizar a los medios polí ticos, y en Junio de 1924 escribió una C arta Abierta a los p a r lam entarios fran ceses, que sin duda ejerció im pacto en las grandes personalidades de aquel m om ento, y sobre todo en H e rrio t y B riand. ' E douard H e rrio t, Presidente del Consejo Francés después de 1924, d eclaraba en un discurso ante el Senado, realizado el 25 de E n ero de 1925: «Mi más g ra n deseo es contem plar a lg ú n día la creación de los E stados Unidos de E u ro p a » . Pocos años después, en 1930, H erriot pu b licará un libro titu lado E u ro p a , en el que propone una E ntente eu ro p ea en el cuadro de la Sociedad de Naciones con un brazo económico — su p re sió n de b a r r e r a s a d u a n e ra s — y un b ra z o político contenido — U nión de Estados Soberanos. El 1 de O ctubre de 1926 se reúne en Viena el p rim er Con greso P a n -E u ro p e o , b ajo las efigies de Sully, C om enius, el A bad de S ain t-P iérre, K an t, M azzini, Víctor Hugo y Nietzsche, p resid ien d o el e strad o . F u ero n nom brados seis p re s i dentes de h o n o r de distintas nacionalidades — Edouard Bénés (checoslovaco), Joseph Caillaux (francés), P aul Loebe (ale m án -P re sid en te del R eichstag ), F rancesco N itti (italiano -antiguo P re sid e n te del C onsejo-), Nicolás Politis (griego) y 30
Ignaz Seipel (austríaco -Canciller de Austria )— , eligiéndose en 1927 u n solo Presidente de H onor, Aristide B riand. Muchos hom bres notorios se unen al proyecto P a n -E u ro peo además de los citados, como Louis Loucheur, León Blum, Painlevé, Paul-B oncour, D aladier y A lbert Thomas en F ra n c ia , N oel B r a k e r en G ra n B r e ta ñ a ; K o n ra d A d e n a u e r, Schacht y W irth en Alemania; el Conde Sforza en Italia; Venizelos y Zaimis en Grecia; y famosos intelectuales y escritores como A lbert Einstein, Thomas M ann, H einrich M ann, Selma Lagerlof, Sigmund Freud, R ainer M aría Rilke, P au l Valéry, Paul Claudel, Jules Romains, Miguel deU nam uno, José O rte ga y Gasset, Salvador de M adariaga... E n 1926 aparece o tra organización, llam ada la «Asocia ción p a ra la Unión Económica E uropea», bajo la presidencia del célebre econom ista Charles Gide, y con la participación de econom istas, b anqueros e in d ustriales, que se p ro p o n en realizar u n a U nión Económica. El propio Coudenhove-Kalergi crea un Consejo Económi co P an-E uropeo franco-alem án con el propósito de favorecer u n a interpenetración de las economías. Un im portante movimiento intelectual en favor de la E u ro p a U nida se desarrolló sobre todo al final de la década de los años 20. Adem ás de la c ita d a o b ra de H e rrio t, e s c rita en 1930, cabe significar el lib ro de G astón R ilou, E u ro p a , mi P a tria , preconizando u n a Federación C ontinental capaz de salv ar a E uropa de los tres bloques: Ruso, A m ericano y el Im perio B ritánico; la o b ra del Conde Sforza — exiliado po r Mussolini— escrita en 1929 y titulada Los Estados Unidos de Europa; la publicación de B e rtra n d de Jouvenel tam bién de 1930, titu lad a H acia los Estados Unidos de E uropa, etc. P ero sobre todo, la acción más notable la pro tag o n izará A ristide B ria n d , quien el 5 de Septiem bre de 1929, siendo P residente del Consejo Francés y conservando el M inisterio de Asuntos E xteriores, pronuncia un discurso ante la Asam blea de la Sociedad de Naciones: *Pienso — d irá— que entre los Pueblos que están geográficam ente agrupados, como los de E u ro p a , debe e x istir una su erte de lazo fe d e r a l. Estos P ueblos deben te n e r la p o s ib ilid a d en todo m o m e n to de en tra r en contacto, de discutir sus intereses, de tom ar reso luciones com unes, de establecer entre ellos un lazo de soli darid a d que les p erm ita hacer fre n te en cada mom ento a las 31
c ircu n sta n cia s g ra ves que p u d ie r a n sobrevenir. Este es el lazo que yo querría esforzarm e en establecer. Evidentem ente, la asociación actuará sobre todo en el dom inio económico, que es la cuestión m ás a p re m ia n te , p ero estoy seguro que tam bién sobre el p u n to de vista político o el p u n to de vista social, el lazo fe d e ra l, sin tocar la soberanía com ún de las naciones, podría configurar aquella asociación que estaría bien hecha». El discurso fue calurosam ente recibido po r Gustav Stresem ann, M inistro de Asuntos Exteriores alem án, aun cuando ya desde el principio quedaron m anifiestas posturas contradic torias, como la federalista y aquellas preocupadas en m ante n er intacta la soberanía nacional. Desde el punto de vista eco nómico, el ilustre economista John M ainard Keynes felicitó a B riand en su deseo de elim inar las b a rre ra s aduaneras que, a su juicio, im posibilitaban todo el renacim iento europeo. Los veintisiete Estados Europeos miembros de la Sociedad de Naciones confiaron a A ristide B riand la realización de un M em o rá n d u m , que sería publicado el 1 de Mayo de 1930 y p re s e n ta d o a la A sam blea de la S ociedad de N aciones de G inebra de 8 de Septiem bre de 1930. En aquel discurso realizado con la colaboración del Secre tario G eneral del Q uai d ’O rsay, A lexis L éger — el poeta y futuro Nobel, Saint Jo h n P erse— se proyectó el acento más en la P o lítica que en la E conom ía, e n ten d ien d o que «toda posibilidad de progreso en el cam ino de la Unión Económica está rigurosam ente determ inado p o r la cuestión de la Segu ridad y esta cuestión está íntim am ente ligada a la de reali za r un progreso en el cam ino de Unión Política. Es sobre el Plan Político que debe ser realizado el esfuerzo constructor, tendiente a d a r a E uropa su estructura orgánica». En todo caso, el inform e señalaba claram ente la m eta de c o n s titu ir «un M ercado C om ún p a r a e le v a r al m áxim o el nivel de bienestar hum ano sobre el conjunto de los territorios de la C om unidad E uropea». C iertam ente que la situación política internacional había cam biado mucho en el tiem po que m edia entre el Discurso de G inebra y la realización del M em orándum . El mundo había sufrido la gran crisis económica de 1929, y los países europeos tenían enorm em ente abiertas las heridas de la P rim era Gue r r a . Tan solo algunos países co n testaro n favorablem ente, y 32
entre ellos, Yugoslavia y B ulgaria, los únicos que lo hicieron sin reserva. O tros Estados favorables, como Países B ajos, N oruega, Grecia, Checoslovaquia y Polonia, plantearon cuestiones con cernientes al problem a de los límites de E uropa, o los incon venientes que u n a nueva organización europea podía cre a r a la Sociedad de Naciones. Sin em bargo, fue la m uerte de Gustav Stresem ann — ocu rrid a un mes después del discurso de B riand— lo que verda deram ente conduciría a la inoperancia aquellas m aduras ide as del estadista francés. Stresem ann había sido un interlocutor dialogante, p ro ta gonista del C ongreso de L ocarno, cuya idea lanzada el 9 de Febrero de 1925, llevó a la realización del plan p ara un orden eu ro p eo con la firm a del T ra ta d o de 1 de D iciem b re, que reconocía las fronteras, suavizaba la cuestión de las re p a ra ciones de g u e rra y p e rm itía el in g reso de A lem ania en la Sociedad de Naciones. Se ha llegado a decir que la falta de un «Locarno O rien tal» dejaría la p u erta abierta a una serie de problem as que desem bocarían en la Segunda G uerra M undial. Precisam ente, en Locarno pronunciaba B riand en su b ri llante D iscurso de A p ertu ra: «atrás los fu sile s , las a m etra lladoras, los cañones, paso a la conciliación, al arbitraje y a la p a z » , y tom aba impulso — el «Espíritu de Locarno»— el proceso que conduciría al P ro to co lo Briaiid-K ellog, firmado en 1927 p o r 15 potencias que renunciaban p ara siem pre a la guerra y se com prom etían a someterse en sus litigios al arbi traje internacional. El Conde Coudenhove-Kalergi y la Unión P an-E uropea no perm anecían inactivos. El 25 de Febrero de 1930 se realizaba un proyecto de Pacto E uropeo en B erlín , en el que se e sta b lec íala creación délos «Estados Federales de E u ro p a» , cuyo prim er principio form ulaba la idea de dejar in tacta la sobe ranía absoluta de los Estados Europeos y preveía la consti tución de órganos federales — Consejo F ederal, o C ám ara A lta, c o m p u e sta p o r los re p re s e n ta n te s de los E sta d o s o Asamblea F ederal, o delegados de los P arlam entos, Corte de Justicia Federal y Cancillería F ederal— . La Federación ten d ría su p ro p io sistem a fin a n c ie ro , y los ciu d ad an o s de los Estados serían al mismo tiempo ciudadanos europeos. 33
A p en as un año d e sp u és de la m u e rte de S tre s e m a n n , H itler triu n fa rá en las elecciones de Septiem bre de 1930, con 6,5 millones de votos que se convertirán en 13,5 millones en 1932. B rian d , que había conseguido con Stresem ann el P re mio Nobel de la Paz de 1926, no pudo avanzar en el camino de la construcción europea al m orir en M arzo de 1932, cuan do ya E uropa aparece dividida entre regímenes totalitarios y dem ocracias, situación que anunciaba próxim as e inevitables tragedias.
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CAPÍTULO I
LA CONSTRUCCIÓN EUROPEA DURANTE LA II GUERRA MUNDIAL. 1940-1 9 4 6
Las im perfecciones del T ratado de Versalles de 1919 h a b ía n d e ja d o v e rd a d e ra m e n te d iv id id a E u r o p a , con una F rancia muy poderosa, tra s la destrucción del Im perio Aus tro-H úngaro y la creación de nuevos Estados de n atu raleza y fro n te ra s discutibles, así como con la im potencia de una S o c ied a d d e N a c io n es, c read a en Versalles el 20 de A bril de 1919, a cuya c o n stitu c ió n fin a l p e rm a n e c ió a je n a los E stados U nidos, inevitable germ en de su fu tu ra in o p era tividad. La crisis económ ica m undial de 1929, y la fragilidad del nuevo equilibrio in te rn ac io n al, facilitaron el camino de las alternativas to talitarias y fundam entalm ente del nacionalso cialismo de H itler, instalado como C anciller de Alemania en 1933, q u ien p ro n to re c u p e ra rá con su ejército — la W ehrm acht— la orilla izquierda del R hin, violando las disposicio nes del T ratado de Versalles. La política agresiva de H itler contra el orden europeo se confirm ará con la anexión de A ustria en M arzo de 1938. La g u e rra no p o d rá ser e v ita d a a p e s a r de los A c u e r d o s de M unich de Septiem bre de 1938. H itler firm a rá después con Italia el P a c to de A cero y, en la noche del 23 a 24 de Agosto de 1939, el P a c to d e no A gresión con la URSS, lanzando a continuación un ultim átum sobre Polonia, lo cual obligó a la 35
declaración de guerra realizada po r G ran B retaña y Francia el 3 de Septiem bre de 1939. Los Estados Unidos proclam aron su neu tralid ad arm ada, pero ya p a ra entonces la in d u stria m ilitar había alcanzado un gran desarrollo, y la opinión pública apoyaba un cambio de a c titu d de los E stados U nidos con respecto a la política n azi, y en fav o r de las naciones europeas ocupadas. El inicio de la Segunda G u e rra M undial c o n v e rtirá en objetivo principal la creación de estru ctu ras políticas supraestatales, de proyectos de Unión de Estados y, sobre todo, la antigua idea de configurar una Unión Europea.
l.
L a E x p e r i e n c i a In t e r n a c i o n a l
de
Jean M o nnet
El protagonista del intento más fructífero de construir una Unión E uropea sera un francés dotado , sin d u d a , de carac teres excepcionales. Nacido el 9 de N oviem bre de 1888, Jean M onnet, p e rte necía a u na familia de propietarios de un negocio de expor tación en Cognac, llam ado «Propietaires vinícolas de cognac, Je an M onnet et cié». De baja e sta tu ra , am able, entusiasta y perfecto organiza d o r, a y u d a a la e m p resa fa m ilia r re a liz a n d o gestiones de exportación que concreta sobre todo con una em presa can a diense — la Hudson Bay— a la que vende una im portante p ar tida, y con la que establece contactos financieros. La H udson Bay se relacionaba con el Banco de Inglaterra y con la Banca L azard B rothers, vinculada al T rust Shell-Royal D utch, que tenía en P arís su propia delegación «Lazard Freres et cié». Protegido p o r Etienne Clementel, M inistro de Com ercio, que era amigo de su abuelo Lucien M onnet, y quien a su vez fue el prim er alcalde republicano de Cognac, Je an M onnet e n tra a tra b a ja r en el Ministerio de Comercio francés, e inter viene en una im portante com pra de cereales con la H udson Bay. Al com enzar la I G u erra M undial será designado p o r el m in istro re p re s e n ta n te de F ra n cia en el «Allied E xecutive Council», organizado en unión con G ran B re ta ñ a p a ra hacer frente al aprovisionam iento m ilitar de la I G u erra M undial, y en p a rticu la r, en el Comité de Trigo, dedicado a com prar y en treg ar cereales entre los dos países e Italia. 36
Desde 1916 a 1918 dirige la oficina fra n c o -b ritá n ic a de com pras, coordinando finalm ente siete organizaciones p a ra la adquisición de m aterias p rim as, productos alim enticios, c arb ó n y acero, así como el tra n s p o rte m arítim o, decisivo p ara la guerra naval, y participando en la creación del Comi té del Flete — M aritim e T ra n sp o rt Council— . Allí colabora con el alem án W alter R ath en au , con el inglés E dw ard H ouse, con E tienne Clementel y con el que será su gran amigo en el futuro, A rth u r Salter. Al frente de la organización de la industria del arm am en to se encontraba Louis Loucher, un gran tecnócrata form a do en la Ecole P olytechnique, quien empezó en la em presa francesa «Caminos de H ierro del Norte» asociado a los Rothschild y acabó convirtiéndose en jefe económico asesor del p re sidente Clemenceau. De este rele v an te p e rso n a je , en cuyas m anos estuvo la energía, el carbón y el hierro y junto con A lbert Thom as, la artillería y la construcción de la aviación de g u erra, debió a p re n d e r mucho Jean M onnet, entonces vinculado tam bién a Rene Viviani, diputado francés. Jean M onnet recorre los departam entos de las comisiones que se dedican a p re p a ra r el T ratado de Versalles. Allí cono ce a la joven generación am ericana que acom paña en la mesa de paz al P re sid e n te W ilson: W alter L ip p m an , Jo se p h C. Crew, Norman H. Da vis, Alien — funcionario— y Jo h n Foster Dulles, quien se ocupaba del estudio de las reparaciones a le m an a s, W illiam C. B u llit, resp o n sab le de los servicios secretos de la Comisión am erican a, A dolf A. B erle, Edw in W atson y Benjam ín V. Cohén. Bullit será después em bajador. John Foster Dulles, el gran Secretario de Estado de Eisenhower. Adolf A. Berle pertene cerá al brillante equipo de la «Nueva F ro n tera de Kennedy», Benjam ín V. Cohén se convertirá el hom bre clave en la polí tica petrolera de los Estados Unidos en el Oriente Medio. * * * Al crearse la Sociedad de N aciones en Versalles, el 28 de Abril de 1919, la eficacia m ostrada p o r Je an M onnet y sus amistosas relaciones am ericanas originan la propuesta de Cle37
m enceau, Lloyd George y el Coronel House de no m b rar, por sugerencia de Lord R obert Cecil, a Jean Monnet como Secre tario General A djunto de la Sección Económ ica, a cuyo fren te se encuentraba A rthur Salter. De este modo pasará a Gine b ra p ara desem peñar su nueva función, conociendo desde el principio la re tira d a am ericana de dicha organización. El T r a ta d o d e V ersalles h a b ía o c asio n ad o p ro fu n d a s modificaciones a la industria siderúrgica alem ana: retorno de L o re n a a F r a n c ia , p a rtic ió n de la A lta S ile sia, sa lid a de Luxem burgo de la U nión a d u a n e ra , e n tra d a del S arre en el sistema económico francés. Jean Monnet cuenta en sus Memo rias como, entonces, hubo de a fro n ta r desde la Sociedad de Naciones la tentativa de organizar un E statuto du rab le p ara el Sarre: las condiciones de partición de la Alta Silesia entre Polonia y Alemania, así como la organización y estabilización de las finanzas de A ustria. M onnet será tam bién el in sp ira d o r de los C om ités T écnicos de la Sociedad de N aciones: C om ité E conóm ico. Com ité F in a n c ie ro , C om ité de Salud P ública y Comité de Higiene, m anifestaciones de u n a verda d era organización europea. P ero la política de aislam iento am ericana y la inoperatividad de la Sociedad de Naciones le obligaron a dim itir, y en 1923 volverá, po r m uerte de su herm ano, a los negocios fami liares, aceptando en 1926 la presidencia de la filial francesa de la «Blair & Co.» de Nueva York, en tre cuyos accionistas fig u ra n b a n q u e ro s am ericanos e ingleses y cuyo secretario g en eral se rá Rene P le v en , fu tu ro P re sid e n te del Consejo N acional de F ra n c ia y dos veces M inistro de Defensa Nacio nal, así como protagonista, a principios de los cincuenta, del fru stra d o intento de rea liz a r una defensa europea. Al frente de la B lair fran cesa, Je an M onnet se instaló en el «histórico» edificio 18 de la rué M atignon de P a rís , via jan d o continuam ente a Nueva Y ork, donde se relaciona con los ban q u ero s Elisha W alker y George M urnane, conectado con la Banca L azard, con quien funda el Banco M onnet-M urnane Ltd. P a rtic ip a en la liq u idación del im perio de las E m presas K reuger-T all, — el rey sueco de las cerillas— y acepta m ar char a N anking como consejero del gobierno de Chiang-KaiC hek, n o m b rad o p o r T. V. Soong, M inistro de H acienda y cuñado de aquel, y realizando en aquella ciudad una im por 38
ta n te m isión: e la b o ra r p a ra el gobierno chino un plan de reorganización industrial y de construcción de ferrocarriles. Con tal objeto funda p a ra la fam ilia Soong la China Finance Development C orporation, que financiara el ferro ca rril. Convencido de la victoria com unista de Mao, regresa en 1935 a los Estados Unidos, donde se encuentran bien situados sus amigos de la joven generación del Tratado de Versalles. C uenta Monnet en sus Memorias que se encontraba cenan do en Long Island con su p a rte n e r am ericano en los asuntos chinos, George M urnane, cuando recibió de uno de los asis tentes a la cena, Jo h n Foster Dulles la novedad de los Decre tos de H itler contra los judíos. Monnet les dirá entonces: «un hom bre que es capaz de hacer esto, h a rá la guerra». El p ro p io e m b a ja d o r W illiam C. B u llit, a q u ien h a b ía conocido en la Conferencia de Paz de 1919, aconseja al P re sidente fran cés D a la d ie r el n om bram iento de un delegado fra n c é s p a ra la com pra de m ateriales de g u e rra — aviones m ilitares— . Jean M onnet asum irá esta ta re a h asta la c re a ción del Comité de C oordinación. F ra n c ia , que carecía de aviones m odernos, comienza a p roducir desde M arzo de 1939 y a 100 diarios y N orteam érica entrega 100 al mes. En Septiem bre de 1939 las fáb ricas francesas pro d u cían 200 aviones m ensuales, y los am ericanos p asab an de 1000 en 1938 a 6088 en 1940. Al año siguiente aquella cifra se m ulti plicaría p o r tres. Tal era el dominio de Monnet en el aprovi sionam iento m ilitar que el propio W inston Churchill le desig na en 1939 m iem bro de la Comisión B ritá n ic a de C om pras — British Supply Council— . Allí será destacado protagonista de su prim era em presa, fallida, en el camino de la integración europea.
2.
E l P r o y e c t o d e U n ió n F r a n c o - B r it á n ic a
La conquista de Polonia y la e n tra d a de las tropas alem a nas en P ra g a , co n tra v in ie n d o las pro m esas re c ib id a s p o r Neville Cham berlain del propio Canciller alemán en M unich, provocaron la reacción del líder británico — «Hitler no es un caballero»— , tra s la cual G ran B retañ a pasaba a h a c er fren te a la agresión nazi sobre E uropa y a su posible defensa p ro pia. 39
En la prim avera de 1940 se consolida la idea de una unión po lítica e n tre F ra n c ia e In g la te rra , tra s sólidos contactos sobre la elaboración de u n program a urgente de im portación, tal como m uestran las c a rta s cru zad as entre C ham berlain, E d o u a rd D aladier, P residente fran cés, y Je an M onnet, con vertido este último en Presidente del Comité de Coordinación A n g lo -F ra n c é s de C o m p ra y P ro d u c c ió n de M a te ria l de G uerra. Protagonista intelectual de aquel proyecto fue tam bién el famoso historiador A rnold Toynbee, directo r del Royal Institute of In tern atio n al Affairs, instalado en C hatham House, quien inició una serie de reuniones en dicho centro, seguidas con atención po r Jean M onnet, y continuadas en P arís en el C entro de Estudios de Política ex tran jera. Toynbee elaboró un dossier aconsejando la puesta en com ún, entre G ran B re tañ a y F rancia, del control de los servicios económicos y mili tares, del comercio exterior y una ciudadanía com ún. Y, por encargo del G obierno, redactó finalm ente un «Act of P erpe tual Association». E n Mayo de 1940 com enzaba la ofensiva alem an a. Fue entonces cuando Jean M onnet propuso a Cham berlain, sobre aquellas bases, u na fusión de soberanías en tre In g la terra y F rancia. Con cierta rapidez Jean M onnet elaboró un texto sobre la U nión F ran co -B ritán ica con la ayuda de R obert V ansitart, secretario perm anente del Foreign Office, Desmond M orton, secretario de W inston C hurchill, ya convertido en Prem ier, A r th u r S a lte r, y de su c o la b o ra d o r y socio R ené P le v en , quien será, después de la Liberación, ta l como hemos señala do, M inistro de Defensa y Presidente del Consejo de Francia. El em bajador de F rancia en el Reino Unido y Jean Mon net convencieron a De Gaulle p ara que ofreciese el proyecto a W inston C hurchill: «solo usted puede intentarlo». C uenta De Gaulle en sus M emorias su reacción y las razones de su apo yo: «Exam ine el texto que me proporcionaban y entendí que el p la n tenía grandiosidad aunque, p o r ello mismo, excluía una r e a liza c ió n r á p id a . S a lta b a a los ojos que el sim ple hecho de un intercam bio de notas no podía integrar ni f u n dir a Inglaterra y a F rancia con sus instituciones, intereses e Im perios, aun suponiendo que esto fu e r a deseable__ Pero, de realizarse, la oferta inglesa supondría tal m anifestación 40
de solidaridad que se revestiría de una significación real. Se me ocurría pensar, sobre todo, como les ocurría a Corbin y a M onnet, que el proyecto poseía tal n aturaleza que podría aportar a P aul R eynaud, en la crisis en la que estaba h u n dido, un elem ento p o sitiv o y, de cara a sus M inistros, un argum ento m ayor p a ra la resistencia». La p re se n ta c ió n del p ro y ec to a C h u rc h ill se hizo en el comedor del Carlton Club. Argumento esencial fue que F ran cia m antuviera en pie la alianza. En aquella misma jo rn ad a, por la tard e , se reunió el Gabi nete B ritánico con un p u n to en el orden del día: «la Unión con F ran cia» . A las 4:30 term inó el Consejo. El propio P re m ier a n u n c ió la n u e v a : « S e ñ o res, I n g la te r r a a c e p ta la fusión». El texto será casi idéntico al e n treg ad o p o r De G aulle, pocas horas antes, en el C arlto n C lub, corto y preciso: «En este preciso m om ento de la H istoria del M undo M oderno, el G obierno del Reino Unido y el de la R ep ú b lica F ra n cesa desean hacer esta declaración de indisoluble unión e inque brantable resolución en defensa de la libertad y de la inde p e n d e n c ia fr e n te a la sujeción a un sistem a que p re te n d e im poner una vid a de robots y esclavos. Los dos gobiernos declaran que Francia y G ran B retaña no serán en adelante dos naciones sino una. Se creará una Unión F ranco-B ritá nica. C ada ciudadano de F rancia g o za rá inm ediatam ente de la ciudadanía británica y cada súbdito británico será ciu dadano de F rancia»... Los recursos de los dos países serían puestos en común y d u ran te la guerra solo h a b ría un G abinete, in te g rad o por m itades, bajo el cual estarían todos los Ejércitos de Mar, Tie r ra y Aire. Con aquel documento en la m ano, y desde el propio des pacho del M inistro del In te rio r, De G aulle lo tra n sm itió al Presidente del Consejo francés, P aul R eynaud, y éste lo p re sentó, h o ra y media después, ante el Consejo de M inistros. El M ariscal P etain juzgó deshonrosa la proposición b ritá nica, siendo apoyado p o r una m ayoría de los M inistros. El Presidente de la República, A lbert L ebrun, aceptó la ren u n cia que le presen tó Paul R eynaud y encargó fo rm a r nuevo gobierno al propio M ariscal Petain. Éste extrajo de su bolsi llo una cuartilla de papel que llevaba p rep arad a con los nom 41
bres de su G abinete, y que entregó al so rp ren d id o L ebrun. Inm ediatam ente solicitó a los alem anes, a través del em baja dor español L equerica, las condiciones p a ra un arm isticio. C o n d e n a d o a m u e rte en r e b e ld ía p o r el G o b ie rn o de P etain , De Gaulle se presentó el 18 de Junio de 1940 ante los micrófonos de la BBC de Londres p a ra p ro n u n cia r su histó rica apelación a la resistencia. De Gaulle vio entonces necesario realizar un esfuerzo de entendim iento con Jean M onnet, con el que efectivam ente tenía ya diferencias de estrategia y de posicionam iento in te r nacional, y así se lo hace saber: «Sería absurdo — le dirá en carta de 24 de Junio de 1940— que nos contrariem os m u tu a m ente porque en el fo n d o los dos querem os la misma cosa». Pero M onnet ya no tiene nada que hacer en Londres. En car tas de 16 de Julio de 1940, Churchill acepta su renuncia a la P residencia del Comité de C oordinación fra n c o -b ritá n ic a y le pide que forme p a rte de la misión B ritá n ic a de Com pras — El B ritish Sup ply Council— en W ashington. Ya en Estados Unidos, Jean M onnet colaborará directa m ente con los consejeros del P re sid e n te R ossevelt, H a rry H opkins, Jo h n Me Clay y George H. M arshall, participando directam ente en la génesis de los A cuerdos de P ret-B ail, sien do uno de los redactores del «Victory P rogram », tal y como docum enta el B alance Sheet — Balance Consolidado— p a ra 1941 y 1942. La producción de guerra am ericana se m ultipli cará. M onnet m antuvo una espléndida relación con H a rry H op kins, uno de los principales asesores del Presidente y con los miembros de la oficina de Servicios Estratégicos, en especial con David B ruce, quien llegará a ser el Jefe de la misión del Plan M arshall en F rancia, em bajador y Secretario de Estado. De su trab ajo en América quedan suficientes testim onios en la correspondencia del propio Roosevelt, de Dean Acheson, de John Jay Me Clay, de H enry L. Stim son..., pero sobre todo quedaron los hechos: M onnet consiguió acelerar la pro ducción y entrega de los aviones que perm itieron a la R oyal A ir Forcé g an ar contra la L u ftw a fe la «Batalla de In g late rra » , y según se dirá después, su trab ajo disminuyó en un año la duración de la terrible guerra. Winston C hurchill, europeísta convencido, quien ab ierta m ente plantea resistencia a H itler, se reúne con Roosevelt en 42
alta m ar el 14 de agosto de 1941, y ambos firman la Carta del A tlántico que contiene ocho puntos relativos a la política de am bos países, afirm ando en el punto 6 que «tras la destruc ción de la tiranía nazi se establecerá una p a z que garantice a los hombres una existencia libre del miedo y la necesidad». La C a rta del A tlántico fue confirm ada el 1 de E nero de 1942 por las 26 Naciones que firm an la D eclaración de las Naciones U nidas. Adem ás, C hurchill no dudó nunca que la construcción europea era la única salida, según m anifiesta en un m em orándum enviado en O ctubre de 1942 a su M inistro de Asuntos E xteriores, A nthony Edén. El 2 de Ju n io de 1944 De G aulle recibió un m ensaje del líder británico proponiéndole un encuentro que se realizaría de inm ediato y en el que le sugiere que se entreviste con Roosevelt. La conversación se endureció al negarse De Gaulle a una negociación. Finalm ente, el responsable de la «Francia Libre» visitará al Presidente am ericano el 4 de Julio de 1944, reconociendo Roosevelt la plena capacidad política del Comi té de Liberación Nacional. En to d o caso, De G aulle e n te n d e rá que la posición de F rancia era mas im portante que la asignada por Roosevelt, quien h ab lab a de un D irectorio c u a trip a rtito p a ra resolver los problem as del m undo. En aquel encuentro se m anifiesta ya una actitud de resentimiento que m antendrá el General De G aulle en el fu tu ro , y que tiene su base en la política aisla cionista de Estados Unidos en una p rim era fase. Cuando en la prim avera de 1945 F ran cia fue lib erad a, el gobierno b ritánico comunicó al francés que re tira b a su anti gua proposición. C hurchill, quien inesperadam ente p erd erá el p o d er en las elecciones b ritá n ic a s de 5 de Julio de 1945, sugerirá un año después la institucionalización de una ciuda d a n ía com ún an g lo -am erican a. Luego r e to r n a r á de m odo exclusivo a p a tro c in a r — F u llto n , 5 de M arzo de 1946— la form ación de unos E stados Unidos de E uropa,
3.
Los P r o y e c t o s E u r o p e o s M u nd ial
d u r a n t e la
II G u e r r a
La II G u erra M undial se prolongó d u ran te un dilatad o lapso tem poral que abarca desde la declaración de guerra por 43
p arte de G ran B retaña y F rancia el 3 de Septiem bre de 1939, hasta la capitulación de Jap ó n el 2 de Septiem bre de 1945. D urante una prim era fase, que alcanza al menos hasta la firm a de la alianza anglo-soviética el 26 de Mayo de 1942 y la dirección de la guerra po r el Estado M ayor Anglo-Americano, Alem ania consiguió sucesivas victorias: la eliminación de P o lonia, lá ocupación de D inam arca, la cam paña de N orue ga, la d e c la ra c ió n de g u e rra y la o cu p ació n de los Países Bajos, Bélgica y F ran cia, quedando la defensa del Occidente libre en manos de G ran B retaña y la resistencia. El intento de co n stru ir una E uropa unificada paso a for m ar parte de la propaganda nazi. H itler d ec la ra rá en Mayo de 1941 que «esta no es una g u erra como las otras guerras, es una revolución de la que saldrá una nueva E uropa, reor ganizada y p ro sp era ». El p rin c ip al teórico de esta pro p u esta fue Cari Schm idt — y en Ita lia , B ertolucci— quien en 1939 publicó un estudio titu la d o «La Teoría de los G ra n d es E spacios con E stado Director» y en el que propugnaba la asociación de los países de E uropa en torno a un Estado D irector —Alemania— para lu ch a r contra el peligro bolchevique. Se tra ta b a de co n stru ir un «orden nuevo» basado en una filosofía to ta lita rista y fascista que d a ría cohesión a E u ro pa a tra v é s, no del fed eralism o , sino de u n a id e n tid a d de regím enes políticos. El «nuevo orden» en u n a E u ro p a un i ficada entró desde el principio de la guerra en la p ro p ag a n da nazi, y ello p a ra ju stific a r la expansión alem ana hacia el E ste, desplazando a los pueblos eslavos al o tro lado de los U rales. G oebbels insistió en aquellas ideas en sendos artículos publicados en 1941 y 1942 en «Das R eich », en los que defen dió «un espacio vita l europeo que co m p ren d ería la R u sia B lanca y U crania, indispensable p a ra el reavituallam iento de E u ro p a » . Ya en M ayo de 1943 d irá Goebbels: «Todo el desorden de pequeños Estados que todavía existen en E uropa debe ser liquidado tan p ro n to como sea posible. El objetivo de nuestra lucha debe ser el de crear una E uropa unificada. Los Alem anes, solos, pueden realm ente o rg a n iza r E uropa». * *
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A estas ideas de la «nueva E uropa» y del «orden nuevo» m anifestadas p o r los regímenes totalitarios respondieron los defensores de la dem ocracia y del antifascism o con proyectos federales que d esarrollaron la idea de una E uropa unida. En Italia, en Junio de 1941, los antisfascistas internados en la isla de Ventotene, dirigidos p o r Altiero Spinelli y E rnes to R ossi, lan z a ro n un m anifiesto a fav o r de la F ederación E uropea, fundando la revista clandestina «Unitá E u ropea». A la caída de M ussolini c re a rá n el Movimiento F ed eralista E uropeo. En Bélgica, la tendencia federalista aparece desde 1942 en el program a clandestino del P artid o Socialista Belga, y en los Países Bajos H .D . Salinger defiende un program a federalista. En la resistencia francesa la aspiración eu ropea aparece en los periódicos — C om bat, Resistance, y la Populaire— que dem andan la creación de los E stados Unidos de E u ro p a. En Junio de 1944 se fu n d a en Lyon el Comité F rancés p a ra la F ederación E uropea. H enry Frenay, uno de los líderes de la resistencia expone sus ideas federalistas en el entorno del gru po y de la Revista «Orden Nuevo», con Alexandre M arc, filó sofo proudhiano, R obert Aron y A rnau D andrieu. En Julio de 1944 se publicó en G inebra una «D eclaración de Resistencias E uropeas» en la que se afirm a que: «solo la unión fe d e r a l sólida p u ed e a seg u ra r la sa lv a g u a rd a de la libertad y de la civilización del continente europeo y p erm i tirá la reconstrucción económica, haciendo posible la p a r ti cipación po lítica del pueblo alem án en la construcción de E uropa». Aquellos M ovimientos preconizaban u na E u ro p a F ed eral, con un gobierno europeo responsable, independien te de los gobiernos nacionales, un ejército europeo y una Cor te de Justicia E uropea. Los gobiernos establecidos en el exilio tra s la ocupación nazi de D inam arca, Países Bajos, Bélgica, F ran cia y otros, d e sarro llaro n tam bién la idea de una organización federal p a ra E u ro p a , tras la guerra. En la p ro p ia G ran B retañ a el Movimiento «Federal Unión» h a rá cam paña p o r el federalis mo europeo. P o r su p a rte , el G eneral S ik o rsk i, p rim e r m in istro del gobierno polaco — en el exilio— en L ondres, tom ó contacto con los gobiernos libres de Checoslovaquia, N oruega, Bélgi ca, P a íse s B a jo s, L u x e m b u rg o , G re c ia , Y ugoslavia, y la 45
«Francia Libre», proponiéndoles la organización una Comu nidad E u ro p ea en orden y lib e rta d sobre la base de federa ciones negociadas. Aquellas conversaciones se realizaron a lo largo de 1942 y 1943. Belgas y Holandeses efectuaron tam bién diferentes con versaciones. P a u l-H en ri Spaak, M inistro de Asuntos Exte riores belga, en el exilio, propuso la realización de u na Unión entre Bélgica, Países Bajos y F ran cia, sobre el plano econó mico, político y m ilitar, incluyendo los Im perios Coloniales, y P au l Von Zeeland, antiguo P rim e r M inistro Belga, insistió en la n ecesidad de una Unión a d u a n e ra y m o n eta ria de la E u ro p a O ccidental. Finalm ente, tam bién en L ondres, los tres países, Bélgica, H olanda y Luxemburgo firm arán el 5 de Septiem bre de 1944 un T ra ta d o de U nión A d u a n e ra — B EN ELU X — que sería puesto en funcionam iento en 1948. Las negociaciones con F ran cia, tras la L iberación, d arían lugar a u n acuerdo de consulta económ ica firm ado el 23 de F eb rero de 1945. W inston C hurchill se m uestra favorable al agrupam iento europeo aunque ante todo ha de preocuparse p o r m antener la cohesión de la Commonwealth y reforzar las relaciones p ri vilegiadas entre G ran B retaña y los Estados Unidos. En esta lín ea de p re o c u p a c ió n p o r la c o n stru c ció n e u ro p e a , cabe señalar el m em orándum que en O ctubre de 1942 envía a Ant hony Edén, M inistro de Asuntos In terio res, sobre «los E sta dos Unidos de E uropa». Churchill intervendrá en el Congreso P aneuropeo de N ue va York de 1943 y allí defiende, ya como p ro p u esta, que los países europeos se agrupen en torno a un Consejo de E u ro p a , disponiendo de un T ribunal Suprem o p a ra solucionar las diferencias y de unas fuerzas arm adas p a ra rech azar nuevas agresiones, constituyéndose una b a rre ra contra la influencia soviética. El líder b ritá n ic o su g erirá la form ación de Tres Consejos: p a ra el hemisferio am ericano, p a ra E uropa y p a ra Asia, bajo la au to rid ad de un Consejo Suprem o. El Comité F rancés de L iberación Nacional — C .F.L.N .— se ocupó asimismo de la organización de E u ro p a tras la gue r r a . El G eneral De Gaulle m an te n d rá contactos en Londres con los gobiernos del exilio, m ientras J e a n M onnet se con v e rtirá en C om isario fra n c é s p a ra el re a v itu a lla m ie n to y 46
arm am ento del Comité de Liberación N acional y establecido en el edificio del Liceo F rom enti, situado sobre la bahía de Argel. Desde allí escribirá el 5 de Agosto de 1943 una im por tan te nota de reflexión donde ya m anifiesta claram ente sus ideas sobre la realización de un proyecto de U nión E uropea a p a rtir del C arbón y del Acero: «El desarrollo de la gu erra es tal que se puede im aginar un f in p ró xim o ... Del mismo modo que su defensa m ilitar el edificio alem án se d estru irá ... La ca íd a de Italia y el f i n de A lem ania significan la victoria de los Aliados y la liberación de los territorios ocupados... En estas condiciones hay que preveer las m edidas esenciales p a r a evita r el caos y poner las bases de la reconstrucción. Con la actuación aislada de cada gobierno y las soluciones nacionalistas... E uropa esta rá otra vez perdida. Será como en 1918 una p a z perdida. Francia se convertirá en la prim era potencia continental, solo desde F rancia puede venir la concepción de un nuevo orden europeo. Las finalidades a conseguir son: el estableci miento de los regímenes democráticos y la organización eco nómica y política de una «entidad europea». Jean M onnet planeó asimismo la organización de la indus tria pesada europea. En 1944, en una entrevista con la revis ta am ericana «F ortune», d e sarro lla la idea de una gestión c o n ju n ta del carbón y del acero del R ü h r po r una au to rid ad europea con transferencia de soberanía y la creación de un gran m ercado. René M ayer, alto funcionario y comisario de equipam ien to, envía asim ism o al G eneral de Gaulle una nota de 30 de S ep tiem b re de 1943 sobre la creació n de una F e d e ra c ió n E uropea del Oeste: «una Lotaríngia industrial que englobe el R uhr, como un super E stado Federal, o una organización análoga al Zollverein» .Sobre aquellas ideas, De Gaulle m an tuvo diversas conversaciones con Jean M onnet, H ervé Alph an d , en carg ad o de las negociaciones económ icas, y Rene Massigli, Comisario de Asuntos E xtranjeros. L aurent B lum -Picard, inspector general de minas realiza un inform e de 1 de Diciem bre de 1943 aconsejando el esta b lecim ien to de un « nudo económ ico e n tre F r a n c ia y las naciones vecinas... una unión aduanera y u n a política eco nómica común». El propio Comité p a ra la Liberación Nacio nal fijará su posición en la Asamblea Consultiva de Argel rea47
lizada el 18 de Marzo de 1944, m ostrándose p artid ario de «un cierto agrupam iento, que no su fra la soberanía de ninguno, principalm ente sobre la base económ ica».
4.
L a R e o r g a n iz a c ió n P o l ít ic a d e l o s E s t a d o s E u r o p e o s d e s p u é s d e Ya l t a
Los A liados, que h ab ían tom ado la ofensiva en 1942, se reunían con la URSS en la C onferencia de T e h e rá n de 28 de N oviem bre de 1943, en donde se garantizó la integridad del Irá n y el desm em bram iento de A lem ania tra s su d e rro ta . En las C onferencias d e W ashington y Q uébec, — Mayo y Agos to de 1943— , R oosevelt y C h u rch ill a c o rd a ro n re a liz a r el desem barco en F rancia en 1944 a través de las operaciones O verlord — N orm andía— y D ragoon — Provenza. El general E isenhow er fue n o m b ra d o en la N av id ad de 1943 C o m a n d a n te S uprem o de las fu e rz a s de in v asió n en E u ro p a. La intervención contaría con 4.500 navios y 12.000 a v io n e s. F in a lm e n te el 6 de J u n io de 1944 se p r o d u jo el D esem b arco en N o rm a n d ía y los a m e ric a n o s con seg u ían so b re p a sa rla s sucesivas líneas de resistencia alem anas, libe ran d o B re ta ñ a , B ru selas, L uxem burgo, M arsella y Lyon y en tran d o finalm ente en P aris. P ero los soviéticos realizaron asimismo desde el Otoño de 1944 la ocupación de la mayor parte de Polonia, imponiendo sus armisticios en Rum ania, F inlandia, Bulgaria y H ungría, y realizando im portantes anexiones territoriales: la Carelia fin landesa; la región de Petsam o; los Países Bálticos; Polonia al E ste de la línea C urzon; el N orte de la P ru s ia O rien ta l; la B esarabia unida a R um ania; y la R utenia subcarpática p e r teneciente a Checoslovaquia. * * * El Presidente de los Estados U nidos, F ranklin D. Roose velt, que h ab ía sido reelegido p o r tercera vez en Noviem bre de 1944, impulsó la reunión de las grandes potencias en C ri mea — Yalta— del 4 al 11 de F ebrero de 1945. Los Estados Unidos, que se encontraban ya a punto de d ar 48
la b atalla final, necesitaban re tira r rápidam ente sus tro p as de E u ro p a p a ra co n tin u a r la guerra co n tra el Jap ó n . Stalin se aprovechó de su situación ventajosa y confirmó en Yalta el reconocim iento de sus posiciones ad qu iridas: la anexión de un to tal de 475.336 Km 2 que com prendían p a rte de F in lan dia, los Países B álticos, u n a p a rte de Polonia O rien ta l, la R utenia, la B esarabia y P ru sia O rien tal, con un to tal de 25 millones de habitantes. P o r los acuerdos de Yalta, completados en las C onferen cias d e B erlín — 5 de Junio de 1945— y P o std a m — 17 de Julio a 2 de Agosto de 1945— , Estados Unidos reconoció a la URSS el d erech o a som eter a su co n tro l P o lo n ia, la p a rte O riental de Alemania — convertida en República D em ocráti ca Alem ana— con un estatuto especial p a ra B erlín, Checos lovaquia, H ungría, R um ania, Bulgaria y A lbania. P o r su p a rte , Roosevelt y C hurchill obtuvieron de Stalin la firm a de la «Declaración sobre la E u ropa L iberada», don de se convino la constitución de gobiernos democráticos por la vía de elecciones libres, procedim iento que no se cumplió en los países de la E uropa O riental. Como estaba previsto en la cum bre de Yalta, y con an te rio rid ad en la C on feren cia de D u m b a rto n Oaks — distrito de W ashington— , celebrada entre Agosto y O ctubre de 1944, y a la que asistieron las cuatro potencias — EEU U , URSS, G ran B re ta ñ a y C hina— se creó el 26 de Ju n io de 1945 la O rganización de las N aciones U nidas (O .N .U ) p o r la C arta de San Francisco, que fue ratificada por aquellas cinco superpotencias y un total de 51 Estados. El Acta fundacional de la C arta de la ONU d eclaraba los siguientes propósitos: «N osotros, los pueblos ele las N aciones Unidas. R esueltos a p r e se rv a r a las generaciones venideras del fla g elo de la g u e rra , que dos veces d ura n te nuestra vida ha infligido a la h u m a n id a d sufrim ientos indecibles; a rea firm a r la f e en los derechos fu n d a m en ta les del hom bre, en la dignidad y el va lo r de la persona h u m ana, en la ig u a ld a d de derechos de hombres y m ujeres y de las nacio nes g randes y pequeñas; a crea r condiciones bajo las cuales p u e d a n m antenerse la justicia y el respeto a las obligaciones em anadas de los tra tados y otras fu en tes del derecho internacional;
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a pro m o ver el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto m ás am plio de libertad ( ...) P or ta nto, nuestros respectivos Gobiernos, p o r medio de representantes reunidos en la c iu d a d de S an F rancisco que h a n exhibido sus p leno s p o d e re s, encontrados en buena y debida fo r m a , h a n co n vertid o en la p re se n ta C a rta de las Naciones U nidas, y p o r este acto establecen u n a organiza ción internacional que se denom inará las Naciones U nidas.»
La organización de la ONU, que desarrollaba la idea de la C a rta del A tlántico, coincidía en el tiem po con la creación de grandes organism os internacionales. El Sistem a M onetario In tern acio n al se creaba en la Con ferencia de B retton Woods — New H am pshire— en Julio de 1944, in stitu y é n d o se el F o n d o M o n e ta rio I n te r n a c io n a l (F.M .I.) con sede en W ashington y el B an co In te rn a c io n a l p a ra la R e c o n stru c c ió n y el D esarro llo (B .I.R .D .). Nego ciaciones m ultilaterales establecieron un A cu erd o G en eral s o b re lo s T ra ta d o s A d u a n e ro s — G eneral A g re e m e n t on Tariffs a n d Trade (G .A .T.T.)— , fundado sobre un acuerdo simplificado realizado el 30 de O ctubre de 1947. D e n tro de las N aciones U nidas, los gobiernos europeos pu siero n en pie tres organizaciones económicas de urgencia: — La O rganización E uropea del C arbón. — La O rganización E uropea de T ransportes T errestres. — La Com unidad Económica de U rgencia p a ra E uropa. El Consejo E conóm ico y Social de las N aciones U nidas creó el 28 de M arzo de 1947 el p rim er órgano regional de la ONU: la C om isión E conóm ica p a ra E u ro p a , establecida en G in e b ra en J u n io de 1947. P e ro e sta C om isión, en p len a «G uerra F ría», sólo ten d rá la posibilidad de em itir informes técnicos. * * * El re p e n tin o fallecim ien to del P re s id e n te R oosevelt — enferm o ya en Postdam — , hizo que le sucediera H arry S. Truman en la firma de la Carta de San Francisco y en Postdam. Resuelto el final de la Segunda G uerra Mundial con la capitu 50
lación del Japón — 14 de Agosto— y tras la última reunión de los grandes en Postdam , los Tratados de Paz se firm aban en París en 1947. Ya para entonces, el presidente americano había desarrollado una nueva doctrina, la «Doctrina Truman» de la contención, o de la detente, poniendo las bases a una nueva épo ca que históricamente se conoce como la «Guerra Fría». * :{í
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A m edida que eran liberados los países europeos, recupe ra b a n sus cometidos sus propios Gobiernos. E n B élgica, tras el re to rn o de L ondres de su G obierno — P ierlot— el 8 de Septiem bre de 1944, se planteaba el p ro blem a de su régimen de gobierno ante la actitud del rey Leo poldo III. Su herm ano, el príncipe C arlos, e ra proclam ado Regente p o r el P arlam en to y, finalm ente, el 12 de M arzo de 1950 se realizó un referéndum p o r el cual el 57,68 p o r 100 de los belgas se p ronunciaron en favor de la M onarquía. E n F ra n cia , el Comité de Liberación Nacional proclam ó el 3 de Junio de 1944 el G obierno Provisional. De Gaulle se instaló en P a rís el 31 de Agosto. Las potencias reconocerán su gobierno el 23 de O ctubre. En Italia, Alcide de G asperi constituía el 10 de D iciem bre de 1945 u n gobierno de unión nacional con dem ocristianos y com unistas. El 2 de Junio de 1946 se celebró un referéndum sobre la M onarquía, en el que los p artid ario s de su abolición su p eraro n a los p artid ario s de su restablecim iento — 12 millones de sufragios frente a 10,5 m illones. Los m onárquicos en Grecia hicieron posible la realización de unas elecciones dem ocráticas — 31 de M arzo de 1946— , boicoteadas po r los comunistas. U n referéndum de 1 de Sep tiembre restablecía la autoridad del rey Jorge II, quien regre saría a su país el 27 de Septiem bre de ese mismo año. G ra n B re ta ñ a d e b ía a te n d e r a la d e sin te g ra c ió n de su Im perio — nom bre que desapareció de la term inología oficial en 1946, siendo sutituido por Comunidad B ritánica y en gene ral po r el de Com m onw ealth, asociación de pueblos indepen dientes en una Com unidad B ritánica de Naciones— (British Commonwealth o fN a tio n s ), expresión aparecida oficialmen te por vez prim era en 1921. 51
P akistán accedía a la independencia en 1947, y la India la a lc a n z a b a en 1948. El P a rla m e n to Irla n d é s votó el 17 de Noviembre de 1948 la derogación del E xternal Relations Act, el último lazo que existía entre Irlan d a — E ire— y G ran B re taña, según el cual el rey de Inglaterra debía firm ar los acuer dos concluidos p o r el Estado L ibre. La C ám ara de los Comu nes a d o p tó el I r e l a n d B ill el 11 de M ayo de 1949, reconociendo la in dependencia de E ire y su re tira d a de la C o m m o n w e a lth .
En aquellas condiciones el G obierno laborista de Clement Attlee no tenía interés en p lantear la cuestión de la construc ción de E u ro p a , y se oponía a una solución federal o confe deral, aunque los liberales y conservadores británicos tom a ro n , según se c o n sta ta en la tra y e c to ria de C h u rch ill o tra a c titu d m ás fa v o ra b le a un m ercad o eu ro p e o , e n tre o tra s razones po r su hostilidad al proteccionism o. * * * La reconstrucción política de Alemania fue larga, dolorosa y sólo parcial. Tras la firm a del A cta D efinitiva d e Capi tulación, realizada el 9 de Mayo, los aliados signaban en Ber lín la declaración de 5 de Junio de 1945 p o r la que asum ían la suprem a au to rid ad de Alemania. Las tro p a s am ericanas cedían en el S a rre su lu g ar a las tro p a s francesas de ocupación — 12 de Julio— y u n a comi sión de reparaciones se reunía en Moscú el 11 de Agosto y en P arís el 9 de Noviembre. Inm ediatam ente después se realiza ba el proceso de Niirem berg contra los criminales de guerra y, finalmente, el 14 de Enero de 1946 se firm aba en París el Acta Final sobre reparaciones de Alemania. Las zonas inglesa y am ericana de Alemania se ponían el 10 de Agosto de 1946 bajo dirección única, realizándose el 17 de Diciem bre un acuerdo en tre ambos sobre la B izona, culm i nando el proceso de ocupación territo rial con la Conferencia de Londres de 1 de Ju n io de 1948, que decidió la organiza ción política de la Alemania Occidental tras la realización de elecciones libres. El S arre había sido puesto — 3 de E nero de 1946— , como se ha dicho, b ajo adm inistración fran cesa, estableciéndose 52
un c o rd ó n a d u a n e ro . El enorm e d e te rio ro de la situación social y económica y los malos aprovisionam ientos p ro d u je ron m archas de ham bre y huelgas. En la Conferencia de Mos cú de 10 de Abril de 1947 se ratificó el principio de unión eco nóm ica del S a rre a F ra n c ia , pero no se c e rra ro n acuerdos sobre Alemania. Las elecciones legislativas en el S a rre — 5 de O ctubre de 1947— dieron el triunfo a los cristiano-populares, p a rtid a rios de un entendim iento económico con F rancia. La a c titu d fav o rab le de los A liados a la reco n stru cció n política de Alemania y su aceptación de la reform a m oneta ria de Alemania — 18 de Junio de 1948— realizada p o r Ludwig E rh a rd , llevó a los soviéticos a iniciar una m aniobra de bloqueo sobre Berlín —23 de Ju n io — , suspendiendo el t r á fico ferroviario, postal y la electricidad, y poniendo en peligro el propio abastecim iento de la ciudad. Sin em bargo, el proceso político de Alemania continuó con la celebración de elecciones libres, ganadas por los cristianodem ócratas. El 1 de Septiem bre de 1948, K onrad A denauer fue elegido Presidente del Consejo P arlam en tario de Alema nia Occidental que debía elab o rar una C onstitución, la Ley F undam ental de 8 de Mayo de 1949, que estatuye la R epú blica Federal de Alemania, escogiéndose como capital Bonn. El 23 de Mayo se creaba la República Federal de Alemania y tras las elecciones de 14 de Agosto, K onrad A denauer fue ele gido Canciller Federal. Como respuesta, en la zona soviética, el Congreso del P ue blo Alemán aceptaba el 30 de Mayo de 1948 una Constitución c e n tra lista y el 7 de O c tu b re de 1949 se creó la R epública Dem ocrática de Alemania.
5.
Los M o v i m i e n t o s E u r o p e o s
d e la
P ostguerra
La idea de la construcción europea perm anecería latente en los hom bres de la Resistencia, m uchos de ellos converti dos ahora en protagonistas políticos de sus E stados. Salvóla h o s tilid a d de los c o m u n ista s, so lid a rio s an te todo con la Unión Soviética, amplios sectores dem ocristianos, liberales, conservadores y socialistas m antuvieron la idea de levantar una organización europea. 53
W inston C hurchill se convertirá, tra s la victoria laboris ta en Jas elecciones b ritán icas de 26 de Julio de 1945, en su principal ab an d erad o . La prim era aparición pública la rea liza el 5 de Marzo de 1946 en el W ensm ister College en Fulton — M issouri— en donde esgrime por prim era vez la elo cuente m etáfora del «Telón de Acero»: «D e S te ttin , so b re el B á ltic o , a T rie ste , sobre el A d r iá tic o , u n a C o r tin a de H ie rro se e x tie n d e so b re e l c o n tin e n te , se a b a te so b re E u r o p a » .
El P residente Trum an estuvo presente en aquel acto en el que el líder británico se pronunció claram ente en contra del totalitarism o soviético. Pero la gran intervención de W inston C hurchill en defen sa de la c o n stru c ció n e u ro p e a fue el fam oso D is c u rs o de Z u ric h , pronunciado seis meses después — el 19 de Septiem b re— en la U niversidad de Zurich. Acompañado po r un gran recibim iento, con las calles engalanadas por banderas inglesas y suizas, Churchill apeló en favor de la construcción europea y de la reconciliación franco-alem ana: «Yo deseo hoy hablar de la tragedia de Europa... Este noble continente es la cuna de todas las razas, de donde sur gen los pueblos occidentales, es la fu en te de la fe y de la moral cristiana, es el origen de todas las religiones, de todas las cortes, las filoso fias y las creencias de los tiempos anti guos y modernos. Pero Europa esta partida por las pasiones nacionalistas que destruyen la paz y encubren la esperanza de la Huma nidad. .. Cuál es el remedio soberano. Rehacer la textura de Euro pa o de la mayor parte de ella y crear un edificio donde se pueda vivir en paz, en seguridad y en libertad. «Debemos establecer una suerte de Estados Unidos de Europa». No es por el hecho de sus principios o de sus concepciones porque la Sociedad de Naciones ha fracasado, sino porque los Estados que habían creado estos principios los han aban donado. No existe razón alguna p a ra que una O rganización Regional de Europa entre en conflicto con la Organización Mundial de las Naciones Unidas. Al contrario, estimo que una síntesis grande será más fuerte si se funde por encima de los grupos nacionales, incluso en su organización. . . . El primer gesto de los Estados Unidos de Europa, la prim era medida a tomar, será crear un Consejo Europeo. 54
F rancia y A lem ania deben to m a r de modo urgente la inicia tiva. G ran B re ta ñ a y la C om m onw ealth, la poderosa A m é rica y yo espero que R u sia S o viética , ju n to s todo irá bien deben se r los am igos y g a ra n te s de este n u e v a E u r o p a y deben d efe n d e r su derecho a vivir. A sí yo digo: H a g a m o s E u ro p a ». *
El d iscu rso de C h u rc h ill estim uló a los d iv erso s m ovi m ientos europeos que tra s la g u erra se h a b ía n fortalecido, movimientos en p ro de la construcción de una E uropa Unida que desde un principio p a rtía n de dos filosofías diferentes: federalistas o unionistas. El 17 de Diciem bre de 1946 se creaba en P arís la U nión E u ro p e a de Federalistas que en 1959 ostentaría el nom bre de M ovim iento F ederalista E u ro p e o , reagrupando unos cin cuenta movimientos federalistas de la E u ro p a occidental y de los em igrados de la E uropa oriental. E n tre sus m iem bros se en contraban Henry Frenay, Alexandre M arc, A ndré Voisin, Altiero Spinelli, Eugen Kogen, H enry Brugm ans, etc. Su doc trin a e ra fe d e ra lista , de a cu erd o con las concepciones de P roudhom : re d u c ir la soberanía absoluta de los E stados y confiar p a rte de sus poderes a una au to rid ad federal, esta bleciendo como p rio rid a d la constitución de un gobierno fede ral europeo. También de tendencia federal fue el M ovim iento p a ra los E stados U nidos Socialistas de E u ro p a , creado en M ontrouge el 3 de Ju n io de 1947 con el fin de fo rm a r una E u ro p a socialista y unificada, movimiento que a fines de 1948 se con v e rtirá en M ovim iento Socialista p a ra los E stados U nidos d e E u ro p a , y en 1961, bajo la presidencia de A ndré P hilip, tom ará el nom bre de Izq u ie rd a E u ro p ea. Los partidos dem ócrata cristianos de Italia, Francia y Ale m ania crean en Lieja el 1 de Junio de 1947 los N uevos E qui pos In te rn ac io n ale s, próxim os a los federalistas, p a ra desa rro lla r una dem ocracia social europea im buida del esp íritu c ris tia n o . En 1965 se c o n v e rtir á en U n ió n E u r o p e a de D em ó cratas C ristianos. Los federalistas alem anes se reúnen el 20 de Ju n io de 1947, creando en E u rin la « E u ro p a Bim d». 55
O tros m ovim ientos de c a rá c te r m ás a te n u a d o y de tipo unionista tam bién ejercieron una considerable influencia en el progreso de la construcción europea. En Bélgica se había fundado en 1946 la Liga E u ro p e a de C ooperación E conó m ica, cre a d a por el antiguo Prim er M inistro Paul van Zeeland, que ag rupaba econom istas y hom bres de negocios. La sección francesa contaba con Jacques R ueff, de tendencia lib e ral que p rete n d ía el desarrollo de la cooperación econó mica y m onetaria y la liberación de los intercam bios. En G ran B retaña se creó el 14 de Mayo de 1947 el U nited E u r o p e M o v e m e n t, b a jo el im pulso del p ro p io W inston C hurchill y de im portantes personalidades conservadoras, liberales e incluso lab o ristas: H arold Mac M illan, D uncan Sandys, Lord Layton, etc. Aquel M ovim iento, que preconi zaba la creación de una especie de Com m onw ealth europea o de confederación, fue muy activo hasta 1951. Su tendencia fue u n io n ista, y por tanto p a rtid a r ia de una colaboración in te rg u b e rn a m e n ta l y opuesta a la creación de organism os supranacionales. P aralelo a aquel, y por tanto de orientación tam bién unio nista, fue el Consejo F ra n cé s p a ra la E u ro p a U nida, crea do en Junio de 1947 por René C ourtin y presidido por Raúl D autry, contando como presidentes con A ndré Sigfried, Paul B astd, P aul R am adier, P au l R eynaud, P ie rre H enry Teitgen. Otros grupos ejerciero n influencia en sectores económ i cos, sociales y sindicales como el C onsejo de F ed e ra c io n e s Industriales de E u ro p a, creado en 1949 por Georges Villiéry, convertido después en Presidente de la patronal francesa, con el objeto de d esarro llar las industrias europeas; la C onfede ració n E u ro p ea de la A gricultura, creada en 1945 p a ra rea lizar la organización europea de m ercados agrícolas, y desde 1947 la C o nfederación In te rn ac io n al de Sindicatos Cristia nos, organizada en el seno de la Confederación Internacional de Sindicatos Libres con grupos europeos p a ra rep resen tar a los tra b a ja d o res dentro de las futuras instituciones europeas, proyectando la creación de un Consejo Económ ico y Social Europeo. De nuevo ante la escena in te rn a c io n a l, el n o to rio europeísta Coudenhove-K alergi c re a b a en 1947 la U nión P a rla m en ta ria E u ro p e a, form ada por miembros de los P arlam en tos nacionales. 56
Vuelto de Estados Unidos, tras la finalización de la G ue r ra , en el invierno de 1946-1947, había enviado u n a circu lar a los parlam entarios de los países europeos dem ocráticos con una sola cuestión: «¿ Es Ud. p a rtid a rio de la creación de u n Federación Europea en el cuadro de las Naciones Unidas ?». Sobre 4.256 personas interrogadas respondieron 1.818, y de ellas 1.766 afirm ativam ente. Más de la m itad de los p a rla m entarios de Italia, Luxem burgo, G recia, Países Bajos, Bél gica y F ra n c ia d ije ro n que sí, y u n a c u a rta p a rte de G ra n B retaña y A ustria, así como un 10 por 100 en Suecia, N orue ga y D inam arca. Las opiniones de aquella encuesta pusieron de m anifiesto dos hechos: los Estados europeos necesitaban trascender más allá de sus fronteras p ara solucionar los gran des problem as dispuestos a institucionalizar un nuevo orden europeo.
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CAPÍTULO II
LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA COOPERACIÓN EUROPEA (1946-1949): OECE, UE Y CONSEJO DE EUROPA
M ientras la «G uerra Fría» dom inaba el espacio p la n e ta rio , v irtualm ente re p a rtid o e n tre las dos poderosas superpotencias — los E stados U nidos de A m érica y la U R SS— , E u ro p a padecía las consecuencias de una desoladora gue r r a que h ab ía destrozado infinito núm ero de hogares y que había dañado el sistema productivo, poniendo en peligro de p a ralizació n las e n d eu d ad as econom ías de los países occi dentales. U na c o n c ep c ió n r e a lis ta de la d e fe n sa de los p ro p io s in te re s e s de los E s ta d o s U n id o s tom ó fo rm a g e n e ro sa y h u m a n ita ria , y como consecuencia de la cooperación eco nóm ica se d e s a rro lla ro n las p rim e ra s in stitu c io n e s e u ro p e a s, que t r a ta b a n de a r tic u la r un espacio económ ico y m ilitar. En aquel am biente de necesidad, y con el recuerdo de los horrores de la g u e rra , se d a rá un paso más con la creación del Consejo de E u ro p a , que se constituye con cierta a u to nom ía sobre los gobiernos, y que incide en la necesidad de s a lv a g u a rd a r los valores h istóricos de los sistem as dem o crático s constitutivos de su patrim o n io político com ún: la libertad individual, la libertad política y la prehem inencia del derecho. 59
1.
