Diccionario Enciclopedico De La Masoneria

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T A L L E R

G E N E R A L DE LA

FRANCMASONERÍA

CrTjrX-A. DE

DIGNATARIOS

Y

OFICIALES

DE

LAS

LOGIAS ,

CAPÍTULOS

GRANDES

Y

CÁMARAS

PARA E L D E S E M P E Ñ O D E SOS CARGOS

E L E M E N T O S DE E N S E Ñ A N Z A PARA

LA INSTRUCCIÓN

DE

LOS

MASÓNICA

INICIADOS

COMPENDIO DE

LAS

LITURGIAS

RITUALES

Y CATECISMOS

MÁS

AUTORIZADOS

para la práctica de los trabajos de Iniciación

y Ascenso

al 2.° y 3." grados de la Francmasonería

Universal

ó de San

Juan

y á todos los demás grados de los principales Ritos q u e se practican en el dia, ó sea: del Rito Moderno 6 Francés, del Egipcio

del de Kork ó de Real Arco,

ó de Misraim

y del de Adopción

y para la celebración de las ceremonias de Constitución, y Templos masónicos; Fiestas Solsticiales Exequias

(Funerales), Adopción

de Lobatones

Instalación

(Bautizos); Reconocimiento

y

Aceptado;

Damas,

y Consagración

ó de la Orden;

con m u l t i t u d de Datos y Notas Formularios

del Escocés Antiguo 6 de

de nuevas

conyugal

(Matrimonio), etc., etc.,

instructivas,

y Modelos de verdadero interés y utilidad práctica para las Logias, Cuerpos y Obreros de todos los grados y categorías

Logias

Banquetes;

PRÓLOGO

los F r a n c m a s o n e s de la l e n g u a española al uso constante de los galicismos y b a r b a r i s m o s q u e tanto a b u n d a n en su tecnología m a s ó nica, quizá p u e d a n i m a g i n a r a l g u n o s q u e , al adoptar el título de T A L L E R G E N E R A L con que encabezamos esta parte de nuestra obra, hemos tenido la intención de aplicar, traduciéndola e r r ó n e a m e n t e , siguiendo inveteradas r u t i n a s , la p a l a b r a Tuileur, q u e se emplea en F r a n c i a p a r a designar al Experto, ó e n c a r g a d o de a v e r i g u a r la cualidad masónica y el grado de que digan hallarse investidos los h e r m a n o s q u e se p r e s e n t a n á las Logias solicitando su reconocimiento y a d misión en el seno de las mismas, p o r medio de la comprobación de los signos, palabras, t o ques y demás medios de identificación propios de cada grado y del examen previo á q u e so les sujeta. COSTUMBRADOS

Á fin de q u e n o pueda suscitarse la m e n o r duda con respecto á este particular, manifestaremos, q u e el principal propósito que nos guió al o c u p a r n o s del título que deberíamos d a r á este libro, fué precisamente el de e m a n c i p a r n o s del yugo de este galicismo ó b a r b a r i s m o dominador, q u e és hora ya de combatir y de ir eliminando p a u l a t i n a m e n t e de nuestro tecnicismo, restituyendo las voces á su verdadero origen y significado. P o r q u e , — c o n c r e t á n d o n o s exclusivamente al caso q u e nos ocupa,—las voces retejador, retejar y retejo con que a l g u n o s escritores masónicos h a n pretendido e n r i q u e c e r n u e s t r a l e n g u a , adaptándolas como sinónimos ó derivadas del francés tuileur, son de antiguo a b o lengo español (1) y expresan gráficamente y con toda claridad lo que q u i e r e n designar; que dista m u c h o , en n u e s t r o concepto, de ser lo que se pretende que d e s i g n a n , y q u e significan las voces tuilage, tuilé, tuiler y tuileur, projpias de la terminología francesa (2). T A L L E R (3), en su acepción masónica m a s v u l g a r , es el Templo á donde c o n c u r r e n los F r a n c m a s o n e s para la celebración de los trabajos propios ó exclusivos de cada grado en part i c u l a r ; y como los g r a d o s , en r i g o r , no son mas q u e las distintas clases ó secciones g r a d u a les en q u e se escalona y distribuye la enseñanza de los diferentes Ritos adoptados para el estudio y aplicación de las doctrinas y principios de la F r a n c m a s o n e r í a , y el objeto que n o s (1)

(2)

(3)

Retejador: ad. s.; el q u e reteja. Relejar: v . a.; recorrer l o s tejados p o n i e n d o l a s t e j a s q u e l e s f a l t a n . — m e t . ; fam.: reparar al que está roto y falto d e v e s t i d o . Retejo: s. m.: el reparo ó c o m p o s i c i ó n q u e s e h a c e en el tejado q u e e s t á maltratado (Diccionario enciclopédico de la lengua española, o r d e n a d o p o r D. N e m e s i o F e r n a n d e z Cuesta.—Madrid 1866). Tuilage (tuilaj) s. m. U l t i m a m a n o q u e s e da á l o s p a ñ o s c o n u n a t a b l i t a b a ñ a d a 6 cubierta d e l i m a ñ a . Tuilé. ce—U. pp. y a. Franc-maçon.—Francmasón averiguado. Tuiler. le, v. a. S e n t a r el p e l o del p a ñ o c m u n a e s p e c i e de p l a n c h e t a . — A v e r i g u a r s i u n o q u e s e d i c e F r a n c m a s ó n Jo e s v e r d a d e ramente. Tuileur.—(Itir) s . ni. E l F r a n c m a s ó n e n c a r g a d o d e a v e r i g u a r el e x t r a n j e r o q u e s e d i c e m i e m b r o de la S o c i e d a d . (Nouveau Dictionnaire Français-Espagnol, par Saint Hilaire Blanc.—Madrid 1860.) Taller: s. m: Oficina en q u e s e trabaja a l g u n a c o s a d e m a n c o s . — m e t : e s c u e l a ó s e m i n a r i o d e c i e n c i a s , d o n d e concurren m u c h o s à la c o m ú n e n s e ñ a n z a . (Diccionario enciclopédico de la lengua española.)

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=—

T A L L E R GENERAL D E LA FRANCMASONERÍA



proponíamos, era el de formar un extracto de todo cuanto de mas esencial y de inmediata aplicación práctica se contiene en los g r a d o s do los principales Ritos que se profesan en el dia, para la instrucción de los iniciados, de a q u í que eligiéramos el título de T A L L E R G E N E R A L , con preferencia á cualquier otro, porque equivale para nosotros á decir: Escuela á donde concurren todos los Francmasones á la común enseñanza; con lo que, á la par que e x presamos c l a r a m e n t e nuestro pensamiento en buen español, usando una voz r i g u r o s a m e n t e técnica en el sentido masónico, nos libramos de tener que a c u d i r al empleo de b a r b a r i s m o s innecesarios, en desdoro de nuestro rico y hermoso idioma. Dicho esto en justificación del título que hemos adoptado, seremos muy parcos en lo que nos resta que a ñ a d i r para dar una ligera idea al lector del contenido y de la importancia do esta obra. Extracto de todas las ceremonias, Resumen de todos los g r a d o s y Compendio de todos sus Catecismos y L i t u r g i a s , nuestro T A L L E R lo abarca todo en reducidísimo espacio y enseña cuanto en sí atesora cada Rito y cada g r a d o , que pueda ser de utilidad inmediata y r e a l mente práctica, tanto para la celebración de los trabajos de las Logias ó Talleres, como p a r a la instrucción elemental de los h e r m a n o s de todos los grados y categorías. Á pesar del prolijo estudio y del ímprobo trabajo que nos ha costado y que gustosos nos impusimos para hacer la recopilación de estos Elementos de instrucción y práclicu masónica, no tenemos la presunción de i m a g i n a r siquiera, que hayamos tenido la suerte de producir n i n g u n a obra a c a b a d a ; antes al contrario, nos acosa el recelo de que ésta no responda á las esperanzas que tal vez pudieran haber cifrado en nosotros muchos de los numerosos hermanos que nos pedían desde hace ya largo tiempo el compendio que hoy darnos á luz. Si desgraciadamente sucediera así, no lo a c h a q u e n estos h e r m a n o s ni nadie, á falta de celo y menos aun de buena voluntad por nuestra parte: que no nos ha faltado, ni la hemos escaseado, para que dentro de los reducidos límites en que lo hemos hecho, se contenga todo cuanto de mas sustancial, de mas interesante y, muy p a r t i c u l a r m e n t e , de mas útil y práctico hemos creído, fundados en la experiencia a d q u i r i d a d u r a n t e n u e s t r a larga c a r r e r a masónica, que podia convenir tanto á los F r a n c m a s o n e s y Talleres, como á los mismos Gran des Dignatarios y Altos Cuerpos de la Orden: a t r i b u y a n l o en todo caso á nuestra deficiencia, que b u e n a m e n t e reconocemos desde luego, por lo que nos recomendamos á la benevolencia de todos aquellos que con mas luces que nosotros se hallen en el caso de poderla a p r e c i a r . Pero deficiente y todo como presumimos que ha de r e s u l t a r n u e s t r a obra, tenemos no obstante el convencimiento de que los Extractos que presentamos, h a n de ser aun los mas completos e n t r e los que se h a n publicado hasta el dia, —de que tengamos noticia,— porque para conseguirlo hemos tenido á la vista, estudiándolos y confrontándolos c o n c i e n z u d a m e n te, los Manuales más autorizados y cuantos Rituales, Catecismos, Constituciones y Códigos de verdadera importancia hemos podido consultar, en n ú m e r o que no bajará de unos ciento cincuenta s e g u r a m e n t e . Siguiendo el orden que nos h a parecido mas n a t u r a l y adecuado para nuestro propósito, hemos dividido n u e s t r a obra en tres partes ó secciones. En la p r i m e r a , que consideramos Preliminar, hemos esbozado someramente la parte fundamental sobre que descansa el g r a n edificio masónico, con objeto de l l a m a r la atención de los h e r m a n o s hacia la g r a n i m p o r tancia que e n c i e r r a , mas bien que con el de liácer u n a exposición razonada de' la misma. Asunto es este que requiere detenido y p a r t i c u l a r estudio y que encarecidamente r e c o m e n damos á todo buen F r a n c m a s ó n . En la s e g u n d a hemos compendiado r i g u r o s a m e n t e las Liturgias y catecismos de los g r a dos pertenecientes á los Ritos mas c o m u n m e n t e practicados en la actualidad, ciñéndonos, por lo que concierne á los signos, p a l a b r a s , toques y demás medios de reconocimiento u n i versal de cada uno de ellos, á los Rituales y Catecismos oficiales adoptados por las p r i n c i p a les Potencias y autoridades de cada Rito. Así, para el Rito Moderno ó F r a n c é s , hemos tenido muy especialmente en vista los Rituales del Gran Oriente de F r a n c i a ; para el de York ó de Real Arco, los de las Grandes Logias de I n g l a t e r r a , de N e w - Y o r k y otras de los Estados Unidos de América, y para el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, los de los Supremos Consej o s de F r a n c i a y de Charleston y muy p a r t i c u l a r m e n t e el R e g u l a d o r de este Rito, aprobado en el G r a n Convento de Lausana de 1875. Para los Ritos de Misraim y de Adopción, así como para la redacción de la tercera parte, que contiene los procedimientos orgánicos, el Ceremonial de las solemnidades y los usos y

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T A L L E R G E N E R A L D E L A FRANCMASONERÍA

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prácticas mas frecuentes y generalizadas de la F r a n c m a s o n e r í a , hemos consultado las obras de los autores mas reputados y las legislaciones de los Cuerpos mas importantes entre los r e g u l a r e s y u n i v e r s a l m e n t e reconocidos. Hemos p r o c u r a d o hacer resaltar con marcada preferencia, todos aquellos puntos q u e , á nuestro j u i c i o , lo requieren así por su i m p o r t a n c i a , dándoles toda la amplitud que nos ha sido dable, para facilitar el conocimiento indispensable que debe tenerse de ellos y á fin de que puedan r e s p o n d e r l o mas c u m p l i d a m e n t e posible á las necesidades mas frecuentes que impone la práctica. P o r esto el Simbolismo y la Iniciación, por ejemplo, base del sistema masónico g r a d u a l , los grados universales de San J u a n , los de Rosa Cruz y de Kadosch, la formación de nuevas Logias, etc., han sido expuestos y tratados por nosotros, si bien que s u m a r i a m e n t e , con toda la extensión y detalles necesarios, para que puedan servir de instructor y de guía inteligible y s e g u r o á todos los h e r m a n o s para la práctica y dirección de los trabajos. Digamos, para t e r m i n a r , que con la ayuda del DICCIONARIO, de la H I S T O R I A G E N E R A L DE L A F R A N C M A S O N E R Í A y del S U P L E M E N T O , que preceden á esta obra, podrán ios h e r m a n o s estudiosos a d q u i r i r fácilmente un caudal de conocimientos útilísimos y bastante vasto, para tener la seguridad de no hacer un papel desairado en n i n g u n a ocasión, e n c o n t r a n d o en este libro un auxiliar valioso y eficaz, que esperamos fundadísimamenta que j a m á s ha de serles infiel. Con el T A L L E R G E N E R A L damos cima a l a i m p o n d e r a b l e tarea que tan t e m e r a r i a m e n t e acometimos al empezar la^publicacion del DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO DE LA F R A N C M A S O N E R Í A . Al soltar nuestra cansada y m a l t r e c h a pluma, solo una satisfacción nos permite saborear nuestra conciencia, y es: que hemos hecho cuanto h u m a n a m e n t e ha estado al alcance de n u e s t r a s facultades, para escedernos á nosotros mismos, haciendo frente á todos los obstáculos y contrariedades, con que hemos tenido que l u c h a r , á fin de llenar concienzudamente nuestro cometido de la m a n e r a mas digna y cumplida q u e nos ha sido dado conseguir. ¡Ojalá sirva nuestro ejemplo de estímulo á otros h e r m a n o s de mas talento y valía que nosotros, y subsanen éstos con sus superiores luces, los defectos de que adolezcan nuestros trabajos! LORENZO FRAU A B R I N E S .

TALLER GENERAL de l a FRANCMASONERÍA

P R E L I M DE LA F R A N C M A S O N E R Í A EN GENERAL Y D E SUS PRINCIPIOS Y SUS FINES L a Francmasonería, institución fundada sobre los principios d é l a Ley natural, lleva impreso un sello de antigüedad tan remota, é irradia un espíritu de filosofía y de moral tan puros, que le dan una gran importancia social y le aseguran además el respeto y la veneración de todos los pueblos de la tierra. Su genio, que ha tenido siempre el instinto de lo verdadero, ia elevó hasta el descubrimiento de la Verdad y la condujo al reconocimiento de un Ser Supremo. L a creencia eu un Dios único, el amor á la Humanidad y la F r a t e r n i d a d universal, que son las bases fundamentales de su doctrina, han sido manantial fecundo de beneficios para sus adeptos y para la Sociedad de que éstos forman parte. E n sus templos se aprende á amar y á respetar todo lo que la Virtud y la Sabiduría consagran. Espíritu de la Libertad y esencia del Progreso, anatematiza el Despotismo; y lejos de pretender invadir y dominar, trabaja incesantemente para unir á la especie humana por los lazos del Amor fraternal, y para que se extiendan por todos los ámbitos de la tierra las corrientes de la Toleran cia y de dulce simpatía en que ella se inspira. Conteniendo en sí todo cuanto es necesario para formar al hombre social, dotándolo de todas las altas condiciones de Moralidad, de Instrucción y de Independencia, que son los principales atributos de su naturaleza, marcha á la cabeza de la civilización para dirigir y activar el movimiento propagador de las luces, armonizando su acción con el espíritu de los tiempos. En este concepto, la Francmasonería, según la definición oficial umversalmente aceptada, y contenida en los códigos de las principales potencias y autoridades masónicas del mundo, es una Institución de fraternidad universal esencialmente filantrópica, filosófica y progresiva, que proclama la existencia de un principio creador, bajo el nombre de Gran Arquitecto del Universo (1), y tiene por principios fundamentales la tolerancia mutua, el respeto de sí mismo y de los demás, y la libertad absoluta del pensamiento y de la conciencia. P o r tanto, está abierta á los hombres de todas las razas y de todas las nacionalidades, cualesquiera sean sus opiniones y creencias, con tal que sean libres y de buenas costumbres. (1) El Gran Oriente de F r a n c i a , c o n s i d e r a n d o que l a s c o n c e p c i o n e s m e t a f í s i c a s s o n del d o m i n i o e x c l u s i v o , de lá a p r e c i a c i o n i n d i v i d u a l , rechaza t o d a afirmación d o g m á t i c a , y p o r e s t o e l i m i n ó esta d e c l a r a c i ó n de s u c ó d i g o .

