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Spanish Pages [255] Year 2010
GUÍA PRÁCTICA COMPLETA
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Todos los consejos sobre las orquídeas y su cultivo
BRIAN
Y WILMA RITTERSHAUSEN LIBSA
GUÍA PRÁCTICA COMPLETA ~
ORQ1JIDEAS
GUÍA PRÁCTICA COMPLETA
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~U IDEAS Todos los consejos sobre el cultivo y cuidado de las orquídeas
BRIAN Y WILMA RITTERSHAUSEN
LIBSA
2010, Editorial UBSA Cj San Rafael, 4 28108 Alcobendas. Madrid Tel. (34) 91 657 25 80 Fax (34) 91 657 25 83 e-mail: libsa@libsa. es www.libsa.es ©
ISBN: 978-84-662-1923-5
Derechos exclusivos de edición para to los países de habla español a. Traducción: Antonio Rincón Córcoles Fotógrafo: Derek Cranch ©
MMXIX, Anness Publishing Ltd
Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y ss. Código Penal). El Centro Español de Derechos Reprográficos vela por el respeto de los citados derechos.
Página 1: Paphiopedilum insigne (izda.), P. Jersey Freckles (centro) y P. Leeanum (dcha.). Página 2: Odontocidium La Moye. Página 3: Gongora maculata. Página 4: Plialaenopsis Silky Moon.
CONTENIDO 6
CUIDADOS Y CULTIVO Herramienta y equipo Herramientas básicas Medios de cultivo
Hojas Raíces Flores
8 8 10 12 12 16 22 26 30 31 32 34 36 40 40 42 44 46
Alianzas de híbridos
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EL MUNDO DE LAS ORQUÍDEAS ¿Por qué cultivar orquídeas? Primeros pasos Cultivar una colección Orquídeas en la naturaleza La evolución de las orquídeas Tipos de orquídeas Hábitats tropicales Hábitats templados La historia de las orquídeas Primera historia Los años dorados Los gra ndes coleccionistas Hibridación La botánica de las orquídeas Seudobulbos
DÓNDE CULTIVAR LAS ORQUÍDEAS Cultivo de orquídeas en interior Disposición de las orquídeas Orquídeas por toda la casa Métodos de exhibición Color y aroma Cultivo de orquídeas en exterior Regiones templadas en verano Regiones tropicales durante todo el año Cuid ado de las orquídeas en exteri or Cultivo de orquídeas en invernadero Cultivo bajo cristal Crear las condiciones adecuadas Calefacción Ventil ación Sombra Riego
52 54 54 56 58 62 66 66
88 89 90 90 Compost Sustitución del compost 93 Macetas y montaje de orquídeas 94 Orquídeas en recipientes 94 Orquídeas en cestas colgantes 100 102 Orquídeas sobre corteza Propagación 104 Propagación vegetativa 104 Cultivo de orquídeas desde 110 semilla Cuidados rutinarios 120 Abono 120 Riego 122 Descanso 124 Temperaturas 126 Niveles de luz 128 Mantenimiento de plantas grandes 130 Calendario de cuidados 132 Problemas comunes 134 134 Plagas Enfermedades y otros problemas 140 Tabla de problemas comunes 143
GUÍA DE ORQUÍDEAS Orquídeas populares
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74 74 76 78 80 82 84
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Brassia Cattleya (Alianza) Caelagyne Cymbidium Dendrabium Encyclia Epidendrum Laelia Lycaste (Alianza) Masdevallia Maxillaria
144 146 146 148 154 160 168 174 177 180 184 188 191
Miltaniapsis Odantoglassum (Alianza) Oncidium (Alianza) Paphiapedilum Phalaenapsis (Alianza) Phragmipedium Pleiane Stanhapea Vanda (Alianza) Zygapetalum Orquídeas para especialistas Acineta Aerangis Angraecum Bifrenmia Bulbaphyllum Calanthe CiJThapetalum Cyrtachilum Dendrochilum Eulaphia Cangara fumellia Lackhartia Ludisia Mexicoa Miltania Neafineta Pleurothallis Rassiaglassum Sarcachilus Thunia Trichapilia Orquídeas terrestres templadas Anacamptis Dactylarhiza Ophrys Orchis Platanthera
194 198 206 208 212 218 220 221 222 225 226 226 227 228 229 229 230 232 234 235 236 236 237 238 238 239 240 241 242 242 243 245 245 246 246 246 246 247 247
Términos usuales Índice
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Créditos fotográficos, agradecimientos, asociaciones y páginas de interés
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EL MUNDO DE ~
LAS O RQJJ l D EAS Las orquídeas se cultivan por la sorprendente belleza y variedad de sus flores. Las más hermosas son las exuberantes catleyas sudamericanas, con sus flores generalmente enormes, y un color rosado púrpura y malva chispeante; son las aristócratas dentro del mundo de las orquídeas. Algunas presentan un atractivo original en su conjunto; otras tienen un encanto extraño; en ocasiones desprenden un aroma desagradable, que está presente sobre todo en los seudobulbos. Entre ambos extremos se sitúan numerosas orquídeas extraordinariamente hermosas y atractivas. Con esta multitud de variedades se compone un enorme número de colecciones. Parte del desafío que supone el cultivo de las orquídeas reside en comprender sus singulares elementos flora les y la excepcional estructura de la planta. En este lib ro se intenta explorar el mundo de las orquídeas desde su evo lución en la naturaleza, la historia de su descubrimiento y su primer cultivo, hasta las innumerables variedades de las que se dispone en la actualidad. En sus páginas se explica en detalle cómo cultivarlas para ofrecer al lector una idea clara de los requisitos específicos de cada planta.
