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Spanish Pages [125] Year 1970
Manual de orientación para padres de familia, maestros, clérigos, profesionales y
estudiantes
• ¿Cuálesson las clases más comunes de problemas sicológicos? • ¿Cuál es la causa de la conducta desviada? • ¿Cuálesson los métodos básicos para ayudar a niños y adultos emocionalmente perturbados?
Esta es una enciclopedia sin precedentes. Su autor, un destacado sicólogo, indica el camino hacia respuestas prácticas para las preguntas que anteceden. Trata de todos los principales problemas sicológicos; los define y explica y nos lleva a comprender mejor los problemas que afligen a los seres humanos.
Prado NQ 497701
Enciclopedia de
PROBLEMAS . SICOLOGICOS Clyde M. Narramore /ersíón castellana de Fernando Villalobos ,.\.
PREFACIO
@ 1970 by Zondervan Publishing House.
Grand Rapids, Michigan. Logoi Inc. Míamí, Florida. es la editora y distribuidora de esta edición castellana. Es propiedad. Reservados los derechos. Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin el debido permiso de los editores. El título de esta obra en la edición original inglesa es Encyclopedia 01 Psychological Problems. @ 1966 by Clyde M. Narramore.
Pr~d
in U.S.A.
Prado NQ 497701
PREFACIO Durante casi cuatro lustros el doctor Clyde M. Narramore ha dedicado su vida a comprender y ayudar a la gente. Después de graduarse en universidades del occidente de Estados Unidos, asistió a la Universidad de Columbia, en donde recibió un segundo grado de maestría, así como su doctorado. Este adiestramiento formal, sin embargo, no fue sino el paso inicial en una carrera de desarrollo individual y de notables reali zaciones. Durante trece años, el autor ha sido sicólogo de consulta al servicio de la Superintendencia Escolar del Condado de Los Ángeles, California. En ese condado hay cerca de millón y medio de escolares inscritos. Du rante ese tiempo el doctor Narramore llegó a ser presidente del Comité de Publicaciones de la División de Investigaciones y Orientación. Impresionado por la demanda de terapia particular, dedicó parte de su tiempo a la orientación externa. De ello nació una clínica sicológica en California del Sur, cuyo actual director es el doctor Narramore. La clínica, que reconoce los factores físicos, emocionales y espirituales que intervienen en la conducta humana, ha llegado a ser una de las más grandes de los Estados Unidos. Por medio de sus escritos, que incluyen The Psychology of Counseling, y su diario programa radial, Sicología para vivir, ha influido en muchas vidas. Es probable que pocos hombres en su ramo lleguen a más per sonas en todo el mundo. El presente libro, ENCICLOPEDIA DE PROBLEMAS SICOLóGICOS, es el primero en su género. El libro es amplio, y reúne en un solo volu men temas que hasta el presente se hallaban solamente en diversas publicaciones. Además, la ENCICLOPEDIA DE PROBLEMAS SICOLóGI GOS reconoce no solamente los aspectos médicos y tradicionales de los problemas, sino también las causas y soluciones espirituales. Los lectores de esta enciclopedia pronto se darán cuenta de los años de estudio y experiencia que han capacitado al autor para compilar tan valioso libro de consulta sobre el conocimiento y comprensión humanos.
Problemas
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humanos
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PROBLEMAS HUMANOS
Los últimos años han sido de una inquietante época de transforma ciones sin precedente. Basta echar una mirada en torno para ver que está produciéndose un progreso trascendental. En el campo de la quími ca, por ejemplo, hay deslumbrantes y novedosas maravillas. También la ingeniería está dando pasos agigantados que sólo unos meses atrás parecían imposibles. La profesión médica está abriendo brillantes y nuevas perspectivas al entendimiento. De igual modo, en cada esfera del saber y el hacer humanos hay una eclosión de progreso que promete a la humanidad un futuro emocionante. Pero un gran problema queda en pie: ila conducta humana! Pareciera que los progresos recientes en el conocimiento han arre batado a los seres humanos y los han aplastado sin misericordia bajo las llamadas ruedas del progreso. De todos los rincones del mundo hay clamores de auxilio. La madre deprimida de Europa, el joven desorien tado de Africa, el adolescente atormentado del Oriente, y el padre des viado en América, todos claman en demanda de un ajuste mejor. Por importante que cada profesión sea, ninguna llama a nuestra con ciencia con mayor fuerza que el campo de la comprensión humana, espe cialmente sobre base individual. El orientador y sicólogo sentado ante una persona atribulada se enfrenta a una pregunta importante: «¿Cómo puedo ayudarle para que sea un ser humano bien equilibrado de modo que pueda desempeñarse adecuadamente mientras viva en este mundo?» Decir que el organismo humano es complicado sería una verdad in completa. La eterna Palabra de Dios elocuentemente describe al hombre en Salmo 139:14: «Te alabaré por el maravilloso modo en que me hiciste. iQué admirables son tus obras! Del todo conoces tA mi alma.» (Nácar Colunga.) De modo que aquel a quien se le encarguen las funciones de consejero necesita mucha sabiduría. Nada hay más intrincado que la raza humana. Para comprender a la gente el consejero, ya sea ministro, sicólogo o si quiatra, debería dedicar mucho tiempo a estudiar la conducta humana. Igualmente importante es la instancia para el consejero mismo, para ser la clase de persona que da ejemplo de integración y ajuste excelentes. ¿Cómo se desarrolla la conducta humana? ¿Especialmente la conducta no sana? ¿Cuáles son las experiencias clásicas que llevan a la persona a senderos desviados? ¿Cuáles son algunas de las formas básicas de tratar el asunto para ayudar a los adultos y a los niños que tengan problemas emocionales? Éstas son algunas de las preguntas que se tratan en este volumen. Al considerar los problemas humanos y la forma en que se desarro llan, podríamos imaginarnos tres grandes CÍrculos que representan las causas básicas de la conducta humana. Los tres círculos están entre lazados. Aunque son un tanto independientes, continuamente se influyen entre sí.
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Enciclopedia de problemas sicológicos
Problemas humanos
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de sus problemas, están dispuestos a considerar las causas emocionales una vez que aprenden que no hay base fisiológica para sus síntomas. Este volumen presenta una discusión de la mayoría de los grandes problemas sicológicos del hombre. Subraya la naturaleza sicológica de nuestras dificultades. La verdad es que todos los consejeros, ya sea su trabajo de naturaleza médica, religiosa u otra, deberían considerar las emociones del hombre y los efectos que producen sobre el bienestar ge neral de éste.
Aspectos espirituales de los problemas
Aspectos fisiológicos de los problemas Casi todo el mundo reconoce la relación entre las funciones corpo rales y los problemas humanos. En efecto, muchos sin duda piensan sólo en. l~s bases médicas de sus dificultades. El ama de casa, por ejemplo, quiza crea que sus dolores de cabeza son el resultado de no dormir bien, de exceso de trabajo, o de alguna otra dolencia física que no comprende. Por otra parte, quizá no tome en cuenta el hecho de que sus dolores de cabeza pueden provenir de conflictos emocionales no resueltos. De modo semejante, el hombre de negocios que pasa por un gran desaliento o depresión quizá reconozca la posibilidad de estar padeciendo alguna do lencia física que tal vez su médico no haya logrado diagnosticar o corregir. Así, muchas personas, como este empresario y el ama de casa, piensan de inmediato en las causas y soluciones fisiológicas de los problemas. Esto es natural, dado que la profesión médica ha contribuido notable mente a la solución de problemas de la humanidad señalando las causas físicas y el tratamiento médico para los mismos. Recientes investigacio nes médicas indican que estamos rumbo a un mayor entendimiento del cuerpo humano. Por consiguiente, todo consejero debe considerar seria
Dado que el hombre es un ser espiritual, es importante considerar los aspectos espirituales del ajuste humano. Este volumen expresa el hecho de que los problemas no sólo tienen bases físicas y emocionales, sino también espirituales. Y puesto que muchos problemas tienen de veras causas espirituales, se deduce que tienen soluciones espirituales. Pero a menos que el consejero mismo haya experimentado la conversión espiritual, no podrá comprender las causas o soluciones espirituales de los problemas. «El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente» (1 Ca. 2: 14). En efecto, quien no haya nacido de nuevo no sólo carece de discerni miento espiritual; a menudo, se niega a considerar los asuntos espiri tuales. Esto es natural, puesto que el hecho mismo de considerarlos puede resultarle convincente. Pero tratar de comprender y ayudar a quie nes sufren de problemas sicológicos, sin reconocer las causas y soluciones
mente las posibles causas fisiológicas de los problemas, y cuando sea lo apropiado, enviar los clientes a los doctores en medicina.
espirituales, es orientar ineficaz y anticientíficamente. En realidad, el orientador profesional debería considerar seriamente los aspectos espiri tuales cuando trate de ayudar a los individuos en la solución de sus problemas. La vida, por tanto, es un proceso de desarrollo y mantenimiento de un adecuado nivel de ajustes físico, emocional y espiritual. Cada día se pasa por experiencias que pueden amenazar el bienestar de la persona en cada uno de estos aspectos. El ajuste sano es el grado en que uno logra resolver bien esas tensiones. Este volumen tiene que ver con indi viduos que no han logrado enfrentarse triunfalmente a las tensiones y esfuerzos del diario vivir. Trata de las razones que han llevado a esos individuos a la incapacidad de adaptarse a las frustraciones, y brinda sugerencias para resolver esas dificultades.