I N A R E S Tiene por objeto, la investigación de la verdad, el estudio de la moral y la práctica de la solidaridad; trabajar por el mejoramiento material y moral y por el perfeccionamiento intelectual y social de la humanidad; hacer extensivos á todos los hombres los lazos fraternales que unen á los Francmasones sobre toda la superficie del globo y luchar incesantemente contra la ignorancia, bajo cualquier forma se presente. «Es una escuela mutua, según se contiene en un notable documento oficial (1), cuyo programa se resume así: Vivir honradamente; obedecer las leyes de su país; practicar la justicia; amar á sus semejantes; trabajar incesantemente para el bienestar de la humanidad y procurar alcanzar por medios pacíficos y progresivos su emancipación.» L a Francmasonería honra y dignifica el trabajo y lo considera como uno de los deberes mas esenciales del hombre; por esto proscribe la ociosidad voluntaría y da á sus miembros el título de Obreros. De esta definición se deduce claramente, que la Francmasonería es una institución nacida para combatir con las armas de la persuasión y por la fuerza moral del buen ejemplo, todo lo que atente al progreso de la razón y al espíritu de la confraternidad universal. En esta fuerza raoral, que solo se adquiere por la virtud, que es la única que la opinión reconoce como legítima, y que la conciencia de los pueblos consagra en el código de las naciones, considerándola como agente supremo del poder soberano, cifra la Francmasonería su mayor gloria; y á e l l a es deudora délos grandes triunfos que con tanta justicia la han colocado como la primera, al frente de todas las grandes instituciones nacidas del amor á la humanidad*y del interés por el bienestar de los pueblos. P o r esto debemos definirla, en conclusión, diciendo: que es la ciencia delprogreso moral; y resumir su acción social en estos dos grandes atributos de la inteligencia: Luz y Verdad. Ilustrar á los hombres cimentando su instrucción en ideas sólidas y positivas y sobre los principios de la ley natural; convencerlos por la persuasión, y enseñarlos con el buen ejemplo, es conducirlos por la fuerza de la razón, á un régimen de orden y de simpatía, y á un estado de paz y bienestar duradero y envidiable. Estos son los principios y los fines de la Francmasonería. (1) Declaración de p r i n c i p i o s proclamada por l o s S u p r e m o s C o n s e j o s Confederados del R i t o E s c o c é s A n t i g u o y A c e p t a d o , en el Convento U n i v e r s a l r e u n i d o e n L a u s a n a (Suiza) en S e p t i e m b r e de 1875.

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T A L L E R G E N E R A L D E LA FRANCMASONERÍA

D E LOS FRANCMASONES Francmasón es aquel que, reuniendo las condiciones exigidas y después de llenadas las formalidades necesarias para ello, es admitido como miembro de la Fraternidad, por la ceremonia de la iniciación, é inscrito como tal en los registros correspondientes de la Orden. Aunque diseminados por todos los ámbitos de la tierra en número ilimitado, los Francmasones se hallan estrechamente unidos por los lazos de la solidaridad y del amor fraternal; por esto se dan entre sí el nombre de Hermanos. En todas las circunstancias se deben mutuo apoyo y protección; deben ayudarse y socorrerse moral y materialmente, aun con peligro de su vida, si importa. El Francmasón, según la expresión de un ilustre hermano, «es el ciudadano del Universo.» El ritual lo define diciendo que es un «hombre íntegro y probo, igualmente amante del rico que del pobre, con tal que sean virtuosos.» L a virtud, la seriedad, la honradez, son, por tanto, los caracteres distintivos del Francmasón. «No es por los signos, por los toques, ni por el prestigio de los grados, que debe darse á conocer el Masón, sino por sus virtudes,» añade la instrucción de Aprendiz. Desde el momento que penetró en el Templo, dejó de ser el hombre del mundo, el hombre de los errores y de las preocupaciones, el hombre de los vicios y de las pasiones, que alimentan nuestras debilidades, para convertirse en el hijo de la luz y en el adepto coloso de la justicia. Es una especie de caballero consagrado á la defensa de la humanidad, que debe conocer la ciase de enemigos á quienes tiene que combatir, y tener la seguridad de que no ha de faltarle el valor y la constancia necesarios para salir victorioso de su empresa. Los vicios que impiden los progresos de la razón y que los hombres vivan como hermanos, son la superstición y el fanatismo. «Hijo de la ignorancia, dice el Maestro al neófito, la superstición y el fanatismo son dos monstruos nacidos de cuanto puede existir de mas estúpido en el mundo; son dos hidras de cien cabezas, siempre renacientes y hambrientas, que esparcen por todas partes el veneno y las llamas; que devoran los hombres, los pueblos y las generaciones, y que han abierto en la tierra un abismo insondable y eterno, p a r a sumergir en sus oscuros antros á las generaciones venideras. No olvides jamás, que el Masón tiene el deber de combatir valerosamente y sin cejar ni un solo instante , á estos dos formidables enemigos del progreso y de la prosperidad del hombre. No olvides jamás, que tu ciencia, tu lógica, todas las facultades de tu inteligencia, todas las fuerzas de tu espíritu y de tu cuerpo, debes emplearlas para resistir los estragos que causan en el mundo.» Sin estos requisitos no se puede ser Francmasón. Todo aquel que pasara por las pruebas de la iniciación sin despegarse de su envoltura material, y entrara en el sagrado recinto de los templos con las debilidades propias de su humanidad, no será mas que un profano disfrazado con la augusta túnica del iniciado. DE LA SOBERANÍA MASÓNICA L a soberanía masónica reside en la universalidad de los miembros activos que constituyen la Asociación. Esta soberanía se ejerce de conformidad con los principios generales y umversalmente observados, y se regula por las leyes constitucionales adoptadas por las grandes agrupaciones formadas dentro de los Estados, constituidas en autoridad por el sufragio de los Francmasones que de ellas forman parte, y sancionadas por el mutuo reconocimiento. DEL GOBIERNO MASÓNICO L a Francmasonería se gobierna por consejos soberanos y autónomos especiales, formados por la reunión de las Logias de un país, de un Estado ó de una región, que asumen todos los poderes y ejercen la suprema autoridad dentro de los límites de sus respectivas jurisdicciones. Estos cuerpos, colocados en la cima de la jerarquía masónica y que en la genuina Francmasonería se denominan Grandes Logias, en la Supermasonería de los ritos y altos grados reciben distintas denominaciones, tales como las de Grandes Orientes, Supremos Consejos, Potencias Supremas, etc.; ejercen su autoridad con entera independencia y separación unos de otros, y gobiernan los Francmasones y dirigen los trabajos de las Logias y demás cuerpos de su

dependencia, con arreglo á las leyes propias y adjetivas, que dentro de los límites y de los principios universales de la Institución, tienen á bien adoptar. Depositarios de las doctrinas y de los arcanos de la Francmasonería, según los ritos que profesen, tienen la misión de desarrollar la parte dogmática, moral y científica de la Institución, para la enseñanza de los obreros de su obediencia, de velar por el buen nombre y engrandecimiento de la misma y de mantener la integridad de las leyes y estatutos, cuya observancia les esté prescrita. D E L INGRESO EN LA FRANCMASONERÍA P a r a el ingreso de nuevos miembros en la Francmasonería, además de las condiciones que universalmente se exigen á los candidatos (1), se requiere que su admisión sea otorgada, mediante una información previa y minuciosa de sus antecedentes, y en virtud de varias votaciones especiales, sin que nunca pueda precederse á verificar la definitiva hasta que se haya evacuado la citada información. Estas votaciones tienen lugar en el seno de la Logia en que deba tener lugar el ingreso, por sufragio de todos los Francmasones regulares que se hallen presentes en las sesiones en que esto se verifique. De lo dicho se desprende: que todos los Francmasones regulares del mundo, en cualquier parte se encuentren, tienen el derecho de emitir su opinión y su voto, en todo lo que atañe á la admisión de los profanos en el seno de la Francmasonería. Y en tanto es así, en cuanto tienen el deber de dar conocimiento á la Logia interesada, de todos cuantos datos ó antecedentes puedan tener referentes á los candidatos, y muy especialmente, de aquellos que por su índole pudieran ofrecer algún reparo al acto de su admisión ó impedirla legalmente. Este derecho es universal y común, porque desde el momento que un profano ha sido admitido é iniciado en una Logia, universal y común es el deber que se impone á todos los Francmasones de reconocerle y admitirle también como hermano y miembro de la gran familia masónica universal, y por tanto, de considerarle y atenderle como á tal, prestándole toda la ayuda y socorro que pueda necesitar. Sin embargo, en algunos reglamentos generales, hemos visto desvirtuada esta clarísima doctrina, por consignarse en ellos, que únicamente se concede el voto deliberativo en las votaciones para la admisión de profanos, á los miembros activos de la Logia en que tenga lugar la recepción. Si los cuerpos que así legislan confiriesen una iniciación tan restringida á sus afiliados, que solo pudiesen hacer valer los derechos que esta l^s otorga, entre los miembros dependientes de dichos cuerpos, diríamos únicamente, que esto constituiría en todo caso, una Masonería sui generis, para el uso particular y exclusivo de aquellos que la profesen, ó que así la comprenden, que nada tendría de común, ni de afine siquiera, con la Francmasonería universal; pero como pretenden que los iniciados, de conformidad y con arreglo á esta legislación por las Logias de su obediencia, quedan investidos con el carácter de miembros de la gran familia y en posesión de todos los derechos que en tal concepto les son inherentes, de aquí que digamos, que tales disposiciones constituyen un privilegio inadmisible y una trasgresion manifiesta, que debe protestarse y rechazarse por todos los Francmasones regulares, en nombre del derecho consuetudinario por que se rige la Masonería universal. DE LOS TALLERES MASÓNICOS Los Francmasones se reúnen formando pequeños grupos ó asociaciones autónomas é independientes unas de otras, que se distinguen en general con el nombre de Talleres. Los Talleres consagrados á los tres grados simbólicos llamados de San Juan, se denominan Logias. Los Talleres correspondientes á los demás grados de los distintos ritos que se titulan masónicos, y que son mas ó (t) Hó a q u í l a s p r i n c i p a l e s c o n d i c i o n e s q u e d e b e n r e u n i r l o s candidatos: S e r varón, l i b r e , h o n r a d o , de b u e n a s c o s t u m b r e s y g o z a r de s ó lida r e p u t a c i ó n e n t r e s u s c o n c i u d a d a n o s . Ser m a y o r de e d a d , ó h a l l a r s e l e g a l m e n t e e m a n c i p a d o de la p a tria p o t e s t a d , por a l g ú n t í t u l o , c a r g o , e m p l e o ú otra c i r c u n s t a n c i a e x i m e n t e y q u e le h a g a r e s p o n s a b l e de s u s a c t o s . I ' i s f r u t a r d e p o s i c i ó n h o n e s t a , a u e le a s e g u r e m e d i o s de d e c o r o s a s u b s i s t e n c i a , y posGer la i n s t r u c c i ó n s u f i c i e n t e para poder c o m prender l o s a l t o s ñ n e s de la Orden y s a c a r p r o v e c h o de s u s e n s e ñanzas.

TALLER GENERAL DE

menos umversalmente reconocidos como tales, se designan bajo la distinta denominación de Capítulos, Consejos, Cortes, Sínodos, Areópagos, Tribunales, Consistorios, Senados, Supremas Potencias, Supremos Consejos, Santuarios, etc. En general, los Talleres de cada grado se gobiernan y rigen libremente y con independencia los unos de los otros, aunque con sujeción á las reglas generales ó particulares que el rito respectivo tenga establecido para cada uno de los que le constituyen. DE LA LOGIA L a Logia es una reunión ó sociedad compuesta de un número ilimitado de Francmasones regulares (1), pero nunc a menor de siete, constituida de conformidad con las reglas y prácticas consuetudinarias, umversalmente aceptadas y seguidas para la organización de la Francmasonería y la aplicación y desarrollo de sus principios y doctrinas. L a Logia es el Taller fundamental. F u e n t e de todo derecho, de todo poder y de toda autoridad, es la única que puede admitir é iniciar al profano á la vida masónica y conferirle el carácter y prerogativas de miembro de la Institución. Logia regular, se dice de aquella que legalmente constituida é inscrita en el registro de una potencia regular y reconocida, trabaja regularmente bajo sus auspicios, con estricta sujeción á las prácticas universales y á las reglai establecidas por dicha potencia. Todas las Logias del Universo son iguales en derechos y obligaciones, y autónomas é independientes dentro del círculo de las atribuciones que les reconozcan y garanticen las leyes constitutivas á que respectivamente deban acatamiento. Unidas por los lazos de la solidaridad y fraternal inteligencia, deben prestarse mutuamente todo el apoyo que pudieran necesitarlas unas de las otras, tanto para sí, corao para sus respectivos obreros. Las Logias se designan por el título distintivo que tengan á bien adoptar al constituirse, y por el número de orden que les corresponde ocupar en el registro de la poten cia de que dependan. Como las Logias gozan de la mas lata autonomía, tanto en lo concerniente á su administración y régimen interior, como en lo que afecta á los actos mas esenciales de la vida masónica, es necesario que pongan el mas exquisito cuidado en no perder de vista jamás, ni en separarse lo mas mínimo, del dogma fundamental de la Institución. L a fe en este dogma es el alma de la Fraacmasonería; es la que da á las Logias y á los demás organismos de la Institución, el poder de la acción y la fuerza moral de que disfrutan. De ella nace también la unidad del pensamiento y la comunidad de sentimientos que debe procurarse con vivo interés que se mantengan siempre intactos entre sus obreros, porque es la que alienta y mantiene la fidelidad y adhesión recíprocas; la que establece la religión del corazón y el culto de la simpatía; la que inspira el amor al estudio y al trabajo; la que excita á la práctica de las virtudes, y en una palabra, la que regula la moralidad entre los verdaderos hijos de la luz. P o r esto se da á las Logias los nombres de Taller, Escuela, Templo y Santuario, porque efectivamente, son verdaderos Talleres de iniciación, escuelas de enseñanza y templos ó santuarios en donde se descubren, se explican y se hacen palpables á los Francmasones, las verdades que se encierran en los símbolos y alegorías que contienen las mas grandes y provechosas enseñanzas (2). L a posición normal de toda sociedad masónica, consiste en hallarse siempre dentro del camino de la verdadera ciencia, marchando constantemente adelante, en pos del progreso y de la perfección. Por esto deben componerse las Logias de hombres serios, probos y generosos, entusiastas defensores de los intereses de la patria y amantes de la humanidad, sin que jamás den cabida en su seno á la intriga, ni la cabala, ni á las maniobras de la ambición personal. La Francmasonería, que ha mantenido desde su origen el progreso social y moral de la humanidad, constituye hoy una de las esperanzas mas sólidas para el porvenir de las naciones. El fanatismo y la superstición, monstruos que renacen de sus cenizas como el ave fénix, tienen aun pro(1) P o r Masón r e g u l a r se e n t i e n d e aquel que se halla en plena p o s e s i ó n de sus de eclios m a s ó n i c o s , é inserito c o m o m i e m b r o activo en el r e g i s t r o de una Logia, r e g u l a r m e n t e c o n s t i t u i d a , y que á su v e z e s t é ' e n e f e c t i v i d a d de trabajos, f o r m a n d o p a r t e de una firan L o g i a ú otro c u e r p o j u r i s d i c c i o n a l y r e c o n o c i d o . (2) V é a s e la v o z LOGIA en ol Diccionario, p à g . 491.