E l D iscurso
del
G e n e r a l Ma r s h a l l
en
H arvard
Desde p rin cip io s de 1947, el P re sid e n te de los E stados U nidos, H a rry S. T ru m an y sus principales colaboradores, el S ecretario de E stado D ean Acheson, W illian C layton, el general M arshall, Georges K ennan y otros hom bres de aquel en to rn o , estaban decididos a realizar una intervención eco nómica en favor de los países europeos azotados p o r la cares tía y las trágicas consecuencias de la II G uerra M undial, con la finalidad de p reserv ar sus sistemas dem ocráticos frente al expansionism o com unista, y de favorecer sus transform acio nes m ateriales, como espíritu de la llam ada «D octrina T ru man» — política de contención o detente. El 19 de Enero de 1947 Jo h n F oster Dulles, portavoz de política exterior, tom aba posición en favor de la unificación de E u ro p a , y el S enador F ullbright consiguiría que el Con greso ad o p tarán el 1 de M arzo de 1947 una resolución favo ra b le a la creación de los E stados U nidos de E uropa en el m arco de las Naciones U nidas. La intervención económica de los Estados Unidos comen zaba el 12 de M arzo de 1947, a través de la dem anda que el Presidente Trum an presentó en el Congreso de 250 millones de dólares en favor de G recia y T urquía. P ero esta ay u d a, m anifiestam ente dirigida a fortalecer aquellos países frente a la extensión del com unism o, no era sino una p rim era exteriorización de una decidida colaboración de los Estados Uni dos en la recuperación económica y en el fortalecim iento polí tico de las dem ocracias occidentales europeas. Pieza esencial y anuncio de aquel proceso de colaboración fue el discurso pronunciado p o r el G eneral M arshall en H ar v ard el 5 de Junio de 1947. Georges C atlett M arshall se había convertido en un héroe de la I G u e rra M undial y, tra s una breve estancia en Asia, volvió a F o rt B enning— Georgia— , donde form ó a una gene rac ió n de jefes m ilitares. Tras el comienzo de la II G u e rra M undial, se convierte en el p rin c ip al asesor de Roosevelt y preside el Combined Chiefs o f S t a f f — aliados— , establecien do una estrategia p eriférica y acom pañando a los presiden tes a las C onferencias Internacionales — C asablanca, Québec, T eherán, Yalta y Postdam . El 21 de Enero de 1947 era nom brado Secretario de E sta 60
do, y junto a su equipo de colaboradores p rep aró el P lan de A yuda a E u ro p a , que le v a ld ría la o b ten c ió n del P re m io Nobel de la P az de 1953. A quel P la n , cuyas líneas fu n d am en tales fueron hechas públicas en su famosa intervención de H arv ard , no eran sino las propias ideas expresadas p o r D ean Acheson en u n a inter vención ante el Delta Council de Cleveland — M issisippi— , realizada el 8 de Mayo de 1947, así como los inform es de sus c o laboradores, C layton, S ubsecretario de Econom ía, Kenn an, y los estudios técnicos del Policy P lanning S ta ff. Con aquellas ideas, el G eneral M arsh all in te rv in o en el acto de colación de grados de la U niversidad de H a rv a rd , un a n tig u o y p restig io so r itu a l — C o m m en cem en t— , al cu al siguió la reu n ió n de la A sociación de A lum nos y el c o rre s pondiente discurso del doctor honorífico. En medio de aquel gran am biente u n iv e rsita rio , el 5 de Junio de 1947 el G eneral Georges C atlett M arshall expuso el P royecto que daría lugar al E uropean R ecovery P rogram , llamado com únm ente «Plan M arshall». «Señores, no tengo necesidad de decirles que la situación m u n d ia l es grave. La necesidad de reconstrucción de E u ro p a , las pérdidas de vidas hum anas, la destrucción de las ciu dades, de las fábricas, de las m inas y vías férrea s, son visi b lem en te m ás g ra v e s que la d islo ca ció n de la e s tr u c tu r a económ ica europea. Los feb riles p rep a ra tivo s p a ra la gu erra han destrozado todos los brazos de las econom ías n a c io n a le s... El utilla je in d u stria l ha sido d a ñ a d o y está o b soleto... La estru c tu ra com ercial de E uropa está a rru in a d a . Todavía no h a y una solución com pleta p a ra A lem ania y A u stria . La reconstru cció n de la estru c tu ra económ ica de E uropa d em andará m ás tiem po y esfuerzos que los que habí amos previsto. Un aspecto g ra v e es que se ha señ a la d o que el sistem a m oderno reposa en la división del tra b a jo y el cambio de p r o ductor. F a lta n m aterias prim as y com bustible. Los p ro d u c tores agrícolas no tienen m ercancías de cam bio. Los h a b i tantes de las ciudades carecen de víveres y de com bustible. Europa deberá im portar víveres y p ro d u cto s — sobre todo de A m érica — en los pró xim o s tres o c u a tro años, m ás que los que p erm ite su capacidad de pago.
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E l rem edio consiste en ro m p er el círculo vicioso y restau ra r la co n fia nza de la E u ro p a entera. Es lógico que los Estados Unidos hagan lo posible p o r res tablecer la salud económ ica del m undo, sin la cu a l la estabi lidad política y la p a z son imposibles. N u e stra po lítica no se dirige contra algún p a ís, o contra alguna d octrina, sino con tra el ham bre, la p o b reza , la desesperanza y el caos. Todo gobierno que necesite a y u d a p a r a la recuperación económ ica en c o n tra rá la colaboración de los E stados Uni dos. Un acuerdo deberá ser realizado p o r los países de E uro p a sobre las necesidades actuales. S e rá n los mismos países los que elaboren un p ro g ra m a p a r a su recuperación econó m ica. La iniciativa, a m i m odo de ver, debe venir de E u ro p a . E l p a p e l de los Estados Unidos consistirá en a p o rta r una a y u d a am istosa al establecim iento de un p ro g ra m a europeo que deberá ser general y establecido en com ún p o r un a g ra n p a r te de las naciones europeas, si no p o r todas».
2.
L a O r g a n iz a c ió n E u r o p e a d e C o o p e r a c ió n E c o n ó m ic a (O E C E )
E l discurso del General Georges C atlett M arshall fue reci bido con gran interés en E uropa. Inm ediatam ente, el Ministro de Asuntos E x te rio re s b ritá n ic o , E rn e st B evin, incitó a su colega Georges B idault a convocar una reunión en P arís. A ellos se une Molotov, M inistro de Asuntos E xteriores de la U RSS, p a ra p a rtic ip a r en la C onferencia que se d e sa rro lla e n tre el 27 de Ju n io al 2 de Julio de 1947. Se p lan te a en prim er lugar, y siguiendo la recom endación am ericana, cons titu ir un com ité de estudios c o n ju n to , a lo que se opone la delegación so v iética, in tra n sig e n te a c u a lq u ie r c o n tro l de dicha ayuda y, en todo caso, opuesto a una em presa basada en los principios del liberalism o económico, cuando ya ellos h ab ían rechazado form ar p a rte de las «instituciones cap ita listas» — FMI y BIRD. D urante este tiempo, los Estados Unidos se m uestran cada vez más favorables a la reconstrucción política y económica de Alem ania. E l Secretario de E stado J. Bynes m anifestaba en S ttutgart el 6 de Septiem bre de 1946 su posición favorable 62
a una rá p id a unificación, y el 15 de Mayo de 1948, oficial mente se adm itía a Alemania como país beneficiario de la ayu da am ericana. En todo caso, la situación era enorm emente grave. Im por taciones m asivas h ab ían supuesto un déficit de 8.000 millo nes de dólares en 1947 frente a 500 millones en 1938. El Con greso Am ericano envió u n a Comisión p a ra que redactase un informe presidido p o r el influyente C hristian A rchibald H erter, diputado de Massachussets y Presidente del Comité Selec to de Ayuda E xterior. La im presión que los parlam en tario s am ericanos tu v ie ro n del viaje fue muy n eg ativ a, la m ism a im presión que ya reflejaba el general M arshall en su famoso discurso. El 2 de A bril de 1948 el P resid en te T rum an firm a b a en W ashington la creación de una A dm inistración de C oopera ción — E .C .A .— , designando p a ra su gestión a P a u l G rey H offm an, antiguo presidente de la sociedad S tudebaker y al em bajador en E uropa William Averell H arrim an . Se explicó al Congreso de los Estados Unidos las ventajas de c o n stru ir un m ercado europeo libre y la necesidad de apoyar la recons trucción económica de E uropa. Cada año el Congreso vota ría los correspondientes créditos. P o r su p a rte , el M inistro de E xteriores soviético, Molotov, an u n c ia b a el 2 de Ju lio el rechazo definitivo de la URSS a p a rtic ip a r en el P la n M arshall, y pocos meses después, en O ctubre, se creaba la Kominform. Tras dicha reu n ió n se convoca la C onferencia de P a rís , que se prolonga desde el 12 de Julio al 22 de Septiem bre de 1947, la p rim era conferencia europea posterior a la G u erra, y el 15 de Julio los 16 países, que estaban dispuestos a aceptar la ayuda am erican a, a c u erd a n la creación de un Comité de Cooperación Económica p a ra responder a la oferta del Gene ral M arshall. Desde un prim er m omento se plantean dificultades sobre el objetivo de llegar a establecer una U nión A d u an era. Los B ritánicos ven incom patible m antener las preferencias de la C om m onw ealth e in s ta u ra r u n a U nión A duanera E uropea. Bélgica, los Países B ajos, y Luxem burgo, deciden p o n e r en funcionam iento la U nión A duanera — BEN ELU X — el 1 de E n ero de 1948. F ra n cia realiza una declaración p a ra e sta blecer u n a Unión A d u an era con los países que lo deseen, e 63
Italia da una respuesta favorable, creándose un grupo de tra bajo p a ra estudiar la Unión A duanera F ranco-Italiana y fir mándose un T ratado de Unión A duanera el 26 de M arzo de 1949 p o r R obert Schum an y el Conde Sforza, quien preveía la abolición en un año de todas las tarifas ad u a n era s, y una unión económica en seis años mediante la unificación de todas las legislaciones fiscales, financieras, sociales y comerciales. P ero aquel T ratado fracasó po r la oposición de los intereses franceses, y en concreto po r el tem or de los sindicatos a la inm igración italiana. En Otoño de 1949 se intentó extender la U nión A duanera F ranco-Italiana al BENELUX, lo cual c rearía el FRITAWX o FIN IBEL, pero el proyecto tam bién fracasa porque Bélgica y Países Bajos requieren la participación de Alemania. G ran B retaña, por su p arte, planeará su Unión Económica con los Países Escandinavos — UNISCAN. P ero por encim a de aquellos intentos fallidos, se m ani fiesta la v o lu ntad de dieciséis países europeos de p a rticip a r en el Plan M arshall, instituyendo una organización conjunta y aplazando asimismo la completa instauración de una Unión A d u a n e ra . El p ro y ecto se firm a b a el 22 de S eptiem bre de 1947 y el déficit europeo se evaluaba en 22 millones de dóla res, proponiéndose: — La creación de una G rupo de Estudios p a ra la conse cución de una Unión A duanera E uropea. — La p u e s ta en a p lic ac ió n de la U nión A d u a n e ra del BENELUX el 1 de E nero de 1948. — Un proyecto de colaboración de los tres países escan dinavos: Noruega, Suecia y D inam arca. — La citada declaración francesa de realizar una Unión A duanera con los países que lo desearan. — La decisión de Grecia y T urquía de p a rticip a r en una Unión A duanera. Finalm ente, el 16 de Abril de 1948 se creó la Organización E uropea de Cooperación Económica — OECE— , signada por 16 E stados: A u stria, Bélgica, D inam arca, F ra n c ia , G recia, Irlan d a, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Suecia, Suiza y Turquía, así como por los com andantes de las zonas de ocupación de Alemania hasta la incorporación de ésta como miembro en O ctubre de 1949. 64
En su Preám bulo, la Convención manifiesta que en su con sideración «una economía fu e r te y próspera es esencial p a ra salvaguardar las libertades y acrecentar el bienestar general, lo cual contribuirá al mantenim iento de la paz», reconocien do las interdependencias de las economías, y que sólo la coo peración estrecha podrá m antener y resta u ra r la prosperidad de E uropa, levantando acta de la voluntad generosa del pue blo am ericano para a p o rta r una ayuda sin la cual no podrían ser atendidos los principales objetivos de aum entar la produc ción, d e sarro llar y m odernizar el equipam iento in d u strial y agrícola, increm entar los cambios, favorecer el pleno empleo y re s ta u ra r y m antener la estabilidad de sus economías. Su articulado estatuye como órganos: — Un C onsejo, compuesto por los M inistros de Asuntos E xteriores o sus rep resen tan tes, que tom ará decisio nes p o r u n a n im id a d , al fre n te del cual fig u ra rá un P re sid e n te . — Un Comité E jecutivo, form ado por 7 miembros encar gados de asistir al Consejo, realizando sus trabajos. ■ — N um erosos C o m ité s T é c n ic o s , unos h o riz o n ta le s — política económ ica, fiscalidad, com ercio ex terio r, pagos, mano de obra— y otros verticales — energía, siderurgia, m ecánica, química. — Un Secretario General, con una función esencialmente administrativa y con el derecho de presentar proposicio nes al Consejo y sugerir soluciones en casos de conflictos. Como m étodo de tra b a jo , una C o nferencia Económ ica P erm anente, preveía el envío continuo de informes y consul tas, y la form ación de pequeños grupos de expertos. La O .E .C .E . ten d ría en cuenta la relación en tre el siste ma de cambios y el sistema de pagos. El 19 de Septiem bre de 1950 comenzó a funcionar la Unión E u ro p e a de P ag o s, que organizó una compensación m ultilateral de los saldos bilate rales. La O .E .C .E . se p ro p u so , a n te to d o , una política de liberalización de cam bios, com batiendo las tra b a s a la liber tad de com ercio, restricciones, prácticas discrim in ato rias, b a rre ra s ad u an eras, y subvenciones a las exportaciones. * *
*
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Inm ediatam ente comenzó el re p a rto de las c o n trib u cio nes del P la n M a rsh a ll, que consistió en una ay u d a global de 12.847,1 m illones de d ó lare s, según la siguiente d is tri bución: — M aterias Prim as: 27,3 p o r 100 — Ayuda m ilitar: 26,5 p o r 100 —— Trigo: 13,3 p o r 100 — O tros alim entos y abonos: 12,5 p o r 100 — Productos Petrolíferos: 12,5 p o r 100 — Productos M etalúrgicos no férreos: 5,5 p o r 100 — P roductos Siderúrgicos: 2,3 p o r 100 Los países más beneficiados fueron G ran B retaña — 26,2 p o r 100— , Francia — 20,5 po r 100— , Italia — 10,5 por 100— , Alem ania Federal — 11,4 p o r 100— , Países Bajos — 8,1 por 100— , A u stria — 5,4 p o r 100— y Bélgica y L u x em burgo — 5,4 p o r 100— , etc. PLAN MARSHALL (1948-1952) (Millones de Dólares)
ESTADOS U N IDO S
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R EINO U NIDO (3.189,9) FRANCIA (2.713,8) ITALIA (1.508,6) ALEMANIA (1.309,9) HOLANDA (982,1) GRECIA (708,7) AUSTRIA (877,7) BELGICA-LUXEMBURGO (559,2) DINAMARCA (273,1) NORUEGA (255,2) T U R Q U IA (255,1) IRLANDA (147,4) SUECIA (107,2) PORTUGAL (51,3) ISLANDIA (29,3)
Una organización especial — la E.C.A .— dirigida por Paul G ray H offm an asum ió la A dm in istració n , m ientras que la O .E .C .E . designó una comisión de 4 personas p a ra exam inar los program as nacionales. 66
La presión am ericana en favor de la realización de un gran m ercado consiguió que se adoptase el 18 de Agosto de 1950 un «Código de Liberación de Cam bios», que preveía la libe ración de contingentes de im portación. Q uedaba claro que la O .E .C .E . no se c re a b a solam ente p a ra d istrib u ir las ayudas del P la n M arshall, sino tam bién p a ra favorecer el desarrollo de los cambios y crear los hábitos de la cooperación y reflexión internacionales. Estados U ni dos y C anadá se convirtieron en miembros asociados en Junio de 1950. E spaña empezó a p a rtic ip a r en varios com ités en 1955, y se convirtió en miembro en 1959. El p rim e r P re sid e n te de la O .E .C .E . fue el m inistro de Asuntos Exteriores belga, Paul-H enri Spaak (1948-1950) y el p rim e r S ecretario G en eral, R o b ert M arjo lin (1948-1955), antiguo colaborador del Plan M onnet, a quien sucederá René Sergent. La Sede se estableció en P a rís, en el Castillo de la M uette. Doce años más ta r d e , la O .E .C .E . se rá relev ad a po r la O .C .D .E. — Organización de C ooperación y D esarrollo Eco nómico— , creada p o r la Convención de 14 de Diciem bre de 1960 y a quien reem plaza efectivam ente p o r la Convención de 30 de Septiem bre de 1961, con la e n trad a como miembros de Estados Unidos y C anadá, y posteriorm ente de A ustralia y Japón. Como réplica el 25 de E nero de 1949, la URSS creará el Consejo de Asistencia Económica — COMECON.
3.
E l T r a t a d o d e B r u s e l a s . La U n ió n E u r o p e a O c c i d e n t a l (UEO)
La cooperación europea tenía tam bién como gran objeti vo la Seguridad C olectiva de sus p ro tag o n istas. D en tro de aquella finalidad, y todavía como respuesta a una eventual am enaza alem ana, se realizaba el T ra ta d o de D u n k e rq u e , firm ado el 4 de M arzo de 1947 p o r Georges B idault y E rnest Bevin, M inistros francés y británico de Asuntos Exteriores. A fines de 1947 ambos M inistros m an ifestab an al G eneral M arshall la necesidad que los países de la E uropa Occidental tenían apoyo m ilitar am ericano contra la am enaza soviética. El fracaso de la C onferencia de L ondres que reunió a los «C uatro Grandes» en Noviembre-Diciem bre de 1947, obliga 67
al M inistro de E xteriores B ritánico, Bevin a p ro n u n cia r un discurso ante la C ám ara de los Comunes el 22 de Enero de 1948 d enunciando el peligro soviético, y m anifestando que h ab ía llegado el momento de consolidación de la E uropa Occi dental, anunciando su deseo de fortalecer los lazos de G ran B re ta ñ a con F ra n c ia y el BEN ELU X p a ra c o n fo rm a r un im p o rta n te p o d e r autónom o en E u ro p a O ccidental, al que luego se u n iría n Ita lia y más ta rd e A lem ania, cuando estu viera c o n stitu id a como u n a d e m o c rac ia , p rec o n iza n d o un mecanismo de consulta m utua, basado en las relaciones entre los países de la C om m onw ealth. De aquel m odo, se llegó al T ra ta d o d e B ruselas de 17 de M arzo de 1948, firm ado por los «Cinco» que form an la Unión O ccidental: F rancia, Bélgica, H olanda, Luxem burgo y Rei no U nido, establecido como T ratado de asistencia m utua en caso de agresión y de colaboración en tre los Estados signata rios en m ateria económ ica, social y cultural, y con u n a vali dez de cincuenta años. A pelando a los valores esenciales de la civilización occi dental, los derechos del hom bre, las libertades y los p rin ci pios dem ocráticos, dicho T ratado incluye de modo expreso im p ed ir a Alemania toda renovación de su política de agre sión, p erseg u ir el d esarro llo económ ico de los países in te g rantes — a rt. 1— , e lev ar el nivel de vida de los pueblos y m ultiplicar sus relaciones culturales. Se establecen dos instituciones: — Un Consejo consultivo compuesto p o r los cinco minis tros de Asuntos E xteriores que toma los acuerdos por unanim idad. -— Un Com ité P e rm a n e n te , creado en Londres y form a do p o r em bajadores de los cuatro países y un funcio nario británico. — Los litigios se en v iarán al T ribunal In te rn a c io n a l de La H aya. La Unión Occidental se configura como la p rim era etapa de la cooperación internacional en todos los dominios, y fun dam entalm ente en el plano diplom ático y m ilitar. — Un Com ité M ilitar perm anente en Londres elab o rará planes de defensa. Desde el verano de 1948 el E stado 68
M ayor común se instala en Fonteinebleau al m ando del G eneral Montgomery. — Un Coirdté F inanciero estudiará los problem as de pro ducción de los equipam ientos m ilitares. La segunda reunión de la Unión O ccidental se realizó en La H aya el 19 de Julio de 1948. Georges B idault propuso la creación de u n a «Asociación Europea», ap ro b ad a p o r Spaak, y a la que G ran B retaña expresó sus reservas. El 26 de Octu b re de 1948 los cinco Estados de la Unión Occidental acepta ron la form aron de u n a Asamblea E uropea, y decidieron la creación de un Comité encargado de realizar estudios sobre las m edidas que debían adoptarse p a ra asegurar u n a Unión estrecha de los Países Europeos. Poco más de un año después de que la Unión Occidental surge la OTAN p a ra d a r una respuesta solidaria a la defensa occidental. E n la A sam blea de N aciones U nidas re u n id a en P a rís P a u l-H e n ri S p a a k a ta c a b a a su colega soviético V ichinki:»Nosotros tenemos pobreza, vosotros no, vosotros nos acu sáis de imperialism o, pero vuestro Im perio se extiende desde el Báltico al M editerráneo». El apoderam iento de C hecoslovaquia p o r los com unistas — F ebrero de 1948— dem ostró la vulnerabilidad de los regí menes dem ocráticos de los países europeos. La creación de la Unión Occidental fue una propuesta que Estados Unidos acogió al obtener del Congreso — Resolución 64 de A rth u r V andenberg de 11 de Junio de 1948— la posi bilidad de asociarse los Estados Unidos p o r vía constitucio nal fuera de su continente. Las negociaciones de los «Cinco» con Norteamérica esperan a la reelección de Truman, preparando un anteproyecto que, dis cutido p o r am bas p a rte s , e ra firm ado el 4 de A bril de 1949, creando la Alianza Atlántica — OTAN— de la que form aron par te doce países fundadores: Estados Unidos, Francia, Gran Bre tañ a, Bélgica, Países Bajos, Luxem burgo, C anadá, Noruega, Dinamarca, Islandia, Portugal e Italia. En 1951 se unirían Grecia y Turquía, en 1955 Alemania Federal, y en 1982 España. Se especificaba en este T ra ta d o que un a ta q u e arm ad o c o n tra c u a lq u ie r p aís se ría c o n sid e ra d o como un a ta q u e arm ado dirigido contra todas las partes. 69
Los miembros de la OTAN se obligaban — a rt. 3— a p res tarse m utua asistencia p a ra increm entar su capacidad defen siva, lo que lleva im plícito un p ro g ra m a de ay u d a m ilita r am ericana a los países europeos. Los órganos fundam entales serían: -— El C onsejo A tlántico, form ado p o r representantes de los gobiernos. — Un C om andante en Jefe aliado en E u ro p a , cargo que ocupará el general Eisenhow er desde el 19 de A bril de 1951. En contraposición con la OTAJV, la URSS firm ará con sus aliados un T ra ta d o de A m istad, C ooperación y A sistencia M u tu a , lla m a d o el P a c to d e V a rs o v ia — 14 de M ayo de 1955— dotado de estructuras defensivas análogas — «en caso de a ta q u e a rm a d o en E u ro p a c o n tra uno o va rio s de los Estados partes del T ra ta d o ... p resta rá al E stado o Estados víctimas una inm ediata asistencia... incluso el uso de la fu e r za a rm a d a »— en la estrategia de la bipolarización.
4.
E l C o n g r e s o d e L a H a y a . E l M o v im ie n t o E u r o p e o
Convocado p o r el Comité In te rn a c io n a l p a ra la E u ro p a U nida, fundado en Diciem bre de 1947, y bajo la presidencia de D uncan S andys, M inistro b ritá n ic o y yerno de W inston C hurchill , se celebró en La H aya e n tre el 7 y el 10 de Mayo de 1948 una trascendental reunión que fue llam ada «el Con greso de E uropa». Asistieron al mismo cerca de 800 personalidades perten e cientes a todos los países de la E u ro p a O ccidental, políticos, industriales, dirigentes sindicales, escritores, universitarios, 19 países, 200 p a rla m e n ta rio s, 12 antiguos P resid en tes de G obierno, unos 60 M inistros, de ellos cerca de 20 en ejerci cio, siendo las más num erosas las delegaciones francesa y b ri tánica. En el Congreso de La H aya se encontraban representadas las dos tendencias: la tendencia general, federalistas france ses, belgas, holandeses, italianos y sindicalistas — León Blum, Paul R e y n a u d , P a u l-H e n ri S p a a k — y fe d e ra lista s p u ro s como el conde Coudenhove-Kalergi y el doctor B rugm ans; la 70
tendencia unionista, principalm ente integrada por británicos y otras corrientes librecam bistas y dirigistas. Los objetivos a largo plazo satisfacieron a los federalistas y a corto plazo a los unionistas. A brió el Congreso el P re sid e n te de H o n o r, sir W inston C h u rc h ill, q u ien en su alocución in au g u ra l realizó un dis curso con algunas variaciones sobre sus conferencias de Fulton y Z ürich, invitando a E uropa a unirse contra el peligro soviético, y anim ando a F rancia a c o la b o rar p a ra la reinte gración de Alemania dentro de la familia europea. A bandonando su tono de cru z a d a , sustituía ésta p o r la de un acercam iento franco-alem án que p roduciría la rec u p e ra ción económ ica, y propuso una vez más la creación de una Asamblea E uropea. El Congreso de La H aya se estru ctu ró en diversas Comi siones: — C o m isió n P o lític a , p re s id id a p o r P aul R a m a d ie r (1888-1961), socialista, antiguo Presidente del Consejo F ra n cés (1947) y M inistro de Defensa (1948-1949). En sus conclu siones defendió la necesidad de poner en común una p a rte de los derechos soberanos de los Estados p a ra facilitar el desa rrollo de los recursos»; de in teg rar a Alemania en el marco de la E uropa U nida p a ra ev itar nuevos peligros; y de c re a r una A sam blea E u ro p e a form ada p o r los representantes de los Parlam entos. Paul R eynaud (1878-1966), quien después sería M inistro de F inanzas fran cés, pro p u so la elección p o r sufragio uni versal a razón de un diputado p o r cada millón de habitantes, pero aquella sugerencia fue rechazada p o r los pequeños paí ses, aceptándose como sistema transitorio a los parlam en ta rios elegidos en cada uno de los Estados. Ambas posiciones disputaban sobre los poderes atribuidos a la Asamblea: los federalistas, constituyentes, y los unionis tas, deliberantes. Se proponía el establecim iento de una ca rta de los D ere chos del H om bre y la creación de una C orte Suprem a de Ju s ticia. — C om isión E c o n ó m ic a y S o cial, p resid id a p o r P aul Van Z eeland, lib e ral, m uestra los peligros de una rec o n s trucción realizada p o r cada país, afirm ando la necesidad de una «Unión Económica Europea» con supresión de derechos 71
de a d u a n a, libre convertibilidad de las divisas, y coordina ción de las políticas económicas p a ra asegurar el pleno empleo y la m ovilidad de la m ano de o b ra . Se ela b o ró un p la n de coordinación de las industrias de base europea en los cuatro grandes sectores — carb ó n , acero, electricidad y tra n s p o r tes— . P aul R eynaud p ropuso la creación de una a u to rid ad pública del paro. — Com isión C u ltu ral, presidida p o r Salvador de M adariaga con la colaboración de Denis de Reugem ont, dem anda la creación de un Centro Europeo de la C u ltura, que favore cerá el libre cambio de las ideas y de las publicaciones. Un «M ensaje a los E uropeos» fue adoptado p o r aclam a ción en la sesión final del Congreso de La Haya: «N inguno de nuestros países puede p re ten d e r una defen sa seria de su in d ep en d en cia . Ninguno de nuestros países p u e d e re so lv e r solo los p ro b le m a s qu e tiene la e co n o m ía m oderna. En defecto de u n a unión, librem ente consentida, n u estra a na rq u ía p resen te nos conducirá a la unificación fo r z a d a , p o r la intervención de un im perio bajo la o cu p a ción. Es necesario la fo rm a c ió n de una E u ro p a U nida a la libre circulación de hom bres, de ideas y de bienes, la a d o p ción de una C a rta de Derechos del H om bre , la constitución de una C o rte de J u s tic ia y la c re a c ió n de una A sa m b lea E u ro p e a , d o n d e e stá n re p resen ta d o s las fu e r z a s v iv a s de todas las n a ciones».
El M ensaje y el Congreso establecieron todo un program a de organización E uropea. Denis de Rougemont lo d irá veinte años más tarde: «... todo salió del Congreso de La H aya, ... las prim eras instituciones europeas, p arlam entarias, ju ríd i cas, culturales y técnicas, los principios del Mercado Común». * * * Cinco meses después se c o n stitu ía en B ru se la s — 25 de O ctubre de 1948— el M ovim iento E u ro p e o , b ajo la P re si dencia de H onor de León Blum , W inston C hurchill, Alcide de G asperi y P au l-H en ri Spaak. A la m uerte de León Blum (1948) será R obert Schum an quien le sucederá en dicha P re sidencia. 72
El M ovim iento E u ro p eo se organizó como un C onsejo Nacional de cad a país, agrupando a los diferentes movimien tos y tendencias políticas. La finalidad era d e s a rro lla r una conciencia europea, estudiando los problem as políticos, eco nómicos y técnicos existentes p a ra lograr la unificación, suge r ir soluciones y m ovilizar a la opinión pública. En Febrero de 1949 se celebró un nuevo Congreso en B ru selas en el que se debatió sobre la futura Asamblea E uropea. O tras reuniones a b o rd aro n diferentes cuestiones: — La C onferencia de W ensm ister, celebrada en Abril de 1949, debatió los problem as económicos, planteados desde la perspectiva liberal, que proponía la libre con v ertib ilid ad de las m onedas y la lib re circulación de h o m b re s, cap itales y m ercan cías. Los socialistas se m ostraban más partidarios de m edidas dirigentes. — La C o n fe re n c ia d e L a u sa n a, de D iciem bre de 1949 tuvo c a rá c te r cu ltu ral, preconizando acuerdos en los ám bitos de la c u ltu ra , y el tra sv a se de p ro fe so re s y alum nos, y sería el origen del C entro Europeo de la C u ltu ra de G inebra y del Colegio de E u ro p a en B ru ja s , cuyo p rim e r R ector sería H enry Brugm ans. — La C onferencia de R om a de Julio de 1950 definió las líneas de la política social.
5.
La C r e a c ió n d e l C o n s e j o d e E u r o p a
A p a rtir del Congreso de La H aya se m ultiplicaron las ges tiones para crear una Asamblea E uropea. Georges B idault tom aba la iniciativa en la sesión del Con greso C onsultivo del T ra ta d o de B ru se la s, re u n id o en La H aya el 20 de Julio de 1948, proponiendo dicha institución, oferta que obtuvo el apoyo decidido de P aul-H enri Spaak y el rechazo de E rnest Bevin. El 26 de O ctubre, el Congreso de Bruselas decide consti tu ir un «Comité p a ra el Estudio y el D esarrollo de la Unidad E u ro p ea» , compuesto p o r dieciocho personalidades r e p re sentantes de los Cinco E stados signatarios del T ra ta d o de B ruselas. Dicho Comité, presidido p o r E douard H errio t, se reúne en Noviembre en P arís y vuelve a debatirse la form a73
de a d u a n a, libre convertibilidad de las divisas, y coordina ción de las políticas económicas p a ra asegurar el pleno empleo y la m ovilidad de la m ano de o b ra. Se ela b o ró un p lan de coordinación de las industrias de base europea en los cuatro grandes sectores — carb ó n , acero, electricidad y tra n s p o r tes— . P au l R eynaud propuso la creación de una a u to rid ad pública del paro. — Com isión C u ltu ral, presidida p o r Salvador de M adai'iaga con la colaboración de Denis de Reugem ont, dem anda la creación de un C entro Europeo de la C u ltura, que favore cerá el libre cambio de las ideas y de las publicaciones. Un «M ensaje a los E uropeos» fue adoptado p o r aclam a ción en la sesión final del Congreso de La Haya: *N inguno de nuestros países p u ed e p reten d er una defen sa seria de su in d ep en d en cia . N in g u n o de n u estro s países p u e d e reso lver solo los p ro b le m a s qu e tiene la eco n o m ía m oderna. E n defecto de u n a unión, librem ente consentida, n u estra a n a rq u ía p re se n te nos co n du cirá a la unificación fo r z a d a , p o r la in terven ció n de un im perio bajo la ocupa ción. Es necesario la fo rm a c ió n de una E uropa U nida a la libre circulación de hom bres, de ideas y de bienes, la a d o p ción de una C a rta de Derechos del H om bre, la constitución de u na C orte de J u s tic ia y la c re a c ió n de una A sa m b le a E u ro p e a , d o n d e está n rep resen ta d o s las ju e r z a s vivas de todas las naciones».
El M ensaje y el Congreso establecieron todo un program a de organización E uropea. Denis de Rougemont lo d irá veinte años más tarde: «... todo salió del Congreso de L a H aya, ... las prim eras instituciones europeas, p a rla m en ta ria s, ju ríd i cas, culturales y técnicas, los principios del Mercado Común». *
* *
Cinco meses después se c o n stitu ía en B ru selas — 25 de O ctubre de 1948— el M ovim iento E u ro p e o , bajo la P resi dencia de H onor de León Blum , W inston C hurchill, Alcide de G asperi y P aul-H enri Spaak. A la m uerte de León Blum (1948) será R obert Schum an quien le sucederá en dicha P re sidencia. 72
El M ovim iento E u ro p e o se o rg an iz ó com o un C onsejo Nacional de cada país, agrupando a los diferentes movimien tos y tendencias políticas. La finalidad era d e sa rro lla r una conciencia europea, estudiando los problem as políticos, eco nómicos y técnicos existentes p a ra lo g ra rla unificación, suge r ir soluciones y m ovilizar a la opinión pública. En Febrero de 1949 se celebró un nuevo Congreso en B ru selas en el que se debatió sobre la futura Asam blea E uropea. O tras reuniones ab o rd a ro n diferentes cuestiones: — La C onferencia de W ensm ister, celebrada en Abril de 1949, debatió los problem as económicos, planteados desde la perspectiva liberal, que proponía la libre con v ertib ilid ad de las monedas y la libre circu lació n de h o m b re s, cap itales y m ercancías. Los socialistas se m ostraban más partidarios de m edidas dirigentes. — La C o n fe re n c ia de L au san a, de D iciem bre de 1949 tuvo c a rá c te r c u ltu ral, preconizando acuerdos en los ám bitos de la c u ltu ra , y el tra sv a se de p ro feso res y alum nos, y sería el origen del Centro E u ro p eo de la C ultu ra de G inebra y del Colegio de E uropa en B ru ja s, cuyo prim er R ector sería H enry Brugm ans. — La C onferencia de Rom a de Julio de 1950 definió las líneas de la política social.
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L a C r e a c ió n d e l C o n s e j o d e E u r o p a
A p a rtir del Congreso de La Haya se m ultiplicaron las ges tiones p a ra c re a r una Asamblea Europea. Georges B idault tom aba la iniciativa en la sesión del Con greso C onsultivo del T ra ta d o de B ru se la s, re u n id o en La H aya el 20 de Julio de 1948, proponiendo dicha institución, oferta que obtuvo el apoyo decidido de P au l-H en ri Spaak y el rechazo de E rnest Bevin. El 26 de O ctubre, el Congreso de Bruselas decide consti tu ir un «Comité p a ra el Estudio y el D esarrollo de la U nidad E u ro p ea» , com puesto por dieciocho personalidades re p re sen tan tes de los Cinco Estados signatarios del T ratad o de Bruselas. Dicho Comité, presidido p o r E d o u a rd H e rrio t, se reúne en Noviembre en P a rís y vuelve a debatirse la form a 73
ción de una Asam blea P a rlam en taria con com petencias o la cooperación in terg u b ern am en tal, rechazándose u n a Asam blea con poderes de decisión y c a rá c te r p arlam en tario , pos tu ra la prim era francesa y belga, y la segunda, obviam ente, británica. Se llega, finalm ente, al «Compromiso de E nero de 1949», surgido en o tra reunión del Congreso Consultivo en B ruse las, donde G ran B retaña, después de la correspondiente con sulta de su M inistro de E xteriores, Bevin, a la C ám ara de los Com unes, acepta el principio de una Asamblea P arlam en ta ria , pero con cará c te r consultivo. Se obtiene de este modo un compromiso entre los «Cinco», obteniendo G ran B re ta ñ a que los poderes de decisión sean a trib u id o s al Comité M inisterial, órgano interg u b ern am en ta l, p e ro que los m iem bros de la A sam blea sean in d ep e n d ientes de sus gobiernos. G ran B re ta ñ a exigirá en c o n tra p a r t i d a q u e el d e re c h o a e le g ir a los r e p r e s e n ta n te s pertenezca al G obierno, mecanismo que será abandonado en 1951, correspondiendo a los Parlam entarios el procedim ien to de designación de los representantes. Los «Cinco» deciden re u n ir una Conferencia diplom ática p a ra e la b o rar los E statutos de la nueva organización e invi tan a p a rtic ip a r a otros cinco países — Irla n d a , Italia, D ina m arca, Noruega y Suecia. Los Estatutos del Consejo de E uropa se firm an en Londres el 5 de Mayo de 1949 p a ra e n tra r en vigor el 3 de Agosto de dicho año. «Los Gobiernos... Persuadidos que la consolidación de la p a z, fu n d a d a sobre la justicia y la cooperación internacional es de interés para la preservación de la especie hum ana. Dejen sores de los valores espirituales y morales que son patrim onio com ún de sus pueblos y que son el origen de los principios de libertad individual, libertad política y preheminencia del Dere cho sobre los que se fu n d a toda democracia verdadera. Convencidos que p a ra sa lva g u a rd a r este ideal... y fa v o recer el p ro g reso social y económ ico es necesario que una unión más estrecha se im ponga entre los países europeos que tienen los mismos sentim ientos. Deciden constituir un Consejo de E uropa que com prenda un Com ité de R epresentantes de los Gobiernos y una A sa m blea C onsultiva».
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Serán los órganos del Consejo de E uropa: — El Comité de M inistros, de c a rá c te r in te rg u b e rn a m ental, representativo de los gobiernos de los Estados m iem bros del Consejo de E u ro p a. Vota po r unanim i dad. En 1951 se creaba la figura de los representantes perm anentes, y en 1952 se institucionalizaban los dele gados de los m inistros. — La Asam blea Consultiva, form ada p o r p a rla m e n ta rios escogidos en el seno de los representantes nacio nales y desprovisto de verdaderos poderes de decisión. T ie n en d iecio ch o m iem b ro s: R eino U n id o , I ta lia , F ran cia y R epública F ederal de A lem ania; 10 miem b ro s T u rq u ía ; 7 m iem bros Bélgica y P aíses B ajo s; 6 m ie m b ro s S u e c ia , Suiza y A u s tria ; 5, I r la n d a y N oruega; 4 , D inam arca; y 3, Luxem burgo, Islan d ia, C hipre y M alta. — El Secretario General, configurado prim ero como sim ple asistente de los órganos, desde 1957 recibe ciertos poderes. El Consejo de E u ro p a rea liz a rá actividades de c a rá c te r político, de coordinación de los organismos europeos y de tri buna política p ara los grandes debates de la política exterior, y uno de sus más g ran d e s logros se rá la re a liz a c ió n de la «Convención Europea de los D erechos del Hom bre», fir m ada en Roma el 4 de Noviembre de 1950. P o r vez prim era una A sam blea P a rla m e n ta ria , independiente de los gobier nos, p a rtic ip a d irectam en te de la negociación de un texto internacional. La Convención Europea de los Derechos del H om bre entró en vigor el 3 de Septiem bre de 1953. Al texto se han añadido posteriorm ente diversos Protocolos adicionales. La Conven ción protege los derechos fundam entales de la persona hum a na: a la vida, a la integridad personal, a la lib e rta d , al tr a b ajo ... En m aterias económ icas, el Consejo de E u ro p a establece relaciones privilegiadas con la OECE y contribuye a m ejorar las relaciones con los organismos internacionales p o ste rio r mente creados. O tras funciones son de carácter social, cultu ral y de cooperación ju rídica.
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P osteriorm ente, e n tra ra n a fo rm ar p a rte del Consejo de E uropa: Grecia y T u rq u ía (1949), Islandia, Alemania Fede ra l y el S a rre (1950), R epública F e d e ra l A lem ana (1951), A ustria (1956), C hipre (1961), Suiza (1963), M alta (1965), Portugal (1976), E spaña (1977) y Licchtenstein (1978).
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CAPÍTULO III
LOS FUNDAMENTOS INSTITUCIONALES DE LA CONSTRUCCIÓN ECONÓMICA Y DE LA COOPERACIÓN POLÍTICA Y MILITAR (1950-1954)
D u ran te la postguerra los países occidentales tra b a ja ro n du ram en te p a ra e la b o ra r los necesarios proyectos de recu peración y reconstrucción económica. Ludwig E rh a rd , que había adoptando im portantes deci siones en la política m onetaria, pudo con la ayuda am erica na realizar el llam ado «milagro alemán». Pero no menos reso n a n te fu e el efecto fa v o ra b le que p ro v o có la p u e s ta en práctica en Francia del llamado Plan M onnet, articulado po r Je a n M onnet en su calidad de Comisario G eneral de] Plan de M odernización y Equipam iento de Francia. M onnet puso en m archa su Plan desde 1947, aunque des de 1943 había ido desarrollando una gran tare a que le p e r mitió gozar de plena a u to rid ad y autonom ía. Desde Diciem b re de 1945 t r a b a ja r á en el o b jetiv o de c o n se g u ir de los E s ta d o s U n idos u n c ré d ito de c o n sid e ra b le c u a n tía p a ra a fro n ta r la m odernización y la reconstrucción francesa. Al final se consigue la supresión de las deudas de guerra — 2.030 m illones de dólares y créditos de bajísim o interés y a largo plazo po r im porte de otros 1.000 millones de dólares. Un estudio sobre las relaciones entre el P lan M onnet y el P lan M arsh all pone de relieve las in fluencias del p rim ero sobre el segundo. El Secretario General de la O .E .C .E . sería R o b e rt M a rjo lin , uno de los h o m b re s de J e a n M o n n et, a
quien antes se le ofreció este mismo cargo que el rechazó «a f i n de no co m p ro m eter el P lan M onnet — fra n c é s— con el p la n de las naciones europeas». Las estructuras serán seme jan tes, serían de comités técnicos ju n to al Com isario, un cua dro general, métodos estadísticos y objetivos de im portación. De este m odo, el plan francés se convertía en un precedente que an ticipará las m odalidades de reconstrucción europea.
l.
Los
Antecedentes
del
P lan S chum an
La actitud de la URSS y los efectos de la «satelización» de Checoslovaquia hicieron cada vez más necesaria una solución política p a ra Alem ania, que en los meses centrales de 1949 se do tab a de una Ley F u n d am en tal, y co ntaba con un im p o r tan te protagonista de su destino político, el Canciller K onrad Adenauer. El puente aéreo americano sobre el bloqueo de Berlín puso en acción medios m ilitares fantásticos que hicieron desistir a los soviéticos en Mayo de 1949. La proclam ación de la Repú blica Federal, realizada el 7 de O ctubre de 1949 a pesar de la manifiesta protesta de la U RSS, y su e n trad a en la O .E .C .E ., realizada el 31 de O ctubre y posteriorm ente — 31 de M arzo de 1950— en el Congreso de E u ro p a, empujó a los Aliados a integrar plenam ente a la República Federal en el bloque occi dental. El 9 de Noviembre se reunían en París: Acheson, Bevin y Schum an, y el 13 de aquel mes el Secretario de Estado ame ricano se entrevistaba en Bonn con el Canciller Adenauer. De inmediato — 23 de Noviembre— se firm aban los Acuerdos en Petesburg entre los ocupantes occidentales de Alem ania. La República F ederal, que dem anda su admisión a la A utoridad de Control sobre el R u h r, m antendrá su desm ilitarización, p e ro obteniendo concesiones económicas y el final del desm an te la m ie n to in d u s tria l. Un convenio de 3 de M arzo de 1950, firm ado e n tre F ra n cia y el S a rre , lim ita rá el control fra n c é s, facilitando m ayor autonom ía al gobierno de dicho territorio en disputa. La responsabilidad de la explotación de las m inas será confiada a F rancia. A p a rtir de Abril de 1950, el Congreso y el Senado america no dejaron abierta la utilización de los recursos económicos de 78
Alemania y su entrada en el Pacto Atlántico. El General Lucius Clay, antiguo Comandante en Jefe americano en Alemania, pre coniza el 7 de Mayo en Nueva York el rearm e alemán. La situación de ese momento queda perfectam ente refle ja d a en las M em orias de Jean M onnet, y sobre todo en sus notas de reflexión de 1 de Mayo de 1950. «I. Los espíritus europeos — en el m om ento a c tu a l — se crista liza n sobre u n objetivo simple y peligroso: la g u e rra f r ía ... Esta persp ectiva crea una rigidez de pen sa m ien to ... Ello conducirá a un choque... De este choque nacerá la gue rra. H ay que cam biar el espíritu de los hom bres. Las p a la bras no sirven. H a y que p a sa r a la acción. II. La situación alem ana — tras la ¡I G uerra M undial ■— será u n cáncer peligroso p a ra la p a z. No es posible p e n sa r en una unificación de Alem ania. Francia tiene que a ctu a r en la tra n sfo rm a ció n de la situación de Alem ania. III. La superioridad industrial alem ana y su producción de acero es un h andicap p a r a la a ctu a ció n fr a n c e s a . Con A lem ania en expansión, F rancia a ca b a rá con una p ro d u c ción lim itada p ro te g id a ... H ay que buscar una solución con ju n ta . IV. H asta hoy hem os hecho un esfuerzo de organización del O este, a la vez económ ico, m ilita r y político — OECE, Pacto de B ruselas, Estrasburgo-, La experien cia de dos años d e m u estra que no hacem os progresos reales. In g la te rra se halla co n d icionada p o r su Im perio. A lem an ia, elem ento esencial de E u ro p a , no puede p a r tic ip a r en la organización europea, en el actual estado de cosas. Los p u e b lo s de E u ro p a no e n tie n d e n de p a la b r a s , de vanos discursos y de reuniones fú tile s . La o p inión pú b lica a m erica n a no a po ya rá si E uropa no se m u estra m ás d in á mica. H a y que c rea r u n a E u ro p a d in á m ic a e in d isp en sa b le. H a y que a b a n d o n a r las fo r m a s p a s a d a s y a b rir su cam ino de transform ación. E uropa no existe. No se crea una en tid ad p o r la adición de soberanías. H ay que crear E uropa. E n el m om ento p re sente Europa no p uede nacer nada más que de F rancia. V. Después de la Liberación, Francia ha dado p ru eb a de vita lid a d y de f e en el porvenir. E n estos años los fra n c e se s ha n considerado A lem ania y su concurrencia. En esta co yu ntura , Francia está designada
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por el destino. Si toma la iniciativa hará renacer la esperanza, creará una fuerza de p a z y liberará Europa. En una Europa liberada, los hombres vivirán en libertad y progreso...».
Aquellas clarividentes p a la b ra s, que p rete n d ía n desblo q u e a r la situación m odificando las circunstancias y a c ab a r con el sentido de hum illación alem ana p o r el control francés sobre el R u h r, tenían lejanos antecedentes en unas notas de reflexión escritas por Jean M onnet en Argel el 5 de Agosto de 1945. «/. El desarrollo de la guerra perm ite im aginar su próxi mo fin ... sin d e fe n sa m ilitar, el edificio a le m á n se ven d rá a b a jo ... la caída de Ita lia y el f m de A lem ania significa la victoria de los Aliados. II. En estas condiciones h a y que p rever las m edidas esen ciales p a ra la reconstrucción... del restablecimiento de F ran cia d ependerá la estabilidad europea. III. Los gobiernos no deberían a rb itra r soluciones protec cionistas y nacionalistas, otra vez se perdería E u ro p a ... tal como en 1918... IV.Los o b jetivo s a a te n d e r son: el re sta b lec im ien to en Europa de los regímenes democráticos y la organización eco nómica y política de una «entidad europea».
Los E stados U nidos tom aron la d eterm inación de d e ja r ([ue F ra n cia e je rc ie ra el liderazgo de la cuestión alem ana. El 15 de S e p tie m b re de 1949 D ean A cheson tra n s m itió a R o b ert Schum an dicho encargo. Poco después — O toño de 1949— Jo h n Mac Clay, Alto Com isario A m ericano en Ale m ania O c c id en ta l, preconizó la idea de c o n tro la r la com petencia de la A u to rid a d del R u h r y de o tra s bases in d u s triales. El Gobierno Federal de Bonn manifestó en M arzo de 1950 su p ro te sta c o n tra los acuerdos e n tre F ra n cia y el S a rre , y publica un «Libro Blanco» proponiendo una A utoridad In te r nacional p a ra el S arre y una Unión A duanera, englobando el Sur de Alemania y la Lorena francesa, idea (fie coincidía con unas declaraciones de K arl A rnold, M inistro-P residente de Renania-W estfalia, quien había sugerido, en lugar de un con trol unilateral del R uhr, la constitución de una Asociación de Derecho Internacional de base cooperativa. 80
En todo caso, Alemania tenía claro que p a ra realizar una fed e ra ció n e u ro p e a no p o d ía m an te n erse la situ a c ió n del R uhr, y que había de actuarse en plano de igualdad. La posición del Reino Unido era tam bién firme, pero en el otro extrem o. H arold Mac Millan reclam aba el 23 de Marzo de 1950 en la C ám ara de los Comunes el control de las indus trias siderúrgicas y m ineras de Alemania Occidental. P o r su p a r te , los m ovim ientos y organism os eu ro p eo s recién creados tom aron una posición determ inante. La Con ferencia de Wesminster del Movimiento Europeo de Abril de 1949 había elaborado un plan de coordinación de las indus tria s de base europeas: c a rb ó n , acero, electricidad y tra n s p o rte s, y el Consejo de Europa adoptó el 19 de D iciem bre de 1949 una moción dem andando la creación de com pañías europeas. Paul R eynaud propuso una auténtica revolución preconi zando la creación de una «A utoridad P ú b lica del A cero», com puesta p o r delegados de los gobiernos, p a ra que definie ra la política general de la industria siderúrgica de E uropa, y la Comisión Económica p a ra E uropa de las Naciones U ni das publicaba en Diciem bre de 1949 un inform e, señalando el p elig ro de la s u p e rp ro d u c c ió n de acero sin un P la n de C oordinación europeo. Se ex te n d ió la id ea de c r e a r u n a « L o ta rin g ia de base industrial», reagrupando las industrias pesadas de la región de R enania y de la región del Este y N orte de F ran cia y del BENELUX. Este proyecto fue defendido con entusiasmo por A ndré P h ilip , socialista fra n c é s, d ip u ta d o de la A sam blea Consultiva del Consejo de E uropa, quién evocó la posibilidad de c re a r un ente combinado franco-alem án, y meses más ta r de hizo a d o p ta r a la C onferencia del M ovim iento E u ro p eo , reu n id o en L o n d res, una moción que p ro p o n ía un p lan de coordinación de las industrias de bienes de equipo europeas. Tales ideas tuvieron gran eco en la Asamblea Consultiva del Consejo de E uropa, celebrada en Estrasburgo en el Vera no de 1949. E douard Bonnefous, Presidente de la Comisión de A suntos E x te rio re s de la A sam blea N acional, habló en favor de una puesta en común d élo s recursos naturales, pro poniendo en prim er lugar la industria del carbón. André Philip sugería ex te n d e r el cam po de aplicación a la in d u stria del acero. 81
P o r su p a rte , el protagonista del P lan de R econstrucción de F ra n cia , Jean M onnet, todavía negoció en secreto d u ra n te 1949 con sir E dw in Noel P low den, Jefe del Servicio del P lan B ritánico, u n a planificación eu ro p ea, pero las conver saciones no dieron resultado. Las ideas de Jean M onnet eran claras: la econom ía fra n c e sa no p o d ría d e sa rro lla rse si al tiem po no lo hacía la econom ía europea. La solución era la organización de u n a E u ro p a U nida, a b ie rta , que pusiera en com ún los intereses esenciales y com ponían una com unidad real e n tre los m iem bros que la componen. Fracasadas las gestiones con el Reino U nido, Jean Monnet diseña u n a E uropa de base franco-alem án, fijando su aten ción ta n sólo en dos grandes productos: el carbón y el acero, m ateriales esenciales p a ra el arm am ento y p a ra la industria. La internacionalización de estos dos productos im pediría una nueva guerra y acabaría con las demandas de Alemania Fede ral sobre el Ruhr. O bviam ente, no podía po r entonces plantearse una unión económica total debido a la disparidad de precios, de salarios y de sistemas fiscales, y a las propias dificultades m ateriales y psicológicas de la postguerra.
2.
La D e c l a r a c ió n d e l 9 d e M ayo d e 1 9 5 0
Depositario de la confianza del Secretario de Estado de los Estados Unidos — Dean Acheson— p ara buscar una solución definitiva a la integración de Alemania Federal en la E uropa O ccidental, R obert Schum an decidió contar con la colabora ción de Jean M onnet p a ra elab o rar una propuesta. Se h a b ía fijado p a ra el 1 0 de Mayo de 1 9 5 0 u n a Confe rencia en Londres entre los Aliados —Acheson, Bevin y Schu m an— y p a r a entonces el M inistro de A suntos E x te rio re s francés d eb ía a p o rta r u n a solución. Esta fue ju sta m e n te la tra n sc e n d e n ta l D e c la ra c ió n de 9 de M ayo de 1 9 5 0 , en la cual Schum an anunció a la opi nión p ú b lica in te rn ac io n al la o ferta francesa, form ulada a A lem ania y a los re sta n te s países dem ocráticos eu ro p e o s, de p o n e r en com ún la p ro d u c c ió n del c a rb ó n y del acero b a jo el m an d a to de u n a A lta A u to rid a d de c a rá c te r su p ra nacional. 82
Aquella declaración, realizada en el Salón del Reloj del Quai d ’Orsay —posteriorm ente oficializado con el nom bre de Salón Schuman— ante doscientos periodistas, vino precedida de unas em otivas e h istó ricas p a la b ra s , p ro n u n c ia d a s por R obert Schum an. «S eñ o res, no es cuestión de vanas p a la b ra s, sino de un acto, a tre v id o y c o n stru c tiv o . F ra n c ia a ctúa y las co n se cuencias de su acción pueden ser inm ensas. A silo esperamos. Francia actúa po r la Paz. Cinco años, día a día, después de la Capitulación sin condiciones de Alem ania, Francia cum ple el prim er acto decisivo de la construcción europea y asocia a Alemania. Las condiciones europeas se transform an. E uropa nace de esto, una E uropa só lidam ente unida y fu e r te m e n te e s tr u c tu ra d a . Una E uropa d o n d e el n iv el de vida se elevará gracias a la agrupación de producciones y la extensión de m ercados que provocan el abaratam iento de los precios. Una E uropa sin distinción del Este y del Oeste. E sta es nuestra decisión con las consideraciones que la in sp ira n .»
Procede aquí contem plar ciertas circunstancias personales de los p rin c ip ale s p ro tag o n istas de estos acontecim ientos. R obert Schum an pertenecía a una familia de Lorena estable cida tra s la anexión en Luxem burgo, estudiante en Metz y en E stra sb u rg o , dip u tad o p o r Metz desde 1919, cristiano fe r viente, amigo de la orden benedictina, com prom etido con la dem ocracia cristiana. Prisionero de la G estapo, se refugia en el m onasterio benedictino de Liguge, y tra s la liberación será miembro del Comité C entral del M .R .P ., M inistro de F in an zas, desem peñando u n im portante papel en la estabilización del fran co , P residente del Consejo, y finalm ente M inistro de Asuntos Exteriores. Jean M onnet tiene y a, p o r entonces, 62 años y tra s una intensa trayectoria vivida con gran discreción, ha pasado des de la Secretaría A djunta de la Sociedad de Naciones a reali zar im portantes actividades p a ra los gobiernos francés y b ri tánico, y finalm ente, desde su antiguo despacho p a rtic u la r — 20 de la Rué M artignac— lleva a cabo la puesta en m archa del Plan Económ ico francés, del que había sido nom brado com isario en 1945. K onrad A denauer cuenta ya con 74 años. Ju rista , Alcal de de Colonia e n tre 1917 y 1933, preside desde 1918 el Con 83
sejo de Estado de P ru sia . Después de la g u e rra , será uno de los fu n d a d o re s del P a r tid o C ristian o D em ó c ra ta Alem án — D .C .U . — , y tra s las p rim eras elecciones se c o n v ertía en Canciller de la R epública Federal Alemana. Alcide de G asperi, nacido en el T rentino, había luchado en fa v o r de Italia frente a los au stría c o s. C o la b o ra d o r del fu n d ad o r de la D em ocracia C ristiana Dom Sturzo, es uno de los fundadores del P artid o P opular, y tra s el final de la Gue r r a y la caída de la M onarquía se convierte en Presidente de la R epública Italiana. Dean Acheson, S ecretario de E stado de los Estados Uni dos, una de las figuras más eminentes de la política exterior am ericana, realiza una gran labor im pulsando la negociación diplom ática europea p a ra resolver la incorporación de Ale m ania Occidental a la estabilidad y defensa europea, y p a ra m antener el desarrollo de los sistemas democráticos. El 9 de M arzo de 1950, en una entrevista a un diario am e ricano, K onrad A denauer sugería una unión económica fra n co-alemana que sería abierta a otros países, reclam ando p re viam ente el retorno del S arre a Alemania Occidental. En una nueva in terv iú de 23 de M arzo, el C anciller A denauer pro yecta una Unión franco-alem ana y, posteriorm ente, el 18 de A bril, A denauer declara que la condición previa p a ra cons titu ir una Federación E uropea se produciría en igualdad de derechos en tre los E stados, de nuevo dem andando la elimi nación de los controles aliados sobre Alemania, insoportables p a ra la opinión pública. El propio G eneral Charles De Gaulle no es insensible a estos p ro y ecto s. El 16 de M arzo d e c la ra que «será reem p re n d e r sobre bases m odernas, económicas, sociales, estra tégicas y culturales la empresa de Carlomagno». Todo pasa ba por u n a intervención directa de F ran cia a través de una fórm ula que perm itiera el control internacional de la indus tria pesada y por integrar plenam ente a Alemania en la E uro pa Occidental. Je an M onnet y sus c o la b o rad o re s, R eu ter, U ri, H irsch , Clappier, e tc ., dan cuenta en sus M em orias y relatos cómo se gestó el docum ento. A mediados de A bril de 1950, Jean M onnet recibe en su casa de cam po de M onfort l ’A m aury a P aul R euter, p ro fe sor de D erecho de la F acu ltad de Aix y C onsultor del M inis 84
terio francés de Asuntos Exteriores. Ambos tr a ta n de d e te r m inar un sistema que perm ita institucionalizar la delegación de poderes nacionales, base im prescindible en los proyectos de M onnet, quien qu ería cre a r un órgano independiente de los Estados. Aspectos económicos y técnicos serán resueltos p o r el equipo de la Rué M artignac: Etienne H irsch y P ié rre U ri. El D irector del G abinete Schum an, B e rn a rd C lappier, se en contraba al tan to de la m archa de los acontecim ientos, y m antenía inform ado al M inistro de E xteriores. Jean M onnet envía un prim er texto a Piérre-L ouis F alaize, D irector del Gabinete del Presidente del Consejo, Georges B idault, solici tando una audiencia. O tra copia es entregada el 29 de Abril a C lappier, y este la entrega al M inistro de E xteriores Schu m an, quien se dirige a pasar el fin de semana a una residencia cam pestre en el Mosela. A su vuelta y desde la estación, el 1 de M ayo, Schum an transm itió su conform idad a su secreta rio: «Je suis d ’accord. Je marche». La elaboración del texto se desarrolla con riguroso sigilo. Sólo están al tanto los M inistros René Pléven — Defensa— y René M ayer — Justicia— , así como Antoine Pinay. Una b re ve com unicación se produce en el Consejo de M inistros del día 3, de la cual recoge referencia la prensa del día siguiente. El Secretario de Estado am ericano, que debía reunirse en Londres el día 10 con sus colegas Bevin y Schum an, viaja pri mero a P arís, encontrándose el día 8 con R obert Schum an y Jean M onnet. Se le explica el proyecto, que recibe calurosa ap ro b ació n . Inm ediatam ente R o b ert M ischlich, C onsejero Jurídico del Gabinete Schum an, tom a el tre n p a ra B onn, lle vando una copia de la Declaración al Presidente A denauer. Este lo recibe y, asimismo, rem ite por escrito su aprobación, que p o rta rá de inmediato Mischlich p a ra entregar a Schuman a punto de comenzar el Consejo de M inistros. El 9 de Mayo, se celebra un Consejo, anticipado en un día p a ra p e rm itir el viaje de Schum an a L ondres. Los d iarios habituales no señalan n a d a especial: debate sobre los crédi tos m ilitares, una subida del precio del gas, el viaje electoral de Trum an po r los Estados U nidos... Es un día gris y pesado. A las 10 de la m añ an a, B ern ard C la p p ie r sale del n ú m ero 20 de la Rué M artig n ac con un sobre en la m ano con destino al Consejo de M inistros. De lo
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que allí suceda estará al corriente Jean Monnet gracias al telé fono. A m ediodía hay un instante difícil. Los M inistros favo rables son m inoría. Schum an todavía no ha intervenido. Tras el descanso de la comida, René Pléven y René M ayer tra ta n de convencer al P re sid e n te Georges B id a u lt, quien expresa sus reservas a la creación de un órgano supranacional. Schum an, finalm ente, explicará el m ecanism o in stitu cional y su posición favorable, así como el apoyo recibido de Estados Unidos y de Alemania. Term inado el Consejo, hacia las cuatro de la ta rd e , Schu m an y M onnet se en c u en tra n en el Q uai d ’O rsay, en donde están convocados los p e rio d ista s . Schum an p e n e tra en la Sala, la cabeza m e d ita b u n d a echada hacia a d e la n te , a su d erecha el silencioso M onnet y, tra s ellos, varios funciona rios. A las 6 en p u n to pro n u n cia unas p a la b ra s in tro d u c to r ia s , y d esp u és de a ju s t a r sus gafas de g ru esa m o n tu ra , co m ie n za el h is tó ric o texto — L a D e c l a r a c i ó n d e 9 d e Mayo— que d u ra rá escasos minutos: «La p a z m un d ia l no p o d rá sa lvaguardarse sin esfuerzos creadores a la a ltu ra de los peligrosos que la am enazan. La c o n tr ib u c ió n que u na E u r o p a o r g a n iz a d a p u e d e a p o r ta r a la civilización es indispensable p a r a el m a n ten i m ie n to de las rela cio n es p a c ífic a s . F ra n c ia , c a m p eó n de u n a E u ro p a u n id a siem pre h a tenido la p a z como objetivo esencial. E u ro p a no p u ed e ser hecha sino hacem os la gue rra. E u ro p a no se h a rá de un golpe, ni de un a construcción de co n ju n to . se h a rá p o r medio de realizaciones concretas, creando una solid a rid a d de hecho E l Gobierno fr a n c é s p ro p o n e p o n e r en conju nto la p r o d u cció n fr a n c o -a le m a n a del carbón y del acero bajo una A u to rid a d com ún, en una organización abierta a la p a rtici pación de otros países de E uropa. L a p u e r ta en com ún de la p ro d u c c ió n del carbón y del acero asegurará inm ediatam ente el establecim iento de bases com unes de desarrollo económ ico, prim era etapa de la Fede ración E uropea y cam biará el destino de estas regiones largo tiem po volcadas a la produ cció n de arm as de guerra de los cuales eran víctim as. E l establecimiento de esta p u ja n te u n id a d de producción, abierta a todos los países que quisieran participar, a y u d a rá
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a u n ir a todos los países que estim en tener en com ún los ele mentos fu ndam entales de la producción industrial en las mis m as condiciones, y sentará los fu n d a m en to s reales de su uni fic a c ió n económica. E sta p roducción será ofrecida al m undo sin distinción ni exclusión p a ra co ntribuir a elevar el nivel de vida y el p r o greso de la p a z. La Alta A uto rid a d com ún estará fo r m a d a p o r personali dades independientes, designadas sobre una base pa rita ria p o r los gobiernos y un P residente escogido de com ún acuer do. Sus decisiones serán ejecutivas en Francia, en A lem ania y en los dem ás países adherentes.
* * * La gran innovación institucional del P lan Schum an fue la creación de una Alta A utoridad, independiente de los gobier nos. No era po r tanto un órgano de colaboración interguber nam ental, sino una autoridad supranacional constituida como p rim e ra etapa de un proceso que concluiría con la unifica ción económica y política de E uropa. E ra un paso decisivo a una construcción federal. La Constitución de un M ercado Común sobre el carbón y el acero no prejuzgaba el régimen de propiedad de las em pre sas. Ellas conservarían sus estatutos, ya nacionalizadas como en F rancia, o ya fueran privadas, como la siderurgia gala y el carbón y la siderurgia en Alemania. El proyecto e ra diná mico. El M ercado Común no se lim itaría a estos dos p roduc tos de base; posteriorm ente p odrían unirse a otras activida des industriales, comerciales y agrícolas. R obert Schum an conocía desde un principio la oposición de G ran B retañ a a esta solución: «La auto rid a d del P a rla mento británico —d irá después— no adm itiría otra superior a la de los órganos de la C om m onw ealth que no reconocen a u to rid a d supranacional a los órganos europeos... Adem ás el principio de la U nivritten Constitution predom ina fr e n te a la fo rm u la ció n de un Tratado de cesión de la soberanía. ¿Cómo p u e d e n im aginarse los ingleses ser prisioneros de un texto escrito?».