Aspectos emocionales de los problemas
Clasíflcaclén de los problemas
En a~os recientes, los sicólogos, siquiatras, ministros del culto y otros que se Interesan en problemas humanos, han presentado muchas prue bas relativas a las bases emocionales de estas dificultades. Hechos sicológicos que hace unos cuantos años eran poco conocidos hoy van siendo aceptados en los hogares. La comunicación para las masas como la radio, televisión y publicaciones, brindan continuamente a la persona común un cúmulo de datos para la comprensión de la naturaleza de los conflictos emocionales. Esta tendencia hacia la comprensión y aceptación de aspectos emocio nales de los problemas se muestra también por la cantidad de personas que buscan los servicios sicológicos y siquiátricos. También puede notarse en el énfasis que en los planes de estudio de universidades y seminarios se da a la comprensión de la naturaleza emocional del hombre. Si bien muchos individuos prefieren pensar únicamente en las causas fisiológicas
En cada rama del saber científico se necesita un sistema de nomen clatura y clasificación para poder estudiar ordenadamente los problemas respectivos. En el campo de los trastornos mentales y emocionales hay cierto número de factores que hacen necesario establecer esas categorías. Entre los más importantes están: - La necesidad de una clasificación que agrupe los desajustes simila res por categorías. Esto permite una comprensión más eficaz de la interrelación de diversos trastornos mentales. - La necesidad de un método abreviado de comunicar los datos acerca de individuos que padecen de problemas mentales y emocionales. Las discusiones prolijas de toda la dinámica personal relativa a la dificultad emocional del individuo suelen resultar imposibles dado el factor tiempo.
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Problemas humanos
Enciclopedia de problemas sicológicos - Sin un enfoque sistemático de la enfermedad mental, los estudian tes de este campo necesariamente habrán de divagar por la selva de los desajustes, carentes de una clara comprensión del proceso lógico inherente. Las clasificaciones son necesarias para realizar la investigación en las dolencias mentales. Al agrupar a los individuos en categorías relativamente distintas, el investigador científico puede estudiar las similaridades y contrastes entre un número de trastornos mentales. - A lo largo de años de estudio se acumula una riqueza de datos en torno al sistema de clasificación y gran cantidad de material sig nificativo se transmite mediante el empleo de la terminología si quiátrica.
Aunque hay muchas ventajas en un sistema de clasificación de los trastornos mentales y emocionales, el profesional que trabaje en el campo del ajuste humano ha de mantenerse en guardia respecto a posibles efec tos nocivos de tal sistema. A menos que el sicólogo, por ejemplo, tenga un genuino interés en el bienestar de cada uno de sus clientes, puede tratar a sus pacientes como si fueran fichas de diagnóstico y no seres humanos que padecen de trastornos emocionales. Hay que tener cuidado de mantener el interés individual en cada cliente y pensar en cada persona como ser humano acosado por un problema y no como un problema al que por casualidad se ha adherido una persona. Otro lazo que debe evitarse es el empleo indiscriminado de la jerga sicológica y siquiátrica. A veces, el consejero inadvertidamente emplea una coletilla diagnóstica al hablar a un cliente. Cuando esto sucede, el cliente suele sentirse aprensivo e inmediatamente va a su casa o a una biblioteca a leer cuanto pueda sobre la palabra empleada por el consejero. Como el nombre diagnóstico se refiere a una cantidad de personas dentro de una categoría general de ajuste, el cliente puede leer y aplicarse cosas qué en su caso son inexactas e inapropiadas, además de nocivas para su tratamiento terapéutico. Desde luego, debe evitarse eso. Los sicólogos y siquiatras también deben tener cuidado en cómo em plean los términos técnicos al hablar con los profanos y con los de otras profesiones. Cuando el orientador ha estudiado la conducta anormal du rante muchos años, a menudo olvida que la gran mayoría de la gente comprende poco o nada el significado de su terminología sicológica. Al hablar ante grupos de personas y al escribir, el profesional debe cercio rarse de que se expresa en un nivel apropiado y fácil de entender. Hay por todos los Estados Unidos controversias respecto al empleo de las clasificaciones siquiátricas. Algunos se declaran vigorosamente en pro del empleo de esa nomenclatura, diciendo que constituye el mejor medio para transmitir datos significativos acerca de un individuo. Otros son igualmente irreductibles en su creencia de que toda esa nomenclatura diagnóstica debe evitarse. Éstos creen que es muchísimo más significativo tratar acerca de una persona en cuanto a la dinámica que interviene en casos individuales y no en torno a una palabrita de diagnóstico. Ambas 'tesis tienen sus partidarios, pero la mayoría conviene en que empleadas adecuadamente, las clasificaciones siquiátricas pueden permi tir un enfoque ordenado y sistemático del estudio de los desajustes hu manos. El más ampliamente aceptado de estos sistemas diagnósticos es el preparado por la Asociación Siquiátrica Norteamericana en 1952.Del Ma nual Diagnóstico y Estadístico, Trastornos Mentales, de la Asociación Si-
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quiátrica Americana,' to.mamas el siguiente bosquejo general de los t ras. E" tornos menta 1~s. y emoci onaes., ste sIstema. dIagn?stico se emplea en toda Norteamenca en la mayona de los hospitales sIquiátricos y clínicas 1 sicológicas particulares. • Las tres divisiones principales de este sistema de clasificación son: 1) Trastornos causados por daño de la función del tejido cerebral y asociada a la misma, 2) deficiencia mental, 3) trastornos de origen sico genético o carente de causa física o cambio estructural del cerebro clara mente definidos.
Trastornos causados por daño de la función del tejido cerebral o asociadas con la misma Los trastornos cerebrales se dividen en dos grandes clases: agudos y crónicos. A los casos de patología cerebral que sean temporales y pue dan aliviarse se les llama agudos. A los irreversibles se les llama crónicos. Los trastornos mentales de esta sección son causados por una real dis función del cerebro o están íntimamente asociados con ella. Factores como infección, trauma e intoxicación se hallan entre las más comunes de estas causas. Este grupo de trastornos incluye casos de deficiencia mental asociados con enfermedades orgánicas conocidas o con causas prenatales de 'la deficiencia intelectual. Trastornos incluidos en esta volumen son:
clasificación de que tratamos
en este
Afasia Epilepsia Lesión cerebral Mongolismo Parálisis cerebral Senilidad Sífilis Trastornos del sistema nervioso central Otras condiciones de que tratamos y que pueden estar relacionadas con esta clasificación como diagnóstico primario o secundario, incluyen: Alcoholismo Deficiencia mental Disfunción endocrina Disfunción tiroidea Narcomanía
Deficiencia mental Esta clasificación diagnóstica incluye casos de funcionamiento intelec tual reducido que no obedecen a causa orgánica o prenatal conocida. Incluye casos de baja inteligencia debidos a enfermedades hereditarias o de familia. Toda una sección de este volumen se dedica a la deficiencia mental que incluye trastornos que corresponden a esta clasificación.
L Comité de Nomenclatura y estadística: Diagnostic in Statistical Manual, Mental Disor ders , American psychiatric Association, Washington, D.C., 15.' edición, 1952.
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Trastornos de origen sicogenético o carentes de causa física o cambio estructural del cerebro claramente definidos Los trastornos mentales y emocionales incluidos en esta tercera cate goría son aquéllos que se cree obedezcan básicamente a causas emo cionales o sicogenéticas. Esta clasificación se subdivide en cinco clases básicas de desajuste que son producto de causas emocionales.
SintomatQlogía
Puede haber síntomas tanto físicos corno si cológicos, pero no ob viamente raros. No se producen quimeras ni alucinaciones.
Frecuentemente hay síntomas muy raros corno quimeras, aluci naciones y otras for mas de conducta su mamente impropia.
Contacto con la realidad
La persona está en con tacto con la realidad. Se da cuenta del me dio en que vive y está orientada respecto a tiempo y espacio.
Suele haber gran con fusión en cuanto a orientación general y contacto inadecuado con la realidad. La per sona puede pasar mu cho tiempo en un mun do de fantasía.
Introspección
Por lo general, juzga un poco sus sensacio nes y conducta.
Esta persona suele no comprender su conduc ta. En casos extremos es incapaz de darse cuenta de que tiene graves problemas.
Relaciones sociales
Aunque sus contactos sociales pueden verse entorpecidos, la perso na, por lo común, es inofensiva para sus amigos y vecinos.