9 fundas raíces y grandes multitudes de esclavos que les sirven sumisas; la ambición dispone de ancho campo para satisfacer su brutal egoismo bajo múltiples formas; la perfidia y la traición pueden tender todavía impunemente sus infames lazos á los hombres nobles y de buena fe, y el g e nio del mal vela incesantemente, y no perdona medio ni ocasión para arrojarse sobre sus víctimas, pretendiendo dominar el pensamiento humano y esclavizarlas conciencian y hace esfuerzos titánicos para enseñorearse de los derechos de la humanidad. Es preciso, por tanto, trabajar con ahinco y eficacia mas constante y ardiente de cada día, para inutilizar y privarles de los poderosos medios de que disponen todavía para proseguir la impía y desapiadada lucha que mantienen. Dominado el edificio esplendente y humanitario, que las ciencias y las luces elevan de consuno, por las funestas doctrinas imperantes, debidas á los falsos prob tas que lo atacan, es deber imperioso de todos los Francmasones ocupar el puesto de honor que les está señalado al frente de estos enemigos. Y á las Logias incumbe la difícil y gloriosa tarea de amaestrarlos y dirigirlos, hasta hacer que sean dignos de sí mismos, y de titularse campeones de la gran obra do regeneración y progreso á que están consagrados. DE LOS SIGNOS Y EMBLEMAS L a Francmasonería se sirve de diferentes símbolos y emblemas para el uso exclusivo y reservado de sus miembros, que se trasmiten por tradición desde tiempo inmemorial, y cuyo alto significado ó interpretación simbólica solo puede ser explicado por la iniciación. Estos símbolos y emblemas constituyen un lenguaje misterioso y especial, sumamente inteligible y expresivo para todo iniciado, que permite que los Masones puedan reconocerse y comunicarse entre sí, en todas las circunstancias de la vida, cualesquiera sea su idioma y en cualquier parte del mundo en que se i ncuentren, pudiemlo disfrutar así de las inapreciables ventajas que les otorga con ello la Institución. El carácter de universalidad de los signos y emblemas del simbolismo masónico, impone á todos los iniciados el deber de respetarlos, mantenerlos y trasmitirlos íntegramente tal como se hallan contenidos en las liturgias auténticas ó admitidos y sancionados por el tiempo y por las antiquísimas y tradicionales prácticas que nos han sido legadas. DEL SIMBOLISMO L a alegoría es la voz de la sabiduría. Los símbolos y los emblemas fueron el lenguaje primitivo de los pueblos orientales, y su origen solo expresaban la imagen simple de la calidad de las cosas. Mas tarde llegaron á encerrar las mas grandes concepciones. Creación, divinidad, dogmas, doctrinas, creencias, ciencias, artes, todo lo abarcaron; y el lenguaie simbólico y emblemático, pasando á ser patrimonio de los sacerdotes, de los sabios, de los poetas y de los artistas, fué sagrado en todos los pueblos. Así las palabras símbolo, emblema, alegoría, jeroglífico, etc., cuya significación viene á ser análoga en el sentido mas lato, son la expresión de las ideas representadas por medio de imágenes. Pero conviene advertir, que el símbolo representa algo más grande que el emblema, que solo tiene una expresión simple y determinada; que la alegoría es la exposición do un objeto por medio de figuras, lo que la ha convertido en lengua universal para los artistas, y que los jeroglíficos son caracteres simbólicos de los que se sirvieron los hombres de la antigüedad, y muy señaladamente los sacerdotes egipcios, para expresar los misterios de su religión y los secretos de su ciencia y de su política. Los símbolos y los emblemas, serán siempre objeto de gran veneración para los Francmasones r< ilexivos, porque bajo su velo metafísico se perpetúa y se encuentra el criterium del dogma filosófico de la Institución; y porque cada figura simbólica ó emblemática de las que se ofrece á su vista en los templos consagrados á la Francmasonería, es imagen de una verdad luminosa, cuyo desarrollo científico les conduce al conocimiento exacto de los principios morales que esta atesora. Desgraciadamente no todos lo comprenden así, y el simbolismo es objeto de discusión; y no faltan escritores quienes, calificándolo de pueril y de superfino, hayan abogado por su completa abolición.

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Esto fuera la muerte de la Institución; y considerándonos en el deber de poner en guardia á los jóvenes iniciados para que puedan precaverse de los perniciosos efectos de esta funesta propaganda, trasladamos á continuaciou algunos párrafos de los Estudios Filosóficos del hermano Daréres, en los que este ilustre escritor trata magistralmente esta cuestión. «Algunos Masones ilustrados, dice, pero seducidos por el falso brillo de la ciencia profana, imaginan que los símbolos y emblemas carecen de solemnidad y que no tienen ningún alcance social, y por tanto, quisieran borrar su lenguaje sagrado del código masónico, porque, en su concepto, para colocar la Francmasonería á la altura del siglo, es preciso nacionalizar su lenguaje y encaminar su espíritu por la vía ascendente que han trazado las ciencias y las artes á las inteligencias contemporáneas. «Esto son errores peligrosos que es necesario combatir. »Una Institución fundada sobre los principios eternos de la ley natural, no puede cambiar ni alterar su doctrina, porque la verdad que emana del seno de Dios no tiene más que una manera de expresarse y de proceder á su enseñanza. Por tanto, para que esta doctrina no se halle sujeta á falsas interpretaciones ó á excentricidades heréticas, tiene necesidad de una lengua universal é inmutable, tanto en su forma y en el fondo, como en las figuras y en lo que éstas expresan. El sentido oculto y problemático de las palabras ha sembrado en todos tiempos la confusión y el desorden en el mundo, haciendo abandonar al género humano el camino de la razón y de la verdad. »Los cristianos de Oriente y del Occidente discutieron y se batieron fieramente durante cuatro siglos, por cuestión de cinco ó seis palabras que no comprendían ni los unos ni los otros; y durante cuatro siglos los mas fuertes degollaron á los mas débiles, sin mas razón que esta absurda sentencia: "Dios lo quiere. »La lengua-simbólica es una é indivisible, y como se atiene á la naturaleza y á las propiedades anteriores y exteriores de las cosas, no puede cambiar la significación de sus figuras y de su expresión sin destruir al mismo tiempo su propiedad distintiva. «Las lenguas nacionales distan mucho de ofrecer las mismas ventajas, y cambian sin cesar, á consecuencia de los abusos que. cometen ciertos escritores y degeneran en una corrupción tal, que apenas dejan al talento y al genio la facultad de darse á comprender. »Por otra parte, ¿acaso en una lengua hermosa y rica como la española, la francesa ó la italiana, no es todo figurado en ellas? E n un'período de veinte palabras, ¿se encontrarán por ventura cinco que no tengan un sentido figurado? ¿Las metáforas, las hipérboles, las metonimias, de las que tan frecuente uso hacen nuestros poetas, no son en pequeño lo que los símbolos en mayores proporciones? ¿En qué consiste la diferencia? Pues sencillamente, en que los tropos no expresan más que una idea, mientras que los símbolos forman un cuadro representando todas las ideas de un objeto.» L a lengua simbólica y emblemática no ha perdido nada de sus ventajas naturales, y es siempre la lengua de las altas concepciones de la inteligencia. El arte, dice Simonides, es un pensamiento mudo que nunca se reproduce mejor que por medio de imágenes; pero los pensamientos metafísicos, en los que descansan los dogmas religiosos y políticos, aquellos que el genio presta á la poesía, son también verdades silenciosas, y tienen necesidad de ser materializados, ó sirviéndonos de una frase de Brebéuf, de adquirir cuerpo y color. Indudablemente que las palabras les dan un valor real, pero únicamente los símbolos tienen el .privilegio de hacer que mientras hablan á los ojos revelen al espíritu todos los atributos de su naturaleza. «Una lengua universal, sigue diciendo Dareres, que lejos de corromperse, se perfecciona y enriquece á medida que envejece, es una ayuda preciosa para una Institución esparcida por toda la superficie de la tierra y que se halla dividida en pequeñas corporaciones independientes entre sí, porque por ella se conservan la unidad de la fe, la pureza de su doctrina, la ortodoxia de su ley, la homogeneidad de la enseñanza, y en fin, porque es el fluido eléctrico de la ciencia social que se comunica por todos partes con la misma fuerza, produciendo por igual también los mismos efectos. »Prívar á la Francmasonería de su lengua sagrada, es despojarla de su fuerza directora y del soplo vivificador de su animación universal; es robarle todo el encanto que va unido á su creencia y las dulces esperanzas que le inspiran sus filantrópicos esfuerzos. Hay misterios en esta

Institución que el espíritu debe saber comprender sin tratar de definirlos. L o que es creencia y luz puede representarse por el símbolo, pero no explicarse por la lógica de las palabras. En esto es la fe la que quiere y la conciencia la que decide. »E1 símbolo del Oviathan de los Ofitas ó los de Sephiroth, de los cabalistas hebreos, que encierran en un simple cuadro los atributos de Dios y sus propiedades espirituales, son imágenes grandes y sublimes que nos inspiran la admiración y el respeto, pero que nos imponen la humildad y el silencio. »¿Queréis evitar el necio examen de los indiferentes y de los impíos y no dar á una orgullosa filosofía los medios de utilizar vuestras doctrinas y de materializar vuestra fe? Respetad el velo bajo el cual oculta la Naturaleza sus misterios, y contentaos con el lenguaje mudo que ella emplea para hablar á vuestra razón, mostrándose ella misma como un gran símbolo, como una imagen perfecta de una suprema Providencia. Permaneced, pues, siendo fieles á la lengua que se os ha dado para iniciaros á la obra eterna de beneficencia y de amor del Gr.-. A.\ D . \ U.\ » De la religión de los magos y de los egipcios, el lenguaj e simbólico pasó á la del Cristianismo; y cuando en los siglos m y ív estalló la división entre sus adeptos, por las discrepancias que se suscitaron acerca délos puntos fundamentales de su creencia, éste fué un auxiliar poderoso p a r a los que se vieron perseguidos por el partido dominador. Las diferentes sectas que surgieron del espantoso conflicto de las opiniones dogmáticas, se sirvieron también de este lenguaje para formular la enseñanza de su doctrina religiosa. Entre ellas se encontraba la que había unido los antiguos ritos á la sublime moral de J. C. Esta era la única que perseguía la gran obra del perfeccionamiento intelectual de la especie humana; la que queria alcanzar la perfecta dicha por medio de la fraternidad. Eran los primeros Francmasones cristianos poco numerosos todavía, pero t e nían gran saber y obraban como sabios. Su probidad y sus vastos conocimientos, les atraían el amor y la veneración del reducido número de hombres que aspiraban á que los pueblos llegasen á conquistar la mas venturosa independencia por medio de la adquisición de las luces y de la práctica de las virtudes. Sin embargo, la consideración que habían conquistado, lejos de proporcionarles una posición mas dulce y tranquila, les atrajo las iras de sus enemigos, que eran entonces los mas fuertes, y por consiguiente los mas intolerantes. Para sustraerse de esta tiranía incesante, y tanto mas odiosa, por cuanto era el resultado de u n a n e g r a hipocresía, envolvieron sus doctrinas en las sombras del misterio, y á imitación de los antiguos sabios del Egipto, simbolizaron las verdades de la naturaleza y las virtudes morales, para hacerlas objeto de su culto y base fundamental de su enseñanza. L a Masonería simbólica así instituida permaneció pura de toda mezcla profana, y no conservó de las ciencias ocultas que habían invadido el Oriente, mas que lo necesar rio para velar su teología y ponerse al abrigo de una bárpara Inquisición. Cuando las ignorantes y supersticiosas poblaciones de Europa, poseídas de un esceso de celo, que otros han calificado de espíritu de sabia política, fueron al Asia á guerrear contra los discípulos de Mahoma, aquellos de entre los cruzados que sentían el amor de las ciencias y que querían aprovecharse de las ventajas de la conquista p a r a ilustrarse, se vieron obligados á aprender el lenguaje simbólico, que puede decirse que era la llave del tesoro científico de Oriente. P o r otra parte, las órdenes religiosas caballerescas, descontentas del yugo receloso y sombrío que la corte de Roma les hacia sufrir, no encontraron nada mejor para escapar á tu escrutadora mirada, que familiarizarse con este lenguaje y encubrir el pensamiento político de sus estatutos secretos. De manera que cuando los cruzados regresaron á Europa, la lengua simbólica se esparció por todos los países y llegó á ser el idioma de los sabios. Adoptados por los hermanos de la Sociedad de Juan (Francmasones), por ser la lengua natural que sus hermanos los cristianos de Oriente habían escogido para imprimir á la inteligencia el genio supremo que preside á nuestra augusta Institución, ha venido trasmitiéndose hasta nosotros con todo el esplendor y la frescura de la juventud, y cabe esperar que conserve intacta su belleza virginal, mientras que la Francmasonería subsista sobre la tierra.

T A L L E R G E N E R A L D E L A FRANCMASONERÍA

D E LAS INICIACIONES L a iniciación es una educación misteriosa que tiene por objeto descubrir las condiciones morales y las aptitudes del hombre, acrecentar sus fuerzas y su 'valor, afirmar su fe y su consecuencia, y unirle por el secreto y por el juramento á un principio fijo é inmutable. Como en numerosas voces del Diccionario Enciclopédico hemos hecho el extracto histórico de las antiguas iniciaciones, y hemos descrito sus prácticas y las de los ritos religiosos, nos limitaremos aquí á tratar del objeto moral que se proponían y los benéficos efectos que producían en el espíritu de los pueblos, valiéndonos para ello de los notables estudios de los hermanos Dareres, Bazot, Marconais y otros ilustrados y concienzudos escritores masónicos que se han dedicado preferentemente á esta importante materia. Mientras la ciencia de los sabios que dirigían las razas primitivas se concretó álos > imples elementos de un orden social prescrito por solo el instinto de la razón, no se sintió la necesidad de establecer ninguna escepcion ni preferencia dentro del dominio de los conocimientos humanos; y débiles y fuertes pudieron aproximarse sin peligro al hogar de la luz que la naturaleza todavia salvaje habia encendido. Pero cuando algunos hombres privilegiados, á fuerza de estudio y de trabajo llegaron á descubrir las misteriosas profundidades en las que el Gr.". A.'. D.\ U.\ oculta su voluntad eterna; cuando hubieron reconocido que la vida del mundo era obra de su amor y la verdad la hija predilecta de su pensamiento íntimo, entonces hicieron de esta ciencia la religión de la inteligencia y del genio y le tributaron u n culto de respeto y de admiración. Los fundadores de las naciones hicieron del santuario de los dioses un centro de verdadera luz, y sometieron á pruebas misteriosas á aquellos que la querían conocer, no para sujetar nuestra débil humanidad al yugo de una larga y funesta ignorancia, ni para privar á la sociedad de los medios que necesitaba para asentar su independencia moral y la fuerza de su principio organizador, como han tratado de sostener algunos detractores de los usos religiosos de la antigüedad, sino que lo hicieron así, para santificar su origen y revestirle de un carácter sagrado. Jamás el camino de la iniciación fué cerrado al hombre sabio y concienzudo que uDia á la pureza de costumbres, el amor á la ciencia y el deseo de propagarla entre sus semejantes; jamás se vio que se establecieran escepciones ni categorías, escepto las de incapacidad moral; ni el rango ni las dignidades obtuvieron nunca la menor preferencia; solo el mérito persosonal pudo prevalecer. Una alma noble y generosa y una afección pura para la humanidad, tales eran las circunstancias que exigian de aquellos que querían participar de los beneficios de la iniciación. Los sacerdotes de Júpiter Ammon se hicieron sordos á Ja voz de Alejandro, y los de. Ceres de Eleusis, á la de Nerón; pero en cambio las puertas del santuario de sus templos se abrieron de par en par á Orfeo, á Minos, á Pitágoras, y á tantos otros filósofos de todas las escuelas y creencias y de todos los paises. Sin embargo, podrá preguntarse ¿á qué ese aparato tenebroso á la puerta del Templo? ¿á qué esas experiencias físicas y morales, esa investigación acerca de la vida, ese estudio minucioso del carácter y de las costumbres del neófito antes de proceder á su consagración? Arrojando una mirada escrutadora sobre la sociedad tal como era en aquellos tiempos y tal como es aun en el dia, será muy fácil de comprender y de justificar estos actos de prudencia. L a ciencia tenia su asilo en la parte interior de los templos reservada al sacerdocio: en aquel misterioso recinto era donde la razón, sostenida por el trabajo y la experiencia, alimentaba el elemento civilizador y preparaba los primeros sedimentos á la vida intelectual. Los sacerdotes de aquellos templos, desligados por completo de toda pasión terrestre, solo aspiraban á encontrar obreros dignos y dispuestos á cooperar á la edificación del templo simbólico, es decir, á la obra de la perfectibilidad del espíritu humano; pero querían hombres para formar al hombre; naturalezas fuertemente constituidas, de aquellas que salen al encuentro de los obstáculos para dominarlos y vencerlos, y que nunca se encuentran mejor que cuando se hallan rodeados de las dificultades que presentan las creaciones del genio. El mundo profano encierra tantas perversidades ocultas, tantas y tan criminales ambiciones y un número tan considerable de espíritus frivolos y ligeros, que para librarse de la intrusión de los hipócritas y de los renegados en su

