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Spanish Pages [131] Year 2013
1ª Edición
Uberlândia Janete Machado de Castro Silva 2013
Primera edición: 2013 Edición alternativa y derechos: Janete Machado de Castro Silva
Autoras: Janete Machado de Castro Silva Samantha das Graças Pereira Dalva Ramos Resende Matos
Revisión: Dalva Ramos Resende Matos Samantha das Graças Pereira
Adaptación de la tapa: Janete Machado de Castro Silva
Adaptación gráfica y diseño de interior: Janete Machado de Castro Silva
ISBN 978-85-916266-1-8 Fuentes, créditos y agradecimientos: Ronaldo Silva Páginas de Internet catalogadas en la bibliografía.
Notas: Les damos las gracias a todos que directa o indirectamente han contribuido con la composición y creación de esta novela. Las imágenes utilizadas han sido bajadas desde páginas web que aludían al tema de la 2ª Guerra Mundial, con sus debidas referencias. Este libro puede ser reproducido cuantas veces sean necesarias para obtención de conocimiento sin fines lucrativos.
En honor a las mujeres sacrificadas en Ravensbrück…
…que sufrieron lo impensable sin tener ninguna culpa.
“La libertad, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.”
Miguel de Cervantes
SUMARIO
PREFACIO............................................................. 10 CAPÍTULO 01 ........................................................ 12 CAPÍTULO 02 ........................................................ 18 CAPÍTULO 03 ........................................................ 24 CAPÍTULO 04 ........................................................ 31 CAPÍTULO 05 ........................................................ 42 CAPÍTULO 06 ........................................................ 48 CAPÍTULO 07 ........................................................ 53 CAPÍTULO 08 ........................................................ 59 CAPÍTULO 09 ........................................................ 67 CAPÍTULO 10 ........................................................ 74 CAPÍTULO 11 ........................................................ 81 CAPÍTULO 12 ........................................................ 90 CAPÍTULO 13 ....................................................... 100 CAPÍTULO 14 ....................................................... 104 CAPÍTULO 15 ....................................................... 110
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PREFACIO Entre lágrimas y sombras narra la historia de una chica que después de haber perdido a toda su familia, ha quedado sola en un mundo gobernado por hombres sin escrúpulos y completamente
despiadados…
Se
enfrentará
huidas,
encuentros y desencuentros que la llevarán a través de los senderos de la Segunda Guerra Mundial en el año de 1942, en una búsqueda frenética para encontrar a sus padres y a su hermano de 13 años. Es en ese exacto momento, que ella conoce a alguien que inicialmente será su más cruel verdugo, quien acaparará toda su atención y que la conducirá por caminos llenos de sombras, de miedos y de incertidumbres; sin embargo, le proporcionará todo lo que ella siempre había imaginado que era posible, que dos almas gemelas pudieran encontrarse aunque en el medio de una de las tragedias más grandes de la historia de la humanidad. Ella verá caer por tierra todas las barreras que se había impuesto para no amar a nadie jamás, en un mundo destruido por la ambición y por los deseos de poder. Amor, miedo y sospechas, son los ingredientes de esa historia que se juntaron en un trasfondo totalmente real, para revelar que más allá de lo que se podría imaginar, estaría el verdadero amor que siquiera uno de los más grandes obstáculos lo podrían impedir… Janete Machado de Castro Silva 10 | Página
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CAPÍTULO 01
La Segunda Guerra mundial había empezado en 1939 con la invasión de Polonia. Varios países se habían aliado a un hombre despótico y sin escrúpulos, un ser que de la nada llegó a ser canciller de Alemania y desgraciadamente la gobernó con manos de hierro. Su desfachatez y descaro eran inmensurables, quería ser el dueño de Europa y futuramente quizá del mundo y para tal no le importaba matar, destruir, reducir a polvo la democracia y el orgullo de las naciones invadidas. Un tipejo tan despreciable del que nadie debería de acordarse jamás, pero, no había formas de olvidarlo, su cara estaba estampada en carteles por todos lados y al observar su rostro lo que se veía era una mirada sombría, sin cualquier tipo de sentimientos, un hombre de piedra. Tantas vidas perdidas, tantos sueños deshechos y un porvenir lleno de incertidumbres y es en ese trasfondo que encontramos a nuestra heroína, Luz María… Ella había sido una luz al final del túnel para su madre, esta había querido tener hijos pero no lo conseguía y cuando supo que estaba embarazada fue como si el cielo le abriera las puertas, y una gran alegría invadió la casa donde nació Luz en Varsovia. Su padre era un cónsul español y estaba viviendo en aquella ciudad hacía más de 10 años, su madre era muy culta, 12 | Página
hablaba muchos idiomas y había estudiado en varias escuelas famosas en España y al casarse se trasladó con su marido a esa ciudad polonesa. Su padre había conocido a su madre en una de esas universidades, ambos habían pensado en una carrera que pudiera unirlos, él quería ser cónsul o embajador y ella quería enseñar literatura universal a donde fuera a vivir, aunque financieramente no lo necesitara, porque había nacido en una familia demasiado rica y para nada necesitaba trabajar… Pero al hacer sus últimos estudios en La Universidad Real de Varsovia fue enseguida invitada a dar clases y en esa misma época se casaron. Tuvieron una vida feliz, pero algo les faltaba, querían tener hijos, sin embargo, su primera hija tardó años en nacer, pero cuando ya habían desistido Isabel le dio la increíble noticia a su marido, estaba embarazada, iban a tener un hijo. Cuando por fin llegó el tan esperado día, Miguel tuvo la noticia en el consulado, su mujer estaba en el hospital. Fue corriendo a verla y una gran alegría le invadió el corazón, Isabel había tenido una niña, y esa irradiaba una l uz propia y tan grande que resolvieron llamarla Luz y también María, no porque eran “católicos”, sino, para ocultar su verdadera creencia porque de hecho eran judíos convertidos.
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Así, vino a este mundo Luz María, una bebecita inquieta con una mirada curiosa y que nunca lloraba, sino que siempre se reía, esa mirada no perdía un detalle siquiera de lo que estaba ocurriendo a su alrededor y le encantaba escuchar a su padre cuando este empezaba a tocar su violín. Era una nena que llamaba mucho la atención de todos por tener una belleza distinta a las demás niñas, tenía el pelo negro como la noche y los ojos grises claros como un diamante recién lapidado, algo tan inusitado que no le pasaba desapercibido a nadie. Cuando se hizo adulta, su belleza transcendía, llamaba demasiado la atención de los hombres que la admiraban y de las mujeres que la envidiaban, lo que en gran medida les preocupaba mucho a sus padres. Desde su tierna edad había aprendido a amar los libros como si de un tesoro se tratara cada uno de ellos, no desperdiciaba su tiempo en tonterías como sus amigas, que siempre
estaban
en
fiestas,
en
veladas,
bebiendo,
emborrachándose y con el asunto de siempre: los hombres, y de ellos Luz María quería mantener una larga y considerable distancia, por lo menos por el momento. En realidad lo que quería Luz María era dedicarse a leer y lo hacía a cada rato disponible entre una tarea y otra de la universidad en la que estaba estudiando, cosa que a muchos le parecía rara, que una chica joven y guapa se interesara por tener una profesión,
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si podría casarse y tener hijos principalmente siendo de una familia pudiente como la suya. El permiso para que una joven pudiera ingresar en una academia de estudios superiores, había ocurrido en 1910, las que primero empezaron a ir a la Universidad lo hicieron a finales del siglo XIX, aprovechando la vacante que en ese entonces existía. En un principio no se les había prohibido ingresar en una facultad, simplemente porque nadie había pensado jamás que una mujer quisiera estudiar y, mucho menos, que lo iba a necesitar para ser madre y esposa. Sin
embargo,
Luz
María
era
diferente,
estaba
estudiando, era versada en literatura y tenía colecciones de libros en casa, una biblioteca muy grande que había compuesto su padre desde la juventud de este y ahora Luz María la aprovechaba al máximo… Ya había leído todos los libros de Miguel de Cervantes, también de Quevedo, otros de Pedro Antonio de Alarcón, Gabriela Mistral, además de autores famosos de la literatura universal como Shakespeare, Ernest Hemingway, Charles Dickens, Antón Chejov. Realmente cultura no le faltaba, pero tampoco censo de justicia, sus padres le habían dado valores humanos y sobretodo creencia y temor a Dios.
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Estudió en las mejores escuelas, aprendió muchos idiomas y los hablaba perfectamente. Creció en un hogar lleno de cariño, cuidados y cultura, una influencia que le habían transmitido sus progenitores, a su madre le interesaban la literatura y las artes en general y a su padre la música clásica, y se dedicaba a ella con su querido violín Stradivarius.
Se
acordaba ella ahora de los bailes y de las tertulias que hacían ellos en su mansión para motivar a los jóvenes intelectuales a seguir en el camino de las artes, promocionaban lecturas en voz alta y declamaciones de poemas, exposiciones de cuadros y esculturas y siempre estaban al tanto de las publicaciones editoriales tanto en España como en otros países. También habían hecho varios viajes a otras naciones, conocían
muchas
culturas
incomparables,
lo
que
les
proporcionaba una visión de la vida y del mundo totalmente diferente a la de las demás personas, no estaban encerrados en su propio mundo y creían que una sociedad libre y democrática podría darle a cualquier ciudadano en cualquier parte del mundo mejores perspectivas y condiciones de igualdad humana dentro de un gobierno justo e igualitario y que quisiera proponerse a ello. De pronto escuchó un estallido tan alto que la estremeció por dentro, como si todo su cuerpo se hubiera descompuesto, lo que de inmediato la sacó de sus recuerdos.
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Tenía que salir, huir inmediatamente de su escondite, Varsovia ya no era la misma, ¿qué le había pasado a su querida ciudad natal? Estaba prácticamente destruida, monumentos, bibliotecas, lugares pintorescos que ella amaba ya no existían... De repente, otro estallido, pero aún más fuerte que el anterior... Ya no podía quedarse allí, la búsqueda que tenía que emprender era lo más importante en aquel momento, y quedarse viva a toda costa era la condición que se había impuesto para encontrarles…
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CAPÍTULO 02 Las ganas de encontrar a sus padres y a su hermano eran mucho más fuertes que los estallidos de aquella maldita guerra. A pesar de ya haber pasado un año, Luz María se acordaba de todos los minutos de aquél día de terror y lágrimas en los que su familia había sido llevada por los impiedosos alemanes. Todo había ocurrido en el primer día de septiembre de 1941, exactamente un año hacia atrás y dos tras la i nvasión de Polonia por los alemanes en 1939. El Reino Unido y Francia habían declarado la guerra al país agresor, dando inicio a la Segunda Guerra Mundial. El 17 de septiembre de 1939, comenzó la invasión soviética de la nación polonesa, el ejército alemán y los soviéticos se atacaron entre sí y la dividieron, como habían acordado en una cláusula secreta del Pacto Ribbentrop-Mólotov1. Los alemanes configuraron una guerra relámpago muy efectiva, en la cual avanzaron rápidamente por todo el territorio polaco por medio de bombardeos y devastadores 1 1
El Tratado de no agresión entre el Tercer Reich y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, conocido coloquialmente como Pacto Ribbentrop-Mólotov, fue firmado entre la Alemania nazi y la Unión Soviética en Moscú por los ministros de Asuntos Exteriores de Alemania y la Unión Soviética, Joachim von Ribbentrop y Viacheslav Mólotov respectivamente. El pacto se firmó el 23 de agosto de 1939, poco antes de iniciarse la Segunda Guerra Mundial. Wikipedia
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ataques. Pero los polacos resistieron y delante de esa resistencia, los alemanes endurecieron sus ofensivas y atacaron
sus
ciudades,
destruyéndolas
matando a miles de personas.
