110 45 21MB
Spanish Pages [137] Year 1999
María del Pilar Gaspar Laiza Otañi
EL GRAMATICARIO Diccionario de términos de gramática
0
Cántaro EDITORES
María del Pilar Gaspar Laiza Otañi
El Gramaticario Diccionario de términos de gramática
#
Cántaro
Colección El Caldero
Proyecto editorial: Raúl González Coordinación editorial: Guillermo Hóhn Dirección de Colección: Maire Alvarado Supervisión de la edición: Tcresita Valdctraro
Imagen de tapa: Laurcncc Dutton Diagramación: María José de Tellería Corrección: Cecilia Biagioli
© Puerto de Palos S. A. - Casa de ediciones 1999 © Cántaro editores 1999 I.S.B.N. N.° 950-753-067-3 Honorio Pueyrredón 571 (1405) -Tcl. 4902-1093 Buenos Aires - Argentina
Hecho el depósito que marca la Ley 11.723 Impreso en Argentina - Printcd in Argentina
Colección I*.l Caldero
I loy. las exigencias de la enseñanza enfrentan a los profesores a campos de Minocimienro diversificados. La necesaria apertura hacia nuevos remas, la integración con otras áreas disciplinarias, la experimentación y la exploración dr caminos distintos para acceder a los lugares conocidos requieren el aporte *onjunto de las reflexiones que provienen del campo de la investigación y de la práctica. la colección “El Caldero" propone una actualización en temas de lingüística, teoría literaria, sociología c historia del arre y de la literatura, semiótica y análisis de los medios. Está dirigida a doten res preocupados por perfeccionar su práctica y ponerse al día con las discusiones teóricas, y a todos a judíos que se interesan por los problemas de la lectura, la escritura, el lenguaje, el arte, los medios y la literatura. “El Caldero” busca ser un espacio en el que se cocinen cosas, despertar apei ito, convocar a su alrededor y alimentar la curiosidad y las ganas de seguir (tensando, aprendiendo, estudiando.
La dedicatoria, una sección fu ll time. A Daniel, Adrián, Tomás, Micaela, Camila, Noemí, Isabel, Emilio y Marta.
Los agradecimientos, una página que no puede faltar. A Laura Ferrari. >"i rastrear con ojo especializado e infinita paciencia los equívocos, lagunas y metidas de pata de la primera versión. A Paula Maliler, C uiom ar Ciapuscio y Maite Alvarado, por permitirnos saquear sus bibliotecas. A Inés Kuguel. por someterse también al asalto libresco y por proponer estrategias sugerentes desde sus saberes y experiencia en diccionarios.
PRÓLOGO
Si Ud. está leyendo este libro... (Hiede ser que: - mientras lo hojea piense: ¿a quién se le ocurre volver a hablar de la gramática, ese fósil ya expulsado de las escuelas?; - esté buscando ansiosamente el significado de algunas rarezas com o fonem a, rasgos prosódicos, morfema y orras yerbas que leyó en los C B C o en otros textos; - sea un ardiente defensor de la tiza roja para el sujeto y de la azul para el predicado (¿o era al revés?); - sea un miembro de la “resistencia” que defiende a ca pa y espada la recuperación de la gramática, aunque ya no com o único tema para la hora de Lengua, sino co mo un candidato importante y básico.
En cualquiera de estos casos, o en otros, E l G ram aticario fue escri to para todos los profesores y maestros (de nuestra lengua o de lenguas extranjeras) y para los aspirantes a serlo, en fin, para todos aquellos que arremeten contra un bagaje de términos aparentemente nuevos y/u opacos. El pumo de partida de E l G ram aticario fueron los términos
de gramática que incluyen aquí y allá los Contenidos Básicos C om u nes o C B C de la Escuela General Básica y Polimodal. En el camino se incorporaron otros términos, aunque únicamente los inevitables para contcxtualizar los primeros y ordenarlos.
Formas de leer... para sacarle jugo a E l G ram aticario.
“A su manera este libro es muchos libros, pero sobre todo es dos libros. E l prim ero se deja leer en la form a corriente... E l segundo se deja leer empezando p o r..."
Julio Cortázar, 'Tablero de dirección” en RayueLt.
C om o Raytiela, E l G ram aticario también es muchos libros, pero sobre todo, dos. El primero es un diccionario especializado, esto es, un material de referencia en el que se recopilan los términos y sintagmas terminológi cos de un cam po de conocimientos. Así que "se deja leer en la forma corriente": un término por vez, en el momento apropiado y solo cuan do “el contexto” no nos alcanza para "deducir” su significado. El segundo es un pequeño manual de gramática, esto es, un con junto de saberes más o menos generales, ordenados por campos de co nocimientos. Asi que, “se deja leer comenzando por... "la entrada de gra mática y siguiendo ordenadamente cada campo que la integra. La en trada de gramática funciona com o un nudo organizador en el que no sulo encontrará los distintos significados que cubre este término, sino también i jertas curiosidades de la historia de esta rama de la Lingüís-
tu i .ulemás, verificará el orden y las relaciones que existen entre los lihiimos campos de la gramática y los conceptos correspondientes a hLi
uno. I'ara averiguar cóm o “navegar" por el testo de E l G ram ati-
, ,11 w a l.i manera de un manual, puede seguir los mapas de ruta (o ma nas i oitceptualcs) que figuran al final del diccionario.
*
13
IN T R O D U C C IÓ N Algunas ecu acion es... pata pensar el nuevo lugar de la gramática en la escuela: gramática * sintaxis
t turante mucho tiempo, el estudio de la gramática se redujo a la sintaxis o, peor aún, al análisis sintáctico. Pero la sintaxis es solo una p ille de la gramática y el análisis sintáctico es solo un método para re* flejar algunas relaciones. gramática G estudio de la lengua pero gramática * estudio de la lengua Hasta no hace mucho, las horas de la materia Lengua se dividían entre la gramática y la literatura, com o si toda la reflexión sobre el len guaje se redujera a las oraciones y a las clases de palabras. Sin embar go, si bien la gramática es una parte importante y básica del estudio de la lengua, no es la única.
gramática G solamente a la escritura En general, a partir de las prácticas escolares, los chicos infieren que la gramática solo se vincula al mundo de la letra; lejos de censurarla, creemos que se trata de una inferencia válida, puesto que el estudio de tal disciplina se limita, en el aula, al análisis sintáctico de oraciones es critas, No significa que estemos proponiendo un análisis sintáctico 1S
oral, ni el recitado de los paradigmas verbales, sino un trabajo reflexi vo con la gramática que tenga en cuenta el planteo de análisis alterna tivos, descubrimiento de ambigüedades, justificación de oraciones mal y bien formadas, formulación de reglas, reflexión sobre la n orm a...' Estas actividades no deberían reducirse solo a un ejercicio escrito, sino también oral, realizado tanto sobre textos orales com o escritos.
estudiar gramática *■ transformarse en un lector y escritor competente
Durante mucho tiempo, la gramática ocupó en la escuela un lugar privilegiado, porque se pensaba que su dominio era una condición in dispensable para la formación de lectores y escritores competentes. Hoy no todos están de acuerdo con esta ecuación. Los que sostienen que la gramática no sirve para leer y escribir mejor optan, apresurada mente, por relegarla al rincón oscuro de las mochilas. Aquellos que piensan que la gramática es determinante, la ponen, erróneamente, en el trono. Los que creemos que contribuye de manera directa o indirec ta a mejorar esas competencias, pensamos que la gramática es una candidata fundamental, aunque no la única, para la hora de Lengua. estudiar gramática = ¿?
Preguntarse p ara qué estudiar gramática equivale a preguntar: ¿Pa ra qué estudiar biología? ¿Para qué esrudiar física? ¿Para qué estudiar historia? ¿Para qué estudiar literatura? Parece que una tendencia actual es pensar en función de lo útil que pueda resultar un cierto conoci miento. Si un saber “sirve para", entonces vale la pena el esfuerzo. N a 1 Hu su Milnitml tU xm rwhtm d rl nfmhpl, Angel* Di Tullict plantea estas y turas posibles t interesantes manen» Je encarar el estudio Je la gramática desde la reflexión.
to
■I > m i. dejado de la postura que defendemos en este G nom ticaria. 1 '■ * inos que el conocim iento vale por sí mismo, que se funda en las I' ni i ■di saber, el interés por conocer, el placer de aprender. \ para los escépticos, tres buenas razones del ‘para qué’ de la granitli.it t en la escuela: •
1
1 dominio de la propia gramática facilita el aprendizaje de segun-
d i lenguas, ya que permite delatar diferencias y semejanzas con la IcngiM extranjera; •
lumia mentalmente, aprender gramática sirve para com partir un
nirtalctiguajc por medio del cual justificar si un texto está bien o mal i ■uto, más allá del “me suena bien o me suena mal". ¿Cóm o decir y i (Hender que una construcción es incorrecta, porque no hay concordaiu la entre verbo y núcleo del sujeto sin usar los términos ’concordatu ¡a’, ‘sujeto’, ‘verbo ? ¿O bien que una narración está bien escrita o tela titila, porque se aplican adecuadamente las reglas de correlación vt ib.il sin mencionar ‘tiempo’, ‘modo’, oración ? •
el conocim iento de la gramática se constituye sobre una base reóri-
i a imprescindible para el estudio de otros aspectos del lenguaje. ¿C ó mo abordar el estudio de la cohesión sin manejar los conceptos de pronombre’) elipsis’, conjunción’? ¿Cóm o comprender y explicar las diferencias entre los dialectos sin aplicar los términos de ‘fonema’, en tonación, ‘acento’, ‘palabra’? ¿Cómo estudiar seriamente la historia de la lengua sin contar con cierros saberes de fonología y morfología?
17
Dos advertencias... p a n no cometer un desliz.
La primera advertencia se vincula a la información que incluyen las entradas, La Gramática, com o cualquier otro campo de conocimien tos, no constituye un conjunto de saberes unívocos y acabados, sino que es permanentemente construida desde diferentes puntos de vista. Así es que, en un mismo momento histórico, conviven varias escuelas, cada una de las cuales postula un marco teórico propio dentro del cual se definen los términos. SÍ bien, a veces “parece” que solo existe un único punto de vista, en realidad se trata de un discurso que logró im ponerse y opacar, aunque no suprimir, a los otros. Pretendimos reflejar esta lucha en tas entradas de E l G ram aticario, presenrando diferentes posiciones sobre un mismo término. Sin embargo, para facilitar el acercamiento al tema, la mayoría de las en tradas comienza con una definición general, la hegcmónica o la más corriente en la escuela, seguida de uno o más ejemplos. A continua ción se agregan distintas posturas, algo de historia en algunos casos, discusiones, calificativos insólitos y algunas clasificaciones. Esta advertencia se resume así: com o pensamos que la ciencia no es un lugar de saberes acabados, sino de discusión permanente, somos conscientes de que escribimos este G ram aticario “eligiendo” algunas posturas en detrimento de otras. Creemos que no hay otra manera.
Ln segunda advertencia se refiere a las taxonomías, a veces excesi vas, que incluyen algunas entradas, reflejo de la manía de muchos lin güistas. Las clasificaciones producen la ilusión de un saber ordenado, acabado y sin fisuras que muchos docentes quieren aprovechar. Sin embargo, la mayoría de las taxonomías (por no decir todas) presentan
agujeros, fracturas y blancos que dan cuenta de un saber que se está construyendo y que es siempre provisional. Los lingüistas las postulan com o parte de esc proceso; los docentes, en cambio, solemos hacer uso y abuso de ellas. En general, los especialistas llegan a una clasificación com o resultado de una o de varias Ínvesrígac¡ón/es; muchas veces, en la escuela, proponemos el acercamiento a un tema solo a través de es tos cuadros clasifica torios. Frente a ellos, a los chicos no les queda otra opción que la memorización; y, com o todo lo que se memoriza sin ser comprendido, el "pulcro fichero” es rápidamente olvidado. O tras ve ces, con la ilusión de garantizar la comprensión, se les pide que lo apli quen; sin embargo, siempre hay "aguafiestas” que sacan de la galera al gún ejemplo que no se ajusta a la prolija Taxonomía presentada por el docente. La segunda advertencia se resume así: si Ud. es amante del orden conceptual, pero también de la comprensión genuina, se nos ocurren dos ideas; o bien partir de una taxonomía para problcmatizarla, poner la a prueba, o bien llegar a “una” en el aula, a partir de un proceso de reflexión sobre ejemplos de uso reales, aunque ella no se ajuste a nin guna de las propuestas por los especialistas (si bien es muy probable que se acerque a algunas).
Nota al pie... para lectores puntillosos. Lis citas tomadas de los textos en otras lenguas fueron traducidas por nosotras. Siguiendo la tradicional costumbre, nos hacemos cargo de los posibles baches.
19
C Ó D IG O D E LAS E N T R A D A S
PARASÍNTESIS:
Proceso
m orfológico
de
formación de palabras. F.ntrc los especialistas no
El sombreado remite a otra entrada del Gramattcano.
hay mayores acuerdos acerca de su definición: ® Desde un primer punto de vista, se considera que las palabras parasintéticas son las que están conformadas por “tres elementos a, b y c (donde b es la base) pero donde sólo abe es una palabra bien formada, mientras *ab o *be no lo
Inadecuado.
son" (Scalisc, 1987, p. 168). Este es el caso de palabras com o envejeer, afear, rejuvenecer, en que las bases: vejec, fe- y juvenec-, reciben al
Página 168 (en la i]ue puede hallar la referencia citada).
mismo tiempo, y sin otra posibilidad, un prefijo y un afijo, ya que p.e. *afeo o 'fea r no son palabras del sistema. ©
La letra cuniva indica ejemplos de palabras o expresiones.
Desde otra perspectiva, la parasíntesis se
define com o la adjunción simultánea a una base de un
prefijo y un sufijo. Así, p.ej. en
Número de acepción.
neolibemlismo, redimensionamiento, coautoría, despreocupación, es imposible reconocer etapas sucesivas: no se puede decidir si, p.ej., a liberalismo se le adjuntó el prefijo neo- o si a neoliberal se le adjuntó el sufijo -ismo.
JtJ
Por ejemplo.
SliMÁNTICA: En principio, es posible afirmar que la Semántica
es aquella
parte de la
Lingüística que se ocupa del estudio del
I ja ‘comillas simples’ indican nictaJenguajc.
significado, aunque existen serios problemas con respecto a qué se entiende por significado'. 'Semántica' es un término acuñado por Bréal a fines del s. XIX para aludir a la rama de los estudios
lingüísticos
que
se ocupaba
del
Sigln xix.
significado desde una perspectiva histórica o evolucionista.
CAMPO l.fcXICO: ...A sí, “los campos léxicos son análogos a los sistemas de consonantes o vocales de la fonología y son, com o éstos, analizables en rasgos distintivos” (Coscriu, 1981, pp. 170171). De esta manera, un campo léxico se constituye en un subconjunto estructurado del vocabulario {o léxico) de una lengua.
Páginas 170 y 171 (en las que puede encontrar la cita).
El Gramaticario
ArFNTO: Com únm ente, se confunde el acento con la marca gráfica (tilde). Si bien hay una estrecha relación entre ambos, las correspon dencias no son biunívocas. © Rasgo prosódico que destaca o eleva la sonoridad de un segmento dentro de una serie de segmentos sonoros. “Rasgo prosódico, fonoló gico, cuya finalidad es poner de relieve un sonido o un grupo de soni dos” (Quilis & Fernández, 1997). En el marco de la fonética articula toria, el acento se debe a la mayor energía o intensidad articulatoria de una sílaba respecto de las demás. Acústicamente, la mayor o menor in tensidad del acento se refleja en la mayor o menor amplitud de la on da sonora. Desde una perspectiva auditiva, el acento se percibe com o la mayor prominencia de una sílaba frente a las otras. El acento cumple dos funciones básicas: a) distintiva: permite diferenciar los significados de las palabras: inti mo - intim o - intim ó: libro — libró. Según M artinct, esta función del acento se cumple en las lenguas con acento móvil, esto es, lenguas en las que el acento puede recaer en cualquier sílaba (M artinet, 19 6 5 ); es te es, p.cj.. el caso del español (lengua con palabras agudas, graves y esdrújulas, y, más raramente, sobresdrújulas), pero nt> del francés, en el que todas las palabras son agudas. b) dem arcativa: indica los límites de las palabras en las lenguas con acento fijo o regular, p.cj., el francés, lengua en la que, com o ya se expresó antes, todas las palabras son agudas, o el húngaro y el finés, en las que todas las palabras se acentúan en la primera sílaba; el mismo caso se da para el polaco, lengua que tiene un acento regular en la pe núltima sílaba. 7
Itlde o signo gráfico que marca, en algunas palabras, el acento de
una sílaba. 3' Acento’ indica, también, una cierta musicalidad del habla, que va-
15
ría de acuerdo con: a) los hábitos de habla propios de un individuo o región (acento afectado, acento conmovedor, acento cordobés, acento por teño)-, b) el efecto que la lengua materna tiene sobre la segunda lengua de un individuo. P.ej., una persona que durante sus primeros años ad quirió la lengua alemana, y, por la razón que fuera, aprende el español, es probable que al utilizar esta segunda lengua lo haga con algunos ras gos del alemán; así. los hablantes nativos del español, al identificar esos rasgos, señalarán su acento alemán.
Ai-UOi Un afijo es un morfema ligado, una parte de la palabra, que, por sí sola, nunca puede constituirse en una base, es decir, en el pun to de partida para la derivación o formación de palabras. F.l estudio de los afijos está ligado tanto a la formación de palabras com o a la deri vación. Los afijos “A diferencia de los temas, no pueden combinarse entre sí y producir palabras: tn + dad —*'tn d a d [ ...] Contrariamente también a los temas, los afijos están especializados para una posición determinada" con respecto a la base (Varela Ortega, 1990) (tema). P.ej., son afijos: tn-, -ción. re-, -aba en las palabras incapaz, clasifica ción. rever, horneaba. Para Bloomficld (Bloomficld, 1965) y Varela Ortega, según la posición que ocupan en la estructura de la palabra, los afijos se clasifican en: prefijos (/’«-, re-), sufijos (-ción. -rd) e infijos (según Varela Ortega, -it- en azuquitar). Si se tiene en cuenta su papel en los procesos morfológicos, los afijos se clasifican en afijos de deri
vación o derivativos (com o el sufijo -ción y los prefijos in- y re-) y en afijos de flexión o flexivos (-aba y todos los afijos que indican cate gorías morfológicas -ca so , número, género, persona, tiempo, modo y aspecto—, afijos que, en español, siempre son sufijos). Para una lista completa de los afijos en español y de sus significados, se puede con sultar el Diccionario de uso d el español, de María Moliner (Moliner, 26
1990). En el Anexo de E l Granuiticario se puede encontrar una breve lista con algunos prefijos y sufijos, tomados del Diccionario de esta es pecialista española.
Agrupación de palabras por asociación : Campo asociativo. ALFABETO: Sistema de signos gráficos o grafemas usados en la escritu ra fonológica alfabética, l-a creación del alfabeto se vincula al concep to de fonema. Los principales sistemas de escritura son: 1) e! ideográfico o pictográ
fico, en el cual “...la palabra está representada por un signo único y ajeno a los sonidos de que se compone. Esc signo se refiere al conjun to de la palabra, y de ahí, indirectamente, a la idea que expresa. El ejemplo clásico de tal sistema es la escritura china.” (Saussure, 1 981): 2) fonológico (o fonético, para Saussure): que intenta reproducir grá ficamente los fonemas. Las escrituras fonológicas pueden ser silábicas, cuando los elementos representados son las sílabas, o alfabéticas, cuando representan los fonemas. Resulta importante aclarar que los grafemas que conforman el alfabeto no reproducen sonidos, sino fone mas; de allí que sea más apropiado hablar de “escritura fonológica" y no de “escritura fonética”. F.I alfabeto se organiza según un orden establecido de un modo convencional. La escritura alfabética apareció hace, aproximadamente, unos 5 .0 0 0 años. Algunos alfabetos, com o el fenicio, solo representa ban las consonantes; otros, com o el paleohebreo, usaban símbolos pa ra las consonantes y las vocales, aunque para estas últimas no tenían le tras, sino ciertos signos diacríticos complementarios; finalmente, otros alfabetos, com o el griego, el latino y el cirílico, simbolizaban tanto las vocales com o las consonantes. n
Si bien se suele creer que los alfabetos occidentales son toralrnentc fo nográficos, es decir, que cada uno de sus elementos (los grafemas) re presenta un fonema, esto no es así. Excepto en casos com o el alfabeto griego clásico o el finés actual, que se caracterizan porque sus grafemas tienen una correspondencia bastante unívoca con los elementos de sus sistemas fonológicos, tal biunivocidad entre fonemas y grafemas es bastante rara, “...la evolución lingüística y las divergencias dialectales hacen desaparecer fonemas y crean otros nuevos, sin que la ortografía refleje esos cambios al mismo com pás.” (Gili Gaya, 196 6 ). Por su par te, Saussure hace referencia a dos causas que motivan el desacuerdo en tre el sistema alfabético de una lengua y su sistema fonológico: I) “la lengua evoluciona sin cesar, mientras que la escritura tiende a quedar inmutable” y 2) "cuando un pueblo toma de otro su alfabeto, suele su ceder que los recursos de esc sistema gráfico no se adaptan bien a la nueva función, entonces se recurre a expedientes: p.cj., hay que servir se de dos letras para designar un solo sonido” (Saussure, 1981). Dife rentes motivos llevan a que la correspondencia entre grafema y fone ma sea imprecisa. “De todas estas ausencias de acoplamiento entre los fonemas que decimos y las letras que escribimos nacen los errores de escritura” (Seco, 1995). Algunas imprecisiones que caracterizan la relación entre un alfabeto y un sistema fonológico son: • un mismo grafema puede referirse a más de un fonema: p.cj., la letra g del alfabeto español se refiere a los fonemas /g/ en ganso y Ixl en g ru ir, la letra c se refiere a los fonemas Ik l, en casa, y Isl o /0 / , en cielo; * un mismo fonema puede ser designado por diferentes letras; así, en nuestra lengua, el fonema Ixl puede ser designado por las letras g , en gente, y j , en jun io ; o bien, Ikl puede ser representado por las letras en queso, h, en kilo, y c, en casco; otro caso es la representación del fi>-
nema Isl por las letras s, en musa, c, en ciruela, y z, en zapallo (para el español rio plateóse); * determinados elementos fónicos, com o la entonación, no tienen un equivalente gráfico; • ciertos elementos gráficos, com o la com a, no tienen un equivalente fónico; * grafemas compuestos (“letra doble" para la RAE, “digrama” para Lá zaro Carrcter) designan un único fonema; p.ej., en español, el grafema compuesto rr designa el fonema / r/; • grafemas simples designan sonidos compuestos. (Alarcos Llorach, 1994; Ducrot & SchacfFcr, 1998; Saussure, 1981). La necesidad de disminuir la distancia entre el sistema fonológico y el alfabeto de una lengua conduce a las reformas ortográficas. Por otro la do, la distancia existente entre ambos sistemas ha llevado, en el cam po de ia Fonología y de la Fonética, a crear alfabetos fonéticos.