II

comunión, era esencialmente necesario cerciorarse bien antes de la fuerza moral y del valor de los neófitos; estudiar sus inclinaciones, saber si podrían hacerse superiores á las debilidades inherentes á la humana naturaleza y despojarse del cúmulo de errores y de supersticiones que forman los hábitos mundanos. Las iniciaciones tenian, por tanto, por objeto, unir á los hijos de la verdadera luz por un pensamiento social; establecer entre, ellos un lazo de fraternidad fundado sobre una misma fe y una misma ley, y sobre una homogeneidad perfecta de sentimientos y de lenguaje, á fin de. que de. un extremo al otro del mundo pudiesen hablarse y entenderse, obligándose á vivir en tranquila y dulce cordialidad. Rechazar el uso religioso de las iniciaciones como contrario á la razón; relegarle al rango de esas truhanerías deslumbradoras de que se sirve el charlatanismo sacerdotal para entretener la'credulidad del pueblo, es pecar por sobra de ignorancia ó por falta de buena fé. E n las ciencias positivas, en aquellas cuyo progreso depende del cálculo ó de la meditación, las pruebas preparatorias son inútiles, porque su estudio no exige ningún sacrificio de sí mismo. Pero cuando se trata de una doctrina fundada sobre la unidad moral, de la que emanan todos los principios de moralidad necesarios á la unión fraternal de ios hombres, entonces ya no sucede otro tanto. Cuando esta doctrina sirve de base al contrato de alianza de una sociedad religiosa ó filosófica, si se la quiere profesar bajo el patronato de la comunidad, es necesario poner previamente á prueba la fuerza y el temple del alma, porque una vez salidos del templo en el que se consagra el juramento y se somete la voluntad, ya no se pertenece uno á sí mismo. Mucho se ha oscrito sobre las iniciaciones del paganism o , pero muy poco lo que. se ha dicho que sea digno de crédito. Estos actos religiosos, los mas graves é importantes de todos, tenian lugar en la parte mas oculta del templo, no lejos del santuario, y algunas veces en subterráneos, como el antro de Trofonio, tomándose las precauciones mas cautelosas á fin de evitar toda investigación profana. P o r otro lado, la educación religiosa del neófito habia terminado, y sus convicciones estaban ya formadas cuando le ceñian las sienes con el mirto y se le lavaba con el agualustral; de manera que su obra iniciadora no podia ser mas que la impresión de su fé. Los iniciados hacian de su iniciación un objeto de alianza íntima, y del secreto una ley religiosa, y se creian en medio de su pueblo, como un elemento separado de él por las conveniencias del culto. L a violación del juramento era á sus ojos como una especie de deicidio, y como un crimen del que ninguna pena ni tormento les podia redimir. Los pueblos sometidos á la influencia del Santuario, participaban de los mismos sentimientos. Los griegos tenian una veneración tan grande por las iniciaciones, que el solo hecho de hablar con indiferencia de los misterios, ó de manifestar una creencia contraria á sus prácticas, bastaba para excitar la animadversacion pública. Diágoras osó declamar contra los misterios, y fue maldecido de toda la Grecia; el poeta Esquilo corrió inminente peligro de ser inmolado por el pueblo enfurecido, por haber tratado los misterios de Ceres con alguna ligereza, en una de sus producciones dramáticas, y Aicibiades fué condenado á muerte como contumaz, por haberse permitido una representación simulada de los honores que se rendian á esta diosa. Si á todo esto se agrega el rigor de las leyes contra los sacrilegos, el carácter sagrado impreso por la opinión general á la iniciación, y la inviolabilidad del juramento guardada por lo° iniciados de todos los paises, nos convenceremos con la mayoría de los autores que han escrito sobre esta materia, que el tipo sagrado, la esencia real de los misterios, no son conocidos todavía del mundo profano. E n t r e todos los santuarios en los que se conferia la consagración iniciadora, los mas antiguos de que, se tiene noticia, son los de Tracia ó de la Samotracia y los de Egipto, que tenian su asiento en Memfis, Tebas y Sais. Tanto en unos como en los otros, se ponia especial cuidado en no admitir mas que neófitos originarios; de escoger aquellos que ya se habian distinguido por su inteligencia y por sus virtudes, y aun solo después de pruebas largas y crueles, se completa su educación sagrada con el conocimiento de los misterios. Con el transcurso del tiempo, los egipcios llegaron á conceder la iniciación á neófitos extranjeros: Orfeo, Lino, Homero, Hesiodo, Moisés, Pitágoras, Platón y otras lumbreras del saber humano, merecieron que los Jerofantes les otorgaran este favor.

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• T A L L E R GENERAL D E L A FRANCMASONERÍA

No cabe dudar, que todos los pueblos de la antigüedad, los Persas, los Asirios, los Indos, etc., tuvieron su santuario: pero el mas célebre entre todos ellos fué el de Ceres, en Elcusis, pequeña ciudad marítima de las cercanías de Atenas. No existe conformidad acerca del nombre del fundador de este eslablecimieto religioso; pues mientras que algunos quieren que sea Orfeo, pretenden otros que fué Erecteo, y otros hay que sostienen que fue un tributo de reconocimiento de los atenienses hacia Ceres, por haberles librado esta diosa de los estragos de una hambre asoladora. Sea como quiera, es lo cierto que la iniciación tenia lugar durante el período de las fiestas Eulesianas ó de Ceres. Estas fiestas se dividían en grandes y pequeñas: las primeras se celebran durante el mes bcedromion (Agosto), y y las segundas establecidas en honor de Hércules, en el mes de anthisterion (Enero). Marcio (1) escribió sobre estas fiestas una obra muy interesante, cuya lectura recomendamos á aquellos que deseen instruirse en esta materia. Como nuestro objeto se reduce á tratar tan solo del efecto moral de las iniciaciones, nos hemos dé limitar al efecto maravilloso que producía este acto religioso, en el ánimo de aquellos que tenian la dicha de ser objeto del mismo. Se hubiera dicho que el periodo de las pruebas era para los neófitos una época de muda, durante el cual se verificaba en ellos una completa metamorfosis moral. A la salida del templo, los iniciados apenas conservaban el recuerdo de su vida profana. L a inteligencia, el corazón, los sentimientos, todas las facultades inteligentes del hombre, todo habia cambiado y seguía una dirección conforme á la voz de la naturaleza y al instinto de la razón. No se veían entre los iniciados egoístas, ni avaros, ni ambiciosos de esos que monopolizan la fortuna y centralizan en torno suyo todas las ventajas sociales; eran todos amigos sinceros y desinteresados de la gran familia humana, que se dedicaban á trabajos útiles, á estudios serios y á todo lo que tendía á engrandecer la ciencia social. No nos detendremos á señalar esa pléyade de grandes ciudadanos, gloria de su siglo y honra de su patria, porque su nombre y sus hechos, fueron escritos en letras de oro en las páginas de la historia; pero sí debemos decir que casi todos los iniciados de las primeras épocas fueron hombres ilustrados, sabios y concienzudos, para quienes el bien público era el bien supremo, y la consideración de sus conciudadanos, la mas dulce recompensa de su celo. Ante semejantes modelos, el pueblo se inclinaba y tendia á imitarlos. Sus costumbres austeras, su noble y generosa actividad en la obra de perfeccionamiento, le servían de ejemplo, y se acostumbraba á amar la virtud desde el momento que la veían reverenciada por hombres tan eminentes, y perdían sus instintos feroces y salvajes con solo oírles hablar de la humanidad con el santo fervor que lo hacian. Así fueron formándose aquellas costumbres sociales que tenian por móviles el amor del bien público y el gusto por todo lo bello. Jamás experimentaron los pueblos de manera t a n vehemente la necesidad de vivir en comunidad de intereses y de sentimientos, como aquellos que debieron su educación á los sabios que habían recibido la suya en el santuario de los dioses: y gracias á este beneficio, los Egipcios, los Persas, los Indios y los Griegos, sufrieron la conquista y la devastación sin que se rompiera la cadena mutua que les habia unido formando su nacionalidad. Sin embargo, la práctica de las iniciaciones debia expe(1) S e g ú n e s t e autor, l a s fiestas de la iniciación duraban n u e v e d i a s ; l o s p r i n c i p a l e s m i n i s t r o s q u e oficiaban en cl:as, eran el p r i m e r o , el Jerofante ó m i t ó l o g o ; el s e g u n d o , el P o r t a - a n t o r c l i a ¡ el tercero, el H é r o e - s a g r a d o ; el cuarto, el Ministro de l o s a l t a r e s . La i n i c i a c i ó n e n l o s g r a n d e s m i s t e r i o s , era u n a gracia señala-iísima (Ule. s o l o s e o t o r g a b a d e s p u é s de h a b e r pasado l o s cinco a ñ o s de novi.-iado en lo q u e .fe llamaba l o s p e q u e ñ o s m i s t e r i o s . l i s t a s r e c e p c i o n e s tenian l u g a r d e n o c h e . D e s p u é s d e h a b e r l e h e c h o l a v a r l a s m a n o s y de ceñirlo la frente con una corona de mirLo, el c a n d i d a t o era introducido á presencia del J e r o f a n t e . Abríase el arca en q u e se c u s t o d i a b a n l a s l e y e s de C e r e s y l a s c e r e m o n i a s d e l o s m i s t e r i o s , de l o s q u e se daba lectura al r e c i p i e n d a r i o , h a c i é n d o s e l a s transcribir. D e s p u é s de e*ta c e r e m inia s e hacia una ligera c o l a c i ó n , á continuación de la cual, s e hacia p e n e t r a r a ! neófito en el s a n t u a r i o , en el q u e r e i n a b a la m a s profunda o s c u r i d a d . De repento é s t e s e v e í a i n u n d a d o do l o s m a s v i v o s r e s p l a n d o r e s , y la estatua de l'.eres a p a recía a n t e s u s o j o s , pero a p e n a s habia tenido t-emp-o d e v i s l u m b r a r l a , cuando desaparecía la luz, y d e n u e v o todo v o l v í a á quedar s u m i d o en l a s m a s d e n s a s t i n i e b l a s . Brillaba el r e l á m p a g o , c a i a el rayo, r e t u m b a b a el h o r r í s o n o trueno y init e s p a n t o s a s figuras a p a reciendo y r e v o l v i é n d o s e por doquier, infundían ol e s p a n t o y el terror e n ' e l á n i m o m a s s e r e n o y e s f o r z a d o . P o c o ív c o c o ' i b a c a l m á n d o s e el fragor de los d e s e n c a d e n a d o s e l e m e n t o s , hasta q u e reinaba la m a s plácida q u i e t u d . E n t o n c e s s e d i v i s a b a una llorida pradera que c o n v i d a b a al r e g o c i j o , etc. (Véase el articulo P R U E B A S , d e ¿ u e s t r o Diccionario Enciclopédico).

rimentar la suerte de las cosas humanas; tenia que debilitarse, tenia que corromperse y que sufrir la funesta influencia de un egoi.-mo brutal y salvaje. El sacerdote, que en su origen era un sabio sencillo y modesto, el intérprete de las leyes de la naturaleza y el consagrador del culto que se rinde á su autor, se apasionó por los bienes de la tierra, dejóse dominar por la avaticia, dio oidos á los deseos de la carne con preferencia al espíritu, y para alimentar su c e n cupis :encia se hizo artero, hipócrita y embustero; introdujo la perturbación en las ideas religiosas que mantienen los sentimientos de estima y de amor entre los hombres, y desnaturalizó la creencia universal que da un Dios á la naturaleza y un padre á la humanidad. Esta bastarda ambición, acarreó á las iniciaciones la pérdida de la sublime y majestuosa autoridad moral de que gozaban; dejaron d e ser la vía intermediaria por la cual el hombre de genio se dirigía al santuario á depurar su corazón, y en cuyo fondo bebía el sabio su ciencia, y degeneraron, en fin, en esas ceremonias venales que alimentan la credulidad del pueblo y la pasión que. siente por lo maravilloso, sin hacerle ni mas religioso, ni mas sabio. Al caer los altares del paganismo ante la voz potente del cristianismo, los hombres del renacimiento social y fraternal conservaron en sus ritos religiosos todo lo que tenían las iniciaciones de moral y de filosófico. Los primeros cristianos se sirvieron de ellas para alejar de su culto á los débiles y á los tímidos. P o r último, el uso de las iniciaciones pasó con el cristianismo de Oriente al Occidente; las órdenes monásticas, filantrópicas y caballerescas establecieron su noviciado, sus pruebas, sus secretos y sus misterios; las corporaciones de la Edad Media crearon también una especie de iniciación, y la sociedad de Juan, llamada de los Hermanos Masones, adoptó desde su origen las fórmulas iniciadoras de los tres grados simbólicos establecidos p o r Zoroastro para la recepción de los Magos, por considerarlas las mas dignas entre todas, y por ser las que se hallaban mas en armonía con el espíritu de su institución. Las iniciaciones masónicas operaron en Europa la misma transformación que habían producido en Asia, formando hombres de fe, de sólidos principios, de valor probado y de adhesión sin límites, que trabajaron sin descanso p o r el bienestar de la humanidad. Desde el sabio Manes hasta Bacon, y desde éste á d'Alambert, transcurrieron nuevo siglos de tinieblas, producidas por el fanatismo y la superstición. Las tiranías feudales y sacerdotales pulverizadas por el ariete de la razón; las libertades del hombre reconocidas como principios de derecho político, en fin, ese manantial de gloria y de prosperidad abierto á todas las inteligencias por aquellos que aprendieron en sus templos á amar la verdad y á cultivar la virtud, dan á conocer suficientemente el objeto moral y filosófico de las iniciaciones, y la necesidad de conservar religiosamente sus sagradas prácticas. Sin embargo, no sallemos si por la ceguedad ó si por la ignorancia, ó porque aun las cosas mas venerandas y mas útiles tienen su periodo de decadencia y de caducidad, es lo cierto, que n o se tiene por las iniciaciones aquel respeto y aquella veneración que inspiraba una santa confianza á los neófitos; se desconoce su importancia moral; la severidad de sus prácticas ha caído en desuso, y parece que no se las considera mas que como uno de esos preámbulos que no dicen nada, y que solo sirven de pretexto para empezar alguna cosa. Y es porque se ha olvidado que ellas fueron y serán siempre la clave de la bóveda del Templo, y el fundamento sobre que descansa el porvenir de la Francmasonería. El bautismo de la iniciación, se da hoy día, como llegó á darse en otros tiempos, cuando los sacerdotes de Ceres las convirtieron en un objeto de especulación. Los neófitos llegan en tropel á las puertas del templo, sin tener ninguna idea del sacrificio que van á imponerse, ni de las formales obligaciones que deben contraer. Algún simulacro pálido y descuidado de las pruebas, y una pequeña lección del catecismo, son lo que se considera en general, lo bastante para iniciar á un profano á los mistarios de la Gran Obra. ¡Y habrá todavía quién se admire que haya tantos obreros inhábiles, tantos compañeros ignorantes, y un número tan considerable de Maestros, que abandonan la escuadra y el compás como instrumentos gastados ó inútiles, para volver á entregarse con toda preferencia á sus costumbres profanas! El hombre que hace abnegación de sí mismo para trabajar por el bienestar de sus semejantes, pasa ya p o r ser un ejemplar t a n raro, que es preciso buscarle con ampeño durante largo tiempo en el seno de la multitud, entre la