Phalae11opsis Culiacan.
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lPOR
Ql)É CULTIVAR ORQJ)ÍDEAS? Las orquídeas pueden cautivar, seducil~ fascinar y frustrar. Proporcionan una satisfacción infinita, como sucede cuando se entabla un vínculo especial con una selección de plantas a las que es preciso alimentar y cuidar con regularidad. El rociado diario, el riego y el abono semanal, además de la atención constante a las necesidades de su crecimiento, como la luz, el calor y el bienestar en general de la orquídea es un proceso muy gratificante. Pronto descubrirá que lo que desea es cultivar más orquídeas y ampliar la colección para incluir algunas especies raras, además de las más populares. Con el tiempo, se convertirá en un experto en su cultivo y cuidado, dispuesto a dedicar muchas horas al placer de admirar el resultado de todas sus atenciones.
PRIMEROS AÑOS Las orquídeas so n plantas maravi ll osamente adaptab les q ue prospe ran en casi todas las situaciones co n cierta facilidad. Este hecho sorprende a la mayo ría de los aficionados que se ade ntran por vez primera en el m undo de su cultivo. La recompensa de ver los primeros signos de las es pigas flora les en desarro llo (unos peque1ios brotes verdes en la base de la primera orquídea ) es un acontecimien to emocionante, só lo su perado por el surgimi ento de la gloriosa fl o ració n. A menudo, las flores perdura n va ri as semanas, que brindarán a qui enes las co ntemplen de un ind udabl e placer. Las orquídeas son plantas de vida larga: una vez adquiridas, perd urarán
ARR I BA N umerosos híbridos fascinantes, como esta Phalaenopsis Sweet Sunrise, se han conseguido a partir de la especie de Borneo Ph alaenopsis vio lacea co mo punlO de partida. Con frecue ncia, el resultado es una especie con flores de ricos colores que nacen sobre espigas cortas cerca de la planta, y que salen a la vez.
tanto como su due1io, o qu izá más, siempre y cuando reciba los cuidados necesarios. Siem pre indu lgentes, las orquídeas fl orecerá n en las condi ciones más extremas, incl uso a costa de su prop ia vida cuando la situ ación lo exija: en un último intento po r sobrevivir a partir de las semillas, produ cirá n una postre ra explosió n d e co lor. Hace un siglo, cuando se pagaba n p recios desorb itados po r los es pecímenes más finos, con la pretensió n de qu e las orqu íd eas man te nían y co nservaban la salud, se consideraba que estas plantas eran d ifíci les de cu ltivar, pues requerían una técnica especializada y unas condicio nes atmosféricas de calor y hum edad propias de un invernadero estructurado.
Hoy en día, las orquídeas se venden con asiduidad en centros dejardinería, ti endas y flor iste rías, además de en los viveros es pecializados, donde es posible encon trar una amplia d iversidad. Las orquídeas prosperan en los alféizares de las ventanas com o en los pequeüos invernaderos de los aficio nados a la jardinería.