Dada la gravedad la perturbación y falta de dominio, persona puede ser ligrosa.
I. Trastornos sicóticos Los desarreglos emocionales clasificados como trastornos sicóticos se encuentran entre los más graves de los desajustes de la personalidad. Los individuos que padecen de estas perturbaciones suelen mostrar grave desorganización e inadecuado contacto con la realidad. Viven parcial mente en un mundo de fantasía y sus desajustes pueden exigir hospitali zación. Su capacidad de relacionarse con otras personas y desenvolverse en un nivel normal de ajuste en el diario vivir suele ser inadecuado. Los trastornos sicóticos de que se trata en este volumen incluyen: Esquizofrenia Paranoia Reacciones maniático-depresivas Reacción sicótica involutiva Sicosis puerperal Trastornos sicóticos 11. Trastornos siconeuróticos Las perturbaciones mentales y emocionales de esta categoría no mues tran la grave desorganización personal de las condiciones sicóticas. La ansiedad es la característica básica de los trastornos siconeuróticos. El neurótico es una persona tensa y ansiosa incapaz de obtener lo mejor de la vida porque gran parte de su energía se va en defenderse contra varias frustraciones, amenazas y conflictos. En el tratamiento de las per turbaciones mentales es importante distinguir entre desarreglos neuróticos y sicóticos. Ya que las dinámicas en uno y otro caso son diferentes, deben alterarse las técnicas terapéuticas para ajustarlas al problema individual. Los factores distintivos básicos entre trastornos neuróticos y sicóticos se bosquejan en el cuadro que sigue:'
Diagnóstico diferencial entre trastornos neuróticos y sicóticos
Funcionamiento diario
Sicótico
El nivel de ansiedad afecta únicamente una porción del funciona miento de la persona lidad total del indivi duo. Las actividades diarias pueden verse estorbadas, pero el in dividuo, por lo común, puede realizar las ta reas básicas.
Toda la personalidad se halla afectada y el individuo muestra gra ves trastornos de la personalidad. Su capa cidad para desenvol verse normalmente pue de hallarse evidente mente deteriorada.
2. Información similar se bosqueja en el libro de Thorpe, L. Katz, B. y Lewis, R.: The Psychology01 Abnormal Behavior, Ronald Press, Co. N. Y., 1961. 3. En cuanto al tratamiento de las sicosis, véase TRASTORNOS SICOTICOS en este volumen.
La mayor parte
de es tos trastornos pueden manejarse sin internar al paciente. Por lo co mún, no se requiere internamiento en ins titución siquiátrica.
Terapia
de la la pe
Suele requerirse hospi talización. La terapia puede incluir atención médica y slquiátrica, y el pronóstico es débil por la grave desorgani zación personal.
Los trastornos siconeuróticos que se tratan en este volumen incluyen: Ansiedad Fobia Hipocondría Reacción asténica Reacción de conversión Reacción depresiva Reacción disociativa Reacción obseso-compulsiva
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Siconeurótico
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Otros problemas que suelen neuróticos son:
relacionarse
con estos
trastornos
síco
Celos Inferioridad Inseguridad III.
Trastornos sicofisiológicos, autónomos y viscerales
Esta clasificación contiene perturbaciones emocionales a menudo lla madas «trastornos sicosomáticos». Estas perturbaciones representan la
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sicológicos
somatización de conflictos emocionales y tensión crónica. En vez de dejar que los conflictos y ansiedades surjan a lo consciente, el individuo intenta reprimirlos. Al negársele salida emocional, esta tensión se abre paso dentro del cuerpo, y provoca los síntomas fisiológicos. Los trastornos sícofisioló gicos que se tratan en este volumen son: •./
IV.
Anorexia nerviosa (reacción sicofisiológica gastrointestinal) Asma (reacción sicofisiológica respiratoria) Dolores de cabeza (reacción sicofisiológica cardiovascular) Neurodermatitis (reacción sicofisiológica de la piel) Obesidad (reacción sicofisiológica endocrina) úlcera péptica (reacción sicofisiológica gastrointestinal) Trastornos de la personalidad
Los desajustes emocionales llamados «trastornos de la personalidad» se caracterizan por deficiencias del desarrollo. Mientras en otros desa justes emocionales básicos se evidencia el deterioro de la personalidad sometida a excesiva tensión, los «trastornos de la personalidad» son for mas viejas de conducta externa. Mientras otras perturbaciones de la per sonalidad muestran muchos síntomas emocionales y mentales, como preo cupación, tensión, ansiedad y depresión, quien padece de «trastornos de la personalidad» está, por lo común, exento de elevado nivel de ansiedad o angustia, pues, generalmente, dramatiza sus conflictos, evitando así aquellos sentimientos. En los primeros años de su vida esas personas han desarrollado una estructura de la personalidad con un mínimo de ansiedad y tensión. Este volumen trata los siguientes desajustes que se diagnostican como «trastornos de la personalidad»: Alcoholismo Delincuencia Desviaciones sexuales Exhibicionismo Homosexualismo Impotencia y frigidez Incesto Masturbación Narcomanía Personalidad sociopática Piromanía Otros desajustes que presentamos y que suelen asociarse con diná micas similares a la de los «trastornos de la personalidad» incluyen: Lenguaje obsceno Mentir Robo V. Trastornos situacionales pasajeros de la personalidad Los desajustes clasificados en esta categoría incluyen sólo aquéllos que son básicamente temporales por naturaleza. Son patrones de con ducta que pueden surgir bajo tensión excesiva o circunstancias de am biente temporalmente abrumadoras. Cuando la conducta da indicios de
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subyacentes trastornos graves de la personalidad, el desajuste no se clasifica en esta categoría. La gravedad y duración de cada caso indi vidual determinará si estos desajustes pueden llamarse genuinamente «sítuacionaies y pasajeros», o si en verdad corresponden a otra clasifi cación que indique un desajuste duradero de la personalidad. La conti nuada presencia de cualesquiera de los trastornos que se anotan a con tinuación indica que sería más exacto clasificarlos bajo otra categoría diagnóstica: Anorexia nerviosa Enuresis Pica o malacia Tics Trastornos del lenguaje Al vérselas con el ajuste humano, los sicólogos y otros orientadores suelen tratar con individuos cuyas dificultades de ajuste no corresponden muy claramente a ninguna clasificación diagnóstica. Hay tres razones básicas por las cuales cierto número de problemas no pueden encasíllarse en una categoría diagnóstica específica: 1) el pro blema es una mezcla de varios desarreglos de la personalidad y no calza en forma diferenciada en ninguna categoría. 2) Algunos de los problemas que el orientador confronta no son de naturaleza clínica y no se les ha reservado sitio alguno en la clasificación diagnóstica. Ejemplo de esto es el ajuste necesario al trabajar con hijos adoptivos o niños super dotados. 3) Algunos problemas son básicamente de naturaleza espiritual. Los sicólogos y siquiatras mundanos no han dado cabida en su no menclatura siquiátrica a estas perturbaciones. Los problemas tratados en este volumen que no pueden definidamente diagnosticarse, por una de las tres razones indicadas, incluyen: Adopción Culpa Depresión en la mnez Disfunción endocrina Falta de Fe Hostilidad Infidelidad conyugal Madres solteras Menopausia Obesidad Retraimiento Seguridad de salvación Suicidio Superdotados Trastornos del sueño
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2. ADOPCIÓN Descripción Uno de los mayores goces que puede sobrevenir a cualquier pareja es trazar planes para la llegada de un hijo. Y poco importa si se trata de un hijo adoptivo o de uno nacido de su carne. El hijo sin hogar está por lo común destinado a una vida que no satis fará sus necesidades emocionales ni espirituales. Los individuos que cre cen sin la estabilidad del ambiente hogareño suelen llegar a adultos con graves problemas. Al recibir en su familia a un niño sin hogar, una pareja puede realizar una admirable contribución a la vida de él. Pue den encargarse de que se satisfagan sus necesidades básicas en lo físico, emocional y espiritual. En vez de crecer con múltiples dificultades de ajuste, el niño puede llegar a ser una persona bien adaptada, plena de amor para su Dios. Pero la adopción no es una aventura unilateral. A la pareja sin hijos, un miembro en su familia le acarrea gran gozo y satisfacción. El niño da a los padres la oportunidad de invertirse como capital en la vida de otra persona y obtener réditos al ver que el niño llega a ser un adulto maduro. En verdad, la adopción de un hijo puede producir una vida más llena y completa para los padres. Solamente en los Estados Unidos, cada año se adoptan alrededor de 121.000niños.'
Antes de adoptar Muchas parejas que piensan adoptar un hijo desean tratar con un orientador los diferentes aspectos de su decisión. A menudo resulta prudente fijar varias reuniones con este orientador para tratar a fondo las posibilidades. Hay una cantidad de aspectos básicos que deben tra tarse con cada pareja que piensa adoptar un hijo.