Posteriorm ente, en 1952 y 1953, se d esarrollará la idea de a so cia r a la C om unidad E u ro p e a del C arbón y del A cero, m ediante un lazo c o n tra c tu a l con G ran B re ta ñ a , pero sin subordinación estatu taria.
3.
L a C r e a c ió n d e la C o m u n id a d E c o n ó m ic a C a r b ó n y d e l A c e r o (CECA)
del
La reacción a la D eclaración fran cesa de 9 de Mayo fue rápida y trem endam ente positiva. El P residente de la R epú blica F ran cesa recalcab a ante la Asociación de Periodistas R epublicanos la extensión de la oferta francesa a todos los pueblos de E u ro p a, y el C anciller A denauer en declaraciones hechas a Le Monde el 16 de Mayo, señalaba que la verdadera misión era «construir E uropa», siendo aquel el p rim er paso hacia la «abolición de barreras aduaneras entre los Estados de una fu tu r a fed era ció n continental». En su discurso ante el P arlam ento de Bonn, el 13 de Junio de 1950, A denauer resaltó el acuerdo sobre el carbón y el ace ro como « p a rtid a h a cia la rea liza ció n de una e stru c tu ra fe d e ra tiv a de E uropa». C lem ent A tlee a n te la C ám ara de los C om unes el 11 de Mayo de 1950, manifestó su sim patía p o r la plena incorpora ción de A lem ania al m undo lib re , al C om ité de N aciones E u ro p e as, y p o r la iniciativa de F ra n c ia , que p o n d ría fin a un conflicto secular. Churchill utilizando la retórica histórica se felicitará p o r una iniciativa que acabará con la «querella m ilenaria entre Galos y Teutones». El Presidente de los Estados Unidos, H a rry T rum an decla ró que esta iniciativa «era un acto de gobierno constructivo» y que «abría nuevas perspectivas p a r a Europa». E u ro p a O ccidental in m ed iatam en te com prendió que la D eclaración Schum an contenía p o r vez prim era la a rticu la ción de un poder supranacional, «la A lta A u to rid a d » , y que p o r ello se presentaba como una prim era realización p a ra la construcción de una Unión E uropea, económica prim ero, y después política y m ilitar. De inm ediato, los Estados del BEN ELU X , así como Ita lia, decidieron re a n u d a r el proyecto. El 3 de Junio se p u b li caba sim ultáneam ente en P a rís, Rom a, B ruselas, La H aya y 88
Luxem burgo el siguiente comunicado: «Los pueblos fra n c é s, alem án, italiano, belga, holandés y luxem burgués, decidi dos a conseguir una acción com ún de p a z, de so lid a rid a d europea y de proyecto económico y social, tom an como obje tivo inm ediato la p u esta en com ún de las producciones del carbón y del acero y la institución de una A lta A u to rid a d nu eva cuyas decisiones v in c u la rá n a F ra n c ia , A lem a n ia , B élgica, I ta lia , H o la n d a , L uxem burgo y los países que se a d h iera n » . Las negociaciones se d esarro llaro n en P arís. M onnet, a quien Schum an dejó prácticam ente la dirección, p reten d ía re a liz a r un tra ta d o lim itado a los prin cip io s, y d e ja r p a ra un d esarro llo p o ste rio r las negociaciones técnicas, pero el 25 de Junio de 1950 estallaba la G uerra de C orea, com pli cando el contexto internacional de la negociación, que modi ficaba su espíritu inicial de c o n trib u ir a la paz p a ra organi zar una E u ro p a capaz de defenderse contra las agresiones exteriores. De o tra p a rte , Alemania hubo de acep tar el desm antelam iento de su cartel, haciendo desaparecer la oficina de venta del carbón y reestructurando la siderurgia, dividida en vein tiocho em presas distintas. El 20 de Junio de 1950 había com enzado una C onferen cia In te rn a c io n a l en P a rís p a ra p o n er las bases de un pos te rio r T ratado. D u ran te diez meses, los expertos realizaro n u n p royecto que el 19 de M arzo de 1951 estaba a d isp o si ción de los M in istro s de los Seis p a ra re a liz a r un ú ltim o exam en. El T ratad o de la Com unidad Económica del C arbón y del Acero (C.E.C.A.) se firmó en París el 18 de Abril de 1951 por los seis rep re sen ta n te s de los Estados: A denauer — Alema nia— , Van Zeeland y Meurice —Bélgica— , Sforza — Italia— , Bech — L uxem burgo— y Stiker y Van den B rin k — Países Bajos— . Los Estados debían posteriorm ente ratificar el T ra tado p o r referéndum , y su en trad a en vigor se produjo el 25 de Julio de 1952. El mismo día, G ran B retañ a designaba un E m b ajad o r perm anente ante la CECA. D u ran te un período p re p a ra to rio se pusieron en m archa las in stitu c io n e s , y el 10 de F e b re ro de 1953 el M ercad o Común fue abierto p a ra el carbón y el m ineral del h ierro , y el 1 de Mayo de 1953 p a ra el acero. 89
E n su propio nom bre y en el de los m inistros signatarios, R obert Schum an leía la D eclaración de 18 de Abril de 1951 con ocasión de la firm a del T ratado, en la que se funde p arte del texto de la Declaración de 9 de Mayo de 1950: «C onsiderando que la p a z m u n d ia l no p u ed e ser sa lv a g u a r d a d a más que p o r efectos creadores a la m ed id a de los peligros que la am enazan. C o n v e n c id o s de que la c o n tr ib u c ió n que u n a E u r o p a o rg a n iza d a y v iv a p u ed e a p o rta r a la civilización es indis pensable p a r a el m antenim iento de las relaciones pacíficas. Conscientes de que E u ro p a no se construirá sino p o r rea lizaciones concretas que creen u n a solidaridad de hecho a través del establecim iento de bases com unes de desarrollo económico. Resueltos a sustituir rivalidades seculares p o r una fu sió n de sus intereses esenciales, a fu n d a r p o r la institución de una com unidad económica los prim eros pasos de una com unidad m á s la rg a y m á s p r o f u n d a ... hem os d e c id id o c re a r u n a C om unidad E uropea del Carbón y d e l Acero. A l fir m a r el Tratado que instituye la C .E .C .A ., Com uni d a d de 160 millones de habitantes europeos, las p a rte s con tratantes m anifiestan su resolución de crear la prim era ins titu c ió n s u p r a n a c io n a l y de p o n e r de e ste m odo los fu n d a m e n to s reales de u n a E u ropa organizada.
A través del T ratado de la C .E .C .A ., se puso en m archa un M ercado Común del C arbón y del Acero que im plicaba la supresión de los derechos de aduana y de las restricciones c u a n tita tiv a s a la lib re circ u la c ió n de los p ro d u c to s , y la interdicción de m edidas discrim inatorias y de subvenciones o ayudas concedidas p o r los E stados, dom inando el m ercado la libre concurrencia en el futuro. La C om unidad controlaría el aprovisionam iento regular y la fijación de precios. La realización del M ercado Unico sería progresiva: un período preparatorio y otro de transición p er m itirían la adaptación de las in d u strias a las nuevas condi ciones. Asimismo, el T ratado asim ilaría la organización inter nacional del trab ajo . 90
La C .E .C .A . com portaba cu atro grandes instituciones: —- La Alta A u to rid a d , independiente de los gobiernos, e n carg ad a de definir periódicam ente los objetivos de p ro d u cc ió n y de m o d ern izació n a medio p lazo y de g aran tizar la supervivencia de las em presas siderúrgi cas y carboníferas gracias a un fondo común. Aquel organismo quedaría compuesto po r nueve miembros designados p o r seis años; ocho nom brados de común ac u er do, el último po r captación de entre ellos. Jean M onnet sería el prim er Presidente. — El Consejo de M inistros, que representa a los seis paí ses. Su misión era la de coordinar el tra b a jo de la Alta A utoridad con el de los gobiernos. El voto p o r unani m id a d p a r a las cuestiones más im p o rta n te s , y p o r m ayoría p ara las demás. — La A s a m b le a d e la C o m u n id a d , q u e a g ru p a a 78 m iem bros: F ra n c ia , R epública F e d e ra l e Ita lia (18), Bélgica y los Países Bajos (10) y Luxem burgo (4). Su elección depende de las m odalidades propias de cada país. La Asamblea controla a la Alta A u to rid a d , que debe p resentarle un inform e anual. — La C orte de Ju sticia, encargada de velar p o r la apli cación y la interpretación del T ratado. E staba form a da p o r 7 jueces nom brados p a ra 6 años. La ratificación por los parlam entos nacionales m ostró una clara imagen de las fuerzas políticas que iban a su scrib ir o rech azar estos proyectos. En Alemania F ederal votaron en co n tra los comunistas y los socialistas, que alegaron que la CECA p erp e tu ab a el co n tro l de la in d u stria alem ana. En el BENELU X, los com unistas, y en Italia comunistas y socialis tas. En F ra n cia , la ratificación se realizó el 13 de Diciem bre de 1951 p o r 377 votos favorables co n tra 233 — com unistas, gaullistas e independientes— . Sobre la cuestión del inevita ble abaratam iento del acero y del carbón franceses, algunos senadores re trasa ro n la puesta en m archa del T ratado hasta que finalmente el Congreso de la República lo aprobó po r 177 votos contra 31 — comunistas— y 87 abstenciones — gaullistas e independientes. O btenidas las ratificaciones, Jean M onnet fue nom brado 91
P re sid e n te de la A lta A u to rid a d y de la C o rte de Ju s tic ia , sucediéndole Rene M ayer (1955-1957). El juicio que la CECA ha merecido es positivo. A ella se le atribuye el enorme crecimiento de la producción de acero, que p asab a de 42 millones de toneladas en 1943 a 107,3 millones de toneladas; la intensificación del comercio entre los «Seis», la reb aja de los costes de p roducción, la econom ización del coste de las m aterias prim as, la institucionalización de tarifas directas de transportes que m ejoraron las cuentas de explo tación, im portantes beneficios sociales — la CECA invirtió más de 150 millones de dólares para c re a r 100.000 empleos— ; la instauración de un sistema de garantías sociales — ayudas con tra el p a ro , p a ra la readaptación profesional, etc. El éxito como p rim e ra C o m u n id ad E u r o p e a , so b re la experiencia de una integración parcial, favoreció el d esarro llo de las relaciones entre los «Seis» y contribuyó a la elabo ració n de otros proyectos, y sobre todo al alargam iento del M ercado Común del carbón y del acero a otros sectores de la economía. * * * El modelo institucional prom ovido p a ra la creación de la C .E .C .A se convirtió m uy p ro n to en el p u n to de p a rtid a de otros proyectos de unión europea en sectores concretos como los tran sp o rtes, el m ercado agrícola y la sanidad. En la Asamblea consultiva del Congreso de E u ro p a, cele b rad a el 16 de Agosto de 1950, el diputado francés E douard Bonnefous, Presidente de la Comisión de Asuntos E x tra n je ros de la A sam blea N acio n al, p ro p u so la c re a c ió n de u n a A utoridad E u ro p ea de T ransportes p a ra m ejo rar el sistema de tra n sp o rte , a b a ra ta r los precios y h acer d esap arecer las discrim inaciones. Se creó una comisión bajo la dirección de B onnefous y de R aú l D a u try , e in sp irá n d o se en el m odelo de la CECA, se p ro p u so la creación de u n a Alta A utoridad, un Consejo de M inistros, una Corte de Justicia y una Asam blea P a rla m e n ta ria , el proyecto fue aprobado p o r la Comi sión de Transportes en Mayo de 1951, pero fue rechazado p o r la Asamblea del Consejo de E uropa a causa de la necesaria transferencia de soberanía. 92
Finalm ente, se adopta la creación de una Oficina E uropea de T ransportes con capacidad tan sólo de h acer recom enda ciones, institución que será ado p tad a p o r la A sam blea con sultiva el 27 de Septiem bre de 1952, pero que se resuelve con poca eficacia. F racaso sim ilar se produce en el intento de organizar los m ercados agrícolas europeos. El M inistro de A gricultura de los P aíses B ajos, Sicco M ansholt, p ro p o n e al C ongreso de E u ro p a en N oviem bre de 1950 c re a r un órgano so b eran o p a ra elim inar las b a rre ra s aduaneras y fija rlo s precios de los productos agrícolas, intensificando los intercam bios. El dipu tado francés C harpentier, elaboraron en Febrero de 1951 un proyecto in sp irad o en la C .E .C .A . p a ra in stitu ir u n a Alta A u to rid a d p a r a la a g ric u ltu ra , y la A sam blea c o n su ltiv a ap ru e b a este proyecto en Diciem bre de 1951 con m ayoría de dos tercios, con la oposición hostil de los británicos, pero el Consejo de M inistros rechaza la propuesta. U na nueva iniciativa fue em prendida p o r el M inistro de A gricultura francés, P ierre Pflimlim, diseñando un M ercado Común Agrícola dirigido p o r una Alta A utoridad con pode res de decisión y a rb itra je con competencia en diversos sec tores — m antequilla, leche, azúcar y vino, y posteriorm ente e x te n sib le a o tro s se c to re s— . El 29 de M arzo de 1951 el gobierno francés envía un m em orándum al Consejo de E u ro p a , el llam ado «Pool Verde», pero las resistencias serán muy fuertes. En M arzo de 1952 se reúne en P arís una C onferen cia p re p a ra to ria . Los Países Bajos sugieren englobar todos los productos agrícolas bajo u n a a u to rid a d su p ranacional. P ero el principio de la autoridad superior sobre el sector agrí cola será definitivam ente rechazado en Marzo de 1953, y la O .C .D .E . creará en Enero de 1955 un Comité Interm iniste rial de A gricultura y Alimentación. Finalm ente, p a ra el Consejo de la Sanidad, el M inistro de la Sanidad Pública francés, Paul Ribeyre, sugirió al gobierno galo el 24 de Diciem bre de 1952 la idea de una C om unidad E u ro p ea de la Salud, gobernada p o r una a u to rid a d s u p ra n a c io n a l, que a rm o n iz a ría los p recios de las m ed icin as y m aterial qu irú rg ico — sanitario— , el llam ado «Pool Blanco». Una C onferencia se reu n irá en P arís en Diciem bre de 1952, pero el proyecto fue rechazado por la discreta y eficaz opo sición de las grandes firm as farm acéuticas. 93
4.
E l F ra c a so
d e la
C o m u n id a d E u r o p e a
de
D efen sa
El 25 de Junio de 1950 estallaba la g u erra de C orea — al a tra v e sa r C orea del N orte el P aralelo 38°, lo que obligaba a in te rv e n ir in m ed iatam en te a los am erican o s— . El avance com unista so b re C orea del S u r va a p o n e r so b re la mesa de las negociaciones diplom áticas la contribución de Alemania a la defensa Occidental, y espinoso asunto del p o r tanto el re a r me alem án. Jean M onnet recoge textualm ente u n a declaración reali zada aquel día p o r Mac Clay: «Habrá que d a r a los alem a nes los medios p a r a d efenderse contra una a g re sió n ... La suerte del m undo no se juega en Corea sino en el corazón de E u ropa. Estam os convencidos que S ta lin tiene el m ismo p la n p a ra A lem ania que p a r a Corea». La A sam blea consultiva del Consejo de E u ro p a , reunida en Agosto de 1950, abordó esta urgente situación. A ndré P hi lip, diputado socialista, declaró que «Europa no pu ed e orga n iza r su defensa sin A m érica; aún con esta a yuda, ella se expondrá a todos los riesgos si perm anece encerrada en sus cuadros nacionales con sus viejos ejércitos anticuados e inú tiles» . Paul Reynaud preconiza el nom bram iento de un Minis tro de Defensa europeo. C h u rc h ill in te rv in o en la sesión de 11 de A gosto de la A sam blea del Consejo de E u ro p a en favor d é la creación de u na fuerza m ilitar europea dirigida p o r la a u to rid a d de un M inistro de Defensa europeo. La resolución del Consejo de E u ro p a «dem anda la creación in m ed ia ta de una a rm a d a europea y en cooperación con E stados Unidos y C a n a d á » . La A sam blea del Consejo de E uropa a p ru e b a este texto p o r am plia m ayoría con la abstención de los laboristas británicos y los socialistas alem anes y de los países escandinavos. En pleno clim a de in q u ie tu d , el C an ciller F e d e ra l A de n a u e r solicitó el aum ento'de tropas occidentales estacionadas en A lem ania, así como el derecho de A lem ania F e d e ra l de ten er una dotación de arm as pesadas análoga a la de la Ale m ania del Este. El presidente de los Estados Unidos — H arry T rum an— apoya en Septiem bre de 1950 el envío de nuevos refuerzos de tropas a condición de que los europeos realicen un esfuerzo p a ra reafirm ar su rearm e, pensando claram en te en la reconstrucción del ejército alemán. 94
Dean Acheson propuso en la Conferencia de Nueva York de 12 de Septiem bre de 1950, que reunió a los tres m inistros de Asuntos E xteriores — am ericano, francés y b ritánico— la o rg a n iz a c ió n de un e jé rc ito e u ro p e o a u tó n o m o , con un C om andante único y un E stado M ayor in te rn ac io n al, com prendiendo unidades militares de cada E stado yuxtapuestos. En el conjunto se integrarían diez divisiones alem anas. P ero R obert Schum an cree todavía precipitado p ro ced er al rearm e alem án, y dem anda una solución al Presidente del Consejo francés, René Pléven, quien elab o rará un proyecto d en tro de las líneas institucionales de la C .E .C .A ., llam ado el «P lan Pléven». Pléven, que tenía plena y antigua amistad con Jean Monnet, fue asesorado por éste y po r su equipo, según el propio Monnet manifiesta en sus Memorias: «El equipo se reúne a intervalos entre las sesiones de la Conferencia: Hirch, Uri, Clappier, R eu ter, a los que se une A lphand, abordan los problem as de la defensa con el mismo rigor de espíritu y la misma capacidad im aginativa que realizaban en los ámbitos de la economía». El 24 de O c tu b re de 1950, R ené P lev en p r e s e n ta a la A sam blea las líneas fundam entales de su proposición p a ra construir una «Comunidad Europea de Defensa»: «El gobier no fra n c é s piensa que la realización del Plan Carbón-Acero ha p e r m itid o a los e sp íritu s h a b itu a rse a la id ea de una C om unidad Europea antes de abordar la delicada cuestión de la defensa común. Partiendo de la confianza en los desti nos pacíficos de Europa y en la necesidad de d a r a los p u e blos el sentim iento de una seguridad colectiva, el gobierno fr a n c é s p r o p o n e o r g a n iz a r esta cu estió n con los m ism os m étodos y b ajo el m ism o e s p ír itu ... la c rea c ió n , p a r a la defensa com ún, de un ejército europeo, enlazado a las insti tuciones p o lític a s de la E u ro p a U n id a ... El e jército será puesto bajo la responsabilidad de un M inistro europeo de la Defensa, asistido de un Consejo de Ministros, bajo el control de una Asamblea Europea y con presupuesto m ilitar común». La Asamblea Nacional de F rancia aprobó el proyecto po r 348 votos co n tra 224. La noche anterior, según m anifestará el general Stehtin, quien colaboraba con el ministro de Defen sa francés, Jules Moch, estaban preparando todavía el docu mento correspondiente al proyecto p a ra enviarlo al Consejo Atlántico. 95
Estados Unidos acogió favorablem ente un proyecto que perm itía in teg rar el rea rm e alem án en E u ro p a , pero la opo sición fue ro tu n d a p o r p arte del P artid o Comunista francés y de la R P F del G eneral De Gaulle, así como por la oposición social dem ócrata alem ana lid e ra d a por K urt S chum acher, quien reivindicó p a ra Alemania la facultad de derechos y una defensa poderosa sobre el Elba. El C onsejo A tlá n tic o se re u n ió en P e te r s b u rg ju n to a B onn, p a ra definir la participación m ilitar alem ana y, poste riorm ente, en P arís el 15 de F eb rero de 1951, p a ra fija r las bases de la construcción de una arm ada eu ro p ea. El 22 de F eb rero se constituía un comité ejecutivo del que form aban p a rte H ervé A lp h a n d , re p re se n ta n d o a F ra n c ia , y W alter H allstein po r Alemania Federal. P a rticip arán tam bién Italia, Bélgica y Luxem burgo, y en calidad de observadores G ran B retañ a, Países Bajos, D inam arca, N oruega, Estados Unidos y C anadá. Estados Unidos aceptó el proyecto inicial de F ran cia de constituir un Ejército Europeo bajo la autoridad de un Comi sario Europeo de Defensa, con un Presupuesto común y asis tido de un Consejo de M inistros y una Asamblea P arlam en ta ria . René Pleven se entrevistó con el P resid en te T rum an y Dean Acheson en E nero de 1951. Tam bién apoya la propues ta el G eneral Eisenhow er, Com andante en Jefe de la OTAN en E u ro p a , quien m antuvo largas conversaciones con Jean M onnet. El 1 de F e b re ro de 1952 el p ro y e c to de c o n s tru ir una C o m u n id ad E u ro p e a de D efen sa e ra p u b lic a d o , com en z a n d o las d isc u sio n es p o lític a s en el seno de c a d a p a ís . P e ro la G u e rra de In d o c h in a lim ita b a a F ra n c ia , que no p o d ía d e s d o b la r sus e fe c tiv o s b é lic o s y c o n tr i b u ir con aquel fre n te ab ierto a la defensa de europa. A denauer con siguió la c o n fia n za del B u n d e sta g , e n te n d ié n d o se que, a cam bio de la p a rticip a ció n en el e jé rcito eu ro p e o , A lem a n ia O ccidental r e c u p e r a r ía p lenam ente su s o b e ra n ía . La C onferencia de M inistros del C onsejo A tlán tico a p ro b ó en L isb o a — 20 a 25 de F e b r e r o de 1952— el p r o y e c to de E jé rc ito E u ro p eo . Finalm ente, el T ratado que instituye la Com unidad E u ro pea de D efensa (C.E.D ) será firm ado en París el 27 de Mayo de 1952. 96
La C om unidad E u ro p e a de D efensa se in sp ira desde el punto de vista institucional en la C .E .C .A ., estableciendo los siguientes órganos: __ El Consejo, form ado por los representantes de los Esta dos miembros que delegan en un ministro. Se constitu ye en la p rin c ip a l a u to rid a d , ten ien d o como m isión — art. 39— «armonizar la acción del Comisariado y la política de los gobiernos. Da las directivas al Comisa riado y tom a decisiones p o r m ayoría simple. Tiene la m áxim a competencia en materia p resupuestaria». — El C om isariado, órgano ejecutivo y de adm inistración, «encargado de asegurar la realización de los objeti vos fija d o s p o r el T r a ta d o » . C o m puesto de nueve m iem bros n o m b ra d o s de com ún a c u e rd o p a r a seis años y re n o v a b le s p o r tercio s c a d a dos añ o s. Con p o d eres de acción y de c o n tro l y atrib u cio n es reg la m entarias, de adm inistración y ejecución. O rganiza y adm inistra las Fuerzas E uropeas de D efensa, pero no tiene competencias en el m ando militar. __ L a A sa m b le a , que s e rá la A sam blea com ún de la C .E .C .A ., a la que se añaden tres m iembros po r cada uno de los grandes Estados —Alemania, Francia e Ita lia— p a ra o b ten e r una p o n d eració n su p lem en taria. Celebrará una sesión anual y discutirá el informe general del Comisariado, formulando observaciones y pudiendo realizar una moción de censura y rechazar por m ayoría de dos tercios el presupuesto de la Comunidad. __ La C orte de Justicia, que será común con la C .E.C.A ., convirtiéndose en Corte de Justicia de las Com unida des E uropeas, asistida po r tribunales europeos.
Al mismo tiem po que el T ratado constitutivo de la C.E.D , se firm aron otros protocolos relativos a: __ Las relaciones recíprocas en tre la C.E.D y la OTAN. __ El T ratado de G aran tía, realizado con G ran B retaña p a ra reg u la r la asistencia auto m ática p rev ista en el P acto de Bruselas. 97
— Un acuerdo trip a rtito e n tre EEU U , G ran B retaña y F ra n c ia , afirm a n d o que un ataq u e c o n tra la C .E .D sería co n sid erad o como u n a ta q u e c o n tra su p ro p ia seguridad. P reviam ente, el 26 de Mayo de 1952 se h ab ían firm ado en Bonn los acuerdos contractuales que ponían fin al régimen de o c u p a ció n a le m a n a , re c o b ra n d o la R e p ú b lic a F e d e ra l su so b e ra n ía plena en m ate ria de p o lític a e x te rio r y política extran jera, pudiendo así firm ar al día siguiente el T ratado de P arís. Las tro p a s de ocu p ació n p e rm a n e c e ría n en A lem ania, reconvertidas en fuerzas de seguridad que in terv en d rían en caso de agresión co n tra la R epública F ederal. El T ratad o de la Com unidad E uropea de Defensa hab ría de ser ratificado por los correspondientes parlam entos nacio nales. P o ste rio rm e n te , el T ra ta d o sería a p ro b a d o por las cám aras legislativas de P aíses B ajos, Bélgica, Luxem burgo y Alemania, siendo rechazado p o r la Asamblea Nacional F ra n cesa el 30 de Agosto de 1954, según consideram os.
5.
E l P r o y e c t o d e C o m u n id a d P o l ít ic a E u r o p e a
P o r su propio objeto, el T ratado de la C om unidad E uro pea de Defensa requería un complemento político que pusie r a en com ún la política ex terio r y de seg u rid ad . El propio R o b ert Schum an la anuncia el 20 de Septiem bre de 1951 al declarar que «Francia propondrá en su momento la creación de una organización política eu ro p ea , con una a u to rid a d su p ra n a cio n a l p a r a la fo rm a c ió n de una política exterior com ún». Jean M onnet, al tom ar posesión de su cargo de P re sidente de la Alta A utoridad de la C .E .C .A . el 13 de Agosto de 1952, afirm aba que «Europa no se lim itará al carbón y al acero... la C om unidad sólo tendrá sentido si desem boca en una verdadera autoridad política». La tá c tic a em pleada fue la de c o n s titu ir la C om unidad Política al tiempo que la Com unidad E uropea de Defensa, a través del desarrollo del a rt. 38 de la C .E .D ., introducido por Alcide de G asperi, quien preveía la elaboración p o r la Asam b lea de la C .E .D . de un proyecto de « e stru c tu ra fed eral o 98
confederal», que asegurará la coordinación de las Comuni dades creadas o por crear. Los seis M inistros de Asuntos Exteriores de la C.E.C.A . se re u n ie ro n el 10 de Septiem bre de 1952, a c o rd a n d o que la Asamblea em prendiera el estudio previo del art. 38. Bajo la Presidencia de Spaak, y con nuevos parlam en tario s, se fo r mó una comisión constitucional, dirigida p o r H ein rich von B re n ta n o , que elaboró con rapidez un proyecto presentado a la Asamblea el 9 de M arzo de 1953. De c a rá c te r fed eralista, fundado sobre la unión de pue blos y de E stados, y reconociendo su personalidad propia y la igualdad de derechos y obligaciones se preveían las siguien tes instituciones: —- Un P a rla m e n to bicam eral form ado p o r una C ám ara de P ueblos, rep resen tan te de los ciudadanos, elegida p o r sufragio universal, con los escaños rep artid o s, en v irtu d de una cierta pon d eració n — F ra n cia , 70; Ita lia y Alemania, 63; Bélgica y Países Bajos, 30; Luxem burgo, 12; en total serían 268 diputados. — Un S enado, form ado p o r representantes de los p a rla mentos nacionales y no de los gobiernos, integrado por 87 senadores: F rancia, Alemania e Italia, 21; Bélgica y Países Bajos, 10; y Luxem burgo, 14. — Un C o n se jo E je c u tiv o E u r o p e o , órgano colegiado cuyo P re s id e n te se ría escogido p o r el Senado p o r m ayoría absoluta, y form ado p o r doce m iem bros con un m a n d a to , como en la C ám ara de los P u e b lo s, de cinco años. — Un Consejo de M inistros, como órgano in terg u b ern a m ental, com puesto p o r representantes de los gobier nos nacionales, con la función de a rm o n izar la acción del Consejo ejecutivo europeo con la de los gobiernos — a rt. 35. — Una C orte de Justicia que asegurase la apÜcación del E statuto, recoge las diferencias y pronunciándose sobre la validez de las decisiones del Consejo Ejecutivo. — Un C onsejo E conóm ico y Social con funciones con sultivas. La C o m p eten cia de la C o m u n id a d P o lític a E u r o p e a — a rt. 2 ,1 — se ex ten d ería a m aterias de p o lítica e x terio r, 99
defensa, integración económica y social, y protección de los derechos del hom bre. El E statuto de la Com unidad Política E u ro p ea fue a p ro bado p o r la Asam blea el 10 de M arzo de 1953. Se preveía que la Com unidad Política E uropea englobara progresivam ente la C .E .C .A . y la C.E.D . El M inistro de los Países Bajos, Jo h an Willen Beyen — P lan B eyen— propuso que dicha Com unidad coordinase tam bién las políticas mone tarias y financieras de los países m iem bros p a ra establecer paulatinam ente un Mercado Común de la «Europa de los Seis» con u n fondo de rea d a p ta c ió n sem ejante al de la C .E .C .A . E n u n am biente e n tu s ia sta , el segundo Congreso de La H aya, organizado p o r el M ovimiento E uropeo e n tre el 8 y el 10 de O c tu b re de 1953, dem andó la p u e sta en m a rc h a del T ratado de la C .E .D . y de la C om unidad Política E uropea. sfc
* * Pero la Com unidad Política E uropea dependía de la ra ti ficación del C .E .D y las circunstancias de la política in te r nacional fueron cam biando, dificultándose aquel proceso. El peligro soviético que ale n tab a la «G uerra F ría » , dism i nuyó tra s la m u erte de S ta lin , o c u rrid a el 5 de M arzo de 1953. La G u e rra de C orea finalizó, y la contienda en In d o china d a b a p a so a u n a C o n fe re n c ia en G in e b ra el 30 de Ju lio de 1954. Sucesivam ente, los p arlam en to s de los países europeos in te g ran te s de la C .E .D . fu ero n votando afirm ativam ente: Alemania, 19 de M arzo de 1953, 224 votos c o n tra 165, y ra ti ficación el 15 de Mayo en el B u n d esra t, 23 votos contra 15. Los Países Bajos, 23 de Julio, Segunda C ám ara, 75 contra 11 y en el Senado, 20 de Enero de 1954, 36 contra 4. E n Bélgi ca, 26 de Noviembre, la C ám ara, 148 votos contra 49, y Sena do, 12 de M arzo de 1954, 125 votos c o n tra 40. En Luxem burgo, 27 de Abril de 1954, 46 contra 4. En Italia, la cuestión de Trieste y la política interior aconsejaba un retraso, tras la aprobación de las Comisiones de la C ám ara. El fracaso de la C .E .D se debió a la no ratificación en la Asam blea F rancesa, producida p o r diversas razones que lle varon a una gran división de la opinión pública, experim en 100
tando la hostilidad de los com unistas y del general De G au lle, sobre todo, quien, en una conferencia de p rensa de 5 de Junio de 1952, se m anifestó totalm ente co ntrario al desarm e de F ran cia «en una melange a p a trid a » . Las indu strias francesas de arm am ento y textil tem ieron la m ayor com petitividad de la siderurgia alem ana y de la tex til italiana y, sobrem anera, los partidos políticos hubieron de hacer frente a la cuestión de la supranacionalidad. Los sucesivos gobiernos fran ceses de B id a u lt y M ayer d e m a n d a ro n protocolos adicionales. M endes F ra n c e , con v ertido en Jefe de G obierno el 18 de Ju n io de 1954, p rete n dió s u p rim ir o a te n u a r el c a r á c te r s u p ra n a c io n a l de la C .E .D ., desnaturalizando el T ratado al im poner el derecho de veto, lo cual fue rechazado p o r los demás países, que ya habían ratificado el texto. Finalm ente, se utilizó una táctica p arlam en taria, que con sistió en la presentación de una moción previa que aplazaba «sine die» la discusión del texto. La moción previa fue a p ro bada p o r 319 votos contra 264 y 12 abstenciones. Com unis tas y gaullistas entonaron la Marsellesa. La Com unidad E uro pea de D efensa y la C o m unidad P o lític a E u ro p e a h a b ía n fracasado.
6.
L a U n ió n E u r o p e a O c c id e n t a l (UEO)
El M inistro de Asuntos E xteriores britán ico tomó la ini ciativa, viajando por las capitales europeas y reuniéndose en las Conferencias de Londres — 25 de Septiembre a 3 de Octu b re de 1954— y de París — 20 a 22 de O ctubre— , a d o p tan do el 23 de O ctubre los siguientes acuerdos: — El restablecim iento de la soberanía de Alemania Fede ra l, modificando los acuerdos de Bonn de 26 de Mayo de 1952. — La reform a del Tratado de Bruselas m ediante la en tra da de otros miembros y la creación de la Unión E uro pea Occidental — UEO. En P arís se firm aron 4 protocolos anexos al T ratado de B ruselas que, además de finalizar con el régimen de ocupa ción m ilitar de Alem ania, e stru c tu ra b a n una nueva organi 101
zación — U .E.O — a través del procedim iento de la coopera ción intergubernam ental. Sus competencias eran básicam ente m ilitares; apenas ejer ció actividades en m ateria económ ica, y en m ateria política su com petencia era de orden general «promover una política de p a z ... prom over la unidad y la integración progresiva de E u ro p a ...». Las actividades sociales y culturales serían tra n s feridas al Consejo de E uropa en 1960. Organos d é la U .E .O . eran: — El C onsejo, institución principal que toma decisiones p o r unanim idad, y en m aterias diversas, según los p ro tocolos II, III y IV p o r m ayoría de dos tercios o mayo ría simple. — La A sam blea, órgano p arlam en tario que no existía en el T ratado de B ruselas, form ado por representantes de los E stados m iem bros, cuya función era la de ejercer un cierto control sobre el Consejo, quien enviaría a la A sam blea un inform e sobre la m ateria de control de arm am entos. La A sam blea, adem ás, realizaba reco m endaciones, como sería la relativa a la adhesión del Reino Unido a la C E E , efectuada el 25 de M arzo de 1963. — El C onsejo P e rm a n e n te , com puesto p o r los em baja dores de los Estados m iembros. — La Agencia p a ra el C ontrol de A rm am entos. — El Com ité P e rm a n e n te de A rm am entos. Los A cuerdos de P a rís , que instituyeron la U .E .O , fueron ratificados p o r Alemania y F ran cia — 30 de D iciem bre, 387 votos contra 260— y asimismo po r Italia y el BENELUX. F ra n c ia y A lem ania re a liz a ro n al m argen una serie de acuerdos comerciales y culturales, y con respecto a la im por tante cuestión del S arre, tras haberse considerado p a ra aquel territorio la posibilidad de erigirlo en un Estado Europeo en el m arco de la U .E .O ., finalm ente se re in c o rp o ró política m ente a A lem ania el 1 de E nero de 1957. Sin em bargo, la actuación de la U .E .O . sería esporádica, prefiriendo los países acudir a la OTAN p a ra las negociacio nes diplom áticas m ilitares, y a la OECE p a ra las cuestiones económicas.
102
CAPÍTULO IV
LA CONSTRUCCIÓN EUROPEA (1955-1960): MERCADO COMÚN Y EURATOM
1.
E l R e l a n z a m ie n t o E u r o p e o : La C u m b r e d e M e s in a
Los esfuerzos p a ra seguir creando autoridades supranacionales europeas h ab ían fracasad o , y tan solo perm anecía como tal, peligrosam ente aislada, la Com unidad E uropea del C arbón y del Acero. Sin em bargo, d u ran te aquel tiempo se p ro d u je ro n im por tantes novedades en el panoram a político internacional, como el inicio de la desestalinización, tras la m uerte del dictador soviético, form alizada por el XX Congreso del PCUS, que ilu m inará el m arco de la «coexistencia pacifica». El T ratado de Estado de A ustria, de 27 de Julio de 1995, por el que oficial m ente se reconocía la soberanía de este país, y la caída del gobierno de M endes-France en F ebrero de 1955, que acaba ría a rra stra n d o a la propia IV R epública Francesa. Fue entonces cuando un grupo de decididos europeístas, que rep re sen ta b an a los tres países del Benelux: J o h a n W. Beyen — Países Bajos— , P au l H en ri Spaak — Bélgica— y Jo se p h Bech — L uxem burgo— , ju n to con la in estim a b le ay u d a de Je an M onnet, p ro c e d ie ro n al rela n za m ie n to eu ropeo. Ya en Septiem bre de 1953, las adm inistraciones belga y neerlandesa habían estimado como posible la extensión de la 103
CECA a otros sectores, como el tra n sp o rte y los diversos tipos de energía — gas, electricidad y energía atómica. Jean M onnet, afectado por el fracaso de la CED, anunció el 9 de Noviembre de 1954 que cuando expirase su m andato como Alta Autoridad de la CECA, —20 de Febrero de 1955— ab an d o n aría dicho cargo p a ra d edicarse a la construcción de la Unión E uropea desde foros mas amplios y con una mayor liber tad de actuación: «Nuestros países — d irá— se han convertido en pequeños p ara el m undo actual, hay que disponer de medios técnicos m odernos, a la medida de la América y la Rusia de hoy y de la China y de la India de m añana. La unidad de los pue blos europeos reunidos en los Estados Unidos de E uropa será el medio de elevar el nivel de vida y de m antener la paz». A quellas p a la b ra s fu ero n p ro n u n cia d as en u n a reunión e x tra o rd in a ria de la Alta A utoridad y después enviadas a los G obiernos de los «Seis». Su dimisión no casualm ente coinci día con la de R o b e rt M a jo rlin , S e c re ta rio G e n e ra l de la O ECE, y con la de Jaim e de C astro, director de la FAO en la O N U . M o n n e t p r o n u n c ia r á su d isc u rso de d e sp e d id a en E strasburgo el 10 de M arzo de 1955, realizando un balance de lo conseguido p o r la CECA y apelando a la consideración de nuevos avances p a ra la integración europea. Jean M onnet veía clara la oportunidad de seguir a lte rn a tivam ente las dos vías, la de la u tilizació n del sistem a que h a b ía d a d o lu g a r a la CECA p a r a c r e a r una C o m u n id ad E u ro p ea de E nergía N uclear, que al tiem po que evitaba un d esarro llo indep en d ien te de la in d u stria atóm ica alem ana, reforzaba los vínculos de unión de los intereses de los estados europeos occidentales, y la integración económ ica global a través de la extensión de la CECA a los restantes campos de la actividad económ ica. B rillan te defensor de este organism o h a b ría de ser el ingeniero francés Louis A rm an d , Presidente de la SNCF, quien diseñará con el nom bre de «Euratom » una institución especializada con u n a Alta A u to rid ad al fren te, según el modelo de la CECA. F av o reció tale s em peños el nuevo go b iern o de E d g a rd F a u re , en el que nuevam ente se e n c o n trab a n R obert Schu m an , A ntoine P inay, y P ie rre -H e n ry T eigten, quien había p resen tad o a la A sam blea de la CECA el 2 de Diciem bre de 1954 u n m em orándum so b re el rela n za m ie n to de la cons trucción europea. 104
Pero la persona clave de aquel proceso, ya histórico, fue el belga P au l-H en ri S paak, uno de los grandes oradores de su tiem po, joven abogado, socialista, atlan tista convencido y Secretario G eneral de la OTAN desde 1957, quien acabaría sus días como consejero de la ITT am ericana. P a rtid a rio de una integración económica europea global y no sectorial, Spaak m antendría como principal objetivo — según d irá en su auto biografía «C om bates In a ca b a d o s»— crear una Com unidad Supranacional que tuviera po r objeto realizar la integración económica de E uropa a través de la Unión A duanera y de la Unión Económ ica. Los proyectos realizados p o r Je a n M onnet y P ie rre U ri fu e ro n refo rm a d o s p o r S p a a k , quien efectú a u n a síntesis entre aquellos y los de J. W. Beyen, M inistro de Exteriores de los Países Bajos. Enviados a M onnet, fueron finalm ente p re sentados ante la Asamblea el 9 de Mayo de 1955, y ésta adop tó u n a resolución que preveía u n a extensión m ate ria l de la CECA. Una vez mas se plan teará la unidad europea en situación fav o ra b le , como la que aconteció en M esina en la p rim e ra reunión de M inistros de Asuntos Exteriores entre los días 1 y 3 de Junio de 1955. Las principales reuniones se celebraron en el antiguo con vento de Santo Domingo de T aorm ina. O cupaba la Presiden cia J o s e p h Bech, y e s ta b a n p re s e n te s G a e tan o M a rtin o , Antoine Pinay, W alter H allstein, P aul-H enri Spaak y Johan W illen B eyen. En M esina p rim e ra m e n te se eligió a René M ayer como sustituto de Jean M onnet, quien había ofrecido po r c a r ta r e t i r a r su dim isión como Alta A u to rid a d de la CECA, lo cual no fue aceptado. Se planteó en segundo lugar el relanzam iento europeo a p a rtir del m em orándum del BENELUX, acordándose por los M inistros de los «Seis», ex te n d e r la integración e u ro p e a a toda la economía, y encargando a un Comité de expertos p re sidido p o r Spaak la elaboración de un inform e sobre la reali zación de una Unión Económica G eneral y de una Unión en el campo de la Energía Nuclear: «Puede conseguirse al desa rrollo de una Europa unida a través del desarrollo de sus instituciones comunes, la fusió n progresiva de sus economías nacionales, la creación de un M ercado Común, y la arm oni zación progresiva de sus políticas sociales». 105
Los M inistros de los «Seis», decidieron que p a ra su pues ta en aplicación se necesitaba el estudio previo de un cierto núm ero de cuestiones: — Procedim iento y ritm o de la supresión progresiva de obstáculos a los cam bios, así como m edidas ap ro p ia das que perm itieran la unificación progresiva del régi men aduanero. — Arm onización de las Políticas G enerales de los países p articipantes en los ám bitos financieros, económicos y sociales. — C oordinación de las políticas m onetarias. — Creación de fondos de readaptación y establecimiento progresivo de la libre circulación de la m ano de obra. — Elaboración de las reglas de concurrencia p a ra excluir toda intervención nacional. — Creación de un fondo de investigación p a ra d esarro lla r las regiones menos favorecidas. — A rm onización progresiva de las reglam entaciones en lo social, y sobre todo en lo que concierne a la d u ra ción del tra b a jo . La Resolución de Mesina enum eró tam bién diversos cam pos de actu ació n : d e sa rro llo de las vías de com unicación, increm ento de los medios energéticos a disposición de las eco nomías europeas, etc. La conclusión final m anifestaba que: «Los Seis Gobiernos reconocen que la co nstrucción de un M ercado C om ún e u ropeo excluyente de todo derecho de ad u a n a y de toda res tricción c u a n tita tiva es el objeto de su acción en el dominio económico. Este m ercado deberá ser realizado p o r etapas».
2.
E l In f o r m e S pa a k
Los gobernantes de los «Seis», tra s b a r a ja r varios nom bres de prestigio como los de Van Z eeland, Pella o el propio Jean M onnet, habían finalmente encargado la Presidencia del Comité de las Delegaciones G ubernam entales de los «Seis» a P aul-H enri S paak, secundado p o r el francés Félix G aillard, colaborador de Jean M onnet, y futuro Presidente del Conse jo , el alem án H ans von d er G roeben, el holandés D irk Spie106
renburg, el belga A lbert H upperts, y los franceses P ierre Uri y Paul Delauvrier. Sobre todos ellos P aul-H enri Spaak e ra , evidentem ente, el hom bre de mas proyección política. M inistro belga entre 1 9 3 9 y 1 9 4 5 , elegido sucesivam ente p rim er P residente de la Asamblea General de la ONU — 1 9 4 6 — , de la Asamblea Con sultiva del Consejo de E uropa — 1 9 4 9 — , y de la Asamblea de la CECA — 1 9 5 2 — , reunía al Comité designado en Mesina en el castillo de Val-Duchese de B ruselas, comenzando la reali zación de largos y difíciles trabajos. En los prim eros días de A bril de 1956, el Comité aprobaba un inform e prelim inar, el denominado «R apport Spaak», que contem plaba la creación de una Unión A duanera, con tarifa exterior común, mas ambiciosa que la m era liberalización de cam bios, y mas apta p ara conseguir una integración econó m ica. El objetivo de un M ercado Común E u ro p eo se ría el de c re a r una zona amplia de política económica común que cons tituyera una fuerte unidad de producción, y perm itiera una expansión continua, una estabilidad creciente y una signifi cativa aceleración del nivel de vida, así como un desarrollo arm onioso de las relaciones e n tre los Estados in teg ran tes: «Las ventajas de un mercado en el dominio técnico de la pro ducción, no p o d rá n ser obtenidas... sin una cooperación de Estados que asegure la estabilidad m onetaria, la expansión económica y el proceso social... El M ercado Común no puede ser sino regional, establecido p o r Estados que se sientan cer canos entre sí y que realicen en sus legislaciones los ajustes necesarios p a ra hacer prevalecer en sus políticas la solida ridad necesaria». A quel texto fue p rese n tad o a la Asamblea de la CECA y rem itido a los M inistros de Asuntos E x te rio re s, quienes se reunieron en la C onferencia de V enecia —29 a 30 de Mayo de 1956— adaptándolo como base p ara la redacción del futu ro T ratado. En Venecia tam bién se decidió el procedim iento de integración, conjugando las diferentes ópticas de la asimi lación por sectores preferida p o r los franceses, y establecida p ara la Com unidad Europea de la Energía Atómica, y la inte gración económica general, preferida p o r alemanes y holan deses, y que m arcó el camino hacia la institucionalización de una Com unidad Económica E uropea. 107
La integración europea en el cam po de la energía atóm i ca era discutible p a ra A lem ania, que entendía mas positivo el desarrollo de la energía n u c le a r con los am ericanos y los b ritán ico s, y p a ra Bélgica, que gozaba de la explotación del uran io del Congo, p ero su instrum entalización servía p a ra n e u tra liz a r el deseo francés de integración p o r sectores, y p e rm itir en último térm in o la consecución de los intereses com unes a tra v é s de la acep tació n de las dos soluciones: la creación del M ercado Com ún y la configuración del E u ra tom.
3.
L a s N e g o c ia c io n e s d e B r u s e l a s y e l C o m it é M o n n e t p a r a lo s E s t a d o s U n id o s d e E u r o p a
El «M emorándum Spaak» fue, por ta n to , el resultado de diversos compromisos que atenuaron las diferentes posicio nes de los «Seis» y aplacaron el tem or de F rancia a una polí tica de estricto liberalism o com ercial, si bien aquellas solu ciones a las que se llegó en Bruselas fueron un tanto vagas en cuestiones tan delicadas como la ag ricu ltu ra, la arm onización de las clases sociales y la asociación de los territorios de U ltra mar. Los inform es se ría n a p ro b a d o s p o r la C on feren cia de M esina, y a ella siguió una re u n ió n de alto nivel de los los Jefes de G obierno realizada en P a rís en febrero de 1957, en donde serían resueltos los últimos obstáculos. Spaak finalizó el encargo de la redacción de dos Tratados distintos, el que establecía la Com unidad Económ ica E uro pea (C .E .E .) y el que creaba la Com unidad E uropea de E ner gía Atómica (C .E .E .A .). M ientras, la situación internacional p rese n tab a algunas a rista s: fra c a sa d a la C onferencia de G inebra de Julio de 1956, relativa a la cuestión alem ana, que reunió al P residen te Eisenhow er con N ikita K ruschev, Anthony Edén y Edgar F a u re , A lem ania firm a b a un T ra ta d o con Bélgica reco n o ciendo sus fro n teras, y con G ran B retaña sobre contribución al estacionam iento de las tropas británicas. El 5 de A bril de 1957 A denauer reclam aba p a ra el ejérci to federal el derecho a poseer arm as atóm icas. La nueva Ale m ania, en la que la C.D .U . había obtenido el 50,2 p o r ciento 108
(le los sufragios en las elecciones de 1957, alcanzaba definiti va e sta b ilid ad p o lítica. Los m ovim ientos e u ro p e ísta s, que p lan teab an dem andas de filosofía fed eralista, como la elec ción de la Asamblea de la CECA p o r sufragio europeo, aca b aro n escindidos entre los «maximalistas» — Altiero Spinelli, A lexandre M arc— y los federalistas italianos y franceses y, asimismo la Unión E uropea de Federalistas, transform ada en 1959 en el Movimiento Federalista E uropeo, y los «posibilistas», organizaciones federalistas de Alemania, de los Países B ajos, H enri Brugm ans y la Federación Francesa. P o r su p a rte , Jean M onnet creó el 15 de O ctubre de 1955 el eficaz «Comité de Acción p ara los Estados Unidos de E u ro pa» con el fin de im pulsar la integración europea propuesta en la resolución de M esina, y lograr que los Estados delega sen sus poderes en instituciones federales e u ro p e a s. Je an M onnet se apoyará en personas representativas, sindicatos y líderes políticos, organizando reuniones entre los responsa bles de los partidos políticos de los «Seis» — cristiano demó cratas, liberales y socialistas. F o rm a d o p o r un c e n te n a r de p e rs o n a s , el «Com ité de Acción» en su prim er encuentro de 18 de enero de 1956, re a lizado en P arís con la asistencia de 35 líderes de los Seis P aí ses de la CECA, abogó por la creación de una co m unidad supranacional p a ra el desarrollo de la energía nuclear, some tiéndola a la aprobación de los seis Estados. Guy Mollet, tras un intenso debate parlam entario, pedirá a sus diputados la ratificación de estos Tratados: «Europa, unida como fu e r z a m undial independiente, está a nuestro alcance; los riesgos son preferibles a la certidum bre del decli ve y del aislam iento». Los resultados de la votación serían esclarecedores: 331 contra 210 aprobaron la idea de construir un M ercado Común. El Presidente de los Estados Unidos — Eisenhower— y su Secretario de E stado, John F oster Dulles, anim aron discre tam ente a la integración de la unión europea, favorables a una unión n u clear e incluso a un M ercado Común que facili tase dicha unión política. Eisenhow er propuso la venta a bajo precio del uranio con fines pacíficos. En to d o caso , la acción f ra n c o -b r itá n ic a en Suez y el levantam iento de H ungría —intervención de las tropas sovié ticas en Budapest el 4 de Noviembre de 1956— , consolidó el 109
liderazgo m undial de los Estados Unidos y su consecuente apoyo a la defensa europea frente al intervencionism o sovié tico.
4.
Los
T ratados
de
R oma
El 25 de m arzo de 1957 amaneció en Roma un día lluvioso. Las cam panas que realm ente festejab an el día de la A nun ciación a n tic ip a b a n sin q u e re rlo o tra g ran celebración, la cerem onia de la firm a de dos T ratad o s internacionales que harían historia. A p a r t i r de las 5 de la ta r d e lle g a b a n al C a p ito lio los coches de los gobernantes europeos, y desde allí los Ministros se dirigirían a la más grande de sus galerías, la llam ada de los H o ra c io s y C u ria c e o s, tra n s fo rm a d a p o r las b a te ría s de los proyectores de Eurovisión en un verdadero estudio de cine. La cerem onia comenzó con la presentación de los tres tex tos p a ra la firma: uno p a ra la C .E .E ., otro p a ra el E uratom y otro p a ra los anexos. F irm aron los T ratados como plenipotenciarios: p o r Bélgi ca S.M. el Rey de los Belgas, P aul-H enri Spaak, M inistro de A suntos E x te rio re s y el b a ró n J .C h . Snoy et d 'O p p u e r s , S ecretario G eneral del M inisterio de Asuntos Económicos y Presidente de la delegación belga; p o r Alem ania el P residen te de la R ep ú b lica F e d e ra l, K o n ra d A d e n a u e r, C a n c iller F ederal, y W alter H allstein, Secretario de E stado de Asuntos E xteriores; p o r Francia el Presidente de la República F ra n cesa, C h ristia n P in e a u , M inistro de A suntos E x te rio re s y M aurice F a u re , Secretario de Estado de Asuntos Exteriores; p o r I ta lia : el P resid en te de la R epública Ita lia n a ; A ntonio Segni, P residente del Consejo de M inistros y G aetano M artino, M inistro de Asuntos Exteriores; p o r Luxemburgo: S.A.R. la G ran Duquesa de Luxem burgo, Joseph Bech, Presidente de G obierno y M inistro de Asuntos E x te rio re s, y L am bert Schaus, E m b ajad o r y Presidente de la delegación de Luxem burgo; y p o r los Países B ajos: S.M. la R eina de los Países B ajos, Jo sep h L uns, M inistro de Asuntos E xteriores, y M .J. Linthorst H om an, P residente de la delegación neerlandesa. Jean M onnet y su Comité de Acción intervinieron en favor de que las ratificaciones se hicieran lo más pronto posible, 110
con el fin de evitar riesgos políticos en F rancia y adelantarse a las elecciones legislativas en Alemania. El 10 de Julio de 1957 la Asamblea F rancesa ratificaba los Tratados — 342 votos contra 239— ; el B undestag se p ro n u n ciaba afirm ativam ente el 5 de Julio — con el voto en co n tra de los liberales— ; Italia ratificab a el T ratad o en la C ám ara de los Diputados el 30 de Julio y el 9 de O ctubre en el Senado — con el voto en contra de los com unistas— ; en Bélgica eran aprobados p o r la C ám ara el 19 de Noviembre y el 29 del mis mo mes en el Senado — en contra los com unistas— ; la Cáma ra de Luxem burgo lo a p ro b ad a el 26 de Noviembre, y en los Países Bajos la Cám ara Baja se pronunciaba a favor con gran m ayoría el 5 de O ctubre, y la C ám ara Alta el 4 de Diciembre. Los T ra ta d o s d e R om a, así ratificad o s po r los E stados m iem bros, e n tra ro n en vigor, constituyéndose sus institucio nes a comienzos de 1958.
5.
E l M ercado Común
Los Textos elaborados po r el Comité, finalm ente revisados y firmados por los Ministros de Asuntos Exteriores de los Seis Estados de la E uropa Occidental, constituían un denso blo que de disposiciones p re c e d id o de un p re á m b u lo in s titu cional. El prim ero de los T ratados firmados establecía la creación de un M ercado Común cuyo objetivo p rincipal era la libre circulación de m ercancías, servicios y personas en el in terio r de los seis países signatarios, la libre circulación de tra b a ja dores, el derecho al establecim iento, y la libertad de cambios y servicios, objetivos que se lograrían a lo largo de un perío do de transición que d u ra ría entre doce y catorce años des de la e n tra d a en vigor del T ratado. TRATADO CONSTITUTIVO DE LA COM UNIDAD ECONÓM ICA EU RO PEA de 2 5 de m arzo de 1 9 5 7 SU M A JE STA D E L R E Y DE LOS B E L G A S, EL P R E S I D E N T E D E LA R E P Ú B L IC A F E D E R A L DE A L E M A N IA , E L P R E S ID E N T E DE LA R E P Ú B L IC A F R A N C E S A , EL P R E S ID E N T E D E LA R E P Ú B LIC A ITA LIA N A , SU A L T E -
111
ZA R E A L LA G R A N D U Q U ESA D E L U X E M B U R G O , SU M AJESTAD LA R E IN A DE LO S P A ÍSE S BAJO S. R E S U E L T O S a se n ta r las bases de u n a u n ión cada vez m ás estrecha entre los pueblos europeos. D E C ID ID O S a a seg u ra r m ediante u n a acción com ún el progreso económico y social de sus respectivos países, elimi nando las barreras que dividen E uropa. FIJANDO como f i n esencial de sus esfuerzos la constan te m ejora de las condiciones de vid a y de trabajo de los p u e blos. R E C O N O C IE N D O que la elim inación de los obstáculos existentes exige una acción co n certa d a p a r a g a r a n tiz a r un desarrollo económico estable, un intercam bio comercial equi librado, y u n a com petencia leal. PREOCU PAD O S p o r refo rza r la u n id ad de sus economí as y asegurar su desarrollo arm onioso, reduciendo las dife rencias entre las diversas regiones y el retraso de las menos fa v o re c id a s. D E SEO SO S de contribuir, m ediante un política comercial com ún, a la p ro g resiva supresión de las restricciones a los intercam bios internacionales. P R E TE N D IE N D O refo rza r la solidaridad de E uropa con los países de U ltram ar y deseando asegurar el desarrollo de su prosperidad, de conform idad con los principios de la Car ta de las N aciones Unidas. R E S U E L T O S a consolidar, m ediante la constitución de este con ju n to de recursos, la defensa de la p a z y la libertad e in vita n d o a los dem ás pueblos de E u ro pa que p a rticip a n de dicho id ea l a a sociarse en su esfuerzo. H A N D E C ID ID O c r e a r u n a C o m u n id a d E c o n ó m ic a E uropea y han designado con tal f i n como plenipotenciarios: Q U IE N E S, después de haber in terca m b ia d o sus plenos p o d eres, reconocidos en buena y debida fo r m a , H A N C O N V E N ID O las disposiciones siguientes:
PRIM ERA PARTE P rincipios 1. P or el p resen te T ra ta d o , las A lta s P artes C o n tra ta n tes c o n s titu y e n e n tr e sí u n a C O M U N ID A D E C O N Ó M IC A EUROPEA. 2 . La C om unidad ten d rá p o r misión prom over, m edian 112
te el establecim iento de un M ercado C om ún y la progresiva a p r o x im a c ió n de las p o lític a s económ icas de los E sta d o s m iem bros, un desarrollo arm onioso de las a ctividades eco nóm icas en el co n ju n to de la C o m u n id a d , u n a esta b ilid a d creciente, u n a elevación acelerada del nivel de vida y rela ciones m as estrechas entre los E stados que la integran. 3. A los jin es enunciados en el artículo anterior, la acción de la C om unidad llevará consigo, en las condiciones y según el ritm o previsto en el presente Tratado: a ) la supresión, entre los Estados miembros, de los dere chos de a d u a n a y de las re stric c io n e s c u a n tita tiv a s a la e n tra d a y salida de las m ercancías, así como de cualesquie ra otras m edidas de efecto equivalente; b) el establecim iento de un arancel aduanero com ún y de u n a p o lítica com ercial co m ú n respecto de terceros Estados; c) la supresión entre los Estados miembros, de los obstácu los a la libre circulación de personas, servicios y capitales; d) el establecim iento de u n a p o lítica com ún en el sector de la agricultura; e) el establecim iento de una política com ún en el sector de los transportes; f ) el establecim iento de un régim en que gara n tice que la com petencia no será fa ls e a d a en el M ercado Común; g) la aplicación de procedim ientos que p erm ita n coordi n a r las políticas económicas de los Estados miembros y supe ra r los desequilibrios de sus balanzas de pagos. h ) la aproxim ación de las legislaciones nacionales en la m e d id a n e c e s a r ia p a r a el fu n c io n a m ie n to del M e rc a d o C om ún; i) la creación de un Fondo Social E uropeo, con objeto de m e jo ra r las posibilidades de em pleo de los tra b a ja d o res y contribuir a la elevación de su nivel de vida; j ) la constitución de un B anco E uropeo de Inversiones, destinado a fa c ilita r la expansión económ ica de la C om uni d ad m ediante la creación de nuevos recursos. k ) la asociación de los países y territorios de Ultram ar, a Jin de increm entar los intercam bios y p ro m o ver en com ún el desarrollo económico y social. 4 . 1. L a r e a liz a c ió n de las fu n c io n e s a s ig n a d a s a la C o m u n id a d c o rresp o n d erá a: u n a A sa m blea; un Consejo; u n a C om isión; y u n Tribunal de Justicia. C ada institución actu a rá dentro de los límites de las com petencias atribuidas p o r el presente Tratado. 2. E l C on sejo y la C o m isió n e s ta r á n a sistid o s p o r un 113
Comité Económico y Social, con funciones consultivas. 3. El control de las cuentas será efectuado por un Tribu nal de Cuentas, que actuará dentro de los límites de las com petencias atribuidas por el presente Tratado. 5. Los Estados miembros adoptarán todas las medidas generales o particulares apropiadas para asegurar el cum plimiento de las obligaciones derivadas del presente Trata do, o resultantes de los actos de las instituciones de la Comu nidad. F acilitarán a esta última el cum plim iento de su misión. Los Estados miembros se abstendrán de todas aquellas medidas que puedan poner en peligro la realización de los fines del presente Tratado. 6. 1. Los Estados miembros, en estrecha colaboración con las instituciones de la Comunidad, coordinarán sus respec tivas políticas económicas en la medida necesaria para alcanzar los objetivos del presente Tratado. 2. Las instituciones de la Comunidad velarán por que no se comprometa la estabilidad financiera interior y exterior de los Estados miembros. 7. En el ámbito de aplicación del presente Tratado, y sin per juicio de las disposiciones particulares previstas en el mismo, se prohibirá toda discriminación por razón de la nacionalidad. * * * El T ratado de la C .E .E . com ienza, según se observa, con un Preám bulo en el que se declara que los Estados signatarios «están d eterm inados a establecer los fu n d a m e n to s de una unión sin fisuras más estrecha entre los países europeos». Dividido en cinco p a rte s, contiene un total de 248 artícu los. La prim era p a rte define los principios que rigen la Comu nidad; la segunda expone la m odalidad de la libre circulación de m ercancías, el calendario del desm antalam iento aduane ro , la elim inación de las restricciones cuantitativas, los obje tivos de la política agrícola com ún, las m odalidades de la libre circulación de personas, servicios y capitales, y los objetivos de una política com ún de transportes. La tercera p arte, titulada «La Política de la C om unidad», contiene las disposiciones en m ateria de concurrencia, fiscalid a d , acercam iento de las legislaciones, b alan za de pagos, 114
comercio, y las disposiciones sociales, los fundam entos de un Fondo Social E uropeo, y la puesta en m archa de un Banco Europeo de Inversiones. La c u a rta p arte fija las grandes líneas que deben enm ar car la asociación de la Com unidad con los países y territorios no europeos, que poseen relaciones particulares con los E sta dos Miembros. La quinta p a rte establece las Instituciones de la C .E .E . que son: — La Asamblea Europea — art. 137 a 144— form ada por « re p re s e n ta n te s de los p u eb lo s y los E sta d o s » . Es decir, delegaciones designadas po r los P a rla m en to s nacionales de los «Seis». Puede votar p o r m ayoría de dos tercios u n a moción de censura que obligaría a los m iem bros de la Com isión E uropea a dim itir. La Asam blea queda constituida en común p a ra las tres Comu nidades. — El Consejo — a rt. 144 a 154— instituido como órgano de decisión y de co o rdinación de las políticas de los Estados m iembros. Form ado por representantes de los gobiernos dispone de poder de decisión y sus acuerdos se tom an po r m ayoría cualificada, salvo disposiciones c ontrarias. Se establece un índice de p o n d e ra c ió n e n tre los votos. F ran cia, Alemania e Italia disponen cada una de c u a tro votos, Bélgica y Holanda de dos cada u n a , y Luxem burgo de un voto. La m ayoría cualificada es de doce votos. — La Com isión — a rt. 155 a 163— form ada p o r miem b ros ind ep en d ien tes no m b rad o s p o r el C onsejo po r u n an im id ad . D ispone de p o d e r de decisión p ro p io y particip a en la form ación de las actas del Consejo. Tie ne la iniciativa de las políticas com unitarias y garanti za la ejecución. D irige los servicios necesarios p ara hacer funcionar la Com unidad. — El T ribunal de Ju sticia — a rt. 164 a 168— garantiza el respeto del derecho en la interpretación y aplicación de Tratado. Compuesto po r jueces, controla la legali dad de las actas del Consejo y de la Comisión. Es tam bién de las tres Com unidades. 115
— El C o n sejo E c o n ó m ic o y Social — a rt. 189 a 198— q u e d a rá form ado p o r representantes de los p roducto res ag ríco las, tr a b a ja d o r e s , h om bres de negocios y artesanos. Tiene c a rá c te r consultivo, y sus miembros no pueden recibir m andatos im perativos. *— El P resu p u esto — art. 199 a 209— deberá ser equili b ra d o . La ad judicación del presu p u esto se realizará según la siguiente distrib u ció n : F ra n c ia , Alem ania y Italia 28 po r 100 cada u na, Bélgica y Países Bajos 7,9 por 100, y Luxemburgo 0,2 p o r 100. Aquellas instituciones e ra n sim ilares a las de la Com uni dad del C arbón y del Acero, pero la Comisión obstenta menos p o d e re s q u e la A lta A u to r id a d , y no posee ta n m a rc a d o c a rá c te r supranacional. E n cam bio, la exclusividad del dere cho de iniciativa en sus m anos perm anece como un in s tru m ento de gran eficacia. La C .E .E . prevé un período de doce años, en p rin cip io , p a ra la puesta en m archa de la U nión A d u an era, que finali zará en 1970. Después de 1970, la integración sectorial defi n irá los períodos transitorios especiales, presupuesto, políti ca m o n e ta ria y p o lític a fis c a l, sin c o n ta r c o n el p e río d o tra n sito rio general, que se a b riría en 1973 p a r a los nuevos países adheridos. La unificación in stitu cio n al en tre las tres C om unidades — CECA, CEE y CEEA (E u ra to m )— se re a liz a ría en dos etapas. Desde 1957 se establecen órganos com unes de con tro l, la A sam blea, el T rib u n a l de Ju sticia y u n órgano con sultivo com ún a la CEE y a la C EEA , el Consejo E conóm i co y S ocial. Unos años d e s p u é s , p o r el T r a ta d o de 8 de A bril de 1965, se p ro ced ió a la fusión de los ejecutivos, un Consejo único y u n a Comisión ú n ica, así como la o rg a n i zación com ún de los c u a d ro s ad m in istra tiv o s y fu n cio n a r ia le s .