parcialmente
y
Al ver la superioridad del
enemigo, Polonia se rindió a comienzos de octubre de 1939, dándose inicio a la sombría ocupación nazi del país. Era un período de mucho dolor, sombra y lágrimas. De todas las naciones involucradas en la Guerra, Polonia era la que más perdía vidas, proporcionalmente a la población total: millones de vidas polacas eran cosechadas a menudo, siendo la mitad de judíos. Por ello, era de Polonia la cuarta mayor contribución en tropas para el esfuerzo de guerra aliado, tras la URSS, el Reino Unido y los Estados Unidos. El padre de Luz María se había alistado y también ido para el frente de batalla, mientras que ella, su madre y hermano de 13 años vivían reclusos en su casa en Varsovia. Por ser ellos judíos convertidos, sabían que eran el blanco del ataque de la raza aria, por eso, como muchos otros judíos, tenían que ocultar su fe. Eran los llamados “Criptojudíos”2, una
designación
de
quienes
seguían
secretamente
las
2
Cripto-judaísmo es la adhesión confidencial al judaísmo mientras se declara públicamente ser de otra fe. A las personas que practican cripto-judaísmo se les refiere como cripto-judíos o criptojudíos. El término criptojudío también se utiliza para describir a descendientes de judíos que todavía –en general en secreto– mantienen algunas costumbres judías, a menudo mientras se adhieren a las otras religiones, más comúnmente el cristianismo. Wikipedia
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costumbres del judaísmo, de forma consciente o inconsciente, mientras afirmaban
públicamente que iba a seguir otra
religión. En el caso de la familia de Luz María, eran ellos supuestamente católicos. Aunque delante de la amenaza latente de persecución de los alemanes, Luz María no se entregaba al miedo o al egoísmo. Siempre y cuando podía, salía por la noche, a escondidas, para participar de reuniones secretas que visaban una resistencia articulada en contra de los inhumanos alemanes. Durante el día, ayudaba a cuidar de niños huérfanos, cuyos padres habían sido muertos o encarcelados en los campos de exterminio. Además de cuidar a críos enfermos, ella también les llevaba cultura y fantasía a esos chiquillos, leyéndoles increíbles cuentos de la literatura universal, no lo hacía solo en polaco, idioma oficial de Polonia, sino también en otras lenguas, ya que allí también había niños refugiados de otras naciones. Aquél era un momento realmente muy especial, nunca jamás se olvidaría de las miradas sorprendidas que le daban los niños a cada historia que ella les contaba, conseguía transportarlos al mundo de la fantasía y de la magia donde todo era posible, les hacía ver cada actitud que tenía el personaje siendo príncipe o vasallo y a cada cambio que
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sufrían se reían con cada uno de los protagonistas leídos por Luz María. A veces le decían que algunos de aquellos personajes malos y crueles se parecían con algunos alemanes que ellos habían visto y se ponían ansiosos cuando la historia no proporcionaba rápidamente el perfecto encuentro del príncipe con su amada princesa y eso les hacía cuestionar cuándo iban a ver otra vez a sus queridos padres. Para esto Luz María no tenía una respuesta, pero al enseñar literatura aunque en un período de mucho dolor y tristeza, quería que por lo menos esos momentos pudieran atenuar el sufrimiento de ambas partes, el de los niños y también el suyo. Además de bella y culta, Luz María era muy caritativa, por eso, a los veinte años, ya había recibido inúmeras propuestas de matrimonio. Sin embargo, antes de los ataques de los alemanes, ella prefirió dedicarse a los libros y a la cultura en general. Y ahora, en plena guerra, no había clima para romances… Su objetivo era ayudar a su país y encontrar a sus familiares. La separación de Luz María de su madre y hermano había ocurrido exactamente cuando ella volvía del trabajo voluntario en el refugio de niños. Ya estaba anocheciendo, cuando ella entró en la calle de su casa. Antes que vislumbrara su hogar, su corazón empezó a latir descompasado 21 | Página
con la escena que ella veía. La calle estaba destruida, había señales de la presencia de los nazistas por todos lados. Las casas estaban todas con las luces apagadas, los cristales rotos y las puertas destrozadas. De los ojos de Luz María empezaron a correr lágrimas de dolor y desesperación, y ella inició una corrida desenfrenada para llegar a su hogar. Sentía en el corazón que su familia podría haber sido llevada por aquellos nazis sin alma y sin piedad. Al avistar su vivienda, Luz María se quedó todavía más angustiada. Su casa había sido invadida y destrozada como las demás y también había sido marcada con el símbolo de la suástica3. Tuvo seguridad de que los alemanes habían entrado en su domicilio… Al entrar en la sala, vio que todo estaba de patas arriba. Entonces empezó a gritar: __ ¡Mamá! ¡Julián! ¿Adónde estáis vosotros? A pesar de no oír respuestas, continuó gritando y buscando por todas partes de la casa. Pero sus súplicas eran en vano. Aun así, tenía una corazonada, una esperanza de que 3 3
La esvástica o suástica1 es una cruz cuyos brazos están doblados en ángulo recto. Puede aparecer de dos maneras: en sentido dextrógiro cuando gira a la derecha (o sea, cuyo brazo superior apunta hacia la derecha): en sentido levógiro cuando gira a la izquierda (o sea, cuyo brazo superior apunta hacia la izquierda): 氷.2 Geométricamente, sus 20 lados hacen de ella un i coságono irregular. Wikipedia
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ellos estuvieran escondidos en el sótano, un escondite que ellos habían preparado para el caso de un ataque de los nazistas. Levantó, con desesperación, la alfombra que escondía la trampilla que daba acceso a la escalera que conducía al sótano. Pero con los ojos llenos de lágrimas, pudo ver que allí solamente había sombras, además de algunas ropas y algo de alimento que su familia había dejado como provisión. Ella se sentó en el suelo y comenzó a llorar copiosamente, pidiéndole a Dios que todo aquello fuera a penas una pesadilla. Dios debe de haber oído sus plegarias, pues entre las lágrimas y las sombras, ella consiguió ver una luz…
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CAPÍTULO 03 A su lado, en el suelo, había un haz de luz que alumbraba un trocito de papel que parecía haber sido escrito muy rápidamente, ella lo cogió, y sintió que aquella era una pista, la letra era de su amado hermanito y decía: “Alemania”. ___ ¡Dios mío! Se los han llevado a Alemania, y tengo que buscarlos, aunque me cueste la vida __ dijo Luz María. Y así ella empezó su larga jornada en contra del tiempo, pues a cada minuto que pasaba la distancia entre ellos aumentaba y la chance de encontrarlos con vida disminuía. Ella sabía que ellos estaban en algún lugar de Alemania, ¿pero dónde?, ¿en qué ciudad? Sólo Dios podría guiarla para que los encontrara. Asimismo resolvió abandonar la universidad y comprar un billete de tren con destino hasta Alemania, partió llevando solamente algunas pocas ropas y algún dinero que tenía. Estando ella en la nación alemana, empezó a buscar por varias ciudades, varios campos de concentración, pero nada encontraba. El tiempo fue pasando y Luz María no tenía ninguna noticia de su tan amada familia, había perd ido incluso el contacto con su padre, ella se sentía cada vez más sola y lloraba lágrimas llenas de angustia. 24 | Página
Tras haber pasado un año, Luz María seguía buscándolos desesperadamente, no descansaba, casi no dormía, no comía, viajaba de ciudad en ciudad en la búsqueda de algun a señal. Mientras
tanto,
Gunter
Cristhofen
Kaufaman
Bornemistza, estaba trabajando en el más grande campo de concentración de mujeres: Ravensbrück4, situado al noreste de la ciudad de Fürstenberg, cerca de Berlín. Este lugar que también llamado de “el puente de los cuervos”, era un campo que algunos creían que había sido olvidado de las manos de Dios, su construcción había empezado en 1938 por un líder de la SS Heinrich Himmler y aquello no era nada normal ya que había sido pensado especialmente para mujeres y niños y fue inaugurado un año después. Un sitio que iba a ser la prisión de más de ciento veinte mil mujeres que tenían las más diversas nacionalidades y profesiones. Las primeras en llegar fueron prisioneras transferidas de otros campos, cerca de 900 mujeres que vinieron de Lichtenburg 5, también niños al inicio, pero pocos y luego una cantidad bastante considerable. En medio de los prisioneros había personas realmente ilustres,
4
Ravensbrück fue el mayor campo de concentración de mujeres en territorio alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Estaba situado en la zona denominada Ravensbrück, al noreste de la ciudad de Fürstenberg, 90 km al norte de Berlín. 5 Fue uno de los primeros Campos de concentración alemanes del Tercer Reich. Comprendido entre los denominados "Campos salvajes", permaneció activo a lo largo de toda la existencia de la Alemania Nazi. Wikipedia
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tales como: condesas, alcaldes, artistas, escritores, poetas, intelectuales, mecenas, frailes, monjas, militantes de la resistencia, periodistas, cantantes, músicos y mucho más… El campo sirvió de entrenamiento para mujeres que podrían ser transferidas para otros lugares para ejercer su peor oficio, ser los verdugos de víctimas indefensas y sin derecho a nada. El término técnico para una guardiana del sexo femenino en un campo como aquél era Aufseherin6, en ese
entonces
se
destacaban
Emma
Zimmer,
Johanna
Langefeld7, además de Eva Höss y, posteriormente en marzo de 1942, entró a trabajar allí María Mandel, todas déspotas, insensibles y que querían a cuesta do lo que fuera cumplir las directrices dadas por su Führer. Los detenidos tenían que hacer todo tipo de trabajos pesados, y los que más les extenuaban eran hechos al aire libre para la construcción de los cohetes V-2 para la Siemens.
Además la SS resolvió
construir varias fábricas cerca de Ravensbrück para la producción de textiles y componentes eléctricos. Las mujeres fueron forzadas a trabajar allí en industrias y para esto tendrían que usar sus habilidades con costura lo 6
El nombre en alemán de este puesto era, Aufseherin (en plural Aufseherinnen) y significa supervisora o asistente. 7 Ema - (14 de agosto de 1888 – 20 de septiembre de 1948) fue una jefa de prisioneros en el campo de concentracion de Ravensbrück entre 1939 y 1941. Fue la primera mujer a cargo de las prisioneras en Ravensbrück. Wikipedia
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que les daba la posibilidad de sabotear todo lo que utilizarían los soldados alemanes en el frente de batalla, y eso sin importarse en lo más mínimo si tal comportamiento podría causarles la muerte o no. Aquel era realmente un campo insólito, con personas con demasiado nivel intelectual y cultural, y estas creyeron que, para no perder la cordura y para seguir sintiendo que eran seres humanos, crearon una manera de utilizar sus conocimientos. Algunas personas se pusieron a hacer muñecas, materiales de uso personal, libros y los que tenían más conocimientos enseñaban distintas asignaturas tales como: literatura, idiomas, geografía, historia, u otros oficios para mantener sus mentes trabajando en algo que fuera realmente productivo. Estos trabajos eran tan importantes para ellas que algunas se arriesgaron a perder sus propias vidas por ello. En ese entonces la jurisdicción del lugar, estaba a cargo de Gunter que era un hombre realmente especial, además de tener una apariencia que lo diferenciaba de los demás por comportarse como un felino a espera de su presa. Era muy guapo, alto, rubio, de intensos ojos azules, que enloquecían a las mujeres, ejercía el cargo de comandante del campo de concentración Ravensbrück, pero no era tan cruel como los otros, había algo distinto en su mirada, algo que llamaba la
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atención y lo distinguía de los demás soldados. Gunter era sin duda un hombre lleno de misterios. Cuando Luz supo de la existencia de un campo de concentración de mujeres, pensó que su madre podría estar allí y se puso a camino de Ravensbrück. Al llegar, no sabía cómo conseguir alguna información sin que la descubrieran, pero de repente vio en un periódico un anuncio que decía: RECLUTAMIENTO DE MUJERES. Los nazistas estaban reclutando mujeres debido a la escasez de guardianes varones, fue en este momento que ella tuvo una grande y peligrosa idea: se alistaría como guardiana para encontrar a su familia. En el día siguiente Luz María se reclutó como guardiana y muy fácilmente logró ser convocada, porque su nombre en nada parecía a los nombres judíos. En la semana posterior, empezaría el entrenamiento de las carceleras, las mujeres tenían que asistir a clases que durarían aproximadamente de 4 semanas a 6 meses, generalmente estas clases eran impartidas por guardianas veteranas, pero de esa vez sería distinto: el propio comandante Gunter se encargaría de entrenar a las chicas. En su primer día de entrenamiento, Luz María estaba muy aprehensiva y nerviosa, no quería ser mala, cruel o herir a la gente, pero tampoco podía ser descubierta y por eso, decidió hacer todo lo que le ordenasen. Cuando pisó por 28 | Página
primera vez en el campo, no pudo contener la sorpresa, estaba frente a frente con el hombre más guapo que jamás hubiera visto en toda su vida. ¡Cómo es lindo!, pensó Luz María que se quedó mirándolo por aproximadamente un minuto sin voltear la mirada. Lo mismo le pasó a él, no podía creer que una mujer tan bella y delicada pudiera estar allí, pero estaba, ella parecía un sueño, tan linda, de ojos grises claros brillantes como dos lindos diamantes y la boca roja como pétalas de rosas. En aquél momento, él deseó besarla y tenerla entre sus brazos, pero se controló, no sería conveniente actuar precipitadamente, a final, ni siquiera sabía su nombre, no obstante sabía que se había enamorado de ella a la primera mirada. Gunter resolvió acercarse a ella y preguntarle su nombre, a medida que él se aproximaba, ella temblaba, nunca antes había sentido algo parecido, ¿sería amor? Finalmente él estaba delante de ella y le dijo: __ Buenos días, ¿Cómo se llama usted? Luz no podía creer que él estuviera hablando con ella y respondió tímidamente: Buenos días, señor comandante, me llamo Hernández, Luz María Pérez Hernández a sus órdenes. 29 | Página
“¡Qué nombre lindo!”, pensó el comandante. De verdad ella alumbraba todo con su mirada. Aunque Luz María hubiera sentido algo inexplicable, ella sabía que no podía y no debía enamorarse de él, puesto que era el comandante del campo, es decir, era una persona mala y egoísta, sin embargo, sus ojos decían lo contrario. Definitivamente ella estaba muy confusa, tanto que por algunos instantes se olvidó completamente de sus verdaderas intenciones. No puedo – pensó Luz - tengo que concentrarme, no puedo perder la cabeza, ¿cómo este hombre pudo cambiar el rumbo de mis pensamientos? ¿Qué me pasa a mí? Luz María estaba tan perdida en sus devaneos que ni siquiera percibió que el comandante estaba todavía parado allí delante de ella, mirándola sin absolutamente decir nada. Cuando ella se dio cuenta de la situación, sus miradas se cruzaron, ella bajó los ojos y se enrojeció. El comandante percibió y se fue. Después
de
haber
pasado
dos
semanas
de
entrenamiento y ellos hubieran estado el uno tan cerca del otro, y al mismo tiempo tan lejos, él no había tenido coraje para dirigirle la palabra, pero ya no podía más controlar las ganas de conocerla… 30 | Página
CAPÍTULO 04 Así
que
decidió
llamarla
para
darle
algunas
instrucciones que en realidad otra persona podría hacerlo, pero esa era una oportunidad que él se estaba creando para tenerla cerca de sí y era obvio que no iba a perder ni un minuto siquiera sin verla. Al oír el toque en la puerta, su corazón empezó a latir descompasadamente… era ella… y entonces oyó su delicada voz: ___ Con permiso, ¿puedo pasar? ___ Sí, claro, siéntese por favor. ___ Gracias. Usted me ha mandado llamar, y de veras que me ha preocupado un poco que me solicitara, pues ya estaba empezando el trabajo con las mujeres. ¿En qué podría serle útil? Gunter pensó en mil maneras deliciosas en las que ella podría serle útil, pero se contuvo y le dijo: ___ Bueno, supe a través de una fuente segura que usted antes de venir aquí había estudiado mucho y al parecer conoce de literatura universal y leyó una cantidad enorme de libros clásicos y extranjeros, ¿verdad?