ALFABETO FONETICO; Sistema de signos gráficos que permite transcri bir de manera biunívoca (uno a uno) los sonidos de la lengua. La dis tancia. cada vez mayor, que existe entre el sistema fonológico de una lengua y su alfabeto, ha llevado, en diferentes momentos, a la creación de sistemas gráficos que se ajusten a la pronunciación. La necesidad de unificar esos sistemas condujo a la formación, en 1886, de la Asocia ción Fonética Internacional, la cual, en 1889, propuso el Alfabeto Foncrico Internacional (AFI). Este sistema gráfico de transcripción “ha sido ideado en primer lugar con el propósito de llenar ciertas necesi dades esencialmente prácticas, de carácter lingüístico, tales com o el aprendizaje oral de idiomas extranjeros mediante transcripciones auxi liares, la reforma sistemática de cualquier ortografía existente; y la constitución de alfabetos racionales para los idiomas que aún no po29
scen forma escrita. El alfabeto es también de instrumental importan cia para realizar investigaciones lingüísticas minuciosas [...] porque con sus letras y signos diacríticos se pueden registrar hasta los más li geros matices de pronunciación.” (Martínez Celdrán, 1 9 8 4 ). A pesar de las ventajas que otorga la unificación de los sistemas de transcripción fonética en uno solo, no todos los lingüistas están de acuerdo con los criterios seguidos para la creación del AE1. Por ello, es te sistema convive actualmente con otros. Así, algunos fonetistas his panos prefieren el alfabeto fonético creado por la Revisto de Filología Española en 1914.
JJ
Tomado de AJcina Tranch, Blecua (1994)
Alfabeto fonético internacional
Am bigü eda d : Sc trata de un fenómeno propio de todas las lenguas naturales, que consiste en que a un enunciado u oración se le puede adjudicar más de una interpretación. A esos enunciados u oraciones se los llama ambiguos’. El origen de la ambigüedad puede ser de diversa índole, y, en general, se establece una tipología basada en los niveles del lenguaje; así, sc ha bla de ambigüedad: • fonológica: M e voy a casar (¿a casar o a cazar?); • morfológica: M arta y yo salimos (¿ayer o ahora?); • sintáctica: Pedro se sentó a l lado de la señora con el diario (¿quión te nía el diario: Pedro o la señora?); • semántico-léxica (homonimia): Ana piensa en la cocina (¿piensa allí o piensa sobre esa habitación?); Se rompió Li muñeca (¿el juguete o una parte del brazo?). C . Fuchs sostiene que "de la misma manera que una palabra suscepti ble, en tanro que unidad de diccionario, de tener muchos sentidos, no tendrá generalmente más que uno solo cuando sc encuentra rodeado de otras palabras en la cadena", de la misma forma, una oración que aislada es ambigua, se desambigua en su realización concreta. Por esto, si bien puede haber un número considerable de oraciones ambiguas, hay pocos casos de enunciados ambiguos. Tanto el contexto lingüísti co o cotcxto (texto que funciona com o contexto de una palabra), co mo el contexto extralingüístico o contexto propiamente dicho (la si tuación en que sc realiza el enunciado y la cultura que funciona com o marco), es decir los contextos o situaciones en los que se realiza un enunciado, aportan los datos necesarios para que este tenga una signi ficación unívoca (Fuchs, 1 994, p. 8 9 ).
A n t o n i m i a : I.a ¡dea más divulgada acerca de la antunimia consiste en
definir com o antónimas las palabras con significados opuestos. Si bien esta definición es sencilla y emendiWe, oculta la complejidad del tema. Desde un punto de vista estrictamente lingüístico, la antonimia es una relación sem ántica entre dos o más palabras o expresiones cuyos sig nificados se contraponen de alguna manera. l ’n problema complejo del concepto de antonimia es que -c o m o se ñala L eech - “el término 'antónimo' nos da pie para creer que las pala bras se contraponen respecto de una dimensión solamente, cuando la verdad es que, de hecho, pueden contraponerse a otras palabras respec to de varias dimensiones a la ver”, p.ej.: en una dimensión, en este ca so el sexo, niño se opone a nitur, pero también, en otra dimensión, en este caso la edad, niño se opone a hombre. Por eso, este autor propone el termino 'incompatibilidad' para reemplazar a ‘antonimia’, ya que dos palabras serían incompatibles “si una contiene al menos un rasgo que se contrapone a un rasgo de la otra" (I.eech, 1974); así, en nues tro ejemplo, el rasgo contrapuesto entre niño y niño es + H O M B R E / I IO M B R E , y entre niño y hom bre, +AD ULTO /-A D U L T O . Distintos autores han propuesto clasificaciones posibles de las formas en que se relacionan los antónimos. Desde un punto de vista estricto de las relaciones de significado, C ruse incluye la antonimia en un fenómeno mayor al que llama ‘oposi ción’, dentro del que diferencia si los miembros de esa relación son; a) com plem entarios, pares en los que si se afirma uno, se niega el otro, p.ej. muerto / viro, verdulero / falso-, b) an tón im os, que se diferencian de los complementarios en que la negación de un miembro no implica la afirmación del otro v porque ambos son unidades de una serie escalonada, aunque comparten una cualidad en distinto grado; p.ej. mojado / húm edo / seco-.
c) reversivos o reversos, que hacen referencia a “procesos o cambios de estado que en principio son reversibles", p.ej. engordar / adelgazar, calentarse / enfriarse; y d) conversos u opuestos relaciónales, los que sirven para dar cuenta de relaciones entre cosas, relaciones que se pueden establecer desde perspectivas diferentes, p.ej.. Federico es más gordo que Gustavo y Gustavo es más delgado que Federico.
Aso ciación l>i, pai abras ; C am po asociativo. BASE; Kii Morfología se llama ‘base’ a la estructura a partir de la cual se forman las palabras. “La base es el elemento sobre el que se asienta la regla de formación de palabras” (Várela Ortega, 1990 ). 1.a base nun ca puede ser un afijo, pero sí una palabra simple (sol), una raíz (ponen poner), un tema (Ido-), una palabra compuesta (casaquinta) o una palabra compleja (inútil). Si útil es la base para constituir la palabra inútil, ya que se le añade el prefijo ///-, a su vez, inútil es la base para formar el adverbio derivado inútilm ente por sufijación (por adición del sufijo derivado -m ente). Para Matthews, el término base' se utiliza también com o equivalente a tema y a raíz (Matthews, 1980).
CAMPO ASOCIATIVO: Si bien se lo suele confundir con el campo se mántico o con el campo léxico, un campo asociativo no es una estruc tura lingüística, sino solo una configuración o red de asociaciones (li bres) de una palabra con otras. Los campos asociativos son propios de cada individuo y no coinciden, por tanto, con los campos léxicos lin güísticos. Se trata de conjuntos de unidades léxicas (palabras y expre siones) relacionadas por medio de asociaciones basadas en similitudes de distinto orden: de significado, sonoras, gráficas, estilísticas. Según
Charles Bally, “un cam po asociativo es un halo que rodea al signo y cu yas franjas exteriores se confunden con su ambiente [...] La palabra buey hace pensar: 1) en vaca, toro, ternero, cuernos, rumiar, mugir, etc.; 2) en labranza, arado, yugo, etcétera; 3) puede evocar ideas de fuerza, de resistencia, de trabajo paciente, pero también de lentitud, de pesadez, de pasividad, etc.” (citado por Fernández González, Hervás, & Báez, 1 977, p. 148). El concepto de cam po asociativo' se inspiró en las relaciones asociati vas de Saussure: “un término dado es com o el centro de una constela ción, el punto en que convergen otros términos coordinados, cuya su ma es indefinida" (1 9 8 1 , p. 2 1 2 ). A su vez, los elementos coordinados se organizan en diferentes conjuntos según la relación que establecen con el término que está en el centro. Así, el cam po asociativo de una palabra puede estar formado por paradigmas basados en la asociación por sign tficado, en la asociación por la forma sonora, en la asociación por colocación (esto es, asociación to n palabras que habítualmente aparecen en los mismos textos), etc. En un cam po asociativo, una pa labra también puede estar rodeada por metáforas, refranes, compara ciones v locuciones. "...cuando escucho o pienso o leo una palabra (p.cj., chancho), ense guida me acuerdo de muchas otras que tienen que ver con ella: p.cj., puedo acordarme de rancho, pancho, charco, porque suenan parecido a chancho; y también puedo acordarme de naca, caballo, oveja, porque son animales que suelen convivir con el chancho; o puedo acordarme de cerdo, lechan, porcino, que son otros nombres del chancho; incluso puedo acordarme de puerco, cochino, que también son nombres del chancho y que además se usan para significar "sucio"; o pueden venir me a la mente algunos chanchos célebres, com o I’orky o Petunia; o los productos que se sacan del pobre chancho: el jamón, el tocino, la chu-
leía..." (Alvarado, Bombini, Feldman, & Istvan. 1994, p, 32). CAMPO CONCEPTUAL: Térm ino que designa al campo semántico que, desde el punco de vista metodológico, se establece a parrir de un con cepto determinado; en otras palabras, establecer un cam po conceptual implica establecer el conjunto de unidades léxicas (palabras y expresio nes) enrre las que se distribuye una noción específica; p.ej. en español, el campo conceptual de las 'relaciones de parentesco’ se encuentra dis tribuido entre las unidades léxicas; madre, padre, abuela, hijo, nieto, tío. hijo político, etc. Para comprender mejor la noción de cam po conceptual', Lyons recu rre al clásico ejemplo del continuo crom ático, el cual puede ser enten dido com o una zona conceptual que se convierte en un cam po con ceptual (el de ‘los colores’) cuando es estructurado por una lengua par ticular. En toda lengua o sistema lingüístico, el conjunto de unidades léxicas (‘lexem.cs para Lyons) que abarca o cubre una zona conceptual, le da a esa zona una estructura particular; en esa estructura, llamada cam po léxico, cada unidad léxica cubre cierta zona conceptual, la que. a su vez, puede constituirse en un cam po estructurado por otro con junto de unidades léxicas; p.ej., la zona conceptual cubierta por rojo queda estructurada en español por medio de escarlata, carmesí, berm e jo, etc. (Lyons, 1980, p. 2 3 8 ). Los primeros intentos para establecer campos conceptuales fueron lle vados a cabo (por Ipsen, Jolles. I’orzig y Trier) en la primera mitad del siglo (décadas de 1920 y 1930), en trabajos que dieron origen a lo que boy se conoce com o la Teoría de los cam pos sem ánticos o Teoría del cam po. El objetivo era entonces construir los esquemas conceptuales de una sociedad. Así se estudiaron el vocabulario de los animales do mésticos. de tas relaciones de parentesco, de las clasificaciones botánicas po-
pulares, etc. Si bien estos estudios constituyeron el puntapié ¡nidal en la investigación de la estructuración del léxico, recibieron muchas crí ticas. Desde el punto de vista lingüístico, se les lia censurado funda mentalmente el no dar cuenta de las relaciones que mantienen las uni dades léxicas que conforman un cam po conceptual, es decir, de limi tarse a analizar las relaciones entre las palabras y el concepto central, en detrimento de las relaciones de las palabras entre sí (relaciones de sinonimia, oposición, polisemia, etc.).
C ampo I.ÉX1C.O: Un cam po léxico es “el campo semántico por excelen cia" (Alcaraz Varó & Martínez 1 ¡nares, 1997) y consiste en un conjun to ordenado de unidades léxicas (palabras y expresiones) relacionadas por su sentido, en el que cada unidad léxica está limitada y determina da por
se opone a - las otras unidades que conforman el campo. Lis
unidades léxicas que forman un cam po com parten, al menos, un ras go semántico o de significado. P.cj. helarlo, frío, fresco, templado, tibio, caliente, isirviente constituyen un cam po léxico cuyas unidades se re parten la zona semántica de los adjetivos de temperatura’ y están en oposición las unas con las otras. Si bien el cam po léxico es “el campo semántico por excelencia", las relaciones que contraen sus miembros son, según Coseriu, solo relaciones paradigmáticas (paradigma) y no sintagmáticas (sintagma), com o también pueden serlo en un campo semántico. El cam po léxico constituye un método que permite ordenar el vocabu lario de una lengua. Para el lingüista rumano Eugenio Coseriu, el lé xico o vocabulario de una lengua se organiza en dos tipos de estructu ras diferentes: estructuras paradigmáticas o de oposición (una de ellas es el campo léxico) y estructuras sintagmáticas o combinatorias, a las que llamó ‘solidaridades léxicas'. Coseriu define el ‘cam po léxico’ co-
mo “una estructura paradigmática constituida por unidades léxicas que se reparten una ¿ona de significación común y que se encuentran en oposición inmediata las unas con las otras f...| Se nata de unidades léxicas entre las que existe ‘selección’ (posibilidad de elección) en un punto determinado de la cadena hablada". Por tanto, un campo léxi co se origina por la distribución de una zona conceptual o continuo de contenido entre diferentes unidades léxicas (palabras y expresiones) de una lengua, las cuales se oponen unas a otras en razón de sus rasgos se mánticos mínimos. Así, “los campos léxicos son análogos a los siste mas de consonantes o vocales de la fonología y son, com o éstos, ana lizables en rasgos distintivos" (Coscriu, 1 981, pp. 1 7 0 -1 7 1 ). De esta manera, un campo léxico se constituye en un subconjunto estructura do del vocabulario (o léxico) de una lengua.
C ampo SEMÁNTICO: La noción de ‘cam po semántico' alude a una pa labra o bien, a un conjunto de unidades léxicas (palabras y expresio nes) que abarcan un cam po o área de significado determinado y que mantienen entre sí relaciones paradigmáticas y sintagmáticas (paradig ma, sintagma). Así, campo semántico’ resulta ser un término ambi guo, ya que podrá significar: a) el área de significado que abarca o cubre una unidad léxica determi nada, p.ej.: el cam po semántico de la palabra lápiz o de la expresión ojo de buey; b) el conjunto de unidades léxicas que se agrupan por compartir, al menos, algún rasgo semántico: Lípiz, lapicera, imprenta, mimeógrafo, crayón, impresora; c) el conjunto de unidades léxicas que designan un concepto determi nado, p.ej.: el campo semántico de los 'materiales para fijar la escritura'. Actualmente, el cam po semántico es concebido com o un método pa sa
ra estructurar el léxico o vocabulario de una lengua, y según la pers pectiva desde la cual se lo sistematiza, puede ser de dos tipos: 1) cam po conceptual, com o en c), en el que se parte de un concepto y a partir de él se determinan las unidades léxicas entre las que se dis tribuye ese concepto o noción; 2) campo léxico, com o en b), en el que se parte de las unidades léxi cas de una lengua que se vinculan por compartir algún rasgo de signi ficado. Dado que las diferencias entre cam po conceptual, léxico y semántico se vinculan, sobre todo, a cuestiones metodológicas, estos términos suelen utilizarse com o equivalentes; en especial, suele confundirse el cam po semántico con el cam po conceptual. En ciertos usos, se consi dera campo semántico’ com o equivalente de cam po asociativo. pero este último es. en cuanto a las relaciones paradigmáticas, mucho más amplio que aquel. La estructuración del léxico en campos semánticos fue fuertemente impulsada por las nociones de ‘sistema’ y de Valor’, postuladas por Ferdinand de Saussure: “...la lengua es un sistema en donde todos los tér minos son solidarios y donde el valor de cada uno no resulta más que de la presencia simultánea de los otros (...) Dentro de una misma len gua, todas las palabras que expresan ideas vecinas se limitan recíproca mente [„.| Ni siquiera de la palabra que significa sol’ se puede fijar in mediatamente el valor si no se considera lo que la rodea; lenguas hay en las que es imposible decir sentarse a l sol (...) Si las palabras estuvie ran encargadas de presentar conceptos dados de antemano, cada uno de ellos tendría, de lengua a lengua, correspondencias exactas para el sentido; pero no es así" (Saussure, 1981, pp. 195*198). Así, en un campo semántico, concebido com o un subsistema lingüís tico, cada uno de los miembros está condicionado por los demás y su
valor surge de la posición que ocupa en la estructura. En consecuen cia, desde la perspectiva de los campos semánticos, las unidades léxi cas no poseen significado inherente estando aisladas, sino que adquie ren su ‘valor’ gracias a sus relaciones paradigmáticas y sintagmáticas con los otros elementos del cam po. C om o señala Cruse, esta interde pendencia del significado de las palabras tiene dos consecuencias: I) es imposible para un chico aprender el significado de una palabra hiera del conjunto estructurado, sin que al mismo tiempo domine los otros miembros del campo; p.ej., no puede decir qué significa ‘perro’ en for ma aislada, porque esta palabra se vincula en forma determinante a otros términos del mismo cam po, tales com o anim al, gato, perrito; y 2) com o ya lo anticipa Saussure, no hay congruencia entre los campos se mánticos de dos lenguas cualesquiera (Cruse, 1990, pp. 162 - 163). CATEGORÍAS DERIVACION ALES: Derivación.
C ategorías inelexionai.F-S; En el campo de la Lingüística, el sintag ma categorías inflexionales’ no es usado por los especialistas; en lugar de ello, se habla de categorías flexionales' (flexión).
C lases di- ivmabras; En el campo de la Lingüística, una clase’ desig na un conjunto de elementos que tienen rasgos comunes. De esta ma nera, es posible hablar de clases de sonidos’, clases de morfemas’, cla ses de lenguas’, ‘clases de palabras’, etc. Tradicionalmente, las clases de palabras o partes de la oración de una lengua se definen a partir depropiedades de diferente índole: morfológicas, sintácticas y semánticas. 1) Desde un punto de vista morfológico, esto es, según su form a (morfología y morfema), la Real Academia Española (RAE) clasifica las palabras del español en variables e invariables. “Son variables las
40
palabras que poseen morfemas flexivos” (R A F, 19 7 3 ), mientras que las invariables serán aquellas que no sufren procesos de flexión. Así, las pa labras escribir, plum a, é l y frenético son variables, porque tienen o pue den tener morfemas flexivos o categorías morfológicas, esto es, morfe mas de caso, género, número, tiempo, modo, persona y aspecto:
escribió, escribe, escribim os, escribía, ellos, se, ella, plum as, frenética, frenéticos. Frente a ellas, las palabras velozm ente, así, y, clesde, y ah son invariables. 2) Desde un punto de vista sintáctico, las palabras se clasifican según la/s fúnción/es sintáctica/s que pueden desempeñaren la oración. Así, Barrenechea reconoce, para el español, ocho clases de palabras según las funciones que desempeñan en la estructura oracional de sujeto/predicado. A esas ocho clases las reagrupa, a su vez, en dos: a) clases que en una oración desempeñan una única fundón sintácti ca: verbo, sustantivo, adjetivo, adverbio, coordinantes, subordinantes; b) clases que en una oración desempeñan simultáneamente dos funcio nes sintácticas: relacionantes (“signos de subordinación e inclusión + funciones de sustantivo, adjetivo o adverbio [...] No com pra cuadros cu
yos autores desconoce; Cuando acabes, te hablaré") y verboides (el infiniti vo, el participio y el gerundio cumplen “funciones de sustantivo, adje tivo o adverbio + régimen verbal (...] Es inútil pedirlo; Regaló libros com
prados p or su m adre; Entró pidiendo disculpas ") (Barrenechea, 1986 b). Con respecto a la interjección, Kovacci afirma que “no puede cumplir ninguna de las funciones de las demás palabras”. En relación con los pronom bres, Barrenechea los define com o pertenccienrcs a una categoría semántica: “el ‘pronombre’ es una clase de palabras no descriptivas y de significación ocasional orientada por cir cunstancias lingüísticas (el coloquio y el hilo del discurso)” (Barrene chea, 1986 a). Por lo tanto, para esta autora los pronombres constitu-
yen una dase semántica de palabras, y no una clase funcional; desde este último punto de vista, “no forman una clase aparte, sino que son subclases de palabras. Los relativos forman parte de la clase de los re lacionantes (que, quien, donde, etc,). l.os demás funcionan exclusiva mente com o sustantivos, com o adjetivos o com o adverbios, o indistin tamente en dos o tres de estas clases. Son sustantivos los pronombres personales, todos los neutros (esto, eso, ello, algo, etc.) y algunos inte rrogativos c indefinidos (quién, alguien, etc.). (...) Son exclusivamente adjetivos los posesivos [m i, tuyo, etc.| (...) Son adverbios exclusivamen te algunos interrogativos c indefinidos [dónde, cuándo, siempre, etc.)" (Kovacci, 1990). Los pronombres demostrativos pueden funcionar co mo sustantivos o adjetivos. Las clases funcionales de palabras suelen subclasificarse siguiendo cri terios semánticos. P.ej., en la clase de sustantivos se suelen distinguir: concretos y abstractos, colectivos e individuales, comunes y propios.