Tres orquídeas popul ares La orquíd ea q ue más se sue le ver en los h ogares es la de li ciosa, Phalaenopsis, de tonos suaves, jas peada o motead a, rayada o li sa. Últimamente, estas orquídeas h an co nqu istado fama y son las especies de interi or más popu lares de su clase. En comb inacion es de co lores bl anco, rosa y amaril lo, la Phalaenopsis produce t res
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1ZQU 1 E ROA Las espléndidas j)ores de Miltoniopsis Faldoue11ienen pétalos de color granate y labelos blan cos, con rebordes color malva y ribeteadas y salpicadas de marrón.
o cu atro atractivas hojas curvadas ho ri zo ntalmente, anchas, de color verd e medio u oscuro, con unas raíces bl a ncas plateadas gruesas con bastante tendencia a contonearse fue ra del tiesto. Habitual mente se co mpran en flor, que durará varias semanas, y antes de que desaparezca la prim e ra espiga floral despunta otra co mo prom esa de una nueva flo r para los m eses venideros. Estas plantas se adaptan de forma ideal al culti vo de interior, donde es menos pro bab le que estén exp uestas al sol directo, un viento fuerte o las heladas nocturnas. El interior de la cas a es un lugar cálid o y cómodo, perfecto para estas orquídeas epifitas trop icales. Otra s orquídeas frecuentes en las exterrsiones abiertas son las C)lmbidium. Ya sea en el interior de la casa o en un invernadero, estas robustas orquídeas producen un fo ll aje largo y estrecho de aspecto tropi cal qu e suele caer en cascada por
o EREc HA Los pétalos laterales de Cyrnbidium erythrostylum, una deliciosa especie originaria de Vietnam, parecen ir hacia atrás para arropar al labelo. Las florescencias, de un blanco in maculado, han producido algunos híbridos excelentes.
debajo de las flores, sustentadas sobre pequefi.as espigas que combinan una docena o más de ell as. Con una gama de co lores casi ilimitada, la variedad es interminable; tan sólo el azul se ha resistido a l cultivo. Los cimbidios florecen sobre todo en invierno y primavera, con un estallido de flores en una época en que de sus brillantes tonos y matices pastel eman a un encantador contraste con la desnudez de los jardines al aire libre. Sus flores se mantienen en perfectas condiciones hasta el final.
Muchas otras orquídeas prosperarán dentro de la casa con un mínimo de cuidados, pero son pocas las que pueden compararse con la bella Miltoniopsis, u orquídea pensamiento , como es conocida popularm ente. El pequefio tama!lo de la planta y sus flores grandes y decorativas ofrecen un espectáculo veraniego de delicada fraganci a. Merece la pena buscar estas orquídeas y otras clases adaptables simil a res en la tienda local. Llévese una o dos a casa. No le defraudarán. Aunque no tardará mucho en conocer y reconocer estas populares orquídeas, una vida entera no basta para aprenderlo todo sobre estas plantas. La gran cantidad de variedades es interminable, muy superior al de cualquier otra planta. La búsqueda interminabl e para saber y comprender mejor a la familia vegetal más extensa del mundo es lo que convierte su cultivo en una actividad total mente absorbente.
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CULTIVAR UNA COLECCIÓN Se puede empezar con una o dos orquídeas co locá ndo las en la ven tana, pero es muy raro que el interés se detenga aquí. Las orquídeas llegan a ser tan absorbentes que qui zá nun ca se tenga suficiente: siempre habrá a lguna otra planta imprescindible. En muy poco tiempo, la pequeña colección habrá crecido hasta hacerse enorme, con lo que los huecos de las ventanas y el espacio disponible en el interior de la casa dejan de ser suficientes. Entonces habrá llegado el momento de conceder a esta colección en rápido crecimiento un sitio adecuado en un invernadero diseñado especia lm ente para su co nfort. Los cultivadores comprometidos no pueden resistirse a la tentación de adquirir nuevos ejemplares en cuanto se presenta la ocasión, tal como lo demuestra la ans iedad por comprar que acompaña a todas las ferias de orquídeas. No debe olvidarse que las orquídeas crecen: un a planta comprada en un a pequeña maceta puede doblar su tamaño en pocos años. Si se tiene la paciencia de comprar plantas jóvenes para su cultivo, La mexicana Oncidium tigrinum apenas se culliva, pero ha dejado su legado en varios elegantes híbridos como este Odontocidium Tiger Brew, que ha heredado su colorido amarillo con un dibujo múltiple. ARRI BA I Z QU I ERD A
1ZQU 1E RO A Las Stanh opea, como esta variedad ti grin a, son orquídeas extraordinarias que producen unas flores aromáticas de densa textura desde la base de la planta. Las flores duran muy poco, tan sólo unos días, antes de marchitarse.
