257 12 3MB
Spanish Pages [35] Year 1929
RICARDO ROJAS VINCENZI
Dr SISTE A DE 8 UNIVERSIDAD DE COSTA RIC "
F J"Jf'O�M
CRITICA LITERARIA
-·
SAN JOSE, COSTA RICA BORRASE HNOS 1929
!l'rólogo Ro¡as Vintenzi: su nombre me un remordimiento:
el de no
golpea en
haber
escrito
nunca a Moisés, a quien admiro, estimo y qwer0 tan lealmente. Siempre pienso eii unJ carta llltty larga para él, tan larga que menea la esmbo.
Dígale que le conozco, que pro
rnro leerlo comprendiéndolo, aunque mi cul t11ra es muy mfenor a la suya, que me parece w
vida
una
de las me701
enderezadas de /,1
Am¡11ca y de las más valiosas. Y dígale q11P me perdone. Y usted
no se queje de mí porque otro
libro suyo no he v1Sto. Este lo he leído de
w1
sorbo, contenta de mprosa nítida, de memo· tiv1dad sin artificio) de
rn
voluntad de sen
cillez. Por esto, )' por tener Ud. cerca el
noble
confE. jlMEl'lEZ
•
Para poder hablar de las mujeres ilustres de mi tierra, me he
rodeado de sedas y de
pétalos; he tenido que beber en finísima cris talería de Sevres; y, para completarlo
todo,
colocar, sobre mi escritorio, las damiselas de Tanagra.
Fue menester iluminar la estancia
con una semi-claridad de lirio mustio: en la penumbra, los biombos y las sedas, los crista les y las damiselas, antojábanseme las deco raciones de una barca encantada en el mar de Sorrento. Así, fastuosamente, he vivido ante así, fantásticamente, fui
ellas;
exaltándome; y el
eco de sus voces quebrábase sobre n:i corazón y llenábame de misticismo. Fué de ese
mo
do-de ese modo sólo entrevisto-que logré 4)
RICARDO ROJAS
VINCENZI
circunscribir mi pensamiento hacia las mu1e res ilustres de Costa Rica. Pocas,-contadas apenas,-son las
muje
res que aquí enmarcan, de un modo efectivo, el terreno de las letras: Carmen Lyra, María del Rosario Ulloa, Berta María Feo, Blanca Milanés
y la
autora de
"Cantos",
doña
Aurístela C. de Jiménez. Esta última, en los "Cantos", en versos li bres talla, magistralmente, su alma. No quie re saber de escuelas, ni de estilos; no podría �eguirlos; no podría contar sílabas, ni acom0dar acentos, ni combinar versos largos y cor tos de acuerdo con reglas. En sus manos hay un pincel que, sin sujetarse a tecnicismos, va pintando en el lienzo un cuadro personal de su vida artística. Nos ha asombrado la ditada?
sencillez-¿preme
¿mconsciente?-de
sus versos.
Es
una sencillez de mujer que h a sabido inter pretar las sutilezas del buen pensar y del me· jor decir.
Sencillez
franciscana
mano en mano con l a beatitud
que va de paciente de
Santa Teresa. La primera parte de su
libro,
"Arca de
CRI T ICA LI T ERARIA
Sándalo", antójasenos tallada en los mejores nempos del romanticismo: tal la sencillez de su armadura y tal la fuerza pensamiento.
emotiva de su
Así como Paul Verlaine dijo de la admira ble poetisa
Marceline
Desbordes-Valmote
que en ella había mucho de
Santa
Teresa,
por su gran corazón y su amor al sufrimiento, ce este modo nosotros podríamos decir que en la autora de "Cantos", la fuente del dolor, 1 xalrada
como la más poética, se ha transfor
nado, como en un milagro, en una fuentt de