O-Ausula Proposición. COMPOSICIÓN: Uno de los dos mecanismos principales para la forma ción de palabras. La definición clásica de la composición se limitaba a la yuxtaposición de dos o más formas que pueden aparecer libres en la lengua, es decir, de dos palabras para formar una única palabra: boca + calle -> bocacalle, casa + quinta
casaquinta, sacar + punta
saca
puntas). El resultado de este proceso da lugar a una palabra compues
ta (bocacalle, casaquinta, sacapuntas). Actualmente, se considera que esta definición es restrictiva, debido a diversos motivos. Algunos autores, entre ellos Scalise, consideran que las formas que constituyen una palabra compuesta no solo son palabras, sino que cuando los temas (en el sentido de Varcla Ortega, 1990 y no de H oc-
kct. 1971), com o filo, tinglo, logia se ligan a una palabra, p .c). filosoviilico. angloparlante, musicología, se produce también un fenómeno de composición. I’or su parte, Alvar Ezquerra considera a estas formaciones com o pro ductos de procesos de derivación, ya que los temas no pueden apare cer aislados, es decir, no pueden conformar palabras por sí solos (Alvar Ezq ucrra, 1993). llybee apoya esta última postura al sostener que la composición se ca racteriza, sintácticamente, porque cada uno de sus elementos puede existir en íorma independiente com o palabra. Esta autora añade, co mo rasgo característico de la composición, el becho de que su resulta do es una palabra cuyo significado no es solo la suma de los significa dos de sus partes; aún más, gradualmente los compuestos tienden a perder su transparencia semántica y fonológica, p.ej.: resulta difícil identificar las palabras que componen a cascarrabias, menoscabar, arti maña (Bybee, 1985). t )rra crítica a la postura tradicional radica en que la composición no se li mita al fenómeno de yuxtaposición. Así, Alvar Ezquerra, además de este fenómeno, que considera el más productivo, enumera otros, entre ellos:
• sinapsia: proceso de composición que da lugar a la formación de una unidad compuesta por elementos relacionados sintácticamente; en es pañol, esa unidad constituye un sintagma nominal compuesto por un núcleo sustantivo y un sinragma preposicional: estrella de mar, letra de cambio. • disyunción: consiste en una relación fija entre un sustantivo y un ad jetivo o dos sustantivos, en la que los dos compuestos no tienen habi tualmente una relación de colocación, esto es, no suelen aparecer jun ios en los textos: atento chino, pez espada, oso hormiguero.
• con trap o sició n : proceso de composición cuyo resultado es una uni dad compuesta por dos sustantivos o dos adjetivos entre los cuales existe una relación de coordinación: pollera-pantalón (= pollera y pan talón) fisicoquím ica (= físico y quím ico). Estos tres procesos se caracterizan, en general, por mantener la acen tuación original de sus elementos y, al igual que todo fenómeno de composición, el compuesto resultante tiene un significado propio que no se deriva de la mera suma de sus partes. Con respecto a la forma que las palabras compuestas adoptan en la es critura, Alvar E/.querra señala el rechazo que existe en español a unir palabras mediante guiones, por lo que son pocas aquellas en las que se puede señalar gráficamente la integración de los elementos que las for man. Este autor cita a la Real Academia Española que. en su Gramá tica. señala: “cada vocablo de por sí, ya simple, com o guardia, poner, ya compuesto, com o salvaguardia, reponer, se ha de escribir aislado, o con entera separación del que le preceda o siga".
C oncordancia : Es un tipo de relación morfosintáctica que contraen algunos constituyentes de una oración con otros presentes en la misma oración. Esa relación aparece marcada a través de determinados m or femas Hexivos, tradicionalmente llamados desinencias' o accidentes gramaticales’ (sufijo y flexión). “A través del fenómeno de concordan cia, algunas de las unidades de la oración adoptan obligatoriamente rasgos de flexión idénticos" (Hcrnanz & Brucart, 1987). En otras pa labras, la concordancia impone que un constituyente oracional deter minado adopte los mismos morfemas Hexivos o categorías gramatica les que presenta otro elemento de la misma oración. Desde este pun to de vista, en español se manifiestan distintos tipos de concordancia: a) co n co rd an cia sustantivo/adjetivo: es la relación que ocurre dentro
del grupo o sintagma nominal entre el sustantivo y el adjetivo o el sus tantivo y el determinante (artículo, pronombre posesivo, pronombre demostrativo) basada en la ¡denudad en género y número. Los sufijos Hcxivos de género y número del sustantivo núcleo del sintagma deben set adoptados por los adjetivos y determinantes que pudieran confor mar ese sintagma. Los sintagmas nominales ’nn película aburrida, 'los trenes viejo y 'esta htza amarillo son inaceptables debido a la fiilta de concordancia, respectivamente: en género entre determinante y sus tantivo, en número entre sustantivo y adjetivo, y en género entre sus tantivo y adjetivo, respectivamente. b) concordancia sustantivo/verbo: es la relación de identidad que se establece entre el sujeto y el predicada (o el sintagma nominal y el ver bo núcleo del sintagma verbal) eo las categorías gramaticales (o morfo lógicas) de número y persona, lo s sufijos de número y persona del sus tantivo que funciona com o núcleo del sujeto deben ser seleccionados para el verbo que funciona com o núcleo del predicado: Ella (3o pers., sing.) aceptó (3 o pers., sing.) la oferta, y no ( 1) 'Ella aceptaron la oferui ni { 2 )'Ella aceptaste ¡a oferta ni tampoco [i)'E U a aceptamos la oferta. listas tres últimas emisiones son inaceptables debido a la falta de con cordancia para los ejemplos ( I) y (3), entre número y persona del pro nombre y número y persona del verbo, y en el ejemplo (2 ), por la falta de concordancia en la persona. Por orro lado, “solo se habla de concor dancia cuando la relación resulta obligatoria para que la oración esté bien formada” (H ernán/ & Brucan, 1987). Por ello, la coincidencia en número y persona entre la oferta y aceptó en Ella aceptó la oferta, no constituye un caso de concordancia sustantivo / verbo, ya que el cam bio en número y persona del sustantivo en cuestión (oferta) no da lugar ,i oraciones agramaticales: Ella me aceptó I ElLt aceptó ambas ofertas. c) con cord an cia rclativo/antecedentc: relación de concordancia en is
género y número enrre el pronombre relativo y su antecedente. Se tra ta de una relación que aparece en oraciones que incluyen una propo sición subordinada. Así, en los siguientes ejemplos, la segunda oración de cada par es inaceptable debido a esta falta de concordancia (los parén tesis encierran las oraciones subordinadas, la negrita destaca los pronom bres relativos y el subrayado señala el antecedente de cada pronombre): 1. E l señor (a q u ien le escribiste) llegó./ *E l señor (ti q u ien es le escribis te) llegó. 2. Se rompió el auto (en el q u e llegaste)./ *Se rompió el auto (en Lt q u e llegaste). 3 . l a nota (en Lt cu a l form uló su pedido) se traspapeló./ 'La nota (en las cuales form uló su pedido) se traspapeló. En (1), señor es el antecedente de quien porque son correferencialcs, es decir, tienen una referencia idéntica: también existe una relación de correferencialidad entre auto y que. en (2), y entre nota y cual, en (3): por lo tanto, auto y nota son los antecedentes, respectivamente, de que y cual. Debido a que las posibilidades de flexión de los relativos son muy li mitadas {que, donde, como y cuando no Hexionan, quien y cual flexionan solo en número), la concordancia entre el pronombre y su antece dente puede no ser evidente, com o en El libro (q u e compraste) es bue no; esa concordancia también puede manifestarse por medio de un ar tículo antepuesto al pronombre relativo (com o en las oraciones 2 y 3). Existe una excepción a las reglas de concordancia relativo/anrecedente: cuyo. Si bien este pronombre relativo mantiene una relación de cor refe rene ia con su antecedente, no concuerda con él, sino con el sus tantivo que le sigue: E l libro cuyas tapas son rojas / La niña cuyo her m ano emigró.
C oncurrencia
di- vocales: Diptongo, triptongo.
.Sinalefa, hiato.
C onsonantes ; Com únm ente, se llama consonante’ a determinadas letras del alfabeto. Pero consonan re’, es un término ambiguo que de signa. por un lado, cierta dase de sonidos de la lengua y, por otro, las letras que los representan (incluso y w, letras que suelen simbolizar so nidos vocálicos). Desde el punto de vista articu latorio , los sonidos consonanticos se ca racterizan por el hecho de que la corriente de aire, al salir al exterior, encuentra un obstáculo. Actualmente, se consideran cuatro parámetros para la descripción articulatoria de los fonemas consonánticos del español: I)
El p u n to de articu lación , es decir, el lugar en que se produce el
acercamiento o contacto de los órganos que participan en la articula ción de un sonido. Permite clasificar a las consonantes en bilabiales (los dos labios se acercan o se tocan, com o la Ip l y la /b /); labiodcntalcs (los dientes superiores se aproximan o se ponen en contacto con el labio inferior, com o en /Í7); interdentales (la punta de la lengua se acerca o toca los dientes superiores e inferiores al mismo tiempo, co mo en la 101 de zapato
pronunciada en M adrid-); dentales (la pun
ta de la lengua se aproxima o toca los dientes superiores, com o la / r/ y la /d /); alveolares (la lengua se acerca o se pone en contacto con las encías o alvéolos, com o en Ir/ o /ni)', palatales (el centro de la lengua se aproxima o toca el paladar, com o en / p / de niño y /A / de lluvia -pronunciada en M adrid-); y velares (la parte posterior de la lengua se acerca o toca el velo del paladar, com o en /g /). 2) El segundo parámetro para la descripción de las consonantes del es pañol se denomina acción de las cuerdas vocales, ya que lo que se evalúa en este caso, es si las cuerdas vocales vibran o no vibran. Si las
cuerdas vocales vibran, se trata de sonidos sonoros (com o Idl y /» /); mientras que si se mantienen sin vibrar, los sonidos serán sordos (co mo Itl y Isl). 3) Fl tercer parámetro para la descripción de bis consonantes españo las es la posición del velo del paladar, según la cual los sonidos se cla sifican en nasales ti orales. Si el velo del paladar obstruye la cavidad bucal, el aire sale simultáneamente por la nariz y por la boca, es decir, se producen consonantes nasales (com o /n i y Im /) o vocales nasalizadas. fin caso contrario, es decir, si el velo del paladar está distendido, los sonidos son orales (la mayor parte de los sonidos del español). 4) De acuerdo con el modo de articulación (forma en que se articu lan los órganos que participan en la formación de ese sonido), se dis tinguen las consonantes oclusivas, fricativas, laterales y vibrantes. En las consonantes oclusivas, los órganos se ponen en contacto total mente, creando una obstrucción, que se distiende por medio de una explosión (com o en /p / y Itl) o com o una fricación (com o en I d de mu; en este último caso, el sonido se llama también ‘africado’. Las
fricativas se producen por un estrechamiento del canal de aire (com o en / ! / y /¿I), l.as laterales se producen cuando la lengua entra en con tacto con el punto de articulación, pero en este caso, contrariamente a lo que ocurre en las anteriores, el aire puede salir por los costados (co mo en la /!/). Por último, las vibrantes se producen cuando el órgano articulante, es decir, la lengua, forma una serie de oclusiones muy bre ves y sucesivas (com o en la Itl). Para un análisis más exhaustivo de la articulación de las consonantes del español y de los rasgos arriba enumerados, se pueden consultar Alcina Franch & Blecua. 1 994; Ciili ( ¡aya, 1966; Navarro Tomás, 1970. A continuación, presentamos el paradigma de las consonantes del sis tema español tal com o lo exponen Alcina Franch y Blecua ( I 9 9 4 ). 4H
Q to ta l F a rin g a l
Uvular en
0
- 3
1
O
X
JC
•o
1
!
2
5
V
u
CL
c.
V
’tñ
_3
u O
u3
m X) ro u £ tü
un > «3 > u ro u £ £ o l/> JLJ 0> fD QJ L_ «0. (O a V¿ •ltu 4—<
Mí
>
1» a E
u M í u- _a> < a tñ Mí O u MI /> O > O > »ra 3 C c É ra i— U JO c m > ti. o
S31W VW OSW OD
u
Mí
a ■a iü
a
—
i— a; v> Oí z 1 •f r.
s•
s 5í1 ct
O« X)
c
O. 10 > u ¿I o c »/> V 2
A MI
o. o E
t/> 6 K E '55 en
ío > (O u u.
S 11 W VKJOSKJOD
i/> fU > O ’u « O 3 b c a* £
S31VDOA
E esdc un punto de vista acústico, las consonantes presentan o cons tituyen ruidos. Desde una perspectiva funcional, es decir, teniendo en cuenta su fun ción en el sistema fonológico, en el español las vocales son los únicos fonemas capaces de formar sílaba.
C oNS I RUtX IóN SINTÁO'IC-A: El término construcción sintáctica da cuenta, básicamente, de una secuencia de palabras: su caracterización varía de acuerdo con el modelo teórico que la defina. La gramática estructural llama construcción sintáctica’ a todo grupo de palabras relacionadas sintácticamente, esté o no incluido en una construcción mayor. Rcj„ la oración E l tren llegó demasiado tarde constituye una construcción sintáctica oracional, formada por las construcciones el tren y llegó demasiado tardr, a su vez, la segunda cons trucción incluye otra, demasiado tarde. I iockctt sostiene que una construcción es una regla o pauta que per mite obtener o construir formas compuestas de una clase determina da. Así, la oración es una construcción formada por un grupo o cons trucción nominal y un predicado; de esta forma, cada uno de los consriruventes de una oración es a su vez una construcción, y así sucesiva mente, hasta llegar a los morfemas, constituyentes últimos (H ockctt, IV71). Este autor diferencia dos tipos de construcciones: 1) las exosi
céntricas, cuyos constituyentes son diferentes de la construcción ma yor (es el caso de la oración, que reúne el sujeto y el predicado; tam bién es el caso de la construcción preposicional, formada por una pre posición y un término -palabra o construcción—); o bien 2) las endo céntricas. construcciones que contienen un núcleo y, opcionalmente, modificadores. P.ej., es el caso de la construcción formada por adjeti vo y nombre o sustantivo, que da por resultado una construcción no minal o sustantiva. En esta perspectiva estructuralista, el término ‘núcleo’ designa aquel constituyente de una construcción cuya distribución es la misma que la del sintagma o construcción que lo contiene, i’.ej., en la oración (o construcción oracional) /:/ chám am e es música salvaje, venenosa y poco complaciente, el sustantivo música es el núcleo de la construcción que funciona com o predicativo subjetivo (música salvaje, venenosa y poco com placiente), porque es la palabra que puede reemplazar a toda la construcción. En el marco de la teoría generativista. no se establece una distinción entre dos tipos de construcciones (endocéntricas y exocéntricas), sino que todas son consideradas endocéntricas. Esto se debe a que el con cepto de ‘núcleo’ no se define a partir de criterios distribucionalistas, sino en función de la categoría sintáctica que caracteriza tanto al nú cleo com o a la construcción que lo contiene. El núcleo de una cons trucción es “el consdtuyente que determina la índole categorial de to do el sintagma" o construcción (DiTullio, 1997, p. 58) (sintagma). De esta manera, la noción de núcleo' permite caracterizar las construccio nes de acuerdo con la clase de palabra funcional (clase de palabras) a la que pertenece el núcleo; p.ej. (las palabras subrayadas son los nú cleos de cada construcción):
-construcción o sintagma nominal o sustantivo (el vieja libro; Li A rgen tina y el Brasil]; -construcción o sintagma adjetivo (extrem adam ente veloz); -construcción o sintagma verbal {discuten acaloradamente Lis nuevas disposiciones.); -construcción o sintagma adverbial (m uy Icios: más lentam ente); -construcción o sintagma preposicional ihasni tocan instrumentos dis tintos; d¿ generaciones y provincias diferentes).
C oordinación : Relación sintáctica que se establece entre dos o más elementos de la misma jerarquía sintáctica, esto es, donde ninguna de las construcciones o palabras funciona com o núcleo respecto de la otra. La coordinación puede ser señalada o bien por medio de conjun ciones (y. pero, aunque, o, por lo tanto, etc.), o bien por medio de la en tonación (pausas que en la escritura se señalan por medio de distintos signos de puntuación). P.ej.: L t devaluación del real abrió un escenario incierto y se espera un aumento de Lis tasas de exportaciones: la publici dad apela a Soledad. Boca. Casada (subordinación).
D erivación : Mecanismo morfológico para la formación de palabras de una lengua que consiste en la incorporación de afijos a una base lé xica. C om o señala Varela Ortega, se distingue de la Hcxión porque: a) la Hcxión nunca produce cambios en la clase gramatical a la que per tenece la palabra sobre la que se lleva a cabo; en tanto que la incorpo ración de afijos derivativos suele cambiar, aunque no siempre, la clase de palabra, com o ocurre en cerrar (verbo), cerradura, cerrajero, cerraje ría (sustantivos), cerrado (adjetivo); b) la Hcxión es relevante para la sintaxis, específicamente para la con cordancia y la rección; p.ej.: en español el núcleo del sujeto de una ora
ción concuerda en número y persona con el verbo, núcleo del predi cado: Las verduras llegaran en el camión, pero no ‘ Las verduras llegó en el cam ión. I os morfemas derivativos, en cambio, no son relevantes pa ra la sintaxis: Ju a n es un hom bre capaz y Ju a n es un hom bre incapaz. c) la derivación permite crear nuevas palabras que se incorporan en el sistema y lo reestructuran. En cambio, la flexión establece paradigmas cerrados y no produce modificaciones dentro del sistema; d) a diferencia de lo que ocurre con la flexión, la semántica de la base es modificada en los procesos derivativos; p.cj.: luna - lunática-, e) la flexión es periférica dentro de la estructura de una palabra, ya que, de producirse en una misma palabra procesos de flexión y de deriva ción. el orden en que estos se aplican es rígido: primero se incorporan los afijos derivativos y luego, los flexivos: bil>lio~teca-s, pero no *biblia s-teca, destornilladores, pero no
‘destnrniUa-s-dor (Varela Ortega,
1 9 9 0 ). C o m o afirman Hemanz y Brucart, “la morfología flexiva ocuparía una posición intermedia entre la sintaxis y la fonología. En cambio, los procesos de derivación y composición tienen un carácter esencialmen te léxico: se trata de procedimientos que dan com o resultado el incre mento del caudal de palabras de una lengua" (H ernán/ & Brucart, I9 8 7 ). Por esto, las palabras derivadas figuran en el diccionario, en tanto que las formas Hexionadas deben buscarse en una de las entradas correspondiente a una de las formas del paradigma. Así, mientras que cerradura, cerrajero, cerrajería, cerrado/da son enrradas distintas en el diccionario, para conocer el significado de cierro, hablamos cerrado, ce rraré, debemos buscar en una única entrada: cerrar.
DIPTONGO; Combinación de dos vocales dentro de una misma sílaba. I os diptongos del español están formados por la concurrencia de las
vocales cerradas /i/ o (uI con cualquier otra vocal, y entre sí. En un diptongo se distinguen una vocal con mayor grado de abertura y otra con menor grado de abertura. De acuerdo con la ppsición que ocupa esta última, se diferencian dos tipos de diptongo: - crecientes, com o en bueno, vio, mielo, en los que la primera vocal es la de menor grado de abertura; - decrecientes, com o en titilo, rey, reumatismo, en los que la primera vocal es la de mayor grado de abertura. En la terminología lingüística, los sonidos que representan las letras i y u dentro de un diptongo se denominan sem iconsonantes cuando se trata de diptongos crecientes, y semivocales cuando se trata de dipton gos decrecientes (A la reos Llorach, 1971; Atareos I.lorach, 1 994; Alcina Franch & Blccua, 1994; Quilis & Fernández, 1997; Saussure, 1981). Desde una perspectiva diferente, Navarro Tomás considera que los diptongos no son entidades conformadas por dos fonemas, sino que son monofoncmáticos, esto es, que constituyen un solo fonema. Una amplía discusión de la postura de este autor se puede consultar en Al cina Franch y Blccua, 1994. La presencia de una vocal cerrada en concurrencia con otra cualquie ra no determina la formación de diptongo cuando el acento de inten sidad recae en la vocal cerrada (hiato, sinalefa, sinécdoque).
Entonación : Ligada a la musicalidad de los enunciados, (¡¡l¡ Gaya la define com o “la curva melódica que la voz describe al pronunciar las palabras, frases y oraciones" (Gili Gaya, 1966). Para M artincr (1 9 6 5 ), en cam bio, la entonación es solo “lo que queda de la curva melódica después de haber dejado aparte los tonos y los hechos acentuales ’. Al cina Franch y Blccua (1 9 9 4 ) la definen com o “la línea melódica con que se pronuncia un mensaje”.
Atareos Llorach (1 9 7 1 ) sostiene que la entonación o “configuración melódica" implica pasar de la fonología de la palabra a la fonología de la frase, entendida esta última com o "secuencias de habla delimitadas entre pausas o silencios”. La consideración de una unidad mayor que la palabra torna complejo el análisis de la entonación, ya que en ella cobran importancia elementos com o el contexto y la situación. Cada vez que se habla, la frecuencia básica de la voz humana cambia, y esos cambios suelen determinar funciones específicas en la comunicación. De este modo, los cambios o variaciones en la entonación están moti vados por; marcas dialectales, propias de un grupo, región o profesión; marcas particulares de un individuo; marcas situacionales (“ocasiona les". para Quilis y Fernández) que expresan ironía, afectos, actitudes mentales, cansancio, etc.; y ciertos componentes significativos, com u nes a todas las lenguas, que, en español, aparecen al final del grupo fó nico. Quilis y Fernández (1 9 9 7 ) sostienen que solo este último tipo de variación es significativo, por lo tanto, al menos para el español, se sue le tom ar com o unidad de análisis emonacional al grupo fónico o, en términos de Navarro Tomás (1 9 7 0 ), a la “unidad melódica”. Para este último autor, el único elemento de la entonación que tiene un valor significativo o distintivo (de significado) es la “inflexión final" a partir de la última vocal acentuada. í.a inflexión final de una frase puede pre sentar rres movimientos: horizontal (el tono mantiene una misma al tura), ascendente (a partir de la última vocal acentuada, el tono sube de altura o se agudiza) o descendente (el tono baja, es decir, se hace más grave a partir de la última vocal acentuada). A su vez, las diferen cias en la inflexión final se vinculan, aunque no de una manera siste mática, a las clases de oraciones según la actitud que tenga el hablante (modalidad); aseverativa, interrogativa, exclam ativa, cada una de las cuales se corresponde, en el sistema gráfico, con la ausencia o presenS(,
d a de determinados signos de entonación.
E
s c r it u r a a l f a b é t ic a
; A lfa b e to .