Es importante valerse de una agencia de adopciones de buena fama.
Al tratar con una empresa que ha manejado muchos casos de adopción, los presuntos padres recibirán los beneficios de experiencia valiosa. Puede haber dificultades si se trata con una agencia inestable que use métodos y personal inadecuado. Muchos factores legales se manejan mejor por medio de una agencia de adopciones bien conocida.i Es importante planear bien. Suele ocurrir que una pareja que haya perdido un hijo en un accidente trágico se dedique de inmediato a adoptar otro. Esas decisiones impulsivas a menudo son de lamentar más tarde por no haber considerado cuidadosamente todas las ramifica ciones de la adopción. Cuando esto sucede, ni el niño ni los padres reci ben pleno beneficio de la nueva situación. Adoptar a un nuevo miembro en la familia es un paso importante que no debe darse sin mucha me ditación y planeamiento. Otra responsabilidad del orientador es ayudar a los presuntos padres a que evalúen cuidadosamente las actitudes de ellos. En muchos casos,
Adopción
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quienes, piensan adoptar hijos son incapaces de soportar los p¡opios; por lo tanto, es importante ayudar a los padres para que consideren sus actitudes en cuanto a incapacidad de manejar sus propios hijos. Algunas personas pueden sentir resentimiento por esta incapacidad o quizá tengan graves sentimientos de culpabilidad o falta de preparación. Otros padres, sin darse cuenta pueden querer adoptar un hijo en gran parte para satisfacer sus propias necesidades neuróticas. Una madre puede sentirse solitaria e insegura sin un hijo y puede intentar satisfacer esta nece sidad adoptando un niño. Cuando esto sucede, puede que la madre esté tan llena de problemas que su conducta influya en forma adversa en el desarrollo emocional del niño. Una pareja que adopta a un hijo para reemplazar al que ha perdido por accidente o enfermedad, necesita evaluar cuidadosamente su actitud «sustitutiva». Si bien la idea puede ser excelente, los padres deben darse cuenta de que están adoptando un niño nuevo y diferente y que deben evitar el procurar meter dentro del molde del niño desaparecido al nuevo miembro de la familia. Algunos padres adoptan a un niño movidos a lástima por las desdichadas circunstan cias del mismo. Aunque puede ser un noble sentimiento, la pareja ha de estar segura de su capacidad para satisfacer las necesidades del niño. El niño no necesita lástima ni piedad; necesita un hogar en que reinen la estabilidad, el amor, el afecto y la seguridad. Otra consideración importante es conocer los antecedentes del niño que se va adoptar. El niño nacido de una relación ilícita entre dos individuos muy inteligentes, por ejemplo, probablemente poseerá caracte rísticas intelectuales y físicas óptimas. Por el contrario, el hijo de un hombre y una mujer de antecedente educativos y vocaciones deficientes (posiblemente fracasados) es probable que tenga reducida capacidad in telectual y padezca problemas físicos. Aunque no es necesario conocer los nombres de los padres, vale la pena conocer sus antecedentes gene rales. Algunos padres han sufrido gran desilusión al adoptar UH niño para descubrir más adelante que era retrasado mental o deficiente en lo físico. Mucho dolor puede evitarse conociendo los antecedentes del niño. Suele ser prudente adoptar un niño de poca edad. A veces, puede convenirse en la adopción durante el embarazo de la madre de modo que el niño pueda empezar su vida con los nuevos padres apenas nazca. Esto evita la innecesaria inestabilidad que se asocia con una cantidad de ho gares adoptivos intermedios. En los niños que han pasado de un hogar a otro y no son definitivamente adoptados en una familia hasta más ade lante, naturalmente se produce un trastorno' emocional mayor que el de los que son adoptados poco después del nacimiento. Los padres que ya tienen hijos propios deben evaluar las actitudes de sus propios hijos hacia un nuevo hermano o hermana. Si estos hijos no están debidamente preparados para el nuevo niño, puede que reaccio nen negativamente. Conversar c~n l?s hijos, por lo común, los pone en condiciones de esperar gozosos e ilusionados el día en que llegará el nuevo hermanito. Al evaluar a fondo cada uno de estos aspectos con los presuntos pa dres el orientador ayudará a echar fuertes bases para una excelente rela~ión entre los nuevos padres y su hijo.
Orientación de padres de bljos adoptivos 1. Véase Statistical Abstract of the United States. Oficina de Censo de los Estados Uni dos. 1964(85.- edición). Wash., D.C., 1964, p. 309. 2. En algunas ciudades hay agencias evangélicas de beneficencia que pueden ayudar al respecto.
Algunos padre.s ~o buscan al ori~?tador si?~ después de haber termi nado los procedlI~llentos de a~opcIOn y recibido a su nuevo hijo. En esos casos hay vanos aspectos básicos que deben explorarse con los padres.
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amaban y lo cuidaban. El niño corresponde a quienes lo aman y lo cuidan. Los padres suelen preguntar: «¿A qué edad debe decirse al niño que es adoptivo?» Debe decírsele tan temprano que «lo haya sabido siempre». Los padres no deben esperar hasta que el niño tenga edad suficiente para recibir una «sorpresa» o una impresión dolorosa con la noticia. Como dijo cierto hombre: «Soy hijo adoptivo y siempre lo supe. Imagino que mis padres me lo habrán dicho cuando yo era muy pequeñito, porque nunca recuerdo que tuvieran que dorar la píldora. Me alegro de que haya sido así.s Otra pregunta que los padres hacen es: «¿Cómo decirle que es adop tivo?» Desde luego, hay buenas y malas maneras de hacerlo. Una mujer contó cómo «le' informaron» sus padres que la habían adoptado: «Fue cuando mi esposo trabajaba en el exterior. Mis dos hijitos y yo estábamos viviendo con mis padres. Pero durante las últimas semanas ya no nos soportábamos mis padres y yo. Mamá y yo habíamos tenido algunas batallas verbales. Un día que estábamos discutiendo, mamá per dió los estribos. Comiéndome con los ojos, dijo: "¡ Bueno, tienes razón para portarte así. Es que no eres hija mía!" Yo conocía a mamá, y sabía que hablaba en serio. Sus palabras venían de muy hondo. Entonces le pregunté qué quería decirme. Todavía estaba furiosa y dijo: "Es que no eres más que una hija adoptiva. Te trajimos cuando tenías tres meses de nacida. No sabemos quiénes fueron tus padres. Si en algo te pare cieras a mí o a tu padre, claro que no te portarías así. Siempre ha sido difícil vivir contigo; tienes un carácter endiablado!" »El mundo se desplomó bajo mis pies. Pasé. el resto del día, o mejor dicho, varios días y noches, derramando lágrimas. Pero lo trágico era esto: no tenía nadie con quien conversar. Mi esposo estaba a millares de kilómetros, y los niños eran demasiado pequeños para comprender. Créa me usted que me sentí deshecha. Y jamás me he recuperado.» Los padres también preguntan a menudo qué deben decirle al niño adoptivo acerca de sus verdaderos padres. Debe intentarse presentar a los padres naturales del niño del modo más favorable posible. Nada se gana con denigrarlos. Al niño puede decírsele que si sus padres se pa recían en algo a su hijo, de seguro eran personas admirables. A ningún niño le gusta saber que sus padres eran «gente cualquiera». Hay quienes piensan que cuanto más se denigre a los padres naturales, tanto más amará el niño a los adoptivos. Pero no es cierto. Por el con trario, esto resiente al niño y provoca en él actitudes malsanas. Si los padres conocen algunas cosas desagradables acerca de los padres naturales, no deben molestar al niño con detalles sórdidos. Ninguno de nosotros puede jactarse de un árbol genealógico perfecto. Además, los datos infamantes no edifican: lo que suelen hacer es echar sombras negras y desdichadas. Otra pregunta que a menudo hacen los padres de niños recién adopta dos es: «¿Qué debemos decir a nuestros amigos?» No hay por qué decir a todos los conocidos que el hijo es adoptivo. Como el niño se convierte en parte de la familia, la idea de la adopción debe desaparecer. No es tema de discusión. Más bien es un hecho venturoso. Pero tampoco debe mantenerse en secreto. Un sicólogo visitó una es cuela primaria para estudiar el caso de «Davicito», a petición del direc tor. Conforme trabajaba de cerca con el niño y sus padres, tuvo la sen sación de que éstos no eran los padres naturales. Cuando se les preguntó al respecto, miraron a todos lados y luego dijeron en un susurro: «Sí, es
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de problemas
sicológicos