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Luz María no estaba entendiendo nada. ¿Qué le pasa ba a ese hombre?, a su modo de ver él era un hombre malo, despiadado como todos los alemanes en general, lo que quería realmente era exterminar a los judíos de la faz de la tierra y además aquel campo de concentración era realmente uno de los más grandes y con menos posibilidades de que la gente consiguiera sobrevivir allí. ___ ¡Señorita, señorita! ¿Qué le pasa? ___ Perdone… Estaba pensando en su pregunta y en el campo… y bueno me he despistado un poco… lo siento… ___ Bueno, no pasa nada, le preguntaba si usted conocía realmente sobre literatura y autores clásicos, principalmente los españoles. ___ Sí, claro. Al estallar la guerra los estaba estudiando, pero ya había leído una cantidad enorme de libros. ¿Y por qué lo pregunta? ___ Vamos a ver… Sabrá usted señorita que este campo es extremadamente grande y que hace tiempo se creó un recinto industrial con diversos tipos de talleres de producción para trabajos con confección, tejido y cestería, ¿verdad? Mientras él le hablaba Luz María se quedaba como que hipnotizada por aquellos ojos de color azul celeste… Eran tan 32 | Página
intensos que irradiaban cosas inexplicables… A veces ella tenía la impresión de que estaba delante de alguien que n o dejaba trasparecer sus reales intenciones. Cómo si fuera dos hombres dentro de uno… Y durante algunos segundos pareció ver en él una mirada risueña y sin cualquier tipo de prejuicio… ¿Pero cómo podría ser? ¿Si ella misma estaba delante de un hombre que comandaba un campo de concentración? No, no, estaba viendo cosas… o quería verlas… ___ ¿Señorita, le pasa algo? ___ No, solo estaba pensando que en la vida nada ni es verdad ni es mentira, todo es según el cristal con que se mira. ___ ¿Cómo dice? ___ Sí, que pude ver los trabajos nada más llegar aquí… y también la increíble cantidad de gente que hay. ___ Muy bien, entonces como le estaba diciendo… Con esa cantidad enorme de trabajo, necesitamos algún tipo de entretenimiento, algo que pudiera distraer un poco a las cooperadoras. Y pensé en algo relacionado a la literatura… ¿Qué me podría sugerir usted? ___ Bueno, Herr Kommandt, realmente he trabajado con literatura, pero no sé si hay libros aquí o si sería difícil conseguirlos… 33 | Página
___ Bueno, con respecto a los libros, no se preocupe, los mandaré buscar. Ahora necesito que usted inicie este trabajo, que divida la enseñanza en turnos para que los trabajos a los que se dedican estas personas no sean perjudicados. Ya que me imagino que sabrá usted que hay una empresa que depende de esta mano de obra, la Siemens8. Le entregó una plantilla con nombres y apellidos de todas las mujeres para que pudiera utilizarla para seleccionar las internadas con suficiente capacidad para aprender a recitar poemas e poesías. ___ Si eso es lo que quiere usted, lo haré, Herr Kommandt. ___ Sí, es lo que quiero __ le respondió duramente. Su tono de su voz había cambiado, pero Luz María no podía entender el porqué de aquello. Lo que ella no sabía es que para Gunter, mirarla así tan de cerca era algo que iba más allá de sus fuerzas. En realidad, quería abrazarla allí mismo, besarla con todo el deseo que sentía, era algo inexplicable. Él mismo nunca había sentido nada parecido por ningún tipo de 8
Siemens AG es una empresa multinacional de origen alemán y dedicada a las telecomunicaciones, y al transporte, la iluminación (a través de Osram), a la medicina, al financiamiento, equipos eléctricos, motores, automatización, instrumentación industrial y a la energía, entre otras áreas de la ingeniería. Wikipedia
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mujer. Normalmente era acosado por ellas, las tenía solo con la mirarlas, nunca había hecho
ningún esfuerzo para
conseguirlas. Sin embargo, con esta la situación era otra, totalmente novedosa, Luz María al parecer no sentía nada hacia él, y eso le volvía loco y con más ganas de tenerla. ___ Además quiero que prepare algunos recitales también con música clásica para que celebremos las fiestas alemanas
más
populares,
porque
pretendo
invitar
los
generales y comandantes de otros campos… ___ Herr Kommandt, necesito además de los libros, que me envíe también instrumentos musicales. Si no le importa voy a hacerle una lista con todo lo necesario,
incluyendo
también las partituras. Bueno, creo que además necesitaré músicos que sepan tocarlos. ___ Usted, señorita, lo tendrá todo… siempre y cuando haga lo que le mande hacer. ¿Estamos? ___ Sí, Herr Kommandt, usted dirá. ___ Hace un año, construimos un pequeño campo adyacente para hombres. Le voy a pedir a mi teniente que la lleve y que allí pueda encontrar las personas que usted necesite. Acuérdese que tendrá que hacerles una ent revista para poder solicitar los que sepan tocar algún instrumento o que conozcan de música clásica. 35 | Página
En aquel momento, Luz María se acordó de su amado padre, un hombre culto, inteligente, que conocía de música clásica como nadie y que seguramente podría ayudarla mucho si estuviera allí. Lo que no sabía Luz María es que el destino estaba confluyendo para que ella se uniera a su padre en el instante en el que entrase en aquel adyacente, y una sorpres a todavía más grande tendría al saber que su madre también estaba muy cerca de allí… Lo que ella no pudo suponer es que el comandante al percibir que Luz María estaba como que en otra parte del mundo, le había dado vuelta a la mesa y había cerrado la puerta con llave y al ponerse delante de ella, la agarró de un solo golpe sacándola de la silla. La gorra que siempre lleva puesta la joven, se cayó y de su cabeza el pelo se desató en una gran cascada negra, una melena espesa y llena de ondulaciones como la mar. Gunter aprovechó y le sujetó con una sola mano, por debajo de la nuca, la niña estaba atada, no tenía c omo huir y también lo hizo con la cintura de Luz María, y esta se quedó en una posición que le daba la impresión de que iba a caerse a cualquier instante si no se agarra a él por completo. Pensó en gritar, pero sería peor y cuando iba a pronunciar alguna cosa, cuando iba a protestar, él la besó apasionadamente, pero no 36 | Página
un beso cualquiera, sino uno que la volvió loca, que la sacó de la órbita completamente, el cielo y la tierra se abrieron al mismo tiempo, no conseguía pensar en nada más que no fuera en él. Ella le respondió de igual manera, locamente,
lo
amaba, tenía que admitirlo, lo quería, lo había amado desde del primer día en el que se habían visto, aunque le parecía un hombre de piedra y sin corazón por ser alemán y comandar un lugar como aquél. Ambos no se dieron cuenta del tiempo y continuaron besándose hasta saciar las ganas del uno por el otro, sin embargo, de repente, llamarón a la puerta: ___ ¡Herr Kommandt!, necesito hablarle, es urgente, por favor… ___ ¿Herr Kommandt, está usted ahí? ___ Sí, aquí estoy, deme un segundo por favor que estoy resolviendo un problema. En eso la magia se fue y los dos se separaron disgustosamente, pero Luz María se había dado cuenta de lo que había hecho, lo había besado con una fuerza que ni siquiera sabía que tenía, algo que había sobrepasado sus más intrínsecos miedos. Sin embargo, le había gustado y lo más insoportable es que quería volver a hacerlo.
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___ ¡Fräulein!, arréglese el pelo y también la blusa, está usted un poco descompuesta __ y sonrió. Ella le devolvió la sonrisa con una mirada cortante, como si quisiera matarlo y él le dijo: ___ No se ponga así por favor, seguramente este no fue su primer beso, ¿verdad? ___ No, no fue. ___ Hablaremos más sobre algunas cuestiones que a mi modo de ver aun están pendientes. Y en ese momento pensó que ella un día sería su mujer, aunque tuviera que mover cielo y tierra. ___ Cuando quiera, Herr Kommandt. Gunter fue hasta la puerta, esperando que ella terminara de arreglarse el pelo y volver a ponerlo como estaba antes. ¿Quién iba a imaginar que esa chica e scondía una melena como aquella? ___ Átelo bien, nadie puede saber que usted mantien e ese pelo tan largo, ¿me ha entendido? ___ Sí, Herr Kommandt.
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Gunter abrió la puerta y el guardia que lo llamaba entró apresuradamente diciéndole sin pensar dos veces: ___ ¡Heil Hitler! __ le dijo su soldado. ___ ¡Heil Hitler! __ le respondió Gunter, muy molesto. A él no le gustaba aquel saludo, le parecía demasiado pomposo y fuera de propósito como si volviera en el tiempo y estuviera en la época de César. ___ Dígame, ¿qué puede ser tan urgente? ___ Herr Kommandt, tenemos un grave problema: hay una mujer aquí con un niño y no sabemos cómo habrá mantenido a este chaval escondido durante tanto tiempo. Creo que las demás mujeres la ayudaron, porque solo ahora es que nos hemos dado cuenta y al parecer lo estaba escondiendo en un hueco debajo de una de las literas, allí había un espacio que cabía una persona pequeña y creo esa mujer lo utilizó para mantenerlo a salvo. ___ ¿Qué hacemos, Herr Kommandt? ___ ¿Y cuántos años debe de tener el niño?
__ le
preguntó Gunter. ___ No sé con exactitud, pero pienso que unos 12 o 13 años.
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___ Vamos a ver como resolveremos esto. Luz María, al oír tales palabras se había quedado pálida y blanca como si en ella no hubiera una gota de sangre, casi podía sentir que se iba a caer, tenía la impresión que las paredes de aquel despacho la estaban apretujando como si quisieran aplastarla, le faltaba el aire y no conseguía respirar… Quería salir corriendo para saber si eran su madre y su hermano, pero, no podía. De repente, la pregunta que le hizo Herr Kommandant la sacó de sus pensamientos: ___ ¿Le ocurre algo, Fräulein? ___ No, no, nada. Pero, Gunter era un hombre experimentado, ya había trabajado en otros campos de concentración antes de ser enviado
allí
y
nada,
absolutamente
nada
le
pasaba
desapercibido. Ya había visto aquella mirada, una sombra bailaba en el aire el vals de la duda y de la incertidumbre, aquél tipo de reacción no era normal y se quedó con la mosca detrás de la oreja. Algo en Luz María había cambiado tras oír las informaciones que su guardia le había transmitido a él, sin siquiera percatarse de que en la sala había alguien más. Estaba claro que alguna cosa allí no cuadraba, él estaba completamente seguro de que por detrás de aquella actitud 40 | Página
había algo muy sospechoso y lo iba a saber costara lo que costara…
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CAPÍTULO 05 A pesar de la desconfianza que tenía el comandante Gunter, él no imaginaba que Luz María, por quien estaba perdidamente apasionado, era, en realidad, una polonesa judía y que estaría allí buscando a su madre y a su hermano desaparecidos hacía más de un año. Para Luz María, ahora habría una real posibilidad de encontrarlos, por eso, ella estaba a la vez alentada y con rabia de sí misma. ¿Cómo podría haberse involucrado con el enemigo? El amor por el comandante Gunter de cierta manera había minado temporalmente sus planes de encontrar a su familia. No solamente eso, sino por haberse entregado a aquellos ojos azules que la habían cegado o mejor dicho, la habían dejado pasiva delante de las atrocidades que veía en el Campo de Concentración de Ravensbrück. Ella sabía que en mayo de 1939, los nazis habían abierto el campo en donde ella estaba, que era uno de los más grandes creado para mujeres. Sabía también que, en 1942, otro campo había sido instituido en Auschwitz (donde las primeras
prisioneras
eran
las
mujeres
deportadas
de
Ravensbrück).
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Allí en aquel lugar de sombra y dolor, Luz María veía una gran dosis de solidaridad entre las mujeres para conseguir comida, había una preocupación para que los hijos no sufrieran,
crearon estrategias para seguir educando a sus
hijos, aunque estuvieran en la condición de mujeres perdidas. Ella percibía también que ni las mujeres y tampoco los niños habían sido salvaguardados de las sistematizaciones nazis de homicidio masivo. Las mujeres, especialmente las que tenían niños pequeños, eran, a menudo, las primeras “seleccionadas” para ejecución a través del gas en los campos de exterminio. Por eso, ella imaginaba que su madre estaría escondiendo a su querido hermano. ¿Cómo pudo ella dejarse enredar por un hombre que como los demás nazis detenía a mujeres para realizar trabajos forzados, experimentos de esterilización y otros tipos de experiencias humanas inmorales? Y no era solo aquello, sino mucho más, como castración con preparados químicos, inseminación artificial de mujeres, ensayos con gemelos, investigación racial en gitanos y enanos. En los campos y los guetos9, las mujeres eran particularmente frágiles y siempre eran acosadas y violadas. Las mujeres judías embarazadas sufrían más porque casi 9
Un gueto era un área de confinamiento para obligar a los judíos a vivir en los barrios de manera aislada en muchas ciudades invadidas por los alemanes. Wikipedia
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siempre trataban de ocultar sus embarazos o hacían abortos forzados. Y el régimen era realmente terrible, en el año de 1942, decidió “recompensar” a los prisioneros de los campos de concentración con sexo, razón por la que hicieron burdeles y constriñeron a numerosas prisioneras a trabajar en ellos. Las prostitutas, la mayoría de ellas con poco más de 20 años, recibían más provisiones y también un trato distinto al resto de las mujeres. Además, los encuentros eran en todo inspeccionados, sólo se permitía un determinado tipo de posición, la del misionero, y el sexo durante 15 minutos. Al acordarse de todo eso, Luz María decidió entonces sofocar el amor por el comandante y encontrar en aquella misma noche a su madre y a su hermano que aparentemente estaban allí. Así que trató rápidamente de buscar el nombre de su madre en plantilla que Gunter le había dado, con la relación de los nombres y los apellidos de todas las internadas en el campo. Para su felicidad, el nombre de su madre estaba allá: Isabel Hernández. Hasta ahora, todo estaba convergiendo a su favor, solo faltaba descubrir dónde estaba la tal mujer que había escondido a su hijo de 13 años. Por intermedio de otra guardiana, supo que los dos habían sido encerrados en una celda en el pabellón 10, al lado del despacho de Gunter, hasta el día siguiente cuando serían exterminados para servir de ejemplo a las demás prisioneras.
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___Tengo que actuar esta noche. ¡Antes que sea demasiado tarde! __ dijo Luz María a sí misma. Trazó entonces un plan: iría hasta la celda durante la madrugada y cambiaría el turno de guardia con quien estuviese de plantón. Cogería las llaves de la celda, encontraría a su familia y vestiría sus ropas de nazista en su madre y en otras en su hermano, para que disfrazados pudiesen salir desapercibidos del campo. Tan rápido como cruzaran los portones de aquel lugar de dolor y lágrimas, ellos emprenderían una huída hasta Polonia. Entonces, en aquella noche alrededor de las dos de la madrugada, Luz María puso su plan en acción. Al llegar al pabellón 10, ella encontró a la carcelera Eva Höss, una de las mujeres nazistas más deshumanas e impiedosas de aquel campo de concentración. acobardó,
Sin embargo, Luz Maria no se
se aproximó y le dijo con una voz gélida en un
perfecto alemán, levantando el brazo derecho: ___ ¡Heil Hitler! __ en seguida, completó __ Fräulein Höss, el Herr Kommandant Gunter ordenó que yo cambiara de guardia con usted. Él va a necesitar sus servicios por la mañana exactamente en el momento del exterminio de e sos gusanos que serán ejecutados, por ello, quiere que usted descanse y que yo ocupe su lugar en esta madrugada.