6.
EL EURATOM
El T ratado que instituye la Com unidad Atómica E uropea — EURATOM— fue asimismo firm ado el 17 de Abril de 1957, y su configuración fue análoga a la de la C om unidad Econó 116
mica E u ro p ea, con la cual co m p artirá las dos grandes insti tuciones de la Asam blea y de la Corte de Justicia. * * * TRATAD O C O N ST IT U TIV O D E LA CO M U N ID AD E C O N Ó M IC A E U R O P E A D E LA E N E R G ÍA ATÓ M IC A [PR E Á M B U LO ] SU M AJESTAD E L R E Y DE LOS B E LG A S, EL P R E S I D E N T E DE LA R E P Ú B L IC A F E D E R A L DE A L E M A N IA , E L P R E S ID E N T E DE LA R E P Ú B L IC A F R A N C E S A , EL P R E S ID E N T E DE LA R E P Ú B LIC A ITALIAN A, SU A L T E ZA RE A L LA G RAN DUQUESA DE LU XEM B U RG O , Y SU M AJESTAD LA R E IN A DE LOS PA ÍSES BAJOS. C O N SC IE N TE S de que la energía nuclear constituye un recurso esencial p a r a el desarrollo y la renovación de la p r o ducción, y el progreso de las acciones en fa v o r de la p a z. CO NVENCID O S de que sólo un esfuerzo com ún em pren dido sin dem ora p u ed e conducir a realizaciones proporcio nadas a la capacidad creadora de sus países. R E S U E L T O S a crear las condiciones p a ra el desarrollo de una p o ten te in d u stria nuclear, fu e n te de grandes disponi bilidades de energía y de u na m odernización de la tecnolo gía, a sí como de otras m uchas aplicaciones que contribuyan a l bienestar de los pueblos. PREOCUPADOS p o r establecer condiciones de seguridad que eviten todo riesgo p a ra la vida y la salud de las pobla ciones. D ESEO SO S de asociar otros países a su acción, y de coo p e ra r con las organizaciones internacionales interesadas en el desarrollo pacifico de la energía atóm ica. H A N D ECID ID O crea r una C o m u n id a d E uropea de la Energía A tóm ica (E U R A TO M ) y h a n designado con ta l fin p lenipotenciarios: Su M a jestad el R ey de los Belgas: al señor P a u l-H en ri S p a a k , M inistro de A suntos Exteriores; al barón J.C h. Snoy et d ’O ppuers, Secretario G eneral del M inisterio de Asuntos Económ icos, y P residente de la delegación belga en la Con fe re n c ia intergubernam ental. El Presidente de la República Federal de Alemania, al doc tor K onrad Adenauer, Canciller Federal; al p rofesor doctor W alter Hallstein, Secretario de Estado de Asuntos Exteriores.
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El P residente de la R epública F rancesa: al señor Christia n P ineau, M inistro de A suntos E xteriores; al señor M aurice F aure, Secretario de E stado de A suntos Exteriores. El P residente de la R epública Ita lia n a: al señor A ntonio Segni, P residente del Consejo de M inistros; al profesor Gaetano M artino, M inistro de A suntos E xteriores. S u A lteza R eal la G ran Duquesa de Luxem burgo: al señor Joseph B ech, P residente de G obierno, M inistro de A suntos E xteriores; al señor L am b ert S chaus, Em bajador, P residen te de la delegación luxem burguesa en la C onferencia in te r g u b ern a m en ta l. S u M ajestad la R eina de los Países Bajos: al señor Joseph L um s, M inistro de A suntos E xteriores; al señor J. L inthorst H om an, P residente de la delegación neerlandesa en la Con fe re n c ia intergubernam ental. Q U IE N E S, después de h a b er in terca m b ia d o sus plenos poderes, reconocidos en buena y debida fo rm a . H A N CO NVENID O las disposiciones siguientes:
T ÍTU LO P R IM E R O M isión de la C o m unidad A rtículo 1. Por el presen te T ratado, las A ltas P artes Con tra ta n tes co n stitu yen entre sí una C om unidad E uropea de Energía A tóm ica (E U R A TO M ). L a C om unidad tendrá p o r misión contribuir, m ediante el establecim iento de las condiciones necesarias p a r a la crea ción y crecim iento rápidos de industrias nucleares, a la ele vación del nivel de v id a en los Estados m iem bros y al desa rrollo de los intercam bios con los dem ás países. A rtícu lo 2 . P a ra el cum plim iento de su m isión, la Comu n idad deberá, en las condiciones previstas en el presente Tra tado: a) desarrollar la investigación y aseg urar la difusión de los conocim ientos técnicos; b) establecer norm as de seguridad uniformes p a r a la p ro tecció n s a n ita r ia de la p o b la c ió n y de los tra b a ja d o re s y vela r p o r su aplicación; c) fa c ilita r las inversiones y g a rantizar, fo m e n ta n d o espe cialm ente las iniciativas de las em presas, el establecim iento de las instalaciones básicas necesarias p a r a el desarrollo de la energía nuclear en la C om unidad; d) v e la r p o r el a b a ste c im ie n to re g u la r y e q u ita tiv o en
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m inerales y com bustibles nucleares de todos los usuarios de la com unidad; e) g a r a n tiz a r , m e d ia n te co n tro les a d e c u a d o s , que los m ateriales nucleares no serán utilizados p a r a fin e s distintos de aquellos a que estén destinados; f ) ejercer el derecho de propiedad que se le reconoce sobre los m ateriales fisionables especiales: g) a se g u ra r am plios m ercados y el acceso a los m edios técnicos m ás idóneos, m e d ia n te la creación de un m ercado com ún de m ateriales y equipos especializados, la libre circu lación de capitales p a ra inversiones en el cam po de la ener gía nuclear, y libertad de empleo de especialistas dentro de la C om unidad. h) establecer con los dem ás países y con las organizacio nes in tern a cio n a les aquellas relaciones que p ro m u e v a n el progreso en la utilización pacífica de la energía nuclear. A rtícu lo 3 . 1. L a realización de las fun cio n es asignadas a la C o m unidad corresponderá a: — Un P A R LA M E N TO E U RO PEO , — Un CONSEJO, — Una CO M ISIO N, — Un TR IB U N A L DE JU STIC IA , — Un T R IB U N A L D E CUENTAS. C ada institución actuará dentro de los límites de las com petencias atribuidas p o r el presen te Tratado. 2. El C on sejo y la C om isión e s ta r á n a sistid o s p o r un Comité Económico y Social, con fu n cio n es consultivas ífí
* *
El T r a ta d o del EU RA TO M e s tá c o n fig u ra d o p o r un preám bulo y tres partes con un total de 223 artículos. En el Preám bulo se manifiesta que los Estados signatarios se decla ran «resueltos a crear las condiciones de desarrollo de una p u ja n te industria nuclear». La prim era p arte precisa las misiones de la Com unidad y las funciones que le corresponden: «La C om unidad tendrá p o r misión contribuir, m ediante el establecimiento de las con diciones necesarias, a la creación y crecim iento rápidos de las industrias nucleares, a la elevación del nivel de vida en los E stados m iem bros, y al desarrollo de los intercam bios de los demás países» 119
La segunda p a rte del T ratado se ocupa de las disposicio nes favorecedoras del progreso en el dominio nuclear: desa rro llo de la investigación, difusión de conocimientos — arts. 12 a 29— , protección sanitaria — arts. 30 a 39— , investiga c ió n , em presas com unes, ap ro v isio n am ien to , — arts. 52 a 76— , controles de seguridad — a rts. 77 a 85— , régimen de p r o p ie d a d , e sta b lec im ie n to de un m erc ad o n u c le a r, que e n tra rá en funcionam iento un año después de la e n tra d a en vigor del T ratad o , y relaciones internacionales. La tercera p a rte desarrolla las instituciones análogas a las del M ercado Común: la Asamblea y la Corte de Justicia, que son com unes, y asimismo la m ayoría del Consejo. El T ratado no menciona los usos nucleares del arm am ento atóm ico, cuestión reglada p o r el T ratado de P arís. En el m arco de sus com petencias, el T ratado E uratom ha podido realizar im portantes misiones como: -— El d e sarro llo de investigaciones com unes y especial m ente de cen tro s de investigación — IS P R A , M OL, G E EL, PET TEN S. — El establecim iento de norm as com unes de seguridad p a ra la protección sa n ita ria de la población y de los tra b a ja d o res del sector. -— La concesión de préstam os p a ra instalaciones nuclea res con fines civiles —prestam os E uratom . — El aprovechamiento regular de minerales y combustibles nucleares por parte de los usuarios de la Comunidad. — La puesta en marcha de un servicio de control de seguridad a cambio de funcionarios europeos con sede en Luxembur go, y con acceso a todas las instalaciones de la Comunidad. A p a r t i r de 1967, la CEEA s u f r ir á una g ra n c ris is de e s tru c tu ra , de m ercado, financiera y política — fundam en talm ente p o r la posición gaullista sobre esta institución— que a c a b a rá tra d u c ié n d o se en la im posibilidad de im p o n er un program a com unitario. 7.
E l D esa r r o l l o d e lo s T ratado s de R oma
El 1 de E nero de 1958 com enzaba el funcionam iento del M ercado Común y del EURATOM, que integran con la CECA los perfiles arquitectónicos de la construcción europea. 120
Los representantes de los gobiernos de los Estados miem b ro s, reunidos en P a rís el 6 y 7 de Enero de 1958, designa ro n a los resp o n sab les de las p rim e ra s in stitu cio n es de la C o m u n id a d . Tras d ich a re u n ió n p u b lic a ro n el sig u ien te comunicado: «Los M in istro s — d e los « S e is» — h an p r o c e d id o a la designación de m iem bros de los despachos de los organism os europeos, instituidos p o r los Tratados de R om a. H a n adop tado el principio de que una abierta rotación deberá ser esta blecida, respecto a la nacionalidad de las presidencias y vice presidencias. a ) H a n sid o d e s ig n a d o s p a r a la C O M IS IO N DE LA COM UNIDAD ECONÓM ICA E U R O P E A : P re sid e n te, Walter Hallstein; Vicepresidentes, G. C arón, P. M alvestiti, S.L. M ansholt y R. M arjolin. Miembros: R . Lem aignen, L. Levi S andri, G. Petrilli, J.B . R ey y L. Schaus, así como un m iem bro de nacionalidad alem a n a , que es H. von der Groeben. b) P o r la C O M ISIÓ N D E L E U R A T O M : P re sid e n te L. Armand; Vicepresidente: M .E. Medi. Miembros M.M. de Groote, H. Krekeler, E. Sassen y un representante del G ran Ducado de Luxem burgo p a ra la coordinación. c) Por el BANCO E U RO PEO DE IN V E R SIO N E S: Presi dente P ietro Campilli; como Vicepresidentes una p erso n a li d a d a lem ana y o tra fra n c e sa . — Los Seis M in istro s a c e p ta n las d im isio n e s de R en é M ayer, P re sid e n te de la A lta A u to r id a d d e la CECA, y de F ra n z E tzel, V icepresidente, reem plazándoles com o m iem bros p o r F ra n tz B lu ech er y R. R a y n a u d . Como P residente de la A lta A u to rid a d se designa a P aul Finet, y como Vice presidente a D. Spierenburg. — ASA M B LE A : L a elección de P residente corresponde a la A sam blea. Los Seis M inistros recom ien da n a los P a rla m entos respectivos la elección de un P residente Italiano. — TR IB U N A L DE JUSTICIA: L a nueva Corte de Justicia de las tres Com unidades com enzará sus funciones el 1 de Abril de 1958. Su Presidente será de nacionalidad neerlandesa. — SED ES: Se aplaza hasta el 1 de Junio de 1958 la elec ción de sedes. E ntreta n to , se recom ienda que las Comisiones tengan sus reuniones en Val-Duchese (B ruselas), o en L uxem burgo en fu n c ió n de razones p rá ctica s y fa c ilid a d e s m a te riales. El Consejo de M inistros de las dos C om unidades y la sede de la B anca de Inversiones se reu nirán según decidan sus P residentes. La Asam blea se reu n irá en Estrasburgo.
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A lo largo de 1958 se fueron constituyendo las Com unida des E uropeas. El Consejo de M inistros de los «Seis» decidía el 25-26 de E nero la creación de un Comité de Representantes P erm anentes — C O R E P E R — y el 19 de Mayo se celebraba en E strasburgo la p rim era sesión de la Asam blea P arlam en ta ria E u ro p ea, siendo elegido P residente, R obert Schum an. Asimismo, el 5 de A bril se declararon como lenguas oficiales el alem án, el francés, el holandés y el italiano. El 22 de A bril, el Consejo de M inistros designó a los miem bros del Consejo Económico y Social (C .E .S .) — 101 miem bros— y finalm ente el 1 de Julio de 1958 la COM ISIÓN se instaló definitivam ente con sus servicios en B ruselas, m ien tras que el 7 de O ctubre el T rib u n al de Justicia se establecía en Luxem burgo. W alter H allstein fue el p rim e r P resid en te de la Com uni dad E u ro p e a . N acido en M ayence el 17 de N oviem bre de 1901, realizó su tesis sobre el T ratado de Versalles, y ejerció como p ro fe so r de D erecho Civil, D erecho In te rn a c io n a l y Ciencias Económicas en la U niversidad de Rostock. Elegido en 1946 como R ector de la U niversidad de F ra n c k fu rt, re to r na a Estados Unidos p a ra e nseñar Relaciones Internacionales en W ashington. De ideología dem ocristiana era nom brado en 1951 Secretario de E stado, y después de Asuntos E xteriores, rep re se n ta n d o a Alem ania en la C um bre de M esina y en la firm a de los Tratados de Roma. Elegido responsable por dos años de la C om unidad Eco nóm ica E uropea, el m andato de Hallstein sería renovado tres veces. A p a r tir del 1 de Enero de 1959, los T ratad o s de Roma p rodujeron sus prim eros efectos. Desde aquella fecha se pre veía que los derechos de ad u an a de los países miembros des cenderían un 10 por 100, y que se in crem en tarían un 20 por 100 los contingentes de im p o rtació n , que c o rre sp o n d e ría n como mínimo al 3 por 100 de la producción nacional. En 1959, los cam bios en el i n te r io r de la C o m u n id ad au m en taro n un 19 p o r 100 con respecto al año an terio r. La reducción de los obstáculos aduaneros y la perspectiva de su com pleta supresión se m anifestaron realm ente eficaces. Los prim eros años fueron de estudio, y al mismo tiempo de h a b itu a rse al tra b a jo c o n ju n to en tre los go b ern an tes y m inistros de los seis Estados. La buena m archa animó a ace 122
le r a r el proceso. La Comisión p ro p u so que al final de 1961 los derechos de a d u a n a se rebajasen al 50 p o r 100 en lugar del 30 p o r 100 previsto. El EURATOM , asimismo, tra b a jó d u ran te los prim eros años con notable éxito. El 8 de N oviem bre de 1958 se firm ó un im portante acuerdo e n tre los Estados Unidos y el EU RA TOM p a ra desarrollar program as de investigación com ún, y la co n stru cció n de centrales atóm icas rentables de más de 1000 megavatios, p a ra las que los EEUU concederían créditos de hasta el 41 a 42 por 100 con cinco años de aplazam ientos. Sin embargo, se plantearon problemas políticos, como los que surgieron a consecuencia de la sucesión de E tienne H irsch, P resid en te que debía ser renovado a fines de 1961, y p a ra cuyo cargo F ra n c ia pro p u so un fu n cio n ario — C h aten et— cuya designación fue discutida. En el ám bito de la Com unidad E uropea se realizaron sus tanciales avances. El 5 de Mayo de 1959 los «Seis» aceptaron la proposición Dillon de negociación de tarifas m ultilaterales y el 16-17 de Julio tuvo lugar una reunión cerca de Bonn en la cual los M inistros de Finanzas estudiaron las m odalidades de una política financiera común. Un im p o r ta n te s e c to r eco n ó m ico , la p o lític a a g r a r ia com ún, fue abordado p o r Sicco M ansholt, quien se convirtió du ran te años en el gran protagonista del tratam iento especial recibido p o r el sector agrario. La Comisión había propuesto realizar un M ercado unificado de los principales productos agrícolas. La Com unidad Económ ica E uropea tuvo una proyección enorm em ente favorable. Los «Seis» conocieron u n a fu erte e x p a n sió n económ ica que se c o n c re tó en u n c re c im ie n to m edio an u al del P IB del 5,1 p a ra el período 1961 a 1970, y un gran progreso en la configuración de la Unión A duanera. La Comisión propuso la aceleración de la reducción de dere chos, que seria del 100 p o r 100 el 1 de Julio de 1968.
8.
L a A s o c i a c i ó n E u r o p e a d e L i r r e C a m r io
(EFTA)
La constitución de las Comunidades Europeas dejaba fue ra a G ra n B re ta ñ a . J e a n M onnet h a b ía tr a ta d o desde la CECA de establecer vínculos con G ran B retaña y, asimismo, 123
los «Seis» h ab ían invitado al Reino Unido a p a rtic ip a r en la C onferencia de Mesina. Pero la actitud b ritán ica inicialm en te opuesta, o al menos indiferente por causa de su oposición a las estructuras federales, y su necesidad de defender la Comm onwealth que se en contraba en un proceso decididam ente crítico, acabo convirtiéndose en hostil. El problem a se presentó bajo caracteres técnicos, m ientras que los «Seis» establecieron una unión ad u an era, los b ritá n i cos e ra n partidarios de constituir una zona de libre cambio. La U nión A d u a n e ra tenía como p rec e d e n te histó rico el Zollverein tipo de ad u an a establecida en Alemania a lo largo del siglo XIX p a ra conseguir la libre circulación de mercancías en los casi c u a re n ta E stad o s germ án ico s, con lib e rta d de comercio y tarifa exterior común frente al extran jero , lo que suponía la abolición de las aduanas interiores. La Zona de Libre Cam bio, según el modelo de G ran B re tañ a , suponía que los países firm antes del acuerdo dejaban e n tra r las m ercancías sin derecho de ad u an a, pero conser vando su lib e rta d de ta rifa con respecto a los países exterio res. De este m odo, las aduanas interiores perm anecían p a ra asegurar que los productos que entrasen tuvieran como o ri gen la industria de alguno de los países del T ratado o, en caso c o n trario , habían de pagar la diferencia entre la tarifa nacio nal y la que se percibía a la en trad a de la zona. Pero la razón últim a p o r la que los británicos no se adhe rían sim plem ente al M ercado Com ún eran los lazos que le u n ían con la C.ommonwealth, adem ás de sus propios proble mas económicos. Desde la prim avera de 1957 hasta Diciem bre de 1958, se m antuvieron continuas negociaciones en el m arco de la OECE bajo la Presidencia de Jean Charles Snoy et d ’O ppuers, doc to r p o r la U niversidad de L ovaina y b rilla n te diplom ático, que representó a su país en la firm a del T ra ta d o de Roma. Reginald M audling fue designado Presidente de un comité m inisterial encargado de p r e p a r a r la zona de libre cam bio. Joven m inistro conservador, M audling dirigió el Comité que elaboró un proyecto de la gran zona de libre cam bio, pero que contenía problem as im portantes, como el de no a b a rc a r los productos agrícolas, y adicionales dificultades de realiza ción, así como no c o n ten er tarifa ex terio r común ni p re v e r u n id ad económica ulterior. 124
La ru p tu ra de conversaciones se produjo en el Consejo de Ministros de la OCDE que se reunió en el Castillo de la Muette el 15 de Diciembre de 1958. Sir David Eccles, M inistro b ritá nico de Com ercio, exigió a M aurice Couve de M urville, tam bién M inistro de Exteriores del nuevo gobierno del G eneral de Gaulle, que p ro ced iera a extender a todos los países de la O ECE la liberación acordada entre los «Seis». Couve de M urville m anifestó que a causa de los déficits exteriores, F rancia no podía liberar mas que el 40 p o r 100 de sus im p o rta c io n e s en vez del 75 p o r 100 a c o rd a d o p o r la O EC E. Eccles amenazó con represalias contra F ra n c ia , con sa lir de la O E C E y de la OTAN y r e tir a r sus tro p a s de Ale m ania, pero la posición francesa se m antuvo firme, y en gran m edida la situación se salvo p o r la propia fortaleza del M er cado Com ún, subestim ada p o r los británicos. La reacción británica se produce de modo casi inm ediato. A lo largo de 1959 los países europeos lim ítrofes a los Seis y otros vecinos deciden c re a r una asociación reuniéndose p r i m eram ente Suecia, N oruega, D in a m a rc a , A u stria , S uiza, P o rtu g al y G ran B re ta ñ a . El 19 de N oviem bre de 1959 h a bían finalizado las negociaciones, y el 4 de Enero de 1960 se firm aba en el salón dorado del Palacio del Príncipe de Estocolmo el T ratad o de la Asociación E u ro p ea de L ibre Cam bio (A .E .L .E .) o European Free Trade A rea (E.F.T.A .). Aquel grupo quedaba form ado po r el Reino U nido, D ina m arca, Noruega Suecia, Austria, Suiza, Portugal, declarándo se la entrada en vigor p ara el 1 de Julio. Finlandia se adhería el 27 de Marzo de 1961 e Islandia en 1970. Irlanda estaba vin culada a G ran B retaña p o r una unión económica y m onetaria. El T ratad o , que era breve, fijaba simplemente la elimina ción progresiva de los derechos de aduana con respecto a los productos industriales, pero no afectaba ni a los productos agrícolas ni a los p roductos de la m ar. U n Consejo com pues to p o r representantes de los Estados firm antes se convertía en el órgano principal. La liberación com pleta se realizaría el 1 de Julio de 1967. La E.F.T.A. se instaló en G inebra. F re n te a la C EE, la EFTA ig n o ra b a la tarifa a d u a n e ra e x te rio r co m ú n , y p o r ta n to c a d a m iem bro q u e d a b a libre p a ra establecer relaciones aduaneras con terceros. La ausen cia de tarifa era corregida po r una reglam entación del origen de los productos. 125
La creación de la EFTA frente a la CEE supuso la configu ración de dos Europas económicas, pero realm ente la volun tad de la EFTA dependía de G ran B retañ a, que representaba en la m itad de la población total. En todo caso, los «Siete» de la E.F.T.A. desm antelarían su protección a d u an era, p rep rarándose p a ra poder asociarse o adherirse a la CEE. El fracaso de la EFTA se p rodujo como consecuencia de la adhesión de G ran B retaña y D inam arca a las Com unidades E uropeas, concluyendo los restantes países acuerdos de libre cam bio con la CEE, salvo en lo referente en la agricultura.
9.
L a T r a n s f o r m a c ió n d e la
OECE
e n la
OCDE
La idea de d e s a rro lla r la co o peración econom ica e n tre Estados Unidos y los E stados europeos fue progresando a lo largo de 1959. Un Congreso de representantes de países de la OTAN sugirió la transform ación de la O ECE, al tiem po que el propio Jean Monet planteaba a Douglas D illon, Subsecre tario de E stado n o rte a m e ric a n o , la idea de re o rg a n iz a r la OECE con la presencia de Estados U nidos y C anadá. En Enero de 1970 se reunieron en París los miembros de la OECE ju n to con E stados Unidos y C an ad á. Los britán ico s aceptaron dicha transform ación y, finalmente, el 14 de Diciem b re de 1960 se p ro d u jo la e n tra d a de E stados U nidos y de Canadá en la OECE,'que pasó a transform arse en la O.C.D.E., Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, recons tituyéndose de este modo su estructura y sus funciones. Con la e n tra d a de los dos grandes países del otro lado del A tlán tico , el organism o h a b ía d ejad o de ser eu ro p eo , y su expansión alcanzará en 1964 a Jap ó n , en 1970 a F inlandia, en 1971 a A ustralia y en 1973 a N ueva Z elanda, todos ellos países industrializados de economía de m ercado. La e s tr u c tu r a o rg á n ic a de la OCDE es sim ila r a la del organismo de la que procede, siendo la m áxima a u to rid ad el Consejo, que a p ru eb a las decisiones, y sus funciones p rinci pales son el desarrollo de la liberalización del cam bios, los movimientos de capitales, y el desarrollo de las políticas eco nómicas y de los mecanismos monetarios en que se instaura, a través del Acuerdo M onetario Europeo firm ado el 15 de Agos to de 1955, la libre convertibilidad de la m onedas. 126
CAPÍTULO V
LA CRISIS POLÍTICA DE LA UNIÓN EUROPEA (1960-1968)
l.
D e Ga u ll e y E u r o pa
La revuelta del ejército de Argelia acabó con la IV Repú blica F rancesa, aún cuando F rancia se en contraba ya habi tu a d a a h a c e r fre n te a m ovim ientos in d e p e n d e n tis ta s en Túnez y en M arruecos. El laberinto argelino, sin em bargo, le llevó al borde de la guerra civil. D esde 1830 A rgelia esta b a o cu p ad a p o r F ra n c ia , y del to tal de 8.700.000 habitantes que tenía a fines de la década de los 50, al menos un millón eran franceses. Una fuerte des centralización otorgada a través del Estatuto especial de 1947 no impidió la afirmación del sentimiento independentista que fue c a p ita liz a d o p o r el F re n te de L ib e ra c ió n N a c io n a l — F.L.N .— . E l Gobierno de Mendes F rance caía en Febrero de 1955, justam ente con ocasión de un voto sobre la política argelina, y las elecciones posteriores fraccionaron aún más la política francesa. El G obierno Mollet había tra tad o de sortear la situación, endurecida p o r los propios franceses de Argelia, dispuestos a m antener una actitud de defensa a ultranza frente a la con vicción de que existía una política de desm antelam iento de la F rancia de U ltram ar. El ataque aéreo a S akhiet, un pueblo tunecino cercano a A rgelia, desató u n a p ro testa internacio127
nal, cayendo el gobierno G aillard y organizándose un Comité de Salvación Pública. El 1 de Junio de 1958 De G aulle recib ió la in v e stid u ra como Jefe de G obierno del P re sid e n te Coty, y ya desde el p rim er momento el General proyectaba el establecim iento de un régimen presidencial, que sustituyera al sistema de asam b leas y p a rtid o s que ven ían hacien d o in c a p a z a la IV R e p ú b lic a , ideas que se p la sm a ro n en la C o n stitu c ió n de la V República. La buena relación en tre De Gaulle y los franceses de Arge lia acabó desapareciendo y convirtiéndose en hostilidad. El G eneral se m ostró fav o ra b le a la a u to d e term in a c ió n , y un referéndum de Enero de 1961 dio como resultado un 75 por 100 de votos a favor de la independencia de Argelia. Los gene rales franceses en Argelia fueron destituidos, y un millón de franceses argelinos decidieron volver a Francia. D u rante el prim er año del m andato de De Gaulle, F ra n cia m antuvo su intención de asum ir sus obligaciones deriva das de la firm a de los T ratados de Rom a, pero en Enero de 1959, cuando el G eneral se c o n v irtió en P re sid e n te de la R epública, fue elegido P rim er Ministro el político francés más opuesto a la C om unidad E u ro p e a , el n a c io n a lista M ichael D ebré, ju ris ta , m iembro del Consejo de E stado, y creador de la Escuela Nacional de A dm inistración, de la que saldrían los fu rtu ro s altos funcionarios de F ra n c ia , y p o r tan to era más que previsible que la e n tra d a en la escena e u ro p ea del Gene ral De Gaulle re a b rie ra el debate e n tre federalistas y p a rti darios de una confederación, con nuevos e im portantes m ati ces dentro del proyecto gaullista de lograr una Unión Política de carácter confederal.
2.
L a s I n ic ia t iv a s p a r a la U n ió n P o l ít ic a . La E u r o p a d e l a s P a t r ia s
La unión política de E uropa e ra sin duda el gran objetivo diseñado por Jean M onnet, quien entendía que era posible su constitución a través de un método progresivo derivado de la unión económica y de la solidaridad e n tre los E stados. En este sentido, hay que considerar la dem anda que desde fines de 1959 realiza el Comité de Acción p a ra la fusión de los tres 128
ejecutivos europeos y la constitución de una Asam blea común — el futuro Parlam ento Europeo— elegida por sufragio uni versal. La p rim era decisión en favor de la cooperación política se tomó en la reunión de M inistros de Asuntos E xteriores de los «Seis» realizada en E strasb u rg o , y en su planteam iento, a s u m id o c o n ju n ta m e n te , de la r e s p o n s a b ilid a d q u e les incum bía de p ro lo n g ar sobre el plano político la c o n stru c ción económ ica de E u ro p a , p a ra lo cual conv inieron re a li z ar consultas regulares cada trim estre sobre la política in ter nacional. P o r su p a rte , el G eneral De G aulle m anifestaba en una alocución radiotelevisada realizada el 31 de Mayo de 1960 sus sentim ientos europeos: «C ontribuir a establecer la E uropa O ccidental en una agrupación política, cultural y hum ana, organizada p a ra la acción y p a ra la defensa, es lo que F ran cia quiere conseguir... Sin d uda hará que las naciones que se asocien no dejen de ser ellas mismas, y que el camino a seguir sea el de una cooperación organizada de Estados hacia lo que un día será una im portante confederación». La declaración de 31 de Mayo fue bien acogida, p ero ya contenía una aclaración fundam ental. De Gaulle se constituía en ferviente p a rtid ario de la cooperación y opuesto, po r tan* to, a las ideas federalistas. Las grandes líneas del proyecto europeo de De Gaulle se contienen en la posterior conferencia de p ren sa que realizó en El Eliseo el 5 de Septiem bre de 1960, intervención que es conocida con el nom bre de «Declaración de la E uropa de las P atrias» : «¿Cuáles son las realidades de Europa?. ¿Cuáles son los pilares sobre los que se puede construir? En verd a d que son los Estados. Los Estados que son ciertam ente m u y diferentes los unos de los otros, que tienen ca d a uno su alma, su historia, su lenguaje, sus tragedias, sus glorias, sus ambi ciones. Pero Estados que son las únicas entidades que tienen el derecho de ordenar y el p o d er de ser obedecidas. Figurar se que se pu ed e construir cualquier cosa eficaz p o r la acción y que debe ser aprobada p o r los pueblos, fu e r a o sobre los Estados, es una quim era». Aquella declaración consagraba la tesis de De Gaulle sobre la prim acía de las relaciones nacionales, y su carácter abso lutam ente exclusivo p a ra la conducción política. 129
P ero , sobre todo, aquel discurso tra ta b a de d e sn atu rali z a r las instituciones com unitarias nacidas p o r los T ratados fundacionales de P aris y de Roma: «Es cierto — continuará el G eneral— que se pueden instituir determ inados organis mos más o menos extra o supranacionales. Estos organismos tienen su valor técnico, pero no pueden tener a u to rid a d y efi cacia po lítica » . Y así, frente a la e stru c tu ra federal que había supuesto el establecim iento de instituciones com unitarias supranaciona les, De Gaulle p ropondrá: «la cooperación regular entre los Estados de la Europa Occidental en los terrenos político, eco nómico, cultural y de defensa, el trabajo de organismos espe c ia liza d o s su b o rd in a d o s a los g o b iern o s, la delib era ció n p e rió d ic a de una A sam blea fo r m a d a p o r delegados de los Parlam entos nacionales... p a r a a v a n za r de este modo hacia la unidad europea». F rente a estas declaraciones, Jean M onnet invitaba el 20 de Noviem bre de 1960 a los miembros del Comité de Acción p a ra los Estados Unidos de E u ro p a , a resp a ld ar el principio de re a liz a r reuniones en la cum bre a condición que de las C om unidades fu eran sa lv a g u a rd a d a s, y de d e ja r ab ierto el camino hacia una evolución de tipo federal. La p rim era cum bre se celebró en Paris los días 10 y 11 de F e b re ro de 1961, reuniéndose los seis jefes de E stado y de G obierno acom pañados p o r los M inistros de A suntos E xte riores . De G aulle garantizó a A denauer la fidelidad de F ra n cia a la A lian za A tlá n tic a y a los T ra ta d o s de P a r ís y de Rom a.
3.
E l P lan F ouch et I
F re n te a las ideas fra n c e sa s, Jo sh ep Luns se opuso a la creación de un S ecretariado P erm anente que a c tu a ra como u n b lo q u e p o lític o e u ro p e o en el in te r io r de la O T A N , y defendió que la unificación económica co n tin u ara en el seno de las Com unidades Europeas con vocación de supranacionalidad. Al mismo tiem po, convencidos p o r P aul-H enri Spaak, los neerlandeses a b a n d o n a ría n la exigencia de una asociación inm ediata de G ran B retaña. 130
P a ra e v ita r el fracaso de las negociaciones se creó una Comisión form ada por representantes de los gobiernos con la misión de realizar propuestas concretas p a ra una nueva cum b re, Comisión que se reu n iría en Paris bajo la presidencia del diplom ático francés C hristian F ouchet, hom bre de confian za de De G aulle, quien le había encargado en 1944 la rep re sentación de F rancia ante la Unión Soviética. La Asamblea Parlam entaria de las Comunidades Europeas adoptaba el 28 de Junio de 1961 una resolución, aprobando las Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno a condición de que las Comunidades fueran reforzadas con medidas como la elec ción directa de la Asamblea y la fusión de los tres ejecutivos. E ra aquel un momento difícil, a causa de la crisis de B er lín y del endurecim iento soviético en favor de la R .D .A ., lo que confirm aba la irrev ersib ilid ad de la división de Alema nia. El nuevo P re sid e n te de los Estados U nidos, J.F . K en nedy, se reu n ía con K ruschev en Viena recib ien d o la p ro p uesta de la U .R .S .S . acerca de la transform ación de Berlín Oeste en una ciudad libre en el m arco de un T ratado de Paz entre las dos Alemanias. Justam ente entonces se produce la segunda cum bre de los Jefes de E stado E uropeos, realizada en B ad Godesberg, cer ca de B onn, el 18 de Julio de 1961. En aquel mismo lugar la socialdem ocracia alem ana había adoptado en Noviembre de 1959 un nuevo program a que suponía su transform ación de partido de la clase o b rera en un partido de todo el pueblo, y el ab a n d o n o del p rin c ip io de la lu ch a de clases y de otros principios de influencia m arxista, p a ra configurarse como el partid o de la libertad del espíritu, form ado por hom bres provinientes de diferentes orientaciones ideológicas y religiosas. E n la re u n ió n de los seis E stad o s de las C o m u n id ad es E uropeas, F rancia y H olanda acercaron sus posiciones, rea lizándose al final un comunicado denom inado la D eclaración de B o n n , considerado hoy como el acta de nacim iento de la E uropa política: «Los Jefes de Estado y de G obierno han decidido: 1 .-D a rfo rm a a la vo lu n ta d de unión política im plícita en los T r a ta d o s que in s titu y e n las C o m u n id a d e s E u r o p e a s , organizando su cooperación, p a r a p rev en ir su desarrollo y asegurar la regularidad que creará progresivam ente las con-
131
(liciones de una p olítica com ún, y perm itirá, fin alm ente, con sa g ra r dicha em presa en las instituciones. 2 . -R ealizar, a in terva lo s regulares, reuniones que te n d rá n p o r objeto c o n fr o n ta r los ca m in os, las p o lítica s y las posiciones com unes a f i n de fa v o re c e r la unión política de E u ro p a , re fo rza n d o de este m odo la A lia n za A tlá n tica . La co o p era ció n de los S eis, p a s a r á a l m a rco p o lítico p r o p ia m en te d ic h a y se exten d erá a la en se ñ a n za , la cu ltu ra y la in v e stig a ció n , a se g u ra d a p o r reun io nes perió d ica s de los M inistros interesados. 3 .-U na Comisión se encargará de p resen ta r las proposi ciones sobre los medios que p e rm ita n d a r un ca rá cter esta tu ta rio a la unión de sus pueblos. Los Jefes de Estado y de Gobierno tienen la convicción de que organizando de este m odo su cooperación fa c ilita rá n las refo rm a s que p a r e z c a n o p o rtu n a s en interés a un a m a yo r eficacia de las C o m u n id a d es.»
Un segundo comunicado, publicado sim ultáneam ente, tr a ta rá sobre la cooperación c u ltu ral, m encionando la creación de un Consejo de M inistros de Educación, la creación de una Universidad Europea en Florencia, y otras instituciones euro peas de enseñanza e investigación. La Comisión prevista en la D eclaració n de B onn designó asim ism o com o P re s id e n te a C h ris tia n F o u c h e t, a q u ien correspondería la elaboración de u n E statuto de U nión Polí tica que sería sometido a los Parlam entos nacionales. La situ ació n in te rn a c io n a l, m arc ad a por el inicio de la construcción del m uro de Berlín en la noche del 12 al 13 de Agosto de 1961, anim aba a los aliados a continuar sus esfuer zos. El 16 de Agosto, los «Seis» adoptaban un texto organi zando la libre circulación de tra b a ja d o res. El 19 de O ctubre de 1961 estaba realizado el p rim er pro yecto — Plan F ouchet I— que se sometía el 2 de Noviembre a la consideración de los Estados m iembros. El P la n F o uchet I e ra un texto b rev e , — 18 a r ts .— que preveía la creación de u n a «Unión de Estados» sobre el sis tem a de la cooperación: «La Unión se fu n d a r á sobre el respeto de la personalidad de los pueblos y de los Estados m iem bros, y la igualdad de derechos y de obligaciones — art. 1.
132
Tendrá en cada Estado la capacidad jurídica mas am plia que p u ed a reconocerse p o r las legislaciones nacionales a las personas m orales.»
Ello suponía el establecim iento de la «Unión de Estados» como una simple alianza de derecho in te rn ac io n al, que no intervendría con personalidad propia en las relaciones in te r nacionales. Como instituciones de la Unión se creaban: — El C onsejo, órgano central que reuniría a los Jefes de E stado o de G obierno cada cu atro meses, y al menos una vez a los M inistros de Asuntos Exteriores. El Con sejo deliberaría sobre las cuestiones del orden del día, y sus decisiones serían tomadas por unanim idad. — La A sam blea P a rla m en ta ria , sim ilar a la existente en las Com unidades Europeas. Sus decisiones no podían afectar al ám bito de la soberanía de los Estados. — La Comisión Política E u ro p ea, form ada por altos fun cionarios pertenecientes a la adm inistración de Asun tos E xteriores de los Estados m iem bros, con sede en P a rís , que fija ría los órganos de tra b a jo necesarios, disponiendo de personal y servicios, y que ten d ría una función em inentem ente técnica. Las competencias de la Unión de Estados — a rt. 2— serían todas las generales a excepción de las m aterias económicas: — Adopción de una política exterior común en las cues tiones que afecten a todos los Estados miembros. — R eforzam iento de la seguridad de los Estados contra toda agresión a través de una política común de defensa. -— Cooperación en m ateria de ciencia y cu ltu ra. — Defensa de los derechos del hom bre, de las libertades fundam entales y de la dem ocracia. Diversas disposiciones se ocuparían de la revisión del T ra tado y de la adhesión de nuevos Estados — art. 15 y 16. El Plan Fouchet I encontró serias objeciones. La supranacionalidad estaba en la letra y en el espíritu de los T ra ta dos C o m u n itario s y del p ro p io P a rla m e n to E u ro p e o , que a d o p ta b a el 21 de D iciem bre de 1961 una reco m en d ació n dem andando más poderes h acia la constitución de un siste133
ma fe d e r a l, y p re c o n iz a n d o la c re a c ió n de un S e c re ta rio G eneral, independiente de los gobiernos. Asimismo defendió la aplicación del principio m ayoritario o la atribución de un poder de a rb itra je a la A sam blea en caso de bloqueo p e ro , so b re to d o , la Asam blea defendió el m antenim iento de las Com unidades E uropeas existentes. E l segundo ám bito de actuación e ra el relativo a la in tro ducción de la defensa en los fines de la U nión, entendiendo los Países Bajos que la intervención e ra com petencia de la OTAN y que de este modo se debilitaría la Alianza A tlántica. La tercera cuestión fue la participación b ritá n ic a , que se p ro d u c e in m e d ia ta m e n te d esp u és de la D e c la r a c ió n de B onn, dando su acuerdo los Ministros de los «Seis» a la ap er tu ra de negociaciones, previstas p o r el art. 217 del T ratado de la C .E .E . Después de una reunión m antenida en P a rís el 10 de octubre p o r el Jefe de la delegación b ritá n ic a , Edw ard H eath, este declaraba la voluntad del Reino U nido de «aso ciarse a los fin e s y objetivos fo rm u la d o s p o r la Declaración de B o n n » . Países Bajos y Bélgica apoyaron de inm ediato a G ran B re ta ñ a , solicitando que fuese invitada, aunque la participación b ritán ica suponía, en principio a b a n d o n ar la supranacionalidad en fav o r del libre cam bio. E n todo caso, las dificulta des se presen tab an fundam entalm ente p o r la p a rte francesa. Una entrevista entre De Gaulle y Mac M illan, m antenida en Birch Grove el 25 de Noviembre de 1961, no contribuyó a cal m ar las resistencias del General sobre la participación b ritá nica en la construcción europea. Una reunión de los M inistros de los «Seis», m antenida en P arís el 15 de D iciem bre, perm itió salir del estancam iento aco rd án d o se la correlación e n tre la C om unidad Económ ica y la C om unidad Política.
4.
E l P lan F ouchet
II
El 18 de E n ero de 1962 la delegación francesa entregaba una nueva versión del proyecto de T ra ta d o , p rep a ra d o po r el M inisterio de Asuntos E xteriores fran cés, al que se le dio el nom bre de P lan F o u c h e i II. El texto es más conciso y lap idario, y com porta d ife ren 134
cias de detalle y algunas modificaciones esenciales en su nue va redacción. El a rt. 2 estipulaba que los fines de la unión eran : «acercar, coordinar e unificar la política de los E sta dos m iem bros en las m a te ria s de in terés com ún: p o lític a extranjera, economía — que no aparecía antes y q u e p o r tan to se restab a a la CEE— , cultura y defensa». P a ra nada se alude a la OTAN. El a rt. 16 enunciaba la revisión del T ratado, que se p ro duciría tres años después de su en trad a en vigor. P o r últim o, ju nto al Consejo de Jefes de Estado o de G obierno, los Comi tés de M inistros se convierten en instituciones de la U nión, reuniéndose cu atro veces o al menos tres al año. P a r a nada se m encionan los poderes de la Asamblea, ni su elección por sufragio universal. Los Cinco países de la C om unidad reb a tie ro n p rin c ip al m ente tres cuestiones: — La salvaguardia de las Comunidades E uropeas: CECA, CEE y E uratom . — La defensa «dentro del m arco de la Alianza Atlántica», o « c o n trib u y e n d o al re fo rz a m ie n to de la A lianza Atlántica». — La admisión del Reino Unido en el M ercado Común. En el Consejo de M inistros de la Unión E uropea Occiden tal, reunido en Londres el 10 de Abril de 1962, E dw ard H eath p ro p u so la e n tra d a de G ran B re ta ñ a como m iem bro de la C om unidad. Finalm ente, reunidos el 17 de Abril de 1962 en P aris los M inistros de los «Seis» bajo la presidencia de Attilio C attani, no llegaron a un acuerdo al rechazar belgas y neerlandeses la revisión de la supranacionalidad. El fracaso del P la n F ouchet II fue d u ram en te criticado p o r el G eneral De Gaulle, quien en u n a conferencia de p re n sa de 15 de Mayo de 1962 atacó las tesis supranacionales de los « a p á trid a s» , m anifestando que: «no podía haber otra E uropa posible que la de los Estados» y acusando a los p a r tidarios de la E uropa supranacional de hacer el juego a los Estados U nidos, asimismo criticando fuertem ente la integra ción atlántica. En aquel contexto se p ro d u jo una espectacular reconci liación en tre Francia y Alemania a través de las diversas visi 135
tas que realizo a P aris el Canciller A denauer y las giradas a Alemania po r el G eneral De Gaulle entre los días 4 y 9 de Sep tiem b re, decidiendo ambos concluyó un a cu erd o que esta bleciera sólidos lazos e n tre los dos países. Una nueva visita del Canciller A denauer a P arís se p ro dujo d u ran te los días 21 a 22 de Enero de 1963, y sirvió p ara ce rra r el Tratado de Cooperación Franco-Alemana, ocho días después de que el General De Gaulle anu n ciara en una céle b re conferencia de p re n sa ce le b ra d a en el salón M u rat del Elíseo, que F rancia vetaba la e n tra d a del Reino Unido en la CEE, suspendiéndose las negociaciones sine die. Un día después, el 23 de Enero de 1963, Jean M onnet reci bía en Nueva York el Prem io de la L ib ertad y m anifestaba: «A m i m odo de ver, los peores enemigos de la libertad han sido y son el espíritu de dom inación y su consecuencia, la a m e n a za de g u erra . Es m as que im p o rta n te, es indispensa ble, que G ran B re ta ñ a se una a nuestra C om unidad E uro p ea en las m ism as condiciones que los Seis». Tam bién p o r aquellos mismos d ías, el P rim e r M inistro fran cés, Georges P om p id o u , m atizaba la posición fran cesa re a liz a n d o unas d e c la ra c io n es p ro fé tic a s: «Jam as hem os dicho que las p u e r ta s del M ercado C om ún estén cerradas p a r a Inglaterra. Al contrario, nosotros creemos que en tra rá, mas debe e n tra r en las condiciones del M ercado Com ún y del Tratado de Rom a». A quel año de 1963, el C a n c ille r A d e n a u e r fin a liz ó su c a rre ra política dim itiendo el 16 de O ctubre, siendo elegido Ludwig E rd h a rd . La larga carrera de A denauer había comen zado a principios de los «felices veinte» como P residente del Consejo de Estado Prusiano. Católico, renano, patriota, polí tico razonable y francófilo, abría con el acuerdo de coopera ción franco-alem ana un largo período de am istad y recípro ca estim a e n tre los dirigentes de ambos Estados.
5.
E l «G r a n d D e s s e in » d e l P r e s id e n t e K e n n e d y
Los acontecim ientos eu ro p eo s h a b ía hecho f ra c a s a r la estrategia p rev ista p o r el joven y b rillante Presidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, que había sido ele gido en 1960. 136
P a rtid a rio de una integración política europea, y de una política atlantista a la que se le dio el nom bre de «G rand Dessein» — como el título de la capital obra del poderoso Sully, valido de E n riq u e IV de Francia— , Kennedy expuso sus pro yectos ante H arold Mac M illan, a quien recibió en Washing ton m anifestándole su entusiasm o po r la integración europea y por las Com unidades, y anim ando a G ran B retaña a ulti m ar su adhesión al M ercado Com ún, asegurándole el apoyo de los Estados Unidos. Poco después, en su visita a Viena — 3 de Junio— , el P re sidente am ericano defenderá ante Kruschev las ideas que el mismo plasm a en declaraciones a la prensa: «La creación de una E uropa unida nos perm itirá am pliar nuestras relacio nes de asociados sobre un pie de igualdad». La adm inistración Kennedy desarrolla el proyecto de dis m inuir los derechos de aduana entre los Estados Unidos y la CEE, firm ándose el 16 de Junio de 1962 la «H onda DillonG.A .T.T.», con una reducción m edia del 6.5 po r 100 John F oster Dulles y su sucesor, William A rchibald H erter, viejos amigos de Jean M onnet, serían los conductores de este propósito de establecer con el M ercado Común una aso ciación com ercial, p a ra la que como p rim er paso se realizó el proyecto de Acta de Expansión Com ercial — Trade E xp a n sión Act— , con el que se llegaría a elim inar el 50 p o r 100 de todas las tarifas aduaneras. En su m ensaje al Congreso de 22 de Enero de 1962, Ken nedy p ro p u so re a liz a r una A sociación C om ercial A b ierta entre Estados Unidos y la CEE, presentando la Trade E xpan sión A ct, como uno de los elementos de su «Nueva F rontera: «Los Estados Unidos no consideran a una E uropa fu e r te y unida como un rival, sino como un p a rten er; contribuir a su progreso constituye un objetivo de base de nuestra política extra n jera después de diecisiete años. Estoy convencido que una E u ro p a unida será mas c a p a z de ju g a r un rol im por tante en la defensa com ún, de responder mas generosam en te a las necesidades de las naciones pobres, de conseguir de los Estados Unidos y de otros países una elim inación de las barreras aduaneras. de resolver los problem as de divisas y de m aterias prim as, de desarrollar una política coordinada en todos los órdenes, diplom ático, económico y p o lítico». Pero aquella política, bien acogida p o r G ran B retaña y 137
po r los «Cinco» fue vista con recelo y franca oposición p o r el G eneral De G aulle, quien entendía que aquello no e ra sino un hábil medio de p e rp e tu a r la suprem acía am ericana, m ien tra s que el estaba dispuesto a d esarro llar una política euro pea menos ligada a los Estados Unidos. El 15-16 de D iciem bre de 1962, De Gaulle rec ib ía en el Palacio de R am boillet a H arold Mac Millan con el fin de con vencerle sobre sus concepciones tendentes al desarrollo de una política europea menos ligada a los Estados Unidos, pero Mac Millan regresó a las Baham as donde debía discutir con el P re sidente Kennedy cuestiones referidas al arm am ento nuclear británico. Mac Millan aceptó los Polaris am ericanos, abando nando la independencia atómica m ilitar, y como respuesta a esta decisión De Gaulle contestaba el 14 de E nero de 1963 con el veto francés a la e n trad a del Reino Unido en la CEE. La K en n ed y R ound se d e sa rro lla rá en G inebra e n tre el 13 de Mayo de 1964 y el 15 de Mayo de 1967, y se convirtió en la m ayor reunión com ercial de todos los tiem pos, p a rti cipando c u a re n ta países que re p re s e n ta b a n el 80 p o r 100 del comercio m undial. La Ronda K ennedy reforzó la Comu nidad Económ ica E u ro p e a , que negoció como u n a en tid ad política. En 1961 Irla n d a dem andaba la adhesión a la C E E , nueve días antes de que lo h icieran el Reino Unido y poco después D inam arca. Tam bién en 1962 habían de solicitar la e n tra d a Noruega y E spaña. La dem anda de E spaña fue realizad a el 9 de Febrero de dicho a ñ o , y c o n ta b a con la p re v ia a d h e sió n a la O E C E , p ro d u cid a en 1959. Sobre el plano político, M. B irkelbach en un info rm e a la A sam blea P a rla m e n ta ria m an ifestab a que «Es u n a condición de la adhesión la ga ra n tía de la exis tencia de una fo rm a de Estado dem ocrático en el sentido de una organización política liberal». P o r su p a rte los socia listas europeos exigieron como condición de la adhesión la lib e rta d sindical. El M inistro del Plan de D esarrollo, López R odó, c o o rd in a d o r de una v e rd a d e ra lib eralizació n ju n to con el m inistro de Com ercio A. U llastres afirm ó que F ra n cia ap o y a ría la e n tra d a esp añ o la, y que E r d h a rd le había m anifestado que «Europa» no e sta ría com pleta sin «Espa ña». Sin em bargo, la c a n d id a tu ra española no p ro g resaría h a sta la institución plena del régim en dem ocrático. 138
6.
La A p e r t u r a a Á f r ic a : L a C o n v e n c ió n d e Ya u n d e
Los E stados E uropeos rea liz a b a n en 1963 una p rim e ra Asociación con los Estados Africanos, tal como se preveía en el T ratado de Rom a, en donde se manifestó la voluntad de los «Seis» de asociar al Mercado Común a los territorios de U ltra m ar ligados a ellos y contribuir a las inversiones económicas y sociales que dem andaba el desarrollo de aquellos territorios. A nejo al T ratado de Roma, se fijó una Convención p a ra cinco años que establecía la p a rticip ació n de cada E stad o m iem bro al esfuerzo común con un total de 181 millones de dólares. Los principales Estados Africanos ligados a la Com unidad E uropea eran los doce Estados de la O rganización A fricana y M algache de C ooperación Económ ica: C am erú n , CongoB razzaville, Dahom ey, G abón, Alto-V olta, Costa de M arfil, M adagascar, M au ritan ia, Senegal, C had, Nigeria y la R epú blica C en tro african a, así como otros cu atro países: Som alia, M ali, Togo, el antiguo Congo Belga y Guinea. En A bril de 1961 se p ro d u jo u n a C onferencia e n tre los m in is tro s de los países a fric a n o s a so c ia d o s al M e rc a d o Com ún, quienes solicitaron: — el establecim iento de una zona de libre cambio entre E u ro p a y A fric a , a seg u ra n d o a los A frican o s lib re acceso al M ercado Europeo. — el m antenim iento de la preferencia acordada a los pro ductos tropicales venidos de los territorios asociados o una ayuda com pensatoria. — ayudas p a ra el desarrollo. T ras diversas negociaciones se llegó al A cuerdo de 20 de Julio de 1963, llam ado la «Convención de Yaunde» — Came rú n — , firm ado entre la CEE y dieciocho países africanos y M adagascar, que e n tra ría en vigor el 1 de Junio de 1964. El nuevo acuerdo m antuvo el régim en de libre cam bio que existía desde 1957, incluyendo m edidas de aceleración desti nadas a favorecer las im portaciones de productos tropicales de los E sta d o s aso ciad o s. Los derech o s de a d u a n a se ría n suprim idos p a ra la m ayoría de los productos im portados de la C om unidad, y u n a ta rifa ex te rio r com ún sería aplicada a terceros Estados. 139
Asimismo, la Com unidad Económica E uropea m antendría su ayuda financiera, acordando con los Estados asociados 730 m illones de dólares d u ra n te los 5 años que d u ra ría la C on vención, de los cuales 500 millones serían dedicados a inver sión y c o o p eració n téc n ica , y 250 m illones a la ayuda a la prod u cció n y diversificación de recursos. La Convención se aplicaría a los Estados asociados inde pendientes y a los territo rio s de U ltram ar: Com ores, Costa francesa de O ceanía, S aint-P iérre y M iquelon, tie rra s aus trales y a n tá rtic a s fran cesas, Antillas n eerlan d esas y Surinam . La nueva Convención preveía en el plano de las in stitu ciones el establecimiento de un Consejo de Asociación a nivel m inisterial, asistido de un Comité de Asociación, form ado po r altos funcionarios, una Conferencia P a rla m e n ta ria anual y un T ribunal A rbitral.
7.
La « Q u er e lla d e las In s t it u c io n e s »
La experiencia del P la n Fouchet había puesto de m ani fiesto las im p o rta n tes divergencias que existían e n tre los «Seis» sobre la construcción europea y, fundam entalm ente, sobre la política de defensa y el papel de las instituciones. La idea de la Unión Política no sería aban d o n ad a, ya que la concertación de las políticas exteriores quedaba estableci da como objetivo fundam ental de las políticas de los Estados C om unitarios. Pero sobre todo, lo que gravitaba, tra s el fra caso del plan francés, era el rechazo de la Francia de De Gau lle a todo planteam iento supranacional, carácter reafirm ado p o r la resolución de la Asamblea P a rlam en taria E uropea de 29 de M arzo de 1963. P o r dicha causa, el Gobierno francés se m anifiesta hostil a la elección de la Asamblea p o r sufragio universal, ofreciendo como explicación que la Asamblea no posee poderes legislati v os, y que no reco n o ce o tra a u to rid a d que el C onsejo de M inistros y la Comisión. P o r su p a rte , el Consejo de M inistros decide a v a n za r en la reform a institucional, ad o ptando el 23 de Septiem bre de 1963 la fusión de las instituciones de las tres C om unidades, acordado nuevam ente el 24-25 de F eb rero de 1964, y defini 140
tivam ente el 2 de M arzo de 1965, firm ándose el T ra ta d o de Fusión de ejecutivos el 8 de A bril de 1965, p a ra e n tr a r en vigor el 1 de Julio de 1967. Dicha reform a institucional supone el establecim iento de un Consejo único y una Comisión única p a ra los tres Com u nidades, que perm anecen con sus propios perfiles y con sus pro p ias reglas. El Consejo de M inistros puede gozar de una composición v a ria n te , según las m aterias: M inistros de Asuntos E xterio res, de A gricultura, de In d u stria , de Investigaciones Cientí ficas. Los tra b a jo s de los m inistros serían p r e p a ra d o s p o r el Comité de Representantes Perm anentes — CO REPER— , for m ado p o r em bajadores de los Estados m iem bros. El núm ero de miembros de la Comisión sería de 14: 3 com isarios p a ra F ran cia, Alemania, Italia; 2 p a ra Bélgica y H olanda, y 1 para Luxem burgo. Bruselas queda como sede de la Comisión única, del Con sejo y de los Servicios. Luxemburgo queda con el T ribunal de Ju sticia y el Banco E uropeo de Inversiones, y E strasb u rg o albergaría a la Asamblea P arlam en taria. La Comisión única se form aría el 1 de Enero de 1966 y la fusión de los Tratados el 1 de Enero de 1970, comenzando entonces un período nue vo. Sin em bargo, la crisis institucional hizo re ta rd a rs e este proceso. D u ran te el año 1964 se p ro d u je ro n im portantes avances. La República F ederal propuso la desaceleración del desarm e ad u an ero ; el Consejo propuso — 15 de A bril— la puesta en m archa de una política económica a medio plazo; se abrió la R o n d a K en n ed y — 4 de M ayo— p a r a la re d u c c ió n de los d e re c h o s de a d u a n a e n tre la C EE y los E sta d o s U n id o s; los «Seis» dan un paso hacia la Unión M onetaria, instituyen do — 8 de Mayo— un Comité de gobernadores de los Bancos C entrales de los Estados de la CEE; se ponen en m archa — 1 de Julio— los Fondos Europeos de orientación y de garantía agrícola — Feoga— y, finalmente, se adopta el Plan M ansholt de unificación de los precios de los cereales, que e n tra ría n en vigor en Julio de 1967. P ero la espoleta que d e sata rá la crisis de la construcción europea será, precisam ente, el problem a de los desacuerdos en la política agrícola. 141
El T ratado de Roma preveía que fuera de los casos en que se re q u e ría la u n a n im id a d , las deliberaciones del Consejo p o d ría n ser apoyadas p o r m ayoría. La m ayoría cualificada tenía diferentes coeficientes: 4 p a ra F ran cia, Italia y R epú blica F ederal, 2 p a ra Bélgica y Países Bajos y 1 p a ra Luxem burgo. Con la llegada de la te rc e ra e ta p a de la C om unidad — 1 de Enero de 1966— se generalizaría el voto m ayoritario. Ello p reo c u p a b a el G obierno francés, que disentía de la p olítica agrícola com ún, y que ya h a b ía m anifestado desde 1963 que e n te n d ía que u n a decisión im p o rta n te no p o d ría adoptarse sin la voluntad de un país m iembro. El 15 de D iciem bre de 1964 el Consejo fijaba un precio com ún p a ra los cereales y p ro d u cto s derivados y decidía la a p e rtu ra de un m ercado único de cereales p a ra el 1 de Julio de 1967. Se p lan te ó como p ro b le m a la fin a n c ia c ió n h a sta 1970, en que dependería del FEOGA. El P resid en te H allstein p rese n tab a ante la A sam blea de E stra sb u rg o — 31 de M arzo de 1965— el p lan p a ra la finan ciación del PAC — P olítica A graria Com ún— con recursos propios de la C om unidad, recibiendo de la A sam blea pode res supranacionales. El gobierno francés estimó el hecho into le ra b le , y el 15 de J u n io , Couve de M urville m an ifiesta al Consejo de M inistros que el P lan deberá ser financiado desde las contribuciones nacionales, y que, p o r tan to , no se acep ta rá la solución de los recursos propios de la C om unidad y sus consecuencias institucionales de reforzam iento de pode res de la A sam blea y del C o nsejo, h a c ié n d o se efectiv a la su p ran acio n alid ad . El 30 de Junio de 1965 se produce la ru p tu ra . M ientras el Bundestag vota una moción dem andando el reforzam iento de poderes de la Asamblea E u ro p ea, el M inistro francés que p re side la reunión decide no e n tra r en la cuestión de los aspec tos institucionales y levanta la sesión, dejando claro el desa cuerdo sobre el problem a agrícola, y decidiendo que Francia no p a rticip a rá más en las reuniones del Consejo. El 1 de Julio, Alain P eyrefitte, M inistro de Asuntos Exte rio res, explicará a la salida del Consejo de M inistros del Elí seo la posición francesa con respecto al M ercado Común: «En tales condiciones, el gobierno ha decidido asumir, en lo que concierne, las consecuencias económ icas, políticas y ju r íd i cas de la situación creada», aclarando después de la lectura 142
del com unicado que «el Gobierno va a proceder a realizar los estudios necesarios que asum an las consecuencias del f r a caso. ¿Cuáles serán las consecuencias? Todo está en un p u n to m uerto. No se prevé actualm ente ninguna reunión». El P residente De Gaulle dio u n a conferencia de p ren sa el 5 de Septiem bre, m anifestando que el p ap el del C onsejo de M inistros es el de ser un órgano diplom ático in te rg u b e rn a m ental, donde las decisiones deben ser tom adas p o r u n a n i m idad, y que la Comisión debe lim itarse a realizar un papel técnico y perm anecer subordinada al Consejo. De este m odo, De Gaulle intenta elim inar la supranacionalidad, re d u c ir el papel de la Comisión, y a cab ar con el voto m ayoritario. F rente a las tesis del G eneral De Gaulle, la posición de la C om unidad fue m eridianam ente m arcad a p o r su presidente W alter H allstein — C onferencia de 19 de F ebrero de 1965 en el Instituto de Economía M undial de Kiel— : «El Consejo de Ministros es un órgano federal. Es en el que actúan los Esta dos miembros. Pero no representa sim plem ente sus intereses nacionales. Al contrario, ellos hablan p o r la C om unidad en su conjunto. El Consejo es el legislador pro p ia m en te dicho de la C om unidad... Las reglas de voto del Consejo son tales que no hay ningún d ik ta t, ninguna prepotencia. » Eso será claro cuando a p a rtir del 1 de Enero de 1966 el voto p o r m ayoría cualificada llegue a ser la regla. La Comisión es el órgano com unitario p o r excelencia. Sus nueve m iem bros son designados de com ún acuerdo p o r los seis G obiernos, p ero no están sujetos a ninguna restricción p o r ellos. Sólo el P arlam en to E u ro p eo , ante el que son úni camente responsables, puede por una moción de censura cua lificada obligarles a p resentar la dimisión. La ta re a de la Comisión es la salvaguardia del interés de la C om unidad. Es el m otor de la C om unidad, pues tiene el m onopolio de la iniciativa legislativa. E s el m ediador entre el interés de la C om unidad y los intereses p a rtic u la re s de los E stados m iembros.
8.