Igual que en la orientación previa a la adopción, los padres del nuevo hijo necesitan considerar sus actitudes hacia él. Las razones por las que decidieron adoptar al niño y sus sentimientos actuales hacia él son aspec tos importantes que han de explotarse si los padres van a desarrollar actitudes sanas para con el niño. Una de las primeras preguntas que los padres hacen al orientador es, ¿debemos decir a nuestro niño que es adoptivo? Hay dos puntos de vista al respecto. Los que piensan que no debe decírseles eso, creen que es peligroso para el niño. «Guarden el secreto -diceny él jamás notará la diferencia. Si se lo dicen, quizá nunca llegue a amarlos de verdad y se resentirá por cualquier castigo que le apliquen.» Pero la mayo ría de quienes han trabajado de cerca con muchos hijos adoptivos, creen que es mejor hablarle al niño acerca de su adopción. Hay varias razones para ello. Una es que la vida es mejor cuando no hay cosas que ocultar. Pero hay padres que pasan por la vida ocultando la verdad de una adopción. Una de esas madres, por fin, le confesó a su pastor que jamás le habían dicho a su hija que era adoptiva. «Pero no es fácil -dijo-. La semana pasada, mi esposo, mi hija y yo estábamos de visita donde unos amigos. Mientras conversábamos, sonó el timbre. Nos tomó de sorpresa ver entrar al padre y madre naturales de nuestra hija adoptiva. No se dieron cuenta de que estábamos de visita en esa casa. Preguntaron si ésta era "Sarita". Les dije que sí, y dijeron que ya se estaba convirtiendo en una señorita. Unos minutos después Sarita me preguntó aparte: "Mamá, ¿quiénes son?; se portaron de modo extraño." Así vamos por la vida: representando una mentira. No podemos ser genuinos, naturales, veraces. y yo sé que así no honramos a nuestro Dios.» Naturalmente, esto no es un modo envidiable de vivir. Somos mucho más felices, y Dios nos bendice más cuando somos honrados. Eso enseña Dios en su palabra. «Procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor, sino también delante de los hombres.» (2 Co. 8:21.) El niño puede descubrir sus antecedentes a pesar del intento de los padres por ocultar su adopción. Por lo tanto, es mejor que los padres se lo digan primero. Los amigos o vecinos que sepan que el niño es adop tivo, inadvertidamente, pueden decir algo. No es bueno que el niño lo descubra de esta manera indirecta. Él preferiría haberlo sabido de labios de sus padres. Si los padres no se lo dicen al niño, puede que vivan toda la vida con el sentimiento de culpa por no habérselo dicho. Cierta pareja, por ejemplo, reveló sus sentimientos de culpa respecto a su hijo adoptivo. Muy preocupado, el padre dijo al consejero: «Casi todas las noches, después de acostarlo y orar con él, pienso en lo falso que he sido. Me da mucho remordimiento. Jorgito tiene una confianza tan grande en mL. Piensa que soy su padre, pero, desde luego, nunca se lo he dicho. A veces me despierto de noche pensando en eso.» Eso no es bueno para el hijo ni para los padres. Habría sido senci llísimo si amorosamente le hubieran dicho que era un niño adoptivo, asegurándole lo mucho que lo amaban y lo importante que él era en la familia. El amor del niño para con sus padres no depende de la relación san guínea. Rodolfito, por ejemplo, era un niño regordete de primer grado, a quien el sicólogo tenía bajo prueba. En cierto momento del examen, comenzó a hablar acerca de lo mucho que amaba a su madre. Al pre guntársele por qué, respondió encantado, «porque ella "me nació"». En realidad, Rodolfito era adoptivo, amaba a sus padres porque ellos lo
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Adopción
adoptivo, pero nadie aquí lo sabe. Fue por eso que nos vinimos de Texas. Pero, por favor, no se lo diga al director ni a las maestras de David.» El orientador les guardó el secreto, pero sugirió que quizá les haría bien discutir sus verdaderos sentimientos respecto a la adopción de Da vicito. Otros padres, por el contrario, hablan demasiado acerca de la adop ción. Una pareja, por ejemplo, perennemente tenía en la boca el tema de su «hijo adoptivo». Jamás dejaban el tema. Parecían necesitar la repe tida seguridad de que habían hecho lo correcto al adoptar a este niño. Pensaban que la «adopción» era una excusa en cuanto a la mala con ducta del niño. Para éste ha debido ser algo tedioso y malsano, y para todas las partes interesadas era, desde luego, algo falto de sabiduría. Para resumir, los padres adoptivos deben dar a conocer esa clase de datos a quienes los necesitan, pero no divulgar el asunto sin causa alguna.
forzarse por descubrir las verdaderas habilidades de su hijo y desarrollar ese potencial innato. Luego pueden tratar en forma realista sus necesidades educativas y vocacionales. Al procurar entender mejor las habilidades de su niño y su constitu ción emocional, muchos padres quizá querrán una evaluación sicológica completa. Mediante tests, un sicólogo experto puede determinar la inte ligencia del niño, los rumbos en que posee habilidades especiales, y los puntos fuertes y débiles de su personalidad. Esta clase de evaluación sico lógica es útil para evitar muchos problemas. Suministra datos que per miten a los padres trabajar con su hijo de una manera más comprensiva.
Orientación de padres cuyos hijos adoptivos son problemáticos
Algunos padres tratan de convencer a otros de que hicieron algo bueno al adoptar un niño. Convierten al niño en objeto de exhibición para de
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Los hijos adoptivos son vulnerables a iguales perturbaciones emocio nales que los demás de su edad. Algunos son malos estudiantes, y su conducta es muy inquietante. Otros hijos adoptivos padecen de problemas emocionales como sensación de inseguridad y retraimiento. \ Además de las causas comunes de problemas emocionales y de con ducta, hay otra cantidad de factores que pueden añadir nuevas dificulta des al hijo adoptivo.
Pueden surgir graves dificultades de adaptación cuando los padres no le dicen al niño en edad temprana que es adoptivo. Cuando un niño se entera repentinamente de que es adoptivo, puede que de inmediato sienta que se le rechaza y no se le ama, De estos sentimientos puede lue go derivarse la depresión y la angustia, desadaptación escolar o mala conducta.
Un importante factor causal en algunos casos de trastornos emocio nales en los hijos adoptivos es el hecho de que los padres tengan normas demasiado elevadas en cuanto a éxito. Esperan que el niño mantenga
cierto nivel de resultados para recibir la aprobación y aceptación de los padres. Como las dotes físicas e intelectuales del hijo adoptivo suelen ser muy diferentes de las de su padre, es importante que la madre y el padre comprendan estas diferencias y no traten de meter al niño dentro del molde de sus nociones preconcebidas.
Otro factor que puede ser nocivo para la adaptación del hijo adoptivo es que probablemente su nivel intelectual sea diferente del de los padres.
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Las injustificables comparaciones con otros niños son un lazo que debe evitarse. De modo sutil, otros padres hacen comparaciones entre niños, que hacen aparecer al hijo adoptivo bajo un aspecto desfavorable. Esto hace que el niño se sienta inútil y rechazado, y puede producir graves trastornos emocionales. mostrarse y mostrar al prójimo que procedieron sabiamente al adoptar al niño. Desde luego, esto no es una solución. Los niños palpan rápida mente esas actitudes malsanas y ellas les provocan sentimientos de re chazamiento y de inutilidad.
En otros casos, las dificultades emocionales pueden surgir del hecho de que el hijo adoptivo sea el primero y único hijo del matrimonio.
Algunos padres comprenden muy poco el crecimiento y desarrollo del niño y los asuntos de disciplina. Cuando esto sucede, el orientador puede brin dar sugerencias útiles y recomendar libros sobre la educación de los niños.' Al dar consejo sicológico a padres de un hijo adoptivo problemático, es importante discutir y ventilar los sentimientos. Al comenzar a discutir las dificultades de su hijo, los padres dan el primer paso hacia la solución de los conflictos. El orientador puede ayudar a los padres para que logren comprender las causas de la conducta del hijo, así como sus pro pios sentimientos y actitudes hacia el niño. Quizá tengan sentimientos no resueltos hacia el niño, los cuales impiden una eficaz relación paternal. Al sacar a luz sus sentimientos y comprender sus reacciones, los padres se hallarán libres para tratar más eficazmente al niño y sus perturba ciones. Al tratar de problemas específicos, el orientador querrá conside rar cada uno de los factores etiológicos arriba discutidos, así como los artículos con ellos relacionados bajo títulos individuales en este volumen.
Cuando los padres poseen dotes intelectuales superiores puede que inten ten meter a la fuerza al niño en un molde que no le corresponde. Puede que esperen de él excelentes calificaciones en la escuela, y se muestren francamente desilusionados cuando no las obtiene. Esos padres no se dan cuenta de que este niño no tiene las dotes intelectuales de otros miembros de la familia. Cuando tratan de obligarlo, pueden provocar en el niño graves trastornos emocionales.