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Delante de la orden del poderoso y bello comandante, Eva Höss no esbozó ni una objeción siquiera. Al contrario, estaba feliz por haber sido escogida para participar de la ejecución de aquella madre judía y de su hijo. Höss le entregó las llaves de la celda a Luz María y volvió apresuradamente para su alojamiento. Con el corazón saliendo por la boca, Luz María caminó hasta la celda donde supuestamente estaría parte de su familia. En aquel pequeño espacio cercado de gradas por todos lados, ella encontró a una mujer e a un niño enjaulados como dos animales. Los dos estaban durmiendo abrazados, en una posición que denotaba que la madre intentaba pr oteger y abrigar a su querido hijo. A pesar de muy delgados y sucios, Luz María pudo reconocerlos de inmediato, eran ellos, su madre y hermano, sus entes más queridos. Su querida madre parecía haber envejecido diez años en uno, lágrimas de emoción brotaron a través de los ojos de la joven y ella, con mucho amor y en voz baja, los llamó: ___ ¡Mamá, Julián, despertad!, soy yo, Luz María __ y suavemente se despertaron su madre y su hermano. Los dos abrieron los ojos y no creyeron lo que estaban viendo: 46 | Página
___ Luz María, ¿eres tú? ___ dijo su madre ___ ¿o es un sueño? ___ Sí, soy yo, estoy aquí para libertarlos
___ dijo Luz
María, mientras los tres se abrazaban y lloraban bajito. ___ Hermana mía, ¿cómo no has encontrado? ¿Y esas ropas de nazista? ___ En ese momento no hay tiempo para explicaciones, lo mejor es huir rápidamente. Vestíos esos uniformes nazistas inmediatamente. __ Y sacó los uniformes de un bolso. ___ Nuestra huída tiene que ocurrir en un abrir y cerrar de ojos. Tenemos que huir ahora mismo, después os explicaré todo a los dos. Sin perder más tiempo, ellos se cambiaron de ropas y escondieron el pelo y parte del rostro utilizando la gorra que hacía juego con el uniforme nazi. Despacio y silenciosamente, los tres caminaron rumbo al portón de salida… Sin embargo, en ese momento oyeron las voces de los alemanes y una luz fuerte viniendo de sus linternas iluminó rápidamente la cara de cada uno de los tres fugitivos…
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CAPÍTULO 06 Uno de los guardias se aproximó de ellos con la intención de averiguar lo que estaba sucediendo y, en ese exacto momento, Gunter salió de dentro de su despacho: ___ ¿Qué está pasando ahí? ___ ¡Heil Hitler, Herr kommandant! __ dijo el guardia Steimberg __, yo estaba haciendo mi ronda y creí que algo raro podía estar pasando. En este instante, Luz María tembló por dentro, pero sabía que tenía que mantener la calma y pensar en a lgo rápidamente para que ella y su familia no fueran descubiertas: ___ Pues, no pasa nada señores, solo estaba mostrando el campo para las nuevas guardianas. Gunter percibió que Luz estaba un poco nerviosa y desconfió que de veras algo raro estuviera ocurriendo, pero él la quería mucho y aunque este fuera su trabajo no estaba dispuesto a decepcionarla: ___ Puede ir, señor Steimberg. ___ Pero… ¿Herr Kommandant?
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___ No ha escuchado lo que le acabo de decir, puede irse __ dijo Gunter rígidamente. ___ Sí, señor __ y se retiró. ___ En cuanto a usted, Fräulein, por favor la espero en mi despacho para que hablemos y punto en boca. ___ Lo siento, señor, pero ahora no puedo. ___ ¿No me ha entendido usted? Ahora. ___ Sí, señor. Luz María no sabía que haría con su madre y su hermano, pero sabía que su comandante estaba desconfiado y lo mejor sería ir a su encuentro, por eso, pidió que ellos la esperaran y entró. Al verla, Gunter pidió que se sentara y le dijo: ___ Bueno, Fräulein, ahora que estamos solos los dos. Dígame, ¿qué pasa? ___ No pasa nada señor, ya le he dicho. ___ ¿Seguro que solo les estaba mostrando el campo a las guardianas? ___ Sí, señor. 49 | Página
Y él fue se acercando, mientras ella se iba desviando, hasta que no pudo huir más, pues ya estaba apoyada en la pared. Y él la besó, otra vez sus labios ardientes se entrelazaron, los dos se quedaron extasiados, sedientos de amor y de pasión, cuando de repente, ella se acordó de su familia, le empujó y le dio una cachetada en la cara. ___ ¿Por qué hizo esto? ___ ¿Crees que soy una cualquiera, una de esas mujeres fútiles y fáciles?, pues sepa que yo tengo valor. ___ Perdone, yo no nunca la he visto como una cualquiera. La verdad es que siento algo muy profundo y verdadero por usted, le confieso que nunca me había sentido así antes, la quiero con todas mis fuerzas, basta verla para quererla. ___ Pero esto no puede ser, los dos pertenecemos a mundos distintos… ___ ¿Mundos distintos? pero, ¿por qué? Luz percibió que sin querer había hablado demasiado y lo arregló diciéndole: ___ Es que usted es el comandante y yo… apenas una guardiana.
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___ No veo ningún problema en eso, es una guardiana tan linda y tan dulce, nunca he visto cosa igual en toda mi vida. ___ Pero, creo que no puede ser y… ya es muy tarde tengo que irme __ dijo antes que no pudiera más controlar las ganas de abrazarlo y de decirle que sentía lo mismo. ___ Está bien. Adiós. ___ Adiós. Luz salió rápidamente del despacho, pero estaba muy desconcertada, no sabía qué hacer, estaba confundida, sabía que lo amaba, pero él no era el hombre ideal para ella, aunque le hubiera declarado su interés. En el fondo, ella también lo quería y lo deseaba, ¿por qué tantos conflictos?, pero la vida es así, ¿qué le vamos a hacer? Hasta porque la integridad física de sus entes queridos estaba en juego. ___ Vámonos, mamá, tenemos que salir de aquí __ dijo Luz. ___ Pero, ¿cómo, hija? Aunque huyamos, ellos nos encontrarán, no tenemos adónde ir. ___ No, mamá, claro que lograremos huir. Dios está con nosotros, debemos de tener fe, por eso estoy aquí. Dios me guió hasta este momento y no nos abandonará justo ahora, 51 | Página
estoy segura de que Él iluminará nuestro camino y nos conducirá a un lugar seguro, por favor, créeme. ___ Sí, yo creo, mi niña. La fe de Luz María era tan grande que de pronto, como magia, apareció una luz que alumbró el pasillo por el que ellos tendrían que pasar, y siguieron por el camino. Pero de repente, apareció una sombra al final del pasillo, alguien venía a su encuentro y ellos no tendrían como escapar…
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CAPÍTULO 07 ___ ¡Alto ahí! ¡Deténganse ahora mismo o le pego un tiro a cada uno de ustedes! Aquella voz parecía haber salido del más allá. Luz María se detuvo juntamente con su familia y se quedaron como estatuas de sal,
sus corazones latían descontroladamente,
ambos tenían tanto miedo que no conseguían decir una palabra siquiera. Era el fin para ellos, ya no iban a tener ninguna oportunidad de huir del “puente de los cuervos” un infierno que los enterraba a todos en vida. ___ Herr Kommandant, yo… quisiera explicarle qué… ___ ¿Explicarme? ¿Explicarme el qué? ¿Qué iba a usted a huir con su familia? No hay explicaciones o peros que valgan. En aquel mismo instante, llamó a su soldado Steimberg para llevarlos al lugar que había sido escogido para casos como aquel. ___ Sí, Herr Kommandant. ___ Vengan conmigo, zorras, perras callejeras __ les dijo Steimberg a Luz y a su madre. Y mirando al niño le dijo: 53 | Página
___ Y tú, mocoso, síguenos, que hay un lugar que ya fue preparado para ustedes. Así ambos lo siguieron, entraron en el coche y vislumbraban la figura alta e imponente de Gunter antes de que este entrara en su propio automóvil. Caminaba como un felino y parecía tan molesto y disgustado que sus facciones daban la impresión de haber sido esculpidas en bronce. A Luz María le dio un vuelco en el corazón. Sabía que lo había perdido para siempre, porque nunca se atrevió a contarle la verdad… ___Pero, ¿qué verdad podría contarle? __ se preguntó Luz María __. ¿Qué tenía descendencia judía y que e staba allí nada más para encontrar
a su familia? Y lo peor es que
todavía no había recibido ninguna noticia de su padre. Cuando se aproximaron del campamento, el coche de Gunter fue el primero en parar y enseguida el de Steimberg, todos se bajaron de sus automóviles con armas en las manos amenazando a los fugitivos. Gunter se acercó a Steimberg y le dio una orden que nadie más consiguió escuchar. Luego le dijo a Luz: ___ Me imagino, Fräulein Luz María, que usted se acordará del castigo infringido a los que intentan huir, ¿verdad? 54 | Página
___ Sí, pero, mi madre y mi hermano no aguantarán el "Rodillo del Suplicio10" se van a morir de agotamiento total. Por favor, le suplico que no les haga eso. ___ Bueno, podemos hacer un acuerdo, lo llevará usted si quiere realmente impedir que los dos no sufran dicho castigo, o por otra parte usted me va a servir de ahora en adelante en todo lo que le pida, sin rechistar, no podrá excusarse, está en sus manos… ___ Lo acepto, haré lo que usted me diga si los deja vivir sin que sufran por haber intentado salvar sus propias vidas. ___ Entonces, Fräulein, condiciones propuestas y aceptadas, lo supongo yo… es decir que estamos de acuerdo… No le he oído Fräulein… ___ Sí __ le respondió Luz María __, como usted diga. ___ Steimberg, llévelos al pabellón 12 y tenga la hombría de vigilarlos para que no les pase absolutamente nada, ¿me ha entendido?, o sufrirá usted las consecuencias de su desobediencia.
10
"Rodillo del Suplicio" (el cual consistía en una enorme piedra de varias toneladas en forma de rueda con un eje del que sobresalían unas varas de las que tirar) – llevaban al agotamiento total. Wikipedia
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___ Sí, Herr kommandant, lo haré con gusto. Ya lo verá… Así, la madre y el hermano de Luz María fueron conducidos para una parte del campo y ella y Gunter fueron para el otro lado. Al llegar a su despacho, lo primero que hizo fue sacudirla abruptamente y besarla de tal manera que ella no conseguía ni siquiera moverse, tenía los brazos atados detrás de la espalda y él la mantuvo así con toda la fuerza que disponía. Hubo un momento en el que creía que su columna vertebral se iba partir en dos a cualquier instante. Los dedos de Gunter pasaron por su cabello ya completamente despeinado, también por su rostro, un rostro tan amado, tan deseado… Y fue, en este exacto momento, que Luz María percibió que estaba completamente rendida a él, no tenía salida, y no le opuso ninguna resistencia, sino más bien al contrario, se unió a él en una lucha frenética para sacarse a ambos las ropas y deshacerse de cualquier tipo de obstáculo que les impidiera sentirse unidos por completo. Él tiró al suelo todo lo que había en la mesa y la reposó allí y estando ya completamente desnudos pudieron mirarse, observarse, elogiarse, extasiarse, tocarse, el uno con la visión física del otro, un deseo insoportable les invadía el alma… Ella era perfecta en todo y en cualquier aspecto. Él era un adonis, no había formas de ser más guapo, le sacaba el aire 56 | Página
a Luz, casi no conseguía respirar de tanta emoción y de tanto deseo físico que sentía por él. Tenían unas ganas tan grandes de pertenecerse que no se preocuparon por nada más, el mundo, los problemas, las divergencias y contradicciones en aquel momento no existían, solo los dos estaban allí. Ella le frenó un poco para decirle al oído que nunca había tenido una experiencia como aquella, pero aun así, hicieron el amor por primera vez como amantes enloquecidos por el fuego de la pasión. Él intentó no herirla para no asustarla y ella quiso corresponderle entregándose de cuerpo y alma al único amor que tendría en toda su vida y él se sintió el hombre más feliz del mundo. La joven a pesar de nunca haber tenido ningún tipo de experiencia amorosa antes, no tuvo miedo, sino un cierto incómodo al inicio, pero el deseo la hizo aprovechar al máximo aquel momento de placer y los dos juntos llegaron al clímax perfecto del amor, un gozo indescriptible para ambos… Cuando pensaron que ya se habían saciado el uno con el otro, empezaron otra vez, y otra, hasta que estuvieran plenamente empapados del placer mutuo. Solo se dieron cuenta de que ya amanecía, cuando el sol empezó a aparecer, Gunter la despertó de su sueño. Ella le 57 | Página
parecía casi irreal, piernas largas, cuerpo escultural, de mirarla le brotaba otra vez un deseo casi insano de poseerla una vez más, pero… no tendría que contenerse. Luz María se despertó, pero no quería salir de allí, quería permanecer desnuda en aquellos increíbles brazos y seguir sintiéndose protegida y abrigada en aquel cuerpo escultural y maravilloso. ___ Luz amada mía, tienes que despertarte, ya ha amanecido. ___ Por favor, me siento tan soñolienta aun… ___ ¿Seguro, Fräulein? Ese no había sido lo acordado, lo acordado es que me obedecerías en todo incluso en momentos como ese… Levántate y vístete que tenemos muchas cosas que hacer. ___ Sí, es verdad le dijo ella, pero antes tengo que explicarle
algunas
cosas, me urge contarle algo
muy
importante…
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CAPÍTULO 08 Luz María tenía ganas de contarle a Gunter todo lo que le había pasado antes de llegar al campo de concentración, pero inicialmente él no quería oírla hasta porque ya había investigado toda su vida: ___ Fräulein, seguramente eso es algo que yo ya sabía, no hay nada que sea novedad para mí en este campo, nada. Tenlo por seguro. ___ Pero es que no puedo vivir así, nunca he sido una mala persona y tampoco quiero serlo ahora. Le suplico que me escuche, Herr Kommandt. ___ Deja ya de llamarme así, llámame Gunter, hemos acabado de hacer el amor ¿y quieres seguir llamándome Herr kommandt? ___ Está bien, Gunter, necesito y quiero explicarte… ___ Muy bien __ le dijo él __, empecemos por el principio. Pero antes vístete, o no conseguiré mantener una distancia segura de ti. Porque mirando desde tan cerca a este cuerpo que me invita a todo instante a hacerte el amor, no conseguiré pensar en nada más… ___ Está bien, voy a vestirme __ le dijo ella. 59 | Página
Después de haber terminado de vestirse, Luz María empezó a contarle toda su historia, la vida que habían tenido antes de que toda aquella pesadilla empezara, el inicio de la guerra, la ida de su padre para el frente de batalla y la pérdida tan grande que había sufrido tras haber notado que su madre y su hermano habían sido llevados por la SS. Gunter la escuchaba sin creer lo que oía, era imposible imaginar que ella misma se había ofrecido para entrar en aquel campo de concentración arriesgándose a morir para encontrar a su familia, eso había sido o lo más estúpido o entonces la actitud más corajuda que jamás había visto nunca, principalmente en una mujer. Al terminar el relato completo de todo lo que le había pasado, Luz María se acordó de su padre y le contó que era un hombre justo, cultísimo, amante de las artes en general, además le encantaba la música clásica y que sabía tocar el violín como a nadie más. Al oírla, Gunter tuvo una sorpresa, se estaba acordando de que había visto a un hombre con unas facciones muy serenas, y que en nada se parecía a los demás. Tenía modales muy refinadas, como si hubiera sido alguien de alta alcurnia y con una educación de altísimo nivel, incluso los guardias que siempre habían sido terriblemente malos y desagradables con todos los que llegaban, con aquel hombre se limitaban, no 60 | Página
hacían nada malo con él, tal vez porque este transmitiera una autoridad serena que nadie se atrevía a quebrantar. También se acordó de haber oído a ese mismo hombre tocando un violín cuando él mismo llegó en aquel sitio, lo mandó llamar y le pidió que le tocara la novena sinfonía de Beethoven y él lo hizo (a pesar de que aquella sinfonía no hubiese sido preparada para el violín sino para el piano) para Gunter fue como estar otra vez con su familia. Al crear una rutina para oír a aquel señor tocar su violín, también hizo con aquel hombre una gran amistad, quedaba horas oyéndole contar la historia de su vida y la de su familia, además de las lisonjas que hacía a su querida hija. El cónsul quería mucho que su tesoro un día pudiera conocer a Gunter, le contaba las hazañas que había hecho Luz María cuando era niña y también cuando se volvió adulta la preocupación que le traía, porque por un lado era el objeto de deseo de muchos hombres y por otro la envidia de las demás mujeres. Inicialmente Gunter no se imaginaba y tampoco se dio cuenta de que Luz María y la hija de Miguel Pérez Cortés eran la misma persona, tampoco que ella era judía y que había ido allí por un motivo tan noble: salvar a su familia de una muerte prematura, pero lo que ella no sabía es que su padre también estaba allí.