E scritura fonológica o io n ú i ica: Alfabeto. E scritura id io c . ráuca o pictocrai ica: Alfabeto. FAMn.lA DF. PALABRAS: El término 'familia' alude, en el cam po de la lin güística, a todo conjunto de elementos que se encuentran genérica mente relacionados. Por lo tanto, una 'familia de palabras’ se refiere a un conjunto de palabras. 1) En Morfología, esas palabras se relacionan porque tienen una raíz com ún, p.ej.: biblia, bibliografía, bibliógrafo, bibliom anía, bibliología, biblioteca, bibliotecario, bibliómano, bibliofilia. bibliófilo constituyen, desde este punto de visia. una familia de palabras relacionadas por la raíz biblia-, 2) En lexicología, una familia de palabras es un conjunto cuyas pala bras tienen una relación de colocación, es decir, se las suele encontrar en los mismos textos, porque corresponden a un mismo cam po se mántico. p.ej.: biblioteca, libros, estantes, bibliotecario, lector.
FLEXIÓN: Se suele hacer la afirmación ele que las palabras flexionan, es decir, que pueden cambiar de acuerdo con el contexto lingüístico en que se utilizan o de acuerdo con los significados que el hablante quie re transmitir. Estos cambios en las palabras constituyen procesos mor fológicos que consisten en la incorporación de morfemas Hexivos (o categorizadores, en términos de Alcina Franch y Blccua, IW 4 ) a una
base, es decir, la incorporación de afijos (en español, solo sufijos) que expresan las categorías morfológicas o flexionales: género, número, tiempo, modo, persona, caso, aspecto. La flexión no produce un cam-
bin en Ia dase a la que pertenece la palabra, lo que sí suele ocurrir, aunque no siempre, con la derivación. Si a la raíz verbal /escrib-/ se le adjuntan, p.ej., los morfemas Hcxivos de presente, primera persona y modo indicativo, el resultado escribo es una palabra que corresponde a la clase de los verbos; en cam bio, si a la misma raíz verbal se le agre ga el morfema derivativo que indica, p.ej., “sujeto que realiza una ac ción" /-en te/, la palabra resultante: escribiente, no es un verbo, sino un sustantivo. (Para una distinción más completa entre flexión y deriva ción, ver derivación). “Los afijos Hcxivos manifiestan las propiedades flexionales de las pala bras" (Di Tullio, 1997). por lo tanto, la posibilidad o imposibilidad de aplicarle a una palabra determinados procesos Hcxivos permite identi ficarla com o perteneciente a una clase de palabras o paradigma: p.ej., en español los adjetivos y sustantivos flexionan en genero y número, los verbos admiren afijos Hcxivos de tiempo, modo, aspecto, persona y número, etc. la flexión “es un cambio que tiene lugar en la forma de una palabra para expresar la relación que mantiene con otras palabras en la ora ción" (I.yons, 1985). Una de esas relaciones es la de concordancia.
F onema : Clásicamente se define el fonema com o el sonido del lengua je que permite distinguir significados. Se trata de la unidad de análisis de la Fonología. Los fonemas son elementos distintivos de significado, puesto que, si en una palabra dada se cambia algún fonema por otro, cambia el significado de la palabra o esta se torna irreconocible; p.ej.: ¡yi y !H en rato y bita, /n i y /a/ en lona y huta. Cada lengua tiene un número limitado de fonemas que se vinculan en tre sí por medio de diferentes tipos de relaciones y se combinan según reglas o condiciones específicas. Por lo tanto, en cada lengua particu-
lar, los fonemas se organizan en sistemas fonológicos. D entro del sis tema fonológico de una lengua, se distinguen los fonemas segméntales y los rasgos prosódicos o suprasegmentalcs. Los primeros, vocales y consonantes, son los que se suceden en la cadena o secuencia de ha bla y deben su nombre al hecho de que son fácilmente scgmencables. Los rasgos prosódicos o suprasegmentales, también llamados prosodemas. son los que abarcan más de un segmento o fonema- P.ej., en la cadena de fonemas /term ino/, es posible aplicar el acento fuerte en ca da una de las sílabas, con lo cual tenemos tres palabras diferentes: tér mino, term ino y terminó. Bloomfield» representante de la concepción más tradicional entre los lingüistas norteamericanos, define el fonema o “sonido distintivo” co mo la unidad más pequeña que puede establecer una diferencia de sig nificado (Bloomfield, 1 % 5 ). En el marco de la fonología funcional europea, que aborda el estudio de los elementos fónicos de una lengua teniendo en cuenta las funcio nes que desempeñan, Troubetzkoy define el fonema com o una unidad fonológica que no puede analizarse en unidades menores; de la totali dad de las características de una imagen sonora, el fonema es el con junto de aquellas que son fonológicamente pertinentes (Troubetzkoy, 1973). Según Atareos iio rach , los fonemas son modelos mentales de los soni dos que caracterizan a cada lengua, modelos que en el habla se reali zan com o sonidos diversos. Los fonemas (unidades distintivas) se com binan para conformar los significantes de las palabras y, por lo tanto, distinguen significados. SÍ dos sonidos de una lengua no permiten dis criminar significados, se trata de variantes de un mismo fonema (Alareos Ltorach, 1994).
G¡l¡ Gaya concibe a los fonemas como “unidades fonológicas diferenciadoras, indivisibles y abstractas. Diferenciadoras, porque cada fonema se delimita dentro del sistema por las cualidades que lo distinguen de los demás y porque es portador de una intención significativa diferen cial. Son indivisibles, porque no pueden descomponerse en unidades menores, com o ocurre con la sílaba [...] Son abstractas, puesto que no son sonidos, sino modelos o tipos ideales de sonidos" (Ciili Gaya, l % 6 ). Los fonemas son concebidos com o unidades mínimas, porque no pue den dividirse en segmentos fónicos más pequeños con una función diferenciadora. Así, la alternancia en la pronunciación de |sj en la pala bra rosca entre un madrileño y un rioplatense {o porteño) no genera un cambio de significado; por lo tanto, estos dos sonidos no son, pa ra la lengua española, fonemas diferentes, sino dos variantes de un mismo fonema. En cam bio, la alternancia entre cualquier variante de [sj (madrileña o rioplatense) y |n| siempre produce cambio de signifi cado: rosca - ronca, sota - nota’, por lo tanto, en español, /s/ y In l son fonemas. Dentro del sistema fonológico de la lengua española, la elección de la variante madrileña o rioplatense de /s/ es libre; en cambio, si conside ramos solamente el sistema fonológico rioplatense, el fonema /s/ se pronuncia com o [s] dentoalveolar (consonante) o com o el sonido as pirado [h], según su ubicación en la cadena de fonemas; por lo tanto, en el sistema fonológico rioplatense, las variantes del fonema /s/ son variantes comhinativas o en distribución complementaria, ya que [h] (s aspirada) se utiliza solamente antes de consonante (rosca, bosque, mosca, casco, desde), y [s] cuando va entre vocales o entre silencio y vo cal, es decir, en posición inicial (salvaje, música, usuario), La perspectiva que actualmente está más aceptada entre los lingüistas es la postulada por Jakobson, quien señala que cada fonema está cons-
[¡cuido por un conjunto o lia/ de rasgos distintivos que se realizan si multáneamente. Por esto, considera que el fonema no es una unidad mínima, ya que para decodificar adecuadamente la cadena sonora, ca da integrante de una comunidad de habla extrae de ella ciertos rasgos relevantes.
Fonemas SEGMENTALES; Fonema, consonante, vocal. F o NKMÁTICA; Fonología.
F on ÉMICA: Fonología. F on Etica : Rama de la Lingüística que se ocupa de los sonidos del len guaje. Estos sonidos son examinados por dos disciplinas lingüísticas: la
Fonética v la Fonología. Si bien ambos estudios abordan la investiga ción de diferente modo, según Eugenio Coscriu (1 ÓK2), son interdependiemes, ya que no se puede estudiar el sistema íonológico de la materia sonora sin un examen previo de esa materia. La Fonética estu dia el aspecto material de los sonidos del lenguaje, su realización con creta, sin tener en cuenta la función lingüística de estos: analiza los as pectos articulatorios, acústicos y auditivos de los sonidos que constitu yen una lengua dada, esto es, la estructura material del sonido, su pro ducción y sus propiedades físicas. En términos de Quilis y Fernández, si se tienen en cuenta las distinciones que plantea Fcrdinand de Saussurc entre lengua (el sistema lingüístico) y habla (la puesta en práctica efectiva de ese sistema) en el cam po del lenguaje, y entre significado (concepto) y significante (forma o. mejor, imagen acústica), com o par tes del signo lingüístico, la Fonética se ocupa del significante en el pla no del habla, “la realización acústica y articulatoria de los sonidos que
constituyen una lengua determinad;]” (Quilis & Fernández, 1997). Malmberg y Lyons distinguen diferentes modos de abordar el estudio de la realización concreta de los sonidos del lenguaje: la fonética arti
culatoria o fisiológica (la más antigua y desarrollada) identifica y cla sifica los sonidos del habla teniendo en cuenta el modo com o son pro ducidos por los órganos del aparato fonatorio; la fonética acústica da cuenta, para Malmberg, de las propiedades físicas de las ondas sonoras y la forma en que el oído reacciona am e estos sonidos; John Lyons, en cambio, considera que esta rama de la Fonética se divide en dos: acús
tica y auditiva: la primera analiza la estructura física de las ondas so noras que genera el aparato follador; la segunda se centra en el punto de vista del que escucha, en "el modo com o el oído y el cerebro del oyente perciben e identifican los sonidos del habla” (Lyons, 1984; Malmberg, 1964). Por otro lado, la Fonética comprende distintas ramas; algunas de ellas: la fonética general indaga las posibilidades fónicas del hombre, es de cir, los sonidos de todas las lenguas; la fonética descriptiva aborda las particularidades fonéticas de una lengua o dialecto determinados, en un momento histórico dado; la fonética histórica o evolutiva se ocu pa de los cambios o evolución de los sonidos sufridos por una lengua en el curso de su historia.
F o n o k k .IA: Rama de la Lingüística que, junto con la Fonética, se ocupa del estudio de los sonidos del lenguaje. Mientras que esta últi ma no tiene en cuenta la función lingüística de esos sonidos, la Fono logía se centra en cóm o, en una lengua dada, los sonidos conforman un sistema fónico o fonológico. F.s la disciplina que indaga, analiza, clasifica y sistematiza los rasgos fónicos constantes que tienen funcio nes lingüísticas, y explícita las reglas que dirigen las posibles combi
naciones para formar los significantes de cada lengua. En términos de Troubet/.koy, “la Fonología dehe investigar qué diferencias fónicas es tán ligadas, en la lengua estudiada, a diferencias de significación"; có mo esos elementos “se comportan entre sí y según que reglas pueden combinarse unos con otros para formar palabras o frases (oración)”, Se trata del estudio, en el plano de la lengua, de aquellos elementos tóni cos, los fonemas, que tienen un valor diferenciador, distintivo en cuan to al significado (Quilis & Fernández, 1997). Fcrdinand de Saussure (Saussure, I 9 KI) asigna a los términos “Fono logía" y “Fonética" sentidos que hoy ya no tienen vigencia. Según él, la segunda es una disciplina histórica que estudia la evolución de los sonidos; la primera, en cambio, daría cuenta de una descripción sin crónica (esto es, para un momento histórico dado) de los sonidos. Actualmente, los términos Fonología. Fonémica y Fonemática son uti fizados com o sinónimos, aunque en español los dos últimos han caído en desuso. Durante mucho tiempo, la Fonología fue confundida con la Fonéti ca. La distinción entre ambas comienza a esbozarse ton los trabajos de lingüistas de fines del siglo X IX . com o Baudouin de Courtenay. Pero son los trabajos de F. de Saussure y, fundamentalmente, del Círculo Lingüístico de Praga (en particular, N. Troubetzkoy, R. Jakobson), los que sistematizaron las diferencias entre ambas y les confirieron el esta tuto de disciplinas lingüísticas. De rodos los campos del esrructuralismo lingüístico, la fonología file el más investigado y fue tomado com o base teórica y metodológica para otros dominios.
FORMACIÓN DE I’AI.ABRA.S; Conjunto de procesos morfológicos por medio de los cuales, a partir de palabras ya existentes, se forman o crean palabras nuevas en el sistema de una lengua. Tradicionalmente,
la formación de palabras comprende la derivación y la composición. L i lengua, en tanto institución social y medio de com unicación, sufre permanentemente ligeras variaciones, algunas de las cuales se encuen tran ligadas a cuestiones léxicas. “Los cambios de las técnicas, ¡deas, instrumentos, conllevan cambios en el conjunto del léxico de una len gua, con la desaparición de unas palabras, la aparición de otras, o los cambios en la designación de algunas. Así, p.cj.. el paso de una socie dad rural a urbana, de agrícola a industrial, |...] hace que desaparezcan de la competencia de los hablantes ciertos grupos de voces, y se pre senten otros nuevos" (Alvar Ezquerra, 19 9 3 ). La aparición de nuevas palabras o los cambios en el significante o forma de otras involucran procesos morfológicos que se basan en la combinación de distintos ti pos de morfemas (formantes) y palabras, de acuerdo con las reglas o modelos propios de cada lengua. Según Várela O rtega, los primitivos o formantes, o unidades básicas de la Morfología que intervienen en la formación de palabras son: palabra simple, tema, alijo y raíz (Varela Ortega, 1990). Cualquiera de ellos, excepto los afijos, puede consti tuirse en la base sobre la que se asientan los procesos morfológicos; también pueden ser bases las palabras compuestas y las complejas.
GRAt’LMA; Si bien se lo considera sinónimo de letra, desde la termi nología lingüística esto no es así. Estrictamente, un grafema es el re presentante gráfico de un fonema. Constituye un conjunto de rasgos gráficos distintivos, aquellos que re presentan un fonema. C om o el fonema, el grafema pertenece al plano de la lengua y son las letras, al igual que los sonidos, las que pertene cen al plano del habla (uso de la lengua). Al igual que los fonemas, los graíemas se realizan en usos concretos por medio de diferentes varian tes o alógrafos: distintos tipos de letras imprentas o de escritura indi-
vidual, p.ej., el grafema 1 .se realiza en las letras o alógrafos: f, 1;, /.
,
entre muchas otras. Saussure ( 1 9 8 1 ) le reprochó a Bopp y a sus sucesores que no distin guieran entre sonido y letra, error que en el fondo representa la con fusión entre lengua y escritura. I .a letra no reproduce sonidos, sino que es el grafema. contenido en letras, el que representa al fonema, conte nido en sonidos (alfabeto).
GRAMATICA; Un primer paso para definir el término ‘gramática’ con siste en despejar su polisemia, esto es. distinguir las diferentes acepcio nes que pueda asumir: ! ‘Gramática’ puede designar un libro, manual o tratado en el que se describe la estructura de una lengua determinada {Gramática tic la len gua española, de la Real Academia Española (RA E), M am ut! de gram á tica del español de Angela Di Idilio, etc.) y. se lo proponga o no, esta blece la norma de uso de esa lengua (reglas de concordancia, reglas de correlación verbal, reglas de flexión, etc.). © ‘Gramática’ entendida com o un cam po dentro de la Lingüística. Desde esta perspectiva, la Gramática se diferencia de la Lingüística de! Texto, la Dialectología, la Retórica, etc. La delimitación del objeto de esrudio de la gramática así entendida se vincula a un modelo teórico de terminado. Lcj., desde el modelo teórico cstructuralista, específicamen te saussureano, la gramática es un modelo o teoría que da cuenta de un estado de la lengua, entendida esta última com o un sistema de medios de expresión, bl generativismo, por su parte, considera que la gramáti ca es un modelo o teoría que elabora el lingüista para explicar la com petencia lingüística del hablante de cualquier lengua particular. © ‘Gramática* entendida com o un sistema de reglas que subyacc en una lengua particular. Desde este punto de vista, es posible decir que
la Gramática de la RAI' describe adecuadamente o no la gramática del español, o bien, que la propuesta de Noam Chomsky permite explicar adecuadamente o no la gramática del español. Entendida com o rama de la Lingüística, a lo largo de su historia, la Gramática ha variado su alcance y objetivos. Según l.yons, el término ‘gramática’ tiene un origen griego y significaba “el arte de escribir”, aunque, casi desde su origen extendió su sentido al estudio completo del lenguaje (l.yons, 1985). En el s. -1, Dionisio deTracia postuló co mo meta de la gramática la preservación del griego literario al que veta “corrompido" en el habla cotidiana; de allí que incluyera múltiples cuestiones que abarcaban tanto actividades com o campos de conoci mientos, y que hoy no podríamos considerar com o partes de una mis ma ciencia; así proponía com o áreas de la Gramática: la lectura y la pronunciación, la crítica literaria, la etimología y las figuras retóricas, junto con el estudio de las partes de la oración, las letras y las sílabas. Entre los romanos, Donato (s. IV) en su Arsgram m atica también abor da el estudio de la Gramática a partir de las sílabas y las letras, y su fun ción dentro del verso, junto con cuestiones de Normativa, com o erro res en las construcciones sintácticas. Retórica. Prosodia y Sintaxis, En tre los renacentistas hispanos, Nebrija divide su Gramática (1 4 9 2 ) en cinco partes que estudian, entre otros temas, ortografía, prosodia, síla ba, etimología, sintaxis, estilística, incluyendo, en la última parte, una serie de instrucciones para los extranjeros que quieran aprender caste llano. En el siglo X X , la Gramática de la RAE ( 1 9 3 1) se divide en cua tro partes: Analogía, Sintaxis, Prosodia y Ortografía. A pesar de las re formulaciones que ha sufrido lo que hoy denominamos ‘gramática tra dicional’, esta se ha caracterizado siempre por un objetivo normativopedagógico y por la idea de que la lengua es expresión del pensamien to. (Para un rastreo detallado y completo de la historia de la granula-
ca, se puede consultar Alcina Franch & Blecua, 1994). Actualmente, la Gramática, siempre entendida según su segunda acep ción, constituye una rama de la Lingüística con un alcance muy dife rente del que se le ha dado en la tradición. Si bien en este siglo convi ven diferentes modelos teóricos, en general, parten de criticar dos pre supuestos de la gramática clásica. La primera crítica radica en el lugar central que la gramática tradicional le daba a la palabra, ya que hoy en día no se la considera la unidad significativa fundamental; actualmen te el interés se desplazó desde ella hacia la construcción sintáctica o sintagma. La segunda recae sobre la finalidad normativa de la gramá tica tradicional, la que describía partes del sistema de la lengua para imponer las normas de uso que los hablantes deberían seguir. A partir de estas críticas, entonces, se fueron conformando distintos modelos teóricos y, por lo tanto, diversas formas de delimitar el cam po. En la actualidad, se considera que la Gramática es una construc ción teórica que tiene com o finalidad la descripción y/o explicación del sistema de la lengua; esto implica que la Normativa queda fuera de su cam po y que la unidad de análisis no es solo la palabra. Los gramá ticos organizan el estudio de la lengua en niveles. A partir de esta con sideración se delimitan dos sentidos de la Gramática. En un sentido restringido, esta disciplina incluye dos niveles: Morfología y Sintaxis; mientras la primera se ocupa del análisis interno de las palabras, la se gunda da cuenta de las combinaciones de esas palabras en las oracio nes. En un sentido amplio, la Gramática incluye tanto los niveles an teriores com o también la Fonología, queestudia los sistemas fonológi cos de las lenguas, y la Semántica, que investiga el significado de las palabras y de las construcciones.
G kupo IÓNICO: 1 érmino técnico para designar una “porción de dis curso comprendida entre dos pausas” (Quilis &t Fernández, 1997). l’.ej. en la oración: E l autor del Quijote, M iguel d e Cervantes, perdió un brazo en la batalla de Lepa uto. se pueden verificar tres grupos fónicos: I) el autor del Quijote-, 2) M iguel de Cervantes y 3) perdió un brazo en la batalla de Lepanto. Ln el español, el grupo tónico coincide con la unidad melódica; por lo tam o, el ejemplo dado también consta de tres unidades melódicas.
HlATO: Pronunciación de dos o más vocales concurrentes sin formar una sílaba (pelear, baúl, caía). En español, hay una fuerte tendencia a transformar los hiatos en diptongos (Atareos Llorach, 1 9 9 4 ; Navarro Tomás. 1970).
lioMQFONtA: Pipo de homonimia que consiste en la correspondencia absoluta de sonidos entre dos palabras: ralLido y rayado-, o bien cabo y cavo.
H oMtKittAl ÍA: Tipo de homonimia que consiste en la identidad de es critura entre dos palabras: cabo y cabo (punta de una soga; grado militar).