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las macetas para principiantes constituyen una alternativa económica fre nte a la compra de plantas con tamai'io de floración. Se trata de recipientes esterili zados que contienen unas doce plantas de 2,5 cm de altura y permiten disfrutar de la experiencia de cultivar orquídeas hasta la ílo ración: un compromiso que durará a1ios. Ocupan mucho menos espacio 12 plántulas en Ja habitación que 12 plantas en ílor y lo mejor es deja rlas florecer a todas antes de desecharlas para quedarse con la mejor. El resto bi en puede servir como un bonito regalo para los amigos, que quedarán encantados con la sorpresa y, qui zá, se aficionarán también a su cultivo. Estos recipientes pueden contener plantas de semillero totalmente dife rentes unas de otras al florecer, o bien plantas meriste máticas id énti cas. Cuando se decida a comprar uno de estos reci pientes, el dependiente no tendrá ningún probl ema en aclararle todas estas cuestiones.
Una colección de especialista Una vez iniciada la colección de orquídeas con estos tipos fáciles de cu ltivar, más adelante tal vez se decid a a especializarse en las va riedades que le resulten más atractivas. Cada cual tiene sus prefere ncias y mejorará su capacidad de elección al descubrir el enorme abanico de orqu ídeas disponibles. Algunos cultivadores prefieren concentrarse en las plantas peque1ias con infinidad de diminutas flores fascinantes y deliciosas, como ocurre con las Pleurot/Ja/lis y otras emparentadas. En este caso, es posible encontrar germinacio nes peque1ias que requieren el mínimo espacio. Si le intimidan las ílo res más llamativas, puede optar por las muchas variantes de Paphiopedilum, elega ntes orquídeas resba lad izas, cuyas flores presentan la ca-
racterística bolsa y en las que es posible descubrir los colores m ás ll amativos. De floración invernal y larga duración, las Paphiopedilum requieren condiciones sombrías y temperaturas cálidas. Ya se trate de una colección de interior o de inve rnadero, existen mu chas formas diferentes de cultivar las orquídeas. Muchas epifitas (las que crecen sobre los árboles, como Coelogynes y Encyclias) se adaptan excepcionalmente bien entre los troncos o sobre una gmesa rama colocada en Ja esquina de un invernadero. Su efecto visual puede ser muy decorativo. A menor escala, un acuario viejo puede servir de hogar ideal para orquídeas en miniatura, pues se puede crear un perfecto microclima húmedo. A medida qu e crezca el interés por las orquídeas, es muy probabl e
Paphiopedilum spicerianum, una elegante especie de India, se encuentra en el fondo de muchos co111plejos hfbridos actuales. El sépalo dorsa l en caperuza impide r¡ue el agua caiga dentro de la bolsa.
ARRI BA
qu e se quiera compartir la afición con otras personas. No será muy difícil ponerse en contacto con alguna asociación especializada. Sus reuniones y charlas ofrecerán nuevas oportunidad es de aprender y disfrutar de la experi encia de compartir este hobby. Será también el espacio ideal para interca mbiar consejos y sugerencias. Además, la mayoría de los viveros de orquídeas organizan talleres y días de puertas abiertas, y las ferias brindan la ocasión de aprender y comprar. Un mundo nuevo e inmenso por descubrir.
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DE AS
ÜROJ)ÍDEAS EN LA NATURALEZA Las orquídeas constituyen la familia más extensa de plantas con flor del mundo, y nadie discute su enorme diversidad y distribución en el reino vegetal. Cualquier hábitat terrestre en el que las plantas puedan crecer contendrá orquídeas. Estas especies sobreviven desde las cumbres montañosas azotadas por el viento hasta en las húmedas selvas tropicales. Se aferran a las rocas en las frías e inhóspitas regiones árticas y en los desiertos más secos y ardientes.