E l C o m pro m iso
de
L uxem burgo
Las consecuencias de la ru p tu ra de negociaciones, consu m ada el 1 de Julio de 1965, se tra d u jo en la ausencia de los 143
m inistros franceses en las reuniones de los «Seis», lo que se llamó la política de la «silla vacía». De este m odo, los Minis tros de A gricultura y de Asuntos Exteriores se abstuvieron de reu n irse con sus colegas y el M inistro de Finanzas francés, Valery G iscard d ’E staing no estuvo presente en la reunión correspondiente de S tressay, asimismo, dejaron de asistir los re p re s e n ta n te s de F ra n cia a los Consejos de la CECA y el EURATOM. Los funcionarios franceses en Bruselas perm anecieron en su lugar, pero su jefe fue llamado a P arís, m ientras que a su adjunto se le sugirió abstenerse de asistir a las reuniones de los representantes perm anentes. Asimismo, los funcionarios que p a rticip ab an en los grupos de tra b a jo fueron llam adas a P arís. Como las decisiones de los Consejos debían ser tom adas p o r unanim idad, la ausencia de F ran cia paralizó p rá c tic a m ente el M ercado Común, quedando sólo abierta la vía diplo m ática tradicional y los acuerdos bilaterales. La c risis d u ró 6 m eses. El 26 de O c tu b re los «Cinco» e n v ia ro n u n lla m a m ie n to a F r a n c ia , m an ifestan d o que la solución de los problem as debía hacerse en el m arco de los T ratados y de sus instituciones. Ante el fre n te com ún de los «Cinco», F ran cia decidió reu n irse en Luxem burgo, y en una p rim e ra reunión — 17-18 de E nero— Couve de M urville no dem anda la m odificación form al de los T ratad o s, p ero fo r m ula tres exigencias: — la elim inación del voto m ayoritario p o r un protocolo im perativo, restableciendo el principio de unanim idad, cuando los Gobiernos entiendan que son intereses vita les los que están en juego. —- la lim itación de los poderes de la Comisión, asegurán dose su control p o r el Consejo. —- el establecim iento de un calendario de tra b a jo sobre algunas cuestiones im portantes. E n una segunda reunión — Luxem burgo 28-30 de Enero de 1968— se alcanzó po r fin un a c u erd o , llam ado el Com prom iso de Luxemburgo. Se rechazó el protocolo in te rp re tativo del T ratado que reclam aba M aurice Couve de M urvi lle , p e ro se a c ep tó una d e c la ra c ió n cuyas d isp o sic io n e s estim aban q u e los m iem bros del Consejo se e sfo rz a ría n en 144
plazo razonable en buscar soluciones que pudieran ser adop tadas po r todos los miembros en cuestiones muy im portantes de uno o más m iembros. La delegación francesa estim aba que en esos casos la deci sión debía ser tom ada po r unanim idad. Se apela a la conci liación en las divergencias, y a que éstas no im pidan la m ar cha norm al de los tra b a jo s de la C om unidad. Finalm ente, los miembros del Consejo propusieron ad o p tar de form a un án i me: el reglam ento financiero agrícola, la organización de un m ercado de fru ta s, legum bres y v e rd u ra s y de m aterias gra sas, y la fijación de precios comunes p a ra la carne de bovi no, a rro z , azúcar, aceite de oliva, leche y otros. P o r últim o, reconocieron la consideración de muy im portantes a las nego ciaciones de la Ronda Kennedy. E ste acuerdo fue considerado como un Código de buena c o n d u c ta , pero en re a lid a d dañó el juego in stitu c io n a l al im poner la unanim idad frente al procedimiento m ayoritario y rec h a z ar la evolución federal de la Com unidad. C iertam ente que el Compromiso de Luxemburgo perm itió desbloquear la situación y recaudó los trabajos de la Comi sión que había acordado el 8 de Abril de 1965 la unificación de las tres C om unidades, acuerdo que e n tra ría en vigor el 1 de Julio de 1967. Pero la postura francesa volvería a m ar car enorm es distancias, prim ero en m ateria de defensa y des pués a propósito d é la am pliación de la Com unidad. El 10 de Mayo de 1966 F ra n cia hacía público un memo rándum enviado por De Gaulle al Presidente Johnson, m ani festando su decisión de re tira r las tropas de la OTAN, orga n iz a c ió n que te n ía n su sede en P a r ís , po r ello el m an d o Supremo Aliado — SHAPE— fue trasladado a B ruselas, reti rándose asimismo las bases am ericanas en Francia.
9.
El
Seg u n d o V eto a G ra n B reta ña
La crisis de 1965 provocará un cam bio tra sc en d e n tal en la nueva organización política de las Comunidades Europeas. El nuevo G obierno de la R epública F ed eral — coalición dem ócrata cristian a y socialdem ócrata— Kiesinger y Willy B ra n d t como canciller y v icecanciller, en sin to n ía con De G aulle, accede a cam biar la P resid en cia de la Comisión de 145
W. H allstein po r Jean Rey — 3a Comisión 1967-1970— , nego ciador de la Ronda Kennedy en G inebra, sucediendo a Robert M arjolin, el tam bién francés Raym ond B a rre , ilustre profe sor de Econom ía, quien posibilitará con sus conocimientos el planteam iento de una futura Unión Económica y M onetaria. Asimismo, tres nuevos m iem bros refuerzan las e stru c tu ras. La desvinculación de la OTAN perm itió a De Gaulle avan zar p o r el cam ino de una p o lítica b ila te ra l d iv ersa de sus socios com unitarios, m arcadam ente atlánticos. De Gaulle visi tó Moscú en Junio de 1966, y en un discurso pronunciado en el Krem lim p ro p o n e que a la coexistencia pacífica siga una relación basada en el entendim iento y en la colaboración, lo que suponía un paso hacia la realización de la «Europa del Atlántico a los U rales». La ofensiva política exterior francesa ante los Estados Uni dos continuó con una cierta beligerancia en el plano econó mico y fin a n c ie ro , o b stacu lizan d o en 1963 las inversiones estadounidenses. P o r su p a r te , G ra n B re ta ñ a h a b ía in iciad o en 1964 la experiencia llam ada el socialismo científico, que veía en una gestión eficiente del Estado y en el desarrollo tecnológico las condiciones esenciales p a ra el crecimiento económico que sus tentase a su vez la ju sticia social. H arold Wilson, lab o rista , llegaba al poder en 1966, y revalidaba su cargo en 1970. Pero después de las elecciones de 1966 a fro n tó una grave crisis política que no era ajena a la crisis económica y a la condi ción de aislam iento económ ico, en que se e n c o n trab a G ran B retañ a como consecuencia del fracaso de la EFTA. Después de la victoria electoral de 15 de O ctubre de 1966, el G obierno laborista decidió volver a p ro p o n er la candida tu ra de G ran B re ta ñ a al M ercado Com ún, tal como anunció el 10 de N oviem bre a los Com unes. En la base de esta deci sión residía el gran éxito económico obtenido p o r el M ercado Com ún, y el intento de rela n za r la ind u stria b ritánica. D u ra n te los prim eros meses de 1967, H a ro ld W ilson, el S ecretario del Foreign O ffice, George Brow n, g ran p a rtid a rio de la adhesión b ritá n ic a a las C om unidades, visitaron a los Jefes de Estado y de G obierno de los «Seis», quienes reci bieron favorablem ente esta solicitud, aún cuando los b ritá nicos se m an ifestab an hostiles a u n a E u ro p a F e d e ra l, tra s una rotación favorable de la C ám ara con las tres cuartas p a r 146
tes de los diputados laboristas a fav o r y el 90% de los con servadores. P ero el General De Gaulle, quieri había venido expresan do sus rese rv as, acabó m anifestado que la adhesión de los nuevos m iem bros — G ran B re ta ñ a , Irla n d a , D in am arca y N oruega— m odificaría profundam ente la natu raleza de los T ratad o s, si bien en el fondo le p reo cu p ab a el triu n fo de los intereses económicos británicos y de orientación atlantista. En aquel contexto, C harles De Gaulle lan za su segundo veto a G ran B re ta ñ a , p ro n u n cia d o el 27 de N oviem bre de 1967. Sin em bargo, Wilson seguirá con su id e a , y los inde pendientes de Valery Giscard d ’E staing, antiguo m inistro de De G aulle, se unen al Comité de A cción, que p re sid e Je an M onnet y que aboga p o r la adhesión británica. Su m anera de practicar el ejercicio solitario del poder esta ría en el origen de los acontecim ientos que llevan a la crisis política de la F rancia de 1968, en la cual se produjo la Revo lución C ultural de los Estudiantes de Mayo del 68, que pasó a los sindicatos y a los p artid o s, a rra s tra n d o una gran crisis social y política, la pérdida del prestigio y de la p opularidad de De Gaulle y concluyendo por manifestarse en el referéndum de A bril de 1969, convocado a propósito de la descentraliza ción adm inistrativa regional y de reform a del Senado, p erdi do p o r el Gobierno — 53,2% de «noes» y 46,7% de «síes»— , tra s el cual C harles De Gaulle abandonó el Eliseo, siendo sus tituido por Georges Pom pidou, político hábil y pragm ático. Un gran avance se había producido a fines de 1968 en la Com unidad E uropea referente al cam bio agrario: el Plan de M odernización A grícola, p ro p u esto p o r el Com isario Sicco M ansholt, Vicepresidente de la Comisión, quien form uló dos im portantes objetivos que tra e ría n enorm es consecuencias p a ra el sistem a de vida europea: — aceleración del éxodo agrícola, haciendo descender la población de 10 a 5 millones. — creación de grandes unidades de producción y de explo taciones agrícolas m odernas, un gigantesco reagrupam iento de la producción cereales llegase a increm entar se las explotaciones en 80 ó 120 toneladas; de 450 a 600 unidades de ganado porcino; de 40 a 60 de las de gana do vacuno; de 150 a 200 de las de ganado ovino; y la cantidad de 100.000 gallinas p a ra venta de carne, etc. 147
CAPÍTULO VI
LA AMPLIACIÓN Y DESARROLLO DE LA COMUNIDAD EUROPEA (1 9 6 9 -1 9 8 3 )
l.
L a C u m b r e d e L a H aya
La Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno europe os, reunida en La Haya en Diciembre de 1969, dio paso a una nueva e tap a de las Com unidades E u ro p eas, que decidieron p a sar de la fase tran sito ria de la C om unidad a la definitiva, aceptándose los decisivos reglamentos agrícolas, sobre el p rin cipio de los recursos propios de la C EE, lo que sustituía a las contribuciones de los Estados. Asimismo, en La H aya, el nue vo P residente francés, Georges Pom pidou, levantaba im plí citamente el veto de F rancia a la e n tra d a de G ran B retaña en la Com unidad Económica E uropea. E n g ran m edida, el cam bio de la política eu ro p e a venía inducido por los acontecimientos internacionales. E n la órbita comunista, algunos países experim entaron tendencias renova doras dentro del movimiento policéntrico, surgido del XX Con greso. La tradición dem ocrática y liberal de Checoslovaquia contribuyó al sentir cultural e intelectual que finalizó con la ocupación del país por las tropas soviéticas y de los países comu nistas para salvaguardar «las conquistas del socialismo». Esta intervención suscitó una irrita d a respuesta en toda Europa. Siendo a ú n c a n d id a to a la p resid e n cia de la R epública F ra n ce sa , Pom pidou evocaba el 22 de Mayo de 1969 la idea 149
de una C um bre E u ro p ea, idea que volvió a m anifestar, tras ser elegido el 15 de Junio de 1969, con el fin de hacer salir a la E uropa C om unitaria del callejón sin salida en que se encon tra b a . P a rtid a rio de m antener las tesis confederales y rechazan do, p o r tan to , la E uropa su p ran acio n al, Pom pidou se mos tra b a totalm ente p a rtid a rio de p ro fu n d iz a rla vida com uni ta ria a tra v é s de nuevas políticas com unes en los sectores técnicos, oiéntificos, de e n e rg ía , tra n s p o rte s , derech o de sociedades y, p o r últim o, financiero y m onetario. P a ra ello, Pom pidou contaba con la colaboración de Alain Poher, anti guo colaborador de R obert Schum an, después Presidente del Parlam ento, de Valery Giscard d ’Estaing y de Jacques Duhamel, nom brando P rim er M inistro a Jacques Chaban Delmas y M inistro de Asuntos E xteriores a R obert Schum an, ambos decididos europeístas. A cabar, p ro fu n d iz ar, a la rg ar son las tres misiones euro peas que se plantea la F rancia postgaullista. E n una atm ós fera cordial se concretó el fin del período transitorio del Merc a d o C om ún p a r a el 1 de E n e ro de 1970, el re g la m e n to agrícola defin itiv o , la adopción de la sugerencia de U nión E co n ó m ica y M o n e ta ria , p la n te a d a p o r W illy B r a n d t y, finalm ente, la a p e rtu ra de negociaciones con otros estados, s o b re la b a se del a r tíc u lo 237 del T r a ta d o del M e rc a d o Común y los análogos 205 del T ratado del E u rato m y 98 del T ratado sobre la CECA. R echazadas o tras solicitudes, cu atro E stados q u ed aro n oficialmente como candidatos después de Mayo de 1967: Gran B retañ a, D inam arca, Irlanda y Noruega.
2.
L a U n i ó n E c o n ó m ic a y M o n e t a r ia : E l P l a n W e r n e r
El octavo punto del Comunicado Oficial, publicado tras la C um bre de La Haya m anifestaba que: «Ellos — los Seis— se rea firm a n de su vo lu n ta d de hacer p ro g resa r más rá p id a m ente el desarrollo ulterior necesario p a ra el reforzam iento de la C om unidad y su progreso en una Unión E conóm ica. Están — los Seis— de acuerdo en que el proceso de integra ción debe fin a liz a r en una C om unidad dotada de estabilidad y crecim iento económ ico». 150
E n d e sa rro llo de éste objetivo, los E stados e s ta b a n de acu erd o en que en el seno del C onsejo, sobre la base de un m em orándum elaborado p o r la Comisión el 12 de Febrero de 1969, y en estrecha colaboración con esta últim a, se realizara un plan p o r etapas — el prim er P la n B a rre — sobre el p rin cipio de c re a r un sostén m onetario e n tre los E stados, con la vista puesta en la construcción de u n a U nión Económ ica y M onetaria. Un año después, el 9 de F ebrero de 1970, se acordaba por los Bancos C entrales la constitución de un Fondo M onetario de ayuda a corto plazo de 2.000 mil millones de dólares en favor de los Estados m iem bros, e inm ediatam ente después se presentaba — 4 de Marzo de 1970— el segundo P la n B a rre , program a en tres etapas hacia la U nión Económ ica y M one ta ria . P a ra esta finalidad, el Consejo encargaba — el 6 de M ar zo— a un Comité de expertos, presidido p o r P ié rre W erner, la presentación de un program a p a ra concertar la Unión Eco nómica y M onetaria, plan que sería presentado el 8 de Octu b re de 1970 con el objetivo de lograr dicha Unión en 1980. El P lan W ern er definía como objetivo ideal la sustitución de las m onedas n a c io n a le s p o r un a m oneda com ún y, en defecto de é sta , la in te rca m b ia lid a d del dinero, según una p a rid a d fija, y la liberación total de los pagos y trasferencias, constituyéndose un verdadero Mercado Común de capitales. Dicho Plan fue finalm ente ad o p ta d o p o r el Consejo de M inistros el 22 de M arzo de 1971. El acuerdo concluido po r los M inistros de Finanzas de los «Seis» describía con preci sión las acciones a rea liz a r d u ra n te dos etapas. En la prim e ra e ta p a , se e stre ch a ría n las relaciones de cam bio e n tre las m onedas de la C om unidad, realizando los Bancos C entrales una colaboración más estrecha. P ero la crisis m onetaria de la P rim a v e ra de 1971 re tra só los ajustes previstos sobre el m ercado de cam bios, acordándose de libre flotación del m ar co y del florín. De nuevo el 21 de M arzo de 1972, la situación se p e rtu r bó p o r la decisió n del P re s id e n te de los E sta d o s U nidos — Nixon— de d e ja r flo ta r el dolar. Los M inistros de F in an zas reafirm aron su propuesta de realizar la solidaridad mone ta r ia , y fin alm en te, el 10 de A bril de 1972 se c e le b ra b a el A cuerdo de B ale, entre los seis Bancos Centrales y los de los 151
países candidatos a la e n tra d a en el M ercado Com ún, insti tuyéndose el estrecham iento de los márgenes de fluctuación de las m onedas. Este proceso nuevam ente se vería alterado y detenido por la gran crisis de la lib ra esterlina y del d ólar y, finalm ente, p o r la crisis del petróleo de 1973.
3.
La E u r o pa d e los N u e v e
Las condiciones de la política europea habían experim en tado im portantes cam bios, de entre los cuales fueron decisi vos los efectuados en F ra n c ia , A lem ania, Ita lia y el Reino Unido. La habilidad de Pom pidou, último Presidente del Consejo con el General De Gaulle, y la colaboración inestim able del nuevo P residente del Consejo, el europeísta C haban Delmas, facilitó la a p e rtu ra del postgaullismo a la construcción comu n ita r ia , a b a n d o n an d o la in tra n sig e n cia a n te rio r y fav o re ciendo la expuesta coordinación económ ica y fin an ciera de los Estados del M ercado Común. En la Alemania F ederal, con la nueva m ayoría de liberales y socialdem ócratas que llegaban al poder tra s las elecciones de 1969, se norm alizaban las relaciones con los países del Blo que C om unista, alcanzando notable éxito la O tspolitik lide rad a p o r Willy B ra n d t, alcalde de B erlín y después M inistro de Asuntos E xteriores de Kiesinger. El gobierno de Bonn sería reconocido, y a su vez éste res p etaría el «statu quo» de la E uropa C entral, estableciéndose relaciones entre las dos Alemanias y abandonándose p o r ta n to la d o c trin a H a llste in , que concedía sólo a la R epública F ed eral la rep resen tació n de acuerdos in stituidos e n tre las dos Alemanias, nueva política que se plasm ó en el T ratado de 21 de Diciembre de 1972, reconociéndose la soberanía de los dos E stados, concluyéndose con ello la O tspolitik, que m ejo ró las relaciones políticas entre los países europeos. La popu laridad de Willy B randt perm itió la victoria de la socialdem ocracia alem ana en las elecciones de 1972, y la confirmación del M inistro de Asuntos E xteriores alemán como Canciller. En Italia, las diversas fórm ulas im puestas p a ra lograr una estabilidad política frente a las continuas crisis de gobierno 152
desem bocaron en Otoño de 1973 en el «comprom iso históri co», propuesto por el líder com unista Enrico B erlinguer a la Dem ocracia C ristiana. La a p e r tu r a de los negociaciones sobre la a d h e sió n de G ran B retaña — 21 de Julio de 1970— , y posteriorm ente de D inam arca, Irlanda y Noruega —21 de Septiembre de 1970— , así como el inicio de las negociaciones con los restantes paí ses de la EFTA: A ustria, Suecia, Suiza, F inlandia, Islandia y P ortugal — 10 de Noviembre de 1970— anim aron el proceso de convergencia económica y política de E uropa. P rotagonista p rin cip al de aquel paso fue G ran B re ta ñ a , cuyo gobierno conservador —presidido por E dw ard H eath— había vuelto al poder en 1970, bajo la filosofía de re sta u ra r la política librecam bista y con el objetivo de relan zar la indus tria británica. E ntre el 20 y 21 de Mayo de 1971 se reunían en París E duard H eath y Georges Pompidou con el deseo de solu cionar los principales problem as pendientes, y entre ellos la posición de la libra esterlina, que G ran Bretaña deseaba m an tener como m oneda reserva, así como el problem a del azúcar y la colaboración b ritán ica al Presupuesto. Un mes después —23 de Junio— se concluía en Luxemburgo el acuerdo entre los «Seis» y G ran B retaña p a ra realizar la adhesión de esta última a la CEE, que se produjo el 23 de Junio de 1973. La adhesión de G ran B retaña fue en principio, aprobada por el Parlam ento B ritánico en votación de 28 de O ctubre de 1971 — 356 votos a favor, 244 en contra y 22 abstenciones— . La sesión de la C ám ara de los Comunes fue muy concurrida en medio de unas estimaciones populares co n trad icto rias y de manifestaciones, realizadas entre Trafalgar Square y Hyde P a rk po r los «antieuropeos». El P rim er M inistro exclamará: «Esta tarde el m undo observa a W estminster». Con los gritos de «Tratado», «T ratado», el apoyo de Roy Jenkins, jefe de fila de los laboristas proeuropeos, fue decisivo. La firm a de los documentos de adhesión fue realizada en Bruselas el 22 de Enero de 1972 sobre las siguientes bases: — Los países candidatos aceptan los T ratados que insti tuyen la Com unidad y la legislación realizada en vir tud de ellos. — Un período de transición de cinco años — hasta el 1 de E nero de 1978— perm itirá la ejecución de las adapta 153
ciones necesarias, y entre ellas la progresiva supresión de los derechos de aduana. — Las instituciones se rá n m odificadas p a ra que puede hacerse realidad la E u ro p a de los «Diez». A sim ism o, se a c o rd a b a la ra tific a c ió n del T ra ta d o de A dhesión, tanto p o r los miembros del M ercado Común como p o r los cu atro países que la solicitan. Tal como se realizó en G ran B retañ a, tanto en cuanto a la adhesión como p a ra la adaptación de la legislación británica a la c o m u n ita ria , los demás países o rg an iz aro n los c o rre s pondientes referenda: Irlanda — 10 de Mayo de 1972— con el 83% favorable de los votos emitidos y D inam arca — 2 de O ctubre de 1972— con el 56,7% de votos favorables. El referéndum en G ran B retaña — 23 de A bril de 1972— proporcionó un 67,7% de votos favorables y el 32,3% de abs tenciones. Unicam ente el plebiscito de Noruega fue desfavo ra b le . R ealizada la consulta p a rla m e n ta ria el 53, 49% fue negativo frente a u n 46,51% de síes. Votaron en co n tra los trad icio n alistas y nacionalistas, así como los n eu tralistas y com unistas, pero sobre todo los pequeños agricultores y el sector de la pesca. Como los otros países de la EFTA, N orue ga concluyó con la CEE — 16 de A bril de 1973— un acuerdo de liberación de cambios p a ra los productos industriales. El acuerdo de Asociación con G recia quedó congelado tras el «Golpe de los Coroneles» — 21 de Abril de 1967— y el 9 de Diciembre de 1972 se condujo un acuerdo de Asociación entre la CEE y Chipre. P o r o tra p a rte , los A cuerdos de A rusha realizados el 24 de Septiem bre de 1969 establecía las relaciones la CEE y los tres países anglófonos de Africa: K enia, U ganda y Tanzania. Finalm ente, el 28 de Febrero de 1975 se llevó a cabo la Con vención de Lom é — capital de Togo— entre la CEE y 46 paí ses de A frica, el Caribe y el Pacífico, que organizaba la esta bilización de los ingresos de exportación — A cuerdo Stabex— que e n tra ría en vigor el 1 de A bril de 1976. F irm aro n la Convención de Lomé: — Los 19 Estados Africanos y M algadias firm antes de la Convención de M arfil: B u ru n d i, C am erún, República C e n tro a fric a n a , C ongo-B razaville, Costa de M arfil, 154
Damohey, Gabón, Alto Volta, M adagascar, M ali, M au ritania, Níger, R uanda, Senegal, Somalia, C had, Togo, Zaire e Islas M auricio. ___ Los 21 Estados que perten ecían a la C om m om vealth B ritán ica son: • en A frica: K en ia, U g a n d a , T a n z a n ia , B o stw an a, G am bia, G hana, Lesotho, Malawi, Nigeria, SierraLeona, Sw azilandia, Zam bia. • en los C a rib e s : B a r b a d o s , G u a y a n a , J a m a ic a , B aham as, T rinidad y Tobago. • en el Pacífico: Fidji, Sam oa-O ccidental y Tonga; y otros seis Estados Africanos: E tiopía, G uinea, Gui nea E cuatorial, Guinea-Bissau, L iberia y Sudán. Las antiguas colonias portuguesas — M ozambique y Ango la— p o d ría n adherirse tras su independencia. La victoria electoral de los laboristas — 28 de Febrero de 1974— planteó la demanda británica de renegociación con el M ercado Común sobre tres cuestiones fundam entales: la con tribución británica al Presupuesto, la política agrícola común y la a p e rtu ra de la CEE al exterior y, sobre todo, a los países de la C om m om vealth y la m ejora de la com petividad indus tria l británica.
4.
L a C o o p e r a c ió n P o l ít ic a E u r o p e a
(CPE).
E l « In f o r m e D a v ig n o n »
La C o n f e re n c ia de La H a y a — 1 a 2 de D iciem bre de 1969— h a b ía ab ie rto directam ente el camino a las consultas regulares en m ateria de política exterior, según lo dispuesto en el p unto del comunicado. El representante belga que presidía el Comité de Altos fun cionarios p a ra elevar las correspondientes propuestas era por entonces E tienne D avignon, quien había nacido en 1932 en B udapest — su abuelo el vizconde Davignon h ab ía sido enno blecido p o r el Rey de los Belgas— . D irector del Gabinete de Paul-H enri Spaak, y que en 1974 fue nom brado Presidente de la Agencia Internacional de E uropa, así como en 1977 Comisario del M ercado Internacional de Productos Industriales. Davignon diseñó los mecanismos de consulta de política exterior: 155
— U na reunión sem estral de M inistros de Asuntos Exte riores que podían ser reem plazados p o r una C onfe rencia de Jefes de Estado o de Gobierno. — Un Comité político form ado p o r directores de asuntos políticos de los M inisterios de A suntos E xteriores, que se re u n iría n c u a tro veces al año p a ra p r e p a r a r las decisiones de los m inistros. — Un Com ité de A ltos F u n c io n ario s p a r a e s tu d ia r las diversas cuestiones surgidas. — El Presidente del Consejo de M inistros realizaría una com unicación anual al Parlam ento E uropeo sobre el estado de la C ooperación Política. Los m ecanismos diseñados p o r el « R a p p o rt D avignon» fueron reforzados p o r la Cumbre de París de 19-20 de Octu bre de 1972, en la que se decidió que los M inistros de Asuntos Exteriores se reunieran cuatro veces al año en lugar de dos, y la Cumbre de Copenhague de 14-15 de Diciem bre de 1973 previo una nueva intensificación de las consultas con m ayo res reuniones de los Jefes de E stado, con la definición de las grandes orientaciones de la política europea y el estableci m iento de reuniones de urgencia en supuestos de crisis p a ra p rese n tar una posición europa común. El 23 de Julio de 1973 se redactó un «2~ R a p p o rt D avig non» , referido tam bién a la cooperación en m ateria de polí tica ex terio r, avanzando en la construcción de una política común: «cada Estado se com prom eterá a no Jija r definitiva m ente su p ro p ia posición sin haber consultado a los dem ás en el marco de la cooperación política». El «Inform e Davignon» tra ta b a fundam entalm ente de ins t a u r a r c ie rta s p rá c tic a s en las rela cio n e s d ip lo m ática s, y m ejo rar en los mecanismos de consulta y coordinación p re via a las decisiones. La m ultiplicación de reuniones facilitó la com prensión m utua y el cam ino hacia el institucionalización de la concertación política. Las m edidas previstas por el «Inform e Davignon» fueron puestas en práctica a p a rtir de Noviembre de 1970, celebrándo se las reuniones ministeriales y tomando los Estados Europeos posiciones conjuntas en problem as graves como el conflicto de Oriente Medio, las relaciones Este-Oeste, la política m editerrá nea, y las relaciones con los Estados Unidos y la Unión Soviética. 156
Como consecuencia de una proposición soviética realiza da en 1954, y de un comunicado de la Alianza A tlántica de 1968, se celebró la C onferencia sobre la Seguridad y Coope ración E uropea (C .S.C .E.) que tuvo lugar en Helsinki en sus fases p rep a ra to ria y final. El Acta Final de la Conferencia de H elsinki — 31 de Julio a 1 de Agosto de 1975— fue firm ada p o r 35 países; todos los E uropeos — menos A lbania— más Estados Unidos y C anadá, y contiene los principios que rigen las m utuas relaciones de los Estados particip an tes: sobera nía, no recurso a la violencia, inviolabilidad de la fronteras, no intervención en los asuntos internos, respecto a los D ere chos del H om bre, etc. Asimismo, se decidió organizar reuniones periódicas de la Conferencia de forma itinerante: Belgrado 1978, M adrid 1980 y 1983, Siena 1983 y 1989.
5.
L a U n if ic a c ió n I n s t it u c io n a l y e l C o n s e jo E u r o p e o
Los T ratados de Roma y de P arís configuraban la llam a da «Constitución de las C om unidades», y definían las com petencias de los poderes públicos com unitarios. P ero aque llos T ratad o s no ten ía n los mismos c a ra c te re s; m ien tras el T ratado d é la CECA era rígido, dirigista y claram ente supran a c io n a l, el T ra ta d o de Roma e n u n c ia b a b ásicam en te los principios generales desde una óptica liberal. La unificación de la adm inistración com unitaria fue re a lizándose por e tap as. U na C onvención de 25 de M arzo de 1957 establecía el T ribunal de Justicia y la Asamblea P a rla m e n ta ria como órganos com unes a las tre s C om unidades E uropeas — CECA, CEE y CEEA o E uratom — . El T ratado de Bruselas de 8 de Abril de 1965 unificaba la adm inistración com unitaria, y establecía un Consejo y una Comisión única p a ra los tres Com unidades. La C om isión a c tu a b a con p le n a in d e p e n d e n c ia de los gobiernos o de otros organismos. Los Comisarios eran nom brados p o r cuatro años. El alargam iento de la C om unidad a nueve re q u irió u n a refo rm a de la C om isión que quedó com puesto p o r tre c e m iembros: dos p o r cada uno de los «C uatro G randes»: Ale m ania, Francia, Italia y G ran B retaña, y uno p a ra los demás, 157
recibiendo cada uno la responsabilidad correspondiente a los diversos sectores: agricu ltu ra, asuntos sociales, educación, in d u stria , energía, relaciones exteriores, etc. Sin em bargo, predom inaba el c a rá c te r colegial, reforzado p o r el procedi m iento del voto. El segundo órgano de las Com unidades, el Consejo, susti tuyó en virtud de los T ratados de 1965 al Consejo de la CECA y al Consejo de M inistros de la CEE y del E u ra to m . Dicho C onsejo esta b a com puesto p o r los M inistros de los E stados m iem bros, y cada país ejercía p o r rotación la P resid en cia, p a ra un período de 6 meses. El a rt. 148 del T ratad o de la CEE introducía la distinción entre las decisiones adoptadas por m ayoría simple, p o r mayo ría cualificada y p o r unanim idad. Se estableció la siguiente ponderación en la E uropa de los «Nueve», los «Cuatro G ran des» —Alemania, F rancia Italia y G ran B retaña— : 10; P a í ses Bajos y Bélgica: 5; D inam arca e Irlan d a: 3; y Luxem burgo: 2.
El Comité de R epresentantes Perm anentes de los Estados miembros — C O R E P E R — , creado p o r el Consejo en Enero de 1958, fue definitivam ente oficializado p o r el T ratado de Bruselas de 8 de A bril de 1965. Superada la crisis de la construcción europea en la década de los setenta, se produjeron diversas iniciativas p a ra refo r z a r las instituciones com unitarias. El 22 de M arzo de 1972 se presentaba el «Rapport Vedel», confeccionado p o r Georges Vedel, Decano de la Facultad de Derecho de la U niversidad de P arís, y un grupo de ju rista s que preconizaba la instauración de un p o d er de codecisión e n tre el Consejo de M inistros y el P arlam en to E u ropeo, ele gido p o r sufragio universal, y la in v estid u ra del P resid en te de la Comisión por el Parlam ento. Se planteó la posibilidad de n o m b ra r un Comité intergu bernam ental, como el que en su día dirigiera Spaak p a ra ela b o ra r un nuevo T ratado, pero tan solo se llegó a la declara ción final de la Cum bre de P arís de 19-21 de O ctubre de 1972, en la que se planificó la defenitiva concreción de una Unión Económ ica y M onetaria que habría de alcanzarse con ante rioridad a 1980. En el Verano de 1973, Jean M onnet elaboró un proyecto según el cual los Jefes de E stado y de G obierno se constitui 158
ría n en Gobierno Europeo Provisional p a ra velar po r la apli cación del program a de la Cum bre de P arís, teniendo como objetivo final la organización de una Unión E uropea con una p ro p ia dirección gubernativa europea, y una Asam blea ele gida por sufragio universal. El p ro y e c to , que fue re c ib id o p o r W illy B r a n d t, p o r E dw ard H eath y po r Georges Pom pidou, no tuvo más efectos prácticos que im pulsar la m archa de la construcción eu ro pea. La R eunión de C openhague, de 14 a 15 de D iciem bre de 1973, p la n te a ría la coo rd in ació n de los en c u en tro s de los M inistros y las políticas de energía y de fondos regionales. D u ran te 1974 y 1975, los Estados Europeos se e n fre n ta ron con las consecuencias de la crisis energética, la m uerte del Presidente francés Georges Pompidou y su sustitución por el europeísta Valery G iscard d ’Estaing, la dimisión de Willy B ran d t y la llegada a la C ancillería alem ana de H elm ut Schm idt, la revolución dem ocrática de Portugal, el fin de la dic ta d u ra m ilitar en G recia, la m uerte del G eneral Franco en E spaña, y los comienzos del eurocomunismo como a lte rn a ti va al declive del comunismo «ortodoxo» propugnado po r la U nión Soviética. G iscard d ’E staing, adherido al Comité M onnet en favor a la e n tra d a del Reino Unido en las Com unidades E u ro p eas, abogará p o r una v erd ad era construcción eu ro p e a , d e sarro llada en las Cum bres de La Haya y de P arís. En el intento de fo rta le c er las instituciones se creará el Consejo E u rop eo, surgido de la práctica de reunir en P arís periódicam ente a los Jefes de G obierno de la Com unidad E uropea con el Jefe de Estado francés, dando carácter regular a las cum bres, con vocadas p o r iniciativa de un Estado m iem bro y que se re u nían desde 1961. El Consejo Europeo se afirm ó como órgano esencial, cen tro de im pulso de las prin cip ales iniciativas políticas de la C om unidad, y órgano de a rb itra je de las cuestiones en litigio, superponiéndose a las instituciones com unitarias existentes, e im p irán d o se realm ente en el papel q ue le asig n ara el P lan Fouchet II. Su actuación en la política europea se convirtió en tra n s cendental, y a este órgano se deben a trib u ir acuerdos como la renegociación británica — D ublín 1975— la firm a del Acta de H elsinki — Bruselas 1975— el acuerdo sobre la distribu159
eión previa a la elección del Parlam ento Europeo por sufragio universal directo — Bruselas 1976— y la decisión de exten d er la C om unidad a G recia, E spaña y Portugal. O tro de los grandes avances institucionales fue el retorno a la regla del voto m ayoritario al menos p a ra las cuestiones o rd in a ria s y «para m ejorar el funcionam iento del Consejo», según recom endación tam bién de la C onferencia de P arís de 9 a 10 de D iciem bre de 1974, en la cual se insti tuyó el Consejo E u ro p eo , y la p ro p u esta de elegir al P a rla m ento Europeo p o r Sufragio U niversal.
6.
E l I nfo rm e T in d e m a n s y el N a c im ien to M o n e t a r i o E u r o p e o (SME)
del
S is t e m a
Leo T indem ans, P rim er M inistro belga, había sido en car gado en la C onferencia de P a rís — D iciem bre de 1974— de realizar un inform e sobre el procedim iento p a ra la construc ción de la Unión Europea. D urante 1975, Tindem ans pasó su tiempo en las capitales de los nueve Estados en contacto con los gobernantes y las «fuerzas vivas» de las naciones europeas. El 7 de Enero de 1976, su Inform e fue publicado. Tindem ans sugería un poder m ayor p a ra el Consejo E u ro peo, como el v e rd a d e ro poder ejecutivo de los «Nueve». El Consejo sería capaz de llevar a cabo con toda rapidez y con legitim idad com unitaria la Unión E uropea. Asimismo, Tindem ans desarrolló la idea m antenida ya por Willy B ra n d t de una «E uropa diferenciada» o una «E uropa de distintas velocida des», en la cual algunos Estados podrían progresar más rá p i damente que otros en las diferentes áreas de integración. Según las propias palabras de Tindemans: «existen Estados que dis ponen de medios pa ra avanzar y que tienen el deber de poner se a la cabeza, y Estados que tienen motivos que el Consejo, a p ro p u e sta de la Comisión, puede reconocer como objetiva m ente válidos p a r a no progresar y que recibirán de los otros Estados toda la ayuda y la asistencias necesarias a fin de que alcancen la posibilidad de reunirse con los prim eros». O tro objetivo planteado fue la organización de una defen sa com ún, una política exterior común. P o r últim o, el infor me Tindem ans pretendía un P arlam ento bicam eral con una C ám ara de los Pueblos, elegida po r sufragio universal, y una 160
C ám ara de los Estados, que tuviera derecho de iniciativa y que pudiera investir el P residente de la Comisión de B ruse las, elegido p o r el Consejo Europeo. A unque las propuestas de Tindem ans no fueron fo rm a l m ente a c e p ta d a s, sus ideas sirvieron prácticam ente p a ra la realización del Sistema M onetario E uropeo, creado el 13 de M arzo de 1978. En la C um bre de La H aya de 1969, los Estados miembros de la C om unidad habían dado el p rim e r impulso a la cons trucción de una Unión Económica y M onetaria que se tra d u jo en el Plan Werner de 1971, pero la crisis de las divisas y del petróleo alteró continuam ente la estabilidad de los tipos de cambio. F inalm ente, y p o r iniciativa del nuevo P re sid e n te de la C om isión E u ro p e a , Roy J e n k in s , el 13 de M arzo de 1979 entraba en vigor con unos meses de retraso el Sistema Mone tario Europeo (SME), a través de un acuerdo realizado entre los Bancos C entrales de los países de la C E E , que a rticu la b a n un m ecanism o m onetario su stitu to rio de la «serpiente m onetaria», según el cual se fijaba p a ra cada divisa un valor m ínim o y m áxim o, una b a n d a estrech a de fluctuación que favoreciera su estabilidad: — un m argen de fluctuación del 2,25% entre cada una de las m onedas europeas. — una estrecha coordinación entre las políticas m oneta rias, económ icas y p re su p u e sta ria s de los «Nueve», m aterializada p o r la existencia de un Com ité m oneta rio y un Comité de G obernadores de los Bancos Cen trales. — un F o n d o E u ro p e o de C o o p e ra c ió n M o n e ta ria (FECOM), ya creado en 1973, y que disponía del 30% de las reservas en oro y dólares de los Estados miem bros p a ra regular las transaciones en el seno del SME. — un m ecanism o de apoyo a corto plazo p a ra una situa ción de desequilibrio grave. La m oneda eu ro p ea, creada el 13 de M arzo de 1973, fue la E u ro p ea n C urrency U nit — EC U — , defin id a como una cesta que contiene las divisas de los nueve Estados, afectadas p or un coeficiente de ponderación. R ealiza una función de 161
unidad de reserva y medio de regular los saldos entre los Ban cos Centrales en el marco de los mecanismos del SME, y especialemente del Fondo de Cooperación M onetaria, y va susti tu y e n d o a la U n id a d de C u e n ta E u ro p e a (U C E ) p a r a la regulación de gran p a rte de los gastos y préstam os de las ins tituciones com unitarias. Los coeficientes establecidos en 1979 fueron los siguientes: — — — — — — — — —
0,828 m arcos 1,15 francos franceses 0,236 florines neerlandés 0,14 francos luxem burgueses 0,00759 libras irlandesas 0,0855 libras esterlinas inglesas 109 liras italianas 3,66 francos belgas 0,217 coronas danesas
A estas monedas se unirían posteriorm ente las de los países incorporados, estim ándose la composición correspondiente. P o r ejem plo en 1992 la Composición del ECU era: DM: 30; FF: 19; UKL: 15; Lira: 10,15; Florín: 9,4; FB: 7,6; FLux: 0,3; Peseta: 5,3; Corona: 2,45; L ibra Irl.: 1,1; D rc: 0,8; Escudo: 0,8. El ECU ha ido adquiriendo un peso significativo en el m un do de los préstam os, ocupando la cuarta mundial tras el dolar, el m arco y el franco, y ha servido asimismo como una moneda utilizada por numerosos europeos p ara ajustar sus cambios en el interior de la Com unidad, en función de su estabilidad.
7.
L a E l e c c ió n d e l P a r l a m e n t o E u r o p e o p o r S u f r a g io U n iv e r s a l D ir e c t o
El P arlam en to E uropeo e ra , hasta 1976, el resultado de una evolución histórica que tenía sus precedentes en la Asam blea constituida en el Tratado de la CECA de 1952, entendida como un órgano esencialmente político y que se convirtió, tras los T ratad o s de Roma de 1957, en una institución común a 162
las tres Com unidades, recibiendo en su prim era sesión — Re solución de 20 de Marzo de 1958— el nom bre de Asam blea P arlam en taria E uropea, y c u a tro años más ta rd e de « P arla mento Europeo» — Resolución de 30 de M arzo de 1962. La composición, según los Tratados de P a rís y Rom a, era de representantes de los diferentes Parlam entos nacionales, designados en núm ero fijo p a ra cada E stado m iem bro: 78 p a ra la Asamblea Com ún de la CECA, 142 p a ra la Asamblea P a rla m e n ta ria de las tres Com unidades y 198 con la ad h e sión del Reino U nido, Irla n d a y D inam arca. Después de la p rim e ra am pliación de 1972, el P arlam ento E u ro p eo cons ta b a de: — 36 re p re s e n ta n te s p a ra A lem ania F e d e ra l, F ra n c ia , G ra n B retaña e Italia. — 14 p a ra los Países Bajos y Bélgica. — 10 p a ra D inam arca e Irla n d a ; y — 6 p a ra Luxem burgo. Se p asará posteriorm ente a 410 diputados en 1979 con la elección directa; 434 en 1981 con la ampliación de G recia; 518 en 1986 con las am pliaciones de E spaña y P ortugal; 567 con la unificación de Alemania y 626 en 1995 con la am pliación de A ustria, Finlandia y Suecia. D esde un p rin c ip io , y sobre todo p a ra los fe d e ra lista s, quedaba clara la creación — ya consagrada en el Congreso de La Haya de 1948— y constitución del Parlam ento E uropeo, y su elección p o r sufragio universal directo. E n tal sentido, se elaboró p o r la Asamblea el 17 de Mayo de 1960 un proyecto realizado por un grupo de tra b a jo dirigido por el diputado belga F ern án Dehousse (1906-1976), Presidente que fuera de la Asamblea del Consejo de E uropa desde 1952 a 1956, y que había elaborado un prim er proyecto de elecciones europeas en 1953. Dicho proyecto de 17 de Mayo de 1960 pasó al Consejo, y jam ás fue considerado, fundam entalm ente por la opo sición de la F rancia de De Gaulle y de Pom pidou. La Asam b lea E u ro p e a q u e d a b a c o n s titu id a en re a lid a d como un órgano de control político y de intervención consultiva, cuya am pliación en peso y funciones in sp irab a un cierto recelo a los restantes órganos com unitarios, y a algunos de los propios Estados miembros. 163
E n la C um bre de La H aya de 1969 se tra tó el problem a de la elección d ire c ta , que se dejó a la consideración fu tu ra del Consejo de M inistros. F inalm ente, y tras la extensión la C o m u n id ad a nu ev e E s ta d o s , el 4 de J u n io de 1973, y el cam bio de posición fran cesa, debida a la a c titu d del nuevo P resid en te Valery G iscard d ’E staing, quien desb lo q u ará la s itu a c ió n en la C u m b re de P a r ís de 10 de D ic ie m b re de 1974, el P a rla m e n to E u ro p e o decidió e la b o r a r un nuevo inform e p a ra a d o p ta r el proyecto de 1960, inform e que fue encom endado al diputado socialista neerlandés Schelto Patjin , quien lo red a c ta rá en el Castillo de Jenningen — Luxem burgo— con la colaboración política del Consejo y p rin c i p a lm e n te de su P r e s id e n te , e n to n c e s el lu x e m b u rg u é s G astón T h o rn . El inform e sería p resen tad o el 14 de E nero de 1975. El « In fo rm e P a tjin » estim ó, como el elaborado p o r M. Dehousse, que no era posible in stau rar un régim en electoral uniform e en todos los Estados m iem bros, p ero que debían m antenerse, al m enos, principios fundam entales comunes que asegurasen la igualdad, la libertad, la universalidad, el secre to de las elecciones y su celebración por sufragio directo. Los Parlam entos nacionales adoptarían las leyes electorales com patibles con las norm as constitucionales y el Derecho Comu n ita rio . Asimismo, se tendría que d e sa rro lla r el sistema de incom patibilidades. El problem a de la ponderación se convirtió en uno de los más dedicados. El Proyecto Dehousse decidió m ultiplicar por tres el núm ero de m iem bros, favoreciendo en cierto sentido a los p equeños, y el P royecto P a tjin decidió poner fin a la regla de la igualdad en tre los c u a tro grandes, otorgándole a Alemania cinco diputados suplem entarios. El propio Parlam ento aprobó el Inform e P atjin el 14 de E nero de 1975, y el 12-13 de Julio de 1976 el Consejo E uro peo, reunido en B ruselas, a través de una proposición p re sentada p o r el P residente del Consejo, el neerlandés Van d er N oel, fijó la com posición de la A sam blea E u ro p ea en 410 m iem bros, que serían elegidos p o r sufragio universal. Los represen tantes del pueblo europeo se re p a rtiría n de la siguiente m anera: 81 p a ra los «C uatro G randes»; 25 p a ra los Países Bajos; 24 p a ra B élgica; 16 p a ra D in a m a rca ; 15 p ara Irla n d a y 6 p a ra Luxem burgo. 164
El acuerdo definitivo sobre la elección del Parlam ento por sufragio universal directo fue firm ado po r los nueve M inis tros de Asuntos Exteriores en un reunión realizada en el Cas tillo de Senningen el 20 de Septiem bre de 1976, tom ando el acuerdo form a de Acta —Acta de B ruselas— y establecién dose las m odalidades de elección y una recom endación a los gobiernos p a ra a d o p ta r el Acta conform e a sus reglas consti tucionales respectivas. El Acta de Bruselas fue ratificado p o r los diversos E sta d o s, e la b o rá n d o se las c o rre sp o n d ie n te s leyes e lecto rales nacionales. C ada sistem a electoral poseía su p ro p ia confi guración: F ra n c ia , Ley E lectoral de 1977; D in am arca, Ley E lectoral de 2 de D iciem bre de 1977; Irla n d a , Ley E lecto ra l de 8 de Diciem bre de 1977; Alem ania F ed eral, Ley Elec toral de 16 de M arzo de 1978; G ran B re ta ñ a , Ley E lectoral de Mayo de 1978; e Ita lia , 25 de M arzo de 1977, el día que cum plían 20 años los T ratad o s de R om a. Se fijó p a ra los meses de Mayo y J u n io de 1978 el p e río d o de la p rim e ra elección d ire c ta . Los diputados c o n tarían con un m andato de cinco años. Las perspectivas de elección p o r sufragio universal in d u je ro n a los d ife ren te s p a rtid o s políticos a c o n stitu irse en partid o s tra n sn a cio n a le s. El 5 de A bril de 1974 se creó la U nión de P a r tid o S o cialistas de la C o m u n id ad E u ro p e a como una confederación de p artid o s m iem bros de la In te r nacional Socialista, com prendiendo a los p artidos laboris ta s, socialistas y socialdem ócratas, que definieron el 23 de Junio de 1978 sus pun to s de convergencia p a ra las eleccio nes europeas. P o r o tra p a rte , se creó en Bruselas el 29 de A bril de 1976 el P artido P opular Europeo, integrando un bloque que agru p a b a a los p a rtid o s d e m o c ris tia n o s , a d o p ta n d o el 23 de Febrero de 1978 una plataform a común p a ra construir una Unión E uropea federal. El 27 de Marzo de 1976 se constituyó la Federación de Partidos Liberales de la Com unidad E u ro pea, que reunía catorce partid o s Liberales y D em ócratas y, asim ism o, surgió u na p la ta fo rm a de P a rtid o s de E x trem a D erecha y un proyecto de convergencia de los Ecologistas. Sin em bargo, las prim eras elecciones europeas fueron domi nadas po r los propios partidos nacionales, jugando un escaso papel las agrupaciones transnacionales. 165
Las p rim e ra s elecciones eu ro p eas se c e le b ra ro n el J u e ves, 7 de Ju n io de 1979, en G ran B re ta ñ a , P aíses B ajo s, D in am arca e Irla n d a y el D om ingo, 10 de J u n io , en F r a n cia, I ta lia , B élgica, L uxem burgo y R e p ú b lic a F e d e ra l de A lem ania. La p a rtic ip a c ió n de los E stados m iem bros fue d iv ersa , d e sd e el 3 1 ,6 % en el R ein o U n id o al 9 1 ,6 % en B élg ica — donde el voto era obligatorio— ; la R epública F ed eral de Alemania el 65,7% ; en F ran cia fue del 61% ; Países Bajos el 5 7% ; D in a m a rc a el 4 7 ,1 % ; I r la n d a el 6 3 ,6 % ; e Ita lia el 88,5% . Los resultados tuvieron enorm e im portancia en la políti ca interior, y la composición de la nueva Asamblea reflejó en escaños la siguiente distribución: — — — — — — — —
Socialistas, 125 P a rtid o s Dem ocristianos — P P E — , 117 D e m ó cratas— C onservadores— ,6 3 Com unistas, 48 Liberales y D em ócratas, 38 D em ócratas — Progresistas— , 22 C uerpo de C oordinación Técnica, 11 No Inscritos, 10
La orientación del Parlam ento E uropeo e ra m ayoritariamente de centro-derecha. El prim er Presidente designado fue la francesa Simone Veil, a quien sucedería en 1982 el socia lista neerlandés P ieter D ankert. Las sesiones ten d rían lugar en el Palacio de E uropa en E strasburgo. Las elección de 1979 no fue puram ente una votación euro p e a , sino m ás b ien la sum a de un c o n ju n to de elecciones n a c io n a le s, que en to d o caso tuvo un cu a n tio so v a lo r: la voluntad de reconciliación de los Estados E uropeos, la infor mación ofrecida a los ciudadanos p a ra discutir las cuestiones que el destino diera a conocer, y la creación de un órgano de c ontrol más eficaz fre n te a la tec n o cracia de los ejecutivos com unitarios, cuya función inevitablem ente cada vez alcan zará una m ayor expansión e im portancia en orden a lo g rar la U nión E u ro p ea, sin algunos de los fru to s de aquellas elec ciones fu n d ac io n ale s de u n v e rd a d e ro fu tu ro P a rla m e n to E uropeo. 166
8.
La E u r o pa
d e los
«Diez »
Desde el 1 de E nero de 1973, en que oficialmente nacía la E uropa de los «Nueve», se habían experim entado profundos cambios políticos e institucionales, de entre los cuales se ha destacado el com ienzo del decidido cam ino hacia la U nión E conóm ica y M o n e ta ria . Ocho años d esp u és, el lu g a r del décimo E stad o de la E uropa del M ercado Común fue ocupa do oficialmente po r Grecia. En el verano de 1974 en Grecia había caido la d ictad u ra de los «Coroneles», que llevaban en el poder desde 1967 con el trasfondo del conflicto sobre Chipre y de unas críticas rela ciones con T u rq u ía. La presión p o p u la r co n tra los Estados U nidos llevó a G recia a u n a p o s tu ra de alejam ien to de la OTAN. P o r últim o, un referéndum p o p u la r otorgó el respal do de un 70% de los votantes a la R epública, finalizando el régimen m onárquico y obteniendo el poder el P artid o Con servador de Karam anlis, al que sustituiría en 1981 un gobier no socialista dirigido po r P ap an d reu . El 27 de Julio de 1976 se acordaba la a p e rtu ra oficial de negociaciones entre Grecia y la C om unidad, y el 28 de Mayo de 1978 se firm aba el Acta de A dhesión de G recia, form án dose la E uropa de los «Diez». La en trad a de los griegos supuso la modificación de las ins titu c io n e s . G re c ia re c ib ió 24 escaños en la A sam b lea de E strasburgo — P arlam ento Europeo— y una representación en las demás instituciones: Comité Económico y Social, B an co E uropeo de Inversiones, T ribunal de Justicia de Luxem b u rg o y T rib u n a l de C u e n ta s. A sim ism o, la C om isión se amplió p a ra que el Estado griego estuviera representado por medio de un com isario, reconociéndose el griego como sépti mo idioma oficial de las Com unidades E uropeas.
167
CAPÍTULO VII
EL IMPULSO DE LA COMUNIDAD EUROPEA (1983-1991): EL ACTA ÚNICA
1.
La D e c l a r a c i ó n S o l e m n e
de
S t u t t c a r t (1983)
M ien tras a p rin c ip io s de los o c h e n ta el p én d u lo de las orientaciones políticas oscilaba tra s el triunfo del G obierno conservador de M argaret T hatcher en el Reino Unido — vic toria que se rep etirá a lo largo de toda la década— ; con la vuelta al poder de los dem ocristianos de Helmut Kolh y de la C.S.U. de F ranz Josef S trauss; con la elección del socialista Fran^ois M iterrand, quien, el 10 de Mayo de 1981 a rre b a ta ba el p oder a G iscard d ’Estaing — 52,7% por 47,9% — y se convertirá en el nuevo P residente de F rancia; con el difícil equilibrio del P entapartito en Italia, y el triunfo del socialis mo en P o rtu g a l y en E sp a ñ a — 1982— , las C om unidades E uropeas afrontaban un reto de alcances im predecibles. La agravación de la crisis de 1981, los fracasos en la bús queda de soluciones al problem a británico, y las tensiones ins titucionales derivadas de la propia estructura incom pleta de los T ratados C om unitarios, concluyeron creando una situ a ción de parálisis en el proceso de construcción europea. Fue entonces cuando la iniciativa de los Ministros de Asun tos E xteriores de Alemania e Italia — G enscher y Colombo— se plasmó en la presentación ante el Consejo E uropeo, cele b rad o en L ondres entre el 26 y el 27 de Noviembre de 1981, 169
de un proyecto de «Acta E uropea» que asp irab a a in tro d u cir im portantes cuestiones no contem pladas p o r los Tratados C om unitarios: cooperación política, cultura, derechos fun dam entales, arm onización de legislaciones y lucha contra la violencia, crim inalidad y terrorism o. El Inform e de L ondres, tercero sobre la cooperación polí tica tras los de Luxem burgo — Inform e Davignon— y Copen hague — 1973— , proyectaba la posibilidad de rea liz a r re u niones de urgencia, un Comité de Tres y la plena asociación de la Comisión «a todos los niveles de la cooperación po líti ca» : «Por lo que se refiere al ám bito de la Cooperación Políti ca E uropea, y teniendo en cuenta las diferentes situaciones de los E stados m iem bros, los M inistros de Asuntos E xterio res a cu erd a n m a n ten er la aproxim ación flexib le y p ra g m á tica que ha hecho posible la discusión en cooperación políti ca sobre ciertas cuestiones im portantes de política exterior relacionadas con aspectos políticos de seguridad».
Tam bién preveía aquel proyecto que la dirección política estaría a cargo del Consejo E uropeo, m ientras que el Conse jo de Com unidades quedaría constituido como un órgano eje cutivo, reform ándose los lazos con el P arlam en to , que lim i ta r í a sus fa c u lta d e s y fu n cio n e s a las de c o la b o ra c ió n y control. El estudio de esta p ropuesta germ ano-italiana se p rolon gó casi dos años, h a sta el tu rn o de la presidencia alem ana, ejercida en el prim er semestre de 1983. M ien tras, el P re sid e n te F ran^ois M ite rra n d , p la n te a b a e n tre el 2 y el 30 de Ju lio de 1981 la tesis del «espacio social europeo», traslad ando a sus socios com unitarios sus posicio nes ideológicas, sociales y laborales, así como la lucha contra el p aro , tesis que fue favorablem ente acogida p o r algunos de ellos como los belgas y daneses, pero que en otros Estados de la U nión suscitaron reservas, en especial planteadas por M. T h atch er y H. Schmidt. La preocupación surgida por el uso de m aterias prim as y p ro d u c to s sid erú rg ico s hizo n a c e r la llam ad a « D ire c tiv a Seveso», así denom inada p o r llev ar el nom bre de una loca lid ad ita lia n a co n tam in ad a en 1976 p o r u n p ro d u cto q u í m ico, D ire c tiv a que fu e a p r o b a d a el 3 de D ic ie m b re de 170
1981, lim itando el uso de ciertas m aterias como el m ercu rio y el cloro. La citad a iniciativa italo-germ ana, concluyó con la llam a da D eclaración Solemne de S tuttgart, p o r ser su texto ap ro bado en el Consejo E uropeo celebrado en S tuttgart del 1 7 al 19 de Junio de 1 9 8 3 , en el cual tam bién se fijó una com pen sación p re s u p u e s ta ria al Reino U nido de 7 5 0 m illones de ECUS p a ra 1 9 8 3 . La declaración de Stuttgart —punto de p a rtid a y base del Acta U nica Europea— esta form ada por un preám bulo y cua tro ap artad o s que desarrollan las reform as a realizar y con seguir: el m arco in stitucional, el ám bito de actuación y las disposiciones finales. Como objetivos se fijaron los siguientes: -— R eforzar y proseguir el desarrollo de las C om unida des, núcleo de la Unión E uropea. -— D e s a rro lla r la C ooperación P olítica E u ro p e a a b a r cando el ám bito de la política exterior y de los aspec tos políticos y económicos de la seguridad. — P ro m o v er u n a cooperación mas estrecha en m ateria cu ltu ral, así como realizar acciones concertadas p a ra h a c er fren te a los problem as internacionales de orden público, violencia, crim inalidad y delincuencia. — M odificar las Instituciones, señalando el papel de la Comisión en favor de una delegación de competencias, y reforzando los cometidos del Consejo Europeo, seña lando sus funciones y sus relaciones con el Parlam ento, a quien se le atribuye un papel esencial. Desarrollo asi mismo de las políticas co m u n itarias con aten ció n al paro y a la inflación; coordinación de las políticas eco nómicas y consolidación del Sistema M onetario; coo peración en m ateria c u ltu ral y en favor de la aproxi mación de legislaciones concediéndose, po r ultim o, un plazo de cinco años p ara reexam inar la declaración.
2.
E l P r o y e c t o S p i n e l l i d e U n i ó n E u r o p e a (1 9 8 4 )
El nueve de Junio de 1 9 8 1 , A ltiero Spinelli p rese n tó al Parlam ento Europeo una Resolución, firm ada po r 1 7 9 dipu 171
tados, preconizando la constitución de una Comisión encar gada de reflexionar sobre las reform as institucionales. Spinelli era un decidido europeísta, federalista de izquier das, cuya vida, política había sido larga y llena de sobresal tos. Nacido en Brasil en 1907, pasó su infancia y juventud en Roma, entrando en el P artido Socialista a los 18 años. Adhe rido a las Juventudes Comunistas y condenado en 1928 a 16 años de c á rc e l, obtuvo finalm ente su lib e rta d a la caída de Mussolini en 1943. Trasladado en 1939 a la isla de Ventotene, creaba en dicho lugar con E rn esto Rossi una F ed eració n E u ro p e a , co n v ir tién d o se tra s su lib e rta d en S e c re ta rio G eneral del M ovi m iento Federalista E u ro p eo , siendo después elegido Delega do de la U n ió n E u ro p e a de F e d e ra lis ta s , y fu n d a n d o el Instituto de Asuntos Internacionales de Roma. A ltiero Spinelli, quien había sido tam bién consejero de Pietro Nenni, y diputado de la C ám ara italiana desde 1976, se convertía en 1979 — como independiente de izquierdas en las listas com unistas— diputado del P arlam ento Europeo de E strasburgo. Una cuestión de gran im p o rtan cia, la concertación p a ra el P resu p u esto C om unitario de 1980 había hecho su rg ir un grupo de p arlam en tario s, de e n tre los cuales, los mas avan zados seguidores de la construcción europea solían reunirse en el Café «Cocodrilo» de E strasburgo, form ándose de este modo el «Club C ocodrilo», dirigido p o r Spinelli, quien deci dió aban d o n ar la política de reform a lenta en el desarrollo de las instituciones e im pulsar la realización de un nuevo T rata do. Este sería el contenido del citado proyecto de 1981, p re sentado a la Asamblea. El 13 de Ju n io de 1983, Spinelli pronunciaba en el In sti tuto U niversitario Europeo de Florencia la Sexta C onferen cia Jean M onnet, en la que exponía las líneas del proyecto del T ratado presentado a la Comisión: «El p rim er problem a es el de conservar las realizaciones com unitarias — el acervo com unitario — y redejlnir las In s tituciones y los procedim ientos de decisión... H ay que reali z a r un nuevo tra ta d o in stitu yen d o ex novo, la U nión... La nu eva en tid a d política se denom inará U nión... lia de g a ra n tizarse la unidad política y jurídica entre las antiguas Comu nidades y la Unión.
172
En el P royecto Spinelli se diseña un Consejo de la Unión, distinto del Consejo E uropeo, institución que estaría form a da p o r re p re s e n ta n te s de los gobiernos q ue v o ta ría n p o r m ayoría ponderada. El Parlam ento dejaría de ser un órgano sim plem ente con sultivo y se convertiría en un brazo de la autoridad legislati va y presu p u estaria; la Comisión se convertiría en un verda d e ro ó rg a n o e je c u tiv o con re s p o n s a b ilid a d p o lític a . La duración de su m andato será igual a la duración del P a rla m ento. El T ribunal de Justicia vería refo rzad as sus funcio nes. La Unión tendría autonomía financiera y elaboraría p ro gram as plurianuales. El proyecto Spinelli profundizaba en la cohesión entre el m arco com unitario y el de la cooperación p o lítica, estable ciendo una doble m etodología con relació n al desenvolvi m iento de la Unión: -— La «acción com ún», e n ten d id a como el co n ju n to de actos internos o internacionales, norm ativos, adminis trativos, financieros y judiciales, así como los p ro g ra mas y recom endaciones propios de la Unión, que ema nan de sus Instituciones y se dirigen tan to a las mismas como a los Estados e individuos. __ La «cooperación entre Estados m iem bros», es decir, los compromisos que adopten los Estados miembros en el m arco del Consejo E uropeo, cuyos resultados serán aplicados por dichos Estados o po r las Instituciones de la Unión según las m odalidades definidas p o r el Con sejo Europeo. Dicha cooperación implicaba que por definición «un Esta do no p o d r á q u e d a r co m p ro m e tid o sin su a c e p ta c ió n , a menos que hubiese sido convenido de otro modo». Aquel proyecto, finaliza, «se fu n d a , con realismo, sobre la idea de que la construcción efectiva de una economía euro p e a , de una sociedad europea, de una política exterior y de una política de defensa a nivel europeo, hab rá de hacerse necesariam ente d e fo r m a progresiva, dejando las fa se s de transición y las diferentes etapas, y exige un consenso real». El Proyecto de T ratado —-Spinelli— fue adoptado po r la A sam blea el 14 de E nero de 1984, con los siguientes resulta173
dos: 237 votos a favor, 31 en contra y 43 abstenciones. Con tenía en su últim a versión 87 artículos, y p resentaba en cua dro único los diferentes in stru m en to s ju ríd ic o s existentes, redefiniendo los procesos de decisión, y reconociendo al P a r lam ento un poder de codecisión con el Consejo en m ateria legislativa y presupuestaria. El P arlam en to podría e je rce r el voto de censura sobre la Comisión p o r decisión de dos te r cios, y la Com isión debería som eter su program a al P a rla m ento y recib ir de éste la investidura.
3.