H o MQNQMIA: Según la definición tradicional, la homonimia es una relación entre dos palabras que tietien la misma forma o significante, pero significados completamente distintos y, por ello, tales palabras constituyen entradas diferentes en el diccionario. Incluso, en algunos diccionarios se les asignan números o letras distintos. Cuando entre ilos palabras existe una relación de homonimia, esas unidades son, en tre sí. hom ónim os. Si en una lengua determinada no hay una coincidencia unívoca entre
su ortografía o sistema gráfico y su sistema fonológico, la homonimia se puede dar de dos formas diferentes: 1)‘homografía’ (calla y otilo; ca bo y cabo, beta y beta) y 2 )‘homofonía‘ (coser y cocer, cayo y callo). El fenómeno de ‘homonimia se relaciona con el de ‘polisem ia'. Cuan do una forma o significante tiene diferentes significados, puede ser tra tada com o un caso de homonimia, o bien com o un fenómeno de po lisemia. En la homonimia, se trata de signos o unidades léxicas (pala bras o expresiones) distintas, que son tratadas com o diferentes entra das en el diccionario. En la polisemia, en cambio, se trata de un úni co signo o unidad léxica (palabra o expresión) con más de una acep ción. Rcj.: estrecho es un adjetivo polisémico cuyas acepciones son: I) angosto', en carretera estrecha: 2) apretado’, en zttpato estrecho; 3) apo cado, limitado', en espíritu estrecho; 4 ) ‘rígido, severo’, en vigilancia es trecha; 5) 'íntim o', en amistad estrecha. El efecto de sentido de los fenómenos de homonimia y de polisemia es el de la ambigüedad; de allí que suelan ser usados en la construcción de chistes y juegos de palabras: L t m ujer de Einstein tenia un físico estu pendo (donde el chiste se crea a partir de la explotación de los homó grafos: físico -cuerpo, figura- y físico especialidad-); Si el muro de Ber lín no hablaba... ¿por t/ué cayó? (donde el chiste se genera a partir de la explotación de los homófonos, en español rioplatense, cayó y calló). Cuando se trata de un fenómeno de homonimia, los especialistas in troducen dos entradas distintas en el diccionario: en cambio, las pala bras polisémicas son tratadas com o una única entrada con diferentes acepciones. Ahora bien, se pregunta Werner. “¿cuándo se han de atri buir, en el caso de la existencia de una sola forma de significante, va rios contenidos diferentes a una palabra v cuándo a varias? lo s princi pales criterios que se aducen para contestar esta pregunta (al mantener la distinción entre polisemia v homonimia) son: la etimología, la concien-
cía lingüística de los hablantes y la composición de los contenidos de las palabras” (Haensch, Woif, Ettinger, & W cmcr, 1982, p. 300). Según el criterio etimológico, dos palabras son homónimas si proce den de dos unidades léxicas diferentes; p.ej., vino (bebida) y vino (ver bo venir); el primero deriva del latín vinum , y el segundo del latín ven iré. Si por el contrario, provienen de una misma unidad léxica, se trata de un caso de polisemia; así, cantar, ya sea en su acepción ento nar un canto’ o com o confesar’, provienen del latín canutre. El proble ma de este criterio es que se evalúa un fenómeno que se da en un mo mento dado desde un punto de vista evolutivo o histórico. Por otro lado, el hablante nativo suele desconocer la etimología de las palabras, aún más, en muchos casos genera explicaciones ingenuas sobre la pro cedencia de una palabra, dando lugar a las etimologías populares’. Así, San Isidoro propone que célibe proviene del latín caelum (cielo) por la felicidad que goza el no atado por vínculos de matrimonio (ejemplo tomado de Aleara/ Varó & Martínez Linares, 1997). Según el criterio de la conciencia lingüística de los hablantes, se tratará de homonimia si los hablantes no perciben ninguna relación entre los significados de una misma forma o significante; y de polise mia, si ven algún tipo de relación de significado. El problema con es te criterio es que no puede ser objetivado; las percepciones cambian de un hablante a otro y, aún más, en un mismo hablante en diferentes momentos. Según el criterio de la composición de los contenidos de las pala
bras, la evaluación de un fenómeno com o hotnonímico o polisemia) se basa en la presencia o no de afinidad de sentido. Así, ante múltiples significados para una misma forma, si esos significados tienen algún rasgo com ún, se tratarán com o una palabra polisémica; caso contrario, serán dos palabras homónimas. El problema de este tercer criterio es la
dificultad para determinar en todos los casos en qué consisrc tener un rasgo semántico común. P.cj., puede demostrarse que “los significados de pupila\ ( mujer de la mancebía) y pupila¡ (abertura del iris en el ojo') tienen una conexión histórica, aunque se hayan separado con el tiempo hasta el punto de que ningún hablante medio de español pen saría que se hallan sincrónicamente relacionadas" (Lyons, 1 984, p. 128). Sin embargo, pupila| y pupila, corresponden a una única entra da de diccionario.
In HIO; Afijo (tipo de morfema ligado) que, en los procesos de forma ción de palabras, se introduce en la raíz de la palabra. Según Martliews, los verbos latinos relinquo (“abandono") y Jingo (“doy forma") están constituidos por un infijo nasal Inl que rompe la raíz y que es ca racterístico de los tiempos imperfectivos. Frente a ellos, los tiempos perfectivos carecen de tal infijo: Jigi, reliqui (Matthews. 1980). Si bien la mayoría de los especialistas del español considera que nuestra len gua carece de infijos, Vareta Ortega sostiene que
en azuquitar sería
un infijo, ya que se inserta en el interior de la raíz azúcar, en la medi da que a z u ca ra una raíz libre o morfema libre o morfema palabra, co mún a azucarado, azucarar, azucarera, ya que es el formante que porta el significado que permanece en las tres palabras cuando se eliminan de ellas los sufijos: -ado, -ar, -era. (Várela Ortega, 1990).
Li i UA: Grafenta. MORFEMA: F n términos generales, los morfemas se definen com o los elementos mínimos de la lengua, que articulan un significado o concepto y un significante ti cadena de fonemas. Por ejemplo, palabrota
está
conform ada
por
dos
morfemas
o
formantes
morfológicos: el significante /palabr-/ + el significado “palabra" y el significante /-ota/+ el significado “desagradable” o “grande”. Por tanto, el morfema es tina forma que vincula simultáneamente un significado y un significante, y que no puede ser dividido, a su vez, en formas menores de significado y significante. Lis palabras, unidades máximas del nivel morfológico, están conformadas por uno o más morfemas. Según Bloomficld, “un morfema es una forma recurrente (con signifi cado) que no puede a su vez ser analizada en formas más pequeñas re currentes
(Bloomficld, 1926). “El morfema aparece com o la unidad
gramatical mínima o primitiva, base última de toda nuestra descrip ción de la articulación primaria del lenguaje. Las palabras, las frases, etc., son todas ellas unidades mayores [...] formadas por morfemas en etapas sucesivas" (Matthews, 1980). En algunos casos, los morfemas no mantienen la misma forma fono lógica en todas sus realizaciones en palabras, sino que esta varía: p.ej. en sabía, sé, supe alternan los formantes /sab-/, /sup-/ y l$-l para el sig nificado “saber". Por tamo, el morfema /saber/ + “saber" tiene, en es pañol, tres variantes o alomorfns. Generalmente se considera (aunque no todos los lingüistas utilizan esta denominación) que los morfemas no son
realizaciones fonológicas, sino unidades abstractas de
significado y significante que se realizan por medio de segmentos fo nológicos diferentes o, incluso, ninguno; a estas realizaciones se las lla ma morfos. En tas mujeres. Lis manzanas, tas erisis podemos reconocer un mismo morfema “plural" o “más de uno" realizado, respectivamen te, por medio de tres morfos: /-es/, /-s/ y 0 (sin realización fonológi ca, ya que las crisis se opone a la crisis); com o dentro del sistema del es pañol estos tres morfos son manifestaciones del mismo morfema, constituyen alom orfos. Martinet llamaba moncma al significado de la palabra, lexema al mor-
lema base y reservaba el Término ‘morfema’ para los afijos (M artin a, I9 6 5 ). Desde este punto de vista, en librerías habría un lexcma /libr-/ que constituye la raí/ o morfema base, y dos morfemas /-cría/ y /-s/. Actualmente, esta terminología no se utiliza, sino que se considera que Canto la base com o los afijos son morfemas; así, en librerías se identi fican tres morfemas.
MORFEMA illtltE: Los morfemas, unidades de análisis de la Morfolo gía, pueden ser libres o ligados (morfema ligado). Son libres aquellos morfemas o formantes morfológicos, rales com o sol. aireeI. mar, ado quín, sal que se caracterizan porque, por si solos, pueden constituir una palabra; esto significa que no necesitan combinarse con otros morfemas, ya que tienen, en términos de Vareta Ortega, “independen cia fonológica” (Varela Ortega, 1990). Los morfemas libres, por lo tan to, no pueden ser analizados en unidades morfológicas (con significa do) menores y, desde el punto de vista gramatical, constituyen una pa labra. Bloomfield los llanta “palabras morfemas” (Bloomfield, 1965).
M orfema LIGADO: Por oposición al morfema libre, es ligado todo morfema que, para constituir una palabra, debe necesariamente combi narse con otroís morfenta/s o fbrmantc/s morfológico/s. Para Varela Ortega, serían morfemas ligados, p.ej., las raíces (cas-), los ternas (filo-) y los afijos (¡n-. -dad), ya que solo pueden formar una palabra si se com binan con otro morfema: casa, filosofía, inquieto, m aldad (Varela O rte ga, 1990).
MORFOLOGÍA: Rama de la Lingüística, y específicamente, de la Gra mática. que se ocupa de la estructura interna de las palabras. Las tareas que se propone son: I) la construcción del inventario de los morfemas
de una lengua y de sus posibles variaciones; 2) la descripción de las re glas que rigen la combinación de los morfemas (formación de pala bras); 3) el estudio de las categorías morfológicas (en español; caso, ge nero, número, persona, tiempo, modo y aspecto); 4) la formulación de criterios para la clasificación de las palabras. “ I a tarea central de la morfología es determinar las leves de formación que determinan los miembros del conjunto de objetos morfológicos, esto es, de los mor femas (átomos) y las reglas de combinación (afijación y composición)” (Di Sciullo & Williams, 1987). Matthews sostiene la misma idea al se ñalar que la morfología es un nivel intermedio entre la fonología y la sintaxis, ya que se ocupa de la estructura interna de las palabras (M atrhews, 1980). La gramática tradicional se organizaba en tres áreas: flexión, derivación y sintaxis. En el siglo X IX , se propone el termino ‘morfología’ para de nominar el “estudio de las formas” (tal com o etimológicamente lo in dica la palabra; morfo "forma”, logia “ciencia')-, de esta manera, abarca ba tanto la ‘accidencia’ o ‘flexión’ com o la ‘derivación’. Esta rama, así conformada, se opondría a la sintaxis, entendida com o el estudio de las combinaciones entre esas formas en el sintagma. Actualmente, se considera que, en un sentido restringido, la gramática comprende dos campos: la morfología y la sintaxis.
NÚCLEO: Construcción sintáctica.
O p o sic ió n : Antonimia.
ORACIÓN: Si bien com o integrantes de una cultura con escritura sole mos identificar con facilidad las oraciones de un texto, el criterio que seguimos para realizar esta operación es básicamente gráfico, ya que
entendemos por oración “una secuencia de palabras que comienza con mayúscula y termina por un punto" (regla escolar de gran éxito). Sin embargo, esta formulación es solo un recurso didáctico y no constitu ye una definición del concepro de oración. A pesar de que la mayoría de las gramáticas estructuralistas coincidi rían en señalar que (1) es una oración y que (6) no lo es, se presentan mayores disidencias a la hora de calificar (2) y (3), y más aún (4) y (5): 1) el ju ez produjo un fallo justo 2 ) el ju ez produjo un Jallo justo e/ue resultó ejemplar, si bien casi nadie estuno de acuerdo 3) un fallo justo 4) (fue resultó ejem pbir 5) definitivam ente molesto 6) suspiro cantaron Las posturas clásicas respecto de la noción de oración se asientan sobre dos criterios: a) el criterio semántico (Semántica) -proveniente de la gramática tradicional- sostiene la idea de oración com o unidad de sen tido: y b) el criterio distribucional -sostenido por el estructuralismopostula la independencia sintáctica, la mayor parte de las veces deter minada por medio de la entonación, com o rasgo que permite identifi car una oración de una no-oración. Si bien estos dos criterios provie nen de modelos teóricos diferentes, suelen ser utilizados juntos en mu chas definiciones. El Esbozo... de la Real Academia Española (RAE) define oración’ co mo “la unidad más pequeña de sentido completo en sí misma que se divide en el habla real", y agrega que no importa la extensión de una oración (puede haber oraciones de solo una palabra), sino que presen te: a) determinadas inflexiones de entonación que permitan reconocer la com o un acto individual; b) concordancia: c) enlace indicado por
ciertas partículas; d) un orden fijo o libre. Si bien (a) es obligatorio, ya que sin una determinada curva melódica, una serie de palabras no constituye una oración, (b), (c) y (d) solo ocurren en oraciones de cier ta extensión, e indican más lo que no es una oración que lo que sí es: “ l itera de los límites de la oración no funcionan ya estos recursos ex presivos de su unidad interna..." (RAE, 1973). Pira el Esbozo... enton ces, (1) y (2) serían oraciones, y también (3), aunque según las infle xiones de la entonación que presente. Monso y Henríque/ Uretra, en el marco de lo que llaman el “habla”, el “hablar" o el “discurso” (entendido, aclaran ellos, en un sentido gra matical y no oratorio), distinguen una unidad, la oración, a la que de finen corno “la menor unidad de habla con sentido completo [...) Te ner sentido completo quiere decir declarar, desear, preguntar o man dar algo [..,] la actitud del que habla es también la que hace completo el sentido", actitud que se manifiesta por medio de la entonación (Alonso & H enríque/ Ureña. 19 8 4 ). Para estos autores, entonces, se rían oraciones ( I) a (5). si se expresan con una entonación adecuada. Alcina Franch y Blecua distinguen tres conceptos para delimitar el de oración: enunciado, oración y frase. Un enunciado es cada uno de los segmentos de comunicación comprendidos entre dos pausas o silen cios, con un tonema (unidad de entonación) característico. Entre los enunciados se diferencian: 1) las oraciones, enunciados que "organi zan todos sus constituyentes en relación con un verbo conjugado en forma personal" y 2) las frases, que carecen de un verbo en forma per sonal “en función de núcleo ordenador de las palabras..." (Alcina Franch & Blecua, 1994). Para estos autores, entonces, serían oraciones solamente (1) y (2). Al arcos Llorach, por su parre, enumera cuatro rasgos que permiten identificar una oración: a) está delimitada por una pausa inicial y una
final, y posee una curva de entonación; b) “transmite una com unica ción de sentido cabal en cada situación de habla concreta”; c) contie ne un verbo, el que puede constituir una oración por sí solo; y d) el verbo presenta en su desinencia (llcxión) un rasgo que lo asocia a un morfema o accidente de persona (Alarcos Llurach, 19 9 4 ). I’ara este au tor, serían oraciones, entonces, (1) a (3). Para Hocketr, una oración es “una forma gramatical que no está en construcción con ninguna otra forma gramatical; un constituto que no es constituyente”, y agrega algunos criterios importantes para su delimitación: la entonación y las palabras flexionadas (1 lockett, 1971). Para este autor, serían oraciones ( I ) a (3) y (5). O . Kovacci define el termino oración com o “la unidad lingüística for mada por dos componentes solidarios: a) el componente sintáctico: una palabra o sintagma; y b) el componente suprasintáctico: la figura tonal” (Kovacci, 1 9 9 0 ), en la cual la figura tonal es la unidad melódica o se cuencia de unidades melódicas comprendida entre silencio inicial y pausa final. Desde esta perspectiva, entonces, (1) a (5) pueden conside rarse oraciones, con tal de que se correspondan con una figura tonal, la cual permite darle a esa palabra o sintagma una modalidad propia. El recorrido por las diferentes acepciones estructuralistas y trad icio nales del término oración’ permite enumerar algunos criterios recu rrentes. Básicamente, una oración: a) está constituida por una sola o una serie de palabras; b) está delimitada por pausas; c) forma una unidad autónom a; no es un constituyente de una unidad gramatical mayor; d) está formada por palabras entre las que se establecen determinadas relaciones sintácticas (p.ej.: de concordancia), relaciones que se eviden cian en las categorías morfológicas de algunas de ellas;
e) tiene “unidad de sentido”. Este último criterio, el más clásico, es el que ha generado mayor can tidad de críticas: Irentc a una oración, un individuo puede reconocer en ella un único sentido; otro, dos; otro, ninguno. Y a la inversa, fren te a: Ju a n ya había partido hacía horas. Pero nadie lo sabía: la presencia del concctor pero, que permite establecer en el texto ciertas relaciones semánticas, dificulta la delimitación de las oraciones si se tiene en cuenta el criterio de la unidad de sentido, ya que este conector, en es te caso, establece una conexión entre las oraciones. Un rasgo común a rodas las definiciones arriba revisadas es considerar la oración com o un objeto que pertenece a la comunicación real, es de cir, la idea de que consiste en una manifestación de la conducta lin güística. Actualmente, esta noción está en discusión, y se plantea una distinción entre ‘oración y enunciado’, según la cual el enunciado es la ocurrencia real y la oración, una categoría construida por la teo
ría, “entidad teórica resultado de la elaboración de un modelo de la gramática del hablante” (Hernanz &t Brucart, 1987). “La oración es una entidad abstracta en virtud de la cual el lingüista formula las rela ciones distribucionales que se mantienen dentro de las expresiones. Lomando el término en este sentido, las expresiones nunca están for madas por oraciones, sino por una serie de segmentos de habla (o de texto escrito) que pueden ponerse en correspondencia con las oracio nes generadas por la gramática" (Lyons, 1985). Las gramáticas estructuralistas clasifican las oraciones según distintos criterios. De acuerdo con su estructura, estas pueden ser, por un lado:
oraciones bimembres (las que están conformadas por sujeto y predi cado) y oraciones unimembres (no se pueden dividir en sujeto y pre dicado); estructuralmente, también se diferencian en oraciones sim
ples, oraciones complejas y oraciones compuestas. Teniendo en 7H
cuenta las características del verbo principal, se suele distinguir, por un lado, entre oraciones pasivas y oraciones activas, y por otro, entre
oraciones personales y oraciones impersonales. Si el criterio de cla sificación reside en la función que cumplen en el discurso, es decir, de acuerdo con la modalidad, la gramática tradicional clasificaba las ora ciones en declarativas, interrogativas, exclamativas e imperativas. Dentro del paradigma generatívísta (cuyas conclusiones y formula ciones son las que han cobrado relevancia en las últimas décadas del si glo X X ) se considera que la noción de oración' postulada por la gra mática tradicional y el estructuraiismo no es un concepto fundado en criterios gramaticales, ya que no se define a partir de criterios estruc turales, sino “com o una unidad de comunicación, o sea, com o la uni dad en la que puede dividirse un texto. C om o tal, se define en térmi nos extragramaticales: semánticos (unidad de sentido], pragmáticos [unidad de comunicación] y fonológicos [unidad de entonación!" (Di Tullio, 1 997, p. 73 ). Por el contrario, el generativismo postula que la Gramática com o dis ciplina debe dar cuenra de las reglas formales correspondientes a la competencia lingüistica de los hablantes, que estos utilizan para gene rar oraciones. A partir de este objetivo, los generativistas consideran que evaluar las expresiones 1 a 5 (que funcionaron com o punto de par tida para esta discusión) com o pertenecientes a la misma categoría es inadecuado, ya que implica no tener en cuenra características estructu rales, sino simplemente partir de un fenómeno comunicativo: la uni dad de entonación. Por otro lado, la unidad de entonación misma es un concepto bastante confuso, ya que no resulta fácil delimitarla en enun ciados concretos. Así, dos enunciados pronunciados consecutivamente pueden tener la misma unidad de entonación, p.ej.: (a) Jtuni vino. Pero Pedro se quedó o (b) Ju a n tuno pero Pedro se quedó; sin embargo, el es-
tructuralismo trataría a (a) com o dos oraciones y a (b) com o una. Esto implicaría, de alguna manera, que el estructuralismo partía o bien de la escritura (siguiendo la famosa regla de las mayúsculas y los puntos, for mulada al comienzo de esta entrada) o bien de ‘oraciones’ especialmen te construidas para los análisis postulados por ese mismo paradigma. Los gencrativisras, entonces, presentan la necesidad de abandonar la noción de oración estructuralista, que da cuenta de esta (ya sea en for ma explícita o implícita) com o ‘unidad de com unicación, para pensar la oración com o unidad de construcción , es decir, para definirla a par tir de su estructura interna. Desde este punto de vista, la oración “consta de un sujeto y de un predicado. En su caso típico, el núcleo del predicado es un verbo conjugado, es decir, que presenta la flexión de persona y número, en concordancia con el sujeto, y de tiempo y modo [...] El tipo básico de oración tiene la forma de [...] cláusulas in dependientes, que no están incluidas en una estructura más amplia" (Di Tiillio. 1997). Así, para la gramática generativa, la forma de una oración es SN FLF.X SV, que se lee: la oración consiste en un núcleo (que es la flexión verbal correspondiente a los morfemas Hexivos del verbo -persona, número, tiempo, m o d o -), un sintagma nominal (el clásico sujeto) y un sintagma verbal (el predicado verbal). Para evitar confundir el término oración’ con el sentido estructuralista, algunos lingüistas generativistas proponen el término cláusula'.
O ración
compuesta y oración compleia ; Todas las
gramáticas
coinciden en definir tanto la oración compuesta com o la compleja co mí* oraciones no simples, pero el alcance de estos dos términos difiere en los distintos autores.
( 1) Los impuestos aum entarán y se devaluará la m oneda. (2) /:’/efecto que producirá e l aum ento de impuestos generará más recesión.
80
Para l.yons, ‘oración compuesta' es una denominación común que in cluye: a) oraciones com binadas: aquellas que están conformadas |x>r dos o más cláusulas coordinadas (es el caso de (1 )); y b) oraciones com plejas: las que poseen una cláusula principal y, al menos, una su bordinada (en nuestro caso, (2)) (Lyons, 1985). En términos de Lyons, entonces, tanto (1) com o (2) son oraciones com puestas. H ockctt y Alarcos l.lorach distinguen entre: a) oracion es com pues tas, conformadas por dos constituyentes en coordinación (com o en (1 )), y b) oraciones com plejas, que tienen, al menos, una cláusula su bordinada (com o (2)) (Alarcos Llorach, 1994; H ockctt, 1971). O . Kovacci señala que “cuando la partición inicial de una oración no descubre una estructura simple (unimembre/bimembre), sino propo siciones, la oración es de estructura compleja, y las proposiciones son, específicamente, proposiciones suboracionales, o, más simplemente, suboraciones” (Kovacci, 1990). Cabe señalar que, para esta autora, las oraciones del tipo (2) son oraciones simples. Este punto de vista es compartido por Roserti, quien sostiene: “La oración que inicialmentc se parre en sujeto y predicado, o forma un bloque unimembre repre senta una estructura básica simple” (Roserti. Maurer, &
Nicora,
1994). En el siguiente cuadro resumimos las posturas revisadas: O R A C IÓ N
Lyons
C o m p u e st a
C o m p l e ja
C o m b in a d a
superordinado de
(2)
0)
las otras dos H o ck ctt
(1)
(2)
-
Alarcos
0)
(2)
-
Kovacci
-
(1)
-
Rosetti
-
0)
-
Este breve recorrido (no exhaustivo) por las denominaciones de distin tos autores da cuenta, en definitiva, de dos criterios básicos para reali zar la clasificación. Los que efectúan el análisis en niveles, si verifican la ausencia de proposiciones en el primer nivel de análisis (p.cj., Kovacci), no consideran necesario crear una categoría diferenciada para las oraciones con proposiciones subordinadas. Por otro lado, los que centran su análisis en la presencia de más de un predicado examinan todos los verbos para operar la clasificación (p.ej., Lyons y Alarcos).