LA EVOLUCIÓN DE LAS ORQYÍDEAS Un enorme abanico de e ntorn os, desde el marítimo hasta el clima alpino, define los háb itats de las orquídeas au tóctonas. Dentro de esta distribución globa l, cab e e ncontrar ce rca de 25. 000 o 30.000 especies. Desde el com ienzo de la clasificación vegetal moderna, por obra del naturalista sueco Linneo en 1758, has ta hoy, los taxonomistas no han dejado de clasificar y reclasificar las especies existentes y de describir otras nuevas. Todos los aüos, desde algú n rin có n de l mundo, llega n nuevos descubri mientos de especies de orquídeas. Algunas son de una bell eza tan so rprendente q ue cuesta entender cómo se h an mantenido ocultas dura nte tanto tie mpo; en cambi o, o tras son tan discretas qu e resulta claro por qué han pasado inadvertidas. Chi na, por ejemp lo, es un pa ís inmenso que aca ba de abrirse a la exp lo ració n occidental, con el resul tado del descubr imi ento de ciertas Paphiopedilum increíbles. Además del vasto número de especies, pu ede h aber u nos 100.000 híbridos en cultivo, un número que au menta de aü o e n aüo, pues los es-
Su semill a tan sumamente peq ueüa y pul verulenta ha permitido que las o rqu ídeas se dispersen y viajen lar-
gas di stancias. Ll evadas por el viento a través de co ntin e ntes y océa n os, han co ntribuido a que las orquídeas colonicen el mundo . Los cipripedios, po r ejempl o, pued en encon trarse en la zo na septentrion al del globo, inm ed iat am e nte deb a jo d el Círculo Pol ar Ártico . Su adaptación a los hábitats ha supuesto la e merge ncia de num erosas especies diferentes. Como co nsecuencia de las condi cio nes frecu e nte mente duras, a lgun as crecen con extrem ada lentitud, pero una vez arraigadas en gra nd es poblacion es,
Constantemente se descubren nuevas especies de orquídeas. En la última pa rte del siglo XX se hallaron nuevas y sorprendentes Paphiopedilum en China, como la dorada Paphiopedilum armeni acu m. An tes no se había conocido nada semejante en el género.
La bella y jaspeada Paph iopedilum micranthum porta una bolsa volu minosa y bulbosa bastante atípica dentro del género. Otro descubrimiento reciente provenient.é de China ha producido toda una nueva gama de hfbridos.
pecialistas de todo el mund o se esfuerza n por satisfacer la demanda insaciabl e de nu evas variedades. La variación es ta n gra nd e que parece mentira que todas estas plantas puedan pe rtenecer a la mi sma fa milia, clas ifi ca das según la estru ctura d e sus fl o res y la sem ejanza que guardan entre sí.
Distribución de las orquídeas
A R R 1 BA
A R R 1B A
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EN
LA
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Las semillas de orquídea son dimin11ras, poco 111ás que una mota de polvo. Con cien aumentos es posible apreciar el embrión fé rtil de estas semillas de Lipari s unata dentro de una cubierta protecrora . Las cápsulas pueden contener hasta medio millón de semillas.
AR RIBA
Aunque las pequeñas flores vistosas y brillantes de Liparis u nata 111 iden apenas 1 cm, nacen de espigas de 11 nos 3 0 c111 de altura. La imagen de una planta grande con varias espigas floridas es una verdadera delicia.
pueden perdurar durante muchos años si no se las perturba . Hace 10.000 años, gran parte del pl aneta quedó cubi e rta por hielo en la última glaciac ió n . Este enorme escudo de agua co ngelada se extendió
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desde el polo No rte, para cubrir casi todo el hemi sfe ri o sep tentrional. Tal
Coelogy ne mooteana
circunstan cia d ebió o bligar a las or-
« Brock 1111 rst»
qu ídeas a retroceder a sus luga res pri-
FCC/R I IS es una fa ntáslica especie de Vietnam. No encuentra rival para sus flores de inmaculado blan co engalanadas con un labelo dorado. Estas plantas se cultivan muy bien y descienden de un iínico clan exportado a Reino Unido a finales del siglo xx.
mige nios terrestres. En los últimos 1.000 años, a medida que cedían las placas de hi elo, las o rquídeas volvieron a avan zar y ocuparo n los territori os qu e habían dominado antes de la gran glaciación. Así, las o rquíd eas del hemisferio norte h an ava n zado y retrocedido con estos grandes ca mbios clim áticos, lo cua l ha te nido un im pacto d irecto e n su evolución. En ca mbio, las orquídeas tropi cales d e las selvas cerca nas al Ecuador no sufri eron los efectos de los cambios cli máticos. Las selvas tropica les apenas han cambiado du ran te mi llones d e años. Esto ha favorecido una evo lución in interrumpida en estas flores, y en co nsecuencia, la giga ntesca dive rsidad presente en estas regiones.