L as S eg u n d a s E le c c io n e s a l P a r la m e n to E u r o p e o (1984) y e l « I n f o r m e D o o g e »
En el prim er semestre de 1984 correspondió a F rancia la P resid en cia de las C om unidades E u ro p eas. Frangois Miterra n d em prendió un tu rn o de consultas y se propuso la cele bración de una reunión del Consejo en B ruselas, que se efec tu a ría los días 19 a 20 de M arzo, apenas un mes después del momento en el que Altiero Spinelli lograba de la Asamblea de E strasburgo la adopción del proyecto de Unión Política, diri gido a m odificar las instituciones com unitarias. El propio P residente francés, Frangois M iterran d , in ter venía en la Asamblea el 21 de Mayo evocando la necesidad de constituir una defensa común, y proponiendo la reunión de una Conferencia p a ra d e b a tir el proyecto de Unión E uropea de Altiero Spinelli. D urante los días 14 a 17 de Julio de 1984 se realizaron las segundas elecciones al Parlam ento E uropeo, en las que p a r ticiparon los diez E stados de la C E E, que re p re se n ta b a n a 270 millones de europeos, p ara renovar los 434 escaños de la A sam blea de E strasburgo. La ausencia de un sistema electoral uniform e y la depen dencia de las posturas nacionales continuaron siendo c arac terísticas determ inantes. La participación fue muy alta en los países de voto obligatorio — Bélgica, Luxem burgo, Grecia— , o seiniobligatorio —Italia— y baja en los dem ás, en torno al 50% — F rancia, Alem ania, Países Bajos, D inam arca e Irla n d a — . En G ra n B r e ta ñ a solo se llego al 3 2 ,6 % . T ras las correspondientes adhesiones, la participación en E spaña fue del 68,9% , y del 72,2% en Portugal. 174
La composición política de la Asamblea varió ligeram en te, p ero no hubo grandes m odificaciones, lo cual perm itió m antener en su pujanza el «Proyecto Spinelli» de U nión Polí tica, impulsado desde el P arlam ento de E strasburgo. ELECCIONES AL PARLAMENTO EU ROPEO
Socialistas Partido P opular Europeo D em ócratas Europeos Com unistas y Asim ilados Liberales y D em ócratas Agrupación de D em ócratas Europeos de Progreso D erechas Europeas Ecologistas No Inscritos
1979
1984
124 117 63 48 38
165 115 66 48 44
22
29 17 20 14
10
Como nuevo Presidente del Parlam ento E uropeo, fue ele gido el 24 de Julio de 1984 P ie rre Pflim lim , p ersonaje pro fu n d am e n te ligado a la c iu d a d de E s tra s b u rg o , de la que hab ía sido alcalde entre 1959 y 1983, y en cuyo favor lucha ría incansablem ente a fin de m antener su condición de capi tal e u ro p e a . Al mismo tiem po, Pflim lim venía re a liz a n d o u n a im p o rta n te c a r r e r a de E sta d o . H a b ía sido el últim o P re sid e n te del C onsejo de M inistros de la IV R e p ú b lic a , y se ría M in istro con el G en eral De G aulle h a sta 1959, y con Georges Pom pidou h asta separarse del G obierno fra n cés p o r sus desacuerdos acerca de sus divergentes ópticas europeas. Inm ediatam ente después de las elecciones al P arlam ento, se reunía el Consejo E uropeo en Fontaineblau — 25 a 26 de Junio de 1984— , tom ándose una serie de m edidas simbólicas sobre la E u ro p a de los C iudadanos — p a sa p o rte e u ro p eo , supresión de controles en las fro n teras— , y adoptándose el viejo anteced en te del Com ité S p aak , c re a d o en M esina en 1955, p a ra fo rm a r un Comité de estudios p ara las cuestiones institucionales que estaría presidido p o r el Senador J. Dooge, antiguo M inistro de A suntos E x te rio re s de H o la n d a , e 175
integrado por personalidades independientes o miembros que habían sido o fueran del Parlam ento Europeo. La realizació n d el inform e del C o m ité D o o g e fue muy la b o rio s a , y p u d o lo g ra rse gracias a la ad m isió n de g ran num ero de reservas, algunas a la totalidad como la de D ina m arca, y otras de m enor escala, como las de Grecia y el Rei no U nido, o puntuales, como la de Irlanda sobre Defensa, y la de Alemania sobre convergencia económica. U n inform e parcial fue rem itido finalm ente al Consejo en Diciem bre de 1984, y el inform e final concluido en M arzo de 1985 fue presentado al Consejo Europeo de Milán celebrado en Julio de dicho año. El inform e Dooge afirm aba la necesidad de plasm ar ju rí d ica m en te la ex isten cia de una v o lu n ta d com ún e n tre los E stados m iem bros: c re a r «entre los Estados Europeos una entidad política verdadera, esto es, una Unión E uropea». P a ra ello se definieron los siguientes objetivos prioritarios: — El establecim iento de un espacio ju ríd ico homogéneo m ediante la finalización de un M ercado In te rio r, una Com unidad Tecnológica, el reforzam iento del Sistema M onetario, y la movilización de recursos. — La prom oción de valores comunes de la civilización, — protección al Medio A m biente, la puesta en m archa de un Espacio Social E u ro p eo , y de un «Espacio J u r í dico» hom ogéneo, la prom oción de valores culturales comunes. — La búsqueda de una identidad europea a través de una com ún política exterior, creación de un S ecretariado p e rm a n e n te de C ooperación P o lític a , obligación de consultas previas p o r p a rte de los Estados m iem bros, extensión de la C ooperación Política a los Problem as de Seguridad. C ondición previa a la consecución de aquellos objetivos fue la realización de una reform a en profundidad del funcio nam iento de las Instituciones C om unitarias, Consejo, Comi sión, Parlam ento y T ribunal de Justicia, con una agilización de los mecanismos de tom a de decisión del Consejo y un claro refuerzo del papel de la Comisión, así como un increm ento de las funciones del Parlam ento en la función legislativa. 176
P a ra la puesta en m archa de tales reform as, el Comité pre conizaba la convocatoria de una Conferencia Intergubernam en tal que negociase un T ra ta d o que m o d ela ra la U nión E u ro p ea, y se inspirase en el espíritu y en el m étodo del T ra tado votados p o r el Parlam ento Europeo. De este modo, se llegó al Consejo Europeo de Milán de 1930 de Julio de 1985, im pulsado por el Presidente del Consejo italiano, Bettino Craxi, y su M inistro de Asuntos E xteriores, Giulio A ndreotti. Diversos países plan tearían reticencias a la inclusión de la Defensa en la Unión Europea — G ran B reta ñ a, D inam arca, Grecia e Irlanda— . F rancia y Alemania elu dieron la reform a de las instituciones, proponiendo la crea ción de un S e c re ta ria d o G en eral, p ro p u e sta mal acogida. Finalm ente, se votó — con 7 votos a fav o r y contrarios los de Reino U nido, Grecia y D inam arca— la celebración de una Conferencia Intergubernam ental, que sería convocada p ara el 5 de Julio de 1985, y en la que se ría n in te rlo c u to re s los Ministros de Asuntos Exteriores, llevándose las tareas al Con sejo Europeo de Luxemburgo, de Diciembre de 1985. Pero la Conferencia Integubernam ental no se clausuró h asta la reu nión de M inistros de Asuntos E xteriores de 27 de Enero de 1986, im poniéndose la idea de suscribir un solo docum ento.
4.
E l A c t a Ú n ic a E u r o p e a
La C onferencia In te rg u b ern a m e n tal se abrió en Luxem burgo el 9 de Septiem bre de 1985 con la finalidad de lograr la firm a de un T ratado, teniendo ya en este proceso un papel determ inante el nuevo P residente de la Comisión, elegido el 1 de Enero de 1985, Jacques Delors, nacido el 20 de Julio de 1925, sindicalista, pedagogo, ingeniero social, convertido en el socialista mas p o p u la r de F ra n c ia , y d u ra n te diez años im pulsor decidido de la construcción política y m onetaria de E uropa. P e ro , ante todo, el Acta Unica E uropea fue la resultante del p ro c e so c o n c lu id o en el C onsejo E u ro p e o de 3-4 de Diciem bre de 1985 donde, tra s las decisiones de los Consejos de F ontaineblau de 1984 y de la Conferencia Intergubernam ental de 1985, se estableció el acuerdo de rev isar el Tratado de Roma. 177
El tra b a jo se realizó en dos grupos: — El d e s a rro llo de la C o o p e ra c ió n P o lític a , que fue estudiado p o r u n Comité Político, constituido p o r los d ire c to r e s p o lític o s de A su n to s E x te rio re s de los Doce. — La revisión de los T ratados C om unitarios, que sería estudiada po r un grupo de representantes p erm anen tes de los países m iem bros con el Secretario G eneral de la Comisión, Emile Noel, grupo denom inado Com i té D o n d e lin g e r p o r ser así llam ado el P residente de dicha Comisión, Jean Dondelinger, S ecretario Gene ral del M inisterio de A suntos E x terio res de Luxem burgo. El Texto definitivo se concluyó el 27 de E nero de 1986, y fue firm ado en Luxem burgo el 17 de F ebrero sólo p o r nueve países, ya que los gobiernos de D inam arca e Italia supedita ron su firm a a la aprobación de los respectivos Parlam entos, reservándose Grecia la suya a que fu era firm ado po r todos los demás. Los tres países dieron su aprobación finalm ente en La H aya, el 28 de F eb rero de 1986. Con posterioridad a dicha firm a se p ro d u jero n las ratifi caciones de los Estados signatarios realizadas p o r los P a rla mentos nacionales, entre los meses de Junio y D iciem bre, y sin ninguna dificultad salvo en Irla n d a , en donde un ciuda dano — Raym ond C rotty— presentó un recurso de inconstitucionalidad sobre diversos aspectos del Acta Unica E uropea y el T ribunal apreció cierta incom patibilidad con respecto al título te rc e ro — política e x te rio r— por lo que el G obierno irlandés sometió la aprobación del A .U .E. a la celebración de un referéndum , efectuado a finales de M ayo de 1987, que se p ro n u n ció p o r am plia m ayoría a favor de la no inconstitucionalidad del T ra ta d o , con lo cual el Acta fue ra tific a d a y, de este m odo, en tró en vigor el 1 de Ju lio de 1987. Este instrum ento había recibido el nom bre de A cta Unica E u ro p e a p o r ser considerado como el más a p ro p ia d o , una vez de desechada la idea de denom inarlo T ra ta d o , y vista la conveniencia de a g ru p a r los T ratados originales. * * * 178
ACTA ÚNICA EUROPEA SU M AJESTAD E L R E Y DE LO S B ELG AS, SU M A JE S TAD LA R E IN A DE D IN A M A R C A , E L P R E S ID E N T E DE LA R E P Ú B L IC A F E D E R A L DE A L E M A N IA , EL P R E S I D E N T E DE LA R E P Ú B LIC A H E L É N IC A , SU M AJESTAD EL R E Y DE ESPAÑA, EL P R E SID E N T E DE LA R E P Ú B L I CA FRANCESA, EL P R E S ID E N T E D E IRLAND A, EL P R E S ID E N T E DE LA R E P Ú B L IC A IT A L IA N A , SU A L T E Z A R E A L EL G RAN DUQUE DE LU X E M B U R G O , SU M A JE S TAD LA R E IN A DE LOS P A ÍS E S B A JO S, E L P R E S ID E N T E DE LA REPÚ BLICA PORTUGUESA, SU M AJESTAD LA R E IN A D EL R E IN O U N ID O D E G R A N B R E T A Ñ A E IRLAN D A DEL N O R TE . A nim ados p o r la voluntad de proseguir la obra em pren dida a p a rtir de los Tratados constitutivos de las C om unida des Europeas, y de tra n sfo rm a r el conjunto de las relaciones entre sus Estados en una Unión Europea de conform idad con la Declaración Solem ne de S tu ttg a rt de 19 de Junio de 1983, R esueltos a construir dicha Unión E uropea basándola, p o r u n a p a r te , en las C om unidades, que fu n c io n e n con arre glo a norm as propias, y, p o r otra, en la C ooperación E uro p ea entre los Estados signatarios en m ateria de política exte rio r, y a d o ta r a d ic h a U n ió n co n los m ed io s de a c c ió n necesarios, D ecididos a p ro m o v e r c o n ju n ta m e n te la d e m o c ra c ia , basándose en los derechos fu n d a m en ta les reconocidos en las Constituciones y leyes de los Estados miembros, en el Conve nio Europeo p a ra la Protección de los Derechos H um anos y de las Libertades Fundam entales, y en la C arta Social Euro p ea , en particu la r la libertad, la igualdad y la justicia social, Convencidos de que la idea europea, los resultados logra dos en los ámbitos de la integración económ ica y de la coo peración política, así como la necesidad de nuevos desarro llos, re sp o n d e n a los deseos de los p u eb los d em o crá tico s e u ro p eo s que ven en el P a rla m e n to E u ro p eo , elegido p o r sufragio universal, un m edio de expresión indispensable, Conscientes de la responsabilidad que incum be a E uro p a , de p ro c u ra r a d o p ta r cada vez mas una p o stu ra u n ifo r m e, y de a ctu a r con cohesión y so lid a rid a d , con objeto de p ro teg e r m as eficazm ente sus intereses com unes y su inde p endencia, así como rea firm a r m uy especialm ente los p rin cipios de la dem ocracia y el respeto del Derecho y de los dere ch o s h u m a n o s q u e ellos p r o p u g n a n , a f i n de a p o r ta r
179
co n ju n ta m en te su p ro p ia contribución al m antenim iento de la p a z y la seguridad internacionales, de acuerdo con el com prom iso que asum ieron en el marco de la Carta de las Nacio nes Unidas, D eterm inados a m ejo ra r la situación económica y social m ediante la profundización de las políticas comunes y la pro secución de nuevos o b jetivo s, así com o a se g u ra r un m ejor fu n c io n a m ie n to de las C om unidades, p e rm itien d o a las ins tituciones el ejercicio de sus com petencias en las condiciones m as conform es al interés com unitario, Considerando que los Jefes de Estado o de Gobierno, con ocasión de su C onferencia de París, de 19 a 21 de Octubre de 1972, h a n aprobado el objetivo de la realización progresiva de la Unión Económica y M onetaria, Considerando el Anexo a las conclusiones de la P residen cia del C onsejo E u ro p e o de B re m e n , de 6 y 7 de Julio de 1978, así como la Resolución del Consejo Europeo de Bruse las, de 5 de Diciembre de 1978, relativos al establecim iento del Sistem a M onetario Europeo (SM E) y las cuestiones a fi nes, y o b serva n d o que, de c o n fo rm id a d con d ich a R eso lu ción, la C o m u n id a d y los B ancos C entrales de los Estados M iembros h a n a d o p ta d o d eterm in a d o núm ero de m edidas destin a d a s a establecer la cooperación m onetaria, lia n decidido establecer la presen te Acta y h a n designado con tal f i n como plenipotenciarios: Q u ien es, d e sp u é s de h a b e r in te r c a m b ia d o sus p le n o s p o d eres , reconocidos en buena y debida fo rm a , lia n convenido las disposiciones siguientes:
TITULO PRIM ERO Disposiciones Comunes 1. Las C om unidades Europeas y la Cooperación Política E u ro p ea tienen como objetivo c o n trib u ir c o n ju n ta m e n te a hacer progresar de una m anera concreta la Unión Europea. Las Comunidades Europeas se fu n d a m en ta n en los Trata dos constitutivos de la C om unidad Europea del Carbón y del Acero, de la C om unidad Económica E uropea y de la Comuni d a d Europea de la Energía Atóm ica, así como los Tratados y actos subsiguientes que los h an m odificado y completado.
180
L a Cooperación Política se regula en el Título III. Las disposiciones de dicho Título confirm an y com pletan los pro c e d im ie n to s a c o rd a d o s en los In fo rm e s de L u x e m b u rg o (1970), Copenhague (1973) y Londres (1981), a síco m o en la D eclaración solem ne sobre la Unión E uropea (1983), y las práctica s progresivam ente establecidas en los Estados Miem bros. 2 . El Consejo Europeo esta rá com puesto p o r los je fes de E sta d o o de Gobierno de los Estados Miembros, asíco m o po r el Presidente de la Comisión de las C om unidades Europeas. E sta rá n asistidos p o r los M inistros de Asuntos Exteriores y p o r un miembro de la Comisión. El Consejo Europeo se reunirá al menos dos veces al año. 3. I. Las Instituciones d éla s Comunidades E uropeas, que en lo sucesivo se denom inarán en la fo rm a en la que se expre sa a continuación, ejercerán sus poderes y competencias en las condiciones y a los fin e s previstos en los Tratados consti tutivos de las Com unidades, y en los Tratados y actos subsi guientes que los h a n m odificado o com pletado, así como en las disposiciones del Título II. 2. Las Instituciones y órganos com petentes en m ateria de cooperación política europea ejercerán sus poderes y com petencias en las condiciones y a los fines jija d o s en el T ítu lo III, y en los docum entos m encionados en el p á r r a fo terce ro del a rt. 1.
* * * El A cta U nica E u ro p e a está form ada po r un Preám bulo In tro d u cto rio que recoge los aspectos fundam entales de la D eclaració n de S tu ttg a rt, a la q u e se añaden directrices de o tras iniciativas, como la Cum bre de París de 1972, el P ro yecto de T ratad o del P a rla m e n to E u ro p eo , o el P ro y e cto Franco-A lem án de 1985. El Acta contiene cu atro títulos: Título I.— Disposiciones Comunes, en las que se señala el objetivo de p ro g re sa r hacia la U nión E uropea m ediante la c o n trib u ció n c o n ju n ta de las C om unidades E u ro p e as y la C o o p eració n P o lític a , consagrándose el Consejo E u ro p eo como órgano común. Después de este p rim er título, los dos siguientes se dedi can a las grandes innovaciones del A .U .E.: disposiciones p o r 181
las que se modifican los T ratados constitutivos de las Comu n id ad e s, y disposiciones sobre la C ooperación E u ro p ea en m ateria de Política Exterior. En el T itulo II — La M odificación de los T ra ta d o s— se dedica un capítulo distinto a cada uno de los T ratados origi n a rio s, pero las m odificaciones mas im portantes se refieren al T ratad o de la CEE: — E xtensión del uso de la m ayoría cualificada en m ate rias como la reform a de la ta rifa a d u a n e ra com ún, la libre p re sta c ió n de servicios, la libre circu lació n de capitales, y la política común de transportes marítimos y aéreos. Asimismo, se prevé p a ra ciertas políticas nue vas como: m ercado in terio r, política social, cohesión económica y social, investigación y desarrollo, y medio am biente. — Institución de un procedim iento de cooperación entre el P arlam ento Europeo y el Consejo — procedim iento de doble lectura. — Dictam en conforme del Parlam ento E uropeo: p a ra los acuerdos de am pliación de la CEE, (art. 237), y p a ra los acuerdos de asociación (art. 238). El segundo gran a p a rtad o del Acta Ú nica E u ro p e a , rela tivo a las modificaciones del T ratado de la CEE, se refiere a la m odificación de las políticas realizadas por la C om unidad, reforzando o am pliando su campo de actuación: — G ran M ercado In te rio r: definido como «espacio sin fro n teras interiores», en el que la circulación de m er c a n cía s, p e rso n a s, servicios y cap itales se re a liz a rá lib rem en te y sin obstáculos. El plazo fijado p a r a su rea liz a c ió n a b a rc a h a sta finales de 1992. U n L ib ro B lanco, que contiene trescientas m edidas, presentado p or la Comisión al Consejo E uropeo de Milán — Junio de 1985— sirve de base p a ra la p ro g ra m a c ió n de la consecución de este m ercado in te rio r que com prende 320 millones de consum idores, configurado como d in á mico y flexible, p a ra cuyo logro se elim inarían las fron teras físicas, las fro n te ra s técnicas y las fro n teras fis cales. 182
— Voluntad de alcanzar el objetivo de una Unión Econó m ica y M o n e ta ria , u tilizan d o in stru m e n to s como el SME y el ECU. — Política Social y Armonización legislativa sobre el tr a bajo, la seguridad, la salud, y el medio am biente. —- Cohesión Económ ica y Social, a través de la creación del Banco Europeo de Inversiones (B .E .I.), el Fondo Social Europeo (F .S.E .), el Fondo Europeo de O rien tación y G a ra n tía Agrícola (F.E .O .G .A .) y el Fondo E uropeo de D esarrollo Regional (F.E .D .E .R ). — Investigación y Desarrollo Tecnológico. Política Comu nitaria de Investigación y D esarrollo (I+D) a través de los órganos específicos: Comité de Desarrollo Europeo de la Ciencia y la Tecnología (CODEST), Comité p a ra la Investigación Científica y Técnica (CREST), Comité de Inform ación y Docum entación Científica y Técnica (C ID S T ), Com ité C onsultivo so b re I+D I n d u s tr ia l (IRDAC), Comités Consultivos de Gestión y C oordina ción de Program as (C.G.C), Acciones COST — Coope ra c ió n E u ro p e a — , C entro Com ún de Investigación (C .C .I.), con instalaciones en Istria — Italia— , Kalsr u h e — A le m a n ia — , Geel — B élg ica— , y R e tte n — H olanda— , propios del Sector Industrial etc... — M edio A m biente, recogiendo las conclusiones de la Conferencia de Naciones Unidas de Estocolnio, y de la Cum bre de P arís de 1972. E n el T ítulo III — La C ooperación Europea en Política Exterior— con el fin de form ular y poner en común una polí tica exterior europea, los Estados se inform arán m utuam en te y a c tu a rá n concertados. La unanim idad seguirá siendo la regla. No o b stan te, el Acta form ula una llam ada al consenso a través de un acercam iento gradual de los puntos de vista nacionales. Los órganos específicos de C ooperación P olítica se rá n , además de la Presidencia, el Comité Político, form ado p o r los directores políticos de los M inisterios de Asuntos E xteriores de los Estados; el grupo de corresponsales europeos, los gru pos de tra b a jo y la Secretaría. El Acta Unica incluye tam bién una referencia a la Seguri d ad, aunque esta m ateria afecta a la D efensa pro p iam en te 183
dicha, sin que ello suponga obstáculo p a ra la colaboración mas estrecha en el m arco de la U .E .O . y de la OTAN. P o r últim o, el T ítulo IV contiene diversas disposiciones generales y finales.
5.
La E u r o p a de lo s « D o c e »
El 1 de Enero de 1986 se producía la e n tra d a oficial de los dos E stados de la P enínsula Ib érica como m iem bros de las C om unidades E uropeas. El proceso político de ambos países, les había conducido tra s diversas vicisitudes, a la dem ocracia. U na tentativa de golpe m ilitar en F ebrero de 1981, y la división de los partidos de centro y com unista, facilitaba el triunfo con m ayoría abso luta del Partido Socialista Obrero Español en elecciones anti cipadas — 202 escaños sobre 350— , tres meses después de la adhesión de E spaña en la OTAN — 30 de Mayo— , form ando gobierno el líder socialista Felipe González. Del m ism o m odo, en P o rtu g a l el 9 de Ju n io de 1983 el socialista M ario Soares form aba gobierno de coalición con los socialdem ócratas del PSD. P ortugal había presentado su dem anda de adhesión a las Comunidades Europeas el 28 de M arzo de 1977, y la apertu ra de negociaciones se realizó el 17 de O ctubre de 1978. España presentó su dem anda el 28 de Julio de 1977. El ritmo de ambas negociaciones se unificó, y el 12 de Julio de 1985 se firm aron en M adrid y en Lisboa los correspondientes Tratados de Adhe sión, lo cual com portaba la configuración de una Comunidad E uropea que pasaba a tener 329 millones de habitantes. Los «Diez» im pusieron condiciones severas p a ra la agri c u ltu ra y ganadería y la in d u stria de los nuevos m iem bros. La necesidad de lograr el refrendo europeo p o r p a rte de la joven dem ocracia española debilitó probablem ente su cap a cidad de negociación. Tras la in c o rp o ra c ió n de estos países se e fe c tu a ro n los correpondientes cambios institucionales: •— C onsejo: com puesto p o r diversos m iem bros — ocho votos p a ra E spaña y cinco p a ra P ortugal, fren te a los diez de los «C uatro G ra n d e s» , F ra n c ia , R ep ú b lica 184
—
-—
— — —
F ederal Alemana, G ran B retaña e Italia— . La nueva m ayoría cualificada quedó fijada en 54 votos. Comisión: incorporación de dos Com isarios españoles y uno portugués, con lo cual la Comisión E uropea que d a ría form ada por 17 Comisarios. P a rla m e n to : los nuevos d ip u ta d o s s e ría n 60 p a r a E sp añ a y 24 p a ra P o rtu g al, totalizando la A sam blea E u ro p e a el núm ero de 518 escaños. Ambos países se com prom etieron a realizar elecciones por sufragio uni versal directo el 31 de Diciem bre de 1987. T rib u n al de Justicia: el núm ero de Jueces pasó de 11 a 13, y el núm ero de Abogados Generales de 5 a 6. Consejo Económico y Social: E spaña dispondría de 21 m iem bros y P ortugal de 12. T ribunal de Cuentas: cada nuevo Estado miembro con taría con un representante en el T ribunal de Cuentas.
El 20 de Enero de 1987 se realizó la elección p a ra la P re sidencia del Parlam ento E uropeo, en ap retad a votación. Sir H enry P lu m b , co n serv ad o r b ritá n ic o , fue elegido p o r 241 votos fren te al español, E nrique B arón, socialista, que obtu vo 236. Tres años después, Enrique B arón sería elegido P re sidente del Parlam ento Europeo, (1989-1992). P a ra favorecer el intercam bio de la población universita ria e u ro p e a , se ultim ó en 1987 un p ro g ra m a denom inado ERASM US, que p o sib ilitab a la realización de p erío d o s de estudios en las U niversidades de los «Doce».
6.
T e n s io n e s B r it á n ic a s y C o n v e n c ió n d e L o m é
IV
Los resultados obtenidos por la políticas del p a rtid o con servador británico, que obtuvo una m ejora de la ocupación laboral y una tasa de crecimiento económico superior al de la C om unidad, facilitaron los sucesivos triunfos electorales de los conservadores. Tras su tercera elección, ganada el 11 de Julio de 1987, con el 43,3% de los votos, M argaret T hatcher se convertía en el Prem ier británico que había perm anecido mas tiempo en el cargo d u ran te el siglo XX. E n tre el 4 y el 5 de Diciem bre de 1987, se celebró el Con sejo E u ro p eo de C openhague, en el que se d e b a tie ro n dos 185
im portantes cuestiones: los excedentes agrícolas y la ayuda suplem entaria a regiones mas pobres y, asim ism o, se trató la reform a p resu p u estaria de la C om unidad. P ero el gran problem a surgió ante la hostilidad m arcada p o r M argaret T h atch er contra la Comisión. La resistencia de la P re m ie r b ritá n ic a se puso de m an ifiesto en el C onsejo Europeo celebrado en H annover a lo largo del 27 y el 28 de Julio de 1988, y en el cual se acordó p re p a ra r la unión mone taria a través de un Comité form ado p o r los G obernadores de los Bancos C entrales y presidido p o r el p ropio Jacques Delors. M argaret T h a tch e r d iría más tard e: «Jam ás conmi go en el p oder se establecerá una m oneda com ún». Con ocasión de una visita al Colegio de E u ro p a en B rujas, M argaret T hatcher realizó un ataque a los posicionam ientos federalistas, pronunciándose categóricam ente contra lo que ella consideraba u n a desviación b u ro c rá tic a de la Com uni d ad , contra toda nueva lim itación de soberanías nacionales, y contra el proyecto de Unión M onetaria relanzado en el Con sejo de H annover. Estos problem as y, desde luego, su actitud negativa frente a los acuerdos del Consejo E uropeo de Roma de O ctubre de 1990 acabarían con la brillante c a rre ra política de la llam ada «Dama de hierro», quien el 22 de Noviem bre de 1990 dim iti ría de su c a rg o , sien d o n o m b ra d o P rim e r M in istro J o h n M ajor. *
* *
La C om unidad E u ro p e a concluía el 15 de D iciem bre de 1989 la firm a de la IV Convención de Lomé, con los 68 E sta dos A .C .P., esto es, de los países de Asia, C aribe y del Pací fico. Estos 68 E stados eran : Angola, Antigua y B a rb u d a , Baham as, B a rb a d o s, Belice, B enin, B otsw ana, B u rk in a-F a sso , B u rundi, C am erún, C abo Verde, R epública C entroafricana, Com ores, Congo, Costa de M arfil, D jib u ti, D om inica, E tio pía, Fidji, G abón, G am bia, G hana, G ran ad a, Guinea-Bissau, Guinea-Conakry, Guinea E cuatorial, G uayana, H aití, Jam ai ca, Kenya, K iribati, Lesotho, L iberia, M adagascar, Malawi, Mali, M auricio, M a u rita n ia , M ozam bique, N iger, N igeria, 186
U ganda, P a p u a -N u e v a G uinea, R u a n d a , San C ristó b a l y Nevis, Santo Domingo, Santa Lucía, San Vicente y G ranadi nas, Salom ón, Sam oa O ccidental, Santo Tomé y P rín c ip e , Senegal, Seychelles, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Surinám , Swazilandia, Tanzania, Chad, Togo, Tonga, Trinidad y Tobago, Tuvalu, Vanuatu, Zaire, Zambia y Zimbawe. El Lomé IV e n tra ría en vigor el 8 de Mayo de 1990, con una duración de 10 años. MEDIOS FINANCIEROS DE LAS CONVENCIONES LOMÉ -en ECUS-
Fondos Europeos de D esarrollo C réditos de la Banca Europea de Inversiones TOTAL
7.
LOMÉ I
LOMÉ II
2 .9 8 0 ,3
4.627
7.400
10.800
885
1.100
1.200
5.512
8.500
12.000
390 3.45 7 ,8
LOMÉ III LOMÉ IV
L a T e r c e r a E l e c c ió n a l P a r l a m e n t o E u r o p e o (1 9 8 9 )
D urante los días 1 5 a 1 8 de Junio de 1 9 8 9 , se celebraron en los diversos Estados m iem bros las terceras elecciones al Parlam ento Europeo, con las mismas condiciones que las pre cedentes: ausencia de sistema electoral uniform e, im portante peso de la p o lític a y de los p a rtid o s n a c io n a le s , y poca influencia a ú n d é lo s program as y opciones europeas. Los escaños que disputaban en esta convocatoria eran los siguientes: — 81 por Estado p a ra F ran cia, Alem ania, Reino Unido e Italia. — 6 0 p a ra E spaña. — 25 p a ra los Países Bajos. — 24 por E stado p a ra Bélgica, Grecia y Portugal. — 1 6 p a ra D inam arca; 1 5 p a ra Irlanda y 6 p a ra Luxem burgo. 187
La p a rticip a ció n dism inuyó, salvo en los países de voto obligatorio y sem iobligatorio, y se p rodujo un ligero avance de la izquierda. ELECCIONES AL PARLAMENTO EU RO PEO
Socialistas P artid o P opular Europeo D em ócratas Europeos C om unistas y Asim ilados Liberales y D em ócratas Agrupación de D em ócratas Europeos de Progreso D erechas Europeas Ecologistas No Inscritos
1979
1984
1989
124 117 63 48 38
165 115 66 48 44
180 123 34 42 49
22
29 17 20 14
21 14 43 12
10
Se observa por tanto la concentración de los votos en gru pos que se corresponden con los principales p artid o s nacio nales: partidos socialistas, dem ocristianos, populares, demó cratas europeos, etc...
8.
E l D e r r u m b a m ie n t o d e l C o m u n is m o R e u n if ic a c ió n d e A l e m a n ia
y la
Con la m uerte de Leónidas Breznev ocurrida en 1982, tras dieciséis años en el ejercicio del p o d e r, se a b ría un nuevo período de la historia de la Unión Soviética, m arcado inicial mente por el conflicto entre innovadores y conservadores, lle gando al poder en 1985 Mikhail Gorbachov, Secretario Gene ra l de PC U S, quien consagró la llam ad a « P e re stro ik a » , o conjunto de políticas reform istas dirigidas a superar el estan cam iento económico y obtener la eficacia de la producción, la calidad de los p roductos, el progreso científico y tecnoló gico y el uso de técnicas avanzadas. P a ra obtener (lichas reform as, se realizó una parcial liberalización del sistem a socialista a través de la privatización de algunas actividades económ icas, el desm antelam iento de 188
la b u ro c ra c ia , la d e sce n tra liz a c ió n de las decisiones, y la m ejora de la eficacia de los servicios y la calidad en los pro (luctos. Al mismo tiem po, los mismos dirigentes soviéticos p la n tearon la reform a política a través de la «Glasnost», esto es, de la claridad y transparencia de los procesos políticos, de las elecciones de los cargos del partido, y de la lucha contra la corrupción y el control democrático. Ello supuso sum inistrar inform ación y hacer frente a responsabilidades como las de el desastre nuclear de Chernobil, la guerra de Afganistán, y la conllictividad social y étnica. En el XXVII Congreso del PCUS — 10 de Mayo de 1985— G orbachov anunció la p uesta en m arch a de todas aquellas refo rm as, y el proceso afectó al desm antelam iento del m un do so v iético . D espués de in te n s a s n e g o c ia c io n e s, el 8 de Diciembre de 1987, se firm ó el T ratado de W ashington entre Estados Unidos y la Unión Soviética, po r el cual se acordaba la destrucción de todos los misiles nucleares estacionados en E uropa. La URSS dejó de intervenir en Afganistán y en Afri ca, y puso fin a su ayuda a C uba, abandonando la doctrina B reznev de in te rv en c ió n legítim a en los países del bloque com unista. Aquel desbloqueo de la situación política in te rn ac io n al produjo im portantes consecuencias en los países de la E uro pa C entral y O riental. T ras las elecciones de 4 de Ju n io de 1989 en P olonia, que a b rie ro n el cam ino a la form ación de un gobierno no com unista, el líder sindical Lech Walesa aca b a r ía a lc a n z a n d o la p re s id e n c ia de la R e p ú b lic a el 9 de Diciembre de 1989. Continuó H ungría con la a p e rtu ra de su fro n tera con A ustria, y las elecciones de 5 de M arzo de 1990 y, finalm ente, el régim en com unista de la R epública Demo crática Alem ana se desm oronó al caer el P residente Honecker el 28 de O ctubre de 1989, celebrándose elecciones el 18 de M arzo de 1990. Sim ilar proceso se p rodujo en los dem ás países de Centroeuropa: Checoslovaquia se convertía en un Estado demo crático a principios de N oviem bre, alcanzando la P resid en cia Vaclav Havel, figura emblemática, y en Rum ania, el 22 de Diciem bre de 1989, concluía el régimen d ictatorial y tirá n i co, con el sim u lacro de proceso y m u e rte del m atrim o n io Ceaucescu. 189
D urante los días 9 y 10 de Enero de 1990, los diez Jefes de G obierno del COM ECON, c o n sta ta ro n el fracaso de dicho organism o, e in sta u ra ro n un sistema de división del tra b a jo . Moscú aceptó en F eb rero de 1990 la m archa escalonada de las tro p a s soviéticas de Checoslovaquia, H ungría y Alemania del Este, y el 22 de F ebrero de 1990 se disolvieron las estruc tu ras m ilitares del Pacto de Varsovia. Ante el asombro y entusiasm o del m undo entero, la noche del 9 al 10 de N oviem bre de 1989 se p ro d u c ía la c aíd a del m uro de B erlín, que dividía la ciudad en dos desde 1961, y que se había constituido en símbolo de la división de Europa. La propia U nión Soviética transform ó su régim en políti co, al abolirse el 12 de M arzo de 1990 el papel dirigente del P a rtid o C om unista e in sta u ra rs e u n régim en p residencial, dirigido p o r Gorbachov. El 12 de Ju n io de 1991, Boris Yeltsin era elegido Presidente de R usia, m ientras se acentuaban las tendencias centrífugas. Los países bálticos — L itu an ia, Letonia y E stonia— p ro c la m a ro n su in d ep e n d e n c ia e n tre F e b rero y M arzo de 1991 y tam bién lo hicieron a lo largo de dicho año Georgia, U cran ia, B ielorrusia, T adjikistán, A rm e n ia, T urkm enistán y K azajistán, creándose el 8 de Diciembre en M in sk u n a C o m u n id a d de E s ta d o s In d e p e n d ie n te s (C .E .I.), integrada p o r ocho R epúblicas. La A lianza A tlántica se com prom etió a c o o p erar con los países de la EuVopa C entral y O riental, garantizando la esta bilidad de sus fronteras. Checoslovaquia, Polonia y H ungría, fo rm a ro n el 15 de E n ero de 1991 el G ru p o de V iseg rad o , dem andando el 6 de O ctubre una asociación institucional con la OTAN. El Consejo de E u ro p a integró a los países del E ste, F in lan d ia, H u ngría, P o lo n ia, B ulgaria, E stonia, L itu an ia, Eslovenia, R u m an ia y C hecoslovaquia — escindida en 1993 en dos: República Checa y Eslovaquia— , quedando configurado el Consejo de E u ro p a p o r 32 estados, m ientras que p e rm a necían como candidatos A lbania, B ielorrusia, Croacia, Leto nia, Rusia y M oldavia. En la cum bre de Jefes de Estado y de G obierno de E u ro p a , celebrada en Viena el 8 de O ctubre de 1993, se decidió el reforzam iento de las actividades del Consejo en favor de la defensa de los derechos del hom bre, la lucha contra el racis mo, la xenofobia, el antisemitismo y la intolerancia, así como 190
el desarrollo de las acciones culturales y la protección de las m inorías nacionales. La C om unidad Económ ica E u ro p e a com enzó en 1988 a negociar acuerdos com erciales, individuales, con los países del Este. E n una prim era fase — acuerdos llam ados de «Pri m era Generación»— se realizaron con H ungría — Septiem b re de 1988— ; Checoslovaquia —Diciembre de 1988— ; Polo nia — Septiembre de 1989— ; la Unión Soviética — Diciembre de 1989— ; Alemania del Este y Bulgaria — Mayo de 1990. Asimismo, se desarrolló la ayuda occidental a los Países de la E u ro p a C entral y Occidental (PEC O ), y sobre la base del a r t. 138 de la C .E .E ., se e s ta b le c ie ro n los llam ad o s «Acuerdos de Segunda Generación»: Polonia y H ungría, 16 de A bril de 1991, con Checoslovaquia, 4 de O ctubre de 1983, con Rum ania 1 de F ebrero de 1993, con Bulgaria 8 de Febre ro de 1993, y un acuerdo de cooperación con Alemania y los Estados del Báltico realizado en 1992. * *
*
La consecuencia mas im portante de la caída del M uro de Berlín fue la inevitable unificación de Alemania. El Canciller de Alemania F ederal, H elm ut Kohl, había presentado públi cam ente el 23 de Noviem bre de 1989 un P lan de diez puntos, dirigido a conseguir la unificación alem ana, y el 9 de Diciem bre el Consejo Europeo de E strasburgo dio su aprobación a dicho P lan. El Canciller Alemán había m anifestado que no se tra ta ría la cuestión de los lím ites, esto es, so b rem an era de la línea Oder-Neisse, que determ inaba las fronteras germano-polacas tras la G u erra M undial. P ero el calendario previsto fue m odificado p o r los acon tecimientos. Los alemanes del Este m anifestaron su deseo de integración ráp id a tras las elecciones de M arzo de 1990, que dieron el triunfo a los dem ócrata-cristianos. El 18 de Mayo Kohl concluyó u n Tratado con la República Democrática Alemana p a ra establecer una unión económica, m onetaria y social que sería realizada el 1 de Julio de 1990, con el m arco como m oneda de pago y la supresión de las fron teras. La llam ada Conferencia de 2+4 — RFA, RDA + EEUU, 191
F ra n c ia , G ran B re ta ñ a y U RSS— ad o p tó el 3 de O ctubre dicho T ratado, produciéndose la reunificación. El Consejo Europeo de Dublín de 28 de Abril de 1990 había aprobado la integración del territo rio de la RDA en la Comu n idad, a falta de la unificación y sin necesidad de revisión de los Tratados ni medidas transitorias, recibiendo los Latiders del Este ayudas com unitarias como las regiones más desfavoreci das de la Europa de los Doce. Alemania pasó a tener 80 millones de habitantes, y 19 escaños más en el Parlam ento Europeo. 9.
Los
C o m ie n z o s d e l a U n ió n E c o n ó m ic a y M o n e t a r i a
La decisión tom ada p o r los Doce en el Consejo Europeo de L uxem burgo, de D iciem bre de 1985, de c re a r un M ercado Unico E uropeo, en el que las personas, los bienes y los capi tales pudieran circular librem ente, hizo renacer el viejo obje tivo de los años sesen ta, de lo g ra r una U nión Económ ica y M onetaria, con la concertación de las políticas económicas, el establecim iento de una política, de un Banco C entral y de una m oneda comunes. El Acta Unica E uropea ratificó el objetivo de lograr una Unión Económica y M onetaria. La creación del SME en 1979 había perm itido la estabilidad de las paridades entre los E sta dos m iem bros, y su funcionam iento m ejoró po r los A cuerdos de N y b o rg — de 12 de Septiem bre de 1987. El M inistro Francés de Finanzas, E d u a rd B alad u r, p re sentó un m em orándum el 8 de E n ero de 1988 con el apoyo de Italia y, por o tra p a rte , el M inistro alem án de Asuntos Exte riores, H ans D ietrich G enscher, propuso la form ación de un «Comité de Sabios» p a ra e stu d ia r la creación de u n a zona m onetaria única y de un fu tu ro B anco Central. Los días 27 y 28 de Ju n io de 1988, el Consejo E uropeo reu n id o en H an n o v er decidió re la n z a r los tra b a jo s de profundización de la Unión M onetaria, abandonados tras el rela tivo fracaso del P la n W erner de 1971, y acordó la creación de un Comité presidido por el propio P residente de la Comi sión, Jacques Delors, encargado de estudiar las etapas p a ra lograr u n a unión M onetaria. Aquel Comité presentó su inform e ante el Consejo E xtraor dinario de Dublín de 28 de Marzo de 1990, en el que tam bién, como se ha dicho, se trató de la unificación de Alemania. 192
El I n fo r m e D e lo rs — llam ado tam b ién del C o m ité de Sabios— p lan teab a la realización de la Unión Económica y M onetaria en tres etapas: — La prim era etapa com enzaría el 1 de Julio de 1990 y no necesitaba la revisión de los Tratados. En ella se conse guiría la finalización del establecim iento del M ercado Unico, la liberalización de los movimientos de capitales, la abolición del control de cambios, el reforzam iento de la coordinación de las políticas económicas y de la coo peración m onetaria. D urante esta fase se negociaría un T ratado de Unión Económica y M onetaria. — La segunda etapa, prevista para comenzar el 1 de Enero de 1994, tendría como misión fundamental el reforzamiento del papel del ECU y la creación de un Instituto Monetario Europeo, embrión de un Banco Central Común, que coe xistiría con las autoridades monetarias nacionales, y desde el que se tomarían decisiones colectivas. — La terc era etapa o fase final, que se d esarro llaría des de fines de 1996, consistiría en fija r las paridades de las m o n ed as e s ta b le c ie n d o u n a m o n ed a ú n ic a que reemplazase si fuera posible a las monedas nacionales. Cada Estado miembro es libre, en todo caso, de adherirse ulteriorm ente a las fases segunda e incluso terc era , y por ello a largo plazo la Unión Económica y M onetaria se concibe para el c o n ju n to del te rrito rio co m u n itario , a b rién d o se de este m odo una vía de hecho a la llam ada «Europa a la C arta». Como alternativas a la m oneda única, un proyecto b ritá nico presentado en 1990 sugirió la creación de un «ECU pesa do», c irc u la n d o p a ra lela m e n te a las m onedas n a c io n a le s, constituido como m oneda com ún de la CEE. Los holandeses, por su p a rte , p resen taro n el proyecto de un «ECU bloquea do», cuyo valor no podía ser m odificado. El Consejo Europeo celebrado en M adrid los días 26 a 27 de Julio de 1989, acordó realizar progresivam ente la Unión Económica y M onetaria sin un calendario fijo, y el siguiente Consejo E uropeo, celebrado en E strasburgo, los días 8 a 9 de Diciembre fijó p a ra fines de 1990 la realización de una Confe rencia Intergubernam ental encargada de m odificar el Tratado de Roma p a ra instituir la Unión Económica y M onetaria. 193
O tra iniciativa financiera fue la creación del Banco E uro peo p a ra la reconstrucción y desarrollo de la E uropa del Este (BERD), instituido en la Conferencia de P a rís, de 15 a 16 de E nero de 1990, con la función de a s is tir a los países de la E u ro p a socialista en el proceso hacia su dem ocratización y transición a la economía de m ercado. El T ratado constituti vo del BERD se firm ó en P arís el 9 de Enero de 1990, p a rti cipando la Com unidad E uropea con el 51% de su capital, con una función básicam ente política.
10.
E l C o n v e n i o d e S c h e n g e n y l a C r i s i s d e Y u g o s l a v ia
El proceso de construcción de u n a E uropa C om unitaria sin fro n te ra s, alcan zab an plena m adurez el 19 de Junio de 1990, c u a n d o cinco de los E sta d o s m iem b ro s de la C E E , — Francia, Alemania, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo— , firm aban en la pequeña ciudad luxem burguesa de Schengen un convenio, — ya realizado el 14 de Julio de 1985— , con form ado por 142 artículos, que pretendía suprim ir cualquier clase de control en las fronteras, facilitando por tanto la libre circ u la c ió n e n tre las p e rso n a s, y e sta b lec e r asim ism o una estrecha colaboración en el cam po de la seguridad — tráfico de drogas, diligencias judiciales, etc.— y en el de la inm igra ción — política de visados, derecho de asilo— , así como la arm onización de las legislaciones de los países m iem bros. Italia se sumó al Convenio de Schengen en Noviem bre de 1990, y el «Grupo de Schengen» tomó el 8 de Abril de 1991 la m edida de negociar con el gobierno polaco la supresión de visados con este país. Con los mismos objetivos del «G rupo de Schengen», se reunieron en T revi — Ttalia— , los M inistros de In te rio r de los Doce — Grupo de Trevi— . Los principios contem plados p o r el Convenio Schengen p asaro n a integrarse en los capí tulos correspondientes del T ratado de M aastricht. A p a rtir del 26 de M arzo de 1995, la Convención de Schen gen e n tra ría progresivam ente en vigor e n tre los siete países del E spacio Schengen: A lem ania, F ra n cia , Bélgica, Países Bajos, L uxem burgo, E sp añ a, Portugal. Grecia e Irlan d a, que tam bién h an firmado la Convención, no re ú n e n aún las condiciones de seg u rid ad que p erm iten 194
ap licar el acuerdo, y G ran B retaña se opone a la abolición de las fro n te ra s in te rio re s, hecho que d eterm in a la posición irlandesa. D inam arca, Finlandia y Suecia desearán a d h e rir se a la Convención. El funcionam iento de la Convención Schengen se plantea como la puesta en m archa de la libre circulación de personas de la Unión E uropea, y esta constituida po r una supresión de controles sistemáticos de identidad, el reforzam iento de con troles en las fro n teras exteriores, y la cooperación policial y judicial. Un Sistema de Información Schengen (SIS) se ha ins talado en E strasburgo, disponiendo de inform aciones perso nales de vehículos y de objetos. *
* * Al mismo tiem po que los E stad o s de la U nión E u ro p e a venían realizando negociaciones p a ra establecer u n a política exterior y de seguridad com ún, la crisis yugoslava m anifesta ba la necesidad de su ejecución. Los p a rtid o s dem ocráticos de Eslovenia, Croacia y Bos nia, rec lam a ro n en 1990 su in d ep e n d e n c ia , a lcan zan d o la secesión Eslovenia y Croacia el 25 de Junio de 1991, e in te r viniendo inm ediatam ente el ejército federal — fundam ental mente S e rb ia — , com enzando de este modo una g u e rra de alcances insospechados. Los Doce decidieron en un prim er momento el em bargo de las arm as y el cese de la ayuda fin a n c ie ra, m ientras que el Jefe de G obierno de Serbia, Slobodan Milosevic, rechazaba el abandono de regiones como K rajina y Eslavonia. La cuestión de las sanciones dividió a los E stados e u ro peos, y los diversos planes de paz fueron rechazados. El 6 de A bril de 1992, Bosnia sería reconocida como E stado, p ero la Com unidad E uropea no pudo establecer una política cohe rente ni tampoco la ONU o los Estados Unidos alcanzar la paz en el conflicto. Aún a m ediados de 1995, la U nión E uropea no podía d eterm in ar una acción disuasoria eficaz, quedando el conflicto en manos de la capacidad negociadora o directa de la ONU o de los Estados Unidos de Am érica, en medio de la desolación de la población europea occidental y de la con fusión sobre la eficacia de la propia construcción europea. 195
CAPÍTULO VII
LA UNION POLITICA, ECONOMICA Y MONETARIA (1992-1995): EL TRATADO DE LA UNIÓN EUROPEA
1.
L a s N e g o c ia c io n e s P r e l im in a r e s d e l T r a t a d o d e la U n ió n E u r o p e a
El itinerario que había que conducir a la reunificación de A lem ania, se constituyó en el impulso decisivo p a ra lograr la vieja aspiración de d esarro llar la construcción de la E uropa Política. La R e p ú b lic a D e m o c rá tic a A lem ana no h a b ía po d id o escap ar a l proceso de liberalización y renacim iento dem o crático de la E u ro p a C entral y O riental, tra s el desm antelamiento del sistema com unista. El 7 de O ctu b re de 1989, el líder soviético, Mihail G orbachov, viajaba a B erlín O riental con motivo de la conm em oración del cuadragésim o aniver sario de la fun d ació n de la R .D .A , pero lo que p a re c ía en principio un acto de apoyo al tam baleante P residente Honecker, se convirtió, realm ente, en su p a rtid a de defunción, al a firm a r G orbachov que «un líder que se aísla de su pueblo pierde su derecho a existir». En los prim eros días de O ctubre, 17.000 alem anes habían cruzado las fro n teras, y 100.000 se m anifestaron en Leipzig co n tra el sistema comunista. H onecker era sustituido el 18 de 197
O ctu b re y, p o r fin, la noche del 20 de F e b re ro de 1990, se p ro d u cía el desm antelam iento del M uro de B erlín, a lo que seguiría la realización de las prim eras elecciones legislativas libres de la R .D .A ., que dieron el triunfo a la coalición democristiana liderada po r De M aiziere. El 3 de Octubre se logra ba la unificación de las dos Alemanias, lo que conllevaba la desaparición de la R.D .A. como Estado. P aralelam ente, se fue d esarrollando la negociación p a ra la realización de un T ratado sobre la Unión E uropea. El 20 de F eb rero de 1990 se reunieron en D ublín los M inistros de Asuntos Exteriores de los Doce, y declararo n su apoyo a los esfuerzos de B onn p a ra la reunificación de A lem ania, acor dando la realización de una Cum bre E x tra o rd in a ria sobre esta cuestión, a celebrarse tam bién en D ublín el 28 de A bril, reunión en la cual se fijaron las bases de la integración de la R epública D em ocrática Alemana en la C .E .E , El 18 de Mayo de 1990 se firm aba el T ra ta d o de B onn, o T ra ta d o de U nión M o n etaria, Económ ica y Social entre la R.F.A. y la R.D .A. Ya p o r entonces, el G obierno belga había rea liz a d o un m em orándum de 20 de M arzo de 1990 p a ra refo rza r el ap a ra to institucional, y con objetivos tales como el voto mayoritario al Consejo, la investidura del Presidente de la Comisión po r el P arlam ento, p a ra d esarro llar la cooperación en m ate ria de política exterior, así como contem plar el área de la polí tica de seguridad. Al día siguiente del triunfo de la dem ocracia en Alemania O riental, el 19 de A bril, el Presidente francés, Frangois Mitte rra n d , y el Canciller, H elm ut Kohl, p re p a ra ro n u na Con ferencia Intergubernam ental sobre la U nión Política con los objetivos de: — refo rza r la legitim idad dem ocrática de la Unión — a se g u ra r la u n id a d y co h eren cia de la U nión en los ám bitos económico, m onetario y político. — definir y poner en m archa una política estratégica y de M ercado Común. Las proposiciones belga y franco-alem ana fueron presen tadas en el propio Consejo E uropeo reunido en D ublín el 28 de A bril de 1990, en el que la P re m ie r b ritá n ic a , M argaret 198
T hatcher, se m ostró muy crítica con la Unión P o lítica, y en el que el Presidente de la Comisión, Jacques D elors, propuso la realización de un T ratad o que m odificase y refo rzase el equilibrio de las instituciones com unitarias. D urante los días 25 a 26 de Julio se celebró, asimismo en Dublín, el duodécimo Consejo E uropeo, que decidió la ap er tu ra en el mes de Diciembre de las Conferencias Intergubernam entales sobre la U nión E uropea y M onetaria y sobre la Unión Política. El 19 de Junio, Kohl y Gorbachov acordaron la incorpo ración a la OTAN de la fu tu ra Alemania unida y la re tira d a de las fuerzas soviéticas antes de 1991, al tiempo que se avan zaba en la construcción euro p ea, al e n tra r en vigor el 1 de J u lio de 1990 la Unión E conóm ica — P rim e ra e ta p a de la U nión Económ ica y M o n etaria— con la lib e ra liz a c ió n de capitales. La crisis del Golfo Pérsico, pro d u cid a p o r la invasión de Kuwait p o r Ira k realizada en la m adrugada del 2 de Agosto de 1990, volvería a poner de m anifiesto la necesidad de cons tru ir u na fuerza común europea en m ateria de ayuda y defen sa — PE SC — , cuestión que se concertó el 27-28 de O ctubre en el Consejo Europeo en Roma, reunión en la cual tam bién se aco rd ó poner en m a rc h a la Segunda etapa de la U nión E conóm ica y M o n etaria p a ra el 1 de E n ero de 1994 con la creación del Instituto M onetario Europeo. La Comisión había rem itido a dicho Consejo un inform e, en el que se manifestaba a favor de un Comunidad U nica, que com prendiera la Unión Económica y M onetaria, preconizan do asimismo el reforzam iento del papel legislativo del P a rla m ento y la doble lectu ra de la Comisión, p a ra p re s e rv a r el interés de Delors, basado en el «equilibrio fu n d a m e n ta l entre el Consejo de M inistros, la Comisión y el P arlam ento». Al ejercerse la P residencia Italiana, se convocó asimismo un Consejo Europeo en Roma los días 27 a 28 de O ctubre, en el que se presentó el Inform e Carli —nom bre del M inistro de Finanzas italiano— sobre la Unión Económ ica y M onetaria que fue aprobado po r once Estados, siendo rech azad o po r M argaret T hatcher, que se opondrá a la unidad de la mone da. Sin embargo, la radical oposición británica cambió al pro ducirse el 20 de Noviembre de 1990 la elección de un nuevo P rim e r M inistro b ritán ico , John M ajor. 199
U na im p o rta n te reu n ió n se p ro d u c irá en P arís el 19 de M arzo de 1990, la 2a Cum bre de la CSCE —la prim era había sido en 1975 en H e lsin k i, m a rc a n d o el s ta tu quo b ip o la r, nacido de la Segunda G uerra M undial— , que certificó el fin de la «G uerra Fría». El P arlam ento E uropeo, reunido en Roma los días 27 a 30 de N oviem bre, p re p a ró la I a C onferencia de P arlam entarios — por u n a p a rte , rep resen tan tes del B anco E u ro p eo , y por o tr a , d ip u ta d o s de los p a rla m e n to s n acionales— , quienes analizaron el llam ado «déficit dem ocrático de la Com unidad Europea» y a p ro b a ro n una declaración oficial fav o rab le a una E u ro p a Federal. Una posterior reunión del Consejo Europeo se celebró los días 14 y 15 de Diciembre en la capital italiana, de nuevo con el Presidente francés y el Canciller alem án, quienes enviaron un documento a sus socios comunitarios con la propuesta de p re paración del propio concepto de la Comunidad y de la Unión, a lo que se añadió el principio de la legitimidad democrática a tra vés de la concesión y de la instauración de una verdadera ciu dadanía europea, desarrollada con verdadera convicción por el Presidente del Gobierno Español, Felipe González. El Consejo E uropeo de Rom a, que tam bién había a p ro bado las ayudas p a ra la URSS y los países de la E u ro p a del E ste, puso en m arch a la celeb ració n de dos C o nferencias Intergubernam entales: — u n a p rim e ra , sobre la Unión Económ ica, destinada a conseguir un M ercado Unico; y — o tra segunda, relativa a la Unión Política. Las Conferencias Intergubernam entales — CIG 91— tr a b a ja ro n d u ran te todo el año 1991, b ajo las sucesivas p re si dencias de Luxemburgo y los Países Bajos y la reunión de quin ce C o n fe re n c ia s P r e p a r a to r ia s (C IP ). M ie n tra s , el 22 de O ctubre de 1991, los «Doce» m iem bros de la Com unidad y los «Siete» de la Asociación E uropea del Libre Cambio — EFTA— llegarían a un acuerdo para la creación en 1993 de un Espacio Económico Europeo (EEE) com ún, y una reunión a dos ban das de Francia y Alemania p a ra tom ar posiciones frente a un posible fracaso del encuentro europeo previsto en M aastricht. D urante los días 9 al 10 de Diciem bre de 1991, se celebró en la ciudad neerlandesa de M aastricht el Consejo E uropeo, 200
que concluyó un nuevo T ratado C om unitario de Unión Polí tica, de una p a rte , y de Unión Económica y M onetaria, de la o tra. La firm a oficial de dicho T ratad o se realizaría el 7 de F ebrero de 1992. La consecución del T ratado fue muy difícil, po r la oposi ción b ritá n ic a al refo rza m ie n to del p ap el del P a rla m e n to Europeo, y el diseño final de la estructura institucional, acer ca del c a rá c te r que tendría la Unión E uropea O ccidental, y sobre la construcción de la Unión Económica y M onetaria. Los Once Estados —excepto el Reino Unido— , que habían adoptado en el Consejo Europeo de E strasburgo de 8 a 9 de D iciem bre una C arta de D erechos Sociales, rech azad a p o r M argaret T hatcher, y en 1990 un program a de acción social, firm aron un protocolo, rechazado asimismo po r G ran B reta ñ a, sobre costes de Sanidad, Seguridad, condiciones de tra bajo, participación de salarios, igualdad de hom bres y m uje res, y acceso al empleo.
2.
E l T r a t a d o d e la U n ió n E u r o p e a
El T ra ta d o de la U nión E u ro p e a (T U E ), más conocido como el T ratado de M aastricht, instituye entre los Doce Esta dos de la Comunidad una Unión E uropea, constituida po r sie te Títulos y un Acta final que contienen unos 300 artículos, 17 protocolos y 34 declaraciones, que m odifican y contem plan el núm ero de artículos de los T ratados anteriores: — T ratad o de la Com unidad E u ro p e a del C arbón y del A cero de 1951. — T ra ta d o d e la C om unidad E c o n ó m ic a E u ro p e a de 1957. — T ra ta d o de la C o m u n id ad E u ro p e a de la E n e rg ía A tóm ica de 1957. — T ratado de Adhesión de D inam arca, Irla n d a y Reino U nido (1972), de G recia (1981) y de E sp añ a y P o r tugal (1986). — A cta U nica E u ro p e a , en vigor desde Julio de 1987. Asimismo, se introducirán nuevas disposiciones dentro del T ratado. 201
TRATADO DE MAASTRICHT SU M AJESTAD EL R E Y DE LOS B E LG A S , SU M AJES TAD LA R E IN A DE D IN A M A R C A , E L P R E S ID E N T E DE LA R E P Ú B L IC A F E D E R A L DE A L E M A N IA , EL P R E S I D E N T E DE LA R E P Ú B L IC A H E L É N IC A , SU M AJESTAD EL R E Y DE ESPAÑA, E L P R E SID E N T E DE LA R E P Ú B L I CA FRANCESA, E L P R E SID E N T E DE IRLAN D A, EL P R E S ID E N T E DE LA R E P Ú B L IC A IT A L IA N A , SU A L T E Z A R E A L EL G RAN DUQUE DE LU X E M BU RG O , SU M A JE S TAD LA R E IN A DE LO S P A ÍSE S B A JO S, EL P R E S ID E N TE DE LA REPÚ BLICA P O RTU G U ESA, SU M AJESTAD LA R E IN A D E L R E IN O U N ID O D E G R A N B R E T A Ñ A E IR LA N D A D EL N O R T E , R E SU E L TO S a salvar una n u eva eta pa en el proceso de integración eu ro p ea em pren d id o con la constitución de las Com unidades E uropeas, R E C O R D A N D O la im portancia histórica de que la d ivi sión del continente europeo h a y a tocado a su fin y la necesi d a d de sen ta r unas bases firm es p a ra la construcción de la fu tu r a E uropa, CONFIRM ANDO su adhesión a los principios de libertad, democracia y respeto de los derechos hum anos y de las liber tades fu n d a m e n ta le s y del E stado de Derecho, D ESEANDO acrecentar la solidaridad entre sus pueblos, dentro del respeto de su historia, de su cultura y de sus tra diciones, D ESEAND O fo rta le c e r el fu n cio n a m ien to dem ocrático y eficaz de las Instituciones, con e lj in de que p u ed a n desem p e ñ a r m ejo r las misiones que le son encom endadas, dentro de u n m arco institucional único, R E S U E L T O S a lograr el refuerzo y la convergencia de sus econom ías, y a crear u n a unión económ ica y m o n eta ria que in clu ya , de co n fo rm id a d con lo dispuesto en el presente Tratado, u n a m oneda estable y única, DECID ID O S a p ro m o ver el progreso social y económico de sus pueblos, dentro de la realización del m ercado interior y del fo r ta le c im ie n to de la cohesión y de la p ro tecció n del medio am biente, y a d esarrollar políticas que g aranticen que los avances en la integración económica vayan a c o m p a ñ a dos de progresos paralelos en otros ám bitos, R E SU E L T O S a crear u na ciudadanía com ún a los nacio nales de sus países, R E S U E L T O S a d e sa rro lla r u n a p o lític a e x te rio r y de
202
seguridad com ún que incluya, en el fu tu r o , la definición de una p o lítica de d efen sa com ún que p o d ría conducir, en su m om ento, a u n a defensa com ún, reforzando así la identidad y la independencia europeas con el f i n de fo m e n ta r la p a z, la seguridad y el progreso en E uropa y en el m undo, R E IT E R A N D O su objetivo de fa c ilita r la libre circulación de p ersonas, g a ra n tiza n d o al mismo tiempo la seguridad y la defensa de sus pueblos, mediante la inclusión de disposiciones sobre ju sticia y asuntos de interior en el presente Tratado, RE SU E LTO S a continuar el proceso de creación de una unión, ca da vez más estrecha, entre los pueblos de E uropa, en la que las decisiones se tom en de la fo r m a m ás pró xim a posible a los ciudadanos, de acuerdo con el principio de subsidiariedad, A N T E LA P E R S P E C T IV A d e las ulteriores etapas que h a b rá que sa lv a r p a ra a v a n za r en la vía de la integración europea, H AN DECIDIDO crear una Unión E uropea, y han desig nado con ta l f i n como plenipotenciarios,
TÍTULO I D ISPO SICIO N ES COMUNES A rtículo A Por el presente T ratado, las A ltas Partes C o n tra ta n tes constituyen entre sí una Unión E uropea , en lo sucesivo deno m inada «Unión». E l p re se n te T ra ta d o c o n stitu y e u n a n u ev a e ta p a en el proceso creador de una Unión cada vez m ás estrecha entre los pueblos de E uropa, en la cual las decisiones serán tom a das de la fo r m a más p ró xim a posible a los ciudadanos. L a Unión tiene su fu n d a m e n to en las Com unidades E uro peas com pletadas con las políticas y fo rm a s de cooperación esta b lecid a s p o r el p r e se n te T ra ta d o . T e n d rá p o r m isión organizar de modo coherente y solidario las relaciones entre los Estados m iembros y entre sus pueblos. Artículo B La Unión ten d rá los siguientes objetivos: — prom over un progreso económico y social equilibrado
y sostenible, principalm ente m ediante la creación de un espacio sin fr o n te r a s interiores, el fortalecim iento
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de la cohesión económ ica y social y el establecim iento de una unión económ ica y m onetaria que im plicará, en su m om ento, u n a m oneda ú n ica , conform e a las disposiciones del p resente Tratado. a firm a r su id en tid a d en el ám bito in tern a cio n a l, en particular mediante la realización de una política exte rior y de seguridad común que incluya, en el fu tu ro , la definición de una política de defensa común que podría conducir, en su momento, a una defensa común. refo rza r la protección de los derechos e intereses de los nacionales de sus E stados m iem bros, m ediante la creación de una ciudadanía de la Unión. d esarrollar una cooperación estrecha en el ám bito de la ju sticia y de los asuntos de interior. m antener íntegram ente el acervo com unitario y desa rrollarlo con el fin de exam inar, con arreglo al proce dim iento previsto en el a p a rta d o 2 del artículo N, la m edida en que las políticas y fo rm a s de cooperación establecidas en el p resente T ratado deben ser revisa d a s, p a ra a segurar la eficacia de los m ecanism os e instituciones com unitarios.