O ración SIMPLE; Se suele definir a las oraciones simples com o aque llas que tienen una sola cláusula o proposición; sin embargo, no todos los autores coinciden. ® La Real Academia F.spañola considera que una oración simple es aquella que contiene un solo juicio. Por ello, Quisiera complacerte, p e ro no puedo, donde hay un solo sujeto (1 “ pers. sg.), pero dos juicios, es presentada com o ejemplo de oración compuesta (RAE, 1973). © Hockett y Kovacci calificarían a la oración arriba citada com o sim ple, ya que, en el primer nivel de análisis, tiene un solo sujeto y un pre dicado; es decir, la presencia de proposiciones incluidas no indica ne cesariamente que las oraciones sean complejas (H ockett, 1 9 7 1 ; Kovac ci, 1990). Así, E l equipo que ganó el campeonato dio la vuelta olímpica o M e gusta que todos lleguen temprano, serían oraciones simples, que in cluyen proposiciones subordinadas. @ Alcina Franch y Blecua consideran que la oración simple es aquella que tiene un único sujeto y un único predicado; por lo tanto, la pre sencia de proposiciones subordinadas determina que la oración sea no simple o compuesta (Alcina Franch & Blecua, 1994).
«2
ORTOGRAFÍA: Sistema institucionalizado de reglas que rige la normali zación de la escritura o representación escrita de una lengua, esto es, establece la torm a correcta de representar una lengua por medio de un sistema de escritura o de símbolos gráficos y, de esta manera, busca la constancia y uniformidad de la escritura. La ortografía regula la asig nación de grafemas a fonemas, la representación de fonemas por me dio de los signos gráficos del alfabeto. Junto con la prosodia, la analo gía y la sintaxis, la ortografía era una de las partes de la gramática tra dicional (reforma ortográfica).
Palabra: El concepto de ‘palabra’ es uno de los más difíciles de abor dar. Si bien el hablante medio da cuenta, a nivel intuitivo, de que la palabra es una unidad existente en la realidad y una unidad nada tri vial, en el cam po de la Lingüística, su delimitación resulta algo contro vertida. John Lyons pone de relieve algunos aspectos de esta controver sia de la siguiente manera: "En un sentido, canto, canta, cantamos, can taría, cantado y cantar cuentan com o palabras diferentes. En otro, se consideran formas distintas de una misma palabra, a saber cantar’. En general, si nos preguntan cuántas palabras contiene un diccionario en tendemos el término ‘palabra’ en el segundo sentido. Por otro lado, si se nos pide que escribamos un artículo de dos mil palabras sobre un cierto tema, aplicamos el primer sentido y contam os cada aparición concreta de canto, canta, cantando, etc., com o elementas aparte” (Lyons, 1 9 84). La definición que ofrece la Real Academia Española (RAE) presenta otra faceta del problema; para la RAE, la palabra es un elemento que puede ser individualizado “en virtud de uno de sus ca racteres más relevantes: el de la separabilidad. Scparabilidad quiere de cir posibilidad de aislarse unas de otras dentro de! cuerpo del discurso mediante una pausa que no aparece en la elocución normal y que reci-
he por eso el nombre de pausa virtual. No es pura casualidad que estas pausas clocutivas se correspondan casi siempre en la escritura tradicio nal con los espacios que también aíslan gráficamente lo que la idea más generalizada ha entendido siempre por palabras” (RAb, 1973). De este modo, la RAÍ: liga el concepto de palabra a la escritura. Sin embargo, este criterio no resulta operativo cuando nos enfrentamos con el análi sis de la corriente continua de sonidos de una lengua. Reinhold Werner menciona más de treinta obras que discuten una de finición del concepto ‘palabra' (Haensch et al., 1982). l a pregunta so bre cóm o definirla ha dado lugar a una gran cantidad de respuestas to talmente distintas, sin que ninguna haya sido aceptada en forma uná nime, ni siquiera mayoritaria. Alcina Franch y Blecua rastrean en el siglo -IV los primeros intentos de definirla; así Aristóteles la concibe “com o la m ínim a unidad signi ficativa, y diferencia el significad») de estas unidades aisladas del de las construcciones sintácticas" (Alcina Franch & Blecua, 1994). A modo de ejemplo, presentamos algunas definiciones: -“todo segmento de una oración limitado por puntos sucesivos en los
que es posible hacer una pausa" (1 lockett, 1971); -“emisión mínima que puede decirse aisladamente y ser descripta co mo una sílaba o una secuencia de sílabas con un solo acento primario [...] una unidad melódica [...] en relación fija con un acento |...| y una juntura terminal del tipo /# /" (Kovacci, 1986); - “secuencia de sonidos formada por uno o más morfemas y (que) pue de ser aislada por conmutación" (Alcina Franch & Blecua, 1994); -“el resultado de la actividad lingüística denominadora que permite clxsificar lingüísticamente la realidad" (Kovacci, 1977); -“forma léxica del nivel de la expresión o de la ortografía" (Marrhews, 1 9 8 0 );
-"objeto morfológico, forma de un conjunto de objeto;» que se define por medio de un conjunto de primitivos morfológicos o morfemas y reglas de combinación (afijación, com posición)” (Di Sciullo & W i lliams, 1987); - “mínima forma libre, donde forma libre es una forma que puede apa recer sola com o expresión en contraposición con la forma ligada que es aquella que nunca aparece sola com o una expresión completa en al guna situación normal
(Bloomfield, 1926);
-"entrada de un diccionario" (Di Sciullo & Williams. 1987); -“sintagma autónom o formado de m ononas no separables” (Marrinet, 19 6 5);
- “ l as palabras, sin recubrir exactamente la definición de la unidad lin güística, por lo menos dan de ella una idea aproximada que tiene la ventaja de ser concreta; las tomaremos, pues, com o muestras equiva lentes de los términos reales de un sistema sincrónico, y los principios obtenidos a propósito de las palabras serán válidos para las entidades en general
(Saussure, 1981).
Por su parte, Matrhews y Lyons establecen una diferenciación entre palabra', ‘lexema’ y ‘forma léxica’: 1 ) Forma léxica, en Mattbews, o palabra fonológica (u ortográfica). para Lyons, designa la unidad fonológica (u ortográfica) conformada por sílabas y, en última instancia, letras y fonemas. Se trata entonces de un concepto fundado en los planos de la fonología y la ortografía, esto es, en el plano exclusivo de la forma o significante. 2) Lexem a: designa la unidad abstracta que pertenece a la articulación gramatical. Así, según Matthews, mueres y m urió (dos palabras diferen tes según el sentido anterior) son. sin embargo, formas distintas de la misma palabra o lexema: morir, “...diremos que muere, muerto, m u riendo son formas del lexema m orir. En un diccionario, los encabeza
HS
miemos deberían ser idealmente lexemas.” En términos de Di Tullio, el lexema es una “entidad abstracta que se realiza mediante palabras: en sé, sabe. sabemos hay un lexema y tres palabras”. Por lo tanto, se tra ta de una definición que se aborda desde el punto de vista del léxico (Di Tullio, 1997). 3) Palabra, en Matthews, o palabra gramatical, en Lyons, designa la palabra propiamente dicha. P. ej., la forma ve es una forma de la pala bra que Matthews denomina 'presente' de ver. Se trata de un concep to que tiene en cuenta tanto el significado o contenido com o el signi ficante o forma (Lyons, 1985: Matthews, 1980), La imposibilidad o enorme dificultad de proponer una definición uni versal y no contradictoria del concepto de 'palabra' ha llevado a Schippan (citado por Lewandnwski) a considerar com o conveniente definir la “cada vez en un nivel y contemplarla en el punto de unión de diver sos niveles, en el sencido de una teoría general. La palabra resulta en tonces: - en el nivel léxico-semántico, el portador de significado más pequeño, relativamente independiente; - en el nivel morfemático, una unidad morfcmática aislable potencial que pertenece a un paradigma [es decir, aislable que puede pertenecer a un paradigma] ; - en el nivel fonológico, una unidad aislable mediante pausas; - en el nivel grafemático está aislada mediante vacíos en la imagen grá fica; - en el nivel sintáctico está determinada por su función sintáctica” (Lcwandowski, 1995). Dado que ningún criterio por separado puede proporcionar una defi nición umversalmente válida de la palabra, resulta entonces conve niente considerar diferentes criterios en relación con distintos niveles
lingüísticos (fonológico, morfológico, sintáctico, semántico.,.) para una lengua en particular. Para el español, teniendo en cuenta la consi deración de más de un nivel en la definición de la palabra, Kovacci y DÍ Tullio ofrecen caracterizaciones a partir de su com portam iento en diferentes niveles lingüísticos y en combinación con distintos criterios. Kovacci delimita dos criterios: permutabilidad e intercalación; desde la perspectiva morfológica, las palabras no admiten la permutabilidad ni la intercalación de sus partes: estas no pueden permutarse, cambiar su posición: inhábil I ’habilin, ni admiten la intercalación de una uni dad léxica: sinfín He problemas I 'sinunfín de problemas. Sintácticamen te, en cambio, las palabras se caracterizan por admitir tanto la permu tabilidad com o la intercalación: pueden cambiar su posición en una
construcción sintáctica: M aría trabaja mucho. IM ucho trabaja M aría. (y también, con cierta entonación. Mucho M aría trabaja.); además, aunque no siempre, entre dos palabras que forman una construcción sintáctica es posible intercalar otra: casa grande / casa muy grande (Ko vacci, 1 9 9 0 ). Di Tullio agrega a los criterios descriptos el de aislabili-
dad: una palabra puede constituir una oración, mientras que los for mantes mofológicos, no libres, (morfema) no pueden (Di Tullio, 1997). P a l a b r a COMI*luía : Palabra que resulta de un proceso de derivación. Un tipo de palabra compleja particular es la palabra parasintética (pa
rasíntesis). PALABRA COMPUESTA: Palabra que resulta de un proceso de composi
ción.
«7
Palabra II.KXIONADA: Palabra que resulta de un proceso de flexión. PaIABRAS INVARIABLES: Clases de palabras. Paiahra siMi’Li:: “Forma libre con independencia fonológica” (Várela Ortega, 1990). En términos de Bloomtíeld, una palabra simple es una 'palabra morfema’ que consiste de un morfema simple (libre)” o mor
fema libre, por oposición a las palabras constituidas por morfemas li gados (Bloomfícld, 1965). Son palabras simples: cárcel, adoquín, mar, tren, sol. Para Di Tullio, se trata de una “palabra que consta de un so lo formante o morfema; carece, entonces, de estructura interna”. Sin embargo, esta autora considera que gota es una palabra simple, ya que no tiene estructura interna, (rente a gotas, gotita, gotera, cuentagotas, que sí la tienen y “por tanto no son palabras simples, sino complejas, las tres primeras, y compuesta, la última" (Di Tullio, 1997). Varela O r tega, en cambio, no consideraría a gota com o una palabra simple ya que, para esta autora, estaría formada por una raíz, gpt- (común -¿got as, got-ita, got-era y cuenta got as) y un suftjo:-a (composición y deri
vación). Palabras
variables:
Clases de palabras.
Paradigma: Conjunto de unidades lingüísticas (fonemas, morfemas, palabras, expresiones...) que se encuentran en oposición entre sí, porque pueden insertarse en el mismo lugar en un contexto o cadena de unida des lingüísticas (sintagma). Pej., los fonemas Ip l, Im l, l\l y /d /, entre otros, forman un paradigma (paradigma consonantico), ya que pueden insertarse en el mismo lugar de la cadena o sintagma /-o te /
/lote/,
/p ote/, /m o te/, /d ote/; los morfemas /-o /, l-ésf, I-el, /-etnos/, /-cis/.
/-en / también forman un paradigma, ya que pueden ocupar el mismo lugar en el sintagma /le-/
/leo/, /lees/, / lee/, /leem os/, /leéis/, /leen/;
las palabras y expresiones « « estrena, un fraude. interesante. aburrida, de
suspenso, original, incom prensible, también están en relación paradigm á tica, ya que todas pueden ocupar el final del sintagma Esa película es... Los elementos o unidades lingüísticas que conforman un paradigm a mantienen entre sí relaciones asociativas o paradigm áticas, las cua les se oponen a las relaciones sintagm áticas. En su Curso d e lingüisti
ca g en eral Ferdinand de Saussure estableció que entre los elementos o unidades de toda lengua existen dos tipos de relaciones: 1) las relaciones sintagmáticas o relaciones que contraen entre sí los elementos que conforman o coexisten en una cadena; 2) las relaciones asociativas o relaciones que contraen entre sí los ele mentos que se “asocian" en la memoria de cada individuo. En 1938, Hjeimslev propuso cambiar el nombre de relaciones asocia tivas' por el de ‘relaciones paradigmáticas’ para evitar de este modo la connotación psicologisra del primero (las sesiones psicoanalíticas y psi cológicas de la primera mitad de siglo solían aplicar el método de aso ciación de palabras para estudiar, sobre rodo, los afectos). Las relaciones que mantienen los elementos de un paradigma consti tuyen un conjunto de oposiciones basadas en la posibilidad de co n m utación o sustitución de esos elementos en el sintagma; los miem bros de un paradigma están en relación de oposición, porque pueden figurar en un mismo contexto, pero no al mismo tiempo; se excluyen mutuamente porque el hablante, en una situación comunicativa deter minada, elige una unidad de entre las que constituyen el paradigma, en detrimento de las otras, y la com b ina en una cadena o sintagma. Martiner reserva el término 'oposición' para las relaciones de exclusión que se establecen entre los miembros de un paradigma, mientras que
utiliza el término contraste’ para designar las relaciones que existen entre los miembros de un sintagma (Martinet. 1965, p. 3 7 ).
Paradigma
consonantico :
Consonante y paradigma.
Paradigma VOCAI.ICO: Vocal y paradigma. Parasíntesis: Proceso morfológico de formación de palabras. Entre los especialistas, no hay mayores acuerdos acerca de su definición: 1) Desde un primer punto de vista, se considera que las palabras para sintéticas son las que están conformadas por "tres elementos a, b y c (donde b es la base) pero donde sólo ab e es una palabra bien formada, mientras que *ab o 'be no lo son" (Scalise, 19 8 7 , p. 168). Este es el ca so de palabras com o envejecer, ajear, rejuvenecer, en que las bases: ve-
jec - .fe - y ju ven e-, reciben al mismo tiempo, y sin otra posibilidad, un
prefijo y un sufijo, ya que p.ej., 'afeo o 'fear no son palabras del sistema. 2) Desde otra perspectiva, la parasíntesis se define com o la adjunción simultánea a una base de un prefijo y un sufijo de derivación. Así, p.ej., en neotibcmUsmo, redim en n o na m i en ¡o. coautoría, despreocupación, es imposible reconocer etapas sucesivas: no se puede decidir si, p.ej., a
liberalism o se le adjuntó el prefijo neo-, o si a n eoliberal se le adjuntó el sufijo -ismo,
PAUSA: Este término designa las interrupciones que realizamos cuando hablamos o cuando leemos y que en la escritura se corresponden, aun que no de manera biunívoca (uno a uno), con los signos de puntua ción. No se trata de un rasgo prosódico porque se caracteriza, precisa mente, por la ausencia de rasgos, por el silencio. Según Quilis y Fer nández, se produce por dos razones: a) fisiológicas, ligadas a la necc-
90
sitiad de respirar y recuperar el aire; b) lingüisticas, ya que suelen se ñalar el final de una construcción sintáctica. Desde este punto de vis ta, se pueden reconocer diferentes tipos de pausas, entre otras; final ab soluta, enumerativa, explicativa (Quilis & Fernández, 1997). Las pausas son pertinentes para diferenciar significados de oraciones o construcciones. Así, la diferencia entre (1) y (2) la establece la pausa interna, ya que permite distinguir dos significados distintos: (1) Las vacaciones terminaron, lamentablemente, (2) Las vacaciones terminaron lamentablemente. La oración ( I ) puede parafrasearse com o; “es una lástima que las vaca ciones hayan terminado”, mientras que (2), com o: “las vacaciones ter minaron mal”.
Polisemia : H om onim ia. P refiio ; Afijo (tipo de morfema ligado) que se antepone a la base en los procesos de formación de palabras específicamente, de derivación y de parasíntesis. Son prefijos las unidades resaltadas en desconsideración, reacomodar, intocable, obtener. lo s prefijos no modifican la clase de la palabra (clases de palabras) a la que pertenece la base a la que se unen; así, útil es un adjetivo e inútil, palabra derivada de la anterior por pre fijación de in-, también lo es. Los prefijos, contrariamente a lo que ocurre con los sufijos, no seleccionan la clase de palabra a la que se unen. Es decir, que un mismo prefijo se puede añadir a palabras de di ferentes clases; p.ej., el prefijo sub- puede unirse a adjetivos (subm ari no, subyacente), a verbos (subdividir. subsum ir) o a sustantivos (subsue lo, subconsciente); si bien, en muchos casos, el significado del sufijo no se mantiene, p.ej.: revisar, rearmar, rebueno, reamable.
*>]
P roposición : Desde una perspectiva gramatical, y en un sentid» amplio, una proposición es una construcción sintáctica en la que se puede identificar un sujeto y un predicado. La definición de ‘proposi ción depende del concepto de oración . Esta caracterización establece que pueden ser proposiciones tanto las que son constituyentes de una estructura mayor com o las que no lo son; esta es la postura de Bello, representante de la gramática tradicional. Dentro del estructuralismo, hay diferentes posturas respecto de este concepto. Hockett coincide con el punto de vista de Bello, si bien en lugar de re ferirse a estas construcciones com o proposiciones, les da eJ nombre decláusulas; este autor distingue entre 1) cláusulas independientes; las que son oraciones simples y las que pueden serlo (con esta “posibili dad" se refiere a las coordinadas); y 2) cláusulas dependientes o su bordinadas ( I lockctt, 19 7 1). Para Alcina Franch y Blecua una proposición es “una oración trans puesta com o elemento oracional o la oración encajada en el esquema de un verbo dominante", con la condición de que esa proposición sea un elemento completivo, es decir, de presencia obligatoria, p.ej.: que venia a casa es una proposición en ( 1) Amonio no sabia (fue venia a ca sa, ya que Antonio no sabía parece incompleta; pero no es una propo sición para que se levantara temprano en (2) Había que ponerle tres despertadores para que se levantara temprano, ya que la construcción tu* es exigida para completar el sentido de / labia que ponerle tres desperta dores (Alcina Franch & Blecua, 1994). M. Rosetti y O . Kovacti diferencian las proposiciones de las oraciones. En términos de Rosetti, una proposición es “un conjunto de palabras que manifiesta la actitud del hablante, pero no tiene autonomía sintác tica" ya que, por definición, está incluida en una construcción sintácti 92
ca mayor. Esta autora clasifica las proposiciones según las relaciones que las unen: así, distingue las proposiciones coordinadas (coordinación) de las proposiciones subordinadas (subordinación) (Rosctti et a i, 1994). Por su parte, Kovacci distingue tres formas en que se pueden relacionar las proposiciones: 1) coordinación (a las proposiciones coordinadas las llama también proposiciones suboracionales o suboraciones), p.ej.: La devaluación deI real abrió un escenario incierto y se espera un aumento de las tasas de exportaciones; 2) subordinación (a las proposiciones subordinadas las llama pro
posiciones incluidas), p.ej.: F.leconomista aconsejó que implementaran un régim en de convertibilidad; 3) adjunción (relación que vincula un adjunto y una suboración), p.ej.: Señora, venga pronto, donde señora es el adjunto y venga pronto es la suboración. Dentro del paradigma generativista, que se ha desarrollado en la se gunda mitad de este siglo, y que es, actualmente, el más generalizado y aceptado por los especialistas, se ha abandonado la noción de propo sición (desde un punto de vista sintáctico). En su lugar, se “adoptó co mo axioma inicial la siguiente definición de oración (...] O
SN, SV,
lo que en términos funcionales significa que toda cláusula está forma da por un sujeto y un predicado” (Di Tullio, 1 9 9 7 ); de esta manera, oración' y cláusula' denominan, estructural mente, el mismo fenóme no. A partir de esta definición inicial, que indica la ausencia de dife rencias estructurales internas enrre una oración o cláusula y una pro posición (entendida esta última en el sentido estrucruralista) se plan tea que hay dos tipos de cláusulas: las dependientes (subordinadas, proposiciones
para algunos estructuralistas) y las independientes
('oraciones' para los lingüistas del estructuralismo). D entro del gene-
rativismo, se abandona el término ‘proposición’ com o unidad sintácti ca, y se redefine en términos semánticos, com o en la acepción ® . “La Semántica se ocupa exclusivamente del significado gram atical de las oraciones. Su objetivo, por lo tanto, es obtener una descripción del conrenido literal de la oración a partir del significado de cada una de las unidades que la forman [...] Según este enfoque, la oración se con cibe com o una proposición formada por un predicado (el verbo) y sus argum entos (tos elementos seleccionados por aquél)" ( { lernanz & Brucart, 1987). ©D esde el pumo de vista filosófico y semántico, una proposición es una aseveración a la que se puede adjudicar un valor de verdad o, me jor aún, el significado de una oración simple declarativa que predica algo que puede ser verdadero o falso. C om o explica Lyons, “dado que las proposiciones se definen com o portadoras de un determinado e in mutable valor de verdad, está muy claro que se han de distinguir de las oraciones. Por ejemplo, la misma oración se puede usar en una ocasión para decir algo verdadero y, en otra ocasión, para decir algo falso" (Lyons, 1997).