También pueden surgir problemas cuando el hijo adoptivo tiene dotes diferentes a las de sus padres. Tal puede ser el caso, por ejemplo, de
padres con talento musical. Como poseen este talento, es natural que traten de desarrollar el talento musical de su hijo adoptivo. Pero en muchos casos el hijo sencillamente no tiene habilidad de esa clase. Sus dotes sobresalientes pueden ser totalmente distintas de las de los padres. En tales casos, es importante que la madre y el padre reconozcan que Dios ha dado a su nuevo hijo habilidades propias. Los padres deben es-
3. Véase la obra del autor, Discipline in the Christian Home, Christian Home, Zondervan Publishing House, Grand Rapids.
Discipline in the
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Afasia
3. AFASIA Descripción La afasia es un trastorno que se caracteriza por la incapacidad de articular el lenguaje y de comprender el significado de las palabras escritas o habladas. Tres clasificaciones se han hecho de la afasia: 1) Afasia mo tora o expresiva, que es la incapacidad de expresar ideas mediante el lenguaje hablado; 2) afasia sensorial o receptiva, que es la incapacidad de comprender las palabras escritas o habladas, y 3) afasia expresivo receptiva, en la cual se hallan limitados todos los procesos del lenguaje. Además de los trastornos que resultan de anormalidades estructurales, se dan casos raros de pérdida de la capacidad para darse a entender, que resulta de graves conflictos emocionales. Estos casos ocurren con mayor frecuencia como resultado de alguna experiencia traumática y no son casos genuinos de afasia. La incapacidad del individuo para comprender el lenguaje y para ex presarse puede dar origen a graves problemas emocionales. La persona puede volverse temerosa de situaciones nuevas y desconocidas y necesitar excesivamente de sus padres o sus seres queridos más íntimos. El fracaso y frustración continuos pueden conducir a la depresión y a otros grados de trastornos emocionales.
Etiología
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La afasia es básicament~ res~ltado de anormalidades del cerebro. El daño puede provenir de lesión al nacer o producida más adelante. Entre las principales causas postnatales están la meningitis, la hemorragia ce rebral y las lesiones en la cabeza.
Ilustración Identificación: Varón; edad, 8 años. El problema: El niño fue nevado al doctor de la familia después de una grave caída que lo dejó inconsciente. Pocos días después del golpe, el niño comenzó a tener dificultad para hablar y a quejarse de dolores de cabeza. Los exámenes médicos hicieron sospechar la presencia de un coágulo de sangre en el cerebro. La cirugía confirmó el diagnóstico. Al retirar el coágulo de sangre, se notó que el tejido cerebral de la región que con trola el lenguaje tenía un daño. Después de la cirugía se comenzó un programa de terapia del lenguaje que dio por fruto la mejoría gradual. La lesión cerebral no permitió una rehabilitación total.
Tratamiento La terapia para la persona afásica es por lo común una técnica es pecializada! Ésta consiste en estimular el interés por el lenguaje ha blándole y leyéndole al paciente, mostrándole cuadros y describiéndoselos. Se emplean todos los medios asociativos. La mímica y el método kines tésico resultan valiosos. El oído se educa haciendo que el paciente haga ). Véase una amplia discusión del tratamiento de la afasia en Aphasia Longerich, L. C., The Macmillan, Co.• N. Y., 1954.
Therapeutics,
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algo cada vez que escuche un sonido. Luego se le ayuda a que produzca un sonido cada vez que vea un movimiento. La vocalización se enseña gradualmente mostrando al paciente cómo se produce determinado soni do. El propósito es lograr la mejoría gradual. En el caso de los niños, especialmente los que nunca han hablado, debe comenzarse el adiestramiento desde temprana edad para que no se acostumbren a una existencia muda. Varios especialistas, entre ellos doctores en medicina y terapeutas del lenguaje, pueden emplearse para ayudar a estos individuos.
4. ALCOHOLISMO Descripción El alcoholismo es un mal que se asocia con el empleo excesivo de bebidas embriagantes. Se calcula que en los Estados Unidos de Norte américa hay más de cuatro millones de personas que beben en exceso. El alcohol perjudica la vida personal y social del bebedor. A menudo arruina el hogar del alcohólico. Éste es incapaz de mantener relaciones interpersonales eficaces con los miembros de su familia, y su mala ad ministración del dinero causa grandes dificultades. La separación y el divorcio suelen ser la secuela de la embriaguez excesiva. En suma, el alcohólico, por lo común, queda en quiebra económica, física y espiritual. Surgen también dificultades de trabajo. El alcohólico quizá desempeñe mal sus tareas y pierda días enteros de trabajo, por lo cual a su tiempo perderá el empleo. El alcoholismo no respeta personas; afecta todos los niveles socioeconómicos. La desnutrición, a menudo, viene tras el alco holismo, pues quien bebe mucho no suele ser ordenado en sus comidas y no se alimenta como debiera. En pequeñas cantidades, el alcohol tiene efectos estimulantes. Pero en cantidades mayores es un deprimente. Tiene efecto anestésico o de presivo sobre el sistema nervioso central. Acudiendo a las bebidas em briagantes, el alcohólico logra escapar por un tiempo a las sensaciones de inseguridad e inferioridad, y obtener una falsa pero agradable sensa ción de suficiencia. Los estudios demuestran que la mayoría de los alco hólicos son individuos faltos de independencia y regidos por falsos con ceptos sobre sí mismos. Suelen identificar mal el papel que el sexo desempeña y son emocionalmente inmaduros. El terapeuta que trate a un alcohólico debe considerar estas características. En los estudios de las experiencias infantiles de los alcohólicos, por lo común, aparecen facto res que minan los sentimientos de suficiencia y seguridad! El desarrollo del alcoholismo pasa por varias etapas generales. El alcohólico típicamente empieza como bebedor social. Al descubrir que el alcohol le deprime el sistema nervioso y le alivia temporalmente la ten sión y la ansiedad, gradualmente aumenta su consumo. Con el tiempo, descubre que es incapaz de refrenarse en cuanto a bebidas. Después de esta etapa, el alcohólico pasa al punto más crítico del alcoholismo cró nico. El alcohol lo domina casi por completo, sin que el bebedor pueda controlar la cantidad que bebe. Si durante un período de años continúa bebiendo en exceso, puede
1. Schilder, P. «The Psychogenesis of Alcoholism», Quarterly cohol, vol. 2, pp. 244·292, 1941.
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Alcoholismo
Enciclopedia de problemas sicológicos
producirse un deterioro permanente de la personalidad. Suelen presen tarse trastornos mentales, y la memoria y la comprensión pueden que brantarse. El alcohólico puede que tenga un débil umbral de tolerancia y reacciones depresivas.' Pueden también producirse síntomas físicos: cirrosis del hígado y otros trastornos internos, así como una degenera ción física y muscular general a menudo provienen del alcoholismo crónico.
Etiología Fisiológica: Los trastornos fisiológicos a veces son influyentes en el desarrollo del alcoholismo. Aunque estos trastornos no sean los únicos factores etiológicos, quienes padecen de ciertas perturbaciones cerebrales tienen más probabilidad de volverse alcohólicos que la persona físicamente sana. Dos de las condiciones fisiológicas más prominentes que se asocian con el alcoholismo son las anoxia o hipoxia (insuficiencia de oxígeno en el momento del nacimiento) y complicaciones neurológicas durante el parto o después. En algunos casos la gente busca el alcohol como intento de escapar del dolor físico. Si eso continúa, puede conducir al alcoholismo crónico. Emocional: El alcohólico crónico está emocionalmente desadaptado, y en la mayoría de los casos estaba des adaptado antes de darse a la bebida. A menudo padece de trastornos neuróticos que es incapaz de resolver. Para aliviar la ansiedad asociada con su conflicto neurótico busca el alcohol. Aunque no se ha descubierto entre los alcohólicos el patrón de per sonalidad general, ciertas características son comunes a muchos de ellos. Los alcohólicos suelen ser emocionalmente inmaduros y dependientes pasivos. No han crecido hasta el punto en que puedan asumir la res ponsabilidad adecuada de valerse por sí mismos y sostener a su familia. Prefieren confiar en otros en vez de tomar las riendas. En algunos casos, los alcohólicos se hallan sumamente perturbados y- requieren sicoterapia intensiva. El alcohólico, a menudo, es una persona de elevadas aspiraciones. Su incapacidad de alcanzar metas que no se ajustan a la realidad lo llevan a alejarse de esos fracasos sin tratar de encontrar sensaciones temporales de suficiencia y superioridad en la bebida. Los sentimientos de hostilidad son importantes en algunos casos de alcoholismo. Una persona hostil y rebelde que no se atreve a expresar esos sentimientos en circunstancias normales, puede acudir al alcohol para reducir sus inhibiciones y obtener libertad para expresar senti mientos anteriormente reprimidos. Las experiencias de la niñez son básicas en estas perturbaciones emo cionales. En vez de haberse desarrollado normalmente, el alcohólico ha crecido con sentimientos de insuficiencia e inseguridad. Por consiguiente, se siente incapaz de reaccionar normalmente en la mayoría de las situa ciones sin la ayuda de una «muleta». Muchas personas dan el primer paso hacia el alcoholismo durante la adolescencia. Cuando esto ocurre, por lo común, hay cuatro dinámicas básicas. Primero, el a?olescente que se inicia en la embriaguez, por lo general, tiene un ambiente hogareño insatisfactorio. Quizás haya tensión 2. Véase Alcoholics Are Sick People, por Seliger, Robert V., M. D. Y Victoria; Cranford, editado por Goodwin, Harold S., Alcoholism Publications, Baltimore , 1945.