Los objetivos de la Unión se a lca n za rá n conform e a las d isp o sic io n e s del p r e s e n te T r a ta d o , en las co n d ic io n es y según los ritm os p revisto s, y en el respeto del p rin cip io de su b sid ia ried a d , ta l y com o se d ejine en el a rtíc u lo 3 .B del T ratado constitutivo de la C om unidad E uropea. A rtícu lo C La Unión tendrá un m arco institucional que g a ra n tiza rá la co h eren cia y la c o n tin u id a d de las acciones lleva d a s a cabo p a ra a lc a n za r sus objetivos, d en tro del respeto y del desarrollo del acervo com unitario. La Unión v ela rá , en p a rtic u la r, p o r m a n te n e r la cohe rencia del conjunto de su acción exterior en el m arco de sus políticas en m a teria de relaciones exteriores, de seguridad, de econom ía y de desarrollo. El Consejo y la Comisión ten d rá n la resp o n sa b ilid a d de g a r a n tiz a r dicha coherencia y asegurarán, cada cual conform e a sus com petencias, la rea lización de tales políticas. A rtículo D El Consejo Europeo d a rá a la Unión los im pulsos necesa rios p a ra el desarrollo y dejinirá sus orientaciones políticas generales.
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El Consejo Europeo esta rá co m p uesto p o r los Jefes de Estado o de Gobierno de los Estados miembros, así como por el presidente de la Comisión. Estos estarán asistidos por los M inistros de A suntos E xteriores de los Estados m iem bros y p o r un miembro de la Comisión. El Consejo Europeo se reu nirá al menos dos veces al año, bajo la presidencia del Jefe de E stado o de Gobierno del E stado m iem bro que ejerza la presidencia del Consejo. El Consejo Europeo p resen ta rá al P arlam ento Europeo un inform e después de cada una de sus reuniones, a sí como un inform e escrito a n u a l relativo a los progresos realizados p o r la Unión. A rtícu lo E El P arlam ento Europeo, el Consejo, la Comisión y el Tri b u n al de Justicia ejercerá n sus com petencias en las condi ciones y p a ra los fines previsto s, p o r una p a rte , en las d is posiciones de los Tratados constitutivos de his C om unidades E uropeas y de los Tratados y actos subsiguientes que los h a n m odificado o com pletado y, p o r otra p a rte , en las dem ás dis posiciones del presen te Tratado. A rtícu lo F 1. La U nión r e sp e ta rá la id e n tid a d n a c io n a l de sus Estados m iem bros, cuyos sistem as de gobierno se basarán en los p rincip io s dem ocráticos. 2. La Unión respetará los derechos fundam entales, tal y como se g a ra n tiza n en el C onvenio Europeo p a ra la P ro tección de los Derechos H um anos y de las Libertades F u n d am entales fir m a d o en R om a el 4 de Noviem bre de 1950, y tal y como resultan de las tradiciones constitucionales comu nes a los E stados m iem bros como p rin c ip io s g en erales del D erecho C om unitario. 3. La Unión se d o ta rá de los medios necesarios p a ra a lca n za r sus objetivos y p a r a lle v a r a cabo sus políticas ».
* * * El T ratado de M aastricht recoge y modifica tanto una base institucional y norm ativa co m unitaria, como el fruto de un largo debate desarrollado a lo largo del propio siglo X X . No es además un «punto de llegada» sino un jalón en el proceso 205
de construcción europea, que incluye cláusulas evolutivas, y la posibilidad de revisión fijad a, en concreto, en el a rt. N, p árrafo 2e, que dispone que «en 1996 se convocará una Con fere n c ia de Representantes de los Gobiernos de los Estados m iem bros que ex a m in e, de c o n fo rm id a d con los objetivos establecidos en los ürtículos A y B de las disposiciones com u nes, las disposiciones del presente Tratado p a r a las que se prevea una m odificación». El T ratado de M aastricht transform a la «Comunidad Eco nómica Europea» en «Unión E u ro p e a» , perdiendo su califi cativo de Económ ica p a ra re m a rc a r la am plitud de su p ro yección. La fórm ula «proceso g ra d u a l hacia una Unión con vocación federal» fue eliminada p ara vencer la oposición b ri tánica al térm ino «fed era l» . El T ratado no da personalidad a la U nión, que no subsis te fuera de los E stados, al p recisar que: «la Unión respeta la identidad nacional de los Estados m odernos, cuyo sistemas de gobierno se fu n d a n en los principios democráticos». Las aspiraciones de los E stados signatarios del T ratado, según m anifiesta su Preám bulo son: «G arantizar que la divi sión del continente europeo haya tocado a su fin ... Sostener unas bases firm e s p a ra la construcción de la fu tu r a E uro p a ... C o n firm a r su ad h esió n a los p rin c ip io s de lib erta d , dem ocracia y respeto de los derechos hum anos, de las liber tades fu n d a m e n ta le s y del Estado de D erecho... A crecentar la solidaridad entre sus pueblos, respeto de su cultura... For talecer el fu n cio n a m ien to dem ocrático y eficaz de las Insti tuciones». Los objetivos de la Unión son: — c u lm in a r un g ran espacio económ ico, sin fro n te ra s in te r n a s , que p ro m u e v a un p ro g re so económ ico y social, equilibrado y d u rad e ro , reforzando la cohesión económica y social, y estableciendo una Unión Econó m ica y M o n e ta ria q ue c o m p o rte a su té rm in o una moneda única. La a rq u ite c tu ra del nuevo T ratado de la Unión E uropea se basa en un Frontispicio Común y tres P ilares.
206
Construcción «en templo» del Tratado de la Unión Europea de Maastricht
DISPOSICIONES COMUNES DISPOSICIONES FINALES m arco
INSTITUCIONAL UNICO
ESTADOS MIEMBROS Un «Frontispicio» común que se contem pla en los Títulos I — arts. A a F— y VII — arts. L a S— con disposiciones apli cables a toda la Unión y que establecen unos objetivos gene rales — artículo B— ; el respeto a la identidad nacional de los Estado — artículo F. 1— ; a los derechos fundam entales tal y como se g a ran tizan en el Convenio de Roma de 1950 — a r tículo F.2— ; el principio de suficiencia de medios — a rtíc u lo F.3— ; el principio de subsidiariedad como mecanismo de a trib u c ió n de co m p eten cias e n tre la U nión y los E stad o s — artículo 3.B— ; el principio de unidad institucional — arts. C, D y E— ; el p rin c ip io de rev isió n — a rtíc u lo N — ; y la am pliación de la Unión — M.O. 207
Los «Tres Pilares» son: — un p ila r que modifica a los Tratados anteriores — Títu los II, III y IV. — un p ila r p a r a las cuestiones de P o lític a E x te rio r, y Seguridad Com ún y Defensa (PESC) — Título V. — un p ilar p a ra la cooperación intergubernam ental en los ámbitos de Justicia e In te rio r — Título VI. C ada p ila r posee sus propias reglas de funcionam iento, pero las mismas Instituciones. * * * LAS APORTACIONES DEL TRATADO DE MAASTRICHT • Configuración de la Unión E uropea. • P apel protagonista del Consejo Europeo — Jefes de E stado y de Gobierno. • Principio de Subsidiariedad — a rt. 3.B. • C iudadanía E uropea. • Política Com ún en m ateria de visados. • C reación del Instituto M onetario E uropeo, del Banco C entral E uropeo y las etapas hacia la m oneda única. • Nuevos campos: c u ltu ra , sanidad , consum idores, redes, telecom unicaciones, energía. • Política Industrial. • Fondo de cohesión para medio ambiente e infraestructura. • M odificaciones institucionales: P arlam ento: codecisión. Comisión: 5 años. Consejo: responsable en los nuevos campos. • Política E x terio r Común: con unanim idad. • Política de Defensa Común. • C láusula de Revisión: C onvocatoria CIG 96. * * * Las grandes cuestiones que contiene y desarrolla el T ra ta do de la Unión E uropea son: 208
A.
La Ciudadanía Europea
El T ra ta d o dedica un T ítulo com pleto a la C iu d a d a n ía E uropea, concepto nuevo — artículo 8.1 — : « s e Crea una ciu dadanía de la Unión. Será ciudadano de la Unión toda p e r sona que ostente la nacionalidad de un E stado m iem bro »; artículo 8.2: «Los ciudadanos de la Unión serán titulares de los derechos y sujetos de los deberes previstos en el presente Tratado». E n tre estos derechos enum erados en los artícu lo s 8 .A a 8.E están: el de ser electo y elegible en las elecciones europeas y m unicipales en su lugar de residencia; el de circu lar en su libre albedrío; el de residir donde desee y el de beneficiarse de protección diplomática y consular en cualquier lugar donde se encuentre. Además dispone del derecho de petición ante el Parlam ento Europeo y de la posibilidad de dirigirse al Defen sor del Pueblo. La ciudadanía europea es evolutiva. El T ratado prevé la posibilidad de am pliar los derechos del ciudadano.
B.
Los Principios del Tratado de la Unión Europea
— El P rin cip io d e Subsidiariedad aparece como vector fundam ental de la construción europea, y es contem plado en el artículo 3.B del T ratado de la Unión: «En los ámbitos que no sean de su com petencia exclusiva la C o m unidad in te r ven d rá , conform e al principio de subsidiariedad, sólo en la m edida en que los objeticos de la acción preten d id a no p u e da n ser a lca n za d o s de m anera su ficien te por los E stados miembros, y p o r consiguiente puedan lograrse mejor, debido a la dim ensión o a los efectos de la acción c o n te m p la d a a nivel com unitario». La incorporación de una definición explícita del principio de su b sid iaried ad se form uló p o r Alem ania, país de estruc tu ra fed e ra l, al que p reo c u p a b a u n aum ento de las com pe tencias de la U nión en detrim ento de los L a n d e rs, y p o r el Reino U nido, que entendía que debía procederse a la «rena cionalización» de las políticas co m u n itarias, devolviendo a los E sta d o s algunas p a rc e la s de s o b e ra n ía , que la U nión había asum ido. 209
El artículo 3.B , p á rra fo 2S, determ inó que el principio de subsidiariedad no se aplicaría a las com petencias exclusivas de la C om unidad, sino únicam ente a las co m p artid as entre ésta y los Estados m iem bros. P o r ta n to , no se tra ta de un p rin cip io de a trib u c ió n de com petencias, sino de ejercicio de las mismas. La polémica que suscita el centralism o burocrático llevó a los Consejos de B irm ingham y E dim burgo a re p la n te a r la cuestión, llegándose a acuerdos que no m odifican la defini ción y aplicación del principio de subsidiariedad. El Inform e W eidenfeld-B ertelsm ann defiende una subsidiariedad inspi ra d a en principios federales de acuerdo con la máxima «uni dad donde sea necesario, d iv e rsid a d donde sea p o sib le», proponiendo la abolición del artículo 235 que establece que «cuando una acción de la C om unidad resulte necesaria p a ra lograr, en el funcionam iento del M ercado Com ún, uno de los objetivos de la C om unidad, sin que el presente Tratado haya previsto los poderes de acción necesarios al respecto, el Con sejo, p o r unanim idad, a propuesta de la Comisión y previa consula al P arlam ento Europeo, ad o p ta rá las disposiciones pertinentes». A dem ás dicho In fo rm e p ro p o n e la in tro d u c c ió n de un K o m p e te n z K a ta lo g , en el que se delim iten en sentido re s trictiv o las com petencias de la U nión, idea discutida p o r la com plejidad y las dificultades de su negociación. — El P rin cip io de P ro p o rc io n a lid a d , aparece d e sarro llado en el artículo 3.B , p á rra fo 3", según el cual: «Ninguna acció n de la C o m u n id a d e x c e d e rá de lo n e c esa rio p a r a alcanzar los objetivos del presente Tratado». Dicho principio in ten ta lim itar el ejercicio de las compe tencias de la Unión. Este principio supone «la adecuación de medios afines» y se aplica tam bién a las com petencias exclu sivas — Política A graria Com ún, por ejemplo— . Su d e sarro llo hasta los últim os extrem os p o d rá llevar a u n a «renacio nalización» de políticas, o a una reducción de la financiación c o m u n ita ria de los d ife re n te s regím enes o p ro g ra m a s de acción. — El P rin cip io de S u ficien cia d e M edios. Fue E spaña la que presentó un m em orándum d efendiendo este p rin c i pio, que consiste en e v ita r que la U nión tom e decisiones y legisle, g e n e ra n d o obligaciones de g a sto , sin p re v e e r los 210
medios hum anos, económicos y financieros p ara llevarlas a cabo. De este m odo, se lim itan las obligaciones de la U n ió n , garantizándose el principio de subsidiariedad. E ste p rin c ip io fu e in c lu id o en el T ra ta d o de la U nión — a rt. F, a p a rtad o 3S— : «La Unión se dotará de los medios necesarios p a ra a lcanzar sus objetivos y p a ra llevar a cabo sus políticas». A hora bien, dicho principio se e n cu en tra en el p ila r com unitario II y su operatividad no es autom ática.
C. Las Políticas de la Comunidad El T ratado de M aastricht m antiene las anteriores com pe tencias com unitarias, am plia en algunos ám bitos las existen tes, y crea nuevas políticas y acciones com unitarias. — M antiene las actuales políticas recogiendo el estableci miento de la libre circulación de m ercancías — arts. 9 a 11— ; la Unión A d u an era — a rts . 11 a 29— ; la su presión de res tricciones — arts. 30 a 37— ; la política agrícola — a rts. 38 a 47— ; la libre circulación de p ersonas, servicios y capitales — a rts. 48 a 73— ; y la política común de tra n sp o rte s — arts. 74 a 84— ; así como las nuevas comunes sobre la com peten cia, fiscalidad y aproxim ación de legislaciones — a rts. 85 a
102. — R efuerza las políticas com unitarias existentes en m ate ria de medio am biente — arts. 130 a T — , con el paso de la regla de voto de la unanim idad a la m ayoría cu alificada; la Investigación y D esarrollo (I+ D )— a rts . 130.F a P — ; la for m ación pro fesio n al — a rt. 127— ; las redes tra n se u ro p e a s — arts 129.B a D— ; la política de visados — a rt. 100.C— ; las políticas de e d u cació n , form ación p ro fesio n al y ju v e n tu d — arts. 126 y 127— ; culturales — a rt. 128— ; de salud públi ca — a r t . 129— ; p ro te c c ió n a los c o n s u m id o re s — a r t . 129.A— ; e in d u s tr ia — a rt. 130. El T ratado refuerza asimismo la política social — arts. 117 a 125, y Protocolo n e 14— y la cohesión económ ica y social — a rts. 130 a E , y Protocolo ne 15— ; desarrollando el p rin cipio de so lid arid ad p ara las regiones menos favorecidas y estableciendo un Fondo de Cohesión en beneficio de E spaña, G recia, Irlan d a y P ortugal. 211
D.
Las M odificaciones Institucionales
La Unión Europea d esarrolla un equilibrio institucional complejo y original que se basa fundam entalm ente en las rela ciones y la colaboración e n tre los tre s grandes órganos: el Consejo, la Comisión y el Parlam ento Europeo. El T ratado de M aastricht pretende refo rzar las institucio nes y colm ar asimismo el llamado «déficit democrático» a tr a vés de la potenciación del Parlam ento. — El Consejo E u ro p eo aparece por vez prim era como el órgano político de la U nión, compuesto p o r los Jefes de Esta do y de Gobierno y el Presidente de la Comisión, asistidos por los Ministros de Asuntos Exteriores y un miembro de la Comi sión. Se reúnen al menos dos veces al año bajo la presidencia del Jefe de Estado o de Gobierno del país que ejerce la p re sidencia del Consejo. Como cúspide política de las institucio nes c o m u n ita ria s, le com pete im p u lsar el d e sarro llo de la U nión y fija r sus grandes orientaciones generales, tan to polí ticas como económicas — art. D— . En el m arco de la Unión Económica y M onetaria debate las grandes orientaciones de las políticas económicas, decidiéndose en el Consejo el pase a la T ercera fase por m ayoría cualificada. — El Consejo d e M inistros — arts. 1 4 5 a 1 5 4 — form ado p o r un re p re s e n ta n te de cada E stad o m iem b ro , de rango m inisterial, facultado p ara com prom eter al gobierno de dicho Estado m iembro. La Presidencia se ejerce por rotación, entre cada Estado m iembro en el Consejo, por un período de seis meses. Existen varios Consejos especializados: A gricultura, Mer cado Interior, Asuntos Sociales, Asuntos Generales, etc. Cada G obierno delega en el M inistro com petente. Un Secretario G eneral es nom brado p a ra un m andato de cinco años. Hay 2.200 funcionarios y ocho Direcciones Gene rales. El Consejo de M inistros es el órgano político por excelen cia, y con el T ratado adquiere m ayor capacidad y eficacia al aum entar sensiblemente los supuestos previstos p a ra la toma de decisiones p o r m ayoría cualificada. • M ayoría simple — a rt. 1 4 8 — . Un voto de ocho Estados sobre quince. Ambito muy reducido en los que el Tra212
tado no prevé ningún procedimiento de voto — arts. 152 y 213. • M ayoría cualificada — a rt. 148— , ám bito muy amplio: r e a liz a c ió n del G ra n M e rc a d o — a r ts . 7 3 , 10 0 .A y 100.B— ; seguridad y salud de los tra b a ja d o re s — a rt. 118.A— ; las nuevas políticas — a rt. 130.A— ; investi gación, cohesión económica y social. Es la regla casi general p a ra todas las decisiones de carác ter técnico, exceptuando la íiscalidad y el medio am biente. La m ay o ría cu alificada supone, de un total de 87 votos p a ra los quince E stado, se precisa 62 votos. Cuando el Con sejo d ecid e so b re sus p o d e re s p ro p io s se consigue con 62 votos, pero como mínimo de diez Estados m iembros. • U nanim idad. De ser el más frecuente ha pasado a ser una excepción p a ra los tem as diplom áticos, políticos y socia les: Uniform ización en los procedim ientos de voto en el P a r lam ento — a rt. 138— ; sustitución de los recursos financieros de los E stados m iem bros o recu rso s p ro p io s — a rt. 201— ; poder de iniciativa de la Comisión — a rt. 235— ; adhesión de nuevos m iem bros — a r t .237— ; y algunos aspectos políticos de la realización del G ran M ercado. — La Com isión va increm entando sus funciones, aunque queda más sometida al control político y financiero del P a r lam ento Europeo. En el artículo 158 a p artad o 3fi se establece que a p a rtir de 1995 la Comisión se n om brará p a ra un período coincidente con la legislatura del P arlam ento Europeo. C orresponde a la Comisión: — el poder de co n tro l o guarda de los T ra ta d o s — a rt. 155. a p a rtad o 1“; -—- el p o d er de iniciativa: el Consejo propone y la Comi sión d e c id e — a rt. 155; — el Derecho C om unitario establece que las decisiones del Consejo — Reglam entos, D irectivas, Decisiones— se adopten a propuesta de la Comisión; — el Consejo y el P arlam en to pueden establecer la ini ciativa; — el poder de ejecución de las reglas establecidas p o r el Consejo — a rt. 155, ap artad o 4o; 213
— la Comisión es asistida po r los Comités de Gestión, que actúan por ponderación de votos y m ayoría cualificada de 62 sobre 87. — el poder de iniciativa ante las negociaciones comercia les — a rts. 111 y 113; — negociaciones de asociación y negociaciones de adhesión; — el p o d er de gestión de fondos propios, fondos com uni tarios y de medidas de salvaguardia. — El P a rla m e n to E u ro p e o — a rts. 137 a 144— , in stitu ción elegida desde 1979 p o r sufragio u n iv ersa l d ire c to , ha pasado de la consulta a la codecisión. D uración del m andato: cinco años. E stru c tu ra del Parlam ento: 9 G rupos Políticos, 21 Comi siones P arlam en tarias, Mesa y A dm inistración. El Presiden te se elige p o r un m andato de dos años y medio. Desde 1994 ejerce la Presidencia el socialista alem án Klaus H ansch. El T ratado de M aastricht refuerza las funciones del P a r lam ento E uropeo, estableciendo los siguientes poderes: • P o d er de C o nsulta o b lig a to ria en d iv erso s ám bitos, como la libre circulación de m ercancías — a rt. 14— ; la P o lític a A g ra ria co m ú n — a r t . 43— ; la P o lític a de T ransportes — a rt. 75— ; la arm onización de las Dispo siciones Legislativas — a rt. 100— ; el D esarrollo Indus tria l — a rt. 130. El Procedim iento de C onsulta requiere: p ro p u esta de la Com isión, tran sm isió n del Consejo de M inistros al Parlam ento E uropeo, pase a la Comisión P arlam en ta ria com petente, propuesta de la Comisión P arlam en ta ria , sesión plenaria y resultado — ap robado, rech aza do o enm endado. • Poder de Cooperación p a ra los actos que req u ie ra n dos lecturas — introducido p o r el Acta Unica— : política de T ransportes — a rt. 75.1— ; Salud y seguridad en el tr a b a jo — a r t . 1 1 8 .A— ; fo rm a c ió n p ro fe s io n a l — a r t . 127— ; re d e s tra n s e u ro p e a s — a r t . 1 2 9 .0 — ; m edio am biente — a rt. 130.S— ; cooperación con los países en vía de desarrollo — a rt. 130.V. El Procedim iento de C ooperación es propuesto p o r la Comisión, con opinión del P arlam ento y del CES, y el 214
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Consejo de M inistros aprueba p o r m ayoría cualificada o unanim idad, o se produce el bloqueo y retira d a . Poder de Codecisión p a ra actos que requieran tres lec tu ra s: sobre la lib re circ u la c ió n de los tra b a ja d o r e s — a rt. 49— ; d erech o de establecim iento — a r t . 54— ; reconocimiento m utuo de diplomas — art. 57— ; aproxi m ación de legislaciones nacionales — a rt. 100 a 102— ; e d u cació n — a rt. 126— ; c u l t u r a — a r t. 128— ; salu d pública — art. 129— ; protección a los ciudadanos — art. 129.A— ; fondos estructurales — art. 129.D— ; Investi gación y D esarrollo (I+D) — a rt. 130.1. Poder de Rechazo a los nuevos m iem bros — Dictamen Conforme— . El AUE y el TUE confieren al P arlam en to un casi derecho de veto sobre la adhesión de nuevos Estados m iem bros; acuerdos de asociación de la Unión; acuerdos comerciales realizados p o r la U nión; procedi m iento electoral uniforme; nuevos fondos estructurales. El Parlam ento puede aceptarlos p o r más de 314 votos o rechazarlos. Poder de voto al Presupuesto. Las competencias presu p u e s ta ria s del P a rla m en to se ejercen p rin c ip alm e n te sobre los Gastos No Obligatorios (GNO). El P re su p u e s to realiza cinco etapas: anteproyecto — 1 de Septiem b re— ; pase al Consejo y al P arlam ento; con el an tep ro yecto el Consejo establece un presupuesto que presenta al Parlam ento — 5 de Octubre— ; el Parlam ento dispone de 45 días; el Consejo se pronuncia sobre las m odifica ciones y lo reenvía al Parlam en to ; el P arlam ento puede e n m e n d a r las m odificaciones; a p ro b a c ió n del P a r la m ento. P oder de In terpelación. El P arlam en to tiene am plios poderes p a ra in te rp e la r tan to ante el Consejo como en la Comisión, vía preg u n tas escritas u orales.
— El C onsejo E conóm ico y Social (C E E S )— arts. 193 a 198— . Organo consultivo, emite dictámenes sin eficacia j u r í dica vinculante sobre la decisión final. De c a rá c te r consulti vo, está form ado desde el 1 de Enero de 1995 p o r 222 miem bros: Alem ania, F rancia, Italia y Reino U nido, 24; E spaña, 21; Bélgica, A ustria, Grecia, H olanda, Portugal y Suecia, 12; Finlandia, Dinam arca e Irlanda, 9; Luxem burgo, 6. 215
Esta integrado por tres grupos: G rupo I, la P atro n al; G ru po II, los tra b a ja d o res; Grupo III, intereses diversos — agri cultores, com erciantes, profesiones libres, etc.— . Dividido en 9 á reas, ro ta. AI CEES se le consultan obligatoriam ente: la política agrí cola — a rt. 43— ; la lib re c irc u la c ió n de los tra b a ja d o r e s — a rt. 4 9 — ; el d e re c h o de establecim iento — a r t . 54— ; la libre prestación de servicios — a rt. 63— ; T ransportes — arts. 75 y 79— ; M ercado In te rio r — a rt. 100.A— ; política social — a rts. 118 y 118.A— ; Fondo Social Europeo — a rts. 125 y 126— ; form ación profesional — a rt. 127— ; Investigación y D esarrollo — a rt. 130.V— ; medio a m b ien te— 130.S. — El Comité de R egiones— arts. 198.A y 198.C— . Orga no de c a rá c te r consultivo que pretende g aran tizar la rep re sentación de las colectividades regionales y locales en el p ro ceso de tom a de decisiones de la U nión Europea. Form ado por 220 m iem bros como el Consejo Económico y Social. Es nom brado por el Consejo de M inistro p o r una duración de cuatro años. Está dividido en ocho Comités espe cializados. La Comisión y el Consejo deben consultarle obligatoria m ente en m aterias de: educación — a rt. 126— ; cultura — art. 128— ; salud pública — art. 129— ; fondos de desarrollo gene ral — a rt. 130.S— ; redes transeuropeas — a rt. 129.B— ; fon dos estructurales — art. 130.B. — El Tribunal de Justicia — a rts. 164 a 188— . G aran ti za el respeto de las leyes en la integración y aplicación de los T ratados, y está compuesto p o r 15 jueces y 9 abogados gene rales. Cada E stado nom bra un juez entre las personalidades con funciones jurisdiccionales en su país o de notoria compe tencia. N om brados por seis años renovables. El T ribunal es la instancia ju ríd ic a suprem a de la Comu n id ad , garantiza el respeto del D erecho, e in te rp re ta y apli ca el Derecho C om unitario. Existen ocho tipos de recursos: infracción, a n u la c ió n — a rt. 173— ^inactividad, responsabi lidad, recurso de los funcionarios ■ —-art. 179— , competencia, consultas — art. 228, párrafo I a— , recurso condicional — art. 181— y revisión prejudicial — art. 177. El T ribunal de Justicia ha creado una vasta ju risp ru d e n cia. El Acta U nica y el T.U .E — a rt. 168.A— han establecido un T ribunal de prim era instancia, creado oficialmente el 24 216
de O ctubre de 1988, form ado por 12 jueces no especializa dos, nom brados p o r ocho años. El T ribunal se com pone de cinco sedes, y sus ám bitos de com petencias son: co n cu rren cia; recursos de los funcionarios; casos relativos al T ratado CECA; algunos recursos de daños y p erjuicios; y todos los recursos de p articulares. — El T rib u n a l de C u en tas — a rt. 1 8 8 . A a C— . C reado p o r el T ra ta d o de B ruselas, e n tró en vigor el 1 de Ju lio de 1 9 7 7 . El T ra ta d o de la U nión E u ro p ea lo eleva al rango de instancia superior, concediéndole poderes acrecentados p ara un control completo y sistemático de la legalidad. Su c arác ter es independiente y soberano, compuesto por quince miem b ro s, uno por cada E stad o , n o m brados por el C onsejo de M inistros, con un m andato de seis años renovable. E stá fo r mado tam bién por grupos de intendentes y de agentes adm i nistrativos especializados. Su misión es triple: controlar la to talid ad de los gastos e ingresos de la Unión Europea y el Presupuesto General; enviar dictámenes, sobre todo, el Proyecto de la Unión Europea en el ámbito financiero y presupuestario; y procurar que el P a rla m ento pueda censurar a la Comisión, dando cuenta a través de un inform e anual que debe ser votado en el Parlam ento. E.
La U nión E conóm ica y M onetaria
Constituye una de los principales aportaciones del T ra ta do de la U n ió n E u ro p e a . T iene su o rig en en el I n f o r m e D elors o del Comité de Sabios, que dio paso al Consejo E u ro peo de M adrid, en el que se decidió iniciar la p rim era fase de la Unión Económica y M onetaria el 1 de Julio de 1990. El T r a ta d o de M a a s tric h t — T ítu lo V I, a rt. 1 0 2 .A a 109.M— regula este p ilar com unitario cuyos objetivos se pre tenden alcanzar en tres fases: — I a Fase. A p a rtir del 1 de Julio de 1990, en que los Esta dos m iem bros ren u n c ian progresivam ente a la fin an ciación m onetaria de los déficits, liberalización de los m ovim ientos de capital; se com prom eten a p re se n ta r p ro g ra m as de convergencia económ ica y a in iciar el proceso que conduzca a la independencia de los B an cos C entrales nacionales. 217
— 2a Fase. P revista p a ra el 1 de E nero de 1994, que con lleva la realizació n de la convergencia de las econo m ía s, u n a m e jo r c o o p e ra c ió n e n tr e las econom ías m onetarias nacionales y la creación del Instituto Mone tario E uropeo, así como la congelación del ECU. — 3a Fase. Con a n te rio rid a d al 1 de E n ero de 1997. El Consejo E uropeo deb erá d ecidir p o r m ayoría cualifi cada y si al menos 7 m iem bros cum plan las condicio nes establecidas del TU E, sobre el trá n sito a la etapa final, que en todo caso se in ic ia ría el 1 de E nero de 1999 con los E stados que cum plieran las condiciones establecidas. Se c re a rá el B anco C en tral E uropeo, la fijación de tipos de cam bio y el establecim iento de la m oneda única, el ECU. El Reino Unido y D inam arca se han reservado en sen dos protocolos anejos al T ratado el derecho a no ingre sa r — opting out— , si así lo deciden en la etapa final de la Unión Económica y M onetaria. Las condiciones establecidas— convergencia— se fijan en el T ra ta d o — a rt. 109. J— : suficiente disciplina p resu p u esta ria — que el déficit público no supere el 3% del PIB ni el volu men de la D euda P ública el 60% del P IB — ; estab ilid ad de precios —inflación no superior en 1,5 puntos a la media de los tres países que la tengan más baja— ; m antenim iento durante dos años en los márgenes medios de fluctuación del SME; que los tipos de interés a largo plazo no excedan en dos puntos a la media de los tres países con m ayor estabilidad de precios. La Unión Económica se b asará en la coordinación de las políticas económicas y de la disciplina presu p u estaria. La Unión M onetaria se ca ra c te riz a esencialm ente p o r el establecimiento de una Moneda única y la creación de u n Ins tituto M onetario que será el Sistema Europeo de Bancos Cen tra le s (SEBC) y el B anco C e n tra l E u ro p e o (BCE) — a rts. 109.A a D. El Instituto M onetario E uropeo, tal y como estaba previs to, se ha creado el 1 de E nero de 1994 y se ha fijado su sede y la del Banco C entral Europeo en F ran cfo rt. El Instituto debe especificar antes de fines de 1996 el m arco norm ativo, orga nizativo y legislativo que necesita el Sistema Europeo de B an cos Centrales p a ra cum plir sus funciones en la Tercera fase. 218
F.
La Política Exterior y de Seguridad Común (PESC)
La PESC es sucesora de la Cooperación Política Europea que nació a comienzos de los años setenta, a través de un sis tem a de consultas y coordinación de aspectos concretos de P olítica E x te rio r de los Estados miembros y que se recoge en el Acta Unica. La PESC se crea como uno de los tres pilares básicos de la Unión, como algo global — porque aspira a c u b rir todos las áreas de Política E xterior y de Seguridad------- a rt. J . l . l — y progresiva, p a ra ir desarrollándose gradualm ente. E n el T ratado de M aastricht se produce la incorporación plena de la S eg u rid ad — a rt. J .4 y Declaración 30— , incluida la definición de una P olítica de Defensa Común que puede conducir a una Defensa Común y la consiguiente inclusión de la Unión Europea Occidental a la vez como p a rte integrante del desarrollo de la Unión y refuerzo del p ila r europeo dentro de la OTAN; un nuevo m arco institucional bajo los principios de unidad y coherencia, con el fortalecim iento de la Secreta ría del Consejo y reform a de la mecánica de decisión, p ro d u ciéndose el paso del consenso a la unanim idad; m ayor disci plina n acio n al y establecim iento de m ecanism os de acción com ún.
G.
La Cooperación en los Ambitos de Justicia e Interior
La C o o p e ra c ió n en los ám b ito s de J u s tic ia e I n te r io r c o n stitu y e uno de los á m b ito s de a c tu a c ió n n u e v o s, q u e supone u n avance sobre las iniciativas como el G rupo Trevi, las reuniones de M inistros de Ju sticia, e tc ., establecien do una p o lític a de visados — a rt. 1 0 0 .C— y c o n sid e ra d o m aterias suceptibles de co m unitarización — a rt. K . l — , la política de asilo, las norm as p a ra el cruce de personas p o r las fro n te ra s ex terio res, la política de inm igración, la lucha c o n tra la toxicom anía y el fra u d e , y la cooperación judicial en m ateria civil, y como m aterias, cuya com unitarización no está p re v ista , la cooperación ju d ic ia l en m ateria pen al. La c o o p e ra c ió n a d u a n e r a y la p re v e n c ió n y lu c h a c o n tra el te r r o ris m o , el trá fic o de a rm a s y o tra s fo rm a s de d e lin cuencia internacional. 219
3.
L a R a t if ic a c ió n
del
T ratado
d e la
U n ió n E u r o p e a
Tras la aprobación del T ratado de la Unión E u ro p ea, rea lizado el 7 de F ebrero de 1992, correspondía a cada uno de los E stados la co nsulta a sus P a rla m en to s n acio n ales, que debería q u ed ar resuelta con anterioridad al fin de dicho año. P o r otra p a rte , los Parlam entos nacionales de Alemania, Bél gica e Italia an u n ciaro n que no a u to riza ría n su ratificación sin ten er que contar con una comunicación favorable del P a r lam ento Europeo. A ta l fin, el P arlam ento E uropeo emitió u n a Resolución de 7 de A bril de 1992 por la cual invitaba a los Parlam entos n acio n ales a r a tific a r el T ra ta d o de la U nión E u ro p e a , al tiem po que realizaba una prolija enum eración de lagunas que el propio Parlam ento encontraba y, entre las cuales se encon tra b a la insuficiencia del P a rla m e n to y de la Com isión en m aterias como Política E x tra n je ra , D efensa, Policía, Ju sti cia, e tc ., así como una insuficiente democratización en lo rela tivo al p o d er económico y en la m ateria social, lagunas que en todo caso no im pidieron una votación positiva del P a rla m ento Europeo sobre el T ratado de M aastrioht, que fue de 226 a fav o r, 62 en c o n tra — com unistas, verdes y ex trem a d erecha— y 31 abstenciones — sobre todo R .P .R . francés y conservadores británicos. La ratificación po r los Estados del T ratado de M aastricht llegaba en un momento difícil, de crisis económica de la E u ro pa O ccidental, con una dism inución notable de las tasas de crecim iento, y un im portante incremento de las tasas de paro, al tiempo que la propia situación política internacional expe rim e n ta b a e n tre otros so b re sa lto s, el recru d ecim ien to del Conflicto de los Balcanes, que acababa convirtiéndose en una auténtica guerra e n tre los bloques serbio, croata y bosnio. En estas circunstancias se p ro d u jo el prim ero de los refe rencia, que correspondió a Dinam arca — 2 de Julio de 1992— , y que p ro d u jo una desagradable sorpresa p ara la Comisión de B ru s e la s , p u e sto que el T ra ta d o fue re c h a z a d o por el 50,7% de electores, esto es, una diferencia de algo menos de 50.000 votos, frente al voto positivo del 49,3% . Un segundo refe ré n d u m , de 18 de Mayo de 1993, a p ro b a ría la ratifica ción condicionada del T ratad o de la U nión E u ro p ea con el respaldo del 56,8% de los votantes. 220
Sin em bargo, en la m ayor p a rte de los demás E stados no hubo m ayores sobresaltos. Irla n d a realizaba su referéndum el 18 de Junio con una participación del 57,3% , y una holga da m ayoría de votos favorables, que supusieron el 68,7% de los sufragios. Luxem burgo realizó su ratificación por vía p a r lam entaria el 2 de Julio con el voto afirm ativo de 51 d ip u ta dos sobre 60 y 6 votos en c o n tra. En Bélgica, la C ám ara de D iputados ap ro b ó el T ra ta d o el 17 d e Ju lio — 146 votos a favor, 33 en contra y 3 abstenciones— y el Senado lo hizo el 4 de Noviembre — 115 votos a favor, 26 en contra y 1 absten ción— . E n los Países B ajos, el P a rla m en to se pronunció a favor el 12 de Noviembre — 137 votos favorables y 13 en con tra — y el Senado el 15 de Diciembre. Los países m editerráneos relizaron votaciones aplastantemente m ayoritarias: Grecia obtuvo u n a gran m ayoría favo rable — 286 votos a favor, 8 en contra y 1 abstención— ; en I ta lia , el S enado a p ro b ó el T ra ta d o el 11 de S e p tie m b re — 116 votos contra 16— y la C ám ara de D iputados el 29 de O ctubre — 403 votos contra 46— ; en E spaña se realizó una m odificación constitucional que perm itía a los e x tra n je ro s miembros de la Com unidad ser candidatos a las elecciones, y se aprobó en la C ám ara de Diputados el 29 de O ctubre —314 votos a favor, 3 en contra y 8 abstenciones— y en el Senado el 25 de Noviembre; y en P ortugal tam bién se realizó una revi sión constitucional sobre el derecho de voto a los extranjeros, el 17 de Noviembre, y después la ratificación el 10 de Diciem b re — 200 votos a favor y 21 en contra. En F rancia, la ratificación del T ratado de M aastricht pro vocó grandes debates, sobrem anera en lo relativo a la previa reform a de la Constitución sobre el derecho de voto y la ele gibilidad de los ciudadanos de otros Estados a las elecciones m unicipales, in stauración de una m oneda única y adopción del voto m ayoritario en las m edidas referentes a la e n trad a y circulación de extranjeros. El Congreso, reunido en Versalles el 23 de Ju n io , aprobó la revisión constitucional — 592 votos a favor contra 73 en contra — com unistas— y 17 abs tenciones— . El Jefe de E stado decidió la realización de un referéndum , ratificándose el T ratado el 20 de Septiembre de 1992 p o r 51,4% de sufragios favorables. En Alem ania, el B undestag adoptó el proyecto del T ra ta do el 2 de Diciem bre con una enorm e m ayoría — 543 a favor, 221
17 en contra y 8 abstenciones— , siendo después adoptado por el B undesrat. La C orte C onstitucional de K arlsruhe se p ro nunció el 12 de O ctubre de 1993, estim ando que el T ratado era com patible con la Ley Fundam ental y, p o r tan to , que Ale m ania se podía a d h e rir a una com unidad supranacional. P o r últim o, en G ran B retañ a el proceso p arlam en tario de ratificación del T ratad o comenzó en D iciem bre de 1991, en que la C ám ara de los Comunes adoptó una moción favorable a la ratificación, produciéndose la aprobación de la C ám ara de los Comunes el 20 de Mayo — 292 votos a favor contra 112 en contra y la abstención de la m ayoría de los laboristas— . El Parlam ento B ritánico form alm ente ratifica rá el T ratado de M aastricht el 30 de Julio de 1993. De este m odo, el T ratado de M aastricht entró en vigor el 1 de Noviem bre de 1993, haciendo frente al calendario p re ciso p a ra la realización de la Unión E uropea. El Consejo Europeo de Bruselas de 29 de O ctubre de 1993 confirm ó el objetivo de la creación de la Unión Económ ica y M onetaria, en donde se fijaba que la segunda fase comenzaría el 1 de Enero de 1994, encargando al Consejo de Ministros la elaboración de un P lan de Actuación p a ra el Desarrollo de la Cooperación en M ateria de Justicia e Interior. El Instituto M onetario Europeo — IME— se instalaba en F ran k fu rt, presidido por el belga Alexandre Lamfalussy, anti guo Presidente de la Banca de Reglamentos Internacionales. Los Fondos de Cohesión, consistentes en una p a rtid a de 15,5 m il m illones de egus p a ra 7 años, se ría n establecidos definitivam ente el 16 de Mayo de 1994. La crisis de la ex-Yugoslavia pone de m anifiesto la necesi dad de d esarrollar los mecanismos de la Política E xtranjera y de S e g u rid a d Com ún — P E S C — . La U n ió n de la E u ro p a O ccidental — U EO — p a re c e d e stin a d a a co n v e rtirse en el «brazo arm ado» de la Unión E uropea.
4.
E l D esa r r o llo
del
TUE
y el
C o m p r o m is o
DE lO A N N IN A (1 9 9 4 )
Tras varias tentativas infructuosas sobre la aplicación de la «m ayoría cualificada» en el seno del Consejo de M inistros de la C om unidad, los M inistros de Asuntos E xteriores llega 222
ron el 27 de M arzo de 1994 al llamado Com prom iso de loannina — Grecia— sobre la m inoría de bloqueo. Teniendo en cuenta los votos atribuidos a los países que se integrarían en la C om unidad: A ustria y Suecia (4), Finlandia y Noruega — fallido este último— (3), la m inoría de bloqueo hubiera debido de p asar de 23 votos a 27, cifra m antenida en principio, que se reduciría a 26. Sin em bargo, las delegaciones b ritán ica y española consi guieron im poner que cuando contra una proposición de B ru selas se ju n ta ra n entre 23 y 27 votos, el Consejo seguiría deli berando «durante un plazo razonable»: En todo caso, el Com prom iso de Io an n in a, con el fin de evitar que una delegación p u d iera dedicarse indefinidam ente a obstruir, hacía referencia al reglamento interno del Conse jo que prevé que, en cu alq u ier momento, un E stado puede p e d ir, p o r m ay o ría sim ple que ha llegado el m om ento de tom ar una decisión, enfrentándose frontalm ente al Bloqueo. En alguna m edida el «Compromiso de Ioannina» suponía una relativa aceptación del retroceso institucional solicitada sobre todo po r los británicos.
5.
E l Anteproyecto Euro pea
de
C o n s t it u c ió n
de la
U n ió n
U na de las cuestiones más im portantes en la construcción europea viene siendo referida a la realización de un in stru m ento jurídico — perfecto— que se sitúe a la cabeza del orde nam iento y construcción com unitaria. E n esta vía se encuentra el proyecto de lograr una «Cons titución E uropea» que ya se ha plasm ado en un texto recibi do oficialmente por el Parlam ento Europeo el 27 de Enero de 1994 como Inform e de Asuntos Institucionales, con el fin de su consideración y con el objetivo final de p asar a la Confe rencia Intergubernam ental de 1996. Este proyecto es el llam ado el In fo rm e H e rm á n , que no es sino el proyecto elab o rad o en 1993 p o r M arcelino O re ja , en to n ces P re s id e n te de la Com isión In s titu c io n a l del P a rla m e n to E u ro p eo y P o n en te de la C onstitución E u ro p e a , sustituido en 1994 p o r r e to r n a r al P a rla m en to E sp a ñol p a ra volver tra s las elecciones de 1994 al E jecutivo de 223
B ru selas, en c a lid ad de C om isario de A suntos In stitu c io nales y de R elaciones con el P a rla m e n to E u ro p e o , e n tre o tra s funciones. El Proyecto de C onstitución E u ro p ea es una de las d e ri vaciones últim as del P ro y e c to S pinelli de U nión E u ro p e a, plasm adas en su T ratado de U nión E u ro p ea. El propio Altiero Spinelli dirigió u n a Comisión Institucional o Comisión de desarrollo constitucional, p resid id a , según decim os, desde 1989 a 1993 p o r M arcelino O re ja , quien designó un Comité de Sabios, form ado p o r los profesores Francesco C apotorti — C atedrático de Derecho Internacional de la U niversidad de Nápoles y ex-Abogado General del T rib u n a l de Justicia de la C EE; Je a n Víctor Louis — C atedrático de D erecho Com uni tario de la U niversidad Libre de Bruselas— ; y E duardo G ar cía de E n terría — C atedrático de Derecho A dm inistrativo de la U niversidad Com plutense de M adrid. En su calidad de Presidente de la Comisión Institucional, M arcelino O reja abordó la e lab o ració n de un P royecto de C onstitución de la U nión E u ro p e a , que en alguna m edida sobrepasa propuestas de o tro s diputados como las del fra n cés B ourlanges — sobre las reform as institucionales — Doc. P.E . 205.276— y la de los alem anes Klaus H ansch y Willy R othley — so b re la función del T rib u n a l de Ju stic ia en el desarrollo del sistema constitucional de la C om unidad E u ro p e a — Doc. P.E. 155.441. * * * P R E Á M B U LO E n nombre de los pueblos europeos, — C onsiderando que una unión cada vez más estrecha
entre los pueblos europeos, y el nacim iento de la id en tid a d política euro p ea , se inscriben en la continuidad del proceso de integración iniciado p o r los prim eros tratados com unita rios y en la perspectiva de un desarrollo de tipo fe d e ra l, — S u bra yan d o que la pertenencia a la Unión E uropea se basa en valores com unes a los pueblos que la integran, en particular, en la libertad, la igualdad, la solidaridad, la dig n id a d h u m a n a , la d em o cra cia , el resp eto de los derechos h u m a n o s y la p rim a c ía del E stado de Derecho,
224
— Deseoso de refo rza r la solidaridad entre estos pueblos en el respeto de su diversidad, su historia, su cultura, su len g ua y sus estructuras institucionales y políticas, — A ten to a la necesidad de que las decisiones que afec ta n a los ciu d a d a n o s se a d o p te n de la fo r m a más cercana posible a los m ism os, y de que no se deleguen poderes a los niveles respectivam ente más elevados más que p o r razones probadas de bien com ún, — R ecordando que la Unión Europea pretende el desa rrollo económico, el progreso social, el refuerzo de la cohe sión, la particip a ció n activa de los entes regionales y loca les, dentro del respeto del medio am biente y del p a trim onio cultural, — D eseando que se garantice a los ciudadanos y a quie nes residen en la Unión Europea mejores condiciones de vida y u n p a p el activo en el desarrollo económico y social, — A firm ando que la Unión E uropea debe contribuir efi cazm ente a la seguridad de sus pueblos, a la inviolabilidad de sus fro n tera s exteriores, al m antenim iento de la p a z inter nacional, al desarrollo económico sostenible y equitativo de todos los pueblos de la tierra y a la protección adecuada del medio am biente m undial, — C onfirm ando que la Unión E uropea está abierta a los E stados europeos que deseen p a r tic ip a r en ella, que com p a r ta n los mismos valores, p ersig a n los mismos objetivos y acepten el acervo com unitario, — A ceptando la idea de que algunos Estados m iembros p u e d a n a v a n za r m ás rá p id a m e n te y lleg a r m ás lejos que otros en la vía de la integración, a condición de que este p ro ceso m ás a va n za d o p erm a n ezca abierto a cada uno de los E stados m iem bros que deseen unirse a él, y de que los obje tivos que persig a n sean com patibles con la Unión E uropea, los Estados miembros y el Parlamento Europeo han aproba do la presente Constitución de la Unión Europea con objeto de — p recisa r sus objetivos, — increm en ta r la eficacia, la tra n sp a re n cia y la voca ción dem ocrática de sus instituciones, — sim p lific a r y hacer m ás com prensibles sus p ro c e d i mientos decisorios, — g a ra n tiza r ju ríd ica m en te los derechos hum anos y las libertades fu n d a m e n ta le s * *
s¡c
225
TÍTULO I: LOS PRINCIPIOS
Artículo 1: La Unión Europea 1. L a Unión E uropea — en lo sucesivo denom inada «la U nión »— está co n stitu id a p o r los Estados m iem bros y sus ciudadanos. Los pod eres de la Unión em anan de estos últi m os. 2. L a Unión resp eta la id e n tid a d histórica, c u ltu ra l y lingüística de los Estados m iem bros, así como su estru ctu ra co n stitu cio n a l. E jerce sus poderes y com petencias de con fo r m id a d con los principios de subsidiaridad y pro p o rcio n a lidad. 3. La Unión g o za de p erso n a lid a d ju ríd ica . 4. La Unión está d o ta d a de los medios necesarios p a ra el ejercicio de sus com petencias y p a ra la realización de sus objetivos, y progresa hacia una integración más p ro fu n d a y coherente a p a r tir del acervo com unitario. 5. Los E stados m iem bros colabo ra rá n so lid a ria m en te e n tre sí y con las instituciones de la U nión p a r a alca n za r los objetivos de esta últim a. Las instituciones de la Unión lleva rá n a cabo las ta re a s que les están en c o m en d a d a s p o r la C onstitución. 6. El D erecho de la Unión prevalece sobre el D erecho de los E stados m iem bros.
Artículo 2: Objetivos de la Unión E n el m arco de sus co m p eten cia s, la Unión tiene como objetivos esenciales: — g a ra n tiza r en E u ro p a la p a z , el respeto de la dem o cracia, el progreso económico y social, el pleno empleo y el respeto del m edio am biente; — desarrollar u n espacio ju ríd ic o y económico sin fr o n teras interiores regido p or el p rincipio de la econom ía social de m ercado; — a y u d a r a los Estados m iem bros y a sus ciudadanos a a d a p ta rse a los cam bios internos y externos en los ám bitos económ ico, político y social; — fa v o re c er el pleno desarrollo c u ltu ra l y espiritual de sus pueblos en el respeto de su diversidad; — a fir m a r su id e n tid a d en el p la n o in tern a c io n a l, lle v a n d o a cabo u n a a cció n co m ú n que fa v o r e z c a la p a z , la seguridad y el surgim iento de u n orden m undial libre y pacíjic o , basado en la ju sticia , el Derecho, el respeto del m edio am biente y el p rogreso económico y social.
226
Artículo 3: Ciudadanía de la Unión Toda persona que posea la nacionalidad de un Estado miembro es por este hecho ciudadano de la Unión. * * * El P royecto de Constitución parte del concepto de U nión E u ro p e a , afirm ando la identidad política europea y el p a tri monio histórico común a sus pueblos, m anifestando que la Unión: «está constituida p o r los Estados miembros y los ciu dadanos de los mismos» y subrayando el c a rá c te r federal al sostener que «los poderes de la Unión em anan de estos últi mos» — a rt. 1.1. D ividido en ocho T ítu lo s. C om prende el T ítu lo I — Los P rincipos— : la referida definición de la Unión E u ro p e a , los objetivos de la U nión, la C iudadanía y algunos de los D ere chos. El Título II se refiere a las com petencias de la U nión, conteniendo la atribución de com petencias, los principios de subsidiariedad y proporcionalidad — a r t . 10— y la coopera ción. El Título III — a rts. 13 a 28— se refiere al m arco insti tucional, m arcando en alguna m edida una tendencia hacia la división de poderes: función legislativa, ejecutiva y ju risd ic cional — Título IV, arts. 29 a 41— , limitando los poderes de la Comisión, cuyas funciones están m arcadas con carácter codi ficador: iniciativa, legislativa, ejecución del presupuesto, eje cución legislativa y vigilancia institucional y reflejando des de luego el p a p e l del P a rla m e n to d o ta d o de p o d e re s legislativos, de control d el E jecutivo, de aprobación p resu p uestaria y de conclusión de T ratados, estableciendo en re a lidad, como manifiesta M. Medina, un procedimiento de codecisió n le g isla tiv a en un siste m a b ic a m e r a l, e n el que P arlam ento y Consejo son órganos colegisladores. Se m antienen como órganos intergubernam entales el Con sejo Europeo y el Consejo propiam ente dicho, integrado este último p o r Ministros de los Estados m iem bros. El T ítu lo V — a rts . 42 a 45— d e s a rro lla las relacio n es exteriores, dedicando un Título VI a la adhesión a la Unión — a rt. 46. El papel de las regiones que queda tan solo m encionado en la creación de un Comité de las regiones entre las Institucio 227
nes C om unitarias — a rt. 13.2— , se m anifiesta p o r un docu m ento separado titulado Sobre la C onstitución de la Unión Europea y las Regiones — Doc. P.E. 204.096, de 17 de M arzo de 1993. Una sustancial del Proyecto de Constitución Europea — Tí tulo V III, arts. 1 a 24— se refiere a los D erechos H um anos g aran tizados p o r la U nión. En un rápido reco rrid o histórico recordarem os que a la D eclaración U niversal de las Naciones Unidas sobre D ere chos H um anos de 26 de Junio de 1945, proclam ado en París el 10 de Diciem bre de 1948 y concebida como el «ideal común que deben alcanzar todos los pueblos y todas las naciones», c o n tin u ó el Convenio E u ropeo de D erechos H u m a n o s del Consejo de E u ro p a , firm ado en Roma el 4 de N oviem bre de 1950 — C onvenio E u ro p e o de D erech o s H u m a n o s— que e n tró en vigor en 1953 y que constituye el p rim e r T ratado internacional que ap o rta u n a garantía colectiva, p a ra el con junto de Estados que pertenecen a las democracias europeas, al respeto de los derechos fundam entales. El C onsejo E u ro p e o a p ro b a b a asim ism o en 1981 u n a «Carta Social Europea» que atendía al disfrute de derechos fundam entales como el derecho al tra b a jo , a la seguridad, a una rem uneración equitativa y a la form ación profesional. Los Tratados fu n d a cio n a le s de la C om unidad E uropea — CECA de 1951 y C EE de 1957— apenas m encionan los derechos hum anos ni hacen referencias explícitas a los tex tos internacionales, au nque e n tra n en ella, entre otros, aque llos derechos: lib e rta d de circulación, reservada por los a r tículos 48 a 58 a los tra b a ja d o res asalariados independientes de la Com unidad y prohibición a cu a lq u ier discrim inación vinculada a la n acionalidad — a rts. 7, 48 y 220— o al sexo — a rt. 119. En O ctubre de 1967, una decisión del T ribunal Supremo alem án de K arlsruhe puso en duda la legitim idad dem ocráti ca del ordenam iento jurídico com unitario y p o r tanto le nega ba la prim acía sobre los sistemas nacionales, indicando que la tra n sfe re n cia de com petencias a la C om unidad no podía p riv a r a los ciudadanos — en este caso, alemanes— de la p ro tección que les conferían las disposiciones constitucionales internas en m ateria de derechos hum anos, haciendo p o r tan to necesario que la Com unidad E uropea definiera unos valo 228
res de referencia que fueron más allá del contenido esencial m ente económico. Así surgieron una serie de textos, como son la Declaración de la C um bre de París — 19 y 20 de O ctu b re de 1972— , el Documento sobre la Identidad Europea — Cumbre de Copen hague, 14 de D iciem bre de 1973— , la D eclaración Com ún sobre los Derechos Fundam entales — Parlam ento E uropeo, Consejo y Com isión, 5 de A bril de 1977— , la D eclaración sobre la Democracia — Consejo E uropeo de Conpenhague, 8 de A b ril de 1978— , el Acta Unica E uropea — F e b re ro de 1986— , la D eclaración contra el R acism o y la X enofobia — Parlam ento Europeo, Consejo, representantes de los E sta dos miembros reunidos en el seno del Consejo y Comisión, 11 de J u n io de 1986— , la D e c la ra c ió n so b re los D erechos H um anos —M inistros de Asuntos E xteriores, reunidos en el m arco de la Cooperación Política E uropea, y Consejo, 21 de Julio de 1986— , la Declaración de los Derechos y Libertades F u n d a m e n ta le s — P a rla m e n to E u ro p e o , 12 de A b ril de 1989— , la Resolución relativa a la lucha contra el Racismo y la X e n o fo b ia — C onsejo y re p re s e n ta n te s de los E stad o s m iem bro s reu n id o s en el seno del C onsejo, 29 de M ayo de 1990— , la Declaración sobre el Antisem itism o, el Racism o y la Xenofobia — Consejo Europeo de Dublín, 25 y 26 de Junio de 1990— , la D e c la ra c ió n sobre los D erechos H u m a n o s — C onsejo E u ro p e o de L u x em b u rg o , 28 y 29 de J u n io de 1991— , la Resolución sobre los Derechos Hum anos, la Demo cracia y el Desarrollo — Consejo y Estados miembros reuni dos en el seno del C onsejo, 28 de Noviem bre de 1991— , la Declaración sobre el Racismo y la Xenofobia — Consejo E uro peo de M aastricht, 9 y 10 de Diciembre de 1991— y el Trata do de la Unión Europea — 7 de F ebrero de 1992, preám bulo, disposiciones comunes y disposiciones específicas relativas a la ciudadanía de la U nión, a la cooperación al desarrollo, a la política exterior y de seguridad común y a la cooperación en los ámbitos de la justicia y de los asuntos internos. El P royecto de Constitución dedica todo un título — Títu lo V I I I — a los D erechos H u m a n o s g a r a n tiz a d o s p o r la Unión: D erecho a la Vida — 1— , D ignidad H um ana — 2— , Igualdad ante la Ley — 3— , Libertad de Pensam iento —4— , L ib e rta d de O pinión e In fo rm a c ió n — 5— , Vida P riv a d a — 6— , P rotección a la Fam ilia — 7— , L ibertad de Reunión 229
— 8— , L ib ertad de Asociación — 9— , D erecho a la P ropie dad — 10— , L ibertad Profesional y Condiciones de T rabajo — 11— , D erechos Sociales y Colectivos — 12— , P rotección Social — 13— , D erecho a la Educación —. 14— D erecho a el Acceso a la Inform ación — 15— , P a rtid o s Políticos — 16— , A cceso a la J u s tic ia — 17— , P rin c ip io « non bis in idem» — 18— , Irretroactividad —-19— , Derecho de P etición— 20— , D e re ch o de R e sp e to al M edio A m b ien te — 2 1 — , L ím ites —22— , Nivel de Protección —23— y Abuso de Derecho — 24. Cuestión im p o rtan te es la articulación del plano federal con el e s ta ta l o au to n ó m ico , c o n sid e rá n d o se que el nivel f e d e r a l es un m ín im o , y los E s ta d o s m ie m b ro s p o d r á n a m p lia r en sus C o n s titu c io n e s r e s p e c tiv a s , p e ro n u n c a r e c o r ta r . Sin e m b a rg o , com o se ñ a la J . P u e n te E jid o la cuestión d el grado de protección es exactam ente el inverso, según dem uestra la ex p e rien c ia , que es m ucho m ás fu erte en el nivel nacional que en el com unitario, lo que a la larga ni es sostenible ni es conveniente p a ra la construcción e u ro pea.
6.
La C u a r t a E l e c c ió n a l P a r l a m e n t o E u r o p e o D é c i m a C o m i s i ó n E u r o p e a (1994-1995)
y la
La e n tr a d a en vigor del T ra ta d o de la U nión E u ro p e a — 1 de Noviembre de 1993— supuso u n a im portante am plia ción de las competencias del Parlam ento E uropeo, sobre todo en dos fundam entales áreas, la participación en buena p arte de la tarea legislativa com unitaria y la consecución de nuevos e im portantes instrum entos de control del ejecutivo comuni tario y del respeto de los derechos de los ciu d ad an o s de la U nión E uropea. — En el ám bito de las competencias legislativas, el P a rla mento pasó a ser junto al Consejo, la a u to rid ad presu p u es ta ria de la UE y como tal le corresponde la facu ltad de a p ro b a r el Presupuesto an u al com unitario y de m odificar la p a rte del m ism o, relativa a los gastos no obligatorios. La participación en las funciones legislativas de la Comu nidad se realiza a través de cu atro procedim ientos diferen tes: dictam en conform e, codecisión legislativa, procedim ien to de cooperación y procedim iento de consulta. 230
En cuanto a las com petencias de control dem ocrático, el Parlam ento Europeo particip a en el nom bram iento e inves tid u ra del P residente y miembros de la Comisión, teniendo a su cargo u n m ecanism o de m oción de c e n su ra . Los p a r la m entarios pueden asimismo realizar preguntas orales o escri tas y el P a rla m e n to tiene adem ás la fa c u lta d de n o m b ra r Comisiones de Investigación. P or últim o, el Parlam ento tiene a su cargo la elección cada cinco años de un D efensor del P ueblo, encargado de recibir y tra m ita r las reclam aciones de los ciudadanos, relativas a casos de m ala adm inistración en la acción de las Institucio nes y de los órganos com unitarios. La Composición del Parlam ento Europeo desde Julio de 1994 fue la siguiente: — Alemania: 99 diputados. — F ran cia, Italia y Reino Unido: 87 diputados. — E spaña: 64 diputados. — Países Bajos: 31 diputados. — Bélgica, Grecia y Portugal: 25 diputados. ---- D inam arca, 16; Irla n d a, 15 y Luxem burgo, 6. El P arlam ento E uropeo estaba configurado en tres sedes distintas: -— E n E strasburgo tiene lugar cada año 12 sesiones plenarias de una sem ana de duración. — En Bruselas se reúnen periódicam ente las Comisiones p a rla m e n tarias y los grupos políticos, así como algu nas sesiones plenarias. — En Luxem burgo radica el núcleo principal de la Secre taría General. El tra b a jo p arlam entario se organiza por la M esa, P resi dente y 14 V icepresidentes — y p o r la C onferencia de P r e sidentes d é lo s grupos parlam entarios. Existen 19 Comisiones Perm anentes especializadas p o r ámbitos específicos, subco m isiones, comisiones tem porales y comisiones de investiga ción. * *
*
231
Los días 9 y 12 de Ju n io de 1994 se celebraron en los 12 Estados miembros de la Unión E uropea las elecciones al P a r lam ento E uropeo, correspondientes a la legislatura del 1 de Julio de 1994 a 1 de Julio de 1999, que suponían las cuartas elecciones desde que la E urocám ara fue elegida por sufragio universal en 1979 y las prim eras desde la e n tra d a en vigor del T ratado de M aastricht. La participación electoral dism inuyó 1,7 puntos en rela ción con los anteriores comicios — 56,8% en 1994 a 58,5% en 1989. Los resultados han supuesto un ligero aum ento del centroderecha y la llegada de algunas nuevas fuerzas políticas, así como el crecim iento de los partidos de extrem a-derecha y de fuerzas anti-M aastricht. ELECCIONES AL PARLAMENTO EUROPEO 1979
1984
1989
1994
124 117 63 48 38
115 113 66 48 44
180 123 34 42 49
198 162 20 13 44
20
43
44
14 14
12 12
14 23
S ocialistas P artid o P op u la r E uropeo D em ócratas Europeos Com unistas y Asim ilados Coalición de Izquierdas Liberales y D em ócratas Ecologistas: Verdes y Arco Iris D erechas Europeas No Inscritos
10 10
* *
*
En D iciem bre de 1994 finalizaba el gobierno europeo de la IX Comisión p resid id a p o r Jacq u es Delors d u ran te diez años. El notable político francés fue nom brado P residente de la Comisión el 18 de Julio de 1984, después de so sten er con energía como M inistro de Economía y Finanzas de F ran cia la crisis del SME. D elors, quien ya h a b ía sido dip u tad o del P a rla m en to en 1978, se c o n v e rtirá en el gran im pulsor de la construcción 232
eu ro p e a , inm ediatam ente de su llegada a B ruselas en 1985 había declarado: «la Comisión no será ni un simple secreta riado de capitales europeas ni una m áquina de fa b ric a r com prom isos». Efectivam ente, Delors finalizaba su período dejando una co n stru cció n eu ro p e a enorm em ente refo rza d a p o r los dos sucesivos Tratados: el Acta Unica y el Tratado de M aastricht, necesitado este último de perfeccionar y com pletar en el ambi cioso objetivo de lograr un Mercado Unico y una Unión Eco nóm ica y M onetaria, m ientras se produce el proceso de inte gración de la E u ro p a del Este y de la consideración de una E uropa social. Jacques Delors ab an d o n ab a su principal protagonism o en la política europea y todo presagiaba que sería el can d i dato socialista a suceder a Fran^ois M itterran d en la P re si dencia de F ra n c ia . P ero en m edio de encuestas m a rc a d a m ente favorables y p o r u n a decisión p erso n al, nuevam ente eleg an te, que algunos unen al in o lv id ab le dolor fam iliar, sentido p o r la m uerte de su hijo Je an P aul a la edad de 29 años, le h a rá re n u n c ia r a las elecciones presidenciales fra n cesas. Tras la co n stitu ció n del nuevo P a rla m e n to , del cual el 9 de J u n io de 1994 s e r ía e le g id o P r e s i d e n te K la u s H ansch, se a b rió el proceso de designación del nuevo P re s id e n te de la C o m isió n p o r p a r t e de los D oce J e fe s de E s ta d o y de G o b ie rn o , y a n te el veto b ritá n ic o al nom b ra m ie n to del p rim e r m in istro belga Jean -L u c D ehaene, los D oce d e s ig n a r o n el 15 de J u lio de 1994 al p r im e r m in istro luxem burgués, Jacq u es S a n ter, como P re sid e n te de la C om isión. Configurada por Jacques Santer, la nueva Comisión E uro pea que sucedería el 1 de Enero de 1995 a la IX Comisión pre sidida por Delors, con personalidades como el británico León B rittain, el alem án M artin Bangem an, los españoles M anuel M arín y M arcelino O reja, el laborista británico Neil Kinnock y la antigua P rim er M inistro francesa Edith Cresson. El 18 de Enero se realizaba la investidura del Presidente y de los 19 nuevos Comisarios de Bruselas, procediéndose después a la exposición individual de las orientaciones generales que co n fo rm arían sus políticas, a trav és de un nuevo p ro c e d i miento de doble investidura, destinado a d a r más relevancia 233
a la institución parlam entaria europea y más crédito a la con figuración dem ócrata. En su d iscu rso el nuevo P re sid e n te m an ifestab a te n e r como p rim e ra p rio rid a d la consecución de «una econom ía fu e r te , crea d o ra de em pleo», co m p letar el M ercado In te rio r, p o n e r en m arch a las in fra e s tru c tu ra s y d efender una m o n e d a ú n ic a , p r e p a r a n d o u n « L ib ro V erd e» y com o segunda fin a lid a d , la solidaridad social y la lucha c o n tra el p a r o , la s o lid a rid a d in te r r e g io n a l, la p o lític a de m edio am biente, la lucha co n tra el racism o, la puesta en m archa de u n a p o lítica e x tr a n je r a y de s e g u rid a d c o m ú n , fin a l m ente la p re p a ra c ió n de la C onferencia In terg u b ern am en tal de 1996. E l 24 de E nero los 20 nuevos Comisarios p restaro n j u r a m ento ante el T ribunal de Justicia Europeo de Luxem burgo de ac tu a r con com pleta independencia, de cum plir sus debe res y no solicitar ni a c ep ta r instrucciones de ningún gobier no y de ningún organismo. Seis grandes grupos de trab ajo fueron creados: relaciones exteriores; crecimiento, competitividad y empleo; redes transeu ropeas; cohesión, sociedad de inform ación e igualdad de oportunidades en tre ambos sexos y derechos. P o r su p a rte , el Consejo de «Asuntos Generales» de 19 de Diciem bre de 1994 fijo las Presidencias de la Unión Europea hasta el año 2003.