P rosodia ; Rasgos prosódicos. R a Í/ j fin Morfología, es el morfema que no puede ser analizado en elementos morfológicos más pequeños y que porra el significado principal de la palabra. Así, si de una palabra se eliminan rodos sus afi jos, queda la raíz. Esta constituye la base para las familias léxicas o fa milias de palabras. P.ej., el elemento palabr- es la raíz común a pala brerío, palabrota, apalabrar, palabras, ya que constituye el formante que porta el significado léxico invariable en las cuatro palabras cuan do se eliminan de ellas los afijos {-crío, -ota. -a- y -ar. -s). Lo mismo su9-i
cede con tap-, raíz común a destapar, tapar, tapa, tapón. Saussurc sostiene que la raíz es la parte en la que el significado común a todas las palabras de la misma familia (palabras emparentadas) aleanza el mayor grado de abstracción (Saussure, 1981). Para Varcla Ortega, la raíz es “la primera base, el elemento nuclear del que pane la primera operación morfológica”, es decir, es el elemento a partir del cual se realiza la primera operación de unión de algún otro elemento (alijo, tema, palabra); además, las raíces siempre son morfe
mas ligados; cuando una raíz funciona com o una palabra (com o sol. elemento común a soleado, soles, asolear, insolar, solsticio, solana, solar, solazo), ya no se trata de una raíz, sino de una palabra simple o mor
fema libre (Varela Ortega, 1990). El procedimiento que permite determinar si una forma es una raíz (li gada) o una palabra simple (o raíz libre) es construir la familia de pa labras correspondiente y delimitar el elemento común a todas ellas; si ese elemento común funciona en la lengua com o una palabra, enton ces se trata de una palabra simple (o “raíz libre”), caso contrario es una raíz propiamente dicha (o “raíz ligada").
RASGOS
prosódicos ; Todo
sistema fonológico está conformado por
dos tipos de elementos; fonemas segméntales (vocales y consonantes) y rasgos suprasegmentales o prosódicos (entonación, acento de inten sidad, cantidad, ritmo, entre otros). Según Alarcos Llorach (1 9 9 4 ), los últimos, a los que llama prosodemas. se caracterizan por superponer se a los primeros. Esta caracterización, sin embargo, no es suficiente mente precisa, ya que no puntualiza el hecho de que los rasgos prosó dicos abarcan más de un segmento o fonema; p.ej.: el acento afecta a toda una sílaba que, en la mayoría de los casos, está compuesta por más de un fonema.
Los rasgos prosódicos operan sobre unidades de diferentes niveles: fo nemas segméntales, sílabas, palabras, grupos de palabras y oraciones. Algunos lingüistas consideran que no es útil, desde el punto de vista metodológico, estudiar los rasgos prosódicos y los segméntales por se parado, y, por ello, establecen una clasificación entre fonemas segmén tales y fonemas suprasegmentales. Sin embargo, actualmente, la mayo ría de los lingüistas defiende la idea de considerarlos rasgos prosódi cos, y no fonemas, ya que sostienen que no es posible sistematizarlos. Así, Alcina branch y Blecua proponen “separar los elementos segmén tales, los fonem as, de los rasgos suprasegm cntales o prosodem as, elementos que están en dependencia con los primeros y que, por lo tanto, no pueden aparecer aislados” (Alcina branch & Blecua. 1994).
R eforma ORTOGRÁFICA; Cambio intencional del sistema de escritura de una lengua. A lo largo de la historia, las lenguas se modifican. Esto lleva a una falta de correspondencia, cada vez mayor, entre el sistema gráfico (alfabeto) de una lengua y su sistema fonológico. La necesidad de disminuir la distancia entre ambos sistemas conduce a las reformas ortográficas. Una reforma ortográfica evidencia, directamente, la acción sobre la es critura de una lengua e, indirectamente, sobre la lengua misma. Toda lengua está conformada por variedades lingüísticas. P.cj., rioplatensc, madrileño, enrrerriano, caraqueño, andaluz, son algunas de las varie dades del español; a su vez, el rioplatense, p.cj., incluye otras varieda des que suelen corresponderse con distintos grupos sociales; así. se ha bla de un rioplatense culto frente a un rioplatense vulgar. Quienes se hacen cargo de implcmentar una reforma ortográfica to man decisiones acerca de cuál es la variedad que esa ortografía refleja rá; por tanto, tal variedad será la “correcta . mientras que las otras se
juzgarán “desviaciones” de la primera, considerada norma, l a lengua española se caracteriza por ser una lengua cuyo alfabeto re presenta su sistema fonológico con más precisión que otros. Esto se debe al hecho de que ha habido permanentes sistematizaciones de su grafía. En el siglo XIII, Alfonso el Sabio llevó a cabo la primera gran sistematización, presente en dos obras monumentales en lengua caste llana: La Historia de España y Crónica (¡cuera!. La adopción de una graba coherente estuvo basada en el trabajo conjunto de especialistas de diferente origen (musulmanes, italianos, españoles, judíos) y forma ción. Lt ortografía fijada siguió el criterio fonético y convirtió al cas tellano en la lengua oficial. C on la segunda gran sistematización del castellano, se vinculan varios hechos: en 1492, la llegada de C . Colón a América, la expulsión de los judíos de España, el triunfo sobre los musulmanes en Granada y la publicación de la primera Grauta tica de la len gu a Castellana, redactada por A. Nebrija y, en 1417, la publica ción, también de este autor, de sus Reglas de orthugraphia en la lengua castellana. Nebrija defiende la idea de que la unificación de la lengua es un requisito indispensable para la unidad nacional. La ortografía que propuso se construye en torno a una regla básica: “debemos escri bir com o pronunciamos y pronunciamos com o escribimos”. En el si glo XVII, hubo un intento de reforma ortográfica que no trascendió. En 1713, se creó la Real Academia Española (RA E), entidad encarga da de regular el uso de la lengua y que es admitida, aún actualmente, com o autoridad máxima por todos los países de habla española. I furante el siglo XVILl, la RAE publicó el Diccionario de Autoridades y la Orthographia; los criterios que se siguen, aún hoy, se basan en el uso, la pronunciación, la etimología y la diferenciación (que permite evitar homograh'as: ley y leí). A comienzos del siglo X IX , la ,3" edición de la Ortografía plantea que cada sonido debe tener un único grafema que 97
lo represente y no debe haber grafema que no responda a un sonido, pero esta propuesta no se llevó a cabo. En la primera mitad del siglo X IX , en Chile, se implementó una reforma ortográfica fundada en los planteos de A. Bello y de D. F. Sarmiento, aunque no se siguió exac tamente ninguno de los dos. Ambas propuestas se basaban en el pre dominio de la pronunciación com o criterio ortográfico, dejando de la do la etimología y el aso. La principal diferencia radicaba en que Sar miento sugirió un sistema gráfico acorde con la norma del sistema fo nológico americano, en tanto que Bello apuntaba a un sistema que re presentara el sistema fonológico de toda la lengua española. Esta refor ma se aplicó en Chile desde 18 4 4 hasta 19 2 7 , año en que se aceptó la ortografía de la RAL. Durante el siglo X X , la RAE estableció pequeñas modificaciones (/»>/atingía 4 sicología; septiembre “4 setiem bre; acentuación de los monosí labos. acento diacrítico, entre otros). Es indudable la vinculación de una reforma ortográfica o cualquier otra acción sobre la lengua (asignación de una grafía a una cultura ágrafa -sin escritura—, declaración de un idioma com o nacional, ela boración de gramáticas), con objetivos políticos y sociales. Frente a la propuesta de realizar una reforma, se manifiestan dos tendencias opues tas: reformista e inmovilisra. El principal argumento que sostiene la pri mera está fundado en la democratización de la escritura, objetivo que se dificulta con una ortografía que no refleje la pronunciación. Los ar gumentos de los inmovilistas sostienen que un cambio en el sistema or tográfico no solo perturba los hábitos gráficos de los usuarios, sino que empobrece una lengua, ya que se pierden los rasgos etimológicos.
S emánth :a : En principio, es posible afirmar que la Semántica es aque lla parte de la Lingüística que se ocupa del estudio del significado, aun-
que existen serios problemas con respecto a qué se entiende por 'signi ficado'. ‘Semántica es un término acuñado por Breal a fines del s. X IX para aludir a la rama de los estudios lingüísticos que se ocupaba del signifi cado desde una perspectiva histórica o evolucionista, esto es, las leyes que regulaban los cambios del significado de las palabras. Grcimas la considera no solo la rama más joven de la Lingüística, sino también su "pariente más pobre" (Grcimas, 1971, p. 8). El motivo de su pobreza radica en el abandono a que fue sometida hasta después de mediados del siglo X X por los lingüistas, quienes dudaban “sobre la posibilidad de estudiar el significado con la misma objetividad y con el mismo ri gor con que se estudian la gramática y la fonología" (I.yons, 1 985, p. 4 1 4 ). Si bien Leech considera que 'significado' es uno de los términos más controvertidos, opina que la “nota pesimista que vino a ser el to que de difuntos virtual de la semántica", al menos en los E E .U U ., la constituyó la siguiente sentencia de Bloomlicld: ‘ La formulación de los significados es (...] el punto débil del estudio del lenguaje, y así será hasta que el conocim iento humano vaya mucho más allá de donde ahora se encuentra’ (en (Leech, 1974, p. 17). A partir de la segunda mitad del s. X X , se incrementan considerablemente y se diversifican los estudios semánticos, fundamentalmente desde un punto de vista sincrónico. Actualmente, en el campo de la Lingüística, es posible dis tinguir rres grandes orientaciones semánticas: la semántica estructural, la semántica generativa y la semántica en la pragmática. C om o rama de la Lingüística, la Semántica se opone a la semántica
lógica o filosófica, la cual estudia el significado con ayuda de la lógi ca matemática y, si bien se interesa por el significado lingüístico, abor da su estudio a partir de la construcción, por pane de los lógicos, de lenguas o sistemas artificiales. Frente a ella, la semántica lingüística se í
ocupa del significado en las lenguas naturales. Para delimitar el objeto de estudio de la semántica lingüística, Cruse distingue entre significado sem ántico y significado pragm ático. F.l primero es el significado que posee inherentemente una emisión en virtud de las palabras que contiene y de su disposición gramatical, sig nificado que se espera que la misma emisión exhiba en cualquier otro contexto en el que ella pueda ocurrir, t i segundo es el significado que se relaciona con el contexto o que resulta de la interacción entre el sig nificado semántico y el contexto, t i primero concierne a la Sem ánti ca. y el segundo, a la Pragm ática, otra rama de la Lingüística (Cruse, 1990). Esta distinción entre dos tipos de significados sistematiza, de alguna manera, la que Lyons establece entre significados léxico, grama tical y oracional, por un lado, y, por otro, el significado del enunciado (oración), el cual “incluye y sobrepasa el de la oración que enuncia [ . .. | debido a factores contextúales...”; este segundo significado compete a la Pragm ática. Sin embargo, agrega este autor, “la noción de significado oracional parece depender
de la noción de significado enunciati
vo, por lo que no cabe dar una descripción completa del significado oracional sin relacionar, en principio, las oraciones con sus posibles contextos de enunciación" o contextos de uso (Lyons, 1 984, p. 122).
SIGNIFICADO CQNNQTATIVO; Se lo define clásicamente com o el signi ficado adicional, secundario, periférico, que suele oponerse al signifi cado denotativo (referencia!, conceptual, básico). P.cj., la palabra edulcorante' denota (se refiere a / tiene el significado básico de) “lí quido, polvo o gragea que reemplaza al azúcar y no engorda"; y con nota “cuidado del cuerpo, belleza, dieta, obsesión, delgadez”. En tér minos generales, las palabras pueden connotar estados de ánimo, creencias, ideologías, emociones, evaluaciones. lito
F.l término 'connotación fue introducido, en el cam po de la Lingüís tica, por Bloomfield en los año 3 0 , pero rienc su origen en la I.ógica y en la Filosofía, En estas disciplinas, la connotación era entendida co mo la posibilidad de una palabra para designar algunos de sus atribu tos o dei/los objeto/s que designa, En la Lingüística, sin embargo, es muy diferente el significado de este término, ya que indica una seriede componentes que funcionan com o un “plus” de sentido. Algunos autores consideran el significado connotativo com o periféri co y secundario, y no digno de ser estudiado por la Lingüística; en tan to que otros lo conciben com o un fenómeno lingüístico. Entre estos últimos, algunos ubican su tratamiento en el campo de la Semántica y otros, en el de la Pragmática. P.ej., para Fernández González. Hervds y Báez, “las connotaciones no expresan una relación entre el significan te y el significado, sino entre el significante y el hablante; entrarían en el cam po de la pragmática" (Fernández González et ¡so) o adverbial {muy bien). La gramática generativa considera también el sintagma preposicional (con era tules expectativas), puesto que postula com o nú cleo a la preposición; los estructuralistas, si bien no consideran que la preposición pueda ser un núcleo, también usan el término sintagma preposicional’, ya que la preposición y e! sintagma nominal forman una unidad de función en el nivel superior: p.ej., el sintagma preposicional con grandes expectativas funciona com o una unidad dentro de un sin tagma verbal com o se despertó con grandes expectativas, específicamente funciona com o circunstancial; y también tiene unidad funcional en un sintagma nominal com o una noche con grandes expectativas, donde fun ciona com o complemento preposicional o modificador indirecto.
S
in t a x is
;
La Sintaxis, que muchas veces ha sido confundida con la
Gramática misma, solo es una parte de ella, y se ocupa de investigar cuáles son las reglas que rigen la combinación de distintos elementos (palabras y construcciones) para formar la oración. El vocablo ‘sintaxis' procede del griego, lengua en la que significaba “ordenamiento, disposición, composición”; era un término muy usa do en el ámbito militar para designar una determinada agrupación de inri
soldados; los gramáticos griegos lo adoptaron y utilizaron metafórica mente para referirse a la unión de las letras (o sonidos) para formar las palabras. A partir del s. II, Apolonio Díscolo nombra con este termi no aquella parre de la Gramática que estudia las relaciones que con traen las palabras en la oración (Lázaro Carreter, 1987). Así, la simasis se ocupaba, tradicionalmente, del orden de las palabras y de las relaciones de con cord an cia, por tanto, analizaba la com b inación de las palabras en la oración. Recién en el_s. X V III, incluye com o objeto de estudio, además de la combinación, las funciones de las palabras en el marco de la oración (I)u crot & SchaefFer, 1 9 9 8 ). Sin embargo, la sintaxis siguió centrando su análisis en la palabra y en la clasificación de palabras, concebidas estas últimas com o “partes de la oración" (RAL, 1 9 7 3 ), “por lo que estuvo más cerca de la morfología que de la sintaxis propiamente dicha. En cambio, en la gramática moderna, fun damentalmente desde mediados de este siglo, la oración se convierte en la unidad básica cuyos formantes son las unidades intermedias (Di Tullio. 1997, p. 2 1 ). esto es, los sintagmas o construcciones (p.cj.: d e trás de m i, encender el fuego, la película, un clásico de acción). Según las diferentes posturas teóricas, los componentes de la sintaxis pueden tener un carácter formal, com o p.cj., en la Teoría de la Gramá tica Generativa Transformacional de N. Chomsky, o un carácter fun ciona!, com o en las teorías estructuralistas. Desde un marco estructuralista funcional, Marrinet concibe la sintaxis com o aquella parte de la gramática que propone una clasificación de los principales morfemas (‘monemas’ para Martinet) de una lengua de acuerdo con las funcio nes que desempeñen en la oración. Desde un marco gencrarivisra, Chomsky define la sintaxis com o la in vestigación de las reglas o principios formales que permiten generar las oraciones de las lenguas particulares (Chomsky, 19 7 4 , p. 24).
1’o iia oradón tiene una estructura interna regida por las reglas sintác ticas. En términos generales, estas reglas se refieren al orden en el que se organizan las palabras y construcciones en la oración, a las relacio nes sintácticas (p.ej. de concordancia) que se establecen entre cierras palabras, a las restricciones que algunas palabras imponen a la presen cia de otras. El análisis sin táctico tiene por finalidad describir (y ex plicar) la estructura interna de las oraciones de una lengua.
S istema
d e escritura :
Alfabeto.
S istema FONOLÓGICO! El sistema (o estructura) fonológico de una lengua es una organización cuyos elementos son los fonemas de esa lengua. C om o en todo sistema, cada uno de sus componentes solo puede definirse a partir de las relaciones que lo vinculan a los otros fo nemas del misino sistema. Esas relaciones son de dos tipos: sin tagm á ticas (sintagma), aquellas que se establecen entre los fonemas que coe xisten en una cadena de fonemas, y paradigm áticas (paradigma), las que se verifican entre los fonemas que pueden aparecer en un mismo punto del contexto o cadena. Según la Escuela Lingüística de Praga (N . Troubctzkoy y R. Jakobson, entre otros), el primer paso para establecer el inventario de fonemas de una lengua consiste en determinar cóm o se distingue un fonema de todos los demás que pueden aparecer en el mismo contexto o palabra. Este paso permite determinar las oposiciones fonológicas (u oposi ciones distintivas) de un sistema: una oposición fonológica es la dife rencia que existe entre un fonema que aparece en una cadena de fone mas (palabra) y los fonemas que podrían ocupar su lugar en ese mis mo contexto (o palabra), cuya alternancia impone cambios en el sig nificado de la cadena en cuestión. Es decir, los fonemas que pertenc108
ccn al mismo paradigm a se oponen fonológicamente, porque cual quiera de ellos podría ocupar un mismo lugar en una cadena de fone mas determinados, y el cambio de un fonema por otro cambia el sig nificado de toda la cadena. (Trouberzkoy, 1973). Pej., en la palabra es pañola Ipajal, la /a/ se opone a las otras cuatro vocales /i, e. o, u/, las cuales podrían ocupar su lugar {/pelo/, /pilo/, /polo/, /pulo/)-, lo mismo sucede con la palabra española Inicial, en la que la I d se opone a las otras cuatro vocales (/m am /, /misa/. hnosa/, /m usa/). De esta forma, y para el español, el fonema /a / conforma un paradigma (paradigma vo cálico) con el resto de los fonemas vocálicos, ya que cualquiera de ellos podría ocupar
SU
lugar en un contexto dado. Por lo tanto, un sistema
fonológica se concibe com o "un conjunto de oposiciones" (Abreos l lorach, 1 971). Así, un fonema que pudiera aparecer en dos lenguas diferentes, nunca puede ser el mismo, ya que en cada lengua esc fone ma se define en relación con los restantes fonemas del sistema al cual pertenece. I’.ej., en el sistema fonológico del español, Irl y /!/ constitu yen una oposición fonológica, ya que en un contexto com o lpe_al, la realización de Irl o /I/ cambia el significado de toda la cadena (/pera/, /pela/). En el sistema fonológico del japonés, en cambio, no constitu yen una oposición fonológica, sino que se trata de dos variantes de un mismo fonema; esto significa que la ocurrencia de uno u otro en la misma cadena no produce cambios en el significado de esta. A su vez, cada sistema fonológico, com o todo sistema lingüístico, se organiza en subsistemas. Pej., en español, el fonema / p/ se opone al fonema IbI, y ambos al fonema Im l, constituyendo el subsistema de las consonantes bilabiales (aquellas en cuya articulación intervienen los dos labios). O tro subsistema fonológico, d de las consonantes den roalveobres, lo conforman Itl, que se opone a Id l, y ambos a In l: se trata de fonemas demoalvcolares porque, en su articulas ión, la lengua
se pone en contacto o se acerca a los dientes y/o a los alvéolos. Si bien cada fonema de un sistema fonológico tiene un valor o se de fine por oposición a los otros elementos o fonemas de esc sistema, esas oposiciones no son. en el tiempo, estáticas. Todo sistema lingüístico se caracteriza por su evolución y su estabilidad: cambia en el tiempo, sin perder aquello que lo define e identifica. Por ello, Gilí C¡aya define el sistema fonológico de una lengua com o “el conjunto de fonemas capa ces de oponerse entre sí con valor de signos (...) en una época deter m inada de su desarrollo h istórico ” (Gili Gaya, 1966, el resaltado es nuestro). Por otro lado, en todo sistema existen reglas y principios que regulan su funcionamiento. Algunas de estas reglas establecen las combinacio nes posibles entre los fonemas de un sistema. P.ej., /renspo/ constitu ye una combinación de fonemas que, si bien actualmente y en espa ñol, no tiene un significado asignado, es una palabra posible en nues tra lengua, mientras que no sería posible la combinación /rnspo/. El inventarío de fonemas que pueden tener las lenguas conocidas osci la entre 25 y 6 0 unidades. El español actual tiene entre 22 y 24 fone mas, de los cuales 5 son vocálicos. Ln inglés moderno, se inventaria ron entre 3 4 y 4 4 fonemas; y en francés, entre 31 y 3 4 . (El inventario de los fonemas de dos dialectos del español se puede encontrar en vo cal y consonante).
SUBORDINACIÓN: Relación sintáctica que se establece entre dos ele mentos de distinta jerarquía sintáctica, esto es. donde uno es núcleo (subordinante) y el otro, complemento, modificador o especificad o r (subordinado). Dado que los elementos entre los que se establece la su bordinación se hallan en distinto nivel, se trata de una relación asimé trica. por oposición a la coordinación, que es una relación simétrica.