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TALLER GENERAL DE LA FRANCMASONERÍA

que casi siempre permanece oscurecido é ignorado para poderlo encontrar. Si los hipócritas y los avaros se han introducido en el templo; si se vé á' tantos renegados violar un juramento sagrado y abandonar una causa santa, débense tan tristes y perniciosos ejemplos, al poco cuidado que se pone en estudiar á los hombres, y en el olvido de los sabios medios que deberían emplearse para conocerlos bien antes de proceder á su admisión. Para que la Francmasonería recobre la alta consideración de que es merecedora por los grandes principios sociales que mantiene, es necesario enseñar á los neófitos, que la fraternidad no es solo la simple expresión de algunos sentimientos humanitarios, y la fórmula de algunos actos de simpatía y de mutualidad recíprocas, sino que es la beneficencia puesta en principio como ciencia universal de la humana sociedad; es necesario despertar el sentimiento de de la propia dignidad, vigorizar el carácter y excitar los grandes sentimientos que inspiran la virtud y el honor. EL TEMPLO SIMBÓLICO Todas las Logias regularmente constituidas deben celebrar sus Trabajos (Asambleas) en un local expresamente arreglado y solemnemente consagrado para este objeto, que se llama Templo. Siendo el Templo Simbólico una imagen representativa del Universo, afecta la forma de un cubo, por corresponder esta figura al número 4, que simboliza la Naturaleza |1). Todo es simbólico en él: los cuatro elementos, los cuatro puntos cardinales, la bóveda celeste con sus numerosas constelaciones, el sol, la luna, los signos zodiacales y cuantos objetos se hallan representados en su interior, todo se refiere simbólicamente al mismo sistema. L a planta de este local es la de un paralelógramo (2), orientado en dirección del Oeste al Este, cuyos cuatro lados se designan con los nombres de los cuatro puntos cardinales. E n su contorno se hallan repartidas doce columnas representativas de los doce signos del Zodiaco, que sostienen una bóveda azul, tachonada de brillantes estrellas. Circuyendo el recinto, á lo largo del friso, imagen de la eclíptica, corre un grueso cordón anudado á distancias proporcionales, formando doce lazos cuyos extremos r e matados en dos borlas se apoyan sobre las columas de la Orden. Al Oriente se levanta un estrado ó plataforma de proporciones adecuadas, elevado sobre una gradería de cuatro ( 1 ) E n l o s m i s t e r i o s de la a n t i g ü e d a d l o s t e m p l o s donde verificaban las i n i c i a c i o n e s l o s I n d i o s , l o s E g i p c i o s , l o s P e r s a s . y l o s G r i e g o s y R o m a n o s p r e s e n t a b a n , en s u c o n j u n t o , la i m a g e n del U n i v e r s o . La b ó v e d a azul de e s t o s t e m p l o s , e s t r e l l a d a á imitación del firmamento, e s t a b a s o s t e n i d a por doce c o l u m n a s r e p r e s e n t a t i v a s de l o s doce m e s e s del a ñ o . 1.a faja q u e formaba el e n t a b l a m e n t o ó friso q u e c o r o n a b a e s t a s c o l u m n a s c i r c u y e n d o el recinto, s e llamaba Zoopknro ó Zodiaco, y en cada p u n t o d e i n t e r s e c c i ó n con é s t a s , s e bailaba r e p r e s e n t a d o uno de los d o c e s i g n o s , que á v e c e s eran s u s t i t u i d o s por la lira de A p o l o , e m b l e m a de aquella m e l o d í a que, s e g ú n los a n t i g u o s i n i c i a d o s , produce el m o v i m i e n t o de los c u e r p o s c e l e s t e s y que n u e s t r o s ó r g a n o s , d e m a s i a d o i m p e r f e c t o s , no pueden percibir. La caja de e s t a lira e s t a b a formada por el cráneo y l a s d o s a s t a s de un b u e y , a n i m a l que d e s p u é s d e h a b e r sido empleado en el c u l t i v o de la tierra l l e g a b a á s e r m á s a d e l a n t e el s í m b o l o del astro que la fecunda; y las á e t e cuerdas de que c o n s t a b a haciau a l u s i ó n á los s i e t e ú n i c o s p l a n e t a s q u e en aquel t i e m p o s e c o n o c í a n . El c é l e b r e antro c o n o c i d o con el n o m b r e de la c u e v a de Mitra ó del dios S o l , era también un e m b l e m a del U n i v e r s o . Los i n i c i a d o s de la Persia c o n s a g r a b a n s u s c u e v a s al culto de e s t e d i o s , para lo cual las d i v i d í a n g e o m é t r i c a m e n t e r e p r e s e n t a n d o en p e q u e ñ o el m i s m o orden y d i s p o s i c i ó n que s e o b s e r v a e n la naturaleza. En e s tas c u e v a s s e c e l e b r a b a n a q u e l l o s v e n e r a n d o s m i s t e r i o s que tanto r e n o m b r e alcanzaron y cuyo ejercicio se trasmitió á través d e los t i e m p o s á tantas g e n e r a c i o n e s ; y e s t o explica p o r q u é í ¡ U g o r a s y Platón d e c i a n que el m u n d o era una c a v e r n a . En el c e r e m o n i a l de las r e c e p c i o n e s los mitridales, s u b í a n por una escalera de s i e t e tramos, en cada uno de los c u a l e s h a b í a una pueria. Cada una de e s t a s puertas r e p r e s e n t a b a á u n o de los s i e t e planetas c o n o c i d o s , al trav é s d e l o s c u a l e s , s e g ú n la doctrina de a q u e l l o s i n i c i a d o s , pasaban s u c e s i v a m e n t e l a s a l m a s q u e , purificándose e n e l l o s , l l e g a b a n p o r ú l t i m o al firmamento, m a n s i ó n d e luz i n c r e a d a de la q u e habían e m a n a d o y d e s c e n d i d o á la tierra para e n c a r n a r s e . La F r a n c m a s o n e r í a c o n s e r v a e s t o s t r a d i c i o n a l e s s í m b o l o s y l o s aplica hoy á s u s e u s e ñ a u z a s al iírual q u e lo haciau los s a b i o s i n i ciador de a q u e l l a s r e m o t í s i m a s e d a d e s . La e t i m o l o g í a d e la palabra Logia, derivad-i del s á n s c r i t o Loga, q u e significa mumlo; las d i mensiones que l e a s i g n a el ritual d e Aprendiz, d i c i e n d o q u e su long i t u d s e e x t i e n d e do Oriente á O c c i d e n t e , s u a n c h u r a , del S e p t e n trión al M e d i o d í a , su profundidad d e s d e la superficie hasta el c e n tro de la tierra y su altura d e i n n u m e r a b l e s codos; q u e tiene por p i l a r e s á la S a b i d u r í a , á la F u e r z a y á la B e l l e z a , atributos p r i n c i p a l e s de la C r e a c i ó n , y por ú l t i m o , l o s siete p e l d a ñ o s q u e h a y que s u b i r para l l e g a r á la puerta de la L o g i a , todo e s una reproducción de l a c u e v a de Mitra y un e m b l e m a r e p r e s e n t a t i v o de la N a t u r a leza. (2) La forma c u a d r i l o n g a que s e d a s i e m p r e a l e s t e m p l o s , e s la m i s m a que los a n t i g u o s g e ó g r a f o s atribuían al m u n d o a n t e s que P t o l o m e o diera á c o n o c e r s u s i s t e m a c o s m o g r á f i c o . J

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escalones y cuyo frente ó pretil está formado por una balaustrada. E n l a p a r t e central de esta plataforma se levanta sobre tres gradas otro estrado do menores dimensiones, pero bastante espacioso para contener el sitial del Venerable Presidente y el ara ó el trono que tiene delante, resultando que este se halla elevado á la altura de siete gradas sobre el nivel del suelo. El Trono está cobijado debajo de un dosel, en cuyo fondo y en la parte alta se destaca un Delta ó triángulo resplandeciente que lleva, en caracteres hebraicos, el Gran nombre de Dios (JIIOVAH), tipo simbólico de la perfección divina; emblema de la fuerza generadora de la Naturaleza y de la Armonia que reina entre todos los cuerpos y cuyos lados, entre otras significaciones simbólicas, representan los tres reinos de la naturaleza: el Pasado, el Presente y el Porvenir,—el Nacimiento, la Vida y la Muerte,—Dios, Perfección, Transformación. En el fondo del Oriente, á ambos lados del dosel, en lo alto, se destacan sobre un transparente luminoso, las imágenes de las dos grandes lumbreras del Universo, el Sol y la Luna en su cuarto creciente: éste á la derecha y aquél á la izquierda del Presidente. Delante del trono, y á conveniente distancia, hay un pedestal ó ara (1) llamado altar de los juramentos. Sobre el primer estrado, junto á la balaustrada, á derecha ó izquierda del Ven. Presidente, hay dos bufetes en frente el uno del otro, para los hermanos Orador y Secretario. A la derecha del Presidente se coloca el estandarte de la Logia, y alrededor del hemiciclo las banquetas ó asientos convenientes para los hermanos que tengan derecho á ocuparlos ó para aquellos á quienes se quiera, distinguir. Sobre el altar del Venerable se coloca un candelabro con tres bujías encendidas, una espada, un pequeño maso vulgarmente llamado mollete, y la carta ó patente constitutiva de la Logia. Sobre el altar de los juramentos, se ponen un libro de la Ley (2) y un compás y una escuadra entrelazadas. Al Occidente se halla la puerta de entrada, junto á la cual hay un asiento y una espada flamígera para el Guarda templo interno. A ambos lados de esta puerta, unos tres pasos hacia el fíente, se levantan dos columnas aisladas, de orden corintio, cuyos capiteles se hallan coronadas por tres granadas entreabiertas, distinguiéndose cada una de dichas columnas por un nombre misterioso, cuya inicial (J.\ y II. .) llevan esculpida en el fuste (3). Inmediato á estas columnas, al extremo oci ¡dental de los lados del Norte y del Sur del Templo, se coloc&n sobre un pequeño estrado, el bufete y el sitial páralos Vigilantes con un pequeño mazo (retalíete) de encina (4). -

(1) E s t e p e d e s t a l ó ara afecta v a r i a s formas; la triangular, la cuadrangu'lar ó la c i l i n d r i c a . Su s i t u a c i ó n varía t a m b i é n . Fn m u c h a - L o g i a s s e c o l o c a s o b r e el p a v i m e n t o , á a l g u n a d i s t a n c i a d e las g r a d a s de la plataforma; e n el R i t o E s c o c é s s u e l e s i t u a r s e al lado del Sur hacia la mitad del T e m p l o . (2) E s t o no e s g e n e r a l y s e o b s e r v a n f r e c u e n t e s d i f e r e n c i a s en t o d o s los R i t o s ; lo m á s común e n el E s c o c é s y en el de York, que es el más p r a c t i c a d o , es p r e - t a r el j u r a m e n t o sobre la Biblia, por lo que e s t e libro figura sobre el altar en v e z de la Constitución ó ele los R e g l a m e n t o s g e n e r a l e s que s e forman en raso contrario. (3) E s t a s c o l u m n a s s u e l e n tener toda la e l e v a c i ó n qne permito la altura del techo. Su s i t u a c i ó n varía s e g ú n los R i t o s . En los t e m p l o s que s i g n e n el s i s t e m a l l a m a d o F r a n c é s , la c o l u m n a li.-. se e n c u e n tra á la d e r e c h a entrando y la J . \ á la izquierda; en los que s i g u e n el E s c o c é s , s e coloca v i c e - v e r s a : la J . \ a la derecha y la H. . á la izquierda E s t a s c o l u m n a s d e b e n s e r h u e c a s y l a s i n i c i a l e s ,1.-. y R . \ t r a s p a r e n t e s , para que puedan h a c e r s e resaltar por medio de una luz colocada en el interior del fuste. (4) La s i t u a c i ó n ó e m p l a z a m i e n t o de e s t o s bufetes varía s e g ú n los ritos. En el R i t o F r a n c é s , el 1 . " V i g i l a n t e s e colora junto á la columna B . \ y el 2.° V i g i l a n t e junto á la columna .1.-. En el R i t o E s c o c é s , s e s g u e un orden distinto: el l . ' V i g i i a n t o tiene su a s i e n t o j u n t o á la columna y el 2." V í g lante cu tunebos t e m p l o s , s e coloca v i s á v i s del p r i m e r o , j u n t o á ta c o l u m n a H.'. P r e s c r i b e n , p e r o , casi t o d o s l o s rituales de este R i t o , q u e d e b e s i tuarse al lado del S u r , hacia el l i s t e , á una mitad p r ó x i m a m e n t e de dicho lado dando frente al d e l N o r t e . Respecto á las gradas de los estrados, existen varias diferencias. La c o s t u m b r e m a s g e n e r a l i z a d a parece s e r la d e c o l o c a r el b u f e t e del 1 . " V i g i l a n t e sobre, un e s t r a d o do tres gradas; el del 2." V i g i lante s o b r e un estrado de d o s g r a d a s , y l o s b u f e t e s del T e s o r e r o y H o s p i t a l a r i o s o b r e una tarima que forma un e s c a l ó n . Tero el ritual oficial d e a l g u n o s S u p r e m o s C o n s e j o s del R i t o E s c o c é s , prescribe que el b u f e l e d e l 1 . " V i g i l a n t e «estará s o b r e un estrado de d o s g r a das,» y como nada dicen con referencia al 2.° V i g i l a n t e , parece d e s prenderse de o s l o , que t o d o s l o s d e m á s deben e s t a r al nivel del p a vimento. La forma de los b u f e t e s , tanto de l o s V i g i l a n t e s , c o m o de los d o m a s oficiales, que casi todos l o s R i t u a l e s dicen que debe s e r triang u l a r , e s objeto de f r e c u e n t e s a l t e r a c i o n e s en m u c h o s templos y so adiniteu las figuras r u a d r a n g u l a r e s , p o l i g o n a l e s y c i l i n d r i c a s , a u n q u e c o m b i n a d a s casi s i e m p r e c o n el t r i á n g u l o . E s t o s b u í e t e s o s t e n t a n en su frente el d i s t i n t i v o del cargo á que e s t á n d e s t i n a d o s , á saber; un n i v e l de albañil en el del 1 . " V i g i -