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y falta
de comprension entre el hijo y sus padres. El adolescente suele tener fuertes sentimientos hostiles contra sus padres. Un segundo factor que a menudo se descubre en adolescentes que se inician en la embriaguez es la insatisfacción con la vida en general y la búsqueda de emociones y excitantes. Es normal que el adolescente pruebe nuevas actividades para obtener la sensación de independencia y gozo, pero cuando acude a la embriaguez ello generalmente indica conflictos emocionales que están fuera del círculo normal de los esfuerzos del ado lescente. La persona considera la vida aburrida y falta de interés sin las «emociones» de la embriaguez. Una tercera causa de la embriaguez de los adolescentes es la influencia de la presión del grupo. Una de las prin~ipales metas del adolesce~te en la vida es ser aceptado por el grupo. SI para lograr esa acep.tac.lón. es necesario comenzar a beber, el adolescente suele ceder a la incitación de «los muchachos». Satisface así su necesidad de aceptación y encuentra una sensación de identidad al asociarse con el grupo. La falta de espiritualidad es una cuarta consideración de importancia en la embriaguez del adolescente. El joven que ama a Dios comprende la falacia de la embriaguez y no tiene deseos de darse a esas actividades degradantes. Por el contrario, esta persona descubre su sentido de pro pósito y realización en servir al Señor Jesucristo. El adolescente que no es sano, por otra parte, busca la emoción momentánea. Piensa poco en el futuro, especialmente en la eternidad. Esta combinación de factores emocionales y espirituales es, por lo común, la raíz del alcoholismo que comenzó con la embriaguez del adolescente. En otros casos, el alcoholismo es únicamente un segmento de la des adaptación en un más amplio patrón de personalidad socio pátíca.'
Ilustración Identificación: Varón, de 36 años. . El problema: El paciente iba de mal en peor en la bebida. Su esposa
le había aconsejado que buscara ayuda profesional, pero él se negaba, diciendo que, si se lo proponía, podía dejar de beber. Con el tiempo, no lograba tener empleo permanente, de modo que acudió a un médico que lo envió a un pastor evangélico de la ciudad. . Historia personal y familiar: En el examen de los antecedentes famí liares del paciente aparece una madre complaciente en exceso y un padre estricto y perfeccionista. La madre satisfacía todo capricho del niño y no lo dejaba que desarrollara su independencia. El padre criticaba los esfuerzos del niño y lo vigilaba asiduamente procurando que todo su trabajo fuera perfecto. Como resultado de esas influencias del hogar, el paciente creció como una persona muy poco independiente que no se , sentía apta para asumir las responsabilidades de adulto. El paciente asistía a la universidad lejos del hogar, y comenzo a tener dificultades en el estudio. Al hallar imposible satisfacer las eleva das esperanzas de su padre y sentirse inseguro en las relaciones sociale~, comenzó a beber para olvidar sus fracasos. Finalmente, abandonó la uní versidad antes de graduarse. Se casó a la edad de 24 años, y llegó a ser padre de dos hijos. . Ahora que tiene esposa e hijos encuentra muy difícil llevar las rien3. Véase una amplia en este volumen.
discusión del tema
en el artículo
PERSONALIDAD SOCIOPATICA
Enciclopedia de problemas sicológicos
Alcoholismo
das del hogar, y lo inquieta la calidad de su trabajo en la empresa que lo emplea. Como medio de escape, se entrega cada vez con mayor fre cuencia al alcohol.
y produce alivio permanente. Entre otros beneficios. de la ~0!lversión y crecimiento espirituales está el nuevo círculo de amigos cristianos, con secuencia de la nueva vida en Cristo. Para quien haya acudido a la embriaguez para escapar de los senti mientos de fracaso asociados con las metas ajenas a la realidad, los conceptos espirituales son especialmente benéficos. Esos individuos pien san que tiene que alcanzar cierto nivel de éxito para que los amen y los acepten. Como creen no haber alcanzado ese nivel, se entregan a la bebida para huir de los sentimientos de indignidad. El hecho de 9ue toda. la raza humana es indigna a los ojos de Dios y que la aceptación de DIOS por cada individuo depende por completo de Cristo,. es un concepto de la mayor importancia para el alcohólico. El. alcohól~co puede aprender que no necesita esforzarse para agradar a DIOS.y aSI obtener la acepta ción. El amor de Dios es incondicional. «ConclUImos, pues, que el hom bre es justificado por fe sin las obras de la ley.» (Ro. 3:28.) «Mas al que no obra, sino cree en Aquél que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.» (Ro. 4:5.) Cuando el alcohólico llegue a darse cuenta de que es justificado por la fe mediante Cristo, y no por sus obras, comenzará a desvanecerse la necesidad de huir. Resumiendo el alcohólico suele necesitar atención médica para ayu darle a abandonar la bebida. Después de eso, el diagnóstico sicológico es importante para descubrir las causas del problema. La sicoterapia que toma en consideración la conversión espiritual y el dinámico crecimiento cristiano es específicamente eficaz. Los centros y granjas de re~abilitación han resultado útiles para suministrar ambiente deseable y amistades du rante un período crítico de reajuste.
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Tratamiento Uno de los pasos en el tratamiento del alcohólico es apartarlo del licor. Se dispone de un tratamiento médico eficaz para condicionar al individuo de modo que deje de beber. A menos que pueda abstenerse, por lo menos durante un tiempo, es incapaz de buscar ayuda profesional y aprovechar la orientación sicológica. Aunque el tratamiento médico puede ser eficaz para evitar el empleo excesivo del alcohol, no resuelve los conflictos básicos que han producido ese trastorno. Mediante la orientación sicológica debe el individuo adqui rir consciencia de los factores de su vida que le llevaron a la incapacidad de soportar la tensión y la ansiedad. Debe reconocer que la embriaguez es un intento de huir de los problemas, pero no una solución de los mismos. Necesita discutir el hecho de que el embriagarse de continuo lo único que hará es exagerar su condición presente. Deben examinarse los móviles que lo hacen beber. Cuando aprenda «por qué» bebe, con tará con una base mejor para descubrir otras maneras de enfocar sus problemas. El alcohólico necesita auxilio para enfrentarse a sus fracasos sin la muleta de la bebida. Necesita también tomar precauciones espe ciales cuando esté sumido en el desaliento. Si puede por adelantado verbalizar el peligro de los períodos de depresión emocional, física y es piritual, se habrá armado de antemano contra esos momentos. El alco hólico debe aprender a asumir responsabilidades y a tener una actitud más madura y realista respecto a su capacidad para adaptarse sin acu dir a la muleta del alcohol.' Quien está entregado al alcohol necesita comprender también la rela ción entre la buena salud y el abstencionismo. Muchos alcohólicos, cuya salud general ha mejorado, han descubierto que es mucho más fácil controlar así su sed de licor. Una de las mayores esperanzas al alcance de quien beba en exceso es la conversión espiritual. Jesús dijo: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.» (Mt. 11:28.) Para el alco hólico hay esperanza práctica en recibir a Cristo como su salvador pero sonal. Esa confianza le traerá una vida nueva. La Biblia declara: «De modo, que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.» (2 Co. 5: 17.) Esta nueva natu raleza implantada por Dios provee al hombre de nuevos deseos y de nuevo poder. Si el alcohólico ha reconocido a Cristo como su Redentor, pero no vive en íntima comunión con el Señor, su esperanza también está en Cristo. Aún cuenta con la seguridad de que Dios no lo abandonará. «Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.» (1 Jn. 1:9). Las Escrituras pro meten que, «fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar» (1 Co. 10: 13). Este auxilio espiritual es completo, y afecta la personalidad hasta lo más hondo. Es duradero,
4. Es probable que en su lugar exista una agrupación de "Alcohólicos Anónimos» en donde pueden obtenerse publicaciones recientes respecto al alcoholismo, así como consejo y ayuda.
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5. ANOREXIA NERVIOSA Descripción La anorexia nerviosa es un trastorno caracterizado por la pérdida del apetito. Quien tiene ese padecimiento quizá diga: «Es que no tengo ham bre» «no tengo ganas de comer» y «no apetezco nada». Si eso continúa, aparecerán otros síntomas, como el agotamiento debido a la. falta de nutrición. Quizá se produzca piel escamosa, pulso lento y baja tempe ratura corporal. En los niños, la falta de apetito suele ir acompañada por otros síntomas, como chuparse el dedo pulgar, orinarse en la cama y diversos hábitos nerviosos.
