Crisis Del Estado De Bienestar


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Hacia una nueva teoría del Estado y sus consecuencias sociales

Bob Jessop Compiladores Alberto Supelano Sarmiento Jorge Iván Bula

7

Siglo del Hombre Editores

Universidad Nacional de Colombia

Jessop, Bob Crisis del Estado de Bienestar: hacia una nueva teoría del Estado y sus consecuencias sociales/Bob Jessop; traductor Alberto Supelano Sarmiento; compiladores Alberto Supelano Sarmiento y Jorge Iván Bula. - Santa Fe de Bogotá: Siglo del Hombre Editores, Universidad Nacional de Colombia, 1999. 214 pp; 21 cm. - (Biblioteca Universitaria. Ciencias Sociales y Humanidades. Econo­ mía Política) ISBN 958-665-022-7 1. Teoría del Estado 2. Economía Política I. Supelano, Alberto, tr. II. Bula, Jorge Iván, comp. III. Tít. IV. Serie 320.1 cd 19 ed. AGJ0017 CEP-Biblioteca Luis Ángel Arango

La presente edición, 1999 © Bob Jessop © de la traducción, Alberto Supelano Sarmiento © Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Universidad Nacional de Colombia, Santa Fe de Bogotá, D. C., Tel. 3165000 © Siglo del Hombre Editores Cra. 32 Na 25-46 Santa Fe de Bogotá, D. C. Tel. 3377700 3377666 Fax. 3377665 [email protected] Diseño de colección y portada Mauricio Meló González [email protected] ISBN: 958-665-027-8 Panamericana Formas e Impresos Calle 65 N2 94-72 Santa Fe de Bogotá Impreso en Colombia - Printed in Colombia

ÍNDICE

P ró lo go ........................................................................... 9

FORDISMO Y POSTFORDISMO: UNA REFORMULACIÓN CRÍTICA Los cuatro niveles del fordism o.............. ................. 19 Estructura y estrategia en el análisis del fordismo 29 Problemas del concepto de ford ism o........................ 30 La transición al postfordism o................................... 40 Problemas del postfordism o...................................... 49

¿HACIA UN ESTADO DE TRABAJO SCHUMPETERIANO? Observaciones preliminares sobre Id economía política postfordista El perfil de las cuatro afirm aciones......................... 64 Cambios en la economía global y funciones del Estado como contexto y c a u s a ....................... 69 ) Algo más sobre el Estado de 7^ Trabajo Schum peteriano..................................... Vv74 El “vaciamiento” y el desarrollo del ETS ..................80 El postfordismo y el E T S ...........................................84 Estrategias alternativas del ETS ..............................87

DESARROLLOS RECIENTES EN LA TEORÍA DEL ESTADO Enfoques, problemas y agendas El legado m arxista................................................... 100 La segunda o lea d a ................................................... 102 Dos nuevas direcciones de investigación............... 120 ¿Una agenda p o sib le?............................................... 122

REGULACIÓN, GOVERNANCE Y POSTFORDISMO ¿Perspectivas alternativas sobre el cambio político y económico? Antecedentes teóricos de la regulación y de la g ove m a n ce................................................ Antecedentes meta-teóricos del trabajo sobre regulación y la govem a n ce................................. Diferencias básicas entre los análisis de la regulación y de la govem a nce..................... Fordismo y postfordism o.......................................... Problemas en torno de la cuestión regulación-gouerriarice..........................................

137 144 150 158 164

LA CIUDAD EMPRESARIAL: ¿REINVENCIÓN DE LAS LOCALIDADES, REDISEÑO DE LA GOVERNANCE ECONÓMICA O REESTRUCTURACIÓN DEL CAPITAL? Aspectos teóricos prelim inares.................................. 179 La narración de la ciudad/región em presarial......... 182 Trazando la aparición de la ciudad em presarial.... 185 El rediseño de la govem ance u rb a n a .....................188 La explicación del auge (¿y la caída?) de la ciudad em presarial....................................194 índice an alítico........................................ ...............207