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A arribos lados, á lo largo del Templo, de Oriente á Occidente, hay una ó más filas de asientos, á las que se da el nombre de Columnas. Los asientos de la izquierda forman Columna del Norte, que está destinada á los Aprendices Compañeros; los asientos de la derecha constituyen la Columna d-el Sur ó del Mediodía y esta es la de los Maestros. Al extremo oriental de la columna del mediodía se halla el bufete del h . \ Tesorero, y frente á éste, en el lado opuesto, correspondiente á la columna del Norte, tiene el suyo el h.'. Hospitalario. El altar del Venerable presidente y les bufetes de los Vigilantes y en muchas Logias también, el de los demás oficiales, se hallan cubiertos de ricos y rozagantes tapetes de terciopelo igual al del dosel, galoneado y guarnecido de estrellas y pasamanería de oro ó plata, según sea el color del rito. Así en el Rito Francés, cuyos colores distintivos son el blanco y el azul, la tapicería está guarnecida de plata. En el Escocés y otros ritos que la tapicería es carmesí, sus adornos son de oro. L a iluminación de los templos suele ser espléndida por lo general, sin que respecto á este particular pueda decirse que se siga ninguna regla fija E l ritual prescribe, pero, que en todo templo deben destacar tres luces de obliga ción colocarlas, una al Este cerca délas gradas del Oriente; otra al Oeste junto al l. Vigilante, y la tercera al Sur. Por lo común, estas luces, montadas en trípodes ó candelabros, suelen agruparse, junto al altar de los juramentos. En el centro de la Logia, sobre el pavimento de mosaico, debe haber un cuadro que contenga el trazado gráfico de la Logia. Este cuadro, pintado en tela, que se extiende en el momento de abrir los trabajos y se retira tan pronto como terminan, debe representar: 1.° Las siete gradas del Templo y el pavimento de mosaico. 2.° Las dos columnas de la Orden con el monograma de su nombre J.'. y B.". y entre éstas, á la altura de los capiteles, un compás abierto con las puntas hacia arriba. 3.° A la izquierda de la columna J.*., la piedra tosca ó en bruto; á la derecha de la columna B . \ , la piedra cúbica piramidal ó puntiaguda, y entre ambas columnas la puerta del Templo. 4.° Sobre el capitel de la columna J.'. la plomada y sobre el de la columna B . \ el nivel. 5.° Al pié del cuadro, una plancha de trazar (tablero ó pizarra), y en la parte superior una escuadra en el centro con la imagen del Sol & la derecha y la de la Luna en cuarto creciente á la izquierda. 6.° Tres ventanas, una al Occidente, otra al Oriente y la tercera al Mediodía. 7.° E n el fondo el cielo tachonado de estrellas y todo el conjunto del cuadro circuido por el cordón anudado que prescriben los rituales y que se han descrito. Se decoran, además, los templos con multitud de adornos simbólicos ó emblemáticos que dependen del buen gusto y de los medios de que dispongan las Logias propietarias. Entre estos accesorios ocupan preferente lugar las estatuas de la Sabiduría, de la Fuerza y de la Belleza y las pinturas ó representaciones alegóricas de las ciencias y de las artes, de la industria, la agricultura, la navegación, el comercio, la mitología, etc., etc. er

D E LOS GRADOS SIMBÓLICOS UNIVERSALES LLAMADOS D E SAN JUAN L a Francmasonería divide la enseñanza de sus principios y doctrinas en tres partes esenciales llamadas grados, y la desarrolla en tres clases ó cátedras, dando el nombre de Taller á la primera y el de Cámaras á las otras dos. igualmente clasifica también á sus miembros en tres grados ó categorías, distinguiéndolos con el nombre de la clase á que pertenecen. Estos tres grados iniciadores por excelencia, los únicos que constituyen la genuina Francmasonería, y á los que se da el nombre de grados azules, simbólicos ó de San Juan, j son:

1.° Aprendiz. 2.° Compañero. 3. Maestro. Admitidos y practicados por todo el "universo, constituyen la base fundamental en que se apoyan todos los ritos y sistemas denominados masónicos, y son el lazo que los une entre sí y que los relaciona con la Institución (1). a

CUARTO D E REFLEXION Todas las Logias deben tener un local especial, llamado cuarto de reflexion, ó sea una cámara preparatoria, donde son introducidos los candidatos que pretenden ingresar en la Francmasonería, á fin de prepararlos convenientemente antes de proceder á la ceremonia de su iniciación. E n este local, pintado de negro, ó á poder ser, figurando una gruta sepulcral ó una catacumba, rodeado de ios símbolos de la destrucción y de la muerte, se coloca un taburete y u n a mesa cubierta con un tapete blanco, sobre la cual hay una calavera, algunos mendrugos de pan, un plato con ceniza, una clepsidra, un gallo, un puñal ó un cuchillo con la hoja rota y mohosa, un tintero, plumas y algunas hojas de papel para escribir. El recinto se halla alunfbrado por la débil luz que despide una lámpara sepulcral; en uno de los ángulos se ve un ataúd junto á una fosa abierta, ó un hipogeo abierto también entina de las paredes, dejando ver un cadáver amortajado. E l circuito está cubierto de inscripciones adecuadas, por el estilo de las siguientes : «Si una vana curiosidad te conduce aquí, márchate.» «Si rindes homenaje á las distinciones humanas, vete, porque aquí no se conocen.» «Si temes que te echen en cara tus defectos, no sigas adelante.» «¡Espera y cree!... porque entrever y comprender el infinito, es marchar hacia la perfección!» «No olvides jamás que todo ser que piensa tiene u n a inteligencia; que todo el que ama tiene derecho á ser amado, y que todo el que sufre, es digno de ser compadecido.» «Ama á los buenos; compadece á los débiles; huye de los embusteros, y no odies á nadie.» «No olvides nunca que el hombre es frágil y que durant e su vida es esclavo d e las necesidades y juguete de las circunstancias.» «El hombre mas perfecto, es aquel que es mas útil á sus hermanos.» «No juzgues ligeramente las acciones de los hombres; alaba poco, adula menos y no censures ni critiques nunca.» «Lee y aprovechajte; mira é imita; reflexiona y trabaja; procura ser útil á tus hermanos y trabajarás para tí mismo.» «Piensa siempre que del polvo naciste y en polvo te convertirás.» «Naciste par« morir.» Etc., etc.

(1) En l o s m i s t e r i o s de la a n t i g ü e d a d , al igual q u e h o y en la i n i ciación m a s ó n i c a , el ceremonial de la r e c e p c i ó n , n g u m b a n l a s r e v o l u c i o n e s ríe l o s c u e r p o s c e l e s t e s , y su fecunda influencia s o b r e la tierra; t a m b i é n aludía á l a s d i f e r e n t e s purificaciones del alma d u rante s u e s t a n c i a á través d e l o s p l a n e t a s , iit donde s e r e v e s t í a d e c u e r p o s cada v e z m a s p u n í s á m e d i d a q u e s e a p r o x i m a b a á s u o r i g e n , ó s - a ít la luz increada. Los s a c e r d o t e s q u e a s i s t í a n A e s t a i n i c i a c i ó n , le atribuían la virtud d e q u e d a r d i s p e n s a d a el alma del iniciarte d e l a s d i v e r s a s e m i g i - n c i o n e s p l a n e t a r i a s que rlebia e x p e r i mentar; p a s a n d o a q u é l l a , d e s d o el m o m e n t o q u e moria, á la m a n s i ó n de la b i e n a v e n t u r a n z a . A eons es de Esencia. La Logia se denomina Soberano (1) Capílalo de Rosa Cruz y este se halla diiigirio p'>r quince Oficiales, cuyos cargos y títulos son como sigue: El-jl/wi/ Sabio Athersallm (2), llamado también en muchos Capítulos Muy Subió y Poelcrosisimo Maestro, que desempeña la pi esidencia. Dos grandes Guardianes, que tienen el título rie Muy Excelentes (ó Excelentísimos) y Perfectos Maestre s, ó Hermanos, que son los grandes Vigilantes riel Capítulo. Un Caballero de la Elocuencia, que desempeña las funciones de Orador. Un gran Canciller, Maestro del Despacho, que e j n c e de gran (l) Kl litnìo 'le Stwtrnito q u e llevan lauto el CapiUilo t e m o ì o s Cu lini lerns. està in o y pere imi uso imi e] dia, y solo s e dà. al S u p r e mo ( l o n s - j o o :i los mienibros '¡ijo del dosel brilla una estrella entre nubes de oro. Delante del trono hay un pebetero sobre un trípode, en el que, se quema incienso y otros peí fumes. Títulos.—El Presidente, de las J.ogiax de Venerables Grandes Maestros ( 2 ) , representa á C T O Artaxcrxes, rey de Persia, y se denomina Gran Muestra. Hay dos Grandes Vigilantes que representan á los dos primares oficiales de aquel monarca y que como los demás miembros, se titulan Venerables Grandes Maestros. El recipiendario representa á Zorobabci, rey de los Israt litas. Edad.—No tiene. Interrogación.— ¿Sois Venerable Gran Maestro de todas las Logias? (Véase el examen de reconocimiento.) Orden.—Ponerse la mano derecha sobre el corazón, con los dedos cerrados, excepto el pulgar que Be tiene extendido. Signos —Hay tres. Primero: F o r m a r cuatro escuadras; la primera llevando la mano derecha sobre el corazón, los dedos unidos, pero el pulgar separado, lo que forma dos escuadras; segundo, llevando la mano izquierda á los labios con el pulgar separado, y tercero, uniendo los talones de los pies, humando otra escuadra. Segundo: Caer de rodillas y prosternarse apoyando los codos cu el suelo é inclinando la cabeza hacia la izquierda. Tercero: Citizar los brazos sol re el pecho, el derecho encima del izquierdo, los dedos extendidos y unidos, excepto el pulgar, que se. separa para formar escuadra; los pies en escuadra tambie.. Signo de introducción. — L a espada en alto, ó en su defecto, el brazo derecho elevado por encima de la cabeza en ademan de querer parar un golpe. Toque.—Asirse ínúl.uaiiiente el codo con la mano derecha y oprimírselo -1 veces; descender luego hasta asirse las muñecas, separando los dedos y apoyando solamente el indico en la muñeca. Toque de introducción.—Tomarse mútuiimente la mano derecha, el pulgar sobre la articulación de la, muñeca y dejarlo escunir basta la punta de los dedos. P. D. P — J K K S A N , á la que se contesta S T O L K I N . P.

S.—RAZAH.—BUTSUAII.

Marcha.— 9 pasos en escuadra. Batería—( ! — ! ! )

Aplauso.—Tres palmadas al compás de. la batería. Aclamación.— Ninguna especial. H o r a s de trabajo.—l'ai a abrir: la horade ir en busca de la verdadera luz. Para cerrar: el mundo espera la luz. Hábito ó vestidura.—Traje usual. Mandil.—No tiene. Banda.—Azul y amarilla, ó sea una doble banda de estos colores. Joya.—Un triángulo de OJO con u n a R. en el centro. Guantes.—Blancos. CATECISMO

(1) En a l g u n o s rituales muy autorizados s e c o n t i e n e n l a s s i . guíente* variantes; S i g - n o . — L e v a n t a r el brazo y la mano derecha con los tres últimos d e d o s e x t e n d i d o s , s e ñ a l a n d o al c i e l o , t e n i e n d o l o s otros cerrados T o q u e . — P o n e r s e mútuai-'ente la palma d e la mano derecha sobre la ir-rute. P . D . P . —Dios. JP. S . — M O R A L B a t e r í a . — (!! 1 ! ! ! ! ! ! ! ! - 1) 6 b i e n ( ! ! — ! ! ! — ! 11—1!!-!) (2) N o puede haber m e n o s de uueve G r a n d e s Maestros para formar la L o g i a .

Examen

de

reconocimiento

P.—¿Sois Gran Maestro? R.—He sido reconocido en esta calidad en Jerusalom. P.—¿Cómo podré yo reconocerlo? R.—Observando mi celo por la reconstrucción del Templo. P.—¿Qué edad tenéis? R.—No la cuento ya.

DICCIONARIO MASÓNICO.

Rito

Escoces

Ant.vyAc.

Emblema de los Principes

Emblema de ios Caballeros

de Jerusalem

de Oriente Y Occidente

Emblema del g r / . I S .

Emblema del j j r . \ 2 0 .

Lámina 28

A

- — —

Grado

2 i . ° — Noaquita



ó

TALLER

Caballero

GENKRAT.

D E iiA

Prusiano

PP.

D.

P.—

SS. —

PHALKG.

Examen

ile reconocimiento

P.—¿Quién sois? 11.—Decidme primero quien sois vos, y o s contestaré después. 1'.—¿Conocéis á los hijos de Noé? 1!..—No conozco mas que á tres.

G r a d o 2 2 . " •— Caballero Real Hacha ó Príncipe del Líbano La instrucción de este grado hermético, empieza por referirse á varios incidentes relacionados con la corla de cedros del monte Líbano, destinados á la construcción del templo de Salomón. Sin embargo, si se considera como una continuación del gra lo anterior, se verá la tendencia de los Nmiquitas, encaminada á aumentar el caudal de sus conocimientos y al acrecentamiento do su poder. En el elogio de las ciencias ocultas que se hace, en la instrucción, se dice que la gran obra es la apoteosis del trabajo cuyas conquistas no tienen limites. Durante el curso de. la iniciación se presenta al candidato un hacha de oro : es el hacha del gnosticismo, que derribando los enormes troncos de la intolerancia, de. la hipocresía, de Irt supersti ion, del egoísmo y de. la ociosidad, permite, el paso á los rayos de la Ve.rrinri, que inundan con sus brillantes resplandores la inteligencia del hombre Decoración ile la Logia. — Hay ríos departamentos. MI primero está tapizado de azul; representa el Taller del monte .Líbano y se halla iluminado por- 11 luces. El segundo, tapizado de. rojo, es el Consejo de la mesa redonda. Títulos. — La Logia se llama Colegio, en el primer punto, y el Maestro recibe el título de Muy Sn/iio. En el segundo punto, la Logia S Í llama ( onsi-jo y el Maestro Gran Patriarca. Edad.— No tiene. Orden. — Llevar las dos manos cerradas junto al hombro derecho, en ademan de empuñar un hacha. Signo. — Hacer ademan de levantar un hacha con las dos manos, como para cortar un áibol por el pié. En contestación, alzar las dos manos á la altura de la frente y dejarlas caer de nuevo. Toques.-—Tomarse mutuamente las manos entrelazando los (ledos P P . D. P . — J A P I I K T . — OoLlAll — L i l ' . A N O . P P , SS —Non.— I S K S K I . H H O . — S I M O N Í A S . Marcha.—3 pasos cruzados partiendo del pié derecho. Batería.— ( ! ! ) Aplauso.— Dos palmadas al compás de la batería. A c l a m a c i ó n . — Ninguna especial. Horas de trabajo. - Para abrir: El sol apari cr en el horizonte. Para cerrar: El sol vá á ponerse. Hábito ó vestidura.—Traje ordinario. Mandil.— Blanco: en medio, pintada ó bordada, una mesa redonda con planos encima. Banda.— Co'or de arco iris, forrado de tafetán de color punzó. Se lleva en aspa en forma de pectoral Joya.— Un hacha de oro coronada. En el mango de la misma, de un lado lleva esculpidas las iniciales L. (Líbano); S. (Salomón); A. (Ahila); A (Arion-lliram); C. (Ciro); D. (Darío ; X (Xerxesj; Z. (Zorobab-I); Á. (Ananiaa), y del otro lado, las iniciales S. (Sidonías); N. (Noé): S. (Sem): 0. (Chain); J. (.laphe.t); M. (Moisés); B. (Reseleel), 0 . (Obliab). Guantes.— Ni gros. 1

CATKCISHO

Examen de reconocimiento

SKM.—CIUM.—JAPIIUT.