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De lo que sí se había dado cuenta es que la pasión lo había encarcelado, él era un prisionero del amor que sentía por ella y eso había pasado antes que la conociera, a través de la descripción y del fiel retrato que había hecho su padre de su tan preciada hija. Pero ahora mirándola, percibió que había sido un tonto, las facciones, las modales, los gestos, el comportamiento eran idénticos a los de su progenitor. De una cosa tenía total seguridad, iba a mover montañas para hacerlos encontrarse otra vez, si un día llegara a conocerla y la conoció, era lo que había pensado y eso tendría que pasar antes que terminara aquella maldita guerra, pero no esperaba que su madre y su hermano también fueran a parar allí. ¿Casualidad, destino? ¿Quién lo iba a saber? ___ Gunter, Gunter… ¿Qué te pasa? Querías oírme ¿no? ___ Sí, perdóname, es que me he perdido en mis pensamientos y también en unas casualidades de la vida que nadie puede esperar que un día pasen… ___ ¿Pero qué me estás diciendo? ___ Pues eso… que hicimos un acuerdo y que tú todavía me lo tienes que cumplir y por lo tanto quiero que cumplas las órdenes que te di hace tiempo ya… 62 | Página
___ Pero, ¿de qué órdenes me estás hablando? ___ Fräulein, Fräulein, no me tientes… Porque esa boca me vuelve loco… No podría decirle toda la verdad, aun no… Que en realidad era un espía infiltrado, entrenado por los aliados para parecer un perfecto comandante nazista, y que nunca había exterminado a nadie, sino más bien que había sacado a muchas mujeres de aquel lugar desde que allí había llegado, inventando historias, pretextos, transferencias, excusas para sacarlas del campo con vida; iba a hacer lo mismo por la familia de Luz porque estaba en sus manos ayudarla. Él también era el responsable por escribir un informe de todo
lo
que
estaba
ocurriendo
en
aquél
“infierno”,
principalmente lo relacionado a los experimentos médicos con mujeres. Gunter no soportaba tener que hacer aquel trabajo, sin embargo, tenía que enterarse de todo para componer su parte y así denunciar a las autoridades las atrocidades cometidas en aquel campo que incluían los asesinatos masivos por gas u otra forma de extermino, resumiendo él era un informante precioso para los aliados. Se acordó de que recibía ayuda de algunas mujeres dentro del campamento, una de ellas la señora Wi ska que repartió
una
lista
en
Ravensbrück
compuesta
(de
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cuadernos) entre las prisioneras, pero esta fue a parar en las manos de Gunter y así pudo saber el número de mujeres que habían estado juntas en aquel lugar y de esa señora no se olvidaría jamás, esperaba incluso que la historia no la olvidase. Saliendo de sus devaneos, le dijo: ___ Bueno, para empezar vas a cumplir con unas órdenes que yo ya te había dado y que por ciertas circunstancias no cumpliste: vas a coger la plantilla con los nombres de mujeres en condiciones suficientes para recitar poemas y también vas a buscar entre los hombres del pabellón adyacente a los que sepan tocar algún instrumento. La fecha de la fiesta para los generales y comandantes de otros campos ya ha sido escogida y tú no me vas a poner en una situación difícil ni muchísimo menos, lo vas a organizar todo como un gran evento social como yo te había ordenado. Está en tus manos hacer un buen papel y espero que me demuestres tu arrepentimiento por lo que hiciste. ___ Pero, yo no me arrepiento de nada… Solo estaba intentando salvar a mi familia de una muerte prácticamente segura. ___ Pues, Fräulein, me da igual… Lo harás o ellos sufrirán las consecuencias de tu insubordinación... 64 | Página
___ Está bien, lo haré. ___ Bueno… Entonces quiero que te marches ahora, y que empieces a arreglarlo todo. ___ Pero, nadie lo va a entender… ¿Cómo es que una fugitiva recién capturada va a organizar un evento como este? ___ Esto es problema mío. Tú has tu parte, que yo haré la mía. ___ Como usted diga. ___ Y no me vuelva a llamar de usted, o te pongo otra vez en esa mesa y ya sabes lo que te puede pasar… Ya veo que tienes el cuerpo bastante dolorido… ___ Me callo. ___ Pensaba que me ibas a desafiar __ le dijo Gunter __ ahora vete. Enseguida llamó a su inmediato para que le cumpliera una orden: ___ Steimberg, lleve a la señorita adonde están guardados los archivos del campamento que le había entregado antes a ella, con los nombres y apellidos de todos
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los del pabellón adyacente y también de aquél donde están las mujeres trabajadoras. ___ Sí, Herr Kommandant, ahora mismo… ___ ¡Ah!, otra cosa importante, no le he pedido a usted que les infrinja ningún tipo de castigo a los fugitivos, lo haré yo mismo. ___ Así será, Herr Kommandant
__ dijo Steimberg y
sonrió satisfecho. Cuando Luz María iba a salir del despacho de Gunter, sus miradas se cruzaron y había algo en sus ojos que ella no había notado antes, una mirada distinta, como si sonriera todo el tiempo de manera disimulada, algo que ella no conseguía descifrar. Lo que no sabía Luz María es que al ir al pabellón adyacente iba a tener una gran sorpresa: su padre estaría allí. Pero lo que ni Luz María, ni Gunter sabían era que alguien los había seguido al despacho de Gunter y había oído por detrás de la puerta todo lo que había ocurrido allí dentro. Ciega de celos, la nazista Eva empezó a engendrar un plan de venganza en contra de los dos amantes…
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CAPÍTULO 09 En abril de 1941, un campo adyacente para hombres había
sido
incorporado
a
Ravensbrück,
quedando
los
prisioneros bajo el comando de las autoridades del campo femenino. En la ocasión en la que el padre de Luz María había llegado al “puente de los cuervos”, forma como también llamaban a Ravensbrück, el invierno era el peor jamás visto antes, 20 grados bajo cero, insoportable para cualquier ser humano, tanta nieve hacía helar los cuerpos de cada una de las personas que en tal época allí estaban y también el alma. Sin embargo, no había peor frialdad que la que demostraban tener los corazones de las guardianas y de todos los alemanes que tenían la responsabilidad de mantener encarcelados y vigilar a miles seres humanos. Los depósitos eran perfectas tumbas con literas donde dormían amontonadas una suma bestial de personas, si los enjaulados no morían en las cámaras de gas, lo hacían conviviendo con la suciedad que provocaba una cantidad enorme de enfermedades y también de víctimas incontables. La vida no tenía ningún valor en aquel lugar de condenación, las atrocidades eran constantes y los niños que habían sido arrestados con sus madres muchas veces eran perseguidos sin ningún motivo y morían en la boca de los 67 | Página
perros o asesinados por las propias guardianas. Un día las encarceladas presenciaron el asesinato de tres niños, "uno de ellos, el más pequeño, tenía sólo tres o cuatro años y corría por una de las calles de los barracones. Una de las Aufseherinen le gritó, pero el niño no la escuchó y ella le lanzó el perro, este lo mordió y lo destrozó. Después ella lo remató a palos" y así transcurrían los días, muerte tras muerte, brutalidades que no paraban de ocurrir y cada día llegaban más y más víctimas. Y era en ese escenario de lágrimas y sombras que Luz María tendría que crear un evento especial para que Gunter pudiera recibir a los generales y comandantes de otros campos de concentración para lucirse y también para mostrar su “increíble trabajo”. Una situación que ella no aceptaba en lo más mínimo, pero que tenía que cumplir para que su familia no sufriese las consecuencias de sus hechos, aun así todo lo que tenía que hacer para cumplirle la promesa le parecía tan contradictoria como espeluznante. Pensando en Gunter, ella no sabía que este había conocido a Miguel Pérez Cortés, prisionero de guerra en un lugar que el propio comandante llamaba de terrorífico, cuando enviaba los informes a sus “superiores”, y quién se iba a imaginar que el amor por la música clásica iba a aproximarlos de aquella forma, de las sesiones en las que el
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señor Cortés le tocaba violín a Gunter, naciera una gran amistad. El señor Cortés conseguía ver, con su mirada sensible de artista, un hombre de honor, más allá del uniforme y del puesto de comandante nazista. Lo que los dos nunca podrían haber
imaginado
es
que
sus
corazones
estarían
irremediablemente ligados a la misma mujer, uno como padre y el otro como amante. Sin embargo, Gunter no quería tener solamente un caso romántico con Luz María, sino que quería aquella mujer en su cama para toda la vida, además la quería como esposa y madre de sus futuros hijos. Podría parecer insano que alguien planeara algo como eso en plena guerra, pero el corazón de Gunter ya no le pertenecía, este era ahora de Luz María. Y fue pens ando en eso que él tramó todo un plan para aproximar padre e hija, lo de la fiesta era solo una cortina de humo primero para juntarlos, y después para huir de aquel lugar. Conducida por Steimberg, Luz María fue llevada a la presencia de Eva Höss y esta la odiaba inmensamente por varias razones: primero porque la chica no era aria como la guardiana, luego por ser judía, también por el intento de huida y, no menos importante, por el amor secreto que le tenía a Gunter. ___ Síguela y encárgate de lo que se te ha sido exigido, perra… - le dijo Steimberg. 69 | Página
___ ¿No le ha oído a Steimberg, zorra? Date prisa, no tienes tiempo que perder __ le dijo Höss a Luz María __ el comandante quiere que organices una fiesta solo porque él cree que tú, blanquita de mierda, conoces y entiendes de literatura, de música y todas esas porquerías que no sirven para nada. Pero a mí, no me vas a engañar, te lo aseguro, te estaré vigilando __. Y se acordó de lo que había escuchado antes entre la joven y Gunter. Luz María la observó de soslayo, no cabía la menor duda de que esa mujer era la representación de la maldad, si había formas de darle un rostro a la sombra del mal, Eva era la personificación de lo que podría existir de peor, no se importaba con el dolor, mataba sin piedad y se reía al ver el sufrimiento de aquellos que ella consideraba inferiores. Así que para no fastidiarla más de lo que ya estaba, no le ofreció resistencia, sino que la acompaño a donde tenía que ir, al barracón de los hombres, construido en 1941, pero antes de llegar allí pasaron primero en uno de los edificios de administración. Seguida todo el tiempo de cerca por Eva, ella tuvo acceso a los archivos de datos de los prisioneros que ya habían trabajado en aquel tipo de servicio en las cenas y veladas en homenaje a los grandes comandantes nazistas. Al leer las fichas de los cautivos, el corazón de la chiquilla se enternecía al darse cuenta de los grandes talentos
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artísticos que estaban encerrados allí, realizando trabajos esclavos y siendo víctimas de malos tratos y todo tipo de experiencias médicas deshumanas. Luz María ya había seleccionado algunos nombres, pero al leer determinada ficha, su corazón latió tan fuertemente que creyó que le iba a reventar el pecho y su rostro se quedó más pálido que el propio papel de la ficha que tenía en las manos. Era muy difícil creer en lo que sus ojos estaban leyendo: Nombre: Miguel Pérez Cortés Edad: 55 anos Nacionalidad: Polonés Religión: Judío Profesión: cónsul Conocimientos (violinista)
culturales:
literatura
e
música
__ ¡Dios mío! ¡Es mi querido padre! Él está vivo y es un prisionero de guerra aquí Ravensbrück! __ dijo Luz María en polaco. Eva Höss, que no era nada tonta, notó un cambio significativo en el comportamiento de Luz María, incluso sus 71 | Página
facciones cambiaron. Inicialmente pensó que era el frío, pero no… era algo que había visto en aquella ficha, y le preguntó: __ ¿Pasa algo maldita, zorra? Y Luz María le respondió: __ No, no pasa nada, solo que me he sorprendido al ver que en esa lista hubiera tantas personas con tantas calificaciones que se podrían aprovechar aquí o en cualquier parte del mundo. Hay gente que tiene variadas profesiones e incluso músicos. Además dijo: __ Necesito a alguien que reúna a todos los músicos que he seleccionado para una entrevista hoy por la tarde en el barracón nueve. Eva Höss llamó a Steimberg y le dio la orden para que este reuniera a todos que Luz Maria había seleccionado en el barracón sugerido por la prisionera. __ Sí, Fraulein Höss, ellos estarán esperando a esa de ahí hoy por la tarde en ese barracón __ y salió en seguida. Con los ojos llenos de lágrimas y una felicidad inmensa en su corazón delante de la esperanza de reencontrar a su
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padre, Luz María salió de la sala de archivos y comenzó a dar continuidad a los demás preparativos para el gran baile. Además de la orquesta para interpretar a los grandes clásicos como: Beethoven, Tchaikovski,
Mozart y Sebastian
Bach, Luz María seleccionó a veinte trabajadoras prisioneras para declamar poesías de los grandes autores europeos. También providenció las cartas de invitaciones a los demás generales o encargados de los campos de concentración alrededor de Ravensbrück y definió el menú: comidas y bebidas típicas alemanas en abundancia, siendo que todo sería servido en una extensa mesa con mantel de lino blanco fino, candelabros, servilletas con el color de la suástica, cubertería de plata, loza china, cristales finísimos para que se sirvieran las mejores bebidas: champán, vinos, coñacs, zumos y mucho más. Y así lo hizo Luz María, tras haber hecho la elección mujeres y también de algunos hombres y fue a encontrarlos en el barracón donde ya la estaban esperando, entre ellos estaba su padre.