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EL MUNDO DE L AS O RQUfDE AS
tabl ece una rel ac ión simbiót ica, según la cua l tanto la orquíd ea co mo el hongo se hace n co mpletam ente dependi entes uno de otro para su supervivencia. El micelio libera nutri entes que son absorbidos por la orquídea, que a su vez se convierte en hospedadora d el hongo. La mayo ría de las orq uíd eas ti e nen microhongos específicos, de man era que d eben ARR IB A Existen nu merosas orquírleas lo bastante pequeñas existir tantos hongos co1110 para caber en un dednl. Schoenorchis pachyrachis, difere ntes como or11nn especie de Mnlnsia , produce unas flores profusas)' quíd eas hay e n e l dimi nutas. Sus pequeflas di111 e11siones la convierten en ideal mundo. Para que un a pnra crecer sobre corteza. semi ll a germine es necesa ri o que entre e n Orquídeas y otros contacto con el hongo desde el princi organismos pio. Po r esta razó n, es común enconPara sobrevivir a nte los ca mbi os de l trar las orquídeas en colonias grandes, cli ma, las o rqu ídeas han desarrollay no de forma individual, dad o que do ex trai'\as asoc iaciones co n o tros esta ín tima proxim idad con otras oro rga nism o vivos. Dentro d e la esquídeas asegura la presencia del hongo tructura de raíces de la mayo ría de necesa rio. las orquídeas coexiste un ho ngo miLas epifitas tropi ca les tambi én se croscópico (micelio). Esta ali anza esd esa rrollan únicam ente en determi-
nadas especies arb óreas. En los d en sos bosques tropicales q ue han perm a necido vírgenes durante siglos, sólo unos cua ntos árbol es sirven de hospedadores. Las o rquíd eas más grand es y vo lumin osas se confi nan en el tron co o la rama principal de un árbol gra nde, mientras que las especies pequeñas se aferra n a las ramas finas para sobresa lir por encima de las co pas. La m ayo r es pesura y densidad d e los bosqu es pe rennifolios co nforma el entorno idón eo para qu e las orquíd eas produzca n eje mplares rob ustos y de hojas más oscuras, si bi en más limitados para la floració n que si creci eran e n las estri baci o nes. Aquí las plantas se benefíA B A 1o 1ZQU 1 E R D A Un abejorro es atraído hacia esta especie de Bulbophyllum por el llamativo /abe/o rojo, que se asemeja a la herida abierta de un animal. A medida que se adentre en la «herida», el /abe/o con bisagra catapultará el cuerpo del i nsecw hacia los poli n ios.
Es ta mosca es atraída hacia una especie de Go ngora por su aspecto. Debe señalarse el mecanismo de polinización Lan especializado que asegura que la mosca se dirija hacia los polinios.
A BAJO
ORQU[DE A S EN
LA
NATURALEZ A
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Hexisea bidentata polinizada por un colibrí. Esta asociación explica por qué 111 flor es totalmente roja, sin ningún otro adorno. A cambio, ofrece al ave su nécw1·. DE RE C HA
ciarán de los vientos frescos y de mayor luz solar, y su floración lo agradecerá, au nque co n seudobulbo s arrugados y fo ll aje amarillento . Para la poli n ización, las flores d e las orquídeas han desarrollado también una relación especial con los insectos, los colibríes e incluso pequeños mu rciélagos. En el primer caso, la relación se entabla co n un grupo de insectos o co n una especie concreta. El insecto es atraído hacia la flor en su búsqueda de néctar, que a veces, aunque no siempre, consigue a cambio de facilitar la po linización. El color, la forma y el tamaüo de la flor sirven de reclamo. Muchas o rquídeas se mimetizan para atraer a determinado tipo de abejas y moscas, como se observa en la especie europea d e Ophrys, cuyo labelo se asemeja a la hembra de la es pecie; el macho, al creer qu e ha encontrado a su pareja, in tenta la copulación, pero lo que hace es poliniza r la flo r. En la orquídea abe ja (Oplirys apifera ), la orquí-
dea aco mpasa la apertura de sus fl ores para co incidir con la aparición de las abejas m acho, que ll egan al vu elo tres semanas antes que las hembras. Un a vez que n ace n las hem bras, la abeja macho perderá interés po r las flores. Este interva lo es crucia l para la polinización. Existen ciertas orquídeas, sobre todo en las especies de Bulbophyllum , que desprenden un fu erte o lor a putrefacción. Tien en los sépa los y el labelo de un color ro jizo oscuro semejante a carne en d escompos ición, y se ubican precisamente en el lu gar en el que las moscas y avispones ca-