Marcha.—3 pas-r s de Maestr o. Bateric. —( ! — ! _ ! ) Aplauso,—Tres palmadas al compás de la batería. Aclamación.—Ninguna especial. Horas de trabajo. — Para abrir: acaba de salir la luna. P a r a cerrar: va á salir el sol Hábito ó Vestidura. —De riguroso negro. Mandil.—Amarillo. Banda. —Negra cruzada de derecha á izquierda. J o y a del grado —Un triangulo de oro atravesado por una flecha de plata con la punta hacia abajo. Joya de la orden.—Una luna de plata, que puede llevarse en uno de los ojales de la levita. Guantes.—Amarillos.

47

CATECISMO

L a palabra Noaquita pareen que quiere significar, descendiente de Noé; y efectivamente, según es de ver en part e de. la contradictoria y confusa instrucción de. este grado, los Noaquitas descendían en linea recta de Noé, que vivía 3164 años antes de la era actual. Pero la misma instrucción, algo mas adelante, afirma que los referidos Noaquitas descendían de Phaleg, patriarca hebreo, que vivió 2642 años antes de .1. C , ó sea 722 años después de Noé, época de la construcción de la Torre de Babel, El repetido Cate-duno nos dice todavía que estos Caballeros, en tiempo de Federico Guillermo, rey de Prusia, seguían disfrutando de la protección que les dispensaban, hacia mas de trescientos años, los antecesores de aquel monarca. Estos Caballeros, n uníanse anualmente la noche del plenilunio de. Mayo, para celebrar la destrucción de la Torre de Rabel. El Consejo se celebraba en campo cerrado, alumbrarlo únicamente por los resplandores riel astro de la noche. Por otra parte, la multitud de alegorías astronómicas que presenta este grado, parece que ofrecen una analogía muy marcada con el inmortal Huaiig ti inventor de la esfera. Tomado del Iluminismo alemán de Weishaupt, este triarlo, que en sus trabajos representa al Tribunal cié los Jueces Francos de la Santa Vehme, parece destinado á sancionarla teoría, ríe (pie toda víctima, tiene, derecho á ser vengada del criminal, y que su objeto, por consiguiente, es la venganza del pueblo Contra sus enemigos. .Los trabajos bajo este punto de vista, estudian la falsa libertad, que es madre ríe la licencia; el falso orden que engenrira 1« anarquin, y la falsa humanidad que da origen al despotismo de las masas. Pero este grado debe considerarse bajo el punto de. vista puramente al górico y en este concepto veremos en él, el origen de la astronomía, y sacaremos de su examen, una inducción moral eminentnneiite masónica, y e s : que pura ser iniciado en los misterios ri« la Frnncmasonerk, es necesario conocer' y admirar el urden armonio! o de la esfera celeste que parece reprender con irresistible persuasión á los hombres, dieiéndoles: Cuando todo es paz y orden y armonía en lo alto, ¿porqué habéis de vivir vosut-us inquietos, desunidos y en perpetua revuelta sobie la tierra ....? Decoración del Capítulo.— Laasaml b a s e celebra en un lugar retirado; la sala debe ha'larse dispuesta de manera que reciba la luz de la lima por una sola ventana. Esta es la única luz que debe alumbrarla, por lo cual no se reúne el Capítulo mas que en los periodos de. luna llena. Títulos.—La Logia toma el nombre de Capítulo. El Presidente recibe el de Gran Comendador. Hay seis Caballeros de Gracia; un lu>peclor, que es el 2.° Vigilante; un Intro ductor; un Caballero de la Elocuencia (el Oíador); un Guardia; un Canciller y un Tesorero. Los demás miembros so llaman Caballeros Niinquitas. Interrogación — ¿Quiin sois? (Véase «1 examen de recocimiento). Orden.—Volver la cara ni E. y levantar los brazos hacia el cielo. Signo.— Pri sentar los tres primeros dedos de la mano derecha. El Experto los ¡toma con la misma mano y dice: F E O I Í R I C O I I , mientras que pr < senta á su vez los tri s primeros dedos de su mano derecha que empuña el otro diciendo: Noré. Toque —Tomar el dedo ÍLdice de la mano derecha del hermano examinador y oprimirle entre el pulgar y el índico diciendo S E M ; el examinador ejecuta igual movimiento y ¡ dice C H A M ; repite el primero el mismo tonue y agrega J A F K T . P.

FRANCMASONERÍA

¡ !

¡

So limita á preguntar el significado (le, las iniciales esculpidas en el mango del hacha y ¡i eonlrstiir (lamiólos nombres (úteros que figuran mas un iba en I n. ,j > y a.

Grado 2 3 . " — Jefe del T a b e r n á c u l o

La leyenda de este grado Templario, versa sobre. lliiam i y el templo de Salomón. Los atribuios mus caíactei isticos demuestran que está íntimamente relacio lado con la astronomía. Se instruye al neófito sobre las fases de la luna, ¡ sobre ci movimiento de las estrellas y el curso aparente del sol. Este mismo simbolismo encierra, al parecer, una ingeniosa alegoría de la heregia de Salomón. En la insi-

48

-

.

TALLER GENERAL DE LA FRANCMASONERÍA

tracción se refiere al candidato, que queriendo Adona'i deshonrar el coloso de Moloch, inspiró el fanatismo á los Tirios hasta el punto de inducirles á inmolar víctimas humanas en su holocausto. En lo moral, tiende á desarraigar la superstición y á procurar el triunfo de la verdad por la acción gubernamental de los poderes. Decoración de la Logia. — Tapicería blanca, alternada con columnas rojas y negras unidas y simétricamente distribuidas. En el fondo se halla el Santuario, separado por medio de una balaustrada y por un cortinaje rojo en forma de pabellón, En este recinto hay un trono elevado sobre un estrado de siete gradas. Delante, del trono, un altar cubierto de un tapete, rojo; s o b r e e s t é , el libro de la sa biduría y un puñal ó una espada. Mas abajo del trono, se vé el Arca de la Alianza, coronada por una gloria en me dio de la cual se destaca el nombre T e JEHOVAH, y á ambos lados, las imágenes del sol y de la luna. A la derecha del primer altar, y algo hacia adelante, se halla situado el altar de los holocaustos, y frente á. éste, al otro lado, el altar de los perfumes. Al Oeste hay dos candelabros de 5 brazos en forma piramidal y al Este otro candelabro, pero de dos brazos solamente. El Presidente se sienta en el trono y los dos Vigilantes delante del altar. Títulos.—El Presidente se llama Gran Soberano Sacrificadory sus dos asistentes se denominan Grandes Sacerdotes. Los demás hermanos se llaman Levitas ó Grandes Sacrificadores. La Logia se designa con el nombre de Jerarquía. Signo. — Avanzar el pié izquierdo, haciendo el movimiento de coger con la mano derecha el incensario que figura tenerse suspendido con la izquierda. Toque.—Tomarse mutuamente el codo izquierdo con la mano derecha, ahuecando el brazo y la mano para formar un sector de círculo. P . D. P . — TJRIEL. — (' Tabernáculo de las verdades reveladas.)





=

colocar la mano derecha abierta sobre los ojos, como para resguardarse de la impresión de una luz muy intensa, teniendo á la par la mano izquierda sobre el pecho, y en seguida llevarse la mano derecha al hombro izquierdo y bajarla diagonalmente hacia la cadera derecha, lo quese llama signo de la banda. Gran signo.—Llevar las dos manos abiertas sobre la cabeza y unir los dos pulgares y los índices por las extremidades formando un triángulo. Signo de admiración.—Inclinar la cabeza hacia delante, la mano derecha sobre el pecho, levantar los ojos al cielo y cubrírselos con la izquierda. Toque.—Tomarse el codo izquierdo con la mano derecha, ahuecando el brazo y la mano de manera que venga á formar un arco de círculo, diciendo el uno JK, contestando el otro HO, añadiendo el primero VAH y pronunciando luego los dos á la vez la palabra JEHOVAH. P . S.—JRHOVAH.

P. D. P. —URIEL.—(Tabernáculo de las verdades reveladas ) Marcha.—7 pasos (b' ordinarios y uno más largo). Batería.—( ! ! ! ! ! ! — !) Aplauso.—Siete palmadas al compás de la batería. Aclamación.—Ninguna especial. Horas de trabajo. — Para abrir: la hora del sacrificio de la mañana. Para cerrar: la hora del sacrificio de la tarde. Hábito.—Una túnica ó alba de seda azul galoneada de oro y adornada con estrellas del mismo metal. Sobre la cabeza una corona cerrada, rodeada de estrellas y sobrepujada por un triángulo. Mandil.—Blanco forrado de seda de color punzó. Banda. — De moaré punzó, cruzada de derecha á izquierda. Joya.—Un globo de oro, rematado por un doble triángulo con el nombre de JEHOVAH en el centro. Guantes.—Blancos.

P . S.—JEHOVAH.

Marcha.—G pasos iguales y uno mas largo, en actitud de CATECISMO elevar con la mano derecha el incensario, que simula teExamen de reconocimiento nerse suspendido de la izquierda. Batería.— ( ! ! ! ! ! ! — !) P.—¿Sois Príncipe del Tabernáculo? H o r a s de servicio.—Para empezar: la hora en que el hijo R.—Ved en mí vuestro hermano y el último entre los de Hiram debe venir para sacrificar. Para c e r r a r : la horco hombres ilustrados. en que el sacrificio queda consumado. P.—¿En dónde estáis? H á b i t o . — E l Gran Saerificador lleva un largo ropaje R.—En un Consejo soberano. rojo ; por encima una túnica amarilla, mas corta que la P.—¿Sobre qué trabajáis? primera, y sin mangas. En la cabeza , una mitra de tela R.—Sobre los doce mandamientos de las tablas de laley. de oro, en cuyo frontal se halla bordado en rojo, un delta P.—¿A qué hora se abre el Consejo? con el nombre inefable en el centro. Sobre el pecho una R.—A la primera del dia, en que se hace el sacrificio de. ancha banda negra galoneada de plata, que se lleva de izla mañana. quierda á derecha y en cuyo extremo va sujeta una escaP.—¿A qué hora se cierra? rapela encarnada, de la que pende un puñal. Los dos R.—A la última del día de. vida y de suavidad, en que se grandes sacerdotes asistentes, llevan iguales hábitos, ex hace el sacrificio de la tarde. cepto el delta de la mitra. Los levitas llevan el ropaje blanco y encima de este una banda carmesí y oro, de la que Banquete pende la joya. ' Ceremonia de la mesa Joya.—Un incensario. ¡ Guantes.—Azules. L a mesa es redonda. No se pone encima de ella ningún manjar, sino que se presentan individualmente á cada cual CATECISMO para que, se sirva á su gusto. En medio de la mesa hay un Examen de reconocimiento grupo de corazones inflamados, entre los que arde el inLos levitas están exentos de examen y pueden negarse cienso. En la mesa no puede haber mas que siete luces. á sufrirlo. No hay más que tres brindis.

Grado 2 4 . — P r í n c i p e del T a b e r n á c u l o

Manera de dirigir los brindis

Este grado Templario, es una continuación ó complemento del que precede. El Príncipe del Tabernáculo es una representación del Hijo de Hiram, imagen de la Libertad de cultos. Decoración de la Logia. — Hay dos departamentos : el primero, que precede inmediatamente al segundo, se llama Vestíbulo, y sirve de vestuario. Se decora con atributos varios de la Masonería. El segundo tiene la forma circular y se halla iluminado por 49 luces. L a decoración de este departamento varia durante los tres puntos de la recepción. E n medio de la sala hay un candelabro de 7 brazos. . T í t u l o s . — L i Logia se llama Jerarquía. El Maestro se denomina Poderosísimo. Hay tres Vigilantes con el título de Poderosos, que se colocan el uno al Sud, el segundo al Oeste y el tercero al Norte. Edad.—-No tiene. Orden.—Cubrirse los ojos con la mano derecha abierta y ponerse sobre el pecho la izquierda abierta también. Signos.—Hay dos: el de reconocimiento, que consiste en

Primer brindis.— E l Muy Poderoso hace alinear, y dice: «El ardiente mediodía de nuestras solemnidades pide á nuestros corazones nuevas libaciones, carguemos nuestros cañones.» «Poderoso Hermano Segundo Vigilante, ¿qué nueva dicha nos anunciáis?... «Hermanos Vigilantes y vosotros, poderosos hermanos de esta jerarquía, celebremos la grandeza del glorioso destino que nos une » Se vacian las copas de una sola vez. Segundo brindis.—YA Muy Poderoso repite : «el ardiente mediodía,» etc., y pregunta: «¿en donde están nuestros hermanos?» El 2.° Vig.\ contesta : «El Soberano Gran Maestro los dirige en Logia y los conserva en jerarquía.» El Muy Poderoso: «Poderosos hermanos de la sapientísima Logia jerárquica, brindo á la salud de todos los masones elegidos y por elegir, por los acordes de 7 y de 3 veces 3.

0

DICCIONARIO

Rito

Escoces

MASÓNICO.

Ant/.yAc/.

Emblema de los G r

Emblema de los Noacjuitas

Maestros Arquitectos

gr.*.

Emblema de los Caballeros del g r . \

21

Emblema del gr.*. 29

28 L á m i n a 2*]

TALLER GENERAL DE LA FRANCMASONERÍA ==--

P.—¿A qué hora se abre la corte? R.—A la una. P.—¿A qué hora se cierra? R.—A las cuatro, cuando nuestras conquistas quedan realizadas.

Tercer brindis.—El Sapientísimo dice: «El ardiente mediodía, etc.» «Poderosos hermanos, brindemos á la salud del rey nuestro soberano y de toda la familia real; que el Gr.'. A.'. D.'. U.'. les dé alegría y prosperidad (1).»

Grado 2 5 . ° — C a b a l l e r o de la Serpiente de Bronce. Este grado era el último del rito de Perfección, cuando la escala escocesa no contaba mas que veinte y cinco grados. E n la página 1352 del DICCIONARIO (Caballero de la Serpiente de bronce), encontrarán nuestros lectores un estudio interpretativo de este grado, cuya lectura recomendamos, por el que se deduce, en resumen, que, está consagrado á demostrar que el hombre no tiene ningún valimiento sino disfruta de la libertad, y que para conquistarla, necesita hacer uso del euforbio (2), es decir, del valor y de la audacia, que i'ompen las cadenas del despotismo. Decoración de la Logia.—Tapicería roja. Encima del trono un transparente representando una zarza ardiendo con el nombre de Jehovah. En el centro de la Logia se simula una montaña en forma de cono truncado. Una sola antorcha alumbra el local. Títulos.—La Logia se denomina Corte de Sinaí. El Presidente lleva el título de Poderosísimo Gran Maestro-, los Vigilantes el de 1." y 2." Ministro; el Orador el de Pontífice; el Secretario el de Gran Cincelador, y los demás hermanos el de Caballeros. Edad.—No tiene. Interrogación. — ¿Sois Caballero de la Serpiente de bronce? (Véase el examen de reconocimiento). Orden.—Señalar la tierra con el dedo índice de la mano derecha. Signo.— Llamado de reconocimiento : consiste en hacer la señal de la cruz. Toques.—Colocarse á la derecha del H.'. examinador y tomarle con la mano izquierda la muñeca izquierda. En contestación: tomar con la mano izquierda la muñeca derecha del examinado. P. D . P . - I . - N — R . — I . P . velada.—JOHANNES.'. RALP. P . S.—MOISÉS.