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CAPÍTULO 10 Eva Höss y Luz María tuvieron que caminar algunos metros antes de llegar al barracón donde estaban los hombres y también su padre. Durante el trayecto, la joven empezó a pensar que el mundo efectivamente daba muchas vueltas y que nadie realmente tenía el control de su propio destino en las manos, sino que, solo Dios podría establecer el rumbo que cada uno podría elegir y con ella y su familia no sería diferente. Cuando estaban delante de la puerta, Eva Höss le pidió al soldado que la abriera porque necesitaban entrevistar a los perros inmundos para cumplir algunas órdenes de Herr Kommandant. El guardia le sonrió y le dijo: __ Fraülein Höss, por favor usted no ofenda a los perros, que son animales preciosos, esos de ahí ni siquiera eso lo son, son escoria, nadie los va a necesitar para nada. Eva le devolvió la sonrisa de una manera muy sospechosa… __ Franker __, le dijo Höss __ no entiendo esa idea de nuestro comandante, no sé porque quiere hacer una fiesta, eso no me cuadra, no lo alcanzo a comprender ¿entiendes? ¿No
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tendrá él otro motivo para esto? __ le dijo pensando en lo que había escuchado unos días antes. __ Yo sí le entiendo a nuestro comandante Höss, es que han habido fiestas en otras partes, creo que es una manera de mostrar “el gran trabajo” que están haciendo en los demás campos y nuestro comandante no quiere quedar mal ante sus superiores y posiblemente ese hecho podrá proporcionarle algunas insignias más. A mi modo de ver, creo que tiene que demostrar que es bueno en lo que hace y nada mejor que darles a los mejores colaboradores del Führer11 buen entretenimiento, buena música, buena comida y mujer es __ y se echó a reír. __ Bueno, pensando por este prisma, me imagino que tienes razón, si es bueno para mí comandante lo es para mí. Mientras tanto, Luz María temblaba esperando que le abriesen la puerta, pero aunque hiciera un frío que le entraba hasta los huesos el problema no era este, sino estar cara a cara con su padre. Además pensaba que al verla podría tomarse un susto de muerte o incluso demostrar algo hacia
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Führer es una palabra alemana que significa "líder" (Der Führer, el líder, guía o conductor). En contraposición a la creencia popular, no es sinónimo de "dictador" y se usa comúnmente en Alemania para referirse a líderes de cualquier tipo en cualquier área. Su significado en el caso de Adolf Hitler es el de Guía del Pueblo Alemán espiritual, política y militarmente. Wikipedia
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ella, o peor podría correr en su dirección para abrazarla lo que le delataría y le daría motivos a Höss para usarlo en contra de los dos. Para realizar la tarea que le había exigido Gunter con respecto a la música tenía que componer una orquestra entera y para eso tuvo que solicitar a varios tipos de músicos, principalmente aquellos que supieran interpretar a los grandes clásicos musicales para entretener a personas de refinados y variados gustos. Así que encontró personas que tocaban arpa, bandoneón, acordeón, chelo, cítara, guitarra, lira, violín, viola, violón chelo con trabajo y todo lo necesario para montar buen un grupo musical. Nada más empezar a dictar los nombres se deparó con la letra M y no le costó mucho llegar al nombre de su padre y al decirlo: Miguel Pérez Cortés, se le temblaron las piernas y hubo un pequeño tremor en su voz. Los hombres escogidos se pusieron delante de ella. Todos la miraban muy sorprendidos, a pesar de la forma como estaban, no creían estar observando tanta belleza en una sola mujer, parecía un ángel caído del cielo, y su mirada era la más tierna que jamás habían visto nunca. Al mirar a todos en los ojos, su corazón se desvaneció, seguramente no eran ni sombra de lo que habían sido un día, hombres esqueléticos por falta de comida, sucios y que solo demostraban una cosa: miedo. De repente, sus ojos se 76 | Página
encontraran a los de su padre y una gran alegría le invadió el corazón.
Percibió
que
él
la
había
reconocido,
pero
seguramente por saber que la podría poner en peligro, no dio una pista siquiera de lo que a él, le pasaba por dentro. Después de aquella entrevista preliminar, todos salieron de aquel barracón y fueron conducidos a otro completamente limpio, organizado, con baños y todo lo necesario para que se arreglaran por completo volviendo a tener una apariencia más o menos aceptable y apropiada para los días que se aproximarían. Además de eso, había también ropas limpias, comida y bebidas de todo tipo y muchas otras cosas que hacía tiempo que ninguno de ellos veía. Los hombres bastante desconfiados no se movieron, fue necesario que Luz María les explicara todo antes para que empezaran a arreglarse porque ellos serían los responsables por ayudar en la fiesta. Así siendo, la joven les dijo que aquello no era una trampa y que tampoco serían ejecutados, sino que deberían de ducharse y vestirse con ropas adecuadas a las funciones que ejercerían en el baile. Todo allí expuesto era para que ellos tuvieran oportunidad de recomponerse, aprender y entrenar todo cuanto
fuera
posible
sobre
los
temas
exigidos,
proporcionándoles las aptitudes necesarias para que tuvieran condiciones de hacer las presentaciones musicales y literarias 77 | Página
en la festividad creada por el Herr Kommandant. Lo interesante es que todo podría ser providenciado con una gran rapidez, pues en el campo había lo que se necesitaba para un evento como aquél, ya que a través de la reclusión de tantas personas, sus pertenencias también eran confiscadas. Había una cantidad enorme de todo lo que se hacía necesario para cualquier tipo de celebración, además ese tipo de solemnidad no era algo así tan novedoso, pues era común que se realizaran allí y en otros campos nazistas. Mientras tanto Gunter había ido al centro de la ciudad de Berlín porque quería comprarle a su amada algo realmente especial para aquél día, le escogió en una de las tiendas más caras de ropas femeninas además de un completo ajuar, también un vestido Coco Chanel rojo, un collar de diamantes y rubíes que hacían juego con unos pendientes preciosos de la marca Cartier, zapatos, un sobretodo de piel de visón, sombrero y todo lo que pudiera ella necesitar para hacer un largo viaje… Además también se compró una buena cantidad de ropas para su futura suegra y otras para su futuro suegro, también para Julián, puesto que la huida estaría en la eminencia de ocurrir. Buscó el falsificador que siempre le hacía trabajos para facilitar los viajes de los que el comandante conseguía sacar de Ravensbrück, todos querían tener por lo menos una
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oportunidad de sobrevivir fuera de aquella tumba que los enterraban en vida. El falsificador le entregó a Gunter los documentos falsos necesarios para pasar por las fronteras sin problema. Teniéndolo todo listo, Gunter volvió al campo de concentración dos días después del viaje y dejó en la habitación de Luz todo lo que utilizaría en el baile. Mientras tanto y tras tomar las providencias necesarias, Luz María fue llevada a su catre por Eva Höss y ésta allí la dejó, al entrar tuvo una gran sorpresa, sobre su cama, había una caja enorme con un billete en español que decía lo siguiente: “En la noche del baile, vístete para mí, amor mío.” Con toda prisa del mundo, Luz María abrió la caja y encontró un lindo vestido rojo de baile, joyas, zapatos de tacones y un sobretodo de piel de visión. Solo podría ser un regalo de su gran amor… Su corazón latió fuerte y la noche de amor de los dos volvió a su mente, haciendo que sus mejillas se ruborizaran y su sangre hirviera en las venas… Sin embargo, Luz María movió la cabeza como si quisiera sacarse los momentos llenos de amor y pasión de sus pensamientos. Debería concentrarse en lo que ocurriría de dentro de poco. La joven guardó la caja debajo de la cama y con pasos firmes, pero con el corazón apretujado, fue sola y sin que nadie la acompañara al barracón nueve para hablarle en 79 | Página
secreto a su padre. Quería contarle lo que le había pasado desde el día en el que supo que habían sido arrestados por la Gestapo, su madre y hermano. Asimismo quería darle una explicación del motivo por el que había ido a parar en aquel lugar, y también que había encontrado a los dos allí. Pero había algo que quería verdaderamente decirle, pero, no sabía si se atrevería o no, por la reacción que podría tener su padre al saber sobre el amor que sentía por Gunter, un comandante alemán. También y tan importante como contarle todo aquello, eran las ganas enormes que tenía de abrazarlo y se arriesgaría a morir si fuera el caso solo para estar con él aunque fuera por última vez…
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CAPÍTULO 11
Al llegar al barracón donde estaba su progenitor, sintió que el suelo le faltaba, su corazón latía descompasadamente y sus piernas temblaban debido a la fuerte emoción de volver a ver a su amado padre. Luz María puso la mano dentro de su bolsillo, cogió las llaves del pabellón y abrió la puerta. Había cerca de veinte hombres durmiendo en aquel lugar, con literas apropiadas y muy bien arregladas. En el medio de los hombres, ella avistó a Miguel durmiendo muy cómodamente y bien abrigado, buscó fuerzas sin saber de dónde y dijo: ___ Miguel Pérez Cortés, levántese, necesito hablarle. Miguel se despertó medio dormido, creyó que estaba soñando, parecía haber oído la voz de su hijita, pero no podía ser, ¿podía? Abrió los ojos y vio delante de él, a su hijita linda, y quiso abrazarla, pero se contuvo, era muy peligroso y arriesgado. Entonces, ella le dijo fríamente: ___Venga, usted, conmigo. ___Sí, señora.
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Y lo llevó a una sala donde los dos pudieran charlar sin ser vistos. Al entrar en la sala, Luz María no pudo controlarse y empezó a llorar de felicidad por haber podido reencontrar a su padre. Ella lo amaba tanto, que con solo pensar que podría haberle perdido le dolía el corazón, pero él estaba allí, delante de ella… Por algunos instantes, Luz se quedó paralizada, sin moverse, estática, hasta que su padre, también llorando de emoción, se le acercó a ella y la abrazó diciéndole en su oído, con la voz embargada por la emoción, la misma frase que solía decirle siempre que se lastimaba cuando era solo una niñita: ___ No llores, hijita de mi corazón, papá está aquí para protegerte, nada podrá hacerte mal, tranquilízate, yo estoy aquí y siempre estaré… ¡Te amo! Luz María no pudo contener su llanto… lloraba y sollozaba, y las únicas palabras que lograba pronunciar eran: “¡Te amo, papacito querido, te amo tanto!” Después de algún tiempo, los dos lograron componerse y Luz María finalmente empezó a preguntarle: ___ Papá, ¿cómo viniste a parar aquí? ___ Hija, eso ahora no es importante, lo que importa es que en fin nos reencontramos y debemos aprovechar el poco
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tiempo que me queda de vida, estoy seguro de que mi sacrificio se aproxima. ___ No, no digas esto, papá no seas pesimista. Yo estoy aquí para salvarlos. ___ Hija, esto es imposible, no quiero que te arriesgues para salvar… ¿Salvarnos? Pero, ¿a quiénes? ___ Es verdad, papá, tú todavía no lo sabes. Es que mamá y Julián fueron arrestados hace un año por la Gestapo, creo que descubrieron que éramos judíos. ___ Eso no puede ser y ¿a dónde están? ¿Cómo están? ¿Sabes decirme? Yo soy el culpable… ___ No papá, no te culpes, el verdadero culpable es Hitler, un hombre perverso y desalmado. Pero, no te preocupes… Yo he encontrado a mamá y a Julián, ellos están más cerca de lo que imaginas. __ ¿Cómo puede ser eso? Dime. __ Es que ellos están en Ravensbrück. Mamá consiguió esconder a Julián no sé cómo, pero de cierto modo, ellos están bien, por lo menos, por el momento están seguros, créeme, por favor. Voy a hacer todo lo posible para ponerlos en libertad.
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___ ¿Tú no conoces a los nazis? ¿Cómo crees que lograrás esta hazaña sin ser descubierta y sin que te maten? ___ Papá, solo créeme, es lo único que te pido, ahora ya se hace tarde, quiero que sepas que irás a participar como músico en la fiesta que estoy organizando para el comandante del campo. ___ ¿El comandante Gunter? ___ Sí, ¿Por qué? ___ Yo lo conozco, es un hombre bueno, tal vez el único de aquí, un hombre con sentimientos nobles. Incluso en nuestras charlas, siempre le hablaba de ti y él me decía que tenía muchas ganas de conocerte. ___ ¿Ya lo conocías? ¿Él sabía que estabas aquí? ¿Cómo? Luz María se quedó paralizada al pensar que su comandante había planeado todo el reencuentro con su padre: ___ ¿Será que de verdad tenía un buen corazón? Ay… lo quiero tanto… tanto__. Ella pensó hasta que sus pensamientos fueron interrumpidos por su padre: ___ ¿Luz, en qué estás pensando? ¿Te callaste de repente?...