ROTACIÓN DE LA PRESIDENCIA DE LA UNIÓN EUROPEA
234
Año
Prim er Sem estre
Segundo Sem estre
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
Francia Italia Países B ajos Reino U nido Alem ania Portugal Suecia España Grecia
España Irlanda Luxem burgo A ustria Finlandia Francia Bélgica Dinamarca
7.
L a E u r o p a d e lo s «Q u in c e »
El Tratado de la Unión E uropea estableció en sus artículos F.O que los E stados q ue solicitasen su ad h esió n d e b e ría n cum plir tres condiciones básicas: — Tener una identidad europea. — Tener un Gobierno Dem ocrático. — Respeto de los Derechos Hum anos. Además el Estado candidato deberá m o strar la voluntad de a c e p ta r y e s ta r en condiciones de a p lic a r las norm as y estru ctu ras com unitarias, tal y como existan una vez e n tra do en vigor el T ratado de Unión E uropea. C ontrolados estos requisitos y tra s las correspondientes reuniones y dictám enes y sobre todas ellas las propias reso luciones del 11 de Noviem bre de 1993 y de 9 de F eb rero de 1994, el 4 de Mayo de 1994 el P arlam ento E uropeo ap ro b ó p o r ab ru m a d o ra m ayoría la e n tra d a de A ustria, F inlandia, N oruega y Suecia en la Unión E u ro p ea, utilizando p a ra ello p o r prim era vez el poder de aceptación o rechazo de nuevos E sta d o s m iem b ro s q u e le fu e ro n c o n fe rid o s p o r el A cta Unica. Cada Estado m iem bro recibía en tre 376 y 381 votos a fir m ativos y un volum en en co n tra de 21 a 24 y e n tre 57 y 61 abstenciones. La aprobación de cada nuevo Estado miembro exigiría el voto favorable de la m itad más uno de los d ip u ta dos del P a rla m e n to E u ro p e o — esto es, e n to n c e s, de 260 votos. El voto del P arlam ento E uropeo a b ría el camino p a ra la celebración de los correspondientes referen d a nacionales y ponía fin a un proceso comenzado en el Consejo Europeo de Lisboa de 26-27 de Junio de 1992, en el que se decidió esta blecer negociaciones con los países de la EFTA que hubieran solicitado la adhesión — en aquel momento A ustria, Suecia y F inlandia— , estableciendo dos condiciones: — que h u b ieran entrado en vigor el T ratado de la Unión E uropea. — que se h u b ie r a c o n c lu id o la n e g o ciació n so b re los recursos propios y las perspectivas financieras de la Com unidad. 235
Una vez aprobadas en el Consejo Europeo de Edimburgo de 11-12 de Diciembre de 1992 las perspectivas financieras de la Comunidad para los años 1994 a 1999 y con la perspectiva de la entrada en vigor del Tratado de Maastricht —que se realizaría el 1 de N oviem bre de 1993— , la U nión E u ro p ea ab rió el 1 de Febrero de 1993 sus negociaciones para el alargam iento de la Comunidad a Austria, Finlandia y Suecia, y el 5 de Abril para Noruega que también lo había solicitado, negociaciones que fue ron ultimadas con respecto a las materias en la reunión de Minis tros de Asuntos Exteriores en Ioannina el 21 de Marzo de 1993. El 12 de Junio de 1994 A ustria votaba favorablem ente en el referén d u m sobre su in co rp o rac ió n ; el 16 de O ctubre lo hacía F in la n d ia y el 13 de N oviem bre lo h acía Suecia. Sin em bargo, el 28 de Noviembre, Noruega rechazaba por segun da vez su adhesión a la U nión E u ro p e a, debido al peso del voto negativo de p arte de los conservadores y del mundo agrí cola y pesquero. De este modo, y desde el 1 de Enero de 1995, se producía el cuarto alargam iento de la Com unidad con la entrada de Aus tria, Finlandia y Suecia, creándose la Europa de los «Quince». LA EUROPA DE LOS «QUINCE » (en 1 9 9 4 )
Bélgica D inam arca Alem ania Grecia E spaña Francia Irlanda Italia Luxem burgo P aíses Bajos Portugal R eino U nido A ustria F inlandia Suecia
236
Superficie en millones de Km2
Población en millones de hab.
Tasa de Paro en m. de hab.
PIB/hab. en ecus/año
31 43 357 132 505 544 69 301 3 42 92 244 84 338 450
10 5,1 81,1 10,3 39,1 57,3 3,9 58 0 ,4 15,2 9 ,8 58,1 8 5 8,7
10 10 6,2 Nc 21,8 11,3 17,5 12 3,3 9 ,7 6 9,1 4,2 8,5 8
17.849 22.253 20.097 7.406 10.434 18.640 11.334 14.548 26.859 17.268 7.323 13.887 19.453 14.110 18.256
La nueva E u ro p a d e los «Q uince» tiene una población de 370 millones de habitantes y una superficie de 3,2 millo nes de Km2. La reform a de las Instituciones después de la in co rp o ra ción de los tres nuevos países es la siguiente: — El P arlam ento E uropeo pasa a ten er 626 diputados. • Alemania: 97. • F rancia, Italia, Reino Unido: 87. • España: 64 • Países Bajos: 31. • Bélgica, Grecia y Portugal: 25. • Suecia: 22. • A ustria: 21. • D inam arca y Finlandia: 16. • Irlan d a: 15. • Luxemburgo: 6. — La Comisión tendrá 20 miembros, uno para cada Estado. — El Consejo de M inistros de la Unión está form ado po r 15 miembros. La m ayoría cualificada los votos según la ponderación económica y geográfica son los siguientes: • Alemania, F ran cia, Italia y Reino Unido: 10. • E spaña: 8. • Bélgica, G recia, Países Bajos y Portugal: 5. • A ustria y Suecia: 4. • Irla n d a , D inam arca y Finlandia: 3. • Luxem burgo: 2. Con un total de 87 votos, el Compromiso de Ioannina se plica si 23 a 25 votos se oponen a la tom a de una decisión policial el comprom iso debe ser adoptado al menos po r 65 votos. — El Comité Económico y Social pasa de 188 a 222 inte grantes. — La C o rte de J u s tic ia E u ro p e a co n sta con 15 países — 1 p o r Estado— , 9 Abogados G enerales y 15 Jueces del Tribunal de Ia Instancia — del cual dos serán m uje res. — El Com ité de las Regiones e sta rá com puesto por 222 m iembros. — El Consejo de Adm inistración de la Banca Europea de Inversiones contará con 24 m iem bros y 12 suplentes. 237
Cada E stado m iem bro a lte rn a rá d u ran te 6 meses la P re sidencia de la U nión E uropea, según el calendario ya señala do y fija d o en el C o n sejo de A suntos G e n e rale s de 19 de Diciem bre de 1994. E n tre las fu tu ra s adhesiones a la C om unidad, el llam ado «G rupo d e V isegrado» integrado p o r la R epública Checa, H ungría, Eslovaquia y Polonia, h an com enzado las negocia ciones finales en la C um bre de Brem en de Diciembre de 1994. La C onferencia In terg u b ern am en tal deberá resolver, como cuestión previa a la am pliación, los problem as instituciona les dado que a Polonia se le asignarían 8 votos, a la Repúbli ca Checa y a Eslovaquia 4 votos y a H ungría 5 votos. Con respecto a C hipre y M alta, la Comisión ha form ulado sus dictám enes, y entre otros países, éstos parecen estar en cam ino de una adhesión p revista con posterioridad a la Con ferencia Intergubernam ental de 1996. La cuestión de T u rq u ía , que presentó el 14 de A bril de 1987 su solicitud de adhesión a la C om unidad, es más com pleja. La Comisión ha m anifestado su interés esencial en pro fu n d iz a r su relación con T u rq u ía y ay u d arle a te rm in a r su p ro ce so de d e m o c ra tiz a c ió n p o lític a , te n ie n d o que e s ta r arm onizada con las p au tas de tolerancia y de convergencia occidental. P o r su p a rte , la C onfederación Suiza p rese n tó el 26 de Mayo de 1992 su docum ento de adhesión a las Com unidades E uropeas.
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EPÍLOGO. LA EUROPA DEL AÑO 2 0 0 0
ANTE LA CONFERENCIA INTERGUBERNAMENTAL DE 1996
E l m odo y fo rm a de re a liz a c ió n del T ra ta d o de U nión E uropea obligó a sus redactores a incluir disposiciones e ins trum entos que pusieran de manifiesto y garantizasen la solu ción de las cuestiones no resueltas, y el progreso en el cami no de co n seg u ir una v e rd a d e ra c o n stru c c ió n de la U nión E uropea. Uno de los instrum entos destinados a p rev eer dicho p e r feccionam iento y progresión fue el artículo N, p á rra fo 2a, del T ratad o , que disponía que: «En 1996 se convocará una Con fere n c ia de R epresentantes de los Gobiernos de los Estados miembros p a r a que exam ine, de conform idad, con los obje tivos establecidos en los artículos A y B de las disposiciones comunes, las disposiciones del presente Tratado p a r a que se prevea una m odificación». De este m odo, se consagra el principio regulado p o r el a r tículo N, p árrafo I a, según el cual: «El Gobierno de cualquier Estado miembro, o la Comisión, pod rá p resentar al Consejo el proyecto de revisión de los Tratados sobre los que se f u n da la Unión», y son p o r tanto los Estados miembros los que negocian y acu erd an p o r u n an im id ad las m odificaciones de los Tratados. Las Conferencias Intergubernam entales (CIG) represen tan , p o r ta n to , la o p o rtu n id a d de in c o rp o ra r a los Textos 239
Fundacionales las reform as o avances decididos en la cons trucción europea. El Consejo Europeo de Corfú de Junio de 1994, que con firmó el Compromiso de Ioannina y la Declaración de B ruse las, acordó que la Conferencia Intergubernam ental 96 fuera p re p a ra d a p o r un G rupo de Reflexión, según el modelo del Com ité S p aak p a ra el T ra ta d o de Rom a o de los Inform es Tindem ans, Spierenburg o del Comité Delors — o de los Tres Sabios— p a ra el Acta Unica E uropea. Dicho G rupo de Reflexión se creaba p a ra que «examine y elabore ideas rela tiva s a las disposiciones del TUE, cuya revisión está p revista , así como otras m ejoras p o sibles, en un espíritu de d em o cra cia y apertura. El Grupo p re se n ta rá también opciones ante la perspectiva de la fu tu r a amplia ción sobre las cuestiones institucionales establecidas en las conclusiones del Consejo de Bruselas y Compromiso de loannina, y analizará cualquier otra m edida que se ju zg a n ece saria p a ra fa cilita r los trabajos de las Instituciones y gara n tizar su eficacia en la perspectiva de la am pliación». * * i*
'I '
La p rim era cuestión que queda sobre la mesa es la referi da al propio Tratado: m antenimiento del texto revisado o ree laboración p a ra o b ten er un texto conciso, c la ro y más ase q u ib le , o r e a liz a c ió n de un nuevo te x to — C o n v e n c ió n , T ratado o Constitución. El T ra ta d o de M aastricht fue el resu ltad o de las Confe rencias Intergubernam entales que p re p a ra ro n un texto «pre constituyente», puesto que la Unión E uropea no ha llegado a ser aún un ente plenam ente desarro llad o . El T ratad o de la Unión no es más que un T ratad o incom pleto y provisional: «es sólo una etapa —manifiesta J. Víctor Louis— y se ha fija do una cita p a ra una nueva revisión». En efecto, dicho T ratado constituye un precip itad o con junto de elementos de muy diverso carácter, en donde la per fección técnico-jurídica form al queda sustituida por una yux taposición de piezas desiguales. Asimismo, las diferencias y los deseos de los diversos E sta dos m iem bros dejaro n un im portante núm ero de cuestiones 240
p o r re so lv e r, e n tre ellas la p re te n sió n de los E stad o s del BENELUX, de unificar los tres pilares — Com unitario, PESC y de Justicia e In te rio r— , bajo unas mismas reglas; de Ale m ania, de am pliar los supuestos a los que se aplicaría el nue vo procedim iento de codecisión en tre el Consejo y el P a rla m ento; de aplicación de la subsidiariedad a nivel in tern o y paso general a la m ayoría cualificada; de A lem ania, Bélgica, E spaña y F ra n c ia de incluir en la PESC una regulación más completa de la Defensa; de Italia de introducir una je ra rq u ía norm ativa, reservando la aprobación de las leyes al Consejo y al P arlam ento, y los reglamentos a la Comisión; de F ra n cia de in tro d u cir la E uropa como nueva política C om unitaria; y de G re c ia de in tro d u c ir el ám bito de Turism o y Protección Civil, en tre otras dem andas y sugerencias. A grupando todas aquellas cuestiones que por vinas u otras razones h a b rá n de ser tra ta d a s en la CIG 96, se puede esta blecer los siguientes bloques: — En p rim er lugar, la C onferencia lnterg u b ern am en tal debe a b o rd a r el tem a de la gran refo rm a, ree lab o ra ción o nueva redacción, del T ratado de M aastricht y, sobre toda la reform a de dicho T ratado — modificando el artículo N— , sin necesidatl de la unanim idad, lo cual posibilitará la construcción de una Unión E uropea de geometría variable, en donde el núcleo duro estará for m ado sólo po r los países que pasen a la tercera fase de la Unión Económica y M onetaria, países que asimismo p articiparán de ulteriores desarrollos «le carácter Polí tico de la Unión, o en caso diverso, proceder a realizar una nueva estru ctu ració n , unas nuevas condiciones o unos nuevos plazos de cumplimiento. — E n segundo térm in o , la C onferencia In te rg u b e rn a m ental de 1996 debe a b o rd a r los grandes temas que el T ra ta d o de M aastricht h a dejado pendiente de re v i sión, entre los cuales están: • La revisión de la propia e stru c tu ra del T ra ta d o , es decir, la posible unificación de la estru ctu ra trip a r tita de los tres pilares — a rt. B. 5— . Sobre el modo y naturaleza del nuevo texto hay diversas sugeren cias: desde el proyecto de C onstitución de M. Ore241
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ja , hasta la reelaboración de M aastricht II, o la idea de Lam assoure de lograr una Convención que regu le una Unión C om unitaria bajo contrato fu n d ad o r y similares órganos y competencias». La am pliación de la C odecisión, cuya extensión a otros ámbitos se prevé en el artículo 198 B, p á rr a fo 8a. La posibilidad de in tro d u cir una jerarquía norma tiva, según establece la D eclaración nfi 16. La inclusión de u n a Política Común de D efensa, según prevé el artículo J4 , p á rra fo 6", aprovechan do que la UEO —T ratado de Bruselas— tiene como fecha límite 1998. Las m odificaciones de la P o lítica E x te r io r y de Seguridad Común (PESC), previstas p o r el a rtíc u lo J10.
E n terc er lugar, la am pliación de la Unión E uropea a «Quince» requiere reajustes institucionales: • A nalizar si el número de Comisarios — elevado a 20 en el Consejo E uropeo de Bruselas de 1993— es el adecuado. • Revisar la ponderación de votos y el núm ero míni mo p a ra la m ayoría cualificada — m inoría de blo queo de 26— , acordada en el Compromiso de loannina de M arzo de 1994. E n cu a rto térm ino, pu d ieran plantearse en la CIG 96 cuestiones abordadas, pero no resueltas, en anteriores Congresos como: • La Carta de D erechos y D eberes Fundamentales de los ciudadanos de la U nión, posible de realizarse p o r decisión u n á n im e del C onsejo — a r t. 8 E — , m odificando el T ratado, o en un nuevo acuerdo. • El Procedim iento Electoral Uniforme p a ra la elec ción del P arlam en to E uropeo — posible de conse g u irs e , según el p re c e d e n te del a rt. 1 3 8 .3 .0 — , m odificando el T ratado. • La m odificación del Sistema de Recursos Propios — art. 201.
• La com unitarización de los temas de Justicia e Inte rior — K .l, puntos 1L>al 6a, previsto en el K.9. • La modificación del art. N. 1, Reform a d e los Tratados. • La cuestión de la Legislación de m aterias no p r e vistas en el T ratad o y su confrontación con el P rin cipio de Subsidiariedad. • La elaboración de un C atálogo de C o m petencias de la U nión p a ra com batir el excesivo sentido de la Unión. • La reconsideración de los Centros de Competencia. • Las Reform as Técnicas — de los instrum entos de cohesión, de los recursos propios, etc. — E n quinto lugar, la Conferencia In terg u b ern am en tal ha de in te rv en ir en la regulación, am pliación o ajuste de los principios básicos: subsidiariedad, proporcio nalidad y suficiencia de medios. • P o r o tr a p a r t e , las p e rs p e c tiv a s de u n a n u ev a am pliación de la Unión, en principio a los «Cuatro de Visegrado» — R epública Checa, H ungría, Eslo vaquia y Polonia— y a C hipre y M alta y, p o sterio r m ente, a otros países del C entro y Este de E uropa como Bulgaria, R um ania, Eslovenia, etc., así como las Repúblicas Bálticas, obliga a plantearse la profundización de la U nión, revisando la eficacia del proceso decisional de la Unión. • La CIG 96 debe resolver como cuestión previa a la p rim era am pliación prevista — los C uatro de Visegrado— la cuestión institucional. Se ha ofrecido a Polonia 8 votos, H ungría 5 votos, y República Che ca y Eslovaquia 4 votos cada uno. Ello m odificará la representación actual y algunos sectores pueden quedar en m inoría. También los movimientos m igra torios, seguridad y las complejas y ataviadas políti cas económica y m onetaria. — En sexto térm ino, quedan como cuestiones globales de la CIG 96 el desarrollo de los pilares del T ratado: 1. Las relativas a la U nión E conóm ica y M onetaria; cum plim iento de condiciones necesarias p a r a la 243
2.
3.
fase 3a; adopción de una m oneda única p re tendida p a ra 1999. — Revisión de la Comisión Económ ica y Social. N uevas p ro p u e s ta s a p a r t i r del año 2000 y atención especial a la am pliación del Este. — Inclusión de nuevas competencias en m ateria de E nergía, Turism o, Protección Civil, E du cación, Sanidad y C ultura. Las concernientes al 2a P ilar: P olítica E x te rio r y de Seguridad Com ún: — D esarrollo de la PESC en las dos líneas: globalid ad y gradualism o. — E xtender en lo posible la m ayoría cualificada, aun utilizando la técnica de la abstención acti va — Opting Out— que supone que un país no aplique una decisión, pero que no im pida que los otros sigan adelantándose a rt. j-3.7. — C reación de un C entro Im p u lso r de la PESC o de una Secretaría Federal. — D esarrollo del papel de la Comisión y del P a r lam ento en la PESC. — Reexam en de las disposiciones sobre Seguri dad y D efen sa, d e s a rro lla n d o la Id e n tid a d E uropea de Seguridad y Defensa — IESD. — Fusión de la U nión E uropea Occidental con la UE — según p rec o n iza n F ra n c ia , A lem ania, Bélgica y España— , o vinculación de la defensa a la Alianza Atlántica — según prefieren Reino Unido, Países Bajos, D inam arca y Portugal. Las referidas al 3a P ilar: Ju sticia e In te rio r. — Superación de los defectos: excesivo intergubernamentalismo, con predominancia casi exclusiva de la regla de la unanimidad; confusión de com petencias; institucionalización insuficiente, etc. — O btención de un papel más relevante en este área p a ra el E jecutivo, Comisión, P a rla m en to y T rib u n al de Ju sticia, y ausencia de obje tivos y principios. * * *
244
Cuestión decisiva p a ra el fu tu ro , y cuyos mecanismos han quedado establecidos en el T ratado de M aastricht, es el pro ceso hacia la Unión Económ ica y M onetaria. R ecuerda E n riq u e Barón en su reciente E uropa al Alba del M ilenio, que el gran reto se c e n tra en la Convergencia p a ra a lcan zar los fines de la Unión Económ ica y M onetaria h asta lo g rar la m oneda ú n ic a , que es uno de los grandes retos de la U nión Europea. Los criterios se h an concretado en cinco norm as: — R espeto de los límites de la ban d a estrech a del SME (± 2,25% ) d u ran te dos años. -— T asa de in fla c ió n que no so b re p a se en un 1,5% la m edia de los Estados de m enor nivel d u ran te un año. — Déficit presupuestario m enor de un 3% del P IB . — Endeudam iento Público m enor de un 60% del P IB . — Tipo de interés a largo plazo que no sobrepase en un 2% el de los tres países con m enor nivel de inflación d u ra n te un año. Además, se sobreentiende la aplicación de los principios contenidos en el a rt. 2”, que pretende el desarrollo arm onio so y eq uilibrado, un crecim iento sostenible y no inflacionista , que respete el medio am biente, así como un alto nivel de empleo y protección civil. Calendario de la UNIÓN ECONÓMICA Y MONETARIA 01/01/1993:
— Realización del M ercado Interior. — Entrada en vigor del Tratado de M aastricht. — C ongelación de la com posición del EC U .
01/01/1994:
— Creación del Instituto M onetario Europeo (IME).
31/12/1996:
D ecisión del Consejo Europeo: — Informe IME. — Inform e Comisión. — Los Estados cumplen los criterios de convergencia.
01/07/1998:
D ecisión del Consejo Europeo: — Informe IME. — Informe Comisión.
01/01/1999:
Paso a la Moneda Unica entre los Estados que cum plen los criterios de convergencia.
245
El c a le n d a rio señ alad o es am bicioso y tre m en d am en te d u ro . N um erosas p rio rid a d e s in te rn a s seg u irán d e sa ju s tando el calendario a p e s a r de la clara voluntad política. La p ro y ec tad a am pliación al Este no beneficia a dicho p ro ce so, que p a re c e c o n d u c ir in e v ita b le m e n te a la E u ro p a de diversas velocidades. El econom ista n o rteam ericano Lester T hurow , quien apuesta p o r E uropa como superpotencia del siglo XXI, a c o n s e ja la in te g r a c ió n d e c id id a : «De todos modos, en el año 2000 habrá u n a m oneda europea. Si no es el E cu... será el M arco», m anifestando en su o b ra H ead to H e a d , «del m ism o m odo que la ca íd a del M uro de B erlín m arcó el fin a l de la vieja co nfrontación entre capitalism o y com unism o, la integración del M ercado C om ún Europeo el 1 de Enero de 1993 significará el com ienzo de u n a nueva com posición en un nuevo siglo, a l comienzo del Tercer Mile nio». * *
*
Los g ran d es retos económ icos y sociales, el em pleo, la dim ensión social del estado de bien estar, el desarrollo de la sociedad post-industrial o post-capitalista, el camino hacia la sociedad del conocimiento, se enlazan con la búsqueda de ide ales y de valores que p u edan sostener el g ran edificio de la construcción europea. En un avance sobre la evolución de los ideales en el pro ceso de integración europea, Joseph W eiler m anifestó el fra caso p o p u la r del T ratado de M aastricht, p resen tad o p o r sus autores como un gran éxito diplom ático, y anunciado dicho m om ento, no como la coronación de u n proceso, sino como un anticlímax en el proceso de construcción europea. Se men cionan como causas del m alestar el secretarism o, a u to rita rism o y paternalism o de los gobernantes de B ruselas, el défi cit dem ocrático en el juego de las instituciones, y las propias diferencias técnico-jurídicas del prolijo contenido del T rata do, p e ro p a r a W eiler la p a to lo g ía es más p ro fu n d a : es la ausencia de ideales en una construcción p resid id a, según los politólogos de la escuela realista, p o r los egoísmos nacionales y p o r el cálculo frío de costes y beneficios p a ra los Estados m iem bros participantes. 246
Los ideales de la D eclaración Schum an de 1950, la paz, la p ro sp e rid a d y la su p ran acio n alid ad que a c ercab an el p ro yecto al idealism o clásico europeo, no han se han sustituido por fines hum anos superiores, y el T ratado de M aastricht ha tom ado la retórica de un super E stado. Algunos, como el p ensador Jam es Ostrom -M oller, reconceptúan la Com unidad como un instrum ento tecnológico p ara solucionar los problem as de la era post-industrial y de la pro tección medio am biental, el comercio internacional, el tra n s porte y otras cuestiones. Otros prentenden que se pueda avan zar más en el caso de la responsabilidad y la solidaridad cívicas. La búsqueda y el cultivo de ideales aparecen como capital objetivo p a ra desbloquear la falta de fe de los ciudadanos, y la consiguiente aceptación m a y o rita ria de la co n stru cció n europea. D ebiera rec o rd a rse que la ju v en tu d siente fu erte m en te c ie r ta s n e c e s id a d e s com o la p ro te c c ió n al m edio ambiente y la propia protección del ecosistema y la atmósfera. * *
*
No p arece ta n cierto que la paz, ideal más explícito y evo c a d o r, a cuyo servicio se ponía ya la p rim e ra C om unidad E u ro p e a , según la D eclaració n Schum an de 9 de M ayo de 1950, sea un desiderátum olvidado. La m em oria de la II G u e rra M undial se ha reactivado en el c in c u e n te n a rio de aquella inm ensa tra g e d ia , y la U nión E uropea ha tenido que contem plar el h o rro r de la catástrofe yugoslava. Con razó n escribe E. B arón que el caso yugoslavo mues tra de modo paradigm ático las dram áticas consecuencias de la locura colectiva — y especialm ente de algunos de algunos dirigentes— y el absurdo que producen el odio del prójim o y el rechazo de las diferencias étnicas, religiosas o lingüísticas. La Com unidad E uropea ha contem plado con un absoluto sentim iento de frustración la b a rb a rie d ep u rad a p o r el con flicto. Los esfuerzos de la Unión E u ro p e a no h a n sido en absoluto capitalizados. F inalm ente, los Estados Unidos de América han consegui do el 8 de Septiem bre de 1995 llegar al A cuerdo de G inebra, oreando en el seno de Bosnia-Herzegovina dos entidades polí 247
ticas diferentes: una Federación Bosnio-C roata y una R epú blica Serbia en Bosnia, aceptándose un rep arto territo rial del 5] % y 49% , respectivamente. El acuerdo ha sido firm ado por el jefe negociador estadounidense, Richard H olbrooke, y los M inistros de Asuntos Exteriores de Bosnia, Croacia y Serbia, con la presidencia formal del representante de la Unión E uro pea, Cari Bildt. La d u r a c rític a de B oris Y eltsin al excesivo peso de la A lianza A tlántica y de la intervención am erican a, y su exi gencia de ocupar un puesto de p referencia en la política de seguridad europea, vuelven a poner de actualidad la redefi n ició n de la P o lític a E x te r io r y de S e g u rid a d C om ún — PESC — contenida en el Título V del T U E , que h a de evo lucionar desde su tím ido planteam iento inicial y la redefini ción asimismo de las relaciones de la Unión E uropea con el futuro de Rusia y su antiguo «Imperio». El Consejo de M inistros de Asuntos Exteriores de la UE, reunido d u ran te el m andato español en S an tan d er los días 9 y 10 de S e p tie m b re de 1995, ha tr a ta d o de c a p ita liz a r el esfuerzo europeo p ara alcanzar el Tratado de Ginebra. La paz en los territorios de la ex-Yugoslavia debe facilitar el proceso de m adurez política que posibilite una reordenación institu cional y funcional de la Unión E uropea, generando un reno vado im pulso hacia el logro de los principios y valores que inform an los sistemas dem ocráticos, que desplace la c o rru p ción, la intolerancia y la violencia, así como refuerce los meca nismos del Estado de Derecho, al tiempo que se consigue una mejora de los sistemas económicos y del clima social. *
* * Sin d uda, la lectura reposada de las páginas anteriores lle va al lector a una fácil conclusión: los diversos protagonistas de esta construcción europea se van sucediendo y sus vidas y las p articulares coyunturas políticas van quedando esparci das a lo largo del cam ino, m ientras avanza lenta o decidida m ente, según los períodos, la construcción de la Unión E uro p e a , en la que las Instituciones tien en ya más peso que los hom bres que las articulan y reform an m oderadam ente, y que sus decisiones. 248
Además, y como recientemente m anifestaba G iscard d ’Estaing, el sueño v e rd a d e ro de los fundad ores de 1950 fue la construcción de la Unión Política de la E uropa O ccidental, y ello no se logró al fra c a sa r las tentativas de 1984, ilustradas p o r Spinelli. A hora, tras la unificación de Alemania y el desam antelim iento del bloque com unista, el proyecto de integra ción federativa de los Estados de la E uropa del Oeste pierde su significado, y no pueden frenarse las candidaturas de los países del Norte o del Centro de E uropa. La modificación de las e s tru c tu ra s y los ritm os, modos y geom etría de inte gración, serán las variables que ajusten el nuevo orden. En todo caso, la Unión Europea es ya indefectiblem ente, un complejo entram ado form ado p o r cientos de miles de dis posiciones de variada índoles y por la voluntad de sus estruc tu ras y de quienes sucesivamente las en carn an de proseguir en su construcción u n ita ria y de p rese rv arla de la decisión co y u n tu ra l de una am enaza exterior o de un veto desde el interior. El camino recorrido m uestra la fortaleza del proyecto, ya firme realid ad , aún necesitada de concreciones y progresos, frente a las num erosas dificultades políticas, económicas o estructurales del tiempo presente. Existe la convicción gene ralizada de que se quiera o no «Europa se hará». En los Cursos de Verano de El E scorial de 1993, el espa ñol M arcelino O re ja , q u ien desem peñaba por entonces la P residencia de la Com isión Institu cio n al y del P arlam ento E uropeo — un año antes p o r tanto de incorporarse a la Comi sión S a n ter— m anifestaba que «una p a u sa en la construc ción europea volverá a resucitar m uchas de las reacciones m ezquinas y egoístas que han caracterizado las relaciones inter-europeas con otros momentos de nuestra historia y apa recían de nuevo — como están sucediendo y a — conflictos y contradiciones que conducirán a la decadencia de Europa. La H istoria no puede esperar».
249
A PÉND ICE
COMPOSICIÓN NOMINAL DE LOS GOBIERNOS DE LA CECA, EURATOM Y COMISIONES EUROPEAS 1952 -2 0 0 0
251
CECA I.
Comisión Mo nnet (1952-1955) P residente
252
— M ONNET, Jean (F .) ( I)
Vicepresidentes
— ETZEL, Franz (D .) M ercado, E ntentes, Transportes P roblem as Sociales R elaciones Exteriores Prensa e Inform ación Grupo de Trabajo «Mesina» — C O P P E , Albert (R.) M ercado, Ententes, Transportes P olítica a largo térm ino P rensa e Inform ación Grupo de Trabajo «Mesina»
M iem bros
— DAUM , León (F.) Política a largo término M ercado, Ententes, Transportes F inanzas, Inversiones, Producción Grupo de Instrucción P rensa e Inform ación — FINET, Paul (R.) Problem as Sociales C uestiones Adm inistrativas — GIACCIIERO, Enzo (I.) P olítica a largo término F inanzas, Inversiones, Producción Problem as Sociales R elaciones Exteriores C uestiones Adm inistrativas Prensa e Inform ación — POTTIIOF, H einz (D .) P olítica a largo térm ino Finanzas, Inversiones, P roducción C uestiones A dm inistrativas Grupo de Instrucción — S PIE R E N R U R G , D irk -P ieter (NL.) M ercado, E ntentes, Transportes R elaciones E xteriores Grupo de Trabajo «Mesina»
— W EH R ER , Albert (L.) Finanzas, Inversiones, P roducción Problem as Sociales R elaciones Exteriores C uestiones A dm inistrativas Grupo de Instrucción
(l) 18 de Abril de 1951: Firma del Tratado instituyendo la Comunidad. 7 de Agosto de 1952: Nombramiento de ocho miembros de la Alta Autoridad. 10 de Agosto de 1952: Instalación en Luxemburgo y entrada en funciona miento de la Alta Autoridad. 11 de Noviembre de 1954: Jean Monnet anunció que no renovará su mandato. 2 de Junio de 1955: Designación del nuevo Presidente tle la Alta Autoridad.
253
II.
254
C o m is ió n M ay er (1955-1958)
Presidente
— MAYER, R ene (F.) (1)
Vicepresidentes
— ETZEL, F ranz (D .) (2) R elaciones Exteriores — C O P P E , A lbert (B .) O bjetivos G enerales y P olítica a lar go térm ino M ercado, E n ten tes, T ransportes P rensa e Inform ación
Miembros
— DAUM, León (F.) O bjetivos G enerales y P olítica a la r go térm ino M ercado, E n ten tes, Transportes P roblem as In du striales, F inanzas Grupo de Instrucción P rensa e Inform ación — F1NET, P aul (B .) Problem as Sociales — GIACCHERO, Enzo (I.) O bjetivos G enerales y P olítica a la r go térm ino Problem as In du striales, F inanzas Problem as Sociales R elaciones E xteriores Prensa e Inform ación P rensa e Inform ación — PO TTH O F, H einz (D .) O bjetivos G enerales y P olítica a la r go térm ino Problem as In dustriales, Finanzas C uestiones A dm inistrativas Grupo de Instrucción — S P IE R E N B U R G , D irk-P ieter (N L .) M ercado, E ntentes, Transportes
— W EH R ER , Albert (L.) Problem as Industriales, Finanzas Problem as Sociales R elaciones E xteriores Grupo de Instrucción
(X)
(2)
3 de Jun io de 1955: Designación de Rene Mayer como Presidente y a Franz Etzel y Albert Coppé como Vicepresidentes de la Alta Autoridad. 10 de Febrero de 1957: Renovación del mandato del Presidente de la Alta Autoridad. 18 de Septiembre de 1957: Dimisión de Rene Mayer. 10 de Febrero de Í957: Renovación del mandato. 28 de Octubre de 1957: Dimisión. 2 de Junio de 1955: Designado por Rene Mayer.
255
III.
Com
is ió n
F
iiv e t
(1958-1959)
Presidente
—
Vicepresidentes
__SP1E R E N B U R G , D irk -P ictcr (NL.) — C O P P E , Albert (B .)
M iembros
FINET, Paul (B .) (1)
— BL Ü C H ER , Franz (D .) (2)
— DAUM, León (F.) (3) — — — —
(1)
(2)
(3) (4) (5)
256
GIACCHERO, Enzo (I.) (4) POTTHOF, H einz (D .) REYNAUD, Roger (F.) (5) W E IIR E R , Albert (L.)
6 y 7 de Enero de 1958: Reunión de Ministros de Asuntos Exteriores de los «Seis» para proceder a la designación dedos miembros de la Alta Auto ridad y catorce Comisarios europeos. 13 de Enero de 1958: Transmisión de Poderes. 14 de Septiembre de 1959: Ultima sesión y término del mandato. 7 de Enero de 1958: Nombrado Finet para reemplazara Mayer. 13 de Enero de 1958: Transmisión de Poderes. 14 de Septiembre de 1959: Término de su mandato. 7 de Enero de 1958: Nombramiento de Blücher como miembro de la Alta Autoridad. 26 de Marzo de 1959: Fallecimiento de Blücher. 14 de Septiembre de 1959: Término de su mandato. 14 de Septiembre de 1959: Término de su mandato. 7 de Enero de 1958: Nombramiento.
EURATOM
I.
C o m is ió n L. A r m a n d y e . M e d í (1 9 5 8 -1 9 5 9 )
Presidentes
-—- ARM AND, Louis (F.) (1) Adm inistración de Personal y P resu puesto — M E D I, Enrico (I.) (2)
Vicepresidente
— M ED I, Enrico (I.) Investigación y Tecnología Problem as ligados a la B iología P rotección Sanitaria Difusión de Conocim ientos
M iembros
— DE GROOTE, P aul-H ubert (B .) Investigación y Tecnología Problem as ligados a la B iología Problem as Económ icos Problem as de la E nergía, P a rticip a ción de la EURATOM al Comité m ix to de la CECA D ifusión de Conocim ientos — K REK ELER, H einz L. (D .) Problem as Económ icos R elaciones E xteriores P rotección Sanitaria — SA SSE N , Em m anuel (N L .) R elaciones Exteriores P rob lem as d e A p rov isio n a m ien to y de Control de Seguridad Adm inistración de P ersonal y P resu puesto
(1)
(2)
7 de Enero de 1958: La Comisión de la CEEA nombrada por los respresentantes de los Gobiernos de los Estados miembros con efecto a partir del 10 de Enero de 1958. 14 de Enero de 1959: Dimisión. Nombrado Presidente en funciones. 11 de Septiembre de 1959: Función de Presidente.
257
II.
C omisión H irsch (1959-1962) P residente
— H IR SC H , E tienne (F.) (1) A dm inistración y P ersonal F inanzas y P resupuesto O ficina de Seguridad
Vicepresidente
_ M EDI, E nrico (I.) Investigación y E nseñanza C ontrol de Seguridad D ifusión de C onocim ientos P rotección Sanitaria
M iem bros
_ DE GROOTE, P aul-H ubert
(1)
258
(B .) Investigación y E nseñanza Econom ía e Industria D ifusión de C onocim ientos — K R EK ELER , H einz L. (D .) Econom ía e Industria R elaciones E xteriores P rotección Sanitaria — SA SSE N , Em m anuel (NL.) Relaciones Exteriores Control de Seguridad A dm inistración y P ersonal Finanzas y P resupuesto
2 de Febrero de 1959: Nombrado para reemplazar a L. Armand. 24 de Noviembre de 1959: Renovación de su mandato por el período del 10 de Enero de 1960 al 9 de Enero de 1962. 9de Enero de 1962: Finalización de su mandato.
III.
C omisión Ciiatenet (1962-1969)
Presidente
— CHATENET, P ierre (F.) (1) P ro b lem a s R ela tiv o s al P e r so n a l y P resupuesto
Vicepresidentes
— M ED I, Enrico (I.) (2) P roblem as de In vestigación, Tecno logía y Biología D esa r ro llo de la In v e stig a c ió n y la Enseñaza D ifusión de C onocim ientos P rotección Sanitaria C ontrol de Seguridad Cuestiones Sociales en u n ión con los otros Ejecutivos — CARRELLI, Antonio (I.) (3) Problem as de In vestigación , Tecno logía y Biología D ifusión de C onocim ientos P rotección Sanitaria
Miembros
— DE GROOTE, Paul-H ubert (B.) P roblem as de In vestigación , Tecno logía y Biología D e s a r r o llo de la I n v e s tig a c ió n y Enseñanza D ifusión de C onocim ientos Problem as Económ icos Econom ía e Industria — K REK ELER, H einz L. (D .) (4) Protección Sanitaria Problem as Económ icos Econom ía e Industria A provisionam iento R elaciones E xteriores — M ARGULIES, R obert (D .) (5) P rotección Sanitaria Econom ía e Industria R elaciones E xteriores P ro b lem a s R ela tiv o s al P e r so n a l y Presupuesto
259
— SA SSEN . Em m anuel (NL.) R elaciones Exteriores P ro b le m a s R ela tiv o s al P e r so n a l y P resupuesto A provisionam iento Control de Seguridad
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
260
18 de Diciembre de 1962: Nombramiento. Se presenta por primera vez ante la Comisión. 10 de Enero de 1964: Renovación de Mandato. Presidente hasta el 6 de Julio de 1967. Vicepresidente a partir del 10 de Enero de 1958. 10 de Enero de 1964: Renovación de su mandato. 9 de Diciembre de 1964: Medi presenta su dimisión. 1 de Marzo de 1965: Toma efecto su dimisión. 17 de Marzo de 1965: Se presenta por última vez a la sesión. 8 de Abril de 1965: Nombramiento. 28 de Abril de 1965: Participa por primera vez en los trabajos de la Comi sión. 20 de Mayo de 1965: Se presenta ante la Corte de Justicia. 5 de Enero de 1962: Prorrogación de su mandato. 10 de Enero de 1964: Krekeler presenta su dimisión. 26 de Febrero de 1964: Se presenta por última vez a la reunión. 29 de Febrero de 1964: Toma efecto su dimisión. 29 de Julio de 1964: Nombramiento. 23 de Septiembre de 1964: Se presenta por primera vez a la sesión.
COMUNIDAD EUROPEA Y UNIÓN EUROPEA I.
C o m is ió n H a l l s t e in
Presidente
i (1958-1962)
HALLSTEIN, Walter (D.) (1) Administración
Vicepresidentes
— CARON, Giuseppe (I.) (2) Administración Mercado Interior (Presidente) Asuntos Económicos y Financieros Transportes Relaciones Exteriores — MALVESTITI, Piero (1.) (3) Mercado Interior (Presidente) Asuntos Económicos y Financieros Transportes Administración — MANSHOLT, Sicco Leendert (NL.) Asuntos Económicos y Financieros Asuntos Sociales Agricultura (Presidente) Administración — MARJOLIN, Robert (F.) Asuntos Económicos y Financieros (Presidente) Relaciones Exteriores Concurrencia Administración
Miembros
— GROEBEN, Hans Von der (D.) Concurrencia (Presidente) Asuntos Económicos y Financieros Agricultura Desarrollo de los Países y Territorios de Ultramar — LEMAIGNEN, Robert (F.) (4) Desarrollo de los Países y Territorios de Ultramar Agricultura Transportes
261
— LEVI SANDRI, Lionello (I.) (5) Asuntos Sociales (Presidente) Asuntos Económicos y Financieros Desarrollo de los Países y Territorios de Ultramar Fondo Social Europeo (Presidente) — PETRILLI, Giuseppe (I.) (6) Asuntos Sociales (Presidente) Relaciones Exteriores Concurrencia Desarrollo de los Países y Territorios de Ultramar — REY, Jean (B.) Relaciones Exteriores (Presidente) Mercado Interior Concurrencia — SCHAUS, Lambert (L.) Transportes (Presidente) Agricultura Mercado Interior
( 1)
(2)
(3)
(4)
(5) (6)
262
La Comisión de la CEE ha sido nombrada por los representantes de los Gobiernos de los Estados miembros el 7 de Enero de 1958 con propósito de comenzar su labor el 10 de Enero de 1958. Renovamiento de los mandatos de Presidente y Vicepresidente el 9 de Ene ro de 1960. Nominado para reemplazar a Malvestiti el 24 de Noviembre de 1959 con efecto a partir del 9 de Diciembre de 1959. Encargado de los sectores de Malvestiti a partir de 1961. Fue nombrado miembro de la Alta Autoridad de la CECA, con efecto el 15 de Septiembre de 1959. Cesado de sus funciones en calidad de miembro de la CEE el 15 de Sep tiembre de 1959. Elevación del madanto de Leinaignen el 9 de Enero de 1962. Nominado para reemplazar a Petrilli el 8 de Febrero de 1961. Instalado en calidad de miembro de la Comisión CEE. Levi Sandri encargado de los sectores a partir de 1961. Dimitió el 5 de Diciembre de 1960. Continuó en sus funciones hasta el 8 de Febrero de 1961. Los sectores son encargados a Petrilli hasta 1961.
II.
C o m is ió n H a ix s t e in
II (1962-1967)
Presidente
— HALLSTEIN, Walter (D.) (1) Administración con los Vicepresiden tes
Vicepresidente
— CARON, Giuseppe (I.) (2) — LEVI SANDRI, Lionello (I.) (3) Mercado Interior (Presidente) Prácticas anteriores Dirección del Presupuesto y las Finanzas Dirección de los Asuntos Internos de la Dirección General de la Adminis tración — MANSHOLT, Sicco Leendert (NL.) — MARJOLIN, Robert (F.)
Miembros— COLONNA DI PALIANO, Guido (I.) (4) Mercado Interior (Presidente) Prensa e Información (Presidente) Relaciones Exteriores Transportes — GROEBEN, Hans Von der (D.) — ROCHERAU, Henri (F.) (5) Asuntos sociales, Agricultura, Trans portes, reemplazando a Lemaignen Consejo de Administración del Servi cio Común de Prensa y de Informa ción (Presidente) — SCHAIJS, Lambert (L.)
(])
(2) (3)
(4) (5)
Nombramiento de la joven Comisión el 20 de Diciembre de 1961. Entra en funcionamiento la joven Comisión el 10 de Enero de 1962.< Renovación de los mandatos de los miembros de la CEE, CEEA, CECA, el 10 de Enero de 1964. Dimisión de Carón el 16 de Mayo de 1963. Nombramiento de Colonna di Paliano, reemplazando a Carón el 30 de Julio de 1964. Instalación de Colonna di Paliano en calidad de miembro de ia Comisión CEE el 9 de Septiembre de 1964. Presentación por primera vez como Vicepresidente de la Comisión CEE el 30 de Julio de 1964. Nombramiento de Rocherau el 20 de Diciembre de 1961. Encargado para reemplazar a Lemaignen el 10 de Enero de 1962.
263
III.
264
C omisión R ey (1967-1970)
Presidente
— REY, Jean (B.) Secretaría General, Servicio Jurídico Grupo de Portavoces Oficina de Seguridad
Vicepresidente
— BARRE, Raymond (F.) Asuntos Económicos y Financieros Oficina de Estadística — HELLWIG, Fritz (D.) Investigación General y Tecnológica Difusión de Conocimiento Centro Común de Investigación — LEVI SANDRI, Lionello (I.) Asuntos Sociales, Personal — MANSHOLT, Sicco Leendert (NL.) Agricultura
Miembros
— BODSON, Víctor (L.) Transportes (Personal) — COLONNA DI PALIANO, Guido (I.) Asuntos Industriales — COPPE, Albert(B.) Prensa e Información Crédito e Inversiones Presupuestos Administración — DENIAU, Jean-Frangois (F.) Comercio Exterior Control Financiero — GROEBEN, Hans Von der (D.) Mercado Interior y Agrupamiento de Legislaciones Política Regional — HAFERKAMP, Wilhem (D.) Energía Agencia de Aprovisionamiento Control de Seguridad — MARTINO, Eduardo (I.) Relaciones Exteriores — ROCHERAU, Henri (F.) Ayuda al Desarrollo — SASSEN, Emanuel (NL.) Concurrencia
IV.
C omisión Malfatti (1970-1973)
Presidentes
— MALFATTI, Franco María (I.) (1) Secretaría General Servicio Jurídico Grupo de Portavoces Oficina de Seguridad — MANSHOLT, Sicco Leendert (NL.) (2)
Vicepresidentes
— BARRE, Raymond (F.) Asuntos Económicos y Financieros Oficina de Estadística — HAFERKAMP, Wilhelm (D.) Mercado Interior y,Acercamiento de Legislaciones Energía Agencia de Aprovisionam iento EURATOM Control de Seguridad EURATOM — MANSHOLT, Sicco Leendert (NL.) (3) Agricultura — SCARASCIA-MUGNOZZA, Cario (I.) (4) Agricultura
Miembros
— BORSCHETTE, Albert (L.) Concurrencia Prensa e Información Difusión de Conocimientos Política Regional — COPPE, Albert (B.) Asuntos Sociales Transportes Personal y Administración Crédito e Inversiones Presupuesto Control Financiero — DAHRENDORF, Ralf (D.) Relaciones Exteriores Comercio Exterior — DENIAU, Jean-Fran^ois (F.) Coordinación de Negociaciones de Ampliación Ayuda al Desarrollo 265
— SPINELLI, Altiero (I.) (5) Asuntos Industriales Investigación General y Tecnológica Centro Común de In vestigación (6)
(1) (2) (3) (4)
(5)
266
Dimisión de Franco María Malfatti el 21 de Marzo de 1972 Sicco Mansholt nombrado Presidente el 22 de Marzo de 1972 Scarascia Mugnozza nombrado Vicepresidente en lugar de Malfatti, quien dimitió. Mansholt se encargó de las funciones de Comisario responsable para la Agricultura hasta el 23 de Marzo de 1972. A partir de esta fecha, Mans holt ha cogido en cargo las atribuciones de Malfatti, Presidente de la Comisión de la C.E. Scarascia-Mugnozza fue nombrado Comisario responsable para el sector agrícola el 22 de Marzo de 1972. A partir de Marzo de 1972, la Comisión reservó a Spinelli las atribucio nes siguientes: Asuntos de Industrias Tecnológicas y Científicos; Grupo de Enseñanza y Educación; Gestión de Unión Aduanera; Centro Común de I nvestigación.
V.
Comisión O rtoli (1973-1977) Presidente
— ORTOLI, Fran^ois-Xavier (F.) Secretaría General Servicio jurídico Grupo de Portavoces Oficina de Seguridad
Vicepresidente
— HAFERKAMP, Wilhem (D.) Asuntos Económicos y Financieros Créditos e Investigación — HILLERY, Patrick (Irl.) Asuntos Sociales — SCARASCIA-MUGNOZZA, Cario (I.) Seguimiento con el Presidente de los Asuntos Parlamentarios Política de Desarrollo Protección de los Intereses del Con sumidor Transportes Prensa e Información — SIMONET, Henri (B.) Fiscalidad e Instituciones Financieras Energía y C ontrol de Seguridad EURATOM Agencia de Aprovisionam iento EURATOM — SOAMES, Sir Christopher (GB.) Relaciones Exteriores
M iembros
— BORSCHETTE, Albert (L.) (1) Concurrencia Personal y Administración — BRUNNER, Guido (D.) (2) — CHEYSSON, Claude (F.) (3) Política de Desarrollo Cooperación Presupuesto y Control Financiero — DAHRENDORF, Ralf (D.) (4) Investigación, Ciencia y Educación Centro Común de Investigación Oficina Estadística Información Científica y Técnica y Gestión de Información 267
— DENIAU, Jean-Frangois (F.) (5) Política de Desarrollo Cooperación Presupuestos y Control Financiero — GUAZZARONI, Cesidio (I.) (6) Asuntos Industriales y Tecnológicos, salvado el Acero Instituciones Financieras y Fiscalía — SPINELLI, Altiero (I.) (7) Política Industrial y Tecnológica — THOMSON, George (GB.) Política Regional — VOUEL, Raymond (L.) (8) Concurrencia
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8)
268
Fallecido el 8 de Diciembre de 1976. Nominado para reemplazar a Dahrendorf el11 de Noviembre de 1974. Nominado para reemplazar a Denaiu el13 de Abril de 1973. Encargado de las atribuciones de Deniau el 14 de Abril de 1973. Dimitió el 31 de Octubre de 1974. Dimitió el 11 de Abril de 1973. Nominado para reemplazar a Spinelli el 13 de Julio de 1976. Dimitió el 1 de Julio de 1976. Nominado para reemplazar a Borschette el 20 de Julio de 1976.
VI.
C om isión J enkins (1977-1981) Presidente
— JENKINS, Roy Harris (G.B.) Secretario General Servicio Jurídico Información Grupo de Seguridad
Vicepresidente
— GUNDELACH, Finn Olav (DK.) Agricultura y Pesca — HAFERKAMP, Wilhelm (D.) Relaciones Exteriores — NATALI, Lorenzo (I.) Ampliación de la Comunidad Servicio de Desarrollo Seguridad Nuclear Relaciones con los Gobiernos y Opi nión Pública p ara la elección del Parlamento Europeo — ORTOLI, Frangois-Xavier (F.) Asuntos Económicos y Financieros Crédito e Investigación Oficina Estadística — VREDELING, Henk (NL.) Empleo y Asuntos Sociales Conferencia Tripartita
M iembros
— BRUNNER, Guido (D.) (1) Energía e Investigación, Ciencia y Educación Agencia de Aprovisionam iento EURATOM Información Científica y Técnica Centro de Investigación — BURKE, Richard (Irl.) Fiscalidad Protección a los consumidores Transportes Relaciones con el Parlamento Europeo — CHEYSSON, Claude (F.) Desarrollo — DAVIGNON, Etienne (B.) Mercado Interior y Asuntos Indus triales Unión Aduanera 269
— GIO LOTTI, A ntonio (I.) Coordinación de Fondos Comunitarios Políticas N egociales — TUGENDHAT, Christopher Samuel (GB.) — VO U EL, R aym ond (L .) C oncurrencia
(l)
270
Guido Brunner dimitirá el 4 de Noviembre de 1980.
VII. C omisión T horn (1981-1985) Presidente
— THORN, Gastón Egmont (L.) Secretaría General Servicio Jurídico Grupo de Portavoces Oficina de Seguridad Sector Cultural
Vicepresidente
— DAVIGNON, Etienne (B.) Asuntos industriales Energía Agencia del Aprovisionamiento del EURATOM Investigación y Ciencia — HAFERKAMP, Wilhelm (D.) Relaciones Exteriores Compras Sector Nuclear — NATALI, Lorenzo (I.) Política Global Mediterránea Alargamiento de la Comunidad Información — ORTOLI, Fran^ois Xavier (F.) (1) Asuntos Económicos y Financieros Créditos e Inversiones — TUGENDHAT, Christopher Samuel (G.B.) Presupuesto y Control Financiero Instituciones Financieras Fiscalidad
C omisarios
— ANDRIESSEN, Frans H .J.J. (NL.) Relaciones con el Parlamento Europeo Concurrencia — BURKE, Richard (Irl.) (2) Delegado del Presidente Personal y Administración Servicio Común. Conferencias Oficina Estadística Oficina de Publicaciones — CHEYSSON, Claude (F.) (3) Desarrollo
271
— CONTOGEORGIS, Giorgios (GR.) Transportes Pesca Turismo — DASALGER, Poul C. (DK.) (4) Agricultura — GIOLITTI, Antonio (I.) Política Regional Coordinación de Fondos Comunitarios — GUNDELACH, Finn Olav (DK.) (5) Agricultura y Pesca — NARJES, Karl Heinz (D.) M ercado Interior e Innovación Industrial Unión Aduanera Protección al Consumidor. Desarrollo Seguridad Nuclear — O’KENNEDY, Michael (Irl.) (6) Delegado del Presidente Personal y Administración Oficina Estadística Oficina de Publicaciones — PISANI, Edgard (F.) (7) Desarrollo — RICHARD, Ivor Seward (G.B.) Empleo y Asuntos Sociales Conferencia Tripartita Educación y Formación Profesional
(]) (2) (3) (4) (5) (6) (7)
272
Dimite el 26 de Octubre de 1984. Reemplaza a Michael O ’Kennedy el I de Abril de 1982. Dimite el 23 de Mayo de 1981. Reemplaza a Finn Olav Cundelach el 20 de Enero de 1981. Muere el 13 de Enero de 1981. Dimite el 3 de Marzo de 1982. ^ m b r a d o el 26 de Mayo de 1981, reemplazando aGande Cheysson. Dimite el 3 de Diciembre de 1984.
VIII.
C omisión D elors I (1985-1989)
P residente
— DELORS, Jacques (F.) Secretaría General Servicio Jurídico Grupo de Portavoces Servicio Común Interpretación-Con ferencias Oficina de Seguridad Asuntos Monetarios Coordinación de los Fondos Estruc turales
Miembros
— ANDRIESSEN, Frans H .J.J. (NL.) Agricultura Pesca — CHEYSSON, Claude (F.) Política Monetaria y Relaciones Nor te-Sur — CHRISTOPHERSEN, Henning (DK.) Presupuesto Control Financiero Personal y Administración — CLINTON DAVIS, Stanley (GB.) Desarrollo Protección de los Consumidores Seguridad Nuclear Bosques Transportes — Lord COCKFIELD (GB.) Mercando Interior Servicio de la Unión Aduanera Fiscalía Instituciones Financieras — DE CLERQ, Willy (B.) Relaciones E xteriores y Política Comercial — MOSAR, Nicolás (L.) Energía Agencia de Aprovisionam iento EURATOM Oficina de Publicaciones
273
— NARJES, Karl-Heinz (D.) Asuntos Industriales Tecnologías de la Información Investigación y Ciencia — NATALI, Lorenzo (I.) Cooperación y Crecimiento Ampliación — PFEFIFER, Alois (D.) Asuntos Económicos Empleo Crédito e Inversiones Oficina de Estadística — RIPA DI MEANA, Cario (I.) Cuestiones Institucionales Problemas concernientes a la Euro pa de los Ciudadanos Política de Información Sector Cultural Turismo — D. SUTHERLAND, Peter (Irl.) Concurrencia Asuntos Sociales Educación Formación — VARFIS, Grigorios (GR.) Política Regional Relaciones con el Parlamento
274
IX.
C omisión D elors II (1989-1994) P residente
— DELORS, Jacques (F.) Secretaría General y Servicio Jurídico Asuntos Monetarios Servicio de Portavoces Cédula Prospectiva Servicio Común de Interpretación / Conferencias Oficina de Seguridad
M iembros
— ANDRIESSEN, Frans H .J.J. (NL.) Relaciones Exteriores y Política Comercial Cooperación con los otros Estados Europeos — BANGEMAN, Martin (D.) Mercado Interior y Asuntos Indus triales Relaciones con el Parlamento — BRITTAN, Sir León (GB.) Política de Concurrencia Instituciones Financieras — CARDOSO E CUNHA, Antonio (PT.) Personal, Administración y Traduc ción Energía y Agencia de Aprovisiona miento EURATOM PME, Artesanado, Comercio, Turismo Economía Social (CooperaciónMutualidad) — CHRISTOPHERSEN, Henning (DK.) Asuntos Económicos y Financieros Coordinación de los Fondos Estruc turales Oficina de Estadística — DONDELINGER, Jean (L.) Asuntos Audiovisuales y Culturales Información y Comunicación Europa de los Ciudadanos Oficina de Publicaciones — Mac SHARRY, Ray (Irl.) Agricultura Crecimiento Rural 275
MARIN GONZALEZ, Manuel (ESP.) Cooperación y Crecimiento Política de Pesca MATUTES, Abel (ESP.) Política Mediterránea Relaciones con América Latina y Asia Relaciones Norte-Sur MILLAN, Bruce (GB.) Políticas Regionales PANDOLFI, Filippo Maria (I.) Ciencia, Investigación y Crecimiento Telecomunicaciones, Industrias de Información e Innovación Centro Común de Investigación PAPANDREOU, Vasso (GR.) Empleo, Relaciones Industriales y Asuntos Sociales Recursos Hum anos, Educación y Formación Relaciones con el Comité Económico y Social RIPA DI ME ANA, Cario (I.) Desarrollo Seguridad Nuclear Protección Civil SCHMIDHUBER, Peter M. (D.) Presupuesto Control Financiero SCRIVENER, Christiane (F.) Fiscalía y Unión Aduanera Cuestiones Relativas a los Impuestos Obligatorias (Impuestos Fiscales y Sociales) VAN MIERT, Karel (B.) Transportes Crédito e Inversiones Protección y Promoción de los Inte reses de los Consumidores
X.
C omisión Santer (1995-2000)
Presidente
— SANTER, Jacques (L.) Secretaría General, Servicio Jurídico Oficina de Seguridad, Célula de Prospectiva Inspección General de Servicios Asuntos Monetarios Política E xterior y de Seguridad Común (PESC) y derechos del hom bre Servicio Común de InterpretaciónConferencias (SCIC) Servicio de Portavoces, Asuntos Ins titucionales y Conferencia Intergubernamental Comité para la Igualdad de Oportu nidades
Vicepresidentes
— MARIN, Manuel (ESP.) Relaciones Exteriores con los países del Mediterráneo, de Oriente Medio y de Lejano O riente, de América Latina, de Asia (salvo Japón, China, Corea del Sur, Hong Kong, Macao y Taiwán) Ayuda al Desarrollo — BRITTAN, León (GB.) Asuntos Industriales, Tecnologías de la Información y de las Telecomuni caciones Política Comercial Común Relación con la OCDE y la OMC
Miembros
— BANGEMANN, Martin (D.) Asuntos Industriales Tecnologías de Inform ación y de Telecomunicaciones — VAN MIERT, Karel (B.) Política de Competencia — VAN DEN BROECK, Hans (NL.) Relaciones Exteriores con los países de la E uropa C entral y O riental (PECO) y los países de la antigua 277
Unión Soviética, con Turquía, Chi p re, M alta, y los restantes países europeos Política E xterior y de Seguridad Común (PESC) y derechos del hom bre, Servicio Exterior PINHEIRO, Joáo de Deus (PT.) Relaciones Exteriores con los países de Africa, Caribe y Pacífico (ACP) y con Africa del Sur Convención de Lomé FLYNN, Padraig (Irl.) Asuntos Sociales y Empleo Relaciones con el Comité Económico y Social OREJA, Marcelino (ESP.) Relaciones con el Parlamento Europeo Relaciones con los Estados Miembros (en materia de transparencia, comu nicación e información) Cultura y Audiovisiual, Oficina de Publicaciones Asuntos Institucionales y P repara ción de la Conferencia Intergubernamental CRESSON, Edith (F.) Ciencia, Investigación y Desarrollo Centro Común de Investigación Recursos Humanos, Educación, For mación y Juventud BJERREGAARD, Ritt (DK.) Medio Ambiente Seguridad Nuclear WULF-MATHIES, Monika (D.) Políticas Regionales Relaciones con el Comité de Regiones Fondo de Cohesión KINNOCK, Neil (GB.) Transportes (incluidas las redes transeuropeas de transportes) MONTI, Mario (I.) Mercado Interior Servicios Financieros Aduanas Fiscalidad
— BONINO, Emma (I.) Pesca Política de Consumidores Oficina Humanitaria de la Comuni dad Europea (ECHO) — SILGIJY, Yves-Thibault de (F.) Asuntos Económicos y Financieros Asuntos Monetarios (con el P resi dente) Créditos e Inversiones Oficina de Estadística — PAPUTSIS, Christos (GR.) Energía y Agencia de Aprovisiona miento Euratom Pequeñas y M edianas Em presas (PYMES) Turismo — GRADIN, Anita (S.) Asuntos de Inmigración, Interior y Judiciales Relaciones con el Defensor del Pue blo Control Financiero Lucha Antifraude — FISCHLER, Franz (Aus.) Agricultura y Desarrollo Rural — LIIKANEN, Erkki (Fin.) Presupuesto Personal y Administración Tradución e Informática
279
Este lib ro , que surgió como instrum ento docente p a ra los alumnos de D octorado de la F acultad de Derecho de la U niversidad de P arís, fue term inado de escribir el Dieciséis de Septiem bre de Mil Novecientos Noventa y Cinco LAUS DEO