Marcha.—9 pasos serpenteando. Batería.— ( ! ! ! ! ! — ! ! ! — ! ) Horas de trabajo.—De la 1 á las 4. Banda.—Roja, llevada en aspa, sobre la cual se bordan las -palabras Virtud y Valor. Joya.—Una serpiente de bronce enlazada á una varita que termina en T. Guantes.—Blancos. CATECISMO

Examen

de reconocimiento

P.—¿Sois Caballero de la Serpiente de bronce? R.—Llevo gustoso el yugo de mis hermanos. P.—¿Por qué os hicisteis recibir? R.— Para soportar voluntariamente, como os he dicho, el yugo de nuestros hermanos y recordar siempre que son nuestros semejantes y que todos podemos ser heridos de igual manera. P.—¿Es este el único motivo? R.—Tenia aun otro. Animado por el espíritu divino, del deseo de vengar nuestra patria, de hacer respetar nuestros misterios y de esparcir la ley del Altísimo por todos los ámbitos de la tierra, me decidí á solicitar el honor de ser admitido en vuestro grado. P.—¿Por qué marcháis serpenteando? R.—Para enseñar que sólo á fuerza de fatigas y de perseverancia hemos llegado á alcanzar el bien. P.—¿Qué simbolizan las cadenas? R.—El título de este grado que tiene por objeto libertar á los cautivos. P.—¿Qué significa la Serpiente de bronce? R.—Es imagen de la que Moisés hizo levantar en el desierto, en el campamento de los Israelitas, para que á su vista pudiera curarse el pueblo de las mordeduras de las serpientes que les acosaban. (1) H o y s e brinda, c u a n d o c o n v i e n e hacerlo a s ¡ á la salud de la n a c i ó n y de s u s hijos. (2) Y e r b a á cuyo zumo s e a t r i b u y e la propiedad de corroer el hierro. 5

Grado 2 6 . — Escocés T r i n i t a r i o ó Príncipe de la Merced 0

r

Grado 'Templario, en el que se trata de sentar que el bien y el mal, no son mas que los acordes y discordes de cuya reunión nace la armonía universal. En él, todo se hace por tres, y como su objeto, según el ritual, es la redención de los ignorantes y esclavos del error, á quienes es necesario redimir, dándoles á conocer la Verdad, de aquí que se haya creído que estaba en relación con lacomunidad religiosa y filantrópica de los Hermanos de la Merced, conocidos con el nombre de Trinitarios. Decoración de la Logia.— Tapicería verde: í) columnas blancas y rojas alternadas convenientemente, sosteniendo cada una de ellas un candelabro con 9 luces, lo que forma un total de 81. El dosel es de terciopelo tricolor: verde, blanco y rojo. Delante del trono hay una mesa cubierta con un tapete de los mismos colores. El maestro se sirve de una flecha en vez del mazó ordinario, con la que golpea sobre el altar. Las barbas de la flecha están pintadas de rojo por un lado y de verde por el otro, el tronco es de madera blanca y la punta de oro. Sobre el altar se ve una estatua representando la Verdad cubierta con un velo tricolor. Títulos.—La Logia se llama Tercer cielo. El Maestro tiene el título de Excelentísimo. Además de los dos Vigilantes y de los Oficiales ordinarios, hay un Sacrificador y un Guardian del Palacio. Edad.—81 años. Interrogación.—¿Sois Príncipe de la Merced? (Véase el examen de reconocimiento.) Orden.—La mano derecha apoyada sobre la cadera. Signos.—Tres: el 1.° de entrada: llevar la mano derecha abierta sobre los ojos formando pantalla, como para resguardarse de una luz demasiado viva. 2.° de carácter: reunir los pulgares y el extremo délos demás dedos de ambas manos formando triángulo, apoyándolos en el vientre. 3.° de socorro: cruzar los dos brazos por encima de la cabeza, las manos abiertas cou la palma hacia arriba, exclamando: ¡á mí, los hijos de la Verdad!!! Toques.— Poner las manos sobre los hombros del examinador y hacer tres movimientos consecutivos de presión pronunciando en cada uno de ellos la palabra G O M I S L . P. D. P.—GOMEL. P P . vulgares.—GIIIBLIM y GABAON. P. S.—JEHOVAH.—JACHIN. P. S u b l i m e . — E D U L . — P E N . — G A G U .

Marcha.—3 pasos iguales partiendo del pió izquierdo. Batería.— (1 ! I — I I I ! ! — I ! ! 1 I I ! ) H o r a s de trabajo.—Para empezar: la Jtora de la verdad. Para terminar: la hora de esparcir la verdad. Hábito.—El Excelentísimo Príncipe viste una larga túnica tricolor (verde, blanca y roja) y ciñe una corona formada de puntas de flechas de oro. Mandil.—De seda, rojo, sobre el cual hay bordado un triángulo blanco y verde. Banda.—Tricolor, llevada en forma de pectoral. Joya.—Un triángulo de oro. Guantes.-—Blancos. CATECISMO

Examen

de reconocimiento

P.—¿Sois príncipe de la Merced? R.—He visto la gran luz y soy como vos, Excelentísimo Príncipe, un Ameth por la triple alianza de J. C , cuya marca llevamos. P.—¿Cuál es esta triple alianza? R.—La que el Eterno hizo con Abrabam por la circuncisión; la que hizo con su pueblo en el desierto por mediación de Moisés y la que hizo con los hombres por la muerte y pasión de N.', S.'. J.'. C.\ su hijo. P.—¿Qué edad tenéis? R.— Ochenta y un años. P.—¿Qué hora es? R . — L a de la Verdad.

TALLER GENERAL DE LA FRANCMASONERÍA

Grado 2 7 . — Gran C o m e n d a d o r del T e m p l o ó Soberano C o m e n d a d o r del T e m p l o de Jerusalem

CLASE

0

Grado eminentemente Templario, que teniendo por objeto definir la verdadera caballería humanitaria y Francmasónica, tiende á realzar la supremacía y el poder del Gran Maestro sobre la Orden. El ritual alude á la condenación de los Templarios. Al consagrar al neófito, se le dice: «que se le arma Caballero del Templo y se le crea Gran Comendador, para combatir por el triunfo de la Francmasonería; para defender sus doctrinas y mantener sus principios; para hacer justicia á todos por igual y para reemplazar la autoridad y el gobierno en la sociedad profana, cuando llegue el momento oportuno, j>° representantes directos de los intereses de los asociados, cuya misión consistirá en velar por la ejecución de las decisiones tomadas por los superiores gerárqtiicos de la Orden.» Este grado es el último de la segunda serie filosófica. Decoración de la Logia.—Tapicería roja con columnas negras, en cada una de las cuales se halla fijada una antorcha. El dosel y el trono son rojos con lágrimas negras. E n medio de la Logia, pende del techo una araña de tres cuerpos, sosteniendo 12 luces en el inferior, 9 en el intermedio y (i en el superior. Otras-27 luces se hallan colocadas sobre una mesa redonda á cuyo alrededor toman asiento los Comendadores. Títulos. —La Logia se denomina Corte. El Maestro se titula Todopoderoso; los Vigilantes Muy Soberanos Comendadores y los otros miembros Soberanos Comendadores. Edad.—No tiene. Interrogación.—¿Sois Soberano Comendador? (Véase el examen de reconocimiento). Orden.—Estando de pié, colocar la mano derecha en escuadra sobre el vientre; en Corte, colocar sobre la mesa redonda la mano derecha extendida con el pulgar separado para formar triángulo. Signos.—De reconocimiento Hay dos. l . ° de. pregunta: hacer sobre la frente el signo de la cruz con el pulgar )evantado'y los otros dedos cerrados. 2.° de. respuesta: poner sobre la boca los dos primeros dedos de la mano derecha cerrando los otros, volviéndolos hacia fuera y pronuncianr

do la palabra SALOMÓN.

Toque.—El hermano examinador da tres ligeros golpes sobre, el hombro izquierdo del visitador, que contesta t o mando la mano derecha de aquel, é imprimiéndola tres ligeras sacudidas. P. D. P.—SALOMÓN.

P. S.—1.\ N . \ R.\ I.-. Marcha.—Tres pasos ordinarios. Batería. — %'l golpes con el plano de la espada (1 ! ! ! ! ! ! ! !I¡! — !!!!!!!!!!!! !t!) Aplauso. — Veintisiete palmadas á compás de la batería. Aclamación.—Ninguna especial. Horas de servicio.—Para abrir las 10; para cerrar las 4. Hábito.—El Todopoderoso lleva una larga túnica blanca y un manto rojo forrado de armiño encima: en la cabeza una corona puntiaguda. Mandil.—Rojo bordado y forrado d e n e g r o . Sobre la baveta una cruz teutónica, rodeada de una corona de laurel cuyas hojas son de oro. Debajo de la baveta una llave. Banda.—Blanca bordada de oro, puesta en forma de pectoral. A ambos lados 4 cruces de Comendador bordadas. Tahalí.—Rojo ribeteado de negro cruzado de derecha á izquierda, de cuyo extremo pende una cruz de Comendador esmaltada en oro. Joya.—Un triángulo de oro con las letras I. N. R. I. grabadas en el centro en letras hebraicas. Guantes.—Blancos forrados y pespunteados de. rojo. CATECISMO

Mxámen de reconocimiento P.—¿Sois Soberano Comendador? R.—He visto la triple luz. P.—¿A qué llora se congregan los Grandes Comendadores? R.—A las diez. P.—¿A qué hora se retiran? R.—A las cuatro.

VII

Grado 2 8 . — C a b a l l e r o del Sol ó Príncipe Adepto 0

Grado Hermético, compuesto por el ex-fraile benedictino Pernetti, fundador de la secta de los Iluminados de Aviñon, al que muchos conceden una gran importancia filosófica y un doble objeto: el culto del Sol y el de la Verdad. E n él, el iniciado dá un nuevo paso en el camino de las ciencias ocultas, y baio el punto de vista cabalístico, es el complemento del Príncipe del Líbano ó Real Macha. Envueltos en el velo hermético, encierra las verdades filosóficas mas trascendentales y se le considera como una escuela de ciencias especiales, en la que se interpreta el gran libro de la naturaleza, se estudian sus leyes y se penetran sus secretos, por el análisis y descomposición de los cuerpos; y este estudio, llenando de admiración hacia el autor oculto de tantas maravillas, dispone el alma al reconocimiento. En resumen, los trabajos de este grado tienen por objeto establecer: que la verdadera fuente de la religión natural, de la moral universal, de la fraternidad y de la solidaridad masónicas, estriba en el deber imprescriptible que tenemos de servirnos de nuestra inteligencia para descubrir el principio de todo lo que es bueno y verdadero á fin de difundirlo y comunicarlo á todos los hombres. Decoración de la Logia.—No tiene color determinado. Pueden pintarse en los plafones de la. sala loa atributos de la naturaleza que se tenga á bien. El local se halla alumbrado por la luz que arroja un sol transparente, colocado en el fondo del Oriente, por encima de la cabeza del Presidente. Piste sol ocupa el centro de un triángulo inscrito en un círculo. E n cada uno de los ángulos de este triángulo se ve una S . Estas tres S . S. S. son iniciales de las palabras Stella, Sedet, Solé ó de Science, Sagesse, Saintité (I). Títulos.—El Presidente se llama Adam. No hay mas que un Vigilante, que es al mismo tiempo Introductor y Preparador en las recepciones de nuevos miembros, que su denomina Hermano de la Verdad, y como tal, es también Orador titular del Consejo. Los demás miembros se llaman Querubines. E n todo Consejo el número de éstos tiene que ser el de 7 precisamente: el número de asistentes puede elevarse á 12, sin embargo. E n este caso, todos los que excedan del número 7 se denominan Silfos. El número de los 7 querubines, está determinado por el de los 7 ángeles que tenían á su cargo la dirección de los 7 planetas conocidos de los antiguos, á saber: MICHAEL,

panper Dei que gobierna á

Saturno.

GABRIEL,

vir Dei

Júpiter.

»

»

Z'RAHHIEL, Oriens Dei

»

»

FA Sol.

TíiiAMAi,\ja;JndentiaDei

»

»

Venn.i.

OURIEL,

RAPTIAEL,

TSAPHIEL,

ignis Dei

»

medicina Dei» mirans Deus »

»

» »

Marte.

Mercurio.

JM

JAina.

(2)

Edad.—No tiene. Interrogación.—¿Sois Caballero del Sol? (Véase el examen de reconocimiento). Orden.—Colocar la mano derecha abierta, los dedos unidos y el pulgar separado formando escuadra sobre el corazón. Signo.—Ponerse la mano derecha sobre el corazón formando escuadra; en contestación mostrar el cielo con el dedo índice. Toque.—Tomarse mutuamente las manos y apretárselas con suavidad. P. D. P.—STIBIUM-HÉLIOS MENETÉTRAOAMMATON.

PP. SS.—ADONAÍ. Contestación:

ARRAC

Marcha.—Tres pasos ordinarios. Batería — (! 1 I! ! 1 ) Aplauso.— Seis palmadas á compás de la batería. Aclamación.—Ninguna especial. Horas de trabajo.—Al empezar: el Sol alumbra el paraíso. Al cerrar: las tinieblas cubren la tierra. (1) La i n t e r v e n c i ó n d e e s t a s i n i c i a l e s bastarían para r e v e l a r el origen francés d e e s t e g r a d o y s u deficiencia, para poderlo admitir como g r a d o u n i v e r s a l . A l g u n o s a u t o r e s c o m p e t e n t e s creen forzada esta interpretación y opinan q u e , por un error de los c o p i s t a s , so t o maron por S. l o s tres Yoda hebraicos; p o r q u e «aquí s e trata, dice R a g o n , de r e p r e s e n t a r á la D i v i n i d a d bajo ei s í m b o l o del a s t r o v i vificador que n o s alumbra y nada s e a v i e n e mejor con e s t o , c o m o el tetragrama cabalístico de la palabra J e h o v a h , que tan f r e c u e n t e m e n t e s e u s a en la F r a n c m a s o n e r í a . » (2) Tal e s el s i s t e m a adoptado en e s t e grado; pero l o s c a b a l i s tas no están d e acuerdo, ni con el n o m b r e , ni con la d i s t r i b u c i ó n de las i n t e l i g e n c i a s c e l e s t e s .

D I C C I O N A R I O

MASÓNICO.

Rito Escoces Ant.'.yAc EMBLEMAS

Caballero de la Serpiente de Bronce.

Gran Escoces de Ja bóveda sagrada de JacoboVJ. ÍG/fAOO Ì4-J

(GRADO

2.5.)

Sublime Príncipe del Pveal Secreto.

Gran Inspector Inquisidor Comendador.

(GRADO 32)

(GRAD-0 31)

L amina 43

-• T A L I J S K

GEMSBAL

UJi L A F K A K U . M A S U M J S K Í A

Estado del tiempo.—Al abrir, la noche cubre la tierra, pero el sol está al medio día sobre la Logia. Para cerrar: /04' liombres persisten en el error; pocos le combaten y pocos lle­ gan al sanio lugar. Hábito ó Vestidura.—Túnica de gasa de color, con len­ tejuelas de oro y en la cabeza una especie de bonete azul ceñido por medio de un lazo de color aurora. E l presiden­ te lleva una túnica roja y un manto de color aurora, teniendo en la mano un cetro pintado de azul, el cual tiene como remate un globo de oro. El Hermano de la Verdad lleva un bastón blanco, uno de cuyos extremos remata en uu ojo de oro. Mandil.—Blanco, con el tetrágrama de Jcbovah borda­ do en púrpura. Banda.—Moaré blanco, en forma de pectoral con un ojo bordado en la punta. Joya.—Un triángulo radiante de oro; en el centro un ojo. Guantes.—Blancos. CATECISMO

Examen

de reconocimiento

P.—¿Sois C aballero del Sol? R.—Conozco las 7 verdades. P.—¿De donde venís? 1!..—Del centro de las tinieblas. P. — ¿Cómo pudisteis salir de ellas? R.— Por la reflexión y el estudio de la Naturaleza. P. — ¿Qué significa la palabra de pase? R.—Materia primera; principio de. todo lo creado. P.—¿Cuáles son los nombres de los 7 querubines? R.—Micbael, Gabriel, Ouriel, Z'rabbiel, Hbanialiel, Ra­ phael y Tsaphiel. P.—Decidme el estado del tiempo á la hora de abrir. R.—Es de noche, sobre la tierra, pero el sol brilla en to­ do su esplendor en la Logia. P. — ¿Cuál es el estado á la hora de cerrar? R.— Los hombres continúan siempre en el error. Pocos lo combaten y pocos llegan al Santuario. :

Grado 2