La subordinación puede señalarse mediante alguna partícula subordi nante o no. Ejemplos del último caso son: - (terrible) encrucijada; compró (acciones); prefiere (creer en él). (1 os elementos subordinados están indicados entre paréntesis). Ejemplos de casos en los que la relación de subordinación se indica mediante algún elemento subordinante son: - la crisis (que abatirá Am érica Latina) aeisó (que llegaría tarde)
SUFI)Q; Alijo (un tipo de morfema ligado) que se pospone a la base en los procesos morfológicos. Son sufijos los formantes resaltados en pá lida. canté, hábilm ente, lim onero. En general, cada sufijo se especializa en una clase de palabra determinada, es decir, cada sufijo se une a una clase de palabra específica. Asi, el sufijo -ero siempre se une a sustanti vos; -m ente, a adjetivos; -a (femenino), a adjetivos y sustantivos; y -é (primera persona, singular, pretérito perfecto simple, indicativo), a verbos. Según su papel en los procesos morfológicos, los sufijos pueden ser de rivativos (también llamados 'de derivación, productivos’ o ‘léxicos’) o (lexivos ('de flexión , ‘gramaticales’ o ‘improductivos’). Los sufijos derivativos modifican el significado de la base a la que se unen; participan en los procesos de derivación y dan lugar a la forma ción de palabras derivadas. A diferencia de los sufijos flexivos, los de rivativos: - suelen cambiar, aunque no siempre, la clase de palabra a la que per tenece la base a la que se unen: sal (sustantivo), salino (adjetivo), salar ( verbo);
- dan lugar a la formación de palabras que se corresponden con entra das diferentes en el diccionario: por ello, se los considera productivos, ya que permiten crear palabras nuevas. I.os sufijos de flexión o gramaticales son los que manifiestan las cate
gorías flexionales o morfológicas (caso, género, número, persona, tiempo, modo y aspecto). Este tipo de sufijos forma, en términos de Kovacci, “paradigmas flexionales": galo, gata, gatos, gatas, etc.; leo. lees, lee. leemos, etc. (Kovacci, l ‘)90). I radicionalmente, se los llamó ‘desi
nencias’ y también ‘accidentes gramaticales’. El término ‘desinencia’ es aún usado por algunos lingüistas, com o Marcos Uorach. Asi, en es pañol. las desinencias son los sufijos que indican o representan las ca tegorías gramaticales o morfológicas de género y número en sustanti vos y adjetivos, de caso y persona en los pronombres y de tiempo, m o do, aspecto, persona y número en los verbos (Atareos Uorach. A diferencia de los sufijos derivativos, los Hexivos: agregan a la base significados gramaticales, y no léxicos, que son per tinentes para señalar las relaciones sintácticas (en especial, de concor dancia) que contraen las palabras en el sintagma. P,ej„ los sufijos de número y persona del verbo están determinados por su concordancia con el núcleo sustantivo del sujeto, mientras que los sufijos de género y número del adjetivo dependen de su concordancia con el sustantivo; son improductivos, porque no crean nuevas palabras; de hecho, las palabras que conforman un paradigma flexional no constituyen entra das diferentes de un diccionario. Por otro lado, son limitados en nú mero y conforman, por lo tanto, una clase de sufijos cerrada; - con respecto a su lugar en la estructura de la palabra, siempre son ter minales, esto es, cuando se manifiestan, cierran la palabra. Por ello. Va reía Ortega los califica com o periféricos, porque completan la palabra y. si los luy, siguen a los sufijos derivativos. Así, de darse flexión y de-
rivación en una misma palabra, la Hcxión siempre se da al final de la palabra, caso contrario, el resultado sería una palabra anómala: ’encoler-ba-iza, 'libro-s-eria, en lugar de: encoler-izit-ba y libr-eria-s (Varela Ortega, 1990); - no cambian la categoría de la palabra a la que se unen: la adición del sufijo Hexivo de femenino a un sustantivo (gato, tío) no cambia la cate goría gramatical de la base, esto es .gata y tía siguen siendo sustantivos.
T í m a : En Morfología, este término tiene diferentes acepciones, i Se trata de un morfema ligado, "una semi-palabra, que no contiene afijos flexivos y, por lo tanto, no está capacitada para actualizarse co mo palabra y poder insertarse en la estructura sintáctica, pero [...] pue de formar palabras combinándose con algún afijo derivativo o por unión con otro tema o con una palabra" (Varela O rtega). Son temas, p.ej.: -logia, -filo-, bio-, -crtt, -típula. Para formar palabras, estos temas pueden combinarse con: - un afijo derivativo: int-rte. biótíco, insíptflo; -u n a palabra: biorrem ediación. musicología; - otro tema: biología, angltifilo. A diferencia de la raíz, el tema no porta la carga semántica de la pala bra ni puede recibir directamente afijos flexivos ( 'logias, 'angla)-, a di ferencia de los afijos, el tema no tiene posición lija (p.ej.: filosofía, an glofilo). (2) Según 1 lockctt (1 9 7 1 ), el tema es la base de una palabra de la que se lian suprimido todos los afijos de flexión. Así. en las palabras sorda, ensordecí, sordomudos, los temas son, respectivamente, sord-, ensordecy sordomud-, ya que son los elementos que permanecen una vez elimi nados los afijos flexivos de género (-a ), modo, aspecto, tiempo y per sona {-/) y de género y número {-os). Dado que, desde este punto de
vista, los temas pueden tener diferente estructura morfológica, se cla sifican en distintos tipos: temas simples (sord-, formado por un único morfema o formante); temas com plejos o derivados {ensordec-, for mado por una raíz: sorel-, y uno o más afijos derivativos: en- y -ec-)\ y tem as com puestos (constituidos por unidades que pueden ser raíces o palabras simples; sordo)nuel- es un tema compuesto, formada por las raíces - o temas para I lock ctt- sorel- y muel-). @ Raíz verbal más vocal temática: atusa- sería el tema de anisaba, con formado por la raíz verbal asnt- más la vocal temática -a-. ® Vocal o consonante temática, esto es, el elemento fónico que se ubi ca entre la raíz y los afijos Hexivos (o desinencias). La -a- en el ejemplo anterior. ® Raíz. Casis- en el ejemplo de la acepción ® .
T riptonc.O: Com binación de tres vocales dentro de una misma síla ba. Un triptongo está conform ado por una semiconsonante (dipton go). una vocal más abierta que forma el núcleo silábico y una semivo cal. Los triptongos son escasos entre las palabras españolas. Algunos ejemplos: buey. Paraguay, averiguáis (Alarcos Llorach, 1971; Alarcos Llnrach, 1994; Alcina Franch & Blccua, 1 9 9 4 : Navarro Tomás, 1 9 7 0 ; Quilis & Fernández, 1997).
U nidad
m e l ó d ica :
“Porción mínima del discurso con forma musical
determinada, siendo al propio tiempo una parte por si misma signifi cativa dentro del sentido total de la oración (Navarro Tomás, 1970). La unidad melódica coincide, en español, con el grupo fónico.
Vo c a i .: El término ‘vocal’ tiene dos significados: por un lado, designa cierta clase de sonidos de la lengua, y por otro lado, los grafemas que
representan esos sonidos (en español: a. t, t, o. «). Cabe destacar que los grafemasy y w se consideran consonantes, si bien representan, mu cha s veces, sonidos vocálicos. Desde el punto de vista articu latorio, los sonidos vocálicos son pro ducidos por el paso de la corriente de aire a través de las cuerdas voca les hacia el exterior sin ninguna obstrucción. Para la articulación de ca ria uno de los fonemas vocálicos, el canal de la corriente de aire se ve afectado por la posición que adoptan algunos resonadores (boca, na riz, lengua y labios) y por otros parámetros. De acuerdo con la posi ción de la lengua respecto del paladar, esto es. si esta se encuentra más lejos o más cerca riel paladar, las vocales se clasifican com o abier tas o bajas: /a/, cerradas o altas: /¡/ y lu í, y scni ¡cerradas: I d y /o /. En Punción del m ovim iento horizontal de la lengua, se las divide en an teriores o palatales /i/ y I d (el predorso o la zona anterior de la lengua se acerca al paladar), centrales /a/ (el dorso o zona central de la lengua se eleva levemente hacia el paladar) y posteriores o velares lo / y lu í (el postdorso o zona posterior de la lengua se acerca al paladar). A partir de estos dos parámetros (posición de la lengua respecto del paladar y movimiento horizontal de la lengua), se puede establecer el paradigma vocálico del español:
anterior o palatal
central
posterior o velar
cerrada o alta
i
ti
se mi cerrada
e
O
abierta o baja
a
Para un análisis exhaustivo de la articulación de las vocales del español, se pueden consultan Alcina Franch & Blccua, 1994; Gilí Gaya, 1 966; Navarro Tomás, 1970. O tros parámetros para caracterizar las vocales son: 1) la acción del velo del paladar, que distingue las vocales orales de las nasales (en español, todos los fonemas vocálicos son orales); 2) la posición de los labios, que nos permite clasificarlas en redon deadas /o / y /u /, y no redondeadas I d , /i/ y /a/ (Gili t taya, 1 966; N a varro Tomás, 19 7 0 ) o laicalizadas y no labializadas, respectivamente (Alarcos Llorach, 1994; Alcina Franch & Blccua. 1994); 3) la cantidad, que diferencia las vocales largas de l:ts breves; y 4) la tensión m uscular, de acuerdo con la cual pueden ser tensas o re lajadas. Estos cuatro parámetros no son pertinentes para la distinción de los fo nemas vocálicos del español, aunque, com o señala Alarcos Llorach, a veces los hablantes “adoptan matices fónicos accesorios, indiferentes pa ra la función distintiva [ ...] Dependiendo de su situación en la secuen cia proferida o de preferencias individuales, cada fonema aparece reali zado mediante sonidos o variantes diversas." (Alarcos Llorach, 1994), Desde una perspectiva acústica, las vocales se caracterizan por la ca rencia de ruido audible. Desde una perspectiva funcional, es decir, teniendo en cuenta su fun ción en el sistema fonológica, en el español las vocales son los únicos fonemas capaces de formar sílaba por sí solos, y. en caso de que estén acompañados por una consonante, forman el segmento central, tam bién llamado núcleo o cim a ele Li sílaba. Sólo las vocales pueden cons tituir el soporte del acento de intensidad.
Anexo
A LG U N O S P R E F IJO S Y S U F IJO S F R E C U E N T E S
PR EFIIO S:
A-: falta de: átona. semejanza de aspecto: aterciopelado.
AN-: sin: analfabeto.
BI-. BIS-: dos: binario.
C O -, C O M -, C O N -: compañía: compinche, coautor, concordancia.
DES-: acción inversa: descontrol. carencia: desabrigado.
E-, E X -: separación: erradicar. sacar: exponer. que fue: ex esposo.
E Q U I-: igual: equidistante.
IN T E R -: entre: interlocutor.
M ETA-: más allá: metafísica.
M EG A -: grande: megáfono. O M N -: rodo: omnipresente. PR E-: antes: predeterm inar.
RE-: insistencia: reunir.
SEM I-: medio: semicírculo.
SU- /S U B - /SU S-: debajo: sumisión, subrayado, sustentar.
SU P-: encima: supervivencia.
V IC E -: suplente: vicegobernador.
11*>
SUFITOS: -A BLE: en relación con: deseable. -Á C EO : semejanza: grisáceo. familia botánica: gramináceo. -A C H ÍN : que usa o tiene: espadachín
-BIL1D AD: que merece: respetabilidad.
-BLE: que merece: respetable. que tiende a: irascible.
-C IÓ N : acción: devolución.
-C:ULO : adjetivo: mayúsculo.
-D A D : cualidad de: maldad.
120
-DURA: utili/able para: cerradura. acción y efecto: lastimadura.
-D U R ÍA : acción: habladuría. tugar: contaduría. -F O R O : cara: poliedro.
-E R O /-E R A : agentc/oficio: costurera. lugar: cartuchera. objeto que sirve para: mosejuitero.
-E S C O : aspecto propio de: grotesco. -1ACO: aspecto propio de: demoniaco.
-ISMO: actividad: motociclismo. adhesión: reformismo.
-IZ O / IZA: (ácil de: corrediza. atenuado: rojizo. lugar: pasadizo.
-M E N T E : modo: locamente.
-N D O / - NDA: que tiene la cualidad de: redondo. despectivo: parranda.
-N T E : que hace: cantante.
-OIDE: forma: ovoide.
-ÓN /-ONA: acción brusca: empujón. aumentativo: caserón. despectivo: mujerona. -O R: que hace: actor. cualidad de: temblor. -RÍA / -R ÍO : abundancia: gritería. cualidad: tontería. lugar: verdulería.
-RRACIA / -RREA: brote, flujo: hemorragia, seborrea.
-SC O : propio de: simiesco. despectivo: libresco.
-T O R IO : capaz de, relacionado con: rotatorio. nombre de acción: velatorio. conjunto: repertorio. lugar: locutorio.
Mapas conceptuales
I GRAMÁTICA
I 27
I ¿K en relución can
ORT0GKAFLA . REFORM A ORTOGRAFICA
en relación
con ca n forn im io p a r
FONEM \S
SISTEMA FONOLÓGICO
en relación con
SISTEM \ I)E ESCRUTRA en esp a ñ o l es
tipos ESC K ITl HA \l FAB ÉTICA
estuilnitlns
1 R ASCOS PROSÓDICOS
PROSODI \
FONEMAS SEGMENTALES
GR AFEALA tipas algunos tipos
e.
•c
=£ LETR \
I
I
SEMANTICA LÉXICA
Reía ción entre significado y significante
Significado de las palabras
Relaciones de sentido entre palabras
Referencias bibliográficas Al arcos L l ü RACH, E . ( 1 9 7 1 ). Fonología española. M adrid: (iredos. -----------------------------------( 1 9 9 4 ). Gram ática de la Lengua Espartóla. M adrid: Es pasa. A i caraz V a r ó , E ., & M a r t ín ez L inares , M . A. ( 1 9 9 7 ). D iccio nario de lingüística m oderna. Barcelona: Ariel. A
l c in a
F
r a n c h
,
J .. &
BLECU A,
J. M .
(19 9 4 ).
G ram ática española.
Barcelona: Ariel. A l o n s o , A., & H knr ÍQVJEZ U
r e NA,
P. (1 9 8 4 ). Gram ática castella
na. Buenos Aíres: Losada. A l v a r E z q u e r r a , M . ( 1 9 9 3 ). La form ación de palabras en español. M adrid: A rco/Libros. A lvarado , M ., B o m b in i , G ., F el d m a n , D ., & Istvan . ( 1 9 9 4 ). E l nuevo escriturón. Curiosas y extravagantes actividades para escribir. Buenos Aires: El H acedor. B arrf.NECHEA, A. M . ( 1 9 8 6 a). El pronom bre y su inclusión en un sistema de categorías sem ánticas. En A. M . BARRENECHEA & M . V. M . DE R O SETTI (Ed s,), Estudios d e gram ática estructural. Buenos Ai res: P.iidós. ------------------------- ( 1 9 8 6 b). L is clases de palabras en español, com o clases funcionales. En A. M . BARRENECHEA & M . V. M . DE RóSETTl (Ed s.), Estudios d e gram ática estructural (pp. 9 - 2 6 ). Buenos Aires: Paidós. B lOOMFIELD, L. ( 1 9 2 6 ). A set o f postúlales for the scicnce o f language. Language, 2, 1 5 3 -1 6 4 . -------------------------- ( 1 9 6 5 ). Language. Nueva York: Molí, Rinehart and W inston . B yb ER, J. ( 1 9 8 5 ). M orphology. A study oj the reLttion betw een mea-
ning a n d fo rrn . A m srcrdam : Jo h n Benjam íns Piiblíshing. C h o m SKY, N . ( 1 9 7 4 ). Las estructuras sintácticas. M éxico: -Siglo X X I. COSERIU, E. ( 1 9 8 1 ). Principios d e sem ántica estructural. M adrid: Credos. -------------------- - { ! 9 8 2 ). Teoría d el lenguaje y lingüística general. M a drid: C redos. CRUSE, D, A. (1 9 9 0 ). Language, Mean ing and Sense: Semamics. En N . COLUNGE (E d .), An Encyclopaedia oj Language. L on d an : Routlcdge. Di SciOLLO, A. M ., & W lL U A M S , E. ( i 9 8 7 ) . O n the definition of % words. C am bridge: T h e M IT Press. Di l U L L I O , A. ( 1 9 9 7 ). M a n ua l de gram ática d el español. Desarrollos teóricos. Ejercicios. Soluciones. Buenos Aires: Edicial. DUCROT, O ., & ScHALPFKR, j. M . (1 9 9 8 ). Nuevo D iccionario E n ciclopédico d e las Ciencias d el Lenguaje. M adrid: Arrecife. F
e r n a n d e z
G
o n z á l e z
,
á
.. H
e r v á s
, S .. &
B
á l z
, V. (19 7 7 ).
Intro
ducción a la sem ántica. M adrid: C árcdra. FlJCHS, C . ( 1 9 9 4 ). Paraphrase et énonciation. París: Oplirys. ClLf C ava, S. (1 9 6 6 ). Elementos d e fonética general. M adrid: Credos. G REI MAS, A. J . ( 1 9 7 1 ). Sem ántica estructural. M adrid: C redos. H a en sc h , G ., W o i .f, l.„ E t t in g e r , S., & W er n er , R. (1 9 8 2 ). La lexicografía. D e la lingüística teórica a la lexicografía práctica. Madrid: Credos. I I ERNAN/., M . 1.., & B rik
arT,
J. M . ( 1 9 8 7 ). La sintaxis. I.P rin ci
pios teóricos. La oración sim ple. Barcelona: C rítica. HjEl.MSl.KV. ( 1 9 7 2 ). Ensayos lingüísticos. M adrid: C redos. H O C K F IT ,
C . ( 1 9 7 1 ). Curso d e lingüística m oderna (Em rna C rego-
res y Jorge Alberto Suárcz, I’r ad.). Buenos Aires: Eudeba. K erh rai - O r ec c i I I O N I , C . ( 1 9 8 3 ) . La connotación (Sara Vassallo y
Eduardo Villamii, Irad.). Buenos Aires: H acherrc. KOVACCI, O . ( 1 9 6 5 ). Las proposiciones en español. Filología, XI. ---------------- -— ( 19 7 7 ). Tendencias actuales d e la gramática. Buenos Ai res: Marymar. —-------------------( 1 9 8 6 ). Estudios d e dram ática Española. Buenos Ai res: H acherte. -------------------- - ( 1 9 9 0 ) . E l com entario gram atical 1. Teoría y práctica. M adrid: A rco/Libros. LAZARO C aRRETER, K (1 9 8 7 ). D iccionario d e térm inos filológicos. M a drid: Credos. LEEt H, G . ( 1 9 7 4 ). Sem antics. Bucks: Penguin Books. LllWANDOWSKI, T. ( 1 9 9 5 ). D iccionario d e lingüística. M adrid: C á te dra. L yONS, J . ( 1 9 8 0 ). Sem ántica. Barcelona: Teide. --------------- (1 9 8 4 ). Introducción a l lenguaje y a Lt lingüística. Barce lona: Teide. --------------- (1 9 8 5 ). Introducción en la lingüística teórica. Barcelona: Teide. --------------- ( 1 9 9 7 ). Sem ántica lingüística. Una introducción (Santiago Alcoba Rueda, Trad.). Barcelona: Paidós. M a I-MBL-RC, B. ( 1 9 6 4 ). La fonética. Buenos Aires: Eudcba. M A R TIN KT, A. ( 1 9 6 5 ). Elem entos d e Lingüistica G eneral. M adrid: C redos. M A 'rn iK W S , P. H . ( 1 9 8 0 ). M orfología. M adrid: Paraninfo. M oU N IR , M . ( 1 9 9 0 ). D iccionario d e uso d el español. M adrid: C re dos.
Navarro T omás , T. ( 1 9 7 0 ). M a n ua l d e pronunciación española. M adrid: C onsejo Superior de Investigaciones Científicas Instituto "M iguel de Cervantes".
Q
u il is ,
A., & F e r n a n d e z , J. ( 1 9 9 7 ). Curso d e fonética y fonología
españolas. Para estudiantes angloam ericanos. M adrid: C onsejo supe rior de Investigaciones Científicas. RA E. (1 9 7 3 ). Esbozó de una N ueva dram ática d e bt Lengua Españo la. M adrid: Espasa-Calpe. R o s e t t i , M. M .
de,
M a u r e r , S., & N
ic o r a ,
T. N. M .
de
(1 9 9 4 ).
La gram ática, hoy. E l sistema sintáctico fo rm a l y su productividad. (Vol. Tom o 1). Buenos Aires: A -Z. S a u s s u r e , F. DE ( 1 9 8 1 ). Curso de lingüística general. Buenos Aires: Losada. S e ALISE, S. (1 9 8 7 ), M orfología generativa. M adrid: Alianza. T
r o u b ETZKOY,
N. (1 9 7 3 ). Principios d e Fonología. M adrid: Cincel.
V a REI A O R T E G A , S. ( 1 9 9 0 ). Fundam entos d e morfología. M adrid: Síntesis.
i v>
ÍN D IC E
Prólogo Si Ud. está leyendo este libro....................................................................11 Formas de leer.................................................................................................12 Introducción Algunas ecuaciones......................
15
Dos advertencias............................................................................................ 18 Nota al pie........................................................................................................ 19 Código de las e n tra d a s..............................................................................2 0 Entradas del d ic c io n a r io .......................................................................
.25
Anexo: Algunos prefijos y sufijos frecuentes .......................................1 17 Mapas conceptuales
........................
Referencias bibliográficas
125
... ....................................................................... 136
+
Colección El Caldero
Títulos publicados:
Artal Susana G. • D el rey A rturo a los héroes del espacio. Los relatos d e héroes y aventuras en tre dos m ilenios.
Gaspar María del Pilar y Otañi Laiza. • El Gramaticario. D iccionario d e térm inos d e gram ática.
Longoni Ana y Santoni Ricardo • D e los poetas malditos al video clip. A rte y literatura d e vanguardia. Mahler Paula • Cuando el lenguaje habla de! lenguaje. I os usos reflexivos d e l lenguaje. M eta lengu aje y d iscu n o referido
Peí ris José Luis • crónicas y naciones. Estilos d e diarios!Estilos d e diarios.
Sílvestri Adriana • En otras palabras. /,/> habilid ad es d, reform ulación en la p rod ucción d el texto escrito
Se terminó de imprimir en G rá fic a G u a d a lu p e , en el mes de diciembre de 1999
Colección El caldero - Actualización docente
¿A qué profesor que se precie no lo asal tan. de \e¿ en cuando, dudas gramaticales? Desde "acento" hasta "vocal". El Gramaticario ofrece un repertorio completo de términos gramaticales, definidos y or denados alfabéticamente. Este recorrido se complementa con redes que. a modo de hojas de ruta, ayudan al lector a ubicar los términos en relación con los distintos campos gramaticales. Frente al desalío que plantea hoy la ex pansión de la lingüistica y del vocabula rio especializado, un diccionario discipli nar constituye una herramienta de actuali zación indispensable para el docente. M. A. Laiza Otafli y Pilar Gaspar son Licenciadas en Letras, becarias de investigación > docentes de la Universidad de Buenos Aires. Han esento libros de texto para la E.G.B. y participado en numerosos congresos > jomadas de especial ¡7.ación lingüistica
ISBN 950-753-067-3
Cántaro E D I T O R E S
9 v sg so T ^ oey s