rr0l1eros suelen pon er sus huevos. En cambio, de orquídeas co rn o la Brassavola nodosa emana un delicioso perfume nocturno para atraer a las polillas y otros insectos de la noche para la polinización. También están las fab ul osas Angraecum, productoras sob re todo de flores blancas que li beran su perfume só lo al alb a para co in cidir co n el momento en que su insecto específico está acti vo . Otras especies, corno Oncidium fl exuosum, producen sus flores en un enjambre arracimado en el extremo d e una espiga fina y larga, cuya función es atraer a los insectos vo ladores por su movimiento con la más leve brisa. La asociación única entre las orquídeas y sus polinizadores específicos ha evolucionado en un periodo de tiempo enormemente largo, pero puede ser destruida por la interferencia in adve rtida del hombre con el mundo natural a través del uso indiscrim inado e incorrecto de insecticid as, la tala de árbo les y la extensión d e la agr icultura. 1zQU1 ER DA Las polillas de Burnel son atraídas hacia las j1ores de la Anacamptis pyram idalis terres1re. Las flores desprenden cierta ji-aga ncia pero no rienen néctar.
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TIPOS DE ORQYÍDEAS Existen numerosos y diferentes tipos de orquídeas, clasificadas atendiendo al modo en que prosperan y sobrevive n, al tipo de sustrato que neces itan (un árbol o una roca o bi en crecen en el suel o ), y también a las di ferentes condiciones qu e neces itan para VlVlL
Epifitas Las orquídeas cuya evolución las ha ll evado a vivir en los árbo les se denominan epifitas. o se pu ede hablar de parásitos, que depend en pa ra su ex iste ncia de l alimento que o btienen del árbol. Las epifitas no
obt ie nen nada d e l árbo l para su crecimiento, sino que simplemente se aprovecha n del porte elevado y se b e ne fician de estar más cerca d e l aire y la luz que la vegetación qu e crece en el suelo selvático. Esta forma de vida aérea no se restringe a las orq uídeas pues comparten el espacio con brom e lias, helechos y musgos, así como otras plantas qu e trepa n por las ramas y crean su propio mi croclima en lo a lto de la copa d e l á rbol. Otra ventaja de vivir a cierta a ltura es la m ayo r abundancia d e insectos, necesa rios para la polinizació n de las flores. Las orquíd eas han encontrado múltiples mane ras curiosas de atraer a los agentes polinizadores, los insectos, para que visite n sus flores.
Las epifitas obti enen los nutrientes de la humedad del aire y de los restos que se recogen en las axilas de las ramas o bajo los musgos por los que pen etran sus raíces. Las hojas en estado d e putrefacci ó n y los excrementos de los pájaros y otros animales componen el resto de su magra dieta. La parte concreta e legida depende de cada tipo de epifita . Algunas cuelgan de las ramas grandes próximas al tron co, o del tron co mismo, y en genera l suelen ten er dim ensiones enormes q ue las llevan a abrazar todo el árbol. A veces, el peso tan acusado de ciertas orquídeas (Gram matophyllum speciosum) pued e ll ega r a tronchar y abat ir el árbol. En cam bi o, otras orquídeas, las epifitas de las ramas, pe nd e n precariam ente en las puntas ra mosas, mientras que o tras, como la Psygmorchis pusilla, ll egan a germinar y crecer en las hoj as de ciertos árbo les de América central. Dep e ndi endo de l á rb o l hospedador, las orquídeas se adaptan a un esti lo de vida u otro. Cuando los árboles se des pojan de sus hojas al ini cio de la estación seca pa ra retener la hum edad, muchas orquídeas hacen lo mismo. Sus raíces aéreas dejan de crecer y los brotes se cubren de un ve lame n blanco qu e las protege del da ño y la deshidratación. Un a vez te rminada la é p oca d e crecimiento, pe rmanecen e n un estado latente hasta el comi e nzo de las primeras lluvias, que anun cian un nuevo arranqu e de actividad pa ra las plantas. Durante el pe riodo en el que perm a necen dormid as,