PRÓLOGO

Detrás de la globalización resuena un antiguo clamor: ¡El Estado ha muerto, viva el Estado! En efecto, las tendencias y las presiones ocasionadas por las transformaciones que hoy ocurren a escalas internacional, regional, nacional y local parecen evidenciar lo que algunos autores denominan “la crisis del Estado-nación”. Los procesos económicos y políticos supranacionales —expresión que para algunos es el emblema de la globalización— y el viraje hacia la descen­ tralización, que también tiende a globalizarse, ejercen pre­ siones sobre el Estado, desde arriba y desde abajo, que ha­ cen dudar de su pertinencia y aun de su permanencia tem­ poral y espacial como instrumento de regulación social. El margen de acción de los gobiernos para el manejo macroeconómico es cada vez más reducido. Las decisiones de otros gobiernos o de entidades multilaterales afectan sus economías y obligan a introducir ajustes para adaptarlas a los cambios provenientes del entorno. El margen de decisión se restringe aún más cuando un país participa en procesos de integración con otros países de su misma área geográfica o incluso —como se observa en la actualidad— con países de otras regiones. Esa participa­ ción impone diversos compromisos en materia de política com ercial y en el manejo de algunas variables macroeconómicas que pueden afectar al sector externo de la economía (tasas de cambio, niveles de inflación, tasas de interés, déficits fiscales). En ciertos casos, como ocurre en la

Unión Europea, determinan la política social y la política monetaria, dos áreas que hasta hace poco formaban parte de la soberanía de los Estados. Por su parte, la descentralización ha dado lugar a una doble dinámica: la globalización de lo local y la localiza­ ción de lo global. Las localidades buscan traspasar las fronteras nacionales a la vez que experimentan los efec­ tos de la globalización. Las economías locales se deste rritorializan a medida que deben adaptarse a las transformaciones que ocurren en otras partes del plane­ ta, y las tradiciones y los productos locales se exportan a todos los rincones de la tierra. Como resultado de este doble proceso, muchas decisio­ nes que se adoptaban en los niveles centrales del Estado se han transferido en gran medida a las localidades (provin­ cias, departam entos o municipios). Los mecanismos cuasiautomáticos de transferencia presupuestal desde el centro hacia las regiones y la delegación o el traslado de funciones que antes ejercían los gobiernos centrales son algunas de las manifestaciones de este proceso. También han surgido nuevas formas de enfrentar los pro­ blemas de las localidades, como las redes conformadas por organizaciones provenientes de la sociedad civil, que en apa­ riencia tienen autonomía frente al Estado y harían irrele­ vante su presencia, dado que tienen sus propias fuentes de financiamiento. Son las llamadas Organizaciones No Gu­ bernamentales (ong ) nacionales e internacionales. Las redes de ong y de movimientos sociales, los procesos de integración y la interdependencia creciente de los fenó­ menos económicos a escala mundial son factores que refle­ jan la crisis del Estado-nación. Una crisis que parece estar relacionada con la crisis económica que desató los cambios que hoy percibimos, más o menos nítidamente, en los pro­ cesos de trabajo, en las formas de organización industrial, en los mecanismos de gestión macroeconómica y, en suma, en las acciones de los agentes que intervienen en la econo­ mía. En consonancia, también han ocurrido cambios en las formas de regulación social y política y se ha producido una modificación de los paradigmas que influyen en el compor­ tamiento de los actores en las diferentes esferas de la socie­ dad. Algunos autores, entre ellos Bob Jessop, consideran que esta crisis es, en esencia, una crisis del modelo de acumula­ ción fordista.

Esta crisis del Estado-nación o, más precisamente, del Esta­ do como instrumento de regulación social no ha tocado fon­ do y quizás es una simple ilusión; en este caso, habría, más bien, una redefinición de la forma del Estado, de lo que Jessop llama la forma-Estado cuando trata de explicar el proceso mediante el que “la forma problematiza la función”. Es decir, el proceso de reconfiguración del Estado y de su relación con una serie de funciones distintas de las que tradicionalmente se le atribuyeron durante el período de la hegemonía keynesiana propia del régimen de acumulación fordista. La discusión de este tema es aún más relevante por cuan­ to las agencias multilaterales parecen haber dado un giro de 180 grados: se les había visto (o percibido) defender al mer­ cado como el mecanismo de regulación, por excelencia, de los intercambios económicos entre los agentes, pero además como forma de regulación social en general; alentaban un Estado relegado a las simples funciones de lo que Gramsci llamaba el “Estado gendarme”, dedicado en lo fundamental a las labores de justicia y orden, y a las de garantizar un entor­ no sano para el funcionamiento de los mecanismos de mer­ cado; es decir, lo que durante las dos últimas décadas mu­ chos denominaron el “Estado minimalista”. Hoy se encuen­ tra que, en su último informe, el de 1997, el Banco Mundial reclama y casi reivindica la importancia del Estado como me­ canismo de regulación económica y social, sin duda bajo una fuerte y coherente articulación con el mercado. Giro, por demás, paradójico, pues la nueva aproximación de esta agencia deja sin piso las críticas y los supuestos enfoques alternativos que suscitaron las medidas promovi­ das por ella y por el Fondo Monetario Internacional en las políticas económicas adoptadas, en particular, por los paí­ ses en desarrollo. En efecto, la nueva agenda involucra problemas como la democratización del Estado a través de mecanismos de par­ ticipación democrática y de transparencia1, la participación de organizaciones no gubernamentales, la cooperación in­ ternacional y un aspecto de la mayor relevancia, esto es, el