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___ Nada, padrecito, no es nada. Ahora tienes que volver al barracón para que nadie desconfíe de nosotros, en breve volveremos a hablarnos. ___ Sí, mi hijita. Tras haber pasado un mes, finalmente había llegado la noche del baile. Luz María estaba muy aprensiva y nerviosa, tenía que vestir el vestido que le había sido regalado por su amor. ¿Qué pensaría él de ella? Había algo en sus ojos que era indescifrable… ¿Y si ella fuera solo un juguete en sus manos? ¿Qué podría hacer? En el fondo sabía que lo amaba, creía que él la había ayudado a reencontrar a su padre, pero… ¿Será que era amor o una trampa? Sin duda, Luz estaba confundida en el medio de tantos pensamientos contradictorios, no sabía si debía confiar en su amor o si él la usaría y después la tiraría a la basura como a un verme sin ningún valor, eso la hundiría completamente y sería su fin. Pero en aquél momento no había otra salida, la fiesta hacía parte de su acuerdo con él, por eso se encerró en su catre para prepararse para la fiesta, quería estar guapísima para la ocasión. A las nueve de la noche, todos ya estaban en el salón donde ocurriría el baile, todos menos Luz María. Los encarcelados estaban muy ansiosos, pues hacía mucho tiempo 85 | Página
que no participaban de una fiesta como aquella, muchos nunca siquiera habían participado de una. La mesa e staba increíble, llena de comidas y bebidas de la mejor calidad, todo elegido a dedo por Luz María. El salón de fiestas estaba lindo, con una lámpara de cristal muy bonita en el techo, la decoración impecable, había ornamentos con rosas blancas y rojas por todo el recinto, las cortinas en las ventanas eran de la más fina y cara seda, todo estaba perfecto. Sin embargo, alrededor de todo el salón y también a las afueras del campo estaba lleno de soldados, guardianas y guardianes listos para actuar
mediante
cualquier
intento
de
huída
de
los
encarcelados. Su madre estaba en la fiesta, incluso ella participaría del evento recitando un poema de amor. Los músicos ya estaban tocando y su padre era uno de ellos, él hacía parte de la orquesta tocando el violín, Gunter esperaba a Luz aprensivo, a todo momento miraba los peldaños de la escalera a ver si Luz aparecía: ___ ¡No es posible que no venga! Después de una hora es que Luz empezó a bajar cada uno de los peldaños de la escalera con su maravilloso vestido rojo. Ella estaba magnífica, parecía una princesa de los cuentos de hadas, su pelo largo estaba increíble, su rostro sensacional y los labios rubros como la sangre. 86 | Página
Todos se voltearon para verla y, fue en ese momento, que él notó que ella entraba al salón y fue a su encuentro, la joven parecía una mirada, un sueño, ¡cómo estaba linda! Él se le acercó a ella y le dijo: ___ ¿Concédeme este baile? Ella lo miró en lo más profundo de sus ojos azules como el océano, pensó y le dijo sonriendo: ___ Claro que sí, es todo lo que más quiero. Y los dos empezaron a bailar, mejor a fluctuar en las nubes, fue como si todos en el baile hubieran desparecido y solo los dos hicieran parte de este inmenso universo mágico… Y los dos bailaron una gran parte de la noche, juntos, con sus cuerpos pegados como si fueran ambos un único ser. Ellos no decían nada, no con la boca, solo con las miradas apasionadas que cambiaban a todo instante, y en ellas se notaba una gran complicidad entre ellos, y fue en ese entonces que ella tuvo la seguridad de que él era honesto y que la quería, tanto como ella lo quería a él. Finalmente los dos pararon de bailar y él la llevó para la parte externa del salón, de acceso limitado a otras personas, dónde había una fuente de agua de piedra muy bonita y un banco de madera bajo un lindo árbol, en donde ellos se sentaron para hablar: 87 | Página
___ Pensaba que no venías. ___ No haría esto. ___ ¡Estás linda! Eres la mujer más perfecta del mundo, ¡te amo!, ¡te quiero! ___ Yo también te amo, pero sabes que no puede ser, no es posible. ___ ¿Por qué no? ___ Ya lo sabes, ya te lo he dicho, pertenecemos a mundo distintos, a universos paralelos. ___ ¿Cómo puedes decir eso, si juntos somos uno? ¿Si nos completamos? Y él la besó con locura, apasionadamente y sin control, ella le retribuyó al beso con más ganas, no pudo y no quería controlarse, tenía miedo de perderlo para siempre, lo empujó hacia un rincón oscuro y le dijo: ___ Nadie sabe que podrá pasar mañana, ámame como si fuera la última vez, no pienses en nada más… Los dos se amaron perdidamente sin importarse con el resto del mundo, solo con su pasión. Después de hacer el amor, ella le preguntó: 88 | Página
___ ¿A quién queremos engañar? Nuestro amor es imposible, sabes que soy judía y tú un comandante alemán, trabajas para Hitler y él quiere a mi familia y a mí muertos. ___ Luz, ni todo es lo que parece. ___ ¿De qué me estás hablando? ___ De mí. ___ No entiendo… ___ Pues, voy a contarte toda la verdad…
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CAPÍTULO 12 Al decirle aquello, Gunter no sabía exactamente qué tipo de reacción iba a tener Luz María, sin embargo, tenía que contarle quién realmente era… ___ Bueno, amada mía, siempre me han dicho que decir la verdad es el mejor camino y también el más apropiado para tener una relación de amor basada en la verdad, en la confianza y en el respeto. Es obvio que no podría haberte contado nada antes porque tanto tú, como tu familia y yo corremos peligro. ___ Me estás asustando más que confortando, por Dios, dilo de una vez… __ le expresó Luz María. ___ Cuando estalló la Guerra, creíamos que el Führer nos decía la verdad y que el camino a seguir era realmente el de dominar a los más débiles por la fuerza, lo que no imaginábamos es que él se volvería loco y que llevaría a la muerte miles de vidas, tanto de nuestro lado como de los países que se opusieron terminante a esta guerra. ___ Perdimos y estamos perdiendo a cada día a civiles y militares, y en eso sufrimos todos, hombres, mujeres, niños, patrimonios enteros son destruidos, se roba de un lado, se confisca de otro y nada es realmente nuestro o nos pertenece 90 | Página
y todo eso porque este hombre se ha enseñado en contra de los judíos, y al parecer toda esta atrocidad se dirige a este pueblo y a aquellos que no se encajan en la perfección aria como siempre dictamina él en sus discursos. Nuestros aliados inicialmente también tuvieron una idea distinta de lo que iba a pasar, pero al fin y al cabo ellos también se dieron cuenta de esta locura y ya no se sentían tan cómodos siendo nuestros amigos en las buenas y en las malas, como antes, poco a poco se están retirando y dejando a nuestro líder solo en todo este lío que él mismo se ha engendrado. Por eso, empezamos dentro del propio régimen militar una resistencia al nazismo que inicialmente era pequeño, pero que fue creciendo en diversos ámbitos, tanto civiles como militares dentro de nuestra sociedad, grupos pequeños y aislados casi no eran observados y tampoco los llevaban en consideración, operaban de manera independiente y querían mantener algún tipo de conexión entre sí, pero la Gestapo siempre los intentaban desbaratar. ___ ¿Y cómo entras tú en eso? ___ Espera, dame tiempo que te voy contando… ___ ¿Y tenemos tiempo realmente?
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___ Sí, claro que sí, la cena aun no está puesta, siguen bailando y bebiendo los cocteles y creo que vamos a tener una noche larguísima por lo que veo… ¿Puedo seguir? ___ Claro, estoy ansiosa por ello… ___ Como te estaba diciendo, el problema de nuestra resistencia, si es que podríamos llamarla así, es que consiste en varias líneas diferentes, tanto políticas como ideológicas representando las diferentes clases de nuestra sociedad alemana, pero lo malo de todo eso es que nunca hemos sido capaces de trabajar juntos, de hecho casi no ha sido posible un contacto efectivo entre las diversas partes de nuestra resistencia. Y puedes imaginar lo difícil que fue convencer a los aliados de que queríamos ayudarlos y principalmente siendo
yo
un
puro
alemán,
ario,
de
una
familia
extremadamente rica y con conexiones con el Führer. ___ Sí, me lo puedo imaginar… Yo tampoco te creería si te escuchara. ___ Pues así sucedió, no querían escucharme, tuve reuniones secretas con algunos espías de países aliados. Siempre me llevaban a encontrarlos con los ojos vendados, nunca sabía a dónde estaba realmente, a veces en ba rracones, otras veces en algún tipo de casa, otras en azoteas, sótanos… Bueno, ya te puedes ir haciendo una idea ¿no? 92 | Página
___ Bueno, sí y no… Si fuera yo no sé lo que haría efectivamente. ___ Yo tampoco sabía qué hacer, quería realmente ayudar, había sido preparado primero por mi familia para ser un hombre honesto, íntegro, justo, además, para mis padres, lo más importante era que tuviéramos mis hermanos y yo una buena formación, pero ni siquiera habían pensado que íbamos a
ser
convocados
efectivamente
para
sucedió
esta
maldita
nuestro
guerra.
Cuando
alistamiento,
fuimos
entrenados en las artes de la muerte, para derrumbar a nuestros enemigos dentro y fuera del campo de batalla. Pero, nunca en la vida, siquiera en mis peores pesadillas, podría haberme planteado la posibilidad de que íbamos en realidad a ejecutar a civiles: hombres, mujeres y niños indefensos, sin la menor posibilidad de supervivencia. ___ ¿Y cómo creíste que podría ayudarlos? ___ Al inicio como te comenté, fue difícil que me creyeran y ya sabes el porqué de eso, pero después que hubieran intentado disuadirme de mis intenciones de todas las formas posibles, percibieron que les estaba diciendo la verdad me introdujeron en la “Orquesta Roja 12” y fue así que la 12
Die Rote Kapelle (La Orquesta Roja o La Capilla Roja, como también es conocida) fue una red de espionaje comunista formada durante la II Guerra Mundial integrada por ciudadanos alemanes en contra de los nazis. Wikipedia
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conocí. Era un movimiento de espionaje comunista formado durante este infierno y estaba integrada por ciudadanos alemanes en contra de los nazis. Supe por ellos mismos que habían empezado a formarse en 1939 cuando Leopold Trepper, un agente del Servicio de Inteligencia Militar de la URSS, estableció una red de inteligencia occidental. Como en la época yo ya había viajado mucho, me era fácil ir de un lado al otro sin levantar sospechas y así me propuse a llevarles mensajes a todos los que estuvieran involucrados en este asunto y fui a Francia, Suiza y aquí mismo en Alemania. ___ ¡Dios mío! Te arriesgaste mucho, amor mío. ___ Eso es, pero no me arrepiento de nada, si pudiera lo haría todo otra vez. ___ ¿Y qué paso entonces? ___ Bueno, en ese ir y venir, conseguimos desmantelar la estrategia alemana en la batalla de Stalingrado
e
intervenimos suministrando informaciones sobre la fabricación de armas y de los cohetes V1 y V2 que tú conoces tan bien, porque algunos se construyeron aquí mismo con la exigencia de mano de obra esclava por la empresa Siemens. ___ Señor… mientras más te escucho más miedo me da. ___ No tengas miedo, estamos juntos ahora. 94 | Página
___ Pero, no estamos seguros, aun estamos aquí dentro y pueden matarnos a todos. ___ Tranquila, hay alguien más que nos está ayudando… Al oír aquella afirmación, Luz María se quedó tan sorprendida que no podría creer que alguien más allí dentro lo estuviera ayudando, y principalmente siendo un alemán. ___ ¿Quién? – le preguntó Luz María. ___ Steimberg. ___ ¿Cómo has dicho? ___ Eso es, Steimberg era un artista de teatro antes de ser seleccionado para venir aquí, él y otros como él se propusieron a actuar como si estuvieran realmente a favor del Führer, tanto aquí como en otras partes, y fue él quien me dijo que tu madre y tu hermano estaban aquí ¿te acu erdas? ___ Sí, pero parecía tan molesto y siempre maltrataba a todo el mundo, daba la impresión de ser un hombre sin piedad y sin escrúpulos. ___ Sí, Luz María, pero como te había dicho, Steimberg era un actor de teatro y sabía hacer el mejor papel cuando se hacía necesario… ¿O crees que estaríais vivos tu familia y tú si no fuera por él? 95 | Página
___ ¿Y por qué nos protegió? ___ ¿Y tú me lo preguntas? Porque para mí la poesía eres tú. ___ Por favor, no es momento para que me recites Bécquer... ___ ¿Y por qué no? Si quiero recitarte todo lo que encuentre sobre el amor… ___ Gunter, no tenemos tiempo, sigue contándome... ___ Bueno, y fue así que supe que esa resistencia estaba abarcando a muchos estratos de la sociedad. Artistas como Steimberg, escritores, estudiantes, comerciantes y militares como yo, además de una lista enorme de personas ilustres que no puedo mencionarte ahora, pero que un día lo haré para que sepas que cuando las personas adecuadas se juntan para practicar el bien común logran realmente hacer algo bueno para el prójimo, no importando en lo más mínimo su descendencia, nacionalidad, color, o religión. Y quise participar y creo que era lo mínimo que podría hacer, dada la pérdida de tantas vidas…. ___ ¿Y cómo es que supiste de mi padre? ___ Bueno, lo de tu padre es otro costado…
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___ ¿Qué quieres decirme? ___ Que tendrá él mismo contarte cómo y porque se involucró en esta guerra y no insistas más que no te diré nada… ___ Está bien… Y empezó a mirarlo con una profundidad tan grande y con un amor tan intenso que le dolía por dentro, porque ahora veía lo que no había conseguido descifrar antes. Este era secreto que él estaba guardando a siete llaves que le hacía parecer tan misterioso, profundo y hasta cierto punto disimulado… Dios mío, había pensado cosas tan malas de él y ahora se arrepentía. ___ Gunter, amor mío, perdóname. Nunca, siquiera habría podido imaginar que hubieras pasado por tantas cosas y que te estabas arriesgando por nosotros, y no solamente eso, sino también por todas las personas que has ayudado a escapar de una muerte inevitable. ___ No hay nada que perdonar, no podrías saberlo y por el momento no puedes dar muestras de ello, te lo ruego… Tenemos que mantener las apariencias hasta el fin de este baile. ¿Me entiendes?
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___ Sí, claro… Y quisiera preguntarte ¿estás preparando algo que yo no sé? ___ No te puedo contar, Fräulein, porque no te quiero poner en peligro, pero ya lo verás… Pero, por favor, actúa como mi prisionera porque en esto está la seguridad de tu familia y también la nuestra. ___ Vale… Cuenta con ello. ___ Bueno, volvamos a la fiesta que seguramente ya van a servir la cena. ___ Mírame, por favor. ¿Cómo estoy? Desarreglada lo supongo, después de lo que hicimos aquí… A veces actuamos como unos locos. ___ Estás maravillosa, y más bella que antes. Siempre te quedas más bonita después que te hago el amor ¿no lo crees? ___ No seas engreído… ___ No lo soy, es que es verdad. ¿Y cómo estoy yo? ___ ¿Y cómo podrías estar? Si les sacas el aire a todas las mujeres. ¿O no te das cuenta de que he percibido todo eso?