Etiología La anorexia puede tener origen físico o sicológico. Entre las más destacadas causas físicas están la enfermedad acompañada de fiebre alta, excitación nerviosa, tensión, alergia y males consuntivos cróni~o~. Las enfermedades que afectan la función glandular (especialmente la pítuí taria) y el proceso digestivo, a veces, son la raíz del mal apetito,' La falta de aire puro, el ejercicio insuficiente y la falta de su~no pueden contribuir a este mal. La dieta impropia, ya sea por sobreahmentaclOn, 1. Sobre la interrelación entre las emociones y las funciones endocrinas en la anorexia nerviosa, véase: Alexander Franz: Psychosomatic Medicine, W. W. Norton &: Co. Inc., N. Y., 1950.
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Jinciclopedia de problemas sicológicos
Anorexia nerviosa
comer entre las horas de comida, o desequilibrio vitamínico deben tam bién ser causa de falta de apetito. Las dificultades emocionales constituyen la raíz de muchos casos de anorexia. El niño puede negarse a comer para atraer la atención o para imponer su capricho. Puede hallarse perturbado por falta de ar monía en el hogar. De ser así, es muy posible que su desdicha influya en sus hábitos alímentícros.
El examen médico reveló que la paciente no tenía suficiente peso, estaba nerviosa y tenía un leve salpullido.' . Historia personal y familiar: Los padres de la pacíente se casaron muy jóvenes. Aunque lograron relativa seguridad económica, ~e habían mudado de lugar repetidas veces y su matrimonio se caractenzaba por mucha agitación y disputas. Durante un año después. de casados .el. matri monio asistió a la iglesia, pero poco a poco dejaron d~ asístír con regularidad. En los últimos tres años, el marido ~e había. interesado en otras mujeres, con algunas de las cuales ma~tema re!aclOnes se~~ales. La paciente fue enviada a un sicólogo, quien hallo que la n~na se sentía muy insegura y profundamente preocupada por la desdichada condición de su hogar. Después de varios meses de orientación sicológica de la paciente y sus padres, las condiciones del hogar mejoraron. Ello se reflejó en el aumento de apetito de la paciente.
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La disciplina exagerada en la mesa puede también ser la causa de la falta de apetito. Si las horas de comida se convierten en tiempo de drs ciplina y disgusto, es lo más natural que surjan en la persona reacciones negativas hacia el alimento. El comer forzado o la falta de consecuencia en los hábitos de alimentación también perturban al niño y a veces hacen que aborrezca la comida. Algunos niños se niegan a comer para demostrar hostilidad hacia sus padres. De ese modo esperan que los padres se angustien y se pongan ansiosos por la posibilidad de enfermedad física. El niño siente satis facción al ver preocupados a los padres, pues ha logrado descargar la hostilidad hacia ellos. El rechazamiento por parte de los padres o graves problemas escola res son también causas corrientes de anorexia. La persona que no se alimenta adecuadamente suele sentirse insegura. Una atmósfera hogareña o escolar que se caracterice por la crítica y el castigo más que por la simpatía, el amor y la comprensión, puede ser la causa de la inseguridad.' En los adultos, la continua negación a comer suele ir asociada a una estructura de la personalidad que se caracteriza por la hipersensibilidad, la introversión y la conducta perfeccionista. En la niñez, estos individuos a m~mudo ~an tenido muchas experiencias desdichadas y por lo general se SIenten inseguros y temerosos. Muchas mujeres que padecen inape tencia crónica han tenido malas relaciones con sus madres y todavía abrigan fuertes sentimientos de hostilidad no resuelta. Un factor que a menudo se encuentra entre individuos que padecen de anorexia nerviosa es la dinámica autopunitiva. En estos casos el indi viduo se siente indigno, culpable y merecedor de castigo. Su negativa a comer es un esfuerzo inconsciente de castigarse negándose elementos básicos para el cuerpo. Los logros secundarios son influyentes en muchos casos de inapetencia crónica. Además de satisfacer otras necesidades emocionales inconscien tes, el paciente encuentra satisfacción en la atención, simpatía y afecto que recibe por. estar enfermo. Como necesita amor y afecto, el negarse a comer permíte a la persona convertirse en centro de atención, satis faciendo así su privación emocional.
Tratamiento El primer paso para el tratamiento de la anorexia debe ser el examen médico para descartar cualesquiera condiciones físicas que pudieran ser causa del problema. La terapia para un niño o adolescente de mal apetito se dirige tanto a los padres como al niño. Los padres deben llegar a comprender que la dificultad del niño es primordialmente una reacción al ambiente familiar y que, si el niño ha de vencer el problema, han de mejorar tanto su ambiente como sus actitudes. . Padres y maestros han de comprender que las reglas inflexibles o las órdenes terminantes, tales como exigir al niño que coma cie~ta cantidad de alimento en cada comida, lo único que hacen es complicar su pro blema. Al suavizarse la atmósfera del hogar y la escuela, el niño padecerá menos de tensiones emocionales y su dificultad, por lo común, se resolverá por sí misma. Al tratar con adultos, la subyacente dinámica básica de la personalidad debe descubrirse y resolverse. Si la persona tiene un inadecuado concepto de sí mismo e inconscientemente procura castigarse mediante esta con ducta la dinámica de esa conducta debe explorarse en detalle. Cuando la persona llega a comprender las razones por las cuales siente la nece sidad de ser castigada y conforme comienza a echar mano al misericor dioso perdón de Dios, esta actitud autopunitiva desaparecerá. Cuando la anorexia está relacionada con un más amplio cuadro de conducta neuró tica, la sensación de inseguridad e incompetencia deben explorarse y resolverse.'
Ilustración Identificación: Mujer; edad, 13 años. El problema: La paciente fue llevada
al médico de familia porque su. madre estaba alarmada ya que la niña se negaba a comer. «Tengo miedo cde que se me muera por no comer -dijo la madre al médico-. Lo que hace es jugar con la comida; lo que come no bastaría para ali mentar a un pajaríto.» 2. Véanse diversos problemas de la alimentación en K. Kanner , Leo: Children Psychiatry. Charles C,; Thomas , Springfield, m.. 3.' edición, 1960.
3. Véase en este volumen el artículo NEURODERMATITIS. 4. Véase en este volumen el artículo INSEGURIDAD.
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Enciclopedia de problemas sicológicos
6. ANSIEDAD Descripción Las neurosis de ansie~ad se caracterizan por notables grados de in.fun?ados temores, angust~as y aprensiones: Outen padeée'dereaccion de ansiedad puede estar _:ontmuamenIe-preoéUYíadopor su futuro. Le preocu pan mucho los pequenos errores que haya cometido. Además, se angustia por los problema~ ,que da. por sentado se le presentarán en el futuro. ~sta perturbación se diferencia de otras neurosis porque el individuo es mcapaz de precisar su incertidumbre y aprensión. Toda su vida se ca~ac.teriza por la an~iedad y el temor carentes, al parecer, de origen objetivo. Esta aprensión se conoce como ansiedad «flotante». Mientras quien padece de reacción de ~obia fija ~u ansiedad en un objeto especí fico, t ~ pa~ece de nell_f()Sls9_E: _élnsledad está ansioso en toda circuns ancla. _,' '_ '-----_ Algunas pe~sonas padecen períodos de preocupación y angustia inten sas. Esas oc~slOne? van acompañadas de una diversidad de síntomas físi cos, como dificultarl en la respiración, sudor excesivo, dolores de cabeza ~areos, temblores, palpitaciones del corazón, nerviosidad y falta de sue~ no. ~os ataque.s de ansiedad pueden volverse muy graves, y a veces se requieren medicamentos para aliviar los síntomas físicos. La persona puede llegar .a. temer alguna gran catástrofe que piensa va a ocurrir. ~uede tranquilizarse ~ la persona administrándole sedantes, o puede de Ja~se que el ,ataque siga su curso, el cual puede durar de unos cuantos mmu tos a mas de una hora. . La pers~na ansiosa padece de sensaciones de aprensión y tensión en clr~unstancIa.s en que una persona bien equílíbrada experimenta poca ansJed~d o mngun~. La .mín.ima tensión suele bastar para provocar graves sensa~lOnes de peligro mmmente en el individuo neurótico.' QUle~ padece de ansiedad suele necesitar excesivamente de alguien ya s~a pan ente, cónyuge o amigo íntimo. Si muere ese ser querido el' pa ciente puede sufrir intensamente y mostrar graves síntomas d~ enfer medad. El niño que padece de reaccción de ansiedad puede ser activo en ex ceso, está en con~inuo mo~imiento y es incapaz de sentarse tranquilo du~~nte lar?os períodos de tiempo. Quizá camine rápidamente por la habi tac~o? movIendo. ~ontmuamente brazos y piernas. Por causa de su hiper actividad, este nlno suele ser mal estudiante. No logra concentrarse du rante. largos pe~lO~os 'Y su falta de tranquilidad le estorba estudiar con eficacia, Otr~s indicaciones de nerviosidad, como el insomnio y el co merse las unas, pueden también presentarse.
Etiología .La