1 Mecanismos que permitan exigir responsabilidad a las agencias del Estado, ligados al concepto de accountability.

reconocimiento de los problemas institucionales que impiden (o posibilitan) un buen funcionamiento del Estado e incluso de los mecanismos de mercado. Por supuesto, no se abando­ nan las viejas preocupaciones de estabilidad macroeconómica y de eficiencia en la asignación de recursos, ni las ya asimi­ ladas de la agenda internacional, como los problemas am­ bientales. Paradoja, porque en este nuevo enfoque el Banco Mundial parece alinearse en la discusión que por largo tiem­ po han mantenido autores marxistas en tomo de la relación entre Estado y mercado; en ella, ciertas corrientes recono­ cen la necesaria articulación de los dos agentes en el proce­ so de asignación de recursos, apreciación recogida de ma­ nera amplia por las teorías del desarrollo centradas en el ser humano {human centred development theories). Este viraje puede ser interpretado como una evidencia de la breve existencia del neoliberalismo como alternativa a la crisis, tanto de su discurso y de su lectura de la crisis, como de sus propuestas de política económica y social que pre­ tenden modelar el mundo real. De ser así, el auge y la deca­ dencia del neoliberalismo sempresentaron en un período in­ ferior al que tuvo la hegemonía keynesiana. Otros verán en estos cambios la fuerza de los hechos que obliga a reconocer que más allá de las teorías de los libros de texto hay una realidad que se impone. Según ellos, no pueden pasarse por alto las formas institucionales y su gé­ nesis en el momento de formular medidas de política econó­ mica conducentes a favorecer nn determinado desarrollo económico y social de los países. Y también habrá quienes lean en este “nuevo” enfoque del Banco Mundial una reelaboración discursiva que sólo reitera sus principios eficientistas en el manejo del Estado y de la economía, más allá de toda consideración ética concerniente a problemas de equidad y distribución de las riquezas. El reciente trabajo del Banco suscitará, sin duda, muchas más lecturas. Lo que pone de relieve, en todo caso, es que el problema del papel del Estado y las reflexiones sobre el mis­ mo tienen aún un largo trecho por recorrer. Estamos lejos de comprender y aprehender todas las dimensiones de los cam­ bios que en materia de mecanismos de regulación social han acompañado lo que más o menos de manera consensual se conoce como la flexibilización o el régimen de acumulación postfordista. Jessop reconoce de alguna manera esa situa­ ción. El propósito de los trabajos que se recopilan en esta

edición es entregar algunos elementos de juicio y vías de aproximación acerca dentales transformaciones. Estado minimalista, Estado neoliberal, Estado corporativista, Estado regulador, son caracterizaciones en las que se centra el debate sobre el tipo de Estado que está emergiendo con los nuevos cambios en el régimen de acumulación. Sin embargo, aún se requiere un gran trabajo intelectual e investigativo para comprender mejor la forma de Estado que se dibuja sobre los escombros del Estado de Bienestar; y, sobre todo, para poder imaginar formas de Estado que per­ mitan incorporar a los actores sociales secularmente exclui­ dos de los beneficios de la modernidad, “las clases subalter­ nas de la sociedad”, al decir de Gramsci, las supeditadas a los destinos demarcados por las clases hegemónicas. LOS TRABAJOS DE BOB JESSOP

La colección de ensayos que aquí se presenta es parte de la prolífica producción de uno de los autores más reconocidos en el ámbito académico como especialista en Teoría del Es­ tado. La sola mención de.l^ producción intelectual del pro­ fesor Jessop sobre el tema del Estado sería una tarea exten­ sa y dispendiosa, y dejaría de lado otros estudios colatera­ les que cubren una amplia gama de aspectos relacionados con el funcionamiento de la sociedad capitalista. La reseña de toda su obra es una tarea aún más compleja. Los trabajos que aquí se presentan abordan dos proble­ máticas distintas aunque ligadas estrechamente: las trans­ formaciones recientes