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___ No te pongas celosa… que te quiero a ti y no a las demás. ___ Ay… ya ya…vámonos… ___ Sí, vámonos o te agarro otra vez… Luz María le hizo una carita mala y volvieron al salón de baile…
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CAPÍTULO 13 La cena ya iba a ser servida y en seguida las presentaciones culturales empezarían: primero la declamación de poesías y su madre declamaría una en uno de los grupos de mujeres y luego las músicas clásicas, con una presentación especial en violín hecha por su padre. Gunter al hablarle a Steimberg también le ordenó que el soldado escondiera al hermano de Luz mientras la fiesta ocurría y así sucedió. Cuando los dos entraron, todos los miraron, y eran una visión increíble, parecían dos actores de cine… Ella una verdadera reina, pero muy seria y con una mirada que le penetraba el alma a cualquiera, y él un hombre inigualable con una sonrisa que podría derretir el corazón más helado del mundo. Y allí mirándolos de reojo había un corazón no solo helado,
sino también de piedra: el de Eva Höss, pero al
mirarlo como a las demás mujeres también le pasaba lo mismo, su resistencia se deshacía y no conseguía entender el poder que este hombre ejercía sobre ella. Luz María, como responsable por conducir toda la celebración, hizo una señal para que la orquesta parara de tocar y le concedió la palabra al Herr Kommandant Gunnter y así se refirió a él en público:
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___ Por favor… Denme un instante… Les va a hablar nuestro Herr Kommandant. ___ Muchas gracias, Fräulein Luz María. ___ Bueno, lo que quería decir es que este es un momento muy especial para mí. Recibirlos a todos es un honor y espero que puedan aprovechar al máximo la velada. Está servida la cena… Todos le aplaudieron exhaustivamente y fueron a sentarse cada uno en su propio lugar escogido con antelación como manda la etiqueta. Estando todos en la mesa, uno de los comandantes invitados le pidió permiso a Gunter para hacer un discurso en su homenaje por “el gran trabajo” que estaba haciendo allí en el campo y en eso empezó a discurrir sobre las bendiciones de ser un verdadero alemán y toda la responsabilidad que esta primicia conllevaba, situación que le causaba a Gunter un verdadero incomodo y molestia a tal punto que le revolvía el estómago, pero tenía que fingir que todo estaba perfecto y sonrió. Al final del discurso, el comandante invitado dijo con una copa de champán en la mano a la manera alemana:
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___ ¡Heil Hitler!__ y todos le acompañaron diciendo juntos lo mismo. ___ ¡Heil Hitler! Nada más terminar la aclamación al Führer, Gunter dio la orden para que empezaran a servir la cena. Un banquete que podría causar la envidia a cualquier rey o reina de cualquier parte del mundo, todo había sido escogido a dedo y dispuesto para agradar a los jefes de estado más exigentes y allí no había ninguno, solo los comandante y encargados de los demás campos. La comida estaba exquisita, comentó uno de ellos, las bebidas eran las mejores y los que estaban trabajando sirviendo la mesa eran pomposos y demasiado educados con todos los comensales. Las conversaciones iban de un ámbito a otro, hasta que llegaron a comentar sobre la resistencia alemana, en eso la sangre de Herr Kommandant Gunter empezó a helarle el cuerpo, el corazón empezó a latir más fuerte que lo normal. Pero, ya había pasado por situaciones como aquellas y no se dejaba abatir, tampoco descontrolarse. Le echó una mirada a Luz María que no se había sentado con ellos, porque a todo instante estaba dando órdenes y más órdenes para que nada saliera mal. 102 | Página
Cuando terminaron de comer, fueron invitados a tomar un coñac y a fumar unos puros cubanos. Todos se rieron mucho de poder hacer algo como ello, porque los puros cubanos no eran comunes por aquellos lados, seguramente era algún cargamento clandestino o alguna importación que habían confiscado como todo lo que había allí…
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CAPÍTULO 14 En seguida, Luz María los invitó a ver las presentaciones culturales que iban a comenzar, había un palco donde ocurriría cada una de ellas, además había también una cantidad enorme de sillas dispuestas como si la sala fuera un teatro y así se dio inicio al primer grupo de mujeres que iban a declamar unas poesías alemanas, escogieron algunas muy especiales: El 1º grupo de 5 mujeres:
MI ALMA SE PARECE AL MAR... De HEINRICH HEINE “Mi alma se parece al mar: tiene olas y tempestades; pero en sus profundidades muchas perlas se han de hallar.” (Aplausos de todos los presentes.) ___
¡Bravo!...
¡Bravísimo!!!
__
decían
todos
prácticamente juntos. ___ ¡Heil Hitler! Larga vida a nuestro Führer.
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Gunter solamente levantaba su copa y nada decía… solo miraba a todos sin creer lo que pasaba… Estaban o medio borrachos o no conocían nada de poesías… porque aquellas eran de un escritor alemán con descendencia judía. El 2º grupo de 5 mujeres:
QUIERO IR CON AQUÉL A QUIEN AMO De BERTTOLT BRECHT “Quiero ir con aquel a quien amo. No quiero calcular lo que cuesta. No quiero averiguar si es bueno. No quiero saber si me ama. Quiero ir con aquél a quien amo.” ___ ¡Bravo! ___ ¡Bravísimo!!! ___ ¡Heil Hitler! Que viva nuestro Führer. De esta vez además de Gunter, era Luz María quien los observaba y no podía creer la manera como se comportaban, como si no les importaba en lo más mínimo quiénes les estaban recitando, si eran judías, gitanas, testigos de Jehová o lo que fuera… El 3º grupo de 5 mujeres: 105 | Página
VIENE LA NOCHE De ElSE LASKER-SCHÜLER “Viene la noche y me sumerjo en las estrellas, Para no olvidar en el alma el camino a casa Pues se enlutó hace mucho tiempo mi pobre país. Descansan nuestros corazones emparentados de amor, Emparejados en una cáscara: Blancas almendrasSé que tienes, como antes, mi mano Encantada en la eternidad de la lejanía... Ah, mi alma crujió cuando me lo confesó tu boca.” El 4º grupo de 5 mujeres: (con la participación de la madre de Luz María)
VOLVERÁN LAS OSCURAS GOLONDRINAS De GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER (1836-1870) “Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar,
y, otra vez, con el ala a sus cristales jugando llamarán; pero aquéllas que el vuelo refrenaban 106 | Página
tu hermosura y mi dicha al contemplar, aquéllas que aprendieron nuestros nombres... ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas de tu jardín las tapias a escalar, y otra vez a la tarde, aun más hermosas, sus flores se abrirán; pero aquéllas, cuajadas de rocío, cuyas gotas mirábamos temblar y caer, como lágrimas del día... ésas... ¡no volverán! Volverán del amor en tus oídos las palabras ardientes a sonar; tu corazón, de su profundo sueño tal vez despertará; pero mudo y absorto y de rodillas, como se adora a Dios ante su altar, como yo te he querido..., desengáñate: ¡así no te querrán!” (Aplausos aun más fuertes de todos los que allí se encontraban.) ___ ¡Bravo!... ¡Bravísimo!!! __ decían otra vez. 107 | Página
___ ¡Heil Hitler! En ese momento las miradas de Gunter y Luz María se encontraron, el fuego de la pasión empezó a quemarles por dentro, les salían chispas a través de los ojos pero, no podrían siquiera sonreírse sin delatar el amor que sentían el uno por el otro. Había otra persona que la chica también quería mirar, y esa era su madre, que también la estaba mirando en medio de los gritos dados por los invitados, sus ojos se encontraron y ambas conseguían transmitir todo lo que sentían sin decir una palabra siquiera. Después de esas declamaciones, el último grupo de mujeres salió y entró la orquesta para empezar las presentaciones de músicas clásicas y los músicos tocaron de todo, principalmente los autores más conocidos. Pero cuando el padre de Luz María se puso de pie para empezar a tocar la 5ª sinfonía de Beethoven, fue como si el cielo se abriera y los ángeles empezaran a tocar. Al iniciar sus primeros acordes todos se quedaron con la boca abierta, aquél hombre que nadie sabía de dónde había salido era el intérprete
más perfecto y el violinista más
increíble que jamás se había visto nunca en un lugar como aquél. Y cuando la orquesta lo siguió ocurrió, como que por 108 | Página
magia, una transposición de lugar, parecía que todos los que estaban allí habían sido llevados a un gran teatro en otra parte del mundo y hasta los soldados que vigilaban el barracón y las guardianas se dejaron llevar por la música. Pero los ojos fugaces de una persona no se dejaban engañar. Algo iba a pasar en aquella noche y Eva Höss lo iba a saber, empezó a andar de un lado a otro para descubrir alguna cosa que estuviera equivocada o enmascarada… En la sala, parecía que no había nadie más, todos se quedaron tan callados que ni siquiera se oía un suspiro. El lugar parecía haber volado a otras esferas y no conseguían volver del transe en el que se encontraban, en eso y sin que nadie se diera cuenta el maestro que dirigía la orquesta se había puesto delante del violinista que ya no era el padre de Luz sino otro que también tocaba igual que él…
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CAPÍTULO 15 Gunter ya había salido del salón y también Luz y su madre, y había un coche detrás del barracón que les estaba esperando. Corrieron más deprisa que pudieron ambos… Gunter le gritó a Luz que tenía que irse más deprisa: ___ ¡Tenemos que irnos rápido o nos sorprenderán, vámonos! ___ Vamos, entremos, rápido __ les dijo a Miguel, a Isabel y a Julián. Todos ya se habían preparado con la ayuda de Steimberg antes que nadie se diera cuenta, los documentos necesarios los llevaba Gunter en su maletín, y pegados de la mano él y ella entraron en el coche lo más rápido que podían. Steimberg le había buscado a Gunter un chofer de su extrema confianza y sin demorarse más salieron de Ravensbrück para siempre. Ya dentro del coche,
se besaron apasionadamente
entre lágrimas, risas, alivio y las sombras que la noche había producido para esconderles completamente y se miraron fijamente entre ellos, iban en fin a tener una vida en común, fuera del “puente de los cuervos”. 110 | Página
Gunter le dijo al conductor que cogiera otro camino y no el que acostumbraba a hacer los alemanes para llegar en Ravensbrück. ___ Sí, Herr Kommandant Gunter __ le respondió Ralph. ___ Ralph, de ahora en adelante, solamente Gunter, por favor. ___ Sí, señor __ y le sonrió aliviado de salir con ellos de aquel lugar. Pero, pensó en los demás que allá estaban y en la confusión que había preparado Steimberg para confundir a los que allí se encontraban. En ese mismo instante en el barracón donde estaba ocurriendo la fiesta, todos aun se divertían mucho sin darse cuenta absolutamente de nada. Pero de repente, hubo una gran explosión en otra parte y todos salieron corriendo para apagar el incendio que al parecer iba a pasar a todos los barracones si no hacían nada inmediatamente… Eva Höss se dio cuenta de que había pasado algo terrible, pero es que ella misma no se sentía nada bien, como se si cuerpo no le respondiera al comando de su cerebro. Empezó a buscar a Steimberg y este se aproximó de ella y percibiendo un cambio considerable en su comportamiento le ofreció su brazo y la condujo a su catre personal. Y allí mismo le dio un poco más de lo que le había ofrecido en la bebida 111 | Página
que le había entregado en las manos unas horas antes y ella se desmayó por completo. Steimberg salió de la habitación de la mujer y fue corriendo ayudar a los componentes de la orquesta y las mujeres con niños como había quedado acordado con Gunter. Todos estaban vestidos para aguantar el frío en un tren o incluso para hacer un viaje a pie, tenían todos los documentos necesarios, un poco de provisión para algunos días y salieron por un pasaje que Steimberg y otros habían hecho para darles la libertad en ese día y así ocurrió. Algunos llorando copiosamente ni siquiera conseguían agradecerle a él o a Gunter la gran oportunidad que estaban obteniendo de salir del infierno que se les habían sido impuesto en vida. Una libertad, tan deseada y anhel ada que no encontraban las palabras adecuadas en aquel momento, así que, lo que conseguían decir eran algunas pocas palabras entre sollozos y lágrimas mezclados en las sombras de la noche. ___ Muchas gracias… gracias… Que Dios los bendiga a los dos y a todos los que nos ayudaron. ___ Vamos, rápido, rápido. Dense prisa, no se detengan. ___ Gracias… gracias… Muchacho, nos has engañado. 112 | Página
___ Adiós, váyanse rápido. Vamos. ___ Gracias… gracias, joven, no lo sabíamos. ___ Adiós, tengan cuidado. ___ Gracias… gracias, mozo. ___ ¡Adiós, dense prisa! ___ Gracias… gracias, chaval, no lo imaginábamos. ___ ¡Adiós, anden rápido! ___ Gracias… gracias, teniente. Después que salió el último de los prisioneros que pertenecían al grupo que Gunter había querido ayudar hacía tanto tiempo, Steimberg también se fue sin siquiera mirar hacia atrás. Mientras tanto todo el campamento estaba de patas arriba, las personas corrían por todos lados buscando ayuda, pero nadie sabía nada y tampoco se encontraba al Herr Kommandant para darles alguna explicación. Sin embargo, los comentarios eran confusos y algunos decían que Gunter había ido a buscar la Gestapo para hacer las averiguaciones necesarias y algo más como eso, pero nadie estaba seguro.
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En el automóvil, Gunter y la familia de Luz fueron directamente al aeropuerto donde les esperaba una avioneta para llevarlos con seguridad al país que él siempre había querido conocer: España. Se bajaron del coche y rápidamente entraron en el avión y se fueron de Alemania. Ya bien acomodados en la aeronave, Luz María pudo demostrar toda la emoción que sentía al volver a abrazar a su familia entre lágrimas, dolor y sombras de unos momentos de mucha angustia vividos por todos ellos. Cuando volvió a sentarse en su lugar, pudo mirar a Gunter y al hacerlo no sabía si lloraba o si lo besaba, como no pudo aguantar la emoción hizo las dos cosas al mismo tiempo y se besaron apasionadamente durante varios minutos. Allí en el cielo, se concretaba la esperanza de que un amor pudiera sobrevivir aunque bajo las peores circunstancias y ya no había sombras, todo era luz… ___ ¿Señor Gunter? __le llamó el comandante del avión. __ ¿Nuestro plan de vuelo es? ___ España __ y así se fueron para vivir su gran amor juntos por toda la vida… Luz María se dio vuelta y le dijo a su padre:
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___ Papá, no te olvides que tienes que contarme muchas cosas. Se miraron y lloraron… Pero esa ya es otra historia…
FIN
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A – FOTO DE LA INVASIÓN DE VARSOVIA
B – FOTO DE LA INVASIÓN DE VARSOVIA
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C – FOTO DE LA INVASIÓN DE VARSOVIA
D – FOTO DE LA INVASIÓN DE VARSOVIA
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E – FOTOS DE ALGUNAS VICTIMAS DE RAVENSBRÜCK
Stanisława Czajkowska
Alfreda Prus
Helena HegieR
Anna Sienkiewicz
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F – FOTOS DE ALGUNAS VICTIMAS DE RAVENSBRÜCK
Zofia Korma ska
Zofia Modrowska
Jadwiga Dzido
Jadwiga DzidoC
119 | Página
G – FOTO DE ALGUNAS VICTIMAS DE RAVENSBRÜCK
Janina Marczewska
Zofia Modrowska
Wacława Andrzejak
Wojciecha Buraczy ska
120 | Página
H – FOTO DE LOCALIZACIÓN DE RAVENSBRÜCK
I – FOTO DE LOCALIZACIÓN DE RAVENSBRÜCK
121 | Página
J – FOTO DE ALGUNAS GUARDIANAS REALES DE RAVENSBRÜCK
K - FOTO DE ENCARCELADAS EJERCIENDO TRABAJO ESCLAVO
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L - FOTO DE ENCARCELADAS EJERCIENDO TRABAJO ESCLAVO
M - FOTO DE ENCARCELADAS EN EL CAMPO
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BIBLIOGRAFÍA Foto de portada http://confesionesempaticas.blogspot.com.br/
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Se permite a las mujeres estudiar http://blogdecorina.blogspot.com.br/2010/03/que-pasabahace-100-anos.html
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